Paleontología continental: microfauna

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El Cuaternarirt r.lel País Vctlenciano. 1995: 227 2.i.3 Paleontología continental: microfauna PERE GUILLEM RESTM A partir clels micromamífers (..Ilodentia I Insectivoru s'116 py¿5ent:at un esbog climcitic del Qnaternari ualencia qtLe abastoL els ttrarers 400.000 ortys. La si.ngttlañtat cle La zc.¡na restd co]lstatadd, talxt cles clelprmt cle uísta climatic com des del bioestratigrAJic. Els jctcintents que cobreixen aqLLest període cronológic só¡t: Bolomor (Plistocé mitic)), Cola. Negra (Plistc.tcé superior), Coua de les Cendres i Bolumini (.Plistc.¡cé suÍ)eríor i Llolocé). ABSTRACT Ft"ont tbe mícrotnamrnal (Rodentia and lnsecfiyora') on it hcts been presented a clittc.ttic Ji'crnte o.f- tbe ualencian Quaternary- tbat includes tbe last 4O0.O0O yectrs. The singularity of tbe zone is therefctre prouecl so much .lrom the climatic point of uieu as from the biostratigraPhic. The sites th.tt coler tbis cht"ottologic period are: Bok¡rtor (middle Pleistocene), Couct. Neg,ra (upper Pleístoceme), Cou¿;t cle les Cenclres amcl Boluntini (upper Pleistocene amcl Holocene). M rCRoMAMÍFEROS (r NSECrÍvOnoS v ROEDORES ), f,'i\,J RETO BIOESTRATIGRÁTTCO DfIRANTE EL CUATERNARIO YAIENCIANO En este apartado pretendemos realizar una breve sín- tesis sobre krs resuitedos a los qne hemos 11egaclo a partir de1 estuclic¡ de los micromamíferos en e1 País Valenciano durante el Cuaternario, sobre todo desde ei punto de vrsta climático. N¡-restros datos han sur¡¡ic1o a r¡iz del estr;clio c1e clos grancles órdenes de micromamíferos (Rodentia e Insectiuora), y han confinnaclo una vez más 1as particu- landecles que presentx 1a vertiente central mecliterríinea, cle acuerdo con su latitnd y características geográficzts. Los micromamífelos sltelen ser muy sensibies a concli- crones climírticas muy precisas, además de presentar una adaptabiliclad asomblosa zr determinaclos biotopos. Los cambios climáticos, a1 alterar los blotopos en 1os que los micromamíferos clesarrollan sus actividades, les obligan a migrar a otras zonas. a1 mísrno tiempo que puecle produ- cirse la llegac1a de nuevas especies o la er.olución intra- especílica de las misnas. De ahí 1a importancia que para n.\olrO\ nfc\(nl3n (Slo\ nrqtl\-ñuS s(Tss \ i\ ( )(. En el País Valencjano en ningirn momento vamos :1 encontr:ar elementos fhunísticos tundroicles y netamente fríos ccrno los géneros Lernntu,s y Dicrostorqyx, m flt'm poco especies esteparias como Citell'tLs slrperciliostts, Sicistc¿ betulina o CricetLts cticetLts. Las especies lepre- sentadas en la mastofauna fósil del Cuaternario v¿1en- ciano son más bien euritérrnicas, ligaclas en ocasiones a Llnas connotaciones climáticas no mlty precisas. Por eso van ¿1 tener especial importancta los porcentajes de cada especie dentro de una mist'na asociación faunístr- c¿r. No obst¿rnte, teniendo en cllenta 1as características fisiográficas de le zona en estuclio, clestacalnos 1a pre- sencia de especies con requerimienios ambientales me- clioer-rropeos ligaclos :t pisos de vegetación eltlosiberia- nos, consecllencia dilecta cle les distintas oscilaciones climáticas qlle se han producido durante las úrltimas glaciaciones. Los resnltados que vamos a pl:eseniar cronológica- mente abarcan desde el Pleistc¡ceno mecLo (Cova de Bolomor) pasando por el Pieistoceno superior' (Cova Neg¡ra, Bolumini y Cova c1e les Cenclres) y el Holoceno (Bolurnini y Cova c1e les Cenclres). 221

Transcript of Paleontología continental: microfauna

El Cuaternarirt r.lel País Vctlenciano. 1995: 227 2.i.3

Paleontología continental: microfauna

PERE GUILLEM

RESTM

A partir clels micromamífers (..Ilodentia I Insectivoru s'116 py¿5ent:at un esbog climcitic del Qnaternari ualencia qtLe

abastoL els ttrarers 400.000 ortys. La si.ngttlañtat cle La zc.¡na restd co]lstatadd, talxt cles clelprmt cle uísta climatic com

des del bioestratigrAJic. Els jctcintents que cobreixen aqLLest període cronológic só¡t: Bolomor (Plistocé mitic)), Cola.

