El rock en el Teatro Solís de Montevideo

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El rock en el Teatro Solís de Montevideo, una legitimación desde la memoria Jimena Buxedas: [email protected] 1. Resumen: Este trabajo propone una reflexión acerca de los procesos que acompañaron la utilización del Teatro Solís por parte de los protagonistas del movimiento del rock en Uruguay; también se ocupa del rol de las instituciones teatrales en el proceso de mediatización de la música popular. El rock, entendido en este trabajo como manifestación cultural más que como un movimiento homogéneo en cuanto a similitudes musicales entre los distintos protagonistas, está presente en el Teatro Solís desde finales de los años 1960 con los “Conciertos Beat”. Recorre luego un camino que fluctúa entre momentos de valorización de la sala como espacio de legitimación, un período de desvalorización de este espacio por parte del rock durante los años post dictadura (1985 – 1990) para llegar a la actualidad con una

Transcript of El rock en el Teatro Solís de Montevideo

El rock en el Teatro Solís de Montevideo, una legitimación

desde la memoria

Jimena Buxedas: [email protected]

1. Resumen:

Este trabajo propone una reflexión acerca de los procesos

que acompañaron la

utilización del Teatro Solís por parte de los protagonistas

del movimiento

del rock en Uruguay; también se ocupa del rol de las

instituciones teatrales

en el proceso de mediatización de la música popular. El

rock, entendido en

este trabajo como manifestación cultural más que como un

movimiento

homogéneo en cuanto a similitudes musicales entre los

distintos

protagonistas, está presente en el Teatro Solís  desde

finales de los años

1960 con los “Conciertos Beat”. Recorre luego un camino que

fluctúa entre

momentos de valorización de la sala como espacio de

legitimación, un período

de desvalorización de este espacio por parte del rock

durante los años post

dictadura (1985 – 1990) para llegar a la actualidad con una

nueva presencia

de las bandas nacionales en este escenario.

Palabras claves: rock, músicas populares, Teatro Solís

Jimena Buxedas es Lic. en Musicología especializada en

archivos musicales. Actualmente se desempeña como

Archivista de la OSSODRE, como Asistente del Departamento

de Musicología de la EUM-UdelaR y como investigadora en el

Proyecto I+D Grupos (GIDMUS): “Música, escena, escenarios:

producción académica y popular en el Uruguay de los siglos

XX y XXI”.

2. Introducción:

Este investigación estudia la presencia del rock en el

Teatro Solís a partir de seis fuentes documentales: en

primer lugar los programas de mano archivados en estas

instituciones, lo que nos acerca tanto al espectáculo como

también a otros aspectos del mismo a partir de una revisión

de los repertorios, los artistas intervinientes, breves

reseñas biográficas así como comentarios de los artistas

hacia el público, creando un diálogo ayudado de un

sincretismo entre los músicos y los espectadores.

Trabajamos además con los afiches de los espectáculos, los

libros de bordereaux, la prensa periódica, entrevistas

editadas y sin editar y bibliografía, de forma tal de

abarcar de forma el contexto socio-cultural desde varios

aspectos.

La reconstrucción de la historia que transita el Teatro

Solís como escenario de espectáculos de rock forma parte de

una línea de investigación en la que hemos comenzado a

trabajar de forma interdisciplinar. Este trabajo incluyó no

sólo musicólogos, sino también archivólogos, así como

expertos en artes escénicas. Esta forma de trabajo ha

enriquecido el análisis del vínculo entre los documentos y

ha permitido además acercarnos a una reconstrucción del

contexto socio-cultural en que se desarrollaron algunos

espectáculos, así como sus protagonistas (autores e

intérpretes).

3. El Teatro Solís y la cultura popular uruguaya:

El Teatro Solís, asumido en el imaginario cultural como el

templo de la música académica y en particular de la ópera

es descubierto, a partir de las últimas investigaciones,

como un escenario de gran popularidad en cuanto no sólo a

la música popular en una gran variedad de géneros, sino

también a espectáculos que van desde la magia hasta el

circo. Es así que este teatro ha sabido estar presente en

las primeras experiencias “beat”, de rock y de jazz

realizadas en Uruguay.

