Presente eterno y dolor La tematización unamuniana de la ...

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Presente eterno y dolor La tematización unamuniana de la estructura temporal de la existencia y el problema de la intersubjetividad 1 El propósito de este artículo es desarrollar, introduciendo alguna que otra modificación, ciertos temas sobre los que un trabajo anterior mio acerca de la ontología de Miguel de Unamuno 1 no profundizó lo suficiente. Tales modifi- caciones, si bien no afectan a la tesis fundamental entonces defendida, determinan una comprensión más profunda de la concreción del proyecto ontológico unamuniano, fundamentalmente por lo que se refiere a la descripción de la estructura temporal de la existencia finita y a la relación entre esta estructura y la «génesis» de la conciencia a partir del dolor compartido. No llegué entonces a ver con la claridad necesaria qué íntima conexión guardan ambas cosas. Este trabajo tiene, pues, la intención de poner de manifiesto la íntima vinculación de ambos problemas y definir el equivoco lugar que ocupa Dios en este marco. En mi articulo anterior defendí que Unamuno intentó expresamente en Del sentimiento trágico de la vida elaborar una filosofía que, reaccionando contra el hegelianismo, diera razón de la densidad ontológica insuprimible de lo finito, y lo hiciera a partir de ella misma, más allá de cualesquiera astucias de la Razón. La subjetividad finita no puede ser concebida como meramente un abstracto sin sentido propio, que sólo en tanto que momento del desarrollo del Todo, sólo en tanto que negado y superado, adquiere concreción. Semejante forma de tematizar 1. «Unamuno: una ontología de la precariedad», Turia, nY 16, Teruel, febrero 1991, pp. 1 09- 119. Anales del Seminario deMetafísica, ¿‘¡«27-1 993. Editorial Complutense. Madrid

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Presenteeternoy dolor La tematizaciónunamunianade la estructuratemporalde la existencia

y elproblemade la intersubjetividad

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El propósitode esteartículoes desarrollar,introduciendoalgunaque otramodificación,ciertostemassobrelos queun trabajoanteriormio acercade laontologíade Miguel de Unamuno1no profundizó lo suficiente.Talesmodifi-caciones,si bien no afectan a la tesis fundamentalentoncesdefendida,sídeterminanuna comprensiónmás profunda de la concreción del proyectoontológicounamuniano,fundamentalmentepor lo queserefierealadescripcióndelaestructuratemporaldelaexistenciafinita y alarelaciónentreestaestructuray la«génesis»delaconcienciaapartirdel dolorcompartido.Nolleguéentoncesa vercon la claridadnecesariaquéíntimaconexiónguardanambascosas.Estetrabajotiene,pues,la intencióndeponerde manifiestola íntimavinculacióndeambosproblemasy definir el equivocolugarqueocupaDiosen estemarco.

En mi articuloanteriordefendíqueUnamunointentóexpresamenteenDelsentimientotrágicodela vida elaborarunafilosofíaque,reaccionandocontraelhegelianismo,dierarazóndela densidadontológicainsuprimibledelo finito, ylo hicieraapartir deella misma,másalláde cualesquieraastuciasde la Razón.La subjetividadfinita no puedeserconcebidacomomeramenteun abstractosinsentidopropio,quesólo en tantoquemomentodeldesarrollodelTodo,sólo entantoquenegadoy superado,adquiereconcreción.Semejanteformadetematizar

1. «Unamuno:unaontologíade la precariedad»,Turia, nY 16, Teruel,febrero1991,pp. 1 09-119.

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lo finito sería,precisamente,laqueharía«abstracción»deloquedepeculiarésteposee,la queignoraríala «dificultad del existente»2.

El problema,heredadode Kierkegaardy la izquierdahegeliana,no es tantomostrarla identidadfinal entreel símismoy el serabsoluto,cuantoexplicar lapropia «síntesisde finitud e infinitud» quees laexistenciasingular.El enigmafundamentalno es,por consiguiente,«la reconciliaciónfinal en el concepto»,sino el movimiento mismo que a ésta lleva: la mediaciónque, como decíaKierkegaarden Temor y temblor, explica todo pero no ha sido ella mismaexplicada,y que, entendidacomo movimiento inmanenteen el senode unadialécticacuantitativa,enel senodela lógica,sólopuedeserun falsomovimiento.No se trataaquí,y no se puedetratar,de la dialécticadel concepto,sino de la

dialécticade la existenciamisma:unadialéctica«cualitativa»-.

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En estecontexto,Unamunopartedel análisisy ladescripcióndel fenómenoen queoriginalmentesedaesepropioserfinito asímismo,en quese constituyela existencia:el dolor. Pero,antesde abordardirectamenteel estudiode estefenómeno,quizáfueraútil unabrevereflexiónsobreelmotivo delaoriginariedadconla queapareceprivilegiado.

