Pebeteros con corona mural

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IMAGEN Y CULTO EN LA IBERIA PRERROMANA: LOS PEBETEROS EN FORMA DE CABEZA FEMENINA Mª CRUZ MARÍN CEBALLOS FRÉDÉRIQUE HORN (EDS.) SPAL MONOGRAFÍAS IX Sevilla 007

Transcript of Pebeteros con corona mural

Imagen y culto en la IberIa prerromana: los pebeteros en forma de cabeza femenIna

mª cruz marín ceballos frédérIque Horn

(eds.)

SPAL MONOGRAFÍASIX

Sevilla �007

Notas sobre los pebeteros de Sicilia�

Mª Cruz Marín Ceballos

Universidad de Sevilla

Resumen: Se catalogan en este trabajo los ejemplares de pebeteros en forma de cabeza femenina de los que tenemos noticia en la isla. Como resultado de la investigación realizada se ha de concluir que todos ellos proceden de la Sicilia púnica, resultando favorecida, en cuanto a número de piezas, Selinunte. No obstante, y a la luz de los datos actuales, no parece posible postular el origen siciliota de los prototipos difundidos por el Mediterráneo.

abstract: Femenine shaped head thymiateria found in Sicily to our knowledge are catalogued in this paper. As a result of the research, their origin from the punic Sicily must be concluded, being Selinunte the city with the highest number of pieces. However, with the currently known data, it does not seem possible to claim the Sicilian origin for the rest of the prototypes found all over the Mediterranean Sea.

Como es sabido, fue la malograda Anna Mª Bisi quien por primera vez llamó la aten-ción sobre los posibles orígenes siciliotas de los llamados “pebeteros en forma de cabeza femenina” (�966: ��-�9). Argüía A.Mª Bisi que el tipo habría surgido del ambiente griego de la isla, aunque su propagación se debió efectuar desde Cartago, dada la aparición allí de centenares de ejemplares (Bisi �966: �6). Esta idea, muy verosímil dada la importancia que en la isla, como en el Sur de la Península Itálica, tuvo la manufactura de terraco-tas femeninas para uso cúltico, ha sido mantenida durante años por muchos de nosotros (Marín �987; Pena �99�b: ���3; Moscati �993a: 90-9�). No obstante, la realidad es que es muy poco lo que sabemos sobre los pebeteros hallados en Sicilia. A.Mª Bisi mencionaba 5 piezas de Selinunte y una de Lilibeo, todas en el Museo Regionale “Antonio Salinas” de Palermo (Bisi �966: �5, nota �0, láms.XXI-XXIII) aunque de las fotografías por ella publicadas sólo identificamos con seguridad dos de Selinunte y uno de Lilibeo.

�. Este trabajo ha sido realizado en el marco de las actividades del grupo HUM-650 del Plan Andaluz de Investigación y del proyecto del MEC BHA �003-05866.

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En los últimos años y con la ayuda de A. Spanò y de C. Casesi�, he indagado acerca de estas piezas, esfuerzo que, por el momento, no ha dado los frutos deseados por razones de diverso tipo. No obstante, y aunque el trabajo está a todas luces inconcluso, se ha considerado importante dar a conocer los datos en nuestro poder por fi nes prácticos de cara a la publicación de este coloquio-seminario3.

Nº �).- (Lám. �) Museo Archeologico Regio-nale “Antonio Salinas” de Palermo, Nº invº. 533 (Acrópolis: F. �65 I SO). Mide ��’� cm. de altura, diámetro superior 8’8 cm., diámetro base 7’7cm. s. III�. La arcilla está poco depurada, presentando huellas de un engobe claro y algo de color rojo en los cabellos. El estado de conservación en general es aceptable. Tiene el típico orifi cio de aireación en la espalda. En la cubeta y en la base muestra señales de abrasión. El rostro es de forma ovalada, con los ojos y labios apenas indicados por dos líneas paralelas, mientras que la nariz es grande y ancha. La parte inferior del kalathos, que va decorada en el frente, presenta escasa altura y en ese estrecho espacio se representan muy suma-riamente dos aves que picotean de tres frutos situados en el centro. Lleva pendientes de racimo y se cubre con un velo que le cae a ambos lados del rostro. La túnica se cierra en el cuello con un botón o fíbula circular. El fondo de la cubeta es poco profundo y no presenta orifi cios.

bIblIografía

Bisi �966: �5, nota �0, tav. XXIII, �; Marín �987: �6, lám.6.

