The social, human side of World Heritage status

8
| 3 HORIZONTES INTRODUCTION Everything starts with a governmen- tal decision. Governments undertake great political efforts, investing signif- icant economic resources on technical instruments such as inventories, maps, charts, surveys, archaeological and en- vironmental analyses, and all types of reports, to pursue the desired World Heritage (WH) status from UNES- CO. With the acquisition of this status, what was only local suddenly becomes globally relevant, thus making a WH site an international attraction. At first glance, the new status might be consid- ered an opportunity to gather a large amount of resources for the development of programs and projects, not only for the conservation and preservation of the ABSTRACT e following essay emerged as a reflec- tion of the authors based on their profes- sional and academic experience working with the development and implementa- tion of preservation programs in several historical centers in Latin America. e purpose of this article is to contextualize the process of listing a historical urban center as a World Heritage site through the United Nations for Education, Sci- ence and Culture Organization (UNE- SCO) and the fundamental role of local communities in achieving the proper preservation of these environments. KEY WORDS: world heritage, local commu- nities, social participation, cultural appro- priation. KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS ENSEÑANZA/TEACHING KARLA NUNES PENNA Arquitecta, urbanista y directora cultural, conferen- cista en el Centro para los Estudios Avanzados en la Conservación Integral (CECI, Brasil) y Doctora Inves- tigadora en la Universidad de Curtin (Australia). Ha trabajado en Brasil y en otros países en desarrollo en la planeación, coordinación e implementación de pro- yectos y de políticas públicas para la preservación del patrimonio cultural en los sitios de Patrimonio para la Humanidad del UNESCO. JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS Arquitecto, Docente Investigador en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (Colombia) y Doctorando de la Universidad de Salamanca (España). Con experiencia en planeación estratégica, organización, gerencia y control de proyectos culturales, incluyendo proyectos a nivel local, regional, nacional e internacional, enfocados en el desarrollo sustentable, patrimonio y programas para fomentar la participación activa de las comunidades. Coordinador del programa: Vigías del Patrimonio Cultural Colombiano, auspiciado por la Fundación Contexto Cultural. FECHA DE RECEPCIÓN: 29 de octubre de 2013 FECHA DE ACEPTACIÓN: 18 de febrero de 2014 The social, human side of World Heritage status KARLA NUNES PENNA Is an architect, urban planner and cultural man- ager, lecturer at the Centre for Advanced Studies in Integrated Conservation (CECI, Brazil), and PhD researcher at Curtin University (Australia). She has worked in Brazil and in other in developing countries, planning, coordinating, and implementing projects and public policies for cultural heritage preservation at UNESCO World Heritage sites. JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS Is an architect, lecturer at the Universidad Colégio Mayor de Cundinamarca (Colombia), and PhD re- searcher at University of Salamanca (Spain). He has expertise in strategic planning, organisation, man- agement and project controlling, and programs at the local, regional, national, and international levels, focused on sustainable development and local com- munities’ engagement programs. Head of the program Vigías del Patrimonio Cultural Colombiano, by the Fundación Contexto Cultural. RESUMEN El siguiente ensayo se presenta como una reflexión de los autores teniendo en cuenta sus experiencias profesionales y académicas en trabajar con el desarrol- lo y implementación de programas de conservación en varios centros históri- cos de América Latina. El propósito de este artículo es contextualizar el pro- ceso de inclusión de un centro urbano histórico como Patrimonio de la Hu- manidad por la UNESCO y el papel fundamental de las comunidades lo- cales para alcanzar con éxito la preser- vación de su ambiente construido. PALABRAS-CLAVE: património mundial, co- munidades locales, participación social, apropiación cultural. INTRODUCCIÓN Todo comienza con una decisión guber- namental. Los gobiernos emprenden grandes esfuerzos políticos e invierten recursos económicos significativos en los instrumentos técnicos tales como los inventarios, mapas, diagramas, le- vantamientos topográficos, los análisis arqueológicos y ambientales, y en toda clase de reportes, para ir en pos del de- seado estado de Patrimonio de la Hu- manidad (PH) de UNESCO. Con la adquisición de dicho esta- do, lo que fue algo solamente local de repente se convierte en algo globalmen- te relevante, así transformando un sitio PH en un atractivo internacional. A primera vista, este nuevo estado puede brindar una oportunidad para conse- guir una gran cantidad de recursos para

Transcript of The social, human side of World Heritage status

| 3

HORIZONTES

INTRODUCTIONEverything starts with a governmen-tal decision. Governments undertake great political efforts, investing signif-icant economic resources on technical instruments such as inventories, maps, charts, surveys, archaeological and en-vironmental analyses, and all types of reports, to pursue the desired World Heritage (WH) status from UNES-CO.

With the acquisition of this status, what was only local suddenly becomes globally relevant, thus making a WH site an international attraction. At first glance, the new status might be consid-ered an opportunity to gather a large amount of resources for the development of programs and projects, not only for the conservation and preservation of the

ABSTRACTThe following essay emerged as a reflec-tion of the authors based on their profes-sional and academic experience working with the development and implementa-tion of preservation programs in several historical centers in Latin America. The purpose of this article is to contextualize the process of listing a historical urban center as a World Heritage site through the United Nations for Education, Sci-ence and Culture Organization (UNE-SCO) and the fundamental role of local communities in achieving the proper preservation of these environments.

key words: world heritage, local commu-nities, social participation, cultural appro-priation.

KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS

ENSEÑANZA/TEACHING

KARLA NUNES PENNAArquitecta, urbanista y directora cultural, conferen-cista en el Centro para los Estudios Avanzados en la Conservación Integral (CECI, Brasil) y Doctora Inves-tigadora en la Universidad de Curtin (Australia). Ha trabajado en Brasil y en otros países en desarrollo en la planeación, coordinación e implementación de pro-yectos y de políticas públicas para la preservación del patrimonio cultural en los sitios de Patrimonio para la Humanidad del UNESCO.

JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHASArquitecto, Docente Investigador en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (Colombia) y Doctorando de la Universidad de Salamanca (España). Con experiencia en planeación estratégica, organización, gerencia y control de proyectos culturales, incluyendo proyectos a nivel local, regional, nacional e internacional, enfocados en el desarrollo sustentable, patrimonio y programas para fomentar la participación activa de las comunidades. Coordinador del programa: Vigías del Patrimonio Cultural Colombiano, auspiciado por la Fundación Contexto Cultural.

FECHA DE RECEPCIÓN: 29 de octubre de 2013

FECHA DE ACEPTACIÓN: 18 de febrero de 2014

The social,

human side of World Heritage status

KARLA NUNES PENNAIs an architect, urban planner and cultural man-ager, lecturer at the Centre for Advanced Studies in Integrated Conservation (CECI, Brazil), and PhD researcher at Curtin University (Australia). She has worked in Brazil and in other in developing countries, planning, coordinating, and implementing projects and public policies for cultural heritage preservation at UNESCO World Heritage sites.

JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHASIs an architect, lecturer at the Universidad Colégio Mayor de Cundinamarca (Colombia), and PhD re-searcher at University of Salamanca (Spain). He has expertise in strategic planning, organisation, man-agement and project controlling, and programs at the local, regional, national, and international levels, focused on sustainable development and local com-munities’ engagement programs. Head of the program Vigías del Patrimonio Cultural Colombiano, by the Fundación Contexto Cultural.

RESUMENEl siguiente ensayo se presenta como una reflexión de los autores teniendo en cuenta sus experiencias profesionales y académicas en trabajar con el desarrol-lo y implementación de programas de conservación en varios centros históri-cos de América Latina. El propósito de este artículo es contextualizar el pro-ceso de inclusión de un centro urbano histórico como Patrimonio de la Hu-manidad por la UNESCO y el papel fundamental de las comunidades lo-cales para alcanzar con éxito la preser-vación de su ambiente construido.

palabras-clave: património mundial, co-munidades locales, participación social, apropiación cultural.

INTRODUCCIÓNTodo comienza con una decisión guber-namental. Los gobiernos emprenden grandes esfuerzos políticos e invierten recursos económicos significativos en los instrumentos técnicos tales como los inventarios, mapas, diagramas, le-vantamientos topográficos, los análisis arqueológicos y ambientales, y en toda clase de reportes, para ir en pos del de-seado estado de Patrimonio de la Hu-manidad (PH) de UNESCO.

Con la adquisición de dicho esta-do, lo que fue algo solamente local de repente se convierte en algo globalmen-te relevante, así transformando un sitio PH en un atractivo internacional. A primera vista, este nuevo estado puede brindar una oportunidad para conse-guir una gran cantidad de recursos para

HORIZONTES | KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS

The social, human side of World Heritage status4 |

el desarrollo de programas y proyectos, no sólo para la conservación y preserva-ción de la estructura urbana, sino tam-bién para la formulación de iniciativas culturales, sociales, económicas y polí-ticas. Sin embargo, esta presunción está equivocada, ya que, de hecho, ningun recurso económico se invierte directa-mente en los sitios PH. En vez de eso, el estado abre las puertas hacia la recauda-ción internacional de fondos y estimula el interés de entidades particulares, pú-blicas, locales y nacionales para apoyar los proyectos locales.

Además de las expectativas po-líticas y económicas, ¿Cuál es el ver-dadero impacto del estado PH en las vidas de los habitantes de ese territo-rio? ¿Participan ellos, o son tan sólo

urban structure, but also for cultural, so-cial, economic, and political initiatives. However, this assumption is incorrect, since, in fact, no economic resources are directly invested in WH sites. Instead, the status opens doors for international fundraising and arouses the interest of private, public, local, and national enti-ties in supporting local projects.

Political and economic expecta-tions aside, what is the real impact of a WH status on site inhabitants’ lives? Are they participating, or they are only spectators of the new context? Do they understand their role in the process? This article aims to examine the issues involved in engaging local commu-nities in the preservation process of World Heritage sites and how the sense of ownership, belonging, and apprecia-tion by these citizens affects the success of the sites’ management.

EFFECTS OF LISTING:AN OVERVIEWIn beginning this reflection, we must clarify that we do mention some con-

cepts of preservation reiteratively in constituting the map of questions and problems that inspired this writing.

In considering the process of a site’s inclusion on the UNESCO list, we can observe effects at three levels: (1) at the territory level, regarding the buildings encompassed by the nomi-nation and including concepts of what tangible and intangible heritage are (and who determines them); (2) at the local community level, including these communities’ heritage appropriations; and, finally, (3) at a level defined by the construction of memory, the essence of communities, and the collective ex-pression of feeling, being and doing. This last one allows the re-creation of steps and experiences to be projected to the new horizons of these commu-nities.

