Sociedades deportizadas. Una aproximación a la historia del deporte

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Sociedades deportizadas. Una aproximación a la historia del deporte Egresado de la Maestría en Historia de México Universidad de Guadalajara (México) Miguel Ángel Esparza Ontiveros [email protected] Resumen Este artículo trata de explicar cómo fue construido el campo de la historia del deporte. Se pretende explicar cuáles han sido las aproximaciones teóricas e historiográficas empleadas para historiar a los deportes y se muestran cuáles son las temáticas más populares que los historiadores han trabajado. La idea del artículo es incentivar el estudio histórico de los deportes en México. Palabras clave: Historia del deporte. Historiografía. Modelos teóricos. Giro cultural Abstract This paper tries to explain how the sport history field was build. It aims to explain what were the theoretical and historiographical approaches used to make sport history and also we want to show what are the most popular topics that the sport historians have used to make sport history. The idea of this paper is to encourage the historical study of sport in México. Keywords: Sport history. Historiography. Theoretical models. Cultural turn http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 144 - Mayo de 2010

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Sociedades deportizadas. Una aproximación a la

historia del deporte

Egresado de la Maestría en Historia de México

Universidad de Guadalajara

(México)

Miguel Ángel Esparza Ontiveros

[email protected]

Resumen Este artículo trata de explicar cómo fue construido el campo de la historia del deporte. Se pretende

explicar cuáles han sido las aproximaciones teóricas e historiográficas empleadas para historiar a los deportes y

se muestran cuáles son las temáticas más populares que los historiadores han trabajado. La idea del artículo es

incentivar el estudio histórico de los deportes en México. Palabras clave: Historia del deporte. Historiografía. Modelos teóricos. Giro cultural

Abstract

This paper tries to explain how the sport history field was build. It aims to explain what were the

theoretical and historiographical approaches used to make sport history and also we want to show what are the

most popular topics that the sport historians have used to make sport history. The idea of this paper is to encourage the historical study of sport in México.

Keywords: Sport history. Historiography. Theoretical models. Cultural turn

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 144 - Mayo de 2010

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Sociedades deportizadas

(Una aproximación a la historia del deporte)

Miguel Esparza

Resumen

Este artículo trata de explicar cómo fue construido el campo de la historia del deporte. Se

pretende explicar cuáles han sido las aproximaciones teóricas e historiográficas empleadas

para historiar a los deportes y se muestran cuáles son las temáticas más populares que los

historiadores han trabajado. La idea del artículo es incentivar el estudio histórico de los

deportes en México.

Palabras clave: historia del deporte, historiografía, modelos teóricos, giro cultural

Abstract

This paper tries to explain how the sport history field was build. It aims to explain what

were the theoretical and historiographical approaches used to make sport history and also

we want to show what are the most popular topics that the sport historians have used to

make sport history. The idea of this paper is to encourage the historical study of sport in

México.

Keywords: sport history, historiography, theoretical models, cultural turn

Miguel Ángel Esparza Ontiveros, egresado de la Maestría en Historia de México, Universidad de

Guadalajara (México), [email protected]

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Introducción: el reto de historiar los deportes

Como una incitación a la discusión y al dialogo planteo las siguientes interrogantes: ¿qué

importancia tienen los deportes en la actualidad para nuestro modo de vida? Y sobre todo

¿qué importancia tiene historiar los deportes? Respondiendo a la primera de las preguntas

la importancia que los deportes representan para nuestro modo de vida radica en la fuerte

presencia y en el espacio ganado entre y dentro de la sociedad. Nuestra propia experiencia

puede fácilmente clarificar aún más el punto. Considero que como una característica de

nuestra generación, al menos una vez en la vida, hemos tenido algún contacto con las

actividades deportivas, ya sea como practicantes activos o como aficionados.

Los deportes encarnan en nuestra sociedad actual una revolución cultural porque sin

duda alguna, cautivan y fascinan al ser humano, es cuestión de poner atención a nuestro

alrededor y notaremos cómo la sociedad vive rodeada de una atmósfera deportiva, vivimos

inmersos en un ambiente donde los deportes constantemente hacen acto de aparición. No

tendremos que esperar mucho para observar o escuchar algo relacionado con las prácticas

deportivas que en nuestro entorno se están desarrollando.

Resulta normal ver personas vistiendo ropa deportiva (camisetas, gorras, chamarras

alusivos a algún deporte, equipo o deportista), así como anuncios y publicidad sobre

deportes (o utilizados como estrategia de venta). Somos participes o testigos de charlas y

discusiones sobre temas deportivos, día a día los medios hacen eco de las noticias

deportivas y generalmente los fines de semana (sábados y domingos) son días dedicados

para practicar o ver deportes, es una costumbre ya arraigada para muchos mexicanos

dedicar estos días al cultivo y disfrute de estas actividades. En el ambiente circundante

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existen edificaciones monumentales con carácter y funcionalidad deportiva que

cotidianamente fungen como un espacio recreativo o de entrenamiento donde confluyen

personas que se identifican con el estilo de vida deportivo. Lo anterior nos señala que la

cultura deportiva que nos rodea ha propiciado la creación de todo un sistema que ha

producido una moda, un mercado de bienes y servicios, una tradición, una conciencia y un

mundo propiamente deportivo.

En los últimos cien años los deportes han acompañado la vida de los mexicanos

modelando la situación actual que nos abraza. Todos sabemos lo que es un gol, todos

tenemos una noción básica de lo que es el fútbol, el atletismo, el básquetbol o quiénes son

Pelé, Maradona, el Tiger Woods, Hugo Sánchez, Ana Guevara o el Santoi, y también, sin

ser practicantes o aficionados tenemos una idea de lo que son los deportes, en una palabra,

difícilmente podríamos vivir o concebir nuestra sociedad sin ellos.

José Ortega y Gasset definía a los deportes como “la forma superior de la existencia

humana”,ii porque los deportes por su carácter multifactorial inciden en gran cantidad de

ámbitos y esferas de la vida, los deportes como una expresión socio-cultural de las

actividades humanas actuales se encuentran presentes en algunos de nuestros intereses más

importantes como la política, la economía, incluso, la religión, con lo cual, podemos

manifestar que la era actual puede ser descrita como la era deportiva o de las sociedades

deportizadas.

Pareciera un poco presuntuosa esta idea pero la realidad marca que los deportes son

las únicas actividades que fehacientemente logran reunir a las sociedades del mundo en un

mismo punto y momento, piénsese en los Juegos Olímpicos o en la Copa Mundial de

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Fútbol, eventos de gran escaparate político donde se mueven grandes cantidades de dinero,

que gozan de la mayor difusión mediática y que han transformado culturalmente la noción

del ocio, del tiempo libre y del cuerpo, un claro reflejo del proceso de deportivización

global que vivimos.

Los deportes son vehículos de comunicación de lo que culturalmente somos, pues a

través de ellos expresamos sentimientos, valores, costumbres, estilos de vida, sistemas de

comportamientos, es decir, por medio de los deportes podemos definir quiénes somos, pues

de acuerdo a la manera en que una sociedad concibe y práctica el deporte, se puede definir

a sus miembros.

A lo largo de la historia las actividades físicas y corporales han tenido gran

importancia social. Claramente podemos vislumbrar el lugar que ocupaban las actividades

físicas y corporales en sociedades antiguas y prehistóricas en vasijas o en el arte rupestre

donde se dibujaron escenas de la vida cotidiana que expresaban la forma en que los seres

humanos hacían uso de sus cuerpos en forma de caza, ejercicios de guerra, rituales

religiosos, danzas, formas de ocio, diversión y competencia.

Sin embargo, la actividad física, sobre todo a partir del siglo XIX cuando tomó la

forma de los actuales deportes, dejó de ser un punto importante de la sociedad al menos en

lo tocante a su estudio histórico y social. Las academias tanto de historia así como de

educación física y deportes han relegado al olvido y la marginalidad a los estudios sociales

del deporte, por considerar que no tienen el valor suficiente para producir conocimiento

científico que pueda explicar las cuestiones importantes del devenir humano. Dicho por

Jean Marie Brohm “el deporte nunca ha sido objeto de estudios profundos y sistemáticos a

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la luz de las ciencias humanas modernas (…) el deporte es todavía el pariente pobre de la

investigación científica.”iii

La historia se escribe desde el presente y los historiadores actuales aún no se han

dado cuenta del impacto que ejercen las actividades deportivas en la sociedad de nuestro

tiempo. En Guadalajara (México) en menos de dos años se celebrará un evento deportivo

de importancia internacional (la edición número XVI de los Juegos Panamericanos), donde

se espera recibir a miles de deportistas y aficionados de todo el continente, sin embargo, la

historia y los historiadores no trabajan a la par de estos hechos, ya que no se han

preocupado por iniciar el estudio histórico y social de estas actividades, por tanto, este

campo disciplinario continuará estando en la marginalidad y en espera de ser encontrado

como una opción de trabajo y estudio para la historia nacional por algún tiempo más.iv

En la actualidad la validez de la historia del deporte no debe estar en tela de juicio,

porque indagar en la historia de los deportes invariablemente conlleva a adentrarse y

analizar otros procesos históricos con los cuales se relaciona íntimamente o de los que son

dependientes directos. Los deportes (el estudio de su historia) revelan una nueva

perspectiva de mirar el pasado. Los deportes, al igual que otras actividades, ofrecen la

oportunidad de visualizar los cambios y modificaciones que sufren las sociedades en

determinado momento histórico.

Los deportes como novedad histórica representan grandes retos para el historiador,

el más significativo es el reconocimiento de su labor por parte de la academia y ante los

colegas. El historiador debe ser capaz de demostrar que el estudio de los deportes nos

permite tener un mejor entendimiento del cúmulo de acciones y experiencias de una

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sociedad desde su origen y hasta el presente. El estudio del deporte contribuye a conocer

mejor nuestro pasado y los procesos inmersos que componen el sistema deportivo: los

procesos que les dieron surgimiento, las formas deportivas y las situaciones en las que

ocurrieron, las características que distinguen un deporte de otro, los resultados, la

participación deportiva, la organización y la construcción de comunidades que los practican

en escala local, nacional e internacional.

En otras academias del mundo los deportes comenzaron a ser estudiados porque los

investigadores se dieron cuenta del lugar y la importancia que tienen éstos en la sociedad.

