El poblamiento en el valle del Asón durante la Prehistoria: la cueva del Aspio (Ruesga,...

9
Férvedes Vilalba (Lugo) Número 8 Año 2015 Pp.: 133 - 141 ISSN 1134-6787 Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141 EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA: LA CUEVA DEL ASPIO (RUESGA, CANTABRIA). SETTLEMENT IN THE ASON VALLEY DURING THE PREHISTORY: EL ASPIO CAVE (RUESGA, CANTABRIA). Rafael BOLADO del CASTILLO Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected] Miriam CUBAS Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected] Jesús TAPIA Sociedad de Ciencias Aranzadi [email protected] Esteban ÁLVAREZ-FERNÁNDEZ Universidad de Salamanca [email protected] Marián CUETO Universitat Autónoma de Barcelona [email protected] Carlos DUARTE Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected] Diego GÁRATE Arkeologi Museoa [email protected] Enrique GUTIÉRREZ-CUENCA Proyecto Mauranus [email protected] Miguel GUTIÉRREZ-MEDINA Universidad de Cantabria [email protected] José Ángel HIERRO GÁRATE Proyecto Mauranus [email protected] César LAPLANA Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid [email protected] Inés L. LÓPEZ-DÓRIGA Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos, Universidade do Porto [email protected] Paloma UZQUIANO UNED [email protected] RESUMEN Desde el año 2013 se viene desarrollando el Proyecto de Intervención Arqueológica en la cueva del Aspio (Ruesga, Cantabria) que ha permitido documentar distintos momentos de ocupación y que ha contribui- do a abordar su correlación con el poblamiento del marco geográfico del valle del Asón. Las primeras referen- cias sobre la cavidad se produjeron en la década de 1960, a las que se añadió posteriormente el reconocimien- to de distintos depósitos arqueológicos; sin embargo, la inexistencia de una intervención arqueológica siste- mática impidió individualizar la naturaleza de las ocupaciones en la cavidad. En este trabajo presentamos los estudios que actualmente se están desarrollando con el objetivo de conocer y documentar la secuencia estrati- gráfica, su dinámica de formación y analizar de forma exhaustiva las características de su depósito. ABSTRACT Since 2013 the Archaeological project of El Aspio (Ruesga, Cantabria) has been developing with the aim of record the different levels of occupation of the cave and to contribute to the study of the settlement pat- terns in the geographical background of the Ason valley. The first references about the cave dated in the 1960s, after that some references about the archaeological deposits should be added; however the lack of a systematic archaeological intervention have not allowed to identify the different occupations of the cave. In this paper we present the activities that we are developing at that moment in the cave in order to record the stratigraphic sequence, to analyze the dynamic of formation and the characteristics of the deposits. Palabras Clave: Región cantábrica, Prehistoria Reciente, Edad del Hierro, Paleolítico. Keywords: Cantabrian region, Recent Prehistory, Iron Age, Paleolithic. 1.- INTRODUCCIÓN. El valle del Asón constituye uno de los entor- nos geográficos con mayor densidad de yacimien- tos arqueológicos en Cantabria. La larga trayectoria de investigación desarrollada en esta región ha permitido documentar las ocupaciones y perfilar el patrón de poblamiento en distintos momentos de la Prehistoria (García-Moreno, A. 2008; González- Morales, M., et al., 1992; Straus, L., González-

Transcript of El poblamiento en el valle del Asón durante la Prehistoria: la cueva del Aspio (Ruesga,...

Férvedes Vilalba (Lugo) Número 8 Año 2015 Pp.: 133 - 141 ISSN 1134-6787

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA:

LA CUEVA DEL ASPIO (RUESGA, CANTABRIA).

SETTLEMENT IN THE ASON VALLEY DURING THE PREHISTORY: EL ASPIO CAVE (RUESGA, CANTABRIA).

Rafael BOLADO del CASTILLO Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected]

Miriam CUBAS Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected]

Jesús TAPIA Sociedad de Ciencias Aranzadi [email protected]

Esteban ÁLVAREZ-FERNÁNDEZ Universidad de Salamanca [email protected]

Marián CUETO Universitat Autónoma de Barcelona [email protected]

Carlos DUARTE Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, Universidad de Cantabria [email protected]

Diego GÁRATE Arkeologi Museoa [email protected]

Enrique GUTIÉRREZ-CUENCA Proyecto Mauranus [email protected]

Miguel GUTIÉRREZ-MEDINA Universidad de Cantabria [email protected]

José Ángel HIERRO GÁRATE Proyecto Mauranus [email protected]

César LAPLANA Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid [email protected]

Inés L. LÓPEZ-DÓRIGA Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos, Universidade do Porto [email protected]

Paloma UZQUIANO UNED [email protected]

RESUMEN

Desde el año 2013 se viene desarrollando el Proyecto de Intervención Arqueológica en la cueva del

Aspio (Ruesga, Cantabria) que ha permitido documentar distintos momentos de ocupación y que ha contribui-do a abordar su correlación con el poblamiento del marco geográfico del valle del Asón. Las primeras referen-cias sobre la cavidad se produjeron en la década de 1960, a las que se añadió posteriormente el reconocimien-to de distintos depósitos arqueológicos; sin embargo, la inexistencia de una intervención arqueológica siste-mática impidió individualizar la naturaleza de las ocupaciones en la cavidad. En este trabajo presentamos los estudios que actualmente se están desarrollando con el objetivo de conocer y documentar la secuencia estrati-gráfica, su dinámica de formación y analizar de forma exhaustiva las características de su depósito.

