La Revue Hic et Nunc. Les Jeunes Turcs du protestantisme et l’esprit des années 30
Serva hic sita est. Las esclavas de Tárraco a través de la epigrafía funeraria (con Mª Carmen D....
Transcript of Serva hic sita est. Las esclavas de Tárraco a través de la epigrafía funeraria (con Mª Carmen D....
en homenaje a
Guillermo Fatás Cabeza
Antonio Duplá AnsuateguiMaría Victoria Escribano PañoLaura Sancho RocherMaría Angustias Villacampa Rubio(eds.)
Guiller-mo Fatás Cabeza (Zarago-
za, 1944) es catedrático de Historia An-tigua de la Universidad de Zaragoza desde 1983 y
profesor emérito desde el 14 de septiembre de 2014. Fue alumno brillante y se doctoró en la misma Universidad en 1972, y
en ella ha desarrollado toda su vida académica sin interrupción, si bien ha impartido de manera asidua lecciones y conferencias en distintas univer-
sidades entre las que sobresalen las de Colonia, Bolonia, Bruselas, Roma, Pau, In-teramericana de Ponce (Puerto Rico), además de la Fundación Gulbenkian de Lis-
boa y The Hispanic Society of America de Nueva York.
Como investigador se ha interesado principalmente por los pueblos prerromanos de His-pania y el impacto cultural de Roma en la península ibérica. Los celtíberos, los vascones,
los problemas de las lenguas ibéricas y la visión romana de Hispania han sido los temas pre-dilectos de sus numerosas publicaciones y en ellos ha formado a generaciones sucesivas de historiadores de la Antigüedad. Sin embargo, sus indagaciones no se han limitado a la An-tigüedad, también ha cruzado fronteras cronológicas y temáticas al abordar la historia de Zaragoza y Aragón hasta el presente, desde el arte a la literatura, la heráldica y la enig-mística, preocupado siempre por la incidencia e interdependencia entre épocas y temas.
Ha compatibilizado su vocación humanista con su servicio a la Universidad de Zara-goza como institución, en la que ha sido profesor secretario de la Facultad de Filo-sofía y Letras; director del Departamento de Historia Antigua; vicerrector de Or-
denación Académica; decano de la Facultad de Filosofía y Letras; director del Colegio Universitario de Huesca y, fuera de la Universidad, pero en estre-
cha colaboración con ella, director de la Institución Fernando el Ca-tólico. Entre sus legados académicos, probablemente el mayor
haya sido su decisiva contribución a la implantación de la licenciatura de Filología Clásica y de los estu-
dios de Lingüística Indoeuropea en la Fa-cultad de Filosofía y Letras.
Este libro pretende ser un homenaje a su trayectoria académica con motivo de su
jubilación. En correspondencia con la diversidad de inquietudes, indagaciones y quehaceres de Gui-
llermo Fatás –a los mencionados se suma la dirección del Heraldo de Aragón entre 2000 y 2008–, el volumen reúne contribuciones de historiadores, profesores de Li-teratura, de Historia del Arte, arqueólogos, filólogos, ju-ristas, economistas, bibliotecarios y archiveros, la mayo-ría de Zaragoza, pero también de Alcalá, Alicante, Bar-celona, Burdeos, Cádiz, Cantabria, Huesca, Madrid,
Murcia, Navarra, Santiago de Compostela, Sevi-lla, Valencia y Vitoria. De la mezcla emerge la
variedad de su multiforme magisterio y el alcance, no solo geográfico,
de su influencia.
Primera edición, 2014
Publicación número 3338 de la Institución Fernando el Católico, organismo autónomo de la Excma. Diputación de Zaragoza, plaza de España, 2, 50071 Zaragoza (España) tels. [34] 976 288 878 / 976 288 879 fax [34] 976 288 869 [email protected] http://ifc.dpz.es
Coordinación editorial Álvaro Capalvo
Diseño gráfico y arte final Víctor Lahuerta
Impresión Litocian, SL
Encuadernación Raga, SA
ISBN 978-84-9911-302-9
D.L. Z 1402-2014
© de los textos y fotografías, sus autores, 2014 © del diseño gráfico, Víctor Lahuerta. Zaragoza, 2014 © de la presente edición, Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 2014
Impreso en España – Unión Europea Printed in Spain – European Union
725
ÍNDICE
7 PRESENTACIÓN
Manuel José López Pérez
11 INTRODUCCIÓN
Los editores
25 PARA UNA BIBLIOGRAFÍA
DE LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA
DE GUILLERMO FATÁS CABEZA
Inmaculada Cantín LunaMatilde Cantín Luna
51 ESTUDIOS
53 Una nota sobre
las medallas de proclamación de Carlos IV
y sus inscripciones
Juan Manuel Abascal Palazón
63 Los museos de la Ruta de Caesaraugusta
al filo de los veinte años
Carmen Aguarod Otal
75 Roma Veduta... Viera y Clavijo,
los Alpes y el Vaticano
María-Dolores Albiac Blanco
83 La magia de las cosas pequeñas
Nuevos clavos mágicos greco-romanos
Silvia Alfayé
95 El sabio generoso en la estela de Luna
María Teresa Andrés Rupérez
105 Un fragmento epigráfico
con litterae rvbricatae procedente
de Coscojuela de Fantova (Huesca)
Javier Andreu PintadoMaría J. Peréx Agorreta
726
ÍNDICE
Excepción y tolerancia en Luisiana 113 Un fallido intento inquisitorial
José A. Armillas Vicente
El libro como regalo 121 Humanitas, política, y literatura en la
correspondencia entre Apio Claudio y Cicerón
José Antonio Beltrán Cebollada
Colonia Caesar Augusta 129 Reflexiones sobre el nombre romano
de Zaragoza
Francisco Beltrán Lloris
Iulius Teophilus 141 Un nuevo fabricante de salazones tarraconenses
en época de Augusto
Miguel Beltrán Lloris
Signos, actos e instituciones 155 Un arbitraje en la Galicia del siglo xiii
José Carlos Bermejo Barrera Miguel Romaní Martínez
La Virgen de Tobed 167 Exvoto dinástico de los Trastámara
Gonzalo M. Borrás Gualis
Zaragoza en 1712 177 Presentación del plano 110
del Centro Geográfico del Ejército
Álvaro Capalvo Ana Mateo
Apuntes en torno a Sos 193 Carmen Castillo
El comercio exterior 197
durante el Alto Imperio romano
Genaro Chic García
Santiago Apóstol y el Pilar de Zaragoza 205 El papel de las imágenes en el debate pilarista
a comienzos del siglo xvii
Jesús Criado Mainar
La invención del sello 215
de la Facultad de Derecho
Don Juan Moneva, 1906
Jesús Delgado Echeverría
727
ÍNDICE
225 Patrono suo dedicavit
La evolución de las tábulas de patronato
en época tardía
Borja Díaz Ariño
235 Serva hic sita est
Las esclavas de Tarraco
a través de la epigrafía funeraria
Almudena Domínguez ArranzMª Carmen Delia Gregorio Navarro
245 Gladiadores en la escalera
O nota sobre la pintura histórica de temática
antigua en España en el siglo XIX*
Antonio Duplá Ansuategui
255 Una pesa de balanza figurada
procedente de Sofuentes
(Zaragoza)
Romana Erice Lacabe
265 Pobreza y herejía
en Codex Theodosianus xvi
María Victoria Escribano Paño
277 Ensayo sobre la estructura
de la muralla romana de Zaragoza
y tramo de la calle Mártires
F. de A. Escudero Escudero
293 Entrevista a Guillermo Fatás
(1983)
Eloy Fernández Clemente
303 Datos complementarios sobre
el control público de la correspondencia
en la antigua Grecia
Francisco Javier Fernández Nieto
313 Christianos ad leonem
La génesis de un odio construido
Gonzalo Fontana Elboj
323 Fatás y Foz, decanos paralelos
y escritores públicos desde Aragón
Carlos Forcadell Álvarez
335 El generalísimo Castino en las Españas
Luis A. García Moreno
728
ÍNDICE
El mundus y la provincia de Mide 343 Una comparación romano-irlandesa
Marco V. García Quintela
Temístocles, Alcibíados 351
y los mecanismos de movilidad
en la Grecia clásica
Francisco Javier Gómez Espelosín
El lugarteniente del emperador 359 La lectura iconográfica de la portada
de la casa del Conde de Morata en Zaragoza
Carmen Gómez Urdáñez
Requena 373 La primera ciudad subterránea
documentada en España
Antonino González Blanco
Mirando hacia atrás (sin ira) 383 La prensa como testigo de la historia
del patrimonio monumental aragonés
Ascensión Hernández Martínez
Contrebia Belaisca 393
(Botorrita, Zaragoza)
Avance de resultados de las campañas
de 2006 a 2010 y nuevas propuestas
José Antonio Hernández Vera Francisco Javier Gutiérrez González
Para la biografía 407
del puente de Piedra de Zaragoza
María Teresa Iranzo Muñío
Sobre la guerra y los Celtiberi 417
en el De officiis (i, 34-40) ciceroniano
José-Javier Iso
Sobre el verbo dar en celtibérico 427 Carlos Jordán Cólera
Los orígenes del Reino de Aragón (siglo xi) 435 Una propuesta de revisión
Carlos Laliena Corbera
¿Intolerancia o delimitación 445
de ámbitos de poder?
