La Memoria de la Shoá en la Construcción de la Identidad Nacional Israelí

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MEMORIA DE LA SHOÀ EN LA IDENTIDAD NACIONAL ISRAELÍ. Patricio BRODSKY …Hay una lucha política acerca de lo ocurrido y también del sentido de la memoria misma. El espacio de la memoria es un espacio de lucha política, muchas veces en términos de lucha contra el olvido. En realidad, las consignas esconden una oposición entre distintas memorias rivales: es memoria contra memoria. Elizabeth Jelin 1 Una nación es, pues, una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios que se ha hecho y de aquellos que todavía se está dispuesto a hacer. Supone un pasado; sin embargo, se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida común. Ernest Renan 2 El nacionalismo es esencialmente una creación política moderna envuelta en el manto de una historia y recuerdos comunes, pero una nación ha sido con frecuencia un grupo de personas que mienten colectivamente sobre su pasado lejano –con demasiada frecuencia- reescrito para que encuadre con las necesidades del presente. Shlomo Ben Ami 3 ACERCA DE LA MEMORIA Y LA IDENTIDAD NACIONAL La memoria colectiva es una representación colectiva del pasado pero no se trata del recuerdo literal de lo acontecido, tampoco es algo que simplemente le “acontece” al grupo pasivamente; sino que se trata del producto de un proceso de construcción colectiva. La memoria colectiva es pública, existe un uso público de la memoria que es político a través de la implementación de políticas de la memoria. La memoria en el espacio público está al servicio del combate por las significaciones del pasado, una pugna por llenar de sentido ese pasado y ponerlo en correspondencia con el presente. Se trata de una lucha política para configurar el 1 JELIN, Elizabeth: La Construcción de la Memoria: A Veces da para Debatir, Otras no . Reportaje publicado en periódico Rio Negro Online, 29/12/2002 en Internet http//www.rionegro.com.ar/arch200212/s29s15a.html (Consultado el 6/8/2004) 2 RENAN, Ernest: ¿Qué Es Una Nación? [Conferencia Dictada En La Sorbona, París, El 11 De Marzo De 1882].Internet: http://enp4.unam.mx/amc/libro_munioz_cota/libro/cap4/lec01_renanqueesunan acion.pdf (Consultada el 15/8/2015) Pág. 11 3 BEN AMI, Shlomo: El Espejismo Posnacional publicado en el sitio de Internet Project Syndicate htpp//:www.project-syndicate.org/commentary/shlomo-ben- ami-explores-the-persistance-of-what-albert-einstein-called-a-malignant- fantasy/spanish el 5/5/2014 (Consultado el 15/8/2015)

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MEMORIA DE LA SHOÀ EN LA IDENTIDAD NACIONAL ISRAELÍ.

Patricio BRODSKY

…Hay una lucha política acerca de lo ocurrido y también del sentido de la memoriamisma. El espacio de la memoria es un espacio de lucha política, muchas veces entérminos de lucha contra el olvido. En realidad, las consignas esconden una oposiciónentre distintas memorias rivales: es memoria contra memoria. Elizabeth Jelin1

Una nación es, pues, una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificiosque se ha hecho y de aquellos que todavía se está dispuesto a hacer. Supone un pasado;sin embargo, se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseoclaramente expresado de continuar la vida común. Ernest Renan2

El nacionalismo es esencialmente una creación política moderna envuelta en el manto deuna historia y recuerdos comunes, pero una nación ha sido con frecuencia un grupo depersonas que mienten colectivamente sobre su pasado lejano –con demasiada frecuencia-reescrito para que encuadre con las necesidades del presente. Shlomo Ben Ami3

ACERCA DE LA MEMORIA Y LA IDENTIDAD NACIONAL

La memoria colectiva es una representación colectiva del pasadopero no se trata del recuerdo literal de lo acontecido, tampoco esalgo que simplemente le “acontece” al grupo pasivamente; sino quese trata del producto de un proceso de construcción colectiva. Lamemoria colectiva es pública, existe un uso público de la memoriaque es político a través de la implementación de políticas de lamemoria. La memoria en el espacio público está al servicio delcombate por las significaciones del pasado, una pugna por llenarde sentido ese pasado y ponerlo en correspondencia con elpresente. Se trata de una lucha política para configurar el1 JELIN, Elizabeth: La Construcción de la Memoria: A Veces da para Debatir, Otras no.Reportaje publicado en periódico Rio Negro Online, 29/12/2002 en Internethttp//www.rionegro.com.ar/arch200212/s29s15a.html (Consultado el6/8/2004)2 RENAN, Ernest: ¿Qué Es Una Nación? [Conferencia Dictada En La Sorbona, París, El 11 DeMarzo De 1882].Internet:http://enp4.unam.mx/amc/libro_munioz_cota/libro/cap4/lec01_renanqueesunanacion.pdf (Consultada el 15/8/2015) Pág. 113 BEN AMI, Shlomo: El Espejismo Posnacional publicado en el sitio de InternetProject Syndicate htpp//:www.project-syndicate.org/commentary/shlomo-ben-ami-explores-the-persistance-of-what-albert-einstein-called-a-malignant-fantasy/spanish el 5/5/2014 (Consultado el 15/8/2015)

sentido del pasado y el sentido de la memoria. El espacio de lamemoria es un espacio de lucha política (JELIN, 2002). En suma, lamemoria histórica es un espacio de lucha simbólica, de disputa porla hegemonía interpretativa de lo acontecido en el pasado, alservicio de las confrontaciones políticas presentes entrediferentes colectivos sociales.

La identidad nacional es el sentimiento de pertenencia a unacolectividad histórico-cultural definida con característicasdeterminadas desde lo cultural hasta las formas organizativassociales y políticas. La identidad siempre es colectiva, es unaforma de ideología dado que involucra una concepción particular dela relación de los hombres entre sí y del hombre con lanaturaleza. Históricamente la identidad nacional es una ComunidadImaginada (ANDERSON, 1993), que se construye en un procesocolectivo. Las identidades colectivas tienen una mirada común delpasado, esto es: participan de una memoria colectiva que es lo quelos liga. Y esa identidad se cimienta en la memoria colectiva lacual, a su vez, tiene un carácter público y político. (GROPPO,2002a) En efecto, existe una relación inescindible entre memoria eidentidad colectiva puesto que a través de la primera es que lasegunda se produce y se transmite. La identidad no es algo dado deuna vez y para siempre, sino que se trata del producto de unproceso histórico de producción (y re-producción) social ycultural. Las políticas de la memoria son esfuerzos de lashegemonías por construir y sostener determinadas formas derecordación colectiva del pasado en función de cierta identidadcolectiva. (GROPPO, 2002b)

La memoria es una representación colectiva del pasado cuya funciónserá la legitimación de las creencias colectivas del grupo enfunción de la legitimación de las élites. Es por ello que lamemoria siempre es una representación del pasado en función deintereses/proyectos presentes. (JEDLOWSKI, 2000). La memoriacondensa en sí tres momentos: el presente en el cual un recuerdodel pasado se nos presenta y, generalmente está asociado a unaintencionalidad futura que, a su vez, se ancla en algo que estáocurriendo en el presente (JELIN, 2002). Podemos afirmar que lamemoria colectiva es una reconstrucción del pasado comandada porimperativos del presente, es una construcción de sentido político.También Traverso dirá que la memoria es una representación delpasado forjada en el presente otorgándoles sentido y dirección.(TRAVERSO, 2007)

La memoria puede ser tanto un recurso de los pueblos vencidos ypostergados para mantener una identidad subalterna como ser unrecurso de las clases dominantes o los Estados para difundir susvalores y propagar su visión de la sociedad en pro de sostener suhegemonía.(SANMARTIN, 2014)

La identidad colectiva no se construye sólo a través de la memoriasocial, sino, más bien, es el producto de una dialéctica memoria-olvido, no sólo importa lo que se recuerda colectivamente sinotambién lo que es olvidado: Todo proyecto nacional se basa no sólo en lamemoria, sino también en el olvido. Memoria y olvido son las dos dimensiones de unmismo campo de negociación del sentido (ZERTAL, 2010:98)

Las modificaciones acerca de la percepción del pasado están encorrespondencia con los avatares y acontecimientos del presente,el pasado no se modifica, lo que se modifica son las percepcionesde acontecimientos pretéritos de acuerdo a modificaciones decircunstancias presentes. La memoria colectiva se construye yreconstruye en un proceso inserto en la dialéctica vincularintergrupal. En una lucha política por la hegemonía en la lucha desentidos. (ERICE SEVARES, 2014) La memoria del pasado es dinámica,el pasado es apropiado en una relación dinámica y confrontativacon otros relatos del pasado. Cada narración del pasado ocupa unlugar central en la identidad y puede tener relevancia en losconflictos presentes.

Todo colectivo nacional es una comunidad imaginada y como tal estáconstruida socialmente, es decir, es imaginada por las personasque se autoperciben dentro de este grupo (ANDERSON, 1993). Y cuyaidentidad se cimenta en un pasado común, un relato fáctico-míticollamado memoria colectiva. El pueblo judío, al menos en su facciónmás tradicional, como muestra Yerushalmi se autopercibe como lacontinuidad contemporánea del pueblo bíblico.4 En el relatonacional Israel aparece como la prolongación contemporánea de lanación de Israel de los relatos sagrados. Sus fundamentosnacionales pretenden ser históricos pero son mítico-históricos.(TILLEY, 2007). Las narrativas nacionales son historias míticas de4 …Efectivamente, las imágenes de sangre y suelo, el aguzado antagonismo entre la vida judía enel exilio y la heroica lucha redentora de los judíos en Palestina, lo mismo que la imagen de laPalestina judía como heredera directa de los guerreros de los tiempos antiguos (Judas Macabeo yBar Kokhba), todo eso influyó mucho en la conciencia colectiva… (ZERUBABEL,1994 citado enERICE SEVARES, 2008:333)

eventos dramáticos que se centran en héroes, esas narrativasencarnan el Ethos del pueblo y la identidad nacional y son fuentede inspiración colectiva (AUERBACH, 2012) (ZERTAL, 2010:21-22)

Los estados son los principales actores en los procesos deconstrucción de identidad colectiva porque ejecutan políticasactivas de memorias, jerarquizando algunas voces, silenciandootras, los estados intervienen activamente en la conformación dememorias colectivas, desarrollando políticas conmemorativasoficiales (actos, museos, fechas de calendario, etc.), subsidiandoasociaciones memoriales (ex–combatientes, ex–detenidos-desaparecidos, familiares de víctimas, etc.), financiandoiniciativas artístico-culturales o académicas; o por el contrario,intervienen negativamente prohibiendo, censurando, etc. (ERICESEVARES, 2014:22) Aunque los estados tienen un papel importante enlos procesos de producción y reproducción de las identidadescolectivas modernas, este proceso colectivo excede los límites delas políticas memoriales que se puedan desarrollar desde losaparatos ideológicos del Estado, políticas memoriales paralelas y,a veces, hasta subalternas y contrahegemónicas, se desarrollan enintervenciones de los medios de comunicación de masas.

El papel fundamental de la memoria colectiva en la formación de las identidadesnacionales modernas, el auge de la cultura de masas y la política de masas, y eldesarrollo de nuevas tecnologías de la comunicación han todo llevado a la situaciónactual, en la que el derecho a narrar el pasado ya no está reservada para las elitesacadémicas y políticas. Hoy en día, los principales acontecimientos históricos adquieren susignificado público no sólo a través de las interpretaciones académicas y patrocinadas porel Estado, sino también a través de la televisión, el cine y la prensa (Zelizer, 1992).(MEYERS, ZANDBERG y NEIGER, 2009:459)

El discurso público en el estado de Israel (como así también enlas dirigencias judías diaspóricas) está profundamente atravesadopor la Shoá, sobre todo como un Ethos justificador de suexistencia, pero no sólo, multiples referencias a la memoria de latragedia atravesarán la esfera pública y servirán de fundamento aposturas político-militares de dicho estado, en parte nosreferimos a esto cuando hablamos de “uso público” de la memoria.

Como ejemplo de este uso de la memoria del Holocausto parajustificar políticas de Estado podemos citar un fragmento de undiscurso de un Primer Ministro de Israel Menajem Begin, quienafirmó: Créanme, la alternativa a luchar es Treblinka, y hemos decidido que no habrá

más Treblinkas. Ahora es el momento en el cual una valiente decisión ha de hacerse. Losterroristas criminales y el mundo deben saber que el pueblo judío tiene derecho adefenderse, al igual que cualquier otro pueblo. (Begin 5/6/1982 citado enPARR, 2006:138)

Todo grupo identitario construye su relato colectivo en una seriede mitos que lo fundamentan y le dan sentido; toda identidad sefunda sobre una memoria colectiva que le da entidad. Un “usopúblico” del pasado en función de una identidad colectivapresente, en este sentido habla Ben Ami cuando dice: Israel, comotoda nación, está basado sobre una serie de mitos fundacionalescuya esencia es la adopción de tradiciones arcaicas y atávicas alservicio de un renovado nacionalismo. (BEN AMI, 1999)

LA MEMORIA EN EL JUDAISMO E ISRAEL

Dice Yerushalmi que el pueblo judío es el pueblo de la memoria yesto es particularmente cierto en Israel cuya identidad nacionalestá estrechamente ligada al recuerdo de la victimización. Enefecto, los “Lieux de Memoire” del calendario israelí no sólosubsumen los del calendario ritual judío que están ligados amomentos de peligro y exterminio en la época bíblica: Pesaj,Purim, Tisha Ve Av, Jánuca, son festividades del calendario ritualjudío incorporados al calendario israelí, sino que, además se lesuman otros que son modernos: Iom Hashoá e Iom Hazikarón que sonsolemnes conmemoraciones donde se rinde tributo a la memoria delas víctimas de la Shoá y a los caídos en defensa del Estado deIsrael. En ambos casos se paraliza por completo la actividad delpaís durante dos minutos mientras suenan las sirenas antibombas entodo el país, el respeto a este ritual “Lieux de Memoire” es talque hasta se detiene el tráfico y los conductores descienden delos vehículos mientras dura la conmemoración.

