Historia general de la Isla y Reyno de Sardena Quarta parte

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SCRITTORI SARDI

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CENTRO DI STUDI FILOLOGICI SARDI / CUEC

FRANCISCO DE VICO

HISTORIA GENERALDE LA ISLA Y REYNO DE SARDEÑA

QUARTA PARTE

a cura di Francesco Manconi

edizione di Marta Galiñanes Gallén

SCRITTORI SARDI

coordinamento editorialeCENTRO DI STUDI FILOLOGICI SARDI / CUEC

Francisco De VicoHistoria general de la Isla y Reyno de Sardeña

dividida in siete partesISBN 88-8467-192-2

Historia general de la Isla y Reyno de Sardeña - Quarta parte

ISBN 88-8467-196-5CUEC EDITRICE © 2004prima edizione maggio 2004

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INTRODUCCIÓNDE LA CUARTA PARTE

DE LA HISTORIA.

Mucho tienen que gloriarse las provincias que, aliviadas de trabajosde sangrientas guerras, de inmensas imposiciones y pechos intolera-bles, vienen a caer en dominio que cuida de sus aumentos; así lo per-mitió la Divina Providencia que, inspirando a los emperadores CarloMano y su hijo Ludovico hiciesen donación de Sardeña al po[n]tífi-ce Pascual y a la Sede Apostólica, que con el mayor cuidado quepudieron sus pontífices cuidaron de su gobierno y librarla de la tira-nía de los infieles, como se verá en esta cuarta parte, con suma gloriadel dominado y dominante.

CAPÍTULOS DE LA CUARTA PARTE

Capítulo I°. Cómo Carlo Magno sucedió a Pipino, su padre, en elReino de Francia y de los progresos que hizo en Italia en favor de laIglesia Romana.Capítulo 2°. De las mercedes que Carlo Magno hizo a muchos seño-res de Italia, y de las guerras que tuvo y cómo nombró por Rey de Ita-lia a Pipino, su hijo.Capítulo 3°. Pipino, hijo de Carlos Magno, gobierna a Italia y de losprogresos que Carlo Magno hace en ella.Capítulo 4°. De los trabajos que causaron algunos romanos al papaLeón III y cómo los compuso Carlos Magno.Capítulo 5°. Cómo Carlo Magno fue coronado Emperador de losromanos, y viene a tener el Reino de Sardeña.Capítulo 6°. Sardeña es acometida otra vez de los Sarracenos.Capítulo 7°. Cómo Carlo Magno tomó por colega y compañero en elimperio a Ludovico, su hijo, y se murió luego.Capítulo 8°. Cómo Ludovico sucedió a Carlos Magno, su padre, enel imperio y hace donación de Sardeña a la Iglesia Romana, y de losprogresos que hace en su gobierno.Capítulo 9°. De la muerte de Bernardo, Rey de Italia, y cómo sucedióLotario y dejó la elección del Pontífice libremente a la Sede Apostóli-ca, y de los progresos que hacen los sarracenos en el mar Mediterráneo.Capítulo 10°. Lotario envía a Italia a su hijo, Ludovico, y entra enRoma, donde fue coronado del Pontífice por Rey de Italia y Empera-dor de romanos.Capítulo 11. De la división de reinos que Lotario, Emperador y Reyde Francia hizo entre sus hijos, y cómo le sucedió en el imperio y reinoLudovico Segundo, su hijo.Capítulo 12. Carlos Calvo sucedió a Ludovico, y de la molestia q[ue]los sarracenos dan a Italia.Capítulo 13. Del tiempo en que los moros entraron en Sardeña y dela parte que en ella tuvieron y cuándo fueron expelidos con favores delos genoveses y pisanos, y con qué título pretendiero[n] dominio enSardeña y en qué parte, y de las armas que dio el Pontífice y con quéquedó Sardeña.Capítulo 14. Sardeña, ya libre de los sarracenos, vuelve a su antiguogobierno de jueces subordinados a la Sede Apostólica y viene por lega-do apostólico a Sardeña Constantino, arzobispo turritano.Capítulo 15. De los encue[n]tros de los genoveses con los pisanos sobre

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defender a Mariano en el Judicado de Cáller, y cómo Consta[n]tino,Juez de Torres, fundó la iglesia de Saccarja, y de su vida.Capítulo 16. Se contienen los encue[n]tros de los genoveses y pisanosy de la pretensión que tienen en el Judicado de Galura, con el cual sehabían aliado los pisanos.Capítulo 17. De algunas cosas notables q[ue] en estos mismos tiem-pos acaecieron en Sardeña y señaladamente de algunos jueces deTorres insignes que hubo y lo que hicieron.Capítulo 18. De la erección que el papa Inocencio II hizo de losObispados de Génova y Pisa en arzobispos metropolitanos, y de lossufragáneos q[ue] les señaló y del primado y legacía que él y sus suce-sores co[n]cedieron al de Pisa sobre los prelados de Sardeña y Córce-ga, y la contradicc[i]ón que hizo el Arzobispo de Torres.Capítulo 19. Federico sucede en el imperio y los progresos que tuvo ensu coronación.Capítulo 20. De la muerte del papa Adriano IV y pretensión deFederico sobre cobrar al Imperio la isla y Reino de Sardeña y cómodio título de Rey della a Barisonio.Capítulo 21. Prosiguen los encue[n]tros entre genoveses y pisanos enla isla de Sardeña; conciértalos el papa Cleme[n]te III y Guillelmo,Marqués de Massa, se apodera del Judicado de Cáller, y hace pacesco[n] el juez turritano Comida, restituyéndole a Cáller.Capítulo 22. El Juez de Cáller, Guillelmo, fue vencido de los genove-ses y, rehacie[n]do sus fuerzas, venció y prendió al Juez de Arborea,Pedro de Serra, apoderándose de su Judicado, y fue por ello descomul-gado de la Sede Apostólica.Capítulo 23. Vuelve el Judicado de Arborea a sus jueces y éstoscomienzan a ser juntame[n]te Vizcondes de Baso y de los que sucedie-ro[n], así en éste como en los demás Judicados de Sardeña, y variosasientos de paz q[ue] tomaro[n] entre pisanos y genoveses.Capítulo 24. De Federico Segundo y de sus progresos tocantes a Sar-deña.Capítulo 25. Federico casa con Violante, Reina de Jerusalé[n], y Ala-sia quedó Reina de Torres y Galura; fundación de monasterios yinvención de cuerpos santos en Sardeña.Capítulo 26. Cómo al pontífice Honorio sucedió Gregorio IX y de losencuentros que tuvo con Federico Segu[n]do sobre las cosas del patri-monio de la Iglesia.Capítulo 27. Federico Segundo casa en Sardeña a su hijo Encio conAlasia, Reina de Torres y de Galura, y se narran los encuentros q[ue]

3Historia general - Cuarta parte

tuvo co[n] Gregorio IX.Capítulo 28. Federico justifica sus acciones contra los procedimientosde Gregorio IX y impide a los legados y prelados el ingreso de Roma.Capítulo 29. Que el rey Encio y los pisanos fueron descomulgados porel pontífice sin que la isla de Sardeña estuviese co[m]prendida en lascensuras.Capítulo 30. Federico se declara contra Inocencio IV y arma contraItalia y se pierde Encio, s<u>1 hijo.Capítulo 31. Privados los arzobispos de Pisa por la Sede Apostólicade la primacía y legacía de que pretendían tener en Sardeña; fuenombrado legado, por dos veces, el arzobispo turritano y presidió enel concilio nacional de todo el Reino, y de lo que pasó a los pisanos ygenoveses entre sí y con los jueces de Cáller y Arborea, y otras cosas queacaecieron en ella.Capítulo 32. No se sosiegan los pisanos y genoveses, los unos y los otrosprocuran granjear la ciudad de Sácer, la cual se previene y fortalececon muros y torres, y se divide en cinco parroquias y lo demás quepasó en los otros Judicados.Capítulo 33. De los jueces o régulos más señalados que tuvo Sardeñaen el tiempo que fue regida por ellos.De los régulos turritanos de Sácer.Capítulo 34. De los jueces o régulos de la provincia de Arborea.Capítulo 35. De los jueces callaritanos.Capítulo 36. De los jueces del Judicado de Galura.

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1 Su: en el texto original, “si”.

CUARTA PARTEDE LA HISTORIA

DE SARDEÑA, en la cual se trata de la donación que della hizo

Carlo Magno y su hijo Ludovico a la Iglesia y patri-monio de san Pedro de Roma; y de las guerras y

sucesos que pasaron en Italia, Sardeña y otras partes,desde los años 768 hasta los de 1295 que el papaBonifacio VIII concedió la investidura del dicho

Reino en feudo al rey don Jaime de Aragón elSegundo.

Capítulo ICómo Carlo Magno sucedió a Pipino, su padre en elReino de Francia, y de los progresos que hizo en Ita-

lia en favor de la Iglesia Romana.

Dimos fin a la tercera parte de nuestra historia ytratamos de la introducción de la fe y de los már-tires y santos obispos y varones ilustres que flore-ciero[n] en Sardeña, con los varios sucesos quetuvieron los imperios, reinos y provincias Orienta-les y Occidentales, desde el primer año de nuestraSalvació[n], hasta el de 768, que concluímos con elpontificado de Paulo, primero deste nombre, yfallecimiento de Pipino; y damos principio a estacuarta parte y progresos de Carlo Magno, de quefue el que hizo donación del Reino de Sardeña yotras provincias a la Sede Apostólica y patrimoniode san Pedro, que la confirmó después su hijo,Ludovico, como luego veremos en el último capí-tulo de la tercera parte q[ue] acabo de referir, sedijo q[ue] Pipino, Rey de Francia, dejó dos hijosdel mismo nombre con esta distinción, que el unose llamó Carolomano y el otro Carlos, que llama-ro[n] después Magno y vino a heredar el Reino deFrancia, por muerte de Carolomano, su hermanomenor, y a ser Emperador, de quien trataremos y

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ICarolomano yCarlos Magnohijos de Pipino,Rey de Francia.

digo que estos dos hermanos anduvieron al princi-pio algo encontrados, sobre la divisió[n] del reino,aunque después fue la autoridad de su madrepoderosa para co[n]certarlos y volverlos en paz, yasí unidos redujeron a su obediencia el añosiguiente de 769 a Ubaldo, Duque de Equitania2;casaro[n] ambos con dos hijas de Desiderio, Reyde los lo[n]gobardos. Carolomano, que era elmenor, tuvo en su mujer dos hijos, pero CarloMagno, que casó con Berta, no tuvo ninguno;antes no tomando muchos a bien, ni aprobandoeste casamie[n]to, la repudió el año 771, con decirque Pipino, su padre, le había casado con otra;apoyando ésta con otras razones que se refieren enuna carta, que el papa Estéfano escribió al mismoCarlos Magno, que la inserta Baronio en su tomonono y se casó poco después con Hildegrande, dela nobilísima familia de los suevos. La causa desterepudio ninguno la señala y Baronio la presumejusta, aun que no la halló entonces. Después refie-re que halló ser la causa la inhabilidad a la procre-ación. Sintió este repudio de Carlo Magno suprimo Alderado en ta[n]to grado que se apartó decomunicar co[n] él y acudir a su Corte; ymostra[n]do mayor sentimiento, se entró monje,como refiere Surio. Sucedió luego la muerte deCarolomano, en este mismo año de 771, que dioocasión a su hermano Carlos Magno a convocarCortes en Francia, y hacerse dar el absoluto domi-nio y señorío de toda ella, excluyendo de la suce-sió[n] y de lo que poseía su hermano Carolomanoa sus hijos, de lo cual, sentida su mujer, y noteniendo segura su vida ni la de sus hijos, se salióde aquel Reino y se pasó a Italia, para ampararsedel rey Desiderio, su padre, a quien co[n] estesegundo agravio se renovó el primero que CarlosMagno le había hecho, repudiando Berta, su hija,

7Historia general - Cuarta parte

2 Equitania: “Aquitania”.

2Discordia sobre lasucesión.

3Se casaron condos hijas de De-siderio, Rey deItalia.

4Carlos Magnorepudió a sumujer.

Baron.tom.9.ann.770.num.11.

5Y casa con Hilde-grande.

Sur. Ian.2. die.

6Muere Caroloma-no.

7Carlos Magno sehizo señor detoda Francia.

8Desiderio preten-de poner guerra aCarlos Magno.

y se resolvió moverle guerra y vengarse contra déldeste agravio, y restituir a sus nietos la parte delreino que tenía en Francia, aunque no le saliócomo pensaba. En España, en este mismo año,ponen la muerte de Froila, Rey de León y Oviedo,co[n]tra el cual se levantaron algunas revolucionesy novedades sobre la sucesión de aquel Reino; por-que, habiendo dejado Froila dos hijos que fuerondon Alonso, que después se llamó el Casto, y doñaJimena, que fue madre de Bernardo del Carpio,como más adelante veremos, ambos de tiernaedad, Aurelio, hermano de Froila, valié[n]dose dela ocasión, y viendo que los verdaderos herederos ysucesores en el reino eran menores, se apoderó delReino y gobernándole con poca satisfacción, prin-cipió el infame tributo de las cien doncellas, con elsuceso que después veremos. Murió en Roma elpapa Esteban, en el año 772, después de tres años,cinco meses y veinte y siete días de su pontificado;y sucedió Adriano, primero deste nombre, denación romana, hijo de Teodoro, varón nobilísi-mo, el cual apenas había entrado en su gobierno,cuando el rey Desiderio, impensadamente, le poneguerra y se apodera de las ciudades de Faensa,Ferrara, Como y otras tierras de la Iglesia; sentidodesto el Papa, quiso saber del Rey la causa destemovimiento, con una embajada que le envió, a lacual le respondió diciéndole que se la daría cuan-do se viesen los dos, siendo su intento que viéndo-se con el Papa, haría que ungiese por Reyes a susdos nietos de la parte que Carolomano, su padre,había (cuando vivió) poseído en Francia; y paraco[n]seguir esto, suste[n]tó la guerra, apoderándo-se del Exarcado y Pentápoli; pero, penetrando elPapa los intentos de Desiderio, y deseando tenermás grato y amigo a Carlos Magno que a él, dioluego aviso del caso a Carlos, significándole junta-mente el aprieto en que se hallaba con la gente deguerra que Desiderio tenía en tierras de la Iglesia,rogándole que, imitando a su padre y agüelo, la

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9Froila, Rey deOviedo, muere.

10Aurelio se alzacon el Reino deOviedo.

11Papa Estebanmuere.

12Le sucedió Adria-no.

13Desiderio se apo-deró de las tierrasde la Iglesia.

14Carlos Magnopasa a Italia con-tra Desiderio enfavor de la Iglesia.

socorriese y amparase y movido desto Carlos,envió una y otra embajada a Desiderio, para quequitase la guerra de las tierras de la Iglesia, y le res-tituyese lo que le había tomado y no cumpliéndo-lo Desiderio, obligó a Carlos a pasar contra él aItalia con el ejército que tenía aprestado,dividie[n]do en dos partes; puso esta resolució[n]de Carlos en cuidado a Desiderio, y se le opuso ala entrada de los Alpes, co[n]tra la una parte; pero,vencido miserablemente, huyó hasta encerrarse enPavía, donde Carlos le puso cerco, y dejando en éla Bernardo, su tío, se pasó a Ravena, donde sehabía encerrado Adelgisio, hijo y heredero de De-siderio con la viuda, su hermana, mujer que fue deCarolo Mano, y sus dos hijos que pretendían lasucesión de su padre en Francia; los cuales, desam-parados de Adelgisio, que secretamente se habíasalido de Ravena para Consta[n]tinopla, porampararse del favor del Emperador. Pudo co[n]menos resistencia Carlos Magno prenderlos con sumadre en Ravena, de donde despachó su gente,para continuar el cerco contra Desiderio en Pavía,pasando él con alguna parte adelante yrecobra[n]do todas las ciudades y lugares que Des-iderio había tomado de la Iglesia en aquella comar-ca. Pre[n]dió Carlos Magno a Desiderio co[n] sumujer y en él acabó el Reino de los lo[n]gobardosen Italia, co[n] 204 años de duración con su reyAión o Alboíno q[ue] lo principió y fuero[n] trein-ta y cuatro reyes segú[n] Sabélico; todos atribuye-ron su fin a la porfidia suya y desacatos contra laIglesia. Con esta victoria que Carlos Magno tuvode Desiderio, Rey de los longobardos, se volviótriunfante a Ravena, conque redujo a su señorío ydominio todo el Reino de Italia y coronado quefue en Modena, por manos del Arzobispo deMilán, con todas las sole[m]nidades que refiereSigonio, se resolvió ir a Roma, para verse con elpapa Adriano y comunicar con él muchas cosas, elcual, avisado desto, co[n]vocó a todos los próceres

9Historia general - Cuarta parte

15Ro[m]pe a De-siderio y le pren-de.

16Se corona Rey deItalia.

Sigon.lib.4.

de Italia, y le recibió con 154 obispos y muchosabades con sole[m]nidad insigne, debida a tangrande persona, y fue hecho decreto con comú[n]acuerdo del Senado, q[ue] fuese tenido por patri-cio romano y por el decreto del co[n]cilio celebra-do por el Papa co[n] 150 obispos, le co[n]cedió laco[n]firmació[n] del Po[n]tífice Romano aunq[ue]san Antonino y Sigeberto dice q[ue] fue la elec-ció[n] dél y de los arzobispos y obispos de toda lacristiandad.¡ Caso cierto extraño!, como dice Illes-cas y que pone admiración; pero al fin pasa así, yno hay que dudar, aunque Baronio, agriamente, seopone a Graciano en el decreto, y a Sigeberto en lahistoria; pero san Antonino lo afirma, y yo refierolo que debo a la historia, sin entrar en disputa.Carlos Magno confirmó y aume[n]tó la donaciónque su padre había hecho a la Iglesia, aunqueGenebrardo la llama restitución, porque Pipino,dice, no concedió de sí cosa alguna, sino restituyóa la Iglesia lo que había[n] usurpado los longobar-dos; sea restitución o donación, della se hizo escri-tura pública, q[ue] mandaron que se leyese en pre-sencia de toda la nobleza de Roma y de su Corte,por Eterio, su capellá[n] y notario de Carlos. Ydicen Blondo y el Bibliotecario, que vieron estasdonaciones en san Pedro de Roma, también se diceque Carlos Magno añadió a la donación de supadre las islas de Sardeña, Córcega y Sicilia y elterritorio Sambinense, el Ducado de [E]spoleto,de la Toscana, con otras ciudades y tierras, aunquedudo mucho de las tres islas, por no tener hastaentonces dominio alguno en ellas Carlos Magno,particularmente en Sardeña, y así ninguno lano[m]bra, ni Anastasio, Baronio, Illescas, Gene-brardo, Mejía ni Pineda; pero el año 817, al capí-tulo séptimo desta parte, veremos a la letra ladonación de Ludovico, su hijo, en que se expresanSardeña y las otras islas de Córcega y Sicilia.

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Sabel.li.2.de Regno Italiae.

Baro.to.9.anno 774.nu.I.& sequen.Illescas inPontif.I.p.lib.4. Pont.67. cap.33.Baron.to.9.annal.ann.10. usq[ue] 17.inclusive.Pineda en laMonarchia Eccle-siastica lib.18 § 6 capit.11.Genebr. in Chro-nographia anno772.f.515

Baroni. exAnastas.to.9.ann.774.anno 2.Illescas ubi supra.Genebrard.ubi supra.Pineda ubisupra.Mejía en la vidade ConstantinoSalfiri.

Capítulo IIDe las mercedes que Carlos Magno hizo a muchosseñores de Italia, y de las guerras que tuvo y cómo

nombró por Rey de Italia a su hijo Pipino.Con las donaciones de Constantino y la última deCarlos Magno quedó la Iglesia señora de casi todala Italia, desde los Alpes hasta el Reino de Nápo-les, excepto algunas pocas tierras en la Pulla yCalabria, de las q[ue] se comprendía[n] en laMagna Grecia, que llamaron; y así juzgan muchosal pontífice Adriano por el más rico de los pontí-fices.Para poner cobro Carlos Magno en estas tierrasque le quedaban, las redujo al gobierno en que laspuso Justiniano, después que las alteraron los nor-mandos, dándoles a Nápoles el nombre que hoygoza; y así divididas como entonces, dio en feudoel Ducado de Benave[n]te a Aragiso, yerno del reyDesiderio, el de [E]spoleto a Hildebra[n]do y el deForlino a Rongaudo, reservado para sí y sus suce-sores el dominio directo, según lo tenían los anti-guos reyes de Lombardía, y así mismo se reservólas demás tierras q[ue] dividió en partes, que llamóMarcas, con límites determinados, en que pusogobernadores que del no[m]bre de Marcas se lla-maron marqueses; y mandó restituir y co[n]firmartodas las posesiones y heredades a los que las te-nían en tiempo de los reyes longobardos con lacual parece que fue tan grande la donación queCarlos hizo a la Iglesia, pues muchas de las tierrasque dicen concedió a la Iglesia, como vimos en elcapítulo precedente, son unas mismas con las queaquí referimos en estas infeudaciones; introdujo entoda Italia la ley Sálica, como en Francia, donde sehabía introducido de los fra[n]cos Orientales, quese llamaban Sali, y se vio en esta ocasión Italiagobernada co[n] tres leyes, esto es, la romana, lon-gobarda y sálica, escogiendo los vecinos una dellas,la que quisiesen para la decisión de los pleitos y seconsevó Italia en este modo de gobierno, hasta el

11Historia general - Cuarta parte

Años 773 hasta376.

ICarlos Magnoreduce el gobier-no de Italia a loantiguo.

Illescas & Mexiaubi supra.

2Co[n]cede enfeudo muchas tie-rras.

3Condes y mar-queses, cuándo seintrodujeron.

4Ley Sálica intro-ducida en Italia.

5Italia vivía contres maneras deleyes, romana,lombarda y sálica.

tie[m]po del emperador Lotario, que fue el año841.Hecho y compuesto todo esto, y fortificado quehubo la Italia, y dejándola municionada con ungallardo presidio, se volvió a Francia, llevándoseconsigo al rey Desiderio y su mujer, y los puso enla ciudad de Leodio o León, entretenié[n]dolosho[n]radísimamente.Co[n] el valor de Carlos Magno y miedo que setenía a sus armas se creía q[ue] toda Italia viviríacon mucha paz; pero como la malicia y ambiciónsie[m]pre revuelve, Adelgifo, hijo de Desiderio,solicitaba favores para volver al reino de su padre,y entre los q[ue] inquieto fue, el que más Rongau-do, Duque de Forlín, el cual, no pudie[n]do tole-rar q[ue] el Reino de los longobardos hubiesepasado a los fra[n]ceses, puso particular cuidadoque las ciudades de Italia, se levantasen co[n]traCarlos, estando ausente, ocupado en la guerra deSajonia; el cual, sie[n]do avisado destos movi-mie[n]tos y dudando si quedaran sin castigo,ponía en peligro la pérdida de toda Italia, si alprincipio no se reparaba; se resolvió partir luegodespués de la Pascua de Navidad que celebró en laAlsacia con un lucido ejército, y pasar los Alpespara Forlín, donde luego que llegó sin otra dila-ción representó la batalla al enemigo, y le desbara-tó, queda[n]do preso Rongaudo, que aspiraba alreino, y fue condenado a muerte, y reduciéndosea su obediencia las ciudades rebeldes, usando conellas de clemencia, las perdonó; conque quedó Ita-lia quieta y sin guerra muchos años, aunque Car-los, molestado de las revoluciones y guerras que semovían en Sajonia y España, dudando que nopudiera acudir a conservar la paz de Italia, si noera señalándole rey que dominase con su presen-cia a los naturales y causase miedo a los enemigosforasteros, se resolvió nombrar por Rey naturaldella q[ue] les asistiese a Pipino, su hijo mayor, ypara ejecutar esta su resolución se resolvió partir

12 FRANCISCO DE VICO

6Rongaudo,Duque de Forlín,se alza contraCarlos Magno.

7Carlos vuelve aItalia.776

8Rompe a Ron-gaudo y lepre[n]de.

9Reduce las ciuda-des rebeldes a suobediencia.

10No[m]bra Rey deItalia a Pipino, suhijo.

con su mujer Hidelgralde y sus dos hijos Pipino yLudovico a Pavía, do[n]de, después de Pascua deNavidad, convocados todos los prelados y magna-tes del Reino, publicó las leyes que aquel Reinohabía de observar, y luego partió a Roma, paracoronar por mano del mismo Pontífice a PipinoRey de Italia y a Ludovico Rey de Aquitania, yesto hecho, se volvió a Pavía, donde se renovó estamisma solemnidad por Tomás, Arzobispo deMilán, y dejando a Pipino en su gobierno y reinode Italia, se volvió Carlos a Francia.En el año 775 murió Aurelio, Rey de León; suce-dióle Silo, casado co[n] la hija del rey don Alo[n]soel Católico, por el derecho de su mujer.Este mismo año murió el emperadorCo[n]sta[n]tino, ye[n]do contra los búlgaros,abrasado en fuego infernal, que le comenzó en lavida y clamando con el dolor q[ue] se le causabapor haber perseguido la imagen de la Virgen, nues-tra Señora, con las demás; sucedióle su hijo,Leó[n] Cuarto, q[ue] principió como cristiano,después veremos cómo prosiguió.Peleaba Dios por el rey Carlos Magno y así, cuan-do los sajones se le oponía[n], les infundió talmiedo milagrosamente, que sin saber de qué,huyeron; los franceses alcanzaron una grandiosísi-ma victoria.Año 777, renunciando el reino de los búlgaros,Telerico pasó a Co[n]sta[n]tinopla, donde se bau-tizó y León, el Emperador, le hizo patricio.Conquistados por Carlos Magno las Sajonias, con-vocó en ellas concilio provincial y las redujo a laFe.A este co[n]cilio co[n]currieron tres de los morosque ocupaban como Reyes las tierras de España, yse ofrecieron a Carlos Magno, con esperanzas de laentrega de muchas tierras. Año 778 pasó Carlo Magno co[n] ejército enayuda de un Rey de Zaragoza, moro despojado,cuya restitución consiguió la libertad de los cristia-

13Historia general - Cuarta parte

Marian.li. 7.cap.6. infine.

Baron.tom9.ann.775.num.2.

11Milagrosa victoriade Carlo Magno.

12Telerico se con-vierte y bautiza.

13Sajonia se con-vierte.

14Moros que pidenfavor a CarloMagno.

15Entrada de CarloMagno en Espa-ña.

nos, para servir sus iglesias y co[n]servarlas con sufe.No me co[n]firmo, por lo mucho que tiene defabuloso lo que Beuter y Mármol dicen destaentrada y amores de Carlo Magno con Galiana.Esta primer entrada la reconocen todos los histo-riadores franceses y extranjeros, aunq[ue] muchosla confunden y entre ellos Baronio.Co[n]sta la que hizo en años después, reinando enLeón, y llamado de don Alonso el Casto, peroBaronio, confundie[n]do una entrada con otra,señala la deste año, y que fue infeliz su salida; peroes ésta la entrada q[ue] hizo en favor de Ibnabala elMoro, no la q[ue] después muchos años veremos.En este año 778 le nació a Carlo Magno su hijo ysucesor Ludovico.Célebre fue este año en q[ue] se dio principio alinsigne Parlamento de París, y a la creación de losDoce Pares porq[ue] fue ilustre en guerras ygobierno. En su tiempo de Carlo Magno se princi-piaro[n] muchos de sus títulos de marqueses ycondes y para distinció[n] de mayores entre losgrandes el de París, que entre sí eran iguales y paraco[n] los otros los mayores.Vivía en Francia detenido el rey Desiderio, y entrelos que fueron cautivos con él, pasó el insigne his-toriador Paulo Diácono, el cual tuvo traza delibrarse de aquella prisión y como mejor pudo sehuyó a Italia, donde le amparó Aragiso, Duque deBenevento; ofendióse Carlo Magno, pero vencidode los ruegos de su mujer, perdonó a Paulo, q[ue],recogido en Monte Casino, fue monje y pudoocuparse en sus historias. Perseguía[n] la fe católi-ca los moros y los griegos; éstos como herejes,continua[n]do la herética persecució[n]con lasimágines, los moros como enemigos pérfidos yvictoriosos, pues habiéndoles entregado los cris-tianos, con pacto de conservar su fe y te[m]plos,éstos derribaban y a ellos los martirizaban, demanera que igualan los autores esta persecución

14 FRANCISCO DE VICO

Beuter.c. 20.Marm.lib.2.c.28.de la historia deÁfrica.

16Entrada primerade Carlo Magnoen España.

Baron.tom.9.ann.778.num.I.

Zurita annal.li.I.c.3. histor.I.San Jua[n] de laPeña, lib.I.cap.24.

17Parlame[n]to deParís.

18Institución de losDoce Pares deFrancia.

19Persecució[n] dela Iglesia.

sucedida en Siria, co[n] las más graves que hapadecido la Iglesia.La persecución contra las imágines descubrió elmalvado León, como hijo de tal padre, y sin respe-to a su madre Irene, aunq[ue] ella no se las permi-tió, procuró casar con hija de Carlo Magno, que sela negó.Entre las heréticas pravedades y atrevimientos deLeón Cuarto una fue quitar de la cabeza de la Vir-gen santísima, sacrílegamente, una rica coronaq[ue] le había ofrecido el emperador Mauricio;pero el ponérsela y nacerle un carbunco en la fren-te conque murió rabiando, fue todo uno.Muerto León, la católica emperatriz Irene restitu-yó con muy sole[m]ne procesión a la Virge[n],nuestra Señora, la corona que el hereje León lehabía quitado, y ju[n]tamente restituyó la adora-ción a las imágines, aunque su mucha cristiandadno pudo vencer la infidelidad griega.En el primer año del gobierno de Constantino y elundécimo del pontificado de Adriano se halló enConstantinopla, abriendo un sepulcro un cuerpomuerto q[ue] tenía encima de los pechos una lámi-na de oro con unas letras latinas q[ue] decían:Christus nascetur ex Virgine Maria, credo in eum subConstãtino & Irene. O Sol, iterum me videbis, quequiere decir, -“Cristo nacerá de la Virgen María enel cual creo. ¡Oh, Sol! en tiempo de Constantino yIrene me verás otra vez”.En estos años han descubierto algunos curiososque al rey Garci Jiménez sucedió en el reino deSobrarbe su hijo, Garci Íñiguez y a éste FortunioGarcés, y a éste Sancho Garcés, el cual con GarciAznar, quinto Conde de Aragón, dicen que murie-ron en una batalla que tuvieron con los moros entierra de Navarra. Sancho Garcés dicen que muriósin sucesión.El Conde de Aragón debió de escapar pues halla-mos continuada su sucesió[n] hasta el rey GarciÍñiguez, segundo deste nombre, sexto en Sobrarbe,

15Historia general - Cuarta parte

20Persecució[n] delas imágines porel emperadorLeón IIII, y sumuerte y castigo.

21Irene católica.

22Notable láminaque se halla en unsepulcro.

23Reyes de Aragóny Sobrarbe.Historia de SanJuan de la Peña c.21.lib.I. y Illescasto. I. de laPo[n]tifical en elSumario de losreyes de Navarra yAragón

que casó como veremos con hija de Fortunio Jimé-nez, último Co[n]de los de Aragó[n], por haberseunido con este casamiento con lo que llamabanReino de Sobrarbe.Y aunque ponen estos reyes con duración hasta losaños ochocientos y doce, yo los he juntado por nohallar cosa notable en su sucesión mas que habersido reyes y es muy notable, porque Zurita no losdebió creer pues no los refiere.

Capítulo IIIPipino, hijo de Carlos Magno, gobierna a Italia y

de los progresos que Carlo Magno hace en ella.Entró Pipino en su gobierno de Italia con muchodeseo de tenerla en paz y justicia, y librarla de losímpetus y vejaciones q[ue] padecía de los hunos ysarracenos, que con tanta molestia la inquietaban.Puso su Corte en Milán por ser después de Romala mejor ciudad y ser como un castillo puesto en lallave de Italia, Alemania y Francia. Redujo luegolas universidades y repúblicas al trato político, porlibrarlas de todo género de ocio y vicios, que es enque han de andar los verdaderos príncipes, comopastores vigilantes de sagregar las ovejas sarnosasde las que no lo son; y ansí instituyó sus leyes san-tas y católicas, co[n] acuerdo de todos sus obisposy próceres del Reino, que se restituyesen y repara-sen las iglesias, monasterios y genodoquios; q[ue]se rehaciesen y acomodasen las puentes y caminosy asegurasen los camina[n]tes y romeros el poderpasar con seguridad por ellos; y, finalme[n]te quese guardase justicia a todos; pero siendo estasacciones odiosas a los inquietos de ánimo y ambi-ciosos de gloria, que desasosiega a los más elevadosentendimie[n]tos. Aragiso, Duque de Benavento,movido de soberbia, se rebeló contra Pipino, suRey, intitulándose Príncipe, menospreciando eltítulo de Duque, y haciéndose ungir y coronar

16 FRANCISCO DE VICO

IPipino gobierna aItalia.

2Príncipes han decuidar extirpar elocio.

3Aragiso, Duquede Benavento, selevanta.

como Rey de los obispos de su Estado, mandandoque en la data de sus despachos se dijese ex nostrosacratissimo Palatio, con intento de dilatar su juris-dicción y aumentar su autoridad y menoscabar lade Pipino, sin tener delante de los ojos y servirle deespejo la infeliz pérdida y caída del rey Desiderio,su suegro, ni temer la potencia de Pipino ni deCarlo, su padre, que tan tremenda era a toda Italiay a otras naciones y príncipes más poderosos queél. Avisado desto Carlos del papa Adriano, procu-ró componer las guerras domésticas y pasar otravez a Italia, con ejército formado, y tan a prisa, quese halló a celebrar la solemnidad de la Pascua deNavidad en Florencia, la cual dicen que había sidodestruida de Totila, Rey de los godos, y mandórehacerla en aquella ocasió[n]. Hoy, por la graciade Dios y de los Duques que la gobiernan tanpuja[n]te, rica y noble; llegó Carlos a Roma yhubo coloquio con el pontífice Adriano, sobre lascosas que prete[n]día hacer. Fue ocasió[n] q[ue]Aragiso, desahuciado de sus pocas fuerzas, se resol-vió enviar a Roma a su hijo Ronualdo, para inter-ceder q[ue] le admitiese a su gracia; pero no fueesto bastante a reducirle, porque, deteniéndose aRonualdo mandó que su ejército pasase adela[n]tehasta el campo Capuerno y redujo a su obedienciaaquella ciudad, y recelándose Aragiso de su totalperdició[n], se retiró a Salerno, ciudad libre enton-ces, dudando que si quedaba en Benavento sitiado,no pudiera salir a su salvo cua[n]do quisiera, yviéndose en extrema perdición, envió segundaembajada a Carlos con Grimaldo, otro hijo suyo,con fe y promesa de pasar y obedecer todo lo quele ordenase. Admitió Carlos este ofrecimie[n]to ydeteniéndose a Grimaldo en rehenes, soltó aRonualdo, y con esto tomó pleito homenaje de losde Benavento, y doce rehenes cuales pidió Carlos,conque se partió luego a Monte Casino a visitar elsa[n]to templo de San Benedicto, tan célebre yfamoso en santidad y devoción, donde dejó

17Historia general - Cuarta parte

4Florencia, ciudadennoblecida.

5Aragis[o] procuraser admitido a lagracia de CarlosMagno.

6Aragiso se retira aSalerno.

7Envía segu[n]daembajada a Car-los.

8Carlos le admitea la obediencia.

9Pasa por su devo-ción a MonteCasino.

muchos dones y confirmó a sus religiosos todas lasposesiones y heredades que mucho antes tenían.Volvióse a Roma, y después de haber hecho la Pas-cua con el Pontífice y visitado las sa[n]tas iglesiasse fue a Lombardía, ado[n]de acudió Polinario,Obispo, representándole que todos los privilegiosde su iglesia habían perecido del ince[n]dio quepadeció y le pidió que le confirmase todas las pose-siones y heredades que aquella su iglesia tenía; asílo hizo Carlos y lo firmó en manos de Germinia-no, Obispo de Módena, en el año 13 de su reino y7 de Pipino, con lo cual se volvió a Francia.En el año 783 murió Hidelgardis, mujer de CarlosMagno, y este mesmo año murió el Rey de León,Silo, y entró don Alo[n]so el Casto, aunque le des-pojó dél Mauregato, bastardo, hijo de donAlo[n]so el Católico; y el Casto huyó a Navarra,donde estuvo hasta el año 787, en que murióMauregato y volvió a reinar don Alonso el Casto,y en el tiempo todo que vivió Mauregato, se pagóel infame tributo de las cien doncellas, hasta q[ue]se libertó cua[n]do veremos; algunos dicen reinótambién Bermudo el Diácono. Empezó Abdeza-mén la insigne catredal3 de Córdoba, siendo suRey, para mezquita, compeliendo a los cristianosq[ue] llevasen a hombros la tierra para la fábrica deNarbona de Francia. Mientras pasaban estas cosasno se olvidaba Carlos de componer las de la iglesiacatólica, para lo cual hizo co[n]vocar sínodo pro-vincial en Baviera, donde fuero[n] condenados loserrores de Elipando, Arzobispo de Toledo, almismo tiempo que la emperatriz Irene co[n]voca-ba Concilio general para Nicea, obligada de lo quePaulo, Patriarca de Constantinopla, le dejó a lahora de su muerte, abjurando sus errores y esto fueel séptimo y santo Concilio general que llamamosNiceno, donde co[n]currieron 350 obispos y los

18 FRANCISCO DE VICO

3 catredal: “catedral” por metátesis.

10Vuelve a Roma.

11Y de ahí a Pavía.

12Confirmó todoslos privilegios deaquella iglesia.

13Convoca los pre-lados al SínodoNeceno.

legados del Po[n]tífice, y se restituyó la adoraciónde las imágines y veneración de la santísima Cruz,condenando a los patriarcas difuntos y a los demásque habían sentido al contrario; acabado elco[n]cilio por el mes de octubre fuero[n] todos losobispos a Constantinopla y publicado en presenciade los emperadores todos los actos del concilio, losobedecieron y aceptaron firma[n]do de su mano,conque se siguió la paz de la Iglesia por algúntiempo, au[n]que breve; éste sucedió el año 788 enesta santa Sínodo; para co[m]probación debida alas santas imágines se co[m]probó un famosísimomilagro de la imagen de Cristo, nuestro Señor,sucedido en la ciudad de Berito, entre las de Tiroy Sidón, sujeta a la de Antioquia; en esta pues ciu-dad tenía un judío la imagen de Cristo, Señornuestro de pincel en cuerpo entero, y sabido porotros judíos se la quitaron y conjurados contra laImagen, determinaron hacer en ella todo lo quesus predecesores en la Pasión de Cristo, Señornuestro, y así lo ejecutaron con todo género detorme[n]tos, poniéndole clavos en pies y manos,hiriéndole la cabeza y, en fin, hasta herirle el pechocon la[n]za; pero, entonces, maní divinalme[n]teagua y sangre del costado Divino y, recogida porlos judíos aún rebeldes a tan evidente milagro, lle-varon la sangre a su sinagoga a ver (decían) si hacíamilagros, como la de Cristo, Señor nuestro.Contaban los católicos y fueron tantos y tan evi-dentes que, concurriendo como a fuente de lasalud de todo el mundo, se hubo de publicar lacausa en tal manera, q[ue] todas las iglesias deOriente y Occide[n]te participaro[n] desta precio-sa sangre, en cuya memoria celebraba fiesta la Igle-sia Griega, co[n] nombre de la Pasión de la Imagendel Salvador.

19Historia general - Cuarta parte

14Se restituye laadoración a lasimágines.

Baron.tom.9.ann.787.num.34.

Capítulo IIIIDe los trabajos que causaron algunos romanos al

papa León III y cómo los co[m]puso Carlos Magno.Al fin del capítulo precede[n]te dije q[ue]suspe[n]dería tratar de los progresos de CarlosMagno, tocando solame[n]te los q[ue] harían alpropósito para llegar a saber cómo vino Sardeña aser bajo su dominio, y porq[ue] esto nació de su idaa Roma en tie[m]po de León, tercero deste nombre,diré antes como el año 795 murió el pontíficeAdriano con casi 24 años de pontificado, de los quemás felices lo han gozado en tie[m]po, autoridad yriquezas; sintiólo gravísimame[n]te Carlos Magno ycomo verdadero hijo mostró esto en lo q[ue] mejorle estuvo, que fue en hacer muchas y abundantísi-mas limosnas por su alma, y era tan señalado y dese-ado León por sus obras, para esta santa Silla, que enel mesmo día de la muerte de Adriano fue electo porcomú[n] aclamación.El emperador Constantino sacó del gobierno a sumadre Irene, y se entregó a todo género de malda-des y vicios tan a lo público, que fue necesarionegarle la comunió[n] el patriarca Tarasio, imitán-dole en el valor todos los monjes, co[n] muchosotros católicos, y todos fuero[n] desterrados y per-seguidos; pero, intolerable al mundo y aborreciblea todos, conjuraron co[n]tra él su madre y otrosvalidos, y le sacaron los ojos y mataron,queda[n]do Irene con el imperio. Ajustábase malla santidad del pontífice León con la libertad q[ue]Roma solía gozar en sus vicios, y como les era con-trario co[n] sus obras, conjuraron a matarle contan sacrílego desacato como veremos; sufrían conimpaciencia los romanos y tenía[n] por yugo into-lerable que el dominio temporal de su ciudadhubiese caído en manos de los pontífices, por ladonación del Ducado de Roma y Exarcado deRavena y Pentápoli, que les habían hecho Pipino yCarlo Magno, como vimos en el capítulo prece-dente, y debió causarlo el irles a la mano los

20 FRANCISCO DE VICO

IMuerte del papaAdriano.

2Le sucede León.

3Constantino sacadel gobierno aIrene, su madre.

4Se entrega avicios.

5Le matan.

6Roma viciosa.

7Romanos sientenser sujetos todosal gobierno de lospontífices.

po[n]tífices, y reprimirles sus vicios y libertades; yno acomodá[n]dose a vivir co[n] honestidad yquietud, intentaron turbar el gobierno para medray continuar sus vicios en aguas turbias; levantaron,para conseguir su inte[n]to, tan gra[n]de ruido enItalia, que dieron ocasió[n] a lo mismo en todo elOccide[n]te; entre los que movieron este ruido,dice Sigonio, que fueron Pascual Primecerio yCápulo Sacellario, nepotes del pontífice Adriano ymuy corregidos de León su perniciosa vida ycostu[m]bres, enemigos de enmie[n]da y correc-ción, encendidos de rabia, leva[n]taron co[n]tra elsanto po[n]tífice León algunos crímines, y nopudié[n]dolos probar, procuraro[n] con insidiasponer sus sacrílegas manos en su persona; solía elPo[n]tífice, según su antigua costumbre, ir de laIglesia con el clero y pueblo procesionalmenteco[n] mucha sole[m]nidad de la iglesia de SanLorenzo a la de San Georgio, mártir en su día, quefue en el año siguiente 799, para celebrar su misa,y valiéndose desta ocasión los sobredichos, llegan-do el día desta sole[m]nidad tomaron los puestospor donde había de pasar y habiendo entrado elPontífice a la iglesia de San Esteban y San Silvestresaliero[n] de sus puestos los sacrílegos y arreme-tiendo contra el Papa le echaron en tierra y tenien-do Pascual asida su cabeza y Cápulo los pies, lequitaron el po[n]tifical y sacaro[n] los ojos y corta-ron la lengua y llevá[n]dole a la iglesia q[ue] esta-ba junto de donde sucedió el caso, estando el Pon-tífice delante del altar le ofendieron con muchasheridas y casi muerto lo llevaron al monasterio deSan Erasmo, preso co[n] guardas de vista, dondemilagrosamente revivió y cobró la vista y la habla,y sobre la noche procuró su camarero Alberto,sacarle de donde estaba con otros amigos y le pusoen salvo con admiración de todo el pueblo, mani-festa[n]do Dios su poder que su santo siervo y Pas-tor cobrase la vista y habla y quedase sano de lasheridas a vista de todos.

21Historia general - Cuarta parte

8Acusan de crími-nes al pontíficeLeón.

9Le ponen insidiaspara matarle.

10Le maltratan.

11Milagro en elsa[n]to Pontífice.

Divulgóse este tan horre[n]do caso por todas lasciudades convecinas y viniendo a noticia a Ubini-giso, Duque de [E]spoleto, acudió luego con ejér-cito formado a Roma y sacó de allá al Po[n]tífice yllevólo salvo a su tierra, y della a Francia,entregá[n]dole a Carlomano para que, como adefensor de la Iglesia y sus po[n]tífices, le ampara-se de ta[n] grave persecució[n]; fue Carlos avisadodesta llegada, el cual, imitando a Pipino, su padre,en lo que hizo en otra ocasión con el pontíficeEsteba[n], como vimos arriba, envió primero alarzobispo Hidilmaldo y luego a su hijo Pipino,Rey de Italia, y consecutivamente salió el mismo arecebirle co[n] la sole[m]nidad que se deja consi-derar, con concurso gra[n]de de gente q[ue] acu-dió de todas partes, y allegándose los dos se dieronta[n]tos abrazos que enternecieron a todos; y elPo[n]tífice, dando gracias a Dios, nuestro Señor,de verse en salvo y tan favorecido, cantó él mismoa voz alta Gloria in excelsis Deo, y respondiendo elclero le llevaro[n] procesionalmente al hospicioque se le había aparejado; y manifestando a Carlossus trabajos, le hizo el razonamiento que se sigue,referido por Sigonio: Neque vero dissimulare possum, inquit, quin ecclesiasaevioribus saepe alias fluctibus agitata sit, sed illudcontendo, Pontificem nunquam nec maius dedecussuscepisse, nec gravius periculu subijsse, neq[ue] enimexternis armis, sed domesticis, nec pala, sed per insi-dias, neq[ue] in tenebris, sed universo inspectanteclero, & populo est circumventus. Hi vero fuereRomani Principes, qui Lõgobardico terrore amoto,praecipiti animi impotentia evecti, nihil aliud agi-tant, quam, ut, excusso Ecclesiae Imperio, veteremquandam libertatem, quam ipsi sibi finxerunt insomno, recuperent. Hoc ut assequãtur, ab ipso Ponti-fice, quem sibi dominum asciverant, varijs crimini-bus fatigãdo coeperut. Quod ubi non processit, eidemvitam adimere volverunt. Sacris certe vestibus insacra pompa indutum, & sacra caterva cinctu, non

22 FRANCISCO DE VICO

12Ubinigiso, Duquede [E]spoleto,acude en su favor.Baron.an.799.n.7.

13Le lleva a Francia.

14Le recibe y honraCarlosmano.

Sigon.lib.4.anno 799.

solum hostili impressione aggressi sunt, sed etiam bar-bara immanitate sacrosanctum multarunt, ac foedalaceratione corporis affecerunt. Equidem diffiteri nonpossum, debuisse me his calamitatibus obrutum adImperatoris fidem, auxilumq[ue] confugere quemtutorem, ac patronum sibi Ecclesia. Iampridem habe-at constitutum. Verum praeterquam quod Imperato-res iamdudum ita se adversus Ecclesiã gerunt, ut plusab ijs detrimenti metuendum, quam auxilij expec-tandum esse videatur, nota etiam eius, qui nuncrerum potitur, ut in muliebri spiritu, animoque,infirmitas ab huiusmodi me consilio capiendo dete-rruit. Gratias autem Deo in gentes ugo, primum,quod nefarijs me latronum e manibus praeter opinio-nem omnium incolumem conservavit, deinde quodImperatore Ecclesiae patrocinium deserete, tu extitis-ti, qui ad eius salutem, dignitatemq[ue] tuendamnon solu opes, ac virtute incredibile, sed studium etiã,ac fidem adhibes singulare. Haec igitur ne me opiniofallat, te per omnia sacra, perque avitam, patriam-que in protegeda Ecclesia gloriam oro.Lastimóse Carlos de los trabajos del santo pontífi-ce León, y tomándolos a su cargo le consoló, ofre-ciéndole sacarle dellos. Con la ausencia del Pontí-fice, pudiero[n] los q[ue] se habían conjuradoco[n]tra dél, cobrar más fuerzas y co[n]tinua[n]dosus depravados inte[n]tos, lo q[ue] no pudiero[n]ejecutar co[n] la persona del Papa, lo ejecutaro[n]en las heredades de la Iglesia, acabándolas todasco[n] mucha inhumanidad; y no contento desto,juntaro[n] todos los delitos que acriminaban alPontífice, y los enviaron a Carlos, el cual, conacuerdo de los obispos y clero que habían acudidoa Fra[n]cia, remitió Roma al Pontífice co[n] gran-de aco[m]pañamie[n]to, para q[ue] se conociesensus cargos judicialme[n]te. Si el Papa fue recebidoen Francia co[n] mucha honra, no la tuvo menospor todo el camino, saliéndole a recebir todos lospueblos co[n] aclamaciones de loores, y lo mismole sucedió en la entrada de Roma, de donde salie-

23Historia general - Cuarta parte

15Razonamie[n]todel papa León aCarlos Mano.

16Romanos insistenco[n] sus depra-vados inte[n]toscontra elPo[n]tífice.

17Carlos le remite aRoma.

ro[n] el clero con todo el pueblo y Senado y otrainnumerable gente, acudiendo a besar sus pies; ycon una general procesión le llevaro[n] a la Basíli-ca de San Pedro la vigilia de san Andrés, dondecelebró la misa pontifical al pueblo y hubo comu-nió[n] general a los fieles, y, pasados tres días, lellevaro[n] a San Jua[n] Laterane[n]se y le asentaronen la Silla pontificia. Pasaro[n] después algunosdías y deseando los prelados y personas ilustresq[ue] viniero[n] de Fra[n]cia, para conocer de loscargos q[ue] se hacía[n] al Po[n]tífice, dar fin a lasquerelas de los conjurados, se juntaron en la salapo[n]tificia, y halla[n]do q[ue] todos era[n]leva[n]tamie[n]tos y sin sustancia alguna los decla-raro[n] por tales, y llevaro[n] presos a Fra[n]cia losco[n]jurados.Pasaba[n] todavía adela[n]te las persecuciones con-tra el Po[n]tífice, las cuales co[n] otras revolucio-nes q[ue] pasaban en Italia, obligaro[n] a Carlospasar allá para co[m]ponerlas, y llegado q[ue]hubo a Ancona, ma[n]dó que el rey Pipino, suhijo, pasase con el ejército co[n]tra el duque Gri-maldo, y él se pasó a Roma por el Ducado de[E]spoleto, y estando cerca della, salió a recebille elPontífice co[n] todo el clero y Senado un largo tre-cho, y después de haber comido juntos se volvió aRoma el Papa, y pasado tres días que había de serla entrada de Carlos, salió procesionalme[n]te todoel clero y pueblo romano, aclama[n]do su felizadvenimiento, caminando hasta la Vaticana, encuyas gradas le impuso el Po[n]tífice la corona,guardando en todo el rito y ceremonia, antigua enrazón desto. Pasados los siete días, convocó Carlosel pueblo romano y le manifestó la causa de su lle-gada, q[ue] entre otras era conocer de los cargosq[ue] se hacía[n] al Po[n]tífice, señala[n]do díacierto para ello, en el cual, juntados todos los obis-pos de Francia y Italia, ma[n]dó q[ue] asistiesen losacusadores y Po[n]tífice en presencia del mismoCarlos dieron los acusadores sus capítulos contra el

24 FRANCISCO DE VICO

18León fue absueltode los cargos.

19Carlos Magnopasa a Italia.

20Fue coronado porel Pontífice.

22[sic]Convoca el pue-blo y manifiestala causa de su lle-gada.

Pontífice, y aguardando todos las defensas delPapa, se levantaron los obispos, q[ue] el conoci-mie[n]to destos cargos no les tocaba a ellos porningú[n] caso, sino al mismo Pontífice, por nopoder ser juzgado de nadie, sino de sí mismo. Aéste respondió el Papa q[ue] pasaría por las leyesq[ue] acerca desto estaba[n] establecidas, en con-formidad de las cuales a otro día, en presencia detodos los sobredichos con solemne jurame[n]to sedeclaró el mismo Pontífice por inocente con estaspalabras: Nota res est fratres carissimi, malos adversus mehomines surrexisse, meq[ue]; ac vitam meã gravissi-mis criminibus infamasse cuius rei cognoscendae gra-tia clementissimus hic, ac serenissimus Rex Carolus,una cum Sacerdotibus, ac Principibus suis, ad hancurbem se contulit; quamobrem ego Leo Pontifex S. R.E. a nemine iudicatus, neque coactus, sed meavolutate impulsus purgo me praesentibus vobis; corãDeo, & Angelis, eius qui cõscietiã novit, & BeatoPetro Principe Apostolorum, in cuius conspectu con-sistimus, neque sceleratas res, quas mihi obijciuturperpetrasse, neque perpetrari iussisse Deu testans incuius iudicium venturi sumus; & in cuius conspectucõsistimus; & hoc facio non legibus ullis abstrictusneq[ue] hanc cõsuetudine, aut decretu in sanctaEcclesia successoribus meis, & fratribus Coepiscopisimponere cupiens, sed ut certius iniquis vos suspitio-nibus liberem.Con esta acció[n] del Pontífice le dieron todos porlibre y a Dios y a san Pedro, y a todos los sa[n]toslas gracias en co[n]formidad de lo q[ue] en otraocasión se había hecho co[n] el papa Pelagio, cuan-do fue acusado de idolatría.Condenaron a muerte a los presbíteros Pascual yCápulo, pero roga[n]do el santo Po[n]tífice por susenemigos como bue[n] discípulo de su maestro, lesco[n]mutaron la muerte en destierro. Felice estesiglo en q[ue] co[n]curriero[n] el po[n]tíficeLeó[n] y Carlo Magno, que deseosos de que fuesen

25Historia general - Cuarta parte

23Se conoce de loscargos que sehacía[n] a Leó[n].

Año 800.

24Se da por libre elpo[n]tíficeLeó[n].

25Se condena[n] losacusadores.

todos doctos, fundaron las insignes universidadesde París y Pavía, en que fueron maestros cuatromonjes, los dos escoceses y los dos otros ingleses.

Capítulo VCómo Carlomagno fue coronado Emperador de los

romanos y vino a tener el Reino de Sardeña.Había 330 años q[ue] Roma perdió el no[m]breimperial en Augústulo, depuesto por Odoacre,Rey de los hérulos, y los mismos careció la Iglesiasanta de verdadero Pastor, porq[ue] los emperado-res griegos ausentes y cismáticos, los más no ampa-raban si no trabajaba[n] la Iglesia co[n] sus erroresy herejías, y como éstas fuesen ta[n] co[n]tinuadascomo la persecución a los pontífices, q[ue] en elte[m]poral les faltaba poder para resistirles, fuélesforzoso usar de las armas corporales, como las usóco[n]tra Luitpra[n]do Gregorio II, el año 725, contan poco amparo de los emperadores de la Grecia,q[ue] vueltos perseguidores della, fue necesarioque la Iglesia buscase su protección, y como lahallase en Carlos Martelo, antecesor de CarlosMagno, Gregorio III, como vimos el año 739 y loco[n]tinuase Carlo Magno, como queda dicho conAdriano y antes Pipino, su padre, con [E]stéfanoVII todos los pontífices iban asenta[n]do en susánimos buscar cómo la Iglesia tuviese protector yla sangre de Carlos Martelo, gratitud a lo hecho enservicio de la Sede Apostólica, y aunq[ue] los ante-cesores de Leó[n] III desearo[n] efectuar esteinte[n]to, nu[n]ca se consiguió hasta este año de800 en q[ue] el valeroso sa[n]to y agradecidopo[n]tífice Leó[n], usa[n]do de la potestad sobera-na q[ue] Dios le co[n]cedió en san Pedro, privód[e]l Imperio Occidental a los emperadores grie-gos, heréticos y cismáticos, entregándole a quie[n]en servicio de la Iglesia fructuase en ella, segú[n] lasente[n]cia divina, después de 400 años q[ue]

26 FRANCISCO DE VICO

26Universidades sefunda[n] en Parísy Pavía.

