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Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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REFERENTES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS DE LAS CRISIS
ECONÓMICAS DEL CAPITALISMO. EL CASO PARTICULAR DE LA
ACTUAL CRISIS.
Yoandris Sierra Lara1.
Hermes Jiménez Medina2.
Resumen.
En el artículo se realiza una exposición crítica de las principales concepciones teóricas y
metodológicas acerca de las crisis económicas del capitalismo, realizando un estudio
primero de la concepción marxista, keynesiana y monetarista neoclásica de los ciclos
económicos cortos y las crisis clásicas o de superproducción. Se analizan también las
concepciones en torno a los ciclos económicos largos y las crisis estructurales. En segundo
lugar, se realiza un análisis de las concepciones contemporáneas sobre las crisis financieras
del capitalismo. Dividiéndolo en el estudio de la teoría keyenesianas, neokeynesianas y
ortodoxa. Finalmente, realizamos un estudio de varias de las más importantes
consideraciones que, desde el campo de la teoría económica crítica han abordado la
cuestión de las crisis financieras, la especulación financiera, y específicamente la actual
situación de crisis mundial. El artículo cierra con un repaso de lo que consideramos sean
algunos de los elementos que demuestran la vigencia del enfoque marxista en el estudio
actual de las crisis.
Palabras Claves.
Referentes - teóricos – metodológicos – crisis – capitalismo.
Introducción.
La dinámica del sistema capitalista a largo plazo está matizada por la ocurrencia de
fluctuaciones económicas que perturban su vida económica social, económica e incluso
política. Tales fluctuaciones reciben el nombre genérico de ciclos económicos, cuyo
componente principal son las crisis económicas. Precisamente, en este trabajo nos interesa
discutir los referentes teóricos y metodológicos principales para el análisis de estos
fenómenos de la vida social.
1 Doctor en Ciencias Económicas. Profesor Auxiliar e Investigador. Centro de Estudios del Gerencia, Turismo y Desarrollo Local. Colaborador del Departamento de Economía Global. Facultad de Economía. UPR. [email protected] 2 Master en Desarrollo Social. Profesor Asistente. Departamento de Economía Global. Facultad de Economía. UPR. [email protected]
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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Para ello dividimos el artículo en dos grandes apartados. En primer lugar analizamos las
teorías de las crisis económicas en su sentido tradicional. Acá aparecen dos modalidades de
la misma. La primera la denominada crisis clásica, corta, clásica o de superproducción. Acá
se analizan las concepciones de Carlos Marx, John Maynard Keynes y los Monetaristas –
Neoclásicos Neoliberales. La segunda modalidad estudiada se concentra en el denominado
ciclo económico largo y la crisis estructural. Si bien los ciclos cortos y las crisis de
superproducción son aceptados por prácticamente todas las escuelas de pensamiento
económico universal, no sucede igual con los ciclos largos. DE cualquier manera, por su
innegable impronta y capacidad analítica y de predicción damos un espacio a este cuerpo
teórico en nuestro trabajo como un referente válido a la hora de analizar las crisis del
capitalismo.
En el segundo apartado se realiza un análisis de las concepciones contemporáneas sobre las
crisis financieras del capitalismo. En este sentido, realizamos un estudio de las
concepciones keynesianas al respecto y las consideraciones de los economistas
neokeynesianos. También realizamos un análisis de la teoría económica convencional sobre
el tema de las crisis financieras, centrada básicamente en las crisis bancarias, analizamos
también los distintos modelos de análisis de las crisis financieras. Finalmente, realizamos un
estudio de varias de las más importantes consideraciones que, desde el campo de la teoría
económica crítica han abordado la cuestión de las crisis financieras, la especulación
financiera, y específicamente la actual situación de crisis mundial.
El artículo cierra con un repaso de lo que consideramos sean algunos de los elementos que
demuestran la vigencia del enfoque marxista en el estudio actual de las crisis.
La estructura del trabajo es la siguiente:
1. Teoría de las crisis económicas.
1.1. La crisis clásica de superproducción y el ciclo económico corto.
a) Carlos Marx.
b) John Maynard Keynes.
c) Monetaristas – Neoliberales.
1.2. El ciclo económico largo y la crisis estructural.
2. Las concepciones contemporáneas sobre las crisis financieras. La naturaleza de la actual
crisis.
a. La teoría económica convencional.
b. La teoría económica crítica.
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Desarrollo.
1. Teoría de las crisis económicas.
2.1. La crisis clásica de superproducción y el ciclo económico corto.
Carlos Marx es uno de los principales analistas de este tema en las condiciones del
capitalismo. Aun cuando no haya elaborado una teoría sistemática sobre este problema,
realizó aportes metodológicos y teóricos fundamentales para abordarlo científicamente.
Resultan muy valiosos también los aportes de otros economistas como J.A. Shumpeter,
John Maynard Keynes y autores agrupados en la escuela de pensamiento conocida como
Monetarismo.
a. Carlos Marx.
Marx asume las crisis de superproducción que se suceden en el capitalismo como el resultado
necesario de la funcionalidad capitalista, de su proceso de reproducción, y enfáticamente de la
reproducción en escala ampliada. Las asume como el momento en que el proceso de
reproducción se altera y se interrumpe. De la misma manera también refiere que las crisis son
soluciones violentas de las contradicciones existentes que restablecen el equilibrio roto. Así, las
crisis aparecen como un momento del ciclo capitalista de producción, no constituyen un
estado permanente de la economía capitalista.
De hecho, el propio Marx refiere “La conclusión a que llegamos es que este ciclo de
rotaciones encadenadas que abarca una serie de años y que el capital se halla obligado a
recorrer por sus elementos fijos, sienta las bases materiales para las crisis periódicas, en que los
negocios recorren las fases sucesivas de la depresión, la animación media, la exaltación y la
crisis”3.
Así quedan definidas las cuatro fases que integran el ciclo económico capitalista además de que
se indica a la reposición del capital fijo como la base material para la periodicidad y
temporalidad de dicho ciclo.
La crisis desempeña una función restablecedora de equilibrios y, por tanto, reguladora de la
producción capitalista. Esto se expresa a través de tres vías: a) Nivelación violenta entre la
oferta y la demanda, b) Aproximación del precio y el valor, c) Estimula el crecimiento de la
productividad del trabajo social, permitiendo el desarrollo de las fuerzas productivas.
La posibilidad de las crisis se deriva de la existencia del dinero, dado que este es el que provoca
la ruptura en el tiempo del acto de compra – venta en su función del medio de circulación; y
posibilita además la inmovilización de un valor de capital, si está asociado a movimientos de
3 Marx, C. 1973. El Capital. Tomo II. 174. p.
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dinero – crédito, o sea, la imposibilidad de pago de una deuda en condiciones de desarrollo del
crédito, conduce a sucesivos incumplimientos de pago entre diferentes capitalistas, lo que les
impide recuperar una parte o todo el valor capital inicialmente desembolsado, con lo que no se
puede reiniciar el ciclo. Por eso la función del dinero como medio de pago es el otro aspecto
que posibilita la crisis4.
Marx analiza las condiciones específicas bajo las cuales ambas funciones del dinero llegan a
aproximar la existencia efectiva de la crisis. En cuanto al dinero como medio de circulación
explica “la dificultad de la venta proviene exclusivamente de la facilidad con que el comprador
tiende a demorar la reversión del dinero a la forma mercancía. Y la dificultad de convertir la
mercancía en dinero, de vender, proviene simplemente del hecho de que si la mercancía
necesita convertirse en dinero, este no necesita convertirse directamente en mercancía,
pudiendo, por tanto, ocurrir que la venta y la compra se divorcien”5.
Al referirse al dinero como medio de pago indica: “En segundo lugar, en lo que concierne a la
posibilidad de la crisis que obedece a la forma del dinero como medio de pago, el capital
ofrece ya una base mucho más real para la realización de esta posibilidad ( …) Es
simplemente, la posibilidad de la crisis desarrollada en el dinero como medio de pago, pero
aquí, en la producción capitalista, nos encontramos ya con una trabazón entre los créditos y
las obligaciones recíprocas, entre las compras y las ventas, en que la posibilidad puede
convertirse en realidad”6.
Estos son solamente elementos de posibilidad formal. Ahora, ¿cómo y cuándo la posibilidad
formal se convierte en realidad efectiva? Según la noción de Marx, esto ocurre en el marco
general que representa la producción capitalista, debido a una doble cualidad de esta. Por una
parte, la anarquía de la producción y por otra parte el constituir un sistema cuya racionalidad
objetivo es el lucro. En el contexto de una economía capitalista la crisis de posibilidad formal
pasaría a realidad efectiva concretamente cuando sucedieran algunas de las dos siguientes
alternativas: 1) Problemas de Acumulación, 2) Problemas de realización.
Los problemas de acumulación, o de transformación del dinero nuevamente en capital,
pueden estar dados en dos factores. El primero de ellos dado en un incremento del valor del
capital constante sin que medie necesariamente un incremento de su masa, principalmente en
su parte fija. Tal incremento de valor ocurriría debido a las malas cosechas o a la
4 Colectivo de Autores. Fundamentos Generales del Modo de Producción Capitalista. Tomo I. 358. p. 5 Íbidem, 36. p. 6 Íbidem. 37 – 38. pp.