Negra (Plistc.tcé superior), Coua de les Cendres i Bolumini (.Plistc.¡cé suÍ)eríor i Llolocé).

ABSTRACT

Ft"ont tbe mícrotnamrnal (Rodentia and lnsecfiyora') on it hcts been presented a clittc.ttic Ji'crnte o.f- tbe ualencian

Quaternary- tbat includes tbe last 4O0.O0O yectrs. The singularity of tbe zone is therefctre prouecl so much .lrom the

climatic point of uieu as from the biostratigraPhic. The sites th.tt coler tbis cht"ottologic period are: Bok¡rtor (middle

Pleistocene), Couct. Neg,ra (upper Pleístoceme), Cou¿;t cle les Cenclres amcl Boluntini (upper Pleistocene amcl Holocene).

M rCRoMAMÍFEROS (r NSECrÍvOnoS vROEDORES ), f,'i\,J RETO BIOESTRATIGRÁTTCODfIRANTE EL CUATERNARIO YAIENCIANO

En este apartado pretendemos realizar una breve sín-tesis sobre krs resuitedos a los qne hemos 11egaclo a

partir de1 estuclic¡ de los micromamíferos en e1 PaísValenciano durante el Cuaternario, sobre todo desde eipunto de vrsta climático.

N¡-restros datos han sur¡¡ic1o a r¡iz del estr;clio c1e clos

grancles órdenes de micromamíferos (Rodentia e

Insectiuora), y han confinnaclo una vez más 1as particu-landecles que presentx 1a vertiente central mecliterríinea,cle acuerdo con su latitnd y características geográficzts.

Los micromamífelos sltelen ser muy sensibies a concli-crones climírticas muy precisas, además de presentar unaadaptabiliclad asomblosa zr determinaclos biotopos. Los

cambios climáticos, a1 alterar los blotopos en 1os que losmicromamíferos clesarrollan sus actividades, les obligan a

migrar a otras zonas. a1 mísrno tiempo que puecle produ-cirse la llegac1a de nuevas especies o la er.olución intra-especílica de las misnas. De ahí 1a importancia que paran.\olrO\ nfc\(nl3n (Slo\ nrqtl\-ñuS s(Tss \ i\ ( )(.

En el País Valencjano en ningirn momento vamos :1

encontr:ar elementos fhunísticos tundroicles y netamente

fríos ccrno los géneros Lernntu,s y Dicrostorqyx, m flt'mpoco especies esteparias como Citell'tLs slrperciliostts,

Sicistc¿ betulina o CricetLts cticetLts. Las especies lepre-sentadas en la mastofauna fósil del Cuaternario v¿1en-

ciano son más bien euritérrnicas, ligaclas en ocasiones a

Llnas connotaciones climáticas no mlty precisas. Poreso van ¿1 tener especial importancta los porcentajes de

cada especie dentro de una mist'na asociación faunístr-c¿r. No obst¿rnte, teniendo en cllenta 1as características

fisiográficas de le zona en estuclio, clestacalnos 1a pre-sencia de especies con requerimienios ambientales me-

clioer-rropeos ligaclos :t pisos de vegetación eltlosiberia-nos, consecllencia dilecta cle les distintas oscilacionesclimáticas qlle se han producido durante las úrltimas

glaciaciones.

Los resnltados que vamos a pl:eseniar cronológica-mente abarcan desde el Pleistc¡ceno mecLo (Cova de

Bolomor) pasando por el Pieistoceno superior' (Cova

Neg¡ra, Bolumini y Cova c1e les Cenclres) y el Holoceno(Bolurnini y Cova c1e les Cenclres).

