La llegada de los gitanos a Lima (1887-1928)

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155 LA LLEGADA DE LOS GITANOS A LIMA (1887-1928) Juan José Pacheco Ibarra Universidad Nacional Mayor de San Marcos [email protected] Resumen La presencia de la población gitana en el Perú ha sido poco investigada. Su llegada a este país es difícil de documentar, al tratarse de un grupo étnico que se desplazaba a través del mundo. Los gitanos causaron gran curiosidad en la población limeña de fines del siglo XIX. Sin embargo, muchos estereotipos y creencias rodeaban a estas gentes extrañas. Muchas de estas ideas fueron difundidas incluso por la prensa hasta el punto de influenciar a las autoridades policiales, las cuales tuvieron siempre una actitud vigilante frente a esta población. ¿Hasta que punto fueron ciertos estos estereotipos y prejuicios acerca de los gitanos? ¿en qué momento comenzó a cambiar la percepción de la población limeña hacia estos migrantes? ¿Y de qué forma influyeron los gitanos en la sociedad peruana? Palabras claves: GITANOS / HISTORIA / LIMA / SIGLO XIX / SIGLO XX La migración de gitanos a América es un tema aún pendiente de estudio. Lo cierto es que llegaron a Sudamérica y el Perú no fue la excepción. Podemos encontrar información de grupos migratorios a lo largo del siglo XIX, que arribaron al Perú de forma esporádica. Veamos el caso de la ciudad de Lima. Después de la Guerra del Pacifico veremos algunas migraciones esporádicas de gitanos al Perú. En mayo de 1887 tenemos la información de gitanos que vinieron a Lima. Por tren de cinco de la tarde se dirijió hoy por el Callao, la familia de gitanos que recorría las calles de la ciudad, exhibiendo dos osos y varios monos domesticados. Dicha familia se compone de 20 personas, entre hombres, mujeres y niños, y todos fuman, pues hoy hemos visto á un muchacho como de cuatro años de edad fumar con maestría un cigarrillo. 134 134 El Comercio, mayo 6, 1887

Transcript of La llegada de los gitanos a Lima (1887-1928)

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LA LLEGADA DE LOS GITANOS A LIMA (1887-1928)

Juan José Pacheco Ibarra

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

[email protected]

Resumen

La presencia de la población gitana en el Perú ha sido poco investigada.

Su llegada a este país es difícil de documentar, al tratarse de un grupo

étnico que se desplazaba a través del mundo. Los gitanos causaron gran

curiosidad en la población limeña de fines del siglo XIX. Sin embargo,

muchos estereotipos y creencias rodeaban a estas gentes extrañas. Muchas de

estas ideas fueron difundidas incluso por la prensa hasta el punto de influenciar

a las autoridades policiales, las cuales tuvieron siempre una actitud vigilante

frente a esta población. ¿Hasta que punto fueron ciertos estos estereotipos y

prejuicios acerca de los gitanos? ¿en qué momento comenzó a cambiar la

percepción de la población limeña hacia estos migrantes? ¿Y de qué forma

influyeron los gitanos en la sociedad peruana?

Palabras claves: GITANOS / HISTORIA / LIMA / SIGLO XIX / SIGLO XX

La migración de gitanos a América es un tema aún pendiente de estudio.

Lo cierto es que llegaron a Sudamérica y el Perú no fue la excepción.

Podemos encontrar información de grupos migratorios a lo largo del siglo

XIX, que arribaron al Perú de forma esporádica. Veamos el caso de la ciudad

de Lima. Después de la Guerra del Pacifico veremos algunas migraciones

esporádicas de gitanos al Perú.

En mayo de 1887 tenemos la información de gitanos que vinieron a Lima.

Por tren de cinco de la tarde se dirijió hoy por el Callao,

la familia de gitanos que recorría las calles de la ciudad,

exhibiendo dos osos y varios monos domesticados. Dicha

familia se compone de 20 personas, entre hombres, mujeres y

niños, y todos fuman, pues hoy hemos visto á un muchacho como

de cuatro años de edad fumar con maestría un cigarrillo.134

134 El Comercio, mayo 6, 1887

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También en 1892, recibimos noticias de gitanos.

