LA SOCIEDAD RED Y EL GOBIERNO DE LA INFORMACIÓN
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LA SOCIEDAD RED Y EL GOBIERNO DE LA INFORMACIÓN
Patricia Reyes Olmedo1
Resumen:
Para muchos es claro que hoy estamos viviendo en un nuevo tipo de sociedad.
Sin dejar de desmerecer el espectacular proceso evolutivo de las tecnologías
de información y comunicación, se trata de mucho más que la aparición, uso y
desarrollo de nuevas herramientas, lo que ha ocurrido es una trasformación
significativa de las estructuras sociales, económicas, culturales y por supuesto
del poder.
El paper aborda el surgimiento y conceptualización de la denominada
“sociedad red” definida y caracterizada por un uso intensivo y globalizado de
las redes. Abandonando el concepto de gobierno electrónico, intenta poner en
relieve el concepto de gobierno de la información, para mejor definir una forma
de administración gubernamental que tiene como eje central y objeto la
información. Por último se centra en los desafíos jurídicos que enfrenta esta
sociedad red y el gobierno de la información.
1 Abogada, MBA Universidad de Valparaíso, DEA en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense de Madrid, Profesora de Derecho y Tecnologías de la Universidad de Valparaíso y de la
Universidad de Chile, Jefa del Área de Recursos Legales de la Biblioteca del Congreso Nacional,
Miembro de FIADI desde 1996 y Consejera del Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías. Abril 2011.
La sociedad red
No podemos negar que nuestra sociedad ha cambiado, estamos viviendo en
palabras del sociólogo español Sáez Vacas2, un nuevo entorno tecnosocial,
que ha traído aparejado cambios significativos en las estructuras sociales,
económicas y culturales. El cambio, probablemente con causa fundamental en
la emergencia y evolución de las tecnologías de información y comunicaciones
(TICs) ha generado una relación transversal entre usuarios, que en la práctica
ha otorgado poder a millones de usuarios, trasladando la relación de uno a uno
y de uno a muchos, por la de todos a todos.
Esta nueva sociedad ha recibido múltiples denominaciones en los últimos años,
a saber: sociedad de la información, sociedad del conocimiento, sociedad
cibernética, sociedad telemática, sociedad ubicua y más recientemente
sociedad red o de redes. Sin embargo, la expresión más extendida en uso
durante mucho tiempo fue “Sociedad de la Información”, usada en 1973 por
Daniel Bell en el libro “El advenimiento de la sociedad post-industrial”3 refería
según Bierruso al “desarrollo social, heredero de la Sociedad Industrial,
alcanzado por la implantación de las tecnologías de la información y
comunicación, que permite a todas las partes implicadas (personas físicas y
jurídicas, administraciones, organismos, instituciones, industrias, etc.) enviar,
recibir, solicitar, distribuir, obtener, almacenar, evaluar, compartir y procesar
cualquier información de forma instantánea, ubicua e interactiva”4.
La evolución de estos conceptos o etiquetas, como veremos, pasa por
distinguir y conceptualizar un determinado tipo de sociedad que emerge a partir
cambios sociales. Sin embargo, hay que considerar que el inicio de la
sociedad de la información no emerge como producto de un cambio social sino
que es el cambio social producido por la masificación del uso de una
2 Sáez Vacas, Fernando. El poder tecnológico de los infociudadanos. Diarios y conversaciones en la Red
Universal Digital.
3 Bell, Daniel. The coming of post-industrial society; a venture in social forecasting.
4 Barriuso, Carlos. Administración electrónica. p. 24
herramienta, las tecnologías de información y comunicación. El cambio social
es la estructuración siguiente a su incorporación en las esferas del poder y su
posterior masificación consecuente con la baja de los costes en su uso. Cierto
es que a pesar de la enorme significancia del cambio producido por esta
herramienta, esta lejos de escapar a las “reglas” de la evolución histórica.