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PERE GUILLEM

INTERPRETACIÓN DEL REGISTRO FÓSIL

Las especies de micromamíferos que apalecen regrstradas en los yacin-rientos fósiles del País Vaienci¿noson 21. Dentro de1 orden de los insectívoros contamoscon rin total de 8 especies: ErinacetLs europaeus, Sorexntinutus, Sorex araneus-corondtus, Neomys .fondies-anomalus, Crociclura suaueolems, Crocídura russula,Galemys pyrenaícus y Talpa europaea; y en el ordende 1os roedores, con 13 especies: Scittrus uulga.ris,Castor fiber, Eliomys quercintLs, Allc¡cricetus bursae,At"uicola scrpídLls, MicrottLs duoclecimcostatus, Microtusarualis, Mícrotus miualis, Micr()tus cabrercte, Apodemus

.flauicollis, Apoclemus syluatictts, Pliomys lenki y Mtrsspretus.

De todas estas especies, só1o unas cuantas presentannnos requerimientos ambientales preierentemente mediterráneos: Crocidura russtt,la, MLt,s spretus, Microtusduoclecimcostatus y MicrotLts cctbrercte; otras están liga-clas a condiciones medioeuropeas: Galemys pltrenu ¡c tts,

Sorex mínutus, Sorex ctraneus-coronatus, MicrotLtsarualis y Microtus niualis; mrentras que ErinacetLs euro-paeL6 y Talpa ettropaea, eunqüe tienen afinidades medioeuropeas, pueclen aparecer en determinadas zonasmediterráneas. E1 resto, SciLLnts uulgans, Castor fiber,Eliomys cluercinus, Apodemus sltluaÍicus y Aruicolasapiclus son especies ubicuas, cuya presencia está liga-da a exigencias estrrctas, como la formación de masasde bosque (SciuruLs utLlgaris), presencia de cursos deeglla (.Aruicola sapidus, Castor.fiber), etc.

En cuanto a 1os requerimientos tcologicos cle Allo-cricettLs bwrsae, MicrottLs brecciensis y Plíontys lenki,pafiimos de1 presupueslo que cleben ser semejantes a

las de sus clescenclientes actuales Cricetulus migr.tt.)rius, Microtus c.ibrerae y Dinaromys bogdanoui,respectivamente,

Frg. 1: Sector Oeste cle Cova NegrzL

COVA DE BOLOA{OR

A paltir de los distintos comportamientos climáticosde 1as especies aparecidas en 1a Cova de Bolomor,poclemos obserwar en líneas generales, una cl¿rra clife-rencia climática entre los niveles I a VIII IX y XVa a

XVII (cnaclro 1). La plesencia de .lorex m¡nutLLS quederegistracla en 1a parte superior de 1a sec¡lencia (estl'atosI a VIII-IX) mientras que AllocricetrLs bursae aparece en1os estratos XVa a XVII. En plincipio e11o debe de serconsecuencia de 1a existencia de un mayor grado dehumedad en los niveles Ic a VIII IX, si bien, debenhacerse algunas matizactones.

13

26

39

1B

18

38

22

51

13

22

4a

36

o

EdDrceus

Gale¡nys

Neomys

Crocidur¡

Crstor

100

Nlicrorus

tr

B

trtr

2A

EaT

4A

@

trtr

sciurüs I Apodemus

Bliomys § Ptlomys

CUADRO 1

Distribución de las frecuencias de los micromamíferos en la Cova de Bolomor

Tc IVa IVb IVc Va Vb Vc Vd VIIa VIIb VIII-X XIIIa XIIIb XVa XVb XVc XVII

Erinaceus europaetLs

Sore.r sp.

Sorex minutus

Neonrys sp.

Crocidura suayeolens

Talpa europaea

Sciurus vtlgarís

Eliomys t¡uercínus

Allocrícetus bursae

AnícoLa sapidus

Microtus brecciensis

Apodemus sp.