Los trabajos iniciales en esta materia se iniciaron en los años 60’s, tratando de ilustrar los

cambios en las condiciones y relaciones sociales interrelacionadas con los deportes que a la

larga condujeron a la creación/construcción de un campo dedicado especialmente al estudio

e investigación de estas actividades.v

Peter Burke señala que para lograr que las academias de la historia se abran, acepten

y comiencen a desarrollar nuevos temas y campos de estudio como la historia de los

deportes, es necesario que el paradigma a seguir por parte de los académicos de un “giro

cultural”, esto consiste en reconocer el valor que tienen “todas las actividades y todos los

individuos como seres y objetos históricos.”vi

Como tal, la historia del deporte es una subdisciplina de reciente creación que surge

en la década de los 70’s.vii La construcción del campo de la historia del deporte responde a

un esfuerzo realizado a partir de la década de 1960 dentro del english speaking world

(mundo de habla inglesa)viii que fructifica significativamente hasta el año 1973, con la

fundación de la North American Society for Sport History (Sociedad norteamericana para la

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historia del deporte) y la publicación de la Journal of Sport History (Revista de historia del

deporte).ix

Cabe señalar que mucho de lo aquí expuesto tiene como base y guía principal las

ideas establecidas por aquellos historiadores que se han interesado en investigar cómo se ha

construido el campo, historiadores en su mayoría pertenecientes al mundo anglosajón por lo

que las tendencias historiográficas, teorías, conceptos y ejemplos aquí presentados han sido

recopilados (y en su caso traducidos) de varios de sus textos y trabajos que he tenido

oportunidad de conocer y que a mi juicio considero como los más representativos para

entender la construcción de la subdisciplina de la historia del deporte.x

Haciendo camino al andar: los inicios de la historia del deportexi

En los primeros pasos de la naciente disciplina de la historia del deporte, los estudios

desarrollados, de acuerdo a Allan Metcalfe, se enfocaron a definir lo que es el deporte. Esta

empresa pudiera parecer banal y ociosa, sin embargo, no es nada sencilla ya que el término

deporte engloba un amplio número de prácticas y disciplinas, algunas muy diferentes entre

sí y las cuales tienen orígenes en contextos también distintos. Estos primeros trabajos

permitieron la diferenciación y separación del deporte de la educación física, los ejercicios

militares, el juego y la danza, actividades similares pero culturalmente distintas.xii

Estos trabajos permitieron descubrir nuevos materiales, reconstruir fuentes y

analizar datos acerca del desarrollo y cambio de las actividades deportivas a fin de poder

comprender y explicar cuál fue el proceso histórico de todas las clases de deportes, de los

festivales deportivos y de las organizaciones deportivas en una región en concreto y en

específicos períodos de tiempo. Esto dio luz al establecimiento y consolidación del campo

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ya que ubicó temporal y espacialmente el rumbo de las investigaciones futuras y su

temática, las cuales, localizaban las características de los modernos deportes en el seno

industrial, capitalista, urbano y occidental de Inglaterra.

En esta primera etapa (previo a 1980), la mayoría de los estudios de la historia del

deporte fueron desarrollados de manera descriptiva-narrativa, esto se debe a que muchos de

los autores fueron formados en educación física y no en historia.xiii La descripción se

enfoca de acuerdo a Nancy Strunaxiv a explicar dos cuestiones básicas “quién” y “qué”, un

modelo unidimensional que de manera secuencial y cronológica ordena la información

empírica proveniente de las fuentes primarias. Esta forma de trabajar la historia se

denomina como empirista y de acuerdo a Murray G. Phillips, es uno de los métodos

dominantes de la historia consistente en detallar meticulosamente los hechos, para que éstos

“hablen por sí mismos”.xv

Este tipo de trabajos han sido poco valorados por contar con escasa teoría y por

considerar que la descripción, por su simplicidad, tiene poco que ofrecer a la ciencia

histórica, sin embargo, Fernand Braudel nos dice que el material con el que trabaja el

historiador, al encontrarse distribuido en forma de anécdotas en gran cantidad de hechos,

requiere de ser sometido a una rigurosa crítica selectiva a fin de clasificar y poner en orden

toda la información que permita realizar la explicación histórica mediante la descripción de

los hechos más significativos de un proceso.xvi

En esta primera etapa de la historia del deporte como ya se dijo, el estatus quo

prevaleciente era el de la descripción narrativa y aunque se diga lo contrario, sus

aportaciones resultan valiosas para echar andar el campo. La labor descriptiva-narrativa de

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la historia es una labor tan importante como lo son la de sus aspectos analíticos, los cuales,

saltan a la palestra de la historia del deporte a partir de 1985 y con lo cual se arriba a la

segunda etapa del estudio de la historia del deporte.

El deporte en la sociedad: la segunda etapa de la historia del deporte y sus tendencias

A mediados de los años 80’s, el estudio del deporte de alguna manera se transforma y

adquiere una faceta más analítica. El estudio de los deportes se enfocó a encontrar el rol

que ocupan estas actividades dentro de la sociedad, así como sus funciones sociales y

contribuciones para el desarrollo de algunas instituciones o grupos que las promovían y

practicaban. Nancy Struna señala que la historia del deporte adoptó los puntos de análisis

de la historia social, lo que ha permitido a los académicos a explorar e investigar cuestiones

de identidad individual y colectiva que incluyen el urbanismo, la clase social, la raza, el

género y el nacionalismo.xvii

Este nuevo enfoque entre el deporte y la sociedad llevó a los historiadores del

deporte a la siguiente etapa, caracterizada por el desarrollo de trabajos más analíticos y

teóricos que descriptivos. Douglas Booth señala que el uso de la teoría enriquece las

explicaciones históricas, en función de que la teoría realiza una tarea crítica dentro del

proceso explicativo de los fenómenos que analiza al proporcionar un marco conceptual que

emerge de la interpretación de la evidencia encontrada.xviii

La relación deporte y sociedad fue explicada mediante diversos enfoques: el

funcionalista, el estructuralista, el figuracional, los estudios interculturales, la teoría del

género, la etnicidad, el marxismo, entre otros.

El funcionalismo

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En el primero de los casos, el enfoque funcionalista o funcionalismo, se caracteriza por

percibir el funcionamiento (de ahí su nombre de funcionalismo) de los objetos de estudio en

una sociedad dada en un tiempo dado.

El funcionalismo:

concibe a la sociedad como un organismo cuyas partes componentes funcionan para mantener un

relativo equilibrio y estabilidad. El funcionalismo analiza procesos a través de dos etapas básicas:

identificar patrones sociales y explicar su persistencia o la regularidad de los patrones al establecer

sus consecuencias dentro del largo sistema de los que son parte.xix

Es decir, el funcionalismo busca explicar el rol de cada parte para mantener un

sistema trabajando en completo orden, el funcionalismo explica los fenómenos, eventos,

acciones y por ende sus consecuencias.xx El urbanismo creciente desde el siglo XIX en las

ciudades ha sido un tema constante para explicar desde la perspectiva funcionalista cómo

surgen los deportes en las ciudades de Norteamérica y Europa, analizando el “impacto de la

urbanización sobre los deportes y los deportes sobre la urbanización.”xxi

Citando nuevamente a Steven A. Riess, este autor señala que muchos de los actuales

deportes fueron inventados o se desarrollaron en las ciudades, por tanto, a medida que crece

la urbanización de una ciudad, crece su estructura, sus recursos y sus expresiones

deportivas.xxii El surgimiento y fundación de clubes, su edificación, así como la

organización de competencias de estos grupos son funciones que generan una vasta

cantidad de consecuencias perceptibles en la transformación de las conductas de ocio de las

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sociedades, contribuyendo al desarrollo del proceso de globalización, comercio y consumo

de las actividades deportivas. El análisis funcionalista señala que los deportes vinieron a

mantener en orden y equilibrio a las sociedades constituyéndose uno de los mayores pilares

del siglo XX ya que remplazaron al viejo sistema de costumbres de socialización basado en

las clases, la raza y el estatus.xxiii

El estructuralismo

En lo que respecta al estructuralismo, éste, sirve para describir patrones relacionados con

instituciones “hablar acerca de las estructuras… es hablar de las formas en que el

comportamiento humano es regulado, modelado, ordenado, limitado y determinado.”xxiv La

FIFAxxv y el COI,xxvi son organismos (estructuras), que controlan, imponen límites y hasta

cierto punto oprimen a sus agremiados mediante regulaciones e implementaciones de orden

político o ideológico, por ejemplo, fue requisito indispensable para poder participar en los

concursos organizados por el Comité Olímpico Internacional así como sus filiales

nacionales, demostrar la calidad de deportista amateur, un rasgo que ha sido interpretado

como una ideología propuesta para excluir e impedir la participación dentro de las

olimpiadas a los individuos pertenecientes a las clases bajas o razas diferentes a la

blanca.xxvii

El estructuralismo es una corriente que surge en los años 60’s y que tiene en el

antropólogo Claude Levi-Strauss a uno de sus referentes básicos.xxviii Este modelo

explicativo surge como una respuesta en oposición al existencialismo. El estructuralismo es

una teoría que concibe de manera abstracta a las elementos constituyentes de una sociedad

(economía y religión por citar algunas y sus relaciones) mediante dos formas principales, la

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esencialista y la constructivista. La primera de ellas es la esencialista o realista y la cual

identifica a las estructuras como factores que determinan el funcionamiento de las

sociedades, es decir, las estructuras son las que modelan las acciones y comportamientos de

los individuos.xxix

Esta corriente se ha asociado con los enfoques marxistas-estructuralistas las cuales

conciben a los deportes como un aparato ideológico del Estado. El deporte tiene como

objetivo esencial preservar y perpetuar las estructuras capitalistas. De acuerdo a este

enfoque los deportes reproducen valores capitalistas como la competición, el consumo y la

eficiencia en la producción. Los deportistas triunfadores, análogamente son comparados

como trabajadores especializados, los clubes deportivos como fábricas, los deportes como

trabajo y los implementos técnico-tecnológicos que miden los alcances deportivos como

herramientas y medios de producción capitalista.

Jean Marie Brohm es un teórico que ha publicado sus trabajos siguiendo la corriente

estructuralista-esencialista, Brohm considera que el deporte haría del atleta “un esclavo a

causa del encadenamiento lógico de la competencia… El deporte no sería más que un

reflejo del capitalismo industrial… El deporte sería un medio de distracción, de diversión,

en el sentido cabal de la palabra, que impediría a los adultos el llevar una vida de

hombres.”xxx

Brohm establece el concepto proceso de producción deportiva que manifiesta que el

sistema deportivo depende esencialmente del modo de producción capitalista y asimismo

señala, que el propio sistema deportivo produce mercancías muy particulares: campeones,

espectáculos, récords y competencias. Brohm realiza un análisis profundo de las estructuras

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más determinantes del deporte; la política, la económica, la cultural, la ideológica y las

simbólicas.xxxi

Otra de las aproximaciones teóricas del estructuralismo es la constructivista, la cual,

se caracteriza por definir a las estructuras como espacios reguladores de las

interdependencias humanas y como generadores de las prácticas sociales de los individuos

que las componen. Son los espacios donde los individuos piensan y actúan, donde

desarrollan sus prácticas y actividades. Las estructuras son creadas, mejor dicho construidas

y transformadas a través y a lo largo del tiempo.xxxii

La regulación de los deportes es una manera de explicar la corriente constructivista

del deporte. La estandarización de los deportes bajo una efectiva regulación condujo a estas

actividades a transformarse como pasatiempos organizados y comercializados, pues se

revela todo un sistema, controlado, articulado y estructurado de las expresiones deportivas

que permitió la creación de ligas, campeonatos y espectáculos deportivos regulares como la

Copa Mundial de Fútbol por parte de la FIFA cada cuatro años o la liga local de fútbol por

parte de la Federación Mexicana de este deporte cada año.

El análisis figuracionalxxxiii

En lo que respecta al enfoque figuracional, éste, fue desarrollado por Norbert Elias y Eric

Dunning en la ya clásica obra Deporte y ocio en el proceso de civilización, donde se

explica cómo surge el deporte en el Reino Unido y cómo las sociedades modernas se

vuelven deportizadas. El proceso de deportivización es un proceso inmerso dentro del

proceso de civilización que condujo la transformación de las sociedades preindustriales

hacia la modernidad y consiste en la regularización y reglamentación más estricta de las

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prácticas de ocio (como el folk football, precedente directo del fútbol soccer actual) a fin de

eliminar y disminuir, en medida de lo posible, los roces violentos. Las regulaciones a los

divertimentos, de acuerdo a Elias, es una derivación directa de una misma corriente

civilizadora que buscaba tener un íntegro y efectivo control de los medios de violencia por

parte del Estado.xxxiv

El análisis figuracional conlleva a pensar los hechos y fenómenos históricos de

manera procesual (sucesos de tiempo largo) e interdependiente.

