Smith, Jennifer. La violencia de género en dos cuentos de Emilia Pardo Bazán

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c, H, 577. Kirby (Ed I 66, )c, lll, 930. o, 8:29. torado)" . NL)evo )c, lll, 1506. alismo,Madrid, Pardo Bazan. olario. Madrid: tzan, estado de Real Academia 'oa, 13, (1883-1890)" canol.t,ladrid: : pardo Bazan. ll DA r^- I crez baldo5. 1,, . 1fl \lt. i-"r- f v.vt. IJ/. encial leido en la ceo de Artesanos h/< )n, ... el dia l" de )s, y dlscursos de . lladrid: R. Fe. -^J r ^r t r .u./ \rL. tvta0fld: Miguez peino y Kirby (Ed ; 96, JE}{}IIFER SMITH ( S O UTH ER N I LLI NO I S L'N NT RS I T}- C{R BO ND,A.IE ) La violencia de g6nero en dos cuentos r- de Emilia PardoBaz5n Envarios articulos publicados en la llustracion Artisttca entre 1901y 1916, Emrlia Pardo Bazlndenuncia la indrferencia de la sociedad anteel problema de la violencia de genero, sobre todo el asesinato de lasmuleres, y la impunrdad que se lesda a los autores de tales crimenes (Rurz-Ocana,20a4: 180-81)1. Argumenta que loscrimrnales reciben pococastrgo o son exoneraCos completamente solo con recurrir a la excusa de la pasion y considera que la ienidad de estas sentencias es responsable por la frecuencia y repeticiorr de estos ataquesEn su contribucion del 22 de julio de 1901 escribe que "Siguen a la orden del dia los asesinatos de mujeres. Han aprendido los criminaies que eso de 'la pasion' es una gran defensa prevenida, y que por'la pasion'sesalea la callelibrey en paz de Dios" (Pardo Bazan,22de julio 1901:410). Sin embargo, la articulista cuestionara la idea de que la "pasion" sealo que realmente motiva estos actos: "No se si el Jurado se compone de romanticos, que creen en la pasion como en un fenomeno universal: si es as[, que se estudien los jurados 6 si propios. Se hablamucho de pasion, pero es como los duendes: todoslos nombran y nadie losve" (Pardo Bazln,22 de lunio 1901'. 474). Para la escritora gallega lo que se liama pasron es m6sbien la agresion impulsiva del hombre al encontrarse con el amor propio herido: "La palabra pasron se toma aquf en un sentrdo vago y falso, comoantes se tomabala palabra honor.Tal pasion es solocapricho, sensualidad, vanidad mortificada" (Pardo Baz6n, 24dejunio 1901'.410). Enefecto, la escrrtora menciona varios casos en que el hombremato a la mulersimplemente porqueestalo rechazo de alguna forma y asf subraya la relacion entre este tipo de crimen y la incapacidad de muchos hombres de aceptar una humiliacion por parte de una mu1er. Segun Pardo Bazan, estos hombres preferfan exponerse a un posible castigo antesque "consentrr la mortificacron de su brutalamor propiocuando la hembra se lesva con otro masafortunado o cuando sencillamente, sin irsecon nadie, se resiste 6 continuar ei trato amoroso" (Pardo Bazan, 23 de abril 1 906'. 266). Asi,Pardo Bazln desconstruye el concepto romdntrco de los celos y la pasion como manifestacion exagerada de amor,parasacar de tal error a la sociedad, y qurzit especificamente a las mujeres, argumentando que no es afecto lo que provoca tales ataques. Ademas de culpar al sistema jurfdico y al egotismo nrasculino, dofla Emilia argumenta que estos crimenes "van estrechamente relacionados con la falta de educacion y de cultura"y que "el hombre de ciertas capas sociales, en Madrid, esta srempre dispuesto 6 I A par'lrr de 1895 la colaboracron de Pardo Bazan con La ttustracton Artisttc,l, un sernan;rric pubricad,: en Earcelon,r, "se hrzo fr1c,habrtuaimentF,qurncenal, con una seccron ilamada La v;da coniemparanea, que maniuvo hastala exljnoOn cje l,: revrsta Ien 19i6j y comprende cercade 600 articulc:" iRurz-Ocaaa,2004' i79 nota 1) Todas lai r-or-rtrrbucrones que citarri provrenen de la serre " La 'lda cotternpor.Jncd "

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c, H, 577.

Kirby (Ed I 66,

)c, l l l , 930.

o, 8:29.torado)" . NL)evo

)c, l l l , 1506.

alismo, Madrid,

Pardo Bazan.

olario. Madrid:

tzan, estado deReal Academia

'oa, 13,

(1883-1890)"

canol. t , ladrid:

: pardo Bazan. ll

DA r^-I crez baldo5. 1, , .

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encial leido en laceo de Artesanos

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^r t r.u. / \ rL. tvta0f ld:

Miguez peino y

Kirby (Ed ; 96,

JE}{}IIFER SMITH( S O UTH E R N I LLI N O I S L'N NT R S I T}- C{R B O N D,A.IE )