ABSTRACT

Since 2013 the Archaeological project of El Aspio (Ruesga, Cantabria) has been developing with the

aim of record the different levels of occupation of the cave and to contribute to the study of the settlement pat-terns in the geographical background of the Ason valley. The first references about the cave dated in the 1960s, after that some references about the archaeological deposits should be added; however the lack of a systematic archaeological intervention have not allowed to identify the different occupations of the cave. In this paper we present the activities that we are developing at that moment in the cave in order to record the stratigraphic sequence, to analyze the dynamic of formation and the characteristics of the deposits.

Palabras Clave: Región cantábrica, Prehistoria Reciente, Edad del Hierro, Paleolítico. Keywords: Cantabrian region, Recent Prehistory, Iron Age, Paleolithic.

1.- INTRODUCCIÓN.

El valle del Asón constituye uno de los entor-

nos geográficos con mayor densidad de yacimien-tos arqueológicos en Cantabria. La larga trayectoria

de investigación desarrollada en esta región ha permitido documentar las ocupaciones y perfilar el patrón de poblamiento en distintos momentos de la Prehistoria (García-Moreno, A. 2008; González-Morales, M., et al., 1992; Straus, L., González-

134 R. BOLADO DEL CASTILLO, ET AL.

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

Morales, M., 2012; García-Moreno, A., Fano, M. A., 2011; Ruiz, J., Muñoz, E., 2007; 2008; 2009). La cueva del Aspio se sitúa en la margen derecha del valle medio del río Asón, en una zona altamente carstificada. La cueva está formada en las calizas del Aptiense y Albiense inferior, de la Formación Calizas de Ramales (Ramírez, J., et al., 1978; Gar-cía, J., 2008). Se encuentra en el flanco septentrio-nal del anticlinal de Ancillo, de dirección ONO-ESE, que está limitado al norte por la falla de Ra-males o Arredondo, con dirección ONO-ESE, que se ha considerado una prolongación oriental de la falla de Cabuérniga.

La cavidad se sitúa en las proximidades del pueblo de Vegacorredor (UTM X: 459.254; Y: 4.789.993; altitud: 315 m), en la sierra del Hornijo y constituye una cueva de grandes dimensiones. El primer tramo de galería alcanza 150 metros de lon-gitud por 45 de ancho y 12 de alto.

Las primeras noticias proceden del Grupo de Exploraciones Subterráneas del Club Montañés de Barcelona (G.E.S) que exploró los primeros 400 metros en 1961. Posteriormente, se tiene constancia de la realización de una visita por parte del Grupo Juvenil de Espeleología (G.J.E.) de la Organización Juvenil Española (O.J.E.) y por la Asociación Espe-leológica Ramaliega (A.E.R.) en el año 1963. Fi-nalmente, la exploración completa de la parte hoy conocida se realizó en 1964 por el A.E.R. y el G.E.S. (Anónimo, 1964; Mugnier, C.L., 1969). La primera referencia conocida sobre la existencia de materiales arqueológicos, concretamente cerámica prehistórica, se retrotrae al año 1980 (Moral, J.M., 1980-81).

Según se expone en la bibliografía disponible (Serna, A., et al., 1994) la cavidad fue utilizada en repetidas ocasiones por los miembros de la O.J.E. como zona para la realización de torneos contrarre-

Fig.: 1. A.- Localización de la Cueva del Aspio. B.- Topografía general de la cavidad (Serna, et al., 1994).

135 EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA: LA CUEVA DEL ASPIO...

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

loj, lo que posiblemente haya alterado el grado de fragmentación y la dispersión de los materiales ar-queológicos en superficie.

En la década de 1990 el Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistóri-ca (C.A.E.A.P.) y el A.E.R. realizaron una recogida de los materiales documentados en superficie e identificaron una serie de paneles con motivos grá-ficos que relacionaron con el arte esquemático abs-tracto (Serna, A., et al., 1994). Como resultado de esta intervención, se distinguieron cinco zonas o depósitos arqueológicos (Serna, A., et al., 1994) (Fig.: 1):

A. El vestíbulo, donde se documentaron un

elevado número de elementos en sílex, restos de fauna y materiales cerámicos rea-lizados a mano y a torno. La cronología del depósito se situó entre el Epipaleolítico y época medieval.

B. Depósito 1. Se sitúa al fondo del vestíbulo, a 60 metros de la boca, y en él se registra-ron restos de fauna, varios fragmentos ce-rámicos a mano con decoración plástica, posiblemente pertenecientes a una orza y algunos fragmentos de una vasija con ca-rena. La pieza carenada revela algún tipo de actividad durante la Prehistoria recien-te, posiblemente en la Edad del Bronce, mientras que los restos de orza se adscri-bieron entre el Calcolítico y la Romaniza-ción.

Fig.: 2. Vasija celtibérica documentada en la cueva del Aspio (Fotografía: Museo de Prehistoria y Arqueología de Canta-bria).

