BOLETIN ASUNTOS INDIGENAS AÑO 1996 Nº 2

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Asuntos Indígenas No.2 - abril / mayo / junio - 1996 Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas

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Asuntos IndígenasNo.2 - abril / mayo / junio - 1996

Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas

Versión digital 2005 - Realizada por Víctor Toledo Llancaqueo

2 Asuntos Indígenas

ContenidoEditorial

Por Claus OreskovPág. 2

SaamilandLa situación legal de los derechos

territoriales saami en Finlandia,Rusia y Noruega.

Por John B. HenriksenFinlandia: amenazas ala autonomía saami.

por Heikki J. HyvärinenSuecia: los derechos territoriales

de los pueblos indígenas.Por Lar-Anders Baer

Pág. 4Panamá

Los indígenas y la amenaza minera.Por Atencio López

Pág. 20Declaración: Consulta

sobre Minería y Pueblos Indígenas.Pág. 23Perú

Situación general de las actividadespetroleras en la Amazonía peruana.

CAMISEA: el más grande yacimiento degas de América Latina, en territorio

indígena amazónico.Por Lily La Torre - Racimos de

Ungurahui - Pág. 24Reportaje fotográfico

Los nenet. Fotos de Jamal Harutti.Pág. 34Nigeria

Militarización del comercio en Africa.El ejemplo de Shell en Ogoniland.

Por Deebii NwiadoPág. 40

Australia¿Parte del remedio? La lucha para

cambiar la visión de la compañía minerasobre los derechos indígenas en Weipa.

Por Richie Howitt, Sandy Callopey Bella Sayo.

Pág. 44ONU

52ª Sesión de la Comisión de DerechosHumanos de las Naciones Unidas.

Declaración del Consejo de las CuatroDirecciones, presentado por John

Hardbattle.Declaración de Sharon Venne

a nombre de IWGIA.La situación de los derechos humanos enBirmania. Declaración de Kevin Heppner

a nombre de IWGIA.Pág. 24

IndonesiaPolítica y pérdida de la propiedad en la

provincia de Aceh.Por Stephen R. Morin.

Pág. 28NOTICIAS BREVES------ Pág. 58

os saami denominan Sapmi a su te-rritorio. Conceptualmente, el térmi-no expresa el área geográfica, el te-

rritorio saami, y el pueblo saami en sí mis-mo. La tierra y el pueblo están intrínseca-mente unidos. Durante la colonización deSapmi, el territorio y el pueblo fueron divi-didos entre cuatro estados nacionales dife-rentes. Ésto quiere decir, entre otras cosas,que los saami como pueblo están someti-dos a cuatro sistemas jurídicos distintos. Deesta manera, los saami comparten el desti-no de muchos otros pueblos indígenas, queven su tierra dividida entre dos o más esta-dos nacionales, cada uno con sus propiosconceptos constitucionales y jurídicos re-lativos a los pueblos indígenas.

Sapmi está hoy ubicado dentro de losterritorios de los estados nacionales y cons-tituye, por lo tanto, una colonia interior.Esta situación presenta condiciones muyproblemáticas para la política saami refe-rente a la autonomía y los derechos terri-toriales. La población de los estados nacio-nales ha podido asentarse sin limitacionesen las tierras saami y hoy, los saami no sóloconstituyen una minoría en relación a laspoblaciones de los estados nacionales,sino también una minoría en su propioterritorio, Sapmi. El resultado ha sidoque los intereses saami han tenido queser sacrificados, muy frecuentemente, enfunción de los intereses de la mayoría.Ésto ha tenido severas consecuenciassobre las actividades y la cultura saami,especialmente la lengua saami, la cual enalgunos lugares está amenazada de ex-tinción. Se han intentado realizar diver-sos ajustes dentro del marco del sistemademocrático para garantizar algunos de-rechos a los saami.

Los derechos saami son o bien muy an-tiguos o muy recientes. En el período in-termedio, que en realidad es el períodocuando los estados nacionales estaban enproceso de consolidación, es como si lossaami hubieran desaparecido totalmentecomo pueblo con derechos propios. Es cier-to que en Noruega se hablaba de noruegosde lengua saami en el período posterior ala segunda guerra mundial, pero los saami,como pueblo diferenciado, habían desapa-recido de la retórica política. Fue un movi-miento político saami, el que a través deuna estrategia ofensiva, logró reintegrar alpueblo saami al mapa mundial y reinsertóel tema saami en el orden del día políticode los estados nacionales. «Asuntos Indí-genas» contiene en este número dos artí-culos que centran la atención en la situa-ción jurídica y política de los saami. «La si-tuación legal de los derechos territorialessaami en Finlandia, Rusia, Noruega y Sue-cia» de John B. Henriksen, está escrito porencargo del Concejo Saami y fue presenta-do en el Seminario de Expertos sobre De-rechos Territoriales de los Pueblos Indíge-nas de la ONU, celebrado en Canadá del24 al 28 de marzo de 1996.

John B. Henriksen destaca la necesidadde un enfoque histórico comparativo, parapoder comprender los actuales derechosjurídicos que disponen los saami en los res-pectivos estados nacionales. En algunasocasiones, los diversos sistemas jurídicos sesuperponen los unos a los otros. En otroscasos puede darse que la legislación de unpaís sea también vigente para los saami delpaís vecino, porque se han trazado nuevasfronteras sin ajustar los derechos saamidentro de las mismas. Es el caso, por ejem-plo, de Suecia/Finlandia. En ese período,

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por Claus Oreskov

cuando Finlandia estaba bajo el dominiosueco, se reconocieron los derechos terri-toriales saami. Algunos juristas juzgan pro-bable que este reconocimiento de los dere-chos territoriales todavía pueda considerar-se vigente tanto en Suecia como en Finlan-dia, pero hasta ahora los derechos territo-riales saami no han sido dilucidados en nin-guno de los estados nacionales.

Hoy en día, los territorios saami se con-sideran tierras estatales en Suecia, Norue-ga y Finlandia, basándose en el principiode «terra nullius», lo cual significa que elestado es dueño de toda tierra «baldía». Lasmanipulaciones que sirven de base al usodel principio de «terra nullius», se justifi-can por el uso de un paradigma del dar-winismo vulgar. Según éste, los pueblosnómadas criadores de renos no pueden serdueños de tierras, sólo los campesinos se-dentarios pueden serlo.

Aunque existen muchas similitudes enel tema de los derechos territoriales y en eldelos derechos políticos entre los diversosestados, también existen grandes diferen-cias. Una estimación a grandes rasgos da-ría ciertamente como resultado que lossaami de Noruega han logrado más en loque se refiere a derechos como pueblo in-dígena. Noruega es también el único país,habitado por saami, que ha ratificado elConvenio 169 de la OIT. Los otros paísesno han ratificado este convenio porque te-men que abrirá las puertas a la reivindica-ción de los derechos territoriales saami.Hace 20 años, Noruega era el país en el cualla opresión de los saami era mayor. Por suparte, Finlandia ha dado un gran paso atrásen lo que se refiere a los derechos y a ladiscriminación de los saami. El artículo deHekki Hyvären trata sobre la controversia

en torno al nuevo parlamento saami(Sámediggi) en Finlandia. Simultáneamen-te con el establecimiento del nuevo parla-mento, se otorgó a los saami la autonomíacultural, y el estado finlandés reconoció almismo tiempo que los saami tienen ciertosderechos a la tierra y al agua. Esto desen-cadenó un sentimiento anti-saami en todaFinlandia, la mayoría de la población reac-cionó fuertemente y los medios de difusiónapoyaron a las corrientes anti-saami. Sóloaquellos que hablaban saami o quienes te-nían un abuelo o padre que hablara saamipodían votar o ser electos para el antiguoparlamento saami. En cambio, cualquieraque pueda demostrar la existencia de unsaami entre sus antepasados puede votar oser electo para el nuevo parlamento saami.Los viejos criterios étnicos saami estabancondicionados culturalmente, mientras quelos nuevos criterios étnicos están basadosen la sangre. En realidad, ésto puede im-plicar que individuos culturalmente fin-landeses desde el punto de vista étnico (queen algún lugar entre sus antepasados leja-nos puedan encontrar a algún saami) pue-den ser candidatos y pueden ser electos alparlamento saami. Debido al sentir gene-ral anti-saami de la sociedad finlandesa ydebido al temor que guardan los campesi-nos y dueños de bosques finlandeses a lasreivindicaciones de derechos territorialessaami, no sería descabellado pensar queindividuos de origen étnico finlandés pue-dan llegar a utilizar la nueva posibilidadpara socavar los derechos saami. Parecieraque el estado finlandés, mediante la nuevalegislación, otorga con una mano lo quequita con la otra.

Los disturbios de Finlandia han desper-tado la preocupación de los saami de otros

países. El Concejo Saami expresa que ladefinición de los saami de la legislaciónfinlandesa debe coordinarse, de tal mane-ra que corresponda a la definición de la le-gislación sueca y noruega. Es importanteque los saami sean tratados como un pue-blo, independientemente de los límites delos estados nacionales. Esto es indispensa-ble en el contexto internacional, cuando serealicen acuerdos que afecten a los saami.IWGIA apoya la declaración del ConcejoSaami y señala al respecto, que el mismoConcejo Saami tiene una definición oficialde quién es saami:

«-aquel cuya lengua fundamental sea lasaami, o que tenga un padre, madre oabuelo cuya lengua fundamental sea lasaamio-aquel que se considere a sí mismo comosaami o sea considerado como saami yque se someta completamente al ordensocial de los saami y que sea reconoci-do como saami por órganos represen-tativos saamio-aquel cuya madre o padre sean saamide acuerdo a los requisitos antes men-cionados».(13 Conferencia Saami en Áre, 1986).

Si los estados nacionales quisieran llegar aun acuerdo alguna vez en torno a una defi-nición común de saami, quizá pudieran to-mar como punto de partida la propia defi-nición del Concejo Saami, y, como exigen-cia mínima, deberían permitir la participa-ción en el proceso de los parlamentossaami, electos democráticamente. q

Introducción

L a tierra y los recursos naturalesconstituyen el interés fundamentalde los pueblos indígenas de todo el

mundo. Además de la cuestión de la auto-determinación, el acceso a la tierra y el con-trol de la misma y de sus recursos, son ele-mentos centrales de los pueblos indígenasde todo el mundo. Dependen de ellos parasu supervivencia material y cultural. Parasobrevivir, los pueblos indígenas y sus co-munidades necesitan ser capaces de poseer,usar, conservar y organizar su tierra y susrecursos.

Los pueblos indígenas de todo el mun-do han recogido los frutos de sus tierras yrecursos sin amenazar o dañar el eco-sistema, desde tiempos inmemoriales. Losconceptos tradicionales de los pueblos in-dígenas, basados en el conocimiento y laexperiencia tradicional sobre el uso de sub-sistencia y la conservación de tierras y re-cursos naturales son, por lo tanto, tambiénesenciales para cualquier intento de repen-sar las actuales actividades económicas con-sumidoras de recursos y perjudiciales parael medio ambiente.

Los efectos de la demanda en continuaexpansión de las sociedades urbanas estánacelerando las actividades económicas a

nivel global. Esto aumenta, por supuesto,la presión sobre las tierras y los recursosindígenas. Sin un cambio en la forma depensar y en la práctica, el efecto a cortoplazo sobre los pueblos indígenas, y even-tualmente sobre toda la humanidad, serácada vez mayor.

Los pueblos indígenas de todo el mun-do evidencian su concepto del derecho yde los derechos territoriales, basados en suspropias costumbres y tradiciones, para apo-yar sus reivindicaciones de que sus tierrastradicionales, incluyendo sus recursos, lespertenecen a ellos y no al estado nacional.Las reivindicaciones indígenas han sidogeneralmente denegadas mediante la apli-cación de diversas versiones del principiode terra nullius. Es de esperar que los prin-cipios establecidos por la decisión de laSuprema Corte de Justicia de Australia enel caso Mabo y Otros vs. el Estado deQueensland, alcancen una aceptación uni-versal en lo relativo a la propiedad indíge-na de sus tierras tradicionales. En su opi-nión, la Suprema Corte estableció, interalia, lo siguiente:

«El derecho consuetudinario de estepaís seguiría perpetuando la injusticiasi continuara aceptando la noción deterra nullius y si siguiera persistiendoen caracterizar a los habitantes indíge-nas de las colonias australianas comopersonas demasiado inferiores en la es-cala de la organización social para quese les reconozca la posesión de derechose intereses en la tierra... Título nativo atierras específicas... y las personas titu-lares de los mismos están determinadasde acuerdo a las leyes y costumbres delos indígenas quienes, a través de esasleyes y costumbres, tienen una conexióncon la tierra.»

Aunque la fuerza legal del principio de terranullius es hoy más bien débil, está todavíamuy vigente de facto en lo que se refiere ala tierra y los derechos indígenas. Los de-rechos indígenas a la tierra, el agua y losrecursos todavía permanecen sin resolversedebido a la adaptabilidad de los argumen-tos y conceptos legales correspondientes alprincipio de terra nullius. Esto ocurre devarias formas, y mediante diferentes argu-mentos sofisticados, que justifican porquélas pasadas injusticias deberían continuar.El tiempo transcurrido desde que el Esta-do tomó posesión de la tierra es usado fre-cuentemente como argumento, bajo la pre-

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misa de que se han establecido nuevos de-rechos durante el mismo, independiente-mente del hecho de que la apropiación ori-ginal fue ilegal. Parece ser algo común quelos estados traten de justificar la continua-ción de la injusticia con respecto a los pue-blos indígenas argumentando que si bien lapasada apropiación fue ilegal, hoy debe serconsiderada legal porque hemos poseído latierra durante tan largo tiempo y hemos ac-tuado como los propietarios de la misma.

La actual situación legal es un resultadode este desagradable pasado ilegal. Es difí-cil ver cómo encontrar un arreglo durade-ro sin resolver el núcleo del problema. Estehecho no puede ser ignorado en cualquierintento serio y constructivo de resolver esteproblema, incluso si inflige algún dolor enla estructura fundamental del estado con-cerniente.

La Propuesta de Declaración de las Na-ciones Unidas sobre los Derechos de losPueblos Indígenas es un testimonio de losesfuerzos realizados para solucionar la di-versidad de problemas enfrentados por lospueblos indígenas. Por lo tanto, sus previ-siones y principios relativos a los derechosterritoriales indígenas deben ser tomadosen consideración; cualquier intento de de-bilitar esos principios será enfrentado conuna tenaz resistencia de parte de todos lospueblos indígenas.

La parte VI de la Propuesta de Declara-ción se centra en cuestiones de especial in-terés para los pueblos indígenas; el dere-cho a la tierra, los recursos naturales, lapropiedad cultural e intelectual. Tambiéntrata el derecho a la protección del medioambiente y a la seguridad ecológica. El ar-tículo 26 de la Propuesta de Declaraciónmerece ser catalogado como la reivindica-ción territorial universal indígena:

«Los pueblos indígenas tienen el derechoa poseer, explotar, controlar y usar las tie-rras y territorios, incluyendo el entornototal de las tierras, aire, aguas, aguascosteras, hielo marino, flora y fauna yotros recursos que han poseído tradicio-nalmente, u ocupado o usado de otramanera. Esto incluye el derecho al plenoreconocimiento de sus leyes, tradicionesy costumbres, sistemas de tenencia de latierra e instituciones para el desarrollo ymanejo de recursos, y el derecho a quelos estados tomen medidas efectivas paraimpedir cualquier interferencia, enajena-ción o abuso de estos derechos.»

Las cuestiones concernientes a los derechosterritoriales indígenas, los derechos al usode la tierra y al manejo de los recursos, sontambién cuestiones fundamentales para elpueblo saami - los indígenas de Finlandia,Noruega, Rusia y Suecia. Las formas tradi-cionales de subsistencia saami incluyen lacría de renos, la pesca, la caza y la recolec-ción. Sin embargo, las respectivas legisla-ciones nacionales no otorgan títulos de pro-piedad de la tierra a los saami. De la mis-ma forma, existe una limitada protecciónlegal contra el uso, por parte de elementosexternos, de las tierras tradicionales saami,el cual entra en conflicto con los interesessaami.

El objetivo de este trabajo es brindar unavisión general de los conceptos legales y losproblemas relacionados a los derechos te-rritoriales saami en los estado antes men-cionados.

La situación legal de los derechosterritoriales saamiAntecedentes históricosLos saami son un pueblo indígena de Fin-landia, Noruega, Rusia y Suecia. Los saamitienen su propio Territorio, lengua, culturae historia tradicionales. Los saami han ha-bitado partes de los países antes mencio-nados durante miles de años, tal como estádocumentado por las primeras fuentes his-tóricas accesibles.

La actual área saami se extiende desdeel norte de Dalarna, hasta la parte más sep-tentrional de Suecia, y las áreas adyacen-tes de Noruega, desde el departamento deFinnmark en el norte hasta el departamen-to de Trøndelag en el sur. Además incluyetambién la Península de Kola en Rusia y laparte más septentrional de Finlandia. Enel pasado, los saami eran el pueblo mayori-tario de esta región. Hoy sólo constituyenla mayoría de la población en el interior deldepartamento de Finnmark, en Noruega, yen el de Ohcejohka/Utsjoki, en Finlandia.

La población total saami en los cuatropaíses es estimada entre 70.000 y 100.000individuos. La población saami estimada enlos respectivos países es: 1) Finlandia 6.500,2) Noruega entre 40 y 60.000, 3) Suecia en-tre 15 y 20.000 y 4) Rusia unos 2.000. Lascifras están basadas en estimaciones, debi-do a la falta de censos que incluyan un com-ponente específicamente saami. No obstan-te, debido a factores histórico-políticos, uncenso que se realizara en un futuro próxi-

mo no arrojaría cifras precisas, no sería unindicador válido del tamaño de la poblaciónsaami total. Los saami, que han sufrido laspolíticas asimilacionistas de las respectivasautoridades estatales, necesitan más tiem-po para expresar una identidad que hantenido que reprimir durante tanto tiempo.

Los saami han sido gobernados por va-rios poderes nacionales; por los países nór-dicos Dinamarca, Finlandia, Noruega ySuecia, y por Rusia. Todos estos países hangobernado a los saami como estados sobe-ranos o como parte de una de las anterio-res uniones de estados.

El pueblo saami ha sufrido durante si-glos el cambio constante de regímenes po-líticos y legales. Finalmente, los saami y suTerritorio tradicional fueron divididos en-tre Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia. Esdifícil determinar los derechos existentes delos saami estudiando solamente la legisla-ción presente y el concepto del derecho delos respectivos estados en forma aislada delos sistemas legales de los países vecinos.La historia nos lleva a la conclusión que hoyes necesario estudiar los respectivos siste-mas legales, y en alguna medida tambiénsistemas legales superpuestos, que en elpasado han tenido efectos sobre los dere-chos saami. Por lo tanto deben examinarsemuy cuidadosamente los principios y opi-niones legales de los estados vecinos refe-rentes a los derechos saami. Las conclusio-nes legales referentes a los derechos saamien un estado pueden también ser aplicablesen el estado vecino, ya que los tratados fron-terizos existentes en esta región no teníanla intención de cambiar derechos que go-zaban los saami sino que estaban concen-trados en cuestiones territoriales estatales.Los cambios en los principios y previsio-nes legales ocurrieron frecuentementecomo consecuencia de las actividades polí-ticas y económicas expansivas en el Terri-torio saami, y a causa de las crecientes de-mandas de las sociedades urbanas externas.

La opinión oficial dominante era que lossaami no poseían ningún derecho a la tie-rra y que los estados, al anexar estas tie-rras dentro de sus respectivas fronterasnacionales, habían tomado posesión de «tie-rras sin dueños». Sin embargo, durante al-gún tiempo, la legislación sueco-finlandesa

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reconoció la propiedad saami de la tierradebido al sistema de las aldeas saami, se-gún el cual cada familia poseía y usaba unatierra hereditaria o sujeta a impuestos. Estodebe ser interpretado, legalmente y de he-cho, como un reconocimiento de la propie-dad saami.

El derecho consuetudinario saami esdesgraciadamente rechazado de hecho porel derecho nacional. Teóricamente, deacuerdo a los principios de las fuentes le-gales nacionales, las cortes de justicia de-berían ser capaces de tomar en cuenta elderecho consuetudinario saami si existierafalta de certeza o ambigüedad. Sin embar-go, el derecho consuetudinario saami nun-ca es aplicado si está en contravención conel derecho nacional. En la práctica, la cos-tumbre saami puede ser una consideraciónrelevante sólo si la ley es muy poco clara.El derecho consuetudinario saami y el con-cepto saami del derecho, se ven reflejadosen una escala muy limitada en el procesolegislativo.

FinlandiaLa mayoría de los saami de Finlandia habi-tan y usan la parte más septentrional de esepaís, conocida como el Territorio Saami enla Constitución finlandesa y en la LeySaami. El Territorio Saami de Finlandiarepresenta un concepto geográfico y unademarcación legal. Esta área cubre 35.000km 2 , y consiste de los departamentos deEnontekió, Enare y Utsjoki y la parte nor-te de Sodankylä. Dentro de esta área de-marcada, el derecho a la autonomía cultu-ral del pueblo saami, según el ParlamentoSaami, está ahora reconocido por la Cons-titución de Finlandia y por la Ley Saami,como resultado de enmiendas legales vigen-tes a partir del 1 de enero de 1996.

La ausencia de reconocimiento y protec-ción legal de los derechos territorialessaami en Finlandia se debe al principio deterra nullius. Los principios legales quecrearon la base de la actual legislaciónfinlandesa estaban basados en la noción deque los saami, como pueblo nómada, nopueden tener la propiedad ni la posesiónde derechos a la tierra, debido a sus for-mas de subsistencia culturales, las cuales

fueron definidas como una vida nómadaprimitiva, sin ningún efecto legal sobre latierra usada por ellos. Las tierras que lossaami han considerado propias y usadocomo tales, desde tiempos inmemorialesfueron definidas como «vacantes», lo cualsignificaba que el Estado era el propieta-rio legal.

La base legal original del actual título ala tierra del Estado finlandés en el Territo-rio Saami es el principio de terra nullius.Esta base legal fue sustancialmente desa-fiada en 1981 por una opinión de la Supre-ma Corte de Suecia, en una disputa legal3entre Suecia y las comunidades criadorasde reno saami, en Suecia. El caso tratabaprimariamente de la reivindicación de laparte saami, de la propiedad de áreas terri-toriales en el norte del departamento deJämtland, en Suecia. Los argumentos pre-sentados por las partes durante el proceso,incluyeron cuestiones de derecho y hechosoriginarios de la época cuando los actualesestados soberanos de Finlandia y Sueciaconstituían un solo estado (Suecia-Finlan-dia). La Corte Suprema sueca declaró, queal menos en el siglo XVII, había sido posi-ble adquirir título a la tierra si se la habíausado para cazar, pescar y como tierras depastoreo de renos. Eso significa que la Cor-te rechazó el alegato gubernamental de quelos nómadas no pueden adquirir título depropiedad de la tierra propia. La corte es-tableció el principio de que los pueblosnómadas pueden adquirir título a la tierra,sin dedicarse a la agricultura o disponer deun asentamiento permanente. Sin embar-go, la Suprema Corte reconoció este prin-cipio sin otorgarle efecto legal en el casoen cuestión. La cuestión no resuelta es: siesta opinión de principios de la SupremaCorte de Justicia sueca es aplicable a losderechos territoriales saami en Finlandia.

Este principio establecido por la Supre-ma Corte sueca recibió más tarde un firmeapoyo legal científico en una disertacióndoctoral, en 1989, de la Dra. Kaisa Kor-pijaako. La Dra. Korpijaako probó que losnómadas saami, pescadores y cazadores,tenían el título legal de su tierra en el pe-ríodo sueco-finlandés, reconocido por elestado de ese entonces. Esta conclusióncientífica no ha sido controvertida hasta lafecha por la comunidad científica fin-landesa.

La Dra. Korpijaako basó su investiga-ción en los archivos estatales suecos y

finlandeses de esa época, cuando la actualFinlandia y partes de Noruega eran partedel Reino de Suecia. Sus conclusionesmuestran que los saami tenían título a lastierras que ocupaban, y que esto estaba re-conocido en las leyes y en la justicia desdemediados del siglo XVI hasta finales delsiglo XVIII. Las áreas de tierras en cues-tión están hoy bajo la jurisdicción de Fin-landia, Noruega y Suecia. La Dra. Kor-pijaako fue de la opinión de que estas con-clusiones tenían el efecto legal de que lapropiedad saami de la tierra en las áreaspertinentes debe ser reconocida indepen-dientemente de en qué país se encuentranhoy esas áreas. La prueba del anterior re-conocimiento del título territorial legalsaami se puede también encontrar en elRegistro Impositivo Gubernamental de eseperíodo. Los saami de las aldeas pagabanal Estado impuestos a la propiedad'', porser agricultores propietarios en el sur deFinlandia. Este impuesto sólo podía apli-carse a la propiedad de la tierra legalmen-te reconocida.

Cuando Finlandia fue cedida por Sueciaa Rusia, en 1809, los títulos saami a la tie-rra fueron cambiados otra vez gradualmen-te. Los derechos de propiedad saami quehabían sido anteriormente reconocidos fue-ron, a partir de ese entonces, gradualmen-te ignorados, y luego reemplazados pornociones legales basadas en el principio deterra nullius. Más adelante, cuando Finlan-dia aprobó nuevas leyes en tanto que esta-do soberano, esta ignorancia de los dere-chos de propiedad saami fue mantenida: losderechos territoriales saami no fueron to-mados en cuenta, aunque nunca fueronabrogados por ningún acto legislativo for-mal.

La legislación finlandesa actual no reco-noce ni otorga ningún derecho territorialespecial al pueblo saami en su propio Te-rritorio, ni tampoco le reconoce ningúnderecho exclusivo a procurarse su susten-to tradicional. La base material de la cultu-ra saami consiste de la tierra y el agua delTerritorio Saami, y provee los recursos na-turales mediante las formas de subsisten-cia tradicionales que implica la pesca, lacaza, la recolección y la cría de renos. Enprincipio, todos los ciudadanos de Finlan-dia y de los otros estado miembros de laUnión Europea tiene el mismo derecho ala tierra y los recursos que los propios indí-genas saami en su propio Territorio tradi-

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cional. La cuestión del antiguo título saamia las actuales tierras estatales todavía noha encontrado una solución legal.

La mayoría de las áreas territoriales(90%) dentro del Territorio Saami demar-cado en Finlandia son consideradas comopropiedad estatal. De acuerdo a la Ley Fo-restal Finlandesa de1886, los bosques queno pertenecen a las comunidades aldeanasy otras áreas fuera de ciertos límites, sobrelos cuales nadie puede probar un derechoprioritario, son considerados de propiedaddel estado. Esto significa que las autorida-des estatales pueden vender y arrendar latierra y el agua en el Territorio Saami, en lamedida que cumplan con ciertas condicio-nes.

La ley del Concejo Nacional Forestal de1993 contiene previsiones relativas a la ad-ministración de los bosques estatales enFinlandia. El Concejo Forestal, junto conlos concejos asesores provinciales y regio-nales, tienen la responsabilidad de la admi-nistración de los bosques estatales. La LeyFinlandesa sobre el Consejo Nacional Fo-restal contiene previsiones especiales rela-tivas al Territorio Saami. En la sección 11establece que el manejo, el uso y la protec-ción de los recursos naturales bajo el con-trol del concejo nacional en el TerritorioSaami, deben ser armonizados para salva-guardar la cultura saami; para proteger lacultura saami y sus modos tradicionales desubsistencia.

En la Ley finlandesa sobre el Parlamen-to Saami s , se establece que las autoridadesnegociarán con el Parlamento Saami entodas las cuestiones importantes y amplias,que tengan el potencial de influir directa-mente a los saami y a su situación comopueblo indígena, o a su Territorio demar-cado. Esta obligación de negociación de lasautoridades estatales incluye cuestionesrelativas al manejo, uso o transferencia detierras estatales. Las negociaciones tendránlugar antes de que las autoridades estata-les otorguen cualquier permiso minero. Sinembargo, esto no otorga al Parlamentosaami ningún poder legal para vetar planesgubernamentales que puedan afectar alpueblo saami y a su Territorio, sólo obligaa las autoridades a negociar, en un intentode encontrar una solución a cualquier des-acuerdo que pueda surgir entre las autori-dades estatales y el Parlamento Saami.

Los derechos a los minerales no perte-necen exclusivamente al propietario de la

tierra. Cualquiera pueda establecer unademanda sobre los minerales. No obstan-te, el dueño de la tierra tiene el derecho aparticipar en cualquier actividad minera ya recibir compensación por cualquier acti-vidad minera que tenga lugar en sus tierras.Esto significa que cualquiera puede presen-tar una demanda de minerales en el Terri-torio Saami.

A diferencia de la situación legal enNoruega y Suecia, el derecho a poseer ycriar renos no es un derecho exclusivo enFinlandia. Cualquier finlandés o ciudada-no de un estado miembro de la Unión Eu-ropea puede poseer y criar renos.

De acuerdo a la legislación finlandesa,el derecho de pesca pertenece al dueño dela zona acuática, quien normalmente es elpropietario de la costa. En el TerritorioSaami, dónde la tierra y el agua son de pro-piedad estatal, cualquier residente de lasrespectivas municipalidades tiene derechosde pesca. En adición, las autoridades esta-tales tienen el derecho de vender licenciasde pesca a personas no residentes en lasmunicipalidades del Territorio Saami.

De acuerdo a la legislación finlandesa,el propietario tiene el derecho a cazar ensu propia tierra. En el Territorio Saami,dónde el estado detenta el título de propie-dad de la tierra, los residentes de las res-pectivas municipalidades dentro de estaregión tienen derechos de caza. Sin embar-go, las personas no residentes pueden hoycomprar licencias de caza en el TerritorioSaami. Tales permisos de caza son vendi-dos por las autoridades estatales.

Todos tienen derecho a recoger bayas yhongos, y el Ministerio de Agricultura yForestería tiene el poder legislativo de pro-hibir hacerlo a las personas no residentesen el Territorio Saami.

Tal como se menciona anteriormente, lasituación legal de los derechos saami a latierra, al agua y a los recursos en el Territo-rio Saami no es clara. El Comité Constitu-cional del Parlamento y el Gobierno admi-ten que la cuestión concerniente a los de-rechos territoriales saami, incluyendo el tí-tulo de propiedad de la tierra, no está re-suelta en la legislación. Por esa razón, lasautoridades finlandesas están consideran-do la actual situación de los derechos saami;tales como el título saami a las tierras esta-tales y las condiciones legales relativas a lasformas de subsistencia saami como la pes-ca, la caza, la recolección y la cría de renos.

Esta es la razón principal de por qué Fin-landia no ha ratificado el Convenio N° 169de la OIT referente a los Pueblos Indíge-nas y Tribales en Países Independientes. Elhecho de que la actual legislación finlandesano aplica las previsiones legales estableci-das en el Artículo 14 del Convenio N° 169de la OIT: los derechos a la propiedad yposesión de los pueblos concernientes so-bre las tierras que tradicionalmente ocupandeben ser reconocidos.

NoruegaIgual que los saami de Finlandia y Suecia,los saami de Noruega también tienen supropio Parlamento Saami, electo por y en-tre los saami. La Constitución noruega re-conoce a los saami de Noruega como indí-genas: en 1988, el Parlamento noruego rea-lizó enmiendas constitucionales' que esta-blecen que es responsabilidad del estadoel asegurar que existan condiciones quepermitan a la nación saami mantener y de-sarrollar su lengua, cultura y estilo de vida.

A diferencia de la situación en Finlan-dia, no existe unTerritorio Saami claramen-te demarcado en Noruega. La única demar-cación formal es el área administrativa dela lengua saami, en el cual la lengua saamies reconocida como una lengua administra-tiva oficial, en base de igualdad con la len-gua noruega. Esta área consiste de las mu-nicipalidades del departamento de Finn-mark, Karasjok, Kautokeino, Nesseby,Porsanger y Tana, junto con la municipali-dad de Káfjord en el departamento deTroms. Esta demarcación de un área lin-güística no tiene ninguna influencia sobrela cuestión de los derechos territorialessaami en Noruega.

La ausencia de reconocimiento legal yprotección de los derechos de propiedadsaami a tus tierras tradicionales en Norue-ga, tal como en Finlandia y Suecia, tiene suantecedente histórico en el principio deterra nullius. Sin embargo, antes de 1751, lapropiedad saami de la tierra en partes delactual departamento de Finnmark fue re-conocida durante un cierto período, mien-tras que esta área estaba bajo la jurisdic-ción fino-sueca. Aunque esta área fue in-cluida en la jurisdicción noruega, la autori-dad estatal estaba basada en un tratado li-

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Asuntos Indígenas

mítrofe, el cual sólo tenía un efecto territo-rial. Sin embargo, el derecho saami a la pro-piedad de sus tierras ancestrales nunca fuereconocido o negado por ningún acto le-gislativo formal después de 1751.

La noción de que la tierra y el agua enlas partes más septentrionales de Noruegapertenecen al estado, comenzó gradual-mente a influir la administración estatal delas áreas. Más tarde, la asamblea legislati-va noruega comenzó también a realizarenmiendas legales de manera de confirmarlegalmente esta noción. El derecho consue-tudinario saami, así como los derechossaami reconocidos durante el período fino-sueco, fueron ignorados en todos los actoslegislativos. Esta ignorancia y rechazo delos derechos saami en Noruega se debe alprincipio de terra nullius, debido al hechode que el Estado sólo podía alegar la pro-piedad de la «tierra vacante». Este es elhecho histórico, aunque la actual justifica-ción legal de la usurpación y la actual si-tuación legal de los derechos territorialessaami evitan este tipo de argumentación.La propiedad y posesión saami de la tierradónde han vivido tradicionalmente no sonreconocidas por el momento por el gobier-no noruego.

El gobierno nombró una Comisión deDerechos Saami en 1980, la cual, entre otrascosas, debía examinar los derechos saami ala tierra y el agua. En 1984, la Comisiónnombró a un grupo de seis expertos lega-les noruegos para que estudiaran los aspec-tos legales de esta cuestión sobre los dere-chos territoriales saami sin incluir a ningúnexperto legal saami en este grupo. Este gru-po de expertos presentó sus recomendacio-nes' a la Comisión en 1993, y concluyó queel Estado detenta títulos a las áreas territo-riales no registradas del departamento deFinnmark. No obstante, un miembro delgrupo era de la opinión de que los saamidetentaban título a la tierra del interior deFinnmark.

Este grupo de expertos no tomó en cuen-ta el derecho consuetudinario saami. Ra-zonaron que el grupo no tenía ninguna ex-periencia en este campo y el derecho con-suetudinario saami no es escrito, por lo que

es difícil de estudiar. La mayoría del grupoera de la opinión de que incluso si la apro-piación original debe ser considerada ile-gal, hoy debe ser considerada como legaldebido al tiempo transcurrido. Además, lapremisa de que nuevos derechos han sidoestablecidos en el transcurso del tiempo,independientemente del hecho de que laapropiación original era ilegal, y que elEstado, durante tan largo tiempo, ha esta-do en posesión y ha actuado como dueñode esta tierra, fueron también citados comoantecedentes válidos. Sin embargo, el gru-po de expertos acordó que los saami tie-nen derechos permanentes al usufructo dela tierra en Finnmark, basados en el dere-cho consuetudinario, uso prolongado o le-gislación oficial.

La Comisión todavía no ha presentado susrecomendaciones al gobierno noruego. Seespera que la Comisión lo haga durante 1996.

El Directorado de Bosques Estatalesadministró la tierra en posesión del estadohasta el otoño de 1993. En 1993, esta tierrafue transferida a una nueva entidad legal,Statskog SF (tierra y compañía forestal es-tatal). Esta es una empresa pública, conobjetivos primordialmente comerciales.Mediante esta medida, el gobierno tieneahora menos control político sobre el ma-nejo de la tierra tradicional saami. Además,la influencia política del Parlamento Saamisobre el manejo de la tierra ha sido tambiénfuertemente reducida como resultado de estareorganización. Es de notar en este contex-to, que esta transferencia de tierras tradicio-nales saami no habría sido posible si la pro-piedad y la posesión saami hubieran sidoreconocidas por las autoridades estatales.

Noruega ratificó el Convenio N° 169 dela OIT> relativo a los Pueblos Indígenas yTribales en 19909 . El gobierno noruego esde la opinión que el usufructo fuertementeprotegido debe ser considerado suficientepara el cumplimiento de los requisitos le-gales del Artículo 14, el cual establece lapropiedad y la posesión de la tierra por partede los pueblos indígenas. Sin embargo, laposición del Parlamento Saami es que lapropiedad y posesión son derechos acu-mulativos, y por lo tanto sólo es aceptablela implementación simultánea, y los dere-chos permanentes al usufructo no satisfa-cen los requisitos del Convenio N° 169,Artículo 14, párrafo 1.

En 1993, el gobierno noruego instituyóun tribunal especial - la Comisión de Zo-

nas Remotas en los Departamentos deNordland y Troms10 - para organizar, enbase al derecho vigente, las relaciones le-gales entre el estado y los intereses priva-dos relativas a las zonas remotas de estosdepartamentos. Esto implica tomar decisio-nes sobre los límites entre la tierra de pro-piedad estatal y la privada, así como tam-bién decidir quién puede tener el derechoal uso de la tierra, sin tomar en considera-ción la cuestión relativa a los derechos te-rritoriales saami. El Parlamento Saami so-licitó" un alto inmediato en el trabajo de laComisión debido a la opinión de que esteTribunal estaba violando el Convenio N°169 de la OIT y el trabajo de la Comisiónde Derechos Saami. La posición guberna-mental es que los intereses saami no sufri-rán a causa de una continuación del traba-jo de este Tribunal especial, por lo cual, laComisión de Zonas Remotas de Nordlandy Troms sigue con su trabajo.

