Post on 23-Jan-2023
La Sátira como un recurso literario
“En los artículos de Mariano José de Larra y Harishankar Parsai; Un análisis comparativo”
NILESH SHARAN
SP-510
LA PROFE: SRA. MEENAKSHI SUNDRIYAL
SCHOOL OF LANGUAGES
JAWAHARLAL NEHRU UNIVERSITY
NEW DELHI – 110067
2014
La Sátira como un recurso literario
“En los artículos de Mariano José de Larra y Harishankar Parsai; Un análisis comparativo”
“Es difícil no escribir las sátiras” Dijo una vez uno de los maestros más
antiguos y primeros de la Sátira, Juvenal. Esta es una peculiaridad muy
típica de la Sátira que por ser omnipresente, se crea dentro de cualquier
espacio y todo lo que se necesitan ahí son una vista minuciosa y el don
de observación para poder presentarlo en diferentes formas del arte,
valiéndose de la imaginación y creatividad artísticas del artista. Cabe
destacar aquí que la sátira como un recurso se ha utilizado de manera
profusa en todos los campos del arte en todas partes del mundo como en
los periódicos, en los cines, en los dibujos tantos comunes como los
animados, en las caricaturas e incluso en la música. Al llegarse la
televisión en la vida humana, se ha notado un desarrollo considerable e
importante de la sátira en los programas de tele tales como “The
Simpsons”, “The Colbert Report” y “ The Larry Sanders Show” pero la
máxima y más apropiada manifestación de esta técnica, que resulta natural
y hecha a la medida exacta para ridiculizar los vicios y las ligerezas de
toda la humanidad, se presenta en la literatura donde los satíricos con
su precisión de observación y las dotes de imaginación han escritos obras
ejemplares y maravillosos y a la sátira, le han dado un lugar estentóreo
pero solemne en el escenario de la literatura mundial. En cuanto a la
literatura hispanohablante, las granes escrituras de esta lengua, como
“Don Quijote”, “Lazarillo de Tormes” o “Vuelva Usted Mañana” se han
aprovechado de la sátira, de una forma aguda y precisa, y no sería
demasiado exagerado decir que la sátira, indudablemente, como una técnica
es inseparable de estas obras y ha aportado tanto como cualquier otra, si
no mas, en hacerles llegar a tal cima de popularidad y fama. Al nivel
mundial, las grandes mentes han infundido la sátira en su creatividad
literaria y han hecho de ella unas obras sublimes y súper-populares que
no solo han gozado de una lectura extraordinaria y prolífica sino han
motivado a muchos de sus lectores y la sociedad como un todo reírse y a
la vez, reflexionarse en la vida que llevan para provocar cambios
estructurales y pragmáticas en la sociedad. Tal es el impacto de la
sátira a una persona que lo lee de verdad. “Gulliver's Travels” de
Jonathan Swift, “The Rape of The Lock” de Alexander Pope, “Adventures of
Huckleberry Finn “y “Adventures of Tom Sawyer” de Mark Twain, “Raag
Darbaari” de Shrilal Shukla, “Inspector Matadeen Chand pe” de Parsai son
tales ejemplares que se han leído unas y varias veces de entre sus
lectores respectivos y cobran tanta popularidad que las frases satíricas
como “Truth is the most valuable thing we have. Let us economize it.” de
Mark Twain todavía se repite en la vida cotidiana. Bien establecida la
presencia de la sátira en todo arte posible, sea como un genero o un
recurso, me gustaría seguir adelante en este trabajo que mayormente se
halla su tema central en la Sátira y su poder critico que pasamos a ver a
través de su uso en las obras periódicos de dos autores, prolíficos y
conocidos: ‘Mariano José de Larra’ y ‘Harishankar Parsai’. Pero antes de
analizar la sátira de estos autores en sus contextos propios, es preciso
presentar la sátira como un todo, es decir su objeto, sus métodos y
técnicas, sus arraigos en la historiografía literaria, para gozarse del
maravilloso y muy fino ingenio satírico de los dichos autores.
La Sátira; Su objeto y método
“A literary manner which blends a critical attitude with humor and wit to
the end that human institutions or humanity may be improved. The true
satirist is conscious of the frailty of institutions of man's devising and
attempts through laughter not so much to tear them down as to inspire a
remodeling".
Esa es la definición que precisa William Thrall elaborando las diferentes
técnicas de literatura en su libro “A Handbook to Literature”. Aquí se
destaca el intento de cambiar y no solo cambiar sino reformar lo malo de la
sociedad y humanidad y esta tendencia es un elemento inherente e
inseparable de la sátira. Hasta no me vacilaría en atreverme a comentar que
toda sátira procede de esta responsabilidad moral y humana con la
intencionalidad del cambio en todo lo malo que ocurre en lo que rodea al
escritor, en su casa, en su pueblo, en su país, en su sociedad o en la
entera humanidad. Para mí, el término “Sátira” puede pertenecer a cualquier
trabajo literario que tiene como motivo ridiculizar y exponer los vicios y
las debilidades al facilitar modos al sujeto para evaluar, de manera
crítica pero honesta, sus propias imperfecciones y naderías con el fin de
instigar el cambio mediante las revelaciones que sigue haciendo. Toda
sátira tiene un motivo correctivo y es una índole de literatura que nos
muestra nuestro mismo mundo desde una vista panorámica cuando todo lo que
vemos de ello son las piezas desintegradas. La sátira provoca a la vez, el
desdén y la risa a los objetos que están supeditados como las víctimas de
la sátira en las obras.
Según el “Dictionary of Literary Terms (1977)” la sátira es una técnica
literaria que pretende ridiculizar los vicios del ser humano y sus
instituciones; y su motivo principal es corregir las brechas de éticas al
provocar, al mismo tiempo, indignación y humor con la mezcla de la crítica
e ingenio. Adhiriéndose a las necesidades de mi trabajo en relación con los
autores mencionados arriba, me gustaría interpretar la sátira en el
contexto de la literatura como así:
“La sátira, como una forma literaria, cuenta con una
extravagante popularidad y la gran dote de ironía y por eso, ha podido
sobrevivir como un recurso que ha cobrado una importancia significativa en
todas las formas literarias. Mientras hay un montón de obras que la sátira
predomina totalmente y resalta como un género literario en ellos. Toda
sátira está motivada a inspirar cambio y sin duda, a veces es parcial pero
honrada y exacta en su observación. Hace preguntas desde la existencia del
ser humano hasta las instituciones de la sociedad.”
No se escapa noticia de que la sátira ideal no pretende hacer cualquier
daño o perjuicio a su objeto ridiculizado, sino que busca crear un choque
de reconocimiento y para hacer los vicios tan repulsivos y repugnantes que
ellos sean eliminados de la persona o la sociedad atacada que se va a
beneficiar del acometimiento. Sus armas mayormente son el humor, la ironía,
la alegoría y ingenio entre muchos otros y por eso, conviene proponer una
antología interesante entre la formula de sátira y la medicina ya que la
sátira hace su dura y severa crítica sutil a través del humor y ingenio
como uno se toma la miel con la medicina para engañar a su amargura. Muchos
llamados intelectuales, en particular de las clases acometidas, que son
vanidoso pensadores independientes, aducen que la sátira es principalmente
negativa y refleja las negatividades intimas del satírico de las él tacha a
la sociedad y la estiman injusta y impuesta pero no hay que perder vista
del hecho de que este grupo de la clase privilegiada desprecia o pretende
despreciar la forma de la sátira así subestimando el objetivo de la reforma
también.
El gran lexicógrafo Samuel Johnson definió la sátira como “Un trabajo en
que sean censuradas la locura y maldad” y comenta que la sátira también es
una prueba de la vivacidad y versatilidad de una lengua ya que encierra en
sí un gran don de permeabilidad y por eso, se lo ve en todas esferas de la
literatura, sea un poema, novela o cuentos. Una y otra vez, las sátiras se
hallan regidas de la frase de Murphy: “Todo lo que puede fallar, falla”. La
sátira siempre cree en mejorar la sociedad aunque la sociedad ya sea buena
relativamente pero la sátira tiene como su motivo exponer todo lo que pueda
hacer daño a la sociedad. Pero conforme a la respuesta que recibe de los
lectores, la sátira puede o no puede lograr en su motivo de provocar un
cambio. Precisar una definición exacta de ella es muy difícil ya que
consiste en un proceso tan complejo y detallado que las demarcaciones no se
mantengan tan claras y por esta razón, no se le puede establecer como un
género propio de la literatura. En este respeto comenta nuestro autor
celebrado, Parsai en una entrevista:
“En mi opinión, la sátira no es un género propio ya que no tiene una
estructura típica. Más bien es un espíritu que puede adaptar a cualquier
género, sea en un cuento, un teatro, o una novela.1”
Más adelante alude al escritor Irlandés George Bernard Shaw y sigue:
“La voz principal de las obras de Bernard Shaw es la sátira pero se
le considera un dramaturgo. La sátira puede haber desde en la poesía hasta
en la novela”2.
Sigue explicando la naturaleza de la sátira en la próxima respuesta:
“La sátira es siempre positiva, no debe considerársele negativa. El
satírico solo expone lo malo, lo irrelevante y lo que te hace mal. Lo
hace porque a él le da pena ver tanta maldad. El cree en una
humanidad y sociedad mejor y por eso va indicando todo lo que parezca
injusto. Un médico no informa a sus pacientes de las enfermedades
porque es pesimista, negativo y cínico sino que porque quiere
curarlo. 3“
En mi opinión, la sátira es una arma o recurso muy poderoso para emplear en
toda el arte y está siempre muy bien expresado cuando está en estrechamente
vinculado con cualquier género literario, desde luego con su intención y
precisión típica. Por ejemplo, en un poema o una novela, la sátira se
plasma basada en los problemas fundamentales de la existencia, la
1. P.34, Parsai, Harishankar. Entrevista. (Chuni Hui Rachnaye, Parsai- Bhag-1) New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.2 P.34, Parsai, Harishankar. Entrevista. (Chuni Hui Rachnaye, Parsai- Bhag-1) New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.3 P.34, Parsai, Harishankar. Entrevista. (Chuni Hui Rachnaye, Parsai- Bhag-1) New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
experiencia y la percepción humana que no es posible tanto en caso de un
articulo periódico completamente basada en la sátira misma. La literatura
se halla embutida de tales ejemplos si echamos la vista atrás. Se debe
tener en cuenta que cualquier autor, incluso los que han empleado la sátira
como un elemento fundamental en sus escrituras de manera extensiva, ha
podido llegar al apogeo de su literatura no solo por la sátira que ha
escrito sino que su popularidad se debe a su creatividad literaria que
consiste en los géneros de poemas, novelas, artículos o ensayos. Si echamos
la vista atrás en la literatura española, la novela más conocida española,
Don Quijote, está repleta de la sátira desde su comienzo hasta el fin pero
no se le puede categorizar una obra satírica completamente. Del mismo modo,
el poema “The Chimney Sweep” de Wiliam Blake no es una creación meramente
satírica sino es un poema que se vale de la sátira para destacar y por
consiguiente, eliminar lo repugnante y asqueroso de la sociedad inglesa a
la sazón aunque la sátira juega un papel esencial del poema sin la cual no
se puede imaginar la existencia de este poema.
