Amor en Nueve Letras - Freeditorial

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Amor en Nueve Letras (No hay dudas, no hay desconfianza, no hay prejuicios) Por Mayra Borré Geney

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AmorenNueveLetras(Nohaydudas,nohaydesconfianza,

nohayprejuicios)

Por

MayraBorréGeney

PRÓLOGO

No pensé que mi vida podía cambiar con solo conocer a una persona.Conocerlamehizomejorpersonaydarmecuentaquemicorazónestabavacíodeamoryafecto;ellamellenódeesoyalgomás.Cuandoconvivesyconoceslosdefectos, lobuenoy loespecialdeunapersonanoquieresdejarla ir.Sinembargo,porjuzgaraprioriyserinseguro,hizoquecasilaperdiera,nosolopor distancia sinopor existencia.Eso fueungolpeduroquemehizover larealidadylamaldadquepuedehaberenciertaspersonas.Aprendíquenosepuedeconfiarentodoelmundoysospecharcuandohayquehacerlo.Lavidame dio una lección que estoy encantando de contar de lamano demi granamor.

“Aquelquedudaynoinvestiga,setornanosóloinfeliz,

sinotambiéninjusto”(BlaisePascal).

PARTEI:ELINICIODETODO.

1

CRISTAIN

Era mi primer día de clases en la universidad privada Halton, comoestudiantedeprimersemestredemúsica.Lacarreralaescogíencontradelavoluntaddemispadresqueestabanempecinadosenqueestudiaramedicina.Nolosentendía,noestabanpendientedemínideloquepasabaenmivida,pero, querían que estudiara una carrera que ayudara a los demás, a vecespensaba que era más por prestigio que por otra cosa. Creo que queríanvanagloriarsedequeteníanunprofesionalenlafamilia.Comolesdije,fueencontra de su voluntad, que hasta me echaron de su casa. Si se estabanpreguntandoque,siteníamosplata,larespuestaerano.Mispadressegastabanelpoquitodedineroqueganabanenapuestasylicor.Loúnicoquememovíaenestavidaeralamúsica,asíque,cuandolauniversidadHaltonestabadandobecasparaestudiarmúsica,mepostuléyfuiunodelosseleccionadosaligualquemimejoramigoLucas.

Conloqueteníaahorradodemitrabajocomocantantedeunbar,arrendé

unapieza,yfueunafortunaquealpropietarioleencantaralamúsica.

Mefuienbusalauniversidad,parallegarpuntualmetocólevantarmedemadrugaday tomarelprimerbus, sino llegaba tardeaclases.Sinembargo,lleguéquinceminutosantesymetocóesperarhastaqueabrieranlaspuertasdelauniversidad.

GraciasaDioselclimadio treguacuandosalí,yaque,noparóde llovertodalanocheypartedelamadrugada.

Cuando las puertas se abrieron, esperé a que Lucas llegara, así como,María Cristina, la hija del dueño del bar donde trabajaba y compañera decurso. Estaba enamorada demí, hasta el punto de asfixiarme y controlarmecomosifuerasunovio.

Las chicas que iban entrando me quedaban mirando, no sabía si porcuriosidadoporquelagentericacreíaqueeraunhabitantedecalle.

CuandoLucasyMaríaCristinallegaron,entramosyempezamosabuscarel salón de música. No pensé que la universidad fuera a ser tan grande yenredada, dimos vueltas y vueltas, y nada que lo encontrábamos. Cuandoestabadoblandounaesquinachoquéconalguien,yescuchéquevarioslibroscayeronalsuelo.

—Losiento—dijounachicadeojoscafésclaros,quemerecordaronaundulcedechocolate.

Meagachéaayudarlaymeapartólasmanosconsuavidad.

—Notepreocupes,yolohago—dijoconsuavidad.

—Yoteayudo—recogíelúnicolibroquequedabayseloentregué.

—Gracias—selevantóyseacomodólamochilaenelhombro.

—¿Mepodríashacerunfavor?

—¡Vaya!Algoteníasquecobrarcomotodoslosqueestudianaquí.Yameextrañabaquenopidierasnada.

—¿Meindicasdóndequedaestesalón?

Susmejillas se colocaron rojas y apartó la vista,me imaginé que estabaavergonzada.

—¡Oh!Losiento.Nodebíjuzgarte—contestóconunalevesonrisa.

—Notepreocupes.

Mepidióelhorario,cuandovioelsalónquebuscabameindicóque,estabadoblando la siguiente esquina. Era un salón que ocupaba una gran área dellugar,conunletreroquedecía“música”.

—Gracias.

—Nosvemos—dijoconunasonrisaamable.

Sedespidióysiguióconsucamino.Eraunachicadecabellocastañoconmechasrubias, labioscarnososyrosadosquealaprimeratedabanganasdebesarlos.

—Cris—mellamóMaríaCristina.

—Voy—emprendílamarcha.

Encontramoselsalónomejordichoelauditorio,eragrandeymajestuosocomounteatro.Lafachadaeradecolorazulconcafé.

Entramos, había varios estudiantes tocando diversos instrumentos, otrostarareandounacanción.El salóndemúsica teníavariasdivisiones,un salónpara instrumento, unode técnica vocal, de historia de lamúsica, demanejoescénicoyteatro.Miréelhorarioylaprimeraclasequemetocabaerahistoriadelamúsica.

Entramosalsalón.Nopodíaquitarmedelacabezaesasonrisayesosojoscolorchocolate.Queríavolveraverlaypreguntarlesunombre,pero,enelfondosabíaquenopodíaserposible.NohabíasanadodeltodoeltemadeClaudia,porloquemicorazónestabacerradoaúnalamor.Añosanteriorestuveunaexperienciaquenoqueríavolveravivir.Metraicionaronyjugaronsinpiedadconmicorazón.Yalnuncahabertenidoelamordemispadres,hizoquealejaraacualquiermujerquequisierateneralgunarelaciónconmigo.Sololasteníaenmividaparasexoocasional.Cristinatambiénformópartedeesegrupo,aunqueellasiemprequisollevarloalotronivel.Yosentíaquenopodíaamaryentregarmecompletamenteaalguien,portalrazóntoméladecisióndeestarsolo.

La clase empezó puntual. La impartía un profesor con varios títulos ygalardonesobtenidos.Duramosdoshorasescuchandolahistoriadelamúsicaycomonació.Estuvoentretenidaymásalserunametodologíaprácticayconacordesdepormedio.Nosdirigimoshacialasiguienteclase,eralaquemásmegustaba,tocarinstrumentosyaprendernotasbajasyaltas.

Las clases se terminaron; Lucas y María Cristina al vivir en el mismobarriose ibanenelmismobusyfueelprimeroenpasar.Mirutaera laquemássedemorabayeraunodelosúltimosenbajarme.

Cuando vi que el bus se acercaba, no pude meterle la mano para queparara,yaque,unBMWrojoseaparcófrenteamí.

Elconductorbajóelvidrioyeralamismachicadelamañana.Nosabíasienojarmeoestarcontentodeverladenuevo.

— Por ti tendré que esperar media hora hasta el próximo bus — dijeindignado.

—Yotellevo.Poresomedetuve—teníaunagransonrisaquecombinabaconlaeleganciadesucarro.

— No. Gracias — me negué sin disimular mi enfado a tal propuesta.¿Quiénsecreíaparaproponermedebuenasaprimerallevarmeensucoche?¿Eraunabromaoqué?

—Nomuerdo—seriodesupropiocomentario.

Surisaeracomoescucharunacascadaimponentecaerdevariosmetrosdealtura.Ruidosa,perocálida.

— ¿No te da miedo llevar extraños en tu carro? — pregunté con unasonrisa.

—HannahKlinton—sepresentóconunagransonrisa—.Yanosoyunaextraña.

— ¿Siempre eres así?— la situaciónme parecía tan graciosa, pero tanextraña.

—Telodeboporjuzgarteestamañana—sejustificó.

—Últimamentenadiepidedisculpasporjuzgarsinsaber.

—Sube,lagasolinasemeestágastando.

Suspiré.Por loquemeestabadandocuentaellano teníapensadoirsedeallísinmí.Abrílapuertadelacompañanteymesenté.Diomarchaalautoynosadentramosenlacarretera.

— No me has dicho cómo te llamas — dijo con la mirada al frente.Concentradaenconducir.

—CristainVélez.

—Nombrepococomúnconapellidocomún.Interesante—dijoconunalevesonrisa.

— Mis padres querían tener a alguien refinado en la familia, pero elapellidonolosayudó.

Hannahseechóareír.

—Granhistoria—delaformacomolodecía,sonabacomouncumplido.

Sonreíymelaquedémirandoporunosminutos,superfilerahermoso,laspestañaslasteníalargasyabundantes,suspómuloseranaltosyelcuellomeenvolvía.Contansolomirarlayameestabaprendiendo.

Cuando habló pensé que me había pillado mirándola, lo que hizo quevoltearabruscamentelacabezahacialaventana.

—¿Pordóndevives?

Meaclarélagargantaantesderesponder.

—PorlosRobles.

—Yaestamoscerca,ademásmequedadepasoamicasa.

—Ysivivieraenlapuntaopuestaatucasa,¿mehubierasdejadoenmitaddelacalle?—dijedeformajocosa.

—¡Claroqueno!Detodosmodos,tehubierallevado—contestóconuntonoqueparecíaofendida.

Sonreíalescuchareso.Estabareaccionandodeformainéditaasusgestosyasuspalabras.

Recorrimosvarioskilómetrosantesdellegaramicasa.

—Esaquí.—Dijecuandoestabafrenteacasa—.Gracias.

—Denada.

—¿Dóndevives?

—EnLosAltosRobles.

Pensé que era rica, pero no de esa magnitud. Los Altos Robles esconsiderada la“ciudadde lospolíticos”,porqueeradondevivían lamayoríadelospolíticosdeestepaís.

—¿Tupapáespolítico?—preguntéporcasualidad.

—No.Esempresario.

—Bueno.Quetevayabien—dijebajándomedelauto.

Hannahsedirigiónuevamentealacarreterayyoentréacasa.

2

CRISTAIN

Alentrara lacasasolté laguitarraycalenté lacomidaqueelcaseromehabíadejadoparaalmorzar.Noestabamal,sinembargo,habíavecesquesinola dejaba un poquito pasada de sal otras veces la dejaba simple, era lo quehabía.

Alsentarmeenlamesa,lasimágenesdeHannahmevinieronalacabeza,sonreíporimpulsoalrecordarsuactitudliberalydespreocupada,nuncaanteshabía conocido a alguien tan extrovertida como ella, el primer día que laconocí y ya me estaba volviendo loco con su actitud tan abierta. Mepreguntabasinoteníamiedodelagenteextrañayaparentabaserbuena.

Terminé de almorzar yme fui ami cuarto,me senté en el suelo con laespaldarecostadaenlacama,retoméunacanciónquedejéporlamitadporlamudanzayeliniciodeclases.Tomélaguitarrayempecéacomponer.

Sehizodenocheymequedédormidoenelsueloconlaespaldarecostadaenlacamaylacabezaapoyadaenlaguitarra.

Laalarmadelrelojdespertadorsonóalascuatrodelamañana,melevantésoñolientoycondolorenlaespalda.

Mebañéymevestíconvaquerosajustadosyunsuéternegroliso.

Mesubíenelbusylleguéalauniversidadalamismahoradelprimerdíadeclases.Asíque,otravezmetocóesperarafuera.

EntrénuevamenteconLucasyMaríaCristina.Mientras caminábamosalauditoriodemúsica,lescontéloquepasóayerconHannah.MaríaCristinanoselotomómuybienyempezóareclamarme.Comoqueríamandarlaacallar,pero, se ibaaponerpeor.Sinohubierasido lahijadeldueñodelbar,ya lafueramandadoparalaporra.

3

HANNAH

Estaba sentada en una de lasmesas de la cafetería conmimejor amigaNatalia,más conocida comoNaty, pasando la hora del receso.La cabeza latenía en otro planeta. No dejaba de pensar en Cristain, algome llamaba laatencióndeél,nosabíasierasucabelloonduladoquelecaíaalaalturadelosojos, su contextura delgada con lo suficiente para hacerlo sexy o sus labiosgruesosquedabanganasdecomerloabesos.Suspiréyveíacomomiamigamovíasuslabios,pero,nosabíaquemeestabadiciendo.

—¿Yesacara?—mepreguntóNaty,pasandounamanofrenteamicaraparasacarmedemislindospensamientos.

Suspiréprofundoantesdecontestar,loquehizoqueNatyseacomodaraensusillayescucharaconatención.

—Ayerconocíaunchico,sellamaCristain—lasonrisanosemeborraba

delacara.

— Hola Hannah — oh dios mío, esa voz. Estaba tan emocionadacontándoleamiamiga sobreCristainquenomedicuentaenquemomentohabíallegadoalamesa.

— Hola —. Me giré para verle la cara y sonreí para disimular minerviosismo.Susojoscafésmemirabandeformaalegre.

—¿Quétalestás?—preguntó.

—Muybien—respondíconlosnerviosmáscontrolados¬—Mira,ellaesNatyMoore,mimejoramiga.

—Mucho gusto— dijo mi amiga ofreciendo la mano. Que sin ningúndisimuloypudorloreparódepieacabeza.

—CristainVélez—correspondióelsaludodemiamiga,quiennoocultólohalagadoquesesentíaantelamiradatanpocodisimuladademiamiga.

—ÉlesLucas,mimejoramigo—presentóCris.Nohabíavistoalchicodeojosazulespálidos,pielblancaycuerpotonificado.

—Muchogusto,LucasDamilton—dijososteniéndolelamiradaaNaty,lacual se sonrojóydesvió lamirada.Lucassonrióaldarsecuentaelefectoqueocasionóenmiamiga.

Bueno, ninguno tenía ni un poquito de vergüenza para sonrojar al otro.Coloquélosojosenblancos.

— Hola chicos — dijo una chica de tez trigueña y ojos negros,colocándoseentreLucasyCris,pasandolosbrazosporsushombros.

—Hola—dijoCristratandodedisimularsudesánimo.

—¿Nomevasapresentaratusamigas?—preguntólachicaconaltivez.

—HannahKlinton—mepresentéconunasonrisa.

—NataliaMoore—miamigasepresentósinpizcadegracia.

—Muchogusto,MaríaCristinaMoros.Pero,mepuedendecirCristina—dijoconsonrisafingida.

LucassequitóaMaríaCristinadeencimaysealejóunospasos;Crissisequedóasulado.

—Cris,yaseacabóelreceso—dijoCristina,siendomelosa.Loquehizoqueapartaralacaraconmalgesto.Natymediouncodazoparaquesonrieraydisimularamidesagrado.

—Yatealcanzo—dijoCris,quitándoseladeencima.

Mealegróalver lacaraquecolocóCristinaalverqueCris secolocóalladodeLucas,alotrolado.

Cristinasefuecontoneándoseymoviendosucabellolisonegro.

—Cris,vamos—dijocuandoestabaaunoscuantosmetrosdedistancia.

Peroquémujerparaintensaymelosa.

—Yatealcanza—intervinoLucasenviándoleunamiradamatadora.

Cristinasevolteótorciéndolelosojos.

—Bueno,eldebermellama.Nosvemosalrato—dijoCris.

—Serámañana,porquehoysalgodeclasesaladosdelatarde.

—Bueno.—Dijocondesilusión.

— ¿Qué les parece si las invitamos al bar donde cantamos?— propusoLucas,pasandounbrazoporloshombrosdeCris.

—¿Quédicen?—preguntóCrisconemoción.

—Mepareceunamuybuenaidea—contestóNaty.

—¿Cómosellamaelbar?

—TresCopas,abrimosalasochodelanoche—respondióCris.

—Lasesperamosporallá.

Natyyyosonreímosconfirmandonuestraida.

—Cris,¿medastuteléfono?

**

— Hannah, ¿dónde lo conociste? — preguntó mi amiga suspirando,despuésquesefueron.

—Chocamos.

—Noestaaanromántico,perocuenta—alargólapalabratan,loquemehizoreír.

CuandochoquéconCristain,penséenquehabíachocadoconelhombremássexyquehubieseconocidoentodamivida,aúnnosabíaquéestudiaba,pero si dónde vivía. Quería conocerlo más y más. Él me intrigaba. Misrelacionesnohansidotanexitosascomohubiesequerido,lamáslargafuedeochomeses,conelquetuvemiprimerencuentrosexual,paradecirmeunmesdespués que se iba para Australia. No sabía cómo me había contenido dedejarlo tener hijos, cuandome lo dijo en la sala de su casa. Lloré por unasemana. Sin embargo, aún creía en el amor verdadero, y estaba abierta a

encontrarloparaentregarmeyvivirloalmáximo.

4

CRISTAIN

La emoción que sentía al ver a Hannah me asustaba; no queríainvolucrarme sentimentalmente con nadie, pero ella hacia que mi corazóndieraunvuelcocadavezquesonreíaymemirabaconsusojoschocolate.

—Sonbonitas—medijoLucasantesdeentraralsalón.

—Sí—dijecontononeutro.

—Cris,¿noteánimaconoceragenteyexperimentarmásalládeClaudia?—Lucasestabaemocionado.

—Lucas la cuestión es que…— suspiré antes de continuar— aún noestoy preparado para conocer chicas y empezar una nueva relación. Sinembargo,Hannahtienealgoquemehacequererverlatodoslosdías.

—Esoesbueno,¿no?—losojosdeLucasbrillaban.

—Nosé.Hetratadodeevitarestarmásdeunanocheconunamujerynoinvolucrarmesentimentalmenteconninguna—dijeconevasiva.

—Entonces,¿paraquéledijistequelaqueríasverestanocheenelbar?—mereclamó.

—Comoamigos,nopuedopermitirqueestolleguemáslejos.Ellanoesunamujerdeunanoche,semerecealgomás.Pero,nopuedoalejarmedeella—niyomismocreíaloqueestabadiciendo.Hannahestabarompiendocadacapaqueteníaencadaencuentroqueteníamos.

Entramosalsalónylaclaseaúnnohabíaempezado.

— ¿Qué tanto hablaban con esas? — preguntó Cristina cuando nossentamos.

—Ahoranotelasvengasadardemujercelosa—lerefutóLucas.

Él siempre le hacía el pare cuando ella quería tomar el papel de noviacelosa,sintenerningunarelaciónconningunodelosdos.Esomeexasperabaymesacabadequicio,aunquelaaguantabaporserlahijadeldueñodelbar.

—Tútecallas—exigióCristinaenviándoleunamiradapenetrante.

—Nosestábamosdespidiendo,¿algúnproblema?—objeté.

Cristinatorciólosojos.

5

HANNAH

—Paramañananecesitounensayode10cuartillascomomínimosobrelaevolucióndelamedicinayquesehahechoencadaavance—dijoelprofesordemedicina.

Todos al escuchar la tarea del segundo día de clases, se empezaron aquejar, ya que, la tarea había que entregarla al día siguiente. Amigos quehabíandadoclases conel profesorHarry, habíandichoque, eraunprofesormuyexigenteymandabaaleerartículosdemásdequincehojasyentregarleunensayoparalaclasesiguiente,esdecir,elsiguientedía.

—Esonoloterminamosenunatarde—sequejómiamigaalacabarselaclase.

—Perosiqueremospasarelsemestretenemosquehacerla.

Salimosde launiversidady cadauno se subió en su auto.Miréhacia laestacióndebuses,peronolovi.

Alllegaracasasaludéamimamá,toméelalmuerzoymeencerréenmihabitación.

Empecé hacer la tarea de la historia de la medicina, en lo cual se mepasaron las horas. Cuando fueron las ocho, Naty me envió un mensaje detexto.

Naty:¿Terminaste?

Yo:No,ymefaltamucho.

Naty:Novamosapoderir,yotampocoheterminado.

Yo:YollamoaCrisyledigo.

Naty:Bueno.Teníatantasganasdeir.

CuandodejédeenviarmensajesconNaty,llaméaCris.Teníalailusióndellamarlo ese día para avisarle que ya estaba fuera del bar, y él nos indicaradondenosíbamosasentarydisfrutardelanoche.

—¿Cris?

—HolaHannah.

—Cris, no vamos a poder ir, nos dejaron una tarea larguísima, tenemosquehacerunensayoparamañana.Losiento.

—Notepreocupes—defondoseescuchabalamúsicaalta.

—Deverdadlosiento.Teníamuchasganasdeir.

—Bueno,nosveremosmañana.

—Nosvemosmañana.

Alcolgarcontinuéconeltrabajo.Tata,laseñoraquenosayudabaconlosquehaceresdelacasa,esanocheentróamihabitaciónymerecogióelplatodel almuerzo, además de preguntarme si quería algo de cenar, a lo que lerespondíqueno.

Tata nome hizo caso yme trajo un sándwich. Lo cual agradecí cuandoeranlasdocedelamañana.

Creoquemeacostéalasdosdelamañana,porque,fuelaúltimahoraqueviantesdequedarmedormidaenelescritorioydespertarmea las seisde lamañanaporelsonidodeldespertador.

Últimamentemedespertabacondoloresdecabeza,elmédicomedijoqueeraporestrésdelossemestrespasadosypornotomarmeundescansoenlosestudiosparaentraralpróximosemestre,ylamentabahaberhechocasoomisoalmédico,yaque,elsemestrequecursaba(tercersemestre)estabamuchomásexigentequeelanterior.

Metoméunanalgésico,mebañéybajéadesayunar.

—Buenosdías—mesentéenelcomedor.

—Buenosdías,¿cómoamaneciste?—preguntómamá.

—Conlosmismosdoloresdecabeza.

—Hanny,séquelamedicinateencantaymesientomuyorgullosadeti,pero,notefuerces,primeroestátusalud.

—Losémamá.

—Siemprediceslomismo—mereprochó.

Terminédedesayunarymedespedídemamá.

Lleguéalauniversidadyentrédirectoalsalón.

—Hola,—dijoNatytomandoasientoenunasillaamilado—¿cómotefueconelensayo?—preguntóenmediodeunbostezo.

—Loterminé,pero,meacostéalasdosdelamañana—mequejé.

—Yohiceochocuartillasymeacostéalasdoce—dijodespreocupada.

Alospocosminutosentróelprofesoryempezólaclase.

—Buenosdíaschicos,coloquenlosensayosenmiescritorio.

—Nosetomaniundescanso—murmuróNatycuandonoslevantamosallevareltrabajo.

Sonreíantesucomentario.

Al acabarse la clase, nos dirigimos a la cafetería, la cual era enorme,abarcabaunagranpartedelaplazacomoerallamada,yaqueteníaunafuentey varias bancas, nos sentamos en unamesa cerca de la fuente para pasar elreceso. Cuando nos sentamos, se acercó Cris. No sabía cómo hacía paraencontrarnos,lacafeteríapasabarepletadeestudiantesydivisarentrelagentenoerafácil

—Hola,¿cómoestán?—preguntótomandoasiento.

—Hola,bien—contesté.

—¿Pudisteterminarelensayo?—seinteresó

—Sí.Elprofesornotienepiedadconnosotros.

Crisseechóareír.

—Ymedejócondolordecabeza

—Pero,¿estásbien?

— Sí, no es gran cosa, no te preocupes. ¿Y cómo les fue ayer?Lamentamosnohaberido.

—Bien.Noshicieronfalta.

Sonreí.

Lucassereunióconnosotrosalrato.

—Seráenotraocasión.

—¿Puedenirhoy?—preguntóLucas.

—Sí,¿cierto,Hannah?—preguntóNatyconemoción.

—Sí,podemosirhoy—respondíconunasonrisa.

—¿Tienenmásclases?—preguntóCris.

—Sí—respondí.

—Nosotrosnosvamos,haymorosenlacosta—dijoLucas.Porsutonodevozyasabíaaquiénserefería.

—¿Siempreesasí?—pregunté.

—¿Asícómo?¿Metida,celosa,intensa?—preguntóLucassinpelosenlalengua.

—Algoasí.

Natyseechóareíracarcajadalimpia.Yotratédedisimularmirisa.

—Nosvemosenlanoche—dijoCrislevantándosedelamesa.

Asentí.

Llegó lanocheymeestabaalistandopara iralbarTresCopas,mevestíconunshortdetelablancoyunablusaazulrey.Natyminutosantesmehabíallamadoparaquelafueraabuscar.

Alasnuevedelanochellegamosalbar.

—Hola—dijoCrissaludándonosconunbesodelamejillaaNatyyamí—estánmuylindas—gritóporencimadelamúsica.

—Gracias—dije.

—Hola,¿cómoestás?—Lucasseveíaagitado,comosihubieracorridodesdeelcamerino.

—Hola,muybien—contestóNaty.

—Adelante,siéntense—ofrecióLucas.

El bar no eramuygrande, pero símuybonito, tenía luces intermitentes,perolamayorpartedellugarestabaoscuro,loúnicoqueestabailuminadoerael escenario.Habíamesasnegrasy rojas con sillones enU, el escenario erapequeñoyloconformabadosbaflesydosmicrófonos.

Cris y Lucas subieron al escenario, el público se emocionó, ellos sepresentaron,alossegundosunamelodíadeguitarracomenzóasonar,Criseraelguitarristadeldúo,Lucasempezóacantary luego losiguióCris,eraunacanciónentrebaladayreguetón.Suvestimentaeraacordealoquecantaban,jeansajustadosysuéteresnegros.

Al finalizar su espectáculo, el público quedó contento, definitivamenteeran la atraccióndel bar.Al rato se subióMaríaCristina, donde su acto erahacerchistesconcambiosdevoz.

Crissaliódetrásdelescenariosinlaguitarrayseparódelantedemí.

—¿Quieressalir?—mepreguntó.

Aceptéysalimosadarunavuelta.

—Megustómuchoquehayasvenido—dijocriscuandosalimosdelbar.Llevabalasmanosenlosbolsillos.

—Amímegustó poder haber venido, cantasmuy lindo.Vendría al bartodos losdíasnadamásparaescuchartecantar—dijecerrando losojosporunossegundos.

—Gracias—penséqueseibaaburlardemí.

—Porcierto,¿quéestudias?

—Música.

—¿Porquénolosospeché?—Dijedeformajocosa—¿Porquéestudiasytrabajas?

—Esunahistorialarga.Pero,telavoyaresumir.Trabajoparaayudarmeapagar losgastosdel estudio, apesardeque tengobeca, tengoquepagar lascopias, el transporte y la alimentación. No tenemos muchos ingresoseconómicos,yaque,miabuelodesheredoamimamáporcasarseconmipapá.Creoquesospechabaloqueibaapasarsilesdejabalaherencia.

Lomiréantesdehablarparaversiteníaalgunaexpresióndedolor.

—¡Vaya!Esdignodeadmirar.

—¿Esoesuncumplido?

—No,eslaverdad.

Estuvimoscaminandoporunratomás,hastallegardenuevoalbar,dondeNaty y Lucas estaban hablando entretenidamente que ni se percataron denuestrapresencia.

—Naty,¿nosvamos?—lepreguntécuandolleguéasulado.

—Sí.Nosvemosmañana.Meenvíasladirección.

Miré de forma alternada a Naty y a Lucas, << ¿qué está pasando entreellos?>>pensé.

MedespedídeCrisymesubíalautoconNaty.

— ¿Qué hay entre tú y Lucas? — le pregunté a Naty cuando nosadentramosaltráficodelanoche.

—Nada.Bueno,meinvitóaunacenaconsufamilia.

—¿Tanrápido?¿Dequémeperdí?—preguntéinteresada.

—Denada.Soloquenolegustalasreunionesfamiliaresylaúnicaexcusaque puede tener para salir temprano y airoso de ellas, es llevar unacompañante.

—Mmm,sitúlodices—dijeconsarcasmo.

Mediounempujónenelhombro.

NomesorprendióqueLucasestuvieraprendidodemiamiga,ellaeraunamujerdespampanante,sucabelloeratrigueñoondulado,cuerpodeanimadora,porhaberpertenecidoalgrupodelaescuela,ojosgrises,porsupadreirlandésypielblanca,unpocobronceada.

La dejé en su casa y yo me dirigí a la mía, donde me encerré en mihabitaciónadormir.

Aldíasiguientemelevantéemocionada,quecuandollególanoche,teníaganasdedisfrutardeellaysucieloestrellado.Mecoloquéunachaquetaysalíadarunpaseoamiparquefavorito,lodenominé,mirincón.EstabacercadedondevivíaCris.

Mesentéenunalomaalejadadeltráficoycercadelaentradadelbosque.Allí las noches se hacían más hermosas. Inhalé el aire frío y me llenó lospulmones dándome una sensación de paz.Miré las estrellas y me perdí enellas.

—HolaHannah,¿quéhacesaquí?—preguntóCrissentándoseamilado,mesobresaltéyabrílosojosrápidamente.

—Hola—sonreí—pensando.

—Yovengoaesteparquecuandoquierobuscaralgunarespuesta.

—Yotengotiempodeestarviniendoaesteparqueynuncatehabíavisto—sumiradaestabaenelhorizonte,loquemediounagranvistadesuperfil,ungajo le caía por la sien, susmejillas estaban sonrojadaspor el fríoy suslabioserancarnosos,meembeleséenestosúltimos,pasándomelalenguaporloslabiosinstintivamente.

—Memudéhace poco—elmovimiento de sus labios eran armónicos.Alejé mi mirada al darme cuenta que me había descubierto observándolo,cuandosonrió.

Meaclarélagargantaantesdehablar.

—¿Novivescontuspadres?—preguntémirandoelvaivéndelosárbolesporelviento.

—No—porsutonodevoz,medioaentenderquenoqueríahablardeesetema.

—Yo tambiénvengoapensar,miro lasestrellasy tratodebuscaralgunarespuesta.

— El día del bar no me contaste nada sobre ti— dijo mirándome porprimeradesdequesehabíasentadoamilado.

—¿Quéquieressaber?

—Loquetúmecuentes—esbozóunasonrisa.

— Bueno. Tengo diecinueve años, vivo con mis padres, me encanta lamedicinayestoyentercerodelacarrera,soyextrovertida,creodeesotedistecuenta,—Crisrioporlobajo—megustaelverdeesmeraldaydigocuandomemolestaalgo.

Hablamosporunratomásdesuvida,deamorporlamúsicaynosreímosdeanécdotasquenoshanpasadoenlavida.

Cuandolleguéacasayaerancasilasdocedelamadrugada.Mispadresyaestabandormidos,asíquenoescuchésudiscurso.

El día siguiente era domingo, y lo pasaba con mi familia, hacíamosalmuerzos familiares y veíamos una película. Cuando iba a empezar lapelícula,recibíunmensajedeCris.

Cris:HolaHannah,¿cómoestás?

Yo:HolaCris,muybien,¿ytú?

Cris:Bien.Mepreguntabasiqueríassalirestatarde,acaminarunrato.

Yo:Quemásquisiera,peroestoyenplanfamiliar.

Cris:Bueno.Seráparaotraocasión.

Tenía tantas ganas de salir conCris, pero también pasar tiempo conmispadres.Amipadreloveíadosvecesporsemana,losmiércolesylosviernes,ysiacasoalgunosdomingos,asíquequeríaaprovecharalmáximoconellos.

Amitaddelapelículapapárecibióunallamada,saliódelasaladecineyluegoentródespidiéndose,conlaexcusaqueteníaquetrabajar,mimamáselevantóylereclamóquepensaramásensufamilia,quepensaraenmí,todassusdiscusioneseranporlomismo,mipapáledabamásprioridadasutrabajoqueasufamilia,sinembargo,esonolohizocambiardeopinión.Mamásaliódelasaladecineconrumboasucuartoypapásedespidiódemiconunbesoenlafrente.

Parélapelículaymefuiamihabitación.Apenaseranlascincodelatardeynoqueríaverlacaradetristezademamá,Natymeescribióqueibaaestarfuerade la ciudadcon sumamá.LaúnicaopciónquemequedabaeraCris,rogué para que no hubiese hecho otros planes, sonaba egoísta, pero queríapasartiempoconél.

Lemarquéyalsegundotimbrecontestó.

—Cris,hola.

—Hannah—seescuchabasorprendido.

—¿Aúnestánenpielosplanesdesalida?

—Claroquesí.

—¿Nosencontramosenelparque?

—Sí—estabaemocionado.

—Nosvemosenunahora.

—Nosvemosenunahora.

Suspiréymetiréenlacamaemocionada,veraCrismeanimabaeldía.Enmi vida había sentido eso por alguien, ni por el imbécil que se fue paraAustralia,cuandoloveíalasmanosmesudabanysentíaunvacíoyhormigueoenlabocadelestómagoysentíatodomicuerpoactivo.

Mevestíconpantalonescorsariosbeige,unablusadetirantescolorblancayunasbaletas,tomémibolsodebandoleraymedirigíalcuartodemamáparainformarledequeibaasalir.

La tardeestababonitapara caminar.Albarrio lo llamaban“la ciudaddelospolíticos”,yaque,lamayoríaquevivíanallíeranpolíticos,yeraunadelaszonasmás opulentas de la ciudad se encontraba al norte, las casas eran dehastacincoplantascongrandesjardinesverdesyfrondosos,losgarajespodíantener hasta dos y tres autos, las chicas pasaban luciendo el último bolso demoda,conellasnomerelacionabamucho,condecirque,fuimosalamismaescuela y de cosa nos saludábamos. Sin embargo, el barrio era hermoso, deesosquevesenunarevistaytedabanganasdevivirenunadeesascasas.Micasaeradetresplantas.MecogiófueradebasequeCrismepreguntarasimipapáerapolítico,quehabríapasadosilehubiesecontestadoquesí.Pero,mipapáeraunempresario,dueñodeunamultinacional.

Al salir de la zona de la “Ciudad de los políticos” el aire era diferente,teníamásfuerza,mepegabaenlacarayalborotabamicabello.

LacasadeCrisestabaacuarentaminutosapiedelamía.Cuandolleguéalparque,Crisyaestabaallí,sentadoenelpastomirandoelatardecer.

—Desdeaquíelatardecereshermoso—dijecuandolleguéasulado.

—Estaesdelaspocascosasbonitasquequedanenelmundo.

Sonreí cuando alzó la vista. Se levantó y me saludó con un beso de lamejilla.

—¿Quéquiereshacer?—mepreguntómientrasbajábamosalacarretera.

—Quierocaminar,hablarcontigo.

—Entoncescaminemos.

Crismetiólasmanosenlosbolsillosdesupantalónycaminóamipaso.

—¿Desdecuándocantas?

—Uf,desdequetengousoderazón.Mimadresesentabaaescucharmecantar,peromipadrenuncaestuvodeacuerdoconque“perdieramitiempo”—perdiendomi tiempo lo encerró en comillas con los dedos y alzando lascejas.

—Deberíasentirseorgullosos.Cantasmuybonito.

—¿Sabes?—seriopor lanariz—Siemprepiensoenlaformaquenosconocimos—nuevamentecambiandodetema.Meestabadandocuentaqueeltemadesufamiliaerauntemaquenolegustabatocar.

—¿Sí?¿Yquépiensas?

Fruncióloslabiosymemiróconmiradaalegre.

—Atodamujerqueconocía,yoeraelprimeroenhablarle,enpedirleelnúmeroyllevarlahastasucasa.

—Esdecir,queerestodounDonJuan—bromeé.

—Asímecatalogan.Pero,despuésqueconocíaClaudia,cambié.Queríaquesintieraquesololaamabaypensabaenella—eranmisideasolosentíconresentimiento.

A pesar de que habló en pasado, no pude evitar sentir una punzada decelos.

—¿Yquépasó?—pregunté.

Crisapretóloslabioshastaformarseunalíneadelgada.

—Sinoquierescontarme,tecomprendo,estásentodotuderecho—meapuréendecir.

—Laencontréenlacamaconotro—soltóderepente.Susojosreflejabanrencor.

Traguésaliva,teníavergüenzadehaberpreguntado.Debióserduroparaélvivir eso y yo haciéndolo recordar, “¿por qué no sé quedarme almargen lasituación?”Merecriminé.

—¿Quépasódespués?

—Tuvimosunafuertediscusión,lerompílanarizasuamanteyantesdesalir de su casa rompí unas cuantas figuras de vidrio— rio con amargura.Comoqueríaconsolarlo,pero,alavezsentíaunapunzadaenelpechoalsaberqueaúnqueríaasuexylaformaenquesufríaporella.

—¿Quéfueloextrañoquetepasóconmigo?—preguntéparacambiardetemayretomaradondehabíamosquedado.

Serioymemiró.

—Ningunamujer semehabíaentrado tantocomo tú.Hastaelpuntodellevarme ami casa como si hubiéramos sido viejos amigos— esome hizosonreír.

— Te voy a hacer sincera. Lo quememotivo a llevarte fue que queríavolveraesosojoscaféstanlindos—dijemirándolodirectamentealosojos,loquehizoquetropezaraconunapiedrayporreflejomesostuvieraenCris,quemeagarródelacinturaymepegóaél.

Noqueríasepararmedeél,olísucoloniaymeperdíensuaroma.Alcélavista paramirarlo a los ojos, vi deseo en sumirada, sus ojos pasaron amislabiosycuandosefueacercandomásamí,meseparé.Noqueríaquepensaraqueyotambiénqueríajugarconél,queríaquemeconocierayseenamorarademíydejaradepensar enClaudia;porquecuandohablóde ella sentíqueaúnledolíaloquelehizo.

—Gracias—mearreglélablusayelcabello,esteúltimopornerviosismo.

6

CRISTAIN

TeníatantasganasdebesaraHannah,peronosabecuánagradecidoestuvedequesealejara,silohacía,despuésmeibaaarrepentir.AúnteníalatraicióndeClaudiapresenteynoestabapreparadoparainiciarunanuevarelación.

CuandoHannahmedijoquequeríavolvermeaverpormisojos,metomóporsorpresa,sentíunanuevasensaciónenelpecho,talvezeraemoción,esachica hacia que todas mis barreras cayeran. Su actitud despreocupada y sumiradasoñadoramecautivaban.

Ellasemerecíaquealguienlaamaracompletamente,yonopodíabrindarleeso,porahora.Concadapalabra,cadagestoycadaacciónqueellahacía,medemostraba que yo le importaba. Por tal razón, no podía hacerle falsasesperanzas.

Caminamosunratomásensilencio.Cuandosehizodenoche,regresamosalparqueyellasedespidió.

Antesderegresaralasoledaddemicasamequedéotroratocontemplandolanoche.

Entré a casa y necesitaba una cerveza. Necesitaba desahogarme conalguien,porloquellaméaLucasparaencontrarnosensucasa.

—¿Tienescerveza?—preguntécuandomeabriólapuerta.

—Si.

Cerrólapuerta,sedirigióalrefrigeradoryregresócondoscervezas.

—¿Quétepasa?—preguntócuándotomélabotelladecervezadeunsolotrago.

—Claudia,esoesloquemepasa—mascullé.

—Cris, esopasóhacemásde tres años. ¿Porquépermitesqueella aúnestéentuvida?—meregañó.

Claudia y yo nos conocimos cuando tenía dieciséis años, podíaconsiderarsemiprimeramor,conellaexperimentéhacerelamor,enamorado.Ellamehacíasentirvivoconsuscariciasylaformaenquememiraba.Teníacabellonegrolisoymiradadulce.Losprimerosmesesfueronextraordinarios,nosllevábamostanbien,nodiscutíamospornada,hastaquecumplimosseismesesdeestarjuntosylasentíadistante,hastaqueundíalleguéasucasaparaarreglarnuestrasituación,ellamehabíadadouna llave,por loqueentrésinavisar, y la encontré en la cama, donde tuvimos nuestro primer encuentrosexual, cabalgando en otro, gimiendo de placer.Cuando le reclaméme dijoque ya no era lo mismo. Y eso le dio el derecho a hacerme infiel, erasarcasmo.Disfrutérompiéndolelanarizasuamanteyeljarróndenosabíadecuántosmilesdepesosestabaavaluadonimeimportaba.

—Losé.Pero,mesigueatormentando.Tengomiedodeabrirmicorazóndenuevoyquemetraicionen.

—¿Meperdídealgo?

ToméelúltimotragodemicervezaymiréaLucas.

—NoséquémepasaconHannah—mepasélasmanosporelcabello.

—¿Quénosabes?Cris,amigo,ellateestáenviandotodaslasseñalesdequeestáenamoradade tioquepor lomenos le interesas.OjaláNaty semedeclararadeesamanera—dijoevidentementemolestoparaluegotomarselacerveza.

Me terminé la segunda cerveza yme despedí demi amigo. Tenía tantasdudasquemeestabanvolviendoloco.

—Nolopiensestanto,puedevenirotroytevasaarrepentir—dijoLucascuandomedisponíaasalir.

Llegué a casa, traté de bloquear todos los pensamientos que me

atormentabanymefuialacama.

Aldíasiguienteeralaboralydeestudio,melevantéalascuatroymealistéparairalauniversidad.

Cuandollegué,viaHannahhablandoconunchicoqueestabaapoyadoenunMercedesBenz,ellasereíayél lecolocabaunmechóndecabellosueltodetrásdelaoreja,ellanoseapartó.Apretélamandíbulahastaelpuntodequeme rechinaran los dientes. No podía creer que la predicción de Lucas secumplieratanrápido.

Elladesviólamiradaymedivisó,sedespidiódesuamigoyseacercóamí.

—Buenosdías—medijoconunagransonrisa.

—Buenosdías.Nomehabíasdichoqueteníasnovio—esperéaquenoseme escuchara molesto. Pero, no entendía porque estaba cabreado. Queríapartirlelacaraalimbécilquelatocó.

—Joaconoesminovio—explicósinningúnreproche.

—Nosvemosluego—lehiceunmovimientodecabezaparadespedirme.

Hannahmetomódelamano,loquehizoquemedetuvieraalinstante.

—¿Estásbien?—preguntóconelceñofruncido.

—Sí,sí—contestéconpremura.

Ellamesoltóymedejóir.Entréalsalónytirémibolsoalsuelo.

—¿Estátodobien?—preguntóLucas.

—Ayer Hannah estaba de lomas de coqueta y feliz conmigo y hoy laencuentroconotrodelomásacaramelados—espetésindisimularmienojo.

—Yoteloadvertí—Lucasserecostóenlasillacolocandouncodoenelespaldar.

ApretéunpuñoenelaireyapartélamiradadeLucas.

En toda la clase no dejé de pensar enHannah, no soportaba pensar queestuvieraconotro,mehervíalasangre.Noqueríatenerunarelaciónconella,pero, tampocoqueríaqueestuvieraconotro.Parecíade locos.Sonabacomocelosocompulsivo.

Laclaseseacabóynosdirigimosalacafetería.SemeparecióraronoveraCristina en la universidad, le pregunté aLucas yme dijo que su padre lanecesitabaenelbar.

Cuando llegamos a la cafetería vi a Hannah sentada con el tal Joaco,

riendo.Diunpasopara llegar a ella,peroLucasmedetuvo tomándomedelhombro.

—Niseteocurrahacerloqueestáspensando—meadvirtió.

—Según tú, ¿quéquierohacer?—me solté deLucasbruscamentey lotaladréconlamirada.

—SiquieresestarconHannahdemuéstraselo.Sinotedecidesytelanzasalagualavasaperder.

En ese instante supe que si no luchaba por esa chica de ojos colorchocolatemeibaaarrepentirtodalavida.Ellamehabíademostradoquenoseparecía a Claudia. Se había abierto por completo a mí y quería darme laoportunidaddeamardenuevo.PorloqueesedíaladejéconJoacoymesentéenotramesa.

**

Elfindesemanalallaméylainvitéacenar.Fuimosaunrestauranteenlazonacentrodelaciudadyluegofuimosabailaraunadiscoteca.

Alsentirsucuerpocercadelmíoyaspirarsuaromadejazmínyvainilla,laagarrédelascaderasylapeguémásamí,ellamecolocólasmanosenelcuello y bailamos varias canciones sin parar. Bailamos a ritmo lento, connuestros cuerpos pegados y con su cabeza apoyada en mi hombro. Lasensaciónde tenerlaasí,me llenó,ysuvestidonegrohastaelmuslo,queseamoldaba a laperfección a sus caderas, nomecolaborabapara aguantar lasganas de sacarla de la discoteca y pegarla a una pared y besarla hastasaciarme.

Sehizodemadrugadaylallevéasucasa,estabaunpocotomada,porloquesereíadecualquiercosaymehacíareíramí.Antesdebajarsedelauto,semeacercóymediounbeso,elcualcorrespondí,sabíaaalcohol,loquehizoexcitarmemás,lemordíellabioinferioreintrodujemilenguaensuboca,alchocarnuestraslenguas,ellagimió,latomédelanucaparaprofundizarmáselbeso,bajémibocaporsucuelloygemíalpercibirsuaroma,subínuevamentea su boca, ella me tomó del cabello y enredó sus dedos en él, ¡que beso!,quería hacerle el amor en ese mismo instante, nunca antes había besado aalguiencontantasganas,niconClaudiamesentíasí,allísupequeellahabíasidomiprimer amor, peronomiverdadero amor.Ella fue laque rompió elbesoymededicóunasonrisacoqueta.

—Hastamañana—sebajódelautoyentrócorriendoasucasa.

Mirespiraciónestabaagitada,necesitabaunbañodeaguafría.

Condujehastacasaconunasonrisadeorejaaoreja,estacionéelautodeLucasfrenteamicasaymefuidirectoalbaño.Mediunaducharápida,pero

fría.

Los días siguientes nos enviábamos miradas cómplices y mensajesatrevidos.Casi todas lasnochesmeencontrabaconHannahenelparque, senospasabaeltiempohablando,riendoymirandolasestrellas.

Al acabarseelprimer semestrey empezar el segundo,decidídar elpasofinalparaformalizarnuestrarelación.Lallaméparainvitarlaasalir,habíaunazonadelparquequenoeramuyconcurrida,colindabaconelbosque,asíqueeraellugarperfecto.

—¿Quévasahacermañanaenlanoche?—lepregunté.

Apesar de que no quería sentir lo que sentía, creer que no lo sentía erapeor.

—Hastaahoranada,¿porqué?

—Quería…Quieroinvitarteasalir—dijeconnerviosismo.

—Megustaría.Ahorasitengoalgoquehacer—sentíemociónensuvoz.Sentícomoelnudoqueteníaenelpechosemehabíabajadoalescucharsurespuesta.

—Tepasoarecoger.

—Bueno.

Lo queme hizo decidir a dar este paso con ella fue que a pesar demisinseguridadesyqueellapertenecíaaunadelasfamiliasmásricadeestepaís,erasencillayfácildetratar,creoqueesofueloquemehacíaquererlaunpocomáscadadía.

Eldíadelacitaestabanervioso,ynoteníaropaformal.Pero,ibaahacertodo loposibleparaque todosalierabien.Llegó lanocheypaséabuscaraHannah.Estabahermosacomosiempre,vestíaconunafaldacapeadablancaalaalturadelasrodillasyunablusacolorlilaqueledejabaaldescubiertolosbrazos,elcabelloenunmoñoquedejabasueltoalgunosmechonesrebeldes.

Lagargantasemesecóylarespiraciónsemeaceleró.

—Hola, ¿estásbien?—creoque sediocuenta,porque sonrióde formaorgullosa.

—Estásbellísima—dijeconlavozronca.

—Gracias—respondióconunagransonrisa.

Leofrecímibrazoyleabrí lapuertadelcopiloto,cuandoestuvodentro,cerréymesentéenelasientodelpiloto.

Elrecorridoestuvoensilenciohastallegaralparquedondeconversábamos

casitodaslasnoches.Esedíamevestíconmismejoresvaquerosyunacamisanegraajustada.

Letapélosojosylaguiehastalacenaalairelibrequeteníapreparada.Aldestaparle los ojos sonrió y me abrazó. Me sentía orgullosos que le fueragustado.

Todoestabaalineado,habíaunmantelblancoconvelasverdeesmeraldasyvariedaddecomida,ylohizomásperfectolanocheestrellada.

Conversamos por varios minutos y comimos de todo lo que llevé, sinembargo,enlamentesoloteníaunsolopensamiento,arriesgarmeainiciarunanueva relación. El corazón me latía como si estuviera teniendo unataquicardia.

Enunosdelossilencios,meacerquéaHannah, tantoquepodíasentirsurespiración.Supulsoseaceleró,lopudecomprobarensucuello,cerrólosojosysecolocótensacuandolehablécercaaloído.

—Meestásvolviendoloco.—Dijecasisinalientoyconlavozronca—.Meenamoréperdidamentedeti,Hannah,sinproponérmelo.

Hannahvolteólacarayquedamoscaraacara.Memirófijamenteporunrato.Meacerquélentamente,frotélentamentemislabiosconlossuyos,hastallegaraunbesoapasionado.

—Tambiénmeenamorédeti—dijocuandorompióelbesoyapoyósufrentecontralamía.

Labesédenuevo,ellamemordióellabioinferioreintrodujosulenguaenmi boca, gemí y llevé mis manos a su cintura para acercarla, mi boca sedeslizóporsubarbillaycuello,ellame tomódelcabelloyme instóabesarsus labios, los cuales devoré, tenía hambre de ella. Ella rompió el besonuevamente.

Terminamosdecenaryluegolaregreséasucasa.

Nocabíadelaemoción.EstabaechandoaunladotodoloqueClaudiamecausóymelancéalaguaporHannah.

Aldíasiguiente,Hannahmepasóarecogerparairalauniversidad.

Se veía radiante, cuando entré al autome dio un beso que nos dejó sinaliento.

—Buenosdías—dijoconunasonrisa.

—Buenosdías—meacomodé.

Llegamosalauniversidadagarradosdelamano.Sentíalamiradadetodos.Una de las chicas más ricas de la universidad con un chico becado. Sin

embargo,aHannahpareciónoimportarlealcaminarcomosinadieestuvierahablandodeella.

— ¿Qué hay entre ustedes? — Cristina se acercó con cara de pocosamigos.

—Somosnovios—contestéorgulloso.

CristinaapretóloslabiosypasóentreHannahyyo.

—Parecequenolegustómucholanoticia—dijoHannah.

Yohiceunmovimientodehombrosdiciéndolequemenoimportabaenloabsoluto.

—Yaerahora—dijoNatycuandollegóanosotros.

—¿Yustedesqué?—preguntéalverquellegabaconLucas.

— Nosotros, ¿qué de qué? — preguntó Naty como si se hiciera ladesentendida.

—Amor,nosvemosalrato—dijoHannah,sacandoasuamigadelapuro.Mediounbesoysefueparalaclase.

—¿QuépasaentreNatyytú?—estábamosdecaminoalsalóndemúsica.

— Me gusta, ¿no se nota? — dijo con jocosidad, pero, sabía que leimportabamásdeloquequeríaaparentar.

—¿Porquénodaselprimerpaso?—sugerí.

Lucasdetuvoelpasoymemiróconcomplicidad.

— ¿Sabes qué? Voy a hacerlo. — Dijo Lucas con emoción —. Si tupudisteporqueyono.

—Eresunidiota—leempecéadarcoscorronesyentramosalsalónentrerisas.

CuandoentramosalsalónCristinameempezóacuestionar.

—Penséqueerasmássensato—sumiradadereprocheconcordabaconsutonodevoz.

—¿HayalgodemaloconqueestéconHannah?—repliqué.

—Sondedistintosestratos,¿notedascuenta?—objetóCristina.

—Nomeimportadequéestratosea,loúnicoqueséesquelaamo—dijeconorgullo.

—Cris,tevaalastimar—colocóunamanosobrelamía,lacualretirédeformainmediata.

—¿Puedesdejarlosreclamos?—exigióLucas.

Cristinaletorciólosojosysediolavuelta,dándomelaespalda.

Cuandollególahoradesalida,Hannahmeestabaesperandoenlaentrada.

—Holaamor,¿cómotefue?—preguntédándoleunbesoenlafrente.

—Muybien,¿yati?

—Muybientambién.¿Quieresiralbarhoy?

— No puedo— se lamentó— para mañana tengo que entregar varioscálculosyhacerlecturadeunartículo,quenoesparanadacorto—sugestodemostróloquesentíaenesemomento.

—Quemal.

—¿Ysimeayudas?—mepropuso.

—Pormí,nohayningúnproblema—dijeconpicardía.

Hannahsonrióyleplantéungranbesoenloslabios.

Hannahmellevóasucasaynossentamosenlaazoteacercadelbalcón.Para llegar a ella, pasamos el primer piso pintado de blanco que haciacontraste con los sillones negros que rodaban una mesa de vidrio, habíaréplicas de cuadros de LeonardoDaVinci yMiguelÁngel, la instancia erailuminadaporunalámparaaraña,másalláestabanelcomedor,lacocinayeljardín;yelsegundoeranloscuartos,losupeporlaexplicacióndeHannah,alpasar de forma fugaz subiendo las escaleras hasta llegar a la azotea, dondehabíaunapiscina,bancasyunasadorgrandeagas.Nosotrosnossentamosenunassillasdemadera.Lacasaeramajestuosa.

Estábamosenmediodelatareacuandosentimospasos,Hannahsegiró,selevantó y corrió hacia un señor de cabello gris, de ojos cafés y posturaimponente, a su lado estaba una señora de cabello castaño y con miradaamable.

Hannahlossaludóyluegoseacercaronamí.

—TúdebesserCristain—supusoelseñor.

Melevantéylosaludé.

—Sí,CristainVélez—extendímimanoamododesaludo.

—Mi hija ha hablado mucho de ti. Arturo Klinton— respondió a misaludo.

— Karla Córcega — sonrió la señora que estaba a su lado, tambiéncorrespondiendoamisaludo.

—Hannahmehadichoqueteencantalamúsica—comentóArturo.

—Asíesseñor.

—Nomellamesseñor.

Asentí. Estaba hecho un manojo de nervios. No estaba preparado paraconoceralafamiliadeHannah,nosabíasimeibanaaprobarosieradignoparasuhija.Aspirabayesperabaqueentreloqueleshabíacontadoestuvieramiestrato.

—Hanny,yacasivaestarlacena.Dileatunovioquesequede.

Hannahsecolocórojacomountomateylellamólaatenciónasumamáconlamirada,yocasimeahogabaconlasaliva,metocótoser.

LospadresdeHannahseretiraronyyomiréaHannah.

—Nosabíaqueibanaregresartanpronto—seexcusó.

—Meencantóconocerlo—era laverdad.Apesarde lo rápidoque ibaesto,megustó queHannah le hayahabladode nosotros—Pero, tengounapregunta.

—¿Dime?

—¿Lesmencionastequesomosdeestratosdiferentes?

—Cuandolesdijequeerasbecadolodedujeron.

—¿Selotomaronbien?

—Ellostambiénvinierondeabajo—sonrióysesentónuevamente.

Sonreíymesentéasuladoylaseguíayudando,nosinantesdarleunbesoenlamejilla.

Leayudéaadelantartrabajo.HastaquesehicieronlassietedelanocheylaseñoraCórceganosllamóalamesa;mepreguntaronpormifamilia,amigosycomoconseguílabecaparaentraraHilton,larespuestaalaprimerafueronevasivas.A lasochomedespedíyaHannah todavía le faltabacompletarsutarea.

7

HANNAH

El día siguiente al trabajo de cálculo y leer el artículo, me levanténuevamente con dolor de cabeza,me había acostado a la dos de lamañana

nuevamente.Pero, esavezeramás intenso, el estrésmeestaba jugandounamala pasada; las actividades que dejaban de un día para otro me estabanexigiendo demasiado. Sin embargo, me mentalicé que, sin esfuerzo no sedisfrutadeltriunfo.

—Hannah,¿estásbien?—mepreguntóCris,alvermeconlasmanosenlacabeza.

—Meacostésúpertardeytengomuchodolordecabeza—mequejé.

—¿Yatomastealgo?—preguntópreocupado.

—Natymeestábuscandouncalmante.

—¿Sabescómosepuedequitaresedolordecabeza?

—¿Cómo?

Crismetomódecada ladode lacaraymediounbesotiernoya lavezapasionado.

Sonreíporlaintensióndeminovio.

—Teamo—dije.

—Haríacualquiercosaparavertefeliz—Cristeníaunbrilloespecialenlosojos,quemetrasmitióseguridad.

—Hannah, aquí está la pastilla, ¿cómo te sientes?— preguntóNaty alllegar.

—Igual.Esperoquesemequite—tomélapastillayrogabaparaquemehicieraefectoantesdeentraraclases.

—HolaCris—saludóNaty.

—HolaNaty.

—Notevuelvasaacostartantarde—meregañómiamiga.

—Holacariño—dijoLucassentándosealladodeNaty.

—¿Cariño?—preguntéconunasonrisaenloslabios.

—Yasomosnovios—respondióNatyalegremente.

**

Cuandocayólanoche,Natyyyofuimosalbar,nossentamosenlamismamesadesiempre,frentealatarima.

—¿Yasetepasóeldolordecabeza?—Crismediounbesoenloslabiosysequedódepie.

—Contuscuidadosquiennosevaasanar—sonreícoqueta.

—Naty,acompáñamealatarima—ledijoLucas.

—Yonosécantar—dijoNatycolocandocaradenegativa.

—Vamos,sisabes—insistióLucas.

—Simeconvences,depronto—NatylomiróconseducciónyLucasseacercólentamenteaella.

Lucaslediounbesocorto.

—¿Convencida?

Natyladeólacabezadeunladoaotro,comosiestuvieraindecisa.

Lucaslabesódenuevo,perofuemáslargoyconlenguaquecreoque,setocaronhastalacampanilla.

—¡Muchacho!Tienenpúblico—gritéentrerisas.

NatyyLucasseecharonareír,paraluegosubirsealatarimayempezaracantar.

Cuandofinalizaron,salierondelbar.Crisestabadetrásdebambalinas,asíqueaprovechéparairalbaño.Cuandoestababuscandomilápizlabial,noloencontré en mi bolso, así que me tocó devolverme. Pero, me detuve alescucharlasvocesdeCristinayCris.

—Hannahtevaalastimar—escuchéquedijoCristina.

<<Quebruja>>pensé.

—¿Otravezvasaempezar?—suvozeradecansancio.

—Entiéndelo,lodeustedesnopuedepasar—protestóCristina.

—¿Pasaalgo?—Salídemiesconditehaciéndomeladesentendida.

— No, nada amor. — Respondió Cris mirando fijamente a Cristina—¿Nosvamos?

Mecogiódelamanoymesacódelbar,peroantestoméellápizlabialquehabíadejadoenelsillón.

Nossubimosamiautoen silencio, el cual fue rompidoporuna llamadaentrantedeCris.

—¿Dime?—contestó de forma abrupta.—Bien…Novoy a ir…Creoquesepuedecuidarsola,¿no?

Criscerrólosojosyseapretóeltabiqueconlapuntadelosdedos.

—Estábien,voyairmañana…Estábien.

Colgóyotravezreinóelsilencio.

— Hannah, ¿qué dirías si te digo que conozcas a mis padres hoy? —preguntóconcautela.

<<Diríaquenoestoyvestidaparalaocasión,creoquehueloanicotinayestoysudada>>pensé.

Sin embargo, acepté. Creo que no hubiese tenido otra oportunidad deconocerlos.

LlegamosalacasadelospapásdeCris.Antesdesalirdelautomearregléymeretoquéelmaquillaje.

—Amor,estáshermosa.

—Tengoquedarunabuenaprimeraimpresión,ymásatuspadres—dijecolocándomebrillolabial.

Salimosdelauto,estabaunpoconerviosa.Cristocó.Unseñorconvariascanas,conlosmismosojosdeCris,peroapagadosyconalientoanicótica,asícomoselereflejabaenlasuñas.Erasupapá.

—Pasa.

Que frío, ni para saludar a su hijo. Independientemente de que ya novivieraconellos,quedebieronestarorgullososdeél,nodabaparanegarunabrazodespuésdetantotiemposinverse.

Entramosynosdetuvimosenloqueeralasala,lacualeramodesta,teníaunamesita de noche en una esquina, donde estaba una botella de licor casivacíayunvasoconrestosdellíquido,alladodelamesitadenocheestabandosmecedoras, frenteaellaselcomedoryasu lado izquierdounaescalera,quecreoqueconducíanaloscuartos.Lacocinaseencontrabaenunpasilloalladodelasescaleras.

—Holahijo,¿cómoestás?—preguntóanimadamenteunaseñoraqueseveíaunpocoenferma,dándoleunbesoenlamejilla.

—Bien.

—¿Quiénesestamuchachatanlinda?—memiróconcuriosidad.

—HannahKlinton,minovia—Crismecruzóelbrazoenlacintura.

—Muchogusto—ofrecímimanoamododesaludo.

—SaraRicardo.—contestóaceptándomeelsaludo.Sualientoolíaalicoryporlossignos,pudededucirqueteníaalgunaenfermedadrelacionadaconelhígado—.Siéntense.

