El aborto. una cuestión de razón

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El aborto, una cuestión de razón. Gema Martínez Ibiza

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El aborto,

una cuestión de razón.

Gema Martínez Ibiza

Gema Martínez Ibiza| El aborto,una cuestión de razón

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Introducción

Este texto pretende ser una reflexión actual sobre el tema del aborto. Pero para acotar el

ámbito de la reflexión advertimos que está pensada a nivel nacional aunque, claro está,

siempre se puede extrapolar a otros lugares.

El texto aquí expuesto está dividido en cuatro partes:

El primer capítulo nos dará una perspectiva sobre el patriarcado y como define este las

relaciones de dominio y como en consecuencia es una pieza clave en el tema sobre la

discusión del aborto.

El segundo capítulo nos muestra como el mito, la religión y el prejuicio siguen

presentes en nuestra sociedad actual.

El tercer capítulo profundiza sobre el tema anterior en lo que se refiere a la legislación y

como ésta ha ido evolucionando e incluyendo a la mujer.

Por último, en el cuarto capítulo nos planteamos si realmente la mujer está reconocida

por los derechos o solo lo parece.

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Capítulo I. Maternidad y legitimidad

En la antigüedad la palabra maternidad no existía ni en griego, ni en latín, sin embargo

la función materna tal y como la conocemos hoy está presente en los mitos, griegos y

romanos. Tanto el comportamiento de la mujer como el del hombre se ven

representados en las figuras de los dioses y las diosas, en sus relaciones, en su ir y venir.

El mito y la religión en el mundo griego funcionan de forma diferente a como funcionan

ahora. Tenemos que tener en cuenta que la (πόλις) polis es una comunidad político-

religiosa en la que lo religioso y lo político no se puede separar. Esta está además

asentada sobre unos principios generales con unos elementos que siempre se sitúan en el

ámbito divino o trascendente, nunca se desvincula de este ámbito así pues el (νόμον)

‘nómos fundacional’ forma parte del ámbito divino. Y es ahí donde realmente se puede

encontrar la legitimidad.

¿A qué nos referimos con legitimidad? El matrimonio en Grecia era el momento más

importante de la vida de una mujer, y suponía un auténtico cambio social. Para los

varones, en cambio resultaba una obligación que debían cumplir para poder transmitir

su estatus social al heredero y asegurar así la continuidad de su unidad familiar.

La ley ateniense prácticamente obligaba al matrimonio, pues los derechos políticos de

los solteros quedaban mermados, disminuidos. Lo mismo ocurría en Roma, el derecho

romano es patriarcal, la ley reconoce la autoridad plena y completa sobre los hijos que

se criaban como legítimos, el derecho de ciudadanía no era un beneficio propio sino

para servir a su gens a su gente, a su linaje, a su familia.

El matrimonio griego se basaba en un acuerdo formal entre el novio y el padre de la

novia, se fijaba un acuerdo económico, el padre se comprometía a entregar una dote,

dote que podía ser reclamada si el novio repudiaba a la novia.

Después de los ritos de despedida de la infancia y de purificación se procedía a la

preparación y celebración del banquete nupcial. En este banquete se realizaban

sacrificios a los dioses, para asegurar la fecundidad y la salud del matrimonio, y a los

invitados se les agasajaba con exquisitas viandas, buenos vinos, y selectas frutas. A tan

alto grado llego el despilfarro en este tipo de celebraciones que el mismo Solon se vio

obligado a limitar con leyes suntuarias los gastos exagerados que generaban tanto las

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bodas como los funerales. Es obvio que en las capas más humildes y bajas los padres

no tenían posibilidad de dar una dote para casar a su hija, o no podían afrontar el gasto

que suponía la celebración de la boda, por esa razón en estas clases más bajas se

recurría a la unión de hecho con el consecuente perjuicio para los hijos, ya que

solamente tenían categoría de ciudadanos los hijos nacidos de matrimonios legítimos,

ya que la única finalidad del matrimonio era engendrar hijos legítimos.

Pero en la sociedad griega el haber nacido dentro del marco de la institución

matrimonial no garantizaba la legitimidad de la aceptación del padre como hijo

legítimo, lo que lo determinaba era un rito en el que el supuesto padre recogía al

supuesto hijo, el verbo que designa esta acción es άναιρειν, así pues es necesario tener

claro que en la Atenas clásica los actos religiosos y cívicos se entremezclan como

acabamos de mostrar en este ejemplo, ya que este rito recuerda al levantamiento del

primer hombre por manos de Atenea.

El ritual del reconocimiento del recién nacido por parte del padre recibe el nombre de

fiesta de las Anfidromías, ‘carrera alrededor’ .Consistía en una carrera del padre

alrededor del hogar con el bebé en brazos, tras la cual lo depositaba en el suelo en

presencia de los miembros de la familia. Con este ritual, el niño era incorporado al

hogar familiar y al grupo social de la polis. De decidir el padre abandonar a la criatura,

exposición, por el motivo que fuera (por exceso de hijos, por falta de recursos para

criarlo, por ser hembra…) lo debía hacer en los días anteriores a las Anfidromías,

cuando el niño, a ojos de todo el mundo, todavía no tenía existencia real. Diez días

después del nacimiento los miembros de la familia se reunían de nuevo para realizar un

sacrificio y celebrar un banquete. En esta ceremonia era cuando se imponía el nombre al

niño.

