Santo Viacrucis 2013

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Jorge Luís De la hoz Castro SANTO VIACRUCIS 2013 “La Cruz de Cristo: misterio de amor y salvación” ¡Es tiempo de contemplar a Cristo, es tiempo de contemplar a nuestro Redentor!

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Jorge Luís De la hoz Castro

SANTO

VIACRUCIS

2013

“La Cruz de

Cristo: misterio

de amor y

salvación”

¡Es tiempo de

contemplar a Cristo, es

tiempo de contemplar a

nuestro Redentor!

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 1

SANTO VIACRUCIS 2013

“LA CRUZ DE CRISTO: MISTERIO DE AMOR Y DE SALVACIÓN”

Cada año como Iglesia, celebramos el misterio central de nuestra fe: Cristo que ha muerto y

resucitado por nuestra salvación. Y celebrar la Pascua, es celebrar la victoria de Cristo sobre

el pecado y sobre la muerte, es celebrar el nuevo pacto, la nueva alianza que Dios ha hecho

con el género humano. Y en este tiempo fuerte de la Iglesia, fijamos como el nuevo Pueblo

de Dios, nuestra mirada en la Cruz; no como prenda o signo de sufrimiento, sino como lo que

es en realidad para nosotros los cristianos: la prueba más grande de amor.

Decía San Juan Bosco “Al contemplar la cruz contemplamos, la forma en que Jesús nos

amó”¸ y en realidad la cruz, nos revela ese misterio del Dios-Amor, de Dios que se da a

conocer a su Pueblo y que se hace cercano a la humanidad por medio de su Hijo Jesucristo.

Por medio de Cristo, hemos conocido ese amor inmenso de Dios, claramente lo expresa el

apóstol San Juan: “En esto hemos conocido el amor, en que él dio su vida por nosotros” (1Jn

3, 16); es un amor entregado que nos ha dado la vida para siempre.

Contemplar entonces a Cristo crucificado, es contemplar esas palabras que él mismo

pronunció: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10, 10)

Vivamos llenos de esperanza, este tiempo de gracia que nos ofrece la Iglesia, y dejemos que

el Señor nos envuelva en su amor, entreguémosle al Señor lo que no nos deja amarlo con un

amor perfecto, lo que no nos deja amar a nuestros hermanos, y abrámonos a la acción de su

Espíritu, para poder vivir una vida nueva en el amor de Cristo que nos ha salvado.

Jorge Luís De la hoz Castro

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 2

ORACION INICIAL

Padre bueno, aquí estamos tus hijos una vez más para meditar el misterio de la salvación,

para contemplar tu misericordia, manifestada en tu Hijo Jesucristo, a quien enviaste al mundo

para la salvación de toda la humanidad.

Hoy nuestro corazón te agradece por tu gran bondad, porque has recordado tu alianza, y en

la cruz del calvario, has sellado un nuevo pacto, un pacto de esperanza.

Queremos entregarte en este Santo Viacrucis nuestra comunidad de Sabanalarga, para que

con tu fuerza vengas a transformar nuestros corazones. Toma nuestras vidas Señor y que

ahora que nos disponemos a meditar la Pasión y Muerte de Jesucristo, nuestro corazón

experimente la alegría de tu salvación, y nos preparemos gozosos a celebrar su gloriosa

Resurrección.

Padre Eterno, te ofrecemos el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de nuestro Señor

Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. Amén.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 3

PRIMERA ESTACIÓN

JESUS ORA EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 26, 36- 46.

Meditemos.

Se acerca la hora, la hora en que el Hijo del hombre será glorificado. Antes de iniciar a

cumplir a plenitud su misión, Jesús se dirige a su Padre, va a su encuentro, acude a su

presencia y en la soledad y oscuridad del huerto, inicia un dialogo con Él. Vive la experiencia

de la comunidad, lleva consigo a tres de los suyos, los mismos que contemplaron su gloria

en el Tabor, le han de contemplar ahora en la agonía de Getsemaní.

Su confianza en Dios, le lleva a colocarse en sus manos antes de iniciar su obra redentora,

llega a Él en la oración para exponerle su angustia, su agonía, pero pide ante todo que no sea

su voluntad, sino la voluntad de Aquel lo envío. Sudor mezclado con sangre que cae de su

rostro, expresan su dolor y su sufrimiento interno, pero recibe una fuerza especial, la fuerza

de Dios. Su compañía física ha sido vencida, sus amigos se han quedado dormidos, más aún

Jesús siente compañía y respaldo que le es dado por Dios, y es aquí donde se levanta

convencido y creyendo en que su Dios, en que su Padre no le va a abandonar, se enfrenta al

suplicio, a las humillaciones con el corazón puesto en Dios, sabiendo que al final nos

alcanzará a la humanidad un gran triunfo: la salvación. Es la hora de la fe, la hora de la

confianza, la hora del abandono.