La violencia de g6nero en dos cuentos r-

de Emil ia Pardo Baz5n

En var ios art iculos publ icados en la l lustracion Art ist tca entre 1901 y 1916, Emrl ia PardoBazln denuncia la indrferencia de la sociedad ante el problema de la v io lencia de genero,sobre todo el asesinato de las muleres, y la impunrdad que se les da a los autores de talescr imenes (Rurz-Ocana,20a4: 180-81)1. Argumenta que los cr imrnales reciben poco castrgoo son exoneraCos completamente solo con recurr i r a la excusa de la pasion y consideraque la ienidad de estas sentencias es responsable por la f recuencia y repet ic iorr de estosataques En su contr ibucion del 22 de ju l io de 1901 escr ibe que "Siguen a la orden deldia los asesinatos de mujeres. Han aprendido los cr iminaies que eso de ' la pasion' es unagran defensa prevenida, y que por ' la pasion'se sale a la cal le l ibre y en paz de Dios"(Pardo Bazan,22 de ju l io 1901:410). Sin embargo, la art icul ista cuest ionara la idea deque la "pasion" sea lo que realmente mot iva estos actos: "No se si e l Jurado se componede romant icos, que creen en la pasion como en un fenomeno universal : s i es as[ , que seestudien los jurados 6 s i propios. Se habla mucho de pasion, pero es como los duendes:todos los nombran y nadie los ve" (Pardo Bazln,22 de lunio 1901' . 474). Para la escr i toragal lega lo que se l iama pasron es m6s bien la agresion impulsiva del hombre al encontrarsecon el amor propio her ido: "La palabra pasron se toma aquf en un sentrdo vago y fa lso,como antes se tomaba la palabra honor.Tal pasion es solo capr icho, sensual idad, vanidadmort i f icada" (Pardo Baz6n, 24dejunio 1901' .410). En efecto, la escrr tora menciona var ioscasos en que el hombre mato a la muler s implemente porque esta lo rechazo de algunaforma y asf subraya la relacion entre este t ipo de cr imen y la incapacidad de muchoshombres de aceptar una humil iacion por parte de una mu1er. Segun Pardo Bazan, estoshombres preferfan exponerse a un posible cast igo antes que "consentrr la mort i f icacronde su brutal amor propio cuando la hembra se les va con otro mas afortunado o cuandosenci l lamente, s in i rse con nadie, se resiste 6 cont inuar ei t rato amoroso" (Pardo Bazan,23 de abr i l 1 906' . 266). Asi , Pardo Bazln desconstruye el concepto romdntrco de los celosy la pasion como manifestacion exagerada de amor, para sacar de tal error a la sociedad,y qurzi t especi f icamente a las mujeres, argumentando que no es afecto lo que provocatales ataques.

Ademas de culpar al s istema jur fd ico y al egot ismo nrascul ino, dof la Emil ia argumentaque estos cr imenes "van estrechamente relacionados con la fa l ta de educacion y decul tura" y que "el hombre de ciertas capas sociales, en Madrid, esta srempre dispuesto 6

I A par ' l r r de 1895 la colaboracron de Pardo Bazan con La t tustracton Art ist tc, l , un sernan;rr icpubr icad,: en Earcelon,r , "se hrzo fr1c, habrtuaimentF,qurncenal , con una seccron i lamada La v;da

coniemparanea, que maniuvo hasta la exl jnoOn cje l , : revrsta Ien 19i6j y comprende cerca de 600

art iculc:" iRurz-Ocaaa,2004' i79 nota 1) Todas la i r -or-r t r rbucrones que ci tarr i provrenen de la serre" La ' lda cot ternpor.Jncd "

agredir" (Pardo Bazan, l 1 de nnarzo 1907 170). Sin embargo antes de achacar af i rmacionescomo esta al c lasismo de la escr i tora hay que reconocer, en pr imer lugar, que var ios estudioshan revelado que, en efecto, este t ipo de abuso es rnas frecuente entre las c lases menosfavorecidas ( l t /esserschmrdt, 1997: 105-06)2. Ademas, ai senalar especrf icamente la fa l tade cul tura y educacion, Pardo Baz6n socava argumentos deterministas que buscan expl icareste comportamiento como fenomeno inevi table. Esto sera un punto importante en nuestroan6l is is de "Pi f la" donde se examinara la supuesta natural idad de la v io lencia mascul ina.Finalmente, aunque Pardo Bazln sostrene que estos cr(menes son mas frecuentes entre laciases ba1as, tambten reconoce que en ul t i rna instancia este t ipo de'r io lencia t rasciende las' t^ '^"^ ' :^ t^ ' Dor elemplo, comenta un caso en que un noble ruso asesino a una cantante( , td>e> >uLrdtc>. f

en escena "por haberse negado a entablar relaciones amorosas con el" (Pardo Baz6n,20de octubre 1902' . 682). Despues de expl icar los detal les del acontecjmiento, anade que"no son solo los prrncipes y archiduques t ] -El hombre del pueblo supone tambien quela mujer anhelada le pertenece, y que al neg6rsele, pena de vida" (Pardo Baz6n, 20 deoctubre 19A2' .682). O sea, el fenomeno existe entre todas las c lases sociales. Adem6s, en"El revolver" , uno de los cuentos que examinaremos a cont inuacion, Pardo Baz(tn explorala v io lencia domest ica en una clase m6s acomodada. Por lo tanto, parece que aunque haceLina conexion entre el abuso domest ico y la poblacion rnenos cul ta, tambien reconoce,tanto en sus escr i tos per iodist icos corno en sus obras l i terar ias, que estos cr fmenes ocurrenentre los niveles sociales mas favorecidos3.

f t " , l ientras que en los escr i tos de "La Vida Contemporanea" dona Emil ia generalmentepresenta a las rnujeres como vict imas inocentes de esta v io lencia, los cuentos, cornoveremos, senalan la pasiv idad de las muleres como factor que contr ibuye al problema.No obstante, esta cr(t ica no est6 ausente del todo de sus art iculos periodist icos. En sucontr ibucron del 11 de marzo de 1907 recrea una escena en la cual la mujer se deja pegarpor su pareja:

