CONFERENCIA CARLOS VAZQUEZ
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Pedagogía teatral: reconceptualizaciónmetodológica.
Una mirada a la creación escénica e investigación teatraluniversitaria1
Carlos Manuel Vázquez Lomelí, ph.d.
1.- ¿Cómo crear e investigar en artes?Algunos artistas teatrales que ejercen docencia en
universidades públicas del país no son muy dados a analizar,
estudiar, reflexionar, criticar sobre estilos, paradigmas,
modelos ni teorías; para el caso, existen los estudiosos y
doctos. Pero, imaginar ahora en el siglo XXI, ser
universidades de investigación, que se traduce literalmente
como universidades de generación de conocimiento2. La tarea
(de existir en un futuro próximo) que las universidades
tengan como desafío el de generar investigación y entre
éstas, sobre arte. Claro, entendido como una manera
cualitativa de conocimiento estético y social. Tarea que
1 La presente conferencia está armada con diversos trabajos que se hanexpuesto en congresos y encuentros nacionales e internacionales dediversos periodos, empezando con una conferencia en la UniversidadCatólica de Chile en el noviembre del 2007 sobre Pedagogía Teatral, hastala realización de un artículo sobre “Arte y Pedagogía” para la revistaMIMESIS del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UdeG en juliodel 2013 y el mismo para una revista indexada de la Academia Superior deArtes de Bogotá de la Universidad Distrital Fco. José de Caldas,Colombia. 2 Reseach Universities
podría considerarse –para la mayoría de las universidades
públicas del país– compleja y titánica a la vez. Para
nosotros, los docentes-investigadores de universidades
periféricas o de “provincia”, la tarea se muestra de tal
magnitud que sería como buscar “la aguja en el pajar”. Pero
con ésa extraña sensación de no saber siquiera dónde está el
pajar.
Lo que tendríamos tal vez que ir argumentando con datos
que ilustraran la cuestión: son los escasos e insuficientes
posgrados en artes en México; al menos, visible tal dato
hasta el año 20123; esto es sólo cuestión de contabilizar los
cuerpos académicos que se dedican a las artes escénicas en
las universidades del país para conocer en parte el “Estado
de la Cuestión”. Lo mismo sería en obtención de grado de
maestría y doctorado en la planta docente de las
aproximadamente 15 universidades públicas representativas que
poseen programas en artes en el país. Y, quiénes de los
profesores que laboran como docentes, realizan, además de
actividades profesionales de creación: danza, teatro,
pintura, escultura, fotografía, etc., también tareas de
investigación4. La cuestión podría comprenderse mejor si se
socializara la producción artística de éstos docentes-
3 Por ejemplo, el número de cuerpos académicos registrados ante PROMEP-SEP(Programa de Mejoramiento de los Profesores de la Secretaría de EducaciónPública) que investigan sobre el arte o fenómenos y procesos artísticos no superan la docena en el país.4 Comúnmente se le considera a la creación artística, una forma de producción de investigación.
investigadores en artículos, ensayos, capítulos de libros,
manuales o libros especializados del área en cuestión.
Con cierta rareza, en centros de investigación,
institutos, o cuerpos académicos se pueden observar doctores
en “artes” o afines, como son las disciplinas de Humanidades.
Es decir, doctores investigando la creación artística como un
proceso multifactorial y fenomenológico que podría arrojar
luz sobre el cómo se origina eso que comúnmente llamamos
arte, y de ser necesario, el cómo generar conocimiento que
vincule a la sociedad. Es decir, en la construcción social de
su realidad5. Es este punto, donde Luis de Tavira (2006)
también aporta su mirada: “La solución del país no está en
recetas y fórmulas económicas solamente; no se puede pensar
en el desarrollo social del país sin pensar antes en el
sujeto del desarrollo. Cuándo entendemos al sujeto del
desarrollo es cuándo entramos en el problema de la
construcción cultural”6.