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productividad natural del trabajo del que brotan las materias primas que conforman a C
(capital constante); o puede deberse al incremento en la demanda de estos elementos tras un
proceso de acumulación que priorice el componente C. Esta primera acepción responde según
Marx a la desproporcionada transformación del capital sobrante en sus diversos elementos.
Estamos ante un caso de superproducción de capital fijo7.
El segundo de ellos, y directamente conectado al primero está relacionado con la situación del
capital variable y el elemento trabajo. Debido al incremento en el valor del capital constante
fijo y del incremento de su volumen físico, se produce una disminución proporcional en la
inversión en V y con ello de la demanda física de fuerza de trabajo. De esto se deriva entonces
la presencia de superproducción de capital y de fuerza de trabajo.
De la crisis de superproducción por problemas de la acumulación se deriva el desempleo y la
desocupación de las capacidades productivas instaladas con la consecuente destrucción del
capital, en segundo lugar habrá una caída en la tasa de ganancias al haberse incrementado la
composición orgánica del capital.
Los ingresos fijos de los demás agentes económicos en forma de impuestos, intereses, rentas
del suelo, etc, se encuentran de pronto sin base económica real y son contagiados estos con la
situación del capitalista en cuestión. Se trata así de un fallo en la reproducción del capital que
ya no es sólo del capital individual, sino que se ha propagado al sistema económico en su
conjunto.
La segunda alternativa para la crisis son los problemas de realización, o de reversión de la
mercancía en dinero. A nivel de sistema la realización del capital social descansa en
proporciones intersectoriales e intrasectoriales en alto grado complejas y que en la sociedad
capitalista no se planifican conscientemente y de antemano.
La idea de la desproporcionalidad como teoría de la crisis es usada en cierto modo por el
propio Marx para explicar algunas cuestiones puntuales, aunque también reconoce que “…,
no hablamos acá de la crisis en la medida que descansa en la producción desproporcional, es
decir, en la distribución defectuosa del trabajo social entre las esferas individuales de la
producción. Esto puede ser considerado sólo en la medida en que la discusión se relaciona con
la competencia entre los capitalistas. Allí, como ya se ha dicho, el ascenso o descenso del valor
de mercado como una consecuencia de esta relación defectuosa da por resultado el retiro del
capital de una esfera de producción y su traslado a otra, la migración del capital de una rama a
otra. No obstante, está ya implícito en este proceso tendente a lograr el equilibrio el hecho de
7 Marx, C. 1965. Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía. Volumen II. 41. p.
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que supone lo contrario del equilibrio y, por lo tanto, puede llevar consigo la simiente de la
crisis, y que la crisis misma puede ser una forma de lograr el objetivo”8.
Una crisis general puede darse con sólo suceder una crisis de superproducción en una rama
fundamental de la economía nacional, y esto daría pie a validar la teoría de la
desproporcionalidad como fuente de la crisis, pero hay que intentar explicar el por qué la rama
crítica inicial llegó a una posición de superproducción, lo sucedido en el resto del sistema es
sólo el efecto expandido de este evento. ¿Qué ha hecho no proporcional la producción de la
rama crítica?
En cuanto al subconsumo, hay que decir que esta es también una hipótesis que en algún
momento el propio Marx pareciera dar apoyo. De hecho, economistas neomarxistas han
tratado de esclarecer hasta qué punto Marx defiende la tesis del subconsumo como causa
básica de la crisis9. En resumen, lo que podemos deducir de las ideas de Marx es que estos
elementos abordados– problemas de acumulación y problemas de realización con sus
subniveles – no son en realidad la causa última de la crisis económica. Ellos son a su vez,
causados.
La causa básica o fundamental de la crisis en el capitalismo es la denominada contradicción
económica fundamental de la sociedad burguesa, contradicción que en definitiva da
concreción a la ley de correspondencia marxista en condiciones de capitalismo. Marx presenta
esta contradicción como “La contradicción entre el poder social general en que el capital se
convierte y el poder privado del capitalista individual sobre estas condiciones sociales de
producción se desarrolla de un modo cada vez más clamoroso y entraña, al mismo tiempo, la
supresión de este régimen, ya que lleva consigo la formación de las condiciones de producción
necesarias para llegar a otras condiciones de producción colectivas, sociales. Este proceso
obedece al desarrollo de las fuerzas productivas dado el régimen de producción capitalista y al
modo como este desarrollo se opera”10.
El primer momento del concepto es la clave para entender la realidad de la crisis económica
capitalista, y no sólo la de superproducción. El carácter cada vez más socializado de la
producción acompañado del carácter permanentemente privado de la apropiación y, por tanto,
de la regulación económica. De esta característica, surgida de la esencia del sistema de
producción mercantil capitalista se derivan las incongruencias o desproporciones entre los
8 Marx, C. 1965.Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía. Volumen II. 46. p. 9 El pensamiento económico de Carlos Marx sobre las crisis en el capitalismo. En: Sierra, Y. 2010. Ensayos de Economía Política y Pensamiento Económico Universal. Volumen I. 30 – 34. pp. 10 Marx, C. 1973. El Capital. Tomo III. 286. p.
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sectores y al interior de ellos, los fallos en la acumulación, la imposibilidad de la valorización
correcta del capital, la ruptura entre la producción y el consumo, entre la organización al
interior de la empresa y a nivel social, etc.
El hecho es que una producción altamente socializada exige orgánicamente la imposición de
un mecanismo de regulación económica altamente socializado, esta es la clave de la crisis en el
capitalismo desde la perspectiva de Marx. De hecho, sin caer en ningún género de
determinismo o fundamentalismo, este es un principio metodológico que creemos válido para
el enfoque de las crisis actuales, toda vez que el capitalismo contemporáneo muestra cada vez
más mayores niveles de socialización de la actividad productiva, y por supuesto intenta
mantener una regulación basada en la propiedad privada. Más adelante regresamos a la teoría
de Marx, esta vez para analizar sus conceptos asociados a las categorías financieras.
b. John Maynard Keynes.
Sin duda, el gran mérito de Keynes consiste en haber aceptado el hecho de que el capitalismo
auto regulado por el mercado conlleva necesariamente a la aparición de crisis económicas
recurrentes. Incluso Keynes dedica una parte de su obra cumbre (Teoría General de la
Ocupación, El Interés y El Dinero; 1936) a analizar el tema del ciclo económico.
Desde el momento en que Keynes analiza los factores que actúan sobre las fluctuaciones del
nivel de ocupación general y los niveles de ingreso está indirectamente enfocando el tema de
los ciclos económicos y de las crisis. En el sentido de que asume como características de las
fases de crisis – depresión altos niveles de desocupación y bajos niveles de ingresos, siendo
precisamente estos elementos el centro de su análisis teórico y de su manejo de políticas.
Según D. Dillard: “Keynes encuentra la esencia del ciclo económico en las variaciones del tipo
de inversión, motivadas por las fluctuaciones cíclicas de la eficacia marginal del capital. El tipo
de interés, que juntamente con la eficacia marginal del capital determina el tipo de inversión, es
relativamente rígido o estable y no constituye una fuerza impulsora de las fluctuaciones
cíclicas, aunque sí actúa como un factor vigorizador, especialmente en las crisis financieras que
frecuentemente caracterizan el comienzo de las etapas de depresión. Del mismo modo, la
propensión al consumo es relativamente estable y no constituye un factor importante que
explique las fluctuaciones cíclicas. Así pues, de las tres variables independientes que
determinan el volumen de empleo (la eficacia marginal del capital, el tipo de interés y la
propensión al consumo), la que desempeña el papel principal en los ciclos económicos es la
eficacia marginal del capital”11.
11 Dillard, D. 1968. La teoría económica de John Maynard Keynes. 274. p.
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Keynes define la Eficacia Marginal del Capital de la siguiente manera: “Defino la eficacia
marginal del capital como si fuera igual a esa tasa de descuento que lograría igualar el valor
presente de la serie de anualidades dada por los rendimientos esperados del bien de capital, en
todo el tiempo que dure, a su precio de oferta. Esto nos da las eficacias marginales de los tipos
particulares de bienes de capital. La mayor de estas eficacias marginales puede, por tanto,
considerarse como del capital en general”12.
Aun cuando esta es una variable básicamente endógena al sistema, tiene una alta dosis de
subjetividad – racionalidad, es decir, está asociada a las expectativas que los agentes
económicos se hacen del futuro. En tal sentido, Keynes descarga parcialmente el fallo que
genera la crisis de las espaldas del sistema, y la lleva a términos más subjetivos y por ende
menos sistémicos. Esta característica sería llevada al extremo por las escuelas de pensamiento
macroeconómico posteriores13.
En Keynes el interés por la crisis y el ciclo económico en general tiene una fuerte connotación
práctica, de política económica. El interés es diagnosticar la crisis para poder enfrentarla. En
tal sentido, Keynes recomienda lo siguiente: “Al mismo tiempo que procuraría conseguir una
tasa de inversión controlada socialmente con vistas a la baja progresiva de la eficacia marginal
del capital, abogaría por toda clase de medidas para aumentar la propensión a consumir;
porque es improbable que pueda sostenerse la ocupación completa, con la propensión a
consumir existente, sea lo que fuerza lo que hiciéramos al respecto a la inversión. Cabe, por
tanto, que ambas políticas funcionen juntas – promover la inversión y, al mismo tiempo, el
consumo, no simplemente hasta el nivel que correspondería al aumento de la inversión con la
propensión existente de consumo, sino a una altura todavía mayor”14.
