Organización del Trabajo y Capital Humano en Empresas del Estado de Guanajuato
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Título:
Organización del trabajo y el capital humano en em presas del estado de Guanajuato.
Mesa: 1. Los retos de las empresas en el siglo XXI: la g ran empresa y la
PYME.
Co-autores:
Juan Alberto Vargas Téllez Universidad de la Salle Bajío, León, Gto.
Mail: [email protected]
Vida Cruces Chávez Universidad de la Salle Bajío, León, Gto.
27, 28 y 29 de Julio, 2011
1
RESUMEN El objetivo de esta investigación fue analizar las características de la
organización del trabajo y su relación con el capital humano, en un grupo de empresas del estado de Guanajuato; el estudio se fundamenta en los resultados de la Encuesta “Procesos de Institucionalización, Innovación y Estrategias Empresariales, EIEBAC 2009-2010”, que se aplicó a 133 empresas manufactureras. La encuesta está compuesta de 11 módulos y para este trabajo se tomó el correspondiente a Organización del Trabajo, que incluye los siguientes temas: división del trabajo, formalización del trabajo, comunicación, movilidad interna, involucramiento en la toma de decisiones y nuevas formas de organización del trabajo. Entre los resultados relevantes encontramos que la mayoría de las empresas encuestadas se pueden enmarcar dentro del tipo “tradicionales” y “tayloristas” y algunas como “toyotismo precario”), es decir con prácticas empresariales con promueven las estructuras jerárquicas rígidas, tomas de decisiones centralizada, baja participación y movilidad de los trabajadores, entre otros aspectos. En la relación a sus formas de organización del trabajo, aún presentan claras características de las empresas tradicionales o conservadoras (pobre planeación y sistematización) y especialmente de las formas tayloristas-fordistas (división del trabajo fuertemente jerarquizada, dominio claro de las figura gerencial y de supervisión, baja participación en la toma de decisiones y movilidad de los trabajadores, pobre nivel tecnológico en relación a estándares internacionales, etc.). Existen claros indicios de nuevas formas de organización, (como los círculos de calidad, las cédulas de producción, control estadístico de procesos, etc.), pero éstas se dan más en las empresas grandes que en las medianas y pequeñas, lo que es congruente con estudios. Palabras clave: organización del trabajo, formas organizacionales, desarrollo del capital humano, movilidad y participación de los trabajadores.
1. Las Formas de Organización del Trabajo
En la actualidad, la organización del trabajo suele también asociarse al
concepto de Forma Organizacional. Las "formas organizacionales", según
Heydebrand (1989), son un sistema de variables estructurales y propone seis
dimensiones o variables para categorizarlas:
1) Tamaño de la fuerza de trabajo; 2) Objeto de trabajo; 3) Medios de trabajo;
4) División del trabajo; 5) Control de trabajo; y 6) Propiedad y control.
En el modelo Preindustrial-Artesanal, el control del trabajo total está en
manos del artesano o trabajadores de oficio; su origen histórico esta en los
gremios medievales, que eran instituciones que perduraron entre el siglo XIX y
2
XX. La misma persona planificaba las labores a realizar y diseñaba el trabajo a
realizar y además de esto la misma persona lo ejecutaba, se autocontrolaba y
también controlaba las tareas a realizar. Otro modelo del cual se habla en la
actualidad es el management sistemático o “administración científica”, modelo
productivo desarrollado por Frederick W. Taylor (Nelson, 1974), lo que lo haya
llevado a denominarlo modelo taylorista; en donde se da el esfuerzo de integrar
la planta industrial fragmentada de finales del siglo XIX. El management
sistemático puso especial énfasis en la paga como incentivo.
De la Garza (2007), resume la anterior forma organizacional con las
siguientes características básicas: Separación tajante entre concepción y
ejecución; La reglamentación más estricta posible de las tareas, del método de
trabajo, el uso de las herramientas y los momentos de intervención del obrero
en el proceso productivo; Específicamente, la medición del trabajo a través de
su descomposición, parcialización en operaciones simples, estándar, que
permitían realizar el trabajo con mayor intensidad. El fordismo añadió la
circulación continua de la materia a transformar frente a un obrero fijo, la
cadena que fija el ritmo de trabajo, que facilita la estandarización, y el paso de
la producción en pequeños lotes a la de la masa con nuevas normas de
producción y de productividad y que extrema la parcialización del trabajo.