La interdependencia precede al nacimiento y, como ha demostrado Goudsblom, es un elemento

integrador de la construcción de la personalidad y los hábitos individuales del <yo>. Todos nosotros

nacemos mediante la interdependencia sexual de los padres a través de unos lazos de

interdependencia que crean alguna forma de familia. Nuestra familia es un eslabón de la cadena de

interdependencia de una <unidad de supervivencia> como un estado nación, y en el mundo moderno,

un eslabón en la cadena de interdependencias cada vez con mayor repercusión global.xxxv

Otras de las herramientas teórico-conceptuales que son utilizadas en el análisis

figuracional son los conceptos de “patrón” y “situación”.xxxvi Dunning se refiere al término

patrón como una formación construida por los seres humanos, es decir, son todos aquellos

elementos que se forman a medida que las necesidades los requieren, por ejemplo, uno de

los patrones más reconocibles del cambio social que experimentaron los deportes fue la

homologación y estandarización de las formas de practicarlos, esto permitió que se

extendieran a escala nacional e internacional porque sin importar donde se practicaran, las

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reglas no cambiarían, esta estandarización y homologación a la postre permitiría la igualdad

de condiciones proveyendo a los participantes la misma oportunidad de ganar.

En lo que respecta al concepto situación, se define como el contexto histórico que

abraza a los patrones. La situación prevaleciente que envolvió al surgimiento de los

deportes fue el de la modernidad, un proceso que enmarca a todo el cúmulo de patrones que

modelaron a los pasatiempos y actividades de ocio hasta convertirse en los deportes tal cual

los conocemos. El contexto histórico pensado como la situación, sirve como marco

interpretativo de las evidencias encontradas, dicho de otro modo, el contexto permite

modelar nuevas nociones acerca de un proceso y crear esquemas conceptuales que permitan

explicar los residuos de los hechos históricos.xxxvii

El marxismoxxxviii

Otras de las aproximaciones teóricas que han sido utilizadas para explicar el surgimiento de

los deportes en las sociedades modernas es el enfoque marxista. Esta aproximación teórica

se fundamente básicamente de los aspectos socioeconómicos, donde se busca explicar el

desarrollo histórico de los deportes por medio del conflicto de clases; entre los pocos que

controlan los medios de producción y la gran mayoría de personas quienes solo poseen su

fuerza de trabajo. El deporte como una parte de la superestructura ha fungido como una

herramienta coercitiva y manipuladora al servicio de los grupos gobernantes a fin de

perpetuar el sistema capitalista.

Allen Guttmann en su crítica realizada a la escuela marxista, señala que “Uno de los

propósitos de los deportes en la sociedad burguesa es para preservar el rol de la clase

capitalista.” Guttmann señala que mientras los empresarios y los industriales juegan al golf

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con los militares, políticos y gobernantes, los obreros en contraparte, se refugian en el

fútbol, una actividad deportiva que ha sido relacionada con las clases populares.xxxix

John Sugden y Alan Tomlinson concuerdan con Guttmann al postular que el deporte

fue visto como parte del proceso donde la estructura dominante fue asegurada o

reproducida.xl Estos autores consideran que el deporte fue un factor de estabilización para

la existencia del orden social. E. P. Thompson argumenta que el florecimiento del

capitalismo necesitaba de una actividad que fungiera como agente disciplinador de la fuerza

laboral. “De forma necesaria los hábitos fuera del trabajo de las masas formaban parte de

una ecuación de reforma, para que la gente en su tiempo libre tuviera implicaciones

relacionadas con el proceso de producción.”xli Los deportes vinieron a contribuir al

desarrollo de las destrezas y habilidades manuales de los obreros para aceptar las reglas de

las fábricas y a ser políticamente dócil, con lo cual se preservaba la estructura de clase de la

sociedad capitalista.

Otras de las explicaciones marxistas se centran en detallar el uso dado por los países

socialistas a la actividad deportiva, donde es notorio observar trabajos enfocados a la

preferencia que tienen ciertas clases sociales que desempeñan ciertas ocupaciones con

específicas prácticas deportivas, además, de detallar lo concerniente a la consciencia de

clase generada por la práctica deportiva y su emancipación bajo el socialismo a la

explotación y al dominio político del aparato estatal capitalista.

Estos trabajos mayoritariamente se han desarrollado en la extinta República

Democrática Alemana, donde se señalaba que el movimiento obrero conectado al

socialismo fue un obstáculo para el régimen nazi. De este movimiento se formaron dos

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organizaciones deportivas obreras: la Red Sport International y la Lucerne Sport

International, que motivaron a los grupos proletarios a desarrollar lo que se ha denominado

como “la cultura física del proletariado” que se oponía a la manifiesta explotación,

manipulación y deshumanización de los deportistas por parte del régimen fascista.xlii

Estudios de género

Una corriente que ha venido en crecimiento dentro de la historia del deporte son los

abocados a los estudios de género, en los primeros años del campo, Patricia Vertinsky nos

dice que uno de los temas menos trabajados dentro de la historia del deporte han sido los de

género y deporte, pues según Vertinsky, pareciera que este tema formara parte de una

disciplina diferente. Sería hasta los años noventa cuando los estudios de género en el

deporte comenzaran a ser un tema recurrente para los historiadores de la actividad

deportiva. Diversos métodos y aproximaciones fueron utilizados para explicar la relación

entre el deporte, la mujer y su relación con los varones.xliii

El cuerpo femenino y las actividades que despliega han estado históricamente bajo

un fuerte escrutinio moral, lo que finalmente condicionó su socialización en la esfera

pública. La socialización es un concepto que se define como un mecanismo que permite a

los individuos aprender las normas y los valores de la sociedad, en ese sentido, las mujeres

fueron instruidas para comportarse y socializar de acuerdo a su rol de mujer; enteramente

pasivo y desigual. El género, de acuerdo a Ilse Hartmann-Tews y Gertrud Pfister, es una

construcción de la dicotomía femenino y masculino que estructura la sociedad y organiza la

vida diaria de los individuos dependiendo de su pertenencia de género.xliv

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Por ejemplo, el trabajo es una actividad que se encuentra regulada y organizada por

el género; el hombre realizaba su trabajo en las fábricas, la mujer en el hogar, el hombre

recibe un salario, la mujer no. La construcción de los roles de género en la cuestión

deportiva se produjo en base a la desigualdad existente entre los sexos y la discriminación

contra la mujer. La construcción social de los géneros dio lugar a la hegemonía que

dominaba la forma de vida; las personas fueron catalogadas como pertenecientes a clases

sociales, ideologías, razas y a un sexo determinado.xlv

Jennifer Hargreaves de igual forma coincide en señalar que el discurso que ha

modelado la condición del género femenino ha sido realizado desde la perspectiva de la

hegemonía. La hegemonía describe una forma de control persuasiva de los valores y

creencias que en específicas situaciones históricas, apoyan el establecimiento de relaciones

sociales y estructuras de poder.xlvi

El concepto de hegemonía resulta del trabajo realizado por Antonio Gramsci y ha

sido utilizado para explicar las continuidades y transformaciones de las mujeres en los

deportes. Los deportes operan como vehículos de transmisión de la ideología de los grupos

dominantes, es por esta causa que la práctica de estas actividades en sus orígenes se

concibió como de dominio meramente masculino.xlvii

El deporte y los espacios deportivos en sus inicios fueron considerados cotos donde

la hegemonía masculina era completa ya que se negaba totalmente la

inclusión/participación de las damas. Cuando el barón Pierre de Coubertin restauró las

Olimpiadas en el año de 1896 prohibió terminantemente la participación de las mujeres,

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porque se consideraba que el desarrollo muscular femenino obtenido de la práctica

deportiva intensa podría interferir con su capacidad de procrear.xlviii

Sin embargo, esos cuestionamientos fueron cambiando paulatinamente y de

mantener un rol pasivo la mujer comenzó a ganar mayor independencia en varios ámbitos,

en el deportivo, el tenis fue el deporte que le brindó un espacio de desarrollo físico y social,

pues en sus primeros años, esta actividad se consideraba un juego más que un deporte. El

tenis fue visto como un juego femenino y acorde a las disposiciones morales, en función de

que su práctica tomaba lugar en clubes y espacios privados donde la mujer podía ejercitarse

y mantener su respetabilidad pública.xlix

El tenis a diferencia de otras actividades deportivas le permitió a la mujer competir

virtualmente en igualdad de condiciones con el hombre, además, de permitirle la

oportunidad de estrechar lazos al jugar juntos. Según Ian Cooper los juegos de tenis de

dobles mixtos fueron un espacio de socialización donde los jóvenes y las señoritas podían

conocerse e iniciar relaciones de romance mientras practicaban este deporte.l

Las mujeres pasaron de tener un rol pasivo a convertirse en constructoras de sus

propias formas de recreación. Este proceso se suscita a partir de la modernidad, cuando

laboralmente se requirió más la participación de la mujer en el desarrollo de la sociedad, al

hacerse necesario el trabajo femenino dentro de las fábricas.li

Etnicidad y raza

Al igual que los estudios de género, los estudios y trabajos desarrollados bajo la temática de

la raza y la etnicidad han sido poco estudiados, Jeffrey T. Sammons nos dice que en 1983

sólo el estudio realizado por Melvin Adelman hacia una breve referencia a la cuestión de la

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raza y deporte. Estos estudios de igual forma que los estudios de género, pueden ser

abordados desde diferentes perspectivas de análisis (marxismo, funcionalismo, etc.).

La raza es al igual que el género es una construcción social e histórica de los grupos

dominantes para referirse, catalogar, estigmatizar y excluir a quienes por sus rasgos, color

de piel y calidad étnica se diferencian de quienes ostentan el poder en una sociedad. De

acuerdo a Michael Omi y Howard Winant el concepto de raza es definido como “un

aspecto que simboliza conflictos sociales y de intereses para referirse a diferentes tipos de

cuerpos y seres humanos.”lii

Algunos de los trabajos que se han enfocado a desarrollar la temática de la raza y el

deporte han hecho énfasis en analizar la exclusión que algunos grupos han realizado sobre

otros simplemente por ser de diferente grupo étnico. Colin Tatz señala los casos

particulares de Sudáfrica y al apartheid impuesto por la minoría blanca para mantener un

control sobre el país y sobre la mayoría negra para evitar se entremezclaran unos con otros

y que también fue aplicada a los deportes.

