REVOLUCION BOLIVIANA
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REVOLUCION BOLIVIANAENCUADRE INTERNACIONAL Y LATINOAMERICANO
Luego de haber luchado contra el monopolio español durante
varios años, como dice Lynch, los países latinoamericanos
“daban la bienvenida a los extranjeros que eran partidarios de la libre
competencia y que aportaban el tan necesitado capital, los productos
manufacturados y las especializaciones empresariales” (Lynch,1976:337).
Luego de atravesar la crisis económica de 1929, el mundo
capitalista comienza a transformar la división
internacional del trabajo, que por varias décadas se había
mantenido estable y mostraba ser armónica. Durante este
tiempo los países imperialistas habían estado vendiendo a
los países dominados productos industriales manufacturados,
mientras que estos últimos les vendían a los primeros solo
materias primas prácticamente sin elaboración. Estos países
oprimidos estaban especializados en determinados productos
primarios para su exportación y a esto se le sumaba la
inversión de capital extranjero creando una dependencia
hacia los países imperialistas que no permitió el “normal”
desarrollo del capitalismo, el cuál quedó atrasado.
Sin embargo, esto comienza a tomar otro rumbo cuando
durante la crisis del 30, las exportaciones de América
Latina comienzan a perder su precio y los lazos con los
países imperialistas se debilitan. Para enfrentar la
situación de falta de inversión extranjera en los países
dependientes comienza a surgir una nueva industria liviana
que continúa importando pero ya no productos
manufacturados, sino medios de producción. A esto, se le
suma el éxodo rural que comienza una urbanización a gran
escala.
Todo este cambio lleva aparejado una modificación en la
estructura social, junto con el desarrollo de la industria
liviana y el consecuente comercio de los países, hasta
ahora, dependientes, comienza a formarse una burguesía
nacional que va a disputarle el puesto a la oligarquía
tradicional y reclamar su poder. Al mismo tiempo, surgía un
nuevo proletariado y una clase media en las ciudades. Sin
embargo, esta transformación llevará un tiempo, ya que
partiendo de la base, había surgido de una relación extrema
de dependencia y cortar los lazos sería una tarea difícil.
De todos modos, luego de la Segunda Guerra Mundial, surgen
en Latinoamérica, varios gobiernos nacionalistas que
cuestionarán esta dependencia y sobre todo, la dependencia
hacia la nueva potencia que era Estados Unidos.
Frente a esta crisis de la división internacional del
trabajo y buscando una alternativa para salir de ella, la
mayoría de los países de América Latina amplían su
participación política y comienzan a tomar parte de esta
nueva lucha grandes masas populares. Durante la década del
30, “en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela
se asiste a una importante intervención del Estado, expresada en la creación de
organismos específicamente dedicados a la regulación de la comercialización
de los productos primarios y/o a la promoción de producciones industriales a
gran escala y con maquinaria moderna. En algunos casos el Estado se
convierte, también, en propietario de los medios de producción, especialmente
en sectores de infraestructura e industriales productores de acero, armas y
otros insumos necesarios para la defensa militar, circunstancia que potencia la
participación de las Fuerzas Armadas”. El ejemplo en Bolivia sería
el de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Bolivianos) que fue
“creada por el gobierno reformista militar de Toro en 1936”
(Ansaldi,2003:20).
Durante este periodo en Argentina, tomó el mando el general
Perón, el cual logró el progreso en temas laborales y de
asistencia social mediante un desarrollo industrial
importante, pero sin eliminar las bases oligárquicas, las
cuales lograron derrocarlo nueve años después. En el caso
de Brasil, el varguismo (por Getulio Vargas) entre 1930 y
1945, crea un plan de reformas industriales y sociales,
pero esto abre un abismo entre el desarrollo urbano y el
atraso rural. A esto, se suma que Vargas era aliado a los
países del Eje, por lo que al finalizar la Segunda Guerra
Mundial, es derrocado y aunque retorna al poder en 1951 y
acercado a los Estados Unidos, las fuerzas opositoras le
hacen tal frente que se suicida 3 años después.
