EL FENÓMENO DE LOS MOVIMIENTOS GUERRILLEROS ...

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Revista Estudios, Universidad de Costa Rica. No. 21, pág. \05-123,ISSN: 1659-1925/2008 EL FENÓMENO DE LOS MOVIMIENTOS GUERRILLEROS EN HONDURAS: EL CASO DEL MOVIMIENTO POPULAR DE LIBERACIÓN "CINCHONERO" (1980-1990) Rolando Canizales vijil RESUMEN Generalmente cuando se habla de movimientos guerrilleros en Centroamérica se piensa al instante en El Salvador, Nicaragua y Guatemala. A Honduras se le considera como un país que se mantuvo al margen de los sangrientos conflictos de la década de los ochenta del siglo XX. Sin embargo, es necesario aclarar que esto sólo es cierto hasta cierto punto. En Honduras -tal vez no en el mismo grado que en los países vecinos hay que aceptarlo -también se produjeron manifestaciones de violencia política. Por otro lado, son pocos los que han dado importancia a explicar las causas que determinaron una relativa estabilidad política en Honduras durante el período en referencia. Aún con todas las falencias de las organizaciones guerrilleras hondureñas, no se debe soslayar el hecho de la existencia de las mismas en una sociedad cuyos sectores sociales dominantes intentaban proyectar una imagen de "oasis de paz", en medio de toda una región sumergida en la guerra. Este es el caso de una de esas organizaciones, que llevó a cabo una serie de acciones dirigidas a poner de relieve las contradicciones sociales que prevalecían -y prevalecen -en Honduras. Palabras claves: Movimientos guerrilleros- Honduras- Centroarnérica- Años 80- Contradicciones sociales. ABSTRACT Generally when discussing the guerrilla movement in Central America one instantly thinks of El Salvador, Nicaragua and Guatemala. Honduras is considered a country that fell outside of bloody conflicts of the 1980's. However, it is necessary to clarify that this is true only to a certain point. In Honduras-perhaps not to the same extent as in neighboring countries it must be accepted- there were also violent political manifestations. On the other hand, few have given weight to explaining the causes that led to a relative political stability in Honduras during the referenced periodo Still with all the shortcomings of the Honduran guerrilla organizations, one should not overlook the fact of their existence in a society whose dominant social sectors attempted to project an image of "an oasis of peace" in the midst of an entire region submerged in warfare. Such is the case of one of these organizations, which conducted a series of actions aimed at highlighting the social contradictions that prevailed-and prevail- in Honduras. Keywords: Guerrilla rnovernent- Honduras- Central America - 1980's- Social contradictions. 1. NATURALEZA DE LOS MOVIMIENTOS GUERRILLEROS REVOLUCIONARIOS actos de violencia, un clima de agitación política de tal forma que se den las condiciones adecua- das para la insurrección de los sectores sociales dominados. Son guerrilleros porque emplean la modalidad de combate conocida como guerra de guerrillas que significa "la guerra del débil contra el fuerte -una campaña de hostigamiento Entenderemos por movimientos guerrille- ros revolucionarios aquellas organizaciones polí- tico-militares que pretenden generar, mediante

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Revista Estudios, Universidad de Costa Rica. No. 21, pág. \05-123,ISSN: 1659-1925/2008

EL FENÓMENO DE LOS MOVIMIENTOS GUERRILLEROSEN HONDURAS: EL CASO DEL MOVIMIENTO POPULAR

DE LIBERACIÓN "CINCHONERO"(1980-1990)

Rolando Canizales vijil

RESUMEN

Generalmente cuando se habla de movimientos guerrilleros en Centroamérica se piensa al instanteen El Salvador, Nicaragua y Guatemala. A Honduras se le considera como un país que se mantuvoal margen de los sangrientos conflictos de la década de los ochenta del siglo XX. Sin embargo, esnecesario aclarar que esto sólo es cierto hasta cierto punto. En Honduras -tal vez no en el mismogrado que en los países vecinos hay que aceptarlo -también se produjeron manifestaciones deviolencia política. Por otro lado, son pocos los que han dado importancia a explicar las causasque determinaron una relativa estabilidad política en Honduras durante el período en referencia.Aún con todas las falencias de las organizaciones guerrilleras hondureñas, no se debe soslayar el hecho dela existencia de las mismas en una sociedad cuyos sectores sociales dominantes intentaban proyectar unaimagen de "oasis de paz", en medio de toda una región sumergida en la guerra. Este es el caso de una deesas organizaciones, que llevó a cabo una serie de acciones dirigidas a poner de relieve las contradiccionessociales que prevalecían -y prevalecen -en Honduras.Palabras claves: Movimientos guerrilleros- Honduras- Centroarnérica- Años 80- Contradiccionessociales.

ABSTRACT

Generally when discussing the guerrilla movement in Central America one instantly thinks of ElSalvador, Nicaragua and Guatemala. Honduras is considered a country that fell outside of bloodyconflicts of the 1980's. However, it is necessary to clarify that this is true only to a certain point.In Honduras-perhaps not to the same extent as in neighboring countries it must be accepted-there were also violent political manifestations. On the other hand, few have given weight toexplaining the causes that led to a relative political stability in Honduras during the referenced periodoStill with all the shortcomings of the Honduran guerrilla organizations, one should not overlook the factof their existence in a society whose dominant social sectors attempted to project an image of "an oasis ofpeace" in the midst of an entire region submerged in warfare. Such is the case of one of these organizations,which conducted a series of actions aimed at highlighting the social contradictions that prevailed-andprevail- in Honduras.Keywords: Guerrilla rnovernent- Honduras- Central America - 1980's- Social contradictions.

1. NATURALEZA DE LOSMOVIMIENTOS GUERRILLEROSREVOLUCIONARIOS

actos de violencia, un clima de agitación políticade tal forma que se den las condiciones adecua-das para la insurrección de los sectores socialesdominados. Son guerrilleros porque emplean lamodalidad de combate conocida como guerrade guerrillas que significa "la guerra del débilcontra el fuerte -una campaña de hostigamiento

Entenderemos por movimientos guerrille-ros revolucionarios aquellas organizaciones polí-tico-militares que pretenden generar, mediante

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y agotamiento emprendida por unas fuerzasinferiores, deficientemente equipadas, contra losejércitos convencionales" (Moss, 1973. p. 21).La guerra de guerrillas significa el empleo deestrategias y tácticas distintas a las de un cuerpoarmado regular. Por ejemplo: evitar choquesfrontales con el enemigo, máxima movilidad,pequeños grupos de combate, etc.

El ámbito geográfico de los movimientosguerrilleros puede ser tanto el área rural comoel área urbana. En el primer caso, el conocidoguerrillero Ernesto Guevara de la Serna expusoque "La lucha guerrillera ... es una lucha lenta,donde las batallas se suceden con una secuen-cia también muy lenta, donde las dificultadesmayores no son la acción directa del enemigosi no la lucha contra la inclemencia del clima,contra la falta de provisiones, contra la falta dernedicamentos'". No obstante el área rural ofrecealgunas ventajas a la lucha guerrillera como lautilización misma de la geografía para evadir alas fuerzas enemigas y hasta atacarlas.

El terreno de la ciudad presenta también obs-táculos a los combatientes guerrilleros. Usualmentelas poblaciones de gran tamaño también concentranuna mayor densidad de efectivos de los cuerposarmados represores estatales y paramilitares. Launidad organizativa que caracteriza a un movi-miento guerrillero en la zona urbana es la célula,compuesta por un reducido número de personas,que raras veces sobrepasa el número de diez. Cadacélula actúa con relativa independencia, debido ala necesidad de guardar el máximo grado de clan-destinidad. Como dijera un estudioso del tema: "lacompartimentalización son al guerrillero urbano loque un campamento secreto en la jungla a su con-trapartida rural. No necesita saber más de lo nece-sario ... , no conoce más lugares de los necesariospara sus operaciones, no sabe más nombres que lonecesarios, incluso de sus carnaradas'".

Desde el punto de vista político, los movi-mientos guerrilleros revolucionarios se proponenuna transformación radical de la sociedad. Paraello cuentan con incorporar a los segmentosdominados de la población. El movimiento gue-rrillero revolucionario es, por tanto, una organi-zación político-militar. En 1980 el MovimientoPopular de Liberación "Cinchonero" (MPL-C)

daba por sentado que su estrategia se dividía en"dos líneas que actúan interdependientemente":línea política de masas y línea militar de masas",La primera consistía en "la constitución de lafuerza revolucionaria para la toma del poder" através de "la activación y movimiento de ampliasmayorías del pueblo, o sea de clases y capassociales alrededor de la clase obrera como ejehistórico?". Esto se lograba, según el documentodel MPL-C, desnudando las injusticias socialesy realizando una constante labor de agitaciónpolítica en el seno de las masas".

La línea militar de masas era en esenciala actividad militar encaminada a lograr "laincorporación del movimiento popular a lasacciones y tareas de la lucha armada" que daríalugar a la formación de un "Ejército Popular deLiberación" y de esa forma "quebrar el poderíomilitar del enernigo'".

