Romance - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

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«VISTA POPULAR HISPANOAMERICANA * MEXICO, 0. F., 15 DE FEBRERO DE 1940 * AÑO I. NUMERO 2 A N I V K Its A H r B B B B K «> 1 I O l»I9 FEBRERO SIEMPRE QUE ADVIR 00 ALGO QUE CREO HABER Ahora race vn *So qvk en rl rxiuo. en OA ALDEA FRANCKMA. CKRCA DK LOS I*IRI- NROS, MIRIO ANTONIO MàCUAIX). QVK SVPO Cantar fl mistkrio. kl encanto sutil dr la tierra de Castilla, kl que con voe POPULAR Y »- IR.MK ACENTO RECOGIO DR La ENTRAÑA DEL PVKULO EL PRESAGIO MAS nONIX). MaCHAIFO. POETA CAHTEU-ANO-A.N- DALVZ HA SIDO Y SERA MAESTRO DK OKNK- RACTO S ES DK ESCRITORES. DE TODOS AQL K- LLOS QUE. APARTA DOSE I>K LOS CAMINOS ALEGRES DE LA MODA, BUSCAN UNA POESIA ENTERA Y VERDADERA. MaCHaDO PROSIS- TA con su Juan de Mairknacreo in GENERO LLENO DE HUMOR Y DK KU(.OR KN FJ. QUE ASORDO CON DESENVOLTURA. CON UNA COMPLETA AUSENCIA t»K PEDANTERIA, LOS MAS GRAVES PROBLEMAS. SU ESCEP- TICISMO APASIONADO" SERA SIEMPRE KJKM- PLO DE HONRADEZ INTKLK(TUAL, DE AMOR Y SABIDURIA. Al. FRENTE DK UN GRITO DE jovenes, en "Hora de España-, p.scribio SU S ULTIMOS ARTICULOS Y CON ELLOS. EN- VEJECIDO DE CUERPO. PERO JOVEN DE ALMA. FIFI. A SU PUEBLO. MARCHO AL DESTIERRO, DONDE MURIO. UN TONO SEGURO EN MIS PALABRAS, PENSAD QUE OS ESTOY ENSEÑAN- APRENDIDO DEL PUEBLO* (SENTENCIAS DE JUAN DE MAIRENA) ANTONIO MACHADO -VBHCACION QUINCENAL. PRESENTADA PARA SU REGISTRO COMO ARTICULO DE SEGUNDA CLASE, EL DIA 29 DE ENERO DE 19 4 0 PAREJA ZOOMOarA~, . MAX hxjt momento lUBUXl" - SALVADOS DALI Wilde MORALISTA Por Antonio CASTRO LEAL Inglaterra pasó toda la era victoriana e n discusiones. Los problemas se exagera- ron, como sucede siempre que se discute: la religión fué demasiado religiosa, el racionalismo demasiado ra- cional, el utilitarismo de- masiado utilitario. El hom- bre cayó por segunda vez: a. CASTROLEAL ^el c¡ejo je ]a teología pasó al último lugar de la escala biológica. La cien- cia y la religión extremaron sus posiciones. La política empezó a contradecir a la demo- cracia. Pero de todas estas apasionadas contro- versias, los contendientes como sucede en la mayor parte de las polémicasse cansaron antes de haberse puesto de acuerdo. Y nunca llegaron a ponerse de acuerdo porque una nue- va época cambió el sentido de muchas cosas. Pero antes -de que llegara esa nueva época hubo un intermedio, una especie de armisti- cio. Ese intermedio se puede comparar, como lo ha hecho Wells, a! silencio irónico que sigue a una gran discusión. Se puede comparar tam- CONTINVA PN LA PAGINA i ALBERT EINSTEIN CON EL TITULO LA FISICA AVENTURA DEL PEN- SAMIENTO, SE HA PUBLICADO EN ESPAÑOL UN libro de ALBERT EISSIEIX. el eminente SABIO ALEMAN CREADOR DE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD, EN EL QUE SE EXPONEN DIFE- RENTES TEORIAS HABIDAS DESDE GALILEO HAS- TA NUESTRO TIEMPO. COINCIDIENDO CON LA RESONANCIA DE LA EXPOSICION PICASSO EN NUEVA YORK, SE INAUGURO EN MEXICO LA EXPOSICION INTERNACIONAL DEL SURREALISMO. DESTACAMOS RISTRE LAS DIFEI EN- TES TELAS, Y DEMAS TRABAJOS, EL MOMENTO SUBLIMEDE SALVADOR DALI y LA PAREJA ZOOMORFADE AÍAX ERNST. ARRIBA, la DESTRUCCION DE GUERNICaDE PICASSO, ove OBTUVO EN LOS ESTADOS UNIDOS UN CLAMOROSO EXITO NI'S/./ÁVO: RESPUESTAS A LA ENCUESTA DE ROAIANCE Por Alartín Luis Guz- mán y Beniamin James OSCAR WILDE, MORALISTA, Antonio Cas- tro Leal Crónica de París: EUROPA Y EL TORO, Corpus Barqa . LNA POESIA MISTICA, Jorqe Cuesta* RITMO Y CINEMA, Carlos Veto. GRACIAN: PRIMOR Y REEEL- DIA, Benjamín James . Un ameno en- sayo sobre astronemía: LAS ESTRE- LLAS, EL HOMBRE Y EL FERRO, Pedro Carrasco . LOS CUENTOS DE ABUEL1TA, José Alancisidor. VALLE INCLAN Y SU PAISAJE, Antonio Sánchez Bartudo EL DRAMA DE LA VO- CACION, José Atarado - LA REALIDAD Y EL DESEO, Icrtnzo I art la 1CLS1OI IN- TICO, (Fin) Bulcahoo DIVAGACION EN TORNO AL SURREALISMO, Ramón La- ya IV CONGRESO MEXICANO DE HISTORIA, Ramón Iglesias LA .MUJER HACIA 1840, (Una Irgeniosa Clónica, íebre las parisinas de la cpcca, escrita per Mdrr.e. de Girardin, traducida por primera vez ai es- pañol) LOS LIERCS LCR DENTRO; CIENCIA, HISTORIA. SCCICLCGÎA; ULTIMAS EDICIONES Y NOT JC1ASNOTAS de José Herrera Pelero, Rajaet Vega Altela, Adolja Sánchez L ázguez, í'rancisco Li- ner de los R/os, Etc. UNA BIBLIOTECA POSITIVISTA - (Relación de libros de la Biblioteca particular del célebre filósofo Augus- to Comte) BIBLIOGRAFIA. REVISTA DE REVISTASINI GEMACION C1F.N- TIITCA, por Julián Amo. INFORMA- CION MUSICAL. /. M. CHACON Y CALVO EL ILUSTRE POLIGRAFO CUBANO FUE NOMBRALO, RECIENTEMENTE ACADEMICO EN SU PAIS. CHA- CON Y CALVO ES UNA l.E LAS PERSONALIDADES DE MAYOR RELIEVE FNTRE LAS QUE, DE UN MO- DO CONSTANTE, VIENEN HACIENDO UNA INCAN- SABLE Y DIGNA LABOR EN BENEFICIO DE LA CUL- T U RA 11 ! S PAN O A M E RICANA.

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«VISTA POPULAR HISPANOAMERICANA * MEXICO, 0. F., 15 DE FEBRERO DE 1940 * AÑO I. NUMERO 2A N I V K Its A H

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FEBRERO“SIEMPRE QUE ADVIR 00 ALGO QUE CREO HABER

Ahora race vn *So qvk en rl rxiuo. en OA ALDEA FRANCKMA. CKRCA DK LOS I*IRI- NROS, MIRIO ANTONIO MàCUAIX). QVK SVPO Cantar fl mistkrio. kl encanto sutil dr la tierra de Castilla, kl que con voe POPULAR Y »- IR.MK ACENTO RECOGIO DR La ENTRAÑA DEL PVKULO EL PRESAGIO MAS nONIX). MaCHAIFO. POETA CAHTEU-ANO-A.N- DALVZ HA SIDO Y SERA MAESTRO DK OKNK- RACTO S ES DK ESCRITORES. DE TODOS AQL K- LLOS QUE. APARTA DOSE I>K LOS CAMINOS ALEGRES DE LA MODA, BUSCAN UNA POESIA ENTERA Y VERDADERA. MaCHaDO PROSIS­TA con su “Juan de Mairkna” creo in GENERO LLENO DE HUMOR Y DK KU(.OR KN FJ. QUE ASORDO CON DESENVOLTURA. CON UNA COMPLETA AUSENCIA t»K PEDANTERIA, LOS MAS GRAVES PROBLEMAS. SU ’’ESCEP­TICISMO APASIONADO" SERA SIEMPRE KJKM- PLO DE HONRADEZ INTKLK(TUAL, DE AMOR Y SABIDURIA. Al. FRENTE DK UN GRITO DE jovenes, en "Hora de España-, p.scribio SU S ULTIMOS ARTICULOS Y CON ELLOS. EN­VEJECIDO DE CUERPO. PERO JOVEN DE ALMA. FIFI. A SU PUEBLO. MARCHO AL DESTIERRO, DONDE MURIO.

UN TONO SEGURO EN MIS PALABRAS, PENSAD QUE OS ESTOY ENSEÑAN- APRENDIDO DEL PUEBLO” * (SENTENCIAS DE JUAN DE MAIRENA) ANTONIO MACHADO

-’VBHCACION QUINCENAL. PRESENTADA PARA SU REGISTRO COMO ARTICULO DE SEGUNDA CLASE, EL DIA 29 DE ENERO DE 19 4 0

“PAREJA ZOOMOarA~, . MAX hxjt “momento lUBUXl" - SALVADOS DALI

WildeMORALISTA

Por Antonio CASTRO LEAL

Inglaterra pasó toda la era victoriana e n discusiones. Los problemas se exagera­ron, como sucede siempre que se discute: la religión fué demasiado religiosa, el racionalismo demasiado ra­cional, el utilitarismo de­masiado utilitario. El hom­bre cayó por segunda vez:

a. CASTROLEAL ^el c¡ejo je ]a teología pasó al último lugar de la escala biológica. La cien­cia y la religión extremaron sus posiciones. La política empezó a contradecir a la demo­cracia. Pero de todas estas apasionadas contro­versias, los contendientes —como sucede en la mayor parte de las polémicas— se cansaron antes de haberse puesto de acuerdo. Y nunca llegaron a ponerse de acuerdo porque una nue­va época cambió el sentido de muchas cosas. Pero antes -de que llegara esa nueva época hubo un intermedio, una especie de armisti­cio. Ese intermedio se puede comparar, como lo ha hecho Wells, a! silencio irónico que sigue a una gran discusión. Se puede comparar tam-

CONTINVA PN LA PAGINA i

ALBERT EINSTEINCON EL TITULO “LA FISICA AVENTURA DEL PEN­SAMIENTO”, SE HA PUBLICADO EN ESPAÑOL UN libro de ALBERT EISSIEIX. el eminente SABIO ALEMAN CREADOR DE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD, EN EL QUE SE EXPONEN DIFE­RENTES TEORIAS HABIDAS DESDE GALILEO HAS­

TA NUESTRO TIEMPO.

COINCIDIENDO CON LA RESONANCIA DE LA EXPOSICION PICASSO EN NUEVA YORK, SE INAUGURO EN MEXICO LA EXPOSICION INTERNACIONAL DEL SURREALISMO. DESTACAMOS RISTRE LAS DIFEI EN­TES TELAS, Y DEMAS TRABAJOS, EL “MOMENTO SUBLIME” DE SALVADOR DALI y LA “PAREJA ZOOMORFA” DE AÍAX ERNST. ARRIBA, “la DESTRUCCION DE GUERNICa” DE PICASSO, ove

OBTUVO EN LOS ESTADOS UNIDOS UN CLAMOROSO EXITO

NI'S/./ÁVO:RESPUESTAS A LA ENCUESTA DE ROAIANCE Por Alartín Luis Guz- mán y Beniamin James • OSCAR WILDE, MORALISTA, Antonio Cas­tro Leal • Crónica de París: EUROPA Y EL TORO, Corpus Barqa . LNA POESIA MISTICA, Jorqe Cuesta* RITMO Y CINEMA, Carlos Veto. GRACIAN: PRIMOR Y REEEL- DIA, Benjamín James . Un ameno en­sayo sobre astronemía: LAS ESTRE­LLAS, EL HOMBRE Y EL FERRO, Pedro Carrasco . LOS CUENTOS DE ABUEL1TA, José Alancisidor.VALLE INCLAN Y SU PAISAJE, Antonio Sánchez Bartudo • EL DRAMA DE LA VO­CACION, José A tarado - LA REALIDAD Y EL DESEO, Icrtnzo I art la • 1CLS1OI IN­TICO, (Fin) Bulcahoo • DIVAGACION EN TORNO AL SURREALISMO, Ramón La­ya ■ IV CONGRESO MEXICANO DE HISTORIA, Ramón Iglesias • LA .MUJER HACIA 1840, (Una Irgeniosa Clónica, íebre las parisinas de la cpcca, escrita per Mdrr.e. de Girardin, traducida por primera vez ai es­pañol) • “LOS LIERCS LCR DENTRO”; “CIENCIA, HISTORIA. SCCICLCGÎA”; “ULTIMAS EDICIONES Y NOT JC1AS” • NOTAS de José Herrera Pelero, Rajaet Vega Altela, Adolja Sánchez L ázguez, í'rancisco Li­ner de los R/os, Etc. • UNA BIBLIOTECA POSITIVISTA - (Relación de libros de la Biblioteca particular del célebre filósofo Augus­to Comte) • BIBLIOGRAFIA. “REVISTA DE REVISTAS” • INI GEMACION C1F.N- TIITCA, por Julián Amo. • INFORMA­

CION MUSICAL.

/. M. CHACON Y CALVOEL ILUSTRE POLIGRAFO CUBANO FUE NOMBRALO, RECIENTEMENTE ACADEMICO EN SU PAIS. CHA­CON Y CALVO ES UNA l.’E LAS PERSONALIDADES DE MAYOR RELIEVE FNTRE LAS QUE, DE UN MO­DO CONSTANTE, VIENEN HACIENDO UNA INCAN­SABLE Y DIGNA LABOR EN BENEFICIO DE LA CUL-

T U R A 11 ! S PAN O A M E RIC AN A.

Pagina 2 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

Oscar WildeMORALISTA

k'IÊ.\E !}£ LA PAGINA 1

bién, como fo ha hecho Chesterton, a una larga tarde de descanso, un día lluvioso, en una casa rica.

En medio de ese silencio irónico y a través de los suntuosos salones poblados de huéspedes que huyeron de la lluvia, desfiló, el primer botón de su jaquette abotonado sobre el nudo de la corbata, el celebrado Oscar Wilde. Se paseó seguro, provocativo. Era el mismo que, al entrar en los Estados Unidos, había con­testado a las autoridades aduanales que le pre­guntaron si tenía algo que declarar: "I have nothing to declare except my genius". Tenia los labios carnosos, la voz insinuante y una hinchada corpulencia de Emperador romano. Afuera llovía. Como no se podía salir, todos se volvieron a contemplarlo. Un grupo le se­guía. En aquel momento histórico de reposo la materia —oro, mármol, sedas, lacas— ad­quiría bajo la luz artificial, un prestigio se­creto. Wilde se paseaba entre marfiles, jades, ámbares, turquesas, armarios de ágata y lapis­lázuli, muebles de laca, copas de crista! vene­ciano, ónices de venas oscuras, plumas de avestruz coronadas de espuma, tapices persas, chales de Kashmir, porcelanas chinas y espe­jos de aguas profundas. L.a luna cornicular se reflejaba en los metales pulidos. Era el tiempo en que Oscar Wilde amaba todo lo que había amado Teófilo Gautier, usaba el bastón de Balzac y se peinaba según un busto de Nerón del Museo de Louvre. El poeta se volvía al público y. conmovido por todo aque­llo, empezaba a hablar pausadamente de “la magia y el misterio de las cosas bellas". Antes de él, los poetas habían vivido a la intemperie, bajo el cielo y los árboles, arrullados por el mar; desde la arena húmeda no vieron más mármoles que la luna y las nubes, según lo había dicho Tennyson;

Wet sands marbled with moon and cloud.Con Wilde principia, a pesar de todas sus

imitaciones de Milton y de Keats, una época de interiores: es un poeta de sofá, de cigarri­llos turcos y de estatuillas de consola.

Oscar Wilde, con un sentido verdaderamen­te Victoriano, agrava el problema del arte. Quiso hacer del arte una cosa demasiado ar- tístíca. Resbaló de la estética al esteticismo.Y toro éxito en ese momento fardel siglo

a que terminara afuera la lluvia. Tuvo éxito porque sobre los reunidos ahí pesaba, como un encantamiento, la atmósfera artificial de un largo descanso en una mansión elegante. Así como en la arqueología las cosas sólo tie­nen valor a una distancia de siglos, en el este­ticismo hay que estar dentro del círculo má­gico. mirando de cerca, con las cabezas juntas, para encontrar que las intenciones tienen re­lieve. Pero el esteticismo de Wilde tenía un sentido Victoriano más profundo; fué una exageración para defender una causa que era en si misma noble. Defendió el arte como si el calor de una polémica lo hubiera orillado a un terreno falso. Pero como las discusiones habían terminado, su esteticismo fué más bien un reto. Un reto simpático a la consolidada mediocridad de la Inglaterra tradicionalista.Y ese reto, a pesar de todos los distingos y calificaciones que se quiera, anuncia una nueva época en la literatura inglesa.

De su poesía ya se ha dicho todo lo que había que decir: es, en general, una antolo­gía de ecos. Ouien sepa oir encontrará en ella acentos de Marlowe, Milton, Keats, Matthew Arnold, Tennjson, Rossetti, William Morris, Swinburne. Browning y hasta de Thomas Hood y de Flecker, además de algunos poetas fran­ceses. De todos sus versos la posteridad sólo ha recogido la Ralada de la cárcel de Reading. escrita justamente cuando ya había pasado, con desproporcionado y cruel escándalo, la época del sofá y de las cigarreras de plata. Es un poema desigual, pero de todos modos un gran poema. Se oye en él -—decía Ches­terton— un anhelo de justicia común y de confraternidad más profundo, más democráti­co y más real que la misma ansia del popu­lacho de nuestro tiempo y que todo lo que han dicho los socialistas, aun en las páginasmás valientes de Bernard Shaw

Los diálogos sobre crítica y estética, reu­nidos bajo el título de Intenciones, dieron for­ma definitiva y perfil cortante a muchas ver­dades a las que hacía falta extremar su de­manda para que se les reconociera el lugar —más modesto, si queréis— que les correspon­día. Y si el gusto de Wilde no era muy se­guro, y frente a una obra de arte —cuadro, estatua, poenia o página musical— que no tuviera tradición, ni historia, es casi seguro que se hubiera equivocado; su inteligencia era muy fina y puede afirmarse que, en todo lo que cabe. ío salvaba con gallardía de las fla­quezas de su gusto estético. Esos diálogos abun­dan en ideas originales y tienen una dramá-

LLAMAMIENTOa los

INTELECTUALES DE AMERICAAtormentados por la doble angustia de haber perdido su patria y su libertad, mi­

llares de hombres españoles: Universitarios, artistas, literatos, maestros, estudiantes, per­tenecientes a las más opuestas ideologías, y abarcando desde la categoría más modesta y humilde hasta la de aquellos otros de prestigio universalmente reconocido y, junto a ellas, los demás hombres de su pueblo, labradores, técnicos y de otros oficios,esperan su salvación desde los campos de, concentración de Europa en guerra, con la fe puesta en la generosidad, en el sentimiento liberal, en la tradicional solidaridad humana de los pueblos de América.

Sus vidas apasionadamente entregadas a la profesión de la cultura, su esperanza de ejercerla para bien del hombre y cumplimiento de sus destinos, su arrebatado amor a la verdad, al humanismo profundo que los movió a sacrificar sus seguridades materiales, no pueden perderse en la deses peí-adán, en la soledad de un destierro que les impone la misma humillación material y moral y la misma imposibilidad, de continuar sus investigaciones, su labor creadora, su cátedra o su estudio, de continuar incluso existiendo, que si perma­necieran en ta Patria que abandonaron para evitar la muerte, la venganza ciega, el odio ir reflexivo. Por nuestra condición de intelectuales, y más aún de intelectuales de las dema­cradas hispanoamericanas, unidos a su linaje por hermandad de sangre y de vocación. y por lo que para el porvenir de los pueblos puede significar ese caudal de fe en el hombre y en, el espíritu, tío puede, faltar nuestro apoyo a la Conferencia Panamericana de Ayuda a lod republicanos españoles, que se celebrará en México los días 14 al 11 de febrero de 1940.

La palabra: hispanoamérica, la cultura hispanoamericana, son sentimientos vivos de honda fraternidad humana; clara decisión de solidaridad para todos los hombres de buena voluntad que con nuestra misma voz liberal, llamen a nuestros corazones, a nues­tros ideales, con el derecho que su lealtad les concede.

ANFOXSO REYES, ENRIQUE GONZALEZ MARTINEZ, CARLOS PELLICER, MARTIN LUIS GUZMAN, ANTONIO CASTRO LEAL, DANIELCOSSIO VILLEGAS, JOSE MANCISIDOR, LUIS CARDOZA Y ARAGON,ANDRES nENESTROSA, DAVID A. SIQUEIROS, JESUS GUERREROGALVAN, SILVESTRE REVUELTAS, OCTAVIO PAZ, JOSE ALVARADO,

EFRAIN HUERTA, ALBERTO QUINTERO ALVAREZ.

COMITE DE REDACCION CONSEJO DE COLABORACIONMIGUEL PRIETO.

LORENZO VARELA.

JOSE HERRERA PETERE.

ANTONIO SANCHEZ BARBUDO.

ADOLFO SANCHEZ VAZQUEZ.

JUAN REJANO.

ROMANCE EDITADO POR E.D.LA.P.S.A. (edición y distribución ibero americana de publjcaciones) DIRECTOR.- JUAN REJANO. oficinas: av. jvarez. 95. apastado 8092

ticavívaddad dialéctica que sólo se encuentra en los mejores ejemplo». del género.

En el teatro fué donde Wilde triunfó más ruidosamente. Y, sin embargo, la mayor parte de sus comedias han envejecido de un modo irremediable. En lo que en ellas corresponde a la inteligencia, son excelentes; Sa abundan­cia y la calidad de sus epigramás crean up mundo de ingenio y refinamiento mental en que nadie le supera. Pero sus sentimientos y sus emociones son del todo artificiales, cuando no absurdos. Ese colorete melodramático que tienen Una mujer sin importancia, Un marido ideal y El abanico de Lady Windermere, que era lo que atraía al gran público de entonces, es precisamente lo que ya no soporta el público de hoy. Pero ese colorete lo aplicaba Wilde a sus personajes sonriéndose maliciosamente de ellos, del público y de sí mismo. Su obra maestra es, sin duda, La importancia de ser sincero, en la que la inteligencia domina a un mundo a la . vez real y absurdo, regocijada­mente real y regocijadamente absurdo. Esta obra representa de un modo insustituible una etapa en el desarrollo de la comedia inglesa de Shakespeare a Bernard Shaw.

Sobre El retrato de Dorian Gray todos sa­ben el epigrama que la califica como la pri­mera novela francesa escrita en inglés. Es, en realidad, un complicado autorretrato. El Wilde de la época de triunfo está ahí representado en la figura de Lord Henry; su conversación, su actitud hacia el mundo que lo rodeaba, su desdén por los sentimientos como un problema autónomo y directo, sus intereses y sus prefe­rencias, y, sobre todo, sus relaciones sustancia­les con ese ambiente artificial e insolente en « el que se movió Wilde como un acróbata en una suerte peligrosa y del cual siempre pareció —no se sabe por qué— que algún día había de caer... como cayó. En esta novela la pasión es tan melodramática como en sus tres come­dias serias. De ella ha dicho Hesketh Pearson, tocando el corazón de la estética wildiana, que cuando Wilde deja de ser artificial, deja tam­bién de ser real. Este libro, que en su tiempo fué tachado de inmoral, resulta ahora que tiene una moral, y aun moraleja, demasiado evidentes.

Morales son también sus cuentos, pero con una moral purificada por el arte. En ellos la virtud, la bondad, el sacrificio, el amor por las cosas buenas y sencillas, muestran ese fon­do estético que tiene toda sustancia elementa! humana. Y el artista insolente, provocativo y desdeñoso de las convenciones, en quien el

*

ENRIQUE GONZALEZ MARTINEZ. MARTIN LUIS GUZMAN. ENRIQUE DIEZ CAÑEDO.PABLO NERUDA.PEDRO HENRIQUEZ UREÑA. ROMULO S. GALLEGOS.JUAN MARINELLO.

medio inglés tradicionalista castigó más la in­teligencia y la ironía -—tan impopulares en Inglaterra— que las faltas a la moral pública, se va delineando sobre el cielo de nuestro tiem­po como un autor que pagó en sus obras un tributo —¿excesivo?— a la vena del mora­lista. No pasará mucho tiempo antes de que los nietos de la generación que condenó a Wilde a trabajos forzados, eduquen sus mejo­res sentimientos en las narraciones reunidas en El príncipe feliç y en La casa de las gra­nadas.

Habría algo más que recordar, Wilde es el escritor que plantea en su importante en­sayo El alma del hombre bajo el socialismo un problema al que todavía no se ha dado respuesta satisfactoria. Como conversador, mil gentes lo recuerdan con admiración. Su char­la intelectual está en las Intenciones y su charla de sociedad en El retrato de Dorian Gray. Cuenta Lord Grimthorpe que Wilde, invitad® a comer con un grupo de caballeros que esta­ban de cacería en Yorkshire, fué recibido hos­tilmente: al entrar al salón con su huésped,

• todos los invitados se escondieron detrás de sus periódicos. Wilde empezó a hablar como si no se hubiera dado cuenta de nada, y "a los cinco minutos los periódicos habían caído al suelo y todos lo rodeaban escuchándolo y riendo”.

Después de salir de la prisión de Reading el poeta se fué a Francia. Desde Berneval escribía a su amigo Robert Ross; "Siempre quise ser un peregrino y he decidido partir mañana muy temprano a la Capilla de Nues­tra Señora del Gozo”. La capillita de Nôtre Dame de Liesse, estaba a seis minutos del Hotel de la Playa, donde se alojaba Wilde. Y ahora que el tiempo ha pasado, nos parece que el genial escritor, aunque partió muy temprano a la capilla del Gozo, llevó siempre en su corazón el sentimiento de culpa de un peregri­no, un sentimiento que no era en él fruto ni de una religión ni de una moral. Durante lo que él llamaba “sus dias paganos" y “ios años de púrpura del placer", siempre mantuvo des­pierta una conciencia de culpa. No la con­ciencia de la culpa que puede establecer un juez inglés, sino aquella otra, más profunda, fundamento quizá de la conciencia moral, y no es —según observa Heidégger— resultado de una mala conducta, sino la encamación de la finitud y el desamparo de la existencia.

Un ángel merece Wilde en su tumba, y un ángel fué, al cabo, lo que tuvo.

A, Castro Leal.

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ROMANCE Pagina 315 de Febrero pe 1940

Martin Luis Guzman.1) Dentro de los auténticos límites del

Arte la mentira es imposible. Tan pronto como ana mentira empieza a ser arte, em­pieza también a ser verdad, y es verdad en cnanto el Arte la absuelve. Puede asegurar­se que ningún artista verdadero hace nada falso a sabiendas, y si por error incurre en ello, su arte deja de ser arte en igual pro­porción.

2) Me interesan los ismos, artísticos o literarios, cuando dan nombre a una gran revolución. Los pequeños motines de barrio no despiertan en mi más curiosidad que la que pueda sentir el transeúnte ocupado que se detiene un momento a ver lo que escan­daliza en la esquina.

d) ¿Se refiere la pregunta a nuestros días, más que a nuestra época? Si así es, contesto que en la Arquitectura. Porque lo principal del espíritu de esta bora —gran­de en el hacer y chica en el pensar— se ex­presa mejor en lo que ella construye para' ser contemplado en conjunto y a distancia. El aeroplano, por no decir más, ba extendi­do cotidianamente nuestra capacidad visual hasta limites increíbles. Por eso nuestra ar­quitectura —igual la de la piedra que la dél acero; la de los barcos, y los ferrocarriles, y los automóviles, que la de los edificios— es arquitectura de magníficos conjuntos y no de felices detalles. Y de allí se deriva lo de­más: en este momento son streamlined bas­tànuestras máquinas de escribir. De allí también que la gran pintura de nuestros dias sea la mural, y que en ella abarque más, exista más. el artista que mejor sabe manejar sus temas y sus figuras cual si se tratara de grandes masas.

4) Cansado de las tinieblas, el hombre del Benacimiento ansiaba la luz. Cansado de'i* Afe, tí hombre de nuestros días quiere volver a las tinieblas. Aquéllos abandona­ban la Metafísica, la Astrologia y la Alqui­mia para volver los ojos hacia la Ciencia y la Sacón ; -nosotros estamos regresando a la Magia. Estoy por decir que en la intimidad de! ábna va ahora poca diferencia entre un pzOCeaor de universidad —las excepciones uo Cuentan— y cualquier ignorante snpers-

I Mora colgante del reloj la patitg * dé los peligras.

s pawcon à ¥Sfed«rño y d Nzabsno, qne «m el caos en el pensamiento t m ía Moral.

5) Sí: la anpuesta justificación teórica te la brutalidad sin freno, que está en prác­tica. ¿El remedio? De esta misma contesta- •ión se desprende.

ó) Los secretos no «e dicen.

7) No hay versos inaceptables, si nos parecen versos. Sin quererlo nos quedamos hasta con los deliciosamente absurdos, como aquellos que traigo, casi desde niño, en el fondo de la memoria:

'‘La estrofa corcelina, byroniana,“Que inutiliza nervios, paliñaca,“Es la que busca mi alma”.

81 Preferir es comparar, y comparar es odioso. Además, en el campo del Arte nada

SI los señores materialistas, de las antiguas y de las nuevas hornadas, fueran menos cerra­dos de entendimiento y tuvieran, en conse­cuencia. una idea clara de la satisfacción que

abela su apetito metafísico, yo les diría a! señala ries i poesia de José Gorostiza, titulada “Muerte sin in”: (I) "Señores materialistas, he aquí vuestro sema; he aquí vuestro evangelio poético”. Pero tefavía pasará mucho tiempo para que vengan a irse cuenta de lo profundamente cristianos que son, de la sed de martirio que alienta en su sensualidad nudamente satisfecha.

Pues yo recomendaría, de cualquier modo, que a¡ poesía de Gorostiza se le concediera sin reservas na significación mística. Y que se viera su asunto, i argumento, en una pasión religiosa del alma. Sus tenciones de Dios, Ciertamente, son tan púdicas que dmíten señalar a una pura hipótesis poética, como ; ve cuando la mención es el pronombre de la tercera ersona, El, que no sufre si el lector se lo repre- arta como una pura persona gramatical. El pudor igrado es tan escrupuloso, en efecto, que obliga al intimiento a no tomar sino las formas en que tam- ¡én se reconozca una sensualidad terrenal. Pudor digioso que tiene antecedentes próximos, como André ¿de y T. S. Eliot, aunque no con la aguda con- ienóa de su instinto que ejerce en la poesía de José forostiza. Aquí, al mismo tiempo, su libertad y su Eguridad son mayores; la posesión de su disimulo a parece más bien una gracia, una ironía, y no una bra de la necesidad; ya parece gozar de un pacto ecreto con Dios, en virtud del cual, como a través te una clave, Dios reconoce el amor que se le des- ¡na en las satisfacciones que le dan la espalda en ipariencia.

Cuando el poeta se descubre en "¡a imagen ato­óla del agua”, y en un va» de agua encuentra una ¡gura alegórica que va a representar todos los senti­mientos de su espíritu, va promendaría que se en- endíera, como en “El Cántico Espiritual” de Sán luán de la Cruz, que e! Alma se descubre en posesión

ENCUESTA

MARTIN LUIS GUZMAN BENJAMIN JARNES .

En esta primera encuesta, ROMANCE plantea algunas preguntas que están en el ambiente y preo­cupan, con más o menos intensidad, a los diferentes sectores culturales. Junto a estas preguntas, hay otras que responden solamente a una intención de humor sano, sin trampa, y en la respuesta que se les dé, po­dremos encontrar, muchas veces, la misma profundidad de pensamiento, que la gracia o el ingenio verda­deros, no hacen sino presentarlo con un ropaje distinto, del corriente.Apaj-te de las contestaciones de las personalidades de logrado prestigio, esperamos con interés las respuestas de todos nuestros lectores, entre las que seleccionaremos para su publicación las más opor-

1. —¿CUALES SON las relaciones entre la mentira y el arte?2. —¿COMO DEFINIRIA UD. las características de la literatura posterior al mo­

vimiento surrealista?3. —¿EN CUAL DE LAS BELLAS ARTES se ha logrado expresar mejor el es­

píritu de nuestra época?4. —A SU JUICIO, ¿cuál es la diferencia más significativa entre el espíritu del

Renacimiento y el de nuestro tiempo?¿CONSIDERA UD. ciertos acontecimientos actuales como una amenaza pa­ra la cultura? En caso afirmativo, ide aué manera podria reafaorst amplia­mente sn defensa-activa?DIGANOS U&.SMs&ota:

8.-—¿DIGANOS qué pintor, músico, poeta, filósofo, novelista, dramaturgo, le gus­tan más a Ud. entre los contemporáneos?

5,

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que merezca estar allí es mejor ni peor'-todo es bueno a su vez. Quien diga —por ejem­plo— que entre todos los músicos se queda con Beethoven, no disminuye por eso a^Jos excluidos, sino que sólo nos habla de su pro­pia limitación. ¡Alt'. ¿Xo comprende usted ni siente la música de Revueltas? Pues eso menos hay en usted.

Benjamin JarneS:1. No son, precisamente, relaciones amo­

rosas. En todo caso, se trataría de amance­bamiento, no de unión legitima. Arte equiva­le a gran verdad humana. Sólo cuando se pretende mixtificarlo con formas ajenas de.

PO ES í A M lSTIC Ade Dios, en posesión de su Amado, y se entrega a gozar de ella, y a gozar de todo lo que hay en ella y que hace la delicia y la conciencia de la conciencia superior que la posee. Su feminidad espiritual se en­trega a que Dios la abrace y la disfrute, a que Dios la estreche y le haga sentir al estrecharla la cohesión y la solidez de su propia existencia humana. El Alma se siente en Dios, y se mira a si misma con los ojos de Dios. Entonces se ve con profundidad y con extensión. Toda ella está delante de los ojos quela aman; toda se enseña, toda se desnuda. ------Y no sólo se ve ella misma, contenida en los límites de su minúscula vida personal: se ve como una persona trascendente, se ve como la totalidad de la creación. ¡Mi­lagro» y místico efecto de la mirada de Dios! ¡Dichosa unidad mística en que to­das las imperfecciones y sufrimientos hu­manos del Alma amorosa constituyen el gozo y el recreo de la voluntad de Dios!

i Pero hay un amor eternamente di­choso? ¿l'n amor que sea inmune a! ouñ3Í interior de la »specha y de los celos? Mi- ioRoE rad al Alma satisfecha de la propia visión 1 de su muerte, al cabo del recorrido que hizo a fra­ses de sus sufrimientos individuales y universales desde la mirada de Dios. Se ha perdonado con esta mirada de indulgencia divina, y hasta ha adquirido Î3 impasibilidad del amor que convierte en una di­cha a la tortura, y en un regalo a la muerte. Está al término de la contemplación, al extremo del éxtasis, en La cima de ia felicidad.

' ¡Qué trebolar mullido, qué parasol de nieblase regala en el ánimopara gustar la miel de sus vigilias!’'En este punto de la comunión mística ni siquiera

la muerte es un reposo de la dicha. I'na dicha asi no se reposa, srrm que

vida, comienza el arte a mentir, a no ser él. El hombre que nace artista, y opera como tai, produce siempre una verdad,, su verdad, coincida o no con la verdad corriente. Si al­guna vez SENTIMOS que un artista nos en­gaña, debemos exigirle su documentación. Entonces veremos que el arte no es lo falso, lo falso es este, ese o aquel productor.

2. El surrealismo vino a remover —por decirlo así— lo que .Joubcrt hubiera lia modo LAS HECES del espíritu, los po­sos humanos. Pues bien, estas heces, estos posos, son una profunda —y lamenta­ble— verdad humana. Como tal hay que ad­mitirlos y transfigurarlos dentro del arte.

Por Jorge CUESTA

"Siente que su fatiga se fatiga, se erige a descansar de su desean» v sueña que su sueño se repite, irresponsable, eterno.muerte sin fin de una ohstinada muerte'.Y en este punto nacen ¡a »speeha y el dolor,

tanto más hondos cuanto más incomparable era ia dicha descubierta. El Alma se rinde a Ja evidencia de que la participación de Dios en el deleite es sólo una participación de los ojos, una participación inte­

lectual, una participación ilusoria. ¡Oh. qué grito de desconsuelo del amor enga­ñado! ¡Qué torturante sentido inesperado y retrospectivo cobran las imágenes que s<'do parecían pasto de ¡a dicha:

"¡Ay y con qué miradas de atropina tumefactas e inmóviles...”

e^to es. indiferentes y glaciales el Amante le contemplaba en su ingenuidad! ¡Ay. con qué lejanía, con qué despego, con qué abandono en realidad- ¡Qué grifo de amor

” herido la desgarra!:"¡Oh inteligencia, soledad en llamas,

que todo lo concibe sin crearlo!Tinge el calor de! lodo, su emoción de substancia adolorida, el iracundo amor que lo embellece y lo encumbra más allá de las alas a donde sólo el ritmo de ios iuceros llora,mas no le infunde el soplo que lo pone en pie

v permanece recreándose en sí misma...’'En la segunda parte de la poesía yo recomen­

daría que se viera el proce» de la reconciliación.de ios místicos amantes. Y habría oportunidad de se­

El movimiento no cesó; continúa, aunqueligado con otros impetus renovadores. Que están logrando aclarar esta gran verdad hu­mana —construcción y ritmo— en que con­siste el arte. Y hablo del arfe literaria, la más difícil —la de más responsabilidad—, puesto que en ella se juega con las cartas más tiznadas, con material de uso común: con un idioma. ¿Características? Pues, en primer termino, esa claridad a favor de la cual podemos ver al hombre de arriba a abafo, de dentro a afuera. Y esa sinceridad con que el hombre —en las letras, claro— se presenta hoy desnudo ante los hombres. /No es esta la época de las confesiones, de las cartas, de los diarios íntimos? ¿No es la época de las biografías? Otra característi­ca: la de la complejidad. Era inminente. Claros y sinceros, pero complejos... El hombre ¡se ha complicado mucho! Y el hom: bre es el gran tema actual, en todas las artes.

S. Alguien tal vez conteste: EN LA ARQUITECTURA. Esa desnudez, esa clari­dad, ESA VERDAD, en el fenómeno arqui­tectónico es donde más visiblemente hoy se agrupan... Pero yo contesto: EN LA LITE­RATURA. ¿Por qué? Porque es en ella don de convergen todos los valores, hoy preferi­dos, de que disfrutan —o que padecen— las demás bellas artes... Y porque soy escritor.

Jj. En primer término, es dudoso que haya existido ese Renacimiento. Por lo de­más, ese espíritu —si existió— fué de res­tauración, de excavación, de genial artesa­nía. .. Nuestro tiempo quiere ser de veri­ficación, de reconstrucción, de creación. De comprensión general del hombre, ya sin los viejos andamias —sin las viejas luces— que la Edad Media, aún no acabada en muchos espíritus, montaba para explicar ese grantema: el hombre.

5. La cultura está desde luego amenaza­da por todos los hombres de presa de estos tiempos. El hombre es un haz de apetitos y, entre éstos, sobresalen hoy los DE MANDO, es decir, de poder económico y político. Si se quiere ser glorioso, es por el camino de los puños. Y la irradiación de los modelos QUE IIOY SE LLEVAN no puede menos de ser nociva a cuantos viven de imitar, de seguir modas. Hoy SE LLEVA la violencia... Co­mo las ideas no nacen de los puños, uaturai- moate^ mnmda todo en et mundo use puños, se «cotent» «Uw. iísetentusT Loe te».

«ojito Je»-'dá ála puesta do su tienda. Las violencia», ellat mismas se destruyen. Claro es que, mientras Uegan o no al choque...

6. Tengo varios. No sé cuál elegir... A de más, si yo lo digo, deja de ser secreto... (Pues lo digo. Mi secreto es que la mitad de esta t expuesta mr la acaba de dictar Xavier Villanrrutia,)

7. No hay duda. El peor verso que re­cocido es aquel del glorioso vate Don Ramón de Campoamor, que dice: “Escribidme una certa, señor cura.. .” U otro cualquiera to­mado a! azar de las obras completas dele.ei tn i o académ ico.

S. Como gustarme. . , Esto no quiere de cir que aun a mi juicio, sean los mejores. He aquí algunos nombres: pintor, Sunyer. Mú­sico, Ravel. Poeta, Uuamuno. Filósofo, Max Scheier. Novelista. I.ewrenec. Dramaturgo, Pirandello.

ñalar en ella una originalidad mística que hay razo­nes para considerar con asombro. La reconciliación es favorecida por la sumisión de Dios, como siem­pre ha sucedido en las pasiones sagradas, Pero la fe­minidad del Alma ba exigido aquí al .Amante una humillación inaudita : le ha exigido a Dios, como prueba de amor, que viva su destino mortal y no que sólo lo vea y lo perdone: le ha exigido a Dios que muera. Y Dios se lo ha concedido. Dios muerde la manzana que esta Eva psicológica le tiende con esa monstruosa mirada de! apetito más devastador del universo que existe, y con que la mujer fascina a sus víctimas, cosa que ia asemeja a la serpiente Dios muerde la fruta, y se entrega a la posesión más que física que el Aima le solicita : se entrega a sufrir, y ya no sólo a contemplar el padecimiento universal de la materia.

Y con esta interpretación mística del asunto de la poesía, yo recomendaría que se viera un cristia­nismo exasperado hasta el delirio, y a las orillas de una manifestación inconcebible, trágica y maravillosa, Y aun, a) señalar el libro a los Santos Varones, a los Padres de la Iglesia Apostólica, les recomendaría que no dejaran de comunicar la lectura al. interior •de su alma. Les recomendaría que se asomaran a ella v que le dieran la noticia de esta creación a voz en cuello, a la altura que lo oyeran los sitios más pro­fundos. más ancestrales de su cavernosa conciencia; v que de este modo llamaran a sus dotmído» habi­tantes: "¡Momias Jei amor de Dios, (ósiies de la fe. parásitos del intestino espiritual, salid a respirar un. poco de alie religioso trewl

(} i. tee sir. fi" ’’’«itiz í Guiones R Î oer¿ yvrz. Mrvro

Pagina 4 HO Al AN CE 15 de Febrero de 1940

LAS ESTRELLAS. EL HOMBRE YELPERRO

PEDRO CARRASCO

lado; los planetas giraban alrededor del Sol, descri­bían curvas cerradas, elipses casi circulares. Y aun más. comparando estas curvas u órbitas entre sí. encontró una relación numérica entre los tamaños de esos inmensos r.corridos, radios o semiejes, y ¡os tiempos empleados en dar una vuelta completa, los períodos de revolución. Enunció entonces la la­mosa ley: los cuadrados de los períodos eran pro­porcionales a los cubos de los semiejes mayores de las órbitas.