De acá se derivan dos elementos centrales. Primero la necesidad de que el Estado regule la
actividad económica. Keynes reconoce explícitamente que el sistema de libre mercado no
genera equilibrios macroeconómicos, sino su contrario. De acá que el Estado debe regular
enfáticamente la demanda efectiva del sistema, esto lo lograría mediante la Política Fiscal de
tipo expansiva que tiene la misión de cerrar la brecha de desocupación mediante el Gasto
Público. Este Gasto debería tener un carácter crónico o permanente en la actividad económica
capitalista, de modo que el Estado lejos de ser un actor pasivo se constituía en una pieza clave
del funcionamiento capitalista. Se consideraban especialmente atractivas las inversiones en
infraestructuras, siendo obras que normalmente no compiten con las inversiones privadas y
12 Keynes, J.M. 1976. Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero. 135. p. 13 Un caso típico es el de la Nueva Macroeconomía Clásica que basa la explicación misma del ciclo económico en las expectativas inflacionarias de los agentes económicos. (NA). 14 Keynes, J.M. 1976. Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero. 312. p.
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que tienen un efecto multiplicador directo e indirecto mayor sobre el nivel de ocupación. La
forma recomendada de financiar este Gasto es mediante el Gasto Público Deficitario, dado
que se genera un gasto neto, y no una simple redistribución del mismo.
La otra política económica recomendada por Keynes es la política monetaria también con un
carácter expansivo. Esto responde a tres causas:
- Ante una caída tendencia en la eficacia marginal del capital urge mantener una tasa de
interés inferior a la eficacia marginal del capital para evitar la especulación financiera y
estimular la inversión productiva, esto se logra con una política monetaria expansiva.
- Una política monetaria expansiva tiende a disminuir la tasa de interés antes de elevar
los precios. Esta disminución de la tasa de interés incrementa las inversiones y con ello
la renta nacional y el nivel de ocupación.
- Una política monetaria expansiva tiende en segundo momento a aumentar los precios,
si los salarios nominales se mantienen constantes, entonces el salario real disminuye y
contribuye al incremento de la ocupación.
Ambas políticas estarían diseñadas para operar sobre la coyuntura económica, son políticas de
corto plazo y por supuesto no tienen efectos profundos sobre la estructura del sistema. En
realidad, para que funcionen correctamente se necesitan una serie de elementos, entre ellos:
-Una elevada productividad del trabajo que haga compatible una participación activa del
Estado, el empresario capitalista y el obrero asalariado en el proceso de producción.
- Que no se dé una disminución de la inversión privada a consecuencia de los aumentos de la
inversión pública.
- Que se mantenga controlada y baja la tasa de interés.
- Evitar en la medida de lo posible una disminución de la eficacia marginal del capital del
capital privado.
- Evitar la denominada “trampa de liquidez”.
Más adelante regresamos a Keynes para abordar sus concepciones sobre las crisis financieras.
c. Monetaristas – Neoliberales.
Los monetaristas tienen una visión cualitativa diferente del mecanismo económico capitalista
a la asumida por los keynesianos. Las siguientes tesis, esbozadas por algunos autores
monetaristas y por historiadores del pensamiento económico, pueden ilustrar los puntos de
vista de los llamados monetaristas neoclásicos:
“La economía es básicamente estable y no necesariamente está sujeta a periodos
consecutivos de una severa recesión e inflación. Los grandes ciclos de los negocios que se
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producían en el pasado se debían, en primer lugar, a las amplias oscilaciones en el ritmo de
crecimiento de la masa de dinero”15.
“Ciertos aspectos insatisfactorios del funcionamiento de la economía capitalista no son
característicos del Capitalismo como tal, sino que derivan de una política monetaria
defectuosa, y la política monetaria es una función del gobierno”16.
En estas tesis resaltan dos aspectos básicos de la doctrina monetarista. Por una parte la
frenética reducción de la ciencia económica al estudio de los fenómenos monetarios, y en
segundo lugar, un hecho más pragmático, la presentación del Estado como el culpable de
última instancia de los problemas del capitalismo, especialmente de las crisis.
En esencia, para los monetaristas el foco principal de inestabilidad del capitalismo se
encuentra en la esfera monetaria; es ahí donde se deben buscar precisamente las causas básicas
de las crisis y de otras perturbaciones del proceso de reproducción. El principal problema para
el funcionamiento de esta economía no lo es el desempleo y la tendencia a la superproducción,
como se asumía en Keynes, sino la inflación que corroía la capacidad del sistema de mercado
de coordinar la actividad económica y generar equilibrios estables a largo plazo. Milton
Friedman, quizás el principal teórico del Monetarismo, concebía que la demanda de dinero en
el sistema fuera básicamente estable, de ahí que las fluctuaciones y desequilibrios sólo podrían
provenir del lado de la oferta monetaria. Esta era una responsabilidad exclusiva del Gobierno
a través de su política monetaria. Finalmente sería que la incorrecta oferta monetaria
practicada por el Gobierno sería la causa última y real de la inflación, las oscilaciones
económicas y la crisis misma. Esto se entendía de modo que entre las fluctuaciones cíclicas de
la reserva monetaria y las modificaciones del ingreso real o de la actividad comercial existe un
estrecho vínculo, y que a largo plazo la inestabilidad esencial del dinero es acompañada por la
inestabilidad del crecimiento económico.
Siendo la política monetaria la causante de las crisis en el capitalismo, siguiendo a Friedman,
pues la solución a la misma estaría en adecuar dicha política. De hecho Friedman propone una
correlación orgánica entre los ritmos de crecimiento de la oferta monetaria por un lado y los
ritmos de crecimiento del PIB por otro, estableciendo matemáticamente la proporción exacta
en que debe expandirse la oferta monetaria para hacer frente correctamente a la actividad
económica.
15 Andersen, L. y Jordan, J. 1980. Citado en: Economía Política no Marxista Actual: Un análisis crítico. 155. p. 16 Yeager, L. Citado en: Íbidem, 154. p.
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Otro gran teórico del pensamiento neoliberal es F.V. Hayek. También desarrolla ideas en
torno a la cuestión de las crisis y estas pueden contraponerse a la concepción de Keynes:
- Mientras Keynes explicaba la causa de la crisis por la caída de la demanda de inversión, o por
el colapso de la eficacia marginal del capital, Kayek la explicaba por la inversión desmedida
(sobreinversión), provocada esta última, por una débil política monetaria.
- Keynes era partidario de fomentar la demanda de consumo y de inversión privada mediante
el gasto público; Hayek rechazaba el gasto público por considerar que restaba fondos a la
inversión privada.
- Keynes estaba en favor de estimular el consumo con un mejor salario, con tal de elevar el
nivel de empleo; para Hayek, era preciso bajar directamente los salarios nominales, si se quería
restablecer el empleo pleno.
- Keynes se manifestó, ya durante la polémica, contra el rentismo y la inversión especulativa,
que desvían hacia las finanzas los recursos disponibles17.
1.1.1. El ciclo económico largo y la crisis estructural.
En el desenvolvimiento capitalista no sólo coexisten las crisis de superproducción y el
denominado ciclo corto, sino también unas de una naturaleza más compleja como es el
caso de las denominadas crisis estructurales y los ciclos largos o Kondratiev. Esta temática
ha sido abordada sistemáticamente por un grupo notable de economistas y científicos
sociales. Entre ellos aparecen Carlos Marx, Karl Kautsky, Nikolai D. Kondratiev, Parvus,
Inmanuel Wallerstein, J.A. Shumpeter, Oscar Lange, Paul Sweezy, Samir Amin,
W.W.Rostow, Eric Hobsbawm, David Gordon, Arthur Lewis, André Gunder Frank, C.
Freeman, A. Madisson, Robert Boyer, M. Aglietta, Carlota Pérez, Orlando Caputo, J.J.
Rodríguez Vargas, Theotonio Dos Santos, Claudio Katz, entre otros etc.
Los ciclos largos alcanzan una duración que oscila entre los 50 – 60 años. Su existencia está
vinculada a la lógica interna del sistema capitalista, y más concretamente a las interacciones
dialécticas de la dinámica del progreso científico – técnico y la dinámica de la cuota de
ganancia como factores endógenos por un lado, y a la lucha de clases como factor exógeno
por el otro lado.
Habitualmente, la estructura interna de estos ciclos largos se indica que está compuesta por
dos fases u ondas largas, siendo la Onda Larga Ascendente y la Onda Larga Descendente
que sustituye a la primera. Nosotros hemos preferido asumir la presencia de cuatro fases o
17 Molina, E. 2010. Vigencia de la Teoría General de Keynes. 83 – 84. pp.
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momentos conformando el ciclo largo. Serían: 1. Onda Larga Ascendente / 2. Crisis
Estructural / 3. Onda Larga Descendente. / 4. Punto de Inflexión.
Pasemos al análisis de cada una de estos momentos.