La estrategia político-militar del MPL-C coincide con la propuesta de la mayoríade movimientos guerrilleros revolucionarios deLatinoamérica. Esta estrategia y los objetivospolíticos trazados los diferencia enormementede los grupos armados que emplean tácticasguerrilleras, pero con fines políticos totalmentedistintos. Para el caso, no es muy dada una com-paración entre los movimientos guerrilleros delos años ochenta y grupos armados de finales delsiglo XIX y principios del XX que, aunque hayanprotagonizado combates con características deluchas guerrilleras, vistas desde la perspectivatáctico-militar claro está; sus objetivos políticosy razones de existencia difieren históricamentede los que explican a los movimientos guerrille-ros de fechas más contemporáneas",

2. LAS RAÍCES HISTÓRICAS DE LOSMOVIMIENTOS GUERRILLEROSDE LA DÉCADA DE LOSOCHENTA: VIOLENCIA POLÍTICA,REFORMISMO Y MOVIMIENTOPOPULAR EN LA HISTORIA DEHONDURAS (1921-1978)

Entender el origen de los movrrnrentosguerrilleros revolucionarios de los años ochenta

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nos remite a comprender la historia de lo queha sido el movimiento obrero y campesino enHonduras y la influencia de la ideología mar-xista, debido a que dichas organizaciones polí-tico-militares se originan al interior de órganospolíticos que se autoproclaman marxistas y quellevan a cabo cierta agitación política entre sindi-catos, asociaciones campesinas, organizacionesestudiantiles y gremiales, etc.

En Honduras las primeras organizacionesde tipo gremial y artesanal surgen desde iniciosdel siglo XX. Las primeras huelgas se producenen el enclave minero, establecido desde finalesdel siglo XIX al amparo de las políticas de aper-tura de puertas a la inversión extranjera que fuepromovida por el gobierno de Marco AurelioSoto (1876-1883). Luego, con el desplazamientodel polo de desarrollo capitalista hacia la costanorte, gracias al afianzamiento del enclave bana-nero, las incipientes manifestaciones de protestasocial se ubican en esta región".

En la zona central de Honduras, tambiénexistieron manifestaciones de rechazo al estadoliberal concesionario, especialmente provenien-tes de una clase intelectual que rechazaba lasconsecuencias de la Reforma Liberal. (Barahona,2005. p. 80). Eran los intelectuales que veían conpreocupación la pérdida de la soberanía nacio-nal ante el poderío económico de los EstadosUnidos, en particular por la soberbia de sus agen-tes de penetración económica como lo eran lasempresas transnacionales del enclave bananeroy minero.

Los más conocidos representantes de esaintelectualidad de la década de los veinte, con undiscurso nacionalista y, por ende, antiimperia-lista, fueron Froilán Turcios y Alfonso GuillénZelaya9• Este último en 1944 dijo que "general-mente se ha dado a los guerrilleros el sobrenom-bre de bandidos o cuando menos de aventureros.Pero estos bandidos llenan la historia y la ilumi-nan con el eterno resplandor de su heroísmo yde su culto, algunas veces contradictorio, perosiempre sincero por la libertad y la justicia"(Guillén, 2000. p. 203). Según algunos autores,las ideas del sector más progresista de estageneración de intelectuales centroamericanos delas décadas de 1920 y 1930, se fusionarían con

las ideas marxistas para inspirar a los distintosmovimientos revolucionarios de Centroaméricade las décadas posteriores (Casús y García,2005. p. 296).

El gobierno dictatorial de Tiburcio CaríasAndino (1933-1949) significó un período adver-so para el desarrollo de la protesta social. Enlas postrimerías de la dictadura cariísta, gru-pos radical izados del Partido RevolucionarioDemocrático Hondureño (PRDH) de inspiraciónsocialdemócrata, hacían llamados para derro-caria por medio de un "movimiento armado" 10.

Algunos de estos grupos pasarían a reorganizarel Partido Comunista de Honduras (PCH) a ini-cios de 1954 ante la marcada tendencia políticamoderada del PRDH".

La huelga general de los trabajadoreshondureños en 1954 puso de relieve, para lossectores dominantes, la existencia de un actorsocial, marginado, ignorado y reprimido desdefinales del siglo XIX: la clase trabajadora.Paralelamente a este reconocimiento se produceuna importante campaña de adoctrinamientoanticomunista que en el plano sindical se reflejacon la participación de organizaciones sindica-les representativas del llamado "sindicalismolibre y democrático'"? en el proceso de organi-zación y consolidación del sindicalismo y delmovimiento campesino en Honduras, desde ladécada de los 50 hasta la década de los ochenta.Así se explica que las principales organiza-ciones del sindical ismo y campesinado hon-dureño, que se conforman inicialmente entrelas décadas de los 50 y 60 se inscriban dentrode tendencias marcadamente anticomunistas: elSindicato de Trabajadores de la Tela RailroadCompany (SITRATERCO), la FederaciónCentral de Sindicatos de Trabajadores Libresde Honduras (FECESITLIH), la FederaciónSindical de Trabajadores Nacionales de Honduras(FESITRANH) y la Asociación Nacional deCampesinos de Honduras (ANACH).

En el contexto social del represivo gobier-no del coronel Oswaldo López Arellano (1963-1971), se produce un intento para organizarmovimientos armados y derrocar su gobierno.Miembros del Partido Comunista de Honduras(PCH), reorganizado en 1954, patrocinan el

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asentamiento de un grupo guerrillero en las mon-tañas próximas a El Progreso, Yoro, entre finalesde 1963 e inicios de 1964.

El grupo fue denominado como Frente deAcción Popular (FAP) el cual entabló relacionescon otros grupos armados opositores del PartidoLiberal!' -que también fue víctima de la repre-sión de las Fuerzas Armadas. De acuerdo a loexpresado por Mario Berríos, estos conatos deinsurrección "no tenían el liderazgo, la disciplinade ejército clandestino ni la logística apropiadapara conducir operaciones insurgentes de granenvergadura"!",

De igual forma la Central de InteligenciaAmericana (CIA) no lo consideraba un problemade gran magnitud. El órgano de inteligencia delos Estados Unidos opinaba para el año de 1964que "en el corto plazo, la única amenaza al régi-men militar en Honduras sería una desavenen-cia entre sus líderes ... Aislados actos terroristasciertamente continuarán, pero, a menos y hastaque los comunistas y pro-castristas mejorensus capacidades para la subversión y obtenganla cooperación de los Liberales depuestos y deotros grupos políticos, el régimen puede manejarcualquier amenaza subversiva que ellos traten dernontar'"".

La CIA contabilizaba las fuerzas delPCH, poco antes del golpe de 1963, en unos2 mil miembros "incluyendo alrededor de miljóvenes de la Juventud Comunista (JC). De estossólo unos 250 podían haberse considerado partedel núcleo principal. En adición habían algunos3 mil simpatizantes"!". A pesar de esta fuerzade militantes, que señalaba la CIA, factores decarácter interno como las constantes divisionesinternas impedían que el PCH se convirtiera enun peligro a la estabilidad del sistema político yeconómico.

La CIA consideraba que todo eso se agra-vaba por la debilidad teórica de los militantesdel PCH e incluso aseguraba que "no ha sidoun partido revolucionario, habiendo evitado lasubversión u otra acción provocativa con el fin deobtener un grado de tolerancia bajo (el gobiernode Ramón) Villeda". No obstante todo lo ante-rior, tomando en cuenta la presencia en Hondurasde los males sociales característicos de los países

que experimentaban procesos de lucha revolucio-naria, la CIA concluía que a largo plazo el PCHsi podía representar una amenaza a tener muyen cuenta, especialmente cuando su sector másradical, compuesto por jóvenes de la JC, clama-ban por el paso a formas de lucha más violentas.A esto se añadía un gradual mejoramiento de lacalidad de los cuadros políticos con el "envío aCuba, en los pasados dos años de algo más de uncentenar de hondureños, algunos de los cualesrecibieron entrenamiento guerrillero allí"l7.

El 30 de abril de 1965 el grupo guerri-llero del PCH que operaban en las montañasde la Comunidad de El Jute, jurisdicción de ElProgreso, Yoro recibió un golpe fatal cuandouna patrulla del ejército sorprendió a siete gue-rrilleros desarmados y los asesinó, incluyendoal dirigente campesino Lorenzo Zelaya, uno delos fundadores de la Federación Nacional deCampesinos de Honduras (FENACH) en 196218.

De la experiencia de El Jute, el PCHtendría una de sus primeras escisiones: el grupoque había apoyado el establecimiento de la gue-rrilla en las montañas decide formar otro partidoconocido como Partido Comunista MarxistaLeninista de Honduras (PCMLH)19.