Efectivamente, este fenómeno desde el punto de vista histórico no es nuevo y
bien puede tener una comparación con la introducción de la imprenta de
Gutemberg en la sociedad europea de la época medieval. A pesar que el papel
y las formas de reproducción de documentos eran temas conocidos en la
sociedad China de la época, es en la sociedad europea en donde se difunde
inicialmente y se transforma en un fenómeno sin retroceso y con una amplia
capacidad de transformar a la sociedad en su conjunto. La posibilidad de
contener información en un soporte transforma el documento único en uno con
múltiples copias, y permite a éste pasar de unos pocos lectores a muchos
lectores. Este simple hecho contiene en su esencia conceptual, en su matriz
orgánica, un conjunto de relaciones que miradas desde la perspectiva del
momento de origen no se visualizaban, pues sólo perseguía “copiar” más
libros, principalmente “Biblias”. Desde el punto de vista las relaciones de
poder, el fenómeno, en evolución sin tropiezos, acumula experiencias y
necesidades y transforma el pequeño y poderoso grupo de escribanos y
lectores en una gran masa de impresores y lectores, la capacidad de leer deja
de ser patrimonio de unos pocos y se extiende, y con ello la capacidad
posterior de aprender, generar conocimiento y difundirlo. La espiral creció no
linealmente sino de forma exponencial, alcanzando amplitudes insospechadas.
Desde el punto de vista productivo se logran mejoras significativas en la calidad
de los productos y desde el punto de vista económico una significativa
reducción de los costes. El papel impreso es el símbolo de una época en que el
conocimiento se multiplica y difunde como nunca antes. Una época en que se
pone el conocimiento al alcance de todos. Mejor expresado, se pone el
conocimiento al alcance de muchos más que en cualquier otra época. Se
produce entonces un salto en las cualidades del conocimiento.
Como vemos es más que un cambio tecnológico, como algunos querrán verlo,
tiene que ver con la reorganización de la sociedad. Efectivamente la imprenta
como instrumento tecnológico es capaz de expandir la razón toda vez que
reproduce, innumerables veces argumentos, experimentos, análisis y
resultados. Pero no sólo lo hace en su presente sino que se presenta, desde un
punto de vista tecnológico, como la esencia y resumen de una evolución
histórica y tecnológica. El conocimiento acumulado puede, a partir de la
impresión, depositarse más tarde en bibliotecas y hacer de este modo que
accedan a él en el futuro. La bibliotecas se transforman en depósitos de
conocimiento se multiplican y expanden en número y calidad. El hombre ya no
se comunica solo con otros hombres a su alcance sino que es posible que se
comunique con todos los hombres a kilómetros o años de distancia. El espacio
se acorta y los interlocutores se multiplican, al unísono que la visión del otro se
hace conocida, modifica a otros hombres. De este modo la imprenta
súbitamente modificó la historia. La posibilidad de que la razón se convierta en
movilizadora y transformadora del mundo, dejando atrás una historia y
concretando la posibilidad de escribir otra. La imprenta es entonces, en su
época, una herramienta, no la única, a que cataliza el cambio social.
Si nos situamos en el presente, mirando al futuro, es claro que nos
enfrentamos a una nueva realidad que está cambiando sustancialmente
nuestra sociedad. Así visto, es posible realizar hoy la pregunta: ¿Es la época
de la información? ¿Es la época del conocimiento? ¿Es la época de las
tecnologías de la información y comunicación?
Es claro que la vieja y noble imprenta de Gutemberg ha sido reemplazada por
computadores y la velocidad con que se imprime una hoja resulta insignificante
frente a la reproducción de las muy actuales hojas virtuales. De la fuerza del
libro pasamos hoy a la realidad con un documento virtual. Una nueva forma
está entre nosotros. Corresponde sustantivar esta realidad. Desde un punto de
vista totalizador, podemos hablar de una nueva era y desde una realidad más
estructurada hablamos de una nueva sociedad.