El caso de Alejandría
Francisco Javier Lomas Salmonte
729
ÍNDICE
457 El censo en las ciuitates peregrinae
(Con una nota sobre la pizarra de Pelou)
Pedro López Barja de Quiroga
465 La investigación sobre los íberos
en tiempos de Joaquín Costa (1846-1911)
Elena Maestro Zaldívar
475 Arulae de Labitolosa
Mª Ángeles Magallón BotayaMilagros Navarro Caballero Pierre Sillières
487 Galdós, escritor del siglo xx
José-Carlos Mainer
499 Tricontis petrudecameto
Un banquete funerario en memoria
de un nauta galorromano
Francisco Marco
509 Notas sobre el urbanismo de Bilbilis
cuarenta y dos años después
Manuel Martín-BuenoMª Luisa Cancela Ramírez de Arellano
519 Cuius regio, eius religio
Lorenzo Martín-Retortillo Baquer
529 La percepción de la crisis del siglo iii
en los autores de breviarios
Esteban Moreno Resano
537 La iconografía del ciclo de Adán y Eva
en el sarcófago de la receptio animae
de la basílica menor de Santa Engracia (Zaragoza)
Antonio Mostalac Carrillo
549 Senadores, consulares y promoción
municipal en el Oriente mediterráneo
Francisco Javier Navarro
559 Set, Tueris y Osiris
Notas sobre la historia del nomo oxirrinquita
Josep Padró
569 Héroes suicidas
La Iberiké de Apiano y la creación de mitos
del nacionalismo español
Francisco Pina Polo
730
ÍNDICE
Jerónimo Zurita (1512-1580), 579
candado de Rey
Guillermo Redondo Veintemillas
La reconstrucción virtual 593
del Pilar mudéjar
Bases históricas y potencial didáctico
Mª Pilar Rivero
Datación absoluta 603
de la mandíbula de Molinos
El final de la polémica sobre
los restos humanos más antiguos de Aragón
José María Rodanés Vicente José Ignacio Lorenzo Lizalde
Árchein kaì árchesthai 611
(katà méros)
Ciudadanía y plêthos en Aristóteles
Laura Sancho Rocher
Guillermo Fatás y el trifinium indígena 621
en el valle medio del Ebro
Juan Santos Yanguas
Los principios metodológicos 627
de los historiadores griegos
Carlos Schrader
De efemérides, aniversarios 635
y estancias reales
Fernando I de Aragón (1412-1416) en Zaragoza
Esteban Sarasa Sánchez
Fundación de la Capilla 645
y Cámara angelical
de Nuestra Señora del Pilar
Una rara obra de Luis Díez de Aux (1593)
Eliseo Serrano Martín
El rey, las Cortes y la gran nobleza 655 Aragón, 1347-1357
J. Ángel Sesma Muñoz
Enfermos expuestos 667
en los caminos del Norte
Estrabón iii, 3 7-8: ./&(��� � contra 0��(�� � Gabriel Sopeña Genzor Vicente Ramón Palerm
731
ÍNDICE
675 Los montes como substitutos
del desierto en la Historia de los monjes
de Siria de Teodoreto de Ciro
Ramón Teja
683 La representación de Massilia en
el discurso diplomático de época romana
Elena Torregaray Pagola
693 La reocupación de cuevas prehistóricas
del Prepirineo oscense en época romana
Modelización mediante TIG
Pilar Utrilla Rafael Laborda María Sebastián
705 Consideraciones acerca de una
constitutio de Severo Alejandro (ci, 6, 23, 3)
¿Se puede hablar de leges de imperio
en época severiana?
Mª Angustias Villacampa Rubio
717 TABULA GRATULATORIA
237
1
Los estudios sobre la esclavitud en el mundo antiguo abrieron nuevas líneas de investigación para la historia social y económi-ca, se puede decir que su inicio se produce en 1847 con un tra-bajo monográfi co sobre el tema, en tres volúmenes, del que fuera profesor de la Sorbonne, Alexandre-Henri Wallon, cuya produc-ción bibliográfi ca curiosamente está más enfocada a la actividad política que a la historia.2 Vinculados a la corriente del materialis-mo histórico en los años setenta y ochenta del siglo pasado, apa-recen estudios orientados a visibilizar desde distintas perspectivas a este sector servil. Un libro magistral sobre la institución de la es-clavitud que hay que citar es el de Keith Bradley, quien presta es-pecial atención a la vida familiar de los esclavos, a la adquisición de la libertad a través de la manumisión, y el clima de violencia que los rodeaba, aspectos que aborda igualmente Geza Alföldy y
el propio J.C. Dumont en un traba-jo que puede considerarse el más completo de todas las obras rese-ñadas hasta ahora.3 El enfoque de un estudioso esencial y con gran infl uencia, Moses I. Finley, fue un poco más lejos en un libro muy crí-tico sobre la visión de la esclavitud estableciendo un análisis compara-tivo entre las sociedades antiguas y las modernas del nuevo mundo.4 Anteriormente, Julio Mangas había
enfocado el tema desde la perspectiva provincial centrándose en la situación jurídica y personal de los libertos hispanos y su pro-moción social.5 El debate condicionó, sobre el plano teórico, la discusión sucesiva.
Con la corriente de investigación de los Women’s Studies que irrumpe en el mundo académico en los años ochenta, se em-pieza a contemplar a las esclavas desde la línea interpretativa
1 Catedrática de Arqueología e Investigadora, respectivamente, en la Universidad de Zaragoza. Trabajo realizado dentro del Proyecto HAR2013-42371R, «Mater-nidades y familias. Pervivencias, cambios y rupturas en la historia. Entre las so-ciedades antigua y contemporánea», del Grupo Consolidado OAAEP, fi nanciado por el Gobierno de Aragón con ayudas del FSE, y del Grupo de la Universidad de Oviedo «Deméter. Historia, Mujeres y Género».