C. Depósito 2. Situado a 80 metros de la bo-

ca, está constituido por una acumulación de bloques pétreos y numerosos restos ce-rámicos y óseos. La tipología de los mate-riales recuperados (ollas de perfil en S) llevó a adscribir este depósito a la Segun-da Edad del Hierro o a época indígena-romana.

D. Depósito 3. Se sitúa a 120 metros de la bo-ca de la cueva, disperso por un área de unos 40 m2 y se definió a partir del regis-tro de varias vasijas a mano casi comple-tas, una vasija “tardoceltibérica” pintada (Fig.: 2) y un conjunto de ocho peines de madera de telar. También se identificaron diversos objetos metálicos, como unas pinzas de hierro, clasificadas como de he-rrero (Serna, A., et al., 1994), y la hoja de un puñal (Smith, P., Muñoz, E., 2010). Los objetos recuperados en esta zona se enmarcan en la Segunda Edad del Hierro.

E. Pinturas. Se reconocieron cinco paneles de trazos negros carbonosos que se relaciona-ron con el denominado arte esquemático-abstracto y al que se le asignó una crono-logía entre la Segunda Edad del Hierro y la Romanización.

2.- EL PROYECTO DE INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA CUEVA DEL ASPIO. La prospección realizada en la década de 1990

(Serna, A., et al., 1994) permitió reconocer la im-portancia y el carácter de los materiales superficia-les existentes en la cavidad. Por ello desde el año 2013 planteamos la realización de un proyecto de intervención arqueológica centrado fundamental-mente en dos ejes; por un lado, en la conservación del depósito arqueológico y, por el otro, en la in-vestigación de las ocupaciones de la cavidad me-diante un estudio exhaustivo de los materiales pro-cedentes tanto de los contextos superficiales como de los recuperados en estratigrafía.

En función de ello, se planteó una serie de ob-jetivos:

- Determinar las distintas ocupaciones que

han tenido lugar en la cavidad. - Documentar y georreferenciar los materiales

superficiales con la finalidad de identificar las zonas de mayor densidad.

- Registrar las manifestaciones parietales de la cavidad.

- Identificar los aspectos geológicos que han influido en la formación y conservación de los depósitos arqueológicos.

3.- METODOLOGÍA DE LA ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA. Con el fin de alcanzar los objetivos plantea-

dos, se desarrolló una propuesta metodológica arti-culada en distintas fases.

La primera de ellas se centró en la realización de una prospección intensiva para localizar y geo-

136 R. BOLADO DEL CASTILLO, ET AL.

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

rreferenciar todos los hallazgos superficiales en el primer tramo de la cavidad. A partir de los datos obtenidos se procedió a la realización de un mapa de dispersión de los hallazgos que ha constituido la base para seleccionar el emplazamiento de algunos de los sondeos arqueológicos.

En la segunda fase, se planteó la realización de una serie de sondeos en las zonas de mayor inte-rés arqueológico con la finalidad de documentar la secuencia estratigráfica del yacimiento. El empla-zamiento de estos sondeos se ha establecido a partir de las informaciones publicadas (Serna, A., et al., 1994) y de los resultados obtenidos en la prospec-ción superficial. La excavación se realizó de mane-ra manual, siguiendo los buzamientos observados en las distintas unidades estratigráficas que fueron convenientemente descritas y documentadas gráfi-camente (fotografía y planimetría). Los objetos ar-queológicos (restos líticos, cerámica, fauna, me-tal,..) fueron georreferenciados e individualizados durante la intervención. Se procedió a la flotación de todo el sedimento procedente de las unidades es-tratigráficas con material arqueológico, mientras que el resto fue cribado en seco en la propia cavi-dad.

La tercera fase de intervención se centró en el estudio del arte parietal, para lo cual se llevó a cabo una prospección sistemática de las paredes y de los techos, la documentación arqueométrica y la cata-logación de las unidades gráficas, compositivas y topográficas, su documentación fotográfica digital, la restitución gráfica del repertorio parietal median-te el tratamiento digital de las imágenes, la evalua-ción del repertorio gráfico y el diagnóstico de su es-tado de conservación.

Por último, el análisis estructural de la cavi-dad, se ha basado en el estudio de la naturaleza y orientación de las diferentes discontinuidades pre-sentes en el interior y el exterior de la cueva, con la finalidad de identificar cuáles han influido en su desarrollo.

Con este planteamiento metodológico se ha pretendido dar un enfoque integral a la intervención en la cueva del Aspio abarcando los aspectos de mayor interés arqueológico.

4.- PROSPECCIÓN SUPERFICIAL. La prospección superficial llevada a cabo du-

rante el año 2013 se realizó de manera intensiva en toda la superficie de la cavidad registrando todos los objetos visibles. Durante las labores de prospec-ción, se optó por una recogida de todos los restos de carácter abiótico (cerámica, lítico, metal,…) descartándose el levantamiento de aquéllos de natu-raleza orgánica (restos faunísticos, madera,…), da-da la dificultad de discernir los restos actuales de aquéllos depositados con anterioridad.

La prospección supuso la documentación de

un total de 210 restos clasificados en distintas cate-gorías (Tab.: 1).

Tipo de resto NR %

Metales 19 9,05

Cerámica 110 52,37

Industria lítica 80 38,10

Otros 1 0,48

Total 210 100,00

Tab.: 1. Número de restos registrados en la prospección su-perficial, según categoría.