El estado detenta el título a todos losrecursos del subsuelo, pero nadie deberíaser capaz de explorar y explotar estos re-cursos en conflicto con los derechos de usu-fructo saami reconocidos. No obstante, lastierras tradicionales saami se ven someti-das repetidamente a la invasión, y en 1993y 1994, las autoridades noruegas otorgaronpermiso de prospección de minerales a doscompañías mineras internacionales: RioHolding Norway A/S y Ashton Mining Ltd.El Parlamento Saami y otros organismossaami pertinentes, incluyendo a los criado-res de renos locales y la Administración deCriadores de Renos, no fueron siquiera in-formados, por no mencionar consultados,con anticipación sobre las actividades deprospección. Esto está también en directacontravención con los requisitos del Artí-culo 6 y 15 del Convenio N° 169 de la OITratificado por Noruega.

La posición del Parlamento Saami enNoruega, relativa a los derechos a la tierray a las aguas en las áreas saami, es que lastierras y las aguas, incluyendo los recursos(tanto de la superficie como del subsuelo)pertenecen al pueblo saami. En diversasocasiones, el Parlamento Saami ha expre-sado sus objeciones fundamentales a lasinvasiones de las áreas saami, entre otras,el caso 12 relativo al otorgamiento de per-miso de prospección de vastas áreas deFinnmark:

«El Parlamento Saami desea subrayarque Ashton Mining Ltd. no dispone del

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lo

Asuntos Indígenas

derecho legal a que se le otorgue un per-miso de prospección. La oficina deVen-tas de Tierras de Finnmark es el orga-nismo administrativo para las partesmás importantes de los derechos de pro-piedad de la nación saami y tambiénpara las áreas en las cuales los interesessaami son vitales. Por lo tanto, el Parla-mento Saami solicita que la oficina deVenta de Tierras evalúe las consecuen-cias del otorgamiento de solicitudes depermisos de prospección. El Parlamen-to Saami desea también subrayar quetal permiso no es válido en las áreassaami sin el consentimiento del Parla-mento Saami.»

«En particular, el ParlamentoSaami se refiere al daño y las inconve-niencias implícitas en el período deprospección, y teme que tal permisopueda conducir a una solicitud de dere-chos mineros monopólicos.

«A este respecto, el ParlamentoSaami se refiere al siguiente extracto dela página 8 de la solicitud de AshtonMining Ltd.:

«La inversión de grandes sumas dedinero en la prospección durante perío-dos relativamente largos de tiempo, estípica de la industria minera. La pros-pección en este contexto es muy ries-gosa. Por lo tanto AML considera queel derecho a la extracción de futuros ha-llazgos es una condición fundamental.»

Para que los saami puedan practicar susactividades económicas tradicionales,tales como la pesca y la caza, les es aho-ra necesario comprar permisos a la com-pañía estatal de tierras y bosques. Sólolos criadores de renos pueden cazar ypescar sin tales permisos. Esto es consi-derado como una reducción de los dere-chos tradicionales saami.

En Noruega, el derecho a poseer ycriar renos es un derecho exclusivo delos saami. Para detentar tal derecho aposeer y criar renos, la persona debe sersaami y cumplir algunas otras condicio-nes objetivas. Cualquiera que quiera po-seer renos tiene que solicitar una conce-sión oficial a las autoridades rurales.

En Noruega, el título de propiedad de latierra de pastoreo de renos está en manosdel estado o de particulares. Los propieta-rios saami de renos sólo tienen el derechoal uso de la tierra como tierra de pastoreo.Las áreas usadas como tierras de pastoreode renos, tienen una protección legal ma-yor que las tierras normales rurales y fo-restales. Sin embargo, en caso de conflictode intereses entre los derechos de pasto-reo de renos y las compañías de desarrollomoderno, es probable que la parte saamipierda en una disputa legal, y se otorgueprioridad al desarrollo moderno.

En las tierras tradicionales saami, la críadoméstica de renos de los saami fue esta-blecida mucho antes de que cualquier co-lono comprara tierra del Estado y comen-zara a realizar actividades agrícolas en es-tas áreas. Sin embargo, hasta hace un mes,los propietarios saami de renos tenían lacarga de la prueba de sus derechos de pas-toreo de renos en tierras de propiedad deuna entidad legal privada. La AsambleaLegislativa Noruega adoptó una nueva Leyde Cría de Renos en febrero de 1996, porla cual la carga de la prueba de cualquierdemanda de derechos no existentes de pas-toreo de renos, corresponde al terratenien-te. Este es un cambio esencial de principiosen favor de los saami. Este principio legalrecientemente adoptado, tendrá una impor-tante influencia sobre los derechos saami ala cría de renos en el área meridional saami,dónde la tierra de pastoreo de renos es, engran medida, de propiedad de entidadeslegales privadas.

La Federación RusaEn la Federación Rusa hay casi 2.000saami, siendo la menor población saamide los cuatro países dónde viven. A dife-rencia de los países nórdicos, los saamide Rusia no disponen de institucionesoficiales.

A diferencia de los tres otros estadosque contienen saami, dónde los saami sonlos únicos indígenas, dentro de los lími-tes de Rusia existen muchos otros pue-blos indígenas. Muchos de los indígenasdel norte de Rusia son pueblos tradicio-nalmente cazadores, pescadores y cria-dores de renos, como los saami. Lo queaquí se escribe sobre los saami de Rusiase aplica también, en cierta medida, a losotros pueblos indígenas de Rusia.

La pesca, en lo ríos, lagos y en el mar deBarent, siempre ha sido de gran im-portancia para los saami. Antes del esta-blecimiento de la Unión Soviética, los saamise dividieron las aguas pesqueras de acuer-do al tamaño de sus comunidades. Duran-te la era soviética, habían limitaciones a losderechos pesqueros saami, pero los saamitenían derecho al uso de las tierras y lasaguas para su propia subsistencia.

Bajo el régimen soviético, los medios deproducción, entre ellos los renos, fueroncolectivizados. Muchos de los estableci-mientos estatales de cría de reno de laUnión Soviética eran multiétnicos, p. ej., loskomi, los nentsi y los saami generalmentecriaban renos en forma conjunta dentro dela estructura cooperativa de la granja. Se in-trodujo e implementó un programa de cen-tralización forzosa de los medios de produc-ción. Los saami y otros pueblos indígenasfueron reasentados en pueblos grandes, cen-tros del programa de colectivización. De estamanera, los pueblos indígenas fueron forza-dos a abandonar sus aldeas tradicionales, lascuales fueron generalmente destruidas paraimpedir su retorno. Este reasentamiento for-zoso de los pueblos indígenas resultó en ladestrucción de las estructuras indígenas so-ciales, culturales y económicas.

Hasta la colectivización en la décadade 1930, existía una cría tradicional derenos en Rusia. Durante la década de1990, la cría privada del reno fue permi-tida otra vez. Sin embargo, la cría delreno en Rusia todavía sigue de la mismamanera que en el época soviética. Actual-mente, existe sólo una manada de renoscompletamente privada en la Penínsulade Kola.

En 1992, el Gobernador del departamen-to de Murmansk emitió un Decreto 13 queotorgó a las autoridades locales el poderde ceder en arriendo todas las aguas de laPenínsula de Kola a personas y organiza-ciones, a quien ofreciera el arriendo másalto. El Decreto fue emitido sin referenciaa ninguna base legal que autorizara a lasautoridades locales.

La actual Constitución de la FederaciónRusa fue adoptada" en 1993. Hay por lomenos tres artículos que se aplican direc-tamente a los pueblos indígenas:

Artículo 9«1. La tierra y otros recursos naturalesson utilizados y protegidos en la Fede-

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ración Rusa como la base de la vida yactividad de los pueblos que viven enlos respectivos territorios.2. La tierra y otros recursos naturalespueden asumir las formas de propiedadprivada, estatal, municipal y otras.Artículo 36«1. Los ciudadanos y sus asociacionestienen el derecho a poseer la tierra enpropiedad privada.2. La posesión, utilización y manejo detierras y otros recursos naturales sonejercidas libremente por los dueños sino son perjudiciales para el medio am-biente y no violan los derechos e intere-ses legales de otras personas.3. Los términos y reglas del uso de latierra son fijados por ley federal.»Artículo 69«La Federación Rusa garantiza los de-rechos de los pequeños pueblos indíge-nas de acuerdo a los principios univer-salmente reconocidos y normas del de-recho internacional y tratados interna-cionales de la Federación Rusa.»

Existen mucha incertidumbre relativa a laaplicación de estas previsiones constitucio-nales. Existen disputas en lo relativo al con-cepto de la propiedad privada: cuáles sonexactamente los derechos y obligacionesdel propietario con respecto a otras partesprivadas y las autoridades. No existe con-senso sobre esta materia en la Asamblealegislativa (Duma). La Duma anterior tra-tó, sin éxito, de encontrar una solución alas cuestiones concernientes a los derechosterritoriales.

El 7 de marzo de 1996, el presidenteYeltsin aprobó un Decreto Presidencialsobre derechos territoriales. No existemayor información sobre el contenidodel Decreto. No obstante, es probableque este Decreto clarifique las previsio-nes constitucionales sobre derechos te-rritoriales. Esta cuestión de derechosserá probablemente un tema importanteen las elecciones presidenciales rusas defines de este año. Sin embargo, es claroque el pueblo saami de Rusia hoy por hoyno dispone de un título legal a sus tie-rras y aguas tradicionales, y su derechoal uso de la tierra y sus recursos es tam-bién negado. Incluso el uso básico parala subsistencia ha sido recortado dramá-ticamente.

Las tierras y aguas tradicionales saamiestán ahora arrendadas a compañías priva-das, tanto extranjeras como rusas; unos 65ríos buenos para la pesca están arrendadosa compañías privadas. A su vez, estas com-pañías venden derechos pesqueros exclusi-vos a turistas extranjeros acaudalados. De-bido a este sistema de arrendamiento de losríos a compañías privadas, los saami y otrospueblos indígenas de Rusia, casi no tienenninguna posibilidad de pescar para cubrir susnecesidades de subsistencia diaria.

Aunque la Constitución rusa otorga a lospueblos indígenas ciertos derechos, inclu-yendo el derecho a la tierra y los recursosnaturales en sus propias regiones, sin lasnecesarias medidas políticas y legales deimplementación, estos derechos no tienenmucho valor práctico para aquellos a quie-nes conciernen.

SueciaEl Parlamento Saami de Suecia, es elec-to por y entre aquellos saami que gocende la ciudadanía sueca. A diferencia delas previsiones para la elección del Par-lamento Saami en Finlandia y Noruega,la ciudadanía sueca es un requisito parala participación en las elecciones en Sue-cia. En Finlandia y Noruega, cualquiersaami mayor de edad puede participar enlas elecciones, independientemente de suciudadanía, si la persona ha sido regis-trada como residente en el país durantelos últimos tres años. De la misma mane-ra que el Parlamento Saami de Noruega,el Parlamento Saami sueco no tiene unaposición legal oficial con respecto al usoy manejo de la tierra tradicional saami.

Las autoridades suecas reconocen alos saami como indígenas, pero la cons-titución sueca no establece ninguna ga-rantía explícita o protección para lossaami, su cultura y sus medios de subsis-tencia tradicionales, tal como lo hacen laconstitución finlandesa y noruega.

Tal como se mencionó antes (Capítu-lo 2.2 - Finlandia); la propiedad saami dela tierra que han tradicionalmente ocu-pado y usado fue reconocida en el perío-do sueco-finlandés. La cuestión relativaa la propiedad saami y sus derechos usu-fructuarios fue tratada por la SupremaCorte de Justicia en el caso llamado el«caso de las Montañas de los Impuestos».Este caso demoró casi veinte años en lle-

gar a la Suprema Corte, y la decisión fueentregada el 29 de enero de 1981.

El caso trataba la reivindicación de lapropiedad saami de ciertas áreas, princi-palmente en las partes septentrionalesdel departamento de Jämtland. La partesaami, que consistía de un cierto núme-ro de comunidades criadoras de reno,también reclamaba varios tipos de dere-chos, que habían sido recortados, a lasáreas en cuestión. Las cuestiones a dis-cutirse en la corte incluían el derecho ylos hechos originados en el período sue-co-finlandés, cuando la propiedad saamifue oficialmente reconocida.

La Suprema Corte llegó a la conclu-sión de que el estado tiene que ser con-siderado como el propietario de esta áreaen disputa, y que los derecho de los saamihan sido limitados a los derechos de uso.En base a esta opinión, la Suprema Cor-te decidió que el estado sueco es el pro-pietario de las montañas en disputa, yque los saami sólo disponían de derechosusufructuarios en esta área. Es digno demencionar que ninguna de las respecti-vas leyes establecía quién era el dueñodel área disputada.

Aunque la Suprema Corte rechazó lareivindicación de propiedad saami, esta-bleció claramente que los saami tienenderechos al pastoreo de renos y a la pes-ca en esas montañas, basándose en unainterpretación general de la constituciónsueca. La Corte no tenía la misma claraopinión relativa a los derechos de cazasaami en las montañas, aunque dijo queera sumamente probable que los saamitambién tuvieran tales derechos.

Sin embargo, la Suprema Corte recha-zó la reivindicación fundamental del go-bierno de que los saami, por ser un pue-blo nómada, no pueden adquirir titulari-dad a la tierra. La decisión estableció queera posible para los saami adquirir el tí-tulo de la tierra, al usarlas para activida-des económicas tradicionales saami, ta-les como la cría de reno, la caza y la pes-ca, sin necesidad dedicarse a la agricul-tura o de disponer de asentamientos per-manentes. La Suprema Corte concluyó

1 2 Asuntos Indígenas

que si bien el uso tradicional de la tierrapodía establecer un título a la tierra, laparte saami no disponía de una base pro-batoria adecuada para probar que tal usohabía tenido lugar en las disputadas mon-tañas. Aunque este reconocimiento notuvo un efecto legal en esas montañas,puede ser de gran importancia legal paraaquellas partes de la tierra tradicionalsaami no incluidas dentro del ámbito te-rritorial en cuestión.

En 1982, el gobierno nombró una Co-misión de Derechos Saami para estudiarcuestiones concernientes a los derechossaami, incluyendo los derechos territo-riales saami. No obstante, esto no con-dujo a ninguna medida concreta en fa-vor de los derechos territoriales saami.

La cultura y los medios de subsisten-cia saami: la cría de renos, la caza y lapesca, se enfrentan hoy a las amenazasde la sociedad urbana sueca y sus deman-das de posibilidad de pescar y cazar enlas áreas saami. Lo cual hasta hace pocoha sido una parte intrínseca de los dere-chos exclusivos saami a la cría de renos.En 1992, el Parlamento sueco adoptómedidas legislativas que afectaban a losderechos tradicionales saami a la caza ya la pesca. La Asamblea Legislativa sue-ca decidió que todos los cotos de cazatradicionales saami serían accesibles yabiertos para todos los ciudadanos sue-cos. A pesar del apoyo principista quebrindó la Suprema Corte a los derechosterritoriales saami once años antes en elcaso de las Montañas de los Impuestos,este cambio fue realizado.

La medida legislativa de 1992 permi-tió, en forma irrestricta, la caza de pe-queños animales y la pesca a personasno-saami, en las áreas tradicionalessaami. Hasta que este cambio tuvo lugar,la caza y la pesca en áreas saami habíasido considerada un derecho exclusivosaami.

Los saami presentaron una demandaen la Suprema Corte Administrativa sue-ca, la cual fracasó, entre otras cosas, de-bido a tecnicismos legales. La parte saamipresentó el caso a la Comisión Europea

de Derechos Humanos. La queja ha sidodeclarada admisible por la Comisión ypasará a la próxima etapa de estableci-miento de hechos para intentar lograruna solución.

La cuestión concerniente al derechoal uso de la tierra a título privado para elpastoreo de renos está también en dis-puta. En 1990, algunas compañías fores-tales suecas y otros terratenientes priva-dos alegaron que no existe ningún dere-cho tradicional al pastoreo de inviernomás allá de los límites de las aldeassaami. Parte de la cuestión había sidoregulada en 1993, en base a un acuerdoentre las compañías y los saami, según elcual, éstos podían usar la tierra propie-dad de las compañías bajo la condiciónde que las manadas de renos fueran re-ducidas.

Sin embargo, los terratenientes parti-culares continuaron la demanda. El 21 defebrero de 1996, el Tribunal del Distritode Sveg estableció que los saami no dis-ponen de derechos tradicionales al pas-toreo de renos en el área en disputa. Lossaami habían presentado una queja alTribunal de Apelaciones y habían soste-nido que ésto no es sólo un asunto legal,sino también un asunto político, desta-cando el conflicto entre el uso indígenatradicional de la tierra y el manejo eu-ropeo moderno de la tierra, y la falta deprotección de los derechos indígenassaami en Suecia.

La legislación en Suecia reconoce lacría de renos como una ocupación exclu-sivamente saami. El derecho saami ex-clusivo a la propiedad y la cría de renosen Suecia es, en general, el mismo queen Noruega.

El Convenio N° 169 de la OITrelativo a los Pueblos Indígenasy Tribales en PaísesIndependientesNoruega es el único de los cuatro esta-dos en que viven los saami, que ha ratifi-cado el Convenio N° 169 de la OIT rela-tivo a los Pueblos Indígenas y Tribales enPaíses Independientes. Noruega fue elprimer estado en ratificar el Convenio en1990, y éste ha estado vigente desde el 5de septiembre de 1991.

Parte del Convenio N° 169 de la OITtrata de los derechos territoriales indí-

genas y el Artículo 14 es el artículo másdisputado del Convenio:

Artículo 14«1. Ser reconocerán los derechos depropiedad y posesión de los pueblospertinentes sobre las tierras que ocu-pan tradicionalmente. Además, se to-marán medidas en casos apropiadospara salvaguardar el derecho del pue-blo en cuestión, al uso de las tierrasno ocupadas exclusivamente porellos, pero a las cuales han tenido tra-dicionalmente acceso para sus activi-dades tradicionales y de subsistencia.A este respecto, se prestará especialatención a la situación de los pueblosnómadas y los agricultores furtivos.2. Los gobiernos darán los pasos ne-cesarios para identificar las tierrasque los pueblos en cuestión ocupanen forma tradicional, y para garanti-zar la efectiva protección de sus de-rechos de propiedad y posesión.3. Se establecerán procedimientosadecuados dentro del sistema legalnacional para resolver las reivindica-ciones de tierras de los pueblos perti-nentes.»

El Gobierno noruego y el ParlamentoSaami de Noruega tienen posiciones con-tradictorias con respecto a la interpreta-ción del Artículo 14, párrafo 1, en el cualse establece que «los derechos de propie-dad y posesión» de los pueblos indígenasserán reconocidos.

El Gobierno noruego es de la opiniónque la fuerte protección del usufructodebe ser considerada suficiente para elcumplimiento del Artículo 14, párrafo 1.El Gobierno ha dicho también que su ra-tificación del Convenio estaba basada eneste punto de vista.

La posición del Parlamento Saami esque la propiedad y la posesión son dere-chos acumulativos, y por lo tanto, sólo laimplementación simultánea es aceptable.Los derechos al usufructo permanente nocumplen con los requisitos de esta pre-visión.

El Comité de Expertos de la OIT haestado examinando los informes recibi-dos del Gobierno noruego y el Parlamen-to Saami en 1993 y 1995 sobre el Conve-nio N° 169. En su Solicitud Directa (1995)al Gobierno noruego, el Comité de Exper-

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tos expresa la siguiente posición de la OITcon respecto al Artículo 14, párrafo 1:

«El Comité no considera que el Con-venio requiere que el título sea reco-nocido en todos los casos en los cua-les los pueblos indígenas y tribales tie-nen derechos a las tierras tradicional-mente ocupadas por ellos, aunque elreconocimiento de los derechos depropiedad de estos pueblos sobre lastierras que ocupan siempre serán co-herentes con el Convenio. El Comitéespera con interés la dilucidación fi-nal de esta cuestión en Noruega.»

Desgraciadamente, la OIT no se ha com-prometido con un enfoque uniforme enesta etapa. En la Solicitud Directa a No-ruega, de 1995, el Comité de Expertos haelegido no definir los derechos en cues-tión, pero ha dejado el tema abierto a unadecisión política final por parte del Go-bierno noruego. Sin embargo, el Comitéde Expertos enfatiza que el respeto delos Artículos 15 y 18, relativos a los de-rechos a los recursos y contra la invasión,no depende de la forma de los derechosreconocidos bajo el Artículo 14.

El Parlamento saami y otros organis-mos saami relevantes han sostenido quela posición noruega es incompatible conel significado real de los requisitos delArtículo 14.

Los miembros del Consejo saami, par-ticipantes del proceso de redacción delConvenio en los años 80, han señaladoalgunos elementos importantes que sonesenciales en la disputa sobre el Artícu-lo 14, párrafo 1: (1) Noruega propuso unaenmienda al Artículo 14 durante la re-dacción del Convenio según las líneas desu actual interpretación, la cual no fueaceptada por la Conferencia Internacio-nal del Trabajo; (2) la enmienda propues-ta está bien documentada en los informesoficiales de la OIT.

Noruega, junto con otros gobiernospropuso en diversas ocasiones que la re-dacción del Artículo 14, que requiere elreconocimiento de los «derechos de pro-piedad y posesión» indígenas de tierras,debería cambiarse de tal forma que re-quiera el reconocimiento de los derechosde «propiedad, posesión o uso».

En 1988, durante el proceso de redac-ción, los miembros de la OIT fueron in-vitados a enviar comentarios escritos a

la OIT sobre el Convenio propuesto, lacual preparó entonces un texto de traba-jo para la sesión de 1989. Estos comen-tarios de los miembros de la OIT fueronresumidos en el Informe IV (2A) (1989)junto con una respuesta oficial de la OIT.La respuesta de la OIT a la solicitud no-ruego-canadiense en favor de un cambiodel Artículo 14 a «posesión, uso o propie-dad» contiene un elemento muy interesanteen la disputa relativa a la interpretación delArtículo 14, tal como reza hoy:

«En lo referente al uso de los térmi-nos «propiedad», «posesión» y «uso»,los Gobiernos de Canadá y Noruegahan presentado propuestas idénticasbasadas en una propuesta presenta-da a la primer discusión (1988). Envista a otras observaciones recibidas,el Secretariado considera que asimi-lar el término «uso» a la propiedad yla posesión sería debilitar el Conve-nio revisado en Comparación con elConvenio N° 107, el cual reconoce elderecho de propiedad; por lo tanto hatratado esta cuestión en forma sepa-rada.»

El tratamiento separado del Secretaria-do de la cuestión del «uso», con algunasmodificaciones, se transforma finalmen-te en la segunda frase del Artículo 14 (1).Los comentarios relativos al cambio de«y» por «o» fueron ignorados por estainstancia.

En la sesión de redacción de 1989, Fin-landia, Canadá, Dinamarca, Noruega,Suecia y los Estados Unidos propusieronconjuntamente enmiendas15" al Artículo14 (1) y (2) tratando de reemplazar la«propiedad y posesión» por «propiedad,posesión o uso». La intención era otor-gar a los gobiernos la opción de recono-cer los derechos territoriales en forma depropiedad, posesión o uso, a su discre-ción. El informe sumario 16 de la sesiónincluye lo siguiente:

«El miembro del Gobierno de Norue-ga se refirió a una enmienda presen-tada por diversos miembros guberna-mentales para incluir la palabra 'uso'en el Artículo 14. Explicó que la in-tención había sido extender los dere-chos a ser protegidos, no debilitar elpárrafo.»

Los términos «propiedad y posesión» enel Artículo 14 (1) y (2) establecen dere-

chos acumulativos que deben ser cumpli-dos si la parte estatal cumple plenamen-te con sus obligaciones estipuladas porel Convenio. Eso significa que los dere-chos al título colectivo y la posesión efec-tiva deben ser reconocidos.

Notas1) Mabo vs. Queensland (N° 2) (1992)

175 Commonwealth Law Reports 1(Mabo [N° 2]).

2) Documento de la ONU N°: E/CN.4/Sub.2/1994/2/Add.1 - 20 de abril de1994.

3) El caso de las Montañas de los Im-puestos (Skattefjällsmalet)

4) Este impuesto fue llamado «el im-puesto lapón».

5) Vigente desde el 1 de enero de 1996.6) Nuevo Artículo 110a.7) Norge Offentlige Utredninger (NOU

1993: 34) - Retten til og forvaltningav land og vann i Finnmark. (En no-ruego, en el original en inglés).

8) Organización Internacional del Tra-bajo (OIT).

9) Noruega fue el primer país en ratifi-car el Convenio N° 169 de la OIT.

10) Utmarkskommisjonen for Nordlandog Troms.

11) Sak (Item) 23/93 - Utmarkskom-misjonen for Nordland og Troms.

12) Item R 48/94 - Solicitud de un per-miso de prospección - Ashton Min-ing Ltd.

13) Decreto N° 100/07.02.1992.14) Adoptado el 12 de diciembre de 1993.15) Conferencia Internacional del Tra-

bajo - 76 Sesión - 1989, propuesta c.c.107/D. 150 y d. 151.

16) Conferencia Internacional del Tra-bajo - 76 Sesión - 1989, informe delos Procedimientos, Informe del Co-mité sobre el Convenio N° 107(1989), p. 25/18. q

1 4 Asuntos Indígenas

Antecedentes

Los saami de Finlandia (unos 7.000individuos), son un pueblo indíge-na, cuya mayoría habita en los te-

rritorios saami, en la parte septentrional deFinlandia. Han tenido desde 1972 un órga-no representativo (Parlamento Saami), cu-yos integrantes son electos por ellos mis-mos, entre los saami. El año pasado elestatus de los saami fue fijado en la consti-tución a través del otorgamiento de la au-tonomía cultural de los saami como puebloindígena en el territorio de los saami (Ley17/7/1995/973). En esta ocasión se estable-ció también un nuevo órgano representati-vo para los saami, el Nuevo ParlamentoSaami (Saameting) (Ley 17/7/95/974). Lossaami con derecho al voto (unas 5.000 per-sonas) están registradas en el registro elec-toral, el cual está guardado en el Nuevo Par-lamento Saami. Desde el año 1972 hasta elaño 1995, los saami han confiado en queeste registro electoral tiene únicamente unobjetivo electoral y que sus informacionesno deben ser brindadas a terceras partes.

La oposición a los saamiEn relación con la preparación y tratamien-to de las leyes antedichas, una parte de lapoblación mayoritaria del territorio saami,a través de periódicos, radio y manifesta-ciones frente al parlamento, amenazó a lossaami con violencia y guerra civil, al estiloyugoslavo y checheno, si el parlamentoaprueba las leyes. Los saami tienen suficien-tes motivos para tomar seriamente estasamenazas. Los opositores exigieron al tri-bunal administrativo una copia de los re-gistros electorales, de acuerdo con la ley dederecho a la información (30.4. 1987/471)y la ley sobre publicidad de las activida-des oficiales (9.2.1951/83). Además, apartir del 14/12/1995 este grupo «Lappa-lais-kulttuuri ja-perinneyhdistys» ry(Unión para la promoción de la culturay las tradiciones laponas) fue registradocomo asociación «abierta para todosaquellos que se identifiquen con la cau-sa de la misma».

Exigencias fundamentales de laoposiciónSegún sentencia del Supremo Tribunal delo Contencioso-Administrativo (29/12/95,N° 5546) el Nuevo Parlamento Saami noestá obligado a entregar una copia del re-gistro electoral -o informaciones sobre elmismo- para solicitud de cambio. Los oposi-tores de los saami, una parte de los mediosde difusión y una parte de los funcionariosestatales, interpretan la sentencia como queel registro electoral del Parlamento saami -un registro étnico de los saami- es un regis-tro público que el Nuevo Parlamento Saami,en base a la sentencia, tiene la obligación demostrar a cualquiera que quiera enterarsedel contenido del registro.

La oposición ha exigido que se le permi-ta examinar las listas electorales y ha lo-grado incluso el apoyo de los medios dedifusión para su exigencia. A partir del 10/1/96, la oposición ha visitado, sin aviso pre-vio, la oficina del Nuevo Parlamento Saamien Enare, para examinar el registro. El lu-nes 15/1/96 el presidente del secretariadodel Nuevo Parlamento Saami, Juha Gut-torm, se presentó en la oficina del NuevoParlamento Saami y anunció que los regis-tros, después de la elección saami del oto-ño de 1995, se conservan bajo sello y queen la actualidad -antes de que el NuevoParlamento Saami comience su trabajo yelija sus órganos- no existe en el NuevoParlamento Saami ningún órgano compe-tente para romper el sello y mostrar las lis-tas electorales. La oposición apeló enton-ces a una investigación policial del caso. Lapolicía interrogó el 19/1/96 a la secretarialegal del Nuevo Parlamento Saami, HeikkiJ. Hyvärinen, como sospechosa de delito -omisión de funciones- y continuó interro-gando a otros funcionarios del Nuevo Par-lamento Saami el 1/2/96.

El Nuevo Parlamento Saami -tal comodeterminó el gabinete el 12/1/96- se reuniópor primera vez el 17/1/1996. Sin embargo,el caso del registro electoral todavía no setrató. ElNuevo Parlamento Saami eligió suequipo de dirección y a Pekka Aikio comopresidente.

Todas las asociaciones saami locales, yuna gran cantidad de saami, han prohibidoal Nuevo Parlamento Saami mostrar el re-gistro electoral a elementos externos. Deigual forma, una gran cantidad de particu-lares saami han prohibido al Nuevo Parla-mento Saami, por vía telefónica y escrita,brindar informes personales. El registrocontiene los siguientes informes comuna-les (y nacionales, cuando se trata de saamifuera de Finlandia): firma personal, nom-bre completo y dirección.

El secretario de información del Supre-mo Tribunal de lo Contencioso-Administra-tivo, Mikko Raytamaa, dio la oportunidada la oposición y a los medios de difusión deexaminar, durante dos días (18-19/1/96) enel Supremo Tribunal de lo Contencioso-Administrativo, el registro electoral saamicon la condición de que no se tomara nin-guna nota. La oposición señaló en los me-dios de difusión, que faltaban 150 direccio-nes en el registro. Los medios de difu-sión hicieron públicos nombres de saamique figuraban en el registro sin dirección.La oposición a los saami ha presentadoel caso al ministro de justicia del gabine-te para su examen, junto con la exigen-cia de que se declare nula la elecciónsaami de otoño.

Los saami temen por su futuro, debi-do a que la sociedad finlandesa y partede los medios de difusión utilizan el princi-pio de publicidad como medio para fortale-cer a las fuerzas racistas contra los saami.

Las verdaderas razones de lasexigencias de la oposiciónEstas son, según nuestra opinión, los an-tiguos derechos saami a las «tierras fo-restales estatales» de los territoriossaami (90% del área). El gobierno deFinlandia ha reconocido, a partir del año1976 y recientemente el año pasado, quelos saami pueden tener el derecho (an-cestral) a la propiedad de las tierras y lasaguas que en este momento detenta elestado, y también que los saami, comopropietarios rurales potenciales, tienenderecho a utilizar estas áreas para su sub-

Foto: archivo de IWGIA

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sistencia tradicional: cría de renos, cazay pesca (RP 248/1994 rd. p. 3, 4 y 7).

El derecho vigente finlandés no recono-ce derechos saami de este tipo (derechoprivado), por lo que ningún gobierno delos tiempos modernos ha propuesto el casopara que sea tratado por el parlamento.

El comité constitucional del parlamentoconstató en el año 1990, en relación con eltratamiento de una nueva ley de cría derenos, que en la más reciente investigacióncientífica (especialmente Kaisa Korpi-jaakko, Saamelaiste oikeusasemasta Ruotsi-Suomessa 1989: Sobre la situación legalsaami en Suecia-Finlandia 1994) «se hanpresentado puntos de vista dignos de con-sideración que indican que los saamitienen el derecho de propiedad sobre la tie-rra». El comité constató que el caso estababajo tratamiento legal y apuró la elabora-ción de una propuesta de ley saami, consi-derando que «el caso debe ser tratado pron-tamente por el parlamento». (GrUU 3/1990rd). Por lo tanto, los diversos comités delParlamento han vinculado la cuestión delderecho saami a sus medios de subsistenciatradicional con la dilucidación de la cuestiónde la tierra en futuras legislaciones.

Más tarde en el mismo año (1990), elparlamento finlandés declaró en la ley detierras baldías (17/1/1991/62) a un tercio de

los territorios saami como «tierras baldías»en virtud de ser «zonas pertenecientes alestado». El estado sigue disponiendo de los«bosques estatales» como propietario de latierra, sin el permiso de los saami. El dere-cho saami a la tierra, aguas y recursos tra-dicionales no se ve reflejado en la legisla-ción. En cambio se amplió el derecho a lapropiedad de renos a todos los ciudadanosde la Unión Europea (Ley 28/6/1993) enrelación con la incorporación de Finlandiaa la UE.

Gran parte de la población mayoritariade los territorios saami han planteado unafuerte oposición a la puesta en práctica delos derechos saami (de acuerdo a la pro-tección de la propiedad). Se opusieron in-cluso a la legislación sobre autonomía cul-tural para los saami (que no implicaba de-recho a la tierra y el agua o a los recursosnaturales). El parlamento aprobó sin em-bargo estas leyes. Desgraciadamente el par-lamento cambió al mismo tiempo el con-cepto vigente sobre los saami, de tal mane-ra que cualquiera que pueda demostrar laexistencia de cualquier «lapón» entre susancestros puede ser definido como saami,puede ser admitido en el registro electoralpara el Nuevo Parlamento Saami, votar yademás presentarse como candidato a laselecciones. Aunque todavía existen regis-

tros anuales de «la-pones» del período1695-1923 para unazona que es tres ve-ces más grande queel actual territoriosaami, puede suce-der que la cantidadde «nuevos saami»con el tiempo seavarias veces mayorque la cantidad desaami que hoy co-nocemos. Esto sig-nificaría una asimi-lación forzosa de lossaami de Finlandiaa través de la legis-lación sobre auto-nomía cultural paralos saami.

Durante las úl-timas décadas, la so-ciedad finlandesaha quebrado siste-máticamente la iden-tidad de los saami, p.ej., mediante el maluso del atuendo tra-dicional saami, el

cual junto con la lengua saami, constituyeuna expresión viva de la identidad saami.Los finlandeses usan el atuendo saami enla industria turística y con objetivos publi-citarios, tanto en el país como en el extran-jero, para despertar la atención internacio-nal. El abuso del atuendo en la industriaturística con objetivos comerciales se rea-liza sin que los saami tengan ningún tipode influencia. La imagen que se otorga delos saami en la radio, TV y periódicosfinlandeses es aquella de un indígena: su-cio, astuto, rico, borracho y vestido con unatuendo típico en harapos. La actitud an-tes mencionada de la mayoría de la pobla-ción, hace que sea difícil para los niñossaami identificarse con la lengua y la cultu-ra de sus padres.

El objetivo de la oposiciónLa sociedad finlandesa no quiere recono-cer los derechos privados de los saami (deacuerdo con la acostumbrada protección dela propiedad) o los derechos saami deacuerdo con los instrumentos internaciona-les. En cambio, los opositores a los saamipueden disponer libremente de la nuevalegislación para quebrantar a los saami. Elobjetivo parece ser la asimilación forzosade los saami mediante la transformación delnuevo organismo representativo de los

Prólogo

S egún el informe «Estado del Mundo»de 1993 del Instituto Worldwatch, hayunas 4.000-5.000 culturas indígenas

en el mundo, que suman de 190 a 635 mi-llones de individuos. El Secretario Gene-ral de la ONU, el Sr. Buotros Buotros-Ghalideclaró durante la inauguración de 1993como el Año Internacional de los PueblosIndígenas del Mundo, que los pueblos in-dígenas comprenden más de trescientosmillones de individuos en todo el mundo.Las cifras dependen de la definición delconcepto «indígena». Cuando hablamosacerca de pueblos indígenas de los paísesdel Artico, incluyendo a Suecia, no haymuchas dificultades con las definiciones. Sehablan aproximadamente unos 50 idiomasindígenas en el Artico y la cifra estimadade individuos indígenas es aproximadamen-te de 2 millones.

Los saami son un pueblo indígena de laparte más septentrional de Europa. La his-toria de los saami es la historia de la adap-tación humana al clima y a la naturaleza delArtico. Ésta ha sido el fundamento de lasociedad saami con su específica tradicióncultural y religiosa. La relación entre hom-bre y naturaleza dio por resultado una vi-sión abarcadora similar a la expresada enla religión pre-cristiana. Los saami todavíaconsideran la relación entre hombre y na-turaleza como un todo integrado.

Los saami han usado tradicionalmente,la tierra, los lagos, los bosques, las áreascosteras, los fiordos y el mar para una va-riedad de usos, en particular para cazar,poner trampas, pastar renos, pescar para susustento, recoger combustible y para la ex-tracción de materias primas.

