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John B. Thompson La comunicación masiva y la cultura moderna. Contribución a una teoría crítica de la ideología Publicado en la Revista Versión. Estudios de comunicación y política, Nro. 1, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, México, octubre de 1991. Este artículo propone que el análisis de la cultura y de la comunicación masiva deben considerarse como preocupaciones centrales de la sociología y de la teoría social. Se desarrolla un marco de análisis para la cultura y se demuestra de que modo este marco se puede aplicar al estudio de los medios masivos. Al enfocarse en el medio televisivo, el artículo pone de relieve algunas características distintivas de la comunicación masiva involucradas en la producción, construcción y recepción de los mensajes de los medios. Se argumenta también, que este enfoque permite al analista hacer preguntas sobre el carácter ideológico de la comunicación masiva de una manera nueva y fructífera. Muy pocos se atreverían a negar que la experiencia cultural en las sociedades modernas se ha visto profundamente modificada, en su naturaleza misma, por el desarrollo de la comunicación masiva. Los libros, revistas, periódicos, la radio, la televisión, el cine, discos, cintas, videos y otras formas de comunicación juegan un papel central en nuestras vidas y nos ofrecen un flujo continuo de información y entretenimiento. Los periódicos, la radio y la televisión son fuentes básicas de información, de ideas e imágenes sobre acontecimientos que tienen lugar en nuestro entorno social inmediato. Las personalidades que aparecen en películas o programas de televisión, se vuelven puntos de referencia comunes en una cultura que se extiende más allá de la esfera de la interacción social; estos y otros productos de comunicación forman un denso tejido de experiencias comunes y nutren la memoria colectiva. Formas

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John B. ThompsonLa comunicación masiva y la cultura moderna. Contribución auna teoría crítica de la ideología

Publicado en la Revista Versión. Estudios de comunicación ypolítica, Nro. 1, Universidad Autónoma Metropolitana-UnidadXochimilco, México, octubre de 1991.

Este artículo propone que el análisis de la cultura y de lacomunicación masiva deben considerarse como preocupacionescentrales de la sociología y de la teoría social. Sedesarrolla un marco de análisis para la cultura y sedemuestra de que modo este marco se puede aplicar alestudio de los medios masivos. Al enfocarse en el mediotelevisivo, el artículo pone de relieve algunascaracterísticas distintivas de la comunicación masivainvolucradas en la producción, construcción y recepción delos mensajes de los medios. Se argumenta también, que esteenfoque permite al analista hacer preguntas sobre elcarácter ideológico de la comunicación masiva de una maneranueva y fructífera.

Muy pocos se atreverían a negar que la experiencia culturalen las sociedades modernas se ha visto profundamentemodificada, en su naturaleza misma, por el desarrollo de lacomunicación masiva. Los libros, revistas, periódicos, laradio, la televisión, el cine, discos, cintas, videos yotras formas de comunicación juegan un papel central ennuestras vidas y nos ofrecen un flujo continuo deinformación y entretenimiento. Los periódicos, la radio yla televisión son fuentes básicas de información, de idease imágenes sobre acontecimientos que tienen lugar ennuestro entorno social inmediato. Las personalidades queaparecen en películas o programas de televisión, se vuelvenpuntos de referencia comunes en una cultura que se extiendemás allá de la esfera de la interacción social; estos yotros productos de comunicación forman un denso tejido deexperiencias comunes y nutren la memoria colectiva. Formas

de entretenimiento que han existido por mucho tiempo, comola música popular y los deportes, son también hoy en díainseparables de los medios de la comunicación masiva. Lamúsica moderna, los encuentros deportivos y otrasactividades son hoy día promovidos por las industrias delos medios que no solamente tienen que ver con latransmisión de formas culturales preexistentes sino tambiénen su creación y reproducción.

A pesar del papel central de la comunicación masiva en lacultura moderna, su estudio a menudo, ha sido consideradoal margen de los intereses fundamentales de la sociología yla teoría social. Por otra parte, en el ámbito de lasociología se presume con frecuencia, que el estudio de lacomunicación masiva puede ser relegado a especialistas enestudios de medios y la investigación sobre comunicación, obien, que puede ser apropiadamente abarcada por críticosliterarios y comentaristas culturales. Por la otra, aúnpersisten como los temas de interés principal para lainvestigación sociológica, la estratificación de lasclases, el poder, el privilegio y la desigualdad. Elproblema con este supuesto no es simplemente que implicauna división intelectual del trabajo que es difícilmantener en la práctica, sino que aún más importante es quedesvía la atención de los sociólogos de un rango amplio defenómenos sociales que son centrales para la vida en lassociedades modernas. Los teóricos sociales tienden aolvidar también el papel de la comunicación masiva en lassociedades modernas y cuando le conceden alguna atención laconciben de manera unilateral y abiertamente negativa. Porende, la comunicación masiva es tratada por los teóricossociales como una instancia de cohesión social, como unmecanismo institucionalizado para la difusión de valores ycreencias colectivas. Esta orientación puede asumir unsesgo crítico; la comunicación masiva es vista también comoun medio de la reproducción de ideología, es decir, como unmecanismo que al tiempo que difunde valores y creenciascolectivas mantiene las relaciones sociales existentes. Deahí la tendencia, en los teóricos sociales críticos, avisualizar la comunicación masiva como parte de las"industrias culturales" que adormecen a las masas y lasllevan a un estado de subordinación pasiva. También de aquí

se deriva la tendencia a tratar la comunicación masiva como-aquí tomamos la terminología de otros teóricos sociales-un "aparato ideológico" que sirve en bloque para reproducirel orden social. Esta perspectiva nos confronta con unproblema: tiende a asumir como un hecho lo que necesita serdemostrado; en particular, que los mensajes transmitidospor la comunicación masiva sirven para mantener el ordensocial. Por esta razón, cuando la generalidad de losteóricos sociales pretenden analizar el papel de lacomunicación masiva en las sociedades modernas, enfocan lascuestiones relevantes de manera restrictiva, sin ponersuficiente atención en los complejos problemas planteadospor la producción y recepción de los mensajes de losmedios.

Mi propósito en este artículo es esbozar un enfoque de lacomunicación masiva como un componente central de lacultura moderna. Es un enfoque que está sustentado en laconvicción de que el estudio de la comunicación masivapertenece a las cuestiones centrales de la sociología; setrata de un enfoque conformado por la teoría social y losescritos de los teóricos sociales críticos, pero que buscair más allá del punto de vista restrictivo de ciertasperspectivas teóricas. Inicialmente, ubicaré el estudio dela comunicación masiva dentro del contexto más amplio delanálisis de la cultura. Este enfoque nos permitirá ver eldesarrollo de la comunicación masiva como el surgimiento denuevas formas de transmisión cultural y difusión deinformación en las sociedades modernas. También nospermitirá identificar algunas de las característicasdistintivas de las instituciones de los medios y de losmensajes transmitidos por ellos. En la segunda parte deeste ensayo abordaré cuestiones estrictamentemetodológicas. Específicamente esbozaré un marcometodológico para el análisis cultural que pretende tomaren cuenta el hecho de que los objetos culturales son, entreotras cosas, construcciones simbólicas significativas querequieren una interpretación. Posteriormente demostrarécómo se puede adoptar este marco metodológico para elanálisis de la ideología. Esta adaptación nos permitiráaproximarnos a los problemas de la ideología -tanto en lacomunicación masiva como en la vida social- de manera más

dinámica y contextual de la que prevalece en la literaturade la teoría social. En la parte final de este ensayo haréuna síntesis de estas discusiones e intentaré demostrar quela comunicación masiva puede ser estudiada en tantofenómeno cultural y como un medio para la reproducción dela ideología. Simultáneamente, intentaré mostrar la formaen que los diferentes aspectos de la comunicación masivapueden analizarse e interrelacionarse por medio de unametodología interpretativa sistemática. En fin, trataré demostrar también, que los problemas relativos al carácterideológico de la comunicación masiva pueden abordarse enuna forma más fructífera, abriendo así un nuevo camino parael desarrollo de la teoría social crítica.