Esta política de apartheid invadió la escena deportiva para mantener limpios y puros

los divertimentos blancos evitando a toda costa el ingreso, la afiliación o inclusión a los

miembros de la raza negra a clubes, equipos o deportes de los blancos. De igual forma Tatz

describe el caso de los nazis y su política de exclusión sobre los atletas judíos para evitar

que participaran en la Olimpiada de Berlín de 1936.liii

En contraparte, la raza utilizada como una forma de política cultural ha sido un

efectivo vehículo para denotar el progreso en el deporte de los “no blancos” en los deportes

de éstos y también como símbolo de identidad.liv Uno de esos primeros casos se presentó

21

cuando Jesse Owens ganó 4 medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936

derribando con esto la mítica idea nazi de la superioridad racial blanca.lv

En lo tocante a los aspectos de identidad racial, aquí el deporte toma la forma de un

espacio de resistencia y de representación cultural ante las expresiones dominantes,

imperialistas y colonizadoras de los blancos. Jorge Iber y Samuel Regalado establecen que

los estudios de raza y deporte han contribuido a identificar cómo los grupos subordinados

retaron a las teorías raciales como el darwinismo social que catalogaba a los grupos no

blancos como inferiores.lvi

En ese mismo tenor Joseph Arbena señala que los cubanos y dominicanos utilizaron

el béisbol como un instrumento anticolonial que les permitiera establecer su propio espacio

de dominio siempre y cuando uno de sus equipos fuera capaz de vencer en un partido de

pelota a una novena de extranjeros, el ganarles en su propio juego representaba un acto de

legitimación racial que derrumbaba las barreras de la supuesta superioridad blanca y

derribaba por algunos instantes la dominación política.lvii Nelson George en su estudio

sobre el básquetbol en los Estados Unidos puntualiza que este deporte comenzó a tomar

aspectos, rasgos y características muy distintivas de la comunidad y cultura negra, ya que

representaba fehacientemente el estilo de vida, los valores y el lenguaje que los negros

particularmente utilizan.lviii

La recuperación de la historia deportiva de las minorías raciales es una cuestión

apologética que viene a señalar la importante contribución al desarrollo deportivo mundial

en diversas disciplinas deportivas, épocas y naciones de todos estos grupos que poco o nula

atención han tenido por parte de los académicos del deporte.

22

Los estudios interculturaleslix

Por último tenemos el modelo de los estudios interculturales, esta forma de trabajar los

hechos de la historia del deporte es una de las más novedosas y que mayor auge está

teniendo dentro del campo, ya que en la actualidad constituyen una fructífera línea de

investigación para entender el desarrollo de los deportes en áreas y regiones poco

estudiadas (como es el caso de México, cuya producción de estudios sociales del deporte es

escasa).lx

Los estudios interculturales hacen uso de la teoría de la modernización para explicar

la aparición de estas actividades en Inglaterra y su posterior difusión hacia otras áreas

geográficas. Los estudios interculturales son utilizados para realizar análisis comparativos

entre áreas diferentes y sus formas de deporte. Los estudios interculturales “no solo ayudan

a superar los etnocéntricos puntos de vista y despertar un mayor entendimiento de la gran

diversidad de culturas físicas, sino también para comprender y explicar las relaciones entre

el deporte, las razas, los géneros y las clases.”lxi

Mediante la comparación de sociedades tanto igualitarias como opuestas entre sí, es

posible entender cómo los deportes surgen en ciertas comunidades pues nos permite

observar las similitudes, las variaciones y diferencias entre naciones, culturas, ideologías,

comportamientos, instituciones, récords, atletas, equipos, grupos sociales y épocas.lxii

Por ejemplo, mi propia investigación acerca del surgimiento e implantación del

atletismo en Jaliscolxiii fue desarrollado bajo la línea de los estudios interculturales pues de

manera constante se estuvieron realizando pertinentes comparaciones entre la sociedad

23

estadounidense y la mexicana a fin de encontrar la forma en que estas dos sociedades

concibieron y practicaron al deporte del atletismo en los primeros 40 años del siglo XX.

Este deporte fue introducido a México por los estadounidenses quienes vinieron a

radicar al país cuando Porfirio Díaz inició las reformas políticas y económicas que

permitieron la modernización de la nación (fines siglo XIX). Los deportes en México

surgieron tardíamente en comparación con los Estados Unidos e Inglaterra, recordemos que

el desarrollo del país (su evolución histórica) ha sido diferente al que experimentaron estas

citadas naciones.

En México, la práctica deportiva se ve profundamente afectada debido a que durante

mucho tiempo se vivió en un entorno conflictivo y violento, sobre todo en materia política

y social, por lo que ese ambiente no fue el propicio para el desarrollo de los deportes.

Durante gran parte del siglo XIX, tiempo en que definitivamente el deporte se desarrolló y

consolidó en otras latitudes, México luchaba por consolidarse políticamente como un

Estado-nación.

Los deportes al arribar a México traían fuertemente adherida una ideología y un

discurso nacionalista, un patrón social que se instaura después de que los Estados Unidos se

independizaron de Inglaterra. Los americanos cayeron en cuenta de que los deportes eran

una buena forma de propagar tanto las estrategias políticas como las ideas nacionalistas y

los mensajes patrióticos del gobierno en turno, porque los deportes rápidamente se

transformaron en una industria cultural sumamente arraigada en todos los estratos de la

sociedad estadounidense, se convirtieron en la fuente del orgullo individual, local y

nacional.

24

Según David Mayall y Mike Cronin, el deporte en general “ha sido usado para

simbolizar el progreso y el éxito de la nación, es un símbolo de nación que es benigno. El

deporte no puede ganar territorio o destruir una ideología opuesta o una religión que la

nación busca demonizar. Sólo puede apoyar la construcción de una nación que ha sido

imaginada.”lxiv

En México el atletismo fue practicado por la sociedad mexicana utilizando un

formato de festejo que Steven Popelxv ha denominado como Patriotic Games, dicho

formato fue establecido por los estadounidenses y consiste en celebrar las fiestas patrias

más importantes y significativas (como el día de la independencia) con concursos atléticos.

Este tipo de festejos tiene como principal objetivo consolidar la identidad nacional

expandiendo hacia las masas el gusto por el deporte (por su práctica) y del mismo modo

llevar y difundir las ideas políticas del gobierno en turno. Los llamados juegos patrióticos

surgen con el fin de encauzar y realzar el sentimiento nacionalista del pueblo mediante la

realización y práctica comunitaria de espectáculos deportivos.

En los primeros años del atletismo en México, la práctica deportiva fue muy similar

a la practicada por los estadounidenses, los mexicanos copiaron efectivamente el modelo de

organización y asimismo el gusto por las pruebas de velocidad. Sin embargo, al final del

período de estudio (1937), resulta evidente que los practicantes y aficionados mexicanos

del atletismo comienzan a mostrar un mayor gusto por las llamadas pruebas de fondo, lo

cual sigue siendo una constante sumamente distintiva del atletismo en nuestro país.

De nuevo reitero lo que líneas arriba ya se había expuesto, este tipo de sucesos que

envuelven las prácticas deportivas con aspectos políticos, nacionalistas y patrióticos

25

aparecen sólo a partir del arribo de la modernidad al país. En México, la modernización

funciona como un marco interpretativo ideal para analizar la aparición de los deportes y su

relación con el proceso de consolidación del Estado-nación.

En los estudios interculturales, la modernidad y la modernización enmarcan un

cambio social en la historia de las naciones donde se hace evidente su evolución de

sociedades rurales y agrarias a sociedades urbanas e industriales. En lo tocante a los

entretenimientos y diversiones las prácticas tradicionales fueron interpretadas como

incivilizadas, bárbaras y violentas por mostrar altos índices de violencia, en contraparte, los

deportes fueron concebidos, según el paradigma de la época, como modernos, civilizados y

progresistas.

Los deportes como productos de la modernidad presentan características distintivas

de esta etapa histórica. La modernidad configuró a las diversas disciplinas deportivas con

una gama de patrones que en definitiva condujeron a los deportes a establecerse en la forma

actual que los conocemos. Los patrones instituidos de mayor relevancia son: la

racionalización del espacio deportivo, la estandarización de las distancias y de los

implementos, así como su regulación mediante el apoyo del avance técnico-tecnológico

(cronógrafos, cintas métricas, etc.).

También tenemos la integración a la práctica deportiva del concepto y la ideología

del amateurismo, la noción del record, del juego limpio (fair play), el profesionalismo, el

deporte patrocinado, la difusión mediática y el entrenamiento racionado y dosificado. Allen

Guttmanlxvi y Melvin Adelmanlxvii dos autores que han utilizado la teoría de la

modernización coinciden en señalar que los modernos deportes tienen cualidades como la

26

secularización, la burocratización, la especialización, la cuantificación, la igualdad de

oportunidades y el registro de los récords que los hacen diametralmente diferentes a los

divertimentos de tiempos pasados.lxviii

Con los estudios interculturales cerramos el apartado dedicado a los estudios

analíticos del deporte, donde de manera breve intentamos presentar cómo trabajan algunas

de las más representativas corrientes teóricas que se han utilizado para historiar a los

deportes. Por supuesto que no son todas, son con las que he tenido un contacto más cercano

y son a mi juicio las más recurrentes.lxix

La explicación histórica mediante análisis de acuerdo a Nancy Struna examina el

cómo y el porqué de los hechos. La historia analítica indaga los cambios a través del tiempo

y construye sus argumentos por medio de elementos abstractos como lo son los conceptos y

las teorías, dicho de otro modo, los conceptos y las teorías encierran una reflexión que

permite explicar y responder a las interrogantes de cómo y porqué se desarrollaron los

fenómenos históricos.lxx

El amateurismo es un concepto que encierra dentro de sí la ideología de practicar el

deporte por amor al arte y en abierta oposición al profesionalismo deportivo. El

amateurismo encierra preceptos sumamente particulares de concebir y practicar el deporte y

fueron regla general para todos los deportistas que deseaban participar dentro del

movimiento olímpico hasta antes de que éste se convirtiera en dependiente directo de los

factores económicos que actualmente lo rigen.

A diferencia de los estudios descriptivos, los estudios analíticos del deporte

conllevan una interpretación de la información con la que se cuenta a fin de poder

27

argumentar una explicación histórica. Los conceptos y las teorías son elementos

interpretativos de los datos empíricos y las fuentes que permiten al historiador establecer

conclusiones de cómo un hecho o suceso histórico se desarrolló y evolucionó en el tiempo.

La descripción y el análisis como formas de presentar y hacer la historia del deporte

continúan teniendo vigencia dentro del campo. Difícilmente podríamos decir cuál de ellas

goza de mayor popularidad, lo que sí podemos decir es que ambas corrientes son capaces

de someter a juicio crítico a los deportes para entender cómo estas actividades han

influenciado el rumbo que la sociedad moderna ha tomado. El campo de la historia del

deporte busca entender cómo y porqué los deportes se establecen y se convierten en

fenómenos sociales modernos y cómo y porqué se han transformado en actividades de

alcance y resonancia mundial.lxxi

La historia del deporte en el siglo XXI: ¿el futuro ahora?

En la revisión realizada a algunas obras y artículos de la historia del deporte se hace

evidente que al finalizar el siglo XX una nueva forma de concebir al deporte vino a

posicionarse dentro del campo de la historia en su vertiente anglosajona. Al iniciar el siglo

XXI la tendencia a seguir en la historia del deporte se ha denominado como posmodernista.