El d ia logo se anima: 6l a lza la mano y descarqa bofeton recjondo.. . El la t i tubea, l lora,luego r ie. . . , n i : tqui t , ra prde auxi l io: e l bofeton esta en el programa. Y ese bofeton es eloreludio de lo que vendrd m. is tarde, en una hora de exasperacion brutal de celos o desoberbia: es el ant icrpo del navqazo f eroz, del estrulon de nuez que rompe el cartr lago, delcunt;pte ?:re ( les0arra i . ;s er ' t t rJnas, dcl palo,- iue obre el cr i r reo, Cel proyect i l que se incrustaen l ; : masa encefal ica . i \ /a ian poco dei pr imer maitrato al cr imenl La bofetada anuncia lamuerte; y las er-nplazadas, srn embargo, rnedia hora despues de haber recibido en la mej i l lael , io lpe y ei rnsui to, :e cuelgan del brazo del ofensor y se van con el 6 celebrar los chistes der. ina obrela teatral donde quiz is ' ien reproducida, en brom.l , la escena en que acaban de seri r r ( r taqonistas. . . rP, i rdo Bazan, 1 1 de ma(zo 19A7. 170).

Aunque la idea de que ia mtr1er part ic ipe de . , . lguna rnanera en su propia v ict imizaciOntea contrc ' . rers ia l , en el caso de Pardo Bazan se la puede ccnectar con la indignacidn

" ' ' 'egun i \ , ,1esser:chr ' , rd i , :e r l r - r , lde e;rplrc, l r e i i r ' ,d ice ras ai lc de abuso domest ico entre ias c ia:esi ia las ( lor ; : l re,-r ,o 1e qu.: e l hr :nrbre r ie esia c ia:e:cc.al no ten( l , l iarr tas oportur- ' idades de demostrar

-U autOf idad en el i r . t6, t , ,1 Ct , ler , t rA,- . je i . l jOC,e,J, :d CC,lO Clntec, . . ,cnCra, bulCa af i r f f iaf St dOff l tn,A

7 r lascuirnrcjad i l r rnci i lJ ln ente dentro del hcgar y, r t ' tuch; i5 /ece5, a I ra ' /es de ,rroiencra f ;s icar 1le: :er :chrnrdt , l ' )g i 1t) . : C6')i i

Aqui , l 5ci , loo l lgo cr :n Rr.rrz-Cc;na, ( t iJ ien 5o5t ene tTue ?a.Ca EazAn a:ccia ia , r ic lencra ,Je genero, :Jn la5 c iases baias'1qLje es :o lo en su rr91q13 Dcha i \ , l r l , lgfo; eqp,, ,er-r ios una vic l r rna perteneciente l '

i - r , - la-e r- . , j r j i , : ] ( l lL- , , : -Ccan a, 2t) ,C4 ' , ;17)

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que expenmemovimiento femientras que Ise escandalrzapeores enemicl l , 1322){ . Asi ,la mujer) y la (brutales de urnociones romiinfer ior en la :dos sexos.

Dos cuentc" Pi f ia " , publ ic i'1895 en El lm1entre dos morde la natural idno esti l claro strenen que viv i rpsicologicas dela incapacidadle hace intentaobstante, los d,c ier to ni , re l de rsus rafces en iay jerarquico de

En "Pi f ra" renlaulada. Cuardel cuento, ioel nombre quecornpanero, est

Ei meponrendoia infelrz,s i rv iendolun l r lpen

I Ertu,- , t , , ranota ,2par5 Los luq;r ,pOf Jr . r . tn P;j i , ,6f1;5.

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r' lro i-.i7, r; iL f .tff i l a rrr j i , re t ; - ,nemabsert : t lor, :pt , : r )a pcr

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hacar afirrgue vario'ntt'on*tetas.,.;;fi:ff;if icamente ta tafiaue buscan expl icarortante en nuestrooiencia mascul ina.recuentes entre lancia trasciende lasno a una cantante(pardo Baz6n,20

r iento, anade queJone tambien querdo Bazi in, 20 de:ia/es Ademas, enrdo Bazan exploraque aunque hace

ambien reconoce,crirnenes ocurren

r i l ia generalmentets cuentos, cornoruye al problema.rnodist icos. En suu1er se deja pegar

. El la trtubea, l lora,/ ese bofeton es elrutal de celos o derpe el cart i lago, delect l , gue se incrusra:ofetada anuncia la:crbido en ia mej i l lalebrar los chistes der que acaban de ser

rpia v ict imizacion)n la indignacion

Strr :C entre JaS ClaSesr rr jades de den"cstrai .a af i rnar su domrnro5 de vi t tk lnoa f is ica

vroJenc a dr: generotr-nd pertenecrente a

que exper imentaba al ver que muchas mujeres espaRolas se mostraban indi ferentes al

movimiento feminrsta que pretendia luchar contra este t ipo de abuso Segun dona Emil ia,

mientras que los hombres espaRoles se bur laban del feminismo, las mu1eres "se cr ispaban,

se escandal izaban y se deshacian en protestas de sumision a la autor idad vir i l , Eran las

peores enemigas de las que pens6bamos reiv indicarnos de derechos" (Pardo Bazan,1999'

l l , 1322)4. Asi , a l revelar los verdaderos mot ivos de la agresion mascul ina (el desprecio de

fa mujer) y la compl ic idad de las mujeres que optan por rgnorar y/o aceptar las real idades

brutales de una sociedad sexista, Pardo BazAn pretende que las mujeres dejen al ladonociones romAnt icas sobre el abuso como manifestacion de la pasion y sobre su posic ioninfer ior en la sociedad y que luchen act ivamente por la igualdad social y legai entre losdos sexos.