Año 801.I

Carlosmano coro-nado Emperadordel papa Leó[n]III.

había el Gran Consta[n]tino ase[n]tado el tronoimperial en Constantinopla, y con esta determina-ción día de la Natividad de Cristo, Señor nuestro,en la iglesia de San Pedro coronó a Carlo Magno,honrándole con título de Emperador, sin prevenir-le para ello, a q[ue] aclamó el pueblo dicie[n]do aCarlos piísimo, perpetuo Augusto de Dios corona-do, gra[n]de e invictísimo Emperador, Dios le dela vida y victoria. Había[n] ya llamado a Roma aPipino, hijo de Carlo y Rey de Italia, para q[ue]fuese con mayor sole[m]nidad la coronació[n] y,aunque ocupado en la guerra contra el Duque deBenavente, vino (dejando su ejército a cargo deViragato) aco[m]pañado de lo mejor de toda Ita-lia. La forma co[n] q[ue] se celebró fue q[ue]habiendo prevenido el Pontífice al clero y pueblo,acudieron co[n] Carlos muy de mañana a la iglesiaVaticana; empezada la misa por el Papa (que ladecía), después del Eva[n]gelio, tomó el Pontíficela Púrpura y Corona Imperial, q[ue] habíama[n]dado hacer para este acto, y revistie[n]do aCarlos de la púrpura, le coronó el Po[n]tífice,co[n] q[ue] el pueblo, co[n] voz alta, le aclamóEmperador, repitie[n]do la aclamació[n] CarloAugusto a Deo coronato, & pijssimo ImperatoriRomanoru vita, & victoria.Con la cual el Po[n]tífice dio no[m]bre de Empe-rador de romanos a Carlos, ungié[n]dolesole[m]neme[n]te, y después el nuevo emperadorCarlo, asistie[n]do el pueblo, declaró en Rey deItalia a Pipino, su hijo y futuro Emperador,ungié[n]dole co[n] diversas ceremonias q[ue] a supadre, antes de coronarlos les recibió el Po[n]tíficejurame[n]to de que defenderían la Iglesia y latomaban en sí como protectores, siguiendo en laforma del juramento el orden antiguo que se hace,con estas palabras: In nomine Christi spondeo atquepolliceor. Ego Carolus Imperator coram Deo, & BeatoPetro Apostolo, me protectorem, ut deffensorem forehuius sanctae Romanae Ecclesiae in omnibus utilita-

27Historia general - Cuarta parte

Matth.21

tibus, quatenus divino fultus fuero adiutorio, proutscire potero.Cuidó luego Carlos co[n]certar las cosas de Italia y,para ello, les dio leyes, como son las q[ue] hastahoy dice Sigonio q[ue] se halla[n] escritas enMódena; y despachó a Pipino, su hijo, contra losde Benave[n]te, y para q[ue] echase a los griegos dela Pulla y Calabria q[ue] poseían solame[n]te enItalia. Co[n] la elecció[n] de Carlo Magno quedóel Estado Imperial del mu[n]do dividido, porque alos griegos quedó todo lo q[ue] en Orie[n]te y susínsulas poseían, y a Carlo Magno la Alemania ydemás tierras que por dominio entero o feudalgozaban en Italia y otras partes, con las islas susanejas, en q[ue] quedaron comprendidas Sardeña,Córcega y Sicilia.De manera que como provincia imperial quecomo hemos visto lo fue Sardeña, desde queAugusto las dividió, aunque co[n] las varias fortu-nas de tantos dueños, siempre se reputó por delImperio; y, así, la recobraron de sus tiranos losemperadores griegos y sus capitanes, como vimos aBelisario, hasta q[ue] este año 800, con la divisióndel Imperio, quedó co[n] la parte que se le señalóal q[ue] fuera Señor del Occidente.El estado en que al presente se hallaba Sardeña eraque participaba de la misma desdicha q[ue] Espa-ña, causada de los moros que se apoderaron deaquellas provincias y poseyero[n] a nuestra Sarde-ña hasta q[ue] por los años 730 se la quitaro[n] loslo[n]gobardos, como queda dicho; y éstos fenecie-ron, entrando todo en el Imperio, en tiempo deCarlo Magno.Por no negarme a las gra[n]des cosas q[ue] seencue[n]tran en estos siglos trayé[n]dolas de paso,parece q[ue] ni a omisión o descuido se me atri-buya, señalaré como en este año 807 ponen algu-nos escritores españoles y extranjeros una venidade las q[ue] Carlo Magno hizo a España, pero conmano armada y ejército copioso, para entregarse

28 FRANCISCO DE VICO

2Carlos Magno daleyes a Italia.Sigon.lib.4.Reg.Ital.hoc anno801.

3Sardeña vino aldominio de Car-los Magno comoEmperador.

4Sardeña inquieta-da de moros.Monarchia Eccle-siastica lib.18.cap.4. § 5. tom.3.

5Entrada de Carlosen España.

de lo q[ue] poseía el rey de Leó[n], Alfonso elCasto, llamado al principio dél con oferta de laentrega y después despedido con arrepentimiento,en que le hicieron caer los suyos; entró dicen porRonces Valles, tierra de los antiguos vascones, hoynavarros, donde sus asperezas y quiebras en losmontes ocasionaro[n] en Carlo Magno y los suyosuna lamentable pérdida, con muerte de Roldán ysus Pares, que les diero[n] cristianos y moros espa-ñoles co[n]vocados para este inte[n]to y capitane-ados de Bernardo del Carpio; unos dicen que fue-ron vencidos los fra[n]ceses de poder a poder;otros dicen q[ue] entregados por Galalón traido-ramente, y así lo sie[n]te Genebrardo; y todosco[n]currían en que la pérdida fue grandísima ylamentable.

Capítulo VISardeña es acometida otras veces de los sarracenos.

Con las aflicciones y molestias ta[n] gra[n]desq[ue] Sardeña padeció de los sarracenos y longo-bardos, si le fue mal en el gobierno te[m]poral,peor le fue en el espiritual; y así no hallamos en lasnotas y memorias antiguas q[ue] en ellas se hagaalguna me[n]ció[n] de los prelados q[ue] goberna-ro[n] estos tie[m]pos las iglesias y obispados desteReino, de do[n]de se puede fácilme[n]te creer oq[ue] no los hubo, pues el último hallo q[ue] fueen la de Torres, Valentino, como hemos visto, ydespués dél, en los años 850, q[ue] lo fue Tomás,no se halla quien lo fuese, así en la iglesia turrita-na, como en las demás, o, si los hubo, viviríanescondidos o desterrados, con tan cruel persecu-ció[n] q[ue] dellos no ha quedado memoria algu-na, porq[ue] irritados los sarracenos y deseosos devolver a cobrar el dominio deste Reino, que, comohemos visto en los capítulos precede[n]tes, se lohabía[n] quitado los longobardos el año 730, pro-

29Historia general - Cuarta parte

Baro.to.9.anno 778. &ann.812.num.14.

6Pérdida de sugente en RoncesValles.

Año 806.I

Sardeña,Córcega y Italiainquietada desarracenos.

curaro[n] ju[n]tar una gruesa armada de ge[n]teescogida en África y España, de la más floridajuventud de sarracenos q[ue] en ella había, yhacie[n]do muchas y muy dañosas correrías eneste Reino y en el de Sicilia, obligaro[n] a la SedeApostólica a nombrar y elegir por su defensor ypatrón a Pipino, Rey de Italia, co[n] q[ue] hubode volver a ella y enviar ejército en favor de Cór-cega, q[ue] la infestaba[n] los sarracenos que habí-an salido de España, los cuales, aunque fueronresistidos y repelidos co[n] valor, pero en unabatalla naval que los genoveses tuvieron con losmoros, Ademaro, su Conde, se arrojó tan inconsi-deradamente a sus armas, que solo el vaso q[ue] lellevaba y los q[ue] con él iban perecieron,queda[n]do la victoria por los cristianos y desdeeste tie[m]po quieren algunos q[ue] esta isla que-dase por los genoveses adquirida a su dominio,pues co[n] su ejército fue librada de los moros, yq[ue] por esto fácilmente se la co[n]firmó la SedeApostólica (segú[n] lo refiere Folieta) a la cualpagaba por ella el censo, según más adelante vere-mos.Echados los sarracenos de Córcega, como se llega-sen a Sardeña les fue peor, porque fueron tantos losque de la isla acudieron a las marinas y pelearontan valerosame[n]te por librarse de la tiranía q[ue]la vez pasada experime[n]taron, q[ue] mataro[n]en muy pocas horas más de cuatro mil moros, ypusieron en huida a los demás, persiguié[n]doloshasta el embarcadero, donde, como, aunquehuyendo, todavía resistiesen y peleasen,quedaro[n] allí muertos más de otros quinie[n]tosdellos. De este tan grande estrago y matanza; ins-tigados e irritados los sarracenos determinaronve[n]garse y hacer en Sardeña todos los daños quepudiesen, y así armaro[n] secretame[n]te otra vezmuchos navíos y llegaron ta[n] repentiname[n]te ytan improviso sobre Sardeña, q[ue] no dandotiempo a los naturales para salir con las armas con-

30 FRANCISCO DE VICO

2Italia nombra aPipino co[n]tralos sarracenos pordefensa.

3Ademaro, Condede Génova,defendió a Córce-ga contra lossarracenos.

4Sardeña resiste ymata mucha can-tidad de moros.

tra ellos, la saquearon de rebato, y con la mismadiligencia y presteza pasaron a Córcega, yhiciero[n] lo mismo en ella, como lo dice Sigonioy Sabélico. Ufanos desta victoria, entendie[n]doque les sucedería lo mismo en Italia, salieron ainvadirla dos años después, que fue el de ochocien-tos y doce con una gruesa armada, en la cual ibansarracenos, así de España como de África; y llegan-do a Italia, hallaron grande resistencia en un ejér-cito que a este efecto tenía aprestado el emperadorCarlos; y así, mudando parecer, determinaron lossarracenos de enviar parte de su armada, parasaquear otra vez a Córcega y Sardeña, dondehallando ya a todos apercibidos, les fue tan mal,q[ue], segú[n] dice Sigonio, Sabélico y Mejía,fuero[n] pocos los q[ue] escaparon vivos, lo cualrefiere Sigonio con estas palabras: Sarracenos exAfrica, & Hispania sociatis quasi armis ad littoraItaliae depopulanda concurrere, itaque mature sibitantis detrimentis occurrendu ratus conventu aquisparato Bernardum Pipini filium egregiae virtutisadolescentem cum exercitu propere ire in Italiam ius-sit vollone patruele, alterius Bernardi filio expeditio-nis socio dato iterum Sarraceni tanto accepto appara-tu deterriti Italiam omiserunt; atque alij se in Corsi-cam, alij in Sardiniam intulerunt; ex quibus quiattigere Sardiniam prope omnes occisione occisi sunt.Cayero[n] co[n] esta pérdida de ánimo los sarrace-nos y tuvo a bien Albolato, Rey moro de Córdoba,firmar paces co[n] los sardos y con el emperadorCarlos, au[n]que no queriendo pasar por ellas losmoros de África, salieron con su armada el añosiguiente contra Córcega y la saquearon; pero fueDios servido que navegando co[n] la presa haciaEspaña o África, se les puso al paso con su armadaErmengol de Mo[n]cada, primer Conde de Urgel,en Cataluña, que en aquella ocasió[n] era goberna-dor de la isla de Mallorca, y quitósela, y con ellaocho navíos gruesos que era[n] de los mesmos ene-migos, los cuales, persistiendo en su porfía, proba-

31Historia general - Cuarta parte

5Saquean a Sarde-ña y Córcega.

6Pasan a Italia.

7Perecen en Sarde-ña.

8Albolato, Reymoro de Córdo-ba, firma paces.

9Moros de Áfricasaquea[n] a Cór-cega.

10El Co[n]de deUrgel les quita lapresa.

ro[n] acometer otra vez a Sardeña, y si les fue malen los asaltos y correrías pasadas, peor les fue eneste acometimiento, porque dice Sabélico y Sigo-nio que los sardos se hartaron de matar moros estavez, y los pocos q[ue] quedaron con vida se volvie-ron tan mal tratados y corridos a África, que noosaron salir a otra jornada por muchos tiempos.Sardiniam inde ingressi, dice Sigonio, multis amis-sis, fortiter inde repulsi sunt.

Capítulo VIICómo Carlo Magno tomó por colega y compañeroen el imperio a Ludovico, su hijo, y se murió luego.

Hallándose ya Carlo Magno en su madura edad yconocié[n]dose que no era para sufrir los trabajosq[ue] son menester para la expedición que losnegocios del gobierno traen consigo, y muchomenos los de la asistencia de las armas y guerras,convocó Cortes en Aquisgrán, por el mes dedeciembre en el te[m]plo de la sacratísima Virgenque él había hecho fabricar, y asistie[n]do en ellastodos los obispos y próceres del Reino, resolvióllamar de Aquitania su hijo Ludovico, y estandoya presente en ellas, le tomó por colega y compa-ñero del imperio, y declaró juntamente por Reyde Italia a su nieto Bernardo, au[n]que ausente,lo que ambos, de común acuerdo, hicieron yresolvieron; y hicieron luego una sanción divina,que fue reducir y restituir la elecció[n] de losobispos al clero y pueblo, según lo antiguo; la leydice así: Sacrorum Canonum non ignari, ut Deinomine. Sancta Dei Ecclesia suo liberius potiaturhonore; assensum ecclesiastico ordini, praebemus, utEpiscopi per electionem cleri, & populi secundumstatuta Canonu de propria Dioecesi remota persona-rum, & munerum acceptione ob vitae meritum, &sapientiae donum eligantur, ut exemplo & verbosibi subiectis usquequaque prodesse valeant. Con la

32 FRANCISCO DE VICO

11Vuelven losmoros a Sardeñay perecen.

ICarlo Magnoconvoca Cortes ytoma por colega aLudovico, su hijo.

Baro.to.9.anno 873.num.12.Sigonio.

2Restituye la elec-ción de los obis-pos al clero ypueblo.

Sigon.lib.4.Baro.dictoanno 813.num.13.

cual quedó revocado (si le hubo) el decreto delpapa Adriano, que concedió a Carlos la elecciónde los obispos que arriba referimos. Hecha estaacción, se pasó y volvió Ludovico a su Reino deAquitania, cargado de muchos dones y presentes,queda[n]do Bernardo gobernando a Italia, coro-nado Rey della por orden de Carlos y mano delArzobispo de Milán. Todo este gozo y contento seenturbió co[n] la impensada muerte de Carlos,enferma[n]do en Aquisgrán; por el mes de eneroacabó sus días, y fue su cuerpo sepultado en laiglesia de la sagrada Virgen, que él mismo, comodijimos, había fundado. Fue este Príncipe en lapaz y en la guerra eximio y sin par en sus tiem-pos, observantísimo de la justicia, estimador delas letras, igualándose en virtud al Emperadorque más la tuvo y abrazó. Fue Carlos restauradorde la Italia, conservador de la cristiandad y fecatólica, y así le hizo Dios merced de prevenir yco[m]poner las cosas de sus reinos e imperioentre sus hijos, como queda referido.

Capítulo VIIICómo Ludovico sucede a Carlos, su padre, en elimperio, y hace donación de Sardeña a la Iglesia

Romana, y de los progresos q[ue] hace en su gobierno.Hallá[n]dose Ludovico en Aquitania le llegó lanueva de la muerte de Carlos, su padre, y sin ponerdilació[n] se resolvió partir luego a Aquisgrá[n]do[n]de fue recebido con muchísimo agasajo desus amigos, y siguie[n]do todos la volu[n]tad de supadre fue admitido por su sucesor y puesto en sulugar, obedecido ya por Emperador,ate[n]die[n]do con cuidado en ejecutar la voluntadde su padre en todo lo que mandó en su testamen-to, que lo individua Sigonio. Ju[n]tó Cortes por lascosas del gobierno de sus reinos, y lo primero queresolvió fue enviar sus legados al Pontífice, ofre-

33Historia general - Cuarta parte

3Ludovico se pasaa Aquitania.

4Bernardo corona-do Rey de Italia.

Extrema gaudialuctus occupat.

5Carlosmanomuere.

6Se narran sus ala-banzas.

Baro.anno815.n.57.

ILudovico sale deAquitania paraFrancia.

2Fue admitido porRey y sucesor deCarlos, su padre.

Sigon.lib.4.An[n]o 815.

3Envía legados alPo[n]tífice ofre-ciéndosele.

ciéndose a imitación de su padre a ser perpetuodefensor de la santa Iglesia Romana, y luego envióotros legados que fuero[n] Noberto, Obispo deRegio, y Richovio, Co[n]de de Pavía, para confir-mar con el emperador León la amistad y confede-ración que tenía con Carlos, su padre. Envió tam-bién a llamar a Bernardo, Rey de Italia, su sobrino,hijo de su hermano Pipino, para confirmarle aquelReino y encargarle que en el gobierno imitase a supadre; firmó paces con Grimaldo, Duque de Bena-vente, pagándole el mismo tributo que a Carloscon la muerte.Con la muerte de Carlo Magno empezó nuestropo[n]tífice Leó[n] a sentir su falta, porque sehubieron de inquietar los patricios y muchos delclero romano, castigándolos áspera aunque no dig-name[n]te de sus vicios, co[n]jurá[n]dose otra vezcontra el pontífice León; llegaro[n] esto avisos aLudovico, estando en camino para Sajonia, y seresolvió enviar a Italia a Bernardo, su sobrino,q[ue] todavía le llevaba co[n]sigo, con orden quellegando allá, le avisase con seguridad la verdaddestos tumultos; ejecutólo Bernardo con cuidado yavisó luego a Ludovico con el co[n]de Geraldo aquie[n] siguiero[n] los legados del po[n]tíficeco[n] los mesmos avisos, y diero[n] entera satisfac-ción a Ludovico en todos los cargos hacían alPo[n]tífice, el cual, estando las cosas en este estadoenfermó Bernardo, que fue la causa que los enemi-gos del Papa cobraron más ánimo y audacia, y dán-doles el santo Pontífice lugar a la ira se retiró aBlera, y viéndole ausente, se desenfrenó de mane-ra el pueblo romano sediciosame[n]te, que derri-baron y quemaro[n] todos los edificios y memoriasde León. Cogió la nueva deste fracaso enfermo elPo[n]tífice y, estándolo ta[m]bién Bernardo, Reyde Italia, aunque se había encomendado el reme-dio al Duque de [E]spoleto, Vuinigiso, se le agra-vó de manera la dolencia que murió. Bernardoavisó de todo a Ludovico, y como había sido elec-

34 FRANCISCO DE VICO

4Y al emperadorLeó[n].

5Confirmó elReino de Italia aBernardo, susobrino.

6Hace paces co[n]Grimaldo, Duquede Benave[n]te.

7Los romanos seconjuran otra vezcontra el papaLeó[n].

8Exceso de losromanos.

9Muere el papaLeón.

to [E]stéfano, cuarto deste nombre, el cual despa-chó sus legados al Emperador, avisándole de suelección y consagración, significándolejuntame[n]te los deseos que tenía de pasar aFra[n]cia, para tratar con él de las cosas co[n]cer-nie[n]tes a la Iglesia, paz y quietud de Italia, y asíse puso en camino para Francia y halló al Empera-dor en Orliens. El recebimiento que le hizo fuemuy solemne, adorándole y concediéndole cuantopedía. Gozando Ludovico de tan buena ocasiónquiso q[ue] el Po[n]tífice le coronase, como lo hizoen una misa que celebró, a que también estuvoIrmingarda, mujer de Ludovico y el Pontífice ledio nombre de Augusta, coroná[n]dolos ambos deEmperadores, en cuya gratificación presentó a laVaticana una cruz de grande precio y valor, y aruego del santo Po[n]tífice alzó el destierro, mos-trándose grato a los romanos, y mandó soltar a losq[ue] tenía presos en Francia por la persecución deLeón, Papa. Enfermó vuelto el Pontífice a Roma elaño siguiente de 817 y fue a gozar del cielo, suce-diéndole Pascual, primero deste nombre; dio luegoaviso de su promoción a Ludovico, que todavía sehallaba en Aquisgrán, el cual, volviendo de la igle-sia a su casa el Jueves Santo co[n] todos los de suCorte, pasando por una pue[n]te de madera, caye-ro[n] más de veinte, y con ellos Ludovico, quedan-do mal herido y peligroso de la vida; pero fue Diosservido que curase de[n]tro de veinte días y celebróCortes, y en ellas, previniendo a sus cosas, nombrópor Emperador y Rey de Francia a Lotario, su hijomayor; a Pipino, hijo segu[n]do, Rey de Aquitaniay a Ludovico, también su hijo, de Baviera; y conesta ocasió[n] el papa Pascual le representó lo q[ue]Pipino y Carlo Magno, su padre y agüelo, desea-ron hacer en favor de la Iglesia, pidiéndole que asílo cumpliese y ejecutase, y así le confirmó la dona-ción que le había hecho de Roma, con el DucadoRomano, con la Etruria y los pueblos de Lacio, laciudad de Ravena y Exarcado de Pentápoli, hoy

35Historia general - Cuarta parte

10Le sucede [E]sté-fano.

11Parte a Fra[n]ciaa verse con Ludo-vico.

Baro.anno 816.n.108.

12Ludovico llega aRavena con sumujer.

13Los corona elPapa.

14Presentaro[n] a laVaticana una cruzde gra[n]de valor.

15Muere el papa[E]stéfano.

16Le sucede Pas-cual.

Baron.anno817.nu.17.

17Ludovico dividelos reinos en sushijos.

Illescas.lib.4.c.30.

Marca de Ancona, porque lo demás de la Etruria,que comprendía a Perosa, Orvido y su comarca,era ya de la Iglesia, y a todas estas tierras añadióLudovico los reinos de Sicilia, Sardeña, Córcega,parte de la Campania, que es Tierra de Labor delDucado de Benavente, Salerno, Calabria, Nápoles,con las demás que se contienen en la escritura dela donación, que es la que se sigue: Ego Ludovicus Imperator Augustus statuo & concedoper hoc pactum confirmationis nostrae tibi BeatoPetro Principi Apostolorum, & pro te Vicario tuoDomno Paschali Summo Pontifici & universaliPapae, & successoribus eius in perpetuum, sicut apraedecessoribus vestris usque nunc in vestra potesta-te & ditione tenuistis, ac disposuistis civitatem Roma-nam cu Ducatu suo, & suburbanis atque viculisomnibus & territorijs eius, montanis, & maritimislitoribus & portubus, seu cunctis civitatibus, castellis,oppidis ac viculis in Tusciae partibus; id est, Portum,Centumcellas, Caere, Bledam, Marturanu, Sutrium,Nepe, Castellum Gallesijs, Hortã, Polimartium,Ameriam, Tudertum, Perusium, cu alijs tribus Insu-lis suis, id est, maiorem & minore, Puluesem &Lacum, Narniam, Otriculos cum omnibus finibus acterritorijs ad supradictas civitates pertinentibus.Simili modo & in partibus Cãpaniae, Signiam,Anagniam, Ferentinum, Alatrum, Patricium, Frusi-nonem, cum alijs partibus Campaniae; necnon &Tibur cum omnibus finibus & territorijs ad easdemcivitates pertinentibus. Necnõ & Exarchatum Raven-natensem sub integritate cum suburbanis, civitati-bus, oppidis & castellis quae pie recordationis Dom-nus Pipinus Rex, ac bonae memoriae genitor nosterCarolus Imperator Beato Petro Apostolo & praedeces-soribus vestris iamdudum per donationis paginamrestituerunt, hoc est, civitatem Ravennam, & Aemi-lliam, Robium, Caesenam, Foru Livij, Faventiam,Imolam, Bononiam, Ferrariã, Comaclu, & Adriam& Gabelum cum omnibus, finibus, territorijs atqueInsulis in terra, marique ad praedictas civitates per-

36 FRANCISCO DE VICO

18Da a la Iglesiamuchas tierras deItalia, Sicilia ySardeña.Año 817.

tinentibus. Simul & Pentapolim, videlicet Arimi-num, Pisaurum, Fanu, Senogalliam, Anconam,Auximum, Humanam, Aesium, Forum Sepronij,Montem Ferretri, Urbinum & territorium Balnense,Calles, Luceolos, Eugubium, cum omnibus finibus &terris ad easde civitates pertinetibus. Eodem modoterritorium Sabinense sicut a genitore nostro CaroloImperatore Beato Petro Apostolo per donationis scrip-tum concessum est sub integritate, quemadmodum abIterio & Macenario Abbatibus, Missis illius inter ideterritorium Sabinense & Reatinum definitum est.Item in partibus Tusciae Longobardoru castellumFelicitatis, Urbevetum, Balneum Regis, Fereti cas-trum, Viterbium, Martam, Tuscaniã, Populoniam,Soanam, Rosellas; et insulas Corsicam & Sardiniam& Siciliam sub integritate cum omnibus adiacenti-bus & territorijs maritimis, litoribus, portubus adsupradictas civitates & insulas pertinentibus. Ite inpartibus Campaniae, Soram, Arces, Aquinum, Arpi-nu, Theanum, Capuam, & patrimonia ad potesta-tem & ditionem nostram pertinentia, sicut est patri-moniu Beneventanum & Salernitanu, & patrimo-nium Calabriae inferioris & superioris, & patrimo-nium Neapolitanum, & ubicuque in partibus Regniatque Imperij a Deo nobis commissi patrimonia ves-tra esse noscuntur. Has omnes supradictas Provincias,urbes, civitates, oppida & castella, viculos & territo-ria, simulque & patrimonia eam dictae Ecclesiaetuae, Beate Petre Apostole, & per te Vicario tuo spiri-tuali Patri nostro dõno Paschali Summo Pontifici &universali Papae, eiusque successoribus usque adfinem saeculi eo modo confirmamus, ut in suo deti-neãt iure, Principatu, ac ditione. Simili modo perhoc nostrum cõfirmationis decretum, firmamusdonationes quas piae recordationis domnus PipinusRex, avus noster, & postea domnus & genitor nosterCarolus Imperator Beato Petro Apostolo spontaneavoluntate contulerunt. Necnon & censum & pensio-nes, seu caeteras donationes, quae annuatim in Pala-tium Regis Longobardorum inferri solebãt, sive de

37Historia general - Cuarta parte

Tuscia Longobardorum, sive de Ducatu Spoletano,sicut in supradictis donationibus continetur, & intersanctae memoriae Hadrianu Papam, & domnum &genitorem nostrum Carolum Imperatorem convenit,quando eidem Põtifici idem de suprascriptis Ducati-bus, id est, Tuscano & Spoletano, suae auctoritatispraecepiu confirmavit, eo scilicet modo, ut annis sin-gulis supradictus census Ecclesiae Beati Petri Apostolipersolvatur, salva super eosdem Ducatus nostra inomnibus dominatione, & illorum ad nostrã partemsubiectione. Ceterum, sicut diximus, omnia superiusnominata, ita ad nostram partem, per hoc nostraeconfirmationis decretum roboramus, ut in vestro, ves-trorumque successorum permaneant iure, Principatuatque ditione; ut neque a nobis, neque a filijs & suc-cessoribus nostris per quodlibet argumentum sivemachinationem in quacumque parte minuatur ves-tra potestas, aut nobis de suprascriptis omnibus velsuccessoribus vestris inde aliquid subtrahatur desuprascriptis videlicet urbibus, Provincijs, civitatibus,oppidis, castris viculis, insulis, territorijs, atque patri-monijs, necnõ & pensionibus atque censibus, ita utneque nos ea subtrahamus, neque quibuslibet subtra-here voletibus consentiamus; sed potius omnia quaesuperius leguntur, id est, Provincias, civitates, urbes,oppida, castella, territoria, patrimonia atque insulas,census ac pensiones, Ecclesiae Beati Petri Apostoli &Põtificibus in sacratissima illius Sede in perpetuumresidentibus, in quantum possumus, defendere nospromittimus, ad hoc ut omnia ea in illius ditione adutedum & fruendum atque disponendum firmitervaleat obtinere: nullamque in eis nobis partem autpotestatem disponendi aut iudicandi, subtrahendireaut minorandi vendicamus; nisi quando ab illo, quieo tempore huius sanctae Ecclesiae regimen tenuerit,rogati fuerimus. Et si quilibet homo de supradictiscivitatibus ad vestram Ecclesiam pertinentibus ad nosvenerit, subtrahere se volens de vestra iurisdictione velpotestate, vel quamlibet aliam iniquam machinatio-nem metues, aut culpam commissam fugiens, nullo

38 FRANCISCO DE VICO

modo eum aliter recipiemus, nisi ad iustam pro eofaciendam intercessionem ita dutaxat si culpa quamcõmisit venialis fuerit inventa; sin aliter, comprehen-sum vestrae potestati eum trademus, exceptis his quiviolentiam vel oppressionem potentium passi, ideo adnos veniant, ut per nostram intercessionem iustitiamaccipere mereantur, quorum altera conditio est, & asuperioribus valde disiuncta. Et quãdo divina voca-tione huius sacratissimae Sedis Pontifex de hocmundo migraverit, nullus ex Regno nostro aut Fran-cus aut Longobardus, aut de qualibet gete homo subnostra potestate constitutus licentia habeat contraRomanos, aut publice, aut private veniendi, aut elec-tionem faciendi; nullusque in civitatibus vel territo-rijs ad Ecclesiã Beati Petri Apostoli potestatem perti-nentibus, aliquod malum propter hoc facere praesu-mat, sed liceat Romanis cu omni veneratione & sinealiqua perturbatione honorificam Pontifici suo exhi-bere sepulturam, & eum quem divina inspiratione &Beati Petri intercessione omnes Romani uno consilio& una concordia sine aliqua promissione ad ordinemPontificatus elegerint: sine aliqua ambiguitate &contradictione more canonico consecrari. Et cum cõse-cratus fuerit, Legati ad nos, vel ad successores nostrosReges Francorum dirigantur, qui inter nos & interillum amicitiam & charitatem & pacem socient,sicut temporibus piae recordationis domni Caroliattavi nostri, sive domni Pipini avi nostri, vel &Caroli Imperatoris genitoris cõsuetudo erat faciendi.Hoc aute ut ab omnibus fidelibus sanctae Dei Eccle-siae & nostris firmum esse credatur, firmiusque perfuturas generationes & saecula vetura custodiatur,propriae manus signaculo & venerabiliu Episcopo-rum, atque Abbatum, vel optimatum nostroru subiure iurando & subscriptionis pactum istud nostraeconfirmationis roboravimus, & per Legatum SanctisRomanae Ecclesiae Theodorum Nomeclatoremdomno Paschali Papae direximus.Del Imperio Griego corremos por su relacióndesde q[ue] dejamos a Irene, a la cual privó Nicé-

39Historia general - Cuarta parte

foro levantándose con el imperio y desterrándola ala isla de Le<s>bos4, do[n]de murió.Fue Nicéforo hereje de muchas maneras y murió amanos de los búlgaros y sucedióle su hijo [E]stau-ricio, a quien preció Michael, su cuñado, hombrepacífico y no enemigo de cristianos ni hereje comolos demás; a éste despojó Leó[n] Armenio traido-rame[n]te, y a él le mató Michael Balbo, a quien éltenía preso y condenado a muerte, con lo cual sequedó con el imperio, y le dejaremos por ser en losaños de que hemos ya hecho relación.En España el Reino de León gobernaba dichosa-me[n]te y co[n] grandes victorias Alfonso el Casto.En Aragón dicen que habiendo sucedido en elReino de Sobrarbe don Sa[n]cho Garcés, y en elCondado de Aragón don Garci A<z>5nar, quintoConde, murieron en una batalla y sucedió intereg-no en que los de Sobrarbe eligiero[n] en su Rey aGarci Jiménez y los navarros continuaro[n] losCondes de Aragón, hasta que como veremos seunió aquella parte al Reino de Sobrarbe, de mane-ra q[ue] le hizo perder el nombre que tenía,dá[n]dole el suyo.En Cataluña prosiguiero[n] valié[n]dose de sumesmo valor aquellos primeros e insignes varones,hasta que se encome[n]daron a la protecció[n] deCarlo Magno, y les lució en muy grandes victoriascontra los moros; y entonces le fue señalado, aun-que no con derecho hereditario por Conde a Ber-nardo, de que refieren algunos, disgustóse con elEmperador.Hallo también que había Condes en Ampurias,Rosellón y otros, y aún siente[n] que lo era[n]desde el tiempo de los godos, y así fue, pero noera[n] hereditarios, sino capitanes o gobernadores,

40 FRANCISCO DE VICO

4 Lesbos: en el texto original, “Lerbos”.5 Aznar: en el texto original, “Agnar”.

19Nicéforo y sucalidad.

20Alfonso el Casto,Rey de León.

21Don Sa[n]choGarcés, Rey deSobrarbe y sumuerte.

22Don Garci Aznar,Co[n]de de Ara-gón y su muerte.

23Garci Jiménezelecto Rey deSobrarbe.

24En Aragón secontinúa el títulode Conde.

25Cataluña se ponea la protección deCarlos.

26Le señala Conde.

27Condes enAmpurias y Rose-llón.Historia de sanJua[n] de laPeña.lib.2.cap.19.

y en fin los que hubo en estos primeros siglostodos era[n] sujetos a los Reyes de Francia y feuda-tarios suyos, hasta el tiempo en que veremos que seeximiero[n] desta sujeción.

Capítulo IXDe la muerte de Bernardo, Rey de Italia, y cómo le

sucedió Lotario y deja la elección del Po[n]tíficelibremente a la Sede Apostólica, y de los progresos

q[ue] hacen los sarracenos en el mar Mediterráneo.Llegó a Italia la nueva de la divisió[n] de los reinosque el emperador Ludovico había hecho entre sushijos, co[n] la donació[n] de las provincias en favorde la Iglesia, que se refiere en la escritura inserta enel capítulo precedente, con lo cual Bernardo, Reyde Italia, ayudado e inducido de muchos señoresde Francia, prete[n]dió que el imperio y aquelreino le pertenecía como a hijo de Pipino, hijomayorazgo del emperador Carlo Magno, yco[n]vocando para esto todas las ciudades de Italia,puso en guarnició[n] los Alpes. Supo este movi-miento Ludovico, y no da[n]do lugar a Bernardoque engrosase más su ge[n]te ni q[ue] otro seempeñase en su favor. Formó luego dos gruesosejércitos en Fra[n]cia y Germania, y los ma[n]dósalir co[n]tra Bernardo, el cual, amedre[n]tado deldaño q[ue] le podía suceder, y tanto más desampa-rá[n]dole cada día sus allegados, apartándose de suprotecció[n], quitó las armas, entregá[n]dose de sugrado a Ludovico y, a imitació[n] suya, le siguie-ro[n] sus aliados, co[n] lo cual se volvió Ludovicoa Aquisgrá[n], y ma[n]dó seguir por justicia lacausa de rebelió[n] co[n]tra todos, y porsente[n]cia fue Bernardo y otros sus secuacesco[n]denado a pena capital, aunque la de Bernar-do se le conmutó a la privació[n] de la vista, y losprelados co[n]jurados con la reclusió[n] de unmonasterio, y los otros a pena de co[n]fiscació[n]

41Historia general - Cuarta parte

Año 817.

IBernardo, Rey deItalia, pretendeser Rey de Fran-cia y Emperador.

817

2Sentenciaco[n]tra Bernardoy sus secuaces.

y destierro, según los excesos de cada uno, co[n] lacual acabó sus días y fue sepultado en la iglesia deSan Ambrosio de Milán, en cuya sepultura se leeesta inscripción: Bernardus civilitate mirabilis caeterisq[ue]; pijs vir-tutib[us] inclitus Rex hic requiescit. Regnavit annosquatuor, menses quinque obijt xv. Kalendas Maijindictione xj. filius piae memoriae Pipini.Parece q[ue] el castigo hecho en Bernardo fue sinvoluntad de Ludovico, pues le ponen con tal doloreste hecho, q[ue] pidió penite[n]cia dél. Co[n] lamuerte de Bernardo recayó el reino de Italia enLudovico, el cual le administró por gobernadores ylegados, hasta q[ue] lo encome[n]dó a su hijoLotario con nombre del Rey coronado del Pontífi-ce, por no poder pasar en persona en aquellas par-tes, por estar ocupado en las guerras q[ue] movióco[n]tra los britones. Tuvo Cortes en Aquisgrán,en las cuales, tomados buenos consejos, cuidóreformar el estado eclesiástico, añadie[n]do a lasviejas otras nuevas leyes bien necesarias en aquellasocasiones. Entre otras cosas q[ue] más apretaban aLudovico fue quietar la provincia de Panonia, acuyo fin tuvo nuevas Cortes en Aquisgrán el añosiguie[n]te de 820 y resolvió en ellas q[ue] entra-sen en Panonia tres ejércitos ju[n]tos q[ue]ma[n]dó ju[n]tar en Sajonia, Franconia, Alemaña,Baviera y Italia, ordena[n]do el de Italia entrasepor los Alpes, el segu[n]do por Care[n]tanos, y eltercero por Baviera y Panonia superior; estos dosentraron y pasaro[n] co[n] mucho trabajo. Pero elprimero al pasar de los Alpes fue gallardame[n]teresisitido y echado de los enemigos. El segu[n]doque había de pasar por Carentanos fue resistidopor el enemigo tres veces en diversos pasos, y entodas ellas le puso en fuga y llegó al puesto a tiem-po y co[n] mucho valor; juntándose con la másgente pisaro[n] toda la provincia con estrago dearmas, sin recebir daño q[ue] fuese notable. Conestas ocupaciones de Federico y con la muerte de

42 FRANCISCO DE VICO

3Sepultura de Ber-nardo, Rey deItalia.

4Italia recae enLudovico.

819

5Empresa deLudovico contrala provincia dePanonia.

Abolato, Rey moro de Córdoba, que mientrasvivió guardó las paces a toda Italia, la inquietaronlos moros con muchas correrías, de las cuales tocómucha parte a nuestra Sardeña, impidiendo elcomún contrato della, ponié[n]dose co[n] susnavíos q[ue] salía[n] para Italia, cargados demuchas mercaderías y otros moros pasaron a Paler-mo y se enseñorearon de aquella ciudad.En este mismo año hallamos que Ludovico,desea[n]do acomodar a sus hijos en su vida, conpaz y quietud celebró Cortes por el mes de mayo yhizo divisió[n] entre ellos de sus reinos y en otrasCortes q[ue] tuvo por el mes de agosto en Artinia-ci, resolvió enviar a su hijo Lotario a Italia por Reydella y gobernarla, la cual desde la muerte de Ber-nardo carecía de la presencia de su Rey. PartióLotario a Italia y, llega[n]do a Modovia, fue coro-nado de aquel arzobispo y dio tanta satisfacció[n]de sí en su gobierno, q[ue] fue notablemente gratoa todos. Fue co[n] esto llamado de su padre a Fran-cia y del papa Pascual a Roma, do[n]de fue recebi-do co[n] notable agasajo y coronado y ungido porsu mano, el día de Pascua de Navidad, Rey y futu-ro Emperador; y, hecho esto, partió a Pavía y, deahí, por el mes de junio, a Fra[n]cia, a verse con supadre. Sucedió el año siguiente la muerte de Pas-cual y, habiéndose juntado los romanos, segú[n] sucostu[m]bre, a la elecció[n] del nuevo Po[n]tífice,no co[n]formá[n]dose en el sucesor, eligiero[n] laparte mejor de los electores a Eugenio, segu[n]dodeste no[m]bre, Archipreste de Santa Sabina, cuyono[m]bramie[n]to, habie[n]do prevalecido, fueco[n]sagrado. Tuvo desto aviso Ludovico y paraco[m]poner algunas discordias, celebró Cortes yresolvió en ellas enviar a su hijo Lotario a Italia,para q[ue] en su no[m]bre se juntase con elPo[n]tífice y pueblo romano y estableciese[n] todolo q[ue] les pareciere ser convenie[n]te a la autori-dad de la iglesia católica, con q[ue] partió Lotarioa Italia a cu[m]plir co[n] lo que le mandó su padre

43Historia general - Cuarta parte

6Morosinquieta[n] a Sar-deña co[n] suscorrerías.

7Palermo conquis-tada de losmoros.

822

8Ludovico dividelos reinos entresus hijos.

9Lotario coronadoRey de Italia.

824

10Muere Pascual yle sucede EugenioII.

11Lotario pasa aItalia.

y éste con su ejército contra los britones. LlegóLotario a Italia el año siguiente de 825 y, habien-do muerto Suponio, Duque de [E]spoleto,no[m]bró en su lugar a Adelardo, el cual se murióluego dentro de cinco meses y le subregó a Mace-ringo, Co[n]de de Brexa, q[ue] era tenido porgrande gobernador, y si sus predecesores gozaronpoco desta honra, éste la gozó menos, porq[ue]de[n]tro de pocos días después de la nueva, acabólos de su vida. Llegó Lotario a Roma, donde fuerecebido de Eugenio con grande solemnidad; conquien comunicado q[ue] hubo las órdenes q[ue]tenía de su padre, concedió perdón a todos los queno se le había[n] mostrado favorables; restituyó ala Iglesia Romana lo q[ue] le tocaba y nadie lepodía quitar, q[ue] era la libre elección de los pon-tífices, como co[n]sta por la ley q[ue] sobre destoestableció, q[ue] es lo q[ue] se sigue: Volumus ut ad electione Pontificis nemo audeat veni-re, neq[ue] liber, neque servus, qui aliquod impedi-mentum inferat; exceptis illis tantu Romanis quibusantiqua fuit consuetudo, concessa per constitutionemsanctorum Patru eligere Pontificem; quod siquis con-tra nostram iussionem ausus fuerit exilio efficiatur;volumus ut cunctus populus Romanus interrogeturquo lege velit vivere, ut ea qua professus sit viverevelle vivat, eiq[ue] denuncietur, ut hoc unusquisquesciat, tã Duces, quã Iudices, vel reliquus populus.Quod si in offensione suã contra eande legem fecerinteide legi qua profitentur ex cõstitutione Pontificis, &nostra subiacebut. De rebus Ecclesiaru iniuste occu-patis per occasione quasi licetia accepta a Pontifice, &de his quae nec dum redditae sunt, & tamen fuerunta potestate Pontificum occupatae; volumus ut perLegatos nostros restituãtur; placet nobis ut cunctiIudices, sive sint qui cuctis praeesse debent; per quosiudiciaria potestas, in hac Urbe Roma exercetur autin caeteris Provincijs exerceri debet, in praesentiã nos-trã veniãt; volum[us] numerum, & nomina eoruscire, & singulos de munere sibi credito admonere.

44 FRANCISCO DE VICO

12No[m]bra duquesen [E]spoleto.

13Lotario restituyea la Iglesia la libreelección de lospontífices.

Novissime admonim[us], ut omnes homines sicut Deigratiam & nostram habere desiderant, ita praestantiin omnibus obedientiam huic Pontifici.Gozó deste contento Eugenio poco más de un año,porq[ue] se sirvió Dios dárselo mayor en el cielopor el mes de agosto del año siguiente 827, entran-do en su lugar pontificio Valentino, q[ue] solo letuvo un mes, sucediéndole Gregorio, cuarto desteno[m]bre. Inquietaban en estos tie[m]pos lossarracenos de España todo el mar Mediterráneo enta[n]to grado, q[ue] obligaro[n] a Ludovico prove-er de remedio a los daños q[ue] éstos causaban; ypor el año siguiente de 828, se resolvió enviar suhijo Lotario con un grueso ejército a España,co[n]tra los excesos de los sarracenos, que eran tan-tos q[ue] no pudié[n]dolos tolerar Bonifacio, q[ue]ento[n]ces gobernaba la Córcega, se juntó con suhermano Beotario, y otros amigos de la Toscanaq[ue] sentían los mismos daños, limpiar los maresde Córcega y Sardeña, y no hallando pirat<a>s6

co[r]sarios de los enemigos, se pasó a África, dondele salieron muchos escuadrones de aquellos bárba-ros y en diversas refriegas y encuentros que co[n]ellos tuvo, mataro[n] muchos y puso en miedo atoda África. Con estos y otros trabajos de guerrasque inquietaron a Ludovico, pasó casi todo eltiempo del gobierno de su imperio, aunque lo quemás le postró fuero[n] las disensiones y poco reco-nocimiento de sus hijos, que le llevaron rendidohasta el año 840, en el cual Ludovico, su hijo, fal-tando a la fe y reverencia paterna, se rebeló otravez, saliendo con ejército formado en Sajonia yotras partes contra Alemania, obligando a su padrea salir a reprimir sus atrevimientos y noaguardá[n]dole su hijo, se puso en fuga y se retiróa su Reino. Con esta acció[n] dio fin Ludovico atodas las de su vida co[n] un prodigio de haberse

45Historia general - Cuarta parte

6 Piratas: en el texto original, “pirates”.

14Eugenio muere.

15Le sucede Valen-tino.

16Y a éste GregorioCuarto.

17Sarracenos deEspaña inquie-ta[n] todo el marMediterráneo.

18Ludovico envíacontra dellos aLotario, su hijo.

19Bonifacio,Gobernador deCórcega, salecontra los sarrace-nos.

20Ludovico hijopone guerra a supadre.

21El padre saleco[n]tra dél.

obscurecido el sol, q[ue] indicó y pronosticó sumuerte, porq[ue] se constristó de manera co[n]este prodigio q[ue] dio en una grave enfermedad ymandó llevarse a Magu[n]cia, do[n]de, prevenidode todas sole[m]nidades y sacrame[n]tos de lasanta Madre Iglesia, dio el alma a su Criador, 12Kale[n]das iulij. Fue este Emperador dotado demuchas virtudes e insigne en clemencia y piedad,en ta[n]to grado q[ue] mereció el título yreno[m]bre de Pío. En este mismo año murió Michael enConsta[n]tinopla y en Roma el po[n]tífice Grego-rio; sucedióle Sergio II, antes llamado Os Porci, deque quisieron se hubiese ocasionado el mudarnombres, pero ya dijimos el fundamento.

Capítulo XLotario envió a Italia a su hijo Ludovico y entra enRoma, donde fue coronado del Po[n]tífice por Rey

de Italia y Emperador de romanos.A Ludovico Pío sucedió en el imperio y Reino deFrancia Lotario, su hijo, que era Rey de Italia; perosie[n]do todas las cosas sujetas a movimie[n]tosinconsta[n]tes, se experime[n]tó esto en Fra[n]cia,donde con la ocasió[n] de la divisió[n] de los rei-nos q[ue] Carlos hizo en sus hijos y Ludovico enlos suyos, entró en cada uno dellos la cudicia deengrandecer más sus provincias y reinos, y dio oca-sión a inquietarse entre sí co[n] armas, co[n] quevino a faltar en mucha parte el poder de Francia yaumentarse el de Italia, porq[ue] luego q[ue] Lota-rio tuvo el aviso de la muerte de Ludovico supadre, se pasó a prisa a Francia y, de común acuer-do de los próceres, entró en posesión de aquelReino; co[n] el orden q[ue] dio, empezó a compo-ner las cosas de aquel gobierno y granjeó mucho lavoluntad de todos.Tomaron muy agriamente Carlos y Ludovico, sus

46 FRANCISCO DE VICO

22Ludovico padremuere.

ILotario, Rey deItalia, sucede aLudovico en elReino de Franciay en el Imperio.

2Carlos y Ludovi-co se juntan con-tra Lotario, suhermano.

hermanos, la división q[ue] su padre había hechode los reinos, engrandecie[n]do a Lotario co[n] elReino de Italia, Francia y a más deso con el impe-rio, dejando a ellos solamente la Aquitania yBaviera, reinos tan cortos y limitados, y, lasti-mándose de su corta dicha ambos hermanos, tra-taro[n] cómo poder ampliar sus estados, yjuzga[n]do q[ue] esto no podía ser sin ruidos dearmas, co[n]vocaron en su favor y ayuda a Pipi-no, hijo de Pipino, su hermano, q[ue] tambiéncorría la misma fortuna de hallarse co[n] pocoestado, agregando para conseguir sus inte[n]tos aotros muchos nobles de Fra[n]cia, movidos depiedad o de la novedad q[ue] induce en losinquietos movimie[n]tos insuperables. PrevinoLotario el reparo destos alborotos, haciendo levasde ge[n]te en muchas partes; pasá[n]dose a Bor-goña la hizo plaza de armas, co[n] la cual se hubode dividir toda Fra[n]cia, los unos en favor deLotario y los otros en favor de Carlos y Ludovico,sus hermanos, co[n] muchas preve[n]ciones queambas parcialidades hicieron; y saliendo todos encompañía, se ju[n]taro[n] los ejércitos de una yotra parte el año siguiente 841, en el ca[m]poaltisiodore[n]se y dándose la batalla, fue tan gran-de el estrago y mata[n]za q[ue] hubo en los dosejércitos, que no quedó en Francia quié[n] pudie-se guardar los confines, queda[n]do la victoriapor Carlos y Ludovico, como refiere Sigonio.Con esta rota se volvió Lotario, huyendo aFra[n]cia y Carlos y Ludovico, reforzando a prisasu ejército, resolvieron seguirle y darle alca[n]cehasta Aquisgrán; y dudando Lotario de su totalruina, se salió a prisa co[n] su mujer y hijos, y sepasó a Leó[n], y de allí a Viena, con lo cual, pormedio de embajadores de una y de otra parte, for-maron treguas, para tratar de co[m]ponerse,co[m]promitie[n]do sus difere[n]cias a árbitrosq[ue] las allanasen. Embarazados con estas gue-rras intestinas estos pote[n]tados, los sarracenos

47Historia general - Cuarta parte

3Batalla en losejércitos de Lota-rio y sus herma-nos.

4Tratan de treguas.

5Sarracenos afligenla Italia.

afligían notableme[n]te todas las riberas de Italia,hallando solamente resiste[n]cia en los venecia-nos, con q[ue] se pasaro[n] a Dalmacia y le pusie-ro[n] sitio y co[n] la ayuda de los sarracenos deEspaña infestaro[n] no solame[n]te toda la Pullay Calabria, q[ue] estaba sujeta al Imperio Griego,domina[n]do Teófilo, pero también toda la Cam-pania q[ue] pertenecía al Duque de Benave[n]te,sujetando por interpresas muchos pueblos a sudominio.Salió el año siguie[n]te de 842 la concordia q[ue]los jueces co[m]promisarios hicieron entre Lota-rio y sus hermanos; asentaro[n] q[ue] se diesen aCarlos todas las tierras q[ue] se encerraban desdeel mar de Bretaña hasta la Mosla; a Ludovicotodas las q[ue] era[n] en Germania ultra Regnu; ya Lotario a Fla[n]des, Borgoña, Italia, Roma,co[n] el imperio; y a Pipino, la Aquitania. Fue detodos los hermanos alabada esta división de rei-nos, y para q[ue] fuese válida por todos los siglos,se ju[n]taro[n] en la isla q[ue] llaman Secuana osegú[n] otros Virduno, y la confirmaron conjuramento, con lo cual tomó Carlos el título deRey de Francia; Ludovico, Rey de Germania, quefue el primero que gozó deste no[m]bre, y Lota-rio de Francia y Italia; y Pipino de Aquitania; ycon esto se fue Lotario al Reino de Austria q[ue]era parte de Fra[n]cia, haciendo lo mismo cadauno de los otros a sus reinos. Era la provincia deAustria, q[ue] tocó a Lotario, parte, como hemosdicho, del Reino de Francia, y para diferenciarlale mudó el no[m]bre de Austria, y le dio su pro-prio, llamá[n]dola desde ento[n]ces Lotaringia,hoy Lorena, y porq[ue] la Italia q[ue] le tocabatuviese Rey distinto, honró con título de Reydella a Ludovico, su hijo mayor de edad de nueveaños, y le tomó juntame[n]te por colega delimperio, imitando en esto a lo que el padre yagüelo hiciero[n] en semejante caso. En este añodicen sucedió la muerte del po[n]tífice

48 FRANCISCO DE VICO

6Concordia entreLotario y sus her-manos.

7Ludovico, Rey deItalia, hijo deLotario.

Año844.

8Gregorio Octavomuere y le sucedeSergio.

Gregor[io] VIII, al primero de febrero, y le suce-dió Sergio. Llegó la nueva desta elecció[n] a Lota-rio, y se resolvió sin otra más dilación enviar aItalia a su hijo Ludovico con un lucido ejército,dándole por asistente en su menor edad a Dro-gón, arzobispo metense, para pedir al nuevo Pon-tífice las insignias, así reales como imperiales ensu favor; pero como la sangre de la mocedad hier-ve7, y falte la madureza de la prudencia, sucedióque, entrando en Lombardía, la maltrató con losescuadrones de su ejército, causando daño a lospobladores, de manera q[ue] le concebieron enmala opinión, y lo que más fue de sentir, fueente[n]derse que todo lo aplaudió. Drogón llegóa Boloña y, movido de cólera, ma[n]dó que elejército se arrimase a la ciudad. Causó esto tangrande miedo y alteración a toda aquella ciudady pueblos vecinos, que por remedio tomaron des-ampararla y salvarse en las partes más secretas yescondidas de su comarca, huyendo la inhumani-dad y crueldad de la furia francesa. No dilatóDios el castigo a estos excesos, porq[ue]camina[n]do y llega[n]do a la pue[n]te Capilla, semovió de repe[n]te ta[n] gra[n]de torbellino yte[m]pestad con rayos y relá[m]pagos, q[ue] que-daro[n] muchos q[ue] iba[n] en co[m]pañía deDrogón heridos y maltratados; y es de co[n]side-rar dice Sigonio q[ue] los franceses aunq[ue]espa[n]tados y temerosos de tan gra[n]de prodi-gio, no dejaro[n] todavía su naturalco[n]dició[n], de usar como suele[n] su ferocidadcontra los pueblos y sus habitadores. Llegaro[n]estas calamidades a los oídos del pontífice Sergio,y quizá por evitar mayores insolencias se resolviórecebir a Ludovico con las mismas honras que asus predecesores, enviándole nueve millas lejos deRoma todos los jueces con sus banderas, y todo el

49Historia general - Cuarta parte

7 Hierve: en el texto original, “yerve”.

9Lotario entra aItalia a su hijoLudovico.

10Ludovico usacrueldades en Ita-lia.

11Castigo del cieloen el ejército deLudovico.

12El Papa recibeco[n] solemnidada Ludovico.

clero ca[n]tando sus himnos y últimamente a lospuestos de Roma las cosas sagradas co[n] sus cru-ces, las cuales luego que Ludovico las descubrió,se apeó del caballo, y mandó que todos pasasenadelante hasta la Vaticana, siguiendo él a pie, imi-tando en esto a Carlos, su abuelo; y subido quehubo la escalera, postrado, besó los pies al Pontí-fice, y dándole su mano izquierda, le llevó a laspuertas de la iglesia q[ue] con estudio habíahecho cerrar y volvié[n]dose a Ludovico, le dijo:Ludovicae si pacis, ac salutis Ecclesiae venisti iussumeo haec tibi portae patebunt, sin autem nuquamper me tibi aperientur; y respondió Ludovicoq[ue] imita[n]do a su padre y agüelo venía conánimo puro en favor de la Iglesia; mandó luego elPontífice que se le abriesen las puertas y entraronen la iglesia y habiendo oración, cantó el cleroBenedictum esse qui veniret in nomine Domini.Hecha esta solemnidad y dada gracias al Señor yechada la be[n]dición por el Pontífice al pueblo, sefueron a los cuartos de su hospedaje, au[n]que losfranceses que habían quedado fuera de Roma ensus guarniciones, continuando sus insolencias, nosolo se contentaro[n] destruir las huertas y aprove-charse de las frutas, pero derribaro[n] como ene-migos las casas, que dio ocasión para repararmayores excesos y daños, que el Po[n]tífice man-dase que no entrasen en Roma, cerrá[n]doles laspuertas de la ciudad. Pasado algunos días, quisoLudovico verse con el Pontífice, y declarándole elintento de su llegada a Roma, que era para coro-narle Rey de Italia y Emperador de Roma, enco[n]formidad de lo que Lotario, su padre, lepedía; vino bien el Pontífice a esto, y con muchabenignidad, le coronó a vista de todo el pueblo yde gran número de gente que había acudido detoda Italia, de q[ue] hace Sigonio larga exagera-ción; luego que Ludovico consiguió su intentopartió a Pavía. Sucedió que en el año siguiente de846 los sarracenos de África, cudiciosos del saco

50 FRANCISCO DE VICO

13Le corona Rey deItalia.

q[ue] podían dar a Roma, salieron con muchosnavíos infestando los mares de Italia; y entrandoen Roma y saqueando las iglesias, sacaro[n] dellastodo lo que pudieron, hasta arrancar las puertas deplata de la Vaticana, y salie[n]do por la vía Apia, sefuero[n] por las heredades, quemando los pueblos,y vinieron a parar en Gayetana. Avisado destoLudovico, envió contra dellos a Vidón, Duque de[E]spoleto co[n] un ejército, pero fueron éstos deta[n] poco provecho, que viniendo a pelear co[n]los sarracenos, se pusieron en fuga. Sucedió el año siguiente de 847 la muerte de Ser-gio y era tanta la aflicción que los de Roma sen-tían de los trabajos que causaba[n] a toda Italia lossarracenos, que sin perder hora le dieron sucesor,que fue León IIII, varó[n] prudente, grave y deaprobada opinión y santidad, y se resolvieron con-sagrarle, sin aguardar otro aviso ni consentimientodel Emperador. Entendióse que los sarracenosdevastaban toda la provincia de la Campania, des-truyendo todos los monasterios y que habíanresuelto entrar en el monasterio tan celebrado deMonte Casino y permitió Dios que llegando sobrela noche al río que está junto al lugar,querié[n]dole vadear, llovió tanto, que con lasinundaciones se hizo como un esta[n]co de martan gra[n]de que vadeá[n]dose el día antes casi apie enjutos, no se podía pasar después con barcos;con lo cual, como desesperados, se fueron aembarcar, y estando en los navíos, le sobrevinota[n]ta tempestad, que hubiero[n] de perecermuchos, ejercitándose en ellos la ira de Dios porlos agravios había[n] hecho a las iglesias y monas-terios de sus sa[n]tos, con la cual quedó libre Italiade la furia destos bárbaros, y pudo el Pontífice elaño siguiente de 848 ejercer sus santas y pías obras,reparando la Vaticana de los santos apóstoles Pedroy Pablo con nuevos ornamentos y con tantosdones, que se restauró todo lo q[ue] se había per-dido.