1. Onda Larga Ascendente.
Este momento se reconoce por dos elementos:
Entrada en funcionamiento de un mecanismo de regulación económica renovada.
Un crecimiento de la cuota de ganancia que estimula todo el curso de la
reproducción.
Sus principales características son:
Un desarrollo acelerado de las fuerzas productivas.
Una incentivación del proceso de reestructuración económica.
Desarrollo de nuevas ramas de la economía.
Transformación de la base tecnológica de las ramas tradicionales.
Aumenta el nivel de las inversiones.
Se acentúa el proceso de acumulación vía concentración y centralización del capital.
Desarrollo de nuevas formas de funcionamiento y realización de la propiedad
privada capitalista.
Se completan y se disfrutan de los cambios en las formas de operar los métodos de
explotación de la fuerza de trabajo y de obtención por ende de la plusvalía.
Se amplía considerablemente el mercado interno a partir de un incremento de la
demanda total sobre la producción de todas las ramas y también sobre la fuerza de
trabajo lo cual crea las condiciones necesarias para un auge prolongado.
Alto nivel de la tasa de ganancias, fruto de los proceso de transformación en la base
técnica que comienzan a dar sus frutos en forma de alto grado de productividad del
trabajo vivo18.
2. Crisis Estructural.
El enfoque de la crisis estructural es básicamente marxista y heterodoxo, pero aun dentro
de esta matriz de pensamiento existen divergencias, tanto en las definiciones mismas de
crisis estructural, en la exposición de su naturaleza como en la identificación de las mismas
en el tiempo. Quizás el elemento que más permita distinguir entre los enfoques sea la
durabilidad y permanencia que se le reconoce a estas crisis.
18 Campos, J.M. 2002. El movimiento a largo plazo de la economía capitalista. Julia Matilde Campos Alfonso. En: Lecciones de Economía Política del Capitalismo. Tomo 2. Segunda Parte. 592 – 595. pp.
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Para un grupo de autores la crisis estructural es un estado permanente o crónico de
estancamiento en el capitalismo, situación que vendría dándose desde los años setenta del
siglo XX. Para otros autores y escuelas de pensamiento, la crisis estructural es un episodio
muy complejo y de amplio alcance, pero están acotadas en el tiempo, y muy vinculadas con
procesos o fenómenos bien identificados en el sistema, tales como los cambios en los
regímenes o patrones de acumulación, modelos de crecimiento, modos de desarrollo, etc.
Es decir, para un paradigma es prácticamente un estado crónico o permanente, para el otro
está ubicado en momentos específicos de la vida del sistema. Como referente obligado en
el tema de la crisis, encontramos que Marx no despliega explícitamente una teoría de la
crisis estructural, pero seguidores de sus teorías se han apoyado en varios fragmentos de
sus trabajos teóricos que indican la posibilidad de una etapa extensa de cambio económico,
social y político que se correspondería con la superación de la sociedad capitalista y el
advenimiento o conformación de una nueva sociedad. Esta situación o etapa extensa se
equipara o identifica por dichos autores con el término crisis estructural.
Esta idea es clara en el siguiente pasaje de la obra de Marx: “Al llegar a una determinada
fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción
con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de
esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De
formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas
suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se
revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre
ella”19.
Por lo visto, la crisis estructural en esta versión se refiere al período crítico donde la
relación histórica fuerzas productivas – relaciones sociales de producción encuentra un
nivel que debe saltar o superar. Todos los enormes fallos del sistema (caída en la cuota de
ganancia del capital social, desempleo crónico, estancamiento productivo, especulación
financiera, guerras, hambrunas, migraciones, etc), serían solo “síntomas” del mal esencial
que es el agotamiento histórico del sistema.
Un ejemplo de esta perspectiva que asume el capitalismo en crisis crónica desde hace
décadas es esta tesis: “El origen de la globalización neoliberal se puede situar en la crisis
estructural que afecta al capitalismo desde finales de los 60’. Dentro de este contexto cabe
señalar algunos factores fundamentales que tienen gran incidencia en el desarrollo posterior
19 Marx, C. Prólogo de la contribución a la crítica de la economía política. En: Marx y Engels, Obras Escogidas. 182. p.
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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del capitalismo: 1) La caída de la tasa de ganancia, 2) El agotamiento para los espacios de la
inversión productiva con la consiguiente acumulación de activos financieros,
imposibilitados de valorizarse por la vigencia de regulaciones sobre los movimientos de
capital. 3) El papel fundamental de los monopolios como agentes del doble proceso de
concentración y centralización de la propiedad, la producción y el capital; 4) La
exacerbación de la competencia imperialista […] La globalización financiera expresa la
crisis estructural del capitalismo dando muestra de la quiebra de un mecanismo de
acumulación, que antes permitía ahora no, la valorización adecuada del capital en la esfera
de la producción.20
Por supuesto, no es esta la única posición teórica que argumenta tal criterio, pero sirve para
ilustrar el punto en cuestión. En nuestra opinión, considerar que la crisis presenta un
carácter crónico o permanente en el capitalismo contemporáneo, resulta poco favorable
para entender la dinámica real en que se mueve este sistema, y sobre todo las posibles
salidas que pueda encontrar o procurarse ante sus problemas. En este sentido,
compartimos la idea de Leo Panitch cuando plantea que: “Aferrarse a la noción de que “la
crisis de los ’70 está todavía entre nosotros” ignora olímpicamente los significativos
cambios que tuvieron lugar desde principios de los años ’80 y nos llevaría a formular la
siguiente pregunta: ¿qué clase de crisis del capitalismo es ésta, cuando el sistema se está
expandiendo y profundizando, incluso a través de promover otra revolución tecnológica,
mientras que las fuerzas que se le oponen no han sido capaces, luego de tres décadas, de
montar un desafío efectivo a su hegemonía? Si la crisis se convierte en “la norma” del
sistema esto termina por trivializar el concepto mismo de crisis, impidiéndonos aprehender
las nuevas contradicciones de la coyuntura actual y, eventualmente, organizar las fuerzas
requeridas para superarlas en una dirección progresiva21.
Resulta tremendamente complejo poder establecer científicamente el hecho de que el
capitalismo esté en una etapa de agotamiento histórico, y mucho menos siguiendo al propio
Marx argumentar que ya se hayan agotado todas sus posibilidades, especialmente de
desarrollar las fuerzas productivas. Un diagnóstico que ve la crisis como un estado
permanente obviamente tiende a desconocer incluso la existencia misma de la crisis, nada
en este mundo puede estar permanentemente en crisis. Preferimos así, sin desconocer para
20 Pérez O. 2003. Globalización y Gestión del capital. La necesidad de una alternativa. 125. p. 21 Panitch, L. 2007. Estado imperialista y globalización neoliberal. Programa Latinoamericano de Educación a Distancia. Buenos Aires. 19 – 20. pp.
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nada el carácter irracional de este sistema, el cúmulo de contradicciones que carga, y el
impacto social y ambiental que genera en su despliegue, concentrarnos en el análisis de las
posibles salidas que el sistema puede encontrar y la posible configuración que
necesariamente mostrará en las próximas décadas. De hecho, es bien sabido que el sistema
por sí solo no se autodestruirá, mientras no exista una fuerza social y política interesada y
ocupada sistemáticamente en hacerlo. Sin embargo, tal análisis supera el campo de este
ensayo.
Una de las escuelas de pensamiento donde el concepto de crisis estructural es fundamental
es en la escuela francesa de regulación. Sin embargo, esta escuela le da una perspectiva más
concreta y acotada en el tiempo. Robert Boyer define la crisis estructural como “todo
episodio durante el cual la dinámica económica y social entra en contradicción con el modo
de desarrollo que la impulsa, es decir, aquel en el que surge el carácter contradictorio de la
reproducción a largo plazo del sistema capitalista. (…) Sin embargo, es importante
distinguir, desde un punto de vista analítico, dos grandes tipos de crisis estructural,
dependiendo de que en su origen sea la regulación la que desestabiliza el régimen de
acumulación o que, por el contrario, sea la crisis de éste último la que afecte a la
regulación”22. Acá se define régimen de acumulación de la siguiente forma: “conjunto de
regularidades que aseguran una progresión general y relativamente coherente de la
acumulación del capital, es decir que permita reabsorber o posponer las distorsiones y
desequilibrios que nacen permanentemente del mismo proceso”23. Esta categoría régimen
de acumulación constituye una categoría intermedia entre sus conceptos de modo de
producción y formas institucionales. Incluye variables como la organización de la
producción, el horizonte de expectativas para la valorización del capital, la relación de los
asalariados con la propiedad de los medios de producción, la distribución del valor
generado y la reproducción de las clases sociales, el volumen y la composición de la
demanda social, y la articulación entre el modo de producción dominante y las formas no
capitalistas de producción.
Los teóricos de la regulación asumen la crisis estructural como el episodio que compromete
la viabilidad de un régimen de acumulación específico existente y la necesidad histórica de
su sustitución por un nuevo régimen de acumulación que garantice a su vez un nuevo
modo de desarrollo capitalista. Por lo tanto, estaríamos ante una crisis estructural cuando el
22 Boyer, R. 1989. La teoría de la regulación. Un análisis crítico. 78. p. 23 Íbidem, 60 p.
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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régimen de acumulación vigente se agota y el sistema busca configurar un nuevo régimen
de acumulación.