La posmodernidad surge de una serie de movimientos sociales, políticos y culturales de

protesta (tipificados como radicalismo colectivo), acaecidos a mediados de la década de los

60’s (como la cultura rock, los movimientos juveniles (hippies), obreros y la liberación

femenina). Este tipo de movimientos y pensamientos se establecen como una oposición,

como una ruptura y una crítica a la modernidad donde la fe en el progreso constante fue

28

sustituida por una decepción y desencanto que puso en tela de juicio la validez de las

ideologías y los procedimientos utilizados para explicar la realidad.lxxii

… el posmodernismo tuvo su origen como una corriente de teoría literaria que trabajó en la

deconstrucción del lenguaje para revelar sus contradicciones, aunque luego fue adoptado por otras

disciplinas, como la historia, la filosofía y la antropología… Quizá sea más prudente afirmar que se

trata de un movimiento que no entiende a la historia como una disciplina aislada.lxxiii

El posmodernismo, de acuerdo a Gabriel Khun, es un movimiento intelectual que

intenta fortalecer una corriente teórica pluralista (relativista) y marcadamente

antiempirista.lxxiv Esta posición posmodernista ha abrazado un cuerpo teórico conocido

como posestructuralismo y que fue desarrollado por pensadores radicales y rebeldes como

“Lyotard, Michel Foucault, Gilles Deleuze, Felix Guattari, Jacques Derrida, entre otros

cuyo propósito principal fue el de romper con la hegemonía intelectual del pensamiento

estructuralista en Francia.”lxxv

La posmodernidad y el posestructuralismo como paradigmas actuales establecen el

inicio de una nueva etapa histórica, cuya característica más reconocible es su marcada

globalización mercantil. Este nuevo mundo, esta nueva configuración de la sociedad afectó

tanto a la historia como al deporte (en su práctica y en su estudio histórico y social). En lo

concerniente a la práctica deportiva, de acuerdo a José María Cagigal, éste señala que el

deporte a partir de los años 60’s cambia radicalmente, ya no es el mismo que los ingleses

inventaron, en este punto, el deporte -en consonancia con la posmodernidad- se caracteriza

por ser un fenómeno de escala global puesto que algunos de los eventos más

29

trascendentales e importantes (como las Olimpiadas o la Copa Mundial de fútbol), se han

convertido en eventos con mucha presencia en el imaginario actual que logran atrapar la

atención de una gran cantidad de personas alrededor del mundo, por este furor, es que el

deporte y los deportistas se han transformado en instrumentos y aparatos del Estado, de las

empresas y las marcas comerciales quienes los utilizan para engrandecerse política y

económicamente.lxxvi

En lo concerniente al estudio del deporte, con el arribo de la posmodernidad se

establece una nueva tendencia en el hacer la historia del deporte. La funcionabilidad y

operatividad de la historia como ciencia en la era posmoderna fue puesta a debate por

Francis Fukuyama en su artículo titulado “el fin de la historia”. En dicho artículo

Fukuyama establece que la Historia como ciencia había llegado a su finlxxvii, este

planteamiento provocó que la historia del deporte como subdisciplina ingrese al debate

cuestionándole ¿cuál es su lugar, su validez y sus aportaciones al conocimiento en el siglo

XXI?

El fin de la Historia (y por ende el de todas sus subdisciplinas como la historia del

deporte) debe pensarse como una nueva coyuntura, una nueva etapa de reflexión teórica,

conceptual, metodológica e historiográfica que invita a la recomposición del campo y que

invita a la apertura hacia otras disciplinas, John Nauright señala que en Australia la

irrupción del paradigma posmoderno ha provocado un fuerte debate sobre qué debe o qué

debía constituir la historia del deporte. El resultado de este debate dio lugar al

establecimiento y desarrollo de una de las revistas de historia del deporte con un enfoque

más interdisciplinario: Sporting Traditions.lxxviii

30

El ya dicho enfoque posmodernista y posestructuralista en torno a la historia del

deporte (de su hacer) trajo consigo nuevos temas y uno de los que ha tenido más atención

es el cuerpo. Murray Phillips nos enlista una serie de trabajos que toman al cuerpo como

tópico central y de los cuales destaca el de Henning Eichberg, Body cultures que fue

editado por John Bale y Chris Philolxxix.

En este libro, se realizó una efectiva compilación de los trabajos de Eichberg quien

establece diferentes reconfiguraciones del cuerpo humano: “El cuerpo deportizado puede

asumir diversas configuraciones. Deporte en serio (o deporte de elite o deporte por logro)

es solo una de las posibles configuraciones en la modernidad (del cuerpo).”lxxx Según

Eichberg, en la actualidad varias ciencias sociales (como la antropología, la sociología y la

historia) reconocen “la inserción del cuerpo humano dentro de la vida social…” el cual, es

“construido por diversos discursos y prácticas.”lxxxi Logrando asentarse o fungiendo como

punto de partida para el desarrollo de trabajos de investigación sobre el deporte como

actividad corporal.

Los deportes son actividades corporales imbuidas con diversas ideologías que han

dado pie al surgimiento de los valores del deporte (nacionalistas, educativos, conciliatorios,

modernistas, progresivos e higiénicos), características que permitieron que las elites -por

mencionar un ejemplo-, los aceptaran como diversiones honestas y como medios eficaces

para eliminar las prácticas y costumbres tenidas como impropias y retrógradas que

degeneraban a los individuos y que potencialmente hablando representaban un obstáculo

para el progreso.

31

Reflexionar acerca de los deportes invariablemente conlleva a pensar al cuerpo

como actividad productora de cultura, la práctica deportiva fue capaz de ofrecer y producir

para la sociedad bienes como la salud, la belleza y la fuerza, convirtiendo las actividades

fisiológicas en actividades culturales. La llegada de la modernidad expandió el rango de

actividades que el cuerpo podía realizar y la aparición de los deportes es una forma de

evidenciarlo, pues el cambio social que los deportes trajeron consigo reconceptualizó lo que

el cuerpo mismo era, dando lugar a nuevos estilos de vida, de comportamiento y de

socialización que la cultura genera y modifica de acuerdo a sus necesidades.lxxxii

Estos planteamientos y consideraciones posmodernistas en torno al cuerpo surgen

de los postulados y trabajos de Michael Foucault, por ejemplo, tenemos los conceptos de

panópticolxxxiii que ha sido utilizado para explicar “la forma y función de una estructura

diseñada para la normalización, a través de la vigilancia, de su población.” Esto significa

que las instituciones encargadas de la disciplina (escuelas, cárceles, instituciones médicas,

federaciones deportivas, clubes o equipos) buscaban en cierto modo “fabricar” cuerpos

dóciles y controlados de forma coercitiva.lxxxiv

Este primer concepto nos remite al biopoder, un término que según Foucault es una

tecnología surgida y establecida en el siglo XVIII para el manejo de las masas. El biopoder,

fue un elemento indispensable para la construcción y desarrollo del capitalismo, pues este

modo de producción “no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de los

cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a

los procesos económicos.”lxxxv

32

De acuerdo a Foucault “el cuerpo es el último recipiente de las relaciones de fuerza

y poder.”lxxxvi Pues en definitiva “el poder soberano moderno reposa en producir y gestionar

la vida.”lxxxvii Esto implica que las políticas de control de la población se enfocan en educar

y producir las especies de cuerpo que le signifiquen beneficios, cuerpos controlados con los

mecanismos de la vida: nacimientos, decesos, enfermedades y la reproducción.lxxxviii

En la posmodernidad la concepción del cuerpo como un templo sagrado de la salud

desaparece y hoy, el cuerpo es interpretado y concebido como una máquina, como un

medio de expresión política y económica y como un laboratorio de pruebas de los avances

científicos.lxxxix La persecución del récord ha llevado a que el patrón de la salud haya sido

desplazado de la concepción deportiva, es decir, en la actualidad el deporte (sobre todo el

deporte de elite) no es, ni busca la conservación o mejoramiento de la salud, por el

contrario, el deportista en la actualidad debido a la complejidad que el deporte ha alcanzado

se encuentra en constante riesgo de lesionarse o incluso, de perder la vida. En los últimos

años se ha tenido conocimiento de la muerte de algunos deportistas tanto profesionales

como amateurs y a quienes se consideraba sanos y aptos para competir y participar a tope

en sus respectivas disciplinas, sin embargo, dramáticamente éstos perdieron la vida

buscando vencer sus propios límites del dolor y del cansancio.

Uno ejemplo reciente se suscitó en el maratón de la ciudad de Nueva York

celebrado el pasado 2 de noviembre del año 2008, donde el corredor brasileño de 58 años

de edad Carlos José Gómes cayó muerto una vez que cruzó la línea de meta. Un caso previo

en este mismo evento aconteció un año antes en el selectivo norteamericano para formar al

equipo representativo de esta prueba para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, en esa

ocasión, el atleta de 28 años Ryan Shay simplemente se desvaneció para nunca despertar,

33

este atleta era un experimentado corredor y supuestamente apto para realizar grandes

esfuerzos, pues en dos ocasiones había ganado el campeonato nacional norteamericano de

maratón en los años 2003 y 2004.xc

Las causas para que un atleta de alto rendimiento muera súbitamente en la mayoría

de los casos son inexplicables, es decir, no hay una causa evidente que propicie el

acontecimiento.xci En otros tantos, la causa más común es un mal congénito en el corazón,

aunque también se especula que muy posiblemente la causa para que un atleta en plenitud

de su potencial físico-atlético simplemente se desvanezca y muera ante la mirada atónita de

los demás competidores y aficionados, es que en la actualidad los deportistas tratando de

alcanzar los logros y éxitos deportivos que sus gobiernos, federaciones y clubes demandan,

se ven obligados a abusar de la ingesta de sustancias estimulantes que los ayuden a

conseguir sus propósitos y objetivos.

En la actualidad un patrón negativo que viene a dinamizar la manera en que el

deporte se concibe es el dopaje, es decir, tal pareciera que la única forma de lograr el éxito

deportivo sea mediante el uso de sustancias estimulantes, sin importar que se ponga en

riesgo la integridad física del deportista, tal parece que la pérdida de la propia vida no es

una razón de peso para evitar el uso de sustancias prohibidas, puesto que en los últimos

años es constante (y casi común), encontrar datos de deportistas que han hecho uso de

diversas sustancias para mejorar sus rendimientos pero que fueron atrapados y descubiertos

por los organismos reguladores. El dopaje y sus influjos sobre los cuerpos deportivos es

una de las nuevas directrices que la visión posmoderna de la historia del deporte ha

comenzado a investigar.

34

Otro de los aspectos que distingue y caracteriza la forma posmoderna la historia del

deporte es el deconstruccionismo, una propuesta establecida por el francés Jacques Derrida

y que consiste primordialmente en una nueva forma de escribir la historia.xcii De acuerdo a

Derrida, la filosofía de la historia ha construido conceptos jerarquizados que describen y

explican la realidad en favor de sustentar ideologías regentes y que han sido establecidas

como la verdad histórica. La historia se escribe por selección (mediante aproximaciones

teóricas y prácticas metodológicas), es decir, se deja en el centro de las estructuras (como

figura principal) lo que se considera importante y se deja afuera aquello que se considera

irrelevante.xciii

Ante la falta de un centro o mejor dicho, cuando el ser es descentralizado “es

entonces el momento en que el lenguaje invade el campo problemático universal; este es

entonces el momento en que, en ausencia de centro o de origen, todo se convierte en discurso…

es decir, un sistema en el que el significado central, originario o trascendental no está nunca

absolutamente presente fuera de un sistema de diferencias.”xciv En la narrativa de los textos

históricos se muestran las presencias pero también es posible encontrar las ausencias.