51Historia general - Cuarta parte

14Sarracenos deÁfrica infesta[n] aItalia y saquea[n]a Roma.

15Vidón, Duque de[E]spoleto, saleco[n]tra los sarra-cenos que estabanen Italia.

16Sergio, Papa,muere.

17Le sucede LeónIIII.

18Sarracenos devas-tan la Italia.

19León, Papa, hacedilige[n]cias enguardar a Romade los sarracenos.

El año siguiente de 849, previniendo el Papa consu prudencia el daño que le podían causar lossarracenos, reparó las murallas de Roma, que esta-ban cayéndose, puso nuevas puertas a los portalesdellas, renovó quince torres y ma[n]dó fabricar dosa la boca del río Tíber por impedir la entrada delos navíos, y por estar aquella ciudad falta de gentehizo diligencia Lotario y Mauricio, ejercitándolosa la defensión de Roma y a los patricios ausentespara repatriarse y asistir a su defensa; y juntamen-te escribió a un juez o preside[n]te de Sardeña quepor la vecindad de Roma debía de ser el Juez deGalura q[ue] tenía el puesto en Civita o Pausania,hoy Terra Nova, y el de Posada y Orosei, distantesde Civitavieja a Roma solo lo que es navegación deveinte horas, que enviase para la custodia de Romagente armada, como co[n]sta de las palabras de sucarta que son éstas:Celsitudinem vestram duximus observandam, utnobis quãta tua providerit magnificentia, armatos,sive pueros, sive adultos, ac iuvenes, cum armis suismandare dignemini, que quiere decir “Rogamos aVuestra Alteza q[ue] cuanto fuere posible dé ordende socorrernos con ge[n]te de armas de cualquieraedad que sean”.Con tantas diligencias y preve[n]ciones delPo[n]tífice pía y valerosamente se moviero[n] losnapolitanos, los de Gayeta y Melfi a armar muchosnavíos y socorrer a Ostia, do[n]de habían asistidolos sarracenos; acompañóles el po[n]tífice León yhaciendo oració[n] como otro Moisén, mandó alos capitanes q[ue] acometiesen a los moros que yahabía[n] tomado tierra, a los cuales co[n] señaladavictoria o mataron o compeliero[n] a embarcarsecon infame fuga, que no paró hasta su tierra. Destavictoria se glorió mucho el pontífice León, escri-bie[n]do a Ludovico, y le dice que pone Dios a sussacerdotes las armas en las manos, y los gobiernapara semejantes ocasiones.Con esto pararon algunos años estas guerras y

52 FRANCISCO DE VICO

Año 849.

20León, Papa, pidegente armada aSardeña en soco-rro de Roma.

21Napolitanos soco-rre[n] a Romaco[n]tra los sarra-cenos.

rehacie[n]do sus fuerzas los sarracenos salieron conuna gruesa armada, y les fue la fortuna tan favora-ble, que no solo co[n]quistaron otra vez a Sicilia,pero saquearon muchas partes de Italia y conquis-taro[n] en Córcega la mayor parte della.Los años 853, según lo refiere Onofrio y Fazello, yde la misma manera afligiero[n] la nuestra Sarde-ña, como los mismos autores dice[n], saquea[n]doy apoderá[n]dose de las partes marítimas, retirán-dose las gentes la tierra ade[n]tro sin poder serve[n]cidos, como lo fuero[n] los corsos, no los deCorregia, como Illescas engañado dice; los cuales,para ponerse en cobro se fuero[n] a Roma, do[n]defuero[n] acogidos por el papa León IIII.El año siguiente de 854, señalándoles por habita-ción el presidio Vaticano, que después fue llamadaCiudad Leonina de su no[m]bre, aunque Sigoniopone esto en el año 855, y que murió León 16kalendas augusti del mismo año, sucediéndoleBenedicto Tercero. En tie[m]po deste verdadera-mente santo Pontífice pareció en Roma en el tem-plo de Santa Lucía un basilisco criado allí, dondesin temor alguno entró el Pontífice y le mareó conla señal de la Cruz, y a la fama de la mucha santi-dad de León, vino de Inglaterra su Rey, y le dio laobediencia, y le ofreció una moneda de plata cadaun año por cada persona de las de su Reino, queasí querían parecer él y los suyos sujetos y obedien-tes a los sumos pontífices, de quienes (hoy sacríle-gos) quieren ser cabeza sus sucesores. Apócrifa-me[n]te quieren algunos q[ue] haya mediato entreLeón y Benedicto cierto Juan Anglo; esto apuntopara que los doctos no me calumnien deomisió[n], pero no para que tenga fundamento loque dicen.

53Historia general - Cuarta parte

22Sarracenos vuel-ven a infestar aItalia.

23Sardeña afligidade los sarracenos.

24Corsos desampa-ran la isla y seva[n] a vivir aRoma.

25Basilisco enRoma muertopor Leó[n].

Capítulo XIDe la división de reinos q[ue] Lotario, Emperador yRey de Francia, hizo entre sus hijos; y cómo le suce-dió en el imperio y reino Ludovico Segundo, su hijo.Deseando Lotario mudar estado, quiso primero,esta[n]do todavía en el siglo, componer el gobier-no de sus reinos y hacer división dellos entre sushijos y junta[n]do Cortes para esto, señaló a Ludo-vico la Italia co[n] el imperio, a Lotario la provin-cia de Lorena, y a Carlos de la Borgoña; y apartán-dose co[n] esto de las cosas te[m]porales, acogién-dose a las divinas, tomó el hábito de mo[n]je en elmonasterio premostense, donde acabó sus días 11kalendas octobris deste mismo año 858. Con lamuerte de Lotario entró Ludovico en el gobiernode su Reino de Italia y imperio, cuidando de sudefensa y de no ser ofendido de extrañas naciones,residiendo y administrando justicia, parte enPavía, parte en Milán y parte en las demás ciuda-des de Lombardía; y hallándose en Mantua leenvió Pedro, Duque de Venecia, por legado yembajador a Deodato, y obtuvo por su intercesiónconfirmació[n] de todas las posesiones que teníany poseían los clérigos y pueblos en aquel estadoveneciano. Partió Ludovico co[n] la Emperatriz, sumujer, el año siguiente de 856, a Venecia, dondefue recebido co[n] grande honor y aco[m]paña-mie[n]to del Duque y pueblo veneciano, y sacó dePila a una hija del Duque, para más estrechar lacorrespondencia entre ellos. Volvió Ludovico aRoma el año siguiente de 857, donde juntándosecon el papa Benedicto, consultaron entre ellos lascosas que parecían ser necesarias a la Iglesia, ygobierno de Italia; y puesto en ejecución todo loacordado, se volvió a Lo[m]bardía el año siguientede 858, donde tenie[n]do avisos que el papa Bene-dicto había muerto 6 idus aprilis se volvió a Romapara asistir a la nueva consagración del nuevo Pon-tífice, que fue Nicolao, primero deste nombre,q[ue] era cardenal diácono de grande doctrina y

54 FRANCISCO DE VICO

ILotario divide losreinos entre sushijos.

2Toma el hábitode monje en pre-mostense.

3Ludovico Segun-do, Rey de Italia,gobierna el impe-rio.

4Va a Venecia.

5Benedicto, Papa,muere.

6Le sucede Nico-leo.

santidad en aquellos tiempos; y asistido que huboLudovico a su consagración, trató de su vuelta aLombardía, y queriendo ir a verle el Po[n]tífice,salió Ludovico a recebirle a caballo un grande tre-cho y a su vista se apeó antes por un largo espacio,y sin consentir apear al Papa, tomó el freno delcaballo, llevándole por su mano hasta a la posada,y co[n]clusos los negocios, habiéndose de volverLudovico a Lombardía, salió el Pontífice paraRoma, acompañá[n]dole Ludovico con la mismaceremonia, tomando por su mano el freno delcaballo en que iba y llegando al puesto que se habí-an de despedir, le besó los pies con mucha humil-dad; co[n] lo cual el Po[n]tífice se volvió a susa[n]tuario, y Ludovico siguió su camino, en elaño 859.En los años siguientes pasaron las cosas memora-bles q[ue] refiere Sigonio, particularme[n]te laconversión de los búlgaros a la fe, sin levanta-mie[n]tos ni tumultos co[n]siderables hasta elaño de 865, que hubo en la Campania una cruelguerra q[ue] tuvo con inquietud a Ludovico,movida por Seodano, sarraceno, a instigación deAdelgiso, Duque de Benave[n]te, co[n]tra elPrincipado de Capuano; conquistado q[ue] lehubo, se pasó a los campos de Nápoles, atalandocon armas y fuego cuanto podía, destruyendomuchos pueblos, que refiere Sigonio. Co[n] estasvictorias glorioso Seodano, sarraceno, derribómuchos castillos y entró en el monasterio de SanVicente, q[ue] era muy rico, desamparado detodos los monjes y pusieron a saco todo lo quehabía en aquel santo convento, sin dejar de bus-car todos los escondrijos, hasta que hallaron lobueno y lo mejor de las riquezas de aquel conven-to que habían escondido; y pasando más adelan-te se llegaron hasta a las puertas de la ciudad deCapua, no perdonando a cua[n]tos ho[m]brestopaban por el camino, y luego pasó a Teano ydudando Bertario, Abad del monasterio casinato

55Historia general - Cuarta parte

7Ludovico asiste asu co[n]sagra-ció[n].

8Se vuelve a Lom-bardía.

9Reverencia alPo[n]tífice.

10Guerra en laCampania con lossarracenos.

11Seodano,moro,destruye muchospueblos en elReino de Nápo-les.

12Entró en elmonasterio deSan Vicente.

su ruina, envió a Seodano, sarraceno, tres milescudos por Romaldo, diácono de la mismaorden, para librarse de la invasió[n] q[ue] podíahacer en aquel monasterio. Estos mismos trabajospasaba[n] en Lombardía, para cuyo reparo envia-ron los longobardos a llamar al emperador Ludo-vico, para librarlos de la ferocidad de aquellosbárbaros sarracenos que la inquietaban y desean-do Ludovico acabar de una vez con los sarracenosy librar a toda Italia de su tiranía, pidió auxilio yayuda a su hermano Lotario en Fra[n]cia, concuyo socorro fue a cobrar de los sarracenos la villade Luceria en Pulla; y aunque en la primeraempresa no le salió bien, pero rehaciendo despuéssu gente, rompió a los sarracenos y cobró la villacon todos sus castillos y comarca; pero pasandomás adelante para cobrar a Barrio, se le opusieroncon tan gallarda resiste[n]cia los sarracenos queno pudo co[n]seguir su intento; con estos traba-jos y con el excesivo calor del estío e intemperiedel aire, acompañado con la ponzoña de las ara-ñas, que no eran pocas en aquella provincia, pere-cieron muchísimos soldados de Lotario, con locual y co[n] haberse retirado Ludovico a Bena-vente se fueron los sarracenos al monte Gorgono,y entraron en el monasterio y robaron todos losque habían acudido a aquella santa casa por sudevoció[n]. Este caso puso en grande miedo alEmperador, al Pontífice y a los romanos, y fueta[n] notable el sentimiento del Pontífice, que sepuede probablemente creer q[ue] murió dél 11kalendas decembris; y juntándose el clero y el pue-blo romano no[m]braron por sucesor a Adriano,segu[n]do deste nombre, que pasó con Lotariolos lances que refiere Sigonio en los sucesos delaño 868, sobre el adulterio de que había acusadoa su mujer Teoberga, casándose con su amigaGualdrada. Esta elección ni se consultó parahacerla, ni después antes de su consagración conel Emperador, ni co[n] sus embajadores, aunque

56 FRANCISCO DE VICO

13Lombardosllama[n] a Ludo-vico.

14Ludovico cobra aLuceria co[n] suscastillos a laPulla.

15Los sarracenosintimidan aLudovico, al Pon-tífice y a losromanos.

16Nicolao, Papa,muere.

17Le sucede Adria-no II.

18Ludovico formódos ejércitos con-tra los sarracenos.

los tenía en Roma, de que se querellaron y la res-puesta fue que no en desprecio del Emperador,sino por extirpar el abuso se había hecho.Ludovico después lo aprobó y cuidadose de echarde Italia a los moros, y desapoderarlos de Bari,pidió favor al Emperador griego que era Basilio, yapretando los moros con dos ejércitos de mar y tie-rra; ellos cansados de las guerras pasadas y desespe-ranzados de socorro le desampararon, con lo cualsuspendió Ludovico la guerra, y se pasó a Roma yel Duque de Benavente dicen que pasó a nuestraSardeña a socorrerse el año siguiente de 870.Quedó Taranto con otros lugares de Calabria porlos sarracenos; el año siguiente de 871, se coronósegunda vez del papa Adriano Ludovico, con cuyaausencia Seodano y otros inquietaron otra vez aBenavento, Capua y otras muchas ciudades deaquellas comarcas, formando ejército co[n]traLudovico, el cual no dando lugar a tantas rebelio-nes, partió luego con su ejército contra el Duquede Benavente, principal motor desta sedición, quedudando de su perdición, se apartó de la conspira-ción, y le fue al encuentro, ofrecié[n]dose obede-cerle en todo lo que le mandare con estas palabrasde sumisión y con los dones y presentes que le dio,se redujo Ludovico fácilmente a su perdón, ydejando a Benavente, pasó adelante con su ejérci-to a las demás ciudades, las cuales recobró sin fuer-za, quitada Capua que quiso resistirle co[n]fiadacon sus edificios; pero co[n] el sitio que le puso,sin dar lugar a sus habitadores que saliesen della,padeciendo extrema necesidad se resolvieronecharse a los pies de Ludovico, y para q[ue] co[n]más piedad se moviese a perdonarlos, enviaron a suobispo co[n] el cuerpo de san Germán, y abiertaslas puertas, se fueron a los reales de Ludovico y,postrados a sus pies co[n] llorosos gemidos y sus-piros le rogaron que ya por sus merecimientos nofuesen dignos de perdón, a lo menos lealca[n]zasen por los de aquel santísimo cuerpo.

57Historia general - Cuarta parte

19Cobra a Bari.

20Se retira a Roma.

21El Duque deBenave[n]te pasaa Sardeña porsocorro.

22Taranto quedópor los sarrace-nos.

23Ludovico parteco[n] su ejércitocontra Benavente.

24El Duque deBenave[n]te sereduce a la obe-die[n]cia deLudovico.

25Capua sitiada deLudovico.

26Se reduce a suobediencia.

Movido Ludovico de sus lástimas les perdonó,conque los sarracenos quedaron expulsos de aque-lla provincia, y Ludovico se pasó a Benavente,deja[n]do en aq[ue]llos pueblos gallardo presidio,con lo cual y con éstos lice[n]ció parte de los sol-dados, y Adelgiso que todavía tenía la traición enel cuerpo, representó a Ludovico q[ue] lo demásdel ejército gravaba sumamente a todos aquelloslugares, y le rogó que despidiese todos los solda-dos; y creyendo Ludovico que lo q[ue] proponíaAdelgiso era co[n] piedad de aliviar de los trabajosa aquellos pueblos vino bien en despedir los solda-dos, deteniéndose solo su guardia, con lo cualquiso Adelgiso ejecutar sus dañados inte[n]tos, yjuntándose con los aliados, para la traiciónco[n]tra Ludovico, en escuadra formada se fueronen el día aplazado a las casas donde vivía a la horade sexta, que es el medio día casi, y de golpe qui-sieron entrarla y como esto fue co[n] algun ruidoy estrépitu de armas, despertado Ludovico, saltóluego de la cama y toma[n]do las armas con losdemás de su guardia, acudieron a las puertas yhacie[n]do resiste[n]cia a los alevosos les reprochóy se libró de la traición. No paró en esto la osadíade Adelgiso, porque viendo que sin daño de supersona ni de sus aliados podía quemar a Ludovi-co, de[n]tro de su casa, hizo traer muchos fajos deleña para ejecutarlo. Puso esta resolución de Adel-giso en grande miedo a Ludovico, que le obligó apedir paces, a lo cual respondió Adelgiso que deninguna manera vernía a ellas, si no es que juraseprimero que no entraría jamás en ninguna parte delos confines de Benavente, ni que tampoco toma-ría venganza desta injuria, a lo cual vino bienLudovico, para librarse de la necesidad y apreturaen que estaba; y así lo juró sobre las reliquias de lossantos, y poniéndolo en ejecució[n], se salió luegode Benavente y se pasó a Berola, donde se entretu-vo casi un año; y en el siguiente de 872 echó nuevemil sarracenos que estaban por allá y se fueron a

58 FRANCISCO DE VICO

27Adelgiso co[n]segu[n]das inten-ciones persuade aLudovico despidalos soldados.

28Usa traició[n] aLudovico.

29Ludovico se libradella.

30Ludovico persi-gue a los sarrace-nos.

Capua, y siguié[n]dolos el ejército de Ludovico, sesalieron de todo aquel Principado y se pasaron aCalabria, y después de haberla casi destruida, seembarcaron para África, conque quedaron librestodas aquellas provincias de las tiránicas vejacionesde los sarracenos; a esto sucedió la muerte del pon-tífice Adriano kalendas novembris, sucedié[n]doleJuan, octavo deste no[m]bre. Con esta ocasió[n]Ludovico, que tenía escrito en su memoria la ale-vosía tan atroz que en su persona intentó Adelgiso,se fue a Roma, donde fue recebido del Pontíficecon mucha honra; y entre otros coloquios q[ue]tuvo con él, le pidió que co[n]vocase consilio, por-que le importaba proponer en él un negocio graveque se le ofrecía; y congregado que lo hubo el Pon-tífice propuso en él las maldades y traiciones deAdelgiso, obligá[n]dole con juramento a no tomarvenganzas dellas, pidiendo que se declarase sobre lainvalididad de aquel juramento, y todos de confor-midad declararon por enemigo capital del Empe-rador y por traidor a Adelgiso, y q[ue] eljurame[n]to no era válido, atendido el aprieto enq[ue] se hallaba cua[n]do lo prestó de conservar suvida; y con esta resolución el Pontífice le dio laabsolución, con la cual ju[n]tó Ludovico un pode-roso ejército contra Benavente; y Adelgiso, el cual,desconfiado de sus fuerzas, considerando que sal-var su vida solo co[n]sistía en la fuga y salir delReino, se huyó a la de Córcega, co[n] lo cual sevolvió Ludovico el año siguiente 874 a Lombardía,y hallándose en Milán el año siguie[n]te de 875, lesobrevino una grave enfermedad de la cual murióen el mes de agosto, y fue enterrado en la iglesia deSan Ambrosio, donde se lee en su sepultura unletrero que dice así: Fuit vir, pietate, iustitia & Reli-gioni insignis; todo esto, toca[n]te a Ludovico II,he querido referirlo aquí, por no hallar q[ue]Mejía, Pineda ni Blondo hagan mención dél en lavida que escriben deste Emperador.

59Historia general - Cuarta parte

31Se retira[n] a laCalabria.

32Se conjuraronpara África.

33Adriano, Papa,muere.

34Le sucede JuanVIII.

35Ludovico pide alPapa q[ue] junteConsilio.

36Propone en él siestaba obligado aguardar el jura-mento Adelgiso.

37Ludovico parteco[n] su ejércitoco[n]tra Adelgiso.

38Adelgiso se huyea Córcega.

39Ludovico muere.

Capítulo XIICarlos Calvo sucede a Ludovico y de la molestia que

los sarracenos dan a Italia.A Ludovico II sucedió Carlos Calvo, Rey deFra[n]cia, en el imperio, de cuyos progresos no tra-taré aquí por no tocar a nuestra historia, remitién-dome a Mejía, Sigonio y otros autores que tratandellos en su vida; aquí solo referiré q[ue] en el año878, hallándose Carlos Calvo en Francia acudien-do a las cosas de por allá, los sarracenos q[ue] ha-bían sido echados y expulsos de Taranto en elReino de Nápoles por Ludovico, se rehicieron enÁfrica y volvieron con un copioso ejército a cobrara Barrio e infestar todos los lugares circunvecinos einducieron a los de Salerno, Melfi y Nápoles, quehechos a una con ellos fuesen contra Roma. Tuvodesto noticia el pontífice Jua[n] Octavo que habíasucedido al Adriano en el año 872, y deseandooponerse a tan inica unión, se valió de Lamberto yVidón, hermanos, Duques de [E]spoleto, yjunta[n]do el ejército que pudieron se fueron haciaNápoles y Salerno, y unié[n]dose co[n] Gaudife-rio, Príncipe de Salerno, le persuadieron que noobstante las treguas que tenía con los sarracenos, seuniesen todos co[n]tra ellos, y no pudiendo elPontífice reducir a Segio, Duque de Nápoles, aesta unión co[n]tra los sarracenos, le privó de lacomunión de los fieles, y co[n]tinuando en susdepravados intentos, hizo tregua con los sarracenosy los alojó junto a Nápoles, dándoles ocasió[n] dedestruir todas las ca[m]pañas de Benavente,Capua, Salerno y Roma; con esta apretura el pon-tífice Juan envió dos obispos por sus legados a Car-los Calvo, para que cumplie[n]do con su obliga-ción y juramento que presto en favor de la Iglesiaacudiese co[n] su persona y ejército en defensadella, y cumpliendo con lo que el Pontífice le pro-puso, compuso a prisa sus cosas en Francia y par-tió con mucha riqueza a Italia y el Po[n]tífice paramás animarle a la guerra contra los sarracenos,

60 FRANCISCO DE VICO

ICarlos Calvosucede en elimperio a Ludo-vico II.

2Sarracenos vuel-ven al Reino deNápoles.

3Papa Juan hacedilige[n]cia con-tra los sarracenos.

4Envió legados aCarlos Calvoimplorando suauxilio.

5Carlo Calvo pasaa Italia.

salió en persona a recebirle y juntándose los dos enVercelli, se fuero[n] juntos a Pavía, do[n]de,esta[n]do tratando de los remedios q[ue] había[n]de usar contra los sarracenos, los destobó la ejecu-ción dellos Carlomano, Rey de Baviera, q[ue]quiso pasar adela[n]te los intentos de su padre, yentrar en Italia con un poderoso ejército, q[ue]obligó a Carlo Calvo y al Pontífice tomar nuevasresoluciones y dejar a Pavía y pasarse a Tortona,do[n]de coronó a la emperatriz Rechildis. Iba cre-cie[n]do cada día más el ruido de la llegada de Car-lomano, y fue ta[n]to q[ue] se resolvió Carlo Calvoenviar todo su tesoro y joyas y recámara a Franciay partir luego él tras ella y esta[n]do ya en losAlpes, le tomaro[n] unas cale[n]turas recias y degrande peligro; pero fia[n]do su vida en la cura deun médico judío, le dio co[n] que muriese, llegan-do a Mantua, donde había llegado su mujerRechildis, en cuyos brazos acabó sus días nonaoctobris deste mismo año; a esta falta sobrevinopara desembarazo de los moros la disensión de losde Capua, que echaron a Landenulfo, su obispo,nombrando en su lugar a Landulfo, intercediendocon el Pontífice q[ue] le consagrase; y para que losde Capua no saliesen con su inte[n]to y el Pontífi-ce no aprobase cosa tan inicua, acudió luego Ber-tario, Abad de Mo[n]te Casino, y León, Obispo deTiana, a disuadírselo al Pontífice, el cual, aunqueal principio dijo que no daría lugar a lo que lepedía[n] los de Capua, pero después fuero[n] ta[n]poderosos los de aquella ciudad, que vino bien enconsagrar a Landulfo, que fue ocasión de suscitar-se una poderosa sedición en aquella ciudad; yvaliéndose de la ocasió[n] los sarracenos saliero[n]otra vez a destruir todos aquellos pueblos, con locual el Pontífice, para componer aquellas sedicio-nes, tomó por expedie[n]te poner por Obispo deCapua la antigua a Landulfo y a Landenulfo en lanueva, dividiéndose entre los dos igualmente losfrutos y re[n]tas de aquellas iglesias; no pararo[n]

61Historia general - Cuarta parte

6Le sale a recebirel Papa.

7Carlomano, Reyde Baviera, pre-tende a Italia.

8Carlo Calvomuere.Cuspinianus invita CaroliCalvi& Mexia, ibidem.

9Los de Capuaechan a su obis-po.

10Sedició[n] entrelos de Capua.

en esto las discordias, porq[ue] La[n]denulfo pidióal Po[n]tífice q[ue] le agregase a Gayeta, que estabaento[n]ces bajo de su dominio y se la co[n]cedió elPo[n]tífice; pero quiso apretar ta[n]to a los natura-les de Gayeta, q[ue] no pudiéndole tolerar, Docible,Duque de aquella ciudad, llamó los sarracenos q[ue]estaban en Agrópoli, y los alojó en el distrito de Fir-miano; puso esto en gra[n] cuidado al Pontífice yprocuró por todos los medios q[ue] pudo apartar alos de Gayeta de la confederación q[ue] había[n]hecho con los sarracenos; y persuadido a Docibleq[ue] tomase las armas contra dellos, pero le saliómal en la pelea, queda[n]do muchos de los suyoscautivos, y para alcanzar su libertad, hizo treguaco[n] los sarracenos, permitiendo q[ue] se fortifica-sen en los confines de Capua, cosa muy dañosa aRoma y a su comarca.A Carlo Calvo sucedió Ludovico Balbo en el año878 y al papa Jua[n] VIII Martino II en el año882, y a éste en el de 885 Adriano III, q[ue] deltodo desterró el abuso de esperar co[n]firmació[n]de los emperadores los po[n]tífices, a quie[n] suce-dió [E]stéfano VI, q[ue] vivió seis años, en cuyotie[m]po se volvió loco Carlos Calvo, Emperador,y fue electo Arnulfo; el Pontífice murió en el añode 891, sucedié[n]dole Formoso, en cuyaelecció[n] hubo cisma; éste coronó casi por fuerzaa Arnulfo, y gobernó la Silla Apostólica hasta elaño 896, en q[ue] le sucedió Bonifacio VI, q[ue]vivió solo quince días, ocupando su lugar [E]stéfa-no VII, q[ue] vivió un año y tres meses. Murió ensu tie[m]po Arnulfo, comido de piojos; fue electoen su lugar Ludovico, su hijo, y en el del Papa,Romano, y au[n]que deste no[m]bre si duda lanació[n] si español o fra[n]cés, acabó su po[n]tifi-cado en el año 898, co[n] cuatro meses y veinte ytres días q[ue] le administró y le sucedió TeodoroII, q[ue] solo gozó veinte días. En este tie[m]po losmoros infestaba[n] a Italia y se apoderaro[n] demo[n]te San Angelo o mo[n]te Gargano; sucedió

62 FRANCISCO DE VICO

11Docible, Duquede Gayeta, llamalos sarracenos.

12Ludovico Balbosucede a Calvo.

13Pontífices yemperadoresdiversos desde elaño 878 hasta elde 1000.

al pontífice Teodoro Juan IX, q[ue] lo gobernóhasta el año 900 a quie[n] sucediero[n] 51po[n]tífices, hasta q[ue] llegó a ocupar la SillaApostólica Eugenio III, q[ue] entró a gobernarlaen el año 1145, y duró hasta 1153. Por estos años,después de haber poseído el imperio diversos prín-cipes, vino a la postre a Federico Primero, de cuyavida se tratará más adelante en el capítulo 17, porlo que toca a nuestra historia.

Capítulo XIIIDel tiempo en que los moros entraron en Sardeña yde la parte q[ue] en ella tuvieron y cuándo fueronexpelidos con favores de genoveses y pisanos, y conqué títulos pretendieron dominio en Sardeña, y enqué parte. Y de las armas que dio el Pontífice y con

que quedó Sardeña.La miserable destruición de España, en castigo deculpas y delitos, en q[ue] escogió Dios por instru-mento la crueldad bárbara de los moros, de mane-ra los ensoberbeció que hechos co[r]sarios del mar,ocuparo[n] la Sicilia, Calabria y Pulla, y pasaro[n]hasta la ciudad santa de Roma, y la pusiero[n] asaco, quema[n]do las antiguas poblaciones defuera con las del monte Vaticano, y así continua-ron co[n] varios sucesos infestar la Toscana, Cala-bria y Sicilia; y aunque Sardeña se conservaba sinpadecer sus daños, pero llegando los años 936, yaempezaron a sentir la mala vecindad q[ue] deEspaña y África le hacían los moros, sin q[ue] fal-tasen a su gobierno antiguo político de sus jueces;pero como el poder de los moros fuese enaume[n]to, así fue necesario prevenir laresiste[n]cia y para ella parece q[ue] por los añosmil, los prelados y nobleza del Judicado de Torresy Lugudoro, continuando la elecció[n] de sus jue-ces, eligieron para q[ue] lo fuese suyo un varó[n]insigne, llamado Andrés Tanca, el cual gobernaba

63Historia general - Cuarta parte

Año936.

IMoros y losdaños que causa-ba[n] en todas lastierras marítimasde Italia.Zurita lib.5.cap.10.

10002

Andrés Ta[n]ca,gobernador deSardeña comoJuez.

muy a satisfacción de todos co[n] valor yprude[n]cia a Sardeña y la denfendía de los moroscua[n]to bastaba[n] sus fuerzas; pero como éstasno pudiesen resistir cua[n]to era necesario a la granpuja[n]za y poder de los moros, hubieron de ganarel Cabo de Cáller, resistiéndoles valerosame[n]teporq[ue] no se adela[n]tasen a más. Avisó al SumoPontífice pidié[n]dole socorro; éralo entonces JuanXVIII, q[ue] se hallaba con igual opresió[n] por laentrada de los normandos en Lo[m]bardía, y por lade los moros en Sicilia, con q[ue] publicó el Pon-tífice que daba el dominio útil de Sardeña aquie[n] la libertase de Musato, que así se llamabael Rey moro q[ue] había ganado a Cáller.Los genoveses q[ue] era[n] poderosos en la mar,había[n] tenido concesión del Po[n]tífice en lamitad de la isla de Córcega, y poco a poco se apo-deraro[n] de toda ella y co[n] esta vecindad y oca-sió[n] de procurar libertar lo que poseían en Cór-cega, procuraban introducirse en Sardeña y jun-tarla a su dominio; detuvoles en este deseo q[ue]los moros, buscando sus presas, dieron sobre lasriberas de Génova, en ocasión q[ue] sus patriciosy más poderosos vecinos faltaban della co[n] susarmadas, y habie[n]do sacado una muy granpresa, se recogían con ella; pero deja[n]do losgenoveses intentos particulares por el socorro desu patria y República, unieron sus armas co[n] talpresteza, que antes que los moros pudieron aco-gerse, le dieron alcance sobre la[s] isla[s] Bucena-ras, cercanas a Sardeña, donde les dieron batalla yrecobraron la presa con mayor despojo que laganaron los moros, causándoles mucha pérdidade ge[n]te y galeras; algunos duda[n] desta victo-ria, pero como los sucesos del saco de Génovaaun los prevenieron señales porte[n]tosas, comofue manar sangre humana una fue[n]te que hayen una de las calles de Génova, que se dice Bor-digoto y los moros se retrajero[n] por algunosaños. Necesariamente habemos de confesar el

64 FRANCISCO DE VICO

3Arzobispo deCáller q[ue] habíaen este tiempo.

4Moros entran enSardeña y gana[n]a Cáller.

5Genoveses sehabían apoderadode Córcega y pre-tendía[n] a Sarde-ña.Sigon.1025.

6Moros saquea[n]a Génova.Folleta.Illescas in Pontifi-cali, tom.I.lib.4.cap.66.

daño y su restauración, por ser efectos tangra[n]des los q[ue] los prueban.Los pisanos que no eran menos poderosos q[ue]los genoveses en sus repúblicas, y en la mar,co[n]vidados del edicto Apostólico, que, comodijimos, daba el dominio útil de Sardeña a quienla librase de moros, juntaron una gruesa armadacon que se determinaron ir a Sardeña, para echardella los moros; pero como las antiguas competen-cias de Pisa y Luca estuviesen muy vivas, a penasvieron los de Luca en camino a los de Pisa, cuan-do se pretendieron apoderar della, conque fue for-zoso dejar lo ajeno por socorrer lo proprio; habien-do llegado a puerto de Torres y teniendo concerta-do con el juez Tanca la facció[n] y infelicidad quepadecía Sardeña en su restauración, como tantasveces la Tierra Sa[n]ta, y impidié[n]dose las armascristianas en los efectos mayores co[n]tra los ene-migos de la fe por sus particulares sentimientos ydiscordia.Volviéronse los pisanos con tal feliz suerte que res-tauraron cuanto los de Luca les habían ganado,siguiéndolos hasta encerrarlos en su ciudad. Sabé-lico quiere que esta jornada de los pisanos fuese endefensa de las Baleares, pero como ellas y Sardeñasean ínsulas, engañóse en el nombre, y es fama queausentes los pisanos de su ciudad, la defendiero[n]de los de Luca los florentines y en señal de gratitudles dedicaron dos columnas de pórfiro los pisanos,q[ue] aún duraban en su tiempo. En fin, los pisa-nos, desembarazados y poderosos, trataron de vol-ver a la conquista de Sardeña y procura[n]do comodiestros en la guerra, divertir y enflaquecer las fuer-zas del enemigo, les pareció medio convenie[n]teenvestir a los moros por la Calabria, donde estabanapoderados de algunos lugares; así lo hicieron ycon facilidad les ganaron algunas fuerzas; enten-dióles el rey Musato el designio y usando delmesmo ardid, comenzó a prevenir armada y gente,publicando jornada a Calabria a la defensa, de lo

65Historia general - Cuarta parte

7Pisanos preten-de[n] a Sardeña.

8Los de Lucaimpiden a los dePisa y sonve[n]cidos.

Sigonio.Sabellico.

9Guerra entrepisanos y sarrace-nos.

q[ue] en ella poseía; pero mudando la derrotaimpensadame[n]te en Pisa, la ganó y saqueó, y laentregó al fuego, retirándose con cuanto pudo lle-var co[n]sigo de despojo y cautivos; co[n] esto sevolviero[n] los pisanos a su ciudad, dejada la Cala-bria y como la hallase[n] en el miserable espectácu-lo q[ue] representa una ciudad vencida, saqueada yabrasada, cuidaron luego de su restauració[n], yardiendo en ira y ve[n]ga[n]za del agravio padeci-do, determinaron de emplear todas sus fuerzasco[n]tra Musato y sus moros, co[n] q[ue] por sí ypor la confederación con Tanca, nuestro Juez,entraron en el hecho con muy grande gusto yempeños; caminaron, pues, felizmente a puerto deTorres, donde les aguardaban Tanca, nuestro Juez,bien aco[m]pañado de sus sardos y ambos unidos,pisanos y sardos, envistiero[n] por mar y tierra aMusato, y sin q[ue] le valiese[n] sus preve[n]cio-nes, tasadame[n]te pudo escapar huye[n]do co[n]algunos pocos suyos, quedando por aquella vezSardeña del todo libre de los moros, que fue en losaños 1011, en que también fueron echados deSicilia absolutamente.Las fuerzas de todos los potentados de Italia uni-das, con la autoridad y diligencia del santo pontí-fice Sergio Cuarto, sucesor de Juan Décimo Octa-vo, habían intervenido a la expulsión de los morosen Sicilia, y habiéndola conseguido felizmente,sobre el partir el despojo que fue grande y precio-so, se dividieron en bandos y parcialidades, quecobraro[n] fuerzas del todo con la muerte de nues-tro santo pontífice Sergio; Musato que, aunqueechado de Sardeña y Sicilia, quedó con fuerzasbasta[n]tes en otras tierras de España y África, lasjuntó todas y valiéndose de nuestra mal considera-da divisió[n], tornó sobre Sardeña y envistió la ciu-dad y puerto de Cáller, de donde había sido expe-lido; y echando dél a los pisanos, pagaro[n] los quepudo cautivar de los sardos su crueldad bárbara,vengando el favor con que habían acudido a los

66 FRANCISCO DE VICO

10Pisanos unidoscon los sardosve[n]cen a Musa-to.

11Sergio sucede aJuan XVIII.

12Moros se vuelvena apoderar deSardeña.

pisanos, o, por mejor decir, con que habían procu-rado su libertad.Murió el papa Sergio y sucedióle en el celo y pues-to Benedicto Octavo; y así cuidadoso de la libertadde Sardeña, animaba a los pisanos que la recobra-sen, en la parte que los moros tiranizaba[n]; y poresforzarlos más les hizo legado al cardenal ostiensecon facultad de envestirlos en las dos islas de Cór-cega y Sardeña, reservado sie[m]pre el dominiosupremo de la Sede Apostólica, y para pre[n]dasdello y en símbolo de su significación, les envió unestandarte en que iba bordada una cruz bla[n]ca encampo rojo, que fueron después armas del Reinode Sardeña, a que se añadiero[n] en el tiempo queveremos las cuatro cabezas de moros, con que haquedado y hoy conserva.Logróse la santa intención del Pontífice, y lospisanos se animaron y, juntando gente y armas,pasaro[n] a Cáller, do[n]de los sardos, ayudadosde su valor, lo mostraron tan grande de que expe-lieron de la isla todos los sarracenos. Pero era elrey Musato tan valeroso y sabía cuánto le impor-taba Sardeña para sus correrías, de manera quenu[n]ca se daba por vencido, aunq[ue] le saliesentales q[ue] le obligasen a desistir totalme[n]te dela empresa; y, así, au[n]que en tres años no volviósobre Sardeña, q[ue] fue del de 1015 en este añoju[n]tó una casi infinidad de moros co[n] q[ue]vino sobre ella, sie[m]pre a la misma parte delCabo de Cáller, y aunque fue resistido de pisanosy sardos, el mucho número de los moros y la de-sesperación de favor en los nuestros, los redujo arendimie[n]to, quedando los sardos a la bárbaravenga[n]za de los moros, y retirándose los pisanoscon partidos.Bien en breve sintió toda Italia el yerro que habíahecho co[n]tra sí en dejar por presa de los bárba-ros a Sardeña, porque soberbios los moros con lavictoria y poderosos con la riqueza y abundanciade la isla, de manera inquietaban a toda Italia que

67Historia general - Cuarta parte

13Papa Benedicto,sucesor de Sergio,anima a la expul-sión de moros deSardeña y a armasque la dio.

14Cardenal Ostien-se legado a lospisanos.

15Armas de Sarde-ña.

16Pisanos y sardosexpele[n] de Sar-deña a los moros.

17Tornan los morosa ganar a Cálleren Sardeña.

sus riberas eran presa dellos, por la comodidaddel sitio de Sardeña y seguridad para su acogi-miento.Lastimados pisanos y genoveses de los males q[ue]sentía[n], determinaro[n] unir sus fuerzas co[n]tralas de Musato, para desarraigarle de Cáller, y, escar-me[n]tados del mal suceso de Sicilia sobre la divi-sión del despojo, se convenieron en q[ue] los luga-res q[ue] se recobrasen fuesen de Pisa y los despo-jos y presa de Génova. Había crecido ta[n]to elpoder de los moros que a ninguna de las doscomunidades de Pisa y Génova bastaba por sí solapara vencerle. Unidos pues, avisaro[n] a los sardosde cuán animosa y determinadamente entraba[n]en la empresa; los sardos tomaron a su cargo la tie-rra y los genoveses y pisanos el mar. No ignorabaMusato la forma de guerra la intención de unos yotros, y, así, esperaba prevendio y recatado; perocomo a un mismo tiempo se les diese la guerra pormar y tierra, quedó co[n]sumido tras largo cerco; yexperime[n]tados sardos y pisanos, q[ue] eraMusato hidra que no cortando la principal, rena-cía en otra cabeza, para daño de tantos, emplea-ro[n] su industria y valor en prenderle y matarle, yen fin pudieron habelle a las manos y le llevaronpreso a Génova y de allí a Alemania, presenta[n]doal Emperador co[n] la legació[n] que llevó el obis-po de aquella ciudad.Estimaron tanto los pisanos esta victoria que latuvieron por muy gloriosa entre sus empresas, y asíla procuraron perpetuar por los siglos futuros, conmemorias que fuesen cuanto es permitido en lohumano perpetuas; grabáronla en mármoles que lopublicasen y el q[ue] se puso en su iglesia mayor odomo de Pisa tiene un elogio o epigrama que dice:

His maiora tibi post haec urbs clara dedistiGens Sarracenorum perijt sine laude suorumTertia pars mundi sensit tua signa triumphi:

Africa, & c.Y concluye:

68 FRANCISCO DE VICO

18Genoveses, pisa-nos y sardos vie-nen contra losmoros de Sardeñay los vence[n].1018.

19Echan los morosy prenden aMusato.

20Los pisanos esti-maron muchoesta victoria.

Hinc tibi Sardinia dedita semper erit.No puedo dejar de advertir, que aunque señala elverso q[ue] siempre quedaría con esta hazaña Sar-deña por Pisa, y parece que habla de toda Sardeña;ni toda ella, ni aun su mayor parte como veremosfue de Pisa; porque en esta expulsión de Musato,como queda advertido, se co[n]venieron genovesesy pisanos que las tierras que se ganasen de losmoros quedasen a Pisa y la presa y despojos aGénova y Musato nunca tuvo más parte en Sarde-ña que el Cabo de Cáller, y de aquél solo lo queestaba muy poblado y cerca del puero, sin quepenetrase ni pasase en el interior, ni se apoderasedello; y au[n]que es esto verdad que nos la recono-ce[n] los antiguos historiadores proprios y extran-jeros como lo ha hecho Zurita a quien cito con suspalabras por no defraudar su dilige[n]cia, q[ue]dice[n]: Ni hallo autor grave q[ue] escriba por cons-tante que hubiese sido en algu[n] tiempo toda la islasojuzgada debajo del yugo de los infieles, pero elargumento irrefragable sobre ta[n]ta autoridad esla permanencia de tantos y tan ilustres templos,que quedaron ilesos. El gobierno proprio y políti-co de sus jueces q[ue] suste[n]taban en el Cabo deTorres co[n] Andrés Tanca, su Juez, antes de laentrada de los moros y pisanos, y después della ysu permanencia en el Reino en las ocasiones q[ue]el moro Musato expelió los pisanos, co[m]pelién-dolos a dejar la isla y lo que della tenían, antes seconvence co[n] innegable verdad el valor de Tancay sus sardos, en la defensa de la ciudad de Torres ysu Cabo; pues que au[n]que por cuatro veces,como hemos visto, se apoderó Musato del Cabo deCáller, nunca se adelantó ni pudo a más, en quesin duda fue valerosa y esforzada la resiste[n]cia,siendo el poder del moro tan grande, tan innume-rables sus ejércitos guiados de tan pertinaz y vale-roso caudillo, como fue Musato.Este moro q[ue] realmente fue para Sardeña lo queGerión en España para Hércules, como aquél se

69Historia general - Cuarta parte

21La parte q[ue] losmoros tenían enSardeña fue soloCáller.

Zurita annal.lib.5. cap.61.col.7.

22Sardeña nu[n]cafue sujetada todade moros.

finge de tres cuerpos y en todos vencido por elvalor hercúleo, Musato pareció de cuatro cabezas ocuerpos para Sardeña, pues en cuatro grandes bata-llas se rehízo co[n] tal valor, que nunca lo parecióhasta que con efecto se arrancó la raíz del daño consu persona, llevá[n]dola, como vimos, cautiva aAlemania. Y las victorias que en todas ocasiones seconsiguieron, fueron tan propias de los sardos yconseguidas con su valor y sangre que, au[n]quelos pisanos hicieron la gala de q[ue] queda hechamemoria, co[n] ta[n]ta estima de la victoria, pre-ciá[n]dose no menos Sardeña de la parte que tuvo;como Pisa grabó en mármoles la memoria, paraque fuese perpetua, Sardeña llenó los vacíos de lacruz blanca en ca[m]po rojo q[ue] el Po[n]tíficehabía dado co[n] cuatro cabezas de moro, comohoy aún se conserva[n]; porq[ue] aunque solo real-mente la ocupó un Rey moro que fue Musato,éste, cuatro veces vencido, fue hidra de cuatrocabezas, Gerión de cuatro cuerpos, q[ue] a los des-cendie[n]tes de Hércules legítimos como son lossardos, le sirvieron de trabajos para su gloria; y, así,en símbolo perpetuo y señal del valor que gemina-dame[n]te tuvieron con los pisanos y genoveses, laspusieron por sus armas, porque si bien es cierto,como hemos dicho q[ue] tres veces fue expelido deSardeña Musato, como hemos visto, en todas favo-reció Sardeña y co[n] su valor, ayudados pisanos ygenoveses, co[n]siguieron la victoria; pero no lofue menor que cuando los sarracenos expelieronotra vez a los pisanos y genoveses, queda[n]dosolos y en su valor proprio los sardos, ayudadosdél, pudieron resisitir la potencia bárbara victorio-sa co[n]tra pisanos y genoveses, de manera quenunca les ganaro[n] más tierra que la de dondeechaban a los otros, y esta resiste[n]cia valerosa desolos sardos, y aquella victoria cuatro veces repeti-da con su valor, les hizo tomarla por armas, comoestá dicho, ponie[n]do las cabezas moras comorendidas a la cruz sagrada y a su verdadero poder,

70 FRANCISCO DE VICO

23Origen y causa delas armas q[ue]hoy usa el Reinode Sardeña.

24Armas de Sarde-ña.

Maynoldus detitulis PhilippiRegis.

25Armas de Sarde-ña, cuatro cabezasmoras rendidas ala cruz.

atribuye[n]do sus victorias a solo Dios, porque entodo y por todo quieren los sardos que en susalmas, en su Reino y en los símbolos dél su mayorostentación sea la de muy católicos cristianos.

Capítulo XIIIISardeña, ya libre de los sarracenos, vuelve a su anti-guo gobierno de jueces, subordinados a la Sede Apos-tólica y viene por legado apostólico a Sardeña Cons-

tantino, arzobispo turritano.Libre Sardeña del bárbaro dominio y yugo tiranode los sarracenos, pudo ate[n]der a sus estudiosprincipales que siempre fuero[n] los de piedad yreligión y continuando el gobierno político de susjueces, procuraban con sus leyes y observacionespatrias, restaurar en Cáller y sus lugares circunve-cinos que, como hemos dicho, fue solo lo que lossarracenos ocuparon de Sardeña, la pureza ilustrede la fe, purificando lo que pudo pervertir la bár-bara impiedad de los moros; y aunque genoveses ypisanos litigaban la parte que libraron de los morosy se había restaurado favorecidas nuestras armas delas suyas, como ambas naciones fuesen tan católi-cas, no divirtieron sus competencias nuestrosintentos, antes ambas naciones unidas co[n] los delReino no les inquietaba[n] en su gobierno católi-co; y, así, nuestro Juez, Andrés Tanca, iba prosi-guie[n]do en su gobierno de Torres, de donde eraprelado y arzobispo Justo; pasaron algunos añosco[n] este modo de gobierno, gozando el Reino dela paz deseada, siendo recurso a todas naciones,que co[n]vidadas de su abu[n]dancia natural fre-cuentaban generalmente el comercio y trato en elReino; y aun se amparaba[n] los necesitados deotros reinos, y, así, habiéndose ausentado de Nava-rra una hija del Rey, que de intento callo nombresy causas, por no tocar al propósito de nuestra his-toria, se acogió en el año 1065 a Sardeña, donde

71Historia general - Cuarta parte

ISardeña nu[n]cafue dominada delos moros.

2Se reduce a su píoy antiguo gobier-no.

3Justo, Arzobispode Torres.

4Hija del Rey deNavarra en Sarde-ña.

no echando menos la patria, fuero[n] ella y lossuyos tan bie[n] recebidos, que como si fuerannaturales, trataron de asentar su vivienda y edifica-ron una iglesia a nuestra Señora hacia la parte deOllastre, do[n]de habían aportado y, en breve,como la comodidad es tanta para edificios, se hizola iglesia q[ue] aún hoy se conserva con nombre deSanta María Navarresa, y hallando mayor comodi-dad a la parte q[ue] cae a la Baronía o encontradade Sárrabus, lugar despoblado, por haberles antestenido los moros, se pasaron a vivir a él, dondepermanecieron, como refiere un manuscrito anti-guo que me dio don Francisco de Sena, Goberna-dor de Sácer. Proseguían los jueces goberna[n]do aSardeña, con reconocimiento a la Sede Apostólica,sucediendo los hijos a los padres, y aun con títulode reyes, según refiere Mainoldo en los sucesosdeste año de 1065, dando por autor a Leó[n], Car-denal ostiense, sus palabras son: Siquidem Leo Car-dinalis Ostiensis sedente Alexandro II Pontifice, circaannum millesimu sexagesimum quintum, nominatduos Reges Sardiniae, Baresonem, & Torcitorium,quoru quidem unum Legodori, alterum vero CalarisRegem fuisse necesse est.Con ocasión de las guerras civiles de Italia y traba-jos de la Sede Apostólica con cismas y pérdidas,quedaron ta[n] ocupados los pontífices que se des-cuidaban de Sardeña en ta[n]to grado, que sus jue-ces usaban del soberano dominio sin casi recono-cer a la Iglesia y Sede Apostólica, no por defecto deSardeña, sino como dice el santo pontífice Grego-rio VII: Negligentia antecessorum nostrorum charitasilla friguit quae antiquis temporibus inter RomanamEcclesiam & gentem vestram fuit in tantum ut anobis plusquam gentes, quae sunt in fine mudi, vosextraneos fecistis. Que es notable po[n]deración decuanto se habían extrañado de la Iglesia, puescomo si vivieran en el fin del mundo estaban extra-ños della, y se pondera que extrañeza y descuido enlos pontífices empezó desde el año 1012, que Sar-

72 FRANCISCO DE VICO

5Santa MaríaNavarresa y de sufundación.

6Jueces de Sardeñareconocen co[n]dominio directo ala Iglesia Roma-na.

7Trabajos de lospontífices causóolvido de Sarde-ña.

Greg.VII.

deña era trabajada de moros, y así fue quepidie[n]do Benedicto VIII a E[n]rico II, Empera-dor de Alemania, co[n]firmación del patrimoniode la Iglesia, individuando en él las tierras, no sehizo memoria de Sardeña.Con todo continuándose en la Iglesia Romana eldominio directo que le tocaba en Sardeña, acudie-ro[n] muchos al Pontífice pidiéndole a Sardeña enfeudo, pero el pontífice Gregorio VII, que entrógobernando la Iglesia en los años 1073 quiso máscomo padre verdadero el reconocimie[n]to de lossardos, cua[n]to a la soberanía, que los servicios yofertas de romanos, tuscos y longobardos que lesolicitaban que se la concediese.Para esto nombró el papa Gregorio por Arzobispode Torres a Constantino, natural de aquella ciu-dad, y ordenó y dio el palio por su mano enCapua, y envió al de Cáller el suyo por Jacomo yno[m]bró su delegado apostólico al dicho Arzobis-po de Torres, Co[n]sta[n]tino, para reducir a loscuatro jueces de Sardeña q[ue] reconociesen eldominio directo a la Iglesia Romana,despacha[n]do sus letras apostólicas, cuyo tenordice así: Gregorius Episcopus servus servorum Dei.Mariano Turresi, Honroco Arborensi, item HonrocoCalaritano, & Constãtino Gallurensi salutem & Apos-tolicam benedictionem. Vobis & omnibus, qui Chris-tum venerantur, cognitum est, quod Romana Ecclesiauniversalis mater sit omnium Christianorum, quaelicet ex consideratione officij omnium gentium salutidebeat invigilare, specialiter tame & quodammodoprivatim vobis sollicitudine opportet hanc impendere.Verum quia negligentia antecessorum nostrorum cha-ritas illa friguit, quae antiquis temporibus, interRomanã Ecclesiam & gentem vestram fuit in tantumut a nobis plusquam getes, quae sunt in fine mudi, vosextraneos fecistis; quo Christiana Religio inter vos admaximum detrimentum devenit. Unde multum vobisnecessarium est, ut de salute animarum vestrarum stu-

73Historia general - Cuarta parte

Baro.to.IIanno 1012.num.7.

8Gregorio Séptimoenvía a Constan-tino, Arzobispode Torres, porlegado a Sardeña.

9Consta[n]tino,Arzobispo deTorres, legadoapostólico en Sar-deña.

Greg.lib.Iepist.19.& epist.41.

10Carta de Grego-rio Séptimo a loscuatro jueces deSardeña.

diosius a modo cogitetis, & matrem vestram RomanamEcclesiam sicut legitimi filij recognoscentes & ea devo-tione, quam antiqui parentes vestri impenderunt, vosquoque impendatis. Nostri autem desiderij est nonsolum deliberatione animarum vestrarum curam vellehabere, sed etiam de salvatione patriae vestrae sollici-tius invigilare. Unde si verba nostra, sicut decet, devo-te receperitis, gloriam & honorem in praesenti & infutura vita obtinebitis. Quod si aliter, quod non spera-mus, feceritis, & ad sonum orationis nostrae debitaeobedientiae non inclinaveritis, nõ nostrae iniuriae, sedvestrae potius culpae imputabitur, si quid periculipatriae vestrae contigerit. Caetera quae de salute &honore vestro tractamus, magna ex parte confratri nos-tro Constantino Turrensi Archiepiscopo vobis referendacommittimus, nam cum Legatus noster, quem, Deoannuete, proxime mittere disponimus, ad vos venerit,voluntatem nostram pleniter vobis significabit, &quod gloriae & honori vestro conducit apertius enarra-bit.A esta legacía parece q[ue] se opuso Honroco, Juezde Cáller, y apoyado de los pisanos, alega[n]do susrazones, sacamos de la q[ue] escribe el papa Grego-rio VII, que consultó con él su ida a Roma, y res-pondiendo a su carta el Pontífice a los quince defebrero deste año 1073, dice así:Litteras tuas accepimus, in quibus te ad nos vellevenire continebatur, nobis itaque placet, ut venias, &cum omni securitate te migrare posse nullatenus tibidubitandum esse scias. Praeterea admonemusprudetiam tuam ut de causa, quam per Archiepisco-pum Constantinum Turrensem hoc in anno a nobisCapuae consecratum tibi mandavimus, cum caeterisSardiniae Iudicibus loquaris, & firmiter inter voscõmunicato concilio, quidquid vobis inde corde &animo sit, celeri nobis respõsione notificate: scietesquod nisi hoc anno certa nobis super hac ratione res-ponderitis, nec amplius vestra responsa quaeremus.Nec tamen ulterius ius ad honorem sancti Petri irre-quisitum relinquemus.

74 FRANCISCO DE VICO

11Carta deGreg[orio] VII aHonroco, Juez deCáller.

En el año siguie[n]te de 1074, hallamos que elmismo Gregorio VII escribió otra carta a Honro-co, sobre el buen recebimie[n]to que hizo a otrolegado suyo, que dice así:Gratias omnipotenti Deo referimus, quod tua subli-mitas Beatum Petrum recognoscens debitum hono-rem & reverentia Legato nostro Populonensi Episco-po exhibuit, ac proinde ita devotionem tuã in illosuscepimus, quasi nobis sive Beato Petro praestiteris,dicente Domino, qui vos recipit, me recipit. Dilec-tione ergo tuam monemus, ut ea quae a praefatoLegato nostro, atq[ue]; Avire prudenti viro audivis-ti, alta memoria semper retineas si & tui memoriamante Dominu iugiter esse desideras. Nos enimmemorati Episcopi hortatu & praecibus, qui se a tereverenter susceptum honorificeque tractatum testa-tur, & apud illum, cuius vice licet indigni fungi-mur, te in mente specialiter deinceps habere opta-mus,& infra. Nolumus scientiam tuam latere nobisterram vestram a multis gentibus esse petitam,maxima servitia, si eam permitteremus invadi, fuis-se promissa; ita ut medietate totius terrae nostrousui vellent relinquere, partemq[ue], alteram adfidelitatem nostram sibi habere. cumque hoc nonsolum a Romanis, & a Tuscis, ac Longobardis; sedetiam, a quibusdam ultramõtanis crebro nobis essetpostulatum, nemini in ea re unquã assensum daredecrevimus, donec ad eos Legatum nostrum mittetesanimum vestrum deprehenderemus. Ideo quia devo-tionem te habere in Legato nostro monstrasti, si eamsicut opportet servare volveris; non solu per nos nulliterram vestram ingrediendi licetia dabitur, sedetiam si quis attentaverit, & seculariter, & spiritua-liter prohibebitur a nobis, ac repulsabitur: auxiliudenique Beati Petri, si in ipsius fidelitate persevera-veritis, proculdubio quod nõ deerit, vobis & hinc &in futuram promittimus.No parecerá al lector aunque no sea natural de Sar-deña, ocioso el haber puesto a la letra aquestasletras apostólicas, pues nos han de ser testigos de

75Historia general - Cuarta parte

12Otra carta delmismo Pontíficeal mismo Juez.