Después del desarrollo de estas formas organizacionales surgen otras
nuevas como la “Lean Production” y el Toyotismo que buscan el equilibrio entre
humanismo y productividad. Estas denominaciones hacen referencia a
características que resaltan principalmente en el modelo japonés, representado
por la empresa Toyota (Womack, 1990; De la Garza, 2008, Gallardo, 2007),
desde mediados del siglo XX. Para estos modelos productivos resulta
3
importante la eliminación de los recursos redundantes considerados como
despilfarro y la implantación de la producción ligera, diferenciándose del
modelo fordista en la necesidad de menos existencias, menos espacio, menos
movimiento de materiales, menos tiempo para preparar la maquinaria, y en
general tecnología más austeras y optimización del número de trabajadores.
De la Garza (2007) resumen la perspectiva de estas formas de organización de
la siguiente manera: Disminuyen la separación tajante entre concepción y
ejecución de las tareas o actividades productivas; La consideración de que no
es posible reducir todas las actividades a operaciones simples; Se pretende
delegar la capacidad de decisión a los trabajadores, disminuyendo la función
de supervisión y las reglas burocráticas; Se requiere contar con el
involucramiento consciente y convencido del trabajador, como elemento
esencial para lograr eficiencia operativa; Se da una visión social de la
producción (trabajo en equipo) diferente al individualismo de los modelos
anteriores.
Las organizaciones actuales tienen peculiares formas de organización del
trabajo (De la Garza, 2005, 2007, 2008; Martínez, 2005; Vargas, 2008, Vargas
y Nava, 2009), que responden en parte a las descripciones anteriores; y
obviamente éstas tendrán una influencia específica sobre la manera en que
tiene lugar el desarrollo del capital humano, factor fundamental de las
empresas y de la productividad. La participación de los trabajadores en las
decisiones sobre la producción, por ejemplo, presupone una elevada capacidad
profesional, no sólo en cuanto a las tareas operativas, sino que implicas una
importante autonomía en la toma de decisiones (De la Garza, 2008). Esta
situación se refleja también en una menor diferenciación de obreros y técnicos
4
o ingenieros, aumentado las posibilidades de promoción y desarrollo para los
operativos. Se trata de modelos centrados en el proceso productivo y su
transformación organizativa que puede sintetizarse en la aplicación del Control
Total de Calidad y el Justo a Tiempo.
2. La Organización del Trabajo y el Capital Humano en la Industria de
Guanajuato
Existen algunos estudios sobre la manera en que tiene lugar la
organización del trabajo, como se genera el aprendizaje, la innovación y sobre
otros tópicos en las empresas del estado, especialmente en el sector del
calzado (Bazán, 1982; Calleja, 1994; Martínez, 1999, 2006, 2007; Vargas,
2008, 2009). En relación a las formas organizacionales, Vargas (2009), estudió
a un grupo de 13 empresas del calzado en León y reporta que en su mayoría,
reúnen las características del Taylorismo-Fordismo, si bien con diversos tintes
de pre-Tayloristas, conservadoras o tradicionales. Por ejemplo, para asignar a
un trabajador de nuevo ingreso a su puesto de trabajo, los mecanismos básicos
son la propuesta del jefe o supervisor, y a veces por recursos humanos;
ocasionalmente hacen examen de conocimientos. Prácticamente ninguna
realiza exámenes de conocimientos. La mayor parte de la capacitación se
realiza en el mismo puesto de trabajo, no existe periodos precisos para esta
función. La organización del trabajo es fundamentalmente centralizada y con
baja participación de los trabajadores en los procesos claves. Si bien algunas
empresas mencionaron contar con manuales de procedimientos, su utilización
no es frecuente; al respecto existieron contradicciones entre lo dicho por los
gerentes y los trabajadores. Respecto a la movilidad interna, las empresas
5
estudiadas la realizan poco y fundamentalmente para cubrir faltas, demandas
excesivas de producción o cambios de departamento. La pobre movilidad
puede limitar el desarrollo del trabajador y la flexibilidad laboral. De la Garza
(1998, 178) comenta al respecto: “Los niveles de movilidad interna y sus
principales determinantes pueden indicar la medida en que la organización del
trabajo posibilita o estimula la realización de un abanico más o menos amplio
de funciones productivas, lo cual podría estar relacionado con la confección de
nuevas formas de organización del trabajo flexibles y proclives a un
desempeño profesional cercano a la polivalencia”. En general estos hallazgos
son similares a los encontrados por Martínez (2005), en un estudio sobre las
maquiladoras del estado de Guanajuato y por De la Garza (2001) en un estudio
de MPYMES también en este estado.