Esta ley ponía un orden en los movimientos pla­netarios y convertia a todas esas estrellas errantes planetas o planetas en miembros de una sola fami­lia, la Solar, cuyo patriarca, el Sol, ordenaba y regia ei movimiento de sus vastagos.

Un hombre genial, Newton, buscó incansable el ¡ajo misterioso que sujetaba los planetas al Sol, como el cordel invisible que ataba el perro al hom­bre de nuestro romance. Una piedra cae. si se suelta o abandona libremente, y cae verticalniente como atraída hacia las entrañas de la Tierra; una piedra ¡arcada oblicuamente, un proyectil, se aleja y sube para volver a caer hacia la Tierra. Parece que la Z ierra no quiere perder lo que es suyo; y aunque lancemos un cuerpo lo más lejos y alto posible, ella tira de él con misteriosos lazos y lo recoge. ¿No será esto la causa de aue la l.una nos acompañe, dando vueltas, cual perrillo faldero, alrededor de su dueña la Tierra? Y asi nace, por intuición genial, la fa­mosa ley de gravitación, o de atracción universal. Newton afirma que la materia, la masa, atrae a la

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Por el Prof. Pedro CARRASCO, director del observatorio astronómico de Madrid

los jardineros con un cordel y dos estacas para dibu­jar un macizo de césped o flores. El hombre ocupa el lugar de una estaca: un foco. El largo es lo que llaman eje mayor: su mitad es el semi-eje de Ke­plero: Y el dibujo indica que en un minuto y dos segundos ei perro dió ¡a vuelta completa; este tiempo es el periodo de revolución.

Si. en vez de ir caminando, el hombre se hubiera parado, el problema habria sido más sencillo y hu­biéramos dibujado desde luego la elipse, y habría­mos notado sin grandes dificultades cómo el perro giraba.

No es, pues, problema difícil, averiguar la órbita que describen entre sí dos estrellas dobles. Un poco de técnica para dar precisión a los resultados, deli­cadeza, por la pequenez aparente de las distancias que se han de medir, y paciencia para observar, no una hora, sino unos .años.

Nos falta determinar la masa, pero si lo que une al hombre y al perro no es cuerda, cadena ni cosa alguna, invisible en la oscuridad; si el hombre atra­jera al perro y éste al hombre con esa atadura ncw- t on-ana de que hablábamos antes; como la curva dibujada nos da el valor del semi-eje y del periodo., una simple operación aritmética basta para calcular la masa de ambos, los kilos que reúnen entre uno y otro.

Podrá sorprender a primera vista que esa rela­ción entre el tamaño de la curva dibujada y el tiem­po pueda determinar la masa. Pero sigamos usando

EL SOÑADO PUENTE QUE UNIRA LOS MUNDOS

No es fácil que un falderillo que Pese i kilos conmueva al hombre que le lleva atado, si éste tiene una fuerza en armonía con sus 80 kilos de peso. La imagen del hombre se vería avanzar sin vacilaciones y con regularidad, y la silueta del perro sería la que colearía alrededor de él. En cambio si un hombre de poco peso condujera al perro rebelde, y éste fuera uno de esos espléndidos ejemplares de gran corpulen­cia. seguramente el hombre no podría marchar m- conmovihle e indiferente a los tirones del can, sino que oscilaría y baria eses en el camino. ~

Es evidente que a igual masa o a igual tuerza mútua, tanto se desviaría la mancbita del hombre como la del perro, veríamos variar ambas a uno y

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El vulgo tiene una predi: pon- don inconsciente a considerar la ciencia como un arcano en el que no pueden penetrar más que ciertos cerebros privilegia­dos. El investigador, o el sabio, es un ente extraña, santón o derviche, mago o agorero, que entre vidrios, tubos y retortas, anteojos o microscopios, ven­dada su cabeza con liras de cálculos misteriosos, con pego­tes ae esparadrapos, llenos de fórmulas cabalísticas e incom­

prensibles intenta el atraco del misterio que nos envue.ee. Es un ente estralaLno, tai vez un tan­to chiflado, que a veces se arrastra ridiculamente por ios suelos, a gatas, mirando los gestos de un asqueroso escarabajo, y otras, provisto de una es­pléndida melena o una calvicie brillante, mira a lo eterno a través de descomunales telescopios.

La Astronomía es sin disputa la ciencia que más ha admirado a lodos. Los hombres se apasionan por los misterios del infinito. Los divulgadores de la Astronomía sienten el placer infantil de apedrea! a los curiosos con sus millones de años de luí, con sus números de nueve o veinte afras, cantidades astronómicas, que dejan al pro!ano con ojos y boca abiertos, cual quedaría un chamaco, que rara vez maneja unos centavos, si contemplase los áureos te­soros del Raneo de Londres o de Nueva York.

Las personas ya leídas y sabidas, pero no dedi­cadas a los estudios astronómicos suelen encontrar como objeto de curiosidad máxima el saber cómo pueden los astrónomos averiguar el tamaño, la tem­peratura, el peso, o mejor dicho, la masa de las estrellas; pues el curioso sabe que el astrónomo, por potentes que sean sus aspectos y brillante que sea la estrella, no consigue ver más que un punto, tanto más reducido y más preciso cuanto mayor es el aumento de sus telescopios.

Y si no conseguimos "ver" el tamaño de las es­trellas, ¿cómo diablos averiguar nuda menos que su masa? Descorramos la cortina de la farándula; colo­quémonos detrás del prestidigitador ; y vamos a descubrir sus trampas. Nada hay misterioso; pero existe un atisbo genial, una sutileza de observación, un chispazo imaginativo, digno del poeta más fron­doso

Un método para medir la masa de las estrellas se funda en la observación y estudio del movi­miento de las estrellas dobles, pareja de brillantes, engarzados -en- la majestuosa oscuridad de la noche. Los astrónomos ban encontrado a mano las famosas leyes de fútfdtsq, que, unidas a unas pacientes y lar- ga.s absçjyidçipneí de .la posición . aparente relativa ae ¡a'pórejá HAeíar, les pe emiten calcular las ma- sásHeambos brtrótl Se iratb de Upbear smtptesáentela ley que liga las masas con ¡os semsejet de la órtnta.. ... ... -■

«. feriÉun científico Ë&tdrta esta—.—fiara ¡a generalidad de los mortales no. Y es taLva[~~- útil distraerse, convirtiéndose en un explorador vul­gar, que basque a ras del suelo, y con un poco de imaginación, el camino para resolver ese problema, para él intrincado, de la Astronomía.

Allá, en lontananza, un campesino marcha por ¡a carretera lejana. Su blanca vestimenta brilla al Sol; su movimiento parece incierto, inseguro. No camina derecho, oscila ligeramente a uno y otro lado, mientras avanza en su camino. ¿Qué le ocu­rre? Otro punto brillante se mueve a su lado; ya se distingue a la derecha, ya a la izquierda; se le anticipa, o le sigue: es un perro de blanca piel, que sujeto a una cuerda, protesta y se resiste. El perro tira, el hombre tira a su vez. y as¡ caminan hacien­do eses.

Ha oscurecido y la noche avanza. El observa­dor curioso no distingue al hombre ni al perro; han quedado reducidos a Jas claras manchas, la albura de sus vestimentas, que aún distingue en la ne­grura de la lejanía. El cielo se empieza a cubrir de estrellas. Nuestro curioso saca un catalejo y ve en el oscuro campo celeste dos estrellas brillantes muy próximas. Y en su cerebro persiste el recuerdo del hombre y el perro; y su imaginación vuela ensoña­dora. ¿Dónde estáis o adonde camináis, pareja lumi­nosa? ¿Sois seres independientes, que casualmente os encontráis en los caminos del Universo, o sois amorosa pareja, que os comunicáis calor, y marcháis unidos a vuestro destino? Y si juntas hacéis vuestra vida ¿qué lazo os une o que pasión os atrae?

El poeta, que tiene ribetes de filósofo y madera de investigador, sigue curioso, noclms y meses y años, contemplando la parejita de estrellas; y pronto ad­vierte que juguetean en los espacios, que se aproxi­man o alejan débilmente, cambian de posición re'a- tiva, como las blanquecinas manchas del hombre y el perro que un día llamaron su atención en la lontananza oscura. Y surge el chispazo genial. Algún lazo misterioso e invisible, alguna atracción las liga, las pide alejarse y las obliga a dar eternamente vueltas en torno la una a la otra. ¿Será posible calcular esa atracción misteriosa y medirla, obser­vando esas posiciones, midiendo lo que se separan y oscilan y anotando el tiempo que emplean en la vuelta de su danza? Ha sido posible y se ha encon­trado que la masa de esas estrellas es la que deter­mina que la atracción pueda ejercerse desde más lejos y la danza más vertiginosa.

Desde los tiempos más remotos el hombre habla observado que ciertos astros brillantes, luceros cual Venus, que acompaña amorosa la salida o puesta del Sol. a veces madrugadora y otras vigilante, si­guiéndolo al lecho de la noche; el majestuoso Jú­piter. el rojizo Marte, el enigmático y frío Saturno viajaban por las esferas celestes como primeros ac­tores entre el coro de la inmensidad estelar. Las estrellas mantenían una apariencia constante, las mis­mas posiciones relativas. Era el decorado inmenso de un fondo, como luminares clavados en la infi­nita esfera negra de la noche. Y en este inmenso escenario los planetas, dioses del Olimpo, iban y venían, se adelantaban o retrasaban, acusando una personalidad t independencia respecto al mundo es­telar.

Estos cambios, estos vaivenes, avances llenos de dudas vacilaciones y retrocesos, preocuparon a hom­bres y astrónomos, discurriendo para explicarlos las teorías más diversas.

Un buen día. el gran Keplcro, con paciencia sin igual, amontonando datos de la pasictón respecto a las estrellas fijas de los diversos planetas en tiem­pos o épocas sucesivas, llegó al descubrimiento anhe­

UN RINCON DE LA VIA LACTEA

materia, obra como si tirase de ella, proporcional­mente a su cuantía. Si la masa es doble o triple, doble o triple es el tirón, la fuerza atractiva, que no es en definitiva más que una definición de la masa, que diariamente utilizamos para medirla, para pe­sarla con balanzas.

Esta hipótesis y la influencia de la distancia en­tre los astros, establecida de un modo numérico, di­ciendo que esta atracción se hará 4,9... veces menor, cuando ¡a distancia se haga doble, triple... es la ley que ha servido de piedra angular para las construc­ciones más amplias y más fecundas de la ciencia durante tres siglos. Con esta ley se explicaban los re­sultados citados de Keplero, y se conseguía encontrar una relación, que puede traducirse mediante medidas en números, que ligaba los periodos o tiempos de revolución con los semi-eies, o máximas separaciones de los dos astros que se atraen, y con sus masas: Los cuadrados de ¡os períodos, aumentan proporctonal- mente a los cubos de ¡os semi-ejes y disminuyen pro­porcionalmente a la suma de las dos masas que se atraen.

» • *Dejemos a los astrónomos y a los matemáticos,

y volvamos la vista al hombre y al perro. Anocheció por completo, pero aún divisamos entre la oscuridad lejana dos mane hitas claras que se mueven. Abora sentimos anhelos de observador e investigador y es­tamos provistos de un reloj,, un papel cuadriculado y un lápiz. Vamos a estudiar el fenómeno. Cada diez segundos miramos las dos señales luminosas, hombre y perro, lo mismo que el astrónomo mira su par de estrellas, y en el papel, cuidadosamente y a escala, señalamos dos puntos que indican la posición apa­rente de los dos objetos.

Asi hemos obtenido estos dibujos, que acompa­ñamos con la hora correspondiente a cada uno; ellos nos indican cómo se mueve el perro alrededor del hombre. Pero somos más ambiciosos. Hagamos a la derecha un solo dibujo, agrupando todos de modo que mantengamos fijo el punto M, que señala la po­sición del hombre; entonces conseguimos unos pun­idos para posición del perro, que son los señalados con las horas correspondientes, y vemos que están todos situados en una curva cerrada alrededor del bofifbre. que indica claramente cómo el perro se mueve en torno suyo. La curva que hemos dibujado es la que los geómetras llaman elipse, eso que tiran

COMO SE OBTIENE LA ORBITA DE UNA ESTRELLA

la rmaginacrón, seamos un poco más observadores y comprenderemos en seguida que no es cosa extraor­dinaria; a lo sumo ofrecerá dificultad establecer la rejqfsón numérica precisa fiara el cálculo; pero ave-

... —— etlaculfiabló firiueifiai de ¡q que ;ocurre, rjér ap; A A-,

Que la cantidad de masa determina la velocidad de los movimientos, lo saben todos. Itu pequeño que corre atolondrado y tropieza con uno, no le hace moverse como un carro o un camión que conduzca unas toneladas, aunque no marche más ligero que el muchacho. Una piedra que cae en la tierra, lo hace con mayor velocidad que si cayera en la luna, y con mucho menos que caería en el Sol. Y lo mismo que ocurre en estos movimientos rectilineos. ocurre en los que se verifican según curvas cerradas.

Nuestro perro falderillo respondería muy repo­sada y tranquilamente a los tirones de un niño; pero si le conduce un hombre robusto hay que pensar cómo sallaría a cada tirón del amo. Podría ser tal la sacu­dida, que le hiciera voltear, como una piedra en la honda.

Pues supongamos que la fuerza con que le voltea el hombre es proporcional a los kilos que éste pesa; a su masa, como ocurre en la atracción entre estrella y estrella, entre materia y materia. ¿Quien no ba volteado un objeto atado con un cordel, o no ba usa­do una honda? Mientras mayor es la fuerza, o la masa, del que maneja la honda, ¿no la puede hacer girar más rápidamente?

¿Y no depende esta rapidez del giro de la lon­gitud del cordel? Pues asi, en estos movimientos cir­culares o elípticos de las estrellas dobles, ai aumen­tar las masas, aumenta la velocidad y tardan menos

FABRICANDO ESTRELLAS

tiempo en dar la vuelta completa, esto es, disminuirá el periodo. Y asi también aumentando el radio de la órbita, o la distancia de las estrellas, aumenta en cierta relación el periodo, tarda más en realizarse la revolución completa. Se explica que exista esta depen­dencia, ya formulada antes, entre semi-ejes, periodos y suma de masas, o masa total.

El aficionado a la Astronomía diría abora que no habíamos determinado ia masa de una estrella, sino la de dos próximas y que. dicho en términos tau­rinos. no rematábamos la suerte. Es cierto, si nuestro cuento hubiera terminado; pero faltan unas -palabras.

OBSERVANDO LOS MISTERIOS CELESTES (EL eclipse)

otro lado, respecto a la posición media, a ese punto que un físico domarla centro de gravedad del sistema.

Tenemos, pues, una idea intuitiva de que miran­do cómo se mueve una y otra mancha lummosa, po­demos averiguar ¡a relación entre las masas de los dos personajes de esta historieta.

Este misterioso problema de averiguar las masas de las estrellas se ba reducido a dibujar esa elipse del dibujo, medir en ella el semieje y el periodo, y dividir el cubo del semieje por el cuadrado del periodo. Asi obtienen los astrónomos la suma de ¡as dos masas mm' + m de las dos estrellas.

Calculada, pues, la suma de las dos masas y co­nocida o determinada por este u otro procedimien­to. ya que no es el único el citado, la relación entre ambas, cualquier estudiantino de primaria podría calcular lo que valia cada una de ellas.

Y ahora los inevitables numeritos. Los resultados ban dado valores que varían entre cuatro décimas partes de la masa del Sol y diez veces esta masa. No son cantidades extraordinarias. El Soi es. pues, una de las estrellas de masa modesta e intermedia entre las grandes estrellas y las más humildes; por término medio las diversas estrellas a’canzan valores entre unas 5 veres más y unas 5 veces menos. Nuestro Sol es ecléctico y se ba quedado modestamente en medio; es un ser vtdgar.

'Naturalmente, que si del peso del hombre, con o sin el perro, pasamos al de la Tierra y luego al del Sol. v después al de las estrellas, podríamos es­cribir fSitas fantásticas de números de kilos. Basta para entretener al lector saber que el Sol tiene una masa de MJ4J2 veces mayor que la de la Tierra.

Un sabio sesudo os diría, que no es rigurosamen­te fo mismo la atracción en las estrellas dobles, que esta novelesca asociación del hombre y el perro. Que en Mecánica celeste, en el problema de los dos cuer­pos...

Bien, bien. Puedes elegir, lector, entre ponerte a estudiar un poco de mecánica o integrar unas sen­cidas ecuaciones diferenciales, para satssfacdóu de eruditos matemáticos; o perder un rato de ocio le­yendo este extravagante romance de las estrellas, el hombre y el perro.

15 ms Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 5I

JOSE MANCISrOOR

A pesar de su apariencia biliosa —seca, amarillenta la la piel—, abuelita era de una jovialidad desconcertan­te. Llegaba tarde de la no­che a casa —después de sus laborea como cocinera en ho­gares ajenos— con un humor envidiable; me sentaba sobre sus rodillas claudicantes y, desenvolviendo a hurtadillas de mis padres —orgullosos en nuestra miseria— la sor­presa esperada, me hada co­

lo que de la ración de su comida o de au een» me habla reservado... Y mientras mis dien­tes voraces raían con cuidado, para burlar la sé- raridad de mi madre, aboelita me arrullaba con viejas canciones o me regalaba con cuentos que jamás be olvidado.

Porque los cuentos de abuelita tenían no sé qué; un calor que se adentraba en mi alma de niño, en donde lo sentía anidar como golondrinas en verane__Eran, para usar una expresión vul­gar, como imágenes vivientes, que a través de los años he visto encarnar en los seres que en ni rata por la vida he encontrado.

Muy raras veces los cuentos de abuelita se referían a duendes, hadas o principes encantados. Mi imaginación infantil ignoraba estos seres fan­tásticos fugados de la realidad. Nada sabia de dios- En cambio, conocía a la perfección los hé­roes de los relatos de abuelita,’ que como los personajes de la mitologia griega, se revolvían en ana bsxañas, en sus ricas aventuras, con hombres de carne y hueso, de quienes copiaban sus gran- deeas ÿ-miserias, ana vicios y virtudes.

Casado aña compañeros de niñea, en la so­ma vecindad de viviendas como gateras relataban son cuentos de aparecidos, de brujas y trasgos que borlaban el espacio cabalgando Bobre esco­bas deshinchadas, yo relataba los de abuelita, que obtenían un éxito rotundo.

Quiere aclarar que en los cuentos de abue- titá palpitaba insuperable aliento humano. Sus héroes surgían con perfiles de agua fuerte. En contraposición con los héroes de los cuentos de ibis amigos, los suyos casi nunca triunfaban en but epipresas que emprendían. No siempre conse­guían el objetivo propuesto, pero en cambio, a través de sus derrotas, del fracaso de sus ea- faemos, el corazón se ensanchaba.. Era como si eu|t« «.liüwt una fuente inagotable de dor­

so enderezarse más. Cuando el cuento terminaba, abuelita sabia encontrar la frase oportuna, sub­rayar el ejemplo y determinar los perfiles edifi­cantes de su relato. Asi nos obligaba a distinguir la nobleza de una vida o la grandeza de la muerte cuando se vive o se muere en aras de una noble misión.

Una vez, lo recuerdo como si fuera hoy, ali­sándome los mechones rebeldes al peine, me decía:

LOS CUENTOSDE

ABUELITAPos José MANCISIDOR

—Tu país, pichoncito mío —así me llamaba abuelita en sus arrebatos de ternura— es cosa rica. Tan rica que sus propias riquezas han cau­cado sus miserias.

La vida aquí como en mi tierra —olvidaba decir que ella era del Caribe— ha sido dura. Sobre el cantar de las agnas y el trinar de las aves; sobre el susurro de los campos y la majes­tad de las montañas, los hombres han repetido sus quejas, gritado sus protestas o entonado sus canciones de vencidos.

Cuando yo era niña —su dedo rugoso se­ñalaba la medida de la estatura—, mi padre ad­ministraba un ingenio en que hombres de color engordaban el bolsillo del amo. Sobre al verde esmeralda de los cañaverales los torsos de los negros escribían la dolorosa historia de sus mi­serias. Al eaer la tarde, después d« .dieciséis horas de labor, en qua d machete costeño rever­beraba menos que Isa pieles sudorosas bajoel sol, la negra peonada, calda sobra las' melgas, dejaba a^erat^hicg^i^^arara^wéa^e la brisa y

au regase para despabilarme dal sueñe que co­menzaba a vencerme— bufa de nuestra casa y me reunía coa ellos, que me recibían con una risa blanca, muy Manca en la noche de sus ros­tros ... Una ocasión —abuelita bajó la voz adop­tando un tono de misterio— en medio de los negros que lo velan con el respeto que nuestras antepasados velan a los hechiceros de sus tri­bus, tío Lorenzo —un negro más viejo que los demás, y cuya cabeza sembrada de copos de al­godón, blanqueaba bajo la plata de la luna—, relataba, con el corazón henchido de satisfacción, algo que te quiero contar.

Parece que allá, muy lejos, cuando los hombres blancos dominaban en tu tierra como dioses de la injusticia y del mal, existió, entre los negros explotados y vencidos, un tal Yanga. Pero si Yanga era negro, tenia en cambio un al­ma grande y blanca como la luna que juguetea a estas horas en el firmamento.

Nada tan doloroso para él como el mal trato que sus hermanos recibían. Cuando en las noches serenas y saturadas del misterio de los trópicos, los “ayes” de los abatidos decían las que­jas de los marcados por el hierra candente, o de los azotados por el látigo del encomendero

sin conciencia, Yanga sentía nacer, allá en su corazón de visionario, un recio afán de protesta...

Un día habló, por fin, como nadie lo habia hecho. Por los riscos de las montañas y por las florestas inmensas, los ecos repitieron la canción del manaría. Y a su lado, como al lado de Cristo los pescadores y humildes de otros dias, se agru­paron los negros de tu tierra, que lucharon por realizar, entre nosotrdb, una vida más justa y más humana.

Y esta vez —afirmaba abuelita con el ros­tro resplandeciente de alegría— los negros no fueran vencidos. Yanga logró hacer respetar los derechos de los suyos hasta entonces nunca respe­tados. Y bajo el cielo de tu pala, pichoncito mío, brilló para siempre una lucecita que desde enton­ces alumbra en el noble corazón de los negros...

AbueQta terminó su relato. Y entre sueños, « el sopor que me venda, ejércitos de negras desfilaran frente * nd con sus cabelleras encres­padas y cantante extrañas matodtek Desde ese

. a - ' .

Abuelita siguió narrándome sus cuentos. Arrullándome en sus rodillas temblorosas y lle­vándome golosinas que con su raquítico jornal compraba para halagarme.

Pero yo crecí... Crecí rápidamente, y como todos los niños pobres que nos hacemos hombres antes de tiempo, abandoné sus rodillas para rodar por el mundo en busca de aventuras o de traba­jo en qué ganarme mi sustento.

Yo era un muchacho atrevido. Gustaba es­capar de casa y emprender viaje hacia donde el aire soplara. Me alquilaba por horas, por días o por semanas, sin importarme el trabajo a que se me destinara.

Una vez me decidí a pasar al otro lado de nuestra frontera, a tierras donde los hombres ha­blaban una lengua extraña. Y me establecí en un puebleciUo cuyo nombre he olvidado.

Vivía como se vive en los años juveniles. Tra­bajaba en la granja de un hombre rubio, lleno de energías. Al igual que sus peones, se levantaba al clarear el alba y con nosotros rodaba por los campos, entregado a la dura jornada. Reía con la mañana y recibía el sol con la felicidad con que recibiera las bendiciones de su madre. Sus

ojos nos veían con benevolencia y sólo para los peones negros tenía un gesto de repulsión que no trataba de ocultar.

A mi, que gustaba de la compañía de ellos por mera cuestión sentimental, me llamaba a menudo y me decía:

—lOh, con los negros no, busca otras com­pañías!. .. El negro es inferior a los demás hom­bres de la tierra.

Los negros escuchaban entristecidos. Me veían con una mirada honda y me sonreían a escondi­das, como si sonrieran a la grandeza de la vida.

ni

Pasó el tiempo. Quise seguir mi camino. Mar­char adelante y saber lo que la existencia me enseñara más allá de aquellos parajes en que mi vida parecía languidecer.

La noche anterior a mi salida, los peones me agasajaron. Por mi corta edad y por mi adap­tación al trabajo me había conquistado las sim­patías generales. Además, no había velada en la que los viejos cuentos de abuelita, relatados en u.n .in*lés convencional, no obtuvieran triunfos de­finitivos. Podía afirmar, que a ellos más que a otra razón, debía las simpatías que habia con­quistado.

Como lo esperaba, también mis compañeros negros quisieron demostrarme su simpatía. Con­currieron a la fiesta y formaron su círculo, en el que estuve en lugar preferente. Bailé al com­pás de una música sincopada y uhilé a través de movimientos desarticulados que hacían hervir la sangre de mis venas. Esto en una armonía con­movedora y bajo la luz de un cielo cintilante como el cielo de los cuentos de abuelita. “

Blancos y negros reian y bailaban. Y yo en­tre ellos, como el lazo de unión de aquellos hom­bres a quienes en distintas ocasiones había visto reñir y matarse unos a otros con furia encar­nizada.

En el cielo de la granja comenzaban a pa­lidecer las estrellas. Se apagaban poco a poco, como la esperanza en el corazón de los niños. La música languidecía. Los hombres comenzaban a caer sobre el verde campo... y yo mismo, a pesar de mi resistencia física, sentia plegarse mis ojos vencidos por la jornada.

El desfile se inició. Salieron los peones blan­cos. Mucho más tarde los negros... Yo quedaba el último. Mi salida seria para nunca volver. Me despedí con el pensamiento, de aquel rincón en el que había pasado días apacibles y salí al cam- no, que dormía bajo un cielo azul y despejado... Mis ojos se cerraban y luchaban por vencer el sueño que me dominaba. Frente a mí, el campo se abría hacia el horizonte espléndido por el que asomaba tímidamente el rojo del sol.

Pero no había dejado aún los linderos de la granja, cuando a mi vista apareció un bosquecillo umbroso. De las ramas de los árboles pendían los cuerpos de algunos negros que antes me acom­pañaran. La lengua fuera; el rostro en un gesto de pavor; los calzones caídos grotescamente y sobre las piernas negras y alargadas en el vacío, manchas lechosas revelaban una pòstuma ex pre -

: aón 4« germen de la vida.M* adraban coe ana mirada vidriosa y Cria.

,"*?.Jr-’'_*-aórt(á» áe áík jñ»-q»e- «eus*b*'aó

ciencia. Sus dientes blancos eran hileras de per­las impolutas, y sus ojos, enormes canicas, tam­bién blancas en el paisaje sombrío y tenebroso.

A mi alrededor todo dormía en un sueño si­lencioso y profundo y arriba de mi cabeza las lucecitas del cielo se habían apagado por com­pleto... Todas... Hasta aquella que abuelita había visto alumbrar, según ella, en el corazón de todos los negros de la tierra.

CHILELa Alianza de Intelectuales de Chile convocará a

los intelectuales chilenos a un Congreso en el que se estudiarán los problemas de ¡a difusión de la cul­tura de acuerdo con las organizaciones culturales, co­ordinando esta acción con los organismos del Estado. El comité ejecutivo de la Comisión Organizadora está formado por el presidente de la Alianza Ro­berto Aldunate. el secretario Gerardo Seguel, el pre­sidente de la Sociedad de Escritores. Alberto Rome­ro ri de la Federación de Artistas Plásticos, Julio Ortiz de Zarate, el del Pen Club Mary Yan y el escritor peruano Luis Alberto Sánchez.

"Dos corazones y una tonada” es el título de un film dirigido por Carlos García Huidobro, que se­gún nuestras noticias será uno de los intentos más sinceros para crear un cine verdaderamente chile.no.

En el nuevo salón de exposiciones de la Casa Ra­món Eizaguirre se presentó la obra del pintor Her­nán Larrain el que durante su estancia en Indochina, pintó diferentes cuadros sobre asuntos de este país. Junto con sus obras Hernán Larrain presentó al público chileno espléndida muestra del arte popular indochino, consistente en bronces, cerámicas piedras labradas, joyas fabricadas por equipos de artesanos que mantiene el gobierno indochino. Aparte de esta exposición del arte actual había un interesantísimo conjunto de objetos artísticos de la antigüedad chi­na e indochina que son exponenie de la época de los Khmers y los Chiams. Entre ellas se destaca un tapiz de Pekin de! siglo XVIII y algunas obras re­presentativas del arte Khmer preangkoriano.

En la Sala de! Banco de Chile expuso una colec­ción de fotografías interesantes el señor Cori. En el mismo lugar Alfredo Araya expuso una serie de vis­tas de la Cordillera de los Andes y del Oceano Pa­cífico, que denotan laboriosidad y distinción; y Car­los Dorlihac una serie de dibujos a pluma

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MARGARITA XIRGUEn la temporada teatral de Chile, la pre­

sentación de Margarita Xirgu, al frente de su compañía, ha tenido una grran significación. La ha tenido porque la gran actriz española ha vuel­to a reponer las obras de Federico García Lorca, a las que ella, como en vida del poeta, da una interpretación apasionada, emotiva.

“Doña Rosita la soltera o el lenguaje de ¡as flores”, esa fina comedia tan española, en que el dolor de o cursi tiene, a través de la expresión lírica, un vivo dramatismo ponderado, fué la pri­mera obra representada. Con ella, Margarita obtuvo un resonante éxito. Siguieron después "Bodas de sangre” y “Yerma”, las dos obras en que Federico dejó la promesa madura de su ta­lento de dramaturgo y que fueron interpretadas con el cariño y la comprensión de los días en que se estrenaron.

También fué incluida en esta temporada algu­na comedia de Alejandro Casona. Por ejemplo: “Prohibido suicidarse en primavera”, que fué dada a conocer al público chileno por primera vez. Se representó también la novela, adaptada al teatro, de Ga dós, “Fortunata y Jacinta” y la versión que Martínez Sierra tiene hecha de "Hamlet”.

En todas estas representaciones, la Compañía Dramática Española que dirige Margarita Xirgu recogió Jas más calurosas manifestaciones de en­tusiasmo.

I-a popular actriz española ha continuado en el el escenario chileno la serie de éxitos que la temporada tasada tuso en Buenos Aires, repre­sentando obras de García Loica y de otros auto­res dramáticos españoles.

E> públi.'o chileno aplaudió fervorosamente a Margarita Xirgu en el homenaje a García Lorca.

Pagina 6 ROMANCE IS de Febrero de 1940

SU CONOCIMIENTO DE LOS HOMBRES*

Cuando Tolstoi recibía a algún visitante no se contentaba con responder a las preguntas que éstos le hacían, representando, a su pesar, el papel de un oráculo, sino que él mismo interro­gaba ávidamente. Se interesaba por todo, por su vida, sus esperanzas, sus creencias, sus odios, lo que ellos amaban, lo que pensaban de esto y de lo otro... Y de este modo, estando, como él estaba, aislado en pleno campo, completaba ince­santemente su inacabable tesoro de experiencias humanas.

Mas el sentido de la mesura no lo perdía jamás. Desde su juventud temía al ridículo como a la peste. Un constante dominio de sí, incluso un gran pudor, marcaba sus relaciones con los extraños, e incluso con los íntimos. A ninguno de sus amigos le llamaba de “tú”, sino de “usted".

Yo, a veces sentí deseos de besarle la mano, pero no lo hice, sabiendo que esto había de des­agradarle. Sólo había un hombre en el mundo, un tal Alexandre Donnacff, banquero de Moscou y adorador ferviente de Tolstoi, que osaba besarle la mano cada vez que lo encontraba. Era el ban­quero tan terco que el autor de la “La guerra y la paz” tuvo que acabar por dejarle que mani­festara así su admiración.

TOLSTOI Y EL ARTE

TOLSTOI era extraordinariamente sensible a la música. El, según su propia confe­sión. prefería este arte a cualquier otro.

El notable pianista ruso Goldenveiser era uno de los habituales visitantes de la casa. Tocaba pa­ra Tolstoi Chopin, Mozart, Haydn, Schumann, Bach... Y. escuchándole. Tolstoi quedaba conmo­vido hasta las lágrimas. El gusto musical del “viejo” era de los más severos. “El podría, quizás, no gustar de algo hermoso (Wagner, por ejem­plo)”, decía el profesor Goldenveiser, “pero en cambio, todo lo que a él le gusta es hermoso”.

Yo no olvidaré nunca una tarde en que Gol­denveiser tocó larga y admirablemente Chopin. Tolstoi había escuchado como en éxtasis y cuando hubo terminado de tocar el pianista, dijo con voz entrecortada y temblorosa:

“Esta civilización... podría irse al diablo, pero... pero yo echaría siempre de menos la música”.

Tolstoi leía con atención los periódicos y las revistas. Se interesaba por todas las novedades de 1». literatura rusa y mundial. El amaba la lengua en todas sus manifestaciones. Su hablar era maravilloso. El mismo decía que hablaba mejor que escribía y que aun pensaba mejor que hablaba.

Hacia el fin de su vida, Tolstoi estaba entu­siasmado con el escritor aldeano ruso Semenoff, cuya lengua popular, coloreada y viva, le había seducido. Per las noches, tomando el té. gustaba de cont·'r el último cuento de Semenoff. Pero Tolstoi prestaba su propio genio al modesto Se­menoff y cambiaba la prosa de éste por una obra maestra.

Le interesaban toda clase de libros. Yo re­cuerdo mi sorpresa cuando au día descubrí en

jet. bíbliotecaun. manual inglésde eteetriridajU-/ copiosamente" anotado por et. -

El “viejo” juzgaba lo que leía con nna total independencia de espíritu. Los prejuicios, asi co­mo las autoridades establecidas, nada significa­ban para él. El podía condenar a Shakespeare o a Dostoiewsky (los “Hermanos Karamazoff”. según él, estaban, “faltos de arte”), pero a él se debe que el público ruso conozca a cierto nú­mero de escritores europeos, a los que admiraba sinceramente: Amiel, Emerson, Channing, Miche­lin, von Polenz y tantos otros...

EL SANTO

EN Tolstoi el santo y el artista se mezclaban de algún modo, aunque sin llegar a con­fundirse. La “santidad” supone un impulso

continuo hacia lo alto, un vuelo de todos los ins­tantes hacia el cielo. Este era su caso. El artista es, por el contrario, un ser profundamente “te­rrestre”, febrilmente atento a todo lo que sucede aquí abajo. Y este era también su caso. Sin perder nada de lo que sucede sobre la superficie de 1? tierra, ni el vuelo de la más pequeña mosca, Tolstoi al mismo tiempo se elevaba muy alto, por encima de noostros. La tierra y el cielo eran para él igualmente indispensables.

Jamás fué pedante o sectario. Sus respuestas a los adeptos un poco pueriles al “tolstoianismo” llamaban la atención a veces por lo inesperadas.Un tolstoiano, por ejemplo, invitaba al maestro a participar en la creación de una liga antialco­hólica. y Tolstoi le respondió maliciosamente:

—“¿Entonces, entonces, ustedes quieren reu­nirse para no beber?”

—“Sí, sí. eso es”, se apresuró a contestar el discípulo.

—Pues bien, yo no veo ninguna necesidad de la liga. Si ustedes quieren privarse de beber no hay ninguna necesidad de reunirse. Y si se em­peñan en reunirse, ¿qué harán ustedes?, ¡será preciso que beban un poco!

Fácilmente puede imaginarse hasta qué pun­to el fiel, pero mediocre discípulo, quedó asom­brado por esta "incoherencia” de su maestro.

La “santidad” de Tolstoi, su aspecto sobre­natural, reflejábase a veces incluso en su rostro. Mas esto no es perceptible ni aun en sus mejores fotografías.

Por otra parte, tenia horror de la fotografía. “Estoy de acuerdo con usted en todo”, decia a su discípulo preferido”, pero hay una de sus con­vicciones la cual yo no comparto en absoluto: no sé por qué tiene usted que fotografiarme”.

Ciertamente que el humor de Tolstoi no era siempre el mismo, no siempre era igualmente apacible. Bajo el influjo de una enfermedad, del descontento de sí mismo, o de sórdidas historias de familia, le sucedía a veces atravesar por mo­mentos de depresión aguda, dolorosa. Mas era difícil percibir esto. Cuando se sentía "fuera de él” esforzábase por permanecer solo, por no co­municar su mal humor a los que le rodeaban.

¿Era Tolstoi alguna vez arrastrado por la cólera? Personalmente yo no lo he visto sino una vez. Había llamado “marrano” a un indivi­duo que le bombardeaba con cartas tan insolentes como incoherentes. Ningún otro recuerdo "ne­gativo” subsiste en mi memoria.

¿Tenía defectos? El se comportaba en rela­ción con las mujeres con una especie de escep­ticismo, pero esto era más bien una convicción que un defecto.

TOLSTOI INTIMO¿Había conservado prejuicios? Se objetará,

por ejemplo, que ¿I no admitía malos casamientos para sus hijas. Mas, ¿puede, acaso, juzgarse so­bre esto sin conocer todas las circunstancias de su vida? Tolstoi, él mismo, juzgábase con hu­mildad. „

Para aquellos que tuvieron la dicha de co­nocerle, de observarle ep. los instantes patéticos en que todo su ser parecía vuelto hacia Dios, para estos no puede caber ninguna duda: “¡Un santo estaba delante de nosotros!”

EL “LUJO" DE YASNAIA

URANTE los treinta últimos años de su vida, Tolstoi no cesa de lamentarse del “lujo” que se decia le rodeaba. Este lujo le hacía sufrir; contradecía las reglas de

su vida, la anoral que él se había impuesto con rigor.

Pero, enverdad, ¿en qué consistía este lujo? La casa blanca, alargada, de dos pisos, tenía

una veintena de habitaciones. La pieza más sun­tuosa era el comedor, con seis ventanas, que servia también como sala de recepción. Había allí dos pianos, un diván, dos butacas, una gran

D

TOLSTOI CON SU HIJA ALEXANDRA

mesa, en la que se servía la comida y unas cuan­tas sillas. Este modesto mobiliario esjaba, en par­te, revestido por telas idénticas a las que cubrían los muros, con reborde de cinta de oro mate. Sobre esta tela, ensombrecida por el tiempo, se distin­guían los rasgos de los antepasados del escritor:príncipe Wolkonsky, principe Gorichakov__Y* allado de estos retratos, otros del mismo Tolstoi y su familia, firmados por los mejores artistas rusos de entonces.

Todo en esta casa era simple, modesto, sin la menor pretensión de lujo deslumbrador. Pero Tolstoi, que había visto desfilar ante sí millones de miserables, que conocía el fondo de la miseria humana, no podía acomodarse, incluso, ni a este lujo relativo, al quieto ambiente de su casa an­cestral.

LA MUJER DEL ESCRITOR

CU-

I-

ti

UANDO en 1892 Tolstoi, cual nuevo rey Lear, renunció a todos sus bienes y capi­tales, y en vida repartió su fortuna entre

su mujer e hijos, ia condesa se convirtió en la propietaria de Yasnaia y se dedicó a adminis­trar sus dominios. Tolstoi no intervenía para nada en esta administración, pero incluso así no se sentía libre. Para él la bella casa señorial, blanca, con su parque magnifico, era como una jaula en la que se debatía y sufría su alma. “No amaba su casa” y soñaba con abandonarla. Como se sabe, antes de su muerte realizó al fin este sueño.

La condesa tenía por su marido, como escri­tor, un verdadero culto. Ella misma poseía cier­tas dotes literarias. Amaba la música, la pin­tura y todas las artes, pero era sorda para las cuestiones morales y religiosas. Y en este hecho se debe buscar el origen de la tragedia de Yas­naia.

Mujer de una vida privada inpecable y de nna moral personal fuera de toda duda, no se interesaba apenas por la “mística”, por la mo­ral abstracta.

SUS HI JOS

OLSTOI dijo una vez en mi presencia: “Es un gran misterio el hecho de que algunas personas sean sensibles para la verdad

mientras que otras permanecen insensibles. Mis hijos e hijas...”

Tolstoi tenía cinco hijos y tres hijas. Todos los varones vivían alejados de sus concepciones y de sus enseñanzas. Las hijas en cambio se aproximaban más a él en su carácter y en sus ideas.

Su hijo mayor, Sergio, era un pianista de talento. Escribió, además, libros interesantes so­bre su padre y sus antepasados. El segundo hi­jo. Ilya. muerto recientemente en América, era un escritor de talento. Sus “Memorias" son una verdadera obra de arte. Escribió también guio­nes para el cine americano. El tercero, León, fué discípulo de Rodín y cinceló nn hermoso busto de su madre, que se encuentra aún en Yasnaia.

T

Por su secretario V, BULGAKOWCOMO TRABAJABA TOLSTOI

CLSTOI no trabajaba sino durante el día. En esto se distingue de Dostoiewsky. que trabajaba de noche.

En cada escritor, decia Tolstoi, hay dos hom­bres: el creador y el critico. Pero durante la no­che el crítico se adormece.

Tolstoi escribía siempre él mismo los borra­dores de sus obras literarias o filosóficas. Sin embargo, su hija Alexandra y el secretario tenían siempre mucho trabajo. Tolstoi escribía de un modo casi ilegible y con frecuencia no acababa las palabras; cuando se recurría a él para aclarar alguna duda sucedía con frecuencia que él mismo no lograba entender lo que había escrito.

Durante los cuatro años siguientes a su muerte, clasificando su biblioteca, pude descubrir las fuentes de algunas de sus obras y me di cuen­ta del trabajo que tuvo que realizar para escri­birlas. Por ejemplo: cuando preparaba su obra “La Guerra y ia Paz”, estudió una cantidad con­siderable de obras sobre Napoleón y la guerra di 1812.

No es sino cuando se tiene la impresión de haber introducido en la obra todo cuanto se po­día introducir, decia él, cuando el escritor tiene derecho a abandonarla.

CORRESPONDENCIA DE TOLS­TOI CON BERNARD SHAW

D E los cuatro costados de Rusia y del extran­jero le llegaban cada día a Tolstoi de diez a treinta cartas. Tolstoi respondía perso­

nalmente a ciertas cartas, encargando al secreta­rio la respuesta de otras.

El ccrreo de Tolstoi era de los más variados. Del.extranjero sobre todo le reclamaban con fre­cuencia fotografías y autógrafos. Estas deman­das quedaban reunidas en una carpeta especial y, cuando disponía de tiempo, Tolstoi firmaba todos 1rs retrates y las hojas de papel que yo le tendía. “La fábrica trabaja”, decía él entonces, bro­meando.