Unos años después de la guerra boliviano-paraguaya por la
conquista del Chaco Boreal (1931-1935), en la cuál, luego
de muchas intervenciones internacionales para lograr un
acuerdo, Paraguay se apoderó de la gran mayoría de las
tierras en disputa aunque en realidad los únicos
beneficiados fueron la Shell y la Standard Oil. Frente a
esta situación, la “Rosca” que era un bloque oligárquico
con integrantes de la industria del estaño y monopolios
extranjeros, se vio favorecida con “la depreciación de la moneda
y con algunos prestamos usurarios” (Rivera, 1969:256). En Bolivia,
el gobierno popular de Busch terminó en 1939 con su
suicidio y esto llevó a la asunción del gobierno rosquero.
Estos últimos hacen alianzas con Estados Unidos y llevan a
cabo una política represiva que culmina con un conocido
ataque a los mineros de Catavi en 1942. Frente a estos
sucesos, se abren frentes nacionalistas y resistencias de
movimientos que habían apoyado a Busch y a su predecesor,
el general Toro. Este conjunto de reacciones derribó en
1943 al gobierno de la Rosca asumiendo al poder Villaroel.
Este gobierno fue ambiguo ya que mantenía relaciones con
los “barones del estaño” y norteamericanos, mientras que
favoreció la sindicalización minera, suprimió instituciones
feudales de servicio gratuito en el ámbito rural. Sin
embargo, Villaroel no se aferró a los sectores populares,
por lo que la Rosca pudo conspirar y producir un golpe a su
gobierno en 1946 sin la reacción de masas populares. Asume
al poder Hertzog y luego lo sucede Urriolagoitia, quienes
instauran una política represiva y sangrienta contra los
movimientos campesinos y obreros, en especial los mineros.
Durante este proceso, el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR) conspira en contra de la Rosca con el
apoyo de un sector de ejército y la policía. Si bien, en
1951 gana su candidato, Paz Estenssoro, no logra la
cantidad de votos que exigía la Constitución, por lo que
asume Ballivián (de la Rosca) anticipándose a la elección
del Congreso de los tres candidatos mas votados. Pero el 8
de abril de 1952 comienza el golpe del MNR con sus aliados
del ejército que estuvo acompañado por una insurrección
popular con el pueblo armado. A diferencia de los que pasó
en países vecinos como Argentina y Brasil, en Bolivia “el
triunfo de movimiento nacionalista no se debió al predominio de una facción
del ejército sobre otra, sino al virtual aniquilamiento de la institución armada
por un levantamiento popular.” (Albaredo,1975:754)
CAMINO HACIA UNA REVOLUCIÓN.
Para entender el camino que transitó Bolivia hacia la
revolución, es necesario conocer su pasado y cómo fue
conformándose el país. Como hemos leído en Chesneaux, “es el
pasado el que manda en el presente”(Chesneaux,1984:22) y es
necesario conocer la historia de un pueblo para conocer el
por qué de sus acciones.