Nº �).- (Lám. �) Museo Archeologico Regio-nale “Antonio Salinas” de Palermo. Nº invº. 537 (Acrópolis: F. �65 I SO). Casi idéntica a la ante-rior, sin duda del mismo molde. Mide ��’5 cm. de altura, diámetro superior 9 cm., diámetro base 8 cm.

�. A quiénes deseo mostrar mi agradecimiento.3. He de decir que ha sido sobre todo la amiga y colega Mª J. Pena quien nos ha animado a ello.4. Estos datos, incluida la fecha, corresponden a los que constan en las fi chas del Museo consultadas.

lám. 1: Pebetero de Selinunte.Cat. nº �. Foto Casesi.

lám. 2: Pebetero de Selinunte. Cat. nº �. Foto Museo Arqueológico de Palermo.

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s. III5. Presenta abrasiones en la parte izquierda de la nariz y en la parte anterior del kalathos y le falta toda la parte inferior. Como nuestro ejemplar nº �, presenta restos de engobe blanco y de color rojo en los cabellos. La cubeta del kalathos no presenta orificios, aunque sí huellas de fuego.

Nº 3).- (Lám. 3) Museo Archeologico Regio-nale “Antonio Salinas” de Palermo. Nº invº 53� (Acrópolis F. �65 I SO). Mide �6’5 cm. de altura, diámetro superior 8’� cm. e inferior 8’7cm. s. II a. C.6 Aceptable estado de conservación. Como particularidad, presenta un kalathos más alto y más estrecho que todos los demás, mucho más semejante a un polos, de tal manera que el cabe-llo sobresale por los lados de éste. No obstante, la parte anterior del mismo aparece decorada con los típicos glóbulos y dos aves de buen tamaño. Como los ejemplares anteriores, lleva velo que le cae a ambos lados del rostro. Otro rasgo destacable es el nudo que presenta en el centro la diadema o cinta que le sujeta el cabello, y que como veremos se da también en un ejemplar de Lilibeo (nº 9). Sobre el cabello, rizado, podría llevar la típica guirnalda de hojas, pero no se aprecia el detalle de la misma. Tiene el típico orificio en la espalda, mientras que la parte superior de la cubeta del kalathos/polos no está horadada. El perfil es extraño y distinto a todos, ligeramente rehundido por detrás en su parte central. Ofrece huellas de color rojo en los cabellos y pendientes “a goccia”.

bIblIografía

Bisi �966: �5, nota �0, tav. XXII, �; Marín �987: �7, lám.7.

Nº �).- (Lám. �) Museo Archeologico Regio-nale “Antonio Salinas” de Palermo. Nº invº 536 (Acrópolis F. �65 I SO). S. IV a.C. Mide 9’8 cm. de alto, 7 cm. de diámetro superior y �’� cm. de diámetro inferior7. Arcilla poco depurada de

5. Datos que constan en las fichas del Museo.6. Datos del Museo.7. Datos del Museo.

lám. 3: Pebetero de Selinunte. Cat. nº 3. Foto Museo Arqueológico de Palermo.

lám. 4: Pebetero de Selinunte. Cat. nº �. Foto Museo Arqueológico de Palermo.

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color anaranjado, habiéndose utilizado una matriz muy gastada. Estado de conservación discreto. Tiene pequeñas fracturas en la parte superior del kalathos. Algunas huellas de engobe y de quemado. No se ha representado el vestido, ni está velada. Los cabellos, riza-dos, quedan recogidos hacia atrás. El rostro es fino y alargado y el cuello esbelto. Lleva un kalathos bajo y abierto, con 11 orificios y sin adornos. Se asemejaría al tipo 2 de Mª J. Pena y B de Ana Mª Muñoz, aunque carece de diadema y no se aprecia el borde del ves-tido y la fíbula. Hay tipos semejantes en Ibiza (Almagro Gorbea �980b: lám. CLXXXII, � y 3, CLXXXIII, �) y Cartago (Chérif �997: lám. LXXVII, 69-7�8).

bIblIografía: Tusa �968: ��9-��0, lám.XVIII, �-�.