¿Cómo es mi relación con Dios? La actitud de Jesús, nos invita a vivir siempre unidos a

Dios, en la oración, a confiar en su poder, a confiar en su respaldo, a confiar en su gran

bondad. En las pruebas y dificultades de tu vida, ahí está la presencia de Dios. Queridos

hermanos, el medio para mover el corazón de Dios, es la oración, ahí está la fuerza del

cristiano, con ella podemos vencer, con ella podemos ver las dificultades como momento

propicio para que Dios manifieste su poder. Confiemos en Dios y no seremos jamás

defraudados.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 4

Oremos.

Señor, danos la gracia de la fe, danos la gracia de creer firmemente en que Dios está siempre

a nuestro lado. Ayúdanos a descubrir tu compañía en los momentos dolorosos de la vida,

que sepamos confiar en tu providencia y que nos levantemos cada día, con la certeza en que

seremos vencedores en nuestros problemas, porque la gracia de Dios es nuestro respaldo.

Por tu agonía de muerte, ten piedad de nosotros y perdona nuestras faltas. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 5

SEGUNDA ESTACIÓN

JESUS ES TRAICIONADO POR JUDAS, ES

ARRESTADO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 26, 47- 50.

Meditemos.

Judas uno de los doce, uno de los escogidos, de los más cercanos a Jesús es quien le entrega

a las autoridades judías. Quien contemplo las maravillas de Dios manifestadas en Jesús, es

quien ahora traiciona a la amistad y le lleva a un camino de tormentos, siendo ahora el

primero de los enemigos de Jesús.

Jesús había tenido gestos de cariño, de amor con cada uno de sus discípulos, Judas se ha

olvidado de las acciones de su Maestro y le vende por treinta monedas de plata, se deja llevar

por su orgullo y por la ambición y apego de las cosas materiales.

El ser humano de hoy, se deja llevar en ocasiones por la ambición del dinero y de las cosas

materiales, medios que llegan de orgullo los corazones y que conducen al desprecio y a la

discriminación de los demás seres humanos. La actitud amorosa de Judas de darle un beso a

su Maestro, estaba disfrazada, vestida de apariencia, quizá hoy en día nosotros compartimos

el don de la amistad, vestidos de una apariencia que es totalmente engañosa, nos hemos

convertido en causa de división en nuestra sociedad, nos dejamos llevar por nuestros propios

intereses no importándonos lo que ocasionemos con tal de cumplir nuestros vanos deseos.

Que aprendamos a descubrir que la sinceridad en las relaciones, es la base del amor y del

respeto.

Oremos.

Señor Jesús, hoy queremos volver a Ti, a pesar de nuestros errores, a pesar de nuestras

traiciones, queremos volver a tu presencia porque confiamos en tu misericordia infinita,

danos la humildad que necesitamos para dejar a un lado nuestro orgullo y nuestra soberbia y

encontremos en ti la salvación de nuestras almas, no queremos Señor perder nuestra vida, por

eso a pesar de nuestras faltas, hoy venimos a Ti con la confianza en que recibiremos de tu

parte el perdón que necesitamos. Danos sentimientos de paz y perdón, porque no hay paz

sin perdón, no hay perdón sin compasión. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

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JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 6

TERCERA ESTACIÓN

JESUS ES CONDENADO POR EL SANEDRÍN

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 26, 57- 59.

Meditemos.

Es la hora de las tinieblas, en la oscuridad de la noche del jueves se va a dar condena a Jesús,

no importándoles desobedecer la ley, lo importante para ellos es deshacerse de Jesús.

Ante todas las calumnias e insultos, Jesús calla, porque vino a eso a ser humillado para darle

la salvación al género humano, quienes le rodeaban en el Sanedrín si conocían realmente la

verdad sobre Jesús, sin embargo callaban y hablaban en su contra para satisfacer sus

intereses.

Hoy en día vemos como nuestros hermanos son condenados de manera injusta hasta el punto

de perder su dignidad, y nosotros callamos ante esas injusticias, fácil es para el hombre

juzgar, fácil es para la sociedad condenar, señalar, pero que difícil es comprender, que difícil

es defender la verdad. El corazón del hombre de hoy está enfermos, padece el cáncer de la

envidia, por eso vivimos anteponiendo nuestro bien particular e intereses egoístas, ante el

sufrimiento de los demás.