Desde mañana comenzará a recorrer las calles de la ciudad una

cuadrilla de gitanos que exhiben osos y monos adiestrados.135

La llegada de los primeros gitanos a Lima concitó mucho

la atención siendo registrada como una noticia curiosa.

“Interceptando el paso de los transeúntes, obligando á salir al

centro de la calle a señoras, chiquillas y demás gente asustadiza,

caminaba hoy por una acera de la cuadra de esta imprenta,

una partida de mugrientos gitanos, uno de los cuales conducía

de tiro un gran oso sucio, feo y de feroz aspecto, de esos con

que se empeñan en sacar monedas, por donde quiera que van

esas tribus vagabundas que la Bohemia arroja sobre todo el

orbe. Ya es harto que se permita que esos tipos asquerosos

avergüencen las más centrales calles de una capital civilizada;

que además de esto, se les consienta ocupar las aceras con sus

fieras é introduciéndose a fortiori en patios de casas decentes a

improvisar espectáculos y pedir dinero en recompensa, es ya más

de lo tolerable y que pide la intervención de la policía, en guarda

de la tranquilidad de los transeúntes y de los que están por ver

en el patio de su casa una fiera bailando a fuerza de palos.”136

Los comentarios acerca de ellos fueron negativos desde el principio.

No eran bien vistos, se dedicaban a domar osos o músicos ambulantes.

“Acaban de llegar á esta capital procedentes de playas

extranjeras dos músicos húngaros, acompañados de un

niño, quienes recorren las calles pidiendo limosna, después

de ejecutar variadas piezas populares. El uno, que es

ciego, toca el violín, y el otro el clarinete, mientras el niño

canta. En el momento en que le vimos recojieron algún dinero.”137

Habría que hacer aquí una pequeña pausa para diferenciar entre los gitanos que

llegaron esporádicamente a fines del siglo XIX y los que ingresaron

masivamente a inicios del siglo XX. Según Carlos Pardo-Figueroa138

, los que

135 “Gitanos”. El Comercio, octubre 18, 1892 136 “Osos por la acera”. El Comercio, Febrero 6, 1893 137 El Comercio, octubre, 16, 1893 138 PARDO-FIGUEROA 2002

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llegaron fueron los llamados Kalderash, subgrupo de los gitanos o romaní.

De quién tenemos más noticias son de los denominados boyás

dedicados a domar osos y donde las mujeres se dedicaban a leer

las cartas y la quiromancia (lectura de la palma de la mano).

Estereotipos o realidad: una visión negativa de los gitanos

Las creencias y prejuicios contra el pueblo romaní o gitano han venido

desde tiempos muy antiguos, por eso estudiar este grupo humano plantea

un gran reto: alejarse de los estereotipos negativos creados alrededor

de estas poblaciones y contrastarlo con la realidad. Todas las noticias

que encontramos en los periódicos de la época hablan muy mal de

ellos y ayudan a difundir rumores y creencias, los cuales tuvieron fácil

propagación en una Lima que se iba convirtiendo en una urbe populosa. Gran

parte de estos prejuicios estaban en contra de las mujeres gitanas. A partir

de 1889 encontramos noticias de las gitanas dedicadas a leer la fortuna.

Siguen recorriendo las calles, varias de estas vagabundas, dedicadas

especialmente á decir la buena ventura, mediante el examen de la

mano y otros artificios, y por su puesto previo abono de algunos reales.

Hay entre ellas una mujer, como de cuarenta años, que a

pesar del desaseo característico de su raza, revela haber

poseído una hermosura poco común. Es alta, esbelta,

de hermosísimos ojos: tipo romano bien modelado.

La manera de ejercer su industria, es llevar á lugar apartado

á los bondadosos ó desocupados que aceptan su ofrecimiento,

y fuera de las miradas de profanos, y allí examinan las manos,

obligando al que consulta, á introducir una de estas bajo las

ropas superiores de la mujer, y luego pronuncia su sentencia.

Siempre casi hay de por medio una rubia y una morena.

Y a todos les dicen, mas ó menos usted prefiere á la morena,

pero debe decidirse por la rubia, ó recíprocamente.