Las instituciones teatrales han sido un pilar fundamental

en el proceso mediatizador de la música, lo que ha

permitido una notable relación en cuanto a la inserción de

la música popular en el sistema comercial de producción y

de difusión a través del prestigio que a partir de éste se

lograba. Que un grupo de rock llegara a tocar en el Teatro

Solís a fines de los años 1960 era algo así como llegar a

la “meca” en Uruguay. Vale la pena aclarar que los últimos

gobiernos municipales se han encargado de “democratizar”

este espacio no sólo a partir de la programación, sino

también desde la organización arquitectónica con la

cancelación de los accesos al recinto de manera diferencial

de acuerdo a la entrada que se hubiera adquirido.

El rock será atendido en este trabajo a partir de la

ideología que lo sustenta más que por las similitudes

musicales. Este recorrido se inicia en Uruguay a finales de

la década de 1960, con los “Conciertos Beat” y con

presentaciones de grupos que hicieron historia dentro de la

movida rockera como fueron “Psiglo”, “Totem” y “Días de

Blues”, entre otros. Luego de un largo período de ausencia

en la escena pública durante el período dictatorial (1973 –

1985), la presencia de éste género en l Teatro Solís va a

ser desechada por las nuevas corrientes musicales de la

época. Sin embargo, encontramos una vuelta interesante a

este escenario de la mano del grupo Níquel en 1991 con su

concierto “De Memoria”, en el que proponen un “Homenaje al

rock uruguayo”. Finalmente, en nuestros días vemos que el

Teatro Solís ha adquirido con mucha mayor fuerza un

sentimiento de pertenencia con la cultura popular, lo que

ha favorecido la presentación de varios grupos de rock,

incluso algunos de los que en otro momento renegaron del

mismo.

El movimiento de rock en Uruguay puede ser leído como una

subcultura, cuya naturaleza consistía en diferenciarse del

mundo “normal” y de esta forma también identificarse con la

zona “prohibida”, lo que plantea sobre todo el

cuestionamiento de los valores tradicionales. Este

desarrollo se vio favorecido por la incursión de algunos

músicos que influyeron de manera notable dentro de la

escena artística local.

Para comenzar creo pertinente señalar cuál era la escena de

música popular a partir de los años 1960. Según Fernando

Peláez (2002/2004) en esta época en Uruguay encontramos 4

grandes movimientos:

- Sonoras de cumbias o música tropical

- Solistas o grupos de corte melódico

- Canto Popular Uruguayo

- Movimiento de rock (a partir de los años 70’)

Podemos decir que a grandes rasgos, el rock en Uruguay tuvo

tres etapas. La primera comienza a finales de los años 1960

con lo que éste investigador llamó la “primera ola” del

rock uruguayo y se caracteriza por haber adquirido cierta

madurez, lo cual le permitió reunir algunas características

comunes. Entre estas particularidades encontramos la

creación de un repertorio propio, ya sea basado en

elementos de rock, del beat o del pop. Además, la asiduidad

con la que se presentaban en varios escenarios tales como

clubes, “cuevas”, recitales y festivales que se

desarrollaron tanto en Montevideo como en el interior del

país creó un vínculo fluido con el público, el cual los

comienza a conocer y los sigue.

De esta manera observamos que elementos tales como la

apertura hacia la masividad, facilitada por una expansión

del rock nacional dentro del mercado musical local, junto

con el aumento en la cantidad de recitales para un extenso

número de espectadores, la edición de discos, la

profesionalización de ciertos músicos nacionales, entre

otros, facilitó la legitimación del hecho artístico más

allá del éxito comercial.