Estas conmemoraciones están simbólicamente encadenadas, IomHashoá, se conmemora en relación con la recordación delLevantamiento del Gueto de Varsovia, se realiza una semana antesde Iom Hazikarón, y esta conmemoración se realiza un día antes deIom Haatzmaut (el Día de la Independencia), estableciendo así unlazo alegórico entre los judíos heroicos de la diáspora, el “NuevoJudío” épico israelí y el Estado de Israel, incorporando, de estemodo, en un calendario nacional moderno una asociación ritualtípica de las efemérides judías, una relación dialéctica

destrucción-redención.5 Dalia Ofer afirma que esta díada es elcorazón de la interpretación del Holocausto y la narrativa que elsionismo impuso durante la primera década de existencia de Israel.Según Ofer esta narrativa se estructura en términos de una díadaen una dialéctica Destrucción (la Shoá) / Redención (Creación deIsrael) (OFER, 2000)

La victimización, la asunción del lugar de víctima, termina porlegitimar las aspiraciones del grupo que hace esta utilización deese carácter como característica identitaria, Zertal, siguiendo aJaffee afirma que: En los relatos construidos en torno a experiencias de catástrofe ydestrucción, “la víctima es siempre víctima y vencedor a la vez, y cada destrucciónengendra un renacimiento que trasciende el poder del opresor” (ZERTAL, 2010:23)

El Ethos del discurso nacional israelí apela al caráctervictimista, nos “merecemos” nuestro estado porque hemossido/somos, un pueblo perseguido. Como digo en un párrafoanterior, los principales “Lieux de Memoire” del calendarionacional israelí (tanto los acontecimientos religiosos como losseculares) son memoriales de masacres de judíos. El Pathos deldiscurso nacional israelí, teniendo en cuenta el Ethos al querefiere moviliza el miedo y la paranoia, es un discurso centradoen el supuesto antisemitismo del resto de la humanidad y su gradosuperior, la Shoá, el discurso memorial de la Shoá hoy estáomnipresente en la esfera pública israelí. Uno de los efectos decentrar la identidad judía en el Holocausto es perpetuar el lugarsimbólico de víctima (ergo legitimar las acciones propias y buscarcrear empatía con la postura propia).

El discurso nacional israelí apela al derecho a la existencia (yla negación del otro) porque “fuimos víctimas”. Eso nos da derechoa defendernos aun a costa de negar la existencia del otro.Podríamos aventurar que si Israel existe es porque el judío hasido reducido a la normalidad, se ha “asimilado” e integrado alorden político-económico dominante. (TRAVERSO, 2014)

5 El antropólogo Juan Aranzadi ha subrayado la proliferación de celebraciones patrióticas israelíesen la primavera, estación de la regeneración. En pocos días se suceden la conmemoración "de laShoah y el heroísmo", asociando, significativamente, el Holocausto a la rebelión del gueto deVarsovia; el Memorial Day, en recuerdo de los soldados muertos en defensa de Israel; y el Día de laIndependencia. Se trata de los símbolos "más respetados y compartidos en Israel". (ERICESEVARES, 2008:336)

No se trata en realidad de perpetuar el recuerdo del genocidio sino de consolidar la nuevaideología de la exclusión. Ahora los judíos son los que están dentro. Lo que nuestroslíderes solicitaron, parece, no eran los derechos humanos, sino el derecho de pertenecer ala élite. Ahora podemos participar en la violación de los derechos de otros.(PIETERBERG, 2014:16)

Parecería haber una virtual obsesión con el recuerdo devictimizaciones pasadas y una continuidad en el tiempo con elheroísmo del Israel bíblico, otro de los mitos-memorialesnacionales es el de Masada. El recuerdo del martirologio esutilizado como fuerza impulsora de la memoria colectiva en elEjército de Defensa de Israel (Tzahal), el juramento de cada nuevacamada de oficiales de Tzahal se realiza en el sitio físico de lafortaleza de Masada y el juramento que hacen incluye la promesaque “Masada nunca volverá a caer”.6

Un importante elemento para la construcción de la identidadnacional y la constitución de la memoria del pueblo israelí es,justamente, esta concepción de la “continuidad” entre el antiguo yel moderno Israel, invisibilizando la historia diaspórica (comodiría Yerushalmi, esa época de oscuridad entre la época bíblica yla redención mesiánica –hoy encarnada en el Israel laico-) einvisibilizando los siglos en los cuales ocurren cosastrascendentales para la región, como por ejemplo la islamizacióndurante los siglos VII-VIII.

Israel es una nación cuya identidad está forjada sobre un relatoque pondera los valores de sacrificio por el bien común y, almismo tiempo se percibe como víctima de la agresión de los demás.La causa propia siempre es justa y noble mientras los enemigos,invariablemente son agresores. La historia nacional se inscribe (yla identidad nacional se fragua) a través de la conmemoración desus guerras y catástrofes, sus héroes y mártires. En el caso

6 También la evocación oportunamente deformada de la Shoah, para transformar a las víctimasinocentes en heroicos luchadores, se ha asociado al mito de Masada, que recuerda la resistenciajudía durante tres años en una fortaleza asediada contra los romanos, hasta que finalmente, a lamanera numantina, decidieron inmolarse antes que perder su libertad. La historia había sidocontada por Flavio Josefo, y se convirtió en un acontecimiento casi olvidado hasta que, en ladécada de 1920, un poema de un judío emigrado a Palestina, de tono apocalíptico, se encargabade suscitarlo, concluyendo con la invocación "¡Masada no volverá a caer!". Desde entonces se fuepopularizando, y las excavaciones de la década de 1960 convirtieron el lugar en centro turístico ytambién de peregrinación patriótica, donde los soldados juran fidelidad y se celebran otrasceremonias militares. (ERICE SEVARES, 2008:336)

particular del judaísmo y la identidad nacional israelí esto esparticularmente cierto, desde el relato de Pesaj pasando porMasada, Tel Jai y los Combatientes del Gueto de Varsovia.

En este sentido, Ben Ami, nos mostrará la existencia de unaparadoja, mientras que, por un lado, Israel nace como heredero ynegador de la judería asesinada en Europa; negación porque laretórica nacional sionista, al menos en el comienzo del Estado,los consideraba como una masa sumisa que se dejó conducir como“ovejas al matadero”; continuidad porque destacaba el carácterheroico de la porción minoritaria que resistió empuñando lasarmas. A pesar de esta “exegesis de la fortaleza” Israel nuncapudo superar, a pesar de su evidente poderío militar, el miedoatávico al exterminio cada vez que enfrenta una amenaza a suseguridad (por mínima que sea). (BEN AMI en ZERTAL, 2010) Estarelación contradictoria entre la Shoá y su relación con lacosmovisión israelí se expresa a la perfección en un fragmentoescrito por Ben Ami: Los judíos crearon su Estado con el fin de huir de Auschwitz –tanto en su aspecto real como en su dimensión metafórica-, pero Auschwitz siguecondicionando su mundo mental y sus vidas como colectivo nacional. Auschwitz explica sutesón para resistir y luchar, pero al mismo tiempo esperan que les otorgue inmunidadcontra las acusaciones de la comunidad internacional cuando se trata de su política hacialos palestinos en los territorios ocupados. (BEN AMI en ZERTAL, 2010:15)

La identidad nacional israelí al ligarse tan fuertemente a lamemoria de la Shoá se torna un discurso moral en la cual lasociedad israelí en vez de comportarse como un estado soberanointeractuando en un mundo cambiante, vive, como dice Ben Ami:encarcelado en una paranoia holocáustica de un gueto siempre alborde de la destrucción. (BEN AMI en ZERTAL, 2010:19) Por lo tantotodas sus alternativas siempre son desesperadas y límites.

La obsesión de la memoria de la Shoá en la identidad nacionalisraelí dejó una fuerte impronta ya desde los primeros momentos,los primeros rastros de esta preocupación se pueden hallar enestudios desde la década de 1960: Ya en la década de 1960, Herman, Peres yYuchtman (1965) analizan el impacto del Holocausto en la sociedad judeo-israelí ysugieren que: “el Holocausto está conformado por un conjunto de eventos, incluyendoacontecimientos cuya índole despierta terror… los acontecimientos no sólo afectan alindividuo, sino una a serie cada vez más amplia de grupos desde la familia hasta elpueblo judío” (p. 103). Esta idea también fue compartida por Elon (1981), quien señaló quela preocupación de los judíos-israelíes con el Holocausto lo coloca com(o un traumanacional. Como tal, el Holocausto se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de

la sociedad civil, la religión de Israel (Liebman & Don-Yehiya, 1983) (LAZAR, LITVAK-HIRSCH y CHAITIN, 2008:110)

Es esta concepción de la omnipresencia de Auschwitz y suinscripción en un conflicto impulsado por una perenne lucha “porel derecho a existir” (que ven amenazado por la propiainterpretación de los acontecimientos) lo que los conduce adesarrollar un victimismo obsesivo y absoluto que los hace borrarlos límites ético-morales en su lucha por la consolidación delEstado judío a tal punto que los lleva a la incapacidad de aceptarla legitimidad de las demandas de otras víctimas (de allí la“disputa” intermemorial y las pretensiones de “unicidad” de laShoá como topos del mal radical) y, especialmente, laimposibilidad de aceptar su responsabilidad en la perpetración dela Nakba (la victimización del pueblo palestino) Es como si supropio relato, a través de la inscripción de sus propias accionessobre la población civil palestina entendidas como acciones de“defensa” del “derecho a existir” de Israel, invisibilizaran la“cuestión palestina” y la existencia de los derechos del pueblopalestino. En los relatos nacionales la Guerra de Independencia yla Nakba son discursos que se niegan mutuamente, ambos se percibencomo víctimas y ambos colocan al otro en el lugar del perpetradora la vez que son su negación dialéctica.7 Al respecto, afirmaLeonardo Senkman: …en la construcción histórica de las memorias colectivas de laShoá y la Nakba cada una desaloja a la otra y se congela en un pasado fundacionaltraumático de sus respectivas narrativas, de duelo nacional, totalmente exclusivo yexcluyente (SENKMAN, 2013:152)

Con las complejidades del caso, la creación del Estado de Israelha representado, material y simbólicamente, la “normalización” deun pueblo que durante dos milenios (el período diaspórico) haformado parte de la subalternidad pero que hoy forma parte delorden hegemónico internacional. Es por esta pertenencia al ordendominante que el Estado de Israel se ha tornado un Estado deExcepción (AGAMBEN, 2004). Su trato hacia los palestinos involucra

7 La catástrofe que cayó sobre los palestinos sería recordada en la memoria nacional colectivacomo la Nakbah, la catástrofe, alumbrando el fuego que uniría a los palestinos en un movimientonacional. La imagen que se crearon de sí mismos sería la de una población indígena liderada porun movimiento guerrillero y deseando, en vano, mover las manillas del reloj en sentido contrario.En la memoria colectiva de Israel, la guerra pasó a verse como el acto de un movimiento deliberación nacional en contra del colonialismo británico y la hostilidad árabe, que habíaculminado, contra todo pronóstico, en la victoria (PAPPÉ citado en ERICE SEVARES,2008:340)

prácticas que los coloca fuera de la protección del Estado deDerecho, no los considera “sujeto de derecho” sino “nuda vida” (porejemplo: prácticas de represalias masivas, encierros colectivos,bloqueos territoriales, encierros preventivos, encarcelamientospor largos períodos, etc.).8 Mientras que, por otro lado existe undiscurso que legitima/justifica dichas prácticas con el“eufemismo” de Guerra contra el Terrorismo, este discurso es lacontinuidad de doctrinas surgidas de la racionalidad colonialista:La llamada ideología de la seguridad nacional no es más que la racionalización delcolonialismo ejercido por los franceses en Argelia, en Indochina […] Hoy, lo terrible deesa ideología de seguridad nacional es que la vemos planetarizada. La llamada Guerra alTerrorismo es una planetarización de la ideología de seguridad nacional. (ZAFFARONI,2012). De esta manera podemos entender, por un lado, la ideologíade la occidentalidad de Israel presente en su discurso y en losalineamientos políticos que de él se derivan y, por otro lado, laevolución de su ideología nacional (el sionismo) como parte de laevolución de las ideologías nacionalistas decimonónicas, deideología de liberación (o de unificación) nacional a ideologíanacionalista/colonialista.

La Memoria del Holocausto hoy ocupa un lugar central en laconciencia occidental porque, en sí misma, es la única vez en lahistoria que se produce la síntesis de distintas prácticas yconcepciones de negación del otro ya que durante la Shoá seproduce la concurrencia de factores tales como: “la relación entre guerratotal y depuración étnica, entre colonización y exterminio, entre totalitarismo y sistema deconcentración, entre violencia política y violencia racial” (TRAVERSO, 2012:183)

Cabe aclarar que si bien la población total de Israel, según datosdel censo de 20099 era de 7.552.000 de los cuales 5.703.700 (el75,53%) eran judíos; entre ellos, según estimaciones de , ese8 De hecho existen cuatro categorías de sujetos de los cuales sólo trestienen plenos derechos: (a) israelíes judíos gozan de los plenos derechosde ciudadanía israelí, (b) árabes israelíes no judíos también gozan deplenos derechos de ciudadanía israelí, (c) judíos habitantes de losterritorios palestinos (colonos) también gozan de plenos derechos deciudadanía israelí y (d) árabes no israelíes ni judíos (habitantes de losterritorios palestinos) no gozan del derecho de ciudadanía israelí. 9 Tomamos los datos de 2009 porque es el último año con que contamos coninformación estadística (y no proyecciones estimativas) del porcentaje dejudíos sobre la población total de Israel. La fuente de estos datos es lapágina: The Central Bureau of Statisticshttp://www1.cbs.gov.il/reader/cw_usr_view_Folder?ID=141 (Consultada el29/8/2015)

mismo año, había viviendo en Israel un total de 220.600sobrevivientes de la Shoá10 (un 3,87% de la población judía deIsrael), sin embargo, el impacto de la memoria de la Shoá en eldiscurso público de Israel es muy superior al que debería tener sisólo se tratase de la memoria de aquellos que vivieron elHolocausto, indudablemente es un hecho que se vive como un traumanacional. El impacto no es cuantitativo, sino cualitativo.

IDENTIDAD NACIONAL ISRAELÍ COMO MEMORIA DE LO EUROPEO

El sionismo es una ideología nacionalista que surge comotributaria de los nacionalismos decimonónicos europeos. Dichasidentidades nacionales se construyen como comunidades orgánicas(basadas en la identidad, la historia y la memoria común). Lasidentidades nacionales europeas son comunidades orgánicas y lapertenencia o no a ellas marca una frontera infranqueable. Losnacionalismos europeos se transformaron en ideologíascolonialistas e imperialistas justificadoras del ordeneurocéntrico de dominación mundial.