En la antigua Roma el emperador Augusto decreto una ley que obligaba a las clases

altas a casarse y reproducirse, si no tenían hijos esta ley prohibía el derecho de herencia,

pasando así a los familiares más próximos con descendencia, esto obligaba a los

hombres a casarse. Los matrimonios debían tener de tres a cuatro hijos dependiendo de

su posición social.

Las relaciones conyugales tanto en Grecia como en Roma se limitaban a los momentos

necesarios para la concepción de los hijos legítimos. La moral en uso en la antigua

Grecia permitía al marido toda suerte de evasiones extraconyugales tanto con heteras,

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como con efebos. La postura masculina queda definida en Contra Neera: “tenemos a

las cortesanas para el placer, a las concubinas para la casa, a las esposas para la

procreación legitima y el buen gobierno familiar”1

Por encima de todo está la institución fundamental de la polis, el matrimonio. La mujer

es considerada dentro de esta como la piedra angular, el mismo Jenofonte en su

economía advierte; “A una joven esposa no se le exigirá ni educación, ni ciencia, ni

cultura, solo modestia, obediencia, y economía”.2

Para las mujeres romanas un marido demasiado fiel era una complicación ya que

obligaba a estas a tomar métodos anticonceptivos. Sabían que el coito interrumpido era

de poca eficacia, para evitar el embarazo se levantaban inmediatamente después de las

relaciones sexuales para expulsar la mayor cantidad de esperma y tomaban pociones

cuyos componentes eran similares a los de los métodos abortivos actuales. El aborto no

estaba castigado por la ley pero se castigaba duramente si moría una mujer. Esto no era

porque reconocieran a la mujer como un ser que tiene derecho a la vida, o como un

igual, sino porque el derecho romano investía por completo el cuerpo materno, es decir,

cuando un hombre moría estando su esposa en cinta, el feto era nombrado como

heredero de su padre. La mujer que lo llevaba ya no era ni esposa ni madre, dado que

no tenia marido y su hijo aun no había nacido, se reducía al vientre, su matriz era el

cuerpo jurídico del niño que tenía que nacer.

La otra herencia cultural que tenemos es la judía, paradójicamente el pensamiento judío

no otorga valor a la virginidad ni a la castidad. Esto es algo que nos viene dado por la

línea de pensamiento que hemos descrito anteriormente: el intento por parte de los

hombres de estar seguros que el hijo que admiten como suyo, y por tanto su heredero es

realmente y legítimamente suyo. Esto se consigue siendo el primero en yacer con su

conyugue. Sin embargo en el antiguo testamento podemos ver como lo que marca que

una mujer sea virtuosa no es la castidad sino que tenga muchos hijos. El rey Salomón

marco la diferencia entre una verdadera madre y una que no lo es. La verdadera madre

1 LA MUJER EN GRECIA A TRAVES DE LA ICONOGRAFIA DOMESTICA. P. González Serrano

2 Administración del Oikos, del hogar. En caso de pertenecer a una posición desahogada el cometido

más importante de una mujer era el de vigilar el trabajo de sus esclavas, hemos de tener en cuenta que en las capas altas de la sociedad los niños eran criados por nodrizas. Otro caso muy distinto es el de los matrimonios con economía precaria, o uniones de hecho, en estos casos las mujeres se tenían que hacer cargo cocer el pan, cocinar, ir a por agua a la fuente, cardar la lana, hilar, tejer, limpiar… y un inmenso etc, es decir todo lo que se relaciona con el hogar.

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no es aquella que quiere un hijo a cualquier precio, sino aquella que quiere el bien para

su hijo, aquella que se desvive por él, que lo cuida que es afectiva, bondadosa

desprendida. Esta característica es asimilada por María, que aunque solo tuvo un hijo, es

considerada como la madre de todos los cristianos, dándole así la mayor cantidad de

hijos posibles.

Sin embargo la virginidad y la castidad para los primeros padres de la iglesia era muy

importante, tanto que Origenes3 Adamantius uno de los tres pilares de la teología

cristiana expresó lo siguiente en el año 232 d.C.:

“María conservó su virginidad hasta el fin, para que el cuerpo que estaba destinado a servir a la palabra

no conociera una relación sexual con un hombre, desde el momento que sobre ella había bajado el

Espíritu Santo y la fuerza del Altísimo como sombra. Creo que está bien fundado decir que Jesús se ha

hecho para los hombres la primicia de la pureza que consiste en la castidad y María a su vez para las

mujeres. No sería bueno atribuir a otra la primicia de la virginidad”

Así pues como hemos podido observar en este capítulo el patriarcado se define como un

sistema de dominación sexual sobre el que se asientan el resto de las dominaciones

como las de casta sexual, clase social y política, e incluso el reparto de riquezas ya que

éstas son repartidas entre los ciudadanos. Pero no solo eso, el patriarcado viene marcado

por la transcendencia: el hombre transciende su ser a través de su hijo legítimo, solo los

hijos cuyo padre los ha reconocido son legítimos,4 sin embargo, la mujer no se

transciende, la mujer es inmanente.

3 Orígenes (griego Ὠριγένης Ōrigénēs; latín Origenes Adamantius; en algunos textos antiguos, también Horigenes o bien Origines)

es considerado un Padre de la Iglesia, destacado por su erudición y, junto con San Agustín y Santo Tomás uno de los tres pilares de la teología cristiana. 4 Recordemos el relato del bautismo de Jesús por Juan el bautista como aparece el espíritu santo y afirma; “Este es mi hijo amado,

en el que me complazco” ( Mateo 3, 11-17)

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Capítulo II. Figuras de la mujer

En nuestro imaginario occidental la imagen de la mujer es la de la madre por excelencia,

la virgen María. Es curioso ver como convergen distintas visiones de la mujer en una.

