Pensamiento y palabra

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5. Pensamiento y palabra No cabe duda que en el desarrollo del niño existe un periodo pre lingüístico en el pensamiento y una fase pre- intelectual en el lenguaje. Pensamiento y palabra se encuentran conectados por un vínculo primario. La conexión se origina, cambia y crece en el curso de su evolución. Sería un error considerar el pensamiento y la palabra como dos procesos sin conexión que pueden ser paralelos o cruzarse en ciertos puntos influyéndose mecánicamente. La ausencia de un vínculo primario no implica que entre ellos solo pueda formarse una conexión mecánica. El método primario de análisis basado en esta concepción estaba destinado a fracasar pues intentaba explicar las propiedades del pensamiento verbal fraccionado en sus componentes-pensamiento y palabra-, ninguno de los cuales considerado por separado, posee las propiedades del conjunto. 5.1 Dos procesos La psicología le debe aportes muy importantes a Jean Piaget y no creemos que sea una exageración decir que su obra revolucionó el estudio del pensamiento y lenguaje infantil.* Fue él quien desarrolló el método clínico de exploración de las ideas que hasta ese momento había sido ampliamente utilizado; fue también el primero en estudiar sistemáticamente la percepción y la lógica en el niño. Aún más, aportó a este tema un enfoque renovador de una amplitud y audacia poco comunes. En lugar de registrar las deficiencias del razonamiento en la infancia comparado con el de la edad adulta, Piaget centró su estudio en las diversas características del pensamiento en el niño, en lo que éste tiene más que en lo que no posee. A través de estas vías de acceso positivas demostró que las diferencias entre el pensamiento en ambas etapas eran más cualitativas que cuantitativas. La idea de la polaridad del pensamiento dirigido y no dirigido ha sido tomada de la teoría psicoanalítica. Piaget dice: "El pensamiento dirigido es consciente, persigue propósitos presentes en la mente del sujeto que piensa. Es inteligente, es decir se adapta a la realidad y se esfuerza por influir sobre ella. Es susceptible de verdad y error... y puede ser comunicado a través del lenguaje. El pensamiento autista es subconsciente, las metas que persigue y los problemas que se plantea no están presentes en la conciencia. No se adapta a la realidad externa, pero crea una realidad de imaginación y sueños. Tiende, no a establecer verdades, sino a satisfacer deseos, y permanecer estrictamente individual e incomunicable como tal, por medio del lenguaje, puesto que opera fundamentalmente con imágenes; para poder ser comunicado debe acudir a métodos indirectos, evocando por medio de símbolos y de mitos los pensamientos que lo guían" El pensamiento dirigido es social. A medida que se desarrolla, se ve influido cada vez más por las leyes de la experiencia y de la lógica propiamente dicha, El pensamiento autista, por el contrario, es individualista y obedece al establecimiento de leyes especiales propias. Entre estas dos formas contrastantes de pensamiento "hay muchas variedades con respecto a su

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5. Pensamiento y palabra No cabe duda que en el desarrollo del niño existe un periodo pre lingüístico en el pensamiento y una fase pre-intelectual en el lenguaje. Pensamiento y palabra se encuentran conectados por un vínculo primario. La conexión se origina, cambia y crece en el curso de su evolución. Sería un error considerar el pensamiento y la palabra como dos procesos sin conexión que pueden ser paralelos o cruzarse en ciertos puntos influyéndose mecánicamente. La ausencia de un vínculo primario no implica que entre ellos solo pueda formarse una conexión mecánica. El método primario de análisis basado en esta concepción estaba destinado a fracasar pues intentaba explicar las propiedades del pensamiento verbal fraccionado en sus componentes-pensamiento y palabra-, ninguno de los cuales considerado por separado, posee las propiedades del conjunto. 5.1 Dos procesos La psicología le debe aportes muy importantes a Jean Piaget y no creemos que sea una exageración decir que su obra revolucionó el estudio del pensamiento y lenguaje infantil.*

Fue él quien desarrolló el método clínico de exploración de las ideas que hasta ese momento había sido ampliamente utilizado; fue también el primero en estudiar sistemáticamente la percepción y la lógica en el niño. Aún más, aportó a este tema un enfoque renovador de una amplitud y audacia poco comunes. En lugar de registrar las deficiencias del razonamiento en la infancia comparado con el de la edad adulta, Piaget centró su estudio en las diversas características del

pensamiento en el niño, en lo que éste tiene más que en lo que no posee. A través de estas vías de acceso positivas demostró que las diferencias entre el pensamiento en ambas etapas eran más cualitativas que cuantitativas. La idea de la polaridad del pensamiento dirigido y no dirigido ha sido tomada de la teoría psicoanalítica. Piaget dice: "El pensamiento dirigido es consciente, persigue propósitos presentes en la mente del sujeto que piensa. Es inteligente, es decir se adapta a la realidad y se esfuerza por influir sobre ella. Es susceptible de verdad y error... y puede ser comunicado a través del lenguaje. El pensamiento autista es subconsciente, las metas que persigue y los problemas que se plantea no están presentes en la conciencia. No se adapta a la realidad externa, pero crea una realidad de imaginación y sueños. Tiende, no a establecer verdades, sino a satisfacer deseos, y permanecer estrictamente individual e incomunicable como tal, por medio del lenguaje, puesto que opera fundamentalmente con imágenes; para poder ser comunicado debe acudir a métodos indirectos, evocando por medio de símbolos y de mitos los pensamientos que lo guían" El pensamiento dirigido es social. A medida que se desarrolla, se ve influido cada vez más por las leyes de la experiencia y de la lógica propiamente dicha, El pensamiento autista, por el contrario, es individualista y obedece al establecimiento de leyes especiales propias. Entre estas dos formas contrastantes de pensamiento "hay muchas variedades con respecto a su

grado de comunicabilidad. Estas variedades intermedias deben obedecer a una lógica especial. Intermedia también entre la lógica del autismo y la de la inteligencia. Proponemos dar el nombre de pensamiento egocéntrico a la más importante de estas formas intermedias". Aun cuando su función principal es todavía la satisfacción de necesidades personales, también incluye una forma de adaptación mental, semejante a la orientación de la realidad típica del pensamiento de los adultos. El pensamiento egocéntrico del niño "se encuentra a mitad de camino entre el autismo en el sentido estricto de la palabra y el pensamiento socializado". Ésta es la hipótesis básica de