The problem is very similar for each of the three scenarios. Regarding the territory, when a site nomination is granted, it is because there was a politi-cal decision to change the local strategic plans, allowing local governments to

identify which expressions are worthy of global recognition. The governments must undertake a long process, involv-ing researching, mapping, planning, marketing, and weaving an intricate network of actions and movements to obtain WH status (UNESCO, 2013). The question here is whether the deci-sion is made based on detailed studies of the site load capacity, risk analyses, and urban studies, considering factors such as vehicular traffic conditions, pe-destrian access, access for people with disabilities, and other issues that will arise with the increased tourist flow and economic pressure that accompa-nies the status. These context-related issues impact on heritage management and an integrated approach needs to be taken into consideration when estab-lishing management plans (UNESCO et al, 2013). It is necessary for identi-fying and addressing issues regarding strengths, weaknesses, opportunities, and threats that can affect these sites.

Let us address communities. The objective of pursuing a World Heritage

observadores del nuevo contexto? ¿En-tienden su papel en el proceso? Este artículo pretende examinar los asuntos involucrados en los intentos de vincu-lar a las comunidades locales al proceso de la preservación de los sitios Patrimo-nio de la Humanidad y cómo el sentido de pertenencia, posesión y aprecio por parte de dichos ciudadanos afecta el éxito del manejo de los sitios.

LOS EFECTOS DEL REGISTRO:UN PANORAMAAl comenzar esta reflexión, tenemos que clarificar el detalle de que utiliza-mos ciertos términos de la preservación reiterativamente al elaborar el mapa de preguntas y problemas que nos inspira-ron a escribir este artículo.

Al considerar el proceso de la in-clusión de un sitio en la lista de UNES-CO, podemos observar sus efectos en tres niveles: (1) al nivel del territorio en torno a los edificios incluidos en la de-nominación y los conceptos de patrimo-nio tangible e intangible (y quienes los determinan); (2) al nivel de la comuni-dad local, incluyendo la apropiación de su patrimonio; y, por fin, (3) al nivel de-finido por la construcción de la memo-ria, la esencia de las comunidades, y de la expresión colectiva del sentir, ser y ha-cer. Ese último punto permite la re-crea-ción de los pasos y las experiencias que serán proyectadas hacia los nuevos hori-zontes para dichas comunidades.

El problema es muy similar para cada unos de estos tres escenarios. En

El lado humano y socialde la condición de Patrimoniode la Humanidad

KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS | HORIZONTES

| 5El lado humano y social de la condición de Patrimonio de la Humanidad

analyzing official documents at world heritage cites in Latin America, we can observe that sites usually have no long-term management plans that establish programmed action plans including the reinforcement of local appropria-tion, sensitization, and awareness-rais-ing activities.

Another pertinent question is whether the current plans for the pres-ervation of WH sites have been effective tools to strengthen communities and guarantee their wellbeing, or whether they have been configured as tools to strengthen governments and the econ-omy. What we can often observe in our historical centers is that, after the WH status, territories no longer serve as cul-tural spaces where people live and par-ticipate; where the essence of the place no longer has a true sense; where living and enjoying the streets, the parks, and the shops are substituted with the com-ing and going of tourists, as a stage for projects targeting international projec-tion. The place is no longer a cultural environment for enjoyment; instead, it is a commercially feasible enterprise.

guntar si ellas están preparadas para con-frontar un nombramiento UNESCO con toda la presión nacional e interna-cional que conlleva. Estamos conscientes que, sin la adecuada preparación en tér-minos de conocimientos, sensibilización, consciencia, aprecio y apropiación, las comunidades locales no están en condi-ciones de reconocer la importancia del ambiente histórico que habitan. Por eso, no están preparadas a defenderlo, y están expuestas al riesgo de ver que su precioso patrimonio se desvanezca con el tiempo. Al analizar los documentos oficiales en los sitios de patrimonio de la humanidad en América Latina, podemos observar que a menudo no tienen planes de mane-jo a largo plazo que establezcan acciones programadas y que incluyan el fortaleci-miento de la participación, apropiación, la sensibilización y las actividades ten-dientes a elevar las consciencias locales.

Otra pregunta pertinente es si los planes actuales para la preservación de los sitios PH han sido instrumentos eficaces para fortalecer a las comunida-des y asegurar su bienestar, o si han sido

estrategia integrada cuando se elaboran los planes de manejo (UNESCO et al, 2013). Eso es necesario para identificar y ponerse a trabajar en los asuntos rela-cionados a los puntos fuertes y débiles, las oportunidades y las amenazas que pueden afectar a estos sitios.

Vamos a dirigirnos al asunto de las comunidades. El objetivo de buscar el estado de Patrimonio de la Humanidad es alentar la conservación de un lugar por medio del empoderamiento de las comunidades locales para mejorar sus prácticas de manejo (Convenio UNES-CO, 1972). Sin embargo, Rössler declaró (2012) que la mayoría de las nominacio-nes para el Patrimonio de la Humanidad hace diez o veinte años, fueron elabora-dos y presentados por instituciones cen-trales y ministerios, y se inscribieron en la Lista del Patrimonio de la Humanidad sin cualquier consulta con las comunida-des locales y las partes interesadas.

Así, es pertinente preguntar cuán-tos sitios PH gozan una verdadera y fuer-te conectividad con sus comunidades locales. Por consiguiente, podemos pre-

cuanto al territorio, cuando se otorga la denominación de un sitio, es porque existió una decisión política para cam-biar los planes estratégicos locales, per-mitiendo así que los gobiernos locales identifiquen cuáles expresiones merecen un reconocimiento global. Los gobier-nos tienen que emprender un proceso largo que involucra la investigación, la cartografía, la planificación y la merca-dotecnia para tejer una red intricada de acciones y movimientos para obtener el estado de PH (UNESCO, 2013).