En una investigación sobre las capacidades competitivas en la industria
del calzado, Martínez (2006), expone que ésta se ha desarrollado hasta llegar
a procesos de producción tecnológicamente estandarizados. Este sector está
dominado por el oferente, lo que significa que las innovaciones radicales en
procesos vienen dadas por los proveedores de maquinaria (especialmente en
donde ya existen máquinas automatizadas), o también pueden ser producidas
por los proveedores de materiales o insumos básicos (pieles sintéticas, por
ejemplo). Las habilidades centrales (que involucran el aprendizaje y la
generación del conocimiento), se identificaron en las figuras de dos profesiones
tradicionales del calzado: el pespuntador y el cortador, profesiones en donde
los conocimientos útiles de los trabajadores son adquiridos a través de la
experiencia y de la socialización (distinguiendo entre el trabajador experto y el
aprendiz, según Doeringer y Piore, 1971; Aoki, 1990; Nonaka y Takeuchi,
6
1999). Como lo señalan varios autores (Villavicencio, 1990; Aoki, 1990; Nonaka
y Takeuchi, 1999), el aprendizaje es un proceso social y colectivo que permite
que los trabajadores compartan sus conocimientos y que les ayuda a
comprender de manera conjunta problemas que se presenten durante la
realización de sus tareas.
En las conclusiones de su investigación sobre aprendizaje e innovación,
Martínez (2006), menciona que en el proceso de creación del conocimiento de
las empresas estudiadas, tienen lugar una serie de patrones de
comportamiento o “hechos estilizados” que describen al sector calzado: a)
Toma de decisiones centralizadas y falta de autonomía de los trabajadores; b)
Uso trunco del conocimiento codificado. En la mayoría de las empresas los
conocimientos que adquieren surgen tácitos y así permanecen, es decir, no
llegan a ser explícitos y compartidos; c) Débil creación y acumulación de las
capacidades competitivas; d) Formación de empleados y dualismo laboral. No
existe una preocupación manifiesta o evidente para la formación de los
trabajadores. Este fenómeno se le puede denominar “dualismo laboral”
(haciendo alusión al concepto de dualismo industrial introducido por Pioré y
Sabel, 1990), y es evidentemente una forma de discriminación, que actúa en
detrimento de la conformación de mercados internos de trabajo que apoyen el
aprendizaje y la acumulación del conocimiento en las empresas.
El interés del presente estudio fue explorar las maneras en que se está
dando la organización del trabajo (o formas organizacionales: división,
formalización y control del trabajo, principalmente) y describir las prácticas que
éstas generan en relación a la situación y desarrollo del capital humano, como
son las relaciones de trabajo (constitución de sindicatos, grupos de desarrollo,
7
grupos autogestivos, etc.), condiciones del empleo (categorización, sistemas de
compensación, sistemas de promoción, etc.), rotación de personal (por
abandono y obligatorio), sistemas de incentivos (prestaciones sociales, bonos
de productividad, curvas de madurez, comisiones, servicios especiales al
personal, etc.), identidad e integración del personal, programas de desarrollo
personal y profesional, entre otros aspectos.