13Si el Papa podíaco[n]ceder elJudicado deCáller a otro, yano era de lospisanos su domi-nio absoluto.

dos verdades, que nos confunden los que ignorannuestras historias.La primera es de los que sin noticia de las antigüe-dades de Sardeña atribuyen su división en los cua-tro judicados o cabos a este tiempo en que los pisa-nos expelieron con el favor de sardos y genoveses alos moros del Cabo de Cáller.La otra de los que piensan que segú[n] el pacto quetuvieron genoveses y pisanos de que el despojofuese de los genoveses y las tierras de los pisanos,Sardeña toda quedó al gobierno de los pisanos,pero uno y otro no es cierto, y de la verdad de launa co[n]clusión se convencerá la otra.Lo primero, que la divisió[n] de Sardeña e intro-ducción de jueces sucedió en Sardeña luego quefeneció el primer gobierno monárquico de loshéroes o semidioses, reyes primeros del Reino deSardeña, quedó probado en el capítulo 11 y lossiguientes de la primera parte co[n] nuestrosco[n]dagues y leyes, por la relació[n] que en elloshallamos con noticia destos jueces, no solo deaquel tiempo, pero continuadamente en todo elque la tiranía no estorbó el tenerlos.Y llegá[n]donos al tiempo en que los pisanosempezaron a adquirir noticias de Sardeña, es muycierto q[ue] estas se ocasionaron del auxilio queAndrés Ta[n]ca, nuestro Juez, pidió por los añosmil al Sumo Po[n]tífice, Juan XVIII, por cuya con-cesión del dominio útil a quien restaurase en Sar-deña lo que los sarracenos habían tiranizado, seanimaro[n] los pisanos a inte[n]tarlo el año 1005,aunque sin efecto por la oposición de los luquesesque dejamos dicho, y esta facción y la forma conque se había[n] de expeler y vencer los moros, quecomo está dicho estaban en el Cabo de Cáller, con-certaron los pisanos con Andrés Tanca, el Jueznatural del Cabo de Torres, valiéndose de su indus-tria, valor y consejo para el efecto, como cuando letuvo se experimentó; y, así, en aquella jornada queel año 1011 hicieron los pisanos y en que expelie-

76 FRANCISCO DE VICO

ro[n] los moros la primera vez, todos reconocenque fue con el favor de los santos y de su juezTa[n]ca, y ésta es la primera vez que entraro[n] agozar parte de Sardeña los pisanos en aquella solaque los moros tenían en el Cabo de Cáller.En los años 15 volvieron segunda vez y expelierona Musato, con el favor de nuestro juez Tanca y sussardos.Y cuando el año 1018 le expelieron del todo aMusato, la guerra del mar fue de genoveses y pisa-nos y a los sardos, capitaneados de su juez Tanca,se les repartió la de tierra, que hiciero[n] dichosa-mente.Y continuando Sardeña la elección de sus jueces enlas cuatro partes en que fue dividida, les escribió elsanto Po[n]tífice las cartas que pusimos a la letra,buscando en los jueces de Sardeña su soberanodominio, y amenazando que si no se le recono-cían, le concedería a alguno de ta[n]tos como se lepedían.Y no admite duda q[ue] el Sumo Pontífice preten-diera el reconocimiento de su dominio el año1073 en los jueces de Sardeña, si los pisanos fue-ron señores. Y menos la admite que los jueces liti-garan como propia jurisdicción la que dicen te-nían los pisanos, pues fuera oponerse a la mayorpotestad, porque otro medrara los frutos de susdefensas. Pero las cartas del Sumo Pontífice, reco-nociendo por dueños de sí y de su gobierno a loscuatro jueces de Sardeña, solame[n]te pretendiódellos el feudo y el reconocimie[n]to, y ellos se leprestaron sin más dependencia que la de sí mis-mos, y así lo reconoce Baronio, refirie[n]do lossucesos del año 1073, y cómo habiendo ordenadoGregorio VII a Consta[n]tino en Arzobispo deTorres, le remitió sus letras ad Iudices qui tuc Sar-diniae Insulae dominabantur, monens eos sanctamRomanam Ecclesiam matrem recognoscerent.Y la autoridad destas epístolas del santo pontíficeGregorio VII in his praesertim quae ad consignanda

77Historia general - Cuarta parte

Baro.to.10.anno 1073.num.67.

certa tepora spectant sententia, omnium omnibus estpraeferenda, como muy bie[n] pondera Baronio,de manera que para la concordancia de lostie[m]pos y sucesos a todos testigos prefiere laautoridad destas epístolas.También dejamos visto como por los años 490 eraJuez en los cabos turritano y de Arborea Comida,elegido primero por los de Torres y después los deArborea, convidados de su prudente y acertadogobierno y usando de su facultad en elegir, leno[m]braron también para sí, y juntamente cons-ta que en el Cabo de Galura era juez Baldo.Año 1188 escribiendo el pontífice Inocencio III alArzobispo de Pisa, dice: Cum dictus Iudicatus Cala-ritanus ad ius, & proprietate D. Petri pertineat sicuttota Sardinia; y en otra epístola sobre ciertas dife-rencias q[ue] después veremos, habla[n]do deCáller, cuyos jueces estaban despojados injusta-mente, dice: Eorum terra quã ab Ecclesia tenebant,de q[ue] trataremos en el capítulo 20.Y en el año 1203 envió la Sa[n]tidad del dichoInoce[n]cio su legacía al Arzobispo de Torres, paraq[ue] en su nombre tomase los homenajes, comorefiere Abraha[m] Polono en sus Anales, conti-nua[n]do los de Baronio año 1203, número 15, ymás extensame[n]te se dirá más adelante en sulugar.De manera q[ue] la divisió[n] de sus cabos ygobierno de sus jueces nos la co[m]prueba[n] lashistorias desde el año 490 de la Encarnació[n] delVerbo, casi 500 años antes q[ue] los pisanos entra-ra[n] en Sardeña, y otros más de 500 años despuésq[ue] entraro[n] nos hallamos con jueces q[ue]dominaba[n] a Sardeña, como tales requeridos delpontífice Gregorio y sus sucesores, q[ue] le recono-ciesen el soberano poder; co[n]q[ue] no parece nosqueda duda de q[ue] realmente ni de los pisanosnació la divisió[n] de Sardeña en cabos, ni la cons-titución de sus jueces, de que nos hallamos co[n]relación casi desde que nos faltó el gobierno

78 FRANCISCO DE VICO

Idem anno1074.n.61.

monárquico de nuestros primeros héroes y reyes,co[n] que satisfechos los q[ue] sin noticia de nues-tras historias afirman lo contrario, pasaremos connuestra relación a los años que se siguen.

Capítulo XVDe los encuentros de los genoveses con los pisanos

sobre defender a Mariano en el Judicado de Cáller,y cómo Constantino, Juez de Torres, fundó la iglesia

de Sacarja, y de su vida.Vimos en lo pasado como la armada q[ue] los pisa-nos enviaron a Sardeña dio primero en Córcega yse apoderó de la parte que tenía[n] y estaba a devo-ció[n] de los genoveses, que les causó grande sen-timie[n]to, por ser el daño de consideración y nomenos de reputación de su República; y aunquesie[m]pre tuvieron ánimo de vengarse, no tuvieronocasión de ejecutarlo, si bien armaron varias vecesmuchos navíos para ello, conque inquietaron lasriberas de Córcega y de Sardeña, y aunque en éstase apoderaron de algunos lugares, en los cualespara co[n]seguir su inte[n]to fundaron los de lafamilia y Casa Doria, cerca los años 1102, en elAlguer, la fuerza que llamaro[n] Castillo Genovés,y hoy llamamos Castel Aragonés.Era en este tiempo Juez de Caller, Mariano, aquie[n] los pisanos por unos encuentros q[ue] tuvocon ellos, le quitaron el Judicado, y para cobrarle,procuró valerse de los genoveses, en los cuales hallófácil acogida por la enemistad que tenían con lospisanos y armaron veinte y dos galeras, con las cua-les conquistaron a Cáller y su partido, y le restitu-yeron al juez Mariano, el cual, mostrándose gratoa los genoveses por ta[n] gra[n]de beneficio, lesprestó pleito homenaje y vasallaje, ponié[n]dose asu protección, y porque la constinuasen se obligóen reconocimie[n]to de darles una libra de oro encada un año. Otros dice[n] q[ue] en el año 1112,

79Historia general - Cuarta parte

IPisanos se apode-ra[n] de la partede Córcega q[ue]estaba por losgenoveses.

2Los de Oria fabri-can al Alguer y aCastillo Arago-nés.

3Mariano, Juez deCáller, desposeídode su Judicado delos pisanos.

4Le reintegran losgenoveses.

llegaro[n] los Marqueses de Malespina de Génovaa Sardeña con muchos navíos, y aportando a Bosa,ganaron aquella tierra y fabricaron la nueva ciudadque hoy está en pie del mismo nombre. Era Rey oJuez de Torres en este tiempo Mariano, segundodeste nombre, que casó co[n] Susana, hija del Juezde Arborea; fue Príncipe de muchas partes y gober-nó con grande satisfacción; dicen que siendo niñodescubrió en él su madre alguna inclinación albeber más de lo que su estómago sufría, y dudan-do su madre que siendo mayor co[n]tinuase en lomismo, con deslucimie[n]to de su persona,ave[n]turó a darle una bebida de veigo, para hacer-le aborrecer el vino, diciendo que más le queríamuerto que con vicio tan abominable y repugnan-te a las obligaciones de su sangre y Estado.Co[n]siguió la madre su intento con la medicina ydio después en beber ta[n]ta agua q[ue] llegó a sertan gordo q[ue] no podía subir en la cabalgadura,y por co[n]sejo de los médicos se iba en un carri-coche muchas veces a una abu[n]dantísimafue[n]te manantial de lindísima agua porno[m]bre Cabo de Aguas, de las mejores desteReino, que, como vimos, las hay muchísimas yregaladísimas sobre manera, y de allí se pasaba enel estío a Sa[n]ta María de Campo Longo q[ue]está a las murallas de la ciudad de Sácer, q[ue] hoyes la iglesia de Belén de frailes fra[n]ciscos conven-tuales. Fue este príncipe muy pío y fabricó la igle-sia catedral del Obispado de Castro de la invoca-ción de Santa María, y la famosa iglesia de SanMiguel de Ploague, imita[n]do en esto a su madreque fabricó y fundó la iglesia de San Pedro de Sir-chi, junto a la ciudad de Sácer, para monjas beni-tas, que hoy la habitan frailes franciscos de laobservancia, de los cuales y de su convento ymudanza de monjas diremos en su lugar.Murió Mariano, Juez de Torres, y sucedióle Cons-tantino Lácano, su hijo, y en estos años hallamossucesió[n] en los judicados, continuándolos de

80 FRANCISCO DE VICO

5Marqueses deMalespina fabri-can a Bosa.Zurita.Justiniano.lib 2. fol. 34pag.2.

Mariano Segundoy las buenas par-tes.

6Mariano fabricala iglesia de SantaMaría de Castroy la de SanMiguel.

7San Pedro de Sir-chi, fabricada porla madre del juezMariano.

padres a hijos, y también que promiscuamente loshistoriadores destos tiempos los llaman ya connombre de jueces, ya con el de reyes; y, así,llama[n] algunos Rey a este Co[n]stantino, que fueel primero deste nombre, el cual, imitando a supadre, no fue menos piadoso que él; tenía pormujer a Marcusa Unale, hija del Juez de Arborea,de sa[n]ta vida, y no vivié[n]doles los hijos, porrevelació[n] divina fabricaro[n] la iglesia ta[n]insigne de Sacarja. El caso fue que el año 1116tomaron por devoción visitar el sa[n]tuario de lostres sa[n]tos mártires Gabino, Proto y Januario dela ciudad de Torres, en la cual, aunq[ue] cuasi des-habitada, vivían todavía algunos mercaderes pisa-nos y genoveses, y partiendo del castillo de Árdara,donde tenían su residencia, a cumplir esta devo-ción, llegaro[n] la primera jornada a desca[n]sar aSacarja, donde quedaron aquella noche, y en sue-ños tuviero[n] revelación, que fabricando en aquelpuesto una iglesia a ho[n]ra y gloria de la santísi-ma Trinidad, con un monasterio de la Orden desan Benito, ternían hijos y herederos en su Reino,y para cumplir lo que les fue revelado, luego envolvie[n]do de su devoción, mandaron venir dePisa artífices y fabricaron la iglesia co[n] su monas-terio, que hasta hoy está en pie, y se ve ser edificioy obra real, vistoso, costoso, y de mucha arquitec-tura, y es una de las abadías antiguas y más princi-pales que hay en todo el Reino; no se contentaronestos príncipes con solo el edificio y dotación quehiciero[n] a esta iglesia y monasterio, sino queenviaron a suplicar al Sumo Pontífice, queento[n]ces era papa Pascual, segundo deste nom-bre, para q[ue] ma[n]dase co[n]sagrarla y dotarlade muchos perdones e indulge[n]cias, como lohizo, mandando a todos los prelados de Sardeñaque asistiesen a esta consagración, que fueron losque aquí se nombran, con el mismo título q[ue] enaquellos tiempos se daba[n] a los arzobispos y obis-pos, y co[n] la misma orden, que en el co[n]dague

81Historia general - Cuarta parte

8Consta[n]tinofabrica la iglesiade Sacarja.

9Consagración dela iglesia deSacarja.

y fundación se refieren:Su donnu de su Archiepiscopu de Turres.Su donnu de su Archiepiscopu de Aristanis.Su donnu de su Archiepiscopu de Calaris.Miser Albertu, Episcopu de Sorra.Miser Pedru, Episcopu de Bisarciu.Miser Pedru, Episcopu de Bosa.Su Episcopu de Sulcis.Su Episcopu de Castra.Su Episcopu de Flumen.Su Episcopu de Ploague.Su Episcopu de Ortilen.Et ateros Episcopos, Abades, Priores, Canonigos, Prey-deros, & ateros Religiosos.Hecha la consagración de esta iglesia, la dotaron detodas las indulgencias que hasta entonces se ha-bían concedido a las iglesias y monasterios de laOrden de san Benito, y así fue Dios servido dar aestos reyes un hijo que se llamó Gonario o Janua-rio, el cual sucedió en el reino, después de la muer-te de su padre, que fue en Torres; de do[n]de elArzobispo, que según la cuenta de los años eraVidal, y otros prelados de la provincia llevaron sucuerpo y dieron sepultura en esta santa iglesia deSacarja, donde hasta hoy yace junto al altar mayor.De la piedad deste santo Príncipe y devoción par-ticular q[ue] tuvo a san Benito y a su sagrada reli-gión, hace mención la Chronica Camaldule[n]se,donde hablando de ella y de los monasterios queflorecían en diversas partes y dones que le envia-ban, particularmente de Sardeña, dice así: Per eos dies, indolescente magis ac magis Camaldu-len. Religione, accesserunt sacro Eremo, munificentis-simae donationes celeberrimorum Coenobiorumsanctorum Iusti, & Clementis, & sancti Petri in Fon-tiano Volaterraru Dioecesis. S. Petri in Rota. SanctaeMariae Agnagi. Eremi de Fleri. Sãcti Viriani Aretij.Eremi sancti Petri de Vivo. Sãctae Mariae in InsulaGaleatae. Sancti Michaelis Archãgeli iuxta CastruBrittonu Bononien. & S. Felicis. Sancti Stephani in

82 FRANCISCO DE VICO

10Gonario o Janua-rio, hijo del Reyde Torres.

11Consta[n]tino,Juez de Torres,alabado en pie-dad en la Chroni-ca de san Benito.AugustínFlorentinoChronicaCamaldule

Cintoria. Sãcti Sabini in Cerosola, & rurusus. SãctiMichaelis Pisaru. Sãcti Salvatoris in Cãtiniano, & S.Petri in Puteolis Lucen. Dioecesis. Quaru insigniu, acmultipliciu donationu occasione, & Camaldul. Reli-gionis in illis institutione cu bona praeclaraq[ue]; desacra Eremo fama Sardiniae Insulae fines peragrasset,Constantinus, Rex Torrensis atq[ue] Bochati Bono-mine primus omniu in ipsa Insula Camaldulen. ordi-ne amplissimis maneribus exornare summa pietatevolvit. Quip pequi Coloniam Monachorum ex sacraEremo illas in parteis, missa ad Patres legatione, asci-vit: eique cum Marchusa Regina pernobile Coeno-bium sancti Petri de Iscanu concessit. Quod possessio-nibus, fundis, & iuribus honestissime ditavit, necnõPrivilegijs, gratijs, & exemptionibus pariter illustra-vit. Quã sane donatione Petrus Bosanae EcclesiaePõtifex summa laetitia cõprobavit pridie KalendasMaias anno salutis 1612. Quemadmodum ex paginaipsius Regiae largitionis constut ab ipso Petro Episco-po subscripta, quae sericis funiculis mira varietate acpulchritudine compactis Regalis sigilli formu appen-sum retinet, & in archivo diligenter asservatur. Peride tepus Azo Archiepiscopus Turritanus cupies & ipsecõversatione Camalduleses instituti in sua Dioecesienutrire, ornavit sacrã Eremu donatione sanctae Tri-nitatis de Saccharia. Cuius pietate ac liberalitatemposthaec pia & nobilissima foemina Maria de Torisequuta Coenobium. Sanctae Mariae, & sancti Iustide Orriae pitina dilargita est.A la aprobación de la santa vida deste príncipeCo[n]sta[n]tino, Rey de Torres, no es fuera de pro-pósito traer aquí un pedazo de historia, sacada delas mismas Crónicas, que dice así:De Beato Cõstãtino Iudice Turritano fundatoreAbbatiae sanctissimae Trinitatis de SacchariaCamaldulen.Constantinus de Lacano Iudex Logudorius, & uxoreius Marcusa de Unale, cui Regis, & Reginae nomenpassim tribuut historici Camaldulenses, & Cassineses,ut infra demonstrabitur, insigne Ecclesiã, Coenobiu,

83Historia general - Cuarta parte

12Se co[n]tinúa laalabanza en pie-dad deConsta[n]tino.

& Abbatiam sanctissimae Trinitatis de Saccharia,oppido tuc teporis Dioecesis Turritanae, & propterea;libro 2. historiae Camaldul. cap.3. Christophor[us]Archiepiscop[us] Turritanus, donatione Ecclesiaefecisse dicitur, crescerut, fundarut & Camaldul. tra-diderut, multis cu privilegijs, anno Domini 1116. idcõstat in primus & ipsa creatione, & fundationis his-toria Sardo idiomutae conscripta quae vulgo conda-gue codex, seu fundatio nucupatur. Huic vero Abba-tiae, tamquã in Sardinia praecipue, ac veluti capitiex universo Ordine Camaldulesi, ut patet ex BullaInnocentij II. Data Pisis 12 Kalen. Februari, anno7. sui Põtificat[us], idest anno Domini 1136. cusubscriptionibus omniu Cardinaliu, unitu subiec-tumq[ue] Coenobium illud, per nobile S. Petri deScano Dioecesi Bosanen. ex approbatione Petri Epis-copi, quod Coenobiu ide Rex Constantinus, & Regi-na Marcusa, paucis ante annis, hoc est 1112. primiomnium auctis in Sardinia, Camaldulesibus, multiscu fundis, & muneribus donarut, breviq[ue]; tepore,plusquã dece loca in Sardinia habuere Camalduleses,ut scribit Doctor Thomas Min[us] Camaldul. in vitaBeati Ioannis tunc temporis generalis; nec solumCamalduleses, sed & Cassinensem Monachum, eotepore vocavit Rex Constantinus, ut Episcopatumacciperet, & ad eum Benedictus missus est anno1090. annis videlicet 22. ante adventum Camaldu-lensium, ut constat ex Petro Diacano lib.4. Chronic.Cassinen. sub Oderisio Abbate, & legitur in Biblio-theca Cassinen. in libro, cui titulus est, vita, & ortusiustorum Cassinen.Ni es de olvidar referir aquí lo q[ue] deste reyConstantino se escribe en las Crónicas deCíste<r>8 y en las de san Bernardo, de quien él ysu hijo Gonario o Januario fueron muy conocidosdevotos, en las cuales se hace mención y se diceque un sacerdote de mucha virtud y santidad, que

84 FRANCISCO DE VICO

8 Císter: en el texto original “Cístel”.

por estos tiempos vino a Sardeña, después quemurió en Italia Balduino, Arzobispo de Pisa, suconocido, que había sido mo[n]je de Claravalle,con el glorioso san Bernardo celebrando un díamisa en una iglesia que estaba junto a un pueblo,que pudo ser fuese la misma de Sacarja que Cons-tantino había fabricado, au[n]que la historia no lanombra, se le dividió y partió de por sí milagrosa-me[n]te la Hostia, de lo cual, maravillado el sacer-dote, acabado q[ue] hubo la misa, se salió fuera dela iglesia, y estando muy pensativo, arrimado a lapared della q[ue] mira al Orie[n]te, sobre el caso,vio pasar dela[n]te sí una gra[n] multitud de gente,parte a pie, y parte a caballo, así de ho[m]brescomo de mujeres de varias edades y estame[n]tos,algunos de los cuales conocía cuando vivía[n] encarne humana, y allegá[n]dose a él uno dellos suconocido, supo dél q[ue] todas aquellas eran almasq[ue] padecía[n] en el Purgatorio, entre los cualesconoció a Balduino, Arzobispo de Pisa, q[ue] pur-gaba la culpa q[ue] había tenido por haber sidoparte de la discordia entre las dos comunidades dePisa y Luca; tras esto vio lo q[ue] co[n] sus mismaspalabras latinas referiré de este príncipeConsta[n]tino, de quie[n] hablamos, que es losiguiente:Post hoc, apparvit coluna quaedã iubaris immesi,cui[us] claritas, ultra cõmune solis valentiã corrusca-re videbatur de coelo usq[ue]; ad terram porrecta, perquam anima quaedã Angelico ductu ad syderacontebat. Sciscitãti vero, quidnã hoc esset. Respõditalter, ipsa est anima Cõstãtini, quondã Iudicis, &Domini Turritani, quae post nove annos, misericor-diam a Deo cõsequuta, hodierna die meretur adaeternã vitã introduci, & c.Después desto apareció una colu[m]na de inmen-sa claridad, q[ue] parecía sobrepujar a la del sol, lacual llegaba desde el cielo a la tierra, por la cualsubió al cielo una alma acompañada de ángeles ypreguntando qué era aquello, le respondió otro ser

85Historia general - Cuarta parte

Milagro.

Autores deste mila-gro, ex lib. exord.Ordinis Cister. Inconclavi Monaste-rij Cambronesis,auctore Fr. IoanneAssegnies eiusdeMonasterij.Herico Grã inSpeculo exemploru,dist.3. exeplo 31.

el ánima de Consta[n]tino, Juez y señor turritano,que había sido, la cual después de nueve años dePurgatorio, por la misericordia del Señor, entrabaaquel día en la bienaventuranza eterna.Después de la muerte de Constantino, su mujerMarcusa se resolvió por singular devoció[n] ir aRoma en peregrinación, para donde se embarcócon mucha ca[n]tidad de dinero, y fue Dios servi-do, q[ue] derrotándose el navío, aportó en Mesinade Sicilia, y entreteniéndose en aquella ciudad,hizo fabricar una iglesia de la invocación de sanJuan, y fundó y dotó de mucha renta un hospital,y perficcionas estas obras, acabó su vida, y mandóenterrarse en él.A Constantino sucedió el insigne y santo varó[n]Genuario o Gonario, su hijo, de cuya vida se trata-rá en el capítulo 17 y 32, último desta cuarta parte.

Capítulo XVISe continúan los encue[n]tros de los genoveses y pisa-nos, y de la pretensión que tienen en el Judicado deGalura, con el cual se habían alzado los pisanos.

Por los edificios de las nuevas y suntuosas iglesiasque los reyes o jueces destas cuatro provincias deSardeña iban cada día hacie[n]do, se puede clara-me[n]te echar de ver el afecto y celo que tenían enque fuesen adelante en sus estados las cosas de lasanta Iglesia, que es cierto hiciera[n] mayordemostració[n], si las antiguas discordias de losgenoveses y pisanos, que cada día iban de mal enpeor, no se lo estorbaran, que con éstos y otrossemejantes trabajos ha sido sie[m]pre muy afligiday maltratada Sardeña, porque no contentos losgenoveses con haber obtenido en ella muchoslugares, ni co[n] las nuevas poblaciones q[ue] ha-bían hecho del Alguer, Bosa y Castillo Aragonés,procuraron conquistar y tomar para sí la provinciade Galura, por haberse poco antes alzado con ella

86 FRANCISCO DE VICO

13Marcusa, mujerde Consta[n]tino,pasa peregrina aRoma y aporta aSicilia do[n]deedificó la iglesiade San Jua[n].

Año 1119.

IGenoveses procu-ra[n] para sí elJudicado deGalura.

los pisanos; para lo cual enviaron allá diez y seisgaleras bien armadas el año mil y cie[n]to y diez ynueve, y no solo cautivaron a todos los pisanos queen ella había, pero sacaron gran cantidad de oro yriquezas, y todo lo llevaron a Génova, con lo cualse alborotó mucho el pueblo de Pisa, y mucho máspor haber sabido que los genoveses quería[n] quelos obispos de Córcega se consagrasen en Génova,pretendiendo ellos que se había de hacer esto enPisa, donde se iban haciendo grandes prevencionesde guerra contra los genoveses. Estas diferenciasque estas dos repúblicas traían entre sí, quisieracomponer el papa Calixto Segu[n]do el añosiguiente que acertó a pasar por allí, viniendo dePanonia para Roma, y quiso entretenerse algunosdías en aquella ciudad, por reducirla a q[ue] tuvie-se paz con los genoveses, pero halló los ánimos delos pisanos tan indignados, q[ue] juzgó co[n]veníadiferir este negocio para otra ocasión, y en éstaquedó tan obligado a los muchos regalos y presen-tes q[ue] los pisanos le hiciero[n] en hospedarle,que les dio con mucha franqueza en amplísimaforma la confirmación del derecho que ellos pre-tendía[n] tener en Sardeña y Córcega. Exasperóesto tan grandemente a los genoveses, que se resol-vieron de acabar de una vez estas pendencias,saliendo otro año co[n]tra los pisanos, con unapoderosa armada de setenta galeras, y muchosnavíos, en q[ue] iba[n] veinte y dos mil soldados,los cuales pusieron tan grande miedo a los pisanos,sus enemigos, que tuvieron por bien pedirlespaces, dejándoles libremente a Córcega y otrosderechos que el mismo Folieta refiere. Duraro[n]estas paces muy poco, porque luego las procura-ro[n] romper los pisanos instando q[ue] los obis-pos de Córcega se habían de co[n]sagrar en suRepública; y por reparar los daños que en estopodían suceder, se trató de su remedio en el Con-cilio Lateranense que, en el año de mil y cie[n]to yveinte y tres, celebró en Roma a este efecto el papa

87Historia general - Cuarta parte

2Calixto II procu-ra co[m]poner lasdiscordias de Pisacon Génova.

3Confirma a lospisanos el dere-cho q[ue] preten-día[n] tener enSardeña y Córce-ga.

4Genovesesarma[n] co[n]tralos pisanos.

5Pisanos lespide[n] paces.Uberius Folieta.

1123

Calixto; y entendiendo q[ue] la discordia destasdos repúblicas nacía sobre dónde se habían de con-sagrar los obispos de Córcega, si en Pisa o enGénova, se tomó acuerdo que en ninguna parte delas dos, sino en Roma, y de la misma manera losprocuraron concertar en las demás prete[n]sionesque entre ellos tenía[n]; pero, queda[n]do siempreindignados los genoveses contra los pisanos, pro-curaron otra vez inquietar sus tierras, y así el añosiguiente de mil ciento veinte y cuatro sacaron encorso siete galeras para correr las costas deentra[m]bas islas y hacer todo el daño que pudie-sen a los pisanos, co[n] las cuales les tomaro[n]algunas naves que iban de Sardeña para Pisa, car-gadas de muchas mercadurías, y en Córcega lesganaron el castillo y fuerza de Sant Ángel, quetodavía estaba por los pisanos, los cuales el añodespués volvieron con tan grande poder a Córce-ga, que no solo cobraron de sus enemigos aquellafuerza, pero aun conquistaron y se hicieron seño-res de la mayor parte de la Córcega, de que muyindignados los de Génova enviaron muchos naví-os para inquietar a Pisa y toda su ribera, co[n] la deSardeña y Córcega, hasta que en ella cobraron otravez el año mil ciento veinte y nueve la misma fuer-za de Sant Ángel, que los pisanos les habían gana-do.

Capítulo XVIIDe algunas cosas notables que por estos mismos

tie[m]pos acaecieron en Sardeña y, señaladamente,de algunos jueces turritanos insignes que hubo, y lo

que hicieron.Había sucedido por estos tiempos cerca de los añosdel Señor de mil ciento y treinta en el Reino o

88 FRANCISCO DE VICO

9 Constantino: En realidad, se trata de Genuario.

6Calixto celebra elCo[n]cilio Latera-nense para com-poner a los pisa-nos co[n] losgenoveses.Sigo.lib.10.

7Genoveses armancontra los navíospisanos y hace[n]presa en ellos.

1129.

Año 1130.I

Consta[n]tino9,Juez de Torres,criado en Pisa.

Judicado de Torres a Constantino de Lacon (quefue siempre muy co[n]federado y favorecido de lospisanos) su hijo Genuario, comúnmente llamadoGonario, de edad de siete años, a quien procura-ro[n] matar los de Arcén y Arcados, dos familiasnobles, enemigos de su padre y lo pusieron porobra y salieran con ello si un amigo suyo de losprincipales de su Estado, llamado Itócar Gambella,no le pusiera en cobro y enviara a la comunidad dePisa, para q[ue] lo amparasen y la Señoría lo enco-me[n]dó a uno de los principales de aquella ciu-dad, que tenía por nombre Ebriando; éste le crióhasta que fue de edad de diez y ocho años, y convoluntad del Senado le casó después con su hijaMaría y co[n] una escuadra de galeras que elcomún de Pisa le dio, vinieron juntos a Torresmarido y mujer y su suegro Ebria[n]do, el cual lepuso en la posesión de su Reino y Estado y se vol-vió a Pisa, dejá[n]dole quieto y pacífico; el mozoRey, para vengarse de los que le procuraron mataren su niñez y de los enemigos de su padre, mandóluego degollar a los de Arcén y a los Arcados, y enpremio del beneficio que recibió de Itócar Gambe-lla librándole de sus enemigos q[ue] procuraro[n]darle la muerte, le concedió en feudo la Encontra-da de Romangia, la cual hasta hoy con otros nue-vos títulos y confirmaciones de los reyes de Españaposeen sus desce[n]dientes de la mesma Casa deGambella; y hecho que hubo esto, para estar másseguro y gozar con quietud su Estado, ma[n]dófabricar el insigne castillo de Gociano, que fueco[n] el tie[m]po título del Condado primero ymás antiguo de toda Sardeña. Y después de habergobernado algunos años se despojó en su vida desu Estado y Reino y señalando el Judicado deTorres a su hijo primogénito por nombre Bariso-nio, dividió lo restante en los otros tres hijos q[ue]tenía, q[ue] eran Nicolao o Pedro, Itócar y Comi-da, da[n]do a Pedro la región o encontrada deNurcara, a Itócar la de Frixa y a Comida la de

89Historia general - Cuarta parte

2Casa en Pisa conMaría, hija deEbriando.

3Da a ItócarGa[m]bella laenco[n]trada deRomangia.

4Divide su Reinoen sus hijos.

Ojanu y Anglona, y partióse a Jerusalén por sudevoción, de donde volviéndose para Italia, hallóen la Pulla a san Bernardo, el cual a petición suyale dio cie[n]to y cincuenta mo[n]jes de su religión,los cuales trajo co[n]sigo a Sardeña, y ma[n]dólesedificar el insigne monasterio e iglesia de SantaMaría de Cabodabas de Sindía, en el distrito de suJudicado o Reino de Torres, como se halla en losmesmos condagues y manuscritos antiguos desta yotras iglesias de Sardeña, aunque según la cuentade los años en que esto pasó, debió Januario haberhecho esta jornada algo más mozo; por lo cualquedó tan agradecido san Bernardo q[ue] siemprele estimó y procuró en las ocasiones que se ofrecie-ron encome[n]darlo al Sumo Po[n]tífice, Eugenio,como lo hizo con una su carta q[ue] es en orden ladocientas y cuarenta y cuatro, honrándole co[n]no[m]bre de príncipe muy cristiano, por estaspalabras: Porro Turritanus Iudex, quia bonus dicituresse Princeps, sit vobis commendatus, & a vobismanuteneatur & c., lo demás de la vida deste santovarón se dirá en el capítulo último desta 4° parte.Vivía por estos tie[m]pos en Sardeña un santo pre-lado, Obispo de Terralba, por no[m]bre Mariano,el cual cuidadoso de engra[n]decer su Obispado,fabricó de nuevo aq[ue]lla iglesia catedral que esmuy célebre, según leemos en un letrero que estáen el frontispicio de la puerta mayor, que dice así:Anni Domini cu mille & centum quadraginta qua-tuor curreret Maij die decima Episcopus Marianushaec posuit limina. Este Obispado, después co[n] elde Usellis, viniero[n] a unirse y suprimirsemuda[n]do las sillas a Ales, cuyo nombre hoy pre-valece.

90 FRANCISCO DE VICO

5Se embarca paraJerusalén.

6Se ve en la Pullacon san Bernar-do.

7Edifica a sus frai-les la iglesia deSanta María deCabodabas.

8San Pedro deTerralba edificadopor Mariano, suobispo.

Capítulo XVIIIDe la erección que el papa Inocencio II hizo de losobispados de Génova y Pisa en arzobispados metro-

politanos, y de los sufragáneos que le señaló y delprimado y legacía que él y sus sucesores co[n]cedie-

ron al de Pisa sobre los prelados de Sardeña y Córce-ga, y la contradicción que hizo el Arzobispo de

Torres.No sola la institución divina, sino la razó[n] natu-ral de las ge[n]tes ha hallado necesario para la con-servación del mundo que hubiese en él un Magis-trado supremo a quien llamaro[n] Po[n]tífice, paraque el nombre, deducido de los dos verbos posse, &facio, fuese índice de su suprema autoridad. Entrelos romanos juzgaban todas las causas que pertene-cían a las cosas sagradas, y en orden a ellas promul-gaban leyes a su antojo, y alcanzaron tanta estima-ción que los príncipes seculares juzgaban manca laautoridad secular sin esta po[n]tificia; y así la usur-paron para sí. Numa Pompilio fue el primero, imi-tóle Cayo Julio César y el gra[n]de Augusto, y trasél todos los césares, hasta q[ue] el emperador Gra-ciano, por edicto público, repudió este edicto.Entre los hebreos, su Sumo Pontífice, Aarón, asu-mido a la dignidad por voluntad divina, fue tangrande su autoridad y la de sus sucesores comorefiere todo el libro del Levítico y el del Éxodo,principalmente en el capítulo 28. Y en la policíaeva[n]gélica tenemos el sumo po[n]tífice Romanoque con autoridad dimanada de Cristo, tiene elgobierno espiritual del mundo y lo temporal dél,en cua[n]to es medio para conservar lo espiritual,de que disputan largamente juristas y teólogos; yusando de ambos dominios en Sardeña y Córcega,como las necesidades de la Iglesia habían sido estosaños tan apretadas, cada una de las repúblicas pisa-na y genovesa habían procurado adelantarse ygranjear privilegios en uno y otro dominio, y elque más litigaba[n] estos años era el espiritual, pre-tendiendo cada una que en su ciudad se había de

91Historia general - Cuarta parte

IMagistradosupremo paratodas las cosas.

Gregor.7.epist.lib.6.epist.12.

consagrar el Obispo de Córcega. Los de Pisa sefundaban en privilegio del año 1078 por GregorioVII, en que concedió a Landulfo, Obispo de Cór-cega, la mitad de las rentas, reserva[n]do a la juris-dicción pontificia la rete[n]ción de los castillos yde poner guarda y gobernadores en ellos.Amplió este privilegio Urbano Segundo, año1091, co[n]cediendo al Obispo de Pisa toda la islade Córcega co[n] tributo anual de cincuenta librasde moneda de Luca.Y en el año 1092 dio título de metropolitano deCórcega al Obispo de Pisa y delegado en Sardeña.Calixto II, instado de los genoveses, año 1119, lerevocó. Honorio II, su sucesor, le restituyó a lospisanos. Y viendo Inocencio II, el año 1187, elencue[n]tro de privilegios por su potestad sobera-na, los advocó en sí y della usando por losencue[n]tros que había entre las dos repúblicas deGénova y Pisa, así en razón de las pretensiones quetenían sobre el dominio de Sardeña y Córcega,como de otras cosas fuera dellas con celo de padre,y por tocarle el directo dominio de Sardeña procu-ró atajarlos, hacie[n]do que los obispos de Génovay Pisa fuesen metrópolis de por sí, y sus obispos,arzobispos, da[n]do por sufragáneos al de Génovala mitad de los obispos de Córcega, y la otra mitadal de Pisa, añadié[n]dole a éste los obispados popu-lone[n]se en Italia y el civitatense y galteline[n]seen Sardeña, en la provincia o Judicado de Galura,atajando con esto la diferencia que había sobredó[n]de se habían de consagrar los obispos de Cór-cega; y esto parece también ser así por las epístolasde Inocencio Tercero en el primer libro. Y confir-mando y ampliando esta concesión los otrossumos pontífices, sus sucesores, como fueron Ale-jandro Tercero, en el año 1160, Cleme[n]te Terce-ro, Celestino Tercero y el mismo Inocencio Terce-ro, hallamos no por breve particular, sino por pala-bras contenidas en otro, que después cerca del año1155, Adriano Papa Cuarto, concedió al mismo

92 FRANCISCO DE VICO

2InocencioSegu[n]do procu-ra co[m]poner laRepública deGénova con la dePisa.

3A los obispos deambas repúblicashace arzobispos.

4Les señala sufra-gáneos.

Sigon.li.11SabellicoEnnead.4.lib.4.Pio 11Blondo.Jua[n] VillanoZurita lib.5.de la primeraparte cap.20.

Arzobispo de Pisa la provincia turritana, y en elaño 1198 Inocencio Papa Tercero le dio las provin-cias arborense y calaritana, conque parece q[ue]había de ser primado de toda Sardeña, como sehalla en las letras apostólicas, que tienen por títuloUbaldo Pisano Archiepiscopo, eiusque successoribuscanonice substituendis in perpetuum de confirmatio-ne turritan. & calaritanen. & arboren. ProvinciaruPrimatus & c. Y en ellas va refiriendo primero elPontífice como todas estas iglesias, la galtelinense ycivitatense, de la provincia de Galura fuero[n]hechas sufragáneas y después por su orden las otrastres provincias fueron concedidas al dicho Arzobis-po de Pisa, y luego confirma con su apostólicodecreto lo mismo, y aún añade que la legacía deSardeña, concedida al dicho arzobispo pisano porlos pontífices Urbano, Inocencio, Eugenio, Anas-tasio y Celestino se la confirma, como consta delBreve, que para que se entie[n]da esto mejor sesaca a la letra, que es el siguiente:Si sua cuiq[ue] iura illibata servamus, & eos, qui inEcclesia Dei pro iniuncto sibi officio, & devotionesincera, plus alijs elaborant, dignae retributionisvicissitudine, diligentius, ac specialius honoramus,quod nostrum est, iuxta commune debitu (sicut debe-mus) exequimur, & Apostolicae Sedis honorem inte-gre custodimus. Proinde cum foelicis memoriae prae-decessor noster Innocentius Papa de discordia, & gue-rra, quae inter Pisanorum, & Genuensium civitatesextitit, multas hominu clades, & Christianoru capti-vitates innumeras pervenisse cõsiderans, utriusquepartis saluti, tã spiritualiter, quã temporaliter pater-na solicitudine studverit providere; atque pro bonopacis, & recompensatione Episcopatuum, quos utiquea praedecessoribus nostris Romanis Pontificibus Eccle-siae Pisanae cõcessos in Insula Corsicae a praedecesso-re tuo bonae memoriae Archiepiscopo Uberto accepit,in Galluren. Iudicatu duos Episcopatus Galtillinen.videlicet & Civitaten. & Populonien. Episcopatumsibi, eiusque successoribus & pero eo Ecclesiae Pisa-

93Historia general - Cuarta parte

nen. concesserit & Metropolico iure subiecerit. Nosqui in Sedis Apostolicae administratione, licet indig-ni, disponete Domino, illi successimus, eandem con-cessionem antecessorum nostroru bonae memoriae,Adriani, Alexandri, Clemetis, & Caelestini Papaevestigijs inhaerentes, auctoriatate Apostolica confir-mamus, & ratam manere censemus. Praedecessoruquoque nostrorum vestigijs inhaeretes, vobis Primatushonore Turritan. Provintiae. cõfirmamus: ad maio-rem etiam honoris cumulum Pisanen. civitatis utPisan. Ecclesia cum universo eiusdem civitatis popu-lo infidelitate atque devotione sacrosanctae RomanaeEcclesiae iugiter perseveret, & in ipsa quotidie aug-mentetur, pro devotione quoque, & honestate tua,frater Hubalde Pisanen. Archiepiscope, personamtuam etiam per te Pisanen. Ecclesiã, ampliori muni-mine volum[us] decorari. Tibi ergo tuisque successo-ribus Primatum super Calaritanen. & Arbore. Pro-vincias datum concedimus, & auctoritate Sedi Apos-tolicae confirmamus. Ita quidem ut eos ad Conciliumvocetis excessus eorum corrigendi, & in doctrinaApostolica confirmandi, atque caetera omnia quae adius Primatus pertinet in eos exercendi habeatis libe-ram facultatem. Legationem quoque Sardiniae apraedecessore nostro Papa Urbano praedecessoribustuis cõcessam, & foelicis memoriae Innocentij, &sanctae recordationis Eugenij, atq[ue] Anastasij, &Caelestini Romanorum Pontificum privilegijs in per-petuum roboratã tibi, tuisq[ue] successoribus praesen-tis scripti pagina a confirmamus, & confirmationemipsam ratam, & in convulsam perpetuis temporibusdecernimus permanere. Denique ut Pisana civitas,quae favore caelestis numinis de inimicis Christianinominis victoriam frequeter obtinuit, & eorum urbesmultasss subiugavit, amplius honoretur, equo albo cunacho albo in processionibus utendi & Crucem, vexi-llum, scilicet Dominicu per subiectas vobis Provinciasportandi, & per spatium illud Vulterrani Episcopa-tus, quo de Pisan. Episcopatu ad Populonen. transi-tur, tibi, tuisque successoribus licentiam damus.

94 FRANCISCO DE VICO

Pallij quoque usum fraternitati tuae concedimus, utvidelicet, eo secundum consuetudine Pisanen. Eccle-siae per{…}. Et in consecrationibus etiam Episcopo-rum in Corsica, Alarien. videlicet, Aiacen. & Sago-nen. & praedictorum duorum in Sardinia, & Popu-lonien. Episcopi quoru Metropolitanus existis. Si quaigitur in futuru, & c. ut in primo libro epistolarum.De esta concesión nunca gozaron los arzobispos dePisa verdadera y realmente, porque esta preemi-nencia y dignidad era de modo q[ue] solame[n]tetenían el título, pero no la jurisdicción; y así lodeclaró el papa Inocencio III, año 1198, escribien-do al Arzobispo de Torres, sobre esta legacía o pri-mado absenti (Pisano Archiepiscopo) vel alio tempo-re venienti non teneberis auctoritate legationis ali-quatenus respondere, porque en realidad no hacíanoficio de primado, ni le ejecutaban en las apelacio-nes de las provincias de Sardeña, por no remitírse-las a ellos, sino al juez defensor que los mesmosromanos Pontífices nombraban y tenían en Sarde-ña, para este efecto, aun mucho antes del papa sanGregorio entre cuyas cartas hallamos muchas escri-tas a varias personas q[ue] tuvieron este oficio,como parece por la que intitula Honroco DiaconoSardiniae defensori, y por otra con este título Sabi-no defensori Sardiniae, y otra Vitali Sardiniae defen-sori, en la cual da la forma que han de guardar losdefensores en las causas de apelaciones de los pre-lados. Desde ento[n]ces acá este oficio se ha idocontinuando y perpetuando, aunque con el tiem-po se ha mudado el nombre, y así se llaman ahorajueces de gravámenes y apelaciones, como másabajo lo veremos en su lugar.A esta concesión del primado que los po[n]tíficeshicieron en favor del Arzobispo de Pisa, hallamosq[ue] hizo contradicción el arzobispo turritano,alegando que no solo le era a él perjudicial, peroq[ue] le tocaba la legacía apostólica en toda Sarde-ña, así por su antigüedad, como por haber tenidoesta legacía sus predecesores, por lo cual ma[n]dó

95Historia general - Cuarta parte

5Arzobispo de Pisanu[n]ca fue Pri-mado de Sardeñaco[n] efecto.

Ex lib. epistolaruInnocetij IIIanno 6.quiest in BibliothecaVaticana epist.110.

6Sardeña teníadefensor.

el mismo papa Inocencio III al dicho Arzobispo deTorres, cerca de los años 1206, que como su dele-gado apostólico, sin embargo de la primacía desolo no[m]bre, q[ue] en el primer año de su pon-tificado, q[ue] fue el de 1198, había co[n]cedido alde Pisa, ni de la que podía pretender por laco[n]cesión de Inocencio II, su predecesor, tomaseel jurame[n]to de fidelidad y obediencia debido ala santa Iglesia Romana y a su santa Sede Apostó-lica a Guilielmo, Juez callaritano, como parece porel capítulo Ea te de iure iurãdo, en el cualrepre[n]de el papa Inoce[n]cio III al Arzobispo dePisa, y le afea el atrevimiento q[ue] había tenido entomar el juramento al dicho juez callaritano Gui-lielmo, al cual ma[n]da que preste el juramento,como era costumbre, ante el Arzobispo turritano,no obstante que sin deberlo le había prestado anteel Arzobispo de Pisa, por estas palabras:Sane venerabilis frater noster Archiepiscopus Turrita-nus per tuas nobis litteras intimavit, quod cu a tenomine nostro iuramentu fidelitatis, sicut a nobis inmãdatis acceperat, exegisset, illud exhibere in eiusmanibus distulisti, afferens quod venerabilis fratri nos-tro Archiepiscopo Pisano, salvo Apostolica Sedis honorehuiusmodi praestiteras iurametum, & c. y más abajo,Monemus igitur nobilitate tuã, & exortamur atten-tius, quatenus omni excusatione, & occasione cessantein manibus eiusdem Archiespiscopi fidelitatis nobis &Ecclesiae Romanae exhibeas iuramentum.Y se co[n]firma lo mismo in cap. si diligenti depraescripti, que es prueba clara y bastante de q[ue]los arzobispos de Pisa nunca gozaro[n] del dichoprimado y legacía apostólica en Sardeña con efec-to, sino tan solamente de nombre y esto les durótan solamente hasta el año de mil docientoscuare[n]ta en q[ue] los privó de ambas cosas elSumo Pontífice, Gregorio Nono, por el sacrilegio(que como diremos) cometieron los pisanos y elrey Encio de Sardeña co[n]tra los cardenales lega-dos, y contra los demás prelados, que acudían lla-

96 FRANCISCO DE VICO

7Arzobispo deTorres toma jura-mento de fideli-dad al Juez deCáller.

8Pisanos privadosdel Po[n]tífice delderecho que tení-an en Sardeña.Volaterranus.Sabellicus.Villanus.

1240.

mados al concilio que se hacía en Italia contra elemperador Federico, padre del dicho rey Encio.Este medio tomó el Pontífice para atajar las gue-rras q[ue] había entre las dos ilustres repúblicasde Pisa y Génova, como hemos dicho al principiodeste capítulo, sin decir la razón porque se encen-dieron ahora de nuevo, guardándola de propósitopara esta ocasión. El fundamento fue que lospisanos, confiados en su poder, poco advertidosq[ue] co[n]tenía[n] muchos enemigos forasteros,los buscaron intestinos y encontrá[n]dose conComida, Rey o Juez de Arborea, metiero[n] laguerra en las provincias de su partido y fue ta[n]graveme[n]te molestado dellos, que nopudié[n]doles resistir ni conservarse a sí ni a suEstado, pidió favor a los genoveses que gustososse le dieron para co[n]servarle en su Reino y res-tituirle en lo que le habían quitado. El mayor malde los humanos es la guerra por eso en latín sellama bellum: quasi minime bellum, pero es sinduda, que la intestina que llamamos civil esmucho más horrible, pues ta[n] destruida quedala patria con la victoria, que con el vencimiento ycomo el ser uno homicida de sí mismo es lamayor desesperación y locura; así el príncipe queda guerra a sus vasallos o maltrata las provinciasque le obedecen, es homicida de sí mismo y soli-cita su destruición en la misma que ocasiona,como les sucedió a los pisanos en esta ocasión,que perdiendo la tierra, se perdieron a sí mismos.Mostróse Comida por la ayuda que le dieron losgenoveses grato a su República; abrió con estopuerta a nuevos favores, en caso que necesitasedellos, porque el agradecido asegura los bienesque recibió, y el ánimo del bienhechor para quelos continúe, en opinión de Filón, que en su librode Plantatione Noé reparó en que tras el cuartohijo de Jacob, que fue Judas, le nació el quintoIsacar, y es que Judas quiere decir agradecimien-to, Isacar merced, que quien ha sido agradecido a

97Historia general - Cuarta parte

9Pisanos ponenguerra al Juez deArborea.

Dion.Cassio.lib.41.histor. Romano-rum.

10Guerra intestinapeor de la defuera.Cicer. in Philippi-ca.

11Juez de Arboreafavorecido de losgenoveses.

los bienes que ha recebido, hace camino a nuevasmercedes en el pecho del bienhechor, Emeritoquando post gratu Iudam in luce est editus Isacar,qui merces vocatur. Grato enim ipsa gratiaru actiomerces est amplissima, dijo el filósofo Platónico.La reco[m]pensa q[ue] hizo Comida, q[ue] basta-ra ser sardo para ser reconocido a la República deGénova, fue aplicar a su iglesia de San Lorenzoun pingüe beneficio eclesiástico de los del Reinode Arborea con la mitad de las minas de plataq[ue] en él se sacaba[n], como refiere[n] muchosautores, de q[ue] me pareció solo sacar las pala-bras de Folieta: Comida Iudex ac Princeps praefec-tura Arborensis (una ex quatuor est, in quas omnisSardinia dividitur) cu multis iniquitatibus a Pisa-nis contineter praemeretur ad florentes Genuensiuopes confugit, eorumque patrociniu, & propugna-tione in se firmavit oppimo Sacerdotio anno eiusseculi trigesimo uno, sacrae aedi Lauretanae Gen-nuensi dimidia, parte montium in quibus suntargenti fodinae dono data.

Capítulo XIXFederico sucede en el imperio y los progresos que

tuvo en su coronación.Murió Conrado y sucedió en el imperio Federico,Duque de Suecia, ho[m]bre de opinió[n] y fama,virtuoso y valerosos, y lo mostró da[n]do luegoaviso desta su elección al papa Eugenio III destenombre, que le retornó la embajada, enviá[n]dolesus legados y hallándose en Ratisbona los recibió yoyó con mucha demostració[n] de amor y cortesía;compuso a unos deudos suyos q[ue] andaban muyencontrados y hizo merced a Velfón, su tío, de laMarca, de la Toscana, del Ducado de [E]spoleto yalgunos dicen del Principado de Sardeña; y aMatilde hizo merced de toda la tierra de Labor,sacándole del Abad vespesiense, aunque no se

98 FRANCISCO DE VICO

12Agradecido ase-gura sus bienes.

Zurita.Iustiniano.

Años 1152.I

Federico, Duquede Suecia, electoEmperador.

2Federico da a Vel-fón muchos esta-dos de Italia yPrincipado deSardeña.

cómo pudo ser esto, siendo estos estados pertene-cientes a la Sede Apostólica en virtud de la dona-ción que dellos le hizo Ludovico, primero destenombre, hijo de Carlomagno; y de Sardeña se veri-fica más con lo q[ue] se dirá más adelante número17. Deseaba Federico sumamente pasar a Italiapara cu[m]plir lo q[ue] Conrado, su predecesor,no había podido alca[n]zar de coronarse Rey della,y refrenar los excesos y libertades de los milanesesy otros señores de Italia, y particularme[n]te quitarde manos de Rogerio la Pulla, valié[n]dose paraesto de algunas personas poderosas, q[ue] Rogeriohabía echado o desterrado de aquellas tierras yhabía[n] acudido a pedirle su favor y ayuda; pasa-ron en Italia en estos años hasta el de 1155 losencuentros y sucesos q[ue] refieren sus historiado-res, q[ue] por no tocar a los q[ue] tratamos de Sar-deña no los reco[n]tó; solo diré q[ue] en este añode 1155 llegó Federico a Italia y entró en Pavía 18kalen. maij co[n] gra[n]de Majestad, y fue aclamo-reado de todo el pueblo por Rey y señor y llevadoa la iglesia de San Miguel se coronó y tomó el cetroreal en su mano, da[n]do gracias a Dios, de cuyamano se recibe[n] todos los beneficios; partió a lostres días a Plasencia, y no querié[n]dole recebir losplacentinos sitió aq[ue]lla ciudad, ysocorrié[n]dola los milaneses, dio Federico pordificultosa su entrada en ella, y mudó parecer ypartió luego a prisa y de repe[n]te para Roma paracoronarse, entró 3 nonas maij, y de ahí se fue aRegio, Módena y Boloña y ve[n]cido a Apenino,pasó a Toscana, do[n]de negoció q[ue] los pisanosaprestase[n] una armada co[n]tra Guillelmo10, Reyde Sicilia. Hallábase Federico en Viterbo ysabie[n]do que el pontífice Adriano IIII venía averle, le salió a recebir y, al apear del caballo elPo[n]tífice, le tuvo Federico el estribo y quedando

99Historia general - Cuarta parte

Sigonio.Peña.

3Federico entra enItalia.

4Se corona enPavía.

5Pone sitio a Pla-sencia.

6La socorre[n] losmilaneses.

7Pide ayuda a lospisanos contra elRey de Sicilia.

8Federico sale arecebir alPo[n]tífice.

10 Guillelmo: “Guillermo” por disimilación.

un poco atrás, le fue sie[m]pre aco[m]pañadohasta el hospicio, do[n]de el obispo barborgenseen nombre y por orde[n] de Federico habló al Pon-tífice así:Gratias Deo summas agimus Beatissime Pater, quinostri nos cõpotes voti fuit in eu locu adducens in quosanctissimo tuo cõspectu perfrueremur cuius summãiã pride cupiditate fragramus. Notu ergo tibi sit que-madmodu haec ex finibus terraru pro Regni honorecollecta Ecclesia Principem hunc suu ad tuã beatitu-dine praevehendu ad culme Imperialis honoris addu-xit. Virum nobilitate, prudetia, fortitudine victo-riaq[ue] praestãte inprimisq[ue] S. R. E. studiosum,quã ipse amplexatur ut matre cui[us] rei certo esseargumeto potest humanitas modo erga te adhibitacum te veniente laetus susceperit, & solemne officiuad pede inclinatus praestiterit, quare petimus ut & tuquae tua sunt peragas, idest ipsum Imperatoria quaedesideratur corona exornes.A este razonamie[n]to respo[n]dió el pontíficeAdriano, q[ue] lo que se le pedía era justo, y se leco[n]cedería co[n] mucha volu[n]tad, pidié[n]dolesolamente q[ue] le favoreciese en mortificar lasinsolencias de los romanos, de manera q[ue] respe-tase[n] y venerasen aquella suma dignidad pasto-ral, y no le perdiesen el respeto; y prometiéndoleFederico q[ue] lo cumpliría, partiero[n] juntos aRoma y topando en el camino los embajadores delpueblo romano, aprendió Federico su arrogancia,así del acompañamiento que traían, como de loque le representaron co[n] su embajada, q[ue] fuela q[ue] se sigue:Senatus populusque romanus, Rex optime foelicemhunc tibi adventum gratulamur seque coronamImperij tibi traditurum pollicetur si pace praestiturus& iura sua conservaturus accedis. Caeteru postulat adte duo, unu quidem ut iniustum a se clericorumdominatum depellas, ac civitatem in antiquam reiformã restituas; neq[ue] enim te fugit quãta fueritquondam huius urbis maiestas cu Senatorio atq[ue],

100 FRANCISCO DE VICO

9Habla alPo[n]tífice.

10Adriano respondea Federico.

