Formas de Gobierno

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Formas de Gobierno Durante toda la historia de la humanidad, el gobierno hacia la población ha sido ejercido por unos pocos que dominan, oprimen y controlan a la mayoría de las personas. Lo único que ha cambiado es la forma de hacerlo. Las formas de gobierno son los métodos que utilizan los gobernantes para administrar, organizar, ejercer un orden y control sobre la población. Las mismas han variado y son muy diversas en cuanto al cómo y a cuántas personas ejercen el poder. Un sistema o forma de gobierno es aquél por el cual un estado se gobierna. Existe un amplio rango de formas de gobierno que se han sugerido y usado a lo largo de la historia en función de la división de poderes existente y las características de las élites dominantes, en lo que al acceso al poder se refiere. Forma de gobierno, forma política, forma política del Estado, régimen político, régimen de gobierno, sistema de gobierno, modelo de gobierno o modelo político son algunas de las diversas maneras de nombrar un concepto esencial de la ciencia política y la teoría del estado o derecho constitucional. Hace referencia al modelo de organización del poder constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre los distintos poderes. Es la manera en la que se estructura el poder político para ejercer su

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Formas de Gobierno

Durante toda la historia de la humanidad, el

gobierno hacia la población ha sido ejercido por unos pocos

que dominan, oprimen y controlan a la mayoría de las

personas. Lo único que ha cambiado es la forma de hacerlo.

Las formas de gobierno son los métodos que utilizan los

gobernantes para administrar, organizar, ejercer un orden y

control sobre la población. Las mismas han variado y son muy

diversas en cuanto al cómo y a cuántas personas ejercen el

poder.

Un sistema o forma de gobierno es aquél por el cual

un estado se gobierna. Existe un amplio rango de formas de

gobierno que se han sugerido y usado a lo largo de la

historia en función de la división de poderes existente y las

características de las élites dominantes, en lo que al acceso

al poder se refiere.

Forma de gobierno, forma política, forma política

del Estado, régimen político, régimen de gobierno, sistema de

gobierno, modelo de gobierno o modelo político son algunas de

las diversas maneras de nombrar un concepto esencial de la

ciencia política y la teoría del estado o derecho

constitucional. Hace referencia al modelo de organización del

poder constitucional que adopta un Estado en función de la

relación existente entre los distintos poderes. Es la manera

en la que se estructura el poder político para ejercer su

autoridad en el Estado, coordinando todas las instituciones

que lo forman. La formulación de las formas de gobierno se

suelen justificar aludiendo a muy diferentes causas:

estructurales o idiosincráticas (imperativos territoriales,

históricos, culturales, religiosos, etc.) o coyunturales

(períodos de crisis económica, catástrofes, guerras, peligros

o "emergencias" de muy distinta naturaleza, vacíos de poder,

falta de consenso o de liderazgo, etc.); pero siempre como

plasmación política de un proyecto ideológico.

En la actualidad suelen utilizarse de forma

habitual tres tipos de clasificaciones para las distintas

formas de gobierno: El carácter electivo o no de la jefatura

de Estado define una clasificación, entre repúblicas

(electiva) y monarquías (no electiva). El grado de libertad,

pluralismo y participación política define otra

clasificación, entre sistemas democráticos, autoritarios, y

totalitarios; a su vez, el sistema electoral utilizado para

expresar la voluntad popular ha tenido muy diversas

conformaciones históricas (democracia directa o asamblearia,

democracia indirecta o representativa, etc.). Asimismo, la

relación existente entre la jefatura del estado, el gobierno

y el parlamento define otra clasificación más, entre

presidencialismos y parlamentarismos (con muchos grados o

formas mixtas entre uno y otro).

Estas clasificaciones no son excluyentes, sino que

se complementan, de modo que una república puede ser

democrática (Estados Unidos o Sudáfrica) o no democrática

(China o Corea del Norte); una democracia republicana puede

ser parlamentaria (Alemania o India) o presidencialista

(Francia o Argentina); una monarquía puede ser democrática y

parlamentaria (España, Reino Unido o Japón), no democrática

(Arabia Saudí o Ciudad del Vaticano) o situarse en posiciones

intermedias (Marruecos), Etc.