Recordemos que la figura de la virgen María como madre de Dios surge en época

romana. No olvidemos que la cultura romana es heredera de la cultura griega, como

hemos podido comprobar anteriormente. Pero antes del culto a María existía el culto a

otras diosas, todas no eran madres pero todas ellas fueron absorbidas por el culto a la

virgen María.

La figura de la madre la representaba Rhea Kybele en la mitología griega,

la titánide Rea (en griego antiguo Ῥεία Reia, Ῥέα Rea, Ῥείη Reiē o Ῥέη Reē, ‘flujo

(menstrual o del líquido amniótico)’ o ‘facilidad (en el parto)’) era hija de Urano y

Gea. Hermana y esposa de Crono. Madre con éste de Deméter,

Hades, Hera5, Hestia6, Poseidón y Zeus. Estaba fuertemente asociada a Cibeles7, tanto

que en obras de arte solía ser representada en un carro tirado por dos leones, y no

siempre era posible distinguirlas. En la mitología romana, fue la Magna Mater deorum

Idaea8 . En la mitología griega, el símbolo de Rea es la luna. Sin embargo, en la

mitología romana su símbolo se conocía como el ciclo lunar, hemos de percatarnos

que hasta hoy nos ha llegado la creencia de que los cambios lunares propician el parto.

Es considerada así pues como la madre de todos los dioses.

La imagen de la esposa está representada por Hera (Juno). Hija mayor de Crono y Rea.

Hermana y esposa de Zeus. Es divinidad protectora del matrimonio y de las mujeres

casadas, diosa de la familia, era la reina de los dioses, la señora del cielo y la tierra y la

protectora de los reinos e imperios, es la representación de la señora de la casa, la buena

administradora del oikos, tal y como hemos explicado antes.

Hestia (Vesta) Hija de Crono y Rea, hermana de Zeus es la diosa del fuego del hogar.

Protectora de la familia y de la ciudad, el ritual de Anfidromías que hemos explicado

anteriormente relativo la legitimidad era en su honor. Solemne, pura, insensible a las

5 http://es.wikipedia.org/wiki/Hera

6 http://es.wikipedia.org/wiki/Hestia

7 http://es.wikipedia.org/wiki/Cibeles

8 http://es.wikipedia.org/wiki/Magna_Mater

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flechas de Eros, como Atenea y Artemis. Estas tres son las diosas vírgenes por

excelencia.

Atenea (Minerva) Hija de Zeus y Metis. Urano y Gea habían revelado a Zeus que si

Metis tenía una hija, a continuación tendría un hijo que le quitaría el poder. Para evitarlo

Zeus se la traga cuando está embarazada. Será él quien por su cabeza dará a luz a

Atenea, después que Hefesto, por petición suya le diera un hachazo certero y de ella

brotó Atenea, ya armada. Pertenece a la segunda generación de los Olímpicos. Diosa de

la sabiduría, de la razón, de la guerra. Preside las artes y la literatura. Protege a

hilanderas y bordadoras. Es la patrona de Atenas. Encarna la razón que domina el

impulso aunque a veces resulta colérica.

La naturaleza está representada por dos diosas. Por una parte tenemos a Artemis

(Diana), hija de Zeus y Leto y hermana de Apolo, pertenece a la segunda generación de

los Olímpicos. Diosa de la caza. Su reino es la naturaleza salvaje. Por otra parte está

Deméter (Ceres), hija de Crono y Rea, hermana de Zeus. Diosa de la agricultura, de la

tierra cultivada, especialmente del trigo. Representa la naturaleza dominada.

La sexualidad la representaba Afrodita (Venus). Para unos nació de Urano, una vez que

su hijo Crono, tras castrarlo, arrojó al mar sus órganos genitales. La semilla del dios

fecundó la salada espuma y de ella surgió Afrodita Para otros es el fruto de la relación

entre Zeus y Dione. Es la diosa del amor, del deseo, de la belleza. Nadie se le resiste ni

siquiera los dioses, salvo Atenea, Artemis y Hestia. Su hijo, según unas tradiciones, es

Eros (Cupido, el Amor).

Así pues en este imaginario sobre la mujer tenemos a tres vírgenes por distintos

motivos, una porque no quiere someterse al poder olímpico, o lo que sería lo mismo al

dominio de los hombres, es la diosa de la naturaleza salvaje, Artemisa. Atenea no es el

típico modelo de mujer ya que va revestida con todo el armamento hoplita, pero como

hemos visto no es solo la diosa de la razón 9 de los hombres sino de la razón de las

9 Por razón hemos de entender tanto mízos como logos. Aquello que podríamos llamar (μύθος) mízos es a un

lenguaje o conocimiento intuitivo, o conocimiento de naturaleza, es decir hay cosas que el griego no puede dejar de

reconocer que se le escapan, las que no puede dar explicación, así pues para dar respuesta a esas incógnitas lo que

hace es situarlas en el plano divino o trascendente, este no es un plano accesible al ser humano. Por logos

entendemos el pensamiento articulado en el discurso con alguna finalidad determinada, dado que la mujer no puede

ejercer su logos en la actividad política, ni tampoco en los espacios en los que el pensamiento cobra vida en forma de

logos con la finalidad de acción política , es decir; el ágora, la acrópolis, el teatro, sitios que se van configurando

conforme avanza la estructuración democrática de la sociedad, queda relegada a un segundo plano, ya que en tanto

que no actúa y menos aun en el plano en que lo hacen los hombres se limita en el mejor de los casos a contemplar, lo

que determina que desarrollen una percepción diferente de la realidad a la de los hombres y consecuentemente un

logos propio alejado del de aquellos. Para más información sobre μύθος leer el artículo de I.R. Alfageme.