En 1910, Bernard Shaw entabló una corres­pondencia con Tolstoi sobre la religión y sobre Dios. Con su humor especial y sus bromas fáci­les Shaw abordaba con desenvoltura los más gra­ves problemas filosóficos. Este género de espí­ritu no agrada a Tolstoi: “Inteligencia estúpida”, anotó él sobre una carta de Shaw. y escribió al “más espiritual de los ingleses” con franqueza, que no admitía un tal modo de tratar las cues­tiones referentes a Dios y la religión. Shaw en­vió aún una o dos cartas más, pero Tolstoi ya no le respondió.

También llegaban a Yasnaia mochas cartas nenas de injurias. Sus autores acusaban a Toig- tei do distanciamiento da ta religión ortodoxo, de inconsecuencia, de hipocresía y de deaacioardu en­tre sos palabras y sos actos...

Tolstoi sofría mocho con tales misivas, pero la mayor parte de las veces daba razón a los acu­sadores. Leyendo éstas hacía “su aprendizaje de modestia”.

Las cartas de los que aprobaban sos ideas y participaban de ellas, le causaban ana gran ale­gría. A menudo leía éstas durante la hora de] té.

TOLSTOI CON SU MEDICO, COMPAÑERO EN LA HUIDA DE YASNAIA

A’LOS PASEOS DE TOLSTOI

L despertarse a las siete en su habitación espartana, vecina de su despacho, Tolstoi se vestía, yendo a vaciar él mismo el cubo

de agua sucia. Ün criado limpiaba luego su ha­bitación, pero hasta el fin de su vida el viejo qui­so verter siempre el agua sucia él mismo: le pa­recía indecente encargar a cualquier otro de esta tarea

Antes del desayuno daba un largo paseo por (1 parque y por los alrededores de Yasnaia. No invitaba jamás a nadie a acompañarle a este “paseo plegaria”. Cuando Leonidas Andreiev ex­presó una vez el deseo de acompañarle, Tolstoi se negó a ello con dulzura, pero firmemente.

La cena tenía siempre lugar a las seis de la tarde con la habitual suntuosidad: candelabros de bronce, flores sobre la mesa (inclnso en el invier­no), sirvientes con guante blanco. . .

Acercándose a su vecino en la mesa, Tolstoi en voz baja, para que la condesa no le oyese, solía decir: “Es posible que dentro de cincuenta años los hombres se pregunten: ¿cómo podían ha­cerse servir por hombres viejos y estimables?”

¡Oh, cómo odiaba la condesa este género de observaciones !

LAS CAUSAS DE LA TRAGEDIA DE YASNAIA

PARA mí, por muy extraño que esto pueda parecer, no es a la condesa a quien hay que acusar de ser la principal responsable de

ia tragedia del gran hombre. Ciertamente que ella a menudo complicaba inútilmente su existencia. Pero es preciso no olvidar que Tolstoi se había casado con ella por amor y que cuarenta y ocho años de vida conyugal (durante mucho tiempo sin nube alguna) los unían, y que Sofia Andreevpa era la confidente más íntima de su marido.

Más Culpables me parecen haber sido h»»“enemigos” de la condesa. Si ésta durante los úl­timos meses de ln vida de su marido, daba 1* impresión de una histérica, es preciso que yo revele aquí una circunstancia absolutamente des­conocida para aquellos que han querido opinar sobre el “drama de Yasnaia”; Tcbertkoff, el discí­pulo predilecto de Tolstoi, también era un en­fermo.

¿En qué consistía esta enfermedad? A.me­nudo él estaba como poseído de una angustia y un nánico indescriptibles. Se despertaba_ por la noche, sobresaltado, despertando a los miembros de su familia y a sus innumerables secretarios, y les hacía participes de proyectos fantásticos, les encargaba de misiones absurdas e inverosímiles, les acusaba de pereza y exigía de ellos extrañas pruebas de fidelidad.

Los intimos de Tchertkoff me dijeron que el amigo de Tolstoi había sido victima de una in­solación en su juventud. Sin embargo, un médico eslovaco que vivió mucho tiempo en casa de Tols­toi, el doctor Schkarvan (hoy ya muerto), me dio otra explicación. Según él Tchertkoff sufría los efectos de una parálisis general que no se había aún desarrollado. Y es preciso notar que en ver­dad Tchertkoff antes de su muerte, ocurrida en 1936, estaba completamente paralizado y había incluso perdido el don de la palabra.

Revelo estos detalles porque ellos explican en gran parte la encarnizada lucha que en 1910 emprendió Tchertkoff contra la condesa.

Por otra parte, Alexandra, que no amaba a su madre desde su infancia, no advertía que irritan­do a su madre hería ai mismo tiempo a sn padre. Alexandra Tolstoi fué la aliada de Tchertkoff contra la condesa. Pero, en contra de la opinión dominante, no hubo jamás verdadera intimidad entre los dos aliados. Puedo asegurar que la jo­ven condesa no amaba a Tchertkoff en ningún sentido de la palabra.

COMIENZA LA TRAGEDIA

LOS sneesos trágicos comenzaron en junto de 1910. La condesa so sintió gravemente ofendida por Tcbertkoff. Ella se encontra­

ba sola en Yasnaia mientras que Tolstoi, su hija Alexandra, el doctor Makvoitzky y yo, éramos los huéspedes de Tchertkoff en su propiedad de Mets- chersk (provincia de Moscú).

Luego sobrevino la locha en torno al diario íntimo de Tolstoi. Tchertkoff guardaba los cua­dernos de este precioso diario. Sofia Andreevna se indignó: ¡las confidencias íntimas de sn esposo a merced de un extraño! Pero Tchertkoff no cedió. Y la situación se complicó luego aún más. Yo in­tervine, naturalmente, cerca de Tchertkoff, pero él no hizo sino burlarse de mi “simpatía” por la condesa. La conducta de Tchertkoff fué cada vez más arrogante. La condesa no salía de su estado de histerismo.

EL TESTAMENTO

SECRETAMENTE, en un bosque, Tolstoi fir­mó el 22 de julio un testamento según el cual retiraba a su mujer y a su familia to­

dos los derechos de su propiedad literaria y los legaba a su hija Alexandra. Esta se comprometía a comprar con el dinero que representaba esta propiedad, a su madre y a sus hermanos, las tie­rras que pertenecían a la familia Tolstoi, y dis­tribuirlas gratuitamente entre los campesinos. Después de lo cual los derechos de autor del Tols­toi para la totalidad de su obra serian del dominio público.

Sus derechos, según la ley rusa, debían haber sido percibidos durante cincuenta años. El testa­mento fqé rigurosamente ejecutado y hace honor al gran escritor. Tolstoi expiaba asi “el crimen de haber sido rico”.

Mas nos está permitido creer que el inspira­dor, Tchertkoff, no se movió por motives tan idealistas. Una nota adicional estipulaba que él seria el encargado de la redacción y presentación de las obras completas de Tolstoi, El tomaba de este modo sobre la condesa una victoria impresio­nante.

“ABANDONAR A TODOS”

EL testamento no tardó en ser conocido por la condesa y sus hijos. Desde este momento la vida del escritor, que se reprochaba por

otra parte haber recurrido a la protección del Es- lado y a las normas jurídicas, lo cual contradecía sus principios, se hizo verdaderamente intolerable.

El 30 de julio Tolstoi anotó en sn diario:“Tchertkoff me ha arrastrado a nna lucha qne me repugna y me es desagradable”. Pero era demasiado tarde. Tchertkoff vigilaba cada paso y cada gesto de su maestro.

El 2 de septiembre anotó aún: “Me desga­rran en pedazos. Sueño a veces con abandonarlos a todos”.

(CONTINUA EN LA PAGINA 19)

15 ng Febrero de 194q ROMANCE Pagina 7

DIVAGACION EN TORNO

SURREALISMO• ,1 E î

PARA inaugurar su nuevo local la "Galena Inès Amor” ha reunido algunas obras de pintores parisinos que, juntos con algunas otras de ar­

tistas mexicanos, forman una "Exposición Inter­nacional Surrealista” de mucho interés. De mucho interés y... nada más. Porque ni es una exposición buena, ni es una exposición mala. Anacrónica sí. y por eso quizás de tanto interés para nosotros, pues­to que su anacronismo, su distancia, su lejanía nos

DOS OTROS CAMINOSi tves TAHGor

permite encontrar eso que un poco vagamente venía- mos ya sintiendo y pensando respecto al surrea­lismo.

En la fiesta inaugural, siendo como era mate­rialmente imposible ver los cuadros expuestos, se veía, se comprendía, «a embargo, mejor que nunca loque el surrealismo es ya; se descubría que esta pxpaaoáe, awu^di/o alguien, sos resulta boy ~de- mástado tardía para ser presente y demasiado próxi­ma para me tostón*"- Eo wa palabra nos «suba «j¿' Y cri arte no poede, a© debe e&stit ú vejex, ■ Toé dH cme roda la «XHotictóm en ctSWusato proouzca. eta Hnprtáóa de escombro», de residuos, de objetos empolvados, át cenizas. Lo típico vivo que hay allí es U personalidad, el espíritu poderoso de tal o cual pintor, revelándose en sn obra no gracias al surrea­lismo, sino como saltando, como salvándose de sus mismas ruinas.

Pero volvamos a la fiesta porque es en ella donde vimos, lleno de resalte, todo cuánto queremos decir en esta pequeña divagación.

Los invitados fueron llegando, su mayor parte de etiqueta, ellas con los más recientes pódelos del Vogue; y tras unas breves palabras en labios de Eduardo Villasenor, escritas por cierto con una dis­cret* dificultad obligada, y tras la bonita pero sosa y débil aparición de la "Esfinge de la Noche”, todo se desenvolvió en el más amable, cariñoso, bueno, bur­gués y normal de los ambientes. Nadie, por lo tanto, se sentía surrealista verdaderamente. Todo tenía el carácter de una visita muy cumplida que se le hicie­ra ai surrealismo, pero no de un encuentro entra­ñable y fogoso. Ni siquiera estaba ese señor gordo y académico —académico, no como puede entenderse

'EL SUEÑO DE LA MALINCHE"ANTOMO RUIZ

m Francia, sino como fatalmente ha de entenderse en España—, ni siquiera estaba ese señor, digo, que sin- ;iéndose como insultado arremete furioso contra el ¡urrealismo. No, el surrealismo ha perdido ya sus ndignados enemigos, no hiere a nadie, se convirtió m algo casi color de rosa, en algo chic, en algo de juen gusto. V cuando un movimiento de la violen­ta, la exageración y la extremosidad del surrealismo

Por Ramon GAYApierde sus detractores, quiere decirse que ha perdido también su fuerza, su razón de ser. Pero no se tome todo esto como una negación del surrealismo, y tampoco se crea que quien traza estas líneas piense que el surrealismo está simplemente pasado de moda. No, si fuese tan sencillo, si fuese puramente cuestión de moda, yo no hablaría con tanto empeño de este tema. Entendamos, pues. El surrealismo ha muerto tan sólo como lucha, como escuela, como desplante, como aviso, ha muerto, en fin, como movimiento.

El movimiento cumplía con su deber; la lucha ha terminado. Ha terminado y ha vencido, porque conquistó para el arte cosas que ya no ha de perder posiblemente nunca. Y nos quedará, sin notario, un surrealismo esencial, profundo, sin espectacularidad ni gritos, muy por dentro. Pero en todas las guerras sucede algo semejante. De tanto guerrear y sufrir la guerra, los guerreros y las gentes todas terminan con una embriaguez que llegan a confundir la guerra misma con su finalidad. Por eso hoy tenemos esa impresión tan fea cuando nos tropezamos con un poeta o un pintor que son aún practicantes del surrea­lismo ortodoxo.

Es como si no se hubieran dado cuenta que ha empezado la paz y siguieran con sus armas a cuestas. La beatería, la obcecación de esos poetas y de esos pintores, nos demuestra que nunca supieron verdaderamente del surrealismo y que el alistamiento en sus filas se debe, sobre todo, a que creyeron con toda ingenuidad que luchaban por una causa com­pletamente nueva; nos demuestra que esa beatería no es convicción profunda sino snobismo estúpido. Porque en arte ningún movimiento ha sido inven­tado, de ningún movimiento puede decirse: se creó tai día, tal año, tal siglo. En arte todos los movi­mientos nacieron cuando nació el arte mismo. Lo gótico, lo romántico, lo impresionista, lo realista y, desde luego incluso lo cubista y lo surrealista —no cjto el futurismo porque no creo que para nadie haya tenido existencia real esa tontada italiana— todos esos movimientos, digo, estaban ya en el arte desde un principio, es decir, son arte. El romanticis­mo no es un movimiento que se inventa un buen día, sino algo que se descubre dentro mismo del arte y que unos locos, unos valientes, unos fanáticos, unos enamorados sacan a primer término, destacán­dolo. subrayando, dándole relieve, imponiéndole. Asi cl surrealismo; basta una mirada muy hacia atrás y le encontraremos asomando su cabezadejnoaíaca por tal o cual pintor, par tai o cual poeta. Lo que sucede es que va «Ha b depda --Freud sobre todo— descubre en d bom^m vago* ¡mpatoos. wtfle» btids* no registrados, 3 toe artistas buscan «na forma de

LA NOSTALGIA DE LO DESCONOCIDO (1915)GIORGIO DE CHIRICO

sacar el agua, un tanto venenosa, de esa especie de pozo raro. Naturalmente, las personas honradas, las buenas familias —¡tan surrealistas!—, las gentes nor­males tuvieron que protestar, que sentirse indigna­das, insultadas, ofendidas; se les remueve un mundo que ellas quieren tener taponado, sepultado, escon­dido, sin voz. Es entonces cuando nace la lucha, el movimiento de lucha de los surrealistas; es entonces cuando hay que recurrir a la exageración, al des­plante, al disparate incluso para imponer esas verda­des. Hoy ha terminado la Jucha, no porque las buenas familias hayan comprendido, por fin, el surrealismo, sino simplemente porque ha sido aceptada Y eso es lo más que un artista puede pedir de las personas normales; que le dejen en paz, que le dejen hacer, que le dejen vivïf. El verdadero artista no quiere otra cosa de los demás, no quiere su comprensión, no porque la desprecie, sino porque no le sirve de nada; quiere tan sólo que sepan aceptarle, que sepan Sufrirle, que sepan respetar su marcha por ese ex­traño camino dç sufrimiento gustoso que es su voca­ción.

Hoy, las señoras que hojean el “Vogue”, ios seño­res de buen gusto que se encargan muebles surrea­listas siguen, naturalmente, sin saber nada verdadero del surrealismo, pero les suena ya a cosa bonita. En­cantándoles ese surrealismo color de rosa, sabrán, por lo menos, transigir con el otro, con el esencial, con el profundo. Por lo tanto, terminada ¡a guerra, el mo­vimiento exterior ha terminarlo también.

AVISOTODOS LOS LIBROS, PUBLICACIONES Y REVISTAS DE ACTE ALIDAD DE

TODO EL MI NIMA V ESPECIALMENTE DE AMERICA QUE SE RECIBAN EN LA REDACCION DE ROMANCE (AVENIDA JUAREZ, »5. MEXICO. D. E.i. ENVIADOS I’OR EDITORIALES. AUTORES O PARTICULARES SERAN RESEÑADOS. MAS O MENOS AMPLIAMENTE, EN LAS PAGINAS DE NUESTRA REVÍSTA.

HERENCIA ¥ CULTURAy OE pudrios cultos, llamados cultos según el sentido occidental de la cultura, que es g e! sentido actual, son pueblos que tienen una antigua y continuada tradición, de » A parada en el curso de diferentes etapas de civilización, y, más aún, de diferentes civilizaciones. Eu sentimiento nacional nace de una madurez de espíritu y de historia, de las luchas que dieron forma real a ese sentimiento, a la nación. Y hay en sn tradición na­cional una viva memoria de universalidad, referida a los instantes en que la vida nocional fué trascendente, se expresó hacia fuera e influyó en la vida particular de los demás púa bios, a través de su impulso político o su creación cultural. La herencia de este prodigioso pasado en que nació ese sentido nacional, que por verdadero, se transformó a la vez en universal, sólo significa que este pueblo es un rico heredero. No quiere decir, de ningún modo, que los bienes recibidos se cultiven y multipliquen por si mismos. Ni tampoco quiere decir que en el pasado sus primeros poseedores lo recibieran por herencia. Para- que existan herederos, tienen que existir antes los conquistadores, los que realizan el esfuerzo heroico que. hace posible la existencia de la herencia o la transmisión.

El señorío, el lenguaje, la cortesía que algunos pueblos poseen, incluso en sus gru­pos más atrasados técnicamente, es herencia cultural, es cultura que la tradición incorporó a la sangre misma de esos pueblos. Y que no se perdió, por una voluntad de conquista —al gnnos quieren que sea de cultivo— que les obligó a estar despiertos, a CONQUIETAR, a poseer el mensaje de cada época, estación a estación, sin perder una nube, un mediodía o una lluvia. Sin escapársete una palabra, sin dejar de cumplirla. Porque la cultura heredada nos obliga, como las riquezas, los dominios o la gloria heredados, a revalidarla, a merecerla, a conquistarla cada día.

De lo contrario la misma herencia se desvirtúa, como nos la dicen los griegos, los romanos, los árabes, y se pierde la luz heredada quedando nada más que un pálido reflejo, unas vagas señales de su resplandor. Claro que ese brillo fué recogida por otros pueblos e impulsado por el vigor de su espíritu de conquista, de su heroísmo espiritual, a transfor­marse en nueva luz, en nueva señal de cultura. Pero esto mismo quiere decir que si no hu­biera quien fuese capaz de “cultivar” lo recibido o conquistarle más amplitud, los bienes se perderían o acabarían por caer en manos de tramposos.

Naturalmente, todavía hay quien cree en otra clase de cultura, más fácil de heredar y de transmitir: la cultura estática de las bibliotecas y los museos, a los que no les quieren añadir nada, ni siquiera el entendimiento hondo —que es labor de conquista— del len guaje con que nos hablan.

LALIBERTAD DE PENSARSat&áe&e «t de las Mmetaden en «bm* «urntotoea. has. -.

Condiciones impuestas penr la guerra en otras, los creadores, cuando no la obra, más l > representatives de la cultura europea vienen a los países de América en busca de la paz, la libertad y la cordialidad necesaria para cumplir su misión.

La representación intelectual de algunos países europeos se encuentra entera en tierras del Nuevo Mundo, huyendo de la angustia, el terror o simplemente de- la falta de apoyo moral.

Huyendo, en fin, de la mentira, del engaño en que, disfrazado con las apariencias, de la cultura, quieren los Estados y sus jefes enterrar lo que hay de más noble y puro en los pueblos europeos.

Los conceptos universales más humanos y verdaderos: el Heroísmo, ia Justicia, la Patria, la Libertad, son trocados en bandera de piratería moral y material, al mismo tiem­po que su desaparición es el fin oculto de las agresiones, la ambición de los transformés- tas, de los eacamoteadores de Estado.

Las democracias americanas, conservadoras en unos casos, revolucionarias en otros, son hoy el único refugio de la cultura occidental. La permanencia de sus libertades, el sentimiento de universalidad que mantienen, asegura la continuidad de sw tradición li­beral, sin la que el hombre sobrepondría fatalmente, como hoy sucede en Europa, los ins tintos más groseros, ta más brutal barbarie, a sus sentimientos de solidaridad y a su ambición de verdadera justicia, de verdadera belleza, de verdadera verdad. La presencia activa de Einstein, J. Ramón Jiménez, etc., etc., demuestra por sí sola que Amé­rica tro sólo favorece la continuidad de la cultura, sino que permite y asegura la ame nazada existencia de los hombres que en las horas actuales la expresan.

Enrié cadáveres e ideas cadavéricas, en medio de la belleza y la verdad asesinadas, la sensibilidad y el pensamiento de los europeos sólo pueden expresar su muerte, vivir desesperadamente su sentencia, o su vergüenza, o huir de la mentira, del negocio, para emprender en América, rodeados del calor popular, la obra de libertad que es conquistar nuevos datos para la cultura, aclarar el misterio con la ciencia o el arte, en comunión entrañada con el dolor y la alegría, con la ambición mejor de los pueblos.

SURREALISMOJtkTíDIE niega ya al surrealismo su significado transcendental en la historia de los / W movimientos que en busca de la expresión más acabada del espíritu emprendió el

■A- v arte. A o ya al lenguaje de la- pintura, sino a la palabra de la poesía, la filoso­fia y la literatura en general, es decir, a la palabra del hombre, dió el surrealismo un sen­tido que la sensibilidad de la época reclamaba, que la actitud moral, el gesto, el mismo estilo de comunión o soledad contemporáneo, más bien lo último, exigían.

Creemos que su nacimiento dió alas y sobre todo sinceridad a las ideas estéticas, una sinceridad extremada que en muchos casos se perdió en juegos de cinismo o de ino­cencia. En iodo caso fue una purga efectiva que depuró el organismo de la cultura, ato- mulo como estaba de miseria y pedanteria, de ñoñez y formalismo. Erente al dinamismo de la técnica que anegó en sequedad tantas cosas nacidas para frescas, hechas para una vida vira, jugosa, entera en su espíritu y su sangre, el surrealismo batalló por el dina mismo obscuro, irregular, desconocida, de los sueños y de los instintos. Eu razón de ser, directamente ordenada por la voluntad de albedrío, por la necesidad, de libertad, cree' mos verla traicionada en esta cola pesada del movimiento que hoy no hace más que re- petirse, 'otando no se renueva enfundándose en discreción, haciéndose razonable, volvién­dose académica, vistiendo de smoking la descarnada protesta, sintiendo rcrgúeza de su desnudez. Y esto último, la vergüenza de desnudarse, de mostrar la verdadera imagen del su'ño. de! instinto, fué siempre el fracaso del surrealismo eonto movimiento. Pata mo­rn rs' trozaron leyes y quedaron atados a ellas, sin ver más que el horror de su prisión. Queda salvado naturalmente, el genio. Pero los otros, ¡os que sólo han puesto talento, que son machos, y no hablemos de los negociantes, de los que pusieron tienda, que son más, coa querer darnos r¡ mensaje de la sangre, arrebatarnos con la más profunda pa sion, con el -olirio más hondo, apenas si nos mostraron otra cosa que desvarío y no de!, corazón sino de la cabeza, de la i-abeza a tontas y a locas.

Pagina 8 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

ROMANCECELEBRA SU APARICION

El Comité de Redacción de “Romance”, en anión de algunos miembros del Consejo de Administra­ción de la Editora de nuestra revista y de los escritores señores Guzmán y Mancisidor, la no­che en que se celebró la aparición del primer número, con una sencilla fiesta a la que asistie­ron distinguidas personalidades del mundo artís­

tico y literario de México.

El señor Martín Lato Genua, en d centro de to fotografia, al terminar toa palabras qm pronun­ció a ios reanMss. A feqaierda toe señores Usarte y Jiméae» Siles, a ladentka la espesa de toai Clemente Orea» y el todetoctaal argeatiao Mar*

Se eaeaeatra ea México el escritor italiano, radi­cado en la Argentina A. Rossi. colaborador de “8ar”. En México esta estadiaado con interés tos costumbres del pais y may especialmente el arte mexicano moderno. El señor Rossi ha visitado nnestra redacción, y en él hemos saludado eor- dialmente a la intelectualidad argentina y a la europea, acogida a la hospitalidad de América. La fotografía que reproducimos fué tomada en

nuestra redacción el día de la fiesta.

Generosidad de un visitanteDe romance a mito y de mito a realidad

EL retraso que sufrió la aparición de “Roman­

ce", retraso debido a causas completamente ajenas a nuestra voluntad, dió lugar a que

la clásica malevolencia de los escritores, carente de acritud en este caso, bautizase nuestra revista con el nombre de “leyenda”. Pasados algunos días, y como las dificultades, puramente circunstanciales, que ori­ginaron el retraso, no habían sido aún resueltas, al no concretarse la leyenda, se convirtió ésta, en ciertas tertulias, en “mito”. Mas he aqui que el mito, el prodigio que habitaba en las nubes, ha descendido a la tierra y se ha mezclado con los hombres en for­ma de revista efectiva y de aparición regular El milagro ya está a la vista de todos-; pero ahora nosotros, melancólicamente, como Jesús cuando le exigían una prueba de su poder, decimos: “ahí está e! milagrito. hombres de poca fe; otra vez, creed en nosotros”. Mas aún quedarán todavía santos que. como Pedro, nos negarán tres veces, y quizás alguna más de propina.

Vanguardismo resucitado

EN España se nota un renacimiento literario. Recientemente se ha sugerido de un modo oficial que seria muy conveniente que los

españoles reanudasen su antiguo hábito de acudir por las noches a los cafés, fuente ésta de la inspira­ción matritense. Ante' ya de esta medida, hemos observado con placer el renacimiento de cierta “nue­va” literatura peleona desde ¡as revistas provincia­nas. En Andalucía florecieron siempre muchos buenos y malos poetas y ahora, pasada la hecatombe, rea­parecen los fantasmas... P. Clotet. ganadero gadi­tano, vuelve a editar "Isla”. También andan por ahí Murube l affon y otros jóvenes veteranos van­guardistas. Mas nos falta uno: ¿Dónde está Adriano del Valle, autor de “Primavera portátil"? Lamenta­mos la falta del viajante de este grupo, pues dicho sin reticencia, creemos magnífica la ocasión para que abriese su maletín.

UN ilustre señor que visitaba nuestra redac­ción cuando aún el primer número de “Ro­mance” no había salido a la calle, hojeaba

descuidadamente las páginas de la revista recién sa­lida de la imprenta, y al encontrarse con los nom­bres de Alfonso Reyes, Diez-Cañedo, Enrique Rio­ja, etc., murmuró a modo de comentario pesimista: "¡Cuando estos jóvenes aprendan a escribir cla­ro!..." Pasamos la advertencia a nuestros distin­guidos colaboradores y de paso les felicitamos por su imprevista y tierna adolescencia.

Raro fenómeno o el humor de un académico

EL Secretario perpetuo de la Academia Fran­cesa Georges Goyau, autor de una "Crono­logía del Imperio Romano” y de algunos li­

bros de carácter histórico-religioso. ha fallecido recien­temente.

Cuando el señor Goyau sucedió en la Secretaría de la Academia a René Doumiec, dijo a algunos amigos:

—¡Inmortal!... ¡Perpetuo!... (le aquí algunas palabras peligrosas. No me queda sino preparar mis equipajes para la sola perpetuidad, para la sola in­mortalidad : la de la vida futura.

Y añadió sonriendo:—l a Academia es la antesala del cielo.Suponemos que el Señor habrá admitido en su

seno al perpetuo Secretario, aunque no sea más- que para que éste no haga un mal pape! ante su» colegas.

Laberinto La colección "Laberinto" se compo­ne de pequeños volúmenes de 600 a 1,000 páginas cada uno, impresos en papel bi­

blia y cuidadosamente encuadernados en piel.Las primeras obras que aparecerán son:

OBRAS PE ANTONIO MACHADO. Prólogo de José Carner.OBRAS FILOSOFICAS DE UNAMUNO. Prólogo de Pablo L. Landsberg.OBRAS DE FEDERICO GARCIA LORCA, en las que se publicará por primera vez el

libro "POETA EN NEW YORK", prólogo de José F. Montesinos.OBRAS COMPLETAS DE SAN JUAN DE LA CRUZ. Prólogo de J. Xirau.

Y otras obras de Fray Luis de León, Gración, Pérez Galdós, Clarín. Comedias espa­ñolas del siglo XVII, Presocráticos Griegos, Místicos cristianos, Novdlis, San Agustín, Nietzs­che, Cervantes...

Estela La colección “Estela" compuesta de volúmenes de di­verso orden y tamaño, ofrece a los lectores importan­tes tratados científicos.

En la colección de libros de divulgación científica, los primeros que aparecerán son: EL MAR, ACUARIUM DEL MUNDO, por Enrique Rioja.COSTUMBRES DE LOS INSECTOS, por Ignacio Bolívar.EL CIELO ABIERTO, por Pedro Carrasco Garrorena.

Y otras obras de José Royo, Antonio Madinaveitia, A. Duperier, Enrique Moles, Cán­dido Bolívar, Boscb Gimpera, Emilio Herrera.

En la colección popular de libros de medicina, los primeros que aparecerán son:EL PROBLEMA SOCIAL DE LA LEPRA, por el Dr. Julio Bejarano.NOCIONES DE BIOLOGIA FEMENINA, por el Dr. José Torre Blanco.... .Y otras obras de Rafael Fraile, Antonio Abaunza, Puche, Pi Stiñer, Segovia, Már­quez, Sánchez Covisa...

COLECCION DE MANUALES DE VULGARIZACION CIENTIFICA. COLECCION DE LIBROS ESCOLARES

Arbol En ella se ofrecen al lector diversas materias cuyo conjunto amplía, en su dirección y sentido la colección “Laberinto". La integran principalmente ¡as grandes

antologías poéticas, literarias y filosóficas, como:ANTOLOGIA DE POETAS LIRICOS DE LENGUA ESPAÑOLA. (MODERNOS) pre­

cedida de un estudio de Xavier Villaurrutia.ANTOLOGIA DE LA POESIA Y EL PENSAMIENTO CATALANES, por Miguel Ver­

gés, prólogo de Joaquín Xirau.POESIAS de Pablo Neruda¡ Carlos PéÜicer, Emilio Prados, y Luis Cernuda. DERROTERO DEL BARROCO. La arquitectura barroca en el Valle de México, por

M. R. Or gaz. Fotografías de LlJadó.GRECO VELAZQUEZ Y GÓYA EN LA GUERRA DE ESPAÑA, por Jofi Ber-

gamin y Fotografías ¿e Ltas Uadó.Y otras obras de Francisco Romero, Alfonso Reyes, ¡osé Montesinos, Navarro To­

más, Diez Cañedo. Xavier Villaurrutia, Joaquín Xirau...Colección popular de clásicos españoles en la que aparecerán entre otras:

POESIAS LIRICAS de Gil Vicente, Edición de Dámaso Alonso.MARAVILLA DEL MUNDO, de Fray Luis de Granada, edición y prólogo de Pedro

Salinas.LA CELESTINA. Edición y prólogo de Agustín Millares.

Colección popular de libros de filosofía, en los que aparecerán primeramente:DE CONCORDIA. LUIS VIVES. Prólogo y traducción de Laureano Sánchez Gallego.LA FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS. Introducción y selección de David Garcia Bocea. LOS ENCICLOPEDISTAS. Introducción y selección de fosé Gaos.LA FILOSOFIA DEL SIGLO XVII. "El Racionalismo". “El Empirismo”. Introducción

y selección de Joaquín Xirau.Y otros tomos sobre el pensamiento político español, doctrine de los padres de la

Iglesia. Filosofía del renacimiento, el pensamiento marxista, Fenomenología...

Lucero La colección "Lucero", se caracteriza por su dad palpitante. En ella se reúnen los libros de más vivacidad literaria, histórica y política. Aquellos que

expresan más directamente nuestra vida con-temporánea. Los primeros que se publicaránson:José Bergantín, DETRAS DE LA CRUZ. (El terrorismo religioso en España).Rafael Alberti, LA ARBOLEDA PERDIDA, (prosa y verso).Juan Larrea, ORBE. (Testimonio poético).César Vallejo, ESPAÑA, APARTA DE MI ESTE CALIZ.Octavio Paz. RAIZ DEL HOMBRE. (Poesías).José Revueltas, EL QUEBRANTO. (Narraciones).José Herrera Petere, ENTREACTO. (Novela).Andrés Henestrosa, EL DESTERRADO. (Prosa).Juan de la Cabada, CHICLE. (Novela).ESPEJO DE ALEVOSIAS. INGLATERRA EN ESPAÑA, por E. Dzelepy, (el diplomá­

tico desconocido).DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE LA GUERRA EN ESPAÑA Por Jay Alien HISTORIA CRITICA DE LA REPUBLICA Y LA GUERRA EN ESPAÑA, dirigida

por José Bergantín, con la colaboración de Juan Aguilar, (profesor de la Universi­dad de Sevilla), W. Roces, (profesor de la Universidad de Salamanca), José M. Ga­

llegos, (profesor de la Universidad de Madrid) y Eugenio Imaz.

EditorialSeneca

Dinamarca, 80.

MEXICO, D. K

15 DE Febrero de 1940 ROMANCE , Pagina 9

El DRAMAde la

VOCACIONPtJR Jose ALVARADO

VALLE INCLANy su

PAISAJEPor A. SAKCHEZ EARELCO

JOSE ALVARADO

YA sabemos de qué modo sue­le fracasar la vigilancia de los hombres para atrapar muchos temas, como éstos desfilan ante los ojos y se les deja pasar una y otra vez, hasta que de pronto, ya lejanos y a punto de irse, recobra la conciencia su agudeza y emprende la persecución obstinada hasta aprehenderlos; y sabemos

también cómo, en varias ocasiones, ya con la posesión del tema perseguido, éste se esfuma de pronto, se desvanece entre las manos, de la misma manera que si a un agente de la policía m le volviera fantasma un fugitivo que acaba de eapturar.

£s tan fácil revelar el secreto de estos he­chos que casi da pena, o por lo menos risa, de­cirlo: oenrre que esos temas que transitan por nnestra vigilia, casi burlándola, y que dejamos pasar distraídamente, son temas disfrazados, arropados con todo aquello que el bizantinismo, la retórica, o peores cosas aún, han ido poniendo encima de ellos, y nos es difícil percibirlos con claridad; cuando despertamos, corremos tras ellos y Inego de asirlos se nos desvanecen; lo que en realidad sucede es que nos hemos apode­rado del disfraz, del turbante retórico o de la falsa tónica lógicas qae llevaban sobre su verda­dero ser que ha escapado, en un descaído, para siempre. Aunque en ocasiones acontece que el tema no era tal, sino un verdadero fantasma, un mito que nos había alucinado con su ropaje. Co­mo esos espías que para ser menos sospechosos se disfrazan precisamente de espías, esas fosfo­rescencias bizantinas aparentan eso mismo y ano las persigue suponiendo que bajo su despresti­giado fulgor encontrará algo vivo.

La labor de este tiempo es, en mochos aspec­tos, un peco arqueológica: se trata de encontrar mechas casas debajo de la helada superficie idea- liste y de la endurecida lava romántica, consiste en limpiar muchas preocupaciones de la pátina del ntetosmlismo, en despojar mochos problemas, de la hiedra espiritualista. Estas distracciones, êtes pesquisas frustradas son los accidentes de ese trabajo.. .

Hay an tema que ha escapade a la atención meato pór eso. Bs ana vieja noción enea-

hace tiempo por la pedagogia raciona* detotratecMn. Por ello ha

tetfe* dtovanesdala .........____■' * r'^ÍBaWtornéate ése tema de la vocación uno de esos que pasan inadvertido» y que al ser cobrados se fu­gan dejando en la mano loe andrajos pedagógicos.

Pero es preciso rehabilitarlo a toda luz y darie su categoría cabal, que hoy la tiene más que nunca.

La vocación C3 nn drama; pero no es uno de tantos dramas de que está erizada la conciencia del hombre moderno y que con tan frivola moli­cie suele eludir. Es un drama de rango superior, porque es al mismo tiempo suceso de la intimidad humana y ponto de partida para el conocimiento del hombre o, como diria un idealista, esquema de interpretación del hombre.

La vocación es el proyecto que la vida se traza, que emerge con ella y va concretándose, definiéndose, pero al ^Jef inirse, al concretarse principia a hacerse dramática. Toda vida hu­mana es un programa de anhelos, pero justa­mente al afirmarse nítidamente los anhelos prin­cipia el sacrificio y la mutilación: Hemos de podarnos de muchos anhelos para que otros crez­can con más vigor y se realicen, porque la vida no puede hacerse ni crecer cuajada de proyectos. Es cnando nace la resignación. Y entre éïta y la esperanza surge el drama. Estos son los térmi­nos del drama de la vocación: la esperanza y la resignación.

Pues acontece que ese árbol de proyectos, de posibilidades, de potencias, oue es la vida del hombre, puede mutilar machas de sus ramas para conservar definitivamente otras, pero no puede matar la esperanza que alimentaron esa3 posibilidades y de la que, nutriéndola, se nutrie­ron. Es a«í como al definirse la vocación, al dis­poner a dibujar la forma de nn hombre definitivo, ese hombre se resigna con el anhelo elegido, con la posibilidad por la que ha tenido que sacrificar a las demás, por el proyecto del hombre que va a ser en el futuro; pero no puede abandonar la esperanza en todo lo que nudo haber sido. La resignación se enamora del anhelo triunfante, pero la esperanza llora sobre los cadáveres de las posibilidades sacrificadas. Esta aparente es­cena de tercer acto puede ser una solución pro­visional a un problema de la adolescencia; pero es, en rigor, la iniciación del conflicto. *

Porque la lucha consiste, precisamente, en no dejar que el anhelo elegido se ahogue entre las lágrimas de la esperanza. No son pocas las personas, todos las conocemos, que han sufrido este cruel infortunio, que han muerto sin vivir porque la esperanza ha vengado sus muer'os, matando también el proyecto con que se habían resignado. Y esta batalla de la vocación es la que libra la vida en la conciencia de los hombres.

Me este hecho arranca con toda firmeza la marcha rara las indagaciones sobre la esencia del hombre, y resulta que no es una pura casua­lidad qne haya tenido que ser rescatada de los só­tanos de un sistema tan divorciado de las contra­dicciones humanas.

O.ialá no sea muy literario citar los ejem­plos de Stendhal y de Prou-t. Lo? dos como diversos combatientes contra la emeranza sin re­dención. ¿No es, acaso, toda la obra de Beyle un florecimiento constante, en cada héroe, de todo? los Bevies que hubo de matar el Bevie nove’ista? ¿No son Octavio de Malivert, Fabricio del Pongo, Julián Sorel, otros tantos proyectos de hombre del joven Beyle, que resucitan en cada una de

sus novelas? Ya Albert Thibaudet lo señaló con su peculiar sagacidad. El Henri Brulard de Gre­noble no es sino la mejor venganza contra el Stendhal de los salones italianos.

Y en el caso de Proust, la busca del tiempo perdido no intenta la recuperación de las horas sino la adopción de todas sús notencias abando­nadas. Y habría mucho que decir acerca de cómo Marcel Proust se deja morir en su afán de reco­brar los proyectos de Proust que asomaron a su vida.

El drama de la vocación explica por qué todo hombre, en nn momento de su vida, se encuentra en trance de suicidio. Es el instante en que ha de decidir entre la esperanza y la resignación inexorablemente. La hora de suicidarse o de sal­varse que dijo, quizá con este mismo sentido, Alfonso Beyes.

Dn. RAMON DEL VALLE INCLAN

REQgNrgMKNtK SE HA CUMPLIDO EL QUINTO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CRAN ESCRITOR ES­

PAÑOL.

¿x/ REALIDADy el

DESEOMis alas, ¡Qué altas en el cielo!

Mis pies, ¡Qué hondos en la tierra! ¡Y qué dolor de corazón distendido!

/. R. Jiménez- Del alma al corazón bay tina

avenida de ausencias que el fi­lósofo se niega recorrer por te­mor de que se ausente su razón. Y. por lo visto, buenas razones tiene para su timidez; la pri­mera de ellas, el amor a su conciencia, que le obliga a guar­darla, a guardarse en ella, pa­ra no perderla y perderse Que corre un viento helado por la

LORENZO VARELA obscura arboleda de esa ave­nida, viento que la filosofía llama irracional, y que só'o un corazón caliente puede soportar; y al filó­sofo se le apaga el candil al primer paso que da por ella y se le hiela la sangre, y retorna a decir que más allá, o más acá del "logos", sólo habitan mentiras y viven inmoralidades, y hay un cancerbero, guardián del para’e, qne llaman Deseo. Y lo que es peor, crecen all el placer y el dolor, la alegría innumerable y el llanto a mares. O. con las pala­bres de Platón, al desterrar de su República a los poefas. one .Maria Zambrano nos recuerda en su "Filosofía y Poesía": "Y en el momento en que recibáis en ella a las musas voluptuosas, sean épicas, sean líricas, el placer y el dolor reinarán en vuestro Estado, en vez de la ley y la razón".

Ley y razón que al poeta, ¿Sólo al poeta?, no le sirven poro nada, [fien lo sabe Maria Zambrano cuando nos dice ",1.a razón como esperanza! ¡Pero a costa de cuánta renuncia! Y quién le consolará al poeta del minuto que pasa, quién le persuadirá para nue acepte la muerte de la rosa, de la frágil bel’eza de la tarde, de los cabellos amados, de eso aue el filósofo llama: "les apariencias". Y en su socorro, para mayor exactitud, llama a Anacreonte : "éDe qué sirve el one me enseñes las reglas y los sofismas de los rétores' ¿Qué necesidad tengo de todas estas palabras que no me sirven para nada' Enséñame, ante todo, a b-ber el dulce licor de flaco, enséñame a votar con Venus. la de tas trenzas de oro.

S. BARBUDO

HAY regiones, zonas de la tie­rra, que an.es ya de que en­tremos en el.as parecen levan­tarse en nuestra memoria y brindarnos misterios, impre­vistas realidades, confusas imá­genes transformadas por un sueño, que a.guien o a go des­pertó alguna vez en nosotros. Cuando se es aún niño, se cree simp.emenie que al viajar se ha de entrar ai f.n con nues­

tros pies en el reino'imaginario. Más tarde se pre­gunta uno qué es lo que quedará, una vez a.li, ael viejo sueño y qué nuevas y vivas ilusiones desper­tará en nuestra aima el contacto directo, sencido y mágico, con la realidad.

En todo caso, y en esto reside para mí el en­canto del viaje, hay siempre un umbral, un difícil paso de lo pintado a lo vivo bien sorprendente, trán­sito o sorpresa que es fuente de indecibles preguntas.

Así, alegre y contenido, joven, no querienJo que el corazón levantase el vuelo para que el vuelo fuese luego más firme; la esperanza dejada atrás, siempre latiendo, marchaba yo un día en tren por Castilla la Vieja en el verano de 1933.

Entré en Galicia y la sorpresa que pugnaba por nacer, quedaba contenida aún. Mas de pronto —íué en un pueblo de Orense— la sorpresa viva y fu­gaz como un pájaro arrancó de mí con un grito. ¡Era Galicia! Si, Galicia, mi Galicia. Y os diré lo que vi: Habia unas bellas colinas verdes, casi las soñadas y unos pinares sombríos junto a un ria­chuelo. Pero yo quedé prendido sobre todo dei cielo. El cielo era extraordinario; azulado, blanquecino, me pareció muy rielo, aunque muy cercajio. El rielo parecía salir de las colinas o ser ellas mismas, envolverlas, extenderse luego y volver: estar aquí a nuestros pies. Paisaje celeste, me dije. Cíelo que se levanta de la tierra, que penetra la tierra, que es la tierra.