Anarquismo

Con el nombre de anarquismo se conoce a una serie

de ideas filosóficas, sociales, políticas y económicas que

defienden un modelo social libre de autoridad y jerarquías,

terminando con el Capitalismo, el Estado y cualquier otra

forma de autoridad.

El anarquismo propone un sistema, la anarquía,

donde la libre federación de los individuos, hace funcionar a

la sociedad desde la base de la igualdad, el respeto, la

autonomía individual, la solidaridad y el apoyo mutuo.

Defiende, diversos métodos para alcanzarla, pero

siempre desde la concordancia entre teoría y práctica, la

acción directa (llevada a cabo por uno mismo, sin

intermediarios) y la autogestión (como forma de independencia

del poder económico, sea este público o privado).

El anarquismo alcanza el pleno desarrollo en el

siglo XIX, adquiriendo gran relevancia social en algunas

zonas del mundo durante la primera mitad del siglo XX.

Autocracia

Es un sistema de gobierno autoritario, en el cual

la voluntad de una sola persona es la suprema ley.

Se refiere generalmente a la monarquía absoluta. En

la actualidad, la utilización del calificativo de autocracia

por los políticos como sinónimo de monarquía ha caído en

desuso, por la aparición de las monarquías constitucionales o

limitadas y el aumento de uso del sinónimo de tiranía

(degeneración de la monarquía según los filósofos de la

Grecia Antigua) o incluso el de dictadura, pero su uso más

habitual es para establecer un parámetro de poder.

Esta palabra es un cultismo formado del griego

auto: por sí mismo y cratos: poder, autoridad, gobierno.

Dictadura

La dictadura es la forma de gobierno en la que se

concentra en las manos de un dictador el poder absoluto,

controlando éste los tres poderes del estado: el legislativo,

el ejecutivo y el judicial.

Aunque muchos dictadores han detentado el título de

Presidente, con el propósito de aparentar una legitimidad que

no poseían, han gobernado con poderes extraordinarios, a

menudo no constitucionales, o de facto, degenerando con

facilidad en regímenes despóticos y tiránicos a menudo

violentos.

Los dictadores pueden alcanzar el poder de formas

muy variadas. Pueden ser elegidos, designados por un partido

único o heredar el poder. En dictaduras modernas, el dictador

ha llegado al poder tras un golpe de estado militar, quedando

posteriormente sostenido en su cargo por el ejército.

En una dictadura, los líderes no se renuevan

periódicamente por sufragio universal, libre, directo y

secreto. De este modo, aunque el dictador alcance el poder en

unas elecciones democráticas (como Adolf Hitler en la

Alemania nazi) no transcurre mucho tiempo tras la elección

antes de que el dictador prohiba todos los partidos políticos

(salvo el suyo) e imposibilite así posteriores elecciones

democráticas, aun cuando por razones propagandísticas

periódicamente se orquesten votaciones manipuladas.

Junta militar

Una junta militar es el gobierno de un país formado

por altos mandos de sus Fuerzas Armadas, normalmente tras la

toma del poder por un golpe de Estado. En algunos casos

funciona como gobierno colegiado, sin designar un jefe de

estado o un jefe de gobierno.

Absolutismo

El absolutismo es una doctrina política

caracterizada por la teórica concentración de todo el poder

del Estado en manos del monarca gobernante.

Al comienzo de la Edad Moderna se asientan en el

poder los reyes absolutos, creando los Estados nacionales. El

absolutismo monárquico se impone como ideología de Estado

gracias a los juristas que salen de las universidades;

principalmente las de Bolonia, Salamanca, París y Valladolid;

pero también triunfa por que se extiende la doctrina del

origen divino del poder de los reyes. Esto se traduce en que

el rey es el único que puede crear leyes, a través de la

pragmática.