Defendí en el trabajo citado que Unamunoelaboróuna ontología, quecalifiquécomo«ontologíade laprecariedad»,quehacedelaexistenciapersonalfinita —entendidacomo proyecciónextático-temporalinfinita (radicalmenteinconclusa)apartirdeun núcleoinextáticodemismidad—elmododeserúnicoy propiodetodo lo querealmentees; «realmente»enun sentidoantirrealista,y,portanto,en unesquemaontológicoidealista—ydualista—aunquesaigeneris:está,porunalado,elmundodelascosas,delo quees (lo «aparencial»),en elquese incluyentodaslasrelacionessujeto-objeto;y, porotro,el delo queexisteo,mejor aún,el de quienexiste,el del sercuyo sentidoconsisteenobrar4.

2. «El lenguaje de la abstracciónno dejaaparecer,hablandocon propiedad,la dificultad dela existenciay del cxistcnte» (Kierkegaard:Post-scriptumauNmiettesphilosophiqucs.Trad.PaulPetit,Gallimard,París,1949, p. 203).

3. Kierkegaard:Le conceptdelangoisse.Trad. Kirnd Fcrlov y Jean-YGateau,Callimard,París, 1935,p. 170 (nota5). Unamunotambiéncuestionarála capacidadde la razónparaexplicarla realidaddelexistenteenlos mismostérminosqueKierkegaard,aduciendosu carácter«cuanti-tativo>’.

4. Unamuno:«Del sentimientotrágicodela vida»(STV),ObrasCompletas(prólogo,edicióny notaS,Manuel GarcíaBlanco,Vergara,Madrid. 1958),tomoXVI. cap. VII, p. 275. «¿Cuáleslarcalidadíntima, la realidadreal,larealidadcterna,la realidadpoéticao crcativade un hombre?

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El serintimo del hombre,suesencia,se describecomoaperturao éxtasis:la«enajenación»,en suma,enlaqueseconstituyeelmundodelascosas.Peroestemomentoextáticoirá acompañadosiempreporotro deinmanenciaradical—elmomentoinextáticomencionadoantes—,queharádelaexistenciaen lamismamedidaenajenaciónqueensimismamiento.La peculiaridaddeeste«idealismo»resideen queno se interpretanambosmomentosen el marcode las ontologíasclásicasde esta índole: la apertura,la transcendencia,no será interpretadaestrictamentecomounanegación,ni elmomentodeinmanenciacomounavueltasobresíquerespondaa lanegaciónde aquellanegación.Es necesariorecordarquelo queseestáintentandoes,sobretodo,evitar la identificaciónfinal entreelser y la nadaa la quetodo idealismo—llegandoa su apoteosisconHegel—conducía,a los ojos de Unamuno.Para eludir esta conclusión,él intentarádefenderque el ser o Absoluto mismo (en su caso, el «querer ser») estápersonalizado,esconcretoy finito comotal: no essólo lapuraformadeun quererserinfinito, sinotambiénun «serse»queposeeciertocontenidoesencial.Odichoenotrostérminosqueresultanequivalentesenestecaso:elmovimientoporelqueseconcretaelAbsolutono es lanegación,sino laafirmación.

La tesismásfuertees,quizá,la de quesólo si se entiendela distensiónquees la existenciacomo aperturaa un horizontepersonal,podrá entenderseelcontenidode esequerercomouncarácterontológico.La oposición,portanto,enquese sostendrásu revelación,no podráserlaqueexisteentresujetoy objeto,pensary ser,o yo y no-yo,sinoque,enúltimo término,habrádeposeerla forma«yo-yo»: la de unainadecuaciónabsolutaconuno mismo—en la que los dostérminos de la oposición son igual de positivos-quesólo puede fundar suexistencia,comointentaréexplicaren estearticulo, en un fenómenocomo eldolor, porquesólo en este tipo de experienciaafectivase le oponeal yo unaafirmacióntan radicalcomoél mismo: el otro.

En virtud del carácter«afirmativo»conelqueaparecedotadaesta«contra-dicción íntima»,no sólohabráqueafirmarla imposiblesuperacióno disoluciónsintéticade lamisma5,sino quehabrá,también,queconcretarlamaneraen que

(.4Este,el queuno quiereser,esenél, ensuseno,el creador,y esel realde verdad.(...) FI hombremasreal,realis,másres, máscosa,esdecir,máscausa—sóloexistelo queobra—,esel quequiereseroelquequierenoser,eí creador.Sóloqueestehombrequepodríamosllamar,al modokantiano,nouménico,estehombrevolitivo eideal—deidea-voluntadofuerza—tienequevivir enunmundofenoménico,aparencial,racional,en el mundo delos llamadosrealistas...»(Tresnovelasejem-piaresy un prólogo, Espasa-Calpe,Madrid, 1977’<,Pp. 15-16y 1.9).

5. Estaconsecuencia,queno esotraquela sustituciónde la dialéctica«sintética»idealistaporotra «agónica»(cfr. Padilla,op. ch., p. 11.6), serála queUnamunoaduzcacomojustificacióndesu método.