En relación con esta discusión, me gustaría prestar las palabras de un
crítico literario indio, Ramesh Chandra Shah, que al analizar la tradición
satírica occidental, comenta sobre ella;
“En occidente, la sátira no es un genero especializada, más bien es
un esfuerzo que dentro del marco de un genero ya establecido y
aceptado, aprovechándose de las calidades estructurales de éste,
busca la utilidad de su ingenio y personalidad literaria en el
mejoramiento de la coyuntura socio-política y por eso, la presión
exigente de la vida de la época le conlleva al escritor emplear su
recurso más poderoso y agudo, la sátira.4 ’’
Comenta también Edison que aquella no es sátira que no solamente critica a
los vicios sino que también tiene un fuerte deseo de no solo desgarrar lo
que no es digno de existir y también inspirar una remodelación absoluta
para desarraigar lo malo de una vez y para siempre. En este respeto,
resultan preciosas y exactas las palabras de Ramesh Chandra Shah;
“La sátira no es un genero sino una técnica y una perspectiva: la
sátira que se presenta aislada de la creatividad entera de la obra,
se hace menos impactante en términos literarios. Tomemos el caso de
Chekhov, ¿se puede imaginar sus cuentos sin el inherente elemento
satírico? O ¿podemos prescindir de los elementos satíricos de los
poemas de Pope o Dryden? No, no se puede pero ninguno de ellos
escribía puras sátiras. En primer caso, se desarrolló la prosa
mientras en el segundo, la poesía. Pero no se puede ignorar el papel
creativo de la sátira en ambos pero esta sátira no es pura sátira;
está condicionada en la prosa y el poema, se ha procedido esta sátira
de las palabras pensadas en el proceso creativo de o bien el poema o
la prosa que sin duda alguna, resulta mucho más impactante y refinada
que cualquier otro texto en que la sátira predomina completamente
como un genero. 5’’
4 P.253, Shah, Ramesh Chandra, Vyangya ki Sahityik Haisiyat.(Aankhan Dekhi) New Delhi.Vaani Prakashan, 2000.5 P.254, Shah, Ramesh Chandra, Vyangya ki Sahityik Haisiyat.(Aankhan Dekhi) New Delhi.Vaani Prakashan, 2000.
Así que sería sincero y bien planteado comentar que la sátira es mas como
la tragedia o la comedia que se alberga en cualquier género de la
literatura y lo hace su propia. En adición, está mejor presentado en
conjunción con los otros géneros para ejercer su mayor impacto deseado.
Ahora bien, resulta natural hacer una diferenciación clara entre la comedia
y la sátira que se consideran, de obvio erróneamente, intercambiables a
veces y antes de empezar a hacer una análisis formal de los textos en
concreto, me gustaría, en primer lugar, aclarar la diferenciación entra la
sátira y la comedia y mientras a la labor de diferenciar, pasare a dejar
las fronteras bien claras de las otras técnicas, muchas de la sátira misma
y otras diferentes; como la ironía, el sarcasmo, la alegoría y muchos más;
para que no se surja cualquier confusión o mal entendimiento luego.
El intento correctivo es el elemento fundamental que diferencia la sátira
de la comedia ya que ésta, como un concepto, tiene su manera de pensar más
bien divertida y graciosa y no tan crítica como la sátira. Ahora bien, hay
muchas diferencias básicas y inevitables que hacen un abismo entra los dos
modos en cuestión. Es de notar que la comedia tiene como motivo reírse de
lo que esta malo en la sociedad y muchas veces, el que hace la comedia se
puede incluir a sí mismo en lo malo también pero la sátira examina las
estupideces de la sociedad desde una perspectiva intelectual y despiadada.
Mientras la comedia resalta la faz divertida de las absurdidades, la sátira
las ataca aprovechándose de su conciencia intelectual crítica y madura para
mostrarnos el espejo de la realidad. En cambio del tono y contenido ligero
de la comedia, la sátira, sin inhibiciones y con libertad, utiliza el
sarcasmo y la ironía y la exageración, entre otros recursos, para hacer
patente la miseria, tontería y pequeñeces de la sociedad y por eso, la
sátira es mucho más centrada, preparada y encaminada hacia su motivo
principal. Los principales objetos de la comedia son dignos de la simpatía
y la misericordia y por consiguiente, se puede simpatizar a los sujetos de
la comedia pero a diferencia de esto, la sátira siempre ataca a sus
víctimas con el mayor desprecio y tiene una actitud implacable hacia todo
lo que esta malo. En ella, siempre hay una distancia artística y el autor o
el lector también, siente la sensación de odiar a lo asqueroso ya que la
sátira como un medio, tiene una calidad de resistencia que no permite que
tanto el autor como los lectores desarrollen cualquier índole de compasión
a las instituciones acometidas por la sátira. La comedia tiene más bien un
enfoque que consiste en aceptar las cosas como vienen y no resistir tanto
sino reírse de las penas y dolores para evitar las depresiones y la
tristeza. La sátira, al otro lado, llevando una actitud infranqueable, no
está dispuesta de aceptar cualquier realidad deformada o imperfecta y
siempre concibe un futuro mejor con una perspectiva más realista que lo
permite despedazar los paradigmas de las instituciones tradicionales y no
pragmáticas. La comedia al hacer gracia de las patentes deformidades quiere
olvidarse de ellas por el momento pero al contrario, la sátira tanto
agudiza como repugna estas deformidades y absurdidades para provocar el
cambio.
La Ironía, una de las principales herramientas de la sátira, se dota de la
característica esencial de la incongruidad y la discordancia entre lo que
dice y hace, ente lo que significa y lo que se entiende y en este proceso,
resulta trasmitiendo exactamente lo contrario de lo esperado. Aunque tiene
un tono ligero pero su efecto se precisa hondo. El Sarcasmo, al otro lado,
consiste en un comentario burlón hacia alguien en particular. Sarcasmo es
mucho más directo y tiene motivos más negativos o mejor dicho
desmoralizantes. Consiste en un comentario que por la fachada parece bueno
que en realidad es malvado y se ocupa de hacerle de menos a su víctima. Hay
otra rama de estas técnicas que se llama la Comedia Negra que trata de
hacer gracia de cualquier cosa que, de lo contrario, no sería tan divertido
ni gracioso.
La Alegoría es una forma literaria que utiliza y extiende las metáforas en
una narrativa donde todo objeto, persona y accion son una fachada de la
narrativa misma y hallan sus sentidos propios fuera de la narrativa en el
mundo real. Con la ayuda de los protagonistas y el contexto que se arraigan
de la realidad, manipula las acciones de los protagonistas y critica lo
real que reflejan sus personajes bajo la apariencia de los personajes
imaginarios. Es una técnica muy útil e interesante de la que muchos autores
han aprovechado para satirizar sus sociedades respectivas. “Animal Farm” es
un ejemplo muy bien visto en el respecto de esta discusión ya que se le
puede considerar una obra que utiliza con maestría y redondez para
satirizar los marxistas de Rusia con la ayuda de los animales animados en
su novela. Pero al decir esto, no cabe duda en decir que la sátira, como un
marco ancho, incluye y abarca todas estas técnicas, entre muchas otras como
la burla de épica, la grotesca, la parodia, la exageración, el invectivo y
la travesía, para agudizar su impacto y hacer la gente darse cuenta de
todas las maldades y por ende provocar un cambio.
Ahora bien, al establecer la sátira bien en su marco significativo, me
gustaría, en lo que abarca la parte segunda de este capítulo, hablar de las
raíces de donde previene la sátira formalmente en la literatura y en este
proceso, seguiría las huellas de los arraigos de la sátira en las épocas
clásicas de Grecia y Roma.
