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TEMA 2 SINDROME AUTORES Elena Román Infantil. Hospital D Santiago Mend Nefrología Infantil. 2 NEFROTICO IDIOP Ortiz Médico Adjunto. Sección d Dr Peset. Valencia dizábal Oteiza. Médico Adjunto. Se . Hospital Infantil La Paz. Valencia. 1 PÁTICO de Nefrología ección de

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TEMA 2

SINDROME NEFROTICO

AUTORES

Elena Román Ortiz

Infantil. Hospital Dr Peset. Valencia

Santiago Mendizábal Oteiza

Nefrología Infantil. Hospital Infantil

TEMA 2

SINDROME NEFROTICO IDIOPÁTICO

Elena Román Ortiz Médico Adjunto. Sección de Nefrolo

Infantil. Hospital Dr Peset. Valencia

Santiago Mendizábal Oteiza. Médico Adjunto. Sección de

Nefrología Infantil. Hospital Infantil La Paz. Valencia.

1

IDIOPÁTICO

Médico Adjunto. Sección de Nefrología

. Médico Adjunto. Sección de

La Paz. Valencia.

SINDROME NEFROTICO IDIOPÁTICO

PALABRAS CLAVE

Síndrome nefrótico idiopático.

OBJETIVOS DOCENTES DEL CAPÍTULO

Al finalizar el estudio de este capítulo el alumno

Objetivos generales

Poseer un recuerdo histórico y estado actual del conocimiento

etiopatogenia y tratamiento.

Objetivos especificos

1.-Diagnóstico del Síndrome Nefrótico

� Identificar los signos y síntomas que constituyen e

� Distinguir el concepto de Síndrome Nefrótico Idiopá

� Conocer las indicaciones de biopsia renal y la clas

� Identificar los pacientes

� Clasificación según respuesta al tratamiento con co

corticorresistentes.

� Clasificación según el comportamiento evolutivo: re

frecuentes, corticodependie

2.-Tratamiento del Síndrome Nefrótico

� Conocer el tratamiento sintomático, el tratamiento

de la enfermedad y de los tratamientos utilizados .

� Conocer las indicaciones, eficacia y efectos secund

tratamiento.

� Diferenciar los distintos protocolos de tratamiento

las recaídas y en la evolución de los pacientes Cor

Corticorresistentes.

3.-Control evolutivo a medio y

� Identificar los pacientes con mayor probabilidad de

adulta y con riesgo de evolución a la insuficiencia

SINDROME NEFROTICO IDIOPÁTICO

Síndrome nefrótico idiopático. Corticosensibilidad. Corticodependencia. Corticorre

OBJETIVOS DOCENTES DEL CAPÍTULO

Al finalizar el estudio de este capítulo el alumno será capaz de:

ecuerdo histórico y estado actual del conocimiento sobre fisiopatología,

Nefrótico

Identificar los signos y síntomas que constituyen el diagnóstico.

Distinguir el concepto de Síndrome Nefrótico Idiopático, Congénito y Secundario

Conocer las indicaciones de biopsia renal y la clasificación histológica.

Identificar los pacientes en los que se debe realizar estudio genético.

Clasificación según respuesta al tratamiento con corticoides: corticosensibles y

Clasificación según el comportamiento evolutivo: recaídas infrecuentes, recaídas

frecuentes, corticodependientes y resistentes.

Tratamiento del Síndrome Nefrótico

Conocer el tratamiento sintomático, el tratamiento y prevención de las complicaciones

de la enfermedad y de los tratamientos utilizados .

Conocer las indicaciones, eficacia y efectos secundarios de los fármacos utilizados en el

Diferenciar los distintos protocolos de tratamiento tanto en la 1ª manifestación como en

las recaídas y en la evolución de los pacientes Corticodependientes y

Control evolutivo a medio y largo plazo de los pacientes

Identificar los pacientes con mayor probabilidad de recaídas a largo plazo, en la edad

adulta y con riesgo de evolución a la insuficiencia renal.

2

Corticosensibilidad. Corticodependencia. Corticorresistencia.

sobre fisiopatología,

tico, Congénito y Secundario

rticoides: corticosensibles y

caídas infrecuentes, recaídas

y prevención de las complicaciones

e los fármacos utilizados en el

tanto en la 1ª manifestación como en

las recaídas y en la evolución de los pacientes Corticodependientes y

recaídas a largo plazo, en la edad

1. CONCEPTO Y EPIDEMIOLOGIA

El Síndrome Nefrótico (SN) es la glomerulopatía pri

característica fundamental es la alteración de la p

retención de sodio, que da lugar a proteinuria, hip

hipovolemia y el edema es variable de unos paciente

secundarias como la dislipemia, la hipercoagulabili

tromboembólicos, la susceptibilidad a infecciones y

en un organismo en crecimiento como es el niño.

El SN Idiopático (SNI) es conceptualmente aquel que

causal y constituye el 90 % de los SN en niños entr

producida por enfermedades sistémicas, hereditarias

fármacos, puede cursar clínicamente con un SN como

causal y constituye el SN secundario.

Históricamente el SNI se ha clasificado según la edad de la primera m

Congénito (primeros 3 meses de vida), SN Infantil (

Idiopático (a partir del año de vida). Sin embargo,

de edad y no etiológicos ni histológicos, ya que ta

puede identificar un origen genético y distintas fo

El SN se define por parámetros biológicos y consis

mg/m2/hora, hipoalbuminemia < 2.5 gr/dl y edemas. En la

de enfermedad renal aunque puede aparecer hematuria

arterial en un 20 % e insuficiencia renal aguda en

son frecuentes y destacan las infecciosas y los fen

� Susceptibilidad a infecciones por disfunción inmune

inmunoglobulinas, complemento y properdina que conf

peritonitis (2-6 %), celulitis y neumonía.

� Hipercoagulabilidad y riesgo de fenómenos tromboemb

de volumen, infecciones, diuréticos, punciones veno

predisponentes. Hasta el 15 %

tromboembolismo pulmonar en la gammagrafía de venti

� HTA e hiperlipidemia, especialmente en pacientes co

riesgo cardiovascular y progresión de glomerulo

� Desnutrición e hipocrecimiento secundaria a la enfe

La incidencia de SN en población pediátrica menor d

100.000 niños por año, siendo la prevalencia de 15

aparición más frecuente es de 2

relación varón/mujer de 2:1.

1. CONCEPTO Y EPIDEMIOLOGIA

El Síndrome Nefrótico (SN) es la glomerulopatía primaria mas frecuente en pediatría, cuya

característica fundamental es la alteración de la permeabilidad de la pared capilar glomerular y la

retención de sodio, que da lugar a proteinuria, hipoalbuminemia y edemas. La intensidad de la

hipovolemia y el edema es variable de unos pacientes a otros, así como las alteraciones

secundarias como la dislipemia, la hipercoagulabilidad, la tendencia a los fenómenos

tromboembólicos, la susceptibilidad a infecciones y las consecuencias de la desnutrición crónica

en un organismo en crecimiento como es el niño.

El SN Idiopático (SNI) es conceptualmente aquel que no se produce por ninguna enfermedad

causal y constituye el 90 % de los SN en niños entre los 2 y 10 años. La afectación glomerular

producida por enfermedades sistémicas, hereditarias, metabólicas, infecciosas, neoplasias o

fármacos, puede cursar clínicamente con un SN como manifestación renal de la enfermedad

causal y constituye el SN secundario.

SNI se ha clasificado según la edad de la primera manifestación en SN

Congénito (primeros 3 meses de vida), SN Infantil (entre los 3 y 12 meses de vida) y SN

Idiopático (a partir del año de vida). Sin embargo, esta clasificación solo responde a criterios

de edad y no etiológicos ni histológicos, ya que tanto en SN congénitos, infantiles o tardíos se

puede identificar un origen genético y distintas formas histológicas.

El SN se define por parámetros biológicos y consiste en la asociación de proteinuria >

/hora, hipoalbuminemia < 2.5 gr/dl y edemas. En la forma clásica no existen otros signos

de enfermedad renal aunque puede aparecer hematuria microscópica en un 25 %, hipertensión

arterial en un 20 % e insuficiencia renal aguda en un 3 % de los casos. Las complicaciones

son frecuentes y destacan las infecciosas y los fenómenos tromboembólicos:

Susceptibilidad a infecciones por disfunción inmune de células T y pérdida urinaria de

inmunoglobulinas, complemento y properdina que confiere mayor suscep

6 %), celulitis y neumonía.

Hipercoagulabilidad y riesgo de fenómenos tromboembólicos en un 2-8 %. La depleción

de volumen, infecciones, diuréticos, punciones venosas e inmovilización son factores

predisponentes. Hasta el 15 % de pacientes en recaída, pueden mostrar signos de

tromboembolismo pulmonar en la gammagrafía de ventilación-perfusión (1)

HTA e hiperlipidemia, especialmente en pacientes corticorresistentes, contribuyen al

riesgo cardiovascular y progresión de glomeruloesclerosis.

Desnutrición e hipocrecimiento secundaria a la enfermedad y el tratamiento.

La incidencia de SN en población pediátrica menor de 16 años es de 2-7 nuevos casos por

100.000 niños por año, siendo la prevalencia de 15 casos por 100.000 niños (2)

aparición más frecuente es de 2-8 años con la máxima incidencia entre los 3

3

maria mas frecuente en pediatría, cuya

ermeabilidad de la pared capilar glomerular y la

edemas. La intensidad de la

s a otros, así como las alteraciones

dad, la tendencia a los fenómenos

consecuencias de la desnutrición crónica

no se produce por ninguna enfermedad

ctación glomerular

, metabólicas, infecciosas, neoplasias o

manifestación renal de la enfermedad

SNI se ha clasificado según la edad de la primera manifestación en SN

entre los 3 y 12 meses de vida) y SN

esta clasificación solo responde a criterios

nto en SN congénitos, infantiles o tardíos se

te en la asociación de proteinuria > 40

forma clásica no existen otros signos

microscópica en un 25 %, hipertensión

os. Las complicaciones

ómenos tromboembólicos:

de células T y pérdida urinaria de

iere mayor susceptibilidad a

8 %. La depleción

sas e inmovilización son factores

de pacientes en recaída, pueden mostrar signos de

perfusión (1)

rticorresistentes, contribuyen al

rmedad y el tratamiento.

7 nuevos casos por

casos por 100.000 niños (2). La edad de

8 años con la máxima incidencia entre los 3-5 años y una

2. CLASIFICACIÓN

� Según la etiología: se clasifica en SN Primario, SN

� Según la respuesta a corticoides en la primera mani

� SN Corticosensible, desaparece la proteinuria y se

respuesta al tratamiento con corticoides. El 90 %

corticosensibles, pero alrededor del 70 % de los pacientes recaen al

tratamiento.

� SN Corticorresistente, persiste el SN clínico y/o b

� Según el comportamiento evolutivo:

� Corticosensibles con brote único ó recaídas infrecu

tras la manifestación inicial o 3 en un año en cual

� Recaídas frecuentes: más de 2 recaídas en 6 meses t

de 3 en un año en cualquier momento evolutivo.

� Corticodependiente: 2 o más recaídas al rebajar la dosis de pr

dos semanas siguientes a su supresión.

� Corticorresistente tardío: cuando tras una de las r

corticoterapia habiendo sido corticosensible en su

Según la etiología: se clasifica en SN Primario, SN Sindrómico y SN Secundario (tabla 1).

Según la respuesta a corticoides en la primera manifestación:

SN Corticosensible, desaparece la proteinuria y se normaliza la albúmina plasmática en

respuesta al tratamiento con corticoides. El 90 % de los casos de SN idiopático son

pero alrededor del 70 % de los pacientes recaen al

SN Corticorresistente, persiste el SN clínico y/o bioquímico a pesar del tratamiento.

Según el comportamiento evolutivo:

Corticosensibles con brote único ó recaídas infrecuentes: máximo 2 recaídas en 6 meses

tras la manifestación inicial o 3 en un año en cualquier momento evolutivo.

Recaídas frecuentes: más de 2 recaídas en 6 meses tras la manifestación inicial o más

de 3 en un año en cualquier momento evolutivo.

ndiente: 2 o más recaídas al rebajar la dosis de prednisona o recaída en las

dos semanas siguientes a su supresión.

Corticorresistente tardío: cuando tras una de las recaídas no existe remisión tras la

corticoterapia habiendo sido corticosensible en su manifestación inicial.

4

Sindrómico y SN Secundario (tabla 1).

normaliza la albúmina plasmática en

de los casos de SN idiopático son

pero alrededor del 70 % de los pacientes recaen al finalizar el

ioquímico a pesar del tratamiento.

ntes: máximo 2 recaídas en 6 meses

quier momento evolutivo.

ras la manifestación inicial o más

ednisona o recaída en las

ecaídas no existe remisión tras la

Tabla 1. Clasificación etiológica del SNSN Primario

SN Sindrómico

SN secundario a enfermedades sistémicas

SN secundario a enfermedades infecciosas

SN secundarios a drogas

SN secundarios a neoplasias

Tabla 1 Clasificación etiológica del Síndrome Nefró

Tabla 1. Clasificación etiológica del SNSN Primario

o Idiopáticoo Congénito

o Infantil

SN Sindrómicoo Sdr. Denis-Drahs

o Sdr. Frasier

o Sdr. Galloway Mowato Sdr. Schimke

o Sdr. Nail patella

SN secundario a enfermedades sistémicaso Vasculitis,

o Lupus eritematoso o Púrpura de Schönlein Henoch

o Amiloidosis

o Síndrome hemolítico-urémico o Diabetes Mellitus

o Poliarteritis nodosao Artritis reumatoide

o Granulomatosis de Wegener

SN secundario a enfermedades infecciosaso Hepatitis B

o Citomegalovirus

o Sífilis congénitao Rubéola, Toxoplasmosis

o infecciones de shunt ventriculoatrial

o Malaria o HIV

SN en glomerulopatías primarias

o GN postinfecciosa o Síndrome de Alport

o Enfermedad de Bergero GN rápidamente progresiva

SN secundarios a drogas

o Sales de oroo D-penicilamina-mercurio

o Captopril

o Antiinflamatorios no esteroideosSN secundarios a neoplasias

o Hodkingo Linfomas

o Leucemias

Tabla 1 Clasificación etiológica del Síndrome Nefrótico

5

Tabla 1 Clasificación etiológica del Síndrome Nefrótico

3. HISTOLOGÍA DEL SÍNDROME NEFRÓTICO IDIOPÁTICO

La forma más frecuente (alrededor del 80%) es Lesio

normal, seguida en orden de frecuencia por Escleros

mesangial (GPM) y más raramente GN membranosa y GN

siempre están presentes cambios ultraestructurales

matriz masangial. En general la inmunofluorescencia

inespecíficos de Ig G, C3 y más raramente Ig

En el informe del Registro de Glomerulonefritis de

Nacional de Cádiz, 2007), el SN fue la indicación m

histológico (47,3 % en menores de 15 años). En los

LM, ESF y GN proliferativa mesangial subyacen en el

con SN.

El conocimiento de la histología del SN ofrece inf

Sin embargo las indicaciones de biopsia renal varían entre los di

mayoría, se admite el manejo terapéutico del pacien

necesidad de diagnóstico histológico en virtud de l

el SN sensible a tratamiento. Los pacientes cortico

LM pues el resultado de la biopsia no modificaría

unánime la indicación de biopsia renal en pacientes

año y en pacientes con SN compatible con formas sec

Por tanto, la edad, la gravedad de la manifestación

condicionan las indicaciones de biopsia renal:

� En la primera manifestación:

� Insuficiencia renal (excluida pre

� Edad menor de 1 año

� Síndrome Nefrótico familiar

� Corticorresistencia

� En la evolución:

� Cambio de comportamiento desfavorable,

corticorresistencia tardía.

� Previa a la indicación de tratamiento inmunosupreso

tratamiento prolongado (> 24 meses) con anticalcine

� No constituye una indicación absoluta de biopsia la

frecuentes o corticodependencia, ni la introducción

ciclofosfamida o micofenolato.

3. HISTOLOGÍA DEL SÍNDROME NEFRÓTICO IDIOPÁTICO

La forma más frecuente (alrededor del 80%) es Lesiones Mínimas (LM) o riñón óptimamente

normal, seguida en orden de frecuencia por Esclerosis Segmentaria Focal (ESF), GN proliferativa

mesangial (GPM) y más raramente GN membranosa y GN mesangiocapilar. No

siempre están presentes cambios ultraestructurales en los podocitos e incremento de celularidad y

matriz masangial. En general la inmunofluorescencia es negativa, pero pueden aparecer depósitos

inespecíficos de Ig G, C3 y más raramente Ig A.

En el informe del Registro de Glomerulonefritis de la Sociedad Española de Nefrología, (Congreso

Nacional de Cádiz, 2007), el SN fue la indicación más frecuente de biopsia renal para diagnóstico

histológico (47,3 % en menores de 15 años). En los 12 centros españoles de Nefrología Pediátrica,

LM, ESF y GN proliferativa mesangial subyacen en el 67.3 % de las biopsias realizadas en el niño

El conocimiento de la histología del SN ofrece información muy valiosa en el manejo del SN.

s indicaciones de biopsia renal varían entre los diferentes centros. En la

mayoría, se admite el manejo terapéutico del paciente con SN idiopático corticosensible sin

necesidad de diagnóstico histológico en virtud de la elevada frecuencia de lesiones mínim

el SN sensible a tratamiento. Los pacientes corticosensibles se catalogan clínicamente como

LM pues el resultado de la biopsia no modificaría la actitud terapéutica. Por el contrario, es

unánime la indicación de biopsia renal en pacientes corticorresistentes, en niños menores de 1

año y en pacientes con SN compatible con formas secundarias a enfermedades sistémicas.

Por tanto, la edad, la gravedad de la manifestación inicial y la respuesta al tratamiento

condicionan las indicaciones de biopsia renal:

En la primera manifestación:

Insuficiencia renal (excluida pre-renal), hematuria macroscópica, hipertensión arteri

Síndrome Nefrótico familiar

Cambio de comportamiento desfavorable, evolución a corticodependencia o

corticorresistencia tardía.

Previa a la indicación de tratamiento inmunosupresor con anticalcineurínicos ó

tratamiento prolongado (> 24 meses) con anticalcineurínicos.

No constituye una indicación absoluta de biopsia la situación evolutiva de recaídas

frecuentes o corticodependencia, ni la introducción de tratamiento inmunosupresor con

ciclofosfamida o micofenolato.

6

nes Mínimas (LM) o riñón óptimamente

is Segmentaria Focal (ESF), GN proliferativa

mesangiocapilar. No obstante, casi

en los podocitos e incremento de celularidad y

es negativa, pero pueden aparecer depósitos

la Sociedad Española de Nefrología, (Congreso

ás frecuente de biopsia renal para diagnóstico

ntros españoles de Nefrología Pediátrica,

67.3 % de las biopsias realizadas en el niño

ormación muy valiosa en el manejo del SN.

ferentes centros. En la

te con SN idiopático corticosensible sin

a elevada frecuencia de lesiones mínimas en

sensibles se catalogan clínicamente como

la actitud terapéutica. Por el contrario, es

sistentes, en niños menores de 1

undarias a enfermedades sistémicas.

inicial y la respuesta al tratamiento

renal), hematuria macroscópica, hipertensión arterial

evolución a corticodependencia o

r con anticalcineurínicos ó

ituación evolutiva de recaídas

de tratamiento inmunosupresor con

4. PATOGENIA Y FISIOPATOLOGIA

El síndrome nefrótico idiopático es una entidad hom

heterogénea en cuanto a su curso evolutivo, respues

renal. El amplio espectro de los síndromes nefrótic

mecanismos moleculares implicados en la patogenia

estructura y función de la barrera de filtración gl

predominantemente genéticos, inmunológicos o mixtos

de forma aislada y explicar el síndrome

otros, probablemente intervengan varios de ellos en

avances de la biología molecular comenzamos a compr

� Mecanismos Inmunológicos

permeabilidad vascular. Predominan en el síndrome n

de lesiones mínimas corticosensible.

� Mecanismos Genéticos:

membrana basal glomerular que alteran la estructura molecular de l

filtración glomerular. Principales responsables de

y focal familiar.

El riñón es el órgano diana del proceso multifactor

células T, B y un factor de permeabilidad glomerula

desestructuración del citoesqueleto de los podocito

membrana basal y una alteración del balance de flui

permeabilidad endotelial que condiciona la retenció

activación de las células T y B no se acompaña de i

citoquinas u otros factores circulante

receptores presentes en los podocitos y en membrana

proteinuria. La alteración estructural de la barrer

mutaciones en los genes codi

Ambos procesos pueden coexistir, pero la conexión q

inmunitario, es aún desconocida. La identificación

podocitos, llevó inicialmente a descartar en estos casos el benef

inmunosupresora, por atribuir la enfermedad a un de

indiscutible en la mayoría de los casos, no es meno

determinantes genéticos, se abren nuevos interrogantes. P

respondido a terapia inmunosupresora, se identifica

podocitarias. En pacientes trasplantados con mutaci

4. PATOGENIA Y FISIOPATOLOGIA

El síndrome nefrótico idiopático es una entidad homogénea en su expresión

heterogénea en cuanto a su curso evolutivo, respuesta al tratamiento, pronóstico e histología

renal. El amplio espectro de los síndromes nefróticos en la edad pediátrica refleja los diferentes

mecanismos moleculares implicados en la patogenia de la enfermedad. En la afectación de la

estructura y función de la barrera de filtración glomerular participan determinantes

predominantemente genéticos, inmunológicos o mixtos. Un solo mecanismo podría participar

de forma aislada y explicar el síndrome nefrótico típico en determinados pacientes, pero e

otros, probablemente intervengan varios de ellos en un conjunto multifactorial que, gracias a los

avances de la biología molecular comenzamos a comprender mejor:

Mecanismos Inmunológicos: alteraciones de los linfocitos T, B y factores de

permeabilidad vascular. Predominan en el síndrome nefrótico idiopático con histología

de lesiones mínimas corticosensible.