La pregunta aquí es si se toma la decisión basada en estudios detalla-dos de la capacidad de carga, los aná-lisis de riesgos y los estudios urbanos, tomando en cuenta factores como las condiciones del tráfico vehicular, el acceso peatonal, acceso para la gente con discapacidades y otros asuntos que aparecerán ante el aumento de el flu-jo turístico y por la presión económica que acompañan al estado designado. Estos asuntos vinculados al contexto tienen su impacto en el manejo del patrimonio, y hay que considerar una

status is to encourage conservation of an area by empowering local commu-nities to improve management prac-tices (UNESCO Convention, 1972). However, Rössler stated (2012) that most World Heritage nominations ten or twenty years ago were prepared and processed by central institutions and ministries and inscribed on the World Heritage List without any con-sultation with local communities and stakeholders.Thus, it is pertinent to ask how many WH sites have a true, strong connectivity to their local communi-ties. Consequently, we can ask whether they are prepared to face a UNESCO nomination with all the national and international pressure that comes with the status. We are aware that, without the correct preparation in terms of knowledge, sensitization, awareness, appreciation, and appropriation, local communities are unable to recognize the importance of the historical envi-ronment they live in. Consequently, they are not prepared to defend it, be-ing exposed to the risk of seeing their precious heritage vanish over time. In

Then, a very complex and long-known process takes place: gentrification. The cost-benefit ratio makes governments and private initiatives the best recipi-ents of the buildings, as only they have the resources to maintain them and make the adjustments required by the contemporary world. Because of the economic pressure, the people who originally lived in the space must be displaced from their own cultural sce-nario.

Regarding memory, understood here as the process of recognizing a site’s value, we cannot think of building any history within a single dimension. Historic centers were built by and for specific groups of people, thus requir-ing these people to give sense to them. People need the possibility of rescue in order to be proud of, to reproduce, and to transmit their own history. Con-cerning community and memory, we must be aware that these people are the only ones who are capable of under-standing their history. What should be done if they are no longer able to live in their sites?

HORIZONTES | KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS

The social, human side of World Heritage status6 |

terested in the status, including those in local communities. This process must take into consideration the fra-gilities and risks that the status can bring, while finding ways to incorpo-rate cultural preservation, social in-clusion, touristic promotion, political interests, and economic balance into the equation. In such a process, it is essential to establish mechanisms, such as forums for shared management, capable of linking, conciliating, and potentiating these different interests, experiences, and resources from the public, private, and social sectors. An example of this type of forum is the Historical Center Management Coun-cil of São Luís, Brazil, created in 2003 (Decree n. 25441, 2003), which seeks to build partnerships between the pub-lic and private sectors and civil society to establish and articulate strategies for regional and local development (see Chart 01). Such mechanisms improve the relationships among all interested stakeholders, encourage the involve-ment of local people, prepare social actors for decision-making processes,

el espacio tiene que ser desplazada de su propio escenario cultural y vivencial.

En cuanto a la memoria, algo que se entiende aquí como el proceso de re-conocer el valor de un sitio, no podemos concebir la construcción de cualquier his-toria dentro de una sola dimensión. Los centros históricos fueron construidos por y para ciertos grupos de personas, con su propio contexto y así, se necesitan aque-llas personas para brindarles algún senti-do. La gente necesita la posibilidad de un rescate para poder sentirse orgullosa de, y así reproducir y transmitir su propia his-toria. En lo que se refiere a la comunidad y la memoria, tenemos que ser conscien-tes que estas personas son las únicas ca-paces de comprender su historia. ¿Qué se debe hacer si ya no es posible que puedan habitar en sus propios territorios?

EL NUEVO ESTADO DE PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: LA MANERA EN LA CUAL SE DEBE LLEVAR A CABO EL PROCESOPermítanos abordar este tema bajo la clásica estrategia de las preguntas in-

NEW WORLD HERITAGE STATUS: HOW THE PROCESS SHOULD BE DONELet us approach this theme under the WH’s question approach: what, who, how, when, where, why, for what, and for whom. For each question, we will have a different answer, finding com-mon points and differences among them. First, what is heritage? Accord-ing to the World Heritage Convention (UNESCO, 1972), heritage consists of three main categories: (1) monuments, (2) groups of buildings (ensembles), and (3) sites, which include historic build-ings, historic areas and towns, archae-ological sites and the contents therein, and historic and cultural landscapes. That is the official concept. However, at the local level, how does the process of determining what heritage is hap-pen? To become a cultural heritage, an asset must be considered valuable within the community and then by the city, the state, the nation, and finally UNESCO. This means that there are several criteria to be considered and a long path to be taken before achieving UNESCO’s WH status. Concerning

dagatorias: qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué y para quién. Para cada pregunta, tendremos una respuesta di-ferente, encontrando algunos puntos en común y diferencias entre ellas.

Primero, ¿Qué es patrimonio en este contexto? De acuerdo a la Conven-ción del Patrimonio Mundial (UNES-CO, 1972), el patrimonio consiste en tres categorías principales: (1) monumentos, (2) conjuntos de edificios y (3) sitios, lo que incluye edificios históricos, lugares y pueblos históricos, los sitios arqueológi-cos y todo el contenido adentro de ellos, y los paisajes históricos y culturales.