NossentamosenlasmecedorasySarasesentóenunasilladelcomedor.

— ¿Ese carro que está allá fuera es tuyo?— preguntó el papá de Cris,

mirándomeconrecelo.Yseveíamásintimidantealestardepiealladodesuesposa.

—Síseñor.

—Entonces,¿eresrica?—preguntóconinterés.

—Yono,mispadressí.

—Entoncessieresrica—dijo,ignorandomirespuesta.

Ibaadeciralgo,peroCrissemeadelantó.

—Amor,élesmipapá,EdwardVélez.

—Muchogusto—dijeconseguridad,apesardequepordentromeestabatemblando todo. Su padre no me recibió la mano lo que me hizo bajarlapenosamente.

—¿Estásenfermadetomartantolicor?—lepreguntóCrisasumadresinningúntacto.

— ¿Ya comieron algo? — preguntó Sara acompañada de una sonrisa,evadiendolarespuesta.

— Mamá, vine hasta acá porque papá me dijo que estabas enferma,¿necesitasmedicamentos?

—Cris,noseasmaleducado.Vienescontunovia,lomínimoquepodemoshaceresinvitarlosacenar.

Cris estaba tensoy se reflejaba en el agarre apretadode sumano con lamía.

—Seríaungusto—dijeconunasonrisaamable.

—Yaestá.Edward,¿meayudasaservirlacomida?—suesposohizounasentimientodecabeza.

Crisserelajócuandosuspadresdesaparecieronenlacocina.

—Sinoquieresestaraquí,nosvamos—medijo.

—Estábien.

— ¿Segura? — su mirada me decía que él no quería estar allí. Sinembargo,haciaelesfuerzodeestarbienconsuspadres.

—Cris,Tranquilízate,respirahondo.Sontuspadres,nolosmíos—dijeparaquitarlehierroalasituación.

LospapásdeCris sirvieron la comidaynos sentamos en el comedor, lacena,queeraarrozdepollo,noestuvotantensacomolapresentación,asíqueaCrisnoledioindigestióncuandosalimosdelacasadesuspadresylollevé

alasuya.

—Cuídate¿sí?—medijoenlaventanadelauto,despuésquebajódeél.

—Lovoyahacer.

Lelancéunbeso,penséquemeibaadejarir,peromedijoquebajaradelauto.

—Sabesque,sitepasaalgo,noséquéharía—élestabaapoyadoenmiautoymeteníaabrazada.

—Mehacestanfeliz—dijeconunasonrisaenamorada.

—Loseguiréhaciendo,porqueteamo.

—¿Cuánto?

—Mientrasvivaenamor.

Crisaldeciresomedejómarcadayflechada,lobesécomonuncalohabíabesado.Medespedíymefuiacasamásenamoradaqueantes.

8

CRISTAIN

Los días pasaban y el amor entre Hannah y yo se hacía más fuerte,buscábamosasíseaunratoparavernos,yaquesuhorarionoconcordabaconelmío.

Unanocheyoteníaplaneadoenseñarleunanuevacanción,selaqueríadarcomoregalo,asíquecuandoellamedejóenmicasa,lainvitéapasar.Nomeesperabaqueellatambiénmedieraunregalo.UnaBossBottled.Tuvimosunapequeña discusión por el caro regalo, pero, al mencionarle la canción todoquedóarreglado.Ellaalquerersaberquearomateníalacolonia,melarocióenelcuello,seacercódemasiado,olíaa jazmines.Ellanosabía lo locoqueme volvía ese aroma.Me tensé, mi cuerpo se encendió y quería hacerle elamor.Ellacomoqueescuchómipensamiento,yaque,levantólamiradaymemiró con deseo, lo que me impulsó a devorarle los labios. Terminamoshaciendoelamor.Besécadacentímetrodesucuerpoycreoqueledejévarioschuponesqueaellanoleimportaron,aligualqueamínomeimportóquemefueradejadomarcasconsusuñasenlaespalda.Enesaentregadeamor,ellasehizodueñademicorazónysabíaquemehabíaenamoradopeligrosamente.

Despuésquesefue,mipadrellegó.

—CristainVélez—mellamódesdelaotraacera.

Volteéalescucharsuvozymedijequenadaninadiemeibaaarruinarlafelicidad.

— Hola papá, ¿qué haces aquí?— debió ser algo importante para quehicieraunviajedetanlejos.

—¿Quéeseseolor?

—¿Cuál?

Seacercóamí,reaccionédandounpasohaciaatrás.

Papásecolocórígido.

—Esacolonianocuestatrespesos.¿Cómolaconseguiste?—sualientoeradenicotinacombinadoconlicor.

—Queimporta.

Éltensólamandíbula.

—Quieroquetealejesdeesamuchachaquetienespornovia—soltóderepente.

Mereíantesudescaro.

—Esonovaapasar—dijeconseriedad.

—Cristain,ellaesdeunestratodiferentealdenosotros.

—Esonoteimportócuandoteinvolucrasteconmimamá—lereconvine.

—Poresotelodigo,yesoeranotrostiempos—sedefendió.

—¿Cuálesladiferencia?—lepreguntéconironía.

—Ellanoesdelaquevaarenunciaratodoporti.

—¿Porquéno?—apretélamandíbula.

Esaconversaciónmeestabasacandodequicio.

—¿Novessuslujos?,¿túlaquieresprivardeellos?¿Suspadressabendesurelación?

Cerrélasmanoshastaconvertirlasenpuño.

—Silosaben.Además,¿atiquemásteda?Mimamáytuquisieranteneruntítulodereyes,déjenmevivirmivida.

—Ladeesaideaesella.

—Ytúlasigues.Asíque,eslomismo.Además,tuapoyonoesqueseapositivo—lereproché.

—Estonosetratademí,sinodeti.Tepidoquetealejesdeella.

—Pueslosientopapá,esonovaasuceder,porqueyolaamo.

Me di la vuelta, no quería seguir escuchandomás de esamierda de losestratos.

Aunque escuchaba los llamados de papá, no le presté atención y entré acasa.

MeacostépensandoenHannahyomitiendolacharlaconmipadre.

Al día siguiente, hablé con Hannah de mi conversación con mi padre,queríatenersuapoyoyrecalcarlequenadaninadiemeibaaalejardeella.

—Amor,mispadresaceptannuestrarelación.Nomehanprohibidonada,teloprometo—measeguró.

—Tecreo.Voyahacertodoporlucharporestarelación,porti—latomédecadaladodelacaraylediunbeso,paraluegoabrazarla.

—Yotambién.Peroséquetupadrenonosvaadejarenpaz.

—Nomeimporta,yolopuedomanejar.

— Mientras tanto no nos demostremos nuestro amor aquí en launiversidad.Creoqueséquiénpuedeestarmetiendocizaña—Hannahmiródisimuladamenteasuizquierda.

GiréamiderechayviaCristinapendientedetodoloquehacíamos.NoleprestéatenciónymedespedídeHannahconunbesoenlafrente.

Despuésquesalimosdeclase,Hannahyyonosencontramosenelparque,es lo que tuvimos que hacer por varios días para que mi padre dejara decuestionarmirelación.

Undíaqueestaballegandoacasa,papámeabordóenlapuerta.

— ¡Te dije que te alejaras deHannah!— reclamó como un buen padrepreocupado.Quehipócrita.

— ¡Yo te dije que no lo voy a hacer! A ver, ¿quién te está llevandochismes?—lecontestéconelmismotono.PorqueparallegarhastaelparquealmismotiempoqueHannahsefueranomeparecíacasualidad.

—Nosonchismes,Cristinalosvioenelparque—paradecirlobajódosniveles su tono,por loqueyohice lomismo.Nomeextraña esa actituddeCristina.

—Cristina.Túenvezdeestaraquí,deberíasestarpendientedemamá—lereproché.

Entréacasaydejéapapáconlapalabraenlaboca.Mefuidirectoamicuartoyempecéatocarlaguitarra.

Despuésdevariashorasdeestartocando,recibíunallamadadeunnúmerodesconocido.

—Amor, soyHannah.Te espero en el parque a las cinco—suvoz eraanimada.

—¿Quépasócontuteléfono?

—Tecuentocuandonosencontremos.Tengoalgoimportantequedecirte.

<< ¿Qué será eso tan importante queme tiene que decir, y la tiene tanemocionada?>>pensé.

EsedíaterminédecomponermicanciónyselaqueríaenseñaraHannah,era mi primera composición de amor después de que me habían roto elcorazón. Salí a las cinco y diez, la cita era a las cinco en punto, pero lacomposiciónmetomótiempo.Estabaansiosopor loquemeteníaquedecir.Ellayaestabaallíyestabahablandoconpapá, loquemeparecióextrañoydecidíescondermedetrásdeunárbolparasaberdequéhablaban.

—Hannah,dime laverdad,¿túamasaCris?Séque túeresmássensataquemihijo.

Memordí un carrillo para aguantarme las ganas de no salir y partirle lacara.

—Yolevoyahacersincera,Crismepareceunchicotierno,peronoestoyenamoradadeél,escomopasarelrato.

Creoqueelmundoestabadandovueltas,mesentíamareado.

—Entoncesdéjaloynolohagassufrir—seescuchabapreocupado.

—Esolovoyapensar,apesardetodoesalguienquemehacereír.

Cuandodecidísalirdemiescondite,mipapámedetuvoyHannahsefuesinhablarconmigo.

—¿Ellaquehaciahablandocontigo?Todo loque tedijoeramentira—dijeconunnudoenlagarganta.

—NoCris.Yoteloadvertí.Allítieneslasconsecuencias.

— ¿Por qué no se quedó a hablar conmigo?— estaba conteniendo laslágrimas,nopodíallorardelantedeél.

—Yoledijequenolohiciera,queríahablarconellaysacarlelaverdad.

—¡Esanoeraella!—espeté.

—Siquieresmañanaabórdalaenlauniversidad—lodijotanseguroquemehizodudardeella.

Mipapámeintentódarunabrazo,peroyomealejéymefuidirectoamicasa.Nolocreía.Hannahteníaquedarmemuchasexplicacionesmañana.

Aldíasiguiente,meencontréconHannahenlaentradadelauniversidad,seacercóadarmeunbesoyyolecorrespondífríamente.

—¡Uy!Quebesotanseco.—mereprochóHannah,perosabíaqueestabadebromayaqueluegosonrío—.¿Estásbien?—preguntóconmásseriedad.

—Tenemosquehablar—mivozeraplanaydura.

Hannahsecolocóenalertaymemiróconpreocupación.

—¿Quépasa,Cris?—sumiradareflejabarecelo.

—¿Ayertúhablasteconmipapáenelparque?

—Sí,pero…

—Eraloúnicoquenecesitabaescuchar,ayerteescuchéhablandoconmipapá—siseé.

—¿Qué?...AverCris,¿quéescuchaste?—estabaconfundida.

—¿Esoimporta?—preguntéindignado.

— Pues a mí sí me importa — alzó la voz, su mirada reflejabadeterminación.

—Escuchéquedecías…

— Hannah, necesito que vengas enseguida — me interrumpió Natyapurada.

—Naty,ahoraestoyocupada.Luegovoy—contestóHannahsinquitarsumiradadolidademí.

—Tenecesitoya—insistióNaty—venporfavor.

— Cris, no hemos terminado de hablar — me dijo Hannah contranquilidad.

—Yano tienecaso—estabacerradoa labandaynoquería escucharlamás.

—¡Sitienecaso!—megritó—.DespuésdequesolucioneesteproblemaconNaty, teescriboparahablar—sudeterminaciónmehizocederyasentídandoaprobacióndequelaibaaescuchar.

9

HANNAH

—¿Cuál es la urgencia?— preguntémolesta, caminando a paso rápidoparaelsalón.

—Elprofesorestápreguntandoporti,necesitaquelesocialiceseltrabajo,ademásdequetenemosqueentregaruntallerenunahora.

—¿Qué?Acabédesalirdelsalóny¿yadejótodoeso?¿Porquétengoquesocializarleeltrabajo?—laconversaciónconCrismedejódesconcertada.Nosabíadequémeestabahablando.

—Fueelquelepareciómáscompleto.

Sonreí.Nuevamenteteníadolordecabeza,perohicetodoloposibleparaocultarlo. Creo queme estresabamás de lo debido. Desde el colegio habíatenidoproblemasparamanejarmiestrés,queríahacertodobienytanperfecto,loquequeríaseguirhaciendoenlauniversidad.

— Hannah, ¿nos puedes explicar tu trabajo para que todos tomen tuejemplo?—preguntóconorgulloelprofesorcuandoentréalsalón.

Miré a mis compañeros, no tenían cara de estar contentos, me sentíincomoda y con ganas de salir corriendo de allí.Mire al profesor y estabaesperandoaqueempezaraahablar.

Tragué saliva y empecé a hablar, tratando de no estar pendiente de lasmiradasdemiscompañeros.

Di la explicación, cuando terminéelprofesormepidióqueentregara lashojas de los talleres. Pasé por cada puesto,me enviabanmiradas de odio yenvidia.LaúnicaquesesintióorgullosademifueNaty.

El taller que nos dejó el profesor no era para nada corto y sencillo, nosdemoramosmásdeloprevisto,asíquemetocóllamaraCrisypreguntarlesipodíamoshablaraldíasiguiente,élmedijoquesi,quedetodosmodosyasehabíaido,porquesumamálollamóyteníaquellevarlemedicamentos.

Ese día terminamos el taller una hora después de la hora de la clase, demodoque,selotuvimosquellevaralasaladeprofesores.

Aldíasiguiente,noscolocóotrotaller,nosabíaquiénhabíasidoelsádicoquecolocóesamateriaconeseprofesor tresdíasa la semanapordoshorasdiarias.

Esedíasemeolvidóporcompleto lareuniónqueteníaconCris,cuandomeacordéyaeranlastresdelatardeyyolehabíaescritoeldíaanteriorenla

tardequeíbamosahablarenmihoraderecesoqueeraalaunadelatarde.

—Naty seme olvidó por completo la reunión con Cris, voy a salir unmomentoparaversiloencuentro—dijeconmiedoanoencontrarlo.

—Llámalo.Ve,yotecubro.

—Gracias.

Cuandomelevanté,creolohabíahechomuyrápido,yaque,memareéytuve que detener el paso.Me coloqué unamano en el lado izquierdo de lacabeza,seavecinabaundolordecabeza.

—Hannah,¿estásbien?—mepreguntóNatycolocándoseamilado.

—Sí,solofueunmareo,notepreocupes.

Cuandodiel segundopaso,vi todonegro,yelcuerposeme fueparaelladoderecho,antesdecaerescuchélosgritosdesesperadosdeNaty.

****

PARTEII:OCHOAÑOSDESPUÉS.

10

CRISTAIN

Pensé que la relación con Hannah iba a ser diferente, que el amor quehabíaentrenosotroserareal,perovuelvoaestrellarmeconlapared,pero,esavezconmásfuerza.Teníamásdedoshorasesperándola,yenesetiemponorecibíniunallamadaniunmensaje.

Asíque,mefuidecepcionadoyconseddevenganza.Nadiemásmeibaaverlacaradeimbécil,yHannahibaasaberqueerajugarconlossentimientosdeunapersona.

Queríagritarleenlacaraporquefuetanruinehipócrita.Queríagolpearaalguien, desahogarme ymi única elección fueLucas.Demodo, queme fuiparasucasa.

Toqué desesperadamente, tenía el corazónmás desgarrado que nunca, niconClaudiamesentíasí.

Lucasabrióyloabracécomosifueramisalvavidas.Mellevóhastasusofáyesperóaqueterminaradellorar.

—¿Quépasó?—mepreguntóLucasguardandolacalma.

—Hannahme engañó, fui un imbécil, caí tan fácil en su juego—nadamás de pensarlome causaba un dolor intenso en el pecho y aumentabamirabia.

—¿Cómoasí?¿QuépasaentreHannahytú?

—Laescuchéhablandoconmipapá,diciendoenpocaspalabrasquesoyunpasatiempoparaella—nadamásdecirlosemerevolvíaelestómago.

—¿Escuchastebien?¿Seguroqueeraella?—Lucasestabaincrédulo.

—Ellameconfirmoquesifuealparqueyhablóconmipadre.

—¡Quédesgraciada!—murmuróLucas.

—Hannahvapagaryvaasufrircomoloestoyhaciendoyo.Ellaportenerplatanotieneelderechodeburlarsedelagente.

Lucas me dio un vaso de agua para que me terminara de calmar y meofreció su casa para no tener presente el recuerdo deHannah,mi cama aúnteníasuolor.

En casa de Lucas pasé una semana. Cuando llegué ami casa, rompí lacanción que le había compuesto y me dediqué solo a tocar cancionesconocidasycomponercancionesdedespecho.

Undíacuandolleguéalauniversidad,estuvebuscandoaHannah,peronolaviporningúnlado.ANatytampocolaveía.LepreguntéaLucasporellayme dijo que se había cambiado de jornada, al igual que Hannah. ¡Quéconveniente! Eso me hizo odiarla más y hacer que creciera mis planes devenganza.

Me esforcé en mis estudios y me hacía amigo de todo músico orepresentantequellegabaalbar.

ApesardequemipapáteníarazónenloquemedijodeHannah,nuestrarelación no cambiaba. Sin embargo, con Cristina fue diferente, a los pocosmeses de terminar mi relación con Hannah, inicié una con ella, más pordecepciónqueporamor.

11

CRISTAIN

Pasaron ocho años, y me comprometí en matrimonio con Cristina. A

Hannah no la había vuelto a ver, sin embargo, eso no cambiaba missentimientosymisplaneshaciaella.

Todosesosañospreguntabaporella,a travésdeLucas,y loqueNaty ledecíaeraqueestababien, si lepreguntabaporquénohablabaconmigo,medecía que no estaba en condiciones de hablar con nadie y mucho menosconmigo.¿Qué tal eso? ¡La reinade la traiciónnoestabaencondicionesdeverme!

Lobuenodemividaesquemeconvertíenuncantantefamoso,codiciadoy adinerado, amasé una fortuna conmis composiciones.Mi abuelo tambiéncontribuyóenmicarrera,antesdequemamámurieraporcirrosishepática,mepidió que buscara ami abuelo.Así lo hice, con la dirección queme dio loencontré,vivíaenunazonaopulentadelaciudad.Eraalguienquenoconocía,sinembargo,élsimeconocía,segúndijo.Mamáleenviabafotosdetodosmiscumpleaños. Mi abuelo al enterarse de que era músico, acondicionó unahabitacióndesucasaparaquegrabaraycompusieramimúsica.

Memudéaunapartamentomásamplioyenunadelasmejoreszonasdelaciudad, el cual compartía conCristina.Apesar de lograr todasmismetas ysueñosplaneadoshastaesemomento,mesentíainfelizyconungranvacíoenmi corazón. Todo lo que tenía en mente y como visión era vengarme deHannahKlintonCórcega.Cadaañoquepasaba,mirencorcrecíamásymás.YanohablabamuchoconLucasymirelaciónconCristinaestabaestancada,pero, ella decía que estaba contenta de estar conmigo, en ocasiones mepreguntaba que veía en mí, si yo no me entregaba a plenitud a ella; unaocasiónqueestábamosbesándonos,Cristina llevósumanoamientrepierna,loquemehizogemiryrelajarmedelatensióndeesedía,cuandohicimoselamor,nolodisfrutécomolohiceconlainnombrable.

Mi vida en ese entonces era de concierto en concierto, y entre ellosmepresenté en una reunión demédicos especialistas.Entre los invitados, no seimaginanquienestaba.

12

HANNAH

Despuésdecincoañosentratamiento,volvíavivirdenuevo,entodoesetiempoibaalauniversidadypresentabalostrabajoslomejorposible.Despuésde un año en coma por el derrame cerebral, mi vida no volvió a hacer lamisma,nopodía enojarme, hacermuchos esfuerzoso trasnocharme, o si nopodíasufrirotroderramecerebral,elcualpodíasermortal,yaque,micerebro

ya tenía un antecedente, el doctor dijo que se había producido por unainflamación arterial, ocasionada por estrés, y a causa de eso estaba máspropensaagenerarmuchoscoágulosdesangre.Midoctormerecomendóunlibrollamado“Loscuatroacuerdos”,paraqueaprendieraaverlavidamuchomásinteresante,apasionanteysobretodocanalizandomisemocionesparaquenomeintoxicaran.Fueun libroqueenseñóaque todo loquesehaganosedebehacerenexcesosinoconentrega,amorylimitándoseahacerlomáximoquepueda.

Sinembargo,noeralomismosinCris,loextrañabayqueríaverlo.Locualnoibaaserposiblehastadespuésdeltratamientopordescripciónmédica,yaque,nuestroencuentroseguroibaaserexplosivo.

Retiréesospensamientosdemicabezacuandolleguéamilugardetrabajo,laclínicaHipócrates,unaclínicaqueconstruíencompañíadeahoramisociaNaty y en apoyominoritario de varios colegas, estaba conformada por seisplantas,dondelosconsultoriosestabaneneltercerpiso.

Del tercerpiso subí al cuarto,donde teníaqueatenderaun señorque lecogímuchocariño,eramuyamablesisellegabaaconocer.

—HolaseñorRaúl,¿cómoestá?—preguntéanimadamenteentrandoensuhabitación.

—Estaríamejorsiestuvieraenmicasa—gruñó.

—Entonces,estanoticiaserábuenaparausted,hoysaledelhospital.Yaestoytramitandoelalta.

— Se me estaba terminando de dañar la espalda de estar tanto tiempoacostado—aveceseraunpococascarrabias.

—Sinembargo,letengounamalanoticia,nolovoyapoderdespedir.

—¿Porqué?—suatenciónsevolviócomoladeunniño.

—Voyaestarenunaconferenciaparadiscutirsobre losaltospreciosdelosmedicamentos.Pero,Natylovaaestaracompañando.

—Veademostrarlesquienmanda—dijo con su característicaporradeánimo.

Meechéareír.MedespedídeRaúldándoleunbesoenlafrente.

Salídelahabitaciónydejémitablilladeseguimientoenrecepciónparalapróximadoctoraenturno,queeraNaty.

Mesubí al ascensory cuando se estabacerrando laspuertas,meparecióveraCris,nomediotiempodecomprobarsieraélono,yaquelaspuertassehabíancerradodeltodo.

Llegué a mi consultorio, me quité la bata y tomé mis cosas. Bajé alparqueaderoymesubíenmiautoconlaideadevolveraveraCris.

EntodoelrecorridoalaconferenciarecordabamismejoresmomentosconCris, los cuales fueron en el parque. Mis sentimientos hacia él no habíancambiado. Sabía que estaba haciendo mal al dejar pasar tanto tiempo paraaclararlasituación,pero,primeroestabamisaludynoqueríarecaer.Presentíaqueelmomentoestabaporllegar.

Llegué a la conferencia dispuesta a sacar un resultado a favor de lospacientes.

El recinto estaba lleno de variosmédicos conocidos, por lo que tenía laesperanza de que apoyaran mi punto de vista, y dueños de laboratoriosfarmacéuticos.

Ladinámicaeradebatir conunmédicodelpuntodevistaopuesto,y losmédicos asistentes escuchaban los argumentos que más les convenían paravotarenacuerdooendesacuerdo.

Antesdeentraralsalón,organicémis ideasy losargumentosquepodíanconvenceralosmédicosconidealesortodoxos.

—Buenastardes,minombreesHannahKlintonCórcega,médicageneralespecializadaennefrología.

—Buenastardes,minombreesIsraelPomaresTabares,neurocirujano—lo dijo con tanto orgullo, como si las demás especialidades fueran menosimportantes.

— Señores, hoy estamos reunidos para discutir sobre los precios de losmedicamentos.Nome parece justo que, porque ustedes sean los dueños demuchoslaboratoriosfarmacéuticos,dejenquemuchospacientessemueranporlosaltospreciosdelosmedicamentos.

— Nosotros no estamos dejando morir a los pacientes — se defendióIsrael.

— Los medicamentos que venden son demasiados caros y no tienenningúncontrol.

—Nosédequésequeja,suclínicaestáganando,ustedestáganando—dijosinningúnpudorantelosdemásmédicos.

Suspiré,todoloqueteníapensadodecirnoibaafuncionarparateneralamayoríademilado.Porlocual,cambiédetáctica.

— Sé que muchos estarán pensando, ella tiene su propia clínica, esprivada,no tienequeatenderapacientesdeescasosrecursos,entonces,¿porquépromuevequelosmedicamentosbajendeprecio?—melevantéyhablé

con determinación — Señores, somos médicos e hicimos un juramentohipocrático,estamosparasalvarvidasy tener lasatisfaccióndeello,cuandolospreciosde losmedicamentossonasequiblespara laspersonasdeescasosrecursos con enfermedades que requieran un medicamento especializado,estamos salvando una vida, ¿qué estamos haciendo cuando la atendemos yrecetándole una medicina, que luego no va a poder comprar? No estamoshaciendo nada. Tenemos que estar unidos para luchar en contra de lasfarmacéuticas y del gobierno capitalista para hacerlos accesibles, debemosestardel ladode lospacientes.E independientementequeyoganéodejédeganar dinero, yo no estudié medicina para lucrarme con los precios de losmedicamentos u otros “beneficios” que se consideren, y espero que ustedestambién tengan claro para que escogieron la medicina y del orgullo quepuedenestarsintiendosusfamiliasalejercertanbonitacarrera.

Elrecintoquedóensilencioporunrato, luegoseescucharonmurmullos,mesentéyesperéelveredictodelosasistentes.Israelnoestabamuycontentocon mi discurso, a él no le convenía que los precios de los medicamentosbajaran, él tenía también su propia clínica y no me hubiera extrañado queestuviera aliados con farmacéuticas para hacer carteles y de allí sacaba sutajada.

Losresultadosnofueronlosqueesperaba,perdióel“deacuerdo”conuncuarentaynueveporciento.

—Estoymuyagradecidaconlosquevotaronenacuerdopormicampaña,esperoqueponganenprácticaensusclínicasyseanunejemplodebondad,solidaridadyhumildadparaestasociedadtancorrupta—estoúltimolodijedirigiendomimiradahaciaIsrael.

Alhaberdichoeso,abandonéellugarymefuiconlasatisfaccióndehabermovidoelcorazóndealgunos,esofueunlogro.Degranoengranolagallinallenaelbuche,dichosabio.

Cuandovi lahoraalsalirdelcentrodeconvencionesdondese realizó laconferencia,medicuentaqueteníatiempoparavisitaraRaúlyverificarquetalhabíallegadoasucasa,ademásdequeerasumedicadecabecera.

Lleguéasucasayaltocarmeabrióunaseñorademedianaedad.

— Buenas tardes, mucho gusto Hannah Klinton medica de cabecera deRaúl—mepresenté

—Buenas tardes, pase.Él hablamucho de usted—medejó pasar y sepresentócomoClara,elamadellavesycocinera.

LacasadelseñorRaúlRicardoerade trespisos, todapintadadeblanco.Laprimeraplantaeraamplia,conuncandelabrodevidriocolgandodeltecho,

lacocinaestabaadosmetrosdelasalayconjardínamplio,dondesehacíanfiestas y parrilladas, en el segundo piso estaban los cuartos, diez para serespecíficos,cadaunoconbañoprivado,yelestudiodelseñordelacasa;yeneltercerpisouncuartodemúsica,uncuartodecineyelcuartodelimpieza.

Élsolocontabaconunnieto,yaque,suúnicahijahabíafallecidohacetresaños, estaba enfermo de los riñones, aún no estaba con diálisis por eltratamientoconpastillas,segúnmedijo.

—¿Sabesiyasetomólaspastillas?—preguntésubiendoasuhabitación.

—Aúnno,esmuyterco.

Sonreí,apoyándola.

—Yavasiendohoraqueselastome.¿Laspuedellevarasucuarto?

Clara asintió y se fue a buscar las medicinas, yo terminé de subir lasescalerashastalahabitacióndeRaúl.

Toquéantesdeabrirlapuerta.

—HolaRaúl,¿cómohasestado?—preguntéacercándomeasucama.

—Siquieresescucharqueestoycómodo,no,noloestoy.Estarpostradoenunacamatodoeldía,medañalaespalda—suenojómehizosonreír.

—Ustedpuedesalirydisfrutardeldíasinningúnproblema.

—¿Deverdad?—preguntóilusionado.

—Esoeraenlaclínica,ahoraestáensucasa.

Raúlselevantócomounresorteyempezóacaminarporelcuarto.

—Meenteréquenosehatomadolaspastillas.

— Eh, una hora más una hora menos eso no importa — se justificóvagamente.

—Claroqueimporta,esladiferenciaentreunpacientecondiálisisyunosinella—loregañé.

Clarallegóconlosmedicamentosyselostomóaregañadientes.

—Hannah, sígueme contando sobre esa historia de amor que tuviste—preguntóserio,peroyosabíaqueaél ledabaemociónescucharhistoriasdeamor.Clarayasehabíaido,asíqueretomélahistoriadondelahabíadejado.

Raúlestabadepie,apoyadoenlapared,yyoestabasentadaensucama.

Después de contar parte de la historia, bajé yme encontré conClara, leentregué una hoja con los horarios de cada pastilla, recalcándole que fuerainsistenteenqueselastomaraalashorascorrespondientes.Medijoqueibaa

estarpendiente,porloquefuimetranquilaparamicasa.

Eldíafueagotadorysoloqueríallegaramicasa,darmeunaducha,comeralgoydormirhastaeldíasiguiente.

Cuando llegué a mi casa, un apartamento en un conjunto residencialubicadoen lazonaopulentade laciudad—teníadoscuartos,unosubiendolasescalerasyelotroenlaprimeraplanta,cadaunoconsupropiobaño;unagran sala convistade la ciudad,queconteníaun televisorplasma,un sillónblancoyunamesadecentro,aunoscuantosmetrosestabaelcomedor;y lacocinaestabaenlahabitacióncontinua—recibíunallamadadeNaty.

—Amiga,¿cómoestás?—mepreguntócuándodescolgué.

—Unpococansada,quierodarmeunbañoeirmeadormir.

—¿Vasaveniralareunióndelaclínica?

¡Mierda!, se me había olvidado por completo la dichosa reunión paraconocer a los nuevos médicos residentes. No sabía porque a los altosdirectivoslesencantabahacerlasfiestasenhotelesyambientarlaconmúsicaenvivo.

—Sí,claro.—Dijeconvozapagada—.Tengoqueir.

—Yotambiénodioesasreuniones,perosomoslassociasmayoritarias.

—Losé.Nosvemosallá.

Estabatancansadadeltrabajoydelaconferencia,quesoloqueríairmeadormir,peroladichosafiestadebienvenidameloimpidió.

Fuiamicuarto—elcualestabaen laprimeraplanta,escogíeseporquesabíaque las jornadasde trabajoen la clínica ibanahacerdurasyno ibaatenerganasdesubirescalerascuando llegaraacasa—,cuandovimicama,metiréenella,coloquélaalarmaparadormirmediahorayquedérendida.

Medespertécuandosonólaalarma,mevestíconunvestidorojolargoconmangas cortas, hecho de seda, era escote corazón y forrado con encaje deflores y transparencias, coloqué tacones negros cerrados, y deacompañamientoareteslargosdoradosyunapulseradeoroquemeregalómimamá con una historia (el día demi cumpleaños), después de la salida delhospital;me apliquémaquillaje de noche suave.Me tomé las pastillas pararegularlasangre,cogímicarteraysalírumboalafiesta.

Cuandolleguésaludéatodoslosinvitadosquesemeacercaban,mesentéenlasprimerasmesasjuntoconNatyyotrosmédicosdelaclínica.Comotodoevento,teníaqueestarambientadoporcantantes,peroenesemomentonomeimaginabaqueibaaseresecantante.

Crissalióahacerlaaperturadelevento,porcasidejocaerlacopadevinoalsuelo,Natymecolocóunamanoenelbrazo,comosinónimodeapoyoydequeestuvieratranquila.

Crissaludóa los invitadosyempezóacantar,cuandoempezóacaminarporelescenarionuestrasmiradasseencontraronypenséquemeibaamatarconlamiradaquemeenvió.Bajélavistaymetomélacopadevinohastaelfondo.Élapartólamiradayhastaalfinalizarelactonomevolvióamirar.

Enelmomentoquefinalizóelespectáculorecibíunmensaje informandodeunareuniónparaconoceralosnuevosresidentes.Melevantéaúnsincreerlo quehabía presenciadohaceunosminutos, cuando iba amitadde caminosentíunamanoenmihombro.

—¿Porquétevas?—Crismepreguntóantesdequemedieralavuelta.

Tomé aire antes de hacerle frente, sonreí y lo saludé.Mi corazón iba agalope,nopodíacreerqueCristainestabafrenteamí.

—HolaCris,¿cómoestás?

Crismemiródepieacabezaysonriódeformapicara.

—Veoquenotanbiencomotú—sutonodevozemanabatintederencor.

—Eh,mealegromuchovolverteaver.Hablamosluego,mellamaronparaunareunión.

—Mmm,comolapláticaquequedópendientesobremipapá—dijoCrisantes de queme diera la vuelta. Sabía que después de tantos años no habíaolvidado lo que había pasado entre nosotros, así como tampocoyo lo habíapodidoborrardemimente.

—Cris,esotieneunaexplicación.

Cristainmeenvióunasonrisalobunaycargadadesarcasmo.

—¿Porquéteríes?

—Porquenotecreo.

—Cris,tuvequevivirmuchascosas—tratédeexplicarle.

—Sitúlodices—todoloquedecíaestabacargadoderencorysarcasmo.

—Siestásdispuestoaescucharme,terelatoloquerealmentepasó—dijeconlaesperanzadequedijeraquesí.

—Digasloquedigasnadavahacerquecambiemipensamientohaciati—sumiradaestaballenadeodio.

—Comoquieras.Eldíaquemeibaareunircontigo,me…—empecéa

decir.

—Hannah,¿recibisteelmensaje?—meinterrumpióunauxiliar.

—Si…—miréalauxiliar,estabadeprisa.

—Vamos,teestánesperando.

RespiréhondoymirénuevamenteaCris.

—Yavoy.

—Teestánesperando.Laexplicaciónpuedeesperarunpardeañosmás—sumiradallenadeodioysutonoagrioysarcástico,informabaqueestabadolidoyconganasdeescucharunaexplicación—ves.

Apretélacarteraymeencaminéalareunión.Sentíaquemimundoibaacambiar con el regreso de Cris a mi vida. Quería verlo, pero no en estascondiciones,élaladefensivayyosinhaberestadopreparadapararevivirtodoloquemehabíatocadopasarañosatrás.

Cuandolleguéaunsalónaisladodelosdemásinvitados,mereuníconelconsejoylosresidentesnuevos.Selediolabienvenidapersonal,lasreglasycomo iba a ser el trabajo en uno de las clínicas con mayor asistencia depersonas.

Alacabarselareuniónsalíadarlabienvenidapublicaylosresultadosdelaconferencia.Subíalescenario,antesdehablarmiréatodaslasdireccionesparaversiveíaaCris,lovienlapartedeatrásdelárea.

—Buenas noches, para los que nome conocen, mi nombre es HannahKlinton, medica jefe de la clínica Hipócrates , les doy la bienvenida a losdoctores residentesy esperoque aprovechenestaoportunidady aprendan lomáximo posible. A demás de dar la bienvenida y agradecer que nos esténacompañando,quierocompartirleloquepasóenlaconferencia,noseobtuvola mayoría de las votaciones, sin embargo, los que sí están a favor de lacampaña, la colocaran en práctica. Voy a seguir luchando hasta las últimasconsecuenciasparaque losmedicamentosbajendeprecioy sean asequiblespara todas las personas. A las empresas no les importa salvar vidas, soloquieren tener sus bolsillos llenos.Mi equipoy yo vamos a seguir en pie deluchaynecesitamoselmayorapoyoposible.Muchasgracias.

AlbajarmemeencontréconCris,nosabíaenquémomentocaminóhastaelescenariosinqueyoloviera.

—Buendiscurso.Tefelicito—susemblanteeraneutro,perosutonoeraarrogante.

—Quenotedijeraenelmomentoprecisoloquepasóentrenosotros,notedaelderechodetratarmecomosifueralapeorpersonaquehasconocido—le

reclaméalhablarmeconironía.

<<Ohm,canalizatusemociones>>medijeamimisma.

—Primero, no te estoy tratandomal y segundo, sí, eres la peor personaqueheconocido—dijoconfrialdad.

Alescucharloquemedijo,sentícomosimehubieraenterradounpuñalenelpecho.

Tanmalofueloquesupuestamentelehicequeyanosentíanadapormí,¿elgranamorquedecíasentirpormíseleacabó?

<<Notetomesnadapersonal>>losacuerdosenesemomentonoestabanfuncionandodeltodo,escucharalapersonaquehabíaamadocomonuncalohabíahechoque,eralapeorpersonaquehabíaconocido,fueduro.

—Dimetodoloquepiensasdemíydesahógate,peroyonovoyaseguirescuchandotuveneno—dijeexaltándome.

—Loúnicoquetengoparadecirteesquehaberestadocontigofueelerrormás grande que he cometido enmi vida— su voz era filosa, y sumiradaemanabaodio.

Sentícomositodalasangresemehubierasubidoalacabeza,meloquedémirando,noteníanadaquedecirencontra,élestabaaladefensivaynoibaacreertodoloqueteníapordecirle.Ledilaespalda,queríallorarygritarlealavida porqueme había pasado lo queme había pasado.Cuando lo vi en eseescenarioqueríalanzarmeasusbrazosyexplicarletodoloquehabíapasado;estababuscandoaNaty,paradecirlequeme iba, teníaelalmadestrozada,apesardelpasodeltiempoloseguíaamandoynohabíatenidomásrelacionesamorosasconalguien.

—Naty,me voy— dije tratando de contener las lágrimas, perome eraimposible,ellassalíansolas.

—¿Quépasa?—preguntóNatypreocupada.

—¿Vamosalacasa?Teloexplicoenelcamino—contestésecándomelaslágrimas.

—Bueno.DéjamedespedirmedeLucasynosvamos.

—Notedemores,porfavor.

NatyasintióconlacabezaysefueendirecciónaLucas.

CuandoNatyregresóleentreguélasllavesdemicarroysalimosdelhotelsindespedirnosdecasinadie.

— Ahora, dime que pasó — me preguntó Naty cuando estábamos de

caminoamicasa.

—Crismeodia—dijemoqueando.

—Primerocálmate,respirahondoymeexplicasquepasa—Natyestabapreocupadapormi estadode salud, unade las recomendacionesdelmédicofuequenomepodíaalterar.

Lehicecaso,respiréhondoytratédecalmarmeantesdecontinuar.

—Élsiguepensandoqueyofuilaqueestabahablandoconsupapá—dijedecepcionada.

—Perositúsabesqueloesperasteyélnollegó,díselo.

—Élestáaladefensivaynomevaacreer.

—Conintentarnosepierdenada—meanimó.

Llegamos a casa y Naty se llevó mi auto con la condición de que mevinieraarecogeraldíasiguiente.

Alllegaracasamequitélostacones,laropayelmaquillajeymedormí,no sin antes llorar amoco tendido recordando lo que había vivido conCrisañosatrás.

A lamañanasiguienteamanecíconojerasyun levedolordecabezaporllorartodalanoche,metomélapastilladiariaparaevitarcoágulosdesangre.

Mealistépara ira lacasadeRaúlyverificarcomoestaba.Mevestíconvaquerosajustados,unacamisaazulfrescayplataformasnegras.

NatymerecogióymellevóalacasadeRaúl.

—¿Cómoamaneciste?—preguntóNatycuandoestábamosencamino.

—Unpocoagotada,perobien.

—Hannah,túnotieneslaculpadeloquepasó—tratódeconsolarme

—NoséquépensarNaty.

—Sisabesquepensar.¿SabíasqueCristaineselnietodeRaúl?

—Losospechabaporsuapellidoylasactasdevisitas.

— ¿Qué piensas hacer ahora que te lo puedes encontrar cuando vayas aatenderasuabuelo?

— Él debe entenderlo. Yo no voy me voy a alejar de Raúl solo por elorgullodeCristain.

NatymedejóenlacasadeRaúlysefueparalaclínica.

—Buenosdías—dijecuandoClaraabriólapuerta.

—BuenosdíasseñoritaHannah,¿cómoestá?

—Bien,perosolodígameHannah.

—Estábien.ElseñorRaúlestáensuhabitación.

—Mepuedesubirunvasodeagua,porfavor.

—Si,yaselollevo.

—Muchasgracias.

Subíytoquéantesdeentrar.Raúlestabacaminandoporsuhabitación.

— Veo que está muy bien— entré a la habitación y Raúl no dejó decaminar.

—Hannah,mealegraverte.

—Amítambién.

—Claravaasubirunvasoconaguaparaquesetomelaspatillas.¿Cómosesiente?

—Mejorqueantes.Yanomesientocansado.Caminarmeayudaaquenosemeentumezcanlaspiernas.

—Esoesbuenoparaque lasangrecircule.PuededecirleaClaraque loacompañeadarunpaseo.

—Seríamuybuenaidea.

Cuando lapuerta se abrió, penséque eraClara, pero, ¡Oh sorpresa!Crisaparecióenlahabitaciónconelvasoconagua.

—¿Túquéhacesaquí?—ladróCrisalverme.

—Soylamédicadecabeceradetuabuelo—contestésininmutarmeantesuactitud.

—¿Necesariamentetienesquesertú?—sutonodevozeraduro.

—Soylaúnicaqueconocesuproceso—mitonoerasereno.

Criscolocólosojosenblanco.

—Graciasporelagua—lequitéelvasoconaguadelasmanos.Élgruñóyserecostóenlaparedcercadelapuerta,muylejosdemí.

LedilaspastillasaRaúlyvolvíadecirqueRaúlpodíasaliradarpaseos,peroibaadirigidoaCris.

Cuandofuiaabrirlapuerta,despuésquemedespedídemipaciente,Crissealejóhacialacama.Meestabaevitandoatodacosta.

CuandobajélasescalerasescuchéquelapuertadelahabitacióndeRaúlseabrióycerró.MedetuvealveraCrisacercarse.

—Noquieroquetengasnadaqueverconmifamilia—meexigió.

—Crislosientositemolestamipresencia.Pero,nomevoyaalejarporproblemaspersonales.Esmitrabajoynovoyaarriesgarlavidadetuabuelo—hablécondeterminaciónydándoleaentenderquesuactitudnoibaahacerquedieramibrazoatorcer.

Serioconsorna.

—¿Ahorasitepreocupamifamilia?Entiéndelo,no-quiero-tener-ninguna-relación-contigo — me habló como si fuera una niña. Eso era lo que mefaltabaparaexplotar.

—Eldíaqueteenteresdetodoloquepasó, tevasaarrepentir—siseé,conteniendolasganasdegritarle.

Crisseacercóconpasofirmeymeapretódeloshombros.

—Laquesevaaarrepentirdetodaslaslágrimasquederramé,vasahacertu—sutonoeraamenazante.

—Suéltame,meestáslastimando—meapartébruscamentecuandoélmesoltócomosiquemara.

Cuandoestaba apuntode salir, el dolorde cabeza levede lamañana sehabía intensificado en los últimosminutos.Me llevé lamano a la cabeza yrespiréhondo.Noibadesmayarmedelantedeél.

—Hannah,¿estásbien?—seescuchabapreocupado.

Creoqueesohizoqueeldolordecabezaaumentara.

—Esonoteimporta—salídelacasadeRaúl,entornélosojos,yaque,laluzdelsolmemolestabaymerecostéenunárbolverificandoqueCrisnomeviera.

Siasíibanahacerlascosas,laverdadnoibaasaliralaluztanrápido.Suodiohaciaamí,hacíaqueyomebloquearaynofueracapazdecontarleloquerealmentepasó.Queseenvenenaraconsuvenganza,fueloquepenséalversumiradaturbiacuandometomódeloshombroshaciéndomedaño.

Mefuialaclínicaenuntaxi,enelrecorridorespirabahondotratandodetranquilizarme.

Cuando llegué a la clínica el dolor de cabeza no cesaba. Tenía pensadohacerunarondarápidaantesdesentarmeenmiescritorioaredactarelinformesemanal, pero, tuve que ir directo a mi consultorio apenas llegué. Medesabrochéalgunosdelosbotonesdelacamisaymeempecéaabanicarconla

mano.

CuandoNatyllegóamiconsultoriolevantélacabeza,fueunerror,toméelcubodebasurayvomité.

Natycorrióhaciaamíymeagarródelcabello.Cuandovaciéelestómago,saquéunpañohúmedodemibolsoymelimpié.

—¿QuépasóHannah?—el tonodemi amiga eraneutro, sin embargo,ellayasabíaporquehabíasidomiepisodio.

Lasúnicasvecesquevomitabaeraporque,losnivelesdelcortisolsemebajaban.

—TuveunadiscusiónconCris.

Natysesentóalotroladodelescritorio,frenteamí.

—¿Cuándoselopiensasdecir?

—Nosé—enrealidadnosabíanadadeloquepodíapasarenmividadeahoraenadelante.

—Lucasmehaestadopreguntandoquéhapasadocontigoestosaños—sesentíaentrelaespadaylapared.

—¿Quéledijiste?

—Quenopodíadecirle.

—Amiga,noquieroquetengasproblemasconLucas.Pero,teagradeceríaquenolecuentesnada,quieroqueCrisseenterepormí—lepedí.

—Notepreocupes.ÉlentiendequeeseproblemaesentreCrisytú.

—Gracias—latomédelamanoysonreíenagradecimiento.

—¿Tesientesmejor?—sumiradacomprensivamereconfortaba.

—Sí.

—¿Vamosatrabajar?—preguntóanimosa.

Vacié el contenido de la caneca de basura al inodoro y luego realicé laronda.

13

CRISTAIN

CuandoviaHannahentrelosinvitadosdelconciertosemevinierontodos

losrecuerdosalamente,teníatantailusióndehablarconella,depedirleunaexplicación, pero verla tan hermosa y radianteme recordó lo que realmenteera.No sabía si lo que hizo conmigo se lo había hecho a alguienmás. Lasganas de vengarme eran más grandes que mi amor por ella. No me iba adetenerhastaverlapidiéndomeperdónyverladerramarcadalagrimaqueyoderramé.

Esa mañana cuando la vi en casa de mi abuelo, quería alejarla de mifamilia,estabatancegadodeodioqueibaahacertodoloposibleparacambiardemédico.EstabadecididoenhablarconNaty.Hastadondeteníaentendidoella también conocía el proceso demi abuelo. Así que, me subí a mi autocuatro por cuatro, color platino. Y fui a la clínica. La encontré en suconsultoriodigitandounaseriadedocumentos,toquéantesdeentrar,ellaalzólavistayseasombródemivisita.

—Cristain,pasa.

Mesentéyesperéatenersutotalatención.Observésulugardetrabajo,erablancoconunafranjacaféenlamitadamododedecoración,ensuescritoriohabía una foto de ella con Lucas del parque de diversiones, ami izquierdahabíaunbañoyamiderechaunaventanaconvistaalcentro.

—¿Cómoestás?¿Quétetraeporacá?—seinteresó.

—Naty, ¿qué posibilidad hay que tú seas lamédica de cabecera demiabuelo?

Serecostóenlasillaanalizandoelporquédemidecisión.

—Nopodríaserlamédicadetuabuelo,yaquenosoynefróloga.Hannahes la única que ha podido saberlo tratar y hacer que siga todas lasrecomendacionesmédicas.

— ¿No te crees en la capacidad de hacerlo? — insinué, utilizando latécnicadelamanipulación.

—Sisoycapazdehacerlo.Pero,siquieresquetuabuelovivapormuchosaños más, te recomiendo a Hannah— su tono no reflejaba cabreo por mipregunta.

Asentíymelevantédemalagana.

—Cristain—mellamóNatycuandoestabaporsalirdesuconsultorio.

Medetuveylamiré.

— Te voy a dar un consejo como médica, no dejes que tus problemaspersonalesafectenlasaluddetuabuelo—memirabacomolaprofesionalqueera.

Salí de su consultorio con la irónica esperanza de encontrarme conHannah, quería por lo menos saber que estaba bien, cuando estábamosdiscutiendosecolocópálidaycreíqueseibaadesmayar.

No la encontré, tal vez estaba en su consultorio. Salí del hospital, sinembargo,medevolvíalconsultoriodeNaty.TeníaunplanenmenteparadarleunalecciónaHannah,eliniciodemivenganza.

Cuandoestabapor entrar al consultoriomeencontré conHannah,quealverme se quedó mirándome esperando a que dijera algo. Pero, la ignoré yentréahablarconNaty.

—Nocreasquevengoporotroconsejodepsicologíabarata—dijeconjocosidad.

—Noespsicologíabarata,esexperienciamédica.

NosabíacómoNatyteníalahabilidaddesaberquedecirencadasituaciónydejartepensandosiestásactuandobien.

Eso nome iba a cambiar de opinión, sabía que no actuaba de la mejormaneraymeestabarebajadoalniveldeHannah.

Nomesenté,organicélasideasparaquelamentirafueramáscreíble.

—Naty,LucasmehadichoquetúnolequieresdecirquehapasadoconHannah,sinembargo,élmedicequehahabladoconellaylehadichoqueseasombraquetúnoseloquierascontar.¿Notepareceesoextraño?—generélaintriga.

— Ella no pudo haber dicho eso— se acomodó en su silla ymemirófijamente.

—Hablaconella,perolomásseguroesquelovayaanegar.

La cuartada estaba funcionando, hizo dudar a Naty, ella confiabaciegamenteenLucas.Sabíaquelaibaaenfrentarypresionarla.Paraalfinal,NatycontarlecomorealmentepasaronloshechoshaceochoañosaLucas.

Salídelaclínicaymefuiaensayaralestudio.Pasétodaesanocheypartede la madrugada componiendo mi nueva canción. Esa vez compuse unacanciónsobremivida,yalrecordarsemevinoalamentetodoelesfuerzoysacrificioquehiceparaestardondeestaba;loquesiempreteníaenmenteerami sueño, mi meta a alcanzar, que era ser un cantante reconocido en unaindustriamuycomplicada,dondenoaceptabanatodosloscantantes,pormuybuenoquefueras.Ysaberquelleguédondehabíaquerido,eraunlogroyunademostración a mis padres de que la carrera o el camino que escogiera nodeterminaba mi futuro, lo determinaba la forma en que yo construía esecamino.

Cuando terminé la canción me fui a mi apartamento y caí rendido delcansancio.

Alamañanasiguiente,fuiavisitaraLucas,miamigoinseparable,elquehabíaestadoconmigoenlasbuenas,lasmalasylaspeores,despuésdetantotiemposinhablarconél.

Él se fue por el camino de la producción y tenía su propio estudio degrabación,muchasdemiscancionesexitosasfuerongrabadasensuestudio.Élvivía en una casa de una planta en el centro de la ciudad, era bonita, defachadabeigeeinteriorblanco,eragrandeytodoloquenecesitabacabíaenesesolopiso,teníadoscuartoscontinuoscadaunoconunbaño,lasalaestabaamobladaconsillonesdecolorblancohuesoyladividíadelacocinaunmuronotanaltoquedejabaverloquepasabaentrelasdoshabitaciones.

— Cris, amigo, pasa. ¿Cómo estás? ¿Ya desayunaste? ¿Quieres algo detomar?—suactituderaimpacienteynerviosa.

—Lucas,cálmate.¿Porquéactúasasí?

Lucassehalódelcabelloysesentóenunodelossillones.

—Natymedijoquenecesitabahablarconmigo,ytúsabesquecuandounamujer dice eso es porque quiere terminar—habló con tanta rapidez que alfinalizartuvoquecogeraireparanoahogarse.

—Creosaberporquequierehablarcontigo—esperabaquefuera loqueestabapensando.

— ¿Tú sabes? — se levantó de la silla como un resorte y me miroextrañado.

Eltimbresonó,Lucasyyonosquedamosmirando,élestabaquesecomíalasuñas.AmabatantoaNatyqueteníamiedoaperderla.Pero,esonoibaaserposible,yaque,losdosestabanperdidamenteenamoradoselunodelotro.

Lucassedirigióa lapuertaestirándoseconnerviosismo laplayeranegraquellevabapuesta.AbriólapuertayNatyleplantóunbesoenloslabios,loquehizoquemiamigose relajayolvidara todas lasposibles situacionesdecomopedirleaNatyquenolodejara.

—HolaCris,¿cómoestás?—mepreguntóNatycuandopasóalasala.

—Muybien.

—Mealegra.Cris,¿nospuedesdejarunmomentoasolas?

—Claro.

Me fui a la cocina, saquémi celular y hacia que estaba distraído en él.AfinémisoídosparapoderescucharsihablabandeHannah.

Naty se sentó de espaldas hacia a mí y Lucas de frente. Empezaron ahablarynoentendíamuybien loquedecían,por loquemeacerqué todoloquepude.

—Lucas,¿esverdadqueHannahtedijoqueyopodíadecirteloquepasóentreCristainyellasinningúnproblema?

—Ellaami…—Lucasmemiróylehicegestosparaquedijeraquesí—.Ellaamímemanifestóquenosabíaporquetúnomequeríasdecirnada.

—Lucas,¿estássegurodequeella tedijoeso?—Natyaúnnocreíamimentira.

—Sí,ellamelodijoundíaquemelaencontréencasadelabuelodeCrisyellasehaestadoreuniendoconmigoparasabercómoestáCris.

Natyselevantóyempezóadarvueltasportodalasala.

— Pensé que era mi amiga— dijo en tono alto— y yo que la estabadefendiendo—estabadecepcionada.

— Para que te des cuenta de la clase de amiga que tienes— intervinedesdelacocina.

—¿Estabasescuchandonuestraconversación,Cris?—eltonoacusatorioeranotable.

—No—mentídescaradamente.

Natysecolocóenjarraymemiróconlosojosentornados.

—Partedelaconversación—admití.

—Penséqueenelmundodelamúsicasemanejabauntantoderespeto—yavencuandoledecíaquecuandohablabahacíaquenossintiéramosmal.

—BuenoNaty, no te desquites la rabia conCris—salió enmidefensaLucas.

Natybajólosbrazosyserelajó.

—Amor,hablamosluego—NatysedespidiódeLucasconunbesoydemiconungestodemano.

—Cuídate—ledijoLucas,ganándoseunasonrisadesunovia.

CuandoNaty se fue,Lucasmeenvióunamiradade reproche, exigiendounaexplicación.

— Voy a necesitar otro favor tuyo— dije, lo que hizo que Lucas melanzarauncojín.

14

HANNAH

Al acercarse la época de carnavales, el incremento de los heridos eramayorymássiendounsábado.Laclínicacontabaconlamayorcantidaddepersonalmédico.Pero,nodabaabasto.NecesitabaelapoyodeNaty,queaúnnoregresabadehablarconLucas.

Cuandollególatarde,Natyaparecióynoseveíamuycontenta.Entróasuconsultorioyyolaseguí.¿Seráquediscutióconsunovio?Pensé.Meacerquéaella.

—HolaNaty,¿cómotefueconLucas?

—Bien—surespuestafueplana.

—¿Aclararonlascosas?—meinteresé.

—Sí—sutonoenlasdosrespuestasfuesecoydistante.

— ¿Estás bien? — su actitud me extrañaba, ella nunca se habíacomportadoasíconmigo,aunquehubieradiscutidoconLucas.

—Notanbiencomoquisiera.

—¿Pasaalgo?

—Tenemosquehablar—dijoconseriedad.

—¿Dequé?

—Cuandoseacabelajornadahablamos.

Asentí y seguí atendiendo los pacientes, que ya se habían reducidoconsiderablemente.

Mientrasatendíaunpacienteenmiconsultorio,aparecióLucas.Esperóenelpasillohastaqueterminéconelpacienteypasó.

—¿TemandóCristain?—fuialgrano,omitiendolossaludos.

— Hola Hannah, yo estoy muy bien, gracias — dijo omitiendo mipregunta.

Sonreíconincomodidad.

—¿Quéquieres?Nocreoqueseaunconsejomédico.

—Estásenlocierto.

—¿Entonces?

—QuierohablarsobreCristain.

—NoséquétengamosquehablardeCristain—nosabíaadondequeríallegar con esta conversación, han pasadomuchos años y él nunca se habíainteresadodirectamenteenpreguntarmeamí.

—Sobreloquepasóentreustedes.

— Te escucho. Pero, aún no sé qué estás haciendo aquí — insistí sindisimularmidesconcierto.

—Algomediceque túno tuvistenadaquevercon loquepasóesedía.Pero,aún,noentiendoelporquédetudesaparición.

—Lucas,agradezcotuconfianzaytuinterés,pero,esunasuntoquesolonosconcierneaCrisyamí.

—Estoydeacuerdoenello,pero…

Secallóalescucharlapuertaabrirse,desviémimiradahacialapuertaaligualqueLucas.EraNaty.

—Lucas—dijoNatyconasombro.

—Holaamor.

— ¿Qué haces aquí? ¿Por qué nome dijiste que tenías citamédica?—preguntóconceñofruncido,¿QuéestabapasandoporlacabezadeNaty?

—Noestabaenconsulta—respondí.

—¿Entonces?

—EstábamoshablandodeCris.

ElsemblantedeNatycambiaynomegustalamaneraenquememira.

—Amor,¿meesperasunmomentoenmiconsultorio?Por favor—dijoNatyconunasonrisafalsa.

Lucasasintióysaliódemiconsultorio.

—Penséqueerasmiamiga—¿Dequéestáhablando?Fueloprimeroquesemevinoalamentecuandoabriólaboca.

—Naty,soytuamiga—dijeapesardeloofendidaqueestaba.

—No,noloeres.

—Natalia,¿puedesserdirectaydecirmeloquepasa?—dijeexasperada.

—Tantosañosdeamistadtiradosalabordaporunbeneficiopropioquellegaahaceregoísta—sutonoreflejaindignaciónydecepción.

—¡Natalia,bastaderodeosydimequeesloquetehiceparaqueestéstan

molesta!—alcélavozymelevantédelasilla.

—SolamentetengoparadecirtequeLucasmelocontótodo.

—¡¿Quéestodo?!—grité,demostrandoquesusrodeosmecansaron.

— ¡Eso te lo dejo a tu consciencia!— sentenció y se fue sin decirmásexplicación—PerosinecesitoquemecontestescuantasvecestehasreunidoconLucas.

—Naty, ¿qué insinúas?—medesconcertó lapreguntadeNatalia. ¿Quéestarápensado?Penséalversuactitud.

—Solocontéstameoestotampocoerescapazdecontármelo.

—Mira,nosédequémeestáshablando,pero,paracontestartupregunta,estaeslaúnicavezquemehereunidoconLucas.

—Puesnotecreo—dijoconmiradaacusatoria.

—Naty,teestoydiciendolaverdad—meacerquéaella.

Elladiounpasoatrás.

—Crismedijoqueestoibaapasar,aúnnoséquébuscasconesto.¿TedaenvidiavermefelizconLucas?—Cris,¿quétienequeverentodoesto?Fuelaprimerapreguntaquesemevinoa lacabeza,yellacomoseleocurriónisiquierapensarquequeríaverlainfeliz.Estabasinpalabras.

—Natalia,llevamosañosdeamistad¿ytúmesalesconesto?—medolíasaberenquéconceptometeníalaquesesuponíaqueeramimejoramiga.

—Necesitoundescansoparapensarlascosas,estoymuyconfundida.

—Tomatetodoeltiempoquenecesites.

Natyasintióysaliódelconsultorio.

¿QuéfueesoquelecontóLucas?Estabaconfundida.

Noentendíaloquepasaba,Natalianofuecapazdedecirmeloqueestabasucediendo.Mesentéyempecéaretrocederenel tiempoparasaberquefueesotangravequelehiceaNatyparaquetomaraesadeactitudconmigo.Entremáslopensabamásconfundidaquedaba.Decidíolvidarmedelasunto,meibaavolverlocasiseguíapensando.

Alacabarsemiturno,mefuiacasa.Mesentíamareada,eldíaenlaclínicaestuvopesadoymásporlaausenciadeNaty.Hacereltrabajodedospersonasagotaacualquiera.Mecambié,metomélapastillaymefuiadormir.

**

La alarma del reloj despertador sonó anunciando que eran las seis de la

mañana.Melevantéconpesadezyunlevedolordecabeza.Cuandoentréalbañoymequité la ropa,vique teníamoretonesehinchados losbrazosyelcuello, indicando la formación de coágulos de sangre. Traté de calmarme ydecirmeamímismaqueconeltratamientomédicolasangrevolveríaacorrernaturalmente.Asíque,fuiamicuartoymetomélapastilla.Luego,mefuiabañarparairmeatrabajar.

