Control judicial de la motivación de los actos administrativos (Temas de Derecho Vol. VI, Nº 2;...

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CONTROL J~DtClAL DE LA MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS (~omen~rio a sentencia de la Corte Suprema) Ai~jan~ru Vergara Blanco Profesor da la Universidad Gabriela Mistral TEMAS DE DERECHO Val. VI N” 2 - 1991.

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CONTROL J~DtClAL DE LA MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

(~omen~rio a sentencia de la Corte Suprema)

Ai~jan~ru Vergara Blanco Profesor da la Universidad Gabriela Mistral

TEMAS DE DERECHO Val. VI N” 2 - 1991.

CONTROL JUDICIAL DE LA MOTIVACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

Alejandro Vergara Blanco Profesor de la Universidad Gabriela Mistral

La sentencia de la Corte Suprema de 16 de mayode 1991, que falla el recurso de protecci6n nRosas Díaz, Luis Angel y otros con Director de la Policla de Inve.st/gaciones-, platea vanas interrogantes. Para responderlasdescribir8, en primer lugar, sucintamente, los antecedentes del caso; en seguida, expondr4 la doctrina sobre el núcleo de los problemas Jurldicos en que Incide el asunto, analrzando los pwkipios del Estado de Derecho, las potestades administrati- vas, su ejercicio, su motivacibn y el contrOl judlclal. En fin, analIzar en forma crttlca, con este acervodoctrinario, c6mo se ha planteado y resuelto el recurso de proteccibn en tal sentencia.

1. ANTECEDENTES

A travks de diversos oficios, con fechas 3y 9de noviembre de 1990, el Director General de la Policía de Investigaciones de Chile, solicitb al Ministro de Defensa Nacional disponer el llamado a retiro temporal de ta Institución, a contar de la fecha de tales oficios, a ti3 funcionarios de dicha Instituci6n.

No se conoclb en el proceso los antecedentes o motlvos que orlglnaron tales of,clos. Luego de recibldtis, el Presdente de la Repúbirca, a travks del Ministerio de Defensa, dictb una serie de Decretos Supremos en virtud de los cuales se disponía el retiro temporal de los recurrentes (‘)de los que tom6razón la Contralorfa General de la República.

1, E/ recurso de proteccidn y su hfome. Con el objeto de Impugnar la situacibn ae retiro en que quedaban, los funcionarios de la Pollcta de Investigaciones afectadcs por tales decretos recurrieron de protecclCn erl contra del Director General de la Polda de Investigaciones, ante la Corte

de Apelaciones de Santiago. Asl queda planteada la acci6n, la que, en

’ Losdecrelossu~reit~ lodosde 19W. Ilevanlosntimr~~ 350,351,352,X3 355,357,356,359,360, 369 370, 371, 373, 374. 375 y 376

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ningth momento menciona a los decretos del Presidente de la ñepirhka como actos iisgates o arbifra&s, ni a esta Afta auforldad cwno sujeto pasivo del recursos Quedaba asl tambl8i7, entonces, planteado el 8mbít6 competencial del Tribunal respectivo.

Se seAala en el rxwso que se han vufnerado normas legalas y regfamttn- tafias que se cita, 4mulE3nd0se UR pfucedimiento con elob@?to de ekf13if hs &3s regkuw3-Uanas para cf&efMnar administrativamente la rolsponsabiti- d&Y h~wionana~~. A su vez, se precisa que cori eilo se han vulnerado fas sbp~ientes garantfas fu~dam~~ta~~~: derecho de propiedad; Igualdad ante ia ley; la iguai protecc&n de la ley en el ejercicio de sus derechos; y, et respek~ a ia vida privada y pública y a la honra de la persana y de su famik, establecidas en el articulo 19 N%. 24, 2, 3 y 4, respectivamente, de la ~OnstltuGl~n~

m no se mencIonan en /os Decrsfos Supremos hechos, actos o conductas de les iuncionanos retIracios y que. a sil vez, merecieran según la ley .o la o&creoona//dad- la medida en referencia* (consd 49

Esto le lleva a afirmar que ela falta de motivacidn (,,.) resulta insuficienle en un Estado de Derecho en el que no hay margen -por principio- para elpoder puramente personal Lo no motivado es ya, por este sdio hecho, arbitrariou (consid. 7O). Sostiene tal sentencia que, ee/ poder adminisfrabvo, y mAs c:ricre!2mente e oocíer cknec/onal, es un pooereminenremente funoonal c ), ei que está ccwgaoo a uér cue.Ti2 38 SD e/ect/vo seívc~o a /a funcidn para la que fue creado, a lustificarse en su ejera y a /ustif/caf, fambikn, sti conformidad a ia ley, y al Derecho sobre ia base de unos hechos, actos y conducta dados,, (consid. aQ)

Reconociendo que existe una facultad discrecional de otra autoridad dlstlnta al Director Superior del Serviclo (;), el sentenciador, para eludir el análisis de tal disc:ectonal:Uad respecto del autor de los Decrelos Supre- mos ya indicados. discurre asl. -dada la especil!odad de /as normas legales citadas (. ,), la jerarquía superior de una Dìreccibn general no est8 facultada para eludirlas o ignorarlas a cambio de echar mano al fBc/l expediente de/ retiro tempófalcon el fundamento en la mefa discfeclonafldad, privando de este modo al funcionario de su derecho consfrtucional al debido proceso (, 1. En la especie, un direclorgeneralde SerWiO conduce sL’ plan por la vía de/ Jefe de Eslado con la intencidn evidente de haceruso de una d~screnonakfad de ta cual 81 carece (consid. 12% Eslo le lleva a concluir que, en la especie, use hace uso arbitrario de una facultad discrecionain, y en virtud de tales fundamentos, y otros que constan en la sentencia, acoge los recursos de proteccibn, y, textualmente, declara: l que los funcionarios recurrentes deben volver /uridicamente al estado anterior a ;OS Decretos (. ,), y en ta/ virtud se reincorpora& al Servicio, con todos sus derechos, irkwidos /os concernientes ai t!empo intermedro entre el retiro temporal y esta sentencia una vez elecutoriada, sin hacerse exclusibn de derecho alguno; s!n perjuicio de que, si procediere, se iniCien sumarios o investigacionessobre hechos, actos o conductasde esos funcionarios, en conformidad a la ley,,

Sb0 a esta sentencia se refiere este comentario, y no a los sucesos posteriores (de Ics que surrntamenle doy cuenta en segulda). en virtud de los cuales, como se ver& se dejarla prktrcamente Incumplido este fallo.

4. Antecedentes posteriores (‘). Con posterioridad a la dictach de esa sentencia (y al cierre de este comentario), con fecha 25 de mayo, la defensa

1 Se Ira!a de Presrdente de la Kepubltca aulor de rCs decretos, contra el cual no se d!rigió el recurso de prolecctdn y no fue parle en el mtsmo

3 Eslos antecedenles son posteriores al cierre de este trabajo, y segJn fluye del Iexto de las concluuriones, concuerda, en parle, con el crlterio deltn~tivo de b Corte Suprema, en !a resoluch ullerlor de 5 de septiembre de 1991, a la cual concurrietcm Iws rmmslros lirmanles del primer lalb de 16 de mayo.

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dei recurrido Director General solicitb una reconsideraci6n de of&, la que fue estimada improcedente por la Corte Suprema.

Luego, con ocasibn del cumplimienfo de este fallo, y luego de un primer requerimiento, y de una peticibn del recurrido Director, la Corte de Apela- clones de Santiago, con fecha 30 de julio de 1991, deja sin efecto un apercibimiento que habla dictado. Con posterioridad la Corte Suprema, conociendo de la apelacibn de esta resolución, la confirma. senatando que "nohabiéndosededuc!doesterecursoencontradeiJefedeEs~ado, resulta tambihn, evidente que a él no le alcanzan los efectos del fallo por no haber sldo parte en la causa, ypor tanto no se le ha oído nise le ha pedido informe, sin perjuicio de que élmismopudiere ciisponersucumplimiento. sies que 10 esimase procedente~~, lo que significó, en los hechos, anular todo efecto de la sentencia anterior, d? 16 de mayo de 1991, que se comenta (“).

II MOTIVACION DE LOS ACTOS DE LA ADMINISTRACION Y SU CONTROL JUDICIAL

Un correcto an6lisis del problema planleado por esta sentencia pasa, necesa- riamente, por la comprensión de lemas tan centrales como ciertos principios fundamentales del Estado de Derecho, esto es, la legalidad y el conlrof judicial: las potestades administrativas. los actos reglados y dlscrecionales; en fin, el importante tema de la motivación de los actos administrativos, y la posibilidad de su descomposicibn.

1. Prhciplos del Estado de Derecho. La ckusula, el supravator jurldico del Estado de Derecho, de gran contenido histbrico (‘), esta compuesto, junto a olro, de dos principios Integrantes: el principio de la legalidad y el principio del control judicial (“)

8) Legalidad. (‘) Este principio es uno de los dogmas más tradicícnales y arraigados de los sistemas de signo liberal democrAlico, habibndose

‘ A rn~ JUICIO. esta úlllma resolucldn eqwale a una verdadera nulidad ds derecha públtco o conslitucional. pues no se basa en d~sposictin procesal alguna (ya que s.s habla producido el desasrmienlo) sino, mds bien, en los arlkulos 60 y P de la Constllucldn, aunque la Corle Suprema as1 no lo diga.