Sátira: La historia y la génesis del género
La palabra sátira, proviene de la palabra greca “satura” que significa una
mezcla de cosas. Y ha habido mucha confusión que ha dado a luz muchos
estudios con el fin de poner un punto a la búsqueda de los arraigos de la
forma literaria que conocemos ahora como “La sátira”. Lo curioso que tanto
antes como en el segundo siglo antes del Cristo, un escritor, muy famoso y
celebrado, romano Quintus Ennius (239–169 a.C), escribió una de sus menos
famosas obras, La Saturae, una colección de cuatro libros de los que no se
queda mucha documentación. Por mucho tiempo, se había manifestado un punto
de vista que en esta obra, creía la origen de satura pero luego, los
críticos han aducido que el titulo de la obra procede del adjetivo latín
“Satur” y se llama así por ser una mezcla o un conjunto de poemas. Por lo
tanto, sería mejor no referírseles a ellas como sátiras ya que si bien su
titulo es Sátira pero no es su género. La sátira, en su sentido propio y
contemporáneo, no se había descubierto todavía Pero de pronto, ocurre lo
que puede considerarse lo más importante en la historia de sátira,
Lucilius. El primero y único, en muchos sentidos a quien se atribuye la
evolución y el desarrollo del genero satírico aunque hasta mucho después de
su muerte, a la sátira no se le conoció precisamente como un género
literario. Es este maestro satírico en el que basa su afirmación
Quintilian, uno de los más prolíficos teoristas retóricos de Grecia, cuando
reclama en su crítica que “satura quidem tota nostra est (La Sátira, al menos/si
nada mas, es completamente nuestro). “
Aunque Quintilian era bien consiente de las sátiras pre-lucilinas, no los
menciona o mejor dicho, no prefiere mencionarlos y comenta que la sátira
procede de una sola persona: Lucilius. Todas las historias de la sátira
brotan de este mismo nombre, Lucilius porque él ha sido la demarcación más
clara desde la que la sátira se estructura en su forma y contenido y, el
más importante, su motivo correctivo. Anteriormente, el género sí que
existía en una cierta manera y se disponía de unos elementos, como la
variedad, la comedia, las fabulas, las autobiografías etc., que han podido
sobrevivir y aportar en el nuevo marco de la sátira a lo largo de la
historia. Pero a la sazón, carecía de los elementos fundamentales que
Lucilius vínculo a la sátira como sus elementos más consistentes y
pronunciados; el abuso y el crítico social. Así que la crítica de maldades
y absurdidades de las instituciones políticas y sociales mientras sus
ataques personales a unas personas famosas y polémicas, le ganó mayor fama
e importancia al escritor y por ende, al género. En todos sus treinta
libros de sátira, del cabo a rabo, se ocupan una exageración agresiva de lo
que realmente quiere un verdadero romano de su sociedad. Su producción
literaria, en gran medida, está condicionada por la crisis de una identidad
romana que se iba perdiendo al ganar la Roma grandes éxitos imperiales y
económicos y en particular, la sustitución de Roma a Grecia y la completa
transformación de todo lo romano hacia lo greco. Otro gran critico greco
del siglo cuarto, Diomedes explica la función e importancia de Lucilius
como un punto decisivo mientras define la sátira.
“Una obra poética perteneciente a los Romanos (apud Romanos) que
ahora, de todos modos, se escribe para atacar y hacer abuso de los
vicios en la manera de la comedia vieja, como que escribió Lucilius,
entonces Horacio y Persius. Pero anteriormente, una obra poética que
comprendía un conjunto de diferentes poemas se llamaba la sátira,
como que escribieron Ennius y Pacuvius.6”
No obstante, esto no quiere despreciar la influencia intelectual que
tuvieron los filósofos grecos sobre Lucilius y sus escritos pero
indudablemente, su creación literaria era novedosa y original. Cabe
destacar aquí Lucilius ni desconocía ni odiaba a todo lo greco sino odiaba
la costumbre de los romanos a imitar y adorar todo lo que sea greco y con
este motivo, ha hecho muchas sátiras sobre los poetas épicos como el mismo
Ennius criticando su enorme inspiración y imitación greca y la vaciedad de
la originalidad en su vidas. Sin embargo, a este punto me es preciso hacer
algunas diferenciaciones para que queden claros los diferentes géneros de
la época. Las dos técnicas grecas que se parecían mucho a la sátira, eran
el “Salvaje” yámbico y “la comedia negra”. Mientras la primera se motivaba
por una venganza personal y su sátira cómica puede ser política también, la
otra facilitaba un modelo para criticar la sociedad como un todo. Ningunos
de estos dos hacia exactamente lo que hizo Lucilius en sus primeros
6 P.4, Freudenburg, Kirk (Editor) Introduction: Roman satire (Un conjunto de artículos críticos literarios). Cambridge Companions Online. Cambridge University Press, 2006
Sermones. En uno de sus fragmentos, Horacio, el satírico del que procede la
sátira Horaciana, declara: “Ni el yámbico greco ni la comedia negra
exitosamente cumplen con las necesidades del reportorio determinativo de la
sátira romana ya que se debe atribuir a Lucilius, el inventor del genero,
el vinculo del impulso satírico a la nueva serie de elementos textuales.
(Horacio, Sermones 1.10.48).
Lucilius, sobre todo, marca el territorio satírico y también introduce
muchos criterios para articular un marco apropiado y formular una índole
particular de escritura que practicaba él. Era su estilo concreto y bien
explicado pero todavía a su literatura, no se le había denominado como la
sátira y este término no se había empleado todavía. Aunque la sátira
existía tan vibrante en sus escrituras, no la habían conocido por su nombre
sino por otro término” Character Lucilianus”. Lucilius propuso algo muy
claro y detallado de cómo uno se escribe sátira y muchos, posteriormente a
Lucilius, escritores cuando en su territorio, se enfrentan el desafío de
escribir en la manera que hizo él dentro del marco que dibujó con una
precisión sin precedente y muchos intentan hacerlo pero nadie escribe como
él y nadie puede. Sin embargo, en lo que viene adelante destacan los
autores, los sucesores de Lucilius, que no solo escribieron por el motivo
correctivo y afán de la reforma, sino que también evolucionaron la forma y
el estilo en que escribía su predecesor que llevaron la sátira, la
invención de Lucilius, a tal cumbre que ahora se cuenta como uno de los
géneros más importantes de la literatura.
Hasta este punto, si la sátira como un término hubiera sido empleada, el
impacto de Lucilius era tal que Lucilius y la Sátira habrían sido
sinónimos. Este punto se basa en el hecho de que muchos autores procedentes
como Crispinus and Fannius quisieron imitar su forma y sentido y de ahí que
se presencia el acento de otra figura institucional de la sátira: Horacio.
El se inspira completamente de Lucilius y dice que tiene la intencionalidad
de escribir exactamente lo que escribió Lucilius pero de una manera muy
diferente. El teorista más conocido y respetado de Grecia, Cícero, sostiene
el punto de vista que toda la obra de Lucilius no es sino un trabajo
individual pero era tan enorme y colectivo que pudo demarcar las fronteras,
a grandes términos, de todo un genero, sin embargo no sería muy aventurado
decir que Horacio era el que preciso las huellas de este género y lo alejó
de un individual; es decir Lucilius, aun así manteniendo en ella su esencia
reformadora. Horacio no llama sátiras ni sermones a su libro sino
“Conversaciones” un titulo que sugiera que no es una crítica sino es un
intento de mantener entre el mismo y sus lectores un discurso continuo y
actual en relación con todo lo que les pasa en la sociedad. Sin embargo,
él, aun en su actitud y enfoque sutil, modesto y sencillo, no deja de
insinuar y exponer los disparates, tonterías y profanidades de la sociedad
en general y de sus instituciones en particular. Su tono no es directo sino
diplomático, su ataque no es como la espada beligerante de su maestro
Lucilius, sino es más táctico y por eso, no deja una herida instantánea
sino profunda y duradera. El escribió poemas sobre la vida en las ciudades,
en particular de sus personajes y sus instituciones. El, ya que provenía
como Lucilius de sur de Italia, propicia una vista forastera hacia todo lo
que ve en las grandes y más famosas ciudades de la Roma y que no le gustó
en absoluto. Empieza a quejarse y criticar y sobre todo, nos hace gracia de
nuestros errores. Pero ya no sigue el modelo de su maestro dorado sino que
traza su mismo camino de sátira donde sus mejores técnicas son su ingenio,
su observación, su sabiduría y su precisión poética que provocan en sus
lectores una risa inocente pero un hondo reflexionar también. Horacio se
proyecta una perspectiva mucho mas diferente en sus “Conversaciones” y
habla en un tono más sutil, cautelo y nos cuenta que tiene un buen motivo
para hacer la crítica y que solo pretender presentar la realidad tal como
es ante sus lectores, que por estar ocupados en sus vidas individuales, no
pueden ver su sociedad como un todo y así no han podido detectar ni mejorar
sus debilidades. Sin embargo, muchos críticos atribuyen la cortesía y
sutilidad de los poemas de Horacio a la vida personal y su origen modesto,
a diferencia de Lucilius que desde siempre era uno de los hombres más
prominentes e influyentes en su época, pero este tema ni nos sirve ni
preocupa en este estudio.
En su día, Horacio emprende hacer un viaje en contra de los imitadores de
Lucilius que reclamaban preservar las características fundamentales; la
critica dura y severa, empleo de su ingenio grosero, usar sus versos como
una espada casi inhumana hacia todo lo malo, el uso frecuente de las
coloquiales grecas: y oponían al modelo de Horacio. Horacio al otro lado,
crea aproximar a las obras lucilinas con una mente abierta y intelectual,
decidió apropiar el “Character Lucilianus” en el contexto socio-político actual.
En el libro uno, se observan, muy aparentes y concretas, las empresas
incesantes de Horacio, sea en contra de los otros escritores
contemporáneos, para generalizar la índole de literatura que, aunque
procedía de Lucilius, ya no consistirá en los rasgos y atributos que
solamente representaron los defectos y las limitaciones de su época; en
breve, crear del “Character Lucilianus” una sátira romana que desde luego,
mas tarde se haría una sátira universal y culminaría en la índole de Sátira
llamada “ La Sátira de Horacio”. Ahora bien, en los principios de la época
de Horacio, todavía no había una designación comprehensiva, propia y breve,
del genero y la nomenclatura todavía era vaga. Entonces, es una conjetura
solo que de un titulo lucilina, libri per saturam, una nomenclatura del genero
se propuso y la forma sustantiva “Satura” vio la luz. A seguirlo, en su
segundo libro, Horacio emplea esta palabra “la satura” y tenemos una
nomenclatura denominada y se ve un cierto progreso hacia definirlo como un
género literario. En adición, sus leyes y conceptos se concentran y
codifican. En este punto, aparenta que el género satírico ya se ha
evolucionado y va a basar en la amalgamación del origen lucilina y el
desarrollo horaciano. Pero la sátira, tal y como es un espíritu, no se
queda entre las frontera predichas y de nuevo, al cabo de mucho tiempo,
surge Juvenal, un espíritu disturbado, que, aunque inspirado en Lucilius y
critico de Horacio, hace la sátira su propia y crea un nuevo modelo.