228

1,96 2]91,09

1q) ¿1 Áq lq4

1,96 1,09 3,22

3,92 5,49 6,2s

13,7 19,8 18,8

71,5 62,6 53,1

1,15 3,1

6,45 5,26 1,4

19,4 15,8 11,1

?)1 175 t7

3,22 5.26 3,1

12,9 14 25,9

54,8 56,1 44,4

515 161 )1\3,07 1,36

1.36

r4,3 13,8 9,58

12,5 13,8 16,4

3,57 7 ,6 4,1

19,6 18,5 2t,9

44,6 35,4 47,5

1,72

)0/ t'1)

1,12

5,88 6,82

1,12

7,94 5,17

5,88 1.72

)65 rq

43,2 60,3

0,7 0,81

1,41 0,8 t

1.41

6.38 6,89

7,8 8,31

I )52,83 1,62

1,09 11,4

123 66,7

2

2

14 8.57

10 11,4

10

2

)) )RÁ

38 51,4

1.88

1,56

5,66 10,9

9,43

1,88

30.2

50.4

3.07

I4.t

6,25

4,68

12,5

50

PAI,EONTOLOGÍA CONTINENTAL: MICROFAUNA

En los niveles VIIa, VIIb, VIIc y VIII-IX (Bolomor III), v,r-rx a

la presencia de Allocricetus bursae está inclicando Lrnas

características cllmáticas más áridas que en ic a vd vlll-lx b

(Bolomor IV), hipótesis que se vería conlirmada por vttt-lx c

Ios porcentaies de n-ricrotinos que 11egan a ser los más v*_rx cr

bajos de la secuencia (.un 70/o en el nivel VII a). La

parte superíor de 1a secuencia es pobre en micromamí- lx

feros, 1o que dificuita su interpretación climática, pero x

todo apunta hacia un incremento de 1a humedad; en e1 xh_a

estrato Ic e1 elevado porcentaje de microtinos (260/o)

marca unas condiciones climáticas mucho más húme- xla b

das que las registradas en 1os niveles IV-V. xa,c

El carácter fresco de los niveles I a VIII-IX vendríaindicado por aqr,rellas especies con afinidades medioambientales de tipo medioeuropeo; es el caso de Sorexminutus, que en la actualidad se distribuye por la partecentro-occidental de Asia y por toda Europa. En 1a

península Ibérica ocupa toclo el norte desde Galiciahasta Cataluña, ha penetrado en el centlo peninsular yocupa 1a mitad septentrional del sistema Ibérico, 1a

Sierra de Guadarrama y 1a Sierra de Gredos (R¡v, 1971);y en Cataluña habita el Alto Pirineo, Prepirineo, 1a

región oriental húmeda y 1as montañas de Prades,siempre por encima de 1os 600-700 mm de lluvia anua-1es (GosAr.s¡2, 1987), sin llegar a zo11as con caracterís-ticas ambientaies mediterráneas (Lópsz-Fusrnir, 1983).

En 1os niveles XVa a XVII (Bolomor I) Allocncetusbwrsae sigue estando presente, ahora bien, Talpa euro-paea, merca el desa¡¡o11o de condiciones climáticashúmedas; esta especie aparecé en e[ nive] XVc y XVII.En el estrato XVII el porcentaje de microtinos es eleva-do (22o/o') 1o que confirma su c¿rácter hitmedo.

Los dos conjuntos faunísticos (Ic a ViII-XV y XVa a

XVIII) contrastan con 1a asociación faunística del estra

to XIIIa y XIIIb, propia de condiciones climáticas tem-piadas y muy húmedas. No aparece ningún indicadorde condiciones frescas (.Sorex minutz;s) ni tampoco ári-

das (Allocrícetus bursae), y sin embar¡¡o es e1 momentoen el que 1os microtinos alcanzan 1os porcentajes máselevados de 1a secuencia (300/a). Estamos ante unmomento rnterestadial bien marcado (Bolomor Ii).

Los estadios evolutivos de Cricétidos y Micrótidosindican una edad semejante a la observada en Aragó(Cu.tr-rNr, 1977), Ornac 3 (CH¡rms, 1972), Cteva de1 Agua(Lóp¡z y Ruiz Busros, 1977') y Balaruc ViI (Bnuc¡r, 1981),

localidades de1 Pleistoceno medio reciente (Oldenbur-giense, Aldeniense), entre la climatozona de Les Perré-ries y la de La Fage (Cu.tr-INtt, 1972, 7976). La apariciónde Allocricetus bursae pl,,renaicus indica un estadio evo-lutlvo superior a1 de los yacimientos Saint Estéve Janson(CaertNE, 7972), El Higuerón (.Lópp.z, 7972) y Aridos(Lópe.z, 1980), y nos permite relacionarlo con Aragó,Balaruc VII y Cueva del Agua. La morfología y la talla de

