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UNIVERSIDAD DE ALICANTE
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES
GRADO EN PUBLICIDAD Y RELACIONES PÚBLICAS
CURSO ACADÉMICO 2020 - 2021
LABERINTO DE MASCULINIDADES: ANÁLISIS DEL CONCEPTO DE LAS NUEVAS MASCULINIDADES EN EL CINE DE PEDRO ALMODÓVAR
ÁLVARO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ
TATIANA HIDALGO-MARÍ
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN Y PSICOLOGÍA SOCIAL
Alicante, mayo 2021
1
Resumen
En el paradigma actual, encontramos diferentes tipos de masculinidad debido a la
evolución que se ha producido en la sociedad. Los hombres neomasculinos se abren
paso en una sociedad estancada en un modelo masculino hegemónico. Pedro Almodóvar
fue uno de los principales directores de cine en mostrar la pluralidad social de
masculinidades alternativas. El cine a su vez, ha sido y es, hoy en día , precursor en
muchos de los comportamientos sociales estereotipados que se han sido normalizando
por la ciudadanía. Por ello, este estudio, pretende dilucidar la representación del hombre
en la ficción del cine de Pedro Almodóvar; con el objetivo de determinar si, el cine
contribuye en la representación plural de modelos masculinos, o por el contrario, se
eterniza y sigue premiando las masculinidades clásicas frente a los nuevos patrones.
Se analizará si existe la presencia de hombres diferentes al modelo heteronormativo,
y cómo son representados en contraposición al modelo socialmente impuesto como
correcto. A su vez, se realizará un análisis cronológico y sociológico lineal de las
películas, para ver si el autor cambia sus formas de representación del hombre según
épocas o etapas. Para ello, se han analizado las veintiuna películas del cineasta;
analizando a personajes protagonistas, principales y secundarios, obteniendo una
muestra total de setenta personajes.
Palabras clave: masculinidad, Pedro Almodóvar, nuevas masculinidades,
neomasculinidad, heteronormativo.
2
“Existen dos cosas en el cine que tienen un valor distinto dependiendo de si las hace un hombre o una mujer: los desnudos
frontales y el hecho de llorar.”
- Pedro Almodóvar -
3
Índice
Introducción.............................................................................................................
Concluisiones..........................................................................................................
Objetivos y metodología..........................................................................................
Marco teórico...........................................................................................................
Bibliografía.............................................................................................................Filmografía..............................................................................................................
Análisis: el caso Almodóvar....................................................................................
El concepto de masculinidad..............................................................................
Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980)...........................................
Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).............................................
¿Qué he hecho yo para merece esto? (1984)....................................................
Kika (1993).....................................................................................................
Todo sobre mi madre (1999)...........................................................................
Volver (2006)...................................................................................................
Los amantes pasajeros (2013)........................................................................
La masculinidad y la feminidad en el discurso audiovisual..............................
Laberinto de pasiones (1982)............................................................................
¡Átame! (1989)..................................................................................................
Matador (1986).................................................................................................
La flor de mi secreto (1995)............................................................................
Hable con ella (2002).....................................................................................
Los abrazos rotos (2009)................................................................................
Julieta (2016)..................................................................................................
Cine y masculinidades........................................................................................
Entre tinieblas (1983)........................................................................................
Tacones lejanos (1991)......................................................................................
La ley del deseo (1987)......................................................................................
Carne trémula (1997).....................................................................................
La mala educación (2004)..............................................................................
La piel que habito (2011)................................................................................
Dolor y gloria (2019)......................................................................................
1.
5.
3.
2.
6.7.
4.
56
6
28
36
40
44
48
53
1215
2127
37
33
41
45
50
55
293032
40
35
43
47
51
56
586267
4
2.1
4.1
4.7
4.4
4.10
4.13
4.16
4.19
2.2
4.2
4.8
4.5
4.11
4.14
4.17
4.20
2.3
4.3
4.9
4.6
4.12
4.15
4.18
4.21
1. Introducción
El término masculinidad es un concepto que durante años ha sembrado dudas en
todos los ámbitos, tanto políticos, filosóficos, como sociológicos; y viene precedido por
la ambigüedad del concepto. ¿Qué es ser hombre? ¿Se puede ser más o menos
masculino? Este término es muy voluble, puesto que según el país o cultura dónde nos
encontremos, la masculinidad cambia. Aunque prima el concepto de masculinidad viril
en sociedad, y sobre todo, perpetuado por el cine, no se puede negar que una
masculinidad estática ya no es posible en una sociedad en constante avance como es la
actual.
El presente trabajo viene dado por la poca visibilidad de nuevos modelos de hombre
en el cine y por tanto, se pretende ahondar en las formas que tiene el cine de
presentarnos los patrones de hombre; tanto normativos como no normativos.
Esta claro que el hombre y la cultura de la masculinidad heteronormativa han hecho
mella en la sociedad, dejando de modo imperioso, un solo modelo de hombre como
modelo único y ejemplar. Pisano (2001: p 9) es lo que denomina una «supraideología»
masculina; una forma de comportamiento que no solo afecta a una cultura, sino que ha
sido transcultural, y a conseguido llegar a todas las culturas por igual. Por ejemplo, el
modelo patriarcal de hombre superior a mujer, hombre hegemónico concebido como
algo positivo y el hombre no normativo representado como algo negativo.
El pensamiento de la existencia de un único tipo de hombre, clásico y normativo
queda establecido cómo algo obsoleto y dota a las nuevas generaciones de otro modelo
de conceptualización y desarrollo menos anclado en modelos reaccionarios. Este hecho
enlaza con Marcos (2014: p 2) donde comenta que el hecho de que estos tipos de
hombría antes fuesen vistos como rebeldes o anti-patriotas, solamente la existencia de
estas masculinidades disidentes, como hombres andróginos o afeminados, hace que
pueda redefinirse lo que es ser hombre.
La llegada de la revolución 4.0, la globalización y la llegada de nuevas tecnologías,
hacen que la población tenga acceso a otros modelos culturales; de ese modo, al existir
un modelo diferente de hombre según la cultura, se puede llegar a crear un abanico de
5
posibilidades muy amplio, donde se olvidan los patrones clásicos, dejando opciones
nuevas previamente ya existentes.
La disparidad en el cine de una representación única del hombre no es un hecho
aislado. Hoy en día, en la industria hollywoodiense ver un personaje masculino que no
represente en su totalidad el arquetipo de la masculinidad dominaste es muy difícil, pero
lentamente el concepto de la neomasculinidad, con hombres nuevos, tanto física como
mentalmente entra en sociedad.
Pedro Almodóvar fue uno de los principales directores en desmarcarse de este tipo de
representaciones; y, aunque ha seguido una trayectoria en la que crear personajes
normativos, la existencia de masculinidades alternativas hace que sus obras se
desmarquen del cine puramente clásico. Aunque no dota de un protagonismo
desmesurado a los hombre nuevos, crea su presencia en pantalla, aportando una visión
nueva del término: masculinidad.
Por tanto, en este análisis, se busca destacar y diferenciar las características entre los
múltiples modelos existentes de hombre; si su representación sigue unos modelos
sociales impuestos, y si estos estereotipos afectan a su representación en sociedad. A su
vez, también se busca clasificar la figura del hombre normativo y si este sigue unas
pautas dogmáticas impuestas por un modelo social patriarcal.
2. Marco teórico
2.1 El concepto de masculinidad
Durante décadas, el arquetipo impuesto de hombre modelo ha sido utilizado por la
sociedad como un referente a la hora de desempeñar su función sociológica, pero
debido a la evolución cultural, el concepto de masculinidad ha sido sometido a muchas
cuestiones; ¿existe solo un modelo de hombre?, ¿Y de masculinidad? ¿Cómo se
presenta al hombre perfecto en contraposición del hombre imperfecto? Estas preguntas
podríamos decir que se encuentran en estado líquido ya que cambian según la
6
coyuntura. Kimmel (1997: p 1) interpreta que la masculinidad es un constructo social
creado por la cultura y las civilizaciones a través de la historia, y según el tiempo
obtiene un significado diferente; es decir, no es algo biológico intrínseco que se
desarrolla, sino que se construye a través de las relaciones sociales, no es algo estanco
con una única visión, sino que forma parte de una visión polivalente.
Otros modelo es la figura del hombre como macho dominante que nos ha sido
impuesta a través de diferentes canales culturales; en ocasiones el arte, el deporte, la
música y en su mayor forma, en el cine. Históricamente el hombre hegemónico por
excelencia, ha sido compuesto y visto por la sociedad como lo que hoy conocemos
como cis heteronormativo, es decir, el hombre heterosexual, blanco, de clase media alta,
que su identidad de género corresponde con su sexo y que, por supuesto, debe dominar
o estar por encima de la mujer si quiere entrar en el canon establecido. Méndez (2002)
lo presenta como:
La masculinidad tradicional, llamada más exactamente masculinidad
hegemónica (MH), es solo una manifestación predominante, sino que como tal
queda definida como modelo social hegemónico que impone un modo particular
de configuración de la subjetividad, la corporalidad, la posición existencial del
común de los hombres y de los hombres comunes, e inhibe y anula la
jerarquización social de las otras masculinidades. (pp 7-8)
Si separamos el concepto de masculinidad en una relación dicotómica: exterior como
algo físico y el interior como el desarrollo interno del hombre en sociedad, vemos que
para estos dos conceptos hay una imposición social establecida; en primer lugar y en
línea con Sierra (2006: p 4), para que un hombre sea considerado “hombre de verdad”,
debe cumplir una serie de características marcadas como: una gran masa muscular,
posturas y acciones varoniles, resistencia y fuerza. En segundo lugar, Connell (1997: p
5) argumenta que los enfoques semióticos definen al hombre como contraposición de la
mujer, como no-feminidad, es decir, el hombre es más frío, menos emocional, reflexivo,
7
decisivo y racional. Este paradigma de estudio no es nuevo ya que, desde los años
sesenta los movimientos feministas impulsaron los Women 's studies y diez años
después empezaría el estudio de las masculinidades a través de los Men' s studies.
La masculinidad en la historia viene precedida por una serie de características
implícitas que todos tenemos normalizadas. Antiguamente, los reyes, el hombre era el
representante máximo de la familia y debía cumplimentar una serie de valores para dar
imagen de buen rey; tales como, duro y valiente entre muchos. En sociedad también
podemos verlo, tanto antes -y ya cada vez menos- como ahora. Los hombres siguen
siendo en muchas ocasiones el pilar económico de la familia mientras la mujer es la
encargada de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, ya que, si el hombre de esa
pareja no cumple los requisitos de cuidar a la familia, traer dinero, educar a sus hijos, se
saldría del canon propiamente impuesto y dejaría de ser, para la sociedad «un hombre,
hombre». Viveros Vigoya (2007) citando a la socióloga francesa Anne-Marie Devereux
dice que, los hombres han sido enseñados a que por una cuestión de género, están por
encima de la mujer y deben seguir luchando por mantener este puesto dominante.
Igualmente, esta dominación preponderante también la podemos ver sobre aquellos
hombres que no cumplen con el canon normativo.
Siguiendo en la línea social y haciendo un inciso en la política, podemos ver que, si
nos fijamos en los máximos representantes políticos de cada país en todo el mundo -
193 hombres frente a 12 mujeres- (ONU, 2020) todos ellos cumplen con las
características nombradas con anterioridad en lo que denominamos masculinidad
hegemónica. Pedro Sanchez, Pablo Casado, Santiago Abascal, Donald Trump,
Emmanuel Macron o Sergio Mattarella entran dentro de un patrón en que todos respetan
en su totalidad la expresión y el rol de género masculino. Este mismo modelo de
liderazgo podemos llevarlo al género contrario sí nos fijamos en el caso de Ángela
Merkel. Romera y Parra (2018: p 415) destacan que la canciller alemana destaca -entre
otras muchas materias- en su liderazgo más ligado al género masculino; es decidida, se
presenta con una expresión de género ligada a los roles masculinos, seria y autocrática,
la hacen encajar en un género femenino con multitud de tintes masculinos.
8
El cambio en el paradigma social en torno a la masculinidad siempre ha estado; solo
que se ha ocultado o discriminado ese intento de avance por determinados grupos, y han
sido esos grupos discriminados justamente los que más han realizado el avance del
concepto de masculinidad. Carabí (2010: pp 16-17) compara estos grupos sociales
-mujeres, grupos étnicos y homosexuales- como los precursores de hacer zarandearse el
pilar de la masculinidad socialmente impuesta, el hecho de reclamar sus derechos y dar
visibilidad a otros tipo de personas -y entre ellos, otros hombres- puso en jaque la
convivencia de un solo tipo de masculinidad.
Durante toda la historia se ha cuestionado al hombre que rompía los estereotipos a
los que la sociedad estaba acostumbrada. Minello Martini (2002) citando a Seidler dice
que: “necesitamos tomar en cuenta seriamente lo que los hombres piensan y sienten
acerca de sí mismos, es decir, ‘escuchar a los hombres y permitirles expresar su propia
experiencia’ o, en otras palabras, sus propias emociones” (p. 17) . Esas emociones
truncadas no han sido expresadas porque la sociedad impone al hombre una dureza
exterior con la que debe cargar si quiere seguir formando parte del espectro de lo
masculino. La idea de Vincent (2006: p 139) explicando que la masculinidad es frágil
cada vez está tomando más fuerza en las nuevas generaciones, criticando a aquellos
hombres que sienten miedo a expresar sus sentimientos, ser confundidos con
homosexuales o que no aceptan romper los roles y estereotipos de géneros para seguir
formando parte de la masculinidad canónica. Este concepto de la “crisis de la
masculinidad” es lo que Pérez (2011: p 279) ha definido como “ansiedades relacionadas
con la pérdida de poder del «hombre tradicional»”
Por otro lado, al igual que encontramos defensores como De Gregorio-Godeo (2008:
p 73) de los nuevos conceptos nacientes de «neomasculinidad» o nuevas
masculinidades, afirma que socialmente se está creando una rotura y un cambio en la
masculinidad hegemónica. Otros detractores que consideran que este concepto es
únicamente una imposición política llevada a cabo por políticas o políticos progresistas;
9
como dice Gomez Beltrán (2019: p 118), quien afirma que el rechazo hacia este nuevo
modelo de hombre es rechazado por la idea de que tiene un vínculo social con los
movimientos feministas que presenten eliminar la postura jerárquica del hombre
Contrario a los pensamientos más antiguos sobre masculinidad, otras corrientes
transformadoras llegan con otra visión sobre el nuevo hombre que nace de culturas más
avanzadas. Rubio (2001: sp) nos explica que no existe un modelo universal de
masculinidad, ya que la propia masculinidad evoluciona según el tiempo y las culturas,
además que no podríamos hablar de una solo masculinidad, sino de múltiples
masculinidades según tiempo, cultura y sociedad. Simultáneamente, Rubio (2001: sp)
citando a David Gilmore nos cuenta el caso de una investigación realizada a lo que él
llama «casos extravagantes», es decir, aquel tipo de hombre que rompe los cánones
sociales impuestos para el hombre y que se salen de lo que comúnmente se conoce
como «hombre hombre», llegando a tener una cercanía a los roles y expresiones de
género femenino.