Nº 5).- (Lám. 5) Museo Regionale “Antonio Salinas” de Palermo. Nº invº �00�. Antigua colec-ción Valenza, de procedencia ignota. En vitrina, s. IV. Se ha trabajado a bulto redondo en arcilla rosácea, con orificio posterior. Mide 12’4 cm. de altura y muestra un aceptable estado de conser-vación. Se apoya sobre una base plana, sin indi-cación de vestido alguno. La cabeza se cubre con un kalathos de un solo cuerpo y sin adornos que se abre ampliamente, presentando en su interior 5 orificios, sin restos de fuego9. No lleva velo, pero el pelo, rizado y recogido, se ordena a los lados de una banda lisa que, a manera de diadema, se sitúa sobre la frente. Nariz y ojos bien resaltados. Grandes pendientes de forma redondeada.

bIblIografía

Tusa �968: ��0, nota �5.

Nº 6). Museo Civico de Castelvetrano (Tra-pani). Como procedencia, en vitrina consta Seli-nunte, Malophoros, así como su datación en el s. IV. Desgraciadamente sólo podemos aportar una breve descripción que se basa en las notas tomadas

en una visita al Museo. Barro rojizo con engobe amarillento. La parte superior está rota, pero puede observarse, en lo conservado, el típico rostro helenizante. Velo que se destaca a ambos lados del cuello. En la parte inferior la túnica se cierra con algo, probablemente una fíbula, en el centro.

8. Medidas muy semejantes se dan en la pieza nº 7� del catálogo de Chérif.9. Según A.Tusa (�968: ��0, nota �5), como nuestra pieza nº �, estaría cerrada en la base.

lám. 5: Pebetero de procedencia ignota. Cat. nª 5. Foto Museo Arqueológico de

Palermo.

79Notas sobre los pebeteros de Sicilia

Nº 7).- (Lám. 6) Museo Archeologico Regio-nale “Antonio Salinas” de Palermo. Nº invº 33977. Procedente de la ciudad antigua de Palermo, zona de la Facoltà Teologica Siciliana. Se trata de un hallazgo antiguo, sin contexto. C. Di Stefano lo fecha en el s.IV, considerando que está inspirado en la coroplastia siciliota del s.V, de tal manera que, en su opinión, sería el hallazgo más antiguo de esa zona (Di Stefano �998: 9�; 97 A�). Recompuesto a base de dos fragmentos, mide ��’� cm. de altura. Arcilla depurada color gamuza. Le falta parte del lado derecho, desde la base hasta el kalathos. No tiene orificio de aireación posterior. Presenta una amplia base en la que se aprecia el vestido, sin que se distinga con claridad el broche o fíbula central. Grueso cuello, con ligero resalte lateral que podría ser indicación del velo, quizá coloreado para que destaque más. El cabello, dividido en la frente, se recoge hacia atrás, adornándose con gruesos pen-dientes globulares. Se cubre con un kalathos liso, sin adorno alguno y muy abierto, sobresaliendo ampliamente a los lados de la cabeza. El rostro muestra rasgos bellos y proporcionados.

bIblIografía

Di Stefano �988-89: 597-598; Di Stefano 1990: 143, fig. 50; Di Stefano 1991: 261, fig. 12, �6�; Di Stefano �998: 9� y 97 A�.