Juvenal es el satírico de los mejores y de los mejores de los mejores. El,
con el básico marco proporcionado por Lucilius y Horacio, emprende a hacer
una sátira completamente distinta, una sátira más grande, densa, grosera,
astuta, enfadada, sofisticada y, en su franqueza a la escala de diez,
cuenta con más notas que todos los satíricos juntos antes de él. Junto con
este grandote, el comentario social amargo-dulce de Horacio, la sátira de
Persius, si no menos, parece muy leve. El rechaza completamente las
nociones de compresión, refinamiento y delgadez y reclama tomar la vía
lucilina para escribir sus poemas satíricos y tomarla de manera aun más
intensa y gruesa. Escribe el primer verso de su poema, “Hoy en día, todos
los vicios han llegado a la cima” para no solo advertir que es un
observador minucioso de la sociedad sino está aquí para ridiculizar y más
bien, atacar a todo lo malo que le parezca. Mientras Horacio sustituye la
furia lucilina por su estilo racional y tranquilo, Juvenal no solo la
retoma sino empieza a intensificarla tanto que resulta en rabia
Juvenaliana. El pronuncia su llegada y dice: “esta es guerra y no hay
ninguna evasión ni para sus víctimas ni sus lectores.” Es ahora importante
ver la perspectiva de Juvenal para quien la Roma es un mundo en sí que se
ha saturado tanto con la gente, las influencias, los vicios del que ha
devorado el mundo y ha llegado a ser el micro-representante del mundo en su
sentido peyorativo. El satírico en Juvenal procura exponer, involucrar,
actuar y abusar este exceso. Nunca está contento y siempre hace su crítica
aguda y dura de una manera tan contundente y desafilada que a veces, da el
sentido de la melancolía y el pesimismo del autor. Por eso, se destaca el
satírico como enojado, caustico y lleno de resentimientos en esta sátira y
de ahí que empieza la nueva categoría de la sátira, tanto diferente de la
de Horacio como basado en la de Lucilius: “La Sátira Juvenaliana”. Aunque la
sátira Juvenaliana es muy directa y tiene como victimas a sus lectores
mismos pero el lector nunca está harto de ella porque su extraordinaria
sencillez y la originalidad de sus sátiras siempre dejan queriendo para más
a sus lectores.
Si hablamos otra vez del concepto etimológico de la sátira, comprendemos
que la sátira significa una mezcla y si lo suponemos como un espíritu,
entonces diferentes satíricos tendrán diferentes ingredientes para hacer la
mezcla (la sátira). Así que es muy difícil acertar las inspiraciones y los
modelos en que basan los satíricos sus sátiras ya que todos pueden tener
distintos modelos y mentores. Si vemos los primeros satíricos, Horacio,
Persius, Juvenal, todos están muy diferentes del uno y otro y cuentan con
diferentes modelos de intelectualidad para proponer su punto de vista en su
producción literaria pero una personalidad que goza de la misma importancia
o mejor la mayor importancia en todos estos satíricos, tanto en Horacio
como en Juvenal, es Lucilius. Aludirlo no es una mera coincidencia en todos
estos autores sino es un acto que constituye y entonces define el género
mismo del que estos son partes. Así que no sería bastante aventura decir
que Lucilius es la tierra firme del que originó “La Sátira Directa” y de
ello proceden dos ramas de esta que se llaman “La Sátira Horaciana y La
Sátira Juvenaliana” que proceden de dos maestros, Horacio y Juvenal
respetivamente, sucesores y admiradores del mismo Lucilius.
La Sátira indirecta consiste mayormente en la Sátira Menipea que se modela
sobre una forma Greca compuesta y desarrollada por el filósofo Cínico:
Menipea. Sin embargo, también hay críticos que sostienen el punto de vista
que esta sátira se ve arraigada en la tradición Romana por el autor Romano:
Varro, llamándolo “La Sátira Varroniana.”. Esta consta de la rama de la
Sátira Indirecta que se caracteriza por una forma miscelánea sostenida por
una narrativa no tan intensa y más bien ligera. Esta sátira se expresa en
prosa y su elemento fundamental es una serie de las dialogas y debates
extendidos donde, normalmente contextualizada en una fiesta o una reunión,
un grupo de gente parladora, excéntrica, literaria y representantes de
diferentes profesiones o las perspectivas filosóficas que se ocupan en
burlarse de las actitudes y perspectivas de la gente alrededor a base de
dar sus razones tontas para justificarlas. Muchos críticos consideran a
“Alice in Wonderland”, como a muchos otros libros, una Sátira Menipea pero
hoy en día, no se emplea mucho esta sátira en la literatura y así que, no
sirve de mucha importancia en la función de este trabajo, así que, al
definirlo abajo, me gustaría a pasar al siguiente capítulo del estudio.
La coyuntura socio-histórica y las trayectorias artísticas: Larra y Parsai
Al comentar lo susodicho, ahora nos toca hablar de los autores que nos
interesan en este estudio, los dos maestros literarios, Larra y Parsai;
ellos, vemos en muchos sentidos, son muy diferentes pero parecidos en sus
dones de observación y sus inquietudes de ver la miseria y los vicios de la
sociedad que les conlleva a comentar y satirizar todo lo criticable y
censurable con el fin de no solo provocar una sensación de preocupación y
desprecio sino provocar esta sensación de tal modo que el lector cualquiera
procure deshacerse de los males de la sociedad y reformar todo lo que no
esté a las alturas. Pero antes de adentrarse en sus artículos para analizar
el uso de la sátira y sus impactos, sería muy interesante saber más de los
escritores en cuestión para entender mejor sus obras y porque, como se
sabe, la sátira se nutre de la misma sociedad humana en que vive el
satírico, en continuación en esta sección, con la ayuda de las biografías
de los autores del estudio, atisbaremos lo que pasa alrededor en sus
sociedades respectivas y inmediatas mientras echaremos también un vistazo
en sus vidas y nos ocuparemos de las cuestiones de por qué y cómo, estos
autores se recurrieron a la forma de sátira para poner su punto al público
y en este proceso, llegaron a ser muy conocidos entre el pueblo vulgar.
Mariano José de Larra, un supuesto escritor romántico, nunca vivió con mucha
tranquilidad ya que había nacido en los tiempos de caos y turbulencia
nacionales. Durante su niñez, por ser un afrancesado su padre, tuvieron que
trasladar a Francia ya que los afrancesados no fueron vistos con ninguna
estima después de que pudieron vencer los nacionalistas a los militares
franceses. Su familia empezó a vivir en Francia pero no por mucho tiempo ya
que regresó a España al cabo de 5 años en el año 1817 su familia. El
siempre había sido un hombre sensitivo y perspicaz en los sentidos
verdaderos de las palabras y su vida, de vuelta en España, siguió
sucediéndole difícil y cuando se ingresó en la universidad de Valladolid
para continuar sus estudios, se rumorea que se enamoró con una mujer, mucho
mayor que el mismo, que resultó ser la amante de su padre también. Este
hecho le dejó un choque muy devastador y no pudo continuar sus estudios
pero sí que consiguió aprobar en los exámenes. En 1829, contrajo su
matrimonio con Josefa Wetoret Velasco y tuvo tres hijos con ella. No
obstante, su matrimonio era desgraciado y nunca pudo complacerse con su
familia y tuvo muchas aventuras amorosas en su vida. Una de estas aventuras
con Dolores Armijo, casada con un hijo del conocido abogado Manuel María de
Cambronero, era una relación tormentosa que le llevó, por fin, al quitarse
la vida cuando solo tenía 27 anos.
Harishankar Parsai, al otro lado, vivió una vida personal más o
menos organizada y normal aunque nació en 1922 cuando India aun no había
ganado la independencia y vivió una gran parte de su vida bajo el reino
británico donde, no hay duda, tuvo que afrentar muchas veces los problemas
muy desmoralizadores pero siempre mantuvo el equilibrio al nivel personal.
A una edad muy corta, perdió a su madre en una epidémica por la carencia de
los servicios adecuados de salud y transporte y por lo mismo, su padre no
pudo recuperarse de la muerte de su esposa y perdió la sanidad. Así que,
Parsai, en una edad muy corta, había de explorar al mundo para dar a su
familia el sustento. El, al realizar su cualificación académica de
Licenciatura en Hindi, se sumó a un colegio en el puesto del profesor y
luego, se trasladó a Jabalpur, una ciudad en Madhya Pradesh donde no solo
vivió toda su vida sino también tuvo el valor de dejar su trabajo y
dedicarse completamente a escribir y luego, convertirse en uno de los
iconos de la literatura India. Se murió, con una vida larga de 72 anos, en
el año 1994 cuando ya había venido a ocupar una estatura institucional en
la literatura contemporánea de la India.