Mecanismos Genéticos: mutaciones de los genes del diafragma de filtración

glomerular que alteran la estructura molecular de l

filtración glomerular. Principales responsables de SN congénito y esclerosis segmentaria

El riñón es el órgano diana del proceso multifactorial donde participa el sistema

células T, B y un factor de permeabilidad glomerular, generando una disfunción y/o

desestructuración del citoesqueleto de los podocitos, de los diafragmas de filtración y de la

membrana basal y una alteración del balance de fluidos y sodio tubular con un aumento de la

permeabilidad endotelial que condiciona la retención renal de sodio y el edema. Puesto que la

activación de las células T y B no se acompaña de infiltrado inflamatorio, se postula que las

citoquinas u otros factores circulantes podrían actuar directamente, o bien a través de

receptores presentes en los podocitos y en membrana basal glomerular ocasionando la

proteinuria. La alteración estructural de la barrera de filtración puede ser consecuencia de

mutaciones en los genes codificadores de las proteínas de la barrera de filtración.

Ambos procesos pueden coexistir, pero la conexión que relaciona el glomérulo con el sistema

inmunitario, es aún desconocida. La identificación de SN con mutaciones en los genes de los

vó inicialmente a descartar en estos casos el beneficio de la terapia

inmunosupresora, por atribuir la enfermedad a un defecto estructural. Si bien esta actitud es

indiscutible en la mayoría de los casos, no es menos cierto que, al conocer mejor los

inantes genéticos, se abren nuevos interrogantes. Por ejemplo, en pacientes que han

respondido a terapia inmunosupresora, se identifican mutaciones genéticas de las proteínas

podocitarias. En pacientes trasplantados con mutaciones de la podocina, se ha obs

7

ogénea en su expresión clínica pero

ta al tratamiento, pronóstico e histología

os en la edad pediátrica refleja los diferentes

de la enfermedad. En la afectación de la

omerular participan determinantes

. Un solo mecanismo podría participar

nefrótico típico en determinados pacientes, pero en

un conjunto multifactorial que, gracias a los

de los linfocitos T, B y factores de

efrótico idiopático con histología

mutaciones de los genes del diafragma de filtración y de la

glomerular que alteran la estructura molecular de la barrera de

SN congénito y esclerosis segmentaria

ial donde participa el sistema linfocitario de

r, generando una disfunción y/o

s, de los diafragmas de filtración y de la

tubular con un aumento de la

n renal de sodio y el edema. Puesto que la

nfiltrado inflamatorio, se postula que las

s podrían actuar directamente, o bien a través de

basal glomerular ocasionando la

a de filtración puede ser consecuencia de

ficadores de las proteínas de la barrera de filtración.

ue relaciona el glomérulo con el sistema

de SN con mutaciones en los genes de los

vó inicialmente a descartar en estos casos el beneficio de la terapia

fecto estructural. Si bien esta actitud es

s cierto que, al conocer mejor los

or ejemplo, en pacientes que han

n mutaciones genéticas de las proteínas

ones de la podocina, se ha observado

recidiva postrasplante, respuesta a plasmaféresis o

la ciclosporina.

Revisamos a continuación, los conocimientos actuale

capilar glomerular, los mecanismos patogénic

del edema nefrótico.

4.1 ESTRUCTURA DE LA PARED CAPILAR GLOMERULAR

La pared capilar glomerular es una barrera de filtr

proteínas plasmáticas que permite el paso de agua

(3). Está formada por 3 componentes: el endotelio,

(P), que delimitan entre ellos una hendidura llamad

1 - EL ENDOTELIO.

Es una capa discontinua con poros o fenestraciones de 70

negativamente en su superficie por la existencia de

formes de la sangre al espacio urinario pero permit

molecular y no es totalmente eficiente para impedir

2 - LA MEMBRANA BASAL.

Formada por la lámina rara interna, la lámina densa

macromoléculas de forma mecánica y eléctrica y perm

iones y proteínas de tamaño inferior a 70Kda (5). E

laminina, fibronectina, enactina y proteoglicanos d

(constituyente principal) está formado por cad

(protómeros) que configuran la estructura básica de

tridimensional con poros de 4

3 - LAS CELULAS EPITELIALES O PODOCITOS.

Son células muy diferenciadas que n

indispensables para el mantenimiento de la barrera

del diafragma de filtración. Las proteínas podocita

funcionales: dominio apical, diafragma de filtración y basal (Figura 2).

a) Dominio apical. La superficie del podocito tiene

podocalixina. A través de un factor regulador del i

se une a la Ezrina, formando el complejo podocalixina

estructura y distancia intercelular.

b) Dominio diafragma de filtración. Es una delgada

60 nm entre los procesos pedicelares que cubren la

recidiva postrasplante, respuesta a plasmaféresis o reaparición de la proteinuria al suspender

Revisamos a continuación, los conocimientos actuales sobre la estructura básica de la pared

capilar glomerular, los mecanismos patogénicos genéticos e inmunológicos y la fisiopatología

4.1 ESTRUCTURA DE LA PARED CAPILAR GLOMERULAR

La pared capilar glomerular es una barrera de filtración impermeble a la mayoría de las

proteínas plasmáticas que permite el paso de agua, pequeñas moléculas de solutos e iones

(3). Está formada por 3 componentes: el endotelio, la membrana basal (MBG) y los podocitos

(P), que delimitan entre ellos una hendidura llamada diafragma de filtración (D) (Figura 1).

discontinua con poros o fenestraciones de 70-100 nm de diámetro, cargada

negativamente en su superficie por la existencia de podocalixina. Impide el paso de elementos

formes de la sangre al espacio urinario pero permite el paso de moléculas de bajo peso

olecular y no es totalmente eficiente para impedir el paso de macromoléculas (4).

Formada por la lámina rara interna, la lámina densa y la lámina rara externa. Impide el paso de

macromoléculas de forma mecánica y eléctrica y permite el paso de agua, pequeños solutos,

iones y proteínas de tamaño inferior a 70Kda (5). Está constituida por colágeno tipo IV,

laminina, fibronectina, enactina y proteoglicanos de heparan sulfato. El colágeno IV

(constituyente principal) está formado por cadenas α3, α4, α5 ordenadas en unidades

(protómeros) que configuran la estructura básica de la membrana basal, en forma de red

tridimensional con poros de 4-6 nm de diámetro (6).

LAS CELULAS EPITELIALES O PODOCITOS.

Son células muy diferenciadas que no se dividen. Expresan proteínas específicas

indispensables para el mantenimiento de la barrera de filtración, de los procesos pedicelares y

del diafragma de filtración. Las proteínas podocitarias se distribuyen en tres compartimentos

apical, diafragma de filtración y basal (Figura 2).

a) Dominio apical. La superficie del podocito tiene carga eléctrica negativa por la existencia de

podocalixina. A través de un factor regulador del intercambiador Na+/H+ denominado NHERF2,

ina, formando el complejo podocalixina-NHERF2-Ezrina-Actina que mantiene la

estructura y distancia intercelular.

b) Dominio diafragma de filtración. Es una delgada membrana que cruza las hendiduras de 25

60 nm entre los procesos pedicelares que cubren la superficie externa de la membrana basal.

8

reaparición de la proteinuria al suspender

s sobre la estructura básica de la pared

os genéticos e inmunológicos y la fisiopatología

ación impermeble a la mayoría de las

, pequeñas moléculas de solutos e iones

la membrana basal (MBG) y los podocitos

a diafragma de filtración (D) (Figura 1).

100 nm de diámetro, cargada

podocalixina. Impide el paso de elementos

e el paso de moléculas de bajo peso

el paso de macromoléculas (4).

y la lámina rara externa. Impide el paso de

el paso de agua, pequeños solutos,

stá constituida por colágeno tipo IV,

e heparan sulfato. El colágeno IV

5 ordenadas en unidades

la membrana basal, en forma de red

o se dividen. Expresan proteínas específicas

de filtración, de los procesos pedicelares y

rias se distribuyen en tres compartimentos

carga eléctrica negativa por la existencia de

denominado NHERF2,

Actina que mantiene la

membrana que cruza las hendiduras de 25-

superficie externa de la membrana basal.

Figura 1. MBG membrana basal glomerular. F poro fenestrado del endotelio. P podocito. D diafragma de filtración.

Figura 1. MBG membrana basal glomerular. F poro fenestrado del endotelio. P podocito. D diafragma de filtración.

9

Figura 2. Podocitos y diafragma de

Figura 3. Dominio basal de lo podocitos

Figura 2. Podocitos y diafragma de filtración

Figura 3. Dominio basal de lo podocitos

10

Es la estructura principal responsable del paso de

modo de puentes, se extienden desde la membrana pla

- Nefrina: glucoproteina transmembrana tipo 1, principal com

la filtración de proteínas. Expresada por el gen NP

podocitos renales. Pertenece a la superfamilia de l

similares a las Ig-G y un módulo simple de fibronectina III, con un do

dominio intracelular y transmembrana. Las moléculas

y Neph2, forman un esqueleto a modo d

hendidura.

- Podocina: expresada por el gen NPHS2, se localiza en la fa

de filtración. Junto con la CD2AP fijan la nefrina

complejo funcional del diafragma de filtración y anclaje al p

- P-cadherina: esencial para la estructura del diafragma de filt

conecta con la β y γ-catenina que interactúan con la cadherina intracito

la actina del citoesqueleto.

- Sobre la superficie citoplasmática, en la perifería

los diafragmas de filtración se encuentra la proteí

diafragma de filtración con los procesos pedicelares del podocito exi

moléculas “nefrina-like”. La Filtrina, expresada por el gen NLG1, es u

de las propiedades de la nefrina.

c) Dominio basal o de anclaje. Las proteínas de la

matriz mesangial y la membrana basal glomerular, me

integrina, distroglicano y megalina, que conectan c

proteínas intracelulares como la paxi

componente estructural de la MBG con una función mu

procesos podocitarios a la MBG.

4.2 DETERMINANTES GENÉTICOS DEL SÍNDROME NEFROTICO

En la última década, los estudios sobre los determi

de SN, han modificado completamente los conocimient

especialmente el SN precoz y SN corticorresistente.

identificación de las mutaciones en los genes que c

membrana basal glomerular. La síntesis defectuosa

en la estructura molecular de la barrera de filtrac

citoesqueleto, en la supervivencia y diferenciación

membrana basal.

La mayoría de los SN que se presentan en el primer

las formas familiares y una parte de los SN corticorresistentes tienen

Es la estructura principal responsable del paso de albúmina, formada por proteínas que, a

modo de puentes, se extienden desde la membrana plasmática de un podocito

: glucoproteina transmembrana tipo 1, principal componente estructural y regulador de

la filtración de proteínas. Expresada por el gen NPHS1, se sintetiza exclusivamente por los

podocitos renales. Pertenece a la superfamilia de las inmunoglobulinas con 8 módulos

G y un módulo simple de fibronectina III, con un dominio extracelular, un corto

dominio intracelular y transmembrana. Las moléculas de nefrina con sus heterodímeros Neph1

y Neph2, forman un esqueleto a modo de cremallera que abre y cierra el diafragma de la

: expresada por el gen NPHS2, se localiza en la fase citoplasmática del diafragma

de filtración. Junto con la CD2AP fijan la nefrina al citoesqueleto de actina, formando un

uncional del diafragma de filtración y anclaje al podocito: nefrina-podocina

: esencial para la estructura del diafragma de filtración. El dominio intracelular

catenina que interactúan con la cadherina intracitoplasmática uniéndolas a

Sobre la superficie citoplasmática, en la perifería de la membrana y en los sitios de unión de

los diafragmas de filtración se encuentra la proteína ZO-1 y en los sitios de inserción del

ación con los procesos pedicelares del podocito existe una familia de

like”. La Filtrina, expresada por el gen NLG1, es una molécula moduladora

de las propiedades de la nefrina.

c) Dominio basal o de anclaje. Las proteínas de la base del podocito permiten su adhesión a la

matriz mesangial y la membrana basal glomerular, mediante un complejo formado por

integrina, distroglicano y megalina, que conectan con la actina del citoesqueleto por medio de

proteínas intracelulares como la paxillina, talina y vinculina (figura 3). La Laminina B

componente estructural de la MBG con una función muy importante en el anclaje de los

procesos podocitarios a la MBG.

4.2 DETERMINANTES GENÉTICOS DEL SÍNDROME NEFROTICO.

En la última década, los estudios sobre los determinantes genéticos de las formas hereditarias

de SN, han modificado completamente los conocimientos sobre la patogenia del SN,

especialmente el SN precoz y SN corticorresistente. El avance más importante ha

identificación de las mutaciones en los genes que codifican las proteínas podocitarias y de la

membrana basal glomerular. La síntesis defectuosa de estas proteínas, provoca una alteración

en la estructura molecular de la barrera de filtración, en la estabilidad y dinámica del

citoesqueleto, en la supervivencia y diferenciación de los podocitos y en las propiedades de la

La mayoría de los SN que se presentan en el primer año de vida con SN congénito o infantil,

s y una parte de los SN corticorresistentes tienen un origen genético.

11

albúmina, formada por proteínas que, a

smática de un podocito a otro (7):

ponente estructural y regulador de

HS1, se sintetiza exclusivamente por los

munoglobulinas con 8 módulos

minio extracelular, un corto

de nefrina con sus heterodímeros Neph1

e cremallera que abre y cierra el diafragma de la

se citoplasmática del diafragma

al citoesqueleto de actina, formando un

podocina-CD2AP.

ración. El dominio intracelular

mática uniéndolas a

de la membrana y en los sitios de unión de

1 y en los sitios de inserción del

ación con los procesos pedicelares del podocito existe una familia de

na molécula moduladora

l podocito permiten su adhesión a la

diante un complejo formado por α3β1

on la actina del citoesqueleto por medio de

llina, talina y vinculina (figura 3). La Laminina B2 es un

y importante en el anclaje de los

nantes genéticos de las formas hereditarias

os sobre la patogenia del SN,

El avance más importante ha sido la

odifican las proteínas podocitarias y de la

de estas proteínas, provoca una alteración

la estabilidad y dinámica del

de los podocitos y en las propiedades de la

año de vida con SN congénito o infantil,

s y una parte de los SN corticorresistentes tienen un origen genético.

Generalmente el SN se manifiesta precozmente con cl

resistencia al tratamiento inmunosupresor. No obsta

con mutaciones heterocigotas para nefrina, podocina y o

nefrótico tardío, en la adolescencia o edad adulta,

mínimas, algunos con recaídas en edad adulta, evolu

respuesta total o parcial al tratamiento inmunosupr

Por tanto, aunque muchas alteraciones genéticas exp

determinadas mutaciones, otras muestran heterogenei

mutación se puede asociar a

proliferación mesangial, esclerosis segmentaria y f

mismo paciente, la histología puede modificarse a l

también se observa heterogeneidad genética

distintos genes en pacientes con SN de característi

SN hereditario como esporádico, de forma aislada o

especial las mutaciones de los genes WT1 y LAMB2.

Se conocen mutaciones (y se sospecha que existen ot

codifican las siguientes proteínas del diafragma d

- Proteínas podocitarias: Nefrina (gen NPHPS1), Podocina (gen NPHPS2), Pr

interactúa con el dominio citoplasmático de la molé

transitorio de potencial de canal de cationes subfa

- Proteínas de adhesión que conectan la base de los podocitos a la mem

lamininaβ2 (gen LAMB2).

- Proteínas del citoesqueleto:

- Factores de transcripción: gen del tumor de Wilms (

Las mutaciones del gen NPHS1 son responsables de la

menos frecuentemente SN infantil y SN corticorresis

constituyen la causa mas frecuente de SN corticorre

responsables de mas del 40 % de SN corticorresisten

mutaciones en el gen del tumor de Wilms (WT1) y de

estas mutaciones explican el 90% de los SN denomina

primeros meses de vida y 2/3 de los SN infantiles c

edad (8). La mutación en el gen de la fosfolipasa P

25% de SN con esclerosis mesangial difusa aisl

en ACTN4, TRPC6, CD2AP, se describen como causa de

tipo 1, 2 y 3 respectivamente.

Generalmente el SN se manifiesta precozmente con clínica grave, evolución desfavorable y

resistencia al tratamiento inmunosupresor. No obstante, se describen cada vez más pacientes

mutaciones heterocigotas para nefrina, podocina y otros genes que presentan síndrome

nefrótico tardío, en la adolescencia o edad adulta, esporádico, con histología de lesiones

mínimas, algunos con recaídas en edad adulta, evolución también tardía a insufic

respuesta total o parcial al tratamiento inmunosupresor.

Por tanto, aunque muchas alteraciones genéticas expresan un fenotipo característico para

determinadas mutaciones, otras muestran heterogeneidad clínica e histológica

asociar a diferentes formas histopatológicas: esclerosis mesa

proliferación mesangial, esclerosis segmentaria y focal o lesiones mínimas. Además, e

mismo paciente, la histología puede modificarse a lo largo de la evolución.

se observa heterogeneidad genética, por cuanto se han identificado mutaciones de

distintos genes en pacientes con SN de características similares. Se pueden presentar tanto en

SN hereditario como esporádico, de forma aislada o en el contexto de síndromes complejos, en

especial las mutaciones de los genes WT1 y LAMB2.

Se conocen mutaciones (y se sospecha que existen otras por descubrir) en los genes que

codifican las siguientes proteínas del diafragma de filtración:

as: Nefrina (gen NPHPS1), Podocina (gen NPHPS2), Pr

interactúa con el dominio citoplasmático de la molécula de adhesión CD2 (CD2AP), Receptor

transitorio de potencial de canal de cationes subfamilia C, miembro 6 (gen TRPC6).

sión que conectan la base de los podocitos a la mem

Proteínas del citoesqueleto: �-actinina-4 (gen ACTN4).

Factores de transcripción: gen del tumor de Wilms (WT1) y LAMX1B.

Las mutaciones del gen NPHS1 son responsables de la mayoría de los casos de SN congénito,

menos frecuentemente SN infantil y SN corticorresistente. Las mutaciones del gen NPHS2,

constituyen la causa mas frecuente de SN corticorresistente precoz autosómico

responsables de mas del 40 % de SN corticorresistente familiar, donde también se han descrito

mutaciones en el gen del tumor de Wilms (WT1) y de la laminina β2 (LAMB2). En conjunto,

estas mutaciones explican el 90% de los SN denominados congénitos de comienzo en los 3

primeros meses de vida y 2/3 de los SN infantiles con comienzo entre los 4 y 12 meses de

edad (8). La mutación en el gen de la fosfolipasa PLC�C (PLCE1), es responsable de m

25% de SN con esclerosis mesangial difusa aislada y algunos casos de ESF. Las mutaciones

en ACTN4, TRPC6, CD2AP, se describen como causa de ESF familiar autosómica dominante

tipo 1, 2 y 3 respectivamente.

12

ínica grave, evolución desfavorable y

nte, se describen cada vez más pacientes

tros genes que presentan síndrome

esporádico, con histología de lesiones

ción también tardía a insuficiencia renal y

un fenotipo característico para

dad clínica e histológica. La misma

diferentes formas histopatológicas: esclerosis mesangial,

lesiones mínimas. Además, en un

o largo de la evolución. Por otra parte,

por cuanto se han identificado mutaciones de

Se pueden presentar tanto en

to de síndromes complejos, en

ras por descubrir) en los genes que

as: Nefrina (gen NPHPS1), Podocina (gen NPHPS2), Proteína que

cula de adhesión CD2 (CD2AP), Receptor

milia C, miembro 6 (gen TRPC6).

sión que conectan la base de los podocitos a la membrana basal:

mayoría de los casos de SN congénito,

tente. Las mutaciones del gen NPHS2,

sistente precoz autosómico recesivo y son

te familiar, donde también se han descrito

2 (LAMB2). En conjunto,

ngénitos de comienzo en los 3

on comienzo entre los 4 y 12 meses de

C (PLCE1), es responsable de más del

ada y algunos casos de ESF. Las mutaciones

ESF familiar autosómica dominante

Características de los principales determinantes ge

1 – Mutación en el gen NPHS1 (cromosoma 19q13.1), dan lugar al síndr

congénito tipo Finlandés (autosómico recesivo) y el

año de vida. Se han descrito más de 100 mutaciones

muestran mutaciones individuales de distintos tipos, excepto

mutaciones Fin-major y Fin-minor

El SN se caracteriza por proteinuria masiva intraút

grave y oliguria. En la histología renal, existe un

esclerosis mesangial) y túbulointersticial. La evol

en la primera década. La recurrencia de enfermedad

25% (9) y está relacionada con la presencia de anti

desarrollados post-trasplante, o en otros casos, con f

Comparado con otras alteraciones genéticas muestra

Philippe y col. llaman la atención sobre la ocurren

pacientes portadores de una mutaci

en 5 y ESF en 1, corticosensibles y con función ren

con fenotipo ESF o SN tipo finlandés, se describe l

NPHS2 (11).