~Paralocualv~anse:ManuelGarc~aPeleyo. DerechoConsfihicrona/compsrado(Ma&id. lQS¶-Alianza Editorial, Madrid í987/, pp 157 ss Lurs Legar Lacambra, Ei Eslado de Oerecha en Rwisl8 de Adminrst/acidn PJblka Nu 6 (19511, pp 13 ss Ellas Dlaz. Tsorla Generalde~ Esfado de Derecho. en Revrsre ds Estudros Pollfrco~ NP 131 (1963). pp 30 5s Para un canceplo rrmramenle florlrulwkla del Estado de Derecho que no comparto, por cferIo. v8aae Hõns Kelsen. Teorla General de’Es&tdo (Ired esp Barcelona 1934). p 120

*El Iercar prinäpio integranle del Estado de Derecho es el prlncipic de garanlla palnmonial. qUe ahora e-3 heceSariO analizar

7 Hablo da &gelidad~~ por cenvencionallsnw dwlnnarlo pues es evidente, por lo que &%YrOflar& que este prmcipto no sdlo dlce relacl6n con las ,<leyesti, o con nel bloque de kgaläad~ de que habla Hauricu. olno con la ~+rtdic!dad--. lermtnologla esta UMma mds adecuada, pero que compkarla el entwdimienlo de una mñrerla en que lradtcionñ~rw~le se ha adoptada el Mrm~no -legalidad”

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erigtdo en la manifestación primaria y esenclal del Estado de Derecho (8) históricamente (“), se concibió la actividad administrativa sujeta e une norma especka Asi. una norma debla ser el lundamento previo y necesa- rtc de uqa determinada acci0n. la cual ~610 podla realizarse vdlida o lkllamenle en la meada que ia ncrma hatMe para ello En ausencia de dicha haollllactbn normativa, la accrbn debe considerarse prohibida No obstante, esta doctrina de la vlnculacl~n positiva (posibve Bndung), debe matizarse, sobre todo frente al =tema capital* (‘“) de las potestades discrecionales (“),

La AcJmlnistraci6n, en ~lrtu3 de este prinCipl0, debe someterse plenamen- te, en tcdas sus acctcrìcs al sIsterr;a normatlvc, constiruido este 5ltimo por las leyes dicladas ccnf3rme a la ConstttucOn 7 per los derechos y garantías fundamentales Conforman esta legalidad vlgente junto a los pnnciplos y garanlias constltucionaies un haz de jundicldad inevttable para toda actua- ci6n de la Administración. Dentro del -bloque de la legalidadu de que hab16 Hauriou, las actuaciones adminlstrativas s6lo pueden llevarse a cabo en caso que exista una habilitación legal prewa Por lanlo, para verificar el apego al prrnclplo de legalidad, se lendra que saber si la administración dlspone de una habllltaci6n conlenda por una norma con rangode ley para realizar licltamente la accibn administrativa.

En fin, se trata de descubrir si existe una potestad admlnistraliva, un poder jurldlco. conferido por el ordenamiento, potestad que siempre, de acuerdo al haz de juridlcidad, es conferidoen conslderacitn aun fin, auna funci6n. Por :anfo, exlsliendo una potestaa admlnlstrativa. conferida con algún mot VG cercano o que diga rar6n con la funclbn de Inter& público propta de la actua&n administrativa, dlcno e]ercicio ser8 legitimo, perfectamente razonado de acuerdo al principio de legalidad. En otras palabras, y acerchndonos a los conlenidos normativos de los artlculos 2,6, 7 y 20 de la Constitucibn, existrendo en el elerciciode una potestad administrativa un motivo que di,ga razbn con la funcibn de inter& público, el acto respectivo no podrA considerarse en ntngún caso ilegal o arbitrario.

b) Contro/~ud/c/a/ La vtgencia efectiva del prtnctpto de legalidad impone la existencia de un conjuntode mecanismos de control, a trav&s de los cuales puede asegurarse eficazmente el somelimiento de la Administracibn al sistema normativo. En el sistema jurídico chileno -como, en general, en los sistemas jurídicos occldentaies (‘Z)- la pieza fundamental dentro del conjun-

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to de garantías del principio de legalidad est8. o debiera estar, constituida por el control judicial.

Cualquier acto o conducta positiva o negativa de la Administraci6nyde sus agentes puedo y debe ser sometida al enjuiclamtento por parte de órganos jud’clales, a Instancia de cualquier persona o entidad a quienes dichos actcsoconductas Iês~onenensusderechosointereses. enjuiclamlentoque tiene por obje!o la comprobación del ajuste de dichos actos o conductas con ei sistema normativoycuya sentencia. resultadode undebidoproceso. se ir;pone vlnculantemente a todas las partes (“), hay materias administra- tivas exentas de control judicial (‘“), o ei otras palabras, este principio no llene excegciSnes (“1, conclusión que os cofiunis v,w’oen la doctrina (‘E).

De er:? princ pz fuidamental se deriva -na prohtbMn taxativa de que una norrra (de cualquier rango que sea legal 0 reglamentarla) excluya ta posrb!lidad de fiscalizacibn junsdwonal de algún tlpo a actos o reglamen- tos emanados de las administraciones públicas (“). Es m8s fuerte esta conclusi6n, si tenemos en cuenta que este principio general del control judicmal hasidocal~ficadocomo u cl&suiaregia~~ delEstadodeDerecho(‘e), y tiene Iras de si un s6lido desarrollo dogmático (‘Y y constitucional (20).

AdemBs. desde este principio del control judicial, surge un Ámbito subjetivo que es concre!izado comogarantia fundamental el derechoa un Irracional y justo procedimiento-, en los tkminos del Articulo 19 Np 3 inciso Sp de la ConstWMn. Y, en la medida que se afectan a actos de la Administración, este derecho a la acción o al proceso ofrece esta misma verttente rectbn sePa’;da y la misma conclusi3n, qu c fcrmu’o e7 t&minos concisos y enfä: ~3s la Il.s!lciabllidad de todos los actos de la admlnlstracl6n. frente a todcc os cuales debe caber necesariamente recurscs lurisdtccionales (“j.

Pero, agrego esle control jurtsdicctanal lotal sobre los actos de la Adminis- IraciCn también Involucra que, respecto a ella, y al enjuiciamiento de sus actos, se respete, a su favor, un l racional y justo procedimientom, y, antes da emitirse el fallo respectivo por el Tribunal, el que debe entrar al fondo del asJntc. la AdministraclOn debe haber tenldo un derecho a la defensa, una audiercia prwa, derwho a tas pruebas suflc(entes para tustíficar las mct~~xlones Ce sus acres, cuando estas mctlvaclunes (que siempre exIsten véase ~r)i/,) no están expresaaas en el respertivc acto. Es esta una justa contrapcrwa 3 la apertura total de la aîtuacltin admlr,istratlva, y al cofl trol de sus motivaciones en sede judicial, ambos, entonces, presupues- tos necesarios del Estado de Gerecho

2. Potestades administrativas. Pnalizar6 -n &j[E a1)arlall el tema de ias G:testades adm~w!rsl~vas i las icrmas en ‘qJi ~&r~aam~~:a rueden manifestarse a trav& de actos de la AdmInistraclOn, ya sea que estos se encuentren reglados o sean discrecionales. Analizar6 tambikn la motiva- cibn de los actos administrativos, y la falta de expresi6n de las mismas. En refaci0n con lo anterior, vere 10s presupuestos necesarios para la configu- racibn de una desviaci6n de poder. En fin, yen dlrecta relaci6n con el caso, razcnark sobre la desccmposicic)n de los actos admrnistrativos, y sus consecuencIa

a) Potestad, funcl6nydesviecldnc(epoder. Slnnecesidaddeconceptualizar con gran detalle la potestad (2;), o analizarla histbricamente (25), para definir hoy esta instituctbn, mas bien es necesario vincularla a la idea de poder !uridico, como haquedadoplasmada encuantoalpuntodev~stadoctrinario, deso? la clásica formulaclbn de Sant1 Romano de los binomios *poder - potestadn (;‘)

Así, las potestades públicas constituyen un pouer furldico, pero el que no se ejerce libremente por la administración, sino en funcibn de un lnterbs, al cual est8 suJeta Se presentan, entonces, las potestades administrativas como potestades funcionales (:‘), pues siempre han de ejercerse para el cuxplImien!o de un fin: tal es su funclbn Las potestades administrativas, por tantc, pertenecen en su Inmensa mayoria a la especie llamada upotes- tad - función>> í.c).

Si las potestades deben ejercitarse en funci6n de un inter& de un fin, We, en materia administrativa, no puede ser otro que el interh público. Cuando

la administración cuenta con la cobertura legal previa, SIJ actuación as legitima (:‘), pues la ootestad se encuentra en tal habilitaci6n legal. La actuación SS enc!lcntra. en FrlnCiplG, dentro de la legalidad Digo <*an orlnciploZI, pues queda per deswbrir si tal a-,tuaclón. legitimada por ley, se ha realizado en funci6n del interks público, esto as, si se ha cumplido su finalidad, y para descubrir esto habr$ que revisar el estatuto de la potestad y las motivaciones del acto administrativo.

Si al analizar las motiva¿lcnes (se hayan expresado éstaso no) se descubra ‘qde ccn 611~~ nr:l ;!: c.lri~!e Ei fiíi para el ~1~3 se eSla&zi~ ta poleslad habrd wa ~c~,~ac15n de poder,, Pero sYo acdrá des-ubrirse una ‘des- wación de poder en caso que se halla hurgado en los mwvos sean expre- sos o no SIn recabarse los motivos, a mt juicio, no hay forma de entrar al fondo del asunto. y poder enjuiciar legitima y certeramente SI la potestad se ha ejercido en funcibn del Interés pública que justificb su establecimiento,

b) PotesMIes reg/adasyu/scfec/onsles(7F) Antes de analizar el problema de la motivación del acto administratlvc (calidad que revisten los Decretos Supremos del Presidente de la República). revisaré brevemente el tema de los poderes o facultades regladas o discrecionales, pues, en alguna medida, aunquenosustancial, amiluicio, incideenelproblemadequetrata esta sentencia

La distinci6n ya ckisica de las potestades regladas y discreclonales (29). dlce reiac¡Zr per iln lada. con aquellos casos en que la ley puede deter- minar agotadarar7entp todas y cada una de las condiciones de ejercicio de la potestad, en los que se habla de polestad reglada, y, por el contrario, en otros casos, en que se habla de potestad discrecional, definiendo la ley, porque no puede dejar de hacerlo, algunas de tas condiciones de ejercicio de dicha potestad, remite ala estimación subjetiva de la administracibn, el resto de dichas cordicionos. bien en cuanto a fa inlegracl~n última del wpuesto he:hc bwn en cuanto aI contenido concreto, dentrode los límites legales, de la decisi6n aplicable bien de ambos elemenlos (‘)

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E, e@rc~cIG Gö potestades reglada s reduce a la admin~slracibn a la ccnstataclbn del supiiesto de hecho legalmente definido de manera com- c,lefa ya aplicar en presencia del mismo lo que la propta ley ha determinado tambibn agotadoramente (3’), A diferencia de esa manera de actuar, et ejercicio de las potestades discrecionales de la administracl6n comporta ur, elemento sustanclalmente diferente: la Wuslón en el procesoaplicattvo cI+ ia Iky de una ~~estlrfaclón sub;ec~:~a’v (?‘) de la rjropra aamlnistrac;bn can la SUE se CUmpleta ei CuadrO legal Xe condiîlûna aI ejerclclo 3e la potestad 0 SJ ccntenldo parllc?ilar cîz)

Pt-o, esta verdadera habilitaci6n subjetiva, no altera, nl puede alterar, en nada, las COnCluSiOnes anteriores a que me he referido, en orden a los pr rc!p~os bksicos de la legalidad j del control judicial En Otras palabras, tXa pctêsta3. sea reglada o dls;recional, eslá sujeta, per imperativo sucerlor, al control lLaCIal, ptie5 Oste es, como he dfch0, un principio fundamental del Estaoo de Derecho (‘“) Renunciar al control ludicial de la dlscreclonalidad, como han dicho con entera raz6n García de Enterria y FernBndez, #seria consagrar una verdadera patente de corso en favor de los despachos administrativos-(35).