Este es el concepto oficial. Sin embargo, al nivel local, ¿Cómo se lleva a cabo el proceso de determinar lo que es patrimonio? Para convertirse en pa-trimonio cultural, un elemento debe ser considerado “valioso” dentro de la pro-pia comunidad y entonces por la ciudad, el estado, la nación, y por fin, UNES-CO. Eso significa que hay varios crite-rios a contemplar y una ruta muy larga a seguir hasta conseguir el estado de PH de UNESCO. Diríamos, en referencia

configurados como herramientas para reforzar a los gobiernos y las economías. Lo que podemos observar a menudo en nuestros centros históricos es que, des-pués de conseguir su estado de PH, los territorios ya no pueden ser considerados como espacios culturales donde la gen-te vive y participa; donde la esencia del lugar ya no tiene un sentido verdadero; donde vivir y disfrutar las calles, los par-ques y las tiendas es re-emplazado por el vaivén de los turistas; convertidos ya en “escenarios” para proyectos enfocados hacia la proyección internacional. El lu-gar deja de ser un ambiente cultural para el disfrute; en vez de eso, se convierte en una empresa comercialmente rentable.

Entonces se da inicio a un recono-cido y complejo proceso: la gentrifica-ción. La relación de costo-beneficio hace que los gobiernos y las iniciativas priva-das sean los mejores destinatarios de los edificios, puesto que tan sólo ellos tienen los recursos para mantenerlos y hacer los ajustes requeridos por el mundo contem-poráneo. Debido a la presión económi-ca, la gente que originalmente vivió en

this first question, heritage is what is valuable to the local community, de-fined through an open process of so-cial participation, considering what all related areas—academia, government, practitioners, industry—think is rele-vant. The definition of what needs to be preserved and how it is going to happen is a constructive, collective, and joint effort.

Second, who determines what heritage is? Heritage will be meaning-ful only if it is a joint output resulting from a dialogue among all involved ac-tors—social, private, public, cultural, and political—and considering their administrative and economic contexts. Focusing on the communities’ role, if local people do not participate collab-oratively, the process no longer meets the first main condition of being a rec-ognized socio-cultural expression, and the risk of its disappearing increases.

How does a cultural asset become a World Heritage site for its people? The most positive way is to harmonize and reconcile the interests of all actors in-

KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS | HORIZONTES

| 7El lado humano y social de la condición de Patrimonio de la Humanidad

a esta primera pregunta: El patrimonio es lo que es valioso a la comunidad local, definido por medio de un pro-ceso abierto de participación social y contemplando lo que todas las áreas relacionadas—academia, gobierno, practicantes, industria—consideran relevante. La definición acerca de lo que hay que preservar y cómo se va a realizarlo es un esfuerzo constructi-vo, colectivo y colaborativo.

Segundo, ¿Quién determina lo que es patrimonio? El patrimonio tendrá un significado tan sólo si es un resultado

and demonstrate the available resourc-es. Through such a collective effort, it is possible to prepare the community for the WH situation.

When are people ready to recognize an asset as a WH site? Inclusion on the list takes time and depends on a long sequence of events, which de-pends on the type of population living at the location. It means undertaking a serious and long process of sensiti-zation and appropriation, including fostering strong education programs and awareness-raising activities to mo-bilize everyone living in the location. For example, the awareness program “Vigias del Património Cultural” im-plemented in Colombia illustrates an effective involvement of local com-munities and their heritage (see Chart

2). The focus of such programs is on building the sense that, since heritage was constructed by people in response to past social needs, its value must also be transmitted essentially by people. That transmission is an important part of conservation, safeguarding not only the cultural heritage but also, more importantly, the sustainable and social development of the community of a specific place (Flechas, 2013).

Furthermore, regarding the plac-es to be preserved, defining where heritage is, it is not about a geographic space, a historic center, or an ensemble. The definition includes a reference to representation, how a specifically built environment represents a specific com-munity, and the people who live in, un-derstand, and give sense to the place.

Why hold WH status? This is a com-plex question. For people who appre-ciate their heritage, the meaning of their cultural values is clear, so it is easier to determine why such a status is important to their lives. However, in interviewing local people around World Heritage sites, we can identify that, for them, such appreciation is not a sufficient justification for the exten-sive effort required to obtain the WH title. Then, the question is whether this perception is the same for those who have other types of interests in the WH status. Politicians and the economic sector consider heritage relevant, but the economic factor may lead the mo-tivation. This is a risky situation. Con-sidering heritage merely as a source of economic benefits and disregarding the fragility and capacity of these loca-

producido por medio de un diálogo en-tre todos los actores—sociales, particu-lares, públicos, culturales y políticos—y tomando en cuenta sus contextos admi-nistrativos y económicos. Al concentrar nuestra atención en el papel de la co-munidad, si la gente local no participa de manera colaborativa, el proceso ya no satisface la primera condición prin-cipal, la de ser reconocida como una expresión socio-cultural local, y así, aumenta el riesgo de su desaparición.

¿Cómo se convierte un elemento cultural en un sitio de Patrimonio de la

Humanidad para su gente? La manera más positiva es la de armonizar y recon-ciliar los intereses de todos los actores interesados en el estado, incluyendo representantes de las comunidades lo-cales. Este proceso tiene que considerar las fragilidades y los riesgos que el esta-do puede provocar, mientras se buscan maneras de incorporar la preservación cultural, la inclusión social, la promo-ción turística, los intereses políticos y el equilibrio económico en la ecuación. En tal proceso, es esencial establecer me-canismos de participación, tales como

Reuniones del Consejo del Manejo del Centro Histórico de Sao Luís, Brasil Por: Edgar Rocha.La Ciudad de Sao Luís creó una institución que aglomeró todos los actores del Centro Histórico a definir los objetivos y estrategias compartidos para poder confron-tar los problemas estructurales que afectan al Centro Histórico, promover el desarrollo social basado en las potencialidades de su patrimonio cultural y fortalecer la acción integral de la planeación para orientarla hacia la preservación. Después de la negociación dentro de un ambiente de manejo compartido, la comunidad pudo debatir mejor los asuntos e iniciativas pertinentes a la zona. (Penna et al, 2003).

photos 1 and 2. Historical centre management council meetings – são luís, brazil. By: edgar rocha.The city of são luís created an institution that gathered all the historic center’s stakeholders to define shared objectives and strategies in order to face structural problems affecting the historic center, promote social development based on the potentialities of its cultural heritage, and strengthen integrated planning action towards preserva-tion. Following negotiation within a shared management environment, the community could better discuss issues and initiatives pertinent to the area (penna et al, 2003).