Ahora bien, al echar una ojeada a las vidas de Larra y Parsai, es natural
trazar algunos semejantes entre estos dos autores mientras tampoco se
escapa noticia de que Larra y Parsai hayan vivido vidas muy diferentes pero
sus artículos y su capacidad de escritura nos facilitan bastantes
similitudes para analizar sus trabajos contrastando sus valores críticos y
reformatorios en sus sociedades respectivas. En este sentido, es de saber
que los dos autores, tanto Larra como Parsai, han escrito un montón de
artículos en los diferentes periódicos y una gran parte de los artículos,
por no ser los artículos o ensayos puramente literarios sino periodísticos,
no se ha podido documentar y así que no nos disponemos de toda la
literatura que procedió de las plumas de estos autores celebrados pero aun
así, no sería demasiado exagerado decir que ellos han sido tan prolíficos
que, gozamos de una gran cantidad de sus artículos que nos son bastantes
para deducir su punto de vista y perspectiva hacia la sociedad y las
instituciones en que basa ella. Ambos escritores han escrito profusamente
los artículos periodísticos a los cuales uno puede categorizar en tres
clasificaciones basadas en su análisis temático: Los artículos políticos,
literarios y costumbristas. Tanto Larra como Parsai se contaban uno de los
más importantes escritores políticos y por eso, es preciso saber sus
inclinaciones políticas en las coyunturas socio-políticas para que se haga
patente su actitud hacia el sistema y la sociedad para entender bien no
solo sus artículos políticos sino todas sus literaturas. Harishankar
Parsai, en sus veintes, estaba involucrado activamente con los socialistas
democráticos, bajo el liderazgo de Jaiprakash Narayan, de “El Partido
Congreso Nacional”. Al lograr la independencia, fueron arrollados
completamente en las primeras elecciones generales y entonces, se partieron
y separaron. Entonces, Parsai se inclinó hacia el partido comunista donde
conoció la ideología y literatura marxista que le impactó tanto que no
vaciló en inculcarla en su vida rotundamente. Por consiguiente, conoció a
Muktibodh, otra gran figura literaria en la escena literaria India, a quien
tuvo por un mentor y un amigo, y quien le guio con la perspectiva marxista
y hizo que Parsai se concibiera el marxismo como la filosofía ideal para la
vida y que también articulara y aclarara su postura política fundada en el
marxismo al que perseguía y empleaba durante toda su vida valiéndose de su
prolífica y continua producción literaria. Sin embargo, cabe destacar que
aun siendo un profundo y verdadero marxista, Parsai dejó el partido
comunista y se dedicó completamente en su producción literaria y
periodística. Larra, al otro lado, en su día también procuró involucrar en
la política activa de España pero su camino no fue fácil. El primero estaba
con los liberales que después de las elecciones, no pudieron cumplir con
las expectativas y promesas, se sumó al partido liberal y decidió
presentarse a las elecciones para el puesto de Diputado de Ávila con los
moderados. Fue elegido pero sucedió que las elecciones fueron anuladas por
el motín de la granja y cuando se celebra la elección de nuevo, él no fue
seleccionado. Después de este episodio, deja la política y se dedica
completamente a su producción literaria exactamente como Parsai y ya que en
esta época de romanticismo, el teatro era uno de los actos muy prestigiosos
y muchos críticos escribían y hablan de este arte, Larra también empezó a
traducir las obras literarias francesas y también escribir criticas
teatrales que le concedió independencia financiera para escribir luego lo
que desea. Mientras Parsai era un declarado marxista, Larra nunca hizo
patente su guía ideológica sino que él estaba más vinculado con Carlismo de
España, donde Carlos hacia la revolución para poder heredar el puesto que
vaciaba Fernando VII.
En relación con el estilo de escritura, hay una similitud muy interesante
en estos escritores que al parecer, es distinto pero que trabaja por el
mismo motivo, el de la precisión y producción literaria de observación. El
uso retorico del narrador es lo que aparenta ser tan interesante como agudo
en los artículos de los dos satíricos. Larra es muy particular en relación
con su pseudónimos y nunca presenta el narrador como el mismo o como un
“yo” sino escoge un pseudónimo, que es el protagonista principal del
articulo ante el que se plasman todos los eventos y así nos explica y
satiriza las verdades sociales y institucionales victimizadas en el
artículo. Fígaro, El Pobrecito Hablador, El Duende son algunos seudónimos
más conocidos de Larra. El uso del seudónimo está bien visto en uno de los
artículos de Ana Romeo y Loudres Domenech (Materiales de lengua y
literatura) y me gustaría prestar sus palabras para elaborar mejor el punto
retorico en el uso del pseudónimo en Larra:
“El uso de seudónimos era un recurso repetido por Larra y sus
coetáneos y no un medio de ocultamiento porque todo el mundo sabía
quién estaba detrás. La creación de un filtro mediador entre el autor
y el lector se consideraba algo necesario en ese género que es el
ensayo y el artículo costumbrista. El autor se disimula tras una
máscara o personaje al que caricaturiza tópicamente y este recurso le
sirve para mantener una actitud del dialogo consigo mismo, con el
publico o ente varios de sus personajes. Todos están marcados por el
tono satírico, pero no necesariamente cada seudónimo ha de
corresponderse con un objetivo determinado o con la creación de una
personalidad.7”
En los artículos más famosos como “Vuelva usted mañana” o “ El castellano
Viejo”, destaca el uso de este seudónimo que concede al artículo todo un
ritmo satírico de no solo su país sino a un nivel fundamental que
trasciende las fronteras geográficas y que resulta igualmente útil para
cualquier país o sociedad. Por otra parte, en Parsai se presenta el “yo” en
todos sus artículos y es el destino y deber de su “yo” explorar y exponer
las reflexiones y juicios sobre las realidades problemáticas, culturales,
7 P.4, Romeo, Ana y Domenech, Loudres. Materiales de Lengua y Literatura
políticas o sociales. Aquí me gustaría citar a Shrilal Shukla, otro
satírico muy celebrado y contemporáneo de la época de Parsai, para elaborar
mejor la herramienta retorica de Parsai:
“En la escritura de Parsai, el “yo” es un tipo muy interesante. El
tropieza con todos- El tío, el adinerado, el oficial, el socialista
democrático, el amante, el honrado y el deshonrado. Habla francamente
con todos y en este proceso, va dibujando las raras filosofías
vitales, que son grandes ejemplares de la lógica pervertida, de los
coloridos protagonistas del Parsai. A veces, el se queda callado y
deja que los otros protagonistas se expliquen y otras veces, explica
todas las absurdidades de la sociedad, o bien se hace del gracioso o
oráculo o un cualquiera de la muchedumbre. De todos modos, el de
cualquier situación, saca algo a la luz que al lector, le sacuda los
pensamientos conservativos y tradicionales y le obligue a
reflexionarse.8’’
Parsai también ha utilizado el método de la sátira indirecta y ha
presentado una historia fantástica para en ella tejerse sus hilos de sátira
sobre las instituciones sociales. Inspector Matadeen Chand pe, es uno de los
artículos más famosos y conocidos que es una narrativa ficcional pero de
verdad, no es ficción sino la realidad que está ocultada tras una fachada
trasparente y se puede ver cualquiera la realidad asquerosa y miserable de
estas instituciones a través de sus personajes y protagonistas.
8 P.254, Shukla, Shrilal, Bahurangi Sthitiyo se Nipatata “Main”.(Aankhan Dekhi). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
Los artículos de Larra y Parsai: Un Análisis Comparativo
Como he ido aludiendo antes, los dos escritores, concretamente, Larra y
Parsai, han escrito de manera profusa y hay una gran variedad de sus
lecturas donde se goza de una perfección y apropiación satírica para su
tiempo pero conforme al propósito de este estudio, me he confinado en
analizar sus artículos de costumbre ya que los demás (tan buenos como los
costumbristas) sean literarios o políticos necesitan un análisis bastante
riguroso y informativo de la coyuntura literaria o política de sus países
respetivos que resulta ser, aunque interesante y absorbente, un poco tardío
y arduo y no conviene caber cabalmente en el marco del estudio propuesto
aquí. A diferencia de los artículos literarios y políticos, los artículos
costumbristas, las premisas principales del trabajo que nos interesa aquí,
se ocupan de criticar las instituciones sociales y las generales
características sociales que la llevan a empeorar moralmente y por lo
tanto, ya que se trata de la costumbre humana, se puede identificar con
sencillez cualquier lector que no tenga mucho conocimiento de estas
sociedades. Así que me gustaría, en lo que consiste adelante, arrojar luz
sobre las sociedades y sus instituciones a través de los artículos
costumbristas de los autores en cuestión. Primero, voy a abarcar los temas,
ya que hay muchos temas que son problemáticos tanto en España como en la
India, que han escogido los dos autores en sus criticas y en este sentido,
los dos cuentos que pretendo analizar son “La vida de Madrid” y “Mana ki
rahenge Dilli”9.9 Es un título hindi que se puede traducir como “ Sí que estaré en Delhi”
“La vida de Madrid” y “Mana ki rahenge Dilli”
“La vida de Madrid” me parece uno de los mejores artículos de Larra y él tal y
como es su estilo de escritura, empieza con un análisis holística y general
de las primeras dos palabras del título de artículo, La Vida. Se presenta
como uno que reflexiona sobre el estado actual del mundo, habla en el
primer párrafo de la vaciedad de la vida al decir “cuando veo nacer a todos
para morir, y morir sólo por haber nacido” y hace las preguntas
fundamentales de vivir y morir, una pregunta o un tema general para todo
ser humano, lo usa como un laberinto, así lo es de verdad, para atribuir a
su artículo el sentido superficial y la vaciedad de la vida. En la próxima
frase, hace patente los enfoques gruñones de la gente que siempre piensa
que su vecino es mejor que él y se queja de su suerte cuando, para el
escritor, todo ser humano está condenado a vivir una vida llena de
contradicciones, de llanto, de enfermedades, de errores, de culpas y de
arrepentimientos y por tachar la vida de un despilfarro y un sinsentido,
expresa su asombro sobre la creación del Todo Poderoso: El Dios y insiste
en que deba haber un Dios porque nadie sino un Todo Poderoso puede hacernos
querer y tener apego tan fuerte a una cosa tan inútil y engañadora: la
vida. Sin embargo, agradece a Ser Supremo por el hecho de que a la vida
Dios la hecho corta y de que lleguen todos a su fin. En mi punto de vista,
eso es lo que importa mucho que la sátira no solo sirva de las causas y
cambios sociales sino también para toda humanidad y para el mundo como un
todo. Larra en los dos primero párrafos se muestra capaz de tener una
visión comprehensiva de no solo de su sociedad y sino que es hábil de posar
preguntas fundamentales, por serlo, esenciales de la vida y muerte. Si
vemos la frase siguiente del artículo, salta a la vista:
“La civilización le hará variar al hombre de ocupaciones y de palabras; de
suerte, es imposible”10.
Como he aludido antes, estas preguntas no están confinadas en cualquier
frontera y por lo tanto, sirven para cualquiera que lo pueda leer y
entender. Al empezar el artículo de manera general, retoma su motivo de
presentar la vida de Madrid, La capital de España, y por el dicho motivo,
nos introduce una persona, que es de Madrid, a quien describe “En una
palabra, es rico sin ser enteramente tonto” con quien pasa sus días en
Madrid por no tener cualquier otro remedio. Resulta curiosa la manera en
que ridiculiza el narrador, al contestar la pregunta del madrileño, a sí
mismo y los otros escritores periodísticos contemporáneos los que no tienen
sus creencias y motivos bien arraigados y por eso no solo se confunden sino
confunde a sus lectores también. Aquí salta a la vista el afán de criticar
no solo la sociedad de una perspectiva aislada sino hacer gracia de si
mismo también pensándose en una parte integral de la misma sociedad y
humanidad que critica. Esta virtud de reírse y conversarse a sí mismo es la
clave para reírse de la sociedad y modificarla, una práctica que Larra
lleva hasta su tumba. Aquí de nuevo nos interesa ver como el narrador, en
el estilo característico de Larra, deja paso para que el otro protagonista
tomo cargo del articulo y de ahí que empiecen sus comentarios que son, a la
vez, divertidos, por su forma, y irritantes, por su contenido.
