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La natalidad y mortalidad
Conceptos básicos.
Nacido vivo: Todo producto de la concepción que una vez que
sea expulsado o extraído del vientre materno presenta algún
de los siguientes signos vitales: respiración, frecuencia
cardiaca, etc. Sin importar el tiempo de embarazo.
Natalidad total: nacidos vivos más muertes fetales
Natalidad ocurrida: establecida según el lugar de nacimiento,
se utiliza para estimar la necesidad de recursos globales.
Natalidad por residencia: establecida según el lugar en que
vive cotidianamente la madre. Se requiere para estimar los
recursos totales de la localidad.
Factores que determinan el crecimiento de la población.
Natalidad:
Medida del número de nacimientos en una determinada población
durante un periodo de tiempo. La tasa o coeficiente de
natalidad se expresa como el número de nacidos vivos por cada
1.000 habitantes en un año.
Mortalidad:
Número de fallecimientos en una determinada población a lo
largo de un periodo establecido. La tasa o coeficiente de
mortalidad calcula el número de fallecimientos por cada 1.000
personas en un año.
DENSIDAD DE POBLACIÓN:
Número de habitantes por unidad de superficie específica, Las
principales fuentes de datos demográficos son los
censos nacionales, el registro civil y, a partir de la década
de 1960, los muestreos en el ámbito nacional. Estas fuentes
proporcionan el material de base para investigar las causas y
las consecuencias de los cambios de población. La fuente más
habitual es el censo de población, que contabiliza en un
cierto momento todas las personas de un área determinada, con
sus datos personales y características sociales y económicas
específicas. Un registro civil es la contabilización
continua, por parte de las administraciones locales, de los
nacimientos, fallecimientos, migraciones, matrimonios y
divorcios. Su fiabilidad depende de lo veraces que sean los
ciudadanos al proporcionar los datos. En el muestreo se
utiliza una selección estadística representativa de la
población total.
Crecimiento natural y crecimiento vegetativo
La población no solo varía por el crecimiento natural o
vegetativo positivo o negativo, sino también por los
movimientos migratorios.
Por aumento natural o vegetativo debe entenderse por el
exceso de los nacimientos (tasa de natalidad) es positivo si
la natalidad supera la mortalidad y es negativo en el caso
contrario.
El fenómeno migratorio puede ser clasificado de la forma
siguiente:
1. Migración con cambio continuo de la localidad
2. Migración con un cambio temporal
Densidad demográfica
Es el impacto o distribución de la población de un
determinado lugar el número de habitantes por Km2.
El reparto de la población no puede medirse solamente en
términos físicos o climáticos, sino también teniendo en
cuenta los factores humanos sobre el espacio natural.
Las diferentes densidades de la población deben explicarse a
partir de las técnicas de producción, de
los sistemas de organización, socioeconómicas.
La distribución de la población se mide por la
evidente densidad, que es la relación entre el número de
habitantes de una zona y la extensión de la misma.
Los índices así obtenidos serán superiores o infusiones a una
densidad media (DM), mundial que se obtiene dividiendo el
número total de habitantes entre la superficie, en kilómetros
de las tierras emergidas.
Variaciones cuantitativas de la población
La variación en el tamaño de la población viene determinada
por el número de nacimientos, fallecimientos, inmigrantes y
emigrantes habidos a lo largo de un periodo de tiempo
determinado. Estos factores de cambio se expresan como
porcentajes de la población total para calcular por
comparación el índice de natalidad, de mortalidad, de
migración y de crecimiento de la población; los índices de
natalidad y mortalidad se suelen expresar como tantos por mil
(‰) anual. Estos índices dependen en exceso de la edad
media de la población, lo que puede crear importantes
distorsiones. Así, por ejemplo, una población con elevado
nivel de vida que incluya un gran número de personas mayores,
puede tener un índice de mortalidad similar al de una
población con escasos recursos compuesta en su mayor parte
por miembros jóvenes. Por esta razón los demógrafos suelen
utilizar índices que no dependen de la distribución por
edades. Dos índices de este tipo son el índice total de
fertilidad y la esperanza de vida en el momento de nacer.