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ha de entendersequeconstituyenlaexistencialos dos momentosmencionados(el de extrañamientoradical con caracteresde proyeccióntemporal,y el decontracción,apropiacióno comprensiónpeculiares),afirmandolo siguiente:lacontradicciónque,de maneravaga,se presentababajo la fórmula«yo-yo», sepuedey sehadeprecisarexpresándosecomolaqueexisteentreel yo o, másbien,losyospluralesquese constituyennarrativamente—enun hacerseextáticoqueseespejaen los otros—,y el yo íntimo, «desconocidoeinconocible»6,perores-ponsabledelaunidadúltima demi vida,quesesitúaenelquehellamado«núcleoinextático»del devenirtemporalnarrativo.Estaoposiciónharáquela tempora-lidad, determinadapor estedevenir en que se constituye la existencia,estécruzadade continuopor un momentode discontinuidadradical—sunúcleodeinextaticidad—;momentoqueserádescritoporUnamunocomotranscendiendohaciadentrodichatemporalidad,alavez queenvolviéndola:siendoaun tiemposu fondoy su forma última.

En estatrascendenciahacia dentrode la temporalidadextáticase sitúala«esencia»de laexistencia,ésaqueUnamunollama «anhelode inmortalidad»o«voluntaddeser».Talesencia,entendidaenun sentidopropiamenteverbal,estoes,como motor de la temporalidaden quese expresa,debeconsiderarse,portanto,dotadade un ciertocontenido,pueses,enúltima instancia,la responsableno sólodelaaperturaextática,sinotambiénde launificacióndel éxtasistemporalen torno alnúcleoquela«atraviesay envuelve».En otraspalabras,se descubreno comoun «querero poderser»,sinocomoun «quieroser»—cuyopresupuestoseráun «quieresser»tanoriginariocomoél—queconfigurarálaexistenciacomolasíntesisagónica—esdecir,sinreconciliaciónposible—definitud einfinitud,de tiempo y eternidad—pueséstaserá,comoiremosviendo, lo que«atraviesay envuelve»el tiempo—, que el pensamientoabstracto,consus nocionesdeinfinitud y eternidad,no puedesino ignorar.

Esta«síntesisagónica»—Que,quizáprecisamentepor sercasi unacontra-dicción en los términos,es la expresiónque mejordesignael serque aquísedescribe—es la razón última de que las existenciasfinitas no seanmerasparticularidadeso se distinganentresí sólo numéricamente,de queno poseansólo esa mera individuación espacio-temporalque bien puede considerarseabstractaen sentidohegeliano,sinoqueesténradicalmenteindividuadasenotrosentido,personalizadasgraciasalassíntesismencionadas,al sentidoqueen estatensióntienenlos términosinfinitud o eternidad.

Tal individuación radicales el datodescriptivoa partir del cual Hegel es

6. «intra-hombre»lo denominaUnamunoen Cómosehaceuna novela(etc.,tomoX, PP.907-908)confirmandola queseráunadelasconclusionesdeestetrabajo.

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inaceptableparaestosautores,paraKierkegaardy también,sobretodo, paraUnamuno;y éstees el datodescriptivoqueno se nos ofreceen el ámbitode lareflexión,de lacontradicciónabstractaentresery pensar,sinoen unaexperien-cia, en el casode Unamuno,muypeculiar,queaúnsubrayamáslaprecariedadconstitutivadel seral introduciren la tensiónquenosconstituyeunareferenciainsuprimibleal otro yo: el dolor-amor.

Si antesdecíamosqueelmarcoontológicoera,aunqueenun sentidopeculiar,idealista,probablementetengamosqueconcluir al final de estetrabajoquelaexistenciapersonal finita que ocupa el lugar ontológico de la subjetividadabsolutaidealista(o de laRazónhegeliana)estárevestidaconelcarácterdeserun «Nosotros»—entendidoen su sentidomásestricto,estoes,no comoun «co-lectivo» en quesedisuelvenlosmiembros,sinocomounapluralidadpersonal.

Estainsuperableausenciade autoidentidadenelquepodríamosdenominar«primerprincipio»,ademásde destacarunavez máslaprecariedadontológicacaracterísticadel pensamientode Unamuno,determinaque el proyectode laexistencianopuedasertampocolaconsecucióndeaquélla—laautoidentidad—y que la filosofía —cuyo desarrollo,en último extremo, se identifica coneseproyectomismo—hayade renunciara la sistematicidadconclusa.

Lo queahorapretendohacerno es tantoprofundizarenlaestructuraagónicade estacontradiccióníntima quese expresaoriginariamenteen el dolor comofenómenoen que se constituye la existenciamisma, cuantointentaraclarar(aunquesin olvidar nuncaque los términosde la tensiónsólo en ella tienensentidoy queno hay,portanto,síntesisalgunaqueseacapazdedisolverla)quésentidotienela«referenciaal otroyo» queen dichofenómeno—en laconstitu-ciónde laexistenciapersonal—seconfiguracomoun momentoesencial.Creoqueel modomásadecuadode abordarestatareaes engarzaresteproblemaconel análisisde la forma temporaldeesaconstituciónparaver enquémomentodeella (o «fuera»de ella)se localiza la presencianecesariadel otro personaly dequé modo ha de entenderseésta.

La claveenestepuntoesladiscontinuidad—loquehe llamado,dandotituloa estetrabajo,«presenteeterno»apesardelasmatizacionesqueestadenominaciónexige7—que,en Unamuno,atraviesael tiempode laconciencia.