Los saami, los indígenas de Saapmi(Laponia-País Saami), y su tierra, hansido divididos durante el curso de la his-toria por los estados de Noruega, Suecia,Finlandia y Rusia. Los saami llaman a sutierra Saapmi y se autodenominan saami.Los saami son el grupo étnico más anti-guo de los países nórdicos y de la Penín-sula de Kola y también probablemente elpueblo más antiguo de Europa, según los

1 6 Asuntos Indígenas

saami, el «Nuevo Parlamento Saami» en unabanderado de la oposición a los saami, los«nuevos saami». De esta manera se puedelograr con el tiempo que los saami desapa-rezcan como sujetos de derecho y obtenerque la actual situación (no acorde con laprotección de la propiedad y la cultura)parezca legal. Fundamentalmente, la opo-sición tiene la posibilidad de fracturar laautonomía cultural saami desde adentro.

La oposición a los saami va donde soplael viento. Han comenzado a hablar sobrela cultura y la lengua saami -sin tener nadaque ver con ellas- y exigen, vía diversas ins-tancias jurídicas y políticas, sus derechocomo «nuevos saami».

MediosLa oposición a los saami se ha organizadocomo una asociación «Lappalaiskulttuuri ja- perinneyhdistys ry», abierta al público. Na-die sabe cuáles personas pertenecen real-mente a esta agrupación. Aunque el grupono tiene muchos miembros, ha logrado -conla ayuda de los medios de difusión- dificul-tar el normal funcionamiento del NuevoParlamento Saami durante un año. El gru-po opositor no ha tenido argumentos espe-cialmente bien fundamentados: más bienafirmaciones no especificadas, verdades amedias, mentiras y difamaciones publica-das en su propio periódico «Kiisa». El gru-po ha podido funcionar en forma tan efec-tiva gracias a que el principal funcionario acargo de los asuntos saami del ministeriode justicia, Inkeri Leppäniemi ha pro-mocionado su causa en los medios de difu-sión y en el ámbito de las autoridades co-munales y estatales en vez de promoverla causa saami. Ella ha hecho lo menciona-do con ayuda de documentos falsos y erró-neos. Actualmente las comunas de Enare yEnontekis están tan en contra de los saamique Enare ejerce extorsión contra lossaami, p. ej., a través de la decisión, ilegal,de las autoridades comunales que contieneamenaza de represalias si los saami tratande exigir sus derechos frente a la justicia,mientras que Enontekis otorgó apoyo co-munal para la financiación del viaje aHelsinki de la delegación de opositores alos saami el año pasado (para manifestarcontra los saami frente al parlamento).

A fines de11995 y principios de 1996, losrepresentantes del Parlamento Saami hantratado de organizar una reunión con elministro de justicia Saluli Niinistó, sin éxi-to. A su vez, la secretaria de asuntos lega-les del Nuevo Parlamento Saami, Heikki J.Hyvärinen, envió el 19/1/1996 un memorán-dum sobre el antes mencionado funciona-

rio al ministro de justicia. El ministro dejusticia Niinistó ha visitado incluso el terri-torio saami en su viaje a Lappland el 22-23/1/1996. Durante el viaje tomó conoci-miento de los actuales problemas saami através del representante de la comuna deEnare, pero no a través de los saami. Ac-tualmente, debido a exigencias políticas, elministerio de justicia evalúa la posibilidadde una nueva elección saami (en lugar dela elección del otoño de 1995), con partici-pación de los antes mencionados «nuevossaami» con derecho al voto y como candi-datos.

Aunque la elección saami del año pasa-do fue realizada en forma legal, nadie hacuestionado, dentro del período legal, laelección y el gobierno ha designado el Par-lamento Saami, tal como previsto. Luego,el gobierno nombró al Nuevo ParlamentoSaami/Sametinget en vez del ParlamentoSaami, de acuerdo con las disposicionestransitorias de la ley del Nuevo Parlamen-to Saami.

El Nuevo Parlamento Saami dispone derecursos sumamente reducidos comparadocon el Parlamento Saami de Suecia y No-ruega. P. ej., el Parlamento Saami de No-ruega recibe un aumento presupuestarioanual mayor de lo que el Nuevo Parlamen-to Saami de Finlandia recibe en forma to-tal para sus actividades anuales. Aunque lastareas y facultades de estos dos órganos soniguales y ninguno de los dos brinda servi-cios directos a los saami.

ConclusiónHasta ahora, la autonomía cultural de lossaami ha significado -en contra de su pro-pósito- la peor persecución contra los saamique se ha experimentado en las últimasdécadas en Finlandia. La situación no pa-rece mejorar, pero a pesar de ésto, los polí-ticos y los medios de difusión consideranque no existe motivo para intervenir. Encambio existen síntomas de que las deman-das políticas de los opositores encuentrancomprensión y son bien acogidas en Fin-landia. La situación se presenta como ab-surda y opuesta, teniendo en consideraciónque el parlamento promulgó las leyes so-bre autonomía cultural para los saami para«que el derecho de los saami a un trata-miento igualitario dentro de la administra-ción, comparado con los otros grupos depoblación, se vea asegurado a partir de unaautonomía cultural étnica». (ver GrUB 17/1994 rd).

Heikki J. Hyvärinen es secretaria legal delNuevo Parlamento Saami. q

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hallazgos más recientes de la cienciagenética.

Los saami son poco numerosos, sólcaproximadamente 70.000 individuos. Noruega tiene la mayor población saami cor35.000 individuos; Suecia tiene 17.000; Fin.landia 5.000 y Rusia 2.000. Sin embargomuchos alegan que la población saamimucho más grande, quizás hasta 100.00(individuos. Es difícil estimar el tamaño reade la población saami pues no se ha realizado ningún censo de los saami como un todoMantener las estimaciones demográficassaami a un nivel bajo ha servido los interesesde los diferentes estados nacionales.

Antes, las áreas saami de asentamien-to llegaban mucho más al sur, pero iguaque los indígenas norteamericanos, lossaami tuvieron que retirarse a causa deagresivo avance de la «civilización» oc-cidental. Como los saami estaban tan di-seminados, viviendo en comunidadespequeñas, pronto se convirtieron en mi-noría en la mayoría de las áreas. Sin em-bargo, hay excepciones: algunos distritosmunicipales en el norte de Finlandia yNoruega tienen una mayoría saami.

La historia saami está plagada de excesose injusticias, igual que la historia de muchosotros pueblos indígenas, cometidos por ex-tranjeros que invadieron el territorio saamiNo han sido objeto de genocidio. No obstan-te, la discriminación existe de maneras dife-rentes. Los derechos inherentes de los saamihan sido socavados no sólo en nombre delcomunismo, sino también en nombre de lademocracia. Hoy, nuestros derechos a la tie-rra y al agua, que los saami han consideradasuyas durante los últimos varios miles años.son cuestionados. Las demandas políticassaami son simples, queremos tener el dere-cho de tomar las decisiones referentes a lascuestiones que afectan nuestras vidas, cultu-ra y tierras, igual que muchos otros pueblosindígenas del mundo. Comparado con otrosindígenas, los saami han recorrido un cami-no relativamente largo a este respecto. Enrealidad, los saami son un pueblo indígenaprivilegiado - nadie los mata.

1. Metas políticas saami para ladécada de 1990Primero de todo, quiero hacer una presen-tación general de los temas políticos de laagenda política saami. Según nuestra opi-nión, todos los pueblos indígenas tienen elderecho a la autodeterminación tal comoestá previsto en los Convenios de DerechosHumanos y el derecho a seguir existiendocomo pueblo. Estos derechos deben serimplementados con la debida consideracióna otros principios del derecho internacional.

La autodeterminación es necesaria paratodos los pueblos indígenas. Queremos seriguales a todos los grupos nacionales yétnicos en lo que respecta al goce de losderechos humanos y libertades fundamen-tales. La Carta de las Naciones Unidasprohíbe todo tipo de discriminación y va-rios instrumentos internacionales prevénderechos y medidas especiales para garan-tizar el mismo goce a los pueblos indíge-nas. El Convenio N° 169 de la OIT es porahora el único instrumento internacionalque se ocupa directamente del tema de losderechos de los pueblos indígenas.

Los saami son un pueblo. Poseemos lamisma dignidad y los mismos derechos queotros pueblos del mundo, ni más ni menos.Junto con otros pueblos indígenas busca-mos una expresión clara y unívoca de nues-tros derechos a la autodeterminación en laevolución de las normas internacionalescorrespondientes. También creemos queeste instrumento debe reflejar nuestrosderechos a controlar nuestras sociedades ynuestro destino.

¿Nuestra autonomía?La última iniciativa del Gobierno sueco derealizar una investigación sobre los asun-tos saami y su situación en Suecia fue reali-zada en 1982. El primer resultado de éstofue la presentación del informe de 1983,encargado por la «Comisión de DerechosSaami», titulado La situación de los saamien el derecho internacional.

El informe fue publicado en 1986 parabrindar una imagen coherente de las dispo-siciones del derecho internacional relevan-

tes para los saami y presentar el anteceden-te para que la comisión efectúe recomen-daciones (Los derechos saami y el Sameting)(El Sameting es el nombre del propuestoParlamento Saami o Agencia Saami). Sepublicó el informe final en 1990.

El informe de 1986 concluyó que la so-ciedad sueca reconoce a los saami como unaminoría y una población indígena. La cons-titución sueca no menciona nada explícita-mente acerca de los saami, pero estipulamedidas para posibilitar a los gruposétnicos la preservación y el desarrollo desu propia vida cultural y social. Existe unacierta ambigüedad en la posición oficialsueca con respecto al derecho internacio-nal formulado en las convenciones y con-venios internacionales y en la Constituciónsueca. Éste es claramente el caso del con-venio de la ONU de 1966, cuyo Artículo 1enfatiza el derecho de los pueblos.

Y como la actitud en la Constitución noes considerar a los saami como un pueblo,el Artículo 1 no es aplicable. En cambio, elArtículo 27 se centra en las minoríasétnicas, lo cual es compatible con la Cons-titución sueca y por eso es aplicable. Escomo minoría étnica que los saami estánprotegidos por la constitución sueca. LaComisión de Derechos Saami propuso poreso, que la Ley debe reconocer que losSaami ocupan una posición especial entrelas minorías pues constituyen una poblaciónindígena en su propio país. Esta propuestafue rechazada por el gobierno sueco y elParlamento en la ley 1992/93:32. El gobier-no sueco interpreta claramente la Ley Cons-titucional como suficiente para garantizar losderechos de los saami como una minoríaétnica, refiriendo al Artículo 27. Se declaratambién que el concepto «cultura» del Artí-culo 27 debería interpretarse en un sentidomás amplio, tomando en consideración tam-bién los pre-requisitos materiales como, porejemplo, la cría saami del reno.

En lo que se refiere a la ratificación delConvenio N°169 de la OIT, el gobierno sue-co ha declarado que las previsiones acercade los derechos territoriales no son compa-tibles con la ley sueca.

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Asuntos Indígenas

La Comisión de Derechos Saami tam-bién propuso el establecimiento de un or-ganismo saami representativo, electo, lla-mado el «Sametinget» (Parlamento Saami).La ley (199/93:32) siguió en gran medidaesta recomendación. La propuesta de la leyes que el Parlamento Saami debe contar con31 miembros. El Parlamento Saami consti-tuye su propia dirección y el comité electo-ral. El Sameting, nuestro Parlamento Saamien Suecia, es principalmente una agenciaasesora del gobierno, pero éste ha declara-do que está dispuesto a transferir más po-der al Parlamento Saami a su debido tiem-po. El Parlamento Saami de Suecia fue in-augurado el 26 de agosto en Kiruna por elRey de Suecia.

El Sameting ha estado ahora en funcióndurante tres años y el conflicto estructuralentre ser un cuerpo electo y una agenciagubernamental es obvio.

3. Derechos territoriales indígenasLos indígenas norteamericanos, nuestroshermanos y hermanas, para ser política-mente más correctos, los nativos america-nos, decían que «Nuestra tierra es nuestravida». Éstas son también palabras que re-flejan la situación de los saami. Los saamiy el gobierno sueco están involucrados aho-ra en una especie de guerra «sucia», políti-ca y judicial. Como agresor, el estado na-cional sueco determina el contenido de laagenda y el nivel del conflicto. La cuestiónde los derechos territoriales y el control delos recursos naturales, medio ambiente ydesarrollo está ahora en discusión en lostribunales suecos e internacionales, se rea-lizan investigaciones gubernamentalesacerca de los derechos saami a la caza y ala pesca y pronto el parlamento sueco dis-cutirá y decidirá la forma de un manejo sus-tentable del medio ambiente en el áreasaami.

En asuntos relativos a los derechos te-rritoriales y recursos naturales, el Conve-nio N° 169 de la OIT refleja la posición delos saami de que poseemos derechos colec-tivos y privados a la tierra y nuestra ocupa-ción y utilización de la misma impide a cual-quier estado reivindicar derechos a la tie-rra a través de cualquiera de los derechosllamados de «descubrimiento» u «ocupa-ción». De acuerdo con las leyes y prácticaslegales finlandesas, suecas, noruegas y pro-bablemente también rusas, los derechoshereditarios saami se fundan en el princi-pio del uso continuado de tiempo inmemo-rial, la imposición de contribuciones a lostítulos de propiedad de la tierra saami yotros documentos legales.

El Convenio N° 169 está ahora ratifica-do por siete países. Noruega fue el primerpaís en ratificar el convenio y entre los paí-ses nórdicos, Dinamarca fue el segundo enratificarlo. Finlandia y Suecia han declara-do que las previsiones del capítulo de la tie-rra (parte II) no son compatibles con la leysueca y finlandesa. El problema de la parteII, es el Artículo 14 del convenio. En elArtículo 14, se dice que:

«1. Se reconocerán los derechos de pro-piedad y posesión de los pueblos con-cernientes sobre las tierras que ocupantradicionalmente. Además, se tomaránmedidas en los casos apropiados parasalvaguardar el derecho del pueblo con-cerniente a usar las tierras no exclusi-vamente ocupadas por ellos, pero a lascuales han tenido tradicionalmente ac-ceso para sus actividades tradicionalesy de subsistencia. Al respecto, se presta-rá especial atención a la situación de lospueblos nómadas y de los agricultoresrotativos.2. Los gobiernos tomarán las medidasnecesarias para identificar las tierrasque los pueblos en cuestión ocupan tra-dicionalmente, y garantizarán una efec-tiva protección de sus derechos de pro-piedad y posesión.3. Se establecerán procedimientos ade-cuados dentro del sistema legal nacio-nal para resolver las reivindicaciones detierra de los pueblos concernientes.»

Desde la ratificación noruega, han habidoproblemas con la interpretación del Artí-culo 14. La interpretación noruega es unpoco extraña, debido a la redacción delArtículo 14. Según los noruegos alcanza conque ellos reconozcan que los saami tienenun derecho al usufructo de las tierras. Estainterpretación ha sido comunicada a losorganismos pertinentes de la OIT. Ésta noha aceptado hasta ahora la interpretaciónnoruega del Artículo 14. Parece .que el go-bierno sueco también tiene la misma inter-pretación del Artículo 14 - lo cual no sor-prende a nadie.

En las normas de derechos humanos, setratan principalmente los derechos indi-viduales. Ésto significa que la mayoría delas normas de derechos humanos interna-cionales no tratan la realidad de los pue-blos indígenas del mundo. Durante la últi-ma década, el debate ha cambiado y hadado por resultado una evolución de nor-mas nuevas. El Convenio N° 169 de la OITes el resultado de este proceso. Los pue-blos indígenas han alegado durante déca-das que deben ser protegidos como pueblos

y como culturas. Se debe tomar en cuentael aspecto colectivo.

4. Derechos saami de cazay pescaComo se sabe, el conflicto entre los saamiy el gobierno acerca del derecho a cazar ypescar en el área saami está en escalada.Suecia ha introducido la caza y la pescairrestricta de animales pequeños en el cen-tro de las áreas saami, a pesar de que éstointerfiere con la cría del reno, a pesar de laviolación de los derechos civiles saami, apesar de que la estación de caza cae en elmomento en que los polluelos de la perdiznival, etc., todavía no vuelan, a pesar de quela caza menor amenaza el suministro dealimentos de especies raras tales como elhalcón de las regiones nórdicas, el águiladorada y el zorro ártico.

En lugar de fortalecer los derechos te-rritoriales saami, el estado-nacional suecointenta ahora una especie de nacionaliza-ción o como dicen los saami, una «confis-cación» de los cotos de caza privados saamiy de sus derechos de pesca, mediante me-didas administrativas. La ley 1992/92:32 delparlamento sueco decidió que todo todoslos cotos de caza saami tradicionales debenestar abiertos a todo ciudadano sueco ennombre del «interés público sueco». El cam-bio de la política de caza sueca en los cotosde caza saami tradicionales y en las zonasde pastura para los renos fue implementadosin consulta con los interesados.

Los partidos saami trataron de obstruirla decisión en la justicia sueca, pero sin éxi-to. Entonces las Aldeas Saami y sus miem-bros enviaron una queja a la Comisión Eu-ropea de Derechos Humanos en Es-trasburgo. La queja ha sido declarada ad-misible por la Comisión.

5. Cuestionamiento de losderechos consuetudinariosTodas las tierras del norte de Suecia estáncubiertas por el derecho a las pasturas deinvierno del reno. Ésto significa que loscriadores de renos tienen incluso un dere-cho a usar las tierras dedicadas a la cría derenos en forma tradicional y practicar lacaza y la pesca de subsistencia. A los terra-tenientes no les gusta esta realidad. Es im-portante subrayar que muchos de estos te-rratenientes llegaron a la región hace 100-150 años. Ésto ha sido una fuente de con-flicto muy intenso entre los saami criado-res de renos y los terratenientes privadosde la parte sur del área de cría de renos, enel municipio de Jámtland. A comienzos de1990 algunas de las principales compañías

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forestales y terratenientes privados se pre-sentaron ante la justicia alegando que noexiste ningún derecho consuetudinario parala pastura de invierno más allá del límitede la aldea saami. En 1990 el Concejo Na-cional Saami declaró en una petición alGobierno que:

«La mera apertura de un caso signifi-ca una amenaza contra las industrias yla cultura saami del área. En la partede la fiscalía se encuentran unos 700 te-rratenientes y tres compañías forestales.No debería haber ninguna restriccióneconómica para llevar adelante esta de-manda judicial desde el punto de vistade los terratenientes. Los recursos eco-nómicos de las Aldeas Saami para fi-nanciar un caso son sumamente limita-dos, considerando la cantidad de inves-tigación requerida y además la necesi-dad total de recursos para el caso, el cualrequerirá muchos años antes de que lo-gre fuerza legal.»

En 1993 los saami y las compañías llegarona un acuerdo. El acuerdo era un compro-miso, dejando a los saami el uso de las tie-rras de la compañía para las pasturas deinvierno si reducían los rebaños de renos.Los terratenientes privados continuaron elpleito. La Corte del Distrito de Sveg sen-tenció en un veredicto del 21 de febrero de1996 que los saami no tenían derechos con-suetudinarios en absoluto para la pasturade invierno del reno. Este veredicto fue unasorpresa no sólo para los saami, sino tam-bién para la opinión pública. Muchos saamitienen tradicionalmente poca confianza enla justicia sueca y esta decisión no mejora-rá la creencia deque el estado sueco estápracticando un tipo de limpieza étnica. Lospartidos saami han apelado la decisión a laCorte de Apelación y el caso acabará segu-ramente en la Corte Suprema. Este pleitono es sólo un asunto legal, sino también unasunto político. La cuestión destaca en rea-lidad el conflicto entre el uso tradicional delas tierras y la forma moderna occidentalde manejo de la tierra y la falta de protec-ción de los derechos indígenas saami enSuecia.

6. El conflicto - un ejemploDurante los pasados 30 años, los criadoresde renos saami han perdido grande zonasde tierras de pastura debido a distintos ti-pos de presión económica. La silviculturamoderna, en particular -incluyendo lasprácticas de clareado y arado-, ha signifi-cado grandes dificultades para los saami enlo que se refiere a la alimentación de sus

renos en el período invernal. La limpiezade grandes áreas, junto con el arado, des-truyen el «liquen del reno» en la tierra. Elprincipal suministro de alimento para losrenos durante el período invernal es el «li-quen del reno». Las grandes limpiezas delterreno también cambian la estructura dela nieve de tal modo que ocasiona gran-des problemas para los renos cuandoexcavan la nieve en busca del liquen quese encuentra en su superficie. Ademásdel «liquen del reno», el «liquen colgan-te» es el suministro de alimento más im-portante durante el invierno. Este liquencrece sólo en árboles viejos. Hoy, comoquedan muy pocos bosques viejos en lasáreas de cría del reno, esta fuente de ali-mentación ha desaparecido. Otro granproblema que crea la industria forestalmoderna es la fragmentación de los te-rrenos de cría. La moderna industria fo-restal requiere mucha infraestructura.Las tierras de pasturas de los renos seencuentran hoy atrapadas en una red decaminos forestales. Esta fragmentaciónde las tierras de cría hace necesario eluso de equipo moderno tales como mo-tos de nieve, motocicletas todo-terrenoy helicópteros. El uso de éstos tipos deequipos no es sólo caro, es también unamanera de introducir el pensamiento oc-cidental en el estilo tradicional de vidasaami.

7. Aspiraciones y conclusionesLos saami, al igual que otros pueblos in-dígenas del mundo, han discutido temasambientales relacionados con los dere-chos territoriales, el desarrollo y la paz.La 13ª Conferencia Saami adoptó en 1986- «El Programa Saami para el Medio Am-biente.»

Los principios del programa llaman laatención al hecho que los saami son unpueblo indígena y que han habitadoSaapmi (el País Saami) desde tiemposinmemoriales, tratando a la tierra y alagua con respeto y cuidado.

Señalan que el medio ambiente den-tro de Saapmi es muy sensible y quecomo resultado de la colonización, el res-to de la sociedad ha tenido influenciasobre el medio ambiente y las activida-des económicas saami.

Con referencia al Programa PolíticoSaami, el programa Ambiental estable-ce lo siguiente:

«Es nuestro derecho inalienable elpreservar y desarrollar nuestras acti-vidades económicas y nuestras comu-nidades, manteniendo nuestras pro-

pias condiciones comunes, y juntosdeseamos preservar nuestras tierras,recursos naturales y patrimonio na-cional para las generaciones futuras».

Los derechos de los saami a las tierras yaguas deben ser protegidos por ley. Sedebe establecer un orden administrativomediante el cual los saami puedan admi-nistrar ellos mismos sus recursos natu-rales y derechos.

Los saami deben ser reconocidos po-líticamente de la misma manera que suderecho a las tierras y aguas. Y además,es esencial un mayor control del medioambiente si existen recursos naturalesaccesibles. Hoy, los saami de Finlandia,Noruega y Suecia son reconocidos, enalguna medida, como pueblos indígenascon algunos derecho políticos dentro delestado nacional. La cuestión acerca delos derechos territoriales todavía no estáresuelta.

Estas demandas son muy comunes en-tre los pueblos indígenas del mundo. Po-demos notar también que existe un apo-yo de la comunidad internacional paraestas aspiraciones. En 1992 se adoptó ladeclaración de Río. El Principio 22 de laDeclaración de Río declara que:

«Los pueblos indígenas y sus comu-nidades cumplen un papel vital en elmanejo del medio ambiente y desarro-llo a causa de su conocimiento y prác-ticas tradicionales.»

Además, en la Agenda 21, el capítulo 26se titula: «Reconocimiento y fortaleci-miento del papel de los indígenas y suscomunidades.» Este capítulo reconoce larelación holística y armoniosa de los pue-blos indígenas con sus tierras y con lanaturaleza. Esta relación es el fundamen-to del desarrollo del manejo sustentablede los recursos, practicado tradicional-mente por los pueblos indígenas.

Finalmente, ¿qué podemos aprenderde la experiencia de los saami de Suecia?,ésa es la pregunta. El ex primer ministroOlof Palme dijo una vez que «Política esvoluntad»- ésa sería la respuesta.

Lar-Anders Baer es Presidente de laUnión Nacional Saami de Suecia. q

2 0 Asuntos Indígenas

U na vez más los pueblosindígenas de Panamá seencuentran ante un reto histó-

rico: la defensa de sus territorios ante laexplotación minera.

En Panamá aún no se han legalizado losterritorios indígenas, conocidos como Co-marcas, tal como sus habitantes lo vienenexigiendo. Tampoco se ha modificado el ob-soleto Código Minero (que data desde loscomienzos de los años 60) y el Estado estápactando con compañías mineras interna-cionales a espaldas de los mismos afecta-dos. Una vez más los indígenas están sien-do catalogados de «primitivos», «enemigosdel desarrollo», de querer quedar «aisladosdel progreso», sólo por el hecho de negar-se a complacer al gobierno y los minerosextranjeros.

En Panamá, según las cifras oficiales, losindígenas alcanzan a un número aproxima-do de 195.000 personas, aunque se consi-dera que esta cifra es mucho más elevada.En todo el territorio nacional los ngobes(guaymíes) son la mayoría, con más de150.000, seguidos por los kunas con unas60.000 personas. Los emberás son 15.000 ylos uaunanas y buglés con una poblaciónde 3.000 personas.

Cerro ColoradoEn marzo de 1996, la Comisión de AsuntosIndígenas de la Asamblea Legislativa dePanamá citó a la ministra de Comercio eIndustria, Nitzia de Villareal, quien infor-mó sobre varias solicitudes de concesión deexploración y explotación de minas en lasregiones indígenas. En la Comarca Ngobe-Bugle hay 43 solicitudes, 15 en Kuna Yala,

2 en la Comarca Kuna de Ma-dungandi y 3 en la ComarcaEmberá-Uaunan. De esas soli-citudes ya se han hecho 4 con-cesiones: la del Cerro Colora-do y dos más en territorioNgobe y una en el Emberá.Pero en estos momentos la del

Cerro Colorado es motivo de discusión anivel nacional.

Desde la década de 1970 se han realiza-do varios estudios y planes para desarro-llar un proyecto minero en Cerro Colora-do. Entre 1970 y 1974 la firma CanadianJavelin Ltd. realizó las primeras investiga-ciones y entre 1976 y 1979, la compañía ca-nadiense Texasgulf Inc., en asociación conel gobierno de Panamá, indagó sobre lasriquezas de Cerro Colorado y las fac-tibilidades de explotación. En febrero de1976, la empresa nacional CooperaciónMinera Cerro Colorado (CODEMIN) y laTexasgulf firmaron acuerdos para estable-cer que CODEMIN adquiriría el 80% delas acciones de la empresa Cobre CerroColorado, S.A. y la Texasgulf el 20% máslos derechos de administración y gerenciadel proyecto por un período de 15 años. Enmayo de 1978 se concluyó el estudio defactibilidad del proyecto y en octubre delmismo año la compañía gubernamental ca-nadiense Corporación para el Fomento delas Exportaciones, ofreció a Panamá unpaquete de crédito por 1,2 billones de dó-lares como respaldo para la venta de bie-nes y servicios de Canadá para la empresaCerro Colorado.

Pese a ello, en 1979 la Texasgulf anunciósu disposición para retirarse del proyecto.Entre las razones se encontraban las dife-rencias en cuanto a la rentabilidad de lamina, los atrasos de los arreglos para elfinanciamiento de la deuda y el capital so-cial, el término de los contratos de venta,el aumento del costo del proyecto y la per-sistente inseguridad en los precios del mer-cado de cobre. Otra razón para el retiro de

la Texasgulf estaba relacionada con su in-capacidad para hacer frente a los crecien-tes costos de capital del proyecto. El FondoMonetario Internacional y el Banco Mun-dial recomendaron por su parte a Panamáque redujera su participación en el capitalde 80% a 55%, sugerencia que Panamá aca-tó al bajar su participación al 51%.

Con la retirada de Texasgulf, el gobier-no panameño comenzó a buscar compra-dor para el 20% de las acciones que estacompañía dejaba y para el 29% de las ac-ciones que recomendaron el FMI y el Banco Mundial. Entre lasempresas que se mostraron interesadas secuentan ala Noranda Mines Ltd. de Cana-dá y la Compañía anglo-canadiense RíoTinto Zinc Corporation.

A finales de la década del 70 se instala-ron campamentos provisionales para lostrabajadores mineros en Hato Chamí yCerro Escopeta, en tierras ocupadas porcomunidades indígenas, llevando al despla-zamiento de algunos de sus caseríos. En uncomunicado de febrero de 1980, los indíge-nas denunciaron la destrucción de pozos deagua, de cercas de alambres y daños en loscultivos de café, bananos y naranjos, porefecto de las actividades correlacionadascon la exploración minera. En enero de1979 se constató la contaminación del ríoSan Félix.

La posición del pueblo guaymíante la mineríaLos congresos generales guaymíes de se-tiembre de 1979, en Kankitú (Bocas delToro) y de abril de 1980 en Soloy (Chiriquí)discutieron ampliamente las consecuenciasque la exploración y explotación de CerroColorado podrían tener en la comunidadindígena.

En setiembre de 1979, simultáneamentecon el Congreso de Kankintu, se difundióun informe titulado «El pueblo guaymí yCerro Colorado» que hizo un análisis delos distintos aspectos que afectarían a lapoblación indígena en los aspectos econó-micos, ecológico, socio-cultural y político-legal. Ese informe, ela-borado por indígenas, es válido en la ac-tualidad por cuanto ninguno de los facto-res y situaciones estudiadas en el mismohan variado significativamente.

En base a ésto, los ngobes en el Congre-so General de Kwerima, San Félix, celebra-do los días 6 al 10 de marzo de 1995, emi-tieron la Resolución No. 4 sobre minas enla que manifestaban:

No. 2 - abril/mayo/junio - 1996 2 1

Considerando:1.Que el pueblo ngobe-buglé y los campe-sinos durante muchos años han exigido elreconocimiento y la definición de la Comarca, quecomprende el territorio habitado actual-mente distribuido en tres regiones de lasprovincias de Bocas del Toro, Chiriquí yVeraguas.

2. Que en los últimos años el gobierno na-cional ha otorgado concesiones para explo-raciones de minerales (oro y cobre) sobreterritorio del pueblo ngobe-buglé.

3. Que estas concesiones cubren casi todala totalidad del territorio reclamado por elpueblo indígena como Comarca(-.)9. Que el Código de Recursos Mineralesdesconoce la legalidad tradicional, discrimi-na al pueblo ngobe-buglé y a los campesi-nos en materia de decisión, concesión y pla-nificación de los beneficios económicos delos proyectos de desarrollo minero.

10.Que en la actualidad el Estado pareceestar orientado a en-tregar las riquezasnaturales del sub-suelo de la Comarcay del país a empresasextranjeras sin ga-rantizar el beneficioefectivo y el respetode los derechos patri-moniales que tiene elpueblo ngobe-buglésobre sus recursos.

Resuelve:1.El VII CongresoGeneral Ngobe-Bu-glé ratifica las resolu-ciones de los congre-sos generales de 1980y 1992 relativas a losproyectos de explota-ción de los recursosminerales que dispo-nen: a) reivindicar elpatrimonio que tieneel pueblo ngobe-bu-glé sobre sus recursosnaturales y b) que sesuspenda todo proyecto de exploración delos recursos minerales, mientras no se defi-na la comarca ngobe-buglé.

2.Demandar ante el gobierno del Dr. PérezBalladares la legislación sobre la Comarca

ngobe-buglé con carácter de urgencia, quela misma contemple los derechos al patri-monio y beneficiosobre los recursos natu-rales de nuestro pueblo indígena.

3. Solicitar al gobierno nacional la ratifica-ción del Convenio 169 de la OIT.(...)5. Denunciar en los foros nacionales e in-ternacionales sobre la proliferación de ac-tividades mineras en favor de empresas na-cionales y trasnacionales, que amenazan lasupervivencia del pueblo ngobe-bugle comopueblo-nación indígena(...)8. Solicitar apoyo y solidaridad a los orga-nismos nacionales e internacionales deDerechos Humanos, para la causa del pue-blo ngobe-bugle.

Panamá firma un nuevo contratoEl 13 de febrero de 1996, el Consejo deGabinete aprobó el contrato entre laCODEMIN y la Sociedad de PanacobreS.A., para la explotación y exploración deyacimientos minerales ubicados en territo-rios indígenas. Sin embargo, el pueblo

ngobe-bugle no ha tenido ninguna partici-pación en la decisión que revive un proyec-to minero que se estancó en 1980.

Cerro Colorado es considerado comouno de los depósitos de cobre más grandesdel mundo y es por eso que el gobierno tra-

ta de explotarlo aún sin la anuencia de losindígenas ngobes.

Se considera que los volúmenes de ga-nancia van a ser extraordinarios. Asimis-mo los indígenas saben que no van a parti-cipar de los beneficios. Frente a esta situa-ción los ngobes se están reuniendo en tresprovincias y todas las organizaciones se hanunido a sus dirigentes, manifestándose queno se van a dejar amedrentar ante las ame-nazas y que continuarán luchando por lalegalización de su comarca.

El peligro que se avecina«La mina traerá cambios en la vidaguaymí, en las costumbres, en la mane-ra de ser. Como los guaymíes forman unpueblo, los cambios afectarán eventual-mente a todos, tanto en Bocas del Toro yVeraguas como en Chiriquí. El cambioen si no es malo; la vida es como un río,siempre cambiando el agua que lleva. Loimportante es distinguir entre cambiosbuenos y cambios malos, como el mismorío a veces da vida a los cultivos y a veceslos arrastra. Por eso es que el puebloguaymí puede mantenerse abierto a los

cambios, pero debebuscar que seanbuenos para elpueblo».Estas son palabrasdel informe titulado«El pueblo guaymí yCerro Colorado» en1979, en el Congresode Kankintú. Esteinforme continúa te-niendo validez en laactualidad por cuan-to ninguno de los fac-tores y situacionesestudiadas en el mis-mo han variadosignificativamente.

Al evaluar loscambios vividos porlos indígenas en ladécada de 1970 hayque considerar la in-corporación delguaymí al trabajoasalariado, el au-mento de la pobla-ción y la consecuen-

te insuficiencia de sus tierras por lo cual mu-chos dejaron su región «dejando de serguaymíes en lengua y costumbre». Las mi-nas por su parte podrían provocar cambiosmás bruscos y profundos generados funda-mentalmente por la llegada masiva de tra-

2 2

Asuntos Indígenas

bajadores no indígenas que no compartenla visión del mundo que tienen los guaymíes.

El caso de los kunasLa empresa canadiense Western Keltic Mi-nes., Inc. ha sido denunciada por el Con-greso General Kuna de llevar a cabo «unapolítica de penetración y captación de con-ciencias» con el propósito de «dividir, mi-nar y debilitar las instituciones políticas delpueblo kuna».

Donald Mc Innes, presidente de la com-pañía, ha manifestado su intención de ex-plotar cinco concesiones mineras en terri-torio kuna, estando dispuesto a enfrentarel reto cuando afirma que «a mi me hanexplicado que los kunas no han permitidola entrada a su territorio pero a mi me gus-tan los retos».

El Congreso General Kuna, que es lamáxima autoridad de la Comarca KunaYala, seha pronunciado en contra de todaactividad de exploración y explotación mi-nera en su territorio, como lo afirma el co-municado emitido en la población de

Achutupu, el 10 de marzo de 1996 (ver re-cuadro).

En estos momentos los gobernantes pa-nameños están decididos a concretizar lafirma de los contratos mineros y con ello laamenaza a los pueblos indígenas de que sino aceptan la explotación minera en susterritorios estarán «condenados a vivirsiempre en la miseria». Se espera en pocosmeses que el Estado comience a divulgarmasivamente, a través de todos los mediosde comunicación, la «gran oportunidad delsiglo: la explotación minera en Panamá».Por ahora los pueblos indígenas están te-niendo todo el apoyo de las organizacio-nes populares no indígenas, ya que deconcretizarse los planes del gobierno, los re-cursos naturales serán devastados, los cerrosconvertidos en huecos inservibles y sus pue-blos sumidos en una mayor pobreza.

Atencio López es abogado kuna. q

COMUNICADO DEL CONGRESO GENERAL KUNAComarca de Kuna Yala

La Tierra y los recursos naturales nos dan vida y tienen un significado profundo para nuestro Pueblo

Kuna; no son simples objetos de lucro, conforman la esencia de nuestra vida física, y cultural, porque

nos alimentan, nos dan salud, y nos ayudan a ser pueblo.

Siendo ésta la esencia de nuestra visión como pueblo, el Congreso General Kuna, en su sesión

extraordinaria, celebrado en la comunidad de Achudup, los días 8 al 10 de marzo de 1996, se dirige a la

opinión pública nacional e internacional, para expresar su total repudio a la política antiindígena del

Gobierno panameño. A éste, no le basta con no querer reconocer los legítimos límites de nuestros

territorios, sino que quiere, además, disponer arbitrariamente de las tierras reconocidas como propie-

dad del Pueblo Kuna por la ley nacional, para concedérselas a empresas extranjeras para su explota-

ción minera, sin ninguna consulta al Congreso General Kuna.

Nos sorprende las facilidades de acceso que se dan, por una parte, a empresas extranjeras sobre los

bienes y recursos de la República y de los pueblos indígenas de Panamá, y el desprecio y humillaciones

que, por otra parte, recibimos los originarios habitantes de este país. De qué otra forma podemos

pensar y sentir los kunas cuando los medios de comunicación (La Prensa, «El Oro de Kuna Yala» 5 de

marzo de 1996) dan a conocer que se han otorgado concesiones mineras en nuestra Comarca, a pesar

de que hemos cuidado y vivido, por milenios, en estas tierras.

Este gobierno dice ser respetuoso de la Ley, sin embargo, su política contradice el Convenio 107 de

la OIT de 1957 y la Constitución Nacional que en sus art. 5, 86 y 123, protege los derechos de los

pueblos indígenas a regímenes especiales, a defender su identidad étnica y cultural, y a garantizar la

propiedad colectiva de sus territorios, prohibiendo la apropiación privada de sus tierras.