Como ejemplo enumero a continuación las ediciones

fonográficas de tres de los grupos que tuvieron mayor

trascendencia en la década de los ’70. Observamos la

visibilidad y comercialización que esta música estaba

adquiriendo en Uruguay:

Psiglo Primer simple: 'En un lugar un niño', 'Gente sin

camino' editado en diciembre de 1972 por Clave. Segundo

simple: 'No pregunten por qué', 'Vuela a mi galaxia',

editado en diciembre de 1972 por Clave. Primer disco

L.P: IDEACIÓN, editado en marzo de 1973. Tercer

simple: 'Cambiarás al hombre', 'Construir, destruir',

editado en 1974 por Clave. Segundo disco L.P: Conocido

como "Psiglo II", editado en julio de 1974. PSIGLO I y

II, edición en CD que incluye los dos álbumes (Ideacion

y Psiglo II), editado en 1993 por SONDOR.

Opus

Alfa

Simples: Canción para Kenny y los niños y Casa de

huéspedes, editado en 1971 por De la Planta, Primer disco

LP: OPUS ALFA, editado en 1972 por De la Planta. Segundo

disco LP: OPUS ALFA / DÍAS DE BLUES, editado por Clave con

cuatro canciones de cada grupo y en 1998 se edita por

Posdata, bajo licencia de SONDOR en formato CD el disco

completo de Opus Alfa y casi todo el de Días de Blues.

Totem Simples: Dedos, editado por Biafra en 1971. Mi Pueblo y

Negro, de 1972. Primer disco LP TOTEM, editado en 1971,

DESCARGA, editado en 1972 y CORRUPCIÓN de 1973. Los tres

discos fueron editados por De la Planta.

La siguiente tabla resume algunos de los festivales más

importantes que tuvieron lugar entre los años 1967 y 1972

en Buenos Aires, Montevideo y otras ciudades de Uruguay.

Estos conciertos fueron sólo una parte del movimiento de

rock que se forjaba en aquella época en Uruguay:

1967

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

1968

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

 

Los Iracundos venden 1.000.000 de ejemplares en Argentina

por lo que recibe el disco de Oro (fuente Valor y símbolo…)

1969

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

1970

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

 

Primer Concurso Nacional de la Música y la Canción Beat

(org. Por Radio Ariel y diario Acción

 

Primer festival BA Rock que convoca a 30.000 personas (en

Buenos Aires, fuente: Valor y símbolo…)  Primer Concierto de la rosa (Teatro El Galpón)

1971

Segundo Festival Musical del Sur (en el Club Solís de Pando,

Canelones)  Segundo Concierto de la rosa (Teatro El Galpón, Montevideo)

 

Segundo Concurso Nacional de la Música y la Canción Beat en

Salto

 

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

 

Primera Sesión Experimental del Sonido" (Teatro Odeón,

Montevideo)  Alto Nivel I (org. Por Nelson Marvin y José "Deco" Nuñez)  Tercer concierto de la rosa (Teatro El Galpón, Montevideo)  Concierto Don Pascual (Plantense Patín Club, Montevideo)

 

Segunda Sesión Experimental del Sonido (Teatro Odeón,

Montevideo)  Alto Nivel II (Teatro El Galpón, Montevideo)

 

Festival Veroir (Pando, Canelones)

Festival B.A. II Rock II en Buenos Aires donde se presenta

Psiglo, Totem y Opus Alfa de Uruguay1972 Totem presenta su primer LP (Teatro El Galpón, Montevideo)

 

Psiglo se presenta en el Teatro Solís

Huinca, Scream y Días de Blues se presentan en el Teatro

Solís

 

Días de Blues y Hojas se presentan en el Teatro Solís

Festival B.A. Rock III en Buenos Aires donde se presentan

Psiglo y Días de Blues de Uruguay

1973

Festival de la Canción Joven de Tacuarembó (org. Por Luis

Dini y trasmitido por Radio Zorrilla)

 

Presentación de "Ideación" de Psiglo (Teatro Solís,

Montevideo)