11Senado romanoenvía embajada aFederico.

equestri ordine vigente ipsa per Cõsules, Praetores, acTribunos plebis gubernabatur, quod ea te studiosiusfacere opportere existimat quo plus ab ea quã quis-quam alius accepisti cum Transalpinus homo ad Reg-num Italiae, Imperijsq[ue], Romani culme evectussit. Alterum vero ut ad servandas antiquas cõsuetudi-nes magistratibus suis a quibus tibi mox in capituloacclamabitur usque ad quinque millia librarumargenti dilurgiaris iniuriasq[ue], a Republica usquead effusione sanguinis arceas, & hac privilegijsmunias tuaque manu corrobores.Puso en notable cólera a Federico esta embajada delos romanos sin poderse contener a respo[n]derles,diciéndoles q[ue] pasó ya la magnificencia q[ue] deaq[ue]lla República le representaba[n], sin quedarni aun los vestigios de sus pasados, porq[ue] pri-mero de Carlos y después de Otón, quedó asoladay el imperio q[ue] representaba[n] de su Repúbli-ca había pasado ya a Germania, co[n] todas lasho[n]ras, noblezas y dignidades; y era manifiestoengaño decir q[ue] el imperio se recebía de losromanos, porq[ue] todo eso se quitó co[n] laentrada q[ue] en Italia hiciero[n] Carlos y Otón,cuando los mismos romanos los llamaro[n] en sudefensa co[n]tra Desiderio y Bere[n]gario, Rey delos lo[n]gobardos, ganá[n]dolos a fuerza de armasy como quiera había[n] de saber cuán fuera derazó[n] era prese[n]tar leyes y alegar presunciónco[n]tra su príncipe, ni amonestarle que les guar-dase por más justos que fuesen. Previniendo Fede-rico a las insidias de los romanos en su entrada, lacomunicó con el papa Adriano y resolvieron q[ue]la noche siguie[n]te partiesen mil caballos arma-dos, guiados del cardenal Octaviano, el cual sinacatarse los romanos, se entró en Roma muy demañana y favorecidos con la caballería delPo[n]tífice se alojaro[n] en la parte q[ue] se decíala ciudad Leonina, q[ue] debía de ser el cuartelq[ue] el papa Leó[n] alojó a los corsos q[ue] de-sampararo[n] aquella isla, huyendo de los sarrace-

101Historia general - Cuarta parte

12Federico respon-de a la embajadade los romanos.

13Federico previnoa las insidias delos romanos.

nos, como vimos arriba; y con esto ocuparon laVaticana, y la guardaro[n] co[n] validísimo presi-dio. Partió con esto luego Adriano a Roma, y tresdías después Federico, q[ue] era 6 kalendas iulij,siguié[n]dole su ejército. Asentó sus reales en elca[m]po de Nerón y caminando adelante con suguarda, se fue a la ciudad Leonina, y de allí a laVaticana, donde le estaba aguarda[n]do elpo[n]tífice Adriano y venerándole Federico, lellevó consigo al oratorio de San Pedro, donde leungió y coronó co[n] suma sole[m]nidad y acla-mación de todos, co[n] la cual subió Federico enun caballo ricamente enjaezado y con su corona enla cabeza, y todos los demás a pie, se volvieron porel mismo camino a sus reales, quedá[n]dose elPapa en la Vaticana.Con esta quietud procuró Federico componermuchas cosas en Italia, y hacer muchas leyes tocan-tes a los feudos; procurar la unión y paz de las ciu-dades de Italia que iban enco[n]tradas; aumentarlas preeminencias de los estudia[n]tes y, hechoesto, tomó acuerdo de enviar a Co[n]rado, obispoaistense, y al co[n]de Emicón a Sardeña y Córcega,para enfeudar aquellas islas; au[n]que los pisanos ygenoveses no quisieron dar lugar q[ue] fuesen loslegados a esta jornada, por la pretensión q[ue]tenían en estas islas. Desto sacamos en limpioq[ue] la concesión q[ue] Federico hizo a Velfón delPrincipado de Sardeña, como arriba referimos, ono fue así o no tuvo efecto; quedó Federico muydisgustado desta acción co[n]tra los genoveses ypasó a sus confines y puestos en temor, le envia-ro[n] sus embajadores, co[n] los cuales concertó yfirmó paces, y hechos otros progresos enLo[m]bardía se fue a reconocer su ejército q[ue]tenía en los ca[m]pos de Boloña, do[n]de le alcan-zaro[n] unas cartas del pontífice Adriano, mos-tra[n]do quedar muy sentido, ver que Federico sequería apropriar así las tierras q[ue] tenía el patri-monio de san Pedro y particularme[n]te de haber

102 FRANCISCO DE VICO

14Federico entra enRoma.

15Le corona Adria-no.

16Se vuelve a susreales a caballocon la corona.

Años 1159.17

Procuraco[m]poner lascosas de Italia.

Sigo.lib.11.

18Envía al Obispode Aistense y alconde Emicón aSardeña.

19Adriano no sientebien q[ue] Federi-co se aproprie lastierras de la Igle-sia.

enviado a Sardeña a Conrado, obispo aistense, y alconde Emicón, para cuyo reparo envió cuatro lega-dos, q[ue] fueron los cardenales Octaviano, Enri-co, Villelmo y Vido, y le hizo notificar en Boloñaque sin otro aviso suyo, no enviase a Roma legadosni embajadores, hasta que reintegrase a la IglesiaRomana todo lo q[ue] había tomado, y que noinquietase a los pueblos sujetos a la Iglesia en cosaq[ue] no le tocase; que dejase a los obispos libresde Italia a prestarle homenajes, que restituyese a laIglesia Romana las heredades y los tributos deFerrara, Massa, Ficarol y todas las tierras de la con-desa Matildis, el Ducado de [E]spoleto y las igle-sias de Córcega y Sardeña; el rescrito del Pontíficesobre esto dice así:Ne post hac Nuncios ad urbem ipso nesciente Põtificemittat cu omnes magistratus S. Petri cu universisregalibus essent ne a populis Pontificitiae ditionisubiectis, nisi suscipiendae coronae tepore sodrum exi-geret, ne Episcopos Italiae hominis sibi abstringeret,ne Nuncios suos, hospitatum in Episcopia mitteret, utpossessiones Ecclesia Romanae, & tributa Ferrariae;Massae, Ficaroli, totius terrae Comitis Matildisterrae ab aqua pendente Romam. Ducatus Spoletani,Insularum Sardiniae, & Corsicae, restitueret.Extrañó mucho este recaudo Federico y hubo derespo[n]der no con poca cólera, diciendo que noinquietaría a los prelados de Italia, mientras notuviesen cosas tocantes a sus regalías; que de muybuena gana sacaría sus legados de las tierras de losobispos, si constare que los obispos tuviesen fabri-cados sus obispados en tierras proprias y no reales;siendo cierto q[ue] los edificios son del señor delsuelo donde se fabrican y en lo q[ue] tocaba a noenviar sus legados a Roma, por ser patrimonio desan Pedro, necesitaba la respuesta de mayor delibe-ración y consulta, advirtiendo que sería cosa vanasi el Emperador que tiene por título RomanorumImperator no tuviese jurisdicción en aq[ue]lla ciu-dad, sus palabras son:

103Historia general - Cuarta parte

Sigo.lib.11.

20Rescrito deAdriano contraFederico.

21Federico respon-de a Adriano.

Se Episcoporum Italiae hominiu non quaesiturum, siilli a suis regalibus abstinuissent, quod si illi libenterusurparent quid Episcopos cu Rege? Se quoque roga-turu quid Episcopo cum possessione? nutios libeter abEpiscopia amaturum si probatu esset Episcopos in suosolo Episcopatu non in regio aedificasse, neque aedifi-ciu solo caedere opportere, quod Legatos in Urbemmittendos negarent, quia ibi magistratus S. Petriessent; id longiorem cõsultationem desiderare itaenim fieri, ut Imperator Romanus inane solum nomedominantis habeat si Romanã Urbem unde Impera-tor romanus appellatur in potestate nõ habeat.Con esta respuesta, se asomó entre los dos princi-pios de ro[m]pimie[n]to y para no llegar a esto,procuraro[n] los legados q[ue] se renovasen laspaces q[ue] se había[n] hecho con el papa EugenioIII y Federico no quiso venir a ello.En estos años de 1156 gobernaba el Reino o Juz-gado de Torres Gonario, santísimo varón, de cuyaaprobada virtud y vida hace particular mención laCrónica de la Orden Cistercien[se] en la cual, exlibro magni exordij cap. 27, se narra parte de suvida con estas palabras:De nobili Principe Gonnario postea Monacho Clara-vallis. Quidam nobilissimus Princeps GonnariusIudex quondã, & dominus Sardinae Tetrarchalis, cualijs gratia orationis sanctu Martinum Turonesempetijsset in redditu, transiens per Claravallem, & aBeato Bernardo devote exceptus de salute quoque ani-mae copiose admonetur, conversioni mire consentit.Licet Pater sanctus ipso praesente, & multu gratulan-te caetum quemdam illuminasset, cui abeunti virDomini sic locutus est. Ego quidem instanter pro tuaconversione Domino rogavi, sed ad praesens exaudirinõmervi, & nunc abire te patior, quia retinere nonlicet invitum, scias tamen tu huc, iteru de Sardiniareversurum. Abijt ergo in patriam suam, verba quaeex viri Dei ore audierat incensanter animum eius sti-mulabant spiritu intus suggerete prophetiã qua de sesanctus Propheta praedixisset, cessari poenitus nõ

104 FRANCISCO DE VICO

22Januario o Gona-rio, Juez deTorres, y su vida.

posse. Modico post elapso tempore cum nuntiatu essetei Beatum virum transisse ab hoc mundo ad Patremcõsternatus animo vehementer argues semetipsum, &poenitens valde quod ad illius praedicationem cõver-sus non fuissent mox ergo igne illo, quem Dominusmittit in corde electorum suorum, mittit & vult vehe-menter accendi totus incanduit, nec omnino moramfacere sustinens, primogenitum filium suum pro se inRegno suo Principem constituit, ipse vero, cum adhucquadragenarius esset aetate, corporis & animi vigorepraepollens relicta Sardinia, omnique gloria mudispreca pauper & humilis ingressus est Claravallemibique sub disciplina suscepti Ordinis usq[ue] addecrepitam aetatem imo usq[ue] ad mortem perseve-rãter militans Regnum terrenum pro caelesti se com-mutasse gloriabatur.Con lo cual se referirá parte de la vida del noblepríncipe Gonario, mo[n]je de Claravalis, q[ue] fueJuez y señor tetrarcal en Sardeña, esto es de una delas tres partes de Sardeña, el cual por su particulardevoción fue a visitar la iglesia y monasterio de SanMartín turonense, y pasó de vuelta por Claravalle,donde fue recebido co[n] mucha caridad delpatriarca san Bernardo, con quie[n] trató muchísi-mo de cosas celestiales y divinas y de ejecutar elintento que tenía de ser religioso de su Orde[n],rogándole que lo encomendase a Dios, yhabié[n]dolo hecho el Santo, le respondió: -“Yo hehecho y pedido con mucha insta[n]cia a Dios loque me encome[n]dastes, pero hasta agora no hesido merecedor de ser oído, y, así, consiento quevuelvas a tu Reino, porque no es bien que detengaa nadie contra su volu[n]tad; pero es bien quesepas que has de volver aquí de Sardeña”. PartióseGonario y llegó a su casa, tenie[n]do siempre en lamemoria fijas las palabras que le dijo el Santo.Sucedió la muerte del Santo y saberla Gonario, ydoliéndose graveme[n]te, se repre[n]día de nohaberse quedado con él y seguido, lo q[ue] le per-suadió para su co[n]versión, abrasado en fuego de

105Historia general - Cuarta parte

amor divino, co[n] aquellas llamas que Dios sabeenviar a los corazones de sus escogidos; sin deten-ció[n] alguna propuso al Reino le recibiesen ensucesor a su hijo, que declaraba como tal, y consin-tie[n]do el Reino en su propuesta, salió de Sarde-ña, deja[n]do cua[n]to en ella poseía, siendo decuarenta años en la flor de su edad y pobre yhumilde llegó a Claraval, donde, conocido, le die-ron el hábito en q[ue] vivió gustosísimo,gloriá[n]dose q[ue] había sabido trocar el reinoterreno por el celestial; y así vivió con perseveran-cia ejemplar por muchos años, que sería la su his-toria, hasta la decrépita en que le alcanzó la muer-te con ciertas espera[n]zas de la vida eterna.

Capítulo XXDe la muerte del papa Adriano cuarto y pretensión

de Federico sobre cobrar al Imperio la isla y Reino deSardeña, y cómo dio título de Rey della a Barisonio.

De la inconsta[n]cia de la naturaleza sacó funda-me[n]to para la mutabilidad de los reinos y repú-blicas Aristóteles, puso los ojos en esta variació[n]Lucano, y cantó estos versos.

Fert animus causas tantarum expromere rerum.Immensumque aperitur opus, quid in arma furetem

Impulerit populum, quid pacem excusserit orbi.Invida fatorum series, summisque negatum

Stare diu, nimioque graves, sub pondere lapsus.No es posible que sobre fundamento inconstantese pueda fundar edificio fijo y que en naturalezavaria pueda haber reinos duraderos, y si alguno delmundo ha experimentado mayores embates de for-tuna, mayores desigualdades en gobierno, másdiferencia de señores, ha sido sin duda el de Sarde-ña, como co[n]sta del discurso desta historia. Fueprimero gobernada por sus reyes, por los cartagine-ses, por el Senado romano y luego por los empera-dores q[ue] hicieron della donación a los pontífi-

106 FRANCISCO DE VICO

IFortuna incons-tante.Arist.lib.5.de sus políticas cap.12.LucanoLib.I. de las guerras civiles.

Sardeña ha pade-cido varios emba-tes de fortuna.

ces, y, vie[n]do Federico que era la piedra de escán-dalo para perturbar la paz de la cristiandad y elfundamento de la sangrie[n]ta guerra que traíanentre sí las dos repúblicas de Génova y Pisa, resol-vióse a derogar las donaciones hechas por los otrosemperadores a los sumos po[n]tífices y las q[ue]éstos habían hecho a los pisanos y genoveses. Elfundamento q[ue] tomó para colorear esta nove-dad fue q[ue] habiéndoles dado a los pontíficesestas dos islas de Sardeña y Córcega los emperado-res, sus predecesores por vía de donació[n], no erabien que despojándose dellas la Iglesia, las diesen apisanos y genoveses como ellos pretendía[n], ni aotras repúblicas o reyes particulares que las pidie-sen, sino q[ue] volviesen al mismo Imperio.Este año de 1159 tuvo fin con lastimosos trabajosy dio principio a muchas calamidades, q[ue] seperpetuaron por muchos años en Italia y enmuchas partes de Europa. Murió el papa AdrianoCuarto en Anagnía, y fue llevado su cuerpo aRoma, y se le dio sepultura en San Pedro; fue laelección de su sucesor ta[n] reñida, que perturbóno solame[n]te todas las iglesias occidentales, peroaun los reinos enteros, las repúblicas, ciudades yparticulares dellas. Anduviero[n] los electores muyencontrados entre sí, eligiendo los unos con másvotos a Rolando, natural de Sena, y los otros aOctaviano Romano; y aunque pocos votos, porenturbiar y poner en litigio la elección de Rodoal-do, le sentaro[n] los de su parcialidad en la Silla desan Pedro, y se llamó Víctor Cuarto, en cuya opo-sición los electores de Rolando hicieron lo mismocon él, y se llamó Alejandro Tercero, de lo cualsalió aquel grande incendio de disensiones y gue-rras que los historiadores y los que escriben la vidade estos pontifices narran; pero lo que más se pon-dera es, que en ocasión de esta cisma, pasase deGermania a Italia la pestífera introducció[n] de losgüelfos y gibelinos, que tan dura ha sido a desarrai-garse en tantos siglos. Hallábase Federico, Empe-

107Historia general - Cuarta parte

3Federicoprete[n]de cobrara Sardeña para elImperio.

4Adriano muere.

5Cisma en la elec-ción del sucesorde Adriano.

6Güelfos y gibeli-nos introducidosen Italia.

rador, en este tiempo ocupado en las guerras deCremona y otras partes de Italia, sin poder acudircon la atención que convenía a la composició[n]de esta cisma, aunque, según los historiadoresrefieren, mostró favorecer a Octaviano Romano,por habérsele entregado.Procuraron los genoveses en el año siguiente de1161 granjear la volu[n]tad de Federico,enviá[n]dole sus embajadores por el mes de juniode este año, para jurarle fidelidad y obedie[n]cia yofrecerle su armada por el mes de septiembre con-tra Guillelmo, Rey de Sicilia, y cobrar aquel Reinocon la Pulla y Capua para el Imperio; y agradecidoFederico de este ofrecimie[n]to, co[n]cedió a suRepública de Génova toda la ribera, que es deMónaco a Porto Vénere.Sucedió que habiendo partido Alejandro a la pro-vincia de Génova, siendo en monte Pulciano, salioa recebirle co[n] mucha ho[n]ra Teobaldo, Abadde San Germán, enviado de Ludovico, Rey deFrancia. Ju[n]tó Aleja[n]dro todos los obispos yclero de aquella regió[n] y privó de la comunica-ció[n] de los fieles a Víctor y a Federico con todossus secuaces y fautores, al uno como cismático y alotro como su defensor. Mostró Federico quedarmuy ofendido desto, y desea[n]do vengarse, com-puso como pudo las cosas de Italia y partió conVíctor a Borgoña, región de Fra[n]cia, y llegadoque hubo a Turín, supo que estaba[n] muy desuni-dos los pisanos con los genoveses, aprestando cadauno dellos su armada y deseando componerlos,alcanzó de ellos la suspensió[n] de la guerra hastasu vuelta. Ence[n]dióle el odio entre ellos más conocasión que los pisanos maltrataron unos genove-ses que estaban tratando en Constantinopla,matando muchos de ellos, por cuya ve[n]ganzaarmó aquella República doce galeras, las cualesfuero[n] al puerto de Pisa, y derribaron la torreque le guardaba y cautivaron una galera que estabaen aquel puerto y con ella a Bonatorso, cónsul de

108 FRANCISCO DE VICO

7Genoveses gran-jea[n] lavolu[n]tad deFederico.

8Federico concedea Génova toda suribera.

9Alejandro priva aVíctor y a Federi-co de la comuni-cación de los fie-les.

1162.

10Federico procuraco[m]poner lospisanos co[n] losgenoveses.

Pisa, que estaba en ella y para vengarse los pisanosde este exceso, armaron mayor número de navíos ydiscurrie[n]do por aquellos mares, cautivaro[n]dos naos cargadas de mercadurías de genoveses ydoce galeras q[ue] salía[n] de Portu Vénere, conotras muchas presas que sacaban de Sardeña. Estasguerras se iban engrosando entre las dos repúbli-cas, y de otra parte se conservan con los trabajosque suelen traer consigo y para librarse de losgenoveses y hacer tiro a sus enemigos,procuraro[n] que Barisonio de Lacon, Juez deArborea, descendiente de los Gunales y Láconos,jueces turritanos, a quien tenían muy benévolo porel beneficio que hicieron a su padre Comida envolverle y ampararle en su estado, fuese Rey detoda Sardeña; y, en efecto, el juez Barisonio, porinducción de los genoveses, hallándose el empera-dor Federico Segu[n]do en Parma, le envió aHugón, Obispo de Santa Justa, de su misma pro-vincia de Arborea por su embajador, acompañadode Filipo Justa y Bonvasallo Polverino, embajado-res ta[m]bién de Génova, para que le propusiese[n]de parte de aquella comunidad y del juez Bariso-nio, lo mucho que convenía para quitar las guerrascontinuas q[ue] entre Pisa y Génova había habido,y se iban también preparando, que éste fuese Reyde Sardeña. Fue fácil de alcanzar esta gracia delEmperador, con cuatro mil marcos de oro q[ue] lepagaron, contradiciéndolo los embajadores de Pisacon voces altas diciendo que no se podía hacer Reya nadie de tierra que pertenecía a otro, y que nodarían lugar a esto. Co[n] todo avisado el juezBarisonio de lo que se había negociado, partióluego co[n] tres galeras para Génova, donde fuerecebido con mucha honra y aplauso de todos losgenoveses; y aco[m]pañado de la mayor parte de lanobleza de aquella República, fue a Pavía ado[n]deestaba el Emperador, del cual fue recebido conmucho conte[n]to y sole[m]nidad; y sirvié[n]dolecon cuatro mil marcos de oro, le coronó Rey de

109Historia general - Cuarta parte

11Encue[n]tros denavíos de genove-ses contra pisa-nos.Sigon.Iustiniano.

12Federico haceRey de Sardeña aBarisonio, Juez deArborea.1164.

Sardeña en la iglesia de San Siro, con harta contra-dicción y disgusto de los pisanos, según lo refierenSigonio, Justiniano y Folieta, los cuales dicen queno pudo este juez gozar de la dignidad y cargo real,porq[ue] habie[n]do los genoveses prestado todo eldinero q[ue] se gastó en esta jornada, y se pagó alEmperador, se resolvieron enviarlo con tres galerasal Judicado de Arborea, con orden q[ue] antes debajar en tierra, cobrasen el dinero que les debía; ycomo esto no pudo tener efecto, por la gran con-tradicción e impedime[n]to que algunos pisanos yotros del Reino hacían, se resolvieron los que letraía[n] a cargo volverle a Génova con las mismasgaleras, donde fue detenido hasta el año mil cien-to y setenta y uno, que habiendo enteramentepagado todo lo que debía, aco[m]pañado demuchos genoveses que le quisieron servir en estajornada, se vino a Arborea, donde fue recebido desus vasallos tan solamente con grandes muestras dealegría, según refieren los mismos autores citados.Vino después a desistir de lo q[ue] había intentadode ser Rey de toda Sardeña, así por faltarle las fuer-zas necesarias para ello, como por no ser el título yderecho legítimo, ni poderle dar el Emperador,como lo sacamos de los autores sobredichos, de loscuales ni de nuestros antiguos manuscritos pareceque este Rey tuviese algún tiempo el mando detodo el Reino; antes, por lo que abajo veremos,consta que él y sus sucesores tuvieron tan solamen-te el Judicado de Arborea.

Capítulo XXIProsiguen los encue[n]tros entre genoveses y pisanosen la isla de Sardeña; co[n]ciértalos el papa Cle-

mente Tercero, y Guillielmo, Marqués de Massa, seapodera del Judicado de Cáller y hace paces con el

juez turritano Comida, restituyéndole a Cáller.Cierto que admira el ver tan ensangre[n]tadas las

110 FRANCISCO DE VICO

armas destas dos repúblicas de Pisa y Génova, yque no siendo dos naciones, sino casi una pornaturaleza como contenidas en la Italia en tanbreve espacio de tierra, se persigan con pasión tanenvejecida, contraria a la ley que profesan de cris-tianos, sin que para co[n]certarlos ve[n]za la auto-ridad del Po[n]tífice ni la del Emperador, y tantosmedios como para este fin se pusieron. Peroquie[n] advirtiere q[ue] el fin de estas guerras erasu gra[n]jería y su interés la comodidad que teníanen Sardeña, para sus comercios y tratos, sirviéndo-les la isla de escala para sus navegaciones y de enri-quecerlos con los frutos propios de que siempre hasido muy pingüe y abundante. Hizo Dios ley q[ue]no se atesorase, pareciéndole que no era compati-ble guardar la ley de Dios república codiciosa, yfundando su co[n]servación en estedeshacimie[n]to, porque es fuerza que para adqui-rir codiciosa una nación los bienes ajenos, haya deandar con los dueños a las manos, y que al pasoque los adquiere se destruya, pues ha de perdersangre por oro, y vidas por bienes. Ésta fue la des-truición de la grandeza romana, a sentir de Petro-nio, que en una sátira dijo así:

Nec minor in campo furor est, emptique QuiritesAd praedam sceptrumque lucri suffragia vertunt

Venalis populus; venalis curia patrum.Est favor in pretio, senibus quoque libera virtusExciderat, sparsisque opibus cõversa potestas

Ipsaque maiestas auro corrupta iacebat.Y estas dos repúblicas estos intereses las destruye-ron de manera que la de Pisa se acabó y hoy lavemos sujeta al gran Duque de Toscana, y la deGénova ha dado en mil ocasiones vaivenes porcaer, y sucediera a no ampararla los monarcas deEspaña.Digo, pues, que la negociación que intentaban losgenoveses co[n] el emperador Federico de quehiciese Rey de Sardeña al juez de Arborea Bariso-nio, irritó de nuevo a los pisanos, para perseguir

111Historia general - Cuarta parte

Año1165.

ISe continúa[n] lasguerras entrepisanos y genove-ses.

2Codicia deRomanos y sudestruición.

co[n] odio mortal a los genoveses; y así, topa[n]doel año de 1165 junto la isla de la Asinaria co[n]una nave gruesa de Génova, cargada de varias mer-cadurías, la robaron y quemaron, que fue causa,como Folieta dice, de enviar los genoveses susembajadores, que era[n] César, Lonfranco, Alben-dia y Filipo Justa, para querellarse co[n]tra los pisa-nos al Emperador, por estos y otros daños quesobre treguas habían recebido, por los cuales seirritaron de tal suerte los genoveses que, aunque elemperador Federico les envió un capellán suyo porno[m]bre Conrado, para apaciguarlos, no fue deefecto, como refieren Justiniano, Sigonio y otros. Yporque por el mes de mayo deste mesmo año losdel Cabo turritano de Sácer, que co[n] su Juezseguían la facción de los pisanos, salieron con ellosde su provincia co[n]tra los de Arborea q[ue]seguían la de los genoveses, acudiendo otros conalgunas galeras al puerto de Torres; hicieron en ély en otras partes de su comarca muchos daños, porno haber quien se lo estorbase; aunque fueronmayores los que recibieron junto con losarbore[n]ses, sus aliados; de los cuales alca[n]zaronlos turritanos una muy insigne victoria, cerca delpueblo de Octana11, como parece por unos anti-guos manuscritos. El año siguiente de 1166porq[ue] los pisanos alegaba[n] ante el Emperadorque por el poco o ningún derecho que tenían losgenoveses a las islas de Sardeña y Córcega, no sedebía dar lugar a sus pretensiones, Huberto Rical-to, su có[n]sul, procuró como pudo q[ue] paraefecto de deshacer la oposició[n] q[ue] los pisanoshacían, le diesen en Sardeña posesión de algunaspartes y lugares della, como de hecho, llegando aella con tres galeras, se la diero[n] los arborenses,recibiéndole con mucha honra y fiesta, como tam-bié[n] lo hizo Pedro, que, a la sazón, era Juez de

112 FRANCISCO DE VICO

11 Octana: “Ottana”.

Cáller, en su Judicado. Cuando esto pasaba en Sar-deña, estaban los pisanos negocia[n]do en Italiaco[n] el emperador Frederico, que, excluyendo alos genoveses del derecho que pretendían tener enSardeña y Córcega se las adjudicase a ellos, comolo hizo, a pedimiento del arzobispo maguntino,por trece mil libras de dinero que le dieron; y así,cuando llegaron los genoveses, no pudieron hacerotra cosa más de quejarse del agravio que decían seles había hecho, por muchas razones, que obliga-ro[n] a Frederico restituir la prete[n]sión de laspartes a su primer estado. Y para apaciguarlos yconcordarlos, envió el Emperador a Génova alarzobispo Rainaldo y a Pisa al arzobispomagu[n]tino, y aunq[ue] ambos trabajaro[n]mucho en ello, no pudiero[n] hacer cosa por todoel año siguiente de 1167.Dice Peña en los sucesos deste año 1168 que Güel-fo Octavo que fue santísimo varón había heredadoel Principado de Sardeña, el de Toscana, con elDucado de [E]spoleto de Golfo Sexto, su abuelo, yéste de Imiza, madre de Chunza, mujer de AzoIIII, y que hizo donación de estos estados a Frede-rico, Emperador, su sobrino, hijo de su hermana.A todo esto parece que se co[n]tradice lo que sabe-mos y hemos dicho en el capítulo precedente, queFederico hizo Rey de Sardeña a intercesió[n] de losgenoveses a Barisonio, Juez de Arborea, por cuatromil marcos de oro q[ue] le dieron, como refiereSinonio y otros historiadores. Ite[m] más que en elaño 1166 pleiteaban los pisanos co[n] los genove-ses el dominio de Sardeña en la Corte del mismoEmperador, y sie[n]do así, no sé cómo se puedaverificar que Sardeña fuese de Güelfo Octaviano, yhiciese donació[n] della al mismo Frederico, susobrino, a quien como Emperador, tocaba y pre-tendía cobralla del Pontífice, co[n] exclusión de lospisanos y genoveses. He querido referir esto aquípor la equivocació[n] que puede causar lo que losautores escriben de Sardeña y su dominio y Princi-

113Historia general - Cuarta parte

Sigo.lib.13.Folieta.Iustiniano

pado. Y, así, en éste y los años siguientes procura-ron los genoveses hacer de su facción y bandomuchos de los sardos, y confirmar los que antes loeran; y, para esto, enviaron a Sardeña a Barisonio,Juez de Arborea, que tenían como preso en Géno-va casi ocho años, con cuatro galeras, aco[m]paña-do, como Folieta dice, de Otó[n] Cafano, y otrosciudadanos muy principales, hasta que el año milciento setenta y cinco el emperador Fredericopudo concordarlos, con abonar las pretensiones deentrambas comunidades y enseñar a la de Génovaderecho a la mitad del Reino de Sardeña, conquequedaron por algunos años con alguna quietud ypaz. El año siguie[n]te de mil ciento setenta y seis,fue hecho arzobispo turritano Alberto, mo[n]jeBenito, varón muy señalado, que con fama demucha santidad vivía en el monasterio de MonteCasino y con la misma gobernó muchos años laiglesia turritana, y favorecido del emperador Fre-derico fue gran parte para q[ue] los pisanos y geno-veses que vivían en Sardeña no se persiguiesentanto, ni anduviesen tan encontrados entre sí,como solían; pero como el dominio de una mismacosa no puede residir en dos, y cada una destasuniversidades pretendía que le tocaba a solas yquedar con él enteramente sin división, pasó muypoco tiempo sin venir a rompimiento; porque enel año de mil ciento ochenta y siete, los pisanosque pretendían ser absolutos dueños de Cáller y suCabo, sacaron dél a todos los genoveses, haciendoapre[n]sión de sus haciendas, que dio ocasión a laComunidad de Génova de armar y enviar luego aprisa diez galeras a Córcega y sin poderse prevenirlos pisanos, les ganaron a Bonifacio, que estaba porellos. Puso en grande cuidado al papa GregorioOctavo esta tan co[n]tinuada discordia entre losgenoveses y pisanos, que iba inficionando a todaItalia, y para extinguir tan grande incendio, quisopasar en persona a Boloña, y luego a Pisa, paraconseguir dellos lo que pretendía; pero se lograron

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1175.

1176.

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poco sus deseos, porque enfermó luego que llegó,y se fue a gozar de la paz de la otra vida a los 17 dekale[n]das de enero, deste año mil ciento ochenta ysiete, sucediéndole Celestino Tercero, conque sequedaron las cosas entre pisanos y genoveses comode antes. Sucedió en esto la partida de Federicopara Germania y valiéndose Filipe, Duque en laToscana, de la ocasión, se hizo señor y agregó a sudominio las ciudades que tocaban al patrimoniode san Pedro de Roma. No cesaban, antes bien decada día iban creciendo más las disensiones entrepisanos y genoveses y deseoso el po[n]tífice Celes-tino continuar los buenos oficios empezados porGregorio, su predecesor, de componer estas discor-dias, no pudiendo ir él en persona, envió al carde-nal Pandulfo para reducir estas dos repúblicas a lapaz; y estando tratando dellas, enviaron secreta-mente los pisanos su armada para cobrar de losgenoveses a Bonifacio, que tenían ocupado enCórcega. Descubierta esta traza de MarcelinoDrudo, que era aquel año pretor de Génova, envióde presto unas galeras contra la armada pisana, lacual sin hacer efecto, ni llegar a pelear se volvió aPisa, y la de Génova pasó a Cáller, en Sardeña ydebeló al marqués Guilielmo, que se había hechoseñor de aquel Judicado, sacando dél a su Jueznatural, Pedro de Serra, que estaba a devoción delos genoveses; y con esta victoria se volvieron aGénova gloriosamente las galeras. Prete[n]dieronsegunda vez los pisanos recobrar a Bonifacio y,siendo bien guarnecido de los genoveses, no pudie-ron salir con su empresa; pero sucedió que, topán-dose las dos armadas, se dieron batalla, con gran-dísima mortaldad de ambas partes, con lo cualpudo el cardenal Pandulfo obrar en su legacía, yconseguir destas guerras en el año siguiente de milciento oche[n]ta y ocho, la paz que el Pontíficedeseaba. Y con esta ocasión vinieron a vivir y nego-ciar en Sardeña muchos de entrambas comunida-des. Déstas, fue uno Esteban Sigismundo Pisano,

115Historia general - Cuarta parte

1187.

1188.

varón insigne y cabeza de la nobilísima Casa deCarafa, en el Reino de Nápoles, llamado así, por-que su madre se llamó Cara, como si dijésemos,Carae filius, el cual se apoderó en Sardeña cerca delaño mil ciento y noventa de algunos lugares; aun-que encontrá[n]dose con los jueces y otras perso-nas principales del Reino, fue despojado de losdichos lugares y forzado a salirse dél, y irse a Nápo-les, según Pedro Recordati y otros refieren. Déstehan descendido el papa Paulo Cuarto y muchoscardenales y otros príncipes, duques, co[n]des ymarqueses que han ilustrado y ennoblecido muchoaquella familia.Por estos mismos tiempos florecieron en Sardeñamuchos y muy esclarecidos varones de la familia ylinaje de Fara, de que arriba hicimos me[n]ción; delos cuales fue Antonio Fara, capitá[n] general aguerra de todo el Cabo turritano y Consta[n]tinoFara que tuvo también oficios muy principales enel Reino, y Esteba[n] Fara que fue el que dotó yenriqueció el antiguo monasterio y abadía deSanta Julia, junto a Quitteroni, como parece por elcondague del dicho monasterio, y de la iglesia dePloague, y da de ello testimonio el obispo Fara,q[ue] no fue el q[ue] menos ha ilustrado su anti-guo y noble linaje en Sardeña.Fue esta santa Julia virgen y mártir natural de Cór-cega y una de las que padecieron en ella, en la per-secución de los vándalos, ilustre martirio por JesuCristo, sie[n]do como su mismo Señor crucificadapor él, a la cual antiguamente no solo tuviero[n]los fieles mucha devoció[n] y veneració[n] en Cór-cega, más aún en Sardeña, en la cual por los dosaños siguientes de mil ciento noventa y uno ynove[n]ta y dos hubo mucha paz y quietud, la cualse turbó luego el año siguie[n]te, con ocasión deque le marqués Guilielmo, natural de Pisa, favore-cido y ayudado de los pisanos, movió guerra aPedro Gunale de Lacon, hijo segundo de Genua-rio de Lacon, Juez turritano, q[ue] dejándole su

116 FRANCISCO DE VICO

3Hombres ilustresde la familia deFara en Sardeña.

4Santa Julia natu-ral de Córcega.

padre señor de la región de Núrcari, por no serinferior a su hermano mayor Barisonio de Lacon,que quedaba con el Judicado turritano, había pro-curado en virtud de un antiguo derecho, q[ue] suCasa tenía al Judicado de Cáller, apoderarse dél,como de hecho lo hizo y poseyó muchos años,hasta éste de mil cie[n]to y nove[n]ta y tres, enq[ue] Guilielmo y los pisanos se lo tomaron y lehicieron retirar a su ciudad de Torres, dondeacabó. Y como Constantino o Guantine de Lacon,segu[n]do deste nombre, que había sucedido en elJudicado turritano a su padre, Barisonio, y eraPríncipe de singular valor y partes, quisiese volverpor la injuria hecha a su tío por el marqués Gui-lielmo y los demás pisanos, y para éste hubieseaprestado un buen ejército y salido co[n]tra susenemigos y obtenido de ellos algunas insignes vic-torias; pero sobrevinie[n]do nuevo socorro de lospisanos, fue forzado retirarse a Torres, con pérdidadel castillo de Gociano, del cual se apoderaronGuilielmo y los pisanos. Y fue tan gra[n]de senti-miento que de esto recibió el juez Constantino,que dentro de poco tie[m]po murió; y por sumuerte, como no dejase hijos, le sucedió en elReino su tío Comida, hijo cuarto del juez Janua-rio, con el cual procuró Guilielmo, Juez de Cáller,y sus fautores los pisanos reconciliarse, ofreciéndo-le que le restituiría el castillo de Gociano, como lohizo, y que en todas las ocasiones de encue[n]trosy guerras que otros le hiciesen acudirían y saldríancon los pisanos en su favor, a conservarle en lapacífica posesión y tanto más casándose como secasó Inés, hija del juez Guillelmo, con Mariano,hijo del juez Comida, con aplauso y contento deentrambos reinos y de toda Sardeña, como parecepor los antiguos manuscritos que habla[n] de losjueces turritanos y de los demás de Sardeña.

117Historia general - Cuarta parte

5Guerra de pisanoscon el señor deNúrcari.

6Comida, Juezturritano.

Capítulo XXIIEl Juez de Cáller, Guilielmo, fue ve[n]cido de los

genoveses y, rehaciendo sus fuerzas, venció y prendióal Juez de Arborea, Pedro de Serra, apoderándose desu Judicado, y fue por ello descomulgado de la Sede

Apostólica.Mayor estimación hace[n] los hombres de losmales que padecen sus enemigos, que de los bie-nes que ellos gozan y poseen; efectos son de laenvidia que atormenta con la prosperidad ajena ytiene por felicidad propria la ruina, el desmedro, ladestruición de los demás; y así a los ho[m]bres noles son tan gratos los bienes que ellos gozan, comolos males que ven padecer a sus enemigos, máspesadumbre les causa el acrecentamiento y buenafortuna de su émulo, q[ue] su propria destruición:Nõ tam gratum est homini, ut eius gratia amicos eiusdiligas aut eius benefacias, quam ut inimicos eiusodias & malefacias eis. Pasió[n] practicada por losgenoveses en los sucesos de Sardeña, porque vien-do en ella victorioso al marqués Guilielmoco[n]tra Pedro, Juez de Arborea, no les irritó tantoel ver la destruición déste, co[n] ser su amigo yco[n]federado, desde el tie[m]po que hizo ligaco[n] ellos, por medio de Huberto Ricalco sucó[n]sul o embajador, que fue por los años de1166, como el ver que el Marqués había movidoesta guerra a co[n]templación de los pisanos y queel fruto della la había de gozar su República, vol-viendo su comercio y trato a la provincia de Cáller,de la cual los tenía desterrados Pedro, su Juez, porhacer amistad a los genoveses, y así quedaro[n] irri-tados más de ver prósperos a sus enemigos, que delas pérdidas que se les seguía en la invasión de sucoligado.Sucedió el año siguiente de 1196 la partida deFederico a Germania, y valié[n]dose Felipe, Duque

118 FRANCISCO DE VICO

12 efectos: en el texto original, “afectos”.

Año1196.

IEnvidia y sus<e>fectos12.

2Federico parte aGermania.

en la Toscana, de la ocasión, se hizo señor y agregóa su dominio todas las ciudades que pertenecían alpatrimonio de san Pedro, por lo cual quedaba muyafligido el pontífice Celestino y no menos por losencuentros y guer[r]as tan encendidas entre losgenoveses y pisanos, y deseoso de componerlos ycontinuar los oficios de paz que con ellos habíaprincipiado Gregorio Octavo, su predecesor, nopudiendo ir él en persona a tratar estas paces, quizáimpedido de los progresos que el duque Filipehacía en las tierras de la Iglesia, envió al cardenalPa[n]dulfo, para reducirlos a la paz, y tratandodellas enviaro[n] secretamente los pisanos, paracobrar de los genoveses a Bonifacio, q[ue] letenía[n] ocupado en Córcega. Fue descubierta estatraza por Marcelino Drago, q[ue] era aq[ue]l añopretor de Génoba, el cual aprestó luego una arma-da de galeras y las envió al Porto en Bonifacio, eneste año 1196, y ahuye[n]tando de allí a los pisa-nos, q[ue] le procuraban entrar, partió luego paraCáller, donde venció a Guilielmo, Marqués deMassa, Juez de Cáller, y se volvió victorioso aGénova, con mucha y muy rica presa; y señalada-mente co[n] todas las riquezas de Guilielmo queera[n] muchas, porque entró y despojó toda sucasa.El año siguiente de 1197, acometiendo otra vez lospisanos a Bonifacio, que le tenían sobre ojos, cer-caron la fortaleza, para cuya defensa y reparoenviaro[n] los genoveses luego que lo supiero[n]una gruesa nave, cargada de armas, la cual cogie-ron los pisanos; pero sobrevinie[n]do luego trasella diez y siete galeras con su general AnsaldoGuarraco, que enviaba la Señoría para socorro deBonifacio, hubieron de alzar los pisanos por fuerzael cerco, y retirarse a Galura, dejando allí a losgenoveses, que les cogieron de rebato todo el apa-rejo de guerra que llevaba[n] para entrar en Boni-facio; y corridos de haber huido el cuerpo al ene-migo, recogiero[n] de repente, como pudieron,

119Historia general - Cuarta parte

3Filipe, Duque enla Toscana, seapropria las ciu-dades q[ue] toca-ba[n] a la IglesiaRomana.

4Celestino, Papa,desea componer alos genoveses conlos pisanos.

5Pisanos intentancobrar la tierra deBonifacio enCórcega.

6Guilielmo, Juezde Cáller,ve[n]cido.Iustiniano.Sigonio.Interiano.

7Pisanos intentanotra vez tomar aBonifacio.

hasta diez y nueve galeras y saliendo con ellas enbusca de los navíos genoveses, q[ue] toparon co[n]ellos entre Córcega y Sardeña, y trabándose entreambas partes la batalla, quedaron con alguna ven-taja los pisanos, porque no perdiero[n] más de unagalera, habiendo perdido los genoveses hasta tres, ypadecido mayor destrozo en la ge[n]te, a los cualesdejaremos en este estado, mientras vemos los suce-sos q[ue] tuvo el juez Guilielmo, Marqués deMasa, Juez de Cáller, el cual, por rehacer los dañosq[ue] de los genoveses había recebido, quiso ven-gar la injuria en el Juez de Arborea, Pedro de Serra,q[ue] era de su parcialidad; y apresta[n]do su genteel año 1199, salieron co[n]tra él, y con ayuda delos pisanos le venció y prendió, apoderá[n]dose desu Judicado de Arborea, y teniendo preso al juezPedro y a un hijo por nombre Domicelo, mayoraz-go y heredero del Reino, abusando Guilielmo de lavictoria y fortuna próspera q[ue] había tenido,hizo algunas insolencias en Arborea, y una dellasfue echar della a Justo su arzobispo, de nacióngenovés, para poder más a su salvo ser recebido ycoronado Juez de Arborea de los obispos sufragá-neos y de todo el clero, como lo fue; por lo cual,fue descomulgado por el Sumo Pontífice hastaq[ue] restituyese, como después veremos que lohizo, el Judicado y Reino de Arborea a sus señoreslegítimos y naturales. Fue después restituido Justoen su arzobispado, el cual por las cosas pasadasestaba desavenido y encontrado con su clero, yquería castigar a muchos dellos, que así por estacausa, como por su modo de vida halló muy cul-pados, los cuales acudieron luego al Sumo Pontífi-ce, el cual cometió la causa a los arzobispos turri-tano y callaritano y al Obispo de Sorra, sufragáneodel turritano, para que los co[m]pusiesen, como enefecto, los compusiero[n] y los clérigos, reducidos,se humillaro[n] a su prelado, y le pidiero[n] per-dón, según de todo esto co[n]sta por una epístoladel papa Inoce[n]cio, tercero deste nombre, escri-

120 FRANCISCO DE VICO

8Batalla naval de laarmada pisanacon la de Géno-va.

Iustiniano.Folieta.

9Guilielmo, Juezde Cáller, haceguerra co[n]traPedro, Juez deArborea.

10Guilielmo excedeen el modo deproceder contralos de Arborea.

11Guilielmo desco-mulgado.

12Arzobispo deArborea procedeco[n]tra algunosde sus clérigos.

13Recorre[n] alPontífice y delegaal Arzobispo deTorres, de Cállery Obispo deSorra.

ta a los dichos arzobispos y obispo, q[ue] andaentre las demás deste Po[n]tífice y comienza Cumpro controversijs & c., que para q[ue] mejor se vea,referiré aquí un pedazo della, que es la que se sigue:Cum enim ide Marchio Guilielmus Iudex Calaritanusauctoritate quadã Apostolicae Sedis excõmunicationisvinculo innodatus Nobile virum N. Arborensem Iudi-ce, & filiu eius parvulu coepisset & nequiter carcerarifecisset custodia mancipari, eoru terra, quã ab Ecclesiatenebãt per violentiã occupata, ipse Archiepiscopus,quia natione Genuensis erat, nã ipsius Marchionis, &qui secu erãt metuens. Pisan. ad partes alias declinavit,in cui[us] absentia Marchio, & fautores eius ArboresemEcclesiã spoliaverut in parte & sufraganei eius, & cleri-ci dicto Marchioni tunc excõmunicatione notato Arbo-rensis terrae sceptru solemniter concesserunt; verum cutepore procedente idem Archiepiscop[us] ad Ecclesiã suareversus praefatos clericos de eo, quod, ut sibi videbaturin contemptum Apostolicae Sedis praefatum Marchio-nem habere patronum; timetes, ut credebatur clerici, necorã ipso Archiepiscopo de sua possent incõtinentia con-veniri, contra eu cu dicto Marchione seditione fecerut,que nihilominus in populo diffamãtes, per duos de socijssuis ad Sede Apostolicã appellarunt, sed duobus mensi-bus post elapsis poenitentia ducti ab eo veniam postu-lantes, remissis utrinque iniurijs, in ipsius gratiamredierunt, &c.De todas estas palabras que en esta epístola diceInocencio, aquellas parecen más de notar para pro-bar que el dominio de Sardeña, nunca fue ni pasóa los pisanos, ni genoveses; porque habla[n]do delseñorío y Reino de Arborea que sus jueces tenían,dice (quam ab Ecclesia tenebant) que son semejan-tes a las que referimos arriba del mesmo Pontíficeen la carta que escribe al Arzobispo de Pisa, que desu propria autoridad quiso tomar el juramento defidelidad al dicho Marqués de Massa y juez calari-tano Guilielmo: Cu dictus Iudicatus Calaritanus adius & proprietate B. Petri pertineat, sicut tota Sardi-nia nullo mediante pertinet, y esto 200 años des-

121Historia general - Cuarta parte

14Sardeña nu[n]cafue de los pisa-nos.

pués de la expulsión de los moros q[ue] son claroargumento de que los jueces o reyes de Sardeña noreconocían a otro señor más que a la Sede Apostó-lica en la forma que se dijo, quedando ellos con eldominio absoluto, como verdaderos reyes, y coro-ná[n]dose como tales, y tomando sus cetros con lasceremonias y sole[m]nidades que en las coronacio-nes reales se guardan, según parece por las palabrasdel Po[n]tífice: Arborensis terrae sceptrum soleniterconcesserunt & c. Lo dicho se comprueba y verificamás co[n] lo que dice fray Abrahamo Polono, quesigue la historia eclesiástica del cardenal Baroniode los sucesos del año 1203, número 15, queInoce[n]cio Tercero envió al arzobispo turritano,por su legado para tomar el juramento enno[m]bre del Pontífice y todos sus sucesores de laIglesia Romana de todos los de Sardeña, y cobrarel censo que se debían a los arzobispos, obispos,abades y demás personas eclesiásticas, y de todoslos jueces y nobles, y otras personas de Sardeña,remitie[n]do todas las causas al dicho arzobispopara juzgarlas: Innocentius III dice, misit Archiepis-copum Turritanum Legatum, coram quo ut eidemSummo Põtifici, & successoribus suis Romanis Ponti-ficibus, necnon Romanae Ecclesiae capiti formula inBulla praescripta iuramentu praestarent, & censumRomanae Ecclesiae debitum sine ulla tergiversationepersolverent universis Archiepiscopis, Episcopis,Abbatibus, & alijs Ecclesiarum Praelatis, necnonomnibus nobilibus viris, Iudicibus, & alijs in Sardi-nia constitutis, iniungebat; eidemque Archiepiscopocausas ad iudicandum coram se mittebat, eumdem-que, & alios sardos a quibusdam gravaminibus exi-mebat. Por estos mismos años de 1199, los genove-ses para ve[n]gar los daños que los pisanos, juntocon el juez Guilielmo, hacían en Arborea, armarondoce galeras y diero[n] co[n] ellas en el puerto deCáller, y entre otras presas que hicieron, fue seña-lada la de una nave muy gruesa de pisanos, carga-da de mercadurías, llamada la nave Boca Negra, la

122 FRANCISCO DE VICO

15Genoveses armandoce galeras ytoma[n] la naveBoca Negra depisanos.

cual cogiero[n] en el mismo puerto, como Justi-niano, Folieta y otros refieren.

Capítulo XXIIIVuelve el Judicado de Arborea a sus jueces, y éstos

comie[n]zan a ser juntame[n]te Vizcondes de Baso,y de los que sucedieron, así en éste como en los

demás judicados de Sardeña, y varios asientos depaz q[ue] tomaron entre pisanos y genoveses.

Dejamos descomulgado al juez de Cáller Guiliel-mo, con el cual no habie[n]do aprovechado niamonestaciones ni armas, se valió la Iglesia de lasespirituales, que son las más terribles, y el últimoremedio para enfrenar el desbocamiento de cristia-nos empedernidos y tenaces. Con los tales juzgósan Ambrosio que se habían de valer los preladosde las censuras, y no concederlas por cualquierniñería, como se dan en estos tie[m]pos, sus pala-bras son: Cum dolore amputatur etiã quae putruitpars corporis, & diu tractatur si potest sanari medi-cametis, & si non post tunc a Medico bono abscindi-tur; sic Episcopi affectus boni est, ut optet sanareinfirmos serpentia auferre ulcera. Que en conclusiónquiere[n] decir, que, como el buen médico, el últi-mo remedio de q[ue] se vale para curar una llagaafistolada es cortar el mie[m]bro, habiendo prime-ro experime[n]tado todos los medios posibles a lamedicina, así el buen prelado, antes de descomul-gar a uno, que es cortarle, separarle del cuerpomístico de la Iglesia, primero ha de procurar redu-cirse con todos los medios posibles, porque malestan gra[n]des como se incurren en la censura ecle-siástica y descomunión, no es justo q[ue] se apli-quen, sino por último remedio. En la Iglesia pri-mitiva, de todos los descomulgados se apoderabael demonio, y el entregar san Pablo al hombreama[n]cebado de Corinto al demonio, traderehuius modi hominem sathanae interitu carnis, fue

123Historia general - Cuarta parte

Años1207.

ICensurascuá[n]do se hande publicar y desus efectos.

S. Ambrosioli.2.de offi.

descomulgarle como a pecador público y escanda-loso; y como el demonio se apoderaba de todos losdescomulgados, se entró también en éste. Así lodijo el papa Antero en la I° epístola que escribió alos obispos de España, y la trae el derecho con estaspalabras: Nunc vero inobedies spirituali animadver-sioni truncatur, aut eiectus de Ecclesia rapido oredaemonum discerpitur. Ahora ya Dios ha templadopor su misericordia este rigor, pero, aunque novemos que el demonio se apodera visiblemente delos descomulgados, experime[n]tamos todavía queno les sucede cosa buena a los que lo están, ni quetienen buen fin, los que menosprecian las censurasde la Iglesia, el q[ue] tuvo Guilielmo, Juez callari-tano, y en lo que paró su descomunión, no lo sabe-mos, porque lo callaron los historiadores; pero esde creer que el Sumo Pontífice le absolvería della,porque hallamos que restituyó el Judicado deArborea q[ue] había usurpado, a quien de derechopertenecía; y ni parece que él restituyera, si no leabsolviera[n], ni que el Papa continuara las censu-ras, pues ya había cesado la ocasión que tuvo parapromulgarlas, y co[n]sta esto ser así, porque el añode 1207, Parato, que sucedió a Guilielmo en elJudicado de Cáller, como consta por las antiguasmemorias y testimonios del Reino, no tuvo el Judi-cado de Arborea, sino que desde este tiempo, leposeyeron sus jueces y señores legítimos de la Casade Serra.Volviendo a las cosas de la guerra, que sie[m]preandaba viva entre genoveses y pisanos, favoreciendounos a los arborenses y otros a los calaritanos, digoque a más de la nave Boca Negra q[ue] los genove-ses cogieron en el puerto de Cáller, el año de 1199,les tomaron también otra no menos famosa y nom-brada, q[ue] llamaban la Rosa, el año 1203, en lamisma ribera de Sardeña, hacié[n]doles cada díatodos los daños que podían y por repararlos los pisa-nos armaron diez navíos y ocho galeras, para de unavez acabar con los genoveses y sus aliados. Mas

124 FRANCISCO DE VICO

Cap.absit11.p.3.

2Prosíguense losencuentros entrepisanos y genove-ses.

como esto se supiese en Génova, envió luego aque-lla República, para la defensa y reparo de toda sucosta a Nicolás de Oria con diez naves y otrasta[n]tas galeras, que eran entre todos veinte navíos,siendo solos diez y ocho los de los pisanos; los cua-les, huye[n]do el cuerpo por esta ventaja al enemi-go, se retiraron al puerto de Cáller, y con la seguri-dad y confianza que tenían de los de la tierra, secerraron de suerte dentro, que Nicolás de Oria noles pudo hacer daño alguno, por más que lo procu-ró; pero los tuvo cercados y tan apretados, que losobligó a enviar por socorro a Pisa, de do[n]de lesvinieron luego diez y siete galeras. No durmieronentreta[n]to los genoveses, porque temiéndose delsocorro que habían enviado a pedir sus enemigos;acudieron también ellos a Génova a pedirle para síy les envió aquella República otras catorce galerasmuy bien armadas, y por su capitá[n] a Fusco Cas-tlio; mas como llegase primero el socorro de Pisa,temiendo Oria no quedar por una parte y otra ence-rrado y rodeado de sus enemigos, se apartó y procu-ró ponerse en cobro; aunque como el tiempo lefuese contrario, no lo pudo hacer tan a su salvo, queno le cogiesen los co[n]trarios dos navíos, que por lafortuna se habían apartado del resto de la armada.Las pasiones y ra[n]cores destas repúblicas, iba[n]cada día de mal en peor, para cuyo remedio el año1208, dos abades, llamados Titelo y Gorgonio,determinaron tratar de los medios de paz entre estasdos comunidades. Tomaro[n] este negocio muy deveras, con intento de no alzar la mano dél, hastareducirlas a mucha unión y conformidad; y si bienno se acabaron de concertar en lo que la una y laotra pedían, todavía vinieron bien en remitir susdiferencias en los abades, y se estuviese sin másréplica lo que ellos determinasen, firma[n]do entretanto treguas, según refiere Folieta. Tardaron losabades en asentar la paz casi dos años, y el de 1210la asentaro[n] en la forma que los ya dichos autoresrefieren y fue aceptada y jurada sole[m]nemente de

125Historia general - Cuarta parte

Iustiniano.Folieta.Interiano

todos; pero no tardaron mucho en quebrantarla,saliendo de una parte y otra cada día co[r]sarios,que unos a otros se perseguían y robaban como pri-mero.Era en esta sazón emperador Otón, el cual tuvo lamisma pretensión de Federico en no querer pasarpor las donaciones hechas por los emperadores, susantepasados de Sardeña y Córcega a la Iglesia, nilas quisiese ratificar; antes amenazaba de cobrarlas,diciendo q[ue] ni la Iglesia las había de tener parasí, ni los pisanos ni genoveses podían alegar dere-cho alguno para prete[n]derlas. Obligó al papaInocencio, tercero deste nombre, a que le desco-mulgase, como lo hizo este mismo año de 1210, ypasó tan adelante en las censuras co[n]tra él, que leprivó del imperio, y en su lugar fue nombrado yelecto Federico Segundo, el cual de ahí a tres añosque fue el de 1213 confirmó y ratificó las dichasdonaciones hechas a la Iglesia, como Zurita y otrosautores dicen.En el siguiente de 1217 hallamos en los condaguesantiguos que vino a co[n]sagrar la iglesia catedralde San Antíoco de Bisarchio el Cardenal de Primis,y que juntame[n]te consagró la iglesia de SantaMaría de Castra de Ogianu, la de San Pedro deNurqui, la de San Juan de Bono<r>va13, la de SanFlorencio de Paulis, la de Santa María de Coros, lade San Miguel de Foroguesos, concediendo per-dón en cada una dellas 1400 años, con otras 1400cuare[n]tenas en todas las fiestas y octavas de lossa[n]tos de dichas iglesias, y las mismas indulgen-cias desde el primer día de Adviento hasta la Pas-cua de Navidad; y de ahí adela[n]te hasta la Epifa-nía, y desde Pascua de Resurrección hasta la fiestadel santísimo Sacramento, y lo mismo en las fies-tas de nuestra Señora con sus octavas, y toda laCuaresma y sábados de todo el año. Hizo el carde-

126 FRANCISCO DE VICO

13 Bonorva: en el texto original, “Bonouba”.

3Otó[n]prete[n]de cobrarde la Iglesia a Sar-deña y Córcega.

4Inocencio publicapor descomulga-do a Otón.

5FedericoSegu[n]doco[n]firma a laIglesia Romana ladonación de Sar-deña.

6Cardenal de Pri-mis consagra enSardeña muchasiglesias.

nal todas estas consagraciones con mucha solemni-dad y acabadas que las hubo fue Dios servido lle-vársele al cielo y su cuerpo fue enterrado en estapostrera iglesia de San Miguel de Forriguesos.