Hoy estamos llamados a decirle a Jesús, que venga a sanar a nuestro pueblo, que venga a

sanar y a purificar los corazones de cada uno de los sabanalargueros, para que veamos la

realidad desde la voluntad de Dios y no desde nuestra propia voluntad, digámosle al Señor

que nos enseñe a defender la verdad, que nos enseñe a vivir en la luz, y que nos de la gracia

de trabajar siempre por el bienestar común.

Oremos.

Hoy te queremos pedir perdón Señor, porque no hemos sido fieles testigos tuyos, hemos

juzgado al hermano con nuestras palabras, le hemos condenado con nuestros gestos, con

nuestra prepotencia. Ten piedad de nosotros Señor, apiádate de nuestro pueblo, ven a limpiar

las impurezas, ven a cambiar los corazones, que seamos sinceros, que defendamos la verdad,

que seamos justos y que respetemos la dignidad de nuestros hermanos, de nuestros

semejantes. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

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CUARTA ESTACIÓN

JESUS ES NEGADO POR PEDRO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 26, 69- 75.

Meditemos.

El mismo que había confesado con gran alegría que Jesús era el Mesías, el mismo que

prometió que no lo abandonaría y morir antes de renegar de Él, es el mismo que antes de que

el gallo cantara dos veces le había negado tres, en el momento en que Jesús necesitaba ayuda.

Pedro uno de los primeros discípulos de Jesús, el encargado de dirigir humanamente la

Iglesia, tuvo miedo de padecer la misma suerte de Jesús. No ha confiado en su Maestro, ha

dejado que la debilidad de la mente arrebate la firmeza de su corazón, se ha fiado de sí mismo,

igual que cuando quiso caminar sobre las aguas y ha olvidado la confianza que tenía en Jesús.

Siente temor, y se acobarda.

Y aun nosotros que hemos visto tantas maravillas que ha hecho el Señor en nuestro mundo,

todavía le seguimos negando. Le negamos cuando en las dificultades, tratamos de salir

adelante con nuestras propias fuerzas y cuando nos vemos vencidos, el único culpable

termina siendo Dios. Es doloroso, pero confesamos solamente que Jesús es el Señor, cuando

vivimos el tiempo de la alegría, cuando vivimos el tiempo del milagro, pero cuando nos

estamos enfrentando a alguna situación difícil y no vemos las cosas de inmediato, negamos

de Dios.

Gran lección nos deja, reconoce su falta, se arrepiente y llora amargamente su dolor, es hora

de reconocer nuestras negaciones y volver a Jesús a pedirle perdón. Que aprendamos a tener

una confianza firme en el Señor, y que iniciemos nuestro camino de conversión, hermanos

es tiempo de arrepentirnos y de volver a los brazos amorosos y misericordiosos de nuestro

Señor.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 8

Oremos.

Amado Salvador, queremos decirte como tus discípulos te dijeron un día: “creemos en Ti

Señor, pero aumenta nuestra fe”. Señor danos la gracia de la fe, de creer firmemente en Ti y

de esperar en tu Palabra, fortalécenos en esos momentos en los que todo parece oscuro y no

encontramos salida a nuestros problemas, ayúdanos a ser humildes, para que nos fiemos

siempre en Ti y no en nuestras fuerzas. Ante todo perdona nuestras negaciones, nuestras

indecisiones en el caminar hacia Ti, ten piedad de nosotros Señor. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

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JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 9

QUINTA ESTACIÓN

JESUS ES NEGADO POR PILATO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 27, 24- 26.

Meditemos.

Jesús responde con el silencio frente a la hipocresía y a la soberbia del poder, la indiferencia

de quienes no asumen su propia responsabilidad. Confirma así la enseñanza que dio a sus

discípulos: “No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados” (Lc. 6,

37). Jesús que no juzgo a nadie, antes que por el contrario perdono a muchos, es ahora

juzgado.

“¡Sea crucificado!” (Mt 27, 22) Este grito resuena con fuerza cada vez que un ser humano

es maltratado.

Diariamente cada uno de nosotros se convierte en juez. Nos consideramos con derecho a

juzgar y condenar el comportamiento de los otros, robando así la autoridad que le pertenece

solo a Dios, pero rechazamos de ser objeto de la crítica o del juicio ajeno. Siempre

encontramos una justificación para nuestras culpas y errores. Vivimos en un mundo en el

que todos queremos ser jueces, dictadores, y nos movemos en la sociedad obrando sin amor,

hasta cuando el Señor tendrá que esperar nuestro cambio de conciencia, hasta cuando Jesús

seguirá siendo condenado por nosotros, hasta cuando seguiremos hablando mal del prójimo,

es hora, es tiempo de cambio, es tiempo de descubrir que en mi hermano está Jesús y que

todas las acciones que hacemos con los más pequeños las hacemos al mismo Cristo.