Según el historiador Darío Euraque, amediados de la década de los sesenta, específica-mente a partir de 1966 -o sea al año siguiente delos sucesos de El Jute -se reactiva un beligerantemovimiento campesino con lo que la sociedadrural comienza a presentar síntomas de unapolarización social parecida a la de El Salvador,Guatemala y Nicaragua-". La referida polari-zación, nos explica el citado autor, es productodel desarrollo del capitalismo en el país que serefleja en la diversificación de la producción y laaparición de una burguesía rural, sobre todo enla zona sur gracias al cultivo del algodón?". Todoesto permite comprender como surge la alianzaentre las organizaciones de trabajadores y algu-nos sectores progresistas de la naciente burguesíaindustrial de San Pedro Sula para oponerse algobierno de Oswaldo López Arellano, a finalesde la década de los sesenta. A su vez nos conducea traer a colación un fenómeno crucial para dilu-cidar las causas explicativas de la relativa esta-bilidad política de la década de los ochenta en

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Honduras, y el poco éxito en cuanto a la adhesiónde las masas que experimentan los movimientosguerrilleros revolucionarios. Estamos hablandodel reformismo militar que tiene su mayor expre-sión en el segundo gobierno de Oswaldo LópezArellano (diciembre 4 1972-abril 22 1975), luegodel breve interregno del gobierno civil de RamónE. Cruz (junio 6 de 1971-diciembre 4 1972).

¿Cuál es el papel que juega el reformismomilitar en atenuar las contradicciones socialesque presenta la sociedad hondureña, principal-mente en lo referente a la tenencia de la tierra?Es obvio, que el reformismo con sus medidasde repartición de tierras incultas (Decreto No.8 y Ley de Reforma Agraria) genera enormesexpectativas entre el campesinado hondureño.Por otra parte, no observamos en los paísesvecinos procesos similares de reforma duranteel mismo período. Para 1973, el gobernantemilitar explicaba la necesidad del reformismo,porque de lo contrario "la situación degeneraríaen violencia", y le planteaba a los empresarios siquerían "una revolución pacífica" o una revolu-ción violenta"?".

La situación no era para menos. En elbreve período de Ramón E. Cruz, la beligeran-cia del movimiento campesino había aumen-tado, lo que unido a la política conservadorade este gobierno produjo el 18 de febrero de197 la masacre de campesinos en la aldea LaTalanquera, jurisdicción de Olancho, donde efec-tivos del Cuerpo Especial de Seguridad (CES),asesinaron a seis personas que reclamaban tierrasa un terrateniente de la zona-'. Unos días des-pués, el representante de la Iglesia Católica deOlancho, Monseñor Nicolás D'Antonio, informóque el 26 de febrero en Juticalpa "cuatro bombasde dinamita estallaron ... siendo colocados losexplosivos en las calles cercanas de las residen-cias de los ganaderos en conflicto'S". La autoríade estos hechos nunca fue esclarecida.

En el marco del reformismo, tambiénsobresale un apoyo más abierto de la IglesiaCatólica a la organización de los campesinos. Lainstitución religiosa desde principios de la déca-da de los sesenta realizaba un trabajo de educa-ción popular con las "Escuela Radiofónicas" ylos "Celebradores de la Palabra" en la zona sur

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(Richard y Meléndez, 1982. pp. 325-326). En laplenitud del reformismo militar hondureño (año1973) el padre jesuita Guadalupe Carney, luegode convivir entre los campesinos del departa-mento de Yoro, se sentía profundamente impac-tado con el golpe militar derechista que en el mesde septiembre había derrocado el gobierno socia-lista de Salvador Allende en Chile. Este hecho,según su sentir, le hizo dar "el salto más grande,un salto cualitativo, en mi metamorfosis ... yadudé seriamente que los métodos no violentosde Gandhi, de pacifismo, de resistencia acti-va, de desobediencia civil, de manifestacionespacíficas podían cambiar el sistema capitalistay liberar a un país del imperialismo ... al fin meconvencí de que sólo hay un camino para haceren un país dependiente una verdadera revoluciónde liberación del capitalismo e imperialismo:la vía armada'v". En julio de 1983, GuadalupeCarney perdería la vida al formar parte de unacolumna guerrillera del Partido RevolucionarioCentroamericanista de Honduras (PRTCH), queen las montañas de Olancho fue aniquilada porel ejército.

En el contexto de la protesta social dela década de los setenta destacaba tambiénla actividad de los estudiantes de secunda-ria, organizados principalmente alrededor dedos organismos: la Federación de Estudiantesde Segunda Enseñanza (FESE), fundada en1970; y, los Comités de Lucha de Estudiantesde Secundaria (CLES), fundados pocos añosdespués de la FESE. Ambas organizacionestenían claras influencias de las dos tendenciasprincipales de la izquierda: el PCH y el PartidoComunista Marxista-Leninista (PCMLH), esteúltimo de tendencia maoísta (Rodríguez, 2005.p. 110. Y Barahona, Op. Cit. p. 216). Los estu-diantes se convertirán en un soporte fundamentalpara los movimientos guerrilleros de los añosochenta. En el seno de la UNAH, aparecerán conespecial fuerza personas que promueven ideasde lucha armada para derrocar al orden socialdominante.

En 1974, al año siguiente de que el sacer-dote Carney concluyera que el recurso armadoera la única opción para lograr el cambio, elreformismo militar en Honduras daba muestras

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de vacilaciones ante la oposición de los sectores másconservadores de la élite terrateniente y el capitalextranjero (Arancibia, 1994. p. 81). Generalmentese considera que el reformismo militar llega a sufm cuando Oswaldo López Arellano es depuesto dela jefatura del Estado, el 22 de abril de 1975. Hayotros que matizan este hecho, especificando que elreformismo militar llega a su fin a partir del año1977, con una serie de hechos represivos realizadospor el gobierno de Juan Alberto Melgar Castro(1975-1978) que golpean a sindicatos y organiza-ciones carnpesinas/", Lo cierto es que el proyectoreformista no fue abandonado abruptamente porlos militares, y menos a nivel de discurso político.El verdadero proceso de abandono del reformismo,a mi parecer, inicia a finales de los años setentacon el gobierno del triunvirato militar (1978-1980),compuesto por Policarpo paz García, DomingoAlvarez Cruz y Arrulcar Zelaya Rodríguez. Ya conGustavo Álvarez Martínez vemos el corolario deltriunfo de una política mucho más conservadora enlas Fuerzas Armadas. Sin embargo, la legislaciónde la Reforma Agraria se mantuvo incluso toda ladécada de los ochenta. La ley de Reforma Agrariadel gobierno reformista sólo fue neutralizada hasta1992 con la emisión de la Ley de ModernizaciónAgrícola. Esa desarticulación del reformismo, quese hizo de manera gradual, acompañada de la "con-trarreforma" que trasladó a grandes contingentes depoblación a zonas despobladas del Valle del Aguánen el gobierno de Melgar Castro" mantuvo vivaslas expectativas de la población campesina sobre laposibilidad de acceder a un pedazo de tierra puesla repartición, si bien es cierto se hizo mucho máslenta, no se detuvo totalmente. Es, por tanto, otrofactor a tener muy en cuenta al momento de explicarpor que en Honduras existió una relativa estabilidadpolitica y porque el campesino hondureño no apoyósignificativamente los movimientos guerrillerosrevolucionarios.

3. ORÍGENES DEL MOVIMIENTOPOPULAR DE LIBERACIÓN"CINCHONERO" (1979-1981)

Sólo resta agregar, para poder entenderdel todo el proceso social que da origen a los

movimientos guerrilleros hondureños, la influen-cia que indudablemente ejerció la revoluciónsandinista, cuyo acceso al poder se verifica el 19de julio de 1979, y la agudización de la guerrade liberación emprendida por los movimientosguerrilleros de El Salvador/". Los sucesos de lospaíses vecinos, como ha sido norma en el devenirhistórico de Honduras, determinan con especialfuerza el curso de su historia.

Al interior del PCH ya eran evidentesprofundas contradicciones entre un sector queconsideraba apropiado el inicio de una luchaarmada para derrocar a las tradicionales clasesdom inantes y aquellos que todavía considera-ban prudente esperar para iniciar una lucha deese tipo. Un ex miembro del PCH como TomásNativí Gálvez exponía, en 1981, que era nece-sario que las masas respondieran a la violenciagubernamental con un derecho legítimo e irre-nunciable: "la violencia popular" (Nativí Gálvez,Tegucigalpa. 2004. p. 44). De manera autocríticael dirigente del PCH, Rigobierto Padilla Rush,señalaba que al momento del triunfo de la revolu-ción sandinista "nuestro partido seguía atrapadoen la telaraña creada por nuestra propia estrategiade acumulación de fuerzas ... acumulando fuerzaspara construir ese bloque social nos pasamos losaños ... De alguna manera estábamos frenando elproceso revolucionario; se imponía entonces unasolución que era más dramática y radical: irse alas armas"29.

Tomás Nativí y Fidel Martínez, amboslíderes muy reconocidos, abandonan formalmen-te las filas del PCH entre finales de 1979 y prin-cipios de 1980. El primero dará vida a la UniónRevolucionaria del Pueblo (URP), el segundo a laorganización que es objeto de la presente reseña:el Movimiento Popular de Liberación Cinchonero(MPL-C)3o. Fidel Martínez era un ingenieroagrónomo graduado en el Centro UniversitarioRegional del Litoral Atlántico, de la ciudad deLa Ceiba. Mario Berríos nos dice que el MPL-Cfue fundado el 7 de septiembre de 197931, o seaa poco menos de dos meses de haberse dado eltriunfo de los sandinistas. Recibe su nombre enhonor al rebelde olanchano Serapio Romero, másconocido como "Cinchonero", que en 1868 diri-gió una rebelión contra el gobierno de José María

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Medina (l864-1872). Romero atacó haciendas ycasas de las familias más poderosas de la cabe-cera departamental de Olancho, en lo que fuecalificado por una historiadora como el motín"producto del odio hacia los ricos de Juticalpa"(Martínez, 2002. p. 112).