Una vez que las tierras bolivianas fueron integradas al
Imperio Incaico, las comunidades de la zona fueron
absorbidas por el poder central que por un siglo las
mantuvo trabajando para sí. Al llegar los españoles, como
relata del Campo, estas comunidades quedaron a la merced de
los conquistadores quienes aprovecharon la fuerza de
trabajo acumulada para que continúe produciendo un
excedente, pero ahora para el beneficio de la corona en
forma de encomienda y tributo. Esto fue lentamente
cambiando, el encomendero se fue transformando en
hacendado, estos fueron usurpando las tierras de las
comunidades indígenas que eran más productivas y los
indígenas terminaron convirtiéndose en arrenderos que
trabajaban para los hacendados para mantener el usufructo
de las tierras que aun cultivaban, pero ya no les
pertenecían. Este sistema semi-feudalista de la haciendo
latifundista continuó hasta la Reforma Agraria de 1953, por
esta razón la agricultura no llegó a ser una producción con
fuerte impacto en la economía boliviana. Este lugar lo
ocupó la minería que conformó un sector clave en el país
que permitió el crecimiento de una oligarquía nacional y
grandes comerciantes. A este ritmo, Bolivia se convirtió en
un país que presentaba un paisaje rural con oasis urbanos
que establecían otro estilo de vida completamente distinto
y ambos se complementaban entre sí. Este esquema es una de
las características que le da Kossok a los comienzos de las
revoluciones en Latinoamérica, la presencia de una
estructura feudal-colonial rígida, la cual se mantuvo
durante décadas hasta la Revolución Nacional. Mires retoma
a Mariategui, quien trabaja con Perú, para mostrar que las
clases sociales bolivianas estaban constituidas
racialmente.
A pesar del esquema que presentaba el país, el gobierno
boliviano no estaba en condiciones de defender su
territorio y perdió gran parte de las tierras que les
pertenecían en manos de países vecinos.
En 1872, se creo una empresa de capital chileno-británico,
la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, la
cual había recibido grandes concesiones por parte de
Bolivia para instalarse en su territorio donde habían sido
descubiertas nuevas minas. Como expone Bonilla, fue en esta
oportunidad que para movilizar los créditos y tratar
diferentes temas financieros abrió sus puertas el Banco
Nacional de Bolivia. Pero al cabo de 2 años, el gobierno
boliviano impuso un impuesto retroactivo, lo que para los
chilenos se tradujo en un quiebre de tratado y decidieron
no pagarlo. Ante esto, se ordenó el remate de los bienes de
la empresa por la suma demandada, a lo que los chilenos
reaccionaron con la declaración de guerra. Bolivia fue
rápidamente derrocada y perdió su terreno costero. Luego de
la guerra del Pacifico, el dominio del cuadillo militar
boliviano terminó y se estableció una oligarquía civil
formada por la elite minera.
Frente a la situación del mercado mundial y el descenso de
los precios de la plata, esta nueva elite “se vio forzada a
bajar los costes e incrementar la productividad” (Klein,s/f:212)
invirtiendo en maquinarias y electricidad. Pero el
transporte necesario implicaba un gran presupuesto por lo
que la elite se vio obligada a recibir capital extranjero
(Estados Unidos) para la construcción de ferrocarriles. Con
estas inversiones hechas, la minería de estaño tuvo una
oportunidad de crecer rápidamente ante la necesidad mundial
de este metal ya que las minas podían responder eficazmente
a la demanda. El proceso de obtención del metal del estaño
lo esquematiza Santiago Mas, este nos muestra que los tres
primeros pasos se producían en Bolivia: extracción,
limpieza y concentración. Lo más lógico hubiese sido que
aprovechando que los yacimientos de Asia habían caído en
manos de los japoneses y para no tener que transportar el
estaño hasta Europa, los dos últimos pasos, la fundición y
la refinación, hubieran tenido lugar en territorio
boliviano. Sin embargo, Estados Unidos, que era el gran
inversionista en la industria minera, instaló la fundición
en Texas, como un claro ejemplo de dependencia boliviana.
En este ejemplo se especifica otras de las características
enumeradas por Kossok, una clase precapitalista que utiliza
parcialmente elementos capitalistas como la exportación
creando una dependencia del mercado mundial.
Las condiciones estaban dadas para que compañías
extranjeras invadan el mercado y frente a esto, surgió un
nuevo grupo de empresarios bolivianos. Como expone del
Campo, estos empresarios eran en su mayoría advenedizos
ligados al capital extranjero que rompieron con el laxo
equilibrio que había construido la antigua elite mediante
el surgimiento de oposiciones de sectores mineros,
mercantiles, campesinos y clases medias. Como afirma Klein,
la antigua elite conservadora no pudo controlar el
surgimiento de una oposición liberal que triunfo en 1890.