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mujeres ya que es la protectora de las hilanderas y las bordadoras. Así pues tampoco

puede ser dominada ni por un sexo ni por otro.10

Hestia es un caso curioso pues es

virgen por decisión propia para evitar un mal mayor. Hestia fue cortejada

por Poseidón y por Apolo, pero juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre

virgen, a lo que Zeus le correspondió cediéndole los lugares preeminentes de todas las

casas y la primera víctima de todos los sacrificios públicos, por evitar con su negativa

una primera disputa entre los dioses.

La virgen María recoge la caracterización de estas tres vírgenes, pues se le asigna la

prudencia y la sobriedad típica de Hestia; la sabiduría, la razón de Atenea. Además

físicamente se le atribuye la característica de ser naturaleza salvaje, de Artemisa y la

de la naturaleza dominada, culto a Deméter11

. Esto unido a la idea que hemos expuesto

anteriormente nos muestra el porqué de tanta insistencia de los primeros padres de la

iglesia en que María fuera perpetuamente virgen, ya que de esta manera además de

asimilar los distintos credos al de María, hacían ver que solo el cristianismo podía ser

legitimo, ¿Pues como una virgen va a concebir sin conocer varón, ni intercesión divina?

Que no hubiese sido tocada por ningún hombre ni antes ni después garantizaba la

intercesión divina, y así la legitimidad de su hijo, como hijo de Dios.

María también recoge el titulo de madre de Dios tal y como lo había ostentado Rea

como madre de los dioses, con la única diferencia de que estamos en una religión

monoteísta. También es esposa y reina, aunque no de un dios como lo fue Hera, sino de

un mortal y pobre carpintero, evitando así la parte negativa de Hera, la colérica, la

desatada, la celosa y además por si no tenemos bastante similitudes, su hijo “descendió

a los infiernos y al tercer día resucito” tal como lo hizo la hija de Deméter, Perséfone

que pasaba seis meses en el infierno con el dios Hades y seis meses con su madre en la

tierra, es una forma de describir el ciclo de la vida, la semilla y la planta.

Para la Iglesia Católica, la Iglesia Copta, la Iglesia ortodoxa y otros credos, María es

Madre de Dios en cuanto es verdadera madre de Jesús que es Dios. Pero María no

engendró al Verbo (segunda persona de la Trinidad) ya que, como Dios el hijo es

10 Hemos de tener en cuenta que en la antigua Grecia había una pugna por el poder entre las divinidades ctónicas y las

divinidades olímpicas, lo que es lo mismo la divinidades de la tierra, la fertilidad, femeninas y las divinidades del

Olimpo, de la destrucción y de la creación el rayo, y el fuego, los terremotos, y las inundaciones, etc…las divinidades

masculinas. De ahí que las divinidades ctónicas como Dionisos (Baco) terminarán siendo olímpicas. 11

Aunque Deméter, es naturaleza pero no es virgen, ya que esta cultivada, es naturaleza dominada.

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eterno, pero sí a Jesús que es el Verbo hecho hombre. El razonamiento que se sigue es

común a todo ser: una madre no engendra el alma sino sólo el cuerpo de su hijo. Como

hemos visto anteriormente en el derecho romano, la mujer es un cuerpo que incuba al

ser que ha creado el padre. El poder creador no reside en la mujer, esta es solo un

vehículo de trasmisión de la potencia creadora del padre, ya sea Dios o un simple

hombre.

Tanto el hijo como el Padre poseen la potencia creadora, ya que esta pasa del padre al

hijo, no pasa del padre a la hija. Hemos de tener esto en cuenta pues esto nos deja ver

claramente bastantes cosas. Si recordamos anteriormente comentábamos como se

adquiría el estatus de ciudadano en Roma, solo se es ciudadano si se es padre. En

Grecia sucedía algo muy parecido solo los hombres hijos de ciudadanos podían ser

ciudadanos, y veíamos como el padre tenía el poder para decidir si era o no legitimo,

esto implicaba poder formar parte de la comunidad política. Las mujeres por supuesto

estaban excluidas de esta comunidad, no tenían poder decidir si ese hijo era legítimo o

no, el lugar de la mujer es el ámbito del Oikos, del hogar. El cuerpo de la mujer es visto

como la naturaleza y ésta es fértil o no. Es como la tierra en donde se deja caer la

semilla: no tiene poder creador. Éste solo lo posee el hombre que es el que insufla la

forma,12

el alma, es el que posee la potencia13

la semilla que germina y se convierte en

otro hombre. De manera que la adoración a la virgen María no es tan inocente como nos

han hecho creer a tantas y tantas generaciones, detrás del culto se esconde una línea de

pensamiento nada conveniente para las mujeres como seres políticamente iguales a los

hombres.