Por medio de la deconstrucción se busca descubrir lo oculto en los textos, todo

aquello que el historiador como su constructor dejó de lado, es decir, se busca en los

residuos de un texto “interpretar las interpretaciones”.xcv Murray Phillips señala que se

pueden realizar diversas lecturas de un mismo texto y asimismo se pueden realizar diversas

escrituras de un texto, por tanto, se pueden establecer y alcanzar una variada gama de

“verdades”, las cuales, no son absolutas o definitivas sino relativas, la historia de acuerdo a

los planteamientos posmodernistas y deconstruccionistas es ante todo una actividad

subjetiva.xcvi

35

El criterio empleado es ante todo una cuestión de ejercicio representacional más que

referencial del discurso y la narrativa histórica. Por ejemplo, Patricia Vertinsky en su

trabajo sobre la mujer plantea que las nociones del conocimiento y el poder son construidas

a través del discurso. Vertinsky examina la forma en que las prácticas discursivas de los

médicos de fines del siglo XIX se referían a la mujer. Los resultados arrojados por el

trabajo interpretativo realizado a los textos médicos revelan la creación del rol social de las

mujeres en una forma limitante al construir una imagen de ser débil, propensa a las

enfermedades y los desórdenes mentales que las privaron de realizar esfuerzos físicos

intensos o prolongados.xcvii

De forma simple podemos catalogar a la historia deconstructiva como una historia

de lectura y escritura metanarrativa, la cual hace uso de los elementos ocultos en un texto

para establecer una interpretación diferente y asimismo alcanzar una “verdad” también

distinta del enfoque preliminar centralizado, en ese sentido la historia se ha convertido en

un proceso que se alimenta tanto de la invención/imaginación como de los datos y

hallazgos que recupera el historiador.xcviii

A manera de conclusión: México y la historia del deporte

Como ya se ha establecido a lo largo de este artículo, La vertiente más conocida de la

historia de los deportes es su versión anglosajona, ya que ha sido la que más atención

académica ha recibido por parte de las ciencias sociales y los académicos. Los tópicos más

recurrentes de la historia del deporte son los que tratan su origen en la era moderna y el

impacto generado en las sociedades inglesa y estadounidense.xcix En contraparte, los

deportes y su difusión en México es un caso sui generis, especial y atípico que poca

36

atención académica ha tenido y que a grandes rasgos, se ha desarrollado en dos fases

básicas: la implantación por influencia extranjera y su posterior nacionalización.

En México, la historia de los deportes tiene poco tiempo de trabajarse, los primeros

desarrollos en esta temática fueron realizados por William Beezley (un artículo publicado

en la revista Historia mexicanac y un libro escrito en inglés por lo cual es poco conocido en

el ámbito mexicano) a mediados de la década de los años 80’s. En ambos trabajos Beezley

refiere que los deportes fueron introducidos por los extranjeros radicados en el país y que

los gobernantes los tomaron como prácticas modernistas, que potencialmente hablando,

permitiría acceder al país al estatus de las naciones civilizadas. La mayoría de los

gobernantes intentaron modelar y sustituir todas aquellas prácticas, actividades y

costumbres que no coincidieran con el plan modernista que trataban de instituir.

William Beezley manifiesta que los deportes se implantaron en México gracias a la

influencia que los extranjeros ejercieron sobre las elites nacionales, a este fenómeno lo

denomina como la “persuasión porfiriana”, cuya intención fue la incitar a las elites de la

sociedad mexicana a practicar nuevas actividades tenidas y concebidas como de primer

mundo.ci

El autor considera que se buscaba cambiar la mentalidad tradicionalista del

mexicano mediante la práctica de los deportes. Los deportes se establecieron en México

como patrones de cambio y modernización de las conductas de entretenimiento y fueron

concebidos como una herramienta más del aparato gubernamental que se utilizaron para

ejercer un control más efectivo de los entretenimientos de las clases bajas.

37

Joseph Arbena por su parte manifiesta que el deporte en el México revolucionario

creó potenciales oportunidades de cambio social en diversas áreas. La nación mexicana

siguiendo el paradigma de la época vislumbró en los deportes un importante foro para

unificar a la sociedad. Arbena señala que a partir de 1920 los políticos mexicanos vieron en

los deportes un efectivo mecanismo para lograr el cambio social, esta concepción condujo

al desarrollo de políticas y estrategias de Estado encaminadas a recuperar la credibilidad y

buena imagen de México ante la comunidad internacional y la consolidación del Estado-

nación.cii

Algunos de esos esfuerzos deportivos de los que nos habla Arbena son el envío de

deportistas representantes a las olimpiadas de París 1924 y Ámsterdam 1928, la

organización de los Juegos Centroamericanos de 1926 en la ciudad de México, la afiliación

al Comité Olímpico Internacional, la creación de organismos reguladores de la actividad

deportiva interna como la Confederación Deportiva Mexicana y los planes de promoción y

desarrollo del deporte y la educación física a lo largo y ancho del país.ciii

Siguiendo con este recuento de obras que versan sobre la historia del deporte en

México, William Schell jr., realizó un estudio enfocado a los inicios de la promoción

deportiva en México por parte del Coronel R. C. Pate. Este trabajo clarifica pertinentemente

cómo los extranjeros inician con el desarrollo de la práctica deportiva en el país. Schell

apunta que en el último cuarto del siglo XIX y previo a la introducción de los deportes por

parte de los extranjeros, los mexicanos de todas las clases compartían la misma cultura de

entretenimientos y diversión como los toros, las peles de gallos, la quema de los Judas, las

charreadas y los juegos de azar.civ

38

Estas actividades fueron vistas e interpretadas por los extranjeros como bárbaras e

incivilizadas pues aparte de mostrar un alto índice de crueldad hacia los animales, en

muchas ocasiones terminaban en pleitos y motines producto de la excesiva ingesta de

alcohol, por lo tanto, según la opinión extranjera, estas formas de divertirse debían

suspenderse y sustituirse por otras más civilizadas.

Los extranjeros en lugar de integrarse a los patrones de ocio establecidos en la

sociedad mexicana (como los toros o las charreadas), optaron por reproducir aquí mismo

los patrones tradicionales de socialización y ocio prevalecientes en sus lugares de origen

(los deportes), los cuales en comparación con las diversiones y entretenimientos aborígenes

se concebían según el paradigma de la época como modernos.cv

Schell señala que la implantación de los deportes en México no puede ser descrito

como un acto imperialista sino más bien como un proceso transcultural, es decir, los

mexicanos absorbieron las prácticas y actividades de los americanos de la misma manera en

que los americanos absorbieron las prácticas, usos y costumbres nacionales.cvi

Otro de los trabajos que he tenido oportunidad de revisar es el de Richard V.

McGehee quien realizó una investigación acerca de los Juegos Centroamericanos del año

de 1926 que se organizaron en México. Este autor resalta el hecho de que para el año de

1926 el deporte en el área de Centroamérica se encontraba todavía en la infancia, los pocos

individuos que tenían la posibilidad de realizar algún tipo de actividad deportiva eran los

miembros de la clase alta de las ciudades más importantes del país.cvii

McGehee nos dice que los gobernantes mexicanos vieron en los Juegos

Centroamericanos la gran oportunidad de recuperar el buen nombre que México perdió en

39

los años de la revuelta revolucionaria. Los Juegos Centroamericanos le darían la

oportunidad al gobierno de posicionarse como el gigante comercial y deportivo de la

región. La organización y celebración de los Juegos Centroamericanos fue una de las

estrategias implementadas por el gobierno mexicano para lograr la cohesión social del

país.cviii

De los últimos trabajos que conozco están los tres artículos publicados por Keith

Brewster (2004cix, 2005cx, 2009cxi), donde establece cómo los deportes fueron vistos y

concebidos en el período posrevolucionario. Según Brewster, el deporte en el período

posrevolucionario fue utilizado del mismo modo que en el porfiriato. Fueron usados para

unificar a la nación, fueron vistos como metáforas de la vitalidad del país donde el vigor de

su juventud era un sinónimo de un futuro más optimista, secular y saludable.

En el período revolucionario a través de los deportes se intentó por una parte

unificar a las minorías raciales, se intentó integrar a los grupos indígenas al proyecto

nacional. Por medio del deporte, el indígena dejó su estatus de marginal para convertirse en

compatriota por esa razón se explica el hecho de que el gobierno haya enviado a unos

corredores indígenas a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928.cxii

Coincidiendo con lo propuesto por otros académicos, Brewster señala que la

actividad deportiva en México estuvo íntimamente ligada a las cuestiones de índole

político. Los gobernantes concibieron al deporte “como la panacea para la división política,

religiosa, social y étnica que aquejaba la nación… creían que, si era cuidadosamente

orquestado, la promoción del deporte masificado podría ayudar a mantener bajo control a la

40

recalcitrante nación.”cxiii El deporte fue usado como una política de control que unificaría

en un mismo objetivo los esfuerzos de todos los individuos.

En su último documento Brewster nos dice que el deporte en la sociedad mexicana

vino a modificar los patrones de entretenimientos, esto conllevó a que el deporte fuera

considerado como un elemento cultural de gran importancia que podía ser utilizado como

un elemento de unificación social y hace mención de casos similares ocurridos en otras

latitudes del mundo como Inglaterra.cxiv

La constante más clara y visible de acuerdo a lo propuesto por los autores revisados

en lo que respecta al surgimiento de los deportes en el particular caso mexicano, es que

estas actividades fueron asociadas con aspectos modernistas y nacionalistas. La

modernización fue considerada un factor que inducía al cambio social generado por las

transformaciones materiales (económicas), científicas, tecnológicas, ideológicas y

culturales, elementos y patrones que insistentemente la sociedad mexicana trató de lograr a

través de diversos medios y estrategias. En el aspecto cultural tal y como ya se ha

mencionado, se intentó alcanzarla por medio de los deportes.

Estos trabajos reseñados representan los esfuerzos realizados en el campo de la

historia del deporte en México. De forma evidente se clarifica que todavía el campo en

nuestro país se encuentra en pañales ya que son muy pocos los trabajos desarrollados y

mayoritariamente realizados por extranjeros. Soy consciente que pueden existir más

trabajos y artículos sobre la historia deportiva del país, sin embargo, al no existir una

academia plenamente constituida es difícil conocer los nuevos trabajos y desarrollos ya

sean libros, tesis o artículos que se están produciendo.

41

En cuanto a la postura posmodernista que reta la operatividad de la Historia y por

ende de sus subdisciplinas en el presente, considero que tanto para América Latina y

particularmente para México este postulado no opera y en ese sentido concuerdo con

Joseph Arbenacxv quien señala que resulta “Silly” (tonto) establecer que la historia del

deporte en estas particulares áreas geográficas se encuentra en crisis o en punto de quiebre

entre la modernidad (Historia) y la posmodernidad (fin de la Historia)cxvi siendo que aún no

se ha iniciado el desarrollo ni la constitución de su campo dentro de nuestras academias.

Por último, cabe señalar que desde el 2007 existe en México la Red en Investigación

sobre Deporte, Cultura y Sociedad, una colectividad de académicos que se encuentra

interesada en investigar el lugar del deporte en el ámbito social mexicano desde diversas

disciplinas (sociología, antropología, comunicación, historia, etc.) y que surge de los

esfuerzos de Roger Magazine, Samuel Martínez y Andrés Fábregas. Los antecedentes de

esta sociedad se remontan al año de 1995 pero se cristalizaron de forma importante hasta el

mencionado año del 2007, cuando la Red organizó y celebró el primer congreso

internacional en la Universidad Intercultural de Chiapas.cxvii

La Red cuenta con agremiados en varias partes del país y del mundo, sin embargo,

pocos de ellos somos historiadores, por lo tanto, la mayoría de los trabajos producidos por

la Red no son desarrollados bajo la temática de la historia, de ahí que el campo de la

historia del deporte en México continúa disgregado, disperso y lejos de consolidarse.

Personalmente considero que hace falta que por sí solo el campo de la historia del deporte

se consolide de forma autónoma, para esto, es necesario que crezca el interés en los

profesores, los investigadores, los alumnos y las academias de historia del país para que se

de ese famoso giro cultural que permita focalizar al deporte como tema recurrente para esta

42

disciplina y comience a ser analizado, propuesto y enseñado en las universidades del país

de forma intensiva tanto en las áreas de educación física como en las de historia.