El MPL-C no sería la única organizaciónguerrillera, ya que por esas mismas fechas surgentambién las Fuerzas Populares Revolucionarias"LorenzoZelaya" (FPR-LZ),el Frente Morazanistapara la Liberación de Honduras (FMLH), elPartido Revolucionario de los TrabajadoresCentroamericanistas de Honduras (PRTCH) y, unpoco más tarde, el Frente Patriótico Morazanista(FPM). Estos son los grupos que hasta el momen-to se han identificado como resultado de la pre-sente investigación.

Ya se explicó brevemente lo que era lalínea política de masas y la línea política militardel MPL-C. Solamente agregaremos que el sur-gimiento estuvo marcado por un elemento muyparticular del contexto de la sociedad hondureña:la transición a gobiernos, nominalmente civiles,pero en los hechos fuertemente supeditados aciertos intereses del militarismo derechista. Losprimeros documentos del MPL-C critican losprocesos electorales que comenzaron el 20 deabril de 1980 con la elección de diputados a unaAsamblea Constituyente. Por ejemplo, en docu-mento que explica los fundamentos de su líneapolítica dice:

"Indudablemente la burguesía tiene todavíaun arsenal de palabras seductoras para atraerelectoralmente, pero ni una posibilidad puedeexhibir ya para solucionar los problemas que sele vienen con el flujo popular; de ahí planteosde elecciones "participativas" (que) puedenservirle de cartel temporal para un juego deoposición mediatizada y de utensilio de sobornoa la izquierda tradicional, pero más tempranoque tarde los revolucionarios legítimos tendre-mos que realizar nuestra labor en condicionesen la que tendrá primacía la ilegalidad sobre lasformas legales de actividad revolucionaria't+,

Las elecciones de 1980 estuvieron mar-cadas por la represión del ejército que llevó a

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cabo una serie de patrullajes en las ciudades ydetenciones de miembros del Frente PatrióticoHondureño (FPH), que era una coalición devarios grupos de izquierda y organizaciones gre-miales que pretendió sin éxito alguno participaren el proceso electoral='. Unos meses antes losmiembros del FPH decían que "no serán parti-darios de la guerra, la anarquía o el terrorismo.Es a quienes dirigen el Estado y a sus voceros alos que corresponde la tarea de concretar inicia-tivas históricamente posibles para superar estemomento difícil en un clima de paz y tranquili-dad. Si las puertas para el que se expresa conti-núan cerradas, el pueblo habrá adquirido el dere-cho a la insurrección'P", El 17 de abril, a tres díasde las elecciones se había producido el frustradosecuestro de Arnold Quiroz, gerente en Hondurasde la transnacional del petróleo TEXAC035.Por ese hecho fue capturado José María ReyesMata, miembro del Partido Revolucionario de losTrabajadores Centroamericanistas de Honduras(PRTC-H), quien unos años después, en juliode 1983, penetraría al mando de una columnaguerrillera de aproximadamente 90 hombres '".La mayoría de estos fueron muertos por tropasdel ejército.

Una de las primeras acciones del MPL-C, registrada en los medios de comunicaciónprincipales, fue la detonación el 26 de enerode 1981 de dos bombas de propaganda'? en elParque La Libertad y el Mercado San Isidro deComayagüela. El mensaje de las hojas volan-tes esparcidas por los artefactos condenaba lacooperación de los ejércitos de Guatemala, ElSalvador, Estados Unidos y Honduras para com-batir al FMLN en El Salvador'". A través delmensaje, se puede también percibir cómo influíaen sobremanera a los movimientos guerrilleroshondureños el desarrollo de la lucha guerrilleraen el país vecino. El identificarse constantementecon la causa de los guerrilleros salvadoreños seráun rasgo del MPL-C en sus primeros años.

Precisamente, la siguiente acción, demayor envergadura, que acaparó la atenciónnacional e internacional estuvo vinculada con elmovimiento guerrillero salvadoreño-".

El 27 de marzo de 1981 El Comando"Lernpira" del MPL-C secuestra en pleno vuelo

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un avion de la empresa hondureña ServiciosAéreos de Honduras S.A. (SAHSA), cuyo des-tino final era New Orleáns, habiendo partidodel aeropuerto de Tegucigalpa. La aeronave esllevada al aeropuerto "Augusto César Sandino"de Managua. Las peticiones de los secuestra-dores consisten principalmente en la liberaciónde dirigentes del FMLN capturados en territo-rio hondureño, entre los que destaca FacundoGuardado'l". También reprueban el intervencio-nismo del ejército hondureño en Nicaragua y ElSalvador que busca -según el comunicado delos guerrilleros -preparar el terreno para unainvasión al primero e impedir el triunfo de larevolución en el segundo'".

Hay que aclarar que no todas las solicitu-des tenían que ver con la problemática regional.Además protestaron por la amenaza a muerteque pendía sobre varios dirigentes populares ypolíticos hondureños de parte de los escuadronesde la rnuertef". Algunos de los que aparecieronen esa lista proporcionada por los militantes delMPL-C, fueron víctimas de los escuadrones dela muerte en los meses y años siguientes: TomásNativí, Fidel Martínez (ambos el 11 de junio de1981), Dagoberto Padilla (29 de marzo de 1982),Héctor Hernández (24 de diciembre de 1982)y Rolando Vindel (18 de marzo de 1984). Losguerrilleros incluyeron demandas de cese a larepresión a dirigentes populares y miembrosde la Iglesia Católica de Santa Rosa de Copán,así como atender la demanda de padres, maes-tros y estudiantes que en esos días exigían laoficialización de 20 colegios de secundaria+'.El 28 de marzo con la intercesión del presidentede Panamá, se produce un acuerdo. Las autorida-des hondureñas, que habían negado hasta enton-ces tener a los prisioneros reclamados, aceptanliberarlos.

Los guerrilleros mientras tanto partenrumbo a La Habana, con escala en Panarná'".En apariencia, el éxito coronó la misión de los"Cinchoneros" pues los prisioneros salvadoreñosson liberados.

Sin embargo, la respuesta de los cuerposrepresores no se hizo esperar. El 11 de junio de1981 el fundador del MPL-C es asesinado en unavivienda de la capitalina colonia El Hogar. Según

el testimonio de los testigos, Fidel Martínez esasesinado por hombres encapuchados que luegocubren su cuerpo con sábanas y lo trasladan a unlugar que hasta el día de hoyes desconocido'<.Junto a él, también es víctirna Tomás NativíGálvez, líder de la Unión Revolucionaria delPueblo (URP). Un viejo miembro del MPL-Casegura que la pérdida de Fidel Martínez fuedecisiva para que la organización político-mili-tar experimentara un vacío de liderazgo, lo quea finales de la década de los ochenta produjoconflictos, que en algunos casos llegaron a tra-ducirse en luchas internas y hechos violentos queafectaron a los mismos miembros del MPL-C46.

De esa forma, el MPL-C, con una valiosapérdida en sus órganos de dirección, tiene queenfrentar al año siguiente (1982) el ascenso de ungobierno civil conducido por el liberal RobertoSuazo Córdova, que va de la mano con la agu-dización de la trágica Doctrina de SeguridadNacional. Las Fuerzas Armadas culminan lo quealgunos llaman un proceso de derechización -yotros de ultraderechización"? -gracias al nom-bramiento de Gustavo Álvarez Martínez comojefe de la institución castrense.

4. LA GUERRA DE LIBERACIÓNQUE NO SE MATERIALIZA ENHONDURAS Y EL DECLIVE DELMOVIMIENTO POPULAR DELIBERACIÓN "CINCHONERO"(1982-1990)

A mediados de septiembre de 1982 unanoticia le da la vuelta al mundo. El 17 de esemes, mientras miembros connotados de la claseempresarial del país y altos funcionarios delgobierno se reunían en la sede de la Cámara deComercio e Industrias de Cortés (CCIC), en lanorteña ciudad de San Pedro Su la, para discutirpolíticas económicas, doce guerrilleros pertene-cientes al comando "Patria o Muerte" se tomanel edificio, poniendo bajo condición de rehenesa las más de 100 personas que se encontrabanreunidas allí 48. El MPL-C daba a conocer susdemandas de libertad para varios presos políti-cos, entre ellos Tomás Nativí y Fidel Martínez;

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el rechazo a la presencia de tropas y asesoresmilitares extranjeros en el país y la derogación deun decreto aprobado meses antes en el CongresoNacional que penalizaba las protestas sociales(Cáliz, 1985. pp. 327-330)49. En los primerosdías se suceden intermitentes tiroteos entre losguerrilleros y las fuerzas de seguridad del Estadoque permanecen a la expectativa en las afuerasde la CClC, esto como parte de la guerra psico-lógica que se inicia para provocar el cansancio enlos secuestradores 50.