Nº 8).- (Lám.7) Museo Whittaker de Mozia. Nº invº ��38. Procedente de la necrópolis dei Cappuccini, Lilibeo. En vitrina del Museo: fines s. IV-III a.C. Mide �5 cm. de altura, 9’5 de diá-metro superior y 7 cm. en la base. El color de la arcilla es poco definible a causa de su estado de conservación, sobre todo porque ha sufrido un fuego intenso. En la espalda, gran orificio de aireación. La parte derecha del rostro aparece rota, y muestra en el lado izquierdo del kalathos una pequeña fractura rectangular. Tiene en la barbilla huellas rosáceas, que pueden deberse al contacto con materiales ferrosos. Restos de engobe. El kalathos, dividido en los dos cuerpos habituales, muestra un volumen considerable en relación al resto de la pieza, lo que observamos en algunos ejemplares hispanos como uno hallado en el poblado layetano de Puig Castellar

lám. 6: Pebetero de Palermo. Cat. nº 7. Foto Di Stefano (�998: 97 A�).

lám. 7: Pebetero de Lilibeo. Cat. nº 8. Foto Casesi.

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(De la Pinta et alii �98�). Como en éste último, la decoración frontal del kalathos está muy estili-zada, pudiendo apreciarse los tres glóbulos y dos espigas/aves –en este caso podrían ser espigas por el trazo rectilíneo de las mismas– afrontadas. La cubeta superior es muy poco profunda y muestra 5 orificios. Lleva velo y pendientes, así como, posiblemente, el botón o fíbula central, aunque el estado de deterioro de la pieza impide apreciar estos detalles.

Nº 9).- (Lám. 8) Museo Archeologico Baglio Anselmi de Marsala (Trapani)�0. Nº Invº ��3. Hallado en la excavación de �97� en Via del Fante, Saggio 6, Lilibeo (AA.VV. �98�: �88, fig.106). Desgraciadamente carecemos de las medidas, pero pude comprobar personalmente su tamaño más pequeño del habitual. Trabajado en arcilla roja, está cubierta de engobe de color crema, y aún pueden apreciarse en él huellas de color. Tiene alguna fractura en el kalathos, así como en la base. Presenta el típico agujero de aireación en la espalda y la cubeta está a su vez horadada por 5 orificios. La fecha que se le atri-

buye (AA.VV. �98�: �88) es el s. III, aunque desconocemos en base a que argumentos. El rostro muestra forma oval con peinado en crenchas rizadas hacia atrás que deja sin embargo dos bucles lisos sobre la frente. Se cubre con velo que se abre a los lados en la parte inferior. Dada la fractura de la base, no pueden apreciarse detalles del vestido. Lleva pendientes globulares. Bajo el kalathos y en lugar de los motivos típicos, una cinta o stephané muy fina con un nudo hercúleo en el centro. Según Di Stefano (1993: 37, fig. 19), el intenso dramatismo de la mirada y el movimiento del peinado acusa influencia de prototipos magnogrecos del primer helenismo.

bIblIografía: AA.VV. 1984:188, fig. 106; Di Stefano 1993: 37, fig. 19.

Nº �0).-(Lám. 9) Museo Archeologico Regionale “Antonio Salinas” de Palermo. Ejemplar procedente de la necrópolis dei Cappuccini, Lilibeo��. Bisi (�966: �5, nota �0, lám. XXII, �; �968c: ��0, lám. XI,�) lo menciona como pebetero, y como tal es con-siderado también por Di Stefano (1993: 37, fig. 18) para quien su arte revela evidente dependencia de modelos siciliotas del s. V. A pesar de nuestras iniciales dudas, y de que

�0. Según Fresina (AA.VV. �98�) la pieza estaría en el Museo de Palermo, con el nº de invº ��358. Sin embargo, personalmente pude verla en el citado Museo de Marsala en el año �000, suponiendo que seguirá allí.

��. Sobre esta necrópolis véase Gabrici (�9��), Pace (�9�5) y (�9�5).

lám. 8: Pebetero de Lilibeo. Cat. nº 9. Foto Fresina (A.A.V.V. 1984: fig. 106).