Oremos.

Señor, es verdad, vivimos la vida juzgando al prójimo, vivimos obrando sin amor,

necesitamos hoy de tu ayuda, necesitamos hoy de tu presencia, queremos verte realmente en

aquellos que nos rodean, necesitamos descubrirte en loa más cercanos, ven a cambiar

nuestros corazones de piedra, por corazones de carne, así podremos ser más humanos, más

misericordiosos, haz nuestros corazones semejantes al tuyo, así podremos tener tus mismos

sentimientos de perdón. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 10

SEXTA ESTACIÓN

JESUS ES AZOTADO Y CORONADO DE ESPINAS

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 27, 27- 31.

Meditemos.

En signo de burla coronan a Jesús y le visten como Rey. Desgarran su piel con azotes, su

cuerpo se desangra, es humillado sin compasión, eso lo sufrio por nosotros.

Su mirada esta fijada en Dios, su silencio es intimidad con su Padre, su dialogo interior con

Dios, le fortalece a seguir salvando. No desconfia, no reniega, no se aleja de Dios, se apega

a su Padre, al que lo ha de levantar.

En nuestra cotidianidad seguimos cargando de espinas la cabeza de Jesús, seguimos

flagelando su cuerpo, cada vez que le damos la espalda a nuestros hermanos y cuando

despreciamos a aquellos hermanos que no estan a nuestro nivel socioeconómico. Le hacemos

sufrir cuando vemos injusticias y callamos.

Queridos hermanos, episodios semejantes a este de la flagelación del Señor y de la

coronación de espinas, vemos a diario, dejemos de ser indiferentes, no seamos temerosos y

comprometamonos hoy con Dios a hacer siempre el bien y a tenderle la mano a aquel que lo

necesita. La fe en Dios la reflejamos con nuestras obras, es tiempo para cambiar, es tiempo

para atrevernos a hacer el bien.

Oremos.

Señor Jesús hoy te pedimos que nos ayudes a ser misericordiosos, ayudanos a no ser simples

espectadores del sufrimiento de nuestros hermanos, sino que por el contrario seamos

valientes y lleguemos hasta ellos para darle la mano, haz que con nuestras obras reflejemos

tu rostro de amor, perimitenos Señor, calmar tu sufrimiento de hoy día, por eso te pedimos

que nos ayudes a ser cada día más humanos. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 11

SEPTIMA ESTACIÓN

JESUS CARGA CON LA CRUZ

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Juan 19, 16- 17.

Meditemos.

Una cruz que no merecía, acepta cargarla con el fin de darle la salvación al mundo entero.

Inicia un camino de dolor intenso, se incrementa el sufrimiento de Jesús, su cuerpo cansado

y fatigado recibe ahora un peso agotador, que no es tanto físico sino espiritual: el peso de los

pecados de la humanidad entera.

En signo de humildad, Jesús abraza la cruz, abraza la salvación, y aunque débil y fatigado la

lleva sobre sus hombros hasta el lugar donde se ha de donar por completo. Jesús sabía que

la cruz era el único medio para entrar en la intimidad del hombre, y que una muerte violenta

era el medio para entrar dulcemente en el corazón de la humanidad.

La cruz humilla, porque con ella debemos renunciar a nosotros mismos, pero la cruz es el

signo de la victoria, el signo del triunfo. Es la cruz la que fortalece la fe del hombre, es la

cruz la que ayuda a confiar más en Dios, aunque en algunos casos quien no ha descubierto

en su dificultad la presencia de Dios llega a renegar de Él

Es difícil cargar con la cruz hoy, en un mundo dominado por el poder económico, por el

poder político, pues luchamos y aspiramos siempre al poder y a la gloria, la cruz es signo de

sacrificio, y estamos llamados a sacrificarnos, a morir a la carne, y a buscar más bien los

tesoros de arriba, por medio de las cruces cotidianas.

Tú y yo estamos llamados a abrazar nuestras cruces diarias, a querer nuestra cruz y a llevarla

con amor, no a renegar de ella, pues es en la cruz, donde podemos ver manifestado el poder

de Dios en nuestra vida y es con la cruz con la cual obtendremos la victoria sobre el mal y

sobre el pecado.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 12

Oremos.

