Pinturas rupestres del abrigo Riquelme (Jumilla, Murcia), avance de su estudio.

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II Congreso Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica Comarca de losVélez. Almería JULIÁN MARTÍNEZ GARCÍA & MAURO S. HERNÁNDEZ PÉREZ (Coord.) II Congreso Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica Comarca de losVélez. Almería

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JULIÁN MARTÍNEZ GARCÍA & MAURO S. HERNÁNDEZ PÉREZ (Coord.)

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ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICOEN LA PENÍNSULA IBÉRICA

ACTAS DEL II CONGRESO DE

Comarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010

Julián Martínez García - Mauro S. Hernández Pérez (coord.)

Organiza: Grupo Desarrollo Rural Los Vélez

Colaboran:Ayuntamientos de Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, María y Chirivel

Financia: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

Arte Rupestre Esquemático en la Península IbéricaComarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010

Edita: Ayuntamiento de Vélez-Blanco© Coordinadores: Julián Martínez García - Mauro S. Hernández Pérez© Textos e imágenes: Los autoresDiseño y maquetación: Bernabé Gómez MorenoAño edición: 2013Portada: María José Martínez y José M. ParraImprime: Lince Artes GráficasISBN: 978-84-616-6583-9Depósito Legal: AL 953-2013

ACTAS DEL II CONGRESO DE

ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICAComarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010

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ÍNDICE11 EL ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO CONSERVADO EN LA COMISIÓN DE INVESTIGACIONES PALEONTOLÓGICAS Y

PREHISTÓRICASBEGOÑA SÁNCHEZ CHILLÓN*

19 CONSIDERACIONES SOBRE LOS MOTIVOS ASTRALIFORMES EN EL ARTE ESQUEMÁTICO DE LA PENÍNSULA IBÉRICAJOSÉ FERNÁNDEZ QUINTANO*

25 SÍMBOLOS PARA LOS MUERTOS, SÍMBOLOS PARA LOS VIVOS. ARTE MEGALÍTICO EN ANDALUCÍAP. BUENO RAMIREZ* R. DE BALBÍN BEHRMANN* R. BARROSO BERMEJO*

49 PRIMERA APROXIMACIÓN A LAS PINTURAS RUPESTRES DE CUEVA HAIZEA (VÉLEZ BLANCO, ALMERIA)JOSÉ ÁNGEL OCHARAN IBARRA

61 ALAHAPRIETA (ÁLORA), NUEVO CONJUNTO DE ESTACIONES DE ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA PROVINCIA DE MÁLAGALUIS EFRÉN FERNÁNDEZ*JOSÉ LUIS SANCHIDRIÁN**

67 SOBRE LOS ANTROPOMORFOS ESQUEMÁTICOS EN MÁLAGA: REFLEJO DE UNOS GRUPOS SOCIALES QUE MANTUVIERON UN ARTE SUBJETIVOPEDRO CANTALEJO DUARTEMARÍA DEL MAR ESPEJO HERRERÍASLIDIA CABELLO LIGERO SERAFÍN BECERRA MARTÍNJAVIER MEDIANERO SOTO ANTONIO ARANDA CRUCESJOSÉ MORA DOMÍNGUEZ

81 NUEVO HALLAZGO DE ARTE ESQUEMÁTICO EN LA SIERRA NORTE DE CÓRDOBAARACELI CRISTO ROPERO Mª ÁNGELES MEDINA ALCAIDEANTONIO JESÚS ROMERO ALONSO

85 ABRIGO ESQUEMÁTICO DE EL CASTILLAREJO (LUQUE): ¿ARTE LEVANTINO EN CÓRDOBA?ARACELI CRISTO ROPEROMª ÁNGELES MEDINA ALCAIDEANTONIO JESÚS ROMERO ALONSO

89 PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA EN LOS TAJOS DE LILLO (LOJA, GRANADA) Y EL MODELO ANTIGUO DEL ARTE ESQUEMÁTICOJULIÁN MARTÍNEZ GARCÍA *

105 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO Y POBLAMIENTO NEOLÍTICO DE SIERRA HARANA (GRANADA)MARCOS FERNÁNDEZ RUIZ*

113 PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA EN SIERRA MORENA ORIENTAL Y SUBBÉTICO GIENNENSEMIGUEL SORIA LERMA*MANUEL GABRIEL LÓPEZ PAYER*DOMINGO ZORRILLA LUMBRERAS*

137 EL YACIMIENTO PREHISTÓRICO DE LA CUEVA DEL SALIENTE (ORIA-ALBOX, ALMERÍA)ANTONIO GONZÁLEZ RAMÓN*INMACULADA LÓPEZ RAMÓN**

141 REFLEXIONES SOBRE LOS ARTES ESQUEMÁTICOS ENTRE LAS CUENCAS DE LOS RÍOS SEGURA Y JÚCARMAURO S. HERNÁNDEZ PÉREZ*

153 UNA NUEVA ESTACIÓN DE ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN MURCIA: LOS CUCHILLOSMARGARITA DÍAZ-ANDREU*FRANCISCO ESCOBAR GUÍO**EMILIANO HERNÁNDEZ CARRIÓN*** ESTER PIÑERA MORCILLO**JOAQUÍN SALMERÓN JUAN**

II CONGRESO VELEZ, 2010 9

163 PINTURAS RUPESTRES DEL ABRIGO RIQUELME (JUMILLA, MURCIA), AVANCE DE SU ESTUDIOANTONIO JAVIER MEDINA RUIZ*FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ COLLADO** EMILIANO HERNÁNDEZ*CARRIÓN, MIGUEL SAN NICOLÁS DEL TORO**