No obstante a mi juicio, este control judicial no puede ni deber significar Int’rdKlrse en la entrafia de la declsi6n discrecional, sino s6lo verificar fa exIstencla delosmotwosque iuvolaadmtnlstrac~4nparaobrar, ysiellosson leglrlmos, validar tal acta, en caso de impugnación Es por esta razbn que pienso que el nticleo del asunto que resolvi la sentencia que comento no era discernir si la facultad discrecional de la adminlstraci6n (en este caso, del Presidente de la República para dtctar los Decretos Supremos) esI8 o no sujeta a control ji;diclal, pues de ello no cabe dudas, y lales decretos son pe~factamente justIcIables. a mr juicio, el verdajero asunto (y que lamenta- blemente no abordb en forma certera la sentencla), estd en Verikar la motivacibn de los actos admlnistratrvos respectivos, y si hubo posibilidad procesal de probar tales motivos para su autor.

3. La motivacldn de los actos atfmlnlstrativoa

a) De la motlvacidn, en general ia molwaclbn es la ei<lwcrizacl6n o expreslbn de los motivos o razones que han llevado al autor del acto a

” Salla a la YIS~B que. en ei caso de )o.s Decrelros Supremos de que trata esla sentencia, no estd en presenc:a de una potestad regalada de acuerdo a esta definlcldn Clr, ademAs Garcle de Enletrla y Ferndncez. cws3 (n 10) p 430

J, Cfr Garcia da Enterrla y Ferndnaez Curso jn TL¡. Ibrdem

u Este es. ewdenlemanle. el UIM de los Decretos Supremos

y Come ha dicho recienlenwnle Eduardo Garcla de Enlerria, Hacia una nveva,vsti¿ra adm~msbaf.va. (n 16) p 20 lo que debe hacerse, en ti ca% es ‘embridar al poder con el Derecho’

u Clr su curso (ll 10) 1.p 433

I__~ - - - . -

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adoptarlo (“) La motivacibn constituye una mera formalidad noesencialdet acto admlnislrativo (“), la que puede ser expkltada o no (%) Entonces, en cuanto a la motivaci6n, existen dos fases normales del nacimientodel acto. Antes de la produccibn del respectivo acto, debe contar la autoridad respectiva con una habilitaclbn legislativa, con una potestad, con un poder jurldico, para hacer algo. Dentro de esa habilitaci6n legislativa pueden estar insertas ciertas exigencias. como ser un cierto procedimiento, un cierto tipo de acto, y la necesidad, o no, de motlvacibn Pero lo que deber& existir sempre es a) una babililacidn /e@sklw (‘9 por necesidad juridlca; y 0) UF mo!w por necesidad natural, pues nada e? la wda de los hombres carece de motivo, lo que ocurre es que los motivos, en los actos adminis- trativos, cuando la tey lo exige, deben exteriorizarse, y, ademAs. deben ser legltimos, lícitos. o, en otras palabras, no ilegales ni arbitrarios,

Cabe distinguir, por tanto, entre los motwos y la motwación (“). Motivas siempre existirán pues ellos ccnstituyen la causa del acto admimstrativo, esto es, aquel conjunto de hechos por los cuales se toma la decisi6n admlnistratlva; y es esta causa la que no debe ser, nunca, ni ilegal ni arbitraria (“‘). Por tanto, para verificar la ilegitimidad de un acto, deberá enjuiciarse su fondo, su causa, su molivo.

Por otro lado, ia molivaci0n es uri aspecto formal, que puede o no puede concurrir en el acto de exterlorizaci6n de la voluntad administrativa, y ello en la medida que el ordenamiento jurídico lo exija. Entonces, si la ley, luego de establecer la potestad, a renglbn seguido no establece expresamente que los actos deban motivarse. para su validez, no es necesario hacerlo.

Otra cuestidn es, si con ocasión del control judicial posterior de un acto administrativo no motivado formalmerlte. se exija de la Administraci6n dar a conocer dlchos motwcs para averigt!ar si tales motivos no han sido Ilegales o arbitrarios En ese caso en que no se habían expresado los motivos. el acto administratwo respectivo se hab& simplemente. descom- puesto Por un lado, los motivos, que siempre existen, como digo, habrbn quedado constando en el procedimiento administrativo respectivo. Ahl se encuentran los motivos, tos que, por otro lado, no se exteriorizan en el acto administrativo respectivo (en nuestro caso, en los Decretos Supremos del Presidente), simplemente porque la legislación no lo exige SI la ley exigiese q&re el acto respective fuese motivadc. en ese caso nc podría operar esta

H Clr. Jos. Marfa Boquera Cher, Esludhs sobre ciado adminrshafwo (Madrid 1986) p. 216

” Cfr Boquera, Estudios. (n 361, PP 213 SS

‘* V4ase Juan LUIS d? Ia Võlllna La mcfwac’5n de/ a:ro adm:-islrabvc (Madrid. 1967). p 49

%lr Boquera. Esrutics (n. 36) p 216 dtce 40s mol~\‘os son una cosa. y motlvacIcn Sra,*, en h misma linea de pensamiento que aqul expongo

%xukkese que la .arbitrariedad~ está exdulaa de cualquier dew6n adminlsttatwa’ Akha 19 NP 2 de !a Consflluclón, por ejemplo

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~~SC@WGS~C~~n dei acto a que me ne referido separando su causa o T~¿:IVZ de ia a>:te:iorizaclbn. DIcha caJsa c rnotlvc 5310 tendría que exteno- r!zarse por EI ag.iior oel ucto EI¡ caso de rewtn judicial Gosterlor, cu;ndo sî wga en duda IU legaildad 0 no atb!tranedad, en aicna revist6n se deberá, es obvio, dar audiencia al autor del acto, para que tenga posibilidad de probar la licitud de su causa de obrar (c motivo)

b) La doctrina y ta/urlsprudencla. Si bien, como dicen García de Enterrfa y = ; -r?ot-tcez, c*ní PaJ,en Dererho [ ,) nlrlg& esoacto franco o libre de leti en :;k ia äcirnl?ls:rüi Zr pue-ló Xiuar con iJr# rooer jurkwo ,‘l~bfa- (‘, 1 Como îê oIcho, slemc!e kay R~VIIVOS, ,’ &tss deben probarse )‘darse lugar a la ~dministract0n para hacerlo. Y así expresamente lo sanciona la doctrina en general adem$sdelasefialada, pues *elorIgen delacbllgacI6ndemctlvar .s”Jlc; BS la ley,, (‘“), y, ~~10s actos administratrvos pueden ser enjuiciados por el juez aunque no se motiven. ConocerA -el juez- los motivos del acto c.~andc examine e! expedterte ( ) La motivacr0n no es ccndicibn sine qua ron de la fiscallzaci6n jurrsdiccronal>s (:“)

Como recuerda Aróska (“‘), lallos hay, y no pocos (‘e’, que permlten a la autoridad venir a expresar y probar los motivos que tuvo en cuenta para emitir su acto durante el proceso mismo, de donde se entiende que la decisibn impugnada, m& que irregular por carecer de motivaci6n, lo será eri la medida que tenga motivos ilegítimos. Además, el Anteproyectode ley ce bases de procedimiento administrativo (que en rlrtud de lo d’spuestc en e: artículo 60 W 18 de la Constl!,c 16n se debe dictar en Chtle), se establece que s6lodeberan moti,&rse c-los actos que por dlspostcltn de la ley deban precisamente motivarse- (“‘).

Y no otra es la actual realidad legislativa, jurisPrudenciaI y doctrinal espa- pala, la misma que cita el fallo, a lo que me refiero enseguida.

c) Critica a la sentencie De los considerandos septimo, octavo y noveno de la sentencta de la Corte Suprema que comento, parecieran desprenderse conclusiones dlferentes a las serTaladas, y ello ocurre de ese modo Pues se cita una conclusibn fuera de contexto, no teniendo en consideraci6n la base

legklatlva espaí‘iola, sobre la que se construy6 tal doctrina y jurisprudencia. En efecto, la doctrina que tila (‘B)dice lo que el fallo explicita, lo mismo la jurtsprudencia, que se puede ver en tal obra Lo que ocurre es que el sentenciador olvida la legislación vigente en Espalla y el contexto en que se aplica tal conclusi6n y los hechos concretos de los fallos que trae a coiaci6n (@)

Lamentablemente, en el fallo se cita esta doctrina extranjera, se la mimetiza a nuestra realidad, sin parar mientes que el contexto legislativo es otro. Esa doctrina no cabria aplicarla ni siquiera en Espaiía a un caso similar al que se refiere la sentencta. Exceso Inexcusable, además, de un Tribunal cuya gran mayarla de sus sentencias. aún definitivas, carecen en absoluto de motivaci6n (pero no de motivos), cuando, simplemente, sefialan eno ha lugar-, ~~ConfirmaSe~~, etcétera, pues no hay ley alguna que les oblige a motivar en su caso

La ley de Procedimiento Administrativo, esparIola, de 17 de julio de 19.58, actualmente vigente, dispone en su articulo 93,2, que -las resoluciones contendrtln solamente la deasibn, salvo en los casos a que se refiere el artlculo43, enqueser8nmotivadasu. Portanto, la reglageneral, enlamisma Espana, de donde es la doctrina que se cita, es que los actos no necesitan ser motivados, y la motivación, ccmo dice la propia doctrina espanola, que el mismo fallo cita, sles una forma que debe imponer la ley” (50)

Ahora, si la ley exige motivar, es cosa diferente, y ahi SI se aplica esta doctrina. Peroocurre que en Chile, en este ordenamiento jurldico que hoy nos rige, noseexige mohvarexpresamenteenesfetipodeactos, por loque la falta de motivación no puede ser considerada, por si sola, como una arbitrariedad, como, en forma excesiva (y fuera de contexto, como he prcbadn), se dlce en esta sentencia S6Ia es arbilraria la falta de motivaci6n cuando la ley exige que se expresen esos motivos Y esa es la base fäctlca y legal que está detr& de la doctrina espafiola citada.