Creíqueeldíaanterioreraelmásconcurrido,peromeequivoqué,cuandollegué, el médico en turno me dijo que el número de pacientes ingresadoshabíanaumentadoporintoxicaciónypeleascallejeras.

Casi toda la mañana estuve revisando los pacientes ingresados en lamadrugaday firmandoautorizacionespara lasaltas.En la tardeme llegarondospacientesquenecesitabanintervenciónquirúrgicaurgentedelosriñones.Laurólogadeplantanoestabaen laclínica,yaque,Natynecesitaba tiempoparapensar.Sinembargo,lallaméynomecontestó.Asíque,metocósolicitarurólogosdeotroshospitales.

Cuandoelurólogoestuvodisponible,lollevéhastaelquirófano.Teníaqueestarpresenteenlacirugía,yaque,alserunespecialistaexternodelaclínica,yoeralaresponsabledelpaciente.

Laprimeracirugíafueunéxito.Sinembargo,lasegundanoeraparanadaalentadora,elpulmóndelpacientecolapsó,estosedebióalacercaníaconelriñón.Lapleuraseabrióduranteelprocedimientoquirúrgico.

Eratantoelestrésqueeldolordecabezafueinevitable.Eratanfuertequemehizocerrar losojosycogerme la frente.Aúnnosabíacómomanejarmiestrés.

— Doctora, ¿se encuentra bien? — me preguntó el médico residente,realizandolaespecialidaddenefrología,queestabaamilado.

—Sí.Notepreocupes—disimulélomásquepudeeldolor.

Alfinalizarlacirugíadetrasplantederiñón,quefuetodounéxitoapesarde las complicaciones, a mí me tocaba la responsabilidad de supervisar elfuncionamientodelriñón.

ElpacientesequedóenobservaciónenlaUnidaddeCuidadosIntensivos(UCI),elmédicoresidentemeacompañóaverificarsuestado.CuandoestabasaliendodeUCImediomareoycasimecaigo,sinoesporelresidentequemeagarró.

—¿Deverdadsesientebien?Desdelacirugíalaveomalypálida—dijopreocupado.

— Debe ser el cansancio. A demás, no he almorzado — dije con laesperanzadequefueraeso.

— ¿Está en condiciones de asistir a la conferencia de especialidadesclínicas?

—Yosícreo.Nadamásescomer—contestédespreocupada.

Sabíaquelacausadelosdoloresdecabezaylosmareosnoeralafaltadecomida. Eran los mismos síntomas de hace ocho años. No quería que mevolvieraapasar,eldoctormelodejómuyclaro,unarecaídayseríafatal,teníamiedo, no quería pasar por lomismoomorirmepor no saber controlarmisemociones.Tomarselascosasconcalmaenestaprofesiónnoerafácil.

Antes de irme a casa, me relajé en mi consultorio, hice ejercicios derespiraciónycanalizacióndelestrés.Estabaalbordedelllanto,sinembargo,mementalicé que llorar solo lo empeoraría. Coloquémúsica parecida a lossonidosde lanaturalezaydejé lamenteenblanco.Elejercicio funcionó,eldolordecabezadisminuyóysentíelcuerpomássuelto.

El calor y el silencio de la casa me acogió, no tenía ganas de ir a esaconferenciaymenossabiendoque ibaaestarambientadaporCristainVélezRicardo. Si la invitación no me la hubieran hecho de manera especial, nohubiera asistido; la invitación provino delmédico que estaba al tanto demicaso.

Enesaocasiónmecoloquéunvestidolargocolorpaloderosa,conescoteenformaV,erasinmangas,delacinturaparabajoeradesedayeltorsoeradeencajeconfigurasdeflores,loacompañécontaconescerradosdecolorbeigeyunbolsodemanodelmismocolor,micabellolollevabasuelto.

Llegué al lugar de encuentro, un hotel ubicado en la zona fiestera de laciudad.Alentrarmeencontréconmimédicodecabecera,AntonioLinares.

—Hannah,mealegraquehayasaceptadomiinvitación—susojoscolorcaféreflejabanagradecimiento.

—Comonoibaaaceptarlainvitación—sonreíynosdirigimosalsalóndeconferencias.

—¿Cómohasestado?¿Teestáscuidando?—seinteresó.

—Quisieradecirlequesigotodassusrecomendaciones.Pero,ustedsabecómoesestetrabajo,losdíasdeestrésnofaltan.

—¿Hastenidoepisodiosdedoloresdecabezafuerte?

—Sí.

—Séque este trabajo ameritamuchoesfuerzo, pero tienesque tratar dedelegarfunciones—merecomendó.

—Lotendréencuenta—sonreí.

MealejédeldoctorAntonio.Sabíaqueestabamuypreocupadopormíyleagradecía todos sus consejos, pero iba a ser muy difícil seguirlos. Losproblemaspersonales conNaty,mehicieronpensar quepodría tener trabajodoblesiseguíafaltandoalaclínica.

Entré al salón de conferencias, era amplio, con mesas a su alrededor,dejandounapistadebaile,elcandelabrocondiamantequecolgabadeltecholedabaeltoqueelegante,medirigíalamesadondeestabaNaty.

—¿Porquénocontestastemisllamadas?—lereclaméapenaslavi.

—Noteníaganasdehablarconnadie—lasentíadistanteyesomedolía.Ella erami única ymejor amiga por tantos años.Ha estadopresente en losmomentosmalosybuenos.

—Natalia,hoytuvimosdosoperacionesquerequeríanlapresenciadeunurólogo—meexaltéantesuactitud.

—Hannah,existenmásespecialistasenurología,nosoylaúnica.Además,tepedíespacio—sutonoeradereproche.

Natalia no esperó una respuesta por mi parte, se fue y me dejó con lamismaimpotenciadelamañana.Nopodíacreerqueellapusieraporencimasusproblemaspersonalesquelasaluddelospacientes.Ellaera laquedecíaqueunpacienteeralomásimportanteparaunmédico.Necesitabasaberquefue eso tan grave que le hice para que ponga en duda su filosofía comomédica.

Medi la vuelta en busca de una copa de vino para relajarme un poco ytratar de acoplarme al ambiente del lugar, estaba en una esquina del salón.Cuando cogí la copa de vino, Cris se acercó a mí. Estaba vestido conesmoquingris,elcualseacomodabaalaperfecciónasucuerpo.Enlosochoaños había cambiado de físico y de actitud. La primera para bien, se leresaltabanlosmúsculos,ylasegundosoloconmigo,metratabacomolapeorpersonaquehabíaconocidoensuvida.

—Ya todosseestándandocuentade laclasedepersonaqueeres—sumiradaerafríaycalculadora.

—Cristain,porfavornoempieces.Estanochequierotenerunpoquitodepaz — dije lo más calmada que pude. No quería que el dolor de cabezaregresara.

—¿Ereslaúnicaquemerecetenerpaz?—Preguntóconincredulidad—.Natyestásufriendoportuculpa,tusiendosu“amiga”—amigalodijoentrecomillas.

— Cris, no voy a discutir ese tema contigo. Ese es un problema enteNataliayyo.

Paséasulado.Antesdedirigirmealamesaquemecorrespondía,Crismellamó,ygiréhacíaaél.

—¿Sabes?Penséqueerasdiferente.PerollegasteaserpeorqueClaudia—lodijosintitubeosysumiradadesprendíadeterminaciónyodio.

Esa fue la gota que rebosó la copa,mi corazón se hizo añicos,me di lavueltaylaslágrimassalíansincesar,tratabadecontenerme.

Larespiraciónlateníaaceleradayteníaganasdevomitar,compararmeconClaudiafueelgolpemásduroquehabíapodidorecibirdeél.Penséqueloquehabíamos vivido significó algo para él, pero con el hecho de no quererescucharmemedioaentenderlocontrario.Apesardeello,respiréhondo,mesentéenunasillaycoloquélacabezaentrelaspiernas,elmareoylasganasdevomitarseestabanyendo.

Cuandomesentímejor,melevantéymedirigíalbaño,meechéaguaenlacara y me mentalicé que, Cristain no me iba a arruinar la noche ni iba apermitirque,mehicieralavidauninfierno.

Salídelbañoymesentéenunasillaadisfrutardelaconferencia,Crisyaestaba cantando sobre el escenario, nuestras miradas se sostuvieron por unsegundo,dondecadaunodemostróloquesentía,yo,doloryrabiayél,odioyresentimiento.

Después de la presentación del cantante invitado, varios especialistashicieron un conversatorio, y donde yo hice la pregunta que me interesaba,¿cómoayudaríanaque losmedicamentos seanaccesiblesdesde suclínicaycampodeacción?

Cuandolleguéamicasa,mequitéelvestido,lostaconesymeacostéenlacama,abracémialmohadayllorésinparar,hastaquesentílosojospesadosymedormí.

15

CRISTAIN

SabíaqueloquelehabíadichoaHannahfueduroyenesemomentonome arrepentía, era la cruda verdad, era el segundo paso de mi venganza,golpearlaenelego,sinquetuvieraenquienconsolarse.Mecostódecírselosindudar.

Después que terminé de cantar,me fui del evento, no quería estar en elmismolugarqueHannah,sabíaquesi laveíanuevamentealosojosibaair

corriendohaciaaella,apedirleperdón.

Me fuiacasa rogandoparaqueCristinanoestuvieraallí,yelSeñormeescuchó.Medirigídirectoalacocinaydestapéunabotelladewhisky,nomeservíenvaso,meempinélabotella,sintiendocomoelalcoholmecalientalagargantaymerelajaalavez.

Sinembargo,fuemalaidea,porqueempecéarecordareldíaquesalimosabailaryHannahseemborrachó,fuenuestroprimerbesoyeliniciodeloquepenséqueibaaserlomejorquefuerapasadoenlavida.Intentéconvertireserecuerdoenunamotivaciónpara seguir conmivenganza,ya teníaplaneadomisiguientepaso.Yestabaporiniciartansoloconunallamada.

16

HANNAH

Alamañanasiguientemelevantéporinercia,porquedebíahacerlo,noerasoloporlodeCristainsinoporNaty.

Lleguéalaclínicayenmiconsultoriomeestabaesperandoeljefedeláreacontable,Ramón.

—BuenosdíasRamón—losaludéconunapretóndemano.

—Buenosdíasdoctora,¿cómoestá?

—Bien,¿ytú?

— Bien. ¿Se acuerda que hoy es la auditoria para revisar como es elmanejodelosrecursosdelaclínica?

—Asíes.¿Aquédijoqueveníaelauditor?

—Estáprogramadaparalasnuevedelamañana.

Asentí.

—Meavisascuandollegue,porfavor.

—Asíserá.

Ramón salió de mi consultorio, y yo me quedé revisando las bases dedatos,nopodíaconcentrarmeenotracosaquenofueraenlaspalabrasdeCris,seinstalaronenmicabezaconlaintencióndeatormentarme,alpareceresaeraelobjetivodeCris.

Sinembargo,mepropusequeteníaqueexplicarleloquerealmentehabíapasadohaceochoaños, comosea ibaahacerlo, loqueríahacerporél,para

quenosiguierahaciéndosedañoconelodioyelrencor.

AlasnueveenpuntomellamóRamón, informándomeque,elauditoryaestabaeneláreadecontabilidad,bajéalsegundopisoysaludéalauditor,eraun viejo conocido, era uno de los dos auditores externos contratados por laclínica,sunombreeraBenjamínOjeda.

Benjamínhizouna seriedepreguntas antesde empezar con la auditoría,para luego revisar los documentos y los datos para verificar si los recursosestabansiendoutilizadosparalopropuesto.

Al final de la auditoria, Benjamín se acercó a mí con una cara que nopresagiabanadabueno.

—¿Pasaalgo?

—Asíes.Estotelodeberíadescribírteloenelinforme,peroviendocómoestálasituaciónprefierodecirteloquepasaahoramismo.

—Benjamín,meestásasustando.

Benjamínapretóloslabiosymemiró.

—Hannah,laclínicaestáaunpasodeiralaquiebra.

Sentícomomimundosevinoabajo,nopodíasercierto loquebenjamínmehabíadicho.

—¿Cómoasí?

—Esnormalquenohayasdetectadolapérdidaderecursosalnollegarteelbalancegeneral...

—Yolosrecibía.

—Losestánmaquillando,elresultadodelaauditoríaesqueladeudaconelbancoesdeseismilmillonesdepesos.

Creo que dejé de respirar por varios segundos, no sentía aire en mispulmones.

—Benjamín,¿mepuedesexplicar loquepasa?Porquenoentiendonada—estabadesesperadayalbordedelllanto.

—Vamosatuconsultorio.

Caminamos, no sabía que estaba pasando, creía que la clínica estabafuncionandomuybienynoqueestabaalpuntodelaquiebra.

Entramos al consultorio, yo me senté en la silla de mi escritorio yBenjamínenlasilladestinadaparalospacientes.

—Hannah,laauditoríaarrojóquelosrecursosseestándesviando,porque

estánfacturandolosmaterialeseinsumosquinientosporcientomásdeloquerealmente valen, y me pude dar cuenta porque me mostraron los balancesgeneralesdelosúltimostresmesesylascifrasnoconcuerda,pedílasfacturas,y estaban reacios amostrármela, pero al finalme las entregaron, dejando aldescubiertotodo.

— Como no me pude dar cuenta—me pasé las manos por la cabeza,estabaenojadayfrustradaconloqueestabapasandoenmiclínica.

—Hannah,noteecheslaculpa,loquetienesquehacerahoraesactuareimpedirquelasituaciónsigapasando.

—Benjamín,dimecómohagoparanoperderlaclínica.

—Elconsejono te lovoyadarcomoauditor, sinocomounhombredenegocios, te recomiendo que te consigas un socio, pero eso tiene unasrepercusiones, como que la persona que va a poner el patrimonio sea elaccionistamayoritario,conunporcentajedelochentaporciento.

—¡Dios!

Yocomo ibaadecirleaNatyqueel sueñoquehabíamosconstruidocontantoesfuerzoycariñoestabaporacabarse.

—Benjamínteagradezcoquemehayasinformadodetodo—lodespidoconunapretóndemanos.

Yosalídelconsultorioparaeláreadecontabilidad, lepreguntéaJulianaporRamón,peromedijoque,habíatomadosuscosasysehabíaido,noteníaladecenciadedarlacara,fuiaeláreadecomprasytambiénmeinformaronqueYesenia,jefedecomprastambiénsehabíaido.

Subíamiconsultorio,tomémibolsaysalíparalacasadeNatycontodaslaspruebasqueBenjamínmehabíaentregado.

Toquédos veces el timbre antes de queNatyme abriera.Nome recibióconlosbrazosabiertos,teníamalacara.

—Séquenoquieresverme,peroestoteinteresa—dijeentregándolelospapeles.

Natylosrecibióyrevisó,alverlasituaciónenlaqueestábamosmedejópasar.

—Estotenemosquedenunciarlo.

—Losé,poresovineaavisarte,parairacolocarladenunciajuntas.

—Nopuedocreerlo,confiamosenellosymiracomonospagan,sontanruinesycodiciosos—dijoNatyconrabia.

Natyse levantóysedirigióalcuarto,a losminutossalióvestidaconunpantalónyunablusaunpocoholgada.

Salimosynossubimosamiauto.

—Nopodemospermitirqueestáinformaciónsalgaenlasnoticias—medijoNaty.

—Losé.

Llegamos a la fiscalía y colocamos la denuncia a nombre de RamónFranco y Yesenia Caro. Después del papeleo y esperar que la denunciaestuvieraenelsistemanosfuimos.

—¿Benjamíntehizoalgunarecomendación?

—Sí,quedebemosconseguirunsocio,queseconvertiríaeneldueñodelochentaporcientodelaclínica.

—¿Tienesalguienenmente?

—No.Dudoquealguienacepte,ladeudaesdemasiadogrande.

—Tenemosqueconseguirlo rápido.Lasituaciónpuedehacerseevidenteen pocos días, por lo que se ve en el balance, solo tenemos para pagar lanóminadelsiguientemes.

Asentí.

LlevéaNatyderegresoasucasayyomefuialparqueadondeibaparapensaryrespirarunpocodeairelimpio.Alllegarallí,caminéhastallegaralacolinadondesepodíaverelbosque.Mesentéyempecéa llorar,necesitabaliberarme,todoeltrabajoquehabíaconstruidoconamor,meloquitarondelasmanosdelaformamásruinydespreciable,porculpadepersonasenlasqueconfiamosynostraicionaron.Lloréhastaquesentíquenoteníamáslágrimasysolomequedólaimpotencia.

Enloúnicoquepensabaeraenquienseibaahacercargodeladeuda,eranseismilmillonesdepesos,yonoteníatodoesedinero,lespedíamispadresquemeadelantaranlaherenciaparainvertirlaenlaclínica.

Enlahoradelalmuerzo,mecomprépechugaypapásycomíenelparque.Me quedé toda la tarde hasta ver como se ocultaba el sol y las estrellas sehacíanvisibles.Mefuiacasa,noqueríaestarsolaenmiapartamento,peronoteníaadondemásir.

Apenasmeacostéenmicama,medormí.Almenos,nodivueltasen lacama comiéndome las neuronas para ver que iba a hacer para no perder laclínica,enesemomentonomeimportabaquieninyectabacapital.

17

CRISTAIN

Los planes de venganza habían tomado un giro inesperado perointeresantesymejoresdelosqueteníaenmente,alenterarmequelaclínicadeHannah estaba a punto de ir a quiebra, sabía cuál iba a hacer mi próximomovimiento.Graciasamicarrera tanexitosaymicualidaddeahorrar, teníatodoesedineroparahacermeeldueñodelaclínica.

LlaméaNatyparadecirlequemeinteresabahacermecargodeladeuda.

—¿Deverdad?—seescuchabaemocionada.

—Sí.Quieroinvertirmidineroenunnegociorentable.

— Muchas gracias. Casi nadie se hace responsable de una deudamillonaria.

—¿Mañananosvemosenlaclínica?

—Sí.YoleavisoaHannahqueyaconseguíelnuevosocio.

—Peronoledigasquesoyyo,dudoqueacepte.

—Listo.

Colgué.

Para tomar la decisiónno tuvequepensarlo demasiado, fueungolpedesuerte,quellegóenelmomentojusto.

MedormíconlasatisfaccióndedisfrutardelacaradeHannahcuandoledijeraqueyoibaaserelpróximodueñodelaclínica.

La alarma me despertó, y la casa se sentía con un aura de paz ytranquilidad, creo que era porque Cristina no estaba en casa. Me hice eldesayuno,comí,mebañéysalíansiosoparalaclínica.

Alllegaralparqueaderodelaclínica,yrepasétodoloqueibaadecirleaHannah.

Subía laplantaqueme indicóNatypormensaje,en lasalade juntas,alpareceryaestabantodos.IrrumpíenlasaladejuntasymeconcentréenlacaradeHannah. Estaba estupefacta, en su cara pude leer que se preguntaba quehaciaallí.

—Buenosdíasatodos—dije.

—Buenosdías—contestaronalgunos,incluyendoNaty.

Hannahnohabíahechoningúnmovimientodesdequemevioentrara lasaladejuntas.

—Cris,tomaasiento,porfavor—mepideNaty.

Me senté quedando justo enfrente de Hannah. Ella estaba sentada en elpuestoqueindicabagerentedelaclínica.

<<Esepuestomuyprontonovaahacertuyo>>pensé.

Hannahnomequitabalamiradadeencima,yyoselasosteníaporvariossegundos, porque si la miraba por más de un minuto, se me iba a olvidarporqueestabaallí,susojoscolorchocolateseguíansiendomidebilidad.

— Señores, pormotivos que ya les dije anteriormente, nos vimos en laobligacióndeconseguirunsocioparaquesehagacargodeladeuda,elcualvaahacereldueñodelaclínica,conelochentaporcientodelasacciones.

Todos miraron hacia a mí, excepto Hannah, que miró a Naty paracorroborarqueloqueestabadiciendoeracierto.

—Elseñorqueaquípresente—dijoseñalándome—esCristainVélezelnuevodueñodelaclínica.

—Naty,¿estáshablandoenserio?—preguntóHannah.

—Muyenserio.

—¿Porlomenostieneselconocimientoparamanejarunaclínica?

— Por lo menos los negocios que tengo no están a punto de irse a laquiebra,asíque,sísécómomanejarunaempresa.

Hannahapartólamirada,teníalamandíbulaapretadadelarabia.

—Alhabernuevodueñovanhabercambios—dije.

—¿Quéclasedecambios?—preguntóHannah.

—Primero,Natyvaahacerlanuevagerente.

NatymiróaHannah,quenopodíacreerqueleestabaquitadosupuesto.

—Segundo,quierofueraatodoelpersonaldecontabilidad,yomismomevoyaencargardelacontratación,asícomodelosdecompra.

— Cris, eso aumentaría los costos, no es recomendable hacerlo en estemomento—refutóHannah.

—Esmejorhacerlosahoraque,cuandorobendenuevoy laclínicaesténuevamenteenlaquiebra.Ytercero,Hannah,deahoraenadelantesolotevasaencargardeláreadenefrología,porqueleyendoyfirmandopapeleseresundesastre.

Hannahse levantóde lamesa,evidentementeenojadae inconformesconlos cambios producidos, Naty también salió, lo que me extrañó es que nodiscutiera y defendiera supuesto, tal vez se dio cuenta queno era capazdemanejarunaempresa.

Apenaseraelinicio.

18

HANNAH

Mesalí de la sala de juntas porquepenséque iba a estallar, y sabía quediscutirconCristainnoibaaterminarbien.Mefuialbañoymeparéfrentealespejo,nopermitíquelaslágrimassalieran.Noqueríaalterarme.

NomemolestabaqueNatyestuvieraalmando, loquemeenojabaymedolíaeraqueCristaincreyeraqueyonoestabaenlacapacidadparadirigirlaclínica, que me humillara delante de los que en algún momento tuve a mimando.

—Hannah—Natyentróalbaño.

Traguélenudoqueteníaenlagargantaantesderesponder.

—Natynomemolestaquetuestésalmando,todoestábien—dijeconunasonrisa.

—¿Segura?

—Sí.

Sehizounsilencioagradable.Natyseapoyóenelmesónquesostieneloslavabos.Nosquedamosasívariosminutos, sinmencionarpalabra.Creoqueallímedicuentaquenuestraamistadnoestabadeltodofragmentada.

—¿Sabes?Talveznecesitedetuayuda.

—Paraloquenecesitesaquíestoy.

—Hannah,porfavor,notevayasaalterar.

—Teloprometo.

Natymesonrió,mecolocóunamanoenelantebrazoysaliódelbaño.

Yosalísegundosdespuésymedirigíamiconsultorio.

LeenviéporcorreoaNatytodalainformaciónquenecesitabaparaejercerelcargodegerenteymédicajefedelaclínica.

Cuando estaba enviando el último documento la puerta se abrió y entróCristain,estabaserio,peroensumiradasereflejabalasatisfacciónquesentía.

—¿Quéquieres?

—Hannah, que no se te olvide que yo puedo retirarmis acciones, y nocreoque,alguienquierainvertirenunnegocioquevaparalaquiebra—meamenazó.

Apretélamandíbulacontodasmisfuerzas,hastaquesentíquemedolieronlosdientes.

— Al ser socia minoritaria, vengo a informarte de que mañana voy aentrevistaralnuevopersonal—medijo.

— ¿Para qué me dices? Si yo no voy a tener ni voz ni voto en lasdecisionesquetomes.

—Solovineainformarte.

—Ysiesoeratodo—dijeseñaladolapuerta—tengotrabajoquehacer.

Crissonrióysediolavuelta.

—Ah,semeolvidaba—dijocuandoestabaapuntodecerrarlapuerta—vasaseguirsiendolamédicademiabuelo,lopermitoporél,porquesifuerapormí,yatefueracambiado.

Asentí.Melevantédelasillayloencaré.

—Cris,algúndíatevasaarrepentirdetodoloqueestáshaciendo.Cuandoteenteresdeloquerealmentepasó,dudoqueestéatulado.

Crisseechóareír.

—¿Quiéntedijoqueyotequierovolverateneramilado?Hannah,¿notedas cuenta que no quiero tenerte cerca? Tu presencia me arruina el día.Escúchame,estarcontigofuemipeorerror.

Aldecireso,saliódelconsultorio.

Cristainmeestabadestruyendoporpedazos,meestabamatandoenvida,como quería arrancarme el corazón y borrar su amor. Sentía como púas seenterraban enmi pecho y presionaban tan fuerte que no podía distinguir eldolor.

Mirostrosellenódelágrimas,entréalbañoygritéparadesahogarme.

19

HANNAH

Lospróximosdíasestuvieroncalmados,Cristainsolo llegabaa laclínicaparamonitoreareláreacontableya firmarunoqueotrodocumento,nonosencontrábamosamenudo,yaqueopasabaenmiconsultoriooeneláreadediálisis,porlomenosmicargalaboralsehabíadisminuidoconsiderablemente.

Sin embargo, no hay tranquilidad completa. Cuando recibí el cheque depagodeminóminametuvequesentardegolpeenlasillademiconsultorioparanocaerme.

Cristain me redujo el sueldo en casi un veinte por ciento, averigüé conNatyquehabíapasado,ymedijoque,aellalehabíanpagadoelmismosueldodesiempre,yqueCristainnolehabíainformado.

Bajéalparqueadero,estabacaminandohaciasuauto.Lollaméysediolavuelta.

—Cristain,¿mepuedesexplicarporquérecortasteminominaenunveinteporciento?—lereclamé.

— Tenemos que reducir costos, a todos se los baje, unos en másproporciónqueotros.

—ANatynoselodisminuiste.

—Aver,notepuedescompararconlagerentedelaclínica—dijocomosimireclamofueraunaestupidez.

—Cris,muchosde losque trabajanenestaclínica tieneunafamiliaquemantenerysiledisminuyeselsueldolosvasaafectar.Mira,siquieresbájameamí el suelo al cincuentapor ciento,peroa ellosno, ellos están trabajandoparamantenerunafamilia,yono.

Crisseechóareír.

—AyHannah, cualquiera que te escuche dirá que eres un pan deDios,peroyoteconozco,asíque,esaestrategiaconmigonofunciona.

—Porlovisto,nuncallegasteaconocerme.

—Desgraciadamentesí.

—No,nolohiciste.Loséporlasencillarazóndequenocreesenmí.

Medilavueltayregreséamiconsultorio.

AlratoentróNaty,preocupada.

—¿Yateenteraste?

—¿Qué?

—¿NoestabashablandoconCris?

—Sí.

—Hannah,serumoraqueCris,vaavenderlaclínica.

—¿Cómo?Nopuedehacerlo,nosotrassomossocias.

**

Crisdemoróvariosdíasenaparecerenlaclínica,lepreguntabatodoslosdíasaNatysihablabaconél,ymedecíaqueno.Yonecesitabasabersi losrumoresquecadavezsehacíanmásfuertes,eranciertos,llamabaaCrisynomecontestaba.Élnopodíavenderlaclínica,suvenganzanolodejabavermásallá, iba a dejar desamparados a muchas personas con enfermedades querequeríanuntratamientolargoyespecializado.

Despuésdeunmesdeausencia,Crisnosreunióenlasaladeconferencia,unareunióndeimproviso.

—Sepreguntaránporquelosreunídemaneratanabrupta,esotieneunaexplicación, también se estarán preguntando si los rumores de que voy avender la clínica, es cierto, y por eso es la reunión, para informales de midecisión.

—Cris,nopuedeshacerlo,Natyyyotambiénsomossocias.

—Lamentoinformarlesdeque,estepapel—sacóunsobredesuchaquetaysacounpapel—fuefirmadoporNatyyporti,haciéndomeeldueñototaldelaclínica.

—¿Qué?—meacerquéaélylequitéelpapeldelasmanos.

Loleíyelalmamellegóalsuelo.

—¿Estocuándopasó?

—Eldíaqueestábamosfirmandoeltraspasodeladeuda,yolesdijequeeraunacuerdodeconfidencialidad,ynoleyeron.Yavieron,hayqueleertodoloquevayamosafirmar—mequitólospapelesquelohacíaacreedordelaclínica.

—Cristain, vas adejar amuchospacientesdesamparados, que requierestratamientoquesilosdejanloestaríascondenandoamuerte.

—Haymásclínicas.

Abrílaboca,indignadaeimpotente.

—Cris,tuproblemaesconmigo,noconlaspersonasqueestánluchando

porsuvida,porfavor,telosuplico,nolavendas—lerogué.

—Yaladecisiónestátomada.

—Cris,porfavor,yoséquenoerestanruin,piensaenlospacientes—lalagrimasempezaronasalir.

—Yadijehaymásclínicas.

—Cristain,yoconfiéen ti, teentreguénuestrosueño,nuestro trabajo, teentreguévidas,perosobretodo,teentreguéconfianza,nopuedespagarasí—lereclamaNaty.

—LosientoNaty,negociosconnegocios.

—¿Aunquepasesporencimadelosdemás?—lepregunté.

—Laclínicasevaavenderypunto.

Tenía quehacer algopara que aCris se le ablandara el corazón, así quecaminéhastaélymearrodillé,humillándomeanteél

—Telosuplico,nolohagas.

—Hannahpárate—medijoNaty.

— Cris, me tienes arrodilla, rogándote — mi rostro estaba lleno delágrimas,loquemehacíamáspequeña.

Elmédico residenteme tomóde los hombros e intentó levantarme, perome lo quité de encima, no me iba a levantar hasta que Cris cambiara deopinión.

—Ladecisiónyaestátomada—dijosinpiedad,sinqueleimportaraqueestuvieraarrodilladaanteél.

Cris salió de la sala de juntas y yo me desplomé en el suelo, llorando,impotente sin que pudiera hacer nada. EntreNaty y elmédico residente denefrologíamelevantarondelsueloymesentaronenunasilla.

—Hannah,mírame—medijoNaty.

Noeracapazdehacerlo.

—¡Mírame!—megritó.

Lohice.

—No se te vuelva a ocurrir a humillarte de esa manera, Cris no se lomerece,niélninadie—meregañó.

—Naty,yonopodíapermitirquevendieran laclínicasinhacernada—dijeentresollozos.

—Hannah,tudignidadvalemucho.

Asentí.Cuandomeintentélevantarsentíunapunzadadedolorenelladoizquierdodelacabeza,loquemeobligóasentarmedenuevo.

—Hannah,¿estásbien?—mepreguntóNaty,preocupada.

Mellevélasmanosalacabeza.

—Sentíunapunzada.

—Tomaagua.

TomédelaguadelvasoquemeentregóNaty.

Inhalé hondo, me levanté de nuevo y caminé hasta mi consultorioacompañadadeNaty.

—Hannah,¿tesientesbienparaasistiralareunióndeestanoche?

—Yosícreo.Aúnmesigopreguntandoquevamosahacerallí.

—Yotampocosé.

Después de la jornada laboral,me fui ami casa para arreglarme para lareuniónqueorganizóAsociacióndemédicos,paraqué,noteníaidea.

Me coloqué un vestido azul rey de encaje estilo V, tacones negros, misjoyas y elmaquillaje suave lo cambié por uno de noche.Antes de salirmetoméelmedicamento,lapunzadasehabíaconvertidoendolordecabeza.

Salídemiapartamento,mesubíalautoycondujehastaelhotelenlazonanortedelaciudad.

Dejémiautoenelparqueaderoymedirigíalazonadelevento.

Todo era muy lindo, las paredes eran todo de vidrio, el recinto estabailuminadoporvarioscandelabros,aladoizquierdoestabaelbufé,enelcentroestabaunatarimaylodemáseranlasmesasdecoradasconmantelesblancos.

Mesentéenunamesafrentealatarima,Natyaúnnohabíallegado.

Tomédelacopadevinodispuestaenlamesa.Miréamialrededoryhabíavariosmédicosconocidos,entreellosAntonio,quemesaludó levantandosucopadevino,yohicelomismo.

NatyllegóvestidaconunvestidoblancoacompañadadeLucas.

Ellossesentaronenmimesa.

NohabíavistoaCrisantesdequesesubieraalatarima.

—Buenasnochesa todoslosmédicospresentes,—dijohablandoporelmicrófono — bienvenidos a este evento organizado por la Asociación de

médicos, los cuales me dieron el espacio para informar que, la clínicaHipócratesvaaservendida.

Seescucharonmurmullosyvariasmiradassedirigieronhaciaamí.

Melevantédelasillayleenviédagasconlamirada.

—Sepreguntaranporqué,nosemanejaronbienlosrecursosyobtuvounadeudamillonaria—entreCrismáshablaba, semehervía la sangre—yyocomprélatotalidaddelaclínica,peronolapuderecuperardeltodo.

Estabarespiradorápido,sentíacomositododieravueltas,mesostuvedelamesa.Traté de tranquilizarme, quería gritar, salir corriendo, preguntarle a lavidaporqueme tuvoquepasar eso amí.Seguía aferrada a lamesa con losojoscerrados,cuandolosabrívivariasgotasdesangreenelmantel,mellevélamanoalanarizyvisangreenlamano.

—Hannah—fue loúnicoqueescuchéantesdesentirque lacabezameibaaestallar.Depronto,todosevolviónegro.

20

CRISTAIN

EstabaterminandodedecirmidiscursocuandoviqueHannahsellevólamanoalanarizylosdedosselemancharondesangre,Natylallamóyellalamiró,porunsegundoantesdedesplomarse.

Todosempezaronagritaryapedirauxilio.

Me bajé corriendo del escenario y me acerqué a Hannah. Sentí que elmundo seme iba.Naty se acercó a ayudar y rompió en llantodiciendo “nootravez”“quenolepasenada”“Diosmío,porfavorquenosemuera”.

Laambulanciallegó.UndoctorseacercóaNaty.ElhombrecanosoeraelquehablabayNatysolomovíalacabezasinparardellorar.

Después que terminaron de hablar, el doctor se subió con Hannah a laambulancia.

MeacerquéaNatyparasaberloquepasaba.

—Natalia,¿quélepasóaHannah?—estabapreocupado,loquesehizoevidenteenmitonodevoz.Micorazónibaagalope.Teníamiedodeloquelepodíapasar.

— En el camino te explico. Necesito ir ya para el hospital — estaba

buscando las llavesdel auto en el bolso, cuando las encontró se le cayeron,evidenciandoqueestabanerviosa.

—Así no puedesmanejar, ¿dónde estáLucas?— le quité las llaves delcarro.

—Creoqueestádetrásdelescenario.Miraallíviene.

Lucassereunióconnosotrosigualdedesconcertadoporlasituación.

—¿Yanospodemosiralhospital?—preguntóNaty.

LeentreguélasllavesdelautoaLucasycogimosrumboalhospital.

EntodoelcaminorogabaqueHannahestuvierabien.Apesardeloquemehizo,noqueríaquemuriera.

Llegamosalhospital,NatyseacercóarecepciónypreguntóporHannah.

—Esainformaciónsolose lapuedebrindarelmédico—fueloquenosdijolaenfermera.

Natynoparabadellorarycaminabadeunladoaotro,loquehacíaquemepreocuparamás.

El mismo médico que subió con Hannah a la ambulancia, se acercó anosotros.

—Antonio, por favor dígame que está bien— rogóNaty enmedio delllantoylapreocupación.

— Natalia, yo les dije que Hannah no podía someterse a episodios deestrésodeenojoelevados,laspastillasenvezdeayudarfueronunaagravantecuandoselebajabanlosnivelesdecortisol—Antonioseveíapreocupadoyenojado.

—Pero,¿estábien?—intervine.Elnosaber loqueestabapasando,meestabamatando.

—No,noestábien.Hannahtuvounarecaídaynuevamenteestáenestadodecoma.

Natyempezóallorarnuevamente,eratantoeldolorquesentíaqueLucaslatuvoquesentar.

— ¿En estado de coma? — no lo podía creer. ¿Y cómo era eso quenuevamente?

—Sí.Lasconsecuenciassonquelamentablementenosobrevivaopierdalamemoria.Latenemosconrespiraciónartificial,llegóconelpulsodébil.

Laslágrimasempezaronsalir.

— Solo toca esperar y tener fe en Dios — fue la única respuestaesperanzadoraquenosdioelmédico.

El doctor se regresó por donde había venido. Yo me desplomé, estabadestrozadoyconfuso.

—Estoesmiculpa—murmuróNaty.

Mecoloquédepie.

—Natalia,¿mepuedesexplicarqueestápasando?—noentendíaloquepasaba.

Natyrespiróhondoysesecólaslágrimas.

—Haceochoaños—esonomeestabagustando.Cerré losojosante loque venía — Hannah tuvo un derrame cerebral, el mismo día que iba aaclararteloquehabíapasadosupuestamenteentretupapáyella.

— ¿Eso por qué nome lo dijo? ¿Por qué nome llamaron?—preguntéirritadoyenmediodelllanto.

— Su familia no quería que nadie se enterara. Además, cuando sereencontraronellateníalaintencióndedecirtetodo,peroalverlaactitudqueteníashaciaella,pensabaquenoleibasacreer.

Empecé a caminar de un lado a otro, me quité el saco y me aflojé lacorbata.Mesentíatanculpable,lafueraescuchado,nolafueraatacado,peroalpensarquemehabíatraicionadoeldolorpudomásquemiamorhaciaella.

—Estoesculpamía.Lasrecomendacionesquenoshabíahechoeldoctoreranquenosepodíaenojarymuchomenosestresar—selamentóNaty.

—Fue culpamía,—cuando lo dije sentí que el alma semepartía y elestómagosemerevolvía—yosoyelúnicoculpable.Mivenganzalatieneenunacama,luchandoporsuvida.

—¿Dequéestáshablando?

— Todo lo que te conté de que Hannah había hablado con Lucas, esmentira.Yoloinventé.

NatyfruncióelceñoeintercalóunamiradaconfusaentreLucasyyo.

—Ysabíaquesimeadueñabadelaclínica,laibaahacersufrir—nadamásescucharmemeodiabaamímismo.

— Cris, ¿tan cegado estabas que no mediste las consecuencias?— mehablócondolor,loquemedioaentenderquesentíalastimapormí.

Sesecólaslágrimas.

—Cris,Hannahsíhablócontupapá.Pero,noesloquepiensas—apuróendecir.

—¿Mepuedesdecirquepasó?—lopreguntéencasiunsusurro,loqueseescuchócomounasúplica.

— Antes de hablar contigo me llamó para pedirme el contacto de unproductormusicalde la familia.En la tarde,ella llegóamicasa,echafuria,porquecuandoellaseencontrócontupapá,ledijoquetúestabasconHannahporsudinero,quesiqueríaconservarloquesealejaradeti.Comosabíaqueélno se iba a ir y al ver que no llegabas, y no quería que se enterara delproductormusical,sefueparamicasa—explicó.

Cuando Naty terminó de hablar, salí del hospital, tiré todo lo queencontraba en el camino, le empecé adarpuños a lapared, siLucasnomedetienemehubierapartidolosnudillos.Lamanolateníaensangrentadayrojadelmaltrato.

Meagachéenelsueloyllorédesconsolado.Lucassecolocóamialturaymeabrazó,meapoyéenélhastaquemedesahogué.

—Noquieroquemuera—dijeentreelllanto—Lucas,prometequeellavaaestarbien.

—Cris…

— Por favor, promételo — lo cogí de la camisa y le supliqué con lamirada.

—Ella va a estar bien, losmédicos están haciendo todo lo posible parasalvarla.

**

Lashoraspasabanylosmédicosnonosdecíannada,NatyestabarecostadaenLucasdurmiendo.Yonopodíadejardedarvueltasenlasaladeespera.Lashorassemehacíaneternas.Cuandovielreloj,despuésdecienvecesentodalanocheypartedelamadrugada,eranlascincodelamañana.

Fuiporcaféparatodos,cuandoregreséeldoctorsalíadeurgencias.

—Doctor,¿cómoestá?—preguntóNaty.

—Esbuenaseñalquehayapasadolanochesinningúnproblema—dijodeformaalentadora.

—¿Lapuedover?¬—pregunté.

—Sí.

LeentreguéloscafésaLucasyseguíaldoctor.

Antes de entrar a la habitación, el doctor me entregó una bata y untapaboca.

—Solodiezminutos.

Asentí, el doctor me llevó hasta la habitación y me dejó a solas conHannah.

Cuando la vi, quería morirme, la culpa me mataba. Estaba pálida, concablesconectadosportodoelcuerpoyconelequipoderespiraciónasistida.Mientras caminaba hacia ellame di cuenta de cuanto extrañaba su risa, susojoscolorchocolateysualegríacaracterística.

Nomeatrevíaaacercarmeaella,sentíaquenoteníapermitidotocarla.Nosabíaniporquelloraba.Cuandoestabaarrodilladaantemí,habíaconseguidoloquemehabíapropuesto,peronomefuesuficiente,queríadejarlaenteladejuicio ante los demás, quería verla sufrir. Caminé lentamente hacía a ella,comosielcuerpomepesara.

Latomédelamano,estabafría,selaacariciéylabesé.

—Hannah— el nudo en la garganta no me dejaba hablar, el llanto seapoderó de mí—, ojalá que me estés escuchando, sé que no merezco tuperdón,peronecesitodecírtelo.Perdóname—medesploméenelsuelo.Saberquelacausadequeestuvieraenesacamadehospitalerayo,mehacíaindignodesuamor—nosabíaqueestabasenfermaynodejéqueteexplicaras,tehicetanto daño. No te quiero perder. Por favor, no me dejes todavía. Sé quecualquiercosaquediganojustificaloquehice,portantonolovoyhacer—melevanté,mebajéeltapabocaylediunbesoenlafrente.

Salí destrozado, no me perdonaba lo que fui capaz de hacer, hasta lainstanciadeestarapuntodequitarlelavidaaalguien.Natymediounvasodecafé,mesentéyLucasseacercóamí.

—Ellavaadespertar—mealentó.

Era lo que más anhelaba. Enterarme de lo que realmente pasó y en lascondicionesque lohice, fue la lecciónmásgrandeydolorosaquemepudohaberdadolavida.

21

CRISTAIN

Enelhospitalnosepodíaquedarnadie,asíqueesanochemefuiparamicasa.

Noqueríadejarlasola,asíquetodoslosdíasibaavisitarla.Llegabadesdelamañanay le leíanovelas,me ibaalmediodíayregresabapor la tarde, lecantaba sus canciones favoritas. También le llevaba flores, jazmines, suspreferidasyselascambiabacadasemana.MetomévacacionesenmitrabajoymedediquésoloaestarconHannah.

— Sé que te gustan los libros románticos como a toda chica, y yo tediscutíaporqueesoseranparacursis—mereíconnostalgia—ytedecíaquelos de ficción eran mejor. Pero, me es un honor leerte tu libro favorito,“OrgulloyPrejuicio”.

Encadavisitaleleíauncapitulo,cuandofinalizabaguardabalaesperanzade que abriera los ojos. Sin embargo, siempre me iba del hospital con ladecepción y la agonía de que ha durado un díamás en coma y un díamáscercadelamuerte.

Elmédiconodabamuchainformación,solo,quehabíaqueesperaraquelapartedelcerebeloafectadoserecuperara.

Yomeestabavolviendoloco,meestabadesesperando,losdíasysemanaspasabansinnovedad.

Yahabíapasadounmesyellanadaquereaccionaba.Elmédicodecíaquetuviéramospaciencia.Pero,eralaquenotenía.NatyyLucasfueronlosqueme dieron ánimo para hacer la situación más llevadera, entre todossoportábamoseldolor.

Una tarde, cuando estaba saliendo del hospital, recibí una llamada deCristina. ¿Cómo le iba a decir que quería cancelar nuestro compromiso yterminarnuestronoviazgo?

Aldescolgarmedijoque,queríavermeyquemeesperabaenelbar.

En el camino al bar solo pensaba en que decirle a Cristina. Desde queempecé la relaciónconella, sabíaquehabía sidounerror,peroasí accedíycontinúe.Loquehabíahechoeraegoísta.Mecomportécomounimbécilyunmaldito.Cristinanosemerecíaloquelehice.Darleesperanzas.

Cuandollegué,respiréantesdeentrar.Lavisentadaenelescenario.Porelgestoquehizo,demostróqueestabaenojada.

—¡Vaya!Hastaqueapareces—mereclamó,selevantóyseacercóamí.Intentódarmeunbeso,peromealejé.

Obviamenteeseactolemolestó.

—¿Quétepasa?Estásmuydistante—graznó.

—Heestadoacompañandoaunaamigaenelhospital—lomínimoquesemerecíaeraunexplicación.

—¿EsaamigadecasualidadesHannahKlinton?—preguntócondesdén.

—¿Quiéntelodijo?—preguntésonrecelo.

—¿Esoacasoimporta?Noquieroquelavuelvasaver—exigiócontonoquenodabapermisoparareplicar.

Teníaquehacerlo,nopodíadejarquepasaramástiempo.CuandoHannahdespertarayoqueríaestarconella.

—Cristinadeesotequeríahablar.Nosotrosnopodemos….

Meenviódagasconlamirada.Sabíaloqueleibaadecir.

—Niseteocurraromperelcompromiso—siseó.

—Nopodemosseguirconesto.Cristinatúeresunagranchica,pero…

—Peronada.Tunomevasaterminar,osinomevatocarcobrartetodoloquegastasteentuprimerdisco—nopodíacreerquemeestabachantajeando.SabíaqueCristinaeracapazdemanipular.Pero,noalextremodechantajearporconseguirtenerunhombreasulado.

—Bien.Mañanatendrástuplata.

Medilavueltaymedirigíalasalida.

—¡Todo loque tienesespormí! ¡No tevasa librardemi tan fácil!—gritó.

Hicecasoomisoasuspalabrasymefuiatrabajar.Mimánagermeotorgóelpermisoporunmes.Asíque,mepresentéenlaproductora,mereuníconmimánager y productor musical para los últimos detalles de la gira nacional,estableciendolasfechasylospatrocinadores.

Finalizandolareunión,miabuelomellamóparaquefueraavisitarlo.Sutratamiento lo continuóuna nefróloga, recomendadaporNaty.CuandoNatyllegó a la casademi abuelo, le preguntó inmediatamenteporHannah, se leexplicólasituación,lacualnosetomómuybien,secolocópálido,porloqueseletuvoquedaruncalmante.

Terminélareuniónymefuiacasademiabuelo.

Cuandolleguélovienlasala,vestidoconpantalonesdetelayunacamisablanca.

—¿Vasasalir?

—Asíes.Vamosalhospital—nomepreguntó,meloimpuso.

Élfueelprimeroensalir,cuandollegóalcarrointentoabrirlo,peroestababloqueadoyseactivólaalarma.

—¿Estoporquésuena?Cristainapagaesesonidomolesto—medijoconmolestia.

Sonreíantesucarácter.Desactivélaalarmayleabrílapuerta.

—Gracias.

Algoquenoselepodíaquitaramiabueloeraloeducado.Cerrélapuerta,luego entré ymetí la llave en el contacto.Le iba a decir que se colocara elcinturóndeseguridad,perosemeadelantó.Dimarchaalautoynosfuimosalhospital.

22

HANNAH

Me sentía el cuerpo pesado, desde la cabeza hasta la punta de los pies.Intentaba abrir los ojos, pero no podía, la luz me molestaba, tenía unamascarilladerespiraciónasistida.Teníacablesportodomicuerpo.Nosabíadóndeestaba.Logré abrir losojos, estaba enuna camadehospital, conunachicaquemesosteníalamano.Nosabíaquiénera.

“¿Dóndeestoy?”Tratédedecir.Mesentíadébil.

Moví la mano que estaba sostenida por la chica, lo que hizo que sedespertara.

La chica me soltó la mano y salió alegre de la habitación. A los pocossegundosentróacompañada.

Estabadesorientada,eltuboenmibocamefastidiaba.

—Naty,¿salesunmomento?—dijounseñorcanoso.

—¿Estábien?

—Déjamerevisarla.

LachicallamadaNatysalióyquedésolaconquienparecíaunmédico.

Unaseñorademedianaedadmequitólarespiraciónasistida.

Meaclarélagarganta.

—Hannah,soyeldoctorAntonio¿merecuerdas?—dijoescribiendoalgoenunatablilla.

—Tengosed—dijeconlavozronca.

Laenfermeramesirvióunvasodeaguaymelodioconcuidado.

— No. ¿Dónde estoy? — respondí a lo que me preguntó. Me sentíadesorientada.

—Estásenelhospital.

—¿Quémepasó?

—Tuvisteunarecaída,estuvisteunmesencoma.

— Doctor, no sé qué me pasa. No me acuerdo de nada — estabaconfundida.

—Sufristeunderramecerebral.¿Sabesenqueañoestamos?

Nosabíaqueresponderaeso.

—¿Teacuerdasenqueañonaciste?—neguéconlacabeza.

—¿Teacuerdasdealgúnhechodetuvida?

Eran tantas preguntas, que al no saberlas responder me estabanexasperando.

—¡Nomeacuerdodenada!—alcélavoz.

— Cálmate, Hannah — me tranquilizó el medico — te voy a realizarexámenesparadescartaralgúndañocerebral.

—Loúnicoquepuedorecordarsonconocimientosmédicos.

Estabaasustada,nomeacordabadenada,intentabarecordar,perolamentelateníacomounpapelenblanco.

23

CRISTAIN

CuandolleguéalhospitalviaNatyconunsemblantealegre;miabueloyyonos acercamosy lepreguntamosquépasaba.Nos respondióqueHannahhabíadespertado.Miabuelomeabrazóycasisaltaenunapierna.YoestabatanagradecidoconDios,llorédefelicidad.Leagradecíque,aunquenomelomerecía,meladejaraamarporunratomás.

Sinembargo,lafelicidadnuncaescompleta,eldoctorAntonioseacercóanosotrosdespuésderealizarleunaseriedeexámenes,indicandoque,acausadelderramecerebral,ocurridoenelhemisferioizquierdo,leprodujoamnesia,no se sabía si iban a hacer días, meses o años. Según el médico, no seacordabadenadadesuvida,pero,teníalagunasmentales,loúnicoquepodíarecordareranconocimientosadquiridosporestudios.Lasrecomendacionesdel

médicofueronquenolaalteráramos,estresarauobligarlaarecordar.Loquesipodíamoshacereramostrarlefotos,videosocontarlefragmentosdesuvidaparaquesucerebrointentararecordar.

—Doctor,¿lapuedover?—pregunté.

Eldoctormedioelavalparaentrar,conlomismoestándaresdeseguridad.

Estabanervioso,sabíaquenomeibaarecordar,peroteníamiedodequesealterarapormipresencia.Cuandoentréestabadespierta,mirandohacialaventana, sonreí al verla consiente. Al sentir mi presencia me miró. Vicuriosidadydesconocimientoensumirada.

—Hola—dijeofreciéndoleunasonrisa.

—Hola.¿Quiéneres?¿Sesuponequeteconozco?—estabainteresadaycalmada.

—Asíes.Pero,mevoyapresentar,minombreesCristainVélezRicardo,muchogusto—leofrecímimanoamododesaludo,lacualcorrespondióconunagransonrisa.Alsentirsutacto,unacorrientemerecorrióelbrazo.

—MehandichoquemellamoHannahKlintonCórcega.

—Asíes.

— Como me pude olvidar de esos ojos tan lindos — Dios, no habíacambiado. Me eché a reír y ella me regaló la sonrisa que tanto habíaextrañado.Seveíatanhermosa,quemerecordóporquemehabíaenamoradode ella. Había perdido la memoria, pero su carisma y personalidad seguíanintactas

—¿Porquémemirasasí?—meanalizó.

Apartélamiradaysonreí.

— Pensé que te iba a perder, que te íbamos a perder — corregí deinmediato.

ElgestoquehizoHannahreflejabatristeza.

—¿Todobien?—pregunté.

—Sí. Solo que, quisiera acordarme de ti, de quienes son amigos, quiensoy.

— Tiempo al tiempo. No le exijas a tu cerebro recordar, deja que losrecuerdosfluyanyverascomotodovuelvealanormalidad.

Hannahsonrióabiertamente.

Eldoctorentróconunalibreta,alparecernueva,yunlápiz.

—¿Cómotehassentido?—lepreguntó.

—Muy bien. Parece que no hubiera tenido nada, aparte de la amnesia,claro—dijojocosamente.

—Mealegraescucharlo.Tetraigounalibretayunlápizparaqueescribasodibujesdeloqueteacuerdes.

Hannahasintióyrecibióloqueletrajoelgaleno.Esteúltimosalióyentrómiabuelo.

— ¡Ya despertó la bella durmiente! ¡Ya era hora! — vociferó con sucaracterísticogenio.

—Comoquisieraagradecerleporsubuenavibra,peronomeacuerdodesunombre.

—¡Bah!Poresonotepreocupes.RaúlRicardo—dijodespreocupado.

—¿Sonfamilia?—intercalólamiradadecuriosidadentremiabueloyyo.

—Asíes.Soysuabuelo.

Hannahsonrióymemirófijamente.

—¿Meayudaríasarecordar?—mepreguntóderepente,esperanzadaqueledijeraquesí.

¿Cómomeibaanegarantesupetición?

—Claroquesí.

**

MiabuelosequedóunratohablandoconHannah,mientrasyohablabaconelmédicodeunaestrategiaquepodríaayudaralamemoriadeHannah.

Eldoctormelaaceptóylafuiaponerenpráctica.

Miabuelosedespidió,dejándonosasolas.

Hannahmehizoespacioenlacamillaparaquemesentara.

—Tevoyacontarunahistoria,¿teparece?—dijecuandomeacomodé.

—¿Meayudaráarecordar?—preguntóilusionada.

—Puedequesi—enmiinteriorrogabaparaquefueraasí.

—Bueno—meregalósusonrisacaracterísticaque le iluminaba todoelrostro.

Pensé unmomento antes de empezar la historia, quería que todo salierabien.

—Estaeslahistoriadeunajovendeojoscolorchocolateysonrisaalegre,estudiómedicina,esloquemásleapasiona, leencantaelverdeesmeraldaypasar tiempo con sus amigos.Undía se encontró con un chico apuesto queestudiabamúsica,seenamoraronlocamenteycreíanquenadaninadielosibaa separar. Pero, como todo no todo es color de rosa, por envidia de otraspersonasylaterquedaddeéltuvieronqueterminarlamejorhistoriadeamorquehayantenido—medolíarecordarporqueyanoestábamosjuntos.

— Si se amaban tanto, ¿por qué terminaron? — preguntó cuándo nocontinuéconlahistoria.

—Quieroquetutermineslahistoria.

Continuéconlahistoria,lapartedemivenganza,dehacerlasufriryverladerramarcada lágrimaqueyoderramé.Me tocósacar fuerzasparano llorardelantedeella.Elalmamedolíadesoloescucharmedecirtodoloquelehiceypensabahacer.

— ¿Qué le hizo? ¿Terminaron juntos?— preguntó emocionada como sifueraunaniña.

—Quelehizo te lodejoa tu imaginación,ysi terminaron juntos,no—creoquelatristezayeldolorquenopudeexpresar,lodemostróella.

—¡Esaclasedehistoriasnomegustan!—mereprochó.

—Tedejosolaparaqueescribasenelblock.Yoregresomañana—melevanté de la cama y le di un beso en la frente. Necesitaba salir de esahabitación,sentíaquemeestabaasfixiando.

CuandoibaasalirHannahmellamó.

—Gracias—susonrisameatrapóysabíaqueteníaquerecuperarlacomosea.

Le sonreí y dejé la habitación. Cuando llegué a la sala de espera, meencontréconNaty.

—¿Cómoestá?

Suspiré,caminamoshastalasalida,acompañadosdemiabuelo,mientraslecontaba.

—Noseacuerdadenada, tengomiedodequesequedeasí.QuieroquevuelvamiHannah.

Natymecolocóunamanoenelhombro.Respiréhondo,elairedelanochellenómispulmones,miréelcieloestrelladoymerecordóalanochedepicnicque tuvimosenelparquequeestabacercade laquehabía sidomicasapormuchosaños.

—Naty,¿quésabesdelospadresdeHannah?—meparecíaextrañoquesuspadresnohubieranvenidoalhospitalniunavez.

Al llegaramicasa,despuésdedejaramiabueloen lasuya,Cristinanoestaba, ella tenía tiempo que no dormía allí por cuestiones de su trabajo.Ingreséa lacuentadelbancoehiceuna transferenciaanombredeCristina.Conesopenséqueyateníalacuentasaldada,peromeequivoqué.Cristinamellamóalosdiezminutos,histérica,diciendoquenomeibaalibrarmuyfácildeella,quesinoeraparaellanoeraparanadie.

Noleprestéatenciónasusamenazas.

24

HANNAH

Mimenteestabaenblanco.Meparecíainauditoquenopudierarecordaramisamigos,familiares,porcierto,nohabíatenidovisitademispadres,“¿mispadres están vivos?” pensé. Esa era una pregunta que tenía que hacerle aCristain.

Cristain,sentíaqueéleraalgomásqueunamigo,bueno,algomásqueunamigo,no,perosialguienimportante.Tratédedispersarmispensamientosyconcentrarmeencompletarlahistoria,recordécadapalabracomosilahubieravivido. Increíblemente, el problema que escribí me llevaba a pensar enCristain. La mente me empezó a botar imágenes sueltas, había un hombreparecidoaCristain,peroyamayor.Cerré losojosconfuerzay las imágenesdejarondereproducirse.Elpulsoloteníaaceleradoylarespiraciónagitada.

Dejéelblocen lamesitaqueestabaal ladode lacamadehospitalymeechéalosbrazosdeMorfeo.

Medespertécon lascariciasmás tiernasquehabía recibido jamás,oesocreía,acompañadasdeunavozmelodiosa.

— Hola mi amor — dijo una señora refinada, con mirada maternal ysonrisadesenfadada.

—Ho-la—dijesinentenderquiéneraella.

—Seguronoteacuerdasdemi—lesentíuntintededolor.

—Losiento,perono.

—Soytumadre—losojosselellenarondelágrimasquenobotó.

Comoqueríaacordarmedeella,seveíatantristeymaternalalavez.

—¿Medasunabrazo?Porfavor—lepedíconemoción.

Ellaseacercóymediounabrazollenodecariño.

— Mi Hanny, como hubiera querido haber estado aquí para cuandodespertaras.Losientotanto,miprincesa.

Esemotehizoqueimágenesdemifamiliavinieranamimenteenmasas.Empecéallorarymeaferréaella.

—Terecuerdo,mamáterecuerdo—aldecirlapalabraHannyescomosifuera encendido el interruptor del cuarto oscuro donde estaban todos losrecuerdosdemifamilia,liberándolos.

Mimamámesoltóysesentóenlacama.

—¿Mipapánovino?—nosabíaniparaquéhabíapreguntado,yasuponíacualibaaserlarespuesta.

—Nomi amor. Tu papá está cerrando un negocio, cuando se desocupevendráparaacá.Éltambiénestámuypreocupadoporti.

—Sitúlodices.

Ellasonrióconmelancolía,sabíaaloquemerefería.

— ¿Sabes? Le iba a preguntar a Cristain por ustedes. Pero, no fuenecesario.

—Cristain—por la cara que puso y la forma en que lo dijo,medio aentenderquenoloteníaenmuybuenconcepto.

—Notecaemuybien¿cierto?

Mimamásuspiróymeagarrólamano.

—Noeseso.Esunbuenchico,peroporsufaltadeconfianzaacabóconalgotanlindo—dijoacariciándomeelcabello.

—¿Quéquieresdecir?

—Élmellamóparacontarmequeteencontrabasenelhospitalymedijoquetieneunaestrategiaparahacerterecordarynoloquieroarruinar.Quieroquetúmismarecuerdesquefueloquepasóentreustedes.

Estaba confundida, ¿Cristain y yo que fuimos? Me pregunté y traté derecordarhastaelpuntodeforzaramicerebro…

—Tevasaponerviejaantesdetiempo—medijomamápasandolamanopormiceño—.Notefuerces.

Mimamá se quedó un ratomás conmigo, se fue cuandoCris entró a lahabitación.

—Veoquerecuerdasatumamá—reflejabaalegría.

—Asíes.Recuerdoamifamilia—dijeconunalevesonrisa.

Cristainseacercóamíysesentóenlacama.

—¿Escribistealgoayer?

—Sí,ymientrasescribíasemeveníanimágenesalamente.

—¿Quéclasesdeimágenes?—seescuchóinteresado.

— Imágenesde ti, deNaty, hasta deun chicodeojos azules— recordécadaimagencomosilashubieratenidoaúnenmimente.

—EsLucas.

Fruncíelceño.

—ElchicodeojosazulesesLucas.

—¿Élestáaquí?Quieroverlo,sentíqueesalguienmuycercano.

—Sí.Yavengo—selevantóysalióenbuscadeLucas.

Alospocossegundosentróelchicodeojosazules.

—Mealegraverte—dijoacercándosealacama.

—Queríavolverteaconocer—bromeé.