El índice total de fertilidad es el número de hijos que una
mujer podría tener durante su vida fértil si se cumplieran
los índices vigentes de fertilidad cada año. Los países de
fertilidad alta pueden alcanzar índices de natalidad de 40-
50‰ (por año), e índices de fertilidad total de 5-7 hijos por
mujer. Los países de fertilidad baja presentan índices de
natalidad del 15-20‰, e índices de fertilidad total de 2
hijos por mujer.
El crecimiento natural es el balance entre natalidad y
mortalidad, dicho balance se considera positivo si la
natalidad supera la mortalidad, y negativo en caso contrario.
La estructura de la sociedad
A finales de 1980, El Salvador estaba experimentando
un estrés severo internos como resultado de la insurgencia en
curso, de una economía muy debilitada, y persistentes
desigualdades socioeconómicas.
A pesar de los esfuerzos de reforma iniciado en el puesto de
1979 los gobiernos Junta Cívica Militar, la división de larga
data del país entre ricos y pobres aún representaba un
desafío a los líderes de El Salvador y la sociedad en su
conjunto.
El fuerte contraste entre los que tienen una gran riqueza y
los que viven en la pobreza extrema había caracterizado a la
sociedad salvadoreña desde hace más de un siglo y tiene sus
raíces en su pasado colonial.
Cuando El Salvador se convirtió en una república
independiente en el siglo XIX, este patrón no ha cambiado.
Los terratenientes ricos, los miembros de tan sólo unas muy
pocas familias, organizaron el gobierno nacional para
asegurar su posición y continuó dominando la vida nacional
salvadoreña.
Los campesinos y los trabajadores que suministran a sus
necesidades de subsistencia propia y trabajó para la élite.
Los campesinos y los Trabajadores Que suministran una SUS
necesidades de Subsistencia Propia y Trabajo Para La élite.
Las tendencias demográficas
La población de El Salvador en el momento del censo nacional
en 1971 fue 3.549.000. Según las estimaciones, el crecimiento
demográfico promedio de 3.4 por ciento anual en la década de
1970 y el 2,4 por ciento en la década de 1980.
Una estimación del gobierno de Estados Unidos deduce una
cifra de población de 1988 de 5.389 millones (las
estimaciones varían).
Aunque la tasa alta de El Salvador de crecimiento de la
población fue similar a la de otros países
de América Central, los efectos sociales y políticos de este
aumento de la población se vieron agravados por el territorio
nacional muy limitado para la población.
En consecuencia, El Salvador también constantemente tenía una
densidad de población muy alta.
De una cifra de 170 personas por kilómetro cuadrado en 1970,
la densidad se ha proyectado a la altura de cerca de 230
personas por kilómetro cuadrado en 1980 y una muy alta 420
personas en el año 2000.
El Salvador es el país más poblado de América Central (de
hecho, de toda América Latina), y esa condición continuará en
el futuro previsible. Esta situación demográfica ha
exacerbado aún más los problemas asociados con la desigualdad
de la distribución de los recursos nacionales.
Pero las consecuencias de estas presiones demográficas no se
han limitado a El Salvador. Históricamente, la alta densidad
de población salvadoreña ha contribuido a las tensiones con
la vecina Honduras, como la tierra de los pobres salvadoreños
emigró a Honduras menos densamente pobladas y se
establecieron como ocupantes ilegales de tierras ociosas o
subutilizadas.
Este fenómeno fue la principal causa de la guerra de 1969
entre El Salvador y Honduras.
Tendencias de crecimiento a escala mundial
Según las estimaciones de las Naciones Unidas, la población
mundial alcanzó los 5.300 millones en 1990 y aumenta cada año
en más de 90 millones de personas. El índice de crecimiento
(1,7% anual) se encuentra por debajo del máximo 2% anual
alcanzado en 1970. Sin embargo, no se espera que el
incremento anual absoluto comience a decrecer hasta después
del año 2000.
A partir del siglo XVII, los grandes avances del conocimiento
científico, la agricultura, la industria, la medicina y la
organización social hicieron posible que la población
creciera de forma considerable. Las máquinas fueron
sustituyendo poco a poco la mano de obra humana y animal,
aumentando lentamente el conocimiento y los medios para
controlar las enfermedades.
Hacia 1950 se inicia una nueva fase en el crecimiento de
población. Se logra controlar el hambre y las enfermedades
incluso en zonas que no habían alcanzado todavía un alto
nivel de escolarización o que no estaban tecnológicamente
desarrolladas.