HORIZONTES | KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS

The social, human side of World Heritage status8 |

trimonio cultural en sí, sino también, y especialmente, el beneficio social de las comunidades en la consolidación de su memoria y el desarrollo sustentable del territorio. (Flechas, 2013).

Además, en referencia a los luga-res a ser preservados, podemos recalcar que definir el “dónde” de un patrimo-nio no se trata tan sólo de un espacio geográfico, un centro histórico o un conjunto. La definición incluye una re-ferencia a la representación y cómo un ambiente construido específicamente representa una comunidad específica, y a las personas que lo habitan, lo com-prenden y otorgan sentido al lugar.

¿Por qué conseguir el estado de PH? Esta es una cuestión compleja. Para la gente que aprecia su patrimonio, el significado de sus valores culturales es claro, y así, es más fácil determinar por qué tal estado es importante en sus vidas. Sin embargo, al entrevistar a la gente local alrededor de sitios Pa-trimonio de la Humanidad, podemos identificar que para ellos, tal aprecio no es una justificación para el esfuerzo

y depende de una larga secuencia de eventos, lo que depende del tipo de población que vive en el lugar. Implica emprender un proceso largo y serio de sensibilización y apropiación, algo que incluye el fomento de fuertes programas educativos y actividades de concientiza-ción para movilizar a toda la gente que vive en el lugar. Por ejemplo, el progra-ma de concientización “Vigías del Pa-trimonio Cultural” que se implementó en Colombia ilustra una participación eficaz de las comunidades locales y su patrimonio (vea Tabla 2). El enfoque de este programa consiste en ayudarle a las comunidades a fortalecer su sentido de pertenencia y la apropiación social del patrimonio cultural, puesto que sus manifestaciones y expresiones culturales han sido construidas por sus ancestros en respuesta a las necesidades y contex-tos sociales y culturales del pasado, su valor también tiene que ser transmiti-do y construido esencialmente por sus habitantes. Aquella transmisión es una parte importante de la conservación, ya que salvaguarda no tan sólo el pa-

foros, talleres, y demás actividades que se consoliden como espacios de diálo-go, que permitan vincular, reconciliar y concertar estos diversos intereses, expe-riencias y recursos derivados de los sec-tores públicos, privados y sociales.

Un ejemplo de este tipo de foro es el Consejo para el Manejo del Centro Histórico de São Luís, Brasil, creado en 2003 (Decreto N° 25441, 2003), el cual busca forjar asociaciones entre los sectores públicos y privados y la sociedad civil para establecer y articular estrate-gias para el desarrollo regional y local (vea Tabla 1). Tales mecanismos mejo-ran las relaciones entre todos los actores interesados, alientan la participación de la gente local, preparan a los actores sociales para los procesos de la toma de decisiones e identifican los recursos disponibles. Por medio de tal tipo de esfuerzo colectivo, es posible preparar a la comunidad para una situación de PH.

¿Cuándo está lista la gente para recono-cer a un bien cultural como un sitio PH? La inclusión en la lista requiere tiempo

egies for the development of preserva-tion policies focused on the demands of local people. In this sense, social en-gagement is essential.

Every citizen must learn how to appreciate and value their heritage so that they become active agents in preserving and propagating it. The recognition between individuals and their culture is built on the individ-uals’ sense of ownership and con-sequent appropriation and respect, making citizens conscious of their role as protagonists in the three scenarios (territory, community, and memory). It is also important to keep all actors working together, aiming at common objectives, joining their efforts, com-bining forces, and thus consolidating a single and true identity. This will result in the strengthening of the ad-ministrative and political local struc-ture while maintaining the essence and roots of the site. This is essential for the preservation process, consid-ering that the preservation guide-lines for each historic site need to be defined in accordance with what the

way to manage a WH status. In fact, we cannot prioritize either tourism or culture. The successful management of historical sites relies on a balance between tourist activities and cultural respect, where both areas support and collaborate with one another (Peder-sen, 2002). Tourism by itself is dan-gerous and exposes the fragilities of the site. Tourism can bring benefits only if it provides the resources re-quired by cultural initiatives, based on pre-established studies of all strategies undertaken by all institutions and con-sidering all stakeholders related to the cultural environment in a joint process of construction aimed at achieving shared outcomes by all and for all, as heritage must be.

CONCLUSIONBeing listed as a World Heritage site puts a historic site on the global stage, providing access to international tech-nical and financial resources, tourism promotion, and stimuli for the local economy. However, attached to these benefits, the status requires new strat-

tions transforms historical places into mere attractions for the attainment of resources and political benefits rather than cultural environments to be en-joyed.

Simultaneously, we ask for whom heritage is being preserved? People understand heritage as a cul-turally valuable property but also start to understand how it can be econom-ically valuable to foreigners. UNES-CO should establish the development and implementation of strategies for strengthening local communities as a sine qua non condition for governments before granting the WH status, thus ensuring better long-term manage-ment plans that consider local people. This can lead to a more administrative-ly, economically, and socially sustain-able preservation process.