Entonces; hablar de arte ya no es sólo hablar de
subjetividad humana y de procesos fenomenológicos cognitivos
de percepción, de experiencia estética y demás conceptos
5 Ver: Peter L. Berger y Thomas Luckmann: La construcción social de la realidad, Argentina: Amorrortu
6 Luis deTavira en Conferencia , 2006; al ser designado director de laCompañía Nacional de Teartro. Ver enhttp://www.teatros.cultura.df.gob.mx/index.php/sala-de-prensa/sala-de-prensa-2/925-1225 Ver también: De ITA, Fernando. (1995): “El teatro no seenseña pero se aprende. Mesa redonda sobre pedagogía de la actuación”.Relatoría en Documenta CITRU, No. 2, INBA, México.
complejos que involucran a demás campos disciplinarios.
Hablar de arte es hablar de cultura, educación, pedagogía,
sociedad, ideología, política, historia, economía,
tecnología, etc. El concepto del que estamos hablando se
ramifica, vincula o relaciona con otros procesos tal vez muy
disímbolos entre sí, pero que están presentes en esa
construcción social de la realidad que vivimos día a día.
Entonces: cómo crear e investigar a la vez. Si la creación
será investigación, posiblemente nos quedaremos en la
dimensión de conceptos propios de nuestra especialidad o área
de arte: danza, teatro, foto, pintura, etc.
Pero, pensemos sólo en este momento una triada: arte-
cultura-educación. A simple vista, de un investigador de arte
posiblemente le sea demasiado sencillo armar o estructurar un
discurso académico sobre la triada; pero ya no resulta tan
fácil cuando a la triada conceptual se le involucra: política-
ideología-economía; o peor aún: estética-tecnología-y-mercado en un
contexto tan adverso como el actual donde el arte es ya
considerado una mercancía7. Entonces la creación ya no será
sencillamente pura investigación, ni ésta pura creación. La
cuestión continua en el aire para los interesados en resolver
la paradoja.
7 Baudrillard, Jean, (2007). El Complot del Arte, Ilusión y desilusiónestéticas, B. A., Argentina: Amorrortu.
2.- Educación, pedagogía y teatro.La aspiración final esperada de una institución, estado o
nación será la educación8 de calidad. Pero, claro, cómo hablar
de algo tan vasto y general. La educación es un ente o
concepto difícil de asir desde cualquier perspectiva o
disciplina. Conocemos diversas expresiones que califican
hechos, acciones, gestos o estado de cosas relacionadas con
la educación. Expresiones cotidianas que se escuchan por
doqueir; “El niño es muy educado, no habla ni molesta cuando
están hablando los mayores”; “El señor es una persona
educada; le cedió el asiento al anciano”; No hay educación
hoy en día; los conductores no ceden el paso al peatón en los
cruces”; También nos topamos con letreros como: “Es falta de
educación pisar el pasto”; “Muestre su educación colocando la
basura en el cesto”; etcétera.
Escuchamos a personas decir o conversarsaciones de
cafés, bares o restaurantes: “A falta de educación, los
paises en desarrollo, siguen dependiendo de los
industrializados” o, “La crisis de desempleo se debe, entre
otras tantas razones, a la falta de educación especializada y
de calidad”. Y el señalamiento de Luis de Tavira no está de
más, a pesar que desde su mención en una mesa redonda sobre
el tema de la formación profesional del actor en México,
8 Vista como la inversión más importante de un pueblo o nación. Los ejemplos son innumerables y Finlandia es hoy en día entre lo más representativo.
sigue siendo válido para algunas universidades que poseen el
pregrado en artes escénicas:
Pienso que las instituciones públicas que habían estadohasta ahora preocupadas por la formación artística están encrisis, y en una crisis que las hace absolutamenteinadecuadas, no porque sus planteamientos no obedezcan anecesidades reales, sino porque los medios que tienen y elagotamiento que padecen las ha puesto en condiciones de noestar funcionando. No se trata de descalificargratuitamente. Si elevamos la reflexión más allá del ámbitode una comunidad identificada con las tendencias quesurgieron de la universidad, podemos encontrar un tipo dediagnóstico; pero si abrimos esa reflexión a la perspectivanacional, entonces la cosa es terrible. (De TAVIRA, 1995,en De ITA, op.cit.)