Las causas de este cambio fueron el bajo coste
de importación de vacunas, antibióticos, insecticidas y
variedades de semillas de alto rendimiento. Al mejorar
la red de abastecimiento de agua, las instalaciones de
alcantarillado y las redes de transporte, aumentaron las
cosechas y disminuyó de forma notable el número de
fallecimientos por enfermedades infecciosas y parasitarias.
En la mayor parte de los países más desarrollados, la
esperanza de vida al nacimiento pasó de 35-40 años en 1950 a
61 años en 1990. La rápida disminución de fallecimientos en
una población con altos índices de fertilidad hizo que muchos
países en vías de desarrollo alcanzaran un índice de
crecimiento anual superior al 3,1%, índice que duplicaría la
población en veintitrés años.
LA ESPERANZA DE VIDA:
Se define como la media o promedio de años de vida que
una persona puede vivir según su año de nacimiento
La esperanza de vida constituye un indicador del nivel de
vida y se tiene en cuenta para determinar el índice
de desarrollo humano (IDH) de la ONU. En los países más
pobres la esperanza de vida se sitúa entre los 40 y 50 años;
es el caso de más de 20 países del África subsahariana. En
cambio, en casi todos los países que pertenecen a la OCDE es
de al menos 75 años.
TASAS DE NATALIDAD
Constituye la razón de los nacimientos ocurridos durante un
periodo de tiempo dado con respecto a la población en la
fecha media de ese periodo.
Las tasas de población se dan por lo general como el número
de sucesos ocurridos por 1000 habitantes.
MEDIDAS DE NATALIDAD
La tasa bruta de natalidad es la medida más simple para medir
el reemplazo de una población como consecuencia de los
nacimientos. Es la medida de probabilidad o riesgo de dar a
luz una criatura con vida.
La tasa de natalidad es una medida poderosa para determinar
el impacto de la fecundidad actual de la población total.
Los nacimientos se declaran en el lugar de los hechos y no en
el lugar habitual de residencia materna.
La Natalidad es el número de nacimientos que se producen en
una población a lo largo de un año.
Para poder establecer una medición comparable se utilizan
tasas, y en este caso la Tasa de Natalidad. La Tasa de
Natalidad (TN) se obtiene dividiendo el número de nacimientos
que se han registrado a lo largo de un año en un determinado
lugar y se divide entre la población total de ese lugar; el
resultado se multiplica por mil y se expresa en tantos por
mil
Países menos desarrollados
Los países de África, Asia e Iberoamérica son los que tienen
tasas de natalidad más elevadas. Los factores que explican
este comportamiento son:
Tener muchos hijos supone que éstos puedan ayudar a los
padres en el trabajo y en el hogar. En estas sociedades los
niños comienzan a trabajar a edades muy tempranas, sin
posibilidad de tener una formación.
Las tradiciones culturales y la religión favorecen el que la
natalidad sea muy elevada.
Países desarrollados
En este grupo se encuentran Australia, Nueva Zelanda, los
países de América del Norte y de Europa. Estos países se
caracterizan por tener bajas tasas de natalidad. Entre las
causas que las explican se pueden señalar las siguientes:
El cambio cultural y de valores. La menor influencia de la
religión.
Las dificultades por encontrar trabajo; el elevado precio de
la vivienda y los bajos salarios. La extensión del tiempo de
estudio, etc. Estos factores contribuyen al retraso en la
decisión de tener hijos y en retrasar la edad en la que se
contrae matrimonio o se formaliza una pareja.
La incorporación de la mujer al mundo laboral y su mayor
independencia económica, contribuyen a tener menos hijos.
Los horarios laborales hacen que los padres no puedan dedicar
más tiempo a sus hijos. Ahora se están planteando políticas
que tienden a "conciliar la vida familiar y la vida laboral".
También son insuficientes las escuelas infantiles y
guarderías.
En 2011 nacieron en México 2.586.287 niños de los cuales
1.300.026, el 50.26%, fueron varones y 1.285.962, el 49.72%,
mujeres. En 2011 nacieron 0 niños menos que en 2011, con lo
que el número de nacimientos ha bajado un 0%.