The last question is, what is the purpose of being a WH site? In gener-al, being a WH site involves political and economic decisions in converting places that offer attractive commercial products for tourism. This view has proven not to be the most effective

KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS | HORIZONTES

| 9El lado humano y social de la condición de Patrimonio de la Humanidad

extensivo que se requiere pare obtener el título de PH. Entonces, la cuestión es si esta percepción es la misma para aquellos que tienen otros tipos de in-tereses en el estado de PH. Los políti-cos y el sector económico consideran al patrimonio como relevante, pero el factor económico puede ser el incenti-vo principal de la motivación. Es una situación de riesgo. Al considerar al pa-trimonio solamente como una fuente de beneficios y al hacer caso omiso de la fragilidad y la capacidad de esos lu-gares, se transforman los lugares histó-ricos en solo atractivos para conseguir recursos y beneficios políticos en vez de ambientes culturales para disfrutar.

Simultáneamente, preguntamos ¿para quién está siendo preservado el patrimonio? Las comunidades entien-den el patrimonio como una propiedad culturalmente valiosa, pero también comienzan a entender cómo puede ser económicamente valiosa para los ex-tranjeros. UNESCO debe establecer el desarrollo y la implementación de es-trategias para fortalecer a las comuni-

dades locales como una condición sine qua non para los gobiernos antes de conferir el estado de PH a un sitio para así asegurar mejores planes de manejo a largo plazo que incluyan a las comu-nidades locales. Esto puede producir un proceso de preservación más sus-tentable en términos administrativos, económicos y sociales.

La última pregunta es: ¿Cuál es el propósito de ser un sitio PH? En general, ser un sitio PH involucra decisiones po-líticas y económicas en convertir lugares que ofrecen atractivos productos comer-ciales para el turismo. Esta perspectiva no ha resultado ser la manera más eficaz para manejar el estado de PH. De hecho, no podemos dar una “prioridad”, ni al turismo, ni a la cultura. El manejo exi-toso de los sitios históricos depende de un equilibrio entre las actividades turís-ticas y el respeto cultural, donde ambos rubros se apoyan y colaboran entre sí (Pedersen, 2002). El turismo por sí sólo es peligroso y expone las fragilidades del sitio. El turismo puede traer beneficios tan sólo si provee los recursos requeridos

photos 3 and 4. Vigias del Património Cultural workshop – Villa de Leyva, Colombia. By: José Hernando Torres Flechas (2011).Taller de Vigias del Patrimonio Cultural – Villa de Laya Por: José Hernando Torres Flechas (2011).The Vigias del Património Cultural program is a strategy for encouraging citizen participation in the social appropriation of cultural heritage that focuses on promoting respect for cultural diversity. Under a voluntary scheme, Colombian communities are organized to recognize, value, protect, retrieve, disseminate, and identify initiatives for sustainability of the nation’s cultural heritage (Ministerio de Cultura, 2013). / El programa de las Vigias del Patrimonio Cultural es una estrategia para alentar a la participación ciudadana en la apropiación social del patrimonio cultural que enfatiza la promoción de un respeto para la diversidad cultural. Bajo una esquema voluntaria, las comunidades colombianas son organizadas para reconocer, valorar, proteger, rescatar, diseminar e identificar iniciativas para la sustentabilidad del patrimonio cultural de la nación (Ministerio de Cultura, 2013).

por las iniciativas culturales, basado en estudios pre-establecidos de todas las estrategias emprendidas por todas las instituciones y considerando a todos los actores relacionados al ambiente cultural en un proceso conjunto de construcción dirigido al logro de resultados comparti-dos por todos y para todos, tal como un patrimonio tiene que ser.

CONCLUSIÓNTener un registro como un sitio de Pa-trimonio de la Humanidad coloca al sitio histórico en un escenario global y provee acceso a los recursos técnicos y financieros internacionales, así como genera la promoción del turismo y estí-mulos para la economía local. Sin em-bargo, agregado a dichos beneficios, el estado requiere nuevas estrategias para el desarrollo de políticas de preserva-ción enfocadas en las necesidades de las comunidades locales. En este sentido, un engranaje social es esencial.

Cada ciudadano debe aprender cómo apreciar y valorar su patrimonio para que se convierta en un agente activo

local people perceive as worth preserv-ing (Gilmour, 2006).

On the one hand, it is neces-sary to have a commitment from UNESCO in seeking more effective instruments of social inclusion. On the other hand, communities need to be committed and improve both their capacity to understand and their participation in the preservation deci-

sion-making process. People cannot just wait for national and internation-al institutions to decide what is best for them. They are the only ones who have a comprehensive understanding of life on the site and therefore can help in making decisions, since they know how the place has changed over the years and how it can be better adapted to today’s globalized world.

The communities that inhabit poten-tial WH sites, especially when they are traditional societies, should be in-timately involved in the safeguarding of sites’ memory, vitality, and conti-nuity through history (ICOMOS, 2008).

HORIZONTES | KARLA NUNES PENNA y JOSÉ HERNANDO TORRES FLECHAS

The social, human side of World Heritage status10 |

las instituciones nacionales e interna-cionales decidan lo que más les “con-viene”. Ellos son los únicos que tienen una comprensión global de la vida en el territorio, y por eso, pueden ayu-dar a tomar las decisiones, puesto que ellos saben cómo el lugar ha cambia-do a lo largo de los años y cómo pue-de ser adaptado al mundo globalizado de hoy. Las comunidades que habitan los sitios potenciales de ser PH—en particular cuando son sociedades tra-dicionales—tienen que ser involucra-das íntimamente en las acciones para salvaguardar la memoria, la vitalidad y la continuidad del sitio a lo largo de la historia (ICOMOS. 2008).