Como parte de ese hostigamiento, lasautoridades del gobierno, apoyadas por el sin-dicalismo "democrático", organizaron el 21 deseptiembre en San Pedro Sula una multitudinariamanifestación pública para condenar la tomade la CCle. Los mensajes de las pancartas queportaron los manifestantes eran del siguientetipo: "Terroristas a fregar a su tierra", "Gobierno,Pueblo y Ejército estamos unidos para combatirel terrorismo", "Comunismo no, viva la democra-cia'?'. Entre las organizaciones que participaronestaban: el SITRATERCO, la Asociación deEmpleados Públicos de Honduras (ANDEPH), elFrente Unido Universitario Democrático (FUUD)y la FECESlTLIH. El presidente Roberto SuazoCórdova también se hizo presente en la movili-zación anticomunista'".

Luego de casi ocho días de intensas nego-ciaciones, los integrantes del Comando "Patria oMuerte" liberan a los últimos rehenes y toman unavión rumbo a La Habana, nuevamente gracias alos buenos oficios interpuestos por el gobiernopanameño. No consiguen que el gobierno cumplacon sus peticiones. No obstante, la acción tieneuna publicidad tal que desvirtúa momentánea-mente la imagen de "oasis de paz" que las éliteshondureñas intentan difundir a nivel nacional einternacional.

Durante los años 1983 y 1984, las acti-vidades más notables del MPL-C se reducen aatentados dinamiteros contra objetivos políticosvarios en las principales ciudades de la costaNorte y en Tegucigalpa. Algunos de esos hechos,reivindicados plenamente por el MPL-C, apare-cen en el cuadro anexo. Los atentados dinamite-ros responden básicamente a dos coyunturas delmovimiento guerrillero y popular. Los atentados

de agosto-septiembre de 198~ es producto delas acciones tendientes a distraer a las fuerzasmilitares que estaban concentradas en destruir lacolumna guerrillera del PRTCH en la zona selvá-tica del departamento de 01ancho. Las accionesdel MPL-C de dichos meses se inscribían en elmarco de colaboración y unidad de los movi-mientos guerrilleros hondureños, conocido comoDirección Nacional Unitaria (DNU) (Rodríguez,Op. Cito p. 174).

A principios de 1984 se produce la reac-tivación del movimiento popular-P. En el mesde marzo de 1984 los trabajadores del sindicatode la Empresa Nacional de Energía Eléctrica(ENEE) llevaron a cabo manifestaciones queprovocaron centenares de detenciones en pro-testa por la desaparición del presidente de laorganización, Rolando Vindel, acontecida el 18de rnarzo'". Todavía los historiadores y analistaspolíticos no han considerado el peso que tuvieronestos hechos en la caída de Álvarez Martínez el31 de marzo de 1984.

A finales de 1985 el MPL-C se proponeestablecer una guerrilla en el área rural. Varioscampamentos son establecidos por esas fechas,en las montañas de la sierra Nombre de Dios, queseñalan los límites de los departamentos de Yoroy Atlántida, esto según el testimonio de un exmiembro de la organización P. En los primerosdías del mes de marzo del año siguiente (1986),un campesino informa a las autoridades de LaCeiba de la presencia de extraños grupos de hom-bres armados. Enseguida, la Fuerza de SeguridadPública (FUSEP), sin especificar el día exacto,informó de un enfrentamiento con guerrillerosque dejó como saldo la muerte de un efectivo ydos policías heridos'". Por su parte, el entrevis-tado asegura que ellos sufrieron la muerte de uncompañero'"

A pesar de que ha sido identificada la zonade operación del MPL-C, se continúan con los pre-parativos para dar vida a un guerrilla en las monta-ñas de Nombre de Dios. Entre junio y julio de 1986se envía un nuevo contingente. Con esto el grupoque permanece "enrnontañado" alcanza el númerode doce". El 11de octubre un nuevo enfrentamientose produce entre militares y guerrilleros, cerca dela aldea de Yaruca, a 35 kilómetros de La Ceiba,

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departamento de Atlántida. Dos guerrilleros yun soldado pierden la vida-", En los siguientesdías, el ejército despliega un cerco militar quecubre toda el área entre La Ceiba y la ciudad deTela. Con la colaboración de Pablo García Flores,desertor de la columna guerrillera, el ejércitoubica unos siete campamentos del MPL-C des-pués de un mes de büsqueda'". En ese mismoperíodo mueren por lo menos tres guerrillerosy un soldado más en combates intermitentes?'.Asimismo la policía asesina a Hermes Aguilar,dirigente campesino, por considerarlo colabora-dor de la guerri lla62.

Al final, según nos cuenta el entrevistado,lograron salir de las montañas para dirigirse a laciudad de San Pedro Sula. Sin embargo, el 24 denoviembre el grupo guerrillero, que se ha reduci-do a 5 personas, es interceptado por una patrullade policías y un nuevo enfrentamiento se produceen el centro urbano. El resultado: tres policíasson heridos, dos de ellos de suma gravedad, perolos militantes del MPL-C logran escapar+'.

El 22 de julio de 1989 -casi tres añosdespués de lo hechos narrados -en represal iapor su traición, Pablo García Flores, el desertorde la columna, es asesinado por un comando delMPL-C en la comunidad Campo Caimito, a 15kilómetros al norte de La Lima, Cortés?".

Otro hecho importante a resaltar en ladécada de los ochenta y que tuvo como protago-nistas a miembros del MPL-C fue el asesinatodel ex jefe de las Fuerzas Armadas y uno delos principales promotores de la Doctrina de laSeguridad Nacional: Gustavo Álvarez Martínez.El 25 de enero de 1989 fue emboscado enla colonia Florencia Norte de Tegucigalpa'v.El comunicado del MPL-C expuso que cum-plía con un "deber revolucionario" al darlemuerte a través de la operación "Mártires dela Revolución Hondureña", ejecutada por elComando "Lernpira'P".

Sobre la autoría de la muerte de ÁlvarezMartínez se han tejido una serie de conjeturas.Algunos, como el escritor y ex miembro del PCHLongino Becerra, ponen en duda que haya sidoel MPL-C el ejecutor y considera a miembrosde las mismas Fuerzas Armadas y de los gruposdominantes como los culpables del hecho, debido

a la antipatía que se ganó Álvarez por su autorita-rismo mientras fue jefe de las Fuerzas Armadasy también por presuntas intenciones de revelarinterioridades sobre la política represiva delEstado (Becerra, Op. Cit. pp. 266-271), cosa quepersonalmente dudamos pues hasta el momentono se han encontrado pruebas que sostengan laposible revelación por parte del asesinado desecretos del cuerpo armado.

A nuestro juicio, es mucho más objetivo,ver en el asesinato de Álvarez Martínez, la com-placencia de algunos elementos de las FuerzasArmadas para con la acción del MPL-C. Porquesin lugar a dudas, se había ganado muchas ene-mistades entre los militares. Por tanto, los ejecu-tores directos fueron miembros del MPL-C cuyaoperación no fue aparentemente obstaculizadapor un sector del ejército. Esto es apoyado en tes-timonios de antiguos miembros de la organiza-ción y la reciente publicación de Mario Berríos,obra basada en archivos policiales y experienciaspropias del autor'". (Berríos, Op. Cit. pp. 203-204). Asimismo por la actividad de los gruposparamilitares derechistas de los meses siguien-tes, es de suponer que ciertos sectores de derechano recibieron con agrado el asesinato de una desus personalidades. Una semana después del 25de enero, las instalaciones de Radio América sonametralladas. Esta radioemisora fue de las pocasque difundió con amplitud el comunicado delMPL-C68. El día anterior la casa del principaldefensor de los derechos humanos para la época,Ramón Custodio, también había sido ametralla-da69. Unos meses después, el 4 de julio, es asesi-nado el dirigente estudiantil Edgardo Herrera enSan Pedro Sula y el 6 del mismo es asesinado eldirigente sindical Salomón Vallecillos. Este últi-mo era presidente del Sindicato de Trabajadoresde la Tabacalera Hondureña (SITRATAH)7o.

Para concluir con la breve reseña que se hahecho del MPL-C, es necesario advertir que paraprincipios de los noventa, en el contexto de ladesintegración del bloque socialista, la ya visiblederrota de la Revolución Sandinista y las discu-siones al interior de la guerrilla salvadoreña paraacceder a las negociaciones de paz, se podríacreer equivocadamente que el MPL-C ya estabadesintegrado, luego de los intentos frustrados

CANIZALES: El fenómeno de los movimientos guerrilleros en Honduras ...

de constituir una guerrilla rural y de profundasdivisiones entre el grupo de los que se manteníanexiliados en Nicaragua y los que permanecíanen territorio hondureño?". Sin embargo, todavíael MPL-C intenta hacer, con trágicos resultados,una de sus últimas actividades.