El hombre actual poco a poco está abandonando esta caja de estereotipos impuesta
por la sociedad y se está creando un nuevo modelo social en el que no convive un solo
modelo de hombre, sino varios, ya que tiene su lógica, puesto que no existe un único
modelo de hombre, este concepto es matizado muy bien por Gómez Beltrán (2019: p
123) que comenta que con el avance del tiempo, el estereotipo del «hombre tóxico» se
queda atrás y está dejando un camino abierto a las nuevas masculinidades que no se
cuestionan tanto como en el pasado. David Bowie serviría como ejemplo de aquellas
leyendas minoritarias de la música que no tuvieron miedo de romper lo que la sociedad
les imponía llevándolo totalmente a su terreno; como señala Doggett (2001) “he decided
to create an imaginar who could entrante and educate the pop audience and play the
leading role himself” (p.3), de este modo, Bowie, a través de su álter ego en forma de
héroe, oscilaba en el espectro del género sin miedo a la crítica e introduciendo
pausadamente expresiones de género hasta entonces, nunca vistas.
10
Las nuevas generaciones y de manera pausada van abriendo camino a nuevos
modelos de masculinidad. Harry Styles, cantante conocido por su anterior participación
en el grupo musical One direction, no tiene miedo a romper su expresión de género
usando ropa que comúnmente se conoce como de género femenino. Sam Smith, actor
autodeclarado como género no binario, hace uso de la expresión de género masculina,
femenina y ambigua libremente. Troye Sivan y Jaden Smith utilizan su físico y en
muchas ocasiones la ropa como una manera de romper estereotipos usando faldas o
vestidos.
Como podemos ver en los ejemplos anteriores, en la música los hombres sí que se
arriesgan a romper los estereotipos establecidos, en muchas de esas ocasiones es para
ganar notoriedad, destacar y en otras de ellas es porque de verdad lo sienten; pero
igualmente, en la música está socialmente aceptado que el hombre no cumpla los
estereotipos marcados, e incluso los catapulta a una fama mayor, puede verse
claramente en el éxito de David Bowie y su álter ego Ziggy Superstar. O Boy George y
su estilo distintivo, como comenta Marinas (2018: pp 53-54) la sociedad de Bowie
estaba marcada por una hipermasculinización social, en la que ellos representaban gran
parte de los colectivos minoritarios como gays, bisexuales o transexuales y rompieron
con esta masculinidad impuesta, utilizando la escena glam rock para ser transgresores
del género.
Dejando a un lado el terreno físico y visible a la ciudadanía, si indagamos en el
interior de este nuevo hombre, vemos que para que entre dentro del espectro
denominado anteriormente como «neomasculino» o nuevo hombre debe tener una
transformación social evidente en su forma de pensar/actuar. Sambade (2019: p 17)
establece que los nuevos hombres admiten la diferencia de igualdad entre hombres y
mujeres y luchan contra ella; además son precursores del pensamiento igualitario de
tareas domesticas en el hogar, apoyan a otros varones y no sienten la necesidad de estar
por encima de grupos minoritarios, sino que los apoyan, esto es lo que el autor llama: el
desempoderamiento.
11
La publicidad se ha hecho eco de este cambio social y lo ha tomado como axioma
principal para sus campañas; un claro ejemplo lo encontramos en el artículo ¿Qué
define la masculinidad de un hombre? (2019) de Claro Salgado para la agencia EFE,
donde explica el arduo proceso de investigación que siguió Gillette con su campaña
«Hay que ser muy hombre». La marca realizó un estudio sobre 2000 hombres de entre
18 y 59 años para llegar a la conclusión de que entendían ellos por ser «muy hombre».
Entre los muchos resultados obtenidos; un 48% relacionaban el ser hombre con la
fuerza, un 45% se han sentidos presionados a lo largo de su vida por encajar en el
concepto de hombre, 6 de cada 10 consideran que la sociedad educa para que estos roles
se sigan manteniendo y, llama notablemente la atención que el 80% afirma que
cambiaría esta forma de educar a sus hijos para que esta idiosincrasia de la
masculinidad hegemónica por antonomasia no se siga manteniendo en sociedad.
Por tanto, podemos ver que definitivamente que el concepto de hombre y de
masculinidad está cambiando y seguirá cambiando a lo largo del tiempo, pero que, hoy
en día y en palabras de Carabí (2000) “El siglo veintiuno amanece con la esperanza de
un orden nuevo y más justo. Los varones están aprendiendo nuevas maneras de entender
lo que significa ser hombre sin necesidad de jerarquizar los roles ni establecer
relaciones opresivas” (p. 26).
2.2 La masculinidad y la feminidad en el discurso audiovisual
Si hacemos un recorrido a lo largo de las representaciones del hombre y mujer en el
discurso audiovisual puede verse que la representación de ambos, además de tener una
taxonomía cuantiosa es a la vez, bastante discriminante.
No hay que irse muy lejos en la(s) historia(s) del cine, para ver cómo el modelo de
masculinidad hegemónica lleva estando implícito en la sociedad años. Guarinos (2008:
p 112) incide en que el hombre siempre debe actuar como máximo representante de la
fuerza, al contrario que la mujer, que se nos presenta como una persona débil a la que
deben rescatar, ayudar y que pierde su voluntad por el hombre. O en la historia, como
12
dice Barba (2012: p 84) los hombres eran los únicos que tenían honra y debían luchar
por ella, al contrario que las mujeres, que no tenían y debían ser ellos los que
defendiesen las de ellas. Este modelo de defensa de la honra masculina se aplica de
manera directa al cine bélico, donde un hombre defiende la honra propia y de su amada;
o en caso contrario, la mujer era la que a través de sus actos hacía perder la honra al
varón. Ese tipo de masculinidad hoy en día, podemos decir que sigue estando impuesta
en todo tipo de películas. Basta con retroceder en el tiempo y comparar la película de
Independence day (Roland Emmerich ,1996) y la película Transformer: the last knight
(Michael Bay, 2017). Ambas tienen un guion basado en salvar la tierra de amenazas
alienígenas y, aunque hayan pasado veintiún años entre ellas, en ambas, la mujer queda
relegada a un segundo plano en el que es el hombre hegemónico es el que debe
rescatarlas y salvar el mundo. O haciendo mención a la honra histórica llevada al cine,
en la película Fracture (Gregory Hoblit, 2007), Ted Crawford (Anthony Hopkins) mata
a su mujer al enterarse de su infidelidad ya que toma el acto como una deshonra.
Hoy en día, y aunque parezca sorprendente, el nivel de masculinidad se sigue
midiendo a través de diferentes acciones que perpetúan los roles de géneros; además,
muchas de esas acciones han sido bebidas de películas. Físicamente se sigue midiendo
al hombre en el espectro de la heterosexualidad impuesta, el hombre rudo, peludo,
fuerte, alto, alejado de los roles femeninos y espectros homosexuales. Actúa como el
representante de la hombría; al igual que la demostración de su masculinidad en el statu
quo , en línea con Otegui (1999: pp 155-156) y a lo que ella llama «la construcción de la
masculinidad hegemónica», afirma que los hombres son más hombres si realizan las
acciones que tenemos entendidas como de «hombre», como jugarse la vida en carreras
de coche o hacer raffting, acción que puede verse en películas de público
mayoritariamente masculino como Fast and Furious (Justin Lin, 2009).
Las mujeres no están exentas de esta crítica social, ya que, en el cine, las mujeres que
son entendidas como heroínas o físicamente más fuertes, son aquellas que actúan con
una expresión de género o un rol de género que roza la masculinidad hegemónica, es
decir, para que la mujer pueda ser considerada una pieza importante de la trama, debe
actuar de manera masculina, como por ejemplo, el personaje de Lisbeth Salander en Los
13
Hombres que no amaban a las mujeres (Mijael Nyqvisy y Naomi Rapace, 2009) actúa
como personaje principal de la trama, nada feminizada ni sexualizada, pero para poder
destacar como heroína de la historia debe perpetuar el rol y expresión de género
masculino. El caso de este personaje es muy interesante si nos fijamos en la producción
de la película. En los libros, el autor sueco crea a Lisbeth como un personaje andrógino
que juega con su expresión y los roles de géneros, y así fue cómo se mantuvo el
personaje en el cine sueco. Sin embargo, al llevarlo a la pantalla americana este
personaje cambió, se le dotó de un físico feminizado pero con una expresión de género
masculina y encajando en roles masculinos pero sin ser una femme fatale, es decir, era
una mujer dura y valiente porque encaja dentro del canon de mujer ruda, propio del
género masculino; este concepto es lo que Guarinos (2012: p 312) denomina la mujer
fálica, aquel personaje femenino masculinizado o con actitudes del mismo y que no
necesita de un hombre para sobrevivir.
Una visión de la figura de la mujer desde otro punto de vista en comparación con el
hombre, se produce cuando el personaje femenino es creado como un personaje de
acción no masculinizado. En este tipo de argumentaciones, ellas son presentadas con
cuerpos y caras esculpidas a cincel y, como dice Reboll (2002: p 174), la mujer es
presentada como un objeto erotizado y se utiliza el género femenino para «la mirada
del hombre», describiendo este género como «sexplotation», es decir, el cuerpo de la
mujer se utiliza para deleite visual del hombre circunstante. Este tipo de visionado hacia
el personaje femenino lo presenta como una mujer decidida, segura de sí misma y al
estar totalmente cosificada para deleite del hombre, no puede presentar rasgos
masculinos ni actitudes masculinas ya que, de ese modo, el concepto erótico que se
busca perdería valor. Este tipo de heroínas sexualizadas, como Halle Berry en
Catwoman (Pitof 2004), Angelina Jolie en Lara Croft (Simon West, 2001) o Ursula
Andress en Dr. No (Terrence Young, 1962) y haciendo referencia a la mujer de acción
sexualizada en el discurso audiovisual, es lo que Bou y Pérez (2010: p 45) relacionan
con lo que ellos llaman, «la renuncia a la faceta maternal»; es decir, abandonar el canon
de mujer tradicional, pero no masculinizada y manteniendo el punto carnal. Un detalle a
tener en cuenta es que, además que los directores son hombres, la narrativa audiovisual
14
-en el tipo de películas nombradas anteriormente- se crea con la intención de llegar al
público heterosexual masculino .
De tal modo, podemos ver que el paradigma en el que se desarrolla la feminidad y la
masculinidad difieren mucho uno de otro; el hombre, actúa como máximo representante
de la fuerza y el valor, ellas al contrario, quedan relegadas a formar parte de la love
story que sirve de acompañante del personaje principal o se la sexualiza para deleite del
hombre. Hidalgo-Marí (2018: p 169) afirman en su estudio sobre televisión, que aunque
el formato pantalla evoluciona, se siguen perpetuando actitudes o roles que afectan
negativamente a la construcción social de la mujer, a través de sistemas narrativos o
actitudes que siguen rozando el machismo. O por otro lado, cuando se elimina esa parte
machista o sexualizada en pantalla y se busca a la mujer como heroína o valiente, lo que
se hace es dotar al personaje femenino de características masculinas para que siga
perpetuando el poder de la masculinidad hegemónica por excelencia.
2.3 Cine y masculinidades
En el cine el concepto de hombre ha estado establecido cómo un axioma intocable en
el que solo convivía un único modelo de hombre; un hombre socialmente construido e
impuesto aceptado como normativo por el pueblo.
En el amalgama de todos los tipos de cine, y sobre todo en el cine clásico o anterior
al siglo XXI, encontramos un arquetipo de hombre relacionado directamente con la
masculinidad hegemónica. El hombre y de acuerdo con Gil Pérez (2019: pp 6-7), el
personaje masculino que se nos suele presentar va ligado a una series de expectativas
que debe cumplir para ser aceptado, el hombre debe poder salvar el mundo a través de
su fuerza y su conocimiento, ya sea través de un filme de acción o drama; además,
como se explicó anteriormente en el concepto de masculinidad, este tipo de hombre
debe huir de las posibles relaciones - tanto externas como internas- con la feminidad.
Haciendo alusión al rol de género que se le impone al hombre en sociedad para ser
considerado hombre como tal, rudo y fuerte, Boonzaier (2008: p 194) explica el término
de la «metáfora volcánica» como la violencia impredecible que ejerce este modelo de
hombre en sociedad y que podemos llevarnos al cine. En muchas de las película de
15
EEUU podemos ver cómo se cumple la «metáfora del volcán» a través de la violencia,
que en muchos casos, según la trama, es una manera de justificar que el personaje
reacciona de esa manera violenta porque va en su naturaleza de hombre, es decir, el
hombre de verdad: pelea.
La representación del hombre cis heteronormativo no va únicamente ligado al
espectro de las películas de drama, bélicas, comedias, etc, sino que hay otros géneros en
los que además de perpetuar esa masculinidad predominante la exaltan a lo sumo. Un
claro ejemplo es la canonización de esta masculinidad a través de los superhéroes
masculinos, Fouz-Hernández (2017) señala que “Los uniformes de los superhéroes de
cómic y de cine también exageran considerablemente las dimensiones del cuerpo
masculino”(sp); o por otro lado, y haciendo una mirada al cine español y citando al
mismo autor Fouz- Hernández (2013: p 41) afirma que una de las representaciones más
emblemáticas del cine en cuanto a masculinidad sería la interpretación de Javier
Bardem en Jamón Jamón (Bigas de Luna, 1992), encarnando a Raúl como macho
ibérico.
Vemos que la figura del varón como viril y máximo representante de la fuerza queda
aún patente en el cine, pero no todo es así, a lo largo de toda la vida del cine hemos
visto momentos en los que el hombre no era presentado como un hombre normativo,
pero a diferencia del hombre viril por antonomasia, el varón que en pantalla no era
presentado como normativo no era tratado de la misma manera. Durante la vigencia del
código Hays, mostrar al hombre homosexual -y con ello cualquier relación con el
colectivo LGTB- estaba totalmente prohibido, como comenta Rodrigo de Austria
Giménez de Aragón (2015: p 186), la censura se ocupaba de tapar ese tipo de relaciones.