Entonces la educación es una manera o forma de relación
e interacción que califica además de nuestras acciones,
comportamiento y conducta frente y con los demás, también
expresa un estado de un grupo social, comunidad, pueblo,
nación. Tan amplia es la posibilidad de uso, que
prácticamente está ligada en todo el trayecto de la vida
misma de un ser humano, por no decir de la humanidad.
Podríamos resumir que la educación es un bien social.
Pero, ¿cómo se logra fomentar tal calidad humana y social? Al
parecer, la mayoría de los académicos y estudiosos concuerda
que el campo disciplinario de la pedagogía es una vía para
comprender, generar o fomentar esta calidad “educativa” en
los seres humanos; e independientemente de que cada
perpectiva pedagógica posea o esté adscrita a un sesgo
ideológico y político9.
Pero la pedagogía comúnmente se le vincula con un espacio
académico: escuela, jardín de niños, colegio, liceo, técnico,
preuniversitario, universidad, academia, instituto. Al hablar
de educación social, se puede pensar que el estado o gobierno
utiliza sus instituciones para cohesionar a la sociedad,
centros de salud, de rehabilitación, de cultura, de artes y
oficios y, para hacerlo necesita de una metodología
pedagógica, es decir, una pedagogía social. Y así
continuaríamos con otros planos y dimensiones de lo social y
de la sociedad.
Para el caso de vincular el arte, la educación y la
pedagogía, hablaríamos de la educación en artes o educación
artística como comúnmente la nombramos. Así también existe en
México la formación profesional de artístas o licenciados en
las diversas expresiones de las artes: plásticas, escénicas,
musicales, cinematográficas, diseño e imagen, etc. Para
hablar de esta formación profesional, también necesitamos
hablar de pedagogía en artes, como lo es para el teatro, la
pedagogía teatral. Y para ser más explícitos en nuestro caso,
en la universidad sería una pedagogía teatral universitaria10.
9 Porque en verdad nada lo está; nada de los humano y social puedepermanecer neutral, ni siquiera la palabra; además, porque la“abstención” ya es una postura política. 10 Para distiguirla de la tendencia chilena de Pedagogía Teatral aplicadaal ámbito social-institucional donde Verónica Hidobro es unainvestigadora de la Universidad Católica de Chile reconocida en esta
Pero todo esto resulta a veces insostenible generar
iniciativas académicas universitarias que incidan en el
entorno social inmediato sino existe congruencia lógica y
dialéctica entre en las políticas de estado y un proyecto
nacional de educación y cultura.
Luis de Tavira (2006) que en varias ocasiones se ha
pronunciado de manera crítica a las políticas culturales de
estado, en entrevista11 a la Jornada, menciona: “Las políticas
culturales en el país suelen partir de una idea errónea de
los que es la cultura y, por tanto, de lo que es educación”.
Claro, al contar con los medios y subsidios necesarios para
sus proyectos, ha podido ser congruente con su discurso y
algunos casos, con su accionar, como así lo registra en sus
escritos sobre la problemática de la educación artística del
país: “En un país como México, en el que más del 90% de sus
habitantes nunca ha vivido la experiencia del teatro, ¿de qué
hablamos cuando hablamos del teatro en México?”. Luis de
Tavira más adelante, señala una especie de caracterización
metodológica de su plan en 3 momentos de acción; y
principalmente como pedagogo teatral:
-El primero que comprende a la acción artística comoeducadora de la sociedad en el sentido que la tradición leha reconocido como educación sentimental, construcción dela conciencia y formación de la comunidad.
línea de trabajo desde hace ya más de 12 años.11 www.jornada.unam.mx/2006/09/08
-El segundo que atañe a la formación del artísta y a laposibilidad de que objetive su condición profesional,sustento de sus responsabilidades y derechos.
-Y el tercero, menos presente en a conciencia decisiva desu necesidad; el que pregunta por la capacidad profesionaly pedagógica de los formadores del artista. Círculo quecomprende el debate de los discursos pedagógicos, lasinstancias e instituciones y las responsabiliddesobjetivables de los pedagogos.