2. Metodología
A principios del 2009 y hasta mediados del 2010, se realizó la
investigación “Institucionalización, Innovación y Estrategias Empresariales”
cuyo objetivo fue: Analizar, desde una perspectiva integral (es decir tomando
en cuenta los aspectos económicos, tecnológicos, sociales, culturales e
institucionales) las estrategias seguidas por empresas manufactureras
establecidas en Guanajuato, con la finalidad de ofrecerles información útil que
apoye su proceso de toma de decisiones y les permita ser más competitivas
(por ejemplo, supervivencia y permanencia en el mercado, optimización y
eficiencia de recursos, innovación, creación y desarrollo del capital humano,
etcétera), así como dar sugerencias de políticas de innovación que coadyuve a
elevar la competitividad de Guanajuato. El proyecto fue financiado por el
Instituto de Planeación del Estado de Guanajuato y por el Consejo de Ciencia y
Tecnología del Estado de Guanajuato.
Para cumplir con el objetivo se diseñó la Encuesta sobre Procesos de
Institucionalización, Innovación y Estrategias Empresariales: hacia una
Economía Basada en el Conocimiento (EIEBAC – 2009) que comprendió 106
preguntas agrupadas en 11 grandes temas (ver tabla 1).
8
Tabla 1 Preguntas en la EIEBAC 2009
Módulo Tema
Número
de
Preguntas
I Aspectos Generales de la Empresa 11
II Redes de Colaboración 10
III Capacidades Tecnológicas 24
IV Organización del Trabajo 17
V Relaciones Laborales 4
VI Empleo 7
VII Rotación de Personal 4
VIII Evaluación y Sistema de Incentivos 6
IX Identidad, Integración Laboral y
Valores
13
X Responsabilidad Social Corporativa 10
XI Relaciones con el Gobierno 3
TOTAL 106
En el mes de abril se realizó la prueba piloto y se modificó la EIEBAC
2009 para tener la versión definitiva. De mayo a septiembre se levantaron las
encuestas con la ayuda de estudiantes de la Ibero León, La Salle Bajío,
Universidad de Guanajuato Campus León y Campus Celaya y los integrantes
del equipo de trabajo1. Se contactó, vía telefónica y con el envío de una carta
de presentación del proyecto y sus objetivos, a más de 250 empresas, sólo 180 1 El autor fue parte de este equipo de trabajo; el reporte de investigación que presenta los datos generales fue realizado por Martínez, García y Arellano (2010).
9
contestaron que estaban interesadas en participar. Las empresas fueron
tomadas del Directorio de Empresas Exportadoras de COFOCE. Después de la
validación de los 180 cuestionarios recibidos se acordó sólo trabajar con las
encuestas respondidas por 133 empresas.
Las encuestas validadas fueron clasificadas en doce grupos, tomando
en cuenta el catálogo del Sistema de Clasificación Industrial de América del
Norte (SCIAN México 2002), que permite la comparación internacional. A
continuación se muestra la distribución de las empresas.
Para realizar este reporte se tomaron los datos de los siguientes
módulos: IV) Organización del Trabajo, V) Relaciones Laborales, VI) Empleo y
VII) Evaluación y Sistema de Incentivos. Estos proporcionan la información
relacionada con las Formas de Organización y del Capital Humano. Aún
cuando los datos se capturaron clasificando las empresas en pequeñas,
medianas y grandes, por cuestión de espacio y síntesis, se presentan los
resultados de manera general, aclarando que el 80% entra en la denominación
de Pymes.
3. Resultados
Por cuestión de espacio, solo se presentan algunos de los datos más
relevantes del estudio2.
3.1 División del trabajo 2 Si el lector desea analizar el reporte de investigación completo, solicitarlo a [email protected]
10
Como parte de los patrones del control de calidad ejercido en las
empresas, según la encuesta, siguen siendo minoría las que implementan
instrumentos automatizados. Por tanto, la mayoría hacen uso de un control
tradicional predominante, al realizarlo de manera visual, con los riesgos
correspondientes de cometer errores.
Se observa que en su mayoría las empresas, para llevar a cabo la
realización del mantenimiento, empleen personal especializado. Aunque no
todo queda en manos del personal de mantenimiento, ya que por lo menos la
tercera parte de las empresas sigue promoviendo que esta labor la realice el
mismo personal de producción.