Festival de la Solidaridad Chile-Vietnam en el Estadio

Centenario (Montevideo)

Festival Canción de Montevideo en el Teatro de Verano del

Parque Rodó

Psiglo se presenta en el Teatro Solís (agosto y setiembre)

1974

Festival de la Canción Montevideo (Teatro de Verano del

Parque Rodó)

Dentro de esta primera generación de rock encontramos dos

grandes diferencias en cuanto a propuestas musicales. Una

de ellas presentaba una actitud musical y estética de corte

mucho más “rockero” y estuvo liderada por Opus Alfa,

Génesis y Psiglo. La otra propuesta reelabora elementos del

candombe tradicional y lo fusiona con la música beat dando

lugar a lo que se denominó “candombe beat”. Esta

combinación favoreció el acercamiento de cierto público que

ya se había identificado con el candombe directamente

vinculado con la música “nacional” pero más precisamente

montevideana. Los mayores exponentes fueron Totem, el

Sindykato, Limonada, Montevideo Blues, Siringa, entre

otros.

4. Otras fusiones: irreverencia en el Teatro Solís:

El Teatro Solís, como hemos señalado antes, fue desde sus

comienzos un recinto que había admitido diferentes

manifestaciones de música popular, ya sea con los bailes de

carnaval de finales del siglo XIX, la actuación de Troupes

de estudiantes, zarzuela, etc.

Por otro lado ha sabido, a lo largo de su historia,

legitimar los espectáculos que allí se presentaban, esto se

debe por la suntuosidad de sus instalaciones así como por

la solemnidad que impone su sala principal. Sin embargo, en

relación a los espectáculos de rock nacional nos

encontramos que hubo un período en el que esta legitimación

no se da y nos enfrentamos también a su contrapartida, es

decir, la misma solemnidad representada por su imponente

apariencia, indefectiblemente se traduce a la audiencia, la

cual no podrá comportarse del mismo modo en esta sala que

en otro espacio más acorde a estas manifestaciones.

Los primeros espectáculos que encontramos relacionados con

el rock fueron la serie de conciertos titulados “Conciertos

Beat”1, realizados entre octubre y diciembre de 1966.

Pensados como una forma más de protesta, fueron concebidos

desde lo intelectual en base a la mezcla de música de

diferentes épocas (se mezclaba en un mismo programa música

barroca con creaciones contemporáneas), así como música de

distintos lugares (canciones francesas y bossa nova, entre

otros). La intención principal de este proyecto fue la de

bucear dentro de estéticas diferentes y sobre todo dentro

de una nueva modalidad de ruptura en relación a la

tradición y lo establecido. De esta manera y con el

agregado de frases sin sentido, aforismos o el escribir las

frases sin separar las palabras, se aproximaban a un

espectáculo que tendía lazos con el teatro del absurdo.

1 Serie de 4 conciertos organizados en 6 presentaciones que incluyeron3 teatros: el Teatro del Centro, el Teatro Solís y el Teatro Odeón

Programas de mano de los Concierto Beat II y IV realizados en el Teatro Solís el 3 de

noviembre de 1966 y el 11 de diciembre del mismo año. Archivo CIDDAE, Teatro Solís

Alrededor de estos conciertos se reunieron figuras que más

adelante serán un referente de la música popular en

Uruguay, como es el caso de Eduardo Mateo o Diane Denoir,

quien se tornará en una de las voces femeninas más

destacadas de la época. En este sentido, su testimonio es

más que claro cuando nos comenta que la elección del Teatro

Solís para estos conciertos se debió a que “la irreverencia había

que hacerla en el templo mismo de la solemnidad”2.