Señor, danos la fuerza y el ánimo de compartir tu cruz y tus sufrimientos en la vida cotidiana

y en las tareas profesionales.

Infunde en nosotros el espíritu de servicio y sacrificio, para que no aspiremos al poder y a la

gloria, sino a ser instrumento de solidaridad y de paz, para quienes están agobiados por la

violencia y la injusticia de los poderosos del mundo.

Danos la fuerza para llevar nuestras cruces, para que encontremos en ellas la fortaleza para

nuestro espíritu. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 13

OCTAVA ESTACIÓN

JESUS ES AYUDADO POR EL CIRINEO A LLEVAR LA

CRUZ

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Lucas 23, 26.

Meditemos.

Para Dios que se ha hecho hombre, la cruz es muy pesada, a peso lento camina bajo el peso

de la cruz, cae y se levanta, sigue su camino con el que nos concederá a nosotros a la

salvación.

Es el momento en el que Jesús necesita ayuda. Es la hora en la que Jesús necesita de la

solidaridad, y se ha encontrado de entre la multitud a un hombre humilde que le ha ayudado

a llevar la cruz, este hombre no pensó en que se iba a encontrar a Jesús, y sin buscarla se

encontró con la cruz, aunque cansado del trabajo, contemplar a Jesús agonizante, le mueve

su corazón a añadir un esfuerzo, y humildemente, se acerca a Jesús y le ayuda con la cruz.

Su plan fue cambiado por los propósitos de Dios, y que difícil es hoy para nosotros aceptar

el plan de Dios en nuestras vidas.

El hombre de hoy necesita solidaridad, se nos ha dicho: “Ayudaos mutuamente a llevar

vuestras cargas” (cf. Gálatas 6, 2), y que tanto somos solidarios, en nuestro caminar por la

vida Jesús se nos hace el encontradizo, en el hermano que sufre más que nosotros, es por eso

que todos estamos llamados a añadir siempre un esfuerzo más en nuestras cruces, en nuestros

trabajos cotidianos, para ayudar a aquel que lo necesita, la fe se manifiesta en obras, no tanto

en palabras.

Hermanos, pongámonos en acción y dejemos que el amor de Dios envuelva nuestros

corazones y nos mueva a hacer el bien, obrando en solidaridad y amor por nuestros hermanos.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 14

Oremos.

Qué difícil es Señor, mirar a aquellos que sufren y darles la mano cuando necesitan de nuestra

ayuda. Hoy te pedimos que nos ayudes a ser más solidarios, más fraternos, que mostremos

tu rostro amoroso, a aquel que sufre y que padece a diario bajo el peso de sus cruces.

Vence en nosotros el miedo a obrar bien, que seamos solidarios, que podamos romper las

barreras que nos coloca la sociedad y esforzarnos siempre por actualizar tu Palabra y tus

obras, en la sociedad cansada y abatida de estos tiempos. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 15

NOVENA ESTACIÓN

JESUS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALEN

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Lucas 23, 27- 32.

Meditemos.

A pesar del sufrimiento, Jesús no se olvida de que ha venido a traer consuelo a las almas.

Sigue mostrando su amor, lo hace con unas mujeres, sus seguidoras, quienes se lamentaban

por el sufrimiento de Él. Esas mujeres que se alimentaban de sus enseñanzas, de las cuales

expulsó demonios, a las que sanó, están ahora en el camino de la cruz, para apoyarle. Jesús

siente su pena, siente el dolor que ellas sienten por Él y con dulces palabras les consuela.

En la actualidad, la mujer sigue llorando, y ¿qué hacemos para consolarla?

La cifra de maltrato contra la mujer ha incrementado de una manera dolorosa, vivimos en un

mundo donde la mujer es a diario pisoteada, donde le es arrebatada su dignidad, no podemos

volver a los tiempos de Jesús, en los cuales la mujer no representaba nada para la sociedad.

Nuestra Iglesia, también sufre el desprecio, la deshonra, la humillación, ¿Qué hacemos por

defenderla? ¿Qué tanto es el amor que sentimos por nuestra Iglesia? La mujer es vital para

la sociedad, porque ella es capaz de aceptar dentro de sí la vida, la mujer es importante para

la Iglesia, porque una mujer fue la primera en contemplar a Cristo vivo y resucitado, Jesús le

devolvió la dignidad a la mujer, entonces ¿por qué hoy nosotros se la queremos volver a

quitar?