Otro teórico de importancia en este tema es el mexicano José Valenzuela Feijoo. Según
define “Por crisis estructural entendemos el surgimiento de obstáculos a los procesos de
valorización y acumulación capitalista, obstáculos que no se pueden eliminar con el simple
resorte del movimiento cíclico usual. Dicho de otro modo, la restauración de la dinámica
de los procesos de valorización y acumulación capitalistas, obliga a modificar algunos de los
parámetros claves del sistema. Toda crisis estructural inaugura un período de transición
hacia un nuevo patrón de acumulación. Es éste el que se encarga de resolver las
contradicciones que provocan el colapso del patrón antiguo”24.
Esta tesis nos parece muy válida, por demás permite captar el proceso histórico – concreto
de sustitución permanente de patrones de acumulación para el funcionamiento del
capitalismo, y nos permite hasta cierto punto de vista predecir las características futuras del
patrón de acumulación nuevo que debe sustituir al agotado, toda vez que este aparece
como solución a los problemas de aquél.
Una perspectiva muy similar a estas últimas analizadas es la que desarrolla el economista
marxista Jacques Gouverner. El autor define la esencia de la crisis estructural en
contraposición con la crisis coyuntural. Según él “Una crisis coyuntural es una situación de
sobreproducción generalizada temporal (la oferta global excede a la demanda global) dentro
de un ciclo coyuntural: estas crisis son seguidas por una recesión, lo que posibilita el
restablecimiento del equilibrio entre la oferta y demanda. Una crisis estructural es una
situación en la que ciertos problemas fundamentales impiden el funcionamiento normal del
tipo prevaleciente de crecimiento”25.
Este autor plantea que a partir de 1975 se da una crisis estructural en el sistema capitalista
desarrollado. Metodológicamente analiza la aparición de este fenómeno motivada por la
interrelación entre el crecimiento de la productividad general y sus posibilidades
económicas resultantes por un lado, y por el otro la relación de fuerzas entre las clases y
políticas económicas resultantes. Bajo este esquema se describirían tres etapas a partir de
1975.
24 Feijoo, V. 1990. ¿Qué es un patrón de acumulación? 177. p. Feijoo define patrón de acumulación como “una modalidad de la acumulación capitalista históricamente determinada”. (NA). 25 Gouverner, J. 2002. Comprender la Economía. Fenómenos visibles y realidades ocultas. 163. p.
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En los años 70, se da un aumento insuficiente de la productividad general, manteniéndose
sin embargo un entorno relativamente favorable para los asalariados, los efectos de esta
combinación serían una caída en las ganancias, en la inversión productiva y una presión
hacia el desempleo. En los años 80, se da un aumento insuficiente de la productividad
general, una situación ya abiertamente desfavorable para los asalariados, los efectos de esta
combinación serían un aumento de las ganancias más la reducción de los mercados.
Comienza el auge de las transferencias de propiedad y la especulación financiera en
detrimento de la inversión productiva. Aumenta ampliamente el desempleo. En los años 90
se da un aumento suficiente de la productividad general, aparecen condiciones aún más
desfavorables para los asalariados, y los resultados de esta combinación serían similares a
los del período de los 8026.
La manera de poder salir de la crisis estructural, según su perspectiva, estaría entonces
vinculada a la posibilidad del sistema de cambiar su modelo o tipo de crecimiento. En su
opinión, esto sólo sería posible mediante una reactivación del crecimiento, implicando así
una reactivación de la demanda y necesariamente un cambio en la relación de fuerzas entre
empleadores y asalariados. Quedarían por demás otros graves problemas a resolver, aun si
se alcanzara el crecimiento, como el desempleo, los temas ecológicos, los temas pendientes
del desarrollo, la estabilidad social y política, etc.
Otro economista marxista que relaciona la presencia de la crisis estructural con los
problemas del crecimiento económico es Orlando Caputo. De hecho define la crisis
estructural como una etapa de crecimiento lento dentro del sistema: “Esta tasa de ganancia
es mayor a la que la economía norteamericana tenía en los primeros años de la década de
los setenta, período inicial de la etapa caracterizada como crisis estructural o de crecimiento
lento y alcanza los niveles relativamente elevados que la tasa de ganancia logró en 1969, en
torno al 23% [...] Las magnitudes de la desvalorización del capital son fundamentales para
determinar el momento de desarrollo en que se encuentra la crisis de crecimiento lento o
crisis estructural, el movimiento cíclico y la crisis cíclica. […]Esto ha sido considerado
como un elemento esencial para que se posibilite la superación de la crisis estructural que se
inició en los años 70”27.
En Academia Cubana también se ha avanzado en la teorización de la crisis estructural.
Según los autores Francisco García y Julia Matilde Campos “la crisis estructural puede ser
26 Íbidem, 173 p. 27 Caputo, O. y Radrigán, J. 2002. Acumulación, tasa de ganancia e inversión en los países capitalistas desarrollados. 19, 50 y 51. p. (Los subrayados son nuestros).
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considerada como un proceso de desajuste prolongado del sistema de proporciones de la
estructura económica, es decir, del sistema de las relaciones sociales de producción, así
como del sistema de proporciones asociadas a la determinación de la estructura técnico –
productiva. Las mismas constituyen una forma de solución de contradicciones de la
reproducción capitalista al más largo plazo, asociadas a desproporciones claves, decisivas,
tanto desde el punto de vista ramal, territorial – nacional, como a nivel de la economía
capitalista mundial, tanto de la estructura técnico – productiva como económica28.
Dos son las expresiones o soluciones principales que haya el sistema capitalista ante el
problema de la crisis estructural:
a. Los procesos de reestructuración económica.
b. La renovación o adaptación del mecanismo de regulación económica.
Según estos autores, han ocurrido en la historia del capitalismo contemporáneo tres
grandes crisis estructurales:
Postrimerías del siglo XIX.
El período comprendido entre las dos Guerras Mundiales,
Años 70 hasta la primera mitad de los años 80.
3. Onda Larga Descendente.
Se reconoce por:
Se produce un gradual decrecimiento de la cuota de ganancia que pone en peligro
todo el curso de la reproducción.
Se genera una crisis del mecanismo de regulación económica.
El sistema es incapaz de dar lugar a la ley económica fundamental del Capitalismo
bajo las nuevas condiciones de las fuerzas productivas.
Se caracteriza por:
Una fase de crisis prolongada correspondiente al ciclo corto o recurrente.
Incremento considerable de capacidades insuficientemente utilizadas.
La manifestación de una contradicción fuerte de la acumulación en un período
precedente, o lo que suele en llamarse crisis de superacumulación productiva29.
4. Punto de Inflexión.
28 Campos, J.M. 2002. El movimiento a largo plazo de la economía capitalista. En: Lecciones de Economía Política del Capitalismo. Tomo 2. Segunda Parte.468.p. 29 Campos, J.M. 2002. El movimiento a largo plazo de la economía capitalista. En: Lecciones de Economía Política del Capitalismo. Tomo 2. Segunda Parte. 597 – 599. pp.
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Junto a la crisis estructural, el punto de inflexión marca uno de los momentos más
interesantes e importantes de los ciclos largos. Es el momento en el cual la tendencia
decadente es sustituida por una nueva tendencia ascendente. Según diversos autores este
momento tiene una significación especial. Para J.A. Shumpeter, es el momento en el cual
ocurre la acumulación a saltos de ideas e inventos aptos para su rápida aplicación al proceso
de producción social; Ernest Mandel considera que es el momento en que una serie de
factores extraeconómicos propicios para el capital garantizan la nueva onda larga
ascendente, tales como guerras, revoluciones, contra-revoluciones, conquistas coloniales,
derrota de la clase obrera internacional, e incremento del ejército industrial de reserva.
2. Las concepciones contemporáneas sobre las crisis financieras. La naturaleza de
la actual crisis.
a. La teoría económica convencional.
La teoría económica académica, o convencional, se concentra en dos aspectos específicos
en esta área de las crisis, las crisis bancarias y las crisis financieras propiamente dichas.
Metodológicamente, se caracterizan por ser análisis o enfoques más bien superficiales, en el
sentido de que se explican estos episodios mayormente desconectados de los fundamentos
del proceso de producción capitalista y sus contradicciones estructurales y funcionales. Sin
embargo, contribuyen a captar ciertos fenómenos reales de la actividad más concreta del
organismo capitalista, y sobre todo, permiten establecer elementos de política
macroeconómica para hacerles frente.
Como vimos en el apartado anterior, Keynes es uno de los teóricos principales de las crisis
en el capitalismo. En este apartado nos interesa analizar sus concepciones sobre las crisis de
índole financiera.
Repasamos a continuación una serie de tesis de este economista que nos permiten captar
una gran anticipación del mismo a los problemas que han afectado el capitalismo del siglo
XX y XXI, siendo incluso pertinentes en el análisis de la actual crisis.
Sobre la necesidad de mantener estable el valor de la moneda:
“¿Qué moraleja podemos extraer de todo esto? Fundamentalmente, que no es acertado ni
justo combinar la organización social desarrollada durante el siglo XIX (que todavía está en
pie) con una política de liberalismo en relación al valor del dinero. No es cierto que los
mecanismos del pasado hayan funcionado bien. Si vamos a continuar colocando los
ahorros voluntarios de la comunidad en “inversiones” debemos erigir en objetivo
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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primordial de la política del Estado el que el patrón de valor, en términos del cual se
expresan, se mantenga estable”30.