7. Etcrnosignifica,propiamente,«intratemporal”.Es un presenteeternoactual en el seno,oenla profundidad,deltiempomismo,comosunúcleoinextático.Deberecordarseque,frenteaésta,«laeternidad,comoun eternopresente,sin recuerdoy sinesperanza,esla muerte»(STV, X, 381).Me permitoaquívolvera recordarlo queunaslíneasanteshe advertido—yquese siguede lainsuperabilidadsintéticadc la contradicciónontológicaúltima—: los términosopuestosde finitudcinfinitud, eternoy temporal,e, incluso, universaly particular,sólo tienensentidoen su tensión.en la cxistenciasingularconcreta.

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III

El dolor es,pues, la expresiónoriginaria de la tensiónen que se ha deconstituirnecesariamentela existenciaque respondea ese anheloinfinito definitud queessuesencia.Esmás,eldolor eselmomentoconstitutivomismodela concienciaen estesentido,en el de la existencia;puesnuestroserconsiste,precisamente,en «sentirsepor dentro» dolorosamente8.Pero estaconcienciaradical que se nos da en el dolor9, a diferenciade la corriente de la vida deconcienciay dela reflexión—queno puedetranscenderesteámbito’1>—,sedefineconreferenciaa otro símismo queel mío: «conciencia,conscientia,es cono-cimientoparticipado,esconsentimiento,y con-sentirescom-padecerW’.Sóloeneldolorse nosdanuestrosercomoun yo ensentidopropio;peroestoexigequeelotro se me dé comootro yo, otro símismo.¿Cómopodríaencontrarmea mímismocomoyo,si no fueradeclinableporelotroen el túde un nosotros?¿Quéseríalo quedistinguiríala individualidadabstractade la personalidadconcretay finita? Una referenciaa lo no yoico,al objeto,nos retrotraeríaa laconcienciaen el sentidodel ver o del percibir en queeseobjetose da. Perolo queaquíseintentademostrares quela concienciano es un infinitivo aconjugar,sinounverbo originariamenteconjugado.

El problemaquedeboanalizardetenidamentees cómopuedepensarseestanecesariacomunidaden el dolor quees la quedistingueéstedel meroAnstof3

idealista,paradespuéspoderdeterminarel lugarestructuralqueel dolor ocupaconrelación a la forma temporal querevistela existencia.La vinculación deambosproblemasesdevital importancia,además,porqueofrecesujustificación

8. STV, VII, 269.9. «Quienno hubieranuncasufrido, poco o mucho,no tendríaconcienciade sí” (STV, IX,

337).lO. «Hayquellegara la concienciaradical,aquela vidatengaconcienciade símismay no

sólo dc sus manifestaciones,a quesesientaasí misma,aqueseviva. (...) La vidavive perosinconciencia».EpistolarioInédito, volumen1. Carta12(1899),Espasa-Calpc,Madrid, l991,p.65.Ladiferenciaentrela concienciareflejay laconcienciaenestesentidoeslaqueexisteentreel sery la existencia(esencialmentetransitiva),entreunaintencionalidadteóricay otra(aunqueno sésiesunaexpresióndel todo adecuada)prácticao, quizá, volitivo-afectiva. esseno equivale aexlstere.Cogito,ergo5am,bien!,perooperior(oacasovolo)ergoexisto»(idem,volumenII. Carta300(1921), p. 109).

II. STV,Vti, 267.«Nadieseconoceasi mismosinoconoceal otro.Sóloatravésde los otrosseconoceunoasímismo.Porquelo de replegarseunoensimismo,comoun cartujoen la soledad,y vivir en perpetuoexamendeconcienciaesel modode olvidarsede si mismo,devaciarsedc símismo,de despegarsedelpropioser»(«PanyToros»,Monodiálogos,Espasa-Calpe,Madrid, l972,p. 165).

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última al presupuestosobreel quesesustentala tesisde queseelaboraenDelsentimientotrágicodela vida—entreotrosensayos—laontologíaquemuchosde losestudiososdelaobraunamuniana(Marías’2,porejemplo)nieganqueestéexplícitamenteelaborada,aunquela afirmenexigidaeimplícitamentedesarro-llada o ilustradaporsuproducciónestrictamenteliteraria.

Dichopresupuestoeraeldequelo singular,frentealoparticular,tienevalorde universalporquesólo él es eterno’3.La validezde estatesisdependía,comoya he comentado,no sólo de queel sero la esenciade la existenciatengaquedarse,comotal, enunaaperturafinita porprincipio,sinotambiéndequesepuedasostenersu esencialno-anonimato.Esto último presuponía,a su vez, unaalteridadpersonalontológicaoriginaria. Es ésta,precisamente,la que se nosofrece en el dolor: una concienciaradical —«reflejada»por el otro—— quetransciendelameravida de concienciahacia«dentro»,y queda, precisamenteporel tipo de experienciaen quese ofrece,laesencia—universaly singular—yo’4: al darmemi propiaesencia,me da,sin embargo,aquelloqueni termino,nipuedoterminardesersóloyo. En realidad,parecequelo quepropiamentesediceesqueestaesenciaes un «Nosotros».Denuevo,el otro aparececomoconstitu-yentede mi esenciaen un sentidomuy peculiar:tanconstituyentede ellacomotranscendentea ella(tan «yo» comoradicalmente«otro»).