Lucasseechóareír.

—Tevesmuybien.

Respiréhondoyforcéunasonrisa.

—Quieroestarrealmentebien.

Metomódelamanoylaacarició.

—Natyestámuypreocupadaporti.

—Aellatambiénquisieraverla.

—Yatelabusco.

Loaguantédelamanoquemeteníaagarrada.

—Primeroquierohablarcontigo.

Secruzódebrazosysepusoendisposicióndeescucha.

—Teescucho.

—Cristainytusonamigos¿cierto?

—Sí,Losmejoresamigos.

—Entonces tú me puedes decir que fuimos nosotros o que somos. Porfavor.

Lucasdesviólamiradahacíalaventana.Logrépercibirqueteníaunapeleainterna.

—Porfavor—rogué.

— Hannah, yo no soy quien deba revelarlo. Eso es una cuestión entreCristainytú.

—Teentiendo.

—VoyabuscaraNaty.

Meenvióunamiradade<<losiento>>antesdesalirdelahabitación.

25

CRISTAIN

Después queLucas entró a ver aHannah estaba rogandopara que no ledijera algo. Sentía que esos recuerdos y la visita de su mamá le estabanaclarandolamemoria.

LucassalióyseacercóaNaty,queluegoentróalahabitacióndesuamiga.

—Mepreguntólarelaciónqueteníasconella—dijocuándoseacercóamí.

—Entoncesrecuerdaalgo.

Negóconlacabeza.

—Sientequeustedestuvieronalgo,peronosabequees.

Mepaséunamanoporelcabello.

—Tengomiedodequemevayaarechazarcuandorecuerdetodo.

—Noestoytansegurodeeso.Nohevistoadospersonastanenamoradasdespuésdeestarseparadosportantosaños.

—LacomparéconClaudia.

Lucasnosabíanadademisplanesdevenganzayaldecirletodo,notuvoquedecirnada,conlamiradamedijoquenoestabadeacuerdo.

Queríadescansarunrato,asíque,medespedídeLucasymefuiacasa.

Cuando llegué a casa, la puerta estaba sin seguro, entré con precaución,

encendílaluzymeencontréconCristinasentadaenelsillóndelasala.

—¿Sepuedesaberquéhacesaquí?

Cristinateníaunamiradaderabiacombinadacondolorysatisfacción.

—Recuerdaqueestatambiénesmicasa—dijocruzandolaspiernas,loquehizoqueelvestidoselelevantara.Apartélamiradayrespiréhondo,adiósalosplanesdedormir.

—Siesasí,yamismomevoydeaquí¬—medirigíalahabitación.

Cristinaselevantóeintentódetenerme.

— Cristain, por favor, te puedes quedar aquí. Por mí no hay ningúnproblema—dijo,siendomelosa.

—Peroparamísí.Cristina,entiéndelo,noquierohacertedaño—lahiceunladoyseguíalcuarto.

—Entoncesnotevayas—dijohaciendopucherosysentándosedegolpeenlacama.

—NopuedoCristina.

—¡¿Porqué?!—gritólevantándosedeunbrincodelacama.

—Noquierocomplicarmás lascosasycreoque todoquedóclaroentrenosotros.

—Siesasí,¿porquétequieresir?—teníalamandíbulaapretada.

Suspiréhondoyorganicélasideas.

—QuieroestarconHannah,ademásnoquieroquehayanmalentendidosentrenosotros.

Fuipormimaletayempecéaguardarmiropa.

Cristinasacólaropaqueyaestabaempacadaylatiróenlacama.

—¡Notevasair!—espetó,tirandomiropaalsuelo.

—¡Cristina,basta!—lacogídelasmanosyaguantésusmovimientos.

Ellaempezóallorarysesentóenlacama.

—Cristina,túsabesmásquenadieaquienyoamo.

—Yoteamo—estaballorandoyesomeestabaexasperando.

—Peroyono.

Recogímiropadelsueloydelacamaylaguardédenuevoenlamaleta.

Salí de la habitación y dejé las llaves de la casa en la encimera de la

cocina.

MefuiendirecciónalacasadeLucas.

—¿Teecharondecasa?—preguntóLucascuandoabriólapuerta.

—Algoasí.

—Pasa.

—¿Quépasó?—Lucassesentófrenteamí,enunsillónmarrón.

—TerminéconCristina.

—Ynoselotomóbien.

—Asíes.

26

CRISTAIN

Alamañanasiguiente,melevantétempranoypreparéeldesayuno,avena,arepayhuevorevoltillo.

—Huelebien—dijoLucassentándoseenelcomedor.

—Preparéeldesayuno,estáenlacocina.Yovoyairalhospital.

—Natymedijoquehoyledandealta.

—Asíes¬—asentí.

Nocabíadelaemoción,porfinibaaveraHannahfueradelhospital.

MedespedídeLucasymeencaminéalhospital.

—Buenosdías—entréalahabitación,Hannahyaseestabaalistandopararegresaracasa,ayudadadesumamá.

—Buenosdías—dijoHannahconunagransonrisa.

—Québuenoquevinistetemprano.Yotengovariascosaspendientes.

—Nosepreocupe.Yolavoyacuidarmuybien.

—Gracias.

LaseñoraKlintonterminódeayudaraHannahyluegosedespidió.

Hannahyyobajamoshastaelparqueaderoynosfuimosenmicochehastasucasa.

LlegamosacasayHannahanalizabatodoasualrededor.

—Norecordabaquevivíaaquí—dijoconsternada.

—Porlomenosteacuerdasdequeeresrica¿no?

—Sí.Cuandorecordéamifamilia.

Abrílapuerta,Hannahentróydespuésyoconlasmaletas.

— Es muy bonito tu apartamento— dije al ver un lugar sencillo perohermosoyconvistadelaciudad.

—Gracias.¿Nohabíasvenidoaquíantes?

—No.

— ¿Hace cuánto nos conocemos? — Hannah me sorprendió con supregunta.

— Desde hace mucho tiempo. Pero, no había tenido la oportunidad deconocertucasa.

Hannahasintió.Echóunvistazoalasalayluegosubiólasescaleras.

—¿Tesubolasmaletas?—ofrecí.

—No.Yoarreglomiropadespués.

—Recuerdasquenopuedeshaceresfuerzo.Yolassubo¬—insistí.

—Noesnecesario.

—¿Desconfíasdemí?

— No — se apuró en decir y bajó las escaleras ¬—. Creo que mihabitaciónesesa—meindicóuncuartoqueestabaenelprimerpiso—notienesquesubirmaletas.

—Ah—dijeapenado.

—Yoteagradezcotodoloqueestáshaciendopormí.

—Yolohagoconmuchogusto.

Hannah me sostuvo la mirada por varios minutos, fui el primero enapartarla.

—¿Quieresescucharotrahistoria?

Hannahasintió,sesentóenelsofáqueestáfrentealbalcónyyolaseguí.

27

HANNAH

LahistoriaquemecontócreoquesetratabadeNaty.Porquecuandomelaestaba relatando imágenes de ella se me vinieron a la mente. Como queríaacordarmedetodoloquehabíapasadoenmivida.

Yaestandoencasa,Crismevisitabatodoslosdías,yaseatodalamañanao toda la tarde. Sentía que lo conocía desde hace mucho tiempo.Me dabaconfianza,amistadysobre todounamiradaquemedabaaentenderqueeraimportante para él. Además, sentía que me estaba perdiendo de cosasimportantes.Queríavolveravivircomoantes.Asíque,undíalesdijeaCrisyaNatyquequería regresar a la clínica,no soloporquequería recordar, sinoquelosconocimientosyhabilidadesdemicarreralasrecordabaclaramente.Eldoctor que llevaba mi caso, dijo que era bueno que regresara, que lashabilidades adquiridas no se olvidan, era como manejar bicicleta, cuandoaprendesamanejarydejardesubiraellapormuchotiempo,puedessubiraellaynocaerte.

Despuésdeunmesregreséalaclínica,Natymepasóarecoger.Llegamosymi amiga estaba a la expectativa demi reacción y yo a la espera de quealgún recuerdo viniera, cuando entré al que era mi consultorio. Miré a mialrededorytodomeparecíadesconocido.Estabadecepcionada.Sinembargo,medi ánimoycomodoctoramedijeque todoesdel tiempo,queel cuerposabecuándoydóndedebemejorarse,esosícon los tratamientosadecuados.Enesaocasiónelmediconomerecetóningúnmedicamento,todolodejóenmíymisactos.

Llegó la hora del almuerzo y salí conNaty y el residente de nefrología.Esteúltimometratabacomosirecordaratodoynosabecuántoseloagradecí.

Cuandosehizodetarde,CrispasóarecogermeymedijoqueRaúlqueríaverme.

—Extrañaasudoctorafavorita—dijocuándomesubíalauto.

— Yo también lo extraño. Desde que salí del hospital me ha estadollamando.

—Despuésdeallíquieroinvitarteacenar.

—Estábien—sonreí.

CrisdiomarchaalautoynosfuimosrumboalacasadeRaúl.Al llegar,empecéaanalizartodo,cuandomiréelpasilloquevahacialapuertadesalida,semevinoalamenteCrisyyodiscutiendo,élmedecíaquenomeacercaraniaélniasufamilia,quequeríacambiardedoctora…Creoquemepusepálidaymi semblante cambió automáticamente, ya que, Crisme estaba hablando,

peronoentendía loquemedecía, soloviqueestabamoviendo los labiosytratabadequevolvieraalarealidad.

—Hannah,Hannah.¡Reacciona!—Crismecogióporloshombrosymeempezóamover.

—Estoybien—dijecomosi lavozmehubieravenidodesdeadentroyfueramiúltimoaliento.

—Estáspálida—dijopreocupado.

—Meacordédealgo—lomiréalosojos.

—¿Dequé?¬—dijopreocupado.

—En este lugar nosotros tuvimosunadiscusióny tu…Yo…No sé fueconfuso—dijesincomprenderloquerecordé.

—Hannah,cálmateydimequerecordasteensí.

—Tunomequeríascercayhastacreoquemeodiabas—estabatemiendoquefueraverdad.

Crisbajólacabezaynodijonada.Esomedioaentenderqueeraverdad.

—Cris…

—Eraverdad.Entrenosotroshanpasadomuchascosas—dijoevadiendolamirada.

—¿Quécosas?

—Esmejor que te vayas enterando de a poquito—estaba diciendo laspalabrasconpinzas.

—Cristain…

—¡Hannah!—escuchéaRaúlqueestababajandolasescaleras.

Mimiradapenetranteyconfusaque leenviabaaCris lacambiéporunaalegreyacogedoraparaRaúl.

—Mealegramuchoverte—dijodándomeunabrazo,elcualcorrespondícontodoelcariño.

—Amítambién.

—¿Damosunpaseo?Noquierovolvermeunermitaño—bramó.

—Claroquesí.

Los tres salimos de casa y empezamos a caminar por el barrio. Eraarborizado,loquemássobresalíaeranlasHayasyarbustoscamelia;elbarrioeramuybonito,merecordabaaunlugar,unlugarquesentíatanfamiliar;al

serprimaveratodoseveíaverdeycolorido.Loquehizoelpaseomásamenoyfresco.YotomédelcodoaRaúl,quehablabadesustiemposdejuventud,desuesposaylohermosaqueerahastaeldíadesumuerte,desugustopor lamúsica,hastadecómosereencontróconsunieto.

—Yo nunca estuve de acuerdo con el hombre que eligió para hacer suvida.Desdequeloconocímeparecióunapersonadominantee irrespetuosa;eso lo corroboré cuando volví a ver ami hija, que en paz descanse, y aminieto—recordóRaúlconmelancolía.

—¿Quépasó?—pregunté.

Raúlsuspiró.

—Él,separóadospersonasqueseamaban.Creoquenuncahabíavistounamorasí,bueno,despuésdelmíoconmiamadaesposa—dijosuspirando.

—¿Abuelodequeestáshablando?—Cristainestabadesconcertado.

—Yonoteloquisecontar,peroviendocomoestánlascosas—memiróyluegoaCris—esmejorcontarlaverdad.

Llegamosalacafeteríaypropusequenossentáramosatomaruncafé.

—Cuandotumadremebuscó—dijomirandoaCris,sumiradaeradeunabuelopreocupado—mecontódeporquetehabíasidodecasa,ademásantesdemorirmeconfesóquetupadrefueelqueseinventólataltraición.

—¿Qué?¿Porquénomelodijisteantes?—Crisselevantódelasillayapretólasmanoshastaconvertirlasenpuños.

—¿Paraqué?—preguntósinimportanciasuabuelo.

—Parahacerleelreclamo—estabaindignadoyexaltado.

— Hijo, tu padre es muy testarudo, él no iba a entender el amor queustedessetenían.

¿Dequiénestaránhablando?¿Porquémesientotancomprometida?FueloprimeroquepenséaldarmecuentaqueRaúlmedirigíamiradascómplices.

—Élmevaatenerqueescuchar—dijoapretandolamandíbula.

—Déjalo.Élestámuyenfermoyloúltimoquenecesitaesunadiscusiónconsuúnicafamiliaqueademásessuhijo.

—No puedo abuelo. Él siempre se hametido enmi vida.Y no es paracosasbuenas,siempremearruinatodolobueno—dijoapretandolospuños.

Suabuelolotomódelasmanosehizoquesecalmara.Yolepasélamanodearribaaabajoporlaespaldaparatranquilizarloehicequelatensiónbajara.

—¿Cómovatumejora?—preguntóRaúlcambiandodetema.

—Muybien.Heestadoteniendopocosrecuerdos—dijeaúnconmimanoenlaespaldadeCris.

—Esperoquemástempranoquetarderecuerdestodo.

—Queseaasí.

—¿Tomamosuncafé?—preguntóRaúl.

—Sí—respondí.

28

CRISTAIN

Todo lo que creía cierto, era falso, mi vida era una completa mentira.PensabaqueHannahmehabíatraicionado,ylapersonaquelohizofuelaquemenospensaba,mipadre.Pero,esonodebióhacerlosolo,alguien tuvoquehacerse pasar por Hannah. Todos esos años acumulando un odio por lapersona equivocada. No sabía cómo iba a hacer para que Hannah meperdonaracuandorecuperaralamemoria.

—¿Todavíapensandoentupapá?—Hannahyyoestábamosdevueltaasucasa.Despuésquetomamoselcafé,llevamosamiabuelohastasucasaylleveaHannahalasuya.

—Loquehizonotienejustificación—seguíasincomprenderporquemipapálohizo,¿élnosedabacuentadeldañoquemeestabahaciendo?

—¿Tantolaamabas?

Medetuveanteenelumbraldesupuertaylamiréfijamente.

—Nosabescuánto—queríaquesedieracuentaqueeraella.Creoqueloconseguí,yaque,bajólacabezaysesonrojó.Pero,sabíaquenoseibaacogerlaindirecta.

—¿Quierespasar?—alzólavistaymesostuvolamirada.

Meacerquéaella, loquehizoqueretrocediera,diotropasoyellanosemovió;cerrélapuertasindarmelavuelta.

— Cris… — su voz salió temblorosa, estaba nerviosa. Eso me dio aentenderqueellaapesardequenoseacordabademí,sucorazónsí.Eibaahacertodoloposibleparaqueelpasadononosafectara.SiteníaqueempezarunanuevarelaciónconHannah,nadaninadiemeibaadetener.Mepropuse

enesemomentoreconquistarla.¡Dioscomolaamaba!

— ¿Si?— estaba tan cerca de ella que podía oler su aroma a jazmín yvainilla,quesiempremehabíavueltoloco.

—Meestoymaltratandoconelsillón—sequejó.

Mealejéalinstantedeella.Hannahseechóareír.

—¿Qué?—noentendíaporquésereía.

Latomédelacinturayleempecéahacercosquillas.

—Ya—¡Dios,comoextrañabasusonrisa!

Lasoltéyesperéaquesecalmaradelataquederisaparaquemedijeraelmotivo.

—Portucara.

—Bueno.Mepreocupé.

—¿Tequedasacenar?

—Sí.

Hannahentróalacocinayyomesentéenelsofá.

—¿Quéquierescenar?

—Loquequieras.

Lacocinaestabadivididaporunaparedqueteníaunhuecoenlamitad,asíquepodíaverlamientrascocinaba.Apesardetodoloquehabíamospasado,mi amor por ella seguía intacto. Su cabello totalmente castaño, las mechashabíandesaparecido,asíqueseveíamásnatural,llevabapocomaquillajeysemovíaconhabilidadenlacocina.Cuandoéramosnoviosnomediotiempodeconocertodassushabilidades,soloqueteníaeldondegente,sellevababiencontodos.

—Simesiguesanalizandodeesamanera,teaseguroquevoyaterminarquemando lacomida—bromeó.Nosabíacómosehabíadadocuenta, si sumiradaestabaclavadaenloqueseaqueestuvieracortando.

—¿Cómosabesqueteestoymirando?

—Nomepreguntescomo,perosientocuandomemiras—alzólavistayleregalémimejorsonrisa.

Negóconlacabezaysiguiócortando.Noladejédemirardeltodo,cuandohacíacualquiermovimientolamiraba.

Elcelularmesonóindicandounmensajeentrante.EradeCristina.

“Necesitotuayudaenelbar,¿puedesvenir?O¿Estásocupadoconella?”.

Yo:¿Esmuyurgente?

Cristina:¿Puedesonopuedes?

Yo:Sinomedicesquetipodeayudanecesitasnovoyair.

Larespuestatardóunoscuantossegundosenllegar.

Cristina:Necesitouncantanteparaelbar.Obviamentetevoyapagar.

Yo: Cristina, ¿no puedes pedírselo a otro cantante? Tienes muchosconocidos.

Cristina:¿AúnnohasentendidoqueHannahnoesparati?¿Noaprendisteconloquetehizohaceunosaños?

Sabíaquesutonoerarecriminatorio.

Yo: Ese es mi problema. Busca a otro cantante. Yo no puedo. EstoyocupadoconHannah.

Cristina:Algúndíatevasaarrepentirdehabermealejadodetuvida.

Nolerespondí.Guardémicelularenelbolsillodelanterodelpantalón.

Olíarico.Eraunaromadepollosazonadocontomilloytoronjil.

—¿Todobien?—nosentíaHannahacercarse.

—Sí—sonreíymehiceaunladoparaquesesentara.

Hannahmemiróymeanalizóconlamirada.

—¿Qué?

—¿Nomevasacontarquetepasa?

—Nomepasanada—leacariciélamejillaysonreí.

—Bueno—sepalmeólosmuslosdelaspiernasyselevantó—.Yavoyaservir.

SeguíaHannahhastaelcomedor;ellatrajolacomidaysesentóamiladoderecho.

Como lo había sospechado, era pollo sazonado con tomillo y toronjil.Ycuandoloprobé,quedelicia.

—Mmm,estásúperrico—dijeconlabocallena.

—¿Sí?—preguntóHannahconunagransonrisa—Pruebalaensalada.

Laprobéymequedéfascinadodeloricoquecocinaba.

—Cuandonosconocimosnotuvelaoportunidaddeprobartucomida.

—Laverdad,esquelopocoquerecuerdoesqueaprendíacocinarcuandomevineaviviraesteapartamento.

Sonreíyseguícomiendo.

—¿Nomevasadecirquetepasa?

¡Vaya!Penséqueeltemaestabazanjado.

Dejéeltenedorenelplato.

—Meescribiómiex.

—¿Laconozco?

—Sí.

—¿Quétedijoparaquetecambiaraelhumor?

—Bueno.Nocreoquetevayaagustar.

—¿Setratademí?—nosesentíaofendida,sinointeresada.

—Esmejorquecambiemosdetema.

—¿Quéteparecesihablamosdenosotros?—preguntóconunasonrisa

—Esomegustamás.

—Cris,quieroqueseassinceroconmigo.

—Si—asentí.

—¿Túyyotuvimosalgunarelación?

Estaba tomado un poco de agua y casi me ahogaba. Tosí y tragué paradarmetiempoapensarlarespuesta.

—Eh,…Bueno…Túyyo…

—Cris—Hannahalzólamanoindicandoquedetuvieramisdivagaciones—Esunasimplerespuesta,síono.

—Sí.

—Ahorasivienelapreguntadifícil.

—Hannah,amímeencantaríacontarte todo loquepasóentrenosotros,peronoquieroafectartumemoria.

—Nolohará.Créeme.

—¿Esolodicescomoconceptomédicoocomopacienteimpaciente?

Fruncióloslabiosparadisimularunasonrisa.Pero,noaguantólarisa.

—Deverdaderesgenial.Nosabescuántoanhelorecuperarlamemoria.

—Yotedijequeteibaaayudar—latomédelamanoqueteníasobrelamesaylamiréalosojos—pero,todoasutiempo.

—Ok.—Coloquélosojosenblanco—¿Vemosunapelícula?

—¿Quétipodepelículatienes?

—No aquí.Enun cine.Quiero ver la noche, siento quemepuede traermuchosrecuerdos.

AyudéaHannahalavarlosplatos,mientrasellasecambiaba;ysalimosadisfrutardelanoche.

Seveíatanhermosaconesevestidoverdeesmeralda,elcolorquetantolegustaba.

— ¿Qué película quieres ver? — le pregunté cuando llegamos al cinedespuésdeunalargacaminata.

—Hayunaqueparecemuybuena.Esdeficciónconalgoderomance.

Hannahcomprabalaspalomitas,mientrasyocomprabalasboletas.

Vimos la película y regresamos a su casa caminando de nuevo. Norecordabacuantoleencantabacaminaraestachica.

—Melapasémuybienhoy.Tepreguntésinosotroshabíamostenidoalgoporloquerecordéestamañanaencasadetuabuelo.

—Tedebounaexplicaciónsobreeso.

Hannahmesonrióysedespidiódándomeunbesoenlamejilla.

Yomefuiacasafelizdevolverapasarundíaconlapersonaquesiempreheamado.

NosabíaporquéteníamiedodeamaraestachicaquenosecomparaennadaaClaudia.

29

HANNAH

Fue un día extraordinario y lleno de emociones, acordarme de cosasmehacía tanfeliz.Sinembargo,pensarqueCrismeodiabaeracomosentirunapunzada de dolor en mi corazón.Me gustaba tanto, con él sentía una granconexión;noacordarmedeloquevivíconélmeagobiabaydesesperaba.

Tratédedejaresasideasaunladopararelajarmeunmomento,eldíafuelargoyteníamuchosueño,asíquemecambiéderopa,cepillélosdientesymefuiadormir.

“Estaba sentado en la grama de un parque bajo el cielo estrellado,disfrutandodelacompañíadeunchicoagradableydeojoscafésexpresivosquememirabancomosi fuera lamáshermosamujerquehayavisto.Habíavelascolorverdeesmeralda,eraunaespeciedepicnic,mesentía tan felizylibrejuntoaél.Élseacercóymehablóaloído,paraluegobesarmeyentregarporcompletomicorazónaesehombre”.

Me levanté con la respiración agitaday el corazón amillón.No sabía sihabía sido un sueño o un recuerdo, pero fue hermoso. Sentí aCris en cadamomento,creoquemeestabaenamorandodeesechico.Sonreíalpensarqueapesardequemimemorianorecordabanada,micorazónsi,ylapresenciadeCristodoslosdías,meayudabagrandemente.

Mirélahoraenelrelojqueestabaenlamesadenochealladodemicama,eran las cuatro de la mañana; estaba a una hora de levantarme para ir atrabajar.Estabaalegredehabertenidoesesueño,quemelevantédeunavezyme puse a arreglar la casa, tenía tiempo que no pasaba una escoba en esteapartamento.

Coloquémúsicaparahacereloficiomásameno.

Sehicieronlascincoymefuiabañar,luegomehiceeldesayunoymefuienmicochea laclínica.EnelparqueaderomeencontréconNaty, lasaludéconefusividadyellaseechóareírdetodalaenergíaquetrasmitía.

—¿Porquétanfeliz?

—Me levanté feliz, ayer tuve recuerdos que creo que han marcado enalgúnmomentomivida.

—¿Recordaste?—preguntóesperanzada.

—No.Solo tuve levesdestellosde loquehevivido,yen losdosestabaCris—lasonrisanosemeborraba.

—Tegusta,¿cierto?

—Paraquetelovoyanegar.Sientoqueconectoconél.

Natymepasaunamanoporloshombrosycaminamoshastaelascensor.

—Mealegramuchoquetussentimientosnohayancambiado.

FrenéensecoymirédesconcertadaaNaty.

—¿Quéquisistedecir?

— Hannah solo tienes que mirar dentro de ti, en tu corazón. No soypsicóloga,peropuedodecirtequeturazónestánublandoalamor.

Noentendíloquemequisodecirconeso.Pero,dequemepusoapensarmepusoapensar.

El ascensor llegóy subimosa él.En todoel recorridohasta laplantadeespecializacionesmimenteestuvovagandoenloquedijoNaty.

“Turazónestánublandoalamor”.

—Noledestantasvueltas,enestaocasiónpiensaconeste—mecolocóunamanoenelcorazón—ynoconesta—dijocolocándomeunamanoenlasien.

Con decir eso desapareció en su consultorio. Yo también entré a miconsultorio y revisé las historias clínicas de los pacientes que estabaninternadoesedía.Entrepapeles,consultasyvisitasapacientessemepasólamañana.Cuandoibasaliendodehacermironda,recibíunanotificaciónenmicelular,eradeCris.Mirélahoramientrasmedirigíaamiconsultorio,eralahoradelalmuerzo.

<<Nosabíasiestabasocupadaono,poresodecidíescribirte,sileesestemensajeynoestásocupadallámame,porfavor>>.

Mesentéenelescritorioylollamé.

—HolaCris,¿cómoestás?Recibítumensaje—dijecuandodescolgó.

—Muybien.¿Estásocupada?

—No.Estoyorganizandotodoparairaalmorzar.

—¿Quieresiraalmorzarconmigo?

Sonreícomounaniñapequeñaviendosunuevoregalodenavidad.

—Meencantaría.

—Tepasoarecorrerendiezminutos.

Colguéymesentéaesperar ansiosaaCris.Enmediode la esperaNatytocólapuerta.

—¿Salimosaalmorzar?

—Crismeinvitóasalir—dijetratandodedisimularmiemoción,peronofueposible.

—Quelodisfrutes—Natymeregalóunasonrisapícaraantesdesalirdelconsultorio.

—¡Oye!—podíaescucharsurisaenelpasillo.

Tener a Naty en mi vida fue una bendición, siempre estuvo a mi lado.EntrelosrecuerdosconNaty,meacordédecuandoestábamosenelcolegioymedefendíadeloschicosquemehumillabanportenerunaideadiferentedela vida, sus palabras llenas de sabiduría y un pocoduras hacían que poco apocoloscompañerosdemiclasedejaranaunladolosprejuiciosyrespetaranmipuntodevista.

Al ver que solo faltaban como tres minutos para que Cris me pasara arecoger,tomémibolsoyloesperéenlaentrada.

Alospocominutosunautocuatroporcuatroseestacionóenlaentradayde él descendióCris, se veía sexy e imponente con la camisa ajustada y lachaqueta que lemarcaba losmúsculos, no sabía si hacia demasiado calor oqué, pero sentía que enmi organismo subía la temperatura, lo quehizoqueapartaralamiradaparatomaraireycalmarmishormonas.

Crisllegóamiladoymediounbesoenlamejillaymesusurróaloído.

—Teveshermosa.

Sonreí y tomé la mano queme ofrecía, me dirigió al auto, me abrió lapuertadelcopilotoyesperóaquesubieraparacerrarlapuertayluegosubirseél.

Elautoteníaelaromadesucoloniacombinadoconcuero,erarelajanteyenvolvente.Imágenestratabandevenir,peroeranconfusas.

— ¿Cómo te fue hoy en el hospital?— preguntó cuándo diomarcha alauto.

—Muybien.Nohubomuchomovimiento.

Cris asintió, tenía la sensación de queme quería decir algo, pero no seatrevía.

—¿Cómotefueati?

—Hoyestuvegrabandounacanción.

—¿Mepuedescantarunaestrofa?—pedí.

Cuandoempezóacantarmetransportéaunaépocadondeeramásjoven,yestabaenunbar,acompañadodeLucas.Suvozmetrajorecuerdoshermososynoqueríaqueparara.Sinembargo, lohizo,abrí losojosy sumiradaestabaclavadaenmí,enesemomentoestábamosenunsemáforoenrojo.

Sonreíyloanalicéporunossegundos.

—Meacordédealgo—élno tuvoquehablarparapreguntarquehabíarecordado—.Estábamosenunbar,tucantabasadúoconLucasyNatyyyolosfuimosaver.

Crisarrancódenuevoytomamosrumboalnorte.

—Esafuenuestraprimerasalidajuntos.

—Meencantórecordarla, fuemaravillosa.Nofueelúnicorecuerdoquetuve de tu y yo juntos. Pero, te lo cuento cuando lleguemos al lugar dondevamosaalmorzar.

Criscondujoun ratomáshasta llegaraunparque.Mebajéyobservéellugar,meeramuyconocido.

Me tomó de la mano y me llevó hasta el centro del parque, había unamantaenelsuelodecoradadelamismamaneraqueenmisueño,esosí,sinlas velas. Esa imagenme aclaró lamente y dio a entender que el sueño nohabíasidorealmenteunsueño.

—Deestotequeríahablar.¿Nossentamos?

Crissesentóamiladoyesperópacienteaquehablara.

—Meacordédetuyyo,deestelugar,bajolanocheestrelladayrodeadosdevelascolorverdeesmeralda—mientrashablabanopodíaapartarlamiradadesusojos,quemedecíamilesdecosassinpronunciarunapalabra.

Crissonrióalegreymemiródelamismamaneradeaquellanoche.

—Teacordaste—dijoconnostalgia.

— Si, y no sabes lo feliz que me hace. Y me da miedo pensar que lahistoriaquemecontasteenelhospitalseamostúyyo.

—Séqueloquevivimosnosmarcó,yreconstruiresovahacermuchomásdifícilahora.

— Yo no quiero reconstruir. Y para eso necesito tiempo, para recordarquienera,quiensoyysobretodoquieneséramostúyyo.

—Yotevoyaesperareltiempoquenecesites—metomódelasmanosylas acarició mientras hablaba—. Fui un idiota por haber dudado de ti, denuestroamor.

Almorzamosyhablamosunratomásdesufamilia,desuabueloydesucarrera.Queríaconocermásdeél,ycerciorarmequeloquemiinstintoymicorazón me decían era cierto, estaba considerando el consejo de Naty,escucharalcorazón.

Cuandoterminamosdealmorzar,Crismellevódevueltaalaclínica,ysedespidiónosinantespedirmealmorzardenuevo.

Lajornadadelatardeenlaclínicaestuvomásmovidaqueenlamañana,hasta recibí lavisitademimédicoparaverificarmiestadoyavance; se fue

contentoportodoloquelecontéycomomesentía.

Alacabarsemi turno,mefuiacasa, toméunbañoymesentéenelsofáconuntarrodeheladodechocolateconchicleparaverlapelícula“Orgulloyprejuicio”.

Nosabíaenquémomentomehabíaquedadodormida,peromedespertóeltimbredelaentrada.Mefrotélosojosymirélahoraenelrelojdeparedqueestabaarribadel televisor,eran lasochode lamañana,no trabajabaysemehizoextrañoquealguientocarásinqueantesmehubieranavisadodeportería.

Meestiréyfuiaabrir.Enlapuertaestabaunachicadecabellonegro,altayconexpresióndesafiante.

—Buenosdías—ledije.

—HolaHannah—suexpresiónnoeraparanadaagradable.

—¿Nosconocemos?

—¡Vaya!Entoncessiesciertoqueperdiste lamemoria—memiróconaltivez.

—Portalrazónnomeacuerdodequieneres.

—Bueno,yotevoyarefrescarunpocolamemoria.SoyCristinaysoylaprometidadeCristain—meenseñóunanilloparanadasencilloymodesto.

Apesarqueloquedijomecayóconunbaldedeaguafría,nocambiémisemblante ni mi postura ante ella, no me iba dejar amedrentar ante unaseñoritasoberbia.

—Hastadonde tengoentendidoél terminóconsunovia—mecrucédebrazos y la miré directo a los ojos, los cuales me enviaban dagas. No seesperabamicontraataque.

Cristinasonrióconaltivezymedesafió.

—¿Túcreesque,siélhubieraterminadoconmigo,yoseguiríausandoesteanillo?—mostrónuevamentesuanilloconarroganciayorgullo.

—¿Estásseguradequetevasacasar?

—¿Qué?—preguntóofendida.

—Tu falta de seguridad fue la que te trajo hasta aquí. SiCris estuvierarealmenteenamoradodeti,notienesporquétemer,perolodudo—lamirédepieacabeza.

Vicomosucarasetornabadecolorrojodelarabiaysumiradadecíaquemequeríaahorcar.Sinembargo,cerrélapuertaantesdequesefueraalanzarencimademicomounafiera.

Merecostéenlapuertayrespiréhondohastaenfriarmisangre.

Apesardelasatisfacciónquetenía,nopodíaalejardemicabezalasdudasque se me había formado por la visita de Cristina y el anillo que llevabapuesto.

EnesemomentomeditéytratédecolocarenprácticaloscuatroacuerdosdelasabiduríaTolteca,loscualesteniapresentescomounconocimientomásdemicarrera.

ComoesedíaibaaalmorzarconCris,nomeamarguéniperdímitiemposuponiendo.

**

AlahorapactadaCrisyyonosencontramosenelrestaurantequeestabaenelcentrodelaciudad.Mevestícasualperoformal,conunpantalóndetelacolorblancohuesoencajadoconunablusaverdeconmangasdebolerocortasyacompañadodeunasplataformasbeige.

El restaurante lo escogió Cris. Era elegante y sofisticado. La fachadaestaba hecha de vidrio y por dentro estaba iluminado por la luz naturalapoyadodevelascomocentrodemesa,lasmesaserandemaderaaligualquelassillas.Todoestabamuyhermoso.EnesemomentopenséqueCrisescogióese lugar por su toque romántico. Y no estaba tan equivocada; cuandocaminaba hacia la mesa donde estaba la reserva, podía ver en el caminoparejasdeenamorados.

—Estásmuyhermosa—dijoCriscuandolleguéalamesa.

Sonreíylosaludéconunbesoenlamejilla.

Élestabamuyguapo,teníauntrajegrisquelemarcabaalaperfecciónsusmúsculos.

—Gracias.

Meapartólasillaparaquemesentara,locualhice.

—¿Cómoestás?—Cris seveía tan feliz.Lo sentía tancercano,quedeinmediatosemevinieronlasimágenesdeCristina.

—¿Hannah?

—¿Dime?—estabatanconcentradaenmispensamientosquemeolvidocontestarle.

—¿Estásbien?

—Si.¿Cómovaeltrabajo?

Elmeserollegóconlacartaysealejóparadarnostiempodedecidir.

— Muy bien. Estamos en una nueva producción. Me gustaría que laescucharas.

—Meencantaríaescucharla.Hebuscadotumúsicayesmuybuena.Megusta—dijeconunagransonrisa.

Crismeregalóunasonrisaymequedómirando.Sostuvimoslamiradaunrato. Mientras nos mirábamos, pensaba si el hombre que tenía en frente,cariñoso, respetuoso y del que no podía parar de pensar, estuvieracomprometidoynomelohubieradicho.

— Sé que me quieres preguntar algo. Conozco esa mirada — Cris noapartólavistademí.

Yorompíelcontactovisualbajandolacabezayjugandoconlaservilleta.

Carraspeéylomirédenuevo.

—Eh,Cris,¿túestáscomprometido?—preguntésindarmuchasvueltas.

Crismehumedecióloslabios,seguíasinapartarlamiradademí.

—No.Loestaba.Pero,yano.¿Cómoteenteraste?—preguntófrunciendoelceño.

—Cristinallegóamicasaymemostróelanillodecompromiso.

Bajólamiradayvicomosumandíbulasetensionaba.

—Penséqueestabatodoclaroconella—dijoentredientes.

—Hannah—metomódelasmanosymemirócondeterminación—séque no te acuerdas de lo que pasó entre nosotros. Pero, sé que sientes lomismoquesientoyo.Portirompímicompromiso.

—¿Pormí?—élnopodíaestarhablandoenserio.

Tragósalivaymesoltólasmanos.Sesentíatanbien,quenopodíarefutarloquemedijo.Eraverdadquesentíaalgoporél,algoquenopodíaexplicar.

— Cuandome enteré de lo que en realidad había pasado con nosotros,decidíquenopodíaperdertedenuevo.Yoaúnteamo—soltóderepenteCris.Memirabacondeterminación,pero,noesperabaunarespuesta.Esonomeloesperaba.Apartélavistayrespiréhondo.

Llamó al mesero y le dijo lo que quería, luego me preguntó que iba acomer.Tardé varios segundos en responder.Miré la carta y pedí lo primeroquevi.

Yo no estaba lista para una relación. No sabía ni quien era yo. Queríaesperaratenerunpocomásdememoriaparalanzarmeatenerunarelación.

Por lomenos se aclaró una de las tantas dudas que rondabami cabeza,¿quéhabíamossidoCrisyyoenelpasado?

—Cris,yoquieroesperarparaempezarunarelación.

—Losé.Poresotevoyaesperar.

Mis ojos se llenaron de lágrimas que no derramé. Sonreí. ¿Qué habíahechoparaqueesehombremeamarahastaelpuntodeesperarme?

Elmeserovinoconlacomidaypasamoselrestodelacitaensilencio.Unsilencioparanadaincómodo.DevezencuandoCrismemirabaymesonreía,yocorrespondíatambiénconunasonrisa.

Caminamosunratoantesdellegaramicasa,despuésdeungrandía.

—Pasa—prendílaslucesyledijequesesentara.

—Hannah.

Regresédelacocinaconunvasodeaguaymesentéasulado.

—Mealegromuchodequeestésamilado.

Sonreíytomédelvasodeagua.

—Quieropasarestaetapaatulado,séquesientoalgoporti,peroquieroesperar.

Sabíaqueteníaquesersinceraconél,nopodíahacerleilusiones,cuandoyonoqueríalomismoqueélconrespectoaunarelación.

Élasintióymediounbesoenlamejilla.

—Voyaestarfueradelaciudadporunasemana,teestaréllamando.

Asentí.Élselevantóysaliódelacasa.

Iba a ser extraño no verlo todos los días. Estaba acostumbrada a sucompañía.

Yomedeshicedemiropaymecoloquéunamáscómoda.

Alospocosminutosdehaberempezadounapelícula,suenaeltimbre.

Aquenoadivinanquienera.

—Hola—medijoCristina.

—Hola—lecontestédeformaseriaapesarqueellateníabuenaactitud.

—¿Podemoshablar?—seestabaestrujandolasmanoscomosiestuvieranerviosa.

Lo pensé dos veces antes de aceptar. Quería darle la oportunidad de

escucharla.

—Siéntate.

Ellasesentóenelsofádondeyoantesestabasentada.

—¿Quieresalgodetomar?—leofrecí.

—Si.

Su actitud era muy diferente a la que tenía la primera vez. Cuando leentreguéelvasoconaguapenséqueseibaaponerallorar.

—Lamentovenirasísinavisar—seexcusó.

—Notepreocupes—yoseguíaconmimismosemblante.

—Vengoadisculparme.Séqueloquehicenoestuvobien—dijoconlacabezagacha.Comosiestuvierarealmentearrepentida.

—Esbuenoquereconozcastuserrores.

—Esqueyonomeequivoqué—dijocondeterminación.

—¿No?

—No.Loquetedijeeraverdad.

—¿Entoncesparaqueviniste?

—Yatedije.Paradisculparme.Yonodebívenir,pudeafectartusalud—¿ustedestambiénsintieronlahipocresía?

Le sonreí. No por su preocupación o consideración. Si no porque teníalastimadeella.

—Cristina,cuandotevayasacasar,esperoqueseasmuyfeliz—apesardetodo,selodijedecorazón.

—¿Qué?—estabadesconcertada.

—Siyatedisculpaste—leseñalélapuerta—estoyocupada.

Sonriódeformaforzadayselepodíaverlatensión,medevolvióelvasoantesdesalir.

Yoretomémipelícula.

30

HANNAH

Yateníaquevolveraltrabajo.Esaeraunadelasventajasdesermipropiajefa.Noteníaquerendirlecuentasanadie.Ysentíaquedelegarfuncionesmehacíabien.HabléconNatyundíay ledijequemis laboresen la clínica seiban a limitar; me iba a dedicar a las rondas, si había una emergencia orevisióndespuésdeunacirugía.

—Meparecegrandioso—mecontestóconunagransonrisa.

Eldíaqueregreséalaclínica,miamigamerecibióconunanoticianotanagradable.

—Esunembarazodealtoriesgo.

Cuandome lodijo,sabíaque todo loque teníaplaneadohacer,de tomartiempoparamíydelimitarmistareasenlaclínica,sehabíaidoporlaborda.

—Naty,¿quévoyahacersinti?—estabatandesanimada.

—Losiento—sedisculpó.Sabíaqueellanoteníalaculpa.

Neguéconlacabezaylatomédelasmanos.

—Espero quemuypronto nazcami sobrino— le ofrecí una sonrisa deapoyo.

— Gracias — soltó el aire que tenía contenido y me regaló una gransonrisa.

¿QuéibaahacersinNaty?Nopodíadelegarfuncionesalresidenteoalosdemássociosdelaclínica,ellosyateníanunaresponsabilidadgrande.

Laúnica soluciónque semeocurrió fue abrir unavacanteparamédicosurólogos. Llamé al jefe de medios de comunicación y le dije el perfil quenecesitaba.Además,creoqueyaibasiendoqueincluyéramosamáspersonal.A pesar que, contábamos con gran número de personal, cuando había unaemergencia o cirugía de emergencia el personal no daba abasto. Así que,aumentélasvacantes,solicitémédicosanestesiólogos,generalesypediatras.

Alahorarecibíunmensajedeljefedecomunicacionesinformandoqueyahabíadadoelcomunicadoennuestrapáginawebyperiódicos.

**

Cuandollególahoradelalmuerzo,elresidentemeinvitóaalmorzarconél.

Mientrascomíamos,mecontabaqueseibaacasar;cuandomecontóquemevolveríaapresentarasunoviaahoraprometidaeldíadelabodamesentíalagadaquemetuvieraencuenta.

Terminamosdealmorzarynosdirigimosalaclínica.Hicelarondayluego

empecéaregistrarhistoriasclínicas.Cuandoestabaterminandomijornadadetrabajo, mis pensamientos se fueron hacia Cris, no había recibido ni unallamadaniunmensajedesuparte,asíquemetocóhacerloamí.

Contestóaltercertimbre.

—Hola—dijecuandodescolgó.

—HolaHannah.

—¿Cómoestás?¿Cómotehaido?

—Muybien.Lagiraapenasempieza—seescuchabaalegre.

—¿Dóndeestásahora?

—EnBogotá,deaquípartoaMedellín,Barranquillay luegoharemoslagirainternacional.

—Queemocionante.Mealegraquehagasloquetegusta.

—¿Ytú?¿Cómotehassentido?

—Muybien.Natymediolanoticiaqueestáembarazada.

—Peronoseteescuchafeliz,¿sucedealgo?

Suspiré.

—Mehacemuyfeliz,pero,mevaahacerfaltaenlaclínica.Asíque,abrívacantes.

—Esoestámuybien.Tevaaayudaraaminorarlacarga.

—¿Cuándoregresas?

—¿Yatehagofalta?—bromeó.

Yomeechéareír.

—Paranada.Soloqueesdiferentesinti.

—Tehagofalta.

Cuandoleibaarepetirlapreguntameentróotrallamada.

—Cris,hablamosluego,tengootrallamada.

—Regresocuandotúmenecesites.

Ycolgó.

Quedéanonadadadesurespuestaysonreíacomounaboba.Cuandosonónuevamenteelcelularmedespertódeltrance.

—¿Diga?—preguntéaldescolgar.

—HolaHannah,¿cómoestás?—suvoznolareconocí.

—Bien,¿conquiénhablo?

—¿Yaborrasteminúmerodetuscontactos?

MirélapantalladelteléfonoyvielnombredeJoaquínEstrada.

—Losiento,perotuveunaccidenteynorecuerdonada.

Seescuchóunbrevesilencioenlaotralínea.

—SoyJoaquínEstrada,fuimoscompañerosenlauniversidad.

—Tendríaquevertepararecordarte.

—Nohayningúnproblema.Teinvitoaalmorzarmañana.

—Bueno.

ColguéyllaméinmediatamenteaNaty.

—Amiga,¿cómoestás?

—Hannah,¿todovabien?

—Sí,notepreocupes.TellamoparapreguntartesiconocesaJoaquín.

—¿JoaquínEstrada?Claro.

—¿Quémepuedesdecirdeél?

—Quesinoestuvieratanenamoradamedejaríahacercualquiercosaporese espécimen de hombre— con solo escucharla, sabía la cara que estabacolocando.

—¿Asídebuenoestá?—meinteresé.

—Ysiemprehaestadoenamoradodeti.

—Mellamóhoy—dijeignorandoelúltimocomentariodeNaty.

—Talveztepidaunacita—bromeó.

—Esperoquenoseaasí.Bueno,tedejo.Voyaterminarmijornadaymevoyacasa.

—Tequiero,cuídate.

Arreglétodoenelconsultorioymefuiacasa.

AlllegarmerecostéenelsofáybusquéaJoaquínenlaredsocialyNatyteníarazón,parecíaunmodeloderopainterior.

Cerrélacomputadora,mepreparéunemparedadoymefuiadormir.

Aldíasiguientemelevantéconlailusiónderecodaralgomásdemivida.

Mevestí conunpantalón ajustadoyuna camisa lisablanca acompañadodeunaszapatillasyelcabellosuelto.

Lleguéalconsultorioyatendíaunpacienteconproblemasrenalesgravesquehabíasidoenviadoporelmédicogeneralurgente.Loexaminéyrevisandolasanalíticasselediagnosticoinsuficienciarenalcrónica,asíquelointernédeinmediatoyelresidenteseencargódeél.

Llególahoradelalmuerzoynoqueríaalejarmedelpaciente,sinembargo,elresidentemedijoqueélseencargaba.

Tomémibolsoymedirigíalrestauranteacordado.Alentrarmiréatodosladoshastaencontraraalguienqueseparecieraalafotodelaredsocial.

—Hola—dijealacercarmeasumesa.

Joaquínselevantóymeabrazó,paraluegodarmeunbesoenlamejillaconefusividad.

—Estás bellísima—me apartó unosmilímetros ymeobservó de pie acabeza.

—Gracias—sonreí—teencontréporunafotoquevienturedsocial.

Meapartólasillayesperóaquemesentaraparasentarseél.

—Notepreocupes.¿Cómohasestado?—mepreguntó.

—Bien.Lamentopornorecordarte—mesentíaapenada.

Metomódelasmanos.

—Hastalosdoctoresseenferman.Notepreocupes.

—Gracias—sonreíamablemente.

—Meacuerdocuandoestábamosenlauniversidadexaminandocuerposytuvomitastetodoalmuerto—recordóentrerisas.

Mientrasélsereíamimentetratabaderecordarylohizo;meacordécomoNatymetomódelpeloymesacódelsalónhastaelbaño.

—¡Dios!Lorecuerdo—dijetapándomeelrostroporlavergüenza.

—Mealegramucho—mesonriódeformacoqueta.

Apartirdeallíempezamosahablardelauniversidadcomosilorecordaratodoyrecordémuchascosas.Joacoesunapersonaalegreyextrovertida,quemeayudóaolvidarmedelosproblemasdelaclínicayconcentrarmeunpocoenmí.Me dijo que se especializó es pediatría y que estaba aspirando en laconvocatoriadelaclínica.

— Espero que quedes. Yo hago la selección final, pero, voy a dar

referenciassobreti.

Metomódelasmanosymesonrió.

—Muchasgracias.Nohascambiadonada.

Sonreíynosdispusimosacomercuandollególacomida.

Cuandoseterminólahoradelalmuerzomeacompañóhastalaclínicayaldespedirsemeapartóelcabellodelacara,comoenlosviejostiempos.Loquenovivenirfueelbesoquemedioenlacomisuradelaboca.

Subíamiconsultorioymecoloquémibatapara revisarcomoestabamipacientedelamañana.SellamabaBorisJaramillo,eraunajovende28añosyteníainsuficienciarenalcrónicaenestadio2,asíque,alserdiagnosticadoenestadios iniciales no se le colocó diálisis, solo medicación, nutriciónbalanceada y bebermucha agua, además de chequeos periódico.Lo dejé enobservaciónyseguíconlaronda.

Ese día tampoco recibí noticias de Cris, tal vez estaba ocupado. Medespreocupéyterminémitrabajo.

31

CRISTAIN

La gira había sido espectacular y acaparaba todo de mi tiempo. Si noestaba en el escenario cantando, estaba en ruedas de prensa, firmandoautógrafosocerrandounnegocioconunproductor.PorelembarazodeNaty,Lucasnomepudoacompañarenesaocasiónylacargarecaíasobremí.

CadavezqueintentaballamaraHannah,mimánagermesolicitaba.Pero,esanocheteníalanochelibreyeraunaoportunidadparaescucharsuvoz.

TerminélaruedadeprensaymedirigíalhotelcercadelcentrodeBogotá.ElconciertoenMedellínfueunalocuraymellenócomoartista.LanochedeeseconciertodecidíquecuandoHannahestuviera lista, la invitaríaaunademisgiras.

Entréalcuartodehotel,mediunbaño,meacostéenlacamaymarquéelnúmerodeHannah,quecontestóalsegundotimbre.

— Pensé que te habías olvidado de mi— dijo alegre, pero escuché elresentimientoessuvoz.

—Sabesqueesonoesposible—sonreíbobamente,apesarqueellanomeveía.

—Tequierover.¿Podemoshacerunavídeo-llamada?

—Sí.Cuelgoytemarco.

—Dale.

Mearregléel cabello, echéunvistazoamihabitaciónparaverificarqueestuvieraenordenymeacomodéenlacama.

Lemarquéycontestóenelprimertimbre.

—Hola—dijo.

Se veía tan hermosa. Me la quedé mirando un momento antes deresponder.

—Cris.

—Teestoyobservando.Estáshermosa.

Hannahsesonrojóysonrió.

—¿Cómoestás?

—Muybien.Hoyrecordémáscosas.

—Mealegra.¿Quérecordaste?—estabamuyfelizporella.Laadmiraba,haciatodoloposibleparaestarbienyseguiradelanteapesardelaamnesia.

— De la universidad, y todo porque me encontré con Joaquín uncompañerodeclases.

Todalaalegríaqueteníahastaesemomentoseevaporóenunsegundo.

—¿Estásbien?

—¿Cuándotevisteconél?

—Hoy,fuimosaalmorzar.

Apretélamandíbula.Eseimbécilaúnseguíadetrásdeellaynoloculpaba;Hannah era una mujer extraordinaria y como no quería perderla, me tocótragarmelarabiaysonreír.

— Y… ¿Tienes pensado verlo de nuevo?— ni yo mismo me creía lasonrisafalsa.

—Tal vez. Está participando en la convocatoria de la clínica— estabaemocionadacontandocomo le fueconJoaco.Comoquería tenerloen frenteparapartirlelacara.

Sentíaqueibaaestallareneseinstante.

—Yavengo—dije.

Melevantédelacamaymedirigíalbaño.Lepeguéalaparedhastaquelosnudillosmequedaronrojos,meechéaguaenlacarayrespiréhondo.

Salídelbaño,mesentéenlacamaytomédenuevoelcelular.

—¿Estátodobien?

—Si—dijelomáscontroladoposible.

—¿CuándovasaestarenBarranquilla?

—Dentrodedosdías.

—Mesirve.

—¿Paraqué?

—Voyacomprarelboletoparaelconcierto.

Todalatensiónqueteníacontenidaseesfumó.DespuésdeunasemanasinveraHannah,alfinlaibaaver.

—Nosabeslofelizquemehaces.

Hannahsonrío.

—Cris,metengoqueir.Voyaarreglartodoparamañana.

—Hastamañana.Descansa.

—Hastamañana.Unabrazo.

Hannahfuelaprimeraencolgar,yomequedéunratomirandolapantalladel celular. Iba aver aHannahdentrodedosdías.Teníaquehablar conmimánager para que reservara un cupo en primera fila. Y lo hice esa mismanoche.

Salíde lahabitaciónymedirigía ladeél.Toquévariasveceshastaqueabriólapuerta,estabaenbóxer.

—¿Quéestabashaciendo?—intentéverhaciadentro,pero,mimánagermeloimpidióatravesandosucuerpo—Bueno,mecuentasmañana.Necesitoquemehagasunfavor.

—Ahoradequesetrata.

—ReservaunpuestoenprimerafilaparaelconciertodeBarranquilla.

—Yatodoslosboletosdeesazonaestánvendidos.

—¿Nopuedeshacernada?

—Losiento,pero,no.

—Bien.MesaludasaSofía—ledijecuandoestabacerrandolapuerta,la

abriódenuevoysonreí.Porlacaraquepuso,sabíaquehabíaganado.

Siempre funcionaba.Calebmantenía una relación desde hace dosmesescon Sofía, que tenía diez años menos que él, y el único que sabía de esarelaciónerayo.Noqueríaquenadieseenterara,yaque,porloquemecontóCaleb,lafamiliadeSofíanogustabadelosmúsicos.

Meregreséamihabitaciónymeacostéadormir.

Me despertó una llamada entrante, miré la hora y eran las seis de lamañana.

—¿Diga?¬—preguntéaldescolgar.

—Puesto1M,frentedelescenario.Nopuedespedirmás—gruñóCaleb.

—Muchasgracias—sonreí.

—Noolvideslacitadelasochodelamañana.

—Si.Déjamedormirunratomás—gruñí.

Colguéymedormídenuevo.

A las seis ymedia sonó la alarma yme levanté a hacer ejercicios, paraluegoirmealareuniónconelnuevopatrocinador.

Mevestícasualylleguéalahoraacordadaalrestaurantepactado.

Medijequenadaninadiemeibaaarruinareldía,lanoticiaquemedioeldía anterior Hannah, me quitó el estrés y el cansancio acumulado de lasemana.Pero,meequivoqué.

Cuando entré al restaurante, vi al papá deCristina y aCristina sentadosconCaleb.

MeacerquéalamesaypudeverlacaradesatisfaccióndeCristina,cuandolepedíaCalebhablarunmomentoasolas.

Llegamosaunrincónalejadodelamesa.

—Porfavordimequeellosnosonlospatrocinadores—aúnguardabalaesperanzaquedijeraqueno.

— Sí y nos están esperando — dijo Caleb tomándome del brazo pararegresaralamesa.

Mesoltéylollevédenuevoalrincón.

—Nolosquiero.Consigueotros—exigí.

—¿Quéestásdiciendo?Ellostienenlamejoroferta—CalebnoentendíamisituaciónconCristina.

Expulséelaireretenidoenmispulmones.

—Yoséquetúpuedeshacerotraoferta.Confíoenti—loanimé,peroesonofuncionó.

—Dimequeestápasando—cuandoloalagabasabíaquealgonoestababien.

—Problemaspersonales.

—NoCris. Sabes que detestó que los problemas personales afecten losprofesionales.Teesperoenlamesa—Calebseregresóalamesa.

Apreté los dientes hasta que los escuché rechinar.No podía hacer nada.Caleb tenía razón, además, mi problema era con Cristina no con el señorMoros.

Toméaireyregreséalamesa.

— Disculpe nuestra demora, es que no me había dicho quién era elpatrocinadorinteresado—meexcusé.

— No te preocupes, Cris. Sé que te sorprende vernos. Nuestro bar ybebidashacrecidotantoquenosinteresóserpatrocinadores—elseñorMorosestabatanorgullosodeloquehabíalogradoconsunegocio.

—Yaviqueseconocen—dijoCaleb.

—Asíes.Crisempezóacantarenmibar—dijoelseñorMoros.

—Entonces,empecemosconlanegociación.

Cristina en toda la reunión no me dejó de mirar. Estaba disfrutandomiincomodidad, tenía ganas de sacarla del restaurante y preguntarle quepretendíaconestecuentodelospatrocinadores.

—Cris,¿estásdeacuerdo?—mepreguntómimánager.

—¿VanaestarsoloenelconciertodeBarranquilla?—pregunté.

—Queremosestarentodoslosconciertosnacionales—dijoCristina.

—SeñorMoros,lospatrocinadoresparalospróximosconciertosyaestáncontratados,ycomosabrá todos losaños lasnegociacionescambian—dijoCaleb.

Cristina se mordió el labio inferior interno, como siempre que noconseguíaloquequería.

— Podemos hacer las negociaciones de una vez — se apuró en decirCristina.

—SeñoritaMoros…

— Dígame Cristina — sonrió de forma coqueta, interrumpiendo a mimánager.

Sisupieraquesinmiaprobaciónnoseaceptabanada.

—Cristina,mealagasuinterés,pero,comoledije,yatenemoscontratos.

—Nosotroslepodemoshacerunamejoroferta,¿ciertopapá?

—Siestáennuestropresupuestoclaroquesí.

Que mujer tan exasperante. No sabía cómo había estado con ella ochoaños.

—¿Cuántonospuedenofrecer?—preguntómimánager.

—El acondicionamientode la tarima,yde los conciertos recibiremosel30%.

—Noaceptamoslaoferta—dije.

Cristinaestabarojaporlarabia,sabíaquenoibaapermitirqueestuvieracercademí.

—AceptamoslaofertadeBarranquilla,pero,nodetodoslosconciertos—dije.

—Fueungustohacernegociosconustedes—dijoelseñorMoros.

Cerramos la negociación con un apretón demanos con el señorMoros.MientrasCalebsedespedíadeCristinayosalídelrestauranteyentréalautoaesperaramimánager.

—Eratuex,¿cierto?

—Sí.

— Lo siento, no lo sabía. Pensé que no tenías novia cuando nosconocimos.Además,nopodíamosdejarpasarestaoportunidad.

—Elúltimoañonosdistanciamosyterminamosenmalostérminoshaceunassemanas.

—¿Yparaquieneselpuestoenprimerafila?—seinteresó.

AcordarmedeHannahmesubióelánimoymehizosonreír.

—¿Quiénes laque te tiene tanenamorado?—preguntó interesadoconunasonrisa.

—Mañanalaconocerás.

Encendí el auto y nos dirigimos al lugar del concierto para la pruebadesonido.

32

HANNAH

Eldíaenlaclínicanohabíasidoparanadafácil,yameurgíacontrataralosmédicosquerequería,asíque,llaméalajefadeTalentoHumanoparaqueagilizara el proceso; me dijo que dentro de una semana tendría losseleccionadosparalaentrevistaconsudepartamento,paraluegoentrevistarlosyo.

EsemismodíaledidealtaaBorisylerecetélamedicaciónnecesaria.

Antesdeirmeaalmorzarllaméamiconsultorioalresidentedenefrología.

—Hannah,¿mellamas?

—Sí,pasa.Siéntate.

Tomóasiento.IngresélosúltimosdatosalExcelymedirigíaél.

—Juan,mañanavoyairparaBarranquilla.Yaleinforméaljefedeturnodemañanaytúvasaestaracargodelazonadenefrología.

—Usted sabeque losdías soncambiantesypuedehaberunacirugíadeemergencia—penséqueibaaestarorgullosodeponerloacargodelárea.

—Juan,tuestuvisteacargocuandoyoestuveencomaporunmes.Puedeshacerloporundía.

—Tienerazón.Estábien.Mehacemuyfelizquepienseenmí.Disculpequemeentrometa,sevaencontrarconCristain,¿cierto?

—Asíes.

—Eslovienunapublicidad.

—Entonces,¿cuentocontigo?

—Sí,jefa—sonreíyloliberéparaquecontinuaraconsulabor.Juaneraunmédicoqueleentregabaalmaycorazónasulabor,nodudabaenqueseríaungrannefrólogo.Llevabacasidosañosconnosotrosyyademostrabacomoibaaser.

Terminémi trabajo yme fui a casa temprano para arreglar todo para elviajedeldíasiguiente.

EsanochellaméNatyyleaviséquemeibaparaBarranquillayregresabaesemismodía.Luego,lemarquéamamáyporúltimoaCris,paraavisarleenquebusmeibayenquehotelmeibaaquedar.

Aldíasiguiente,tomémiscosasymedirigíalaterminaldetransporte.Mevestí conuna falda largablancacon rayasnegrashasta los tobillosyun topblanco,acompañadodeunassandaliascafé.

Mesubíalbusymerelajéenmiasiento,erandoshorasdeviaje.

Elbusarrancóymimiradanosedespegódelaventana.Viajarportierraeraestupendo,ver lanaturalezay lospaisajeseramaravilloso.Pero,cuandoerantrayectoscortos.