5. El Teatro Solís y la primera ola del rock en Uruguay

El movimiento de rock de los años 60 y 70 habían elegido

como uno de los escenarios posibles el del Teatro Solís

para algunas de sus más importantes presentaciones. Esto se

debió a la reducida cantidad de salas cerradas con un aforo

importante en Montevideo, el cual pudiera albergar al

público que asistía a estos espectáculos3. Algunos de los

grupos que actuaron en este teatro durante la primera etapa

fueron: “Los Campos”, “Días de Blues”, el “Sexteto

Electrónico Moderno” (SEM). Allí también se presentaron los

LP’s tales como el ya legendario “Ideación”, primer

fonograma del grupo Psiglo y el segundo de Totem, titulado

“Descarga”.

2 Entrevista realizada a Diane Denoir por el equipo de investigación enel Teatro Solís de Montevideo, el 28 de marzo de 2011.3 Al día de hoy Montevideo cuenta con un circuito sumamente escaso delocales acondicionados para tales actuaciones.

Afiche de la presentación del Sexteto Electrónico Moderno en el Teatro Solís, el 9 y 10 de

agosto de 1977 – Archivo CIDDAE, Teatro Solís

Afiche de la presentación de Días de Blues el Teatro Solís, el 20 de diciembre de 1972 –

Archivo CIDDAE, Teatro Solís

Afiche de la presentación de Lito Nebia junto a Huinca, Scream y Días de Blues en el

Teatro Solís, el 18 de junio de 1972 – Archivo CIDDAE, Teatro Solís

En la estética del rock se espera de éstos grupos sepan

manejar los aspectos comerciales con la habilidad

suficiente como para la imagen de “autenticidad” sigan

siendo los primordiales. En relación a esto un hecho

interesante sucedió durante la presentación del LP

“Descarga” del grupo Totem en 1972 cuando, con las entradas

agotadas desde días antes de la función, el grupo decide no

agregar ninguna fecha y crea, de esta forma, una

expectativa en el público que no había tenido paralelos

hasta el momento en el país. La prensa de la época comenta:

“Los administradores, los boleteros y los acomodadores del Solísno se van a olvidar muy fácilmente de lo que sucedió aquella noche

del mes de julio del 72. Hacía rato que en la boletería lucía elclásico: “No hay más localidades”, pero la gente seguíaagolpándose frente a ella, pugnando en vano por cualquierubicación. Los más resignados optaron por quedarse en el hall deentrada y escuchar desde allí lo que se filtrara puertas afuera,confiando en el buen sonido de los equipos de Tótem. Otros másnerviosos no se resignaron a escuchar sin ver y como en los viejostiempos de las matineé de los cines de barrio recurrieron alexpediente de la colada. Cómo lo hicieron es cosa de ellos, locierto es que los acomodadores contaron quinientas personas queingresaron sin exhibir previamente la entrada.” (Anónimo, 1972)

Cambio de escenario: “lugares donde no ir…”

Como hemos visto, dentro de esta primera etapa el escenario

del Teatro Solís validaba la música que allí se presentaba

y a los músicos que la interpretaban. Hasta mediados de los

años 70’ fue el lugar culmine donde tocar para ser

reconocido y para reconocerse como artistas con cierta

trayectoria dentro del ámbito musical local. Esto va a

cambiar radicalmente con la movida que se genera a partir

de la década de 1980. El recinto del Teatro Solís más que

legitimador será despreciado por los nuevos músicos que

aparecieron en la escena del rock en el país, así como por

el público que los seguía. Durante la dictadura militar que

sufre Uruguay entre los años 1972 y 1985, el exilio de

varios músicos que integraron la primera ola, la censura

cada vez más fuerte hacia los contenidos de las letras de

las canciones así como las limitaciones que ejerció la

dictadura para realizar reuniones sociales y la opresión

que ejerció en contra de la rebeldía en todos sus aspectos,

hizo que el movimiento de rock fuera paulatinamente

desapareciendo de la escena musical uruguaya.

Será recién aproximadamente desde 1980 cuando tímidamente

comiencen a reaparecer algunos grupos de rock en Uruguay.

No obstante, esta nueva generación de músicos tendrán una

visión muy distinta de la sociedad en base a las propias

vivencias y al advenimiento de nuevas corrientes musicales

imperantes.