Cultura y comunicación masiva

El estudio de la comunicación masiva puede emprendersedentro del contexto general del análisis de la culturamoderna. El concepto de cultura es notoriamente complejo, yposee una larga historia en diferentes lenguas; la nociónha sido sometida a una gran variedad de empleos. Para lospropósitos de mi argumentación distingo cuatro usosbásicos, a los cuales me refiero como las concepciones"clásica", "descriptiva", "simbólica" y "estructural". Deacuerdo con la concepción clásica, la cultura es un procesogeneral del desarrollo intelectual o espiritual. Este usorefleja los orígenes del término y la idea de labranza o elcultivo del crecimiento. Este uso prevalecía en losescritos históricos y filosóficos europeos en el siglodieciocho, cuando "cultura" y "cultivado" eran a menudoequiparados con "civilizado" y "civilización", y, enocasiones, se confrontaban entre sí. Es un uso que aúnprevalece entre nosotros y que es ejemplificado con ladescripción de alguien como un "individuo cultivado", comouna persona con un "gusto cultivado". Sin embargo, en elsiglo diecinueve surgió otro uso paralelo al desarrollo dela antropología como disciplina. Autores como E.B. Tylorpretendieron desarrollar una "ciencia de la cultura" queestudiase las formas interrelacionadas del conocimiento,las creencias, el arte, la moral, las costumbres y hábitoscaracterísticos de sociedades particulares (Tylor, 1871).Este enfoque antropológico dio como resultado una

concepción amplia y descriptiva de cultura que engloba losvalores, prácticas y creencias de un pueblo. La cultura,como señaló Tylor, es un "todo complejo" un vasto y variadoconjunto de rasgos que define la forma de vida de unasociedad en un período histórico. De ahí que hablemos porejemplo, de la cultura de la Europa medieval o delRenacimiento, de la cultura de los azande o de losbalineses, de la cultura británica, francesa, etcétera.Este uso del término está diseminado en nuestro lenguajecotidiano y en la literatura de las ciencias sociales,donde la "cultura", en este sentido, es a menudo analizadaen tanto "sistema cultural" -sistema de valores, prácticasy creencias características- en contraste con el sistemaeconómico o el sistema político.

Podemos distinguir en seguida el tercer uso del término"cultura" y sus análogos en la literatura antropológica.Este último puede describirse como una concepciónsimbólica. Antropólogos como White y Geertz han ligado elestudio de la cultura al análisis de los símbolos y lasacciones simbólicas (White, 1949; Geertz, 1973). "Cultura",comenta Geertz, es un "documento actuado", "un sistemaentretejido de señales construibles" (Geertz, 1973: 10.14).La representación de una danza ritual, los escritos de unartículo o de un libro, la creación de una pintura o unapartitura son en este sentido actividades culturales; sonacciones significativas que producen objetos significativosy enunciados que requieren una interpretación. Sin embargo,es importante señalar -y ésta es una consideración que nose ha enfatizado suficientemente en la literaturaantropológica que las actividades culturales por logeneral, están situadas en contextos socio-históricosespecíficos y estructurados de cierta manera. El análisiscultural es el análisis no sólo de las acciones, objetos yenunciados significativos sino también de las relaciones depoder en las que éstos se ubican. Este aspecto fundamentalconstituye la base de lo que puede designarse como laconcepción estructural de la cultura. Como una primeracaracterización de esta concepción definiré el "análisiscultural" como el estudio de las formas simbólicas -esdecir, de las acciones, objetos y enunciados significativosde varios tipos- en relación con contextos y procesos,

socialmente estructurados e históricamente específicos enlos que, se producen, transmiten y reciben estas formassimbólicas. De aquí se desprende que los fenómenosculturales pueden apreciarse como formas simbólicasimbricadas en contextos estructurados. El análisis culturalpuede considerarse entonces, como el estudio de laconstrucción significativa y la estructuración social delas formas simbólicas.

Posteriormente, elaboraré en este ensayo algunos aspectosmetodológicos propios de este enfoque, expongo encendidaalgunos comentarios sobre la dimensión socio-histórica delanálisis cultural.

Las formas simbólicas se producen, transmiten y reciben encontextos o "campos" históricamente específicos; estoscontextos se encuentran a su vez, socialmente estructuradosy están caracterizados por instituciones de varios tipos.Decir que estos contextos son históricamente específicosequivale a decir que las formas simbólicas estánlocalizadas en el tiempo y el espacio, aunque sutransmisión puede llegar a contextos particulares,extendiendo así, la disponibilidad de las formas simbólicasa receptores que se encuentran alejados en el espacio y eltiempo. Los contextos están socialmente estructurados en elsentido de que involucran asimetrías sistemáticas en ladistribución y acceso a recursos de diferentes tipos. Lasformas simbólicas circulan en campos estructurados porestas asimetrías, es decir, por las diferencias resultantesentre grupos como las clases sociales, los grupos étnicos oaquellos grupos de individuos definibles en términos deedad, género, ingreso, etc. La distinción entre "altacultura" y "cultura popular" es uno de los aspectos de estadiferenciación social, aunque en contextos particularesestas diferenciaciones son más ramificadas y complejas. Loscontextos también se encuentran caracterizados por diversostipos de instituciones sociales, es decir, por conjuntosespecíficos o constelaciones de reglas y recursos que amenudo tienen un estatuto legal, una extensión temporal yuna presencia espacial. Estas instituciones pueden disponerde marcos dentro de los cuales se producen, transmiten yreciben las formas simbólicas. Los fenómenos culturales no

se dan en el vacío. Por lo general, existen como objetossubstanciados que circulan por canales de transmisión ydifusión institucionalizados, por ejemplo, como mercancíasproducidas por corporaciones privadas, promovidas poragencias de publicidad, distribuidas por redes comerciales,vendidas en tiendas o cadenas de tiendas y consumidas poruna cierta categoría de individuos. Estos canalesconstituyen parte de lo que hemos descrito como modalidadesde la transmisión cultural, por medio de las cuales lasformas simbólicas se transmiten más allá de sus contextosde producción y se encuentran dotados de una disponibilidaden tiempo y espacio[...]

Las formas culturales en las sociedades modernas estánmediadas crecientemente por los mecanismos y lasinstituciones de la comunicación masiva.[...] Gran parte dela información y entretenimiento que recibimos y consumimoses un producto de una institución específica, que es elresultado de los mecanismos y criterios característicos deestas instituciones. Estos mecanismos y criterios operancomo filtros para la selección, producción y difusión deartículos de información y entretenimiento; éstoscontribuyen a establecer lo que podría describirse como laproducción selectiva de formas culturales. Cuando elaboranproductos para los medios, el personal de estasinstituciones toma las formas de cultura y comunicacióncotidianas y las incorpora en los productos de los medios yreproduciendo así, de manera selectiva y creativa, lasformas culturales de la vida cotidiana. La selectividad yla creatividad, es decir, las operaciones que caracterizanlas instituciones de los medios, implican tanto unaextracción selectiva de los contenidos de las formasculturales y de comunicación cotidianas como una extensióncreativa de estas formas. Esto involucra tanto laproducción y reproducción como la repetición y lacreatividad. En relación a estos aspectos la formasculturales de las sociedades modernas están mediadas porlos mecanismos y las instituciones de la comunicaciónmasiva.

Al hablar de la "comunicación masiva" estamos presuponiendoun amplio sentido del término "comunicación". Por lo

general el término comunicación se refiere a la transmisiónde mensajes dotados de sentido. Estos mensajes se expresana menudo, por medio del lenguaje, aunque también puedentransmitirse mediante imágenes, gestos u otros símbolosutilizados de acuerdo con reglas o códigos compartidos. Hoyen día, buena parte de la comunicación, se lleva a cabo enel contexto de la interacción social cara a cara: losmensajes se llevan a un individuo, o grupo de individuos,que se encuentran presentes físicamente, y cuyas respuestasproporcionan, a la persona que transmite el mensaje, unafuente de retroalimentación inmediata y continua. En elcaso de la comunicación masiva, sin embargo, la naturalezadel proceso comunicativo es bastante diferente. Me permitoseñalar cuatro diferencias importantes. En primer lugar,mientras que los mensajes de la comunicación masiva sonproducidos para una audiencia, los individuos que componenesa audiencia no están físicamente presentes en el lugar dela producción y transmisión o difusión del mensaje; lacomunicación masiva implica lo que podemos describir comoun rompimiento instituido entre la producción y larecepción. De ahí que las personas involucradas en laproducción, transmisión o difusión del mensaje no tengan asu alcance fuentes de retroalimentación inmediata ycontinua, como es característico en la interacción cara acara. El proceso comunicativo en la comunicación masivaestá marcado por una forma particular de indeterminación,ya que los mensajes deben producirse, transmitirse odifundirse en la ausencia del monitoreo directo y continuode la respuesta de la audiencia. El personal involucrado enla comunicación masiva utiliza una variedad de estrategiaspara subsanar esto (cf. McQuail, 1969; Burns, 1969). Seutilizan las experiencias anteriores como una guía paraanticipar posibles resultados; se emplean fórmulas, bienestablecidas que tienden a captar la atención de laaudiencia. Utilizan ocasionalmente, pero de una maneranetamente selectiva, el recurso del monitoreo de auditoriotales como la información proporcionada por lainvestigación de mercado o por rutinas de monitoreo de laamplitud y respuesta de la audiencia. Estas y otrasestrategias son mecanismos institucionalizados que permitenreducir la indeterminación de manera que coincida con losobjetivos de las instituciones de la comunicación masiva.