Lleguéa la terminalde transportedeBarranquillaynomeesperabaqueCrisestuvieraallí,esperandopormí.Sonreíalverlo,elaúnnomehabíavisto,estabaconcentradoenalgoenelcielo,asíqueaprovechéparaobservarlounrato,llevabapuestounapantalonetanegraconunsuéterazul,queseamoldabaasucuerpo.Seveíatansexy.

Me acerqué a él por detrás y le tapé los ojos. Se estremeció por laimpresiónysellevólasmanosalosojos,tocandolasmías.

—Nomeesperabaverteaquí—ledijealoído.

Sentícomolosmúsculosdesucarasecontrajeronalsonreír.

—Queríadarteunasorpresa,peroveoquefuealrevés.

Le quité lasmanos de los ojos y él se volteó paramirarme y darme unabrazo.Fueunabrazodondesentílafaltaquemehacíayqueyolehacía.

—Teextrañé—medijoaloído.

Nosseparamosynosdirigimosasuauto,él llevándome lamaleta.Cabeaclararquenopesabanada,llevabasololaropadeundía.

Guardólamaletaenelbaúl,ymeabriólapuertadelcopiloto,paraluegosubirseél.

—Mihotelestáaleste—dijecuandonotéquenosdirigíamosalnorte.

—Vamosalhoteldondemeestoyhospedando.

—Cris,yayohicelareserva.

—Losé.Cuandolleguesalhotellapuedescancelar.

—Estábien.

Llegamosalhotelyloprimeroquehicefueiralarecepciónparaprestarunteléfonoyllamarparacancelarlareservaenelotrohotel.

Subimosanuestrashabitaciones.LamíaestabaalladodeladeCris.

YoentréamihabitaciónyCrismesiguió,sesentóenmicamaymeviodesempacarlaropa.Despuésdevariosminutoshabló.

—¿Quétallaclínica?

—Todobien.Hastaahoraestátodotranquilo.

—¿Cuándoentranlosnuevosmédicos?

—Dentrodedossemanas.

—Mmm.

—Cuandoestábamoshablandoporvideo llamada,meparecióqueno tecaebienJoaquín.

Porlacaraquecolocóélcreyóquenomehabíadadocuenta.

—No—sehizoeldesentendido.

Entornélosojosylomiréfijamente.

—Ok.Estábien.Túganas.

—¿Mevasacontar?

—Élsiemprehaestadoenamoradodeti.

—¿Y?Esonocambianada.

Se quedó en silencio un rato y empezó a retorcerse las manos, connerviosismo.

Mesentéasulado,lotomédelabarbillaeinstéaquememirara.

—¿Enrealidadquepasa?

—Tengomiedoaperderte.

Selevantóderepenteysedirigióalapuerta.

—Nomeprestesatención.Túereslibredeestarconquienquieras.

Saliódemihabitación.Yomequedémirandolapuertacerrada.

Nopodíacreerqueélmehubieradichoeso.ViajéaBarranquillaporél.Dejélaclínicaporél.Queríaverloymesalióconsemejanteescena.Aunqueno quería estar con nadie por mi condición de salud, lo quería a él, missentimientoshaciaéleranfuertes.

Asíque,melevantédelacamaylofuiaenfrentar.

Cuandoabriólapuertaentrécomountornado.

—VineaBarranquillaparaverteati,ymesalesquesoylibreconquienquiera.¡Túsabescualessonmissentimientos,Cristain!—hablémásaltoenlaúltimaparte,paraqueentendieraaquienquería.

Silencio.Mequedómirandosindecirnada.

—¿Ahoranovasadecirnada?

—Hannah,yo…Yonoquierotequieroperderdenuevo—lomiréalosojos,estaballorando.

Meacerquéaélyloabracé.

—Tunomevas a perder.Mimemoria puede que no recuerde, peromicorazónsí.Ylaquetienemiedodeperderalgosoyyo.

Meapartóymetomóelrostro.

Negóconlacabeza.

— Yo siempre voy a estar aquí. A pesar de los años, a pesar de lascircunstancias,notehepodidosacardemicorazón,demispensamientos.Laverdadnoséquémehiciste.—Mesoltóysediolavuelta—.Fuiunestúpidoaldejarteirynosabescuanarrepentidoestoyynomemerezcoloquesientespormí.

Lorodeéymecoloquéfrenteaél.

—Cristain, nadie puedemandar sobre sus sentimientos.Y tú no puedesdeciraquiendeboquerer,asícomoyonotepuedodecirquemeesperes.

Sabíacuálibaasersurespuesta,asíquenodejéquehablara.

—Nosvemosluego,Cris.

Salídesuhabitaciónynoentrédirectamentealamía.Salíacogeraire.Alospocosminutosmeentróunallamada.Miréantesdecontestar.Mimamá.

—HolaHanny—medijoalegrementecuandodescolgué.

—Holamamá,¿cómoestás?

—Muybien.¿CómollegasteaBarranquilla?

—Muybien.Esunaciudadmuylinda.

—¿YateencontrasteconCris?

—Sí.Mepasóarecogeralaeropuerto.

Escuchéamamásuspirar.

— Es un gran hombre. Entiendo su falta de confianza, pero, le puedearruinarlafelicidad.

Hablócomosisupieraloquehabíapasadominutosantesenmihabitación.

—¿Porquélodices?

—Hanny,¿túquesientesporél?—preguntóignorandomipregunta.

Sonreí.

—Mamáloquiero.Cuandolovienelhospitalsentíalgotanfuerteporél.

—Mi amor, no dejes que nadie te arruine tu felicidad. Si tienes algunaduda,preguntaysiconfíasenél,cree.Enesosebasaunarelación.

—Gracias,mamá.

—Cuídate.Voyamiclasedeyoga.

Colguéymeregreséamihabitación.

Eranlasonceymedia.Teníahambre.

Crisestabatocandolapuerta.

—¿Setepasóelberrinche?

Crisseechóareírysediolavuelta.

Seveíatanlindosonriendo.Meperdíensuslabiosgruesosycarnosos.

—Vineparainvitarteaalmorzar.

Suvozmesacódeltrancequeestaba.

—¿Meesperasunmomento?Voypormibolsoynosvamos.

Paséasulado.Olíaajabón,loquemedioaentenderquesehabíabañado,revisésuropaylocorroboré,ysucoloniaemanabaolorasándaloycaoba,loquemehizodetenermea su lado.Esearomamehizo recordarunmomentoentreCristainyyo.

—Tetengounregalo.

—¿Si?¿Quées?—élestabaemocionado.

—Cierralosojos.

Memiróunmomentoyluegohizoloquelepedí.

Busqué en mi bolso la cajita que había envuelto con mucho amor yesmero.Lacoloquéfrenteaél.

—Yalospuedesabrir—dijeconunasonrisa.

Cris sonrió. Tomó la caja y la abrió. Al ver su contenido se le borró lasonrisa.

—¿Notegustó?Siquieressecambiaporunaqueteguste.

—No,noeseso.Esteperfumeesmuycaro.

—¿Y?

—Nolopuedorecibir—melointentódar,peronoselorecibí.

—Cris,acéptalocomounregalodenavidadadelantado.Prometo—dijelevantando lamano amodo de juramento—que para navidad no te regalonada.

Crisseechóareír.

—Salesconunasocurrencias.Estábien.Yotecompuseunacanción.

—¿Enserio?—sonreítontamente.

—Sí—dijoconlacabezagacha.

— Eso vale mucha más que mi colonia. Quiero escucharla — dijeemocionada.

Élbuscósuguitarraymeempezóacantar,nomequitabalamirada.

Cuandoterminólobesé.Tomélacoloniadelacama,dondeantesestabasuguitarra,ladestapéyselarociéenelcuello.Luego,meacerquéyloolí.

—Huelestanbien—dijeconlanarizpegadaasucuello.

Subí la cabeza. Su mirada era intensa. Sentí que la temperatura habíasubidovariosgradosenpocossegundos.Crisseacercóymebesóconrudezaypasiónalavez.Elbesoseintensificócadavezmás.Yoleempecéaquitarelsuéter.Élmellevóhastalacama…

—Hannah—Crismecolocóunamanoenelhombro.

El contacto de sumano, con el recuerdo que había tenido, hizo quemealejaradeéldeformabrusca.Sinomealejabadeéldelaformaquelohice,leibaterminarquitándolelaropaenesemismoinstante.

Lomiréalosojoseintentécalmarmishormonas.

—¿Tuvisteunrecuerdo?

Enesemomentonosabíaparadondesemehabíaidolavoz,asíque,soloasentí.

Entrécorriendoamihabitaciónymedirigíalacocinaporunvasodeaguaparabajarelnudoque teníaen lagarganta.Meterminéelprimervasoyfuiporelsegundo.TeníaelpulsoaceleradoylacercaníadeCrisnocolaboraba.

Respiréhondoparacalmarmeyrecuperarlavoz.

Élintentótocarme,pero,mealejé.Vidolorensumirada.Crisdiounpasoatrás.Apesarquequeríatenerlocerca,seloagradecímentalmente.

Me sentía mal por causarle daño, sin embargo, si no salíamos de esapequeñacocina,nosabíaquepodíapasar.

Saqué fuerzas suficientes para pasar a su lado, rozar su brazo, tomarmibolsoysalirdelahabitación.

—¿Nosvamos?

Crissehumedecióloslabiosycaminócomosielcuerpolepesara.Alsalircerrólapuertatrasél.

No podía contarle lo que recordé hasta que hubiésemos llegado alrestaurante.Mematabaverlosufrir.

Subimosalauto.Elrecorridohastaelrestaurantefueentotalsilencio.

Alllegaralrestaurantenosdieronunamesaconvistaalmar.

Mesentéymimiradapermaneciópegadaenelmar.PorquemetuvequeacordardeesemomentojustocuandonoqueríatenernadaconCris,pero,loqueríayqueríateneralgoconél.Deverdad,estabaenundilema.Loquemeaguantaba a no estar con él, era que, cuando estuviésemos en una relación,recordarelmotivoporelquenosseparamos.

Elmeserollegóconlacarta,ynospreguntóquequeríamoscomer.

YoesperéaqueCrispidiera,parapedirlomismo.NopodíapensarenotracosaquenofueraenCris.

Elmesero se fue ymimirada regresó almar. Podía sentir lamirada deCris,sinembargo,novolteé.

Alosminutosllególacomidaysabíaquenonosibanamolestarhastaquetermináramoslacomida.

—¿Nomepiensashablarenloquequedadeldía?—rompióelsilencio.Suvozdemostrabaqueestabamolesto.

Levanté la mirada. Respiré hondo y traté que me saliera la voz lo másnormalposible.

—Lamentomiactitud.Pero,nopodíahablarcontigoenelhoteldeloquerecordé.

— No te voy a pedir que me cuentes que recordaste, pero, si unaexplicacióndeporquéesaactitudhaciaamí.

—Esquetienequevercontigo.

Cristragósalivaybajólamirada.

—Recordécuando túyyoestábamosen tuhabitaciónyyo te regaléunperfumeytúmecantasteunacanción.

Surostroseiluminóyformólentamenteunagransonrisa.

—¿Porquénoqueríascontarmeenelhotel?

Mi rostro se calentó y sabía que se había colocado rojo, por la risaestridentequesoltóCris,medicuentaquelodijoapropósito.

—Idiota—meempecéareírtambién.

—Sabesquenotequieropresionar.Pero,porloquemedijistetúquieresestarconmigo,¿quéteaguanta?

Bajélacabeza,organicémisideasylalevantédenuevo.

—Meaguantanosaberelmotivodeporquénosotrosterminamos.

Cris tampocohabíatocadosucomida.Sabíamosqueseestabaenfriando,sinembargo,nuestraconversaciónestabamásinteresante.

—Entiendo.

Toméuntrozodemicomida.ElambienteentreCrisyyoestabamástensoqueantes.

Terminamosdecomerysalimosadarunpaseoalaplaya.

Entrelacémisdedosconlossuyos.Élsecolocótenso,peroluegoserelajó.

—Sabesquetequiero,¿verdad?—lepregunté.

—Sí.

Pateélatierraconmispiesdescalzos.

—¿Túmequieres?

—Sabesquesí—noseenojó,pero,sileextrañólapregunta.

—Entonces,nodudesdemí,porfavor.

Crissedetuvoyseparófrenteamí.Mebesólafrenteymeabrazó.

—Losiento.

Mesoltóycontinuamoscaminandohastaquesehicieronlasdos.Medijoqueloacompañaraalapruebadesonido.Semehabíaolvidadoporcompletosuconcierto,soloqueríaestarconél.

Llegamosallugardelconcierto,uncentrocomercial.Yahabíagentealosalrededores,jóvenesyadultosestabanansiososyemocionados.

Nosotrosentramosporunapuertaquenoteníamuchagente.Crissubióalescenarioyyomequedédetrásdebambalinasviendocomoorganizabaalosbailarines,probabalamúsicayhablabaconunjovenalto,conbuencuerpoycabelloliso,muylindo.

Cris seveía tan felizynopodíadespegarmimiradade él.Ver como se

movíaporelescenariomedabanganasdedecirlequesí.

Crisyelchicolindodejarondehablaryseacercaronamí.

—Caleb,ellaesHannah.

—Muchogusto—saludéextendiendomimano.

Calebmecorrespondióelsaludoymemiróconcomplicidad.

—Asíqueesella.Nomehabíasdichololindaquees—sonrióhaciaCris.

MesoltólamanoypalmeóaCrisenelhombro.

—Notardes.

Crisasintiócomorespuesta.

—¿Cómoloves?

Observéalrededor.

—Vaahacerunéxito.

Ynomeequivoqué.Cuandollególahoradelconcierto,ellugarestabaareventar.Meenteréquelaboleteríasehabíaacabadoenapenasunasemana,yqueCrismehabíareservadounlugarenprimerafila.Desdeallíveíaelgranartistaqueera.Lagentecoreabasuscanciones.

Sentíquealguienmetocóelhombroyvolteé.EraCristina.

—Hola—mesaludóconefusividad,pero,nopodíaocultareldesagradodevermeallí.

—Hola—dijeconmimejorcara.

—Penséqueerasbuenamédica—insinuó.

—¿Qué?—lasangresemeestabacalentando.

—Dejaste la clínica por un concierto. Que negligencia—murmuró loúltimo,losuficientementealtocomoparaescucharla,locualerasuintención.

—Enlaclínicahaygentecapazdeatenderpacientes.Cuandoteenfermes,lopodráscomprobar,queyotevoyaatendercomotemereces—dijetratandodecontrolarnohalarladeloscabellosotalvezextensiones.

Cristinasonrióforzadamente.

— ¿No me vas a preguntar qué hago aquí? — preguntó como si meinteresara.

Coloquécarade¿Porquédeberíahacerlo?

—Crismeinvitó,medijoqueextrañabanovermeenlosconciertos—su

sonrisaeratanfalsacomosucabello.

—Mmm.Penséqueveniascomopatrocinadora.

Selecayólamentira,intentódeciralgo,peronosalióniunsonidodesuboca.

—Haycartelesdetunegocioybebidasportodoelconcierto—dijeconsatisfacción.

Cristina salió de la fila con cara de pocos amigos, y se dirigió hacia elpuestodebebidas,dondeelqueparecíasersupadre,loestabaatendiendo.

Cuando dirigí lamirada de nuevo hacia cris, esteme preguntaba con lamirada si todo estaba bien. Asentí, para que supiera que las palabras deCristinanomeafectabanenabsoluto.

Elconciertoterminóalasdocedelamañana, lagenteestabaextasiadayaunasípedíamás.

Crisbajódelescenarioylosespectadoressefueronlentamente,hastasolodejarbolsasdemecatosybotellasdeaguayalcoholportodoslados.

YoesperéaCrisafueradelvestuario.Salióconlosmismosvaquerosconlosquellegóyconunacamisadiferente.

—¡Wow!¡Quécantante!—dijeentreaplausos.Estabasúperemocionadayorgullosadeél.

Cris se rio y me rodeó el hombro con su brazo y salimos del centrocomercial,contanmalasuertequenosencontramosconCristinaenlasalida.

—¡Vaya!Nopierdeneltiempo—emanabaodioyrencor.

—Cristina,noempieces,porfavor—dijoCrisconcansancio.

Fruncióloslabiosynosenviabadagasconlamirada.

—Cristina,nosécuálseatuproblema,pero,llevemoslafiestaenpaz—dije.

—¿Quieres saber cuál esmi problema?—espetó—.Me quitaste amihombre. Desde que entraste a nuestras vidas, no has hecho otra cosa quearruinarla.

—Esonoescierto.SiCrisquisieraestarcontigo,loestuviera.

Cristinaserioconamargura.

—Noeresmásqueunaarpía—estaballorandoporlaherida.

—Cadaquienofende,comocreequesesiente.

Cristinadiounpasohaciaadelanteconlasmanosalosladosconvertidas

enpuños.Crisseinterpusoentreellayyo.

—¿Cómopuedesestarconella?¿Quétieneellaquenotengayo?—dijomáscalmada,pero,sinocultarlomelosaehipócrita.

—Yonosoyquienparacontestaresapregunta.Solotevoyadecirque,sile llegas a hacer algo, olvidaré que alguna vez tuvimos una relación —advirtióCris.

Crismetomódelamano.Subimosalautoytomamosrumboalhotel.

—¿Estásbien?

Asentí.

Estábamosenlaentradademihabitación.Enrealidad,estabamolestaporver aCristina allí, pero, son patrocinadores y son los que hacen posible losmontajesdelosconciertos,yesoesloquemásmemolestaba,queporCristinasefuerarealizadoelconcierto.

—¿Segura?

Nome gustaban los dramas, así que, le di acceso aCris a la habitacióncuandoentré.

—Sí,estoybien.Pero,memolestaqueCristinaestésiempredetrásdeti—dijesinocultarmimolestia.

—Hannah,notepreocupes.Hastaahoralohesabidomanejar.

Neguéconlacabeza.

—Consuactituddaademostrarqueescapazdehacercualquiercosa.

TeníamiedodeloquepodíallegarahacerCristinapor“amor”.

Cris,selevantóysecolocófrenteamí.Memirófijamente,penséquemeibaabesar,seestabaacercandolentamente,perono,meabrazó,fuerte.

Me dio las buenas noches y se fue para su habitación. Al día siguienteteníamosquemadrugar,yopararegresaralaclínicayélparaorganizarsugiraenSudamérica.

Alamañana,medespertéalasseisdelamañana,arreglélamaletayluegolo hice yo, me vestí con un vestido largo color verde esmeralda hasta lostobillosyunassandalias.

Tomémiscosasymedirigía lahabitacióndeCris.Cuandotoquélaqueme abrió fueCristina.Ella estaba envuelta en una sábana y tenía el cabelloalborotado.

Yomequedéfría.Noeracierto.

— ¿Qué haces aquí? — me preguntó como si fuera la dueña de lahabitación.

Laslágrimasestabanapuntodesalir,pero,medijeamimismaquenoibaallorardelantedeella.

Cristina tenia caradevictoriaypara restregármelomás en la cara, abriómáslapuertaypudeveraCrisdenudoenlacama,sololotapabaunasábanaenlaentrepierna.

Sentíunvacíoenelestómago.Todoestabaclaro.Élnomequeríacomotantodecíayyocomoestúpidacreyendoquemeibaaesperar,todossecansandeesperar.

Medi lavueltay salídelhotel, las lágrimasempezarona salir solas, sinpedir permiso. Esperé en la acera un taxi. Todos pasaban ocupados. Yamequeríairdeallí.

LapuertadelaentradadelhotelseabrióysalióCaleb.Mevioyacercó.

—Hannah,¿estásbien?

Nopodíacontestaraesapregunta.Primero,lavoznomesalíaysegundonosabíasiestababien,ylopeoresquenopodíaecharletodalaculpaaCris,yonomeatrevíaaempezarunarelaciónconél,yesomepasóporestúpida,porinsegura,apesarqueaparentabalocontrario.

—¿QuieresquellaméaCris?—Calebnosabíaquéhacerantemiactitud.

Neguéconlacabeza.

—Hannah,estaspálida,déjamequelollame—senotabapreocupado.

Respiréhondo.

—No.Estoybien—lavozsaliódébil,peroentendible.

En ese momento pasó un taxi vacío, le metí la mano y me despedí deCaleb.

****

PARTEIII:MIENTRASVIVAELAMOR.

33

CRISTAIN

Me desperté con dolor de cabeza, desnudo y con una mujer a mi lado.¿Qué?Espera.Nopodíasercierto.MecoloquédepiecomounresorteyviaCristinaacostadadesnudaalotroladodelacama.

Mellevélasmanosalcabello.PorDios,¿quéhice?Pensé.

LevantéaCristinaymevestíderapidez.

—Buenosdías—dijoconunasonrisacoqueta.

—¿Quépasó?—noteníatiempoparasaludos.

—Cris,noseasasí.Miraquepasamosunagrannoche—selevantódelacamasinlasabanayseempezóapasearporlahabitación.

—Cristinatapate,porfavor—semeestabaacabandolapaciencia.

Cristinasecolocólaropainterioryseacercóadarmeunbeso.Laagarrédeloshombrosylaalejé.Olíaaalcohol.Mecoloquémásnerviosoqueantes.Miréalrededoryviunabotelladewhiskyalpiedelacama.

—¿Quépasóanoche?—estabaalterado.

Cristinasoltóunarisasocarrona.

— ¿Qué crees que pasó, Cris? — preguntó Cristina disfrutando de lasituación.

—Esonopuedeestarpasando—mehalédeloscabellos.

—Cris,yanopodíamosocultarmásloquesentíamos,yalfinHannahsediocuenta—Cristinaelevólascejasyyodetuvemismovimientosenseco.

— ¿De qué estás hablando? — “por favor que no sea lo que estoypensando”,rogué.

—Ellavinoestamañanaynosvio—dijocomosifueralomásnormaldelmundo.

<<Dioslaperdí>>fueloprimeroquesemevinoalacabeza.Mirélahora,eranlassietedelamañana,subuspartíaaesamismahora.

Salícorriendodelahabitación.Porfavorqueelbushayatenidounretraso,quehubieraunaprotestaoalgoparecido,empecéarogar.

Cuandoestababajandolasescaleras,Calebmedetuvo.

—¿Paradondecreesquevas?Tenemosreuniónalassieteymedia.

—No tengo tiempo para eso ahora—me solté y continué bajando lasescaleras.

Escuchaba queCalebme llamaba, pero, nome detuve.Me subí al auto,metíelcontactoyarranqué.Estabasobrepasandolavelocidadmáximaeibaa

tenervariasmultasdetránsitoporvolarmealgunossemáforosenrojo.

—Porfavor,quenosehayaido—rogaba.

Lleguéalaterminaldetransporte,medirigíalataquillaypreguntéporelbusaCartagena.Medijeronque,elbusyahabíasalido.SinohablabaconellaenBarranquilla,hablabaconellaenCartagena.Compréunboleto,salíacogerelbusylavi.Nomelopodíacreer.Sentíqueelalmameregresóalcuerpo.Pero,laemocióndeencontrarlaseopacóporeldolordeverlallorar.

Meacerquélentamente,mequedédepie.Ellaalzólavistaypuedeversusojosrojos,selimpiólanarizysesecólaslágrimas.

—Penséquetehabíasido—dijecontemorasureacción.

Nodijonada.

—¿Podemoshablar?—estabatannervioso.

Niunapalabra,niungesto.

—Hannah,dimealgoporfavor—supliqué.

Meestabamatandosusilencio.

Hannahsehumedecióloslabiosyabsorbióporlanariz.

—Alguienunavezmedijo, si tienesdudaspregunta,y si confíasenél,cree.Pero,Cris,yonotengoelderechoadudarniapreguntarnada.Túereslibre.

Nosabíaquémehabíadolidomás,quenomemiraraoquemerecordaraqueentrenosotrosnohabíanada.

—No,túsabesquenoesasí.Túsabesaquienrealmentequiero.

—Entonces,¿porquélohiciste?—suslágrimasseguíancayendo.

—Hannah,no tevoyapedirquemecreas,cuandoyo fuielprimeroendesconfiarenti.

—Quieroescuchartuversión.

Metomóporsorpresasurespuesta,nomemerecíasucomprensión.

—¿Sabes?Meduelemásque túmepreguntes eso aquenomequierasescuchar.

—Cris,noteestoyentendiendo—Hannahfruncióelceñoymeescudriñóconlamirada.

Bajélacabeza.Eralahoradedecirleloquerealmentepasó.

—Laculpadequenoshayamosseparadoesmía.Yodesconfiéenti.

EsperéaqueHannahdijeraalgo,pero,no.Meestabaescuchando.

— Nosotros éramos novios, y Dios, no sabes lo feliz que me hacías.Pensabaquenadaninadienospodíaseparar.Apesarquemipadredecíaqueno podíamos estar juntos, por los prejuicios de los estratos.Nosotros nuncadudamos de lo que sentíamos y luchamos por eso—mientras lo decía, laslágrimasamenazabanconsalir.

Mequedéensilencio.Recordarloqueveníaacontinuaciónmemataba.

—Entonces,¿quépasó?—preguntóalverquenohablaba.

Respiréhondoycontinué.

—Mipapánospusouna trampayyocaí redondo.Apesarque tehabíajurado amor al decirte que te iba a amarmientras viviera el amor, y no locumplí.Estabacegado…

Hannahestabaagitada,respirabarápido.

—Hannah—estabapálida.

Suslágrimassalíanunatrasotra.

—Hannahdimealgo.

Me coloqué frente a ella.Tenía lamirada perdida.No sabía que pasaba.Meestabaasustando.

—Cristain—dijomirándomealosojos.

—Aquíestoy—latomédelasmanos.

—Recuerdotodo.

—¿Enserio?¿Todo?

—Sí—mediosonrió.

Nopodíaemocionarmedeltodo,siseacordabadetodo,delacomparacióndeClaudiaylodelaclínica,sobretodoestoúltimo,yesoellanomeloibaaperdonarjamás.

Se soltó demismanos ymemiró con dolor. Se levantó y se limpió laslágrimas,yotambiénmelevanté.

—Hubierapreferidoquemimenteomitieraalgunosrecuerdos.

Bajélacabeza,noteníaelvalordemirarlaalosojos.

—Losiento—dije.Esavezlaslágrimascayeron.

—Cris,loúnicoquetepedíaeraquemeescucharas.

Con cada palabra queme decía me hacía sentir miserable. Todo lo que

estabapasandoeraculpamía.

—¿Cómoteenterastedelaverdad?—estabadolida.

—Naty,ellamelodijotodocuandoestabasencoma.

Hannahvolteólacaraysonrióamargamente.

— Es decir, que, si yo no fuera caído en coma, nunca me hubierasescuchado—Noeraunapregunta,sinounaafirmación—.Hicistedemividauninfierno.Medistedondemásmeduele,laclínica,misueñolodestruiste.Cris,cumplistecontuobjetivo,matarmeenvida—dijoconamargura.

Ellateníatodalarazón.Yreconocerlomedabarabiaconmigomismo.

Asentí.

Hannahmemiróconrabiaydecepción,memirabacondiferentesojos,loquemedestrozóelalma.

—Cristain,yonecesitotiempo.

Asentí. No podía exigirle nada. Ella estaba en todo su derecho de noescucharme,peroaunasílohizo.Mesentíapequeñoanteella.Aunquenomefuera pedido tiempo, sabía que ya la había perdido yme lomerecía por noconfiarenloqueteníamos,pornoescucharla.

Ellapasópormilado,sedirigíaalataquilla.

—Tedoyelmío.

Selotendísinverlaalosojos,noeracapazdesostenerlelamirada.

Elladudóenrecibirlo,perolotomó.

—Tenbuenviaje.

Hannahnodijoehizonada.Sediolavueltaparasubirsealbus.

—Hannah—lallamé.

Ellasedetuvoygiróhaciaamí.

— Mañana recibirás los papeles que las hace dueñas a Naty y a ti,nuevamente,detodaslasaccionesdelaclínica.

Hannahmediolaespaldaysesubióalbus.

Mesentéenlabanca,lahabíaperdido,porimbécil,porserinseguroyporunaestúpidavenganza.

Todo el que pasaba a tomar su bus me veía y murmuraban. No meimportaba.

Despuésdevariosminutosmesequélaslágrimasysalídelaterminalde

transporte,destrozado.

Mesubíalauto,lleguéalhoteldemilagro.Casichocabadosveces.

Entréalahabitación,noencontrérastrodeCristina.Menosmal,porquenoqueríaverla.

Tenía tanta rabia y dolor, que empecé a tirar todo lo que estaba en lahabitación,ladejéechaundesastre.Mesentéenelsueloyllorécomounniño.

Alossegundostocaronlapuertainsistentemente.Sentíaqueelcuerpomepesabaparacaminar,fuiaabriryentróCalebcomountornado.

—¿Mepuedesdecirporqué…?—dejódehablarcuandomiróeldesastrede la habitación.Yome senté en la cama con la cara entre lasmanos y loscodosrecargadosenlosmuslos.

—Cris,¿quépasa?—Calebsesentóamilado.

—Laperdí,laperdí—empecéallorardenuevo.

Llorabacomohaceaños,pero,esavezyoeraelculpable,enrealidad,elculpablesiemprefuiyo,yelquemeestabaescuchandoenesaocasióneramimánager.

Sesentóamilado.

—¿Aquiénperdiste?

—AHannah—dijeentreelllanto.

— La vi esta mañana llorando y después vi saliendo a Cristina de tuhabitación,¿quépasó?

—Ojaláfuerasidoeso.

—¿Hayalgopeorqueeso?—preguntóincrédulo.

Asentí.

LecontédesdeClaudiahastalasupuestatraicióndeHannahelaboradaporpapá.

Comoqueseleolvidóporquehabíavenido,yaque,meestabaescuchandoconatención,sentadoenlacama,amilado.

—Cris, amigo, la tienesdifícil.Loúnicoque te tocahacer es lomismoqueellahaceunosaños.Lospapelescambiaron.

—Yaentendíqueeselkarma,ydelapeormanera.

Calebsecolocódepieysedirigióalapuerta.

— Por hoy te voy a dejar en paz. Arregla este desmadre. Mañana nos

regresamosaCartagena.

—Gracias—lequeríasonreír,pero,nomenacióhacerlo.

Mequedéun ratomásen lacama.Almediodíame levantéyempecéaarreglarlahabitación.Noteníaganasdehacerabsolutamentenada.

En la tarde arreglé la maleta. Le envié un mensaje a Lucas que ya meregresaba,yquesiyateníalistominuevoapartamento.

Medormítemprano,noalmorcénicenénada.Calebmeinsistióquebajaraalrestaurantedelhotel,sinoqueríasalir,ledijequenoteníahambre.

A la mañana siguiente me levanté temprano. Cuando bajé a recepción,Calebyameestabaesperandoparairnos.

—Mejornitepreguntocómoamaneciste.

**

Llegué a casa de Lucas para recoger mi ropa y llevarla a mi nuevoapartamento.

—Cris—meabrazócuandoabrílapuerta—.¿Cómotefue?

—Sitecontara—dijesinánimo.

—¿Quépasó?—seinteresóLucas.

—¿Natynotehadichonada?

— No, no le he dicho nada — escuché la voz de Naty desde algunahabitación, a los pocos segundos apareció. Aún no se le notaba la barriga,pero,sucuerpoyaestabacambiando.

—¿Quémetienequedecir?

—Hannahrecordó.

—Peroesoesbueno—dijoemocionado.

Natysesentóenelsillónmarrónalladodelamesitadecentro.

—SeacostóconCristinayHannahlosvio.

—Amigo,mis condolencias—Queanimomediomimejor amigo, erasarcasmo.

—Lucascuéntale.

—¿Qué?—preguntéalvercomosemirabandeformacómpliceNatyyLucas.

Lucasempezóacaminarporlasala.

—ElapartamentoestáenelmismoedificiodondeestáviviendoHannah.

—No estarás hablando en serio—miré aLucas para ver si era algunaclasedebroma.

—Cris,alégrate.Vasaestarcercadeella—medijoNaty.

—Ustedesnoentienden.Ellamepidiótiempoynoquieroquepiensequelaestoypersiguiendo—estabanuevamentesincasa.

Neguéconlacabeza.

—Lucasmevasatenerqueaguantarunasemanamáshastaqueconsigaunnuevoapartamento.

—Siserásidiota—dijoNatylevantándosedelsillónydirigiéndosealacocina.

Llevémimaleta al que estaba siendomi habitación temporal. Lucasmesiguióyserecostóenelmarcodelapuertaviéndomedesempacar.

—¿Deverdadvasaperderestagranoportunidad?—Lucasnopodíacreermiactitud.

— Tengo un plan que va hacer que la vea todos los días, sin que ellasospechequelaestoypersiguiendo.

—¿Quéplan?—Lucassesentóenlacamaymemiróconexpectativa.

Sonreí.Esperabaquemiplanfuncionaracomoloteníaenmente.

Esanochefuiavisitaramiabuelo.Mellamóhacevariosdíasparaquelofueraavisitar,peroporlagiranolopudehacer.

Cuandollegué,habíauncarroparqueadofrentealacasa,vilaplacayeradeHannah.

Bajérápidodelauto.EntréalacasaylepreguntéaClarasiHannahestabaconmiabuelo,nosabenloansiosoquemecoloquécuandomeloconfirmó.

Subílasescaleras.Entremásmeacercabaescuchabaconmásclaridadsurisa,miabuelo tambiénse reía.Lapuertaestabaentreabierta.Mequedéunmomentoparaescucharquehablaban.

—Penséquetehabíaperdidoparasiempre.¿Sabeselsustoquemediste?—miabueloestabadebuenánimo.

—Peroaquímetiene.Natymediosureporteyahoramevaatenerensucasatodoslosdías.

—Esomeparecemuybien.

Sonreícomounniño.Loqueteníaplaneadohacer,yanoibaainvolucrara

miabuelo,bueno,nocomoalprincipio.

—Buenas—dijealentrar.

SentílaincomodidaddeHannahensuexpresión.

Meacerquéalabueloylediunbesoenlafrente.

— Al fin puedo ver a mi nieto ingrato. Ni para llevarme a uno de susconciertos—gruñó.Niunholarecibídesuparte.Asíeraél.

—HolaHannah.

—HolaCris—dijocomosifueraunconocido.

—Mealegraverte—dijeconunasonrisaparaaplacarlatensión.

—Raúl,nosvemosmañana—meestabaignorando.

Hannahselevantódelacama,lediounbesoamiabueloenlamejillaysefue,sindespedirsedemí.

YotoméellugardeHannah,alcentrodelacama.

—Cris,¿quépasóentreHannahytú?

—Deesotevengoahablar.

Miabueloseacomodóenlacamaytomódisposicióndeescucha.

— En la madrugada, después del concierto, no sé qué pasó, CristinaamanecióenmicamayHannahnosvio.

—Eresidiota—espetómiabuelo.

—Cuandolaalcancéenlaterminaldetransporteletratédeexplicarloqueni yo mismo entendía, y recordó todo. Pero, ella no está dolida por lo deCristina, sino por mi desconfianza hacia ella, y que esperé a que estuvieraentrelavidaylamuerteparaescucharlasrazonesyporpartedeotrapersona.

—Deverdadsalisteatupadre.Terco,inseguroydesconfiado—soltómiabuelosinningúntipodesutileza.

—Necesitotuayudaparareconquistarla.

—¿Yoque tengo que ver allí?—bramó.No estaba para nada contentoconmiactitud.

—Necesitoquemedigasloshorariosquevienearevisarte.Sonlasúnicashorasquepuedoverlasinqueellasospeche.

—Cristain,¿túcreesqueellanosevaadarcuenta?—preguntócomosifueradichounaestupidez.

—No—contestésinlograrentendersusarcasmo.

—Vasaestaraquícadavezqueellavieneavisitarme.Quécasualidad—memirócomosinoentendieraloobvio.

Teníarazón.Hannahnoeraestúpida,sepodíadarcuenta.

—Venteavivirconmigo—soltóderepente.

—¿Deverdad?—fruncíelceño.

— Sí. Y no voy a aceptar una segunda negativa. La primera vez te loaceptéporquequerías conseguir todocon tu esfuerzo,pero, ¿ahora?Noveoexcusa,yesporunabuenacausa.Además,mevasahacercompañía.

Miabueloteníarazón.Entodo.Hacetiempoquenopasabaundíaconél,yestandoensucasa,podíaconvencerloaquesalieraadarunpaseodevezencuando.

—Estábien.Mevengoavivircontigo—dijeconunasonrisa.

—Noesgratis.

Porquenolohabíapensado.

— Está bien. De todos modos, estaba buscando un apartamento, yasobrabaencasadeLucas.

—¿CómoestáNatyconsuembarazo?—seinteresó.

—Estámuybien.

—Mealegraescucharlo.¿Vienesmañana?

—No.Memudoestámismanoche.Buscomiscosasyregreso.

Miabuelometomódelasmanos.

— Gracias por estar aquí conmigo— al fin veo un atisbo de cariño yfamiliaridad.

—Siemprevasacontarconmigo.Eresmiúnicafamilia.

—Sabesquenoesasí—mesoltólasmanosyseacomodóenlacama.

—Abuelo,noteentiendo.Hablaspestesdeélymedicesquelobusque—noentendíaadondequeríallegar.

—Apesardetodoestupapá.Elquetecrio.Sí,cometióerrores,pero,nopuedesjuzgarlo,elúnicoconelderechoahacerloesDios.Túdebesestarallícuandolleguealavejezyparaperdonarsusfallasyquesepuedairenpazdeestemundo—memiróesperanzado.

Respiréhondoymelevantédelacama.

—Hablamosluego.

—Nuncaesperesaquelascosaspasenparaarrepentirteoactuar—dijoantesdequesalieradesuhabitación.

Salí de la casa de mi abuelo y me subí al auto con las palabras de miabuelorebotándomeenlacabeza.

Metí la llaveenel contacto, sin embargo,noarranquede inmediato.Mequedépensandounmomentosobremipadre.Teníaquehablarconélyaclararporquéhizoloquehizo.

Di marcha al auto y me fui a casa de Lucas. Empaqué mi ropa y leexpliquéaLucasmiplan,conlaprecaucióndequeNatynonosescuchara.

—Estasiemprevaahacertucasa—nosdimosunabrazodehermanos.

Salídesucasaymedirigíaminuevamorada.

Claramellevóamihabitaciónymeinstalé.

—¿Necesitaalgomás,señorCristain?—dijoClaracondiligenciadesdeelumbraldelahabitación.

—No,gracias.YdimesoloCristain.

Ellasonrióybajóalasala.

AntesdeirmeadormirlepreguntéamiabueloaquéhoraerasucitaconHannah,paraquemedieratiempodeiratrabajar,compraralgoquelegustaraysobretodoestaratiempo.Seibanareuniralasoncedelamañana,asíque,medabatiempodehacertodoloquequeríahacer.

Me reuní con los organizadores de los conciertos internacionales, lecomprélasfloresquelegustaban,jazmines,ylleguéantesdelasonce.

EstabanerviosocuandotocaroneltimbreyescuchélavozdeHannah.Yoestaba en mi habitación. Subió las escaleras y mi abuelo la saludó conefusividad,niamímesaludabadeesaforma.

Se demoraron como hora y media entre la visita médica y la visita deamigos.

CuandoescuchélapuertaabrirsesalíymetopédefrenteconHannah.Mihabitaciónestabadiagonalalademiabuelo.

—Hola—saludé.

Se veía hermosa, tenía el cabello recogido en una coleta firme, llevabapuestounpanajustados,unacamisaylabata.

—Hola.

—¿Cómoestás?

—Bien—noteníaaminodehablarconmigo.Sugestoladelataba.

Miréelreloj,eracasilaunadelatarde.

—¿Yaalmorzaste?

—No.

—Quédateaalmorzar.

—No…

Eneseinstantemiabuelosalióymeapoyó.ConvencióaHannahparaquealmorzaraconnosotros.

Lostresbajamosalcomedor.Miabuelosesentóenlacabeceradelamesa,Hannahasuladoizquierdoyyoasuladoderecho.

Loscocinerostrajeronlacomida.Erapechugadepavogratinadaypapáschorreadas.Nomeacordabaquemiabueloteníauntemaparacadadíadelasemana,yporsersábado,eracomidagourmet.

El almuerzo no fue el más cómodo que digamos, Hannah se notabaincomoda,loquemeincomodabaamí.

Cuando terminó el almuerzo,Hannah se despidió demi abuelo.Yo subícorriendoamihabitaciónybajécorriendoconlasfloresenlamano.

AlcancéaHannahantesdequesesubieraalauto.

Ellaguardólascosasenelautoysediolavuelta.

—Hola—dijealllegaraella.

—Hola.

Apesarqueestabaseria,podíaverqueledivertíaloagitadoqueestaba.

—Séquemepedistetiempo,pero,quieroqueentiendasquevoyahacerloqueseaparareconquistarte.

Ledilosjazmines,pero,dudóenrecibirlas,alfinalmelasrecibió.

—Estánmuy lindas, pero, yanomegustan los jazmines— lodijo conseriedadysinapartarlamirada.Creoqueelpolonortemecayóencima.

Abrílaboca.

—¿Qué?¿Enserionotegustan?—esonopodíasercierto.

—Asíes—susgestoseranneutros,quenomedabanningunaseñal.

—¿Tegustanotraclasedeflores?Siquierestecomprolasfloresquemástegusten—meapresuréadecir.

—Yanomegustanlasflores.Hastamañana—másbienelpolonorteseinstalóenella.

Rodeó el autoy se subió a él.Estaba estupefacto, envezde arreglar lascosas,lasestabaempeorando.

Hannahsefueyyoentréalacasa.

—¿Quétaltefue?

—Nolegustanlasflores—aúnnolopodíacreer.

—Tantotiempoconociéndolaynoteenterastequenolegustanlasflores—meregañó.

—Aellalegustabanlosjazmines.

—Telaestáponiendodifícil.

Esoyalosabía.Teníaquepensarenotracosaquelegustara.

Salíadarunavueltaconmiabuelo,loqueríasacardelbarrio,asíque,lollevéalaplaya.Yotambiénnecesitabapensar.Teníasucodosostenidoalmío,noexpresabalocontentoqueestaba,pero,porlosgestosylamiradaencadaobjeto,melodemostraba.

—Añossinvenir—dijoconañoranza.

—¿Cómovaeltratamiento?

—Vamuybien,yamesientomuchomejor.Hannahdiceque,sisigoconeltratamientodelaspastillas,noesnecesarioladiálisis.

—Mealegraoíreso.

—¿Quépiensashacerparareconquistaraesamuchacha?

Suspiré.Noteníanilamenorideadeloqueibaahacer.

—Nolosé.Séloquelegusta,pero,conlodehoy,medemuestraqueyanosénada.

Miabueloacomodósubrazoenelmío.

—Noterindas.Puedequehayacosasqueaúnlegusten.

Élteníarazón,nomepodíarendir.

Caminamos un rato más. En el recorrido le compré un helado, y se locomió como un niño. Como extrañaba pasar un día con mi abuelo. Sushistorias,anécdotasyconsejosmealegraban losdías.Cadavezquecontabacómoconocióamiabuelaylosproblemasquetuvieronenelmatrimonio,medaba animo a luchar por lo que realmente amaba. Sabía que él me quería,comoloamaba.

Regresamos a casa, él se fue a recostar un rato y yo salí de nuevo acomprarelpróximoregaloparaHannah.

34

HANNAH

El turno del domingo fuemovido, hasta atendí comomédico general, elmédicodeesedía seenfermóy losdemásgalenosestabanocupados.Comome urgía tener más médicos. Gracias a Dios que la semana siguienteempezaban las entrevistas con Johana, jefe del departamento de TalentoHumano,ylerecomendéaJoaco,mehacíatantafaltasuamistad.

La clínica volvió a hacer nuevamente de Naty y mía, Cris cumplió supalabrayllevólospapelesamiconsultorioylosfirmé.Además,meinformóqueRamón yYesenia ya estaban judicializados y condenados,me dijo queNatysehabíaencargadodetodo.Despuésdeeso,loechédemiconsultorio.Noqueríaverlo,supresenciamearruinabaeldía,yrevivíatodolomaloquemehabíahecho.

Eldomingofueundíaagotador,yantesdeirmeacasadeRaúl,descanséun rato en el consultorio y no pude evitar la sonrisa de estúpida que semeinstaló en el rostro al ver los jazmines queme había regaladoCris.Aún seacordabadeloquemegustaba,pero,teníaquecostarleeldolorquepasépornoconfiarenmíyjuzgarantesdeescucharme.Sabíaqueestabasiendofría,pero,nopodíadarlealas.

Me dolía verlo, y a pesar de ello, guardaba la esperanza de verlo en lavisitamédica,sabíaque,haciamalpensarenéldeesamanera,merepetíaunayotravezqueeramasoquista.Siéldudódelonuestro,ysumadoaelloquemerepetía lomuchoquemeamabapara luegoestaren lacamaconotra.Élmeconocía tanbienque sabíadóndehacermemásdaño, lo sucedidocon laclínica, era lo que más me costaba borrar de mi memoria. Pero, como elcorazónnoentiendede razones,Cris ibaa seguir siendoeldueñodeél.Medaba rabia conmigo misma por sentir lo que sentía hacia ese hombre quedurante ocho años no pude olvidar y que tanto daño me hizo. Tengo queaceptarqueyo también tuveculpaalnoaccederhablarconél,pero,aúnnoestabapreparadaparaesaconversación;sicuandonosreencontramossaltaronchispas,suponiendoquelasheridasestabansanadas,nomequeríaniimaginarencontrármelocaraacaradespuésdeunañodelosucedido.

Traté dedejar depensar enCrismientras hacia el recorrido a la casadeRaúl, hablando por celular con Naty, pero, fue en vano, ya que, la

conversación se trató de él y como con una simple frase me devolvió lamemoria,parecíaunapelícularomántica.

Llegué a casa de mi paciente y al mirar de forma inconsciente alparqueaderoprincipal,pudedivisarlacamionetadeCris.Sentíquealgosubíay bajaba demi estómago, las dichosasmariposas revoloteaban de lamismamaneraquelohacíanhaceochoaños.

Toqué el timbre yme abrióClara con su característica sonrisa amable ysociable.

—BuenastardesClara,¿cómohaestado?—saludé.

—Bien,¿yusted?

—Bien,¿Raúlestáensuhabitación?

—Sí.Estáimpacienteporverla.

—Sifueraporsutratamiento—dijecolocandolosojosenblanco.

Clara se rio suavemente.Medespedíde ellapor elmomentoy subí a lahabitacióndemipaciente.

Toquésuavementeantesdeentrar.AbrícuandoRaúlmediopermiso.

Loencontrécaminandoensuhabitación.Unavez lepreguntési lohacíapararelajarlaspiernasymerespondióconsucaracterísticotono<<Siquisierarelajarlaspiernasloharíaenlacalle>>.

—¿Enquépiensaestavez?

—En cosas sin importancia—sacudió lamano, para hacermás creíbleque lo que sea en lo que estuviera pensando no tenía importancia. Sinembargo,suceñofruncidodabaaentenderlocontrario.

—Penséquepararelajarlaspiernasteníaquesaliralacalle—utilicéelantiguométododelapersuasiónconpalabras.

Raúlrelajóloshombrosacompañadodeunsonorosuspiro.

—Essobreminieto.Noquierehablarconsupadre—agachólacabeza,visiblementepreocupado.

—Vamosaempezarconeltratamientodeldíaparaquenopiensetantoessusproblemas.

Busquésuspastillasenelnocheroyselasdi,paraluegoinyectarlo.

Cuandoestaba terminando, lapuertaseabrióyentróCris,conelcabellomojado, envaquerosholgadosy sin camisa.Semecayeron lashojasdondeapuntabaelestadodesaluddiariodeRaúl.Esodebería serundelito.Por la

formaenquesonrióalvermetannerviosayconlacararojacomountomate,mepudedarcuentaqueloteníaplaneado.Odiabaquemeconocieratanto,élsabíaqueloquemásmevolvíalocaerasutorso,yalverlomástonificadoseme calentó el cuerpo con tan solo verlo allí de pie, disfrutando de midesgracia.

Respiré hondo antes de agacharme a recoger los papeles, pero Cris seacercóendoszancadas,seagachóymeentrególospapeles.

—Gra…Gracias—“Hannah,relájate,noledesgustodevertebabearporél”melorepetíaunayotravez.

—De nada— se estaba divirtiendo, pero, a la vezme envolvía con sumiradapenetrante,otrapartedesucuerpoquemevolvíaloca,susojoscafés,tratandodedevelarloquepensaba.

LamagiaserompiócuandoescuchécarraspearaRaúl.

—Eh,Raúl…Nos vemosmañana—megiré hacia él para tenermejorconcentración y que las palabras fluyeran con normalidad —. A partir demañanavoyavenirunahoramástarde,asíque,tómeselaspastillasalahoracorrespondida—podíasentirlamiradadeCrisclavadaenmiespalda,esomeponíamásnerviosa.

—Siemprelohago.

Sonreí,máspordisimularlosnerviosqueporseramable.

Lediunbesoenlamejillaamipaciente,guardétodoenlamaletaysalídelahabitación,conunhastamañanaparaCris.

Bajé las escaleras como si alguien me estuviera persiguiendo. Cuandocerrélapuerta,alossegundosseabrió.

Crissaliótotalmentevestido,secolocóunacamisetaesqueletonegra.

—Lamentohabertehechoponernerviosahaceunrato—¿esoenrealidaderaunadisculpa?

—Tunohicistenada.Acualquieraselecaenlascosas—miactituderaseria,comosisupresencianomecausaraningúnefecto.

Apretóloslabios.

Sellevólamanoalacabeza,yluegolabajó.Antesdeesosmovimientosnomehabíadadocuentaqueocultabaalgodetrásdeél.

—Espero que aún te gusten—dijo revelando un caja de bombones dechocolateblanco,marcaMontBlanc.

El corazón se me hinchó de la felicidad. Sin embargo, se los recibí sin

ningúngestodealegría.

<< ¿Sabes? Pensé que eras diferente. Pero llegaste a ser peor queClaudia>>. Las palabras vinieron como un vendaval que arrasa con todo loqueencuentraasupaso,enesecaso,elpequeñomomentodefelicidad.

—¿Sabes?Todo loquecreíasqueconocerdemí,yanoexiste.Todoesdiferente—ledevolvílacajadechocolate,medi lavueltaymedirigíamiauto.

Antesdedarlavueltaparasubirmealcarro,Crismedetuvodelbrazo.

—Hannah,yolamentoloquepasó—senotabaarrepentido.

—Mealegramuchoqueloreconozcas—dijesinningúntipodeemoción.

—¿Dimequehagoparaquemedejesestarcercadeti?—suplicó.

—Eldíaquemecomparastecontuex,esedíamealejastedetuvida—aunquemedolíaverlosufrir,nopodíapermitirquetodosiguieracomosinadahubierapasado.PormásdequeseguíaqueriendoaCris,yquecadavezqueloveíamedabanganasdebesarlo,suspalabrascalaronhastaloprofundodemicorazóny lodestrozaron.Meemocionabansus regalos,pero,sanar ibaaserunprocesolargo.

—Hannah,nomedigaseso,porfavor—estabasufriendo,pero,noyanopodíacontinuartragándomeloquequeríadecirleenlaterminaldetransportedeBarranquilla.

— Eso mismo te decía yo, Cris, que me escucharas, que por favor meescucharas,¡ynolohiciste!Asíque,ahoranolovengasaremediarconfloresychocolates—las lágrimasqueestabareprimiendosalieron.Queríagritarleenlacaralomuchoquemehabíadolidoquemecomparaconlapersonaquemásdañolehabíaocasionadoensuvidaylehabíaquitadolasganasdevolvera amar, y que me humillara de la forma como lo hizo cuando le supliquéarrodilladaporlaclínica.

—Deverdadlosiento—Crisempezóallorar.

Neguéconlacabeza.

—Cris,melastimastede todas lasmanerasposibles,mecomparasteconClaudia,mehumillastehastaelpuntodearrodillarmeanteti,dimecómohagopara borrar todo eso demi corazón— dije tratando de que los sollozos noafectaranmivoz.

Crisllorabasinconsuelo.

—Cris,sienunarelaciónnohayconfianza, jamásvaafuncionar—mivozseestabafragmentandoporelllanto.

Crissesecólaslágrimasymemirócondeterminación.

—¿Porquéesperasteochoañosparaexplicarmeloqueenrealidadhabíapasado?—preguntóconserenidad.

Suspiré.Sabíaquetodalaculpanoeradeélyteníaquereconocerlo.

—Teníamiedo.

—¿Demí?Hannahyo…—pudevereldolorreflejadoensurostro,porloquemeapresuréacorregirlo.

—Detino.Teníamiedode loquepodíapasar.Séqueno tengoexcusa,pero,despuésdelprimerderrame,teníamiedodeenfrentarmeati,sabíaqueíbamosaterminardiscutiendoynoqueríarecaer.Séquesuenaegoísta.

—¡Ochomalditoslargosaños,Hannah!—gritó—.Sinonoshubiésemosencontrado en la reunión de los médicos, jamás me hubiera enterado de laverdad,porquenuncaibasaestarpreparada—dijomenosalterado.Él teníarazón.

—Lamentó haber esperado tanto tiempo.Pero,mi segundoderrame fueporaltosnivelesdeestrésynecesitaba tiempopara recuperarmeyquenadaexternoafectaramisalud.

—Dejaste que el tiempo pasara y que yo siguiera pensando que habíasjugadoconmigo.

—Nuncajuguécontigo.¡Yahoranomevengasaechartodalaculpaamí,losculpablesdequenuestrarelaciónsehayaacabadofuimoslosdos!—alcélavoz,noibaapermitirquemehicierasentirculpable.

—Nadadeestoestuvierapasandosinotehubieraconocido—murmurólosuficientementeclarocomoparaescucharlo.

Eso fue como una bomba queme explotó en toda la cara.Creo quemedoliómásquelacomparaciónquemehizoconsuex.

—Entonces,yatodoestáclaro.Olvídatedequeexisto,Cris.Yquealgúndíanosconocimos.

Mesubíalautoymealejédelhombrequetantoamabayquenuevamentemeestabalastimando.

35

CRISTAIN

Cuandoesaspalabras salierondemiboca,mearrepentí inmediatamente.Pero,yaerademasiadotarde.Todoloqueestabahaciendoparareconquistarlasefueporlaborda.Sabíaqueibaaserdifícilrecuperarlaporlacomparaciónquelehiceconmiex.Pero,conloquehabíadicho,acabécontodaposibilidaddeestarconella.

Deverdad,nosabíaenquéestabapensandoaldecirleeso.Fuiunimbécil.

CuandoselocontéaLucasesanoche,paraquemedieraunconsejoosuapoyo,salítrasquilado.

—Loquehacesconlasmanoslodesbaratasconlospies.TodoloquesetratadeHannahloterminasarruinando—ALucasleparecióinauditoloquehabíadicho—.Ustedesmiamigo,pero,esunabestia.Primerodesconfianza,que puede que se lo pase por las circunstancias, segundo, compararla conClaudiaytercero¡esto!

Merestreguélacaraconlasmanos,demostrandomifrustración.

—Séquelaembarré.Pero,necesitotuayuda.

— No sé cómo podría ayudarte. Esos momentos de estupidez no lo hepasadoconNaty.

Soyunimbécil,dijeparamímismo.

En realidad, no quería decir lo que dije. Sí, estuviéramos bien si no noshubiésemos conocido, pero, nada sería lomismo, su sonrisa, sus ojos cafésalegresy supersonalidad arrolladoramehacían el díamuchomejor.En esemomentomeacordédeldíaquemedijoque,queríavolvermeaver,nopudedormirentodalanocheporestarpensandoenella.Sonreícomounidiota.

—¿Dequéteacordaste?

—Denada—eraunacursilería,quesiLucasmeescuchabadecirlo,fueradichoqueyaestabaperdido,ylaverdadesqueyaloestaba.

—Lucas,tengoquerecuperarla.

36

HANNAH

Lleguéalacasayloprimeroquehicefuesentarmeenelsofáypensarquehabíahechomal,yalaslágrimasnomeeransuficientesparaaplacareldolorqueestabasintiendoenesemomento.Sabíaquehabíahechomalpornodarlacaraporochoaños,pero,nuncasemehabíapasadoporlacabezaqueCristain

nomequeríaensuvida.Eldolorquesentíaeratangrandequenopodíallorar.Meacostéenelsofáymequedémirandohacíaelbalcón.

Elcelularempezóasonar,loignoré,noqueríahablarconnadie.

Cuando el celular dejó de sonar por décima vez, lo miré, tenía cuatrollamadasdeCristain,dosdeNatyycuatrodemamá.

Me acurruqué en el sofá y traté de dormir, pero, el celular sonónuevamente.

—¿Diga?—preguntécasisinfuerzas.

—Hannah,¿cómohasestado?—escuchéunJoaquínalegre.

—HolaJoaco.

—¿Estásbien?

—Joaco,noquierohablarconnadie.Hablamosmañana.

—Espera—dijocuandoestabaapuntodecolgar.

—¿Qué?

—Almorcemosmañana—ofreció.

—Teagradezcolainvitación,pero,no—queríacolgarydormir.

—Porfavor,quierorecuperaraunaamiga.

Suspiré y me lo pensé mejor. Joaco era la única persona de mi círculosocialquenoconocíamihistoriaconCrisynecesitabatomarnuevosairesyJoacoeraelúnicoquemepodíaofreceralgodiferente.

—Estábien.Nosvemosmañana.

—Gracias.Terecojoenlaclínica.

Colguéymeechéadormir.

Laalarmadelcelularmedespertóalascincodelamañana,mesentíalosojospesados,mefrotélacaraymevivariasmanchasenlapiel.Mecoloquéen alerta.Me levanté, fui al baño yme revisé todo el cuerpo.Nadamás loteníaenesebrazo.Analicélasituaciónypenséencómoestabadormida.Mevinoelalmaalcuerpoalrecordarquemehabíadormidoconelbrazodebajodelcuerpo.Noqueríapasarnuevamenteporlomismo,estabahaciendotodoloposibleporestarbiendesalud.

Mebañéymehiceunastostadas.

Cuandoestuvelista,abrílapuertaparairatrabajarymeencontréaNatyapuntodetocarlapuerta.

—Naty,¿quéhacesaquí?

—¿Puedopasar?

Abrímáslapuertaylediaccesoalacasa.

Se sentó, palmeó el espacio vacío a su lado, indicando queme sentara.Acatéymesentésinrechistar.

—¿Cómoestás?—Natysiemprehaestadoalpendientedemí,envezdeparecer una amiga, parecía una hermana, y se lo agradezco, pero, no queríahablar en esos momentos de cómo me sentía o como estaba, porque,sencillamente,niyomismateníalarespuesta.

—Nosé.Tengolacabezaechaunlío,noséquépensardeestasituación.PenséquelopeorquemepudohaberdichoCriseracompararmeconClaudia,perolosuperó.

—¿Mequierescontar?—seacomodócolocándosefrenteamí.

Respiréhondoydejémibolsaaunlado.

—Naty,tusabescuántoyohesufridoporCris,ysí,hecometidoerroresyuno de losmás grandes y queme tiene en esta situación es haber esperadoochoañosparacontarle loquerealmentehabíapasado.Pero,nuncacreíqueCris que quisiera fuera de su vida— las lágrimas que no derramé anoche,salieronesamañana.

— Hanny, no me gusta verte así y sabes que no te hace bien — sepreocupó.

Noparabadellorar,meacerquéaNatyymeaferréaella.

—Llora,botatodoloquetienespordentro—Natymeacariciólaespaldaydejóquelloraraensuhombro.

Cuando me tranquilicé un poco volví a mi sitio y me sequé la cara unpañuelo.

—Aunquenolocreas,Cristambiénestásufriendo.

—Sicomono—dijeincrédula.

—Esverdad,ayerestuvoencasadeLucasyestabamuyarrepentidoporloque tehabíadicho.Tengoqueaceptarqueapesardel todoelsufrimientoquetehaocasionado,élteama.

—Yonoestoymuyseguradeello.Hanpasadotantascosasqueyanoséquécreer.

—Hannah—dijoNatyconpesar.

Neguéconlacabezaymelevanté.

—¿Paradóndevas?

—Atrabajar.

—¿Deverdadquieresiratrabajar?

—Necesitoocuparmicabezaenalgoy lamejoropciónque tengoes laclínica.

—Vámonosdecompras—propusoNatyconunasonrisa.

Laclínicanoibaaserunagranopciónparadistraerme,asíque,aceptélapropuestadeNaty.

Tomémibolsaysalimosdecompra.