DISPUTA ENTRE CAPITALES EXTRANJEROS
Como mencioné anteriormente, durante la primera mitad del
siglo XX, la producción estaba basada básicamente en la
producción minera, sobre todo el estaño en la región
centro-occidental, esta producción también condicionó la
estructura social de Bolivia, consolidándose así una
oligarquía nacional que dominó el país hasta 1952. La
industria extractiva creció estrepitosamente y sus
trabajadores fueron los encargados de formar las bases de
los movimientos nacionalistas junto con las clases medias
subalternas. Luego de la crisis del 30, comenzaron a
enfrentarse decididamente estos dos grupos, por lo que se
comenzaron a crear distintos movimientos nacionalistas que
tomaban juego en esta lucha de clases. En medio de esta
disputa, Alemania y Estados Unidos comenzaron a rivalizar
por obtener la hegemonía de Bolivia. El origen de este
interés se remonta a la llegada de los primeros inmigrantes
alemanes al país andino en el ultimo cuarto del siglo XIX,
los cuales establecieron comercios que tomaron relevancia y
aumentaron en número las exportaciones e importaciones con
el país germánico, también tuvieron influencia sobre el
ejército y la aviación civil. A diferencia de Alemania,
Estados Unidos no contó con inmigrantes en Bolivia que le
ayudaran a influenciar en distintas áreas del país,
entraron al contexto boliviano por razón financieras
(crédito para la construcción de ferrocarriles o de ayuda
económica), lo que llevó al país andino a contraer una
deuda externa de mas de 40 millones de dólares entre 1906 y
1921 (Bieber, 1994:189). Al estar Alemania dominando el
sector comercial y Estados Unidos el ámbito financiero y la
extracción de materias primas por inversiones realizadas,
ambos países tenían mucho interés en lograr la mayor
influencia posible. Es así como comenzó su disputa.
En medio de esto, los nuevos grupos nacionalistas,
denunciaban a los integrantes de la Rosca de mantener
estrechas relaciones con el país norteamericano y velar por
sus intereses. Contra esto, este nuevo movimiento comenzó a
simpatizar por Alemania para encontrar una vía para llevar
a cabo sus proyectos económicos y sociales.
Sin embargo, luego de la Primera Guerra Mundial, Alemania
perdió gran parte de su influencia y Estados Unidos
aprovechó la oportunidad de lograr la hegemonía. Pero esto
se vio truncado por la creciente ideología contra la
hegemonía anglo-norteamericana y la pérdida de poder de la
Rosca en la derrota ante Paraguay. No obstante, el sector
comercial que dominaba Alemania siempre necesitó para
crecer de la inversión de capital extranjero que Estados
Unidos proporcionaba.
FORMACIÓN ECONÓMICO-SOCIAL BOLIVIANA.
Siguiendo las operaciones teóricas que especifica Godelier,
intentaré dar cuenta de la formación económico social de la
Bolivia prerrevolucionaria. Se debe tener en cuenta que un
Estado nacional siempre se realiza sobre un estructura
económico-social históricamente dada con un contexto
internacional especifico (Cuevas, 1977:32).
1-Identificar el número y la naturaleza de los distintos
modos de producción que se combinan de una cierta forma en
una sociedad y que constituyen su base económica en un
tiempo determinado: Durante la primera mitad del siglo XX,
en Bolivia se presentaban diferentes modos de producción
que eran tanto restos de los viejos tiempos como
capitalistas. Teniendo en cuenta la agricultura, se había
conformado un sistema semi-feudal con latifundios,
hacendados y arrendados. Por el lado de la minería, la
explotación de la mano de obra junto con las inversiones de
capitales extranjeros trazaban un camino capitalista, a
esto se le sumaba el comercio que habían desarrollado los
alemanes quienes conformaban una nueva burguesía.