En el caso de querer mostrar a un hombre homosexual, siempre lleva intrínseco una
serie de características implícitas que lo hacían ir en contra de la moral comúnmente
entendida como correcta; acorde con de Garay Domínguez y Álvarez (2017: p 64)
sostienen que si la representación del hombre homosexual no era reconocible no había
ningún problema, pero en el caso de que sí que lo fuese siempre debía ser fiel a los
estereotipos marcados en esa época, es decir, representar a este hombre como risible,
perverso, demonizarlo o denostarlo para no dañar el ideal del hombre de la época, esto
es lo que ellos catalogan como: modalidad tradicional.
16
Por otro lado, y aunque parezca inverosímil, en Disney, este concepto de
masculinidad tradicional también debía respetarse si hablamos de los protagonistas de la
historia, es decir, el hombre modelo. Sin embargo, cuando se quiere representar al
antagonista de la película, se le retrata con un rol o una expresión de género no
normalizada y más próxima a la homosexualidad para que pueda reconocerse mas
fácilmente que se trata del villano. Scar en El Rey León, Jafar en Aladdin o El Joker en
la película de Tim Burton Batman nos muestran a unos villanos con lo que comúnmente
denominamos «la pluma». Este concepto ha dado lugar a numerosas investigaciones
inglesas entre las que destacan Li-Vollmer y Lapointe (2003: p 97) dando lugar al
denominado queer-coding, una forma de mostrar al personaje malvado masculino y
femenino sin utilizar los cánones socialmente establecidos como aceptables. Kim (2017)
describió como en el cine -incluido el cine infantil- se encontró la forma de demonizar
a las figuras femeninas y masculinas que no entraban en lo que ellos consideraban
socialmente correcto.
However, something that is incredibly hard to miss is queer-coded characters –
characters that are not explicitly stated as homosexual but display stereo- typical
behaviors and traits consistent with those of queer communities. It’s also hard to
miss that these queer-coded characters are almost always villains (p. 156)
En el cine de ficción la figura del hombre hegemónico funciona de otro modo. En la
ficción el hombre puede romper los estereotipos de género porque siempre irá ligado a
la no realidad. El actor Ian Alexander, conocido por ser un actor que rompe con la
hombría socialmente aceptada, suele interpretar en gran parte de sus papeles a
personajes transgéneros o andróginos pero siempre en ficción, como ocurrió en Star
Trek: Discovery (Bryan Fuller y Alex Kurtzman, 2017). En la película El Quinto
Elemento (Luc Besson, 1997) podemos ver al personaje de Ruby Rhod, un hombre
17
cisgénero que como comenta Cousins (2008: p 78) hace que se ponga en tensión lo
masculino y lo femenino, rompiendo con la hegemonía masculina y abriendo la puerta a
un nuevo hombre sin miedo ya que, usa ropa de mujer, peinados de mujer y hombre, y
no diferencia entre géneros al mantener relaciones sexuales puesto que es abiertamente
bisexual. Este personaje podríamos llegar a pensar que es ejemplo de la evolución de los
personajes en el cine respecto a las nuevas masculinidades, pero no, puesto que nos lo
presentan en un universo futurista de miles de años en adelante, el cual el espectador no
puede traer al presente. Además, la trama se desarrolla en un universo en el que
conviven alienígenas con seres humanos, y por tanto, la historia pierde sus ápices de
realidad para transformarse directamente en fantasía. De este modo, se sigue
manteniendo la hegemonía masculina intacta.
Martínez Marín (2021) en su artículo sobre -lo que ella llama- «la masculinidad
suave», en la serie The Mandalorian (Jon Favreau, 2019) expone que la masculinidad
hegemónica se quiebra porque el protagonista rompe con los roles propiamente
impuestos en sociedad para el hombre, el hecho de cuidar del bebé al que le ordenaron
asesinar, rompe con los estereotipos de género ya que, esa acción en el cine es propia de
mujeres por ir enlazado con el vínculo maternal. A su vez, la misma autora comenta que
el hecho de llevar la máscara hace que «el espectador narcisista» pueda imaginarlo
como un semejante ya que, a través del uniforme no pueden identificarse los elementos
canónicos que entendemos como hombre y por tanto la masculinidad se vuelve
moldeable y cada cual puede concebirla como quiere; aportando por tanto, una
pluralidad de masculinidades individuales a través del espectador.
Hoy en día, la evolución de las masculinidades va a ritmo flemático, aunque con el
paso de los años vamos viendo nuevos tipos de hombre. Se ha pasado de censurar
escenas como la de Espartaco (Stanley Kubrick, 1960 censurada, 1991 restaurada)
donde el personaje Craso, totalmente masculino declara su bisexualidad; o de realizar
relaciones homosexuales encubiertas como vemos en La soga de Alfred Hitchcock
(1948), a protagonizar escenas buscando la normatividad de las diferentes
masculinidades, como en la película The old Guard (Gina Prince-Bythewood, 2020)
18
donde dos personajes secundarios son abiertamente homosexuales con un físico y una
actitud con lo que comúnmente conocemos como hombría. O por otro lado, asistir a la
boda del superhéroe Northstar con otro hombre en el universo Marvel (Soler-Quílez,
2015: p 571)
Por otro lado y a modo de justificación para la elección de este trabajo de
investigación, uno de los cineastas más controvertidos de la historia no ha tenido miedo
de romper esta masculinidad impuesta socialmente. Pedro Almodóvar destaca en
muchas de sus películas por la utilización de sus personajes de manera controvertida en
diferentes situaciones. Podríamos decir que el cine de este autor tiene tintes
relacionados con la llamada novela transgresiva; un género literario creado por Michael
Silverblatt en su reseña Who are These Authors And Why Do They Want To Hurt Us?.
Silverblatt comenta que este tipo de novela muestra a personajes débiles, martirizados o
discriminados socialmente en escenas crudas, violentas o enrevesadas, pero que a su
vez, tienen una construcción interna muy elaborada.
Pedro Almodóvar nació en Calzada de Calatrava (Ciudad.Real) el 25 de septiembre
de 1951. A los dieciocho años viajó a Madrid para estudiar cine pero su sueño fue
truncado porque la escuela fue cerrada. Su primera película fue Pepi, Luci, Bom y otras
chicas del montón; pero no fue hasta 1984 cuando empezaría a ser conocido por la
película ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Aunque ha sido nominado y ha ganado
varios premios Goya, su primer gran premio lo consiguió en 1999 con la Película Todo
sobre mi madre, con la que consiguió el Óscar a mejor película de Habla no inglesa. El
cineasta ha pasado a la historia por sus controvertidas películas, y como dice Sasa
Markus (2001) “Almodóvar está considerado, hoy en día, como uno de los pioneros de
la modernización de la cinematografía española” (pp 16-17).
La vida del creador ha pasado por diferentes momentos según edad, tiempo o estado
de ánimo, y esto ha hecho que su obra tenga una clara división respeto a diferentes
etapas. Markus (2001: 37,81) divide taxativamente la obra del Pedro Almodóvar en
19
cuatro partes; etapa pop, donde utiliza elementos característicos del pop, el kitsch,
esencia Warhol, Watters y con fuertes influencias de La Movida Madrileña; melodrama,
con la desaparición cada vez más evidente de «La Movida» , Almodóvar intenta alejarse
del pop y se centra en el drama; entrada en los noventa, el autor dota los filmes de una
sensibilidad nueva y los personajes están más maltratados, es lo que Markus denomina
«una jungla urbana». Por último, la etapa denominada sublimación; aquí el autor tiene
una narrativa y unos elementos característicos, es artista reconocido, es cine de autor y
su poética se ha convertido en un símbolo.
Durante el transcurso de las historias, además de presentar a los personajes en
situaciones problemáticas con las que tienen que lidiar, el exoesqueleto de los
personajes suele ser distintivo ya que, juega con la alternancia de los roles de géneros, la
identidad de género, la presentación de los personajes discriminados según su físico o
apariencia, o simplemente el espectador puede sentir eso por el universo que rodea al
personaje. El esqueleto de los personajes suelen estar construidos a través de personajes
que han pasado por malos momentos, con un pensamiento nihilista, confundidos
consigo mismos, con dificultades para relacionarse con los demás, entre otros y nos los
muestra en esas situaciones de debilidad para conseguir una empatía con los mismos,
esta relación con los personajes, en línea con Durán Manso (2015) es lo que concluye
como “Una clara influencia del melodrama americano clásico que la aproxima a las
adaptaciones de Tennessee Williams” (p 717)
Igualmente la creación de sus planos supuso también un cambio para el cine en
general. En el cine clásico asociado a la hegemonía masculina, la captura del cuerpo
femenino para deleite del hombre cis heteronormativo es más que recurrente, sin
embargo él cambió parte de sus planos para luchar contra esta heteronorma impuesta,
como dice Zecchi (2015: p 37), en la película Laberinto de Pasiones, Almodóvar realiza
un primera plano del «paquete» de un hombre, rompiendo por tanto con los planos
normativos que van dirigidos a hombres heterosexuales y centrándose en planos más
dirigidos a mujeres, homosexuales o bisexuales. El creador de manera externa a las
películas, quiebra la masculinidad frágil nombrada anteriormente posicionando a
20
actores que socialmente están ubicados como el hombre ibérico español que se
encuentra en la cúspide de la masculinidad. Un ejemplo notorio podemos encontrarlo en
uno de sus actores fetiche; Antonio banderas cumple con todas las connotaciones y
denotaciones propias de un hombre propiamente dichas, pero Almodóvar destruye esa
masculinidad o como dice Silverthorne (2005: p 23) “ Almodóvar ha puesto los
hombres como un objeto de deseo de los cuales disfrutan ambos sexos” (p.23), hizo a
Antonio Banderas interpretar personajes homosexuales, con toda la repercusión que
tiene esto, dado que su personajes se besan y mantienen relaciones sexuales totalmente
explícitas.
En suma, podemos concluir que a través de los diferentes estudios de masculinidades
que se están desarrollando desde hace años, queda claro que no podemos hablar de una
masculinidad como tal, sí que a nivel fílmico y social se representa como correcta una
masculinidad por antonomasia, pero la realidad es bien distinta ya que, a través de la
expresión y los roles de género la masculinidad puede ser concebida de múltiples
maneras. Y a su vez, queda en claro qué Pedro Almodóvar ha sido uno de los cineastas
que más ha jugado con la masculinidad y los diferentes tipos de hombre, rompiendo por
tanto con parte de esa hegemonía impuesta.
3. Objetivos y metodología
Dada la problemática social en torno al concepto de masculinidad, su desarrollo en
sociedad y los estereotipos generalmente impuestos en el cine, este trabajo tiene como
objetivo principal analizar y describir a través de la narrativa audiovisual cómo
representa Pedro Almodóvar los diferentes tipos de masculinidades y a los hombres en
sus obras, ya sean masculinidades hegemónicas o neomasculinidades.
Igualmente y tomando como base la hipótesis anterior, se plantean otra serie de
objetivos secundarios que resultan interesantes para la investigación:
21
- Analizar si los hombres mostrados rompen con el canon de hegemonía masculina
impuesta.
- Observar qué diferencia a cada tipo de hombre para ser catalogado como hombre
normativo y hombre no normativo.
- Averiguar si el concepto de neomasculinidad se sigue aplicando únicamente a
hombres homosexuales.
- Determinar si los hombres normativos mostrados rompen con el arquetipo de
hombre tradicional a través de su orientación sexual, rol y expresión de género.
El corpus de este trabajo se llevará a cabo a través del estudio de toda la filmografía
del autor, en un total de veintiún películas, mostrando principal atención a los
personajes primarios y secundarios. Toda esta investigación se llevará a cabo a través de
un análisis cualitativo de contenidos, que como defienden Arbeláez Gómez y Onrubia
Goñi (2016) “es una técnica o un método para interpretar diversas clases de textos
(documentos, artículos, entrevistas, observaciones, filmaciones, entre otras).”(p. 19). En
segundo lugar y citando a los autores anteriores, se utilizará el método cualitativo por
considerar que esclarecerá mejor los objetivos propuestos o como dicen Arbeláez
Gómez y Onrubia Goñi (2016) el método cualitativo busca examinar diferentes temas o
conceptos y buscar el sentido de los mismos dentro de un texto en un contexto
establecido. Por tanto, así se podrá cotejar de una manera precisa el objeto de estudio.
En suma, se recalca que la técnica utilizada en esta investigación será cualitativa en
las piezas audiovisuales que Pedro Almodóvar creó a través de cuarenta y un años de
historia de cine español. El comienzo del análisis se llevará a cabo con Pepi, Luci, Bom
y otras chicas del montón marcada en el año 1980 y finalizará con su última película
Dolor y gloria de 2019. Con un análisis total de setenta personajes masculinos;
22
protagonistas, principales y secundarios. Se adjunta tabla resumen de toda su
filmografía:
Tabla 1: filmografía de Pedro Almodóvar
Fuente: elaboración propia
Año Título Director
1980 Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón
Pedro Almodóvar
1982 Laberinto de pasiones Pedro Almodóvar
1983 Entre tinieblas Pedro Almodóvar
1984 ¿Qué hecho yo para merecer esto?
Pedro Almodóvar
1986 Matador Pedro Almodóvar
1987 La ley del deseo Pedro Almodóvar
1988 Mujeres al borde de un ataque de nervios
Pedro Almodóvar
1989 ¡Átame! Pedro Almodóvar
1991 Tacones lejanos Pedro Almodóvar
1993 Kika Pedro Almodóvar
1995 La flor de mi secreto Pedro Almodóvar
1997 Carne trémula Pedro Almodóvar
1999 Todo sobre mi madre Pedro Almodóvar
2002 Hable con ella Pedro Almodóvar
2004 La mala educación Pedro Almodóvar
2006 Volver Pedro Almodóvar
2009 Los abrazos rotos Pedro Almodóvar
2011 La piel que habito Pedro Almodóvar
2013 Los amantes pasajeros Pedro Almodóvar
2016 Julieta Pedro Almodóvar
2019 Dolor y gloria Pedro Almodóvar
23
A continuación se explican los métodos que se llevarán a cabo para el análisis de las
películas:
En primer lugar, se analizarán y se visionarán las películas en el orden cronológico
de su creación para ver si se produce una evolución del director respecto a sus
personajes.
En segundo lugar, se tomará como base para el análisis del «personaje como
persona» y «personaje como rol», la plantilla de trabajo usada por Guarinos (2015) en
su investigación sobre la masculinidad en series de televisión. Desde un punto de vista
visual se analizarán elementos como la iconografía, sexualidad, rol, psicología entre
otros, pero se aplicará al cine y más concretamente, a nuestro tema de análisis. Dado
que nuestros objetivos no son iguales a los planteados por la autora en su investigación,
se han modificado algunos parámetros de medida, como la separación entre sexualidad
e identidad. En la tabla de «personaje como rol» se ha reducido el análisis a cuatro ítems
principales.