La problemática teatral que inicia particularmente con
mayor atención con la aparición de programas educativos de
pregrado (licenciatura) en la mayoría de universidades
públicas del país en la década de los 90s. No ha dejado de
ser un centro de atención para gente interesada y dedicada al
área. Por un lado y sólo por mencionar algunos de los más
conocidos como: Raúl Serrano, Luis de Tavira, Francisco
Beverido, Patricia Cardona, Jorge Eines, George Laferriére,
etc., este último canadiense, pero ya conocido en nuestro
país por la editora española Ñaque. Ha señalado en sus
aportaciones:
¿Podemos enseñar el teatro? Quizás sea una preguntacomplicada de responder y es la razón por la cual algunosdirán que el teatro no se puede enseñar y que hay quedejarlo fuera de la escuela. Los más radicales, y sonvarios, opinan que llevar el teatro a la escuela paraintentar enseñarlo es un acto mortal. Llevar el teatro a laescuela es matarlo porque la escuela lo desvía de suverdadera función, […], sería necesario un estudio de lafilosofía de la enseñanza, del teatro y de la enseñanza delteatro para explicarlo bien. […]. Hasta ahora, desde unpunto de vista puramente teórico, no se puede enseñar elteatro12.
12 LAFERRIERE, George, (2007). La pedagogía teatral, una herramientapara educar, pdf. En
El vínculo o relación natural entre educación y
pedagogía no es para nada de extrañar. Pero han surgido
diversas polémicas como: “si el teatro se deba o no enseñar”.
Para la formación profesional de actores y directores de
teatro en las aulas universitarias, la pedagogía teatral sólo
será una herramienta más para lograr un objetivo: generar
sujetos que además de expresar y crear su hacer escénico, que
éste (sujeto) logre un compromiso social con su entorno; con
una mirada crítica y reflexiva y que desde su hacer, provoque
cambios y transformaciones en bien de su entorno social. Pero
la situación de la pedagogía teatral y la formación de
profesionales en artes escénicas en el país podría y ser más
crítica según comentarios de voces autorizadas como lo es el
mismo Luis de Tavira:
[...] el problema nacional es que no hay formadores; lo quehay son demasiadas escuelas en el sentido burocrático, enel sentido institucional, sobran escuelas, y lo que no hayson pedagogos; hay una cantidad de gente improvisada en lapedagogía aún por muy buenas razones. Me refiero a losartistas que se meten a maestros y un buen artista nonecesariamente es un buen maestro. Pienso que estamos enuna crisis importante de pedagogos, [...]. (de Tavira en deITA, 1995, 64)
Los comentarios sí ponen a pensar si se les dimensiona no
sólo en el plano educativo, es decir, si las opiniones
alcanzan los planos de la cultura, la sociedad y la política
como lo señala Bruno Bert:
tumbi.cefral.edu.mx/rieda/images/rieda-2007-1/contrapunto3.pdf
Si nos referimos al teatro de provincia –y a pesar de lasinstancias existentes- podríamos hablar de “catástrofenacional”, porque a la sumatoria de los inconvenientesantes mencionados tendríamos que agregar las consecuenciasdel caciquismo, el cuatismo, la malversación de fondosprovinciales y federales destinados a la educación, elcanibalismo entre espacios y grupos y el bajo nivel deinformación real. (BERT, 1995 en de ITA, op cit.)
Otras observaciones que sí son importantes se relacionan
con la caracterización de los mismos aspirantes a la
profesión de actores y directores de teatro según Francisco
Beverido Duhalt, profesor de actuación de la Universidad
Veracruzana:
El perfil ideal del aspirante que desearíamos recibir y elperfil real que nos ofrece el solicitante: la realidad nospresenta un 80% de aspirantes que no saben leer, que nosaben hablar, que no conocen su cuerpo y no saben que hacercon él y esperan convertirse en estrellas de la noche a lamañana.