2- Identificar elementos de la superestructura social e
ideológica que corresponden a los modos de producción: De
parte de los empresarios de la minería, conocidos como la
Rosca, los intereses eran capitalistas y consideraban
propicio el ingreso de capitales extranjeros para su propio
crecimiento. El sector comercial estaba dominado por los
alemanes, que si bien querían lograr una mayor influencia
en el país, era verdad que sin la participación de los
Estados Unidos no lograban obtener gran parte de los
capitales necesarios y sobre todo de la infraestructura.
Fue durante esta época, que la clase obrera, sobre todo los
mineros comenzaron a sentir un sentido mas nacionalistas y
considerar que era posible el cambio, a ellos se le sumaron
los campesinos que buscaban una reforma agraria y el fin de
los latifundios.
3- Definir la forma y el contenido de la articulación entre
los modos de producción: La oligarquía estaba formada por
funcionarios que estaban al servicio de los grandes mineros
y junto a ellos forman la elite boliviana; estos responden
a los intereses norteamericanos y son los que controlaron
durante casi todo este período al país. Si de jerarquía se
habla, luego estarían ubicados los comerciantes que estaban
a cargo de la segunda fuerza económica del país, pero no
tenían grandes ingerencias políticas. Los hacendados
quedaban detrás de estos ya que la agricultura no creaba un
excedente considerable. Y finalmente se encontraba la clase
obrera y los campesinos, en su mayoría indígenas que habían
sido absorbidos por el sistema del latifundio.
4- Definir las funciones de los elementos de la
superestructura y de la ideología que se encuentran
combinados de una manera específica. Estos elementos se
encuentran redefinidos, cargados de un nuevo contenido:
Considero que es aquí donde las clases trabajadoras y los
campesinos comienzan a redefinir su lugar en la sociedad
por medio del MNR y los diferentes sucesos que inician un
cambio en el país. Sin embargo, aunque las posiciones y
definiciones de los actores cambiaron durante los años, la
hegemonía del imperialismo norteamericano con la
dependencia creada en el país no cambió en esencia.
LLEGANDO A 1952
La Guerra del Chaco fue un punto crucial en la historia
hacia la revolución boliviana. Para esta guerra, dice
Mires, los obreros mineros fueron reclutados de entre los
indios y campesinos, por lo tanto, “antes de una identidad social,
poseían una identidad étnica”. En el recorrido de los diversos
autores, puedo ver como rescatan que fue en la lucha por
mantener el territorio nacional donde se formaron gran
parte de las bases para luego enfrentar la situación y
lograr la revolución.
Después de la derrota en la Guerra del Chaco, tras la
pérdida de prestigio de la Rosca, el ejército debió hacerse
cargo del gobierno aunque su estructura había quedado
debilitada y evidenciada frente a los jóvenes oficiales.
“Sus contradicciones internas se habían reflejado entonces en la rápida
sucesión del confuso “socialismo” de Toro, la reacción nacionalista de Busch, la
restauración oligárquica de Quintanilla y el “demoentreguismo” de Peñaranda,
todos ellos militares y apoyados por algún sector de la denominada clase
armada” (del Campo, 1972:88). Dentro de este ejército, se
formaron distintas logias, algunas de las cuales eran
totalmente secretas. Los altos oficiales simpatizaban con
la Rosca, mientras que los mas jóvenes, luego de vivenciar
la derrota del Chaco, comenzaron a expresar un patriotismo
que lo figuraron en la logia “Razón de Patria” mas conocida
como Radepa. Estos basaban su discurso en, como dice del
Campo, “una abundante y confusa retórica patriótico-
moralizante” con fines revolucionarios para el país. Alguno
de sus miembros se aliaron a la MNR para conspirar contra
Peñaranda y tras un golpe el 20 de diciembre de 1943 uno de
los principales individuos de Radepa, Villaroel, asumió el
mandato. Este gobierno fue tildado de nazifacista por la
oligarquía desplazada del poder y esta clasificación se
difundió tanto que Estados Unidos tomó cartas en el asunto
y no reconoció el nuevo gobierno hasta después del
alejamiento del poder de varios miembros de distintos
movimientos y muestra de lealtad a la democracia. Luego de
llamar a nuevas elecciones, Villaroel, con el apoyo del MNR
y otros movimientos, fue reelecto. En esta oportunidad, se
dieron distintos hechos en los que el gobierno intentó
acercarse a los distintos gremios mediante aumentos y otros
beneficios. Aunque solo lo logró con una parte de los
mineros, sin tener suerte con otros obreros fabriles y los
campesinos que comenzaban a organizarse sindicalmente por
medio del Primer Congreso Nacional Indigenal que si bien
muchas de sus reivindicaciones fueron satisfechas, no
lograron acabar con el problema de raíz.