Sobre la necesidad de evitar las grandes oscilaciones de los precios en los mercados, para
evitar los procesos especulativos asociados a ellos:
“Uno de los propósitos de este libro es insistir en que la mejor manera de curar esta mortal
enfermedad del individualismo es lograr que nunca exista la expectativa fundada de que los
precios vayan a bajar o a subir en general; y también que no exista ningún riesgo serio de
que, si se produce un movimiento, éste sea intenso 31”.
Sobre la situación en que caían los bancos al prestar dinero contra activos que ante la no
realización de ciertos precios volverían insolventes a sus clientes:
“Pero consideremos lo que pasa cuando el cambio a la baja del valor monetario de los
activos, dentro de un período de tiempo breve, excede de la magnitud del “margen”
convencional en una amplia proporción de los activos contra los cuales se ha prestado
dinero. Las catastróficas consecuencias para los bancos son obvias de modo inmediato”32.
Sobre el carácter sistémico de las crisis que se propagarían con facilidad en unos mercados
financieros cada vez más interconectados:
“Si no se hace nada, las rupturas realmente críticas se producirán entre los bancos de todo
el mundo. A mí me parece que el capitalismo moderno se enfrenta con la elección entre
hallar algún camino para aumentar los valores monetarios en la dirección de su magnitud
anterior o ver cómo se propagan ampliamente las insolvencias, los impagos y el
hundimiento de una gran parte de la estructura financiera; después de lo cual tendría que
comenzarse todo de nuevo”33.
Sobre la necesidad de que el estado intervenga en el sector financiero a través de la
regulación de una institución como el banco central.
“Creo que el remedio para estas cosas ha de buscarse en parte en el control deliberado del
dinero y del crédito por medio de una institución central, y en parte en la recogida y
publicación en gran escala de datos relativos a la situación económica, incluyendo la
30 Keynes, J.M. (1923) (1996). Breve tratado sobre la reforma monetaria. 54. p. 31 Íbidem, 60. p. 32 Íbidem, 160. p. 33 Keynes, JM. (1931) (1997) Consecuencias del hundimiento de los valores monetarios en el sistema bancario. 43. p.
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
21
publicidad completa, si es necesario por ley, de todos los hechos económicos que será útil
conocer”34.
Como puede apreciarse, Keynes no señala ningún problema o contradicción propia de la
esfera de la producción capitalista, su análisis queda todo el tiempo en la órbita de la
circulación y en variables de índole subjetivas o sicológicas de expectativas, sin embargo,
brinda claves para la regulación o el manejo macroeconómico de la actividad financiera y la
crisis de esta naturaleza.
Un autor fundamental en esta área, y seguidor de las ideas de Keynes, es Hyman Minsky.
Según él, las fluctuaciones económicas están en función de la ineficiencia del sector
financiero. Cuando el sector financiero es sano, el mecanismo préstamo – inversión -
consumo funciona, presionando a la demanda agregada hacia el pleno empleo e
incrementando así, el ingreso y la tasa de crecimiento del producto. En cambio un sistema
financiero frágil, formado principalmente por empresas que requieren de financiamiento
solo para mantenerse en el mercado, corre el riesgo de que cualquier impacto externo los
lleve a la quiebra. Esta percepción, usualmente crea racionamiento en el crédito y tiende a
incrementar la tasa de interés, lo cual por sí mismo, incrementa el riesgo. Como resultado,
el consumo y la inversión se reducen, presionando a la baja a la demanda agregada y a toda
la economía hacia una recesión. Como puede apreciarse, se trata de un enfoque de
inspiración keynesiana toda vez que se asume el movimiento de la demanda efectiva como
base de las fluctuaciones y la estabilidad del mecanismo económico capitalista.
Debe observarse que Minsky desarrolla la tesis de la inestabilidad financiera. Según esta, las
transacciones financieras en una economía capitalista sofisticada son inherentemente
inciertas. Y va más allá planteando la hipótesis de “fragilidad financiera”, en el entendido de
que ni la regulación, ni los mercados completos y perfectos pueden asegurar la estabilidad
financiera inherente, de hecho, pueden ser una causa de inestabilidad.
Así, la explicación de Minsky no es la de burbujas racionales o manías especulativas, sino
que se trata de la naturaleza de los períodos de expectativas realizadas que inducen a los
individuos a ajustar sus propias defensas contra la posibilidad de la no realización de la
transacción en el tiempo. La regulación sólo puede servir para que la fragilidad financiera
no devenga en inestabilidad financiera, o sea en una crisis35.
Desde el punto de vista del análisis de las crisis bancarias, estas pueden definirse desde
diferentes criterios:
34 Keynes, JM. (1926). El Final del Laisses Faire. 12. p. 35 Wierzba, G; Pino, E; Kupelian R; López, R. 2008. La regulación financiera. Basilea II. La crisis y los desafíos para un cambio de paradigma. 15. p.
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Para Von Hagen y Ho es una situación en la que las dudas sobre la solvencia del
sistema bancario conducen a una retirada masiva de depósitos o al requerimiento de
un gran apoyo de liquidez a las autoridades monetarias o a un fuerte aumento de los
tipos de interés o a una combinación de todos ellos.
Demirgüç-Kunt y Detragiache la identifican como una situación que combina: la
ratio de activos morosos respecto al total de activos del sistema bancario mayor al
10%, el costo de las operaciones del rescate del sistema bancario que supera el 2%
del PIB, los problemas del sector bancario que resultan en una nacionalización a
gran escala de los bancos, se observan retiradas masivas de depósitos bancarios o
medidas de emergencia tendentes a congelarlos, la autoridad monetaria que permite
cierres prolongados de los bancos para impedir la retirada de depósitos o el
gobierno que promulga garantías generalizadas de los depósitos bancarios.
Para Caprio y Kingebiel una crisis bancaria se manifiesta en los casos en que los
activos del sistema bancario prácticamente se agotan, los préstamos morosos se
sitúan entre el 15 y el 20% del total de los préstamos bancarios y el costo de
resolver estos problemas se sitúa entre el 3 y el 5% del PIB.
Para Kaminsky y Reinhart una crisis bancaria se identifica a través de la existencia
de pánicos bancarios que obligan al cierre, fusión o absorción por parte del sector
público de una o más instituciones financieras.
Todas estas definiciones tienen en común la retirada masiva de depósitos bancarios que
causan la crisis y el rescate que el sector público tiene que efectuar a estas instituciones
financieras para evitar cierres o pérdidas mayores36.
En el cuerpo de la teoría económica convencional, especialmente en autores
postkeynesianos, se han desarrollado tres modelos de crisis financieras. Todos ellos, como
se verá, comparten la condición metodológica de ser altamente descriptivos y superficiales
en el análisis.
Modelo de Primera Generación. Está asociado a la figura de Paul Krugman. Este
modelo busca explicar las crisis financieras como resultado de un déficit fiscal
insostenible en una economía, que es financiado por señoreaje del banco central.
Krugman estableció que una balanza de pagos con problemas, definidos éstos como el
momento en el cual el país está perdiendo gradualmente sus reservas, se convierte en
una crisis de balanza de pagos debido a que los especuladores perciben que las reservas
36 Moreno, E. 2005. Crisis Financieras: Antecedentes teóricos y su relación con las crisis bancarias. www.eumed.net. 3 – 4. p.
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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internacionales se acabarán y el gobierno no será capaz de mantener el tipo de cambio,
al mismo tiempo la expansión del crédito interno se traduce en un aumento del precio
relativo de los bienes no comerciables internacionalmente37.
Estos modelos de primera generación en general se definen como aquellos que
explican las crisis de balanza de pagos por una incompatibilidad entre la política
cambiaria de un gobierno y sus políticas fiscal y monetaria38.
Modelos de segunda generación. Según estos modelos, lo que hace que la crisis ocurra
es la creencia de que ocurrirá, por lo tanto las expectativas que ex-ante son
injustificadas, son validadas ex-post. Estos modelos incluyen la existencia de equilibrios
múltiples debido a que el mercado actúa en base a las expectativas. El énfasis se pone
especialmente en las reacciones del gobierno ante los cambios que se producen en el
comportamiento del sector privado, que pueden dar lugar a inconsistencias en las
políticas de fijación del tipo de cambio. Así, mientras que los modelos de primera
generación se basan en que los fundamentos económicos son los que empujan a la
economía a una crisis, los modelos de segunda generación defienden que son las
expectativas que tienen los agentes económicos sobre cómo evolucionarán las variables
macroeconómicas las que provocan una crisis financiera que podría haber sido
evitada39.
Modelos de tercera generación. Esta nueva aproximación teórica caracterizada por un
fuerte componente de profecías autocumplidas se combina con algunos fallos de
mercado como información asimétrica, problemas de riesgo moral y de selección
adversa, que producen distorsiones en las decisiones de mercado40.