Nos referimos al asalto del 15 de agostode 1990 a una agencia bancaria de la comuni-dad de El Zamorano, distante 32 kilómetros aloriente de la ciudad capital. Por los relatos de lostestigos, en esa oportunidad, la policía y fuerzasmilitares prepararon con antelación una embos-cada al grupo guerrillero, seguramente enteradosde la operación por algún agente policial infil-trado'". No obstante, lo que en apariencia seríauna tarea fácil para el ejército, apoyado hastapor un helicóptero, se convirtió en un sangrientoenfrentamiento que dejó un civil, seis guerrille-ros y cinco agentes de seguridad muertos, entreellos un miembro de las Fuerzas Especiales'".Con doce muertos en total fue considerado como"el más sangriento asalto bancario en la historiade Honduras"?",

Lo que siguió a los hechos de El Zamoranofue una descomposición de la organización quetendría como efecto la sucesión de hechos cali-ficados por el entrevistado como "vergonzosos",que dejaron mal parado al MPL-C ante la pobla-ción hondureña". Las rencillas personales entrelos dirigentes adquirieron tintes extremadamenteviolentos. Muestra de ello es que el 26 de mayode 1991, Roger Eludín Gutiérrez, uno de losdirigentes del MPL-C, es tiroteado y grave-mente herido en San Pedro Sula por guerrille-ros supuestamente pertenecientes a una faccióncontraria del MPL-C. Gutiérrez había regresadoese año del exilio y había aceptado las condicio-nes de paz impuestas por el gobierno de RafaelLeonardo Callejas (Berríos, Mario. Op. Cito pp.210 Y 213).

5. CONCLUSIONES

Aunque a inicios de la década de losochenta existían los síntomas en la sociedad hon-dureña que podían hacer creer en la posibilidad

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de una convulsión social general (agudización dela represión, crisis económica, miseria gene-ralizada, preeminencia del poder autocráticomilitar, marcada injerencia de los EstadosUnidos, etc.), la sociedad rural hondureña nose había polarizado lo suficiente, gracias alreformismo militar, que no fue abandonado nisiquiera en los posteriores gobiernos militares,de manera dramática?". Esto explica porqueel MPL-C fue un movimiento prácticamenterestringido al área urbana, con un carácter deorganización conspirativa.

El MPL-C nace en el contexto antesdescrito, donde unas elecciones excluyentesde fuerzas democráticas alternativas (FPH yDemocracia Cristiana, por ejemplo), asegurabanel nacimiento de una democracia supeditada alautoritarismo militarista. Con las eleccionesde inicios de los ochenta, se demuestra queHonduras poseía un sistema político, basadoen un antiguo bipartidismo, muy estable quefue capaz de canalizar, hasta cierto punto, pormedios "legales" las diferencias existentes en lasociedad hondureña.

El influjo de los acontecimientos enEl Salvador, Nicaragua y, en menor medida,Guatemala son de vital importancia para com-prender el MPL-C como una organización quenace fuertemente influenciada por los movi-mientos revolucionarios de estos países, de talforma que sus primeras reivindicaciones danespecial énfasis a la situación de revolución entoda la región. Las élites hondureñas intentarondurante toda la década proyectar la imagen deun "oasis de paz" en Honduras, alejada de laviolencia de todo tipo. Por eso, los medios decomunicación pretendieron hacer creer que lasacciones eran realizadas por movimientos revo-lucionarios de países vecinos. Sin menoscabo dela participación de salvadoreños y nicaragüensesen acciones de los movimientos guerrilleroshondureños, y de la también importante partici-pación de hondureños que pelearon en las filasdel FMLN y el FSLN, podemos concluir que losmovimientos guerrilleros hondureños fueron unfenómeno concreto que no puede ser ignoradopor la ciencia histórica.

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HECHOS RELACIONADOS CON EL MPL"CINCHONERO"AÑOS 1983-199077

INCIDENTE OBSERVACIONESLUGAR Y FECHA

Explota bomba de alto poder en la segunda planta del edificioque ocupa la empresa Gases Industriales S.A. (GISA). Sóloprovoca daños a las instalaciones.

San Pedro Sula, 29agosto 1983

La empresa era pro-piedad de RodolfoPastor Zelayaimportante empresa-rio sampedrano queestuvo secuestradoen la CCJC en 1982

--Una bomba de fabricación casera detona frente al cuartel dela Primera Estación de la II Región de la FUSEP causandodaños a los vidrios del local y de un almacén cercano.

San Pedro Sula,6 septiembre 1983

Gran desplieguepolicial en la ciudadpara capturar a losguerrilleros sin nin-gún éxito.

En horas de la noche estalla bomba en las afueras del inmue-ble que ocupa la Agencia Warren, Agencias Mundiales y lasfirmas CONINCA (Consorcios Internacionales El Cajón).Daños severos al edificio.

San Pedro Sula, IIseptiembre 1983

Estalla bomba en la sede de la Corte Suprema de Justicia, enhoras de la madrugada. Como consecuencia murió el vigilantedel edificio y algunos comercios cercanos sufrieron daños enlos ventanales del vidrio.

Tegucigalpa, 26 marzo1984

Bomba estalla en la sede de la Escuela de Aplicación deOficiales. No se reportan los daños ni heridos.

Tegucigalpa, 26 marzo1984

Estallido de bomba en el Consulado de El Salvador. San Pedro Sula, 26marzo 1984

San Pedro Sula, 26marzo 1984

Estallido de bombas en la Estación de la FUSEP, del barrioSunceri y en la Tercera Estación de la FUSEP, situada en elbarrio Barandillas

San Pedro Sula, 26marzo 1984

Un policía resultógravemente herido.

La oficina de Relaciones Públicas de la FUSEP informa queuna patrulla de ese cuerpo policial chocó contra dos guerrille-ros en la comunidad de Jimerito. Murió un policía y dos másfueron heridos.

San Francisco,Atlántida, 7 marzo1986

Enfrentamientos contra guerrilleros en las montañas de lasierra Nombre de Dios, entre los departamentos de Atlántiday Yoro, dejan por lo menos seis miembros del MPL-C y dossoldados muertos.

Departamento deAtlántida, II octubre-24 noviembre 1986

Es ajusticiado Fernando Galo, ex director de regional de laDirección Nacional de Investigación y reconocido agente deinvestigación policial.

El Progreso, Yoro, 2 deseptiembre de 1987

Reivindicado por elMPL-C

Es ajusticiado el sargento Isaías Vilorio Barahona, involucra-do en los escuadrones de la muerte.

Reivindicado por elMPL-C

Tegucigalpa, 5 enero1988

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INCIDENTE LUGAR Y FECHA OBSERVACIONES

Con el nombre de "Operación Congolón", el ComandoLempira ataca un grupo de soldados estadounidenses en cen-tro nocturno. Cinco de ellos son heridos de gravedad.

San Pedro Sula, 17julio de 1988

Reivindicado por elMPL-C

Es asesinado el general retirado Gustavo Álvarez Martínez.En el acto muere también su chofer.

Tegucigalpa, 25 enero1989

Reivindicado por elMPL-C

Es ajusticiado Pablo García Flores, desertor de la columnaguerrillera que en 1986 tuvo enfrentamientos con el ejército.

La Lima, Cortés, 22julio 1989

Reivindicado por elMPL-C

Frustrado asalto bancario. Seis guerrilleros, cinco agentes deseguridad y un civil pierden la vida.

El Zamorano,Francisco Morazán, 15agosto 1990

FUENTE: Tiempo. I de septiembre de 1983. p. 4; Tiempo. 7 de septiembre de 1983. pp. 4-5.; Tiempo. 13 de sep-tiembre de 1983. p. 8.; Tiempo. 27 de marzo de 1984. pp. 2 Y 4-5.; Tiempo. 8 de marzo de 1986. p. 8.; Tiempo.13 de octubre de 1986. p. 14.; Tiempo. 25 de octubre de 1986. p. 5.; Tiempo. 4 de noviembre de 1986. p. 2.;Tiempo. 20 de noviembre de 1986. p. 2.; Tiempo. 26 de noviembre de 1986. pp. 8-9; Tiempo. 29 de noviembre de1986. p. 8.; Tiempo. 12 de octubre de 1987. p. 16.; Berríos Mario. Op. Cit. pp. 147-148.; El Heraldo. 6 enero de1988. p. 48; Tiempo. 18 de julio de 1988. p. 77.

Guerrilleros que secuestraron avión de SAHSA enmarzo de 1981, a su llegada al aeropuerto de Panamá.Fuente: Tiempo. 30 marzo 1981 (Primera plana).

Autobús que conduce a guerrilleros y rehenes alaeropuerto de San Pedro Sula. Previo a que losprimeros alzarán vuelo rumbo a Cuba el 25 de sep-tiembre de 1982, en asalto a Cámara de ComercioFuente: Tiempo. 27 septiembre 1982. p. 8.

Manifestación anticomunista en San Pedro Sula organizada por empresarios y autoridades del gobierno el 21 deseptiembre de 1982 en el marco de la toma de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC). Fuente: LaTribuna. 23 septiembre 1982. p. 1.

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Automóvil en el que se conducía Gustavo ÁlvarezMartínez. Su chofer también murió en el ataque delComando "Lernpira" del MPL-C. Fuente: El Heraldo.26 enero 1989. (Portada).