Piaget. En nuestra opinión, el camino a seguir es el del otro tipo de análisis, que puede ser denominado análisis por unidades. Cuando hablamos de unidad nos referimos a un producto del análisis que, contrariamente al de los elementos, conserva todas las propiedades básicas del total y no puede ser dividido sin perderlas. La clave para la comprensión de las cualidades del agua no se encuentra en su composición química, Si no en la interconexión de sus moléculas. La verdadera unidad de análisis biológico es la célula viviente, que posee las propiedades básicas del organismo vivo. ¿Cuál es la unidad de pensamiento verbal que reúne estos requerimientos? A esta pregunta respondemos que se puede hallar en el aspecto interno de la palabra, en su significado. Muy pocas investigaciones sobre el aspecto interno del habla han sido llevadas tan lejos, y la psicología suministra

escasos aportes acerca del significado de las palabras, que, por otra parte, no pueden aplicarse en igual sentido a todas las otras imágenes y actos del pensamiento. La naturaleza del significado como tal no está clara, aunque es en él que el pensamiento y el habla se unen para constituir el pensamiento verbal. Es, entonces, en el significado donde pueden hallarse las respuestas a nuestras preguntas sobre la relación entre inteligencia y palabra. Nuestra investigación experimental, así como el análisis teórico, sugieren que tanto la Gestalt como la psicología asociacionista han estado buscando la naturaleza intrínseca del significado de las palabras por caminos equivocados. Una palabra no se refiere a un solo objeto, sino a un grupo o a una clase de objetos, y cada una de ellas es, por lo tanto, también, una generalización. Esta última constituye un acto verbal del pensamiento y refleja la realidad en un sentido bastante distinto del que la reflejan la sensación y la percepción; tal diferencia cualitativa está implicada en la proposición de que existe un salto dialéctico no sólo entre la ausencia total de conciencia (en la materia inanimada) y la sensación, sino también entre sensación y pensamiento. Hay diversas razones que nos hacen suponer que la distinción cualitativa entre sensación y pensamiento es la presencia, en el último, de un reflejo generalizado de la realidad, el cual constituye también la esencia del significado de las palabras; y consecuentemente ese significado es una parte inalienable de la palabra como tal, que pertenece, de este modo, tanto al dominio del lenguaje como al del pensamiento. Una palabra sin

significado es un sonido vacío, no una parte del lenguaje humano. Puesto que el significado de las palabras es tanto pensamiento como habla, encontramos en él la unidad del pensamiento verbal que buscamos. Claramente, entonces, el método que debemos seguir en nuestra exploración de la naturaleza del pensamiento verbal es el del análisis semántico -el estudio del desarrollo, el funcionamiento y la estructura de esta unidad que contiene al pensamiento y al lenguaje interrelacionados. Este método combina las ventajas del análisis y la síntesis, y permite el estudio adecuado de los totales complejos. Como ilustración, permítasenos hablar de otro aspecto de nuestro tema, también olvidado sin razón en las investigaciones anteriores. La función primaria del lenguaje es la comunicación, el intercambio social. Cuando se estudiaba el lenguaje a través de su análisis en elementos, esta función estaba disociada también de su función intelectual, eran tratadas como pi fueran funciones separadas, aunque paralelas, sin prestar atención a su evolución estructural y evolutiva; no obstante, el significado de la palabra es una unidad de ambas funciones. Para la psicología científica es un axioma que el entendimiento entre las inteligencias resulta imposible sin una expresión mediatiza dora. En ausencia de un sistema de signos lingüísticos u otros, sólo es posible el más primitivo y limitado' tipo de comunicación; ésta, que se manifiesta por medio de movimientos expresivos, observados fundamentalmente entre los animales, no es tanto comunicación como expresión de afecto. Un ganso

asustado que se da cuenta súbitamente de un peligro y excita a toda la bandada con sus gritos, no les cuenta a los otros lo que ha visto, pero les contagia su miedo. La transmisión racional, intencional, de la experiencia y el pensamiento a los demás requiere un sistema mediatizado, y el prototipo de éste es el lenguaje humano nacido de la necesidad de intercomunicación durante el trabajo. De acuerdo con la tendencia dominante, la psicología ha descripto el problema, hasta hace muy poco tiempo, de un modo extremadamente simplificado. Se considera en primer lugar, que él me dio de comunicación es el signo (la palabra o sonido); 'que a través de sucesos simultáneos un sonido puede asociarse con el contenido de alguna experiencia, y servir entonces para transmitir el mismo contenido a otros seres humanos. Un estudio más preciso del desarrollo de la comprensión y la comunicación en la infancia, sin embargo, ha llevado a la conclusión de que la verdadera comunicación requiere significado, o sea, tanto generalización como signos. De acuerdo a la penetrante descripción de Eduardo Sapir el mundo de la experiencia puede ser ampliamente simplificado y generalizado antes de traducirse en símbolos. Sólo de esta forma se hace posible la comunicación, puesto que la experiencia individual reside únicamente en su propia conciencia, y es, estrictamente hablando, no comunicable. Para convertirse en transmisible debe ser incluida en una determinada categoría, que por convención tácita, la sociedad humana considera como una unidad. De este modo, la comunicación