2 WALLON, H.: Histoire de l’esclavage dans l’Antiquité, Paris, 1879 (18471).
3 BRADLEY, K.: Slaves and Masters in the Roman Empire: A Study in Social Con-trol, Doornik, 1984; ALFÖLDY, G.: «La manumisión de esclavos y la estructura de la esclavitud en el Imperio Romano», P.L.A.V., 9 (1973), pp. 99-123; DUMONT, J.C.: Servus, Rome et l’esclavage sous la République, París 1987.
4 FINLEY, M.I.: Ancient Slavery and Modern Ideology, Cambridge, Inglaterra / Nue-va York 1980.
5 MANGAS, J.: Esclavos y libertos en la España Romana, Salamanca, 1971.
Serva hic sita est
Las esclavas de Tarraco
a través de la epigrafía funeraria
Almudena Domínguez ArranzMª Carmen Delia Gregorio Navarro1
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
238
Almudena Domínguez Arranz / Mª Carmen Delia Gregorio Navarro
del género, una labor iniciada por la académica de Stanfford, Susan Treggiari,6 y otros auto-res y autoras que siguieron la misma trayectoria como Sarah Pomeroy,7 cuya obra ha supuesto un antes y un después en el planteamiento de la Historia de las mujeres como debate historio-gráfico y en general en la historia social en la Antigüedad, además de la gran aportación des-de la escuela francesa de Georges Duby y Michelle Perrot.8 Es oportuno igualmente recordar la contribución italiana a través de Eva Cantarella, cuya conquista historiográfica es haber pues-to en valor la condición de la mujer greco-romana desde su propia formación en leyes.9 Se co-mienza entonces a visibilizar a las esclavas como protagonistas y sujetos activos en la Historia, fundamentales para el mantenimiento de la economía y las tareas de reproducción,10 a partir de investigaciones que no deben ser omitidas como las de Sheila Murnaghan y Sandra R. Jos-hel (eds.),11 José Pérez,12 o los estudios que formaron parte del XXI Coloquio Internacional del grupo GIREA enfocado a este tema,13 sin postergar las aportaciones de la historiadora italiana Francesca Cenerini,14 integrante del Grupo GIEFFRA, sobre las mujeres y la familia en la Roma antigua, de reciente creación y gran prestigio en el mundo académico.
Para el conocimiento de estas esclavas y esclavos, las obras anteriores emplean como fuente prin-cipal las inscripciones, pues estas incluyen datos personales, necesarios para reconstruir la socie-dad de una época, ya que, según McMullen, el hábito epigráfico formaba parte de la cultura ro-mana.15 Así las necrópolis, lugar de autorrepresentación social en la muerte, tenían como objeti-vo mantener vivo el recuerdo después de la muerte física, de significado implícito en la palabra monumentum.16
En Tarraco, una de las ciudades de mayor prestigio de la Antigüedad, hemos identificado a un gru-po de mujeres y hombres integrantes de la élite social de la época gracias a la epigrafía conserva-da, entre quienes se reconoce la referencia a varias esclavas, cuyos epitafios presentamos a conti-nuación.17
6 TREGGIARI, S.: «Questions on Women Domestics in the Roman West», en Schiavitù, Manomissione e Classi Dipedenti nel Mondo Antico, Roma, 1979, pp. 185-201.
7 POMEROY, S.B.: Diosas, rameras, esposas y esclavas. Mujeres en la Antigüedad Clásica, Barcelona, 1990.
8 DUBY, G. / PERROT, M. (eds.): Historia de las mujeres en Occidente, vol. I. La Antigüedad, Madrid, 1993.
9 CANTARELLA, E.: L’ambiguo malanno: condizione e immagine della donna nell’antichità, Milán, 1981.
10 CALERO, I.: Consejeras, confidentes, cómplices (tesis de licenciatura), Madrid, 1999.
11 MURNAGHAN, S. / JOSHEL, S.R. (eds.): Women and Slaves in Greco-Roman Culture, Nueva York, 1998.
12 PÉREZ, J.: «Esclavas, semilibres y libertas en época imperial: aspectos sociojurídicos», en Actas del primer Seminario de Es-tudios sobre la mujer en la Antigüedad, Valencia 1998, pp. 137-160.
13 REDUZZI, F. / STORCHI, A. (coords.): Femmes-Esclaves. Modèles d’interprétation anthropologique, économique, juridique, Nápoles, 1999. GIREA: «Groupe de Recherche sur l’Esclavage dans l’Antiquité».
14 CENERINI, F.: La donna romana. Modelli e realtà, Bolonia, 2009 (20021).
15 MACMULLEN, R.: «The epigraphic habit in the Roman Empire», AJP, 103.3 (1982), pp. 233-246. También BELTRÁN, F. (coord.): Coloquio sobre Roma, Zaragoza, 1995.
16 La palabra monumentum deriva del griego recordar. VAQUERIZO, D. (coord.): Funus Cordubensium: costumbres funerarias en la Córdoba romana, Córdoba, 2001, p. 92.