Pablo García Flores, desertor de columna guerrille-ra del MPL-C. Colaboró con el ejército para ubica-ción de campamentos guerrilleros e identificaciónde miembros de la organización. Fue ajusticiado el22 de julio de 1989 en una aldea de la Lima, Cortes.Fuente: Tiempo. 24 julio 1989. (portada).

NOTAS

l. Guevara de la Serna Ernesto. Influencia dela Revolución Cubana en la América Latina.Obras Escogidas en Único Tomo. Editorial deCiencias Sociales. La Habana. 2003. p. 480.

2. Moss Robert. Op. Cit. p. 280. Las negritas sonnuestras.

3. Fundamentos de Nuestra Línea Política.Material mimeografiado. Sin editorial y fecha.Suponemos que este documento fue elaboradoen 1980, por algunos hechos a los que hacereferencia.

4. Ibid. p. 2.

5. Ibid. p. 4.

6. Ibid. p. 9.

7. Agradezco al historiador Oscar Zelaya Garaypor haberme recordado esta notable rasgo delos movimientos guerrilleros revolucionariosque los diferencia de los otros grupos arma-dos irregulares que participaron en las luchascaudillescas de las primeras décadas del sigloXX.

8. Para mayores detalles sobre el surgimientode las primeras organizaciones obreras y de

la actividad al interior de las mismas de losnúcleos comunistas iniciales se puede con-sultar Meza Víctor. "Historia del MovimientoObrero Hondureño". Centro de Documentaciónde Honduras (CEDOH). Segunda Edición.Tegucigalpa. 1997. p. 36; y Villars, Rina.Porque Quiero Seguir Viviendo. Habla GracielaGarcía. Editorial Guaymuras. Tegucigalpa.1991. p. 138.

9. Otros que integraban ese grupo eran: LuísAndrés Zúniga, Céleo Dávila, Matías Oviedo,Porfirio Hernández, Vicente Mejía Colindres,Alberto Úcles, Esteban Guardiola, MiguelOquelí Bustillo, Miguel A. Navarro, ManuelS. López, Samuel Laínez, Manuel G. Zúniga,Rómulo E. Durón, Eduardo Martínez López,Félix Salgado, Ricardo Aluvín, SalvadorZelaya, Luís Landa, Tito López Pineda, CarlotaMembreño, Manuel Adalid y Gomero, InésNavarro, Adán Canales, Octavio R. Ugarte,Ángel Fortín y Gonzalo Sequeiros. Citado enBarahona, Marvin. Op. Cit. p. 80. nota 91.

10. Citado en Meza, Víctor. Op. Cit. p. 63.

11. El PDRH, en 1949 expresaba a través de suórgano de comunicación oficial "VanguardiaRevolucionaria" lo que esperaba con el apoyo alas luchas sindicales: "esas decenas de miles dehondureños que trabajan en las compañías extran-jeras, podrán obtener un poder adquisitivo más

CANIZALES: El fenómeno de los movimientos guerrilleros en Honduras ...

alto que permita elevar su nivel de vida y poderser buenos consumidores de los productos ven-didos por los otros sectores sociales hondureños[... ]Ia elevación del nivel de vida material delos trabajadores traería como consecuencia unamayor capacidad física para el trabajo. Con tra-bajadores técnicos y bien nutridos, las empre-sas mismas obtendrán mayores rendimientos ymejores beneficios". En Posas, Mario. Luchasdel Movimiento Obrero Hondureño. EditorialCentroamericana Universitaria (EDUCA). SanJosé, Costa Rica. 1981. pp. 189-190. Se obser-va el planteamiento claramente reformista delPRDH. Un reformismo que también se acerca-ba al nacionalismo, en contra del monopolioabsoluto del capital extranjero.

12. A finales de 1954 destaca la OrganizaciónRegional Interamericana de Trabajadores(ORIT), luego en los siguientes años el InstitutoAmericano para el Desarrollo del SindicalismoLibre (IADSL) y la American Federation ofLabor (AFL). Para mayores detalles consul-tar las siguientes obras de Mario Posas: LasSociedades Artesanales y los Orígenes delMovimiento Obrero Hondureño. Editorial de laEscuela Superior del Profesorado. Tegucigalpa.1977; Lucha Ideológica y OrganizaciónSindical en Honduras (1954-1965). EditorialGuyamuras. Tegucigalpa, 1980; y Luchas delMovimiento Obrero Hondureño. EditorialCentroamericana Universitaria (EDUCA). SanJosé, Costa Rica. 1981. También la ya citadaobra de Víctor Meza, Historia del MovimientoObrero Hondureño. Centro de Documentaciónde Honduras (CEDOH). Segunda Edición.Tegucigalpa. 1997.

13. Rigoberto Padi lIa Rush (1929-1998), uno delos más importantes dirigentes del PCH, ensus memorias cuenta cómo en los días queorganizaban el grupo guerrillero, se les acercóRoberto Suazo Córdova, futuro presidente deHonduras de 1982 a 1986, con el fin de dar aconocer sus intenciones de proveerlos de armas.Ver Padilla Rush, Rigoberto. Memorias de unComunista. Editorial Guaymuras. Tegucigalpa.2001. p. 217. Antes de eso, en la década delos cincuenta se habían producido algunosacercamientos entre miembros del PCH y mili-tantes del Partido Liberal pertenecientes a lastendencias de izquierda. Rodríguez, Edgardo.

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La Izquierda Hondureña en la Década delos Ochenta. Ediciones Guardabarranco.Tegucigalpa. 2005. pp. 34-35.

14. Berríos, Mario. Los Comandantes. EditorialOlanchito. San Pedro Sula. 2005. p.26. Agregaque muchas de las armas fueron incluso obteni-das de las bodegas militares pero no las usaronadecuadamente al carecer de suficiente prepa-ración.

15. The Danger of Subversion in Honduras.January, 16, 1964. p. l. www.foia.cia.gov.Página oficial de la CrA con documentos des-clasificados.

16. Ídem. p. 4.

17. Ídem. p. 4.

18. Para más detalles de este grupo guerrille-ro ver García, Luís. El Jute. Redacción,Prologo y Notas de Longino Becerra. EditorialUniversitaria. Tegucigalpa 1991.

19. Padilla, Rush. Op. Cit. pp. 248-260.

20. Euraque, Darío. El Capitalismo de San PedroSula y la Historia Política Hondureña (1870-1972). Editorial Guaymuras. Tegucigalpa.200 l. p. 280. A finales de los sesenta, elmovimiento obrero-campesino en Hondurashabía alcanzado un nivel tal de organizaciónque Arturo Jáuregui, el secretario general dela ORIT, se enorgullecía de decir que "elsindicalismo de la costa norte es uno de losmás avanzados de la América Central" verMeza, Víctor. Op. Cit. p. 129. En efecto elsindicalismo hondureño podía enorgullecersede poseer una gran cantidad de afiliados y deun crecimiento sostenido de las organizacionessindicales, lo que inexorablemente conducía aconcederle al movimiento obrero-campesinouna importancia política apreciable.

21. Euraque, Darío. Op. Cit. p. 281.

22. Citado en Salomón Leticia. Militarismoy Reformismo en Honduras. EditorialGuaymuras. Tegucigalpa. 1982. p. 85. VerTambién Posas, Mario y Del Cid, Rafael. LaConstrucción del Sector Público y del Estado

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Nacional en Honduras (1876-1979). EditorialUniversitaria Centroamericana (EDUCA).Segunda Edición. San José. 1983. p. 275. Lasnegritas son nuestras.

23. Fúnez, Matías. Los Deliberantes. EditorialGuaymuras. Segunda Edición. Tegucigalpa.2000. pp. 265-266. Además: El Día. 14 demarzo de 1972. p. l.

34. Tiempo. 22 de febrero de 1980. p. 5.

24. El Día.1 marzo 1972. p. 2.

35. Para el caso del secuestro de Quiroz verTiempo. 18 abril 1980. p. 4; Tiempo. 19 abril1980. p. 3 Tiempo. 24 abril 1980. y Tiempo.29 de junio de 1980. p. 7.p.3. También MarioBerríos. Op. Cit. pp. 63-69.

25. Carney Guadalupe. Metamorfosis de unRevolucionario. Memorias de un Sacerdote enHonduras. Publicación del Partido Revolucionariode los Trabajadores Centroamericanistas deHonduras (PRTC-H). Septiembre de 1983. pp.160-162. Agradezco a la Dra. OIga Joya porhaberme proporcionado este material.

36. Más detalles sobre lo que fue la columna gue-rrillera del PRTC-H, destruida en septiembrede 1983, pueden hallarse en Martínez, JuanRamón. Oficio de Caníbales. Militares y gue-rrilleros en el Patuca (1983). Ediciones 18Conejo. Guardabarranco. Tegucigalpa. 2006.

26. Ibid. p. 91.

27. En el período 1975-1978 se entregaron a gru-pos campesinos 89 mil hectáreas de tierra. Deellas el 45% estaban ubicadas en el Valle delAguán. Ver Posas, Mario y Del Cid, Rafael.Op. Cit. p. 318.