También suelen proporcionar un talismán contra toda enfermedad,

es un pedazo de guijarro, que no falta quien guarde religiosamente.

Hoy hemos presenciado una escena de las que con

motivo de las predicciones de estas mujeres se realizan.

Eran ellas unas seis ó siete y sobre los harapos que las cubren

y lo tostado de su piel, puede sin embargo descubrirse algunos

rasgos de especial belleza, en particular en sus hermosos ojazos.

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Quiso un curioso que le vaticinase el porvenir, y como para

interesarlo antes de entrar en la maniobra de estilo, le dijo, que él, (el

consultante) sería á la larga muy feliz y tendría mucho dinero; pero

que existía un hombre grandazo y barbudo, su enemigo capital, que no

escusaba medio de dañarlo, peor que al fin saldría victorioso.

Todo esto dicho con cierta locuacidad y manifestando una agudeza

de ingenio que cuando menos prueba mucha experiencia en la farsa.

Luego le pidió una peseta (precio mínimo de la consulta) y la

dejo caer en el fondo de un vaso de agua que al efecto solicitó;

en seguida le pidió una segunda que dejó caer también al baso,

después, otra que se la hizo morder dejándosela en la boca.

Dos pesetas más que solicitó del examinado, fueron puestas bajo

el fondo del baso, después de haberse persignado con una de ellas.

En seguida, y en lugar apartado en el que se encerró con su víctima,

le hizo colocar en cuclillas siempre mordiendo la peseta, pronunció

algunos conjuros, cubrió el vaso con un pañuelo poniendo dentro

un pedacito de yerba y á continuación lo volvió hacia abajo.

El ruido del agua, al salir por los intersticios del tejido, le dijo

significaba el del dinero que cosecharía el interpelante; luego

hizo que este le introdujese la mano por el pecho que tenía

descubierto y la tuviera un instante posada en el estomago. El

grado de calor que allí naturalmente se sentía, dijo estaba en

relación con el de la presunta prosperidad, que se le aguardaba.

Tomó de la boca la peseta que tenía en su poder la persona

aludida, y guardándola como las otras le indicó que

era indicio seguro de felicidad, y que para alcanzarla

conservase el pedacito de yerba de que hemos hablado,

expresándose á la vez en estos términos más o menos.

¿No es cierto que me da de buena voluntad estas pesetas? Así

conseguirá sus deseos; y agregó para terminar, poseo otro objeto

infalible para que sea feliz quien lo conserve; vale cuatro soles.

Una de las compañeras de la precedente, mientras tanto, permanecía

encerrada con otro curioso, que no ha comunicado de la sibila.

A uno de esos caballeros le costó la inocente broma 12 reales y

13 al otro.139

Por esta razón, fueron mal vistas, además se les acusó de robar en

las casas. A partir de 1900 vemos a algunas gitanas ingresando a

la cárcel de mujeres de Santo Tomás como informa El Comercio.

139 “Gitanas”. El Comercio, julio 17, 1889

159

“por diferentes faltas han ingresado á la cárcel de Santo Tomás,

las gitanas Rosa Jam, Clara Sarviajama, Teodora Queno y

Feliciana Melgarejo”140

Si se hiciera un trabajo más profundo con los documentos policiales y de

las Prefecturas se encontraría más casos, pues la policía arrestó en varias

ocasiones a algunos gitanos que fueron acusados de estafa, robo y escándalos.

La migración registrada en 1907 y 1908 quizá fue de mayor magnitud, y

fue la que impactó más en la opinión de la prensa limeña. Según Carlos

Pardo-Figueroa, serían los boyas quienes llegaron al Callao en 1890 y 1908.

“Hace algunos días que una tribu de gitanos ha sentado sus reales

en los arrabales de este puerto, levantando más de quince barracas

o tiendas de campaña en las que se asila la población astrosa

formada en su mayor parte de mujeres y chiquillos. Con este motivo

se ve circular por las calles del puerto grupos de mujeres que andan

predicando la buena ventura y recurriendo a ardides y sutilezas

para escamotear á las personas ingenuas o desprevenidas.”141

La prensa limeña se ocupó pocas veces de la llegada de los gitanos a

esta ciudad y cuando lo hacía difundía en sus columnas estereotipos

y creencias muy conocidas sobre esta población. A la llegada de las

primeras gitanas al Callao, se produjeron también los primeros incidentes.