La segunda diferencia entre la comunicación masiva y elintercambio de mensajes en la vida cotidiana tiene que vercon la naturaleza de los medios técnicos de la comunicaciónmasiva. A diferencia de la interacción cotidiana en la queel típico intercambio de mensajes ocurre a través deenunciados verbales o signos visuales efímeros en lacomunicación masiva los mensajes están inscritos en textosy codificados en materiales como filmes, cintas, o discos.Estos y otros mecanismos de registro de información afectanla naturaleza de los propios mensajes y les proporcionanuna perdurabilidad que no tienen los enunciadosintercambiados en la interacción cotidiana. Afectan lanaturaleza de los mensajes en el sentido en que determinanlo que puede o no registrarse y transmitirse en el medio encuestión. Existen al respecto, diferencias significativasentre los varios medios que requieren un análisissistemático y detallado. Los tipos de mensajes registradosen textos escritos tales como libros o periódicos, porejemplo, son bastante diferentes de los mensajes vídeograbados y transmitidos en la televisión, en la medida enque estos últimos consisten en complejos constructosaudiovisuales en las que se habla un lenguaje de acuerdo ala gramática y convenciones propias del discurso cotidianoy en los que el flujo temporal del mensaje es intrínseco aéstos. La grabación de mensajes en los diferentes medios dela comunicación masiva les asigna también una permanenciaque va más allá del momento del registro mismo. Losmensajes se almacenan en un medio que persiste; adquieren,por ende, una temporalidad distinta de aquella que estípica de los enunciados en la interacción cara a cara: seextienden en el tiempo, adquieren una duración temporal ehistórica. Se convierten en parte de la historia, en eldoble sentido de pertenecer al pasado como al presente y seconstituyen como uno de los medios a través de los cualesse reconstruye y se comprende el pasado. Los mensajes quese transmiten por los medios masivos son parte del tejidode la tradición en las sociedades modernas, son también unlegado a través del cual se conforma nuestra memoriahistórica.

La tercera característica de la comunicación masiva que ladistingue del proceso comunicativo de la interacción socialcotidiana es que los mensajes de la comunicación masivageneralmente, se convierten en mercancías, es decir, seconstituyen como objetos intercambiados en un mercado. Sepuede considerar a la comunicación masiva como laproducción y difusión institucionalizada de bienessimbólicos a través de la transmisión y almacenamiento deinformación/comunicación. Los mensajes de los medios seincorporan en productos que se venden, o que se utilizanpara facilitar la venta de otras mercancías; de ahí sederiva que los cálculos concernientes a la posibilidad deventa del producto dan forma al carácter y al contenido delos mensajes producidos[...]

La cuarta característica distintiva de la comunicaciónmasiva tiene que ver con la disponibilidad de los mensajes,es decir, el hecho de que los mensajes se encuentrandisponibles potencialmente para una audiencia más extensa,que es en todos los aspectos diferente de losinterlocutores en la interacción cara a cara. La fijación ytransmisión o difusión de los mensajes masivos extiende sudisponibilidad en el tiempo y en el espacio, permitiéndolespermanecer y alcanzar un gran número de receptoresdispersos. Pero el hecho de que sean potencialmentedisponibles para una audiencia extensa no significa queestén de hecho disponibles sin restricción alguna, por elcontrario, su circulación está restringida y regulada devarias maneras. Está restringida por ejemplo, porconsideraciones comerciales, en el sentido en que lasinstituciones que los producen pueden también buscar elcontrol de su difusión para asegurar su gananciafinanciera. Por otra parte, desde los primeros desarrollosde las industrias de los medios en el siglo diecisiete ydieciocho las instituciones estatales han buscado ejercerun cierto control sobre la circulación de los mensajesmasivos[...]

La capacidad que tienen los mensajes de los medios decircular entre una audiencia extensa es una de lascaracterística por las que se habla, a menudo, decomunicación masiva: es comunicación para una audiencia

masiva, para las masas. Pero el término "masa" puede serengañoso en este contexto. Este término connota no sóloamplitud de audiencia sino también, una forma indefinida dela misma, una multitud inerte e indiferenciada. Sinembargo, los mensajes que transmiten los medios masivos sonrecibidos por individuos específicos situados en contextossocio-históricos definidos. Estos individuos ponen atencióna los mensajes de los medios en distintos grados deconcentración, los interpretan activamente, les atribuyensentido y los relacionan con otros aspectos de sus vidas.Esta constante apropiación de los mensajes de los medios esun proceso inherentemente crítico y socialmentediferenciado. Es crítico en tanto que la apropiación de losmensajes es un proceso de interpretación creativa en la quelos individuos construyen activamente el sentido y latrama, aprueban o desaprueban lo que se dice y se hace, ypor lo tanto, asimilan los mensajes de los medios a sucontexto socio-histórico propio, transformando así, estosmensajes, en el mismo proceso de asimilación. Laapropiación de los mensajes de los medios es también, unproceso diferenciado socialmente en el sentido en que losindividuos que constituyen la audiencia se encuentrandiferenciados en términos de atributos sociales específicostales como clase, género y edad. Los mensajes de los mediosson recibidos por individuos que se encuentran en contextossocialmente estructurados. No se puede asumir que se da unaidéntica apropiación de mensajes por diferentes individuosen contextos diferentes. Por el contrario, se puede dar elcaso de que haya variaciones sistemáticas en la apropiaciónde los mensajes, variaciones asociadas a diferenciassociales dentro de la audiencia. Más adelante regresaré aesta hipótesis, consideraré primero, ciertos aspectosmetodológicos fundamentales.

Análisis de la Cultura

Hasta aquí me he ocupado principalmente de laconceptualización de la cultura y de la comunicaciónmasiva, ahora quiero orientarme en particular, a cuestionesde índole propiamente metodológica. En este apartadoesbozaré un marco metodológico apropiado al tipo deanálisis cultural referido anteriormente. Después, mostraré

cómo este marco puede aplicarse al análisis de laideología. Esto preparará el camino para la última seccióndonde presentaré este enfoque para el estudio de lacomunicación masiva. Al tratar estas cuestionesmetodológicas, es importante enfatizar que no existe unametodología única diseñada específicamente para el análisisde la cultura, la ideología y la comunicación masiva. Estosfenómenos extremadamente complejos, muestran muchosaspectos y pueden abordarse de diferentes maneras. Sinembargo, intentaremos mostrar que las características deestos fenómenos hacen que ciertos métodos sean másadecuados, o más apropiados que otros. Intentaremos mostrartambién que los diferentes acercamientos a estos fenómenospueden interrelacionarse de manera sistemática, combinadoscon un marco metodológico que nos permita resaltardiferentes aspectos de estos fenómenos multifacéticos.

El marco metodológico que esbozaré puede ser descrito comouna forma de "hermenéutica profunda". Existen variasrazones por las que una metodología de hermenéuticaprofunda proporciona un marco adecuado para el análisiscultural. En primera instancia, es un marco apropiadoporque el objeto de análisis es una construcción simbólicasignificante que requiere de la interpretación. Por lotanto, debemos asignar un papel central al proceso deinterpretación, ya que sólo de esa forma podemos hacerjusticia al carácter distintivo del dominio del objeto. Enla medida en que consideremos el contexto socio-histórico yla mediación institucional de las construcciones simbólicasy siempre y cuando estas construcciones estén estructuradasde ciertas maneras, podemos emplear también, otros métodosde análisis. Estos métodos pueden ilustrar varios aspectosdel ámbito del objeto y por lo tanto pueden facilitar elproceso de la interpretación. De ahí que siguiendo a PaulRicoeur y a otros, podamos hablar de una "hermenéuticaprofunda", (Ricoeur, 1981). Estas técnicas no substituyenal proceso de interpretación sino más bien lo enriquecen,no agotan el análisis sino lo profundizan y lo desarrollan.De ahí que, la metodología de hermenéutica profundaproporciona un marco que respeta la complejidad y locaracterístico del ámbito del objeto.

Distinguiré tres fases básicas de procedimientos que sonparte de la metodología de hermenéutica profunda. Estasfases no deberían ser consideradas como estadios discretosde un método secuencial, sino más bien como dimensionesteóricamente distintas de un proceso interpretativocomplejo. Permítanme retomar la caracterización del"análisis cultural" como el estudio de las formassimbólicas en relación a contextos y procesos especificadoshistóricamente y estructurados socialmente a través y pormedio de los cuales, estas formas simbólicas se producen,transmiten y reciben. El análisis cultural por lo tantoimplica, como ya lo indiqué más arriba, el estudio delcontexto socio-histórico en el que se sitúan los fenómenosculturales. Esta fase del análisis cultural la denominoanálisis socio-histórico. La producción y circulación deobjetos y enunciados significativos son procesos que tienenlugar en contextos o campos históricamente específicos ysocialmente estructurados. Estos campos se caracterizan porrelaciones sociales e instituciones que involucranasimetrías de poder y recursos. Los individuos seencuentran ubicados en ciertas posiciones dentro de estoscampos y utilizan los recursos a su disposición paraproducir, transmitir e interpretar objetos y enunciadossignificativos. La producción de objetos y enunciadossignificativos -desde el enunciado cotidiano hasta lasobras de arte- es una producción que se hace posible porlos recursos que el productor tiene a su alcance, y es unaproducción orientada hacia la circulación y recepciónanticipada de objetos y enunciados dentro del campo social.Esta orientación puede responder a una estrategia explícitaadoptada por el productor, como cuando el personal de latelevisión pretende producir un programa para un mercadoparticular y modifica en consecuencia los contenidos. Sinembargo, la orientación también puede ser un aspectoimplícito de un proceso productivo, en la medida en que losobjetivos y orientaciones del productor pueden ya estaradaptadas a las condiciones de circulación y recepción delos objetos producidos, de modo que la orientación no tengaque ser formulada explícitamente como parte de unaestrategia. Si la producción de objetos y enunciadossignificativos involucra la utilización de recursosdisponibles para el productor, la recepción es también, un

proceso situado en el que los individuos emplean ciertosrecursos para apropiarse el objeto o enunciado. Larecepción de objetos y enunciados significativos, así comola producción y transmisión de éstos, es un proceso situadoen un contexto socio-histórico definido. La tarea de estaprimera fase del análisis cultural es reconstruir estecontexto y examinar las relaciones sociales y lasinstituciones, la distribución del poder y los recursos,por medio de los cuales este contexto constituye un camposocial diferenciado.