A partir de la emancipación en la modernidad el judaísmo en eloccidente europeo tiene una asimilación “exitosa”, mientras que enEuropa Oriental sufre persecuciones y pogromos. A partir delfracaso de la idea de la Haskalá de la integración de los judíosen las sociedades nacionales europeas y la perduración delantisemitismo en Europa Occidental, particularmente en Francia,nace el sionismo como respuesta.

La idea básica del sionismo es que el pueblo judío, más allá delas diferencias étnicas, culturales, lingüísticas, etc., que sonun “efecto secundario” de su carácter diaspórico, es una comunidadorgánica cuya unidad está dada por la pertenencia a una identidadbíblica y su adscripción a esa historia común. La identidadnacional israelí se construye en una contradicción dialéctica conla identidad palestina, tomando, por un lado esa comunidadorgánica y, por otro negando la existencia como colectivoidentitario a los palestinos. (PFOH, 2014)

De allí la aparición de la consigna central del movimientosionista durante la primera mitad del siglo XX: “Una tierra sinpueblo para un pueblo sin tierra” negando la existencia continua10 Fuente: (BRODSKY, SHARON, KING, BE’EL, SHNOOR, 2010:10).

de árabes no judíos en la región desde tiempos bíblicos. Es unaformación discursiva equivalente a la “Campaña al Desierto” en laconstrucción de la memoria colectiva y la identidad nacionalargentina, un movimiento discursivo que invisibiliza al otro. Laidea de un territorio “deshabitado” es una construcción conceptualde origen colonial que apunta a legitimar la ocupación y lacolonización de dicho territorio.

La sociedad israelí es una sociedad compleja, construida sobre labase de la inmigración de judíos provenientes de muchas y diversasculturas. La ideología sionista, como hemos dicho arriba, estributaria de los nacionalismos europeos decimonónicos, por lotanto es una ideología occidental, existen miradas críticas dentrodel propio Israel que ubican a esta ideología con una identidadparticular que se ha generalizado, se ha vuelto hegemónica dentrode otras identidades: Cuando el actual grupo sionista del este de Europa en Israelhabla de la imperiosa necesidad de preservar el judaísmo del país en lo que en realidadpiensan es en poco más que en sus propias características de la cultura judía (REJWAN,1967) Como se aprecia, esta construcción de la identidad nacionalbasada en un relato particular produce como efecto lainvisibilización de aspectos identitarios de la diversidadcultural nacional, así, Israel es un país que se autopercibe como“occidental” pero en aspectos de su cultura se nota la improntaoriental, sus indicios identitarios. Por ejemplo en la música, lacocina, etc. Es una identidad nacional formada a partir de unrelato hegemónico que sesga/mutila/vela rastros constitutivos queaparecen como retoños de lo reprimido. (FREUD, 1996) Es tan fuerte esteimperativo identitario que existe una concepción “esencialista” dela identidad judía de tal suerte que no puede eludir la referenciaa la Shoá, esto implica la unicidad en la concepción de lo judíoligando judaísmo a una sola memoria que es la memoria deljudaísmo europeo.11

A pesar que la sociedad israelí es una sociedad multicultural, elrelato nacional que se construye lo hace generalizando un relatoparticular, la retórica hegemónica del sionismo generaliza lamemoria del segmento europeo de su población transformándolo enrelato nacional. Autoconcibe a la sociedad israelí como unasociedad occidental a pesar que gran parte de la población es de11 Aun el judío ateo o el más deliberadamente asimilacionista sitúa su identidad con referencia aldestino histórico del pueblo judío y al enigma de su sobrevivencia […] Para un judío, mantenerse ensilencio sobre una parte determinante de su propia historia (la Shoá) […] es una automutilación.(STEINER citado en HASSOUN, 1998:28)

origen oriental y que no tiene relación directa, a pesar delrelato nacional, con la historia de persecuciones delantisemitismo europeo ni con la Shoá. La autora Sigal Nagar-Ronrefiere cómo el relato nacional israelí no sólo generaliza lamemoria particular (la de los judíos europeos), sino que, además,reproduce los estereotipos occidentales acerca de la culturaoriental (NAGAR-RON, 2006).

Esta reproducción de estereotipos basados en una construcciónsegún la que Occidente es, simbólicamente, el progreso y Orientees, también en el plano simbólico, el atraso, es lo que elintelectual palestino Edward Said define como Orientalismo, a lo quedefine como: …el orientalismo es un estilo occidental que pretende dominar,reestructurar y tener autoridad sobre Oriente (SAID, 2007:21) Concordando conla mirada de Said desde América Latina el sociólogo peruano AníbalQuijano despliega el concepto de Colonialidad, según este autor: Lacolonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial depoder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de lapoblación del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada unode los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia socialcotidiana y a escala societal. Se origina y mundializa a partir de América. Con laconstitución de América (Latina), en el mismo momento y en el mismo movimientohistórico, el emergente poder capitalista se hace mundial, sus centros hegemónicos selocalizan en las zonas situadas sobre el Atlántico—que después se identificarán comoEuropa—y como ejes centrales de su nuevo patrón de dominación se establecen tambiénla colonialidad y la modernidad. En breve, con América (Latina) el capitalismo se hacemundial, eurocentrado y la colonialidad y la modernidad se instalan asociadas como losejes constitutivos de su específico patrón de poder, hasta hoy. En el curso del desplieguede esas características del poder actual, se fueron configurando las nuevas identidadessocietales de la colonialidad, indios, negros, aceitunados, amarillos, blancos, mestizos ylas geoculturales del colonialismo, como América, Africa, Lejano Oriente, Cercano Oriente(ambas últimas Asia, más tarde), Occidente o Europa (Europa Occidental después). Y lasrelaciones intersubjetivas correspondientes, en las cuales se fueron fundiendo lasexperiencias del colonialismo y de la colonialidad con las necesidades del capitalismo, sefueron configurando como un nuevo universo de relaciones intersubjetivas de dominaciónbajo hegemonía eurocentrada. Ese específico universo es el que será después denominadocomo la modernidad. (QUIJANO, 2000:342-343) La (auto)percepción deIsrael que tiene el sionismo (ideología tributaria de losnacionalismos colonialistas europeos) como una sociedad occidentalestá en sintonía con esta concepción de Said/Quijano;simbólicamente, si es una sociedad occidental, entonces perteneceal orden dominante/colonial, pertenece a la hegemonía del ordenmundial, y hoy, entonces, es coherente la incorporación de la

memoria de la Shoá, literal y vaciada de contenido subalterno, enlos ritos y conmemoraciones de esa hegemonía. El pensamiento delorientalismo/Colonialidad será lo que dará sustento ideológico ala hegemonía de “lo europeo/occidental” por encima de “loárabe/oriental” en la construcción de la identidad nacionalisraelí, de allí que la historia del judaísmo (centro)europeo seasinónimo de “Lo Judío” en Israel. De allí que la catástrofe de losjudíos europeos asuma el tropos de catástrofe nacional. Podríamosdecir que lo que se asume como identidad nacional israelí, enrealidad se trata de una mirada que podríamos definir como elHábitus de las élites sionistas judeo-europeas que se tornanhegemonía política y económica tanto en el Yishuv12 (más tarde enel Estado de Israel) como en la Golá13.

USO PÚBLICO DE LA MEMORIA DE LA SHOÁ EN ISRAEL

La mitología nacional israelí se basa en una serie deconstrucciones de sentido común que no son puestas en duda y queactúan como mitos fundantes ya desde el origen, uno de ellos,integrante del Ethos del discurso público en Israel es la situaciónde amenaza perenne, de necesidad de tener “fronteras seguras” (apesar de no tener fronteras internacionalmente reconocidas) y la“justeza” de la lucha autodefensiva frente a un medio hostil (lasguerras inevitables): Durante la guerra de 1948 y particularmente a la luz delHolocausto, la seguridad fue un ethos compartido que transformó a un ejército étnico enalgo legítimo, democrático, apolítico, y cuya necesidad, incluso, era algo de por síevidente. Este ethos convirtió a la seguridad en un mito –una creencia que contienecontradicciones y que no necesariamente se basa en hechos-, un mito según el cual losjudíos se encuentran ante el peligro existencial de seraniquilados y que, por eso mismo,deben estar preparados para luchar en guerras que les son impuestas en contra de suvoluntad. En la esfera política, esta justificación mitológica tomó el nombre de “guerrasinevitables”. (GRINBERG, 2011:58)

Un ejemplo de la relación entre identidad nacional-catástrofe-historia particular de los judíos europeos de la que hablamosarriba podemos hallarlo en este pequeño fragmento de un trabajo deKellerman respecto al terror que se vivía en la vida cotidiana enIsrael durante la Segunda Intifada y la memoria de laspersecuciones pasadas vividas en Europa:12 Colectividad judía establecida en las tierras del futuro estado deIsrael antes de su creación.13 Diáspora.

Pero hay similitudes escalofriantes entre las escenas de los atentados terroristas de hoy ylos eventos del Holocausto del pasado. Una madre se sienta con su hija en su regazo enuna pizzería de Jerusalén en el momento de la explosión. Ella fue quemada viva en esamisma posición, en una evocación de cómo murió su abuela con su hija en las cámaras degas de Auschwitz 60 años antes. Niños son asesinados delante de sus madres en losdormitorios del kibutz, participantes a una celebración de Pascua de repente son voladosen pedazos, invitados mientras bailan en una boda son asesinados como en un pogrom,jóvenes que viajan en autobús son repentinamente mutilados, y así sucesivamente. ¿Cómopueden los israelíes estar expuestos a este tipo de eventos, y no pensar en el Holocausto?(KELLERMAN, S/D)

Kellerman luego seguirá afirmando algo muy interesante, a pesar dela omnipresencia de la memoria de la Shoá en los actos delpresente las respuestas ante estos hechos dentro de la sociedadisraelí son muy diversas, define dos tipos posibles de “leccionesde la Shoá” y su recuerdo vivo:

A nivel colectivo, los israelíes responden a sus múltiples tragedias de dos formascontrastantes. Por un lado, el trauma ante el Holocausto los hace más vulnerables a unestrés extremo y por el otro lado, el afrontamiento exitoso del trauma original delHolocausto ha fortalecido su resistencia y los hizo más resistentes a los efectos de traumasfuturos. En el fondo del Holocausto, hay una amplia variedad de respuestas emocionales ycognitivas a la presente Intifada, que van desde la expectativa de una catástrofe y elmiedo hasta el desafío calculado, la paranoia absoluta y la urgencia de devolver el golpe.Con un tono urgente y temeroso, algunos israelíes dirían que ‘deberíamos haberaprendido ya a no confiar en nuestro vecino gentil’, mientras que otros prefieren tomaruna postura política pesimista, negándose a atacar a víctimas inocentes, para “nohacerles, lo que los nazis nos hicieron...” (KELLERMAN, S/D)

Lo interesante de esto es que nos muestra el autor que no hay unarespuesta unívoca en la sociedad israelí y que, a pesar de lainstrumentalización política de la memoria de la Shoá en eldiscurso político y en la conformación de la identidad nacionalisraelí, aún hay espacio en la sociedad para formas memorialessubalternas, como lo muestran a nivel académico y político lascorrientes de los “Nuevos Historiadores” y los Post-sionistas.

Pappé muestra como la invisibilización de la “cuestión palestina”que hace el relato sionista es funcional a la reproducción de lahegemonía, por un lado se relaciona con la mirada Orientalistapresente en la autopercepción israelí pero, por otro lado

necesitan mantenerlo como una parte central en el relato nacional,es un mito memorial:

La ausencia de la tragedia palestina en el relato histórico de Israel era indicativo de unpunto de vista más general, orientalista, israelí. El punto de vista historiográfico de lospalestinos hasta la década de 1980 era monolítico y basado en estereotipos. La poblaciónlocal en el período otomano tardío era mencionada sólo de pasada como un componentemarginal en el panorama geográfico de una tierra prometida y vacía en espera de serredimida. Desde 1948 hasta 1967, los palestinos en su mayoría fueron ignorados comotema académico: se los mencionaba como refugiados. Desde 1967, se los ha representadocomo terroristas y una amenaza, aunque no existencial. Pero incluso en estarepresentación, a los palestinos no se les ha otorgado un papel independiente,mostrándolos en cambio, como peones en una conspiración de todos los árabes paraaniquilar al Estado judío. Había una razón para esto: el reconocimiento de un grupoorganizado e independiente (aunque sea pequeño y débil) que lucha por sus derechosnacionales contradiría la imagen sionista de sí mismos como víctimas o el mito sionista delos “pocos que habían milagrosamente derrotado a muchos.” El heroico relato sionista de1948 también estaría en grave peligro si otra afirmación sionista -que los palestinoshuyeron y no lucharon- no se integrase en él. Si los palestinos corrieron sin luchar,entonces, ¿qué fue tan heroico en 1948? Y aunque la historia contada no es de heroísmopalestino, aún lo es de tragedia palestina. La mejor manera de hacer frente a estasituación, académicamente, era simplemente no confrontar la parte palestina de lahistoria y, de ser posible, no hacer frente a 1948 en absoluto (PAPPÉ, 1997:32)

Un importante elemento presente en el prolongado conflicto entreisraelíes y palestinos es la mutua cerrazón a reconocer la validezde los reclamos de la otra parte, cada una de las partes tiene unanegación de reconocer que la otra parte tiene argumentoslegítimos. Cada una de las partes necesita plantearse como única.Kelman muestra como israelíes y palestinos perciben al otro y,sobre todo el reconocimiento de los derechos nacionales del otrocomo una amenaza a su propia existencia nacional (KELMAN, 1999)

La narrativa nacional israelí se basa en una serie de mitos desentido común establecidos como “verdades”, desde la década de1980 varios autores expondrán estos mitos críticamente. Sobretodos aquellos pertenecientes a las corrientes revisionista ypostsionista que serán sumamente críticos de los elementos desentido común que funcionan como legitimadores de las posturas másextendidas como sentido común (memoria colectiva hegemónica)dentro de Israel.

La retórica nacional israelí apelará a la memoria del horror paramitificar el presente con imágenes del pasado, así como se utilizala biblia para justificar posturas, la “prueba” de la “propiedad”de la tierra de Israel está dada por su texto sagrado, aquellosque se oponen al ejercicio de esa voluntad soberana serándemonizados, de tal suerte que el mundo árabe y, en particular elpalestino serán construidos como los descendientes de Amalek14

(HODARA, 2004), o directamente, apelando a la memoria reciente,serán “nazificados”, utilizando, una vez más, la amenaza delexterminio para justificar acciones propias (“sólo podemos confiaren nosotros mismos”, “en la Shoá no existía Israel y no tuvimosdónde escapar”, “el mundo es antisemita”, etc.)