Tabla 2: variables de análisis del personaje en el relato (personaje como persona)
Edad Rasgos indiciales (Apariencia física)
Rasgos artifactuales( Vestimenta, forma de hablar…)
Iconografía
Comportamiento Relación Pensamientos, estado anímico, ecmociones, valores
Psicología
Clase social Nivel cultural Nivel económico
Sociología
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Fuente : Guarinos (2015)
Tabla 3: variables de análisis del rol del personaje
Fuente: Guarinos (2015)
En tercer lugar, y del mismo modo que anteriormente, se tomará como inspiración la
tabla 2 de análisis de masculinidad de Guarinos (2015) para registrar los ítems de las
diferentes características de la masculinidad en las diferentes piezas mostradas a modo
de análisis. Puesto que nuestro tema de estudio incluye otros ítems necesarios, se
añadirán nuevos elementos a la tabla prima de Guarinos, mas concretamente, a partir de
la fila cincuenta y cuatro se han añadido nuevos elementos necesarios para el estudio.
Además, se han eliminado las casillas donde explican el cómo del desarrollo de las
actividades.
Tabla 4: Variables de análisis de la masculinidad
Homo Hetero Bisexual
Sexualidad
Cisgénero (Trans)género/sexual
Identidad
Protagonista Principal Antagonista Secundario Motivaciones y acciones
CARACTERÍSTICAS MUCHO BASTANTE POCO NADA
Es capaz de expresar sus sentimientos
Cuida su aspecto físico
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Expresa comentarios homófobos
Posee comportamientos homófobos
Colabora en tareas de limpieza en casa
Hace la compra
Se ocupa de su ropa o la de su familia
Cocina
Comparte tiempo de ocio con los hijos
Cuida a los hijos
Antepone su familia a su trabajo
Colabora con compañeras de trabajo
Ejerce violencia en el ámbito familiar
Ejerce violencia en el ámbito profesional
Acepta a las mujeres como superiores profesionales
Alienta a su esposa o madre en el ascenso profesional
Tiene amistades femeninas
Permite la toma de decisiones a la mujer
Se siente superior a la mujer
Cambia de actitud ante hombre o mujeres
Le preocupan temas tradicionalmente masculinos
Tendencia política de izquierdas
Tendencia política de derechas
Aficiones de ocio masculinas
CARACTERÍSTICAS MUCHO BASTANTE POCO NADA
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Fuente: Guarinos (2015)
4. Análisis: el caso Almodóvar A continuación, se realizará el estudio de veintiún películas de Pedro Almodóvar en
un corpus establecido entre 1980 y 2019. El análisis se llevará a cabo estableciendo las
variables comentadas en las tablas de metodología; examinando los personajes
conforme a las masculinidades descritas y haciendo un examen individual minucioso de
los seleccionados.
Toma la iniciativa en las relaciones sexuales
Admite que ella/él tome la iniciativa en las relaciones
Relaciones fuera del matrimonio/relación estable (infiel)
Usa ropa entendida de “mujer”
Utiliza maquillaje (rostro, uñas…)
Apoya a otros hombres sin importar su orientación sexual
Es heterosexual y su expresión de género es femenina
Es heterosexual y su rol de género es femenino
Es homosexual y su expresión de género es femenina
Es homosexual y su expresión de género es femenina
Es bisexual y su expresión de género es femenina
Es bisexualy su expresión de género es femenina
CARACTERÍSTICAS MUCHO BASTANTE POCO NADA
27
4.1 Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980)
Tabla 5 : personajes analizados en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón
Fuente: elaboración propia
Dado que en este film hay una pluralidad notable de masculinidades, se analizarán en
primer lugar las masculinidades clásicas para poder realizar una contraposición con las
masculinidades mas alternativas.
El personaje de «El» Policía, representa en su totalidad el arquetipo de hombre
hegemónico. Físicamente cumple con el canon establecido; tiene pelo en el pecho, es
masculino, calvo, viril y una voz grave. Su rol en sociedad también cumple con la
heteronorma establecida, puesto que su comportamiento machista y misógino cae
directamente sobre las mujeres, más concretamente con su mujer. La jerarquía
relacional de poder que establece con su mujer es muy notoria, con comentarios como
«tu cállate, eso no son cosas de mujeres» o «ya sabes que no me gustan las historias de
mujeres independientes», demuestra su superioridad patriarcal sobre la mujer. En varios
momentos de la trama, ejercer violencia sobre la mujer; en dos ocasiones viola a dos
chicas y al final de la trama, cuando intenta violar a su mujer dice «cállate puta» para
luego propinarle un golpe y seguir ejerciendo su poder sobre ella. Además, su situación
laboral le hace creer que tiene aún más superioridad, tanto con hombres clásicos como a
aquellos que no entran dentro del canon normativo. Este personaje en su totalidad es el
claro ejemplo de la perpetuación del prototipo de hombre hegemónico.
Otro personaje destacable es Roxy; un chico transformista que lleva a su vida diaria
la rotura de los roles y estereotipos de géneros. Usa ropa de mujer, se maquilla y su
comportamiento es amanerado y femenino. Cabe decir, que la representación de los
hombres que rompen los roles de géneros son presentados como actores, cantantes
maquillados para la actuación, antisistema, etc, pero una vez que estos hombres vuelven
a su vida diaria, su representación es normativa y hegemónica. Aquí vemos una clara
diferencia entre ambas representaciones de la masculinidad; por un lado, Toni, uno de
Personajes masculinos analizados
Almodóvar Roxy El Policía Toni
28
los chicos que se maquilla para actuar, se le presenta en sociedad como un hombre de
mente abierta pero masculinizado, sin embargo a Roxy, que en ningún momento actúa,
se la presenta con una imagen sórdida, excéntrica y muy ligada a las drogas por su
comportamiento. Roxy es el claro ejemplo de una masculinidad alternativa. El personaje
no tiene miedo a romper con los roles de géneros y mostrarlos en sociedad, pero como
hemos visto, su representación es muy diferente a la ligada a la heteronormativa.
Un caso muy parecido lo vemos en el personaje que interpreta Almodóvar. En todo
momento demuestra que es amanerado y homosexual a través de su voz y sus gestos,
sin miedo a mostrarse en sociedad, pero la representación del personaje es de la misma
forma que ocurre con los anteriores, al ser representados en pleno corazón de La
Movida Madrileña, su connotación va ligada al mundo underground, drogas y
ambientes dañinos.
4.2 Laberinto de pasiones (1982)
Tabla 6 : personajes analizados en Laberinto de pasiones
Fuente: elaboración propia
Como su propio nombre indica, laberinto de pasiones es un laberinto de personajes y
también, de muchos tipos de hombre. La representación del hombre normativo y no
normativo discuten mucho en esta película, ya que encontramos su representación de
forma muy equitativa. En primer lugar; Fabio, Pedro, Sadec y Riza, son posicionados
dentro del concepto de nuevas masculinidades porque todos ellos, sin miedo a la crítica
social, hablan de su orientación sexual abiertamente. Encontramos personajes
homosexuales y bisexuales. Riza y Sadec físicamente sí que entran dentro del canon
normativo de masculinidad hegemónica; tienen pelo en el pecho, son aparentemente
muy masculinos y su comportamiento está masculinizado. Pedro y Fabio, físicamente
son los únicos que rompen con la heteronormatividad. Fabio cambia su pronombre
Personajes masculinos analizados
Doctor Fabio Padre de Queti
Pedro Riza Sadec
29
masculino a femenino en forma de chiste, se maquilla, usa plumas y se viste con ropa de
mujer. Al igual que Fabio, Pedro igualmente rompe estos estereotipos. Pedro utiliza
ropa de mujer, se maquilla, demuestra ser un hombre muy progresista y además, ambos
personajes, destacan por ser amanerados. La parte negativa de la representación de estos
personajes, es que su connotación es nociva y burlesca, puesto que se les posiciona en
un ambiente de escándalos, sexo y drogas; contaminando la percepción de este tipo de
hombres. Riza sufre una evolución durante la historia. Su orientación sexual transiciona
de homosexualidad a bisexualidad a raíz de conocer diferentes tipos de personajes.
Físicamente cambia su aspecto, deja de marcarse de una manera perpetua en el estado
masculino hegemónico y empieza a vestir de una manera más alternativa, usando
maquillaje y ropa más colorida. Antes de una actuación dice «me encanta la cosmética»
cuando un compañero le pregunta si quiere maquillarse. Hecho que es opuesto a los
gustos de los hombres clásicos.
Contrario a estas masculinidades disidentes, personajes como el Doctor de la Peña y
el padre de Queti, perpetúan la imagen del hombre clásico. Ambos personajes practican
el incesto con sus hijas, aunque el modo de forzarlas es diferente en ambos casos.
Ambos personajes se nos presentan físicamente como hombres hegemónicos; son
hombres maduros, trabajadores, mantienen a la familia y dejan ver la posición
dominante que tienen sobre las mujeres. En el caso del Doctor, la posición dominante
podemos verla con su hija y sus empleadas, puesto que él no realiza ninguna acción en
casa, y con el padre de Queti ocurre igual, fuerza sexualmente a su hija para mantener
relaciones con argumentos machistas como «lo haces adrede para ponerme cachondo».
Además, en casa se respeta el modelo patriarcal en el que su hija deben hacer todas las
tareas del hogar y mantenerlo a él.
4.3 Entre tinieblas (1983)
Tabla 7 : personajes analizados en Entre tinieblas
Personajes masculinos analizados
El cura
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Fuente: elaboración propia
Dado que esta película no tiene personaje masculino ni como protagonista o
principal, y prácticamente todo el elenco son mujeres por tratarse de una narración
basada en unas monjas de clausura, se analizarán únicamente los personajes masculinos
en su totalidad como concepto de masculinidad y al único actor masculino que tiene
más protagonismo como secundario: el cura. En primer lugar, queda claro que los
personajes como extras cumplen canónicamente con el concepto de hombre normativo,
todos llevan ropa acorde con su género establecido y como rol que se espera de ellos en
sociedad; además, a excepción de uno de ellos (el cartero) todos los demás tienen una
posición preponderante y androcentrista sobre las mujeres de la trama, como por
ejemplo el cura, o los policías que establecen una relación de superioridad sobre la
monja cuando entran en el convento. Un dato importante a tener en cuenta es que,
aunque la figura del hombre no aparece muy representada en este film, si nos fijamos en
la connotación de la lingüística de los diálogos podemos ver que hacen referencia a los
hombres, y siempre aplicado al concepto de la toxicidad masculina. En el diálogo que
tienen la marquesa recién enviudada y la madre superiora, esta le comenta a la monja
que su marido era un fascista de derechas y que ahora por fin es libre, vemos por tanto
que la figura del hombre que perpetua su poder sobre la mujer queda vigente y el hecho
de morir hace a la duquesa libre del poder de él sobre ella. Por último, la figura del cura
eterniza la figura del hombre tradicional, dejando de lado el estereotipo de su papel
como cura, físicamente cumple con todas los rasgos propios masculinos, como la
virilidad, una voz grave, barba, alto y aspecto de ser un hombre maduro. Durante todo el
transcurso de la película en ningún momento presta ayuda en el convento, establece una
jerarquía directa con la monjas en la que queda patente que él está por encima de ellas,
ya que en algunas escenas le ayudan a vestirse. Solo en la escena final de la narración,
el cura rompe con su comportamiento ejemplar -el establecido en sociedad- cuando
confiesa a Sor Víbora que está enamorado de ella y que ha pensado en ella varias veces,
rompiendo por tanto, sus votos de castidad y su fidelidad a Dios. En consecuencia,
queda patente que la masculinidad hegemónica, en este caso, sí que se ha mantenido
prácticamente intacta.
31
4.4 ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984)
Tabla 8 : personajes analizados en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Fuente: elaboración propia
Durante el transcurso del guion vemos dos tipos de masculinidad y ambas
representadas de maneras diferentes; por un lado, la masculinidad normativa premiada y
por otro, la representación de las nuevas masculinidades de una manera denigrante. El
personaje que actúa como dentista deja patente que es homosexual puesto que se le
representa con lo que comúnmente entendemos como «pluma», pero el director realiza
una interpretación vejatoria del mismo al convertirlo en la trama en un pederasta ya que,
al sentir atracción por el hijo de la protagonista -es evidente en la forma de expresión
del personaje- le pide adoptarlo. Aunque no se muestra durante mucho tiempo y no se
analizó en las tablas por ser un personaje que no aparece mucho en pantalla, es curioso
explicar que, el travesti que aparece cantando, se muestra muy masculinizado pero
vestido de mujer, es decir, rebajándolo en clase social y en físico para que quede claro
que no pertenece al espectro del hombre formal, muy parecido a lo que se pedía en el
código Hays en cuanto a la representación de la homosexualidad en EEUU.
En el otro lado encontramos el caso contrario. Polo, Antonio y Lucas representan la
masculinidad hegemónica en su totalidad y mostrada de una manera gloriosa; todos
físicamente cumplen con el arquetipo de hombre normativo de la época, mandíbula
tosca, peludos, fuertes, altos, algunos de ellos con barba y lo más importante: ejercen
poder de superioridad sobre la mujer. Polo y Antonio son por excelencia, el prototipo de
hombre de la época, por un lado, Polo es el policía de pelo en pecho que en un principio
tiene problemas para mantener relaciones sexuales, pero en el momento de tener poder
sobre una mujer -Cristal- su poder fálico de macho aparece sin complicaciones. Lucas,
al igual que Antonio, perpetua el rol de hombre de la casa ya que ninguno realiza
ninguna acción doméstica y ordenan a sus mujeres que las realicen, pero en el caso de
Antonio, las acciones son más amplias. Antonio no realiza ninguna acción doméstica,
Personajes masculinos analizados
Antonio Dentista Lucas Polo
32
quedando relegadas todas a su esposa, quien debe aguantar comentarios como «aquí el
que manda soy yo», «tráeme una cerveza» o «a las mujeres uno ya no sabe cómo
mantenerlas en casa», comentarios que van ligados, evidentemente, a su
comportamiento y rol machista. Un desencadenante que muestra claramente la
supremacía masculina sobre la femenina en el film se produce en el clímax de la
narración, cuando Antonio ejerce violencia física sobre Gloria -su esposa- porque ella
no quiere plancharle una camisa que él le ha ordenado planchar. Este film es claramente
una representación de la opresión femenina a través de la presión masculina.
La representación de una masculinidad patriarcal y hegemónica es evidente que
estaba normalizada en el tejido social ya que, cuando el cabeza de familia muere
asesinado por su mujer, ésta se queda sola, y cuando viene su hijo menor a casa para
que ella no esté sola, él -Miguel- realiza un comentario donde legitima al hombre como
superior y en el cual la masculinidad normativa no tiene convivencia con las nuevas
masculinidades. Miguel finaliza la escena diciendo: esta casa necesita un hombre.