Los objetos y enunciados significativos que circulan en loscampos sociales son también construcciones simbólicascomplejas que ponen de relieve una estructura articulada.Esta característica hace necesaria la segunda fase deanálisis, una fase que podemos describir como análisisformal o discursivo. El objetivo del análisis formal odiscursivo es explicar los rasgos estructurales y lasrelaciones de los objetos y los enunciados significativos.En tanto construcciones simbólicas complejas, estos objetosy enunciados están estructurados de varias maneras, deacuerdo a esquemas, tales como, reglas gramaticales, lógicanarrativa o la sistemática yuxtaposición de imágenes. Elanálisis formal de estos rasgos y relaciones estructuralespuede hacer emerger tales esquemas, y resaltar ciertasrelaciones y patrones que son característicos del objeto ode los enunciados en cuestión. Considérese un ejemplofamiliar en Barthes (Barthes, 1973). La portada del Paris-Match está ilustrada con la fotografía de un joven soldadonegro en un uniforme francés; el joven está saludando, susojos levemente levantados, como si estuvieran fijos en laenseña tricolor . Esta rica yuxtaposición de imágenes formauna estructura a través de la cual se transmite elsignificado del mensaje. Si se cambia un aspecto de estafigura el soldado negro por un soldado blanco, si se leviste con un uniforme de guerrilla en lugar de un uniformefrancés, o si se le pone a la portada Liberation en lugarde Paris-Match, cambiaría el significado transmitido poreste mensaje. Este ejemplo tiene que ver prioritariamentecon imágenes más que con palabras, sin embargo, los rasgosy las relaciones estructurales de los enunciadoslingüísticos pueden analizarse formalmente. En tales casos

podemos hablar de un análisis discursivo, es decir, unanálisis de los rasgos y relaciones estructurales deldiscurso.{...} Estos ejemplos forman unidades lingüísticasque por lo general rebasan los límites de una sola oración.El análisis discursivo de dichas unidades puede contribuira poner de relieve, por medio de diferentes métodos, losrasgos y relaciones estructurales que caracterizan a estasconstrucciones lingüísticas.

La tercera fase de la metodología de hermenéutica profundapuede denominarse apropiadamente como interpretación. Elproceso de interpretación se construye sobre la base delanálisis histórico y discursivo; retoma los hallazgosaportados por estos análisis y los emplea como elementos deuna interpretación creativa y constructiva. Pero aunqueretoma estos hallazgos la interpretación no se agota enellos. Por muy rigurosos y sistemáticos que sean losmétodos del análisis formal o discursivo, estos no puedenevitar la necesidad de una construcción del significado, esdecir, de una explicación interpretativa de lo que esrepresentado o dicho. Al explicar lo que se dice o serepresenta, el proceso de interpretación transciende eldominio de la construcción simbólica: formula unsignificado probable y ofrece una versión que puede serarriesgada y estar abierta a la discusión. Lasconstrucciones simbólicas son representaciones de algo; eldiscurso dice algo sobre algo, es este caráctertrascendente el que tiene que ser incorporado. Considéresede nuevo el ejemplo de Barthes. "Veo muy claramente" diceBarthes, al comentar sobre la portada del Paris-Match,"loque significa para mí: que Francia es un gran imperio, quetodos sus hijos, sin discriminación de color, sirvenfielmente bajo su bandera, y que no existe mejor respuestaa los detractores de un supuesto colonialismo que el fervormostrado por este negro al servicio a sus llamadosopresores" (Barthes, 1973: 116). Esta significación es unainterpretación, una construcción creativa de un posiblesignificado. La interpretación está mediada por un análisissocio-histórico implícito: la historia de Francia como unanación imperial, divisiones de razas y nacionalidad, elcarácter y la audiencia potencial de Paris-Match. Lainterpretación está también mediada por un análisis formal

de las relaciones entre significantes y significados,unidos como dos sistemas en una forma que Barthes consideracomo característica del 'mito'. Pero aunque lainterpretación está mediada por los análisis socio-histórico y formal, ésta no se agota en ellos. Lainterpretación articula "que Francia es un gran imperio,que todos sus hijos..., que no existe mejor respuesta..."La interpretación une diferentes elementos de una maneraespecífica, por lo tanto proyecta significados posibles,explica lo que la construcción simbólica puede representaro afirmar. Este proceso interpretativo es una actividadcreativa, imaginativa que trasciende el ámbito de lasconstrucciones simbólicas vistas como sistemasestructurados e involucra al interpretante en una arenamarcada necesariamente por riesgos y conflictos. Por ende,el proceso de interpretación da lugar a un conflictopotencial de interpretaciones, plantea problemas sobre lasrelaciones entre una interpretación y la otra, incluyendoaquellas interpretaciones de los sujetos que constituyen elmundo social.

Para describir la tercera fase de la metodología dehermenéutica profunda como 'interpretación' recurro atradición de la hermenéutica. Esta no es una tradición enla que se sitúe el propio Barthes, pero es una tradición,que por muchos años, ha tomado en cuenta los problemas quenos preocupan ahora. La tradición de la hermenéutica nosseñala ciertos aspectos de nuestro objeto de estudio que nose deben perder de vista. Nos señala, primero, que elobjeto de nuestra investigación -enunciados, acciones,textos, construcciones simbólicas de varios tipos- es uncampo pre-interpretado. Las construcciones simbólicas sonya en sí una interpretación, por lo tanto analizarlasequivale a producir una interpretación sobre unainterpretación, a re-interpretar un dominio pre-interpretado. Los individuos en sus actividades cotidianasutilizan constantemente procedimientos interpretativos paraentenderse entre sí y a los demás, para comunicarse el unocon el otro y para lograr objetivos particulares. Estahermenéutica de la vida cotidiana constituye la basepráctica de las construcciones simbólicas que nosotrospretendemos interpretar.

La tradición hermenéutica también nos señala que lasconstrucciones simbólicas son construcciones de un sujeto.Al analizar estas construcciones se investiga un objeto quees producido por un sujeto y recibido -leído, visto,escuchado, entendido- por otros sujetos. La comprensión delas construcciones simbólicas por los sujetos que losproducen y los reciben es un aspecto vital del análisis.Pero la "comprensión de los sujetos" es un fenómenocomplejo que debe ser analizado de manera contextual einterpretativa. Al producir una construcción simbólica elsujeto se expresa a sí mismo o a sí misma; el cómo estesujeto comprende esta construcción está ilustrado por loque él o ella expresa, tanto en esta construcción como enotras construcciones, es decir, en otros enunciados,acciones, textos. Al recibir una construcción simbólica elsujeto la interpreta, le da sentido y la incorpora en otrosaspectos de su vida; cómo interpreta este sujeto estaconstrucción está evidenciado por lo que él o ella dicen alrespecto (o no dicen nada) o por lo que él o ella hacen conesa construcción (o no hacen). El entendimiento de lasconstrucciones simbólicas por el sujeto no es un datosimple al cual podamos recurrir, sino un fenómeno complejoque puede analizarse en forma interpretativa.