La tasa de natalidad en México (número de nacimientos por
cada mil habitantes en un año) fue en 2012 del 18,77‰ y
el índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) de
2,22.
Esta cifra asegura que la pirámide población de México se
mantenga estable, ya que para ello es necesario que cada
mujer tenga al menos 2,1 hijos de media (fecundidad de
remplazo).
México en 2012 fue el país número 100 en Tasa de Natalidad y
el 99 en Índice de Fecundidad de los 182 países publicados
por DatosMacro.com.
Si miramos la evolución de la Tasa de Natalidad en México
vemos que ha bajado respecto a 2011, en el que fue del
19,15‰, al igual que ocurre al compararla con la de 2002, en
el que la natalidad era del 23,11‰
En esta página te mostramos la evolución de la tasa de
natalidad en México. Puedes ver las tasas de natalidad de
muchos otros países clicando en Tasas de natalidad y ver toda
la información económica de México en Economía de México.
La natalidad es el flujo natural (nacimientos) de crecimiento
de una población. La natalidad designa el número proporcional
de nacimientos de una población en un tiempo determinado.
La tasa de natalidad es el número de nacimientos por cada
1000 habitantes en un año.
La explosión demográfica o el envejecimiento demográfico son
fenómenos vinculados a la natalidad. La explosión demográfica
implica un importante aumento de la natalidad en pocos años,
configurando una estructura poblacional muy joven. El
envejecimiento demográfico se relaciona con una reducción
sostenida de la natalidad, configurando una estructura
poblacional con pocos efectivos jóvenes.
Los fenómenos de explosión demográfica se suelen relacionar
con los países pobres o en vías de desarrollo y por el
contrario los fenómenos de envejecimiento demográfico con los
países desarrollados.
Los gobiernos tradicionalmente han prestado mucha atención a
las políticas demográficas vinculadas a la natalidad. En el
imaginario colectivo, altas tasas de natalidad pueden
originar poblaciones con dificultades para dar servicios
(educacionales, sanitarios etc…) a todos sus miembros y
también dificultades futuras en el mercado de trabajo (paro,
precariedad). Bajas tasas de natalidad, implica un
envejecimiento de la población, con los problemas que pueden
derivarse de una sociedad con pocos jóvenes en edad de
trabajar. Estas relaciones causa-efecto entre altas o bajas
tasas de natalidad y efectos negativos sobre las sociedades
tienen más relación con concepciones políticas sobre los
estados nación y las nacionalidades que con la realidad de
las estructuras poblacionales
A lo largo de la historia de la humanidad, el
crecimiento de la población se considera relativamente
pequeño. Sin embargo, a partir del s. XVIII se produce una
aceleración importante del crecimiento de la población, que
se dió en los paises que actualmente se encuentran entre los
más desarrollados. Este crecimiento fue producto, sobre todo,
de un descenso importante en la tasas de mortalidad que se
observan principalmente desde principios del s. XVIII. Se
puede decir que la población mundial ha vivido, y sigue
viviendo, durante los dos últimos siglos una revolución muy
importante, que algunos autores han llamado Transición
Demográfica.
La Transición Demográfica se da en 3 fases diferentes:
La primera fase se caracteriza por una natalidad y mortalidad
altas. La mortalidad sufre una serie de fluctuaciones debido
sobre todo a periodos de hambre y epidemias. Mientras se da
una estabilidad en el crecimiento demográfico, es casi nulo.
La segunda fase se divide en tres subfases distintas:
En la primera subfase se da una evolución de la economia, de
la producción de alimentos y una serie de avances sanitarios.
Las tasas de natalidad permanecen altas y la mortalidad
desciende lentamente gracias a los avances en sanidad. Se da
un leve crecimiento de la población. En la segunda, la
natalidad sufre un ligero descenso y la mortalidad continúa
su declive en una tendencia a la estabilización. Es aquí
donde se produce la explosión demográfica. La tercera se
caracteriza por las bajas tasas de mortalidad y el descenso
rápido de la natalidad. Al término de esta subfase convergen
las tasas de natalidad y mortalidad, lo que provoca una
deceleración progresiva del crecimiento demográfico.
Y finalmente, en la tercera. la natalidad ha caido hasta la
mortalidad y la natalidad es la que sufre periodos de
fluctuación en respuesta a los ciclos económicos.