175 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN LA SIERRA DE AITANA: LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN Y NUEVOS DESCUBRIMIENTOSVIRGINIA BARCIELA GONZÁLEZ*FRANCISCO JAVIER MOLINA HERNÁNDEZ**

185 LAS PINTURAS ESQUEMÁTICAS DE LA COVA DE LA SARSA (BOCAIRENT, VALÈNCIA): NUEVAS LÍNEAS DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOESTHER LÓPEZ-MONTALVO*CARLES MIRET I ESTRUCH**JOSEP LLUIS PASCUAL BENITO***

197 NUEVA APORTACIÓN AL ESTUDIO DEL ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA MEDIA DEL JÚCAR. LAS CUEVAS DEL OLIVAR (TOUS, LA RIBERA ALTA, VALENCIA)XIMO MARTORELL BRIZ*

203 ARTE ESQUEMÁTICO EN EL ABRIC DEL CASTELL DE VILAFAMÉS (CASTELLÓN)PERE MIQUEL GUILLEM CALATAYUD*RAFAEL MARTÍNEZ VALLE*

213 ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA DEL EBRO. PARTE 1ª: CONCEPTO, TEMAS Y CRONOLOGÍAVICENTE BALDELLOU*

223 ARTE ESQUEMÁTICO EN LA CUENCA DEL EBRO 2: EXTENSIÓN, PARALELOS MUEBLES Y YACIMIENTOS ASOCIADOSPILAR UTRILLA*

243 ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO PRE-HISTÓRICO. NUEVA INTERPRETACIÓN DE LOS CARROS DE REMOSILLO (OLVENA, HUESCA).MANUEL BEA*

253 UN NUEVO GRUPO DE ARTE ESQUEMÁTICO EN EL PIRINEO OCCIDENTAL ARAGONÉS: EL NÚCLEO DE SALVATIERRA DE ESCÁ (ZARAGOZA)MANUEL BEA*JOSÉ IGNACIO ROYO GUILLÉN**MARIO GISBERT***

263 ARTE POSTPALEOLÍTICO EN EL VALLE DEL ERESMAMANUEL SANTOS ESTÉVEZ

271 ESTADO DE CONSERVACIÓN DEL ARTE ESQUEMÁTICO EN LA PROVINCIA DE ZAMORA: SITUACIÓN ACTUAL Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN PARA SU PRESERVACIÓNJOSE CARLOS SASTRE BLANCO*ÓSCAR RODRÍGUEZ MONTERRUBIO**

279 UN SIGLO DE INVESTIGACIÓN PARA LA PINTURA RUPESTRE ESQUEMÁTICA DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ. EVOLUCIÓN DE LA METODOLOGÍA Y NUEVAS APORTACIONES.ISABEL M. DOMÍNGUEZ GARCÍA*HIPÓLITO COLLADO GIRALDO**JOSÉ JULIO GARCÍA ARRANZ***

287 REFLEXIONES SOBRE LA FASE INICIAL DEL ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN EXTREMADURA A RAÍZ DE LAS RECIENTES INVESTIGACIONES. HIPÓLITO COLLADO GIRALDO*JOSÉ JULIO GARCÍA ARRANZ**

301 A ARTE ESQUEMÁTICA PINTADA EM PORTUGALSOFIA SOARES DE FIGUEIREDO*ANTÓNIO MARTINHO BAPTISTA**

317 ARTE ESQUEMÁTICO EN PORTUGAL: LOS ABRIGOS CON PINTURAS DEL MACIZO CALCÁREO EXTREMEÑOANDREA MARTINS*

II CONGRESO VELEZ, 2010 163

El Abrigo Riquelme fue descubierto en noviembre de 2009 en el transcurso de una prospección vinculada a la revi-sión de la Carta Arqueológica de la Región de Murcia. Se loca-liza en el sector suroriental del término municipal de Jumilla, en el ámbito de la Rambla de la Raja, un paso natural entre la Vega alta del Segura y el Vinalopó Medio (Alicante), situado entre las comarcas naturales de la Cuenca Abanilla-Fortuna y el Altiplano Jumilla-Yecla, respectivamente al Sur y Norte.

Topográ!camente se emplaza en la umbría de un cantil rocoso que corona la línea de cumbre de un relieve adscrito a la unidad del Prebético interno, caracterizado por vertientes escarpadas y una forma alargada que adopta una dirección general NE-SO. La cobertera es Pino carrasco disperso con denso sotobosque, condicionada al a"oramiento de la roca de base en cotas altas que lógicamente limita el desarrollo de la vegetación.

El soporte, de origen Mioceno, es de caliza bioclásti-ca con abundantes fósiles marinos. Se trata de una roca poco consistente e inestable por su intensa diaclasación y meteori-zación super!cial, donde los procesos erosivos han modelado abundantes abrigos y oquedades en la zona, siendo la de ma-yores dimensiones la cavidad que nos ocupa.

Desde un punto de vista arqueológico hay que destacar la aparición en el entorno de piedemonte y valles contiguos de industria lítica en soporte de sílex y cuarcita, de probable adscripción Paleolítica y Prehistoria Reciente. A este último periodo se asigna un conjunto de 4 asentamientos en altu-

ra (Molina y Molina. 1973) emplazados en la misma unidad de relieve que el Abrigo Riquelme. Dos de los poblados, con super!cie < 0,5 hectáreas, se pueden asignar al Calcolítico o Bronce Antiguo, encontrándose un posible megalito en uno de ellos, mientras que los dos asentamientos restantes se ads-criben a la Edad del Bronce cuya cultura material y tipo de poblado recuerda más a los modelos descritos para el Bronce del Altiplano Jumilla-Yecla, NO de Alicante y SE de Albacete que al modelo argárico (Ayala Juan. 2001-2002).