Análisis de la ideología

Hasta aquí me he ocupado de esbozar un marco metodológicopara el análisis de la cultura en general; ahora pretendomostrar el modo en que este enfoque puede adaptarse alestudio de la ideología. Este no es el lugar para llevar acabo un análisis detallado del concepto de ideología y susacepciones en la literatura contemporánea. Me voy a limitara resumir los argumentos que desarrollé en otro trabajo(Thompson, 1984). El análisis de la ideología concierne, enprimer lugar, desde mi punto de vista, con los modos en queel significado y el poder se intersectan. Tiene que ver conlas maneras en que el significado es movilizado para losintereses de individuos y grupos poderosos. Este enfoquepuede definirse con mayor precisión del modo siguiente: elestudio de la ideología implica analizar las formas en queel significado contribuye al sostenimiento de relaciones de

dominación. Existen varias maneras en el significadocontribuye a mantener relaciones de dominación, encontextos socio-históricos específicos. Una de tales formases la legitimación. Como observó Weber, se puede mantenerun sistema de dominación cuando se representa comolegítimo, es decir, como un sistema que vale la penaapoyar. La ideología puede operar también a través de ladisimulación. Las relaciones de dominación se puedencancelar, negar u obscurecer de varias maneras, porejemplo, al describir los procesos sociales oacontecimientos en términos que pongan de relieve ciertosrasgos en detrimento de otros, o a representarlos einterpretarlos de manera tal que encubra las relacionessociales en las que tienen lugar. Otra modalidad deoperación de la ideología es la fragmentación. Lasrelaciones de dominación pueden mantenerse a través de lamovilización del sentido en forma tal que fragmente a losgrupos y coloque a los individuos y a los grupos enoposición recíproca. "Divide y gobierna" es una conocidaestrategia de los grupos dominantes; aunque los procesos defragmentación son a menudo menos intencionales de lo quesugiere esta máxima. La última modalidad que me interesaseñalar es la reificación. La representación de un estadode cuestiones transitorio e histórico como si fuerapermanente, natural, fuera del tiempo define este modo deoperar de la ideología El restablecimiento de «la dimensiónde la sociedad "sin historia" en el centro de la sociedadhistórica» de la que habla Claude Lefort, es una de lascaracterísticas fundamentales de la ideología en lassociedades modernas (Lefort, 1986: 201).

El estudio de la ideología puede llevarse a cabo en elmarco metodológico de la hermenéutica profunda, pero elinterés específico en la ideología le imprime al análisisun cariz particular. El estudio de la ideología, por lotanto, se apoya en cada una de las fases o procedimientoscaracterísticos del análisis cultural, pero utiliza estosprocedimientos de una manera particular, con el propósitode hacer resaltar las interrelaciones del significado y elpoder. Por lo que al nivel del análisis socio-histórico, elinterés en la ideología dirige nuestra atención hacia lasrelaciones de dominación que caracterizan el contexto en el

que se producen y reciben las construcciones simbólicas. Eneste sentido, es particularmente importante el estudio deaquellos aspectos de las instituciones sociales queconfieren poder a grupos o agentes particulares en modossistemáticamente asimétricos. Las instituciones socialesespecíficas pueden estudiarse como constelaciones derelaciones sociales y recursos materiales; una empresa, porejemplo, puede estudiarse en términos de las relacionesentre gerentes, supervisores, personal administrativo,trabajadores especializados y semi especializados, y entérminos de acciones financieras, construcciones, plantas yequipos, etcétera. Estas relaciones entre los individuos seestructuran de modo tal que implican asimetríassistemáticas de poder y de acceso a recursos, asimetríasque generalmente caracterizan a más de una institución eimponen límites a los rangos de variación institucional.Las relaciones de poder son "sistemáticamente asimétricas"cuando ciertos agentes o grupos particulares detectan elpoder de tal manera que excluye, y en cierta medida semantienen como prácticamente inaccesibles, con respecto aotros. Entre las asimetrías que son más importantes yduraderas en nuestras sociedades están aquellas basadas enla división de clases, género, raza y estado-nación. Estosson algunos de los elementos que "estructuran" a lasinstituciones sociales.

Si bien el interés por la ideología orienta el análisissocio-histórico hacia el estudio de las relaciones dedominación, el análisis formal o discursivo se orienta a suvez, a los aspectos estructurales de las construccionessimbólicas que hacen posible la movilización del sentido.Como ya mencioné anteriormente, existen muchas maneras deanalizar los rasgos y relaciones estructurales de lasconstrucciones simbólicas. No pretendo pasar revista a ladiversidad de aproximaciones y determinar qué métodos sonmás apropiados para alcanzar ciertos propósitosparticulares; me limitaré a ofrecer unas cuantassugerencias sobre la manera en que el análisis formal odiscursivo puede incorporarse en el estudio de laideología. Me voy a restringir, en aras de la simplicidad,a las secuencias encadenadas de enunciados lingüísticos odiscursos, y consideraré dos maneras en las que se pueden

estudiar los rasgos estructurales de las construccioneslingüísticas en vistas a explicar su carácter ideológico.En cierto nivel, se pueden estudiar las estructurassintácticas de las formas de discurso, es decir, uno puedeestudiar aquellas reglas y recursos sintácticos que hacenque el significado se movilice en determinada forma. Lasustantivación y la transformación pasiva, el paso a la vozpasiva, son dos de esos recursos comunmente utilizados enel discurso cotidiano. La sustantivación ocurre cuando dosoraciones o partes de oraciones, descripciones de acción ylos participantes involucrados en ellos, son convertidos ensustantivos, como cuando se dice "la prohibición de lasimportaciones" en lugar de "el primer ministro ha decididoprohibir las importaciones". La transformación a la vozpasiva ocurre cuando dos verbos son convertidos a la formapasiva, como cuando se dice "el sospechoso esta siendoinvestigado" en lugar de "los oficiales de la policía estáninvestigando al sospechoso". La sustantivación y latransformación pasiva concentran la atención del oyente odel lector en ciertos temas en detrimento de otros;suprimen a agentes de la acción, y tienden a representarlos procesos como cosas. El estudio de estos y otros apoyossintácticos propicia el análisis de la ideología ya quepermiten un acceso inicial, entre otras cosas, a losprocesos de reificación dentro del lenguaje. Larepresentación de procesos como cosas, la supresión de losactores y las acciones, la constitución de la dimensióntemporal como una extensión eterna del presente son algunasde las múltiples formas sintácticas que tienden areinstaurar la dimensión de la sociedad "sin historia" enel corazón de la sociedad histórica.

La otra forma en que se pueden estudiar los rasgosestructurales de las construcciones en vistas a analizar sucarácter ideológico es en términos de la estructuranarrativa. Muchas construcciones lingüísticas, de laconversación cotidiana a las novelas, artículos deperiódicos y programas televisivos, están estructuradascomo narraciones cuyos argumentos se relatan a través deciertos dispositivos narrativos específicos. Una historiageneralmente consiste, por ejemplo, en una constelación depersonajes y una sucesión de hechos, combinados en una

secuencia con determinada orientación o 'trama'. Lasecuencia de la trama puede diferir de la sucesión temporalde los acontecimientos, como cuando se narra una historiapor medio de apoyos tales como los "flashbacks". Lospersonajes de la historia pueden ser reales o imaginarios,pero sus propiedades como personajes están definidos entérminos de sus relaciones con los otros y sus roles en cldesarrollo de la trama. El estudio de la estructuranarrativa, por ejemplo, puede ilustrar cómo se mantienenlas relaciones de dominación cuando se representan comolegítimas, ya que la legitimación de las relacionessociales es un proceso que, a menudo, asume la formanarrativa. Se narran historias que buscan justificar elejercicio del poder por aquellos que lo poseen y cuando sepretende que aquellos que no lo tienen acepten su situaciónNovelas, los artículos periodísticos y películas seconstruyen como narraciones que representan a lasrelaciones sociales y muestran las secuencias de ciertasacciones, de modo tal que apoyan las relaciones de poderexistentes. En los chistes y las conversaciones triviales,que llenan gran parte de nuestra vida cotidiana,continuamente estamos comprometidos en relatar la manera enque el mundo aparece y en reforzar, a través de las bromashechas a expensas de los demás, el orden aparente de lascosas. El análisis de la estructura de estas historias queconforman el entorno en que vivimos, y por medio de lascuales se desarrolla gran parte de nuestra vida social,define una de las formas en las que podemos empezar adevelar los rasgos ideológicos del discurso.

El uso de los métodos formales o discursivos para analizarlos rasgos estructurales de las construcciones simbólicaspuede facilitar el análisis de la ideología, pero noelimina la necesidad de una interpretación creativa. Elproceso de interpretación, en otras palabras, juega unpapel de síntesis creativa. Es creativa porque involucra laconstrucción creativa del significado, la explicacióncreativa de lo que se representa y de lo que se dice. Elsignificado está determinado y sobredeterminado mediante unproceso continuo de interpretación . En el análisis de laideología la interpretación juega también el papel desíntesis, ya que trata de unir los resultados del análisis

socio-histórico y del formal o discursivo, mostrando que elsignificado de las construcciones simbólicas sirve paramantener relaciones de dominación. El análisis formal odiscursivo provee sólo un acceso inicial a los diferentesmodos de operación de la ideología. Al utilizar el estudiode los apoyos sintácticos y de las estructuras narrativaspara el análisis de la ideología, uno debe mostrar cómotales apoyos o estructuras facilitan la construcción delsentido que sirve, en ciertas circunstancias socio-históricas, para mantener relaciones de dominación. Lainterpretación de la ideología asume una tarea doble: laexplicación creativa del sentido y la demostraciónsintética de cómo este sentido ayuda a mantener relacionesde dominación. Esta tarea requiere a la vez, sensibilidadante los rasgos estructurales de las construccionessimbólicas como un conocimiento de las relacionesestructurales entre individuos y grupos. Al asociar lasconstrucciones simbólicas con las relaciones de dominaciónque sostienen el proceso de interpretación demuestra cómoestas construcciones simbólicas pueden operar comoideología en circunstancias socio-históricas específicas.