Tu y yo que nos decimos ser seguidores del Señor, es hora de que actuemos, de que luchemos

porque la mujer reciba en nuestro tiempo el lugar que le corresponde, posee nuestra misma

dignidad, es semejante a nosotros, y ante todo es “hija de Dios”.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 16

Oremos.

Hoy te bendecimos Señor, por la mujer, te bendecimos por la Iglesia, te bendecimos por las

religiosas, por nuestras madres, hermanas, esposas, por todas las mujeres de Sabanalarga y

del mundo. Te pedimos que nos enseñes a perdonar y a pedir perdón, a tener compasión de

nosotros mismos y de nuestros semejantes.

Acuérdate Señor de Sabanalarga, acuérdate Señor de Colombia, que llora y que sufre, y se

lamenta por la violencia interior y que se encuentra destruida por el odio de los hombres.

Ven a nuestro pueblo Señor, a traernos paz y consuelo. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 17

DECIMA ESTACIÓN

JESUS ES CRUCIFICADO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Marcos 15, 22- 27.

Meditemos.

Así como Moisés, levanto en el desierto la serpiente, así será levantado sobre la tierra el Hijo

del Hombre, para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna. (cf. Juan 3, 14- 15).

Jesús no se ha guardado nada, todo de sí ha donado, mientras que el hombre de hoy vive en

la lucha incansable del atesorar bienes para la tierra, olvidando los bienes celestes. Lo

despojan de sus vestidos, y se cubre su Cuerpo con los pecados de la humanidad, sus brazos

y pies son prendidos a un madero con clavos, pero se deja crucificar por amor, y es el amor

donde el sufrimiento humano, adquiere un valor de salvación, es en el amor de Jesús donde

nosotros hemos sido salvados.

Hoy día Jesús sigue siendo crucificado, sus heridas, sus llagas siguen sangrando a causa de

las injusticias, del odio, del rencor, de la violencia, de la mentira, de los ultrajes. Su cuerpo

sigue siendo despojado a causa de los sacrilegios, aún sigue llorando sobre la cruz, cada vez

que el ser humano atenta contra el don preciado de la vida.

Queridos hermanos, Jesús se ha dejado crucificar, porque quiere que desde la cruz, el hombre

obtenga la salvación, quiere que sea desde ese altar donde la humanidad, obtenga la vida

eterna. Cuantas personas vagan por el mundo, desconociendo el valor de la cruz, y ¿qué hago

yo para que el sacrificio de Jesús para ellos no sea algo inútil?, ¿cómo estoy llevando mi

misión de bautizado?

Valoremos el sacrificio de Jesús, su sangre derramada es el precio con el que se pagó nuestra

salvación y con la cual se nos retiró la condenación eterna que ya habíamos merecido. Es

desde la cruz, donde hemos obtenido la salvación, basta que creamos.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 18

Oremos.

Tu cruz adoramos Señor, porque es el instrumento con el hemos recibido la salvación, te

adoramos a ti Jesús clavado en la cruz, porque desde ahí has venido a darle la libertad al

hombre que se encontraba oprimido por sus pecados. Hoy te contemplamos sobre la cruz de

nuestros días, creemos en Ti, en que tú nos darás la victoria en todo aquello que nos oprime,

enséñanos a vencer el miedo del sufrimiento con la fuerza que mana de tu cruz. Haznos

penetrar en este misterio de amor, que transforma en momentos de gracia incluso los simples

acontecimientos de cada día. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 19

UNDÉCIMA ESTACIÓN

JESÚS PROMETE SU REINO AL BUEN

LADRÓN

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Lucas 23, 39- 43.

Meditemos.

El lugar solicitado por la madre de los Zebedeos para sus hijos, lo ocupan ahora dos ladrones,

que seguramente habian visto las obras misericordiosas de Jesús. Uno le reclama, lo sigue

humillando, le ofende, mientras que Él otro reconoce en Jesús al Mesías y le clama

misericordia, aprovecha su último instante de vida.

Una palabra llena de consuelo brinda Jesús desde su tormento en la cruz: “hoy mismo estarás

conmigo en el paraiso” (cf. Lucas 23, 43), más aún sigue haciendo vida su predicación “no

he venido Yo por los justos, sino por los pecadores”, y es así donde se acerca al malhechor

desde la cruz, le brinda el perdón, escucha la voz de su súplica cuando se reconoce pecador

y le pide perdón. Siendo pagano, este hombre ha confiado en Jesús, ha puesto su fe en Él,

ha descubierto que él tiene poder para perdonar sus pecados, y con su corazón humillado y

arrepentido, le pide que se acuerde de él, cuando comienze a reinar.