10 P1. Larra, Mariano José. La Revista Española, Periódico Dedicado a la Reina Ntra. Sra., n.º 472, 7 de febrero de 1835, Madrid
Larra utiliza con todo su habilidad la técnica retorica de la ironía, tanto
verbal como situacional. La ironía situacional destaca en lo que explica
que es su vida. Toda su vida es un conjunto de nada en que no hace nada
sino ir a un lugar para hablar con unos amigos y entonces ir al otro para
charlar, ya que y como que no hay nada más que hacer, con los otros. Un
joven que tiene bastante parar vivir feliz sin tener que trabajar, pasa su
vida en Madrid haciendo nada, exactamente nada. Su inutilidad y la
continuidad de sus actividades improductivas no es sino una señal luciente
de la vaciedad y la superficialidad de la vida madrileña ya que este tipo
no es un tipo cualquiera sino es un representante de cómo es Madrid y como
se vive ahí. Todas estas pistas nos producen una sensación de saturación y
estancamiento que los conlleva a los madrileños no solo vivir sino sufrir
una vida vacía y lo peor de todo es que él, como los demás, no tiene
ninguna zorra idea de la que se manifiestan en la manera que presenta su
vida el madrileño y lo que realmente es su vida. Para el madrileño,
levantar a las diez casi es madrugo y todos los periódicos le parecen
mismos y basura mostrando la poca interés lectoral de los madrileños de
aquella época. El acto de no hacer nada le viene como natural pero esto de
ningún modo quiere decir que sea un perezoso ya que el madrileño va de modo
regular a los teatros, a tomar unas copas y a fumar con los amigos y en las
fiestas o sociedades y todo lo demás cotidiano pero su vida esta devorada
por estos quehaceres segundarios, al menos piensa así el narrador, cuando
las cosas primarias, pueden ser leer, estudiar, pensar, escribir, o
cualquier oficio pero algo en concreto, han sido nublados por estas cosas
segundarias. La vida de Madrid, observando mediante este madrileño, es
indolente e indiferente de todo lo que pasa en el mundo. Este joven, como
los demás, esta todo involucrado en sus actividades livianas cotidianas
como hablar la misma cosa en todas sus fiestas y en adición, casi al fin
del artículo, describe sus actividades improductivas que cito en seguida:
“Nada; entro en la sala; paso al gabinete; vuelvo a la sala; entro al
ecarté; vuelvo a entrar en la sala; vuelvo a salir al gabinete; vuelvo a
entrar en el ecarté...11”
Tal en estas frases como en todo su comentario destaca la ironía
verbal donde el hablante está lleno de confianza y no siente ninguna falta
de sentido de lo que está diciendo y que no está consciente de que su
comentario, tal como su vida, está lleno de estupideces, porquerías e
inutilidades. Para concluir, el narrador hace un comentario astuto
dirigido hacia sus críticos y censores que no permitían estrenas muchos de
sus artículos y aclara su intención que no es burlar de nadie sino
presentar la vida madrileña con todos sus colores pero al fin, reconoce que
hay censores y críticos que no necesiten motivos para asaltar a sus
artículos y que el queda a la disposición de ellos.
“Mana ki rahenge Dilli” es un artículo que se ha escrito con un enfoque
totalmente distinto que el anterior que hemos estudiado pero el propósito
sigue siéndolo mismo, es decir, arrastrar los vicios y maldades de ser
humano y desecharlos. Cuando Parsai escribe este articulo, India ya es un
país independiente y democrático, así que, los problemas se han cambiado de
fachada y se presentan en diferentes apariencias. Como un observador agudo
Parsai, los ha hecho destacar en el contexto de la ciudad capital de La
11 P3. Larra, Mariano Jose. La Revista Española, Periódico Dedicado a la Reina Ntra. Sra., n.º 472, 7 de febrero de 1835, Madrid
India, Dilli o Nueva Delhi, como se lo conoce ahora. El, ya que no
pertenece a Nueva Delhi, lo observa desde una perspectiva extranjera y
critica todo lo criticable. Este artículo es un conjunto de ramas de
críticas que, si bien enfocadas en criticar a la ciudad de Nueva Delhi,
tiene una varia gama de temas y instituciones como sus víctimas de la
sátira. Esta habilidad característica se halla en los artículos de Parsai
que él tiene una perspectiva comprehensiva de la vida y cualquier de su
artículo no esté concentrado en un tema sino que critica, satiriza y hace
gracia de muchos temas simultáneamente así criticando al mundo y sus
prácticas como un todo. De mismo modo, si se estudia con detenimiento,
pueden hallarse demasiadas pistas en este cuento sobre muchos otros temas,
como la política, la religión, la economía, el gobierno que se ven
criticados en este artículo celebrado del mejor satírico indio.
A diferencia de la obra de Larra, Parsai en este artículo no se mete en las
dinámicas filosóficas de la vida sino que está más preocupado en cumplir
con las necesidades elementales como la comida, el hogar en Delhi donde el
esta nuevo. Usa su característico “Yo” para rascar el polvo debajo de la
alfombra cuando el, mediante el intento de cumplir con sus necesidades de
comer, vivir y circular, atraviesa con diferentes tipos de personas y
observan, con una naturaleza propia de Parsai, las absurdidades y las
locuras de la capital de la India donde vienen muchas personas desde
lugares lejanos y remotos para vivir y concebir un futuro mejor. Según
Parsai para sustentarse en Delhi, Diplomacia, La táctica y la política son
virtudes insoslayables puesto que él lo ve y lo salta a la vista en todos
los lugares. Está hecha la máscara de las pretensiones y la mojigatería que
todo el mundo lleva. Lo ve y lo expone cuando su amigo, que vive en Delhi,
le da los nombres de los hoteles grandes y lujosos de Delhi, como Gellard,
La-Vohem pero él cuando viene, primero come en ellos y luego, por la
carencia de dinero, no tiene más remedio que la comida callejera que su
amigo también come y no dice nada. El ataca a las personas que comen en un
hotel caro y entonces, toman sus frescas en “Expresso Bar” y entonces sale
a casa en motor. Siendo Parsai un marxista hasta la medula, abiertamente
expone las obligaciones del sistema capitalista donde uno puede comer en un
hotel aire condicionado mientras al otro, no le llega ni un bocado. Aquí
hay un párrafo del artículo que casi es idéntico del de Larra en su sentido
de vaguedad y vaciedad de la vida metropolitana:
“He visto a muchos jóvenes que van de un hotel al otro, beben a
sordos su café en restaurante todo el día y entonces se muevan al
otro. Buscan a los hoteles que sirven toda la noche y les da miedo ir
a la casa.12”
Justo después de esto, también con un comentario humoroso, nos alarma que
la vida está por las nubes en Delhi y con esta frase, alude a los altos
precios de los vegetales en Delhi. Le resulta muy caro vivir, comer y
circular en Delhi mucho menos otras cosas que destacan la miseria y penuria
de un hombre cualquier de Delhi. Podemos ver el uso agudo de la técnica de
absurdidad satírica, sigue así su comentario:
12 P.359, Parsai Harishankar. Mana ki rahenge Dilli.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
“Estábamos de acuerdo que en esta temporada, no se puede encontrar
buena Bhindi13 y la patata hace mal.14”
En otra ocasión, cuando su amigo que vive en Delhi le subestima al narrador
al tachar de “provincial” a su sitio, el narrador le pregunta si también
considera provincial a Chirgaon y su amigo no pudo decir ni una palabra.
Cabe destacar aquí Chirgaon es el sitio de donde proviene el poeta nacional
“Maithili Sharan Gupta” de la India y por eso, su amigo de Delhi se quedó
callado. Es un comentario directo a la mojigatería de la gente de Delhi que
impone su superioridad, en respetos múltiples, a los residentes de otras
ciudades indias. Este “Yo” ve la fanfarronería de las mujeres y la vanidad
de los hombres en una conversación cuando todos terminan y empiezan sus
frases con ¿De Verdad? ¡Qué bien! Parsai lo expone exagerado y franco:
“Delhi es la capital. Un lugar repleto de la política, la
diplomacia“.15
Esta destreza de adentrar en la realidad esencial de cualquier
situación lo diferencia de cualquier autor o satírico de India o fuera. En
todo el artículo, no deja de emplear su pluma como la tierra en que se
brotan las semillas del cambio y la reforma. Todo su artículo, es decir,
cada párrafo, cada línea se embute del tono satírico y su impacto es tal
que deje un impacto conmovedor. El exagera los vicios y los presenta tan
repugnantes que resulta asfixiante para que el lector se levante del sueño
y vea la realidad asquerosa. En este articulo, el narrador ve en un poeta
13 Un vegetal que se come en India, aquí simboliza lo caro que esta la vida.14 P.360, Parsai Harishankar. Mana ki rahenge Dilli.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.15 P.361, Parsai Harishankar. Mana ki rahenge Dilli.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
de Delhi las pretensiones falsas, observa la honradez de los taxistas
cuando ellos hacen rodeos para ganar más a los nuevos en Delhi, destroza la
mojigatería de los dueños de casa quienes le preguntaban si estaba casado y
si no, no le daban la residencia. En este respeto, me gustaría hacer
hincapié en la versatilidad de su escritura ya que en este episodio de los
dueños de casa, el hace una sátira severa a los casados que parecían estar
preferidos por los dueños, dice que uno no ha de confiar en los casados ya
que ellos, al casarse una vez, no han dado la prueba de su poca resistencia
y que no hay garantía que no lo hagan de nuevo. El también hace gracia de
los dueños de casa quienes no quieren que sus hijos se casen con los
arrendatarios. En continuación, el ridiculiza el sistema del transporte de
Delhi y destaca su miserable condición del trafico mientras delineando la
aspereza y la grosería de los Jaths16 que pueden en cualquier momento de
atasco, empezar a soltarte palabrotas. A la vez, el aprovecha la
oportunidad para aludir al tráfico de Mumbai también y lo critica de un
modo gracioso.