4.5 Matador (1986)
Tabla 9 : personajes analizados en Matador
Fuente: elaboración propia
Uno de los personajes más destacables de la trama es Ángel. Se nos presenta un
chico joven, atlético, con un físico y una actitud muy masculina. Su forma de pensar
enlaza con su forma de comportarse. Criado en una familia del Opus Dei, tiene una
mentalidad conservadora que queda patente durante la narración. Durante el desarrollo
de este personaje, se deja ver que hay posibilidades de que Ángel sea homosexual.
Hecho que marca un dato importante, puesto que su madre condena totalmente
Personajes masculinos analizados
Ángel Comisario Diego
33
cualquier comportamiento fuera de la doctrina conservadora. Ángel es educado en todo
momento dentro del dogma de la masculinidad hegemónica y busca rechazar otro tipo
de masculinidades, refugiándose en la masculinidad impuesta; su madre, ultracatólica,
mantiene esta masculinidad como un aforismo con frases como «no soporta ver la
sangre, es un cobarde», criticando lo poco hombre que es su hijo. Ángel en todo
momento busca encajar dentro del canon social impuesto de hombre, con comentarios
como «le demostraré que no soy un maricón», vemos el peso de la masculinidad
predominante y el rechazo de la misma hacia otras formas de masculinidad recaer sobre
el personaje. Rechaza su verdadero yo. Llega un momento durante la historia que
Ángel, para reafirmarse como hombre, viola a una mujer. Es ese intento forzoso de
encajar dentro de la hombría, lo que le marca durante cierto tiempo de la historia como
un depravado. Dado que la violación en su gran mayoría, es un tema que implica al
hombre, en la película se realiza una crítica a la normalización de la violación. Cuando
la chica que viola Ángel acude a comisaría para que le reconozca, afirma que no va a
denunciar con el siguiente argumento «me han violado cuatro veces […] de que serviría
denunciar». Vemos en esa frase lo laxa que es la condena hacia el comportamiento
machista de un hombre sobre una mujer cuando esta es violada.
Otro de los personajes, Diego, actúa de forma patriarcal en todo momento. Por su
condición de torero, se afirma a sí mismo como un hombre muy viril, utiliza
comentarios como «a las mujeres hay que tratarlas como a los toros, plantarles cara»;
rebajando a la mujer a la condición animal para detallar su poder y su posicionamiento
hegemónico sobre ellas. Además, no acepta un no por respuesta cuando se enamora de
María y quiere que sea suya; la acosa, la sigue y prácticamente la fuerza hasta que
consigue lo que quiere. Con Diego también podemos ver el claro ejemplo del arquetipo
de hombre clásico de Hollywood y las relaciones afectivas; el personaje, de una edad
elevada, con altos rasgos de madurez por su trabajo y su físico, siempre tiene relaciones
con mujeres mucho más jóvenes que él, propio de la historia del cine y su prolongación
del hombre maduro seductor. Diego busca ser el hombre hegemónico en todo momento,
acto que en ocasiones lo confronta con el comisario, otro personaje que también
perpetua los roles de género masculino y dónde se ve la lucha de ambos personajes por
ser el hombre de más poder. La conducta y el comportamiento del comisario no es tan
34
violenta como podría ser la de Diego, pero tampoco lo suficientemente distintiva como
para catalogarlo como una rotura en la masculinidad hegemónica; al igual que Ángel,
que tampoco rompe el modelo impuesto.
4.6 La ley del deseo (1987)
Tabla 10 : personajes analizados en La ley del deseo
Fuente: elaboración propia
En este contexto encontramos un paradigma diferente a muchas de las películas de
Almodóvar. En líneas generales, muchos de los personajes tienen una estética normativa
sí nos fijamos en la época en la que fue rodada la película, pero los matices entorno a las
nuevas masculinidades es muy distante entre todos ellos. En primer lugar; el personaje
de Juan tiene una estética masculina, delgado, fuerte, voz masculina y bisexual, no tiene
miedo de mostrarse al mundo tal como es y viste masculino, pero en ocasiones, según la
moda de la época, sí que podemos catalogarlo como neomasculino, ya que no perpetua
en ningún momento los roles más nocivos de la masculinidad preponderante.
En un plano paralelo encontramos a Pablo, un director de cine abiertamente
homosexual, cuyo comportamiento van desde una masculinidad suave hasta un rol más
masculino. Su representación en el film es como un hombre que triunfa en su profesión,
que le gusta lo que hace, que no sabe amar, es promiscuo y además se droga, pero que
cuida de su familia y de los suyos. Pero si analizamos este personaje según la época,
esta representación es dañina, ya que, con la edad de Pablo, la sociedad imponía tener
una familia y estar centrado, hecho que Pablo aún no concibe.
La masculinidad hegemónica en este film la vemos en el personaje de Antonio, un
chico de familia conservadora que no acepta su homosexualidad, y recurre al refugio de
estética y comportamiento heterosexual normativo para pasar desapercibido. En parte de
sus frases vemos matices de una homosexualidad encubierta como por ejemplo, cuando
Personajes masculinos analizados
Antonio Juan Pablo
35
Pablo le dice que se vaya con él a casa, Antonio contesta «No suelo acostarme con
chicos», aunque finalmente veamos que sí mantienen relaciones sexuales. Su rol social
actúa en todo momento como una masculinidad hegemónica, arregla las cosas del piso
de Pablo como lo marca el hombre clásico y viste con estética conservadora hasta que
conoce a Pablo, donde se produce un pequeño cambio en su estética para poder seguir
conquistando al director. Aunque la relación de Pablo y Antonio sea una relación
homosexual, se crea una relación de poder y posesión; Antonio establece una jerarquía
relacional propia de las relaciones heterosexuales patriarcales, donde el hombre se
posiciona por encima de la mujer por el simple hecho de ser hombre y porque cree que
es lo correcto, ya que, es lo que socialmente se nos ha enseñado. Antonio se autoimpone
como el hombre masculino y dominante de la relación frente a Pablo, con comentarios
retrógrados como «soy como hay que ser» cuando Pablo le recrimina su posesión y sus
celos. Con la frase anterior, vemos cómo Antonio justifica su comportamiento de
hombre hegemónico, porque lo considera correcto al haber sido enseñado de esa manera
por la sociedad. Pablo y Juan representan un modelo más abierto de hombre y no tan
reaccionario como Antonio.
4.7 Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
Tabla 11 : personajes analizados en Mujeres al borde de una ataque de nervios
Fuente: elaboración propia
Los dos personajes masculinos más destacables son, por un lado; Iván, un hombre
maduro y con gran capacidad para el donjuanismo, y por otro lado a su hijo, Carlos,
quien representa la antítesis del mismo por no compartir los mismos comportamientos.
Durante el transcurso de la narración, se produce la visualización de la masculinidad
dominante y tradicional, por un lado, a través de Iván, físicamente hombre canónico de
pelo gris, bien peinado y con voz seductora, que utiliza a las mujeres según su placer ya
Personajes masculinos analizados
Carlos Iván
36
que, es infiel a todas ellas a través del enamoramiento. Iván perpetua el arquetipo de
hombre dominante sobre la mujer, el hombre romántico pero que a la vez no puede ser
hombre de una sola mujer porque va en su naturaleza de hombre. En contraposición
encontramos a su hijo -Carlos-, quien es más próximo a la taxonomía de las nuevas
masculinidades por sus comportamientos. El eje común que tienen padre e hijo es que
ambos son infieles durante el film, su padre con tres mujeres a la vez y Carlos, mientras
su mujer está dormida, besa en varias ocasiones a otra de las actrices. Sin embargo, si
dejamos a un lado la categoría de amor, observamos que el comportamiento de Carlos
es opuesto al de su padre; deja que las mujeres participen en todo momento, las trata
como iguales, las respeta, no se intenta imponer ante ellas y tampoco busca crear una
jerarquía hacia ellas en las que él sea el hombre dominante. Una de las características
que Carlos tenga ese tipo de personalidad puede deberse a que es tartamudo, hecho que
puede hacerle pensar que no entra en el arquetipo de «hombre hombre» por romper con
las características del hombre tradicional y de ahí su comportamiento más servicial
hacia la mujer. Podemos ver como su mujer durante el film, adquiere el liderazgo de la
pareja y él la respeta en todo momento.
Queda patente, por tanto que, a través de los dos personajes y su relación
paternofilial se muestra que la masculinidad tóxica de Iván se deconstruye a través de
Carlos, viendo que su comportamiento en sociedad no es biológico, sino social.
4.8 ¡Átame! (1989)
Tabla 12 : personajes analizados en ¡Átame!
Fuente: elaboración propia
En esta película las nuevas masculinidades no tienen representación alguna. Los dos
personajes más representativos son; en primer lugar, Ricky, como protagonista de la
Personajes masculinos analizados
Máximo Ricky
37
historia, y Máximo, actor secundario que apoya la trama. Ambos personajes perpetúan
el estereotipo de la masculinidad hegemónica; por un lado, Ricky físicamente cumple
con el arquetipo de hombre masculino, voz grave y pelo en el pecho, al igual que
Máximo que, aunque tiene el doble de la edad de Ricky, eterniza el prototipo de hombre
clásico del cine de los sesenta. Con pelo gris, masculino y una voz muy grave, realiza
comentarios típicamente machistas sin pudor mientras todo el mundo entiende como
positivo ese comportamiento, incluyendo el deprecio que su mujer debe aguantar en
todo momento, por ser él el que está por encima de ella en la jerarquía social impuesta,
en la que, ese tipo de hombre, debe estar por encima de la mujer. Además, aunque en
ocasiones se le vea trabajando con mujeres, en todo momento ellas tienen un
comportamiento servicial hacia él, quedando visible una relación paralela laboral y
doméstica donde puede verse su posicionamiento dominante frente a las mujeres.
La historia que se desarrolla con Ricky y su comportamiento es diferente ya que,
como en otras películas, se usa la romantización del síndrome de Estocolmo a través del
atractivo galán y de buen físico que enamora a una mujer. Para poder llevar a cabo su
secuestro para enamorar a Marina, ejerce en todo momento violencia contra ella, quiere
dominarla y realiza actos de posesión en todo momento cómo puede ser atarla o no
dejarla hablar. En las relaciones sexuales, aunque en un primer momento empiezan por
petición de Marina, la iniciativa en todo momento está tomada por Ricky, sometiendo a
Marina a su poder.
Igualmente, la forma de pensar de Ricky, queda clara en todo momento, como
hombre masculino hegemónico, cisgénero y heteronormativo su pensamiento en la
balanza se mueve hacia un lado que podríamos definir como clásico y conservador. Él le
cuenta constantemente a Marina que quiere tener una familia con ella con varios hijos,
donde ella los cuide y él trabaje; además, en una escena de la película, Ricky arregla el
grifo de la cocina, el cual estaba roto porque Marina no sabía arreglarlo, otra muestra
más de la representación del cliché de hombre tradicional que arregla los problemas
domésticos surgidos en casa.
De este modo, se inmortaliza la masculinidad hegemónica en su totalidad, dada la
nula representación de nuevas masculinidades y con la muestra total de varones con
comportamientos machistas, tóxicos y en línea con la heteronorma.
38
4.9 Tacones lejanos (1991)
Tabla 13 : personajes analizados en Tacones lejanos
Fuente: elaboración propia
Dada la dificultad de unos de los personajes por su multifuncionalidad en la trama,
los personajes interpretados por Miguel Bosé se analizarán independientemente puesto
que, su representación en la película, puede ser muy rica para la discusión.
La representación de la masculinidad normativa está representada de un modo muy
directo y axiomático. Alberto representa al hombre machista y misógino, que considera
que por el hecho de ser hombre, debe estar por encima de la mujer, y además ella, debe
estar al servicio del hombre en todo momento. Su jerarquía de poder en su matrimonio
está muy marcada; él toma las decisiones y su mujer debe acatarlas, con frases como «y
mientras seas mi mujer, no te moverás de aquí […] yo no me separo como tu primer
marido, no soy tan moderno» o «ocúpate de la casa» En esas declaraciones, vemos la
mentalidad más conservadora y reaccionaria de la masculinidad heteronormativa.
Tampoco anima a su mujer a crecer profesionalmente, al contrario, la alienta a dejar su
trabajo cómo actriz y seguir ocupándose de su hija y de la casa. Manuel es otro
personaje en linea con Alberto. En ningún momento busca la equidad entre hombres y
mujeres, y tampoco entre hombres diferentes al hombre clásico. En todo momento
demuestra su poder sobre el género femenino y reniega de hombres que se salgan del
canon establecido; con comentarios como «ni liberal, ni puñetas», o su frase «lo que hay
que aguantar» cuando está delante de un transformista, remarcan su posicionamiento
conservador.
En el lado opuesto de la balanza encontramos el personaje de Letal, un hombre
heterosexual pero que se sale de la norma establecida al ser transformista en un bar de
espectáculos. Usa ropa de mujer, maquillaje y su rol en sociedad baila entre la
representación femenina y masculina ya que, su físico sigue siendo muy masculinizado.
Sin embargo, la representación que hace el autor de este personaje, al igual que muchos
Personajes masculinos analizados
Alberto Eduardo Letal Manuel
39
otros, se realiza de una manera sórdida y más abocada al pecado que a una vida de
esplendor.
El juez y Eduardo son dos personajes que tienen un físico parecido muy relacionado
con la masculinidad normativa. En ellos encontramos leves puntos que nos hacen
posicionar a uno de ellos como hombre clásico y al otro más cercano a una nueva
masculinidad. El juez en todo momento busca una posición dominante, tanto de
hombres como mujeres; hecho que puede deberse a su posición legal como juez,
profesión que le otorga un poder mayor sobre los personajes. En el otro lado, Eduardo
actúa de manera muy diferente con las mujeres, cuidad de su madre y trata a las mujeres
como iguales, no establece relaciones de poder entre ellas y otros hombres, y en todo
momento tiene un comportamiento laxo en sociedad con su posicionamiento de hombre
heterosexual normativo.
4.10 Kika (1993)
Tabla 14 : personajes analizados en Kika
Fuente: elaboración propia
En primer lugar, la composición de personajes es diferente en cuanto a
comportamientos, pero jerarquizados en orden ascendente si tomamos como base la
masculinidad hegemónica, es decir, no encontramos nuevas masculinidades en la
película. Se analizó a Ramón, Nicholas y Pablo por ser desencadenantes en la historia.