Luego en la ría de Arosa, desde un alto cemen­terio, el agua tranquila y muda en el crepúsculo era como un «entre inmenso y sereno, como un cami­no para huir, una ruta hacia el mar inmenso y re­sonante, siniestro. Vi playas amorosas, fondos sub­marinos delicadas gaviotas y rincones también de un color sutil. Vi Finisterre, y en lugares más plá­cidos, miradores románticos; parques dieciochescos jr fogata»; y n d atardecer. lejanos, los cohetes

faciendo sobre efrieto gris, cohetes que .. veíafifestevanaraelentamente,

.___ra#R'U romerisa,«iun lugar e»_ — por uñ ñfltante el ímpetu desenfre-> y la sensualidad, y donde sonaba la música

como sonaría la de una isla sobre el mar infinito o d campo silencioso. Oí también, más tarde, el lúgubre sonar de las carretas y el viento que soplaba como en una leyenda, y los cuentos del diablo. Vi

Por Lorenzo VARELA.

Cabellos blancos coronan mi cabeza. Dame agua, vierte el vino, joven adolescente; aduerme mi ra­zón. Pronto habré cesado de vivir v cubrirás mi cabeza con un velo. Los muertos ya no tienen deseos".

Y apagado el deseo, queda en su lugar un res­coldo de cenizas que nos anega, un vacio que nos bunde donde antes nos levantaba el desear, el que­rer que la presencia de la vida no desapareciera, el amar tus cosas que van a morir, que se nos mueren entre las manos irremediablemente, y señalan así nuestra agonía, desde el instante mismo en que na­cemos. Y desde antes, desde el origen. "Cuando nuestra vida era un sueño en la mente de los dioses" como Luis Cernada recordó. Porque "estamos he­chos de la madera de los sueños" que Shakespeare nos reveló con certidumbre arrebatada. De esa "ma­dera amarilla, que llaman desesperar", donde ha­cemos "casa de tdistura", según los versos castellanos. Desesperar y tristura sobre los que crece el deseo, el afán más poderoso de enamorar la alegría, y ha­cer con ella, con sus maderos, una casa donde el sueño viva, en la que el deseo se realice. En que la apariencia permanezca, tome cuerpo de presencia verdadera y permanente, sea aparición que desvele, por su realidad, todos los ojos; y en ella sea fun­dada la comunión.

De la vida, que es sueño, de la realidad, que es deseo, brota la angustia por hacer del sueño vida y del deseo realidad. 1" si el filósofo lo olvida. Aun­que. el filósofo no puede olvidarlo, quien olvida es la razón, ese dejar de existir para ser, para existir en el "logos", el logos que sólo "lleno de gracia y de verdad" podría sentir el poeta, podria enamorarlo. Pero María Zambrano, ella también, confiesa que "nadie ha podido todavía pensar este logos". Y al final de "Filosofía y Poesía" nos dice: "Porque to­davía no es posible pensar desde eí lugar sin limite en que la poesía se extiende, desde el inmenso terri­torio que recorre errante.

/uj verdad se reconoce ya como parcial, y la misma razón descubridora del ser. reconoce la dife­rencia injusta entre lo que es y lo que hay. Al hacerlo asi. se acerca a! terreno de la poesía. Y ia poesía al su'rrr el martirio de la lucidez se aproxima a ia ra­zón. Más no pensemos todavía en que se verifique su reintegración tantas veces soñada por quienes no

la Galicia terrenal, poseída de cielo, de alegría, de muerte. Y aquí y allá, extendida, la sombra del demonio y la locura.

Mas una vez creí ver, más allá de ese cielo que traspasaba ia tierra, más allá del cielo inmedia­to de Galicia, su cielo lejano, el cielo promet do. el rielo siempre nuevo de la maravilla. Fué frente al Pórtico de la Gloria. La piedra no pesaba y las for­mas terrenales, bellísimas, parecían transformadas, voladas por un soplo divino. Habia en el aire una melodía y los que tocaban el rabel descansaban ya. Volaba la paloma de la Gracia. Nada estaba allí quieto. Las figuras románicas eran seres aca­bados de nacer y huían, como el aroma de una flor, estando aún presentes, quietas y sentadas. La obra genial del maestro Mateo despertaba la idea de un cielo eterno. sempre en movimiento, siempre ilu­sorio, siempre por alcanzar. Este cielo purísimo ailf intuido, ese finísimo lirismo arrancado de la tierra, esa promesa nunca realizada, es para mi, en ei fon­do. el secreto de Galicia, cuya realidad no es de ningún modo la que nos pinta el tópico de la tierra dulce y "saudadosa". sino en todo caso la de la tierra-cielo. Y esta dualidad, este contraste, esta lu­cha, es la misma que, por caminos dTerentes, po­demos descubrir en Castilla o Andalucía y, en últi­mo término, claro es, en el mundo entera

En Valle Inclán podemos ver este juego de rie'o y tierra, de tierra iluminada que nos maravi­lló en Galicia. Valle Inclán es, sin duda. Galicia, y mucho más y más hondamente aún. quizás, de lo que se suele creer. Era un gran gallego, un gran español y por eso un «Tan ciudadano del mundo. Su altivez, su decadentismo primero, su señorío le­gendario. su colorido, su ternura, su sensualidad, su lirísmo. su agudeza, su entrañado amor a lo po­pular. su pas'ón. su humor, su novelería incluso, nos parecen elementos sacados todos del alma cier­ta, del paisaje de Galicia.

! I as figuras de Val'e Inclán. inmóviles a veces y casi rígidas por la adjetivación precisa, se pre­sentan lueco ron frecuencia como envueltas en un halo celeste en una luz divina desparramada por la tierra. Pasión, violencia, obscuridad, parecen en él elementos angelicales. Mas, por otra parte, los más puros misterios son para él sensualidad, materia: luz en la tierra.

Pero a veces también funde quizás rudamente ei rielo a sus plásticas figuras. Ciertos personajes valleiodanescos magníficos por otra parte, parece que forman parte exactamente de an friso, defldé ei movimiento está inmovilizada el grito-detenido acto,

'muerte presente. Sus personajes parecen en c'ertos momentos tallados en madera, secos y retorcidos, llenos de color y de fuego como los santos de nues­tros imagineros.

Valle In-’án quiso sin duda huir de la imagen hecha de Galicia, de la falsa imagen de Galiria, y expresar una tierra y unos hombres verdaderos, vistos. Su plasticidad no es convencional, sino arran­cada de la vida, aunque en este tránsito endurece quizás, como hemos dicho, la vida que quiern ex­presar. Pero esto no sucede en loda la obra de Valle Inclán A veces toca él ciertamente ese cielo más puro, más limpio: ese cielo del maestro Mateo que está más allá que el que se desprende de sus fi­guras sensuales y místicas. El milagro, es la gran palabra valleinclanesca. El milagro, la revelación del rielo, se realiza a veces en su obra.

En las ultimas que escribió sus figuras son más ágiles y su cielo es cielo en torno, cielo invi-ihle, cien verdadeo. Envolviendo a las figuras de car- telón de la España diecinuevesca. al general bigo­tudo v a la re na castiza, está el campo, el amor sencillo, la muerte, los campesinos, las estrellas, la España, en suma, virginal, la tierra siempre nu’va y el cie’o altísimo. Tras sus caricaturas, tras los figurones de su España de época, adivinamos la raíz, la España perenne con su cielo pasmado y puro más allá de los gestos apasionantes de los fan­toches isabelinos.

pueden decidirse entre una y otra. Quien está to­cado de la poesía no puede decidirse, y quien se decidió, no puede volver atrás. Sólo el tiempo, la historia, cuando al fin, baga que se sitúe la razón agolado el lema del ser y de la creación, más allá, allí donde desde hace largos tiempos, espera la ver­dad revelada e indescifrable, la verdad donde, real­mente. la "caridad está hechizada".

Más, ese tiempo donde Rimbaud sueña la "ca­ndad hechizada", donde Maria Zambrano espera "agotado el tema del sér y de la creación", ¿no es la eternidad' Si lo es. este libro, todas las páginas de "Filosofía y Poesía" son una esperanza disten­dida de quien "no puede decidirse entre una y otra". Mas cerca de la filosofia, Maria Zambrano no se decide porque no puede definir la poesía. F.l fracaso de Valery. cuando al definirla la convierte en pro­blemática. y de ahí lo problemático de los poemas valerymanos. está presente en ella Porque el "mar­tirio de la lucidez" en la poesía, no es cosa que co­rresponda solamente a la poesía moderna.

Cuando Mallarmé habla de "ausencias", recor­damos que es la ausencia de realidad en el deseo, ¡a ausencia de eternidad en el espacio, en la carne, y en el sueño mismo, la fuente de los más antiguos poetas.

Nosotros también creemos que la poesía se acerca cada vez más a la razón: pero a su razón, cuyas leyes siempre estarán distanciadas y hasta serán enemigas, de la -razón filosófica. Podrán los rétores reprocharla y acusarla de mentirosa, adver­tirnos del placer y dolor que por e'la nos esperan vero Antonio Machado nos dejó la respuesta:

"Que no me digan a mi Que el canto de ¡a cigüeña Ño es bueno para dormir".

Pagina 10 ROJIJXCE 15 de Febrero de 1940

¿Coquetería, o desmayo?: vocación deACTRIZ

LA INOCENCIA EN PARIS

LAS muchachas en París, al menos aquellas que se han educado en el gran mundo, están al co­rriente de todas las intrigas. La primera cosa

<jue aprenden es a agradar; su coquetería se despierta antes que su corazón. Su alma está corromopida de antemano; saben cómo se engaña antes de saber cómo se ama; no comprenden todavía lo que es una falta, pero sabrían ya ocultarla; son a la vez ingenuas y falsas, puras y picaras; de aquí proviene su ino­cencia sin candor y su impaciencia por el matrimo­nio, que no es sino curiosidad. Este contraste entre el bien y el mal, esta mezcla de experiencia antici­pada y de inocencia involuntaria, es muy excitante; proporciona un aire espiritual, original, que es a menudo engañador; quedándose uno completamente asombrado, más tarde, al ver que la muchacha más •distinguida, la más nombrada por su gentileza, des­pués del matrimonio no es ya sino una mujer ordi­naria y sin espíritu.

DE QUE SE COMPONE UNA BELLA DAMA EN PARIS

PARA todos los verdaderos entendidos, la be­lleza social es la más seductora. Vemos en París mujeres muy admiradas, muy amadas,

y realmente muy amables, cuya belleza se compone:De un bonito sombrero con cinta rosa de refle­

jos favorables;De un encantador vestido de seda, de matiz ami­

go y forma inteligente;De un zapato virginal;De un pequeño brazalete sin valor, mas de puro

orilo; ' _••pnedoso xuíflp, religiosamente Uevaao;

"fc“T3e un bello pañuelo bordado, «egantemeote des­plegado;

De un gran ramo de violetas cuyo perfume se aspira;

De doce camelias en un florero de China;De una copa de Sèvres llena de bombones;De un té, cada tarde, bien servido;De hermosos caballos perfectamente enjaezados; De un excelente ayuda de cámara;De un mayordomo respetuosamente solicito;De un amigo célebre;De un hermoso niño bien educado;De un marido cuya compañía resulta agradable. Pero existen también otras mujeres, más ricas

que las anteriores, que no saben sacar ninguna ven­taja de su brillante posición.

Estas poseen un sombrero con encajes soberbios, pero de forma cuadrada, y un peinado de abuela;

También tijnen un hermoso vestido de seda, mas de un falso color, y cargado de adornos pesados y pretenciosos ;

Unos zapatos mal hechos que les dan un aire •estúpido;

Brazaletes ruidosos como cascabeles de perro;Anillos de charlatán;Grandes pañuelos horriblemente almidonados que

parecen sublevarse; su pañuelo está armado de ame­nazantes cuernos;

Llevan ramos de violetas que huelen como un pantano;

Tienen en su florero flores artificiales que el ayuda de cámara cultiva con su plumero;

Tienen en una copa de ágata bombones de licor;Tienen un mobiliario incómodo y hostil de

grandes butacones de madera tallada, como sillas de coro, cuyo respaldo está adornado con rosetones de cobre dorado; éstos os.golpean la cabeza y os recha­zan cuando queréis apoyaros; os tiran de los cabellos y os retienen cuando queréis levantaros;

Tienen un té de comedia que ellas no sirven:Un café de viaje;Vinos de fantasía;Un mayordomo familiar que os espeta discursos,

os da consejos, y os dice, por ejemplo, que un criado que pasaba bandejas en un baile, dijo un día a un invitado que rechazaba unos pequeños pasteles: “Se equivoca usted, son excelentes”;

Tienen un ayuda de cámara tartamudo que des­troza todos los nombres y os confunde con gentes horribles que vosotros detestáis, y siempre os prepara en el salón una entrada ridicula:

Tienen amigos oscuros, envidiosos, aburridos;Tienen niños insoportables, vestidos como pe­

rros sabios;Tienen, en fin, un marido mal peinado, que las

llama delante de todo el mundo: Bichette, Minette o Mignonne.

DE LAS VOCACIONES NATURALES

EXISTEN en París grandes damas que han na­cido actrices, aunque jamás, ni incluso para divertirse, hayan representado una comedia.

No queremos decir que sean comediantas y que afec­ten ridículos o engañosos sentimientos, queremos decir que nacieron para el teatro, que aman los golpes teatrales, las actitudes teatrales, los trajes de teatro.

Miradlas: Están siempre en escena, aun sin pre­tenderlo; están naturalmente, sin saberlo Preparan

{Elogio de las gracias g aviso del engaño}

Ilieifíita Gav nació en Aquisgrán en /S'A y murió er. /$s5. En la historia literaria, y debido a su casa­

miento. se la conoce coi: el nombre de MADAME DE CIRARDIN. Escritora boy casi olvidada, era como puede advertirse por ios fragmentos de algunas de sus crónicas que reproducimos, mujer de fino talento, ¡le eran agudej.i y exquisito lenguaje. Escribió poemas sobre todo en su juventud, algunos de ellos dedicados a \apoleen, y más tarde vanas novelas. Se la considera como la iniciadora del género periodístico de las crónicas. Con ese titulo comenjá a publicar ingeniosos artículos en 18)6 en el periódico de su esposo "La Presse". En Dt.i publicó las "Lettres parisiennes" firmadas con el pseudónimo de Vicomte de Lannay. Saint Reuve dice de ella: "El folletón introducido en 18)6 por Mme. de Cirardin es atractivo, ingenioso, a veces paradójico y a menudo acertado".

Pero boy, a los cien años de ser publicadas estas crónicas referen!cs a las costumbres de su época, pode­mos qmjas valorar mejor algunos de sus escritos, en los cuales advertimos no sólo un certero análisis psicológi­co que nos recuerda en ciertos aspectos a Stendhal o a lialpac, sino un estilo original en su tiempo, actualísimo boy. ligero y de una gran belle ja. El fragmento, por ejemplo, que reproducimos a continuación sobre las mujeres nacidas "pastoras", el carácter evocador de esta prosa, nos hace pensar en Proust.

Los fragmentos que publicamos pe^'enecen al libro "L'esprit de Mme. de Girardin" con un prejücio de Lamartine.

Sus obras completas se publicaron en París en ¡86!. No conocemos ninguna traducción de esta au­tora al castellano.

ZÁ M

en su salón hallazgos, encuentros imprevistos; en la misma noche representan toda clase de papeles.

Primer papel.—Amigas devotas: Pasan a través de la gente y vienen a estrecharos la mano elevando los ojos al cielo.

Margarita no se decide -¿si?, ¿no?

Segundo papel.—Grandes coqBet»:Àj^*nçan «te sa bouquet «ma ramadebrezoyooa<tok»(Mtristla < entregan a uñ joven e iocluso a un viejo, Suspirando.

Tercer papel.—Madres sensibles: Corren a abra­zar a su hija de doce años a la cual una buena madre habría ya mandado a acostar a las nueve.

Cuarto pape!.—Protectoras: Hacen cantar a un ángel de virtud que no tiene voz.

Existen también grandes damas que han nacido porteras y que se mantienen como porteras aun en las posiciones más elevadas. En su casa, todos los días, cada uno al pasar dienta su pequeña anécdota o deposita una falsa noticia. Conocen ellas todo el barrio, es decir, todo el mundo. Saben, sin equivo­carse jamás, la cifra de la fortuna de cada uno: este gasta demasiado, aquel podría gastar más... Los N. no son tan ricos como se cree; los D. son mucho menos pobres de lo que dicen. Esta muchacha encie­rra un amor en su corazón. Aquella no se casará nunca, a causa de su madre. R. no va ya a casa de Mme. de P. La bella duquesa de... que monta tan bien a caballo, encuentra muy a menudo, por azar, en el bosque de Bolonia, al principe de... Los pobres Z. han suprimido el coche.

Otras grandes damas han nacido... es preciso decirlo... han nacido cortesanas. En vano su exce­lente educación las ha preservado de todo mal gusto; pese a ellas mismas, insensiblemente, han descendido de nuevo hasta el triste rango que la naturaleza les impuso. Aman el ruido, la agitación, el desorden, e incluso un poco el escándalo. Se visten de una ma­nera inconveniente y son un suceso en todas partes. Tienen horror al reposo; en el teatro cambian de lugar a cada momento, se van a beber al foyer, afec­tan miedos infantiles y lanzan agudos gritos frente al menor suceso. Aman los regalos en todas las viejas acepciones de la palabra, es decir, las cenas delicadas y los presentes costosos; se dejan dar o más bien se hacen ofrecer joyas que luego llevan ingenuamente.

Y LE PREGUNTE: ¿ME CONOCE UD.?

no esas joyas que tienen tanto más valor cuanto tienen poco precio, que no son preciosas sino por el recuerdo, a las que con razón se las llama senti­mientos, sino verdaderas joyas de un verdadero peso, joyas estimadas en el comercio que tan sólo un padre o un tío abuelo tienen derecho de ofrecernos. En el salón de estas damas nada pasa de un modo conve­niente. No se habla como en otras partes. Allí no se siente uno ya en el mundo.

Existen aún otras damas del gran mundo que han nacido enfermeras, que ejercen sin diploma la profesión de médico aun en medio de la vida más elegante. Tienen recetas infalibles para todos los males, se las sorprende en todo momento preparando tisanas o componiendo drogas. Conocen ei nombre de todos los buenos boticarios de París. No les gusta la quinina de este. No compran jamás el láudano de aquel. Os recomiendan mucho desconfiar de tas san­guijuelas de tal, pero podéis preguntarle por su emé­tico, ellas están muy satisfechas de su emético. Con pretexto de curaros de una inoqente jaqueca, os hacen las preguntas más indiscretas. Una visita a su casa degenera siempre en consulta. Su salón es gabinete de doctor y su alcoba una farmacia.

Aún existen otras mujeres que han nacido (que se nos perdone la expresión) que han nacido... sargentos, guardia municipal o si queréis, gendarmes. Estas valientes mujeres realizan gratuitamente el servicio de policía en el salón. Van y vienen del salón de baile al comedor con un celo y una activi­dad infatigables. Atraviesan la sala y las gentes se apartan ante su sota presencia; ordenan a ¡os hom­bres que se encuentran dentados que cedan sus asien­tos a las damas qoe acabas de üegurp hacen abrir las

YO TENDRE COCHE

ventanas, evacuar las puertas, levantar los banque­tes. Saben rechazar con energia, aun en el infer.or de la iglesia, las corrientes de. aire intempestivas, y las gentes de la casa, que no la conocen en absoluto, la obedecen como un pasante obedece a un guardia municipal desconocido. Estas mujeres, generalmente, tienen la estatura de un hombre y voz de mando. Más de un coronel querría encontrar para decir: ¡Presenten armas! el acento que ellas encuentran para gritar: ¡Silencio, silencio!, o bien: No se puede pasar. Tienen una actitud marcial que impone un gran respeto. Su vestido con galones recuerda siem­pre un poco el uniforme; su gorra de terciopelo es como el resto de un tricornio y su sombrero... e$ un casco degenerado.

Este tipo de mujer tiene alguna relación con otras mujeres, francesas, e incluso inglesas, que han nacido... comandante alemán. Estas damas tienen el cutis animado, llevan la cabeza levantada y los codos en la espalda; tienen siempre aire de ir marcando el paso. Por lo demás, nada extraordinario observa­mos en su carácter, a no ser que van al baile para beber champagne y que olvidan siempre su abanico en el buffet.

Dichosamente, en compensación, existen otras mujeres que han nacido pastoras*y que se mantienen como pastoras hasta los noventa años. Gustan de Jos pequeños sombreros, caprichosamente colocados sobre la oreja. Están siempre desde la aurora empa­vesadas con ligeros lazos, coronadas de flores. Aun a la edad más avanzada conservan un candor encan­tador, su mirada expresa un asombro infantil; no creen en el mal. ignoran todo y jamás han visto nada Su diminuta sombrilla tiene un falso aire de cayado pastoral, y su perro, que no ladra jamás, tiene pretensiones de oveja muy pronunciadas.

No hablaremos ya de las doncellas nacidas prin­cesas, que persisten en guardar su rango, pese a vo-

ANGEL O DIABLO

sotros, y que quieren haceros la gracia de vestiros a condición de que las tratéis como soberanas. No hablaremos de las parisienses nacidas provinciana» y de las provincianas nacidas parisienses. Termina­remos diciendo que hay actrices que nacieron gran­des damas que saben hacer una dignidad de su talen­to. que saben desde el primer día situarse en un pedestal del cual no descienden nunca; sus manera» calmosas y simples están llenas de distinción. No bus­can el efecto y no están ni azaradas ni orguilosas con el efecto que producen. No se sientan a gusto sino rodeadas de gentes superiores y es por esto por lo que su palco en el teatro es un salón de buena compañía.

LO QUE BUSCAN LAS MUJERES DE PARIS

LAS parisienses no están poseídas en alto grado por las pasiones del espíritu sino porque no poseen tampoco las otras; si tuviesen más sen­

timientos tendrían menos ideas; si tuviesen más extrañas; las parisienses tienen una imaginación de­voradora y una naturaleza fría, una loca vanidad y un corazón lleno de buen sentido. .

La ambición es toda su vida; tener importancia, este es todo su sueno. El amor no es para ellas sino un éxito; ser amada significa tan sólo probar que se es amable.

La única pasión que ellas pueden sentir y com­prender es la de la maternidad, porque el amor maternal es una ambición santa. un orgullo sa­grado.

Una cosa rara en París, después de una mujer estúpida, es una mujer generosa. No bay caso al­guno de una rica heredera que haya escogido na marido joven porque este fuese sedncior y henno*- •so;, ■ésta’-. ^.’qpnñh»”. ser embajadora, baquerido serduquesa. ■

Al morir la mujer de un viejo mariscal gotoso, todas las muchachas que poseen buena dote, al despertarse piensan en él..l ¡La señora marísca­la! ... ipara un alma tierna esta palabra es tan dulce!

Cuanto más joven es una parisién parece más ambiciosa e interesada.

Una parisiense sincera no tiene un pensamiento generoso antes de los treinta años; a esta edad suele interrogarse a sí misma, suele preguntarse si tal vez no ha equivocado su camino, si los dulces afectos no son más valiosos que las altas posicio­nes; ella parece entonces ser sacudida por un re­lámpago de sensibilidad, y entrevee, entonces, las vanidades de la vanidad; consiente en poner a prue­ba su corazón y se aventurarse arriesga a amar: más este ensayo no es de larga duración, pronto recae en lo que es su verdadero carácter, su verdadera naturaleza, y después de haberse convertido en tier­na protectora de algún joven desconocido, se hace gobernadora de algún viejo prestigioso para reco-' brar así más prontamente su importancia perdida; en fin, expía con largos años de razón y de orgullo una hora loca de amor.

PLACER Y SOBRIEDAD

HNY muchas bellas que saben muy bien conci­liar los placeres prohibidos con las privacio­nes ordenadas; así van ai baile y danzan, mas

ayunan; si el baile tiene lugar el sábado, se privan de dulces y de helados hasta medianoche; pasada ya la medianoche es domingo. Algunas, más ingeniosas, se permiten helados de frutas, ya que éstos son consi­derados como una bebida, pero jamás se permitirían tomar helados de crema. ¡Oh, jamás! La leche es considerada como un alimento. Bailan... pero no se permiten tampoco todo género de bailes; hay danzas de días sin dieta y danzas de días de ayuno.

LAS QUE VU EL VEN DEL CAMPO

LAS mujeres de París que vuelven de los campas jqué extrañas parecen! ¿Cómo podríamos defi­

nirlas? Ya no son mujeres elegantes y no son poco todavía buenas amas de casa. ¡Qué conver­

sación! Hélas aquí cien veces más provincianas que las provincianas más consumadas. Poseen todas las pequeñas ideas de las gentes de las pequeñas loca­lidades sin tener la justificación ni el interés de éstas. Que una mujer se inquiete por los menores gestos del gobernador o de su esposa, resulta com­prensible. Estos pequeños gestos pueden tener sobre su destino una gran influencia; pero que se vaya a estudiar con atención los gestos del gobernador de otros, que se vaya a sospechar, espiar, calumniar al Presidente del Tribunal de otros, al substituto del procurador de otros; que se sientan como pro­pios los odios, los celos, las pasiones propios de la localidad de otros... esto no es natural, y es im­perdonable como todo aquello que se hace sin mo­tivo razonado y sin derecho.

Esto es, sin embargo, lo que hacen nuestras pa­risienses; es preciso oírlas hablar de los placeres de í» verano, si se quiere saber hasta dónde puede llegar la facilidad maravillosa de una brillante pa­risiense para adoptar los defectos, las ridiculeces y las manías de todas las provincias que recorren.

15 de Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 11

EL APASIONANTE

L hablar de Baltasar Gradan, no debemog acordamos de “ismo” alguno. Eg perder el tiempo, obstinarse en obsequiarle con una infeliz jaulita de donde él —ágil­

mente— há de escapar. Mejor es ir pensando en obsequiarlecon un gentil piropo. Este, por ejemplo: Rey del primor. O este otro: Torero de la frase.

Si le llamamos “barroco” —nadie sabe en qué pueda consistir el barroquismo de Gradan— Critilo se reirá de nosotros. Es preferible —a lo Andrenio— abrumarle a epítetos apasionados. Como él pasó toda su vida cortejan­do amorosamente, poseyendo amorosamente —siempre va­ronil— a la opulenta, a la lozana prosa de Castilla, ¿no es bien justo que la prosa de Castilla le reserve sus más hondas ternuras f Mas si se tiene en cuenta que ese cortejo, que esas lentas caricias, que esa viril posesión, que ese dominio del bien escribir, ¿llenaron de tánta amargura, de tantas penosas contradicciones, la intimidad del ilustre aragonés!

No era un hombre libre, este fiel enamorado de su arte. Había para él —también en el terreno de las letras— zonas vedadas, y huir valientemente hada ellas, internarse en ellas, constituía para Gracián un constante peligro. Lo arrostró. Era el rey del primor, pero también era un re­belde. Y con la gran rebeldía: la de Miguel Servet, la de Miguel de Molinos, la de Benedicto XIII, la de Ramón yCajal__Rebeldías fértiles, que se saltan los confines “con-sagrados” de la filosofía, de la política, de la dencia, de las artes...

y esta amargura, esta vehemente reacción contra el obstáculo, fué tal vez la que formó a Gradan, lo que llegó a .endurecer y perfilar su frase —como su vida—; la que hizo de él un agudo observador de todo orden. Esta amar­gura no alcanzó la virtud de conservar en hielo— «u fuego es interior, invisible— tan admirables páginas.

8on estas páginas inmortales. Transcurren en unos Campos Elíseos —los de “El Criticón”— nada rientes. Paisaje rudo, fosco, donde el embeleco no tiene cabida. “No son muy alegres estos Campos Elíseos: de un negro mar de tinta surge una insula ceñida por ásperos cantiles...” —nos dice «» comentador de Gracián; y contunda: “Can­tón allí los cisnes, anidan los aleones en perenne calma, águilas y fénix en ten vuelo, los ánimos menos altos, bo­gando con esfuerzo en pesadas chalupas de cedro. Paraíso poblado en la nada, a fuerza de cultura humanística y co­razón: no hay jardines, sólo obeliscos, arcos triunfales, pi­rámides, proas de naos gloriosas, ruinas de castillos his­torióos...”

Cultura humanística y corazón. He aquí a Gradán. Un brioso empuje de quien, en medio de tantas persecucio­nes, de tantas zancadillas, “sigue en sus trece”, como el Papa Benedicto. Persiste Gracián en cortejar gallarda­mente a su dama, la garbosa y lozana prosa de Castilla. ¿No es Gradán uno de esos escritores de Aragón que ^-reesdeaoi te frasetest conodda-^- fué, como los Argén- ■ sda, a dar su lección de castellano ato mtema Castilla!N:- Qrigbnatódad > eiOwiasmo, fueron sus dos alas. ¿Cómo podía caer cencido f Quedó eu alto. Tué su vuelo advertido desde lejanas pero vivaces atalayas. Hoy Gradán es un escritor de todas las latitudes. Es el “aragonés universal”.

Nace con el siglo XNII. En un puebledto cercano a la vieja Bílbilis, de familia pobre. No hay ante el niño ma­chos caminos que escoger: el claustro, la milicia, el terruño. Para un amante, de las letras, para un hombre de espíritu —y tan desamparado de la fortuna— sólo hay entonces un camino: el claustro. Así ocurría con todos sus hermanos. Así ocurría eon todos Jos jóvenes inteligentes de España. Gradán acaba por sumarse a las huestes —siempre mar­ciales, en pie de guerra— de San Ignacio. Y comienza sn agonía.

Cada libro de Gracián viene a aumentar sus enemigos. Por las dos primeras partes de “El Criticón”, es desterra­do. Pero la tercera —siempre audaz, cada vez más varo­nil— ya parece un desnudo reto. Le imponen el ayuno a pan y agua, le reprenden en público, le arrojan de la cá­tedra, vuelven a desterrarle... Al año siguiente, 165&, muere.

RETRATO

El retrato esfóritual de Gracián, él mismo se lo eseri be. en cualquier página de sus obras, en cualquier “¿trimor” de “El Héroe”. He aquí, al azar, en dos frases, un retrato excelentísimo de su autor.

“¿Qué imparta que el entendimiento se adelante si el corazón se queda! Concibe dulcemente el capricho lo que le cuesta mucho de sacar a lucimiento el corazón”.

Nunca lo olvidemos. ¿Qué importa que el entendi­miento se adelante si el corazón se quedat He aquí a Gra­cián ofreciéndonos magistralmente claras normas de rida, un arte de ririr. De un vivir apasionado.

LA SIMPATIA

RADIAN —inteligencia en llama— siempre otorga el primer puesto al corazón. A la bondad del corazón.J la simpatía cultivada, que debe cultivarse en el te­

rreno humano como la planta más graciosa. Releamos, en su “Oráculo manual", el frugmento titulado “Gracia de las gentes”. Importa recordarlo, especialmente al escritor:

“Mucho es conseguir la admiración común, pero más la afición ; algo tiene de estrella, lo más de industria; co­mienza aquélla y ¿trasigue por ésta. No basta la eminencia de prendas, aunque se supone que es fácil de ganar el afee to, ganado el concepto. Requiérese, pues, para la benero lencia, la beneficencia : hacer bien a todas manos, buenas palabras ,/ mciorcs obras,amar para ser amado. La cortesía es el mayen- hechizo politico de grandes personajes, liase de alargar la mano primero a las hazañas y después a las plumas; de la hoja a las hojas, qae hay gracia de escritores, y es eterna''.

Releamos en el misino -Oráculo manual", cantera in­agotable de sugestiones, de libros posibles acerca del más viro problema humano:

'■Prenda es de héroe el combinar con héroes; prodigio di la naturaleza par lo oculto y por lo ventajoso. Hay ¡ni-

GRACIANPrimor y Rebeldía

PORBENJAMIN JARNES

» enterco de coméanos y de genios, y son sus efeetos los que la ignorancia vulgar achaca bebedizos. No pára en sola esti­mación, que odedanta benevolencia y aun Uega a propensión; persuade sin palabras, y consigne «» tnéritos. Hay laactiva y la hay pasiea; uaa y afra fe&èesf cuant o tnáa sublimes. Gran desbrozael conocerlas, tUsHngúirías y saberlas lograr, que no hay porfía que baste sin este favor secreto”.

Un tercer fragmento, donde se insiste en los mismos temas del corazón y sus primores:

“Tener amigos. Es el segundo ser. Todo amigo es bue­no y sabio para el amigo. Entre ellos todo sale bien. Tanto valdrá uno cuanto quisieren los demás; y para que quieran, se les ha de ganar la boca por el corazón. No hay hechizo co­mo el buen servicio, y para ganar amistades, el mejor medio es hacerlas. Depende lo más y lo mejor que tenemos de los otros. Hase de servir o con amigos o con enemigos: mda día se ha de diligenciar uno, aunque no ¿jara íntimo, para aficionado; que algunos se quedan después para confidentes ¿tasando por el acierto del defecto”.

Todo el “Oráculo” está repleto de bien meditadas leyes de et/nvivencia. Me parece un sutil código de la simpatía-. Nutrido manual para entrenamiento en la rida emotiva.

“Creer al corazón, y más cuando es de prueba” —nos dice el gran buzo de intimidades. “Nunca le desmiente, que suele ser pronóstico de lo que. más importa: oráculo case­ro...” Gracián hace del corazón un puntual, un oportuno des¿»crtador. Oráculo casero. No puede decirnos con más garbo en qué consiste la principal función de ese vigía. ¿No ¿ludiera Gracián haber escrito un lindo tratado bajo este título "Corazonadas”! El hombre presiente un mal: es el co­razón quien le dió el aldabonazo...

¿Por qué no buscar el remedio, si el corazón no enga­ña! Por no hacerle (siso nos damos de bruces con lo que llega. Si en cambio, siempre estuviésemos alerta...

“Tienen algunos —añade Gracián— muy leal el cora­zón: renta ja del superior natural, que. siempre los previene y toca a infelicidad ¿tara el remedio. No es cordura salir a recibir los males, pero si el salirlcs al encuentro para ven- . ecrlos”.

He aquí la famosa doctrina nietzscheana de la “supe­ración''. ¿Había rebrotado a orillas del Guadalquivir! En todo caso se reeditaba a orillas del Jalón. Se “civilizaba”, se liario más cordial, más amable, con Gracián, si renació enjuta, rígida, huraña, con Séneca. Como si en ese pueble- cito zaragozano se hubiesen reunido aquellos dos grandes espíritus —Epieuro, Epjtecto— para redactar juntos, en suave armonía, un código del ririr social, un pacto entre la austeridad del uno y la risueña tolerancia del otro.

Un pacto de armonía entre dos modos de ririr. Tratado, en fin, de convivencia humana.

HERACLITO Y GRACIAN

O podemos resistir al deseo de transcribir un fragmento de "El Criticón" donde se pinta el curso de la vida humana. He aquí —una vez más "El rio fiel’’:

"Acertadamente discurría quien comparaba el vivir del hombre al correr del agua, cuando todos morimos y como ella- nos ramos deslizando. Ex ¡a niñez fuente risueña. Na­ce entre menudas on-nux. que de los ¿míeos de la nada se hacen los lodos del cu/rjio. Sale tan clara como sencilla. Ríe lo que no murmura, bulle entre earn ¿lanillas de riento. arrúllase entre pucheros y ciñese </>• verduras que la ¿ajan.

"Precipítase ¡ai la mocedad en un ini/ief uoxo torrente, corre, salta, se arre,ja y desjieña, tro¿>cza»du eon las guijas.

rifando eon los flores. 1 a echando es¿iumas, se enturbia y se enfurece.

"Sosiégase, ríe en la varonil edad, lo pasando tan ca­llada, cuan profundo, cautelosamente ragoroso. Todo es fondos, sin ruido. Dilátase especialmente grave, fertiliza los campos, fortalece las ciudades, enriquece las ¿irorineias y de todas maneras, aprovecha.

"¿Mas, ay! que al cabo viene a parar en el amargo mal de la rejez, abismo de achaques, sin que le falte una gota. Allí pierden los ricos sus bríos, su nombre y su dulzura. Va a orza el carcomido baje!, haciendo agua por cien parles y a cada, instante zozobrando entre borrascas tan deshechas, que la deshacen, hasta dar al través con dolor y eon dolores en el abismo de un sepulcro, quedando encallado en el perpe­tuo olvido”.

Estudia Miguel Servet —y en ello se. deleita— el rio de la sangre humana. Santiago Ramón y Cajal se- entrega a la ardua faena de seguir el curso de la corriente nerviosa, de fijar sus manantiales y sus cruces. Baltasar Gracián estudia- —durante toda su rida— el curso de la ride del espíritu, la trayectoria laberíntica de la razón humana... ¡Qué misteriosa inclinación, la de estos luminosos jalones de la cultura hispánica, la de estos aragoneses incansables, “tesoneros”, hacia el enmarañado ¿misaje fluvial —dentro del “pequeño mundo” humano—, hacia el paisaje inquieto, heraclitano, del continuo fuir, del perenne río!

Los dos tur sonajes simbólicos de “El Criticón” reco­rren —una a una todas las fases del río humano. Si para ambos, como para Gracián, el viaje es melancólico —pode­mos llamarle pesimista— ¡qué encantadoras —optimistas— lecciones para nosotros! ¡Qué sabiduría del mundo —y del arte de escribir— desparramada por estas vivaces, “primo­rosas”, densas de jugo filosófico, risueñas por una feliz ima­ginería poética, inolvidables páginas!

HIEL Y VINAGRE

HACIAN que tanto soñó con promulgar leyes de con- riecncia humana, ¡con qué ensañamiento le hicieron aborrecible la humanidad! No llegaron con él sus ene­

migos hasta el Gólgota, pero sí le hicieron beber, en el ca­mino, la hiel y el vinagre. Porque su vida es una calle de amargura, hasta la desesperación. ¿Cómo no juntar, pues, en la misma calle, a Gracián y a Queredo!

Dos víctimas —como Cervantes— de la envidia: lacra de entonces, como de ahora. Carcoma implacable de las al­mas, ayer y hoy. Negra sombra para las frentes, aguja siem­pre clarada en medio del corazón de muchos. Congoja y po- lilla.

“La enrtdia es mal antigua, primera mancha, anciana ponzoño, veneno de los siglos”, —nos dice San Pedro Cri sálogo. Y añade: “La envidia es enemigo doméstico: no bate las muros de to came, no conquista las fortificaciones de los miembros, sólo combate los alcázares del corazón y antes guetos entrañas lo sientan, cautiva y lleva en prisión la misma alma, señora del cuerpo”, y el mismo Quevedfc. traductordeCrisólogo, nos Atoe: “La envidia esfá~~jt^^ porque muerde y no come. Sucédeie lo que al ¿perro que rabia. No hay cosa buena en que no hinque los dientes, y ninguna cosa buena le entra de los dientes adentro.. S’

A Gracián, repito, que tantas veces pensó en conciliar espíritus contrarios, ¡cuántas otras veces se le intentó ale­jar de su espléndido laboratorio donde venía urdiendo tan preciosas recetas! En el magnífico libro gracianesco —“El Criticón”— hay una “Crisi” donde desfila el hombre con todos sus órganos y humores. “Moral, anatomía del hombre”, se titula el capítulo. Pues al llegar al corazón, Artemia —to Sabiduría— se detiene y dice:

“Su lugar es en el medio, porque, ha de estar en un me­dio el querer. Todo ha de ser con razón, no por extremos. Su- forma es en punta hacia la tierra, porque no se roce con ella; sólo la apunte, bástele un indivisible. A l contrario, ha- da el cielo está muy espacioso, porque (le allá recibe el bietf, que. él sólo puede llenarlo. Tiene alas, no tanto para que le refresquen, cuanto para que le realcen. Su color es encen­dido, gala de la caridad. Críale mejor sangre, para que con el valor se califique la nobleza. Nunca es traidor; necio si, pues previene antes las desdichas, que las felicidades. Pero lo que más es de estimar en él, que no engendre excrementos, como las otras partes del cuerpo, jiorque nació con obliga­ciones de limpieza, y mucho más en- lo formal del ririr. Con esto está asjñrando siempre a lo más sublime y perfecto”.

He aquí la piedra básica del humano convirtr; Nunca es traidor, el corazón. Quiere esto decir que vivir atentos o sus aldabonazos —a la corazonada— equivale a vivir consigo mismo en lealtad y en seguridad. No engendra ponzoña, el corazón: su función es restañarla no sólo del cuerpo sino también del alma.

Gracián-, en su vida social —con la que estaba encari­ñado— tomaba como punto de partida el corazón. Para cuantos se le oponían, el ¿junto de partida era ¿precisamente la ponñoza acumulada. Por eso, en la misma “Crisi”, cuando en el desfile asoma la envidia, en seguida comienza- “a sem­brar su veneno”. Y contra quien primero babea la envidia es contra la “sabia Artemia”, a la que re¿>rocha su afán de deformar el hombre, restándole animalidad ¿jor añadirle energía del espíritu. Villanía que se ha venido repitiendo por todos los hombres sin espíritu, envidiosos, laberínticos, y oscuros tal coma la envidia ex oscura y laberíntica-. Por esos hombres que achacan al inmortal creador de "El Cri­ticón”, precisamente el “primor”, ¡jrccisameute la “rebeldía” que a toda lo largo de estos libros excepcionales, flotan so­bre todos los demás valores graeñañescos.

Rebeldía- en la intención., primor en la ejecución. He aquí a Gracián ¿/or dentro. Tanto ¿mr aquélla como ¿iq¡- éste, fué envidiado, ¿jadcció oscuras ¿icrxeeucionrx, insensatas, que han llegado hasta nosotros. Quiso Gracián formar héroes.. discretos, políticos, santos. . . Pero los dominadores de la tierra — risibles o invisibles— alzaron sus murallas ante la ¡ilausible, ante la heroica intención. Había Gracián ingre­sado en un círculo humano donde el ¡irimer deber pe. un he-mbre ex dejar de serlo: abdicar de su voluntad, de sus sentidos, de su libertad de ¿lensam ienlo. . .

Es lo que vit /a en Esjiaña hoir culiirándoxc: la desvalo­rizado» de! hombre. Tambán en ¿irán parle del mundo, dç este ¡,obre mundo que intentan re¡inrtirsr los déspotas.