Microtus brecciensis de Bolomor se asemeja al de Ornac

02a406080

I ELi¡aceus El catemys & Crocidur! E Allocr¡cetr¡s

I sore*sp. E tlpa E sc¡uns t Apodemus

&i soLexm I Neomys E ¡tio¡rys

t29

t22

98

Xlb-a

xtb-b

Xlb-c

Xlla

xilb

Xllc

xltd

Xlle

Xllla

XIIIb

Xlllc

XIV

r00

94

56

65

54

3E

t9

36

26

27

41

47

62

100

& ri'icolatr uioons

Fig. 2: Distribución de lostor Sur por estratos

mic¡omamíferos de Cova Negra sec-

y N M.I.

3 y se situaría por encima, desde el punto de vista bioestratigráfico, de Aridos. Todo e11o nos induce a fiiar elpaquete sedimentario inferior de Bolomor en 1os

momentos antiguos de1 Riss, siguiendo la cronologíaalpina (FlnrÁNoaz et al., 1.994).

Desde el punto de vista climático podemos confir-mar el esbozo de unos comportamientos faunísticosque se mantendrán durante el Pleistoceno superior en

Cova Negra (Xátiva), yacimiento con una secltenciaque cronológicamente iría desde e1 Riss-'Sliirm hasta el\vr'ürm III o, 1o que es lo mismo, desde el estadio isotó-pico 5e hasta el estadio isotópico 2,

COVA NEGRA

La distribución de 1as especies por niveles en Cova

Negra, la podemos observar en 1as figuras 1 y 2. El

229

PERE GUILLEM

coniunto de aque11as, procedentes del sector oeste (fig.1) y del sector sllr (lig. 2), fueron obtenidas durante 1a

campaña de excavación de 1989, dirigida por ValentínVillaverde.

Los niveles XIV y XIII están relacionados con e11ü7ürm I o 1a fase B de Cova Negra (FumNer, 1986). Losmicromamíferos en estos dos niveles registran unascaracterístlcas climáticas muy hírmedas y algo más frescas qLle el nivel XII. A partir de este momento vamos acontar con una asociación faunística que se mantendráa lo largo de toda la secuencia, salvo en sus momentosfinales, catacfetizada por 1a aparición de todo un con-jr-rnto de especies propias de climas más septentrionalesy atlánticos que la mastofauna actual de1 PaísValenciano. El registro de Sorex drlneus-coronztus,Sorex minuÍus, T(.tlpd europaea, Galemys pirena¡cus yApodemus.flauicollis asi 1o confirman.

En e1 nivel XII la desaparición de 1os insecrívoros(Sorex araneus-coronatus y Sorex minutus) y 1a pro-porción existente entre múridos y arvicólidos, estánindicando el desarrollo de un chma templado y muyhúmedo. Estamos ante e1 interestadial §(¡ürm I-II de 1a

cronología alpina o la fase C de Cova Negra. E1 ordende los insectívoros, al igual que ocurría en Bolomor,presenta un compofiamiento más sensible a las pulsa-ciones ciimáticas que e1 orden de 1os roedores.

En 1os niveles XIa y XIb los micromamíferos ponende manifiesto el desarrollo de unas condiciones c11máticas frescas y hirmedas qlre a veces-quedan interrumpi-

das por oscilaciones climáticas mucho más benignas(nivel X).

La asociación faunística del nivel IX es propia demomentos frescos y húmedos.

E1 nivel VIII-IX representa un momento templadohirmedo en su inicio, y adquiere un carácter más secoen sus momentos finales; e1 desequilibrio entre mirridosy microtinos en favor de 1os primeros, así 1o confirma.

En e1 nivel \|III quedan registradas unas condicionesclimáticas frescas, como estaría indicando la presenciade Galemys pyremaicus, y secas; los micrótidos repre-sentan sólo ttn 16a/o fr:ente a1 36a/o de los n-rúridos.

Los niveles VII, VI y V estarían relacionados con 1os

momentos finales de1 §7ürm II o de la fase D de CovaNegra (VIr-r-weRo¡ & FumNer, 1990), 1a sedimentologíaregistra manifestaciones climáticas lrías con breves inte-rrupciones climáticas más benignas. E1 nivel IV con lainterfase E de clima templado con precipitaciones esta-cionales y los niveles IiI, II y I con la fase F del mismoyacimiento, con unas condiclones climáticas frías ySECAS.