8�Notas sobre los pebeteros de Sicilia

no hemos podido estudiarlo personalmente, la autoridad de las citadas investigadoras y la com-paración con nuestro ejemplar nº 7 nos lleva a considerarlo realmente como pebetero. Aparece fragmentado en el kalathos, aunque ha podido restituirse al menos en su lado derecho. Rostro y cuello –prácticamente inexistente– se han tratado como en relieve. La base, sin detalle alguno del vestido, forma una especie de rectángulo con los laterales del rostro, sin que podamos decir si lleva velo, aunque estaríamos inclinados a afirmarlo. El cabello se peina, como es habitual, hacia atrás, adornándose con pendientes globulares, pero, como en la pieza nº 5, en la frente aparece liso, no partido en dos bandas por una raya, como en el resto de los ejemplares. El rostro muestra formas rechonchas, destacando la abultada nariz. Sobre el cabello, un alto kalathos liso y ligeramente exvasado.

bIblIografía

Bisi �966: �5, nota �0, lám. XXII, �; Bisi �968c: ��0, lám. XI,�; Marín �987: �7, lám. 8; Di Stefano 1993: 37, fig.18.

Nº ��).- (Lám. �0) Con bastantes dudas, incluimos en el catálogo este ejemplar del Museo de Palermo que daba a conocer A. Mª Bisi en �966 (�5, nota �0, lám.XXI, �), y del que no podríamos afirmar si es o no pebetero. Pese a sus diferencias con las piezas estudiadas, han de tenerse en cuenta también sus semejanzas, en especial con la nº �0 y la nº 7. Rota por la base, no se aprecia el borde del vestido. Presenta igualmente fractura en la parte central del kalathos, habiéndose reconstruido éste en su lado derecho. Abrasiones en la zona de la frente. Rostro oval de rasgos arcaizantes, con nariz muy marcada, y kalathos ligeramente abierto en su parte superior, separado del cabello por una fina moldura. El cabello, peinado hacia atrás en amplias crenchas, enmarca por completo el rostro. La calidad de la reproducción de que disponemos no nos permite apreciar con precisión si se toca con un velo, tratado en relieve, así como de unos grandes pendientes.

lám. 9: Pebetero de Lilibeo. Cat. nº 10. Foto Di Stefano (1993: fig. 18).

lám. 10: Pebetero (?) del Museo de Palermo. Cat. nº ��. Foto Bisi �966

(lám. XXI, �).

8� Mª Cruz Marín Ceballos

Mencionaremos también dos ejemplares procedentes de Morgantina, que para Bell serían imitación de los pebeteros púnicos, pero que no son realmente pebeteros. El pri-mero (Bell, �98�: nº �78, �5�-�5�, pl. �8) se conserva en dos trozos, y presenta pro-bablemente un kalathos, del que sólo queda un fragmento. El cabello dividido en dos bandas, con una cenefa de frutos y flores, y sobre la frente y bajo el kalathos un motivo que recuerda vagamente al adorno usual del tipo � de pebeteros: dos animales alados y en el centro una especie de clipeus. El busto, conservado en forma muy fragmentaria, es bas-tante más amplio que en nuestras piezas, pudiendo apreciarse una túnica de escote en V y un colgante. Bell la data en el s. III. En cuanto a la siguiente pieza de Morgantina, muestra formas mucho más sencillas, y según Bell (�98�: �5�, nº �80, lam. �8) su contexto es de fines del s. I.