3.2 Formalización del trabajo.
En relación al tema de la asignación de puestos, solamente el 15 % de
las empresas hacen aplicación de examen de conocimientos a los candidatos
contemplados para las distintas vacantes.
Aún cuando un 36 % de las empresas comienzan a aplicar examen de
habilidades y aptitudes, dicha tarea es llevada a cabo solamente en las
empresas que cuentan con el área de Recursos Humanos; es notorio que aún
la mayoría de las empresas siguen capacitando a su personal dentro de la
misma área de trabajo y sólo pocas logran definir y respetar un tiempo para
dicha capacitación de manera especializada.
En general, el procedimiento de promoción del personal de producción
se hace calificando de manera principal el dominio de operaciones y tareas,
seguido de la aplicación de examen de habilidades y aptitudes. Lo cuál significa
que sigue siendo de importancia para las empresas que el personal que va
desempeñando puestos específicos califique con mayoesr posibilidades, con
11
base a la experiencia previa, y no es razón de peso contar con las habilidades
necesarias y/o conocimientos a partir de un examen para desempeñar un
puesto en específico.
Dentro de las empresas seleccionadas para la encuesta, se encontró
que actualmente menos de las mitad de estas empresas, están haciendo uso
de manuales de procedimiento para la elaboración de sus productos; dato
relacionado a que muchas no cuentan con un departamento de recursos
humanos.
En lo referente al monitoreo o supervisión de cumplimiento de tareas ya
sea de manera individual o por áreas de trabajo, las empresas en su mayoría
reflejan que esta labor es realizada por los grupos de supervisores o jefes. Lo
cuál permite corroborar que aunado al control de calidad ejercido en la mayoría
de las empresas, sus medios de trabajo para llevar un monitoreo en el
cumplimiento de cada una de las tareas dentro de las empresas, sigue siendo
deficiente al no contar con una estructura administrativa definida.
3.3 Comunicación
En lo que respecta a la comunicación utilizada dentro de las empresas,
se detectó que menos de las mitad de las empresas encuestadas utilizan la
comunicación de tipo verbal-directa. Lo cuál sugiere que posiblemente los
mensajes que se busquen transmitir dentro de las empresas no esten teniendo
cumpliendo con su objetivo, sería importante que las pocas empresas que aún
no comienzan a implementar oficios, lo tomen como una alternativa además de
hacer uso de equipos informativos especiales.
En su conjunto, los diversos datos sobre la comunicación evidencian un
predominio de la comunicación verbal a través de las figuras de poder, jefes o
12
supervisores, lo que es congruente con las formas organizacionales tayloristas,
pues las nuevas formas de organización le dan primacía a los equipos de
trabajo y a otros medios colectivos-participativos para promover la
comunicación.
3.4 Movilidad interna.
El personal de producción es movido ya sea entre turnos, puestos , entre
las distintas áreas con las que cuenta la empresa o bien se fomenta el trabajo
de horas extras. Pero los movimientos realizados con más frecuencia en las
empresas es entre categorías o puestos dentro de una misma área de trabajo.
Entre los criterios más destacados para llevar a cabo la rotación interna
de personal de producción, se encuentran tanto las renuncias por parte del
personal como el aumento de producción el las empresas. También destacó el
ausentismo.
Los factores de movilidad interna pueden ser indicadores de la medida
en que la organización del trabajo posibilita o favorece la realización de un
abanico más o menos amplio de funciones productivas, lo cual podría estar
relacionado con la confección de nuevas formas de organización del trabajo
flexibles y proclives a un desempeño profesional cercano a la polivalencia
(Martínez, 2005). Como podemos darnos cuenta, esta movilidad es muy
limitada, reducida sobre a todo a circunstancias cotidianas como el tiempo
extra, el ausentismo, la rotación de personal, etc. No se asocia a una
planeación inteligente y funcional para lograr una mayor calificación del
personal operativo.
3.5 Relaciones Laborales
13
Como dato informativo de este módulo, se obtuvo que el 78% de las
empresas no tiene sindicato.