17 Abreviaturas: AE = L’Année Épigraphique, Paris, 1888; CIL II = HÜBNER, E.: Corpus Inscriptionum Latinarum II, Berlin, 1869, Inscriptionum Hispaniae Latinarum Supplementum, Berlin, 1892; EDCS = Epigraphische Datenbank Clauss Slaby, http://www.manfredclauss.de/es/; HEp = Hispania Epigraphica, Madrid; IRAT = GOROSTIDI, D.: Ager Tarraco-nensis 3. Les inscripcions romanes, Tarragona 2010; RIT = ALFÖLDY, G.: Die römischen Inschriften von Tarraco, Berlín, 1975.
239
Serva hic sita est
Have [vale (?)] / D(is) [M(anibus)] / Aeliae In[genuae (?)] / mens(ium) VIII [---] / Threpte alu[mnae b(ene) m(erenti)]
Aelia Ingenua, de ocho meses, recibió una placa de mármol por parte de Threpte, probablemen-te su nodriza, quien se refiere a ella como alumnae. Su epitafio, aparecido en 1956 en una finca particular de Tarragona, se data en los siglos II-III.18 El término alumna/alumnus se ha identifica-do con niñas y niños en situación de orfandad, exposición o abandono, haciéndose cargo de ellas otra persona como amo o ama, cuidándoles en su infancia y primera juventud, hasta entrar en la madurez. Por tanto, podríamos hablar de un estatus de adopción, más que de esclavitud. Sus epi-tafios suelen reflejar edades tempranas, desde pocos meses, como el caso de Aelia Ingenua, hasta más de veinte años.19
D(is) M(anibus) / Aphrodite / Varia Iucun/da Have
Un altar de piedra caliza recuerda a Aphrodite, dedicado por Varia Iucunda. Datado entre los siglos II-III y descubierto en el siglo XVI, en el Castillo de Masricart (La Canonja, Tarragona).20 Este epi-tafio no refiere la condición de esclava de la difunta, deducida por su nombre, único y extranjero, sin filiación ni tribu, lo habitual en las personas esclavas a principios del Imperio.21 Según algunas investigaciones, la presencia del cognomen -más si es greco-oriental- en los epígrafes se relacio-na con la esclavitud. La omisión de este dato nos indica que a fines del siglo I, esclavas y esclavos ocultaban su condición social,22 a juicio de Javier del Hoyo, debido a la humillación que les causa-ba su mención.23 Teniendo en cuenta lo anterior, la ausencia del amo/ama, y que la dedicante no señala su relación con la difunta, podría identificarse a Varia Iucunda con la madre de aquella,24 o con su domina. El primer caso pone de manifiesto la desigualdad social entre dos miembros de una familia, como sucedía en ocasiones. En el mundo antiguo cualquier persona podía caer en esclavi-tud, convirtiéndose en una propiedad, siendo una de las causas el nacimiento de madre esclava,25 ya que a principios del Imperio la condición materna se heredaba al nacer.26 Como hipótesis, Aphrodite nacería esclava, obteniendo su madre la libertad posteriormente, pero no su hija, omitiendo Varia Iucunda la condición social de Aphrodite en su epitafio.27 Otra posibilidad es que la dedicante fue-ra la domina de la difunta, aunque posiblemente esta relación se hubiera explicitado en el epitafio, como en otros epígrafes romanos.
18 RIT 492. Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (en adelante, MNAT): Inv. 25400.
19 CRESPO ORTIZ DE ZÁRATE, S.: «El término alumnus indicador de una forma de dependencia personal en Hispania romana», Minerva, 6 (1992), pp. 227-228.
20 RIT 910. También en IRAT 89. MNAT: Inv. 785.
21 Según LOZANO, A.: «Aspectos onomásticos de tradición familiar en Hispania romana», en MANGAS, J. / ALVAR, J. (coords.): Homenaje a José Mª Blázquez, IV, Madrid 1999, pp. 268-271.
22 LÓPEZ, P.: Epigrafía latina, Santiago de Compostela 1993, p. 52.
23 HOYO, J. del: «Herencia e innovación en los elogia feminarum de la epigrafía hispanocristiana», Helmantica, 40 (1989), p. 328.
24 RIT 910. El nombre de la dedicante aparece también en otro epitafio de Tarraco, RIT 687.
25 ARIÈS, P. / DUBY, G. (coords.): Historia de la vida privada, Madrid, 1991.
26 Justiniano (siglo VI) instituyó que el estatus social del bebé se determinaba por la concepción. Cf. THOMAS, Y.: «La división de los sexos en el derecho romano», en DUBY, G. / PERROT, M. (eds.): Historia de las mujeres en Occidente, vol. I. La Anti-güedad, Madrid, 1993, pp. 185-186.