Esta es la intención principal de este trabajo, fungir como un impulso para que los

estudiantes de historia volteen hacia la actividad deportiva que se ha desarrollado en

nuestro país y expliquen cómo surgieron y se consolidaron estas actividades dentro de la

sociedad mexicana hasta posicionarse como una de las actividades culturales con mayor

importancia e impacto. La historia de los deportes ofrece una forma distinta de entender y

explicar el pasado nacional.

Los análisis y revisiones de los textos, trabajos y aproximaciones teóricas aquí

presentados intentan incitar el desarrollo de estudios de la historia deportiva de México.

Todas las temáticas más comunes y recurrentes que se trabajan en la historia del deporte

(género, etnicidad, clases sociales, récords, hazañas deportivas, instituciones, organismos,

clubes, movimiento olímpico, etc.), pueden ser susceptibles de análisis y estudio para la

realidad mexicana, el modelo, el enfoque historiográfico y la forma de análisis dependerá

del historiador, aquí simplemente se trató de presentar brevemente cómo se ha trabajado la

historia del deporte en la academia de habla inglesa para facilitar el aproximamiento de los

estudiantes mexicanos a crear su propio campo y su propia academia de la historia del

deporte de acuerdo a sus ideas y bagaje cultural.

La historia del deporte, a grandes rasgos, en cerca de 40 años ha experimentado al

menos tres etapas claramente distintivas en cuanto su modo de trabajar y analizar los

hechos de la historia de los deportes (descriptiva-narrativa, analítica y posmoderna). Sea

cual sea la tendencia historiográfica elegida “el éxito del estudio histórico del deporte (tanto

43

en lo personal como historiador y en lo colectivo, como academia y campo) dependerá de la

calidad de preguntas realizadas y de la calidad de los procedimientos empleados en la

búsqueda de las respuestas…”cxviii

44

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NOTAS

i Santo “el enmascarado de plata” o simplemente “el Santo”, fue un luchador mexicano

sumamente popular que además incursionó en el cine y logró convertirse en un ícono tanto

deportivo como mediático y que a pesar de haber muerto hace muchos años (5 de febrero

de 1984) sigue teniendo vigencia y popularidad. Álvaro Fernández Reyes, Santo, el

enmascarado de plata: mito y realidad de un héroe mexicano moderno, Zamora, Colegio

de Michoacán, CONACULTA, 2004, Apud.

ii José Ortega y Gasset, citado en, Tony Mason, El deporte en la Gran Bretaña, Madrid,

Civitas, 1994. p. 16.

iii Jean Marie Brohm, La sociología política del deporte, México, FCE, p. 21.

iv Wullian Mendoza señala que “A través del estudio social del deporte se puede acceder

fácilmente a una aproximación de todas y cada una de las manifestaciones humanas desde

las más elementales como la solidaridad, hasta las más complejas como la violencia, el conflicto o el poder…” Wullian Mendoza, “Consideraciones teóricas para el desarrollo de

50

estudios sociohistóricos del deporte” en, Espacio abierto, Vol. 18, núm., 1, enero-marzo,

2009, pp. 45-64.

v Douglas Booth, “Theory: the foundation of social change?” en, Sport history review,

2003, 34, pp. 103-132.

vi Peter Burke, ¿Qué es la historia cultural?, Barcelona, Paidós, 2006, p. 14.

vii Jay Coakley y Eric Dunning señalan la existencia de algunos trabajos históricos del

deporte en los siglos XVIII y XIX (Pierce Egan Boxiana o Peter Beckford Thoughts on

hare and foxhunting), estos trabajos eran de carácter amateur porque no fueron producidos

bajo el seno de una academia o institución, ni dirigidos a estudiantes o historiadores

profesionales. Jay Coakley, Eric Duninng editors, Handbook of sport studies, London,

Sage, 2006, p. XXII.

viii Es importante hacer mención que en este trabajo sólo se abordará el desarrollo del

campo de la historia del deporte en la versión anglosajona (británica y mayoritariamente

estadounidense), sin embargo, existen otras academias de historia del deporte (como la

alemana), de las cuales conocemos muy poco debido a las limitantes que representa la

barrera idiomática.

ix David, G. McComb, Sport in world history, New York, Taylor & Francis, 2004, p. 1.

x El interés académico de estudiar los hechos deportivos desde la perspectiva de la historia

del deporte, es decir desde un campo autónomo y plenamente constituido “es una

ocurrencia del siglo XX.” Jack W. Berryman, “Sport as Social History?” en, Quest, Vol.

20, No. 1, June 1973, 65-72.

xi Cabe señalar la existencia de algunos trabajos pioneros desde 1917 (como el artículo de

Frederic L. Paxson, “The Rise of Sport” publicado en la Mississippi Valley Historical

Review), sin embargo, estos trabajos fueron escasos y dispersos y por tanto no fueron

capaces de constituir una subdisciplina de la historia enfocada al estudio del deporte:

reconocimiento académico, cursos, congresos, conferencias, revistas especializadas,

asociaciones y un numeroso cuerpo de profesores e investigadores. Esto, finalmente

acontecería como ya se dijo, hasta la década de los años setenta. Berryman, Ibid., p. 65.

xii Alan Metcalfe, “A theorical model for the analysis of history of sport in Canada”, en

North American Society of sport history, proceedings, 1973, p. 2.

xiii Don Morrow, “Canadian sport history: a critical essay”, en Journal of Sport History,

Vol. 10, No. 1 (Spring, 1983), pp. 67-79.

xiv Nancy L. Struna, “Social history and sport”, en Jay Coakley, Eric Dunning, editors, op.

cit., p. 188.

51

xv Murray G. Phillips, “Deconstructing sport history: the postmodern challenge”, en

Journal of sport history, Vol. 28, No. 3 (fall 2001) pp. 327-343.

xvi Fernand Braudel, citado en Douglas Booth, The field, truth and fiction in sport history,

London, Routledge, 2005, p. 49.

xvii La apropiación de los puntos de análisis, teorías métodos y metodologías de la historia

social, dio lugar a que se considerara que la historia del deporte es una subdisciplina de la

historia social y no un campo autónomo. Nancy L Struna, citada en, Murray G. Phillips, op.

cit., p. 329.

xviii Douglas Booth, op. cit., p. 49.

xix Booth, Ibid., p. 51.

xx Melvin Adelman señala que los historiadores del deporte al abrazar los postulados de la

historia social, buscaban encontrar los elementos que propician que el deporte genere un

cambio social. Melvin Adelman, “Academicians and American Athletics: A Decade of

Progress” en, Journal of sport history, Vol. 10, No. 1 (Spring, 1983), pp. 80-106.

xxi Steven A. Riess, “The new sport history”, en Reviews in American history, Vol. 18, No.

3, (Sep., 1990), pp. 311-325.

xxii Steven A. Riess, City games, the evolution of American urban society and the rise of

sports, Chicago, University Illinois press, 1989, p. 1.

xxiii Booth, The Field… op. cit., p. 52, 53.

xxiv Booth, Ibid., p. 53.

xxv Federación Internacional de Fútbol Asociado.

xxvi Comité Olímpico Internacional.

xxvii Nathan, Aaseng, Track and field, the history of sport series, San Diego, Lucent Books,

2002, p. 15, 16.

xxviii David L. Andrews, “Posting up: French post-structuralism and the critical analysis of

contemporary sporting culture”, en Jay Coakley, Eric Dunning, op. cit., p. 110.

xxix Booth, The Field… op. cit., p. 54.

xxx Brohm, op., cit., p. 12.

xxxi Brohm, Ibid., p. 14.

52

xxxii Pierre Bourdieu, es un autor que trabaja desde la facción estructuralista-constructivista,

véase Pierre Bourdieu, La distinción, criterio y bases sociales del gusto, México, Taurus,

2002. Véase también la obra de Fernand Braudel, La historia y las ciencias sociales,

Madrid, Alianza editorial, 1986, pp. 60-106.

xxxiii El término “Figuración” representa “los diferentes aspectos sociales que crean los

individuos con sus interacciones en todos y cada uno de los ámbitos que forman una

sociedad.” Rafael Montesinos, Griselda Martínez, “Los usos sociológicos de Norbert Elias”

en, Estudios sociológicos, Vol. XIX, No. 57, 2001, pp. 823-842.

xxxiv Norbert Elias, Eric Dunning, Deporte y ocio en el proceso de civilización, México,

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xxxv Eric Dunning, Dominic Malcolm, Ivan Waddington, editors, Sport histories,

figurational studies of the development of modern sports, London, Routledge, 2004, p. 1-

15.

xxxvi Eric Dunning, El fenómeno deportivo, estudios sociológicos en torno al deporte, la

violencia y la civilización, Barcelona, Paidotribo, p. 30.

xxxvii Nancy L. Struna, “E.P. Thompson's Notion of “Context” and the Writing of Physical

Education and Sport History” en, Quest, year, 1986, Vol. 38, pp. 22-32.

xxxviii La concepción marxista de la historia plantea que “las relaciones de producción son

las que determinan la marcha de la historia.” Sonia Corcuera de Mancera, Voces y silencios

en la historia, siglos XIX y XX, México, FCE, 2005, p. 62.

xxxix Allen Guttmann, “Recent work in European sport history”, en Journal of Sport

History, Vol. 10, No. 1 (Spring, 1983), pp. 35-52.

xl John Sugden, Alan Tomlinson, “Theorizing sport, social class and status”, en Jay

Coakley, Eric Dunning, editor, op., cit., pp. 309-315.

xli E. P. Thompson, “Time, work discipline and industrial capitalism”, en Past and present,

No. 38, (December), pp. 56-97.

xlii Allen Guttmann, op. cit., p. 42, 43.

xliii Patricia Vertinsky, “Gender relations, women’s history and sport history: a decade of

changing enquiry, 1983-1993” en, Journal of Sport History, Vol. 21, No 1 (Spring 1994),

pp. 1-24.

xliv Ilse Hartmann-Tews, Gertrud Pfister, “Women and sport in comparative and

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xlv Nancy L. Struna, “Gender and sporting practice in early America, 1750-1810”, en

Journal of Sport History, Vol. 18, No. 1 (Spring, 1991), pp. 10-30.

xlvi Jennifer Hargreaves, Sporting females, critical issues in the history and sociology of

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xlvii Antonio Gramsci, Selections from the prison notebooks, Q. Hoare, P. Nowell Smith,

editors, London, Lawrence & Wishart, 1971, Apud.

xlviii Aaseng, op. cit., p. 46.

xlix Ian Cooper, “Game, set and match: lawn tennis, from early origins to modern sport”, en

Eric Dunning, Dominic Malcolm, Ivan Waddingtong, editors, op. cit., p. 114, 115. l Cooper, Ibid., p. 116.

li Nancy L. Struna, “Gender and sporting… op. cit., p. 28.

lii Michael Omi, Howard Winant, Racial formation in the United States, from the 1960s to

the 1990s, New York, Routledge, 1994, p. 55.

liii Colin Tatz, “Race, politics and sport”, en Journal of sport history, Vol. 1 number 1,

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liv Grant Jarvie, “Sport, racism and ethnicity”, en Jay Coakley, Eric Dunning, editors,

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lvii Joseph Arbena, David, G. LaFrance, editors, Sport in Latin America and the Caribbean,

Wilmington Delaware, Jaguar books, 2002, p. XIII.

lviii Nelson George, citado en Colin Tatz, op. cit., p. 225.

lix La interculturalidad se define “en términos estáticos y dinámicos: se describe

estáticamente cuando se utiliza para describir una situación comunicativa en la que se

ponen en contacto dos (o más) individuos que se perciben el uno al otro como

pertenecientes a distintas culturas; se describe dinámicamente cuando se utiliza para

describir los mecanismos que ponen en funcionamiento en esa interacción comunicativa y,

especialmente, para que esa comunicación sea efectiva.” Fernando Trujillo Sáez, “En torno

a la interculturalidad: reflexiones sobre cultura y comunicación para la didáctica de la

lengua” en, Porta linguarum, Núm., 4, junio, 2005, pp. 23-39.