Esta nueva política no le agradaba a los miembros de la
Rosca ni a la oligarquía terrateniente y la izquierda, que
había triunfado en la elección de diputados en La Paz,
estaba atenta los posibles indicios de fascismo. Estas
corrientes se unieron formando la alianza “rosco-pirista” a
quienes se les sumaron la pequeña burguesía urbana,
maestros y empleados. “Mientras el gobierno iba despertando el apoyo
de mineros y campesinos, contaba en cambio con la hostilidad de las ciudades,
sobre todo de La Paz” (del Campo, 1972:91). Esta hostilidad
cobró forma en la insurrección que se inicio el 13 de junio
de 1946 en la cual ferroviarios, bancarios, maestros,
estudiantes, organizaciones femeninas se levantaron contra
el gobierno. En medio de la agitación, el ejército se vio
fraccionado entre los que apoyaban a Villaroel y los que
no, los cuales eran mayoría. Pla plantea que “al no apoyarse
en las masas que buscaban un centro de dirección nacional, Villaroel facilito,
sin quererlo, la tarea de la Rosca” (Pla,1969:193). Esto se vio
plasmado finalmente el 21 de julio, cuando una gran
insurrección popular tomó edificios públicos y mató a
Villaroel sin enfrentarse al ejército y la policía, ya que
estos estaban altamente debilitados y divididos. Al
concluir este gobierno con aspiraciones nacionalistas, el
Comité Tripartito Revolucionario que constituyó una Junta
de Gobierno en el que fue electo Hertzog. Este nuevo poder
incluyó ministros izquierdistas y debió comenzar una dura
represión ante las movilizaciones cada vez mas frecuentes
de la clase obrera, sobre todo mineros. Estos últimos
estaban altamente organizados sobre la base de una
revolución llevada a cabo por “el proletariado, en alianza
con los campesinos y sectores de la pequeña burguesía”. En
medio de varias represiones terminadas en masacres, el
nuevo gobierno de Urriolagoitia continuó con esta política
para enfrentar al MNR en 1949 y una huelga general en 1950.
A pesar de todos los intentos, en las elecciones de 1951
triunfó Paz Estensoro. Sin embargo, Urriolagoitia entregó
el mando a la junta militar para que anule la votación y no
pueda asumir. Estaban dadas todas las condiciones para una
verdadera insurrección popular.
1952: REVOLUCIÓN
Finalmente, el 9 de abril de 1952, luego de tres días de
luchas entre obreros y mineros por un lado y el ejército
por otro, el MNR pudo asumir al poder. Fue cuando el
gobierno, presionado por las masas a cumplir todas las
consignas prometidas, comenzó a aplicar una serie de
medidas que cambiarían la estructura económico-social y
política del país. Como redacta Pla revelando un futuro
pesimismo, “al triunfar el MNR y formar gobierno con un abrumador apoyo
de masas, se crean estas condiciones de dualidad, ya que los obreros,
campesinos y ahora también cada vez mas el estudiantado y la pequeña
burguesía, entienden que esa es su revolución, y esperan de Paz Estensoro lo
que este no esta dispuesto a hacer”(Pla,1969:214).