Como se puede observar en la tabla, destaca la

documentación de material cerámico que se encon-traba disperso por toda la superficie de la cavidad, exceptuando alguna pequeña concentración consti-tuida por cerámicas realizadas a mano.

La industria lítica representa el 38,1% del ma-terial recuperado. Al contrario de lo expuesto en el caso de la cerámica, los restos líticos sí reflejan un área de concentración restringida a la zona del ves-tíbulo de la cavidad. En general, se trata de restos de industria lítica en sílex entre los que se han iden-tificado tanto útiles como restos de talla.

Por último, los restos metálicos (9,05%) no se localizaron agrupados en una única zona, sino que constituyen pequeñas ocultaciones en las que se identifican varios tipos de elementos metálicos.

Los resultados obtenidos en la prospección fueron tenidos en cuenta a la hora de plantear los sondeos realizados durante la campaña de 2013 y 2014, como se expondrá posteriormente.

5.- SONDEOS ARQUEOLÓGICOS.

Sondeo 1 (campaña de 2013). Se situó al pie del cono de derrubios de la en-

trada, aproximadamente a unos 20 metros en línea recta de la actual visera de la cavidad (Fig.: 3). Se procedió a realizar manualmente un sondeo de 1x1 metros siguiendo el orden natural y el buzamiento de los estratos. Dada la potencia y homogeneidad de las unidades estratigráficas, se procedió a subdi-vidirlas en tallas artificiales de 10-15 cm para pre-cisar con mayor resolución la procedencia de los materiales arqueológicos. Esto ha supuesto la exca-vación de un total de 8 tallas artificiales que se agrupan en cuatro unidades estratigráficas diferen-tes: UEs 100, 101, 102 y 103.

UE 100 (talla 1). Se trata de una unidad estra-tigráfica compuesta por clastos de caliza sueltos, de tamaño medio-pequeño, con una escasa densidad de matriz sedimentaria de textura suelta. En esta UE se han documentado restos de carbón, madera y fragmentos de hueso.

UE 101 (tallas 2, 3 y 4). Se define como una unidad sedimentaria grisácea sin buzamiento apa-

137 EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA: LA CUEVA DEL ASPIO...

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

rente y con intercalaciones de bolsadas amarillen-tas. La matriz es de fracción arcillosa y presenta una elevada densidad de clastos angulosos y hete-rométricos de caliza. Estos clastos son similares a los que se observan por toda la superficie de la cue-va. En la talla 3, se ha observado la concreción de algunos de estos bloques que, hacia la base de la UE (talla 4), van adquiriendo mayor tamaño. Se han registrado algunos fragmentos de cerámica, hueso, restos líticos, caracoles terrestres, moluscos marinos y fragmentos de carbón; aunque, en gene-ral, la densidad de material arqueológico es muy baja.

UE 102 (tallas 5, 6 y 7). Esta unidad estrati-gráfica carece de fracción sedimentaria fina y está compuesta por bloques de tamaño mediano y gran-de costrificados, formando una trama hueca con abundantes intersticios. Esta densidad de bloques es especialmente importante hacia la parte media de la UE (talla 6) en la que aparecen completamente re-cubiertos y soldados entre sí por coladas estalagmí-ticas. En el extremo oeste, hacia la parte media de la UE, se identificó en un intersticio entre bloques una pequeña concentración de restos de fauna.

UE 103 (talla 8). El techo de la UE 103 viene marcado por la existencia de bloques de caliza aplanados recubiertos por concreción estalagmítica, con algunas bolsadas de cascajo procedente de la alteración de los bloques. Se han identificado algu-nos restos de fauna aislados con evidentes marcas de procesado. Tras finalizar la talla 8 se decidió abandonar el sondeo debido a la presencia de gran-des bloques, de modo que no se ha alcanzado la ba-se de la UE 103.

Sondeo 2 (campañas 2013-2014).

Se planteó a 120 metros en línea recta de la actual visera de la cavidad, en el conocido como “Depósito 3” a través de la bibliografía (Serna, A., et al., 1994), concretamente en la zona donde se

habían documentado las “pinzas de herrero” y el puñal. El sondeo 2, de actualmente 3x4 metros ex-cavados, se encontraba totalmente cubierto por blo-ques de caliza procedentes del vuelco de las pare-des de la cavidad.

El depósito arqueológico en esta zona está formado por las siguientes unidades estratigráficas:

UE 1000. Está constituida por abundantes bloques y cantos de caliza que cubren al material arqueológico, aunque este último también se locali-za en los intersticios entre clastos. Esta unidad se-dimentaria no presenta matriz fina y su extensión es homogénea en todo el área de excavación, cubrien-do a la UE 1001 y 1002.

UE 1001. Se trata de una unidad sedimentaria de matriz arcillosa, de color marrón y estéril desde el punto de vista arqueológico.

UE 1002. La unidad estratigráfica presenta una coloración negra, compuesta en su mayoría por restos orgánicos carbonizados (madera y carporres-tos) con abundantes restos arqueológicos entre los que se han recuperado un importante conjunto ce-rámico, objetos metálicos (hoja de puñal, una hoz, …) y algunos restos de fauna.