Asumir la tarea de interpretación de la ideología implicacomprometerse en una actividad, riesgosa y no exenta deconflictos. Es una actividad riesgosa porque el significadode una construcción simbólica no se da, no está fijo, no sedetermina; al elaborar una interpretación se proyecta unsignificado posible, uno de los tantos significadosposibles que pueden variar o encontrarse en conflicto enrelación a otros. Este conflicto potencial asume una formaparticular en cl caso de la interpretación de la ideología.La interpretación de la ideología implica no solamente laproyección de un significado posible, sino también suponeque estos significados se orientan, en ciertascircunstancias, a mantener relaciones de dominación. Lainterpretación de la ideología entra entonces, en el ámbitode la demanda y la contra demanda; no es solamente unaproyección sino también una intervención posible, es decir,una proyección que puede intervenir en las relacionessociales que el objeto de la interpretación ayuda amantener. Interpretar una construcción simbólica comoideológica es abrir la posibilidad a la crítica, no

solamente de otras interpretaciones (incluyendo aquella delos sujetos que constituyen el mundo social), sino tambiénde las propias relaciones de dominación que lasignificación ayuda a mantener. En este sentido, lainterpretación de la ideología mantiene una conexióninterna con la crítica de la dominación. Pero estarelación, aunque interna, no es inmediata. El analizar unaconstrucción simbólica como ideológica, explicar lasmaneras en que la significación ayuda a mantener lasrelaciones de dominación y establecer incluso, que unainterpretación particular está justificada, son actividadesque pueden poner de relieve una reflexión crítica sobre lasrelaciones de dominación, pero no podrían demostrarnecesariamente, que estas relaciones son injustas.Desarrollar esta conexión entre la interpretación de laideología y la crítica de la dominación requeriría unanálisis extenso sobre las nociones de justificaciónracional y justicia social, un análisis que si bien es desuma importancia, nos apartaría de los límites de esteensayo.

El análisis de la comunicación masiva

En esta sección final quiero mostrar cómo se puede adoptaresta perspectiva en el estudio de la comunicación masiva.Esto no quiere decir que los diversos métodos que se hanintroducido en la historia de la investigación de losmedios de comunicación no sean interesantes. Al contrario,algunos de estos métodos tienen gran valor y constituyenuna parte integral del enfoque que esbozaré. Sin embargo,lo característico de este enfoque surge del interés deanalizar la comunicación como un fenómeno cultural, esdecir, estudiar la comunicación en términos de formas yprocesos históricamente específicos y socialmenteestructurados en los que, y por medio de los cuales, seproducen, estructuran y reciben las formas simbólicas. Deahí que no perderemos de vista el hecho de que estamostrabajando con objetos y enunciados significativos querequieren una interpretación, y reconocemos al mismo tiempoque la producción y la transmisión de estos objetos yenunciados son procesos socialmente situados y mediadosinstitucionalmente. Lo característico de este enfoque surge

también del interés de especificar las maneras en que estosobjetos y enunciados de la comunicación masiva puede serestudiados como ideológicos. Trataré de mostrar que estoúltimo requiere que pongamos atención particular en loscomplejos problemas que surgen en relación a la recepción yapropiación de los mensajes de los medios por individuos ygrupos socialmente diferenciados.

Permítanme distinguir inicialmente tres aspectos de lacomunicación masiva. Estos aspectos se encuentranestrechamente interconectados en el proceso de producción ytransmisión de los mensajes de los medios, pero aldistinguirlos específicamente, podemos delinear tresobjetos de análisis. El primer aspecto es el proceso deproducción y difusión, es decir, el proceso de produccióndel material de la comunicación masiva y su transmisión odistribución a través de canales de difusión selectiva.Este proceso se ubica en circunstancias socio-históricasespecíficas y generalmente ciertas disposicionesinstitucionales. El segundo aspecto es la construcción delmensaje de los medios. El material que se transmite en lacomunicación masiva es un producto estructurado de variasformas: es una construcción simbólica compleja que muestrauna estructura articulada. El tercer aspecto de lacomunicación masiva es la recepción y apropiación de losmensajes de los medios. Estos mensajes son recibidos porindividuos y grupos de individuos que están situados encircunstancias socio-históricas específicas y que empleanlos recursos que tienen a su disposición para entender losmensajes recibidos y para incorporarlos a sus vidascotidianas. Estos tres aspectos característicos nospermiten definir tres campos de análisis. Podemosconcentrar nuestra atención en cada uno de estos campossucesivamente y analizar sus formas y procesoscaracterísticos. Pero el que se constituyan estos campos deanálisis mediante su abstracción en relación con otrosaspectos de la comunicación masiva implica que un análisisque se restringe a uno solo de estos campos es un análisisen cierto sentido, limitado. Un estudio omnicomprensivopara el estudio de la comunicación requiere de la capacidadpara relacionar entre sí los resultados de estos diferentes

análisis, y mostrar cómo estos distintos aspectos seretroalimentan y se iluminan mutuamente.

Al distinguir entre estos tres aspectos de la comunicaciónmasiva, podemos apreciar que el enfoque de la hermenéuticaprofunda es aplicable en diferentes maneras, a losrespectivos campos de análisis. Examinaré en seguida, laaplicabilidad de este enfoque en relación a la televisión,considerando el análisis de sus diferentes aspectos.Abordaremos, en primer lugar, el análisis de la produccióny difusión de los programas televisivos. Dicho análisistienen que ver particularmente con lo que describí másarriba, como el análisis socio-histórico, es decir, elestudio del contexto socio-histórico e institucional dentrodel cual, y por medio del cual se producen y transmiten losprogramas. Este contexto está constituido, entre otrascosas por las siguientes características: la organizacióninstitucional de los productores y de las redes detransmisión; los patrones de propiedad y control en lasinstituciones difusores; las relaciones entre lasinstituciones difusores y las organizaciones estatalesresponsables del resultado del monitoreo; las técnicas ytecnologías utilizadas en la producción y la transmisión;los procedimientos prácticos y de rutina que sigue elpersonal de la televisión; los objetivos de productores yprogramadores y sus expectativas ante la respuesta de suauditorio, etcétera. Algunas de estas característicaspueden ser examinadas por medio de la investigaciónempírica, incluyendo la documental. Otras, como porejemplo, los procedimientos prácticos y de rutina seguidospor el personal o sobre su objetivos y expectativas, puedendilucidarse solamente a través de un enfoque interpretativomás contextual. Supongamos que queremos analizar, porejemplo, el proceso involucrado en la producción de unprograma televisivo en particular. Además del examen delcontexto institucional general en el que se produce elprograma, incluyendo los diferentes procesos de toma dedecisiones y la asignación de recursos, tendríamos queanalizar en detalle el proceso de escritura de guiones, laselección de actores, la filmación, la edición y laprogramación. Tendríamos que analizar también, losprocedimientos de rutina que se siguen en el diseño y

realización del programa, así como las competenciasespecíficas y criterios utilizados. Habría que considerarlas variaciones entre diferentes tipos de programas- porejemplo, hasta qué grado, en diferentes tipos de programas,se completa el material de archivo con realizacionesimpromptu y se modifica a lo largo del proceso deproducción. Este tipo de investigación ayudaría a poner derelieve las reglas, procedimientos e implícitos del procesode producción, incluyendo aquellos supuestos sobre laaudiencia: sus necesidades, intereses y habilidades. Estasreglas, procedimientos y supuestos forman parte de lascondiciones sociales y los códigos que el personal de losmedios utiliza e implementa al producir programasespecíficos. Estas condiciones y códigos, conjuntamente conotros aspectos del contexto institucional propician ycircunscriben el proceso de producción, permitiendo así queel mensaje de los medios sea producido como unaconstrucción simbólica.