Nosfuimosenmiauto.Alprimerlugardondellegamosfueaunaboutiquedondenosencantabacomparachaquetasycamisas, era lamejor tiendaparaesetipoderopa.

Natysemidióunacantidadderopa,paranadamáselegirdosprendas.Mehacíareírconsusocurrencias.Nopodíatenermejoramigaqueesachica.

Delaboutiquepasamosaunatiendadezapatos,dondecompramosvariostacones y sandalias, de allí fuimos a una tienda de lencería, donde casicomprabatodalatienda.Yasísenosfuelamañana.Natyyyonosfuimosaalmorzaraunrestaurantecercadelcentro.

—Estasalidadechicashasidofabulosa—expresóNaty.

—Gracias—dijeconunasonrisa.

—Nohaydeque,yotambiénnecesitabasalirunrato,esteembarazometieneestresadayLucasestámuyocupadoensutrabajoymesientomássoladelonorma—dijoNatyconunamueca.

Sonreí.

Cuandonosdisponíamosacomer,micelularsonó.EraJoaco,semehabíaolvidadoporcompletolasalidaconél.

— Hola Joaco, disculpa que no te haya llamado antes, pero, estoyalmorzandoconNaty,fuealgodeimproviso—medisculpé.

— Dime dónde estás y te llegó. Me alegraría volver a Naty — dijodespreocupado.

Lediladirección.

—¿Joaco?—preguntóNatycondiversión.

—Sí,Joaco.Ayermeinvitóaalmorzaryconnuestrasalidadehoyseme

olvidóporcompleto.

—¿Vieneparaacá?

—Sí.Nohayproblema¿cierto?

—No—dijoentresuspiros.

Letirélaservilletaylaagarróenelaire.Nosechamosareír.Miamiganocambiaba.

AlosquinceminutosdehabercolgadoconJoaco,llegó.NossaludóaNatyyamí.Sesentóenunasillaentrelasdos.

—MealegravertedenuevoNaty,estasbellísima—dijoJoaco.Esotroquetampococambiaba,suspiroposnofaltabanenunaconversación.

—Gracias—Natysonrió.

Joacoordenócuandollegóelmeseroynuevamenteseconcentróenhablarconnosotras.

—¿Quéhasidodetuvida?—preguntóNaty.

—Me especialicé en pediatría. Estuve trabajando por varios años en unhospital,peroporfaltadepagodelasEPSquebróyahoraestoyenbuscadetrabajo.

—QuemalJoaco.¿Tepostulastealasvacantesdelaclínica?

—Asíes,yesperoquedar.

—Nosotrasestamosenelúltimofiltro,pero, tevamosa tenerencuentapararecomendarteconTalentoHumano—ofrecióNaty.

—Yotambiénledijelomismo,asíque,sipasatodoslosfiltros,seráunmiembromásdelaclínica.

Joacosonrióymetomódelamano.

—Selosagradezco.Laverdadesqueencontrartrabajoestáduro.

—¿Laclínicadetupapá?—preguntéapartandolamano.

— Mi papá me ha ofrecido un trabajo en su clínica, pero yo quieroindependizarmeytenermispropioslogros.

—Esadmirable—dijeconunasonrisa.

—Cambiandodetema.Joaco,hayalgunanovia,esposa,arrozconbajo—peguntóNaty.

—Hastahacepoquitoestabaenunarelación,pero,ellasefueparaFranciayunarelaciónadistanciafelicesloscuatro.

—Dímeloamí—expresé.

—¿YtúNaty?¿Aúnestásconesemúsico?

—Asíesyvamosatenerunbebé.

—¿Enserio?Felicidades—Joacoselevantóylediounabrazo.

—Sí.

— Y Hannah, ¿tú qué? Te nos perdiste, lo último que supe fue que tedesmayaste.

—Esunahistorialarga—alcélascejas.

—Cuandoquierasmecuentas,quisierasaberquepasó.

—Yasíserá—leaseguré.

Terminamos de almorzar, dejamos las bolsas de la compra en el auto yfuimosacaminarporlaplaza.

—Hannah,sonmisideasoyarecuperastelamemoria—dijoJoaco.

—Sí,hacepoquitomimenterecuperólosrecuerdos.

—Mealegramuchoporti—mediounabrazo.

Natycarraspeó.YomeseparélentamentedeJoaco.

—Hannahvoyaregresaracasa,quierodescansarunrato—dijoNaty.

—Yotellevo—ofrecí.

—Notepreocupes,yotomountaxi.

—Naty,yotellevoydeallícojoparalaclínica—insistí.

—Estábien.

—Joacofueungustovolverteaver—dijoNatydándoleunbesoen lamejilla.

—Igual,yotravezfelicidadesporelembarazo.

—Gracias.

—AdiósJoaco—lediunbesoenlamejilla.

—¿Tepuedoesperarenlaclínica?Quierohablarcontigoasolas.

— Bueno— pensé que lo que él sentía por mi estaba superado, pero,parecíaqueno.

Natyyyocaminamosrumboalauto.

—¿Quéquerráhablarcontigo?

—Nosé,esperoqueloquesentíapormíenlauniversidadestésuperado—esperabaquefueraasí.

—¿Ysinoesasí?

—Pues,otraveztendréqueaclarárselo.

—Hannah,ysitalveztedasunaoportunidadconél—propusoNaty.

Yomedetuveenseco.

—Natalia,¿lashormonasdelembarazoteestánafectandolacordura?

— No. Mira, piénsalo. Joaquín siempre ha estado enamorado de ti, lacuestiónesdarteotraoportunidaddeamaraotrapersona.

Retomamoselpaso.

—Yonopuedohacereso.Yosololoquierocomounamigo,yapesardetodoloquehapasadoconCris,tusabesmásquenadieloquesientoporél.

Nossubimosalautoydimarchaadentrándomealtráfico.Elrecorridofueensilencio.

LlegamosacasadeLucas,donde seestabaquedandoNatydesdeque seenteródelembarazo.

—Graciasporestarconmigo—ledijeaNatyantesdequesebajaradelauto.

—Sabesquesiemprevasacontarconmigo—Natysonrió.Sabíaqueellasiempre iba a estar allí para mí, era un gran apoyo en mi vida, alguienimportante,yellasiempreibaacontarconmiapoyoincondicional.

Lepasé lasbolsasdecomprasy sebajódel auto,no sinantesdarmeunabrazoyunbesoenlamejilla.

DespuésdedejaraNaty,medirigíalaclínica,cuandolleguévielautodeJoacoenelparqueadero.

Respiréhondoantesdebajarmedelauto.

Cogímibolsoysubíamiconsultorio,dondeestabaJoacosentadoenunadelassillasparamispacientes.

Yo fui directo a mi silla, coloqué mi bolso en el gancho debajo de miescritorio.

— Joaco, lo que me tengas que decir que sea rápido, por favor. Tengobastantetrabajo—dijelomáseducadaposible.

—Queríainvitartea…

Joacofueinterrumpidocuandoabrieronlapuerta.Meparalicécuandovia

Crisdepieenmiconsultorio.ÉlmirabaaJoaquíncomosiquisieracogerlodecuelloysacarlodelaclínica.Estabafuriosodeverloallí.

—Hannah,¿podemoshablar?—lamiradaquemedirigiómerogabaparaqueloescuchara.

Hice quemi cerebro conectara conmi lengua antes de hablar cualquierbarrabasada.

—Cris,notengonadaquehablarcontigo—lomirabaconfrialdad.

—Porfavor.

—Yalaescuchaste,noquierehablarcontigo—semetióJoaco.

—¿Porquénotecallas?—espetóCris,sumandíbulaestabaapretaba.

—Cris,porfavor,saldemiconsultorio—lepedí.

AunquetodamiatenciónestabapuestaenCris,vicomoJoacosetapabalaboca,tratandodeocultarunasonrisa.

Crisnosemovióniuncentímetro.Girólacabezahacialaventanaysonrióal ver los jazmines en un jarrón en una mesita. ¿Porque habré dejado losjazmines enmi consultorio?, será porqueno semeocurrió queCris fuera avenir.

Memirónuevamenteyconsugestomedioaentenderquenoseibaair.

Suspiréytratédecanalizartodasmisemociones,comoqueríaborrarleesasonrisadesatisfaccióndeunacachetada.

—Joaco,¿podemoshablardespués?Yotellamomástarde.

Joaquínfruncióloslabios,perosonrió.

—Esperotullamada—selevantóysefue.

MeacomodéenmisillayesperéaqueCrishablara.

Crisrodeóelescritorio,girólasillaymecolocófrenteaél.Élmesosteníalamiradasinparpadear.Mipulsoseaceleró,elcorazónmeibaagalope.

—¿Quéquieres?—logrépreguntarsinquesemenotaraelnerviosismo,oesocreí.

—¿Porquémementiste?—sualientoolíaamenta,mimiradasedesvióasubocaloquehizoquesemeolvidaraporcompletoqueteníaqueresponder—Hannah—mellamóCrisconvozronca.

RegreséalosojosdeCris.

—Nosédequéhablas—mehiceladesentendida.

—¿Nosabes?Hablodelasflores—suvozvolvióahacerneutral.

—¿Quépasaconellas?—mismanosestabanaferradasalosbrazosdelasillaparanolanzarmeencimadeélybesarlohastasaciarme,ysucolonianocolaborabaconmiautocontrol.

—Medijistequeyanotegustaban—sumiradapasóamislabios,loquehizo que mi piel se erizara y apretara con más fuerza la silla, sentía unacorrientedecalorportodomicuerpo.

—Ah,eso—cuandoélestabatancercademí,micorduraseibapor laventana.

Crisseacercómás,quedandonuestrasbocasapocoscentímetros.

—Todotucuerponopuedenegarloquesientespormí,yeslomismoquemepasaamí,porqueestoyhaciendousodetodoelautocontrolquetengoparanobesarteynohacerteelamorenelescritorio—sumiradaemanabadeseo.

—TalvezCristinasi tecumplaeldeseo,comoaella si laquieresen tuvida—logréquemivozsalierasinquesenotara localientequeestaba,yotambiénestabausandotodomiautocontrol.

Criscerrólosojosyseapartó.

Soltélasillaybotéelairequeteníacontenido.

—Sabesqueellano significanadaparamí.Y si túnoestuvieras enmivida,nosignificaríanada.

—Yonosénada.

Crisrioamargamente.

—Melaestasponiendodifícil,¿cierto?

—Yonoestoyponiendonadadifícil.

—Bien, si así si van a hacer las cosas, nos vamos a tener que vermuyfrecuentemente, porque te voy a reconquistar — Cris me miró condeterminación—Hastaluego,miamor—dijoantesdesalirdelconsultorioycerrólapuertaatiempoparaquenoledieraconunapelotaanti-estrés.

¿Quiénsecreía?Vamosaverquiénibaaganar,porquefácilnoselaibaaponer.

****

PARTEIV:LABATALLA

37

CRISTAIN

YomepropusereconquistaraHannahyloibaahacer,nadaninadiemeloiba a impedir. Había cometido muchos errores, pero, no me iba a dar porvencido en la guerra del amor, habíamos perdido muchas batallas, que noshabíandejadomuylastimadoaambos.SabíaqueHannahaúnmequeríaporlonerviosaqueestabaenelconsultorioyeseeraunpuntoamifavor.

—Nipiensesque tevoyadejarel camino fácil conHannah—cerré lapuertadelautoymegiréhaciaJoaquín.

—MiraJoaquín,esmejorquetehagasaunlado,porqueestáguerrayalaperdiste — verlo todavía en la clínica me hirvió la sangre, nada más derecordarqueestabanasolasHannahyélenelconsultoriomedabanganasdepartirlelacara.

Joaquínseechóareír.

—¿Tengocaradepayaso?—meexasperabaesetipo.

—Laverdadesquesí,dárselasdesobradono teayudamucho,asíque,prepárateparaperder—sus ínfulasdeseguridadmedieronel impulsoparatomarlodelacamisayencararlo.

Joaquínforcejeabasinéxito.

—No te acerques aHannah, ¿te queda claro?— siseé, lo solté con unempujón.

Joaquínsealisólacamisaymeretóconlamirada.

—Esperoqueesto tequedeclaroa ti,nomevoyaalejardeHannah—dijocondeterminación.

Subí al auto y salí de la clínica echando humo, Joaquín aún seguíaenamoradodeHannahynomeloibaadejarnadafácil.

Me dirigí hacia la productora, teníamos una nueva pista que íbamos aprobar.

—Cris,alfinllegas—medijomiproductor.

—Teníaasuntospendientes.

—Bueno,¿estáslistoparaescucharlanuevapista?—miproductorestabafelizconsutrabajofinal.

—Aver—noestabadeánimoparaescucharmúsica,eralaprimeravezquenoqueríaestaren laproductora.NadamásdepensarqueJoaquín ibaa

estarcercadeHannah,medabarabiayqueríareventartodoloqueestabaenmicamino.

—Bueno,bueno,esoseescuchamuybien—mimánagermesacódemispensamientos,nisiquieramehabíadadocuentaquelapistaestabasonando.

—¿QuétepareceCris?—preguntómiproductor.

Nadamásalcancéaescucharelúltimoestribillo,asíque,ledijequeestabaperfecta.

— Cris, te tengo una gran noticia — mi mánager estaba emocionado,mejordichobrincandoenunpie.

Lomiréyesperéaquehablara.

— Estás nominado a los premios América, en dos categorías— Calebestabaquenosecambiabapornadie.

—Québueno.

—Québueno,¿esloúnicoquevasadecir?—mimánagernoestabaparanadacontentoconmiactitud.

—Sí.

—Richard,¿nosdejasasolasunmomento?

Richardsalió.Meacomodéenmisillaymeesperabaelregañodeldía.

— ¿Qué te pasa?—Caleb se sentó en la silla donde estaba sentado elproductor.

—Nada.Estoybien,¿noves?

—Poresarespuestaséquenoestásbien,mírate,parececomosiquisieraspegarleaalguien.

Soltéunabocanadadeairebruscamente.

Calebmemiróesperandounarespuesta.

—HayuntipoquequierepretenderconHannah—concadapalabraquedecíasepodíanotarloscelosquesentía.

—Yaveo.Buenoanteesonovoyadecirnada,loquesitepuedodeciresque,sisiguesconesoscelosselaestasdejandoenbandejadeplataaesetipo,asíque,piensamuybienencómovasactuaranteella.—Calebselevantóymepalmeóelhombro—.Porlomenosalégrateporlanominación,enlatardevamosairacelebrar,tequieroconbuenacara,despuéspiensasencómovasareconquistaraesachica.

Calebsalióyentróelproductor.

—Richard,¿meregalasunacopiadelapista?Porfavor—lepedíconlosánimosmás calmados. Caleb tenía razón, no podía dejar quemis celosmecegaran yme hicieran perder nuevamente a Hannah, tenía que pensarmuybienencómoibaahacerparaqueHannahvolvieraaestarconmigo.

Salí de laproductoraymedirigíhaciami casa, queríadescasarunpocoantesdeiralacelebraciónporminominación.

Cuando llegué a casa, mi abuelo estaba sentado en la sala leyendo elperiódico.

—Holaabuelo—lediunbesoenlafrenteymeparéfrenteaél.

Miabuelocerróelperiódicoymemiró.

—Siéntate,quetengoquehablarcontigo—laformaenquelodijo,erauntemaserio.

Mesentéasulado.

—¿Dime?

—Tupapámellamo.

—Abuelo,porfavor,noempiecesconesetema—nadamásdeescuchardeesehombresemeterminódearruinareldía.

—Cris,estupadreyquierasonofueelquetediolavida.

—Muybiendicho,lavida.

—Nosoloesoytúlosabes.Poquitoomucho,éltealimentóytediountecho.

—¿Aquévieneesecambiodeactitudhaciaél?Porquehastadondetengoentendidotunolotienesenbuenaestima.

—Ysigue siendoasí.Pero, tupapáno estámuybiende saludyquierehablarcontigo,medicequetellamaynolecontestas.Sesientemuysolo.

—Élsebuscóesasoledadporsuactitudegoísta.

— Cris — mi abuelo me tomó de las manos — habla con él, ustedesnecesitanaclararmuchascosas,hablaconélantesdequeseademasiadotarde—miabueloseveíarealmentepreocupado.

—Lovoyapensar.

—Porfavor,prométemequevasahablarconél.

—Abuelo,noteaseguronada.

—Promételo—insistió.

Cerrélosojosyrespiréhondo.

—Estábien.Teloprometo.Pero,sololohagoporti.

—Gracias—miabuelomeofrecióunasonrisaymepalmeólasmanos.

Melevantéymefuiparamicuarto.

Me echéun sueñode unahora yme alisté para ir a la fiesta en casa deCaleb,mevestíconunpantalóncolorcaquiyunacamisablanca,medespedídemiabueloycogí rumbopara la fiesta.En todoel recorridonodejabadepensarenmipadre,susactosylaspalabrasdemiabuelomedabanvueltasyvueltas en la cabeza, estaba confundido en que era lo correcto para hacer.AntesdellegaracasadeCalebcogíelretornoymedirigíacasademipadre,eramejor saberquéera loque teníaquehablar conmigoantesdeque fuerademasiadotarde.

Parqueéenlaaceraymientrascaminabaalaquealgunavezfuemicasa,pensabaencómoibaasernuestraconversación.Toquéeltimbreyalospocossegundosescuchépasosyalminutoseabriólapuerta.

Mipadre se veía cansado, enfermo, conojeras,más canosoy acabadoytenía un cilindro de oxígeno, se sorprendió al verme en su casa. Me dioespacioparaqueentrara; lacasa seveíavieja, suciaydescuidada, laúltimavezqueestuveallífuehacetresaños,porlamuertedemamá.

—Me alegra que estés aquí— su voz se escuchaba agotada, como sihablarfueraunesfuerzo.

—¿Cómohasestado?—lepreguntéparándomefrenteaél.

Élsesentóantesdecontestar.

—No tan bien comoquisiera, yameves, estoy enfermo,medetectaroncáncerdepulmón—lodijocomosifueraalgonormal.Tosíacomopacientecontisis.

—¿Cómopagaseltratamiento?—apesardetodoeramipadreyverloeneseestadocalmótodoloqueteníapordecirle.

—Tuabuelomepagaeltratamiento—tosiódenuevo.

—¿Miabuelo?—fruncíelceño,¿miabuelopagandoel tratamientodelhombrequemásdetestaenelmundo?

—Yotambiénmesorprendícuandoseofreció,pero,medijoquelohacíapor ti, que antes de morirme te debía una explicación— en su mirada senotabaarrepentimiento.

—Poresoestoyaquí.Necesitosaber,¿porquélohiciste?¿Tantoodiometenías?

—Siéntate,porfavor.

Mesentéenunasilladelcomedor.

—Yopenséqueestabahaciendobien,queríahacerporunavezenlavidaalgocorrecto.

— ¿Te estás escuchando?Me hiciste infeliz, estaba a punto dematar alamordemivida.

—Nosabescuanarrepentidoestoyporocasionarteesedaño.

—¿Porquélohiciste?

—Noqueríaquecometierasmismismoserrores.

—Noteentiendo.

—Tumadreporcasarseconmigo,ladesheredaronylequitarontodoslosbeneficios,hastaelestudio,yyonoteníaparasuplirtodoaloqueellaestabaacostumbrada,todaslasnocheslaescuchaballoraryyoqueríahacercualquiercosa para que ella estuviera feliz. Yo también fui músico y cantaba en losbares.Pero,tuvequedejarloquequeríaaunladoparaverlafeliz.

<<Conocíelmundodelasapuestas,penséquenosibaaayudar,nolosupecontrolarymeabsorbió.Tumamáparacubrirelvacíoqueledejéalestardecasinoencasino,serefugióenelalcoholysevolvióadictaaello,yonomedicuenta,cuandotunaciste,yomepropusequeibaahacertodoloposibleparaquefuerasunhombredebien,conunacarreraquetedieraplatayunfuturoparaquenodependierasdenadie,pero,tudecidisteelcaminodelamúsicaytodo lo que tenía planeado para ti, se desmoronó, y por eso no te apoyé, ycuando llegóHannah a tu vida, te vi reflejado enmí, recorriendo elmismocaminoqueyotomé,poresohiceloquehice>>.

Cuandomipadredejódehablarnoteníanadaparadecir,nopenséqueélse sintiera de esa manera, tenía un nudo en la garganta que no me dejabahablar.

—Séquenada justifica loque leshicepasara losdos,porqueséqueaHannahtambiénlahicesufrir,seveíatanenamoradadeti,comotumadreeldíaquenoscasamos.

—Así es, no tiene justificación lo que hiciste, y no sabes el dolor tangrande queme ocasionaste, yme propuse vengarme deHannah, estaba tancegado,quenomedicuentaeldañoqueleestabaocasionando.

—Perdóname,porfavorhijo,perdóname—mipadreempezóallorar,loquehacíaquesutosseintensificara.

—Cálmate.Guardarrencormehacemásdaño,yapesardequeteníastus

razones para hacer lo que hiciste, a mí no me convencen, Hannah y yopudimoshaberescritounahistoriadiferente.

— Perdóname, por favor — se intentó parar, al ver el esfuerzo que letomabaloayudé.

—Teperdono—mipadremeabrazó.

—Gracias.Ahorasivoyadescansarenpaz.

—Nodigaseso.Siéntate.

Yotambiénmesenté.Sabíaqueestabahaciendoalgoqueélnosemerecía,pero,eramipadreyapesardetodo,queríaelbienparamí.

—Voyaayudarteconeltratamiento,voyahablarconHannahparaversialgúnmedicotepuedetratarpersonalmente,voyacontratarunaenfermerayunaseñoraparaquehagaelaseo.

—Cris,noesnecesarioquehagastodoeso,nomelomerezco.

—Yoloquierohacer,apesardetodoeresmipadre.

Mipadreselimpióunalágrimaymesonrió.

—Eresungranhijo,ymedistéunagranlección.Escuchéenlaradioqueestás nominado a unos premios que parecen importantes — dijo con unasonrisa.

—Asíes.Lamúsicamehadadotodoloquetengoahora,fama,dineroyéxito.

—Aunquenolocreas,estoymuyorgullosodeti.

—Bueno,voyahacertodoloposibleparaquemañanaestéaquílaseñoradelaseo,estacasaestáechaunchiquero—dijemirandoamialrededor.

—Gracias.

Medespedídemipadreymefuiparalafiesta.

Sentía una paz y una tranquilidad, saber losmotivos que lo llevó actuarcomolohizonolosaceptaba,pero,parabienoparamal,queríalomejorparamí.Ybueno,tambiénpudededucirporquemiabueloestabataninteresadoenquehablaraconmipadre.

LleguéalacasadeCalebunahoradespuésdeloprevisto,ganándomeladesaprobacióndemimánager.

—Teníasqueestarhaceunahora,¿dóndeestabas?—meregañó.

—Teníaquearreglarunasuntopersonal.

— Bueno, hoy es un día de celebración. Señores y señoritas, ya llegó

nuestronominado—vociferómimánager.

Todosaplaudieronyalzaronsuscopas.

—Muchasgraciasporsuapoyo—dije—.Estanominaciónnofuerasidoposiblesin laayudademimánager,demiproductoryde todoelequipodetrabajoquehatenidoqueaguantarmigenio.

Seescucharonrisas.

—Todosacelebrar—dijoCaleb.

—Mealegraquetengasmejoránimoqueestamañana—dijoCaleb.

—Voyahacertecaso.

Calebsonrió.

—Vamosapasarlabienyolvidartodolomaloporunanoche.

—¿Lucasvino?

—Nolohevisto.Ah,mira,allívieneentrando.

Lucas se acercó a nosotros, Caleb dijo que iba a saludar a no sé quépersonas.

—¿Cómohasestado?—mepreguntó.

—Bien.Hoyfuiahablarconmipadre.

—¿Cómotefue?—Lucascogióunacopadelabandejadeunmeseroquepasabaenesemomento.

—Dentrodeloquecabebien.Porlomenosmeenteréquesusrazonesnofueronsinfundamento.

—¿EsdecirqueloquehizonofueporHannah?

—No.Élnoqueríaqueyorepitierasumismahistoria.

—¿Cómoasí?—Lucashizolamismaexpresióncuandomipadremelodijo.

—MimadretambiéneraricacomoHannah,yalcasarseconmipadresuvidanofuelamismaynoqueríaqueniHannahniyoviviéramoslomismo.

—¡Vaya!Almenosesodemuestraque tupadrenoes tanmalocomosecreía.

—Esoparece—Cogíunacopaytomédeella,noqueríarecordarmáselpasado—¿CómovatodoconNaty?

— Va muy bien. Me tiene loco con sus antojos, me dice que quierechocolate y al segundo lo cambia por maní— se veía tan emocionado de

hablardesunuevaetapacomopapá.

—Nuncaentenderemosalasmujeres—dijeentrerisas.

—Loúnicoquepodemoshaceresquererlas.

—Saludporeso—chocamosnuestrascopas.

**

Lucas estabahablando conmimánager, así que aprovechépara llamar aHannah.

Mecontestóaltercertimbre.

—¿Diga?

—HolaHannah,¿cómoestás?

—Bien,¿ytú?

—Bien.Tellamabaparaversimeaceptasunainvitaciónparairacenar—meparecióeternoeltiempoquesetardóparadarmeunarespuesta.

—Cris,noesconveniente,paramínoesfácilhacercomosinadahubierapasado.

— Quiero compartir contigo un gran logro de mi vida personal yprofesional.

—¿Dequésetrata?—seescuchóinteresada.

—Almorcemosytecuento,¿teparece?

Escuchécomosuspiró.Sentíaunvacíoenelcorazónsaberquelecostabaaceptarmiinvitación.

—Estábien,encontrémonosenelrestaurantequeestácercadelaclínica—aceptó.

Sentíungranaliviocuandoescuchésurespuesta.

—Gracias,nosvemosmañana.

Ellacolgóprimero.

Respiréhondoysentíconelairedelanochemeenfriabalasfosasnasales,erarelajante,almenosHannahaúnestabainteresadaenloquemepasaba,yloconsiderécomobuenaseñal.

38

HANNAH

ApesardequequeríaolvidarmedetodoloquesetratasedeCris,meeracasiimposiblehacerlo,yconlallamadaquemehabíahecho,locorroboré,memoría de ganas por saber que lo tenía tan contento y quería compartirconmigo,mesentíatanfelizdequecompartierasuslogrosconmigo,mesentéenelsofáymetoméelcaféquehice,sonreíacomounaidiota,mequedéunratoviendolavistadeciudad,yluegomefuiaacostar.

Laalarmasonóalascincodelamañana,salíacaminar,paraluegoirmepara la clínica. Las horas se pasan rápido en la clínica y más cuando haybastantetrabajo.Cuandomiréelrelojdemano,eralaunaymedia,reviséelcelular y tenía dos llamadas perdidas de Cris. Rogaba que no se hubieraarrepentidoporpasarlahoradelalmuerzo.

Me dirigí a mi consultorio y lo vi sentado en una de las sillas de mispacientes,laotraestabaocupadaporJoaco.Medicuentaque,aunquequeríallevarunavidatranquila,noibaapoder,sinoeralaclínica,eranestoshombresque se mataban con la mirada y parecían gallos de pelea con el cuellotensionado,esperandoelsonidodelacampanaparainiciarlapelea.

Penséantesdehablarparanoofenderaningunodelosdos.

—Buenas.

Losdoshombressecolocarondepiealmismotiempo.

—HolaHannah—dijoJoaco.

Mesentéenmiescritorioyhablabamientrasrecogímiscosas.

—Joaco,¿quéhacesaquí?

—Vineparainvitarteaalmorzar.

— Joaco, lo siento. Cris ya me había invitado a almorzar — dijeexpresandomiincomodidad.

—Ah,bueno.Seráenotraocasión.

Sonreíenagradecimientoasucomprensión.

—Hannah,¿aúnhay tiempoparaquesalgamosaalmorzar?—preguntóCris.

—Sí.Organizounascosasynosvamos.

Crisasintióysaliódelconsultorio,peroJoaquínsequedó.

— Eh, ¿me quieres decir algo más? — cogí mi bolso y me levantécaminandohaciaél.

—¿Tegustaríacenarconmigomañana?

—Mealagaquemeinvitesasalir,pero,quedéconmispadresparacenar.¿Teparecesialmorzamos?

—Sí,meparece.Nosvemosmañana—Joacomeregalóunagransonrisaysaliódelconsultorio.

Fuialbañoantesdesalir,meretoquéellápizlabial,meechéunpocoderuborymearregléelcabello.

Tomé aire antes de reunirme con Cris, que estaba en la entrada delparqueadero,moviendolasllavesdistraído.

—¿Nosvamos?—pregunté.

—Sí—dijoconunasonrisa.

Caminamoshastaelautoyenelrecorridonodejabadelanzarmemiradasfurtivas.

—¿Qué?—susmiradasmeponíannerviosa.

—Nada.

—Algoquieresdecirme.

Nosdetuvimosalllegaralauto,pero,élnolodesbloqueó.

Memiró fijamente y creo queme coloqué roja, porque la cara la sentíacaliente.

—Cris,mepuededecirporquememirasasí.

Crisseechóareír.

—Meencantaqueestésaquí,amilado.

—Bueno,estabastanmisteriosoquemematólacuriosidad—mentí.Laverdadesquequeríaverloyestabaansiosaaquemecontaraloqueloteníatanfeliz,noporcuriosidad,sinoporquequeríaserpartedesuhistoria.

ACrisseleborrólasonrisadelacaraydesbloqueóelcarro.Creoquelaembarré.

Abriólapuertaparamíyluegosediolavueltapordetrásdelcarroysubióél.Metiólallaveenelcontactoydiomarchasinmencionarunasolapalabra,estabaserio.Meacomodéenmisillaylomirédereojo.Nomegustabaverlotristeoenojado,pero,loqueveíaensurostroeradecepción.

— Pensé que íbamos a ir al restaurante que está cerca de la clínica—mencionécuandopasamoselrestaurante.

—Vamosaotraparte,noestámuylejos,¿temolesta?—memiróporun

segundo,luegosumiradaregresóalacarretera.

—No—sonreíyéltambiénsonrío.Sinembargo,susonrisanosereflejóensusojos.Algoleatormentabaymehacíasentirrealmentemalsaberqueerapormiculpa.

Criscondujopordiezminutosmás,hastallegaraunrestauranteelegante,teníauntoquerupestre,quelohacíacálido.

Crissebajó,meabriólapuertaymeofrecióunamanoparabajarme.

Cuandomimanotocólasuya,sentíunhormigueoynoqueríasoltarla.Lomiréalosojosysentíunrevolcónenlabocadelestómago,medicuentaquemissentimientosenvezdedesaparecer,crecíanmás.

Cris también sintió esa conexión porque no me quitaba la mirada deencima,susojosseposaronenmislabiosyporunmomentopenséquemeibaabesar,perono.Apartólamiradaycortólamagia.Mesoltólamanoycerrólapuertadecarro,colocandolaalarma.

Caminamoshastaelrestaurante,meabriólapuerta.Unhombrealto,jovenydesonrisaamablenosrecibióenlaentrada,estabavestidoconunpantalóndepinzanegro,camisablancaychaleco.

—Bienvenidos,¿tienenreserva?

—Sí—contestóCris.

—Acompáñenme.

Seguimosalhombrehastaunpódiumdemadera,donderevisóunalistayalconfirmarqueenlalistaestabaelnombreCris,nosllevóhastaunamesaynosdijoqueyaveníaunmeseroparaatendernos.

Crismeabriólasillaparasentarmeyluegosesentóél.

—Mealegramuchoquehayasaceptadomiinvitación.

—Estabastanemocionadoquenomepudenegar.

—Porcuriosidad—nolodijomolestonicondolor,lodijosinningúntipodesentimiento.

—Cris,meimportaloquetepase.

ElmeserollegóyCrisquedóconlapalabraenlaboca.

—¿Quédeseanparacomer?

Miréelmenúypedípapáconatún,mientrasqueCrispidióespaguetialaboloñesayunabotelladevinoblanco.

ElmeseroseretiróconlaordenyotravezéramosCrisyyo.

Crismemiró.

— ¿De verdad te importo? — estaba ilusionado, no quería que seilusionaracuandoyonosabíasiqueríavolverconél.

—Sí,fuistealguienmuyimportanteenmivida—lodijelomásneutralposible,pero,cadapalabralasentíaconunaespinaenmilengua.

Cris asintió sin retirarme la mirada. No estaba convencido con mirespuesta.

—Nohablescomosihubiéramostenidounagranhistoriadeamoryahorafuéramosviejosamigos,porquesabesquenoesasí—sentísudolorensuvoz—.Séquehecometidomuchoserroresytehelastimado.Pero,nometratesconunviejoamigoquenoveshacetiempoyalcualletienesaprecio.

Agachélacabeza,toméaireylalevantédenuevo.

—Cris, no podemos tratarnos como si entre los dos no hubiera pasadonada. Yo te he lastimado guardando silencio por ocho años, tú me haslastimadodesconfiandodemí,estandoconCristinaydemáscosasquetúyyosabemos.¿No tedascuentaquecadavezquequeremosestar juntos losdossalimos lastimados?—enmi interior sabía que no quería alejarmedeCris,pero,tambiénsabíaque,siintentábamosestarjuntosdenuevo,íbamosasufrirnuevamente,sinoeraporCristinaibanahacerlosceloshaciaJoaquín.

Crismetomódelasmanossobrelamesa.

—Hannah,yoteamo,yséquepudomásmiseddevenganzaqueelamorquesientoporti,pero,noquieroalejarmedeti,nopuedoestarlejosdeti.Teextraño,mehaces falta, no sabes cuánto extraño tu sonrisa, tus comentarioslocosquemehacenreírytusojoscolorchocolatequeparecenquemeibanadevorarcuandomemirabas.

Comoquería saltarencimade lamesaybesarlocon locura, susojosmemiranesperanzadosysabíaqueteníaquedecirlealgo,pero,mebloqueéynosabíaqueresponderanteloquemedijo.

—¿Tevasaquedarcallada?

Micabezaestabacomounamáquinaquetrabajabaporconseguirlamayorproducciónposibleyeltiemposeleestabaacabando,yconlosengranajesatodovapor.

Tratédepensaralgocoherenteyquenosbeneficiaraalosdos.

—Vamos a empezar de cero, conociéndonos nuevamente, porque estoyseguradequetúhascambiadoentodosestosaños,comoyolohehecho.Yanosomoslosmismosjóvenesdelauniversidad—leofrecíunamediasonrisa.

Crismesoltólasmanos,serecostóenlasillaynomedijonadaporvariossegundos,penséqueibaarechazarmipropuesta.

El mesero llegó con la comida y tardé varios segundos en tocarlaesperandounarespuestadeCris.

Cris empezó a comer sin dirigirme la mirada, sirvió el vino y siguiócomiendo.

MecomímipurédepapasconatúnyestabaalamitaddemicopadevinocuandoCrishabló:—Estábien.

Bajélacopaylacoloquéenlamesa, lomiréconfusayélaclaró:—Meparecebienquenosconozcamosdenuevo,hanpasadoochoañosyesverdad,no soy el mismo chico que conociste en la universidad, pero, si te puedoasegurar que soy el mismo chico enamorado de la chica de ojos colorchocolate.

Mesonrojéytométodoelcontenidodemicopa.

—Vinimosaalmorzarporque túme ibasacontaralgo importante,¿quées?—dijeparacambiardetema.

AlmencionarelmotivodenuestrareuniónelrostrodeCrisseiluminóyunasonrisaabarcótodasucara.

—Estoynominadoa lospremiosAmérica— lodijo con tanta emociónquemedemostrabaquenosecambiabapornadie.

Melevantédelasillaconunagransonrisa,Cristambiénselevantóylediunabrazo,unabrazodeesosquedanganasdeapretujaryenviarle todaslasbuenasenergías.

—Felicidades, temerecesnosolo lanominación, sino tambiénganar—estabatanfelizyorgullosaporél.

Meseparéylomiréalacara.

—Mealegravertetriunfarylogrartussueñosymetas.

Sonrióymeacaricióunamejilla.

—Gracias.Cuando llegaste ami vida fuiste una gran inspiración, hastacuandopenséquemehabíastraicionadoseguíassiendomimusa—susojosbrillaban. Sumirada pasó demis ojos amis labios yme los humedecí porimpulso.Crismemirónuevamentealosojosbuscandoalgúnvestigioparadarelsiguientepaso.Mepusenerviosa.Yoacabéconsuconfusiónapartandolamiradaysentándomenuevamente.

Cris tambiénsesentó.Alratollegóelmeseroconelpostre,eradulcedecococontrocitosdecoco.Estabadelicioso.

Almomentodepagar la cuentaCris nodejóqueyopagaramiparte, suargumento fue que cuando él me invitaba a almorzar, yo no tenía por quépagar.

Loaceptéporquenoqueríadiscutirconél.

Regresamos al auto.Lepregunté si le importaba si colocabamúsica,merespondióqueno,asíqueencendílaradioysintonicélaemisoradecancionesrománticas.

—Quiero invitarte al lagoque está en el bosque del parque— soltó derepenteconlamiradafijaenlacarretera.

Metomóporsorpresayloúnicoquepudedecirfue:—¿Hayunlagoenelbosquedelparque?

—Sí,lodescubríunañodespuésdeloquepasó.Estabatanatormentadoqueme adentré al bosque— lo único que seme quedó en lamente fue lapalabra atormentado.Cada vez que recordaba lomucho que sufrióCris portodoloquepasó,mehacíaarrepentirporcallartantosaños.

—Losiento—estábamosenunsemáforoesperandoquelaluzcambiaraaverde.

Memiróynoentendíaporquémedisculpabaconél.

—Lamento haberme desaparecido de tu vida, dejando que te lastimarascon el rencor que sentías hacia amí y por esperar ocho años,mejor dicho,haberesperadoqueeldestinonosjuntaradenuevoparaqueteenterarasdelaverdad — Cris me miraba perplejo, lo despertó las bocinas de los demáscarros.

Cris pisó el acelerador y llegamos a la clínica.Me quité el cinturón deseguridad.

—Yotambiénlosiento.Lamentonoescucharteyenviartealhospitalporunavenganzainjustificada—senotabarealmentearrepentido.

Sonreíyasentíindicandoquelodisculpaba.

Cuandoabrílapuerta,Crismedetuvoporelbrazo.

—Nomehascontestadoalapropuestadeirallago.

—Acepto.Me avisas cuando vamos— sonrió.Crisme soltó y salí delauto.

39

CRISTAIN

DespuésdedejaraHannahen laclínicamefuiacasa,necesitabahablarconmiabuelo.

Cuandolleguéacasa,miabueloestabaeneljardíncaminandoconunvasodejugoenlamano.

Crucélacocinaylleguéaél.

—Holaabuelo,¿cómoestás?—lediunbesoenlafrente.

—Hola—respondiócomosiestuvieraenotroplaneta.

—Abuelo,¿podemoshablar?—estabacaminandojuntoaél.

—Sí,¿dime?

— La abuela dice que la cena ya está lista — dije como si fuera unaactividadcotidiana,sabiendoquemeibaaganarunregañodemiabuelo.

—¿Qué?—fruncióelceñoymemirócondesaprobación—Novuelvasamencionaratuabuelacomosiestuvieraviva—espetó.

—Porlomenosmeprestasatención.

Miabuelosuspiróyselerelajólasfaccionesdelacara.

—¿Quémeestabasdiciendo?

—Necesitohablarcontigo,¿quieresdarunpaseo?

Losojossele iluminaron,pero, laemociónnoloreflejóensurespuesta:—Comoquieras.

Pasamoslacocina,miabuelodejóelvasodejugovacíoenlaencimeraysalimosalacalle.

—Nadamejorcomosentirelviento—dijomiabueloentreunsuspiro.

Me tomó del brazo y caminamos. Mi abuelo saludó a los vecinos queestabansentadosenlaterrazatomandoelcaféyotrosqueestabanarreglandoeljardín.

—Abuelo,¿porquénomedijistequeleestabaspagandoeltratamientodecánceramipapá?

Mi abuelo caminaba a paso lento. La respuesta llegó después de variossegundos.

—Comotúnoqueríassabernadadetupadre,yomehicecargodetodoloquenecesitaba,poresotambiénteinsistíatantoenquelovisitaras.

—Loquenoentiendoylacabezanomeparadedarvueltases¿porquélohiciste?

—Sentí queme debía redimir por como actué con tumadre— lo dijocomosiestuvieraarrepentido.

—¿Quéquieresdecir?

—Cris,cuandotumadreestabaenlaclínicamecontótodoloquehabíavividodespuésque salióde casa, tenía tanta rabia con tupadreque le fui areclamar,pero,lovillorandoysufriendoporlasituaciónquemesentéjuntoaélyquiseescucharsuversióndelahistoriadelavidaquetuvojuntoamihija— respiró hondo y continuó—. Allí fue donde me di cuenta que por misprejuiciosllevéadospersonasqueseamabanalamiseria.

—Abuelo,túnotienesporquéechartelaculpadeloquepasóconsuvida.

—Sitengopartedelaculpa,porquemihijanonecesitabatantoeldinerocomonecesitabaunconsejo,unabrazoounbesodesupadre—unalágrimasalióyselalimpiórápidamente—yporesocuandomeenteréquetúestabaspasando lo mismo con tu padre, con la única diferencia que él si logro suobjetivo,yyomedialatareadequesereencontraran.

—¿Melapuedesbarajarmásdespacio?

—Yoterecomendéparalareunióndemédicosresidentes.

Medetuve.Nopodíacreer loqueestabaescuchando.Miabuelohizodecupidocondospersonasqueañosatráshabíahecholoposibleparasepararlos.

—Nomemirescomosihubierahechounexperimentoextraño—bramó.

Merasquélacabeza.

—Es quemeparece increíble quemi abuelo, la personamás insensiblequeconozcosehayaideadotalplan.

—Peronolohicesolo—dijoderepente.

Fruncíelceño.

—Tupadremeayudó.

—¿Qué?¿Cómo?

—Sí.Meimaginoquetecontóqueélfuemúsico—Asentí—.Bueno,élesamigodelquefueelencargadodeorganizareleventoymehizoelpuenteparallevaracabomiplan.

EntremáshablabamiabuelomenosmehacialaideadequemipapáfueraparticipedequeHannahyyonosreencontráramos.

—Séqueesdifícildecreer,pero,unpadrenuncaquiereperderasuhijo,asíque,alvertetaninfelizquisoremediareldañoquehabíaprovocado.

Yanosabíaniquepensar.Mipadredespuésdehacerhasta lo imposiblepor separarme de Hannah, me ayudó a volverla a ver. Al menos estabahaciendoméritosparairsedeestatierraenpaz.

—¿Conquéclínicamipadreseestáhaciendoeltratamiento?

—EnlaclínicaLaUnión.

—QuieroqueseaatendidoenlaclínicaHipócrates.

—Meparecebien.

— Quiero que tenga un médico personalizado y esté al tanto de sutratamiento.

Miabuelomeregalómediasonrisaymepalmeóelhombro.

—Tumadreestuvieramuyorgullosadeti.

Sonreí.

LlegamosacasayllaméaHannahparapactarunacitamédicaconella.

Mi abuelo y yo bajamos a cenar, estábamos en silencio, pero fue unsilenciocómodo.

**

Alamañanasiguientefuialaproductoraagrabarelúltimodiscoelaño,ya estábamos a finales de noviembre y el objetivo era lanzar el disco aprincipiosdeaño.

—BuenosdíasCaleb—dijealentraralaoficinademimánager.

—Buenosdías,megustaqueestésdebuenhumor—dijoconalegría.

—Peroelqueestádebuenhumoresotro,¿quétetienetanfeliz?

—Sofíaaceptócasarseconmigo—dijoconunasonrisaquenolecabíaenelrostro.

— ¡Oye!, felicidades.Ven y te doy un abrazo—me levanté y le di unabrazo.

—Gracias—sesentónuevamenteymemiró.

—¿Quépasa?

—Quieroqueseaselpadrinodebodas.

—¿Enserio?

—Sí.LohabléconSofíyestádeacuerdo.

— Gracias. Cambiando de tema, ¿cuándo son las premiaciones de lospremiosAmérica?

—Yatedigo—prendiólacomputadorayescribióalgoenelnavegador—.SonelveintisietedediciembreenEstadosUnidos.

—¿Veintisietedediciembre?

—Sí,¿porqué?

—EsedíacumpleHannahymipadre.

Cuandoestabahaciendolosúltimosarreglosparaellanzamientodeldisco,recibí una llamada de Cristina, dejé que se fuera a buzón, pero, llamónuevamente.

—Caleb,¿meesperasunmomento?—dijeconelcelularenlamano.

—Quesearápido.

Salídesuoficinaydescolgué.

—Penséquenome ibas a contestar—sabíaque estaba controlando sutonodevoz,losentíaenlarespiración.

—¿Quéquieres?—dijeconpaciencia.

—Cris,hablemos.Yonoquierodistanciarmedeti.

— Cristina, es mejor que dejemos las cosas así. No quiero tener másproblemas.

—Por favor, como amigos. Si después de que hablemos noquieres queestémásentuvida,mealejo.Teloprometo.

Cerrélosojosyrespiré.

— Ya veremos — Caleb salió de la oficina para avisarme quenecesitábamosterminarlareunión—.Cristina,hablamosdespués.

—Cris…—colgué.

Entréalaoficinaymesenté.Calebmemiróconmiradadeexpectativa.

—¿Qué?—preguntéalzandounhombro.

—CuídatedeCristina—lodijocomosiellarepresentaraunaamenaza.

—Tranquilo.

Terminamoslareuniónysalimosaalmorzar.

EnlatardemeacerquéalconsultoriodeHannah.

Estabaatendiendounpacienteymehizoseñasdeque laesperara.A loscincominutospudepasar.

—HolaHannah,¿cómoestás?

—Bien.Medijistequeteníasquehacermeunaconsultamédica,¿dime?

—Mi papá tiene cáncer de pulmón, y lo están tratando en la clínicaLaUnión,pero,yoquieroqueloatiendanenestaclínica,conunmédicopersonalcomolotienemiabuelo.

—Bueno, loprimero,esver lahistoriaclínicade tupadreycomoeseltratamientoenlaclínicaLaUnión,porquesiesbuenoyhamostradomejoríaesmejorqueestéallá;ylosegundoesmirarqueoncólogoestádisponibleyaccedaalosrequisitosquetúquieres.

—¿Cuándosepuedeempezarconelprocedimiento?

—Déjamehacerunallamadayteconfirmo.

—Vale.

Hannahalzóelteléfonoymarcóunnúmero.

—Andrés,¿cómoestás?...Bien…—SonrióantealgoqueledijoeldoctorAndrés—¿Estásdisponible?…¿Puedesvenir ami consultorio?…Acá teespero—Hannahcolgó.

—Eloncólogoyavieneparaacá,conélpodemoshablarparaversitienela disponibilidad y si se hace el traslado de tu padre de La unión para estaclínica,¿teparece?

Asentí.

Hannahsegiróhaciaelcomputadoryempezóadigitar.

Yome laquedémirando, estabahermosa,unmechón le caía en frente einstintivamente recorrí sucarahasta llegarhasta sus labios,estaban rosados,teníatantasganasdeestaralotroladodelamesa.

—Me estás desconcentrando— subí lamirada, nome estabamirando,perosihabíadejadodeescribir.

—¿Cómolohaces?

—¿Qué?—segiróhacíaamí.

—Saberquetemirosinquetúmemires.

—Solo sientocuando túmemiras.Siempreha sidoasí.Laprimeravezquesentíesasensaciónfuelaprimeravezcuandotellevéatucasa.

Carraspeé.

—Penséquenotehabíasdadocuenta.

— Por eso te hablé, porque si dejaba que me siguieras mirando nosfuéramosestrellado.

Nopudecontrolarlasonrisa.

—¿Quépasa?—preguntóHannahtratandodeentenderporquesonreía.

—Esosignificaqueaúnsientesalgopormí.

—Cris,yahabíamoshabladodeeso.

—Losé.Pero,nopuedoevitaralegrarmedequetussentimientosnohancambiado.

Hannahbajólacabeza.

—¿Sucedealgo?

—Esoesloquemeasusta.

— ¿Seguir estando enamorada demí?— el pechome dolía de tan solopensarlo.

—Sí.

—¿Porqué?—lamiréfijamentealosojos.

—Cris,yonopuedonegarquetesigoamando,pero…

Noterminódedeciryaqueundoctorentróalconsultorio.

Apretélamandíbula.Hannah,tesalvólacampana.

—DoctoraKlinton—Hannahyeldoctorsedieronunapretóndemano.

—DoctorTorres,tomeasiento.

Supuse que era el oncólogo.Podía tener entre treinta y cinco y cuarentaaños,teníaciertascanasqueledabanunairejovial,eradepieltrigueñayojosgrises.

—Andrés,tepresentoaCristainVélez—leofrecíunamanoamododesaludo—CristainéleseldoctorAndrésTorres,eloncólogo—eloncólogomeapretólamano.

—¿Paraquésoybueno?—seinteresóeldoctor.

— El papá de Cris, es un paciente con cáncer de pulmón, que le estánhaciendotratamientoenlaclínicaLaUnión,yquierequelotraslademosparaestaclínica,conunmédicopersonalizado.Necesitodetusconocimientosparasabercómoproceder.

EldoctorAndréssecruzólosdedos.

—Hayqueanalizarlahistoriaclínicaysaberenquéetapaestáelcáncer,así como que tipo de tratamiento se está realizando y que efectividad hatenido.

—Eslomismoqueledije.

AndrésasintióapoyandoaHannah.

—LoquepodemoshaceresacompañaralaclínicaLaUniónatupadreysolicitarlahistoriaclínica.

—Bueno.¿Cuándoseria?

—¿Cuándoeslapróximacita?

—Tendríaquepreguntarle.

—Bien.Lepreguntaymeavisaparaagendareirconustedes.Apuntaminúmero.

Saquéelcelularyescribíelnúmeroquemedictó.

— Perfecto.Muchas gracias— nos dimos un apretón demano.Andréssonrióamablemente,sedespidiódeHannahysaliódelconsultorio.

—GraciasHannah—dijeconunasonrisa.

—Denada—Hannahmecontestótambiénconunasonrisa.

— Hannah, eh, ¿tienes algo que hacer ahora en la tarde? — estarnuevamenteasolasconHannahmeponíanerviosoyansioso.

—No.Tueresmiúltimopaciente.

—¿Quierescaminarunrato?—lepropuse.

Hannahlopensóunossegundos:—Sí.Apagoelcomputadorysalimos.Siquieresespérameenelparqueaderomientrasmeorganizo.

—Teesperoenelparqueadero—melevantédelasillayretrocedí.

—Sí.

—Bueno—golpeélaespaldaconlapuerta—.Estoybien.

Hannahmemirabacondiversión.

Salídelconsultorioycerrélapuerta.

BajéalparqueaderoyesperéaHannahapoyadoenelcapódelcarro.

AlosdiezminutosbajóHannah,teníaelcabellosueltoquebailabaconelvientoymequedéembobadoviéndolacaminarhaciaamí.

—¿Nosvamos?

—Sí,sí.

Salimosdelparqueaderoycaminamoscondirecciónalcentro.

—Lamentolodetupadre—dijoderepente.

—Gracias—suspiré—.Deélesquetequierohablar.

Hannahmemiródesconcertada.

—Haceunosdíasfuiahablarconél,medijosusrazonesparasepararnos.

Memiróesperandoquecontinuará.Lecontétodoloquemedijomipadrehastallegaralapartedecomomiabueloloayudóconeltratamiento.

Hannahrespiróprofundoysequedócalladavariossegundos.

—Es comprensible lo que hizo, pero no lo acepto y tampoco lo quierojuzgar.Susrazonessonválidasymealegraqueestéarrepentidodeloquehizo—podíasentirsudolor.Recordarloquehabíapasadoaúnnoshacíadaño.

—Élayudóaquenosreencontráramos.

—¿Qué?—Hannahcolocólamismacaracuandoyomeenteré.

—Sí.Despuésquenosseparónosquisoverunidosnuevamente.

Hannah no dijo nada. Seguimos caminando en silencio hasta llegar a unparque. Estaba arborizado, con una fuente en el centro, varios vendedoresalrededoryvariasfamiliasdisfrutandodelatardedelviernes.

Nossentamosenunabancaqueestabaenunaesquinadelparquealejadadelcentrodelparqueydelagente.

—Ya vengo—me levanté y fui a comprar dos helados, de chicle conmoraparaHannahydevainillaparamí.

—Gracias—dijoHannahcuandoselodi.

—¿Aúntegustaelheladodechicleconmora?

—Sí.

— Hannah, ¿qué me ibas a decir antes de que llegara el oncólogo alconsultorio?

Hannahdejóde lamerelheladoymemirócomosinosupieradeque leestabahablando.

—¿Quécosa?—sehacialadesentendida.

—Dequeaúnmeamabas.

—Ah,eso—Hannahmemiró—.Telodijeenelconsultorioytelodigoahora,yoteamo,pero,yonecesitotiempo,necesitopensarenlonuestro.

La tomé de lasmanos:—Hannah, yo también te amo, no entiendo quetienesquepensar.

Hannahllevósumanoamimejilla.

—Cris,porfavorentiéndeme,yonopuedovolvercontigocuandoCristinaaúnestáentuvida,cadavezqueellaaparecetodoloquehemosconstruidosedesbarata.

—Mi amor,— la tomé de la cara con las dosmanos— sé que tienesmuchasrazonesparadudardemí,pero,quieroquesepasqueparamínohayningunaotramujerquenoseastú.Yoteamo.

—Cris,—metomódelasmanos—entusojospuedoverquemeamas,yquiero que me demuestres que lo que veo en tu mirada es cierto. Lo quesignificaqueconfíesenmi—mesosteníalamirada—.Asícomoyolovoyahacer.

—¿EsosignificaquenovasaaceptarmásinvitacionesdeJoaquín?

—Sololovoyahacerporquesécuálessonsusintenciones,perolovoyaseguirviendoporqueesunodelosmédicosseleccionadosparatrabajarenlaclínica.

Apretélamandíbula.

—Bien—dijeconbrusquedad.

—Nomecoloquesesacara,élnecesitael trabajoyenlasentrevistashademostradoqueesapto.Además,esmiamigo.

—Bien.

Mediounabrazo.

—¿Estoesunavance?

—Sepodríaquesí.

Sonreíylapeguémásamicuerpo.

40

HANNAH

Caminamosderegresoalaclínica,íbamostomadosdelamano,sesentíatancálidoytannatural,quenoqueríasoltarsumano,empecéamovereldedopulgarporimpulso,Crisapretóelagarreyloseguímoviendo.

— ¿Cómo has estado después que recuperaste la memoria?— Cris memiróconexpectativa.

—Muybien.Cuandodejédetomarlaspastillasydeestresarmetanto,escomosimicuerpohubieranacidodenuevo.

Crissonrió.

—Si entre losmédicosquenecesitas en la clínica tienesquecontar conJoaquín para que no tengas tanta carga y tu estés bien, voy a tragarmemiscelos.

— ¡Vaya!Gracias.Me has quitado un gran peso de encima— dije consarcasmo.

Cris se detuvo,memiró con un brillomalicioso en los ojos y se acercólentamente,penséquemeibaabesar,peromealzóenbrazosyempezóadarvueltas.

Crissereíacomoloco,loquemecontagiabatambiénamí.

—Crisbájame—decíaentrerisas.

Cris me bajó y yo estaba mareada, me sostuve de su hombro, tratandomantenerelequilibrio.Crissesostuvodeunárbolparamantenertambiénelequilibrio,noparabadereírse.

Mehacíatanfelizverlotanalegre.Meloquedémirandomientrastratabade recuperar el aliento después del ataque de risa, el cabello ondulado leseguía cayendoen la frente, susojosmeenvolvíany al llegar a subocamicuerposeacaloróyderepentecomencéarecordarlaformaenquemebesabayencuantoanhelabavolveratenersubocaenlamía.MeacerquéaCrisyleapartéunmechóndelafrente,alcolocarunamanoensubrazopudenotarqueestaba tensionado, lomiréa losojosyvideseoenellos.Sumiradapasódemisojosamiboca,otravezteníalapeleainternadesibesarmeono.Enesaocasión también acabé con su indecisión y lo besé. Cris me agarró por lacinturaymepegómásaél,yolotomédelcuelloymesostuvedesuhombro.Nuestrasbocassemovíanalcompás,sulenguaacariciómilabioinferior,yledi acceso. Cuando nuestras lenguas se tocaron él gimió y yo sentí unhormigueo por todo mi cuerpo y profundicé más el beso. Me aferré a suhombroycontrolémishormonas,entremásnosbesábamosmicuerpomásseencendía.Teníahambre,deseoypasiónporél.Crismedemostróenesebesoque sentía lo mismo. Cuando nos separamos le mordí levemente el labioinferiorloquehizoquegimiera.Intentóbesarmedenuevo,pero,recordéqueestábamos cerca de mi lugar de trabajo y no quería que me vieran comodevorabaaCrisenunbeso.Necesitabaconansiassentirsuslabiossobrelosmíos.

—Mejornosvamos—dijeconlavozlomásnormalposible.

Élasintió.Susojosestabanchispeantesydilatadosporeldeseo.

Crissemoviómecánicamente.

Medetuvefrentealaclínica.

—¿Novasaentrar?—mepreguntóCris.

—No,voyatomaruntaxi.

—¿Ytúcarro?

—Hoytengopicoyplaca.

—Yotellevo.

Sonreí:—Bueno,gracias.

Crisentróalparqueaderoyyoloesperéenlaacera.

Estaba recordando el beso con Cris, que no me di cuenta que Joaquínestabafrenteamí.

—Hannah—salídemispensamientosylomiré.

—Joaquín,hola.

—¿Vasdesalida?

—Sí.¿Quéhacesporacá?

—Vineafirmarcontrato.Fuiatuconsultorio,pero,yanoestabas.

SonreíincomodadequeCrissalierayvieraaJoaquín.

—¿Enquétevas?

—Crismevaallevar.

—Mmm— sonó incómodo y con un tinte de rabia—. Entonces, nosvemosellunes.

—Mealegraquehayasconseguidolavacante.

—Gracias.

Mediounbesoenlamejillaysealejócondirecciónalaavenida.

AlsegundosalióCris.

Sebajóymeabriólapuertadelcopiloto.

—Gracias.

Luegosesubióydiomarchaalauto.

Elrecorridoestuvoensilencio,cuandollegamosaunsemáforoprendiólaradio,estabasonandounvallenato.

Mimiradaestabaclavadaenlaventanaviendocomocaíalanoche.

Llegamosamicasa.Crissebajóymeabriólapuerta.

—Graciasportraerme—estabanerviosaportenerloalfrente,mirándomefijamente. Sabía que él quería hablar sobre el beso, pero, yo no teníaexplicaciónquedarle, soloquememoríadeganasdehacerlo,ynosabía lopensabadecir.

—Mecuentascomo tevacon tupadre—paséa su ladoymedirigíaledificio.

—Hannah.

Medilavueltayélseacercó.Mediounbesoenlacomisuradelaboca,cerrélosojos,ycuandosealejóabrílosojos.Cristeníalamiradapenetrante.

—Hastamañana—dijoconlavozronca.

Mi cuerpo se acaloró, me di la vuelta y entré al edificio. Tenía quealejarmedeél,sinomelanzabanuevamenteasuboca.

Mientrascaminabaamiapartamentonopodíaocultarlasonrisa.Despuésdeochoaños,volvíabesaraCris,ysabíaqueloamaba,pero,elsentimientohabíaintensificado.Cuandolobesésentíquevolabaynohabíamásnadieenelmundo,queríapermanecerensusbrazosporelrestodemivida.Cuandolovienlareunióndemédicosresidentesloprimeroquequeríahacererabesarloyabrazarlo.Teníalasganascontenidasquelasdemostréenesebeso.

Entréalapartamento,fuialcuartoymequitélostacones.MesentéenlacamaynopudeevitarpensarenCristina; laemociónsebajódos rayas.Nopodíailusionarmeysufrirdenuevo;CristinaaúnestabaennuestrasvidasynoibaadejarenpazaCris,estabatanobsesionadaconél,quealejarlanoibaaserfácil.

Reflexionéy sentécabeza, teníaqueandarpasoapasoconCris.Apasolentoperofirme.

41

CRISTAIN

DespuésdelarenuenciadeHannahmetomóporsorpresasuiniciativa,esosignificabaquetodoibaporbuencamino.Entodoelcaminoacasalasonrisa

deboboenamoradonosemeborrabadelacara.

Lleguéacasaymiabueloestabaensuhabitacióntomandolasiesta.

Me dirigí a la cocina y me encontré con Clara preparando la cena.Mesentéenunade lassillasde laencimera,dejándomeenfrentedeClara.Cogíunamanzanadeltazóndefrutasqueestabaenlaencimera,lesonreíaClarayellamerespondióconunasonrisacálida.