Por un lado, y haciendo referencia al físico en general de todos los personajes
analizados, el personaje principal y los dos secundarios más característicos, cumplen
con el físico esperado de un hombre tradicional. Ninguno tiene barba pero su forma de
vestir, actuar y su comportamiento en sociedad es totalmente equitativo con el término
que tenemos entendido como hombría. Ramón actúa de una manera más pasiva en
referencia a la protagonista -Kika-, suele ser más servicial, pero siempre dejando claro
Personajes masculinos analizados
Nicholas Pablo Ramón
40
que el papel principal en la relación le pertenece, podemos verlo, por ejemplo, cuando
está en la cama con la protagonista y él, en todo momento, toma la iniciativa en las
relaciones sexuales. Nicholas podría describirse como un mujeriego, no tiene pudor en
mantener relaciones con varias mujeres, a través de su físico y carisma de seductor, las
nubla para luego satisfacer su deseo como asesino.
Un punto a tener en cuenta es que, todos los hombres de la narración utilizan a las
mujeres, ya sea de una manera u otra, queda establecido el poder de los mismos sobre
ellas, y como el cuerpo de ellas es deleite de los hombres a través de diferentes
comportamientos, es decir, el cuerpo de la mujer, para los personajes, es un objeto de
deseo y sexualización; podemos verlo en las numerosas infidelidades y relaciones de
Nicholas, quién usa a las mujeres como una simple relación esporádica a cambio de
engañarlas con su amor eterno, Ramón, quién admite espiar a Kika desde su balcón
porque le resulta erótico, o Pablo, un actor porno convertido en violador por sus deseos
sexuales, quien mantenía relaciones sexuales con su hermana y luego violó a Kika.
Pablo es un personaje que representa la masculinidad más tóxica y desestabilizada.
En la película lo tachan de tonto por haber entrado en la cárcel a muy temprana edad y
por haberse dedicado al porno. En un primer vistazo, se puede sobreentender que Pablo
se dedicaba al porno por gusto, pero en realidad, su hermana desvela en la narración que
entró al mundo del cine para adultos por su obsesión por el sexo, hecho que
posteriormente lo hizo convertirse en un violador, el cual durante la trama, viola a Kika
en varias ocasiones; además, en ningún momento trata a las mujeres como iguales, ni
las respeta, al contrario, ejercer violencia sobre ellas y tiene un comportamiento en todo
momento machista y misógino.
Queda claro, que en esta película, se ven las partes mas oscuras y debatidas de los
hombres.
4.11 La flor de mi secreto (1995)
Tabla 15 : personajes analizados en La flor de mi secreto
Personajes masculinos analizados
Ángel Antonio Paco
41
Fuente: elaboración propia
Durante el transcurso de la historia podemos ver dos tipos de masculinidades muy
marcadas; por un lado, Paco, como tradicional y por otro a Ángel y Antonio que, dentro
de las nuevas masculinidades, podríamos decir que ejercen una balanza entre lo
normativo y lo no normativo. Paco es militar y performa al hombre hegemónico por
excelencia, con su estética castrense fomenta los valores de los clásico, conservador y
lo correcto. En todo momento actúa de forma fría con la protagonista, no expresa sus
sentimientos, es frívolo, viril y su cuerpo acompaña a las características propias del
hombre normativo. Realiza desplantes a su mujer y no tiene miedo a ejercer su poder
patriarcal sobre ella, ignorándola cuando esta sufre por sus desplantes o con
comentarios como «soy un hombre de deber» cuando le dice que debe irse a una misión
militar y no puede estar con ella. Además de cumplir con todas las características del
hombre clásico, al final del film, se muestra una de ellas, que se entiende al escuchar la
conversación que tiene la protagonista con su amiga, quien viene a dilucidar la raíz del
problema entre la pareja: Paco le es infiel.
Por otro lado, los personajes secundarios bordan de forma más sutil un hombre
diferente a Paco. Antonio, con pelo largo debido a su condición de bailarín y gitano,
nos muestra un hombre sin miedo a tener el pelo largo y dedicarse a la cultura del
flamenco. El personaje de Ángel podemos dividirlo en dos partes; por un lado su físico,
que entra en el arquetipo del hombre de avanzada edad heteronormativo, pero a su vez,
su inteligencia emocional es totalmente opuesta a la de Paco. Ángel tiene un sistema de
jerarquía más laxo que Paco entre hombre y mujeres, ya que trabaja con ellas y además,
anima a la protagonista a avanzar en su carrera profesional, la anima en todo momento e
intenta que consiga ascender en su carrera profesional. Paco se muestra al espectador
con un semblante rígido y duro, mientras que Ángel actúa de una manera más
excéntrica, impulsiva, pero a la vez sosegada en su puesto de trabajo. Ángel trata a la
mujer con respeto y como iguales. Por tanto, vemos que la neomasculinidad y la
masculinidad hegemónica tienen una participación ecuánime.
42
4.12 Carne trémula (1997)
Tabla 16 : personajes analizados en Carne trémula
Fuente: elaboración propia
En este film la masculinidad hegemónica es la que predomina en todos los
personajes. En primer lugar tenemos a Sancho, un policía borracho que usa su poder de
ley para marcar su autoridad sobre todo el mundo, tanto hombres como mujeres, tiene
muy marcada la jerarquía de poder en la que él se marca como alpha en todo momento,
como en las escenas en las que no hace caso a su compañero porque considera que,
como no está al mando, no lleva razón. Físicamente cumple con el arquetipo de hombre
normativo, tiene el pelo blanco, avanzada edad y es corpulento. En el terreno femenino
actúa de igual modo, ejerce violencia en todo momento sobre su mujer y no acepta a las
mujeres por igual, dice frases machistas como «la mato […] es la única manera de que
una mujer no te la pegue», cuando sospecha que su mujer le es infiel, pero; además de
ejercer una violencia física sobre su mujer pegándola, también la ejerce
psicológicamente de posesión ya que, cuando ella le pide amablemente que quiere el
divorcio porque esa relación está abocada al fracaso, él contesta «mientras yo te siga
queriendo, tú no te separas de mí».
Por otro lado, Victor y David no actúan de una manera tan brusca pero sí que siguen
perpetuando el rol del hombre normativo en todo momento; ambos son corpulentos,
hacen deporte, son peludos, varoniles, tienen voz grave y les gusta demostrar su
hombría, por ejemplo, durante una escena en la que David va a buscar a Victor para que
este deje de buscar a su mujer, se realiza una pelea verbal y de comportamiento para
dejar claro - y usando la nomenclatura social animal- quien es el macho/hombre
dominante, ya que la discusión viene precedida porque ambos quieren poseer a la
misma mujer.
Personajes masculinos analizados
David Sancho Víctor
43
A diferencia de David, que es más comprensivo y sensible con su mujer, Victor no es
un individuo calmado y en ocasiones ejerce también la violencia sobre la mujer, no les
habla correctamente y en ocasiones, como al principio de la película, ejerce violencia
contra ellas, como cuando le propicia un golpe a Helena porque esta le pide que se vaya
y él -que no acepta un no por respuesta- le contesta «¿estas loca?¿qué quieres, que te de
otra hostia?»
Vemos claramente que la representación de nuevas masculinidades es nula, al
contrario, se perpetua en todo momento la imagen del hombre cis heteronormativo.
4.13 Todo sobre mi madre (1999)
Tabla 17 : personajes analizados en Todo sobre mi madre
Fuente: elaboración propia
Aunque en este largometraje la participación recae en todo momento en el género
femenino, encontramos que aunque sean breves, la nueva masculinidad tiene mucho
protagonismo. En primer lugar, Esteban, el hijo de la protagonista, tiene un físico y una
manera de actuar muy masculina, pero a diferencia de la masculinidad hegemónica, no
perpetúa los roles de la masculinidad dañina, puesto que tiene un comportamiento muy
cuidadoso hacia la mujer, no adquiere ninguna relación de poder frente a ellas y sus
tendencias de ocio no son propias del hombre rudo, ya que lee y le gusta el teatro;
además, al no conocer a su padre, escribe una página en su diario donde dice que no
juzgará a su padre por como sea si alguna vez lo conoce, rasgo muy distintivo de las
masculinidades alternativas frente a la clásica, donde se produce el apoyo y la no
discriminación hacia nuevas masculinidades.
El padre de Esteban es Lola, una mujer transgénero que realizó el camino de
transición de hombre a mujer. Con este personaje vemos una clara exposición de una
nueva masculinidad contraria al binomio establecido en sociedad en cuando a hombre y
Personajes masculinos analizados
Esteban Lola
44
mujer. Lola tiene una estética femenina, se denomina a ella misma con nombre de
mujer, pero a la hora de coger a su hijo dice “estás con papá”, por lo que en Lola
convive un género más fluido, propio de la época de los años 90, donde el rol de la
persona transgénero y transexual aún no estaba definido. Lola tiene una estética
femenina aún teniendo un cuerpo masculino muy marcado, tiene el pelo largo, se
maquilla y tiene las uñas pintadas. Como en casos anteriores, vemos que la
representación de la masculinidad disidente es mostrada de forma vejatoria, como el
caso de Lola, que queda claro que ejerce la prostitución para sobrevivir, pero a su vez,
la representación de Esteban, un hombre neomasculino pero de estética normativa, es
representada de una forma más positiva.
4.14 Hable con ella (2002)
Tabla 18 : personajes analizados en Hable con ella
Fuente: elaboración propia
Los personajes analizados han sido; Benigno, como personaje protagonista, Marco
como personaje principal y el Doctor Vega como personaje secundario. Los tipos de
masculinidades son diferentes y representadas de forma diferente. En primer lugar,
Marco se presenta al principio de la película dentro del canon hegemónico de hombre
clásico, es calvo, con voz muy grave, serio, frio, distante y es hermético en cuanto a sus
sentimientos. Además, actúa en todo momento como macho dominante con su pareja,
ya que toma decisiones por ella, y la protege ejerciendo violencia. El Doctor Vega, por
ejemplo, físicamente es muy parecido a marco y en su forma de comportarse también se
equipara al arquetipo impuesto de hombre normativo, pero la diferencia principal entre
ambos personajes es que Marco evoluciona durante la película; al principio de la
historia, Marco es el prototipo exacto del hombre varonil, que no puede llorar ni en el
Personajes masculinos analizados
Benigno Dr Vega Marco
45
momento que le comunican que su mujer ha entrado en coma, pero a lo largo del fin, se
encariña, pero no de forma sexual, de Benigno, ya que este tiene un comportamiento
que despierta ternura en Marco. Al final del film, puede verse la deconstrucción de
Marco; de ser un hombre hegemónico, entra poco a poco en el canon de las nuevas
masculinidades, ya que, hace todo lo posible por ayudar a Benigno y al final de la
película, cuando se entera que este se ha suicidado, rompe a llorar, hecho que no es nada
común en los hombres heteronormativos.
Benigno en cambio, sí que puede ser clasificado en la taxonomía de hombre
neomasculino, ya que representa una masculinidad alternativa a la que estamos
acostumbrados en el tejido social. Benigno tiene un rol de género en sociedad que
difiere mucho a lo que conocemos comúnmente, hasta el punto que uno de los padres de
los pacientes que él cuida le pregunta «¿qué orientación sexual prefieres?», es decir, por
su forma de actuar, más afeminada, es confundido en sociedad como homosexual por
entrar dentro de los estereotipos impuestos, cuando en realidad, Benigno afirma ser
totalmente heterosexual y estar enamorado de su paciente en coma, hasta el punto de
padecer una obsesión médicamente llamada «enamoramiento patológico», creyendo el
mismo que su paciente en coma también está enamorada de él. Benigno además de su
comportamiento no normativo, tiene una inteligencia emocional diferente, es sensible y
muy empático. Sus gustos no están masculinizados ya que, además de estudiar
enfermería, estudio maquillaje y estética, temas que normalmente son femeninos.
Podemos ver que las dos masculinidades confluyen en la película por igual, pero la
representación de ambas es bien diferente; por un lado, la representación de la
masculinidad hegemónica se realiza de forma noble y correcta, pero a la hora de
representar a Benigno, se le representa como un psicópata, ya que a través de la
metáfora del hombre menguante, Almodóvar nos muestra la violación que realiza sobre
su paciente en coma. Por tanto, queda claro que la representación de la nueva
masculinidad, se realiza de una manera dañina.
46
4.15 La mala educación (2004)
Tabla 19 : personajes analizados en La mala educación
Fuente: elaboración propia
En este film podemos ver una mezcolanza de masculinidades. Sé dejará de lado el
hecho de que se produzca metacine ya que, Juan interpreta a Zahara dentro de la propia
película en el rodaje de la película «La visita». En primer lugar, el protagonista de la
historia (Juan) entra dentro del concepto de la masculinidad hegemónica a nivel físico
puesto que cumple con todos los cánones establecidos, el único matiz es que no se
declara abiertamente homosexual para seguir dentro del rol establecido de hombre;
queda claro a través de comentarios homófobos como «tu eres solo un maricón»,
«puedo ir a ver a las locas» o «tío no te equivoques» cuando otro hombre intenta alguna
relación afectiva con él, pero realmente durante el transcurso de la película podemos ver
que Juan mantiene relaciones sexuales con hombres. Juan a su vez, utiliza su cuerpo y
su masculinidad como arma para conseguir lo que quiere, su fin máximo es ser actor y
utiliza a Enrique -director de cine- para conseguir el papel que ansía como actor, y
también usa su influencia sobre Manuel Berenguer para que le pague la escuela de
interpretación. Durante la evolución del personaje, en un primer lugar vemos a Juan
muy masculinizado, pero conforme se produce el desarrollo de la historia, dado que
Juan quiere interpretar a Zahara -mujer transexual-, él cambia sutilmente su aspecto
físico adelgazando, cambiado su peinado y usando maquillaje como Enrique.
Como personaje principal que apoya al protagonista tenemos a Enrique, cuyos rasgos
podríamos decir que sí entran dentro del hombre que entendemos como neomasculino
ya que, durante el transcurso de la historia declara abiertamente su homosexualidad y
utiliza maquillaje muy sutil, pero notable, podríamos decir que su personaje no entra
dentro del molde establecido de hombre normativo, ya que rompe con la canonización
del hombre tradicional y, a diferencia de otras películas, es mostrado como un hombre
que apoya a las mujeres y que tiene una buena posición social, en ningún momento se le
Personajes masculinos analizados
Enrique Ignacio Juan Manuel
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muestra como un hombre maltratado por la vida, al contrario, es un hombre de
indudable éxito. Por tanto, Manuel Berenguer, aunque mantiene relaciones sexuales
fuera del matrimonio, se posiciona íntegramente en el concepto de hombre normativo,
el único, puesto que, cumple totalmente con el arquetipo de hombre; es masculino, viril,
alto, fuerte, mantiene a su mujer y a sus hijos, es católico, no tiene compañeras de
trabajo mujer y es de ideología conservadora.