Pagina 12 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

GRABADOS DEL GRAN PINTOR HOLANDES REMBRANDT Y DE POTTER. TODOS ELLOS REVELAN EL GENIO DE UN PUEBLO CUYA INDEPENDENCIA SE VE AMENAZADA AHORA POR LA GUERRA

QUERIDO Américo: ¿Conoces de Holanda al­go más que el reputado queso de bo a. pro­ducto de exportac.ón que no se cor.sjme en

Holanda mismo ccmo tampoco en Viena el pan de Viena ni en Madrid- el caldo madri.eño, y eso cuando había aún caldo en Madrid, pan en Viena y se fabricaba queso en Holanda? Pe'.o, qué prosaico me pongo para dirigirme a un lector de ROMANCE. Sin duda lo primero que evocas al nombre de ese poético país es el tulipán negro, que también se fabricaba en él como el queso. Holanda era y seguirá siendo el país de la fa­bricación florinata. Contra viento y marta. Pa­ra que todavía te fíes en la teoría del medio. Porque sus tulipanes tienen que fabricarlos en estufa y sus vacas tienen que pacer en prade­ras submarinas. Sin embargo, te dieron sin ra­zón el primer premio de geografía en la escuela cuando dijiste que ¡es Países Bajos se llaman así porque en ellos la tierra está más baja que el mar. “¿Entonces, por qué no se inunda Euro­pa?', me acueruo que pr.gu. to ei u,tuno cíe la clase y nadie le hizo caso. Holanda empezó ya a abrir sus esclusas, y ésta se supone que va a ser la señal para que se enc.enda ei fuego en Eurcpa.

¿Te parecerá sorprendente! y contrario a sa vez a lo que te enseñaron en Fís.ca. Pero ya sa­bes que la Física es la ciencia que más ha cam­biado en nuestro tiempo, mientras qre el hom­bre sigue siendo el de siempre. Lo más corpren- dénte sería que, cuando rec hieras esta caria, las aguas de los Países Bajos hubiesen apaga­do el fuego.

Holanda es nn país entre dos aguas, no só­lo porque está más bajo que la marea alta y más alto que la marea baja, sino porque tiene que defenderse tanto dei agua dulce com® de la salada. Sus ríos no van a dar en la mar, pe­ro serían te muerte porque sqn charcas. Su tí»»

jhftr’WMinaa rápida pero más definitivamente que d mar. Los to- tandeses -están condenados a recoger todos los días el agua de los manantiales y las lluvias e ir «.tirarla a la costa. De estos trabajos for­zados les libran esos innumerables molinitos de viento que trabajan, como ángeles, en su lugar y muelen constantemente, no trigo, sino as aguas inagotables. Los canales bajos arrastran las aguas hasta los molinos. Estos las aspiran y las vierten en los canales dulces, más altos que el campo y navegables, ríos del cie’o por donde ge puede uno deslizar contemplando abajo las praderas submarinas donde pacen las señeras vacas. La red de canales dulces centralizan las aguas en las grandes estaciones aspirantes mo­vidas no ya por el viento como los molinitos as­piradores, sino por los motores D'esel que im­pelen toneladas de agua al minuto en les canales salados, las aguas íechazadas no llegan al mar directamente. Represas y compuertas estableci­das en el litoral cortando lo3 diques, juegan con ellas y las combinan ccn las mareas. Para inundar los Países Bajos basta con dar por te­léfono la orden de parar las bombas aspirantes. Se cortan las carreteras, se reb and'ce el te­rreno poco a poco. Las “panzerdVisionen” de Hitler son más rápidas. El remedio heroico, la inunaacion fulminante es abrir les d ques del mar. Hasta este momento en que te escribo, el gobier­no holandés no ha recurrido a é!. Se ha conten­tado con dar la orden de paro a las centrales de agua que rigen algunas lineas de defensa. Pero

Crónica de PARIS

EUROPA ¥ EL TOROGUERRA DE LAS SORPRESAS

Por Corpus BARGA

el Estado Mayor alemán cuenta evidentemente con estas lineas de Neptuno, con los diques des­bordados y con todos ios obstáculos de la natu­raleza. Si tiene decidida la invasión, la tendrá estudiada. Lo que quiere, según los entendidos, es acercar sns bases aéreas a Ing aterra. Lo que resultará probablemente de una invasión alema­na en Holanda es que la guerra encontrará lo que le ha faltado ahora en Europa y ha hecho decir de ella que es una “drôle” de guerra.

Seguramente tú también, querido Américo, has admitido ia opinión general en los países neutrales, de que esta guerra europea es muy extraña. ¿Qué quiere decirse con ello? Evidente­mente lo que extraña de esta guerra y no sé si podrá seguir extrañando cuando me leas, es que no haya habido grandes batallas. Las de Polo­nia, aplastada por una fnerza mil veces más po­derosa, no cuentan para el espectador neutral que presencia por rado el choque de las poten­cias como un match de boxeo. Tiene que haber combate con todas les de ley, es decir, según la idea hecha que de él se tiene. Aparece aquí la nrtural incomprensión de la inteligencia ante to­do nuevo acontecimiento, aunque a veces con 1* novedad vuelva algo que anteriormente existió, pero se ha olvidado. Esta guerra ha parecido ex­traña porque no se ha parecido a la de 1914. La

EL MAR, LOS MOLINOS DE VIENTO, LA PLACIDA CAMPIÑA DE LOS PAISES BAJOS FORMAN UN SE­

RENO PAISAJE DE PAZ CERCADO POR LA GUERRA

primera sorpresa que ha dado, es empezar de manera enteramente contraria a como se espera­ba. Ni nubes de aviones ni otros apocalipsis. En Polonia, columnas ligeras motorizadas. En las líneas de occidente, millones de hombres inaper­cibidos. En París se ha entrado en la guerra sua­vemente, por escalones, como en una p'scina. Si tú llegaras aquí sin saber nada, apenas podrías notarla de día. El tráfago es intenso; se hallan abiertos, sin restricciones, café', restaurantes y tiendas; las bibliotecas y los teatros han vuelto

. ? abrise; los jardines están Leños de florea. Sólo te chocaría realmente ver París poblado de monumentos de sacos de arena, de alguno do de monumentcs de sacos de arena, de alguno de los cuales, por ejemplo, del Obe’isco de la Plaza de la Con' ordia y del Napoleón de la Plaza Vendóme, surge una columna a medio enterrar. Venus de las fuentes públicas y santos de los nórticos de las iglesias, guerreros y filosofes, po­líticos, literatos y artistas, tantas estatuas sin ojos oue contemnlan París con reflexión, avidez, ternura o entusiasmo, viven ocultas y ence-radas en sus casetas de sacos terreros, reconcentradas sin duda, como genios tutelares dispuestos —si ’lega el caso— a salvar su ciudad. El misterio de estes casetas te intrigaría, aunque no tanto como el secreto de la caía cilindrica oue todo Par­ris i ense oue «e estima lleva de la TV'a'»o o co’gad* del brazo. “¿Qué s-cc*»to es ese?** Pre"'nr'taríaa con tu naturel curiosidad. A Jo oue habría qne contentarte: nada menos oue la Mea de la "Tierra moderns hecha careta antigás. Hemos llegad® » esto en Europa, querido Amérieo: a meternos en el bolsfl’o la idea ¿e la guerra, como la petaca

.y la lámpara eléctrica.Las sorpresas de ceta guana vienen toda& ¿a

que verdaderamente no te»atusado sorpresa. ®» 1914,“fas campeos se hábtan oMdadn -' aña guerra qn», «mad®--est9MK;i»' '

deeaforartas y 1 » AáaUiar-SMra ’Ahora estamos en una época em que te ha entrado en las costumbres, y ao baynüís ta- medio que contar con ella,jr rita, a su vez tíme que hacerse soportable. Quanto más guerrera se» una época, menos es posible qne ta guerra sea, como se dice totalitaria. Queriendo hacer ta gue­rra lo más tremenda posible, los técnicos se han olvidado de lo principal, como ese arquitecto del palacio famoso a quien se le olvidó hacer la es­calera. A la guerra moderna tan dotada de per­trechos, no le ha faltado más que el sitio donde poder desarrollarse, el campo de batalla. Proble­ma producido por los progresos de la mecánica. Parecido al del automóvil. El automóvil ha pro­gresado de tal manera que ya la rapidez de les transportes no depende de fabricar una máquina más poderosa, sino de tener autopistas. Ei campo de batalla es a la guerra como la automata «1 automóvil. Los ingenieros militares. no sólo so han olvidado de hacer campos de batalla, sino que los han suprimido con sus fortificaciones, han puesto puertas al campo con esas lineas Maginot y Sigfrido, murallas subterráneas de la China cuando era inviolable.

Las líneas de Neptuno, sin soldados, no son como las líneas S’gfrido y Maginot. ¿Qué habrá pasado cuando leas esta epístola de un viaje eu­ropeo, caro Américo?

EL 80 ANIVERSARIO DEL NACI­MIENTO DE HENRI BERGSON

En el número de diciembre de 19)9 de la N. R. F., con motivo de la celebración del ochentavo aniver­sario del gran filósofo francés Henri Bergson. M. Jean Wahl rinde al viejo creador del vitalismo un cálido homenaje. Del ensayo de fean Wabl traduci­mos este fragmento:

"Es preciso, decían los escolásticos, después de Aristóteles, que en cada época haya un filósofo, un espíritu que piense el mundo. Este filósofo es boy Bergson. Son raros, relativamente, aquellos que te dan cuenta de su grandeva —raros al menos en el mundo propiamente filosófico. Entre los jóvenes mu­chos prefieren dirigirse a Marx, a Hege’. a Scbe’er o a Heiddeger. No advierten lo que un Heiddeger o un Scheier deben a Bergson. Scheier ha reconocido siempre esta deuda hacia él.

Más allá de su estilo matizado y armonioso más allá incluso de las esperanzas que él alimenta en sí mismo y hace alimentar a los demás, y que. Como diría Platón, al menos son bellas, más allá de ¡a conclusión cristiana de su pensamiento —puesto que por la vía de la meditación sobre los místicos ba llegado a creer que en Jesús existe algo divino, algo que no es ya propio del hombre, ha llegado a creer que Dios se encarnó en el hombre—. más allá vemos uno de los pensamientos más audaces que bayan jamás existido. Lo que yo reconozco en él, en primer lugar, es la audacia. Esa audacia que le ba

Noticias de Francia

PhILIPE HeRIAT ELEGIDO PREMIO GoNCOURT 1939. por su novela “Les Enfants Gates". El premio fue muy discutido y la uecision

SE LOGRO EN EL SEGUNDO ESCRUTINIO.

hecho destruir las ideas sobre el orden y la nada y elevar sus fuerzas basta las pruebas clásicas de la existencia de Dios. Esa audacia que le ba becbo admitir que el alma recuerda todo, y por ¡a que, más allá de la duración, restituye en nosotros la etenidad spinozista! Y aun su audacia se mani­fiesta en su forma de abordar los problemas biológi­cos y de aventurarse, casi sólo entre todos los filó­sofos modernos (dejando a un lado a Spencer), a dibujar las lineas de la evolución.

Después de su meditación todas las ideas apare­cen transformadas: ia libertad ya no es la libertad, el tiempo no es ya el tiempo.

Por la teoría de las imágenes, ai principio de MAITIERE ET MEMO!RE, ofrece un punto de par­tida a la reflexión de William James y al neo-realismo americano, al mismo tiempo que descubre lo que bay de más profundo, de más profundamente realista, en el pensamiento de Berkeley. Habiendo partido en su juventud de ideas inspiradas completamente por Spencer, llega luego, cuando aborda en conjunto el problema de ¡a evolución, a recurrir a las compara­ciones sublimes de Plotino. Su teoría de la dura­ción se baila en el origen del último pensamiento metafisteo de James, del de Wbilebead, del de Heid­deger,'asi como también en las obras de Georges Sorel. Charles Péguy y Marcel Proust".

LOS PREMIOS LITERARIOS EN FRANCIA

Los tradicionales premios literarios de Fran­cia (Goncourt, Renaudot, Interallié y Fémina) han sido concedidos, al fin, reanimando con su fallo la vida literaria francesa adormecida y amenazada violentamente desde el comienzo de la guerra.

El Premio “Concourt” lo ha obtenido Philippe ' Heriat. con su novela “Les Enfants Gâtes” en ta segunda vuelta del escrutinio por 6 voto3, contra 2 a favor de Robert Brasillach por su obra “Les Sept Couleurs”, 1 de liras. Simone por “Le Pa­radise Terrestre” y 1 de Julien Blanc por “To­xique”

El premio “Teofrastre-Ranaudot” fué adju­dicado a Jean Malaquais, un polaco nacionalizado francés recientemente, por su obra “Les Java­nais”, que ha constituido una de jas revelaeionez del año. En el Jurado alcanzó 6 votos contra 2 de Yves Gandon por su novela “Le Grand Départ" y 2 de Jean-Paul Sartre por su serie de novelas cortas “Le Mur”.

El Premio “Fémina" correspondió a Paul Vialar por “La rose de la Mer”, después de haber obtenido también algunos votos Daniel-Rops por “Epée de Feu”, Ivonne Pagniez “Pecheras de Goémon ’. Robert Bourget-Pailleron “La Folie Hubert”, Jean Merrien "Abandons de Postes”, An­dré Beucler, Philippe Hériat y Audiberti.

El Premio “Interallié" fué concedido a Roger de Lafforest por su novela “Les Figurants de la Mort”.

15 de Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 13

CUTARRA r GALLETA (1924)

PABLO Ruiz Picasso es una de las figuras más extraordinarias de la historia de la pintura, y seguramente el pintor de más

personalidad de nuestra: época.■ La personalidad de Picasso es tan tremenda

y varia que es difícil acertar a definir las formas múltiples de su poder de invención.

Esa delicadeza extremada, esa viva delgadez que tiembla en sus primeros dibujos como una maravilla recién inaugurada, como la expresión ágil, inmediata, de la sorpresa nacida en los ojos de repente, trasladada en vuelo de la realidad al sueño, a la realidad del arte; esa soledad poblada de delirio, de arrebatada sensualidad que apenas adquiere forma, como si fuese más bien el recuer­do de la sensual o su profecía, la distancia de la carne tan céreamente comprobada, tan repenti­namente sorprendida, poseída, abarcada; todo eso y la furia, e, rayo de luz inesperado que parece iluminar a manera de anunciación alguno de sus cuadros, y el poderío bárbaro, extraño, que nos revela su presencia violentamente, con un heroís­mo sin rodeos, nos recuerdan a cada instante su origen español.

Los monstruos de la imaginación, seroihunia-

Hispanidad, Invención y Genio

PABLO PICASSOCOMENTARIO CON MOTIVO DE SU GRAN EXPOSICION EN NUEVA YORK

PABLO PICASSO

VASO y COMPOTERA 0921)

nos, semianimales, los caballos heridos, las deso- dolor, el himno a la vida angustiada, la expresión ladas parturientas, el toro que exhala su último de la tragedia. Mas luego vemos una cara de caudal de vida, son en sus cuadros el canto al Arlequín, que se olvidó de todo, que perdió l3

memoria; una pareja campesina de enamorados mozos que no se miran para verse mejor, para olvidar el instante y se ven con las manos, que tienen entrelazadas: Y es la elegía a la nostalgia, a las cosas que pierden la forma en nuestra me­moria para recordarlas mejor, incorporándolas a nuestra sangTe, al corazón. '

Y después, después de la nostalgia, en la cima de la fuga, del huir ya del olvido, llegan las alucinaciones, esa dimensión picassiana que pue­de, aunque no deba, hacernos pensar, si somos de­masiado propicios a hacerlo, en el Greco y en Goya; en el Bosco; que nos hacen pensar en Van Gogh y Cezanne quizás, porque de pronto un color nos entra por los poros o una determinada luz nos hace más puros los ojos.

Y finalmente la destrucción de Guerniea, desesperada vuelta a la desesperada realidad de su pueblo, y a la realidad de la pintura que le llamaba a gritos, a gritos de verdad, desde la celda del carcelero cubista, desde la cueva del cancerbero surrealista. Y de donde el genial Pi­casso no pudo libertarla y libertarse, confirmando así su destino de realizar la pintura más libre de su época y ser a la vez el pintor más apri­sionado.

MUJEEES DESNUDAS (2924)

secadores (1919)

TRANCE DE MUERTE <I93})

MUJERES EN LA fUENTE U92I t TRES MUSICOS {! 92!1

LA MUJER DU. ARTISTA U»I0)

OLEO (193?)

Pagina 14 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

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15 de Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 15

A PROPOSITO DE VN CANCIONE­RO POPULAR ESPAÑOL

La música popular española es una de las más ricas y variadas del mundo. Esto puede obedecer a la razón de que en España se han juntado du­rante la época de su formación las dos corrientes de civilización más importantes de la época: la oriental y là eclesiástica.

Por la oriental, han llegado a España, los rit­mos característicos de la música árabe más las escalas de séptima aumentada. Por la eclesiástica llegaron la esca.a bizantina y los modos clásicos del canto gregoriano.

Estas son las dos influencias principales que dan a la música popular española ese tono que la diferencia de todas las del resto de Europa y de aquí han salido en primer lugar el cante hondo, la jota, las vaqueras asturianas y casi todo el folklore musica, formado con sus variantes como son los de Castilla, Salamanca, Aragón, Andalu­cía, Valencia, Murcia, etc., etc. Podemos decir que casi todo el de España nace principalmente de estas dos tendencias.

Nos queda otra tercera influencia de menor importancia cualitativa y cuantitativa. Nos refe­rimos a la producida en el folklore musical español, por las corrientes europeas que nos han Legado de Francia. Naturalmente que es en las regiones fronterizas de más fácil comunicación, donde más se ha manifestado, como por ejemplo, en las provincias vascongadas y en Cataluña. En cambio en Aragón y parte de Navarra aislados del vecino pais por los altos Pirineos, esta influen­cia tiene mucha menos importancia.

Como nota constante dei folklore español que­remos destacar también aquí un tipo de humoris­mo peculiar que constituye lo que se ha dado en Samar “gracia”. La canción puede ser alegre o triste, amorosa o sarcástica, pero nunca está de ella ausente .a “gracia”, una “gracia” amarga a veces que, flexiblemente se va adaptando a todos los estados de ánimo.

Inútil es buscar en el folklore español las can­elones de tipo marcial o guerrero, en el sentido europeo de la palabra. El temperamento de la raza parece estar en pugna con los “chin-chines” que tanto conmueven a otros puebles. Tal vez sea ésta' la razón de que jamás se ha contado en Es­paña con nn verdadero himno nacional musical­mente hablando, a pesar de los diferentes regíme­nes políticos que ha tenido.

Hacemos estas reflexiones a propósito de la publicación por la Editorial “Nuestro Pueblo”, de Un “cancionero popular español” de bolsillo, reu­nido por el gran compositor español Rodolfo Halffter e incluido en la “Biblioteca Popular de Cultura y Técnica” de la editorial antes aludida.

Las canciones que constituyen esta colección han sido recogidas directamente o pertenecen a los cancioneros de los folkloristas y musicólogos P. Nemfeio Otaño, Martínez Torner, Pujol Alon­so, Inzenga, Pedrell, Mariano Gallego, Rodriguez íurin y otroe.

En este libro están recogidas canciones de to­da* las partes de España, clasificadas par regio­nes. Como 1* brevedad del libro no permite la in­serción de «neto de ellas, el autor na elegido bu de mayor bailesa literaria y musical dé cada xe- eáb*, ^«ar io qa* este libro constituye tamWés ana peqti^a antología de poesía popular espa­ñola.

Destacaremos sólo un ejemplo, entre las le­tras de las diferentes canciones, para que el lector se dé cuenta de la calidad poética del* folklore es­pañol:

“Si la nieve resbala por el sendero, ya no veré a la niña que yo más quiero.¡Ay amortSi la nieve resbala* qué haré yo?Si la nieve resbala,¿qué harán las rosas?Ya se van deshojando las más hermosas.¡Ay amor!Si la nieve resbala,¿qué haré yo?

Sentimos que dificultades materiales nos im­pidan reproducir aquí .a música de alguna de es­tas canciones, en la seguridad de que la profunda originalidad melódica y rítmica de cualquiera de ellas iba a agradar al lector, tanto como el tono ligeramente gilvicenti.no de la letra de la canción que antecede y que actualmente estará repitiendo algún campesino entre las ensangrentadas monta­ñas de Asturias.

3. H. P.

NOTICIAS

WILLIAM WALTON, el eminente composi­tor inglés, ha escrito un “Concierto" para violín y piano, por encargo de Jascha Heifetz, que éste acaba de estrenar con la “Sinfónica” de Cleveland, bajo la dirección de Artur Rodzinski. El compo­sitor no pudo asistir al estreno, tai como había sido su propósito, puesto que está dedicado ac­tualmente a conducir una ambulancia por tierras francesas.

DESPUES DE HABER PASADO 18 años recluido en un manicomio suizo, el gran bailarín ruso Vaslav Nijinski empezó, en 1937, a mejorar sensiblemente. Hace poco, ha podido abandonar su residencia forzosa y vive actualmente en el balneario Adelboden (Suiza). Un grupo de sus admiradores americanos está intentando conse­guirle el permiso de inmigración para los Estados Unidos.

LA MEDALLA DE LA FUNDACION ELI­ZABETH SPRAGUE COOLIDGE para cl año 1939 ha sido concedida, por sus grandes servicios en el dominio de la música de cámara, al famoso violinista belga Alphonse Onnou, fundador del “Cuarteto Pro Arte”, y a Hans Kindler, director de la Orquesta Sinfónica de Washington.

UNA VEZ MAS, la tragedia “Romeo y Ju­lieta”, de Shakespeare, ha servido de argumento para una composición musical. Se trata de la nueva ópera, de este título, del compositor Ric- cardo Zandonai, estrenada, a finales del año pasado, en Verona.

EN LA BIBLIOTECA DE LA “FILARMO­NICA” de Leningrado, ha sido descubierto el au­tógrafo de la partitura de una “Pieza de Con­cierto” para clarinete y banda militar, de Rimski- Korsakov.

Este método mu­sical, compuesto por Luis Sandi, con la colaboración de Gui­llermo Argote, Julio Bacmeister, Eduardo Hernández Moneada, José Ríos, Angel Sa­las, Jacobo Kosta- kowski, como músi­cos, y Alfonso del Río y Vicente T. Mendoza como poe­tas, tiene una gran ventaja sobre los otras métodos de sol­feo que bemoB cono­cido hasta ahora: la de unir la enseñanza del solfeo a una se­

rie de canciones especialmente compuestas. La música es tal vez el arte que produce más in­tensos y extensos goces a la humanidad, pero es también un arte difícil de aprender, ingrato por

complejidad de sus materias, por la particu­laridad de su escritura y de su medida, por la dificultad de su enseñanza. Esta dificultad hace que muchos que serian devotos aficionados y hasta buenos músicos, se aparten de ella, de su interpretación, limitándose al humilde papel de oyentes y renunciando, de esta manera, a place­res mucho más completos. En este método de Sandi, se supera esta dificultad presentando a los niños, al lado de la parte árida de la ense­ñanza, una colección de canciones didácticas, mu­sicalmente hablando, que compensará sin duda la monotonía del solfeo y les hará amar y pro­seguir el estudio de la música.

LIBROS Y REVISTASBOLIVIA

Victor Andrade: SlaanlaiclonM «otea IKúadea, en “Kollasuyo". Núra. 9; Sep. 1939.

BRASIL

Silvia Guaspari: Xnsayo sobra la tutelar tés mu­sical.

Enio de Freitas e Castro: Melodías aim anas y hrasilsúas; en "Revista Brasllelra de Música", voí. V, fase. 4. ___

CHILE

II. Ç. Colles: Xa Música Inglesa «a la Aetnaliúad. Carlos Humeres: d. A. Dahnsay; en "Revista de

Arte", ano IV, Núm». 21-22.

CUBA

Isabel Mestre y de Urbisn: Vxaasia.a «cavús da M> Cantases, en la "Reviata As la Universidad de La Habana”, Núraa, 24-25: mayo-agosto, 1929.

FRANCIA

Número especial dedicado a Igor Stravinski, de "La Revue Musicale", mayo-junio, 1939. Del conte­nido:

A. Schaeffner: Critiqua et Thématique. (El autor de este interesante trabajo se propone defender a Stravinski contra los críticos que le reprochan care­cer de invención o de distinción melódica. "Nos en­contramos —escribe— ante un arte el cual consiste esencialmente en el Juego de diversos motivos; estos motivos, desligados de los organismos a los cuales pertenecían a su origen, se hallan despojados de toda significación y, por decirlo así, neutralizados, esterilizados dentro de un perfecto anonimato”.)

M. Ufar: X Stravinski, législateur ds balletA. Cortot: Stravinski la piano et las pianistes.Hoérée: Invention pure et metiere musicale ches

Stravinski.MEXICO

Otto Mayer-Serra: X» Músics catalans contem­poránea en "La Revista dels Catalans d'América* ; Oct. 1939. , _

ARFGENTINA

La revista "Sur” anuncia, para su próxima pu­blicación, un ensayo de nuestro compañero y colabo­rador Vicente Salas Viu, sobre: Vi Camino cerrado, o al Fxohlema da ana música sapa&ola.

U, S. A

Rodney Gallop: Tho Music of Indian Monteo en “The Musical Quarterly”. Nueva York; abril 1939.

LA SOCIEDAD INTERNACIONAL DE MU­SICA CONTEMPORANEA (S. I. M. C.) ha fun­dado una nueva sección en Egipto.

EL COMPOSITOR ITALIANO MARIO CAS- TELNUOVO-TEDESCO ha puesto música a to­das las 33 canciones que figuran en la obra es­cénica de Shakespeare.

LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE WASHINGTON ha adquirido una colección de 1,600 partituras de Johann Strauss, el llamado "rey del vals vienés”. Una selección de estas obras (valses, polkas y danzas) ha sido grabada en disebs por ia Columbia Broadcasting y puesta a la venta bajo el título: “Música redescubierta de J. Strauss”.

UN NUEVO CONCIERTO DE ALEXAN­DRE TANSMAN ha sido estrenado en Filadèlfia por Samuel Lifschey, primer violista de la “Or­questa Sinfónica” de esta ciudad.

EN EL TEATRO SAINT JAMES DE NUE­VA YORK tuvieron lugar, durante la última se­mana del año pasado, varios conciertos de baile; en el programa figuraron los estrenos de “Billy the Kid”, de Aaron Copland, de un “ballet”, ba­sado en las “Variaciones Goldberg” de J. S. Bach, y otro, “Promenade”, con música de Ravel.

CHARLES MUNCH, EL CONOCIDO DI­RECTOR DE ORQUESTA SUIZO, radicado du­rante los últimos años en París, ha debutado en los Estados Unidos con la “Orquesta Sinfónica” de San Luis.

SILVESTRE REVUELTAS, EL GRAN MU­SICO MEXICANO, acaba de firmar un contrato para musicar toda una serie de grandes pelícu­las. La primera de éstas, cuya partitura va ? ;t,á grabada, está basada en la famosa novela “Los dé Abajo”, de Mariano Azuela.

CARLOS CHAVEZ. EL EMINENTE direc­tor de Ja “Orquesta Sinfónica de México”, ha sa­lido para los Estados Unidos, donde dirige varios conciertos, entre otros, en San Luis, Washington

ROMA'EfC £ j WLUMxarEsartfcm

DEi. - SIGLO «ME

La Casa de Espa­ña en México, ha editado últimamente, continuando su co­lección de ediciones, un cuaderno de ro­mances y villancicos españoles de? siglo XVI, seleccionados y arreglados para can­to y piano.

En él hay villan­cicos tan bellos co­mo el “¿Con qué la lavaré?”, de Juan Vázquez y romances como el titulado “De Antequera sale el : moro” de Cristóbalde Morales, una de las . . ._ ________de la música española del XVI.

La labor cultural que viene realizando la Casa de España en México, se enriauece con esta An­tología de Canciones, donde se recogen algunos de los más bellos romances y villacineos creados por los músicos y los poetas españoles.

Los lectores descubrirán en esta edición uno de los aspectos más interesantes del Cancione­ro hispano. Este libro junto con el que acaba de publicar Rodolfo Halffter, que reseñamos en es­ta misma página, contribuye acertadamente a la difusión de la música española.

Jesús Bal y Gay colabora con este libro a la popularización de una música que, a pesar de no ser anónima, puede considerarse como popular española, dada la trascendencia que tanto la música como la letra de las canciones que en él se recogen han tenido en el pueblo que hov las canta como una manifestación de su folklore.

mas preciosas muestras

BxsikiMKana irtrsicai.SANTIAGO KASTNER: Música hispánica. Editorial

Atica, Lisboa.

Contiene dos estudios muy meticulosos, el pri­mero sobre el estilo musical del Padre Manuel Ro­dríguez Coelho (n. 1583 en Elvas), gran compositor portugués para el órgano; el otro sobre la interpre­tación de la música hispánica para instrumentos de teclado entre 1450 y 1650.

VICENTE T. MENDOZA: » Bomanoo aspaáol y elCorrido mexicano. México, 1939.ES valor d¿ esta obra Importantísima consista,

principalmente, en su rica parte musical Por pri­mera ve*, en la historia de la musicología mexica­na, ae presenta una recopilación completa da los más interesantes "corridos". B3 corrido es la más tiplea forma de la scaaetones populares «bu México, Yderivaelón, aunque muy romantizada, del clásico romance español. Las afinidades entre estas des formas, la moderna mexicana y la tradicional es­padóla. están definitivamente establecidas por el esptudio laborioso de Mendoza. Sobre algunos pro- blRemas no resueltos aún, nos proponemos Insistir en otra ocasión.

Asi, nos preguntamos: ¿Qué es •‘mexlcanlamo" en la música, técnicamente hablando? ¿No seria po­sible Ugear, a base del material recopilado, a un verdadero "mapa melódico", para establecer la di­fusión geográfica y la edad de los corridos? Sobre la saflnidade sentre el romance y el corrido no cabe duda alguna; pero al menos tan interesante como este problema serla el estudio de sus diferen­cias; en él se hallarían seguramente los elementos nePce8arios para establecer (técnicamente) lo que es lo "mexicano" de su expresión musical.

JESUS BAL Y GAY: Romances y Villancicos es­pañolee del siglo XVX. Ed. La Casa de España en México. 1939.

Nueva edición, muy pulcramente presentada, de una serie de las más conocidas primeras manifesta­ciones del estilo monódico en España. La trans­cripción de la escritura de vihuela al plano está bien resuelta (y plenamente justificada) en la am­plificación y modificación de las concordancias acór- dicas. En cambio, el problema de ios pasajes veloces, típicamente de guitarra, no tiene solución, o habría que suprimirlos —y privar de este modo la edición moderna de uno de los requisitos del estilo antiguo más característico— o fundirlos completamente en pasajes de la escritura moderna de piaña para que se puedan interpretar y que suenan en el piano.

O. M. 8.

y San Francisco; se propone, al mismo tiempo, vi­gilar la publicación de una importante colección de “Preludios” para piano, los cuales serán editados por la casa Schirmer, de Nueva York.

ARNOLD SCHOENBERG, catedrático de la Universidad de California, ha dado una confe­rencia en Kansas City, en ocasión de la asamblea anual de la Asociación Nacional Americana de Profesores de Música.

IGOR STRAVINSKI ACABA DE DIRIGIR dos conciertos con la “Filarmónica” de Nueva York. El primero estuvo dedicado exclusivamente a obras del compositor: “Apolo Musageta”, “Pe- truchka”, “Juego de Barajas” y “El Pájaro de Fuego”. En el segundo, sólo figuraban obras de Tchaikovski: la segunda “Sinfonía”, el “Concier­to” de violín (solista: Erica Morini) y la suite “Cascanueces”.

DURANTE SU ULTIMA VISITA A EURO­PA, Frederick Stock, director de la Orquesta Sinfónica de Chicago, encargó varias grandes obras sinfónicas, para estrenarlas durante este año, con su orquesta. Entre los compositores con­tratados se hallap los nombres de Casella, Gliere, Kodály, Miaskovski. Milhaud y W. Walton.

LA “FILARMONICA” DE NUEVA YORK estrenará en marzo un concierto de violín de Ben­jamín Britten, uno de ios más dotados composi­tores jóvenes de Inglaterra.

ARNOLD SCHOENBERG QUISIERA escri­bir —como declaró últimamente a la prensa nor­teamericana— la partitura para un film, vero naturalmente impondría sus condiciones: “Exi­giría un honorario de S 100,000, además, un año, a lo menos, pora escribir con toda calma, v, na­turalmente. una intervención en la confección del argumento”. Hay que tener presente que un compositor de verdadero prestigio en Europa, no consigue, en general, un honorario más elevado que $ 25,000 para el trabajo de un año, en Holly­wood.

DISCOSLa aparición de la “Segunda Sinfonía” de Bee­

thoven, interpretada por Koussevitzky y ia Orquesta Sinfónica de Boston, abre una oportunidad de expe­rimentación como sólo puede encontrarse en ios dis­cos. Podemos comparar éste con otros tres de Bee­thoven muy conocidos. Estos son los de Thomas Beechani y la Orquesta Filarmónica de Londres, de Félix Weingartner y la Sinfónica de Londres» y el de Clemente Krauss y la Orquesta Filarmónica de Viena.

La comparación de los cuatro Álbumes lleva a los críticos a dar su preferencia por los de Kousse­vitzky y Weingartner. El primero tiene ese choque sostenido de los métodos modernos de registro^ tiene también profundidad o lo que los ingenieros ilaman “perspectiva de auditorio”. Las principales cualidades de esta ejecución son el virtuosismo y el ímpetu. Por contraste el Beecham suena más débil­mente; pero en las frases delicadas, en los sonidos atemperados del conjunto, contiene los elementos más representativos de la música esencial y pura. El Koussevitzky es más excitante; el Beecham tiene un estilo más verdadero; ambos son de una técnica inmaculada.

El Krauss técnica y musicalmente es inferior por su anticuado registro. A veces desafina. La eje­cución musicalmente no está bien matizada y hay inexactitudes en su conjunto. El Weingartner se ca­racteriza por un buen gusto que marcha paralelo con la calidad técnica, Pero en ocasiones la reali­zación es bastante descuidada.

TCHAIKOVSKY. “Suite de Cascanueces”.—In­terpretación de la Sinfónica de Chicago, dirigida por Frederick Stock, tiene vida y brillantez. El registro como algunos otros procedentes de las casas de hoy se caracteriza por su excelente fidelidad de tono. En interés del volumen, los productores han desaten­dido los matices más finos de la Orquesta, soste­niendo la ejecución virtualmente entre un mezzoforte y un forte. Así en la Danza de los Mirlitons, tres flautas han sido tan amplificadas que abandonan su cualidad característica que se valúa por contraste con el resto de la Orquesta.

El espléndido registro de un fragmento de la “Walky-ria” con Leopoldo Stokowsky y la Orquesta Filarmónica de Filadèlfia ha resuelto en alto grado el problema del volumen y la fidelidad.

Busonio Albumblatt N» 3 y “All” Italia. Por Egon Petri, pianista.

Excelente interpretación, hecha con un gusto muy estimable

Wagner: “Introducción al Acto III de Tannhau- ser”. Por Félix Weingartner y la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio. De ordi­nario Weingartner ejecuta con una gran autoridad pero sin la brillantez a que estamos acostumbrados en las mejores audiciones de Wagner.

En el volumen N? 5 de la Historia de la Mú­sica que viene grabando la casa Columbia se publi­can los siguientes:

Sospiri, op. 70 (Elgar). Sim. Orch. y harp. con. Walter Goehr. Der Bürger als. Edelmann. op. 60; Intermezzo (Strauss), Sim. orch. con. Malcolm Sar­gent. Six Epigraphes antiques: N> 3 (Debussy). Max Piran!, pf. ; Eric Grant, pf. ShéhérezaJe: The En­chanted Flute (Ravel). Rose Walter s.: orch. Comu­nión Service in G minor: Kirie (Vaughan Williams). Westminster Abbey Choir, con. Ernest Gulloek- Paean (Bax). Harriet Cohen, pf. I Greathed the Breath of Blossoms Red (Mahler). Charles Kullman, t. : orch. con. Malcolm Sargent. Buch der hangende Garten: N* 5; N* 12 (Schonberg). Erica Storm, pf. Symphony N» 3 (oi serenade) (Milhaud), Sim. orch. con. Waiter Goeh: Tarantella, (from Sere­nata) (Casella). Jean Pougnet, vln; (Anthony Pial, vie.; Reginald Kell, ciar; Paul Draper, ben; George Eskd&le, trpt. Scherzo for viola and (Hinde­mith). Paul Hindemith, via.; Emanuel^Nhiermann. Vic. Tombeau de Debussy: Homage (Falla). Albert Harris, xguitar. Les Noces: Excerpt (Stravinsky). Kate winter, s; Linda Seymour, c; Parry t; Roy Henderson, bar; Percussion orch. colt, Igér Stravinsky. Mikrosdcosmoe: Staccato; Oatinato (Bar­tók). Beta Bartók, pf. Octandre: Third Movement (Varèse). FI; ciar; Ob; bsn; hrn; trpt; tbn: str. bass, con. Walter Goehr. Duo for two violins in the Sixth- tone system: First Movement. (Haba). Wiesmeyer and Stein vins. Columbie set 361.

ULTIMAS EDICIONES DE LA ANTHOLOGIE SONORE

Francisco Corbette. “Preludio, allemande, fo­lla'*, “Preludio zarabanda, allemands, mlnueto, bou­rrée”. Jean Lafon, guitarra, A. S. SS).

Couperin. Luis, “Chacona, Branle de basque. Pavana, Pasacalle”. Ruggero Gerlin clav. A. S. N* 92.

Johann Pfeifer. “Sonata para viola de gamba y clavecin concertante". Srita. Heinitz (viola de gam­ba). Ruggero Gerlin (clav.) A. S. N* 90.

Johann Dchobert. “Concerto para clavicembalo y orquesta*’. Ruggero Gerlin (clav.) Orq. del Con­servatorio de Paris. A. S. N» 88.

MUSICA MEDIOEVAL (ANONIMA).—"En mai la rousée (trovador francés del S. Xlll, tocada con arpa de la época). “Anima mea"; “Alma Redemp- toris", y “Descendí in hortum meura" (motetes fran­ceses del S. XIII). “Congaudeant turba fidelium” (S. XV, motette, suizo). “Ad regnum opulentem”, “Noster celus". (Id., id.) “Je vol couleur", “Fauvel nous a fait present" y “Fauvel Autant" (motetes del S. XIV). Todos estos discos pertenecen a la Anthologie Sonore, N» 91.

OBRAS DE MOZART.—"Don Juan". “Dalla sua pace” y “11 mió tesoro", por Richard Tauber. Orq. Walter Goehr. Parlopbone inglesa. Fantasía para piano en do menor. Webster Aitkin. D. Gamut 121332. Cuarteto N* 1 en sol mayor. Cuarteto N» 3 3 en re menor. Cuarteto Kreiner. D. Víctor M.393, Sonata para órgano y orquesta en do mayor. Sonata para órgano y cuerdas en fa mayor. NoelH Pierront. Orq. Gerlin D Columbia 69265. D. Sinfonía N* 40 en sol menor. Orq. N. B. C. con Arturo Toscanini, Gra­mophone inglesa DE 3790-92 Trío en mi mayor Mu- sicraft 29.

OBRAS DE VILLA LOBOS.—'’Alma Brasüeira”, “Coros N» 5", “Carnaval das Criancas”, “O Glnete do Pierzinho", “Danzas Características Africanas”, “Farrapos". María Antonia de Castro. D. Columbia P 69601 D.

Por primera vez se impresionó el “Concierto en fa menor" para piano de Juan Sebastián Bach. El registro está realizado por la Decca Polydor en sxi LT 6154 del Catálogo de clásicos. La interpreta­ción se debe ai pianista Alejandro Borowskv. y a la Orquesta Lamoureux que dirige Eugenio Bigot.

Asimismo la Decca, disco K 903, Impresionó el “Rkercarex y fuga a seis voces”, de Bach, con la Orquesta Body Neel.

El Nocturno tercero de Debussy: “Sirenas’^ aparece por primera vez completando así las ver­siones gramofónicas del gran músico francés. La Interpretación se debe a Piero Coppola con la orques­ta de conciertos del Conservatorio de París,

argentina

Ss ha carenado en Buenos Aires ¡a ópera “Las V írgenes del Sol’’ de! maestro Alfredo Schiuma con libro del escritor argentino señor Herrera. “Las Vír­genes del So!’’ había ganado el premio de la Comi­sión Nacional de Cultura. Se estrenó en ia conme­moración del tricentenario de! primer escritor ame­ricano de habla española el Inca Garciiaso de !a Vega.

Ln Buenos Aires se encuentra el Cuarteto I.ener (¡ue ha interpretado en ei Teatro Colón todas las obras escritas para cuarteto por Beethoven.

! a agrupación de Violoncelistas de ia capital argentina, ejecutó la “Sonata para dos cellos” de .fon- María Castro, el "Conccrtstuck” op. 86. trans­crito para cuairo cellos y piano, de Schumann.

Pagina 16 ROMANCE I5 de Febrero de 1940

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“La Aritmética en la Escuela Primaria”Por AÍARGARITA CO Al AS.

“Las Ciencias Naturales en la Escuela Primaria”Por E. R1OJA.

“La Física en la Escuela’Primaria”Por Ai. BARGALLO.

“La Lengua Nacional en la Escuela Primaria”por JUANA ONTANON.

La Literatura en la Escuela PrimariaPor F. AI. TORNER.

La Geografía en la Escuela PrimariaPor AI. BARGALLO.

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15 de Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 17

C>MEDi AS. vulgares, dramas de apretado diá- logo, distorsionados por la adaptación, predo­minan, impuestos por circunstancias comer­ciales, en los films de hoy. La auténtica finalidad

dd cinema, como arte de nuestra época, se desvia, pero sus principios van perfilándose dentro de la atmósfera industrial.

La creación fitmica no se reduce a registrar fo­nográficamente una “historia", como en los tiempos heroicos de La Máscara de los Dientes Blancos, ilus­trar un diálogo sin alteraciones, como pretende im­poner Bernard Shaw en Pigmálión, reconstruir un ambiente pintoresco o exhibir inmensos decorados, sides de figurantes y costosísimos trajes de época al servicio de un argumento ridículo. El cinema ma­nipulando un nuevo material, ta gama de plata, reúne elementos plásticos y poéticos con elementos sonoros, expresándolos rítmicamente. Naturaleza y Vida se trasponen en imágenes —no imitaciones—, por ri artificio de la fotogenia.

El arte, dice Kraus^ "produce la aparición en el tiempo de lo esencial, según leyes subjetivas y obje­tivas o técnicas". La forma fílmica se origina entre esas dos fuerzas paralelas: lo subjetivo, que es .el impulso estético del realizador, su inspiración, su aliento dionisíaco, y lo objetivo que es la técnica, lo apolíneo. Strawinsky afirma, no puede conce­birse en arte una técnica que no derive de un fondo estético determinado, es decir, una técnica en el aire. Razón por la que muchos films fabricados por vir­tuosos de una cierta técnica, pero sin línea ni fondo estética son imperfectos.

Hav en el cinema dos tipos de técnica que son complementarios. La técnica instrumental, aparente en la pantalla por la perfección mecánica de la foto-

CADENCIA UNIFORME

grafía ajustada, el sonido correcto y la buena coordi- ' nación de los movimientos de cámara y personajes. Esta es la técnica que desprecia Ch. Chaplin, la que produce en ri espectador por d juego de sus efectos, ndnñractón sin emoción. Y la técnica expresiva, us- atfeeptibl* ¿tarante ia proyección, que maneja con

CADENCIA UNIFORMEMENTE VARIADA

arreglo a determinadas leyes rítmicas imágenes, senados, tiempo y movimientos, conservando la con­tinuidad y unidad del film, frente a los sentidos esríUdos del espectador, hasta conseguir la emoción artística. El cálculo y la premeditación en el trabajo del cineasta, aseguran la construcción perfecta que

CADENCIA RITMICA

resulta del montaje final, delicada labor de síntesis que funde y dosifica lo instrumental y lo expresivo.