UE 1003. Se trata de una unidad sedimentaria de matriz arcillosa y coloración amarillenta, estéril desde el punto de vista arqueológico. Esta UE esta-ba cubierta por la 1001 y 1002.

UE 1004. La UE está compuesta por calizas de pequeño tamaño mezcladas con carporrestos carbonizados y algunos fragmentos cerámicos.

UE 1005. Esta unidad estratigráfica aglutina distintas concentraciones dispersas de carporrestos sin carbonizar, en una matriz de escasas calizas de pequeño tamaño y con fragmentos aislados de ce-rámica.

Todo el sedimento de las unidades estratigrá-ficas 1002, 1004 y 1005 ha sido flotado y es de es-pecial interés debido a la elevada presencia de ma-crorrestos vegetales.

Fig.: 3. Topografía del primer tramo de la cavidad con la localización de los sondeos arqueológicos.

138 R. BOLADO DEL CASTILLO, ET AL.

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

El conjunto arqueológico recuperado, actual-mente en proceso de estudio, se caracteriza por la abundante presencia de cerámica reductora a mano que parece corresponderse con recipientes de gran-des dimensiones. De manera aislada, también se han podido documentar algunos fragmentos de ce-rámica oxidante a torno con decoración pintada.

Sondeo 3 (campaña 2014).

El sondeo 3, de 2x1 metros, se ha situado en la parte septentrional de la cavidad, en una de las zonas con mayor concentración de materiales ar-queológicos registrados en superficie. La secuencia documentada, hasta el momento, está constituida por las siguientes unidades estratigráficas:

UE 3001 (=UE 3007). La unidad sedimentaria superficial está constituida por una acumulación de pequeños cantos y restos orgánicos actuales. Se ex-tiende de forma discontinua por los 2 m2 del son-deo.

UE 3002. Al igual que la anterior, constituye una unidad superficial formada por pequeños depó-sitos arenoso-arcillosos que rellenan las depresio-nes formadas en la costra estalagmítica infrapuesta (UE 3003). Esta unidad se restringe espacialmente a la mitad norte del sondeo (cuadro B).

UE 3003. Esta unidad sedimentaria se sitúa por debajo de las UEs 3001 y 3002 en el sector nor-te del sondeo (cuadro B). Está constituida por una costra estalagmítica que ocupa todo el sector. Du-rante la excavación de la colada se han identificado restos de fauna costrificada que reflejan la intensi-dad de los procesos postdeposicionales que afecta-ron a esta zona de la cavidad. En su zona basal, se observó un mayor número de bloques cementados con carbonato cálcico, marcando una transición gradual hacia la unidad infrayacente. Esta modifi-cación sedimentaria está acompañada de un aumen-to en el número de restos de fauna y de matriz te-rrígena.

UE 3004. La unidad sedimentaria está com-puesta por cantos angulosos de caliza de tamaño centimétrico-decimétrico cementados por carbonato cálcico. Se trata de una UE irregular en la que apa-recen concrecionados grandes bloques de caliza con bolsadas más oscuras, limoso-arcillosas y de textu-ra suelta intercaladas entre intersticios. Espacial-mente esta unidad sedimentaria se restringía ini-cialmente al sector norte (cuadro B), donde se do-cumentó por debajo de la UE 3003. Su prolonga-ción hacia el extremo NE del cuadro A se observó una vez retirada la unidad superficial en este área (UE 3007). Toda la UE se ha visto afectada por una intensa actividad hídrica, provocando la precipita-ción de carbonato cálcico. Atendiendo al material arqueológico, se observa un aumento en el número de restos, especialmente los faunísticos, y una ma-yor riqueza en restos industriales, mayoritariamente industria lítica realizada en sílex.

UE 3005. Se trata de una UE de color negro,

con una elevada cantidad de cantos angulosos de tamaño centimétrico y abundante material arqueo-lógico. La UE 3005 se localiza espacialmente en la banda E del cuadro B y está cubierta por la UE 3004, mientras que en el cuadro A se identificó de-bajo la UE 3007 y en contacto lateral con la UE 3004 en el extremo NO del cuadro.

La base de la estratigrafía registrada durante la campaña de 2014 está constituida por las UEs 3006 y 3008, que se encuentran delimitadas en contacto lateral aunque aún desconocemos la relación entre ambas unidades sedimentarias. La primera de ellas, de tonalidad amarillenta, está constituida por blo-ques angulosos de caliza concrecionados y de ta-maño decimétrico. Está cubierta por la UE 3005 y se encuentra actualmente en proceso de excavación. La UE 3008se extiende prácticamente por todo el cuadro A y se caracteriza por un sedimento limoso-arcilloso de coloración oscura con presencia de pe-queños bloques angulosos de caliza de tamaño de-cimétrico y centimétrico.

6.- ESTUDIO DE LA ACTIVIDAD GRÁFICA PARIETAL. La actividad gráfica documentada en la cueva

del Aspio se agrupa en 5 paneles situados a unos 175 metros de la entrada, formados por marcas ne-gras aplicadas mediante carbón creando motivos no figurativos. Una descripción previa y su asignación cronológica la ha relacionado con en el denomina-do arte Esquemático-abstracto (Serna, A., et al., 1994).