Uno de los personajes que apoya la narración y tiene una influencia notable es
Ignacio. Durante la primera parte de la película Ignacio es mostrado como un hombre
cisgénero y heterosexual pero, conforme avanza la trama, nos damos cuenta que Ignacio
es transexual, se ve a través de su físico, se ha operado para ponerse pecho, tiene el pelo
largo y se maquilla, aunque sigue denominándose a él mismo como Ignacio. La
representación de este tipo de masculinidad difícil de representar en el espectro del
género nos sitúa a Ignacio como un hombre que está en la búsqueda de sí mismo
durante toda la película, pero que no tiene las facilidades económicas necesarias, ya
que, al final de una conversación con Manuel, dice que no puede ser como él quiere ser,
es decir, quiere transicionar a mujer. La representación del hombre de género disidente
hacia mujer, como es Ignacio, se realiza a través de una representación vulgar y
lamentable a través de la prostitución, traumas infantiles y las drogas. Por tanto, vemos
que la representación de la masculinidad tradicional y las nuevas masculinidades son
tratadas de forma positiva, mientras que la representación de la transexualidad se realiza
de forma negativa.
4.16 Volver (2006)
Tabla 20 : personajes analizados en Volver
Fuente: elaboración propia
Personajes masculinos analizados
Paco
48
La representación de la masculinidad en esta película es totalmente heteronormativa
sí nos fijamos únicamente en la representación masculina y dejamos de lado los papeles
femeninos. En primer lugar, cuando analizamos la figura no presencial del padre,
centrándonos únicamente en la semiótica de los diálogos, podemos ver como la
representación del padre se realiza como un hombre tóxico e inclinado hacia la
afectividad en familia más próxima a los delitos sexuales, incluyendo las infidelidades
que realizaba. Al final de la película, la maldad del padre se entiende través de la
confesión de Raimunda, quien confiesa a su madre fallecida haber sido víctima de los
abusos de su padre, hecho que se enlaza con el asesinato de Paco, el marido de
Raimunda, quien muere a manos de la hija de esta. El perfil del padre se construye
haciendo referencia a un pensamiento antiguo, de hombre dominante con pensamiento
machista. Por otro lado, Paco actúa como un personaje principal que apoya a Raimunda
en la trama. El detonante de la trama se produce cuando la hija de Raimunda asesina a
Paco cuando este intenta abusar de ella. La representación de Paco es totalmente
hegemónica, tanto física como de su rol en sociedad. Su físico representa la
masculinidad normativa por excelencia, pero una masculinidad más asociada a lo que
comúnmente conocemos como de clase obrera o cañí, puesto que lleva tirantes donde
puede verse su pelo en pecho, bebe cerveza, fuma acostado en el sofá y acompañado de
accesorios de oro, además de una estética desaliñada. No realiza las tareas del hogar, ya
que pide en todo momento que le hagan la comida y realiza comentarios de
diferenciación de rango hacia su mujer cuando, desde el sofá, utiliza expresiones como
«oye, tráeme una cerveza» para que le sirva a sus órdenes; además, en las relaciones
sexuales, toma la iniciativa y relega a la mujer a un mero objeto cuando por ejemplo, en
la cama, se enfada con Raimunda porque no quiere mantener relaciones sexuales, y este,
a modo de venganza, se da placer a sí mismo en presencia de ella. Como visión general
y en un marco sociológico para aportar más información, cuando se produce la muerte
de la tía Paula, puede verse la diferencia jerárquica en cuanto a la superioridad del
hombre frente a la mujer; cuando se produce el entierro; los hombres y las mujeres se
dividen en dos grupos, por un lado, las señoras se ubican todas juntas en una habitación
para rezar el rosario y los caballeros se salen fuera para hablar y fumar, dejando la tarea
de la oración únicamente al género femenino.
49
4.17 Los abrazos rotos (2009)
Tabla 21 : personajes analizados en Los abrazos rotos
Fuente: elaboración propia
En este largometraje, encontrando una mezcolanza muy variada del concepto de
masculinidad que se irán analizando uno a uno para profundizar más en el análisis de
cada uno. El personaje de Ernesto es por antonomasia el representante máximo de la
masculinidad hegemónica; su físico concuerda con el hombre clásico, es un hombre de
negocios, de poder, que le gusta tener el dominio de todas las situaciones y de todo el
mundo, sobre todo, de la mujer. Su comportamiento hacia el sexo femenino es
puramente de posesión absoluta y de cosificación ya que, consume prostitución y en el
momento en el que su mujer intenta dejarlo por otro, este, la tira por las escaleras como
aviso. Queda muy definida la jerarquía dogmática del machismo puesto que en todo
momento, él toma las decisiones, tanto sexualmente como en la vida cotidiana, como
por ejemplo, el hecho de ver a su mujer trabajando como actriz es algo que lo enfurece.
De igual modo, Ernesto tiene un comportamiento dañino hacia otros hombres que no
entren dentro del arquetipo de virilidad, tiene comportamientos homófobos y
expresiones homófobas hacia su hijo que es homosexual; dice comentarios despectivos
como «lo has afeminado para humillarme» o «quiero que descubras si es maricón y si
tiene arreglo». El hijo homosexual de Ernesto -Ray X-, a pesar de entrar dentro de una
masculinidad alternativa a la hegemónica, se le representa en la primera etapa de la
película como un chico ridículo, exageradamente afeminado, extraño y discriminado
por su familia y por el mundo, es decir, tiene una representación irrisoria, hasta el final
de la película, donde vemos durante poco tiempo, que el paso de madurar le ha hecho
cambiar hacia un hombre más serio.
Harry como uno de los actores principales, denotativamente abarca el concepto de
masculinidad clásica por su físico, ya que tiene el pelo blanco, es alto y viril, pero a
nivel interno abarca mucho más; es compresivo con las mujeres, trabaja con ellas, las
Personajes masculinos analizados
Diego Ernesto Harry Ray X
50
ayuda, no discrimina por orientación sexual, condena el machismo en todas sus
vertientes y tiene una inteligencia emocional latente que puede verse durante su
actuación. De igual modo, su hijo Diego, un hombre más joven, entra desde el primer
momento en la masculinidad disidente ya que; cocina, realiza las tareas del hogar, cuida
de su padre, -hecho significativo porque el cuidado de los enfermos/hijos suele ir ligado
a la mujer-, trata a las mujeres como iguales, no le importa recibir órdenes de las
mismas y tampoco discrimina a nadie por su orientación sexual o por liderar una
masculinidad diferente a la clásica. Vemos por tanto, que las masculinidades confluyen
pero el avance sociológico de la masculinidad se produce únicamente en Diego como
futura generación del cambio.
4.18 La piel que habito (2011)
Tabla 22 : personajes analizados en La piel que habito
Fuente: elaboración propia
En esta película, se analizarán los personajes únicamente masculinos como son
Robert, Zeca y Vicente; el momento de transición sexual de Vicente a Vera no se tendrá
en cuenta, y solo se analizará a Vicente en la primera parte de la película, dado que al
transicionar, adquiere la definición de mujer transexual y no entra dentro del corpus a
analizar.
Los tres personajes nombrados anteriormente, forman parte del arquetipo de hombre
tradicional por su comportamiento y forma de actuar, es decir, ninguno puede ser
considerado como un hombre de nueva masculinidad al cien por cien, pero sí que
algunos de ellos tienen leves matices que podrían entrar dentro de una masculinidad
menos hegemónica.
Personajes masculinos analizados
Robert Vicente Zeca
51
En primer lugar, Robert a nivel de comportamiento y rol social, se muestra como un
hombre de poder, elitista, con gran poder por su dinero y de una inteligencia construida
debido a su trabajo como científico y cirujano. Robert por su físico se puede clasificar
dentro del hombre clásico elegante, típico de la burguesía y el dandismo, podríamos
catalogarlo como un Dandy. Su forma de comportarse con las mujeres es siempre de
poder, tomando la iniciativa en las relaciones sexuales y en el plano domestico; pero a
su vez, tratándolas con sumo respeto y cuidado en los mismos escenarios, además, cuida
a su hija y se hace cargo de ella, esas serían las dos únicas pinceladas que podrían
catalogarlo como la evolución a una nueva masculinidad. En todos los demás escenarios
tiene un poder hegemónico patriarcal, no trabaja con mujeres, en casa lo mantiene
cuidado una mujer y tiene gustos entendidos como masculinos.
Vicente en su primera etapa como hombre, se puede ver que no tiene problemas en
trabajar con mujeres, como por ejemplo su madre o su compañera de trabajo, pero si
eliminamos la jerarquía familiar con su madre y nos fijamos únicamente en la que tiene
con su compañera, se establece una relación de acoso hacia ella ya que, aunque ella le
repite en numerosas ocasiones que es lesbiana, él insiste en que debe estar con él, no
respetando su decisión. En otro momento de la película, cuando se encuentra con la hija
de Robert -discapacitada mental- , Vicente empieza a mantener relaciones sexuales con
ella donde él toma el poder, y cuando ella se da cuenta de lo qué está pasando, se niega
a continuar y él sigue hasta que lo detienen sus gritos.
En último lugar, Zeca es por excelencia la representación más tóxica de la
masculinidad hegemónica. Físicamente es un hombre alto, fuerte, calvo y muy
masculino. Durante la narración viola a Vera, forzándola desde el primer momento y a
su madre, quien le ayuda a entrar en casa, cuando quiere detenerlo, ejerce violencia
física contra ella con argumentos como «si hablas te parto la cara». En todo momento
ejerce violencia con todas las mujeres de la película, tratándolas como inferiores y para
deleite de él; primeramente podemos verlo a nivel doméstico con su madre, que le pide
que le haga de comer y en segundo lugar lo vemos a nivel sexual, cuando quiere que
Vera lo alivie por llevar mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales.
52
4.19 Los amantes pasajeros (2013)
Tabla 23: personajes analizados en Los amantes pasajeros
Fuente: elaboración propia
En la composición interna de este largometraje, sí que podemos ver una gran
pluralidad de personajes con masculinidades diferentes, tanto a nivel físico como a nivel
emocional. Por un lado, el trio formado por Joserra, Fajas y Ulloa conforman lo que
comúnmente denominaríamos: hombres homosexuales y afeminados. Dentro de ese
grupo, el físico es muy variado y no respeta la masculinidad imperante en ningún caso;
Fajas tiene sobrepeso, Ulloa es delgado con bigote y Joserra no tiene una musculatura
prominente. Sus expresiones de género hacia la sociedad son masculinas, pero su
afeminamiento con lo que peyorativamente se denomina «pluma», los hace encajar en
un rol homosexual propio de las nuevas masculinidades pero que no tienen
comportamientos de hombre. Ellos, además, tratan a su compañeras como iguales, sin
ninguna relación de poder hacia ellas. Los que queda patente es que el autor, no hace
una representación de la homosexualidad normativa, sino que a través de una hipérbole,
busca los clichés más característicos de esta orientación y los exagera en su totalidad,
como la promiscuidad, el amaneramiento, el consumo de drogas y el lenguaje disidente
usado entre ellos al denominarse en algunas ocasiones, entre ellos, en femenino, como
por ejemplo, Joserra en uno de sus comentarios afirma «somos unas mamarrachas».
Vemos por tanto, que la representación de la homosexualidad que participa dentro del
concepto de la masculinidad subordinada, se representa como algo gracioso, y convierte
la feminización del hombre en algo jocoso.
Benito y Álex también participan dentro de concepto de nuevas masculinidades;
físicamente perpetúan en su totalidad el arquetipo de hombre masculino ya que, ambos
son rudos, altos, varoniles, voz grave y comportamiento en sociedad muy
masculinizado, la diferencia entre ellos -que cumplen físicamente con el hombre
Personajes masculinos analizados
Álex Benito Fajas Joserra Ulloa El Novio
Ricardo Sr Más
53
clásico- es que su comportamiento es opuesto a la heteronorma. Ambos tratan bien a las
mujeres en todo momento, las respetan, no intentan imponer su poder sobre ellas, y
tampoco sobre los hombres que son homosexuales o que su comportamiento no es el
esperado en sociedad; además, durante el transcurso de la historia, Benito admite haber
mantenido relaciones sexuales con otros hombre para abrir sus horizontes sexuales ya
que, él mismo se denomina «muy abierto de mente». Pero a su vez, también tiene
expresiones que entran dentro del miedo social masculino a romper su masculinidad
frágil con frases como «eh, a mí no me hables en femenino». En la misma línea, Álex
admite ser bisexual y mantener una relación afectiva con Joserra, pero que debe ocultar
por estar casado; durante un momento puede verse la represión social que sufre Álex
por no poder mostrarse al mundo como bisexual por el hecho de tener una familia, ya
que, durante una llamada telefónica, expresa sus sentimientos llorando delante de todo
el avión, hecho que no está contemplado en el prototipo de masculinidad hegemónica.
Por último, la representación de la masculinidad hegemónica se hace de manera
nociva. Los personajes de Ricardo, El Novio y Señor Más son encasillados en los
tópicos más recurridos sobre la heteronorma. Todos cumplen físicamente con el
estereotipo de hombría, el Señor Mas es calvo, va en traje y al final del fin puede
descubrirse que es un corrupto, hecho comúnmente recurrido para películas
relacionadas con drogas o similares. El Novio utiliza la estratagema de darle somníferos
a su novia para utilizarla como un objeto sexual, ya que ella es sonámbula, y mientras se
encuentra en ese estado, mantienen relaciones sexuales. Sin embargo, durante el guion,
vemos una rotura clásica del mito del amor romántico, ya que Ricardo, durante el
transcurso de la película, puede verse que tiene comportamientos machistas al utilizar a
las mujeres en sus numerosas infidelidades y traiciones, pero al final, la chica no se
queda con él y lo deja solo, aquí el autor quiebra el final clásico donde la mujer aguanta
todo por su relación amorosa.
54
4.20 Julieta (2016)
Tabla 24 : personajes analizados en Julieta
Fuente: elaboración propia
La trama principal y cómo bien indica el título, gira sobre los acontecimientos de una
mujer pero, a pesar de ello, encontramos muchas formas de masculinidad en la historia.
Al principio del film encontramos a Lorenzo, el cual físicamente entraría dentro del
modelo social impuesto; calvo, alto, masculino, viril y voz grave. A diferencia de este
personaje con los personajes clásicos puramente hegemónicos, Lorenzo no se comporta
de igual manera. Actúa con un comportamiento propio de las nuevas masculinidades.