La memoria histórica del pueblo judío se construye sobre laconmemoración de su lugar victimización y la “maldad” ajena, laresponsabilidad del resto del mundo en el sufrimiento colectivo.En un largo párrafo el autor israelí Meir Margalit explicará elsentido de la memoria histórica en el judaísmo, su impacto en laconstrucción del ser nacional israelí y su intervención cotidianaen

El lugar dominante que ocupa la memoria histórica en el pueblo hebreo lo ilustra ladisertación del eximio escritor israelí Shmuel Yosef Agnon con ocasión de recibir el premioNobel de literatura 1966. Agnon abre su exposición apuntando que nació en una aldea dePolonia “a raíz de una catástrofe histórica en la cual el emperador Tito destruyó el templode Jerusalén y exilió a todos sus habitantes”. Para aquellos que no han comprendido aqué catástrofe histórica Agnon se refiere, les recuerdo que se trata de un acontecimientoocurrido unos 2000 años atrás, en el año 67 de nuestra era. En otras palabras, Agnonengarza su presente a un episodio acontecido hace dos milenios. No creo que a alguno delos presentes en este congreso se le ocurriera explicar su lugar de nacimiento comoresultado de un evento ancestral ocurrido 130 generaciones atrás. La explicación deAgnon no es sin embargo una licencia literaria ni una posición marginal sino sólo unejemplo que ilustra cuan marcados están los israelíes por su historia. El pogrom nosdefine. Israel mantiene un diálogo permanente entre el pasado y el presente. Entreambos se da una relación simbiótica, en la que cada episodio pasado hace aflorar unaherida que se niega a cicatrizar. Decir entonces que ‘el pasado está presente’ no es unamera figura retórica sino una descripción exacta de la realidad israelí. El historiadorisraelí Yoshafat Harkabi decía que la historia no sólo nos acompaña sino que nos

14 Amalek es una figura bíblica, enemiga del pueblo de Israel. Éste pormandato divino extermino a Amalek (quien supuestamente quiso exterminarpreviamente al pueblo judío). En la Biblia está la advertencia de Dios asu pueblo acerca del hecho que en cada generación habrá un Amalek(siempre alguien nos querrá exterminar)

persigue! El pasado se transforma en un elemento determinante, somete y condiciona alpresente. Impone sus paradigmas en todos los campos. El filósofo israelí Yehuda Elkanasostiene que en Israel los muertos intervienen en las elecciones parlamentarias ya que susombra influye substancialmente en el proceso democrático. Incapaz de reconciliarse conla realidad, la memoria histórica no permite mirar adelante ya que un puebloobsesionado con su pasado histórico, le queda poco espacio para mirar hacia adelante. Espor ello que el sociólogo Israelí Uri Ram habla de un conflicto intrínseco entre un pasadoque pretende enterrar al futuro y un futuro que pretende evadirse del pasado. El pasadopuede iluminar caminos pero puede también distorsionar la realidad, en particularcuando se trata de un pueblo dotado de una “vocación de sufrimiento”, con unapredisposición casi-masoquista a tomarse todo a pecho.Pero para ser claros, no es la historia en sí la culpable, sino los capítulos particulares queseleccionamos y la interpretación que les damos. Del desván de la historia podemosrecoger episodios de toda índole, y cuando elegimos obstinadamente aquellos queacentúan los tormentos, (y la historia judía está repleta de ellos) y los ponemos dentro deun marco meta-histórico, que sostiene que el destino del pueblo hebreo en la diáspora essufrir eternamente de discriminación, no debe sorprendernos que la conclusión seaacorde con la melancolía de corte nacionalista. Para quienes conciben la historia comouna secuencia de atentados antisemitas, y dividen al mundo en víctimas y verdugos, elresultado será una profunda desconfianza hacia el prójimo, una enajenación colectiva yuna incapacidad manifiesta para el diálogo. La lógica dominante israelí sostiene enconsecuencia que si el motivo por el cual hemos sido maltratados a lo largo de la historiafue nuestra debilidad, debemos optar por la fuerza a fin de evitar que la historia se repita.El problema reside en que la fuerza se convierte en hábito, y el que la posee tiende ausarla, tanto cuando hace falta como cuando no es necesario. Para el que tiene unmartillo en la mano cada problema es un clavo, dice una voz popular, y el problema conla memoria histórica judía radica en que hace hincapié en aquellos capítulos que abocana la conclusión de que debemos tener un martillo en la mano. De modo que la conclusiónno sería ‘olvidar el pasado’, como recomienda Nietzsche. Para este gran filósofo, olvidares un imperativo profiláctico para la salud mental. La vida está profundamente inmersaen la mentira y para abrir nuevos caminos, hay que desprenderse de todos los fantasmasque acumulamos a lo largo de la historia y tirar por la borda todo lo pasado. Uri Ramhabla de la necesidad de adoptar “una amnesia constructiva y creativa”, mientras queYehuda Elkana – sobreviviente del holocausto en sí mismo, habla de la necesidad deliberar al pueblo de la dictadura de la memoria histórica. (MARGALIT, 2007:29-30)

Las experiencias límite suelen ser experiencias que originan ofortalecen identidades colectivas surgidas a partir de la memoriacolectiva del trauma, En este sentido, la memoria de la Nakba enla identidad nacional palestina tiene el mismo lugar fundante quela memoria de la Shoá en la memoria nacional israelí. El 15 demayo de 1948 tiene ese sitio simbólico de ruptura, mientras que

para unos será Iom Haatzmaut para los otros será la Nakba (DAJANI,2005).

La Shoá, en la identidad nacional israelí funciona en sentidoequivalente a la forma que refiere Yerushalmi en que trabajan losrelatos de la época bíblica en la memoria (y la identidad) judíaen la era pre-mesiánica, una especie de filtro que reactualiza ytamiza los hechos contemporáneos inscribiéndolos en una lógica decontinuidad-contemporaneidad; así, análogamente, cada situaciónactual revive el trauma original de tal suerte que los israelíesviven cualquier situación de confrontación como una situaciónlímite de lucha por la supervivencia.

…Sería ridículo pensar que con los bombardeos de la Franja de Gaza los judíos quierenvengarse de Hamás por lanzarles unos cohetes que de cada centenar sólo uno da en elblanco (es decir, hiere o mata a una persona); los judíos no se vengan de Hamás, siguenvengándose de la Shoah, pues sólo ellos son los legítimos portadores del victimato: delvictimato único y universal, y por lo tanto eterno. (SANCHEZ FERLOSIO, 2009)

Desde el comienzo se establece esa relación, por un lado, entreShoá-Israel, por otro entre derrota-exterminio, el discursoisraelí crea la representación discursiva de las guerras como“acción desesperada por la supervivencia”: Distintos factores políticos,psicológicos y militares construyeron un entramado que penetró en la mentalidadcolectiva: los países árabes podían permitirse perder muchas guerras; Israel no podíapermitirse perder una sola. Una victoria israelí no conquistaría la paz, pero unaderrota hubiera significado la catástrofe. (JOHNSON, 1991:534-535)

En el discurso hegemónico del Estado de Israel, este aparecerácomo un Estado que se autorreferencia y se presenta como larepresentación del bien absoluto frente el mal absoluto de la Shoá, en esadialéctica destrucción-redención propia del discurso mesiánico.Una nación que […] envía a sus hijos en peregrinaje a los campos de exterminio para quevuelvan fortalecidos como judíos e israelíes, con una identidad nacional aún másvigorosa, dispuestos a enfrentar presuntos genocidios inminentes, así como a cometercrímenes en defensa del Estado para evitar una futura Shoá, o a la sombra de una posibleShoá (ZERTAL, 2010:158)

Zertal nos muestra la existencia de una relación dialéctica entrela memoria de la Shoá y su sitio en la identidad israelí,particularmente en su comprensión del conflicto con los árabes. LaShoá opera como mito fundante en el discurso sionista. Era un procesodialéctico: la memoria de la Shoá daba sentido al conflicto y eliminaba sus dimensiones

políticas e históricas, mientras que el discurso del conflicto consolidaba yreforzaba el papel de la Shoá como mito constituyente del metarelato sionistaisraelí (ZERTAL, 2010:286)

Ese uso público de la Shoá no sólo se refiere a situaciones en lascuales se revive el “temor fundante” magnificando cada situaciónde conflicto y reviviendo la “angustia de muerte” originaria quevuelve junto al recuerdo del hecho traumático, sino que, además,poco a poco se ha ido banalizando la cuestión a tal punto quemetáforas “holocáusticas” son utilizadas en los debates públicossobre situaciones políticas dentro del propio estado de Israel.Algunos ejemplos de este tipo lo hallamos en los debates respectoal “desenganche” (la política de desmantelamiento de losasentamientos y la retirada del territorio palestino en la Franjade Gaza):

1 Antes de la evacuación de los colonos israelíes de Gaza, losresidentes del asentamiento de Gush Katif anunciaron su intenciónde llevar el símbolo de la Estrella de David Amarilla para llamarla atención sobre la maldad del plan de retirada del primerministro Ariel Sharon. 2. Nadia Matar, co-presidente del movimiento Mujeres de Verde, serefirió a la administración de la retirada de Gaza como “versiónmoderna del Judenrat”.3. Algunos colonos consideraron que el plan del Primer MinistroSharon para evacuar los asentamientos de Gaza fue diseñado paratransformar a la Tierra de Israel en Judenrein (libre de Judíos)(GROB, 2008:71)

Andreas Musolff realiza una tabulación donde resume el uso de laShoá en el discurso público israelí compara las referenciashistóricas y como son recodificadas en el imaginario y la retóricanacional israelí. Lo interesante es que Musolff mostrará (en elartículo en el que publica la tabla que reproducimos abajo) que laretórica palestina recorre una analogía idéntica entre su causanacional utilizando la Shoá y el régimen nazi como espejo (al noser relevante para nuestro trabajo sólo lo enunciaremos y noreproduciremos aquí).

1 Título de la Tabla: Escenario Holocausto/Nazi tal como es utilizado enlos discursos israelíes15

Estructura Situación de Ética de Compromisos15 Fuente: (MUSOLFF, 2015:174)

Analógica Conflicto CompromisoResultante Adicionales

(Literal)ReferenciaHistórica 1(1933–1945)

Sufrimiento deinocentesvíctimas –judías- delterror nazi

Cometidohistórico:defender /rescatar

a las víctimasdel Holocausto(no alcanzado

por elYishuv)

Los Compromisoso

Mediaciones antelos

perpetradoresnazis

fueron a)éticamente

problemáticos eb) inútiles

(Imaginado)Escenario

Contrafáctico

Sufrimiento deinocentesvíctimas –judías- delterror nazi

Obligación deresistir a losperpetradores

nazis

Exitoso rescatede las víctimasde los nazis

ReferenciaHistórica 2

(1945–presente)

Sufrimiento deinocentesvíctimas –israelíes-

en el conflictocon losÁrabes/

palestinos

Cometidohistórico:defender /rescatara los

descendientesde las

víctimas delHolocausto

(hasta ahoralogrado porlas IDF -Fuerzas deDefensa deIsrael)

Compromiso sóloParcialmente

exitoso(es decir,señalar

a no nazis comoenemigos)

ImaginarioActual adopciónde argumentoscontrafácticos

Cualquieradversario /crítico de

Israel=Perpetrador Nazi; Laposición

propia= la delas víctimas de

los nazis

Obligación deresistir a la

“nueva”agresión nazi

Victoria sobrelos enemigos

nazis

Klar, Schori-Eyal y Klar analizan en una serie de puntos lo quedefinen como la omnipresencia del discurso de la Shoá en la vidaisraelí contemporánea, describirán 5 puntos respecto a laspolíticas memoriales con relación al Holocausto en la identidadnacional israelí (en su vida cotidiana):

1) MENCIONES COTIDIANAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Citan ala autora Rinkevich-Pave quien en un trabajo de 2008contabilizó cuantas veces apareció la palabra Holocausto enel diario Haaretz en los 12 meses transcurridos entre octubrede 2007 y septiembre de 2008 (apareció en un promedio mensualde 132 veces) en comparación con la aparición del términoconflicto árabe-israelí -que es el que más ha aparecido enese período- (en una media mensual de 140 veces) – Ambosconceptos, sólo en el periódico Haaretz aparecerán enpromedio mencionados 4,4 y 4,7 veces por día respectivamente.

2) NUEVAS PUBLICACIONES: De acuerdo con las estadísticas de laBiblioteca Nacional de Israel (2011), los libros delHolocausto conforman la categoría-temática de títulos hebreosmás publicada, incluso es mayor que los títulos sobre elconflicto y las guerras árabe-israelí, que conforma lasegunda categoría más frecuente.

3) EN LOS CONTENIDOS DE LA EDUCACIÓN ISRAELÍ: Una modificaciónintroducida a la Ley de Educación en 1980 definió a “laconciencia del Holocausto y el Heroísmo” como uno de losobjetivos oficiales del sistema educativo estatal. Un 76% delos estudiantes de secundaria en una encuesta indicó que “elHolocausto afecta a su visión del mundo”, y el 94% afirmó que“se comprometen a preservar la memoria del Holocausto”.

4) DÍA DE CONMEMORACIÓN DEL HOLOCAUSTO (IOM HASHOÁ): Desde ladécada de 1960 se introdujo en el calendario oficial laconmemoración nacional del día del Holocausto. Por la mañanauna sirena suena en todo el país por dos minutos mientras separaliza toda actividad. Se cierran los lugares deentretenimiento, los contenidos de los medios de comunicaciónestán dedicados exclusivamente al Holocausto y se realizanceremonias públicas en las escuelas, cuarteles y espaciospúblicos. Desde 2005, cuando las Naciones Unidas introdujeronla conmemoración del “Día de la Liberación de Auschwitz” eldía 27 de enero, también en Israel se conmemora.16

16 En 2007 el Ministro de la Diáspora de Israel, Natán Sharansky (un judíoruso que fuera preso por su lucha anticomunista y sionista en la ex-URSS)estableció la resolución de conmemorar ese día como el “día universal de

5) PEREGRINAJES A SITIOS FÍSICOS DEL HOLOCAUSTO: Cada año unos10.000 estudiantes secundarios (un 16% de cada cohorte),acompañados por sobrevivientes, realizan una peregrinación alos Campos de Exterminio y otros principales sitiosrelacionados con la Shoá, principalmente a Polonia. De igualmanera, también todos los años se realzan viajes a sitios dela Shoá para miles de oficiales del ejército israelí. (KLAR,SCHORI-EYAL y KLAR, 2013)

DE MEMORIA “PARTICULAR” A MEMORIA “UNIVERSAL”

La Shoá, que tiene un lugar central en la identidad nacionalisraelí, y en la identidad judía contemporánea, opera, yaestablecida, según Levy y Sznaider como “Memoria Cosmopolita” comomemoria organizadora de la ética política actual, virtual mitojustificador de prácticas políticas actuales (LEVY y SZNAIDER,2002). Pieterberg mostrará cómo esa memoria secular de la Shoá seha tornado “área ético-moral” de un “pro-sionismo” global peroparticularmente europeo.(PIETERBERG, 2014) El Holocausto pese ahaber sido un fenómeno eminentemente europeo ha afectado laconciencia universal y hoy es releído, en Israel pero también enEE.UU. y Europa en clave de crimen pasado pero también de “amenazapretérita” que se proyecta en el presente y el futuro y terminapor dar un marco justificativo a las acciones de aquel estado.Forzando la interpretación podríamos utilizar la metáforaanalógica de una retórica paranoica que fundamenta accionespsicópatas.