Los micromamíferos esbozan un comportamiento cli-mático semeiante a la fase F, mientras que la fase D y 1a

interfase E (Nivel IV), pobres en roedores e insectívo-rosl no quedan bien definidas desde el plrnto de vistaclimático.

La fase F de Cova Negra (Niveles III, II y I) presentaunas características climáticas más secas; no apareceninguna especie que podamos considerar como propiade climas húmedos (.Sorex minutus, Sorex araneus-coronalus), mientras que 1os mitridos predominansobre 1os microtinos.

Aparece una nueva asociación faunística (Allocricetws

bursae y Pliomys lenkil constderada por GancÍ,q (1979)en Cueva Horá como propia de momentos ser:os, mien-tras que en Cueva del Agua ambos taxones aparecenjunto a especies de tipo mediterráneo (López et al.,797D. Por su parte Allocricetus bursae en Carihuelamarca momentos climáticos estépicos (VEce er al., 19BB),

en Giny es tomado como una especie de estepa conti-nental (CHauNE et a1.., 1990) que convive con especies de1as mismas características climáticas (Cricetws cricetus,Citellus superciliosus, Lagunts lagutus), especies foresta-1es boreales (Sicista betulina) y tundroides (Dicrostonixtorquatws). Pliomlts lenki en Letzetxiqlri está asociadocon especies templadas (CnauN¡, 1970), en Amalda norefleja unas condiciones climáticas claras (PerÁN, 1990),mientras que en Gabasa es considerada como una espe-cie propia de momentos fríos (Grr, en prensa).

En Cova Negra no se aprecia con claridad 1a ecologíade Allocricetus burcae, que aparece a lo largo de toda 1a

secuencia, si bien la permanencia de esta especie duran-te 1os últimos momentos climáticos allí registrados,

31a,

33

34

35

36

37

38-3940-41

42-4344-4546-4748-4950-5'r

Fig. 3

230

19

55

68

89

49

57

55

55

94

16

52

1.2

8

8

6

) 10 ?o 30 40 50 60 70 80 90 100

I Apodemu' [ ñ1. arr rlisE Efiomvs ñ pirvmv.E A..apidus H E.inri.u.lJ M. cabrerre I Crocidurr sp.

Distr:ibución de los microm¿míferr:s de ia Cova de lesCendres por capas y por N.M.I.

PAI-EONTOLOGÍA CONTINENTAL: MICROFAUNA

H5+Elll

H6+Ela

H7+Elllb

H9+EV

Nl 5a+EVl¿

Hr 6+EV b

H1 7+EV c

Hl 8+EVld

60 80 100

E M.cab¡erae § C¡ocidurasp

U Pism,\ E Enn¿Lcus

Fig. 4r Dístribución de los micromamíferos de la Cova de lesCendres por capas y N.M.L durante el Holoceno.

unida a ia desaparición de las especies con afinidadesambientales medioeuropeas puede estar indicando unamayor aridez La presencia de Pliomys lenki, como en

Amalda, puede responder más a un factor cronológicoque climático (PeuÁn, 7990);ha sido también constatadaen momentos würmienses en Lezetxíki (C}LcrN¡, 1970)

con industria auriñaciense y musteriense, en Carihuela(Rurz-Busros et al., 7977), Cuéva Horá (GmcÍ¡, 1979),

en Ekain en momentos auriñacienses (Z¡¡era, 7984), enErmitons durante e1 interestadlal \X/ürm II-III (ALCATDE,

1986'),la Cova 1,20 durante e1 Pa1eo1ítico medio (AcusrÍ

et al., 1987), en Amalda hasta finales del '§7úrm III(P¡¡¿ÁN, 1990), en Gabasa (Grr, en prensa) y en Cova

Negra en los momentos finales de su secuencia.