Cuando Julieta le comenta que no quiere irse con él a Portugal, este sorprendido, le
pregunta el porqué, y aunque ella no quiere decírselo, él acepta su decisión sin
discusión. En ningún momento la fuerza a irse con él, ni la obliga por derecho a
permanecer a su lado, es decir, no impone su poder como hombre sobre ella y la deja
tomar sus propias decisiones. Cómo vemos, la jerarquía relacional establecida en la que
el hombre, por el pleno derecho de ser hombre, debe estar por encima de la mujer, en
este caso no se produce. Además; el personaje de Lorenzo sufre un ataque de
desconfianza durante la película en el que empieza a seguir a Julieta, y es él mismo en
la película, el que dice que eso no debe hacerse y que es un comportamiento incorrecto,
y por ello, cesa en su empeño de seguirla. Vemos por tanto que el acoso y la posesión de
la mujer en el binomio de hombre y mujer, en este caso, tampoco se produce, y es el
propio Lorenzo quien condena estos actos.
El personaje de Xoan, sigue la mismas pautas de Lorenzo. Es un hombre de
mentalidad muy abierta, diciéndolo él mismo en la trama. Cumple también con un físico
normativo masculinizado, pero su comportamiento en sociedad y su inteligencia
emocional no es propia de un hombre cis heteronormativo hegemónico. En todo
momento establece una relación de igualdad entre hombres y mujeres, animando -por
ejemplo-, a su mujer en buscar trabajo, ejerciendo como profesora porque sabe que es
Personajes masculinos analizados
Lorenzo Samuel Xoan
55
algo con lo que disfruta. Realiza las tareas en el hogar equitativamente con su mujer,
aunque en ocasiones les ayude una mujer externa. Cuida de su hija y no deja que la
responsabilidad recaiga únicamente sobre su mujer. De igual modo; la educación sobre
su hija no es una educación basada en roles de género normativos. Alienta a su hija en
todo momento a ser lo que quiera ser, sin importar el género de la profesión. Podemos
ver el claro ejemplo de la rotura de estos estereotipos al ver que ayuda a su hija a
formarse en trabajos socialmente enfocados a hombres como son: marinera o pescadora
en alta mar.
En contraposición a estas masculinidades alternativas, encontramos el personaje de
Samuel, que son la perpetuación de los roles de géneros y una masculinidad
hegemónica completa. Este personaje no desarrolla ningún tipo de actividad doméstica,
en todo momento, es mantenido por el género femenino; en primer lugar, por su mujer,
y cuando esta enferma, por una trabajadora del hogar. Sigue el prototipo canónico, tanto
físicamente como de comportamiento social. Cabe destacar que, en la narración, se nos
muestra como Samuel, busca una mujer más joven, la «lolita» del hombre clásico, en
sustitución de su mujer enferma, donde los cuidados de la casa y del propio Samuel,
pasan de su mujer, a la nueva chica, eternizando la conducta de que el hombre, debe ser
cuidado por la mujer.
4.21 Dolor y gloria (2019)
Tabla 25 : personajes analizados en Dolor y gloria
Fuente: elaboración propia
En este film encontramos cuatro personajes como destacables; Salvador -álter ego de
Almodóvar-, Alberto, Eduardo y Federico. La historia se nos muestra de varias formas;
entre ellas, una serie de analepsis en las que Salvador recuerda escenas de su pasado,
muchas de ellas, tienen como protagonista a Eduardo. Eduardo es el personaje pretexto,
Personajes masculinos analizados
Alberto Eduardo Federico Salvador
56
usado para explicar la homosexualidad de Salvador y cómo este lo sabe desde su niñez.
La época franquista en la que se desarrollan estos hechos, construye de una manera
fidedigna la masculinidad de la época. Eduardo es un hombre joven, que físicamente
entra dentro del canon físico de la hombría y que tiene un pensamiento antiguo, es
analfabeto, trabaja en oficios propiamente masculinos y tiene una relación cerca del
matrimonio siendo aún muy joven. Perpetuando el rol masculino marcado de la época,
en la que la dicotomía hombre y mujer, estaban muy diferenciados socialmente.
En su época adulta, Salvador es un hombre serio, frio, y distante, con un físico que
podría encajar con el arquetipo de la masculinidad hegemónica; pero no se da el caso,
puesto que es abiertamente homosexual y su rol en sociedad confronta con los
estereotipos de género, puesto que es amanerado. De igual modo, su amigo Alberto, un
hombre que físicamente respeta los cánones masculinos establecidos, desarrolla una
rotura en el concepto de masculinidad con frases como «vamos a darnos un beso como
viejas amigas» o «no soy una camella», es decir, cambia su género de forma irónica, a
modo de broma y definiendo su homosexualidad sin tapujos. La hombría de Alberto es
voluble. Su forma natural de ser es más afeminada, con rasgos en ocasiones femeninos
pero, a la hora de actuar en una función, su masculinidad -si lo requiere el papel- pasa a
ser una masculinidad totalmente hegemónica. Salvador y Alberto son representados de
una manera nociva. Durante el desarrollo de la narración, son presentados como
consumidores de drogas, como la heroína u otras sustancias, por lo que, la
representación de las nuevas masculinidades, con ellos, se produce de forma
degradante. Al contrario ocurre con Federico. Este personaje entra totalmente dentro del
patrón de las nuevas masculinidades. No se le presenta de manera humillante, al
contrario, se le presenta como un hombre masculino, de éxito, casado, con familia y sin
problemas a la hora de hablar de su bisexualidad. Habla de la confianza que tiene con
sus hijos, los apoya en sus decisiones, como por ejemplo en la homosexualidad de su
hijo. Tiene una mentalidad abierta y progresista, pero manteniendo una actitud que
podría entablar con una masculinidad clásica.
57
5. Conclusiones Tomando como base las setenta tablas realizadas, se esclarecerá la representación de
los hombres normativos o no normativos a través de los ojos de Pedro Almodóvar. Y
con esta discusión final, se pondrá de manifiesto si los objetivos marcados al principio
han sido dilucidados o no.
Al ver las películas en orden cronológico, y situándonos respectivamente en las
épocas en la que fueron realizadas, podemos ver la evolución que se produce en el
director respecto a los múltiples personajes de sus obras.
En su primera etapa, cuando debuta como director en 1980 con Pepi, Luci, Bom y
otras chicas del montón; en general, sus películas, además de tener una connotación
ácida respecto al lenguaje y a la presentación del elenco, sus personajes masculinos
podríamos decir que son los más transgresores de toda su filmografía. Aunque en
muchos de ellos tienen una trazabilidad lineal porque respetan en todo momento el
canon normativo, la gran mayoría, rompen con el arquetipo de hombre modelo.
Representa al hombre cómo diferente y rompe con la masculinidad impuesta. Mucha
rotura de este canon social viene predeterminado por La Movida Madrileña, dado que
este movimiento contracultural ayudó a la creación de nuevos modelos masculinos de
los que Almodóvar bebía. Los hombres se muestran maquillados, con actitud femenina,
y amanerados siendo hetero/bisexuales. En sus primeras, obras sí que podemos ver una
deconstrucción clara del hombre normativo y a la vez, una discusión social entre lo
socialmente correcto, representando al hombre tradicional, y a un hombre con una
masculinidad disidente a la establecida.
De igual modo, y en línea al desarrollo anterior, durante toda esa etapa, la
representación de los hombres que no entraban dentro del modelo patriarcal, son
mostrados ligados al mundo del sexo promiscuo, las drogas y una vida relacionada con
el mundo de la noche y lo sórdido. Hecho que dista mucho sí nos fijamos en los
hombres patriarcales. Ellos, aunque son mostrados de forma nociva y tóxica en
referente al comportamiento con el genero femenino y con hombres que no entran
dentro del arquetipo de hombre clásico, por lo general sí que gozan de una vida plena y
confortable durante las narraciones.
58
En la segunda parte de su desarrollo, perpetúa en su totalidad el concepto de hombre
heteronormativo. El concepto de la neomasculinidad está totalmente olvidado por el
autor y marca sus personajes dentro de un marco androcentrista y patriarcal. Películas
como Matador o ¡Átame! dejan claro su sistema de escenificación masculina. El
hombre como personaje, en todo momento es representado como clásico, respetando la
jerarquía relacional de hombre y mujer, donde el hombre, por convenio social, debe
estar por encima de la mujer, Aunque en este segundo desarrollo, incluye personajes
masculinos homosexuales que podrían encajar en una masculinidad subordinada, no
podría darse el caso. Estos personajes, igualmente eternizan el concepto de la
heteronorma cuando, en una relación homosexual, marca a uno de los dos hombres
como superior al otro en función de su masculinidad. Cayendo en el binomio clásico de
superioridad masculina entre hombre y mujer.
No obstante, Almodóvar, y ya terminada su segunda fase, vuelve a sus orígenes más
primarios pero mezclado con una gran madurez. En esta parte de su filmografía,
podríamos decir qué evoluciona en la creación de personajes, pero sigue perpetuando
una demonización hacia el hombre diferente. En películas cómo Hable con ella y hasta
la mala educación, los hombres heteronormativos tienen una representación, en muchos
casos, exitosa y triunfante. Por lo general, su patrón de trato al género femenino por
parte de ellos es positivo y respetan a la mujer en todo momento, exceptuando algunos
casos en los cuales, a nivel social, rompen los roles de géneros, como hacer la compra o
limpiar, pero en el domicilio familiar, ejercen violencia; perdiendo totalmente su
posicionamiento en las nuevas masculinidades. Sin embargo, la connotación y
denotación de los personajes homosexuales o trans sigue siendo sórdida y dañina. 1
Durante la narrativa, se analizaron aquellos personajes que, aún siendo hombres ,-
definidos a ellos mismos como tal-, comenzaron un proceso de cambio de género y,
durante toda esa evolución como hombres hacia un nuevo género, su representación
siempre era denigrada; ya fuese por enlazar su vida al temas de las drogas o a la
prostitución.
Basándonos en las ideas de Missé, M., & Coll-Planas, G. (2010): una persona «trans» es aquella que su identidad 1
de género no coincide con el género que se le asignó al nacer en base a su sexo; y además no tiene porque realizar cambios en su anatomía. A diferencia de una persona transexual, la cual sí realiza cambios en su anatomía.
59
En su última etapa, en películas cómo Los abrazos rotos, Los amantes pasajeros o
Julieta; Almodóvar realiza una balanza equitativa en la forma de representar las
masculinidades. Por un lado, los hombres masculinizados y aquellos que entran en el
concepto de nuevos hombres, tienen una inteligencia emocional diferente a las vistas en
todas sus etapas anteriores; son más comprensivos con los temas sociales, luchan
contras las injusticias de minorías, son feministas, respetan a otros hombres sin importar
su orientación sexual y están más ligados a ideologías progresistas. En el lado contrario,
los hombres más relacionados con el arquetipo de hombre clásico, tienen una
representación más contaminante, siendo representados como hombres con ideas
reaccionarias, machistas y con un temperamento puramente hegemónico, buscando en
todo momento, construirse como hombres de poder, por encima tanto de otros hombres,
como de mujeres. Un matiz que podemos considerar importantes, es que la
representación de las masculinidades subordinadas también dentro del concepto de
neomasculinidad, siguen teniendo una representación jocosa en su última etapa. Los
hombres afeminados, o que tienen una expresión de género más ligada al género
femenino, son mostrados de una manera burlesca o denigrada; siempre enlazado a un
contexto de drogas y promiscuidad. A través de esta hipérbole, Almodovar ahonda sobre
los estereotipos más marcados de la homosexualidad masculina y los exagera en su
máxima representación, llegando a ser nociva.
En suma; podemos concluir que Pedro Almodóvar perpetúa en sus obras la
representación del hombre masculino hegemónico y más ligado al arquetipo
socialmente establecido como correcto. El autor hace caso de la falacia Ad populum y 2
se sube al carro vencedor y normativo de las masculinidades impuestas. El hombre más
primitivo tiene un gran hueco en las obras del autor. La representación de los hombres
que salen de este arquetipo social son representados de dos formas diferentes; por un
lado, la homosexualidad es mostrada de forma burlesca, ligada al mundo de la noche y
de las sustancias estupefacientes, con comportamientos misóginos dentro del mismo
El autor Walton, D. N. (1980) explica que la falacia Ad populum hace referencia a dar por correcto un argumento 2
únicamente porque la mayoría lo cree correcto.
60
colectivo. Sin embargo, los hombres heterosexuales normativos sí que evolucionan
hacia un concepto más abierto y bien representado. Los hombres nuevos o
neomasculinos respetan los roles de géneros impuestos y sus expresiones de género son
normativas, pero su actitud en el status quo cambia opuestamente a la actitud del
hombre hegemónico clásico. Este nuevo hombre ve la igualdad como un tema
importante, aprende de sí mismo , respeta a todos por igual y busca una ayuda colectiva
en la formación correcta en sociedad de temas polémicos durante las múltiples
historias.
No cabe duda que el autor fue transcendental y pionero en la representación de
nuevos hombres, pero con el paso del tiempo, apostó por un hombre normativo que
poco a poco lo hace evolucionar, pero donde el arquetipo suelen mantenerse. Es algo
que además, puede extrapolarse en sociedad para ver cómo de importante es -para
algunos- mantener este patrón. El caso más llamativo ocurrido sobre la masculinidad
frágil, fue el ocasionado entre Lady Di y Carlos de Inglaterra, por el cuál, ambos
midiendo prácticamente lo mismo, realizaban fotografías donde el príncipe, sobresaliese
sobre su mujer, haciendo en todo momento ver, que el hombre (él) está por encima de la
mujer (ella) . Hecho que a día de hoy, sigue viéndose en los programas de telerrealidad,
donde se buscan los cánones impuestos en hombres, tanto de estatura, para ser más altos
que ellas, como de complexión y actitud viril.
Actualmente, la masculinidad sigue siendo un concepto de múltiples
interpretaciones. La masculinidad nueva y los nuevos hombres es un tema flagrante. A
través de este análisis, podemos ver cómo las masculinidades alternativas no son un
concepto nuevo, y que este paradigma tiene un gran terrero de estudio. Y aunque aún se
dispone de una masculinidad dominante, poco a poco las nuevas masculinidades se van
abriendo paso. La idea de hombre como tal, tiene un abanico de posibilidades y
definiciones muy amplio y, sobre todo, por la visibilidad que hay a través de las nuevas
tecnologías, de los diferentes tipos de hombría. Es por esta razón, por las que marcas,
otros cineastas e investigadores, están realizando estudios en múltiples formatos para
61
esclarecer un tema tan ambiguo, que en su totalidad, está dejando de ser estático para
ser un concepto dinámico.
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cinematográfica]. España: El Deseo.
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[Cinta cinematográfica]. España: El Deseo.
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cinematográfica]. España: El Deseo.
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(2004). La mala educación [Cinta cinematográfica]. España: El Deseo.
Almodóvar, A., García, E. (Productores) y Almodóvar, P. (director). (2006). Volver
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Almodóvar, A., García, E., Gómez, A. (Productores) y Almodóvar, P. (director). (2009).
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Almodóvar, A., Almodóvar, P., García, E. (Productores) y Almodóvar, P. (director).
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