verdadera presupone una actitud generalizadora, que es una etapa avanzada en el desarrollo del significado de las palabras. Las formas superiores del intercambio humano son posibles sólo porque el pensamiento del hombre refleja una realidad conceptualizada, y ésta es la razón por la cual ciertos pensamientos no pueden ser comunicados a los niños, aunque estén familiarizados con las palabras necesarias, pues puede faltar el concepto adecuadamente generalizado que asegure la comprensión total. Tolstoi dice en sus escritos sobre educación, que, a menudo, los niños tienen dificultad para aprender una nueva palabra, no a causa de su pronunciación, sino del concepto al cual se refieren. Cuando el concepto ha madurado, casi siempre hay una palabra disponible. La concepción del significado de la palabra como una unidad que comprende tanto el pensamiento generalizado como el intercambio social, es de un valor incalculable para el estudio del pensamiento y el lenguaje; permite el verdadero análisis causal-genético, el estudio sistemático de las relaciones entre el crecimiento de la capacidad de pensamiento del niño y su desarrollo social. La interrelación de generalización y comunicación puede considerarse como el segundo punto de nuestro estudio. Consideramos necesario mencionar aquí algunos de los problemas comprendidos en el área del lenguaje que no fueron investigados específicamente en nuestros trabajos. El primero de ellos es la relación entre el aspecto fonético y su significado. Creemos que los

importantes avances recientes, acaecidos en el campo de la lingüística, se deben en gran medida a los cambios introducidos en el método de análisis. Los lingüistas tradicionales, con su concepción del sonido como un elemento independiente del habla, lo consideraron aislado, como unidad de análisis; en consecuencia, lo concentraron más en la fisiología y en la acústica que en la psicología del lenguaje. Los lingüistas modernos utilizan el fonema, la más pequeña unidad fonética indivisible que afecta al significado y es, por lo tanto, característica del habla humana, distinta de otros sonidos. Su introducción como unidad de análisis ha beneficiado tanto a la psicología como a la lingüística. El valor de la aplicación de este método se pone de manifiesto a través de los beneficios concretos alcanzados por su intermedio. Esencialmente, es idéntico al método de análisis de unidades, diferente del de elementos, usado en nuestra propia investigación. El pensamiento y el lenguaje han de desarrollarse desde la creación de un análisis genético, enfocado hacia la naturaleza psicológica del lenguaje, como función independiente del habla, y en sí mismo de su relación con el pensamiento. Teniendo en cuenta funciones interconectadas, desde unidades estructurales y evolutivas. A partir de nuevas unidades de análisis desde una generalización de la palabra, estudiada desde una teoría lingüística basada en el aspecto significativo del lenguaje como medio social, por medio de concepciones filogenéticas y ontogenéticas, enfocados hacia el dominio de nuevos medios sociales,

como parte fundamental para la comprensión del pensamiento y palabra; teniendo en cuenta que el pensamiento no se expresa en esta, sino que se realiza en ella. Llegando a entender así que el lenguaje en un sentido más amplio ha de ser un intercambio humano, para reflejar la realidad de forma conceptualizada, reconociendo en sí que toda palabra es una unidad, la cual debe integrar un significado generalizado, concibiendo que a nivel psicológico el significado de las palabras, ha de ser una unidad analítica sujeto a un proceso evolutivo; llegando así a la creación de un pensamiento verbal como un nuevo modo de generalizar. Lo que se convierte en si en un proceso en el que los cambios dados deben adquirir un sentido funcional. Reconociendo que: ““La relación entre pensamiento y palabra es un proceso viviente; el pensamiento nace a través de las palabras. Una palabra sin pensamiento es una cosa muerta, y un pensamiento desprovisto de palabra permanece en la sombra es de este proceso viviente, del que emerge la conciencia humana y en el que se basa nuestro desarrollo cognitivo” (Vygotsky). 5.2 Significado de la palabra La unidad del pensamiento verbal la encontramos en la significación de la palabra. Ambos términos constituyen una amalgama tan estrecha de pensamiento y lenguaje que resulta difícil dilucidar si es un fenómeno del habla o del pensamiento. Una palabra sin significado es un sonido vacío, el significado es, por lo tanto, un criterio de la "palabra" y su componente indispensable. Al parecer, en este

caso, se podría contemplar como un fenómeno del lenguaje. Pero desde el punto de vista de la psicología, el significado de cada palabra es una generalización o un concepto. Si las generalizaciones y conceptos son innegablemente actas del pensamiento, podemos considerar al significado como un fenómeno inherente al pensamiento. Sin embargo, esto no implica que el significado pertenezca formalmente a dos esferas diferentes de la vida psíquica. El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento mientras éste esté encamado en el lenguaje, y del habla sólo en tanto esté relacionado con el pensamiento e iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal, o del lenguaje significativo, una unión de palabra y pensamiento.

Existe en el desarrollo del niño un periodo pre lingüístico del pensamiento y un periodo pre intelectual del habla. La conexión entre el pensamiento y la palabra surge cambia y crece en el curso dela evolución del pensamiento y el habla. “El significado de una palabra representa una amalgama tan estrecha de pensamiento y lenguaje que es difícil decir si es un fenómeno del habla o un fenómeno del pensamiento. Una palabra sin significado es un sonido vacío; por tanto el significado es el criterio de la palabra”