Dos cuentos que exploran la cuest ion de violencia de genero contra las muJeres son"Pina", publ icado en 1890, tambien en la l lustracion Art ist tcay " El revolver" publ icado en1895 en El lmparcral i . El pr inner cuento, que relata una incidencia de vrolencia dornest icaentre dos monos de sexo opuesto que cohabi tan en la misma jaula, abarca la cuest ionde la natural idad de la agreston mascul ina. Debido a la antropomofizacion de los s imios,no esta c laro s i lo que mot iva sus acciones es el inst into o el ambiente art i f ic ia l en el cualt ienen que viv i r . El segundo cuento, "El revolver," exarnina mas de cerca las mot ivacione:psicologicas de un marido que amenaza a su mujer con la muerte El cuento sugiere quela incapacidad del marido de cumpl i r con cierto ideal rnascul ino hiere su amor propio yle hace intentar compensar estas insegur idades con el control y abuso de su esposa. Noobstante, los dos cuentos subrayan la indi ferencia de la sociedad frente a este problema ycierto nivel de compl ic idad por parte de las mujeres, lo que sugiere que el fenomeno t ienesus ralces en la creencia por parte de los hombres v las muieres en un sistema oolar izadoy jerdrquico de sexo-genero.

En "Pina" una mona es capturada.en Cuba y l levada a Gal ic ia, en donde es luegoenjaulada. Cuando su salud y humor empiezan a desmejorar, su captor, tambien narradordel cuento, lo asocia con la fa l ta de "novio"6, Sin embargo, tan pronto como Pina,el nombre que se le da a la mona, t iene que compart i r la jaula con Coco, su nuevocompanero, este empieza a abusar de el la:

El marido [ . ] se le sentaba encima del esprnazo, lo mismo que en comodo escabel ,ponrendole las dos patas sobre las ancas, y agarrandose con las dos manos al pescuezo dela infelrz, a r iesgo de estrangular la. En tan di f ic i l posic ion se sosten[a en equi l ibr io Coco,sirv iendole de entretenimiento el at izar de cuando en cuando a su v lct ima un mordrsco cruel .un impensado zarpazo o una bofetada s61 195 nin< Fl l .e t romr' la, engurruminada, hecha un

aEstacrtaprovienede,unart iculopublrcado enLal t lacroncjeBuenlsArres el2TdeJul iode'1919,queahora aparece en la coleccron de .Julrana Sinor, ,as Mate.

" Lo: iugare: y ' fechas de publrcacron provienen de Cuentos con' tst !etos/ Emtl ta Pardo Bazan, compi l ; rdcpor Juan Paredes Nuiez. Por fa l ta de acce:o a la i prblrcacrcne5 or iqrnalei no he podrdc co'r i r rmar la5iechas 5in er"nbar-go, Rurz-Ocana y Tol l rver ofrecen la misnra rnforrnacion para el cuento de "P na".f ' l io ha; nada en el texto que rndrque el sexo cic l narrador CuancJ.; se ref rere 6 5i r r t , l r ( : r . t incl - rye ; rsu farnr l ra y 5rempre usa la prr f l rera persona plr t ra l ("nosctror ' ) Ar- lnque Rurz-Ocana oa por sentadcqLre tenemos t i ta narradora fernenina, para nacer patenlA la di : t rnc;r-)n entre el nar ' rador (y

"U"observdarortes a ' /eces algo ingenrras) y la autora (v s ls ldeai bre ' r desarrc l i : , tda. , sobrr , . e i t r : :n.r) , heoptacio por referrrme a "el narrador"

ovi l lo, se mantenia quieta, porque la menor tentat iva de escapator ia le costar ia mordiscos y!ampreazos sin numero (Pardo Bazan, 1996: 2O).

El t ratamiento abusivo cont inua hasta que por f in los dos animales son separados.

Lo que rnas l lama la atencion de esta sr tuacion es la manera en que el narrador, s in ser

consciente de el lo, les impone formas hurnanas de exrstencia a los animales: le pone

,;est idos a pina, intenta hacer le comer con cubiertos, y recrea la inst i tucion del matr imonio

y el ideal donnest ico del hogar uni famrl iar . Adem6s, el captor interpreta todo lo que hacen

los animales desde su propia perspect iva cul tural . Por ejemplo, cuando Pina se depr i rne,

el narrador decide proporcionar le " la suprema distraccton del amor y del hogar", o sea,

buscar le un "marido" (Pardo Bazan, 1996. 1B-19). De esta manera el captor, obviamente

empapado en los discursos higienicos y cul turales de la epoca sobre las mujeres, cree que

las hembras, incluso las monas, desean mas que nada ser esposas y madres, El captor

nunca considera la posibi l idad de que sea la caut iv idad, y no el deseo por un esposo, loque le pone trrste a Pina. El narrador tambien antropomorf iza al mono Coco de manera

simi lar cuando se ref iere a el como "gal5n" y " marido" y cuando se pregunta, a l observar

su comportamiento dominante hacia Pi f la, s i no conocer6 las teor ias de Luis Vives y Fray

Luis de Leon sobre la muler (Pardo Bazan, 1996: 1qz . Aparte de estas interpretaciones

equivocadas de la conducta de los animales, e l ambrente s imulado en el cual t ienen que

vi ' , r i r nos imoide conocer la forma en que los monos se hubieran comportado si hubiesen

tenido la l ibertad de viv i r como quis ieran. El que los monos no se apareen en la caut iv idad

sugiere que no hay una atraccion "natural" entre el los. Asimismo, una vez l ibre Pina de

su "marido," y sobre todo cuando se le permite deambular l ibremente por la Granja, su

salud y humor me1oran much(simo, lo que indica que la cohabi tacion forzada en el espacio"domest ico" de la jaula causo no solo el abuso sino tambien la enfermedad de la mona.