Lo que no admite dudas es que la nueva realidad es global y totalizadora y está
marcada por un acontecimiento, por lo que es interesante buscar el punto de
inflexión de la nueva sociedad.
En este sentido, creemos que el término "Sociedad de la Información" se
remonta a una época en que las TICs se introdujeron ampliamente como
herramientas. Pero conforme pasó el tiempo hubo un gran progreso más allá
de la consideración de la tecnología como herramienta, pues su uso dio paso a
una sociedad muy diferente. Por consiguiente, debemos considerar seriamente
un vocablo que capte la esencia de la sociedad en que vivimos hoy en día, el
punto de inflexión del que hablamos.
En este sentido, podemos decir que vivimos y trabajamos en un entorno digital
y las estadísticas demuestran fehacientemente que hacemos amplio uso de
redes de información. Por lo anterior, resulta más propio hablar de “Sociedad
Red” que de “Sociedad de la Información”. La nueva infraestructura de
información, formada por redes, tiene un gran impacto en lo que hacemos día a
día.
El término “Sociedad Red” fue acuñado en 1991 por el holandés Jan van Dijk
en su libro De Netwerkmaatschappij para definir a una forma de sociedad que
se organiza en redes, y son estas redes sociales las que están configurando
hoy en día de forma principal la organización y las estructuras más importantes
de la sociedad moderna en todos los niveles (individual, organizacional y
social).
Para Castells, quien introdujo este término en la primera parte de su trilogía “La
era de la información”, las redes constituyen la nueva morfología social de
nuestras sociedades, y el término refiere a una sociedad donde las principales
estructuras sociales y las actividades se organizan en torno a las redes de
información procesada electrónicamente5.
5 Castells, Manuel. La Era de la Información. Vol.1: La Sociedad Red.
Características de la sociedad red
Caracterizan a esta sociedad los siguientes elementos:
1. La lógica de la red en su estructura básica, ya que el simple flujo informativo
no transforma la realidad, es sólo a partir del uso que se haga de ésta que
se puede concretar un proceso de comunicación en la sociedad
interconectada. La comunicación ya no es desde el punto de vista del
emisor, un argumento dirigido a otro sino que es un argumento lanzado a
todos, toda vez que todos tienen la posibilidad de acceder a la red y por
cierto ser red. Si bien, durante sus primeros años, los usuarios ingresaban a
ella a buscar información como quien consulta un libro, ahora hay una forma
diferente de pensar, crear y experimentar la red; una forma basada en la
participación, la interactividad entre usuarios y proveedores de información
y en el uso de dispositivos que permiten no sólo navegar, sino hablar,
comprar e incluso colaborar y participar.
2. Otra de las características claves de la sociedad red es la idea de la
accesibilidad. Las redes y sus contenidos nos pertenecen a todos por igual.
Por primera vez hay una capacidad de comunicación masiva no
mediatizada por los medios de comunicación de masas.
3. Por último, la sociedad red es también global. Es un espacio de flujos que
supera el espacio físico de los lugares, rompiendo la base en que la cultura
y las instituciones se manifiestan. Todo lo que está en la red cuenta; lo que
no está en ella no cuenta. Aquello que la red necesita, lo absorbe; aquello
que no necesita, lo excluye. Los nodos son importantes, unos más que
otros, pero todos se necesitan. Si no son necesarios, se excluyen. Se
supera de este modo la esfera local y coloca a cada uno y a todos, al
unísono, en una nueva esfera o realidad, proporcionándonos una nueva
cosmovisión.
Gobierno de la Información
El fin de la II guerra mundial y la consecuente reorganización del mundo traen
consigo una serie de fenómenos. Desde el fin del colonialismo, o casi su fin, el
desarrollo de la llamada guerra fría, la incorporación de nuevos países al
concierto mundial como es el caso del continente africano, que ya no será un
conjunto de colonias sino una realidad emergente, hasta las voces que
proclaman el fin de la historia.