El modelo demográfico que pauta la teoría de la Transición
Demogràfica explica la evolución poblacional en los países
desarrollados y marca políticas de control de la natalidad
para los países pobres o en vías de desarrollo.Estas
políticas se convierten de facto en ejes claves para
facilitar el desarrollo económico de estos países.
MORTALIDAD
Desde un punto vista demográfico, la investigación sobre la
mortalidad tiene por objeto establecer la evolución y
estructura de las defunciones ocurridas en una población y en
un espacio geográfico determinado a lo largo del tiempo.1
La tasa de mortalidad general ha experimentado durante el
siglo XX una notable disminución, particularmente en los
países de renta más alto. Eso, entre otros factores, ha
permitido que la población mundial pasara de poco menos de
1000 millones en 1800 a 6850 millones en 2010. Dentro del
mundo existen diferencias notables de mortalidad. El África
subsahariana es la región del mundo que presenta actualmente
tasas de mortalidad más altas (junto con algunos países que
viven tragedias humanitarias). La tasa de mortalidad se ha
propuesto la siguiente clasificación:
Alta tasa de mortalidad si supera el 30‰.
Moderada tasa de mortalidad entre 15 y 30‰.
Baja tasa de mortalidad por debajo del 15‰.
Generalmente en los países menos desarrollados la tasa de
mortalidad y natalidad es más alta, mientras que en los más
desarrollados la tasa de mortalidad y natalidad es más baja.
La tasa de mortalidad está negativamente correlacionada con
la esperanza de vida al nacer, de tal manera que cuanta más
esperanza de vida tenga un individuo en su nacimiento, menos
tasa de mortalidad tiene la población.
Al igual que hay tasas brutas de mortalidad hay tasas
específicas de mortalidad, que son las tasas específicas para
cada enfermedad o causas de muerte o para cada edad. Estas
están relacionadas siempre con la población total de una
zona. Cuando se realiza una proporción de muertes relacionado
con los que han sufrido la enfermedad se hace mediante
la tasa de letalidad.
Mortalidad infantil
La mortalidad infantil es el indicador demográfico que señala
el número de defunciones de niños en unapoblación de cada mil
nacimientos vivos registrados, durante el primer año de su
vida.
Mortalidad infantil en el primer año
La consideración del primer año de vida para establecer el
indicador de la mortalidad infantil se debe a que el primer
año de vida es el más crítico en la supervivencia del ser
humano: cuando se sobrepasa el primer cumpleaños, las
probabilidades de supervivencia aumentan drásticamente. Se
trata de un indicador relacionado directamente con los
niveles de pobreza y de calidad de la sanidad gratuita (a
mayor pobreza o menor calidad sanitaria, mayor índice de
mortalidad infantil) y constituye el objeto de uno de los
8 Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.3 4
"En los últimos decenios, las innovaciones de la medicina,
los progresos en la atención básica de salud y las políticas
sociales favorables han producido grandes aumentos de la
esperanza de vida y marcados descensos de la mortalidad
infantil" (Kofi A. Annan, Nosotros los pueblos, 20005 ). Sin
embargo las desigualdades son tan amplias en las distintas
regiones del planeta, que ello ha llevado a las Naciones
Unidas a incluir como uno de los ocho Objetivos del
Milenio la reducción de la mortalidad infantil (menos de 5
años) en dos terceras partes entre 1990 y 2015.
Los países con menor mortalidad infantil del mundo (2003)
son Noruega e Islandia, con 3 por cada 1000 para los niños
menores de 1 año, y 4 por cada 1000 para los niños menores de
5 años, respectivamente. En América Latina, Cuba posee la
tasa más baja del orden con 6 muertes en niños menores de 5
años por cada 1000 (2012),6siguiéndole Chile,con una tasa de
8 por cada 1000 (2012).6 Los 20 países con peores tasas de
mortalidad infantil pertenecen todos al África,
siendo Níger el que registra la peor del mundo con 154‰ y 262
respectivamente. En América Latina es Haití el país con los
peores índices (76 y 118), y en Asia es Yemen (82 y 113).