Los reyes apoyan su poder en diversas

instituciones, que afectan a todo el territorio, creando así

los Estados nacionales. Son instituciones como el Consejo

Real, formado, principalmente, por la nobleza y los letrados

profesionales. Los reyes crean, también, ejércitos

permanentes. Son ejércitos profesionales de mercenarios que

guardan fidelidad al rey. Esto les libera de la dependencia

militar de los señores feudales; pero son ejércitos muy

caros, y están inmersos en continuas guerras.

Se desarrolla la diplomacia, con los primeros

embajadores permanentes en los reinos extranjeros. Los

primeros embajadores los envía Venecia. Otra institución que

se crea en esta época es la Administración de justicia, a la

que se acude: primero a los alcaldes, y en última instancia a

las Audiencias y a las Cancillerías. Esta Administración que

sostiene el poder real se extiende por todos los reinos, y

afecta a todo el territorio.

Se crea una burocracia funcionarial, en la que los

oficios son otorgados por el rey. El Estado nacional se

caracteriza porque la legislación no está limitada por los

fueros, las ciudades o a los señoríos, sino que se aplica en

todo el territorio. Esto no quita para que cada estamento

social, o cada asociación privilegiada, tenga sus leyes y sus

jueces.

La única institución cuya legislación es de

aplicación en todos los reinos de una corona es la

Inquisición, de la que se valen todos los reyes para unificar

las leyes de su corona.

Para autores como Tyndale la rebelión es siempre

condenable, ya que la autoridad ha sido instituida por Dios,

y la obediencia a los reyes es un deber natural. El rey

representa la imagen de Dios en la tierra. Se condena no sólo

la rebelión contra el rey sino también contra el orden social

establecido.

Sin embargo, aunque el rey tiene todo el poder, no

debe abusar de él, y debe aceptar las costumbres de los

reinos que regenta. Según Seyssel el poder real está limitado

por tres frenos: las obligaciones de conciencia del rey y el

carácter cristiano de la monarquía, los parlamentos y las

buenas leyes; ordenanzas y costumbres de los reinos.

Pero los grandes teóricos del absolutismo en la

Edad Moderna son Nicolás Maquiavelo, Hugo Grocio, Thomas

Hobbes y Jacques Benigne Bossuet. En el siglo XVIII el

absolutismo se convierte en despotismo ilustrado.

Monarquía

La monarquía es la forma de gobierno de un estado

en la que el cargo supremo es de carácter vitalicio y

comúnmente designado según un orden hereditario. En pocos

casos el monarca es elegido por un grupo selecto. El estado

regido por un monarca también recibe el nombre de monarquía,

junto con el de reino.

Tradicionalmente el monarca ha ejercido, en mayor o

menor grado, todos los poderes del Estado: el ejecutivo, el

legislativo y el judicial.

Cabe destacar que hay distintos tipos de

Monarquías, las cuales serán explicadas a continuación.

Monarquía parlamentaria

Sistema político, propio del siglo XX, en el que la

monarquía acepta una constitución y la constitución da a la

monarquía tan sólo un papel representativo, sin poder

intervenir en política. Es, pues, un sistema en la que el rey

no interviene en política, a diferencia de la monarquía

constitucional.

Monarquía Constitucional

Es una forma de gobierno donde el monarca ostenta

la jefatura del estado. Es un poder de mediano carácter

simbólico, puesto que se encuentra regulado por una ley, con

frecuencia una Constitución. También, se caracteriza porque

el rey o la reina tienen un papel de moderador o árbitro en

los conflictos políticos del Gobierno, habitualmente, elegido

democráticamente.

La monarquía constitucional fue un paso intermedio

o evolucionado ante la aparición de las primeras repúblicas

modernas como Estados Unidos y Francia especialmente en el

siglo XIX. Se pretendía pasar de monarquías absolutas,

máximas representantes del Antiguo Régimen, a monarquías

parlamentarias con un poder limitado.