Auschwitz se ha vuelto un punto de referencia forzoso paraentender los acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX enadelante. De esta manera, Auschwitz ya no representa unacontecimiento del pasado sino un prisma de referencia paraentender cada acontecimiento político, particularmente losvinculados al conflicto árabe-israelí, en un contexto de unahermenéutica que concibe al mundo como antisemita y hostil en unaretórica donde Israel se percibe con un aura de sacralidad y sepiensa en el topos de la víctima absoluta y, desde allí aparecerá

lucha contra el antisemitismo” contribuyendo a reforzar esa retórica yesa memoria del “antisemitismo universal”, símbolo de que Israel está“sólo” contra el mundo hostil, un mundo “que no hizo nada por los judíos”y que hoy “no tiene autoridad moral” para critical a Israel por susacciones.

como inmune a la crítica e impermeable al diálogo racional con elresto de la comunidad internacional. (ZERTAL, 2010)Israel hoy forma parte del orden político-económico mundial, elefecto más contundente de la Shoá fue abrir la posibilidad de laintegración del judaísmo hegemónico al orden dominante, este es elproceso que analiza Enzo Traverso en su libro “El Final de la ModernidadJudía. Historia de un Giro Conservador”. La memoria de la Shoá se ha tornadoun imperativo moral de la humanidad que construye consenso a favorde políticas de gobiernos que llevan adelante políticas colonialesde ocupación territorial en nombre del derecho a la existencia,derecho que nadie hoy pone en entredicho. Pero que funciona comojustificador de aquellas políticas.

ETAPAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA

Henry Rousso en su obra Le Syndrome de Vichy propone un modeloanalítico del proceso de la memoria que sirve para clasificar losdiferentes momentos y entender los procesos de construcción de lamemoria colectiva. Rousso distingue cuatro momentos, Roussoanaliza las etapas con respecto a la memoria de Vichy pero estemodelo teórico nos servirá para clasificar cualquier experiencialímite, particularmente, como veremos luego, también nos sirvepara entender la construcción de la memoria nacional delHolocausto en Israel; los cuatro momentos de Rousso son:

Etapa de “Duelo Inacabado” transcurre durante los primeros años deocurrido un acontecimiento traumático.Etapa de Represión aquí nace un mito colectivo, en el caso de lamemoria de la Shoá se establecerá el recuerdo de los resistentes yla negación de la actitud pasiva.Etapa del Retorno de lo Reprimido en el caso de la Shoá se puedecolocar en este lugar el surgimiento de una pluralidad de memoriasque disputan a la memoria única, hegemónica.Etapa de la obsesión memorial, en esta etapa y en este sentidoaparecerá lo que vemos que varios autores trabajan como la“religión civil” de la Shoá en el discurso público. (ROUSSO, 1991)(ROUSSO, 2012)

Varios autores mostrarán como este este esquema de Rousso paraexplicar los avatares de la memoria de Vichy servirán paraexplicar esto mismo respecto a la memoria de la Shoá en otroslados como Alemania, EE.UU. e Israel17

17 Al respecto ver (TRAVERSO, 2007), (GROPPO, 2012) entre otros.

Sebatien Ledoux hablando de la memoria del Holocausto en términosglobales describe tres momentos diferentes:

a) Los primeros años: Va desde la guerra hasta finales de ladécada de 1960, este es un período que se caracterizado comoel “tiempo de olvidar”. Las explicaciones para esto son, porun lado la necesidad de las colectividades judías de elaborarel trauma colectivo y por otro una tendencia de las élites yla opinión pública de ocultar el genocidio de los judíos.

b) La “Conmemoración” del Holocausto (1970-1980): La“Conmemoración” del Holocausto puede ser descripta como laintegración de este pasado histórico en la narrativa pública.Este es un proceso gradual que se produce debido a variosfactores: el impacto de los medios de comunicación de masas(particularmente la cobertura del juicio a Adolf Eichmann enJerusalem en 1961, la transmisión de la miniserie Holocaustopor TV en 1978 y 1979, la aparición de la película Shoá deClaude Lanzmann en 1985 y la cobertura del juicio a KlausBarbie en 1987 en los medios franceses. Los medios decomunicación han sido socios comprometidos en el proceso de“Conmemoración” y han contribuido directamente a lacolocación del Holocausto como un "asunto público".

c) La Memoria del Holocausto como marco de referencia (1990-2000): La conciencia del Holocausto provocó numerosasacciones públicas durante la década de 1990, incluyendomedidas para ofrecer reparaciones a las comunidades judíasincluyendo los pagos de compensación por los bienesconfiscados y la desaparición de sus antepasados, elestablecimiento a escala nacional e internacional de días deconmemoración del Holocausto, la creación de museosconmemorativos y de viajes educativos a los sitios deexterminio, la creación de cátedras universitarias yprogramas de investigación, la creación de una institucióninternacional para la conmemoración y la enseñanza delholocausto y la profusión en la cultura de obras deliteratura y cine. (LEDOUX, 2015)

Daniel Gutwein propone un esquema de tres períodos respecto a lamemoria de la Shoá en Israel: memoria dividida, memorianacionalizada y memoria privatizada. El primer período se producedurante la primera década luego de la Shoá, cuando todavía noestaba establecida una memoria hegemónica del Holocausto, el

segundo período transcurre durante las décadas de 1960 y 1970 y esel período donde se consolida la memoria de la Shoá y se integra ala identidad nacional israelí. El tercero y último de losperíodos, siempre según este autor, surge en la década de 1980 yestá ligada a los procesos de surgimiento y consolidación delneoliberalismo y el rol que tiene el postsionismo en laprivatización de la memoria del Holocausto ya que la versiónoficial es opresiva porque representa la ideología sionista y lapolítica israelí que asume esta memoria nacionalizada. (GUTWEIN,2009)

Kellerman en su trabajo respecto al Holocausto como traumacolectivo en la identidad nacional israelí distingue tresmomentos: El primero se caracterizó por un fuerte y vergonzosocontraste entre la imagen del judío diaspórico como víctimaindefensa y perseguida en Europa con el icónico perfil de judíosfuertes y heroicos, los nuevos israelíes luchadores por laredención que emergen de la mitología nacional israelí. El mitosionista de los pioneros sabras representaban la alternativaopuesta a la mentalidad guética del judío diaspórico. La narrativade la Shoá no tenía cabida dentro de la ideología sionista, lossobrevivientes en este contexto optaron por callar, en algunoscasos hasta por cinco décadas. Esto comenzó a cambiar durante ladécada de 1960 con el juicio a Adolf Eichmann y, particularmenteen 1973 con la guerra de Iom Kipur cuando la memoria de la Shoá sevuelve pública y aparecerá una empatía nacional con las víctimasde la Shoá. A partir de allí se produce una exposición públicacada vez mayor en ritos conmemorativos públicos, hasta llegar alperíodo actual, en el que el Holocausto ya no es un "traumaoculto" que se mantiene lejos del público sino que, por elcontrario, miles de israelíes alumnos de secundaria hacen viajes aAuschwitz y otros campos de exterminio nazis, a sinagogasabandonadas y antiguos cementerios judíos en Europa para ver porsí mismos los sitios donde ocurrieron las atrocidades. El ejércitolleva a muchos de sus funcionarios a Yad Vashem y Auschwitz con laintención de usar el recuerdo para motivarlos a proteger a lanación de horrores futuros. Existe la creencia que este tipo deexperiencia reforzará su identidad judía e israelí asociando lanacionalidad a la experiencia diaspórica. (KELLERMAN, S/D)

En su trabajo Destrucción y Renacimiento, Un Estado en Guardia: RealizaciónSimbólica del Holocausto en el Discurso Público Israelí, (FRYDMAN y LEVIN, 2015)realizan una exhaustiva cronología de las etapas en las

representaciones memoriales de la Shoá en la historia del estadode Israel. Los autores definen cinco momentos:

1) 1945-1947 (Nuremberg, el Holocausto y la Guerra): En esteperíodo acontecen los juicios de Nuremberg y la lucha por lalibertad de inmigración al Mandato Británico de Palestina encontra de las restricciones impuestas por los británicos y,paralelamente, la lucha por el establecimiento del Estado deIsrael.

En esta fase llegarán a Palestina alrededor de 140.000sobrevivientes de la Shoá, entre ellos, una ínfima minoríaconformada por figuras de la resistencia que cobrarán relevanciapública y serán recibidos como héroes. Estas personas reforzabanla mirada respecto a la nueva identidad del judío israelí la cualse basaba en el rechazo de la figura tradicional del judíodiaspórico al que repudiaban por “débil”

2) 1948-1959 (Culpa de la Víctima y Mistificación del Holocausto):Es el período en el que se establecerán los cimientos del estadode Israel. Es el momento de la inmigración masiva y de la “Ley deCastigo a los Nazis y sus Colaboradores” de 1950 y dos importantesprocesos judiciales derivados de aquella ley: los juicios contralos Kapos judíos y el juicio contra Rudolf Kastner.

En esta etapa llegaron a Israel 400.000 sobrevivientes y laproporción de éstos en relación a la población total llegó al 25%.En este período se produjeron una serie de episodios que dieron alestado un carácter étnico: el primero es la Declaración de laIndependencia del 14 de mayo de 1948 donde se habla expresamentedel establecimiento de un Estado judío, el segundo será la sanciónde la Ley del Retorno del 5 de julio de 1950 por la que se dioestatus legal al principio establecido por la Declaración del 48.

A continuación se aprobaron una serie de leyes-memorialesrelevantes. La primera de ellas fue la sanción parlamentaria de la“Ley de Castigo para los nazis y sus colaboradores”. Esto generódebates sobre los alcances y la naturaleza de la colaboracióndurante los juicios a policías, kapos, Judenrate y otros, debido ala imposibilidad de diferenciar claramente entre colaboracionismoy cumplimiento de órdenes en situaciones de cautiverio extremo. En1951 se estableció la fecha conmemorativa del “Día del Holocaustoy el Heroísmo”, el 27 de Nissan del calendario hebreo.

Con posterioridad, en 1953 se aprobó la Ley de Yad Vashem, la cualestableció crear la autoridad memorial de la Shoá mostrando, deesta forma, la voluntad estatal de establecer políticas oficialesrespecto a la memoria del Holocausto. Si tenemos presente que unaimportante porción de los ciudadanos del joven estado provenía delmundo árabe e islámico, la decisión estatal de establecer unapolítica estatal tiene que ver con la necesidad de integrar lamemoria de la Shoá a la historia del pueblo judío e incorporarla ala construcción identitaria.

Otro evento de gran importancia en esta época fue el debate sobrela normalización de las relaciones con Alemania y el pago deindemnizaciones al estado de Israel, simbólicamente y de facto,Israel asumió aquí el lugar simbólico de heredero de las víctimas.

Otro evento de importancia fue el juicio contra el ciudadanoisraelí de origen húngaro Rudolf Kastner acusado decolaboracionismo con los nazis por haber negociado con AdolfEichmann el salvamento de 1.685 judíos.

3) 1960-1967 (La Culpa del Asesino y el Sufrimiento de lasVíctimas): Este período se destaca por el fortalecimientoeconómico y político de Israel. También se producen dos hechostrascendentales que modificarán la memoria de la Shoá: el Procesocontra Eihmann en Jerusalem y la Guerra de los Seis Días.

El Juicio a Eichmann, sobre todo la decisión de ponerlo en eldebate público a partir de la aparición en la TV los testimoniosde los horrores sufridos por los sobrevivientes colocará en elcentro de la escena la legitimidad pública de los testimonio delos sobreviventes que se volvieron centrales en lasconmemoraciones y en la concepción de la educación sobre el tema.

4) 1967-1973 (La Victoria y el Peligro): Este período está signadopor dos conflictos bélicos. Las guerras de los Seis días y la deIom Kipur.. En ambas la memoria de la Shoá jugó un papel decisivoen el debate público en el seno de la sociedad israelí.

Por primera vez aparecerá la memoria de la Shoá ligada a laretórica política del estado, particularmente la asociación entreperder la guerra-exterminio, esta retórica del terror seráampliamente utilizada en la esfera pública de Israel. La victoria

contundente en la Guerra de los Seis días tendrá continuidad conla narrativa épica del espíritu heroico de los combatientes delGueto de Varsovia mientras que el miedo a la destrucción de Israeldurante el sorpresivo ataque en la Guerra de Iom Kipur, una vezmás avivó el terror al exterminio.

5) 1973-Actualidad (Holocausto, referencia del pasado y potencialdel presente): En este período se consolida la forma hegemónicadel holocausto vigente hasta el día de hoy y que asumirá formas enlas ceremonias y debates públicos de la sociedad israelí tantocomo en su currícula educativa.En este período se terminó de consolidar en la esfera pública elrelato acerca del Holocausto vigente en la arena pública deIsrael. Dos cosas fundamentales ocurrieron en este período: elprimero fue el recambio generacional, el segundo la pérdida de lahegemonía política por parte de la socialdemocracia y el triunfode la derecha (hegemonía que, con las cortas interrupciones de losgobiernos de Rabin y Barak, se mantiene sin solución decontinuidad desde 1977). Este triunfo de la derecha ha sidodirecta consecuencia del horror generado por el tremendo golpe dela Guerra de Iom Kipur.