Por tanto, la hip6lesisfáctica del casochileno esotra, pues no hay ley alguna que exija motivar tal acto; por tanto, si no se ha motivado, tal hecho, por sf. no puede, en ningún caso, signif!cararbitrariedad, sino la exigencia para el juez de averiguar lales mollvos en la wde cge corresponda, para garan- tizar que su sentencia culmine un ,crawnal y justo procedimiento*. A mi juicto, un fallo que no entra al fondo, y no averigua los motivos de un acto (que no tenían por que exteriorizarss, de acuerdo a lo ducho), se pone 41

“Se 1~118 de las senlec~as de 22 de ,um de 1962 le que puede “~58 B”’ Repsnwo de Juns/xudencia (Editcrial Aranradi, Pamplona 1962) NC 4 829, senlenc~a de 15 de octubre de 1965 en Idem (1985) NP 4.555. senlenc~a de 29 da novtembre ds í985 en idem (1585) W 5 602, y, sentenoa de 7 de kkero de lP57 en idem (1987) NP2.%J8

ta Clr. Boquera. Estudios (n 36) p 221

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mlSm0 en una situaclbn de desnudez, pues no respeta las reglas básicas de un justo y racional proceso. y sobretodo cuando anula un acto sin darle audlencla previa a! autor del aclo y sin entrar al fondo del asunto

~X~-k%leSe tn Ln, qde e! ar:iculo &de la Ley Nd 18 575, de 1986,Org&Jca CCnstlt&onaI de Bases de ‘a AUmlntstra¿lOn del Estado, establece expre- samente que ~CLS p:oceom:er;tos adm!rxtfatwos deberán ser Ágiles y expediifos, sui m8.s lorma!idades qge las que estabiezcan /as leyes y reglamentosJ~.

En c~nclwCr? ereo hakr comF: zbado s;llcicntsmente que la motlvacibn eS r: ‘erentt 3iO~TûtlvOS ~q~eÉr:c,sslemF:re~~oncurrcn entodoslosactos, puc; COIS:I~U~GTI SU C~USS SU t;as~ lá~tlca En los casos en que fa ley no exige que se erter~Ortcen taks m;!i:os, es!3es que en ei acto no SE senale la motivaclbr 0 la fundamer;tsci& (en otras palabras, cuando le ley noexija que sea (<fundadon), tal reqtJis¡tc no es necesario cumplirlo. Y asi, si en tal caso, legltimamente nose ha serlaiado el motivo, no significa que no exista, sino simplemente BI acto sa ha oescompuesto, y de tales motivos ha quedado constanc.la ~310 en las plezas del expedlenle o procedimienlo adminlstrawo previo al acto terminal

En caso de control judicial al juez le corresponde entonces, antes de fallar, entrar al fondo del asunlo, y exigir esos motivos, esas causas, pero exigirtas del autor del acto, respetando su derecho ala defensa, ya serofdo. A nadie, ni a la Admin!straci&?, se la puede condenaranuMndole un acto propio, sin audiencia previa pues eso !ambi+n es un atentado al Estado de Derecho.

4. Elconlroljudicial uaclonalyjusfc~~ EI recurso de prolecci6n se dedujo en contra del Dwclor General ae la Policía de Investrgaciones por una acluaci6n de hecho absolutamente diferente ato que, en definiliva, juzgó el Tribunal.

En mediodel procesosetom6conocimientodelaexistenciadelosdecretos supremos respectivos, y sin dar siquiera audiencia al autor de tales actos (el Presidente de la Repúbiica) corno lo extge el auto acordado sobre Iramltaclbn y fallo ds recursos de prolecctbn, en sus numerandos 3“ y 12? y sur poder, por lantoproducir un Mracional yj~sto~~ procedlmlento, puesno se pudo entrar al fondo del asunto, se falla la causa sin siquiera hurgar en 10s mottvos de unos actos que se anulan, Ics que, eventualmente, podrlan tener mC!;vcs legales y exciu12os dr cualquier arbitrartedad; ~610 que para descubrirlo tendría que hab;:se scl~c~taiio Ics expedientes administrativos respectIvos, y cualquier Ctra nformaclbn al autor del aclo Nada de eso se real126 en la causa

Ef Ámbito de la ar&n, si bien est& wnculado a un acto, para poder producir unefectivocontrol judicial deimismo, noesposiblejuzgarapariencias. Sino. por exigenctas de un ujusto y racional. proceso que tambikn merece la Adr-~~nislrac~tn es nSteSarlú;ntra: aI ‘c~3o SI I;O se ha entrado al fondo del ajLr:-, se Pa cqu ,ccalr EI 3-v !2 Cs 13 e2clCn pucs n3 es pcsible que juzga’ldo a ar, Cr$arû uo la ~z~~,;~,s!!a~16r se condene a 0113 brgano que nofue parte ~3 ulooíadelaunloaddelaadmlnlsIracIdn(que,sinfundamento

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alguno,deslizalasentenciaensuconsiderando17*),comounasola,nopasa desereso,unautopla,loques6loesaplicable,sisequiere,aefectosfiscales, pues loque existe. enverdad. son d!ferentesAdministracionesPúblicasque ac:Uan balo una misma personerfa juridica -fIsco- en el caso de los brganos centrallzadcs. y bajo personerías diferentes, en el caso de los brganos autdnomos o descentralizados (“).

En un procedimiento irracional y justo,, se enjuicia al verdadero autor de un ac:3, haci8ndolo partedel procesorespe¿:ivo, exlgl&dole, comodebe ser, ics wtivos oêl acto qt2e se estima ilegal y arbitrarlo, ysblodesputkde haber e;:rado al kndo del asunto y sólo en :al caso dictar sentencia

III. CONCLUSIONES

1, Si el Presidente de la República, y no el Direclor General de la Policfa de ln~estlgaciones. ostenta una potestad administrativa para llamar a retiro terrporal a c.tertos funcionarios, el ejerciciode dicha poteslad discrecional estd somettda, dentrode un Estadode Derecho, por una parte, al principio de legalidad, envirtuddelcual,paraejercerla,debetenerlahabilitaci6nlegal previa, y un motivo legítimo, cercano al interés público; y, porotra, al principio del control judicial, pues todos los actos de la Administraci6n están sujetos ad~chocontrol,sinexcepcl6nyestoesválidoaúncuandoelPresidenteactúe a propos¡zlCn del Director referido (como e? todos los asuntos públicos, ncr-~almerte el jerarca mdximo aclúa sobre !a base de proposiclones desus colaboradiÍes), pues locontrarioserla pensar que el Presiderte es un mero instrumentode tal Director. El autor del actc, y de sus motivos, es por lo tanto, el Presidente de la República.

2 .No es obligatorio motivar los actos administrativos en Chile, por regla general, y por el ~610 hecho de no motivarlo no puede, en ningún caso, cua-do la ley ro lo impone, considerarse Ilegal o arbitroun acto administra- tivs SI en un acto determInado, no se han expresado motivos (0, en Otras palabras, r,o es motlvad3 o fundadoj, no significa. nl puede significar que tal acto carezca de motivos, o que Wos sen liegitlmos. Sólo no se han ser’alado, y el no seilalarlos, cuando asi no se exige expresamente. no infr,nge ni la Constitución nl las leyes

3 Gua-do un acto admnistralivo no mctivak es scmetldo a control judicial, es 5: esta ~~32 dolrip SC podran demsstw Ioc nùtl;os, pues EI juez debe m-s irnporat. 10 c% i.n ~+tisto y racional Pr-- ~TSO~~, indagarlos cara llegar al for;o del asunta Para demostrar los motlvcs: y su !ic:tud o no arbitrariedad.

el juez debe dar lugar a que el autor del acto pueda demostrar los motivos c causas de Ial acto, y sblo en tal caso el Tribunal podrá concluir SI tal motivo fue arbrlrarroo Ilegal. El juez debe dar lugar a que se demuestre la licitud de los motivos del acto, pues, en un justo y racional proceso, luego de darle audiencia a tal autor, y de entrar al fondo del asunto (lo que es preceptivo oarael~uez),ys~loenecemomento,podr~estarencondicionesdecontrolar Iagilrmamente la actuaci6n administrativa.

4 En virtud de lo anterior, no me parece del todo correcta la doctrina de la seriFni^ia comentada (5i), ni la forma en que fue llevado tal proceso, pues a pesar de ser notorio que a los jueces los guib un criterio excelente (hacer justicia frente a unos actos que pareclan ilegales y arbitrarios), noexistl6 por SJ parta. un proced~mientoracionalyjusto, alnoindagarlosmotivosdeunos a~!~s~~~oaii!crncfueparteeneIrecurso,pesealocuald~chosactosfueron anuladcs

Ouiz& estos mismos errores de los sentenciadores conspiraron para que, en definitiva, como es sabido, la sentencia quedara incumplida (v6as.e la resoluch de la Corte Suprema, de 5 de septiembre de 1991).

ANEXOS

SANTIAGO, diecis&is dernayodoir~il novecientos noventa y uno

VISTOS:

Primero. Que el prot~lema sccre et cu% debefå prontinciarse es@ Ccrtc, csnccrmdcporh ~~adelaepelac~011, se empieza a suscfIûf cuando ei LI” rector Genera! dc? la Policia de lnvcs- ligaciones de Chile, dan Horacio Toro tturia, decide Itamar a retiro terr~poraJ a 17 luncionarios con la calidad de- nominada -personatdenombranrien- lo suprcmo~~, para cuyo efecto dr?s- pací% al cei)or Mir~istro de Dciensil Nacronal sendos olicios, COII partwlarización de cada caso, oh- cics que rolan en autos a fojas 44,45, 82, 83, 108, 163, 214, 215, 227.434, 436, 438, 439, 441, 442, 444‘ 446, 448. 450, 451, 453, 454. 456, 457, 459 460, 463. Su RropClslto, inrcntestàbl~rneille, es iiiducir ti /;1 auloridad superior pata que SC pro- ceda a cliclar tos Decretos Supremos que se conlormar8n a su propiadeci- sión.

Segundo. Oue los textos da taks okics son 1dBiìfico5 entre si, y ailc- más, en nlrtgu:70 tic los casos sc: expresa la raz<lin de hec!lo que el Director General del Servicio haya tenido en considerac¡@ para Iomar ta decisión conducente, en tili!rnO Ibr-

mino, ala apkôciik de dicha medida exlren~ada~nwte grave.