Tasa de mortalidad de recién nacidos o de neonatos
Artículo principal: Mortalidad neonatal
La tasa de mortalidad neonatal o tasa de mortalidad de recién
nacidos es el número de recién nacidos que mueren antes de
alcanzar los 28 días de edad, por cada 1.000 nacidos vivos en
un año determinado. 8
La tasa de mortalidad neonatal se incrementa en un 50% en el
caso de embarazos adolescentes
Causas de muerte de la mortalidad infantil
Se plantea que las causas de muertes de la mortalidad
infantil pueden agruparse en causas exógenas y causas
endógenas
Las causas endógenas prevalecen en el periodo neonatal y son
debidas a factores congénitos durante la vida intrauterina y
otros factores asociados al parto como malformaciones
congénitas, lesiones al nacer, etc.
b) Las muertes por causas exógenas prevalecen en el periodo
postneonatal, debiéndose a factores del medio exterior como
son las enfermedades infecciosas, parasitarias, diarreas,
neumonía, etc.
MORTALIDAD EN EL MUNDO
Según Jean Ziegler (Relator Especial de Naciones Unidas sobre
el Derecho a la Alimentación de 2000 y marzo de 2008), la
mortalidad debida a la malnutrición representan el 58% de la
mortalidad total en 2006: "En el mundo, mueren cada año
aproximadamente 372 millones de personas, combinado todas las
causas de muerte. En 2006, más de 215 millones murieron de
hambre o de enfermedades debido a las deficiencias
de micronutrientes"
Causas de muerte en el mundo
Según información de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), para el año 2002 las diez principales causas de muerte
en el planeta serán:
12.6% cardiopatía isquémica
9.7% enfermedad cerebrovascular
6.8% infecciones del tracto respiratorio
bajo (principalmente neumonía, absceso pulmonar y bronquitis
aguda)
4.9% VIH/sida
4.8% enfermedad pulmonar obstructiva crónica
3.2% enfermedades diarréicas
2.7% tuberculosis
2.2% cáncer de tráquea, de bronquio y de pulmón
2.2% paludismo
2.1% accidente de tránsito
Para el 2004, la lista se modificó (en la lista siguiente, la
primera cifra es el número estimado de fallecimientos, en
millones; la segunda, entre paréntesis, el porcentaje
respecto al total de fallecimientos):
cardiopatía isquémica 7.2
afección cerebrovascular 5.7
infecciones de las vías respiratorias inferiores 4.2
enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3.0
enfermedades diarreicas 2.2
VIH/sida 2.0
tuberculosis 1.5
cáncer de traquea, de bronquios o de pulmón 1.3
traumatismos por accidentes de tráfico 1.3
nacimientos prematuros y de bajo peso 1.2
infecciones neonatales 1.1
Características generales del comportamiento de la mortalidad
según sexo, edad y causas de muerte.
Se plantea que la mortalidad es diferencial por sexo, ya que
a lo largo de toda la vida en los varones es superior a la de
las hembras, o sea, existe la sobremortalidad masculina.
No obstante, hay algunos países subdesarrollados cuyas
condiciones sanitarias son tan bajas que durante las edades
de 15-49 años puede ocurrir que exista una sobremortalidad
femenina producto de las condiciones del parto.
La mortalidad influye de forma importante en los factores
socio-económicos. Dentro de la mortalidad como elemento del
análisis demográfico se encuentra la Morbilidad que es el
estudio e las enfermedades que afectan al ser humano.
El estudio de la mortalidad por causa de muerte ha sido
agrupado en dos grandes categorías:
a) Mortalidad por causas endógenas o biológicas, las que
tendrán mayor peso en el primer mes de vida, así como en
edades avanzadas producto del envejecimiento que va sufriendo
la población.
b) Mortalidad por causas erógenas como el resultado de la
acción del medio que prepondera en la niñez y
adultos jóvenes, aunque está presente en todas las edades
(enfermedades infecciosas y accidentes).
A medida que los progresos médicos son mayores la mortalidad
por causas endógenas va tomando relativamente mas
importancia
El segundo grupo de causas por el contrario resulta
fácilmente controlable con la acción de medidas higiénicas y
de la medicina preventiva y curativa.