En este contexto, se producen grandes y profundos cambios al parecer
durables y probablemente permanentes.
Estos cambios, inducidos por múltiples causales, siendo quizás la más
importante, la introducción de las nuevas tecnologías al aparato productivo,
permiten también alcanzar nuevas escalas de producción, que superan
ampliamente los límites de países, áreas y continentes. La llamada economía
global y la globalización como fenómeno social se esparcen por la faz de la
tierra a velocidades nunca antes conocida por fenómeno social alguno.
En el entramado del Estado, también se producen cambios, pues es éste el
que organiza a las fuerzas sociales y culturales que ejercen dominio en una
sociedad históricamente determinada. Así el desarrollo se puede explicar por
fenómenos sociales, políticos, culturales y sus respectivos marcos
institucionales. A partir de ello, son numerosas las instituciones que
evolucionan hacia un cambio de rol, entre ellas el Estado-Nación y el Estado de
Bienestar. En efecto, el cambio que ha tenido lugar en la sociedad ha
coincidido con el cambio en el Estado. Tanto la sociedad, como el Estado han
cambiado significativamente.
En este sentido y si consideramos que la información era y es un elemento
determinante en la acción del gobierno, pues sin lugar a dudas motiva o debe
hacerlo cada una de las decisiones gubernamentales, observaremos que
desde los inicios del uso de las tecnologías de información y comunicación en
la administración pública en los años 40, se han producido importantes y
trascendentales cambios en la forma en que el Estado utiliza la información
para realizar sus actividades internas y proporcionar servicios a los ciudadanos.
A partir de esos cambios y a medida que el concepto sociedad de la
información se desarrollaba, se comenzó a hablar de administración electrónica
o gobierno electrónico. En efecto, encontramos utilizado el término en el
memorando enviado bajo la presidencia de Clinton, denominado “Electronic
Government”6. En él se indicaba que las agencias gubernamentales debían
incorporar las TIC de manera de mejorar los servicios a los ciudadanos.
En la época también, el término fue definido por Erkki Liikanen7 y refería al “uso
de las tecnologías de la información y la comunicación en las administraciones
públicas en combinación con el cambio organizativo y las nuevas técnicas para
mejorar los servicios públicos y los procesos democráticos y reforzar el
respaldo a las políticas públicas”.
La Comisión de las Comunidades Europeas por su parte utilizaba este término
haciendo referencia al mismo como “el uso de las tecnologías de la información
y las comunicaciones en las administraciones públicas, combinado con
cambios organizativos y nuevas aptitudes, con el fin de mejorar los servicios
públicos y los procesos democráticos y reforzar el apoyo a las políticas
públicas”8.
Sin embargo debemos entender que la era de la Sociedad de la Información
coincide con la doctrina imperante en el mundo denominada del Estado
Administrativo, que otorgaba una competencia general a las autoridades,
quedando los individuos sometidos bajo la autoridad de funcionarios e
instituciones administrativas.
6 Memorando “Electronic Government” del Presidente Bill Clinton con fecha de 17 de diciembre de 1999.
Texto completo disponible en:
http://govinfo.library.unt.edu/npr/library/direct/memos/elecgovrnmnt.html (consultada abril 2011)
7 Liikanen, Erkki. eGovernment for Europe's public services of the future.
8 Comunicación “El papel de la administración electrónica en el futuro de Europa” de la Comisión Europea
COM (2003) 567, de 26 de septiembre de 2003. Texto completo disponible en: http://eur-
lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2003:0567:FIN:ES:PDF (consultada abril 2011)
Hoy en día sin embargo, en la concepción del Estado Constitucional, los
derechos se derivan de las garantías fundamentales del hombre y cualquier
restricción sobre los derechos y libertades de las personas debe ser
establecida en la ley.
Cremades sostiene que el “acceso sin precedentes a la información,
acompañado de un casi ilimitado intercambio de datos en tiempo real, deberá
por fuerza modificar las relaciones de poder de nuestra sociedad. Desde la
perspectiva de la política, se puede afirmar que la libre circulación de
información conlleva un serio proceso de descentralización del poder, tanto
estatal como internacional”9.