El Abrigo Riquelme junto a otro reciente descubri-miento de pinturas esquemáticas en la Sierra de la Pila (Aba-rán) (Alonso y Grimal 2007) representan hasta la fecha el área de dispersión más suroriental de pinturas rupestres en la Re-gión de Murcia.

El Abrigo Riquelme se orienta al NNE, tiene una su-per!cie próxima a 10 m2 conformando en planta un único es-pacio de tendencia ovalada salvo al fondo que se de!nen dos lóbulos de similares dimensiones. La entrada, con forma de tendencia circular, tiene un alzado de 3 m, altura que decre-ce considerablemente hacia el interior, distinguiéndose en la bóveda un marcado resalte central. El suelo tiene inclinación descendente hacia el exterior, se compone de un sustrato for-mado exclusivamente por los desprendimientos del soporte, no habiéndose constatando hasta la fecha materiales arqueo-lógicos ni indicios de ocupación.

La roca aparece muy !surada restando una matriz de bloques poco cohesionados, con marcadas cicatrices y parcial-

PINTURAS RUPESTRES DEL ABRIGO RIQUELME (JUMILLA, MURCIA), AVANCE DE SU ESTUDIO

Antonio Javier Medina Ruiz*Francisco Javier Martínez Collado**

Emiliano Hernández*Carrión, Miguel San Nicolás del Toro**

Resumen: Se exponen los primeros resultados de documentación y análisis del Abrigo Riquelme, cavidad de 10 m2 de superficie donde se han registrado 48 pictografías. Lo más destacado son representaciones bícromas en color rojo y negro, el empleo mayoritario del punto en la realización de las figuras y una iconografía poco frecuente en ámbito del SE peninsular.Palabras Clave: Pinturas rupestres, estilo Esquemático, puntos, bicromía, concéntricos.

Summary: Presented here are preliminary findings from the analysis and documentation of the Riquelme Site, a rock shelter measuring 10 square metres where 48 pictographs have been registered. The most outstanding of these are bichromic representations in red and black, the majority use of points in its realization, and an iconography rarely found within the area of the South-eastern peninsular.Keywords: Rock paintings, schematic style, points, bichrome, concentrics.

* Museo Arqueológico Municipal Jerónimo Molina (Jumilla)** Centro de Estudios de Prehistoria y Arte Rupestre, Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

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mente desprendidos que han condicionado una super!cie de pared muy irregular, de!nida por una consecución de planos perpendiculares, salientes y recovecos que no son ajenos a la disposición y articulación de las !guras pintadas. En otro or-den, el soporte también presenta algunas coladas calcíticas, actualmente no activas, al tiempo que sectores del techo han sido colonizados por comunidades de Fungi que ocultan va-rias pinturas. La super!cie rocosa poco consistente y meteo-rizada experimenta procesos de descamación y craquelado, por otro lado el intemperismo, más intensi!cado en la pared oriental donde incide el sol de la tarde, ha signi!cado la pérdi-da de intensidad del pigmento.

Se han documentado un total de 48 registros pictóri-cos, referidos al número mínimo de !guras pintadas, distri-buidos en mayor o menor medida por todo el abrigo (!gura 1), no observándose en zonas más altas de la bóveda ni en los lóbulos que con!guran el fondo de la cavidad, sectores estos últimos donde la meteorización ha sido tan intensa que no se conservan super!cie patinada antigua. La mayor parte de las !guras pintadas se localizan en la pared occidental 31 regis-tros (nº. 18 a 48), la pared oriental, de similares dimensiones tan solo alberga 12 representaciones (nº. 1 a 12), mientras que al fondo de cavidad, dispuestas en el tabique de separación entre los lóbulos y en la cresta de la bóveda, se han encontrado 5 !guras (nº. 13 a 17). Las pinturas se disponen de forma aisla-da o agrupadas, formando conjuntos, siendo difícil establecer composiciones o relaciones entre las !guras; del mismo modo se observa una amplia variabilidad en la altura con respecto a la pared, encontrando registros tanto próximos a la rasante, como a más de 1,80 m de altura, si bien un gran número se hallan en la mitad inferior de la pared. En esta línea, la direc-ción del plano del soporte rocoso utilizado para pintar tampo-co es homogénea pudiendo ser vertical, oblicua u horizontal, aspecto que signi!ca modi!car el plano de visión para de!nir las relaciones espaciales entre las diferentes !guras pintadas o

la propia cavidad; en otras ocasiones la visibilidad de la repre-sentación es prácticamente nula y contraria a la perspectiva, ilustrativo es el caso del registro nº. 28 que se oculta tras un resalte orientado a la pared de la que dista escasos centímetros (!gura 2). Tras lo expuesto el modelo de dispersión de !guras es opuesto a la concentración en paneles, más bien muestra un reparto espacial expansivo, al ocupar o disponer de la mayor parte de los planos de visión, y articulado con la propia con!-guración física del abrigo.

La metodología empleada en la documentación grá!ca de los registros ha consistido en la realización de fotografía di-gital con luz natural y escalada, así como el tratamiento de las mismas con el so#ware de código abierto ImageJ y la extensión DStretch creada por el Dr. Jon Harman (http://www.dstretch.com), (Gutiérrez Calvache y otros, 2009), procedimiento que ha permitido detallar con precisión las representaciones que mostraban una visión di!cultosa o parcialmente ocultas (!-gura 3). La aplicación de este programa ha sido válida sobre restos pictóricos previamente constatados, siendo ine!caz en búsquedas aleatorias sobre las paredes del abrigo.