Bolivia comenzó la transformación, se nacionalizó la gran
minería terminando con la Rosca y quitándole las riquezas a
los monopolios imperialistas. El sufragio universal incluyó
al 70% de la población que había sido ignorada por ser
analfabeta y la Reforma Agraria terminó con el latifundio y
todas sus formas. Se financiaron distintos planes que
financiaron el cambio de la agricultura para terminar la
monoproducción para dejar de depender de productos
extranjeros, se construyeron carreteras y con este aporte
creció la industria del petróleo y la agricultura tropical.
Sin embargo, este era un país atrasado y dependiente que no
permitía el desarrollo del capitalismo nacional. Los
ingresos de la minería, ahora en manos del Estado, fueron
desviados a otros sectores y no se pudieron realizar las
inversiones mínimas necesarias. La producción minera
descendió a menos de la mitad entre 1952 y 1960 y
conscecuentemente se produjo una crisis económica. A pesar
de que la situación se quiso revertir en 1961 con ayudas
financieras del Banco Interamericano de Desarrollo, de
Estados Unidos y Alemania, nunca logró los niveles de
producción de diez años antes y continuó dependiendo de los
monopolios que controlaban la fundición y comercialización
de estos productos. La única extracción que creció durante
este período fue la del petróleo gracias a YPFB que logró
el abastecimiento interno y la exportación.
Una de las bases de la revolución era la Reforma Agraria
que, como sostiene Lynch, sin esta “no había posibilidades de
elevar los niveles de vida de la gran masa del pueblo, y sin esta no había
posibilidades de desarrollo industrial” (Lynch,1976:340). La Reforma
Agraria tampoco tuvo los efectos esperados. Mientras los
campesinos esperaban los títulos de las propiedades
expropiadas a los terratenientes, la producción disminuyó a
valores ínfimos. Por un excesivo parcelamiento de las
tierras y la falta de créditos no fue posible la
tecnificación y solo servían para abastecer las demandas
familiares sin producir excedente para comercializar. Solo
en la zona de Santa Cruz, un nuevo espacio de agricultura,
las reformas fueron productivas. Gracias a las carreteras,
créditos e inversiones en infraestructura esta zona se
convirtió en un lugar eficaz para la producción de arroz y
azúcar que sustituyeron las importaciones. En otros sitios,
se comenzó a diversificar la agricultura con cierto éxito
en la exportación (cacao, banana, cítricos). Era una
industria altamente dependiente de las importaciones, ya
que de ellas se abastecía de maquinarias, combustibles y
materias primas.
Los proyectos económicos originales debieron cambiar por
una política realista impuesta desde el Fondo Monetario
Internacional. Se achicó el presupuesto y se restringieron
los créditos, se abandonó el control de los precios y los
sueldos fueron congelados. Toda la ayuda para remontar la
economía provenía de Norteamérica y le permitía a este país
obtener del gobierno boliviano todas las ventajas
necesarias para sus capitales, por ejemplo, en el petróleo.
Fue el caso de la Bolivian Guf Oil, que fue beneficiada
mediante el Código de Petróleo en 1955.
La burocratización de los sindicatos fue promoviendo el
apaciguamiento de los reclamos y permitía un mayor control
de los mismos desde el gobierno.
Desde 1953, el gobierno fue reorganizando el ejército con
influencia de los Estados Unidos que les permitió cortar
las relaciones con los obreros y campesinos. Paz Estenssoro
se encontraba con un poder débil y su vicepresidente
Barrientos, junto con el jefe del ejército, Ovando Candia,
y la aprobación del pentágono lo derrocaron del poder en
noviembre del 1964. Barrientos comenzó ocupando los
campamentos mineros con militares y con una gran represión
apresando a los dirigentes sindicales. Por los despidos
realizados en las minas y los desmantelamientos de las
organizaciones obreras se logró reducir los sueldos un 40%.