El segundo aspecto de la comunicación masiva es laconstrucción del mensaje de los medios. Cuando nosconcentramos en su construcción y analizamos suscaracterísticas damos prioridad a lo que anteriormentedescribí como el análisis formal o discursivo; es deciranalizamos el mensaje preferentemente, como una complejaconstrucción simbólica que se apoya en una estructuraarticulada. Entre los rasgos estructurales que podemosresaltar en el análisis de la televisión encontramos lasintaxis, el estilo, el tono, el lenguaje utilizado; layuxtaposición de la palabra y la imagen; los ángulos,colores y secuencias del imaginario utilizado; laestructura de la narración o argumentación; el grado en quela narración o la estructura argumentativa permiten lasderivaciones a tramas secundarias, las digresiones o eldesacuerdo; el uso de recursos tales como el flashback y lasobreposición de voces; la manera en que la tensión secombina con rasgos tales como el humor, la sexualidad, laviolencia; las interconexiones entre programas particularesque forman parte de una secuencia finita o abierta,etcétera. Estos y otros rasgos estructurales de losmensajes televisivos pueden analizarse mediante unavariedad de técnicas, desde las diferentes formas de

análisis de contenido hasta los varios tipos de semiótica,la narrativa y el análisis del discurso. Sin embargo, esimportante señalar que el análisis de los rasgos de laestructura interna de los productos de los medios tieneciertos límites. En primer lugar, es un análisis queabstrae esta estructura del proceso de producción ydifusión. Por esto, no da cuenta de las condicionessociales e institucionales, en las que y por medio de lascuales se producen y transmiten los mensajes de los medios.El análisis de los rasgos estructurales internos de losmensajes de los productos de los medios es también limitadoen tanto que no considera la recepción y apropiación de losmensajes de los medios. Por lo tanto no toma en cuenta elsentido que estos mensajes tienen para los individuos quelos ven, escuchan, y leen. Tampoco da cuenta de las manerasen que estos individuos interpretan, aceptan, o rechazan oincorporan los mensajes de los medios a su vida .

La recepción y apropiación de los mensajes de los medios esel tercer aspecto de la comunicación masiva que define uncampo de análisis. Se ha hecho y se continua haciendo unagran cantidad de investigación sobre la recepción de losmensajes masivos y sobre la dimensión y naturaleza de larespuesta de la audiencia. Los investigadores hanpretendido estudiar, por ejemplo, los efectos a corto ylargo plazo de los mensajes masivos, las maneras en que lasaudiencias utilizan los medios y las gratificaciones que sederivan de ellos.

Pero estos enfoques, por muy interesantes que sean, noponen la atención suficiente en las maneras en que losdiferentes individuos o grupos interpretan activamente losmensajes de los medios y los integran a diversos aspectosde sus vidas. Las distintas fases del procedimiento dehermenéutica profunda pueden contribuir a la exploración delo que podemos describir como los modos de recepción de losmensajes de los medios Por lo tanto, en el estudio de latelevisión debemos examinar, por medio de un análisissocio-histórico, las circunstancias específicas y lascondiciones socialmente diferenciadas en las que losindividuos reciben los mensajes televisivos. Porcircunstancias específicas nos referimos a aspectos tales

como ¿en qué contextos?, ¿en compañía de quién?, ¿con quégrado de atención, consistencia y comentario los individuosven los programas, o las series de programas de diferentestipos? Las condiciones socialmente diferenciadas: ¿comovaría la recepción de los mensajes de acuerdo aconsideraciones tales como clase, sexo, edad, ascendienteétnico y el país del receptor? Esta última interrogantepuede despejarse mediante una investigación cuidadosamentediseñada que utilice entrevistas estructuradas paraexplorar cómo los diferentes individuos y diferentes gruposde individuos entienden ciertos programas particulares.Estas entrevistas proporcionan textos de los receptores quea su vez pueden analizarse de diferentes maneras, porejemplo, a través de métodos de análisis formal odiscursivo. Los rasgos de uno de los textos de losreceptores pueden compararse con otros y conjuntamente, sepueden considerar en relación a la construcción del mensajede los medios. El análisis formal o discursivo de estostextos no elimina la necesidad de la interpretacióncreativa de los mensajes de los medios y de las respuestasde los receptores. A1 utilizar el análisis formal de losrasgos estructurales y el análisis socio-histórico de lascondiciones de producción/difusión y recepción/apropiación,el proceso de interpretación busca explicar lo dicho y lono dicho, lo que es afirmado o implicado, representado yobscurecido en los mensajes de los medios y en los textosde los receptores. Busca explicar los posibles significadosde los mensajes de los medios y busca mostrar como losreceptores los entienden y los incorporan a sus vidas. Comotoda interpretación, este proceso necesariamente se enmarcaen las actividades cotidianas de los sujetos que conformanel mundo social e interviene potencialmente, en ellas.

Tomando como fundamento este enfoque general para elestudio de la comunicación masiva, podemos retomar lasimplicaciones del análisis de la ideología. Los intentosanteriores para analizar el carácter ideológico de losmedios masivos han tendido a concentrarse en la produccióno construcción del mensaje. Por lo tanto, los primerosteóricos y autores críticos influenciados por estaorientación, tendían a subsumir a los medios masivos en elanálisis general de la industria cultural, argumentando que

los imperativos de la producción capitalista que dan lugara la estandarización y repetición de los productos, nodejan espacio alguno para la reflexión crítica (véaseespecialmente Horkheimer y Adorno (1972)). Estos teóricostienden a dar por sentado que los productos de lasindustrias culturales efectivamente entorpecen las mentesde las masas, las frustran, las cautivan y las incorporanal sistema para, de este modo, reproducirlo. Sin bien losteóricos críticos tienen razón cuando señalan lascaracterísticas del desarrollo de las industriasculturales, sus afirmaciones a propósito de los efectos delos productos culturales son suposiciones que no tienensoporte: carecen de una base documental clara yconvincente. Otros intentos de análisis sobre el carácterideológico de los medios masivos sufren de limitacionessimilares. El trabajo desarrollado desde la perspectiva«estructuralista» o «semiótica» ha esclarecido ciertosrasgos estructurales de los mensajes de los medios. Pero alconcentrarse en la construcción del mensaje este tipo detrabajo generalmente omite el examen sobre cómo se produceny reciben mensajes en circunstancias socio-históricasespecíficas. De ahí que, cuando este tipo de trabajo empleael concepto de ideología lo hace a menudo en forma vaga ygeneral. Frecuentemente, da por sentado el análisis socio-histórico de las instituciones y divisiones de lassociedades modernas, aunque no ofrece una explicitación yuna defensa de este análisis. A menudo, analiza laideología en términos de los rasgos estructurales delpropio mensaje, sin examinar lo modos de interpretación delos mensajes por parte de los individuos en los cuales sesupone que opera esta ideología. Por lo tanto el trabajoconducido dentro del marco estructuralista o semióticotiene un valor limitado, ya que pone poca atención a lascondiciones específicamente sociales e institucionales enlas que, y por medio de las cuales, los mensajes de losmedios pueden ser ideológicos.

Estas limitaciones del trabajo realizado anteriormente, sepuede evitar si situamos el análisis del carácterideológico de los medios masivos en un marco más generalpara cl estudio de la comunicación masiva. Este enfoque nospermite apreciar que los tres distintos aspectos -

producción/difusión, construcción y recepción/apropiación-son todos ingredientes esenciales en el análisis de esecarácter ideológico. El estudio de la producción y difusiónes un ingrediente esencial porque aclara las institucionesy las relaciones sociales que hacen posible la producción ytransmisión de los mensajes. Si se considera que estosmensajes constituyen el resultado de procesos específicosde producción y circulación a través de canales de difusiónselectiva, el estudio de estos procesos y canales puedeesclarecer entonces, los aspectos de la construcción yoferta de los mensajes mediáticos. El estudio de laconstrucción de los mensajes de los medios es uningrediente esencial porque examina los rasgosestructurales por medio de los cuales éstos se conviertenen fenómenos simbólicos complejos capaces de movilizar elsentido. El examen de rasgos estructurales tales como lasintaxis, el estilo del lenguaje utilizado, la estructurade la narración o argumentación, pone en evidencia lascaracterísticas constitutivas del mensaje, es decir, lascaracterísticas que hacen posible la reconstrucción de unmensaje como significativo. El estudio de larecepción/apropiación de los mensajes de los medios estambién un componente esencial porque considera tanto lascondiciones socio-históricas en las que los individuosreciben los mensajes como las maneras en que estosindividuos comprenden los mensajes y los incorporan a susvidas. Se considera cómo los individuos asumen el sentidomovilizado por los mensajes de los medios, se examinan porlo tanto, los distintos grados de eficacia de estosmensajes con respecto a las relaciones sociales en las quelos receptores individuales están inmersos.

Si adoptamos este enfoque general para el análisis delcarácter ideológico de los medios masivos podemos entoncesapreciar que muchas de las preguntas cruciales conciernen,por un lado, las relaciones entre la producción/difusión yla construcción de los mensajes de los medios y, por otro,la recepción/apropiación de los individuos situados encondiciones socio-históricas específicas. Dentro de esteespacio semántico el sentido movilizado por los mensajes delos medios es (o no es) eficaz en el mundo social,contribuye (o no) a mantener relaciones de dominación. La

interpretación de la ideología en los medios masivos nopuede basarse solamente en el análisis de la producción yconstrucción de los mensajes, también debe basarse en elanálisis de las condiciones y las características de larecepción. Por lo tanto, una de las tareas que enfrenta lainterpretación de la ideología de los mensajes de losmedios es, relacionar la producción/difusión y construcciónde los mensajes con la producción y construcción de lostextos de los receptores. De esta manera el proceso deinterpretación aborda la explicación de las conexionesentre la movilización del sentido en los mensajes de losmedios y las relaciones de dominación que este sentidocontribuye a mantener. ¿Cuáles son estas relaciones dedominación?, ¿Cómo contribuye el sentido a mantenerlas osubvertirlas, a reforzarlas o debilitarlas? son preguntasque sólo pueden despejarse al asociar laproducción/difusión y la construcción de los mensajes conlas maneras en que éstos se reciben c interpretan porindividuos situados en contextos sociohistóricosespecíficos.