Muchos medicos y c ient f f icos del s ig lo diecinueve y de comienzos del s ig lo veinte

intentaban expl icar los di ferentes dest inos del hombre y la mujer en terminos de sus

respect ivas "naturalezas". Estas teor las c ient i f icas af i rmaban que la debi l idad intelectual

y f fs ica de la rnu1er la dest inaba exclusivamente a ser esposa y madre y di f icul taba, s i no

impedia, e l desarrol lo de otras facul tades. Segun Cather ine Jagoe:

Para lust i f icar la exclusion iJe la r , . ru jer de la c iudadania, concedtda r- tn icamente a ios

hombres adinerados que si se suponen l ibres, muchos medicos espanoles del s ig lo XIX usanmetaforas pol i t rcas para representar a la muler como un ter f isrologicamente no lbre, esclavade su naturaleza btologica. A drferencra del hombre, para quien la reproduccion se creel i rn i tada a su partrc ipacron en el coi to, la rnuler se con: idera dest inada en cuerpo y alma a la

reproduccion clesde la pubertad (Jagoe, 1998: 310-11, enfasis en el or ig inal) .

Por lo tanto, no es sorprendente que Pardo Bazan, corno feminrsta, cr t t icara el

rrcvrrniento c ient i f ico c je su dia Aunque obletaba a teor ias como ei determinismo por

reducir a las personas, de ambos sexos, a best ias humanas que segufan ciegamente sus

inst intos, argurnentaba que las ideas eran aun mas restr ict ivas para la mujer puesto que

I ;on referenci , ls a i i ' ts t rucciar: t ,Je ia oi t tJ€( Crrs l rsna l lor JI lan Lr.rrs 'y ' , , res \ ' ,492-154Ai ' / La perfxta"

casar la ,Je F(ey:ui5 , lp Le,rn I i ' ,2/- l591) Las dos loras in i r : ten an el papei dcn:dst ico 'Je la muje| '

y ru j i , jxrS;on Ji f .cn:bre E:tos iexto5 iut ier{ ln mucha r f i f l r r€r tOa en el desarrct lo de los conceptos

, : i - r i i r r r ; e '5 1el p,rrrr : l tproprado de i , t n- , r jer en [ tpana iP. t rdc 3azAn,1]96' . ' t9, nata 1t .

i imi taban sudiscurso queapropiado de

,Ja

Pued€ rpara di :dest inarrracionque ia

Es por estrc jent i f rcas y dedominio mascrdi ferencias. Ar-es evrdente qura los dos moncintervenir, a d€entonces el pa1deja que el mar1996: 22) Es Iacuando reproch[atreverse] 6 asren secreto, se c298). Asi el cuerhembra en una

5ln embargcmisma rehusa acel la; n i tenia ma:f in, sobre que fuel narrador se psobre el fernenrnpasiv idad obedieIncluso despues ra0n al iraves cje l isu voluntad" (paen terminos ciel tla femina,, (pardccausa de la surni :predominio del hrmu1er ha jc lo perct iene anqui losadafatal, fruto r je tar

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idrtO hordiscos y

;on separados.)lrf,flo;, Sin Serxales: le poneJel matrirnonroo lo que hacenia se deprime,hogar, ' , o sea,lr, obviamenteJeres, cree queores. El captor'un esposo, lorco de manerarta, al observar.ris Vives y Frayrterpretacionesual t ienen quedo si hubiesen,n la cautividad'z l ibre pina derr la Granja, sua en el espaciod de la mona.

el s ig lo veinterminos de susJad intelectuafi icul taba, s i no

nicamente a iosel s ig lo XIX usanno libre, esclavaduccion se creererpoyaimaala)

fa, crr t icara elerr^ninismo poriegarrente susier nr roctn nrrel - 'YvuJLv YvL

j40) y La pt'rfectar!9trco de l ; murerdr: los conce ptosr )

*" l i t i t rbun su exrstencia a una mera funcion reproduct iva. Por elemplo, como respuesta al

discurso que el Marques de Busto dio en la Real Academia de Medicina sobre el papel

apropiado de la nnujer en la sociedad, Pardo Bazln sost iene que el marques

da pn pl nrocpro mater ia l ismo de considerar que el f in de la existencia de un ser racionalpuede estar condrcronado, en pnmer termino, no por la racronalrdad que le otorgo el Creadorpara distrnguir le de la bestra, s ino por las consecuencras de la funcron de aparatos y ofganotdestrnados a la reproduccron y conservacron de la especre, que nos son comunes con lo:i r racionales. [ . . ]No otra ccsa srgnrfrca la sooada afrrmacion, que adopla el 5r . lv l r rques, deque' la muler ha nacrdo para el arnor como esposa y madre'(Pardo Bazan, 1892 77).

. Es por esto que es probable que el cuento tenga la intencion de cr i t icar las teorfas

cient i f icas y deterministas sobre las supuestas di ferencias naturales entre los sexos, o sea el

dominio mascul ino y la subordinacion femenina, lunto con la imposibi l idad de superar estasdi ferencias. Aunque no esta c laro hasta que punto la agresion del nnono sea inst int iva, s iesevidente que los factores sociales contr ibuyen m6s al problema, El captor no solo fuerzaa los dos monos a v iv i r juntos en la misma laula s ino que tambien, al pr incipro, se niega aintervenir , a detener el abuso. El narrador dice "Nosotros habiamos desempeirado hastaentonces el papel de la sociedad, que no gusta de rnezclarse en cuest iones domest icas y,deja que el marido acabe con su mujer s i quiere, ya que al f in es cosa suya" (Pardo Bazan,1996: 22). Es la misma cr i t ica que hace Pardo Bazln en su serre "La vida contemporanea"cuando reprocha a la sociedad espanola por entregar le la esposa al esposo y despues "no

[atreverse] 5 asomarse siquiera 6 la puerta del domici l io, dentro del cual , sobre seguro yen secreto, se consuma diar iamente el atentado infame" (Pardo Bazan,2 de mayo 1904,298). Asi e l cuento cnt ica al narrador, como representacion de la sociedad, por colocar a lahembra en una si tuacion pelrgrosa y despues no hacer nada para proteger la.