También se buscó identificar aquellos aspectos en los que el sindicato y
los trabajadores intervienen o participan en la toma de decisiones de diversos
aspectos de la dinámica laboral, ya sea a través de procedimientos formales o
informales. Mencionando los datos más relevantes, la opción que resalta en
cuanto a la participación del sindicato, fue la que se refiere a “se les informa”:
67% en cuanto a los cambios tecnológicos, 80% en cuanto a cambios en las
organización del trabajo, 50% sobre políticas de empleo y 64% en lo que se
refiere a procesos de trabajo; en cuanto a la participación de los trabajadores,
resaltaron las opciones de cambio tecnológico (53%) y organización del trabajo
(56%), pero también sólo para “informarles”. Esto hace evidente que la
participación creativa y efectiva de los trabajadores tiende a ser muy limitada.
3.6 Características del Empleo
El primer rubro que se exploro fue el género, y como puede observarse
en las tablas 2 y 3, la única categoría ocupacional en donde las mujeres son
mayoría (959) fue en el administrativo; en el resto, predomina el género
masculino. En números globales, en las empresas encuestas hay 8784
hombres y 4151 mujeres, menos de la mitad. La industria sigue siendo una
actividad predominantemente masculina.
Tabla 2. No. de trabajadores Hombres según categoría ocupacional
1.1 Directivos (gerencia) 562
1.2 Administrativos (oficinas) 768
1.3 Profesionistas y técnicos en producción 767
1.4 Supervisores en producción 649
1.5 Obreros especializados 3101
1.6 Obreros generales (no tienen una calificación especial) 5728
14
1.7 Total de trabajadores 8784
Tabla 3. No. de trabajadores Mujeres según categoría ocupacional
1.1 Directivos (gerencia) 228
1.2 Administrativos (oficinas) 959
1.3 Profesionistas y técnicos en producción 258
1.4 Supervisores en producción 132
1.5 Obreros especializados 1029
1.6 Obreros generales (no tienen una calificación especial) 3592
1.7 Total de trabajadores 4151
En el segundo rubro del modulo se pudo observar las edades más frecuentes
en la mayoría de los trabajadores según la categoría ocupacional (tablas 4 a 6);
los porcentajes más altos sobre el número de trabajadores se encuentran en
el rango de edad de 26 a 40 años con un 50%, el segundo lugar se encuentra
en el rango de edad de 16 a 25 años de edad con el 29%, y por último el rango
de más de 40 años de edad con el 21%, obviamente todos estos porcentajes
altos se encuentran en la categoría ocupacional de obreros generales y
especializados, ya que el mayor número de trabajadores se encuentran en
esta categoría.
Tabla 4. Edad más frecuente según categoría ocupacional (entre 16 a 25
años)(29% de la población total) %
2.1 Directivos (gerencia) .02
2.2 Administrativos (oficinas) 3.6
2.3 Profesionistas y técnicos en producción 3.9
2.4 Supervisores en producción .08
2.5 Obreros especializados 65
2.6 Obreros generales (no tienen una calificación especial) 26
Total 100
Tabla 5. Edad más frecuente según categoría ocupacional (entre 26 a 40 años)
(50% de la población total) %
2.1 Directivos (gerencia) 5.5
2.2 Administrativos (oficinas) 11
2.3 Profesionistas y técnicos en producción 15.6
2.4 Supervisores en producción 6.4
2.5 Obreros especializados 52.6
2.6 Obreros generales (no tienen una calificación especial) 9
15
Total 100
Tabla 6. Edad más frecuente según categoría ocupacional (más de 40 años)
(21% de la población total) %
2.1 Directivos (gerencia) 17.4
2.2 Administrativos (oficinas) 5.7
2.3 Profesionistas y técnicos en producción 3.7
2.4 Supervisores en producción 7.7
2.5 Obreros especializados 60
2.6 Obreros generales (no tienen una calificación especial) 5.3
Total 100
En la tabla 7 se pueden apreciar los porcentajes generales del nivel
escolar de la población encuestada, conforme a la categoría ocupacional.