Mortalidad por edad
En los países de renta más alta si bien la tasa de mortalidad
general en los últimos 60 años ha hecho que la esperanza de
vida se eleve en la mayoría de países entre 10 y 15 años, la
tasa de mortalidad de a partir de los 65 se ha alargado
alrededor de la mitad. Eso significa que los avances en
alimentación, hábitos saludables y tecnología médica han
logrado reducir mucho la mortalidad entre personas jóvenes y
de mediana edad, el impacto ha sido menor entre los más
ancianos donde los factores biológicos dan tasas de
mortalidad naturalmente más altos.
Algunos demógrafos han propuesto que los aumentos sucesivos
de la tasa de mortalidad por edad de los más ancianos
experimentará sólo mejoras modestas, ya que la medicina
convencional no posee medios de alterar severamente el
envejecimiento general. Algunos autores han llegado a
proponer un límite biológico, en el sentido estadístico, que
no podría ser rebasado por una población general, aunque no
existen pruebas convincentes que permitan asegurar que la
esperanza de vida no pueda superar los 85 o los 90 años, que
son las cifras con las que se ha especulado podrían ser el
límite de la esperanza de vida media (obviamente, eso no
excluye que en toda sociedad existan individuos especialmente
longevos que superen este valor medio).
Mortalidad por sexo
Diferencias entre la esperanza vida de hombres y mujeres,
estadísticamente las mujeres viven un 12% más que los hombres
en promedio, como se aprecia en el gráfico donde se compara
la esperanza de vida de hombres y mujeres en 162 países.
La esperanza de vida de las mujeres tiende a ser
estadísticamente mayor que la de los hombres. En gran parte
esta diferencia no se debe a factores biológicos, sino al
estilo de vida y los hábitos (por ejemplo los hombres son más
propensos a sufrir accidentes mortales). La mortalidad de las
mujeres es más baja que la de los hombres a casi todas las
edades, lo cual hace que el número de hombres que llegan a
los 65 años sea menor que el de mujeres. Eso eleva la edad
media de las mujeres. Por encima de los 70 años las tasas de
mortalidad de mujeres y hombres tienden a parecerse mucho,
con lo cual la mayor edad media de las mujeres no está
asociada a factores biológicos durante la ancianidad sino al
efecto estadístico de un mayor número de muertes masculinas a
edades tempranas.
La mortalidad general ha descendido notablemente en México,
si se compara la existente en fechas recientes con la de
comienzos de los años cincuenta. La tasa de mortalidad era
del 16 por mil hacia mediados de siglo y se estimaba en un 6
por mil hacia fines de los años ochenta. También ha cambiado
la composición etaria de la cantidad de muertes: hace
cuarenta años más de la mitad (53%) de los decesos anuales
eran de menores de cinco años, mientras actualmente lo son un
cuarto de ese total de muertes. No obstante, la cifra actual
sigue siendo de nivel intermedio en el contexto regional (en
Chile y Costa Rica esa cifra es menor del 15%).
En el contexto de una mortalidad femenina menor que la
masculina, el mayor aumento de la diferencia se produjo en
las edades productivas: a principios de los cincuenta la
mortalidad de hombres y mujeres en edades de 20 a 59 años era
bastante similar, mientras a fines de los ochenta la
mortalidad masculina era mucho mayor que la femenina (las
muertes de los hombres eran el 67% del total de decesos en
ese tramo etario).Las principales causas de muerte de la
población mexicana en la segunda mitad de los años ochenta
están referidas a las enfermedades sufridas por las personas
adultas y mayores (afecciones del corazón, accidentes y
cáncer), aunque también muestran importancia las que padecen
los menores (infecciones intestinales y respiratorias).
Los factores de residencia y etario son así más importantes
que el sexual cuando se examina la estructura de la
mortalidad en el conjunto de la población de todas las
edades. Las mayores diferencias por sexo apreciadas en este
contexto se refieren al mayor peso de las muertes por cáncer
en las mujeres y el superior de los accidentes en los
hombres.
También puede notarse diferencias entre mujeres y hombres al
examinar los tipos de muerte por cáncer. Las mujeres mueren
más por tumores en el aparato reproductivo (el 31,6% de los
decesos por cáncer) que los varones (10,9%). Por el
contrario, los hombres fallecen más por tumores en las vías
respiratorias (20,4% frente a un 8,2% en las mujeres), lo que
guarda relación con el mayor consumo de tabaco.