OIT'OS YACIMIENTOS

Durante los momentos finales del rX/ürm antigLlo e

inicios de1 \Xl'ürm reciente en Cova Beneito (GuIrr¡¡¿,

1993) qr-reda registrada 1a presehcia de Microtus arualisy Microtus rl,uodecimcostatus, especies que tambiénhan sido constatadas en el nivel V de la secuencia de1

Sa1t, durante un momento interestadial con una crono-logia todavia no determinada (G¡rvÁN, 1992 y FUMANAT,

7994). La ausencia o presencia de estas dos especies en

los yacimientos de 1a zona, puede obedecer a una mul-titud de variables que no tienen por qué estar motiva-das por causas cronológicas, sino más bien todo 1o

contrario. En Carihuela (Vsc¡-Tosc.qNo et al., 1988) apa-recen ya ambas especies durante el '§7ürm I, mientrasqüe l.{icrotus arualis en la Cueva de los Toros (:Gn et

al., I9B8) queda registrada durante el mismo momento.Microtus arualis es una especle que compite por e1

mismo biotopo q.'te Microtus cabrerae (muy bien re-presentado en la mastofauna de Cova Negra y Bolo-mor) por 1o que en determinadas situ¿ciones ecológi-cas puede impedir la presencia de su competidor o a 1a

inversa. La mayor continentalidad y la mayor altitudsobre el nivel de1 mar de estos yacimientos ha podidoinflui¡ en la presencia de esta especie en la zona. Hayque tener en clrenta que en la actualidad e1 biotopoprimario de Microtus arualis son 1os pastos abiertos nomuy húmedos sin vegetación alta, siendo 1os pradosalpinos y subalpinos su hábitat predllecto. En la facha-da mediterránea y más concretamente en Cataluña nopenetra nllnca en zonas de vegetación submediterráneay rnediterránea (Lóprz-Fusren, 1983), mientras que en elPaís Valenciano ha sido localizado en Penyagolosa yVistabella del Maestrat en pisos de vegetación oromedi-ferráneos y supramediterráneos QIuÉxrz et a1.,7989).

Si tenemos en cllenta 1os resultados de la evolucióncle Terricola rluodecimcostalzs (BnuN¡r-Lr.coa¡p. et al..1990), es posible admitir como hipótesls que uno de1os dos taxones encontrados en AtapLlerca Allopbaio-mys cbalinei o Allopbaiomys especie puede ser el an-cestro di-recto de T. duodecimcostatus; no obstante, larareza de yacimientos ibéricos del Pleistoceno medioentre 500.000 y 100.000 BP no permite seguir de mane-ra precisa 1a evolución de este grupo. Z citLodecimcc¡s-

tdtus 11o puede ser aislado directamente de A. chalinei,por 1o menos ha de haber una especie que haga deltgazón entre ambas (BRr-rrtr-L¡cor,rrp, 1988). ,4.

Chalinei ha sido citado taml¡i('n cn e1 País Valenci¿noen la Muntanyeta dels Sants (Sr«rt¡u, 1986), cuya citaignore injuslarnenle.

T. duod.ecimcostd,tus está ligado al clima mediterráneoy no puede subsistir en zonas con un clima húmedoy/o de veranos poco calurosos (BnuNrr L¡cour¡, 1991).

Entre 1os momentos iniciales del \Vürm iII y el Tardi-glaciar no poseemos información en e1 País Valenciano,

salvo el estudio que se esfá realizando sob¡e la microfauna de Malladetes por Rnv (en prensa), donde se

puede señalar 1a presencia de Crocidura sp., Eliomysqwercinus, Microtus brecciensis, Microtus arualis,Microtus duod.ecimcostatus y Apodemrts syluaticus; y enCova Beneito cuya microlauna estoy estudiando.

Durante e1 Tardiglaciar contamos con varios yaci-mientos que ayudan a comprender 1os motivos a losque obedece el comportamiento de las distintas aso-

ciaciones faunísticas. En e1 Tossal de la Roca (C.ccHo er

al., l9i3i),,lLicrotus anlalis, Microtus d.uode cimc osf a t' us,

Elíomys quercinus, Apodemus sp. y Crocidwrd, sp. ocu-pan diversos nichos ecológicos de 1a Serra Foradadaque llega a al.canzar cotas de 912 m sobre e1 nivel delmar- Microtus arualis persiste en la zona por 1o menos

02040

I Apodemls & Eliomys

E uussp. El A.sapidüs

23r

PERE GUILLEM

Fig. 5: Evolucrón cle los n-iicronamíf'e¡os de Bolul'rini

hasta el Aileród. Durante e1 Holoceno 1a distribuciónespacial de esta especie debió ir reduciéndose de ma-nera proÉlresiva, acorde con 1a subida de 1a temperatura, hasta quedar aúapada en el macizo de Penyagolosa,e1 Maestrat, Javalambre, etc., situación muy simrlar a laocurrida en Catalunya con la presencia de Sorex minu-tns en l.a Serra de Prades (AHnrz,r¡,n-¡.c¡r et a1.,1986').