Capítulo XXIIIIDe Federico Segundo y de sus progresos tocantes a

Sardeña.Antes que tratemos de los progresos de FedericoSegu[n]do, es bien se sepa cómo vino a ser Em-perador. Fue hijo Federico Segundo de EnriqueQuinto, a quien otros llamaron el Sexto Empera-dor, y de Co[n]sta[n]cia, hija según algunos legí-tima, y segú[n] otros bastarda de Rugiero, Rey deSicilia, por cuyo respeto E[n]rique Quinto, sumarido, después de la muerte del rey Guilielmo elBueno, pretendió con armas ocupar el Reino deSicilia, cuya posesión tenía ocupada Ta[n]credo,hijo bastardo del mismo rey Rugiero, y hermanode Constancia y le hacía gran resistencia y contra-dicción. Murió Tancredo y co[n] ayuda de losgenoveses alca[n]zó Enrique la posesión de aquelReino y le gobernó pacíficamente hasta el año de1197, en que murió, dejando a Federico, su hijo,niño de pocos años so la tutoría de su madreConstancia y de la de Filipo, su hermano, Duquede Suevia y de Toscana. Era en ese tiempo sumopontífice Inocencio Tercero, el cual cuidadoso dela quietud del Reino de Sicilia y de gratificar losmuchos servicios q[ue] el hermano, padre y pro-genitores de Consta[n]cia había[n] hecho a laIglesia, confirmó a ella y a su hijo Federico eldicho Reino de Sicilia con su Breve Apostólico,que es del tenor siguiente: Quoniã Regnum Sici-liae in Apostolicae Sedis fide adhuc permãsit, &Rogerius quondam pater tuus, & Vuillelmus frater,& Vuillelmus nepos, reges Apostolicam Sedem, &praedecessores nostros summa Constantia colverut:

127Historia general - Cuarta parte

Año1219.

IFedericoSegu[n]do sucedea Otón.

2Enrique Quintopretende el Reinode Sicilia co[n]traTa[n]credo.

3Inocencio Terceroconcede a Cons-tancia el Reino deSicilia.

simul etiam quia ea opinione imbuti sumus sereni-tatem vestram eorum vestigia firmiter sequuturã; obhas res vobis atq[ue] haeredibus vestris, qui pro ut,Vuillelmus frater vester Adriano praedecessori nos-tro, nobis, & successoribus nostris, & EcclesiaeRomanae fidelitatem, & homigium volverint exhi-bere, & quae subscribuntur, observare, concedimusRegnum Siciliae, Ducatum Apuliae, & Principa-tum Capuae, Neapolim, Salernum, Amalfin, Mar-siani, cuijs quae ad horum singula pertinent, &alia, quae tenetis a praedecessoribus vestris, homini-bus S. R. Ecclesiae iure detenta, pro quibus omnibuscoram Ostiensi Episcopo, Apostolicae Sedis Legato,quem ad sacrametum tuum accipiendum, misimusfidelitate nobis, & successoribus nostris, iurasti, tuautem filij Rex cum ad legitimam aetate perveneris,nobis, ac successoribus nostris, & Ecclesiae Romanaefidelitate, & legitimu homagiu exhibebis. Cesuumvero sexcentorum squifatorum de Apulia, & Cala-bria, quadringetorum vero de Marcia vos, & haere-des vestros statuistis Ecclesiae soluturos, electionesautem in Regno Canonice fiant.Quedó Consta[n]cia muy gozosa con esta mercedy prometié[n]dose mayores cosas del Pontífice,estando afligida de una grave enfermedad de q[ue]murió, le dejó tutor de Federico, su hijo, comoentre otros lo dice Carlo Sigonio, por muerte deEnrique Quinto. Vacó el imperio casi diez añospor la discordia que hubo entre los electores, que-rie[n]do los unos que lo fuese Filipo, Duque deSuevia, tío de Federico, cuya elección reprobó elPo[n]tífice por ser descomulgado, no sin gallardaresistencia de armas que le hizo Filipe mientrasvivió; y los otros que lo fuese Bertoldo, Duque deLotaringia o Lorena, q[ue] tuvo pocas fuerzas paradefender su derecho y otros finalmente nombra-ro[n] por Emperador a Otó[n], Duque de Sajonia,cuya elección fue aprobada por el Papa, y despuéspor muerte de Filipo, su co[m]petidor a manos delconde Palatino fue ratificada de todos los príncipes

128 FRANCISCO DE VICO

4Constancia dejapor su testamen-tario a InocencioIII.Sigo.lib.15.anno 1197.

de Alemaña14, conque pudo pasar Otón a Italia, yrecebir las dos coronas en Milán y en Roma, segúnla antigua costu[m]bre guardada de todos sus pre-decesores, jurando en manos del Sumo Pontíficede defender el patrimonio de la Iglesia, y de nohacer guerra a Federico, Rey de Sicilia, de quien elpapa Inoce[n]cio, como arriba dijimos había que-dado tutor. Apenas Otó[n] había acabado de pres-tar este juramento, cuando informado que Inocen-cio en los diez años de vaca[n]te que había tenidoel Imperio, se había apoderado de muchas tierrasque poseía el Imperio, y las recobró, desposeyendodellas al Po[n]tífice, el cual con cartas y legadosexhortó a Otón que se las restituyese, y no sola-me[n]te no quiso restituirlas, pero pasó con cua-renta galeras que le dieron los pisanos a infestar lasprovincias de Sicilia y quitó la Capua a Federico,de lo cual indignado Inoce[n]cio le descomulgó yabsolvió a sus vasallos del juramento de fidelidadque le habían prestado, como vimos en el capítuloprecedente, co[n] que los príncipes de Alemaña, apedimie[n]to del mismo Inocencio, eligieron porCésar a Federico Segundo, Rey de Sicilia, mozo yaentonces muy alentado; ni por esto dejó Otón dehacer guerra a Federico en la Pulla, quitándolemuchas ciudades, q[ue] movió al papa Inocencioquitarle el título de Emperador, enviando legadosa toda la Italia, que reconociese[n] por Rey della ypor Emperador a Federico, con lo cual pasó a Ale-maña, donde habiendo tenido aviso q[ue] Otón,su contrario, había muerto, pudo fácilmentealcanzar la pacífica posesión del Imperio; yco[m]poniendo a prisa las cosas de Alemaña, sevolvió a Italia, para coronarse, aunque los de Milánno permitieron que se coronase en aquella ciudad;y no tolerando Federico esta rebelión, pasó a Romay entró en ella el año 1220, aco[m]pañado de los

129Historia general - Cuarta parte

14 Alemaña: “Alemania”. En el texto original el grupo n + yod aparece con suresultado romance.

5Otón se apoderade las tierras de laIglesia.

6Inocencio privadel imperio aOtón.Sig.lib.16.

7Muere Otón.

8Le sucede Federi-co.

embajadores de innumerables ciudades, donde conextraordinario aplauso fue coronado Emperadordel papa Honorio Tercero, que por muerte deInoce[n]cio había sucedido en la Sede Apostólicaen el año 1216. Juró Federico defender con todassus fuerzas los derechos y patrimonio de la iglesia,y de ir contra los sarracenos, siempre que el SumoPontífice se lo ordenase. Salió de Roma, confir-mando diversos privilegios por donde pasaba,encaminando su viaje hacia la Pulla contra losCondes de Sora y Celano, que con novedades lainquietaban, los cuales reducidos, pasó a Sicilia dedo[n]de acabó de echar los sarracenos; embarcóseluego para Génova, para pasar a Alemaña, dondeprocuró que los príncipes della nombrasen Rey deGermania a su hijo E[n]rico, y le coronó el Arzo-bispo de Colonia. Supo en esta ocasió[n] que de laciudad de Damiata habían sido expelidos cristia-nos, que fue causa de volver a Italia, y vié[n]dosecon el pontífice Honorio se le obligó de nuevo iral Oriente co[n]tra los sarracenos para recobrar laTierra Santa. Pasó a Sicilia do[n]de tuvo nuevasrefriegas con los sarracenos. Llegó a ese mismotiempo a Roma Juan Brena, Rey de Jerusalén, ydando cuenta al Pontífice del lastimoso estado enque estaba Jerusalén y toda la Siria, le pidió ayuday propuso que sería de gra[n] importancia q[ue]Federico, Emperador, tomase la empresa y verníabien que se le diese título de Rey de Jerusalén,co[n] que casase con su hija Violante. Trató esto elPapa con Federico, y viniendo a ello aceptó la con-quista, ofrecié[n]dose ejecutarla de[n]tro de dosaños. Partió co[n] esto Jua[n] Brena a Fra[n]cia y aInglaterra, para implorar ayuda de aquellos reyes.Por estos mismos tiempos hallamos que Hugón deSerra sucedió a Pedro de Serra, su tío, de quien tra-tamos en el capítulo precedente, en el Judicado deArborea, por no haber dejado hijos que heredasenel Estado del mismo Pedro, su tío, a quien tambiénle ayudaba en el gobierno. Éste, como un día, sien-

130 FRANCISCO DE VICO

9Fue coronado deHonorio Tercero.

10Pasa a la Pulla. Yluego a Sicilia.

11Echa los sarrace-nos.

12Pasa a Génova y aAlemaña.

13Juan Brena, Reyde Jerusalén, enRoma.

14Hugo de Serrasucede en el Judi-cado de Arborea.

do mozo, se estuviese holgando y divirtiendo en laribera de un seño que hace al mar de Oristán fuecautivado de los catalanes, los cuales le llevaron adon Pedro, Rey de Aragón, Conde de Barcelona, elcual le trató muy honradamente y le casó con laVizcondesa de Baso, como los escritores de Españarefieren, aunque no co[n]cuerdan en los tiemposni en los no[m]bres; así del rey don Pedro, comode Hugón, a quien llaman algunos Nicolás. Ydesde ento[n]ces hallamos que los jueces de Oris-tán se llamaron también Vizcondes de Baso, comoluego veremos en los que les sucediero[n]. DeMariano, Juez de Torres, sabemos tambié[n] quehubo un hijo llamado Barisón, en Inés, hija deGuilielmo, Juez de Cáller (con la cual casó comodijimos). Este Barisón sucedió a su padre en elJudicado, cerca de los años 1220. Dejó dos hijas,Benedicta, que casó con el Conde de Ampurias, yAlexia o como otros quieren Alasia, de quienhablaremos largamente más adelante, por haberdespués unido en ella dos judicados, el turritano yel de Galura. En el de Cáller sucedió así mesmopor los años de 1215 Trogodorio o Dorgodorio, aquien poco después sucedió a su hijoConsta[n]tino como por los testimonios y anti-guas memorias del Reino consta y por ser estosjueces muy unidos, y co[n]federados con los pisa-nos les dejaron el castillo de Cáller, el cual ellosdespués, cerca de los años 1295, fabricaron denuevo y le cercaro[n] y rodearon de Torres, quehasta hoy está en pie, y lo manifiestan las inscrip-ciones que tienen estos edificios.

131Historia general - Cuarta parte

15Juez de Arboreallevado a Catalu-ña.

16Casa con la Viz-condesa de Baso.

Capítulo XXVFederico casa con Viola[n]te, Reina de Jerusalén, yAlasia queda Reina de Torres y Galura; fundaciónde monasterios y inve[n]ción de cuerpos santos en

Sardeña.Según estaban los ánimos de las dos comunidadesde Pisa y Génova enco[n]trados por sus pretensio-nes, no tardaron mucho en renovar sus guerras conocasió[n] de un encue[n]tro q[ue] en el año 1222,tuviero[n] los genoveses y pisanos q[ue] trataba[n]en Siria, en q[ue] murieron muchísimos de unaparte y otra. Puso este nuevo ro[m]pimiento encuidado a Federico II, y entendiendo q[ue] su dis-cordia nacía de codiciar ambas parcialidades lasdos islas de Córcega y Sardeña, las quiso cobrarpara el Imperio y así, no haciendo caso de laco[n]firmació[n] y donación q[ue] él mismo habíahecho a la Sede Apostólica de las dichas islas, yotras tierras, q[ue] los emperadores pasados lehabían dado ma[n]do a los de Sardeña y Córcega,q[ue] en lo te[m]poral no reconociesen a la Iglesiapor su señora, sino a él y a los emperadores, q[ue]le sucediesen. Era[n] a esta sazó[n] jueces de TorresBarisonio, segu[n]do deste no[m]bre, q[ue] pormuerte de su padre Mariano había sucedido en suEstado; y en el de Galura, Baldo el Segu[n]doq[ue] tomó por mujer a Alasia, hija segu[n]da deMariano y hermana del juez Barisonio, el cualmurió pocos años después mozo, sin dejar hijos niposteridad, y su cuerpo fue sepultado en la villa deSorso, en la iglesia parroquial de San Pantaleón.Por lo cual y haber acabado sus días de la mismamanera sin hijos la hermana mayor Benedicta,q[ue] había casado en Cataluña con el Conde deAmpurias, hubo de suceder la menor, Alasia,mujer de Baldo, el cual con esto quedó Juez de losdos judicados de Torres y Galura. Era Baldo prín-cipe ta[n] cristiano, y de tan señaladas partes, quele recibiero[n] con gra[n]de aplauso todos los delCabo de Torres y Logudoro, a cuya insta[n]cia

132 FRANCISCO DE VICO

ISe renueva[n] losencue[n]tros delos genoveses conlos pisanos.

2FedericoSegu[n]do cobrapara el Imperiolas islas de Sarde-ña y Córcega.

3Barisonio Segun-do, Juez de Torres.

4Baldo Segu[n]do,Juez de Galura,casa co[n] Alasia.

5Alasia, Reina deTorres y de Galu-ra.

fuero[n] coronados él y Alasia, su mujer, por reyesy se le entregaron las llaves del castillo de Gociano,por Pedro Pinna, q[ue] como alcaide le tenía encustodia.Por estos tiempos vino santo Domingo a Sardeña,pasando por Córcega, do[n]de como refiereCipriano Maneta hizo un oratorio en la iglesia deSanta Paz, que debió después servir para los padrespredicadores de su sagrada religión, q[ue] dejó allí;y en Sardeña hizo así mismo algunos co[n]ve[n]tosy los dejó bie[n] proveídos de religiosos, porq[ue]aunque los q[ue] ahora tenemos sean más moder-nos, pero sabemos q[ue] desde estos tie[m]poshubo casas desta Orden y de la de los frailes meno-res de san Fra[n]cisco y es comú[n] fama y tradi-ció[n] q[ue] el antiguo conve[n]to q[ue] tienenestos padres en Monte Raso del Co[n]dado deGociano, fue fundado y erigido viviendo el glorio-so Padre san Francisco, y poco menos antiguoentie[n]do q[ue] es el q[ue] tiene[n] en la ciudadde Sácer, de Santa María de Belén, q[ue] es elco[n]vento máximo y más antiguo de la provincia,q[ue] fue abadiado antiguo de san Benito como ensu lugar más largamente diremos.Llegó de Siria a Roma el año 1225 Violanta, hijadel rey Honorio, Rey de Jerusalé[n], y la desposóel Papa con Federico, el cual y después dél todoslos Reyes de Sicilia se han llamado reyes de Jerusa-lén. En esto se cu[m]plieron los dos años q[ue]Federico había tomado para ir a la co[n]quista dela Tierra Santa, y viendo q[ue] en Lo[m]bardía semovían tumultos causados de los milaneses y bolo-ñeses, imploró Federico al Papa su favor para quie-tarlos y poder acudir co[n] menos embarazo laco[n]quista; cumpliólo así el Papa, pero no Federi-co, porq[ue] aunq[ue] cesaro[n] los tumultos deLo[m]bardía y juró de nuevo q[ue] de[n]tro de dosaños q[ue] tomó de nuevo plazo, iría a laco[n]quista y no cu[m]plié[n]dole cayese sobre síla maldición apostólica; partió a Lo[m]bardía y

133Historia general - Cuarta parte

6Santo Domingoen Córcega y Sar-deña.

7Frailes Fra[n]cis-cos fundanco[n]vento enMo[n]te Raso.

8Viola[n]ta, hijadel Rey de Jerusa-lén, se desposa enRoma con Federi-co, Emperador yRey de Sicilia.

9Federico jura alPo[n]tífice la con-quista de Jerusa-lén.

convocó Cortes para Cremona, ma[n]da[n]do alrey E[n]rique, su hijo, q[ue] se hallase presente enellas co[n] lucido ejército, q[ue] fue ocasió[n]q[ue] Milá[n] y Boloña pe[n]sasen q[ue] el llama-mie[n]to de su hijo era co[n]tra dellos, y para sudefe[n]sa se coligaro[n] co[n] las ciudades de laRomania y Marca de Ancona para resistir aE[n]riq[ue] y impedirle la entrada en Italia. Inter-vino a esta liga Gofredo, Conde de la Romania yBonifacio, Marqués de Mo[n]ferrate, los cualesimpidiero[n] la entrada a E[n]rique en Italia co[n]la gente q[ue] le pusiero[n] a la entrada de losAlpes. Disimuló esto Federico, tuvo sus Cortes,aunque co[n] poca ge[n]te, inte[n]tó de ir a Milánpara recebir la corona al acostu[m]brado, pero nolo pudo ejecutar por la resistencia de los milaneses,de lo cual indignado los declaró por rebeldes, contodos sus co[n]federados, y procuró q[ue] el lega-do del Po[n]tífice pusiese entredicho en todas lasciudades rebeldes. Co[n] esto se salió de Lombar-día y pasó a Sicilia y vie[n]do el papa Honorio quela guerra de Italia era de mucho daño y estorbopara la q[ue] se había de hacer en el Orienteco[n]tra los sarracenos, propuso a Federico q[ue]perdonase generalme[n]te a todas las ciudadesq[ue] había declarado q[ue] se había[n] apartadode su obediencia. Hízolo así Federico co[n] edictopúblico, co[n] q[ue] ganó para sí al Co[n]de de laRomania y al Marques de Monferrate, y con estapaz y quietud fue a gozar de la del cielo elpo[n]tífice Honorio en el año de 1227.Reina[n]do en Galura los mismos Baldo y Alasia,se hallaron en ella en el lugar llamado Logu-Santolos cuerpos de los bienaventurados santos Trano yNicolás, anacoretas, que habie[n]do vividomuchos años con santa vida reposaba[n] en paz enaquel mismo lugar; y después de largos años, rebe-ló la gloriosísima Virge[n] dó[n]de estaban suscuerpos, como en su condague o testimonio anti-guo manuscrito se co[n]tiene, co[n] lo q[ue] en

134 FRANCISCO DE VICO

10Federicoco[n]voca Cortesen Cremona.

11Milaneses y Bolo-ñeses se recelan yarman.

12Federico declarapor rebeldes a losmilaneses y susfautores.

13Pasa a Sicilia.

14Perdona a losrebeldes de Italia.

15Papa Honoriomuere.

16San Trano y sanNicolás halladosen Logu-Santo deGalura.

ho[n]ra de estos sa[n]tos y de la Virgen, nuestraSeñora, q[ue] los reveló hiciero[n] los sardos q[ue]fuero[n] tres te[m]plos o iglesias, una a la Virge[n]y las otras dos a los santos, a cada uno la suya, a lascuales acuden de todo el Reino co[n] muchísimadevoció[n] el día de su fiesta innumerable gente,movida por la singular devoció[n] que tienen a laMadre de Dios y a los dos sa[n]tos, y por losmuchos perdones e indulge[n]cias co[n] q[ue]ha[n] enriquecido los sumos pontífices aq[ue]llassantas iglesias, particularme[n]te el papa Honorio,según parece por sus Bulas Apostólicas, y por unasletras pate[n]tes guardadas en el mismo lugar deLogu-Santo, las cuales hizo Luis González, obispoque fue de Ampurias y Civita (a cuyo obispadopertenece[n] las dichas iglesias) enco[n]firmació[n] de la verdad de las dichas indul-gencias y de lo que había hallado de la antigüedady erección de aquellos te[m]plos, las cuales dirige atodos los prelados de Sardeña y comie[n]zan porestas palabras: Reverendissimis in Christo PatribusArchiepiscopis Turritanen. Calaritanen. & c. y enellas refiere lo mismo que en sus Bulas dice el papaHonorio, que para conceder las dichas indulgen-cias y consagrar aquellos sagrados templos, habíaenviado por legado suyo a Jua[n], Cardenal deAviñó[n], como parece por las mismas Bulas.

Capítulo XXVICómo al pontífice Honorio sucedió Gregorio Nono y

de los encuentros que tuvo con Federico Segundosobre las cosas del patrimonio de la Iglesia.

Al pontífice Honorio de la nobilísima y antigua casaSabelli, q[ue], como vimos en el capítuloprecede[n]te murió en el año 1227, le sucedió Gre-gorio Nono, de otra familia antiquísima de losCo[n]des, varó[n] de singular virtud, prudencia ydoctrina; el cual, con divino fervor de recobrar la

135Historia general - Cuarta parte

IGregorio Nonosucede a Hono-rio.

Tierra Santa, exhortó a Federico que cumpliese loq[ue] muchas veces había prometido y jurado a lospontífices, sus predecesores, q[ue] iría a la conquis-ta de Jerusalén; y dando muestras Federico de que-rer cumplirlo, mandó que toda la armada se juntaseen Brindis, mediado aquel mes de agosto. Esparció-se esta nueva por diversas provincias y fue tan gratay deseada de todos, que acudieron de todas partesuna infinidad de gentes, y refiere Sigonio q[ue] desola Ingalaterra acudieron sete[n]ta mil hombres.Partió la armada a los quince del mismo mes, q[ue]fue el aplazado para la jornada, y tras ella el mismoFederico, el cual, después de tres días de navegaciónfingié[n]dose enfermo y trabajado de la navegación,volvió atrás, dando ocasión a q[ue] muchos otros ennúmero de más de cuarenta mil hiciesen lo mismo.Extrañó mucho el Pontífice esta acción de Federico,y comunicándola con el Colegio delos Cardenalesresolviero[n] declararle y así le declaró haber incurri-do en las ce[n]suras y maldiciones q[ue] los pontífi-ces, sus predecesores, le habían co[n]minado nocu[m]pliendo co[n] lo que les había jurado, lema[n]dó publicar por descomulgado, cuyo tenordice así: Imperatore Federicu qui nec trãsfretavit intermino cõstituto, nec illud intaxatis pasagijs praescrip-tam pecuniam destinavit, nec mille duxit milites perbienniu tenendos ad suum stipediu pro subsidio Terraesanctae ibidem, sed in tribus articulis manifeste defi-ciens in descriptae excõmunicationis laqueu ultroneusse ingessit excõmunicatu quanquã inviti publice nucia-mus, & mandamus ab omnibus arctius evitari contraipsum, si contumacia eius exegerit, gravius processuri.Confidimus tame adhuc fore, ut recurrat ad matreEcclesiã, per humilitate debitã, & satisfactionem con-gruam salutis remedia recepturus.Extrañó muchísimo Federico esta acció[n] delPontífice reputá[n]dola por afre[n]tosa yobligá[n]dole a dar satisfacció[n] de sí a todos lospríncipes, declara[n]do co[n] su manifiesto que elno haber cu[m]plido lo de la co[n]quista lo había

136 FRANCISCO DE VICO

2Exhorta a Federi-co la co[n]quistade Jerusalén.

Sig.lib.17.

3Federico parteco[n] la armada yse finge enfermoy vuelve.

4Gregorio publicapor descomulga-do a Federico.

1227.

Lib.17.fol.35.

5Federico extrañala acción de Gre-gorio y da satis-facción de sí atodos los prínci-pes.

causado su poca salud, increpa[n]do gravísima-me[n]te de precipitada la resolució[n] de Gregorioy pasa[n]do más adela[n]te habló sin modestia detodos los pontífices; a este primer encue[n]trosucediero[n] otros mayores, q[ue] más adela[n]tese irá[n] refirie[n]do, por los que tocaro[n] a nues-tra Sardeña; y deja[n]do para los historiadores ita-lianos q[ue] referirá[n] los furiosos encue[n]trosq[ue] sucedieron en este año entre los boloñeses ymodoneses y otras universidades. Aquí solo diréq[ue] Federico, no conte[n]to con las injurias quedijo co[n]tra el po[n]tífice Gregorio, procuró efec-tivame[n]te ve[n]garse dél co[n] insidias, procu-ra[n]do para esto reducir a sí y a su parte la fami-lia de los Fra[n]gipanes y otros muchos nobles ypersonas ricas de Roma, mostrándose grato y libe-ral con ellos, y haciéndoles muchos ofrecimientosde honras en el Imperio, comprá[n]doles primerotodos sus castillos y lugares, y luegorestituyé[n]dolos a ellos mismos en feudo, persua-diéndolos secretamente que echasen de Roma alPo[n]tífice, y asintie[n]do estos a la volu[n]tad deFederico, tomaro[n] por ocasió[n] para ejecutarlocuando el Po[n]tífice repitiría sus censuras co[n]traFederico, el día de la Cena del Señor; y así ejecuta-ro[n], obligá[n]dole a huirse a Perosa, ponie[n]doa saco todas las cosas de las casas pías que el mismoGregorio refiere en la carta q[ue] escribe a su lega-do, quejá[n]dose graveme[n]te destos insultos, yfuera poco si la cólera de Federico parara en esto yno pasara más adela[n]te en cometer mayores exce-sos que los historiadores italianos refieren, que porno tocar a nuestra historia, los callo con las demásdisensiones de Italia q[ue] pasaron hasta el año1232, en el cual Federico, perseverando, partió porla Cuaresma de Ravena a Venecia, do[n]de seembarcó para Aquileya, donde comunicando lascosas co[n] E[n]rico, su hijo, y Leopoldo, Duquede Austria y otros príncipes que le seguía[n], seresolvió enviar a Enrique a Germania, y él partió a

137Historia general - Cuarta parte

6Federico persiguea Gregorio.

7Conspira a echarde Roma a Gre-gorio.

8Parte a Venecia,Aquileya y llega ala Apulla.

la Apulla, de donde escribió a sus amigos la cartaq[ue] se sigue: Redeuntibus nobis de partibus transmarinis ac internos & Ecclesiam dissensione sedata de reformationestatus Imperij concepto proposito inhaerentes apudRavenam iteru de cõcilio Beatissimi Patris Gregorijindiximus Curiam Generale sub inermi tantumodo& domestico Comitatu ut timor armorum, & occasiofivola tolleretur in quanedu Lõbardi devotionis &obedientiae nobis signa praetederunt, immo in occu-lis nostris fere civitatem Veronae & Itilinu de Roma-no tunc temporis ad nostrae fidelitatis obsequimnoviter revocatos extractis eorum carrotijs vehementerinvadere nisi sunt. Accessum etiã filij nostri ad nos velnostrum ad eum, per terras Imperij denuo prohibue-runt, ita quod patris oculus tunc etiã filium nonvidisse, nisi quod navali praesidio amore paterno sti-mulati nos Aquileiem, ut eum & Principes qui ad nosdevote se contulerant videremus.Trabajaron mucho los legados del Pontífice a redu-cir a Verona y a las demás ciudades de Lombardíaa la co[n]cordia, pero se les logró poco, porq[ue]luego q[ue] se saliero[n] della, se renovaro[n] entrelas mismas ciudades las discordias pasadas, quemerecieron el castigo que Dios le envió este mismoaño, atalándole todos los ca[m]pos la multitud delos grillos y langostas que se aume[n]taron en ellos,conque tuviero[n] un infelicísimo año y particu-larmente de tanta esterilidad de vino, que refierenque ni aun por celebrar los desposorios le tenían,con otros inforfortunios que causan lástima refe-rirlos; pero es de grande consuelo saber lo que obróen ellos Dios por medio de un santo religioso de laOrden de predicadores por no[m]bre Juan Vicen-tino, cuya santidad fue de tanta eficacia en todosestos pueblos y en cada uno de sus habitadoresq[ue] vinieron a poner en sus manos todas sus pre-tensiones, con lo cual se co[n]siguió la paz y quie-tud que Sigonio refiere en los sucesos de los años1232 hasta el de 1234.

138 FRANCISCO DE VICO

9Escribe a sus ami-gos.

10Los legados delPapa co[m]ponenlas ciudades deLombardía.

11Rompen la con-cordia.

12Esterilidad enLombardía.

Por estos años 1230 era arzobispo de Torres Hos-picio, varón señalado en virtud y santidad, y nomenos lo era Leonardo, Arzobispo de Cáller, dequien haremos menció[n] en su lugar y Trogodo-rio, Arzobispo de Arborea, el cual fabricó el tem-plo mayor de aquella iglesia catedral co[n] ayudade Mariano, juez de Arborea, de quien tambiéntrataremos en su lugar.

Capítulo XXVIIFederico II casa en Sardeña a su hijo E[n]cio co[n]Alasia, Reina de Torres y de Galura, y se narran los

encuentros que tuvo Gregorio Nono.Murió cerca destos años de 1230 el juez turritanoy galurense Baldo, en la provincia turritana,do[n]de residía, y fue sepultado en la iglesia mayorde la villa de Síligo, y por su muerte quedó señoray Reina de entra[m]bos reinos y judicados Alasia oElisa, su mujer, la cual, como quedaba sin hijos niheredero en los estados, por ruego de sus vasalloshubo de tratar de casarse segunda vez, y sabie[n]doesto Federico y Manuele de Oria y otros principa-les de Génova que vivían en Sácer y eran señoresde algunas enco[n]tradas, baronías y castillos par-ticulares en el Cabo de Logudoro, la persuadierona que casase con Enrico o Encio, hijo natural delemperador Federico Segundo; y aunque el Arzo-bispo de Torres, q[ue] ento[n]ces era Hospicio,con todos los prelados y nobles del Reino de Logu-doro procuraro[n] disuadírselo por muchas razo-nes, con todo, no fueron poderosos con ella ypasando el trato deste casamiento adelante, allana-ron de manera las cosas proponie[n]do al Empera-dor que su hijo sería con facilidad Rey de toda Sar-deña, que luego se hizo el casamiento por los añosde 1234 y tuvo Encio en dote ambos judicados.Procuraro[n] esto los genoveses para tener benévo-lo al Emperador, y echar del todo a los pisanos de

139Historia general - Cuarta parte

13Hospicio, Arzo-bispo de Torres.

14Leonardo deCáller.

15Trogodorio deArborea.

Año1230.

IBaldo Segu[n]do,Juez de Torres yde Galura,muere.

2Alasia quedaReina de los dosjudicados.

3Casa co[n]E[n]cio, hijo deFederico, Empe-rador.

Sardeña; y vivie[n]do en ella, gobernó co[n] lareina Alasia o Elisa, su mujer, no solo sus dos judi-cados, pero aun todo el Reino con paz, guardandolas mismas leyes y estatutos del Reino, como pare-ce por un antiguo códice manuscrito que está en elarchivo de la iglesia usele[n]se y lo refiere Fara yCristóforo La[n]dino, Jacobo Mainoldo, GabrielPalioto, Folieta, Jerónimo Zurita y otros, VivióAlasia con muy poco gusto con su marido, pasan-do los pocos años que estuvo casada encerrada enel castillo de Gociano, donde le tomó una graveenfermedad, y para disponer de sus cosas envió porsu predicador, fray Pedro q[ue] vivía en Árdara yfray Serafín, su confesor, y ordenó su testamento,instituyendo por su heredera a la Iglesia Romana,de la cual dice reconocía ella y sus predecesoresaquellos judicados. Persuadíanse los vasallos que laenfermedad de Alasia era del mal tratamiento quele hacía Encio, su marido, y causó esto en ellosta[n] gra[n]de odio co[n]tra dél, que no lopodía[n] ver, y procuraro[n] sacarla del castillo deGociano, do[n]de estaba como en una prisión, y lallevaron a Árdara, donde acabó sus días, quedán-dose Encio con los dos judicados y por su medio,su padre, Federico. De lo cual sacamos en limpioq[ue] en estos dos judicados nunca entraro[n] losmoros ni fueron co[n]quistados dellos, como arri-ba dijimos con Zurita, pues hallamos que siempretuvieron sus jueces y que en la conquista que elpapa Jua[n] XVIII, como vimos en el capítulo 13publicó en favor de los príncipes católicos, paraechar los moros de Sardeña, fue de la parte queposeía[n], y así fue q[ue] estos judicados quedaronaun después de su expulsió[n] en el dominio de susjueces y que la guerra entre pisanos y genoveses erasolame[n]te sobre el dominio del Cabo de Cáller,de donde habían sacado los sarracenos y su reyMusato, y no sobre estos judicados, pues vemosq[ue] tenían sus jueces, reconociendo a la IglesiaRomana, que fue el principio de todo el

140 FRANCISCO DE VICO

1236.

4Alasia muere.

encue[n]tro del papa Gregorio Nono con el empera-dor Federico, el cual no contento con haber dadoa Sardeña a su hijo E[n]cio y haberse hecho señordestos dos judicados de Torres y Galura, que porantiguo derecho y por el testamento de Alasiatocaba a la Iglesia Romana, intentó tomar en Italiaotras muchas tierras de la Iglesia, que los empera-dores le habían concedido, y él mismo se las habíaconfirmado. Con esta ocasión se fue continuandomás en los italianos negar la obediencia a Federico,el cual no pudiendo tolerar más los excesos y rebe-lión continuada de los lombardos, se resolvió escri-bir al Pontífice que cuidase co[n] todo el Consis-torio de los Cardenales reducirlos a la paz;porq[ue] de otra manera, le obligaría[n] a procederco[n]tra dellos con durísimos remedios, segú[n]más extensame[n]te se refiere en las cartas quesobre esto hubo, que las trae Sigonio en los suce-sos deste año 1236, de q[ue] se siguió lo que élmismo refiere, que por no tocar a nuestra historiano lo traigo aquí, pasando a la discordia que sobreSardeña se renovó entre Federico y Gregorio en elaño 1239. Porque viendo el Pontífice que todavíacontravinie[n]do Federico a sus edictos, se queda-ba con los dos judicados de Torres y Galura, queasí por derecho antiguo como por el nuevo q[ue]le había sobrevenido con el testamento de Alasiatocaban a la Iglesia Romana; sobre esto clamabanal Papa los prelados, nobles y principales de aque-llos judicados, q[ue] no vinieron bien al casamien-to de Alasia co[n] Encio y le quedaron muy adver-sos por el mal tratamie[n]to q[ue] Federico hacíaantes a las iglesias, personas y tierras suyas; semovió Gregorio escribirle y enviar nuncios apostó-licos, amonestá[n]dole que restituyese a las iglesiasy personas eclesiásticas las heredades que les habíatomado y, perseverando en su co[n]tumacia Fede-rico, diciendo q[ue] eran del Imperio y que habíajurado conservar su patrimonio y que no se podíaapartar de lo dicho, con lo cual justificando el

141Historia general - Cuarta parte

5Se continúa[n]los disgustos deGregorio co[n]Federico.

Po[n]tífice su causa, se resolvió publicarle in CoenaDomini por descomulgado en presencia de todo elCo[n]sistorio de los Cardenales, con sentenciadeste tenor:Excommunicamus & anathematizamus ex parte Deiomnipotentis Patris, & Filij, & Spiritus sancti, &auctoritate Apostoloru Petri & Pauli FridericumImperatore pro eo, quod contra Romanam Ecclesiamseditionem inijt in urbe, per quod intendebat Roma-num Pontifice & fratres suos a Sede sua repellere, &contra privilegia dignitates, & homines, ApostolicaeSedis libertatem, nec non & Ecclesiasticam proculca-re, contra iuramenta, quibus super hoc EcclesiaeRomanae tenetur, temere veniendo. Item quod vene-rabilem fratrem nostrum Episcopu PraenestinumApostolicae Sedis Legatum ne in Legatione sua proce-deret, quam in Albigiensium partes pro corroboratio-ne Catholicae fidei sibi commisimus curã, per quos-dam Cathedrales, & quasdam alias vacantes Ecclesiasin Regno ordinari; & hac occasione periclitatur liber-tas Ecclesiae, perit fides, quia non est qui proponatVerbum Dei, nec qui regat animas deficiente Pastore.Item quod in Regno capiuntur clerici, incarcerantur,proscributur, & occiduntur. Item pro eo quod inRegno Ecclesiae consecratae Domino destruuntur, &prophanantur. Item quod nõ permittit SoranamEcclesiam reparari. Item quod nepotem Regis Tunicijvenientem ad Ecclesiã Romanam pro suscipiendobaptismatis Sacrame[n]to, detinuit, nec venire per-misit. Item pro eo quod Petrum Saracenum nobilemcivem Romanum ex parte Regis Angliae ad SedemApostolicam venietem coepit, & detinet carceri man-cipatum. Item quod terras Ecclesiae, scilicet Ferra-riam Pingnogomam, Bõdoniam, Ferrariensem Dioe-cesim, & Bondonensem, Lucanensem, & terras Sardi-nae occupavit contra iuramentum, quo super hocEcclesiae tenetur, temere veniendo. Item quod terrasquorundam nobilium de Regno, quas Ecclesia tene-bat ad manus suas, occupavit & devastavit. Itemquod quasdã Ecclesias Cathedrales, & quaedam

142 FRANCISCO DE VICO

6Ce[n]suras deGregorio Nonocontra Federico.

1240.

Monasteria suis bonis spoliavit. Item quod multaeEcclesiae Cathedrales, & aliae Ecclesiae, & Monaste-ria de Regno per iniquã inquisitionem fuerunt bonisferme omnibus spoliatae. Item quod in Regno Tem-plarij & Hospitalarij mobilibus & immobilib[us]spoliati, non sunt iuxta thenorem pacis, integre, resti-tuti. Item quod talliae & exactiones contra formampacis ab Ecclesijs & Monasterijs pro ipso extorquen-tur in Regno Ecclesiarum Praelati & Abbates Cister-ciensis & alioru ordinum compelluntur per singulosmenses dare certam summam pecuniae pro construc-tione castrorum novorum. Item quod contra theno-rem pacis, hi qui adhaeserut Ecclesiae, bonis omnibusspoliati exulare coguntur tanquam pro scripti, uxori-bus & liberis captivatis. Item quod per ipsum impe-ditur negotium Terrae sanctae, & reparatio ImperijRomani, omnes autem, qui iuramento fidelitatis eitenentur astricti, ab eiusdem observatione iuramentidecernimus absolutos, ne sibi fidelitatem observent,districtius inhibetes, quãdiu fuerit vinculo excõmuni-cationis astricti[us] super oppressionibus, & alijs gra-vaminibus, nobiliu, pauperu, viduaru orphanoru, &alioru de Regno, pro quibus idem Fridericus aliasiuravit stare mandatis Ecclesiae, ipsum intendimusamovere, & in ipso negotio, dante Domino procede-mus, sicut iustum fuerit procedendum. Porro proomnibus & singulis supradictis, pro quibus dictusFridericus a nobis diligeter fuerit admonitus & fre-queter, nec parere curavit, eumdem Fridericumexcommunicationis, & anathematis vinculo innoda-mus. Caeterum quia idem Fridericus de dictis, factis,suis, multis clamantibus per universum quasiOrbem, quod de catholica fide non recte sentiat, estgraviter diffamatus, nos Domino dante super hoc locosuo, & tempore procedemus, secundum quod in tali-bus requirit ordo iuris.De la publicación de estas ce[n]suras quedó Fede-rico muy sentido y para dar su disculpa al mundohizo las demostraciones que en los capítulossiguientes referimos.

143Historia general - Cuarta parte

Capítulo XXVIIIFederico justifica sus acciones contra los procedi-

mie[n]tos de Gregorio Nono y impide a los legados yprelados el ingreso de Roma.

Procuró Federico justificar sus acciones con todaslas naciones, extraña[n]do las censuras que Grego-rio Nono publicó contra dél, q[ue] en el capítuloprecedente referimos, para lo cual juntó luego enFrancia a todos los que le podían censurar y lespropuso cuán justame[n]te procedía en el gobier-no de su Imperio, y que no merecían sus píasacciones ser tan afeadas y increpadas del Pontíficecon los procedimientos q[ue] contra dél hacía yque si se conociera reo de algún delito veneraría ypasaría por las censuras que co[n]tra dél se habíanpublicado, pero aseguraba a todos los de la juntaq[ue] se hallaba inocentísimo y sin culpa de lo quese le hacía cargo y conociéndose por tal escribió alos romanos como quejándose q[ue] hubiesen per-mitido y sufrido que hubiesen condenado un ino-cente, y lo mismo escribió a todos los príncipespurgando la culpa que con las censuras se le carga-ba, hablando con poca modestia de las cosas delPontífice, al cual obligó responder haciendo verda-dera relación del caso, justificando sus procedi-mientos y censuras contra Federico; y, perseveran-do éste en su resolución, se quejó de nuevo co[n]los cardenales sobre lo mismo y procuró reducir desu parte a todos los que pudo, aunque no los teníapor confidentes, y a este fin componer algunosencue[n]tros de las universidades y sus moradores;y considerando Gregorio que esto no tiraba a finde paz, sino de causar mayor inquietud a la Iglesiay que Federico menospreciaba las censuras sin can-sarse de hablar y escribir mal de sus procedimien-tos, procuró unir a los venecianos y genoveses conlos lo[m]bardos contra.Dejo de referir aquí las muchas refriegas yencue[n]tros de guerra que pasaro[n] en Italia, quefueron muchas y muy reñidas y crueles, que las

144 FRANCISCO DE VICO

Año1241.

IFedericoco[n]voca Cortesen Fra[n]cia yjustifica sus accio-ne co[n]tra Gre-gorio.

2Federico incitalos pueblos deItalia contra Gre-gorio.

podrá ver el curioso exte[n]same[n]te en Sigonio yotros historiadores italianos. Aquí solo diré quepara la convenie[n]cia de las guerras se pasó Fede-rico a Luca y a Pisa, donde persuadió a los pisanosq[ue] co[n]tinuasen la guerra contra los genoveses,fautores de la Iglesia, procura[n]do reducir y unircon ellos a los pueblos de la Toscana; con estoenvió a su hijo E[n]cio a ocupar la Marca de Anco-na, y se hizo señor sin trabajo de Viterbo y de todasu comarca. Puso esto en grandísimo aprieto ysumo temor al Pontífice y para reparo del dañoque a él y a su Iglesia y pueblo podía suceder, acu-dió a Dios, fiando solo en él del remedio, convo-cando para esto todo el clero y pueblo romano ysacó en procesión las cabezas de san Pedro y sanPablo, con el lignum crucis, engastado en una cruzy saliendo de San Juan de Letrán se fue a la Vatica-na, donde, derramando muchas lágrimas, imploróel divino auxilio con el del pueblo co[n]tra Federi-co, prometie[n]do premio eterno a todos los queco[n] el señal de la Cruz salieren co[n]tra Federicoacérrimo enemigo de la iglesia, co[n] lo cual sesiguieron los estragos que los historiadores refie-ren, que para repararlos tomó expediente el Pontí-fice co[n] el Colegio de los Cardenales convocarconcilio general y envió para esto dos legadosq[ue] fueron Jacobo, obispo prenestino, y Otón,diácono de San Nicolás in carcere, para llamar atodos los obispos ultramontanos y defender sucausa contra Federico, contradictor de sus santasórdenes y constituciones. Procuró Federico impe-dir la ejecución desto, escribie[n]do del cerco deFaenza (donde se hallaban en esta ocasión por elmes de septiembre) al Rey de Inglaterra, que dije-se a todos sus obispos que no pasarían con seguri-dad a Roma para el co[n]cilio. A esteimpedimie[n]to previno Gregorio con sus cartas,animándolos que por miedo no dejasen de acudiral concilio, donde se había de tratar la causa deDios. Tenía Federico prevenidos muchos ejércitos,

145Historia general - Cuarta parte

3Envía Encio aocupar la Marca.

4Diligencias deGregorio contraFederico.

a uno de los cuales presidía él mismo; el otrocometió a Encio, su hijo, para que co[n] una arma-da naval guardase el mar Tirreno, de manera queno pudiese[n] pasar a Roma los obispos para cele-brar el concilio, procura[n]do infestar la ribera deGénova, que se habían declarado sus enemigos. Eltercer ejército que era el más poderoso entregó aCo[n]rado, hijo del Rey de Germania, contra lostártaros. El cuarto quedaba en la Marca de Anco-na y Ducado de [E]spoleto. El quinto tenía en laTierra Santa con Rodulfo, su mariscal.Hallába[n]se de vuelta en Génova y en este año1241 los legados del Pontífice tratando de su segu-ra navegación para Roma y no caer en manos deEncio y su armada, y para librarlos della y sacarlosde cuidado, se ofrecieron los genoveses co[n]ducir-les a Roma sin peligro. Hizo Federico diligenciasco[n] todos estos obispos q[ue] pasasen por tierraa Roma, dá[n]doles seguridad de paso en sus tie-rras, significándoles su intento, que era enterarlesde su inocencia y de las justas causas de queja quetenía del pontífice Gregorio por haberle publicadohereje, y cuán justo era no ser juzgado de un ene-migo, ni menos de amigos que no estuviesen ente-rados de su justicia; pero los prelados no atendien-do a esto, confiados en la embarcació[n] seguraque les ofreciero[n] los genoveses, quisieron valer-se della, y entendie[n]do Federico que todo se hizoen su menosprecio, avisó luego a su hijo Encio,q[ue] en todo caso le tomase el paso y procurase decualquier manera asegurarse dellos; y solo asíEncio salió luego de Pisa con veinte galeras muybie[n] armadas y guiadas de un famosísimo piratapor nombre [E]stolio, y topa[n]do los navíos deGénova en que iban embarcados los legados y pre-lados los rindió co[n] ayuda de los pisanos, de quedio luego aviso a Federico, su padre, que todavía sehallaba en Faenza y segú[n] algunos dicen dioorden a Encio que los llevase presos a Nápoles ysegún otros refieren, le dio la orden que se contie-

146 FRANCISCO DE VICO

5Encio con laarmada de lospisanos pre[n]dea los legados yprelados.

ne en estos dos versos que envió a Encio:Omnes Prelati Papa iubente

vocatiEt tres Legati veniant huius-

que ligati.Que si estos versos dicen lo que pasó, es cierto queFederico no dio orden a Encio, su hijo, que los lle-vase a Nápoles, sino a Faenza, donde él se hallabacua[n]do esto sucedió; fuero[n] tan mal tratadosen los navíos estos santos prelados, que co[n] loque después padecieron en las cárceles hubiero[n]de perecer muchos dellos. Con esta victoria mudóFederico la resolució[n] q[ue] había tomado departir de Fae[n]za a Boloña y deja[n]do a Enciopor gobernador de Lo[m]bardía, se volvió a laMarca, y se apoderó del Ducado de [E]spoleto, ypasó adela[n]te hasta entrar en los confines deRoma.El sentimiento de los trabajos destos legados yobispos, con la persecución q[ue] Federico hacía ala Iglesia, causaron tan grande sentimiento a Gre-gorio, que fuero[n] poderosos con su decrépitaedad, q[ue] era casi de cie[n] años, de quitarle lavida. Gregorius (dice Folieta) tãto Ecclesia ictus vul-nere brevi muror a{…}est. Deja[n]do en su vidadescomulgados a Federico, E[n]cio y a los pisanospor ta[n] gra[n]de sacrilegio como el que cometie-ron, privándolos de todos los derechos que podíanpretender en Sardeña, segú[n] refiere[n] Nauclero,Sabélico, Juan Villano, Volaterrano, Folieta y otrosautores y co[n]sta por una epístola del mismo Gre-gorio que empieza: Ascendit de mari bestia, &c. yporque no ha faltado alguno que alarga[n]do lapluma más de lo q[ue] debiera ha escrito que conE[n]cio y con los pisanos quedaron también Sar-deña y sus naturales descomulgados, me ha pareci-do dar a esto satisfacción en el capítulo siguiente,aunque para los ho[m]bres leídos y entendidos noimportara.

147Historia general - Cuarta parte

6Gregorio Nonomuere.

Capítulo XXIXQue el rey E[n]cio y los pisanos fuero[n] descomul-gados por el Po[n]tífice sin que la isla de Sardeña

estuviese comprendida en las censuras.De la gra[n]deza de la Iglesia se profetizó que losreyes y las reinas le hacían de dar el pecho porquehan sido muchos los que por aumentarla y dilatar-la ha[n] gastado sus tesoros y sus vidas y que pos-trados por tierra la adoraran y lameran el polvo desus pies, y se dijo por la reverencia conque de solasmajestades de la tierra postra[n] sus coronas al piedel Po[n]tífice, adora[n]do como vice Dios en latierra y a todos los ministros y sacerdotes comoministros suyos. Faltaron a este respecto el empe-rador Federico, el rey E[n]cio y los pisanos pren-die[n]do a los cardenales, legados y prelados, queiban al concilio, y el haber puesto las manos en loscristos de Dios, a mi entender fue la causa para queel Emperador, el Rey y la República de Pisa se des-truyesen cada uno por su camino. Salió el profetaSamuel al encuentro del rey Saúl, reprendióle elhaber contravenido a las órdenes de Dios ydejá[n]dole como a expulso de su gracia, quiso vol-ver las espaldas para irse y dejarle; alargó la manoel Rey, asióle de la capa y forcejeando co[n] él paraque no se fuese, rasgóla y en ver el Profeta el suce-so le dice al Rey,-“Quitóte Dios hoy el Reino deIsrael y lo entrego a tu prójimo mejor de ti”; y parajusto juicio de Dios pierde el reino un rey que seatreve a hacer violencia a un ministro de Dios yq[ue] le llega ni aun a la hilacha de la capa perde-rá el reino; dejó caer la corona, cuya estabilidad sefunda en la religió[n] con Dios, cuya conservacióndepende del respeto q[ue] se tiene a sus ministros.No solo lo han entendido así los católicos, pero losge[n]tiles y otros sectarios, solo con la lumbrenatural de la razón; y así en las repúblicas que ins-tituyeron y en las leyes que les dieron, en primerlugar asentaron la estimación de la religión y el res-peto a sus ministros. Zoroastes en las leyes q[ue]

148 FRANCISCO DE VICO

IReverencia debi-da a los po[n]tífi-ces y sacerdotes.

2Religión veneradade todos.

dio a los bactrianos y persas, instituyó religión aHoromasia y dignidad a sus sacerdotes; lo mismohiciero[n] Trismegisto en los egipcios a Mercurio;Moisés en los judíos al verdadero Dios; Minos enlos cretenses a Jove; Caro[n]das en los cartaginesesa Saturno; Licurgo en los lacedemonios a Apolo;Dragón y Solón en los atenienses a Minerva;Numa Pompilio en los romanos a la Ninfa Egerea;Mahoma en los árabes a san Gabriel; Zamalio enlos [e]scitas a Besa; Platón en los magnesios y sici-lianos a Jove, como refiere Marsilio Ficino, inargumento ad minuem Platonis.Faltaron en esto el emperador Federico, el reyEncio y los pisanos, como queda dicho en el capí-tulo antecedente, de que el sumo pontífice Grego-rio Nono hizo el sentimiento y demostración quetan grande atrevimiento merecía; y así, no solo lospublicó por descomulgados el año 1241 y privó decualquier derecho que en el Reino de Sardeña pre-tendiesen tener, pero aun a sus arzobispos quitó laPrimacía de que pensaban gozar, como de Villano,Volaterrano, Sabélico y otros autores queda referi-do; y así vemos q[ue] a los arzobispos turritanos losaños siguientes concediero[n] los sumos po[n]tífi-ces la legacía, como diremos en el capítulo siguien-te, la cual ya habían tenido antes; y es de advertirq[ue] no por haber sido E[n]cio descomulgado odeclarado por tal, juntamente con los pisanos,quedó descomulgado el Reino de Sardeña, comoha pensado alguno, por quie[n] parece convenien-te hacer una pequeña digresión aquí sobre estamateria, no porque me parezca necesaria para per-sonas leídas en historias, para las cuales bastaríaremitirnos a los autores q[ue] en esta obra segui-mos y citamos a cada paso, sino para el vulgo, par-ticularme[n]te de nuestra Sardeña, en la cual andaun libro de los santos de ella, en q[ue] entre otrascosas dice su autor algunas, al parecer ajenas de lahistoria verdadera en perjuicio y grande agravio dela misma Sardeña, por la cual y por la verdad

149Historia general - Cuarta parte

3Federico, Encio ypisanos desco-mulgados y priva-dos de Sardeña.