Una conocida familia que veranea en ese balneario llamó a la gitanilla

que dijo llamarse María Anita para que les pronosticase el porvenir.

Después de ciertas ceremonias ejecutadas con gravedad de

sacerdotisa María Anita se hizo conducir a uno de los dormitorios

donde hizo advocaciones y mil cábalas con gran contentamiento de

la familia que la gratificó con algunos reales. Cuando la gitanilla

se hubo marchado, la familia advirtió que había desaparecido

del dormitorio en cuestión, una cadena de oro y un anillo con

una perla. Notificada la policía del robo apresó a la María Anita.

Robos análogos se vienen repitiendo en casi todo el

Callao, y como no es posible que las personas confiada

ó inexpertas están expuestas á estas sorpresas, se hace

necesario que la policía tome cartas en el asunto.142

140 El Comercio, diciembre 12, 1900 141 “Una horda de gitanos”. El Comercio, Marzo 30, 1908 142 Idem.

160

Denuncias similares se registraron en el pueblo de Magdalena.

“Ayer fueron remitidas al establecimiento correccional

de Santo Tomás, por haber practicado un robo en la

casa de doña Santos B. de López, las gitanas llamadas

Elisa Gardoza, Filomena Garambozo y María Castilla.

La referida señora López, que se encuentra domiciliada en la 6ª

cuadra del jirón Independencia de la Magdalena, tuvo urgente

necesidad de hacer algunas compras, con cuyo objeto, el 20 de

los corrientes, se constituyó en Lima, dejando en su casa, a un

menor llamado Elías López. Las gitanas, que seguramente en una

de sus ociosas peregrinaciones, tuvieron la idea de hacer una pequeña

excursión, se dirigieron al indicado lugar, y, como vieran

al penetrar en la casa que no había en ella más persona que el

referido menor, sin cumplimiento de ninguna especie, se pasaron

de frente hasta la segunda habitación, en la que encontraron

un baúl sin llave, de donde extrajeron 20 libras en cheques

circulares. De regreso a su domicilio la damnificada, pudo darse

cuenta, muy as su pesar, de que le faltaba el dinero que, por una

distracción lo había dejado en el baúl; pero enterada, por el

menor López, de todo lo que había ocurrido durante su ausencia,

la señora López procedió inmediatamente a poner el hecho

en conocimiento de la policía. Capturadas las gitanas, como

dejamos dicho, en la mañana de ayer, se les encontró en poder de

la primera S. 15, a la segunda S. 24.50 y a la tercera 22 soles.143

Las noticias encontradas en los periódicos resaltan los hechos

delictivos y alertaron a la población limeña para cuidarse de ellos.

Otro de estereotipos muy difundido acerca de los gitanos fue

la creencia que estos eran ladrones de niños. Esta creencia era

utilizada por algunas madres para asustar a los hijos desobedientes.

La creencia se convirtió en noticia, cuando llegó a ser

publicado El Comercio toda una columna a este asunto.

LOS LADRONES DE NIÑOS. LOS GITANOS.

En todas partes del mundo la inmigración está sugeta á una

reglamentación especial. Ni entran a otros países todos los

que quieren ni dejan de prestar a su entrada, si es que se les

admite las garantías necesarias. Pues el caso de la inmigración

143 “Captura de tres gitanas”. La Prensa, Abril 22, 1921

161

asiática, cuya venida al Perú ha condenado “El Comercio”,

existen otras inmigraciones, la de los gitanos, especie de

parásitos, de los cuales tenemos aquí, desde hace días una

tribu sobre la que no sabemos que vigilancia ejerza la policía.