Éstos y otros muchos más señalamientos provoca que sí se
reflexione seriamente sobre la formación profesional en
nuestro país. El arte escénico es una esfera del Arte (con
mayúscula), de las escuelas y universidades queda una
responsabilidad social: otorgar educación de calidad.
3.- De la creación escénica y la investigación
teatral.
La descripción de los procesos podría ser una vía académica
más pertinente para explicar en parte cómo se realiza la
creación. Concepto en verdad que podría confundirse
fácilmente con una habilidad, posiblemente con un don o
talento innato. Todo sería cuestionable, pero en aras de
agilizar lo práctico y sencillo, sería mejor plantear la
creación como una propiedad, habilidad o saber para hacer,
resolver problemas de manera inteligente y “creativa”. Más
las preguntas podrían y seguir ahí: ¿cómo o cuando sabemos
que somos creativos? Pregunta que podría tener respuesta sólo
cuando vemos el efecto que produce en los observadores o
espectadores, además, es visible emotiva y sensiblemente a
quien se encuentre expuesto a su contacto.
En la jerga académica del área de teatro, al menos es
fuerte la idea que posee el binomio creación-investigación.
Pues es común pensar que toda creación es investigación. Si
se habla de proceso de puesta en escena, se afirma que es un
proceso de investigación y que esta está implícita en la
puesta en escena. Si un actor investiga sobre su personaje,
está realizando un proceso de búsqueda para crear a su
personaje; es un proceso de creación-investigación. La
cuestión no parece carecer de sentido por la manera como
argumentan los mismos teatristas. Es decir, si un actor está
creando a un personaje, simplemente para hacerlo, tiene que
investigar, sea en la biblioteca, en la internet, en la calle
(investigación de campo), en la escena (exploración).
Así la creación, al parecer por “default” es
investigación. Entonces se da por sobre entendido que una
cosa es la otra, o que ambas son lo mismo; la creación es en
sí investigación e investigación es en sí creación. Al menos,
así se percibe en teatro. Tal vez podrían otros artistas
pensar que antes de crear una pieza escultórica, pictórica o
híbrida, primero se investiga a qué publico, en qué espacio,
con que material y si estará a la interperie, etc, etc. Todo
esto podría ser comprendido como un proceso de investigación.
Lo cual a nuestro parecer: para crear más que investigar, uno
instrumenta técnica y metodológicamente aquellos pasos, fases
o procesos necesarios para ejecutar una obra, pieza o
proyecto conociendo el contexto donde donde será expuesta.
La “idea” de que se están “matando a dos pájaros de un
solo tiro”; solo podría ser aparente. La creación es creación
y nada más eso. Que parezca que la creación es investigación
podría muy cómodo para algunos(as) docentes, directores(ras)
o actores(actrices). Cierto que para crear hay que investigar
muchas cosas, pero investigar es sólo buscar información de
cierto “proyecto-idea” que no se posee para lograr
instrumentar nuestras herramientas técnicas, nuestros
referentes teórico-metodológicos y modelos explicativos que
enmarcan o delimitan nuestra profesión u oficio de una mejor
manera, es decir, para que el proyecto en cuestión, llegue a
buen fin.
En teatro, no hay duda que la búsqueda de información
sea exaustiva, y en ocasiones compleja. Buscar (investigar)
en archivos de la nación sobre un personaje histórico, sus
características o afectos humanos que la Historia (con
mayúscula) oficial no registra y que sólo con cronistas
serios o archivos descatalogados se podría encontrar algo que
interese en la creación del personaje. Pero ¿cómo entender
este tipo de investigación en la creación? O, tal vez, la
creación también necesita tal proceso de indagación (cuando
es necesaria y pertinente según la complejidad del proyecto).
Pero nuevamente habrá consenso o discenso en este tipo de
creación con tintes explícitos de investigación. La única
posibilidad es argumentar que en este proceso de puesta en
escena, la intencionalidad es definitivamente un proceso de
investigación histórica y los hallazgos encontrados en los
archivos y la correlación (o triangulación) metodológica
aporta el sesgo epistémico de calidad y observancia que toda
investigación cualitativa posee.
Por eso decimos que investigar la creación es otra cosa.