Durante la campaña de 2013 y como parte del reestudio integral de la cavidad, se procedió a la lo-calización de los paneles publicados y, por otro, se identificaron nuevas evidencias que habían perma-necido inéditas hasta el momento. Se han identifi-cado cuatro agrupaciones de unidades gráficas:

A. La primera de ellas se sitúa a 40 m de la

actual visera y sobre una banqueta de unos 100 cm de ancho y 4 m desarrollo. Se identificó una mancha roja difuminada, con una línea más nítida de 6x2cm. Esta unidad gráfica se encuentra cubierta por calcita y por microorganismos y se asocia a micro-restos de carbón (Fig.: 4.A).

B. Entre los 50 y 100 m de profundidad la pa-red continúa lisa y vertical, con menos mi-croorganismos y con afloramientos natura-les de óxido de hierro. En esta zona, se ha identificado media docena de tizonazos carbonosos. Los últimos son 4 grupos de pequeños trazos, dos de ellos alineados (Fig.: 4.B).

C. Al fondo de la galería principal, un caos de bloques de gran tamaño desfigura la mor-fología de la cueva y su desarrollo interno.

139 EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA: LA CUEVA DEL ASPIO...

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

Sobre varios de estos bloques se localizan las pinturas negras publicadas, además de otras unidades nuevas similares (Fig.: 4.C).

D. Por último, sobre un bloque inclinado y apoyado sobre el suelo de la cavidad, de unos 6x2 m, se observa una serie de líneas grabadas finas y parcialmente cubiertas por formaciones calcíticas de cierto gro-sor. Los surcos presentan perfiles en “V” y en un caso son múltiples. Se llegan a indi-vidualizar 5 trazos sucesivos sobre el blo-que (Fig.: 4.D).

La pared derecha de la cavidad presenta unas

condiciones muy adversas para la conservación de motivos parietales. Al contrario que en la pared iz-quierda, en ella la circulación hídrica es constante y se observa la formación activa de finas capas de calcita. La prospección no ha permitido localizar ninguna evidencia gráfica en esta zona.

En todo caso, el conjunto resulta muy discreto y de difícil atribución. Las condiciones de exposi-ción y meteorización de los soportes próximos a la entrada hacen prácticamente imposible la conserva-ción de cualquier motivo de cronología antigua. Claro ejemplo es la mancha roja localizada en la pared izquierda, prácticamente desaparecida por lí-quenes y coladas de calcita. Al fondo de la cavidad, los grabados identificados sobre un bloque tampoco son diagnósticos y solamente las costras de calcita

que los recubren permiten otorgarles cierta antigüe-dad. El conjunto de motivos en negro se compone en su mayoría de tizonazos cuya autoría puede estar relacionada con las diversas incursiones en la cavi-dad atestiguadas por los materiales arqueológicos recuperados en su interior. Solamente uno de los motivos presenta un trazado intencional evidente, creando una serie de formas difíciles de interpretar.

7.- ANÁLISIS ESTRUCTURAL. La cueva del Aspio en planta presenta una

longitud aproximada de uno 700 m, con una orien-tación aproximada NO-SE, aunque su trazado se puede subdividir en tramos con diferentes orienta-ciones tales como E-O, ONO-ESE y NNO-SSE. Hasta el momento, se han estudiado únicamente las discontinuidades presentes en los primeros 120 me-tros de la cueva desde su entrada, debido a que es la zona donde han aparecido los restos arqueológicos.

Las discontinuidades presentes en la cavidad son principalmente de dos tipos:

Planos de estratificación.

La cueva se encuentra desarrollada en el flan-co septentrional del Anticlinal de Ancillo, de direc-ción ONO-ESE, de este modo los planos de estrati-ficación se encuentran buzando ligeramente hacia el norte, con una orientación media aproximada de 350/17.

Fig.: 4. A.- Banqueta con motivo pintado en rojo extremadamente perdido. B.- Tizonazos del segundo tramo de la pared derecha. C.- Motivos en negro del tramo final de la galería principal. D.- Líneas grabadas sobre bloque.

140 R. BOLADO DEL CASTILLO, ET AL.

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

Planos de diaclasado. Se han reconocido principalmente dos fami-

lias (D1 y D2) con orientaciones diferentes. La do-minante y más importante, es la familia de diacla-sado D1 que presenta una orientación media apro-ximada de 177/69, siendo sub-paralela tanto al eje del anticlinal de Ancillo, como al trazado de la falla de Arredondo. La segunda familia de diaclasas (D2) presenta una orientación media de 113/90.

Los primeros 120 m de desarrollo de la cavi-dad muestran una fuerte relación entre su geometría y las discontinuidades presentes. En general se ob-serva que tanto el suelo como el techo de la cavidad corresponden a planos de estratificación de las cali-zas y que sus límites septentrional y meridional co-rresponden a planos de la familia D1 de las diacla-sas.

El límite meridional de la cueva corresponde prácticamente de manera continua a planos de la familia del diaclasado principal, la familia D1. La orientación de las diaclasas de D1, que buzan unos 70 grados hacia el sur, hace que esta pared meri-dional se encuentre desplomada y sea propensa a sufrir vuelcos. En esta pared apenas se han encon-trado espeleotemas, únicamente alguna pequeña es-talactita que surge de la intersección entre el plano de fractura de la pared y el muro del estrato que forma el techo de la cueva.