Monarquía hereditaria

Monarquía en la que el heredero al trono es un

descendiente legal del rey. El mismo suele ser el primer hijo

del rey. No obstante si el primer hijo es una mujer puede que

esté excluida de la sucesión (es la ley Sálica).

En España el heredero de la corona es el Príncipe

de Asturias, en el Reino Unido el Príncipe de Gales.

Aristocracia

La Aristocracia es una forma de gobierno en la que

el poder soberano es conferido a un número reducido de

ciudadanos, los cuales generalmente son nobles o de alta

alcurnia.

Plutocracia

Del griego ploutos que significa riqueza. Una

Plutocracia comprende un sistema de gobierno donde la riqueza

es la base principal del poder.

Tecnocracia

El término nació en Estados Unidos alrededor del

año treinta y alude a la predominancia de la razón técnica en

la dirección política. Es una clase política integrada

basicamente por técnicos cuyo criterio para la toma de

decisiones es más centrado en los aspectos instrumentales que

los valores propios de la política. Garcia Pelayo enseña que

la tecnocracia carece de institucionalización formal, se gana

lugar por el hecho de saber y desarrollar funciones en los

diversos aparatos del estado.

Teocracia

La teocracia es el sistema de gobierno ejercido por

la iglesia o quienes controlan la religión en representación

directa de Dios.

Ejemplos de Estados confesionales teocráticos en el

siglo XXI son Arabia Saudita (monarquía absoluta islámica),

Irán (república islámica) y el Vaticano (papado católico).

Democracia

Democracia es una forma de organización social que

atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad.

En sentido estricto, la democracia es una forma de

organización del Estado en la cual las decisiones colectivas

son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de

participación directa o indirecta que confieren legitimidad a

sus representantes. En sentido amplio, democracia es una

forma de convivencia social en la que los miembros son libres

e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo

a mecanismos contractuales.

Hay democracia indirecta o representativa cuando la

decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo

como sus representantes. Hay democracia participativa cuando

se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su

capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan

ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o

cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos

plebiscitarios consultivos.

Finalmente, hay democracia directa cuando la

decisión es adoptada directamente por los miembros del

pueblo, mediante plebiscitos vinculantes, elecciónes

primarias, facilitación de la iniciativa legislativa popular

y votación popular de leyes, concepto que incluye la

democracia líquida. Estas tres formas no son excluyentes y

suelen integrarse como mecanismos complementarios en algunos

sistemas políticos, aunque siempre suele haber un mayor peso

de una de las tres formas en un sistema político concreto.

No debe confundirse República con Democracia, pues

aluden a principios distintos, la república es el gobierno de

la ley mientras que democracia significa el gobierno del

pueblo.

Formas de democracia

Clásicamente la democracia ha sido dividida en dos

grandes formas: directa o representativa.

Democracia indirecta o representativa

El pueblo se limita a elegir representantes para

que estos deliberen y tomen las decisiones, de forma

jerárquica.

Democracia semidirecta o participativa

Algunos autores también distinguen una tercera

categoría intermedia, la democracia semidirecta, que suele

acompañar, atenuándola, a la democracia indirecta. En la

democracia semidirecta el pueblo se expresa directamente en

ciertas circunstancias particulares, básicamente a través de

cuatro mecanismos:

Referéndum: El pueblo elige «por sí o por no» sobre

una propuesta.

Plebiscito: El pueblo concede o no concede la

aprobación final de una norma (constitución, ley, tratado).

Iniciativa popular: Por este mecanismo un grupo de

ciudadanos puede proponer la sanción o derogación de una ley.

Destitución popular o revocación de mandato:

Mediante este procedimiento los ciudadanos pueden destituir a

un representante electo antes de finalizado su período.

Democracia directa

Se trata de la democracia en estado puro, tal como

la vivieron sus fundadores atenienses o se practica en Suiza.