—¿Deseaalgomásjoven?—preguntócondiligenciaClara.

—No.Pero,sinecesitoconsultartealgo.

—Dígame.

—¿Decasualidadconocesaunamuchachaqueestébuscandotrabajoparahacer aseo en casas?— le di otra mordida a mi manzana. Clara se quedópensandounossegundos.

—Lahijadeunaamiga,estánecesitandountrabajo.

—Mepasassunúmero,porfavor.

—Sí,claro—dijosacandosucelulardelbolsillodelanterodeldelantal.

Apuntéelnúmero.

MequedéunratomásparavercocinaraClara,queríasabercuáleraesetoquesecretoquelecolocabaalacomidaparahacerlatandeliciosa.

Unosminutosantesdeque la cenaestuviera lista subí amihabitaciónyllamé a la muchacha que me recomendó Clara. Su nombre era Gabriela.Quedamosenencontrarnosaldíasiguienteencasademipadre.

DespuésdeacordarlareuniónconGabriela,tomémiguitarra,micuadernodecancionesyunlapicero.Mesentéenelsuelo,conlaespaldarecostadaenlacama.

Unamañanadeinviernoteconocí,

Michicadeojoscolorchocolatemecautivastecontubelleza.

No tenía planeado enamorarme, pero era inevitable no perderme en tusonrisa.

Pasabanlosdíasytú,miniñadecabelloscastaños,

Mecautivabascadavezmás…

—Cris,lacenayaestáservida—dijoabuelotocandolapuerta.

—Ya voy—dejé la guitarra y la libreta con el lapicero a un lado.Melevantéybajéacenar.

Miabuelomeestabaesperandoenlasescaleras.

—¿Cómoestás?—lepreguntémientrasbajamos.Miabuelomecruzóunbrazoporelcodo,amododeapoyo.

—Notanbiencomotú.Escuchéqueestabascomponiendo,locualjuntoaesasonrisadeestúpidotieneunnombre.

—Comosiempretansutil,abuelo—apesardetodolasonrisanosemeborraba—.Pero,tienesrazónynotengoquedecirtedequiensetrata.

Miabuelonegóconlacabeza.

—Salisteigualatumadre.

Nossentamosenlamesa.

—Abuelo,tengodíassinveraHannahveniracasa—comentémientrasleponíalacomidaamiabueloenelplato.

—Medijoqueseibaaausentarestasemanaporunasentrevistaqueteníaquehacer,peronotepreocupes,queellavaavenirlapróximasemana—tansarcásticomiqueridoabuelo.

—Nolopreguntabaporeso,sinoportutratamiento.

— Ella me ha estado llamando todos los días e insistiendo con mismedicinas que es como si estuviera aquí— semetió un trozo de carne decerdoalabocaylosaboreo—Claracocinaexquisito.

Probélacomidaymiabueloteníarazón.Casimecomíahastalosplatos.

— ¿Fuiste a la clínica para hablar sobre el tratamiento de tu padre?—estábamos en la sala disfrutandode lamúsicadeBeethoven,mi abuelo conunacopadeaguayyoconunadevino.

—Sí,habléconunoncólogoymeexplicóquehayqueanalizarcomoeseltratamientoenlaclínicaLaUniónparaversiesconvenientesutraslado.Loquemehacerecordarquetengoquellamaramipapáparapreguntarlecuandoessupróximacita—saquéelcelularylemarqué.

Mecontestóalsegundotimbre.

—Holapapá,¿cómoestás?—measombróelinterésconquelepregunté.

— Cris, que alegría escucharte — se escuchaba como si se estuvierahaciendonebulizaciones—.Bien.

—Papá,¿cuándoeslapróximaquimioterapia?

—Ellunes,alastresdelatarde.

—Tepasoarecogeralasdosymedia,elmédicodelaclínicaHipócrates

tambiénnosvaaacompañar.

— ¿Me vas a acompañar en mi sesión de quimio? — se escuchabaemocionado.

—Sí.También te llamoparadecirtequemañanavoyconunamuchachaquesevaaencargardelaorganizacióndelacasa.

Mipadreintentóhablar,perolatosseloimpidió.Despuésqueselepasóelataquedetoshabló.

—Notienesporquéhacertodoesto.Pero,teloagradezco.

Mediosonrióconlaprecaucióndequemiabuelonomevea,pero,fueenvano,élestabapendienteatodoloquehablabaconmipadre.

—Tequiero—medijo.

—Nos vemosmañana—Colgué. No supe que contestar ante eso. Eraprimeravezquemipadremedecíaquemequería.Sentíquealgodentrosemovió, aunquehubiera sidopor celular, se sintióbien escuchardemipadreunapalabradecariño.

Guardéelcelularenelbolsillodelanterodelpantalón.Sentíalamiradademi abuelo, volteé hacia él. No me miraba como siempre lo hacía, era unamiradadeorgullo.Selevantóysecolocófrenteamí.

—Definitivamenteeresigualatumadre—mesonrióconternura—.Ellaapesardetodoloquelehabíahecho,seguíapreocupadopormí,hastaeldíaque partió de estemundo seguía preocupándose pormi salud—me dio unabrazo fuerte —. ¿Sabes por qué te trato como lo hago? — preguntóalejándoseunospasos.

—No,pero,siquisierasaberlo.

—Cuandomihijamedijoqueibaaserabuelo,fuelamejornoticiaquemehubierandadoen lavida, estabaemocionadode tenerunnieto.Sarameenviaba fotos de tus cumpleaños. Tenía tantas ganas de conocerte, pero,miorgulloeramásgrande.

<<Despuésdelamuertedetumadre,tuvinisteamí,buscandorefugio.Aella laconsentíaen todo; todoloquemepedíase lodaba,ycuandosecasócontupadre,medicuentaquemefaltóenseñarleadefenderseenlavida,aque las cosas tienenqueganarse.Yesoes loquequisehacer contigo,dartebuenos consejos a pesar de que sonaran como regaño— respiró hondo,memiróysonrió—.Hastahacepocomedicuentaqueeresigualdesentimentalque tumadre, pero igual de testarudo que tu abuelo— se rio. Se pasó unamanoporlamejilla,secándoseloquealparecereraunalagrima.

Losojoslosteníaaguados,estabaapuntodellorar.Miabueloademásde

sertercoygruñóntambiénteníasucorazoncito.

Meacerquéaélylediunfuerteabrazo.

—Tequiero—ledijeconelrostromojadodelágrimas.

—YotambiéntequieroCris.

Miabuelomeabrazómásfuerteyasípermanecimosporvariosminutos.

**

Alamañanasiguientesentíquelarelaciónconmiabuelocambió,eramáscercana.Lecomentéqueibaapasareldíaconmipapáymedijoquetodoloquemeacercaraamipadreestababien.

Llegué a casa demi padre a las ocho de lamañana; aún conservaba lasllaves,lohiceparatenerunrecuerdodelascasasdemispadres;asíqueentrésin tocar. La casa estaba silenciosa, subí a la habitación de mis padres yencontré a mi papá durmiendo y respirando de la ayuda de un tanque deoxígeno. Hice una nota mental de llamar al doctor Andrés después deldesayuno.Meemocionabadeunamaneraextrañaver lacarademipadrealverqueestabaallí,ensucasa,preparándoleeldesayuno.Creoque,apesardenuestramala relación,queríadisfrutardeesa relacióndepadreehijo,yquemejormomentocomoese,dondeélmenecesitaba.

Bajéa lacocinayrevisé lanevera,solohabía lecheyyaestabavencida,abríladespensayestabavacía.Entonces,¿quéestabacomiendomipadre?

Salí al abastodelbarrio,mientrascaminabaparahacer la compra,variasjóvenesseacercaronparapedirmefotosyautógrafos.Cuandolleguéalabasto,eldueñotambiénmepidióunautógrafoparasuhija.

Hiceunmercadoparaunmes.

Regreséacasaymipadreseguíadurmiendo.Abastecílaneveraconpanes,huevos,leche,carnesdecerdoypescado,quesoparmesano,verdurasyfrutas,yladespensadearroz,pasta,azúcar,sal,granos,plátanosypapás.

Para el desayuno preparé papá y huevo revueltos, acompañado dechocolatecaliente.Cuandoestabaterminandomipadreentróalacocina,teníapuestoelpantalóndepijamayunacamisavieja,yacompañandodesutanquedeoxígeno.

—Penséqueeraunsueñoeseolortanrico—diounospasosdentrodelacocina,cogióunvaso,abriólaneveraysequedópetrificadoalverlallena.

Se colocó recto y me miró: — ¿Tu compraste todo esto? — estabasorprendido.

—Sí.Miraladespensa—caminósinaúncreerloquehabíahecho.Abrió

ladespensaysecolocóunamanoen laboca,memiróypenséquese ibaaponerallorar.Seacercóymediounabrazollenodeemociónydeorgullo—.Graciashijo,gracias.

Seseparóysesecólacara.Mesonrió.

—Noteníasporquéhacerlo.

—Loquisehacer.¿Quéestabascomiendo?

Subióloshombros.

— Fiaba en las tiendas, pero, la deuda es tan grande que ya no mequisieronfiarmás.

—¿Cuándofuelaúltimavezquecomiste?—sentíundolorenelpechoalsaberenlascondicionesenqueestabamipadre.

—Ayerenelalmuerzo—hablabacomosicomernofueraimportante,ymásteniendolaenfermedad.

—Apartirdeahoranotevaafaltarnada.Hoyvieneunamuchachaparaqueorganicelacasa,tehagalacomidayyeayudéentodoloquenecesites.

—Merecuerdastantoatumadre—dijoconnostalgia.

—Yavoyaservir.Espérameenelcomedor—cambiédetema.Loúltimoquequeríaerarecordaramimadreyquenospusiéramostriste.

—¿Teayudoenalgo?—seinteresó.

—Nopapá.Yatodoestálisto.

—Bueno.Te espero en lamesa—mipadre tenía lamiradadeunniñoviendosuregalodenavidad.

Mi padre salió de la cocina. Yo serví la comida y la llevé a la mesa,despuésfuiporlajarradelchocolate,dospocillosydostenedores.

Mesentéenlamesa.

Empecéacomer,peromipadrenohabíatocadosuplato.

—¿Notegustalacomida?

—Quierodarle lasgraciasaDiosporqueestásaquí—juntó lasmanos,cerrólosojosehizounapequeñaoración.Luegotomóeltenedoryempezóacomer—.Estoestámuyrico.

—Gracias—dijeconunasonrisa.

Servíelchocolate.

Terminamosdedesayunar.Mientraslavabalosplatosmipadresebañaba.

Enesemomentotocaroneltimbre,mirélahorayviqueaúnfaltabaunahoraparaquellegaraGabriela.

Me sequé las manos y fui a abrir. Cuando Cristina me vio, me sonrió,estabafelizdeverme,pero,amísemearruinólaalegríaquetenía.

—¿Quéhacesaquí?—preguntéconbrusquedad.

—Cálmate.Vineavisitaratupadre—nopodíacontenerlaemocióndevermeencasademipadre.Tantoquelaevitaba,ymelavineaencontrarallí.

—¿Medejaspasar?—sacópecho.Mealejédelapuertayledipasoparaqueentrara.

—Mipapáseestábañando—ledijedesdelacocina.

Seacercóadondeestaba.Me lanzóunamiradapretenciosay sepasó lalenguaporloslabios,actoquemedesagrado.

—¿QuéquieresMaríaCristina?—pregunté con seriedad, utilizando sunombrecompleto,porquesabíaqueesolemolestaba.

Sepusorígida.

— Sabes que no me gusta que digan mi nombre completo — dijoconteniendolarabia.

—Entoncesdéjameenpazyaléjate—semeestabaagotandolapacienciacon Cristina. Le podía decir cualquier grosería, pero ella seguía allí. Measfixiaba.

—Cris,¿porquémetratasasí?—hizounpucheroydiounpasohaciaamí, yo al tiempo di un paso atrás. Ella apretó la mandíbula y sonrió conamargura—.¿Tantomedesprecias?—alzóunacejaexigiendounarespuesta.

—No tedesprecio,Cristina—sonrióconcoquetería—.Yosoloquieroqueentiendasquenoquierotenerabsolutamentenadacontigo,nomeinteresascomomujer.Contusactosmeasfixias.Tumásquenadiesabedequiénestoyenamorado—sentencié.

Meestabalanzandopuñalesconlamirada.

—Tevasaarrepentirdehabermehechoaunlado—siseó.

—¿Quépiensashacer?—laretésosteniéndolelamirada.

Sonrióconmalicia.Diomediavueltaysaliódelacocina.

EnesemomentoentendíporqueCalebmedijoquemecuidaradeCristina.EstabaconociendoaunaCristinarencorosayobsesiva.

Sentípasosenlaescalerayluegolavozdemipadre.

—Cristina—sentítemorensuvoz.

Noleprestéatenciónycontinuélavandolosplatos.

Alterminarmefuialasala,ynoviniaCristinaniamipadre.Supusequeestabanenlahabitación.Mesentéenunamecedora,saquéelcelularparaleerlasnoticias,mientrasesperabalallegadadeGabriela.

AlahorapactadallegóGabriela.MipadreyCristinabajaron.

Gabriela era una joven de veinte o veinticinco años, estaba vestida convaquerosyunacamisafloral.Alvermesonrióconemoción.

—¿EresCrisVélez?—preguntó.

—Sí—sonreí.

—Soytufan—chilló.

Reíantesuemoción.

—¿Mefirmasunautógrafo?

—Sí.

Sacóuncuadernoyunlapicerodesumochila,melosentregóylefirméunautógrafo.

Seloentreguéyabrazóelcuadernocomosifuerauntesoro.

Miré amipadreynopodía contener la sonrisa, al contrariodeCristina,quelamirabaconodioyseestabaconteniendodesacarladeallí.

—¿Quiénesella?—preguntódemalagana.

— Gabriela, siéntate para hablarte de lo que tienes que hacer — dijeignorandolapreguntadeCristina.

Dereojopudevercomotorciólosojosybotóelaireconbrusquedad.

MipadresesentóalladodederechodeGabrielayyoalizquierdo.

—Cristina,graciasporlavisita—dijomipadre.

Cristinaapretólospuñosysaliódelacasasinmediarpalabra,cerrandolapuertaconfuerza.

CreoqueGabrielanosediocuentaquelaestabanmatandoconlamirada,porquesusonrisanoseleborrabadelacara,onoledioimportancia.

Le hablé de todo lo que tenía que hacer en la casa, entre eso estarpendientedelasmedicinasdemipapá.Acordamoselhorarioqueseajustaraasusclases.Ledijeelsalarioyestabadeacuerdo.Hicimosuncontratoytodoquedólistoparaqueempezaraellunes.

Gabrielaantesdeirsemepreguntósipodíadarmeunabrazo,aldecirlequesiselanzóhaciaamí.

—MisamigasnomevanacreercuandolesdigaquevoyatrabajarenlacasadelpapádeCrisVélez—dijocondramatismo.

Sedespidiódemipapáysefue.

—Expresiva—comentópapá.

—Papá,¿quiereshaceralgo?¿Darunpaseo?¿Comprarropa?—propuse.

—Hijo, teagradezco todo loqueestáshaciendopormí,pero,noquieroabusardeti.

—Eresmipapáymesientobienayudándote.

Mesonrióconnostalgia.

—Despuésdeloquetehicemiracomomepagas.

Meacerquéaélylecoloquélasmanosenloshombros.

—Yanopensemoseneso,tearrepentiste,asumistetuerrorypagastelasconsecuencias.Ahoraempecemosdecero.Déjameayudarte,quieroqueestésbien.

—¿Lohacesporquetieneslastima?

—¿Qué?No.Lohagoporqueeresmipadre—objeté.

—Mecambioysalimos.

—Bueno.

Mientrasmipadresecambiaba,yollaméaloncólogo.

—Doctor,hablaconCristain,¿cómoestá?

—HolaCristain,muybien.¿Metienesnoticias?

—Sí.Lacitademipapáeselmiércolesalastresdelatarde.

—Déjamemirarlaagenda—guardósilenciomientrasrevisabalaagenda—.Perfecto.Notengonadaaesahora.

—Bueno.NosvemosellunesenlaclínicaLaUnión.Gracias.

—Noesnada.Encantadodeayudarte.

Despuésdecolgarlallamadavilahora,habíanpasadodiezminutosymipadreaúnnohabíabajado.

Subíasuhabitaciónaverquéestabahaciendoyloencontrésentadoenlacama.

—Papá,¿sucedealgo?—mepreocupéalverlocabizbajo.

Mipapáalzólacabezaymemiró.

—Cris,estaesmimejorropaparasalir—teníaunpantalóndetelaconelcolordesgastado,unacamisablancayunoszapatosConverse.

—¿Enserio?—preguntésinpodercreerloquehabíaoído.

—Si.Mírate,tubienvestidoyyotodofachoso—secolocódepie.

—Papá.Estásbien.Amínomedavergüenzaquemeveancontigo.

Mipapábajóloshombrosyserelajó.

—¿Vamos?—lepregunté.

—Vamos.

Leayudéasubirel tanquedeoxígenoalcarro,enelpuestodecopiloto,despuésdepreguntarlesiestabacómodo,mesubíyo.

Lo primero que hicimos fue comprar ropa, le dije que comprara lo quequisierasinquerepararaenelprecio.

—Sitegusta,locompramos.

Pasamosportiendaderopainteriorparahombreyluegoaunazapatería.Tambiéncompréunacamisaparamiabueloyunpardezapatosparamí.

Antesdesalirdelatiendaderopa,mipapásecambióderopa,vistiéndoseconunpantalóndetelagris,unacamisanegrayzapatosdecordón.

Cuandollególahoradelalmuerzofuimosaunrestauranteenelcentrodelaciudad.

—Papá,¿tetocatomartealgunapastilla?—lepreguntécuandollegamosalrestauranteytomamosasiento.

Miréelreloj.

—Sí.Aestahorametocalapastilla.

Llaméalameseraylepedíunabotellaconagua.

Pedimos patacón y pescado frito, acompañado de ensalada de payaso ylimonada.

— Cris, ¿cómo vas con Hannah? — preguntó mi padre mientrasesperábamoslacomida.

—Ahívamos.Ellanomehaperdonadodeltodoloquelehice.Pero,ayerdimosunpasoimportante.

Mipadresonrió.

—Eh,¿lepuedespreguntarsipuedoirasuconsultorioollegaramicasa?porfavor—mepidió.

—Yolepreguntó.

Nuestroalmuerzo llegóynosdispusimosacomer,mipadreotravezoróantesdellevarselacomidaalaboca,esavezloacompañé.

Durantelacomidahablamosdesutratamiento,demicarrerayquehabíasidodesuvidadespuésquemuriómimamá.

Acabamosdecomery llegóelpostre,dulcedepapaya,el favoritodemipapá.

Salimosdelrestauranteylollevéaunfestivaldemúsica,“HayFestival”,muyimportanteparalaciudad,dondehayconversatorios,literatura,arte,cine,entreotrostemasdeinteréscultural.

—Siemprequiseveniraalgunosdesuseventos,pero,onoteníatiempoonoteníalaplataparalasboletas—dijomipapáconaireausente.

Sonreípordentro.

Entramos al teatro donde se estaba dando un conversatorio de músicacontemporánea. Luego fuimos a un concierto de jazz y por último a unaexhibicióndelibros.

Cayólatardeylollevéacasa,dondecocinépastaconquesoparmesano.

Despuésdelacena,medespedíymefuiacasademiabuelo.

Cuandolleguéacasa,miabueloestabacenando.Mesentéenlamesaymeservíunvasodejugo.

—¿Yacenaste?—preguntómiabuelo.

—Sí.

—Abuelo.

—¿Sí?

—¿Seráquemipapápuedepasarlosdomingosconnosotros?—preguntéconsigilo.

Miabuelomequedómirando.

—Esquenohaynadiequelecocineynoquieroqueestésolo—aclaré.

Miabuelodejóel tenedorenelplatoyseacomodóen lasilla.Nopodíadescifrar su mirada, no sabía si le molestaba mi propuesta o si estaba deacuerdo. Guardó silencio por varios minutos, lo que me hizo sentirmeincómodo.

—¿Quécreesquevoyadecir?—preguntó sinningunaexpresiónenelrostro.

—Pues,queno.

Miabuelomehizounaexpresiónde¿túcrees?

— ¿Qué sí? — pregunté desesperado por su silencio y sus gestosinexpresivos—.Abuelodimealgo,porfavor.

Seacomodóenlasillaytomóeltenedor.

—Claroquepuedevenir—soltóderepente,dejándomepetrificadoenlasilla.

Reaccionéylediunbesoenlacoronilla.

—Gracias.

Miabuelomeregalóunasonrisa.

Yomequedéenelcomedorhastaquemiabueloterminódecomer.

Mefuiamihabitación.Mirélahora,eranlasochodelanoche.LeescribíaHannah,peronorecibícontestación.Dejéelcelularenlamesitadenocheymefuiabañar.

Cuando salí del baño, el celular vibró con una notificación entrante, eraHannah.

Hannah:Hola.Muybien,y¿tu?

Yo:Bien.Estosdosúltimosdíashanestadollenodebuenosmomentosquenomepuedoquejar.

Hannah:¿Quémáshapasado?

Yo:Hoypaséeldíaconmipapá,yfuesensacional.

Hannahvioelmensaje,peronocontestó,alsegundo,entróunallamadadeHannah.

— ¿No aguantabas las ganas de escuchar mi voz? — pregunté conarrogancia.

—Terecuerdoquetúfuisteelprimeroenescribirme,loúnicoquehicefuecambiarelmecanismodecomunicación—contraatacó.

Meechéareíryellatambién.

—Cuéntame,¿cómotefuecontupapá?—preguntóconinterés.

Le conté todo lo que hice con él en todo el día, omitiendo la parte deCristina.Nosabíasierabuenocontarle,noqueríaqueelpasoquehabíamos

dado,retrocediera.

— ¿Tu abuelo aceptó que pasara el día en su casa? — preguntó conasombro.

—Ajá.Ynosoloeldíademañana,sinoquetodoslosdomingos.

—Me alegra el giro que está dando tu vida. Que te reconcilies con tupadreyquelosdosfamiliaresquetienessellevenbien.

—Gracias.¿Cómovaturelacióncontufamilia?

— ¿Qué te digo?Mimadreme llama todos los días, pero, si veo amipadredoshorasalmes,creoqueesmucho,ymimamáseestácansandodeesa situación, ella está pensando seriamente en el divorcio— se escuchabacomosilasituaciónyalahubieravistovenir.

—Losiento.

—Gracias.Pero,mipadrenosabealamujerqueestáapuntodeperder—suvozseescuchóapagada.

—Mejorcambiemosdetema.

Me contó lo que hizo en el día, hablamos de anécdotas que habíamosvividohacíaochoañosydecualquier temasacamosconversación, sinparardereírnos.Hablamoshastalasdosdelamañana.

—Creoqueeshoradeiradormir—dijo.

Yobostecé.

—Asíparece.

—Hastamañanaohastaluego.Descansa—escuchécomoseapartódelabocinaparabostezar.

—Igual.Teamo.

—Duermeconlosangelitos—dijoconvozalegre.

Despuésdecolgar,medormíenseguida.

42

HANNAH

La mañana del lunes empezó ajetreada para la clínica, al ser diciembrellegaban quemados con pólvora. También era un día difícil para los nuevosmédicosdelaclínica.Altenernuevopersonalnoteníatantaresponsabilidad,

ymásalserquemados,locualnoeramiespecialidad.

Estuveatendiendopacientescondiálisis,unoshantenidoevolución,perootros, necesitan un trasplante de riñón, comoun joven de catorce años; queestaba siendo atendido por Joaco, cuando le dije el diagnostico medico seinteresóporelcaso.

Meacerquéaellosparaevaluarcómoseencontraba.

—¿Cómovan?

—Muybien—contestóJoaco—.Estemuchachoesmuyvaliente—dijo,ylesonríeaDarío,alborotándoleelcabello,gestoquenolegustómuchoporlacaraquecolocó.

—¿Cómo te sientesDarío?— lepregunté agachándome,quedando a laalturadeél,queestabasentadohaciéndoseladiálisis.

Subióybajóloshombroscomosinoimportara.

—Joaco,medejasasolasconDarío,porfavor.

Joaquínasintióysefuearevisarotrosniños.

—Séqueestasituaciónescomplicadaydifícildeasimilar,perohayquetener fe. Muy pronto obtendrás un riñón nuevo y todo esto quedara en elpasado.

—Usted no sabe nada, porque no está enmi situación.No sabe que esvivirconpastillas,quetesaquenlasangreytelavuelvanameter,losdoloresalorinar—reprochósinocultarsurabia.

Respiréhondo.

—Tienestodalarazón,perovamosahaceruntrato,¿teparece?

—¿Quétipodetrato?—seinteresó.

—Si luchas para estar bien, y tienes fe que vas a salir de la cirugía, teprometoquetienesunconciertoprivadocontucantantefavorito—dijeconunasonrisa.

Daríomemiró,yseechóareír.

—Esoesunapromesadifícildecumplir—recriminó.

—Dimetucantantefavorito.

—CrisVélez—dijoconorgullo.

— ¿En serio?— la promesa no iba a ser tan difícil de cumplir, o esoesperaba.

—Sí.Ynocreoquehaga loque túestásdiciendo,asíquepor favorno

hagaspromesasquenovasacumplir.

Alcélamano:—¿Quiereshablarconél?

—Doctora,nojuegueconmigo—sumiradaeradesúplica.

SaquéelcelularylemarquéaCris,mecontestóalcuartotimbre.

—HolaHannah—contestóconalegría.

—HolaCris—Darío al escuchar el nombrememiró con atención—.¿Estásocupado?

—Parati,jamás—alardeó.

Meechéareír.

—Quieropedirteunfavor.

—¿Dime?

—Tengo una persona que estámuy ansiosa de conocerte, y ese el granfavor que te quiero pedir, ¿podemos hacer una video llamada y que teconozca?

—Seráungusto.

Colgué.

—¿Estáspreparado?—estaba emocionadapor la carade estupefacciónqueteníaDarío.

—¿Noesunabroma?—neguéconlacabeza—.Hazlavideollamada—dijoconentusiasmo.

LemarquéaCrisporvideollamadaycontestóalprimertimbre.

Crisestabasonrienteantelacámara.

—Quieroconoceramifan—dijoCrisconalegría.

Daríoestabasinpalabras.

—Darío,dialgo,tienesdelotroladoatuídolo—loanimé.

—No, Cris, ¿de verdad eres tú? Esto no puede ser cierto. Tantos añossiendo tu fan, desde que lanzaste la primera canción, voy a todos tusconciertos, bueno iba, pero te juro que voy a luchar para queme hagas eseconciertoprivadoenvivocuandosalgadelacirugía—hablabatanrápidoquecuandoterminóestabasinaire.

Crismeenvióunamiradainquisitiva.

—Eseesotrofavorquetequieropedir—dijeconunasonrisaculposa.

—¿Dequésetrata?—sabíaqueestabadebuenhumorporlaexpresiónrelajadadesurostro.

—EsqueleprometíaDaríoquesi luchabaporsusaludyteníafeenlaoperacióndetrasplantederiñónysitodosalíabien,ibaatenerunconciertoprivadoyenvivodesucantantefavoritoyquecasualidadqueerestu—dijeconcomplicidad.

Crissonrióconnostalgia.

—Darío,túporsermiamigo,ysertanluchadoryvaliente,tehagohastadosconciertos,peroesosí,melostienesquepagar.

AlvercomoCrisconteníalarisa,medicuentaqueestababromeando.

—Pero,yonosécómopagarte—laemocióndelniñodecayóunpoco.

—Pero,yosísé.Pagándomeconesasonrisatanlindaquetienes.

LosojosdeDaríosevolvieronailuminarysonrióampliamente.

—Ah,yotropagoadicional.Esadoctoratanlindaquetienesallado,mevaestardandoreportedetuestadodeánimo,ycomomellegueaenterarquequieresrenunciar,losconciertosquedancancelados—dijoconseriedad.

Daríoalzólamanoamododejuramento:—Loprometo.

—Gracias—dije.

—Sabesquenopuedonegartenada—sumiradapenetrantemeruborizó.

—Hablamosmástarde—dijeantesdecolgar.

—¿Fueunsueño?—preguntósinaúncreerquehabíahabladoconCrisVélez, considerado uno de los mejores cantantes de Pop de los últimostiempos.

—No.HablasteconelmismísimoCrisVélez.

—¿Dedóndeloconoces?—preguntóaliciente.

—Sitedigo,nomecreerías.

—Déjame adivinar, esas miradas, y esos piropos—Darío era un niñomuy inteligente y por esome tocaba tanto que se diera por vencido ante laenfermedad.

—¿Quéestásinsinuando?

—Fueronnovios,osonnovios,oestánintentandoalgo.

—Fuimosnovioshaceochoaños,pero…

—Dondehubofuegocenizasquedan—insinuóconpicardía.

Merioymepusedepie.

—Erestravieso,eh.

Daríoserio.

Daríoeraungranchico, inteligente, carismáticoyextrovertidoque teníamucha vida por delante e iba a hacer todo lo posible para que tuviera unamejorcalidaddevida.Ynopodíacreerqueunniñopasaraporelcalvariodela diálisis, y todo por una intoxicación que no le trataron bien y afectó laprincipalvíadeeliminacióndetoxinasdelcuerpo.

Despuésderevisaraotrospacientesmedirigíalconsultorio.

Mesentéeintentérelajarme.

Cuando estaba llegando al punto de alma libre, cuerpo libre, tocaron lapuerta.Abrílosojosdegolpeygruñí.

—Pase—meacomodéenmisilla.

LapuertaseabrióyentróJoaquín.

—Hola—dijo.

—Joaco,¿enquépuedoayudarte?

Joaquíntomó.

—Novengohablarsobretrabajo.

—¿Entonces?

—Denosotros.

—¿Denosotros?—esasdospalabrasmecogieronfueradebase.

—Sí—seechóparadelanteyme tomóde lasmanos—.Hannah,eresuna persona extraordinaria, me gustas, me encantas, yo te quiero y quierosabersitusienteslomismo,siquieresintentaralgoyserminovia.

Abrílosojoscomoplatosysoltémismanosdelassuyas.

Meaclarélagargantayorganicélasideasantesdehablar.

—Joaco,tueresunagranpersona,ungranamigo,yquierodejarlascosasclaras.Yotequiero,perocomoamigo,yyonosientolomismoquetusientes.Además,Crisyyoqueremosvolveraintentarlo,ytelodigoparaquenotehagasilusiones.

Joaquínserecostóenlasillayasintió.

— Al menos no deseches mi propuesta, tal vez lo tuyo con Cris nofunciona—dijoconesperanza.

—Noséquépuedapasar,peroloquesísé,esquenopuedodejardeamaraCris.

Joacoselevantóyrodeólamesa.Seacercóamíymediounbesoenlamejilla.

—Sicambiasdeopiniónavísame—dijoantesdesalirdelconsultorioycerrarlapuerta.

YonopodíadecirleaCrisqueJoaquínsemedeclaró,esehombreseibaavolver loco. Estaba de por medio la promesa que nos habíamos hecho dedecirnostodoytenerconfianzaelunoconelotro,peroestabaenundilema,enquesieraimportanteonodecirle.

LaúnicaquesemevinoalamentefueNaty,asíquelallaméyquedamosenreunirnosenlanoche.

**

Naty llegóamicasaa lasochode lanoche, la trajoLucas.Élnosubió,porqueteníacosasquehacer.

—¿Cómoestás?—lepregunté.

Lapancitayaselenotaba,teníatresmesesyseveíahermosa.

—Muybien,penséqueconelembarazomeibaacansar,alcontrario,mesiento más viva, con más salud. Y he comido — expresó la última partecolocandolosojosenblanco.

Meechéareír.

Nossentamosenelsofá.

—¿Quieresagua?

—Sí.

Fuialacocinayservíelvasoelconagua.Seloentreguéymesenté.

—Cuéntameque es esoque te tiene tan preocupada—dijo después detomarunsorbodeagua.

—Joaquínllegóalconsultorioysemedeclaró.

—¿Y?—Natynoentendíaelporquédemipreocupación.

—NosésidecírseloaCrisono,porquenosécómoselovayaatomar.

—¿Dequémeperdí?—preguntóconunasonrisaenlacara.

Sonreí.

—Crisyyonosbesamos—nadamásderecordarlomeruborizaba.

—Alfin—gritóconemociónalzandolasmanoshaciaelcielo.

—Yesporesoquenosésidecírseloono.

—¿Porquétienequeenterarse?—preguntóconcomplicidad.

—Porquesesuponequenuestrarelaciónsevaabasarenlaconfianzaysientoquesinoledigoloestoytraicionando.

—AverHanny,cálmate.Amí,muchoshombressemehandeclaradoyLucasnosehaenterado.

—Amiga,noeslomismo.NosotroshemostenidonuestrosproblemasporladesconfianzaytodoporqueenmedioestáCristina,yahoraJoaco,queCrisestáquelosacadelaclínicaapatadas.

—Bien.SicreesquecontarlequeJoacosetedeclaróeslocorrecto,hazlo.Pero,coneso,sevaasentirinseguro.

Bajé los hombros. Estaba confundida, al menos Joaquín no me besó.Pensándolobien,siCrisnoseenteraba,escomosinohubiesepasado,yoledejélasituaciónclaraaJoaquínyalparecerentendió.

— ¿Sabes qué? Cris ni tiene porque enterarse, no pasó nada que acualquiermujernolepase—meconvencíamímisma.

Natymecolocóunmanoenelhombroyasintiódándomesuapoyo.

Natyyyonosquedamoshablandoun ratomáshastaqueLucas la fue abuscar.Miamigamecontóquesunovioledabamásantojosqueaella,queestabamuyatentoylaconsentíaentodo,ytalvezelniñooniñaibaasersupechichón o pechichona; estaba tan feliz viviendo su etapa de embarazo ycomoseríademamáprimeriza,estabaasustada,peroLucas,estabanervioso,ademásmedijoqueenlasecografíasllorabacadavezqueescuchabaellatidodelbebé.

Yomefuiadormirdespuésdeundíatanlargoyagotador.

MequedédormidapensandoenlacaratansonrientequeteníaDaríoalveraCrisalotroladodelapantalladelcelular.Esperabaque,conesamotivación,lucharaporvivir.

43

CRISTAIN

Loprimeroquehiceeneldíafueiravisitaramipapá.Cuandolleguéa

casa encontré a Gabriela haciendo el desayuno, tajadas fritas de plátanoamarilloyqueso.

—Papá,tunovasacomertelastajadas.

—¿Porqué?—preguntócómoniñoquelequitansudulce.

—Nocreoqueseabuenoparatusalud.

—¿Cómolosabes?

—Esgrasa,soloporeso.

—Unoalañonohacedaño.

—No.Gabriela,porfavorhazleplátanosancochado.Ymañana levoyapreguntaraldoctorsiesbuenoquevayasaunnutricionista.

—Síseñor.

Mipapáhizopucherosymemiróconmalacara.

Gabrielahizoloquelepedí.

AntesdeirmeledijeaGabrielaqueparaelalmuerzotodobajoengrasa.

— Todo este tiempo he comido lo que sea, con y sin grasa y no estoyobeso—recriminópapá.

—Nosoloexistelaobesidad,tambiénestáelcolesterol,quepuedellevaraunaenfermedadcardiacayconelpulmónbastaysobra—objeté.

—Estábien—dijoconresignación—.¿Mañanaaquéhoravasavenir?

—Alasdosymedia.

Lediunbesoamipapáenlacabezaantesdeirme.

Me subí al auto yme fui en dirección a la productora para arreglar losúltimosdetallesparalanzarunnuevoálbumainiciodeaño.

Cuandolleguéa laproductorameacordéque teníaquedecirleaHannahdequemipapáqueríahablarconella.Lopensabahaceren la tardecuandofueraacasademiabuelo,eldíaanteriorlaúnicacomunicaciónquetuvimosfue la video llamada, ya que, me pasé todo el día con mi mánager y unorganizador de eventos, programando la gira internacional que quedópendiente.Llegamosal acuerdoque los conciertosdarían inicio a finalesdeenero, para también promocionar mi nuevo álbum, así que, la agenda parainicio de año quedó lista. Empezando con la premiación de los premiosAmérica,quenosteníaatodosansiosos.

El álbum se conformaba de treinta canciones, lamayoría lanzadas a lasplataformasdigitalesycondiscosentodoelpaís,otraseraninéditas.Elnuevo

trabajodiscográficometeníaemocionado,eramisegundoálbumquelanzabaalmercado, con el primero se vendieronmiles de copias, ganando un discoplatino en Colombia y otro de oro en México, y con el cual estamosnominados,unacomomejorartistanuevoyotracomomejorcancióndelaño.Teníagrandesexpectativasconelnuevoproyecto.

Después de la reunión con la productora ymimánager,me fui paramicasa.Los últimos días del año no fueron tan ajetreados como los anterioresqueandabadeconciertoenconciertoydepresentaciónenpresentación.Pero,creoqueibaaserelúnico,yaque,estuvehablandoconCalebparahacerunafundación de música para niños de escasos recursos. Él me dijo que iba ahacercotizacionesysacarelpresupuesto.

Llegué a casa y mi abuelo ya estaba sentado en la mesa, sabía quemeestabaesperandoporquevilostenedoresyloscuchillosenlamismaposiciónqueloscolocabaClara.

Mefuialavarlasmanosymesentéenlamesaconmiabuelo.

— ¿Cómo has estado? — le pregunté llevándome una cucharada decomidaalaboca.

—Muybien,melevantéconmuchaenergíaycorríalrededordelaalberca—dijoorgulloso.

—¿Corriste?—preguntéconasombro.

—¿Por qué te asombras?Tu abuelo aún está en condiciones para hacerejercicio—sedefendió.

Sonreí.

Después del almuerzo llegó Hannah, lo supe porque cuando subí a micuartoparadarmeunbaño,visucarroestacionadoafuera.

Mediunbaño rápido,estabanerviosoporveraHannahdespuésde tresdíassinverla.

SalídelbañoymientusiasmoseesfumóalveraCristina sentadaenmicamaconlaspiernascruzadas,loquehacíaqueelvestidonegroquellevabapuestoselesubiera.

—¿Quéhacesaquí?—preguntéconbrusquedad.

Cristinamemiródepieacabeza,mordiéndoseellabioinferior.

—AyCris,perocadadíateponesmejor—dijoconseducción.

—Telovuelvoapreguntar,¿quéhacesenmicasa?—siseé.

Cristina se descruzó las piernas sin mucho pudor, dejando ver su ropa

interior,yseacercaamí.Yomemovíhaciaelotroladodelcuarto,vicomosucuerposetensionoalnolograrloquequería.Segiróysonrióforzadamente.

—Cris,yo teamo.Dame laoportunidaddehacerte feliz,pídeme loquequieras, yo lo hago, ¿qué quieres que haga? ¿Sabes? Puedo ser mejor queHannah,ellanoteamacomoyo,o¿yaseteolvidóloquetehizohaceochoaños?—hablabasinparar,sinsentido,loquemeenojaba,ymásalescucharlahablardeHannah.

—¡Cristina,para!¡Cállate!TúnosabesenabsolutoloquepasóyloqueestápasandoenentreHannahyyo,asíque, tepidoporfavor,queentiendasqueyoamoaHannah,esalaúnicaqueheamado.Vuelvoytepidodisculpas,porestarochoañoscontigosinamarte.Meequivoqué.

—¿Teequivocaste?—preguntóconindignación—.Esdecir,queyoparatifuiunaequivocación.

—Noequivocación.Pero,síquenoestuvobiendemipartetenertecomosegundoplato.

—Amí nome importa— ronroneó dando un paso hacía amí. Parecíaestarfueradesí,hablabacomosiyofueraelúnicohombresobrelafazdelatierra—.Yoséquetúmepuedesllegaraamar.Solodéjameconsentirte,—mepasóunamanoporlamejilla,mirándomecomounapsicópata—túeresloúnicoquequiero tener enmivida,nome importamásnada.Cris, entiende,ningunaotramujertevaaamarcomolohagoyo.

Intenté alejarla, pero se resistió.Sepegómásymebesó.La cogíde loshombrosylaempujé,haciendoquetrastabillara.

—¡Cristina,nomás!Teloestoydiciendoalasbuenas,noquierousarlafuerzacontigo.Saldemihabitación—leexigí.

—Pero…

—¡Cristina,saldemihabitación!—grité.

—Cris,yo…—sepusoallorar.

La tomédel brazoy la saquéde lahabitación.Cerrando lapuertadeunportazo.

Mesentéenlacamaeintentécalmarmifuria.

¿Hastacuándoibaa teneraesa locaenmivida?ElpeorerrorquehabíacometidoenmividafueiniciarunarelaciónconCristina.

Mecambiéy salí enbuscadeHannah, fui a lahabitacióndemi abuelo,pero,estabasolo,sentadoenelbordillodelacama.

—Hola—miabuelolevantólacaraymesonrió—¿cómoestás?

—Bien.Hannahmedijoquefueramañanaparaunacitadecontrol,pero,quemeencuentramuybien.

—Mealegramuchoabuelo.¿Ellayasefue?

—Yosícreo,ellamedijoqueibaahablarcontigoantesdeirse.

—No—fruncíelceño.

44

HANNAH

CuandoviaCrisyaCristinabesándose,sentíquetodomimundosefuealpiso.Semehizoañicoselcorazónotravez.Estabatanansiosa,emocionadaynerviosa de verlo después de tres días, que, al verlo con Cristina, quedéestática,ynohiceotracosaquesalircorriendo,graciasaDiosquenohabíanadieenlasala,yasínotuvequedarningunaexplicacióndemislágrimas.

NosabíaquéhabíapasadoconlallamadadeJoaquín,porqueestabaenelcelulardiciéndomequelepidieraunautógrafoparaunpacientequeerafandeCris, me insistió tanto que acorté mi conversación de amigos con Raúl,ademásyotambiénteníaganasdeveraCris.

Lleguéamicasa,dejéelbolsoenelcomedor, fuia ladespensaysaquéunabotelladevino,melallevéalbaño,mequitélaropaymemetíenlatina.Laslágrimassalíanunatrasotras,nuevamentelaconfianzaserompió.

Metométodalabotelladevino,salídelatinaymeenvolvíenunatoalla.Fui a mi cuarto y me acosté en la cama, me quedé dormida a los pocosminutos,creoqueelvinoayudó.

A la mañana siguiente, me levanté con resaca, el dolor de cabeza erainsoportable, ni con eso no seme quitaba la imagen deCris besándose conCristina,ellaaúnestabaallí,enmediodelosdos,yCrislopermitía,esoesloquemedolía.

Mebañéymehiceuna tazadecafé,quemelaestaba tomandomientrasveíaelcelular,teníadosllamadasdeCrisyunadeJoaco.

Salídecasaendirecciónalaclínica.Enelrecorridoelsolhabíasalido,ymehacíaentornarlosojos.Eldolordecabezahabíadisminuido,peroaúnmefastidiaba.

Subíalconsultorio,yalospocosminutosentróJoaco.

— Por Dios Hannah, pensé que te había pasado algo, te quedaste en

silenciodeunmomentoaotrodurantelallamadayluegonomecontestas—seveíapreocupado.

—Losiento,pero,semepresentóuninconveniente—meexcusé.

—Pero,¿estásbien?

—Sí.Graciasporpreocuparte.

Joacomequedómirando.

—¿Qué?

—Hayalgomás,¿cierto?

Mepusetensa,noqueríahablarsobreayer.

—No—mentí.

—Hannah,somosamigos,puedesconfiarenmí.

Confianza,esapalabraquemuypocasveceshabíaestadopresenteenmivida.Alparecer,eratanfácildecir“puedesconfiarenmi”,peroenactosnoteníaningúnvalor.

—Hannah—mellamó—¿estásbien?

—Nolosé.

—¿TienequeverconCris?—supusoJoaco.

—Sí,ylaverdadnoquierohablardeeso—lepedí.

Joaquínrodeóelescritorioymelevantódelasilla.

—Ningúnhombremerecequelloresporél—meagarrólacaraconlasdos manos—. Tu eres demasiado valiosa, hermosa e inteligente— de unmomento a otro Joaquín se apoderó de mis labios y empezó a moverlos.Reaccionécuandosentíque lapuerta seabrió,meseparéde Joaquínymiréhacíalapuerta.

CrisestabaenviándolepuñalesconlamiradaaJoaquín,queseconvirtióendolor al verme. Cris tenía los puños apretado a los costados, sin mediarpalabra, cerró la puerta con un sonoro portazo, sentí que los segundos queduróCrisenelconsultoriosindecirnadayjuzgándomeconlamiradafueronunaeternidad.

MeseparédeJoaco,paséporsuladoparairenbuscadeCris,peroJoaquínmetomódelbrazo.

—Déjalo,siéltehizosufrirquetambiénsufra.

MesoltéyfuitrasCris.

Corrí hasta el ascensor, hundí el botón de bajar, pero parecía que elelevador no semovía, por lo cual, bajé corriendo por las escaleras hasta elparqueadero.ApesardeloqueCrishizoayer,queríadarleunaexplicaciónyrogabaparaqueaúnnosehubieraido.

Lleguéalparqueaderoyempecéamiraratodoslados,noloveía,caminéhastaelcentrodelestacionamiento,ylovi,estabadándolepatadasalallantade su auto.Corrí hasta él y lo tomé del brazo.Vio de reojo quien era, y aldarsecuentaqueerayo,apretólamandíbulaysesoltóconbrusquedad.

—Cris,yonodeberíahaceresto, cuando tú fuisteelprimeroenbesaraotrapersona—dijetratandodeguardarlacalma.

Crissediovueltaymemiróconfundido.

—¿Dequéestáshablando?—preguntóconrabia.

— Ayer te vi besándote con Cristina, en tu cuarto — nada más derecordarlosemeveníalabilisalagarganta.

Crisbajóloshombros.

—¿Túnosviste?—preguntóconcautela.

—Sí,losvi.

—¿Ytúcreesenloqueviste?

Sonreíconamargura.

—¿Enquémásvoyacreer,Cris?

—Yo no tengo nada conCristina, y lo sabes. Le he dicho de todas lasmanerasposiblesquesealejedemí,peronoentiende.

—Yonosé.Pero,loquesimepudedarcuentaesqueCristinasiemprehaestadoentretúyyo—dijeconrabia.

—¿YporesotebesasteconJoaquín?—preguntómáscondolorqueconrabia.

—YonobeséaJoaquín,élmebesó.

—Ah,perfecto,entoncessiyotedigoqueCristinatambiénmebeso,¿mecreerías?

—Nolosé.Pero,loquesíséesquesiemprequeestamosjuntos—dijeconunnudoenlagarganta—salimoslastimados.

—¿Quéestásqueriendodecir?

—Queesmejorquenoestemosjuntos.

—¿Qué?Hannahnolopuedocreer.Predica,peronoaplica.

—NoCris,asínosonlascosas.

—¿Entoncescomoson?Túhablasdeconfianza,queenestemomentoescrucial.Además,sinuestroamorpudosoportarochoañosdedistancia,estoysegurodequepodráresistiracualquiercosa—insistió.

—NoCris.Mientras Cristina esté en tu vida, nuestro amor nunca va atriunfar—dijeconlágrimasenlosojos.

—No confías en mi— era una afirmación. Cris memiraba a los ojosfijamente,aesperadeunarespuesta.

Laconfianzatambiénerafidelidad,lealtad,ysabíaqueconCristinadepormediolaprimeranoibaaserposible,noporqueCrisquisiera,buenosí,sideverdadhubieraqueridoalejar aCristinade suvida, sabiendo lo incomodaycelosa que me ponía, ya lo hubiera hecho, pero no, seguía allí, presente,permitiendoquelobesarayloabrazara.

—Esesilenciomedalarespuesta—hablótratandodecontrolarelllanto,sinembargo,unalagrimaselesalió,lacuallimpiórápidamente.

Se dio la vuelta. Antes de subirse al auto me dijo: — Ten cuidado deJoaquín—sindecirmás,sesubióasuautoymemarchó.

Yo me agaché y empecé a llorar. Sentía que había sido una despedidadefinitiva.

Regreséamiconsultorio,ygraciasaDiosyanoestabaJoaquín.

LlaméaNaty,necesitabahablarconalguien.Medijoquefueraasucasa.

Antes de irme, hablé con el residente y lo dejé encargado del área denefrología.

LleguéacasadeNatyymeechéasusbrazoscuandomeabrió.Mellevóhastaelsillón,metrajoaguayluegosesentóella.

—¿QuépasóHannah?—preguntópreocupada.

Absorbí,toméunsorbodeaguaytraguésalivaparabajarelnudoquemeimpedíahablar.

—Naty, creoqueya todo seacabóentreCrisyyo—dije conel rostrollenodelágrimas.

—¿Porqué?SihacetresdíasmeestabasdiciendolofelizqueestabasporintentarlootravezconCris.

—Sí,peroentreayeryhoy,todocambió.

—¿Quépasó?—preguntó.

—AyerviaCrisbesándoseconCristinayhoyCrisviocomoJoaquínmedabaunbeso,discutimosytodosefuealaborda.

Natyasintióysequedócalladaunmomento.Toméotropocodeagua.

—Aver,sigosinentender.Hayalgoquefalta—dijoconfundida.

—Naty, el problema es que Cris está permitiendo que Cristina esté enmediodelosdos.

Natynuevamentesequedóensilencio.

— Hannah, discúlpame por lo que te voy a decir. La única que estápermitiendoengranpartequeCristinaestéentrelosdos,erestú.

Cuando Naty me dijo eso, me quedé petrificada, y sentí como si mehubierandadounacachetada.

—Hannah,Cris tehademostradoque teama,yqueCristinasiemprehaestadoobsesionadaconCris.

—¿Yesoquetienequeverconqueyopermitaqueellaestéentreélyyo?—preguntéofendida.

—Tevoyadecirloquepienso,yloquepuedodeducirdeestasituación.TunoconfíasenCris,yconesoestásdejándoleelcaminolibreaCristina.Tueresmiamiga,y tedoy la razóncuando tengoquehacerlo,peroenestono,cuando los dos están sufriendo—me tomó de las manos—. A Cris se lepuede rajar la boca diciéndole a Cristina que se aleje, cuando a ella no leimporta. Además, no importa si Cris tiene cincuenta o cien mujeres comoCristinaasualrededor,ellassolotienenfuerzacuandoalgunodelosdosdelarelaciónlopermite,yenestecaso,loestáspermitiendotú,noconfiandoenél,noestandojuntos,yennodemostrarlesalmundoysobretodoaCristinayaustedes, queno importa loquehaga, porqueel amor entreCrisy tu esmásfuerte—mesoltólasmanosyseacomodóenlasilla,colocándoseuncojínenlapartebajade laespalda—.Además,paraqueCristinasealejedeCrisesque se muera o se vaya de viaje para la China, que lo dudo, y más de laprimera,tusabes,hierbamalanuncamuere—dijojocosamente.

Me puse a pensar en lo que dijo Naty, ¿será que si estaba dejando queCristinasemetieraentreCrisyyo?Estabaconfundida,cadavezqueCristinaaparecía, lo que construíamos Cris y yo se derrumbaba. ¿O lo estabaderrumbandoyo?¿Cuándoloalejabaynoconfiabaenél?O¿CuándodejabaqueCristinanosafectaramásdelodebido,aunsabiendoyalahistoriaentreellayCris?Pero,¿CómoyoibaavivirsabiendoqueCristinaibaaestardetrásdeél,yqueencualquiermomentoseibaalanzarasusbrazosybesarlo?

—Séqueahoraestásconfundida,ytienesmuchasdudasentucabeza.LoúnicoquetepuedodeciresquehablesconCrisyentrelosdosencontraruna

solución—aconsejó.

—Gracias—lesonreí.

MedespedídeNaty,noteníaganasdeestarsolaenmicasa,asíque,mefuiacasademimamá.Tambiénqueríaescucharlaopinióndeella.

Aparquéenlaacera,cuandoibaentrandovielautodepapáafuera.Apuréelpaso,mesubióelánimosaberquepapáestabaencasa.Toquéeltimbreymeabriómimamá.Lediunbesoyunfuerteabrazo.

Caminamos hasta la cocina y nos sentamos en los taburetes que estabanalrededordelaisleta.

—¿Papáestáencasa?—guardabalaesperanzaparaqueasífuera.

—Sí.Estáenlahabitación,dormido.

Sonreí. Que mi papá estuviera en casa antes del almuerzo me alegrabamucho.

—Últimamenteestátodoslosdíasencasa,aúnllegatarde,peronocomoantes.Creoquelaconversaciónquetuvimoslesirviódeescarmiento—dijoorgullosa.

—Mamimehacetanfelizescuchareso.¿Significaquepapávaaalmorzarencasa?

—Medijoquenoregresabaalaoficinahastamañana—mimamáestabatancontenta.

—¿Mepuedoquedaraalmorzar?

—Miamorclaroquesí—respondióconunagransonrisa—.Cambiemosdetema.Cuéntame,¿cómohasestado?¿Cómovaeltrabajo?

—Eltrabajomuybien,contraténuevosmédicos,porloquelacargasehaaminorado.

—Quegusto.

—¿Ylopersonal?

Respiréhondo.

—Novatanbiencomoquisiera.

—¿Cris?

—Sí,perono.

Mimamáfruncióelceño.

— Es que ya no sé si el problema es Cris, Cristina, yo o todos—me

molestabanotenerclaronada.Natycontodoloquedijomeconfundió.

—Cálmateycuéntamedesdeelprincipio—dijoconpaciencia.

Elbolsoqueteníaenlaspiernaslocoloquéenlaisleta,ylecontétodolorelacionadoconCristina.

—YNatymedicequeyo soy laqueestápermitiendoqueCristinaestéentrelosdos.

—Bueno.Loprimeroquedebesentenderquetodaparejatieneproblemas,desdelosmásinsignificanteshastalomásgrandes…

—Losé—dijeconexasperación.

—Déjameterminar.Segundo,simedicesqueCrislehapedidoportodoslosmediosquesealejeyellanohaquerido,nituniCrisenestosmomentostienen la culpa, y tercero un tercero en la relación solo se interpone cuandoalgunode losdos lopermite,yenparteestoyconNaty— ibaahablar, sinembargomimamáloimpidiólevantandounamano—.EstoydeacuerdoconNatyenquelosdosdebensentarseahablarseriamentedeloqueestápasandoconCristina.Ustedesnopuedendejarqueella sea alguien importante en surelación,nodebenpermitirquecadavezquepasealgoconesaniñalosafecte.

—Mamá,yonovoyestartranquilasabiendoqueellavaaestardetrásdeél.

—Teentiendo.Yvaasonarloco,pero,tienenquehacercomosiCristinanoexistiera,ysiellaseacercamilvecesaCris,éldebealejarlamilveces,ylovahacercongusto,sabiendoquetienetuapoyo,tuconfianzaysobretodotuamor.

—Graciasmami.

Mimamámediounbesoenlafrenteysaliódelacocinaparaversipapáyaestabadespierto.

EntoncesNaty si tenía razón cuandome dijo que yo estaba permitiendoqueCristinaestuvieraenlarelaciónentreCrisyyo.Aunquemimamánolodijera, sime dio a entender que estaba dejando que Cristina tuvieramuchaimportancia,cuandoCrismehabíadejadoclaroquemeamabaamí.Crismedijoque lehabíadejadoclaroaCristinaquesealejaradenosotros,yvariasvecesyofuitestigodeello.EstabatancegadaqueCriseraelculpable,quenomedabacuentaqueyotambiénteníaunagranculpa.

Tenía que solucionar esta situación con Cris lo antes posible. Decidíllamarlo,peronocontestó,intentédenuevo,peroseibaabuzóndirectamente.Sabíaqueélestabaenojadoyconrazón,laquefalléfuiyoydebíaasumirlasconsecuencias.

DejédepensarenCris,cuandoviquemimamáentróalacocinaconmipapá.Melancéasusbrazosylediunfuerteabrazo,duramosvariosminutosasí.Mipapáestabatanfeliz,quemelevantódelsuelo.

—Hannah,losiento—dijoconlosojosllenosdelágrimas.

—Nohaynadaqueperdonarpapá,yapasó.Loimportanteahoraesqueaceptastetuserroresyestásdispuestoaremediarlos.

—Sí,Hanny,peronomedabacuentaqueestabaperdiendoamifamilia,nodisfrutémásmomentoscontigo,envertecrecerysonreír—mipapáestabarealmente arrepentido de haberse perdido tanto por culpa de su adicción altrabajo—. Casi perdía a tu madre. Cuando ella llegó a la oficina con lospapelesdeldivorciosentícomosimundosehubiesevenidoabajo,noqueríaperderla, y fue cuando me di cuenta que lo más importante es la familia,disfrutardemihija—mediounbesoenlafrente—ydemiesposa—tomóamimamádelamano.

Salimosdelacocinaydejamosalacocinerapreparandoelalmuerzo.

Caminamosabrazadoshastaeljardínynossentamosenelcésped.

—¿Saben?Deberíamoshacerundíadeestosunasado—dijomipapá.

—Sí,porfavor.Podríamosinvitaralafamilia—dije.

—Mepareceunaexcelenteidea—mimamálediounbesoenelcacheteamipapá,éllatomódelacinturaylaacercómásaél.

HubierasidoundíaperfectosiestuvierabienconCris.

Almorzamos,hablamosynosreímos.Meparecíaincreíbleteneramipapáenlamesa,sinpreocuparnosquedeunmomentoaotrorecibieraunallamada,ydejarasusillavacíaylacomidaamediocomer.Tambiéncenéconellos.

Antes de irme quedamos pendiente para cuando íbamos hacer el asadoentretodalafamilia.

Lleguéacasaydespuésdeundíatanlargo,mefuiaacostar.

AlamañanasiguientemedespertédecididaparahablarconCrisyaclararlascosas.Lollaménuevamenteperonomecontestó.Estabaenojadoconmigoy con obvias razones, lo entendía, pero por lo menos una llamada que mecontestara.

Me cambié y salí para la clínica, en el parqueadero me encontré conAndrésycorrítrasél.

—BuenosdíasdoctorAndrés,¿cómoestá?

—Bien,bien,¿ytú?

—Bien.Andrésyonecesitoqueustedmehagaunfavor.

—Siestáamialcance.

—¿UstedmepodríallamarcuandoseterminelacitamédicaconelpapádeCris?

Andrésfruncióelceño,peroasintiósinpreguntarnada.

—Bueno.Cuenteconeso.

Pasóamiladoysubióalaclínica,yoloseguímásatrás.

Entré a mi consultorio y me puse a trabajar en los pacientes quenecesitabantrasplantederiñónurgente,entreloscualesestabaDarío.Llaméalbanco de donaciones para saber cómo iba la solicitud.Me dijeron que aúnestaba en lista de espera, que si algo me estaban enviando un correoelectrónico.Daríodebíahacerseeltrasplanteamástardarlaotrasemanaparaquelacirugíanofueradealtoriesgo,queyadeporsierariesgosa.

Subíalpisodediálisis,Daríoestabaconsufamilia,losaludédesdelejosyme ofreció una gran sonrisa. Hice chequeos de rutinas a varios pacientes.CuandoestabaporsalirdeláreaelpapádeDaríomedetuvo.

—¿Cómoestádoctora?—preguntóamablementeextendiendolamanoamododesaludo.

—Muybien—nosdimosunapretóndemanos.

—Doctorayoséqueustedquiereayudaramihijo,perolevoyapedirelfavorquenolehagailusionessobresucantantefavorito,yabastantetieneconsuenfermedadcomoparasoportarotradecepción—dijotajantemente.

Leofrecíunasonrisa.

—Séquesepreocupaporsuhijo,peronosésiledijoquehablóconCrisVélezporvideollamada.

—Sí,medijo.Sinembargo,esonosignificaquevayaacumplirloqueleprometió.

—SeñorMonsalve,yoconozcoaCrisyséquecuandoelprometealgo,locumple. Por favor no se preocupe por ello, que su hijo va a conocer a sucantantefavorito,esoseloaseguro.

—¿Cómo?Crisnoescualquiercantante,esreconocidomundialmente,ydiscúlpeme que se lo pregunté, pero ¿usted lo conoce tan bien como paraatreversehacersemejantepromesaymeterlasmanosalfuegoporél?—dijocontemor.

Lecoloquéunamanoenelhombroamododeapoyo.

—SeñorMonsalvenosconocemosdesdelauniversidad,fuimosnoviosyahora mantenemos una gran relación— aunque lo último no era del todocierto,teníaquetranquilizaralpapádeDarío,queríaquetuvieralaconfianzadequeCrissiibaahacereseconciertoenvivo.