Los profundos cambios socio-políticos y musicales que se

instauran en la sociedad durante la década de 1980 se verán

acompañados por cambios radicales en la música popular,

dominada desde hacía un tiempo por el movimiento punk

(aunque en Uruguay el Canto Popular estaba atravesando su

momento de mayor trascendencia). Este movimiento, generado

a partir de la crisis económica de 1975, llevada a cabo

por jóvenes hijos de la clase obrera londinense, con gran

arraigo en la España post franquista, llega a Uruguay de la

mano de hijos de exiliados españoles con grupos como “La

Polla Records”, “Excorbuto” o “Guerrilla urbana” pero

también de los ingleses “Sex Pistols”, “Ramones” entre

otros. Rápidamente será parte de una nueva forma de

“indisciplina” frente a una sociedad de la que los

adolescentes no se sentían parte y tendrá tal arraigo en el

movimiento de rock uruguayo que podemos decir que al día de

hoy es una característica que nos distingue de otras

manifestaciones musicales similares de la región.

Recién a finales de la dictadura, en 1983, se organiza un

primer festival al aire libre denominado “Rock desde que se

pone el sol”, en el cual se presentaron bandas como

“Desolángeles”, “Ácido” y “Polenta”. A pesar de la apertura

democrática y de la consecuente algarabía que vivía la

sociedad uruguaya en lo que se denominó la “primavera

democrática”, existía un grupo de adolescentes y jóvenes

que no se sentían partícipes de este sentimiento y parecían

no encontrar su propio lugar dentro de la sociedad en que

les tocaba vivir. La temática de esta nueva generación

expresa una gran desolación, oscuridad y un desacuerdo

total con las reglas establecidas.

Uno de los grupos emblemáticos de esta época, “Los

Estómagos”, describían la desesperanza en la canción

“Gritar” donde expresaban:

“la puerta cerrada de mi cuarto / a mi alrededor la oscuridad /sin saber por qué estoy llorando / tengo muchas ganas de gritar /gritar … / la mañana asoma en la ventana / todo vuelve a lanormalidad / el dolor quedó sobre la almohada / pero no las ganasde gritar / gritar …“

O “La Tabaré River Rock Band”4 cuando hace referencia a la

guerra en una visión por demás comprensible, que denota

trauma, soledad y miedo, en su canción “Zona” o la versión

del himno nacional del grupo “Los Traidores” donde

proclaman:

“Uruguayos la patria o la tumba / libertad o con gloria igual vaisa morir / no hay solución Montevideo muere / atrapados en el fondode su propia tumba / es difícil creer que puedan salir / si haysolución ya no está aquí … “5

Pero ya que no es posible hablar acerca de la evolución del

rock sin tener en cuenta los adelantos tecnológicos, los4 Este grupo cambió en reiteradas oportunidades de integrantes y hoy sedenomina “La Tabaré”.5 La letra original del Himno Nacional uruguay dice: “Uruguayos lapatria o la tumba / libertad o con gloria morir / es el voto que elalma pronuncia / y que heroicos sobremos cumplir … “

grupos de rock de los 80’ en Uruguay tenían notorias

limitaciones técnicas debido a una fuerte crisis económica,

las cuales se hacían evidentes a la hora de realizar tanto

grabaciones como presentaciones en vivo que sonaran

medianamente satisfactorias. Esto se agravaba cuando las

presentaciones en vivo se realizaban en conjunto con algun

grupo extranjero, para el cual se contrataba un

equipamiento superior, técnicos especializados y se les

permitía, además, tocar a un volumen más alto.

Esta nueva generación negó de forma implícita la existencia

de herencias musicales más cercanas (la versión del tango

“Cambalache” de Los Estómagos es un ejemplo de esto, pero

también la referencia continua al movimiento punk) a la vez

que mantuvieron una gran convocatoria por parte de los

adolescentes, sobre todo montevideanos, de clase media.