En todas partes la aparición de estos gitanos coincide a la

desaparición de niños. Una de las fuentes de recursos con

que cuentan esos vagabundos es principalmente la venta

de niños robados. Los empresarios de circos, compran a

buen precio chicos de buen aspecto, a quiénes a fuerza de

látigo y de malos tratos enseñan a ejecutar las pruebas

más atrevidas. Gran parte de esas criaturas desgraciadas

provienen de los gitanos, que recorren el mundo, dándoles caza.

En los días en que esta misma tribu se encontraba en

Valparaíso se verificó allí robo de varios niños. De uno

de esos robos da cuenta el párrafo que reproducimos.144

El columnista de El Comercio convertía así, un rumor antiguo en una noticia

verdadera que era negativa sobre la comunidad gitana llegada a Lima:

“Mientras permanezcan en los alrededores de Lima estos

bohemios. Deben los padres de familia ejercer la mayor vigilancia

sobre sus niños y la policía debe colocar permanente un inspector

que vigile el aduar, dándoles á la vez un plazo perentorio a los

gitanos para que prosigan su viaje. Bastante tenemos con los

vagabundos criollos, que si quiera no les da por el robo de niños

para que vengamos a aumentar el número de zánganos con la

admisión en el país, de esta peligrosa falange de parásitos.”145

Además de mostrar un gran desprecio por la población gitana,

comparándolos con los vagabundos criollos, estas noticias

generaron miedo entre la población. Es curioso ver que en esos

días se reportaron varios casos de presuntas “criaturas extraviadas”

¿Fue esto real o fue un fenómeno informativo que creó la prensa al

referirse a un fenómeno frecuente en Lima a fines del siglo XIX?

La creencia más difundida acusaba a los gitanos de raptar a los niños para

convertirlos en malabaristas y contorsionistas que eran vendidos a los circos.

144 “Los ladrones de niños. Los gitanos”. El Comercio, Abril 14, 1908 145 Idem.

162

El temor y la campaña en contra de esta población llevaron

a las autoridades policiales a vigilar a los recién llegados.

Habiendo llegado a conocimiento del intendente de policía señor

Rodríguez del Riego que los gitanos instalados hasta hace poco

en la Mar Brava del Callao, habían sentado sus reales en el

barrio de Cantagallo, hizo llamar á su despacho á los jefes de

la banda para manifestarles que estaba resuelto a impedir que

en Lima pretendiesen hacer raterías ó cometer incorrecciones de

cualquier género; que sabía que su conducta en el vecino puerto

había dejado mucho que desear, por lo que la policía estaba

decidida, a reprimir severamente cualquier acto de pillaje de esa

gente. Con este motivo los comisarios han recibido instrucciones

terminantes del señor Rodríguez del Riego, en ese sentido.

Los jefes de la tribu se retiraron del despacho de la autoridad

ofreciéndole comportarse con la ¡“mayor decencia posible”!146

A pesar de estas advertencias, se registraron algunos incidentes entre los

gitanos. Algunos de estos llegaron a ser registrados por los

periódicos de Lima.

“En una de nuestras ediciones anteriores nos ocupamos del peligro

que entrañaba para el vecindario chalaco la estadía de una tribu

de gitanos, que se han diseminado entre los terrenos baldíos de las

Chacaritas y las pampas de la “Mar Brava”. Anoche en el último

de estos campamentos ha ocurrido un desorden que no adquirió

mayores proporciones gracias á la oportuna intervención de

la policía.

A eso de las diez, un grupo de gitanos, armados con

palos y puñales, asaltó la barraca de uno de sus compañeros

llamado Pedro Juani, con el deliberado propósito de robarle una

cantidad de libras de que era poseedor. Naturalmente, Juani y los

suyos repelieron el asalto y aquello se convirtió en un campo de

Agramante. Pedradas, garrotazos, tiros de revolver, y todo esto en

medio de una gritería salvaje. Al ruido del escándalo acudió el

retén de guardia de la próxima comisaría que procedió a capturar

a los cabecillas llamados Juan Jorge Eufemio, Elías Ultanco y

Jorge Estéfano, después de tenaz persecución. El gitano del asalto

resultó con dos heridas de arma cortante en la pierna derecha.