Otro importante episodio ocurrido en este período es lainmigración masiva a Israel de migrantes provenientes de la ex-URSS, la característica central de estos inmigrantes es una fuerteidentidad anticomunista, su impacto demográfico (1.000.000 denuevos inmigrantes en el lapso de pocos años que se sumaron a losaproximadamente 4.000.000 de israelíes que había, sumaron un 20%de población entre los que se hallaban algunos de los principaleslíderes de la derecha como los ex-Ministros Nathan Sharansky yAvigdor Lieberman). Reforzando la tendencia a la consolidación deltriunfo de la derecha nacionalista de la que hablamos en elpárrafo anterior.

Contradictoriamente, este período también, es el período de losgrandes acuerdos de paz (con Egipto en 1977, Jordania en 1993 ylos Acuerdos de Oslo con la ANP en 1994).

La incorporación de la memoria de la Shoá en el discurso públicoevidencia la carga simbólica que tiene este tema en la identidadnacional israelí, referencias permanentes a la amenaza deextinción justifican la política de defensa nacional y suinversión en gastos militares, la descalificación permanente

(sobre todo desde sectores de la derecha más extrema a políticosque llevan adelante prácticas contrarias a las ideas de aquelsector (la “nazificación” de Rabin durante las conversaciones depaz en Oslo, o las estrellas amarillas de los colono durante losdesalojos previos a la desconexión de Gaza, etc) evidencian unafuerte presencia y un uso publico de la memoria como unaherramienta de intervención en la arena política.

Es en este período, fundamentalmente fruto del ascenso degobiernos neoconservadores en Europa y la ruptura del consensoantifascista que, paradójicamente, la Shoá se torna discursouniversal, se torna paradigma universal de la memoria. Sobre todoa partir de la Conferencia de Estocolmo de 2000, la decisión de laONU de establecer la conmemoración oficial del Holocausto los días27 de enero (día de la “liberación” de Auschwitz) y la creacióndel grupo internacional para el estudio y difusión del Holocausto.Por esto, definitivamente, Israel ha obtenido el consenso para supolítica sobre los palestinos de parte de líderes políticos deEE.UU. y Europa.

López Alonso, hablando de la evolución de la relación entre elHolocausto y el Estado de Israel, describe dos etapas:

La primera va desde el silencio hasta la referencia moral, duranteesta etapa se transitó desde un silencio tabú, virtualmente unainvisibilización de la Shoá en el discurso público, en losprimeros años, como han estudiado muchos autores, por un lado seproduce una contraposición entre la imagen estereotípica del judíodiaspórico (el que era concebido como pasivo, sumiso, etc.) y eljudío israelí (concebido en términos de proactividad, rebelde,etc.); por otro lado, se toma como imagen de ideal nacional a losresistentes y combatientes, especialmente los combatientes delGueto de Varsovia, quienes fueron colocados, en el relatonacional, como herederos del topos simbólico de los héroes deMasada y Tel Jai.18 Lo llamativo de esto, es que en el momento quese fija la fecha de conmemoración del Holocausto en Israel (en1951) uno de cada dos ciudadanos de Israel era sobreviviente de laShoá (la casi totalidad de ellos no habían sido combatientes) loque generaba una contradicción entre la política memorial y la18 Sobre el lugar de los muertos en la construcción de la identidadnacional y su relato épico ver particularmente (ANDERSON, 1993)(AUERBACH, 2012) (SMITH, 1997) (SMITH, 1998) (TILLEY, 2007) (MARGALIT,2007) (ZERTAL, 2010).

identidad de los conmemorantes. Otros episodios significativos eneste período fueron la creación de Yad Vashem en 1953 y la masacreen la aldea árabe de Kfar Kassem que generó un profundo debate, yse transformó en la primera alusión pública a la Shoá comoreferencia moral. Finalmente, el verdadero punto de inflexión fueel proceso a Adolf Eichmann en Jerusalem.

La segunda etapa, según esta autora, es la que se inaugurará enlos meses previos a la Guerra de los Seis días, este conflicto, enel que primero aparecerá el recuerdo de la Shoá en las amenazas delos líderes árabes, y que luego de la arrolladora victoria serávisto como el definitivo triunfo sobre la “mentalidad diaspórica”,será el origen de muchos de los conflictos que al día de hoytienen fuerte influencia en la comprensión del conflicto19

Una serie de episodios posteriores terminarán por instalar lamirada sobre la Shoá hegemónica hoy en día, estos fueron: a) LaConferencia de Jartum en agosto de 1967 de la Liga Árabe y surechazo de la propuesta israelí de paz conocida como la triplenegativa (no negociaciones, no paz, no reconocimiento respecto aIsrael), luego la masacre de los atletas Israelíes en Múnichdurante las olimpíadas de 1972 y, fundamentalmente la Guerra deIom Kipur de octubre de 1973 la que acabó con la imagen deinvulnerabilidad creada en la victoria de 1967. Un hechodeterminante para el establecimiento de la hegemonía de la derechaa partir del triunfo del Likud en las elecciones de 1977. A partirde allí comenzó una política sistemática de ocupación territorialy la política de colonización-asentamientos. A partir de 1982 y,con más fuerza desde 1987 comienza a desarrollarse un fuertemovimiento pacifista cuyo principal referente es el movimientoShalom Ajshav (Paz Ahora) y la práctica de los Refuseniks (objetoresde conciencia), estudios sobre las motivaciones de estos objetoresel Holocausto aparece como dominante (56%) aunque sólo una cuartaparte de ellos tiene relación directa con el Holocausto (sondescendientes de sobrevivientes). La Shoá aquí aparece [encontraposición con el uso hegemónico de la memoria de la Shoá enla identidad nacional israelí] como un imperativo ético-moral decarácter empático. En este período, también, emergerá elHolocausto como integrado sistemáticamente al discurso identitariohegemónico. Dirá López Alonso: Es también en estos años cuando el Holocaustoempieza a ser integrado de modo más sistemático como argumento dentro del discurso19 Por ejemplo: la ocupación israelí de Gaza y Cisjordania y el comienzode la política de ocupación colonial de los territorios ocupados, etc.

oficial. El deber de recordar, Zakhor, se interpreta en un sentido restrictivo, reducido arecordar lo que Amalek hizo al pueblo judío (Deut. 25:17), identificando a Amalek con elOtro, en una instrumentalización del Holocausto como advierte Gur Ze’ev, “lleva aidentificar al nazi Amalek con el árabe Amalek”, alejándose del verdadero significado deldeber de recordar dentro de la tradición y el pensamiento judíos. (LÓPEZ ALONSO,2004:12)

ELEMENTOS DE LA RETÓRICA HEGEMÓNICA SOBRE LA SHOÁ

El discurso público hegemónico sobre el Holocausto, tanto enIsrael como, en general en todo occidente, se puede resumir en unaserie de puntos centrales:

a) El Holocausto como evento único en la historia: Lo central deesta postura [cuyas argumentaciones varían sustancialmenteincluyendo argumentos cuantitativos (mayor cantidad de muertos),radicalidad (intenciones de aniquilamiento completo), hastacarácter único (forma parte de la historia del antisemitismo] esdefender la incomparabilidad de la Shoá con otros procesoshistóricos, lo que colocaría a la Shoá en una especie desingularidad ahistórica abonando, en términos todorovianos, unamemoria literal, una memoria ritualizada cerrada sobre sí misma.20

La intencionalidad de esta postura busca justificar, por un ladola unicidad de la Shoá respecto de otros genocidios y, por otrolado, el carácter único, casi metafísico, del judío como víctima.

20 (TODOROV, 2000) distingue entre dos formas de la memoria, la Literal yla Ejemplar, la primera remite a una forma memorial particular,especìfica, única e irrepetible, no hay un corte temporal/simbólico conel pasado, somete el presente a la lógica del pasado, entonces losconflictos actuales se interpretan en esa clave, de tal suerte se terminapor interpretar a los enemigos actuales en términos de lasconfrontaciones del pasado así, en términos de la retórica nacionalisraelí respecto al conflicto con los palestinos se terminan vinculando,en términos retóricos y simbólicos, al IDF con los combatientes del Guetode Varsovia luchando por el “derecho a la existencia” y, por otro“nazificando” a los palestinos como los “agresores” que “quieren destruiral estado judío y ahogar a sus habitantes en el mar”. La memoriaejemplar, por el contrario, sin negar la singularidad de losacontecimientos, recupera esa memoria desde una lógica más universal, unmodelo que sirva para establecer analogías que posibiliten la comprensiónde situaciones nuevas y posibiliten una acción en el presente.

Esto se expresa en la existencia de “guardianes de la memoria”21 yla competencia intermemorial por el sentido de la memoria de laShoá (como evento único e incomparable o como un evento histórico,singular pero comparable).

b) Singularidad vs. Universalidad: Esta postura insiste yprofundiza el carácter único de la Shoá reforzando esta tendencia.Si el Holocausto es un evento singular, único e incomparable,perdemos la posibilidad de extraer conclusiones que nosposibiliten la comparabilidad, si a esto sumamos su inscripcióncomo un episodio más, la culminación de la historia delantisemitismo occidental, su conclusión “lógica”, se puede hacerun uso público, “analógico” inscribiendo este episodio en losconflictos presentes; de allí la tendencia al uso de la Shoá, enel discurso público israelí, para explicar situaciones vinculadasal conflicto israelí/palestino que deberían ser inscriptas en otroregistro completamente diferente; formaciones discursivas como“Israel tiene derecho a defenderse” o “los palestinos quierenexterminar a los judíos” nos remiten, directa y simbólicamente, ala lucha por la sobrevivencia contra un enemigo que busca laaniquilación

c) Sacralización de la memoria y mandato de memoria: La memoriaocupa un lugar central en la identidad judía. La estructura de lamayoría de las conmemoraciones rituales del judaísmo tienen quever con la conmemoración de momentos límite, de grandes tragediasy peligros que fueron conjurados, el humorista Billy Cristal tieneun chiste donde se pregunta: “¿Cómo se resume una fiesta ritualjudía en una sola frase?”, y se responde: “¡Nos quisieron matar,no pudieron, a comer!”; históricamente las conmemoracionesrituales judías involucran directamente estas tragedias a lamemoria colectiva, por lo tanto, al acontecer la Shoá ya existía,en la cultura judía, esta forma de conmemoración ritual de lastragedias, ergo, existe un fuerte imperativo a recordar, perocondiciona esa forma a la conmemoración, como decimos en lospuntos anteriores, con una fuerte tendencia a la conmemoraciónliteral del acontecimiento como algo único e irrepetible. Elmandato memorial de la Shoá se inscribe en un arquetipo común en21 Refiero con este concepto a grupos cuya celosa actividad es la defensaactiva del relato identitario la memoria hegemónica y el relato de launicidad (grupos de sobrevivientes, museos, memoriales, grupos estatales,paraestatales o internacionales –como la International Task Force-, etc.)Ver (POLLAK, 2006).

todas las conmemoraciones rituales judías, se trata de lasecuencia: diáspora-martirologio-destrucción-redención; en la Shoála secuencia es:diáspora-antisemitismo-Shoá-Creación de Israel.

d) El Sabra paradigma del heroismo y la fortaleza, negación deljudío diaspórico. Dialéctica Destrucción-Redención.:

En los primeros años luego de la creación del Estado de Israel seevitaba hablar del tema Shoá, se creó la imagen de lacontraposición polar entre el israelí nativo, el Sabra, comorepresentación del “hombre nuevo” al cual se le adosaba unaiconografía de fortaleza y propositividad y el judío diaspórico,el que se correspondía con la imagen estereotípica y caricaturezcadel judío como débil y pasivo. (BARNETT, 2013)

e) El Holocausto como justificación de la justeza del proyectosionista y la indispensabilidad del Estado como garante de laseguridad y la continuidad del pueblo judío: En el Ethos deldiscurso sionista, este nace en contraposición y como respuesta aun contexto de antisemitismo europeo, particularmente en Europadel Este y Francia, su idea central es que los judíos no podránser un “pueblo normal” en tanto sean una nación diaspórica, elfracaso del proyecto asimilacionista de la emancipación fundamentala postura de crear el nacionalismo judío; de manera análogapodemos inferir que el Estado de Israel nace como respuesta a laShoá, en este acontecimiento histórico hallará el sionismo lacoyuntura favorable para avanzar con su proyecto nacional, lalegitimidad, en la retórica, estará dada por la propia estructuracognitiva de su pasado, en esa dinámica tragedia-redención de laque hablamos arriba.

Luego de la Shoá, y negando la propia historia diaspórica, laretórica hegemónica del judaísmo hegemónico sostendrá que la únicagarantía de seguridad y sobrevivencia del pueblo judío será laexistencia del Estado de Israel. (RESNIK, 1999)

f) Analogías entre los enemigos de ayer y los de hoy: Yerushalmimuestra que la memoria de los judíos más tradicionalistas concibeal presente como una oscura etapa de transición entre el períodobíblico y el futuro mesiánico. El discurso público del Estadojudío, pese a su laicidad, tiene una concepción mística de lahistoria, concibe al presente como una continuidad lineal deltiempo bíblico, ergo, concebirá a la historia moderna como la

continuidad lineal del relato bíblico, de tal suerte que existiráuna concepción en la que se tenderán a repetir los esquemasinterpretativos basándose en las explicaciones y conmemoracionespasadas, de tal suerte que existe una dialéctica continuidad-identificación entre figuras que ocupan el mismo topos en elrelato: Faraón-Torquemada-Chmielnicki-Hitler-Stalin-Arafat-Ahmadinejad.

En esta línea argumental-analógica, la Shoá se produjo debido a lapasividad del resto del mundo ante el nazismo y hoy Israel está en“peligro existencial” por la pasividad del resto del mundo antelas amenazas que penden sobre ese estado, particularmente desde elintegrismo islámico y la República Islámica de Irán. Lasconclusiones que se pueden ver en los discursos públicos de Israelson dos: a) El mundo no aprendió las lecciones del Holocausto, noayudará a Israel como no ayudó a los judíos europeos y b) Israeldebe tener poderío militar porque para su existencia depende de símismo (como muestra la experiencia de la resistencia judía ante elnazismo). De estas conclusiones se desprende un efecto directo, lasubordinación de la moral a la “ética de la supervivencia” dadoque el mundo fue (y es) antisemita, el pueblo judío amparándose enel derecho a la supervivencia, está exento de consideracioneséticas y morales respecto a ese mundo hostil conformado porvictimarios.

Hasta aquí, toda la línea argumental singularizadora de laexperiencia de la Shoá y su inscripción en una perenne acciónantisemita universal es un recurso retórico justificador de lasacciones del Estado de Israel tamizadas por esta cuestión del“derecho a ser”. (FRYDMAN y LEVIN, 2015) Zertal mostrará cómo,desde la misma Shoá, Auschwitz será el prisma desde el cual seinterpretará la realidad política israelí. Este hecho límite se havuelto un significante insoslayable para entender no sólo lacosmovisión israelí, sino la memoria hegemónica del judaísmo (y deoccidente todo).