O, tal vez y por qué no, investigar la creación es cosa
seria. Ser creador e investigador es como ser juez y parte
del asunto. El ejemplo arriba señalado sólo es hipotético, y
no tenemos evidencia que los procesos de puesta en escena en
México tengan el carácter histórico de investigación en uno o
más personajes históricos y de los cuales, existe demasiada
ya dramaturgia nacional.
Más, el creador difícilmente será objetivo y distante de
su creación: ¿cómo investigar la creación del creador? ¿cómo
crea lo que crea? Las dificultades son innumerables, no sólo
desde la perspectiva metodológica, sino porque aún carecemos
la forma de focalizar o situar los procesos creativos o
educativos que podrían cultivar el talento como lo fueron
Mozart, Chopin, Vivaldi; o Shakespeare, si fueron sólo
accidentes de la naturaleza o hay formas de entender el cómo
de la creatividad. El énfasis pedagógico en la formación de
actores y directores escénicos en el país en los últimos 15
años es de carácter de perfeccionamiento técnico13; es decir,
la formación universitaria busca contar con un actor con
excelente voz y flexibilidad corporal.
Mientras que una problematización pedagógica de la
acción teatral, dramática, escénica, representacional,
ficticia; a partir del reconocimiento de la naturaleza
social de la acción humana en interacción con sus semejantes
y delimitada dicha interacción bajo un contexto; entonces, el
vínculo y relación de la acción del actor en escena frente al
espectador-público podría tanto pedagógica como metodológica
quedar mejor fortalecida. Ya no se trata que el actor parta
13 Ver VÁZQUEZ LOMELÍ, C., (2003), Pedagogía Teatral Crítica, Una aproximación teóricometodológica para la formación profesional de actores en el Estado de Jalisco, tesis degrado, Universidad de Guadalajara; “Pedagogía Teatral. Una propuestateórica metodológica crítica”, revista MIMESIS, No. 3, Instituto deInvestigaciones Estéticas, UdeG, Guadalajara, México. 2008
del texto dramático para la creación del personaje, sino el
personaje teatral es tomado como un ser con características
de un ser humano y social que está situado en un contexto:
espacio, tiempo y lugar.
No es el mismo comportamiento y conducta de un
estudiante en una universidad pública en Guadalajara que uno
de una universidad de Múnich en Alemania, o en Sapporo,
Japón. A pesar que estamos hablando de tiempos presentes. La
ideología, la cultura, la historia, la sociedad misma otorgan
sesgos significativos a cada estudiante. Posiblemente, la
emocionalidad también tendría sus matices. El esquema No. 1,
representa teórica y metodológicamente cómo podría
problematizarce la acción escénica a partir del planteamiento
pedagógico de la unidad metodológica propuesta:
Ideas Creencias Actitudes Disposiciones Representaciones sociales Teorías implícitas Imaginarios sociales y culturales Pre-juicios
CONTEXTO PENSAMIENTO-LenguajePALABRA-Habla
AC
CIÓN
Unidad
ACTO Comportamiento Conducta
Esquema No. 1: la unidad metodológica.
Es a partir de la problematización de la acción
dramática que inicia todo el proceso pedagógico con carácter
reflexivo en la formación profesional del actor escénico. La
perspectiva teórico metodológica descansa fundamentalmente en
el Método de la Acciones Físicas de Constantín Serguiévich
Stanislasvsky, en el enfoque brechtiano del Distanciamiento y
desde diferentes aportes de las ciencias sociales:
comunicación, sociología, psicología social, antropología,
educación. Lo importante de esta perspectiva pedagógica es
que busca el vínculo comunicativo actor y escenovidente14; es
14 Escenovidente es un concepto problematizado a partir de ya conocidotérmino “televidente”. Así mismo: escenovidencia de “teleaudiencia” verconcepto problematizado en la tesis doctoral, VÁZQUEZ LOMELÍ, C., 2003.,op cit.
decir tradicionalmente se le conoce a este proceso de
relación, actor-espectador o actor y público espectador.