Denunciamos, así mismo, la política de penetración y captación de conciencias que lleva a cabo la

empresa «WESTERN KELTIC MINES INC.», que está orientada a dividir, minar y debilitar las insti-

tuciones políticas del Pueblo Kuna.

Por todo ello, manifestamos nuevamente nuestro total rechazo a toda actividad minera en Kuna

Yala, y nuestra determinación a impedirlo por todos los medios.

Rechazamos y condenarnos todas las actividades, seminarios, etc., organizadas por dichas empresas

y sus asociados.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo Ngobe que está afrontando una situación semejante

y animamos a realizar una lucha común.

Y reiteramos mantenernos en situación de alerta máxima y hacemos el llamado a todos los amigos

solidarios para una lucha en conjunta en defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

Kuna Yala, 10 de marzo de 1996.

RESOLUCIÓN No. 01/03/96

El Congreso General Kuna Extraordinario, celebrado en la Comunidad de Achudup, los días 8, 9 y 10

de marzo de 1996, en uso de sus facultades que le confiara la Ley.

CONSIDERANDOQue la Constitución Política de la República de Panamá establece los Derechos Fundamentales de los

Pueblos Indígenas como: Régimen Especial de las Comarcas Indígenas; Reconocimiento y respeto a la

identidad étnica; la Propiedad Colectiva y la prohibición de la apropiación privada de las tierras Indí-

genas;

Que el artículo 11 del Convenio 107 de la O.I.T. de 1957, ratificado por Panamá, reconoce la propiedad

colectiva o individual de las tierras, a favor de los Pueblos Indígenas, tradicionalmente ocupadas por

ellas;

RESUELVEDesconocer y repudiar toda actividad relacionada a la adjudicación o concesión de exploración y ex-

plotación minera otorgada por el gobierno nacional, sin el consentimiento del Congreso General Kuna;

Rechazar todas las actividades concernientes a las minas como: seminarios, talleres, conferencias que

involucran a los dirigentes en representación del Pueblo Kuna sin el consentimiento del Congreso

General Kuna;

Que el Congreso General establecerá la coordinación necesaria con las organizaciones nacionales a

internacionales, con el propósito de lograr la solidaridad para garantizar nuestros derechos fundamen-

tales;

Hacer un llamado a todos los kunas y a otros pueblos indígenas de Abia Yala y del Mundo, y amigos

solidarios, a un estado de alerta para la defensa integral de nuestros recursos naturales que componen

la Madre Tierra.

Carlos López

Julián González Salomón Guerrero

Saila Dummad (Cacique)

Saila Dummad (Cacique) Secretario General

Nosotros, los representantes de las Orga-nizaciones de Pueblos Indígenas, Co-munidades y Naciones de Perú, Boli-

via, Brasil, Venezuela, Panamá, Costa Rica,México, Colombia, Guyana, Guyana France-sa, Surinam, de América Central y del Sur; delos Estados Unidos de América y Canadá deAmérica del Norte; de Australia, Fiji, India,Filipinas, Papúa Nueva Guinea e Irian Jaya deAsia y el Pacífico Sur; de Namibia y Ghana deAfrica; y de Samiland, la Federación Rusa, yGroenlandia del Ártico;

Reunidos con objeto de la Consulta sobre Mi-nería y Pueblos Indígenas celebrada del 6 al16 de mayo de 1996 en Londres, Inglaterra,después de compartir y analizar profundamen-te la situación de cada uno a través de la discu-sión democrática, estamos convencidos de quenosotros como pueblos indígenas tenemos elderecho inherente a la Libre Determinación;el derecho inalienable a las tierras y los recur-sos; el derecho a la autogestión; el derecho aser respetados como pueblos diferenciados connuestra propia organización social, costumbresy tradiciones, y el derecho fundamental a lavida y la supervivencia.

Estamos ALARMADOS sobre cómo nues-tros derechos inherentes y fundamentalescomo Pueblos Indígenas son sistemáticamentepisoteados, desatendidos y violados por la eco-nomía mundial neo-liberal dominante, a tra-vés de sus corporaciones transnacionales ennombre de la codicia y la ganancia.

Estamos además alarmados porque estascorporaciones transnacionales hacen uso deinstituciones financieras internacionales talcomo el Fondo Monetario Internacional, elBanco Mundial e instituciones FinancierasRegionales e incluso las Naciones Unidas, paraimponer, obligar y engañar a naciones sobera-nas al respecto de sus políticas y programas.Las organizaciones internacionales, tal comoel GATT y la Organización Mundial del Co-mercio y su imposición de Programas de Ajus-te Estructural y privatización, tienen como con-secuencia la profundización de la opresión na-cional y de la explotación de los Pueblos Indí-genas.

Nosotros experimentamos a través de nues-tra experiencia universal que la industria de laminería mundial transnacional trabaja en com-plicidad con nuestros gobiernos nacionalespara penetrar agresivamente nuestros territo-rios, apoderarse de nuestras tierras y territo-rios y explotar nuestros recursos naturales,causando daños permanentes al aire, las áreasforestales y las aguas, desplazando y matandoa los Pueblos Indígenas, dando como resulta-do el etnocidio y el genocidio.

Estamos UNIDOS en la consciencia de queno hay nada que justifique la destrucción denuestro aire, nuestros bosques, nuestras aguas,nuestras tierras y territorios, o la destrucciónde nuestras vidas e identidades como pueblos,

y no hay ningún desarrollo que pueda ser cons-truido con la sangre y la muerte de nuestros Pue-blos y la destrucción de la Madre Tierra.

Estamos INSPIRADOS por la sabiduría y elconocimiento de nuestros pueblos y la heroicatradición de nuestros antepasados de defensa yprotección de nuestras tierras y territorios y laafirmación de nuestros derechos, existencia eidentidad.

Estamos CONSCIENTES de la necesidad deunir y fortalecer nuestro apoyo mutuo en la lu-cha por alcanzar pleno reconocimiento y cum-plimiento de nuestro derecho a la libre determi-nación.

Luchamos por nuestra supervivencia y en de-fensa de nuestras vidas, nuestras tierras y terri-torios, nuestras propias formas tradicionales dedesarrollo y nuestro propio bienestar socio-económico, cultural y político como Pueblos In-dígenas.

Por lo tanto, condenamos en los términosmás fuertes a las compañías minerastransnacionales, armadas con organizacionesinternacionales y nacionales, y acuerdosmultilaterales, con la complicidad de los esta-dos y sus leyes nacionales, su rechazo a nues-tro existencia, su usurpación de tierras, su con-tinua destrucción de nuestra tierra y territo-rios y de nuestro aire y medio ambiente, suexplotación de nuestros recursos, y la conti-nua destrucción de nuestros pueblos.

Por eso concluimos unánimemente:

1. Continuar fortaleciendo nuestras organizacio-nes, comunidades, y naciones para que poda-mos ser más fuertes para así defender y afir-mar nuestros derechos a la libre determina-ción;

2. Ampliar el apoyo de la lucha de los PueblosIndígenas por la libre determinación, vincu-lándola con las luchas de otros grupos, secto-res o clases oprimidas dentro de cada país yen todo el mundo.

3. Exigir el reconocimiento de nuestro derechoa la vida y nuestro derecho a sobrevivir comoPueblos Indígenas, y condenar las violacio-nes de nuestros derechos inherentes y fun-damentales.

4. Exigir el reconocimiento de los derechosinalienables de los Pueblos Indígenas anuestras tierras y territorios y nuestrasaguas, incluyendo los recursos de la super-ficie y del subsuelo, de acuerdo con las for-mas tradicionales de propiedad colectiva ycontrol de los Pueblos Indígenas, y guar-dando el debido respeto a las mismas.

5. Exigir que los Pueblos Indígenas sean con-sultados y se les otorgue información ple-na y comprehensiva, con la debida anterio-ridad, cuando se considere la instrumenta-ción de actividades mineras en sitios loca-lizados en las tierras de los Pueblos Indí-genas. Que se obtenga el libre e informadoconsentimiento de los Pueblos Indígenas

antes de implementar cualquier actividadminera en la tierra de los Pueblos Indíge-nas.

6. Apoyar la adopción del proyecto de decla-ración de las Naciones Unidas sobre los de-rechos de los Pueblos Indígenas tal comoestá redactado por el Grupo de Trabajo dela ONU sobre Pueblos Indígenas, sin nin-gún cambio o enmienda substancial.

7. Crear una alianza entre Pueblos Indígenasen defensa de la Madre Tierra y de nues-tros derechos humanos y libertades funda-mentales, comenzando con los participan-tes de esta conferencia, para continuarnuestros esfuerzos contra la minería y suefectos destructivos en nuestras comunida-des.

8. Evaluar situaciones, planear soluciones, yllevar a cabo acciones en defensa de nues-tras tierras y territorios, aire, bosques, víasacuáticas, aguas costeras y otras fuentes devida dentro de nuestros territorios, en for-ma conjunta con otras organizaciones cul-turales, ambientales, religiosas y de otrotipo, con intereses comunes en la solidari-dad con los Pueblos Indígenas y sus aspira-ciones.

9. Apoyar la Declaración de Pequín y de lasMujeres Indígenas escritas y adoptadasen la 4a Conferencia Mundial de las Na-ciones Unidas sobre la Mujer, celebradaen septiembre de 1995; en particular,Condenar las violaciones de derechoshumanos de las Mujeres Indígenas come-tidas por las compañías mineras y losgobiernos y Exigir una investigación delas violaciones de los derechos de las mu-jeres mediante el tráfico y comercio demujeres, y los actos de discriminacióncontra las mujeres, y procurar de queéstos sean considerados y castigadoscomo crímenes.

10.Exigir la salud y el bienestar de nuestrosniños y Condenar la violación, explotacióny exposición a la contaminación originadapor las actividades mineras; y además, Exi-gir un medio ambiente saludable y seguropara nuestros niños, sobre todo en aquellascomunidades donde se realizan las activi-dades mineras.

11.Proponer nuestra acción unida para oponer-nos y resistir a la estrategia de la glo-balización de la economía mundial y la ex-plotación mundial de los trabajadores, yaque estas políticas producen la concentra-ción de la riqueza y el poder contra nues-tros pueblos y convierten al trabajador mi-nero Indígena en un elemento subordinadoy disponible.

12. Exigir políticas laborales que cumplanintegralmente con las necesidades y dere-chos de los trabajadores Indígenas y quedignifiquen su papel como artesano y crea-dor de riqueza y bienestar.

E l boom petrolero en el Perú, repre-senta a la fecha una inversión de1.045 millones de dólares para tra-

bajos de exploración y explotación, que vie-nen realizando más de veinte empresastransnacionales, sobre un total de 13 millo-nes 600 mil hectáreas de tierras amazónicasconcedidas a las empresas, la mayor partede ellas ubicadas en territorio de pueblosindígenas. Las actividades altamente con-taminantes de la industria de exploración yexplotación petrolera en los bosques tropi-cales del mundo, hasta la fecha, sólo ha traí-do nefastas consecuencias a sus poblacio-nes locales. En el Perú, de los 59 millonesde hectáreas de tierra con potencialhidrocarburífero, el 83% se ubica en losbosques húmedos tropicales, que compren-den a la Amazonía.

La región amazónica y los pueblos indí-genas que la habitan hace cientos de años,se encuentran frente a esta nueva amena-za, que pone en grave riesgo el medio am-biente, su territorio, la calidad de vida, y sucultura, pues casi todas las concesiones pe-troleras en la Amazonía, se sobreponen alos territorios titulados o de ocupación tra-dicional de estos pueblos.

Según datos del gobierno, el Perú ocupaahora el Sto. lugar en el mundo como paísde interés petrolero, debido principalmen-te a las amplias facilidades y exoneraciones

tributarias otorgadas por las nuevas leyesa las empresas. Durante los últimos tresaños, y de acuerdo a las exigencias del ajusteestructural dictado por las agencias banca-rias multilaterales, en el Perú se ha inicia-do el proceso de privatización de las em-presas estatales, liberalización de la econo-mía y promoción de la inversión privada,principalmente extranjera, para la explota-ción de los recursos naturales.

En el sector hidrocarburos, se estáofertando la Amazonía a las petroleras,para lo cual se ha numerado como «lotes»toda su extensión territorial. Se encuentranpendientes de suscripción 13 contratos enlo que resta del presente año y hasta la fe-cha ya se han suscrito 32 contratos, 17 deexploración y 15 de explotación que signi-ficarían la perforación de 76 a 78 pozosexploratorios.

La legislaciónDurante los últimos cinco años, nuestropaís, ha suscrito y promulgado, importan-tes cuerpos legales: el Código del MedioAmbiente, que regula la adecuada conser-vación y el uso sustentable de los recursosnaturales; el Convenio 169 de la OIT, quepromueve el respeto por los derechos delos pueblos indígenas; y el Convenio sobreDiversidad Biológica; sin embargo, esta le-gislación no se respeta y se sobreponen a

ellas normas sobre promoción a la inver-sión económica de las empresas privadas,violando los derechos de la sociedad civil,restringiendo la función tutelar del Estado,y otorgando privilegios y actuando protec-tivamente a favor de los grandes inver-sionistas.

La gran atracción para las transna-cionales petroleras que hoy se encuentranen el Perú, se debe fundamentalmente a laLey Orgánica de Hidrocarburos, y a la LeyMarco para el Crecimiento de la InversiónPrivada. En estas normas se define clara-mente la línea de promoción que sigue elgobierno, para lo cual tuvo que modificar yderogar mucha legislación que se oponía aellas. Las principales medidas que mejoranlas reglas de juego de los inversionistas pe-troleros, son: estabilidad jurídica y tri-butaria; exoneración de impuesto a las im-portaciones de insumos, materiales y equi-pos para el desarrollo de sus actividades;exoneraciones tributarias a la repatriaciónde utilidades; reducción del impuesto a larenta; privatización y liberalización del co-mercio de hidrocarburos; desregulación delmercado de consumo de combustibles; su-basta de las empresas estatales de venta,refinación, producción y transporte de com-bustibles; derogación de la normativa deprotección laboral; aumento de la superfi-cie de concesiones para exploración y ex-plotación; facilidades para la obtención dela propiedad de las tierras donde se encuen-tran los lotes concedidos, a través de la ex-propiación; facilidades para obtener dere-chos de servidumbre sobre las propiedadesterritoriales de terceros así como para lagestión de todo tipo de permisos para utili-zación de recursos del medio y uso deaguas; limitaciones y restricciones al esta-blecimiento de nuevas áreas Naturales Pro-tegidas; derogación de la prohibición cons-titucional de otorgar a extranjeros, conce-siones en las áreas del territorio nacionalcomprendidas dentro de los 50 kilómetrosdesde las fronteras; declaración de la acti-vidad petrolera, como asunto de Necesi-dad Nacional y Utilidad Pública; concen-tración en el Ministerio de Energía yMinas de las funciones administrativas,normativas, de supervisión y fiscalizaciónde las operaciones y del control y aplica-ción de sanciones a las empresas por in-cumplimiento de las normas ambientalesdel sector; disminución de sanciones ad-ministrativas a los agentes contaminan-tes del medio ambiente y derogación devarios importantes artículos del Códigodel Medio Ambiente.

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Presencia de las petroleras en laAmazoníaLa primera refinería en la selva se instalóhace más de 60 años, en Pucallpa con lacompañía Ganso Azul en Aguas Calientes,a orillas del río Pachitea, en la selva cen-tral. En la década del 70, la mayor parte dela selva norte del país fue explorada porPetroperú, la empresa estatal que se encar-gó de la industria y el comercio de hidro-carburos, hasta el presente año, en que seencuentra en proceso de privatización, encumplimiento de los compromisos suscri-tos en la Carta de Intención del FMI.

En 1972, se descubren los primeros po-zos productivos en los Lotes 8 y 8X, ubica-dos en la cuenca de los ríos Chambira yCorrientes, que dieron lugar a la construc-ción del oleoducto norperuano, de 856 ki-lómetros que remonta los Andes desde laselva hasta la costa peruana. En el año 1974,en la cuenca del alto río Tigre, zona fronte-riza con Ecuador, en el denominado Lote1AB, la empresa Occidental Petroleum Co.,de los Estados Unidos, encontró un impor-tante yacimiento que actualmente tieneoperando 100 pozos y que se mantienecomo el primero en importancia producti-va del país.

¿Qué ha significado el petróleopara los pueblos indígenas?Para los pueblos indígenas quichuas,achuares y urarinas que habitan en estastierras las actividades petroleras han traí-do consecuencias graves: contaminación desus ríos por vertidos sin tratamiento, deaguas subterráneas, aguas servidas, quími-cos y otros residuales de perforación; de-rrames por accidentes de roturas de duetos;enfermedades nuevas y mortales; enferme-dades respiratorias crónicas por inhalacióndel gas carbónico, producido por la quemade gas residual; deficiencias de recursos ali-menticios, deforestación, disminución deplantas medicinales, de materiales para laconstrucción de casas, instrumentos de tra-bajo y de uso doméstico, lluvia negra y áci-da, inflación de los precios locales; viola-ción de lugares sagrados para los indíge-nas; proliferación de alcohol, prostitucióny violencia; abandono por los varones dela vida comunal y familiar; alteración y per-dida de valores culturales; multiplicacióndel trabajo de las mujeres, quienes debeninvertir más tiempo y esfuerzo en buscarlugares de agua limpia, leña, reparar laschacras contaminadas, mayor cuidado a susniños para evitar accidentes, y vivir bajoinseguridad por los problemas de abuso yviolación por los foráneos, etc.

En el año 1986 murieron 18 niñosquichuas de la Comunidad Vista Alegre,por causas no determinadas y con síntomascomunes de vómitos, diarreas e intensosdolores estomacales. Los comuneros deesta comunidad indican que no hay cerca-na a su zona otra fuente de agua, por lo quedeben usar el agua de la zona del río Tigredonde descarga la quebrada Montano, quetrae los residuos del pozo de producciónBartra, de la concesión 1AB de la empresaOXY. El Hospital General de Salud deIquitos, ha atendido de emergencia en va-rias oportunidades intoxicaciones masivasde la población por beber el agua del mis-mo río Tigre.

Existen evidencias científicas, que la con-taminación en los ríos Corrientes, Samiria,Cocha Pasto, Capahuari, Trompetillo, Tigre,Amazonas, Cocha Monatana, Pastaza,Marañón, afecta a directamente a las co-munidades indígenas de la zona: achuares,urarinas, cocamillas y quichuas, que tradi-cionalmente obtienen la mayoría de susproteínas de la pesca.

Las comunidades del río Pastaza, Co-rrientes y Tigre, han denunciado que du-rante la época de vaciante, la poblaciónmuchas veces tiene que buscar muy lejosde sus poblados, fuentes de agua alternati-va porque no puede usar el agua del río porsu fuerte olor a químicos, y otras veces tie-nen que esperar que la capa aceitosa delagua de sus recipientes suba, para botarla,y poder usar luego el agua que queda.

La Oficina Nacional de Evaluación deRecursos Naturales, ONERN, en 1984 de-terminó que la zona de los ríos Pastaza, Ti-gre, Corrientes y Marañón, de aproxima-damente cuatro millones de hectáreas, enla selva norte del país, es una de las «zonasambientales críticas» más dañadas del país.

En el Lote 8X, los achuares del río Co-rrientes afectados durante 25 años de acti-vidad petrolera, que no tomó en cuenta losgraves impactos ambientales y sociales, lasenfermedades de la población y la conta-minación de sus aguas, preguntan quién vaa responder por estos daños, al venderse laempresa estatal que operaba el lote. En lasevaluaciones de los costos de la inversiónno se habla todavía sobre los costos de lospasivos ambientales que deja la empresanacional.

Los indígenas achuares de la comunidadde Pucacuro, ubicados en la ribera del ríoCorrientes, informaban:

«Hace mas de 20 años sufrimos la con-taminación de nuestros ríos, y desdehace mucho tiempo también se hacencartas y quejas a Petroperú, ellos se han

negado diciendo que no hay nada decontaminación. Se han formado comi-siones de las que nunca sabemos susresultados. En nuestra cocha (laguna)Emiliano, nos proveíamos de pescadosiempre, hasta que una vez al consumirde allí, la gente cayó con vómitos, dia-rrea, y cinco hombres murieron.»

«Desde esos tiempos, nuestros ni-ños están siempre enfermos, nunca te-níamos estas enfermedades, dicen quees paludismo, tuberculosis, hepatitis,anemia o fiebre amarilla. Nosotros pen-samos que viene de la falta de alimen-tos, porque ya casi no encontramos ani-males en el bosque, y también nos en-fermamos de esa agua contaminadapues no tenemos otro lugar para con-sumir agua, tenemos que traerla del río,aun cuando el río está contaminado».

Durante la visita que realizó a la zona unaComisión técnica y el dirigente indígena deAIDESEP de la región Iquitos, en noviem-bre de 1995, se encontró un gran desastreecológico en este lugar. Del lago que rela-tan los comuneros, de agua cristalina y quealbergaba vida acuática en abundancia, sólose pudo observar un líquido aceitoso y decolor oscuro en toda el área. Por la que-brada que salía del lago hacia el río Corrien-tes, fluía agua aceitosa y con restos de cru-do. En los márgenes hasta unos 5 metrosde cada lado quedaban muestras de un granderrame reciente, que habría alcanzado unaaltura de un metro de alto aproximadamen-te, calculado por la altura hasta donde ha-bían sido manchados de crudo los árboles,a los cuales brigadas de la empresa «raspa-ban» la corteza, durante esos días, para maldisimular el desastre.

«Ahora, que hay leyes, Petroperú diceque está mejorando, pero por ejemploen un reciente derrame grande que hahabido en la Batería 4, nosotros hemosvisto que están tapando con tierra yhierbitas para que no vea la inspección,pero cuando vienen las lluvias todo elcrudo sale al río.»

El Reglamento de Protección Ambientalpara Actividades de Hidrocarburos, fuepromulgado en 1993 por el Ministerio deEnergía y Minas. Las actividades petrole-ras realizadas con anterioridad a este dis-positivo, no tenían ningún parámetro paralimitar las emisiones contaminantes ni re-gulación para prever y minimizar el impac-to social y ambiental. Las operaciones pe-troleras estuvieron libradas a la política decada empresa.

2 6 Asuntos Indígenas

En el Reglamento, se definió que todaslas empresas que estuviesen operando has-ta antes de su promulgación deben presen-tar un Programa de Adecuación y Manejo

Los lotes petroleros en territorios indígenas

Ambiental, dónde se especifica la adecua-ción de los procedimientos de la empresa a LOTE 1AB cionamiento y almacenamiento de líquidos delas normas exigidas por el Reglamento Extensión: 497.000 hás. gas, además de subestaciones eléctricas y 400Ambiental. Concesionaria: Occidental Petroleum kilómetros de líneas de alta tensión con una

En el área petrolera de Ecuador, fron- Corporation, Oxy inversión de 150 millones de dólares.

teriza con el Perú, por responsabilidad dela empresa Texaco se han registrado derra-

Nacionalidad: NorteamericanaSituación: Explotación del lote desde 1974.Tiene un estimado de producción diaria de

Territorio indígena afectado: Shipibo.Organización: Federación de ComunidadesNativas del Bajo Ucayali, (FECONBU).

mes de 17 millones de galones de petróleo, 50.348 barriles de petróleo crudo con una Ubicación: Cuenca del bajo Ucayali, distritoque han contaminado cientos de kilómetros existencia de cerca de 150 millones de ba- de Contamana, provincia de Ucayali, depar-del río Napo, en territorio peruano, donde rriles de reservas probadas, está conside- tamento Loreto.vive la población indígena quichua. rado como el primer lote en importancia

El 27 de diciembre de 1994, una rajadu- productiva en el país. Organización: Federación de Comunidades

ra del oleoducto en su ramal norte, usadopara transportar el petróleo que explota la

Pueblo indígena afectado: Kwichua del ríoTigre.

Nativas del Ucayali, (FECONAU).Ubicación: Cuenca del Alto Ucayali, provin-cia Puerto Inca, departamento de Ucayali.

empresa OXI en el lote 1AB, ocasionó el Organización: Federación de Comunidades Territorio indígena afectado: Cacataibo. Estaderrame de grandes cantidades de petró- Nativas del Alto Tigre, (FECONAT) parte del lote afecta también a la poblaciónleo al río Tigre. En algunas zonas estos de- Ubicación: Distrito Intuto, Provincia cacataibo no contactada de la cordillera Azul.rrames vienen afectando por mucho tiem- Maynas, Departamento Loreto. Organización: Federación de Comunidades

po a las comunidades ribereñas y a las co- Pueblo indígena: Achuar y urarina del río Nativas Cacataibo, (FENACOCA)

munidades indígenas que viven en estasCorrientes. Ubicación: Distrito de Aguaytia, provincia de

Padre Abad, departamento de Ucayali.zonas, concedidas a las empresas petrole- Organización: Federación de Comunidadesras. Nativas del Río Corrientes, (FECONACO) LOTE 50

El último derrame que afectó a las co- Ubicación: Distrito Trompeteros, Provin- Extensión: 1.000.000 de hás.munidades nativas, de aproximadamente6.400 barriles de petróleo crudo, se produ-

cia de Loreto. Departamento de Loreto. Concesionarias: Yacimientos Petrolíferos Fis-cales, (YPF) y Quintana Minerals Corpo-

jo el 13 de abril de 1996 en el tramo II deloleoducto norperuano, en el río Rojo, en la

Pueblo indígena: Kiwchua del río Pastaza.Organización: Federación Indígena Que-chua del Pastaza, (FEDIQUEP)

ration (QMC).Nacionalidad: Argentina y norteamericanaSituación: Se encuentran trabajando desde

cuenca del Marañón, afectando a las comu- Ubicación: Distrito de Pastaza, Provincia enero de 1995, en la fase de exploración.nidades aguarunas que viven en la zona. La de Alto Amazonas, Departamento de Territorio indígena afectado: Huambisaempresa responsable, Petróleos del Perú,informó que había adoptado las medidas

Loreto. Organización: Federación de ComunidadesNativas del Río Santiago, (FECONARSA).

correspondientes a fin de atender los da- LOTE 8-X Ubicación: Cuenca del río Santiago, distrito

ños a la población: entregó a las comunida-des baldes de plástico para recoger el agua

Extensión: 697.000 hás.Concesionaria: PetroperúNacionalidad: Peruana

de Río Santiago, provincia de Condorcanqui,departamento de Amazonas.

de lluvia para su consumo. Por acción in- Situación: Contrato para Explotación de hi- Territorio indígena afectado: Aguarunamediata de la población y su organización drocarburos. Esta considerado como el se- Organización: Organización Aguaruna de larepresentativa, la Organización Aguaruna gundo lote en importancia productiva en Provincia de Alto Amazonas, ONAPAA.de la Provincia de Alto Amazonas, ONA- el país. Ubicación: Distrito de Manseriche, provin-

PAA, actuando junto con la Coordinación Territorio indígena afectado: Achuar, cia de Alto Amazonas, departamento de

Indígena Regional, AIDESEP San Loren- urarinas y muratos.Organización: Federación de Comunidades

Loreto.

zo, se hizo llegar los informes oportunos Nativas del Río Corrientes, (FECO- Territorio indígena afectado: Aguarunaante las autoridades y la prensa nacional, NACO). Organización: Ijumbau Chapi-Shiwag.lo que ha permitido que el Ministerio de Ubicación: Distrito Trompeteros, Provin- Ubicación: Distrito Mnaseriche, provinciasector, expida una Resolución Directoralpara que se cumpla con la compensación a

cia Loreto, Departamento Loreto. Alto Amazonas, departamento, Loreto.

las personas afectadas y la restauración delas áreas contaminadas.

LOTES 31-B, 31-C, 31-DExtensión: 88.000 hás.Concesionaria: Maple Gas Corporation del

LOTE 52Extensión: 718.930 hás.Concesionaria: Chevron Overseas

Perú, Sucursal del Perú. Nacionalidad: NorteamericanaNacionalidad: Norteamericana Situación: Contrato suscrito en junio de 1995.Situación: Explotación de gas. La conce- Se estableció una exploración por 30 años ensión ha sido otorgada en 1994 para desa- el caso de encontrarse petróleo y de cuaren-rrollar el «Proyecto Integral Aguaytia» que ta si se trata de gas.explotará las reservas de 223 mil millones Territorio indígena afectado: Machiguengade pies cúbicos de gas de esa zona. Se cons- Organización: Congreso Machiguenga deltruirá una planta termoeléctrica de 145 Río Urubamba, (COMARU).megavatios, con 225 kilómetros de gaso- Ubicación: Cuenca del Urubamba, distritoductos, 105 kilómetros de duetos para lí- Echarate, provincia La Convención, depar-quidos de gas natural, instalaciones de frac- tamento Cuzco, selva sur.

Lotes petroleros en Perú

No. 2 - abril/mayo/junio - 1996 2 7

LOTE 54Extensión: 805.000 hás.Concesionarias: Pluspetrol S.A. Sucursal delPerú.Occidental Petrolera del Perú Inc. Sucursaldel Perú (OXY),Nacionalidad: Argentina y norteamericana.Situación: Contrato para la exploración y ex-plotación, firmado en agosto de 1995.Territorio indígena afectado: QuichuaOrganización: Federación Indígena Quichuadel Pastaza, (FEDIQUEP).Territorio indígena afectado: AchuarOrganización: -Organización Achuar Chayat,(ORACH)-Federación Achuarti Ijundramu, (ATI)Ubicación: Cuenca del Pastaza y Huasaga,ambos ubicados en el distrito del Pastaza,provincias de Alto Amazonas, departamen-to y región Loreto.

LOTE 64Extensión: 954,000 hás.Concesionaria: Atlantic Richfield (ARCO)Nacionalidad: NorteamericanaSituación: Este lote se encuentra contiguo allote 54, e igualmente las actividades petrole-ras involucran territorio de los achuares, unode los pueblos indígenas amazónicos que, porpropia decisión, mantiene mínima vincula-ción con la sociedad envolvente. Afirmanorgullosamente su identidad, y defiendenmuy celosamente su integridad cultural y te-rritorial. Sus organizaciones representativas,han manifestado a las autoridades y al públi-co su rechazo a las actividades petroleras ensu territorio, porque todo parece indicarlesque los impactos petroleros les traerán irre-versibles consecuencias a sus comunidades.Territorio indígena afectado: AchuarOrganización: -Organización AchuarChayat,(ORACH)-Federación Achuarti Ijundramu, (ATI)Ubicación: Cuenca del río Huitoyaco,Huasaga y Manchari. Distrito Pastaza,provincia Alto Amazonas, Departamento Lo-reto.

LOTE 65-MExtensión: 1.477.000 hás.Concesionarias: -Great Western ResourcesLtda, Sucursal del Perú.-Enterprise Oil ExplorationNacionalidad: Norteamericana y británica.Situación: Contrato suscrito en diciembre de1994.Territorio indígena afectado: Cocama-cocamillaOrganización: AIDECOSUbicación: Cuenca formada por los ríos Ma-rañón y Ucayali, en los distritos de El Tigre yUrarina, provincia y departamento de Loreto.

LOTE 66Extensión: 1.000.000 hás.Concesionarias: -ELF Aquitaine Hidro-carbures Perou, Sucursal del Perú-Eurocan Venture (Bermuda) Ltda., Sucur-sal Peruana

-The Anschutz Overseas Corporation, Sucur-sal del Perú.-Great Western Resources Ltda., Sucursal delPerú.-Enterprise Oil ExplorationNacionalidad: Francesa, canadiense, norte-americanas y británica.Situación: Contrato suscrito en setiembre de1995, para la perforación de seis pozosexploratorios, en un plazo de siete años y elde explotación de 30 años en el caso del pe-tróleo y de 40 años si se ubica gas natural.Territorio indígena afectado: Asháninka ynomachiguengasOrganización: Consejo de Unificación Indí-gena de la Selva Central del Perú, que es laentidad regional que representa a las organi-zaciones asháninkas y nomatsiguenga de laselva central. Las organizaciones directamen-te afectadas serán:-Central de Comunidades Nativas de la Sel-va Central, CECONSEC.

-Central Asháninka del Río Ene, (CARE)-Central Asháninka del Río Tambo,(CART)-Unión Indígena Asháninka Nomatsi-guenga KanujaUbicación: Cuenca formada por los ríosEne y Tambo. Provincias de Oxapampa, deldepartamento de Pasco, de Chanchamayo,provincia de Satipo del departamento deJunín y provincia de Atalaya del departa-mento de Ucayali. Selva central.

LOTE 67Extensión: 831.000 hás.Concesionarias: -Mobil Exploration andProducing Peru Inc., Sucursal peruana, comooperador del contrato, en consorcio con:-Chieftain International (Bermuda) Ltda,Sucursal del Perú.-Minnowburn, Sucursal Peruana.-Plain Resources International Inc, Sucur-sal del Perú.

Murphy Perú Oil Co, Sucursal del Perú.Advantage Resources International, Su-

cursal del Perú.Nacionalidad: Norteamericana (de la ope-radora)Territorio indígena afectado: Kichuas delNapoOrganización: Organización Kwichuaruna-Wangurina, (ORKIWAN).Ubicación: En la cuenca de los ríosTangarama y Curaray en la provincia deMaynas, departamento Loreto.

LOTE 71Extensión: 1.259.000 hás.Concesionaria: Murphy Peru Oil Co, Su-cursal del Perú, subsidiaria de la HoldingMurphy Oil Corporation.Nacionalidad: Estados Unidos.Situación: Contrato suscrito en setiembrede 1994. Se realizaron estudios de explo-ración sísmica.Territorio indigena afectado: Asháninka,vine.Ubicación: Distrito de Breu, provincia deAtalaya, departamento de Ucayali.

LOTE 74Extensión: 1.095.200 hás.Concesionaria: Coastal Peru Ltd, Sucursalde The Coastal CorporationNacionalidad: Estados UnidosSituación: Contrato suscrito en diciembrede 1994, para la exploración y explotaciónde hidrocarburos.

Territorio indigena afectado: ShipiboOrganización: Federación de ComunidadesNativas del Bajo Ucayali, (FECONBU)Ubicación: Provincia de Ucayali, departa-mento de Ucayali y en la provincia deRequena, departamento de Loreto.

LOTE 77Extensión: 1.500.000 hás.Concesionarias: -Mobil Exploration andProducing Peru, Inc. Sucursal Peruana,-Elf Petroleum Peru B.v. Sucursal del Perú-Exxon Corporation and Production PeruLimited, Sucursal del PerúNacionalidad: Norteamericana y francesa.Situación: Contrato de licencia para la explo-ración y explotación de hidrocarburos. Inclu-ye la perforación de cinco pozos exploratoriosy el levantamiento de 600 km. de línea sísmicapetrolera.Territorio indigena afectado: Territorio de lospueblos indígenas no contactados: yora oyaminahua, mashco-piro, y amahuaca.Ubicación: Cuenca del alto río Las Piedras,provincias de Purus en el departamento deUcayali, y Tambopata y Tahuamanu en eldepartamento de Madre de Dios.

LOTE 78Extensión: 1.507.000 hás.Concesionaria: -Mobil Exploration andProducing Perú, Inc. Sucursal peruana,-Elf Petroleum Perú B.v. Sucursal del Perú-Esso Exploration and Production PeruLimited, Sucursal del Perú

Nacionalidad: Norteamericanas y francesa.Situación: Este lote ubicado en una de laszonas ecológicamente más sensibles del Perú,afectará a la porción suroccidental de la ZonaReservada Tambopata Candamo, dentro delárea propuesta para el establecimiento del«Parque Nacional Bahuaja-Sonene», consi-derada como una de las regiones másbiológicamente diversas del planeta, con exis-tencia de especies desconocidas para la cien-cia. También en esta zona ha sido solicitadohace varios años el establecimiento de la Re-serva Comunal Amarakaeri, para garantizarla tierra y los recursos de las comunidadesharakmbut, piro, kisamberi y machigenga queviven en la zona.Territorio indigena afectado: Harakmbut,toyeri, huachiaperi, esse-eja.Organización: -Federación Nativa de Madrede Dios, (FENAMAD)-Consejo Harakmbut, (COHAR)Ubicación: Provincias de Manu y Tambopatadel departamento de Madre de Dios, Pau-cartambo y Quispicanchis del departamentode Cuzco. Selva sur.

LOTES 88-A y 88-BExtensión: 213.000 hás.Concesionarias: Royal Dutch Shell Group yMobil OilNacionalidad: Anglo-holandés y norteame-ricana.Situación: Contrato de explotación del yaci-miento de Camisea, que cuenta en sus yaci-mientos con 10,8 billones de pies cúbicos de

gas natural y 725 millones de barriles delíquidos de gas natural.Territorio indigena afectado: Machiguenga,yine, kugapakori, nahua, yaminahua.Organización: -Consejo Machiguenga delRío Urubamba, COMARU.-Federación de Comunidades NativasYami-Yine, FECONAYY-Central de Comunidades Nativas Machi-guengas, CECONAMA.Ubicación: Comunidades de San Martín,Cashiriari y Mipaya en la cuenca de los ríosUrubamba y Ucayali, distrito de Echarate,provincias de La Convención, Departa-mento de Cuzco, y Atalaya departamentode Ucayali. Selva sur.

Lotes en negociaciónPara exploración y explotación de hidro-carburos, el Estado peruano esta negocian-do la concesión de los lotes: 79, 80, 81 82 y83 de la selva amazónica, ubicados en lacuenca del Ucayali.