Yo considero que la evolución del lenguaje ha sido paralela a la evolución del hombre y su estudio es un tanto complejo que diferentes estudiosos han propuesto teorías para explicar el cómo y dónde surge el lenguaje y más aún tratar de explicar el significado de las palabras que como bien dice el autor es la amalgama entre el pensamiento y el lenguaje, puede considerarse al lenguaje como la expresión del pensamiento. El significado de las palabras es un fenómeno del pensamiento sólo en la medida en que el pensamiento se materializa en el habla, y es un fenómeno del habla sólo en la medida en que el habla se conecta con el pensamiento y es iluminado por él, es la unión de la palabra y el pensamiento. El estudio del origen del lenguaje es tan complejo como querer encontrar el "eslabón perdido" en el proceso de humanización de nuestros antepasados. Sin embargo, podemos afirmar que para que una palabra tenga un significado éste debe tenerse previamente en el pensamiento para poder comunicar lo que deseamos. Se ha intentado descubrir la relación entre el pensamiento y el habla en los primeros estadios del desarrollo filo y ontogenético. No se han encontrado interdependencias específicas de las raíces genéticas del pensamiento y la palabra. Resultaba evidente que las relaciones internas que estaban buscando no eran un requisito precio para el desarrollo histórico de la conciencia humana, sino más bien un producto de dicho desarrollo. Existe en el pensamiento del niño un periodo pree lingüístico del pensamiento y un periodo pre intelectual del habla. El pensamiento

y la palabra no están conectados por un vínculo primario. La conexión surge, cambia y crece en el curso de la evolución del pensamiento y el habla. Es un error considerar el pensamiento y el habla como dos procesos sin relación. El significado de las palabras es una “célula” elemental que no se puede seguir descomponiendo y que representa la forma más elemental de la unión entre el pensamiento y la palabra. El significado de una palabra representa una amalgama tan estrecha de pensamiento y lenguaje que es difícil decir si es un fenómeno del habla o un fenómeno del pensamiento. Han probado que el estudio concreto del desarrollo del pensamiento verbal resulta posible usando el significado de las palabras como unidad de análisis, sino que también han llevado a una nueva tesis, que consideran el principal resultado de su estudio “los significados de las palabras evolucionan”. Una palabra evoca su contenido como el abrigo de un amigo nos recuerda dicho amigo o una casa a sus habitantes. La asociación entre la palabra y el significado puede fortalecerse o debilitarse, enriquecerse mediante la conexión con otros objetos del mismo género, extenderse a un campo más amplio o limitarse más, pero no puede cambiar su naturaleza psicológica. Una palabra carente de significado no es una palabra, es un sonido huero. Por consiguiente, el significado es el rasgo necesario, constitutivo de la propia palabra. El significado de la palabra no es más que una generalización o un concepto, como

hemos podido convencernos repetidas veces a lo largo de la investigación. Generalización y significado de la palabra son sinónimos. Toda generalización, toda formación de un concepto constituye el más específico, más auténtico y más indudable acto de pensamiento. Por consiguiente, tenemos derecho a considerar el significado de la palabra como un fenómeno del pensamiento. El significado de la palabra es a La vez un fenómeno verbal e intelectual. El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento sólo en la medida en que el pensamiento está ligado ale palabra y encarnado en ella y viceversa, es un fenómeno del lenguaje sólo en la medida en que el lenguaje está ligado al pensamiento e iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal o de la palabra con sentido, es la unidad del pensamiento y la palabra. La relación entre la palabra y el significado es una simple relación asociativa, establecida gracias a la repetida coincidencia en la conciencia de la percepción de la palabra y la cosa denominada con esa palabra. La palabra recuerda a su significado con la misma exactitud con que el abrigo de una persona recuerda a esa persona o como el aspecto exterior de una casa recuerda a las personas que la habitan. La asociación que liga la palabra y el significado puede fortalecerse o debilitarse, puede enriquecerse mediante una serie de conexiones con otros objetos del mismo género. El principio de 1a estructura sustituye al principio de la asociación, pero el nuevo principio, igual que el anterior, se extiende con el mismo carácter universal e indiferenciado, en general, a todas las relaciones entre las cosas.

El lenguaje de pensamiento puede relatar una expresiva historia sobre el carácter de la vida mental. Pero aun así, el pensamiento puede decir mucho más que lo que podamos decir con palabras. Imagine los bosquejos de Picasso para el Guernica. Imagine a Mozart componiendo una sinfonía en su cabeza durante un traslado en un carruaje. Imagine a Einstein imaginándose a sí mismo cabalgando sobre un haz de luz. 5.2.1 La Semántica Semántica proviene de un vocablo griego que puede traducirse como “significativo”. Se trata de aquello perteneciente o relativo a la significación de las palabras. Por extensión, se conoce como semántica al estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones. De ahí que también sea necesario hacer referencia a la existencia de lo que se conoce como campo semántico. Este es un término que se emplea para definir a un conjunto de palabras o de elementos significantes que tienen un significado similar ya que poseen como nexo común un sema. Un claro ejemplo de ello puede ser el campo semántico conformado por términos tales como muralla, pared o tapia porque tienen en común que se refieren a tipos de muros. La semántica, por lo tanto, está vinculada al significado, sentido e interpretación de palabras, expresiones o símbolos. Todos los medios de expresión suponen una correspondencia entre las expresiones y determinadas situaciones o cosas, ya sean del mundo material o abstracto. En otras palabras, la realidad y los

pensamientos pueden ser descritos a través de las expresiones analizadas por la semántica. La semántica lingüística estudia la codificación del significado en el contexto de las expresiones lingüísticas. Puede dividirse en semántica estructural y semántica léxica. La denotación (la relación entre un palabra y aquello a lo que se refiere) y la connotación (la relación entre una palabra y su significado de acuerdo a ciertas experiencias y al contexto) son objetos de interés de la semántica. El estudio del referente (aquello que la palabra denota, como un nombre propio o un sustantivo común) y del sentido (la imagen mental que crea el referente) también forman parte de la semántica lingüística. Dentro de este tipo de semántica tendríamos que hacer referencia a lo que se conoce como semántica generativa. Este término se utiliza para referirse a un programa llevado a cabo por un conjunto de estudiosos a mediados del siglo XX. Con él lo que se hizo fue expandir y desarrollar las teorías planteadas en su momento por el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky. En concreto, algunos de los ilustres personajes que se animaron a profundizar en los planteamientos de aquel maestro fueron el escocés James McCawley o el norteamericano John R. Ross. La semántica lógica, por otra parte, se encarga del análisis de los problemas lógicos de significación. Para esto estudia los signos (paréntesis, cuantificados, etc.), las variables y constantes, los predicados y las reglas. De ahí precisamente que este tipo de semántica sea el que se utiliza en el

campo de las ciencias, concretamente de las matemáticas. Y es que en esta área se establecen estructuras y elementos que se relacionan entre sí. Este sería el caso de los conjuntos y grupos de diversa índole. La semántica en las ciencias cognitivas, por último, se centra en el mecanismo psíquico entre los interlocutores en el proceso comunicativo. La mente establece relaciones permanentes entre las combinaciones de signos y otros hechos externos que introducen significado. Por último tendríamos que determinar que también existe lo que se conoce como calco semántico. Es un término que se usa para definir al préstamo o adopción de una palabra de otra lengua por lo que sería la traducción. 5.2.2 La denotación y la connotación La semántica se divide en: 1. Denotación 2. Connotación