La segundaparte del Sentimientotrágico, aquéllaen la quepropiamentecomienzalaexposiciónpositivadel esquemaontológicoúltimo sostenidoporelautor,seinicia, porello, conladescripcióny elanálisisdel fenómenodolorosoen tantoquealternativabásicaal cogito enla fijación de laevidenciaoriginariadesi. Aunquehayalgunostextosambiguosqueparecendescribirestefenómenocomola experienciaíntimaeincomunicableenqueserevelaelvivir mismoy enla que,másqueunareferenciao un accesodirectoal otro, se podríaleer, al finy al cabo,la disolucióndetodadiferenciaenla afirmaciónde un panteísmodelsufrimiento,el desarrollode ladescripciónirá alejándoseprogresivay definiti-vamentede estao cualquierotra forma de metafísicadel dolor semejantea laschopenhaueriana.A pesardequelaontologíade Unamunocompartaconestaúltima lasustitucióndel intelectualismodel cogitocomoevidenciaúltima porelserqueserevelaenlaafectividadinmediatadel «sufrir»,prontomarcaUnamuno

12. Marías,J.: MigueldeUnamuno,GustavoGili, Barcelona,19682.13. STV, 1, 138; III, 173; IV, 187; VI, 251-252.14. «... esdentro,no mecansaréderepetirlo,y no fueradondehemosdebuscaral Hombre;

en lasentrañasdelo local y circunscrito,lo universal;y enlasentrañasde lo temporaly pasajero,lo eterno»(op. ch.,volumen1,Carta15(1900),p. 72).«Fueradellugary deltiempoen quevivimostodo esabstracto;al Hombrehayquebuscarloencadaunodenosotros>’(idem, Carta31(1901),p. 99).

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ladiferenciafundamentalqueleseparadel alemán15y quedistanciaradicalmentelas correspondientesontologíasresultantes.

Unamunono dice sólo que el dolor, más que una consecuenciade laexistencia,seael modo de serde la existenciamisma, y, en estesentido,seacompartidaportodolo queexiste,sinoquesostieneconunafirmezaabsolutaqueel doloreselámbitode realidaden que«nosencontramos»—y, originariamente,enestaformadelaprimerapersonadel plural—.No setrata,portanto,desustituirel «pienso,luegoexisto»porun «sufro,luegoexisto»:amboscarecen,igualmen-te, detransitividady disuelvenenúltimotérminomi propiaindividualidad—unailusión que debeser negada—en un serimpersonale informe. Pero es estaconclusiónlaque,justamente,sepretendíaevitaratodacosta.La sustitucióndelcogito queUnamunoopera,estableceun másoriginario aún «sufrimos—sufrotu dolor—,luegoexistimos».El dolor,aundescubriendolanada(la vanidad)delapropiaexistencia,el sueño(o lapesadilla’6,si no fuéramoscapacesdesuperarel planteamientoschopenhaueriano)queel mundoy nosotrossomos,no remiteaun serúltimo quenoseayo, escondidou ocultotraso bajoeste«velodeMaya»,stnoquerevelatambiénla realidadúltima (laplenitud)delsueño——del yomismo—queno es sino el propiosoñarlo’7.

Enrealidad,ladiferenciafundamentalconSchopenhauerquelacríticacitadarevelay apartirde lacual es posiblesu superación,provienede queel dolor esen Unamunosólo unode losmomentosdel modode serafectivoquecaracterizaalaexistenciapersonalfinita. Estemodode serexige, asu vez, otromomento:

l8el amor

Anticipábamosal comienzode estearticuloque el dolor era el fenómenooriginarioen queseexpresabala existencia.Decíamosquesedefiendequeéstaconsisteenun movimientodeproyeccióny contracciónque,además,no carece,en absoluto,de «contenido».Lo que yo, pormi parte,sostenía,es queestosólo

15. «... su faltadesentidosocialehistórico,elno sentira la Humanidadcornounapersonatambién,aunquecolectiva,su egoísmo,enfin, le impidió sentiraDios, le impidió individualizary personalizarla Volauntadtotal y colectiva:la Voluntaddel Universo” (STV, Vii, 275).

l6. La «fatídicaprocesióndefantasmas,quevan de la nadaa la nada»(STV, 111, 17(1).17- Tengoqueestarcompletamentede acuerdoconJ.Maríascuandomatiza(op. cit., Pp.21

y ss.)quesueñoy ficción noseoponenenUnamunoavigilia o realidad,sinoquedesignaneí mododeserdeestarealidadpeculiarqueesla existencia:la temporalidadde suhacerse.Ladistancia,queMaríasseñala,aesterespecto,entreUnamunoy Calderón,no es,enet tondo,sino la queseparaal primero tambiénde Schopenhauer—no en baldeéstevio su propio sistema en la imagencalderonianadel mundoy la vida.