Dentro del conjunto de pictografías del Abrigo Riquel-me se pueden encontrar restos, que se re!eren a retazos de pigmento pertenecientes a !guras muy degradadas (registros nº. 1, 2, 6, 27, 30, 35 y 47), manchas, en relación con repre-sentaciones inde!nidas, difusas o informes, !guras de trazo simple o !guras compuestas, respectivamente !guras repre-sentadas por uno o por varios trazos. Si se analiza el registro pictórico desde el punto de vista formal, en concreto de las !guras de trazo simple y !guras compuestas, se descubre una compleja tipología que di!culta su ordenación, pese a todo se ha desarrollado un modelo de clasi!cación, primera sín-tesis que sin duda será objeto de revisión en la medida que se avance en el estudio y discusión de estas pinturas rupestres. La clasi!cación morfo-temática de las pictografías es la siguiente (para consultar las características más destacadas de cada una de las !guras ver Tabla de registros).

1. Manchas y disoluciones: Registros nº. 13 (mancha), 17 (disolución), 43 (disolución) y 44 (disolución).

2. Trazos longitudinales: Horizontales y oblicuos regis-tros nº. 10, 11, 12, 22, 23, 24 y 39. Vertical registro nº. 45. Trazos cortos (< 5 cm) registros nº. 26, 32, 41 y 42.

��� Alineaciones de puntos: Registros nº. 5 (en ángulo), 31 (paralelas de trazado sinuoso) y 33 (2 curvilíneas)

Fig. 1. Arriba: Exterior del abrigo. Abajo: Panorámica del interior y localización de registros pictóricos.

Fig. 2. Situación del registro nº 28 y detalle del mismo (imagen procesada con DStretch).

II CONGRESO VELEZ, 2010 165

��� Cruciformes: Registros nº. 20, 28 (!gura 2) y 46, se in-cluye el registro nº. 37 (con forma de 7).

��� Representaciones oblongas/ovaladas de puntos de ar-ticulación geométrica: Registros nº. 3 (concéntrico) (!gura 6), 7 (semióvalo), 8 (inde!nido), 14 (circular), 15 (cóncavo-convexo) (!gura 3), 18 (oval) (!gura 4), 21 (ovalado concéntrico) (!gura 5), 38 (semióvalo), 48 (ovalado concéntrico).

��� Agrupaciones/ racimos de puntos: Registros nº. 4, 16, 19, 25 (!gura 4), 29, 34, 36 y 40.

7. Pectiniformes: Registro nº. 9 (peines tipo asta ciervo simétricos).

Desde un punto de vista técnico hay que destacar los siguien-tes aspectos del conjunto de pinturas rupestres:

x� Uso mayoritario del punto en la elaboración de las !-guras, 20 representaciones frente a 17 !guras realiza-das con trazo lineal1, estas últimas casi siempre simples líneas. En todos los casos los puntos se combinan con otros puntos para conformar la !gura, no apareciendo nunca de forma aislada. Es notoria cierta tendencia ha-cia la geometría, los puntos suelen guardar equidistan-cias en las composiciones, con tendencia a combinarse en parejas, y, en el caso de !guras rellenas –Registros

1 No se computan restos, manchas y disoluciones.

nº. 4, 16, 14, 18, 19, 25, 29, 34, 36 y 40-, se articulan en alineaciones. En cualquier caso, el puntillismo vuelve ambiguas las coordenadas estructurales !gura-fondo y forma-contorno. El grosor de los puntos varía según las !guras, distinguiéndose ejecuciones de punto !no (< 0,4 cm) –registros nº. 3, 4, 5 y 38- junto a otras de mayor grosor. El contorno del punto también es hete-rogéneo, encontrando puntos de límites muy de!nidos frente a otros irregulares o incluso restregados o lava-dos.

x� Dos parecen haber sido los tipos de herramientas utili-zados para la ejecución de las pictografías, por un lado la brocha en las !guras formadas por trazos longitu-dinales, contrastado en las marcas de pelos o !bras de los registros nº. 26 y 41; aunque tampoco se descarta el empleo de dedos en algunas representaciones como por ejemplo el registro nº. 39, y, por otro lado, la uti-lización de ramas y tallos cuya presión de la sección impregnada en tinta sobre la roca, a modo de tampón, generaba el punto, en este sentido el grosor del pun-to se establecía en función del diámetro del palo. La experimentación en esta dirección llevada a cabo por uno de nosotros, a permitido, además de veri!car la herramienta vinculada a los punteados, la versatilidad

Figura 3. Registro nº. 15, imagen sin procesar con DStretch (izda.) y procesada con este programa (dech.).

Figura 4. Registro nº18 (izda.) y registro nº25 (dech.), !gura bícroma, los puntos gruesos en rojo mientras que los de menor grosor, intercalados a los primeros, son negros (imagen procesada con DStretch).

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técnica del útil, que permite desde puntos de contorno bien de!nido, hasta puntos estriados y borde difuso, según la forma de empleo.

x� El color de pigmento más utilizado ha sido el rojo (40 registros) apareciendo en varias tonalidades, en este sentido la materia prima para la elaboración de pig-mento de tonalidad más clara y cromatismo rosáceo (registros nº. 2, 11, 23, 24 y 45) puede proceder de los depósitos de gravas con alto contenido ferrugino-so que conforman el piedemonte del relieve donde se emplaza el abrigo. Por otro lado, se han documentado 5 registros en negro (registros nº 9, 28, 37, 43 y 46) y 3 bícromos donde se utilizan pigmentos negro y rojo. En general los pigmentos no muestran homogeneidad cromática constatándose diferentes tonos de rojo, y dentro del mismo tono variación de saturaciones e in-tensidad de color, producidas por distintos grados de carga o de disolución del pigmento, dándose el caso del uso intencional de degradado provocado por la descar-ga progresiva del útil en el punteado (registros nº. 14, 15 y 21).