2 – Mutación del gen NPHS2 (cromosoma 1q25

expresa únicamente en el glomérulo. Las mutaciones

SN congénitos en Europa y constituyen una causa com

clínico es más variable que en pacientes con mutaci

identificaron en familias con ESF autosómica recesi

proporción significativa de SN: 45

correlación genotipo-fenotipo: la mutación doble homocigoto da lugar a S

mutación NPHS1 asociada a NPHS2 se describe en SN i

corticorresistente de comienzo precoz, evolución a

ESF y los pacientes heterocigotos para la mutación

(11).

El fenotipo histológico también es variable: ESF, p

lesiones mínimas y esclerosi

corticorresistencia desde la primera manifestación,

en algunos pacientes. No se observa esta mutación e

(14).

Características de los principales determinantes genéticos identificados:

l gen NPHS1 (cromosoma 19q13.1), dan lugar al síndr

congénito tipo Finlandés (autosómico recesivo) y el 22,5 % de los SN esporádicos en el primer

año de vida. Se han descrito más de 100 mutaciones de NPHS1, la mayoría de los pacientes

mutaciones individuales de distintos tipos, excepto la población finlandesa donde las

minor explican el 90% de todos los casos.

El SN se caracteriza por proteinuria masiva intraútero presente desde el nacimiento, edema

grave y oliguria. En la histología renal, existe un patrón mixto glomerular (hipercelularidad

esclerosis mesangial) y túbulointersticial. La evolución a fallo renal es rápidamente progresiva

en la primera década. La recurrencia de enfermedad en los pacientes trasplantados es de un

25% (9) y está relacionada con la presencia de anticuerpos circulantes anti

trasplante, o en otros casos, con factores circulantes de permeabildad.

Comparado con otras alteraciones genéticas muestra menos variación fenotípica. Sin embargo,

Philippe y col. llaman la atención sobre la ocurrencia de fenotipos más leves. Describen 6

pacientes portadores de una mutación de NPHS1 tipo proteína truncada, con histología

en 5 y ESF en 1, corticosensibles y con función renal conservada (10). En algunos pacientes

con fenotipo ESF o SN tipo finlandés, se describe la coexistencia de mutaciones NPHS1 y

utación del gen NPHS2 (cromosoma 1q25-q31) (12,13), codifica la podocina y se

expresa únicamente en el glomérulo. Las mutaciones NPHS2 se encuentran en la mitad de los

SN congénitos en Europa y constituyen una causa común de SN corticorresistente. El fen

clínico es más variable que en pacientes con mutaciones del gen de la nefrina. Inicialmente se

identificaron en familias con ESF autosómica recesiva, y actualmente se identifican en una

proporción significativa de SN: 45-55 % de SN familiar y 8-20 % de casos esporádicos. Existe

fenotipo: la mutación doble homocigoto da lugar a SN congénito, la

mutación NPHS1 asociada a NPHS2 se describe en SN infantil, p.R138Q se asocia con SN

corticorresistente de comienzo precoz, evolución a insuficiencia renal y base histológica de

ESF y los pacientes heterocigotos para la mutación pR.229Q presentan SN de inicio tardío

El fenotipo histológico también es variable: ESF, proliferación mesangial con depósito IgM,

lesiones mínimas y esclerosis mesangial difusa. La mayoría de los pacientes mue

corticorresistencia desde la primera manifestación, aunque se ha comunicado remisión parcial

en algunos pacientes. No se observa esta mutación en pacientes con corticorresistencia tardía

13

l gen NPHS1 (cromosoma 19q13.1), dan lugar al síndrome nefrótico

22,5 % de los SN esporádicos en el primer

de NPHS1, la mayoría de los pacientes

la población finlandesa donde las

ero presente desde el nacimiento, edema

patrón mixto glomerular (hipercelularidad-

es rápidamente progresiva

en los pacientes trasplantados es de un

cuerpos circulantes anti-nefrina

actores circulantes de permeabildad.

menos variación fenotípica. Sin embargo,

cia de fenotipos más leves. Describen 6

ón de NPHS1 tipo proteína truncada, con histología de LM

al conservada (10). En algunos pacientes

a coexistencia de mutaciones NPHS1 y

q31) (12,13), codifica la podocina y se

NPHS2 se encuentran en la mitad de los

ún de SN corticorresistente. El fenotipo

ones del gen de la nefrina. Inicialmente se

va, y actualmente se identifican en una

de casos esporádicos. Existe

fenotipo: la mutación doble homocigoto da lugar a SN congénito, la

nfantil, p.R138Q se asocia con SN

suficiencia renal y base histológica de

pR.229Q presentan SN de inicio tardío

roliferación mesangial con depósito IgM,

s mesangial difusa. La mayoría de los pacientes muestran

aunque se ha comunicado remisión parcial

n pacientes con corticorresistencia tardía

3 – Mutaciones en el gen WT1 (cromosoma 11p13), codific

desarrollo renal y gonadal. Se expresa en el podoci

expresión de la nefrina. El WT1 fue identificado en

Wilms, aniridia, malformación genitourinaria y retr

nefrótico, pero en estos pacientes, el riesgo de

de Wilms aislado (15). Las alteraciones del gen WT1

predominantes: Síndrome de Denis

combinaciones de SN asociado a anomalías genitales,

- Síndrome de Denys-Drash (SDD), autos

8 y 9. Se caracteriza por SNCR , esclerosis mesang

primeros meses de vida y progresa rápidamente a la

pseudohermafroditismo masculino y tumor de Wilms como 1ª manifestació

La nefropatía no recidiva postrasplante.

- Síndrome de Frasier, autosómico dominante con mutac

SNCR, ESF, que se manifiesta a partir de la 1ª déca

insuficiencia renal. Asocia pseudohermafroditismo

externos normales, disgenesia gonadal, inversión co

predisposición a gonadoblastoma y menos frecuentem

Sin embargo, se han descrito idénticas mutaciones W

difusa aislada (EMDA) sin los otros elementos clíni

herencia autosómico recesiva. Por tanto, deb

WT1 y cariotipo en niñas con EMD aislada, además d

Se han identificado mutaciones del gen WT1 en pacie

su mayoría niñas y SN con ESF as

insuficiencia renal. Se han descrito mutaciones WT

hijos con síndrome de Denys

desarrollo y cariotipo normales.

4 – Mutaciones del gen LAMB2 (cromosoma 3p21), origina

expresa también en la retina, cistalino y sinapsis

asociados a LAMB2 incluye el Síndrome de Pierson (

proteinuria masiva presente al nacimiento, rápida e

de alteraciones oculares con microcoria y anomalía

congénito sin anomalías oculares (16).

Mutaciones en el gen WT1 (cromosoma 11p13), codifica el factor WT1 que es crítico en el

desarrollo renal y gonadal. Se expresa en el podocito y controla las funciones celulares y la

expresión de la nefrina. El WT1 fue identificado en niños con el síndrome de WARG (tumor de

Wilms, aniridia, malformación genitourinaria y retraso mental) no asociado a síndrome

nefrótico, pero en estos pacientes, el riesgo de fallo renal es superior a pacientes con tumor

de Wilms aislado (15). Las alteraciones del gen WT1 en el SN, se expresan en dos fenotipos

predominantes: Síndrome de Denis-Drash y Síndrome de Frasier, caracterizados por dif

combinaciones de SN asociado a anomalías genitales, pseudohermafroditismo y tumores:

Drash (SDD), autosómico dominante con diferentes mutaciones en exón

8 y 9. Se caracteriza por SNCR , esclerosis mesangial difusa (EMD), que se manifiesta en los

primeros meses de vida y progresa rápidamente a la insuficiencia renal a los 3

smo masculino y tumor de Wilms como 1ª manifestación o posteriormente.

La nefropatía no recidiva postrasplante.

Síndrome de Frasier, autosómico dominante con mutación en el exón 9. Caracterizado por

SNCR, ESF, que se manifiesta a partir de la 1ª década de la vida y progresa lentamente a la

insuficiencia renal. Asocia pseudohermafroditismo masculino, con genitales femeninos

externos normales, disgenesia gonadal, inversión completa de sexo y cariotipo XY,

predisposición a gonadoblastoma y menos frecuentemente tumor de Wilms.

Sin embargo, se han descrito idénticas mutaciones WT1 en pacientes con esclerosis mesangial

difusa aislada (EMDA) sin los otros elementos clínicos de la triada, generalmente mujeres y con

herencia autosómico recesiva. Por tanto, debe realizarse estudio de mutaciones para el gen

WT1 y cariotipo en niñas con EMD aislada, además de despistaje de tumor de Wilms.

Se han identificado mutaciones del gen WT1 en pacientes con síndrome Nefrótico aislado, en

su mayoría niñas y SN con ESF asociado a malformaciones tracto genitourinario y evo

insuficiencia renal. Se han descrito mutaciones WT1 en madres con SNCR y ESF que tuvieron

hijos con síndrome de Denys-Drash, en familias con ESF y disgenesia gonadal 46

otipo normales.

Mutaciones del gen LAMB2 (cromosoma 3p21), origina alteraciones en laminina

expresa también en la retina, cistalino y sinapsis neuromusculares. El espectro de desordenes

asociados a LAMB2 incluye el Síndrome de Pierson (autosómico recesivo), con SN y EMD,

proteinuria masiva presente al nacimiento, rápida evolución a la insuficiencia renal, asociación

de alteraciones oculares con microcoria y anomalía corneal También se ha descrito en SN

congénito sin anomalías oculares (16).

14

a el factor WT1 que es crítico en el

to y controla las funciones celulares y la

e de WARG (tumor de

aso mental) no asociado a síndrome

fallo renal es superior a pacientes con tumor

en el SN, se expresan en dos fenotipos

Drash y Síndrome de Frasier, caracterizados por diferentes

pseudohermafroditismo y tumores:

ómico dominante con diferentes mutaciones en exón

ial difusa (EMD), que se manifiesta en los

insuficiencia renal a los 3-4 años. Asocia

smo masculino y tumor de Wilms como 1ª manifestación o posteriormente.

ión en el exón 9. Caracterizado por

de la vida y progresa lentamente a la

masculino, con genitales femeninos

mpleta de sexo y cariotipo XY,

T1 en pacientes con esclerosis mesangial

cos de la triada, generalmente mujeres y con

e realizarse estudio de mutaciones para el gen

e despistaje de tumor de Wilms.

ntes con síndrome Nefrótico aislado, en

ociado a malformaciones tracto genitourinario y evolución a

1 en madres con SNCR y ESF que tuvieron

Drash, en familias con ESF y disgenesia gonadal 46 XY o con

alteraciones en laminina β2, y se

neuromusculares. El espectro de desordenes

autosómico recesivo), con SN y EMD,

suficiencia renal, asociación

corneal También se ha descrito en SN

5 - Mutaciones en el gen PLCE1 (NPHS3) (cromosoma 10q23

epsilon (PLCε1). Condiciona un SN con EMD, comienzo precoz en el

evolución a la insuficiencia renal y herencia autos

postrasplante. La PLCε1 es un enzima precursor de segundo mensajero, que

procesos de maduración del podocito, expresión gené

PCLE1 y proteínas del diafragma como la podocina y

corticorresistente, aunque, como en otras alteracio

respondió a tratamiento con CsA y que continúa en r

años de seguimiento (18). La histología parece ref

PLCE1: las mutaciones truncantes se asocian con

mutaciones que originan una proteína disfuncional.

Las mutaciones del PLCE1, WT1 y LAMB2 representan l

nefrótico con lesión histológica de esclerosis mesa

sindrómico de SDD y Sdr. Frasier. Las alteraciones

familias estudiadas (28%) seguida de WT1 (8.5%) y

6- Esclerosis segmentaria y focal familiar

Grupo heterogéneo de enfermedades hereditarias caracterizadas por el inic

la adolescencia o adulto joven, lesión histológica

alteraciones genéticas responsables de ESF se here

gen de la podocina), dominante (gen ACTN4 y TRPC6)

Las mutaciones de los tres últimos genes dan lugar

(TRPC6) y tipo 3 (CD2AP).

- Mutaciones de gen ACTN4 (cromosoma19q13) (FSGS

altamente expresada en los podocitos que une los fi

a formas familiares juveniles o del adulto de ESF

descrito casos esporádicos (19)

adolescencia o en el adulto joven, y progresa lenta

- Mutaciones del TRPC6 (cromosoma11q21

que facilitan la entrada de calcio a la cé

en un 8 % de ESF familiar pero también en un 2 % de

portadora de la mutación con SN corticorresistente

MMF (20).

Estudios funcionales realizados en 3 familias muestran que las

aumentan la entrada de calcio a las células. El inc

estructura contráctil de los podocitos o bien causa

o descamación y falta de proliferación de los podo

Mutaciones en el gen PLCE1 (NPHS3) (cromosoma 10q23), codifica la fosfolipasa C

1). Condiciona un SN con EMD, comienzo precoz en el primer año de vida, rápida

evolución a la insuficiencia renal y herencia autosómica recesiva (17). La nefropatía no recidiva

1 es un enzima precursor de segundo mensajero, que

procesos de maduración del podocito, expresión genética y función de conexión entre la

PCLE1 y proteínas del diafragma como la podocina y nefrina. Las mutaciones dan lugar a SN

corticorresistente, aunque, como en otras alteraciones genéticas, se ha referido un caso que

respondió a tratamiento con CsA y que continúa en remisión con función renal normal tras 12

años de seguimiento (18). La histología parece reflejar el grado de afectación de actividad

PLCE1: las mutaciones truncantes se asocian con EMD mientras que ESF es el fenotipo de las

mutaciones que originan una proteína disfuncional.

Las mutaciones del PLCE1, WT1 y LAMB2 representan las formas conocidas como síndrome

nefrótico con lesión histológica de esclerosis mesangial difusa aislado, a

sindrómico de SDD y Sdr. Frasier. Las alteraciones de PLCE1 son las más frecuentes en las

familias estudiadas (28%) seguida de WT1 (8.5%) y ocasionalmente de LAMB2 (17).

Esclerosis segmentaria y focal familiar

nfermedades hereditarias caracterizadas por el inicio de proteinuria en

la adolescencia o adulto joven, lesión histológica de ESF y evolución a insuficiencia renal. Las

alteraciones genéticas responsables de ESF se heredan de forma recesiva (mutaciones de

gen de la podocina), dominante (gen ACTN4 y TRPC6) u otros modos de herencia (CD2AP).

Las mutaciones de los tres últimos genes dan lugar a la ESF Familiar tipo 1 (ACTN4), tipo 2

Mutaciones de gen ACTN4 (cromosoma19q13) (FSGS1), codifica la α-actinina

altamente expresada en los podocitos que une los filamentos de actina del podocito. Dan lugar

a formas familiares juveniles o del adulto de ESF y SNCR, de herencia AD y también se han

descrito casos esporádicos (19). Clínicamente cursan con proteinuria a partir de l

adolescencia o en el adulto joven, y progresa lentamente a fallo renal.

Mutaciones del TRPC6 (cromosoma11q21-22) (locus FSGS2), codifica las proteínas TRPC6

que facilitan la entrada de calcio a la célula en la fase de proliferación celular. Se ident

en un 8 % de ESF familiar pero también en un 2 % de casos esporádicos. Una paciente

portadora de la mutación con SN corticorresistente y ESF, respondió a tratamiento con CSA y

ncionales realizados en 3 familias muestran que las mutaciones de TRPC6

aumentan la entrada de calcio a las células. El incremento del calcio intracelular modifica la

estructura contráctil de los podocitos o bien causa incremento de la apoptosis y podocito

o descamación y falta de proliferación de los podocitos.

15

), codifica la fosfolipasa C

primer año de vida, rápida

ómica recesiva (17). La nefropatía no recidiva

1 es un enzima precursor de segundo mensajero, que regula los

tica y función de conexión entre la

nefrina. Las mutaciones dan lugar a SN

a referido un caso que

emisión con función renal normal tras 12

lejar el grado de afectación de actividad

EMD mientras que ESF es el fenotipo de las

as formas conocidas como síndrome

ngial difusa aislado, a diferencia de SN

de PLCE1 son las más frecuentes en las

ocasionalmente de LAMB2 (17).

nfermedades hereditarias caracterizadas por el inicio de proteinuria en

de ESF y evolución a insuficiencia renal. Las

dan de forma recesiva (mutaciones del

u otros modos de herencia (CD2AP).

a la ESF Familiar tipo 1 (ACTN4), tipo 2

actinina-4, proteína

lamentos de actina del podocito. Dan lugar

y SNCR, de herencia AD y también se han

. Clínicamente cursan con proteinuria a partir de la

22) (locus FSGS2), codifica las proteínas TRPC6

lula en la fase de proliferación celular. Se identifican

casos esporádicos. Una paciente

y ESF, respondió a tratamiento con CSA y

mutaciones de TRPC6

remento del calcio intracelular modifica la

incremento de la apoptosis y podocitopenia

- Mutaciones del CD2AP, codifica la proteína CD2AP (p

fijando la nefrina al citoesqueleto de actina . Las

alteran la modulación CD2AP

histología de ESF.

SN genético vs SN congénito y familiar

El descubrimiento de los genes implicados en el SN,

familiar. El mecanismo de la enfermedad, presidido por una lesión estructu

consecuencia del defecto de proteínas podocitarias

características clínicas principales: presentación

inmunosupresor y baja recurrencia post

estructural que afecta localmente al riñón nativo.

genéticamente no muestra una correlación simple con

estricto y surgen día a día nuevas incógnitas por resolv

� Se describen mutaciones tanto en pacientes que mani

casos esporádicos.

� Se han identificado pacientes con SN corticosensibl

la podocina y PLCE1, ESF que responde a CSA y MMF asociado a mu

así como el primer locus de SN corticosensible en e

� Aunque el riesgo de recurrencia post

con mutaciones del gen de la

postrasplante respondió a tratamiento con plasmafér

Ante las nuevas evidencias que aumentan la compleji

práctica clínica definir las indicaciones del genét

tratamiento, riesgo de recurrencia en el trasplante

de donante vivo relacionado.

Se ha de sospechar SN genético en los pacientes con

corticorresistente y SN familiar. La causa más frec

mutaciones del gen de la podocina en Europa, nefri

análisis de mutaciones para nefrina y podocina en t

estudio para los genes WT1 o LAMB2.

Los pacientes con SN congénito no responden a trata

objetivos son el tratamiento sintomáti

infecciosas y proporcionar un nutrición óptima. Alg

bilateral. El único tratamiento curativo es el tras

frecuente y se ha relacionado con la aparición de anticuerpos a

Mutaciones del CD2AP, codifica la proteína CD2AP (proteína asociada CD2) que actúa

fijando la nefrina al citoesqueleto de actina . Las mutaciones modifican la interacción con CD2 y

la modulación CD2AP-podocina-nefrina (21). Origina un SN corticorresistente con

SN genético vs SN congénito y familiar

El descubrimiento de los genes implicados en el SN, se asoció inicialmente con SN congénito y

de la enfermedad, presidido por una lesión estructu

consecuencia del defecto de proteínas podocitarias y de la MBG, justificaría las tres

características clínicas principales: presentación precoz, ausencia de respuesta a tratamiento

r y baja recurrencia post-trasplante, lógica consecuencia de un defecto

estructural que afecta localmente al riñón nativo. Sin embargo, el SN determinado

genéticamente no muestra una correlación simple con el SN congénito y familiar, el límite no es

to y surgen día a día nuevas incógnitas por resolver:

Se describen mutaciones tanto en pacientes que manifiestan SN a cualquier edad como

Se han identificado pacientes con SN corticosensible asociado a mutaciones del gen de

y PLCE1, ESF que responde a CSA y MMF asociado a mutaciones TRPC6,

así como el primer locus de SN corticosensible en el cromosoma 2p12-

Aunque el riesgo de recurrencia post-trasplante es bajo, se ha observado en pacientes

con mutaciones del gen de la nefrina, podocina y WT1. En un niño, la proteinuria

postrasplante respondió a tratamiento con plasmaféresis.

Ante las nuevas evidencias que aumentan la complejidad del SN en el niño, es importante en la

práctica clínica definir las indicaciones del genético, la repercusión en cuanto al protocolo de

tratamiento, riesgo de recurrencia en el trasplante y recomendaciones en cuanto al trasplante

de donante vivo relacionado.

Se ha de sospechar SN genético en los pacientes con SN congénito, SN infantil, SN

corticorresistente y SN familiar. La causa más frecuente de SN congénito es el SN por

mutaciones del gen de la podocina en Europa, nefrina en Finlandia y WT1. Se debe realiz

análisis de mutaciones para nefrina y podocina en todos los pacientes; en caso negativo

estudio para los genes WT1 o LAMB2.