PEDAGOGÍA TEATRAL CRÍTICA (PTC)
Acción humana
Mímesis
Acción social
Representación
Creencias
Re-creación
Representaciones sociales
Ficción-realidad
Cognición
crítica
COMUNICACIÓN
TEATRAL
(actor-
escenovidente)
Esquema No. 2: Pedagogía Teatral Crítica
ACCIУN DRAMБTICA
Actor(teatra
El actor con la acción dramática problematizada desde un
enfoque crítico y reflexivo de la acción social y humana que
está en relación directa con el espectador “escenovidente”. Y
éste (el espectador-escenovidente), tendría que ser afectado-
mediado por la intermediación cultural de la acción
dramática, pues esta acción tendría un fundamento o relación
de contexto con las acciones de su entorno inmediato, que
traducidas en el campo de las disciplinas sociales, se dirían
que comparten las prácticas sociales y culturales tanto el
actor como el escenovidente. Entonces, en la comunicación
teatral (o recepción), lo que está sucediendo en el escenario
está directamente vinculado con el escenovidente porque ambos
utilizan el mismo referente accional-sígnico de sentido y
significado. Es decir, el actor construye al personaje
tomando en cuenta la estructura estructurante que se confirma
en las prácticas sociales. Porque ámbos encarnan tanto en el
pensamiento como en el cuerpo, la cultura y las prácticas que
los determina como sujetos sociales. Como se puede ver en el
esquema No. 2.
La reconceptualización metodológica podría y
considerarse como un avance a lo ya problematizado en la PTC.
Con base en la experiencia académica y docente acumulada de
los últimos siete años y que tanto el intercambio con colegas
(pares) de otras universidades así como la práctica de la
dirección escénica. Esto ha propiciado, una mirada a la
pedagogía teatral con nuevos elementos que la problematizan.
Conceptos que de una u otra explican mucho mejor los procesos
subjetivos de la creación escénica como lo es el concepto de
“emoción”. Así se enriquece la relación conceptual entre el
comportamiento humano (conducta) con cierto matiz emotivo
que acompaña a la acción dramática:
COMPORTAMIENTO-CONDUCTA
HABLA-PALABRA
PENSAMIENTO
CONOCIMIENTO
EMOCIÓN
IMAGEN
Esquema No. 3: Reconceptualización metodológica de la PTC
El esquema No. 3 sintetiza conceptual y
metodológicamente el avance pedagógico en el cual se puede
sustentar una didáctica teatral. Los conceptos de imagen y
palabra, o emoción y acción (conducta y comportamiento)
mediarían los ejercicios y actividades docentes. Cada
pedagogo sólo harían aplicación metodológica del esquema
dependiendo de su experiencia personal y profesional. La
pauta para investigar la propia práctica docente estaría ya
en disposición de aquel que desee observar y reflexionar
sobre sí mismo y así cambiar lo que se tenga que cambiar. La
investigación teatral podría y partir de diferentes líneas de
trabajo. En nuestro caso es la pedagogía teatral y la
formación profesional de actores y directores.
4.- Recapitulación hasta hoy: de lo uno a lo
múltiple.Este tipo, modo o manera de problematizar un concepto, sea
solo una forma de las tantas posibles o existentes para
generar diferentes formas de concebir el intrincado proceso
pedagógico en artes. Lo importante es cómo se problematiza
metodológica y epistémicamente hablando. En nuestro caso, los
conceptos de arte, educación, creación e investigación fueron
parte central e implicita. La triangulación de éstos y la
transversalidad en su sentido y significado motivaron la
argumentación de este escrito. Así tanto arte como educación,
fueron tomados en cuenta, como conceptos traducidos a
procesos ideales en la formación de un sujeto y, que éste
aspira a adentrarse al intrincado campo de sensibilidad y
subjetividad humana como lo es el arte.