x� Con respecto a las representaciones bícromas se han documentado 2 agrupaciones o racimos de puntos (re-gistros nº. 25 y 34) (!gura 4) donde los puntos negros, de pincelada !na, se intercalan entre los rojos de mayor grosor, y una tercera !gura formada por 3 óvalos con-céntricos también formados por puntos (registro nº. 21) (!gura 5), donde el círculo exterior es de color ne-gro. Las superposiciones de pigmento observadas in-dican que el negro se aplicó en los 3 casos en segundo lugar, si bien es signi!cativa una segunda superposi-ción, esta vez del rojo sobre el negro, constatada en un trazo del registro nº. 21. Aunque las 3 !guras bícromas dejan patente un sentido unitario de la composición, que sugieren la coetaneidad en la aplicación de ambos pigmentos, es difícil demostrar que su ejecución se produjo en un mismo episodio, o por el contrario hubo un lapso entre los trazos rojos y negros; lo que sí es evi-dente, por el contrario, es la intencionalidad bícroma de la composición, independientemente de criterios temporales de ejecución, debiendo rechazar para estas representaciones el concepto de repinte.

x� Un gran número de !guras del Abrigo Riquelme se relacionan de forma directa con el soporte, pasando a formar parte de la composición de la representación la propia con!guración de la super!cie rocosa. En esta línea hay que reseñar las !guras inscritas en concavi-dades o de!nidas entre aristas o resaltes (registros nº. 3, 10, 25 y 38), composiciones articuladas a partir de aristas o rugosidades en la super!cie (registros nº. 5, 9, 15, 31, 39 y 45), situación en resaltes (registro nº. 9), utilización alvéolos o marcas del soporte (registros 19, 21, 25 y 48), o el pintado sobre coladas calcíticas humedecidas para crear disoluciones o veladuras de pigmento (registros nº. 16, 17, 43 y 44).

Desde un punto de vista iconográ!co el Abrigo Riquelme al-berga una serie de !guras que se ajustan a los morfotipos asig-nables al estilo esquemático:

1. Cruciformes (registros nº. 20, 28, 37 y 46), que ten-drían su paralelo más cercano en La Calesica (Jumi-lla), donde se hallan 3 cruciformes en vertical (Molina y Molina 1973: 72) sin mucha semejanza estilística y técnica con las que nos ocupan, junto a otras en la mis-ma región biogeográ!ca que guardan más similitudes, como son los cruciformes de los abrigos del Mojao y de los Gavilanes (Lorca) (Mateo y otros 1993) y Can-tos de la Visera (Yecla), donde un cruciforme, probable !guración de antropomorfo, presenta un añadido en la parte superior, a modo de tocado (Mateo y Bernal 1996), que recuerda el remate horizontal del registro nº. 46 del Abrigo Riquelme.

Fig. 5. Registro nº21. Figura bícroma. Anillo exterior negro; el resto, en rojo.

Fig. 6. Registro nº 3. Los anillos de la !gura se adaptan progresivamente al soporte (imagen procesada con DStretch).

II CONGRESO VELEZ, 2010 167

2. Agrupaciones de puntos, presente en un número im-portante en el Abrigo Riquelme (registros nº. 4, 16, 19, 25, 29, 34, 36 y 40) cuenta con interesantes ejemplos que permiten establecer paralelos más o menos direc-tos como serían las agrupaciones de tendencia circular de Cañaica del Calar III (Moratalla) (Mateo 1999:56), donde además de mostrar semejanzas tanto en la dis-posición y ejecución de la !gura, rellenan en algunos caso concavidades, idéntica relación con el sopor-te que la descrita para el registro nº. 25, recordemos una agrupación de puntos bícroma circunscrita a una concavidad. En esta línea también debemos situar, por similitudes técnicas e intensidad de pigmento, la agru-pación de puntos del Abrigo del Pozo II (Calasparra) (San Nicolás 1985).

��� El registro nº. 9, dos pectiniformes y trazos paralelos dispuestos en eje de simetría, recuerda en gran medida a representaciones esquemáticas de ciervos, presentes en otros conjuntos de pinturas rupestres de Jumilla como el Buen Aire. Si bien en nuestro caso la orienta-ción de los trazos y disposición en un eje de simetría no permite interpretar la !gura.

��� Los trazos de desarrollo longitudinal (registros nº. 10, 11, 12, 22, 23, 24 y 39), algunos de ellos posibles tecti-formes (registro nº. 39), también son un elemento co-mún en conjuntos con representaciones esquemáticas como por ejemplo en Andragulla V (Moratalla) (Ma-teo 1999).Saliendo de la normalización tipológica del estilo es-

quemático en el Abrigo Riquelme se documenta un conjunto de !guras puntillistas sin paralelos conocidos en la zona mur-ciana. En este capítulo reseñamos los concéntricos (registros nº. 3, 21 y 48), !guras rellenas circulares u ovales (reg. nº. 15 y 18), semióvalos abiertos (reg. nº. 7 y 38), alineaciones (reg. 5, 31 y 33) o !guras cóncavo-convexas (reg. nº. 16). Algunas representaciones de puntiformes recuerdan a modelos paleo-líticos, entre muchos ejemplos un óvalo de La Pasiega (Puente Viesgo, Cantabria) con similitudes con el reg. nº. 18 (!gura 4), sin embargo las grandes diferencias técnicas (Vaquero 1995) y patrones de ubicación, así como la identidad estilística y de ejecución de los puntiformes asignados a !guras claramente esquemáticas del Abrigo Riquelme y las de clasi!cación di-!cultosa de este mismo lugar, no ofrece dudas para decan-tar el conjunto de pinturas rupestres hacia contextos crono-culturales de la Prehistoria Reciente, y más en concreto bajo la cobertura del estilo esquemático. En esta línea una visión más global permite clari!car el panorama, la existencia de representaciones esquemáticas en territorios limítrofes y en otras zonas peninsulares asimilables al puntillismo permiten vislumbrar que aunque sean infrecuentes y de difícil clasi!-cación, no están ausentes del programa iconográ!co del estilo esquemático. A grandes rasgos ejemplos de puntillismo y !gu-ras paralelizables con el Abrigo Riquelme serían los siguientes:

1. Alineaciones de puntos en Cueva Palomera (Alquezar, Huesca) (Baldellou y otros 1983)

2. Concéntrico de Cova dels Vilars (Os de Balaguer, Léri-da) (Maluquer 1972).

��� Conjunto de puntos bícromos rojos y blancos del Cas-tell de Vilafamés (Castellón). (Torregrosa P., 1999)

��� Círculo de puntos del Barranc de la Mata (Otos, Valen-cia) (Torregrosa y otros 2001)

��� Semicírculos concéntricos de puntos del Abric de la Magrana (Val de Gallinera, Marina Alta, Alicante). (Torregrosa P., 1999)

��� Alineaciones de puntos del Poyo del Medio de la Cim-barra, Aldeaquemada (Jaén). (López Páyer y Soria Ler-ma, 1988)

7. Figuras ovaladas, circulares y agrupaciones de puntos de la Cueva del Silencio (Tarifa, Cádiz) (Bergmann L., Arte Sureño. Página web: http://mundocultural.net/rupestre/silencio.htm ).

8. Agrupación de alineaciones de puntos en la Cueva de Atlanterra (Tarifa). (Más Cornellà M., 1999) (Berg-mann L., Arte Sureño. Página web: http://mundocul-tural.net/rupestre/atlanterra.htm )

9. Agrupación de tendencia circular de alineaciones de puntos verticales en el Abrigo de Las Moriscas IX He-lechal, (Badajoz). (Martínez Perelló, 1995)

7. Agrupación de puntos bícromos intercalados en el Abrigo del Pez I, Capilla (Badajoz). (López-Arza y Gu-tiérrez Llerena, 2001)En de!nitiva, el Abrigo Riquelme presenta unas carac-

terísticas singulares con respecto al panorama del estilo esque-mático, sin embargo, se ha comprobado que gran parte de sus parámetros técnicos, estilísticos e iconográ!cos se ajustan a modelos ya conocidos para las pinturas rupestres esquemá-ticas. Esta dicotomía, no resuelta, tal vez se fundamente en la interacción pautas ideológicos-simbólicas traducida en picto-grafías preestablecidas, con variantes localistas de esas mismas pautas, y, probablemente, con la aportación técnica-composi-tiva de los propios ejecutores de esas pinturas. En este sentido, una visión de conjunto de las pinturas rupestres esquemáti-cas debería explicar la interacción entre las dos coordenadas propias del estilo: un repertorio iconográ!co aparentemente normalizado, por un lado, y, al tiempo, una interpretación mediante la acción pictórica altamente individualizada de las condiciones especí!cas de cada sitio rupestre.

Bibliografía Alonso Tejada, A., Grimal, A. 2007, Prospecciones y estudios

sobre el Arte rupestre prehistórico en la Comarca del Altiplano. Términos municipales de Yecla y Jumilla. 7ª campaña, año 2006. XVIII Jornadas de Patrimonio Cultural, vol.I, Consejería de Cultura, Juventud y De-portes, pp. 71-72.

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II CONGRESO VELEZ, 2010 169

TABLA DE REGISTROS

Nº. Reg.

Local. Descripción Relac. soporte Plano Conservación Dimens.

1 Pared Este Resto pigmento rojo, representación indeterminada

Vertical Visible. Roca desprendida

1,3 X 1,6 cm

2 Pared Este Resto pigmento ocre, probable trazo Vertical Visible. Desprendida. Fisuras

3,8 X 0,6 cm

3 Pared Este Pigmento rojo. 5 Círculos concéntricos, uno de trazado incompleto. Realizados con punteado !no (> 3mm), salvo los 2 puntos superiores más gruesos y espaciados. Ejecución de dentro hacia fuera. Se asemeja a un laberinto (!gura 6)

Dentro de un reborde apenas visible. Las 2 líneas exteriores rompen la geometría para ajustarse a los límites

Vertical Poco visible. Roca desprendidaFisuras

7,8 X 6,7 cm

4 Pared Este Rojo. Concentración de varias decenas de puntos !nos (> 3mm) con pareja de más gruesos, organizados en alineaciones sinuosas

Super!cie micro rugosa tipo “piel de gallina”

Vertical Poco visible. Incompleta en sus límites por desprendimiento y meteorización de super!cie

11,4 X 5,3 cm

5 Pared Este Rojo. Ángulo agudo de líneas de puntos que inscribe en su interior otra línea de puntos sobre un frotado

La !gura recorre en un parte superior una arista que delimita planos inclinados perpendiculares

Oblicuo

Poco visible. Fragmentado por 3 !suras con desplazamiento de bloques

13,5 X 4,8 cm

6 Pared Este Resto pigmento rojo, representación indeterminada

Vertical Poco visible. Oculto por carbonatación

5,4 X 0,5 cm

7 Pared Este Rojo. Alineación de puntos que dibuja un semióvalo o elipsoide abierto hacia la izquierda

Oblicuo Poco visible 10,4 X 6 cm

8 Este Rojo. Localizada en el techo. Línea de puntos que describe un marcado ángulo. Parece corresponder a la mitad de una !gura deteriorada. Plano mejor adaptado para pintores diestros