Haciendo referencia a los números más significativos, se aprecia que el 85%
de los directivos , 60% del personal administrativo y 53% del personal técnico
de producción, tienen estudios superiores; en la categoría de supervisores,
36% tienen nivel técnico, 28% bachillerato y 19% estudios superiores. Los
obreros especializados tienen la secundaria en un 52% y 25% nivel técnico. En
los obreros generales el 66% tienen secundaria y 28% primaria.
Tabla 7. Porcentajes de Nivel Escolar por Categoría Ocupacional
Primaria Secundaria
Nivel
Técnico Bachillerato
Est.
Superiores Total
Directivos 1 5 5 4 85 100
Administrativos 1 3 11 25 60 100
Técnicos de Producción 1 2 17 27 53 100
Supervisores de Producción 2 15 36 28 19 100
Obreros Especializados 8 52 25 10 5 100
Obreros Generales 28 66 5 1 0 100
En la tabla 8 se aprecia el rango de antigüedad del personal en las
diferentes categorías ocupacionales, en el rango de antigüedad de menos de 2
años por porcentaje mayor pertenece a la categoría ocupacional de obreros
generales con un 35%, en el siguiente rango que es de 2 a 5 años la categoría
ocupacional con un 24% pertenece a los administrativos, el siguiente rango de
16
antigüedad es de 5 a 10 años en la que la categoría ocupacional de los
directivos ocupa el 24%, el siguiente rango es de 10 a 20 años de antigüedad
es de 32% para la categoría ocupacional de directivos, el ultimo rango abarca a
mas de 20 años de edad con un 60% también para la categoría ocupacional
de directivos.
Se puede decir que la antigüedad laboral de la población estudiada, cae
principalmente en los rangos que van de 2 a 10 años, lo que quizás sea
consecuente con los rangos de edad en que predomina la gente joven.
Tabla 8. Rango de Antigüedad del Personal %
Menos de 2 años 15
Entre 2 y 5 años 28
Entre 5 y 10 años 34
Entre 10 y 20 años 17
Más de 10 años 6
Total 100
En términos generales, de 8829 obreros (especializado y generales), las
empresas reportaron haber capacitado al 35% (3087) en uso de maquinaria o
equipo más moderno y el 43% (3840), en nuevas formas de organización del
trabajo.
5.7 Rotación de Personal
Respecto a la rotación de personal, se encontró que el 49% de los
trabajadores fueron despedidos y el otro 51% renuncio voluntariamente. Como
principales motivos sobre el abandono voluntario del trabajo por los obreros, se
señalaron lo aburrido (repetitivo) del trabajo con un 14% y las malas
condiciones de higiene y seguridad también con un 14% también; después con
un 13% se encuentran otras dos razones empatadas que son las pocas
prestaciones económicas y la falta de bonos por productividad; con un 11% se
17
encuentra la falta de oportunidad de ascenso, también con 11% lo intenso del
trabajo y la rotación de turnos.
Como principales causas del ausentismo en las empresas, resaltaron la
falta de interés por el trabajo con un 29%, continuando con un 27% por
cansancio de trabajo, después con un 24% problemas familiares.
4. Conclusiones
La organización del trabajo en la muestra de empresas estudiadas en el
estado de Guanajuato, en su mayoría, reúnen las características del
Taylorismo-Fordismo, si bien con diversos tintes de pre-Tayloristas,
conservadoras o tradicionales, si se consideran aspectos como los siguientes:
el control de calidad es principalmente visual; para asignar a un trabajador de
nuevo ingreso a su puesto de trabajo, los mecanismos básicos son la
propuesta del jefe o supervisor, y a veces por recursos humanos, y en
ocasiones con examen de conocimientos y /o habilidades. La organización del
trabajo es fundamentalmente centralizada y con baja participación de los
trabajadores en los procesos claves. Cuando se realizan cambios,
generalmente sólo se les informa a los trabajadores y/o al sindicato cuando lo
hay. Los rubros que más se comentan con ellos son los cambios tecnológicos y
las formas de organizar el trabajo; el empleo y los procesos organizacionales
no son analizados ni comentados con el personal de producción.