27 Conocemos epitafios de madres a hijas esclavas que expresan su condición de servae, así en AE 2007, 423: Dis Man(ibus) / Calliste Rei / Crispini ser(va) / Claudia Epiteu/xis mater fil(iae) / bene m[e]r(enti) v(ixit) a(nnos) XX / hic sita est. EDCS 46601024. [Consulta 15-2-2014]
240
Almudena Domínguez Arranz / Mª Carmen Delia Gregorio Navarro
D(is) M(anibus) / Castellan(a)e (?) / [Gra]ecus (?) / [s]ervae / [b(ene)] m(erenti)
Castellana fue otra serva, homenajeada por su dueño, Graecus, en la Tarragona de los siglos II-III.28 Su monumento funerario, hoy perdido, nos es conocido gracias al dibujo y la referencia que hizo el tarraconense Ioseph Boy en su obra de 1713.29 En la Antigüedad, la ley dividía a las personas en-tre libres y esclavas, como podemos ver para Roma en el Digesto, una recopilación de leyes del si-glo VI.30 Para su conocimiento, entre las fuentes legislativas y jurídicas, destaca la Ley de las Doce Tablas (siglo V a. C.), o fuentes como las literarias y epigráficas.31 Para conocer el estatus socio-ju-rídica de las esclavas, las fuentes antiguas son muy parcas en información, ya que el interés de los autores por estas mujeres es mínimo;32 como ejemplo, los juristas utilizaban en el Digesto el mismo término de esclavo para referirse tanto a varones como a mujeres.33
Charmosyne / M(arci) Titi Flaviani / ser(va) hic sita est / Herma cons(ervus) et / Charmosynus frater
Charmosyne fue esclava de Marcus Titius Flavianus y falleció en la Tarragona del siglo I, lo que dedu-cimos por la fórmula funeraria hic sita est. En su epitafio, conocido desde el siglo XVI y hoy desapare-cido, fue recordada por Herma, su compañero de esclavitud, y Charmosynus, su hermano.34 Las fuen-tes jurídicas, literarias y epigráficas romanas se refieren a las esclavas como ancillae o servae, siendo posiblemente las primeras principalmente domésticas.35 En Roma, el número de personas esclavas en una casa era representativo de la riqueza de su dueña o dueño, como en Grecia.36 Podían pertenecer a la familia urbana, de la domus, o a la familia rustica, de las explotaciones agrícolas.37 En los dos ámbitos las esclavas desarrollaban trabajos de producción y reproducción, principalmente en el inte-rior del hogar y relacionados con el desarrollo y mantenimiento de las unidades domésticas,38 sien-do uno de los más importantes el trabajo de la lana, vinculado al sexo femenino y a la mujer virtuo-sa, la lanifica.39 Las esclavas tenían obligación de cumplir el servicio sexual con sus amos, y a través
28 RIT 697. Desaparecido.
29 BOY, I.: Recopilasion Sussinta de les antiguedades Romanas (que) se allan del tiempo de los Emperadores Romanos en la Ciudad de Tarragona y sus sercanias..., Año 1713, Tarragona, 1713.
30 D. 1, 5, 3 Gayo. Más información en RUBIERA, C.: «Las esclavas en la regulación jurídica. Algunas notas desde el Digesto», El Futuro del Pasado, 2 (2011), p. 440.
31 RUBIERA, C.: «Vilicus et vilica. Estereotipos masculinos y femeninos de la población esclava en la literatura de los agróno-mos greco-latinos», Arenal, 17.2 (julio-diciembre de 2010), p. 352.
32 PÉREZ: Esclavas, semilibres y libertas, p. 137; y RUBIERA, C.: «Alteridades en la sociedad romana antigua. Del ciudadano a la esclava», Historia, Identidad y Alteridad, Salamanca, 2012, pp. 977 y 979.
33 D. 50, 16, 40, 1 (Ulp. 56 ed.).
34 RIT 536. Desaparecido. Conservus posiblemente se refiera a que Herma era esclavo del mismo dueño que Charmosyne. Un estudio pormenorizado de dedicantes, en BOUDREAU FLORY, M.: «Family in Familia. Kinship and Community in Slavery», AJAH, 3.1 (1978), pp. 78-95.
35 MARTÍNEZ, C. / MIRÓN, MªD.: «Mujeres esclavas en la Antigüedad: Producción y reproducción en las unidades domésticas», Arenal, 7.1, p. 31. Respecto al término ancilla, vid. epitafio de [L]icinies en el presente artículo.
36 Idea reflejada en la Odisea. Cf. MARTÍNEZ / MIRÓN: Mujeres esclavas en la Antigüedad, p. 10.
37 Las explotaciones agrícolas estaban en manos del villicus y la villica, capataz y ama de llaves, pareja esclava que tenía a su cargo a más esclavas y esclavos. Cf. RUBIERA: «Vilicus et vilica», pp. 355, 357 y 364.
38 MARTÍNEZ / MIRÓN: Mujeres esclavas en la Antigüedad, pp. 17, 20 y 22.
39 El modelo de perfecta esposa y madre era la lanifica. Así aparecía en los epitafios de las matronas. Vid. el epitafio de la matrona Claudia, siglo II a. C., en CIL I² 1211 = ILS 8403.
241
Serva hic sita est
del trabajo de reproducción se utilizó su capacidad reproductiva para gestar a más personal esclavo, incrementando el patrimonio y colaborando en el mantenimiento del modelo económico y social del Estado romano, convirtiendo la reproducción en una tarea de producción de personas.40
Claud(iae) (?) Phyll[i]/di/Clod(ius)Fuscus / alumnae / carissima[e] / et / obsequen/tissimae
Con un simple pedestal de estatua de piedra caliza, homenaje estatuario post-mortem, honró Clodius Fuscus la memoria de Claudia Phyllis, su alumna o hija adoptiva, en el siglo II. Actualmen-te desaparecido, el monumento se halló en 1825 en Tarragona.41 Estaríamos ante una adopción en la infancia, comparable con la de la mencionada Aelia Ingenua.