Tercero. Que, auti cmiùo iü muS3 eticiwte de :a dec;srbn del t?wc!cr dei Servicio esf& absotutamentc au-

sente, diclio luncionarlo, sin embar- go, irisii~úa la fundamentaclbn legal y ioriwi que tendr!an los Decretos Su- prernos que propone que se dlcten. DICO en cada uno de los oliclos aludi- dos: 8~2. Lo anlerior puede efectuarse en ~ontorrntdad a lo eslablecldo en et a:WIo 90, letra b), del D,F.L. No 1180, ESWJIIIJ dd Porsowl de la Policla de ll ~.csllgxl:m?S de chle y s! QI!ICUIc\ 43. UJi i)c¿reto r‘p 5, ce 23 31.82’

Cuarto. Cue los Decrelos Supremos que se dictaron para cada caso si- gui&cose las directivas y proposi- cotíes anied~chas, SCII tadosde id& ticc kxtii entre si Al Igual que en el casz de los oficios de¡ Director Geno- ta!. w se Irlcnctonan en los Decrelos Suprcwos hechos, a~t~~~conducta~ de tos ~uncioflaflos ya relirados y que, a su vez, merecieran según la ley -0 la discrocionaiidad- la medida en rele- rencia.

Quinlo. 0~~0 en los Decretos Supro- mas que s dictaron se expresa et lurldarncn!o formal contenido en et arliculo 90, lelra b) del D.F.L. W 1, de 1980 Se menciona, además, que es ~lacullad clcl Presidenle de la Repú- ~IIIC~! para disponer el retiro*. En el Ir~lctttrcot~icr~adopor IaCortedeApe- IXI~IICS al Director General recurrldo dc prolección, éste insiste en la seha- lada &cultad discrecional de S.E. el Seìior Presidentk de la República*.

Sexfo. Que de lo anterior aparece de i~~;~ii~i~~‘sicf riue, tarilo 011 los Olccos del C’~rcctor recurrido como en los dec~c~os Suprcrrios que les siguie- IOII, ta causa única de los llamados a retiro nz seria otra que una IacuItad (I¡scI~~¡~I~~~ concedidrì al Jele de Es- IO&I. y ctuc drcha facultad, a mayor alJ~Jn&lcr~lclito, Icndlia IU dil-mNsi6!I sqxriotiva da relevar 0 la autoridad tic 18 c.qxcsi61~ de ta causa real 0 clcct~vacorisislente en hechos, actos o conductas del sancionado.

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SBpfimo. Que, a falta de rnolivacióii que SOStenga la decisi6n administra- Ijva, su únicoapoyo radicarla exclusi- Lamente en la sola volunlad del lun- cionario que adopta dicha decisi6n, apoyo que, como es obvio, resulta insuficiente en un Eslado de dcrcclio en cl que no hay margen -por princi- Fli- para n! poder puramente perso- nz. Lo no molwado es ya, por esle sclo hecho, arbilrario. El razonamien- to anterior tiene la luerza incompara- ble de su universalidad, coma que aparece reiterado en obras que circu- la;:rnodirnamenle. Secilar8dcmor.!o expreso sOlo una, la de Tomás-Ra- mCn Ferndndez, NArbilraricdad y dis- crecionalldad~, ptigs 106~ 107 Edi- lorial Civilas, Madrid, 199 1.

Octavo. Ove, aun m8s, el poder ad- m~nlstrativo. y más concrelamcnle cl pdcr discreciorial. cs uii poder emi- nc.nlcmT1cntc lunclonal CII cl caso dc un Eslado de Derecho. Dicho poder funcional está obligado a dar cuenta de su electivo servicio a la lunci6n para la que fue creado, a justilicarse en s?1 ejercicio y a juslificar, lambibn, su conformidad a la Ley y al Derecho sobre la base de unes hechos, actos y conductas dados, Ese poder luncio- nal. por último, esI8 expresa y plena- mente sometido a las normas de la Carta Fundamental, vale decir, mu- ~113 m$s alIB de los Ilmlks n13s rcdu- cidx de un mero Decreto

Noveno. Que, ademas, para no incurrirse en arbitrariedad, la deci- siCn discrecional #debe venir respal- dada y jusliiicada por los dalos obje- tivcs sobre los cuales operaba. Desde lucro, l~cii los actos reglados, como su conlenido esti\ agolntloramenln lipi’cado por la ley, por regla general lendra escasa Impcrtancia el proceso de :ormaci6n de la vo’unlad adminis- Ira!!:‘a. Encambio.en losdiscrecicna- les, al exislir en mayor 0 menor medi- da una libertad estimallva, resulta di:

gran tríwcndcncia cl proceso 16gico que conduce a la dccisibn~. Por lo dicho anteriormenle es que la Admi- nistraci6n est8obligada a -aporlar al expediente todo el material probato- rio ncccsario para acreditar que su rlccisiórl VICIIC apoyada en una reali- dad I&SX que grlrnnlicc ta legalidad y cporluiiirind de Ia misma. asl como la congn~cncia y IIWS que la justili- quen,,, Loqueaparececiladotextual- rnento en las Ilneas precedentes co- rresponde a fragmentos de senlen- cias pronunciadas por el Tribunal Su- prcrno de Esparla, y que son de las fcclias que CI? scgtrida se indican: 29 de noviembre de 1985, 7 de lebrero de 1987,22 de junio de 1982y 15de octubre de 1985 (Ver Aranzadi, Re- pertoriode Jurisprudencia, Pamplona, Espalla).

D&imo Que cabe recordar, de modo iiidi:+cnsoth, que nuestro ordcnamicnlo posilivo contempla especllicamenle las disposiciones legales que debieron aplicarse en esle caso anlc el compoi lamienlo supues- tamenle indebido de unos lunciona- tios C~CJC, 3 j~ticio de la autoridad policial, mcrccian alguna sanción.

Undécimo. Oue, de acuerdo con Ios números 4 y 5 del arllculo 140, del D.F.L. No 1 dc 1980, sobre Eslatulo dal Pcrsowil de Investigaciones de Ch??, en rclnci6n con cl inciso 29 del a~lí:uJn 14 1 dcl fnì~r~io cuerpo legal, se establece que la IapeticiCin de re- nuncia~~ y la ~~separación~~ y H baja por mala conducta)) &lo podr8n apli- carse previo sumarIo adminislrativo-. Se reiteran las normas recih citadas cn cl arkulo 8Qdcl Decreto NP 40. de 15 de jwo rk 1981, que es EI Regla. mcilto dc 01sc1pl1tiL7 del Personal de Inves(igacionr?s de Chile Alli se lor- mula la siguicnlc exigencia “proce- de la instrucci0n dc un sumarlo admi- nislralivo 0 Ia prklica de una investi- gach swnaria~. En la especie dicho

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Decimotercero. Que, deacucrilocoir todororeiacior;ôclcprecedcfiic~lit’iilc, se adwtrte que, per el camrfw de UII número dererminado de Decretos Supremos, ya lr~dtviduali~ados~ y que se apoyan en decisiones docurrrenta- das del Director fecurrid~, se hace USG arbitrario de una facultad discre- clonal. vulner&idose, a la vez, tras- cendentes dereCflGS y rjarüfìtiüs UXIS- titucionaies inherentes a tos bicrw y derechos de ta personalidad, sobra- damente examinados por la doctrina y tutelados paf esta COI le en innume- rables oportunidades. El recurso de protesc:ón irlt~rpr~e~lo por los iuncio- naris aleclddos. ei1 conl~a clel Dircc. tor General de la Policia de Ir ~vcsliycx- c10nes de Chile, hace prccrsamentc caudal de las ¡nlrac~Íones a la Cons- lítucícln Política, SeQúIl se examinará en seguida.

tlas co~lsagfados en la Carla Funda- mental:

U) La yeranlk de lodo ciudadano - lut~ciorra~~o o no- a ser somelido al *debido proceso”, que Involucra, a su vez, elas garanlla de un racio- nat y iusio procedimiento, De acuerdo ccn taies conceplcs, no ila de faliar, per lo menos, un su- rr~oriuaiiirir:~~s!ra:~vo, una aeci$n o quererla ysuopst turioConocirrtief~- lo. Iü aclect~ad3 defensa y la pro- òuccrbrt de una prueba necesaria, libre y eficaz; fo dicho sin perjurcio de ollas muchas expectativas que ofrece la noción dei *debido pro. cesch ~Cor~s~ituci~n PoMica, al ti- culo i9. Nu 3, inciso tiu),

b) La yoiai~lfa que dispone que wa- die puede ser iuzgado por Comi- siones especiales, sin0 paf el Iri- bunai que le seilale la ley y que se hoya cs!ablecido con anterioridad I!or dsb, Cor~slilución Pofíltca ar- t1culu íY, NQ 3, inciso 4O). A juicio de un autor, ~Con~ísi~nesespecta- les son lasque, de modo individual o coiectívo, se arrogan la Iacuitad de tribunales sin serlo, e/ercienda de hecho la jurisdiccibn que la Coris!iluciCln reserva a los brganos i~r1~~arcialesoindependientescrea- clos con carticter permanente por eI la~lslador~ (Jose Luis Cea EgatIo, *Tratado de la Constitu- ci& de 198%, Pag. 272. Editorial Jurldica de Chile, 1988).

c) El dcrcc!~o al tirespeto y prcitec* ci&? pi ivada y pública y a la honra clo la persona y de su familias+ (Consfil1~ci6n Polllica, arllculo 19 N* 4). Fattåndose, ademds, al arti- culo 10 del Reglamenlo de Oisci- pliso iicl Personal de Investigacio. rm ue Chile anler~om-w~trj cila- cI(J, ~t~islii~~w~~le la opcrnci6n retiro lei~puralsepublicrlt,indebidamen- ley a pesar de haberse omilido el

derecho al debido proceso; a este respecto abundan en los antece- dentes pruebas sobre entrevistas, declaraciones. reportajes y crbni- cas con maleriales obtenldos del Servicio o btcn a Irav& de las cxp~esiones vertidas dlrectamen- te por luncionarlos del mismo Scr- vtcio con gran desplicque publici- tario (por ejemplo, lojas 2 a 44, lojas 50 a 61) (a fojas 3 aparece una declaracibn olictal del Depar- lamenlo de Relaciones PUb!icas de la Policia de Irivcsligac~oncs, invclucrando a 10s luncionarlos Ila- mados a retiro).

Acogidas las causas precedentes de inlracci6n a normas del Capllu- lo III de la Conslilución sobre *Los derechas y dcbercs consl~tuciw riales*, es inolic~osoctue esla Cor- le se refiera a otros lundamenlos de idéntico sentido que contienen los recursos de proteccibn inler- pueslos.