Lotes solicitadosEl Lote 10 ha sido solicitado por Pluspetrol.El Lote 84 ha sido solicitado por la empre-sa norteamericana ARCO.El lote 61 ha sido solicitado por la empre-sa MOBILEl lote 75, selva sur, ha sido solicitado porlas empresas MOBIL y SHELL sobre unárea de 1.795.220 hectáreas.Lote 72 en la selva central, solicitado porla OXY. q

D entro de una campaña publicita-ria que titulaba como «El Contra-to del Siglo», y calificado por fun-

cionarios del gobierno como «pieza clavepara el desarrollo del país durante los próxi-mos cincuenta años», el Estado peruanofirmó, el 17 de mayo pasado, el contratopara la explotación de los yacimientos degas de Camisea con el Consorcio formadopor la empresa anglo-holandesa Shell y lanorteamericana Mobil.

Camisea es la zona donde se encuentraeste importante yacimiento con 10,8 billo-nes de pies cúbicos de gas natural y 725millones de barriles de líquidos del gas,denominado como lotes petroleros 88-A y88-B, en un área de 230 mil hectáreas ubi-cada en la selva sur del Perú, a 250 kilóme-tros de Cuzco, entre las cuencas del ríoUrubamba y Ucayali, en territorio tradicio-nal de los pueblos indígenas machiguenga,

yine-yami, asháninka, nahua, kugapakori,

amahuaca y yaminahua.

El área en que se desarrollarán las acti-vidades de explotación del gas de Camisea,está ubicada en la zona intermedia de lacuenca del río Urubamba, transición entrela selva Alta y el llano amazónico y zonalimítrofe con el Parque Nacional del Manu.

Expertos que han estudiado las condi-ciones ecológicas de este lugar, indican quedesde el Pongo de Mainique, que divide elAlto y Bajo Urubamba, la zona presentauna variada topografía que va desde los lla-nos amazónicos, hasta los bosques de ne-blina a 3.700 metros sobre el nivel del mar,albergando una amplia biodiversidad encada uno de sus pisos ecológicos, con lamayor parte de territorio virgen, y con bos-ques en estado de integridad y conserva-ción excepcional, similares a las del ParqueNacional del Manu y la Zona ReservadaTambopata y Candamo.

Es por ello que en esta zona han sidosustentadas las solicitudes para el estable-cimiento de dos Áreas Naturales Protegi-das, el Santuario Natural MachiguengaMegantoni, con una extensión de 176 milhectáreas, y la Reserva Comunal Machi-guenga, que garantizan la conservación de

la biodiversidad de la zona y las reservasde los recursos de flora y fauna como fuen-te de alimentación tradicional para las co-munidades indígenas colindantes y cuyotrámite espera más de dos años para su apro-bación por el Ministerio de Agricultura.

El valle del Urubamba ha estado habi-tado por población nativa amazónica des-de tiempos inmemoriales. La población ac-tual, aproximada es de más de 10.000 habi-tantes indígenas, que viven en comunida-des con tierras reconocidas y tituladas. Tam-bién habita en la zona, población indígenano contactada, que vive en forma itinerante,perteneciente a los pueblos amahuaca,

yaminahua, nahua, y kugapakori.

La relación de estos pueblos con la so-ciedad nacional data de principios de siglo,con la violenta llegada a la zona de los ex-plotadores del caucho, codiciado recursonatural que abundaba en las tierras indíge-nas y que provocó, junto con las tristemen-te celebres correrías, esclavitud y asesina-tos masivos de la población indígena delUrubamba.

Sin embargo, después de estos sangrien-tos sucesos, la población indígena ha logra-do recuperarse y mantener, en buena me-dida, su estilo de vida tradicional y, por en-contrarse muy alejada de los centros urba-nos, ha mantenido poco contacto exterior,desarrollando una economía de auto-consumo, que combina la agricultura deroza, la caza, la pesca y la recolección, rea-lizando, complementariamente, agricultu-ra para el comercio local (cacao, maíz,arroz, frijol). Actualmente se encuentraorganizada en Consejos o Federaciones queagrupan a varias comunidades por cuencas,para la defensa y afirmación de sus dere-chos como pueblos.

Las actividades petroleras de laShellLa empresa Shell realizó sus actividades deexploración en la zona durante los años1983 a 1987. Al finalizar estos trabajos, nose realizó una auditoría ambiental que eva-luara los niveles de contaminación e impac-to producidas por las operaciones de ex-

ploración sísmica y de la perforación de lospozos. Sin embargo, los impactos socialesque durante ese tiempo sufrió la poblaciónindígena de la zona, fueron de magnitud.

Hubo un aumento muy significativo dela población total de la región, dado que,por épocas, la empresa Shell y sus contra-tistas tuvieron más de 2.000 personas tra-bajando simultáneamente en el Urubamba.Con ello se amplió descontroladamente elmercado local, principalmente el de pro-ductos agrícolas regionales, pescado y car-nes silvestres, generando una inflación deprecios en la economía local.

Las comunidades se vieron incorpora-das a esta economía mercantil en condicio-nes de desigualdad. Llegó mucha gente queinvadió tierras de las comunidades paracolonización, comercio, extracción de ma-dera, instalación de establecimientos, pros-titución y otros que presionaron sobre losrecursos alimenticios, lo que generó unaescasez de alimentos del bosque para lapoblación indígena, y la consecuente depen-dencia de los productos del exterior parasu alimentación.

La disminución de los recursos del bos-que también alteró las condiciones de vidasana de la población, aparecieron las en-fermedades carenciales como la anemia yla desnutrición, en especial entre la pobla-ción más susceptible, las mujeres y los ni-ños.

Ello trajo consigo también la disminu-ción de defensas inmunológicas, que inci-dió en la proliferación de enfermedadesinfectocontagiosas. Es el caso de la mala-ria y las enfermedades venéreas. Durantelos años 1983-1986, coincidiendo con la pre-sencia de la Shell en la región, se han pre-sentado entre la población nativa más de4.000 casos de malaria, como lo demues-tran estudios financiados por la Organiza-ción Mundial de la Salud.

Por otro lado, la creciente dependenciadel mercado, impulsó a los varones de lapoblación nativa a emplearse como manode obra asalariada para poder conseguir laalimentación sustitutoria para su hogar,abandonando la vida familiar y comunal yrecargando las labores y responsabilidadesde la mujer.

En comunidades que quedaron mayor-mente pobladas por mujeres, ancianos yniños, las mujeres fueron víctimas de abu-so sexual de parte de los trabajadores quecirculaban por el área.

Son importantes las indagaciones hechaspor las autoridades sanitarias de la regiónque refieren un aumento muy significativode las enfermedades contagiadas sexual-

mente, en especial en aquellas áreas cerca-nas a los campamentos de la compañía.

Impactos a la población nocontactadaLa población indígena no contactada, lle-vó la peor suerte. Los kugapakori-nahuaque habitan en las regiones interfluvialesque separan la cuenca del Urubamba y dela del Manu, fueron diezmados.

Los primeros contactos con la poblaciónkugapakori-nahua se dieron a inicios de ladécada del 80. Fueron esporádicos y vio-lentos, causados por los extractores made-reros. Posteriormente, durante las etapas deexploración petrolera emprendidas por laShell en 1984, los contactos se reanudaroncon la misma violencia de los años previos.

Los enfrentamientos con los equipos dela Shell ocasionaron algunos heridos, porlo que la empresa modificó el patrón de lasrelaciones con la población indígena ofre-ciéndoles regalos.

Aprovechando este acercamiento, losmadereros ingresaron a la región ofrecien-do los mismos regalos, a cambio de la posi-bilidad de extraer la madera. Los sucesi-vos contactos terminaron introduciendodiversas enfermedades infectocontagiosas,en especial tos ferina y gripes, para las cua-les la población no había desarrollado de-fensas inmunológicas, lo que causó agresi-vas epidemias que diezmaron a la pobla-ción nahua.

Los cálculos mas conservadores indicanque el 50% de la población kugapakori-nahua murió debido a estos contactos y elresto huyó aterrada de la región. Una par-te de los sobrevivientes se trasladó hacia lavecina cuenca del Manu.

Los términos del actual contratocon el estado peruanoPocos días antes de su suscripción, se dio aconocer los términos del contrato. La pro-metida inversión de 2.800 millones de dó-lares, que debería dejar al fisco 6 mil millo-nes de dólares en 25 años por concepto deregalías y renta, sólo podrá definirse cuan-do la Shell-Mobil pueda asegurar la renta-bilidad de su inversión, supeditada al cum-plimiento de algunas condiciones que, deno cumplirse obligarán a la modificación delcontrato o, incluso, a su rescisión.

Durante el Primer Período, uno de losaspectos más relevantes que condiciona lacontinuidad del contrato, es la obtención deinformación que asegure la existencia en elyacimiento de una producción de 7.000 ba-rriles diarios de líquidos de gas natural.(Este hidrocarburo tiene mercado asegu-

rado, y esta cantidad de producción, cons-tituye la rentabilidad inicial que la empre-sa necesita para continuar con el proyec-to).

La otra condición es la seguridad de con-tar con un mercado nacional para el consu-mo del gas que resulte favorable a los inte-reses económicos de las empresas. (Paraello se está pensando obtener créditos paradesarrollar un macro-plan económico parala reconversión de las industrias naciona-les al consumo del gas, implementar meca-nismos como conductos subterráneos degas para uso doméstico, adaptación del par-que automotor a vehículos con uso de gas,etc.)

Además, para dar continuidad al contra-to, debe haberse concretado en este perío-do la construcción e instalación de una plan-ta termoeléctrica de 600 megavatios, porotra empresa a la que le interese el comer-

No. 2 - abril/mayo/junio - 1996 3 1

cio de la energía eléctrica en la zona centroy sur del país.

Estas condiciones, obligaron a dividir elcontrato en tres períodos.

El primer período de dos años, compren-de las actividades siguientes:- Preparación del Estudio de Impacto

Ambiental.- Exploración adicional del yacimiento,

con 3 pozos perforatorios.- Reprocesamiento de 250 kilómetros de

líneas sísmicas.- Levantamiento de geología de campo.- Evaluación del mercado del gas en Lima.- Estudios de ingeniería de ruta, de ductos,

de producción, de desarrollo de las ope-raciones y del drenaje de embalses.

El segundo período contempla:- Desarrollo de los yacimientos del área

del Contrato, e inicio de la extracción co-

mercial del gas y de los líquidos del gas.- La construcción de la Planta de Separa

ción de Líquidos y el Sistema de Rein-yección.

- La construcción de los Ductos Principa-les de Gas Natural y de los Duetos paralos Líquidos de Gas Natural hasta la cos-ta central del país.

- Construcción de una planta de Fraccio-namiento y Suministro de hidrocarburos.

Durante el proceso de las negociaciones,pocos días antes de la suscripción del con-trato, el Gobierno dictó modificaciones ala legislación tributaria que, según técnicosnacionales, son normas con nombre propio,con el objetivo de favorecer al consorcioShell-Mobil y facilitar la definición de lostérminos del negocio.

Algunos de los beneficios que se otor-garon fueron la exoneración de los impues-

tos a la importación de bienes destinados alas actividades de la empresa hasta por cua-tro años; exoneración de todos los tributosa la exportación de hidrocarburos prove-nientes del área del contrato; exoneracióndel Impuesto Selectivo al Consumo de gasnatural hasta 1999, etc.

Las negociaciones para la elaboracióndel contrato para la explotación de esteyacimiento, se iniciaron en junio de 1995en absoluta reserva.

Las instituciones ambientalistas y lasorganizaciones indígenas preocupadas porel tratamiento ambiental y de los impactossociales en la zona, quedaron defraudadaspor la débil mención que se hace en el con-trato a lo referido a la protección ambien-tal y social, donde se acuerda que el «con-tratista hará los esfuerzos necesarios paraevitar se afecte en lo posible a las comuni-dades nativas o campesinas».

Los estudios de impacto ambien-tal y la participación de los pue-blos indígenasLa legislación Ambiental nacional e inter-nacional, y la legislación sobre Pueblos In-dígenas Resolución Legislativa N° 26253,que ratificó el Convenio 169 de la OIT, pres-criben la debida información, participacióny consulta a los pueblos indígenas en cuyosterritorios se planeen desarrollar proyec-tos para el aprovechamiento de los recur-sos de subsuelo.

Los trabajos se iniciarán la próximaquincena de julio con la construcción deinstalaciones en la comunidad indígenaNuevo Mundo, como puerto de transbor-do a la zona de, aproximadamente, 7 miltoneladas de equipos y suministros paraeste primer período de trabajo.

La Shell ha informado que prevé un pro-ceso de consulta permanente a las comuni-dades, antes y después de las operaciones, yalgunas comunidades ya han suscrito contra-tos con la empresa para el uso de sus tierras.

Sin embargo, aún no se da a conocer a losinteresados la información que constituye labase fundamental para la toma de decisio-nes y que permitiría a las organizaciones in-dígenas y a sus técnicos proyectar anticipa-damente los posibles impactos y proponerlas recomendaciones que correspondan.

Es necesario que las consultas y losacuerdos entre la empresa y la poblaciónindígena tomen en cuenta:- la información oportuna, que permitaincorporar, desde el diseño del proyecto,los aportes de los pobladores indígenas,quienes por ser los mejores conocedores desu medio, están también en mejores condi-ciones para informar sobre los potencialesimpactos en su ambiente y sus recursos.- una información pertinente, que consi-dere la diferencia cultural que existe entrelas partes contratantes y dialogantes -em-presa y pueblos indígenas-, pues muchas delas actividades petroleras, no existen comonociones y referentes en el universo con-ceptual de los pueblos indígenas. Por lo tan-to, una información pertinente, exige unaexplicación traducida a la lengua y conte-nidos culturales indígenas, que permita laefectiva comprensión de los procedimien-tos de esta industria y sus impactos ambien-tales y sociales.- una información completa y detallada detodo el Plan de Actividades, en los aspec-tos que conciernen a la población local,durante las diversas fases del proyecto.- y una información objetiva, hecha portécnicos de instituciones de probada credi-bilidad como universidades y colegios pro-

fesionales, que permita corroborar la infor-mación técnica otorgada por parte de laempresa petrolera.

Se necesita garantizar que el cumplimien-to del Plan de prevención del impacto am-biental y social que provocará la explota-ción de este yacimiento, sea verificado porlas comunidades indígenas de la zona, re-presentadas por sus organizaciones, la Fe-deración de Comunidades Nativas Yine-Yami del río Urubamba (FECONAYY), elConsejo Machiguenga del río Urubamba(COMARU), y la Central de Comunida-des Nativas Machiguenga (CECONAMA).Ellas se están reuniendo constantementepara tomar acuerdos que les permita desa-rrollar una estrategia común frente al temapetrolero en sus territorios. Para ello crea-ron la «Comisión para la defensa de la viday de los recursos naturales del valle delUrubamba» integrada por representantesde las tres organizaciones, que se encarga-rá de realizar las coordinaciones necesariasentre las comunidades nativas, el Gobier-no peruano y el consorcio Shell-Mobil, parallevar a cabo estos planes.

Las organizaciones, publicaron un pedi-do al gobierno para que las actividades pe-troleras se efectúen respetando los dere-chos de las comunidades y de la poblaciónindígena no contactada que vive en el lu-gar: kugapakori, nahua, yaminahua yamahuaca y también para que se aplique lalegislación nacional e internacional vigen-te. Demandaron al gobierno la adopción delos mecanismos adecuados para la partici-pación efectiva de las comunidades paramonitorear el cumplimiento de las medidasde mitigación y gestión ambiental durantetodo el proyecto, apelando a un criterio desentido común y de equidad, dado que, sien-do la tierra y sus recursos parte fundamen-tal de la vida de los indígenas, ellos seránlos mas interesados de conservarla.

El Reglamento para la Protección Am-biental en las Actividades de Hidrocarbu-ros, exige la presentación del Estudio deImpacto Ambiental (EIA) y un correspon-diente Plan de Manejo Ambiental de lasactividades que desarrollen las empresaspetroleras en la concesión otorgada, pre-vios al inicio de las operaciones.

Las detonaciones sísmicas, las perfora-ciones de exploración, el traslado de 225mil toneladas de materiales, suministros yequipos, la tala del bosque, el tránsito con-tinuo de brigadas de trabajo, aviones, heli-cópteros y barcazas, los campamentos concientos de personas, las labores de explo-tación del gas y los condensados, la cons-

trucción de la central termoeléctrica, ade-más de los procesos industriales de trans-formación en los que se separará y compri-mirá el gas, su transporte en ductos ypoliductos hacia Lima, etc., todas estas, ac-tividades altamente contaminantes que sedesarrollarán en tierras de comunidades in-dígenas, les generará un irremediableimpacto ambiental y social si las empresaspetroleras no asumen responsablemente sulabor.

Hace dos meses, en el lote 52, aledañoal de Camisea, donde la empresa petroleranorteamericana Chevron ha iniciado la ex-ploración sísmica, hubo una migración decientos de personas, jornaleros exce-dentarios de las ciudades, que llegaron encaravanas en busca de trabajo. Al no obte-nerlo, agredieron a las comunidades dellugar, robaron el ganado y abusaron de lasmujeres. La empresa tuvo que contratarbuques para regresar a los desempleadosconvertidos en invasores.

La Shell ha informado que para la Valo-ración del Impacto Ambiental, ha progra-mado dos semanas de trabajo de campo enla zona, tiempo que es insuficiente para cum-plir adecuadamente con este propósito.

Estudio serios, deben incluir el análisisdel costo-beneficio de la actividad petrole-ra, en términos de incorporar a los costosdel proyecto los costos de inversión de lapropia empresa -salarios, bienes, equipos,insumos, etc.-, los costos de los recursos na-turales que se perderán o inutilizarán pormucho tiempo -ríos contaminados, recursosde fauna, flora, hidrobiológicos, genéticos,etc.-, los costos de salubridad por los incre-mentos del riesgo en la salud de la poblacióncon la introducción de nuevas enfermedadesy proliferación de focos infecciosos.

Estos son los costos de las actividadespetroleras que no son tomados en cuenta.Es necesario que se hagan estudios, cientí-ficamente validados, para determinar si lasactividades petroleras en los bosques tro-picales son realmente rentables en térmi-nos económicos, como una mínima exigen-cia que deben ofrecer las empresas que sus-criben los criterios de eficiencia y calidadtotal de la economía de mercado.

Pero, nosotros creemos que cada vida ycada ser creado tiene un valor en si mismo,y por lo tanto los estudios del costo-benefi-cio real, tienen que incorporar las varian-tes ecológicas, garantizando que nadie seráviolado y que toda vida será respetada.

RUSIA

LOS NENETL as fotografías de las páginas siguientes ha-

rán recordar a algunos un período desapare-cido hace ya mucho tiempo. Los nenet de la

península de Yamal ya no usan arcos y flechas, ylas viejas barcas a remo, de estructura de madera,han sido reemplazadas por pequeñas embarcacio-nes con motores fuera de borda. Es cierto, por lotanto, que las fotografías son técnicamente anti-guas, el procesamiento no se puede comparar conla tecnología actual.

Los pastores de renos nenet todavía deambulanpor el territorio con sus animales. Cuando llega laprimavera, abandonan las áreas de vastos bosquesy taiga para pasar el corto verano en la tundra deYamal. Algunos de ellos se aventuran lo más alnorte posible. Más allá, sólo existe el Océano Po-lar. La excepción la constituye la Isla White, al otrolado del Estrecho del Malygin.

La Isla White es difícil de alcanzar, lo cual haacrecentado su imaginaria importancia para aque-llos extranjeros que llegaron a la tierra de los nenetde Yamal antes y después de la Revolución Rusa.

En la Isla White se encuentra el sitio sagrado deldios de los nenet, Seru Iriku. El altar, Yaumal-khe,era custodiado por tres familias nenet de Yamal yno se ha permitido a ningún blanco visitar el lugar.Hasta 1929, cuando los nenet llevaron al científicoYevladov a la isla. Vladimir Petrovich Yevladov eraoriginario de los Urales. Había estudiado ingenie-ría en San Petersburgo y participó en la Revolu-ción de Octubre. La Guerra Civil lo llevó al oriente,hasta Mongolia, y en 1926 visitó a Yamal por pri-mera ves, pero fue recién en 1929 que logró cru-zar el Estrecho de Malygin para llegar a la IslaWhite.

Los días de niebla sólo los nenet pueden encon-trar la Isla White, porque ellos han usado y ocupa-do esta tierra desde tiempos inmemoriales. Losnenet llevaron allí aYevladov, aunque éste tuvo querealizar grandes esfuerzos para convencerles. ¿Porqué los sitios sagrados de otras culturas son tanfascinantes? ¿Por qué Yevladov tenía tantas an-sias de ver una enorme pila de cornamentas de

reno, en el medio de la cual sobresalían estacasde abeto, y con cráneos de oso polar diseminadosa su alrededor? Quizá porqué podría revelar algoesencial sobre su cultura.

Su diario nos permite saber que Yevladov com-prendió el significado de la Isla. White y de los alta-res sagrados. No profanó los sitios sagrados, talcomo sabemos que han hecho exploradores, turis-tas, científicos y hasta habitantes locales codicio-sos. No fue una versión rusa de Indiana Jones. Ental caso, no podría haber sido capaz de componerestas fotografías únicas. Sus fotografías nos rela-tan una historia diferente, para que los nenet dehoy, y todos nosotros, la podamos aprovechar yadmirar. Podrían constituir un vínculo importante,un patrimonio cultural de los nenet, quienes se en-cuentran en el seno de un proceso de reconstruc-ción social y cultural, y quienes, quizá, nunca ha-yan sido tan pobres como lo son hoy.

Jens Dahl

Jamal Harutti

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Foto: Anne Hege Simonsen

4 O Asuntos Indígenas

por Deebii Nwiado

Resumen

La historia del comercio enAfrica, in-cluso en su estado más rudimenta-rio, está repleta de «horror», para

no exagerar. Ni siquiera el trueque, queexistió como la forma más temprana del co-mercio, se salvó del carácter escabroso dela relación comercial europea con Africa.Los esclavos africanos comercializados através del Mediterráneo eran capturados encacerías de esclavos conducidas por jefeslocales quienes eran armados por los trafi-cantes de esclavos europeos (Colchester,1993).

En la República Centroafricana (CAR),por ejemplo, los aldeanos incapaces de huirde las correrías de esclavos eran captura-dos y atados los unos a los otros, y eranconducidos desnudos a los bosques paratrabajar en las plantaciones de caucho. És-tos eran los «débiles», quienes, al no seradecuados para la esclavitud eran sólo tor-turados físicamente. «Es innegable queEuropa, al introducir la esclavitud... gene-ralizó las incursiones esclavistas y la cazadel ser humano.» (O'Brien, ed. 1979). Bajoel impacto de la revolución industrial, loscapitales occidentales llegaron al Africa enbúsqueda de materias primas. El trabajoforzado y el trabajo bajo condiciones su-mamente inhumanas llevaron a la muertede varios miles de africanos. El ferrocarrilCongo-Océano construido con unos 80.000trabajadores africanos, sacrificó a 20.000 deellos (Curchaoua, 1989: 17). Para proveermadera para las fábricas europeas, los ejér-citos coloniales emprendieron campañasbrutales en procura de trabajo forzado. EnGabón, la extracción de madera tenía quehacerse con hacha, y serrucho, y los leñoseran transportados por seres humanos has-ta los ríos y arroyos y a partir de allí se lle-vaban flotando hasta los barcos mercantesque los esperaban (Colchester 1993).

Africa y los africanos no la pasaron me-jor en la era de capitalismo industrial. Losterritorios africanos fueron colonizados porla fuerza contra la voluntad de los africa-nos. En general, el colonialismo fue un in-tento de los colonialistas de proteger lasfuentes de materias primas baratas y el co-mercio internacional. Un delegado de la

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Asociación Francesa de la Industria y laAgricultura en marzo de 1899 expresó grá-ficamente este objetivo así;

«...para desalentar de antemano cual-quier señal de desarrollo industrial ennuestras colonias, para obligar a nues-tras posesiones extranjeras a dirigirseexclusivamente a la madre patria porproductos fabricados y para cumplir,por la fuerza si es necesario, su funciónnatural, la de un mercado reservado porderecho a la industria de la madre pa-tria» (Dumont 1962: 51), citado porColchester.

El imperialismo mercantil era la base delintercambio desigual entre varios modos deproducción (Nabudere, 1977: 19). Marxargumentó que, «el capital mercantil quederiva del capitalismo mercantil surgiócomo un sistema de robo directamente co-nectado con el pillaje, la piratería, el secues-tro de esclavos, y la conquista colonial» (K.Marx vol.III 330), citado por Nabudere.

Ronald Robinson (et al, 2o. 1981:40)anota que «había veintiuna empresas bri-tánicas operando en el Delta» (Nigeria dehoy) en el comercio de la palmera olea-ginosa. Estas empresas no se ajustaron alas reglas vigentes. Según Ronald Robinsonet al (op. cit) «empresas de Liverpool delDelta e intermediarios africanos que lessuministraban, provocaron la resistenciatribal..., río arriba, como resultado los bar-cos se vieron enfrentados con violencia yarmas de fuego.» Continuando, RonaldRobinson anotó, «le había sucedido alLander en los años treinta. Le había suce-dido al capitán del Laid en los cincuenta.Seguía todavía sucediendo en la década si-guiente.» Ningún otro testimonio de las co-rrerías militares en Africa en el nombre delcomercio podría haber sido más exacto queel de Ronald Robinson, un ciudadano dela Gran Bretaña, el gigante colonial mun-dial de otrora.

Este breve resumen de la historia de larelación comercial europeo-africana nodeja dudas acerca de la verdadera natura-leza del comercio. Las actividades geno-cidas perpetradas por la compañía petro-lera multinacional Shell en Ogoniland des-de 1958 deben ser examinadas en este con-texto histórico.

IntroducciónLa nación Ogoni está ubicada en Nigeria,un país del Africa Occidental. Nigeria sur-gió como nación en 1914 después de la fu-sión, por parte de la administración britá-nica colonial, de los protectorados del nor-

te y del sur. Antes de 1914, los británicoshabían administrado Nigeria en dos unida-des distintas - el protectorado del norte deNigeria y el protectorado del sur de Nigeria.Es importante señalar que, hasta la fusión,Ogoni era una nación independiente, conuna identidad cultural distinta. Ogoni nun-ca fue conquistada por ninguna de susetnias vecinas. Pero con la llegada del co-lonialismo británico, se subyugó a Ogoni yse la integró en forma forzada al protecto-rado del sur creado por los británicos y asípasó a ser parte de Nigeria. Nigeria es unanación de grupos étnicos diversos, siendolos tres «más importantes» los yoruba, losibo y los hausa/fulani. Hay más de otros cienpueblos más pequeños entre los cuales seencuentran los ogoni, los ijaw, los uhrobo,los ibibio, los anang, los effik, los gwari, losnupe, los ikwere, los ndoni, etc.

La nación Ogoni está ubicada en un áreaentre la latitud 4°,05' y 4°,20' norte y longi-tudes 7°,10' y 7°,30' este, aproximadamen-te. Sus límites aproximados son la carrete-ra Aba-Port Harcourt al oeste, la gran cur-va y la boca del río Imo en el norte y esterespectivamente, y las llanuras costerasocupadas por los andonis al sur. Cubre unárea total de 404 millas cuadradas, y formaparte de la meseta de la llanura costera, queaparece como una meseta suavemente in-clinada, cortada por algunos valles profun-dos que llevan agua en forma intermitente.La parte central de esta meseta está aproxi-madamente a unos 100 pies sobre el niveldel mar. La nación suma unas 500.000 per-sonas. Consta de cuatro grupos:(i) Los khana - es el más grande. Viven en

las partes orientales y septentrionalesy están divididos en 3 reinos- Babe, KenKhana y Nyo Khana, y hablan khana.

(ii) Los tai - viven en la parte occidental yhablan tai que está estrechamente re-lacionado con el khana y es considera-blemente inteligible con el mismo.

(iii) Los gokana - el segundo en tamaño,viven en la parte sur-central de la na-ción y hablan gokana que está estre-chamente relacionado con el khana yes considerablemente inteligible con elmismo.

(iv) Los eleme - viven en el oeste de la na-• ción y hablan cierne que se diferencia

más del khana y el gokana aunque estáestrechamente relacionado con ellos.

Las compañías Shell-BP encontraron pe-tróleo en cantidades comerciales en Ogoni-land, Afam (Lekuma) a fines de la décadadel cincuenta. En 1962 y 1963, se descubrie-ron dos campos petroleros más: el de

Korokoro y el de Ebabu respectivamente.Hacia 1967 las estadísticas de producciónde petróleo crudo de los diversos campospetroleros de Ogoniland eran las siguientes:

Bomu 25 pozos - 76.637 barriles por día

Ebubu 7 pozos - 3.440 barriles por día

Korokoro 6 pozos - 20.519 barriles por día

Fuente: (Ken Sara-Wiwa, 1968: 11)

El total, aproximadamente 100.000 barri-les por día, representa aproximadamenteun cuarto de la producción petrolera totalde Nigeria de hoy. El descubrimiento depetróleo crudo en Ogoni es la quinta-escencia de los diversos problemas del me-dio ambiente, del bajo rendimiento de lascosechas y de las muertes, en lugar de apor-tar felicidad y riqueza. Es irónico que eldescubrimiento de petróleo en nuestra tie-rra no nos ha traído más que pobreza, mi-seria, hambre, tortura, arrestos y detencio-nes y sobre todo, muerte. La estructura yla relación comercial de Shell son los fun-damentos de estas miserias. Brinda un mo-delo de invasión militar de los tiemposmodernos en una comunidad africana, porparte de una multinacional.

Shell: un socio militarLas primeras actividades de exploraciónpetrolera de Shell-BP en Ogoniland esta-ban caracterizadas por prácticas tecnológi-cas terriblemente bárbaras. Se colocabanexplosivos, quizás del género de la dinami-ta, altamente potentes, en pozos petrolerosvírgenes y se explotaban para abrir los se-dimentos. Las vibraciones resultantes nosólo destruían las cosechas y la vegetación,sino también las casas. A veces se hundíauna casa entera durante tal ejercicio. Lasdébiles paredes de los edificios diminutosque salpican Ogoniland eran afectadas muyrápidamente. Tales daños y perjuicios nun-ca fueron compensados por Shell.

La vegetación no sólo sufría por el tem-blor producido por la explosión de la dina-mita, sino también por las maquinarias pe-sadas usadas para construir caminos de ac-ceso a los pozos y campos petrolíferos. Eluso de tales maquinarias es obviamentedescuidado. Ruedan simplemente por en-cima de granjas y cosechas, se derriban re-servas forestales, y se aplastan árboles depotencial económico. El pesado tráfico hu-mano que caracterizó a las primeras activi-dades de Shell-BP de exploración del pe-tróleo en Ogoniland también se sumó al

4 2 Asuntos Indígenas

abuso medioambiental. Se construyen ca-minos de acceso independientemente de ladestrucción que tales caminos puedan cau-sar a las vías acuáticas, las cosechas o lavegetación. Se abren hoyos de más de 100ms. de radio de donde se saca tierra pararelleno de los caminos de acceso. Tales ho-yos nunca son rellenados. No sólo se des-perdicia toda la tierra sino que juntan aguay los niños se ahogan en ellos frecuente-mente. Todas estas actividades auxiliarescausaron severa destrucción al medio am-biente y al sistema ecológico. Por lo tanto,no es ninguna sorpresa que en poco másde una década de presencia de Shell enOgoniland, varias reservas forestales, plan-taciones de árboles, la fertilidad de los sue-los, tierras de cultivo y miles de toneladasde cosechas se perdieron a causa de la ex-ploración y otras actividades relacionadas.

Todo ésto se logró mediante la usual re-lación de estilo militarista que las empre-sas europeas siempre han exhibido enAfri-ca. Shell invade simplemente cualquierárea, tierras de cultivo, cosechas, reservaforestal, arroyos o incluso hogares en bus-ca de petróleo. Si se halla petróleo, en se-guida viene la perforación con su diversosriesgos acompañantes. Los caminos de ac-ceso a los pozos de petróleo u oleoductosse abren sin guardar respeto por dóndepasan. A veces se establecen oleoductos enel patio trasero de la gente y los caminosde acceso se construyen a través de los cen-tros de aldeas y pueblos. Los ejemplos deBotem y Korokoro, ambos pueblos en elReino Tai y K. Dere, en el Reino deGokana, constituyen casos destacables.Shell no solicita permiso para usar tierraen Ogoni, ni paga compensación por losindecibles daños y perjuicios perpetradoscontra la tierra.

Shell no realiza Estudios de Evaluacióndel Impacto Ambiental (EIA) de su diver-sas actividades en Ogoniland. Simplemen-te abre brutalmente cualquiera área delentorno: reservas forestales, hogares, cose-chas o corrientes de agua. En la misma re-lación de estilo militarista que caracterizóal comercio de esclavos, el mercantilismo yel capitalismo industrial, Shell simplemen-te actúa en forma brutal contra los habi-tantes locales, usando a los militares loca-les que sólo recientemente admitieron susarmas (Observer, Londres enero, 1996).

La degradación del medio ambiente y laenorme polución causada por las activida-des de Shell se ven empeoradas aún máspor las interminables llamas de gas, derra-mamientos y voladuras de pozos de petró-leo. Ogoniland mide sólo 404 millas cuadra-

das de área total de tierras. En esta peque-ña área hay cinco llamas de gas, que que-man día y noche y están situadas muy cer-ca de las viviendas humanas. Aparte de todoésto, varios cientos de acres de tierras cul-tivables vecinas al lugar de las llamas de gas,se han convertido en tierras baldías o yer-mas, pues nunca podrá crecer nada allí. Lallama de Nchia, K. Dere, Korokoro y Yorlaestán todas situadas a menos de unos cien-tos de metros de varios núcleos de vivien-das. La llama de gas de Nchia está ubicadaa menos de veinte metros de un caminopara el tránsito automotor y de un comple-jo universitario.

Las llamas de gas generan varios kilo-julios que se suman al ya muy calurosoambiente tropical. La llama sofoca cose-chas, árboles frutales: banana, naranjas,mango, etc. La atmósfera se satura y se en-venena con vapores de hidrocarburo, me-tano, monóxido y dióxido de carbono yhollín emitido por el gas que ha quemado24 horas todos los días durante 35 años. Elresultado es bajo rendimientos de las cose-chas y muerte de árboles frutales. La com-bustión incompleta de las llamas da porresultado una lluvia ácida durante los agua-ceros que a su vez causa daños y perjuiciosseveros a las cosechas y a la vegetación. Elagua de lluvia que antes era una fuente deagua potable, ya dejó de serlo. Se cubreahora con hollín que la hace muy oscura yno potable.

Los derrames de petróleo son un pano-rama común en Ogoniland. Generalmen-te, los derrames de petróleo ocurren comoresultado de la tecnología usada por Shellen su actividades de extracción de petró-leo en Ogoniland. En los años 70 K. Deresufrió un derrame de petróleo que duró másde una semana y cubrió varias hectáreas detierras de cultivo. Toda la vegetación, lastierras de cultivo, el hábitat de varias espe-cies salvajes y las cosechas fueron destrui-dos por el derrame. Muy frecuentementelos derrames de petróleo ocurren en arro-yos locales que constituyen las únicas fuen-tes de agua potable para las comunidadeslocales.

En octubre de 1992, hubo un derramede un pozo de petróleo en Botem, el cualduró una semana. Destruyó completamen-te la corriente de agua que provee aguapotable a los habitantes de Botem. Ademásde arruinar el agua potable, la fauna acuá-tica y los hábitat también fueron destrui-dos con el derrame. La vegetación de losalrededores, y las tierras de un radio negrode 100 m. ennegrecieron a causa del car-bón. Ebubu, un pueblo en el Reino Nchia

sufrió un derrame de un pozo de petróleotambién devastador en los años 70. El sitiodel derrame cubre zonas de tierras de culti-vo. Igual que en los ejemplos previos, todael área de tierra afectada por el derrame haquedado inútil para siempre.

Además de la pérdida de tierra agríco-la, los derrames petroleros generalmenteemiten hidrocarburos gaseosos y otro ga-ses que en sus estados naturales son muypeligrosos para la vida. Aunque no se co-noce que se haya realizado ningún estudiopara determinar la magnitud de los daños,la naturaleza de la mayoría de las muertes,sobre todo entre los niños de Ogoniland yotras áreas del delta donde se extrae pe-tróleo, se puede atribuir con certeza a losefectos de estos gases que son inevitable-mente inhalados. El efecto de todas estasdiversas dimensiones de daños y perjuiciosa la tierra, el agua y el aire puede ser mejorimaginado que explicado. Muy desgracia-damente, Shell, el principal culpable enOgoniland, se ha mostrado indiferente conlos daños y perjuicios que ha ocasionadodurante estos pasado treinta cinco años almedio ambiente y a los seres humanos enOgoni. En la forma característica en quelas naciones occidentales encaran sus rela-ciones comerciales en Africa, Shell prefie-re usar el aparato del terrorismo estatalpara hacer sufrir, reprimir y asesinar a lagente en las áreas productoras de petróleo,en vez de reparar los diversos problemasambientales que sus operaciones han cau-sado.