Los pacientes con SN congénito no responden a tratamiento inmunosupresor. Por tanto, los

objetivos son el tratamiento sintomático, prevenir las complicaciones tromboembólicas e

infecciosas y proporcionar un nutrición óptima. Algunos pacientes van a precisar nefrectomía uni o

bilateral. El único tratamiento curativo es el trasplante renal. La recurrencia del SN es poco

se ha relacionado con la aparición de anticuerpos antinefrina o con mecanismos hasta

16

roteína asociada CD2) que actúa

mutaciones modifican la interacción con CD2 y

nefrina (21). Origina un SN corticorresistente con

se asoció inicialmente con SN congénito y

de la enfermedad, presidido por una lesión estructural como

y de la MBG, justificaría las tres

precoz, ausencia de respuesta a tratamiento

trasplante, lógica consecuencia de un defecto

Sin embargo, el SN determinado

el SN congénito y familiar, el límite no es

fiestan SN a cualquier edad como

e asociado a mutaciones del gen de

y PLCE1, ESF que responde a CSA y MMF asociado a mutaciones TRPC6,

-13.2.

trasplante es bajo, se ha observado en pacientes

nefrina, podocina y WT1. En un niño, la proteinuria

dad del SN en el niño, es importante en la

ico, la repercusión en cuanto al protocolo de

y recomendaciones en cuanto al trasplante

SN congénito, SN infantil, SN

uente de SN congénito es el SN por

na en Finlandia y WT1. Se debe realizar

odos los pacientes; en caso negativo

miento inmunosupresor. Por tanto, los

co, prevenir las complicaciones tromboembólicas e

unos pacientes van a precisar nefrectomía uni o

plante renal. La recurrencia del SN es poco

ntinefrina o con mecanismos hasta

ahora desconocidos. Por tanto, en la actualidad no

portadores heterocigotos de las mutaciones.

4.3 MECANISMOS INMUNOLOGIC

El síndrome nefrótico idiopático corticosensible en

inmunológica. Los primeros elementos clínicos y ter

señalaban a las células T y a un posible factor cir

intensas investigaciones. Las primeras hipótesis no

para explicar la complejidad de la disfunción inmun

Exponemos a continuación las evidencias sobre la p

inmunológicos en la patogenia del SN en tres aparta

permeabilidad vascular e inmunidad de células B. La

que los tres mecanismos se encuentran interrelacionados.

4.3.1 INMUNIDAD CELULAR T

En 1974 Shalhoub propuso la hipótesis inmunológica

de los linfocitos T o un factor de permeabilidad va

remisión de la enfermedad tras infecciones que suprimen la inmun

asociación con linfoma de Hodgkin y la eficacia del

(22). Esta hipótesis se fundamenta en las siguiente

� La nefropatía más frecuente asociada a linfoma de Hodgkin es el S

� La remisión completa del SN después de la infección

a la inhibición de la linfoproliferación de células

masiva de los precursores linfocitarios T intratímicos.

� La sensibilidad a infecciones bacterianas, principa

relacionan con una inmunosupresión relativa.

� Los glucocorticoides producen remisión de la protei

algunos casos de forma definitiva después de la pri

inhibidora sobre el sistema T es la suma de mecanis

sobre todos los protagonistas de la reacción inmuni

provocan apoptosis de células tímicas, inhiben el f

(factor nuclear de células T) y CREB (AMPc elemento

activan la transcripción de genes de las vías Th1 y

monocitos y macrófagos vía NF

� Los inmunosupresores eficaces en el SN como la cicl

los timocitos y destruyen los linfocitos de las zon

linfáticos. Por el contr

timodependiente.

ahora desconocidos. Por tanto, en la actualidad no se recomienda el trasplante de vivo de padres

portadores heterocigotos de las mutaciones.

4.3 MECANISMOS INMUNOLOGICOS

El síndrome nefrótico idiopático corticosensible en el niño se puede considerar una enfermedad

inmunológica. Los primeros elementos clínicos y terapéuticos a favor de este mecanismo,

señalaban a las células T y a un posible factor circulante, que no se ha podido identificar tras

intensas investigaciones. Las primeras hipótesis no han perdido vigencia, pero son insuficientes

para explicar la complejidad de la disfunción inmune que implica células T y B.

Exponemos a continuación las evidencias sobre la participación de los distintos mecanismos

inmunológicos en la patogenia del SN en tres apartados: inmunidad celular T, factor de

permeabilidad vascular e inmunidad de células B. La separación responde a criterios didácticos, ya

ncuentran interrelacionados.

4.3.1 INMUNIDAD CELULAR T

En 1974 Shalhoub propuso la hipótesis inmunológica del SNLM como una anomalía de la función

de los linfocitos T o un factor de permeabilidad vascular, basándose en observaciones como la

a enfermedad tras infecciones que suprimen la inmunidad celular (sarampión), la

asociación con linfoma de Hodgkin y la eficacia del tratamiento con corticoides y ciclofosfamida

(22). Esta hipótesis se fundamenta en las siguientes evidencias:

más frecuente asociada a linfoma de Hodgkin es el SN idiopático.

La remisión completa del SN después de la infección por el virus del sarampión está ligada

a la inhibición de la linfoproliferación de células T inducida por antígenos y la apoptosis

de los precursores linfocitarios T intratímicos.

La sensibilidad a infecciones bacterianas, principalmente neumocócicas y por E. Coli, se

relacionan con una inmunosupresión relativa.

Los glucocorticoides producen remisión de la proteinuria en el SN cortic

algunos casos de forma definitiva después de la primera manifestación. La acción

inhibidora sobre el sistema T es la suma de mecanismos citotóxicos y antiinflamatorios

sobre todos los protagonistas de la reacción inmunitaria T, B, macrófagos

provocan apoptosis de células tímicas, inhiben el factor de transcripción NF

(factor nuclear de células T) y CREB (AMPc elemento de respuesta B), factores que

activan la transcripción de genes de las vías Th1 y Th2. Inhiben la secrec

monocitos y macrófagos vía NF�B y Jun.

Los inmunosupresores eficaces en el SN como la ciclofosfamida, provocan la apoptosis de

los timocitos y destruyen los linfocitos de las zonas timo-dependientes de los ganglios

linfáticos. Por el contrario azatioprina, que no tiene efecto, no disminuye

17

se recomienda el trasplante de vivo de padres

el niño se puede considerar una enfermedad

apéuticos a favor de este mecanismo,

ha podido identificar tras

han perdido vigencia, pero son insuficientes

articipación de los distintos mecanismos

dos: inmunidad celular T, factor de

separación responde a criterios didácticos, ya

del SNLM como una anomalía de la función

scular, basándose en observaciones como la

idad celular (sarampión), la

tratamiento con corticoides y ciclofosfamida

N idiopático.

por el virus del sarampión está ligada

T inducida por antígenos y la apoptosis

lmente neumocócicas y por E. Coli, se

nuria en el SN corticosensible, en

mera manifestación. La acción

mos citotóxicos y antiinflamatorios

taria T, B, macrófagos y monocitos:

actor de transcripción NF�B , NFAT

de respuesta B), factores que

Th2. Inhiben la secreción de TNF-� por

ofosfamida, provocan la apoptosis de

dependientes de los ganglios

ario azatioprina, que no tiene efecto, no disminuye la celularidad

� La eficacia de ciclosporina y tacrolimus está media

interviene en la regulación de NFkB, su inhibidor I

NFAT. Interfieren en la respuesta Th1 por inhibici

respuesta Th2 mediante estimulación de la síntesis

� La respuesta a levamisol se relaciona con su efecto

inducir apoptosis en algunas líneas celulares. Por

disminuyendo la respuesta de Th2 e incrementando la

directa sobre el capilar glomerular.

� La utilización de suero antitimocítico en la

recaída en receptores con SN idiopático.

La disfunción inmune de células T se ha estudiado e

linfocitarias, la secreción de citoquinas, monoquin

a) Poblaciones linfocitarias.

La células T reguladoras expresan CD4, CD25 y FOX3

inmune por las células T efectoras. Un resultado co

CD8 (linfocitos citotóxicos) a favor de CD8, tanto

una alteración en la maduración CD4/CD8 a nivel del

como B se han encontrado alteradas en recaída sin t

disminución de CD19+ B), respecto a remisión (aume

diferente bajo tratamiento con esteroides (23).

reguladoras sobre las T efectoras, disminuiría el f

células T y conduciría a una persisten

b) Perfil de activación de las citoquinas (balance Th1

Según el perfil de producción de citoquinas, los li

Th1 y Th2. Los Th1 son productores de IFN

IL-2 (Interleuquina-2), en relación con la respuesta citotóxica e infla

productores de IL-4, IL-5, IL-9, IL

respuesta alérgica. El patrón

expresión de IFN-γ y de IL-4 respectivamente.

La asociación del síndrome nefrótico idiopático con

activación de la vía Th2. Sin embargo, el perfil in

(linfocitos responsables de la respuesta inmunológi

Th1/Th2 y las citoquinas circulantes muestran activ

distintos estudios. La interpretació

compleja y no muestra un patrón específico o predo

Th2. Por otra parte, habría que considerar que el i

La eficacia de ciclosporina y tacrolimus está mediada por inhibición de la calcineurina que

interviene en la regulación de NFkB, su inhibidor IKB-� y en la transducci

NFAT. Interfieren en la respuesta Th1 por inhibición de la síntesis de IL

respuesta Th2 mediante estimulación de la síntesis de IL-13.

La respuesta a levamisol se relaciona con su efecto “timomimético” y en su capacidad para

inducir apoptosis en algunas líneas celulares. Por otra parte actúa como inmunomodulador

disminuyendo la respuesta de Th2 e incrementando la Th1, aunque también tiene acción

directa sobre el capilar glomerular.

La utilización de suero antitimocítico en la inducción del trasplante aumenta la frecuencia de

recaída en receptores con SN idiopático.

La disfunción inmune de células T se ha estudiado en las alteraciones de las poblaciones

linfocitarias, la secreción de citoquinas, monoquinas y anomalías moleculares:

Poblaciones linfocitarias.

La células T reguladoras expresan CD4, CD25 y FOX3 e inhiben la activación del sistema

inmune por las células T efectoras. Un resultado constante es el desequilibrio entre CD4 y

CD8 (linfocitos citotóxicos) a favor de CD8, tanto en recaída como en remisió

una alteración en la maduración CD4/CD8 a nivel del timo. Tanto las poblaciones linfocitarias T

como B se han encontrado alteradas en recaída sin tratamiento (aumento de CD3+ activados y

disminución de CD19+ B), respecto a remisión (aumento de CD4+) y muestran un perfil

diferente bajo tratamiento con esteroides (23). La deficiente inhibición de las c

reguladoras sobre las T efectoras, disminuiría el feedback negativo sobre la actividad de las

células T y conduciría a una persistente liberación de citoquinas.

Perfil de activación de las citoquinas (balance Th1/Th2).

Según el perfil de producción de citoquinas, los linfocitos T-helper pueden ser divididos en células

Th1 y Th2. Los Th1 son productores de IFN-γ (interferón-γ), TNF-β (factor de necrosis tumoral) e

2), en relación con la respuesta citotóxica e inflamatoria. Los Th2 son

9, IL-10, IL-13, respuesta asociada con la regulación de anticue

respuesta alérgica. El patrón secretor Th1 o Th2 viene determinado preferentement

4 respectivamente.

La asociación del síndrome nefrótico idiopático con manifestaciones atópicas ha sugerido una

activación de la vía Th2. Sin embargo, el perfil intracelular de citoquinas en CD4 activados

(linfocitos responsables de la respuesta inmunológica específica) no muestra desequilibrio

Th1/Th2 y las citoquinas circulantes muestran activación Th1 exclusiva o mixta Th1/Th2 en

distintos estudios. La interpretación de los estudios “in vitro” e “in vivo” en remisió

compleja y no muestra un patrón específico o predominante de secreción de citoquinas Th1 o

Th2. Por otra parte, habría que considerar que el incremento en la producción intracelular de

18

da por inhibición de la calcineurina que

y en la transducción de la señal

ón de la síntesis de IL-2 y activan la

“timomimético” y en su capacidad para

otra parte actúa como inmunomodulador

Th1, aunque también tiene acción

inducción del trasplante aumenta la frecuencia de

n las alteraciones de las poblaciones

e inhiben la activación del sistema

nstante es el desequilibrio entre CD4 y

en recaída como en remisión, lo que sugiere

timo. Tanto las poblaciones linfocitarias T

ratamiento (aumento de CD3+ activados y

nto de CD4+) y muestran un perfil

La deficiente inhibición de las células T

eedback negativo sobre la actividad de las

helper pueden ser divididos en células

(factor de necrosis tumoral) e

matoria. Los Th2 son

13, respuesta asociada con la regulación de anticuerpos y

secretor Th1 o Th2 viene determinado preferentemente por la

manifestaciones atópicas ha sugerido una

elular de citoquinas en CD4 activados

ca específica) no muestra desequilibrio

ación Th1 exclusiva o mixta Th1/Th2 en

n de los estudios “in vitro” e “in vivo” en remisión o recaída es

minante de secreción de citoquinas Th1 o

ncremento en la producción intracelular de

citoquinas, no implica necesariamente un incremento en

la definición de los patrones de secreción de citoq

c) SN Idiopático y atopia

La asociación entre atopia y SN fue descrita por pr

elevado porcentaje de pacientes con SN que mostraba

recaídas de SN tras la exposición a alergenos. Exis

series tanto en el porcentaje de paciente

la frecuencia de antecedentes de atopia (10 a 50 %)

elevación de IgE sérica en ausencia de clínica de a

explicar en parte esta disparidad, es el efecto modificador de los cortico

IgE.

Es evidente que en algunos pacientes con lesiones m

respiratorios o alimentarios desencadena una recaíd

de la alergia, rara vez conduce a remisión. La atop

en el SN sino que probablemente refleje una anomalí

enfermedades.

La síntesis de IgE por células B requiere

y la interacción del antígeno de superficie CD40 de

T activadas. En pacientes con lesiones mínimas se o

por células T activadas y de IL

expresión intracelular de IL-13, se relaciona con el nivel sérico de IgE. Sin em

de los distintos estudios sobre IL

lesiones mínimas: los podocitos expresan receptor d

podocitaria transmembrana CD80. Esta estimulación

por células T (CTLA-4). En

normaliza en remisión y experimentalmente, la indu

proteinuria y fusión de los pedicelos. Por tanto, e

de CD80 por IL-13 u otras citoquinas, y la inadecuada inhibición d

liberación insuficiente de CTLA

d) Secreción de monoquinas.

En pacientes en recaída las tasas plasmáticas de TN

elevado en cultivos de monocitos estimulados con mi

aumenta NF-�B y angiotensinógeno

e) Anomalías moleculares internas de los linfocitos T.

quinas, no implica necesariamente un incremento en la secreción, lo que constituye la base de

la definición de los patrones de secreción de citoquinas (24,25).

c) SN Idiopático y atopia.

La asociación entre atopia y SN fue descrita por primera vez por Fanconi en 1951, en base al

elevado porcentaje de pacientes con SN que mostraban signos de atopia y la aparición de

recaídas de SN tras la exposición a alergenos. Existe una marcada variabilidad entre las distintas

series tanto en el porcentaje de pacientes que muestran niveles elevados de IgE sérica, como

la frecuencia de antecedentes de atopia (10 a 50 %). Además, algunos pacientes muestran

elevación de IgE sérica en ausencia de clínica de atopia. Un factor de confusión que puede

disparidad, es el efecto modificador de los corticoides sobre los niveles de

Es evidente que en algunos pacientes con lesiones mínimas, la exposición a alergenos

respiratorios o alimentarios desencadena una recaída, pero no es menos cierto que el tr

de la alergia, rara vez conduce a remisión. La atopia no parece tener un papel patogénico directo

en el SN sino que probablemente refleje una anomalía inmune que podría predisponer a ambas

La síntesis de IgE por células B requiere dos señales: la liberación de IL-4 e IL-13 por células Th2

y la interacción del antígeno de superficie CD40 de células B con el ligando expresado en células

T activadas. En pacientes con lesiones mínimas se observa un aumento en la producción de IL

células T activadas y de IL-13 urinaria y sérica en recaída respecto a remisió

13, se relaciona con el nivel sérico de IgE. Sin embargo, los resultados

de los distintos estudios sobre IL-4 son contradictorios. IL-13 podría ser un mediador en SN a

lesiones mínimas: los podocitos expresan receptor de IL-13 y responden induciendo la proteína

podocitaria transmembrana CD80. Esta estimulación puede ser inhibida por un antígeno liberado

4). En recaída se ha observado una elevación de CD80 urina

normaliza en remisión y experimentalmente, la inducción de CD80 por los podocitos provoca

proteinuria y fusión de los pedicelos. Por tanto, el mecanismo podría incluir dos pasos: la inducción

13 u otras citoquinas, y la inadecuada inhibición de esta respuesta por una

liberación insuficiente de CTLA-e por linfocitos T. (26).

d) Secreción de monoquinas.

En pacientes en recaída las tasas plasmáticas de TNF� e IL-8 están elevadas. T

elevado en cultivos de monocitos estimulados con mitógenos de pacientes con SN. El TNF

ógeno

Anomalías moleculares internas de los linfocitos T.

19

la secreción, lo que constituye la base de

anconi en 1951, en base al

n signos de atopia y la aparición de

te una marcada variabilidad entre las distintas

s que muestran niveles elevados de IgE sérica, como en

. Además, algunos pacientes muestran

topia. Un factor de confusión que puede

ides sobre los niveles de

ínimas, la exposición a alergenos

a, pero no es menos cierto que el tratamiento

ia no parece tener un papel patogénico directo

a inmune que podría predisponer a ambas

13 por células Th2

células B con el ligando expresado en células

bserva un aumento en la producción de IL-13

13 urinaria y sérica en recaída respecto a remisión o controles. La

13, se relaciona con el nivel sérico de IgE. Sin embargo, los resultados

13 podría ser un mediador en SN a

13 y responden induciendo la proteína

puede ser inhibida por un antígeno liberado

recaída se ha observado una elevación de CD80 urinario que se

cción de CD80 por los podocitos provoca

l mecanismo podría incluir dos pasos: la inducción

e esta respuesta por una

8 están elevadas. TNF� también está

tógenos de pacientes con SN. El TNF�

En niños y en adultos se ha demostrado un aumento d

de la actividad del inhibidor natural IKB

de la expresión del gen del angiotensinógeno (27).

timodependiente en los mecanismos de selección posi

linfocitos que inician la fase de maduración, la se

orientación de linfocitos T hacia un perf

interferón gamma.

4.3.2 FACTOR DE PERMEABILIDAD GLOMERULAR

Se ha postulado que la alteración de la permeabilid

por la existencia de citoquinas especí

que incrementarían la permeabilidad glomerular (28)

factor, la hipótesis se fundamenta en las siguiente

� La recidiva inmediata de la proteinuria en el injerto rena

corticorresistente incluso sin evidencia histológic

� La desaparición de la proteinuria en el receptor de

fallecido en el curso de un

� La existencia de proteinuria transitoria de 2 a 3 s

hijos de madre con SN.

� La inducción de proteinuria en animales de laborato

procedente de enfermos en fase de recidiv

� La eficacia de la plasmaféresis en el tratamiento d

Existen evidencias a favor y en contra de varios fa

mecanismo: el factor de crecimiento vascular endote

El factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF

Las células endoteliales y mesangiales expresan rec

aumentaría la permeabilidad capilar estimulan

endotelial. Sin embargo, en condiciones fisiológica

células endoteliales muestran poros fenestrados. Po

animales de experimentación, no produce proteinuria (28). La infusi

arteria renal induce proteinuria, pero no en un gra

(TNF-α) causa proteinuria al ser infundido en ratas. Sin

pacientes con SN a lesiones mínimas.

El óxido nítrico (NO) tiene múltiples funciones fis

vascular, hemodinámica glomerular y medular, feed

modulación del balance de fluido extracelular y elec

producción de NO en células CD3+ (células T) y CD19

En niños y en adultos se ha demostrado un aumento de la actividad del factor NF

de la actividad del inhibidor natural IKB� durante las recaídas de SN y un incremento concomitante

de la expresión del gen del angiotensinógeno (27). La vía NF-kB controla la apoptosis

timodependiente en los mecanismos de selección positiva o negativa de los distintos clones de

linfocitos que inician la fase de maduración, la secreción de citoquinas proinflamatorias y la

orientación de linfocitos T hacia un perfil de citoquinas de tipo Th2, inhibición de IL2R y

4.3.2 FACTOR DE PERMEABILIDAD GLOMERULAR

Se ha postulado que la alteración de la permeabilidad glomerular a las proteínas podría justificarse

por la existencia de citoquinas específicas o factores circulantes de permeabilidad vascu

que incrementarían la permeabilidad glomerular (28). Aunque no se ha conseguido aislar este

factor, la hipótesis se fundamenta en las siguientes observaciones clínicas y experimentales:

diva inmediata de la proteinuria en el injerto renal en pacientes con SN

corticorresistente incluso sin evidencia histológica de lesión renal.

La desaparición de la proteinuria en el receptor de un trasplante renal de un donante

fallecido en el curso de una recaída de SN.

La existencia de proteinuria transitoria de 2 a 3 semanas de duración, en recién nacidos

hijos de madre con SN.

La inducción de proteinuria en animales de laboratorio perfundidos con suero o plasma

procedente de enfermos en fase de recidiva de SN.

La eficacia de la plasmaféresis en el tratamiento de la proteinuria de la ESF.

Existen evidencias a favor y en contra de varios factores que podrían actuar a través de este

mecanismo: el factor de crecimiento vascular endotelial, IL-8, TNF-α y óxido nítrico,

El factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) es sintetizado y secretado por los podocitos.

Las células endoteliales y mesangiales expresan receptores específicos para VEGF. Este factor

aumentaría la permeabilidad capilar estimulando la liberación de óxido nítrico y la fenestración

endotelial. Sin embargo, en condiciones fisiológicas VEGF está expresado a nivel renal y las

células endoteliales muestran poros fenestrados. Por otra parte, la infusión de este factor en

rimentación, no produce proteinuria (28). La infusión de IL-8 en ratas a nivel de

arteria renal induce proteinuria, pero no en un grado nefrótico. El factor de necrosis tumoral alfa

) causa proteinuria al ser infundido en ratas. Sin embargo, no está elevado en todos los

pacientes con SN a lesiones mínimas.