La denotación: Esta es la expresión original, o formalmente aceptada de la palabra, esta es la palabra que formalmente se encuentra en los diccionarios enciclopedias y es universalmente aceptada. La connotación: La connotación es la forma alterna o secundaria en la que se utiliza una palabra, tal como sucede con la palabra burro, que en forma denotativa implica al animal de tipo equino y en la forma connotativa al hombre o persona tonta.

La connotación está ampliamente influenciada por la sociedad local, por extranjerismos o usos inadecuados como el lunfardo o el calor 5.2.3 Las relaciones semánticas o léxicas Una relación semántica es la que existe entre dos elementos con significado. Las relaciones semánticas más comunes son:

meronimia / holonimia

hiponimia / hiperonimia

sinonimia / antonimia

Paronimia

Meronimia

La meronimia es una relación semántica no-simétrica entre los significados de dos palabras dentro del mismo campo semántico. Se denomina merónimo a la palabra cuyo significado constituye una parte del significado total de otra palabra, denominada ésta holónimo. Ejemplos

Dedo es un merónimo de mano, Y mano es merónimo de brazo; A su vez: Brazo es holónimo de mano, Y mano es holónimo de dedo. Por lo tanto: X es merónimo de Y si X forma parte de Y. X es merónimo de Y si X es una sustancia de Y. X es merónimo de Y si X es un miembro de Y. Holonimia: Es una noción semántica que se opone a meronimia, del mismo modo en que se oponen el todo y la parte. Así, por ejemplo, BICICLETA es un holónimo mientras que: hiponimia / hiperonimia

Hiponimia: se denomina hipónimo a la palabra que posee todos los rasgos semánticos, o semas, de otra más general -su hiperónimo- pero que en su definición añade otras características semánticas que la diferencian de ésta (del hiperónimo). Por ejemplo

Los hipónimo de día son: lunes, martes, miércoles, etcétera. Es decir, es una palabra que posee todos los rasgos semánticos y añaden otras características para diferenciarlas de esta. Hiperonimia: Se denomina hiperónimo a aquel término general que puede ser utilizado para referirse a la realidad nombrada por un término más específico. Por ejemplo

Ser vivo es hiperónimo para los términos plantas y animales

Coche posee solo los semas [+vehículo], [+con motor] y [+pequeño tamaño], que comparte con descapotable, mientras que descapotable posee además el rasgo [+con capota abatible], que lo diferencia de coche. Al redactar un texto conviene utilizar hiperónimos para evitar la repetición de palabras ya empleadas anteriormente, como se hace en el siguiente ejemplo: De repente, un descapotable rojo paró frente al banco. Del automóvil salieron dos individuos encapuchados, mientras otro esperaba en el vehículo. Definición: se denomina hiperónimo a la palabra cuyo significado engloba el de otra u otras. Sinonimia

Es una relación semántica de identidad o semejanza de significados entre determinadas expresiones o

palabras (llamadas sinónimos). Por tanto, sinónimos son expresiones o palabras que tienen un significado similar o idéntico entre sí, y pertenecen a la misma categoría gramatical.

Son palabras que tienen un significado opuesto o contrario entre sí. Deben pertenecer, al igual que los sinónimos, a la misma categoría gramatical. Por ejemplo, antónimos de alegría son: tristeza, depresión, melancolía...; antónimos de grande son pequeño o chico.

Parónimo

La paronimia es una relación semántica que consiste en dos (o más) palabras semejantes en el sonido, pero que se escriben de forma diferente y tienen significados distintos. Ejemplos

Descinchar (soltar las cinchas) y deshinchar (desinflar) Losa (piedra aplanada) y loza (barro cocido) Maya (cultura/pueblo Maya) y malla (red, tejido) Cazar (capturar un animal) y casar (unir una pareja) Adaptar (ajustar) y adoptar (adquirir) Especia (condimento) y especie (clase, tipo de ser vivo) Prever (pronosticar) y proveer (suministrar) Actitud (comportamiento) y aptitud (conocimiento) Relación léxica. Homonimia

Es la cualidad de dos palabras, de distinto origen y significado por evolución histórica, que tienen la

misma forma, es decir, la misma pronunciación o la misma escritura. En un diccionario, las palabras homónimas suelen tener entradas distintas. Es posible distinguir dos tipos de homónimos: Las palabras homógrafas, que coinciden en su escritura, aunque no necesariamente en pronunciación. Las palabras homófonas, que coinciden en pronunciación, aunque no necesariamente en su escritura. 5.2.4 El cambio semántico

Ya hemos visto que la relación significante-significado no es unívoca en muchos vocablos. Y tampoco es constante. En efecto, son muchas las palabras que, manteniendo en el idioma su significante, han cambiado de significación con el correr del tiempo. El cambio de significación de las palabras se denomina cambio semántico.

Causas del cambio semántico

El contexto. En efecto, una palabra que va muy a menudo junto a otra en la frase, puede «contagiarse» del sentido de esta última. Así, puro ha pasado a significar un tipo de cigarro a partir del sintagma cigarro puro, en donde el adjetivo puro tenía su sentido originario de 'sin mezcla'. De igual modo, aparato (¿Quién está al aparato?) ha adquirido el significado de 'teléfono' por su frecuente convivencia con este concepto en la construcción aparato telefónico.