Decimoquinto. Que no es procc- denle desconocer el rango adininis- trativo del m8s allo novel que corres- ponde al Dlreclor General de la Poli- cla de Investigaciones, don Horacio loro Iturra, para excluirlo de la legi- timacibn pasiva que oslenla ente su. bordinados suyos que 61 ha juzgado adn~i~llst;aliva~~enle en los hechos, con mayor razón SI ges16 personal- menle los Decretos Supremos que se dictaron y en estos ijltimos se admite de modo expreso que se luvo en ViSla en cada caso un olicio delermlnado de la ci!ada autoridad m8xima en su calidad de Direclor General de fa Po- hela de lnvesligacioncs de Cl;‘?. 4 mayor abundamienlo, el fundamento legal de cada Decrelo Supremo es siempre el mismo que ser7al6 el Drec- tor General, vale decir, la lelra b) del arllcuk 90 del D.F L. l‘l: 1, de 1380 Por lo mismo que csla Ccrle rec!iaza expresarnenle e! razonamienb en

contrario contenido en el conslderan- do 7”de la sentencia apelada yque va dirigido a desvanecer el efecto de proleccibn debida.

Decimosexfo. Que, por lo demhs, la Conslilucir’~n Polilica, en su articulo 20. atiende prirnordialmenle a los ac- los o conductas inlraccionales y sus eleclos, por encima del sujeto mismo causante de dichas infracciones. que viene a resullar, especialmente en este caso, algo formal y de segundo pIarlo, como ~IIJC en la disposición cilada rccl6n se dice a la lelra que el recurso de proleccidn se dirige al fin reparatorio inmedialo y para nada menciona al sujelo causante: *La Corle de Apelaciones . . . adoptara de inmcdialo las providenclas juzgue ncccsnrins para rcslablecer el impe- rlo del dcrccho y asegurar la deblda protecclbn del afectado . ..=

Decimos6plimo. Ouc, por último, la sana doctrina nos indica que, a despecho de una excesivo lormalis- mo, 11a de centrarse el asunto en la Adrr~in~siracidn, que cs una misma.

Y vistos las disposiciones COnslitU- cionales y legales citadas en el cuer- po de esta sentencia, y el aulo acor- dado de esln Corlc. de 29 de marzo de 1977. como IamMn el articulo 20 do Iii Co1x3ilirc~61~ Polilica, se revoca la SCII~CIX~~ dc vcinlicinco de enero de mil novecicnlos no’ienla y uno es- crlta a lojas 509 y se decide que se acogen los recursos de prolección i~~~crpucstos por clon LUIS Angel Ro- sas Dlaz, don Roberto Eduardo Soto Retamal, don Prrnando Emir Ulloa Urr~:tia. don Gnbriel Artonio Bravo Serra, don JUIIO Alcalde Vitale, don Marco Antonio Albornoz de la Fuenle, don Horacio Ramiro Alvarez Fuentes. dcnHern~nAlejrlndroBê&erWeisser. don hla!co Esl?lnoza Torres. don Da- niel Gangas Manrlquez, don Pablo GORI Sldrnan, don Ricardo Eleno

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Regisirese y devu~lvase. Relaccibn del abcgado integranle dcr. FernanJo Fueyo larieri NC ‘C 7%:

Prcwnciada per tûs mintslfos Serlo- res f~larcos Aburlo O., Scrvando Jordán L., Enrique Zoila C., Osvaldo Fatindez V,, y el abogado integranle sefisr Fernando Fueyo L.

SA~JTIAGO, veinticinco de enero de mii rovecienlos ncventa y uno.

VlSTOS:

Corrparecen interpofzendo IECIJIS~ de =rotecci& en contra de don Horacio Toro iiurra, Olicial de Ej&cilo en Peliro, por si y en su calidad de Dtrszl-,r General df la Policiõ de In- VeS. =acicnes de Ch!Íf, c‘35ci13 juri- dlca le ~er~ctioPi~UI~~¿, cal tl3!11c1- lio ambos en Sanriago, Gcncrai Mackenna 1314, tos siguienles tun-

cionarios de ta Policla de Investiga- ciones de Ternuco: a lojas 34 don Luis Angel Rosas Diaz, Stibcomlsarlode ta Poiichde iiwcs@acionesde Temuco, COI? do~~!~c~l,o en Temuco, Llanquihue U 1045, a fojas 82 don Roberto Eduar- do Solo Relamai, Oliuial Inspector de la Policla de Invesligaciones de Chile, cal doinic~iio en Teniuco, calle Fofiico 1140, a Icjas 158 dûn Armando Emir Uiica t’rrti!13 OIic~al Inspecior de la i3ol1cla de Ir~:csi,paciones de ChIle, con domlcillo en Temuco. Avenida Esiaciio 0 1965; a lojas 198 don Juan Carlos Yannucci Avila, Oficial de la Policla de Invesligaciones de Chile, con dorrticilio en Temuco, Tolhuaca 765 Block C Deplc. F; a lojas 218 don Gabriel Anlw~io Bravo Serra, Oíicíal de la Fol~cfa cle ínvcsligaciones de Clm, d~t~j~ciljado en Sanliago, calfe Rosas 1488 Ueparlamenlo 409-A; a lojas 250 don Julio Alcaide Vilale, Comisario de la Policla de Invesliga- ciones de Chile, con domicilio en Nekm Salvador 045 de Temuco; a iujas 2G4 dar; Marco~~niG~~ioAlbomoz de la Fuente, inspector de la Policía de lnvestigactoíie~ de Chite, con do- micilio en Cacique Caliupi 01825 de Temuco; a fojas 278 don Horacio Ra- miro Alvarez Fuentes, detecltve de la Policla de Invesligaciones de Chile, CUII durn~c~iio cn Cacique Coliman 2%X do lct~wco, a fojas 311 don Herl~~flAlejandro6e~kerWeísser, lns- peclor de la Policía de lnvesllgacio- nes de Chile, con domicilio en Fedro Nolasco 890 de Temuco; a fojas 324 donM~teoEsp¡nosaTorres. deteclive de la Poiclo de lnveslìgaciones de Cli~le, con ciui~:icii~o en Totileo ll54 de Tcwco, a fojas 338 don Daniel Gangas F/tanrlquez, deleclive de ta Policla de Investigaciones de Chile, con doíniciiio en Abelardo Silva 930 Fcb

T~qa~es dc ~~~IILICO. a lojas 354 dcn Pablol~a~ri~io~o~~~ Sdrnan, delectlve de la Poticia de tnvesligaciones de

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Chile. con d~íc~fio en Santander 02040 Villa Galicia 3 de Temuco;a lojas 368 don Ricardo Eleno Martlnez Moraga, Inspector de la Policla de Jnvost~gacioncsdcC~ifo,condomiciiio en los Halcones 0460 do Temuco; a fojas 362 don Victor Samuel Parra Hormazabaf, Inspector de la Polfcia de Iwestigacionesde Chite, condomi- cifro en Islas Baleares i595 de Te- muco: a foias 395 don Jos@ Marian Ponce Carfes, dslective de la Policfa de fnvestigaclonesdnChiio,concfnmi- cilio en Roberto Fulton 2360 de Temuco; a fojas 403 don Rodollo Er- nesto Sandoval Horrcra, delective de la Poficfa de fnvestigaciones de Chile, con domlcifioen PasajeQuintero de Temuco; y a fofas 423 don Mario Rcrié Ubiiia Mwlor. Sub-cornisnrío cfc fa Policfa de I nvestigacionos dc Cholo, condomfc¡fioenCagoCafafquen 1510 Villa Rochdafe de Temuco.

Lo ccmparecíenfes precedenfemenle individuafirados expresan que GI dfa 3 da novtenbíe de 1990unos, y el dla 9 del misirìo mes y utI0 otros, fucroo notificados que por disposíci0n supe- rior han sido ilamados a reliro de la InstitvcicSn en conformidad al arlfculo QOletra b)del EslalutodelPersonafde la poiicfa de Investigaciones de Chile a contar de fas fechas seítafadas. Este llamada a rctiru o~edecarfa a una medida disc~pllrlariaque cl Direc- tor General les apffca, usando fa~ufta- desprop¡asdelPrasfd~fltadelaRepú- bllca. en razón de lmpulaciones que los vinculan CQR aclos dektfvos es- pcciiicamente el tråfico de esfupcfa- cicn!cs en la ciudadde Temuco. Agrc- gan qge se ha simulado un procedi- miento con el objeto de eludir las vfas reglamentarias para delerminar ad- ~iin~strativamente la responsabilidad funci=tnaria sinque se haya efectuado ninglina ínvesitgaci6n fnlaf~aoerter- na cm la! lin. ya fluc no se ha inler- pucs!o denuncia alguna en rcfaci0n con tus hechos referidos, especlfican

que se han vufrlefado fas normas de los arlfculos 115, 140~ 141 del D.F.L. No 1 de 1980, Estatuto del Personal de Investigaciones de Chlle, y 0, 10 y 16 del Decreto Nu 40 de 15 de junio de 198 1, ~Qg~~~~C~ll~ da Disciplina del Personal de lnvcsligaclanas de Chile, que dan derecho a lodo lunklonarlo desde que legalmente enlre a ocupar un cargo 0 empleo a continuar en BI a menos que modio una causa legal de expiracibn de funciones, disponiendo que las normas sobre aplícaci6n de fasmedidasdisciplinariasque seenu- meran. como las relativas a invesliga- clones y sumarios administrallvos se- r3n las que eslablezcan los reglamen- los; y los arllculos cilados del regla- mento disponen que los superiores podrtin sanclww por f)ropia lnlciafiva a sus subaftcrnos cunncfo las fallas est~nclara~r~e~ita establocides oaps- re~ca~~demanfl~estoenanle~edenles fidedignos siempre que no sean de mucha gravedad, procediendo en los dem3s casos fa fnslrucci6n del co- rresponciionlc sumario administrativo 0 la práctica tic una investigación su- maria; que estos cuandoejcrcilan alri- buciones díscfplinarias deberán guar- dar lareserva y discrecibn necesaria, y que no se impondrán sanciones co- lectivas cuando aparezcan varios fun- cionarios inculpados.