Sin embargo, no es solamente el captor quren no hace nada por ayudar a Pi f la. El lamisma rehusa actuar en su propia defensa aunque el mono "era de la nnisma estatura queel la; n i tenia mas fuerza, ni mas agi l idad, ni mas viveza, ni d ientes m6s agudos, ni nada, enf in, sobre qud fundar su despot ismo" (Pardo Bazan, 1996' .21). Al observar esta s i tuacion,el narrador se pregunta: " iQue inf lu jo moral , que soberania posee el sexo mascui inosobre el femenino, que asi lo subyuga y lo reduce srn oposic ion ni resistencia al papel depasiv idad obediente y resignada, a la aceptacion del martrr io?" (Pardo Bazan, 1996' .21') .Incluso despues de que se instala una div is ion en la laula Pina se deja dominar "como sia0n al t raves de la reja, en la imposibi l idad de hacer le dano alguno, le impusiese el despotasu voluntad" (Pardo Bazan, 1996' .22).El narrador intenta explrcar la sumisron de Pir laen terminos del "prest ig io de la mascul in idad" y " la t radicron de obediencia absurda dela femina" (Pardo Bazan, 1996' .21-22), factores que sef la lo ia rnisma dona Emil ia cornocausa de la sumision y pasiv idad de las mujeres espanolas de su epoca: "El inmemoriaipredominio del hombre en la ley y en la costumbre, ha af i rmado en el caracteres que lamuler ha rdo perdiendo [ ] la mu1er hara bien en desechar lo que, a mi modo de ver, lat iene anqui losada: la t i rn idez, la desconf ianza en sus propias fuerzas, el ami lanamientofatai , f ruto de tantos af los de servidumbre" (Quesada Novas,2005.32)8, Como posible

tJ I r tu cr t ; p-rp6y1s1e de un,.r t icr . r io o:rbircado en El lntparcrat e j 2,J c je ju i ] io 1g2a C111 ln l i rectarnent€'

del l rc, :o Ce Citesacja f ' jovas

expl icacion de la voluntar ia sumision de la mona (y de la muler) es importante notar quetanto el narrador del cuento como la autora misma apuntan fenomenos cul turales dela sociedad humana y no inst intos animales. La idea de que el texto culpa en parte a lahembra se ve reforzada en la reaccion de la hi ja menor, quien en el ent ierro de Pina dice:"Yo tambien quer la l lorar por la mona. lPero no puedo!" (Pardo Bazan, i996: 24). Aunquepara Rurz-Ocana esta ul t ima frase contr ibuye a la " l igereza" y fa l ta de ser iedad con que laautora t rata el tema (Ruiz-Ocana,2004. 180), t iene m6s sent ido relacionar la ambivalenciade la nina con el que la mona no hic iera nada para defenderse y asf contr ibuyo no solo asu propio sufr imiento s ino tambien a la aceptacion de la v ict imizacion de las mujeres engeneral ' ) . O sea, la ni f ia, como la misma Pardo BazAn, se desi lusiona al ' , rer que la mona/ lamujer no lucha act ivamente contra el abuso.

En contraste con "Pi f ia" , que cuest iona la supuesta natural idad de la v io lencia contralas mujeres, "El revolver" examina el papel que desempenan las construcciones cul turalesde mascul in idad en la agresion de los hombres. En "El revolver" ,Flora, de diecinueveanos,se casa con Reinaldo, un hombre que " f r is fa] en los cuarenta" (Pardo Baz6n, 20e2:135].Estan muy enamorados al pr incipio de su matr imonio, pero despues de un ano Reinaldo sehace extremadamente celoso. Flora le dice a su inter locutor en el balnear io: "Si sal lamosjuntos, se celaba de que la gente me mirase o me di jese, al paso, cualquier tonter ia deestas que se les dicen a las mujeres Jovenes; sr sal ia el solo, se celaba de lo que yo quedasehaciendo en casa, de las personas que venfa a verme; s i sal fa sola yo, los recelos, lassuposic iones eran todavfa mas infarnantes. . . " (Pardo Bazan,2002: 136)10.Los celos deReinaldo son tan exagerados que le prohibe a Flora tener contacto con su fami l ia y su9amigos y le ensena un revolver, amenaz6ndola con matar la, s in avrsar la antes, s i l legase ahacer cualquier cosa que le disgustara:

No volvere a exigirte cuentas ni de como empleas tu t iempo, ni de tus amistades, ni de tugdistracciones. Libre eres, como el aire l ibre. Pero el dia que yo note algo que me hiera en elalma.. . , ese dfa, ;por mi madre te lo juro! , srn quelds, srn escenas, s in la menor senal deque.estoy disgustado, iah, eso no!, me levanto de noche cai ladamente, cojo el arma, te la apl ico,a la s ien y te despiertas en la eternidad. Ya estSs avisada.. . " (Pardo Bazdn,2002:138) l l .