El cinema, como el “ballet”, es un arte complejo. Arte del espacio, porque como la pintura y la es­cultura, manipula luz y formas; y arte de duración, como la música y la poesía, porque el fenómeno

RITMO DE CADENCIAS

estético cinemático transcurre en una dirección du­rante un cierto tiempo. Esta doble maniobra, en la continuidad espacial de la pantalla y la disconti­nuidad del tiempo de permanencia de los planos durante la proyección, plantea ei embrollado proble­ma del ritmo cinematográfico

En 1910 —el cinema tiene entonces quince afíos de edad—, Ducom aconseja simplificar y acortar las escenas, variando frecuentemente los decorados. Pero la velocidad no es ritmo, como no lo es ei aire musical. En ese año, Griffith alcanza su etapa técnica v considerando el movimiento como un medio, no como un fin. desdeña la peripecia dinámica de ¡as películas de cow-boys, actualmente presente en los disparos, frenazos, sirenas de alarma y rotura de espejos que empastan las imágenes ingenuas de sus dignos sucesores, los films de gangsters. Es simplista suponer que estas situaciones construidas sobre un asunto, por naturaleza rápido, sean rítmicas. Griffith resuelve el problema personalizando la cámara, ha­ciéndola avanzar, retroceder, girar y seguir a los personajes de El lirio roto. F.l corte y montaje de las escenas de este film, crea un ritmo especial que modifica el curso histórico del cinema.

"Una serie de fenómenos que se producen con intervalos de duración, variables o no. pero regula­dos por una ley, constituye un ritmo", Así desarrolla W'arrain la antiquísima definición de Aristóxenes de Tarento. En el transcurrir habitual del tiempo, todo

RITMO Y CINEMAfenómeno periódico percibido por nuestros sentidos, se destaca y nos impresiona in­tensamente. Las dos cadencias humanas, el latir del corazón —metrónomo interior de P. Claudel—, y los movimientos respi­ratorios, sirven de pauta para la rítmica musical y poética, que son las primitivas.La concepción armónica del mundo pita­górico, al unir música y matemática, per­mitió trasladar al espacio, en la arqui­tectura, la idea del ritmo, que pertenece a las artes del tiempo. Por esto, d'Eichtall,miles de años después de Platón, pudo ____decir que "el ritmo es en el tiempo lo que la sime­tría en el espado".

Ghyka clasifica en 1938 los ritmos artísticos se­gún su contextura:

a). Cadencia uniforme, como el redoble monóto­no de un tambor, b). Cadencia uniformemente va­riada, como la combinación de martillos en una fragua, c). Cadencia ritmada. Los motivos elemen­tales se repiten en períodos idénticos, d). Ritmo de cadencias. Los elementos separados por cada cesura no tienen que ser iguales, e). Serie rítmica, con pe­ríodos irregulares. La cadencia es variable, pero los períodos pueden ser expresados por una ley. como en las formas poéticas, f). Ritmo desprovisto de toda cadencia o periodicidad aparente; El caso de las proporciones arquitectónicas.

La cadencia ritmada es monótona en cinema. El ritmo de cadencias, fundamentado en la variedad, es el ritmo más cinematográfico.

Pero durante la proyección de un film, el espec­tador está bajo la influencia de tres tipos de fenó­menos rítmicos en que puede descomponerse ia cuarta modalidad de Ghyka:

Ritmos visuales. Producidos en la pantalla por la forma y el movimiento.

Kttmos auditivos. Producidos por el altavoz, re­productor dd sonido.

Ritmos de tiempo* Producidos por d corte y montaje de imagen-sonido.

No existen concepciones rítmicas especificas de una escuda artística o de una raza determinada, aun cuando el predominio de un género cinematográfico —drama, film musical, documental dramatizada—, en la producción de ciertos países, induzca a pensarlo.

Arquitectos y pintores admiten que la propor­ción de las formas produce sensaciones visuales rít­micas.

CAREOS VELO

A LA DERIVA

Hj

-■—*. 1

'ASTA qné limito pótale petxnittrao tí gfr- nio extravagancias, sabvaraionea del boen sentido ?¿ Santa qué limito pueden atri­buirse «1 genio cosas que no están den­

tro de lo normal? Claro que, antee da conti­nuar, ha; qne formularse otras preguntes: ¿Anda siempre de acuerdo lo genial con lo nor­mal? ¿No es la genialidad uno dé los enemigos naturales de la normalidad, de esa aparente normalidad con qne comulgamos los hombres vulgares?

• Si uno de esos periodistas cuya misión es rendir en cada número un tributo desaforado a la actualidad se encuentra un día sin tema para sa información, de seguro que echará mano del ilustre entomólogo que vive en su vecindad, en­tregado a sus maravillosas colecciones de insec­tos, atribuyéndole el andar de noche por el tejado de su casa, vistiendo un traje semejante al de Ptolomeo, o se acordará de aquel famoso astró­nomo, que cultiva la amistad de un cuñado suyo, para asegurar que lo ha visto una vez comerse un tratado de ciencia celeste, del tiempo de Rai­mundo Lulio, con objeto de conseguir una mayor visión, una agudeza más viva en sus investiga­ciones.

En ocasión reciente, un diario inglés publicó una información, asegurando que Bernard Shaw se paseaba por Londres, durante la noche, con una capa blanca y un sombrero blanco, para evi­tar los accidentes. El gran dramaturgo respondió en estos términos:

“...Precaución inútil: el genio tiene su au­reola. Por otra parte, yo no vivo en Londres, sino en Oxford”.

Bajo ese río de humor que nace en las mis­mas barbas de Shaw, qué palmetazo al asustadizo normal, boquiabierto como un paleto ante el ab­surdo.

Pero el autor de “El Carro de Manzanas” aún añadió algo más. Dijo: “Esta historia me recuerda otra. Yo era, en una ocasión, crítico musical. Mi diario me envió a un concierto. Yo no asistí Naturalmente, envié mis cuartillas al siguiente día ñor la mañana. A la tarde, un golpe de teléfono:

—¿El señor Shaw?—Si, señor. - ’—Usted dice que la señora X. tiene una voz

melodiosa, pero un poco velada.—La critica es libre, señor.—Perdón, señor Shaw, pero la señora X. e9

pianista”.

¿CONOCEN USTEDES A MARGA­RITA GAUTIER?

SI..., no..., sí..., no... Y sabías que te

adoraba ya. Sabían los franceses, y la ado­raban. la adoraban con verdadera pasión, quién era, quién había sido, quién podía

ser, en todos los tiempos, Margarita Gautier. Su Margarita Gautier, estrella de las falsas damas francesas de los bulevares del Romanticismo, que son las damas nunca desmentidas en cada noche literaria de París. Y, con los franceses, lo habían llegado a saber las gentes de otros países y las acacias desmayadas y las moradas estrellas que tienen elemental el corazón, como las hijas lán­guidas de las porteras qne todavía leen folletines.

Pero ustedes... ¿Ustedes están también se­guros de conocer a Margarita Gautier? Mucho

Por Carlos VELOLa pantalla cinematográfica es una com­

posición pictórica. Las proporciones de este cuadro mágico (18 x 24), han sido elegidas consciente o inconscientemente, según los clásicos módulos geométricos, resultando un rectángulo dinámico, igual a los que Moessel afirma se utilizaron como células o elementos de superficie en tos templos griegos y en las catedrales góticas.

El ojo impresionado por la variedad tonal de las imágenes proyectadas, atraído por su movilidad —factor sedante, según _

las modernas teorías de la visión—, recorre las for­mas encuadradas y percibe la proporción y la armo­nía en los objetos más insospechados, como un tornillo o un hilo de agua, esencializados por el ángulo óptico, el ponto de vista y la equilibrada distribución de masas y líneas.

Aplicando a un fotograma los trazados regula­dores que utiliza J. Hambidge para el análisis de un cuadro o de una fachada, obtendremos líneas de sime­tría y composición que limitan horizontes y áreas de mayor interés pictórico. Centros geométricos situados según leyes estéticas muy antiguas, coinciden con centros de atracción óptima que ei “cameraman”, igual que un dibujante o un pintor, dige a! encua­drar las figuras, según su valoración dramática.

El ritmo visual se origina por la inevitable rela­ción que se establece entre las proporciones del foto­grama y ¡as formas encuadradas.

E! movimiento de la cámara acentúa el ritmo visual. Así ocurre en el film "Amanecer", donde los planos están dotados de gran profundidad espacial.

Los ritmos auditivos en cinema, son típicos y decisivos. Su periodicidad es fácil de percibir y por esta razón actúa el sonido sobre el espectador, modi­ficando su tonus psicofisiológico, estimulando o de­primiendo el ritmo interno, vital, del corazón.

La palabra, la inflexión de la frase, el compás de un diálogo, está sujeto a leyes rítmico-prosódicas. Esto explica el éxito de actores como Conrad Vejdt y William Powell, que dominan los valores sonoros del diálogo, por una educación teatral acertada. Los ruidos constituyen una reserva maravillosa del cine­ma. Cuando siguen fielmente la imagen, se incorpo­ran a su ritmo, y en los dibujos animados se musica- lizan por idealización.

El silencio, valor rítmico manejado difícilmente en el cine actual, produce efectos dramáticos inolvida-

peor, sí atí fuesa lfeieho peor, porque ahora pa- ' nc* «tota tíentetad Aa tai» mito tuberculosa. m un problema. Le h» «ritan « la memoria del hijo de Alejandro Dumas «a serio contratiempo. La eacHtoca francesa MaroeBe Maurette ha escrito una obra titulada “La Verdadera Dama de lasCamelias”. Esta obra ha empezado por ganar el Premio Roma, que consiste en 9,000 francos y un viaje a la ciudad eterna. Pero ¿por dónde termi­nará? El primer premio literario que se otorga desde qne comenzó la guerra puede originar otra conflagración. No es sólo que los descendientes de Dumas pongan el grito en el cielo. Es que se producirán terribles acciones bélicas entre los lec­tores tradícionalistas y los lectores revoluciona­rios. Dirán aquéllos: “[Margarita Gautier tacha­da de fraude! ¡A las armas, sentimentales del mundo!” Dirán lós segundos: “Nuestra causa es sagrada. ¡Reivindiquemos la verdadera historia de una mujer célebre!”

Y en medio de unos y de otros, la sombra apasionada de Armando Duval, con un “bouquet” mustio entre las manos, pensará dolientemente: “¿A quién, a quién, Dios mió, amé yo?”.

LENGUAS VIVAS Y MUERTAS

A los filólogos les había apasionado muchas veces el tema. Pero el tema se escurría, se escapaba como el difícil pez de un ín- aprehensible problema. ¿Cuántas lenguas

existen sobre la tierra? Ahora, gracias a los es­tudios realizados, en una colaboración internacio­nal, por los mejores especialistas en la materia, se conocen ya las cifras exactas.

Según los lingüistas, existen 6,760 idiomas, de los cuales la mitad está constituida por lenguas muertas. Las lenguas vivas se cifran en 2,796. En la raza blanca, el inglés es la lengua más exten­dida. Siguen despúés el ruso, el alemán, el espa­ñol, el francés, el portugués y el italiano. En cuan­to a las otras razas, el chino está en primer lugar; después vienen el japonés, el árabe, el hindú y, en último término, el persa.

Los filólogos suelen ser incorregibles. Se de­jan en el tintero nada menos que el caló, la expre­siva lengua de los gitanos. ¿Qué los gitanos son pocos? Bien; pero se hallan repartidos por toda la tierra. Se encuentran gitanos hasta en las islas deshabitadas. Y allí donde hay un gitano, parece que hablan doscientas personas.

PICASSO MOVITIZADO

PARECE, según nos informan, que el ilustre pintor español está siendo utilizado por el Estado Mayor francés para camuflar te­

rrenos, o lo que es lo mismo como creador de pai­sajes artificiales, que vendrán a ser una especie de paraísos perdidos, de engañosos espejismos pa­ra los ejércitos contrarios.

¡Qué extrañas y prodigiosas creaciones las que saldrán ahora del autor de “Guitare sur une table”! En una bucólica pradera, en una dulce colina nostálgica de antigua sabiduría, qué negros nidos de la muerte se abrirán de pronto para tra­garse al incauto.

La verdad es que ni el mismo Picasso, que tantas angustias ha creado en la mente de las úl­timas generaciones de "‘parvenues’ podía sos­pechar esta misión de Júpiter tunante, de nuevo Dios de la cólera, señor de la Natureleza, que le han conferido los más recientes comisarios de Marte. Según otras versiones el genial pintor se encuentra en la Costa Azul colgando farolillos del tenedor de Neptuno.

bles, como en Cristina de Suecia, donde Greta Garbo sostiene un silencio de doscientos metros de duración, evocando el pasado en ia habitación nupcial de la hospedería. ~-

Siendo el ritmo la esencia propia de la música, los conflictos planteados al utilizarla total o par­cialmente, como conductora de las imágenes o como sencillo fondo que subraya la acción dramática, con­flictos conocidos y resueltos por los técnicos del “ballet” y la ópera, están candentes en las discusio­nes estéticas aei arte cinematográfico.

Durante el registro de imagen y sonido, los rit­mos visuales y auditivos, van siendo incorporados a la materia fílmica. El “cameraman” y el Sound­man”, crean las piezas de un mosaico que el mon­taje ensambla y armoniza, según principios rítmicos de duración. Para Einsesteien se trata de lograr un contrapunto visual-auditivo. Chaptín considera (a imagen más potente y sugestiva que la palabra. Ruttmann rechaza en lo visual y en lo sonoro, los elementos reales, para trasponerlos poéticamente.

Los recursos técnicos del montaje son diversos e inagotables, variando con e! género cinematográ­fico. El montaje de un film abstract», permite com­binaciones rítmicas audaces, y libres. Si se trata de uná película documental, el factor educativo res-

FOTOGRAMA DE UN FILM M. G. M.

tringe las posibilidades de libre construcción por montaje. En el caso complejo de un film de acción, la linea argumentai, delicadamente descompuesta en el guión de trabajo, reduce al mínimo el hallazgo de elementos rítmicos, que deben ser provocados, forzosamente, sin romper la continuidad de la his­toria.

Pero no es suficiente el conocimiento y mani­pulación de los valores ffímicos: cambios de esce­nario, lugar, ángulo y óptica; acentuación, concen­tración, asociación, paso, contraste, paralelismo y dispersión tie planos; sucesión, acortamiento, pausa y desencadenamiento de duraciones, en imagen y sonido; todo este aparato se hunde en la vulgaridad si el realizador no está dotado de un sentido per- sonalfsimo del ritmo.

ANALISIS RITMICO DEL FOTOGRAMA

Frente a la pantalla, el espectador capta y si­gue el ritmo de duración que la longitud de los pía- vida no .transcurren indiferentes. El ojo ve, el oído’ nos de imagen-sonido le impone. El tiempo y la oye, atribuyendo lo que oye a lo que ve, y las for­mas adquieren cierta misteriosa profundidad. Brus­camente, una imagen es substituida por otra y el recuerdo de la anterior entra en conflicto con la re­cién aparecida. Como la imaginación es rápida y flexible, sigue los cambios de imagen y sonido sin fatiga. Cuando los elementos visuales —belleza

CENTROS Y AREAS DRAMATICAS DEL MISMO FOTOGRAMA

plástica del fotograma— y los auditivos —ritmo pa­ralelo de sonidos-, son proporcionados, eurítmicos, armónicos, y la medida de los planos sigue una pul­sación o ritmo adecuado al tema, el espectador cae en el "encantamiento estético”, porque las ondas psico-fisiológicas inducidas en su organismo, vibran a! máximo.

Frank Capra afirma que el condicionamiento histórico no ha llegado aún para el cinema. Los mo­mentos culturales de la arquitectura, la pintura y la música, han pasado por un máximo, después de! cual por ia madurez de la técnica, se formulan le­yes estéticas. En cinema, estas leyes son incipientes, t i retorno ?. lo visual parece cierto, y los hombres de hoy conceden al cinema la misma curiosa aten­ción de los peregrinos medievales a las simbólicas composiciones en piedra argumentada de un pór­tico románico.

Pagina 18 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

LOS LIBROS POR DENTROEL ENVENENADO

Por R. Vega ALBELA

RAFAEL Solanx ha publicado un libro que a

pesar de que se intitula "novela” no per- nece en realidad a este género literario.

Desde hace algún tiempo la literatura ba venido produciendo obras en que se mezclan ele­mentos de géneros distintos, modificando así la estructura formal y muchas veces las caracterís­ticas fundamentales de lo que siempre se había entendido como perteneciente a una forma litera­ria perfectamente delimitada y precisa. Se hacen novelas biográficas y biografías noveladas y si esto es, hasta cierto punto cuando menos, tolera­ble, ya no lq es tanto cuando se trata de ensayos novelescos o de novelas que sirven de pretexto a la disertación.

No porque esté mal que un novelista, por ejemplo, se sirva de la psicología o de las aporta­ciones que para la investigación de la subcons­ciencia han traído los psicoanalistas, con Freud a la cabeza, pues esto en vez de empobrecer a la novela contribuye con elementos que pueden ser fructíferos y hasta necesarios, Bino porque estas aportaciones sean a veces utilizadas como objeto de estudios o disertaciones ajenos en absoluto a los propósitos mismos de la novela.

El libro de Solana se llama: LA EDUCA­CION DE LOS SENTIDOS O EL ENVENENA- DO y nos quedamos con ei primer título. Recu­rriendo las páginas de este volumen advertimos el largo y lento proeesq. de una conciencia que se esfuerza por descubrir el mundo de las sensacio­nes, los ruidos de la calle y los ruidos de las vis­ceras, el mundo diverso y múltiple en que se des­envuelve el proceso onírico, la despierta atención, tan despierta a veces, que logra crear, aunque sólo momentáneamente, el clima, la atmósfera de la novela.

Pero los personajes se han quedado en es­quemas, en esbozos incompletos y si alguien pre­guntara ¿cuáles son los personajes?, se le podría contestar: No son ni Lupe, ni Guillermo, ni Ber­nardino aunque aparezcan estos nombres, los verdaderos personajes son los recuerdos, las sen­saciones, y ese otro a quien advertimos a veces tendido en la mesa de operaciones para ser some­tido a la disección: El Sneño.

Y salta entonces una interrogación: ¿Habrá muerto "El Personaje?”, pero nos respondemos: el personaje no puede morir, es expresión de un destino humano, dsetiao que no es excepcional o qae es, por le meaos, tan excepcional como pueda

'~~*t4B"la. vHa de un boakbv*. lo qae Ware ea qae la imaginación ba temada otres rumbea, que no quiere aprovechar la infinita riqueza y el manan­tial de creación qae representa.

Pensamos en La Piel de Zapa y nos reconoce­mos en los deseos que agotan nuestra vida y en el drama que ba de terminar con la muerte, en un hombre creado a nuestra imagen y semejanza y ya fijado, por virtud del arte, para la perdu­ración.

Si el personaje no ha muerto y si el mundo de las relaciones humanas es inagotable, tampoco ha muerto la novela.

Pero si'Solana no ha hecho una novela, nos advierte la presencia indudable de un escritor que como tal no "ensaya”, sino que ha conseguido una forma y un estilo que maneja el idioma tan clara y limpiamente, quedada sn juventud, sorprende y- admira.

Cosa difícil obtener una prosa sin tropiezos ni violencia, tan difícil que requiere un largo y continuado esfuerzo que ya, en el escritor que comentamos, alcanza sus frutos.

Es esta la razón por la cual nos interesa más el libro por las posibilidades que descubre en el autor, por la capacidad que nos revela, que por lo realizado en el volumen.

ESPAÑAPEREGRINApublicación Mensual de la

JUNTA DE CULTURA ESPAÑOLA

•SUMARIO DEL PRIMER NUMERO:

Manifiesto de los españoles en América. Federico Garcia Lorca: “Grito hacia Roma"

(inédito).José Manuel Gallegos: La mentira de la civi­

lización cristiana.José Bergamin: Españoles infra-rojos y ul­

tra-violetas.Eugenio Imaz: Discurso in partibus.César Vallejo: España, aparta de mí este cá­

liz.Juan Larrea: Introducción a un mundo nuevo. Jay Alien: La cruda verdad.

Comprende también importantes secciones de información y comentario: “España viva”, libros, sección documental, etc.“Memorias de ultratumba”, notas críticas

Número suelto . . .............................. 1 Peso.Suscripción anual:México ................................................... 10 Pesos.Países de América........................ .. . 2 dólaresOtros pa ises. . ................................ s dólares.La suscripción a la edición de papel de lujo ten­

drá precio doble,Dinamarca 80 SI-'xico I> FV___________ _____________________ )

TERNURA INHUMANAPor José Herrera PETERE

/. órgano de la sensibilidad es viviente, concurre a la sensación’ decía ya Aristóteles y a la inversa podríamos decir que a veces durante la noche puede vivir en nosotros una boca de tenada que corresponda a nuestros deseos o un par de ojos en forma de antena

que corresponda a nuestros pensamientos.No soñaba el personaje de Kafka, su habitación aparecía como de ordinario, entre sus

cuatro conocidas paredes y sin embargo le salían patas en vez de pies, élitros en vez de bra­cos un chirrido desagradable en vez de voz, anillos escamosos en vez de carne.

¡Qué horrible despertar! ¡Qué desesperante vuelta- a la realidad! pero a pesar de todo en el fondo de su alma había una serenidad pasmosa, su dolor era sereno y estaba matizado de ternura. ¿Por qué se asustaban de él sus familiar es? ¿Por qué salía corriendo el Jefe de su oficina!1 ¿Por qué le encerraba su padre amenazándole con un bastón mientras su madre se desmayaba? Todo esto era sorprendente’ puesto que los animales son la cosa más natural del mundo, ios animales son seres puestos en la tierra para ayudar al hombre a comprenderse) a sí mismo, esta es su principal misión en el mundo para la cual hablan un lenguaje sencilló que murmura únicamente en el fondo de las condénelas. Es el lenguaje que interpretaba Lautremont, es el lenguaje que comprendía Kafka y del que hay innumerables ejemplos en la Biblia, en ¡a Himnología medieval y en la liturgia de las religiones primitivas, es el len­guaje con que habla el mundo animal a la humanidad desde el principio del mundo.

De la misma manera la idea de la metamorfosis, se arrastra persistentemente por debajo de la conciencia de los hombres desde que nacen hasta que se mueren.

'Kafka —dice Gastón Bachelard— sufre de un complejo de Lautremont negativo, noc­turno, negro". Para Kafka, la metamorfosis es 'toujours un malheur, une chute, un engourdis­sement, un enlaidissement”. A todo esto añadiríamos nosotros, la palabra ternura.

En Lautremont, la metamorfosis, es un terrible gozo, una perspectiva grande, una pene­tración, una profecía. En cambio no se da en él esa sencilla ternura de Kafka, que tanto sorprende porque va unida a una idea horrible. Esta ternura es perfectamente explicable, porque la idea de la metamorfosis recuefda la infancia, recuerda el sueño, recuerda las des­gracias cuyas causas se ignoran y que sólo un poder maternal puede remediar.

En el cuento de Kafka, está también expresada la angustia del movimiento, el tormento del simple movimiento animal, "motiva secundum locum”; la angustia del ente que mueve la única parte movible de su ser: el cuerpo. ¡Pero qué integridad y qué fuerza simbólica ad­quieren estos movimientos, qué ejemplaridad la de los órganos que los realizan! De aquí nace la entereza de las ideas de garra, diente o ventosa con que Lautremont tanto goza, la fuerza de la idea de pico o de buitre que también expresa Kafka en uno de sus cuentos, EL BUITRE, donde mano a mano presenta a la inteligente boca humana en lucha con el brutal y entero pico de la bestia, que al morir anega en sangre a la inteligencia.

Es una lucha eterna la que nos cuenta Kafka, como es un mundo eterno el que nos muestra Lautremont. Un mundo, animalizado, simbólico y oscuro, pero profundamente huma­no de raíf. ¡Qué conmovedoras las lágrimas del insecto que ba dejado de ser hombre! pero ¡Qué brutal la risa dd hombre que ha dejado de ser animal!

"Nadie sabe si nos despertaremos en nuestra cama o en presencia de Dios vivo", se dice a los niños para que recen sus oraciones nocturnas. Nadie sabe, puede decirse a los hombres, como nos despertaremos, por que nadie sdbe a punto fijo, que es kr-que llevamos dentro, qué es lo que hemos dejado atrás, abandonándolo, despreciándolo y ofendiéndolo.

EXTREMADO REALISMODE JEAN PAUL SARTRE

JEAN Paul Sartre reúne en “Le Mur” cinco novelas cortas. La primera da título a lz obra.

De excelente realización todas ellas, dignas del talento del autor de “La Nausee”, creemos, sin embargo, que es precisamente la primera, la de más calidad y mejor lograda. Aparte de pa­recemos más apasionante por lo más hondo y novelesco del tema y porque al magnifico y cer­tero análisis del miedo y la desesperación del hé­roe —un miliciano español que, en una cárcel franquista, angustiado, espera el rayar del nuevo día y con él su ejecución—, únese el recio conte­nido humano del mismo, perfectamente normal en circunstancias lindantes con la anormalidad y perfectamente consciente en el umbral mismo de la muerte.

Mas a excepción hecha del héroe de ’“Le Mur” todos los personajes de las novelas que componen este libro son sujetos tarados, bordeando la anor­malidad, unos; otros, francamente anormales. Así: en “La Chambre”, la mujer enamorada de su marido loco; el sádico de Erostrato; la des­concertante Lulú de “Intimité” y los individuos que rodean la atormentada infancia del protago­nista de “L’enfance d’un Chef”... Todos, sin em­bargo, están trazados con una profundidad y un rigor psicológicos magistrales, o con un acen­drado cariño y una extremada curiosidad hacia ellos. Sólo así es posible la lectura de ciertas des­cripciones en las que Sartre se complace. Des­cripciones de un realismo crudo y que se salvan de caer en lo nauseabundo y en el erotismo inne­cesario, merced al fuego creador, al gran tem­peramento novelístico del autor.

TERCER NUMERO DE ROMANCEEn el 3er. número “ROMANCE”, qne aparecerá el día 1’ de marzo, se publicarán

un artículo de JOAQUIN XIRAU. sobre el gran pedagogo español don Manuel B. Cossío. MARTIN LUIS GUZMAN publicará un capítulo de su novela inédita sobre las lulas María.''. Giro de JORGE CUESTA sobre el lenguaje en el campo mexicano. Un artículo de BENJAMIN JARNES, sobre la poesía de González Martínez. Una amena página de XA\ 1ER VILLAURRUTIA, popularizando la gran obra del Dante. Una página del Dr. SEGOVIA sobre Cirngia Taurina, l'na graciosa crónica de GERARDO NERVAL, inédita en castellano. Una crónica ilustrada sobre la Historia de los Cafés. Las habitua­les secciones "A la Deriva”, "En acecho” y “Locuras de cada día”. Faginas de Música, Arte, Cine.ete. Nuestra sección editorial "Espejo de las horas”. Artículos de Octavio Paz. Juan Rejano y J. Herrera Petere. Página "Los Libros por dentro”. Abundante bibliogra­fía. páginas gráficas, noticias, comentarios, etc.

Por E. REBOLLEDOEn esta curiosidad extrema, en este amoroso

cuidado de los personajes, reside precisamente el secreto de que el propósito crítico del autor, su obstinado deseo de presentárnoslos grotescos, se esfume y pierda vigor ante sus ingentes perso­nalidades novelescas y la belleza cautivante de la narración. Más aún: afirmaríamos que este es también el secreto, la singularidad del mismo Sar­tre. Porque el Jean Paul Sartre profesor de filo­sofía cuando va a la literatura lo hace con el certero bagaje de un agudo espíritu critico y una inquieta, analítica curiosidad. Y es la literatura quien, a su vez nos prueba lá fina sensibilidad, el talento de artista del profesor de filosofía. Ta­lento artístico que domina a veces al escritor lle­gando incluso a nublar su línea critica ocultando el verdadero sentir y designio de la obra.

El caso de “Le Mur” lo reafirma. “Le Mur” —obra fundamentalmente critica— que “a priori” hubiera podido nacer desnudamente analítica, ri­gurosa como fruto de disección, es, por el contra­rio, cálida y seductora, incluso —ya lo hemos dicho— en sus más escandalosos y turbios pasa­jes. Y en sus tipos —protagonistas de una moral sin base— sentimos frenético el latir de la carne y la secreta, intima agonia del alma. En esto hay un peligro que es preciso hacer notar; que deter­minadas gentes tomen por descripción compla­ciente lo que, en realidad, es sólo su sátira.

Por lo demás, puestos a clasificar las novelas que forman este volumen, colocaríamos “Le Mur” y “La Chambre” en lugar preferente sin que, no obstante, consideremos que no es aven­turado afirmar que, en su conjunto, “Le Mur” es uno de los mejores libros de estos últimos años.

K. MANSFIELD O LA VIDA PEQUERA

NO podemos decir que Katherine Mansfield sea

una autora "nueva”, pero si que su nombre se levanta hoy y pide un puesto entre los escrito­res ingleses que, como Lawrence o Aldington,

cantaron a la vida, a la vida aprisionada, nimbada por una casi invisible aureola, la vida bella y des­nuda, que se satisface a si misma, que la Gran Gue­rra pareció querer sepultar ehtre muerte y escom­bros, y también nuestra civilización mecánica entre hastio y automatismo. 1

¡unto a la aguda visión de la vtda qut nos da Katherine Mansfield, junto a su suave esplen­dor y fino estilo, al que Guillermo de Torre llama "realismo potico" en el prólogo al libro de cuentos "En la Bahía", es preciso recordar una vez más la "femi­nidad" de la escritora australiana. Los cuentos de la Mansfield son. tanto como la apasionada evocación de una vida pasada, un instante cualquiera de la vida vivido por unos seres cualquiera en un remoto lugar de la tierra, tanto como un iluminado recuerdo de su infancia, un fiel dibujo, con acertados matices, del alma femenina. ‘

La muerte de su hermano ocurrida en la guerra, fué el hecho que decidió a la escritora a consagrar . su vida al recuerdo de los días pasados, a la recrea­ción. de un misterio presentido en sus días de adoles­cencia. Evocar Australia, la tranquilidad de una vida burguesa en Australia, y el alma de ese paisaje que tan formidablemente nos describiera Lawrence en su "Canguro", fué la obsesión de í« corta vida. Evocar su infancia, casi apacible y soñadora, evocarla con rasgos melancólicos, era en ella como un canto a la vida presentida, canto a que la incitaba también su cuerpo enfermo. Katherine Mansfield fué, como Lawrence, tuberculosa. ¿Es acaso un privilegio de los enfermos el exaltar la fuerza, la belleza de la vida escondida, de la vida que no se vive, o se vive sólo rara vez, como en sueños?

En todo caso, hemos de confesarnos que Ja nída hacia la que más o menos conscientemente parecen tender ciertos personajes de Katherine Mansfield es una vida menor, limitado. No es la vida que ima­gina Beryl, la que quería cantar eu un himno, la que presentía en la prisión el Karamajoff'de Dostoievs­ky; es una vida más suave, más femenina, como un abandono. “¡Qué maravillosa es la vida desde A mo­mento que uno se entrega a eüa" —escribía en una de sus cartas.

Consciente dei problema de la vida en si, cap­tadora de ese Mito que parece escaparse de ta mía mis simple. Katherine Mansfield bula dtí “pro­blema", quería ser ' menw y data y tratAbadapuOof- tan sólo la vida simple qne hMa vmdo. x» vida simple traspasada por uu rayo de luz. “El problema —decía en otra carta suya— es una invención del siglo XIX ".

La vida de sus personajes es. sin embargo, nu problema, pero un problema apagado, intuido apenas, que nunca desemboca en un verdadero drama, sino es un drama el arrastrar una vida insatisfecha y con­tenida. Sus cuentos parecen más bien una insinua­ción. Los sueños de sus mujeres tienen A calor que todas las ilusiones humanas despiertan en nuestro corazón si llegamos a comprenderlas bien. Siendo un poco exagerados, pero no quizás del todo inexac­tos, podríamos decir que el ansia de vivir, los sueños que laten en las figuras de Katherine Mansfield, son los de una señorita sensible retirada a una casa de campo. Lo cual, por otra parte, no es cosa dA todo pequeña.

"Preludio", la segunda novela corta del tomo que nos ocupa es como la continuación de la primera: "En la Babia”. Sobre un paisaje evocado amorosa­mente se mueven unos niños vistos sin "problemas", pero vistos de verdad. Una mujer —Linda— parece consumirse en esa atmósfera sensual y es como un boceto tardío de una Mme. Bovary que no llega nunca a levantar el vuelo ni a hundirse tampoco en la pasión o el arrebato. Los sueños de Beryl, la her­mana soltera, sus alucinaciones y gestos, sus pala­bras en su alcoba, a solas en la noche, nos parecen lo más bello y más novelesco del libro. Además. Beryl, tiene consciencia del teatro que ella vive, de la farsa de su vida que no es sino ansia de amor, espera desesperada de una vida verdadera. Y en esta vuelta psicológica, en este contemplarse, así como en su preciso estilo y en la agudeza de muchas de sus lineas, percibimos lo que-fué la clara inteligencia de Katherine Mansfield.

"Garden-Party" es uno de sus cuentos más fa­mosos en el que se describe la perturbación que en una muchacha produce el hecho de una muerte ffumilde e inesperada. V-n el último de estos cuentos —novelas cortas más bien— advertimos ya valores distintos, misterios nuevos y más precisión y agude­za aún, si cabe, que en los anteriores. Y, sobre todo, ciertos rasgos de humor muy apreciables. La gran falta de Katherine Mansfield es, para nosotros, sin duda, su escaso humor. Si la muerte no se la hubiera llevado tan pronto, tal vez la excelente escritora hubiera dado frutos más altos que los que hoy gusta­mos con sus delicadas prosas.

d. S. B.

LIBRERIA M. GARCIA PURON Y HNO8- A. EN R.

Palma Norte, 308 (Entre Tacaba y Donceles) Ericsson 3-37-53.—Apartado Postal 1619

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de Librería.Extenso Surtido de Obras Mexicanas y Extranjeras Antiguas y Modernas.

COMPRAMOS BIBLIOTECAS

15 de Febrero de 1940- - . 7 - ' - - ----------------------- JTAliANA iy

ULTIMAS EDICIONES Y NOTICIAS■OMENTO ESPAÑOL

"Ensayos" por /uan Ma­rmullo. edición. En la Imprenta "La Verónica”. La Habana, Cuba.

Cuando hace dos años, bajo el mismo título, salió este libro apasionado, cálido de las prensas de Manuel Altolaguirre, España entera, ya vendida to­da, luchaba tífcroica, desesperadamente, 'por salvarse.

Marinello había cruzado el Atlántico, para asis­tir, presidiendo la delegación hispanoamericana al Segundo Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura, Pero lo que verdaderamente le llamaba era la voz martirizada del pueblo español. Y a es­cucharla fué adentrándose en el corazón de la tra­gedia.

Recorrió los campos quemados de España. Sus pueblos destruidos, sus ciudades incendiadas, sus trin­cheras. Habló con sus mujeres, con sus soldados con sus jefes militares y políticos... Y asi fundido, con su corazón más caliente, con su latir mas puto. Marinello tuvo en sus manos la verdad desnuda de la tragedia española. Espíritu hondo y sensible pron­to captó d aliento del puebla Aunque presentía ya la grandeza de su lucha, la realidad dramática, envol­viéndole a cada paso, inundó sus ojos de profundas impresiones. Rápidamente sintió la necesidad de li­berarse, de arrojarlas fuera, de proclamar la verdad a los cuatro vientos. Y sin esperar la paz, aun ro­zando las aristas de la tragedia, en el mismo esce­nario de esta lucha a muerte, publico sus impresio­nes; En Valencia quedaron, hechas letras de molde, como un homenaje de adhesión al pueblo español, su testimonio, hondo y sencillo, por ser trágicamente humano.

Ahora estas impresiones, nacidas febrilmente, vuelven a ver la luz, lejos de esta España, sumida hoy en una obscura, tenebrosa noche. Ven lai luz con el mismo vigor, con una calor de eternidad I tiendo en cada página Tan intenso es el aliento de ¡f^gSia^ue inspiró este libro y tan proíunda- menteMarinello supo adentrarse en ella. La voz de Marinello resuena ahora como una voz viva que 1 te acompasadamente con esa voz callada pero tam hién viva, de la España vencida no muerta, de hoy. En el homenaje emocionado a Garcia Lorca en su muerte^ a la muier española en sus magnificas es­tampas de Caridad Mercader y Pasionaria, en su recuerdo a Pablo de la Tornente-Brau, Mannellonos muestra su i^tif,C3C,ón X^ri^aBenU ^pa-

de Psnaña en tm estilo ágil, caliente, apaAndida se hace más profund^

cuando buscando la raíz hisoimca calor de ta - contienda, escribe su epsayo * Jorge Mrariaue vuelve A camino". Mannello eo el «oSnfc dd P***» «pañol no «Mov.i ardor,

fui!». ín^erii denapetado, smo coodcBcza dar» de Ja «áwdad y J» xgj-ffiStía

ha tomsX ï« àhijo ddConde Paredes”, que dicho sea *

- -xp- -cotñódieado con León Felipe, significa '3 culminación de lo integral español" Don jQmjote, sin embargo, está en la lucha, arremetiendo heroi­camente, con toda su sed de justicia, dcsnudabur- lada, pero "dominado, regido, humanado por Jorge Manrique, voz de su pueblo que ha vuelto al ca-mioo". , i-i.,.

En otro ensayo ejemplar "El alma por las alas,Gorki y Unamuno” opone dos muertes ejemplares, aue arrancan de la misma soledad, de la misma an­gustia, de la misma hostilidad, dejando detras de ellas dos mundos diametral mente opuestos: la de Lna- rouno que desaparece como una negación en deses­perada agonía, en lucha contra todo y contra todos, sin fe, sin partido y sin bando, y la de ‘ Gorki, que desaparece como una afirmación" agonizando en la fe de un nuevo destino del hombre.

El resto del libro, en los capítulos titulados: "Una voz heroica” (la de León Felipe al partir hacia Espa­ña "en busca de la muerte y a encontrarse con Dios ), "México en España”, "El Coro de Minglamlla "Marti, España y los Estados Unidos’, Tiempo al Tiempo” (en homenaje a h>an Ramón Jiménez?, "Madrid a los dos años ”, están impregnados del mis­mo fervor, de la encendida fe de aquellos días, pero dejando ya en el lector más frío el aliento y el sabor de liba atmósfera eterna.

Esta segunda edición se enriquece, con su Res­ponso alegre en la muerte de Antonio Machado . alegre porque "la lamentación sería crimen de lesa lealtad a la voz de Antonio Machado .

Marinello. fiel a esa voz, leal ya al cerrar su libro, nos muestra su ardiente esperanza, mientras liega el día "en que hombres de todos los rumbos llevarán hasta su Sevilla entrañable sus cenizas paternales . Marinello, concluye, presintiendo en su sangre, que "ese día la voz de Antonio Machado habrá encon­trado al fin, eco apropiado a su grandeza .

A. SANCHEZ VAZQUEZ.

UNA ASAMBLEA INFANTIL EN TORNO A ROMPETACONES

El pasado día 8, fecha de la aparición de “Rompetacones", el gran semanario infantil, ce­lebróse en los Talleres Gráficos de la Nación un acto al que concurrieron uno3 centenares de ni­ños —uno por cada escuela de México, D. F.—, elegidos democráticamente en sus centros de ins­trucción. En esta reunión, el diretcor del citado semanario, Antoniorrobles. señaló a loe niños cuáles son los propósitos de "Rompetacones" y cuáles los caminos por donde ha de buscar y desenvolver sus aventuras. A continuación, un obrero de los Talleres explicó cómo se confeccio­na tipográficamente la publicación.

Al final, se obsequió a los niños con un ejem­plar del primer número, y cada uno de ellos vol­vió a su escuela, a contar a sus compañeros lo que ha de ser "Rompetacones”, gran amigo de los pequen nelos.

CARTA ABIERTADE EMINENTES PERSONALIDADES DE U. S. A. EN FAVOR DE LOS ESPANO

LES QUE SE ENCUENTRAN EN FRANCIAU' N otro lugar ele ente número, vario# ilustre# intelectuales de México, dirigen, un Ha

mamicnto a sus compañeros de otras Repúblicas latinoamericanas, para que, con mo-J-A tivo de la Conferencia Panamericana de Aguda a los Republicanos Españoles qué se celebra en estos días, se incorporen al gran movimiento de solidaridad en favor de aque­llos hombres que en Europa sufren hoy, además de una dramática situación, los peligros! e inquietudes de la guerra.

Coincidiendo con este llamamiento, se ha publicado en New York una carta abierta, firmada por eminentes personalidades, en la cual se anuncia el principio de una campaña en todo el país, con objeto de recoger fondos para fletar una serie de ‘"barcos de. rescate” que habrán de transportar a los refugiados españoles desde Francia a diversos países la­tinoamericanos.

Dice la carta que las condiciones que impone la guerra en Francia, han hecho inso portable el estado de los españoles acogidos a la misma, y que la continua persecución de los republicanos leales en España hace imposible que regresen a su Patria, por todo lo cual es preciso reforzar el movimiento de ayuda.

Las principales firmas del mencionado documento son: Obispo Francis J. Mac Con­nell, Presidente de la Campaña de Auxilio a los Refugiados Españoles; Albert Einstein, el eminente físico y profesor; el gran novelista Thomas Mann, los célebres actores de Id pantalla Paul Muni y Helen Hayes, el popular e ilustre cantante Paul Robenson, Louis Bromfield, doctor Walter B. Cannon, León Henderson, Stanley M. Isaacs, Phillip Merivale, gobernador Culbert L. Olson, Cornelia Bryce Pinchot y otros.

PERUMUSICA

Dirigida por Rodolfo Barbara se viene publicando en Lima la revista musical peruana que a pesar de su modestia satisface los deseos de informeaión so­bre la labor musical de su país.

El Instituto de Cultura Italo-Peruano organizó un concurso en el que se premiará la mejor mono­grafía musical. El tema versará sobre un asunto de música italiana. '

El profesor Barbara dió una conferencia en - Conservatorio Nacional de Lima sobre "Algunos pro­blemas del Americanismo musical"; en ella se refirió a varios matices de la música de Sudamérica. Du­rante la charla se interpretaron obras de los compo­sitores chilenos Santa Cruz, Soro, Allende y Sepúl­veda. En el mismo centro de cultura el profesor Barbara disertó sobre la música argentina y su evo­lución hasta 1855.