Este es algo esencial para el proceso de la preservación; al considerar que las pautas para la preservación de cada sitio tienen que ser definidas de acuerdo a lo que la gente local estime como digno de la preservación (Gilmour, 2006).

Por un lado, es necesario con-tar con un compromiso por parte de UNESCO a buscar instrumentos más efectivos para fomentar la inclusión so-cial. Por otro lado, las comunidades en sí tienen que ser más comprometidas y mejorar tanto su capacidad de com-prender como su participación en el proceso de toma de decisiones referen-tes a la preservación. La gente no puede permitirse el lujo de esperar para que

para preservarlo y propagarlo. El recono-cimiento entre los individuos y su cul-tura se erige sobre un sentido de “perte-nencia” del individuo y por consiguiente de apropiación y respeto, el reto es hacer que los ciudadanos sean conscientes de su papel como protagonistas en los tres escenarios (territorio, comunidad y me-moria). También es importante lograr que todos los actores sigan trabajando en conjunto, orientándose hacia obje-tivos comunes, juntando sus esfuerzos y así, consolidando una sola identidad verídica. Esto traerá como un resulta-do el fortalecimiento de la estructura administrativa y política local mientras mantiene la esencia y las raíces del sitio.

REFERENCES

Decree #25441. (2003). Dispõe sobre a instalação do

Núcleo Gestor do Centro Histórico de São Luís e dá

outras providências. In 15 August 2003. DOM: Sao

Luis, Brazil

De la Mora, L. (2002). Os desafios a superar para

desenvolver programas de conservação urbana in-

tegrada. In Zancheti, S. (Ed.). Gestão do patrimônio

cultural integrado. Recife, Brazil: Ed. Universitária

da UFPE.

Flechas, J. H. (2013). Vigías del Patrimonio Cultur-

al Colombiano: Una experiencia de sensibilización,

aproximación y apropiación del patrimonio desde el

aula. 8th International Meeting Ciudad Imagen

y Memoria. 20-24 May 2013. Santiago de Cuba,

Cuba: Universidad de Oriente.

Gilmour, T. (2006). Sustaining heritage: Giving the

past a future. Sydney, Australia: Sydney University

Press.

International Council on Monuments and Sites

(ICOMOS). (2008). Quebec declaration of the spirit

of the place. Retrieved from http://www.internation-

al.icomos.org/quebec 2008.

Ministerio de Cultura. (2013) Programa Nacion-

al Vigias del Patrimonio Cultural. Retrieved from

http://www.mincultura.gov.co/areas/patrimonio/

investigacion-y-documentacion/programa-nacio-

nal-de-vigias-del-patrimonio-cultural/Paginas/de-

fault.aspx.

Penna, K., Campelo, S. and Taylor, E. (2013). The

challenge of cultural heritage shared management in de-

veloping countries. 8th International Meeting Ciudad

Imagen y Memoria. 20-24 May 2013. Santiago de

Cuba, Cuba: Universidad de Oriente.

Penna, K. and Taylor, E. (2013). Managing institutions

or managing egos? The challenges of cultural heritage

shared management. XII International AIMAC Con-

gress. 26-29 June 2013. Bogota, Colombia: Universi-

dad de los Andes.

Pedersen, A. (2002). Managing tourism at World Her-

itage Sites: A practical manual for World Heritage Site

managers. Paris: UNESCO World Heritage Centre.

Retrieved from: http://whc.unesco.org/en/series/1/

Rössler, M. (2012). Partners in site management - A

shift in focus: Heritage and community involvement.

In Albert, M.-T., Richon, M., Viňals, M.J. and Wit-

comb, A. (eds). Community Development through

World Heritage. Paris, UNESCO World Heritage Cen-

tre. (World Heritage Papers 31, pp. 27-31). Retrieved

from http://whc.unesco.org/en/series/31/

United Nations Educational, Scientific and Cultural

Organization (UNESCO). (1972). World Heritage

Convention. Retrieved from http://whc.unesco.org/

archive/convention-en.pdf

United Nations Educational, Scientific and Cultural

Organization – UNESCO. (2013), Operational guide-

lines for the implementation of the world heritage con-

vention, Retrieved from http://whc.unesco.org/archive/

opguide13-en.pdf..

United Nations Educational, Scientific and Cultur-

al Organization – UNESCO, International Centre

for the Study of the Preservation and Restoration of

Cultural Property - ICCROM, International Coun-

cil on Monuments and Sites – ICOMOS, and Inter-

national Union for Conservation of Nature - IUCN

(2013). Managing cultural world heritage. UNESCO:

Paris. Retrieved from http://whc.unesco.org/up-

loads/activities/documents/activity-703-1.pdf

ENDNOTES

1 Karla Nunes Penna is an architect, urban plan-

ner and cultural manager, lecturer at the Centre

for Advanced Studies in Integrated Conservation

(CECI, Brazil), and PhD researcher at Curtin

University (Australia). She has worked in Brazil

and in other in developing countries, planning,

coordinating, and implementing projects and

public policies for cultural heritage preservation

at UNESCO World Heritage sites.

2 José Hernando Torres Flechas is an architect,

lecturer at the Universidad Colégio Mayor de

Cundinamarca (Colombia), and PhD researcher

at University of Salamanca (Spain). He has ex-

pertise in strategic planning, organisation, man-

agement and project controlling, and programs

at the local, regional, national, and international

levels, focused on sustainable development and

local communities’ engagement programs. Head

of the program Vigías del Patrimonio Cultural Co-

lombiano, by the Fundación Contexto Cultural.