En base a estas ideas, el término gobierno electrónico, de amplio uso hoy en
día, debería ser reemplazado por “gobierno de la información”, concepto que
fue introducido por Víctor Mayer-Schönberger y David Lazer10, Se fundamenta
esta idea en que el término gobierno electrónico, en su acepción tradicional se
enfoca en las tecnologías de la información como herramientas de apoyo y en
las transacciones como servicio.
Gobierno de la información sin embargo, según explica Ahti Saarenpää11, es
una nueva forma de gobierno que en muchos aspectos depende de la
tecnología. En el caso, el gobierno está inextricablemente ligado a los sistemas
de información, los repositorios y las redes de información. En este tipo de
gobierno, la información no es meramente material en bruto, ni es sólo un
factor de producción, se hacen relevantes los flujos de información (dentro del
sector público, entre el sector público y los ciudadanos, y entre los propios
ciudadanos) para entender la eficiencia, la movilización política y la
responsabilidad democrática. Así entendido, el gobierno de la información es
un lugar o forma a través de la cual se realizan los derechos del individuo en un
Estado Constitucional democrático.
9 Cremades, Javier. Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital. p. 16 y 17
10 Governance and Information Technology. From Electronic Government to Information Government.
Editado por Viktor Mayer-Schönberger and David Lazer. p. 1 a 14. Disponible en:
http://mitpress.mit.edu/books/chapters/0262134837chap1.pdf
11 Saarenpää, Ahti. “Legal Informatics today, some theoretical observations”.
Fases de Gobierno Electrónico
Esta nueva concepción, nos permite también reflejar el cambio en el
planteamiento de las etapas o fases que debe alcanzar este gobierno de la
información.
Originalmente, Backus12, basado en el modelo de Garnet Group13, distingue
cuatro etapas progresivas en el establecimiento del Gobierno Electrónico:
Presencia, Interactividad, Transacción y Transformación14.
El nuevo planteamiento que hemos realizado coincide con la propuesta de
ampliación de las etapas hacia el concepto de “one-stop-government”, es decir,
el gobierno que provee sus servicios en forma completamente unificada, o un
gobierno en línea completamente abierto e integrado con las actividades de los
ciudadanos.
Las nuevas etapas, que denominaremos Participación y Colaboración, recoge
la idea de interrelación entre los organismos públicos y entre éstos y la
ciudadanía de manera de integrar a la acción gubernamental los
requerimientos de participación y colaboración de los receptores de los
servicios públicos.
12 Backus, Michael. E-governance in Developing Countries. p. 8
13 Gartner Group es una consultora internacional en comercio electrónico que formuló en el año 2000 el
“E-Governance Maturity Model”. El modelo se encuentra disponible bajo registro y pago en:
http://www.gartner.com/DisplayDocument?ref=clientFriendlyUrl&id=1390447
14 Cada etapa comprende:
Presencial: Web pasiva de la Administración, que sólo proporciona al ciudadano y empresas información
unidireccional sin posibilidad de interacción
Interacción: Portal de la Administración ofrece una información más integrada y de mayor volumen y
permite la realización interactiva de trámites sencillos por parte de ciudadanos y empresas
Transacción: Oferta pública de servicios en línea a los ciudadanos
Transformación: Gestión global de procedimientos administrativos de varios órganos y/o
administraciones).
En la medida en que los gobiernos avanzan en estas etapas, el gobierno de la
información se convierte en algo dinámico, una manera de gobernar de forma
orgánica y flexible, que tiene como finalidad liderar la solución de las
necesidades sociales en un entorno cambiante.