9 Rr- i rz- t lcana l ieqa a ia )r ,JurenIe conclulrorr scbre r : l cuento y ias, i l t rmas p, : labras rJe ia nr la: ' [ l

- ' 1^+^ ̂ ^-r ' ; - ' - - ' ' rcof fer l rnrsta, pero ia escr i tora lo t rata con ldnta t tge(eza, lo reduce a anecdota'( - ' r f l i l . {J l -UUl ld pdl V

tan rninir lamente domesttca y io remata cof l r . r f l rJetai ie ran hr-rrnor istrco, que no se sabe sr:e lo haplantarJo en iero" (Rurz-Ccan a, 2AQ4. 130)l0 l lo hay rndrcaciones clel :ero del rnter locutor. l jo , ;abemos si Flora habla con r . ina rnujer o uf i

nombre que ha conrrcrdo en el balnear io o sr habia con un rnedrco. , ,l l E: Je rrotJr ;qui ia obselr , rcron r le Angeles Quesada l ' lcvas de que en el , - rn ico cuento dondeel i i *l r i j jer q i , r ien i t t f re de ceios I " tLaso') , la prOlzqonrSta nO ,rctua , je rnanera vrc ienta O vengattva: "Ll

qr,t i ,n dtfr:renc;6;1ue piantea +ste cuenro rtcf l r '€5F€cto a ios proragonizados por hornbres celosol f ,

l r - te en rrrngun r lcmento 5e ent n",1s r lue haya sornetrdo al i r :arrdo al cerco que hemos presenciadd'

en 'El ( t ' to l ' /e( ' , ,1 a i . ,s ' / r l jac, , lnes !L io v?f8rr1os en algt in ctro. 5e reserta el :ufr imiento paft{ '

r : . r i5(ra, mientras pracura iocJo trpo cte curdar jos al hcrr ibre. l ina actuaciOn d;an:etraimet: f (e apd t l "

:

cecend,enr io . le i :exo Jel celc:o es lo ' t r re D,rrece QL€r€[ tuota, /a( ia autcra al presentarnata&' , , , ; ' " , , l :ya( |ucurr ; ( j icr l , - .1L. , l t i i - r U rJYr Ltr l r i )U f5;U' . .1 l - j r j l j , l l tLg i - . l i " jefef >Ublo'Jdl id dUrUIo '71 PtsrLr ' \ - ' " - - , , i . . ' . ; ,

: . ;nrca rr , ' r jer celosa" tQ,-resada i r iovas, 2OC5 S5-e6). O sea, Par,Jo tsazan muestra pa?anelgef iFry . . : , , r , ,r ie acrr ;or tatn,gnto c i . ,c c.e , l r f t : rpncr. ln , ' .pr t r ' i f l r , l ( tpnprr l r - lp la cr ' r (nna o or t : .

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Flora v iveReinaldo se c(estaba cargad

Mientras Fsufr ia de ' ,un(136), e l textomascul in idad.muJer mucho rempleza a camBazan,2002: jsugesttvas sonun srmbolo f i t l i<un cabal lo. La cmanera de reprde Fel ipe i l l enconde duque dtfa l ta de vir i l idad

Tal perf i l corla v io lencia donsobre sf mismosesposas (Messer:esposas es el rnea su dominro ensurgtr cuando laintereses, amisrahay inf idel icJad ( lpermite que Flor;justo antes de ansoy un necto. l , ; leenganarme, en lcDesde la perspectloco,,) pero rto unamor por Flora ( , ,con ansia y f ,ebrepoder cur,. ipl ir coruna forrna sanctor€poca. Fn este sensus insegur idades tsu mujer.

Corno en el c; :ccntinue. l , lunca :eY, justo despues drestaba cargada, c(Qu€ria .1un, y le i icln^ t " -trdlrjo 3azan, 2r)C)

l , l l

ie rcrcortarn,ento qre 5e Jr ierencran teqr in el generc,Je la pe'rsona.

riive con u n m i ed o,,'n o "1' 1 :i' ::'" l": :] : : :'.' :::. :'i:::,il:'^:

u "u

] ; . r . de un cabal lo y rnuere. Poco despues Flora descubre que eique un orarevoiver no

a violenca conli*

.c:1ones cu!tural*rI o.recinueve ano,g.a26n,2002r tJ i )n ano Relnafdo se,ano:

,.Si saliarnos

rqurer tonteria deo que yo queciase),

-fgs recelos, Iat6)t{r.Los celos der su familia y susantes, si flegase a

amistades, nide tusque me hrera en el

x.lenor senal de queer arma, te la 6p1;g9t, 2AAZ: 139) l I

lr*F -

f f i " Flora, ,quien sirve de narradora de su propia histor ia, afrrrna que Reinaido

#., ,unos celos v io lentos, i r razonados, srn objeto nr causa" (Pardo Bazan, 2002'r io c, nrnnia inspnrrr idad sohre st t

iAr io indica que Reinaldo esta celoso a causa de su propia insegurrdad sobre su

iard. pt i*ero, el cuento recurre al topico del hombre mayor que se CaSa con una

ff i ; ; m6rs joven y sugiere que la parela no ha podrdo concebir ya que Reinaldo

i l ; ; ; ; r rbiar justo un ano despues de haberse casado, "al volver ia pr imavera" (PardormflE-e - -

f f i i i : iow: 135) y no tener ninguna senal de que su esposa este embarazada lgualmente