Que ejemplo de humildad, nos muestra hoy este hombre, deja a un lado su orgullo, deja atrás

su vida, y se confia en Dios. Hoy nosotros estamos llamados a tomar esa actitud del ladrón,

debemos ir a jesús a pedir perdón y a pedirle que nos conceda gozar de su Reino. Hoy

Sabanalarga, está llamada a renunciar a sus malas acciones, es tiempo de arrepentirse, es hora

de confiar en Dios, desnudemos nuestra realidad ante su infinita misericordia, reconozcamos

nuestras faltas, y peguemonos a Cristo, él nos anima y fortalece nuestras vidas.

Dios nunca va a aborrecer a aquel que confía en Él y reconoce sus faltas, Dios no desprecia

al pecador, al contrario lo ama, le da una segunda oportunidad. Hay una promesa de perdón

que es para todos, acojamonos a la misericordia de Dios.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 20

Oremos.

Oh buen Jesús que tuviste compasión del Buen Ladrón, hoy te pedimos que tengas compasión

de nosotros y que te acuerdes de tu Pueblo ahora que estás en tu Reino. Somos pecadores,

no lo negamos, somos duros de corazón, ten piedad de nosotros, muéstranos tu misericordia.

Que tu Palabra sea consuelo para cada hombre y mujer que afronta el sufrimiento de la

muerte, que tu palabra sea paz que invada el alma de los confían en Ti. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 21

DUODÉCIMA ESTACIÓN

JESÚS EN LA CRUZ, SU MADRE Y EL DISCIPULO

AMADO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Juan 19, 25- 27.

Meditemos.

La Madre al pie de la cruz, figura de la nueva Eva, sufre los dolores de su Hijo, es ahora la

Virgen mártir, la que impotente llora por los tormentos de su Hijo. Es un llanto de dolor, sus

lágrimas corren sobre su rostro y empapan la tierra, su corazón arde de dolor atravesado por

una espada, dolor que antes ya había sido profetizado por el anciano Simeón. Ella se ha

querido unir al dolor de su Hijo en la obra de la redención, en su dolor entrega a su Hijo, y

solo contempla lo que sucede en su corazón.

La fe de María, la mantiene en pie, junto al árbol de la vida, renueva las palabras que le

pronunció al Ángel: “”aquí está la esclava del Señor”, Ella ha creído en que lo que Dios

promete lo cumple, por eso la Iglesia la ha tomado como modelo de fe.

Jesús nos entrega a María, no quiso que por quedar sola fuera signo de burla para la sociedad

de su tiempo. El discípulo amado en cabeza de la Iglesia, recibe a maría, recibe a la Madre

de la Iglesia. No ha querido guardarse Jesús nada de si, en la más grande prueba de amor de

la cruz, Jesús nos da un regalo valioso, nos da a María, es signo del perdón que le ofrece a la

humanidad por las faltas y humillaciones que ha recibido, para que sea Ella quien acompañe

a la Iglesia en su caminar hacia la casa del Padre.

Llevémonos hoy a la Madre para nuestra casa, recibámosla en la casa de nuestro corazón,

Ella es la Madre de los creyentes, ella espero en las promesas de Dios, confiemos en la

intercesión de María y démosle el amor que se merece por ser nuestra Madre.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 22

Oremos.

Señor Jesús, te agradecemos por el perdón y por tu misericordia, la cual nos has manifestado

en dejarnos a María, como nuestra Madre del cielo que intercede a diario por nosotros.

Queremos hoy recibirla en nuestro corazón, pero necesitamos que nuestro corazón este

limpio para que tu Madre este en un buen lugar. Haz que nuestro amor a Ella sea tan fuerte,

que podamos defenderla, que la respetemos y sintamos un cariño especial por Ella por

siempre. Perdónanos por el sufrimiento que le causamos a Ella cuando con nuestras malas

obras ofendemos tu nombre. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 23

DECIMOTERCERA ESTACIÓN

JESÚS MUERE EN LA CRUZ

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Mateo 27, 45- 56.

Meditemos.

En amor y obediencia, Jesús ha aceptado el proyecto de Dios Padre para la salvación de la

humanidad, con su muerte ha abierto el cielo, que se cerró por la desobediencia de nuestros

primeros padres. Si en el Edén, de un árbol colgaba el fruto de la condenación del cual

comieron Adán y Eva, en el Calvario del árbol de la vida cuelga el fruto de la salvación:

Cristo, nuestro Señor, que vino a entregarse por la salvación del género humano.