Horizontal Visible. Incompleta por desprendimiento

7,8 X 7,2 cm

170

9 Pared Este Pigmento negro. 2 trazos tipo peine y 3 parejas de rallas paralelas en su base. Elementos confrontados en un eje de simetría. Recuerda a una cabeza de ciervo frontal, también podrían ser 2 ciervos boca abajo

Situado en el borde anguloso de un bloque de la pared

Vertical Visible. Pigmento algo desvaído

10 X 4,5 cm

10 Pared Este Pigmento rojo. Trazo rectilíneo Rellena una ondulación de la sup.

Oblicuo 13,4 X 1,1 cm

11 Pared Este Rojo. Trazo rectilíneo Oblicuo 7,2 X 1,9 cm

12 Pared Este Rojo-Anaranjado. Trazo rectilíneo Vertical 2,3 X 1,2 cm

13 Fondo Este

Rojo. Mancha-Trazo rectilíneo Vertical Colonia de hongos

12,5 X 4,7 cm

14 Fondo Reborde bóveda

Rojo. Figura redondeada rellenas por 4 líneas de puntos

En una concavidad poco marcada

Horizontal Poco visible por hongos

7,8 X 6,5 cm

15 Fondo Reborde bóveda

Rojo. Línea de puntos que delimita una !gura de tendencia cóncava en su parte inferior y convexa en al superior, recordando una vasija. Del extremo superior hay una línea rectilínea de puntos, hacia la izquierda. Degradación de puntos por descarga de pigmento

Una pequeña arista perpendicular por la mitad de la !gura

Oblicuo Poco visible por colonia hongos

11 X 4,3 cm

Línea sup.7 cm largo

16 Fondo Reborde bóveda

Rojo. Agrupación circular de una treintena de puntos. Pigmento muy diluido o sobre super!cie humedecida (!gura 3)

Colada calcítica actualmente no activa

Vertical Carbonatación 11 X 8,8 cm

17 Fondo, tabique

Rojo-Anaranjado. Puntos y alineaciones de pigmento diluido, probablemente aplicado sobre super!cie humedecida

Colada calcítica actualmente no activa en concavidades del soporte junto a pequeña cavidad

Vertical Carbonatación 49,3 X 10 cm

18 Occidentaltecho

Rojo. Figura oblonga delimitada y rellena por alineaciones puntos más o menos equidistantes (!gura 4)

Horizontal Grietas en el soporte. Colonia de hongos

11,5 X 3,7 cm

19 Pared occidental

Rojo. Racimo-agrupación de una veintena de puntos organizados por alineaciones asimétricas. Junto a un cruciforme –registro nº. 20-

Algunos puntos encajados en negativos de fósiles y poros de la roca

Oblicuo 9,9 X 8,3 cm

20 Pared occidental

Rojo. Cruciforme en aspa con una rayita en el lado superior izquierdo. Junto a una agrupación de puntos –registro 21-

Oblicuo 11,5 X 10,7 cm

II CONGRESO VELEZ, 2010 171

21 Pared occidental

Bícromo -rojo y negro. 3 círculos concéntricos realizados con puntos, los 2 círculos interiores en rojo, respectivamente 14 y 25 puntos, y el exterior en negro, 33 puntos. En el centro hay una micro cazoleta realizada con piqueteado. Un trazo lineal en rojo se superpone, modo de secante, la parte izquierda del círculo interior y menor medida el círculo medio. Un segundo trazo más desvaído atraviesa diametralmente la !gura. Los puntos negros se superponen a los rojos del círculo medio. Los trazos lineales rojos se superponen a los círculos, uno de ellos incluido el negro (!gura 5)

Oblicuo

11 x 9,9 cmPunto 0,77 cm

22 Pared occidental

Rojo. Trazo lineal horizontal, paralelo y próximo a los trazos nº. 23 y 24

Discurre por arista Oblicuo 15,7 X 3 cm

23 Pared occidental

Rojo. Trazo inclinado y curvado, próximo a los trazos nº. 22 y 24

Discurre por arista Oblicuo

24 Pared occidental

Rojo a rosáceo. Trazo lineal horizontal, próximo a los trazos nº. 22 y 23. Probable marcas de brocha

Discurre por arista Oblicuo 16,5 X 4 cm

25 Pared occidental

Bícromo –rojo y negro-. Agrupación de tendencia circular de una cuarentena de puntos rojos alineados e intercalados de puntitos negros que en ocasiones se superponen a los primeros. La composición se superpone, a su vez, a un frotado rojo en la parte superior derecha de la !gura (!gura 4)

La !gura rellena una concavidad de la roca. Los puntiformes superiores y derechos se disponen sobre una arista. Un punto pintado en un alveolo de la roca.