18. Dolor y amorson,pararecuperarunametáforaunamuniana,la sístoley la diástoledc laconcienciaradical.

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puededefendersesilo queen la aperturaproyectiva«aparece»no esunameranegaciónde sí (unobjeto),sino unaafirmación(otro yo). Pero,paraqueexistala diferenciaque hagatrascendentesentresi estasdos afirmaciones,que laspongaunafrentea laotra, laúltima ha de sernecesariamentela afirmación«deotro».Eseldolor,frenteala«representación»olapercepción,elúnicofenómenoque puedeexplicar que la existenciasea aperturade un horizonteen quenoaparecenoriginariamente«ob-jetos»,sino«prójimos»;pero,parapoderhacerlo,ha de recogerlosdos momentosquedefiníanlaconstitucióndelaexistencia(laproyeccióny lacontracción)en la forma «dolor-amor».

El misterio del amor y el del dolor son un mismo misterio 5jp~¿~~coi~: elmisterio de la personalidad,de la oscurasíntesisde finitud e infinitud queconstituyela «dificultad del existente»kierkegaardiano,el cual sólo en estemisteriosabedesi, estoes,~<sesiente»y «sees».Eseste~<serse»dolorosoelque,adiferenciadel mero«ser»,presuponelapresenciadel otro.Esta,lapresenciadelotro, es laqueel amordesigna.El elementoamorosootorgaa la síntesisqueseexpresaoriginalmenteen el dolor supeculiaralteridad:no podríadecirsequehubierapropiamentealter ego,si elamorno fueraun momentoinseparabledelpropiodolor; estoes,si fueracorrectoafirmar,comohaceSchopenhauer,queesuna«astuciadelaVoluntad»,algoderivadorespectoalaoriginariedaddel dolor,y no un datotan absolutocomoéstemismo.

Amor (com-pasión)—la revelacióndela infinitud— y dolor—la revelacióndela finitud— no deben,pues,entendersecomodos momentossucesivos,sino,másbien,comodosaspectosdelomismo—delarevelacióndel ser—,enlosqueno cabehablarde «anteso después»(de lamismamaneraqueno cabehablarenestostérminosdelacontraccióny laproyecciónqueamory dolor expresan).No

19. «Y Apolodorosientede noche,enla cama,comosisele hinchaseel cuerpotodo y fueracreciendoy ensanchándosey llenándolotodo,y,a la vez,quesele alejan loshorizontesdelalmay le hincheun ambienteinfinito. Empiezala Humanidada cantaren él; enlos abismosde suconciencia,suspretéritosabuelos,muertosya,canturreandulcestonadillasdecunaalos futurosnietos,nonalosaún.Revélaselela eternidaden elamor;el mundoadquiereasusojos sentido,hahalladosenderoelcorazónsintenerquegaloparacampotraviesa.FI ruidoempiezaaconvertirseleen melodía;medita,comprendiéndoloya, en aquellode los juicios sintéticosy de las formasapriori de Kant,sóloqueelúnicojuicio sintético“a priori”, el internoordenadordelcaosexterno,eselamor. Toca la substancialidaddelas cosas,su tangibilidad, porel tacto espiritual; leesyael mundodebulto,macizo,sólido,concontenidoreal.Estoeslo únicoqueno necesitademostrarse,quesedemuestraporsí;mejordicho,queno sedemuestra,queesindemostrable.Estono esteatro,diga lo quequieradon Fulgencio;ha entradoal escenarioaire de la infinitud, de la inmensarealidadmisteriosaquealteatroenvuelve,,~Aniorypedagogia,oc., tomo~ PP.521-522—lacursivaesmía—).Volveremossobreestetextoquecondensamuehosdelos principiosdelesquemaontológicounamuniano.

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se puedenegarque el dolor del otro, que deberíasermeroespectáculo,merarepresentación,es, sin embargo,sentidopor mí20. Puedeinclusoquehayaquedecircontodaradicalidadqueespropiamenteéste,eldolor del otro,el dolor quesesufre,y noun dolor propioe individual queno podríaserdescritosalvoen laforma de un mero «sentimientode limitación» al modo del Anstofl fichteano—o demerainsatisfacciónalamaneraschopenhaueriana—.Si,porel contrario,estalimitación seadecuaexactamentealoque«dolor» expresa,esporqueesundolorconunnúcleoamoroso,porqueseharealizadoya esaescisióno inadecuaciónesencialconuno mismo quesólo graciasal otro se efectúa.Si me descubro,dolorosamente,como un ser extrañoa mí mismo, si puedo en estesentidocompadecerme(amarme),esporquehedescubierto«previamente»mi ser,un sercomocl mio, en un extraño,en elotro.

Lo quesucedeen eldolor es algoasí comoquereconozcoen la finitud delotro, la mía; en sudolor, el mio2t; ocurrequeme encuentroa mí mismoen él—estoes, le encuentroa él en mí mismo—.La duplicación, la escisiónqueposibilitacl amor,no esprovocadaporeldolor, sinosupuestaporél, originaria.Sólo en estaalteridadoriginariainsuprimiblese revelael ser.