Las diferencias por sexo en cuanto a causas de muerte se
aprecian mucho más claramente cuando se examina la población
adulta. Entre los 15 y los 44 años, las mujeres mueren sobre
todo por tumores malignos, accidentes y complicaciones
obstétricas, mientras que los hombres mueren fundamentalmente
por accidentes y violencia.
Estas diferencias adquieren distinta forma cuando se separa
las edades jóvenes y las adultas. Las mujeres de 15 a 25 años
mueren principalmente por accidentes y complicaciones
obstétricas, en tanto los hombres de ese grupo etario
fallecen por accidentes y violencia (que provocan el 73,5% de
sus muertes anuales).
Sin embargo, las mujeres de 25 a 44 años mueren en primer
lugar por tumores malignos, en segundo lugar por accidentes,
en tercero por enfermedades del corazón y en cuarto por
causas obstétricas, mientras que los hombres de esa edad
siguen muriendo en primer lugar por accidentes y violencia
(54,2% del total) y, a distancia, por cirrosis y otras
enfermedades del hígado, así como del corazón. La mortalidad
infantil ha ido disminuyendo apreciablemente en las pasadas
décadas, si bien todavía presenta niveles relativamente
elevados. A fines de los años sesenta se estimaba una tasa de
85 por mil nacidos vivos, cifra que había descendido al 47
por mil a mediados de los ochenta y al 24 por mil en 1990.
El descenso de esta mortalidad se manifiesta en todos sus
tramos (neonatal y postneonatal), y está acompañada de la
caída de la mortalidad en todos los menores de cinco años. No
obstante, el peso de los decesos del conjunto de estos
menores en el total de muertes anuales sigue siendo alto (un
26%en 1990).
La disminución de la mortalidad postneonatal ha sido más
rápida que la neonatal, aunque aún el peso de la primera
resulta elevado. Como se sabe, la mortalidad de los niños
entre uno y once meses (postneonatal) es más sensible a las
acciones sanitarias no especializadas contra enfermedades de
tipo infeccioso, tanto intestinales como respiratorias (que
en 1986 eran todavía el 37% de los decesos de menores de un
año).
La tasa de mortalidad general es la proporción de personas
que fallecen respecto al total de la población (usualmente
expresada en tanto por mil, ‰), la tasa de mortalidad
particular se refiere a la proporción de personas con una
característica particular que mueren respecto al total de
personas que tienen esa característica (latasa de mortalidad
por edad, o la tasa de mortalidad por grupo social son
ejemplos de tasas particulares).
Conclusión
Las políticas gubernamentales de población pretenden
alcanzar objetivos de desarrollo y bienestar aplicando
medidas que, directa o indirectamente, inciden
sobre procesos demográficos como la fertilidad y la
migración.
Estudios recientes muestran que en muchos países se están
reduciendo los índices de natalidad y de crecimiento de la
población nacional, en parte gracias a los programas de
planificación familiar propiciados por los gobiernos.
Si se observa la realidad económica de los países menos
desarrollados, se constata una amplia variedad de
situaciones. En el lado más positivo se sitúan los países del
Sudeste asiático, algunos países exportadores de petróleo de
Oriente Próximo y unos cuantos países latinoamericanos.
El crecimiento de la población de estos países, a diferencia
del resto del mundo, sigue siendo muy dinámico. Ninguna de
las grandes teorías del desarrollo puede explicar esta amplia
variedad de situaciones, aunque todas ellas aportan valiosas
sugerencias.
Estos países no compartían el pesimismo del Tercer Mundo
sobre la exportación De todos modos este crecimiento se
realizó gracias al retraso de condiciones laborales y
salariales, difiriendo en gran medida de las condiciones
sociales de países como Argentina o Brasil, donde
la clase trabajadora industrial y del sector servicios tiene
un mejoramiento de vida.
En lugar de lograr un rápido crecimiento, los países cuyos
gobiernos intervenían de forma decisiva en la economía,
impusieron grandes barreras al comercio internacional;
partían de modelos de desarrollo autárquico y a finales de la
década de 1980 presentaban un cuadro económico poco
envidiable.
http://sinais.salud.gob.mx/mortalidad/
http://portalsostenibilidad.upc.edu/detall_01.php?
numapartat=5&id=227
http://www.aularagon.org/files/espa/espad/sociales/bloque2/
Unidad_01/pagina_3.html
http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres/mexico/salu-3.htm