Como puede apreciarse, la teoría económica convencional no ha logrado crear un cuerpo
teórico que permita en verdad explicar plenamente, y menos aún predecir, el momento e
intensidad en que ocurrirá una crisis financiera en el sistema. De hecho, cada uno de estos
modelos han tratado de explicar situaciones reales ocurridas, y sistemáticamente sus
concepciones son superadas en la realidad por nuevas manifestaciones de crisis financieras
y bancarias.
37 Tomado de: Moreno, E. 2005. Crisis Financieras: Antecedentes teóricos y su relación con las crisis bancarias. www.eumed.net. 11 p. 38 Marolova, A. 2012. La crisis financiera actual. Su rol en el proceso de ajuste del Modelo Global Especulativo Financiero. 6. p. 39 Íbidem, 7. p. 40 Moreno, E. 2005. Crisis Financieras: Antecedentes teóricos y su relación con las crisis bancarias. www.eumed.net. 12.p.
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b. La teoría económica crítica.
Nos interesa en este punto desarrollar algunos elementos teóricos y metodológicos básicos
para el análisis de las crisis financieras desde la perspectiva de la economía política marxista.
Para ello primero repasamos algunos conceptos y categorías esenciales en este tema. En un
segundo momento, terminamos este apartado realizando una revisión de las varias
interpretaciones de la naturaleza de la actual crisis que se hacen desde el denominado
pensamiento económico crítico o heterodoxo.
Obviamente, Marx no vive una época signada por el auge descomunal de la actividad
financiera especulativa como la que actualmente vive el capitalismo. En su época incluso,
las crisis asociadas a lo que hoy podemos manejar como sector financiero, eran entendidas
por él más bien como crisis monetarias o crisis de dinero, generalmente subordinadas a la
lógica de las crisis industriales. Sin embargo, en su teoría económica aparecen tratamientos
imprescindibles para realizar cualquier análisis científico de estos fenómenos del modo de
producción capitalista en la actualidad.
Así aparece su estudio del comportamiento a largo plazo de la cuota de ganancia en
capitalismo, para él sujeto a una ley de tendencia decreciente, y que en el capitalismo
contemporáneo ha demostrado tener una correlación fundamental con el proceso de
acumulación del capital, tanto es su variante de acumulación productiva como acumulación
estrictamente financiera, sus análisis sobre el capital financiero41 como elemento
diferenciado, aunque en función, del ciclo del capital industrial, sus análisis sobre el capital
a interés y su relación con el crédito como elemento esencial en el funcionamiento del
capitalismo y especialmente su categoría de capital ficticio42.
Tratando de avanzar en una definición lo más exacta posible, por capital ficticio Marx tenía
en mente el capital compuesto por los distintos títulos de valor que se cotizaban en el
41 Cuando Marx utiliza el término "capitalista financiero" se refiere a los banqueros de negocios y otros "caballeros de las finanzas" que viven de operaciones que tienen como escenario la esfera financiera, en donde opera el "ciclo corto" de valorización del capital. El "ciclo corto" es aquel en que "nos encontramos con D-D’, dinero que engendra más dinero, valor que se valoriza a sí mismo, sin el proceso intermedio entre ambos extremos”. Chesnay, F. 1999. Actualizar la noción de imperialismo para comprender la crisis en curso. 78. p.
42 Estos desarrollos teóricos se encuentran en: Marx, C. 1973. El Capital, Tomo III, Sección Tercera, Sección Cuarta y Sección Quinta. (NA).
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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mercado financiero de su época. Entre estos destacan las letras de cambio, las acciones y
los títulos de deudas públicas.
¿Por qué estos elementos constituye capital ficticio? En general porque detrás de ellos no
existe ninguna sustancia real y porque no contribuyen en nada para la producción o la
circulación de la riqueza, por lo menos en el sentido de que no financia ni el capital
productivo, ni el comercial43.
Específicamente, los títulos de deuda pública y de acciones constituyen capital ficticio
debido a los siguientes elementos:
Los títulos de Deuda Pública porque:
1. Este capital nunca se invierte (no se gasta) como capital, se usa para cubrir una
deuda del Estado, hoy diríamos para financiar el déficit presupuestario del Estado
sin monetizarlo.
2. Este capital solo cubre un gasto pretérito, un gasto en el cual incurrió el gobierno y
por tanto es un capital que no mantendrá ni acrecentará su valor con arreglo a las
fases reproductivas del capital industrial.
3. El interés que devengan los acreedores del Estado es una participación en los
impuestos del Estado.
Las acciones porque:
1. Este capital sobrevive después de ser gastado productivamente, no solo en el
producto final como D + ΔD, sino en la venta de los títulos como un valor
capitalizable, esta segunda aparición del valor – capital en los mercados secundarios,
es decir, en la Bolsa, es una especie de reflejo distorsionado del valor – capital
primitivamente invertido y es una ilusión de papel.
2. Derivado de lo anterior, las acciones tienen un valor comercial ficticio, es
puramente ilusorio el valor capital de este título. El valor comercial de estos títulos
es en parte especulativo, puesto que no depende solamente de los ingresos reales,
sino de los ingresos esperados, calculados de antemano”44.
Según Ulises Pacheco “la especulación es un atributo del capital ficticio, su propiedad
esencial, sin la cual no puede ser concebido ni explicado como un órgano de la sociedad
43 Carcanholo, R y Sabadini, M. 2008. Capital ficticio y ganancias ficticias. 2. p.
44 Pacheco, U. 2006. El capital ficticio como categoría económica de El Capital de Carlos Marx. Revista Economía y Desarrollo. Universidad de La Habana. Número 2, Volumen 140, pp. 28 -30.
Referentes teóricos para el análisis de las crisis económicas del capitalismo. DrC. Pax. Yoandris Sierra Lara /Lic. Hermes Jiménez Medina.
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burguesa; la capitalización produce beneficios o pérdidas a los prestamistas, al indicar la
variación de los precios de mercado de los títulos, estas variaciones son resultados del
movimiento de las tasas de interés y de la cuota de ganancia. A su vez, el comportamiento
inestable de las tasas de interés, su diferencial en el tiempo, provoca variaciones en el valor
– capital de los títulos”45.
Por su parte, R. Carcanholo avanza en el análisis de las categorías capital ficticio y ganancia
ficticia. Para este autor “el capital ficticio es a la vez ficticio y real, según la dimensión
observada. Además, se debe concluir que ese tipo de capital exige remuneración y nada
contribuye, a diferencia del capital a interés, para la producción del excedente económico,
para la extracción de la plusvalía. Así, el capital ficticio es parasitario”46.
Distingue, y es algo propio de su concepción que nos parece bastante apropiado para
entender la naturaleza más exacta de esta categoría, el capital ficticio en tipo I y tipo II.
Sería capital ficticio de tipo I el capital ficticio constituido por acciones con valor igual al
del patrimonio real de empresas productivas, así como los títulos de deuda pública
emitidos para financiar inversiones reales, tales como carretera, puertos, puentes, túneles,
ferrocarriles, edificios, etc. Sería capital ficticio de tipo II, toda valorización especulativa de
activos reales o mobiliarios, así como todo incremento de la deuda pública en razón de
gastos improductivos o gastos corrientes o de transferencias47.
Más allá de que se coincida o no con estas clasificaciones de Carcanholo, estas permiten al
menos establecer que el capital ficticio existe con solo existir las acciones y los títulos de
deuda pública, toda vez que constituyen una especie de duplicado o reflejo de la riqueza
real, pero que este capital ficticio puede expandirse aún más allá virtualmente de forma
ilimitada por vía de la especulación con estos activos en los mercados financieros.
Obviamente, lo que constituye hoy la gran problemática es lo que él llama capital ficticio de
tipo II.
Carcanholo también introduce el concepto de “ganancia ficticia”. En esencia, esta es el
resultado de la diferencia del precio de mercado que llega a alcanzar un activo financiero –
y que se vende a dicho precio -y el valor real que este activo representa originalmente. Por
supuesto que esta diferencia es fruto de la especulación.
45 Íbidem, 31.p.
46 Carcanholo, R. 2008. Aspectos teóricos de la crisis capitalista. 6. p.
47 Carcanholo, R y Sabadini, M. 2008. Capital ficticio y ganancias ficticias. 4 – 5. pp.
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¿Qué características presentan las ganancias ficticias, según Carcanholo? Hay una
característica básica: ellas constituyen ganancias verdaderas, reales, tan reales como
cualesquiera otras, del punto de vista del acto individual y aislado. Y eso queda muy claro si
tenemos en cuenta que, con la cantidad de dinero correspondiente a esas ganancias, puedo
obviamente comprar cualquier cosa. El punto de vista del mercado, el que permite observar
un individuo aislado o un acto mercantil aislado, es fundamental en ese aspecto: en esas
condiciones, las ganancias ficticias son reales y no se distinguen de cualquier otro tipo de
ganancia. Desde el punto de vista de la totalidad, de la sociedad como un todo, ¿esas
ganancias son reales? ¿Tienen sustancia derivada de la acción productiva del trabajo?
¿Tienen, por detrás, la plusvalía (o excedente-valor producido por trabajadores no
salariales) que le confiera realidad sustantiva? La respuesta es negativa; esas ganancias son
puro humo. De la misma manera que aparecieron como por arte de magia, de la noche a la
mañana, pueden desaparecer a cualquier momento, en razón de oscilaciones especulativas
de los valores de los activos48.