Al fin del artículo, el no más critica a su ciudad propia, Jabalpur, y dice
que su ciudad es muy buena y también se ha hecho famosa después de los
disturbios que hubo en 1962 y en estos días, por el dicho motivo, en los
documentos políticos, siempre hay una alusión a Jabalpur. Para concluir, el
narrador da el ejemplo de Muktibodh, cuando sus amigos, mojigatos y
verdaderos tontos de Delhi, le dicen que no es posible regresar al pueblo
después de vivir en Delhi. A lo largo del artículo, vemos a Parsai utilizar
y perfeccionar tanto la ironía, el sarcasmo y la burla para hacer patente
16 Una comunidad que procede del estado de Haryana de India cuya lengua, se estima que es muy grosera y descortés.
la realidad dominante de la Nueva Delhi, tanto para sus residentes como
para los que viven en otras ciudades Indias. Los dos escritores se
presentan como un extranjero a las ciudades y lo ven desde una perspectiva
que pertenece a las ciudades atacadas. Los enfoques de los dos autores son
muy diferentes pero apropiados según sus épocas pero el objeto es
cabalmente lo mismo.
“La Policía” y “Inspector Matadeen Chand Pe”17
En lo que sigue adelante, me gustaría pasar a ver de cerca los otros
artículos que pretendo analizar en este estudio, es decir; “La Policía” de
Larra y “Inspector Matadeen Chand pe” de Parsai. Como parece, estos artículos
tienen como su fondo una institución social que se conoce como más corrupta
y polémica. El motivo por el que he escogido a estos artículos es la
diferencia en las perspectivas y los enfoques de los autores ya que
mientras Larra lo trata de manera conceptual y a diferencia de su técnica
característica de lanzar un personaje a los lectores y presentar sus actos
y opiniones y dejar que el lector lo interprete a su antojo. En este
articulo, hace una retorica continua en todo el articulo y el seudónimo
sigue cuestionando las bases de la policía por sus comentarios sarcásticos
que a la primera vista parecen halagüeños pero constan de una gran variedad
satírica. En el principio, empieza a establecer los criterios para la cosa
buena y la mala para la sociedad. Este párrafo no tiene un matiz didáctico
o explicativo sino burlón en que hace zumba a las falsas pretensiones de la
sociedad y su poder dominante que nos presenta a nosotros la policía como
17 Este título hindi se puede trasmitir a la lengua española como “El Inspector Matadeen fue a la luna”
una cosa buena como los demás de sus instituciones. En continuación, el
sugiere dos tipos de buenas cosas: una que es buena para la mayoría y otra
para unas. Y el párrafo nos da una pista que la policía sea una parte del
segundo tipo.
Declara que el miedo es la base funcional de la policía. Con una sola
frase, no solo ataca a la policía sino a todos sus lectores que tienen
miedo a la policía, teniendo en cuenta que la policía debería servir como
el que nos puede quitar el miedo y nos puede facilitar la seguridad pero es
completamente lo contrario en la actualidad. Mientras el también burla de
las personas presumidas que se jactan de no tener miedo estableciendo que
el miedo es algo natural y ellos mas lo sienten que más lo niegan.
Entonces, nos indica que la policía siempre ha sido presente incluso en las
épocas antiguas de Greca y romana con diferentes nombres pero su función ha
permanecido la misma. El, al aprovechar la ocasión, hace burla de la
inquisición española de la edad media y lo caracteriza como la policía
religiosa, ya que en su día, si hubiera una policía, seria la religiosa, de
aquella época. El uso de sarcasmo es tan sutil que nos hace reminiscente de
Horacio. Presento una frase aquí:
“La Inquisición no era tampoco otra cosa que una policía religiosa; y
si era buena la Inquisición, no hay para qué disputarlo.”18
Se nota su gran conocimiento y intelecto en cuanto a la vida mundial,
cuando satiriza, al seguir adelante, a los países como Italia para su
obstinación cultural y religiosa mientras a Austria y Rusa, por sus
18 Larra, Mariano José, La Policía, Revista Española, n.º 472, 7 de febrero de 1835. Firmado: Fígaro.
decisiones políticas de aquella época. Mientras también muestra su desdén
hacia su país por su actitud inflexible y su enfoque presumido y vanidoso.
Para él, España tiene tanto apego a sus raíces tradicionales que ni puede
ni quiere aguantar una libertad cultural ni religiosa para adherirse
siempre a sus tradiciones ortodoxas y inútiles ahora. La policía es también
una de las tradiciones que España, como opina Larra, puede mejorarse
haciendo hincapié en el modelo de la policía de EEUU o los reinos unidos
pero prefiere conservarlo tal y como esta, ni mejor que ni peor.
Explica que todo lo que necesita uno para ser la policía es no ser sorda y
pero demuestra su sorpresa al ver que la policía se hace de sordo cuando
sea necesario. El deber legislativo de la policía es prender a la gente.
Vemos un citado en este sentido:
“Por otra parte, decía un ilustre amigo nuestro que la España se
había dividido siempre en dos clases: gentes que prenden y gentes que son
prendidas; admitida esta distinción, no se necesita preguntar si es cosa
buena la policía.”19
Como que he mencionado antes, su inclinación política le llevo a presentar
la parte económica involucrada debajo del sistema donde resalta que España
gasta ocho millones para su policía que no asegura la gente y la
aterroriza. Vemos su comentario gracioso:
“Por consiguiente, no sólo es cosa buena la policía, sino también los ocho
millones.”20
19 Larra, Mariano José, La Policía, Revista Española, n.º 472, 7 de febrero de 1835. Firmado: Fígaro.20 Larra, Mariano José, La Policía, Revista Española, n.º 472, 7 de febrero de 1835. Firmado: Fígaro.
En continuación completa su artículo al establecer la dicotomía y dilema de
la gente que paga un ojo de la cara al gobierno para la policía y condena a
sí mismo en un entorno espantoso. Mejor sería la presentación del
comentario:
“pagaremos en compañía de nuestros compatriotas ocho millones para que nos
averigüen nuestras conversaciones, nuestros pensamientos, nuestros... y si
algún día la policía nos prende, como es probable, por anarquistas,
exclamaremos con justo entusiasmo: « ¡Buena cárcel nos mamamos! ¡Pero buen
dinero nos cuesta! »”21
“Inspector Matadeen Chand pe” es el artículo, potencialmente, más famoso y
palpable y mucha de la popularidad que exige Parsai entre sus lectores se
debe a este articulo. Parsai con su extraordinaria precisión literaria,
entreteje el drama del artículo que condena junto con la policía a todo el
sistema legislativo de la India. La religión, otra premisa y víctima del
artículo, también se ve acometida en muchos lugares del artículo. La
actitud burocrática, cruel y despiadada, que reina la sociedad India, se
halla su máxima manifestación en este articulo.
La historia empieza con que recibe el gobierno Indio la petición desde
Chand (la luna) a que mande la India un oficial policial suyo que pueda
controlar y parar el crimen ahí. Inspector Matadeen se va a la luna con
este motivo. De ahí empieza la historia y la sátira que consiste en los
métodos y las medidas que implementa Matadeen en Chand para deshacerse de
los delitos. Parsai no deja de aprovechar de cualquier ocasión para su
21 Larra, Mariano José, La Policía Revista Española, n.º 472, 7 de febrero de 1835. Firmado: Fígaro.
crítica religiosa y presenta la situación India como “Ramraj”22. Cabe
aclarar aquí es una alusión a la mitología Hindú en que Ram es el Dios y
encarnación del Dios “Vishnu” y en su reino, llamado, Ramraj existe un
estado de harmonía perfecta en la que nadie vive triste ni pobre y todos
están contentos. Al solo aludir a esta palabra, Parsai tanto menosprecia la
situación política India mientras presenta sus desdenes y aversiones hacia
la gente que siguen esta mitología o mejor dicho propaganda de manera
ciega. Cuando llega Matadeen a Chand, El hace que se pongan una foto de
“Hanuman”, otro Dios de la mitología Hindú que, se supone, remedia todos los
problemas. Al ver Hanuman ni más ni menos que enfrente de su puesto,
empieza a emplear métodos “supuestamente” auténticos y útiles para arrancar
de raíz a todo crimen existente de Chand. Toda lo gracioso y satírico
consisten en todas medidas que llevan ya que éstas son los reflejos files
de lo que hace la policía en la India y de su función burocrática. Su
primer método, cito:
“Ahora me caigo porque su policía no está activo. Dan sueldos tan
decentes, a los guardias Quinientos rupias, al inspector mil, ¡Qué
barbaridad es eso! Entonces no queda motivo por el que la policía
pilla a los criminales. Nosotros damos cien y dos cientos rupias a
los guardias y inspectores, entonces solo intentan pillar todo delito
que ocurre. ¡Que bajen ustedes los sueldos de inmediato!23
22 Larra, Mariano José, La Policía Revista Española, n.º 472, 7 de febrero de 1835. Firmado: Fígaro.23 P.226, Parsai Harishankar. Inspector Matadeen Chand pe.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
Al explicar toda la lógica de esta técnica, se pone a hacer la
investigación de un asesinato y aclara la manera corta y rápida de terminar
cualquier investigación los lunáticos, es decir, los de luna. Mejor
reproducirlo que analizarlo ya que se explica:
“Mira, si ha habido un asesinato, es cierto que alguien lo habrá
matado. Hay por seguro un asesino. Alguien debe ser castigada. La
pregunta ahora es a quién. A la policía, no nos importa tanto esta
pregunta como la otra que es, a quien podemos sino tachar del asesino
y a quien victimizamos para que a todos nos convenga. De todos modos,
uno va a ser castigo por el asesinato. No importante tanto que sea el
asesino mismo o un inocente quien sea castigado. Todo ser humano es
igual. Todos tienen la misma esencia de aquel Todo Poderoso. No
discriminamos entre uno al otro. Ese es el concepto policial de la
humanidad.”24
Al leerlo, se estimulan dos emociones, al absorber la risa instantánea que
produce, de manera simultánea; la simpatía hacia los victimas de policía y
la rabia para la institución policial. Continúa explicando:
“La pregunta a quien hacemos de criminal, eso depende de dos cosas-
1, si este fulano sirve de cualquier modo para la policía y 2, si el
ponerle entre cejas ayudara en cualquier sentido en contentar a los
superiores políticos.”25
24 P.227, Parsai Harishankar. Inspector Matadeen Chand pe.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.25 P.227, Parsai Harishankar. Inspector Matadeen Chand pe.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
Esto dibuja claramente la imagen burocrática de India donde la justicia no
consta en la lista de las prioridades policiales y en su lugar, yacen el
contentar a los superiores, los beneficios económicos y valores de
plástico. En continuación a sus aventuras, ensena a la policía de la luna
los trucos de la investigación; forjar una denuncia forja, hacer criminal a
cualquier y entonces la ultima y muy importante medida, el inventarse de
los testigos. Que expresión, la vemos:
“No entiendo ni jota sus modos de manejar el departamento. Que la
policía deba tener la lista preparada de antemano de los testigos.