Existen pocos procedimiento formales y los que existen son poco
aprovechados para involucrar a los trabajadores en la toma de decisiones. En
todo caso se les involucra más a través de procedimientos informales, como
reuniones o juntas ocasionales, o por la buena disposición del supervisor para
comunicar estos cambios.
18
Aún cuando ha habido algunos esfuerzos de capacitación, sobre todo en
nuevas formas de organización, queda claro que más de la mitad de los
trabajadores no la reciben, lo que pueden resultar en una gran desventaja
cuando el desarrollo de capacidades de innovación se han vuelto un elemento
central de la competitividad.
En lo que respecta a la comunicación, predominan aquellas formas
centradas en las figuras de poder como el supervisor, gerente o dueño, más
que equipos de trabajo formales o estrategias sistemáticas de intercambio de
ideas y análisis de problemas.
El movimiento del personal dentro de las áreas de producción, es
ocasionado principalmente por situaciones circunstanciales, como el
ausentismo, las cargas de trabajo, incapacidades, etc., más que por un plan
previo que promueva la polivalencia, el aprendizaje y el desarrollo de nuevas
capacidades. La pobre movilidad puede limitar el desarrollo del trabajador y la
flexibilidad laboral.
La industria manufacturera, según este estudio, tiende a ser
predominantemente masculina, ya que los hombres son más del doble que las
mujeres (excepto en administración). Se aprecia, también, una población joven
(entre 26 y 40 años) y una antigüedad inferior a los 10 años.
La rotación de personal sigue siendo muy alta, tanto por baja voluntaria
como por despido, lo que limita la posibilidad de tener una planta de
trabajadores bien capacitados y comprometidos con la organización.
En la introducción de este trabajo se comentó la relevancia que ahora
tiene el capital humano, especialmente cuando éste se ha convertido en capital
intelectual, como fuente esencial del conocimiento, factor que resulta crítico en
19
la así llamada Sociedad del Conocimiento, en donde la innovación y la
competitividad son requeridas como parte de la permanencia de una
organización en el mercado. Los datos del presente estudio confirman lo que
estudios similares han encontrado: todo empresario y directivo está de acuerdo
en la importancia del capital humano, pero en los hechos demuestran que los
trabajadores siguen siendo relegados, en gran parte, a un papel pasivo y de
baja participación, sin involucramiento en cuestiones esenciales de su
quehacer cotidiano. También lo demuestra que gran parte de la remuneración
se basa fundamentalmente en salarios (y prestaciones de ley, que
indudablemente son muy precarias), dejando de lado prestaciones que
impulsen su desarrollo, así como bonos y compensaciones de acuerdo al
crecimiento de la productividad.
La información recabada muestra algunos esfuerzos, ya que, aún
cuando menores, pero aparecen porcentajes que señalan algún interés en
capacitar y desarrollar el capital humano, en involucrar al personal operativo en
la toma de decisiones y en la mejora continua de sus procesos de trabajo, pero
en general, los procesos de aprendizaje e innovación siguen siendo precarios,
limitados.
La moderna sociedad del conocimiento requiere, entre otros aspectos,
que las personas compartan sus conocimientos y experiencias, pero no sólo a
través de mecanismos informales, sino sobre todo formales, establecidos ex
profeso por el cuerpo directivo. Parecer ser que dejar que las personas decidan
y se apropien plenamente de su trabajo, es todavía un tabú, algo que pone en
peligro al productividad y el éxito de la empresa, cuando la tendencia del
desarrollo de las organizaciones indica precisamente que la innovación y la
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competitividad se sustentan en la participación e involucramiento inteligente de
quienes integran la empresa.
Ya se ha dicho que prácticamente el 80% de las empresas encuestadas
son Pymes, las pocas grandes que se incluyeron en el estudio tienen los
recursos y la visión para desarrollar el capital humano y convertirlo en factor
estratégico de su éxito. No obstante, las pequeñas y medianas empresas
juegan un papel fundamental en el desarrollo económico y social, motivo por el
cual deben continuar los esfuerzos por incluirlas plenamente en el desarrollo a
través de la innovación y la competitividad.
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