Sóloporqueeldolor esmásquemeralimitación——estoes,essentirel dolordel otro——, puededescribirsela concienciaqueel dolor mismoconstituye—laconcienciano refleja,sino radical—comoun «sentircon»22, comounaperso-nalidad,un quien:un yo que,adiferenciadel merosujetode actos,esdeclinablecomotú a partirdeesteotrodadooriginariamentecon él. Sólograciasa estonoes ese quererser,ese anheloque es la esenciade la existenciamisma,ni unaTathandlunganónimani una Voluntadciega, sino un «alguienquiere ser» o,quizámásestrictamente,un «queremosser».~<Nihilcognitumquinpraevolitum»,eseLematan repetidoporUnamuno,no significa,enestecaso,sinoqueno puedo

20. ¡Formasenchufadasunasen otras,formasdeformasy formasde estasformasen procesoinacabableesel mundode la ciencia,en quesebuscalo cuantitativode quebrotanlascualidades!Pcrosidentrode lasformassehallala cantidad,dentrodeéstahayunacualidad,lo intracuantitativo,el quiddivinum.(...) Lasformasquevemosfueratienenundentrocomole tenemosnosotros,y asícomorio sólo nosconocernos,sino quenos somos,cItasson. (...) Cuandooigo la quejade miprójimo,quepara elojoesuna/brmaenchufadoradeotras,sientodoloren misentrañasy atravésdelamonla revelacióndelser.Atravésdelamorllegamosalascosasconnuestroserpropio, noconla mentetan sólo, lashacemosprójimas («La tradicióneterna>’,Ensayos-,tomo 1, Publ¡-caclonesdc la ResidenciadeEstudiantes,Madrid, 1916,p. 34—la cursivaesmía—).

21. Y, sin embargo,como ya he anticipado y veremos inmediatamente,a la vez quedescubrimosnuestrafinitud en estesentiral otro,tambiéndescubrimosnuestrainfinitud, esdecir,accedernosa ííuestraeternidad.

22. Cfr. nota 11.

Presenteeternoydolar.. 147

descubriruna semejanzaa partir de la cual, analógicamente,atribuir a losemejanteamiun yo comoelmío si nolo he amadoantes23.Lo quesenos dice,de unamaneracategórica,esqueno hayyo en ningún sentidosi no hay tú.

Eldolor,el«tactoespiritual»porel quelaconciencia«aunantesdeconocersecomorazón,se siente,setoca,seesmásbiencomovoluntad»24,esla«huelladelotro»25,el «lazocomúnquenos une»2~, el que,frentea laconcienciareflexiva(puramemoria),nos ofrecela conciencia-voluntad,el espíritu27.

El encuentrodolorosocon la finitud propia y la del prójimo nos retrotraehastaeste«yo íntimo»,esteyo vivo que«esun yo queesen realidadun noso-tros»28;el cual,aundesarrollándosenarrativamente,vive en el«fondo»de estetranscurrirtemporal.La estructurade la temporalidaden queextáticamenteserevelalaexistencia,cruzada—comoveremos—porlaeternidadenel fondodelpresente—en sunúcleode inextaticidad—.,es laqueposibilitaesecontactoa-objetivo,eseencuentrodolorosoconel otroy conmigo mismoquequiebralarepresentacióny el tiempo29. Como veremos,la misma imagen de «mundosubterráneo»queUnamunoutiliza en el siguiente texto parareferirse a estecontactoíntimoconel otro, será laquedespuésutilice paradescribirel «lugar»de laeternidaden el tiempo:

«Sepuedesacaralgo—¿porquéno diríamos“aforarlo’?— adentrándolo.Porqueel mundotodo,y nuestrosprójimosyhermanosenélyconél, tantoco,nofreraestándentronuestroyaunmásdentroquefrera. Y elmejorcaminopara ir a lasentrañasdemiprójimoespor lasentrañasdemímismo.Quesomosamanerade castillosquese levantan,aisladosunosde otros, enmedio deldesierto,y hayde unos aotrossenderos,ademásdel anchocaminodel cielo quenos cubrea todosy por dondepodemosenviarnosunosaotrospalomasmensajeras;peroesossenderostropiezanluegoconfososy trincheras,y noesfácil forzarelpuentelevadizodelprójimo.Perohaytambiénbajo tierra, bajo la tierra comúnquenossustentaysostienea todos,comoel cielo quea todosnos cubre, galeríassoterrañaspor las quepodemos

23. STV, IX, 334y 337 (cfr. Padilla, op. ciÉ, p. 114).24. STV, VII, 272.25. STV, Vii, 266.26. STV, VII, 269.27. «... el espíritu, el elementosocial que, al relacionarnoscon los demás,nos hace

conscientes”.STV, Vtt, 279.28. STV, VItI, 301 —la cursivaesmta.29. Aunque tantocomoposibilitaestola eternidadlo posibilitael tiempo,puesde la misma

maneraqueno seriaposible este tipo de contactoinmediatoqueUnamunollama dolor si laexistenciafuerameramenteuna«duraciónreal”,tampocolo seriasi la existencianofueranecesariay esencialmentetemporal.Eternidad,vuelvoarepetir,esintratemporalidad,y estacontradicciónentretiempoy eternidadno essólo insuperable,sino tambiénlaquedasentido,contenidoreal,aambosconceptos.