Todas estas nuevas medidas fueron incrementando el poder de
una nueva Rosca que se conformó con gerentes y abogados de
empresas extranjeras junto con terratenientes capitalistas,
importadores entre otros enriquecidos por la situación de
Bolivia, formaron una nueva oligarquía.
Fue Barrientos el encargado de persuadir a los campesinos
que luego de haber obtenido sus nuevas propiedades se
habían mantenido en una actitud conservadora por miedo a
perderlas. Y al estar su sindicato muy burocratizado y sin
mucha acción política, debían ser captados con nuevas
promesas y esa demagogia fue bien trabajada por Barrientos
para lograr su apoyo y alejarlos de los mineros. Cuando
este líder político murió, tomó el mando Ovando quien no
fue capaz de continuar con la represión dando lugar al
resurgimiento de los movimientos sindicalistas para contar
con su respaldo. Eliminó la concesión de la Bolivian Guf.
Pero su poder era muy precario y fue Miranda, quien dirigía
el sector derechista del ejercito, quién en octubre del 70
inició un golpe de estado. No obstante, a pesar de lo
inestable del movimiento obrero, estos organizaron una
huelga general que detuvo el golpe y dieron triunfo al
nacionalismo de izquierda que puso al poder a Torres quien
tenía tendencia socialistas revolucionarias. A pesar de que
logró una autonomía política importante, varios sectores
del ejército junto a la nueva oligarquía e intereses
imperialistas comenzaron con intentos golpistas hasta que
se derrocaron a Torres e impusieron a Banzer.
CONCLUSIÓN
Al igual que en gran parte de Latinoamérica, si no es toda,
Bolivia vivió el deseo de revolución pero con el constante
impedimento de un capitalismo nacional atascado en el
atraso. La dependencia a los países imperialistas era
prácticamente indestructible, y cuando el país andino
intentaba soltarse, nuevos obstáculos se le presentaba
teniendo que contar con ayuda financiera extranjera.
Albaredo reflexiona al respecto y escribe “ocurría que el
subdesarrollo no era “poco” desarrollo, susceptible de convertirse en “mucho”,
por un proceso meramente cuantitativo. Ese desarrollo como “desarrollo del
subdesarrollo”, no podía quebrar la dependencia, por ser él mismo tributario
de las economías centrales, de las que dependía para el abastecimiento de
medios de producción, y que pasado el relajamiento temporáneo de sus lazos
con la periferia, los iban a conformar como mercados de bienes de equipo y
tecnología y como campos de exploración directa de fuerza de trabajo a través
de las radicaciones” (Albaredo,1975:745). Entonces, cabe
plantearse si es verdaderamente posible constituir una
independencia en un mundo imperialista, donde es el
capitalismo, una fuerza salvaje y destructora, el que
impera. ¿Puede quedar acaso un rincón en el mundo sin
participación alguna en la economía mundial y a su vez
conseguir el progreso de las diferentes clases sociales y
el desarrollo de las industrias sin necesidad de la
intromisión de países centrales como lo es Estados Unidos?,
¿Puede un país de la denominada periferia constituir un
poder autónomo, con la participación de “todos” y sin la
participación de extranjeros?
Como plantea Mas, la cuestión central de la revolución en
América Latina es la del poder. El poder que debe ser
popular, unir a la clase obrera y al pueblo. Solo los que
lograron esto fueron capaces de instaurar una revolución,
¿pero cuán verdadera puede ser una revolución en estos
días? Finalmente, retomo a Vilas citando que el “Estado
populista” es una expresión inadecuada. “El Estado en cuyo marco
el proyecto populista se articulo nunca fue populista. Hubo regímenes
populistas en el marco de Estados capitalistas” (Vilas,1988:148).
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