El óxido nítrico (NO) tiene múltiples funciones fisiológicas en el riñón en la regulación del tono

vascular, hemodinámica glomerular y medular, feed-back tubuloglomerular, secreción de renina,

odulación del balance de fluido extracelular y electrolitos. Se ha demostrado un aumento de

producción de NO en células CD3+ (células T) y CD19+ (células B) en niños con SN en recaída y

20

e la actividad del factor NF-�B y disminución

ídas de SN y un incremento concomitante

kB controla la apoptosis

tiva o negativa de los distintos clones de

creción de citoquinas proinflamatorias y la

il de citoquinas de tipo Th2, inhibición de IL2R y de

ad glomerular a las proteínas podría justificarse

ficas o factores circulantes de permeabilidad vascular (VPF),

. Aunque no se ha conseguido aislar este

s observaciones clínicas y experimentales:

l en pacientes con SN

un trasplante renal de un donante

emanas de duración, en recién nacidos

rio perfundidos con suero o plasma

e la proteinuria de la ESF.

ctores que podrían actuar a través de este

ido nítrico,

) es sintetizado y secretado por los podocitos.

eptores específicos para VEGF. Este factor

do la liberación de óxido nítrico y la fenestración

s VEGF está expresado a nivel renal y las

r otra parte, la infusión de este factor en

8 en ratas a nivel de

do nefrótico. El factor de necrosis tumoral alfa

á elevado en todos los

iológicas en el riñón en la regulación del tono

back tubuloglomerular, secreción de renina,

trolitos. Se ha demostrado un aumento de

+ (células B) en niños con SN en recaída y

una correlación positiva entre el NO en plasma y la

glomerulopatías proteinúricas. El NO producido por

aumentar la permeabilidad vascular glomerular y cau

En otros estudios, se postula que

podría afectar la estabilidad de la estructura prot

alteración de la permeabilidad a las proteínas. Ca

pacientes proteinúricos con mutaciones en el gen NP

albúmina en glomérulos aislados, mientras que la or

incremento de permeabilidad, lo que sugeriría la pé

pacientes nefróticos. Coward y col (31) apoya a su

de podocitos humanos expuestos a plasma de paciente

expresión de nefrina, podocina y CD2AP, siendo

normales.

Las células T podrían alterar la permeabilidad glom

mediante un mecanismo no totalmente explicado. Las

través de receptores específicos en la pared glomerular

receptores en superficie y en membrana basal glomer

dextroglicano, receptores de adhesión y funcionale

endoteliales también expresan receptores funcionale

efecto de IL-1� beta y TNF� en los podocitos sobre la expresi

su citoesqueleto (24).

Estudios recientes sugieren que en pacientes con mutaciones en el NPHS2, tam

factores circulantes que pueden jugar un papel en l

proteinuria post-trasplante o en la reagudización al retirar la CsA

puede remitir parcialmente con inmunosupresores, lo

en el mecanismo de la proteinuria en el SN genétic

4.3.3 INMUNIDAD CELULAR B

La observación clínica de la remisión alcanzada por

monoclonales anti-CD20 (Rituximab) apoya la implicación de células B.

Shalhoub para demostrar la implicación de las célul

favor de las células B: los glucocorticoides ind

predominante de células B y micofenolato interfiere

sarampión tiene un fuerte efecto antiproliferativo

síntesis de inmunoglobulinas IgG por células B. Por último

de Hodgkin, proceden de la línea celular B. Las ev

implicación de células B:

una correlación positiva entre el NO en plasma y la proteinuria en niños con SN pero no en otras

glomerulopatías proteinúricas. El NO producido por las células inmunoreguladoras T y B podría

aumentar la permeabilidad vascular glomerular y causar proteinuria (29).

En otros estudios, se postula que la ausencia de algún factor en el plasma de pacient

podría afectar la estabilidad de la estructura proteínica del diafragma de filtración y ocasionar la

alteración de la permeabilidad a las proteínas. Carraro y col (30) muestran que el plasma de

pacientes proteinúricos con mutaciones en el gen NPHS2 induce in vitro permeabilidad a la

albúmina en glomérulos aislados, mientras que la orina de estos pacientes, bloquea este

incremento de permeabilidad, lo que sugeriría la pérdida en orina de factore

pacientes nefróticos. Coward y col (31) apoya a su vez esta hipótesis al observar que, en cultivo

de podocitos humanos expuestos a plasma de pacientes nefróticos, existe una alteración de la

expresión de nefrina, podocina y CD2AP, siendo este proceso recuperado por plasma de sujetos

Las células T podrían alterar la permeabilidad glomerular a través de la liberación de citoquinas,

mediante un mecanismo no totalmente explicado. Las citoquinas podrían actuar directamente o a

és de receptores específicos en la pared glomerular. De hecho, los podocitos expresan

receptores en superficie y en membrana basal glomerular tipo �1 �3 integrina y complejo

dextroglicano, receptores de adhesión y funcionales para IL-4, IL-10, IL-13 y TNF

endoteliales también expresan receptores funcionales para IL-4 e IL-13. Se ha observado el

� en los podocitos sobre la expresión de nefrina y la reorganización de

en que en pacientes con mutaciones en el NPHS2, tam

factores circulantes que pueden jugar un papel en la patogenia del SN, en la recurrencia de la

trasplante o en la reagudización al retirar la CsA (34). En otros casos, el SN

puede remitir parcialmente con inmunosupresores, lo que de nuevo implicaría al sistema inmune

en el mecanismo de la proteinuria en el SN genético (12).

4.3.3 INMUNIDAD CELULAR B

La observación clínica de la remisión alcanzada por depleción de células B utilizando anticuerpos

CD20 (Rituximab) apoya la implicación de células B. Los argumentos de

Shalhoub para demostrar la implicación de las células T, pueden tener una doble interpretación a

favor de las células B: los glucocorticoides inducen apoptosis en las células B, CFM depleción

predominante de células B y micofenolato interfiere la proliferación de células T y B. El virus del

sarampión tiene un fuerte efecto antiproliferativo sobre células T así como un efecto inhibidor de la

s de inmunoglobulinas IgG por células B. Por último, las células características del linfoma

de Hodgkin, proceden de la línea celular B. Las evidencias más importantes a favor de la

21

ños con SN pero no en otras

las células inmunoreguladoras T y B podría

la ausencia de algún factor en el plasma de pacientes con SN,

eínica del diafragma de filtración y ocasionar la

rraro y col (30) muestran que el plasma de

HS2 induce in vitro permeabilidad a la

ina de estos pacientes, bloquea este

rdida en orina de factores protectores en

vez esta hipótesis al observar que, en cultivo

s nefróticos, existe una alteración de la

este proceso recuperado por plasma de sujetos

erular a través de la liberación de citoquinas,

citoquinas podrían actuar directamente o a

. De hecho, los podocitos expresan

3 integrina y complejo

13 y TNF�. Las células

13. Se ha observado el

ón de nefrina y la reorganización de

en que en pacientes con mutaciones en el NPHS2, también existen

a patogenia del SN, en la recurrencia de la

(34). En otros casos, el SN

que de nuevo implicaría al sistema inmune

utilizando anticuerpos

CD20 (Rituximab) apoya la implicación de células B. Los argumentos de

as T, pueden tener una doble interpretación a

ucen apoptosis en las células B, CFM depleción

la proliferación de células T y B. El virus del

sobre células T así como un efecto inhibidor de la

, las células características del linfoma

idencias más importantes a favor de la

� La mitad de las biopsias renales de niños con

inmunofluorescencia positiva para IgG, IgM o IgA en

� El receptor de las células B también puede ser in

� Durante las recaídas de SN está incrementado en pla

que es un parámetro clásico de estimulación de célu

� En pacientes nefróticos en remisión se observan alt

IgG.

� La depleción de inmunoglobulinas produce remisión t

con SN corticorresistente que desarrollan una recurr

� Rituximab, anticuerpo monoclonal anti CD20, es efic

La participación de las células CD20+ en la patogen

por varias hipótesis. Las células B podrían estar d

de la secreción de inmunoglobulinas, lo que explica

Inmunoglobulinas (Ig) y la eficacia de la immunoabs

SN después del transplante renal. Una parte de célu

células T CD20+ también serían diana del fármaco, l

oportunistas, especialmente pneumocistis carinii, observadas como complicaci

con Rituximab.

4.4 FISIOPATOLOGÍA DEL EDEMA

El conjunto de factores patogénicos descrito en apa

trastornos principales que explican la fisiopatolog

selectiva a la albúmina en la membrana basal glomer

responsables de retención de agua y sodio. El metab

hemostasia se alteran por mecanismo

La retención de sodio y el edema, característicos d

considerado secundario a la hipovolemia y a la acti

aldosterona (SRAA). En esta teoría clásica (“Teoría

de la albúmina, que supera la capacidad de la sínte

hipoalbuminemia y como consecuencia una disminución

de liquido del espacio vascular

de volumen estímula SRAA y secreción de ADH, lo qu

y sodio, aumentando el edema y disminuyendo la pres

Sin embargo, diversos hechos entran en contradicción con esta te

analbuminémicos no muestran edema y no retienen sod

corticoides incrementan la natriuresis y disminuyen

normalización de la albúmina y la volemia no esta relacion

en la mayoría de los pacientes con SN que muestran

La mitad de las biopsias renales de niños con lesiones mínimas muestran

inmunofluorescencia positiva para IgG, IgM o IgA en el glomérulo.

El receptor de las células B también puede ser inhibido por fármacos anticalcineurínicos.

Durante las recaídas de SN está incrementado en plasma el receptor solub

que es un parámetro clásico de estimulación de células B.

En pacientes nefróticos en remisión se observan alteraciones de IgG total y subclases de

La depleción de inmunoglobulinas produce remisión transitoria de proteinuria en pacientes

on SN corticorresistente que desarrollan una recurrencia precoz en el post

Rituximab, anticuerpo monoclonal anti CD20, es eficaz en el tratamiento del SN.

La participación de las células CD20+ en la patogenia del SN y la eficacia de Rituximab

por varias hipótesis. Las células B podrían estar directamente implicadas en la patogenia a través

de la secreción de inmunoglobulinas, lo que explica la presencia de depósitos mesangiales de

Inmunoglobulinas (Ig) y la eficacia de la immunoabsorción en el tratamiento de la recurrencia del

SN después del transplante renal. Una parte de células T expresa CD20 de modo que estas

células T CD20+ también serían diana del fármaco, lo que explicaría las infecciones por gérmenes

te pneumocistis carinii, observadas como complicación del tratamiento

4.4 FISIOPATOLOGÍA DEL EDEMA

El conjunto de factores patogénicos descrito en apartados anteriores, confluyen en los

trastornos principales que explican la fisiopatología del SN: la pérdida de la impermeabilidad

selectiva a la albúmina en la membrana basal glomerular, mecanismos tubulares renales

responsables de retención de agua y sodio. El metabolismo lipídico, la función tiroidea y la

hemostasia se alteran por mecanismos secundarios.

La retención de sodio y el edema, característicos del síndrome nefrótico, clásicamente se ha

considerado secundario a la hipovolemia y a la activación del sistema renina

aldosterona (SRAA). En esta teoría clásica (“Teoría Underfil”), la proteinuria y el catabolismo renal

de la albúmina, que supera la capacidad de la síntesis hepática de albúmina, provocan

hipoalbuminemia y como consecuencia una disminución de la presión oncótica plasmática y fuga

de liquido del espacio vascular al intersticial, condicionando edema e hipovolemia.

de volumen estímula SRAA y secreción de ADH, lo que incrementa aún más la retención de agua

y sodio, aumentando el edema y disminuyendo la presión oncótica plasmática.

diversos hechos entran en contradicción con esta teoría: los pacientes

analbuminémicos no muestran edema y no retienen sodio, los pacientes que responden a

corticoides incrementan la natriuresis y disminuyen la proteinuria y los edemas antes de la

ación de la albúmina y la volemia no esta relacionada con la presión oncótica del plasma

en la mayoría de los pacientes con SN que muestran euvolemia o hipervolemia.

22

lesiones mínimas muestran

hibido por fármacos anticalcineurínicos.

sma el receptor soluble IgE sCD23

eraciones de IgG total y subclases de

ransitoria de proteinuria en pacientes

encia precoz en el post-trasplante.

az en el tratamiento del SN.

ia del SN y la eficacia de Rituximab se explica

irectamente implicadas en la patogenia a través

la presencia de depósitos mesangiales de

rción en el tratamiento de la recurrencia del

las T expresa CD20 de modo que estas

o que explicaría las infecciones por gérmenes

te pneumocistis carinii, observadas como complicación del tratamiento

rtados anteriores, confluyen en los

del SN: la pérdida de la impermeabilidad

ular, mecanismos tubulares renales

olismo lipídico, la función tiroidea y la

el síndrome nefrótico, clásicamente se ha

vación del sistema renina-angiotensina-

il”), la proteinuria y el catabolismo renal

sis hepática de albúmina, provocan

de la presión oncótica plasmática y fuga

al intersticial, condicionando edema e hipovolemia. La contracción

e incrementa aún más la retención de agua

diversos hechos entran en contradicción con esta teoría: los pacientes

io, los pacientes que responden a

la proteinuria y los edemas antes de la

ada con la presión oncótica del plasma

Actualmente se considera que el mecanismo fundament

alteración del balance tubular renal (“Teoría Overf

provoca hipervolemia, aumento de la presión hidrost

intersticial condicionando el edema. La expansión d

la combinación de la retención anormal de sodio y l

de la pared capilar.

El principal mecanismo de la retención de sodio es

unión del túbulo contorneado distal con el túbulo c

canales epiteliales del sodio en el borde luminal d

actividad de la bomba Na-K-ATPasa en el borde celular basal

túbulo conector y los túbulos colectores corticales

constituyen el punto de ajuste del balance de sodio

colector medular es capaz

natriurético atrial. En el SN existe una marcada es

túbulo colector cortical y una resistencia relativa

del péptido atrial. Se describe también una disminu

incremento de la actividad del Na/H antiporter en e

La aldosterona y la activación de receptores minera

responsables de la retención del sodio en el SN. Se

paracrinos, pero solo el bloqueo de AII tiene efect

puede estar implicada con independiencia de la ald

Finalmente, el aumento del flujo transcapilar y fil

cambios en el gradiente de presión oncótica sino de

pared capilar que afectan a la conductividad hidráu

o permeabilidad intrínseca capilar.

La distribución de los fluidos entre el compartimen

de fluidos a través de la pared capilar y el drenaj

transcapilar depende de los siguientes parámetros:

Flujo transcapilar de fluidos = (conductividad hidr

hidrostático capilar) - (coeficiente de reflexión de las proteínas x gradie

La conductividad hidráulica capilar está aumentada

que podría estar relacionada con citoquinas o facto

coeficiente de reflexión a las proteínas es t

que sucede en sujetos no nefróticos con hipoalbumin

intrínseca capilar a las proteínas contribuye a co

Actualmente se considera que el mecanismo fundamental de la formación del edema del SN,

alteración del balance tubular renal (“Teoría Overflow”). El incremento del volumen plasmático

provoca hipervolemia, aumento de la presión hidrostática capilar y paso de agua al espacio

intersticial condicionando el edema. La expansión del compartimento intersticial es el resultado de

la combinación de la retención anormal de sodio y las alteraciones del balance de fluidos a través

El principal mecanismo de la retención de sodio es el incremento de la reabsorción en la zona

unión del túbulo contorneado distal con el túbulo colector cortical, por una hiperactividad de los

canales epiteliales del sodio en el borde luminal de la célula junto con un incremento de la

ATPasa en el borde celular basal. Esta parte de la nefrona incluye el

túbulo conector y los túbulos colectores corticales y medulares, los cuales reabsorben sodio y

constituyen el punto de ajuste del balance de sodio bajo el control de la aldosterona. El túbulo

colector medular es capaz de secretar una sobrecarga de sodio en respuesta al

natriurético atrial. En el SN existe una marcada estimulación de la reabsorción de sodio en el

túbulo colector cortical y una resistencia relativa del túbulo colector medular a la acción natriurét

del péptido atrial. Se describe también una disminución de la excreción urinaria de sodio por

incremento de la actividad del Na/H antiporter en el túbulo proximal.

La aldosterona y la activación de receptores mineralcorticoides no son los principales

responsables de la retención del sodio en el SN. Se han estudiado otras hormonas y factores

paracrinos, pero solo el bloqueo de AII tiene efecto sobre la retención de sodio, lo que sugiere que

puede estar implicada con independiencia de la aldosterona.

Finalmente, el aumento del flujo transcapilar y filtración de fluidos en el SN no depende de

cambios en el gradiente de presión oncótica sino de cambios en las propiedades intrínsecas de la

pared capilar que afectan a la conductividad hidráulica y al coeficiente de reflexión de las proteínas

o permeabilidad intrínseca capilar.

La distribución de los fluidos entre el compartimento vascular e intersticial depende del intercambio

de fluidos a través de la pared capilar y el drenaje linfático. De acuerdo de la Ley de Starling el flujo

transcapilar depende de los siguientes parámetros:

Flujo transcapilar de fluidos = (conductividad hidráulica x superficie de intercambio x gradiente

(coeficiente de reflexión de las proteínas x gradiente oncótico transcapilar).

La conductividad hidráulica capilar está aumentada en el SN y por tanto la permeabilidad vascular,

que podría estar relacionada con citoquinas o factores de permeabilidad. El aumento del

coeficiente de reflexión a las proteínas es también común en pacientes con SN, al contrario de l

que sucede en sujetos no nefróticos con hipoalbuminemia, donde el descenso de la permeabilidad

intrínseca capilar a las proteínas contribuye a control de la filtración de fluidos.

23

al de la formación del edema del SN, es la

low”). El incremento del volumen plasmático

ática capilar y paso de agua al espacio

nto intersticial es el resultado de

as alteraciones del balance de fluidos a través

el incremento de la reabsorción en la zona de

olector cortical, por una hiperactividad de los

e la célula junto con un incremento de la

. Esta parte de la nefrona incluye el

y medulares, los cuales reabsorben sodio y

bajo el control de la aldosterona. El túbulo

de secretar una sobrecarga de sodio en respuesta al péptido

timulación de la reabsorción de sodio en el

del túbulo colector medular a la acción natriurética

ción de la excreción urinaria de sodio por

lcorticoides no son los principales

han estudiado otras hormonas y factores

o sobre la retención de sodio, lo que sugiere que

tración de fluidos en el SN no depende de

cambios en las propiedades intrínsecas de la

ciente de reflexión de las proteínas

to vascular e intersticial depende del intercambio

Ley de Starling el flujo

áulica x superficie de intercambio x gradiente

ncótico transcapilar).

en el SN y por tanto la permeabilidad vascular,

res de permeabilidad. El aumento del

ambién común en pacientes con SN, al contrario de lo

emia, donde el descenso de la permeabilidad

Por tanto, el edema del SN es la consecuencia de una “asimetría” en la

extracelular condicionada por la retención del sodi

mientras que el agua y solutos se acumulan en el in

conductividad hidráulica de la pared capilar, en la

reflexión de las proteínas que influyen en el flujo

de presión entre capilar e intersticio. La rete

capilar explicaría la fisiopatología del edema en l

está incrementada. En los pacientes con hipovolemia

clásica tendrían más protagonismo (33).

del SN es la consecuencia de una “asimetría” en la expansión del volumen

extracelular condicionada por la retención del sodio: el volumen vascular apenas se modifica

mientras que el agua y solutos se acumulan en el intersticio. Además, existe un incremento

conductividad hidráulica de la pared capilar, en la superficie de intercambio y en el coeficiente de

reflexión de las proteínas que influyen en el flujo transcapilar con independencia de los gradientes

de presión entre capilar e intersticio. La retención de sodio y del aumento de la permeabilidad

capilar explicaría la fisiopatología del edema en la mayoría de casos donde la volemia es normal o

está incrementada. En los pacientes con hipovolemia, los mecanismos descritos en la teoría

más protagonismo (33).

24

expansión del volumen

o: el volumen vascular apenas se modifica

tersticio. Además, existe un incremento en la

superficie de intercambio y en el coeficiente de

transcapilar con independencia de los gradientes

nción de sodio y del aumento de la permeabilidad

a mayoría de casos donde la volemia es normal o

, los mecanismos descritos en la teoría

5. EVOLUCION A LARGO PLAZO

5.1 FACTORES RELACIONADOS CON LA EVOLUCIÓN

El SN en la fase aguda de enfermedad condiciona una

secundaria a las complicaciones derivadas de la hip

hipercoagulabilidad, tendencia a fenómenos tromboem

infecciones. La morbilidad a medio y largo plazo de

crónica sobre el crecimiento y desarrollo del niño

asociados a la dislipemia y tratamiento farmacol

especialmente en los pacientes resistentes a tratam

condicionado por la respuesta al tratamiento, la hi

secundarios de los fármacos.

5.1.1 RESPUESTA AL TRATAMIENTO

La corticorresistencia se asocia con peor supervive

corticosensibilidad. La ausencia de respuesta a la

la necesidad de bolus de metilprednisolona i.v. para la remisión de prote

grado de dependencia en la evolución y necesidad de

5.1.2 HISTOLOGÍA DE LA LESIÓN GLOMERULAR

Existe una disociación entre la lesión histoló

lesiones histológicas distintas de LM se asocia co

plazo. Se debate si LM, proliferación mesangial y

mismo proceso en un mismo paciente y los depósitos inmunes de Ig

discusión en cuanto a su valor pronóstico. Se asoci

desfavorable evolución a largo plazo (35).