No es que estemos en contra del culto, solo queremos poner de relevancia que dicho

culto hunde sus raíces en una sociedad agraria, en donde la mujer no es considerada

como un ciudadano sino como un mero medio de trasmisión, como una incubadora,

como un objeto con el que se puede comerciar. Ya hemos visto que en el matrimonio

griego y romano se establecía como una transacción, y que la tradición de la dote no nos

es tan alejada en el tiempo. Así pues ¿cómo puede articularse este culto en una sociedad

como la nuestra en donde la mujer es considerada como un ciudadano? ¿Cómo afecta a

la mujer considerada como ciudadana la maternidad? ¿Puede la mujer decidir tal y

cómo lo hacia el hombre en el ritual de Anfidromías si el niño es legitimo o no?

12

Más información sobre la materia y la forma en la Metafísica de Aristóteles. 13

Ibíd. nota 6

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11

Recordemos que en Roma para ser ciudadano se debía tener descendencia legítima14

, y

que quien decidía era el hombre, la mujer no tenía poder de decisión. Así pues ¿puede o

no la madre tomar la decisión, como el hombre, si quiere o no tener ese hijo? ¿Es

respetado su criterio? ¿O ha de depender siempre de la razón masculina? En otras

palabras puede lo femenino ser transcendente o está condenado a la inmanencia.

Capítulo III. Leyes15

y derechos

En el capítulo I hemos mostrado como la política y la religión están íntimamente unidas.

Esto no ocurría solo en Grecia o en Roma, también sucede en nuestro días aunque nos

esforcemos en negarlo. Por todos es sabido que las primeras leyes de los hombres eran

de carácter religioso, buena muestra de ello son las tablas de la ley de Moisés, conocidas

también como los diez mandamientos16

, pero estas leyes son normas de convivencia

entre los hombres. Puede sonar duro pero hemos de recordar que el decimo

mandamiento es: “No codiciarás los bienes ajenos” y que las mujeres eran consideradas

en ese contexto como un bien.

Todo esto ha cambiado con el paso del tiempo y las mujeres se han ido ganando un

puesto fuera del hogar. Han ganado en derechos y reconocimiento, aunque no en todo el

mundo. Las mujeres han dejado de ser solo una forma de trasmisión de la potencia

creadora del hombre y han sido consideradas como seres humanos1718

de pleno derecho.

14

Esto no significa que no se tuvieran hijos ilegítimos, sino que los que no cumplían los requerimientos del padre eran expuestos, o simplemente se abandonaban o se dejaban morir de hambre. 15

http://www.pregnantpause.org/lex/world02.jsp 16

δεκάλογος (dekalogos: ‘diez palabras’) los Diez Mandamientos son:

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.

2. No pronunciarás el nombre de Dios en vano.

3. Santificarás las fiestas.

4. Honrarás a tu padre y a tu madre.

5. No matarás.

6. No cometerás actos impuros.

7. No robarás.

8. No dirás falsos testimonios ni mentirás.

9. No consentirás pensamientos o deseos impuros.

10. No codiciarás los bienes ajenos.

17En la antigua Grecia los seres humanos eran los griegos, dado que estos poseían el logos, todo aquel que no fuera

griego era bárbaro, las mujeres tenían un logos pero diferente e inferior. Esta es una concepción política y social, y las

mujeres en aquel entonces no eran concebidas como seres políticos, los niños en cambio aunque no eran concebidos como seres políticos eran seres humanos en potencia, la humanidad se daba en la comunidad política.

18 El diccionario de filosofía latinoamericana señala que el término sexismo se usa como sinónimo de machismo.

Recoge varias definiciones, incluida la que conceptualiza la filósofa Celia Amorós

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La lenta evolución de los Derechos Humanos1920

empieza a partir del siglo XVII

cuando Inglaterra incorpora en 1679 a su constitución la Habeas Corpus Act y la

Bill of Rights (Declaración de Derechos) en 1689.

En Francia como consecuencia de la Revolución francesa21, se hace pública, en 1789,

la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.22

Estamos en la época de la Ilustración, esta es la condición de posibilidad para que surja

el feminismo como critica a la desigualdad entre hombre y mujeres. La Ilustración

pretendía la igualdad, pero es criticada por no cumplir aquello que prometía en sus

discursos, ya que en la revolución francesa a las mujeres no se las acepta como

ciudadanas de pleno derecho, y se las excluye del espacio público, así pues se configura

una organización social en la cual los hombres tienen voz y voto para dirimir los

problemas y las mujeres quedan relegadas al hogar, de modo que es un modelo muy

parecido al de la polis griega, o la ciudad romana.

Durante la Primera23

y Segunda Guerra Mundial, las mujeres se vieron obligadas a salir

de su hogar, y ponerse a trabajar24

en fábricas y talleres, ya que en estas estaban escasas

de personal porque la mayoría de los hombres estaban combatiendo, algunas también se

alistaron y ocuparon puestos de traducción, operadoras…, pero siempre eran puestos

con poca toma de decisiones. Sin embargo, cuando la guerra terminó en 1945 a medida

que los hombres regresaban con sus familias y amistades, también regresaban a los

trabajos que habían abandonado. Evidentemente, se esperaba que las mujeres volvieran

a desempeñar los papeles tradicionales de esposa y madre. En diciembre 1948 se

aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH)25

en este contexto

se inscribe la obra de Simone De Beauvoir El segundo sexo, publicado por primera vez

".. el sexismo es una ideología que influye en el discurso filosófico de dos maneras: a) como condicionante inmediato

del modo como la mujer es pensada y categorizada en la sistematización filosófica de las representaciones

ideológicas, y b) como condicionante mediato de la mala fe de un discurso que se constituye como la forma por

excelencia de relación conscientemente elaborada con la concreta historicidad del hombre y procede a la exclusión

sistemática de la mujer de ese discurso. La ideología sexista se manifiesta, por lo tanto, en las formas que emplea el

discurso filosófico para escamotear la humanidad plena de las mujeres, convirtiéndolo en un discurso limitado,

“resentido de la falsedad que lleva consigo la percepción distorsionada de la misma, precisamente para un discurso que se pretende a sí mismo el discurso de la autoconciencia de la especie” (Amarás, 1982)."