En la temporada actual la Orquesta Sinfónica Na­cional peruana celebró más de 50 conciertos. En­tre las obras que figuraban en los programas mente atarse el ballet "Sur ay-Su rita" del compositor Vák cared, d "Concierto Grosso en Ja menor" de Vjvaldi yl« 'Tuentes de Roma" de Respigh. En lamber- preraetós dd XoñoeOo es « mayor" de Tchaifcp- wsxy y tu d "Concierto en mi menor" de Mendels­sohn participó el violinista Mtscha Elman. £i vio­linista argentino Andrés Dalmau ejecutó también diferentes conciertos.

WASHINGTONLa última semana en Seattle, Wásh., la Univer­

sidad del Teatro Lírico en Washington comenzó su existencia con dos interpretaciones de "Las Bodas de Fígaro" de Mozart. Ahora preparan la ‘Historia del Soldado" de Stravinsky y un poco más tarde el "Barbero de Sevilla”, Ernest E. Gebert es el di­rector.

FRANCIALQUB ZaAUarSA

el

las ciencias médicas y psicológicas: y el tercero, sobre el sentido social y estético de la arquitectu­ra ante las necesidades del momento nacional.

LA* BXXA8 X» ZUA TUTOACXOV XRUMBOXaXXY

El concurso para proveer las tres becas para artistas chilenos acordadas por la Fundación alema­na Alexander von Humboldt, abierto por segunda ver, ha sido fallado.

En esta ocasión, podían acudir también al con­curso los estudiantes de música.

Han correspondido las becas al pintor Carlos Pedraza, al compositor René Amengua!, y a la pia­nista Inés Santander.

ttxurcczoM x>xi x»OAjro x>b x<a tacxtx.tax> X» BXXaXsAS AMI----

Por una mayoría de votos superior a los dos tercios del total de miembros de la Facultad, ha sido reelegido Decano de la misma el profesor de His­toria de la Música y Análisis de la Composición Musical del Conservatorio, don Domingo Santa Cruz Wílson. Ya en 193Î fué elegido por primera ve» y sucesivamente confirmado en las elecciones de 1933 y im.

En este nuevo período, el Decanato tendrá como tareas fundamentales el afianzamiento del trabajo de la Facultad, la consolidación de los estudios ar­tísticos pedagógicos y la realización de las fiestas Jubilares del IV centenario de Santiago y del I centenario de la Universidad.

• rHuygMe,~ JlwHre catedrAUeo francés,I* Ptetufn del Museo del Louvre»

ínVIUdo por la Facultad Bellas Artes, ha pro­nunciado seis conferencias en Santiago y una en Valparaíso, que han versado sobre los métodos crí­ticos de la Historia del Arte y el impresionismo enespecial.

OT Z*A rACTOiTAD 2>s BMXkXsAS

CUSAJosé Marti: TBBSO» a

Ciervo Herido”. Habana.José Marti: BUBSTBA SMBBXCA. Recopilación

de los mía brillantes escritos del patriota cubano sobre la América española. Biblioteca "Boa Gran­des escritores de América".

Ciro Espinosa: TKXSBDIÁ DXL SUAJXBO.Novela. Habana.

C. Parra Pérez. BATOMÀ T XUL rOUriCA SB BJLFOUOB BB AMXJUCA. Habana.

José P. Castellanos Peláes: KISTOBXA SB IDUCACIOI. Publicaciones de la revista "La Es­cuela Activa". Habana.

Hilarión Cabrisas. IuA (JAJA SB rAXDBOBA. Versos. Habana.

Jorge Mañach: F ABASO TXOBBYB. Editorial Trópico. Ba Habana.

Herminio Portell Vilá: KISTOBXA SB COBA BB SUB BKLACIOVBS COK LOS B8TASOS XnTXXJOBT BSFABA. Jesús Montero, Editor. Obispo 621. Ba Habana.

Asociación Nacional contra las discriminaciones racistas: SBFBBBA CUBABA COBTBA BX. ra­cimo AirrXSBKXTA. Imp. B. Pérec y Cía. Lam­parilla. Habana.

BX. KXSXTAXUSXO BB CUBA.y Cía. Impresores. Compostela

Jorge Mañach: Seoane, Fernández 661. Ba Habana.

Isa Caraballo: Antología poética Cuba. Ediciones

Poesías. Col. "El

SB'Alfa' Ba Habana,

AXBKICA CBBTBAX

nirâSi?niS S- ,Pedreita: BX XIBBO FUBBTOXKX- QUltO. San Juan. Puerto Rico.PuertTttico Malare,: TOCM AFIiras. San Juan.

Enrique Henriquez: BOCTUBBO8 T OTBOS FOB- Ciudad Trujillo. República Dominicana.

La Mevue des X>eaz Mondes ha comenzado a pu­blicar sus Memorias: Xk> qne ana no pensaba decir traducidas al francés por Matilde Pomés con el tí­tulo de Beenerdos deZ París de entonces- La evocación del París de 1914 de una “serena, musical y pro­funda elegancia", de aquella dulzura de vivir evo­cada por el gran escritor argentino, sugiere a Fran­cis de Miomandre los más emocionados comentarios. Dice Miomandre: “Nada más interesantes que estos apuntes que Larreta nos deja de esos personajes tan cercanos todavía y ya tan profundamente su­midos en el pasado. Un Clemenceau, una condesa de Greffulhe, un Rostand, una Ana de Noailles, un Barrés... A estos breves y plenos cuadros en los que la ternura de la amistad no perjudica en nada a la perspicacia crítica, yo prefiero quizás los que consagra a París mismo, a su» placeres, a sus jue­gos, a sus lugares, a ese París que el noble argen­tino ha comprendido mejor que nadie y del cual él ha sabido analizar su encanto completo, hecho de frivolidad aparente y de latente gravedad”.

ohajtois rzou&AB xm xua stoavzx>ax>Se ha publicado en París “Les Grandes Figures”,

en cuyas páginas, firmadas por eminentes profeso­res de la Soborna, Colegio de Francia, etc., son evo­cados los grandes creadores de todos los tiemjx>s: Moisés, Buda, Sócrates, Copérnico, Newton. Descar­tes, Shakespeare...

(HILETOSS SUSTOS ACAX>SKXCO8

En la Facultad de Bellas Artes de la Univer­sidad ha tenido lugar la Incorporación de los nuevos académicos señores Carlos Silva Víldósola, Alfonso Leng j’ Rodulfo Oyarzún.

El primero de los citados señores leyó un dis­curso sobre el papel social del Arte: **1 segundo, sobre las raíces de la emoción musical a la luz de

La Facultad de Relias Artes ha invitado al joven escritor español y crítico de música Vicente Salas Viú, recientemente llegado a la República chilena, a dictar un curso de once conferencias sobre las raíces y evolución de la música española desde Al­fonso el Sabio hasta el momento actual.

LIBROSX.O8 AVIOOS DU AKTO

Esta institución, además de crear una gran Sala de Exposiciones, ha lanzado ia idea, que ya está po­niendo en práctica, de crear también una Galería de Pintura Chilena Contemporánea, para cuyo fin se han adquirido ya jas primeras telas.

En el terreno musical, ha celebrado diversos conciertos, entre ellos la audición de la cantante Lila Cerda con el cuarteto vocal formado por el com­positor Alfonso Letelier, que ofrecieron un progra­ma de Heder y obras chilenas.

Francois Mauriac: “GBXnTXWX". (Trad, de Arria- za y H. Catalán. Ediciones Ercilla.)

El análisis psicológico, la estructura y la técnica de esta novela del gran escritor católico francés, continúa la línea de sus obras anteriores: “Las fra­casadas” y “Los ángeles negros”.

Henry Troyat: AVA>A”, (Trad, de JacoboDanke. Ediciones Ercilia.)

Henry Troyat, Premio Goncourt 1938, está con­siderado como uno de los más sólidos valores de la novela francesa actual. “La Araña” afirma en el lector hispanoamericano, este juicio, hoy general, de la crítica francesa.

Pío Raro ja: "KXSTOBXAS MJAXTAS”. (Edicio­nes Ercilla.)

Este nuevo libro del gran autor de “Camino de perfección” y de “La lucha por la vida”, nos ofre­ce un conjunto de amenos relatos, impregnados mu­chos de ellos de un profundo sabor autobiográfico.

Aldous Huxley: (rSSAS SOJAS BSTXAXXÆS" (Those Barren Leaves). Trad, de Práxedes Yáñez. Ediciones Ercilla.

Una novela llena de vigor, construida con la técnica sorprendente y poderosa de “Contrapunto”.

DI PBKMIO ZJTOBAXUO

Los libros “Lastrria” de Sady Zanartu y “Ho­racio” de Alejandro Vicuña, han obtenido este año el premio “Atenea' instituido por la Universidad de en lí>38.

KHTADO8 UVWOS

Art Young. Art Young (His Life and Times).ART YOURO, BYT TWA T SU TXTOTO. John Ni­cholas Beffel. Sheridan House. New York. Autobio­grafía del artista.

Lin Yutang. Moment In Peking. Vb VOVTOTOSV PTOZV. John Day. Novela china, que trata de la& aventuras de tres familias de la clase media a través de los sucesos de este país. Está concebida según el estilo tradicional chino, con gran comple­jidad de trama y gran número de caracteres y per­sonajes.

Ivan T. Sauderson. Caribean Treasure. TVSO- *O CAAX2BV, Viking. Novela de animales-en la que se describen sus costumbres.

Marguerite Me. Yutre. Free and Clear. XtXWV T CX«A*O. Farrar Rinehart. N. Y. Novela idílica y campestre.

Phil Stong. XTAV HOI XVVX^VV. Farrar Riue- hart Inc. N. Y. Novela picaresca de la vida en el medio oe^te hace cien años.

W. Towneud. The rescue of captain Legatt. VL·SAX.TAXVWTO VU CATtTAV XAQATT. William Marrow. N. Y. Novel·lí de mar. original y dramática, con verdaderos aciertos psicológicos.

Raymond Holden. Believe the Heart UBBS l> JX OOBASOB. Holt Novela psicológica sobre Jas rela­ciones amorosas de una mujer.

XOrah Basais: MBM IB BBTCSa.Kate libro recoge las experiencias vividas por

et autor como miembro del "Batallón Blncotn", du­rante la guerra española.

Su libro no es sólo ia historia de nn individuo, si­no la de todo un pueblo, con sus héroes, con sus problemas y angustias.

Edmund Gilligan. White Sails Crowding. B>B- oaxta SB Bl.aucas TBXJkS. Scribner. Novela de los marea del norte, en la que se recuerda a los râp- Bodas celtas.

ARTES PLASTICAS ACM. 2Hemos recibido el número 2 de la revista. ARTES

PLASTICAS que publicada bajo los auspicios de la Lniversidad Nacional Autónoma de México, di­rige el señor Manuel Rodríguez Lozano. Sin perder la excelente calidad que desde el primer número pudimos observar en las reproducciones y la cola­boración, quizás ios temas de este nuevo número aumentan el interés de los lectores:

Arquitectura agustianiana por Manuel Toussaint —Pintura: Paolo Lccelo, por Juan de ia Encina— Escultura: “Pequeña divagación a la vista de cinco maravillosas obras del Renacimiento por Ramón Ga- ya^Grabado.—Grabados renacentistas por Justino Fernández.—Arqueología. Hipótesis sobre la Cerá­mica tarasca, por José Alvarado.—Fotografia. Sem­blanza del Romanticismo por Luis G Basurto, Dan-< za. José Vasconcelos.

R O MANCE""ROMANCE” aspira a reflejar ampliamente, popularizándolos, los valores espirituales de la cultura

hispanoamericana y a informar a sus lectores de los problemas y de las actividades culturales más im­portantes de los países de habla española.

Para realizar esta empresa solicita ia ayuda de todos. La de los escritores, editores y bibliotecas para ofrecer en sus tráginas una extensa información del movimiento bibliográfico hispanoamericano. Reseña­remos todo libro del que se nos envíen dos ejemplares y dedicaremos un comentario más amplio cuando juzguemos que la calidad de la obra lo merece.

Queremos también entrar en canje con todas las publicaciones que aún no tengan este servicio con nuestra revista.

Igualmente solicitamos la generosa ayuda de los Centros Culturales, Universidades, Institutos cien­tíficos, Ateneos literarios, Galerías de Arte, etc., para poder ofrecer a nuestros lectores un amplio pano­rama de todas las actividades culturales en Hispanoamérica.

Esperamos que nuestro requerimiento será atendido y asi con el esfuerzo de todos, podremos seguir adelante, con más vigor aún, realizando la empresa cultural que nos hemos propuesto.

TOLSTOI INTIMOVIENE DE LA PAGtNA 6

LA DECISION FATAL

TOLSTOI esperó aún dos meses, pero en la

noche del 27 al 28 de octubre de 1910, se decidió a huir de su casa acompañado por

su médico el doctor Makovitzky. Ambos hombres subieron a un tren y se dirigieron hacia el Sur, sin dirección fija. En ei camino. Tolstoi cogió frío y se vió obligado a detenerse en la pequeña esta­ción de Astapovo y meterse en cama.

Yo pasé aquella noche en casa de Tchertkoff. En la mañana del 28 recibí una carta de Alexan­

dra llamándome con urgencia a Yasnaia. Llegué cuando la vieja condesa, con los cabellos desata­dos, corría como una loca a lo largo de las aveni­das del jardín; acababa de tener noticia de la partida de Tolstoi.

Pasamos dos o tres días de angustia. Después nos llegó la noticia: Tolstoi se encunetra en As­tapovo enfermo, moribundo. Todos nos precipita­mos allá. Por acuerdo unánime se decidió que la condesa no se aproximara al enfermo, con objeto de evitarle la fuerte impresión qus le causaría el verla d" nuevo.

Mas la precaución fué vana. El g:an hombre murió el 20 de noviembre a la edad de 82 anos.

Sus últimas palabras fueron las siguientes: “Aparte de León Nikolaévitch hay mucha otra gente en el mundo. Pero vosotros, vosotros con­templáis al único León*’.

Reposa en pleno bosque a algunos pasos de la casa en la cual vivió y trabajó.

Pagina 20 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

CIENCIA HISTORIA SOCIOLOGIACARTA DE COLON

E. Giner DE LOS RIOS UN LIBRO DE EINSTEIN MEXICANO DE HISTORIAUniversidad Nacional Autónoma de México.—Ins­

tituto de Investigaciones Estéticas.—CARTA DE CRISTOBAL COLON EN QUE DA CUENTA DEL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA.—México.—Imprenta Universita­ria. 1939.La Universidad Mexicana, por medio de su

Instituto de Investigaciones Estéticas, que dirige la fina inteligencia de Manuel Toussaint, nos re­gala con una edición facsimilar de la carta que Cristóbal Colón envió al Tesorero de los Reyes de España, dándole cuenta del descubrimiento de América. La aparición del folleto coincidió con el Día de la Raza, que este año ha cobrado para muchos su sentido más hondo y emocionante.

La carta original de Colón desapareció, y el facsímil corresponde a la versión latina del “gene­roso y literato Leandro de Cozco”, que se publicó en Roma, el año de 1493, y contiene ocho precio­sas reproducciones de grabado en madera. El ma­nuscrito se conserva hoy día en la Free Public Library de Nueva York. Ai final se acompaña una traducción al castellano del bibliotecario don Francisco Antonio Martínez.

Lástima es que 3e haya perdido el original del gran almirante. En la traducción al latín pri­mero, y en esta última versión castellana —tra­ducción de traducción—, tiene forzosamente que perder mucho el tono del texto primitivo. Cam­pea, sin embargo, por todo el relato que nos hace Colón (que ambiciosamente quiere abarcar todos v cada uno de los sucesos ocurridos en el viaje), una emoción fuerte e ingenua, difícil de igualar. En su carta trata de narrar en forma concisa y ordenada lo que ha hecho y lo que ha visto, pero el entusiasmo se le desborda muchas veces, so­bre todo, en las descripciones. La isla que bautiza con el nombre de Juana, tan grande y sin límite a su mirada, que creyó fuese más bien la pro­vincia continental de Catay, se le ha entrado fres­camente por los ojos y le verdecen en la memo­ria sus "muchos, copiosos y saludables ríos” y “árboles de inmensa elevación”, que cree con­serven en todo tiempo sus hojas, porque las vió “tan reverdecidas y brillantes cual suelen estar en España en el mes de mayo”. Colón nos da, además, a lo largo de su escrito noticias intere­santísimas de las providencias que tomó para el primer gobierno de las tierras descubiertas, de cómo corrigió los abusos en los cambios con los naturales del país, “gentes de mucho obsequio y benignidad”. En sus comentarios se mezclan fre­cuentemente las apreciaciones de rigor científico con otras de pura experiencia personal. Así, para ponderamos la fuerza de los rayos del sol nos dice que “dista al jwrecer, veinte y seis gra- tajs de la equinocial”, mientras que para damos idea de la extensión de la Española la compara con “toda España, desde Cataluña a Fuente- rrabSa”.

La emoción que nos embarga siempre cuando leemos algún relato histórico sobre los descubri­mientos, encuentra su aire más amolio en esta corta y enjundiosa misiva colombina. Sus pala­bras están llenas de la fuerza de una memoria que apura serenamente sus propias sendas, con ansia de hacer presente lo que ya han poseído los ojos y el esfuerzo con la mayor de las ale­grías y la más alta de las angustias.

H. G. WELLSBREVE HISTORIA DEL MUNDO

Trad. R. Atard.—Primera edición mexicana, co- regida, con un capítulo adicional sobre los últimos acontecimientos mundiales y trece mapas a colores.—A. P. Márquez, editor, Mé­xico, D. F., 1939. 471 págs. 19.5X15. $3.80, en cartoné. $ 6.50, en tela.Cuando Wells escribía su famoso “Esquema

de la Historia”, obra que se aleja de los cauces del academismo historicista, para entrar de lleno en una amplia y apasionada visión del mundo desde sus orígenes, acaso pensaba en la necesi- dada de construir, a la vez, un camino, sin gran­des complicaciones, que facilitase el acceso a los no iniciados. Entonces nació esta “Breve Historia del Mundo”. Entiéndase bien: no es este libro un extracto o condensación del anterior. Es, sim­plemente, una historia mucho más generalizada, concebida y escrita de nuevo, como el mismo au­tor advierte. ¿Con qué finalidad? La “Breve Historia del Mundo” no abandona, en su concep­ción, el rigor del método —lo contrario, en his­toria, supone desprenderse del instrumento fun­damental de trabajo—, pero tampoco entra en intrincadas especulaciones y elaboraciones. Wells, al planearla, se trazó este propósito: exponer con una técnica novelesca, los innumerables sucesos que el mundo ha producido desde que tuvo una personalidad definida en el espacio. Y lo ha con­seguido sobradamente. Tanto que la obra, de esta manera, logra dos fines: uno, el que persi­gue el autor, “resolver el problema de aquellos lectores, no especialistas, que quieren refrescar o rehacer sus concepciones anticuadas o frag­mentarias de los grandes acontecimientos de la Humanidad y, sin embargo, por sus ocupaciones no pueden entregarse a un estudio detallado”. Y otro, llenar la atención del lector medio, exigente, que, sin duda, ha de leer este libro con verdadero interés.

Pero esta “Breve Historia del Mundo”, que acaba de lanzar en México el editor señor A. P. Márquez, presenta un doble motivo de interés: el de incluir un capítulo adicional, en el cual se enumeran y estudian ios problemas mundiales que han dado fisonomía a los últimos dieciocho años y aquellos acontecimientos de mayor relie­ve, como, por ejemplo, el asunto de los petróleos mexicanos, ¡a guerra de España, el Pacto de Mu­nich. la invasión de Austria y Checoeslovaquia, etcétera. A este interés se suma el que ofrecen los mapas en colores que ilustran la edición, uno de los cuales, a doble plana, detalla la situa­ción de Europa después de la gran guerra.

I. LA OBRA

a) . Descripción bibliográfica:EINSTEIN. Albert e Iníeld, Leopold. (1)

"La Ffsica. Aventura del pensamiento. El des­arrollo de las ideas desde los primeros conceptos hasta la relatividad y loa cuantos".

Traducción del inglés, por el Dr. Rafael Grin- feld, profesor de la Facultad de Ciencias Fisicoma­temáticas de la Universidad Nacional de La Plata.

Buenos Aíres, Editorial Losada, S. A., 1939.(Núm. 3 de la colección "Ciencia y Vida", diri­

gida por el Dr. Felipe Jiménez de Asúa.)

b) . Indice general:

Prefacio.I. Génesis y ascensión del punto de vista mecá­

nico.—El gran misterio. La primera clave. Vectores El enigma del movimiento. Una clave que pasó Inad­vertida. ¿Es el calor una sustancia? montaña Ru­sa. La equivalencia. El fondo filosófico. La teoria cinética de la materia.

II. 1.a declinación de la interpretación mecánicade la física.—Los dos flóidos eléctricos. I.x>8 flúidos magnéticos. La primera dificultad seria. La veloci­dad de ia luz. La luz considerada como sustancia. Ei enigma del color. ¿Qué es una onda? La teoría on­dulatoria de la luz. ¿Son longitudinales o transver­sales las ondas luminosas? Ê1 éter y el punto de vista mecánico.

III. Campo y relatividad.—El campo como repre­sentación. Los dos pilares de la teoría del campo. La realidad del campo. Campo y éter. El andamiaje me­cánico. Eter y movimiento. Tiempo, distancia, relati­vidad. Relatividad y mecánica. El continuo espacio. Tiempo. Relatividad generalizada. Fuera y dentro del ascensor. Geometría y experiencia. La relatividad generalizada y su verificación. Campo y materia.

IV. Cuantos. — Continuidad y discontinuidad. Cuantos elementales de materia y electricidad. Los cuantos de luz. Ix>s espectros luminosos. Las on­das de materia. Ondas de probabilidad. Física y realidad.

Indice por materias.

c) . Análisis del contenido:

I. Existe la posibilidad de prever las trayecto­rias futuras de todos los planetas porque, de acuer­do con la mecánica, es posible predecir la trayec­toria futura de un cuerpo en movimiento y revelar su pasado, si se conocen su estado presente y las fuerzas que obran sobre él. Todos los fenómenos pueden explicarse en física por la acción de Jas fuerzas de atracción o repulsión, la cual depende únicamente de la distancia y obra entre partículas invariables. En la teoría cinética, este punto de vista, que se origina en los problemas mecánicos, abarca los fenómenos del calor y conduce a una imagen satisfactoria de la materia.

II. Encuentran graves dificultades en el camjx) de los fenómenos ópticos y eléctricos las tentati­vas de interpretación mecánica contenidas en las teorías antiguas de los flúidos eléctricos, en las teo­rías corpuscular y ondulatoria de la luz. Una carga móvil actúa sobre una aguja magnética, pero con una fuerza que -no depende solamente de la dis­tancia, sino también de la velocidad de la carga. La fuerza no atrae ni repele, sino que actúa perpendi- cuiarmente a la línea de unión de la aguja y la car­ga. En la óptica tenemos que decidirnos en favor de la teoría ondulatoria de la lúa. Constituye evi­dentemente una concepción mecánica el suponer on­das que se propagan ca un medio compuesto de par­tículas entre las cuales actúan fuerzas mecánicas. Pero las dificultades encontradas ai tratar de re­solver el problema de saber en qué consiste ese me­dio a través dei cual se propaga la lux, y cuáles son sus propiedades mecánicas, nos obligan a abandonar esa tentativa y, por lo tanto, la interpretación me­cánica de la naturaleza.

III. La aparición del campo como nuevo concep­to en la física, constituye la invención más impor­tante registrada desde tiempos de Newton. Ahora se estima que lo esencial en la descripción de los fenómenos físicos no son las cargas ni las partícu­las, sino el campo existente entre ellas. El concepto de cámpo resulta de una eficiencia inesperada, dan­do origen a la formulación de las ecuaciones de Maxwell, que describen la estructura del campo elec­tromagnético, gobernando al mismo tiempo los fe­nómenos Ópticos y los eléctricos. La teoría de la relatividad se origina en los problemas del campo, y se desarrolla en dos etapas. La primera se aplica sólo a sistemas en los que es válido el principio de inercia como lo formulara Newton, y se basa sobre dos suposiciones fundamentales, a saber: que las leyes físicas son las mismas en todos los sistemas de coordenadas en movimiento uniforme relativo en­tre sí, y que la velocidad de la luz tiene siempre el mismo valor. De estos postulados han sido de­ducidas las propiedades de barras y relojes en mo­vimiento, su cambio de longitud y de marcha en función de la velocidad. Otra consecuencia es la conexión entre masa y energía. La segunda etapa ataca el problema de la gravitación y nos induce a analizar el papel que desempeña la geometría en la descripción del mundo físico. La teoría de la rela­tividad acentúa la importancia del concepto de cam­po en la física, aunque no se ha logrado todavía formular una física pura de campo, por lo cual ne­cesitamos admitir aún la existencia de ambos: cam­po y materia.

IV. La materia tiene una estructura granular, lo mismo que ia carga eléctrica y la energía. Los fo­tones son los cuantos de energía que componen la luz. La física de los cuantos posee leyes que rigen multitudes. No describen propiedades, sino proba­bilidades, y no tenemos leyes que revelen el futuro de los sistemas, sino leyes que expresen las varia­ciones en el tiempo de las probabilidades y que se refieren a conjuntos o agregaciones de un gTan nú­mero de individuos.

Los autores hacen eonstar en el prefacio que "no han escrito un texto de física porque su inten-

NOTICIAS CIENTIFICASQUZWCA

LA LUMINISCENCIA DEL AGUA BAJO LA INFLUENCIA DE LOS

ULTRA-SONIDOS

En una nota presentada a la Academia de Cien­cias, el señor Paounoff demuestra que la luminis­cencia del agua bajo la influencia de los ultra-soni­dos, se debe a la presencia de! oxígeno disuelto en el agua, y desaparece cuando se priva al agua de aire disuelto, o cuando los gases disueltos se privan de oxígeno. Bajo la acción de los ultra-sonidos el oxígeno disuelto se transforma parcialmente en ozono. La luminiscencia se debe probablemente a la descomposición de este ozono, seguida de una nueva formación.

bioquímicaEl. BORO DE LAS ROJAS

Los señores Gabriel Bertrand y L. Sillerstein, han medido las pequeñas cantidades de boro que se encuentran en las cenias de las hijas de dife­rentes edades, desde la primavera al otoño. Han encontrado, como para el manganeso, un volumen máximo en las hojas jóvenes, es decir, durante el período de mayor actividad fisiológica del Órgano foliar.

DEMOGRAFIA.

LA DURACION MEDIA DE LA VIDA.Según la Oficina Central de Estadística de Ho­

landa, la duración media de la vida es actualmente €5.1 años en el hombre y 66,4 en la mujer, contra las cifras respecti t vas de 3S.4 y 4^.7 durante ei período

ción fué, más bien, describir a grandes rasgos las tentativas de la mente humana para encontrar una conexión entre el mundo de las ideas y el mundo de los fenómenos”.

La explicación la han querido "hacer sencilla’’ por opinar que "la importancia de un problema no debe juzgarse según el número de páginas que se le dedican". Además, se Imaginaron a su futuro lector "falto de todo conocimiento concreto de fí­sica y matemáticas”, pero Interesado por las ideas físicas y filosóficas, por lo cual "el libro es una sim­ple charla "entre el lector y los autores, tratando siempre (y consiguiéndolo) de hacerse comprender.

Este mérito de la cordialidad y la sencillez que han sabido darle es, a nuestro juicio, aparte del relieve científico de ios autores y de una presenta­ción tipográfica pulcra y cuidada, el que nace que

recomendable.su lectura sea atrayente y

LA FISICAAV1ITI1A BU PlltAMIlVTI

Entre las últimas ediciones de la edi­torial “Losada” ha aparecido en caste­llano el libro de Al­bert Einstein “La Física, Aventura del Pensamiento”. El fa­moso matemático alemán expone en este volumen las di­versas concepciones del mundo, desde el punto de vista de la Física, a través del tiempo, terminando con una exposición de su teoría de la

relatividad, hoy generalmente admitida.II. OTROS TRABAJOS SOBRE

EL MISMO TEMA

A). Teoria de la relatividad

a) . Libros:

BORN. "La teoría de la relatividad de Einstein". (Madrid. Cal pe.)“Développement de la mécanique ondulatoire." (París, Hermann.)

CABRERA, B. "Principio de relatividad. Sus funda­mentos experimentales y filosóficos, y su evolu­ción histórica". (Madrid, Residencia de Estu­diantes.)

CARTAN, E. "Le parallélisme absolu et la théorie unitaire du champ". (Paris, Hermann.)

DARMOIS, F. "La théorie einstatnnienne de la gra­vitation, lea verifications experimentales". (Pa­rís. Hermann. )

DRÎESCH, Hans. “La teoría de la relatividad y la filosofía”. (Madrid, Revista de Occidente.)

EDDINGTON. "Theory of Relativity". (Cambridge.) LA NG EVIN, P. "La relativité, conclusion générale”.

(Faris, Hermann.)MOREÜX, Abbé. "Pour comprendre Einstein". (Pa­

ris, Doin.)PASQUIER, L. F. du "Le principe de la relativité

en les théories áTEinsteíñ. (Faris. Doin.)PERRIN, F. "La dynamique relativiste et l'inertie

de l’énergie". (Paris, Hermann.)SCHLIK. "Teoría de la relatividad. Espacio y tiem­

po en la Física actual”. (Madrid, Caïpe.)WEYL. "Rarun Zeit materie". (Berlín.)

Kb) . Cinema educativo.

"Teoría de la relatividad de Einstein”. Película de 16 ram. de ancho, en dos partes, de la sección de films educativos “Eastmann”, de la Casa Kodak, de E. U. en Norteamérica.

B). Física generala) . Libros:

BOLL, Marcel. "Qu’est-ce que... le hasard, l’éner­gie?, le vide?, la chaleur?, la lumière?, l’électrici­té?, le son?, l’affinité? (Paris, Larousse.)

—"Pour connaître... la relativité, l’analogie, l’Iner­tie, la gravitation, le choc, l’incandescence. la lu- miniscense, la fréquence”. (Paris, Larousse.)

—"Idées nouvelles sur l'électron, les plies, les dyna­mos, l’alternatif, l’induction, la radiophonie, la télévision, les ultrasons”. (Paris, Larousse.)

DROGLIE, Louis de. "La física nueva y los cuantos". (Buenos Aires, Losada.)

BRUHAT, Jeorges "Cours de Thermodynamique”. (Parts. Masson.)

-—"Cours d’optique". (París, Masson.)—"Cours d’électricité”. (París. Masson.)

LANGEVIN, Paul. “Problemes physiques”. (Tomo 2*de la "Encicîopédie française”. (Paris. Larousse.)

REICHEMBACH, Hans. "Atomo y Cosmos”. (Madrid, Revista de Occidente.)

b) . Revistas.

"Journal de physique et de radium". (París, men­sual.)

"Science abstracts”. "A. Physics. B. Eîectrology”. (Londres, mensual.)

"Physikaîische Berichte". (Braunschweig, quincenal.)

(1) INFELD. (Leopoldo Inf eld, colaborador de Eins­tein, es un físico notable que se distingue por su labor de investigación, su trabajo de cátedra y sus publicaciones.

Julian AMO

de 1S70-79. La mortalidad infantil que era entonces de 22% de hombres y de 20% para las hembras, no es hoy sino de 5 y d%. Entre 1870 y 1879, 7,6% de los holandeses llegaban a la edad de 80 años, mientras que durante el período de 1931-1935, han alcanzado esta edad ei 25%. Holanda es hoy día, el país de mor­talidad inás baja.

FAX.BOVTO LOGIA

LOS ULTIMOS DINOSAURIOS

Los paleontólogos de la Institución Smithsoniana han descubierto restos considerables de esqueletos fósiles de titanosaurios en rocas del Cretáceo Su­perior. En unión de los dinosaurios con cuernos, representados, asimismo, en idénticos sedimentos, pertenecen a los último» supervivientes de lo» rep­tiles gigantescos. Es. posible que esta formación constituya un puente entre el final de la gran edad de los reptiles y la aurora de la época de lo» mamí­feros.

FISICA

EL OXIDO DE NITROGENO Y LA ATMOSFERA TERRESTRE

Mr. J. Kaplan, del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de California (Los Angeles), ha obtenido rayas de óxido de nitrógeno asociadas con líneas bien conocidas del espectro del cielo nocturno, al estudiar la luz producida por dé­bilísimas descargas eléctrica». A su juicio, gran par­te de la energía de la luz del cielo nocturno hay que atribuirla a la absorción de rayos cósmicos las ra­diaciones del cielo noctunno se engendran en la at­mósfera a veinticinco mil kilómetros de altura.

Ramón IGLESIAS

MORELIA, la ciudad que pudiera decirse caste­llana, cuyas piedras doradas evocan a Sego­via. a Salamanca, a Alcalá de Henares, ha servido de marco adecuadísimo al Cuarto Congreso Mexicano de Historia, celebrado aBl en la última semana del pasado enero, coincidiendo

con las fiestas dei centenario de 2a fundación del Colegio de San Nicolás.

Pude apreciar que faltaban en el Congreso fi­guras conocidas de la historiografía mexicana: hubiera sido grato ver allí a un Federico Gómez de Orozco, a un Artemio del Valle-Arizpe, a un Al­fonso Teja Zabre, a un Vito Alessio Robles, a un Joaquín Ramírez Cabañas, a un Miguel Othón de Mendizábal, a un Alfonso Yáñez, a un Luis Chá- vez Orozco. No estuvieron, y es lástima.

Lo que primero salta a la vista del espectador de las sesiones del Congreso, es la profunda esci­sión, la diferencia radical de puntos de mira de quienes en él participaban. Se refleja en la manera de interpretar la historia, la lucha de ideas antagó­nicas que vibra en el país, y siendo ei mexicano hombre apasionado, las exterioriza con vehemencia, de modo que tal vez le aparta de esa serena refle­xión que se nos dice característica de los estudios científicos.

Había en el Congreso, en líneas generales, los partidarios del pasado y los enemigos del pasado —la vieja pugna entre lo antiguo y lo moderno—, los tradícionalistas y los revolucionarios. Es eviden­temente muy difícil salirse de estos marcos a quie­nes hayan nacido aquí. Lo que hace falta es que la pugna sea fecunda. De aquí la gran utilidad de estos Congresos en que se confrontan ideas y se enfrentan personas con puntos de vista opuestos.

El historiador revolucionario no debe olvidar que su punto de vista es más reciente, que de nada le sirve querer negar una cultura —distinta de 2a suya, pero cultura al fin— y que el único método válido de vencerla es superarla. Que si una teoría es excelente, por ello mismo obliga a más en su apli­cación. No basta la fe sin las obras

El materialismo histórico supone controversia, lucha de ideas, y tiene enemigos en el terreno de la investigación como los tiene en el de la política.

Digo todo esto porque he podido apreciar un exceso de confianza en el Congreso por parte de los historiadores izquierdistas. Manifestaron una ten­dencia peligrosa lanzándose a la defensa cerrada de estudios endebles —como el que motivó la agitada discusión de la sesión plenaria con que finalizaron los trabajos— por el solo hecho de que sus autores profesaban ideas de izquierda. Lo peligroso de esta actitud salta a la vista. Precisamente el marxismo, como método de investigación y de interpretación histórica, ha de ser empleado con sumo cuidado, con extraordinaria competencia, si no se quiere dar con él armas al enemigo. Resulta pueril, por ejemplo, el creer que aplicando la terminología de las luchas actuales a acontecimientos del pasado se hace, sin más marxismo. Con decir —como alguien dijo en el Congreso— que Hidalgo es el primero de los obreros y e_l primero de los campesinos mexicanos, silen­ciando cuidadosamente que era cura, no se adelanta nada. Hidalgo tiene méritos suficientes para que np precise fijar sobre él la atención de los tachadores de hoy apelando a estos procedimientos anticien­tíficos

Tampoco pueden olvidar los historiadores revo- ‘ lucionarios que si su interés se dirige esencialmettfe a los problemas económicos, ni Marx al nadie fe» dicho que éstos sean los únicos problemas htetórtéos que existen. El hecho de que alguien aborde un estudio sobre la historia. de las artes industriales no Blgntfica necesariamente que sea na t;«s retasa - rio. Se puede, recordar a este respecto lo ocurrido en la URSS coa el historiador Pokrovski, el aotor de Xes causee ■nswÓ·rinss *e la WsvsTsstóa trusa» muy criticado hoy allí por su "eeonomismo”, por haber querido reducir la historia a cifras, estadística» y listas de precios^ olvidando que sobre la base .econó­mica aceptada existen toda una serle de problemas complejos, humanos, que «1 historiador no puede perder de vista. Lo contrario equivaldría a indig­narse con un poeta que nos describe sus sensacio­nes frente al paisaje porque no nos habla de la constitución geológica del terreno.

El buen caminó lo señaló el rector de la Univer­sidad de Morelia al solicitar del Congreso que desig­nara como tema básico de discusión para el próximo —que tendrá lugar en Guadalajara dentro de dos años— el siguiente: "Métodos científicos de Inves­tigación y de interpretación de la Historia”. Tema, magnífico para el que deberán aguzar sus armas dialécticas los historiadores marxlstas y los anti­marxistas, demostrando cada cual, con la solides de sus trabajos, la solidez de sus convicciones.

México, D. F., febrero 1940.

VBOJUnOA

m récord mundial de velocidad en automóvil

El corredor automovilista inglés, John CÓbb, ha batido sobre la pista de Bonneville (Estados Uni­dos), el récord del mundo de velocidad, en automó­vil, que detentaba desde septiembre de 1918 el capl- tán Eyston. Cobb alcanzó 595 km. por hora. B3 récord precedente era de 575 km. por hora apro­ximadamente.

ASTBOWOXIA

UN NUEVO CATALOGO DE ORBITAS

El Observatorio de Lund (Suecia), ha pnblic&do un suplemento redactado por Ekenberg, al catálogo de órbitas que hicieron Luplau. Fjeltojte y Laurit- zen en 1926. Ambos catálogos contienen 1,051 órbi­tas, correspondientes a 197 sistemas. Las principa­les innovaciones se refieren a "Gamma Andrómeda BC”. "Alfa Centauro” y "Zeta Ursae Majoris (Mi- zar”).

FISICA COSMICA

LAS RADIACIONES COSMICAS

Los señores Barnothv y Forro, del Instituto de Física experimental de la Universidad de Budapest, aseguran poder explicar los resultados obtenidos al medir las integrantes blanda y dura de la radiación cósmica, admitiendo previamente que la radiación al nivel del mar consiste en un 65% de mesotrones, 30X de electrones producidos por la destrucción de los mesotrones, y 5% de electrones o partículas ionizantes pesadas, producidas por neutrinas.

exoraxoA

EXPERIENCIAS EN GLOBO

Los señores Carmichael y Dymond, han hecho públicos los resultados de sus experiencias en globo efectuadas al noroeste de Groenlandia, cerca dei po­lo magnético. Descubrieron que, prácticamente, no había crecimiento en ia radiación cósmica en la alta atmósfera (alrededor de 20 kilómetros de altura), entre la latitud geomagnétiea de 50 grados y el polo magnético.

ATOMISTICA

ELEMENTOS MAS PESADOS QUE EL URANIO

Como resultado de sus investigaciones en el la­boratorio de radiaciones de la Universidad de Ca­lifornia. el físico italiano Emilio Segré ha llegado a la conclusión de qne los elementos transuranianos no han sido observados. El señor Segré ha compara­do la formación del isotopo conocido de uranio que posee un semi-período de vida de veintitrés minu­tos, al bombardear el uranio con neutrones. Este isotopo se desintegra con la emisión de un electrón, partícula beta.

15 de Febrero de 1940 ROMANCE Pagina 21

BIBLIOGRAFIA LOCURASMEXICO

POESIA:

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tBzzlICA A MBMXBA. YBCAYAMGernvio Tttistanisnte: IXPOBTAVCIA BS LAB

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Madero L. O MLXO DX*BX XL FUXTO UB VISTA DEL AXTB.letones México Nuevo.__M. Re-no i Jiménez: BL ABCKIVO JTOWAL Y. 0OT«XOW UB SAXTA XOSA- UB *AXTALXXA UB W^zt.t.aTÏAX.TP stoto >Víí ciónosJ de la Encina* XB FAtSATB WOUXXXO. Pu- ractones de la Universidad Michoacana. cuela Nacional de Maestros.

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PA. Ed Sur. M.Jocé Enrique Rodó: XOUFtXBS Z>B AXBXZCA y

i SKZXAUOX BB FXOSIFBXO. (Reedición cuida­damente revisada.) Imn. García. M.Taborda: ALMUS-AGER. SaltoLuto Alberto ZebaHos: SM>SKAXCX8 FA» TTXA

9CXX. Ed, Blanco y Negro. M.Carlos Zum Felde. FOBSZAS. Imp. Lena y Cía, M.

ISTAOOS INIDOSNOVELA. BIOGRAFIA.

Hiram Bingham: HLXMU Y ALB. Dodd Mead Co., N. T. —Interesante autobiografía de un hombre que viajó por América, Inglaterra y por casi todo el Imperio inglés, en constante lucha por la vida.

William Schack: AXB BX SAT AXOXG TKB AHHEH. A biografy of Louis M. Eiîshemius. (Y él se sentó entre las cenizas.) Una Biografía de Louis M. Eiîshemius. Interesante biografía del gran pintor ameiicano. ___ ___

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Aidons Hurley: APTBX WAXY A 8TTWWXX BIB8 TBX BWAX. (Después de muchos veranos murió el cÍFne.) Harper.—Novela realista en la que el gran novelista inglés vuelve a su primitivo entilo satírico. El cisne de la amarea novela de Huxley es un hombre de edad nrvadura. llamado Jo Stovte. que se encuentra en el trance de nerder su potencia sexual. En un gigantesco castillo de cemento armado vivía con su joven amante. Con­sulta a un doctor que le da ciertas esperanzas y le. contesta con la fra«e de John Strachey: ’T^t muerte puede ser indefinidamente retardada*’ Pe**o el doctor conquista a la amante de Jo Stoyte Fi­nalmente marchan todos a Inglaterra donde llegan a la conclusión de que la vida no nuede prolongarse-

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(Mundo sin fin ) Reynald Hitchcoek. N. Y.—Un vivo eatudio sobre los complicados problemas polí­ticos del Sudeste de Europa, _____ ______

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Ludwig f>nn- WAXPAM: TXX XX&ATIOX OF WAX TO BOOXXTY. (El arte de la guerra: La re­lación de la guerra con la sociedad.) Oxford Uni­versity Press.—Interesante obra que refine, las ex­periencias dei autor, vividas en la guerra de 1914 y en la guerra española. En ella se estudia, por pri­mera vez. la importante cuestión de la moral como arma de combate, _____ .

Peter Mendelssohn: AUXOBB TXX SXAXXT XX- YXX. (A través del obscuro río.) Doubleday. Doran Co. Ñ. T-—Relato emocionante de ln cruel perse­cución de oue son victimas los judíos en la Eu­ropa Central.