Pr(a)ecilia Ia/nuaria Dama/lidi matri pi/entis(s)imae / fecit / [b(ene)] m(erenti)
Praecilia Ianuaria dedicó un altar de piedra caliza a su madre, Damalis, a la que calificó de matri pientissimae. Fechado entre los siglos II-III, apareció al realizar las obras del Colegio de los Herma-nos de La Salle en Tarragona, en 1923.42 De Damalis presuponemos que fue esclava por la ausencia en su onomástica del praenomen o el nomen, incluyendo solo su cognomen, como Aphrodite. Tam-poco se señala quién fue su amo o ama, y sorprende la diferencia entre su nombre, greco-oriental,43 y el de su hija, con nomen y cognomen romanos, la dua nomina, fórmula onomástica femenina que nos habla de su condición de libre. Al parecer, madre e hija tienen un estatus social diferente, lo que podría explicarse habiendo nacido la hija esclava de su madre esclava, pero consiguiendo posterior-mente la manumisión y convirtiéndose en liberta, al contrario que Aphrodite.
D(is) M(anibus) / [L]icinies Marcius Lucul/lus et Valeria Thais ancil/lae bene meritae fecerunt / Vixit annis plus minus / XXV
Valeria Thais y Marcius Lucullus, ama y amo de [L]icinies, dedicaron una lápida de mármol a su es-clava, que falleció alrededor de los veinticinco años, entre los siglos II-III.44 El epígrafe, hallado a fines del siglo XIX, contiene la fórmula plus minus para referir de manera aproximada la edad de defunción.45 En cuanto a la edad reflejada en los epitafios, a partir de los cuarenta años comien-za a carecer de precisión, mostrando grupos de edades repetidas y aproximadas. La expresión de la edad precisa aparece vinculada a personajes y grupos de estatus social e importancia elevada, y no parece ser un fenómeno que se de en abundancia en grupos sociales dependientes. Resulta prácticamente nulo en la esclavitud y bastante relativo en el ‘ordo' de los libertos. En la Hispania
40 EVANS, J.K.: War, Women and Children in ancient Rome, Londres, 1991, pp. 117-142. TREGGIARI, S.: «Jobs for women», AJAH, 1 (1976), pp. 76-104. MARTÍNEZ / MIRÓN: Mujeres esclavas en la Antigüedad, pp. 37 y 39, mencionan la importancia de BIEZUNSKA MALOWIST, I.: «Les esclaves imperiaux dans l’Egypte romaine», en Schiavittu, Manomissione, pp. 175-183, quien demostró a través de los papiros egipcios que la producción de esclavas y esclavos en las casas (vernae) era preferible y más económica que su compra.
41 RIT 456. Desaparecido.
42 RIT 650. MNAT: Inv. 25364. Un estudio de este personaje en GREGORIO NAVARRO, MªC.D.: «Matri dulcissimae, matri piissi-mae. Las madres en las inscripciones funerarias romanas de Tarraco», en XIV Coloquio Internacional de la AEIHM-I Colo-quio Internacional Grupo Deméter: Maternidades. Discursos y prácticas históricas, Oviedo, 2010, pp. 197-198.
43 MANGAS: Esclavos y libertos, p. 57.
44 RIT 614. MNAT: Inv. 750. Vicinies según HOYO, J. del: en HEp, 3 (1993), p. 371.
45 CRESPO, S. / ALONSO, A.:«La precisión en la edad de la muerte en la epigrafía funeraria de Hispania», en ALVAR, J. (ed.): Ho-menaje a José Mª Blázquez, vol. IV, Hispania romana I, Madrid, 1999, p. 95.
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Almudena Domínguez Arranz / Mª Carmen Delia Gregorio Navarro
romana, Tarraco se configura como uno de los lugares donde se han contabilizado más edades pre-cisas.46 La onomástica de la dueña y dueño de [L]icinies es elocuente acerca de que se trate posi-blemente de libertos, que a su vez pudieron tener en propiedad a esclavas y esclavos, resultado de su ascenso en la escala social.