Fue en respuesta a todo ésto que el pue-blo ogoni se organizó y fundó el Movimien-to por la Supervivencia del Pueblo Ogoni(MOSOP) en 1990 para luchar en forma noviolenta contra una mayor degradación delmedio ambiente ogoni. Se exigió a la ShellOil Company que condujera sus activida-des de extracción de petróleo en Ogonilanden forma adecuada. Naturalmente, las de-mandas eran muy simples, pero la respues-ta de Shell fue el usual autoritarismo. Seorganizaron incursiones militares contra lasaldeas ogoni. En abril de 1993 campesinosogoni que protestaban pacíficamente con-tra la usurpación de su tierra por Shell fue-ron muertos a tiros por tropas nigerianascontratadas por Shell. El 25 de octubre de1993,Shell invadió una aldea ogoni, Ko-rokoro con un destacamento armado detropas nigerianas. Después de ésto, las in-vasiones militares organizadas y pagadaspor Shell se convirtieron en una experien-cia de todos los días, virtualmente en unade cada dos aldeas ogoni. Fue en una deestas incursiones militares organizadas que

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cuatro jefes ogoni resultaron muertos, unhecho que fue fraudulentamente imputadoal fallecido Sr. Ken Sara-Wiwa y ochojefes ogoni, y por el cual fueron falsamen-te acusados, fraudulentamente declara-dos culpables, sentenciados a muerte yfinalmente ahorcados el 10 de noviem-bre de 1995.

ConclusiónHasta ahora, este trabajo ha tratado demostrar cómo desde el principio, la relacióncomercial europea con Africa ha estadomás caracterizada por las expediciones mi-litares que por el comercio. Esta distor-sionada visión del comercio ha sido la ca-racterística de varias generaciones de hom-bres de negocios europeos. El resultado esque los males y la injusticia que los europeosinfligieron al Africa y a los africanos duran-te la era del comercio de esclavos, y del ca-pitalismo mercantil e industrial, todavíason perpetrados en el siglo 20. Los afri-canos todavía son diezmados por los eu-ropeos en nombre delcomercio.

Ésto es exactamentelo qué Shell, la compa-ñía petrolera mul-tinacional, hace enOgoniland en Nigeria.Durante los pasadostreinta cinco años, Shellha condenado a muertea numerosos ogoni, di-recta o indirectamente.Hay razones suficientespara creer que Shell ase-guró que Saro-Wiwa ylos otros ocho ogoni fue-ran fraudulentamentejuzgados y ejecutados.El peligroso gas emiti-do por las llamaradas degas, las voladuras de po-zos y los derrames de pe-tróleo, la deforestación,el desperdicio de árbolesde valor comercial, etc.,han convertido aOgoniland en una tierrayerma y han matado amiles de personas. Lasincursiones militares detropas nigerianas al servicio de Shell y direc-tamente organizadas por la misma compa-ñía han diezmado aún más a los ogoni des-de 1994 hasta la fecha, destruyendo sus ho-gares y propiedades y dejando a miles deviudas y viudos, de la misma manera queel comercio de esclavo hacía antaño.

Sólo una redefinición de la relación co-mercial entre Africa y Europa puede sal-var a Africa y a los africanos. Sólo así Shellpodría ser llamada al orden. Recién enton-ces Shell no extraerá más petróleo crudomezclado con sangre humana y prestaráatención al medio ambiente. Y hasta queShell redefina su relación comercial con lascomunidades africanas y sobre todo conOgoniland, sus productos deberían ser boi-coteados por el mundo civilizado, el mis-mo que hace unos cien años logró detenerla esclavitud.

ReferenciasCameroon Duodu, Observer, Londres «Shell admits

importing guns for Nigeria police». Enero 28, 1996.Colchester M. «Esclavo y enclave» en Nunca bebas

del mismo cántaro CDR/IWGIA Documento 15,Copenhague 1993.

Nabudere D: The Political Economy of Imperialism1977; Zeb Press, 57 Caledonia Road, Londres.

Ronald Robinson et al, Africa and theVictorians. TheOfficial Mind of Imperialism 2a. ed. 1981. MacMillan Education Limited, Houndmills, Hamp-sh ire, Londres.

Saro-Wiwa K. Letter to OgoniYouth Saros Interna-tional Publishers, 24 Aggrey Road, Portharcourt,Nigeria.

Saro Wiwa, K. The Ogoni Moment of Truth 1994Saros International Publisher, 24 Aggrey Road,Portharcourt, Nigeria. q

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as protestas públicas de los aborí-genes durante las décadas de 1970 y1980, convirtieron a la mina de

bauxita de Comalca en Weipa, en NorthQueensland, en un símbolo internacionalrelativo a los efectos negativos de la mine-ría sobre los pueblos indígenas. 'Durantelos últimos años y a través de luchas mu-cho menos publicitadas, los aborígenes lo-cales han puesto en marcha un proceso decambio de las relaciones entre la compañíay sus comunidades. Lo central de estos es-fuerzos ha sido una insistente exigencia deque la compañía haga una declaración pú-blica de reconocimiento y respeto de la pro-

de Cape York ha tenido muchas dimensio-nes, incluyendo una reivindicación del pue-blo wik2 de títulos nativos de acuerdo alderecho consuetudinario, ampliamente dis-cutida, esfuerzos del Consejo ComunitarioAborigen de Napranum para influir sobrelas decisiones de la compañía relativas a unapropuesta refinería de aluminio 3 , y la trans-formación del programa de «buena vecin-dad» aquí discutido, financiado por la com-pañía. Es inevitable que las relaciones conlas compañías hayan sido también afecta-das por otra serie de temas, tales como lareciente negociación de un acuerdo mine-ro por la vecina comunidad de Mapoon,

la compañía hayan sido de gran importan-cia en el remodelamiento del impacto coti-diano de la mina, la compañía y los másamplios procesos de desarrollo regional.

En la actualidad, la transformación dela relación sigue siendo problemática eincompleta, pero se han logrado extraor-dinarios progresos, y hay mucho paraaprender de la experiencia. Subyacentea las estrategias desarrolladas por lospueblos locales se puede encontrar suafirmación unánime de que Comalco hasido claramente «parte del daño» ocasio-nado a los aborígenes, y que debería con-vertirse voluntariamente en «parte del

piedad de la tierra de las familias tradicio-nales de las áreas mineras, cuya tierra cons-tituye el fundamento de la rentable explo-tación del aluminio por parte de la compa-ñía. Hace tiempo que en Weipa se exigetambién una compensación substancial ypagos de «royalties», devolución de tierras,participación en los procesos resolutivos re-gionales y el control de los recursos de latierra y del mar.

La lucha por la justicia de los aboríge-nes de la parte occidental de la Península

para el desarrollo de una pequeña mina decaolín en el norte de Weipa 4, la amplia di-námica geopolítica generada entre la indus-tria minera, los gobiernos y los derechosindígenas en Australia como consecuenciade la decisión Mabo, y la dinámica socialestablecida por el proceso de «reconcilia-ción nacional» del gobierno federal. La faltade derechos legales de fácil implementaciónpara los dueños tradicionales de las áreasde minería activa, ha significado que loscampos de interacción menos formales con

remedio» del daño ocasionado a la co-munidad durante las décadas recientes.'A fines de 1995, Comalco se comprome-tió a negociar un acuerdo para solucio-nar los perjuicios relacionados con losarrendamientos mineros. Esto abre cla-ramente la perspectiva del comienzo deun verdadero resarcimiento, pero el «im-perativo geológico» sigue siendo un ele-mento fundamental de la ideología do-minante dentro de la compañía'.

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Despojo y desintegraciónA mediados de la década del 50, losgeólogos de la compañía, asistidos por abo-rígenes locales, identificaron bauxita enWeipa. Se aprobó un arrendamiento mine-ro mediante una legislación especial delparlamento estatal de Queensland, en 1957(Ley de las Corporaciones de Aluminio dela Mancomunidad). En ese entonces, losaborígenes de Australia no eran conside-rados ciudadanos, y en Queensland estabansometidos a las previsiones, sumamenterepresivas, de la Ley Aborigen de 1971, lacual controlaba todos los aspectos de susvidas.' La parte occidental de la Península

de Cape York fue ampliamente cubierta porreservas aborígenes (áreas «reservadaspara el uso y beneficio de los aborígenes»)y la iglesia presbiteriana estableció una se-rie de estaciones misioneras costeras a fi-nes del siglo XIX en Mapoon, Weipa yAurukun. Si bien esta situación protegía alos aborígenes contra algunos de los peo-res excesos de la primera colonización delos pastores, de los buscadores de perlas yde los mineros del norte de Queensland,no garantizó ninguno de sus derechos, y

transformó dramáticamente la vida fami-liar, cultural y personal.

Las restrictivas políticas estatales ypoliciales vigentes en los años 50, significa-ron la ausencia de posibilidad de consultao negociación de los términos del desarro-llo, de discusión de los impactos de la mi-nería, o de formas de mitigar esos impac-tos. En cambio, no bien se encontraba al-gún «beneficio» real a extraer de la tierra,el estatus de Reserva Aborigen era revo-cado, y la iglesia, el estado y la compañía,presumían que estaban más capacitadospara decidir lo que era «mejor» para losaborígenes locales. Esto implicó la discu-

sión de trasladar la estación misionera deWeipa. En el caso de Mapoon, al norte, elgobierno de Queensland clausuró unila-teralmente la misión en 1963, expulsandoa los reacios residentes a punta de fusil, enuna operación policial armada al amane-cer, quemando los restantes edificios de laaldea y destruyendo la propiedad de losindividuos. En Weipa, el acuerdo final en-tre las partes tuvo como resultado que lacompañía otorgó un pequeño pago al con-tado a la iglesia, la cual construyó una serie

de casas de aluminio revestido en Na-pranum. La mala calidad de estas casasofreció un dramático contraste con las ca-sas que se construían al mismo tiempo enla expansiva comunidad minera del nortede Napranum, al norte de Weipa. Comomuchos de los cambios del entorno localque llegaron con la minería, el continuo usode estas casas, a pesar de su estado ruinosoextremo, es uno de los muchos recor-datorios constantes para los aborígenessobre la forma en que han sido despojadosy pauperizados por el desarrollo de la mi-nería.

Durante el primer desarrollo de la acti-vidad minera, y del puerto y pueblo asocia-dos a la misma, los aborígenes de Napra-num se enfrentaron a una serie de cambiosdramáticos y desorientadores, del entorno,de su vida económica y social, y de la admi-nistración de sus comunidad. Mientras quealgunos aborígenes locales obtuvieron tra-bajo en la construcción y actividades delproyecto minero, el acceso a los beneficiosde la nueva riqueza del área, fue por lo ge-neral sumamente restringido. Por ejemplo,era ilegal para los aborígenes beber alco-hol en ese entonces, pero el alcohol era delibre adquisición en la comunidad minera.Las circunstancias condujeron rápidamen-te a una ruptura de la cohesión interna yde los mecanismos de control dentro de lacomunidad, conllevando una crecienteprostitución, abuso del alcohol, violencia,desnutrición, crecientes problemas de sa-lud física y mental, y una desintegraciónsocial general. Las prácticas no equitativasde empleo significaron que incluso los abo-rígenes que obtuvieron empleos en lacompañía minera recibían ingresos signi-ficativamente menores que los no-aboríge-nes reclutados fuera de esta remota locali-dad.>

Muchos aspectos de la decadencia de lasociedad aborigen de Napranum fuerondocumentados en un juicio de asesinato, enel cual la tensión social experimentada porel pueblo implicó la trágica muerte de unajoven en una pelea de ebrios, y fue usadapor el abogado defensor como circunstan-cias atenuantes.' A pesar de los continuoslegados de este período de desintegración,muchas personas dentro del marco cultu-ral de la compañía minera todavía no per-ciben ningún vínculo entre el desarrollo dela mina, la prosperidad de su compañía y elquebrantamiento social de los años 60 y 70en Napranum. Alegando un compromisopara mejorar el futuro, la actual direcciónde la compañía trata por lo general de evi-tar el pasado. Lograr que los funcionarios

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de la compañía consideraran la posibilidadde encarar los puntos de vista aborígenessobre ese pasado ha sido, por cierto, unduro y lento trabajo.

Las visiones contrastantes de la expe-riencia relativa al desarrollo basado en laexplotación de recursos en Napranum, pue-den ser atisbadas cuando se observa el pun-to clave de Lorim Point, dónde fueron cons-truidas las plantas de procesamiento, depó-sito y embarque de la bauxita. La vista deNapranum consiste, literalmente, de estasplantas. Y es aquí que Comalco ha conti-nuado centralizando su desarrollo indus-trial, mediante la expansión de las opera-ciones de tratamiento de la bauxita, unanueva planta procesadora de caolín, y unapropuesta de construcción de una nuevarefinería de aluminio. Antes de la llegadade la compañía minera, el área de LorimPoint era usada como un área de campa-mento para los aborígenes que trabajabanen la Misión. Era rica en recursos econó-micos que brindaban alimentos abundan-tes en sus áreas costeras y del interior. Eratambién una fuente fundamental de recur-sos culturales y los aborígenes pasaban ge-neralmente sus fines de semana caminan-do por la costa, relatando a sus niños sobrelos recursos naturales y las historias rela-cionadas a los mismos, vinculando esta ex-periencia a las historias de otras partesmenos accesibles de sus dominios.

Al igual que la mayoría de la tierra enlos alrededores de la Península de Weipa,la tierra y los recursos de Lorim Point nosólo han devenido inaccesibles para losaborígenes sino que, en realidad, han deja-do de existir. De hecho, estas tierras, estosrecursos, se han convertido en la base de lacual Comalco depende para sus actividades.

En 1992, después de casi veinte años defuncionamiento de los programas de «bue-na vecindad» de la Sociedad de Aboríge-nes de Weipa (WAS), se encomendó unarevisión estratégica de la misma, en vistasa realizar recomendaciones para mejorarlas operaciones y resultados, y establecerlos fundamentos de, por lo menos, veinteaños más de operaciones. Este trabajo, aun-que nunca ha sido publicado oficialmente'',identificó muchas cuestiones claves paralograr nuevos tipos de relaciones entre losaborígenes del área y la compañía minera,y para establecer nuevas formas de enca-rar esta relación, incluyendo la sustitucióndel enfoque paternalista de la «buena ve-cindad», que había dominado las relacio-nes desde los comienzos de los años 70.

Los procesos de cambio que se desarro-llan en Weipa representan el pesado traba-

jo de reconciliación a escala local, dóndelas partes afectadas tienen que enfrentar lasconsecuencias de pasadas acciones y lasrazones de las presentes percepciones, yactuar a partir de esos elementos. A escalanacional, el proceso de reconciliación pue-de avanzar en base a principios y compro-misos, pero a nivel local, tales abstraccio-nes brindan sólo el contexto y no el conte-nido del desafío. Creemos que es ésto, loque hace que la experiencia de Weipa seatan importante para otros grupos aboríge-nes de Australia, y en forma más amplia,de todo el mundo indígena. En Weipa, losaborígenes todavía no han logrado la ob-tención de derechos reconocidos e im-plementables. Hemos tenido que investigarformas de transformar la poderosa yenraizada cultura corporativa del mundoexterior, para promover la reconciliaciónlocal y garantizar, de facto, el reconocimien-to de los derechos indígenas.

El programa de «buena vecindad»Sociedad de Aborígenes de Weipa-Comalco"En 1972, a continuación de una importantecrítica pública de sus prácticas de empleo,resultantes de la publicación del trabajo deStevens, y después de la escalada del deba-te político sobre los derechos territorialesaborígenes a continuación de la huelga delos pastores asalariados gurindji en la esta-ción de Vesteys' Wattie Creek, en el Terri-torio del Norte, la dirección de Comalcodecidió que tendría que tomar la iniciativapara despolitizar las demandas aborígenesde reconocimiento en Weipa. También sereconoció que la compañía no podía con-fiar en que el gobierno de Queensland pro-veyera financiamiento, y otro tipo de apo-yo, para encarar las necesidades de los abo-rígenes de Weipa, y que, independiente-mente de la situación legal, sería Comalcoy no el gobierno quien se enfrentaría di-rectamente a las acusaciones de culpa porel destino de los aborígenes locales. Comoconsecuencia de su interpretación de estasituación, la dirección de Comalco aprobóla financiación de la Sociedad de Aboríge-nes de Weipa, un fondo fideicomisario parapatrocinar proyectos de desarrollo comu-nitario para los aborígenes de Weipa. Losmiembros incluían a representantes deComalco y del Gobierno Estatal y Federal.El Comité Ejecutivo de WAS sumó un gru-po de cinco líderes aborígenes a su grupo.

En sus primeros diez años de activida-des, WAS enfatizó «el desarrollo de ladri-llo y argamasa». Sus proyectos incluyeronla pavimentación de caminos, la construc-

ción y funcionamiento de una instituciónpre-escolar, trabajos de alcantirallado, deacequias, etc. Era dirigida como una orga-nización paternalista, y los miembros eje-cutivos aborígenes tenían poca influenciasobre las prioridades y decisiones a tomar,y absolutamente ningún poder sobre la ad-ministración del dinero provisto porComalco y los gobiernos. A pesar de susdefectos, el trabajo era apreciado por lacomunidad, y las actividades expusieron aun grupo de directores de la compañía auna relación personal de largo plazo conlos líderes aborígenes, la cual puso los fun-damentos de una respuesta menos ideoló-gica a algunas cuestiones, más adelante. Laestructura de WAS, a diferencia de cual-quier otra organización aborigen que co-nocemos, estaba firmemente enraizada enla cultura empresarial australiana. Esto esimportante porque permitió al personal dela compañía sentirse relativamente confor-table en lo que, para ellos, era una situa-ción extraña.

A mediados de los años 80, a continua-ción de cambios en el gobierno, en el per-sonal de la compañía y de la comunidad, yde importantes cambios en la esfera de losasuntos aborígenes, el paternalismo deWAS comenzó a ser desafiado por una nue-va generación de líderes aborígenes. Elénfasis del trabajo del grupo cambió de los«ladrillos y argamasa» al «desarrollo popu-lar», con considerables inversiones en eldesarrollo de la capacitación vocacional ypre-empleo, y más tarde en el desarrollo deun centro de capacitación en Napranum. Acomienzos de los años 90, esto se habíatransformado en un desarrollo de empre-sas conjuntas entre WAS, Comalco y elConsejo Comunitario Aborigen de Na-pranum, brindando servicios contractualesa la compañía, para la limpieza y manteni-miento de parques y jardines. Paralela-mente a estos cambios operacionales, WAScomenzó también a trasladar las decisionesde los miembros ubicados en Melbourne, afuncionarios empresariales con base enWeipa y a los miembros ejecutivos aborí-genes.

En el transcurso de la revisión de WASde 1992, quedó en claro que estos cambiostodavía no habían solucionado muchos delos antiguos agravios e intereses fundamen-tales de los aborígenes, incluyendo a losaborígenes que participan en el trabajo deWAS. Quedó también claro en la revisiónque la falta de responsabilidad de WAS conrespecto a la comunidad, y particularmen-te con los aborígenes tradicionales que po-seen tierras en las áreas mineras, era una

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fuente de constante resentimiento. Y qui-zás, lo más fundamental eran los diferentespuntos de vista sobre qué era precisamen-te lo que el «trabajo de desarrollo popu-lar» podía y debería implicar. En respues-ta a la revisión, los miembros aborígenesde WAS decidieron establecer una organi-zación completamente «aboriginalizada»,para hacerse cargo del trabajo de WAS, yponer fin a la anticuada, paternalista e in-satisfactoria organización existente.

Corporación Aborigen deNapranum - La «aboriginalización»de la relaciónEn 1993, Sandy Callope, la Presidenta deWAS, inició la constitución de una nuevaorganización, la Corporación Aborigen deNapranum (NAC), e instó a Comalco aclausurar WAS y traspasar sus bienes y ac-tividades a NAC. Los miembros y los pro-cesos resolutivos de ésta fueron completa-mente «aboriginalizados». En respuesta alas recomendaciones de la revisión, se agre-gó una sección de Programas Culturales alas existentes secciones Preescolar, Centrode Capacitación, Empresas y Administra-ción.

Al alejarse del viejo estilo paternalistade WAS, la nueva organización enfrentómuchas dificultades. En particular, la basefinanciera provista por la compañía signifi-có que los «cabos» estaban todavía ama-rrados al dinero, y los programas de desa-rrollo acelerado, más acordes con las con-cepciones y prioridades aborígenes, fueronobstaculizados. La clausura de WAS reque-ría la aprobación del Consejo Directivo deComalco y fue de lentos progresos. Al mis-mo tiempo, la participación de Comalco enla litigación referente a la reivindicaciónwik ha significado que muchos directoresde la compañía son más reacios a financiarel trabajo de «buena vecindad» ya que, di-cen, ¡no ha logrado evitar los juicios!

El establecimiento de estructuras admi-nistrativas y responsables, que permitan aNAC mantener las actividades existentes,incluyendo prometedoras empresas de fa-bricación de ladrillos, producción de corti-nas contra moscas y aserraderos, a la vezde mover a la organización en una direc-ción completamente nueva y desconocidade la orientada, hacia el mantenimiento dela cultura, la protección de los títulos nati-vos y los derechos a los recursos, pruebaser una tarea difícil para todos aquellosinvolucrados en la misma. Los aconteci-mientos de fines de 1994 tuvieron comoconsecuencia la adopción de una constitu-ción que respalda a los propietarios tradi-

cionales del área y a los ancianos como ele-mentos fundamentales para la estructura ylas actividades de NAC 12, y la clarificacióndel equilibrio entre el trabajo de orienta-ción corporativa de desarrollo empresarialy algunos aspectos de la capacitación, y eltrabajo de orientación comunitaria/consen-sual dirigido hacia la educación y los pro-gramas culturales. No obstante, la inerciade Comalco siguen siendo un desafío cen-tral para NAC.

La otra cara de la historia - el cam-bio de la respuesta de ComalcoComalco siempre se ha adaptado a diver-sas interpretaciones de su relación con losaborígenes de Weipa. Por ejemplo, las pri-meras visiones de la compañía relativas aldesarrollo no excluían a los aborígenescomo beneficiarios. Más bien presumíangeneralmente que los aborígenes se trans-formarían en un proletariado negro, unamano de obra de bajo costo. Más reciente-mente, en debates públicos más ampliossobre la responsabilidad social, como re-sultado de la crítica pública de la ética em-presarial en la década de los 80, la direc-ción de Comalco ha adoptado una serie deposiciones que siguen una escuela de pen-samiento que aboga por la producción efi-ciente de materias primas industriales debajo costo como el punto central de la res-ponsabilidad empresarial con respecto a lasociedad. En contraste con ésto, otra escue-la de pensamiento ha sugerido que la res-ponsabilidad empresarial implica que laminería contribuya a una sociedad regio-nal sustentable y equitativa después de quelos recursos se hayan agotado. Tales divi-siones ideológicas están impregnadas deimperativos personales y comerciales quelos aborígenes integrantes de NAC debennegociar constantemente. Por ejemplo, lacompañía madre de Comalco, CRA Ltd.,está abocada a la explotación de una nue-va mina de metales básicos en Century, enel noroeste de Queensland, en la cual lascuestiones aborígenes han surgido como unárea central de conflicto, mientras que otrascompañías asociadas de CRA, como«Argyle Diamond Mines» y «HamersleyIron», han estado implicadas en prolonga-das disputas con aborígenes locales sobrela explotación de recursos. Otra asociadade CRA, «Bougainville Copper», jugó unpapel central en las primeras etapas de larebelión de Bougainville. Funcionarios detodas estas compañías afiliadas han estadoimplicados de diversas maneras con Weipa,ya que han sido transferidos y promovidosa través de la estructura de la compañía.

Weipa ha sido utilizada varias veces comoun ejemplo, protegido de interferencias, ysometido a una rigurosa crítica, ya que di-versas modas de administración y diferen-tes programas personales han influido ladinámica interna de la compañía. Como yase ha mencionado, la importante inversiónen asesoría legal y trabajo de «lobby» rela-tivos al título nativo en general y a la rei-vindicación wik en particular, ha tambiénafectado los puntos de vista de la compa-ñía durante la transición de WAS-NAC.Algunos altos funcionarios de la compañíaargumentaban simplemente por una reti-rada total excepto de un programa mínimode «buena vecindad» y en favor de unalitigación para establecer certeza. Los cam-biantes equilibrios de fuerza y alianzas, ellento, a veces dolorosamente lento, desa-rrollo de una comprensión, culturalmentesensible, de los puntos de vista aborígenesrelativos a la situación, y la escandalosahostilidad de algunos elementos de la com-pañía, han tenido que ser asimilados porlos aborígenes y sus funcionarios invo-lucrados en la transición. Nuestra pacien-cia, fuerza y visión han sido cruciales en elmantenimiento al día del proceso, aunqueen algunos casos ha conllevado, inevitable-mente, un costo en materia de salud perso-nal y vida familiar.

La «cultura» Comalco/CRA ha proba-do ser particularmente resistente y lenta decambiar'''. El reconocimiento de que esta«cultura» no es más monolítica ni homogé-nea que ninguna otra, ha contribuido enor-memente a la superación de la impotencia,generalmente sentida, frente a las corpo-raciones transnacionales". El reconoci-miento de los títulos nativos en el casoMabo ha sido también importante, al per-mitir a los aborígenes locales comenzar are-pensar su experiencia, y desplazar aComalco del centro de las historias de supaís y de sus vidas, reemplazándola con lec-turas de su historia de un mayor enfoquecultural, y ubicando a Comalco en un con-texto aborigen'''.

Para algunos funcionarios de Comalco,el foco puesto en un programa aborigen esaceptado como parte de una saludable ma-duración de la relación - un movimiento endirección a una relación «adulto-adulto»plena, es una de las formas como se nos laha descrito. Desde esta posición, una de lasdificultades ha sido adaptarse y apoyar elrápido crecimiento de las actividades cul-turales y educacionales, las cuales no goza-ban de un sentido obvio en el modelo dedesarrollo popular de la compañía. Inclusocon la mejor voluntad del mundo, sigue

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Asuntos Indígenas

siendo más fácil para la gente familiariza-da con el mundo empresarial comprendery «valorizar» el trabajo de desarrollo em-presarial de base comunitaria de NAC, quesu trabajo de mantenimiento cultural yautosuficiencia aborigen. Como resultado,el trabajo de NAC sobre desarrollo empre-sarial y capacitación industrial sigue reci-biendo la mayor atención y el obvio apoyode Comalco, mientras que la consecuciónde recursos y apoyo para otro tipo de tra-bajo sigue siendo muy problemática.

Por otro lado, sigue habiendo una consi-derable resistencia por parte de la compa-ñía contra toda adaptación no obligatoriaa los intereses aborígenes. Los distintosenfoques idiomáticos, por ejemplo, son ins-tructivos. Al discutir la redacción de undocumento de circulación interna de lacompañía durante la revisión de WAS, fui-mos instados a eliminar la palabra «nego-ciar» porque los «guerreros empresariales»consideraban a las negociaciones como uncampo de batalla en el cual luchaban paraganar, no para resolver un conflicto en for-ma justa y equitativa. Para la mayoría deellos, se agregó, la posición inicial preferi-da en una negociación era tener su pie fir-memente sobre la garganta del oponente.Según esta concepción del mundo, un re-sultado con dos partes ganadoras no sóloes inaccesible sino impensable. En la me-dida en que esta forma de pensar sigaenraizada dentro de la cultura de la com-pañía, e incluso la domine, la tarea de lo-grar un apoyo incondicional de la compa-ñía para las iniciativas comunitarias, y unreconocimiento y un respeto públicamenteaceptados de los propietarios tradicionalesde las áreas arrendadas por la compañía,seguirá siendo casi imposible. Y sin embar-go, a pesar de todo, ha habido un desplaza-miento. Como en todo cambio cultural, lastendencias contradictorias dentro de la cul-tura corporativa siguen coexistiendo ycrean inesperadas oportunidades de lograrprogresos de mayor o menor importancia.

El «traspaso» de WASEn octubre de 1993, en medio de continuasnegociaciones sobre la resolución de la rei-vindicación wik de títulos nativos, Comalcoaceptó finalmente la solicitud de NAC desuspender las operaciones de WAS y trans-ferir los fondos restantes, que habían esta-do efectivamente bajo el control de NACdesde 1993. En una simple ceremonia en elMunicipio de Napranum, el Director Eje-cutivo de Comalco, Terry Palmer, entregódos cheques, totalizando $450.000, y el com-promiso de continuar financiando a NAC

hasta 1999, en ocasión de la realización dela próxima revisión. Al mismo tiempo,Palmer anunció que la compañía se com-prometía a negociar con los grupos aborí-genes para resolver agravios pendientesrelativos al arrendamiento y las operacio-nes mineras y sus efectos sobre sus vidas.Aunque los aborígenes celebraron el tras-paso como un paso histórico en la re-definición de la relación entre la comuni-dad y Comalco, queda claro que la compa-ñía todavía no ha aceptado completamen-te la necesidad de tratar abiertamente contodas las quejas de larga data de los due-ños tradicionales de la tierra y los miem-bros afectados de las comunidades deNapranum, Weipa y cualquier otro lugar dela Península de Cape York. En nuestra pre-sentación de 1994 a Comalco sobre la tran-sición del viejo estilo paternalista de WAS,propusimos que Comalco no debería sólotraspasar el dinero, sino también los recur-sos que permitieran a NAC cumplir con lasprioridades aborígenes, incluyendo vivien-das para acomodar al personal, los paque-tes salariales actualmente pagados porComalco a los funcionarios que trabajan enlos programas realizados dentro de las vie-jas estructuras de WAS, recursos para lacapacitación ejecutiva de la organizaciónrecién «aboriginalizada», y fondos paradesarrollar nuevos programas en áreas a lascuales otorgamos prioridad tales como pro-gramas culturales y desarrollo empresarial.El paquete de traspaso no incluía ningunode estos elementos adicionales y Comalcosigue negándose a considerar el tratamien-to de estas solicitudes formales, aunquepuede ser que sean consideradas en unanueva vuelta de negociaciones a comenzaren julio. Actualmente, éstas y muchas otrascuestiones están siendo discutidas en con-sultas y preparativos detallados, parcial-mente financiados por Comalco y llevadosa cabo bajo la guía del Consejo de Tierrasde Cape York y cuatro comités directivosde base comunitaria. Todavía queda porverse en qué medida Comalco está prontay dispuesta a escuchar nuestros interesesen estas negociaciones, y si es capaz de ha-cerlo.

ConclusiónEn Weipa, lugar dónde los aborígenes hanenfrentado uno de los peores impactos dela rápida explotación de recursos sobre lasvidas indígenas, una serie de factores hanconducido a una reafirmación substancialde las culturas y necesidades indígenas, apesar de la continua dominación de la re-gión por parte de las actividades mineras

de Comalco. Actualmente, la medida en queestos cambios garantizan los derechos in-dígenas o compensan a la gente por las pa-sadas abrogaciones de sus derechos, es su-mamente limitada. No obstante han existi-do cambios importantes y substanciales enla relación entre la comunidad aborigen yComalco, los cuales señalan lentos cambiosdentro de la cultura corporativa que pue-den llegar a crear un espacio para un ma-yor reconocimiento de los derechos indí-genas en vez de caridad empresarial, comolos fundamentos de la relación en el futu-ro. El trabajo con NAC continúa siendo elobjetivo del futuro a largo plazo de la rela-ción ya que parece que la mina probable-mente continuará operando durante elmenos de 30 a 50 años, o más.

Notas1) Ver Roberts, (ed) 1975. The Mapoon

People, International DevelopmentAction, Fitzroy,Victoria; Roberts, 1981.Massacres to mining: the colonisationof Aboriginal Australia, Dove Com-munications, Melbourne; Howitt, 1992.Weipa: industrialisation and indigenousrights in a remote Australian mininglocality, Geography, 77(3): 223-235.

2) La reivindicación wik trata de extenderlos principios establecidos en la deci-sión Mabo de 1992 e incluye áreasarrendadas a Comalco pero todavía noexplotadas por la minería. Por ejemplo,ver Reynolds, 1993. White injusticethrows a shadow over black lands, TheAustralian, agosto 16. 1993: 9.

3) Referente a la discusión sobre la pro-puesta de refinería de aluminio verGagnon, Hirsch y Howitt, 1993. CanS.I.A. empower communities, Environ-mental Impact Assessment Review. 13:339-253.

4) Ver O'Faircheallaigh, en imprenta.Negotiating with resource companies:issues and constraints for Aboriginalcommunities in Australia, en Howitt,Connell, y Hirsch (eds), Resources,nations and indigenous peoples: casestudies from Australia, the Pacific andSoutheast Asia (a publicarse por Ox-ford University Press, Melbourne).

5) Las citas están sacadas de una entre-vista con Florence Charger, presiden-ta de la Sociedad de Aborígenes deWeipa a mediados de los años 80 y ac-tualmente consejera del Consejo de laComunidad Aborigen de Napranum ymiembro del comité ejecutivo de laCorporación Aborigen de Napranum.

6) La idea del «imperativo geológico» fue

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acuñada por Davis y Mathews (eds,1976, The geological imperative: an-thropology and development in theAmazon Basin of South America,Anthropology Resource Center, Cam-bridge MA) como una descripción dela ideología utilizada por las compañíasmineras para alegar que la explotaciónde recursos geológicos económicamen-te rentable es imperativa para el «pro-greso» de la humanidad. En 1979,Howitt aplicó esta idea a un análisis delas estrategias de las compañías de alu-minio en el área de CapeYork (Beyondthe geological imperative? ResearchPapers in Geography No. 23, Dept. deGeografía, Universidad de Newcastle,NSW).

7) Por una discusión sobre la historia delas relaciones aborígenes-estado enQueensland y el impacto de la Ley delos Aborígenes sobre la vida del pue-blo ver Evans, Saunders y Cronin (eds)1975, Exclusion, exploitation andextermination: race relations in colonialQueensland, ANZ, Sydney. Por una dis-cusión específica del primer período dedesarrollo en Weipa, ver Stevens,1981,Weipa: the politics of pauperization, enStevens, Black Australia, APCOL,Sydney: 137-161, y Rogers, 1973, Theindustrialists and theAborigines: a studyof Aboriginal employment in the Aus-tralian mining industry, Angus &Robertson, Sydney.

8) El trabajo de Stevens documentó esto,y el primer trabajo de Rogers brindaalgunas explicaciones sobre el bajo ni-vel de la participación aborigen en lafuerza de trabajo de la mina, relacio-nada a la mala salud, la mala educacióny el racismo. 12)

9) Ver Wilson, 1982, Black Death, WhiteHands, Allen & Unwin, Sydney.

10)La revisión fue realizada por Howitt,quien informó al los miembros Ejecu-tivos aborígenes de WAS, a comienzosde 1993 y prepararon un manuscrito asu pedido, bajo el título de «Part of theDamage? a review of the relationshipbetween Comalco and the Weipa Abo-rigines Society». Hasta la fecha, este 13)manuscrito no ha sido revisado en for-ma completa para su publicación debi-do a que otros asuntos han tenido prio-ridad en Weipa.

11)Los grupos de compañías de CRA hausado los enfoques de «buena vecin- 14)dad» en referencia al manejo de las re-laciones con la comunidad en variasáreas dónde sus operaciones mineras

afectan a las comunidades aborígeneslocales. El término proviene obviamen-te del «Acuerdo de Buena Vecindad»de la Argyle Diamond Mine, con losgrupos aborígenes de Kimberley orien-tal, firmado bajo circunstancias con-troversiales en 1980 (ver Dillon 1991;Mining and indigenous peoples inAustralasia, Sydney University Press:138-152; Dixon y Dillon (eds), 1990,Aborigines and diamond mining: thepolitics of resource development in theEast Kimberley, University of WesternAustralia Press; Howitt 1989, A dif-ferent Kimberly: Aboriginal mar-ginalisation and the Argyle DiamondMine, Geography, 74(3): 232-238. En elcaso de la explotación minera del hie-rra de Hamesley Iron, un período ini-cial de mantener una distancia consi-derable entre la compañía y los gruposafectados (Howitt 1989, Resourcedevelopment and Aborigines: the caseof Roebourne,Australian GeographicalStudies 27(2): 155-169) ha sido reem-plazado por un activo compromiso conel manejo de las relaciones comunita-rias como resultado de una controver-sia referente a la expansión de las acti-vidades al depósito de Marandoo. Enel proyecto referente a metales básicosde Century, actualmente en desarrollo,el manejo de las relaciones comunita-rias y los compromisos de «buena ve-cindad» han sido parte del programade desarrollo del proyecto, pero la opo-sición de la compañía a la reivindica-ción de títulos nativos sobre la estaciónde pastoreo de Lawn Hill, ha continua-do generando una considerable inquie-tud comunitaria sobre el proyecto.NAC fue constituida bajo la disposiciónsobre Concejos y Asociaciones Aborí-genes 1983 de la Mancomunidad y es-pera la aprobación de cambios consti-tucionales por el Registro de Corpora-ciones Aborígenes, con sede en Cam-berra. Al registro le llevó más de dieci-séis meses y muchas acciones de segui-miento de NAC para aprobar finalmen-te este cambio en febrero de 1996.Ver Trigger 1995, Contesting ideologiesof resource development in Australia:towards an analysis of pro-developmentsentitnents, Indian Ocean Centre forPeace Studies, Trabajo OcasionalNo.42, IOCPS, Universidad de WA.Este precisamente el tipo de confian-z-, autoestima e intrepidez a la cual serefiere Galtung como fundamentalpara resistir el poder ideológico en su

«mini-teoría del poder» (Galtung 1972,The European Community: a superpower in the making).