Elementos del gobierno de la información
Esta nueva mirada del gobierno, a partir de las propuestas de Mayer-
Schönberger y Lazer15, y de Saarenpää16, engloba por lo menos los siguientes
elementos característicos:
1. Depende de la tecnología. No se concibe un gobierno hoy en día sin
repositorios, sistemas de información, y las propias redes de información y
comunicación.
2. Está centrado en los flujos de información. El gobierno de la información
examina dónde, cuándo y por qué cambian los flujos de información y la
interacción entre estos cambios y las actividades del sector público. En
este sentido se debe reconocer que las redes digitales pueden cambiar el
tipo, la cantidad y la facilidad de información del gobierno que es accesible
a los ciudadanos, y viceversa. Esto tiene importantes consecuencias para
el equilibrio no sólo entre el individuo y el Estado, sino también entre el
gobierno y la sociedad en su conjunto. Por lo anterior, es necesario que el
gobierno de la información reconozca, focaliza e innove en la comprensión
de las relaciones internas y externas, es decir con sus funcionarios, entre
organismos o agencias gubernamentales, y por supuesto con los
ciudadanos.
15 Infra 10
16 Infra 11
Desafíos de la sociedad red y del gobierno de la información
Si consideramos los elementos que caracterizan la sociedad red que vivimos y
lo que hemos denominado gobierno de la información podemos establecer una
serie de desafíos que surgen de estas concepciones y que debemos enfrentar,
entre ellos destacamos:
1. Fomentar el aprendizaje social respecto de las nuevas formas en que las
personas se relacionan y usan información a través de las redes.
El denso tejido de redes interoperables, con distintos nodos y numerosos
dispositivos que permite la conexión e intercambio transversal de distintos
usuarios, datos, información e ideas, altera las redes sociales habituales,
forma nuevas redes y modifica sustancialmente el comportamiento y
actividad de los usuarios. El cambio de escenario implica una verdadera
autonomía comunicativa en que los usuarios buscan, eligen y componen
contenidos digitales, relacionándolos a gusto. Lo anterior crea una nueva
dimensión social de interacciones, centrada en compartir y distribuir
información que debe ser difundida a todos.
El desafío está entonces en incentivar, en palabras de Sáez Vacas17, un
aprendizaje social acerca del significado y oportunidades que abren estas
redes a fin de usarlas con eficacia y equidad, persiguiendo como objetivo el
equilibrio de intereses individuales y colectivos ante el potencial aumento
del poder del gobierno de la información.
Al respecto, a decir de Flores F. y Winograd en 1986, toda herramienta
tecnológica forma parte de una compleja red social, la significación de la
herramienta reside en como se inserta en la red, y que para comprenderla
no basta con saber como se usa, sino que es preciso comprender no sólo la
tecnología, sino los procesos y actividades involucradas18.
17 Infra 2
18 Winograd, Terry, Flores Fernando. “Understanding computers and cognition”. 2004. Citado por Sáez
Vacas, Fernando. El poder tecnológico de los infociudadanos. Diarios y conversaciones en la Red
Universal Digital.
2. El reconocimiento claro y decidido del derecho a la información.
Como postulara el académico español José María Desantes19 la
información pertenece a todas las personas, no a un grupo o gremio
específico, por tanto se debe asegurar a cada individuo el derecho a recibir,
investigar y difundir mensajes sin ningún tipo de limitación arbitraria, tal
como lo reconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos20, en
su artículo 19 al declarar como garantía fundamental de toda persona el
atraerse información, informar y ser informada.
El reconocimiento del derecho a la información como garantía fundamental
que todo Estado garantiza a sus ciudadanos, habilita ampliamente a los
individuos así considerados para participar en estos espacios, asegurando
de este modo una completa libertad de expresión. Por su parte, el derecho
de acceso a la información pública, que hace parte del derecho a la
información, complementa normativamente toda la prestación de servicios
del Estado.
Bajo esta premisa universal, el gobierno de la información debe centrar su
actuar en responder de la forma más eficiente al aseguramiento de esta
garantía, sin dejar por ello dejar de evitar intromisiones indebidas y
atentados a otros bienes jurídicos especialmente protegidos tales como la
vida, el honor y la intimidad de las personas.