4Sardeña no fuedescomulgadaco[n] Encio.

pie[n]so en la ocasión presente, por la parte q[ue]me toca responder, por venir a propósito co[n] eldiscurso de la historia que traigo del estado y cosasde Sardeña en el tiempo del emperador FredericoSegundo y del papa Gregorio Nono. Dice pueseste autor en su libro tercero, en el capítulo 18: FueSardeña descomulgada y maldita por el sobredichoPontífice (y añade lo que no debiera) que es muchahonra para los que hoy vivimos en Sardeña que sediga esto della. Porque piensa este autor que los sar-dos que hoy día vivimos en Sardeña no somos des-cendientes de los que entonces la habitaban, sinode los catalanes y aragoneses, que vinieron con elseñor infante don Alonso, en lo cual se engaña cla-ramente, como luego veremos: Después de los cua-les catalanes y aragoneses (prosigue este autor) ni entiempo de nosotros que la habitamos, ni de nuestrosantipasados ha sido del Papa descomulgada Sardeña,como si esto bastara para inferir de aquí alabanza yhonra para Sardeña, siendo así, que aún no bastapara librarla de la deshonra y agravio que él lehace, añade y infiere de lo dicho estas palabras: Ypues ello es así mucha honra nos hacen en reducir ala memoria q[ue] Gregorio Nono descomulgó a Sar-deña.Trae fuera desto para confirmar que Sardeña fuedescomulgada a san Antonino 3° parte, título 19,capítulo 5°, el cual siguiendo los demás autoresque arriba citamos, solame[n]te dice desta desco-munió[n] hecha por Gregorio Nono estas pala-bras: Cum Pisani Legatos Põtificis Frederico Impera-tore caepissent a Greg. Nono Sumo Põtifice excõmu-nicati denuciati sunt, sin hacer otra me[n]ciónalguna de Sardeña. Ni Platina con quien apadrinaeste autor su opinión, dice otra cosa, como sepuede ver por sus palabras en la vida del dichoGregorio Nono, que son las siguientes: Verum Fre-dericus terra, marique vias, praeclusit, & quosdamCardinales, atque Praelatos de via, ac navigationecaptos adiuvantibus Pisanis in carcerem coniecit. Y

150 FRANCISCO DE VICO

luego añade lo que también de Folieta en el capí-tulo pasado dijimos que desta pena y sentimientomurió el Pontífice: Qua ex re, dice, tantum doloremGregorius coepit, ut nõ diu supervixerit. Esto dicePlatina tan solamente, a los cuales autores muestrabien no haber visto el nuestro, pues les levantó loque ni ellos jamás soñaron ni otro autor ha dejadoescrito de Sardeña, a la cual sin fundamento eltanto agravia, tratando a los de ella de sacrílegos ydescomulgados, siendo tan de atrás hijos obedien-tísimos de la Iglesia y defensores della. Ni tieneque sospechar nadie que por ser Encio Rey de Sar-deña se valió para esta jornada de los vecinos deella; porque claramente expresan (demás de losautores dichos) Justiniano, Folieta, Zurita, Sigonioy Pedro Mejía en la vida del emperador Federicoq[ue] solamente se ayudó y sirvió de los pisanos,enviando para este efecto del sitio de Fae[n]za,do[n]de estaba, a su hijo Encio a Pisa, con orde[n]de armar galeras y hacer gente allí y la aprestase,como la hizo, para impedir el paso a los dichoslegados y obispos; y el testigo más sin excepció[n]es el mesmo decreto co[n] q[ue] descomulgó elPapa, q[ue] le tenemos a la letra en el capítulo adApostolicae. De sentetia & reiudicata in 6. Allí seexpresan las causas de la descomunión y a quien laimpone el Pontífice, conque la sentencia de losautores no nos obsta, pues la del Pontífice no noscompre[n]da; véase el decreto y su glosa, donde nipor indirectas se no[m]bran los sardos. De todoesto se colige y ve claramente, cómo este autor,co[n] ser de Sardeña, volu[n]tariamente agravia asu nació[n], au[n]que por ventura sin pretenderlo,pues llama o intitula aquel su capítulo 18 q[ue]referimos, Defensiones de Sardeña, en q[ue] mues-tra el buen deseo de defenderla; aunq[ue] en loq[ue] añade, no sé cómo me le excuse, porq[ue] nohallo sentido en que pueda[n] ser verdaderas aque-llas palabras: que es mucha honra para los que hoyvivimos en Sardeña que nos digan que fue entonces

151Historia general - Cuarta parte

descomulgada. Y es cierto que en el sentido que laspalabras suenan, no puede haberlas tomado esteautor siendo católico y así entiendo que las aplicaa algún otro sentido ajeno. Y para que veamos cuálsea, pongamos aquí las palabras con que pensóexplicarse, que son las siguientes: por de venturadesde que los reyes de Aragón co[n]quistaron a Sarde-ña y nuestros antepasados y nosotros la habitamos,¿ha sido descomulgada? Y pues ello es así, muchahonra nos hacen en reducir a la memoria que el papaGregorio Nono descomulgó a Sardeña. Con las cua-les palabras, primeramente no libra a Sardeña de ladescomunión papal, que sin fundamento le impo-ne, por cualquier ocasión que fuera echada por elSumo Pontífice. Lo segundo, no parece anteceden-te de dónde infiera en consecuencia formal serhonra para Sardeña haber sido descomulgada; por-que cuando mucho, si los que ahora vivimos enella, fuéramos todos catalanes y aragoneses, o des-cendientes dellos, se siguiera tan solamente que nofuimos descomulgados ni venimos de los que lofueron; mas no habernos sido de honra la desco-munió[n]. Ni tampoco se sigue de sus principios,q[ue] todos los q[ue] ahora vivimos en Sardeñadescendemos de Cataluña y Aragón, por habervenido catalanes y aragoneses con el señor Infante.Ni puede ser verdad, que después que el Rey deAragón la posee, no quedaron más sardos en ella,o se saliesen todos. Porque demás de ser esto con-trario a toda razón, según se halla en los autorescitados, particularme[n]te en los españoles, comoZurita y padre Mariana de la Compañía de Jesús,el cual, en el libro 16, de su historia, en el capítu-lo 19, que todo es De bello sardico, no dice tal,antes lo contrario, y que quedando en Sardeñatodos los sardos, conservaron, sirvieron, y defen-diero[n] de muy buena gana al Rey de Aragón,particularmente Sácer, de quien dice: Sassaris obses-sa expugnari non potuit eximia civium erga Arago-nios fide, y lo mesmo de Cáller, que son las ciuda-

152 FRANCISCO DE VICO

5Sácer y Cállersie[m]pre fieles ala Corona de Ara-gón.

des principales del Reino; y después refirie[n]docomo, Mariano, Juez de Arborea conmovió muchaparte del Reino, pretendiendo apoderarse de todo,dice de Sácer y Caller que quedaron estas dos ciu-dades siempre fieles y muy constantes en serviciode su Rey, como se puede ver por sus palabras, queson las siguientes: A Regulo Arboreae Mariano totaInsula, momento teporis occupata Sassaris & Calla-risq[ue]; in Aragonia fide perstiterunt. Con lo cual,y antes hablando del ejército q[ue] juntó el Juez deArborea, dice: Magnam insulanorum partem secumtrahens, y señalando el número después añade:Terrae Arboreae Regulus cum duobus millibus, equi-tum, peditu quindecim millibus vicina loca insedit,conque se ve claramente en Sardeña, después queviniero[n] los catalanes y aragoneses a ella, muchossardos que les resistiesen y otros muchos que hicie-sen sus partes, ma[n]tenié[n]doles continuas gue-rras por muchos años, como veremos en la batallaque los de Sácer dieron a los jueces de Oristán, enfavor de la Corona real de Aragón; y aunque en laocasión que Mariano inquietó el Reino contra laobediencia del Rey de Aragón, habiendo el Reyentregádose de la ciudad de Alguer, fue pacto quelos ciudadanos della pudiesen irse donde quisiesen,substituidos catalanes en su lugar; después, a rue-gos de la Reina y los ricos hombres, concluyeMariana que Insula fuit lustrata, confirmataque infide; y no eran los insulanos, aragoneses ni catala-nes. Dejando a parte este cabo, así por ser de suyomuy claro, como porque haremos que lo sea másen su lugar, tratando de la entrega que se hizo delReino de Sardeña al señor Rey de Aragón, dondemostraré por muchos privilegios q[ue] la mayorparte de los sardos fueron los que de su voluntad,siendo libres con sus embajadores se le entregarony siervieron en la entrega del restante del Reino,como diremos.Vengamos a otros indicios muy claros y manifies-tos para probar lo que decimos, de los cuales sea el

153Historia general - Cuarta parte

primero el lenguaje sardo, mucho más antiguo quelos catalanes y aragoneses en Sardeña, que hastahoy se conserva en ella, y el mismo en que tenemoslas leyes sardas antiguas, que llamamos Carta deLogu, las cuales comentó e ilustró con su muchaerudició[n] y doctrina el doctor Gabino Olives,natural de la ciudad de Sácer, abogado fiscal quefue del Consejo Supremo de Aragón.El segundo argumento no menos claro y evidente,son las antiguas infeudaciones de los lugares y pue-blos, concedidos de los príncipes y reyes de Ara-gón, después que tuvieron a Sardeña a muchosnaturales de ella, con condición y pacto expresoque no los pudiesen vender sino a catalanes y ara-goneses o a los mismos sardos, de que se sigue quelos había.El tercero indicio y prueba son las antiquísimasfamilias de sardos que se han co[n]servado hastaahora en el Reino, más antiguas mucho que loscatalanes y aragoneses en aquella tierra.Finalmente, es claro indicio y prueba de estomismo un privilegio real, que habrá como setentay tantos años se concedió a los sardos de los arra-bales del castillo de Cáller, en que se les co[n]cedeque puedan ser elegidos para los oficios del dichocastillo y ser jurados o consellers en él, el cual,hasta hoy día, se guarda y conserva con vigor yfuerza, como lo vemos en los consellers y veguersde Cáller.La cuarta y eficaz razón para probar y creer que losnaturales no se salieron del Reino y que todos que-daron en él, es sin duda bastante demostración laverdadera relación que tenemos de los manuscritosque andan por el Reino, y de las historias impresasentre las cuales pongo en consideración la de Zuri-ta, autor tan grave y verdadero, que clara y exten-samente pone la llegada a Sardeña del señor infan-te don Alonso, diciendo que aportó a Palmas, quesitió a villa de Iglesias, q[ue] estaba bajo del domi-nio de los pisanos, y que los ganó, dejando allí no

154 FRANCISCO DE VICO

6Lenguaje sardo yproprio del Reinose ha conservadosiempre en él.

7Infeudaciones delReino de Sardeñaa quié[n] podíanco[n]cederse.

8Familias de sardosque se hanco[n]servado enSardeña.

9Privilegio antiquí-simo a los sardosde Cáller parapoder ser elegidosen los oficios.

10Autoresextra[n]jerosq[ue] afirma[n]esta verdad.

solamente los naturales sardos que allí vivían, peroaún a los mismos pisanos con los pactos y conve-niencias que refiere y diremos en la quinta parte; yque de allí pasó al castillo de Cáller, que tambiénera de los pisanos y los ganó y dejó en él así mismoa ellos y a los naturales conque se volvió el señorInfante y todo su ejército a España, sin pasar a lorestante del Reino, que antes y después de su llega-da y salida dél, los tuvo siempre muy a su devo-ción, conque se verifica que los naturales nuncasalieron del Reino; y se confirma mucho más estopor las nuevas resoluciones que en él hubo con elJuez de Arborea y sus estados, todos naturales delmismo Reino. Por todas las quales razones y otrasmuchas que dejo de referir, se ve clarame[n]te nohaber salido los naturales del Reino fuera dél, conla venida de los catalanes y aragoneses, como esteautor ha soñado, contradicie[n]do en esto, si nome engaño, al mismo intento que tuvo en aquellaobra de los santos sardos, en la cual dice variasveces que ha procurado trabajar para ho[n]ra y glo-ria de nuestra Sardeña, y de los que en ella vivimos,que nos podamos gloriar mucho con tantos sardosmártires, nuestros predecesores, los cualeshabie[n]do florecido todos antes de la venida delos catalanes y aragoneses a Sardeña, si despuésdella no quedó sardo, no tenemos los q[ue] ahoravivimos de gloriarnos; y si dice que basta paranuestra gloria haber padecido en Sardeña, aunqueno sea[n] nuestros predecesores, porq[ue] en elsentido co[n]trario no bastara para nuestra infamiahaber sido los mismos sardos y toda Sardeña enaquel tiempo, ¿cómo él leva[n]ta, descomulgada,por más que nosotros no descendieramos dellos? Ysi todavía se persuade que co[n] decir que los quehoy vivimos en Sardeña somos todos catalanes yaragoneses, no tenemos que afrentarnos desta des-comunió[n], por ser ésta basta[n]te respuesta, por-que trabaja en la misma obra, trata[n]do del cuer-po del glorioso san Agustín, en buscar otras res-

155Historia general - Cuarta parte

puestas, siendo así que la traslación del Santo sehizo tanto antes de la venida de los mesmos cata-lanes y aragoneses; y por lo menos no redunda,según su razón, infamia alguna en los que despuésdellos habitamos el Reino. Y para decir lo que sien-to, aquella defensión que pone por el cuerpo desan Agustín la trae a la letra de Fara, de quien lotomó y por eso le fue ta[m]bién en ella, pero en loque dice de la descomunión como habla de suyo yha tenido poco cuidado de leer los autores que lepodían dar luz, ha torpezado15; y esto bastara en lotoca[n]te a la sobredicha descomunión de Grego-rio Nono, que como nos ha venido a cue[n]ta, hequerido tratarlo algo exte[n]didamente, para q[ue]vea el lector lo que hay acerca della, sin que repareen lo que ha escrito este autor.

Capítulo XXXFederico se declara contra Inocencio Cuarto, y arma

co[n]tra Italia, y se pierde Encio, su hijo.Por la muerte de Gregorio Nono, se ju[n]taro[n]para la elecció[n] del nuevo Po[n]tífice, diez carde-nales que se hallaron presentes y en paridad devotos, no pudiero[n] elegirle, y fue forzoso pedir aFederico que les diese los dos cardenales legadosque tenía presos con cualquier co[n]dición quequisiese; vino bien a ello Federico, conque hecha laelección del Pontífice se los restituyesen, nosalie[n]do alguno dellos Papa. Llegaron estos doslegados, y juntados con los demás eligieron porPo[n]tífice a Gaufredo, obispo sabinense, denación milanés, que se llamó Celestino IIII, el cualse murió luego por el mes de octubre, deste mismoaño 1241, sin consagrarse ni gozar del po[n]tifica-do más que 17 días. Juntaronse segunda vez los

156 FRANCISCO DE VICO

15 Torpezado: “tropezado”. En el texto aparece la forma etimológica.

ICalixto Cuartosucede a GregorioNono.

cardenales y divididos en sus parcialidades, losunos en favor del pontífice Gregorio difunto y losotros en favor de Federico; no co[n]formá[n]dose,se salieron del có[n]clave y dilataron la elecciónpoco menos de dos años, y fue últimamente elegi-do Po[n]tífice el año 1243 Sinibaldo Fiesco, denación genovesa de Arbizola, que se llamó Inocen-cio Cuarto.Era Sinibaldo cuando cardenal intrínseco amigode Federico, y se creía por toda Italia que le seríamuy favorable y ternía de su mano para componerlas cosas a su gusto, revocando todo lo que Grego-rio Nono había hecho co[n]tra dél; y así muchos ledaba[n] la en hora buena desta elecció[n]; peroFederico, quizá por no tener sus acciones tan justi-ficadas, respondía que de un cardenal amigo, habíagranjeado un Papa enemigo; teniendo por ciertoque no alzaría la revocación de las ce[n]suras queGregorio había publicado contra dél, y así fue por-que, entra[n]do en su gobierno Inoce[n]cio, aten-dió co[n] muchas veras y cuidado a la defensa, yconservación de la preemine[n]cia de la SedeApostólica y sus cosas, y convidó para esto a Fede-rico co[n] la paz, librándose de los cargos y delitosen los cuales estaba condenado de la Iglesia, ofre-ciéndose el Pontífice darle satisfacción de las que-jas que podía tener della; y con ser esta embajadatan justificada, no quiso pasar por ello Federico,antes declara[n]do más su intención, se publicóenemigo del Pontífice como lo era de Gregorio, supredecesor, publica[n]do la guerra en toda Italia, ymandó embargar los puertos y al rey Conrado,q[ue] prendiese y castigase severamente a todos losque pasaban de Alemaña a Roma en favor deInoce[n]cio. Este nuevo incendio procuraronmuchos atajarle, reducie[n]do a Federico a laspaces, el cual no quiso venir a ellas, si no era q[ue]Inocencio revocase primero las censuras y por novenir a esto el Pontífice, no tuviero[n] efecto laspaces y tomó ocasión Federico de indignarse más

157Historia general - Cuarta parte

2Inocencio Cuartosucede a Calixto.

3Inocencio Cuartopasa por lo q[ue]hizo GregorioNono co[n]traFederico.

4Federico se decla-ra co[n]traInoce[n]cio cuar-to.

5Pública guerra enItalia.

contra dél; y por escaparse de su furia, fue forzosopasarse a Génova, y de ahí a León de Francia,donde convocó concilio general y en él publicónuevamente por descomulgado a Federico y leprivó del imperio, dando licencia a los electores deno[m]brar nuevo Emperador, con lo cual seaume[n]tó más el odio de Federico contra el Pon-tífice y sus coligados, y se resolvió mover guerra alos milaneses, que era[n] los enemigos más decla-rados y pertinaces, formando un lucido y podero-so ejército, con el cual entró en aquellos confinesE[n]cio, su hijo, con orden q[ue] acometiese a loscontrarios, como lo hizo; pero como a padre y hijoles faltaba el favor de Dios con la persecuciónq[ue] había hecho a los legados y prelados apostó-licos y hacían a la Iglesia y sus ministros, no podí-an tener sus ejércitos buenos sucesos, y así fue, queen esta refriega que Encio tuvo con los milanesesquedó preso, y quieren algunos que los de su ejér-cito le recobrasen luego, sacá[n]le de manos de susco[n]trarios y otros, como Folieta, que se libró,dando en reca[m]bio otros milaneses que habíanquedado presos en esta misma refriega de la gentede Encio. Supo Federico que muchos se le rebelaban en laPulla y no era mucho, pues él se rebeló contra laIglesia y así le fue forzoso partir a prisa a aquellaspartes, dejando a Encio por su comisario generalen Lombardía, siguie[n]do la guerra contra losgüelfos, co[n]traria parcialidad de su padre. Loselectores del Imperio, valiéndose de la orde[n] delPontífice, hicieron elección para césar de EnriqueLa[n]tgravio de la Toringia, el cual, yendo a tomarla corona, fue acometido del rey Conrado, hijo deFederico, y se lo impidió, quedando herido de unsaetazo E[n]rique, del cual murió. Sucedió queInocencio envió sus legados a persuadir a los reyesque moviese[n] guerra contra Federico; topó conuno dellos, que era deudo del Papa, y, siguiendo elorde[n] de Federico, su padre, le quitó la vida, por

158 FRANCISCO DE VICO

6Inocencio celebraco[n]cilio enFra[n]cia.

7Descomulga aFederico.

8Le priva delimperio.

9Encio co[n]tra losmilaneses.

Folietalib.4.

1246.10

Federico parte ala Pulla.

11Enrique electoEmperador.

1247.

12Queda muerto deun saetazo.

13Inocencioco[n]voca losreyes co[n]traFederico.

14Co[n]rado mataal legado delPapa.

lo cual le publicó el Pontífice por descomulgado enla Bula de la Cena del Señor. Co[m]puso Federicocomo pudo las disensiones de la Pulla, y se pasó aPavía y Cremona, donde le alcanzó la nueva que susenemigos habían expugnado a Parma y señoreá-dose della, y, para socorrerla, alzó Encio el cercoque tenía sobre Quincita y se pasó a Parma, dondeta[m]bién acudió Federico co[n] setenta mil hom-bres, de los cuales hizo general a Encio, y con ellospuso el cerco a Parma, para echar los enemigos quela tenían oprimida. Procuraron los de Boloñadivertir a Encio deste cerco con poner guerra aMódena, tala[n]do todos sus campos, en cuya ven-ganza salió Encio, para hacer lo mismo en los cam-pos de Boloña, y para impedírselo, salieron los deaquella ciudad ju[n]tados co[n] los de su facció[n]y antes que pasase el río, le tomaron el paso; yvié[n]dose los dos ejércitos, se presentaron la bata-lla, que fue muy reñida y varia, hasta el anochecer;pero, al fin, quedó la victoria por los boloñeses,quedando Encio preso, que no podía ser menos,permitié[n]dolo Dios así, en castigo de sus gravesy frecuentados sacrílegos delitos. Co[n] esta victo-ria quedaron los boloñeses muy gloriosos y se reti-raron a la ciudad co[n] grande demostración dejúbilo. Era Encio de edad de veinte y cinco años,valeroso de su cuerpo y tan hermoso que se ibantras dél los ojos de los que le miraban, lastimándo-se de su corta fortuna. Quedaron los de Módenadesta gra[n]de pérdida afligidísimos y para demos-tración de su sentimiento, escribieron a Federico elpésame de la prisión de Encio, el cual les respondela carta q[ue] se sigue:Federicus communi Mutinae salutem.Ex relatione litterarum vestrarum quas super eventuHencij Regis Sardiniae, dilecti fijij nostri, nuper nos-tro culmini destinastis, tanto clariorem novimusfidem vestram quanto per evidentiora signa cognovi-mus non minus de casuum nostrorum adversitate vosdeprimi quam de successuum prosperitate laetari.

159Historia general - Cuarta parte

15Encio cerca aParma.

16Boloñesesco[n]tra Módenay tala[n] sus cam-pos.

17Encio co[n]traBoloña.

18Batalla de Encioco[n] los boloñe-ses.

19Carta de Federicoa los de Módena.

Haec sunt etenim devotionis indicia quae mater fide-litas requirit in subditis, & qualitercumq[ue] fortu-nae dubietas successura preveniat, qualitercumquetempora promittetur fidelium semper sunt cordaeadem, & laudabiliu iugiter operu exhibitione persis-tut; sinceritatis itaque vestra constãtiam proinde lau-dum titulis colibentius exaltamus, quo plena de vobisvotis nostris respondente fiducia, vos ad nostra servi-tia prõptos semper & benevolos invenim[us]. Licetigitur casus ipse, si casus dici debeat ex quo negotianostra non cedunt, fabulose gravis & vulgariter horri-dus videatur, nos tamen ipsum pro levi seu minimoreputantes, altitudinem mentis nostrae proptereanullo defleximus, nec ulla vel modica causa nosproinde turbatiores effecit, sed cum belloru facta sintdubia, & serenitatis nostrae gremium abundet copiafiliorum aequanimiter huiusmodi nova suscepimus,& nostrae potentiae dexteram tanto propterea fortiusin rebellium nostrorum excidiu incitamus & erigi-mus ad vindictã, quanto propter hoc videntur aper-tius inanis gloriae vetum & frivolam resistendi mate-riam absumpsisse, cumque casus huiusmodi gladiumnostru potenter acuerit, & in detrimenta nos hostiuardentissime provocarit; devotionem vestram horta-mur attente mandantes quatenus rancoris cuiuslibetspeciem abigentes, sic more solito circa nostra servitialaudabiliter insistatis, quod spem quã de vobis stabi-li mente cõcepimus sentiamus nobis in opere commo-dum. Nos etenim temporis habilitate captata, sicultima depressioni rebellum apertis thesauris nostris,& fidelium nostrorum subsidijs aggregatis, vocare dis-ponimus quod, nedum cogantur a coeptis inviti des-istere, sed potius poeniteat incepisse.Vivía todavía Federico co[n] mucha inquietud conla prisión de su hijo E[n]cio, y no pudiéndolosacar libre a fuerza de armas, como él pensaba,escribió por su libertad al Común de Boloña unacarta, que dice así:Delatu est magnificentiae nostrae, quod in victoriavobis data fecistis cornua ferrea cum quibus totum

160 FRANCISCO DE VICO

1249.20

Carta de Federicoa los de Boloña,pidiéndole aE[n]cio.

orbem creditis ventilare, & elevati in superbia magnavalde, Lombardis fratribus vestris, arrogantia mune-ra trãsmisistis, cum eis solemnitates, & magna gaudiacelebrantes, sed nisi cito elationem vestram ad man-suetudinem coarctetis, cornua ferrea, quae fecistis,subito impetu confringentur, risus vester dolore misce-tur, & gaudiu vestrum in dolorem convertetur; ymás abajo sigue así: qua propter, sub poena gratiaenostrae, vobis praecipimus & mandamus, quatenusdilectum filium nostrum Hencium Regem Sardiniae& Gallurae, cum alijs nostris fidelibus Cremonensi-bus, Matinensibus, & caeteris alijs quos cepistu, Visispraesentibus, carcere relaxetis, quod si feceritis, nosinter alias civitates Lombardiae vestram exaltabimusCivitatem, si vero potentiae nostra mandatis neglexe-ritis obedire, trimphale & innumerabilem nostruexercitum expectabilis, proculdubio cognoscentes,quod ad vos omnimora postposita veniemus, & civi-tate ipsam obsidebimus, nec de manibus nostris vosliberare poterunt Liguriae proditores; sed eritis fabu-la & opprobium nationum & vobis in properabiturin aeternum.Nada destas promesas ni amenazas hizo mella enlos boloñeses, porque no solo no se apartaron de suresolució[n], y de tenerse preso a Encio, sin quererrestituir a él ni a otro alguno de los presos; perotomaron nueva resolución de tenerlos más apreta-dos y quieren algunos que para tener a Encio conalguna libertad, pagaron a los boloñeses diez yocho mil libras imperiales; y otros, que paraalca[n]zar la total libertad de E[n]cio y los demáspresos, le ofreció Federico entregarles libre al Mar-qués de Monferrato, y tanto dinero que bastasepara rodear de murallas aquella ciudad y que per-severando los de Boloña en su resolució[n], noquisieron admitir ningún partido y que acabó susdías con este desco[n]suelo en el año siguiente de1250, no sin sospecha de veneno que dice[n] le diosu hijo bastardo Manfredo, que otro fin no podíatener él, que tan contrario se mostró a las cosas de

161Historia general - Cuarta parte

21Federico muere.

la santa Iglesia y sus pontífices y ministros. Queda-ba Encio en custodia en la misma ciudad de Bolo-ña, y deseando Vido Casianímico, que le tenía encustodia, su libertad, trazó en el año 1267 de dár-sela por medio del que tenía cuenta de la bodegadel vino, co[n]certando con él sacarle de[n]tro deuna cuba; pero descubriéndole al entrar en ella unamujer que estaba en la ventana, dio voces y leimpidió la salida y fue causa que cortasen la cabe-za a Vido y a Encio a tenerle en mayor custodia,hasta que acabó sus días en los 14 de marzo delaño 1272, en edad de 48 años, y fue su entierro enla iglesia de Santo Domingo de aquella ciudad enuna suntuosa sepultura que los de Boloña le hicie-ron con su epitafio, con suntuosa solemnidad,coronado con real corona de oro engastada conmuchas joyas y con su cetro real también de oro, ypuesto su cuerpo en un ataud suntuoso, cubiertoco[n] dos alho[m]bras16, la una de [e]scarlate, y laotra toda de seda co[n] preciosísimos colores; fuellevado con mucha pompa a su sepultura, comolos autores refieren y si creemos a Gaspar Bugato ya Bernardo Corio, hizo Encio en su muerte testa-mento y en él dejó heredero del Reino de Sardeñaa los padres predicadores de Santo Domingo, aun-que otros, y, entre ellos, Lore[n]zo de Anania dicenq[ue] nombró heredero del dicho Reino a do[n]Jaime, Rey de Aragón ; lo cierto es que acabó asíen él, como en el Emperador su linaje, según refie-ren Bautista Pinna, Pedro Ricordati, san Antoninoy otros muchos. Verdad es que es tradición y secomprueba por un pedazo de Crónica de Friñano yAnales de la Momagna, que el rey Encio dejó unhijo natural en la misma ciudad de Boloña, delcual dicen que salió la noble familia de Bentivollo,tomando este nombre del término o requiebro queusaba el rey Encio con su querida, cuyo hijo se

162 FRANCISCO DE VICO

16 Alhombras: “alfombras”.

Sigonio.

22Encio intentasalir de su pri-sió[n].

23E[n]cio muere enBoloña.

24Se le dio honorí-fica sepultura.

Nauclero. Justiniano.Landino.Sigonio yotros.

25Bentivolos deBoloña sale[n] deE[n]cio.

llamó Bentivollo y el déste Federico que tomó estenombre en memoria de su agüelo Federico, Em-perador. De Federico Bentivollo salió Francisco ydéste Antonio, padre de Juan, que fue señor deBoloña, como refiere Pinna en los sucesos de losaños 1401. Sobrevivió a Encio su madre, que vivíaen Sardeña en el Judicado turritano y Logudoro,que se llamaba Blanca y es fama que había sidoMarquesa de Monferrate, la cual, no contenta dehaber tenido amistad con un Emperador como fueFederico, la tuvo también en Sardeña con un sumayordomo, por nombre Miguel Za[n]che, co[n]el cual después se casó como Cristóforo Landinorefiere y Dante lo cantó con este verso:

Usa con essa Donno MichelZanche de Logudor.

Este Miguel Zanche tuvo una hija que la casóco[n] Branca Doria, que era señor de algunas baro-nías, encontradas y pueblos en el Judicado turrita-no, cuyos jueces acabaron con la muerte de Alasia,y sucedieron en él las cosas que abajo diremos,como tambié[n] en el Judicado de Galura, delcual, por muerte de la misma Alasia, se apoderaronlos Escotos, condes pisanos, como Juan BautistaPinna y otros refieren, y así fueron jueces de Galu-ra Juan Escoto y Nino Escoto y otros que veremosen su lugar; por lo cual se renovaron las antiguaspendencias entre pisanos y genoveses; entre loscuales hubo, por estos tiempos, algunos encuen-tros por favorecer los pisanos al Juez de Arborea,Comida de Serra, y tener con él mucha confedera-ción y ser de su parcialidad co[n] el Juez de Galu-ra y los genoveses tener mucha mano en los otrosdos judicados más principales del Reino, q[ue]eran el turritano, en el cual tenía[n] los señores dela Casa de Oria y Co[n]des de Malespina muchospueblos y castillos; y en el de Cáller, donde teníanotros muchos lugares. Y el juez Chiano q[ue] habíasucedido a su padre Guilielmo en el Judicado,cerca de los años 1250, les hacía tanta amistad, que

163Historia general - Cuarta parte

26Blanca madre deE[n]cio.

27Jua[n] Escoto yNino Escoto, jue-ces de Galura.

28Genoveses y pisa-nos renueva[n]sus encue[n]tros.

vino a entregarles el señorío del castillo de Cáller,trocando así las fuentes la fortuna, que siendo supadre tan confederado con los pisanos, que leampararo[n] y defendiero[n] en su puesto contratoda la fuerza de los genoveses, su hijo Chiano seencontró tanto con ellos, que por hacerles pesar, seconfederó con los genoveses y les dio el castillo deCáller, según Augustín Justiniano, Pablo Interia-no, Folieta y otros refieren.

Capítulo XXXIPrivados los arzobispos de Pisa por la Sede Apostóli-ca de la primacía y legacía que prete[n]dían teneren Sardeña, fue nombrado legado por dos veces el

arzobispo turritano y presidió en el co[n]cilio nacio-nal de todo el Reino, y de lo q[ue] les pasó a los

pisanos y genoveses entre sí, y con los jueces de Cállery Arborea, y otras cosas que acaecieron en ella.

Con las alteraciones q[ue] causó el emperadorFederico co[n]tra la Iglesia, pretendiendo alzarsecon las dos islas de Sardeña y Córcega, ni pudoconseguir su intento, ni impedir las antiguas disen-siones (como veremos) entre pisanos y genoveses,sobre la pretensión y dominio dellas, que fue elmotivo que al principio había tomado, para apar-tarlas de la Iglesia. Y lo que más es de notar, q[ue]de todas estas novedades y turbaciones queco[n]tra la Sede Apostólica movió en Italia Federi-co, jamás de ellas sacó provecho alguno, antes gra-vísimos daños, así temporales (castigá[n]dole Diosde muchas maneras) como espirituales, quedandodescomulgado y anatematizado por el Sumo Pon-tífice, Gregorio Nono, junto con su hijo y los pisa-nos, los cuales, au[n]que la Sede Apostólica loshabía privado del derecho que entendía[n] teneren el Reino de Sardeña, no dejaron (como vere-mos) de procurarlo. Y habiendo sido sus arzobis-pos privados de cualquier título y derecho que pre-

164 FRANCISCO DE VICO

tendiesen tener de primados y legados de Sardeña,porfiaron con todo eso algú[n] tiempo a llamarse yintitularse así, aunque se fue, después esto cayendoy olvidando, así por no tener fundame[n]to algu-no, como porque la Sede Apostólica (como diji-mos en el capítulo pasado) cometió luego la lega-cía al arzobispo turritano, según antes la habíatenido, desde el tiempo de Constantino de Castra,su arzobispo, con q[ue] quedaro[n] exentas decualquier título o derecho de Primacía, que hubie-se tenido la iglesia de Pisa todas las tres provinciasy metrópolis de Sardeña, que son la turritana, laarborense y calaritana. Y así, el año 1253, siendoPróspero, arzobispo turritano, según refiereAugustín Justiniano y Paulo Interiano en los Ana-les de Génova de 1253 y 1263, juntó co[n]cilionacional de los prelados de todo el reino, que, a lasazón, se hallaron en él en la villa de Bonarcado,pueblo del Arzobispado de Oristán, y presidiendoen él como legado apostólico, se decretaron decomú[n] acuerdo y parecer de todos, treinta y unaconstituciones, muy provechosas y necesarias parael buen gobierno de las iglesias de Sardeña, y porserlo fuero[n] después ejecutadas de los preladosen otras sínodos provinciales y diocesanas, y, enparticular, de Oddo, Arzobispo de Arborea, en lasínodo provincial que celebró en su arzobispado elaño de 1309, co[n] asistencia de sus sufragáneos,q[ue] era[n] Jua[n], Obispo de Sa[n]ta Justa yRuberto, obispo terralbense, a las cuales añadierontambién otras once co[n]stituciones, como de todoesto parece[n] los testimonios antiguos en losarchivos de aquella santa iglesia de Arborea, y hansido siempre muy estimadas y guardadas en elReino, hasta que salió el santo Concilio Tridenti-no, en el cual hallamos difinidas muchas de ellas,y las demás tocantes al gobierno particular de lasiglesias de este Reino fueron confirmadas en otroconcilio provincial, que celebró en Sácer el arzo-bispo don Alonso de Lorca, el año 1585, con la

165Historia general - Cuarta parte

IPróspero, Arzo-bispo de Torres,delegado apostóli-co.

1253.

2Celebra co[n]cilionacional en Sar-deña.

1309.

asistencia de sus sufragáneos, que eraqn los obisposdel Alguer, de Ampurias, y de Bosa, y los abades deSacargia y de San Miguel de Salvennori.Los prelados que asistieron al dicho co[n]cilionacional que Próspero, arzobispo turritano, cele-bró, se hallan escritos luego al principio del mismoconcilio, según parece por los antiguos manuscri-tos, que están guardados en los archivos de las igle-sias turritana, arborense y de Ales, cuya inscripciónes la siguiente:

Prosper Archiepiscopus Turritanus MetropolitanusLegatus Sardiniae, & Corsicae.

Archiepiscopus Calaritanus.Episcopus Terralbensis.Episcopus Doliensis.Episcopus Suellensis.Episcopus Civitatensis.Episcopus Sorrensis.

Archiepiscopus Arborensis.Episcopus Sanctae Iustae.Episcopus Usellensis.Episcopus Sulcitanensis.Episcopus Otanensis.Abbas de Sarcargia.Este Abad de Sacargia que es de mitra y báculo,puesto aquí en el postrer lugar, se asentó co[n] losdemás prelados, y tuvo voto decisivo en elco[n]cilio, firmando como los demás las constitu-ciones que se decretaron; y así en el último conci-lio provincial turritano, q[ue] se celebró el año1607, don Pablo Capita, que a la sazón era Abadde la dicha abadía, se valió deste eje[m]plar y deotros, para probar que en las sínodos provincialestenía voto decisivo, y se sentaba con los prelados ysalió con ello sin ninguna dificultad.Después de este concilio nacional fue otra vez elaño de 1263 nombrado legado apostólico de Sar-deña y Córcega el mismo Próspero, arzobispoturritano de Sácer, por el papa Urbano Cuarto,según refieren los autores citados Agustino Justi-

166 FRANCISCO DE VICO

niano y Pablo Interiano y después hallamosta[m]bién que en el año 1303 lo fue Raimundo,Arzobispo de Valencia, como lo dice Zurita, yañade q[ue] el año de 1304 el papa BenedictoOctavo dio este mismo título o legacía al rey donJaime de Aragón, a quie[n] había dado primero lainvestidura de los Reinos de Sardeña y Córcega; yfinalme[n]te hallamos que cerca de los años1326, Juan Ursino, cardenal de la santa Iglesia,fue también legado apostólico en Sardeña,habiéndolo primero sido en la Toscana y Marcade Ancona, como Villano y otros refieren. Y puesestamos en esto, aunque nos adelantemos en losaños, añado cómo habiendo ya entrado en Sarde-ña los reyes de Aragón, y faltando en veces de pri-mado se instituyó el oficio de juez de apelacionesy gravámentes, según veremos en su lugar, aquien toca ver y conocer de las causas y pleitoseclesiásticos en grado de apelación (que es lo quehabía de hacer el primado), y porque el papa Ino-cencio Segundo, cuando hizo arzobispado el dePisa, le había dado por sufragáneos los obispos deCívita y Galtellí, se los quitaron y fueron priva-dos del no[m]bre desta dignidad, que tenían susarzobispos, y el de Cívita fue hecho sufragáneodel Arborense y el de Galtellí está hoy unido alArzobispado de Cáller.Volviendo, pues, a nuestra historia, el año de1266, Chiano, Juez callaritano, que, como vimos,había sucedido a Guillelmo, estando encontradocon el Juez de Arborea a quien favoreciero[n]mucho los pisanos, para su defensa quisoco[n]federarse con los genoveses, para que le ayu-dasen en aquella ocasió[n], y para esto les hizodonació[n] del castillo de Cáller, co[n] que serenovaron y despertaron muy reñidas contiendasentre las dos comunidades; y dejando a parte losvarios encuentros que entre sí mismos tuviero[n] ylo que hubieron con los sardos, (que los podrá verquie[n] quisiere en los autores citados), solo diré

167Historia general - Cuarta parte

3Arzobispo de Pisapierde la dignidady sufragáneos quetenía en Sardeña.

4Nuevas disensio-nes entre genove-ses y pisanos.

con Folieta lo que hablando deste mismo año de1266 escribe por estas palabras:Novae eo anno inimicitiaru, ac bellorum causae advetera desidia inter Genueses, & Pisanos additaesunt, quorum origo fuit Chianus Marchio, seu IudexCalaritanus; is cum ferre nõ posset Iudicis Arboresisopes Pisanoru societate innixas in Sardinia supra suasvires excellere, ut pari potentia se muniret Genuen-sium amicitiam beneficio suo provocatã sibi adiunxitCastello Castri oppido (nunc Calaris dicto) in Iudi-catus Calaritani finibus illis donato; que es lo quearriba dijimos. Y para aceptar esta donación y paratomar posesión del castillo de Castro, (q[ue] hoy esCáller) y socorrer juntame[n]te al juez Chiano,enviaron los genoveses a Orgorio [E]scoto y JuanPanzano, los cuales, antes de llegar al Cabo deCáller con veinte y cuatro galeras, encontraron conocho de pisanos, y pérdida de los suyos, las cauti-varon; y así mismo, otras tres naves gruesas y algu-nos navíos pequeños de los pisanos que toparon;aunque, cuando llegaron a Sardeña hallaron yamuerto a manos de sus enemigos los arborenses ypisanos al juez Chiano; pero esto no fue bastantepara impedir que no tomasen la posesió[n] del cas-tillo de Castro o Cáller; la cual les dio GuillelmoCepola, su tío, q[ue], por falta de hijos, sucedió enel Judicado a su sobrino Chiano, y tuvo por biensustentar la amistad de los genoveses, para podersedefender de sus contrarios en el Judicado; los cua-les, como le apretasen demasiado, le forzaron asalir dél y irse a Génova, donde murió casi subitá-neamente, y dejó heredera de su Judicado callarita-no a aquella República (como dice[n] AgustinoJustiniano, Folieta y otros autores), por lo cual ypor lo q[ue] su sobrino Chiano había hecho seindignaro[n] muchísimo los pisanos, que tantotiempo antes pretendían tener derecho al castillode Cáller y su Judicado, desde que por muerte deMariano, Juez callaritano, el Marqués de Massa,Guillelmo, natural de Pisa (de do[n]de eran tam-

168 FRANCISCO DE VICO

5Chiano, Juez deCáller, entrega elcastillo a losgenoveses.

6Envían a Cáller24 galeras conOrgorio [E]scotoy Jua[n] Panzano.

7Encuentra[n] con8 de pisanos y lascautivan.

8Muerte de Chia-no, Juez deCáller.

9Le sucede en elestado GuillelmoCepola.

10Muere en Génovay deja heredero ala República.

bién oriundos estos dos sus descendientes), sehabía apoderado de aquel Judicado, echando dél aPedro Guñale17, con el favor de los mismos pisa-nos, con los cuales habían siempre tenido confede-ración los demás jueces que habían sucedido.Sabiendo pues lo que Chiano y su tío habíanhecho, enviaron luego los pisanos a Sardeña aHugolino, con un grueso número de galeras ynaves, y llegados a ella el año siguie[n]te de 1267,hallaron que los arbore[n]ses con su juez MarianoSerra (q[ue] había sucedido a Comida en el Judi-cado, y Vizco[n]dado de Baso), estaban sobre elcastillo de Santa Igia, que estaba por los genoveses;y, juntando con ellos su gente, le rindieron, yentraro[n] por fuerza con muertes y muy gra[n]deestrago de una y otra parte, aunque mayor de losgenoveses que estaban dentro, de los cuales murióla mayor parte y a los pocos que pudieron huir a lavilla de Iglesias, los siguieron hasta allí, y saquea-ron la villa, y poniendo guarnición y presidio dearborenses y pisanos en ella, la cercaron de murosy torres, y no contento el juez Mariano co[n] esto,guiando su gente hacia el castillo de Cáller, queestaba también con presidio de los genoveses, letuvo cercado por algún tiempo, hasta que envian-do la República de Génova para su socorro a Nico-lás Vento y Jacobo Nigro con diez y seis galeras,como éstas se tardasen en llegar, por haberse entre-tenido en dar caza a siete galeras pisanas que topa-ron, los cercados se hubieron de dar al juez Maria-no y entregarle el castillo, y él lo dio a los pisanos,como por los mismos autores Agustino Justiniano,Paulo Interiano y otros parece y por los antiguostestimonios manuscritos del Reino. Ni fue el juezMariano menos señalado en piedad y cristia[n]dadque en valor y esfuerzo de armas, porq[ue] porestos mismos años ayudó mucho a la fábrica de la

169Historia general - Cuarta parte

17 Guñale: así en el texto original.

11Pisanos envían aSardeña armadacon Hugolino.

12Echa[n] a losgenoveses conayuda del Juez deArborea.

13Pisanos cercan losgenoveses que seretiraron a villade Iglesias.

14Sitia y co[n]quis-ta el castillo deCáller el Juez deArborea.

15Mariano, Juez deArborea, valerosoy pío.

iglesia mayor metropolitana de Oristán, y con sufavor también fue muy acrecentada y enriquecidala iglesia insigne de Santa María de Bonarcado,q[ue] habían fundado y dotado los jueces de Arbo-rea, sus antepasados, la cual iglesia fue consagradapor estos mismos tiempos de 1268, según parecepor el letrero q[ue] está en una piedra de la mismaiglesia, y dice así:Anno Domini Mcclxviij.viij. Idus Martij consecrataest Ecclesia hac in honorem gloriosissimae VirginisMariae, & sancti Zenonis Episcopi & confessoris, &sancti Romoaldi cõfessoris a venerabili PaternitateDomino N. sedente Archiepiscopo Arborem, & avenerabilibus Episcopis Dominis Fratre Iacobo Bosa-no, & N. sanctae Iustae.Finalmente, las cosas de las provincias o judicadosturritano y de Galura estaban muy revueltas y alte-radas por las varias pretensiones q[ue] co[n] lamuerte de la reina Alasia, su señora legítima ynatural, se levantaro[n]; y los pisanos y genovesesse encontraro[n] entre sí mesmos graveme[n]te,por tener entra[m]bas partes algunos pueblos ycastillos en los dichos judicados; en las cuales revo-luciones trabajó mucho por la paz y quietud públi-ca de la provincia turritana y señaladame[n]te de laciudad de Sácer, su arzobispo Próspero, que comoqueda dicho, fue otra vez por el año de mil dos-cientos sesenta y tres nombrado por su Santidadlegado apostólico de todo el Reino, y en los oficiosdeste santo Prelado, le sucedió Drogodorio, arzo-bispo también turritano, natural de Sácer, en lacual hizo muchas obras pías y santas.

170 FRANCISCO DE VICO

16Dota la iglesia deBonarcado.

17Nuevas revolucio-nes entre pisanosy genoveses.

18Próspero, Arzo-bispo de Sácer, lesucede Drogodo-rio.

ISi en las guerrases mejor ser neu-tral o bandearse.

Capítulo XXXIINo se sosiegan los pisanos y genoveses; los unos y losotros procuran granjear la ciudad de Sácer, la cualse previene y fortalece co[n] muros y torres y se divi-de en cinco parroquias; y lo demás que pasó en los

otros judicados.Aunque es cuestión co[n]trovertida si en las gue-rras civiles cabe los confinantes, sea mayor pruden-cia para la conservación de uno ser neutral o unir-se a una de las partes, y ande válida la opinión demuchos doctos, que quieren que sea mayorprude[n]cia para la propia conservación y más útilal bien público el bandearse y declararse, fundadosen q[ue] Solón, legislador célebre, puso entre otrasleyes que hizo una, mandando que al neutral ledesterrasen de la patria, y le confiscasen los bienescomo a enemigo común, y que impedía el bie[n]de la república: Si ob discordiã, dissensionemq[ue]sedictio, atq[ue] dissensio populi in duas partes fieret,& ob eam causam irritatis animis utrinque armacaperentur, pugnareturque. Tunc qui eo tepore, eoquecasu civilis discordiae non in altrerutra parte separa-tusque a communi malo civitatis secesserit, is domo,patria, fortunisq[ue]; omnibus careto exul, extorris-que esto; porque suponiendo que cada uno, si escuerdo y teme a Dios, se ha de hacer y declarar conla parte más justificada, crecie[n]do el número delos buenos, las fuerzas se disminuyen a la partecontraria, y se acaba gloriosamente la sedición yguerra civil: el filósofo Favorino estrechó la ley auna las discordias ecónomas, según refiere Gelio.Aristóteles halla en ella la utilidad particular decada uno, porq[ue] si uno no se declara por una delas partes o facciones, viene a ser tenido por ene-migo de entrambos, según aquella sentencia deCristo: Qui non est mecum, contra me est, & quinon colligit mecu dispergit, el q[ue] no esco[n]migo, es co[n]tra mí y el q[ue] no cogeco[n]migo, lo derrama. El mismo valimiento tieneel discurso: el no declararse una república, ciudad

171Historia general - Cuarta parte

Gelio.lib.2.cap.12.

o reino en las guerras que tienen tienen sus confi-na[n]tes, porque hacie[n]do después paces entre sí,queda[n] excluidos de la co[n]cordia y como ene-migos de entra[m]bas partes, sujetos a ser despojode todos, aunque en contrario de los q[ue] tienenesta opinión, les sucedió a los sasareses, porquerenovándose en Sardeña las guerras entre pisanos ygenoveses, por la muerte de la reina Alasia, mujerde E[n]cio, hijo del emperador Federico; los pisa-nos, que en el Judicado turritano tenían algunoscastillos, que hasta hoy día co[n]servan el nombreen sus ruinas, con la ayuda y favor de Mariano,Juez de Arborea, apoderados del castillo de Cállery de gran parte de su Judicado, intentaron por losaños de 1270 hacer lo mismo del turritano, y paraeste efecto, procuraron tener benévolos y confede-rarse con los sasareses. Los genoveses, que aun envida de Alasia, tenía[n] en feudo algunos pueblos ycastillos del mismo Judicado, como Branca deOria y otros señores de la misma Casa y familia,que eran señores de el Alguer18 y del CastilloGenovés, que es el que después se llamó Aragonés,y del Mo[n]te Javesu, del castillo de Oria de Mon-teleón y de otros que ellos mismos habían fabrica-do y fortalecido, y los Marqueses de Malaspina,que eran señores de Bosa la nueva, la cual fabrica-ron ellos y de los castillos de Ósilo, Burci, y algu-nos otros, procuraron hacer lo mismo y ganar a suparcialidad a los sasareses; pero ellos se hubieroncon ta[n]ta prudencia co[n] las dos repúblicas, quesin declararse por alguna, quedaron amigos deentra[m]bas. Y así quedando libres co[n] todo sudistrito, castillos y pueblos dél, no quisiero[n]reconocer a otro señor q[ue] al Sumo Pontífice,que legítimamente lo era o a quie[n] él diese elseñorío de toda Sardeña, q[ue] ya desde entoncesse trataba desto, y la pretendían los reyes de Ara-

172 FRANCISCO DE VICO

19 El Alguer: en el texto original “Lalguer”.

1270.

2Sácer se huboneutral entrepisanos y genove-ses.

gón, Sicilia y otros. Estas nuevas estimó mucho suSantidad, porque los años antes, después queE[n]cio había entrado en aquel Judicado turritano,do[n]de había[n] pasado tantas alteraciones, quecausaron los pisanos y genoveses, le tenía la Iglesiacomo fuera de sus manos, según en el año de1268, lo dijo el papa Clemente Cuarto, en la res-puesta q[ue] hace al rey do[n] Jaime de Aragón,que fue el primero que le pidió la investidura deSardeña, como se dirá adelante, habla[n]do máslargame[n]te desta materia, cua[n]do se trate de laenfeudació[n] de Sardeña en favor del rey donJaime, por estas palabras: Parte illã amissimus Iudi-catu, videlicet Turritanu, per quã dare poteramusingressu ei, qui cõvenisset nobiscu.Quedó, pues, la ciudad de Sácer señora de todosestos pueblos y encontradas de su distrito deRoma[n]gia, Fluminargia, de los pueblos de Géri-to, Octava y Aristola, de casi toda la Nurra, de laAsinaria, y otros muchos pueblos circu[n]vecinos,que ahora están arruinados y queda todavía eldominio de ellos a la dicha ciudad; la cual, comocada día creciese mucho, por haberse pasado avivir a ella los de Torres, para estar más unidos ydefenderse mejor en cualquiera ocasió[n] deencue[n]tros, se fortaleció y cercó toda co[n] nue-vos muros y torres. Y su arzobispo Drogorio, elaño de 1278, la dividió en cinco parroquias, paraq[ue] se pudiese acudir mejor y más fácilme[n]te ala administración de los sacrame[n]tos y necesida-des espirituales de las almas, q[ue] son la parroquiade San Nicolás, q[ue] la erigió el arzobispo co[n]co[n]sentimie[n]to de Pedro Fara, que era plebanode aquella iglesia; la de Santa Caterina; la de SanSixto; la de San Donato y la de San Apolinar,como parece por sus erecciones, q[ue] se guarda[n]en los archivos de la santa iglesia turritana deSácer. Vie[n]do, pues, los de la ciudad de Sácer lascosas del Reino tan alteradas, no quisiero[n]meterse entre las dos comunidades, ni favorecer

173Historia general - Cuarta parte

1268.

3Sácer quedaRepública.

4Sácer se fortificade torres y mura-llas.

1278.5

Se divide encinco parroquias.

más a una q[ue] a otra, por más q[ue] entra[m]baslo procuraba[n] con gra[n]des veras, y, señalada-mente la de Génova, por verse muy apretada conlas molestias que los pisanos les hacía[n]; los cua-les, co[n]federados con el juez Mariano de Arbo-rea, los perseguía[n] y amenazaba[n] de tomalleslos castillos y pueblos q[ue] poseían en el Judicadoturritano. En el interim q[ue] pasaba[n] estas alte-raciones en este Judicado, los Condes Escotos,pisanos, se alzaro[n] co[n] el Judicado de Galura.De estos condes, como refiere Juan Villano y otros,el primero fue Juan Escoto, Conde pisano y Juezde Galura, que lo fue desde los años 1271 hasta losde 1280, en el cual sucedió Nino Escoto, nieto deHubaldo, Vizconde pisano, que casó con Beatriz,hija de Obizón, sexto Marqués de Ferrara, y tuvodella una hija por nombre Juana, y murió mozo, elaño de 1298, como Juan Bautista Piña, Landino yotros refieren, au[n]que antes de su muerte, seapoderó de gran parte del Judicado de Cáller, y fuesuyo el castillo de Ollastre y el de Quirra. DesteNino habla Dante en aquellos versos

Verme si fece, & yo ver luy mi feyIudice Nin gentil, quanto mi piacheQuando te viddi, non esser tra y Rey.

Este Nino mandó ahorcar un hombre de su Judi-cado de Galura, por nombre Comida, tan codicio-so que habiéndole encomendado el Juez algunosenemigos suyos que había cogido, y tenía encarce-lados, para hacer en ellos un ejemplar castigo, lesabrió la puerta con afectado descuido, por unagran suma de dinero que le ofrecieron, por dondeel mismo Dante dice:

Chi fu collui, da cui mala partitaDi che fecesti pervenir a proda?Et ei rispose: Fu frate Comita

Che de Gallura, vasal d’ogni froda,Ch’ebbe inemici di suo donno in mano,

Et felorsi, che ciascun se ne loda,Dinar si tolse, & lasciolli di piano,

174 FRANCISCO DE VICO

6Condes Escotospisanos se alza[n]co[n] el Judicadode Galura.

7Nino ma[n]daahorcar a Comi-da, su criado.

Si come e dice & melli altri offici ancheBaratier fu, non pichiol, ma sovrano.

Dice Piña19 en los sucesos de los años 1314 que elVizco[n]de milanés fue hecho Príncipe de Génovapor su vida, y que fue heredero de Azo, su sobrino,hijo de Galeazo y de Beatriz de Este, heredera deJuana, su hija que tuvo co[n] Nino, Juez de Galu-ra, su primer marido, y casó con Noveranos ymurió sin hijos; y que por este camino pretendía elVizconde aquel Judicado, según refiere en los suce-sos de los años 1300.Eran, a esta sazón, reyes de Aragón, don Pedro, yde Sicilia, don Carlos, el cual el año de 1274,como pretendiese las dos islas de Sardeña y Córce-ga, juntando un grueso ejército, dio primero con-tra la de Córcega y poniendo cerco al castillolo[m]bardo edificado por los genoveses en aquellaisla, la entró y echó por tierra y persiguió cuantopudo por mar y por tierra a los genoveses, comoFolieta y otros refieren. Y el rey don Pedro, habien-do hecho amistad con los pisanos, como Zuritaafirma, vinie[n]do el año de 1281 de África a Sar-deña con una gruesa armada, recibió en ella lanueva de la rebelió[n] de los sicilianos contra suRey, y sie[n]do llamado dellos, fue coronado Reyde Sicilia, como Sabélico, Platina y Pío Segundodicen.Los años siguientes de 1282 y 1283 hubo grandesrevueltas entre los pisanos y genoveses sobre laisla de Córcega; porque los pisanos negociaronque el juez Guiturca y otros corsos poderosos serebelasen contra la Señoría de Génova. Procura-ron los genoveses hacer otro tanto co[n]tra lospisanos, instigando los ánimos de las cabezas másprincipales del Reino contra ellos, enviando paraeste efecto a Manuel Malaspina con veinte y una

175Historia general - Cuarta parte

8Beatriz de Estehereda a su hijaJuana y a ellaAzo, y a éste elVizconde mila-nés.

1274.9

El rey Carlos deSicilia prete[n]dey arma co[n]traSardeña y Córce-ga.

10El rey do[n]Pedro coronadoRey de Sicilia.

1281.

1282.

1283.

11Guerras entrepisanos y genove-ses sobre Córce-ga.

19 Piña: “Pinna”. La nn geminada intervocálica se solía abreviar en ñ, soluciónque triunfó gráficamente, como en este caso.

galeras, con las cuales hizo gra[n]de daño a lossardos que defendían la parcialidad de los pisanosy pretendieron quitarles el castillo de Cáller, aun-que no salieron con ello; pero fueron mayores losdaños que ellos recibiero[n] de los pisanos enCórcega, ado[n]de acudieron de Pisa co[n] diez yseis galeras, yendo por general dellas RoscioBuzacarino. La ciudad de Sácer procuró ponerseen defensa rodeá[n]dose de murallas y torres,como arriba vimos, para resistir a los pretensoresque deseaban apropriarse su Judicado de Torres,después de la muerte de Alasia y E[n]cio. No tuvomenor cuidado lo de Cáller con fortificarse comomejor pudo, fabricando una suntuosa y elevadatorre que hoy está en pie, ju[n]to a la iglesia deSan Miguel de Estampaig, en la cual se lee unrótulo, que dice así: In nomine Domini ame. Hocopus fuit perfectum tempore Capitanei DominiGeralbeti Capitanei, communis, & populi Caralis1283. de mense Martij. Pero los pisanos, no con-tentos con lo que arriba referimos, enviaron otrascincuenta y cuatro galeras con Andreoto Sarrace-no, para hacer otro tanto con los lugares y casti-llos que tenían en Sardeña los genoveses, y toma-ron a Lalguer, que era de los señores de la Casa deOria. Por lo cual, Conrado de Oria, hijo deHuberto de Oria, enviado con otras tantas gale-ras de Génova, como enco[n]trase la armadaenemiga junto a Plumbín, y se trabase la batallaentre ellas, quedaron cuatro galeras de los pisanosen poder de los genoveses, como refieren Justinia-no Interiano y Folieta, y por otra parte TomásEspinola co[n] otra escuadra de galeras q[ue] lle-vaba, cogió otras de los pisanos por el mes dejulio del mismo año, que llevaban de Sardeña aPisa hasta veinte y ocho mil marcos de plata,sacados en la misma Sardeña, con los cuales fabri-caron su puerto los genoveses, como los mismosautores y Jua[n] Villano refieren. En este mismoaño, por justos respetos y por complacer a los

176 FRANCISCO DE VICO

12Roscio Buzacari-no general de lospisanos.

13Título de la torrede San Miguel deEstampaig.

1283.

14Pisanos envía[n]cincue[n]ta y cua-tro galeras conAndreoto Sarrace-no.

15Se co[n]tinúa[n]las guerras entrepisanos y genove-ses en Sardeña.

pisanos, los sasareses echaron de su ciudad aPedro Riminati, genovés; fue tanto lo que seindignó con esto la nación, que viniendo sobreSácer co[n] muchas galeras, hicieron los dañosque pudieron en sus campos y lugares comarca-nos de su destrito, como dicen los autores cita-dos, aunque recibieron también ellos muchos;por los cuales y otros encuentros determinaronlos años siguie[n]tes enviar a Sardeña a Benedic-to Zacarías con treinta galeras co[n] ánimo deapoderarse y rendir a la ciudad de Torres, q[ue]hoy, según dice Folieta en los sucesos de 1288, sedice Sácer, haciendo un cuerpo de ejército con lagente que la República tenía en Sardeña; yhabiendo llegado a noticia de los sasareses, sepusieron en armas, y juntamente avisaron a Pisa,q[ue] aquella era buena ocasión para dar en ellos;y así lo hicieron con setenta y dos galeras, yendopor general dellas Mauro Ceno Veneso. Con locual los genoveses, temerosos de dejar al enemigoen casa, enviaron a decir a Zacarías que se volvie-se, y él lo hizo después de haberse entretenidobuen tie[m]po en un puerto de Córcega, muydudoso, si acometería a la ciudad de Sácer, co[n]la cual tuvieron por estos años muy buencacorrespo[n]dencia los pisanos, y lo mismo hicie-ron los años siguie[n]tes los genoveses, los cuales,viniendo a paces el año de 1288 con los pisanos,echaro[n] de ver que los de Sácer, cuidadosos deconservar su libertad, procuraban también estaramigos con ellos y con los pisanos, los cuales enestas paces se contentaron de restituir el castillode Cáller a los genoveses, como lo pusieron así enlos pactos y co[n]diciones, aunque en Pisa lespareció mal al conde Nino, Juez de Galura, y alconde Hugolino Gerardis, su tío, q[ue] procura-ron quebrar la paz y concierto e impedir que elcastillo de Cáller no fuese entregado a los genove-ses; lo cual irritó de manera a los de Génova queenvia[n]do su embajador a Pisa, se quejó pública-

177Historia general - Cuarta parte

16Sácer echa della aPedro Riminati.

17Genoveses seindignan co[n]traSácer.

18Envían a Bene-dicto Zacaríasco[n] 30 galeras.

19Pisanos envían aMauro CenoVeneso, co[n] 72galeras en socorrode Sácer.

1288.

20Pisa restituye elcastillo de Cállera los genoveses.