Por lo que podemos apreciar, las categorías de capital ficticio, especulación financiera y
ganancia ficticia resultan imprescindibles para entender la realidad del sistema capitalista en
su fase monopolista, pero más específicamente en su etapa trasnacional actual donde la
actividad especulativa financiera se ha convertido de hecho en la principal fuente de
ganancias para el gran capital, generando con cierta regularidad a partir de los años ochenta
del siglo pasado episodios cada vez más complejos y amplios de crisis financieras, las que
pueden llegar a disiparse en el marco propio de los mercados financieros, pero que
también, como en la actual crisis, puede traspasar este marco y convertirse en crisis del
aparato productivo.
Para terminar este ensayo queremos hacer una breve exploración por algunas de las
posiciones de importantes teóricos marxistas contemporáneos en sus interpretaciones
sobre la naturaleza de la actual crisis económico – financiera, y mencionar algunos de los
elementos que nos parecen indican la vigencia del análisis del propio Marx sobre las crisis
en el capitalismo tomando como caso de análisis la actual crisis mundial.
Según Francois Chesnays la acumulación de capitales que buscan valorizarse como capital-
dinero a interés y el crecimiento y complejidad cada vez mayor de los mercados financieros
conllevan crisis multiformes propias de la finanza. El lugar ocupado por lo que
frecuentemente se denomina el “capital financiero” torna prácticamente seguro que las
48 Carcanholo, R y Sabadini, M. 2008. Capital ficticio y ganancias ficticias. 9. p.
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primeras fases de cualquier eventual crisis de superproducción pasarán por los mercados
financieros y la acumulación de préstamos y deudas.
La frecuencia de las crisis financieras obedece a la incapacidad de los sistemas financieros
de autorregularse. A medida que avanzan las bonanzas financieras tiende a aumentar la
confianza, lo cual conduce a que los agentes financieros tomen posiciones cada vez más
riesgosas, aumentando el nivel de endeudamiento, al mismo tiempo en que crecen los
precios de los activos hasta que se pierde la confianza. La bonanza termina luego con un
nivel de endeudamiento excesivo y escasa capitalización de las entidades financieras, lo que
siembra la semilla de las quiebras tanto de los deudores como de los intermediarios
financieros49.
También realiza este autor un diagnóstico más específico de la actual crisis. Como se verá
hace alusión a su concepto de régimen de acumulación de dominio financiero, el cual según
él ha dominado el capitalismo mundial a partir de los años 70 del siglo XX. “Respecto a la
crisis en curso, mi posición es la siguiente. Claramente hemos tenido que enfrentarnos a
una crisis de gran importancia. Al mismo tiempo a la crisis de un régimen de acumulación
de dominancia financiera y de condiciones históricas transitorias que aseguraron a los
Estados Unidos una hegemonía sin reparto. La crisis tiene como sustrato una elevada
sobreacumulación del capital y una fuerte sobreproducción. El unificado nivel de análisis
realmente pertinente es mundial50.
Para Arturo Guillén por su parte, la presente crisis es una crisis de deuda – deflación. “La
crisis inmobiliaria es una crisis de deuda-deflación del tipo Fisher-Minsky, como lo fueron
la gran depresión de los treintas, la crisis japonesa de los noventa o la crisis del Nasdaq en
2001, y como lo han sido todas las grandes crisis financieras del capitalismo.
Esta crisis sucede después de un periodo largo de expansión que comienza en los años
noventa financiado con deuda. Representa el desinflamiento de una burbuja (la
inmobiliaria), que vino ocupar el lugar dejado por la burbuja anterior de la “nueva
economía”.
(…)
49 Alarco, G. 2010. Crisis financiera internacional y patrón de crecimiento de una economía mediana y dependiente: el caso del Perú. Revista Convergencia, vol. 17, núm. 54, septiembre-diciembre. 135-159. pp. 50 Chesnais, F. 2009. Un año después del crack bancario y financiero. Revista Polis.
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La crisis inmobiliaria representa el colapso de la bursatilización y en un sentido más amplio,
de un régimen de acumulación dominado por las finanzas. La pirámide de bonos y de
derivados construido alrededor de las hipotecas, se ha derrumbado estrepitosamente. La
insolvencia en el segmento de las hipotecas subprime fue solamente el iceberg de una crisis
más profunda. Se trataba tan sólo del eslabón más débil de la cadena financiera”51.
Carcanholo por su parte asocia la tendencia decreciente de la cuota de ganancia con el auge
de la especulación financiera. “Por todo eso, nuestra conclusión es de que la crisis
económica estructural del sistema tiene como trasfondo la tendencia a la baja de la tasa de
ganancia y que la fase especulativa del capitalismo que vivimos es el intento del capital de
darle una respuesta. Dicha respuesta es el dominio del capital parasitario, el incremento a
niveles sorprendentes de la explotación y el mantenimiento de magnitudes elevadas y
crecientes de ganancias ficticias.52
Queremos establecer el hecho de que aun cuando con el despliegue del capitalismo
monopolista y el auge del mundo financiero han llevado a un aparente divorcio y
autonomía de la órbita financiera de la esfera productiva, el sistema capitalista debe seguir
enfocándose en términos de unidad dialéctica y material entre producción – circulación,
donde las condiciones, leyes, contradicciones y tendencias de la producción (en el
entendido de producción social), condicionan, determinan, caracterizan y limitan la
estructura y funcionamiento de la circulación, incluyendo de la circulación monetaria y
financiera tan extendida como la actual. De aquí podemos deducir, que la causa última de
las crisis económicas en el capitalismo, incluyendo las de índole financiera, impacten o no
en la producción, deben buscarse en los fundamentos mismos del modo de producción
capitalista.
Finalmente, queremos exponer los puntos que, en nuestra consideración, muestran la
vigencia actual del pensamiento de Carlos Marx en el análisis y comprensión de los
fenómenos de crisis en el capitalismo.
La crisis aparece como una fase recurrente en el ciclo de funcionamiento de la
economía capitalista. (Ciertamente, han existido crisis en todos estos años: 1825,
1836, 1847, 1857, 1866, 1873, 1882, 1890, 1900, 1907, 1920, 1929. 1973-1974,
1978-1982, 1989, 2001, 2008).
51 Guillén, A. 2010. La crisis global y la recesión mundial. 9 – 14. pp. 52 Carcanholo, R. 2008. Aspectos teóricos de la crisis capitalista. 9. p.
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Las condiciones de un gran auge preparan el terreno para una profunda crisis. (Esto
se ha hecho muy válido en el caso de las modernas crisis financieras, surgidas a
partir de períodos de auge en la actividad bursátil, algo que ha dado en llamarse
también “burbujas financieras”. En el propio campo de la teoría y política
macroeconómica burguesa esto se toma en cuenta. De hecho las políticas
monetarias y fiscales se aplican buscando ralentizar la economía para evitar un auge
demasiado agresivo que culmine en una crisis. El propio Keynes era consciente de
esto).
Las condiciones reales de la reproducción del capital determinan sobre los
elementos de la circulación del capital, aun cuando a corto plazo puede mostrase de
forma invertida. (Las crisis financieras que no traspasan el ámbito de lo monetario –
financiero – crediticio, parecen dar la imagen de cierta autonomía de la circulación
por sobre la producción, no obstante, analíticamente siempre pueden encontrarse
las determinantes de las crisis financieras en las condiciones de producción. Por
demás, cuando la crisis financiera se extiende y llega a impactar la economía real, la
recuperación de la economía como un todo pasa a depender más de los cambios
estructurales de la producción que de los ajustes de los mercados financieros. En
cierto sentido esto señala al principio básico de la economía marxista de que la
producción determina sobre la circulación).
El capital fluye donde genera más ganancias, no donde genere más valores de usos.
(Acá esto atraviesa la ley económica fundamental misma del sistema, dígase la
generación de la plusvalía. Hoy algunos datos muestran que la economía virtual, la
que genera riqueza abstracta sin crear riqueza concreta o valores de uso, alcanza un
volumen de 600 billones de usd, frente a la economía real que genera 60 billones
de usd, es decir, sólo el 10%).
Existe una relación orgánica entre tasa de ganancia y acumulación del capital.
(Desde 1973 los ritmos de crecimiento del PIB mundial caen, debido a la caída en
la tasa de ganancia. La respuesta del capital trasnacional a esto ha sido el auge de la
especulación financiera como vía para su valorización).
El fundamental papel del crédito en la economía capitalista. Palanca y freno de la
acumulación. (La actual crisis como crisis de deuda, debilidad del crédito privado,
etc).
El despliegue del capital ficticio y sus efectos sobre la economía real. (especulación
financiera).
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La reposición masiva del capital fijo como base material del carácter cíclico del
proceso económico capitalista. (inversiones en infraestructuras, tecnologías,
enfoque neoschumpeteriano)
La destrucción masiva de fuerzas productivas desatadas por la crisis y el
estancamiento capitalista. (Desempleo, pinchazos en las burbujas financieras,
guerras, etc).
La estrechez de los mercados como causa más superficial de las crisis de
superproducción y la desocupación. (Políticas keynesianas de incremento de la
demanda agregada, fomento del Gasto Público, fortalecimiento de la clase media
en EUA).
La crisis resuelve la crisis.
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