ElseñorMonsalveabriólosojosconsorpresaydisimulóunasonrisa.

—Voyaconfiarenusted,porfavornolevayaafallaraDarío—rogó.

—Gracias.

—Doctora,¿cómovalasolicitudparaladonacióndelriñón?

—Hoyllaméymedijeronqueestáenlistadeespera,eselsegundo,asíquenostocaesperar.

ElpapádeDaríosonriócontristeza.

—Gracias—sediolavueltayregresóconsuhijo.

Eldoloryladesesperaciónqueteníanlospadresconniñosconproblemasrenaleserantangrandequelosadmirabaporsufortalezadedisimularantesushijosysacarlessonrisa.

SubíamiconsultorioyencontréaJoaquínsentado.

—¿Joaquínquehacesaquí?—nodisimulémirabiaeincomodidadhacíaél.

—Vineapedirtedisculpas,séqueloquehicenoestuvobien,peronomepude resistir, Hannah. — que me diga cuando era una disculpas — pensésarcásticamente.

— Joaquín si ya te disculpaste, te pido el favor que salgas de miconsultorio,tengomuchotrabajo—sentencié.

Estabaarreglandounospapeles,cuandoleviintencióndeacercarse.

—Noteacerques,porfavor—ledije.

—Hannah, de verdad lo siento.Noquería causarte problemas.Además,conquiendeberíasestarenojadoesconCris—seexcusóvagamente.

Lomirécondesaprobación.

—Joaquín tunoconocesmi situaciónenestosmomentosconCris,y tepidoencarecidamentequenoteinvolucres.Eresungranmédicoynoquieroprescindirdetusservicios—leadvertí.

—Hannah,yonecesitoestetrabajo.

— Y yo necesito que a partir de ahora mantengamos una relaciónestrictamentelaboral—ledijecondeterminación.

Joaquínasintióysaliódelconsultorio.

Mishombrosserelajaronymesentéenelsillón.

Nomegustaba tratarmal a nadie, pero no podía permitir que Joaquín ocualquier otra persona arruinara mi felicidad, creo que Cris y yo habíamossufridobastanteduranteochocomoparaquelosiguiéramoshaciendo.

Despuésdel almuerzomiraba a cadaminuto el reloj, deseaba con ansiasquellegaralastresdelatarde,paraqueAndrésmellamara.

Entrepacienteypaciente lashoras seme ibanvolando, cuandoyaquisevereranlastresdelatarde,estabanporentraralacitamédica.

Miúltimopacienteeraalastresymedia,losdemáspacientesselosremitíalresidente,comoloveníahaciendodesdequecontratéalnuevopersonal,élme dijo que quería tenermás trabajo, ya casi se acercaba su boda y queríatenerlaporloalto,leconcedíeldeseoylepagabalashorasextras.

Al terminarmiúltimopacientemicelularsonó,eraAndrés,meapuréencontestar,medijoqueyahabíansalidodelaclínicaqueprimeroCrisloibaallevarasucasa.Nosabíacómohabíadeducidoqueibaallegarasucasa.Creoqueeraobvio,¿no?

Meretoquéelmaquillaje,mesoltéelcabelloysalíconrumboacasadelpapádeCris,laclínicaLaUniónestabacercadelacasadeAndrés,porloquenoseibanatardardemasiado.

Cuando llegué vi el carro de Cris y otro que no le reconocí la placaestacionadosenlaacera.

Crisestabasentadoenlosescalonesdelaentradamirandosucelular.Toméaire antes de bajar del auto, caminé hacía él. Al verme desvió la mirada yapretólamandíbula.

“Hannah,relájate”medecíaunayotravez.

—Hola—dijecuandomeacerquéaél.

—Hola—contestósecamentesindespegarlamiradadelcelular.

—¿Cómoestás?

— ¿A qué viniste? — alzó la mirada del celular y me miró con ojosinexpresivos.

—Quierohablarcontigo—dijeconnerviosismo.

—Menos mal que viniste porque ni papá quiere hablar contigo—mecontestóevadiendoloqueledije.

—Cris—seescuchócomounasúplica.

—Hayqueesperar,Cristinaestádentro.Amenosquetelaquierastopar,porqueyo—sabíaquehabíasidounaindirecta.

— Cris, por favor hablemos—me agaché para quedar a su altura, sinembargoselevantó.

Se estaba haciendo el difícil, su orgullo era bien grande, creo que podíaabarcartodaBarranquilla.

Melevantéconresignación.

—Bien.Sinoquiereshablarahora,hablamosdespués.

—MirayasalióCristina—empezóacaminardejándomeatrás.

—YoenBarranquillateníaelderechoanoescucharte,sinembargolohice—dijeenvozalta,utilizandomicartabajolamanga,yllamandolaatencióndeCristina,quemiróentreCrisyyo.

Crissefrenóensecoysemediolavuelta.

—Estábien—CristinapensóqueCrismeibaaignorar,porquesepusoenposiciónpara caminarhacia él, pero al escuchar su respuesta, separó ensecoysefueconmalacara.

Sonreí.

— Vamos, mi papá de verdad quiere hablar contigo — me hizo unmovimientodecabezaparaquelosiguiera.

Caminédetrásdeél,abriólapuertaydejóquepasaraprimero.

— Está en su habitación, es la primera puerta a la izquierda — dijomoviendolasllavesentresusmanos.

La casa estaba igual que antes, solo que un poco descuidada, no habíacambiadocasinadadesdelaprimerayúltimavezquehabíaestadoallí.

Subí las escaleras y toqué en la puerta queCrisme había indicado.Meabrió unamuchachamorena, de cabello negro conmechas rubias, al vermesonrió.

—TúdebesserHannah—lajovenalvermiceñofruncido,aclaró—CrisyelseñorEdwardhablanmuchodetiytedescribieronigualita.

Sonreíconamabilidad.

—Elseñorlehaestadopreguntandoasuhijocuandoibasavenir.Levaadarmuchogusto verte—medio pasopara que entrara y cerró la puerta alsalir.

La habitación estaba un poco oscura, solo entraba luz por una pequeña

ventana;habíaunamesitadenochedondeestaba la fotodeSara,sonriendo;una cama matrimonial; un espejo al lado de la ventana y un armario demadera.AlseñorEdwardnoloviporningúnlado.Escuchelacisternabajar,esperéhastaquesalieradelbaño.

Edwardsaliódelbañoconuntanquedeoxígenotratandodenochocarlocontra las paredes, estaba tosiendo y aún no se había percatado de mipresencia.Cuandologrósalirdelbaño,alzólavistayseasombróalvermeensucuarto.Sentísuincomodidadyloapenadoqueestabaconmigo,ensusojospodíaverlaculpaqueloembargaba.

— ¿Cómo ha estado, señor Edward?— fui la primera en acabar con elsilencio.

ElseñorEdwardsesentóenlacama,tomóaireantesdehablar.

—Notanbiencomoquisiera,creoqueestaenfermedadenmicastigoportodoelmalqueleshechoatiyaCris.

—Nodigaeso.Ustedyyosabemosqueelcáncerloadquirióporfumar—leaclaré.Noqueríaqueatribuyerasuenfermedadaloserroresdelpasado,esoseguroloibaadeprimir.

—Siéntate—palmeóunespacioasulado.

Mesentéyesperéaquehablara.

—MeimaginoqueCrisyatecontóporquelosseparé.

—Asíes.Usted tenía sus razonesparahacerlo,noquiero juzgarlo,perousted no puede actuar solo porque no quiere que su hijo no comenta susmismos errores. Y si no quería que los cometiera se fuera sentado con él,aconsejarloyexplicarlelasituación,ydisculpaqueselodiga,peroniCrisesustedniyosoySara.MispadressiaceptabanaCris,esmás,mimamáletieneaprecio,asíque,noíbamosarepetirsuhistoria—noqueríaquesonaracomoreclamosinoparaquedimensionaraloquerealmentepasaba.

ElseñorEdwardasintióconpesar.

—De esome di cuenta tiempo después de que Saramuriera y viera eléxitodeCris,ademásporpartedeRaúlmeenterabadeloquefuedetuvida,ysabíaquehabíacometidoungraveerror.Mihijoestabasufriendoensilencioyencompañíadeunavíbora,ytú,tratandoderecuperartedelderramecerebral—tomóaireantesdecontinuar—.Hasdemostradoqueeresunamujerfuerte,y mi hijo un hombre con sueño y metas que es capaz de lograrlas y más,estandoenelabismo,muycontrarioami—sonriócontristeza.

—Lobuenoesqueaceptósuerrorehizoloimpensablepararemediarlo.Pero,ustednopudohaceresaescenasolo,alguiensetuvoquepasarpormí.

—Así es. FueCristina— dijo como si ya lo supiera.Y tenía razón enhacerlo.

—Losospechaba.¿Crislosabe?

—Nolosé.Yonolehedichonada.

— Cambiando de tema. ¿Qué le dijo el doctor Andrés sobre sutratamiento?—meinteresé.

—Dijoqueendosañosdequimioterapianosehavistomejoría,yqueesmuy exagerado que me hayan colocado tanque de oxígeno, ya que podríaempeorar mi situación. Mañana me van hacer un TAC para evaluar misituación.

—Esperoquetodosalgabien—ledijedecorazón.

—Gracias.

Melevantédelacama.

—Cuídese— ledije indirectamenteporCristina,porqueesasvisitasnomedabanbuenaespina.

Salídelahabitaciónybajéalasala,lajovenmorenaestabaenlacocinayCrissentadoenunamecedora.

—Bueno,yomevoy.Meavisascuandopodemoshablar.

—Bueno—dijoCrislevantándosedelamecedora.

—Adiós—medespedídelamuchacha,quemesonriócomorespuesta.

—Teacompaño.

CrisyyosalimosdelacasadelseñorEdwardycaminamoshastamiauto.Almomentodedespedirmedeéldudéendarleunbesoenlamejilla,peroalfinallohice.

—¿SabíasqueCristinaestuvo involucradaenelplande tupadre?— lepreguntéantesdesubirmealauto.

—Losospechaba.

—Bueno.Hablamos—dijeantesdesubirmealauto.

Metílallaveenelcontacto,cuandopiséelacelerador,Cristocóelvidrio,lobajéyseapoyóenelmarcodelaventana.

—HoycumpleLucasyNatyyyoestamospreparandounafiestasorpresa,¿quieresir?—porprimeravezdesdequenosvimoseneldía,sonrió.

—Sí.Gracias—sonreí.—¿Aquéhora?

—Alassiete.

DimarchadespuésqueCrissedespegódelcarro.

45

CRISTAIN

No me sorprendía que Cristina estuviera aliada con mi papá parasepararmedeHannah,ydudabaqueellaestuvieraarrepentida,peroloquesinomegustabaeran lasvisitasque leshacíaamipapá.Sí,ellosseconocíandesdehacemuchosaños,sinembargo,algonomedababuenaespina.

QuitédemimenteaCristinayentréacasa.Subíalahabitaciónymesentéenlacamaconmipapá.

—¿Cómotesientes?—lepregunté.

—Bien.¿MañanameacompañasparaelTAC?

—Sí,pasoarecogerte.

—Cris,perdonaquemeentrometa,pero¿túestásbien?

Forcéunasonrisa.

—Sí,claro.

— Hijo, sé que no puedo pedirte que confíes en mí, porque sería unaironía.Sinembargo, tepuedodecirqueestoyprestoaescucharteysipuedodarteunconsejo,telodaré.

Dudabaenhablarconél,eramipadreyseguroqueteníamásexperienciayeraelúnicoquepodíadarmeunconsejoconrespectoaHannah.

—Hannahyyoestamosmal—dijecontristeza.

—¿Mal,cómo?

—EllameviobesándomeconCristinaydespuésyolavibesándoseconJoaquín, un compañerode ellade la clínica; tuvimosunadiscusión, ellamereclamó que Cristina aún está afectando nuestra relación y para acabar elcuentoellanoconfíaenmí.

—¿Yahablaron?

—No.

— ¿Qué esperan? ¿Darle la razón a Cristina? Entre más tiempo esténseparados,ellatendrámáscampoparaacercarseati—preguntóirritado.

—Peroyonopermitoqueellaseacerque.

— Eso la sabemos Cris. Pero, ustedes no pueden rendirse al primerproblema que tengan, ustedes deben estar juntos, disfrutando del amor quedicen proclamarse. Una relación en pareja está llena de dificultades, perodebenpermanecerjuntosyafrontarlosproblemas.Nopuedenestarseparadosporlaobsesióndeunamujer.

— Sí, papá todo eso suena lindo, pero, el problema es que Hannah noconfíaenmíyyonopuedoestarconalguienquenocreeenmí.

— Cris, no sé si Hannah confía o no en ti, sin embargo, si te puedoasegurarqueunamujernecesitaseguridad.Elúnicoconsejoquetepuedodaresquehablenysolucionensusproblemas,recuerdaquetútampococonfiasteenella—merecordó.

—Sí,losé.Voyahablarconella—dijeconresignación.

Además,Hannah tenía razón, ellamehabía escuchadoenBarranquillayeraelmomentodehacerloyo.LafiestadeLucaseraelmomentoprecisoparahablarconella.Además,estarseparadadeHannaheraunatortura,cuandolaviencasademipadrecaminandonerviosahaciaamí,tuvequedisimularunasonrisa,me alegraba que después de la pelea que tuvimos, tuviera ganas dehablar.Sinembargo,ellateníaquedemostrarmequeconfiabaenmí.

Antesdelacenamedespedídepapá,fuiamicasaymecambiéderopaparairacasadeLucas.

Llegué allá faltando una hora para la fiesta sorpresa, Naty estabaadelantada,medijoquelefaltabaelpastelylosvasos.

Fuiacomprarloquefaltabaysolotocabaesperarlahoradelafiesta.

— Cris, ¿le avisaste a Hannah? — preguntó Naty desde la cocinasirviéndoseunvasodejugo.

—Sí.

—Disculpaquememeta,peroHannahmecontóloqueestápasandoentrelos dos y nome parece que estén separados por culpa deCristina, le estándandogusto.

—Fuelomismoquemedijomipapá—hizoungestode“viste”—.Notepreocupeshoyvoyahablarconella.

**

Lahoradelafiestasorpresallegó.AlescucharelmotordelautodeLucasestacionarse, Naty apagó las luces y nos dio indicaciones de que nosagacháramos.Natyestabacercadelapuerta,variosamigosdelmedioestaban

repartidosentrelacocina,ydetrásdelossillones,Hannahestabadetrásdeunasillayyodetrásdeunamesa.

Cuando la puerta se abrió, Naty encendió las luces y todos gritamos altiempo “¡sorpresa!”. Lucas no se lo podía creer, pensó que nos habíamosolvidado de su cumpleaños. Naty le dio un beso felicitándolo, yo le di unfuerteabrazoymásatrásvinieronlosinvitadosdeseándolefelizcumpleañosydándoleregalos.

Varios invitados, Lucas y yo nos reunimos hablar temas de la música,HannahyNatyestabansentadascadaunaenunpufhablando.

Hannahseveíatanlindaconsucabellosueltoyesevestidoazuleléctrico,desde que nos habíamos visto no habíamos tenido relaciones, verla sentadaconelvestidoqueselesubíahastaelmuslomecalentaba.Hannahqueríalascosasconcalmayapesardequeestuvieraenojadoconella,nomequitabanlasganasdesacarladeesacasayhacerlamíaunayotravez.

— Cris, ¿tú que dices? — preguntó Lucas sacándome de mispensamientos.Nofuitanrápidoenquitarlamirada,porloqueLucassediocuentaaquienmiraba.

—¿Porquénohablasconella?Veyhablaconella—meanimó.

Hannah dirigió sumirada hacía amí, yo volteé de inmediato y tomé untragodewhisky.PorelrabillodelojopudeverqueHannahtambiéntomódesuvasodecerveza,peroeldeellafuehastaelfondo,luegoselevantóycogióotro vaso, el cual también se lo tomó de un solo trago, cogió otro, sinembargo,esesiselotomópausadamentemientrashablabaconNaty.Cuandolaviqueibaporsuquintovaso,decidíqueeralahoradehablarconHannah,antesdequeseemborrachara.

—Hannah,¿podemoshablar?

Hannahmesonrióymemiróconojoschispeantes.

—¿Quiereshablar?—hablóunpoquitoembolatado.

—Sí—letendílamanoparaqueselevantara.Ellalaaceptóyselevantótambaleante,pegósucuerpoamí.

—Huelesmuyrico—dijoconlanarizpegadaamicuello.

Meericéymistestículostuvequeapretarlosparanotenerunaerección.

Respiréhondo.LaseparédemíylallevéhastaelcuartodeLucas.Entodoelcaminoseestabariendo.Alpareceresperémuchoparahablarconella,eltragolecogiómuyrápido.

—Siéntate—laayudéasentarseenlacama.

—Siéntate—setambaleabasinsostenerelequilibrio.

Mesentéasulado.

—Cris,yo,yoconfíoenti—mecolocólasmanosenelpecho—.Enlaqueno,noconfíoesenesaloca—manoteócomosilamanolepesara.

AcunélacaradeHannahehicequememiraraalosojos.

— Hannah, este es un tema serio, y necesito que estés en todos tussentidos.

Sepasólalenguaporloslabiosymimiradasedesvióhaciaellos.Hannahmemiró a losojosy luegoamis labios.Yonopude resistirmásy labesé.Sabiaawhiskyycerveza,teníahambredeella,suslabioseransuaves,latoméde la cinturay lapeguémásamí, ella colocó susmanosenmipechoy lassubióhastamicabello,yointrodujemilenguaensuboca,enredándolaconladeella,Hannahgimióymeexcitómás,bajélasmanoshastasumusloylasmetí debajo de su vestido, mi corazón latía mil por hora, quería hacerle elamor, sentirla dentro de mí. La subí a mi regazo, sabía que ella quería lomismoporqueseempezóamoverenlaerecciónquesemeformódebajodelpantalón de tela, sacándome un gemido de placer. Ellame quitó la camisa,cuandosentísuslabiosenmicuelloymipechomeolvidéqueestábamosenunacasaajenayquecualquierapodíaentrar.Cuandoleibaaquitarelvestidoseapartóbruscamenteysaliócorriendoparaelbaño,escuchécomovomitaba.Metiréenlacamacondecepción.Respiréprofundoyfuiavercomoestaba.

Hannah tenía su espalda recostada en la pared del baño. La ayudé alevantarseysentarlaenlacama.

—Cris,porfavorllévameamicasa—dijolimpiándoselaboca.

Busquémicamisaymelacoloqué.DespuéssalimosdelcuartodeLucas;yollevabaaHannahdelacinturaparaquenosetropezaraconlasparedesolassillas.

Los únicos que quedaban en la fiesta eran Lucas yNaty que se estabanbesandoenelsillón.

—Yanosvamos—dijellamandosuatención.NatyselevantódelregazodeLucas.

—¿Estásbien?—lepreguntóNatyaHannah.

Hannahasintió.

—Teayudoallevarlahastatucoche—ofrecióLucas.AgarróaHannahdelotrolado,equilibrandoelpeso.

—Meescribesomellamascuandolleguesasucasa—medijoNaty.

Asentícomorespuesta.

LucasmeayudóasentaraHannahenelasientodelcopilotoylecoloquéelcinturóndeseguridad.

—¿Arreglaronlascosas?

—Másomenos—dijeconunasonrisa.

—¿Quéestabanhaciendo?—Lucasmemiródivertido.

—YonotepreguntóloquehacesconNaty—dijeconunasonrisa.

—Ahoramevatocarcambiarlassabanas—dijoLucasconcaradeasco.

—Notepreocupes,nohicimosnada.

Lucasfruncióloslabiosaguantandoreírse.

—Hablamosmañana—nosdimosunabrazodedespedida.YomesubíamiautoymedirigíacasadeHannah.

AlllegaralapartamentodeHannah,estabadormida.Lacarguéenbrazos.

Seveíatanlindadormida,tanvulnerable,taninocente.Yonopodíaestarsinella,mehacíatantafalta,ynadamásderecordarloquehabíapasadoenlacasadeLucas,sonreírerainevitable.

Subí en el ascensor. Saqué las llaves de su bolso con precaución de nodespertarlanidejarlacaer.

Entramosylaacostéensucama.

—Cris—dijoentreelsueño,peronuevamentesequedódormida.

LeescribíaNatyqueyahabíamosllegado.

PenséenqueHannaha lamañanase ibaadespertarcon resacaydecidíquedarme.Llaméamiabueloparaavisarle.

Mequitélacamisaymeacostéenelsofá.

46

HANNAH

Sabía que estaba en mi casa porque reconocí mi cama. Abrí un ojo ydespués el otro conpesadez, todoestabaoscuro loque indicabaqueaúnnohabíaamanecido.Labocalateníaseca.Mesentéenlacamaysentíunlevedolordecabeza, loqueme llevóapensarencómohabía llegadoamicasa.

RebobinéyrecordécomoCrismesubíaasucoche.Salídemihabitaciónyfuihastalacocina,prendíelfocoybusquéunvasoparatomaragua.Cuandomiréhacia la sala vi a alguien acostado en el sofá, agudicé la mirada y logrévisualizaraCris.Unasonrisaseformóenrostro.Toméaguaymedirigíhastaél.

Dormía plácidamente, estaba sin camisa y con el botón del pantalóndesabrochado.Meperdíenelmovimientodesuestómagobiendefinidoquesemovíaalcompásdesurespiración.Almirarloalrostrovariasimágenesdela fiesta de Lucas se me vinieron a la cabeza, entre ellas de como salícorriendoalbañoparavomitar.Sentívergüenza, enelmomentodehacer elamorconCris,miestómagoteníaquedevolverse.

Fuihastamicuartoycogíunasábanadelarmario,antesdesalirmiré lahora,veinteparalascuatro.

Arropé a Cris. Antes de alejarme pasé mi mano por su cabellodelicadamenteparanodespertarlo,ylediunbesoenlafrente.Crissemovióyabriólosojos,alvermeseincorporóysepasólasmanosporlosojos.

—Noqueríadespertarte—meexcusé.

—Notepreocupes,elsofánoesmuycómodoparaconciliarelsueño—dijoconunasonrisa.

—Losé.Lotengoenlalistadecambios.

Cristomósucamisayselacolocó.

—¿Tienesresaca?—preguntó.

—No.Tengounlevedolordecabeza,peroconunapastillasemepasa.

—Ahbueno,entoncesmevoy.Solomequedéporsitelevantabascomomuertaviviente—Crisseechóareírdesupropiocomentario.

Sonreíviéndolocomounaboba,noqueríaquesefuera.

Crisbostezó.

—¿Tienessueño?

—Unpoquito.

—Quédate—dijecomounasúplica—.Puedesdormirenmicama.

—Notepreocupes—serevolvióelcabelloalborotándolo.

—Cris,sitienessueñopuedesquedarteadormirenmicama,noesningúnproblema—insistí.Mepareciótanlindoquesehayaquedadoparacuidardemi si me despertaba con resaca, que lo menos que pude haber hecho eraofrecerlemicama.

—Estábien—aceptó.

Recogiólasabanaycaminamoshastaelcuarto.

—¿Túvasaseguirdurmiendo?

—Sí.

—¿Dónde?

—Enmicama.

—¿Qué?—Crisparecíasorprendido.

—Cris, no es la primera vez que dormimos juntos— bromeé. Caminéhastamicama.AlverqueCrisnosemovíamedilavuelta.

Cris tenía la mirada encendida y la pupila la tenía dilatada, estabadesnudándome con la mirada. Mi cuerpo se calentó y mi respiración seaceleró. Al ver que él solo se quedó allí plantado sin hacer ningúnmovimiento,yocaminéhaciaélylobesé.

Crisnotardóenreaccionaryapoderarsedemiboca, introdujemilenguaensuboca,haciendoquegimieradeplacer,metomódelascaderasymepegómásaél.Meacostóenlacama,yolequité lacamisayla tiréalsuelo.Crissubió unamano pormimuslo hasta llevarla ami trasero, subímis caderasporquequeríasentirmásdeél.Mebesóelcuello,laclavículaycuandoibaallegar a mis senos se detuvo. Abrí los ojos de golpe y le pregunté con lamiradaquepasaba.Seapoyóconunbrazoenlacama.

—Hannah,sabesquetenemosquehablar—soltóderepente.

De verdad me estaba hablando de eso, cuando yo solo pensaba en susbesosytenerlodentrodemí.

—Cris,¿túquiereshablar?Porqueyonopuedo—dijeconurgencia.

Crisesbozóunasonrisayseapoderódemislabiosnuevamente.Mequitóelvestido,ymebesóelcuello,laclavícula,hastallegaramiestómago,luegosubióymequitóelsostényseapoderódemissenos,haciendoquegimierayarquearamiespalda.Yobajémismanosporsuespaldahastallegaralapretinade su pantalón, lo que me recordaba que él tenía mucha ropa, le quité elpantalónypudesentirsuerección,loquemehizoexcitarmemásytomarsusnalgasypegarlomásamí,moviéndomenecesitándolodentrodemí.

—MeestásmatandoHannah—jadeóCris.

—Aúnnotemueras—bromeé.

Cris se rio y me besó nuevamente en la boca, su mano bajo por miestómagoylallevohastamizonaintima,haciendoquegimaporsucontacto,

mebajóelpantyeintrodujoundedoenmicavidad,memuevoparasentirmásplacer,perolonecesitoaél.

Tomé su erección e hice que se estremeciera, se separó unos segundosdejándomeconunvacío.Sacóuncondóndelabilleteradesupantalónyselocolocó. Se introdujo en mí y gemimos al tiempo. Nos miramos fijamente,trasmitiendoconlamiradatodoloquenohablábamos.Meaferréasuespalda,mientrasélentrabaysalíaconmásvelocidad,cuandoestábamosapuntodellegar al clímax,Cris tomómismanosde su espalday las entrelazó con lassuyas,jadeandodeplaceralliberarnos.

Crissequitóelcondónylobotóenlacanecadelbaño,acostóamilado,mediounbesoymeabrazó,posteriormentenosquedamosdormidos.

Medespertéconelsonidodeladucha.Mecoloquémipantyyuncamisóndemiarmarioquemellegabahastamediomuslo.

Me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, hice avena y tostadas.NadamásdepensarqueteníamosquehablarydeCristinasemerevolvíaelestómago.

Servíylollevéhastalamesa,mesentéaesperarqueCrissalieradelbaño.A los pocosminutos salió demi habitación con el cabellomojado, con losvaquerosysincamisa.Sonreíyélmecorrespondió,sesentóenelcomedoryempezamosacomer.

—Hannah,tenemosquehablar.

Suspiré

—Hablemos.

Crisdejólacucharaenelplatoymemiró.

—Hannahsiqueremosqueestarelaciónfuncionedebemoscreerunoenelotro. No podemos permitir que Cristina esté involucrada, te he dicho ydemostradoqueaellanolaquieroenmivida,peroellasigueallí,insistente.

— Lo sé y lo siento, pero estaba tan enojada y celosa de que Cristinasiguieraallí,detrásdeti,sabiendoquecualquierdíasevaalanzarsobretiybesarte,esoesloquenosoporto—dijeconrabiacontenida.

—Miamor,yovoyhacerhasta lo imposibleparamantenerlaalejadademí.Necesitoqueconfíesenmí,quesilavescercademí,notealejes,porqueesolevaadarpieparaacercarse—memiróconcariñoymeacunólacara.

Asentíyesbocéunasonrisa.

—Teamo—ledije.

Crisseacercóymebesó.

Despuésdedesayunar,Crismellevóhasta lacasadeLucaspararecogermiauto.DijimosquedespuésdelTACquelerealizaranasupapásalíamosacenar.

EsedíareviséelprocesodeDarío,el tiemposeacababa, ladiálisis ibaallegaraunpuntodequeyanoibaahacerefecto.Esacirugíaseleteníaquehacersiosi lapróximasemana, lospapásdeDaríosonadoptivosynoerancompatiblesconél,asíqueporesoteníamosqueesperarunriñóndelbanco.

Subíaeláreadediálisisyhabíacaos,variosmédicosestabanalrededordelpuestodeDaríocorríhaciaallí,yvicomoelpapátratabadeevitarquenosequitaralasondadeladiálisis.Daríogritaba,decíaqueyanoqueríasufrirmás,quequeríamorirse,meabrípasoentrelagenteylleguehastaaél,lecogíelbrazo.

—Daríomírame,túmedijistequenoibasadesfallecer,queibasaluchar,aúntienesmuchoporvivir—dijetratandodecontrolarlaslágrimas.Verloasímepartíaelalma.

—Yanomeimportanada,nopuedosalirajugarconmisamigosporquetengo que estar pegado a estos cables, me hincho y los dolores en lamadrugadasoninsoportables,mispadresestánsufriendoynoquierohacerlomás—dijo entre lágrimas, ya había dejado de gritar, pero seguía luchandoparaquitarseloscables.

—Hijo, tu anosotrosnonoshace sufrir, al contrarionos alegras con tusonrisa,ereslomejorquehallegadoanuestrasvidas—dijoelpapáconlosojosllorososylavozentrecortada.

LamamádeDaríosediolevueltaparaquenolavierallorarsuhijo.

—Yoséquesí.Escucholloraramamáporlasnoches—Daríosesoltódesu padre y se arrancó la sonda, lastimándose la vena y sangrandoestrepitosamente.

En ese instante,me entró una llamada deCris, le contesté y le dije quesubieradeinmediatoalquintopiso.Crisnomepidióexplicaciones,solomedijoqueyasubía.

Crisnosedemoróniunminutoenllegar.

Todaslaspersonasdelasalaempezaronahablaryseñalarparalaentrada,giréhaciadondeindicabalagenteymiréaCris,lollaméyseacercó,dondeestabadeteniéndolelahemorragiaaDarío.

—¿Quépasa?—preguntóCrispreocupado.

ElpapáestabaagarrandoaDaríoconfuerza,apesardequeyanoestabaforcejeando.

Le coloqué varias gazas para parar la hemorragia, le hice un vendaje ypresiónenelbrazo,seloalcéparaquelasangredisminuyeralapresión.

ElseñorMonsalve,hizoqueDaríoabrieralosojosymiraraaCris.

—Papánoquierosaberdenada…—DaríodejódehablaralveraCris.

CrismiróaDaríoconpreocupaciónytristeza.

—¿Cris?—preguntóenunhilodevoz.

CrisseagachóquedandoalaalturadeDarío.

—Darío,¿quéhiciste?—Crisestabatratandodecontenerelascoalvertantasangre.Estabapálido.

—Cris—volvióadecirDarío—.¿Yaestoymuerto?

Le dije al papá que apretara sobre la vena braquial y salí corriendo enbuscadeunacamillaparallevarloaurgencias.

No sabía qué le había dicho Cris a Darío, pero logró que se calmara yestuvieraconoptimismo.

Losmédicoscirujanosselollevaronparaelquirófano.Yomesentéenlasaladeespera,noteníacaraparaveralospadresdeDarío.Sinembargo,ellosnecesitabanunaexplicación.

Respiréhondoymeacerquéaellos.

—¿Cómoestán?—lespregunté.

ElseñorMonsalvemediounfuerteabrazoyempezóallorar,yotambiénempecéallorar.

— ¿Hasta cuándo, doctora? Díganos hasta cuando— preguntó el señorMonsalvecuandoseseparódemí.

—Tododependedelcentrodedonación—dijeconpesar.

Ojalá quedemí dependiera el riñóndeDarío.Medolía verlo sufrir.Unniñode catorce años tenía que estar con sus amigos, riéndose y disfrutandoconsufamilia.

— Sé que usted ha hecho todo lo posible para alargar su vida. Y se loagradezco,seloagradecemos—abrazóasuesposaquemeregalóunasonrisatriste.

Asentíylosdejésolos.

Crisestabaapoyadoenlamesaderecepciónacompañadodesupadre,queyanollevabaeltanquedeoxígeno.

Crissegiróalverquelleguéasulado.

—¿Cómotesientes?—mepreguntóCris.

—Hola señorEdward—elmencionado saludocon lamano—.No sé.Cris,siquieresveacenarcontupadre,yomequieroquedarparasabercómoDaríosaledelacirugía.

—Pormínosepreocupen.Podemosiracenarotrodía.Además,tuabuelomehizounainvitaciónhacetiempoyquierohablarconélunrato—elseñorEdwardleregalóunasonrisaasuhijo.

—Cris,noesnecesarioquetequedes.Yoteavisocualquiercosa—dijeconunasonrisafingida.

—Yo llevo ami papá hasta la casa demi abuelo y vengo para hacertecompañía—enlosojosdeCrispodíaversupreocupación.ErainevitablenoencariñarseconDarío.

Asentí.Mediobesoenloslabiosysalióconsupadredelaclínica.

MesentéyesperéjuntoalospadresdeDarío.

Crisllegóalosdiezminutosysesentóamilado.

Había pasadomedia hora y no teníamos respuesta, cuando iba preguntarcómoibaelprocedimientoquirúrgico,laenfermeraenrecepciónmeavisóqueteníaunallamada.

—DoctoraKlinton—dijealteléfono.

— Doctora Klinton le hablamos desde el Centro de Trasplantes paraavisarlequeelpacienteDaríoMonsalveQuirogaescompatibleconunriñón,asíqueustednosdicecuándovanhacereltrasplanteparaenviarlo—estabasúperfeliz,nopodíacreerqueDaríoyaibaatenerunnuevoriñón.

—Lomásprontoposible,lademoraesreunirelequipodetrabajo—dijetratandodecontenerlaemoción.

—Entoncesestamismaestamismanochese leenvíaparaque le lleguemañana.

—Muchasgracias.

ColguéymeacerquéalospadresdeDarío.

—SeñoryseñoraMonsalveyatenemoselriñón—lesdijeconunagransonrisa.

El señor y la señora Monsalve se miraron atónitos, el primero enreaccionarfueelseñorMonsalve.

—¿Deverdad?

—Sí.Mañanasepuedeoperar.

LosseñoresMonsalveseabrazaronynocabíandelaemoción.

—Voy a alistar el equipomédico para que estén listo cuando llegue elórgano—leavisé.

LamamádeDaríomeabrazóconfuerzaymesusurroaloído“gracias”.

—¿VanhacerleeltrasplanteaDarío?—preguntóCrisesperanzado.

—Sí.Voyapreparartodoparalacirugía.

Reuní a urólogos, a enfermeras especialista en nefrología pediátrica, aanestesiólogos y demás equipo de trabajo especializado, solo tocaba esperarporloscoordinadoresdecirugíadelCentrodeTrasplantes.Luego,lellevélaautorizaciónalospadresdeDaríoparaquelafirmaran.

EnlanochellegóelriñónacompañadodeloscoordinadoresdelCentro.

Elurólogopreparóelquirófanoparahacerlaoperaciónaprimerahoradelamañanaypreparóasuequipo.

Darío se trasladó de un quirófano a otro para hacerle el trasplante.A lahora pactada comenzó la cirugía y tardó alrededor de tres horas.Todo saliómuybien,nohubocomplicacionesysolotocabaesperarcomoreaccionabaelorganismo.

DespuésdelacirugíalospadresdeDaríoentraronavisitarlo.

Mefuiamioficinayapoyémicabezaenelescritorio,nohabíadormidoentodalanoche.LapuertaseabrióyentróCris.Melevantéylediunabrazo.

—Graciasporestaraquí—ledijealoído.

—Siempre—meabrazóconfuerza.

Asíduramosvariosminutos.

—¿Cómoestás?—mepreguntó.

Estábamossentadosenlassillasdestinadasparamiscitasmédicas.

—Bien.GraciasaDiostodosaliómuybien.

—Mealegra.Daríoesungranchico.

Asentíconunasonrisa.

—¿Tienesalgoquehacerahora?

—No.

—Teinvitoadesayunar.

—Bueno.

Recogímibolsoysalimosparaelrestaurante.

47

CRISTAIN

Despuésdeunanoche tan largayunamañana llenade angustia, por fintodo estaba en calma.Al ver la cantidad de sangre que salía del cuerpo deDaríoporcasimedesmayaba,perorespiréhondoycogífuerzas,eseniñomenecesitabayteníaquedarleánimo.Saberquesequeríamorir,metransportóalaépocadecuandomiúnicasalvacióneralamúsicayalenterarmedequeeraelcantantedesucolegio,sabíaque teníaquehacer todoloposibleparaqueentraraenrazón.

Hannahestabacomiendocon tantoahínco suarepaconquesoquepodíaverlacomertodoslosdíassinaburrirme.Ellatuvounanochehorribleyverlallorar me destrozaba, quería escuchar su risa, verla sonreír y que nada lahicierasufrir.

—O estánmuy buenas o tengomucha hambre. Voy pedir otra— dijocomosilasarepaseranesencialesparasuvida.

Meechéareír.

—Yotelapido—melevantéyfuiapedirotra.

Yo ni siquiera me había acabado mía y ya le estaba pidiendo otra aHannah.

Selallevéymesenté.

—¿Seráqueteinvitoaalmorzaracasademiabuelo?Porquecomoestásdesayunandonomequieroniimaginarcómoalmorzaras—bromeé.

Hannahseechóareír.

—Amor, no voy a poder ir. Tengo que estar pendiente si el cuerpo deDarío acepta el riñón, además tengoquehablar conunanutrióloga sobre sualimentación—seexcusó—.Pero,sipuedoiracenar,claro,sisepuede.

—Claroquesí,leavisoamiabueloquepreparéelmenúparalacena—ledije.

Hannahmerespondióconunasonrisayseterminódecomeromejordichodevorarsuarepaysuvasodechocolate.

Acompañé a Hannah hasta la clínica yme fui para la casa.Mi papá sequedó a dormir en casa de mi abuelo. Así que, después del almuerzo loacompañéasucasaparaquesecambiaraparalacena.

Cuando llegamos a casa encontramos a Gabriela sentada en uno de losescalonesesperandoquealguienleabriera.

—Gabriela,lamentopornollamarteparaquenovinieras—medisculpé—.Detodosmodos,tevoyapagareldía.

—Nosepreocupe—dijoconunasonrisa.

— Gabriela no es necesario que te quedes — le dije al ver que teníaintencióndeentrar.

—Esqueayerdejépendientelamasaparahacerunpastelbajoenazúcar,sisepasamástiempopuedequesedañe.

—Esquevamosasalir.Solovinimosparaquemipapásebañeycambie.

—Ah—dijocondesilusión.

—Cris,peroGabypuedehacerlamientrasmebañoycambio.Nolequiteslailusión—dijomipapá.

—Estábien.

LosojosdeGabrielaseiluminaron.

Al entrarmi papá subió a bañarse,Gabriela se fue a la cocina y yomequedéenlasala.

Meacordéquemipapá antesusabamuchos relojesyqueríaque tuvieratodo lo que le gustaba, a pesar de los años que duramos separados, seguíasiendomipapá,ademáselcontribuyóareencontrarmeconHannah.LeaviséaGabrielaque ibaasalirparaque leavisaraapapásisalíadelbañoantesdequeyoviniera.

Mefuiaunajoyeríayempecéaverlosrelojes,viunodorado,bañadoenoro,eraeleganteymeparecióprecisoparamipapá.

Regreséacasayviunbolsodemujerenlamesa.

—¿Alguienestáconmipapá?—lepreguntéaGabriela.

—LaodiosadeCristina—respondióconmalgesto.

PorlovistoCristinalecaíamalatodoelmundo,yGabriela,lamuchachade la sonrisa amable, no era la excepción. Además, no la culpaba, Cristinaparecíauncomején.

MequedéenlacocinaviendocomoGabrielapreparabaelpastel.

Uncelularempezóasonar,Gabrielamedijoquenoeraeldeella.Dejélabolsa conel reloj dentro sobre lamesay revisé la carteradeCristina, ymetopé con una botella, la saqué y leí cianuro. ¿Cristina para qué necesitaríacianuro?Penséalverloqueteníaenmimano.Dejéqueenunsegundoplanoelcelularparaconcentrarmeenelcianuro.Deseguronoeraparanadabueno.Lomiréconmásdetalleypudeverqueestabaporlamitad,esdecir,queyalohabíautilizado.

Escuchéqueunvasoseestrellócontraelpisoymepuseenalerta.

—Gabriela,llamaalapolicía.

Gabrieladejódehacerelpastelymemirócontemor.

—¿Lapolicía?—ensuvozpudesentirsumiedo.

—Sí.Algonomegusta.Miraloqueencontré—leenseñélabotellitayseasustómás.

—¿Cianuro?—memiróasustada

—Sí.Llamaalapolicía.

Nopreguntómássolohizoloquelepedí.

Subíconprecauciónlasescaleras,noqueríahacerningúnruido.Lapuertadelahabitacióndemipapáestabacerrada.LaabrídegolpeyvicomoCristinaestabaencimademipapáahorcándoloconlasmanos.Corríhaciaella,ensucarapodíaverlasatisfacciónalveramipapásinaire,lecogílasmanosycontodasmis fuerzas las separédelcuellodemipapá,queestabaquedandosinrespiración.

BloqueélosgolpesdeCristina,agarrándolelasmanosdetrásdelaespalda.

—Cris,meestáslastimando—empezóachillar.

—Estáslocas—grité.

—Cris,soyyoCristina—dijocomosisuvozmelosahicieraalgúnefectosobremí.

—Séquiéneres.¡Gabriela!—grité.

Escuchévariospasossubirlasescaleras.

—Yavienenparaacá—dijoalllegaralahabitación.

—Revisacomoestámipapá,porfavor.

—Yonoloquisehacer,élmeobligó—Cristinahablabacomoloca.

Apretémássusbrazos,loquehizoquesequejaradedolor.

Gabrielasentóamipapáquesecolocólasmanosenelcuelloytocía.

Las sirenas de la policía se escuchaban cerca. Cristina se revolvió parasoltarse,peromiagarréerafuerte.Mepisó,peroaunasínolasolté.

Gabrielabajóaabrirlealapolicía,loscualessubieron.Leexpliquédesdelabotellitadecianurohastaelintentodehomicidio.

LospolicíassellevaronaCristinaenmediodegritosypataleosporpartedeella.Llevándosecomomuestralabotellayelaguaqueestabaenelsueloparacomprobarsiconteníacianuro.

—¿Tesientesbien?—lepreguntéapapá.

—Sí.Medueleelcuello,peroestoybien.

—¿Todavíatienesganasdeiralacena?

—Sí.

—Estábien.

Melevantédelacamaysalíparaquesecambiara.Nolequisepreguntarnadadeloquepasó,queríadarletiempoparaqueserecuperara.

BajéalasalayencontréaGabrielasacandoelpasteldelhorno.

Noqueríaquemipapásiguieraviviendosolo.Llaméamiabueloparaversinosdejabaquedarunosdíasensucasamientrasconseguíadondevivir.

—Cris,túytupapásepuedenveniraacásinningúnproblema.Yniseteocurradejarmesolo,porque tedesheredo—sonreíalescucharsurespuesta,tampocoqueríadejarlosolo.

—¿Sepuedemudarhoymismo?

—¿Pasóalgo?—miabuelosepreocupó.

—Enlacasateexplico.

—Estábien.Sí,puedemudarsehoy.

Colguéysubíotravezalahabitacióndemipapá.

Élyaestabacambiadoyseestabamirandoalespejo.

—Papá—segiróhaciaamí.

—Yacasiestoylisto.

—¿Tegustaríavivirencasademiabuelo,conmigoymiabuelo?

Mipapásonriócontristeza.

—¿Notegustalaidea?

— Sí. Pero, es que esta siempre ha sido mi casa, tengo los mejores

recuerdosaquí—dijoconmelancolía.

Meacerquéaélylotomédelasmanos.

—Losrecuerdosvanairdondetuestés.Yoquieroquetuestésbien,quenovuelvaapasarlomismodehoy.Nomequieroniimaginarsifuerasestadosolo.

Mipapábajólacabezaymirólahabitacióndeteniéndoseenlafotodemimamáqueestabaenlamesadenoche.

—Estábien—dijomipapá—.Siesotehacefeliz,memudo—dijoconunasonrisa.

—Tambiénquierotufelicidad.

Empacamos todoenunamaleta,mipapácogió la fotodemimamáy laabrazó,aferrándoseaella.

AntesdeirnosleexpliquélasituaciónaGabrielaymepreguntósipodíatrabajarencasademiabuelo,ledijeque,leavisaba.Ellasedespidiódepapáconunabrazoyleentregóelpastel.Ellosdosforjaronunagranamistad.

Alsalir,mipapámirólacasaconnostalgia,teníatantosrecuerdosallí.Medolíaverlocomosedespedíadesucasa,peromeibaadolermásdejarlosoloyquelepasaraalgo.

Subílasmaletasalauto,ynosfuimosacasademiabuelo.

Llegamos a casa y encontramos a mi abuelo sentado en la sala,esperándonos.

Selevantócuandonosvioentraryseacercóanosotrospreocupado.

—¿Estánbien?

—Sí.Subolasmaletasalahabitacióndepapáybajoparahablar.

Miabueloasintió.

Subílasmaletasylascoloquésobrelacamaqueibaaserapartirdeesemomentodemipapá.

Bajé,mi papá ymi abuelo estaban en el jardín hablando.Me reuní conellos.

—Cris,¿cómopudistetenerunarelaciónconesaniña?—mepreguntómiabuelodespectivo.

—Yomepreguntolomismo.

Hablamoshastaquellególahoradelacena,Hannahllegópuntual,conunpantalónqueseajustabaasuspiernasyunacamisafloral, llevabaelcabello

endosganchitos,seveíahermosa.

—Cuidadoladesgastas—dijomiabuelodesviandomimiradahaciaaél.

MiréotravezaHannahyestabasonrojada.

Sirvieronlacomida.YoagarrélamanodeHannahpordebajodelamesa,ellamemiródereojoypudenotarunalevesonrisa.

EntodalacomidadejemimanoenelmuslodeHannah.Aellaalparecernolemolestó,porquenomelaapartóynolasentíincomoda.

Mipapá,mi abuelo,Hannahyyohablamosynos reímos.Fueuna cenaincreíble.Verreunidaalagentequeamabamehacíatanfelizymearreglabaeldía.

— Señor Edward, ¿qué le pasó en el cuello?— preguntó Hannah, queestabasentadofrenteaél.

Mipapámemirópreguntándomeconlamiradasilecontabaono.Asentíconlacabeza.

—Cristinaintentómatarme.

Hannahsoltóeltenedorenelplato,haciendoqueelsonidodelmetalconlaporcelanaretumbaraenelcomedor.

—Losiento—Hannahseexcusó.

—Notepreocupes.Yodejécaerunvasoconaguacuandomeenteré—dijomiabuelo.

—¿Porqué?—ellaestabahorrorizadaconloqueacababadeescuchar.

— Cristina se volvió loca cuando me negué a aceptar su plan parasepararlos—dijomirandoentreHannahyyo.

—Yo sabía que ella era capaz de cualquier cosa, pero no de matar—Hannahbebiódesucopadevino.

Terminamos de cenar en silencio. El tema de Cristina arruinó la buenavibra.

—Encasatengounacremaparaelmaltrato.Mañanaselatraigo—dijoHannahcuandoseestabadespidiendo.

—Muchasgracias—mipapáesbozóunasonrisa.

Miabuelolediounbesoenlamejillacomodespedida.

Laacompañéhastasuauto.

—¿Colocaroneldenuncio?—preguntóHannahconlamiradaenfrente.

—Formalno.Ledijimosalcomandantequevamosmañana, leentreguécomopruebaunabotelladecianuro.

Hannahseparóensecoymemiróconlosojoscomoplatos.

—¿Qué?

—Asícomoescuchas.

—¡Diosmío!—expresóconhorror—.Elladefinitivamenteestáloca.

Retomamoselpasoyllegamosasuauto.

Lecogílasmanosylamiréfijamentealosojos.

—Teamo.

—Yotambiénteamo—Hannahseacercóymebesó.

Hannahsedespidióysefueparasucasa.

48

HANNAH

NuncasemehabíapasadoporlacabezaqueCristinafueracapazdematar.Sabíaqueteníaartimañasparaconseguirloqueseproponía,peronomatar.

LleguéacasayquitédemimenteaCristina.EntréamihabitaciónynopudeevitarpensarenCris,elcuartoaúnteníasuolor,meacostéenlacamayempecéa recordarcomoCrismequitaba la ropacondelicadeza,mebesabaconposesiónymehacíasuya.Sonreí.Salídemispensamientosalescucharelteléfonosonar.Melevantédelacamarefunfuñando.

—¿Diga?

—Hanny,¿cómoestás?—eramipapá.

Unasonrisaaparecióenmirostro.

—Papi,bien¿ytú?

—Muybien.Tellamóparadecirtequeelasadodecidimoshacerloelfindesemana.Pero,noqueremoshacerloencasa,sinoenunlugaralairelibre,yni tu madre ni yo conocemos un lugar donde podamos ver el atardecermientrascomemos.

—Yotengoellugarperfecto.

—Québueno,hija.Envíanosladirección—dijomipadreconemoción.

—Papá, ¿será que al asado podemos invitar a Cris, a su abuelo y a supadre?

— Sí, claro. Tengo años que no veo a ese chico. Me haría muy felizconoceralafamiliadelapersonaqueesmotivodetufelicidad.

—Gracias.

Colguéymefuiaacostar.Eldíafueagotador.

AlamañanasiguientelellevéaEdwardlacremaylesdijesobreelasado.Estabanencantadosdeconoceramifamilia.

—Cris,tienesuncompromisoconDarío—lerecordé.

—¿Conquién?—bromeó,haciéndoseeldesentendido.Lediungolpeenelbrazo—.¡Ay!—sequejó.

—¿Cuándovasair?

—Hoyestoylibre.

—Bueno.HabloconlospadresdeDaríoparaversipuedesirenlatarde.

—Bueno.

MeacerquéaCrisylediunbeso.CadavezquebesabaaCrissentíaquevolaba,alparecernuncameibaasaciardeellos.

Llamé a los padres deDarío y les pregunté siCris podía ir a hacerle elconcierto.

— Desde ayer nos está preguntando cuando va a venir Cris — podíaescucharcomolavozagotadadehaceunosdías,seescuchabamásalegreyconvida.

—Entonces,quenosedigamás.Daríovaatenersuconciertohoy.

Le dije a Cris la respuesta de los papás de Darío. Me dijo que loacompañara,aloquenomepudenegar.

FuimosalaclínicayencontramosaDaríoalegre,riéndoseconsupadre.

—¡Cris!—gritóelniñoconunagransonrisa.

Cris se acercó y se saludaron como viejos amigos, con una palmada ychocaronlospuños.

—¿Cómotehassentido?—lepregunté.

—Muybien.

— Darío, ¿estás preparado para tener un concierto con Cris Vélez, enprimerafilayexclusivamenteparati?—vociferóCrisconalegría.

—¡Sí!—Daríolevantólosbrazoscomoseñaldevictoria.

Crissacósucelularypusoasonarlapista.CuandoCrisempezóacantarDaríonocabíade laemoción,coreaba todas lascanciones,deverdaderasufannúmerouno.ElpapádeDaríoestabafelizdeverasuhijorecuperadoyconlaenergíaquedeberíatenertodoniño.

Cuando el concierto terminó, Darío ya estaba dormido, en los primerosdías de la cirugía se iba a cansar muy rápido, ya que había perdido masamuscularyporlosmedicamentosquedebilitabansusistemainmunológico.

Después de la visita a Darío, Cris se fue a la fiscalía con su papá parainterponereldenuncioencontradeCristina,yyomequedéenlaclínica.

**

Eldomingomefuiacasademispadresparaayudarlosconloselementosparahacerelasadoeirconellosalparquedondeseteníaprevistohacerlo.

Mi papá estaba feliz, nunca lo había visto con tanto entusiasmo en unaactividadfamiliar.

—Karla,¿leavisastealafamilia?

—Sí,cariño.Relájate—contestómamádándoleunbesoenlamejilla.

—Esquequieroquetodosalgabien.Pero,sobretodo—nosabrazóalasdos — quiero pasarla bien con mis dos amores. No sé cómo pude perdertiempoalejadodeustedes.

Yoloabracéfuerte.

Subimostodoalacamionetaypartimoshaciaelparque.

Eran las diez de la mañana y había mucha gente alrededor el parque,rogabaparaqueellugarqueteníaenmentenoestuvieraocupado.Alllegaralpuntodeencuentroyahabíavariosfamiliares,unosquenoveíahaceaños.

Saludéamisprimosytíos.Todosestabanfelicesdevernosyotroscomoentodafamilia,hablandoporlobajodelcambiodeactituddemipadre,ylosasombradosporlareuniónfamiliarqueorganizó.

NoviaCris,niasuabueloypadreporningúnlado.Medijequetalvezllegabanmás tarde.Me concentré en ayudar a armar el asador y colocar elcarbón;mimamá juntos a dos tías estaban preparando la comida entre ellacarne, cerdo y su acompañamiento; y mi papá organizando la bebida. Misprimosestabanhablandoentreellos,poniéndosealdíadeloquehabíanhechoañosanteriores.

—Hanny,ayúdameconlaensalada—dijomimadre.

Dejéelasadorylocambiéporlasverduras.

Crisaúnnollegaba,nitampocohabíallamado.Nosabíaaquésedebíasuretraso.

Terminédehacerlaensaladaymesentéconmipapáymistíos.

Latardehabíallegadoyelasadocasiestabalisto.

—¿Crisvaavenir?—preguntómipadre.

—Déjamellamarlo.

Saqué el celular y cuando estaba a punto demarcarle, apareció con susgafas de sol, vaqueros y un suéter que resaltaba los músculos. Estabaacompañadodesuabueloysupapá.

MisprimasseapartarondelaspantallasdesuscelularesparaponertodasuatenciónenCris.

—¡¿EsCrisVélez?!—gritóunademisprimas,laquesecreíademejorfamiliaquetodas.

—¡No!Vieneparaacá—chillóotra.

Todasmistíasyprimassearreglaronelpeinadoysepusierondepie.Yonopodíacontenerlarisa.

—Arturo,¿cómoestá?—dijoCrisalllegaradondemipapá,ofreciéndoleunamano.

Mipapáselevantóylediounabrazo.

—¿Cuántotiemposinvernos?—expresópapáconunasonrisa.

Misprimasseacercaroncomogolerosapedirfotosyautógrafos.

—¿Vasagrabarunvideoporacácerca?—preguntómitía.

—No.

—Entonces,¿quéhacesaquí?—¿Sepodíasermáschismosa?

—Meinvitaronalasado—respondiófirmándoleunautógrafo.

— ¿Y quién de esta familia te conoce?— preguntó con incredulidad laprimade“mejorfamilia”.

Tenía ganas de lanzarme a los brazos deCris para demostrarles a todosquienloconocíaenlafamilia.Sinembargo,Crissemeadelantótomándomedelamanoyplantándomeunbesoenloslabios.

—Minoviameconoce—dijoconsarcasmo.

Tuvequedisimularlarisatapándomelabocaconlamano.

La prima de “mejor familia” abrió los ojos como plato y me miró condespectiva.

La familia sedispersódespuésde las fotosy las firmasde autógrafos, yCrispudosaludaramamá.

—Mealegraqueestésaquí,yqueporfinesténjuntos—dijomamá.

Crissonrióylediounabrazo.

—Tequierollevaraunlado—medijoCrisaloído.

—¿Ahora?

—Sí.¿Vamos?

—¿Yelasado?

—Despuéscomemos.Avisaquenosvamosaalejarporunosminutos.

MeseparédeunmomentodeCrisparaavisarleamamáqueibaacaminarunratoconCris.

—Notedemores,lacomidayacasiestálista.

—Sí.

Crismetomódelamanoycaminamosendirecciónalbosque.

—¿Adóndevamos?—preguntémirandoparatodoslados.

—Yaverás—respondióconmisterio.

—¿Porquétedemorasteenvenir?

—Esohacepartedelasorpresa.

—¿Quésorpresa?

—Amor,sitedigoyanoserásorpresa.

Atravesamosárboltrasárbol,ynoveíamásnadaquehojas,ramasypasto.

La luz del sol se hacía más tenue y me estaba colocando nerviosa, noqueríaquenosperdiéramosenelbosque.

— Recuerdas que te tenía una invitación pendiente — dijo de repentesacándomedemispensamientosterroríficos.

— ¿No?— sonó como pregunta en vez de una afirmación, creo que elmiedomehacíahablarincoherencias.

—Esteesellagoquequeríamostrarte—dejédemirartodosladosymeconcentréenmirarparaelfrente.

Quedéconlabocaabierta,miréaCrisconunasonrisa.

Ellagoestabarodeadoporvelascoloresmeraldayhabíaunapancartaquedecía:¿Quierespasarelrestodetuvidaconmigo?

—Sidicesquesí,prometohacertodoloposibleparahacertereír.Vamosatener problemas y discusiones, pero, quiero estar contigo para hablar ysolucionarlos. Quiero pasar el resto de mi vida, despertando a tu lado, ydemostrándotemiamorennueveletras,ymuchasmás.

—¿Nueveletras?—preguntéconelceñofruncidoyapuntodellorar.

—Sí.Confianza,lealtad,fidelidad.

Reírconlágrimasenlosojos.

—Además,teescribíunacanción.

—¿Enserio?

—Sí.

Crissediolavueltaysacóunaguitarradeentrelosárboles.

Unamañanadeinviernoteconocí,

Michicadeojoscolorchocolatemecautivastecontubelleza.

No tenía planeado enamorarme, pero era inevitable no perderme en tusonrisa.

Pasabanlosdíasytú,miniñadecabelloscastaños,

Mecautivabascadavezmás.

Entrasteamividaparadarleluz,ynoquieroperderte,quierovertesonreír,

Ytúquemehagasreírcontuslocuras.

Aunquenosdistanciamos,nuestroamoraúnseguía fuerteyeldestinoseencargó de unirnos de nuevo, para demostrarnos que a pesar de los años elverdaderoamortriunfa.

Coro

Quieroqueseasmiamorennueveletras,

Sinmásobstáculos,nidesconfianza,

Quieroqueestésenmivida

Cadadíaquepasésinti,mividaseconvirtióenoscuridad,solooscuridad.

Te prometo que confiaré en ti, eres la única mujer que quiero y quesiemprequerré,

Solodéjamehacerteelamorennueveletras,

Miamorennueveletras

Miamorennueveletras

Solotú.

¿Meaceptas?

—Claro que acepto.Con confianza, fidelidad, en los problemas y en loquevenga—dijesincontenermislágrimasylaemoción.

Crisme levantóenbrazosycorrióal lago.Saltó lasvelasyentramosalagua.

—Miamorennueveletras.Teamo—lediunbeso.

Crismecogióde la cinturaymepegóa él.Demostrándomeenunbesoquenoimportabaloquevinieseapartirdeesemomento,loíbamosasuperar,juntosysiemprebasadosenlaconfianzayfidelidad.

EPÍLOGO

—El ganador como mejor artista revelación dos mil diecinueve de lospremiosAméricaes…CrisVélez—vociferóelpresentadorporelmicrófono.

Lamesadondemeencontrabasentado,gritódealegría.Hannahselevantóymedioungranbeso.

—Eselmejorcumpleañosdetodos.Estamosmuyorgullososdeti—medijoaloído,acariciándoselabarriga.

HannahmediolanoticiaqueestabaesperandounhijomíohorasantesdehaberiniciadolospremiosAmérica.NopodíapedirlemásalavidayaDios,quemeregalaronaunamujermaravillosayextraordinaria.

Mipapámeabrazó.

—Estoymuyorgullosodeti—dijoconunagransonrisa.

Teníamejorsemblantequemesesatrás,eltratamientoparaelcáncerestabafuncionando.

Miabueloseunióalasfelicitaciones,juntoconmimánager.

Subíarecogermipremio.

—Felicidades—dijoelpresentador,dándomepasoalmicrófono.

Nolopodíacreer,eraunsueñohechorealidad.

—Buenas noches, este premio se lo debo primero aDios.Gracias amifamilia,amifuturaesposa,ysobretodoamisseguidores.Estodemuestraqueningún sueño es pequeño ni ningún obstáculo es grande si se tiene los ojospuestosenlameta.Luchenporsussueños—alcéelgalardónylosaplausosllenaronelrecinto.

FIN

AGRADECIMIENTOS

AgradezcoprimeroaDiosporhaberterminadomiprimerlibro.Agradezcoamispadresyhermanaporquesiempremehanapoyadoenmicaminoaserescritora. Mi padre, desde que se enteró que escribía me insistió a que laregistrara y publicara. Amis amigas KellyMejía, Leidy Bellido y AdrianaLuna,quesiemprehanestadoprestasaescucharmishistoriasyaguantarmipersonalidad.Graciasatodoslosquemeapoyaronendistintasmanerasparapublicarmilibroyalosqueseinteresaronenél.