%iu^rson la revelacion al f inal del cuento de que el revolver de Reinaldo, obvianiente

fr ; ; i r fa l ico, no estaba cargado y la forma vergonzante en que muere' cayendose de

l lo. La capacidad de urr honrbre de controlar su cabai io hrstor icanrente ha sldo unaw.-.-:s#nera de representar su poder y autor idad. solo hay que pensar en la estatua ecuestre

f irirp. rrr en ta Ptaza Mavor de Madrid, o el famlso:li9:?_q: oit9:.1:^y--]'11',:::lduque de Ol ivares Por lo tanto, e l texto, a t raves simbolos y metaforas, apunta la

de vir i l idad de Reinaldo Como factor que rrrot iva sus celos

; , ; r , Talperf i l corresponde al del t ip ico autor de violencia contra las muJeres Estudios sobre

fa:v io lencia domest ica han demostrado que rnuchos hombres que se sienten rnseguros

.$bta sf rn ismos buscan demostrar su val fa con muestras de super ior idad f isrca sobre sus

u. l i ipot . r (Messerschmidt, lggT: 102-03). Ya que para estos hornbres el control sobre sus

i l ' l tpor6 es el medro pr incipal de afrrmar su hombria, cualquier amenaza, percibida o real ,

l isudorninio en la relacion les provoca arrebatos extremos de i ra. Taies emociones suelen

nrrgir cuando la esposa o la pare1a hace valer su independencia al seguir sus proplos

intereses, amistades o una carrera fuera del hogar o cuando ei hombre sospecha que?: i n v inf idel idad (Messerschrnidt , 1gg7: 103). Asi es la s i tuacion en el cuento. Reinaldo no

[, ' rermite que Flora vea a otras personas y t rene tanto miedo de su posible inf idelrdad que,

loco") pero no un cornudo ("un necio") . Aunque Reinaldo dice que lo que le tnot tva es su

amor por Flora ( ' 'yo te qutero, por desgracia, mas cada dla, y te quiero s in t ranqui l idad,i con ansia y f iebre") , su "ansia y f iebre" son m;is bien producidos por su miedo de no

,r ._ poder cumpirr con cierto ideal mascul ino. La v io lencia con que amenaza a su esposa es

: ' una forma sancionada de af i r rnar su mascul in idad dentro de los codigos cul turales de la

epoca. En este sent ido, es el s istema de sexo-genero lo que rmpulsa a Reinaldo a reprrrnlr

sus insegur idades e intentar probarse a sI mrsmo a t raves de ar^nenazas de violencta contra

su muJer

Como en el ca:o de Prna, Flora es responsable, en parte, por permit i r que la s i tuacton

contrnue. t r lunca se molesta a exarninar el revolver con ei cual su, 'nar ido la ha ar^nenazado

v i r rstn c lp. ,nrres de ia muerte de su rnar ido, antes de darse cuenta c le que el arma noJr JUJLTJ \ . ]CJF/LILJ wL ru rrruL LL

,^^Ai ^,rO

l f i'

I ' J \JJLTJ \ . jCJF,/LI \ -J wL ru rrruL LL l^

nat- l - .s)rdud rorgddd, proclama su arnor pcr el : "Entonces, solo entonces, cornprendi que rL '

""' i. T'"'*"rru'j."uuirr', lr.,no..,; i;- nu"r.ro, go, y ve'dr-rgo sistentaticol"i ,

qUena aUn, y le l lOre rnuy de Veras, iaLinque fue nr i ' ;erd(pardo Bazan, ZAC2 140), A: i , Flora acepta su rnart i r io, coml lo hizo Pina, y expresa un

abras de la nina: " f io reduce a anecdotaro 5e sabe si :e lo ha

ccrl (.Jn; rnuji:)r c un

o cue r to donde es ia.i1,r c vilnrJ al,ia ,,La

'r , f ; l i r re5 celo:os es, l , - ' r r ,os presenOado

t, ,J ' . . ,n1, , '111a p rr . l 5 it r , t r , r I nrer, . t . , cpue5tap:e5frr t ; rnoi ; a eStapJtro!es qr ' r 'erales

amor incondrcional por el hombre que abuso de el la s icologicamente y que le amenazo conla muerte para rnantener intacto su concepto de sf mrsmo como hombre.

Flora comienza su histor ia dic iendole a su inter locutor en el balnear io que "nada esnada.. . , a no ser que nosotros mismos convir tamos ese nada en algo" (Pardo 8a26n,2002:

1 34). Este " nada" que se convir t io en "algo" era el poder r lusor io que Reinaldo ejercio sobreel la. De la misma r-nanera que Pina se dejo rnal t ratar por un macho que no le aventajabanada en fuerza f is ica, Flora perrni t io que Reinaldo la controlara con un revolver vacio. Bajoel miedo constante de ser v isto como impotente, Reinaldo acude a la v io lencia como larrntca Inanera,aceptable de expresar sus temores y dernostrar su hombria. Flora, en lugart je reconocer este comportamiento por lo que realmente era, lo interpreto como una ser la lde la autor idad y el amor de su marido y se r indio a sus exigencias i r racionales en lugar . ,de cuest ionar las. Por lo tanto, "Pina" y " El revolver" socavan argumentos supuestam€It tg , ,c ient( f icos sobre la natural idad y la inevi tabi l idad de la agresion (o "pasion") mascul in4, ' . ,a l senalar obvias causas cul turales. Los dos cuentos sugieren que la v io lencia contra las, ; tmujeres t iene sus ra(ces en un concepto de mascul in idad que les ensefra a los hom[ygg. ' , ; .a convert i r e l miedo y la insegur idad en i ra y v io lencia, en una soctedad que toma poa i i 'sentado la infer ior idad de la rnu1er y que considera la v io lencia contra las mujeres como ' .b ' j

fenomeno "natutal" ,y en la pasiv idad de las misrnas muleres f rente al abusoy la in justrc ia- . r .social

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