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Estos no son los primeros derechos humanos de la historia pero son los que provocan un cambio a la hora de

incluir a la mujer en ellos. Muestra de ello es el Cilindro de Ciro 20

http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_Humanos 21

http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_francesa 22

http://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_del_Hombre_y_del_Ciudadano 23

http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Rol-De-La-Mujer-Durante/343868.html 24

http://www1.cuny.edu/portal_ur/content/womens_leadership/spanish/las_mujeres_guerra.html 25

http://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_Universal_de_los_Derechos_Humanos

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en 1949. La obra empieza con una cita de Poulain de la Barre; “todo lo que ha sido escrito

por los hombres sobre las mujeres es sospechoso, ya que ellos son a la vez juez y parte” la elección de

este pensador no es casual, ya que Poulain de la Barre reclama la universalización de los

derechos: la igualdad para todos los seres humanos y no solo para la mitad de ellos.

En El segundo sexo, Simone De Beauvoir pone de relevancia que el código legal de

entonces en Francia considerara delito el aborto y las consecuencias que se derivan de

esta regulación (riesgos para la integridad de la salud de la mujer y riesgo de muerte,

por ser obligadas a la clandestinidad, niños pobres y mal alimentados, “mártires” por

ser obligados a nacer no teniendo los padres recursos para criarlos, etc.). Simone

también critica los argumentos que se invocan contra la legalización del aborto, la

hipocresía de la sociedad26

, la iglesia27

y el sadismo masculino. Además la autora trae a

colación el libro del Dr. Roy, en el cual se argumenta que es inmoral plantearse elegir

entre una vida y otra y se recomienda sacrificar a la madre, dado que el feto no

pertenece a la madre y es un ser autónomo.

En este capítulo hemos hecho un recorrido histórico por las legislaciones que más han

influido en la creación de la identidad femenina, pues como dice Simone De Beauvoir

“no se nace mujer, se llega a serlo” la identidad femenina es una construcción socio-

cultural que está muy ligada a la política, a las leyes. Pero, ¿en qué momento de la

historia estamos ahora? Es decir, dado que la mujer es reconocida como un ser humano

con derechos a través de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH)

¿podemos decir que el trabajo del feminismo ha terminado? La respuesta es obvia: no.

En realidad, éste solo termina de empezar. Y esto se ve muy claro si tenemos en cuenta

las leyes que regulan el aborto en el mundo28

, y las consecuencias que se derivan de

estas. No en todo el mundo se legisla igual no todos los países aceptan (DUDH) y entre

los que la aceptan hay diferencia de interpretación. Si a esto añadimos que los países en

donde impera la línea de pensamiento descrito en los capítulos I y II, es decir los que

son de raíz patriarcalista los cuales son normalmente los de raíz católica o musulmana,

vemos claramente que sus legislaciones no están redactadas desde el reconocimiento de

26

que defienden los derechos de los fetos y no los de los niños obligados a nacer, y que acusa a la mujer de realizar

un crimen si aborta pero si lo propone un hombre es una solución. 27 Que argumenta que el feto tiene que nacer para poder salvarse del pecado, y sin embargo los hombres pueden morir

en pecado, y sin estar en gracia de dios, Simone de Beauvoir argumenta que la iglesia en tiempos de guerra santa o

durante la inquisición, estimulaba a los hombres a matar a los pecadores. 28

http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Legislaci%C3%B3n_del_aborto W. Robert Johnston; Legislación Aborto en todo el mundo, última actualización 05 de marzo 2011

Gema Martínez Ibiza| El aborto,una cuestión de razón

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la mujer como ser humano y autónomo, sino que está siempre depende del hombre,

mientras que los fetos son considerados como autónomos. Las legislaciones de estos

países podemos decir que están redactadas desde la convicción, y no desde la

responsabilidad como dice Max Weber.

Max Weber se pregunta si el político puede asumir la ética de la intención, una ética de

la convicción o si hay algún otro tipo de ética, que si que tiene en cuenta, a la hora de

valorar las acciones, las consecuencias. Porque si el político no valora las consecuencias

puede venir malos resultados para el pueblo. La pregunta de Max Weber es si puede

existir una ética de la responsabilidad.

La persona que tiene a su cargo todo un estado tiene que preguntarse en qué medida sus

actuaciones pueden beneficiar a la colectividad entonces tiene que asumir la

responsabilidad, tiene que ser responsable de las consecuencias de las decisiones que

toma. Pero la colectividad de los ciudadanos de un estado han de ser todos, hombres y

mujeres, no puede ser una colectividad solo de hombres, esto es lo que reivindicaba

Simone De Beauvoir con las palabras de Poulain de la Barre, así pues una ley como la

del aborto, que no tome a las mujeres como parte de la comunidad política, que no

permita a la mujer decidir sobre su propio cuerpo afirmando que este no le pertenece, no

es una ley realizada desde la responsabilidad sino desde la convicción y como tal

discriminatoria.