15) Ver por ejemplo Suchet, 1994. Re-kindling culture through resources:Aboriginal resource management stra-tegies and aspirations atWeipa, tesis BA(Hons) no publicada , Escuela de Cien-cias de la Tierra, Universidad deMacquarie, Sydney (también Suchet,de próxima aparición, Rekindlingculture through country; resourcemanagement strategies and aspirationsof local landowning families at Na-pranum, Australian GeographicalStudies). Howitt ha escrito sobre estedesplazamiento de Comalco del centrode la narrativa regional narrative enHowitt, (1995). Developmentalism,impact assessment and Aborigines:rethinking regional narratives atWeipa,NARU Trabajo de Discusión No.24,Unidad de Investigación del Norte deAustralia, Darwin.

Richie Howitt enseña geografía en la Uni-versidad de Macquarie en Sidney, Australiay desde 1990 ha trabajado estrechamentecon las organizaciones comunitarias deNapranum sobre la minería, su impacto so-bre la comunidad y otras cuestiones. SandyCallpe fue Presidente de WAS desde 1986hasta su clausura en octubre de 1995, y esactualmente Presidente de la CorporaciónAborigen de Napranum. Trabajó durantemuchos años en Comalco como operadorde equipos pesados. Bella Sa yo es un exmiembro del Comité Ejecutivo de la Cor-poración Nativa de Napranum y trabajaactualmente como Director de los Progra-mas Culturales de NAC.

Quisiéramos agradecer a todos aquellos quehan colaborado con el trabajo en Napranumy Weipa durante los recientes años, particu-larmente a Marie Chevathan, Dinny Smith,Joyce Hall, Florence Charger, Thancoupie,Ernest Hall, Roy Jingle y Ron Ngaliametta.

Declaración del Consejo de las Cuatro Direccionespresentado por John Hardbattle

r. Presidente del Concejo de las Cua-S r.

tro Direcciones, gracias por el honorde poder dirigirme a los distinguidosmiembros de la 52a Sesión de la Comi-sión de Derechos Humanos, punto nú-mero 23 de la Agenda.

Nosotros, los khwe de Botswana, tam-bién conocidos como bosquimanos osan.nos presentamos ante ustedes como unpueblos Indígena. Y como tal somos par-te de nuestra tierra de la misma maneraque los árboles, los animales y las plan-tas. Y conocemos la tierra y la tierra nosconoce. Y si comenzáramos a llamar atodos los nombres de las plantas desdela salida del sol, a la puesta de sol losnombres todavía no estarían agotados.Porque conocemos nuestra tierra y lavida que la misma puede brindar.

Somos un pueblo cuya condición so-cial, cultural y económica nos distinguede la comunidad nacional. Nuestras vi-das están gobernadas por costumbres -

por tradiciones- y por leyes naturales de ver-dad universal. Somos un pueblo indígena delAfrica, que ha elegido un desarrollo alterna-tivo al de la cultura dominante. Nosotros, loskhwe somos los pueblos indígenas de Bots-wana. Y nosotros tenemos más antigüedad enel área que cualquier otro pueblo.

Además de nuestra autoidentificacióncomo indígenas, los khwe tenemos un patri-monio y compartimos una historia común queexistía mucho antes de la llegada de cualquierTribu Africana.

Siendo nativos del ecosistema del Kala-hari, nosotros los khwe hemos logrado flore-cer en uno de los entornos más frágiles, máshostiles y más hermosos del mundo.

Nuestra vida en equilibrio y armonía eneste entorno desértico durante más de 40.000años, ha demostrado nuestra invalorable ex-periencia en la Conservación y nuestro ex-tenso y profundo conocimiento acerca delmanejo de los recursos naturales. Al elegirignorar ésto, el Gobierno de Botswana se ha

hecho responsable, en sólo 30 años desdela independencia, de la disminución de has-ta el 98% de la fauna de la Cuenca del De-sierto del Kalahari.

Somos los khwe, el Pueblo de la Super-ficie de Arena. La Superficie de Arena esnuestro hogar. Porque aquí están enterra-dos nuestros ancestros. Aquí hemos baila-do y bailado en torno a los fuegos Sagra-dos. Hemos curado a los enfermos y comi-mos de la tierra igual que nuestros an-cestros. Y así es como sabemos a dóndepertenecemos.

El control de nuestra tierra ancestral esla cuestión más importante que enfrenta-mos hoy.

Los khwe debemos obtener el reconoci-miento de los derechos de propiedad y po-sesión de las tierras y territorios que he-mos ocupado tradicionalmente. q

Declaración de Sharon Vennea nombre de IWGIA

s r. Presidente:En nombre de IWGIA, el Grupo In-

ternacional de Trabajo sobre Asuntos In-dígenas, permítame antes que nada expre-sar nuestra satisfacción por el hecho de quela Comisión haya tomado la decisión co-rrecta, ubicando el Tema Indígena como unpunto separado de la agenda. IWGIA apre-cia en sumo grado el trabajo realizado parallegar a este resultado, y nuestra aspiraciónapoya la declaración hecha por el repre-sentante del Gobierno Autónomo deGroenlandia en nombre de los Países Nór-dicos.

Los Pueblos Indígenas son sólo uno delos grupos discriminados que reciben la jus-ta atención de esta Comisión. El hecho dela existencia de los Pueblos Indígenas delmundo representa un proceso de descolo-nización que nunca fue terminado. Las con-secuencias de la colonización y el rechazode la descolonización han contribuido acrear un grupo de pueblos con problemasespeciales, que viven bajo constante ame-naza e incertidumbre. A este respecto, elponer el Tema Indígena en la agenda de laComisión de Derechos Humanos brindauna oportunidad para ser coherentes, paracumplir el espíritu de la Carta, el funda-

mento de las Naciones Unidas. Sr. Presi-dente, en 1923, un representante de loshaudonesne trató de obtener acceso a laLiga de las Naciones. Nos fue negado. Aho-ra, en 1996, el punto específico de la agen-da constituye un progreso. Estamos agra-decidos por éso.

La cuestión de la definición de los Pue-blos Indígenas sigue siendo planteada porlos estados que tratan de limitar el ámbitodel concepto y que rehusan reconocer elcriterio de la autodefinición como una baseimportante para la identificación de losPueblos Indígenas. Tal como ha sido expre-sado repetidamente por los representantesIndígenas, no hay necesidad de definir quié-nes son los pueblos indígenas. Nosotros sa-bemos quiénes somos. Además, el Dere-cho Internacional funciona satisfactoria-

mente de muchas maneras, y utiliza unaserie de conceptos sin una definición rígi-da, incluyendo los conceptos de minorías,pueblos y estados. Segundo, ya existe unadefinición de trabajo de los Pueblos Indí-genas en varios documentos de la ONU.Tercero, tal como fue documentado por losrepresentantes Indígenas en la reunión delgrupo de trabajo abierto sobre la propues-ta de declaración, los gobiernos que han

planteado la cuestión de la definición comoun intento de eximirse de la aplicación de unafutura declaración, tienen en sus propios paí-ses leyes y políticas que refieren a puebloscomo «Indígenas».

Lo que es más importante, tal como fuedicho recientemente y lo cito:

«cualquier esfuerzo para definir quién oqué son los Pueblos Indígenas será con-

siderado como otro intento de despojar-nos y privarnos de nuestro inherente de-

recho a la existencia. Por cierto que asu-mir el derecho a definir a los Pueblos In-dígenas es seguir negando nuestro dere-cho a la autodeterminación, ya que no

puede haber una expresión más funda-mental de ese derecho que la capacidad

de determinar quién se es a través de la

auto identificación. »

En noviembre de 1995, fue celebrada la pri-mera reunión del grupo de trabajo abiertosobre la propuesta de declaración de losderechos de los Pueblos Indígenas en unbuen espíritu participatorio y bajo la sa-bia guía del Presidente-Informante. Los re-presentantes Indígenas desean continuarlas discusiones sobre la Propuesta de De-claración sobre los derechos de los Pue-blos Indígenas en el mismo espíritu de res-peto, apertura y voluntad de aprender mássobre las actitudes e intereses de las par-tes involucradas.

Hubo un consenso inequívoco entre lasorganizaciones y representantes Indígenaspresentes en cuanto a que la propuesta dedeclaración, tal como fue presentada porla Subcomisión a la Comisión, debería seradoptada sin cambios ni enmiendas. Siguesiendo el deseo de los Pueblos Indígenasque, si bien los comentarios al texto y lasdiscusiones sobre sus implicaciones son va-liosos, el texto debería ser mantenido ensu presente forma. «Actualmente estamosen el rango más bajo de la protección den-tro de las Naciones Unidas - una declara-ción. No estamos abogando por un trata-do internacionalmente obligatorio paradescolonizamos de los estados que nos hancolonizado.»

Todavía nos preocupa la naturaleza dela participación en el grupo de trabajoabierto. La actual estructura es una nega-ción de nuestro derecho fundamental a ha-blar a nombre propio. Queremos un acce-so al Grupo de Trabajo en los mismos tér-minos que condujeron a la redacción de ladeclaración. La Declaración sólo tendrá va-lidez si es amplia y generalmente aceptada

por los Pueblos Indígenas. Esto no es posi-ble cuando se niega el acceso a nacionesenteras. La resolución que autorice alpróximo grupo de trabajo intersesional de-bería contener una cláusula sobre la plenaparticipación de los Pueblos Indígenas.

La cantidad de actividades concer-

nientes a los Pueblos Indígenas dentro yfuera de las Naciones Unidas está en au-mento. Por ejemplo, los Pueblos Indíge-nas de la Isla de la Gran Tortuga hanconvocado a un Tribunal de Justicia In-dígena Internacional para comenzar aexaminar el proceso de colonización delas Américas y los crímenes contra losPueblos Indígenas cometidos por el pro-ceso de colonización.

Finalmente, Sr. Presidente: los repre-

sentantes Indígenas desean que se agre-guen 3 días a los 5 días normales de fun-

cionamiento del Grupo de Trabajo so-bre Pueblos Indígenas en el mes de ju-lio, para poder tratar los importantestemas que están siendo ahora procesa-dos en la ONU. Los Pueblos Indígenasquieren tener la oportunidad de discutirminuciosamente el proceso futuro dediscusión sobre la declaración, la defi-nición de los Pueblos Indígenas y laimplementación de la Propuesta y paraque el grupo de trabajo continúe su re-visión de las normas que actualmenteexisten en otras áreas de las NacionesUnidas. Sigue habiendo una urgente ne-cesidad de revisar los acontecimientos yaque el Grupo de Trabajo sobre PueblosIndígenas es el único foro permanentedentro de la ONU que permite a losPueblos Indígenas hablar directamentea la ONU en nombre de nuestros pue-blos.

El resultado exitoso del decenio entérminos de estos resultados es de ex-trema importancia para los Pueblos Indí-genas, quienes han cooperado con los re-presentantes estatales y los representantesde organismos internacionales dentro de laONU desde 1977; y lo que no es menos,para todos los Pueblos que representamos,que viven sus vidas cotidianas de lucha pornuestros derechos y por nuestras tierras ymuy frecuentemente en constante sufri-miento por las consecuencias de los erro-res cometidos en el transcurso de la histo-ria mundial, con la continua colonización,y el rechazo al derecho de autodes-colonizarnos de forma pacífica.Gracias Sr. Presidente. q

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5 2 Asuntos Indígenas

Declaración de Kevin Heppnera nombre de IWGIA

S r. Presidente, Muchos regímenes dictatoriales ale-

gan que los derechos humanos ocupanun segundo lugar después del desarro-llo económico, que mientras que las ci-fras gubernamentales aleguen algúntipo de «crecimiento económico», elmundo debería ignorar las serias y sis-temáticas violaciones de los derechoshumanos. En realidad, el crecimientoeconómico no tiene sentido sin unamejora en la vida del pueblo, y no pue-de existir tal mejora cuando prevalecenlas violaciones sistemáticas de los dere-chos humanos. Algunos regímenes quealegan generar paz y estabilidad econó-mica, en realidad cometen abusos quedestruyen la trama económica, social ycultural del país. Durante varios años,el Grupo Internacional de Trabajo so-bre Asuntos Indígenas (IWGIA) haseguido de cerca la situación en Bir-mania, dónde la junta militar de gobier-no, conocida como el Concejo de Res-tauración de la Ley y el Orden del Es-tado o SLORC, constituye uno de esosregímenes.

El SLORC alega estar mejorando lasituación de los derechos humanos me-diante la negociación de ceses del fue-go con los grupos opositores, lo cual lla-ma «paz». No obstante, el SLORC hagarantizado ceses del fuego mediante elincremento de las violaciones de losderechos humanos contra civiles indí-genas, rehusando luego incluso discutirel tema de los derechos humanos en lasconversaciones de cese del fuego. Inclu-so después de éstos, el SLORC siguecometiendo amplias violaciones de de-rechos humanos* [ejecuciones sumarias,arrestos arbitrarios, torturas bajo la de-tención, y trabajos forzados generaliza-dos] contra los civiles. Desde su cese delfuego [1995] con los karenni, el SLORCha continuado tomando civiles karennipor la fuerza para acarrear municionesy forzándolos a pagar sumas de extor-sión. Cuando la organización karenniprotestó, SLORC quebró el cese delfuego mediante nuevos ataques milita-res. Desde el cese del fuego de 1995 conlos mon, el SLORC ha tomado más ci-

viles mon que nunca para realizar trabajosforzados. Todas las familias de la región tie-ne que trabajar todavía en proyectos comoel ferrocarril Ye-Tavoy, en campamentosmilitares como portadores, [Miles de aldea-nos, principalmente mujeres, niños de 8 o10 años, y ancianos, son forzados a partirpiedras y acarrear tierra durante dos turnosde dos semanas por vez, en la construccióndel ferrocarril Ye-Tavoy y la carretera Ye-Tavoy, sin pago, obligados a suministrar supropia comida y herramientas, y golpeadospor soldados armados si tratan de descan-sar. Al volver a sus hogares, también tienenque hacer trabajos forzados en campamen-tos del ejército y como portadores del ejér-cito, y tienen que pagar de alguna maneralos dos a tres mil kyats de extorsión exigi-dos a cada familia, todos los meses, por losbatallones del ejército del SLORC que seencuentran en su área]. Todo el tiempo seinician nuevos proyectos que incluyen tra-bajos forzados, como construcción de ca-minos e infraestructura militar.' El SLORCha enviado 15 batallones del ejército paraproteger un gasoducto que se está constru-yendo en forma conjunta con compañíasextranjeras, y estas tropas están ahora obli-gando a los aldeanos a construir campa-mentos del ejército y un camino de servi-cio para el gasoducto [de Hpaungdaw aKanbauk]. Los aldeanos huyen del área dela misma forma como lo hacían antes delcese del fuego, porque ya no pueden sub-sistir allí.

Sr. Presidente, ¿cómo se puede llamar«paz» a ésto? Este régimen está cometien-do abusos y esclavización hasta tal puntoque significa hacer la guerra contra su pro-pio pueblo para controlarlo. En las aldeasrurales de todo el país, cualquiera que des-obedezca las órdenes de realizar trabajosforzados o pagar sumas de extorsión arries-ga ser arrestado, torturado, violado o eje-cutado sumariamente por el ejército. 2 Lasaldeas que son de difícil acceso para el ejér-cito o se consideran difíciles de controlarson forzadas a trasladarse a punta de fusila lugares controlados por el ejército quefuncionan como campamentos de trabajosforzados. En los distritos de Toungoo yNyaunglebin, el SLORC han destruido co-sechas y reservas de alimentos y han ejecu-

tado a docenas de aldeanos indiscri-minadamente. En el distrito de Papun, unas100 aldeas karen dentro de un área de 50por 30 km. han recibido la orden de trasla-darse a campamentos de trabajos forzadosdel ejército del SLORC desde el mes deenero, dónde están siendo forzados a re-construir la carretera Papun-Bilin [100 km.]para vehículos militares. [No reciben ni ali-mentos ni medicinas, ni tampoco se les per-mite volver a sus hogares a cultivar sus cam-pos, por lo que cuando los alimentos se aca-ban, sufren hambre]. Las personas que to-davía se encuentran en esas aldeas puedenser matadas a simple vista, por lo que milesde personas están huyendo a la selva paraesconderse. Algunos logran escapar aTailandia, pero el SLORC está bloquean-do en forma activa las rutas de escape a lafrontera.

Incluso en las llanuras centrales, lejos decualquier signo de guerra civil, el SLORCcontinúa enviando más batallones del ejér-cito a las áreas rurales. Confiscan tierras decultivo sin compensación para construir suscampamentos, y luego fuerzan a los aldea-nos a construirlos. Los aldeanos deben rea-lizar turnos rotativos de trabajos forzadosen los campamentos, cavando trincheras,cocinando y limpiando para los soldados.Las mujeres son frecuentemente violadasen los campamentos. Todos los habitantesde la aldea tienen que servir como porta-dores, construir caminos y realizar otrosproyectos para el ejército, incluyendo lasmujeres, los niños y los ancianos. 3 Todas lasfamilias tienen que pagar tanta extorsióncada mes que deben vender su ganado yartículos de valor para conseguir el dinero.Cuando no pueden pagar más, deben huirde la aldea por temor a ser arrestados. Co-lumnas armadas exigen alimentos y gana-do a las aldeas de dos a cinco veces al mes.Se apropian de las tierras de los agriculto-res y luego son obligados a cultivarlas parael ejército sin compensación. Las cosechasson vendidas o exportadas en beneficio delejército. Incluso los agricultores que toda-vía mantienen su tierra están forzados aentregar más de un tercio de su cosecha alSLORC al 20 por ciento del precio del mer-cado, o gratis. Los campesinos que cultivanarroz en todo el país están sobreviviendo

Libro recibido

"Tierra Profanada"Nueva Publicación Indígena

Producto de una investigación colectivade varios años, construida entre semina-rios y movilizaciones comunitarias, salea la luz pública el libro Tierra Profanada:Grandes Proyectos en Territorios Indíge-nas de Colombia.

Este es un libro de denuncia, que des-de la misma carátula de planos cortan-tes remite a procesos profanatorios, in-vasiones y despojos sobre losTerritoriosde los Pueblos Indígenas que habitan enColombia, como diciéndonos que en Co-lombia, los 500 años fueron hoy.

La obra desnuda de los efectosdevastadores, llegando hasta el etnocidio,que tienen los proyectos de desarrollo yade explotación de recursos naturales queactualmente adelanta el Estado colom-biano en diferentes partes del país, comoel Plan Pacífico, la problemática de sue-los y recursos en Tierra Tule, las carrete-ras locales en la Amazonía e incluso ladeclaración de parques naturales en tie-rras de indios. Pero donde se magnificala tragedia de la intervención estatal -orientada y usufructuada desde grandesintereses extranjeros - es en las explo-taciones de petróleo y minerales (oro,sal), en la construcción de hidroeléctri-cas y en los aprovechamientos foresta-les industriales. Después de su lectura,la pregunta obligada es de qué manerahan respondido judicialmente empresascomo ECOPETROL, Corporación para elDesarrollo del Valle del Cauca (CVC) yPizano S.A. por el dolor causado.

También es un libro que habla de lu-chas y resistencia, y es esta su mayorcualidad: Una pedagogía dirigida a las co-munidades indígenas (generalizable a co-munidades rurales y otras etnias), dondese cuentan las experiencias padecidaspor paeces, sionas y kofanes, tules,emberas y wounaan, guasirumas,

puinaVes, curripacosywayúu,para que a otrospueblos no les ocurra lo mismo.

Libro de gran impacto hoy, que ve alpueblo u'wa defender valerosamente sucultura y Territorio frente a la multinacio-nal petrolera Occidental de Colombia Inc.

15 autores, varios de ellos indígenas,todos protagonistas. Una publicación degran formato, 4 libras de peso e impeca-ble belleza; 396 páginas; 47 mapas enpolicromía; 3 editores: CECOIN, Univer-sidad de Kassel (Alemania) y ONIC, conel patrocinio de la Unión Europea. Edita-do por Disloque Editores.

Precios correo incluido: Colombia$35.000,00; Exterior US$80,o0; Chequea nombre de CECOIN, cuenta corriente052-03054-1, Banco de Bogotá (Sucur-sal San Martín), Santafé de Bogotá, D.C.

Envío contra presentación de consig-nación.PedidosTeléfono 2841951, Fax 3341825.

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en base a gachas de arroz porque no les al-canza para alimentar a sus familias, y ladesnutrición y la mortalidad entre los ni-ños rurales está en aumento. Todo el paíssufre una crisis de arroz, mientras que esteaño el SLORC ha aumentado las exporta-ciones de arroz en un 400 por ciento, supe-rando el millón de toneladas, y señala estehecho como una prueba de la mejora eco-nómica.

Esto no es una mejora sino un desastre.El SLORC está creando una situación dón-de la aldea rural, la piedra fundamental dela sociedad, ya no es viable o sustentable.Los aldeanos de muchas áreas no tienenotra opción que huir a los pueblos o a lospaíses vecinos. Las aldeas rurales, dóndevive el 85 por ciento de la población deBirmania, están siendo despojadas parafinanciar una fachada de «progreso econó-mico» en las ciudades.'

En conclusión, Sr. Presidente, lo que elSLORC está presentando al mundo como«paz» y «progreso económico» es, en reali-dad, la represión de civiles y el sistemáticodespojo de las aldeas rurales para enrique-cer al ejército urbano. Instamos a esta Co-misión a que implemente las recomenda-ciones del informe del Informante Especialsobre Myanmar [E/CN,4/1996/65, 5 de fe-brero de 1996], particularmente la recomen-dación referente a un equipo de superviso-res de los derechos humanos para asistirloen su mandato. Esto es esencial dado elempeoramiento de la situación de derechoshumanos y la creciente falta de coopera-ción con respecto al Informante de partedel SLORC.

Gracias Sr. Presidente.

Notas1) El uso de los trabajos forzados por par-

te del SLORC está en directa violaciónde sus compromisos asumidos bajo elConvenio de la OIT (ratificado porBirmania en 1955), y ha sido repetida-mente citado y mencionado en forma es-pecial por parte de la OIT, por las viola-ciones del Artículo 29 del Convenio queprohíbe el trabajo forzado de portadory el trabajo forzado en general. Ver In-forme 3 de la OIT (Parte 4A), «Informedel Comité de Expertos sobre la Aplica-

ción de Convenios y Recomendacio-nes», de la 83' Sesión de la OIT, 1996.

2) Incluso en áreas de conflicto, este com-portamiento constituye una violacióndirecta de la Declaración Universal delos Derechos del Hombre, Artículo 5,y de las obligaciones del SLORC bajoel Artículo 3 de los Convenios del Gi-nebra del 12 de agosto de 1949 (ratifi-cados por el SLORC en 1992). Sinembargo, el SLORC hace ésto tantoen áreas de conflictos como en áreasdonde no hay conflicto.

3) El uso de niños por parte del SLORCcomo trabajadores forzados y su sis-temática destrucción de aldeas consti-tuyen violaciones directas de sus obli-gaciones bajo los Artículos 32, 37 yotros Artículos del Convenio sobre losDerechos del Niño, ratificado por elSLORC en 1991.

4) El Banco Mundial anotó en su Infor-me N° 14062-BA, «Myanmar: Políticasen Apoyo de una Reforma Económi-ca», que establece en sus Conclusio-nes: «También se lograrían ventajassubstanciales en eficiencia económicasi la prohibición sobre las exportacio-nes del sector privado de «paddy» yarroz fueran eliminadas, y si se redu-jera la dimensión de la cuota guber-namental de arroz. La reforma de es-tas políticas arroceras ayudaría a re-ducir la pobreza y aumentaría la equi-dad porque ellas implican grandestransferencias de ingreso de los pobresrurales a las elites urbanas (incluyen-do al ejército).»

* Las notas y el texto entre paréntesis nofueron expresados en la intervenciónoral debido a restricciones de tiempo.

5 4 Asuntos Indígenas

Introducción

La propiedad comunal puede ser muyimportante para la viabilidad econó.mica de una comunidad dependien

te de la producción agrícola. En la Provincia de Aceh, la provincia más occidental deIndonesia, la propiedad comunal es urcomponente esencial para la subsistencia

de los agricultores y sus familias. La garan-tía de su tenencia de las tierras comunales,un problema casi inherente de la propie-dad comunal, está actualmente en cues-tionamiento. Este trabajo perfilará las for-mas en que los agricultores aceh usan lastierras comunales y su importancia econó-mica. Detallará también la naturaleza de laamenaza a las tierras comunales planteadapor la industria y el gobierno y el efectoprobable de estas amenazas.

La investigación en la que se basa esteinforme se condujo en diversas oportuni-dades en 1990 y 1992 y de octubre de 1994a septiembre de 1995. Fue financiada porla Fundación de la Ciencia nacional yEarthWatch. El objeto de la investigacióneran dos pueblos en Aceh Besar central, lasubdivisión que contiene la capital provin-cial Banda Aceh. Un pueblo se encuentraaproximadamente a 50 kilómetros de Ban-da Aceh y el otro a 25. Hay unas 125 fami-lias en el primero y 35 en el segundo, lamayoría de las cuales usan propiedad co-munal regularmente. A causa de la sensibi-lidad e inflamabilidad política de la cues-tión, he escogido no nombrar el pueblo nicualquier personal aceh involucrado, aun-que había muchos.

Los acehLos aceh son un grupo étnico bastante gran-de, la mayoría de los cuales residen en unaamplia franja de tierra de aproximadamen-te 100 kilómetros de ancho a lo largo de lascostas norteñas y orientales del norte deSumatra. Su diferenciación como grupo ét-nico en la Indonesia multiétnica se eviden-cia en su idioma único, su sentido de la his-toria aceh como distinta de la historiaindonesia y su fuerte identificación con elislamismo, la religión mayoritaria. Son ungrupo étnico bastante estable y prósperoque depende del arroz, las hortalizas y elganado para su subsistencia y también delingreso de dinero en efectivo. La prosperi-dad aceh se debe en parte a su acceso a tie-rras de propiedad comunal, las cuales ocu-pan mucho de la superficie de Aceh Besar.Las tierras comunales que están en las la-deras de las montañas cercanas a los pue-blos son especialmente importantes. Losdos pueblos objeto de esta investigaciónestán situados cerca de las montañas. Es-tas tierras comunales usualmente son muygrandes -muchos miles de hectáreas com-

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partidas por varios pueblos- y son econó-micamente muy importantes para la viabi-lidad de las comunidades.

Hasta hace poco la seguridad de la te-nencia de la propiedad comunal de los agri-cultores ha sido indiscutida. Según el esque-ma tradicional de acceso se permitía a to-dos los aceh usar las tierras comunales vir-tualmente para cualquier propósito. El cri-terio más importantes para obtener el ac-ceso era una demanda formal a los jefes delpueblo con la intención usar la tierra co-munal. Las tierras que habían sido me-joradas, generalmente por la construcciónde un cerco, se detentaban bajo derechosde uso permanente, a los cuales se renun-ciaba sólo de forma voluntaria. El princi-pio subyacente de la tenencia aceh es el dela autoridad comunitaria y los derechos in-dividuales. La comunidad tiene la autori-dad de limitar el acceso a las personas aje-nas a la comunidad, pero los individuos, unavez concedido el acceso, tienen reivindica-ciones poderosas sobre lo qué llegará a sersu propiedad. Todo ésto se puso en dudaen 1993, cuando un consorcio indonesio,P.T. Indo Nusa (PTIN), obtuvo una conce-sión de 165.000 hectáreas del gobierno na-cional para ser usadas para una plantaciónmaderera intensiva. La concesión incluíamiles de hectáreas de pasturas de uso tra-dicional, bosques, padi y áreas de horticul-tura (y tierras accesorias a éstas). El pro-ducto de la plantación se usaría para la pro-ducción de papel para la exportación. Elotorgamiento de la concesión ha arrojadoa los aceh en una lucha contra las elitespolíticas locales y nacionales, funcionariosde la compañía y a veces entre ellos mis-mos, por derechos a la tierra que fueunilateralmente otorgada en concesión aP.T. Indo Nusa.

El papel de la propiedad comunalLas tierras comunales pertenecientes a es-tos pueblos son usadas para una ampliagama de actividades generadoras de ingre-so. Entre éstas se encuentran el pastoreode ganado (sobre todo vacas, búfalos y ca-bras), los cultivo alternados, la horticultu-ra permanente, la recolección de piedras,forraje para animales, recolección de plan-tas medicinales y herbarias y la caza. Deéstas, las más valiosas económicamente sonla ganadería y la horticultura. Casi todaslas casas tienen por lo menos un animal, y

un par de familias tienen hasta 200 anima-les. El pastoreo en la tierra comunal es unmuy eficaz uso de la mano de obra porqueuna gran cantidad de animales pueden serapacentados con un pequeño acrecenta-miento de la cantidad de trabajo requeri-do. Hay una marcada disminución del tra-bajo requerido por animal en la medida enque la cantidad aumenta. La horticultura,en cambio, está menos extendida y se usacomo una fuente de tierra para personasque no tienen acceso de otra forma a huer-tas privadas pero que disponen de la fuer-za de trabajo necesaria para administraruna huerta. Para los grupos familiares quedisponen de mucha fuerza de trabajo y queson pobres en recursos, la tierra comunalconstituye, en este caso, una forma de con-vertir el trabajo en dinero en efectivo a tra-vés de los cultivos de roturación y la horti-cultura simple.

Los métodos usados para la ganadería yla horticultura en las tierras comunales sonsimilares. Como las tierras comunales estánubicadas usualmente a bastante distancia dela aldea (entre dos y cinco kilómetros) tomapor lo menos medio día simplemente llegarallí y retornar. Mientras tanto los granjerospueden apacentar a los animales -o dejarlosque lo hagan por sí mismos- o pueden traba-jar en una huerta. En ambos casos el campe-sino pasa la mayor parte de la jornada detrabajo allí y retorna al pueblo al final deldía. Como muchas aldeas comparten tierrascomunales puede también hacer conocidoso encontrarse con amigos.

Las tierras comunales son ampliamenteusadas y son muy beneficiosas para los agri-cultores aldeanos y son fundamentales parala economía local. Sin tierras de pasturascomunales cada campesino se vería forza-do a criar a cada animal individualmenteen establos en la aldea o en los prados alborde de la misma. Ésto requeriría que elforraje, el resguardo y las otras necesida-des de cada animal fueran provistas indivi-dualmente en lugar de en forma colectiva.Para los agricultores dedicados a la horti-cultura permanente y a la agricultura deroturación, las tierras comunales constitu-yen un lugar para abrir parcelas nuevas.Como el acceso a las tierras comunales esirrestricto, representa una oportunidad eco-nómica que los núcleos familiares no ten-drían de otra manera. Para aquellos dedi-cados a prácticas incidentales tal como la

recolección de piedras o de forraje, la pér-dida de acceso a las tierras comunales sig-nificaría la pérdida definitiva de ingresos obeneficios auxiliares. En todos los casos, lagravedad de la pérdida es dependiente dela profundidad de la dependencia. Los al-deanos de Aceh Besar dependen en sumogrado de las tierras comunales.

Cambios en el acceso a las tierrascomunales: trazado de límitesUna de las características de un sistema detenencia viable es el presupuesto de quetodos los usuarios son autorizados y obli-gados a seguir reglas establecidas con res-pecto al uso de recursos. Todo los sistemascontienen penalidades para las personasque no participan según las normas cultu-rales establecidas durante la misma forma-ción del sistema. Es decir, el beneficio y lasreglas con respecto a la tenencia de la tie-rra vienen como un paquete, catalogadocomo el sistema de tenencia tradicional. Enmuchos sistemas de tenencia indígenas losbeneficios y obligaciones (reglas) son igno-rados o evitados porque un sistema de te-nencia mayor y más poderoso lo reempla-za. Los sistemas locales de tenencia de latierra pueden ser ignorados por las elites,en parte porque contradicen leyes promul-gadas a nivel nacional. Indonesia no es nin-guna excepción. La regla básica del siste-ma de tenencia indonesio es que el estadodisponede jurisdicción legal sobre toda tie-rra no titulada (aunque la tierra tituladaesté sujeta al dominio inminente). Nuestroestudio indicó que ninguna tierra comunal,y sólo una porción pequeña de otras tie-rras, habían sido tituladas, debido princi-palmente al costo y a la dificultad del pro-ceso de titulación. Dependiendo de la ópti-ca desde la cual se observa esta situación,la apropiación de tierras en Aceh es oculturalmente impropia (pero estrictamen-te hablando no ilegal ya que las comunida-des no tienen derecho a legislar e im-plementar a leyes) o absolutamente legal.Como el sistema indonesio de tenencia tie-ne el beneficio de la ley y de la fuerza legal,sus reglas vinculadas a la propiedad y ac-ceso tienen prioridad. El resultado de talimposición es un nuevo trazado de los ma-pas de la propiedad de la tierra y del acce-so a la misma, beneficiando a los nuevosdueños. En caso de Aceh, el cual se basaen un mezcla de propiedad comunitaria e

5 6 Asuntos Indígenas

individual, los modelos de tenencia tradi-cional fueron reemplazados por la acciónestatal.

La concesión original de 165.000 hectá-reas incluía una amplia gama de tipos detierra en una zona extensa. En realidad, loslímites de la concesión era tan vagos queincluían muchas aldeas residenciales asícomo la casa del bupati (vice-gobernador),una de las figuras políticas más importan-tes de Aceh Besar. Según el director ejecu-tivo de PTIN, los límites exactos de la con-cesión, y la eventual plantación de árboles,serían trazados mediante la consultacióncon los grupos afectados y con figuras polí-ticas y directores de la compañía. Finalmen-te la compañía obtuvo una gran discreciónrespecto a dónde pueden establecer suplantación dentro del amplio espectro de-finido por la concesión original. La conce-sión en sí misma no incluye un área grandede padi, la base de subsistencia de los aceh,pero incluye algunos.

La relación entre la dirección de P.T.Indo Nusa y la dirección de la aldea se pue-de caracterizar como confusa y desconcer-tante. El problema principal, y el más im-portante desde el punto de vista de los al-deanos, es el establecimiento del límite en-tre P.T. Indo Nusa y las aldeas. Según el sis-tema tradicional, la parte más alta de lasmontañas, incluso la cima, pertenecía alestado. Ésto se estableció en el períodocolonial en función de los holandeses y hasido integrado por el gobierno actual. Enalgunas aldeas hay incluso una estructurafísica que marca el límite entre las dos áreas.Sin embargo, algunas aldeas no reconoceneste límite, declarando en cambio que laaldea posee la ladera entera de la montañaen que ésta se localiza (ésto es al parecerlo más común). Según el sistema tradicio-nal, cualquier incursión en tierras de pro-piedad comunal requeriría el permiso delos jefes de las aldeas afectadas. La acciónmás destacable de PTIN hasta la fecha, enlos ojos de lugareños, ha sido su falta deconsulta con los jefes de la aldea cuandodecidieron construir un camino madereroque efectivamente dividió en dos las tierrascomunales. Este camino está construido enel medio de su propuesta plantación de ár-boles y así representa el corazón de la con-cesión y la primera usurpación de tierrasauténtica de la compañía.

Decir que la compañía no se ha puestoen contacto con los jefes aldeanos no signi-fica que han operado en un vacío político.El jefe de la aldea recibió aviso oficial de

cooperar en el trazado de los límites de laconcesión en forma de una carta del Camat.

Según otra carta, el Bupati instruyó alCamat seguir con los planes de trazado delos límites de la concesión. Estas cartas ofi-ciales fueron recibidas por el jefe de la al-dea que hablamos, tres meses después deque las negociaciones habían terminado.Además, algunos directores de la compa-ñía creen, probablemente de buena fe, queconsultaban con los jefes de la aldea cuan-do comenzaron a trazar los límites de laconcesión. Se cree que lo más probable esque substitutos, ubicados en lugar del jefede la aldea a propósito o actuando inadver-tidamente como tal, estuvieron invo-lucrados en el trazado de los límites. Pare-ce que los jefes de la aldea serán consulta-dos en el futuro pero la nueva línea diviso-ria de la propiedad ya ha sido trazada en laforma de un nuevo y grande caminomaderero.

Preocupaciones acerca del futuroEl primer centro de preocupación de losagricultores es la pérdida de tierra pero hayotros intereses relacionados, tal como cam-bios en el suministro de agua a la aldea olos límites de la responsabilidad guberna-mental e industrial con respecto a los agri-cultores afectados. Existe una gran preocu-pación acerca de la calidad y cantidad deagua disponible para la aldea, ahora y en elfuturo. Ésto se debe a una impresión porparte de los aldeanos de que el río que co-rre en forma adyacente a la aldea ha sidoembalsado y/o interrumpido (ha sido alte-rado por la presencia del camino madereroque lo cruza). La creencia de que se hanconstruido varios diques pequeños pararecoger agua para las plantaciones de ár-boles es persistente (pero no está documen-tada). Sin embargo, su preocupación fun-damental es que su sistema de irrigación delpadi de arroz quedará sin agua durante lacrítica estación de crecimiento del arroz. Deforma similar, están afligidos de que el usode pesticidas en las plantaciones de P.T.Indo Nusa constituya una fuente de polu-ción de su agua. Les preocupa que ésto cau-se problemas de salud para los seres hu-manos si se bañan o beben el agua y queacarree problemas similares al ganado si losanimales comen pasto o beben agua cercade las áreas tratadas. Una preocupaciónrelacionada trata de la división de respon-sabilidad por accidentes de personas o ani-males. Plantean interrogantes tales como,¿quién será responsable si hay problemas

con los pesticidas y el agua se contamina?¿Qué pasará a los lugareños que poseenganado que roza en las tierras de P.T. IndoNusa? ¿Se castigará a los dueños de gana-do particulares?