La ESF se encuentra en el 7-

en un 30-40 %, siendo la causa más común de fallo renal en e

un riesgo del 8% a los 5 años, 17% a los 10 años y

estudio de cerca de 6.000 niños con enfermedad renal crónica, el riesg

ESF alcanza el 60 %, superior a hipoplasia renal,

(37). En este registro los pacientes con ESF supon

11.5% de los pacientes trasplantados. Con los proto

inmunosupresores se obtiene remisión total en un 20

alcanzan remisión completa, experimentan un descens

renal crónica (38). La remisión parcial también me

ausencia de respuesta.

Los principales factores pronósticos de supervivenc

. EVOLUCION A LARGO PLAZO

.1 FACTORES RELACIONADOS CON LA EVOLUCIÓN

El SN en la fase aguda de enfermedad condiciona una mortalidad escasa pero una alta morbilidad

secundaria a las complicaciones derivadas de la hipoalbuminemia, hipovolemia y el edema:

hipercoagulabilidad, tendencia a fenómenos tromboembólicos, dislipemia y

infecciones. La morbilidad a medio y largo plazo depende de la repercusión de la desnutrición

crónica sobre el crecimiento y desarrollo del niño, de los factores de riesgo cardiovascular

asociados a la dislipemia y tratamiento farmacológico y del riesgo de insuficiencia renal crónica,

especialmente en los pacientes resistentes a tratamiento. Por tanto, el pronóstico está

condicionado por la respuesta al tratamiento, la histología de la lesión glomerular y los efectos

.1.1 RESPUESTA AL TRATAMIENTO

La corticorresistencia se asocia con peor supervivencia y mayor riesgo de IRC respecto a la

corticosensibilidad. La ausencia de respuesta a las tres semanas de tratamiento con prednisona o

de metilprednisolona i.v. para la remisión de proteinuria, se asocian con alto

grado de dependencia en la evolución y necesidad de tratamiento inmunosupresor (34).

.1.2 HISTOLOGÍA DE LA LESIÓN GLOMERULAR

xiste una disociación entre la lesión histológica y el comportamiento clínico, pero la presencia

lesiones histológicas distintas de LM se asocia con peor respuesta y peor pronóstico a largo

plazo. Se debate si LM, proliferación mesangial y la ESF representan cambios evolutivos del

en un mismo paciente y los depósitos inmunes de IgM también son objeto de

discusión en cuanto a su valor pronóstico. Se asocian con peor respuesta a los corticoides y una

desfavorable evolución a largo plazo (35).

-10 % de los SN y el 75 % de los SNCR. Evoluciona a fallo ren

40 %, siendo la causa más común de fallo renal en enfermedades glomerulares con

un riesgo del 8% a los 5 años, 17% a los 10 años y 43% a los 20 años de evolución (36). En un

6.000 niños con enfermedad renal crónica, el riesgo de fallo renal en la

ESF alcanza el 60 %, superior a hipoplasia renal, uropatía obstructiva o nefropatía del reflujo

(37). En este registro los pacientes con ESF suponen el 14,2% de los pacientes en d

11.5% de los pacientes trasplantados. Con los protocolos basados en corticoides e

inmunosupresores se obtiene remisión total en un 20% y parcial en un 33%. Los pacientes que

alcanzan remisión completa, experimentan un descenso del 90% de riesgo de enfermedad

renal crónica (38). La remisión parcial también mejora la supervivencia renal respecto a la

Los principales factores pronósticos de supervivencia renal en SNCR y/o ESF son (36):

25

mortalidad escasa pero una alta morbilidad

oalbuminemia, hipovolemia y el edema:

susceptibilidad a

pende de la repercusión de la desnutrición

, de los factores de riesgo cardiovascular

ógico y del riesgo de insuficiencia renal crónica,

iento. Por tanto, el pronóstico está

stología de la lesión glomerular y los efectos

ncia y mayor riesgo de IRC respecto a la

s tres semanas de tratamiento con prednisona o

inuria, se asocian con alto

tratamiento inmunosupresor (34).

gica y el comportamiento clínico, pero la presencia de

n peor respuesta y peor pronóstico a largo

la ESF representan cambios evolutivos del

M también son objeto de

an con peor respuesta a los corticoides y una

s SN y el 75 % de los SNCR. Evoluciona a fallo renal

nfermedades glomerulares con

43% a los 20 años de evolución (36). En un

o de fallo renal en la

uropatía obstructiva o nefropatía del reflujo

en el 14,2% de los pacientes en diálisis y el

colos basados en corticoides e

% y parcial en un 33%. Los pacientes que

go de enfermedad

jora la supervivencia renal respecto a la

ia renal en SNCR y/o ESF son (36):

� La hipertensión arterial (HTA): 5

pacientes con HTA desarrollan fallo renal a los 10

normotensos.

� La supervivencia renal a los 10 años es del 89% en

mayores de 6.5 años. La creatinina inicial superior o inferior a

supervivencia renal de un 43% a los 10 años frente

� Se observa una supervivencia renal a los 10 años de

obtenido una respuesta comp

los corticoides.

� La existencia de mutaciones genéticas en genes codi

barrera de filtración predice una falta de respuest

de evolución a fallo renal y menor de recurrencia p

5.1.3 EFECTOS SECUNDARIOS DEL TRATAMIENTO

El curso evolutivo del SN está frecuentemente ligad

repetidos con corticoides e inmunosupresores, lo qu

los efectos secundarios de los fármacos.

5.2 SN COMO CAUSA DE ENFERMEDAD RENAL CRONICA.

En el Registro Español Pediátrico de Insuficiencia

tendencia a la disminución porcentual de las glomer

En los datos acumulados a diciembre de 2

hereditarias el 22,4 % y las glomerulares el 10,2 %

con un 31.6%, 29.7% y 22.6% respectivamente. Entre las glo

identificada en el 2 % de los casos

5.3 RECIDIVA POSTRASPLANTE DE LA ESF.

Según los datos del Estudio Norteamericano cooperat

de la ESF en los primeros trasplantes alcanza a un

de injerto en 1.6 a 3.1 veces en transplantes suces

retrasplantes en pacientes con recidiva en su prime

de recidiva en casos de ESF con mutaciones en el gen de la podocina y otros

mecanismo de recidiva en estos pacientes es descono

Los diversos regímenes inmunosupresores han consegu

mejorar la supervivencia del injerto, pero no

la enfermedad. Se consideran factores asociados con

circulante de permeabilidad, la terapia de inducció

además de la rápida progresión a IRT de la enfermedad en m

hipercelularidad mesangial y la edad de presentació

La hipertensión arterial (HTA): 50 % de los pacientes son hipertensos y el 45% de lo

pacientes con HTA desarrollan fallo renal a los 10 años frente al 4% de los pacientes

La supervivencia renal a los 10 años es del 89% en menores de 6.5 años frente al 59% en

5 años. La creatinina inicial superior o inferior a 1 mg% condiciona una

supervivencia renal de un 43% a los 10 años frente al 89% respectivamente.

Se observa una supervivencia renal a los 10 años del 92% al 100% de los que han

obtenido una respuesta completa o parcial frente al 33% a 58% de los que no re

La existencia de mutaciones genéticas en genes codificadores de las proteínas de la

barrera de filtración predice una falta de respuesta al tratamiento corticoideo, mayor riesgo

de evolución a fallo renal y menor de recurrencia postrasplante (39).

.1.3 EFECTOS SECUNDARIOS DEL TRATAMIENTO

El curso evolutivo del SN está frecuentemente ligado a la necesidad de tratamientos prolongados y

repetidos con corticoides e inmunosupresores, lo que confiere un riesgo añadido de morbilidad por

los efectos secundarios de los fármacos.

A DE ENFERMEDAD RENAL CRONICA.

En el Registro Español Pediátrico de Insuficiencia Renal Terminal (REPIR) se observa una

tendencia a la disminución porcentual de las glomerulopatías como causa de insuficiencia renal.

En los datos acumulados a diciembre de 2007, las causas estructurales representan el 51 %,

hereditarias el 22,4 % y las glomerulares el 10,2 %, frente a la distribución en la década anterior

31.6%, 29.7% y 22.6% respectivamente. Entre las glomerulopatías, la ESF es la causa

da en el 2 % de los casos frente al 11.5% previa (40).

.3 RECIDIVA POSTRASPLANTE DE LA ESF.

Según los datos del Estudio Norteamericano cooperativo de trasplante renal pediátrico, la recidiva

de la ESF en los primeros trasplantes alcanza a un 20-40%, incrementando el riesgo de perdida

de injerto en 1.6 a 3.1 veces en transplantes sucesivos. Se observa hasta un 80% de recidiva en

retrasplantes en pacientes con recidiva en su primer transplante. Se refiere una menor incidencia

SF con mutaciones en el gen de la podocina y otros

mecanismo de recidiva en estos pacientes es desconocido.

Los diversos regímenes inmunosupresores han conseguido disminuir la incidencia de rechazo y

mejorar la supervivencia del injerto, pero no han tenido influencia sobre la incidencia de recidi

la enfermedad. Se consideran factores asociados con riesgo de recidiva la presencia de un factor

circulante de permeabilidad, la terapia de inducción y la nefrectomía de los riñones propios,

de la rápida progresión a IRT de la enfermedad en menos de 3 años, la presencia de

hipercelularidad mesangial y la edad de presentación superior a 6 años. En la actualidad, con la

26

0 % de los pacientes son hipertensos y el 45% de los

años frente al 4% de los pacientes

menores de 6.5 años frente al 59% en

1 mg% condiciona una

al 89% respectivamente.

l 92% al 100% de los que han

leta o parcial frente al 33% a 58% de los que no responden a

ficadores de las proteínas de la

a al tratamiento corticoideo, mayor riesgo

o a la necesidad de tratamientos prolongados y

e confiere un riesgo añadido de morbilidad por

se observa una

ulopatías como causa de insuficiencia renal.

007, las causas estructurales representan el 51 %, las

, frente a la distribución en la década anterior

la ESF es la causa

ivo de trasplante renal pediátrico, la recidiva

incrementando el riesgo de perdida

ivos. Se observa hasta un 80% de recidiva en

r transplante. Se refiere una menor incidencia

SF con mutaciones en el gen de la podocina y otros genes. El

ido disminuir la incidencia de rechazo y

han tenido influencia sobre la incidencia de recidiva de

riesgo de recidiva la presencia de un factor

n y la nefrectomía de los riñones propios,

enos de 3 años, la presencia de

n superior a 6 años. En la actualidad, con la

plasmaféresis pre-postransplante y el incremento de la inmunosupresió

CFM, el riesgo de pérdida de injerto como consecuen

estimarse en un 50% de los casos (41

5.4 PERSISTENCIA EN LA VIDA ADULTA.

Actualmente, la mayoría de los niños con SN

adulta en remisión completa y se considera resuelta

evolución sin recaídas. Sin embargo, hasta una cuar

actividad después de los 18 años y hasta un 40% presentar alguna re

características especialmente relacionadas con pers

recaídas frecuentes y necesidad de tratamientos inm

45).

postransplante y el incremento de la inmunosupresión con altas dosis de CsA y

CFM, el riesgo de pérdida de injerto como consecuencia de la recurrencia de la enfermedad puede

estimarse en un 50% de los casos (41-43).

.4 PERSISTENCIA EN LA VIDA ADULTA.

Actualmente, la mayoría de los niños con SN corticosensible a lesiones mínimas alcanzan la edad

adulta en remisión completa y se considera resuelta su enfermedad transcurridos 7 a 10 años de

evolución sin recaídas. Sin embargo, hasta una cuarta parte de pacientes pueden persistir en

s de los 18 años y hasta un 40% presentar alguna recaída en la edad adulta. Las

características especialmente relacionadas con persistencia del SN son: comienzo precoz,

recaídas frecuentes y necesidad de tratamientos inmunosupresores asociados a corticoide

27

altas dosis de CsA y

cia de la recurrencia de la enfermedad puede

corticosensible a lesiones mínimas alcanzan la edad

su enfermedad transcurridos 7 a 10 años de

ta parte de pacientes pueden persistir en

caída en la edad adulta. Las

istencia del SN son: comienzo precoz,

unosupresores asociados a corticoides (44,

28

6. TRATAMIENTO DEL SÍNDROME NEFRÓTICO

6.1 TRATAMIENTO SINTOMÁTICO

Se inicia en fase aguda y se mantiene hasta que se alcanza remisión del SN. Es indispensable

para prevenir las complicaciones, enlentecer la pérdida de función renal en SNCR, evitar las

complicaciones tromboembólicas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

� Actividad física diaria. Evitar el reposo en cama por aumentar el riesgo de trombosis y

movilizar pacientes encamados.

� Dieta normoproteica e hiposódica con restricción moderada de líquidos y evitando en lo

posible fluidos intravenosos. En caso de hiponatremia restricción de líquidos pero no de

sodio.

� Los diuréticos sólo están indicados en caso de edema incapacitante y previa corrección

de la hipovolemia, ya que favorecen la insuficiencia renal aguda y el tromboembolísmo

al agravar la hipovolemia. Utilizar furosemida o amiloride.

� Sólo utilizar perfusión de albúmina en caso de hipovolemia clínica con taquicardia e

hipotensión arterial, edemas incapacitantes o infecciones graves.

6.2 TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LAS COMPLICACIONES

� Profilaxis de osteoporosis por corticoides.

� Tratamiento de la hipertensión arterial, de elección con fármacos IECA y/o ARA II.

� Prevención y tratamiento de complicaciones tromboembólicas con medidas generales

evitando reposo, la hipovolemia y las punciones arteriales o venosas y con tratamiento

antiagregante y/o anticoagulación con heparina de bajo peso molecular en pacientes de

alto riesgo trombótico o con presencia de alteraciones bioquímicas protrombóticas.

� Despistaje de infecciones bacterianas como celulitis, peritonitis y sepsis sin indicaciones

de antibióticos profilácticos pero instaurando tratamiento precoz en su caso.

� Infecciones víricas. En pacientes no inmunes a varicela, profilaxis post-exposición con

gammaglobulina varicela-zoster hiperinmune en las primeras 96 h. Tratar con Aciclovir si

padecen la enfermedad durante el tratamiento o ha sido suspendido en menos de 1-2

meses.

� Tratamiento hipolipemiante con simvastatina o lovastatina en SNCR o SNCD con

dislipemia mantenida (LDL-colesterol > 130 mg/dl).

� Calendario vacunal: asegurar el cumplimiento del calendario vacunal general más

vacunación antivaricela, antigripal y neumococo. Pueden recibir las dosis de vacunas en

remisión bajo dosis de corticoides inferiores a 1 mg/k/día. Contraindicadas vacunas de

virus vivos (triple vírica y varicela) en las recaídas, tratamiento con inmunosupresores y

si ha sido tratado con prednisona a dosis de 2 mg/kg/d durante 14 días hasta 4 semanas

después de suspendida. Pueden ser administradas en pacientes en remisión bajo

29

prednisona en dosis inferiores a 1 mg/kg/cada dos días. Si la tasa de anticuerpos

antivaricela no es protectora, administrar una dosis de recuerdo.

6.3 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

El objetivo terapéutico en el SN debe ser disminuir el número de recaídas y aumentar los

intervalos de tiempo en que permanece el paciente en remisión sin tratamiento o con la mínima

dosis necesaria de corticoterapia. Tanto en el SNCD y SNRF por la necesidad de una terapia

prolongada con corticoides, como en el SNCR para intentar revertir la situación de riesgo

evolutivo a la insuficiencia renal, se han ido incorporando al tratamiento con corticoides,

inmunosupresores como ciclofosfamida (CFM), clorambucil (CBZ), levamisol (LEV),

azathioprina (AZA), ciclosporina (CsA), mizoribina (MZ), rituximab (RTX) y micofenolato

mofetilo (MMF). Sin encontrar un tratamiento ideal, se ha conseguido una reducción de la

mortalidad del SN idiopático pediátrico desde un 20% en años anteriores a la utilización de

corticoides al 1-3% actual.

6.3.1 TRATAMIENTO CON CORTICOIDES

Los corticoides constituyen la primera línea terapéutica común a todos los protocolos

terapéuticos, siendo la prednisona (PRD) el fármaco fundamental en la mayoría de ellos. Sin

embargo existen diferencias entre las grandes líneas de tratamiento como el Protocolo

Internacional Study of Kidney Disease ISKDC (46), Arbeitsgemeinschaft für Padiatrische

Nephrologie (47) y el Club Francés de Nefrología Pediátrica (48) en cuanto a dosis, duración y

método de administración, tanto en la 1ª manifestación como en las recaídas posteriores.

En la Revisión Cochrane de Hodson, Willis y Craig (49), de 24 estudios aleatorizados en la

primera manifestación o recaída corticosensible los resultados fueron:

� Los pacientes con SN tratados en su manifestación inicial durante 6 meses, muestran

menor número de recurrencias y menor riesgo de recaídas frecuentes, sin aumento de

efectos adversos. El riesgo de recurrencias es menor en tratamientos más largos y con

mayores dosis de PRD, pero la duración del tratamiento es más importante que la dosis

total para reducir el riesgo de recaídas.

� En el tratamiento inicial, la PRD diaria debe utilizarse 4-6 semanas seguida de

administración alterna 4-6 semanas.

� La administración cada 48 horas es más efectiva que la administración intermitente para

mantener remisión.

� La dosis única diaria es tan efectiva como la dosis múltiple, y con menor frecuencia de

efectos secundarios.

� Los efectos adversos reales o potenciales de la utilización de CsA en la primera

manifestación no superan los beneficios, ya que no se ha demostrado reducción de

recurrencias después de un año de tratamiento.

30

El tratamiento prolongado con corticoides supone riesgo de hipertensión arterial, obesidad,

cataratas, diabetes, glaucoma, osteopenia con afectación ósea predominantemente vertebral y

cabeza femoral y retraso de crecimiento.

Protocolo de tratamiento de la Asociación Española de Pediatría

Actualmente el tratamiento con corticoides se basa fundamentalmente en el protocolo

del ISKDC con PRD modificado, con una mayor duración de la terapia próxima al protocolo del

grupo francés (14 semanas para SN corticosensible, 20 semanas para corticosensibles tardíos

y corticorresistentes iniciales) y dosis total acumulada de PRD intermedia entre ISKDC y el

protocolo francés. Se recomienda inicialmente dosis de 60 mg/m2/día (máximo 80 mg/día)

durante 4-6 semanas en la 1ª manifestación (hasta 8 semanas si la respuesta es tardía ya que

se mantiene la misma dosis diaria hasta que la proteinuria permanezca negativa durante 2

semanas). En la situación de recaída se mantiene la dosis diaria hasta alcanzar una proteinuria

negativa sostenida durante 5 días consecutivos. En ambos casos se continúa con dosis a 40

mg/m2/días alternos durante 4-6 semanas y posterior reducción de la dosis de PRD hasta su

retirada en 6 semanas.

En caso de persistencia del SN después de las primeras 6 semanas de tratamiento tras

la manifestación inicial, se administran hasta 3 bolus de Metilprednisolona iv (30 mg/kg), cada

48 horas manteniendo alterna la PRD a dosis de 60 mg/m2. Si la proteinuria desaparece se

continúa con tratamiento alterno de PRD según el protocolo anterior con 40 mg/m2/días

alternos durante 4-6 semanas y posterior reducción de la dosis de PRD hasta su retirada en 6

semanas. La ausencia de remisión define la corticorresistencia (CR) y en base a las

condiciones clínicas del paciente puede iniciarse directamente el tratamiento inmunosupresor o

bien mantener durante 4-6 semanas más la PRD en dosis de 40 mg/m2/días alternos (50).

6.3.2 FARMACOS INMUNOSUPRESORES

No existe un consenso en cuanto a la elección del fármaco de segunda línea tras la

corticoterapia inicial, en el SNCD, SNCR o con riesgo de efectos secundarios de los

corticoides.

En la revisión de ensayos controlados del Registro Central Cochrane se analiza la eficacia de

inmunosupresores asociados a PRD, con placebo o sin tratamiento, utilizando diferentes dosis

y duración del tratamiento. Muestran resultados significativos en cuanto a la eficacia similar de

la CFM y CBZ, la falta de diferencias en el resultado al utilizar CFM vía oral o intravenosa, la

efectividad equivalente de la CsA frente a CFM, CBZ, MMF o LEV y su mayor eficacia frente a

corticoides, pero con el inconveniente de que no induce una remisión sostenida al ser

31

interrumpida su administración. Por el contrario la MZ y AZA no son más efectivos que la PRD

en monoterapia en el mantenimiento de las remisiones (43,51).

AGENTES ALQUILANTES: CICLOFOSFAMIDA Y CLORAMBUCIL

Los agentes alquilantes ciclofosfamida (CFM) y clorambucil (CBZ) han constituido durante

décadas la 2ª línea de tratamiento del SN. Sin embargo la toxicidad y los efectos secundarios

constituyen la principal limitación terapéutica (52), especialmente para el uso del CBZ. El efecto

secundario más importante es la toxicidad gonadal, menos frecuente en mujeres, con mayor

riesgo en edad puberal y dependiente de la dosis y tiempo de administración, aunque el umbral

de riesgo es difícil de definir. Ningún estudio de eficacia de la CFM, utilizando la dosis

acumulativa actualmente recomendada máxima de 168 mg/Kg, incluye un examen exhaustivo

de fertilidad. El margen entre la dosis eficaz y la dosis de toxicidad gonadal es menor con CBZ

que con CFM.