Resulta evidente pensar que involucrar a los macro
conceptos arriba señalados no sólo se debe que los programas
educativos (PE), que se ofertan a nivel de pregrado con la
enseñanza de técnicas u oficios propios de las diversas
artes: fotografía, danza, grabado, escultura, pintura,
música, actuación, etc. Sino fundamentalmente porque la
sensibilidad estética y artística tiene que estar presente
prioritariamente en los sujetos que se quieren dedicar a este
campo o área de conocimiento. No se trata aquí de hacer
sinonimia de estética y arte, sino de comprender el “pesado”
compromiso que tienen los docentes y formadores de artístas,
o por lo menos, licenciados en esta área compleja de la
expresión humana.
De esta manera, la relación o vínculo natural de arte y
educación no sólo necesariamente debe ser competencia
profesional de la gente que estudia y se forma para una
expresión en el arte, cualesquiera esta sea. Sino que
obligadamente la relación está implícita en todo el proceso
formativo y, por ende, en todo el proyecto de vida del
artísta.
Los avances sobre pedagogía teatral prácticamente no son
tan visibles en una década de estudio (2003-2013); cuando
había realizado el estado de la cuestión para la realización
de la tesis doctoral, tomando dos décadas como delímitación
temporal (1980-2000). Y esto lo señalo por la escasa
producción que he encontrado. Otros indicadores funcionan
como coordenadas referenciales del cómo se encuentra el
objeto de estudio (e investigación). Lo mismo sobre el rubro
de posgrados en Pedagogía Teatral o Didáctica Teatral
prácticamente no se ven ofertados en las universidades que
conocemos15 desde el 2008, y con las cuales la Universidad de
Guadalajara tiene convenios marco de colaboración e
intercambio. Más si se hace patente la necesidad de
generación de conocimiento en el ámbito de las artes
escénicas.
La exigencias institucionales parece que son
prácticamente las mismas para toda latinoamerica, y donde la
figura del docente que imparte en pregrado, debe poseer
mínimo un grado más; es decir, posgrado (maestría); e ideal
sería que sea el doctorado. Pero nuevamente en Artes y más en
Teatro son veraderamente escasos en Latinoamerica. Ahora, con
tal situación, ¿cómo se podría pensar en investigar la
creación (escénica) si las instancias necesarias para
realizarla son prácticamente inexistentes? No es una actitud
derrotista, es una realidad palpable de la condición actual.
El panorama todavía es adverso y desalentador. Pero es
necesario continuar con la tarea de profesionalizar la
15 Estamos hablando de las universidades de la RED CITU, RedLatinoamericana de Creación e Investigación Teatral Universitaria y conlas cuales, la Universidad de Guadalajara tiene convenios de cooperación.
educación artística en todos los rubros posibles, y en este
caso en particular, el teatro. Así que el mínimo avance en la
reconceptualización de la pedagogía teatral es ya un aporte
con vistas a mejorar la calidad de la formación del actor y
director escénicos en nuestro país.
Profesionalizar el arte es profesionalizar la educación
que se imparte en las escuelas superiores y universidades. La
pedagogía teatral es una herramienta teórico-conceptual para
potenciar la creación y la investigación; por eso, este
escrito nuevamente nos vuelve a recordar qué es lo que
estamos haciendo y para qué. Así lo uno; la “pedagogía
teatral” nuevamente nos remite al todo: “arte-educación-
cultura-estética-sociedad-bienestar-cambio y calidad” en
sociedad. E insistir en la formación de los sujetos que son
sensibles a los fenómenos propios del arte.
Guadalajara, Jalisco, a 8 de mayo del 2014.
Bibliografía:
BAUDRILLARD, Jean, (2007). El Complot del Arte, Ilusión y desilusión estéticas,Amorrortu. Argentina
De ITA, Fernando. (1995): “El teatro no se enseña pero se aprende. Mesaredonda sobre pedagogía de la actuación”. Relatoría enDocumenta CITRU, No. 2, INBA, México.
DUTTON, Denis, (2010). El instinto del arte. Belleza, placer y evolución humana.Argentina: Paidós
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VÁZQUEZ LOMELÍ, C., (2003), Pedagogía Teatral Crítica, Una aproximación teóricometodológica para la formación profesional de actores en el Estado deJalisco, tesis de grado, Universidad de Guadalajara.
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