Durante la refriega, la hampa de mujeres y chiquillas contribuía

146 Los gitanos en Lima”. El Comercio, Abril 13, 1908

163

a excitar á los combatientes prorrumpiendo en desaforados

chillidos y disparando piedras. El vecindario de la calle de

Cockrane estuvo grandemente alarmado con la gigantesca y

campal batalla. Los cabecillas del desorden están presos”147

En cuanto a las mujeres gitanas, estas fueron acusadas de

engañar a los ingenuos practicando la adivinación. A su llegada

a Lima las gitanas abordaban a sus clientes en las calles, también

tocaban las puertas de las casas ofreciendo sus servicios.

¿Rusos o gitanos?

Un caso interesante relacionado a la migración de gitanos a Lima

ocurrió en 1916, cuando un grupo de migrantes provenientes

de Europa oriental llegaron a Lima. A simple vista, sus vestidos

y fisonomía hizo que fueran confundidos con gitanos, sin

embargo, ellos negaron en todo momento pertenecer a este pueblo.

“Niegan ser gitanos. Vienen del Cáucaso, dan la vuelta al mundo,

trabajando en sus artes y se mantienen dentro del credo de la

religión de sus mayores y dentro de sus costumbres

patriarcales de su pueblo”148

A pesar de haber marcado sus diferencias con los gitanos,

muchas dudas sobre su origen estaban presentes. Ante

los comentarios, el jefe del grupo aclaraba lo siguiente:

“El jefe protesta de que se considere á su grupo formado

por gitanos; dice que no pertenecen á aquella comunidad

vagabunda que intranquiliza á los pobladores de los lugares

por donde pasa: afirma que todos son gente de trabajo:

caldereros hábiles en su oficio que laboran incansablemente

por el pan cotidiano, siguiendo el rudo precepto bíblico149

El grupo de inmigrantes se presentó a la sociedad como una

comunidad de gente trabajadora y alejada de los malos oficios.

Un caso interesante que nos muestra hasta que grado el prejuicio

contra los gitanos había creado relaciones contradictorias entre ellos.

147 “En un aduar de gitanos”. El Comercio, Marzo 31, 1908 148 ¿Inmigrantes rusos o gitanos? Variedades, junio 24, 1916 149 Idem.

164

Un trabajo pendiente

Al reflexionar sobre la llegada de los gitanos al Perú no podemos dejar

de lado la pregunta más importante ¿Cuál fue la influencia de la cultura

gitana en la historia peruana? ¿En qué momento las costumbres de los

gitanos fueron adoptadas por la sociedad de Lima? ¿De qué manera ocurrió

este proceso? La respuestas a esta interrogante plantean una investigación

minuciosa, pues no queda claro, en qué momento los despreciados gitanos

fueron percibidos como un grupo cultural exótico e interesante. Más

adelante, la vestimenta y las costumbres gitanas se van a impregnar en

la cultura urbana de Lima. La imagen negativa de la gitana como mujer

embustera y perniciosa va dar paso a la gitana encantadora y de belleza

enigmática. En los carnavales de Lima muchas señoritas de la

elite limeña, incluso las hijas del Presidente Andrés A. Cáceres se

disfrazaron de gitanas. Esta nueva gitana de belleza enigmática está

representada por Marina la gitana.

Mujeres y niños en el campamento gitano (1914) Foto: Variedades.

165

Gitano en las calles de Lima

con su oso bailador (1915) Foto:

Variedades.

Oso y domador en el campamento

gitano (1914) Foto: Variedades.

166

Migrantes rusos confundidos con gitanos (1916) Foto: Variedades.

Niños gitanos (1926) Foto: Variedades.

167

Marina la gitana (1926) Foto:

Variedades.

Gitana con su hijo (1926) Foto:

Variedades.

Campamento gitano a las afueras de Lima (1926) Foto: Variedades.

168

Gitanas visitando casas en busca de clientes para adivinarles la suerte.

(1928) Foto: Variedades.

BIBLIOGRAFÍA

PARDO-FIGUEROA, Carlos

2002 “La India, Europa y los Andes: la inmigración gitana al

Perú”. En: La Lámpara Azul. Revista del Instituto de

Estudios Clásicos Orientales y Occidentales. Nº 1. pp. 31-36.