El aborto,una cuestión de razón| Gema Martínez Ibiza

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Capítulo IV. Regulación y Aborto

La lectura del capítulo anterior nos puede llevar a pensar que esto solo pasa fuera de

Europa y que las mujeres europeas estamos libres de este tipo de leyes. Sin embargo,

sentimos decir que no es así.

La semana pasada nos despertamos con una noticia que en teoría pretendía que ser

tranquilizadora, pero a mí personalmente me hizo saltar de la silla. La noticia en

cuestión es que ante la propuesta del gobierno29

de revocar la ley del aborto30

del

anterior gobierno31

, esta no va a ser totalmente revocada sino que se examinara caso por

caso.

La ley que está ahora en vigor en España (es decir, la del anterior gobierno) permite a la

mujer abortar voluntariamente sin tener que alegar motivos físicos o psicológicos. Si

vemos el cuadro de las legislaciones sobre el aborto en el mundo, veremos que es una

de las más adelantadas en cuanto a derechos de la mujer se refiere. Pero entonces, ¿qué

pretende cambiar el gobierno actual?

Hasta ahora una mujer podía decidir por sí misma si quería abortar o seguir con su

embarazo y dar ese futuro hijo en adopción. Con este cambio se pretende que la mujer

que quiera abortar de explicaciones del por qué y entonces se decidirá si esta puede o

no, es decir, ella no puede decidir sobre su propio cuerpo, se le niega la propiedad32

de

su cuerpo. Se pretende así que solo aborten aquellas que han sido violadas, que ponen

su vida en peligro o que psicológicamente no se encuentran bien, pero se someterá a

juicio de terceras personas si es el feto el que tiene una enfermedad como por ejemplo

un síndrome de Dowm.

Esto que parece banal es una falta de reconocimiento al buen sentido de las mujeres.

Pues como dice Simone De Beauvoir: “los hombres tienden a considerar el aborto muy a la

ligera;… (al abortar) la mujer reniega de los valores de feminidad…todo su universo moral queda

trastocado”

No podemos ni pensar que alguna mujer aborte por el mero gusto de abortar. Las que lo

hacen, seguro que tienen razones más que sobradas, aunque muchas veces la sociedad

no pueda llegar a entenderlas, puesto que pertenecen al ámbito privado y es seguro que

es una decisión muy sopesada, pues hay muchas implicaciones que tener en cuenta.

29

Del Partido Popular, presidente; Mariano Rajoy. 30

Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. 31

Del Partido Socialista, presidente; J.L. Rodríguez Zapatero. 32 Recordemos que los principios ilustrados defendían el derecho a la propiedad, y que el derecho a la propiedad del propio cuerpo

estaba incluido en esa defensa, así pues se continúa negando a la mujer esa propiedad.

Gema Martínez Ibiza| El aborto,una cuestión de razón

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Con el cambio que se pretende, lo que se consigue es poner en duda la capacidad de las

mujeres para tomar decisiones justas y acertadas, de decidir sobre su vida.

Consecuentemente, se cuestiona su libertad, porque, al fin y al cabo, si el hijo que

espera no está sano y lo sabes ¿no tiene derecho a decidir si quiere consagrar su vida a

él o no?

Hoy en día solemos pensar que las mujeres somos ciudadanas de pleno derecho por

diversos motivos: tenemos derecho al voto, tenemos posibilidad de acceso a un trabajo

digno y remunerado, podemos acceder a la universidad, incluso algunas terminan siendo

presidentas de gobierno, es decir, estamos inmersas en una sociedad pública y política,

hemos salido del ámbito privado y nos vemos representadas en el ámbito público.

Pero tenemos que percatarnos que la mujer que consigue esto lo hace como individuo,

como ciudadano, en el sentido masculino de la palabra, dicho de otro modo, los

hombres la conciben como uno más. Es el estereotipo de mujer triunfadora, que ha

salido del ámbito familiar, del ámbito privado, es el de una mujer joven, liberada,

independiente, soltera sin cargas familiares. Estas son mujeres porque pertenecen al

sexo femenino pero como diría Mary Wollstonecraft se han hecho más masculinas, a

lo mejor no en su forma de comportarse pero si en el sentido que desarrollan actividades

que el sexo masculino se ha apropiado, podríamos decir que adoptan momentáneamente

el rol de género masculino. Pero, ¿qué sucede cuando una mujer decide ser madre?

podemos decir que la percepción hacia ella cambia, ya no se le permite adoptar el rol

del género masculino, tiene que adoptar íntegramente el del género femenino y en ese

momento es cuando en el ámbito laborar empiezan los problemas, pero seguir este

camino nos llevaría demasiado lejos. Así pues, como dice Neus Campillo en El

feminisme com a crítica: “ser mujer queda definido por las funciones que ha de cumplir

para el mantenimiento de la familia y en definitiva la defensa del estado, ya que la

familia será la formadora del buen ciudadano33

De manera que la mujer casada34

o en cinta es la que es considerada como la verdadera

mujer, dado que el fin de la mujer es tener hijos legítimos y educarlos para que sean

buenos ciudadanos. Por lo tanto, no hay un reconocimiento real de la mujer como

ciudadana, ya que en el momento que se considera que la mujer es verdaderamente

33

Traducción de Gema Martínez 34

Aunque ya no hace falta estar casada para que los hijos sean considerados ciudadanos, sino que lo son por el mero hecho de

nacer en el territorio, sigue estando mal visto por la sociedad no estar casada aunque sea por lo civil. Declarar que estas casada es hoy día como confesar que estas preparada para ser madre.