Factores históricos.

Una cosa puede cambiar de forma o de uso, y puede llegar a ser otra completamente distinta, a pesar de lo cual sigue siendo designada con el viejo vocablo. Nada tiene que ver (salvo su finalidad) la moderna pluma de escribir con la antigua pluma de ave utilizada para ello. El retrete era antiguamente una especie de cuarto de estar íntimo; pero cuando en el siglo pasado se instaló la letrina en las casas se colocó en el retrete, y este vocablo cambió de significación.

Factores psicológicos.

La repugnancia o el asco que inspiran ciertos animales explican su aplicación para definir a las personas con intención vituperadora: reptil, sapo, buitre. Otras cualidades que se les atribuyen han permitido el cambio semántico de burro, asno, lince, ardilla, león, hormiga, cordero, etc., aplicados también a personas. La ironía colectiva no cesa de inventar términos para la 'embriaguez': tablón, tajada, merluza, mona, etc.

Factores sociales.

Son múltiples. Así, vocablos empleados en un círculo restringido (tecnicismos a veces) son utilizados por hablantes de otros círculos, haciéndolos cambiar de significación; ésta suele resultar ampliada. Así, plural, que es un tecnicismo de los gramáticos, ha pasado a significar 'variados' en frases como las fuerzas plurales que apoyan al gobierno y ha servido para forjar el vocablo pluralismo (político). A la

inversa, una palabra de la lengua general especializa su significado cuando se adopta por un grupo social más restringido. Tal aconteció con faena ('quehacer, trabajo') al introducirse en el nivel léxico propio de los toreros y de los aficionados a los toros. O conpeón, afición, (traje de) luces, pica, picador, etc., dentro de ese mismo léxico taurino.

Los prejuicios de clase o grupo social determinan también importantes cambios semánticos. Al desprecio que merecían los villanos ('habitantes de una villa') a los aristócratas y a los ciudadanos se debe el sentido peyorativo de tal voz. Ser un gitano o carretero o gañán o judío obedece también a tales prejuicios.

Entre los más importantes cambios semánticos inducidos por factores sociales están los que dan lugar a los eufemismos.

Tabú y eufemismo

Efectivamente, el pudor o la elegancia, la superstición, el temor, la intención política, etc., pueden impedir nombrar una cosa o una acción con su vocablo propio; cuando hay que nombrarla, se echa mano de otra, que, por tanto, cambia de significación. La cosa o acción que no puede ser nombrada se denomina con un término polinesio, tabú ('sagrado, prohibido'), y la palabra que sustituye a la prohibida, mutando así su significado, recibe el nombre de eufemismo.

Son eufemismos palabras como servicio ('retrete'), estado interesante ('preñez'), hacer de vientre, dar a luz, pipí, etc., cuyas razones son obvias. Motivos

supersticiosos explican el empleo de bicha por 'culebra'; razones sociopolíticas el de conflicto laboral por 'huelga', reajuste por 'subida de precios', etc.; y simplemente piadosas tránsito por 'muerte', invidente por 'ciego', subnormal, retrasado por 'anormal'.

Clasificación de los cambios semánticos

Tradicionalmente, los cambios semánticos se clasifican desde un punto de vista lógico o desde un punto de vista psicológico.

Clasificación lógica

Se basa en el hecho de que una palabra, al cambiar de significado, puede ampliarlo o restringirlo de extensión. Es decir, puede aplicarse a más o a menos objetos.

Cambios con ampliación de significado se han producido en palabras como maestro (antes 'maestro de escuela'), artista (ampliado hasta incluir actores, cantantes y artesanos), pastor ('ministro religioso'), romántico (antes, un estilo del siglo XIX), laureles ('honores'), granada ('explosivo'), araña ('lámpara'), pastelero

('acomodaticio'), etc.

Se han producido cambios con restricción de significado en república (antes, cualquier forma de estado o de gobierno), atuendo (fue, primero, el conjunto de muebles, ropas... que llevaba el rey en sus desplazamientos), lidiar (antes,

'combatir'), banderilla (antes, 'cualquier bandera pequeña), etc.

Clasificación psicológica

Esta clasificación atiende a los parecidos o semejanzas que la actividad espiritual de los hablantes advierte, bien entre los significados de las palabras (y se produce entonces la metáfora o la metonimia), bien entre sus significantes (el caso más claro de esto último es la etimología popular).

Metáfora y metonimia

El cambio semántico suele enriquecer el idioma de modo económico: un significante recibe nuevos significados, lo cual nos ahorra la necesidad de aprender palabras nuevas. El fenómeno por el cual una palabra posee diversos significados se denomina polisemia. A favorecer ésta contribuyen eficazmente la metáfora y la metonimia.

Por supuesto, la polisemia tiene un límite; si proliferara mucho, caso de las palabras «comodín», llegaríamos a no poder entendernos.

La metáfora (palabra griega que significa 'transposición') permite aplicar el nombre de un objeto a otro con el cual se observa algún parecido. Así, pata (de silla, mesa, banco, etc.) por similitud con las patas de los animales; cabeza (de aguja, clavo, grano, etc.) por semejanza con la de una persona o animal; araña 'lámpara', porque sus brazos evocan las patas de ese animal; red de ferrocarriles, de teléfonos, etc., porque, dibujada en un mapa, parece efectivamente una

red; lecho y boca de un río, ojo de una aguja, cola ('fila'), etc.

La metonimia ('cambio de nombre') se basa también en una asociación de ideas; pero los objetos asociados no se parecen, sino que existe entre ellos una relación de contigüidad. Es la relación que hay, por ejemplo, entre un lugar y un objeto que se produce en él o se inventó en él: coñac, jerez, champán, etc. O la que permite hablar de los pies de la cama, por la contigüidad con nuestros pies cuando nos acostamos, etc.