Cuando fuero menester, se los producimos. Tenemos ahí personas que
han sido testigos de trescientos-cuatrocientos casos. El corte
también repara en que estas personas tienen un poder supe natural que
la da conciencia por anticipado de donde y como va a tener lugar un
incidente criminal y llega ahí. Os mostraré como se hacen los
testigos de antemano. Llamad a algunos chavales inútiles que se
ocupan de robar y pelearse. O los que trasporten de contrabando el
vino o que juegan a las cartas.”26
Después de trazar todo su caso que basa en una farsa innegable y
inconfundible, Matadeen hace que el inocente que más bien había intentado
salvar a la persona muerte, fuera castigado. La investigación se termina y
el gobierno de la Luna lo premia. Pero al cabo de solo unos cuantos días,
se lo manda de vuelta a India con una carta dirigida al primer ministro
Indio en que presenta su desdén al sistema y gobierno India como un todo y
a la policía, en particular. Su carta simbólica termina así:26 P.229, Parsai Harishankar. Inspector Matadeen Chand pe.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
“La condición es tal que nadie se acerca a una persona que va a
morir, para evitar que se le involucre como un criminal la policía.
El hijo no cuida a su padre enfermo, miedoso de que la policía le
acuse de su asesino. Las casas siguen ardiendo y nadie los agua, no
sea que le acusen de arder la casa. Los niños se ahogan en rio y
nadie los salva. Por el espanto de la policía, toda la relación
humana se desaparece. Señor Matadeen ha maleado a toda la cultura de
Chand y si sigue viviendo aquí, no tardara mucho en destruir la
cultura completamente. Así que de inmediato le llamen en su
“Ramraj”.”27
La persona muriendo, el niño ahogando, la casa ardiendo, el padre enfermo
todos estos términos nos presentan una condenación hacia las instituciones
que dictan en la sociedad y Parsai, en el contexto de la sátira y la
historia de Matadeen, los agarra de cuello y los presenta ante los ojos de
los lectores. Dos procesos se asoman a la vista: El proceso en que saltan a
la vista los oprimidos extenuados, miserables y dignos de empatía, mientras
el otro consiste en exponer la organización odiable de la institución
policial y su función y apropiación con el sistema legislativo.
Tanto Larra y Parsai cuentan con una gran habilidad literaria que emplean
con versatilidad y exageración, en los artículos. Al ver los artículos
analizados abajo, queda clara una cierta resistencia contra las
instituciones capitalistas aunque Larra no lo declara de manera directa
pero sus alusiones vagas a lugares lujosos en el primer artículo hablado
como a comer a Genieys, o al Comercio, A ver a La Gallarda o a Tomás. Estas27 P.231, Parsai Harishankar. Inspector Matadeen Chand pe.(Chuni hui Rachnaye-Parsai). New Delhi. Vaani Prakashan, 2000.
son pistas bastantes para entender su degusto contra todas pretensiones de
dinero. Mientras Parsai está directamente y firmemente contra del sistema
capitalista y lo critica a todos sus niveles y establece que esta ideología
fundamental que La India, como los demás países, que ha adoptado es una
desastre total ya que ridiculiza los vicios, las maldades, los problemas de
Delhi, lo hace en totalidad y la capital misma está lleno de la realidad
asquerosa y hay un menester apremiante de la reforma. Hay que destacar unos
parecidos que en estos artículos se notan. La calidad que me gusta mucho de
ambos autores en cuestión es su gran conocimiento de la literatura mundial
y sus dones de intertextualidades. Parsai, en particular, es un maestro de
las intertextualidades considerado que el usa muchos versos de Kabir, un
místico muy importante de la tradición India, en varios artículos suyos
pero su apropiación es lo que nos resulta interesante, graciosa y satírica.
Larra, en su lugar, se vale de un narrador y un punto de vista forastera.
Tanto Larra como Parsai, son autores muy cultos y literatos y asi que,
recurren a muchos autores mundiales para poner su perspectiva en frente. Si
vemos la obra completa de Parsai, hallamos demasiadas referencias a casi
todo autor y intelectual, Swift, Gorki, Chekhov, Kabir, Ghalib Meer,
Gandhi. En “Mana ki rahenge Dilli”, apela a la figura característica de
Ghalib, el poeta más famoso de lengua Urdu mientras Larra alude a Ercilla
para enfatizar en su tema en el articulo “La Policia”. Los dos consideran a
sus periódicos los mejores vehículos para mantener una conversación
productiva y continúa con sus lectores para que puedan, algún dia, obtener
éxito en sus motivos principales de la reforma. Y Por esta razon, ha habido
muchas circunstancias donde las escrituras de ambos has sido rechazadas y
censuradas por el poder dominante y acometido por los autores. Incluso, una
vez, Parsai fue atacado por el “Rashtriya Swayamsewak Sangh”, una comunidad
de inclinación religiosa y ultra-derechista, contra el que siempre dirigía
sus sátiras. De la misma manera, Larra fue impedido muchas veces en su
corta carrera literaria y periodística pero huelga decir que su afán
reformatorio y la popularidad entre sus lectores les dio el empuje
necesario para seguir escribiendo en la manera que hicieron y llegaron a la
cumbre de sus literaturas.
Necesidad de este estudio y sugerencias para nuevos estudios en los días venideros
En la sociedad de hoy, la sátira en literatura tiene un gran papel que
desempeñar y por eso, creo, hay una necesidad inigualable en términos de
los estudios satíricos, tanto la producción como su crítica literaria. Así
me gustaría sugerir aquí algunos temas que son debidamente dignos de un
estudio aun más detallado. Hay múltiples temas y fondos sobre los que se
pueden llevar a cabo numerosas investigaciones y aquí apunto unos de ellos:
La Sátira: Su historia y sus arraigos en Grecia y Roma
La evolución de la sátira a lo largo de la historiografía literaria
mundial
Larra: Un hombre ético ante una sociedad estancada
Parsai: Una espada contra lo indigno de existir en todo lo humano y
lo social.
Parsai y los comunistas reales de India.
Parsai, Muktibodh y Shrilal Shukla: Una época de esplendor de la
literatura India.
No cabe duda que existen tantos temas como los investigadores para estudiar
con detenimiento en el marco ancho de la sátira y esa ha sido mi intención,
mientras a la labor de esto estudio, adherirse a la sátira como el núcleo y
hablar de sus diferentes ramas y expresiones en la literatura Española e
India.
Conclusión
Como sugiere la metáfora antigua, lanx satura,(un plato embutido), la sátira
es menos una cosa absoluta en si sino momentánea, una coherencia
intencionada de los materiales discretos puestos juntos, esto y lo otro,
contenidos de manera confundida. La mezcla es la clave, la lista de todos
los satíricos constituye su propia y única receta para la sátira. Por
ejemplo, si echamos la vista atrás a Lucilius, el no escribía para provocar
un cambio sino una reforma que consiste en cesar el cambio constante y
rápido. En aquella época, toda la Roma iba cambiando y adaptando a todo lo
Greco y Luciilus no solo empezó a escribir sino su motivo de escribir
consistía en cesar este cambio y hacer que la gente viva a la romana y no
adopte ciegamente a lo Greco. Es notable aquí que una aventura que empezó
con Lucilius para parar el cambio ha resultado en toda una trayectoria
satírica literaria que enfoca en provocar un cambio. Pero me gustaría
precisarlo un poco más. La sátira tiene como su motivo principal el cambio
correctivo y/o la reforma. Volviendo a lo de la récipe de la sátira, el
satírico escoge, en la mayoría de las veces, a las instituciones sociales
como las victima de sus sátiras. Desde luego las circunstancias socio-
políticas se varían de cada país y cada autor. Y por eso, cuando
experimentamos la evolución satírica de la época Isabelina de Inglaterra,
observamos rasgos muy diferentes y específicos británicos y parece un
abismo de diferencia entre esta época y la época clásica Romana. De la
misma manera, cuando en el siglo XIII, escribe Voltaire su más celebrado
libro “Candide”, no vemos nada parecido entre ello, ni en forma ni en
contenido, y la tradición satírica, tanto la histórica como la
contemporánea. Aquí es de notar que los siglos XII y XIII son siglos de los
satíricos y se surgen muchos nombres palpables de la literatura, por
nombrarlos, Pope, Swift, Lrra que con su uso agudo de la sátira en formas
cada vez diferentes y penetrantes, haces unas obras memorables de la
sátira. Así mismo, Larra y Parsai tienen un estilo completamente nuevo y
personalizado Son distintos de todos los que han habido pero hay una cosa
constante en todos los satíricos de todos los tiempos. La forma es cada vez
diferente como el fondo pero solo desde Lucilius hasta Parsai, hereda a
toda esta linaje satírica una cosa que llamamos “Espíritu” El afán de
cambiar, el sentido ético, la resistencia contra la opresión, la
solidaridad con la clase marginalizada. Esto es lo que forma el núcleo y lo
fundamental de la sátira sin que deje de serlo.
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