El límite septentrional de la cueva correspon-de igualmente a una superficie de fractura de la fa-milia D1. Sin embargo, al contrario que el límite meridional donde apenas aparecen espeleotemas, la pared septentrional presenta filtraciones de agua y está completamente tapizada por varias coladas de carbonato. La orientación de los planos de fractura D1, buzando unos 70 grados hacia el sur, hace que esta pared de la cueva sea estable y no sufra ningún vuelco, por lo tanto el carbonato que va precipitan-do sobre la pared produce la formación de densas coladas estalagmíticas.

El desarrollo de esta parte de la cueva en una dirección principal E-O, se debe a que esa es la di-rección de intersección entre los dos planos de dis-continuidades principales, la estratificación con un buzamiento de 350/17 y el diaclasado D1 con bu-zamiento 177/69.

8.- CRONOLOGÍA DEL DEPÓSITO. En la actualidad se dispone de tres dataciones

absolutas que reflejan distintas momento de ocupa-ción de la cavidad (Tab.: 2).

Las dataciones obtenidas sitúan el depósito identificado en el sondeo 2 entre mediados del siglo I cal BC y mediados del siglo I cal AC. Estas data-ciones son coherentes con la tipología de los mate-riales identificados durante la intervención arqueo-lógica y con los recogidos en las intervenciones an-teriores (Serna, A., et al., 1994). El depósito se puede adscribir, por tanto, a la II Edad del Hierro aunque por el momento, y a falta de un estudio pormenorizado del material arqueológico, no se puede precisar su funcionalidad.

Por su parte, la muestra de un hueso de Cer-vus elaphus se obtuvo en la base de la costra (UE 3003) localizada en el sector norte del sondeo 3. La estimación cronológica nos sitúa la deposición del conjunto arqueológico de esta unidad estratigráfica entre el 14080 y el 13760 cal BP, aunque no debe-mos olvidar que el depósito ha estado gravemente afectado por alteraciones postdeposicionales que han configurado sus características actuales. La da-tación radiocarbónica nos permite situar la parte superior del depósito arqueológico en el Magdale-niense Superior.

9.- LA CUEVA DEL ASPIO: CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LA PREHISTORIA DEL VALLE DEL ASÓN. Tal y como se comentó anteriormente, el valle

del Asón constituye una de las áreas con mayor densidad de yacimientos arqueológicos de la zona centro de la región cantábrica. En ella a los yaci-mientos clásicos como la cueva del Mirón, Covala-nas, Cullalvera, La Luz o El Horno se deben añadir las referencias sobre otros contextos arqueológicos menos conocidos (Coventosa, El Ánfora, el Abrigo Rojo) adscritos a distintas cronologías. En total, el Inventario Arqueológico de Cantabria (INVAC. Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Go-bierno de Cantabria) recoge 384 localizaciones ar-queológicas en la unidad geomorfológica del valle del Asón.

Sondeo UE Método Muestra Ref. Lab. dC13 Datación BP Calibración (intervalo 2σ)

cal BC/cal AD

2 1002 C14 AMS Semilla

(Setaria italica) Poz-59160 -10,9 2020±30 107 cal BC-59 cal AD

2 1002 C14 AMS Semilla

(Triticum spelta) Poz-59161 -17,3 1985±30 47 cal BC-74 cal AD

3 3003 C14 AMS Hueso

(Cervus elaphus) Poz-59162 -17,7 12060±60 12128-11810 cal BC

Tab.: 2. Dataciones absolutas disponibles para la secuencia arqueológica del Aspio. La calibración de las dataciones se ha realiza-do con la curva IntCal13 (Reimer, P.J., et al., 2013) para muestras de origen terrestre y con el programa OxCal 4.2.4 (Ramsey, C. B., 2001, 2009). Las dataciones se expresan con un intervalo de probabilidad 2σ, en años “cal BC”.

141 EL POBLAMIENTO EN EL VALLE DEL ASÓN DURANTE LA PREHISTORIA: LA CUEVA DEL ASPIO...

Férvedes, 8 (2015), pp.: 133 - 141

Dentro de este marco geográfico, la cueva del Aspio contribuye a perfilar y conocer el poblamien-to en distintos momentos de la Prehistoria. Las ocupaciones humanas identificadas hasta el mo-mento en la cavidad se adscriben a distintas crono-logías. En primer lugar, el sondeo 2 ha permitido documentar y contextualizar un singular depósito de la II Edad del Hierro caracterizado no sólo por una importante presencia del material cerámico, sino por la documentación de algunos “objetos sin-gulares”, como una hoja de puñal de filos curvos y unas pinzas de banquete o, lo que parece más rele-vante aún, los numerosos carporrestos que nos permitirán conocer el contenido de algunas de las vasijas.

De la misma manera el sondeo 3 ha permitido identificar una importante ocupación adscrita a fi-

nales del Magdaleniense que encuadra con las des-critas en las cuevas del Mirón, El Horno o La Luz. El estudio en profundidad de los materiales arqueo-lógicos documentados permitirá comparar estas ocupaciones con las del entorno inmediato.