Vertical 5,7 X 5,3 cm

26 Pared occidental

Rojo. Pequeño trazo. Vertical Incompleto por descamación de super!cie

1,4 X 0,6 cm

27 Pared occidental

Rojo. Resto muy degradado Vertical Poco visible. Incompleto por meteorización super!cie

3,5 X 3,6 cm

28 Pared occidental

Negro, cruciforme de trazo lineal en cruz latina con pequeña prolongación de trazo más !no e inclinado a la derecha en el extremo superior. Plano mejor adaptado para pintores diestros (!gura 2)

En el plano saliente de un bloque con orientación a la pared. Casi ausencia de perspectiva

Oblicuo 6,3 X 3,9 cm

29 Pared occidental

Rojo. Agrupación-racimo de tendencia circular de 13 puntos. Los puntos se disponen conformando al menos 3 alineaciones asimétricas

Rellenan un pequeña concavidad de la roca

Vertical Incompleto en sus bordes por descamación de super!cie

3,8 X 2,9 cm

30 Pared occidental

Rojo. Micro restos de pigmento. Figura desaparecida

Vertical Descamación de la super!cie

172

31 Pared occidental

Rojo. Hasta 5 alineaciones verticales de trazado sinuoso conformadas por puntos

En una concavidad de la roca. Las alineaciones se inician en su parte superior derecha en una rugosidad de la roca

Vertical Incompleto en su parte izquierda por descamación super!cie

5,6 x 5,8 cm

32 Pared occidental

Rojo. Pequeño trazo. Próximo a registro nº. 33

Vertical Descamación super!cie

1,7 x 1 cm

33 Pared occidental

Rojo. Doble alineación curvada de puntos, conforme a dirección super!cie, respectivamente de 6 y 5 punto. Hay un último punto aislado a la izquierda. Proximidad a registros 32 y 34

En una convidad de la roca y delimitando y pequeño agujero con indicios de frotado de pigmento rojo

Vertical Descamación super!cie. La !gura podría estar incompleta

4,6 X 1,6 cm

34 Pared occidental

Bícroma, rojo y negro. Agrupación de puntos rojos alineados e intercalados con puntos negros de menor grosor. Próximo al registro nº. 33 y al agujero con posible frotado de pigmento rojo

Oblicuo Incompleta. Fisuras, caída de bloques y descamación super!cie

10,8 X 4,1 cm

35 Pared occidental

Rojo. Micro restos de pigmento. Figura desaparecida

Vertical Descamación super!cie

36 Pared occidental

Rojo. Concentración de puntos que adopta tendencia circular.

Concavidad en hendidura de la roca

Vertical Poco visible. Incompleta. Descamación super!cie

3 X 2,5 cm

37 Pared occidental

Negro. Figura de trazo lineal con forma de 7. Próximo a registro nº. 38

Vertical 5,8 X 4,6 cm

38 Pared occidental

Rojo. Semióvalo abierto hacia la derecha formado por al menos 7 puntos que guardan equidistancia

En el centro de una pequeña concavidad con reborde

Vertical Poco visible. Carbonatación

39 Pared occidental

Rojo, 3 gruesas líneas con inclinación descendente a la derecha atravesadas perpendicularmente por uno o dos trazos de menor intensidad

La línea superior separada por una arista del soporte

Vertical 8 X 8,7 cm

40 Pared occidental

Rojo. Figura de tendencia circular rellena por unos cuarenta puntos de borde irregular, organizados en alineaciones. Aplicación de pigmento diluido o super!cie humedecida

En colada calcítica, no activa. Figura delimitada por un borde (superior) y aristas por caída de placa (inferior)

Vertical Parcialmente oculto por carbonatación

8,5 X 7,5 cm

41 Pared occidental

Rojo. Denso pigmento que con!gura un trazo lineal en posición vertical. Marcas de pincel en su parte superior. Forma parte de un conjunto de registros -41, 42 y 43- insertos en una colada calcítica y superpuestos a una capa de pigmento rojo -registro nº. 44-

Sobre colada calcítica Vertical 5,9 x 1,7 cm

42 Pared occidental

Rojo. Pequeño trazo. Forma parte de un conjunto de registros -41, 42 y 43- insertos en una colada calcítica y superpuestos a una capa de pigmento rojo -registro nº. 44-

Sobre colada calcítica Vertical 4,8 X 1,2 cm

II CONGRESO VELEZ, 2010 173

43 Pared occidental

Negro. Informe de pigmento muy diluido o aplicado sobre super!cie húmeda. Forma parte de un conjunto de registros -41, 42 y 43- insertos en una colada calcítica y superpuestos a una capa de pigmento rojo -registro nº. 44-

Sobre colada calcítica Vertical 8,8 X 4,5 cm

44 Pared occidental

Rojo. Resto o capa de pigmento aplicado muy diluido o sobre super!cie humedecida. Fosilizado por colada calcítica infrapuesto registros nº. 41, 42 y 43

Bajo colada calcítica, aparentemente no activa

Vertical Parcialmente oculto por carbonatación

Aprox. 20 X 19 cm

45 Pared occidental

Rojo a rosáceo. Trazo lineal sinuoso, irregular y de pigmento poco denso

Super!cie rugosa de arista

Vertical 1,7 X 1 cm

46 Pared occidental

Negro. Cruciforme en posición de cruz latina con pequeño trazo horizontal en la parte superior, de interpretarse como antropomorfo sería una “cabeza tipo martillo” (Gómez 2005). El extremo del brazo derecho y un trazo difuso descendente cubren parcialmente la parte izquierda del registro nº. 48. En la base izda. hay restos de 2 trazos que pudieran pertenecer a otra !gura

Vertical Poco visible Carbonatación, agrietado, precipitación de sales, placa parte izquierda a punto desprenderse

6,2 X 7 cm Trazo

47 Pared occidental

Rojo. Pequeña mancha. ¿Infrapuesto registro nº. 46?

Vertical Poco visible Incompleta, carbonatación, descamación

48 Pared occidental

Rojo. Figura compuesta por 2 óvalos de tendencia circular concéntricos, el interior de!nido por 13 puntos y el exterior por 21 puntos. Los puntiformes de inicio de la !gura pueden ser un punto pintado en un fósil en el óvalo exterior, y un punto de mayor grosor, paralelo al anterior, en el exterior

Vertical Poco visible por carbonatación

7 X 6 cm