37. Artefactos explosivos que únicamente disper-san propaganda política impresa, hojas volan-tes generalmente.

28. Estos grupos para octubre de 1980 se unificanpara conformar el Frente Farabundo Martí parala Liberación Nacional (FMLN).

38. Tiempo. 28 de enero de 1981. pp. 4 Y 8.

39. El escritor hondureño Longino Becerra, vete-rano miembro del PCH, a pesar de que elcomando se proclama miembro del MPL-C,adjudica esa acción al FMLN, sin mencionarsiquiera el nombre de la organización. VerCuando Las Tarántulas Atacan. 5" Edición.Editorial Baktun. Tegucigalpa. 1999. p. 163.Sin embargo, creemos más lógico considerar,por el contenido del comunicado que refierea asuntos particulares del movimiento popularhondureño, que el comando que realizó elsecuestro tuvo que haber sido del MPL-C, sindescartar, por supuesto, el apoyo o incluso laposibilidad de la participación de algunos gue-rrilleros salvadoreños.

29. Padilla Rush, Rigoberto. Op. Cit p. 408.

40. Tiempo. 20 de marzo de 1981. p. 3.

30. Ibid. p. 409. Nota 190. y Rodríguez, Edgardo.Op. Cit. p. 200.

41. Tiempo. 28 de marzo de 1981. p. 5.

31. Berríos, Mario. Op. Cit. p. 51.

42. Ibid. p. 5. Entre los nombres que aparecían enla lista estaban: el Dr. Juan Almendarez, rectorde la UNAH; Profesor Felícito Montalván,presidente de la Federación de EstudiantesUniversitarios de Honduras (FEUH); Dr.Ramón Custodio; Lic. Víctor Meza; Prof.Tomás Nativí, coordinador general de la URP;Teniente Coronel Mario Maldonado Muñoz;Lic. Gautama Fonseca; Periodista VenturaRamos; Ingeniero Fidel Martínez Rodríguez;los hermanos Carlos Roberto y Jorge Arturo

32. Fundamentos en Nuestra Línea Política.Estrategia General del MPL "Cinchonero. s.f.S.r. p. 6. Material mimeografiado. 16 páginas.Inferimos que este documento tuvo que habersido hecho a inicios de 1981, por la mención dealgunos hechos que acontecieron en Hondurasen ese período. El subrayado y las comillas sondel original.

33. Sobre las detenciones de miembros del FPHver Tiempo. 16 de abril de 1980. p. 13.;Tiempo. 18 de abril de 1980. p. 9. y Tiempo. 10de abril de 1980. p.20.

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Reina; Dr. Enrique Aguilar Paz, diputado delPINU; Lic. Adalberto Córdova, dirigente de laURP; Napoleón Acevedo Granados, dirigentesindical; Héctor Hernández Fuentes, dirigen-te sindical; Marcial Euceda, presidente delFUNACAMH (Frente de Unidad Campesinade Honduras) y de la UNC; Fausto Orellana,dirigente campesino; Atilio Villalobos, diri-gente de la EACI; Dagoberto Padilla, dirigentesindical; Rolando Vindel, dirigente sindical;Fausto Milla, sacerdote; José Luis Rivera yotros más.

43. Ibid. p. 5.

121

estudiantiles, obreras y de defensa de losderechos humanos. El CCOP era sucesor delFrente Unidad Popular 25 de Junio que enjulio de 1982 se había organizado, pero que fuedesarticulado al poco tiempo por la represiónde Álvarez Martínez. Ver Posas Mario. Notassobre las Luchas Recientes del MovimientoPopular Hondureño (1984-1986). BoletínBimestral de Análisis de Coyuntura. Año 1.No. l. Julio 1987. Departamento de CienciasSociales UNAH. pp. 36-37.

54. Ver Tiempo. 22 marzo 1984. pp. 2-3 Y Tiempo.29 marzo de 1984. p. 2.

44. Tiempo. 30 marzo 1981. p. 11. 55. Entrevistacon "Esteban Rarnirez". Tegucigalpa.10 mayo 2005.

45. Tiempo. 13 de junio de 1981. p. 3. Apareceun relato similar en Becerra, Longino. CuandoLas Tarántulas Atacan. 5" Edición. EditorialBaktun. Tegucigalpa. 1999. pp. 163-66.

56. Tiempo. 8 de marzo de 1986. p. 8.

46. Entrevista con "German Meraz", Tegucigalpa.3 de septiembre de 2006.

57. Entrevistacon "Esteban Ramirez". Tegucigalpa.10 mayo 2005.

47. Editorial de Víctor Meza. Tiempo. 8 de agostode 1980. p. 6.

58. Entrevistacon "Esteban Rarnirez". Tegucigalpa.10 mayo 2005.

48. Entre los funcionarios del gobierno estabandos ministros: el señor Gustavo Adolfo Alfarodel Ministerio de Economía, y el señor ArturoCorleto Moreira del Ministerio de Hacienda yCrédito Público. Ver La Prensa. 26 de septiem-bre de 1982. pp. 2-3. y también Flores Ponce,Mario. La Toma. Crónica del Secuestro Masivomás Largo de la Historia de Centroamérica.Alin Editora. Sin lugar. 1996. pp. 101-105.

59. Tiempo. 13 octubre de 1986. p. 14.

49. La Prensa. 26 de septiembre de 1982. p. 8.

60. Tiempo. 14 noviembre 1986. p. 2.

50. Flores Ponce, Mario. Op. Cit. p. 13. Y CálixSuazo, Miguel. Op. Cit. pp. 80-81.

61. Entrevistacon "Esteban Rarnirez". Tegucigalpa.10 mayo 2005. También TiempoA de noviem-bre de 1986. p. 2; Tiempo. 20 noviembre de1986. p. 2 Y Tiempo. 21 noviembre de 1986. p.16.

51. La Prensa. 22 de septiembre de 1982. pp. 2-3.

62. Ver testimonio de ex miembro del grupo para-militarde derecha 3-16,José Barrera Martínezen Comisionado Nacional de Protección delos Derechos Humanos. Los Hechos Hablanpor Sí mismos. Informe preliminar sobre losDesaparecidos en Honduras (1980-1993).Editorial Guaymuras. Tegucigalpa. 1994. p.340. También Tiempo. 25 octubre de 1986.p.5.

52. Tiempo. 23 septiembre de 1982. pp. 8 y 10.

53. En marzo de 1984, pocos días antes de lashuelgas de los sindicalistas de la ENEE, sehabía conformado el Comité Coordinador deOrganizaciones Populares (CCOP), agluti-nando a diversas organizaciones sindicales,

63. Entrevistacon "Esteban Rarnirez". Tegucigalpa.10 mayo 2005; Además Tiempo.26 noviembre1986. pp. 8-9 y Tiempo.29 noviembre de 1986.p.8.

64. Tiempo. 24 julio de 1989. p. 8.

122 REVISTA ESTUDIOS No. 21/2008/ ISSN: 1659-1925/105-123

65. Tiempo. 26 enero 1989. p. 3.

66. Tiempo. 26 enero 1989. p. 8. Recordemos queel Comando "Lernpira" también se hizo res-ponsable del secuestro del avión de SAHSA enmarzo de 1981.

67. Los testimonios son: Entrevista con "EstebanRamirez". Tegucigalpa. 10 mayo 2005. yEntrevista con "German Meraz". Tegucigalpa.3 de septiembre de 2006.

68. Tiempo. 2 de febrero de 1989. p. 4.

69. Idem. p. 16.

70. Tiempo. 5 de julio de 1989. p. 8. y Tiempo. 7julio 1989. p. 4. Mario Berríos dice que amboseran parte del comando del MPL-C que diomuerte a Alvarez Martínez. Op.Cit. pp. 207-208.

71. Entrevista con "German Meraz". Tegucigalpa.3 de septiembre de 2006.

72. Tiempo. 18 agosto 1990. p. 6. y Entrevista con"German Meraz". Tegucigalpa. 3 de septiem-bre de 2006.

73. Veáse los cuatro diarios principales de Hondurasde la fecha 16 de agosto de 1990.

74. Tiempo. 16 de agosto de 1990. p. 2.

75. Entrevista con "Gerrnan Meraz". Tegucigalpa.3 de septiembre de 2006.

76. Por otra parte, las claves para comprender esereformismo particular de Honduras se encuen-tran en el singular proceso de Reforma Liberalde finales del siglo XIX que es explicado porel historiador Darío Euraque en su artículo: LaReforma Liberal en Honduras y la Hipótesisde la Oligarquía Ausente 1870-1930. Revistade Historia. Vol. No. l. No. 23 Enero-Junio1991. Editorial de la Universidad de CostaRica. pp. 7-56. El referido historiador concluyeen ese estudio que "lo distintivo de la historiamoderna hondureña surge de las característicasespecíficas de las élites rurales del país, susrelaciones con el poder estatal, y las relacionesde estos sectores y la historia de los sectores

económicos y sociales que no formaban partede las élites". pp. 38-39.

77. La mayoría de hechos reseñados fueron reivin-dicados por el MPL-C. Algunos se adjudican aeste grupo con base a las informaciones de lapolicía dadas a conocer en la prensa local.

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