Ftccisan que SC han vulnerado cuatro dolasgnianrí~scot~slili~cionales esla- bfecidas en el articulo 19de la Consti- tución Polltica do la República da Chi- le, privándolos del fcgltímo ejercicio de lales dawchos. Ellos son:

1. Dcrccho dc propiedad en sus di- vcrs~s cmccí~s sobre toda clase de bienascoiporalcsoir~corporafcs(arti- culo 19 NF2J pueslo que dcsempeiia- ban sus cargos en propiedad y el aclo ilegal serIalado los priva injuslilicada- menle de dslos sin previo proceso o sumario

2. Iguoltfnrt anlo la Ir?y (articulo 19 Na 2) en cuanlo saiìala que ani la ley nl

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autoridad alguna podráll establecer diferencias arbilraiias~~. El aclo arbi- trario en virtud del cual fueron Ilama- dos a retiro sin observar los procedi- mientos y las normas conslilucionales legaies y reglamentarias ya seríala- das buhera esta yarantia

3. La Igual grolecci6:i dc? la ley en el eterciclo de sus derecflos (arllculo 19 Na 3) en cuanto dispone que *nadie puede ser juzgado por comisiones especlales, s~tìo por el Irtbunal que le senalt la ley y que 5e halle esl¿tblucl- do con arilerroridad per esla,,. Los antecedentes expueslos consiiluyen vulneracibn al derecho al debido prc- ceso ya que el recurrido, ejerciendo sus lacultades disciplinarias ha ro- suello sin el proceso previo prevlslo en los Eslalutos, lo que revisle mayor gravedad si se considera que los molivos det acto ilegal del que ICCIP- man liene directa relacidn con impu- lacionesgraves concernienles a deli- los perseguibles de o/lcio respecto de los cuales se ha prescindido del pronunciamiento de los brganos judl- ciales en la delerminacibn de la vcr- dad de tos hechos y de la elccliva participacih de los recurrenles,

4. El respeto y la proleccibn a la vida privada y pljblica y a la honra de la persona y de su familia (arltcuIoNY 19 NQ 4, que se ha vulnerado por 13 pro- lusa dllusibn dada a eslos twclws atribuyendoseles responsabilrdades que no tienen

A fojas 43, 130, 107, 214, 225, 435, 437, 440, 443, 445, 464, 447. 449, 452, 455, 458 y 461 el soncr Dlreclor General de la Policla de lnvcsligacio- nes de Chile don Horacio loro Iturra inlorma los recursos de proleccibn deducidos en su contra por los funcionarios individualizados precedenlemenle. Maniliesla que en cada caso SIse solicilb al Supremo Gobierno el Ilarnado a rcliro Icrnporal

dct t ecurrenle, en virtud de la lacullad discrecional de S.E. el seflor Presl- denle de la República, contenida en el arllculo 90, letra b) del D.F.L. W 1, de 1980, Estalulo del Personal de la Policla de tnvesllgaclones de Chile. Püraielamcnle, en la oporlunidad In- dicada, se adoplaron las medidas ad!ninistralivas del caso, rellrhndose al tunclonario su Tarjeta de Idenlilica- ci Policial y su arma de cargo-. Se especilica en cada informe la lecha del llamado a retiro, adjunthdose en totccopia PI correspondiente oficio d~~k~do üI se¡Jor Ministro de Defensa Nacional en que le solicita se sirva disponer el llamado a retiro temporal dc la InslitucMn a contar del 3 o del 9 de noviembre de 1990, con declara- cibn de vacancia de sus empleos.

Por rcsolucior ies corrientes a fojas 46, 246 y 261 se acumularon a eslos autos NU 516-90 los recursos de pro- Iccci~nnúmoros:517-90,518-90,519- 90 y 525-90; 537-90; Y 538-90, 539- 90, 540-90, 541-90, 542-90, 543-90, 544-w, 54590,546-90,547~90 y 548- 90.

A lojas 489 rola cerlilicado expedido por el Secrelario Subrogante del Pri- mer Juzgado del Crimen de Temuco enescritopresentadopor elapodera- dode los recurrenlesen el procesorol 79.529 sobre denuncia por Inlraccl~n a la lay subre II álica ilegal de estupe- lacicnles, que alcsligüa que: a) el proceso fue iniciado por denun- cia de la Policla de Investigaciones de Chile de lecha 12 de novlembre de 1990, b)han pIeslado declaraci6n indaga- b ia IUS slyuicrltesex-luricioliarios de Ir~vcsliyacio~~cs: LuisRosasDlaz, Ro- berto Soto Retamal, Armando Ulloa Urrulia, Juan Yannucci Avila, Gabriel Bravo Sierra, Julio Alcaide Vilale, Marco Albornoz de la Fuente, Horacio Alvarez Fuentes, HernBn Becker Wcisscr, Maleo Espinoza Torres, Da-

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niel Gangas Manrlquez, Pablo Goili Sidman, Ricardo Martlnez Moraga, Viclor Parra Hormazabal, Joel Ponce Cartes, Rodollo Sandoval Herrera y Mario Ubilla Muìloz; c) a la fecha (10 de diciembre de 1990) no se ha diclado en contra de tas personas releridas brdenes de aprehensW delsnci6n preventiva, incomunicación 0 cncargaloria ICO. Aparte de la serlalada se tuvo por acompailada la prueba que obra en autos, se trajeron los autos en relacidn y se escucharon los alegatos de las parles.

A fojas 491 como medida para meior resolver se orden6 oliciar al Director General de la Pollcla de Invesligaclo- nes de Chile a objeto que remlllera a esta Corte copia de los respectivos decrelos dictados por el seflor Presi- denle de la Reptibli6a que habrla dis- puesto et reliro temporal de cada uno de los recurrentes.

Por olicio reservado Np 33.5 1 de 3 1 de diciembre de 1990 del Director Gene- ral de la Policía de Investigaciones de Chile que rola a lojas 5@ se rc’ilen fotocopias de los decretos supremos totalmente tramitados de todos los recurrentes, a excepcl6n del que disponla el rellro temporal de don Juan Carlos Yannucci Avila que fue retirado, por lo que dicha determina- ción ha quedado sin electo. Las lolo- copias de los decrelos supremos que llaman a retiro temporal a los rccu- rrentes a conlar del 3 de noviembre o del 9 de noviembre de 1990 rolan de lojas 492 a 507.

Por resoluci6n corriente a fojas 508 vuelta se decretó, a sus antcceden- les, rija el estado de acuerdo

Considerandos ( ) Redacl el abogado inlegrante don Raul Concha Fernández. Rol NQ516-9op.

1 a resolucidn poslerior de la corle de Apelaciones do Sanliago, es la sig& me:

SANTIAGO, Ireinla de julio de mil no- vecientos noventa y uno.

Vistos y t@niendo,ademAs, pre- senle:

lo Que se ha presentado a Is. 604 el seiior Director General de la Policía de Investigaciones de Chile, solicl- tando que se deje sin eleclo la resdu- cibn de once de julio úllimo escrila a Is. 580, en razbn de que, habiendo puesto en conslderaci6n del senor Presidente de la República, por Inler- medio del seilor Minislro de Delense Nacional, el cumplimlenlo de la sen- tencia dlclada por la Excma. Corte Suprema en esle recurso de prolec- clbn, se le Indicó que esto no serle posible por cuanlo dicha autoridad había decidido que no corresponde dejar sin eleclo los retiros lemporates de los recurrentes;

2” Ouo para los efeclos del cumpll- mlenlo de una senlencia dictada en aulas, el procedimiento que deba seguirse se encuenlra eslablectdo en s6lodos disposlcl~es: en el No 12del Aulo Acordado de la Corle Suprema de 29 de marzo de 1977. sobre Irarnt- tacibn y lallo del recurso de prolec- ci6n el que sblo senala que si el encar- gado de cumplir la sentencia no lo Icchorla cn los plazos que la Corle de Apelaciones ordenare, podr8 ésta tm- poner al renuente, oyendolo o en su rebeldla, alguna de las medidas que en esa disposición se Indican. Por olra parte, y no indicimdose la trami- laci6n cspcctlica para el cumplimien- lo del lallo, de acuerdo con las nor- mas gencralcs deberla estarse a las disposiciones contenidas en el Libro I del Cbdigo de Procedimiento Civil y, no siendo posible ejecular la resolu-

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ci6n conlorme con los arkulos 231 a 237 de ese cuerpo legal, deber& apli- carse en el cumplimienlo de esla SCII- lencia lo dispueslo en el~arltculo 236 de dicho Cbdlgo, correspondiendo, por lanlo, al Juez de la causa dlclar las medidas conducenles a tal curn- plimienlo;

3” Que de la svnplc leclu~a de esle expedienle, desde el monicnlo que se orden6 el cumplimienlo del lallo diclado por la Corle Suprema, es PO- sible concluir que esta Corle ha esla- do ulitizando las dos disposiciones legales propias del quelasrned~dasco~~d~ccnlcsalcfcc- lo han sido lomadas de acuerdo ü Ius antecedentes de que se disponla, procedi8ndose en consecuencia:

4’ Que con la presenlaci& del Inlor- me evacuado por el senor Dircclor General de la Pokla de Invesligacio- nes, llJriclorialioquc luc parle ClICSIL’ recurso, y en especial de los luho~ privados que se acompafIan a Is 615 y 618, los que habian sido guardados en custodia por su carkler de secre- los, han surgido anlecedenles nuc- vos que es necesario considerar en cl proceso de cumplimicr~lo do la sen- tencia;

5’ Que en lo relerenlc a la c~ccución del fallo se han aporlado hechos nuc- vos que son los siguientes:

a) que tia exislido en el recurrido de prolewón y que es el oliliya~lo 8 cumplir el Ial10 la intenclbn, inü~~i- leslada en el escrito de reposi- ci6n, de dar cumplirntehlo a lo or- denado en la sentencia con cuyo objelolopusoenconocimienlodcl señor Presidenle de la República, por inlelmedto del set’lor MIIII~II~ de Delensa Nacional, y,

b; que por razones que a cslos senlenciadores no complele ana- lizar, ya que al hacerlo seria enlrar

a disculir un lalto ejeculorlado, el scilur Presidente de la Replibtica ha IIUI iileslado su Inlencl6n de no ceincorporartos.