Existieron algunos fanzines que comenzaron a circular,

entre los que se destacan: GAS (generación ausente y

solitaria) y Suicidio Colectivo. Es en este último que

encontramos un artículo titulado: “Lugares donde no ir (no

te equivoques así” en el que se manifiesta de forma expresa

no concurrir, dentro de otros lugares, al Teatro Solís:

“Es bien sabido que esta fuccking city no ofrece casi lugaresdonde depositar nuestros gráciles culos. Como bien dice el poeta“no hay en donde divertirse”.Pero además de estos escasos lugares que cada uno descubra no yusufructúa según se le canten las pelotas, hay lugares a los quede ninguna manera podés frecuentar, ya que corrés el riesgo defenecer bajo el influjo de la estúpida nostalgia montevideanaestilo el programa cómico “Los tres boludos” o de ser liquidadopor algún bárbaro en un frenesí militantista. Por eso esteservicio a la comunidad, de lugar a donde es mejor ni teaparezcas.

(…)Tampoco vayas –obvio es decirlo- al Teatro Solís, donde losfuncionarios público de la Comedia Nacional cumplen su horariomerced al García Lorca. Pero si andás por la zona sí podésarrimarte a la Zabala Muniz, ahí al costado del Solís, donde unamanga de pirados están haciendo “Cuenta un cuento”, que tenés queverla.” (Anónimo, ca. 1985: 18)

Los duros años 70’ se habían encargado de que aquella

primera ola del rock uruguayo, donde ya había coexistido el

crossover con la milonga, el candombe y la bossa nova, se

extinguiera debido al exilio de sus principales figuras.

La mayor parte del cancionero de la resistencia (excepto

Darnauchans, Cabrera y Galemire) se contrapuso a la cultura

rock de forma tal que se alinearon a un explícito

latinoamericanismo. Esto que implicaba que el enemigo fuera

no sólo la dictadura, sino también aquellos elementos

foráneos tales como la guitarra eléctrica, íntimamente

ligada al imperialismo de Estados Unidos.

En esta segunda etapa, el rock en Uruguay va a tener un

pilar fundamental en la figura de Alfonso Carbone,

productor y comunicador que le dará un empuje significativo

a este movimiento gracias a programas televisivos, creación

de revistas dedicadas al género y su participación en

emprendimientos tales como festivales. Gracias a su acción

se editaron 3 discos que son ya clásicos de esta etapa:

“Tango que me hiciste mal”, de los Estómagos, “Montevideo

Agoniza”, de Los Traidores y el compilado “Graffiti” donde

participaron varias de las bandas de la época y que hoy da

lugar a un concurso anual que comenzó siendo sólo para

grupos de rock pero que actualmente se ha extendido a “toda

la música popular uruguaya”.

Existieron además otras dos figuras que serán los

encargados de articular musical e históricamente la

“primera ola” del rock uruguayo con esta segunda

generación, ellos son Jaime Roos y Jorge Nasser.

Acerca de Jaime Roos se pueden resaltar varios aportes,

pero sobre todo los vinculados a la renovación de la

canción urbana y el establecimiento de un puente que unirá

el rock de la predictadura con el pop beatle, la milonga,

el candombe y la murga.

Jorge Nasser por su parte, quien había vivido en la ciudad

de Buenos Aires y había participado dentro del movimiento

de rock como periodista en la revista “Expreso Imaginario”

se presenta en la escena montevideana, junto a Pablo

Faragó, con el grupo Níquel. Este grupo se caracterizará

por entablar un diálogo con el pasado sobre todo a través

de su influencia con el blues y la milonga. Gracias al

aporte de estas tres figuras (Alfonso Carbone, Jaime Roos y

Jorge Nasser) es que hoy se entiende, por ejemplo, la

versión que hacen Los Traidores en su último disco

“Primaver digital”6 de la canción “El hombre de la calle” de

Jaime Roos la cual, aunque tardía, sirve de reconocimiento.