Otros efectos secundarios menos frecuentes son la supresión de médula ósea principalmente

leucopenia, con menor incidencia cuando se asocia a dosis alterna de prednisona. Cistitis

hemorrágica, procesos infecciosos coincidentes con el tratamiento, neoplasias, caída transitoria

del cabello. Afectación neurológica y convulsiones sólo son observadas con CBZ.

Las distintas publicaciones y protocolos de tratamiento con agentes alquilantes en pacientes

con SNCD y SNRF realizados desde el año 1966 hasta el año 2000 son valorados por Latta en

un metaanálisis en el año 2001 (52). Señala la gran variabilidad en los protocolos, con puntos

de acuerdo como el inicio de la CFM una vez el paciente en remisión y la asociación con dosis

alterna de corticoides, pero con una valoración de la eficacia variable. La probabilidad de

mantener la remisión a los 2 y 5 años de retirada de tratamiento en SNRF es del 72% y 36%

respectivamente, frente a 40% y 24% en SNCD. En general, la probabilidad es inferior al 50% a

los 4 años.

Se consideran factores favorecedores de una respuesta positiva la edad mayor de 5.5 años, la

provocación de leucopenia durante el tratamiento y la dosis acumulativa por superficie corporal

superior a 5 g/m2 (53). Una edad inferior a 3 años predice una peor respuesta a la CFM (54).

La eficacia y la toxicidad de la CFM se ajusta a un mejor binomio beneficio-riesgo para dosis de

CFM de 2-3 mg/Kg/d durante 8-12 semanas respetando una dosis máxima acumulada de 168

mg/Kg, asociada a dosis bajas alternas de corticoides. Se debe evitar su empleo en la recaída

oligúrica para evitar cistitis hemorragica, controlar las cifras de leucocitos y rebajar o suspender

en casos de leucopenia o procesos infecciosos coincidentes.

En pacientes con SNCR se observa beneficio terapéutico con la administración oral o

intravenosa de CFM asociada a corticoterapia oral o en triple terapia con bolus iv de

metilprednisolona en tratamientos secuenciales (55-57). La administración de CFM iv se realiza

en bolus mensuales de 500-750 mg/m2 durante 6 meses. Algunos autores señalan menos

efectos secundarios por vía intravenosa y una mayor eficacia (50% de remisiones) en especial

32

en los pacientes con corticorresistencia tardía y cambio desfavorable de comportamiento a los

corticoides (58). Otros autores no obtienen resultados tan favorables y recomiendan retirar los

bolus si no se ha obtenido mejoría con el 3º bolus (59).

En un reciente artículo Mantan y col. realiza un estudio comparativo en SNCR con CFM en pulsos mensuales iv frente a la administración de pulsos de dexametasona asociados a CFM oral y suplementados en ambos casos con prednisolona en días alternos. Consideran que la terapia con CFM iv y prednisolona oral es tan efectiva como la combinación de dexametasona iv con CFM oral y prednisolona en la inducción de remisión, alcanzando porcentajes de remisión de un 78.6% y 81.8% respectivamente, aunque señalan que a largo plazo, los resultados son inferiores a los referidos con anticalcineurínicos en la literatura (60).

LEVAMISOL

En 1980 se introduce el Levamisol (LEV) en el tratamiento de pacientes con SN (61), en

administración vía oral a dosis de 2-5 mg/Kg en días alternos durante 6 meses a 1 año, sin

efectos secundarios importantes. Niaudet (62) en 1984 y la Asociación Británica de Nefrología

Pediátrica en 1991 (63), refieren una eficacia en un 50% en pacientes con SNCD pero con un

alto porcentaje de recaídas a su retirada, recomendando tratamientos prolongados (64).

En el metaanálisis publicado por Durkan (43) en 2001, se concluye que la CFM, CBZ, CsA y LEV son más eficaces que la PRD sóla en disminuir el nº de recaídas, pero la CsA y LEV no mantienen el efecto una vez retirado el fármaco.

Más recientemente entre los años 2002-2008, algunos grupos siguen considerando el LEV en el SNCD y SNRF, como fármaco de primera elección tras el tratamiento corticoideo y previo al tratamiento con CFM, señalando poder ahorrador de corticoides y mayor eficacia en pacientes con mayor edad, con pautas de administración más prolongadas (65-67). La literatura sobre el tratamiento de SNCR es escasa, limitada a casos aislados y muestra poca eficacia.

La revisión de la bibliografía no alcanza un buen nivel de evidencia que permita establecer conclusiones sobre la eficacia del fármaco. La mayoría son series con pequeño número de casos, con importantes limitaciones metodológicas y pocos trabajos son ensayos controlados. Todo ello condiciona escasa utilización del fármaco y en la actualidad se ha limitado su producción, siendo difícil la obtención del producto en algunos países y ha sido retirado en otros (68). En nuestro país sólo se importa previa solicitud como medicamento extranjero.

VINCRISTINA, AZATHIOPRINA Y MIZORIBINA

Su utilización ha sido muy limitada, con muy escasas referencias en la literatura y con

resultados variables sin repercusión en la literatura científica. El uso de la mizoribina

mayoritariamente en Japón se limita en su mayoría a estudios con un pequeño número de

pacientes.

33

CICLOSPORINA (CsA)

La utilización de CsA en el SN se inicia a partir de 1985. La eficacia demostrada en la supervivencia de los trasplantes de órganos sólidos y médula ósea, su especificidad inmunosupresora en el bloqueo de los linfocitos T y la reducción de los requerimientos de corticoides, justificó su utilización y actualmente constituye un tratamiento habitual en pacientes con SNCD y en los SNCR como terapia de rescate.

En su efecto antiproteinúrico se implican tres mecanismos. 1) Inmunológico a través de la

inhibición de linfocitos T, linfocitos B y del factor circulante. 2) Hemodinámico al disminuir el

flujo plasmático renal por vasoconstricción de la arteriola glomerular aferente y 3) Estructural a

través de la interacción con la sinaptopodina, proteína implicada en la estabilidad del

citoesqueleto de actina del podocito. Cuando la sinaptopodina es fosforilada se une a una

proteina llamada 14-3-3 que la protege de la degradación. La calcineurina defosforila la

sinaptopodina, se degrada y desestabiliza el citoesqueleto de actina. La CsA bloquea la

calcineurina por lo que aumentaría la sinaptopodina resistente a degradación en los podocitos,

hecho que se relaciona con su efecto terapéutico (69).

La vía de degradación más importante es el citocromo P450 del sistema microsomial hepático,

lo que explica las importantes interacciones farmacológicas que presenta. Los efectos

secundarios más importantes de la CsA son la nefrotoxicidad y la hipertensión arterial. Otros

menos frecuentes son síndrome hemolítico-urémico, hiperuricemia, hipomagnesemia y acidosis

metabólica. Entre los efectos extrarrenales destacan hirsutismo, hiperplasia gingival, síndrome

linfoproliferativo y riesgo de malignopatías.

En los diferentes estudios publicados sobre SNCD, la CsA consigue mantener la remisión, con retirada o reducción de la dosis de corticoides en el 60 a 80 % de los pacientes. En la década de los 90 se establece su mayor eficacia frente a la monoterapia con PRD y el resultado similar al CBZ y CFM pero con una consideración común a todos los estudios: el fenómeno de ciclosporin-dependencia. El cual es menos frecuente en las pautas de mayor duración y retirada más prolongada y gradual, pero a costa de incrementar el riesgo de nefrotoxicidad. Es eficaz en el control del SN y su eficacia es mayor con dosis de CsA ajustadas por niveles respecto a dosis fijas (70).

Algunos autores plantean la CsA como fármaco de primera línea asociada a PRD en la manifestación inicial del SN a LM, para reducir la probabilidad de las recaídas posteriores. Sin embargo el beneficio no supera el riesgo ya que no se demuestra reducción de recaídas a partir del primer año de evolución (71).

La utilización de la CsA en el tratamiento del SNCR y SNCD con lesión histológica de ESF es más controvertida debido a la repercusión negativa que la nefrotoxicidad por CsA, sumada a la lesión histológica, puede tener sobre la evolución a la insuficiencia renal crónica (72). En los SNCR y ESF, consigue porcentajes variables de remisión total o parcial entre un 20-50-70 %, aunque con una ciclosporin-dependencia en el 40-70% de los pacientes pero con el mantenimiento de una mejor función renal a largo plazo (73), rescate importante al mejorar la evolución de pacientes con elevado riesgo de insuficiencia renal (74). Un estudio retrospectivo multicéntrico del año 2009, en SNCR tratados con CsA asociada o no a MMF en más de la mitad de casos, refiere una evolución a largo plazo con una supervivencia renal del 53% a los 15 años con un 25% de pacientes trasplantados (75).

34

En el protocolo de la Asociación Española de Pediatría, la CsA constituye el tercer fármaco

inmunosupresor después de la CFM y MMF en el SNCD y el segundo después de la CFM en el

SNCR. Sin embargo sigue siendo motivo de debate si debe ser una primera línea de actuación

antes que la CFM en los pacientes con SNCR. Los porcentajes de remisión conseguidos con

ambos fármacos son similares (50 a 60%), pero no existen estudios comparativos entre ambos

a largo plazo que demuestren claramente la superioridad de uno sobre otro (76). Un reciente

estudio del Arbeitsgemeinschaft für Pädiatrische Nephrologie concluye que CsA es superior a

CFM, especialmente en conseguir remisiones parciales. Por otra parte consideran que dosis

altas de CsA son útiles en pacientes que no responden a las dosis habituales, incluso en los

que no respondieron a la CFM (77).

Un ensayo multicéntrico prospectivo del Japanese Study Group of Renal Disease publicado en

2009, realizado en pacientes con SNCR, muestra un porcentaje de remisión superior al 80%

con escasa incidencia de nefrotoxicidad utilizando CsA asociada a prednisolona o bolus iv de

metilprednisolona en ESF (78)

De la experiencia acumulada en los distintos estudios, en la actualidad, en el tratamiento del SN con CsA, se observan puntos de acuerdo en su utilización, admitidos de forma consensuada y algunas limitaciones en su uso (79,80):

� Indicaciones. Se recomienda en pacientes con SNCD con efectos indeseables por los

corticoides, en pacientes cuya corticodependencia persiste después de tratamientos

con agentes citotóxicos como la CFM y en pacientes SNCR sin respuesta a los

citotóxicos.

� Se considera más eficaz en SNCD que en SNCR.

� Los factores relacionados con pobre respuesta a la CsA son la resistencia corticoidea

previa, las lesiones diferentes a los mínimos cambios y el tiempo prolongado desde el

inicio de enfermedad del SN al inicio de tratamiento con CsA, independiente de la edad

al debut de la enfermedad (81).

� Inicio de tratamiento. La CsA se inicia, salvo en SNCR, cuando se ha negativizado la

proteinuria con corticoides.

� Dosis y niveles. La dosis inicial es 100 mg/m2/día (4 mg/k/d) que se incrementa hasta

150 mg/m2/día para alcanzar el objetivo terapéutico: administrar una dosis necesaria

para conseguir remisión completa o al menos parcial, manteniendo un filtrado

glomerular normal y estable, ajustada para niveles valle de CsA (C0) entre 80-120 ng/ml.

La administración se hará en dos tomas vía oral separadas de 12 horas.

� Asociación de prednisona. En casos de SNCR se debe asociar una dosis de PRD

administrada de forma alterna al menos en los primeros 6 meses para reducirla

gradualmente durante los 6 meses posteriores.

� Duración de la terapia. Depende de la respuesta conseguida y del mantenimiento de

una función renal normal. Debe ser prolongada en casos de SNCR o de SNCD de difícil

control en los que se alcanza remisión de la proteinuria, estableciendo una pauta de 1 a

35

2 años y posteriormente disminución de la dosis de forma gradual, siempre que no

existan signos de toxicidad renal.

� Fallo de tratamiento. En pacientes con SNCR la CsA debe administrarse al menos

durante 6 meses antes de considerar fallo de tratamiento por no respuesta, que se

define como una disminución menor del 50% de la proteinuria previa al tratamiento. En

este caso se plantea la retirada de CsA y la indicación de otros tratamientos

alternativos.

� La dependencia del fármaco. Un porcentaje de SNCD entre el 50 a 60% presentan

recaídas al retirar el tratamiento. Los ciclos cortos de tratamiento suponen un mayor

riesgo de ciclosporín-dependencia, por lo que la necesidad de tratamientos prolongados

favorece el riesgo de nefrotoxicidad inducida por la CsA.

� La reagudización del SNCR en los pacientes que responden a CsA a la retirada del

tratamiento, y la posible resistencia a la reintroducción posterior de la misma.

Recientemente se han descrito incluso recurrencias en pacientes trasplantados con ESF

asociada a mutación del gen NPHS2, a los 10 años después de trasplante, al sustituir la

CsA por Sirolimus (32).

� La necesidad de la realización de biopsia renal se debe contemplar en tratamientos de

duración superior a 24 meses o en casos en que se observe un ascenso de la

creatinina, para detectar los signos de toxicidad renal y diferenciar de los propios de la

progresión de la lesión histológica.

Nefrotoxicidad de la CsA.

Es el efecto secundario más limitante de su utilización. La CsA provoca cambios

funcionales reversibles a dosis terapéuticas y estructurales permanentes a dosis altas: 1)

Disfunción tubular proximal con incremento de la reabsorción tubular, responsable de

hiperuricemia, aumento de fósforo plasmático y Beta2 microglobulina plasmática. 2) Disfunción

del túbulo distal con hipomagnesemia y disminución de la secreción urinaria de potasio e

hidrogeniones en el túbulo colector con acidosis metabólica hiperpotasémica. 3) Disfunción

vascular con HTA y descenso del filtrado glomerular por vasoconstricción preglomerular.

Lesiones estructurales de microangiopatía y la atrofia tubular-fibrosis intersticial, por isquemia

secundaria al efecto citotóxico sobre las células endoteliales y fenómenos trombóticos.

La nefrotoxicidad puede ser aguda por intensa vasoconstricción, reversible al suspender el

fármaco y crónica con cambios histológicos de fibrosis tubulointersticial, atrofia tubular e

hialinosis arteriolar.

Estos cambios histológicos no son obligatoriamente relacionados con la dosis ni tampoco con

la duración del tratamiento. De esta forma la interpretación de los estudios dirigidos a aclarar el

impacto de la terapia con CsA sobre la función renal, especialmente a largo plazo y su

importancia clínica, esta sujeta a controversias por los diferentes autores. Las diferentes dosis

y duraciones de los protocolos, los distintos momentos de las biopsias realizadas, la no

36

realización de biopsias en todos los casos y la falta de estudios a largo plazo no permite

determinar claramente los riesgos de toxicidad. Kranz B y col., en un estudio sobre niños con

SNCD tratados con CsA durante un tiempo medio de 5.4 años, encuentra un descenso de

filtrado glomerular al final de seguimiento de un 10%, pero todos en niveles normales. No

observan lesiones histológicas en las biopsias realizadas (82). Hamamira (83) muestra que la

arteriolopatía puede resolverse después de 6-19 meses de retirado el fármaco, mientras que no

sucede así con la fibrosis intersticial y la atrofia tubular.

Sin embargo existe acuerdo en que los factores relacionados con la toxicidad renal son el

tiempo de duración de la terapia, la edad del paciente, las lesiones diferentes de cambios

mínimos y el mantenimiento de la proteinuria durante la resistencia al tratamiento con CsA. La

utilización de CsA durante un tiempo superior a 24-36 meses, pacientes menores de 5 años y

un tiempo de mantenimiento de la proteinuria durante el tratamiento con CsA superior a 30 días

tienen un alto riesgo de toxicidad renal por lo que en estas circunstancias debe plantearse el

tratamiento con otras alternativas terapéuticas (84).

Las medidas que se relacionan con bajo riesgo de toxicidad renal son la utilización de dosis progresivamente reducidas para conseguir niveles bajos pero eficaces y con un mantenimiento prolongado, la administración en una toma única diaria de 2 mg/kg/día (85) y la utilización conjunta de otros fármacos para reducir las dosis como el ketoconazol (86).

Es necesario el control estricto de niveles para regular las dosis administradas y el despistaje de nefrotoxicidad en casos de tratamientos prolongados superiores a 2 años (87).

TACROLIMUS (TAC)

En 1985 un agente inmunosupresor inicialmente llamado FK 506 y conocido actualmente como

Tacrolimus (TAC), muestra su beneficio en trasplante hepático y renal, con menor incidencia de

efectos secundarios y mejor tolerancia que la CsA. Su efecto inmunosupresor similar a la CsA

se basa en la inhibición de la actividad fosfatasa de la calcineurina, de la interleuquina 2 (IL-2)

bloqueando la proliferación y funcionamiento de los linfocitos T.

La nefrotoxicidad es similar a la CsA. Induce más efectos neurotóxicos y alteración del

metabolismo de la glucosa con diabetes que la CsA. También se ha descrito síndrome

hemolítico urémico en relación a tratamiento con TAC en pacientes trasplantados. Los

procesos infecciosos por gérmenes oportunistas y virus se producen de igual forma que con

CsA. Por otra parte, produce menor hirsutismo, hiperplasia gingival, hiperlipidemia y

dependencia de la función hepática que CsA.

Entre los años 1990 y 1993, McCauley por el Departamento de Medicina y Cirugía de la

Universidad de Pittsburg introduce el fármaco en el tratamiento de las enfermedades

glomerulares, en pacientes con SN primario y SN de aparición post-trasplante sin respuesta a

terapia inmunosupresora previa. Sugieren un efecto beneficioso tanto en el control de la

enfermedad como en la posibilidad de ahorro de corticoides pero al ser un grupo heterogéneo

37

en cuanto a patología glomerular, es difícil establecer conclusiones. En los siguientes 10 años,

se publican casos de SNCD y SNCR tanto en niños como adultos, LM o ESF, con escasa

respuesta previa a inmunosupresores incluyendo CsA, donde TAC se muestra como eficaz

alternativa en estas formas de SN de difícil control y puede conseguir una favorable respuesta

en forma de remisión total o parcial (88,89). Se debate si la conversión de CsA a TAC supone

beneficio en el control del SNCD o tiene mayores efectos secundarios como diabetes mellitus y

síndrome hemolítico urémico (90-94).

Actualmente no existen evidencias suficientes sobre la superioridad de TAC o CSA en el

tratamiento del SN, aunque los estudios más recientes, muestran buenos resultados en los

SNCR, incluso mejores que con CsA en cuanto a porcentajes de remisión, especialmente

parciales, aunque con un 50% de recaídas en los que responden (95-97). Choudhry y col.

publican un estudio comparativo de la eficacia de CsA frente a Tacrólimus en 41 niños con

SNCR, 21 tratados con Tacrólimus y 20 con CsA durante 1 año, asociado a PRD alterna y

enalapril. Observan una similar eficacia en conseguir la remisión completa a los 6 y 12 meses

de tratamiento, aunque la proporción de pacientes con recaídas posteriores y nefrotoxicidad es

mayor en el grupo tratado con CsA respecto a Tacrólimus (98)

MICOFENOLATO MOFETILO

El Micofenolato Mofetilo (MMF) se introduce por Brigss WA y col. en el tratamiento de las glomerulopatías a final de la década de los 90 a partir de la experiencia en trasplante renal y en el niño en 1999 para el tratamiento del SNCD y SNRF (99). El MMF es un profármaco, el ester 2-morfolino-etil-micofenolato, derivado semisintético del principio activo ácido micofenólico (MPA), que es un potente inhibidor selectivo de la síntesis de purinas, no competitivo y reversible del enzima inosin monofosfato deshidrogenasa (IMPDH), el cual tiene un papel fundamental en la síntesis de novo de los guanosin nucleótidos, necesarios en la proliferación de los linfocitos T y B. Tiene una importante ventaja sobre AZA y CFM por la selectividad de la mielosupresión, la ausencia de toxicidad gonadal y sobre anticalcineurínicos por la ausencia de la nefrotoxicidad. Actualmente forma parte del protocolo de tratamiento del SN idiopático de la Asociación Española de Pediatría tanto corticodependiente como corticorresistente (50).

El MMF es un profármaco de rápida y completa absorción vía oral y metabolización dando lugar al metabolito activo MPA. El cual está prácticamente en su totalidad (99.9%) en el compartimento plasmático con un grado de unión a las proteínas del plasma de un 97% y un 3% de fracción libre farmacológicamente activa. La concentración es dependiente de la dosis del fármaco, de las proteínas plasmáticas, de la función renal, de la variabilidad individual en su farmacocinética y de las interacciones medicamentosas, especialmente importante el TAC y CsA a los que frecuentemente se asocia. Todo justifica la necesidad de la monitorización de niveles para conseguir una mayor eficacia terapéutica con menos efectos indeseables (100).

Las limitaciones metodológicas de la mayoría de estudios realizados hace que sus

conclusiones tengan un bajo nivel de evidencia y tampoco demuestran una mayor eficacia que

la CsA, sin embargo por su seguridad y menores efectos indeseables el MMF está

desplazando a la CsA, en especial en SNCD y SNRF.

38

� MMF EN ADULTOS CON GLOMERULONEFRITIS PRIMARIAS.

Hay pocas referencias sobre la utilización del MMF en glomerulopatías primarias del adulto y

los resutados son poco alentadores en especial en ESF. Se observan pocos casos de remisión

completa aunque sí reducción de la proteinuria pero con una tasa de recidivas de un 50%. La

forma membranosa es mayoritaria en las distintas series publicadas (101-103), con resultados

variables, aunque con un efecto ahorrador de corticoides. Igualmente se ha observado remisión

parcial en pacientes con SN primario, si bien son grupos pequeños.