La etimología popular

Otros cambios semánticos se deben a que los hablantes creen percibir familiaridad entre dos palabras porque sus significantes son parecidos, y una contagia su sentido a la otra, aunque no tengan ningún parentesco etimológico. Este fenómeno se denomina etimología popular. Es el caso de anteostianum ('ante la puerta') que deriva por influencia de alto en altozano.

5.2.5 El uso y significado

Teoría: Cambios de significado

A las palabras les ocurre lo mismo que a las monedas: no siempre tienen el mismo valor. A lo largo de la historia de una lengua, las palabras sufren cambios en su significado. Estos cambios, normalmente, hacen que la lengua se enriquezca. La palabra satélite hace muchos años significaba acompañante.

Piensa en la cantidad de significado que el tiempo ha añadido a dicha palabra.

Históricas: . Muchos factores históricos motivan los cambios semánticos en las palabras: los objetos mismos, el uso que se hace de ellos, la creación de nuevos objetos. Un objeto puede cambiar de uso y llegar a ser una cosa distinta. Poco se parece, salvo en su finalidad, la moderna pluma de escribir a la pluma de ave utilizada antiguamente para lo mismo. Los avances de la ciencia han dado un significado a la palabra átomo; que tiene poco que ver con lo que significaba en la antigüedad.

Sociales: Una palabra que en el lenguaje ordinario tiene un significado general, puede restringir su significado al pasar a otra área más específica. Por ejemplo, la palabra faena, significa trabajo; pero en el lenguaje taurino su significado se concreta, pasando a referirse a la manera de torear en un momento dado.

Psicológicas: La causa psicológica más notable es la que recibe el nombre de tabú; que es una palabra de origen polinesio que significa "sagrado" o "prohibido". En nuestra sociedad está mal visto nombrar directamente ciertas cosas. Los motivos de estas "prohibiciones" son diversos: superstición, temor, política, pudor... La palabra que sustituye a la prohibida recibe el nombre de eufemismo. Así le ocurre a la palabra retrete, que al asociarse con palabras malsonantes, se ha sustituido por eufemismos como cuarto de baño, lavabo, servicio, baño. Por motivos supersticiosos se utiliza bicha por culebra o serpiente. Razones sociopolíticas hacen que

usemos productor por obrero o reajuste por subida de precios.

Literarias: El lenguaje literario, por motivos de expresividad utiliza los cambios semánticos con asiduidad, dando lugar a la metáfora y a la metonimia. Metáfora Los luceros de tu cara Luceros = ojos

Metonimia El espada actuó bien Espada = torero

5.3 Lenguaje interno del semántico El término lenguaje interno se ha aplicado a diferentes fenómenos y los autores discrepan en torno a lo que entienden bajo esa denominación. Originariamente, el lenguaje interiorizado parece haber sido considerado como la memoria verbal. Un ejemplo sería el recitado silencioso de un poema aprendido de memoria. En ese caso el lenguaje interiorizado se diferencia del hablado sólo en la forma en que la idea o la imagen de un objeto difieren del objeto real. Fue éste el sentido en que los autores franceses que intentaron determinar cómo se reproducían las palabras en la memoria, si era a través de imágenes auditivas, visuales, motoras o sintéticas, interpretaron el lenguaje interiorizado. Veremos que la memoria de las palabras es en realidad un elemento constituyente del lenguaje interiorizado, pero no el único.

El lenguaje interno es habla para uno mismo; el externo es para los otros. Sería realmente sorprendente que tal diferencia básica en la función no afectara la estructura de dos tipos de lenguaje. La ausencia de vocalización per se es sólo una consecuencia de la naturaleza específica del lenguaje interiorizado el que no constituye un antecedente del lenguaje externo ni

tampoco su reproducción en la memoria, sino en cierto sentido su opuesto. El lenguaje externo es la conversión del pensamiento en palabras, su materialización y objetivación. En el lenguaje interior el proceso se invierte: el habla se transforma en pensamientos internos. Y lógicamente sus estructuras tienen que diferir.

5.3.1 Significado como atributo.

(Del lat. attribūtum).

1. m. Cada una de las cualidades o propiedades de un ser.

2. m. En obras artísticas, símbolo que denota el carácter y representación de las figuras; p. ej., la palma es atributo de la victoria; el caduceo, de Mercurio, etc.

Un detallado examen de la evolución de la noción de significado, tal como lo hace C.P. Bouton nos muestra que, desde las primeras expresiones literarias, -como el “Cratilo”,- el significado fue un atributo del signo lingüístico. Algunos autores desarrollaron una teoría del signo (“semainon” en los estoicos,”signum”, o “verbum 1”) linguistico en la que al signo, se agrega lo que significa: el “semainomeon” para los primeros y el “signatum” o “verbum 3”.

5.3.2 El significado como objeto

Seguramente, lo más interesante es la transición del significado como atributo a la condición de objeto y aun, debería subrayarse, a la condición de objeto independiente. Esta transición puede ser reconocida en varia disciplinas diferentes aunque afines: en las investigaciones sobre la memoria, en la lingüística y, más particularmente, en la neurofisiología. La condición de “objeto científico”. Del significado toma la forma de información semántica, entidad en la que deben conjugarse la condición generalizada que tiene la información y que – como veremos- facilita su

tratamiento y la especificidad inherente a lo semántico. Examinaremos brevemente estos puntos.

5.3.2.1 La información semántica en los estudios sobre la memoria

Aun cuando hay algunas menciones sobre la especificidad de la memoria en la obra de Luria lo que implica una especificidad para los significados de las palabras, el aporte más reconocido es el de E. Tulving, el que, en diferentes publicaciones separa la memoria como episódica de la memoria semántica. La definición que proporciona de esta última concierne al “conocimiento organizado que una persona tiene acerca de palabras y otros símbolos verbales, sus significados y referentes, acerca de las relaciones entre ellos y acerca de las reglas, formulas y algoritmos para la manipulación de estos símbolos, conceptos y relaciones. “La distinción entre ambos tipos de memoria descansa en el fenoménico y tiene gran valor heurístico La demostración de la memoria semántica se logra con experimentos de completamiento de palabras o frases, de asociaciones de palabras y otros similares, que implican operaciones con significados.