Realizando una breve estadística de nuestro catálogo, comprobamos que el mayor número de piezas (nºs �, �, 3, �, 6) proceden de Selinunte, de las cuales, según los datos del Museo de Palermo, las nº �, �, 3 y �, de la Acrópolis, con referencia, todas ellas, F. �65 I SO. Sin embargo, hay algún indicio de que alguna de estas piezas, como la nº 6, pudo ser del santuario de la Malophoros, aunque Gabrici (�9�7) no cita ningun ejemplar de este tipo. A. Tusa (�968: ��0) transcribe la noticia de S. Ferri que personalmente vió, in situ, un ejemplar en La Gaggera, es decir, en la zona Oeste de la ciudad, próxima al santuario de la Malophoros. No queda pues claro el contexto de estas piezas, ni los crite-rios de datación seguidos para la redacción de las fichas del Museo. En todo caso parecen provenir de la zona de los templos, quizá de alguno de los recintos reutilizados, con fines sacros, por los púnicos. El único ejemplar censado en Palermo, la antigua Panormus (nº 7), parece provenir del área de la ciudad. Di Stefano lo fecha en el s. IV, lo que parece muy probable (Di Stefano �998: 9�; 97 A�). Rasgos muy semejantes se dan en el nº �0, procedente de la necrópolis de Lilibeo: rostro que evoca el estilo severo, cabello peinado hacia atrás, sin adornos, alto kalathos de forma abierta sin decoración alguna, ancho cuello con el velo indicado en ligero relieve, quizá resaltado con pintura, y pendientes globulares. El cabello de la nº �0, completamente liso sobre la frente, dando la impresión de llevar una especie de banda o diadema, lo encontramos también, como los pendientes globulares, en el nº 5, tan diferente en otros aspectos, sobre todo por no llevar velo. Quizá nos encontremos ante los primeros intentos de crear el tipo, más fieles a los modelos de la coroplastia greco-siciliota, más antiguos por tanto que el característico y bien conocido tipo �. En cambio, los números � y � de Selinunte, aunque también el nº 3 –tan distinto sin embargo–, responden ya, como el nº 8, éste de la necrópolis de Lilibeo, al tipo �. No obs-tante, y a pesar de reunir los rasgos esenciales del mismo: kalathos con adornos de aves y frutos, velo, borde de la túnica con el broche o fíbula central, son, salvo el nº � y el �, del mismo molde, muy distintos entre ellos, dando a entender, en mi opinión, una incorrecta comprensión del tema originario –por ejemplo, la estrechez del kalathos en los nº � y � no permite el desarrollo de los motivos básicos del mismo–, al tiempo que denotan matrices muy distintas y sin eco alguno en otras áreas del Mediterráneo. Por último, nuestro magnífico ejemplar nº 9, sin duda la pieza de mayor belleza de todas las aquí estudiadas, es muy probablemente del s. III, como ya indicara Di Stefano. Además de los motivos por ella aducidos, el nudo hercúleo de la stephané nos sugiere esta

83Notas sobre los pebeteros de Sicilia

fecha (Bell �97�: �0 y nota �8; Frommer �990: �-5) y, por otra parte, lo encontramos ya, aunque no siempre en la forma hercúlea, en otros bustos femeninos siciliotas (Fig. ��), e incluso en una réplica de estos bustos en la ciudad de Ebussus (Almagro Gorbea �980b: lám. CXLV). Su sim-bolismo es sin duda apotropaico, y curiosamente lo encontramos también en la cabeza de piedra procedente del santuario de La Luz en Murcia, que se considera una copia de estos pebeteros (Lillo 1995-1996: 111ss. figs. 24 y 25; Marín �00�-�00�: �93-�95). Como se indicó más arriba, creemos verlo también en nuestro ejemplar nº 3, de Selinunte, que por otra parte, por la forma del tocado, más semejante a un polos que al típico kalathos, denota cierta proximidad a los modelos greco-sicilotas.

De la investigación hasta ahora realizada��, se desprende pues que nuestros pebeteros sólo se encuentran en la Sicilia púnica�3. Que ésta haya sido el lugar de origen de los tipos que luego se difunden por todo el Mediterráneo es algo que no podemos constatar a partir de los ejem-plares conocidos. Sin embargo, no hay duda de la influencia de la coroplastia greco-siciliota en la creación de los mismos. En repetidas ocasiones se ha resaltado el proceso de ósmosis e intercambio de formas entre Cartago y Sicilia (Bisi �966, �968c), consti-tuyendo uno de los casos más conocidos, y de alguna manera relacionado con nuestros pebeteros, el tipo monetal de la Arethusa siracusana (Tusa �968: ��0).

��. Las pesquisas realizadas en los museos arqueológicos de Siracusa, Lentini, Agrigento, Licata, Enna, Gela y Naxos, han dado resultados negativos con respecto a la existencia de ejemplares similares a los nuestros. Aprovechamos para agradecer al personal de los mismos su amabilidad al responder a nuestros requerimientos.

�3. Los de Morgantina no son realmente pebeteros y su forma recuerda muy vagamente la de éstos.

lám. 11: Cabeza femenina de terracota procedente de Agrigento.

Foto Bell (�97�: lám. VI, �).