Las decisiones las toma el pueblo soberano en asamblea. No

existen representantes del pueblo, si no, en todo caso,

delegados que se hacen portavoces del pueblo, que únicamente

emiten el mandato asambleario. Se trata del tipo de

democracia preferido no sólo por los demócratas de la Antigua

Grecia, sino también para muchos pensadores modernos

(Rousseau, por ejemplo) y para una buena parte del Socialismo

y del Anarquismo. Un ejemplo de democracia directa más

conocido es el de la Atenas clásica.

Democracia líquida

La Democracia Líquida es una clase de democracia

directa en la que cada ciudadano tiene la posibilidad de

votar por Internet cada decisión del parlamento y realizar

propuestas, pero puede ceder su voto a un representante para

aquellas decisiones en las que prefiere no participar.

Democracia representativa

Sistema democrático de gobierno en la en la que la

soberanía no la ejerce cada ciudadano en todo momento, sino

que delega en unas Cortes para que sus miembros ejerzan, en

representación del pueblo, esa soberanía.

Son sistemas representativos la democracia

parlamentaria, la democracia liberal, la democracia

presidencialista y otros regímenes mixtos. Hoy en día todas

las democracias desarrolladas son representativas.

Democracia parlamentaria

La democracia parlamentaria es el modelo de Estado

más extendido en el mundo capitalista, y es el propio de las

democracias representativas de los países más desarrollados

del planeta. Se fundamenta en la división de poderes que

estableciera Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial.

Las diferencias entre unas democracias y otras están en la

manera en que se establecen las relaciones entre estos

poderes en su constitución. En el caso de los regímenes

parlamentarios, es importante subrayar que la división de

poderes no implica separación, al menos en lo que a poderes

ejecutivo y legislativo se refiere. Al emanar el ejecutivo

del legislativo, al estar el gobierno forzosamente respaldado

permanentemente por la mayoría parlamentaria, es difícil la

erección de un efectivo contrapoder legislativo frente al

ejecutivo, tendencia que se agrava en sistemas electorales de

listas, sean cerradas o abiertas, donde los diputados, de

facto, suelen estar sujetos por la disciplina de voto de su

grupo. Esta sujeción nunca puede ser de iure porque el escaño

pertenece al diputado y no a su partido. La diferencia con un

sistema presidencialista es muy notable, porque en este

último caso sí se cumple, formalmente, el principio de la

separación de poderes.

El Parlamento surge de la voluntad popular a través

de unas elecciones directas. Por regla general el voto es

universal, libre y secreto, aunque puede no serlo. Es el

poder legislativo.

El Gobierno surge de la mayoría parlamentaria. Es

el poder ejecutivo, aunque suele tener la iniciativa

legislativa ante el Parlamento.

La Justicia se administra en nombre del pueblo por

jueces y magistrados independientes, inamovibles,

responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley.

Teóricamente, los tres poderes son iguales, aunque

el ejecutivo suele dominar al legislativo, al ser el

Parlamento quien decide el gobierno. Esta es una democracia

representativa, no directa, salvo en las elecciones, en la

que el pueblo delega su poder en el Parlamento. Es un sistema

típico de la concepción liberal burguesa del Estado.

La constitución es el marco en el que se definen

las relaciones entre poderes y con el pueblo, los derechos y

deberes, y la forma del Estado. Es la garantía última de que

todo el sistema funciona, todo se remite a ella y nada puede

ir en su contra. Es una ley fundamental.

Democracia presidencialista

El sistema presidencialista se caracteriza porque

el presidente de Gobierno y el jefe del Estado son la misma

institución, cosa que no pasa en la democracia parlamentaria,

ni en la democracia liberal. El presidente de Gobierno y jefe

del Estado se eligen por elecciones directas y no a través

del Parlamento, el cual tiene sus propias elecciones.

El presidente tiene derecho de veto sobre las leyes

aprobadas por el Congreso; y el Congreso puede negarse a

aprobar las propuestas por el presidente, ya que no

necesariamente el presidente ha de contar con la mayoría

parlamentaria. Los conflictos más habituales se presentan a

la hora de la aprobación de los presupuestos.