Más recientemente, Ballarin y col refieren la eficacia del MMF en pacientes con GN

membranosa idiopática y Segarra y col. en un estudio multicéntrico con glomerulonefritis de

distintas lesiónes anatomopatológicas, resistentes a otros tratamientos. Las respuestas son

variables, la mitad de los casos no responden y observan una dependencia del fármaco entre

los respondedores (104,105).

� MMF EN NIÑOS CON SN IDIOPATICO CORTICODEPENDIENTE

La mayoría de los niños tratados con MMF son SNCD con LM, mesangial o ESF, con

dependencia persistente tras tratamientos prolongados con otros inmunosupresores o con

efectos tóxicos de los mismos. Por tanto MMF se administra en SN de larga evolución, pobre

respuesta al tratamiento y después de 1 o 2 inmunosupresores previos, lo que supone un

sesgo negativo a la comparación e su eficacia respecto a otros fármacos

La MMF administrado en SNCD y SNRF después de una 1ª línea de tratamiento con CFM o

LEV, mantiene en remisión un 75% de los pacientes durante su administración y tiene un

efecto ahorrador de corticoides. Sin embargo un 50% recaen en los primeros 6 meses tras ser

retirado y la mayor parte continúan corticodependientes. Las recaídas son más tempranas

cuanto menor es el tiempo de administración, por lo que se recomienda un tiempo mínimo de

12 meses de tratamiento (106-109).

Cuando se administra en SNCD y SNFR pero después de un ciclo de CFM y una 2ª línea de

tratamiento con CsA, el MMF consigue reducir el nº de recaídas y esta reducción es mayor que

en los pacientes que no habían recibido previamente CsA (110). Incluso se recupera la función

renal en los que presentaban nefrotoxicidad por la CsA (111), lo que apoyaría la utilización de

MMF como 3ª línea de tratamiento en SNCD y SNRF con tratamientos prolongados de CsA y

corticoides y efectos indeseables de la terapia (112,113).

39

Por tanto el MMF es al menos tan eficaz como CsA en el SNCD y SNRF, con un gran efecto ahorrador de corticoides. En algunos casos eficaz en monoterapia. Sin embargo al igual que con la CsA, la retirada de tratamiento condiciona un comportamiento de dependencia en casi un 50%, aunque con la diferencia favorable de tener menos efectos secundarios especialmente nefrotoxicidad (114). Otros autores, no observan diferencias significativas entre MMF y CsA en la prevención de recaídas ni en el ahorro de corticoides aunque sí menos efectos secundarios con MMF (115).

Las dosis administradas de MMF son similares a las utilizadas en trasplante de órganos de 600

mg/m2/12 horas, si bien para alcanzar un óptimo riesgo-beneficio se puede intentar reducir la

dosis entre 400-600 mg/m2/12horas manteniendo niveles superiores a 2 mcg/ml, lo que

consigue similar eficacia en algunos pacientes.

La monitorización de niveles de MPA es útil para realizar el ajuste de la dosis eficaz, sobre todo

en los pacientes que no muestran la respuesta esperada o existen dudas del cumplimiento,

evitando la infradosificación, mejorando la eficacia y disminuyendo los efectos tóxicos

(286,290). La probabilidad de remisión mantenida sin recaídas durante los 3 y 6 primeros

meses de tratamiento es de un 75 y 50%. Es menor en pacientes cuyos niveles medios de

MPA son inferiores a 2.5 mcg/ml (50 y 30%). La mayor parte de recaídas ocurren coincidiendo

con niveles valle de MPA < 2 mcg/ml, por lo que niveles inferiores a 2.5 mcg/ml se asocian con

mayor riesgo de recaída (112, 114).

� MMF EN SN CORTICORRESISTENTE

La experiencia en pacientes con SNCR es menor y en ocasiones son casos englobados en grupos mayoritariamente de SNCD y SNRF lo que dificulta establecer su eficacia.

Recientemente se publica una serie de 24 pacientes con SNCR en niños menores de 2 años,

sin respuesta a corticoides, con resistencia inicial en 8 y tardía en 16 casos. Reciben MMF

asociado a dosis decreciente de PRD, y obtienen remisión completa en 15 (62%), parcial en 6

(25%) y sin respuesta en 3 casos (13%). La dosis inicial de MMF de 25-30 mg/kg/d, se reduce

a los 6 meses al 50% y posteriormente se retira a los 12 meses. De los 15 casos con remisión

completa, 4 sufren recaída entre el 4º y 9º mes después de la suspensión del tratamiento, 9

siguen en remisión por tiempo superior a 10 meses al cierre del estudio y en 2 casos se pierde

el control. Ninguno de los pacientes con remisión parcial alcanzan remisión completa a pesar

de continuar el tratamiento durante 6 y 12 meses más (116).

En otro estudio se utiliza MMF en 52 pacientes con SNCR, que no respondieron a la CFM y 34

casos de ellos tampoco a CsA. Observan beneficio en 31 casos (59%) con remisión completa

en 12 y parcial en 19. Sin diferencias estadísticamente significativas dependiendo de la

utilización o no de CsA previamente. Las principales limitaciones del estudio son que no se han

realizado niveles de MPA para un mejor control, ni estudio genético (117).

40

RITUXIMAB.

La introducción del rituximab (RTX) en el tratamiento del SN surge de la necesidad de evitar la toxicidad de los tratamientos previos, especialmente corticoides y anticalcineurínicos, en pacientes con SN de difícil control y larga evolución. Se fundamenta en que, en la patogenia del SN, especialmente con histología de LM, cada vez se muestran más evidencias de la participación de las células B y/o un factor circulante que podría ser una inmunoglobulina. El RTX es un anticuerpo monoclonal con especificidad contra el antígeno CD20 de la superficie celular de los linfocitos B, aunque algunas células T también expresan CD20, por lo que su acción se ejerce sobre ambas (118, 119).

El rituximab ha mostrado ser eficaz en linfomas de células B, púrpura trombocitopénica inmune, anemia hemolítica autoinmune, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, enfermedad linfoproliferativa post-trasplante con SN y rechazo agudo en trasplante de órganos. En el SN se utiliza como terapia de rescate en pacientes complicados, tanto en SNCD con fallo o toxicidad de otros inmunosupresores como en SN secundario a GN Membranosa, LM, ESF y en pacientes con recidiva postrasplante de ESF (120).

La respuesta a RTX consiste en la depleción de células B (CD19+ y CD20+) y remisión de la proteinuria durante un periodo de tiempo variable. La reaparición de la proteinuria coincide o es precedida en muchas ocasiones con la reaparición de células B, especialmente CD19+.

El grupo de Remuzzi y Rugenenti publican los primeros pacientes con GN Membranosa

tratados con RTX. Utilizan 4 dosis iv de 375 mg/m2 con intervalos semanales. Observan un

descenso de proteinuria, incremento de albúmina, mejoría del edema y de la

hipercolesterolemia, efectos ligados a la deplección de las células CD20+ circulantes (121).

Posteriormente se comunican experiencias aisladas en casos de recurrencia de SN post-

trasplante tanto GN membranosa como ESF.

Las primeras publicaciones en pacientes pediátricos, con SNCD con ESF y toxicidad a la CsA o

SN por recidiva de enfermedad basal post-trasplante, vienen condicionadas por la coincidencia

de púrpura trombocitopénica idiopática y enfermedad linfoproliferativa post-trasplante renal que

justifica su uso. Además de su efecto beneficioso en estas enfermedades, se observa la

remisión del SN (122-125).

Posteriormente, se comunican casos aislados con resultados favorables en pacientes con

SNCD tanto niños como adultos, con diferentes lesiones histológicas, múltiples recaídas y

necesidad de terapia inmunosupresora prolongada. En general se administran 4 dosis de 375

mg/m2 con intervalos semanales, asociadas con corticoterapia. Se observa supresión de

CD19+ que coincide con la remisión de la proteinuria y la recuperación de CD19+ a los 6-9

meses marca la aparición de nuevas recaídas (126).

El primer estudio multicéntrico con RTX en niños con SN se publica en 2008 por la Sociedad

Francesa de Nefrología pediátrica. Son 20 niños con SNCD y 2 SNCR sensibles a CsA. Los

pacientes habían recibido previamente tratamiento con ciclofosfamida o clorambucil,

anticalcineurínicos y MMF. Todos los pacientes en el momento de iniciar tratamiento con RTX

estaban recibiendo entre uno y tres fármacos inmunosupresores. Se administran entre 2 y 4

41

dosis iv de 375 mg/m2 con intervalos semanales consiguiendo total depleción de células CD19+

que se mantiene durante un tiempo medio de 6 meses (2-11 meses). En 19 pacientes se

consigue remisión con la retirada de al menos 1 inmunosupresor utilizado previamente,

retirando totalmente los inmunosupresores en 5 pacientes y manteniendo tratamiento sólo con

corticoides en 10 pacientes. No se observan recaídas durante el período de depleción de

CD19+, las recaídas se presentan con recuentos de CD19+ entre un 3% y 7%. En 12 pacientes

se realiza una segunda infusión, cuando el recuento de CD19+ es > 1%, estando 9 de ellos en

remisión y 3 en recaída. No se obtuvo ninguna respuesta en 3 de los 7 pacientes proteinúricos

al inicio de la 1ª infusión, a pesar de recibir 4 dosis y deplecionar totalmente los CD19+.

Observan escasos efectos secundarios, un caso de neumonía por Pneumocistis carinii (127).

El 2º estudio multicéntrico publicado por el Departamento de Nefrología Pediátrica del Great

Ormond Street Hospital de Londres se realiza sobre un total de 70 pacientes reclutados de 25

centros: 28 SNCD, 27 SNCR y 15 SN recurrentes post-trasplante. Presentan una buena

respuesta con remisión completa o parcial en el 82%, 44% y 60% respectivamente. Destaca la

respuesta de los pacientes corticorresistentes, siendo controvertida la eficacia atribuible al RTX

en el SN post-trasplante por la acción concomitante de otros tratamientos. En 13 de los 23

casos de SNCD que remiten se produce recaída en un tiempo medio de 6 meses (1-16 meses),

mientras que de los 11 SNCR que remiten, 9 casos recaen en un tiempo medio de 5 meses (1-

16 meses). El protocolo de tratamiento en la mayoría de casos supone 4 dosis de 375 mg/m2

con intervalos semanales o 2 dosis de 750 m/m2 con intervalo quincenal. El 27% presentan

efectos secundarios adversos en especial de forma aguda tras la infusión, 3 procesos

infecciosos graves y reacciones tardías atribuibles al RTX en pacientes con mayores dosis de

tratamiento. En la mayoría de casos se produce una depleción de células CD19+ con recuentos

inferiores al 1% y las recaídas coinciden con su recuperación pero sin poder establecer ningún

punto de corte (128).

La experiencia sobre RTX en el SN idiopático, tanto CD como CR y en la recurrencia de ESF

en trasplante renal es limitada por el escaso número de pacientes en las series publicadas.

Los resultados obtenidos en pacientes con SN rebelde a otros tratamientos son buenos pero

posiblemente exista un sesgo por la publicación de los efectos positivos de su utilización,

siendo más restrictivos en cuanto a las experiencias negativas (129). Se necesitan más

estudios para establecer las indicaciones específicas en patología renal, la dosis, frecuencia y

duración de tratamiento.

En pacientes con SN, las dosis eficaces parecen ser inferiores a las administradas en el

tratamiento de linfomas B, y se han observado remisiones prolongadas tras una sola dosis

más allá del tiempo de supresión de células CD20+ (más de 9 meses) que no se explican sólo

por el efecto hematológico de RTX. El nº de dosis utilizadas no ha sido uniforme. En general se

administran de 2 a 4 dosis 375 mg/m2 con frecuencia semanal, pero con amplia variabilidad,

desde 1 dosis con respuesta favorable hasta 6 dosis (130).

42

Después del tratamiento con RTX, el periodo libre de proteinuria parece ser más prolongado

cuando se utilizan otros inmunosupresores después del RTX (corticoides, micofenolato y

anticalcineurínicos). Sharma y col. recomiendan tratar con MMF después del RTX a dosis de

900 mg/m2/día y niveles entre 3-5 mcg/ml para mantener la remisión alcanzada a pesar de la

recuperación de la población de CD19+ (131).

De la misma forma, el tratamiento con CsA se asocia con el mantenimiento de la remisión a

largo plazo, a pesar de la recuperación de las células CD19+ después del RTX. También se

recomienda mantener las dosis previas de corticoide durante las 4 semanas posteriores a la

infusión de RTX, independiente de que se haya producido la depleción de los CD19 (132).

Se han descrito efectos secundarios infrecuentes pero muy importantes como son la fibrosis

pulmonar (133) y la leucoencefalopatia multifocal progresiva (134). La mayor incidencia de

infecciones víricas en pacientes tratados con rituximab y especialmente la leucoencefalopatía

multifocal progresiva (LMP) hace que deban ser cuidadosamente evaluadas las indicaciones de

tratamiento. En una publicación reciente se recopilan 57 casos de LMP después de terapia con

RTX en pacientes HIV negativos, 52 con enfermedades hematológicas y 5 con enfermedades

autoinmunes. No se ha comunicado hasta el momento ningún caso de LMP en pacientes con

SN tratados con RTX. Aunque es difícil actualmente concretar el riesgo relacionado con la

terapia de rituximab, hay que considerar que, mientras en la década anterior se relacionaba

con enfermedad de Hodgkin en pacientes HIV positivos, actualmente la utilización de

medicaciones inmunosupresoras, trasplantes de médula osea y el mismo rituximab pueden

estar favoreciendo la aparición de LMP en pacientes HIV negativos (134).

Aun considerando bajo el riesgo de desarrollar LMP por la administración de RTX, la

posibilidad de una enfermedad de gran mortalidad y graves secuelas como efecto adverso,

obliga a indicar su uso de forma muy prudente, sólo en pacientes con enfermedades que no

pueden ser controladas con otras medicaciones inmunosupresoras, de las que en la actualidad

existe una larga experiencia, y conocemos mejor sus efectos secundarios que se pueden

minimizar en algunos casos.

43

6.3.3 ESTRATEGIA TERAPÉUTICA EN EL SÍNDROME NEFRÓTICO

Las evidencias actuales de la eficacia, seguridad y riesgo de los fármacos inmunosupresores,

permiten establecer las siguientes recomendaciones:

TRATAMIENTO DEL SN CORTICODEPENDIENTE

La primera fase de tratamiento se basa en corticoides en monoterapia, con el objetivo de mantener

al paciente con la menor dosis posible de PRD en días alternos. La dosis inicial es de 0.5 a 1

mg/kg/dosis cada 48 horas, según la dosis de dependencia mostrada. Se puede prolongar durante

1-2 años si no presenta recaídas ni efectos indeseables. La aparición de efectos secundarios o la

falta de control aceptable de la enfermedad indican la necesidad de tratamiento alternativo con la

administración de inmunosupresores.

El fármaco de elección inicial es la Ciclofosfamida administrada una vez conseguida la remisión

de la proteinuria con esteroides. Se administra en una sola dosis oral de 2-3 mg/kg, durante 8

semanas, sin superar los 168 mg/kg de dosis total acumulativa y puede ser asociada a

Prednisona en días alternos.

El fármaco de 2ª línea es Micofenolato Mofetil a la dosis de 600 mg/m2 dos veces al día. La dosis

inicial se ajusta en relación con los niveles y la eficacia terapéutica, tendiendo en lo posible a un

descenso progresivo de la misma hasta 400 mg/m2/12horas.

La alternativa si el MMF no es eficaz o persiste la corticodependencia al suspenderlo, es la

Ciclosporina. Se administra a dosis de 5-6 mg/Kg/día (150-200 mg/m2/día) repartida en 2 tomas

para mantener niveles plasmáticos entre 75 -150 ng/ml.

Tanto si el tratamiento está basado en MMF como en CsA, se debe intentar un régimen de

monoterapia, retirando los corticoides al 2º-3º mes, aunque algunos pacientes precisan asociar

dosis bajas de prednisona. Si se produce una recaída durante el tratamiento con MMF o CsA se

administrará PRD según la pauta de tratamiento general de recaída y es recomendable determinar

los niveles de los fármacos para evaluar la eficacia del fármaco, el cumplimiento de la medicación

y/o ajustar la dosis. Ambos fármacos son eficaces en el mantenimiento de la remisión durante su

administración, pero tienen el inconveniente de presentar un alto índice de dependencia (50-60%)

tras la suspensión. No obstante, la persistencia de la dependencia de esteroides posterior al

tratamiento con estos fármacos debe ser valorada cuidadosamente ya que puede haberse

alcanzado una disminución del umbral de la dosis de corticodependencia previa.

No existe acuerdo entre los distintos autores en la duración del ciclo de tratamiento con ambos

fármacos. Recomendamos un tratamiento de 12 meses con retirada lenta y progresiva en 3 a 6

meses, siempre que no existan efectos secundarios significativos.

Antes de la indicación de CsA, debe ser evaluada cuidadosamente la eficacia obtenida con el

MMF, ya que, en caso de haberse mantenido la remisión durante el tratamiento, a pesar de que

posteriormente siga mostrándose CD, puede ser más aconsejable prolongar el tratamiento con

MMF, con una mínima dosis eficaz, que iniciar la administración de CsA por la mayor toxicidad de

esta medicación. Algunos pacientes precisan la utilización conjunta de MMF y CsA, a dosis

44

mínima eficaz de ambos para mantener remisión y minimizar los efectos secundarios de ambos

fármacos.

El Rituximab se utiliza como rescate de pacientes con alto grado de dependencia. La indicación

debe ser individualizada en pacientes con alto grado de dependencia a corticoides e

inmunosupresores (MMF y/o CsA) y con severos efectos secundarios de los mismos.

Recomendamos 2 dosis de 375 mg/m2 i.v. administrada con una periodicidad semanal

admitiendo que no existe en el momento actual un consenso ni en las indicaciones, dosis o

frecuencia de administración. Se deben realizar controles de poblaciones linfocitarias.

La experiencia del Levamisol que parece permitir disminuir la dosis de esteroides, en nuestro país

es limitada al no estar disponible en el mercado español.

TRATAMIENTO DEL SN CORTICORRESISTENTE

Al diagnóstico de SNCR, antes de plantear el tratamiento, se debe realizar biopsia renal,

cariotipo y estudio genético del gen de la podocina (gen NPHS2) y gen WT1 en las niñas y en

varones con anomalías genitales. Excepto en los SN con mutaciones genéticas donde la

inmunosupresión, en general no es eficaz, el mal pronóstico de los niños con SNCR con o sin

ESF dejados a su evolución espontánea justifica la utilización de terapias más intensivas.

La terapia inicial se basa en dos líneas de actuación: pulsos de metilprednisolona o ciclofosfamida

(50). No existen estudios comparativos entre ambas por lo que ninguna evidencia permite

establecer la superioridad de una frente a otra.

A) Pulsos de metilprednisolona, basado en el protocolo de Mendoza y Tune (55,56). El

tratamiento consiste en la administración de 30 mg/kg en perfusión endovenosa durante 2-4 horas,

a intervalos decrecientes: 6 dosis en días alternos, 1 dosis semanal durante 8 semanas, 1 dosis

cada 2 semanas durante 2 meses, 1 dosis mensual durante 8 meses y 1 dosis cada 2 meses

durante 6 meses. Se asocia a prednisona oral, 2 mg/Kg en días alternos. Si no hay una respuesta

favorable a las 4 semanas de tratamiento o si tras mejoría se agrava el SN al aumentar el intervalo

de administración de los pulsos, se añade CFM a dosis de 2-3 mg/Kg/día durante 8 semanas

manteniendo los pulsos semanales y se valora la administración previa de otros 6 pulsos alternos

según la gravedad de la situación (57). Si después de 4-6 meses no se ha conseguido remisión

total o parcial se suspende el protocolo.

B) La alternativa a este tratamiento es la Ciclofosfamida administrada vía oral a dosis de 2-3

mg/Kg/d durante 12 semanas con dosis bajas de PRD alterna (0,5 mg/kg/48h).

Si no se obtiene la remisión con ninguna de las dos opciones terapéuticas mencionadas, se inicia

tratamiento con Ciclosporina a dosis de 5-7 mg/Kg/día, ajustando la dosis para mantener niveles

entre 100-250 ng/ml salvo que aparezcan signos de toxicidad. No está establecido el tiempo de

45

administración, pero su máxima eficacia se observa entre 3-6 meses por lo que si no hay

respuesta significativa en ese periodo, la siguiente opción terapéutica es Micofenolato

administrado con la misma pauta descrita en el SNCD

.

La experiencia del tratamiento del SNCR con Tacrólimus es menor. Sin embargo en los últimos

estudios se considera tan eficaz al menos como la CsA, pero se refiere menor incidencia de

efectos secundarios. La dosis es de 0,15 mg/Kg/día repartida cada 12 horas para mantener

niveles de 5-10 µg/ml.

En el tratamiento con CsA, TAC o MMF se asocia PRD a dosis bajas en régimen alterno (0,5

mg/Kg/48h).

Existe escasa experiencia en la utilización del Rituximab. Los resultados prometedores de las

últimas experiencias publicadas pueden justificar la indicación de rescate de pacientes que no

responden a otros inmunosupresores y presentan riesgo de evolución a la insuficiencia renal.

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