No obstante lo señalado, es claro que gran parte de la institucionalidad y
normativa vigente en esta materia a nivel mundial no cumple con los
estándares adecuados para el aseguramiento de este derecho. Es por
tanto un gran desafío avanzar en este sentido.
19 Desantes, José María. Información y Derecho. p. 11.
20Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, disponible en:
http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm. (Consultada abril 2011).
3. Maximizar la apertura de los datos y de las redes, bajo los conceptos y
tendencias mundiales de “open data”21.
La información en poder del gobierno es una forma de infraestructura, con
el mismo nivel de importancia que otras infraestructuras, tales como el agua
y la electricidad, y compartida habilita la transparencia y la innovación.
Resultado del flujo de información con los ciudadanos, esta información les
permite actuar, participar e innovar.
No obstante, los datos públicos del gobierno sólo son un recurso valioso si
se comparten libremente bajo principios y estándares comunes. En este
sentido, la información debe cumplir con los requerimientos de ser
confiable, consistente, actualizada, encontrable, fácil de usar y de
interpretar. Y además debe ser reusable y redistribuible. Para ello también
debe explotarse al máximo la apertura de los flujos de información a través
de redes abiertas.
La tendencia mundial en materia de apertura de los datos públicos nos
indica que la filosofía de open data está desarrollándose y creciendo en los
últimos años, existiendo ya varios países que tienen sus datasets22
publicados o están en vías de hacerlo. No obstante lo anterior, se debe
entender que el objetivo no es sólo comunicar información, sino trasladar
efectivamente poder a los ciudadanos y democratizar la información.
Para lograr esto último, el desafío se centra en crear estándares y buenas
prácticas que permitan la adopción de políticas públicas y regulaciones
acordes con los principios y estándares consensuados por la comunidad
internacional.
21 Filosofía o doctrina que sustenta la "democratización de la información", y que considera que los datos
pasan por un ciclo de vida que supone que son recogidos, estructurados, y linkeados por los distintos
agentes, para permitir su distribución oportuna e incentivar luego la supervisión y/o corrección por parte
del público que los utiliza.
22 Directorios de datos.
4. Mejorar el funcionamiento de los sistemas de información. Los sistemas en
este contexto no son meras herramientas, por lo que deben funcionar
correctamente y la información que manejan o almacenan debe ser exacta.
En un Estado Constitucional ya no es aceptable justificar las deficiencias u
obstáculos que presenta la acción gubernamental en las caídas o en la
configuración de sus sistemas de información. Aquí hay un tema
interesante para lo que denominamos la seguridad informática que pasa a
ser una faceta de la seguridad jurídica.
Tampoco es aceptable la conculcación de derechos individuales por la
carencia de medidas de seguridad que normalmente deben ser adoptadas
por el gobierno de la información.
5. Alcanzar una institucionalidad capaz de otorgar a todos los actores
condiciones para una participación activa, igualitaria y equitativa en estos
flujos de información, con altos grados de libertad y responsabilidad
individual y colectiva.
En este ámbito y ante el mundo globalizado y globalizante que vivimos,
surgen desafíos importantes para nosotros los juristas, encargados de
atender las necesidades y preocupaciones que permitan a los ciudadanos
encontrar y disfrutar de la paz social.
Ante todo, debemos estar atentos y expectantes al futuro cambiante que sin
lugar a dudas nos enfrentará a nuevos problemas y cambios. Ese futuro no
debe paralizarnos. Los desafíos que enfrentaremos como juristas no serán
resueltos con las viejas recetas del Derecho, sino que con las ventanas
abiertas hacia el futuro para guiar nuestra reflexión y acción.
Enfrentamos un mundo disperso e incierto mirando al 2020, y cuando
llegue, no estaremos donde estamos, y por cierto, tampoco en un lugar
conocido.
Referencias
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