Duff Cooper: TXX SXCOXB WOXAX> WAX. (La secunda guerra mundial.) Scribner’s Sons. N. Y.— Irónica profecía de los acontecimientos europeos escrita por eí primer lord del Almirantazgo inglés, dimitido a causa de la paz de Munich.

Harold Nicholson: WXY XXXTAXX XB AT WAX. (; Por qué Inglaterra está en guerra?) Penguin.— Libro en el que se trata de justificar la política inglesa.

George Seldes: TXX UATXOLXO UXISXS. (La crisis católica.) Julian Messner—Interesante libro donde se expone la desorientación de los católicos ante la conducta de la Iglesia. Según el autor, los últimos acontecimientos han estado a punto de pro­ducir un cisma entre los católicos; unos inter­pretan la realidad política de una manera, «tros de otra: por fin. la Iglesia, actualmente, adopta una posición unilateral. ¿Qué deben hacer lo'* ca­tólicos ante esto? ¿Deben acatar sin vacilaciones la posición política del Vaticano? En este Intere­sante libro, que es reflejo de la inquietud de nuestra época, inquietud de la que nadie puede librarse, se estudia este problema con imparcialidad.

Jules Romains: YXMBUX. (Verdun.) Knopf.— Traducción, al inglés, de este famoso libro del gran escritor francés.

T S. Eliot: TXX ZBBA OF A CXpMSTIAX SO­CIETY. (Idea de una sociedad cristiana.) Harcourt, Brace.—El poeta Eliot ha escrito este libro después de una de sus frecuentes meditaciones. En él se habla de la fascinación que hace diez años producía entre los intelectuales ingleses las ideologías fas­cista o comunista. Según Eliot el problema para las generaciones futuras es elegir entre una nueva cultura cristiana o la aceptación de otra pagana. La idea cristiana de Eliot no está concebida como una utopía sino como una idea perfectamente rea­lizable.

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Jean Chariot: AXT FMX TXX XAYAXS TO BZBXXY. (El arte desde los mayas a Disney.) Sheed Ward N. Y.—Colección de ensayos en la que ocupa un lugar destacado la pintura mexicana.

Lawrence E. Schmeckebier: X0BBXX XXXXCAX AXT. (El arte moderno mexicano.) University of Minnesota. Minneapolis.—Estudio de la moderna pin­tura mexicana con abundante bibliografía.

Hans Titze: MASTXXFIXCXB OF XBXOFXAX FAZXTZXO IX AXBXZCA. (Obras maestras de pin­tores europeos en América ) Oxford University Press.—Reproducciones en blanco y negTO, prece­didas de un prólogo del profesor Tletze y clasifi­cadas en este orden: España, Italia, Holanda, Ale­mania, Inglaterra y Francia.

Jean Cassou: FAZXTZXO AXB BXAWZXO8 OF XATISSX. (Pintura y dibujo» de Matisse ) Tudor Publishing Company.—Reproducciones, a todo color, de veinticuatro cuadros y once dibujos de Matisse, precedidas de una reseña crítica de Jean Cas-ou

t Robert Melville: FZCA88O. XA8TBX OF TXB FXAXTOXB. (Picasso, pintor de fantasmas.) Ox­ford University. N. Y.—Interesante y reciente es­tudio sobre Picasso, con un retrato del pintor por Dora Mear, Ilustrado con ejemplos de la colección Hugh Willoughby.

Merle Armítage: SO CALLBD XODBXX ABT. (El llamado arte moderno.) E. Weyhe. N. Y.—En­sayo sobre las posibilidades y realizaciones del arte abstracto con reproducciones.

VARIOS:

Eloise Hubbard Linscott: FOLX 80X08 OF OLD XBW EXOX*AXB. (Canciones populares de la vieja Nueva Inglaterra.) The Macmillan Co.—Colección de canciones populares armonizadas.

Wilbur Marshall: XdLXOUAOB AXB BBAX.ZTY. (Lenguaje y realidad.) The Macmillan Companv. N. Y —Interesante estudio sobre la filosofía del lenguaje. ______

Arthur Guiterman: X.XBYC BAUOXTBX. (Rtoa lírica,) Dutton.—Colección de verso* humorísticos.

Thomas Temple Hoynes: OX FXBOXZXAOB. (En peregrinación.) Economic feature service Chicago. Comentarios en verso sobre una laboriosa vida norteamericana donde predominan las notas de hu­mor.

FKAUUNOVELA. RELATOS. CUENTOS.

Paul Vialar: LA XOSX BB X.A XXX. (La rosa del rnar.) Premio Fémina, 1$J9. Dennel. editeur.

El mar, una vez más, sirve en esta novela de escenario a un intenso y apasionado drama huma­no. Diversos elementos bien conjugados —el p.o- pietario del viejo barco Ro<a del Mar, que sueña con hundirlo a lo largo de Gibrahar para cobrar un fuerte seguro: un nacimiento imprevisto, a bordo, que hace fracasar esta empresa, y un asesinato cometido en el barco para salvar diez vidas hu­manas—dan lugar a la construcción de una ohra que, según la crítica posee auténticas cualidades no­velescas que no excluyen un profundo valor humano y un perfecto dominio de la técnica literaria.

Roger de Lafforest: LBS FIOUXAXT8 BX LA XOXT. (Los figurantes de la muerte.) Premio In­terallié. (N. R. F., editeur.)

Un viaje real de este joven escritor francés a América del Sur. ha dado vida a este relato en el que una “troupe” enrolada para filmar un dramá­tico escenario acaba por tomar parte auténticamente en una expedición a la vez trágica y cómica. Los críticos señalan en e«ta segunda novela de Lafforest una influencia de Biaise Cendrars que no ha impe­dido resplandezca su personalidad original y vigo­rosa.

Luden Maul vaut: UX OXXTXLXOXXB XAU- BXT. (Un gentilhombre maldito.) Fayard, editeur.

Un odio feroz liga solamente a Bernard de Cin­trar y Aveline, que habitan con sus hijos, en dos granjas vecinas. Este odio creciendo a través de una atmósfera llena de misterio y de patetismo conduce a un final espantoso.

Jean Gulrec: LX CXXXX BX8 XXBXFFXXBXT8. (Fl crimen de los indiferentes.) Albin Michel, editeur.

Los Indiferentes —oara el autor— son aquellos a quienes la vida interior no atormenta. Sus juicios se apovan sobre apariencias. Es preciso un míni­mum de intuición para imaginarlos, un mínimum de amor para comprenderlos. El descubrimiento de un ser excendonal. en uno de estos indiferentes, por una mujer joven, sirve al autor para trazar una historia de amor emocionada y pura.

Stefan Zweig: LA FI8TA BAXTXXXU8X (La piedad neîîgro^a.) Grasset.

Stefan Zweig declara, en esta novela, que ”hay dos clases de piedad: lu piedad blanda y sentimental eue no es más que ia Impaciencia del corazón por desprenderse lo más pronto nosihle de la penosa emoción que le ahoga, y ia piedad no sentimental, sino creadora, oue sabe lo que quiere y que está decidida a perseverar hasta el límite extremo de las fuerzas humanas". A lo largo de la novela. Zwel?r An dos personajes, opone las dos caras de la piedad.

Marcel Tlnayre: X8T-UX UX XXXACLX? (¿Es esto un milagro?) Flammarion, editeur,

E«»a última novela del autor de “La Maison du Peché” (La casa del pecado), de “VOmbre de l’Amour (La sombra del amor), y tantas obras, ex­presa la misma voluntad moral que las anteriores, la misma fuerza patética que imprime a toda su obra una huella personal. Pero la crítica, al co­mentar su última novela, señala junto a los mé­ritos indiscutibles de ella, el estancamiento de la estética de M Tinayre. En esta treintena de años que abarca su obra, su inspiración, sus cualidades,

manecen fijas sin evolucionar al compás de la▼ida. ’ . ti

Cristian Megret: LX8 FAU88X8 COXFAOXLBS. (Las falsas compañías.) Pión, editeur.

En esta obra, el autor nos revela algunas verda­des eructos: cómo en la sociedad contemporánea, sacudida por la crista económica, se llega a una utilización absurda negativa de seres Jóvenes, vi­gorosos e inteligentes. No se trata, a pesar de esto» de una novela, movida por una preocupación polí­tica o social. Se limita, a través de los tipos que viven en ella, a señalar estas verdades angustiosas de nuestro tiempo ein entrar en las causas que conduce a ella.

Bertrand de la Salle: XOXTFXXXL. Plon, editeur.Montfénil es un castillo del Dauphiné en el

oue el autor nos pinta la descomposición y la abdicación progresiva de la aristocracia provincial terrateniente. Un conflicto, entre un padre e hijo, representantes de esta dase nue vive sin contacto alguno con la realidad de la vida actual, sirve para presentar el fracaso y la muerte lenta de esta no­bleza campesina.

Noel Vindry. LA XAUTX XBIGX (La alta nie­ve) Gallimard, editeur.

Sobre las altas montañas, donde se vive en lu­cha continua, violenta, contra tos elementos, tiene lugar el drama de Erik, un campeón de “ski”, que lucha desesperadamente por liberarse de toda es­clavitud Inferior, de toda pasión para refugiarse en este mundo de la pureza de la nieve, en la be­lleza y la grandeza de las altas montañas.

Rayliane de La Falaise: CA1ÀJA... BOU! Pion, editeur.

Se trata del relato, escrito en forma de diario, de un viaje realizado por la autora, en una piragua, a lo largo del desconocido Araguaya hasta Uegr ni corazón del Brasil. Cuatro años vividos, después, entre los indios cara jas y tapirapes, han servido a Mme. La Falaise para consignar en el libro mul­titud de observaciones que hacen sumamente inte­resante su lectura.

ENSAYO:LX8 ORATEURS BB LA XBYOLUTXOX ERAR-

CAXSB. (Classiques Larousse.)Se trata de una selección de trozos de discursos

de los oradores más representativos de la revolu­ción francesa —Mirabeau. Barnave. Condorcet, Ver- gníaud. Danton y Robespierre. Cada uno de estos textos se esclarece con una breve noticia situando el hombre y la obra en la historia de la revolución. Precediendo la selección hay una introducción su­cinta en la oue se bosqueja, el panorama intelectual de la Revolución Francesa.

Madeleine Danielou: LTBBUCATIOX 8BLOX LXSFBXT. (La educación según el espíritu.) Pión, editeur.

Mme. Danielou, animada por una fe espiritua­lista, ensaya en este libro una nueva concepción de la educación, asentándola sobre la formación del espíritu. Según la autora hay dos clases de seres. Los que desde su infancia se someten fácilmente a las fuerzas exteriores y los que resisten a ellas y obedecen sólo a su fuerza interior. De la educación de esta clase de seres, que según Mme. Danielou, han de jugar un papel decisivo en el mundo, trata el libro.

Georges Corree: AU 8BXTZCB BU XAXOC, CXABLB8 BU FOUCAULB. Grasset, editeur.

Vn libro consagrado al Padre Foucauld, que con­tribuyó de una manera decidida a fines del siglo XIX. a la expansión francesa en Marruecos. Thyerrv-Maulnier: INTRODUCCION A LA POE­

SIE FRANÇAISE.En este libro eí autor nos ofrece una nueva an­

tología de poêlas franceses, de Vilión a Charles Mau- rras. precedida de una larga introducción en la que se nos invita a considerar la unidad tradicional de la poesía francesa.

Todos los movimientos que se perciben en |3 evolución poética francesa desde los "Clásicos'’ a los contemporáneos, están impulsados por el mismo ímpetu liberador: arrancar la poesía de! automatis­mo en que se va desvaneciendo. Todos tienen ia mis­ma raíz común: "¡a protesta contra un juego de­masiado conocido”.

De Sceve y Ronsard a Valéry, de ios preciosistas a los simbolistas de D'Aubigne a Mallarme y Ciaudel. corre el agua de una fuente común: "la vuelta a la conciencia poética”, el retorno a ia poesía verda­dera. salvándola de las formas fijas que la anquilo­san y la pierden para siempre.

deCADA DIA

FIRMEZA DE CARACTER

CIERTO profesor cabelludo y de fuer­te complexión, llama­do don Gregorio, con voz grave y serena que daba a entender la firmeza de su ca­rácter, explicaba una lección de Historia. Fácil es comprender que con la firme base moral en que este

profesor se apoyaba, los balanceos majestuosos con que acompañaba sus explicaciones, no tenían en él la más mínima importancia, como no la tienen en los siempretiesos. El pelo caía sobre su frente, la mano estaba a la precisa distancia del pecbo, en los carrillos a los lados de la boca, se le formaban rictus de suficiencia, sus ojos adquirían un brillo fosfórico particular de sabiduría contenida. Garras- peaba con ruido y jamás reconocía los "lapsus lin- güe” que cometía y de los que cualquier orador por muy ilustre que sea no está libre; para salvar­los, empleaba disyuntivas. A causa de todo esto, dijo un día esta magnífica frase:

El Temple es el sitio donde cerraron o encerra­ron a Luis XVI de Francia.

¡A qué tristes extremos le llevaba la firmeza de su carácter! Si a Luis XVI lo hubiesen cerrado, su muerte hubiera sido aún mucho más horrible.

Una señorita llamada Pepita tenía un novio lla­mado Pozo. Como un día llegó a sus oídos que a la madre de su novio no le parecía del todo bien esta boda, a pesar de las protestas y las lágrimas de Pozo rompió con él y todavía permanece soltera. Pero había dado al mundo un impresionante ejemplo de dignidad y firmeza de carácter.

COMPARACION

ANIMADO por tiemísimo anhelo amoroso Leonardo se pasaba las noches an­dando por una calle iluminada con luz roja. En una de las aceras había casa^^F* en la otra unos sola­res destartalados sin fin, abierto a ia ma- drogada. En una ha­

bía musica y gente que cantaba y hablaba; en la otra unas pocas personas que dormían y miraban silenciosas. El cielo estaba negro y la acera roja parecía un fuego nocturno enconado de veleidades Humanas.

—¡Oh —pensó Leonardo que era muy romántico— cuantas veces un arpa me ba producido el mismo efecto deplorable! ¡Por un lado con sus cuerdas ro­jas plateadas y finas, por otro grave y silenciosa con sus bordones amarillos sin fin!

UN INSPECTOR DE CEMENTERIOS

UN inspector diplo­mado de cementerios municipales decía:

—¡Oh, si los muer­tos que han muerte sin darse cuenta de que se iban a morii pudiesen levantarse, formarían una legión de demonios en el sentido de que se pa­sarían el día y ¡a no­

che vociferando cosas que no importan a nadie!Este mismo señor se preguntaba por qué en la

literatura se afirma tantas veces que los sepulturero* se pierden cantando a lo lejos cuando en realidad el no había visto perderse de esta manera a nin­guno.

SAN ANSELMOUN señor que to­maba café dijo a otro que bebía chocolate:

—San Anselmo, el célebre filósofo esco­lástico, animado de su inmensa fe, y por la mejor voluntad del mundo, inventó este famoso argumento para probar la exis­tencia de Dios: "Dios

se puede pensar; lo mejor que se puede pensar no está en el solo entendimien­to, pues en tal caso se podría pensar una cosa más perfecta, esto es: la que existiese en ¡a realidad. Asi resultaría pensada una cosa que no tiene mejor y que al mismo tiempo lo tiene, esto es imposible. Luego lo más perfecto que se puede pensar existe en c! entendimiento y en la realidad”.

El señor que bebía chocolate continuó bebiendo chocolate.

Phgina 22 ROMANCE 15 de Febrero de 1940

REVISTA DE REVISTAS BIBLIOGRAFIAMEXICO

ABSIDE.—Revista de c-jiîura mexiranj. Hemo> recibido el número especial cor respondiente a enero de I94U, de esta importante revista mexicana que contiene como de costumbre interesantes y documentados estudios sobre temas varios, tam­bién incluye algunas poesías. Saludamos a Abside, en su IV año de vida.

REVISTA ROSACRCZ.—Interpretaciones de tas enseñan­zas de la Escuela de Místenos Occtdeutai. Año I. Núm. 5. No­viembre 1939. Mérida. Yucatán. México. Editada por el Cen­tro Fraternidad Rosacruz.EDUCACION Y CUL I LEA

Acaba de nacer a la vida de la cultura hispano­americana esta revista “órgano de efctfudio. de inves­tigación y de información de los más vitales temas pedagógicos de nuestro tiempo'’. l*a dirigen Juan Comas y Antonio Ballesteros y en su primer número encontramos trabajos origínales d<* Pierre Bovet, José Gaos. Enrique Rioja. Ismael Rodríguez A. y A, Hamaide. La calidad y el interés de estas colabo­raciones» junto con la de las secciones de la revista, nos hace creer que “Educación y Cultura” cumplirá sobradamente los fines que se ha propuesto

ESTADOS UNIDOSLA NUEVA DEMOCRACIA.—Hemos recibido eí número

cor reí pon diente al mes de lebrero de esta revista mensual pu­blicada por el Comité de Cooperación en la América Latina, cuyo director es /Alberto Rembao;

BRASILCIENCIAS Y LETRAS—Director: Dr. Manuel Viotti. (Da

Associacao Paulina de Impresa.) Paulo. Brasil.SEÎVA.—Mensagem aos Povos da America. Directores Joao

da Costa Falcao c Virgildal de Sena. Año I. Núm. ó. Novembre». 1999. Bahia, Brasil.

ARGENTINASUR.—Núm. 62. Publica: "La paradoja de la mentira", por

Nicolás Berdiaeff. Dos graciosos poemas de Silvina Ocampo. Una» páginas de Teócrito. versión del griego por María Rosa Lida. Dos ensayos más: de Julio Rinatdini y Carlos Estrada. Ñolas varias de Jorge Luis Borges sobre "Joyce y los neolo­gismos"; sobre Freud, de Patricio Cantó; sobre Baroja. de Ramón Gómez de la Serna; sobre Alfonso Reyes, de Anderson Imbert; sobre música, de V. Salas Viú; de Caitlois y otros.

HIPOCAMPO.—Hojas de poesía y arte. N* 2. La Plata. Argentina. Año 1939,

CUBAAMERICA.—Publicación" del Grupo América. Quito, Ecua­

dor.CERVANTES.—Revista bibliográfica ilustrada, publicada

tn La Habana. Se hace indispensable para todos los que quieran seguir al día el movimiento bibliográfico mundial.

REVISTA BIMESTRE CUBANA.—Publicada por la-Socie­dad Económica de Amigos del País. La Habana. Cuba.

ULTRA.—Mensuario de cultura contemporánea, publica ex­tractos de los artículos y libros más nuevos y trascendentes. Director: Fernando Ortiz. La Habana. Nos ha llegado el número de enero 1940.

centroamericaNOTICIERO COLOMBIANO.—Boletín de la Legación de

Colombia en Costa Rica, El Salvador y Nicaragua. Año I. N» 10. San José, Costa Riau Diciembre de 1999.

ISLA.—Se publica todos los meses en Puerto Rico por la Editorial Isla, Tanca 9, San Juan, Puerto Rico. Vol. I. N* 4. Diciembre de 1939.

CULTURA.—Instituto Normal Central de Varones. Teguci­galpa, 31 de diciembre de 1939. Honduras.

CMPACTLY.—N* 144. 15 de diciembre de T939. San Sal­vador. «

REPERTORIO AMERICANO.—Semanario de cultura hia- piBlca. Signe aaüendo con regularidad la JÚnpitioa revista de San José (Coata Rúa). Editada por I. Careta Monge.

UNIVERSIDAD DE PANAMA.—El número lí. contiene dos internantes trabajos: uno sobre Fiaos Bretaña, por.ei profesar

irfutfun Gt-hertv Ríos. > otro de L. R Kernacci. tUulad > ‘Indice Jet Romanticismo y lo Romántico". Panamá.

ARIEL-—Quincenario analógico de letras, artes, ciencias y misceláneas. Director. Eroyíán Turcios. San José de Costa Rica.

UNIVERSIDAD DE PANAMA—Editada por la Secreta­ria de Educación. Contiene interesantes y variados ensayos.

COLOMBIAUNIVERSIDAD CATOLICA BOL1\ ARÏANA. • Director

Manuel Jo>¿ Sierra. Rector. Medellin, Colombia.CIVISMO.—Organo de la S. de M. P. de Manizales, Nç 33.

Manizales, Caldas, Colombia. Noviembre de 1939.UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA.—Publicada por la Uni­

versidad de Antioquia. Medellín. Colombia.REVISTA DE LAS INDIAS.—Publicada por el Ministerio

de Educación Nacional de Colombia y a cargo de la Asocia­ción de Escritores Americanos y Españoles. Bogotá (Colombia).

CHILEANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE.—Santiago,

ChileATENEA.—Revista mensual de ciencias, letras y irte, pu­

blicada por la Universidad de Concepción, Chile.REVISTA Dh ARTE.—Boletín Mensual. Editado por U

Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. El segundo número correspondiente a diciembre de 1939 contiene varia y amena información y critica sobre temas musicales y también secciones dedicadas a bs Artes Plásticas y Libros.

VENEZUELAVIERNES.—Número 5 Diciembre 1939. Caracas. En el

número 5 de esta interesante joven revista editada en Venezuela, se publica un poema de Stefan George, escrito en 1917 y publi­cado ahora en prosa por el profesor Uirich Leo.

REVISTA NACIONAL DE CULTURA.—La interesante re­vista venezolana editada por el Ministerio de Educación Na­cional, publica er. ei número 13, correspondiente al roes de no­viembre. último que nos ha llegado entre otros varios trabajos un lino ensaj'o de su Director D. Mariano Picon Saias, sobre la pintura del artista venezolano Reverón.

EDUCACION.—N* 1. Diciembre 1939. Revista para los maestros venezolanos. Editada lo mismo que "Revista Nacional de Cultura", por el Ministerio de Educación Nacional. "Edu­cación" es una nueva revista que muestra el inférés vigilante del Estado venezolano hacia los problemas pedagógicos de sd país.

ECUADORAMERICA.—Publicada por la Asociación de Escritores y

Artistes Americanos. Director: Pastor del Rio. La Habana.PERU

REVISTA UNIVERSITARIA.—Organo de la Universidad del Cuzco. Homenaje al Inca Garcilaso de la Vega en el IV centenario de su Nacimiento Cuzco. Perú.

REVISTAS FRANCESASMARIANNE.—Núm. 27. Die. 1939. No se pierde en París,

pese a la guerra, el gusto por las evocaciones novecentistas. Agotado —por ahora— d tema del recuerdo de la guerra del 14 y sus antecedentes, dedica “Marianne" sus páginas centrales a la "reine d'óperete" Janne Granier. vieja gloria de la escena parisiense muerta el mismo día en que Vgrietii reabría sus puer­tas entornadas con motivo de la guerra.

NOUVELLE REVUE FRANÇAISE.—Núm. de Dic. 1939. Trae un ensayo de Alain sobre Dickens. Dos novelas cortas de Marcel Arland y Jean Malaquais. Un ensayo de CaiHois. Poe­mas de Louis Aragon y un homenaje a Bergson, por M. Jean Wahl.

LES NOUVELLES LITTERAIRES—Nom. 30. Die. 1939. En primera página un artículo de Charles Vildrac sobre ef "Stdlo*’’ de Alfredo de Vigny. Este es ef primero de una aerie que se propone publicar esta revista con el titulo de "A l'ordre des Armées", señalando libro» capaces de interesar a loa sol­dados, de "les retenir toot particulièrement*’» St amuseras otros de M. René Lalou sobre Gerardo de Nerval, de Edmond Pilón sobre d novelista pataco Ladites Reymoot y otras.

AKtiEXTMAMaruja Mallo: U> POPULA» BB LA PLASTI­

CA BBPAAODA A TBAVBS DB XX OBBA. 192*- 1936. Con 48 grabados y una lámina en color. Edi­torial Losada, S. A. Buenos Aires.

Charles Seiguobos: KXSTOBXA COMPARADA DE LOS PUEBLOS DB BUBOFA- Editorial Losada. Buenos Aíres.

Carlos Vaz Ferreira: SOBXB LOB PBOBLBXAS SOCIALES. Editorial Losada.

Jacques Maritain: ACCXOB CATODICA T AC­CXOB POLITICA. Editorial Losada.

Roger Calllois: EL XXTO T EL SOXBMB. Edi­ciones BUM. Buenos Alres-

Alfredo Pareja DIez-Canseco : DO» BALO» DB BABA. Novela. Club del Libro. A. L. A. Empresa Editorial Bell. Buenos Aires.

Kant: CMZTXCA DB DA »ABOB PUMA. (Estéti­ca Trascendental y Analítica trascendental.) Nota preliminar de Francisco Romero. Ed. Losada. Bue­nos Aíres. ______

' Juan David Garda Bacca: XBTBODUCCXOB AL FILOSOFAL. (Incitaciones y sugerencias.) Univer­sidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Tucumán. ___

Carlos Brandt: JBSUS BL FILOSOFO PO» BB- CBLBBOXA. Editor Nicolás B. Kier, Buenos Aíres.

Alda Cornet ta Manzoni: BL XBDXO BB LA POESIA AXBBXCAXA. Buenos Aires.

J. Prllutiky Jarny de Zinny: AMTOLOOZA DB CUBBTX8TAS BXOPDATBB8XS. Buenos Aires,

Angel Fragapane: BL LXBBO DEL BBBTXDO VITAL. Buenos Aires.

Entre los varios e interesantes traba­jos qne se han pu­blicado en México con motivo del ter­cer centenario de 1* mueri$ de Alarcón, queremos destacar hoy la interesante selección hecha por Antonio Castro Leal con el libro titulado “Ingenio y Sabidu­ría de Don Juan Ruiz de Alarcón”. La fina sensibilidad del señor Castro Leal nos ofrece aquí

unas bellas muestras espigadas de' la obra alar- coniana, precedidas por un agudo ensayo crítico, del cual reproducimos un fragmento en el nú­mero anterior de “Romance”.

“EDUCACION Y CULTURA"-—-Núm. 1. México. D. F.

CAMPABA T XOXAMXO.

K-' * b-, V* HTC.

•ér . v

Marta E Samatan:Editorial Ruiz. Córdoba.

Natalio Abel Vadell: aTICO DB LA LXTBKATUBAgla de sus poetas y eecritorea* más netabi< nos Aires.

Arturo Mejla Nieto: LXBBBACUMB. Novela. BtM-

b qreas-

n>ÍA. Antolo- ibiea. Bue-

-3JEMPL0 DE BIBLIOTECA POSITIVISTA(Conjunto de obras seleocîoaàdas por el bibliógrafo francés Mase!,

de la Biblioteca de Augusto Comte - Siglo XIX)

Antonio J. Bueieh:Mi Bikomw» JkSjnMkAbgnsr Bastee: «UWL Sel, QMttnente.

Átimrte aáncbesi BS.Ta

Azortn: BB TOBBO A JOSE KBBBAXDB9yo sobre el insigne poeta argentino Bueno» Alres-

Gregorio Marañórt: TIBBJUO- (Historia de un re­sentimiento.) Estudio histórico-biográfico. Edición ilustrada. Buenos Aíres.

Denis de Rougemont: DIABXO DB AT.WMABXA. (La existencia del pueblo alemán dentro del régimen hitleriano.) Trad, de R. Baeza. Colección AU». Bue­nos Aired.

César Tiempo: g«»tnOMT»ftO Tallero» Gráfi­cos de Porter Hermanos. Buenos Aires.

Eduardo Acevedo Diaz (U-): CABCSLA LAXA. Novela.

Juan Bautista Mihura: SOLBDAD, BOLADA- ■VXS... Domingo Viau y Cía.. Editores.

Angel Vasallo: BLCOIO DB LA VIGILIA. Ensa­yos. Buenos Aires.

Contralmirante José Moneta: »»CUBBDM DB UB XABJBO.

Raúl A. Ruiz y Ruiz: KXSTOBXA CIVIL AB- OBBTIVA.

B3STOMXA DB LA BACXOX ABMXBTZBA, pu­blicada por la Academia de la Historia, bajo la dirección del Dr. Ricardo Levene. Volumen V. “La Revolución de Mayo basta la Asamblea General Constituyente."

Arnold Zweig: BL PBBSAMXBBTO VIVO DB SPXBOSA. Ed. Losada.

Brlllat-Savarin: PXBXOLOOXA DBL BUSTO. Bd.*Losada.

Franz Kafka: KL PBOOBSO. Novela. Ed. Loeada.

Biblioteca FilosóficaEspasa Calpe, S. A.

Jorge Simmel.—SOCIOLOGIA (dos volúmenes).Herman Letninger—LA HERENCIA BIOLOGICA.Max Scheier —EL SABER Y LA CULTURA.Max Scheier.—EL PUESTO DEL HOMBRE EN

EL COSMOS.Augusto Messer.—HISTORIA DE LA FILOSO­

FIA. (ó volúmenes.)Colección "Las Cien obras maestras de la lite­

ratura y del pensamiento universal".Góngora.—POEMAS Y SONETOS.Plutarco.—VIDAS PARALELAS.Shakespeare.—OTELO.

ESPAÑOLES EN PARIS: Axorin.—Esp, Calpe—Ar­gentina.

Se trata de un libro de crónicas, de historia* bien contadas en el estilo de narrar asoriniano: limpio, sereno y familiar. Todo el libro ea un con­tinuo sobreponerse al desconcierto que sufre el au­tor sn París, voluntariamente desterrado desde el comienzo de los acontecimientos espafioles.

Aun al describirnos ambientes parisinos» «e des­cubre en ellos un escondido asomar de Castilla. Miguel de Unamuno: VIDA DE DON QUUOTB Y

SANCHO. — Editorial Espaaa-Caipe, Argentina.(Colección Austral. 2» edición). Buenos Airea,193».Esta segunda edición de la "Vida da. Don Quijo­

te y Sancho”, que la colección "Austral" de Bepaaa- Calpe, Argentina, ha lanzado con su habitual buen gusto, tiene, aún sin proponérselo acaso, una añgni- flcación bien elocuente en esto» momentos. Esta significación no es sólo la confirmación de us éxito, perfectamente lógico a tedas lucas; ss «1 b»- menaje espontáneo a quien, como el maestro Un»-.. muño, sólo puede ser editado a la bon prsaMtte «te: Hispanoamérica, para hacerlo ea su tencua nattvn.

Con nuestro saludo a la reciente «dicten del li­bro del gran escritor desaparecida, nosotras ccatri- bnlnaos también a ea

WilliamJTOkdïda».

Knmóa.JCRDXA MILLA íSr PBO-

(Otenlo cincuenta volúmen*»)

POB6IA: (treinta volúmenes)

LA 1LIADA y LA ODISEA, reunidas en nn vo­lumen, sin ninguna nota.

ESQUILO, seguido del EDIPO REY, de SOFO­CLES y ARISTOFANES, Idem.

PINDARO y TEOCRITO. seguido de DAFNIS Y CLOE Idem.

PLAUTO y TERENCIO, Idem.VIRGILIO completo. HORACIO escogido, y LU­

GANO. IdemOVIDIO. TIBULO y JUVENAL, Idem.FABLIAUX DE LA EDAD MEDIA, colecciona­

dos por Legrand d'Aussy.DANTE. ARIOSTO, TASSO y PETRARCA esco­

gido, reunidos en un solo volumen italiano.Los TEATROS escogidos de Metastasio y de Al­

fieri. idem.«LOS NOVIOS, por Manzoni (un solo volumen

italiano).El DON QUIJOTE y las NOVELAS, de Cervan­

tes (en un mismo volumen español).El TEATRO ESPAÑOL escogido, selección edi­

tada por don José Segundo Florez (un solo volumen español).

Ei ROMANCERO ESPAÑOL escogido. Incluyen­do el Poema del Cid (un solo volumen español).

El TEATRO escogido de P. Corneille.MOLIERE completo.Los TEATROS escogidos de Racine y de Voltaira

(en un solo volumen).Las FABULAS de La Fontaine, seguidas de al­

gunas FABULAS de Lamotte y de Florian.GIL BLAS, por Lesage.LA PRINCESSE DE CLEVES, PABLO Y VIR­

GINIA, y EL ULTIMO ABENCERRAJE (reunidos en un volumen).

Ix>s MARTIRES, por Chateaubriand.El TEATRO escogido de Shakespeare.El PARAISO PERDIDO y las POESIAS LIRI­

CAS, de Milton.ROBINSON CRUSOE y el VICARIO DE WAKE­

FIELD (reunidos en un volumen).TOM JONES, por Fielding (en inglés, o tradu­

cido por Chéron).Ia? siete obras maestras de Walter Scott:

IVANHOE, QUINTIN DURWARD. LA BONITA HI­JA PE PERTH. EL OFICIAL, PURITANOS. LA PRISION DE EDIMBURGO, EL ANTICUARIO

las obras escogidas de BYRON (suprimiendo so­bre todo el DON JUAN).

Las obras escogidas de GOETHE.LAS MIL Y UNA NOCHES.

CIENCIA: (treinta volúmenes)

La ARITMETICA, de Condorcet, el ALGEBRA y la GEOMETRIA, de Clairaut. más la TRIGONO­METRIA. de Lacroix o de Legendre (reunidas en un volumen).

La GEOMETRIA ANALITICA, de Augusto Com­te, precedida de la GEOMETRIA, de Descartes.

La ESTATICA, de Poinsot, seguida de todas sus memorias sobre la mecánica

El CURSO DE ANALISIS, de Navier. en la Es­cuela Politécnica, precedido de las REFLEXIONES SOBRE EL CALCULO INFINITESIMAL, por Car­not

El CURSO DE MECANISMO, de Navier, en la Escuela Politécnica, seguido del ENSAYO SOBRE EL EQUILIBRIO Y EL MOVIMIENTO, por Carnot.

La TEORIA DE LAR FUNCIONES, por La­grange.

La ASTRONOMIA POPULAR, de Augusto Comte, seguida de los MUNDOS, de Fontenelle.

La FISICA MECANICA, de Hlscher. traducida y anotada por Biot.

El MANUAL ALFABETICO DE FILOSOFIA PRACTICA, por John Carr.

La QUIMICA, de Lavoisier.Ia ESTATICA QUIMICA, por Berthollet.Los ELEMENTOS DE QUIMICA, por James

GrahamEl MANUAL DE ANATOMIA, por MeckelIa ANATOMIA GENERAD de Bichat, nreóedida

de su tratado SOBRE LA VIDA Y LA MUERTEEl primer volumen da Btalnvllle: SOBRE LA

ORGANIZACION DE I.OS ANIMALES.La FISIOLOGIA, de Rlcherand, anotada por

Bérard

El ENSAYO SISTEMATICO SOBRE LA BIO­LOGIA, por Segond, y bu TRATADO DE ANATO­MIA GENERAD

Los NUEVOS ELEMENTOS DE LA CIENCIA DEL HOMBRE, por Barthez (segunda edición. ISAS)-

La FILOSOFIA ZOOLOGICA por Laminare).I-a HISTORIA NATURAL, de Duméril.Los DISCURSOS SOBRE LA NATURALEZA DE

LOS ANIMALES, por BuffonEl ARTE DE PROLONGAR LA VIDA HUMA­

NA. por Hufeland. precedido del TRATADO SOBRE LOS AIRES, LAS AGUAS Y LOS LUGARES, por Hipócrates, y seguido del libro de Comaro: SOBRE LA SOBRIEDAD (reunidos en un solo volumen).

Da HISTORIA DE LAS INFLAMACIONES CRO­NICAS. por Broussais, precedida de sus PROPO­SICIONES DE MEDICINA.

Los ELOGIOS DE LOS SABIOS, por Fontenelle y por Condorcet.

HISTORIA: (sesenta volúmenes)El RESUMEN DE GEOGRAFIA UNIVERSAL,

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Da HISTORIA DE DAS VARIACIONES DE LAS IGLESIAS PROTESTANTES, por Bossuet

El DISCURSO SOBRE EL METODO. ' por Des- cartes, precedido del NOVUM ORGANUM, de Ba­con. v seguido de la INTERPRETACION DE LA NATURALEZA, por Diderot.

Ies PENSAMIENTOS de Pascal, seguidos de los de Viruvenargues y de los AVISOS DE UNA MADRE, por Mme de Lambert.

En esta segunda parte de las “Me­morias de Pancho Villa”, Martín Luis Guzmún, que tanto éxito obtuvo con el primer volúmen, re­coge con gran «cier­to la vida militar del gran guerrillero, sus acciones más nota­bles en los campos de México, donde las armas bascaban ¿e- nodadam ente un cauce a la Revolu­ción. «

“Campos de bata­lla” es, en estas “Memorias” tan felizmente sa­cristas por el señor Gpzmán, uno de los libros más interesantes para reconstruir uno de los grandes períodos históricos de la República Me­xicana; como lo serán, sin duda, “Panoramas po­líticos”, “La causa del pobre”, “Grandezas de guerrillero” -y “Hombres del Norte", que se ha­llan en prensa y preparación, y que completarán este notable ciclo literario, en el cual el autor de “Mina el Mozo” ha sabido condensar el aire recio de las gestas y el acento de los movimien­tos políticos.

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Poemas. BL ATBBXO. Buenos Airea. i

El DISCURSO SOBRE LA HISTORIA UNI­VERSAL, por Bossuet, seguido de la SINTESIS HISTORICA, por Condorcet.

El tratado del PAPA por De Maistre, precedido de la POLITICA SAGRADA por Bo3snet.

Los ENSAYOS FILOSOFICOS, de Hume, prece­didos de la doble disertación SOBRE LOS SORDOS y SOBRE LOS CIEGOS, por Diderot, y seguidos del ENSAYO SOBRE HISTORIA DE LA ASTRO­NOMIA por Adam Smith.

1.a TEORIA DE LO BELLO, por Barthex, pre­cedida del ENSAYO SOBRE LO BELLO» por Di­derot.

Las RELACIONES ENTRE LO FISICO Y LO MORAL DEL HOMBRE, por Cabanis.

El tratado SOBRE LAS FUNCIONES DEL CE­REBRO, por Gall, precedido de las CARTAS SO­BRE LOS ANIMALES, por Georges T^roy

El tratado SOBRE LA IRRITACION Y LA LO­CURA. wr Broussais (1« ed ).

La FILOSOFIA POSITIVA, de Augusto Comte (condensada por Miss Martineau), su POLITICA POSITIVA y su CATECISMO POSITIVISTA

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RETORNO AL AMANECERLa atracción de Paris, con su señuelo de aventuras, su promesa

de alegría, para las provincianitas soñadoras e inocentes que viven oesvelauas al laao úei marido, simple y gordo, en la aldea que repite hora por hora la misma letanía, el mismo chisme, ia misma ausencia de nuevas emociones, de distinto paisaje y dife­rentes voces, pobre aldea sin lujo, es uno de los temas clásicos del cine francés. (L-n "Retour a l’auoe”, un Budapest de escenario subs­tituye a París.) Como siempre, la aventura fracasa porque un bandido engaña a ia ingenua provinciana que logra desengañarse a tiempo y regresa arrepentida, después de verle la cara ai juez comprensivo y gracias a la ayuda del amigo ocasional y desinte­resado.

El tren, como invitación al viaje, como presagio de milagro, como elemento poético, nos parece la idea más lograda de la pelícu­la. Y la derrota de la ilusión, con aparente ventaja de la honradez, con el triunfo de ios ahorritos y la tranquilidad, la peor.

MAGDAUn film de U. F. A. es, casi siempre, una amenaza de dolor de

cabeza, hastío y gritos militares. A esta clase de películas vamos como blindados, para salir ilesos del sonido acerado, el lenguaje tajante y la dureza plástica. Pero en este caso, aunque MAGDA padece todos los males señalados, como los padece más serenamente que de costumbre, y la música de Bach y la voz de Zarah Leander dominan buena parte del metraje, nos encontramos ante una pe­lícula inolvidable por sus defectos y por sus aciertos. La interpre­tación de “La Pasión de San Mateo” y su registro técnico en el film, nos parecen admirables. El argumento hubiera sido excelente si se atendiese con más finura al ambiente de época y menos a las escenas sentimentales o folletinescas que una mano sobradamente basta echó a perder.

&

BEAU-GESTEEncontramos a Gary Cooper repentinamente envejecido. Perdió

aquel aire de adolescente grandullón, que era uno de los secretos del gesto de simpatía, fresca y alegre, que brindaba en sus pape­les. Pero, en cambio, se acentuó su madurez de actor, y cierta amargura que ya antes apuntaba se dibujó con claridad y adquirió un valor extraordinario en el popular actor.

El ambiente de época está finamente reflejado y conseguido sin vacilación ni lentitud. Por el contrario, las escenas del comba­te en el desierto, no agregan nada a las que ya hartas veces vimos en el cine yanqui. El pretexto del film es tan pobre como el paisaje (salvando la escena del lago).

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CUATRO PLUMASLa prueba del color en el cine, retrasado por conveniencias

comerciales, había resultado negativa, si excluimos, claro está, las maravillosas obras de Walt Disney que, por otra parte, tienen un problema técnico diferente, por tratarse de dibujos y no de foto­grafías. En “Cuatro Plumas”, el color se logra con más soltura, con más realidad, que en los ensayos anteriores. Y en las escenas del desierto y del Nilo consigue convencernos plenamente. Ei pai­saje está maravillosamente expresado, y la película resulta ani­mada hasta en las escenas graciosas, hechas con un moide bas­tante usado. Los actores discretos, y la firmeza de dirección, supe­ran las flaquezas de algunas situaciones que el argumento impone.

INFORMACION CINEMATOGRAFICA

•THE GRAPES OP WRATH" (Las uvas del rencor), la novela de Steinbeck que en los últimos meses al cansó en los Estados Unidos un éxito sensacional (mis de medio millón de ejemplares vendidos), ha sido filmada por la ZOth Century-Fox. La novela es una historia de la emigración de trabajadores del Sur hacia California. El Intenso dra­matismo de la obra de Steinbeck, en la que vemos a todo un pueblo caminando en busca de California, la tierra prometida, para encontrar tan sólo la miseria, el rencor y la amargura, ba sido llevado al cine con un encendido realismo.

Dirección de John Ford: fotografías de Oregg Toland; interpre­tada por Henry Fonda, Russel Simpson, Jane Darwel, Charles Grape- wln, John Carradlne y John Qualen.

• es“ABEL LINCOLN IN ILLINOIS", es el título en inglés de una

película de la REO, en la que de nuevo aparece la figura del genial estadista yanqui. La película abarca un largo periodo de su vida. Comienza en 1880, Joven aún, en pleno desierto de Illinois y termina cuando Lincoln, en el apogeo de su vida, juega un papel decisivo ea la historia de América.

Raymond Massez es el principal Intérprete de esta película.

* • •Marlene Dietrich, aparece totalmente transformada en su Ultima

película "DESTRY RIDES AGAIN” (“Mujer o Demonio", seré el tí­tulo en espoflol). Los críticos señalan para siempre la muerte de la Marlene del “Angel Azul". Y la resucitan corno una chica "llena de lux y de vida", en un cabaret del Oeste.

La película es de la Universal Pictures.

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