Este sistema puede ocultar ambiciones personales de

poder de base oligárquica, sin sujeciones democráticas que

degeneran en dictaduras militares, como las de América Latina

de los años 70, aunque funciona perfectamente en Estados

Unidos, y es el existente en países como Perú o Venezuela.

Para gobernar es necesario tener un conocimiento

constante del estado de la opinión pública. El presidente ha

de ser un líder de masas.

No obstante, hay regímenes parlamentarios que

funcionan, en la práctica, como presidencialistas, en lo que

a liderazgo se refiere, con el agravante de que la carencia

de separación de poderes entre Ejecutivo y Legislativo vuelve

mucho más difícil el contrapeso y control entre poderes,

terminando por ceder absoluta preponderancia al Poder

Ejecutivo. El parlamentarismo de la Europa Continental ha

tenido esta tendencia, reforzada además por un sistema

electoral proporcional, con disciplina de voto por parte de

los diputados, lo que ha llevado, en ocasiones, a convertir a

los parlamentarios en fieles ejecutores de instrucciones

emanadas de las ejecutivas del partido político

correspondiente. Cabe hacer una excepción con el Reino Unido,

donde la inseparación de poderes propia del parlamentarismo

ha visto atenuados sus efectos por un sistema electoral

mayoritario que permite la existencia de distritos

electorales que constituyen, en si mismos, un contrapoder

electoral notable frente a la preponderancia del partido, lo

que también redunda en mayores posibilidades de erigir un

efectivo contrapoder legislativo frente al Ejecutivo

Democracia semipresidencialista

En Francia nos encontramos con un sistema de Estado

mixto, semipresidencialista, particular. No llega a ser una

democracia presidencialista.

El régimen francés consta de dos cámaras, una

popular: la Asamblea Nacional, y otra conservadora: el

Senado. Estas cámaras se renuevan cada nueve años,

eligiéndose un tercio de la cámara cada tres años, por un

procedimiento indirecto. Se trata, pues, de un

parlamentarismo corregido.

El presidente de la República es elegido por

sufragio universal, libre y directo, pero ha de ser apoyado

por la mayoría parlamentaria. Se elige cada cinco años, lo

que implica que puede haber una mayoría parlamentaria de un

partido y un presidente de la República de otro. A esta

situación se le denomina cohabitación, y suele ser un periodo

de fuertes luchas políticas.

Democracia popular

Se llaman democracias populares a aquellos países

cuyo Estado está dominado por el partido comunista, al estilo

de la Unión Soviética pero en los que la toma del poder por

los comunistas no fue a través de una revolución sino por

medio de un golpe de Estado apoyado por la Unión Soviética.

Son, pues, países con una dictadura comunista de partido

único, dirección de partido, prosoviéticos, y dominadas desde

el exterior por la Unión Soviética.

El proceso de caída de estos regímenes ha sido

diferente según los países. En Checoslovaquia, Hungría o

Bulgaria el tránsito ha sido relativamente pacífico, aunque

Checoslovaquia se desmembró en dos países: la República Checa

y Eslovaquia. En Rumanía fue necesario hacer una revolución y

conquistar el poder por la fuerza. El presidente Nicolau

Cheauchesco fue asesinado. En Albania el proceso llegó más

tarde, pero la crisis de las embajadas y la huida masiva

hacia Italia hizo caer el régimen comunista.

El proceso de designación más dramático lo tuvieron

en Yugoslavia, donde las tensiones nacionalistas y el intento

del Partido Comunista, dominado por los servios, de conservar

el poder, provocaron una guerra civil que duraría seis años.

Actualmente el territorio está dividido entre cinco países,

Eslovenia, cuya guerra duró poco al estar en medio los

croatas, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Yugoslavia,

con los territorios de Servia, Montenegro y Kosovo.