A pesar de la desvalorización que el teatro había adquirido

para la presentación de este género, en 1991 Níquel

organiza un concierto titulado “De Memoria”. Este concierto

pretendió ser un “homenaje al rock uruguayo”, con invitados6 Koala Records, 2002.

tales como “Luis Cesio (ex Psiglo) y Jorge Graf (ex Días de

Blues) y con la presencia, por primera vez en el país, de

una murga en el escenario (Contrafarsa). Por otra parte la

foto de portada del programa de mano con el grupo señalando

el frente del Teatro así como la sonrisa dibujada en los

rostros de los integrantes de Níquel refuerzan la idea de

“volver al Solís”.

El texto que acompaña al programa de mano señala la

presencia de un pasado estático e impenetrable que no

admite lazos con el futuro, frente a un presente y futuro

dinámicos y cambiantes. El Rock and roll como música

mutante y como patrimonio de cada generación. La idea de

“Inconsciente colectivo” como un guiño hacia la canción

homónima de Charly García presentada por primera vez en el

Luna Park de Buenos Aires por Serú Giran en 1980 y grabada

en 1982 en el disco Yendo de la cama al living; y versionada ese

mismo año por Mercedes Sosa.

Este homenaje fue, sobre todo, un acto creativo a la vez

que una experiencia de escucha, elaborada sobre temas y

artistas que, a pesar de haber sido dejadas de lado por la

segunda generación rockera, fueron referente ineludible

para estos músicos.

La vuelta del rock al Solís:

Como ya he señalado, los últimos gobiernos municipales han

manejado algunos aspectos culturales de forma más

democrática, lo cual se puede rastrear en algunos hechos en

relación al Solís. La última remodelación del edificio

(terminada en 2004) se basó en una nueva concepción

arquitectónica, donde todos los espectadores entran por la

puerta principal y no por puertas laterales o principales

de acuerdo a la entrada que se hubiera adquirido. Además,

la programación del teatro y de la Orquesta Filarmónica de

Montevideo se ha renovado y ha venido construyendo otro

tipo de relación con la música popular. Espectáculos como

los “MP3” donde se incluyen tangos, murga y candombe son un

ejemplo de esto.

Esta nueva apropiación de este espacio así como cambios

socio-culturales, han dado lugar a una vuelta del rock al

Solís como legitimador, tal como lo había sido en los

comienzos de este movimiento en Uruguay. En los últimos

años hemos visto una apertura hacia la música popular en

general y el teatro ha adquirido una visibilidad que

carecía antes de su remodelación.

De esta última etapa se destacan las actuaciones de la

Orquesta Filarmónica de Montevideo junto con el grupo “La

Triple Nelson” (2011), los cuales se presentaron en este

escenario luego de realizar una gira por algunos de los

balnearios más importantes de la costa uruguaya. Por otra

parte, la presentación de “La Tabaré” con un espectáculo

que mezclaba lo musical con lo teatral, titulado “La

micción” (2009) y la presentación en formato acústico de

“Los Traidores” (2012), son vueltas al Solís de grupos

emblemáticos del rock post dictadura que años atrás habían

renegado de este espacio.

Programa de mano de la pesentación de “La Triple Nelson” en el Teatro Solís, junto con la

Orquesta Filarmónica de Montevideo, el 3 y 15 de febrero de 2011. Archivo CIDDAE, Teatro

Solís

Programas de mano de la pesentación de “La Triple Nelson” en el Teatro Solís, junto con

la Orquesta Filarmónica de Montevideo, el 3 y 15 de febrero de 2011. Archivo CIDDAE,

Teatro Solís

BIBLIOGRAFÍA:

Anónimo, ca. 1985 - “Lugares donde no ir (no te equivoques

así)”. Suicidio Colectivo. pp. 18. Montevideo.

Anónimo, 1972 - “Totem. Historias de un disco y un

recital”. HIT – Primera publicación uruguaya de la música y el disco.

Agosto de 1972.

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