Considérese el siguiente ejemplo. En un estudio sobre lasrespuesta de los niños a las caricaturas en TV, RobertHodge y David Tripp llevaron a cabo cierto ejercicio (Hodgey Tripp, 1986: 93-5). Permitieron que un grupo de niñosviera una serie de caricaturas llamadas Fangface quepresenta una secuencia de historias de suspenso y accióninterrelacionadas. Los personajes en "Fangface" sonmasculinos y femeninos, pero hay cuatro personajesmasculinos por cada personaje femenino; este es un promediogeneralmente típico en los programas televisivos. Hodge yTripp pidieron a un grupo de niños y niñas que habían vistolas caricaturas que escogieran algunos de los personajesque fueran los más importantes para ellos. Después,clasificaron los personajes escogidos en masculinos yfemeninos. Encontraron que el 97 por ciento de lospersonajes escogidos por los niños eran personajesmasculinos y solo había 3 por ciento femeninos; porcontraste, 64 por ciento de los personajes escogidos porlas niñas eran masculinos y 36 por ciento femeninos. Estoindica que la recepción de las caricaturas varió de acuerdoal sexo del receptor. Al ver e interpretar las caricaturas

los niños se identificaron masivamente con los personajesmasculinos. Dicha identificación fue más fácil por el hechode que había cuatro veces más personajes masculinos, perola proporción en que los niños se identificaron con lospersonajes masculinos fue superior al 4:1. Las niñastambién tendieron a identificarse con los personajesmasculinos pero en mucho menor medida que los niños, y, porotra parte, se identificaron con los personajes femeninosen un grado significativo (36 por ciento) a pesar del hechode que sólo existían en las caricaturas un personajesfemenino por cada cuatro personajes masculinos. Estosresultados son sólo burdos indicadores de un procesocomplejo de recepción e interpretación diferencial. Nobastan como análisis del proceso, ni los autores extraenlas consecuencias de su trabajo para el análisis de laideología. Pero, al ilustrar los procesos de recepción einterpretación diferencial, Hodge y Tripp llaman laatención sobre lo que puede describirse como el espacio detransformación del significado movilizado por los mensajesde los medios, mediante líneas de fuerza definidas, en elproceso de recepción.

Para poder analizar más este espacio de transformacióntendríamos que examinar con más detalle tanto los contextosreales en los que se reciben los mensajes de los medioscomo los contenidos específicos de las interpretaciones delos receptores. Una de las limitaciones del trabajo deHodge y Tripp es que pone a los televidentes- en este casolos niños- fuera de los contextos reales en los que, en elcurso de la vida cotidiana, se ve y comenta la televisión.Para mucha gente los aparatos televisivos son un artefactodoméstico y por lo tanto, el proceso de recepción estásometido a las relaciones sociales que prevalecen en elcontexto doméstico. ¿Qué se ve y cuándo?, ¿cómo se ve laTV?, ¿qué se dice y a quién sobre lo que se ve? estos sonalgunos de los rasgos que caracterizan la actitud de ver latelevisión y que resultan de las relaciones sociales en quetiene lugar esta actitud receptiva. Si consideramos estosrasgos contextuales podemos distinguir entre el significadode los mensajes tal como se reciben e interpretan, y lo quepodemos describir como el sentido de la actividad derecepción. Me refiero con esto al sentido que puede tener

la actividad de ver televisión para los individuos que seencuentran en los contextos específicos de sus vidascotidianas. Los mensajes de los medios no se reciben einterpretan de manera aislada; la actividad de recepción esuna práctica social que puede tener un significado propiopara los receptores. Por ejemplo, la actividad de ver unatelenovela, en el contexto familiar autoriza a una mujer adistanciarse de las obligaciones domésticas y experimentarcomo un sustituto, cierta forma de placer o de control queno está presente en su vida ordinaria. Al alimentar ciertasnecesidades y deseos, y hasta cierto grado satisfacerlos,mediante la actividad de ver telenovelas, dicha mujer puededesempeñar, entre otras cosas, un papel crítico ycompensatorio en su vida. Crítico, en el sentido que leofrece la posibilidad de tomar cierta distancia ante lasrelaciones sociales existentes en las que está involucraday le permite imaginar algunas alternativas a esa situación.Compensatoria, en el sentido, que al satisfacer susnecesidades y deseos en su imaginario, esta actividad puedellevar a reprimir sus impulsos críticos y reconciliarla conel statu quo. La intensidad de esta actividad de recepciónpuede influir y ella misma es susceptible a la influencia,de los significados de los mensajes que se reciben einterpretan. A través de la construcción de los textos delos receptores encontramos la estructura narrativa tal comofue interpretada, las imágenes y enunciados tal como sonpercibidos y entendidos; estos y otros aspectos del procesode recepción pueden confirmar o cuestionar las creencias yrelaciones tradicionales, establecidas: pueden mantener oresquebrar relaciones sociales existentes, y por lo tantoconfirmar o contradecir los roles críticos o compensatoriosde la actividad de mirar la pantalla de TV

Si tomamos en cuenta la complejidad de los procesos derecepción e interpretación de los mensajes de los mediosestaremos en condiciones de examinar cómo el significadoque éstos movilizan se transforma en el proceso derecepción y es apropiado por individuos situados en loscontextos estructurados de la vida cotidiana y contribuye,por lo tanto, a mantener o cuestionar las relaciones dedominación. Podemos, por lo tanto, abrir el camino a unaperspectiva crítica y dinámica para el estudio de la

ideología en los medios masivos. Al considerar laproducción/difusión y construcción de los mensajes de losmedios, este enfoque no se restringe al nivel de análisisde sus rasgos estructurales sino pretende relacionar estosrasgos con los distintos modos en que se comprenden losmensajes y el sentido que adquiere la recepción de estosmensajes para los individuos situados en contextos socialesespecíficos. El análisis de la ideología en los mediosmasivos implica entonces, una relación potencialmentecrítica no sólo con la construcción del significado en losmensajes de los medios sino también con la interpretaciónde los mensajes por parte de los receptores y con lasrelaciones de dominación que caracterizan los contextos enlos que se reciben estos mensajes. El análisis de laideología en los medios masivos ofrece una interpretaciónque puede incidir en la vida social y que puede servir comoherramienta para promover una reflexión crítica entre losindividuos que reciben e interpretan los mensajes comoparte de la rutina de sus vidas cotidianas. Puede hacer quelos sujetos que constituyen el mundo social reflexionencríticamente sobre su comprensión de los mensajes de losmedios y sobre las relaciones sociales estructuradas en lasque ellos participan.

Conclusión

En este ensayo me propuse delinear un enfoque para elestudio de la comunicación masiva concebida como uningrediente central de la cultura moderna. Este enfoque nospermite apreciar cabalmente los diferentes aspectos de lacomunicación masiva- la producción/difusión, construcción yrecepción/apropiación de los mensajes de los medios - y ala vez nos permite analizar la relación recíproca de estosdiferentes aspectos. Se considera que los mensajes de losmedios están situados en contextos institucionales y socio-históricos específicos, a la vez que se reconoce sucarácter distintivo como construcciones simbólicassignificativas. Esta perspectiva combina diferentes métodosde análisis en forma sistemática, lo que nos permitedilucidar, de manera flexible pero rigurosa, los diferentesrasgos y aspectos de la comunicación masiva.

Más allá del análisis de la comunicación masiva como unfenómeno cultural, también he pretendido señalar ciertasorientaciones para el estudio de los objetos y enunciadosde la comunicación masiva como productos ideológicos. Elestudio del carácter ideológico de la comunicación masivase ha visto obstaculizado por falsos supuestos sobre lanaturaleza de la ideología y por una tendencia a tratar lacomunicación masiva como un mecanismo que contribuye enbloque a la reproducción del orden social. Propuse quedebemos apartarnos de esta tendencia y adoptar en cambio,un enfoque más dinámico y contextual para el análisis de laideología en la comunicación masiva. Debemos prestar unaatención particular a los modos en que los individuos seapropian el significado movilizado por los mensajes. De ahíque debemos orientarnos particularmente, al espacio detransformación en el cual el sentido movilizado por losmensajes de los medios se transforma en el proceso derecepción, contribuyendo así, a mantener o subvertir,reforzar o minar, las relaciones de dominación. El estudiode la comunicación masiva puede contribuir entonces, aldesarrollo de una teoría crítica de la ideología, unateoría que sólo puede desarrollarse hoy en día, si se tomaen cuenta la centralidad de la comunicación masiva en lacultura moderna.