5.3.3 Evidencias acerca de la dinámica de la información semántica

El modelo teórico asentado en las comparaciones neurofisiológicas recién mencionadas constituye una clave para la interpretación de diferentes hechos, reconocidos en la experiencia cotidiana, o en investigaciones efectuadas con otros objetivos. A su vez, esta misma evidencia será el sustento para

comprender la dinámica específica del lenguaje interno.

Consideraremos, en primer lugar lo que reflejan las estrategias de rememoración de palabras. Luria había señalado que se rememora en un contexto en el que los elementos del lenguaje desempeñan un papel relevante:

“… los sistemas de conexiones en los que son introductorias las huellas de información que llegan al sujeto, están codificadas con respecto a diferentes signo y, consecuentemente, forman matrices multidimensionales, de las cuales el sujeto debe elegir cada vez el sistema que, en ese particular momento, formara la base para la codificación.”

5.3.4 La interconexión de neuromas

Los ejemplos ya mencionados muestran que existe un dinamismo en la circulación de la información semántica que se expresa en diversos fenómenos de comportamiento

¿Puede pensarse que algo es permanente ósea que? ¿Siempre está en actividad aunque no aparezca en el comportamiento? Y si esta dinámica es permanente ¿Qué papel toma cuando no sale al lenguaje verbal?

Se puede responder afirmativamente la circulación semántica es permanente y revela formas de comunicación intracerebral que no siempre se ingresa por los receptores y no siempre se manifiesta. Si existe esta posibilidad puede que existan más que aun ni nombre tengan.

Referente a la información semántica sustenta la actividad de lenguaje interno, resultando de la interconexión de neuromas, estos seleccionan semas específicos y así la emisión del mensaje es acertado ya que van el relación uno de otro.

La relación demanda tiempos de reacción o respuesta a lo cual cabe mencionar el pensamiento en algoritmos.

5.3.5 Pensamiento en algoritmos.

Este pensamiento se caracteriza por su celeridad una rapidez que puede llamarse irracional o intuitiva, se da en general en ciertas profesiones en que algo debe ser razonado y aprendido ya después puede hacerse lógicamente sin racionalizarlo, es decir idea y ejecución.

Estas decisiones se puede decir que no se puede explicar cómo se tomaban ni reconocer que en cada una de ellas llevaba una larga historia de estudio discusión y razonamiento construidos por la información semántica.

Este pensamiento propone una estructura mediante conexiones semánticas, su fenómeno es el acortamiento del tiempo de decisión a medida que se repite la actividad, todo este proceso se reduce considerablemente que el sujeto pierde la noción de cómo se originó su decisión mayormente visto en jugadores de ajedrez como otras variantes, esto conlleva un lenguaje más que exterior demasiado interior que da una resultante en específicos pero de manera irracional de acuerdo con el resultado deseado por el

ejecutado.

Preguntas por tema

5. ¿Cuál es el error que cometes al habar de pensamiento y palabra?

5.1

¿Quién desarrolló el método clínico de exploración de las ideas?

¿En qué centro Piaget su estudio?

¿Qué es lo que el lenguaje puede expresar?

¿Por qué es un error considerar el pensamiento y el habla como dos procesos sin relación?

¿Qué método combina las ventajas del análisis y la síntesis?

5.2

¿Cuál es el componente indispensable de la palabra?

¿El significado de las palabras es una…?

5.2.1

¿Qué es la semántica?

¿Qué es la palabra?

¿Qué es un campo semántico?

¿Qué es la semántica lingüística?

5.2.2

¿Qué es la denotación y la connotación?

5.2.3

5.2.4

¿Qué es el cambio semántico?

¿Cuáles son las causas del cambio semántico?

Da 5 ejemplos del cambio semántico.

5.2.5

5.3

Explica brevemente que es lenguaje interno.

5.3.1

¿Qué es la semántica?

Estudia el significado de los signos lingüísticos y las relaciones que estos signos mantienen entre sí a través del significado. ¿Qué es la memoria semántica? Se refiere al conocimiento del mundo y es necesaria para el pensamiento y reflexión

¿Qué es la afasia semántica?

La imposibilidad de adaptar la palabra al sentido general de la frase 5.3.2

¿Qué es el significado como objeto?

¿Qué relación hay entre el significado como objeto y la semántica?

5.3.3

¿Qué es significado?

Es el conjunto de características conceptuales asociadas indisolublemente

¿Que son los fenómenos semánticos?

Se verifican a partir de las relaciones que se establecen entre el significante y el significado de las palabras

¿Qué es el significado como atributo?

Función que desempeña el adjetivo cuando modifica al sustantivo dentro de un grupo nominal

Menciona una evidencia acerca de la dinámica de la información semántica: Búsqueda fonológica = es una exploración que opera con las relaciones semánticas

¿Qué es lenguaje?

Es le función de expresión del pensamiento en forma oral y escrita para la comunicación y el entendimiento de los seres humanos. ¿Qué es el lenguaje interno?

Es la parte más importante del pensamiento. Es ésa voz que constantemente oyes dirigirse a ti desde el interior de tu cabeza

¿De qué otra manera se le llama al lenguaje interno?

Lenguaje endofasia

¿Qué es el pensamiento?

Fenómeno psíquico racional. Objetivo y externo derivado del pensar para la solución de problemas. ¿Qué es pensar?

Proceso psíquico racional, subjetivo e interno de conocer, comprende juzgar y razonar los objetivos y hechos. El pensar produce el pensamiento.