Además, existe aprehensión entre losmiembros de la Universidad regional delestado, quienes examinan de cerca estacuestión del posible desplazamiento de lagente de su tierra y medios de subsistenciay las consecuencias imprevistas de los cam-bios. Por ejemplo, no es claro qué efectotendrá el cambio sobre la fuerza de trabajodoméstica. Basándonos en nuestra investi-gación queda claro que las mujeres tiendena concentrar sus esfuerzos en actividadesdomésticas mientras que los hombres utili-zan más tiempo en actividades públicas ypolíticas. En este caso los hombres tiendena hacer las compras, vigilar y vender el ga-nado criado en las pasturas comunales (elárea de la concesión). Las mujeres, en cam-bio, cuidan el ganado sólo si implica traba-jo realizado geográficamente cerca de lacasa, incluyendo la alimentación de anima-les criados en establos cerca de la casa. Poreso, si se reduce el tamaño de estas pasturascomunales es probable que el ganado seconvierta en un quehacer más doméstico,requiriendo el albergue de ganado en esta-blos aldeanos y la contribución de las mu-jeres al trabajo con el ganado aumentará.

Otra área de preocupación entre los uni-versitarios es la necesidad de intensificacióndel sistema de producción de forraje. Losagricultores serán forzados a utilizar me-nos tierra, forraje y agua, los que tendránque ser conseguidos de otra manera. Seentiende que algunas partes de las pasturasseguirán siendo accesibles a lugareños des-pués de que el límite de la concesión hayasido trazado pero se reducirá la cantidaddel total de tierra en gran medida. Poreso, es probable que se adopten dos es-trategias para compensar por la tierraperdida: 1) una intensificación de laspasturas restantes; y 2) un acrecenta-miento en la frecuencia de la alimenta-ción en el establo. Ninguna de estas es-trategias puede ser introducida sin dra-máticos cambios en la estructura socialde cría de ganado y fuerza de trabajo. Yase ha discutido el efecto sobre la distri-bución de la fuerza de trabajo dentro delámbito doméstico pero se pueden preverotros impactos sociales:1) un acrecentamiento de los animales cria-

dos en establos y así un acrecentamien-to en la cantidad de estiércol de ganado

No. 2 - abril/mayo/junio - 1996 5 7

en el pueblo - una amenaza para el aguade la comunidad y subsiguientementepara la salud de los seres humanos y delos animales;

2) un acrecentamiento en las tasas mediasde ganado y un abuso de las pasturas conuna disminución subsecuente de la cali-dad de las mismas;

3) un acrecentamiento de la cantidad detrabajo requerido para el mantenimien-to del ganado;

4) una disminución en el número de gana-do poseído por los aldeanos o de la can-tidad de personas dedicadas a la cría deganado, señalando una disminución delingreso y del bienestar doméstico;

5)una disminución de la cantidad de tierradisponible para la horticultura perma-nente y de roturación; y

6)una disminución en la disponibilidad depiedras para la recolección y productosdel bosque tales como leña o carne deciervo, disminuyendo así la ya limitadacantidad de actividades generadoras deingreso accesibles a los aldeanos.

Hay muchas consecuencias no inten-cionales de los cambios propuestos y mu-chas pueden ser devastadoras para los nú-cleos familiares y comunidades afectadas.

Las tierras comunales del futuroLa pérdida de tierras de los aceh es casiinevitable. De hecho ya se han establecidoalgunas plantaciones. El impacto que estecambio tendrá sobre la calidad de vida deuna familia aceh típica es incierto. Afecta-rá sin dudas a algunas familias más que aotras. Aquellos más involucrados en la agri-cultura permanente y de roturación y en lacría de ganado serán los que probable-mente sufran las consecuencias más se-veras. La producción de arroz para lasubsistencia básica también se verá afec-tada, principalmente en cuanto a la in-certidumbre con respecto a la calidad ydisponibilidad del agua.

Los agricultores no aguardarán pasiva-mente a que éstos cambios ocurran. Nadiepiensa utilizar la violencia contra los fun-cionarios de la compañía, pero el incendio

ocasional de árboles de la compañía o laincidental roza de arbolillos por las cabrasde la aldea no pueden descartarse comoforma de respuesta. La guerra de 30 añosde los aceh con los holandeses -que en rea-lidad nunca acabó- y su controversia actualcon el gobierno central relativa a la educa-ción e ideales islámicos, son evidencia dela animosidad que mucho aceh sienten ha-cia los forasteros que violan los límites te-rritoriales. El futuro de los planes para lasplantaciones de árboles depende de la ha-bilidad de la compañía para negociar efec-tivamente con los agricultores del área paradefinir los límites de la concesión, así comoasegurar oportunidades de empleo paraobreros del área dentro de la compañía.Pareciera que independientemente del re-sultado, los elementos más importantes queescasean son un espíritu de compromiso yuna comunicación abierta.

Stephen R. Morin es antropólogo, docenteinvestigador de la Universidad de Nebraska-Lincon. q

D esde 1989, los apaches de San Car-los y los ambientalistas norteameri-canos han estado luchando contra el

Observatorio Internacional del MonteGraham (MGIO), una estación telescópicaen la cima de la montaña sagrada apache«Dzil nchaa si an.» Fue ilegalmente separa-da de la reserva de San Carlos y puesta bajola jurisdicción del Servicio Forestal de losEEUU (USFS) en 1873. El Monte Grahames una de las cuatro montañas sagradas delos apaches, habitadas por los espíritus«ga'an». Es un punto central de las ceremo-nias y cantos religiosos, así como también dela identidad apache. Los curanderos todavíajuntan hierbas y agua para sus curaciones enla región alta, dónde también hay muchos ce-menterios y sitios de culto. Hoy, grandes edi-ficios de cemento y telescopios de metal (queobstruyen a los fieles) bloquean el área su-perior del Mte. Graham. Para los ecologistas,esta zona es un refugio de la vegetación delos períodos glaciales -es, p. ej., el mayor bos-que boreal del suroeste de los EEUU- y deuna fauna única, como el oso negro y la ardi-lla roja.

A pesar de las protestas, se construyerondos telescopios más pequeños, el observato-rio VATT, del Vaticano, y el de la SociedadMax-Planck (MPG), alemán. Ahora, la Coa-lición por la Supervivencia Apache (ASC),bajo la dirección de Ola Cassadora Davis (de77 años) y una coalición de organizacionesecologistas, están luchando por el traslado delos telescopios y para impedir la construcciónde un Gran Telescopio Binocular (LBT) porMGIO, bajo la dirección de la Universidadde Arizona. Mientras que la mayoría de lossocios norteamericanos renunciaron al pro-yecto a causa de irregularidades en la obten-ción del permiso especial de construcción,otro instituto alemán, el Consejo de Obser-vatorios Alemanes (RDS) decidió incorpo-rarse en noviembre de 1995. Se otorgó un per-miso especial de construcción para el área

definida (incluyendo elLBT) sólo gracias a unalegislación de exenciónde la Ley de PolíticaNacional para el MedioAmbiente (NEPA) y dela Ley de Especies Ame-nazadas (ESA).A pesarde ésto, en 1993 la Uni-versidad de Arizona seabocó a una tala ilegalde bosques antiguosfuera de esta área, locual llevó a un dete-nimiento de la cons-trucción por parte de lajusticia de los EEUU.Las protestas de la Coa-lición por la Supervi-

vencia Apache contra el telescopio, están res-paldadas por cinco resoluciones del ConsejoTribal (la última de junio de 1995), una peti-ción de 15 líderes espirituales apaches, y elapoyo de otros Concejos Tribales como el delos mohawk, el de los pima-maricopa de SaltRiver y el kaibab-paiute, así como tambiéndel Congreso Nacional de Indios America-nos. Este último aprobó una resolución ennoviembre de 1995 contra la nueva legisla-ción de exención, preparada por la Universi-dad de Arizona y el senador Kolbe. Mientrastanto, otra organización, los Apaches por laPreservación Cultural (AFCP) se sumó a losoponentes del telescopio.

Como es de costumbre en los casos acer-ca de los derechos territoriales indios, lospromotores del telescopio aplican la conoci-da táctica de «dividir para reinar», para divi-dir a la oposición. En 1992 el MPG presentó«testigos» de la supuesta inofensividad delProyecto de Observatorio al Parlamento ale-mán. La delegación apache constó de los pa-rientes y simpatizantes de Buck Kitcheyan,quien había sido despedido de la presiden-cia del Concejo Tribal un año antes a cau-sa de robo y malversación de los ingresostribales, por lo cual fue condenado másadelante. Aunque Kitcheyan antes, en1990, como presidente tribal en una cartaoficial al Servicio Forestal de los EE.UU.había escrito que: «desde tiempos in-memoriales, Mte. Graham ha sido unamontaña sagrada para el pueblo apache,»y que la propuesta construcción de un ob-servatorio amenazaba «destruir los cemen-terios ancestrales apaches, plantas medi-cinales... y otros sitios religiosos,» declaróen junio de 1992 ante la Dirección de Re-gentes de Arizona que: «estoy aquí paraapoyar al proyecto del Mte. Graham,» y«que el Mte. Graham no tiene absoluta-mente ninguna importancia religiosa o sa-grada». No sorprendentemente, fue la Cá-mara de Comercio del Condado Graham

que patrocinó el viaje europeo en pro del pro-yecto, del clan Kitcheyan a Alemania e Italia.

La persona de contacto de la cámara,Harrison Talgo, es también un renegadocomo su compañero de tribu Kitcheyan: ha-biendo firmado anteriormente resolucionescontra el observatorio como concejero y pre-sidente tribal, ahora acepta el proyecto. LaCámara de Comercio también, en agosto de1995, organizó el viaje de dos científicos ale-manes del RDS a la Reserva Apache deWhite Mountain, al norte de la Reserva deSan Carlos, la cual habían visitado antes ensu misión investigadora. En contraste a losoponentes del observatorio San Carlos, losdos delegados hallaron a los apaches deWhiteMountain más realistas y sin objeciones alproyecto MGIO. Se puede encontrar unaexplicación de esta observación en un cartaposterior (privada)del director de RecursosCulturales de White Mountain, R. Riley, auno de los astrónomos alemanes visitantes,en la que declara que: «los ancianos no lecontestarán hasta que lo conozcan y le ten-gan confianza...»

Tienen que ser encarados con respeto yno con preguntas directas sobre temas sensi-bles. El Sr. Riley pidió al científico del RDS,Sr. Kudritzki, que protegiera «la antigua yamenazada cultura de los apaches, retirandoel apoyo al proyecto» inmediatamente. Debeagregarse que hablar de asuntos religiosos enpúblico está prohibido en la sociedad apachey que la religión india estuvo prohibida enlos EE.UU. hasta 1924. Recién la Ley Indiade Libertad de Cultos (IRFA) de 1978 ga-rantiza, por lo menos teóricamente, el libreacceso a los sitios religiosos indios.

Existen numerosos testimonios de antro-pólogos americanos en cuanto a la situacióndel Mte. Graham como el santuario funda-mental de la religión tradicional apache. P.ej., en los trabajos fundamentales de Gren-ville Goodwin sobre los apaches occidenta-les, de la década de 1920 y 30; del Prof. KeithBasso, Universidad de New Mexico, autori-dad principal sobre la cultura apache occi-dental y de la Dra. Elizabeth Brand, antro-póloga de la Universidad del Estado deArizona, quien ha trabajado en San Carlosdesde 1978. Es importante el hecho de queG. Goodwin recogió numerosos documentos,por encargo de sus informantes apaches, queno habían sido publicados por su viuda y queeran sólo accesibles a investigadores serios.En una declaración ante la Dirección de Re-gentes de Arizona, en la Universidad deArizona en 1992, K. Basso dijo que: «habien-do sido víctimas de la persecución religiosadurante más de cien años, los apaches dignosno están inclinados... a discutir cuestiones re-ligiosas,» lo cual «constituiría algo así comoun acto sacrílego.» «...Las cuestiones religio-sas son dejadas en las manos de un número

reducido de líderes, hombres y mujeres...quienes han sido preparados durante años deinstrucción.» Y: «Las... notas de G. Goodwin,...establecen claramente que el Mte. Grahamreúne los requisitos de una propiedad cultu-ral tradicional.» «Hay muchas otras razones...que invisten a Mte. Graham con una im-portancia religiosa irresistible para losapaches de San Carlos». «...La vida del Mte.Graham es totalmente activa hoy, con unapresencia espiritual tan vital y potente en elmundo moderno como aquella del pasado.»

En noviembre de 1995, el vicepresidentedel Consejo Tribal, Marvin Mull, envió unasolicitud al Ministro de Justicia para que in-vestigara las siguientes presunciones de vio-lación de leyes: que en junio de 1993 el Su-pervisor del Bosque Nacional Coronado, elSr. Tippesonnic admitió por escrito que sudepartamento no se había molestado en in-vestigar los puntos de vista apaches sobre laplaneada construcción del observatorio, aexcepción de una carta enviada al Consejo

Tribal para anunciar el comienzo de la cons-trucción, aunque sabía que muchos apachesquerían mantener la sacralidad del Mte.Graham. En el segundo caso, el Servicio Fo-restal de los EE.UU. había escrito a la tribude San Carlos el 1 de diciembre de 1993, paradiscutir el emplazamiento final del LBT, peroel 7 de diciembre ya había comenzado a cor-tar más de 500 árboles antiguos, fuera delárea prevista por una legislación especial.

A fines de 1995, la Coalición por la Su-pervivencia Apache informó que el 12 de di-ciembre de 1995, el congresal Jim Kolbe delCongreso de los EEUU, logró suplantar unacláusula adicional, destinada a ayudar a pre-venir el SIDA en la comunidad de los nati-vos americanos, por otra que otorga exen-ción al telescopio de la Universidad deArizona con respecto a toda la legislacióncultural y ecológica.

Pero la posición del Consejo Tribal Apa-che de San Carlos (SCATC) parece clara, tal

como se expresa en la resolución del 13 dejunio de 1995: «se resuelve: que el SCATCrespeta las creencias espirituales de todos susmiembros tribales», y «que nosotros ... porla presente rescindimos sinceramente la re-solución Tribal JY-93-130, y por lo tanto de-claramos nuestra oposición al proyecto detelescopio MGIO.»

Por más información tomar contacto con:

The San Carlos Apache TribeSan Carlos AvenueSan Carlos, Arizona 85550, EEUUtel.: 001 (602) 475-2361fax: 001 (602) 475-2567, o:

The Apache Survival CoalitionP.O. Box 1237San Carlos, Az 85550, EEUU. q

La nación de Timor Oriental, que com-prende unas 750.000 personas que vi-ven en un territorio ubicado entre

Indonesia oriental y el norte de Australia,continúa con su vigésimo año de resistenciacontra la brutal ocupación de Indonesia.Timor oriental es un ejemplo vívido de cómola opresión y el rechazo del derecho a la au-todeterminación de los pueblos indígenascontinúa en el mundo de hoy, a.pesar de losprincipios consagrados por la Carta de laONU. La cuestión de Timor Oriental mues-tra claramente que los estados sólo apoyantales principios cuando benefician directa-mente sus intereses inmediatos, que raramen-te incluyen los de los pueblos indígenas.

El caso de Timor Oriental, es muy revela-dor. Por un lado, el interés internacional - ali-mentado principalmente por las presiones no

gubernamentales so-bre gobiernos gene-ralmente indiferentes(con la excepción deunos pocos selectos talcomo los gobiernos dePortugal e Irlanda)-mantiene a la cuestiónen una situación im-portante en la agendainternacional. El mo-vimiento mundial deapoyo a Timor Orien-tal continúa creciendoy junta cada vez másfuerza. Por otro lado,Indonesia continúasus ataques contra elpueblo deTimor Orien-

tal, en un intento de quebrar su fuerza pararesistir como nación y como pueblo al some-timiento extranjero, y para que abandone susexigencias de que se respete su derecho a laautodeterminación.

Indonesia es un estado multiétnico queobtuvo la independencia hace 50 años luegode siglos de opresión colonial holandesa. Esgobernado con puño férreo por una elite querepresenta predominantemente a uno de susgrupos étnicos componentes- el javanés. Es-tos gobernantes parecen haber aprendidopoco de su propia historia como objetos dela opresión exceptuando, quizás, a cómo apli-carla en términos aún más severos a aque-llos menos poderosos que habitan su región.Los indígenas de Timor Oriental, Papúa Oc-cidental (o Irian Jaya como Indonesia la lla-ma) y Borneo (o Kalimantan) constituyen

ejemplos fundamentales de las políticas opre-sivas, a menudo genocidas del régimen dic-tatorial del presidente Suharto de Indonesia.

Visitas recientes a Timor Oriental infor-man que las campañas de terror emprendi-das por el ejército de ocupación indonesiocontra el pueblo de Timor Oriental continúancon plena fuerza. La gente sigue siendo arres-tada arbitrariamente por cualquier sospechade oposición a la ocupación ilegal de su país,y son sometidos a torturas. Las desaparicio-nes son comunes. Los blancos más afectadosson los jóvenes de Timor Oriental, quienesse encuentran entre los más expresivos opo-sitores de la actual situación. Irónicamente,esta generación ha crecido bajo la égidaindonesia, cuya propaganda alega haber «li-berado» a los timoreses orientales de los ma-les del colonialismo portugués.

La falta de libertad, la persecución por elejército, y la falta de oportunidades de futu-ro en su país, ya que los pocos trabajos dis-ponibles son ocupados por los inmigrantesindonesios, ha llevado a muchos timoresesorientales jóvenes a huir, a pesar del fuertevínculo con el país que caracteriza a la cultu-ra de Timor Oriental. Muchos han tenido quehacer ésto de maneras dramáticas, buscandoasilo en las embajadas extranjeras enYakarta,la capital de Indonesia. Estas arriesgadas ac-ciones han logrado mucha publicidad inter-nacional, pero a pesar de la clara validez delas demandas de los jóvenes por protección,ningún país les ha concedido asilo. En cam-bio, Portugal, todavía reconocido inter-nacionalmente como el poder administradorde Timor Oriental, en la ausencia de un actoválido de autodeterminación del pueblo de

Timor Oriental para determinar su estadofuturo, ha aceptado a los refugiados comociudadanos portugueses. Paralelamente aléxodo de los timoreses orientales de su tie-rra, ha habido un fuerte flujo de inmigraciónindonesia a Timor Oriental, aumentando elnúmero de forasteros a más de 100.000 per-sonas en los últimos 5 años. Está claro ahoraque estos colonizadores recién venidos dis-frutan de posiciones de prominencia econó-mica y profesional en el territorio. Los indí-genas de Timor Oriental están marginadosde los empleos en la administración pública,casi no están representados en la vida comer-cial, son desplazados de su tierra, y jueganun papel cada vez más modesto en las activi-dades profesionales. Hasta su predominioen la iglesia católica de Timor Oriental,hasta ahora un baluarte de la identidadtimoresa oriental, se ve minado por losocupantes.

Sumado a las presiones antedichas so-bre el pueblo de Timor Oriental ejercidas

por sus amos neocoloniales, la aplicaciónde un programa de control de la natalidadsólo refuerza el difundido concepto de quela política oficial indonesia es que la naciónde Timor Oriental desaparezca. En un paísdonde más de 1/3 de la población ha muertoen los últimos 20 años como resultado de laocupación indonesia, se practica un ampliocontrol de natalidad involuntario. Visitas re-cientes informan que se sigue inyectando alas mujeres drogas anticonceptivas y este-rilizadores (tal como la problemática Depro-provera) sin su conocimiento, bajo una va-riedad de alegatos falsos, tales como campa-ñas de inmunización, suministro de vitami-nas, etc. Como resultado, la población tienemiedo de usar las instituciones de salud pú-blica, cuyos empleados son casi exclusiva-mente indonesios. Ésto sólo agrava la situa-ción de la deficiente salud pública, donde latuberculosis, las dolencias de la piel y otrasenfermedades relacionadas con la mala ali-mentación están muy extendidas.

Mientras que la situación precedente con-tinúa, el apoyo internacional a Timor Orien-tal crece. Un fuerte «lobby» internacional deorganizaciones no gubernamentales, incluyen-do a iglesias y también algunos políticos, haapoyado decididamente los derechos del pue-blo de Timor Oriental, para defender y pro-teger los principios fundamentales violadospor Indonesia con el apoyo de aquellos go-biernos que buscan abocarse a negociosredituables con las elites indonesias. Los sa-crificados, una vez más, son los pueblos indí-genas, considerados prescindibles por aque-llos cuyos codicia desenfrenada amenaza cadavez más a nuestro planeta. Timor oriental esun ejemplo claro.

CNRM, el Concejo Nacional de la Resisten-cia Maubere de Timor Oriental, es la organi-zación suprema de toda la lucha nacionalistade Timor Oriental por la autodeterminación yla independencia. q

Los próximos dos temas se refieren aBikin Obshcina y responden a la cues-tión de la tenencia de la tierra por los

pueblos indígenas y la creación de un Te-rritorio de Uso de Recursos Naturales Tra-dicionales en la cuenca del río Bikin en ellejano oriente ruso.

AntecedentesBikin Obshchina es una organización no gu-bernamental (ONG) de elección popular, es-tablecida para otorgar representación localen cuestiones de importancia en las aldeasde Krasnyi Yar, Olon y Ulunga. Este grupo

se formó en otoño de 1995. ActualmenteObshchina conduce un estudio de necesida-des en las áreas siguientes:- protección del medio ambiente y protec-

ción de la fauna- orden público- educación pública- desarrollo cultural- salud pública- pensionistas- mejoras municipales

Una vez que se completen las evaluacio-nes de las necesidades en cada una de es-

tas áreas, Obshchina buscará financia-miento en el gobierno y en los sectores pri-vados.

El Obshchina de Bikin se transformará enun organismo gubernamental cuando en oc-tubre de 1996 se elijan representantes a unorganismo de autogestión local tal como lodetermina la ley de la Federación Rusa yPrimorskii Krai. Este organismo tendrá elcontrol administrativo de las actividades mu-nicipales en estos pueblos y trabajará juntocon un alcalde electo para llevar a cabo losprogramas del gobierno.

Vemos los esfuerzos presentes del Obsh-china de Bikin como un primer paso hacia eldesarrollo de un organismo autogestionarioque finalmente, si logramos desarrollar uncuerpo de ley aceptable al estado, manejarálos recursos y el territorio de la cuenca mediay superior del Bikin como parte de un Terri-torio de Uso de Recursos Naturales Tradicio-nales.

Algunas de las cuestiones referentes a Bikinson:- Corporación Hyundai. Como se sabe, estacompañía surcoreana es socia de un comple-jo maderero en la cuenca del río Svetlaya, quecorre al mar a lo largo de las laderas orienta-les del Sikhote-Alin central. En 1992 hubo unintento por parte de esta empresa conjuntade talar madera en las nacientes del río Bikin.Este intento se frustró antes de que se llegaraa cortar madera. Sin embargo, en el interín,

62 Asuntos Indígenas

Publicaciones IWGIADocumentos en inglésNo. 1: Declaration of Barbados. (1971)US$ 2,20No. 6: René Fuerst: Bibliography of theIndigenous Problems and Policy of theBrazilian Amazon Region. 1957-1972.(1972) US$ 3,60No. 7: Bernard Arcand: The Urgent Si-tuation of the Cuiva Indians of Columbia.(1972) US$ 3,60No. 15: Alicia Barabas and Miguel Bar-tolomé: Hydraulic Development andEthnocide: The Mazatec and ChinatecPeople of Oaxaca, Mexico. (1973) US$ 2,90No.16: Richard Chase Smith: The AmueshaPeople of Central Peru: Their Struggle toSurvive. (1974) US$ 4,30No. 17: Mark Münzel: The Aché: GenocideContinues in Paraguay. (1974) US$ 3,60No. 18: Jürgen Riester: Indians of EasternBolivia: Aspects of their Present Situation.(1975) US$ 6,50No. 19: Jean Chiappino: The BrazilianIndigenous Problems and Policy: TheExample of the Aripuana Indigenous Park.(1975) US$ 2,90No. 20: Bernado Berdichewsky: The Arau-canian Indians in Chile. (1975) US$ 3,60No. 21: Nemesio 1 Rodríguez: Oppression inArgentina: The Mataco Case. (1975) US$ 3,60No.22: Jacques Lizot: The Yanomani in theFace of Ethnocide. (1976) US$ 3,60No. 23: Norman E. Whitten: EcuadorianEthnocide and Indigenous Ethnogenesis:Amazonian Resurgence Amidst AndeanColonialism. (1976) US$ 3,60No. 24: Torben Morberg: The Reaction ofPeople of Bellona Islands towards a MiningProject. (1976) US$ 4,60No. 25: Felix Razon and Richard Hensman:The oppression of the Indigenous Peoplesof the Philippines. (1976) US$ 4,60No. 27: Peter Kloos: The Akuriyo ofSurinam: A Case of Emergence fromIsolation. (1977) US$ 3,60No. 28: Ernesto Salazar: An Indian Fede-ration in Lowland Ecuador.(1977) US$ 4,60No. 29: Douglas E. San ders: The Formationof theWorld Council of Indigenous Peoples.(1977) US$ 2,20No. 30: Julio Tumiri Apaza: The IndianLiberation and Social Rights Movement inKollasuyu, Bolivia. (1978) US$ 4,80No. 31: Norman Lewis: Eastern Bolivia:TheWhite Promised Land. (1978) US$ 2,20No. 32: Ernest G. Migliazza: The Inte-gration of the Indigenous People of theTerritory of Roraima, Brazil (1978)US$ 2,20

No. 33: Guatemala 1978: The massacre atPanzos.(1978) US$ 4,60No. 36: Gerald D. Berreman: HimachalScience, People and "Progress". (1979)US$ 3,20No. 39: A. Barrie Pittock: AustralianAborigines: The Common Struggle forHumanity. (1979) US$ 4,30No. 40: Torben Retbøll : East Timor, Indo-nesia and the Western Democracies. (1980)US$ 7,20No. 42: Brigitte Simón, Barbara Riesterand Jürgen Riester:I sold Mysel, I wasbought. (1980) US$ 8,70No. 44: Paul L. Aspelin and Silvio CoelhoDos Santos: Indian Areas Threatened byHydroelectric Projects in Brazil. (1981)US$ 10,10No. 45: Robert Paine: Dam a River, Damna People? (1982) US$ 7,20No. 46: Nicolás Iñigo Carreras: "Violence"as an Economic Force. (1982) US$ 3,80No. 47: Klaudine Ohland and RobinSchneider: National Revolution and In-digenous Identity. (1983) US$ 11,60No. 48: Robert Barnes: Whaling of Lem-bata: The Effects of a Development Projecton an Indonesian Community. (1984)US$ 4,30No. 49: Jean Pierre Chaumeil: Between Zooand Slavery: The Yagua of Eastern Peru intheir Present Situation. (1984) US$ 5,80No. 50: Torben Retbøll: East Timor: TheStruggle Continues. (1984) US$ 10,10No. 51: Wolfgang Mey: Genocide In theChittagong Hill Tracts, Bangladesh. (1984)US$ 10,10No. 52: Kaj Árhem: The Maasai and theState. (1985) US$ 5,80No. 53: Marcus Colchester: The Health andSurvival of the Venezuela Yanoama. (1985)US$ 8,00No. 55: Andrew Gray: And After the GoldRush...? Human Rights and Self-Develop-ment among the Amarakaeri of South-eastern Peru. (1986) US$ 9,40No. 56: The Naga Nation and its Struggleagainst Genocide. (1986) US$ 10,90No. Mariel Otten: Transmigrasi: Indo-°\*nesian Resettlement Policy 1965-1985,Myths and Realities. (1986) US$ 11,60No. 58: Self Determination and IndigenousPeoples. Sami Rights and Northern Per-spectives. (1987) US$ 10,10No. 59: Carmen Junqueira and BettyMindlin: The Aripuana Park and thePolonoroeste Programme, Brazil. (1987)US$ 6,30No. 60: Robert Lizarralde, Stephen Becker-mann and Peter Elsass: Indigenous Survival

among the Bari and Arhuaco: Strategies andPerspectives. (1987) US$ 5,80No. 61: Pierre Rossel (Ed.): Tourism:Manufacturing the Exotic. (1988) US$ 11,60No.62: Ward Churchill (Ed.): Critical Issuesin Native North America. (1989) US$ 11,60No. 63: IWGIA (Ed.): Indigenous Self-Development in the Americas. (1989)US$ 11,00No. 64: Ticio Escobar: Ethnocide: MissionAccomplished! (1989) US$ 5,00No. 65: Daniela Renner (Ed.): People InBetween. (1990) US$ 8,00No. 66: Indigenous Women on the Move.(1990) US$ 10,00No. 67: Indigenous Peoples of the SovietNorth. (1990) US$ 6,00No. 68: Ward Churchill: Critical Issues inNative North America - VolumeII. (1991)US$ 11,60No. 69: IWGIA/Inuit Circumpolar Confe-rence: Arctic Environment: IndigenousPerspectives (1991) US$ 7,50No. 70: Andrew Gray: Between The Spiceof Life and the Melting Pot: BiodiversityConservation and its Impact on IndigenousPeoples. (1991) US$ 7,50No. 71: Alan R. Marcus: Out in The Cold:The Legacy of Canada's Inuit RelocationExperiment in the High Artic. (1992)US$ 10,00No. 72: Mauro Leonel: Roads, Indians andEnvironment in the Amazon: From CentralBrazil to the Pacific. (1992)US$ 13,00No. 73: Levita Duhaylungsod and DavidHyndman: Where T'boli bells toll: Politicalecology voices behind the Tasaday Hoax.(1993) U$ 15,00No.74: ". . . Never drink from the same cup".Proceedings of the conference on Indige-nous Peoples in Africa. (1993) US$ 33,00 +postage.No. 75: Ulla Hasager and Jonathan Fried-man (Eds.): Hawa'i: Return to Nationhood.(1994) US$ 30,00 + postage.No. 76: W.J. Assies and J.J. Hoekema(Eds.): Indigenous Peoples' Experience withSelf-Government. (1994).US$ 16,00 + postage.No.77: J. Nash, G.A. Collier, R.A. Her-nández Castillo, K. Sullivan, M.E. SantanaE., C.M. Kovic, M-O. Marion, H. Belling-hausen: The Explosion of Communities(1995). US$ 15,00 + postage.No.78:Jerome Lewis and Judy Knight: TheTwa of Rwanda (1996). US$ 15,00 +postage.

Hyundai ha continuado sus esfuerzos paraadquirir una base maderera en las nacientes,ejerciendo presión sobre funcionarios de Kraiy Raion, y su más reciente visita al puebloconstituye el núcleo de la apelación al Go-bernador Nazdratenko.- Construcción de autopista. Se está constru-yendo una importante autopista entreKhabarovsk y Nakhodka a través del San-tuario del Pino Coreano, al norte y al estedel pueblo. Este trabajo se lleva a cabo con-forme a la ley, pues los habitantes del pueblootorgaron verdaderamente su aprobación a

la autopista a comienzos de 1990. Pero estaaprobación fue concedida junto con un pa-quete de demandas, las cuales han sido sóloparcialmente cumplidas. Actualmente la al-dea negocia con el contratista militar a cargode la carretera para afianzar las garantías re-lativas a ciertas concesiones, en un contratoque obligue legalmente al contratista a cum-plir las obligaciones o enfrentar sancionesjurídicas.- Cazadores furtivos. En el futuro cercano unequipo especialmente autorizado de funcio-narios a cargo del manejo de la fauna comen-

zará a operar en el Bikin medio y superiorpara tratar de combatir las amenazas crecien-tes a la biodiversidad de la cuenca por partede los cazadores furtivos. Este equipo constade cuatro miembros, formará parte del De-partamento de Recursos de la Caza dePrimorskii Krai y tendrá la autoridad paradetener y registrar a las personas en la cuen-ca para asegurar que esas personas cazan ypescan conforme a las leyes del país.

Fuente: UTRO Rossii q

Los udege de la cuenca de Bikin son ob-jeto de atención especial cuando setrata obtener algo gratis. Como ma-

dera o una área de caza en sus tierras. Ocuando se trata de apropiarse de las ri-quezas carboníferas y auríferas de Bikin.Tampoco nos negamos a utilizar el exotis-mo de los udege, sobre todo cuando hayuna necesidad de complacer visitas. Y noolvidemos que hay siempre un lugar espe-cial para nuestros nativos en los corazo-nes de aquellos en la administración quese refieren calurosamente a ellos cuandotratan de ganarse al electorado que vivecerca de los «norteños» o cuando hay unaoportunidad de «asimilar» los millonespresupuestados por el gobierno en apoyo

de programas orientados a reducir la po-breza en las aldeas udege.

Para abreviar, hay muchos parásitos porahí. Así como hay una escasez notable depersonas que deseen ir a Bikin a brindarayuda honrada y bien intencionada, a tra-bajar junto con los udege para desarrollarlas riquezas de su región de una maneracivilizada. Y parece haber aún menos per-sonas dispuestas a brindar a los pueblos in-dígenas de Bikin una legislación de tenen-cia de la tierra que les otorgue derechos,garantizados constitucionalmente, al usoprioritario de los recursos naturales en unaregión donde los udege han vivido y con-ducido sus asuntos durante tiempos in-memoriales.

Hace ya más de tres años que el procesocomenzado por el Concejo de Representan-tes Populares de Primorskii Krai para obte-ner ayuda legislativa en la forma de una Re-solución permanente que cree un territoriode uso de recursos tradicionales naturales enlas zonas medias y superiores del río Bikin,avanza con una agonizante lentitud.

El llamado público presentado en estamisma publicación es otro de los intentosperiódicos para llamar la atención del gober-nador electo de Krai con respecto a la urgen-cia de la cuestión.

Fuente: UTRO Rossii q

No. 2 - abril/mayo/junio - 1996 63

Documentos en castellanoNo. 1: Ricardo Falla: Masacre de la FincaSan Francisco Huehuetenango, Guatemala(1982). US$ 9.00No. 2: Robert Barnes: Pesca de Cachaloteen Lembata: Consecuencias de un Proyec-to de Desarrollo en una Comunidad In-donesia. (1984). US$ 4.30No. 3: Jean Pierre Chaimeil: Entre el Zooy la Esclavitud: Los Yagua del Oriente Pe-ruano en su Situación Actual. (1984).US$ 5.80No. 4: Torben Retbøll (red.): Timor Orien-tal: La lucha continúa. (1985). US$ 10.10No. 5: Andrew Gray: ¿Y después de la fie-bre del oro...? Derechos Humanos y Auto-desarrollo entre los Amarakaeri del Sudes-te de Perú. (1986). US$ 9.40No. 6: Carmen Junqueira & Betty Mindlin:El Parque Indígena Aripuana y el Progra-ma Polonoroeste. (1987). US$ 6.30No. 7: Pierre Rossel (red.): Turismo: LaProducción de lo Exótico. (1988). US$ 11.60No. 8: K.R. Chowdry, D.V. Subba Rao,G.Krishmurthy y G. Narendranath: A laSombra del Dique Srisailámico. (1988).US$ 6,00No. 9: Susana B. C. Devalle El Colegio deMéxico: La Problemática Indígena en elPacífico. 1989. US$ 8,00No. 10: Autodesarrollo Indígena en lasAméricas. Actas del Simposio de IWGIA enel 46o Congreso Internacional de Ame-ricanistas. (1989). US$ 11,00No. 11: Mujeres Indígenas en Movimiento.(1990).USS 10,00No. 12: Pueblos Indígenas del Norte Sovié-tico. (1990). US$ 6,00No. 13: Mauro Leonel: Carreteras, Indiosy Ambiente en laAmazonía - del Brasil Cen-tral al Océano Pacífico. (1992). US$ 13,00No. 14: Andrew Gray: Entre la IntegridadCultural y la Asimilación: Conservación dela Biodiversidad y su Impacto sobre los Pue-blos Indígenas. (1992) US$ 7,50No.15: "... Nunca bebas del mismo cántaro".Actas de la conferencia sobre Pueblos In-dígenas en Africa. Tune, Dinamarca. (1993).US$ 33,00 + franqueo.No.16: J. Nash, G.A. Collier, R.A. Her-nández Castillo, K. Sullivan, M.E. SantanaE., C.M. Kovic, M-O. Marion, H. Belling-hausen: " La Explosión de Comunidades enChiapas" (1995). US$ 15,00 + franqueo.No.17: Pedro García Hierro: " TerritoriosIndígenas y la Nueva Legislación Agrariaen el Perú "(1995). US$ 15,00 + franqueo.

ASUNTOS INDIGENASISSN 0105-6387IWGIA (Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas) es una or-ganización internacional e independiente que se dedica a investigar la opresiónsufrida por los pueblos indígenas

IWGIA publica la serie DOCUMENTOS IWGIA en castellano y en inglés,y las publicacones trimestrales ASUNTOS INDIGENAS (en castellano), eINDIGENOUS AFFAIRS (en inglés). Los editores agradecerán toda clase desugerencias y contribuciones a las publicaciones IWGIA.Los precios de suscripción para 1996 son los siguientes:

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Traducción al español y correc.: Mario Di LucciTraducción al inglés y correc.: Sheila AikmanGráfica y layout: Jorge MonrásTipografía: Jørgen AbelsenColaboradores: Peter Bengtsson, Jeffrey Lazarus, Hanne Willert,Thomas Bachery David Ssezibwa.

Agradecemos la reproducción y distribución de la información contenida en"Asuntos Indígenas" y Documentos IWGIA siempre y cuando sean citadas lasfuentes. Sin embargo, para la reproducción total de un Documento o de "Asun-tos Indígenas", es necesario el consentimiento de IWGIA de acuerdo a nues-tros derechos de propiedad literaria. Las opiniones expresadas en las publica-ciones IWGIA no reflejan necesariamente las del Grupo de Trabajo.

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