El israelí Meir Margalit definirá los tres niveles en los que elHolocausto impacta en la memoria colectiva (y por lo tanto suimpacto en la identidad nacional israelí):

El Holocausto marcó profundamente la memoria israelí en tres niveles: 1.- ha sido ampliamente “explotado” a fin de corroborar la tesis sionista de que sólo enIsrael el pueblo judío puede estar seguro y garantizar su futuro.

2- realimenta constantemente el temor de que la historia vuelva a repetirse, y de que losárabes pretendan completar la labor que los nazis no alcanzaron a finalizar en lasegunda guerra mundial, temor fomentad en gran medida por declaraciones dedirigentes musulmanes, como el actual presidente iraní Ahmadinejad, que hablan de lanecesidad de desarrollar el potencial atómico a fin de “liberar a Palestina”, que para elIsraelí es otra forma de decir- “exterminar a Israel”.3- Justifica y legitima toda barbaridad en nombre del exterminio sufrido la pasadageneración e invalida el derecho del mundo occidental a criticarnos, por haber sidocómplice pasivo de la destrucción de nuestro pueblo (MARGALIT, 2007:32-33)

Estos son los tres ejes de la retórica nacional israelí (sionista)del Holocausto, como muestra Margalit, la Shoá funciona en unadialéctica pasado-presente involucrando varios elementos del“sentido común” de la memoria colectiva judía que actúan comolegitimadores retóricos: a) Sólo en Israel estamos a salvo, b)Fuimos victimizados porque Israel no existía, c) Sólo podemosconfiar en nuestra propia fuerza, d) La historia puede volver arepetirse, el mundo islámico-árabe nos amenaza y el mundo vuelve amirar hacia otro lado, e) Nadie tiene derecho a criticarnos porqueayer nos dejaron sólos, ergo son cómplices…

DISCURSO ÚNICO: LA SHOÁ COMO RELIGIÓN CIVIL

Enzo Traverso mostrará cómo para la memoria hegemónica en lascomunidades judías, no sólo en Israel sino también en la diáspora,la memoria de la Shoá cumplirá la función de religión civil. Esespecialmente interesante pensar esto junto al hecho que el estadode Israel (estado que nace como producto político, por un lado,de las ideologías nacionalistas europeas decimonónicas y de losprocesos de descolonización de la postguerra por el otro) sepiensa a sí mismo como continuación del Israel de tiempos bíblicos(un estado laico cuyos fundamentos se encuentran en un librosagrado). Quizás la memoria de la Shoá entendida en los términosque lo plantea Traverso es coherente con una ideología laica quese piensa desde fundamentos mítico-religiosos con una fuerteimpronta victimista como hemos visto.

El Estado de Israel, en este uso público de la memoria del quevenimos hablando, vendría a cumplir el rol simbólico del“paradigma de la resiliencia”, la voluntad colectiva de todo unpueblo luchando contra la adversidad, sometido a un proceso de

exterminio, dando un “combate desigual” contra un “poderosoenemigo” que lo rodea y que quiere “ahogarlo en el mar”, es elejemplo paradigmático de un relato con ribetes místicos, un relato“sacro”. El pueblo judío, una vez más (y como siempre), luchandopor su supevivencia en un medio hostil, la autolegitimación pasapor la construcción de un relato mitificado.

Algunos indicadores muestran claramente la existencia de laMemoria de la Shoá concebida como “Religión Civil”22 tanto en eldiscurso cuanto, y especialmente, en las prácticas y marcosmemoriales públicos en Israel:

La decisión de crear el Museo-Memorial de la Shoá más importantedel mundo (en términos materiales y simbólicos), el Museo de YadVashem en Jerusalem, pegado al cementerio donde están enterradoslos restos del padre del sionismo, Theodore Herzl, otrasimportantes figuras del sionismo e Israel, y junto a un cementeriomilitar donde están enterrados los caídos en defensa del estado deIsrael.

La muestra permanente del Museo de Yad Vashem comienza con unafilmación de un grupo de niños cantando Hatikvah en un Jéder deEuropa Oriental en la preguerra y finaliza con la misma filmacióncasi al unísono con filmaciones de gente cantando la misma canciónen las calles de Palestina el día de la declaración de laindependencia de Israel el 14 de mayo de 1948 estableciendo así,un fuerte nexo simbólico entre ambos acontecimientos (Shoá-Creación del Estado de Israel)

Memorias y “Olvidos”: Mientras en Israel se ha elevado a loscombatientes del Gueto de Varsovia a la categoría de héroesnacionales, como por ejemplo los sobrevivientes Antek Zukerman yTzivia Lubetkin, migrantes a Israel y fundadores del KibutzLohamei HaGuetaot (Los luchadores del Gueto) otros combatientes nohan tenido la misma suerte, la memoria oficial casi ha borrado elrecuerdo de Marek Edelman, quien no sólo no migró a Israel luego

22...El científico social Robert Bellah aplica una comprensión funcional...de la religión al ámbitode la sociedad secular y la política. En 1967 acuñó el término "religión civil" para referirse a lashistorias, ideales y prácticas que las entidades políticas modernas dotan de un sentido detrascendencia, de modo que sus ciudadanos traten al estado con un sentido de veneración. A lolargo de los años, la idea de Bellah ha resultado fascinante a los observadores del Estado de Israel.Tom Segev, por ejemplo, ha caracterizado al Holocausto como la religión civil de Israel.(GOLDBERG, 1995:43)

de finalizada la guerra sino que en el transcurso de los años fuemuy crítico con las políticas de Israel hacia los palestinos y en2002 escribió una carta dirigida a las milicias palestinasdirigiéndose a ellos como un compañero de armas.

El establecimiento de una ceremonia central en la religión civilde la Shoá, la Marcha de la Vida, de la cual participan miles dejóvenes anualmente y que establece un nexo simbólico directo entrela Shoá e Israel, es un peregrinaje que se extiende entre IomHashoá (el día de la Shoá) e Iom Haatzmaut (el Día de laIndependencia de Israel) recorriendo los rastros de la vida judíaen Polonia, incluye visitas guiadas al Campo de Exterminio deAuschwitz y concluye con la conmemoración del Día de laIndependencia en Israel, estableciendo un nexo simbólico, una vezmás, entre Shoá e Israel.

La finalidad última de la existencia de esta “religión civil” dela Shoá en el discurso occidental cumple una función legitimadora.Utilizan públicamente la conmemoración de la Shoá y el homenaje asus víctimas para naturalizar crímenes hoy en nombre de la lucha“contra el terror”. La asociación con las víctimas pasadasfunciona como legitimador de las conductas actuales. (SANCHEZDURÁ, 2010) (TRAVERSO, 2009) La memoria de la Shoá hoy sirve comojustificación de la existencia del poder militar israelí y comofundamento de su tenacidad ante sus enemigos. (JULIÁ, 2010) y nosólo esto funciona así en el discurso nacional israelí, sino queesta retórica se ha incorporado como Ethos del discurso hegemónicodel orden global, es una instrumentalización política legitimadorade prácticas político-hegemónicas desde un discurso de empatía conlas víctimas. Cuando se cumplió el 55 aniversario del fin de laShoá se realizó un acto en Auschwitz con la presencia de losprincipales mandatarios del mundo, los mismos mandatariosresponsables de los principales Campos de Concentracióncontemporáneos, los lugares donde hoy rige el Estado de Excepción(AGAMBEN, 2005), esto involucra el uso público de la memoria delas víctimas en la justificación del orden político-hegemónico,los perpetradores de hoy se legitiman con el recuerdo de lasvíctimas.

…las conmemoraciones en Auschwitz en enero de 2005, hace 5 años. En el aniversario dela liberación del campo estaban Bush, Berlusconi, todos los poderosos de la tierra,responsables de la Guerra de Irak, de la tortura en Guantánamo; y se reunían enAuschwitz para conmemorar a las víctimas. Fue una manifestación hipermediatizada con

un sentido político muy claro: estamos conmemorando a las víctimas del nazismo,entonces la guerra que estamos haciendo es humanitaria, es justa, ése era el mensajepolítico de esas conmemoraciones. Este es un ejemplo para decir cómo el recuerdo puedeser también instrumentalizado; podríamos dar otros ejemplos si hablamos de lo que sehace con la memoria del Holocausto en Israel. (TRAVERSO, 2010)

Este “uso” memorial es lo que Finkelstein llama La Industria delHolocausto, básicamente este autor afirmará que la hegemoníapolítica judía a escala internacional [conformada por las clasesdominantes de Israel, las elites judeoamericanas (conocidasvulgarmente como el lobby judeo-estadounidense) y las fraccioneshegemónicas en las comunidades judías], han montado una industriaalrededor de la memoria de la Shoá, que conformarán un “capitalmoral” que les posibilita mantener exigencias sobre otrasnaciones. Sea por acción u omisión en tiempos de la persecuciónde los europeos judíos, el resto de las naciones de la tierra seencontrarían en deuda para con ellos.23 Finkelstein afirmará que seelabora una representación ideológica que difiere con el hecho23 Al respecto es pertinente y particularmente aleccionadora la inclusiónaquí de un fragmento del discurso pronunciado por el ex–Primer MinistroIsraelí Ariel Sharón ante el Parlamento Israelí (Knesset) en ocasión decumplirse el 60° aniversario de la Liberación del Campo de Auschwitz:Los aliados sabían de la aniquilación de los judíos. Sabían y no hicieron nada. El 19 de abril de1943, se reunió la Conferencia de las Bermudas, con la participación de representantes de GranBretaña y Estados Unidos, con el fin de discutir la ayuda a los Judíos de Europa. De hecho, losparticipantes hicieron todo lo posible para evitar tratar el problema. Todas las sugerencias deoperaciones de rescate, que las organizaciones judías presentaron, fueron rechazadas.Simplemente no quisieron tratarlas.La Conferencia de las Bermudas no fue más que la continuación de la historia impactante de la"nave de los condenados", el buque San Luis, que zarpó de Alemania en 1939 con 1.000 judíos quehabían logrado escapar del Tercer Reich a bordo. Los pasajeros llegaron a los puertos de Cuba ydel este de Estados Unidos, pero se negaron a dejarlos desembarcar y se vieron obligados aregresar a las costas de Europa. La mayoría de ellos fueron asesinados en los campos deexterminio.El liderazgo del Mandato Británico visualiza la misma torpeza e insensibilidad al cerrar las puertasa judíos que buscaban un refugio en la Tierra de Israel. De este modo fueron rechazadas lassolicitudes de los 769 pasajeros del barco Struma que escapó de Europa –de los que todos (exceptouno) encontraron la muerte en el mar.A lo largo de la guerra, no se hizo nada por detener la aniquilación. Cuando en el verano de 1944,las deportaciones masivas en Hungría se llevaban a cabo, los Aliados no bombardearon las vías detren que conducían a Auschwitz desde Hungría, ni las fábricas de muerte en Birkenau, y esto noaconteció pese a que tenían capacidad para hacerlo. Los aviones aliados atacaron objetivos cercade Auschwitz, pero se negaron a bombardear el campamento en sí, en donde 10.000 judíos eranasesinados a diario. Así fueron aniquilados 618.000 judíos en pocas semanas - los judíos deHungría.

histórico. Se producen bienes culturales (artísticos yacadémico-pedagógicos) centrados en una mirada particular,funcional a intereses hegemónicos, políticos y de clase. Lamirada fortalece la victimización del Estado de Israel y justificasus acciones, con el apoyo por acción u omisión del resto de lospaíses occidentales que “cargan con la culpa”. Así, se utiliza elrecuerdo del sufrimiento de la población judía para ocultarlas prácticas sociales de victimización y castigo colectivo sobre

Sr. Presidente, la conclusión triste y horrible es que a nadie le importaba que los judíos estabansiendo asesinados."No pongas tu confianza en los hombres de poder", dijo el poeta de los Salmos. Y, de hecho,durante la más terrible hora crítica, los que estaban en el poder y los amigos declarados nomovieron un dedo. Esta es la lección judía del Holocausto y esta es la lección que Auschwitz anosotros, las personas afectadas nos dejó.El Estado de Israel ha aprendido esta lección, y desde su creación se ha hecho todo lo posible pordefender a sus ciudadanos, y proporcionar un refugio seguro a cualquier judío, dondequiera quese encuentre. Sabemos que podemos confiar en nadie más que en nosotros mismos. (SHARÓN,Ariel: Speech by Prime Minister Ariel Sharon of Israel at a special session of the Knesset onJanuary 26, 2005 en Auschwitz 60 Years LaterTwo Perspectives en el sitio de Internet: The History Place. Points ofView, http://www.historyplace.com/pointsofview/speeches-auschwitz-anniv.htm (Consultado el 23/8/2015). Otro notable ejemplo de este discurso lo hallamos en otro discurso, peroesta vez del ex-Presidente del Estado de Israel Moshé Katzav quien, en elacto de conmemoración del 60° aniversario de la Shoá, en pleno Auschwitz-Birkenau, se refirió Israel, la Shoá y a la “culpa” del mundo:…A tres horas de vuelo de aquí, nos hemos vuelto a establecer nuestra patria, pero no ha sido atiempo para albergar a quienes fueron asesinados aquí. Somos una nación determinada yorgullosa, que mira hacia adelante con gran esperanza. Nuestros fuertes lazos con las nacionescuyos jefes están aquí hoy son un símbolo de consuelo y una garantía de nuestra seguridad. El pueblo judío sobrevivió a la destrucción, al sufrimiento, los exilios, las expulsiones y la mayortragedia - la Shoá. A pesar de todo, hemos regresado a nuestra patria y hemos construido unEstado democrático, moderno y desarrollado, que ha acogido al pueblo judío de los cuatrorincones de la tierra. En toda la historia humana, no ha habido caso similar.Mis hermanos y hermanas, mártires de la Shoah, que no pudieron sumarse al Estado de Israel, loslíderes del mundo han venido a este lugar, que fue el infierno, con el fin de recordarlos. Ustedesson los ciudadanos perdidos de nuestra patria.Excelencias, reyes, reinas y presidentes, líderes de los estados europeos, en Auschwitz-Birkenau másde un millón de judíos fueron asesinados, todos ellos eran hijos e hijas de sus tierras, ciudadanosde sus países.Sabemos que Europa fue una tierra ocupada por el régimen nazi alemán. Pero tambiénrecordamos que en los países europeos había un rabioso antisemitismo, lo que dejó a los judíos sinescapatoria y sin esperanza. El antisemitismo se basaba en el racismo y el odio. […] Una multitud de naciones sabía del asesinato, pero fue indiferente.El mundo sabía acerca de la destrucción de la judería europea, pero permaneció en silencio.

el pueblo palestino con la excusa de una “existencia amenazada”.(FINKELSTEIN, 2002)24

Esta forma de representarse el pasado será definida por Bar-Tal yAntebi como la “Mentalidad de Asedio”, esta lleva a creer que el restodel mundo busca hacerle daño al grupo de pertenencia, este es eldogma presente en la retórica pública de Israel cuando se afirmancuestiones tales como: “la Shoá ocurrió porque el mundo se dividíaentre perpetradores e indiferentes”, “los árabes nos quierenexterminar y el mundo vuelve a ser indiferente”, “nos criticanporque nos odian”, “porque fuimos víctimas nos asiste el derecho adefendernos”, etc. Estos autores definen a la Mentalidad de Asedio comoun estado colectivo. Una percepción de la relación intervincularentre ellos y otros grupos externos.