Melpomene / L(uci) Minici / Rufi ser(va) / ann(orum) XIIX / h(ic) s(ita) e(st)
Melpomene, esclava de Lucius Minicius Rufus, fue enterrada a los dieciocho años en la Tarraco del siglo I. Su lápida de mármol, posiblemente dedicada por su amo, se halló en 1914 en los terre-nos de una antigua fábrica de zapatos.47 Al ser consideradas una propiedad, la crueldad con la que sus amos o amas podían tratar a las personas esclavas no extrañaba, aunque también hubo otros que actuaron de manera benévola, como podemos comprobar en los epitafios que les dedican a su muerte, pudiendo ser ejemplo de ello Melpomene.48 De la aparente buena relación entre esta es-clava y su amo da fe la inscripción funeraria que recibió la primera: una placa de mármol, material más perdurable y de mayor coste económico, que no podía permitirse toda la sociedad. Por ello, las clases más bajas sustituían aquéllos materiales por el ladrillo para alzar el monumento funera-rio, realizando en todo caso algún aplique decorativo en mármol o piedra caliza, como el panel que contenía el texto de la inscripción.49
D(is) M(anibus) / Nymphidiae / Callistus / contub(ernali) aman/tissimae de se me/ritae fecit
Nymphidia fue agasajada en el siglo II con un altar de piedra caliza que le dedicó Callistus, su contubernal o esposo. Su epitafio se halló en la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona entre 1924 y 1925,50 “el conjunto funerario más extenso y variado del Mediterráneo Occidental, con distintos tipos de enterramiento”,51 donde aparecieron epígrafes romanos en reutilización secundaria, como nuestro caso. Nymphidia y Callistus eran una pareja de contubernales, dos personas unidas por el matrimonio permitido en esclavitud, que servían al mismo amo o ama en la misma casa.52 El con-tubernio posteriormente definió la unión de personas libres y esclavas, y la descendencia seguía la condición de la madre. Cuando madre y padre obtenían la manumisión, podían reconocerse los de-rechos de sucesión de los descendientes que se hubieran concebido bajo contubernio.53
Se puede concluir, que de los nueve epitafios que reúnen los nombres de algunas esclavas de Tarraco entre los siglos I-III, tres están dedicados por el dueño o dueña: Castellana, Melpomene y [L]icinies. El de Aelia Ingenua, por Threpte a su alumna, como el de Claudia Phyllis, por Clodius
46 CRESPO / ALONSO: La precisión en la edad de la muerte en la epigrafía funeraria de Hispania, pp. 105-107.
47 RIT 625. Museu d’Història de Tarragona: Inv. 163. Colección Molas.
48 ARIÈS / DUBY: Historia de la vida privada, pp. 61-78.
49 KEPPIE, L.: Understanding Roman Inscriptions, Baltimore, 1991, p. 105.
50 RIT 629. Museo Paleocristiano de Tarragona: Inv. 27. El nombre de la difunta aparece en dos epitafios hispanos, uno en Sagunto (CIL II 3888), BELTRÁN, F.: Epigrafía latina de Saguntum y su territorium, Valencia, 1980, p. 119), y otro en Torto-sa (HEp, 4, 1994, p. 876), siendo libertas quienes los portan.
51 CARRETÉ, J.Mª et alii: «El Mon de la mort a Tarraco. Un proyecto integral de restauración, conservación y dinamización de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona», en Actas del XXV CNA, Valencia, 1999, p. 65.
52 PÉREZ: Esclavas, semilibres y libertas en época imperial, pp. 137-142.
53 La libre voluntad de ambas partes era la única condición requerida para el contubernio. Cf. GUILLÉN, J.: Vrbs Roma: vida y costumbres de los romanos. Tomo 1. La vida privada, Salamanca, 1977, pp. 156-159.
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Serva hic sita est
Fuscus a su hija adoptiva. Familiares rinden homenaje a Damalis, su hija; Charmosyne, su compa-ñero de esclavitud y su hermano; y Nymphidia, su contubernal. La dedicante de Aphrodite no es-pecifica el tipo de relación con la difunta, que podría haber sido su madre o su dueña. Las personas que hacen la dedicatoria son en su mayoría las amas y amos, pudiendo explicar este hecho debido al coste del monumento funerario, que si se elaboraba en un material perdurable como mármol o caliza, encarecía el precio final, no alcanzable entre la población esclava. Otro de los motivos era la inexistencia de familiares o amistades.
Tarraco es una de las ciudades de Hispania donde la expresión de la edad en la epigrafía es más concreta. De tres de estas esclavas se nos indica su edad: Aelia Ingenua, ocho meses, Melpomene, dieciocho años, y [L]icinies, aproximadamente 25 años, epitafio que también nos informa sobre la expresión de la edad precisa, vinculada a personajes influyentes y estatus social elevado.
En cuanto al tipo de monumento, tres esclavas recibieron una lauda sepulcral de mármol: Melpomene, [L]icinies y Aelia Ingenua, y posiblemente Castellana; un pedestal de estatua de pie-dra caliza se levantó a Claudia Phyllis, y un altar del mismo material por sus familiares a Aphrodite, Damalis y Nymphidia. El epígrafe de Charmosyne pudo corresponder a una lápida. Algunas reci-bieron elogios como amantissimae, Nymphidia, y pientissimae, Damalis, éste último configura-do como el más común en los epígrafes de Hispania romana y pagana,54 y más concretamente en Tarraco, por lo que parece existir una asociación entre el adjetivo y los epitafios. Y fórmulas fúne-bres, como Dis Manibus, de reposo, hic sita est, salutaciones, have o vale, bene merenti, o sus va-riantes bene meritae o de se meritae, esta última en la mayoría de estas inscripciones, les acom-pañaron en su último viaje.
A través de esta breve muestra, se puede apuntar la diferente relación entre las esclavas y los domini y dominae, y por ello cómo el género determinó formas de liberación y promoción distinta de esclavos y esclavas, además de las implicaciones económicas que tuvieron los trabajos de estas últimas en particular, entre los que se incluían las labores de reproducción en las unidades domés-ticas. La investigación sigue abierta.
54 HOYO: Herencia e innovación, p. 330.