Palabras de dolor gritaba desde la cruz, y esas mismas las sigue gritando hoy al ver como el

pueblo que ha sido salvado a precio de sangre, de manera injusta vive en un derramamiento

de sangre continuamente, llora de dolor al ver como los seres humanos desprecian el don de

la vida, llora de dolor por cada niño y niña a los que se les impide venir a la vida, llora por

tantos asesinatos, llora por tanta injusticia que vive la sociedad, cada vez que el ser humano

es despreciado y humillado, la sed de justicia, de paz, de amor, de unidad familiar lo consume,

y todavia le seguimos dando vino mezclado con hiel.

Ha confiado en Dios, ha entregado a su alma a Dios, su espiritu lo encomienda en su Padre

que lo resucitará, con su muerte ha vencido el poder del pecado, el poder del mal, pero su

sacrificio nos invita a vivir constantemente en la lucha contra el pecado. Con su muerte en

la cruz, Cristo nos hace de nuevo hijos de Dios, nos ha concedido la herencia eterna, en la

cruz nos ha demostrado su amor.

Su costado traspasado de donde brotó la vida es la fuente que nos renueva y purifica,

dejemonos amar por el Señor, descubramos su presencia en las situaciones cotidianas de la

vida y que al ver su obra, exclamemos alegres: “Verdaderamente, Jesús es el Hijo de Dios”

En un acto de humildad, inclinemonos ante Jesús, en señal de adoración, reconociendo su

sacrificio como sacrficio redentor. Oremos en silencio, en agradecimiento a Jesús.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 24

Oremos.

Tanto nos has amado Dios, que nos has dado a tu Hijo, creemos en Él, en que es tu enviado,

gracias por la salvación que por su muerte nos has regalado, gracias por la redención, gracias

porque por medio de Él nos has dado la prenda de la vida eterna.

Jesús Salvador, seas bendito hoy siempre. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 25

DECIMOCUARTA ESTACIÓN

JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y COLOCADO EN EL

SEPULCRO

V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo

Lectura Bíblica: Marcos 15, 42- 47.

Meditemos.

Ante la mirada dolorosa de su Madre, es bajado de la cruz el Divino Redentor, su cuerpo

ensangrentado, es descendido de la cruz por aquellos que fueron sus discipulos en la noche,

ahora a la luz del día piden a Pilato, que les entregue el cuerpo de su Señor. La Virgen

dolorosa, que en su vientre llevo el fruto santo y bendito, acoge de nuevo al Cuerpo sin vida

de su Hijo.

Que dolor por el que atraviesa María, pero ella confia y espera en Dios, sabrá que su Dios

hará maravillas, desplegando el poder de su brazo.

El Principe de la luz, baja a la oscuridad del infierno, para rescatar a las almas retenidas por

la muerte, es el Hijo de Dios que no descansa de su misión, y va en busca de las almas

perdidas que se encuentran en la oscuridad.

Jesús vino para liberar a los justos, para llevarlos a la luz de la resurreción, Jesús vino por

todos, vino a dar vida y vida en abundancia.

Que así como se abrieron los sepulcros y resucitaron muertos con la muerte de Jesús, que en

esta celebración pascual, se abran el sepulcro de nuestro orgullo, se raje la tierra de nuestra

maldad, y brote de entre nosotros el hombre nuevo, y que seamos iluminados por el esplendor

de la gloria de Aquel que fue sepultado, descendio los infiernos, y que al tercer día resucitó

de entre los muertos.

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 26

Oremos.

Dame Señor, la gracia de la fe, para que sepa esperar en tus promesas.

Madre dolorosa, necesitamos tener en nuestra vida un cambio radical, ayudanos para que

cada día imitemos con nuestras obras a tu Hijo Jesús, intercede por nosotros para que en los

momentos dolorosos de la vida, recibamos la fuerza y el consuelo, que nos da la persona del

Espíritu Santo. Amén.

(Padre nuestro, Ave María, Gloria)

ALABADA SEA LA PASION DE NUESTRO SEÑOR

JESUCRISTO Y LOS DOLORES DE SU SANTISIMA MADRE 27

ORACION FINAL

Dios Todopoderoso y eterno, te alabamos y te bendecimos por Jesucristo nuestro Salvador,

quien lleno de amor, acepto cargar nuestros sufrimientos y nuestros dolores, y nos adquirió

por sus llagas la salvación, el perdón de nuestros pecados.

Ayúdanos a amar y valorar el sacrificio de Cristo, y que podamos aceptar en nuestro corazón

su Palabra, y así caminemos siempre en santidad todos los días de nuestra vida. Amén.