En Cova de les Cendres (B,r»ar et al., 1991) 1os estratos III (capas 48 a 53), II (capas 47 a 38) y I (capas 35 a

37), reflejan estos lnomentos tardlglaciares. Las especiesforestales (Apodentus sp. y Eliomys quercimus), en elmejor de los casos apenas llegan a representar el 4Oo/o

del total del conjunto faunístico (fig. 3), tenclencia a 1a

bala que se acentúta durante 1os momentos en queMicrcttus arualis está presente.

En las capas 35 a 39 los micromamíferos están refle-jando una situación climática más f'avorable qlle ¿rnun-cia ya la mejora registrada durante el Holoceno; iasespecies forestales están mejor representaclas.

Los porcentajes tan elevados de microtinos que supe-lan o igualan a los mirrldos, son propios de momentosclimátrcos hírmedos, situacrón que sería extensible a 1os

estratos I y 1I, ya que e1 estrato III pobre en micromamíferos desaconseja una interpretación climática másprecrsa.

En 1a Cova de Bolurnini (Gurunu et al., 1992') et lascapas 28 a 32 (nivel \b), las asociaciones faunísticas(fig. 6) están refle,ando ias mismas condiciones climáticas que 1as obserwadas durante e1 Pleistoceno linal de1a Cova de 1es Cendres.

Durante e1 Holoceno la Cova de les Cendres (fig. 4) y

232

1a Cova de Bolumini son 1c¡s dos úrnicos yacimientos quehoy por hoy nos aportan información sobre los micro-mamíferos y ias concliciones climáticas que reflejan.

En Cova de les Cendres (Sector A -7') la secuenci¿presenta un hiatus entre el estrato III (Pleistoceno) y e1

estrato VI de 1a secuencia holocena. En Bolumini tam-bién existe un hiato, esta vez cultural, entre e1

Neolítico y e1 Paleolítico después de una desocupa-ción epipaleolítica.

En Bolumini durante ei Holoceno se.produce unaumento de las especies forestales en las capas 25 y 26(Estrato Va) como cabía esperar ante el desarrollo deun clima más favorable indicado por 1a desaparición de1as especies de afinidades fi'escas (.Microtus ct.ructlis) apartir de este momento; no obstante, vamos a presen-ciar un clescenso paLllatino de las especies ligaclas albosque, descenso que se acentila con la presencia másintensa del hornbre a pafiir de 1a capa 23. Por otra parLe Mus spretus, especie ligada a 1a maquta o a 1a garri-ga, aparece en la capa 21 (fig. 5). Terricola duoclecimcostatus. qlle en un prlncipio pfesenta un incrementoconsiderable, pronto registra un descenso semejante alde Apoderuus; este comportamiento puede estar moti-vado por la misma erosión que está sufiiendo e1 sueloo por un descenso de la humedad. El incremento ensentido inverso de Elíoruys quercinus, especre que pre-fiere sobre todo biotopos pedregosos con zonas deárboles, podría estar confirmando esta hipótesis.

En Cova de 1es Cenclres apreciamos las mismas pau-tas faunísticas qlre en Bolumini, En ambos yacimientosla actividad antrópica rnfluye en el comportamiento delos n-ricromamíferos, a1 mismo tiempo que las especiescon exigenclas estrictamente mediterráneas (.Terricoltlduodecimcostatus, l.[icrotus cdbrerae, Mus spretus yCrocidura russula) son 1as únicas registradas durantecl Holnr'cno.

I Apoclemus E Etiomys

§ Awicola ! M. cabreLre

& vtu" ¡ M. d'aiis

80

& Pitymys

B C¡ocirlur¿

E Erinaceus

1t

26

17

90

t4

2l

26

36

31

I

ffi

20

MrN

60

E] Eliomys

! M. cabreree

! M. arvalis

BO

Piiynys

Crccidura

Erinaceus

Mtrtr

Fig. 6: Distribución de los micromamíferos de Bolumini.

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