Una creencia que tienen los miembros del grupo que indica que el resto del mundo tieneintenciones de comportamiento altamente negativas hacia ellos refleja un estado dementalidad de asedio. (Bar-Tal, 1986; Bar-Tal y Antebi, en prensa). Específicamente, elcontenido de la creencia de la mentalidad de asedio refiere a la percepción por parte delos miembros del grupo que los grupos externos tienen intenciones de hacer el mal ocausar daño a su grupo. El enfoque decisivo de esta creencia se centra en el resto delmundo. El grupo generaliza la atribución negativa a todos los grupos externos y, amenudo los iguala a todos ellos, aunque a veces pueda encontrar uno o dos excepciones.Dado que la mayoría de los grupos tienen conflictos con uno o varios grupos, el énfasis deesta creencia está puesta en que el grupo se enfrenta solo contra un mundo hostil.Implica también que existe una amenaza a la existencia del grupo y que no puede esperarayuda de nadie en tiempos de necesidad. Por lo tanto, la mentalidad de asedio debe servista como un reflejo de una creencia central ilustrada en frases “Nadie nos va a ayudaren tiempos de necesidad”, “El mundo espera llegar a deshacerse de nosotros”, “nopodemos confiar en los consejos de los demás”, etcétera (Ver Bar-Tal y Antebi, en prensa).(BAR-TAL y ANTEBI, 1992:251-252)

La oposición y la vacilación de los Aliados a bombardear los campos de exterminio y destruir losferrocarriles que transportaban a los judíos hacia ellos, provocó más víctimas de nuestro pueblo, yesto también sigue siendo una marca en la frente de la humanidad. (KATZAV, Moshé: AddressBy The President Of The State Of Israel, Mr. Moshe Katsav, At The 60th Anniversary Of TheLiberation Of Auschwitz 27/1/2005 en el sitio de Internet del del Ministerio deRelaciones Exteriores de Israel (Israel Foreign Ofice):http://www.mfa.gov.il/mfa/aboutisrael/history/holocaust/pages/address%20by%20pres%20katsav-%2060%20years%20liberation%20of%20auschwitz%2027-jan-2005.aspx (Consultado el 23/8/2015).24 En este sentido ver también (NOVICK, 1999)

DISPUTAS MEMORIALES, OLVIDO Y HEGEMONÍA

Yerushalmi refiriéndose al olvido advierte que el olvido, en unsentido colectivo, acontece cuando al interior de un grupo humanolos mayores, por algún motivo, dejan de transmitir a su posteridadel relato de algún acontecimiento pasado, esta ruptura puedeproducirse, o bien por un impedimento (por la causa que fuere) delos mayores de transmitir su relato, o bien por una negativa delos jóvenes de aceptar ese relato. (YERUSHALMI, 2002), hoy Judtnos dice que el silencio durante los primeros años de lapostguerra ocurre tenía que ver con la necesidad de olvidar yadvierte que existe una saturación memorial que construye unabanalización que nos pone ante el riesgo del olvido. Tambiénafirma que la banalización memorial vacía de contenido a la Shoá.El autor nos advierte que: Inmediatamente después de 1945, la generación denuestros padres dejó de lado el problema del mal porque para ella estaba cargado desentido. El peligro que acecha a la próxima generación es descartarlo porque en laactualidad tiene muy poco sentido. ¿Cómo podemos impedirlo? (JUDT, 2008)

La construcción de la Shoá como referencia universal como Ethos dela conciencia moral de occidente. Esta virtual “obsesión memorial”de nuestra época por el Holocausto, según Judt, nos plantea cincoproblemas:

1) EL DILEMA DE LAS MEMORIAS INCOMPATIBLES: Si bien la mirada dela conciencia occidental sobre la Shoá es universal, con lacrisis de la Unión Soviética, la mirada que aparecerá enEuropa Oriental sobre los crímenes del Estalinismo será deuna disputa intermemorial donde se pondrá en cuestión eselugar de unicidad exigido por la mirada “holocaustocéntrica”.

2) LA EXACTITUD HISTÓRICA Y LOS RIESGOS DE SOBRECOMPENSACIÓN:Contrariamente a la “obsesión memorial” contemporánea durantemuchos años los europeos occidentales no supieron nireflexionaron acerca del sufrimiento de los judíos durante laguerra. Hoy en día Auschwitz es la cuestión ética central dela Segunda Guerra Mundial. Pero eso induce a error ya quedurante la guerra y los primeros años de postguerra sólohubo dos grupos para los cuales la Guerra Mundialfue esencialmente el proyecto de exterminio de los judíos:los nazis y los judíos.

3) EL CONCEPTO DE LA NATURALEZA DEL "MAL": En los últimos añoseste concepto se fue reinsertando lentamente en los discursos

moral y político. Por una parte, el exterminio de judíos sepresenta como un crimen singular, un mal que ni antes nidespués tuvo su paralelo. Pero por la otra hoy invocamos esemismo mal ("único") en muchos otros casos que están lejos deser únicos. Si Hitler, Auschwitz y el genocidio judíoencarnan un mal único, ¿por qué se nos advierteconstantemente contra el hecho de que esos crímenes podríanrepetirse en cualquier lugar, o que están a punto derepetirse? Actualmente hablamos todo el tiempo del"mal", pero con la misma consecuencia, ya quediluimos su sentido.

4) EL RIESGO DE INVERTIR TODA NUESTRA ENERGÍA EMOCIONAL Y MORALEN UN ÚNICO PROBLEMA: El costo de este tipo de visión es lamirada de túnel al concentrarnos exclusivamente en un soloenemigo y usarlo para justificar los cientos de crímenesmenores que cometemos nosotros mismos. Este argumentovale también para nuestra moderna fascinaciónrespecto del problema del antisemitismo y nuestrainsistencia acerca de su importancia única.

5) RELACIÓN ENTRE LA MEMORIA DEL HOLOCAUSTO JUDÍO Y EL ESTADO DEISRAEL. Desde su nacimiento en 1948, el Estado de Israelmantiene complejas relaciones con el Holocausto. Por un ladojustificaban la existencia del sionismo, los judíos noestarían seguros mientras no tuvieran su Estado pero por otrola ideología sionista despreciaba la “pasividad” de losjudíos europeos que condujo a su exterminio y se autopercibíacon una actitud que era la negación del judío diaspórico.Actualmente ante la crítica internacional por los los malostratos a los palestinos y la ocupación de los territorios en1967 sus defensores prefieren anteponer la memoria delHolocausto. Al destacar el carácter histórico único delHolocausto y al mismo tiempo invocar constantementeproblemas actuales, sembramos la confusión en lamente de los jóvenes. Y al gritar "antisemitismo" cada vezque alguien ataca a Israel o defiende a los palestinos,fabricamos cínicos. Dado que lo cierto es que hoy laexistencia de Israel no se ve amenazada. Y que en Occidentelos judíos actuales no se ven enfrentados a ninguna amenaza oa prejuicios comparables a los del pasado -o incluso aaquellos de los cuales son víctimas otras minorías en laactualidad.(JUDT, 2008) Al contrario, como relata Traverso,el judaísmo hegemónico (e Israel) hoy se ha incorporado alorden dominante. (TRAVERSO, 2014) y ya no está en peligro.

A escala internacional, desde el orden hegemónico, existe ciertalógica cuyos fundamentos son equivalentes a los empleados por elEstado de Israel respecto al “uso público” de la memoria de laShoá en su discurso público respecto a hechos contemporáneos. Esalógica es la utilizada para describir la “guerra contra elterrorismo”. La dinámica argumental se basará en el razonamiento:“somos víctimas”/”tenemos derecho a defendernos”/”cualquier cosaque hagamos es legítima porque se inscribe en esta lógica”.

Traverso se pregunta cómo es posible que los perpetradores de hoy,los responsables de la guerra del golfo, de los centros dedetención de Guantánamo o Abu Ghraib, etc., encabecen el acto deconmemoración a las víctimas de la Shoá en Auschwitz, esto seentiende desde esta lógica memorial en la cual los perpetradoresse perciben como víctimas del mal absoluto. El “terrorismo” esconstruido retóricamente como tropos del mal absoluto, un conceptolo suficientemente laxo como para poder inscribir en él cualquierconducta subalterna, un “significante vacío” equivalente a la“subversión” en el discurso de la Doctrina de la SeguridadNacional.

Es remarcable el proceso por el cual las víctimas de un poderhegemónico se tornan en justificación para los victimarios yperpetradores de hoy. La memoria de la Shoá se ha tornado enfundamento “moral” para las acciones de los poderes hegemónicosque, curiosamente, califican a las fuerzas socialescontrahegemónicas de hoy como “terroristas” colocándolos en elmismo lugar de “mal radical” donde están los perpetradores del malradical, de tal suerte que Hitler y los nazis se tornan como“indicador” para contrastar a aquellas fuerzas que se oponen a lahegemonía político-económica a escala mundial, de tal suerte queuna diversidad de sujetos (y regímenes) son calificados como“reencarnación” y Hitler y “encarnación” del “mal perenne”, elantisemitismo.

LA CRISIS DEL DISCURSO ÚNICO

En la Guerra de Iom Kipur hizo crisis la imagen construida durantelos primeros 30 años de fortaleza (esa imagen que se construyó poroposición a la del judío “galútico”), a pesar que se estabaviviendo un proceso de cambio del lugar de la Shoá, en 1973 entró

en crisis un modelo, a partir del triunfo de la derecha con Beguinen 1977 y la masiva migración de la ex-URSS luego de la caída delmuro de Berlín, junto a la consolidación del discurso de lapostmodernidad harán entrar en crisis al relato hegemónico yaparecerán miradas críticas, los nuevos historiadores y lospostsionistas, quienes pondrán en duda los mitos en los cuales sebasa el relato de la memoria colectiva pública en Israel. Elrelato oficial, la memoria pública hegemónica en Israel presuponeque la memoria colectiva es la historia objetiva, es por ello quelos trabajos de los nuevos historiadores y los postsionistasgeneran tanto debate. Desde el discurso hegemónico se intentadescalificar a estas corrientes equiparándolas a la autodenominada“Corriente Revisionsta del Holocausto” cuando, en realidad es lahegemonía israelí la que opera con las mismas técnicasmitificadoras y contrafácticas de los negacionistas.Desechando/ocultando fuentes documentales y testimoniales queponen en contradicho su relato.

El relato nacional hegemónico en Israel se construyó sobre unacantidad de verdades establecidas que funcionan como núcleolegitimador de las prácticas políticas de ese estado. La tarea delos “Nuevos Historiadores” no será ser tributarios de esa memoriaestablecida como “verdad”, sino que su trabajo desmonta el relatohegemónico. La crítica es la característica del trabajo de loshistoriadores. La tarea del historiador es discutir los recuerdosque aparecen como intactos y formando parte del relato común delpasado (YERUSHALMI, 2002). Wieworka afirmará que el trabajo delhistoriador, contrariamente al relato del testigo, implicará elrespeto a las reglas del oficio y que apela a la inteligencia y noinvolucra intencionalmente la emoción (WIEWIORKA, 2006)

Este será el motivo por el cual tanto la narrativa nacionalisraelí como la narrativa nacional palestina negarán losfundamentos de la identidad de su oponente. La memoria nacional,al ser un relato parcialmente mítico, requiere esa exclusividad yesa negación de los elementos que lo harían entrar en crisis, estees el mecanismo que nos posibilita entender las descalificacionesa los críticos de las posturas oficiales, como las de los “NuevosHistoriadores” israelíes y los postsionistas que discuten losfundamentos del relato oficial de las hegemonías comunitarias. Lascríticas se centran en los mitos establecidos respecto al usopúblico de la memoria de la Shoá en el discurso público israelí y

en los mitos establecidos respecto al momento fundante del estadode Israel.

En una lógica maniquea se describe a los nuevos historiadores y alos postsionistas en términos de “traidores” porque “traicionan”los fundamentos míticos de la retórica nacional, “hechos” que sonestablecidos como “inapelables” pero que son mitos y, como tales,son difíciles de sostener como argumento contrafáctico. Es por esoque se apela a la descalificación lisa y llana, porque su laborcientífica desmitifica el relato establecido como “verdad”.

Finalmente, el discurso público hegemónico en Israel respecto a laShoá aparecerá como una memoria sacralizada, una religión civil.Su construcción de esta manera parte de acontecimientos reales queson reinscritos en una “mitología” nacional. La fuerza de estasideas es de tal magnitud que cualquier crítica, por mínima quesea, a dicha hegemonía será reinterpretada desde el prisma de estalógica binaria y maniquea. El discurso hegemónico-nacional israelírespecto al conflicto palestino-israelí tiene la característica deun discurso totalizante, con una fuerte pretensión de discursoúnico; una sola manera de entender los hechos que desautoriza entérminos absolutos a cualquier discurso crítico apelando alvictimismo en una forma extorsiva. De tal suerte que a suscríticos los (des)califica de acuerdo a su origen identitario: sila detracción proviene de un no-judío se conceptúa al opinantecomo “antisemita”, pero si el fustigador es judío se lo tilda de“autoodiante” dando por sentado así, de hecho, una única manera deconcebir los acontecimientos, la de ellos. Cualquier crítica a losfundamentos de sus posturas es descalificada de igual manera. Así,“Lo Judío” será la postura propia, y cualquier otra, cualquiercrítica, será rápidamente caracterizada como “autoodiante”,“antisemita”, “nazi”, etc.

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