54

lx Nancy L. Struna,”Social history and sport”, en Jay Coakley, Eric Dunning, Editors, op.

cit., p. 197.

lxi Ilse Hartmann-Tews, Gertrud Pfister, op. cit., p. 5

lxii Booth, op. cit., p. 128.

lxiii Miguel Esparza, Correr, saltar y lanzar: el atletismo en Jalisco, 1904-1937, tesis de

maestría en Historia, Universidad de Guadalajara, 2010, Apud.

lxiv David Mayall, Mike Cronin, editors, Sporting nationalism: identity, ethnicity,

immigration and Assimilation, London, Frank Cass Publisher, 1998, p. 2.

lxv Steven W. Pope, Patriotic Games: sporting traditions in the American imagination,

1876 -1926, Nueva York, Oxford University press, 1997, p. 214.

lxvi Allen Guttman, From ritual to record: the nature of modern sports, New York,

Columbia University press, 1978.

lxvii Melvin Adelman, A sporting time: New York City and the rise of modern athletics,

1820-1870, London, University of Illinois press, 1986.

lxviii Riess, “The new sport history… op. cit., p. 312.

lxix Fue a mediados de la década de los años noventa que la historia del deporte abandonó a

la historia social y constituyó por sí misma un campo autónomo, la prolífica producción de

trabajos en variadas temáticas así lo comprueba. Roberta J. Park, citada en Phillips,

“Deconstructing sport history…” op. cit., p. 332.

lxx Murray G. Phillips, “A critical appraisal of narrative in sport history: reading the surf

lifesaving debate”, en Journal of sport history, Vol. 29, No. 1, spring 2002, pp. 25-40.

lxxi Por último, para cerrar este apartado, es importante hacer mención del apunte realizado

por Melvin Adelman y quien manifiesta que los historiadores analíticos del deporte se han

olvidado de aplicar y utilizar los métodos cuantitativos para historiar las actividades

deportivas, a pesar de la gran cantidad de información disponible en este rubro. Adelman,

“Academicians…” op. cit., p. 98.

lxxii Catriona Parratt señala que los posmodernistas cuestionaban la centralidad y

universalidad de la clase como categoría de análisis de los factores económicos y sociales y

como la única explicación de los hechos históricos, en su lugar, se enfocaron a voltear más

hacia la cultura y su significado. Catriona M. Parratt, “About turns: reflecting on sport

history in the 1990s” en, Sport history review, 1998, 29, pp. 4-17.

lxxiii Corcuera de Mancera, op. cit., p. 381,832.

55

lxxiv El posmodernismo rechaza que el historiador puede acceder al pasado y la verdad

histórica mediante los rastros textuales y empíricos de los hechos considerados como

históricos. Parratt, op. cit., p. 5.

lxxv Gabriel Kuhn, “Anarchism, postmodernity, and poststructuralism” en Randall Amster,

Abraham De León, et, al, Contemporary anarchist studies, an introductory anthology of

anarchy in the academy, New York, Routledge, 2009, pp. 18-26.

lxxvi José María Cagigal, El deporte en la sociedad actual, Madrid, prensa española,

magisterio español, 1975, p. 21.

lxxvii El planteamiento de Fukuyama del fin de la historia hace referencia a la historia en su

sentido “hegeliano y marxista de evolución progresiva de las instituciones políticas y

económicas” e implica que la sociedad liberal actual después de resultar triunfante en la

guerra fría ingresa a una nueva etapa la cual se caracteriza por su forma globalizadora y que

terminará como único modelo social, económico e ideológico, por esta circunstancia se

establece que la historia (económica y política) llegará a su fin. Francis Fukuyama, “The

end of the history?” en, National interest (1989) en, Gearóid Ó Tuathail, Simon Dalby,

Paul Routledge, The geopolitics reader, New York, Routledge, 2006, pp. 107-117.

lxxviii John Nauright, “The End of Sports History? From Sports History to Sports Studies”

en, Sporting Traditions, Vol. 16, No. 1, November 1999, pp. 5-13.

lxxix Phillips, “Deconstructing sport history…” op. cit., p. 332.

lxxx Henning Eichberg, Body cultures, essays on sport, space and identity, John Bale, Chris

Phillo, editors, London, Routledge, 2000, p. 3.

lxxxi Eichberg, Ibid., p. 9.

lxxxii Esparza, op. cit., p. 104.

lxxxiii Michael Foucault, Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisión, México, Siglo XXI,

1975, pp.118-138.

lxxxiv Andrews, “Posting up: French post-structuralism…” en, Coakley, Dunning, op. cit., p.

122.

lxxxv Michael Foucault, Historia de la sexualidad, vol. I, “La voluntad del poder”, México,

Siglo XXI, 1977, p. 170.

lxxxvi Francisco Javier Tirado, Martín Mora, “El espacio y el poder: Michael Foucault y la

crítica de la historia” en Espiral, estudios sobre Estado y sociedad, Vol. IX, No. 25,

septiembre /diciembre 2002, pp. 11-36.

56

lxxxvii Jaime Osorio, “Biopoder y biocapital. El trabajador como moderno homo sacer” en

Argumentos, septiembre/diciembre año/vol. 19, núm., 52, 2006, pp. 77-98.

lxxxviii Paul Rabinow, Nikolas Rose, “Thoughts on the concept of biopower today” artículo

en línea, s/e, 2003, fecha de consulta 10/04/10,

http://caosmosis.acracia.net/wp-content/uploads/2009/04/rabinow-y-rose-biopowertoday-

1.pdf

lxxxix Anson Rabinbach, The Human Motor: Energy, Fatigue, and the Origins of Modernity,

Berkeley, University of California Press, 1992, Apud.

xc“Muere un corredor brasileño tras acabar el maratón de Nueva York”, en Atletismo en

México, http://www.atletismoenmexico.com/nuevaetapa/2008/11/03/muere-un-corredor-

brasileno-tras-acabar-el-maraton-de-nueva-york/

xci Araceli Boraita Pérez, Luis Serratosa Fernández, “Muerte súbita en el deportista.

Requerimientos mínimos antes de realizar deporte de competición”, en, Revista española

de cardiología, 1999, N. 52, pp. 1.1369- 1.145, versión digitalizada en línea, fecha de

consulta 09/11/08, http://external.doyma.es/pdf/25/c521211.pdf

xcii Andrews, “Posting up: French post-structuralism…” en, Coakley, Dunning, op. cit., p.

118.

xciii Alejandro Sacbé Shuttera Pérez, “Derrida: la estructura desplazada y el problema de la

différence Liminar. Estudios sociales y humanísticos, diciembre 2006, Vol. IV, núm., 02,

pp.93-108. Véase también, Ileana Rojas Moreno, “Intuiciones teóricas derrideanas y su

vinculación con el estudio de la configuración del campo de conocimiento educativo” en, X

congreso nacional de investigación educativa, área 8 filosofía, teoría y campo de la

educación 1-12, versión digitalizada en línea, fecha de consulta 08/04/10,

http://www.comie.org.mx/congreso/memoria/v10/pdf/area_tematica_08/ponencias/0264-

F.pdf

xciv Jacques Derrida, “La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias

humanas”, conferencia pronunciada en el College international de la Universidad Johns

Hopkins (Baltimore) sobre «Los lenguajes críticos y las ciencias del hombre», el 21 de

octubre de 1966, en, Jacques Derrida, La escritura y la diferencia, Barcelona, Anthropos,

1989, pp. 383-402.

xcv Derrida, Ibid., p. 383.

xcvi Phillips, “Deconstructing sport history…” op. cit., p. 335.

57

xcvii Patricia Vertinsky,The eternally wounded woman, citada en Catriona M. Parratt, op.

cit., p. 11.

xcviii Hayden White, Metahistoria, la imaginación histórica en la Europa del siglo XIX,

México, FCE, 2001, Apud.

xcix Scott Crawford, editor, ‘Serious sports’ J.A. Mangan's Contribution to the History of

Sport, London, Illinois University, 2004, p. 4, 5.

c William Beezley, “El estilo porfiriano. Deportes y diversiones de fin de siglo.” en,

Historia mexicana, Volumen XXXIII, núm. 2, año 1983, pp. 265-284.

ci William Beezley, Judas at the Jockey Club and other episodes of porfirian Mexico,

Lincoln and London, University of Nebraska, 1987, p. 14.

cii Joseph Arbena, “Sport, development, and mexican nationalism, 1920-1970”, en Journal

of Sport History, Vol. 18, N. 3, winter 1991, pp. 350-364.

ciii Arbena, Ibid., p. 354, 355.

civ William, Schell Jr., “Lions, bulls and baseball: Colonel R. C. Pate and modern sport

promotion in México”, en, Journal of sport history, volume 20, Number 3, winter 1993, pp.

259-276.

cv Schell Jr., Ibid., p. 260.

cvi Id.,

cvii Richard V. McGehee, “The origins of Olympism in Mexico: the central American

games of 1926”, en The international Journal of the History of Sport, N.10, Vol. 3, 1993,

pp. 313-332.

cviii McGehee, Ibid., p. 316, 317.

cix Keith Brewster “Redeeming the ‘Indian’: sport and ethnicity in post-revolutionary

Mexico”, en Patterns and prejudice, Vol. 38, No. 3, September 2004, pp.213-231.

cx Keith Brewster, “Patriotic pastimes: the role of sport in post-revolutionary Mexico”, en

The international journal of the history of sport, Vol. 22, No. 2, March 2005, 139-157.

cxi Keith Brewster, C. Brewster, “Sport and society in post-revolutionary Mexico”, en The

international journal of history of sport, Vol. 26, No. 6, May. 2009, pp. 723-747.

cxii Brewster, “Redeeming the ‘Indian’…” op. cit., p. 222.

cxiii Brewster, “Patriotic pastimes…” op. cit., p. 141.

58

cxiv Brewster, “Sport and society…” op. cit., p. 729, 730.

cxv Joseph Arbena, “History of Latin American sports: the end before the beginning?” en,

Sporting Traditions, vol. 16, no. 1, November 1999, pp. 23-31.

cxvi Siguiendo lo establecido por Fukuyama, nuestra academia aún se encuentra en la etapa

histórica y muy lejos del fin de la historia, es decir, el giro posmoderno aún no tiene mucha

fuerza ni presencia como para iniciar un debate.

cxvii A la fecha, la Red en Investigación sobre Deporte, Cultura y Sociedad ha organizado

tres congresos (2007 Chiapas, 2008 Veracruz y 2009 Zacatecas) y en el mes de mayo del

2010 se celebrará el cuarto en la Universidad de Colima.

http://redinvestigaciondeportes.org/nosotros/3-historia.html

cxviii Berryman, op. cit., p. 72.