El aborto,una cuestión de razón| Gema Martínez Ibiza

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mujer, es decir, cuando está en cinta es cuando se pone en duda su racionalidad, se pone

en duda su criterio racional y se cuestiona la autoridad que tiene como ser racional,

como ser humano, como ciudadana a decidir sobre su propio cuerpo, el cual es la

posesión más preciada que tiene, a decidir si quiere o no seguir con un embarazo que

en algunos casos puede acarrearle complicaciones no solo físicas o psicológicas sino

también económicas o sociales.

La mujer no puede ser transcendencia tal y como lo entiende Simon De Beaure. La

transcendencia en ella se presenta como un proyecto libre en relación con nosotros y

con el mundo, mantiene constantemente un punto de afirmación de la individualidad

desde este punto de vista la mujer solo puede ser transcendente, individuo desde el rol

del género masculino, pero no desde el del rol del género femenino, dado que la

feminidad así entendida nos transforma en un mero vehículo de transmisión, nos

cosifica. Para poder evitar esto hay que dejar a la mujer desde el rol del género

femenino que construya su proyecto de vida que decida por ella misma sobre su vida y

sobre su cuerpo.

Retomando la pregunta anterior ¿no tiene derecho a decidir si quiere consagrar su vida

a él o no? ) Vemos que la propuesta de ley no solo duda sobre la capacidad que tiene la

mujer para razonar y dirigir su propia vida, sino que se antepone la posibilidad de una

vida futura a la vida presente de la madre, desvalorizando así la vida de esta.

Consecuentemente, al tratar de justificar que el feto es un ser humano con derechos, se

dejan aparte los derechos de la madre a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su vida,

obligándola si hace falta a que un juez tome la decisión por ella.

En este extracto de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y

reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, podemos ver que se hace

hincapié en clarificar la posición jurídica de la mujer embarazada.

“La necesidad de reforzar la seguridad jurídica en la regulación de la interrupción voluntaria del

embarazo ha sido enfatizada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su sentencia de 20 de

marzo de 2007 en la que se afirma, por un lado, que «en este tipo de situaciones las previsiones legales

deben, en primer lugar y ante todo, asegurar la claridad de la posición jurídica de la mujer

embarazada»35

y, por otro lado, que «una vez que el legislador decide permitir el aborto, no debe

estructurar su marco legal de modo que se limiten las posibilidades reales de obtenerlo»”36

35

El subrayado es nuestro. 36 http://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2010-3514

Gema Martínez Ibiza| El aborto,una cuestión de razón

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Si recordamos lo comentado anteriormente, veremos la relación existente, pues

dependiendo de si la mujer embarazada es considerada como en el derecho romano (el

cuerpo jurídico del feto, es decir, es una simple incubadora de la vida que lleva dentro)

sin derecho a decidir sobre su propio cuerpo o es considerada como una mujer con

derechos, obligaciones, responsabilidades, y reconocida como un ser racional capaz de

decidir por sí misma. De esto depende la legislación que se aplique. Así pues, debemos

dejar claro que la mujer este o no embarazada es un ser humano crítico, capaz de

razonar y de decidir sobre su cuerpo y su vida, ya que esta solo le pertenece a ella.

El problema no es si el feto es un ser humano o no, o partir de qué semana se considera

humano o no (esto formaría parte de otro debate). El problema es que al considerar el

feto como ser humano se deje de percibir a la mujer como tal y pase a ser un simple

vientre de alquiler, una incubadora, puesto que lo más importante pasa a ser la vida del

ser humano que hay en su interior. No se puede permitir que una posibilidad de vida

trunque una vida que ya tiene su rumbo fijado.

En España, el código civil establece en su artículo 29 que “el nacimiento determina la

personalidad jurídica” y define en el artículo 30 que por nacido se entiende “el feto que

tuviese figura humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del seno

materno”37

Por lo tanto no tiene sentido dentro de la legislación española penalizar el

aborto ni que las mujeres deban de dar explicaciones del porqué desean abortar, puesto

que es su cuerpo. Además, el feto no es un ser humano independiente ni debe ser

considerado así mientras no cumpla las clausulas aquí expuestas, ya que entonces va en

decremento de la madre que si es un ser humano con derechos reconocidos.

Pero cabe tener en cuenta que el código civil puede ser cambiado y, aunque en España

en este momento jurídicamente el feto no es considerado como un ser humano con los

mismos derechos que la madre, el debate está abierto y debemos tener cuidado cuando

atribuimos derechos al feto porque estamos retirándole los derechos a la madre, lo que

supondría un paso atrás en la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.

37

Margarita Boladeras; El aborto: ¿es bueno todo lo que es justo? P. 13

El aborto,una cuestión de razón| Gema Martínez Ibiza

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Bibliografía

Margarita Boladeras; El aborto:¿es bueno todo lo que es justo?

Silvia Carnero: “La condición femenina desde el pensamiento de Simone De Beauvoir”

http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/carnero40.pdf

Pilar Gonzalez Serrano: La mujer griega a través de la iconografía doméstica.

Revista ARKOS, Museo de Melilla, 2003, p. 59-68.

Alicia Oliberman: Historia de las madres en occidente: repensar la maternidad.

Ignacio Rodrígrez Alfageme: Una etimología para μυθος.

Homenaje a Juan José Moralejo, Universidad de Santiago

de Compostela, 2011.

Silvia Vegetti Finzi: El niño de la noche: hacerse mujer, hacerse madre.

Cátedra 1992, colección Feminismos.