65 Que de acuerdo a lo que eslabte- ce el arllculo 24 de la Consliluclbn Pollllca de la República, es al Jefe del Eslado a quien le corresponde la con- scrvncidn dclorden pciblico en ellnle- rior de la Reptiblka, lo que realizar8 por lnlerrnedio del seflor Minlslro de Delensa Nacional, respeclo de las fuerzasdeordenyseguridadpúbltca, que son las encargadas degaranltzar cl ordcr~ público y seguridad pública inlelior en la forma que determinen sus rcspcclivas leyes orgktcas, se- yún lo seilalan los arllculos 90 de la Consliluci6n Polllica de la República, arllculo tPDecreb con Fuerza de Ley Np 1 de 1960, Estatulodel Personal de la Pottcla de Invesligactones de Chlle y el ;II Ilculo Iy de la Ley OrgBnica de I;I Policla de Iiwcs~igaclones de Chile, Docrclu Ley 2460 de 1979. En el ejer- ciciode eslas allas funciones al seilor Direclor General le corresponde la Jelaluro Superior de dicha policla, conbrne lo eslaluye el arllculo 9 de su Ley Orgánica, quien por disposi- ci dcl orliculo 50 del Eslalulo del Peisoiral de Irwesligaclones deChile, ejcice scllu cl mando, la DirecckW y la Adminislracl~ de la Insltluck%& que- dando enlregados el nombramienlo y el rcltio Icmporal de los lunclonarios, scgirn lo indican los arliculos 6a, 7*, i!Y, Wy Wlelrab)delciladoDecre- IOCOII Fuerzade Ley NP 1 de 1960yla rcincorporaci~ndel personal en reliro Iernporal, segtin arllculo 25 del Esla- lulo, a la aulwidad que delermina el nombramienlo de ese personal por rnedio de un Decreto Supremo;

7” Our: de lo expuesto, es posible colxluir que cl DII eclor General de la Polrcla de Iwcsligac~ones, no liene alribucibn ninguna que le permila ni mnbrar ni reinlegrar al personal de la

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Planta de Invesligaciones de Chile, de nombramiento Supremo, por lo queeslossenlenciadoresestimanque el recurrido no puede ejecular la or- den emanada de la Excma. Corte Suprema y ha dado cumplida satis- faccibn a ello poniendo cn conoci- miento lo resuello a quien efecliva- menle detenla las facultades de rcin- corporar a los funcionarios recurren- tes;

8” Que en virlud de estas considera- ciones, el Tribunal deber8 acoger la sollcik~d de reposicibn en la forma como se dejar8 dicho en lo resolutivo.

Porestasconslderaclones, lodlspues- lo en el articulo 181 del Cbdigo de Procedimiento Civil y demas disposi- clones legales citadas en el cuerpo de esta resoluclbn, se acoge el recuf- so de reposición planteado en lo prin- cipal de Is. 604, ~610 en cuanto, se dela sin efeclo la resoluclbn de once de julio úllimo, escrita a Is. 580 en aquella parle en que se apercibe al recurrido de lmpon&sele alguna de las medidas que eslablece el No 12 del Aulo Acordadode la Corle Supro- ma sobre Iramilaci6n y fallo del recur- so de proteccibn y en su lugar, y proveyendo el otrosl de fs. 577 se resulle no acceder al apercibimienlo alll solicitado, Se concede en el sao elecl devolutivo el rec(Jrso de apela- ción subsidiarlo Inlerpueslo a fs. 604 en la parle que no se acoge la reposi- ci6n tal como esla solicitada en su pelilorio.

Acordada con el voto en contra del Minlslro Suplente serlor Victor Montiglio Rezzio, quien estuvo por rechazar la anledicha solicilud de re- posición tenlendo, únicamente encon- sideracibn:

1”) Que en estos autos, por resducibn de 16 de mayo de 193 1, escrita a Is. 538, se acoglb los Recursos de

Prolecci6nirilerpueslosporlos tun- cionarios de la Pollcla de Investi- gaciones de Temuco en contra del direclor General de Invesligaclc- nes, don Horacio Toro Ilurra, ofde- nandose loxlualmcnleque: -sede- clara que los funcionarios recu- rrcnlcs dcbcn volver jurldicamen- le al eslado anterior a los Decretos Nros. 552,370,37 1,350.351,376, 373, 357, 359, 374, 375.369. 358, 355 y 368 del Ministerio de Delen- sa Nacional, lodos del ar’io 1993, y en Ial vlrtud sr? reincorporartin al Servicio con lodos sus derechos, incluidos Iosconcernlentesal tiem- po intermedio entre el retiro tem- poral y este sentencia una vez ejecutoriada, sin hacerse exclu- si611 de derecho alguno; sin perjui- clo de que, si procediere, se lni- cien sumarlos 0 Investigaclones sobre hechos, actos o conductas de los luncionarios en conlorml- dad a la Ley m.

2p) Que la relerida resolución se en- cuenlra firma y ejecutoriada, lo que signilica que se ha producldo en la especie el rcstablecimienlodel Im- perio del derecho en la forma en ella senalada, objetivo lundamen- tal del Consliluyenle al consagrar en el arllculo 20 de la Omsliluck5n Polltica del Eslado el recurso de prolecclbn.

3V)Quc por resoluci6n de once de julio pasado, escrita a Is. 560. alen- dida la ejeculoria de la resolución recafda en los expresados recur- sos de protección, se dispuso su cumplimienlo, conforme a lo pre- ventdo cn el NP 12 del Auto Acor- dado de la Excma. Corte Suprema sobre trarnitacibn y fallo del recur- so de protección.

49) Oue al solicilarsc por el recurrente de Is. 604, que se acoja el recurso de reposickk respeclo de la rese

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iuci6n señalada en el consideran- doprecedenteyqueseordana,en consecuencia, *dejar sin efeclo dicha reso:ucibn, declarando en su reemplaro que el Direciur Gc- neral de la Poticla de Invcsirgaciu- nes de Chile, no es13 legalrncnk posibilladoparareincorporar alos recurrenles de autos, por exislir sendcs Decre!os Supremos de lla- mados a rekodel Presidenle dc lû Fìepljbliza, regurarrwnle cuisadu por la Cor:iraloriã Gerieral y phla- mea!@ vipile, ~uedíspusieroll sus reNos lernporaies, est~i~l~p~~~la~~- do no la resoiucidn que le ordenó el cumpjlmien{o de fó resuello en esios au&, sino que la senlcncin misma fccaidü en el recurso CJI? fxotecci6n de que SC Irídn, 10 que resuita nosblocxlernporårico, stno que improcedente por encontrar- se dicha resolucibn judicial como anies se dijo firme y ejeculoriada, Y

S”) Que, ¿? lll¿lp ¿Jbufldalllic?lllu, y como qwera que el recurrcnlc de reoosicl6n pretendeob~farel cum- plimienlo del fallo judicial, merced a sostener que no es de su incum- bencia sino que del Ejeculivo, la ra~ncorpora~i6~1 de los funcio~m. rios a quienos lavurece cl lallo Irr- me, impiica unacalificàcibnilripro- cedente a la tegalidad de ta reso. luci6n que se trata de ejecutar, expresamente sancionada como indebida por la disposicibn conle- nida en el inciso linaf del arliculo 73 de la Curislilución Polika dul Eslado.

Prowyendo ei primer okosf de fs. 604, esl8se a lo resuello,

W51E-33

La resoluci6n finel de la Coffe Supre- nm, conodendo de la a~/aci6n de b anterior, es la siguiente:

SAN HAGO, clnco de septiembre de mil rioucc~enlos novenla y uno.

Vistas y teniendo presente:

Is Que efi estos recursos de protec- ci&i, ocun~ul~Jos. lueron deducidos ~111 cunlta tiel DilecLor General de lo fJulicl;l de lwesligaciones de Chile por diecis&s luflcionar~os de esa re- parlici61, por habkrsefes exonerado de sus cargos con infracción de di- vetsûs garanlías consWcfonales y so1icil~rf.11~ Icxluí~lrttenle: elener por ir~ic~ytwslu cl piesenle recurso de ptotecci611 CJI conlra de don Horacio TOIO Ilur~a . . . ordenandola relncorpo- ración Illtnediala ami cargo*.

20 Que cl recurrido Informb cada uno de los Iccursos en coniunicaciones dclr~t~:;ir~uIci~o~ yuclade tojas43quc cke I~x~u~I~~IJu~I(~; *... el ifllrascfi~u solic~ti) al Suprctrto Gobierno por ofi- cio reservado el llamado a rellro lem- poral del recurrenle en virlud de ta facutlad discrecional del Presidente de la Ropública conlemplada en el D.F.L. NY i do 1980,ssadjunl6loloco- piu tJcll Olicio {R) cilado precedenlo- rrrenk.

39 Que la senlencia de diecis&is de rnayo ú!timo, escrilà a fojas 538 aco- gi6 los tccursos de prolecc~n y orde- nblu. 1cb~orpo1aci6n de los recurren- tes.

Que duwtile la lfarr~~ta~i~ del cum- plimiento del lallo se han producido los siguientes anlecedentes:

a) a fojas 575 vk~ la Corle de Apela- ~~o~~csdcSn~~liagodecreII,elcúrn- plusc yotdenb dirigir ~licio COBIU- nicbndolo al recurrido;

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b) a lojas 577 los recurrentes acom- pailaron documento que acredila- ba la negativa a dar cumpiimlento a lo resuello.

c) a fojas 578 Na. se ordenó pedir inlorme al recurrido sobre cl cum- plimiento de lo ordenado.

d) a fojas 579 vta. se cerlilica que con lecha once de julio de 199í se recibe en la Presrdcncia de la Cor- le de Apelaciones un cfrc~o rescr- vado del Director General de In- vesligaciones, que se guarda en custodia.

e) por resolución de once de julio de 1991 que se lee a fojas 580 se fija el plazo de 72 horas para dar cum- plimiento al fallo que acogib los recursos, bajo aperctblmienlo de imponerse a los recurridos alguna de las medidas que dispone el FJP 12 del Auto Acordado respeclivo.

1) en conlra de la resolucidn a que se hace referencia en el acapile prc- cedente el seríor Dircclor General recurrid de reposicldn, apelando en subsidio: reposicibnque lunda- menta en el contenido de los oli- cias secretos que se serTalaron en la letra d);

4” Que resulta evldenle que el fallo que acogib el recurso de prolecci6n lo ha hecho referido a lo que corres- ponde en derecho, dadas las circuns-

lancias de hecho que en el mismo se analizan, pero de ello no puede lnfe irse que sea el Director General de ~Invesligaciones, en conlra del cual se ha reclamado, quien deba cumplir con esa linalidad y es obvio que dicho funcionario ~610 podr3 disponer para ese lin lo que se encuenlra a su alcan- ce de acuerdo a las lacullades lega- les de que se encuenlra investigo. qcc en este caso y en concreto se reducen a solicilar al Presidente de la ficpijb~lca las reincorporaciones que la senlencia ordena.

5.z Que.enconsecuenciaynohabién- dosededucldoeslerecursoencontra del Jefe del Estado, resulta, lambl&, evldenle que a 61 no le alcanzan los alcclos del Ial10 por no haber sido parle de la causa, y por lanlo nose le ha oído ni se lo ha pedido informe, sin perjuicio de que él mismo pudiere disponer su cumplimienlo, si es que lo eslimare procedenle. Oue con el m&ito de lo expuesto yen especial del lexlo de los oliclos agre- gados a kjns G 15 y 6 18, se conlirma la rcsoluci6n apelada de Ireinta de julio úllirno, escrita a lojas 623.

Devuélvase, Rol Np 16.7XI-

Pronunciado por los Minislros Sello- res Marcos Aburlo O., Sorvando Jordk L., Enrique Zurila C., y los abogados inlegranles sellores Jose Fknández R. y Pedro Monleio F.

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