21Génova envíaembajador conquejas a Pisa.

mente de muchas injurias q[ue] habían recebidolos de su República, después de hechas las paces ydel quebrantamiento dellas. Y como el pueblo dePisa, deseoso de la paz, hiciese mucho sentimien-to por esto, sabie[n]do que los turbadores dellahabía[n] sido el Juez de Galura y el co[n]deHugolino; al primero le desterraron de su patria,y al segundo persiguieron de manera, particular-me[n]te unos enemigos suyos de la facció[n]gibelina, que habiéndole a las manos, y metién-dole en una obscura cárcel, le dejaron allí morirde hambre con otros dos hijos suyos, como JuanVillano, Folieta, Platina, Sabélico y otros refie-ren, y como viniese esto a noticia del condeGolfo, hijo de Hugolino, por vengar la muertede su padre, se rebeló y amotinó, alzándose conalgunos de los pueblos y castillos que tenía Pisaen el Judicado de Cáller, y estaban a su cargo,como Iglesias y Domusnoas, y los castillos deBarátuli, Gioiosa, Guarda y Aquafrida, con otrospueblos comarcanos; y para su ayuda, vino elconde Loto, su hermano, de Italia co[n] muchagente; contra los cuales enviaron los pisanos alconde Neró[n], el cual se aunó y confederó conel juez Mariano, y tuvo por los años siguie[n]tesalgunas refriegas, hasta que finalmente quedóve[n]cedor Mariano con el conde Nerón, e Igle-sias y Domusnoas fueron cogidas con los demáscastillos y pueblos, como los mismos autores yZurita refieren.Era en estos años juez de Arborea Mariano, Prínci-pe de grande valor y se había apoderado de casitodo el Judicado de Cáller y dado gra[n]de partedél a los pisanos, y aspiraba sie[m]pre a mayoresempresas; y valiéndose de la ocasión que el Judica-do de Torres estaba sin dueño, procuró apropriar-se algunos lugares y castillos de los circunvecinos yco[n]finantes a su Judicado, como fueron el casti-llo de Gociano, el de Montagudo, el de Montefe-rro; y para no ser ofendido de nadie, se fortaleció

178 FRANCISCO DE VICO

22Nino desterradoen Pisa.

23Hugolino preso ymuere en la cár-cel.

24Golfo se alza conalgunos castillosco[n]tra pisanosen Sardeña.

25Villa de Iglesiasganada por eljuez Mariano y elco[n]de Nerón.

26Mariano, Juez deArborea, degra[n]de valor.

con algunos castillos y fabricó en Oristá[n] dostorres, una en el año 1291, que fue la q[ue] tienela puerta a la pue[n]te, y la otra en el año 1293,que es la que tiene la puerta a la mar, como se leeen un letrero.No se descuidaban los pisanos en conservar lo quetenían conquistado en Cáller y su partido,ponié[n]dolo todo en defensa, rodeando al castillode Castro, que hoy es Cáller, de murallas fortaleci-das co[n] tres torres hermosísimas, fabricadasco[n] arte y arquitectura admirable, que son la deSan Prancacio, la de la puerta real del castillo y ladel Elefante, poniendo en cada una dellas sumemoria y en la de San Prancacio dice así: Sub anno millesimo nostrae redemptionis ducentesi-mo nonagesimo quinto, in dictione secunda Dei duo-rum dominorum tempore Beati Alcata, Raymundi deBalneo Castellanorum, turris haec fundata, cui ope-rarius fuit cõstitutus Beatus Carcolasius providus,astutus, ubique locorum, atq[ue] scriba publicus sibiassignatus aeditus, notariusque, sic deputatus caelicaeloru Cephas huius fabricae opera scedula architec-tus optimus Ioannes Capula mureriorum porta Beatisancti Prancacij.Y en la torre del Elefante se halla el rótulosiguie[n]te, según las palabras q[ue] se han podidoleer:Pisano communi omni cum honore cedente {…} &opus maxime turris Elefante fundare in nomine sum-mae Trinitatis, sub magistris curatore Tyberio domi-no in illis tria {…} septem prudentibus Ioanne Ciora.Ioanne de C.C. gratia divina {…} fidelissimis civibusPisanis, cui fuit dictus sagax operarius {…} marchius{…} atque {…} s {…} deditus fuit {…} compositor.Y en la torre grande de la entrada del castillo hayotro letrero semejante a los referidos.Murió Mariano, Juez de Arborea, en este mismoaño de 1295, y dejó por su heredero en el Judica-do a Juan, su hijo, y todo lo que tenía en el Judi-cado de Cáller a los pisanos, encargándoles q[ue]

179Historia general - Cuarta parte

1291.

1293.

27Pisanos fortificanel castillo de Cas-tro.

Año1295.

28Letrero de latorre de SanPra[n]cacio.

29Letrero de latorre del Elefante.

30Letrero de latorre gra[n]de dela entrada del cas-tillo.

31Mariano, Juez deArborea, muere.

conservasen la amistad con la ciudad de Sácer, a finque por esta parte no entrasen los genoveses, einquietasen su Estado. Tenía este Juez por sello yarmas estas dos figuras, con las letras que son sig-nificativas de su nombre: Iudicis Mariani, que sonlas siguientes:

D AI V I R M ICIS ANI

El conde Nino, Juez de Galura, que como dijimosfue desterrado de Pisa, llega[n]do poco después, elaño de 1297, a Sardeña, alteró también las cosasdella y movie[n]do guerra al juez Mariano y a lospisanos, valiéndose de los de Sácer y del Marquésde Malaspina, Bra[n]ca de Oria y otros genoveses,q[ue] le ayudaron, hizo grandes daños en los judi-cados de Arborea y Cáller, aunque el añosiguie[n]te de 1298 murió; y el año de 1299, tra-tándose otra vez las paces entre las dos comunida-des, se concertaron con este pacto, que los pisanosse contentasen de dejar poseer en paz a los genove-ses lo que tenían en el Judicado turritano y queningú[n] pisano pudiese vivir en la ciudad deSácer; y para que los della viniesen en esto, y de nodar en adelante socorro alguno a los pisanos, par-ticularmente de Galura y Terranova, se obligaro[n]lo genoveses a muchas cosas, que los de Sácerpidieron y señaladamente a fortalecerles más ladicha ciudad con nuevas torres y muros a su costa,y rodearla toda de un foso, como lo hiciero[n], yhasta hoy queda la memoria y nombre de algunosgenoveses, que a su costa fabricaron algunas de lasdichas torres, como es la que está más cercana alantiguo convento e iglesia de Belén, que hizoBranca de Oria, y se llama hasta hoy de suno[m]bre y otras, como parece por las antiguasescrituras y testimonios, que la misma ciudad tieneguardadas en sus archivos.El mismo Branca de Oria procuró casar su hijoBernabé de Oria co[n] Juana, hija única del juez de

180 FRANCISCO DE VICO

32Nino hace guerraal juez Mariano ypisanos.

1297.

1298.

1299.33

Nino murió.

34Capítulos depaces entre pisa-nos y genoveses.

35Torre fabricadaen Sácer porBranca de Oria.

36Branca de Oriaprocura casar a suhijo con la hijade Nino.

Galura Nino, la cual, por muerte de su padre, elaño de 1298, había sucedido en mucha parte delJudicado de Cáller y Arborea, q[ue] su padre habíaocupado y con la muerte de Mariano, Juez, q[ue]fue por estos mismos años, se había quedado conella. Lo q[ue] sabemos es que Juana el año de 1308casó con Ricardo Camino, señor de la ciudad deTreviso, como Zurita, Coria, Landino y otrosrefiere[n]. A Mariano, Juez de Arborea, sucedió, elaño de 1295, Juan Serra, su hijo, que fue Juez deArborea y Vizco[n]de del Baso, q[ue] tuvo doshijos, Andrés y Mariano, y, como veremos, le suce-dieron juntamente en el Judicado y Vizcondado.Por muerte de Nino, quedó con buena parte delJudicado de Galura su mujer Beatriz, que el año de1300 casó segu[n]da vez co[n] Galeazo, Vizcondehijo del gran Mateo, que fue hecho por su padrecapitá[n] de Milán, segú[n] los autores citados.Desta Beatriz cantó Dante en persona de Nino, aquien introduce hablando della y de su hija Juana:

Quando seray dilà dele larghe onde,Di a Ioanna mia che per me chiami,La dove agli innocenti se risponde,

Non credo che la sua madre piu mi ami,Possia che tresmuto le bianche bende,

La qual convien che misera ancor brami,Per li assai di lieve si comprende,

Quanto in feminili fuoco di amor dura,Sel’ochio o ritracto spesso non gli accende,

Non li farà si bella sepulturaLa vipera che il Milanese acampa,

Come avaria fato il gallo di GalluraFinalmente sucedió por estos mismos tiempos queel sumo pontífice Bonifacio Octavo concedió lainvestidura del Reino de Sardeña al rey don Jaimede Aragó[n] el Segundo, el año de 1297; la cualdespués confirmaron otros sumos pontífices y por-que esto se vea mejor, se hará particular capítulo,recopilando primero todos los jueces, que en estostiempos más se señalaron, cada uno en el gobierno

181Historia general - Cuarta parte

37Juana, hija deNino, casa conRicardo Camino.

38Juan Serra sucedea Mariano, supadre.

39Beatriz, mujer deNino, quedaseñora de buenaparte del Judica-do de Galura.Casó co[n] Galeazo, Vizcondey capitán deMilán.

que tuvo en su provincia, pues se da fin a sugobierno, y principio al que dieron los reyes deAragón, después que la poseyeron.

Capítulo XXXIIIDe los jueces o régulos más señalados que tuvo Sar-

deña en el tiempo que fue regida por ellos.De los régulos turritanos de Sácer.

Aunque pretendían los pisanos en este tiempo queel señorío y dominio de Sardeña era suyo, noparece ser así, sino que le tenía[n] los mismos jue-ces o régulos sardos, gobernando cada cual la pro-vincia que le tocaba, y esto mucho antes que lospisanos tuviesen dominio alguno; y así a losdichos jueces como a señores propietarios les suce-dían sus hijos y a falta dellos, los q[ue] ellosno[m]braban por sucesores, como queda dicho.Venían en esto bien los pisanos, conque tuviesenel Reino a su protección y amparo, dando porreconocimiento y feudo a la Iglesia en ciertostiempos señalados, alguna cosa, por el gran cuida-do que los sumos pontífices y pisanos tenían deacudirles en las ocasiones y necesidades que se lesofrecían. Y supuesto que ganaron estos régulos tangrande nombre de su gobierno en Sardeña, estámuy en su lugar en este capítulo tratar, aunquebrevemente, de los régulos que más florecieron yeternizaron su no[m]bre en cada provincia; puescon la sucesión que en este tiempo tuviero[n] losreyes de Aragón, cesaron en Sardeña estos régulosy a causa de no tener ejemplar, que en particularhaya tratado dellos, a quien poder seguir, me val-dré del obispo Fara, y de algunos fragmentos20 ypedazos de historias antiguas que en algunas par-tes deste Reino se han hallado, a las cuales los

182 FRANCISCO DE VICO

20 Fragmentos: en el texto original, “fracmentos”.

naturales dan por nombre condagues, que signifi-can lo mismo que códices o instrumentos de cosasantiguas, que los antiguos nos dejaron, que es lomismo que quondam dados, a los cuales entre no-sotros se les da el mismo crédito y fe que si fueseninstrumentos auténticos, según la ley del Reino dela Carta de Logu, número 25, los cuales tratan enparticular de fundaciones de iglesias y monaste-rios antiguos y dotaciones dellos.Y dando principio el no[m]bre de los jueces quetuvo la provincia o Reino de Torres y Cabo deSácer en el tiempo que ellos gobernaro[n], el pri-mero fue Januario, al cual el vulgo llama JonarioHunales, como se ve en los condagues antiguosque la iglesia de Torres tiene y en otros testimo-nios. A éste sucedió Comida, uno de los jueces másseñalados q[ue] Sardeña tuvo, el cual fue, cerca delos años 500, Juez de la provincia o Reino deTorres y de Arborea, por lo que le llamaron en len-gua sarda Juigue de ambos logos, de cuya santa viday obras tratamos en el capítulo 27, tercera parte.A este Juez sucedió en sus judicados de Torres yArborea su hijo Horgodorio o Dorgodorio, quefue el primero que cuidó de co[n]sagrar elte[m]plo de San Gabino, que había edificado supadre, enviando a Roma por un legado apostólico,como vimos en los capítulos referidos.Demás destos jueces tenemos noticia que lo fue eneste Judicado Mariano, y que con la entrada de losvándalos y sarracenos que tanto infestaro[n] alImperio y a toda Italia, de que no participó pocoSardeña, se vino a perder casi este modo de gobier-no y duró así hasta los años mil, en los cualeshallándose algú[n] tanto aliviada, se juntaron losprelados y nobles de la provincia de Torres,siguiendo su antigua costumbre y nombraron porJuez de Torres y Logudoro al excelente e insignevarón Andrés Tanca, que así lo nombra HubertoFolieta y el códice de la iglesia de Torres. Gobernóeste Juez con tanta prudencia e independencia de

183Historia general - Cuarta parte

IJuez Januario Pri-mero.

2Comida.

3Horgodorio.

4Mariano Primero.

5Andrés Ta[n]ca.

los q[ue] pretendían tener mano en el gobierno,que enge[n]dró emulación en muchos dellos.Impidió en diferentes ocasiones a los sarracenos,que no infestasen a su provincia, ni entrasen enella. Fue hombre muy celoso de la honra de dios,piadoso, gran limosnero y tuvo particular cuidadode las viudas y huérfanos, socorrié[n]dolos conlimosnas; hizo particulares donaciones a las iglesiasde nuestra Señora de Árdara y de San Gabino deTorres, como se lee en su códice. Tuvo por mujeruna santa matrona dotada de muchas virtudes, y secuenta della que decía que más presto quería vermuerto a su hijo mayor Mariano, que verle Rey sino había de ser santo y bue[n] gobernador. Adole-ció este buen juez Andrés Tanca en los treinta ytres años de su gobierno en el castillo real de Árda-ra, donde tenía su residencia y fue Dios servido lle-vársele. Acudió a su entierro el Arzobispo deTorres, que entonces lo era Juste, co[n] todos losprelados y nobleza de su Reino, y dieron decente yhonrosa sepultura a su cuerpo en el presbiterio delaltar mayor de Santa María de Árdara.Dejó este Príncipe por heredero y sucesor en suReino a Mariano, su hijo, y por ser menor de edad,le asistían al gobierno su madre y Sersis Pagano.Atendió a la cria[n]za deste juez Mariano, su ayo,con muy poco cuidado, dejándole vivir con algunalibertad, de que angustiada su madre, dijo dél loque arriba referimos, que más presto le quería vermuerto, que Rey, si no había de ser de provecho encosas del servicio de Dios; y así se resolvió a darleuna bebida, con que cobró tanto aborrecimiento alvino, que jamás pudo gustar dél, y llegó a engor-dar con la mucha agua que bebía, en tanto extre-mos que por no poder subir a caballo, iba siempreen carro a manera de coche; su entretenimiento erair a buscar fuentes, y así se resolvió de vivir unverano en Sácer, donde gustó de un sitio muy apa-cible, llamado Ca[m]po Longo, donde Constanti-no, Juez de Torres, fabricó después un monasterio

184 FRANCISCO DE VICO

6Mariano Segun-do.

famosísimo, de lo mejores que se halla en partealguna, para los frailes de san Benito bajo de lainvocación de la Virgen sacratísima Santa MaríaMadre de Dios, con el apellido de Ca[m]pulongu,que hoy llamamos Belén, habiéndola desamparadolos frailes benitos en los años 1328, por el mal tra-tamiento que le hacían los soldados, que estaba[n]entretenidos por orden del Rey de Aragó[n] y deja-do las llaves del dicho monasterio a la ciudad contodos los adrezos, ornamentos que tenía, le entre-garon a los frailes franciscos conventuales, mejo-rándoles la casa y habitación, q[ue] tenía[n] conocasión de haber llegado en aquella ciudad unosfrailes de la misma Orde[n], que venían de Jerusa-lé[n], a los cuales convidó la ciudad, que si se que-daban en ella, les darían aquella santa casa ymonasterio, los cuales aceptaro[n] el ofrecimientodiciendo q[ue] en volviendo del Capítulo generalde su Orde[n] donde iban, volverían a residir endicho co[n]vento, dándole en rehenes una imagende la Virge[n], q[ue] traían de bulto de Belén; ycon esta ocasión se mudó el nombre de SantaMaría de Campulongu, que antes tenía, en SantaMaría de Belén, convento de los mismos frailesfranciscos claustrales, según consta desto por loscondagues y papeles antiguos que está[n] en elarchivo de la ciudad, como a patrona desta santacasa y como a tal acude[n] los co[n]sellers contodos los ciudadanos a asistir todos los años a lasVísperas de nuestra Señora de agosto yreconoce[n] por inve[n]tario todos los ornamentosy plata de aquella santa casa; y entre otras cosas,hay muchos dones que les presentaron los juecesde Arborea, que eran muy devotos a esta santaimagen y casa y están retratados en el altar.Fabricó este juez Mariano la iglesia de Santa Maríade Castro, catedral del Obispado castrense, y repa-ró el monasterio de San Miguel de Plano, que erade mo[n]jes benitos, imita[n]do a su madre, quefundó la iglesia y monasterio de San Pedro de Sir-

185Historia general - Cuarta parte

7Mariano fabricala iglesia de SantaMaría de CampoLo[n]go hoyBelén.

qui, junto a Sácer, que era de monjas benitas, quesu fábrica y edificio muestra bien el fervor y poderdesta santa matrona en obras pías; y vivieron en élhasta que vino el beato Bernardino de Feltro de laOrden del señor san Francisco de la observancia,con algunos co[m]pañeros suyos, para fundar enaquella ciudad un monasterio de su Orden. Y con-siderando que el monasterio de San Pedro, dondevivían las monjas benitas, estaba algo lejos de laciudad, acordaro[n] darle por monasterio la iglesiade Santa Clara, que está dentro la misma ciudad,do[n]de hoy viven las monjas, y entregar el monas-terio de San Pedro al santo varón fray Bernardinode Feltro, para vivienda suya y de sus frailes, dondehasta hoy se han perpetuado los frailes observantesdesta sagrada religión; y las monjas que ahí vivíande Benitas pasaron a Franciscas, como se refiere enel capítulo 19 de la sexta parte desta historia. Elmilagro q[ue] sucedió en tie[m]po deste santovaró[n] fray Bernardino de Feltro en un gra[n]deconcurso del pueblo que acudió a un sermón suyoy de la invenció[n] y de la image[n] de la sacratísi-ma Virge[n] de Gracia, tan celebrada por su singu-lar devoció[n] en aquel Reino, como se dirá en sulugar, cuando se trate de los monasterios y religio-nes desta provincia.A Mariano sucedió en el Judicado y Reino deTorres en el año 1065, Dorgodorio, segundo desteno[m]bre, siendo arzobispo Simón. Fue este Prín-cipe muy temeroso de Dios y celoso de la justicia,muy limosnero y hizo particulares dones a las igle-sias de San Gabino de Torres y fabricó y dotó a laiglesia de San Antíoco de Bisarchio, q[ue] fue des-pués obispado, según se nota en ambos condaguesde sus iglesias; gobernó ocho años y acabó sus díasco[n] eje[m]plar vida y fue su cuerpo enterrado enla iglesia de Santa María de Árdara.A Dorgodorio sucedió en el año 1073 Mariano,tercero deste nombre, a quien alcanzó en sugobierno Cristófalo, Arzobispo de Torres. Gober-

186 FRANCISCO DE VICO

8Dorgodorio.

9Fabricó la iglesiade Bisarchio.

10Mariano Tercero.

nó este Juez su Reino co[n] mucha paz; aume[n]tólas dotaciones de las iglesias de San Gabino deTorres y de San Antíoco de Bisarchio en muchacantidad, como se lee en los co[n]dagues de lasmismas iglesias. En tiempo deste era juez de CállerHonroco, y de Arborea otro del mismo nombre yde Galura lo era Co[n]sta[n]tino, según se lee delsobre escrito de una carta, que Gregorio Séptimoescribió a estos cuatro jueces, que dice así: Maria-no Turrensi, Onroco Arboresi, item Ononco Calari-tano, & Cõstantino Gallurensi, Iudicibus Sardinae.Y empieza: Vobis, & omnibus, qui Christum vene-rantur. Y acaba: datum Capuae undecimo IdusOctobris in dictione duodecima. Continua[n]dopues este santo varón y juez Mariano sus santasobras, acabó sus días y fue su cuerpo enterradojunto al de su predecesor en la misma iglesia deSa[n]ta María de Árdara.Juntáronse después de su entierro los prelados ynobleza del Reino, y no[m]braron por su sucesor aBarisonio, primero deste nombre, en el año 1090.Fue varón de muy raras partes y virtudes y podero-so con su eje[m]plo a reducir mucha ge[n]te dis-traída; fue caritativo y limosnero, dio a las iglesiasde San Gabino de Torres y San Antíoco de Bisar-chio muchas dehesas y mo[n]tes, q[ue] se especifi-can en sus co[n]dagues y su cuerpo fue enterradoen la misma iglesia de Santa María de Árdara.Hablando deste rey Barisonio la Crónica Casinensey de la particular devoción que tenía al glorioso sanBenito y su sagrada religión, dice así:Per idem tepus legati, ad nostru Monasterium aBarisoniense Sardiniae Rege venerunt, per quos duomagna, & optima praellia beato Benedicto Rex ipsetransmittens, orat sibi aliquos ex nostro coenobioMonachos ad cõstituedum Monasterium dirigi:spondens multum honoris, & cõmodi nostris usibusin Regno suo ad futurum, si Monasticae Religionisstudium, eatenus Regionibus illis incognitum, sicutiapud nos vigere compererat, ita apud nos vigere com-

187Historia general - Cuarta parte

11Barisonio Prime-ro.

pererat, ita apud eos quoque, studio nostro adolesce-ret. Mox Pater venerabilis consilio habito duodecimex omni numero Monachos eligit vita, prudentiaquepraestantes, eisque tunc sacros Codices, varisoqueEcllesiastici ministerij apparatus, sanctorumq[ue]reliquiass plurimas, tu ad alios quoq[ue]; usus quo-tidianos variam, ac necessariam supellectilem prae-bens, & Abbatem, qui illis praeesse deberet insti-tuens, ita instructus illuc tu honore direxit, vere per-mittente Deo, & Satan impediente res eadem tuncexecutioni mandari non potuit. Pisani siquidemmagna Sardorum iniuria ducti, cum iam nostri adInsulam, (quae Liliu dicitur) prospero cursu transis-sent, & egressi scaphis opportunum navigationistempus expectarent ex improvisu navigiis illos ado-riutur, & permixti omnes iniuriis, & contumeliisafficienter universa diripiunt; insuper ipsius legatio-nis Principem patibulo parabant crudeles affligere;nisi monasticum habitum sibi a quodam ex fratribusprorrectum properasset induere; post hac incensanavi vestimenta sola restituuntur nostris; caeterionusti hilares ad propriam remeant, nostros autemab eis per varia loca dispersos fratres nostri LucensisMonasterij, quo studio quaesitos inveniunt, ac prae-ter quaturo, qui iam in Christum migraverant: adsuum Monasterium conductis vehiculis redeunt; qui-quee postmodum, licet nos scilicet eodem anno cunc-ti ferme ad nos reversi sunt. Viderat quidam ex nos-tris triduo ante, quam ista contingerant per visumnaviculam quamdam contra se cursu properantem,quam iuvenis quidam decorus valde, & senes superSolis radios splendens, manuque proferens sceptrumducebat, cumque iam sibi esset contigua, mox scep-triger ille in prora se subregens navis nostrae naucle-rum vocavit ex nomine, cui respondenti, senex, quasivalde commotus: putatis inquam vos cum ea nostramtuto Sardiniam petere? nequaquam ita erit: & haecdicens; navem valido impulsu feriens vertit, & velaomnia in mare disiecit, moxque disparvit: recitatomane somnio, alii alias coniecere, & quidem vehe-

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mentissime trepidare quidam, e contra somniisnequaquam adhibendam fidem asseverare. Pyrataeitaque igitur illi caetera inter se distribuentes, &scrinia reliquiarum, ei qui Princeps fuerat tantifacinoris apud se custodienda tradunt, sacro invicemse adstringentes, nullo unquam tempore, nullomodo, nulli hominum, dum id fieri posset, sed idredditurus. Sed cum in infelix reliquias illas domumdetulisset illasque, ut secularis in honeste, irreveren-terque tractaret: terribilis Deus in consiliis superfilios hominum, quadam die ingressus illud cubicu-lum, cuiusdam necessitatis gratia, subito corruit, &spiravit: quod ubi innotuit, tantus repente horrorinvasit, ut de Altera discalceatis pedibus advenientesmagna cum reverentia, & honore reliquias ipsastollerent, atque ad Episcopum cum magnis Dei lau-dibus afferentes eas sibi, debito honore tractandas,collocaret. Sardorum inter ea Rex digna pro tantisiniurijs satisfactione a Pisanis accepta, cu rursus adMonasterium mittens se in proposito persistere, hacdevotione significasset, atq[ue] denuo ad se fratresmitteretur, oraret. Duos tandem illuc Monachosferme post biennium missos, magna cu alacritate sus-cepit, eis Ecclesiam sanctae Mariae in loco, quiBubali dicitur, & sanctum Eliam de Montesancto,cum ipso monte integro, ad construendum Monaste-rium, per praeceptum, cõcessit cum colonis, servisqueplurimis, ac possessionibus, & opibus magnis, huncemulatus ad bonum alius Sardiniae Rex (Turcido-rius nomine) fecit, & ipse cartulam oblationis suaede sancto Vincentio de Taberna, cum servis multis,& sustantijs plurimis, & de sancta Maria ad flumenTepidum, & de sancta Marta, & de sancto Pantale-one, & de sancto Georgio, & de sancta Maria deParma, cum omnibus pertinetibus ipsaru Ecclesia-rum, & hoc pro construendo ex eis Monasteria mis-sit, cunctaque sancto Benedicto devotus obtulit. AdPisanos praeterea Legatus Apostolicus cum Monachonostro directus est; multandos Anathemate asseres,nisi quae de beati Benedicti rebus nequiter tulerãt

189Historia general - Cuarta parte

protinus redderent, & debita se satisfactione purgan-tes: nunquam se illas amplius inquietare permitte-rent. Illi continuo parentes Imperio, & impie in nosegisse professi veniam suplices postulant, & quaequereperiri potuerunt, devote restituunt, (reliquiis dum-taxat exceptis) pro quibus se (ut supra memoravi-mus) iuramento constrinxerant. Non multo post,cum Gotdofredus Dux Pisas venisset, atque ad eumDesiderius, nescio, qua causa profectus esset, inter-ventu Ducis, post multiplicem satisfactionem, Pisanicum eo in gratiam redeunt, & eidem Patri, Monas-terioque Casanensi fidelissimo de caetero fore pollice-tur.Esto mismo refiere fray Antonio de Yepes en la his-toria desta sagrada religión, en el libro 60, centuria6°, por relación de León Ostiense y q[ue] de Mariofue hecho abad en Sardeña, y en premio de los tra-bajos que pasó en esta navegación, le hizo cardenalel papa Alejandro Segundo, del título de san Lau-rencio.A este sucedió en el año 1100 Comida, segu[n]dodeste no[m]bre, goberna[n]do la iglesia Argio, suarzobispo; fue Príncipe muy temeroso de Dios,murió sin dejar hijos, y su cuerpo fue enterrado enla misma iglesia de Santa María de Árdara, alsegundo año de su gobierno.Sucedióle en el año 1102 Constantino, primero deeste nombre, de singulares partes y virtudes, cuyavida y santas obras no referiré aquí, remitiéndomeen ellas a lo q[ue] se ha dicho en el capítulo 15 y17 desta parte.A Constantino sucedió en el Reino en el año 1137su hijo Gonario o Januario, segundo desteno[m]bre, siendo de edad de siete años, de cuyavida dijimos algo en el capítulo 17 desta mismaparte; fue varó[n] en virtud y santidad muy ilustre.Tuvo Gonario cuatro hijos en la reina Marcusa, sumujer, q[ue] fueron Barisonio, Domicello, q[ue]tuvo el gobierno de Curadoría de Otana, Nitócar,que fue el q[ue] hizo el castillo de Montierro, q[ue]

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12Comida Segundo.

13Consta[n]tinoPrimero.

14Gonario o Janua-rio.

después lo dio a su hermano Barisonio, y el cuartofue Comida, q[ue] tuvo el gobierno de Curadoríade Ojano y Anglona. Gobernó este Príncipe lle-vando las cosas muy ajustadas a la justicia; fue muyliberal en obras pías en favor de las iglesias, decuyas obras se hace mención en los co[n]dagues deSan Gabino de Torres y de San Antíoco de Bisar-chio; sie[n]do de edad cerca de 40 años se resolvióir en peregrinació[n] a Jerusalé[n] y de vueltapasando por la Pulla, se vio co[n] san Bernardo yle comunicó sus inte[n]tos espirituales y rogóq[ue] le encomendase a Dios, para q[ue] le diesevalor de cu[m]plir sus deseos, significándole eldolor intrínseco, que tenía de haber dejado cuatrohijos varones desamparados y llevaba su espíritumuy inquieto con los avisos q[ue] había tenido,que iban entre ellos muy enco[n]trados y que no sequietarían, si no era con su presencia, y q[ue] leencomendase a Dios, así lo hizo el Santo. Y la res-puesta que le dio, después de haberle encomenda-do a Dios, se refiere en las Crónicas de la Orde[n]cisterciense, en el libro Magni Exordij, en el capí-tulo 27, cuya inserición dice así:De noble Principe Gonnario postea Monacho.ClaravallisQuidam nobilissimus Princeps Gonnarius, Iudexquondam, & Dominus Sardiniae Tetrarchalis cumalijs, gratia orationis, sanctum Martinum Turronen-sem petijsset in reditu transiens per Claravallem, & abeato Bernardo devote exceptus de salute quoque ani-mae copiose admonitus conversioni mire consentit,licet Pater sanctus ipso praesente & multum gratulan-te caecum quedam illuminasset, cui abeunti virDomini sic locutus est. ego quidem instanter pro tuaconversione Dominum rogavi, sed ad praesens exiudi-ri non merui, & nunc abire te patior, quia retinerenon licet invictum, scias tamen te huc iterum de Sar-dinia reversurum; abit ergo in patriam suam. Verba,quae ex viri Dei ore andiverat incessanter animumeius stimulabant spiritu intus sugerente prophetiam,

191Historia general - Cuarta parte

quam de se sanctus Propheta praedixisset cessari peni-tus non posse. Modico post elapso tempore, cum nun-tiatum esset ei, beatum virum transisse ab hoc mundoad Patrem consternatus animo vehementer arguenssemetipsum, & poenitens valde, quod ad illius prae-dicationem conversus non fuisset: mox ergo igne illoquem Dominus mittit, & vult vehementer accendi,totus incenditur, nec omnino moram facere sustinens,primogenitum filium suum, pro se in Regno suo Prin-cipem constituit. Ipse vero cum adhuc quadragena-rius esset aetate, corporis, & animi vigore praepollens,relicta Sardinia, omniq[ue] gloria mundi spreta; ibi-que sub disciplina suscepti ordinis usque ad decrepi-tam aetatem, imo usq[ue] ad mortem perseverantermilitans regnum terrenum pro caelesti se cõmutassegloriabatur.Partido que hubo el juez Januario para cumplir suvoto de tomar el hábito de san Bernardo, quedópor juez y gobernador de Torres Barisonio, su hijoprimogénito, cerca de los años 1155, sie[n]doarzobispo de Torres Pedro de Caneto. Gobernóeste Príncipe con mucha paz su Reino; casó a suhija Susana con Andrés de Oria, de la ilustre fami-lia y Casa de Oria de Génova, en quien tuvo unhijo, que fue Domicelo de Oria, uno de los máspoderosos señores de aquella ciudad de Torres,porque lo fue de muchos lugares, así en esta pro-vincia como en la de Génova, de quien descendie-ron Barisonio, Nicolás y Gabino Pirino, señoresq[ue] fueron de la Baronía y Encontrada de laNurra y de otros muchos lugares. Reinó Barisoniocomo cincuenta años.Todas sus acciones fueron enderezadas a justicia ypiedad, y se hace dél me[n]ció[n] en la Crónica cis-terciense, libro 8°, carta 22, q[ue] referimos arribaen el capítulo 15 desta misma 4° parte, fue deescrupulosa conciencia, porq[ue] podie[n]doresolver por sí los negocios y particularme[n]te losque se ofrecía[n] con Juan, Arzobispo de Torres, ycon Gentil, Obispo de Bisargio, y Jua[n] Fredo de

192 FRANCISCO DE VICO

15Barisonio Segun-do.

Sora, remitía la cesión dellos a los jueces, como selee en los co[n]dagues de aquellas iglesias, y en losmismos consta de las amplas21 y grandiosas dona-ciones que hizo a las mismas iglesias. Fue muyquerido de sus vasallos por su prudencia y justiciaq[ue] les guardaba. Y después, muerta su mujerPreciosa, imitando a su padre y abuelos, ju[n]tó losprelados y gente noble de aquel Reino y les propu-so la resolución q[ue] tenía de visitar el cuerpo eiglesia q[ue] su abuela Mercusa había fabricado enMesina de Sicilia y juntame[n]te les encome[n]dóa Co[n]stantino o Gantino, su hijo mayor, q[ue]quedaba en el gobierno por Juez de aquel Reino;co[n] lo cual partió para seguir su devoción y llegóa Mesina, do[n]de acabó sus días y fue sepultadoen la iglesia de San Juan de aquella ciudad, quefundó su abuela. Sucedió a Barisonio en el Reino Gontino oCo[n]stantino, segundo deste no[m]bre, que fuePríncipe muy cristiano y muy caritativo para co[n]los pobres, y muriendo sin dejar heredero, entró enel Reino y Judicado turritano su tío, Comida, her-mano de su padre, al cual escogieron entre sus her-manos los prelados y gente principal del mismoReino por ver en él grandes muestras de singularvirtud y piedad cristiana, y tener otras muy buenaspartes, con que atraía a sí los ánimos de todos. Éstegobernó por espacio de veinte años el Judicadoturritano, al fin de los cuales murió, sucediéndoleen el Reino Mariano, su hijo, el cual casó conÁgueda, hija del Juez de Cáller, Guillelmo, y enella hubo un hijo llamado Barisonio y dos hijas,Benedicta y Alasia, que fue dos veces casada, la pri-mera con Baldo, Juez de Galura; éste heredó elJudicado turritano por su mujer Alasia, después dela muerte de Barisonio, su suegro, cuyo cuerpo fuesepultado en la iglesia de San Pantaleó[n] de la

193Historia general - Cuarta parte

21 Amplas: “amplias”.

16Co[n]stantinoSegundo.

17Comida I.

18Mariano 4.

19Baldo I.

20Alasia.

villa de Sorso. Gobernó Baldo este Judicado, q[ue]había heredado juntamente con el de Galura, quetenía primero, co[n] que vino a ser muy grande suseñorío y mando, por tener debajo de su dominioentrambas provincias, las cuales gobernó conmucha paz algunos años; y al fin murió sin herede-ro. Fue sepultado su cuerpo en la iglesia de SantaVictoria de la villa de Síligo. Por muerte deste Juezquedó por señora absoluta destos reinos su mujerAlasia, la cual los gobernó algunos años con admi-rable prudencia, dando gran satisfacción a todoslos negociantes, tanto que por la gran fama y nom-bre que cobró de prudente y sagaz en el gobierno,el emperador Federico Segundo trató de casarco[n] ella a su hijo E[n]cio por medio de Manuely otras personas señaladas de la Casa de Oria,q[ue] tenían deudo y cabida con ella; con lo cualtuvo efecto y diero[n] título de Rey de toda Sarde-ña a E[n]cio, q[ue] murió sin heredero y con ladesdicha q[ue] vimos en el capítulo 25 ysiguie[n]tes desta parte, co[n] lo cual quedó Alasia,su mujer, verdadera señora del Reino y lo dejó ensu testame[n]to al Sumo Po[n]tífice y a sus suceso-res, como se ha dicho en los capítulosantecede[n]tes.Después destos jueces o régulos no hubo otros enel Judicado turritano, si bie[n] lo pretendiero[n]muchos señores de lugares particulares del mismoReino turritano, de los cuales el q[ue] más lo pro-curó fue Branca de Oria, q[ue], según JustinianoInteriano y La[n]dino escriben, vino a ser señor degra[n] parte dél, y así mismo los Marqueses deMalaspina, y otros de la Casa de Oria, q[ue]tenía[n] el señorío de muchos lugares y castillos enel mismo Judicado. Pero la q[ue] más prevaleciófue la ciudad de Sácer, que quedó señora absolutade por sí, co[n] el dominio de los lugares y castillosde todo su distrito.

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Capítulo XXXIIIIDe los jueces o régulos de la provincia de Arborea.

Aunq[ue] no te[n]go ta[n]ta luz para poder sacaren limpio los jueces o régulos de las otras tres pro-vincias, como la he tenido en los de la turritana,por estar en ella hasta hoy en pie muchas iglesias,monasterios y abadías antiguas y muchos castillosy edificios q[ue] a más de haber quedado en ellosrastros y señales de lo q[ue] fue en su tie[m]po laprovincia turritana tiene y hoy se conservan en ellasus antiguos condagues, de los cuales he podidosacar sus fundadores, lo que no se halla en lasdemás provincias, de las cuales la más señalada enaquellos tiempos, después de la turritana, se hallahaber sido la de Arborea, y désta, si seguimos aZurita, fue su primer juez Comida, primero desteno[m]bre, que lo fue también de la provincia turri-tana; aunque por otra parte se halla en un antiguomanuscrito, haber sido el primer Juez o Régulodeste Judicado de Arborea, Mariano, primerodeste nombre, y creo debe ser así, por haber sido,quizá, el primero que tuvo esta provincia separadade la de Torres; después déste no he podido saberquién lo haya sido, hasta los tiempos de GregorioSéptimo, en los cuales lo fue Horroco, llamado porotro nombre Horzocoro, a quie[n] el mismo Gre-gorio Séptimo, escribió una carta segú[n] parecepor su registro que está en la librería Vaticana, yotra, que escribe a él y a los demás jueces de Sarde-ña, que entonces eran. A éste sucedió, según sehalla en un manuscrito antiguo de la ciudad deOristán, Torpeno, su hijo, que casó con Ana deLacon de la ciudad de Torres. Después déste lo fueHorroco, segu[n]do deste nombre, a quien sucedióComida Oruú, como se ve en unos condagues dela provincia turritana, de los cuales se saca tam-bié[n] que Jenuario Lácano fue Juez de Arborea, alcual sucedió Co[n]stantino, su hijo. Éste, porhaber muerto sin dejar heredero ni sucesión, vinoa tener el Judicado de su hermano Comida, que

195Historia general - Cuarta parte

IMariano, primerodeste nombre, fueprimer Juez deArborea.

2Horroco segundoJuez.

3Torpeno.

4Horroco,segu[n]do destenombre.

5Comida de Oruú.

6Jenuario de Laca-no fue Juez deArborea. Sucedió-le su hijo Bariso-nio, el cual sequiso alzar co[n]todo el Reino deSardeña,ibide[m].

fue el que dio a la iglesia catedral de Génova lamitad de las minas de plata que en su provinciaarborense tenía, dota[n]do un beneficio eclesiásti-co y dando otros dones de mucho precio, como lodice Huberto Folieta, cerca del año 1131 y otrosmuchos. Hizo este donativo a la Señoría de Géno-va este Juez porque le ayudase en unos encuentros,que con los pisanos tenía. A éste siguió después suhijo Barisón, el cual, no contentándose con elJudicado, que por muerte de su padre había here-dado, pretendió el año de 1164 hacerse Rey detoda Sardeña, incitá[n]dolo a ello los genoveses,por hacer tiro a los pisanos, sus enemigos. A éstesucedió el año de 1191 Pedro de Serra, su hijo ydespués dél fue Juez de Arborea el marqués Gui-llelmo, el cual, contra toda razón y a disgusto delSumo Pontífice, Inoce[n]cio Tercero, queento[n]ces era, según parece por las letras apostóli-cas que escribió al electo arzobispo turritano, seapoderó del Judicado por fuerza, aunque despuésvino a tener este Judicado arbore[n]se Hugón, pri-mero deste no[m]bre, sobrino de Pedro de Serra,juntamente con el Vizcondado del Baso, segúnescribe Zurita y otros historiadores a las cosas deEspaña. A éste sucedió su hijo, que también sellamó Hugón, como su padre, y fue Vizconde delBaso, y después dél, segú[n] se halla en un antiguomanuscrito fue juez de Arborea Comida de SerraVizco[n]de del Baso. Desde él, por los años de1265, se halla haberlo sido Mariano de Serra, elcual edificó en la ciudad de Oristán las torres queestán en la puerta que llaman de la pue[n]te y dela mar, de la misma ciudad, como se ha dicho; y seecha de ver por los mismos letreros, rótulos y otrostestimonios antiguos. Sucedió, por muerte deMariano, en el Judicado Juan de Serra, su hijo, porlos años de 1295, el cual tuvo dos hijos, Andrés yMariano, que muerto que fue su padre, se confor-maron, quedando entrambos jueces de Arborea yVizco[n]des del Baso, que tuvieron en empeño de

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7Pedro de Serra, suhijo, le sucede.

8El marqués Gui-llelmo sucede aPedro de Serra adisgusto delSumo Pontífice.

9Hugón, primerodeste nombre,sobrino de PedroSerra sucede jun-tame[n]te en elVizcondado deBaso.

10Hugón I fueVizco[n]de delBaso.

11Comida de Serra.

12Jua[n] de Serrasucede en el Judi-cado por muertede Mariano, supadre.

los Marqueses de Malaspinas, como JerónimoZurita y otros refieren, y consta por testimoniosantiguos manuscritos. Por la muerte del unodellos, que fue Andrés, quedó Mariano por Juez yseñor absoluto deste Judicado de Arborea, el cualmurió sin dejar hijo legítimo que le sucediese en elEstado. Por lo cual, después de algunas revueltas,vino a tener el Judicado un hijo suyo natural, lla-mado Hugón de Serra; éste, siendo Juez de Arbo-rea, fue uno de los que entre todos los que aquelJudicado han tenido ha dejado más nombre de sí,porque no contento de haber entrado en el Judica-do a pesar de los pisanos, (si bien después se con-certó con ellos, porque le dejasen en él quieto ypacífico, dándoles quince mil florines), se apoderóde algunos lugares, conque, como dice Juan Villa-no y otros, vino a ser señor de la tercera parte deSardeña, en la cual, por este mismo tiempo, entróel infante don Alonso de Aragón, en la forma ymanera que diremos, a cuya causa daremos fin alos jueces o régulos que tuvo este Judicado, aunqueellos no le dieron, porque porfiaron conservarse ensu Judicado algunos años. A Hugón sucedió Pedro,que por orden del Rey fue a España y casó condoña Constancia de Saluces, parienta muy cercanadel Rey de Serra, que a más de ser Juez desta pro-vincia y Vizconde del Baso, le hizo el Rey de Ara-gón Conde de Gociano, a quie[n] sucedió Maria-no, Juez de Arborea, que hizo el derecho y leyes delReino, que llamamos Carta de Logu, a las cualesdespués su hija Leonor añadió otra y las puso en laforma que hoy están. Éste pretendió alzarse contodo el Reino contra el Rey de Aragón, pero nosalió con ello, como en su lugar veremos, antes fuecausa de lo q[ue] poco después, por el año de1410, sucedió a Leonardo Cubedu, Juez, que pre-tendía ser de Arborea, el cual, viéndose cercadodentro de Oristán por el ejército real, se hubo deconcertar con el Rey, dejando el título de Juez oRégulo de Arborea, contentándose co[n] quedar

197Historia general - Cuarta parte

13El infante donAlonso de Aragónentró en estetie[m]po en Sar-deña.

14El Rey da títulode Co[n]de deGociano aHugón,Vizco[n]de delBaso.

15Leonardo Cube-du pretendió serJuez de Arborea.

solo Marqués de Oristán y Co[n]de de Gociano.En los cuales títulos le sucedió después AntonioCubedu, su hijo mayor, y después dél su hijosegu[n]do, Salvador Cubedu, que casó con Catali-na Centellas de Barcelona. Éste, por no tener hijos,dejó su Estado a Leonardo de Alagón, su sobrino,en quien acabó la sucesión destos estados y entra-ron estos dos títulos en la Corona de Aragón, porlas razones y causas que en su lugar se dirá.

Capítulo XXXVDe los jueces callaritanos.

De los jueces o régulos de la provincia de Cáller,segú[n] lo que en los condagues y otros testimo-nios antiguos del Reino se ha podido ver y sacar deotros historiadores, el primero de los que tenemosnoticia haberlo sido es Barisonio, quien el cardenalOstiense, según dijimos llama Rey, como a losdemás jueces de Sardeña; éste lo fue desta provin-cia de Cáller por los años 1050, en el cual tiempo,según refiere Jacobo Mainoldo y otros, dio esteJuez muchos dones al monasterio de Mo[n]teCasino. Y en la carta que se halla haber escritoGregorio Séptimo cerca del año 1070 a Mariano,Juez turritano y a los demás jueces del Reino,no[m]bra entre ellos a Horroro, Juez callaritano, elcual debió de suceder a Barisonio. Por estos mis-mos tie[m]pos se halla que lo fue Dorgodorio; ydesde el año 1080 hasta el de 1100, según refiereAgustín Justiniano, Folieta, Zurita y otros, lo fueMariano, a quien quitaron el Judicado los pisanos,aunque después le cobró con ayuda de los genove-ses, a los cuales, por esta buena obra, juró guardar-les fidelidad, y prometió dar cada año una libra deoro para la iglesia catedral de Génova. Tras désteno se halla con certidumbre, quien fuese Juez, aun-que en algunos condagues de la provincia turrita-na se halla, y en un libro antiguo de los jueces

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16Antonio Cubedu.

IBarisonio fue pri-mero Juez deCáller.

2Horroro sucedióa Barisonio.

Dorgodorio.

della, que un hijo de Genuario o Gunario, Juezturritano, del cual hicimos menció[n], llamadoPedro, que era señor de algunos lugares del Reino,se apoderó por estos tie[m]pos del Judicado calla-ritano, y por los años de 1160 le tuvo Guillelmo,Marqués. Éste, como refiere[n] Interiano, Justinia-no, Folieta y otros, recibió de buena gana a Recal-do, cónsul que le enviaba la Señoría de Génova yprometió dar a la dicha Señoría hasta diez millibras cada cuatro años y no permitiría que habita-se ningún pisano en su Judicado. Éste Juez o otrode su nombre, según se halla en un librillo antiguomanuscrito, ya citado, restituyó por bien de paz alJuez turritano Comida el castillo de Gociano quepocos años antes había pretendido usurpar para síy por temerse mucho q[ue] por ésta y otras causasComida no le hiciese guerra, le restituyó el castillo;y por co[n]firmar mejor las paces, casó a su hija,Inés, con Mariano, hijo del dicho Comida, con locual pudo más a su salvo apretar a Pedro de Serra,Juez de Arborea y tomarle su Judicado, si bien des-pués le cobraron los arborenses, los cuales, porestas y otras razones, y por favorecer a los pisanos,a los cuales favorecían también los jueces turrita-nos y galureses, anduvieron siempre encontradosco[n] los jueces de Cáller, que eran del bando delos genoveses. Por el año 1200, se halla en unosmanuscritos y testimonios antiguos del Judicadode Cáller, haber sido Juez dél Parato, a quien suce-dió luego después Dorgodorio, en cuyo tiempodoña Beneta de Lacon y su hijo do[n] NiguelluGuillelmo hicieron donación en 22 de mayor1206 a San Antíoco de Sulcis de aquella isla, y ensu nombre del Santo al maestro Ba[n]dino, Obis-po de Sulcis, y a sus sucesores en aquella dignidad.Este juez Dorgodorio tuvo una notable aflicción,de la cual curó milagrosame[n]te por intercesióndel glorioso san Giorgio, Obispo de Barbagia, yfue q[ue] sentándose a la mesa, así por la mañana,como por la tarde, acudía un número tan gra[n]de

199Historia general - Cuarta parte

de escarabajos y moscones que cubría[n] toda lamesa y vianda, y le rodeaban la cara y manos demanera que no le daba[n] lugar de poder tomarbocado, de la cual hallá[n]dose tan apretado ylleno de congojas, acudió al bienaventurado sanGiorgio, por la noticia que tenía, que obrabamuchos milagros y comunicándole el caso, le con-soló el Sa[n]to, y fuése con él a su casa y quisoq[ue] en su presencia se asentase a comer y, llega-do a la mesa, tomó en sus manos el pan y le ben-dijo y partió, co[n] que ni entonces ni después seallegaron a su mesa y persona aquellos animales,quedando libre dellos. En cuyo agradecimiento, eljuez Dorgodorio le hizo donació[n] de la villa deSueli, para él y sus sucesores en aquel Obispado, lacual donació[n] co[n]firmó después doña Beneta,su mujer, y le hizo otros dones, segú[n] co[n]sta dela escritura hecha, q[ue] firmó del año 1215. A Dorgodorio sucedió su hijo Consta[n]tino, ytras él Barisonio, que casó con Beneta y hubo enella un hijo llamado Guillelmo, que sucedió a supadre en el Judicado el año de 1239. Éste y sumadre Beneta de Lacon dieron grandes dones a laiglesia de Cáller, sie[n]do Leonardo prelado della,y al Obispado de San Pantaleón de las rentas desan Basili de Montes, goberna[n]do aquella iglesiaGuantino Pitiolo en el año de 1236, las cualesco[n]firmó después Chiano, que sucedió en elJudicado a Guillelmo, como refiere[n] Justiniano yInteriano, el cual murió a manos de su enemigo,como queda dicho, y fue el que el año de 1256entregó el castillo de Cáller a los genoveses, y porsu muerte le sucedió en el Judicado GuillelmoCepola, su tío, el cual dejó el Judicado a la Señoríade Génova, nombrándola en el testamento quehizo por su heredera, la cual vino a ser por algúntiempo señora deste Judicado de Cáller por losaños de 1256, como lo dice[n] Jerónimo Zurita,Justiniano, Folieta y otros, hasta que los pisanos selo quitaron, con ayuda que les dio el juez Mariano,

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3Milagro de sanGiorgio, Obispode Barbagia.

4Guillelmo Cepo-la, Juez de Cáller,hace donación deaquel Judicado ala República deGénova.

Juez de los judicados arborense y callaritano, elcual entregó a los pisanos las dos partes dél, yalzándose con la tercera Nino, Juez de Galura, queen la parte que le cupo hizo el castillo, que anti-guamente hubo en Ollastre, y el famoso castillo deQuirra; por cuya muerte le sucedió cerca del año1298 su hija Juana, que el año 1308 casó conRicardo Casino, señor de Treviso; apoderóse tam-bién de otras tierras y lugares del Judicado deCáller el conde Hugolino pisano, como de villa deIglesias, de Domusnoas y de otras tierras, que con-vecinan con éstas, con las cuales se quiso rebelarco[n]tra los pisanos; pero salióle tan mal su inten-to, q[ue] los pisanos le prendieron juntame[n]tecon dos hijos suyos y otros sobrinos y nietos, y lepusieron en una cárcel, donde de pura ha[m]bre yhediondez, q[ue] en aquel lugar había, murió,como refieren Juan Villano, Platina, Sabélico, Jus-tiniano y otros autores; y se halla en nuestros con-dagues y manuscritos antiguos también. LosCo[n]des de Donorático se apoderaron de algunoslugares del Judicado de Cáller, según escribe Jeró-nimo Zurita, entre los cuales, los más señaladoseran los castillos de Gioiosa, Guarda y Villa Masar-gia, co[n] toda la regió[n] de Sigerri. Destos Con-des los más señalados fueron Bonifacio, Novello,Rainerio, Ma[n]fredo, Tomás, Geraldo, Bernabé yotros q[ue] refiere Zurita. Estando las cosas destejudicado en este estado y todo él repartido y divi-dido entre particulares señores, quedando el casti-llo de Cáller por los pisanos, sobrevino la del señorinfante don Alonso, enviado por el rey don Jaime,su padre, de cuyos progresos se tratará más adelan-te en su lugar.

201Historia general - Cuarta parte

Capítulo XXXVIDe los jueces del Judicado de Galura.

Si habemos de dar crédito y fe a Cristóbal Landi-no, el primer Juez q[ue] tuvo la otra cuarta partedel Reino de Sardeña, fue Pisano, el cual ora porrespeto de su Judicado, que se llama Galura, orapor alguna otra causa, ponía por armas un gallo y,según esto, podría ser q[ue] fuese de la Casa yfamilia antigua, y noble de Galleti Pisana, cuyasarmas son un gallo. Éste fue famoso soldado y granguerrero, y tambié[n] lo fue Baldo, primero desteno[m]bre, el cual tuvo el Judicado cerca de losaños 517, y, sin duda, fue más antiguo que Pisanoy en unos encuentros que tuvo co[n] Comida, Juezturritano, fue ve[n]cido y preso por Georgia, vale-rosa mujer, hermana del dicho Comida, comoconsta de un antiquísimo manuscrito, que se guar-da en la iglesia turritana de Sácer. Y au[n]que nohe podido hallar quienes fueron los que sucedie-ro[n] inmediatamente a este juez Baldo en el Judi-cado de Galura, con todo eso por la cuenta quearriba se ha hecho y por la carta de Gregorio Sép-timo parece que lo fue Co[n]sta[n]tino, por losaños de 1070, porque así le llamaba el Pontífice ensu carta. Y así mismo entiendo que a éste le suce-dieron en el Judicado otros muchos, de los cualesuno, por nombre Baldo, se señaló mucho entretodos, y dejó más nombre de sí, que los demás, alcual, según se halla en aquel librillo antiguo de losjueces turritanos, ya citado, y en otros condagues,Mariano, Juez turritano, dio por mujer a su hijaAlasia, que fue la que quedando heredera pormuerte de su padre y marido, de los dos judicadosturritano y galurense, se casó, por quererlo así elemperador Federico, con su hijo Encio, que porotro no[m]bre se llamó Errico; el cual por esto fuenombrado Rey de toda Sardeña. Por la muerte delos cuales se alzaro[n] los pisanos con el Judicadode Galura, como refiere Bautista Piña, del cual fuejuez Juan Escoto, conde pisano; éste murió cerca

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del año 1280, por el mes de mayo, en el castillo deSan Miniato, en la Toscana; este mismo año suce-dió en el Judicado Nino Escoto, que casó con Bea-triz, hija de Opisón, Marqués de Ferrara, que hoyes Ducado y Pontentado de Italia, y della hubouna hija llamada Juana, que murió en el dicho cas-tillo el año de 1298. Queda, pues, por muerte deNino co[n] el Judicado de Galura su mujer Bea-triz, que casó por el año de 1300 con el Vizco[n]deGaleazo, pisano, que, según el parecer de Landino,Piña y otros y lo que Dante dél cantó, fue prime-ro capitá[n], luego Príncipe y después Duque deMilán, aunque poco después se lo quitó el empe-rador Ludovico, bávaro. Finalmente el año 1328murió en el castillo de Pescia en la Toscana y sumujer Beatriz en Milán, do[n]de fue enterrado sucuerpo suntuosamente en la iglesia de SanFra[n]cisco, en la q[ue] hoy día se ve una losa demármol y en ella las insignias destos Vizco[n]des ylas armas de Galura, según Bernardino Corio.Dejaro[n] Galeazo y Beatriz un hijo llamadoAccio, que sucedió en el Judicado de Galura y des-pués dél lo fue Luchino, hermano de Galeazo, elcual cerca del año 1340 hizo liga con los pisanos ygenoveses contra el Rey de Aragó[n], que yaentonces había entrado en Sardeña, como en sulugar se dirá. Por muerte déste sucedió en el Judi-cado, cerca del año 1349, su hermano Jua[n],Arzobispo que fue de Milán; éste favoreció, cuan-to pudo, a los galureses, y también a los genoveses,los cuales le pidieron favor y ayuda contra los ara-goneses y así les envió muchas compañías de geno-veses y milaneses, para que con la liga q[ue] con elJuez de Arborea, Mariano, había hecho, pudiesenresistir mejor a los aragoneses; si bien no pudieronhacer cosa alguna y murió el año 1354. Por cuyamuerte entraron en el derecho de Milán, Génova yGalura, tres sobrinos suyos, nietos de MateoMagno, llamados Mateo Galeazo y Bernabé, aun-que los aragoneses no llevaban bie[n] que los de

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Oria y otros más principales del Judicado de Galu-ra, rehusando su gobierno y ma[n]dó apellidasen yacudiesen a estos Vizcondes fuera del Reino; y asíse lo procuraron estorbar. Por lo cual fue necesariovenir con ellos a las manos y vencerlos, para que-darse co[n] su Judicado. Entonces mandó el reydo[n] Pedro, que, a la sazón, lo era de Aragón, quede allí adelante se extinguiese el nombre de Juez deGalura, reduciéndolo a gobernador, en la formaque lo estaba el Judicado turritano y callaritano, yaunq[ue] los aragoneses entraron en este Judicadode Galura con solo este título, después lo tuvieronmás confirmado con mucho fundamento el año de1447, que tinié[n]dolo uno destos Vizcondes, quese llamaba Filipo María, que murió sin hijos, dioel derecho de Galura y todo lo que en Sardeña pre-tendía tener, al rey don Alonso, como lo escribenBernardino Corio, Jacobo Mainoldo y otros histo-riadores.

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Cuarta parte de la historia general de la Isla y Reyno de Sardeña pag. 1