10.- AGRADECIMIENTOS. El Proyecto de Intervención Arqueológica de

la Cueva del Aspio ha sido financiado por la Con-sejería de Educación, Cultura y Deporte del Go-bierno de Cantabria. También queremos agradecer a todos aquellos (Beatriz, Helena, Gonzalo, Javier, Miguel, Javier Bolado, Emiliano, Kino) que han co-laborado en las labores (no especialmente gratas) de excavación.

11.- BIBLIOGRAFÍA.

ANÓNIMO 1964 Espeleólogos barceloneses en los montes cantábricos.

Karst, 0, pp.: 27-28. GARCÍA-MORENO, A. 2008 Insolación y hábitat paleolítico del valle del Asón

(Cantabria, España). Revista Cuaternario y Geolo-gía, 22 (3-4), pp.: 93-105.

GARCÍA-MORENO, A., MARTÍNEZ, M.A. 2011 Los sitios paleolíticos en su paisaje: la cueva de El

Horno en el contexto de la cuenca del río Asón. Zephyrus, LXVII, pp.:15-26.

GARCÍA SAENZ, J. 2008 Mapa Geológico de Cantabria a escala 1:25.000,

hoja nº 60-I (Ramales de la Victoria). IGME, Ma-drid.

GONZÁLEZ-MORALES, M., GARCÍA, J.C., MORALES-MÚÑIZ, A. 1992 El bajo Asón del X al V milenio BP: cambios am-

bientales, económicos y sociales en el paso a la prehistoria reciente. In A. Cearreta & F.M. Ugarte (Ed.): The late Quaternary in the western Pyrene-an region, pp.: 333-342. Universidad del País Vasco, Bilbao.

MORAL CAMPA, J.M. 1980-81 Cuevas de Ramales y Ruesga que merecen especial

atención. Memoria de la Asociación Cántabra pa-ra la Defensa del Patrimonio Subterráneo, 1980-1981, pp.: 31-32.

MUGNIER, C.L. 1969 El karst de la región del Asón y su evolución morfo-

lógica. Cuadernos de Espeleología, 4. RAMÍREZ DEL POZO, J., PORTERO, J.M., MARTÍN, J.M., AGUILAR, M., OLIVÉ, A., OLMO, P. 1978 Mapa geológico de España a escala 1:50.000, hoja

nº 60 (Valmaseda). IGME, Madrid. RAMSEY, C.B. 2001 Development of the radiocarbon calibration program.

Radiocarbon, 43/2a, pp.: 355-363. 2009 Bayesian analysis of radiocarbon dates. Radiocar-

bon, 51, 1, pp.: 337-360. REIMER P.J., BARD E., BAYLISS A., BECK J.W., BLACKWELL, P.G., BRONK RAMSEY C., BUCK C.E., CHENG, H., EDWARDS, R.L., FRIEDRICH, M., GROOTES,

P.M., GUILDERSON, T.P., HAFLIDASON, H., HAJDAS, I., HATTÉ, C., HEATON, T.J., HOFFMANN, D.L., HOGG, A.G., HUGHEN, K.A., KAISER, K.F., KROMER, B., MANNING, S.W., NIU, M., REIMER, R.W., RICHARDS, D.A., SCOTT, E.M., SOUTHON, J.R., STAFF, R.A., TURNEY, C.S.M., VAN DER PLICHT, J. 2013 INTCAL13 and Marine 13 radiocarbon age calibra-

tion curves 0-50,000 years cal BC. Radiocarbon, 55, 4, pp.:1869-1887.

RUIZ, J., MUÑOZ, E. 2007 Paisaje y arqueología en el Alto Asón (Cantabria,

España): resultados del proyecto de prospección arqueológica del Alto Asón. BAR International Se-ries, 1614. Archaeopress, Oxford.

RUIZ, J., MUÑOZ, E. 2008 Entre la Marina y la Montaña: Arqueología del

Medio Asón (Cantabria, España). BAR Interna-tional Series, 1799. Archaeopress, Oxford.

RUIZ, J., MUÑOZ, E. 2009 La Prehistoria del Bajo Asón. Registro arqueoló-

gico e interpretación cultural (Cantabria, Espa-ña). BAR International Series, 1936. Archaeopress, Oxford.

SERNA, A., MALPELO, B., MUÑOZ, E., BOHIGAS, R., SMITH, P., GARCÍA, M. 1994 La cueva del Aspio (Ruesga, Cantabria): avance al

estudio del yacimiento. In J.A. Lasheras (Ed.): Ho-menaje al Dr. Joaquín Gonzalez Echegaray, Mo-nografías Centro de Investigación y Museo de Alta-mira 17, pp.: 369-396. Ministerio de Cultura, Ma-drid.

SMITH, P., MUÑOZ, E. 2010 Las cuevas de la Edad del Hierro en Cantabria. In A.

Serna, A. Martínez, & V. Fernández (Eds.): Castros y Castra en Cantabria. Fortificaciones desde los orígenes de la Edad del Hierro a las guerras con Roma. Catálogo, revisión y puesta al día, pp.: 676-693. ACANTO, Santander.

STRAUS, L.G., GONZÁLEZ- MORALES, M. 2012 El Mirón cave, Cantabrian Spain. The site and its

Holocene Archaeological Record. Univ. of New Mexico Press, Alburquerque.

Recibido: 08/05/2015. Aceptado: 01/07/2015