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comunicarnoslos unoscon los otros. Y esmásfácil entraren lo más intimo delcastillo vecinoporunade esasminasquenoporel senderoaflor de tierray muchomasqueporel cielo. (...) Sobrenuestrosespíritusseatiendeun soloymismoDios,vastay azul, perobajo nuestrosespíritusseextiendeunsoloymismotenebrosoYo,un InmensocomúnYo queesunNosotros.Yesmásfácil llegara nuestrasprójimos-pordebajodetierra, por el Yo común,quepenetrarenellospor encimadelcielo,porDios»>)

A estopodríamosañadir,paraterminardeconfirmarqueeldolor seentiendecomocompartidoenun sentidoradical,que,cuandoesedolor seinterpretaenelplanomoralcomoculpa3’ respectoal anheloesencial,ala existencia,entendidacomodebery aunafinitud (desdeun puntodevistaóntico,másqueontológico32)pensabacomomal, seafirmaexplícitamentequelaculpaescolectiva33,o, mejordicho, tan colectivacomopersonal34.

Estaúltima matizaciónme dapie paranegarunaposibleinterpretacióndequiénseaelotroen mí mismo.CuandoUnamuno,hablandodejaredencióny laculpa, subrayaqueel hechode compartirla culpano diluye la culpapersonal,individual, en la total; esto es, no merma, sino más bien lo contrario, la

30. «Ensimísmate , Monodiálogos,op. cit., ¡t 23. —La cursivaesmía—.31. STV, XI, 254.Culpa tiene,en estecontexto,un sentidomuydiferenteal queposeeen la

teologíay la filosofíaderaícesprotestantes:esculpay redencióna un tiempo.FI dolorese’ signode unaculpadesconocida(«Soyculpable,lo sé,másno conozco!laculpa queme aflige y aquedebo/estecastigotuyo quebendigo!porsermi vida.!(..) Aceptoestedolorpormerecido,¡miculpareconozco,perodime,¡dime, Señor,Señordevida y muerte,¡¿cuáles mi culpa?¡ Sí,yopequé,Señor,te lo confieso,¡ culpabletu castigomerevela,¡ mi vida sin sufrir ya no esmi vida,¡mas...¿porquésufro?>’.«LahoradeDios”, enPoesíaCampAna,1 Alianza,Madrid, 1987,p. 120.Ch.también«Meditaciones>’—«Poesías(19O~)”—,PP. 128y ss.), peroson un dolory unaculpaqueno securansino conmásdolor—«másalío dolor’> (STV, Xl, 406)——yenciertosentido,másculpa—alserla culpa,laconcienciaquedeellasetiene,estambiénredención—conlo queresultaqueel másculpablees,enel fondo,elmásinocente:«Cristo,el inocente,comoconocíamejorquenadie la intensidaddela culpa,eraen un ciertosentidoel másculpable.En LI llegó aconcienciala divinidad dc la humanidady conellaso culpabilidad»(STV, Xl, 414).

Porotraparte—aunquenopuedadetenermeenella--—, la «moraldeimposiciónmutua>’,cuyareferenciapolémicaexplícitasonlaséticasdecortekantiano,seconfigura,amimodode ver,comola contirmacióndefinitiva de la importanciadela intersubjetividaden la ontologíaunamuníana.

32. Con finitud «óntiea>’ me refieroaaquéllade la quesedice«que nos separa”,y no a lafinitud sin la cual no podríamosser «prójimos”,sino queacabaríamospor identificamosen «elmismo”.Podríamostambiénenfocarla diferenciaentreambasnocionesde finitud desdeel puntodevistadela concienciaen quesedan:la primeraseríala quesenosofreceenla concienciaobjetiva—inclusosi es refleja—; la segunda,en el dolor.

33. «... la redencióntienequesercolectiva,puesquela culpa lo es” (STV, Xl. 410). Cfr.tambiénX, 375 y 379-380.

34. STV, XI, 413-414, «Todos’> tiene siempre en Unamunoci sentido de «cadauno’> yun]versalidadel de universalidaddelo singular,no de la totalidad.

Presenteeternoy dolor... 149

responsabilidaddecadauno,polemízaconaquellosquepretendenqueno puedoafirmar«yosoy»enese«nosotrossomos»,estoes,quehacendeesteúltimo,másbien,un «esennosotros»35.Porestamismarazón,creoyo, hayqueafirmar queDios—entendidocomo concienciainfinita— no es el otro con el que sufro,esetú queforma así partede mi existenciadesdeel momentoen queéstaem-piezaaser.

Aunquequizáseaunasimplificaciónagotarlo que«Dios»significaenlo que«lo divino» mienta—elanhelo,el quererserinfinito queconstituyela existen-cia36—, la otra acepción,la de Dios como «Concienciadel Universo», esequívocay encierra,a mi modode ver, un gravepeligro.El equivocoresideenque existende hechotextosen el Sentimientotrágico quepodríanjustificar lainterpretacióndequeDiosno selimita aser,en suacepciónadjetiva,el«anhelodel ser»- , y, en su acepciónsustantiva,el contenidodeéste—el proyectode laexistencia38—,sinoque,además,es,comoConcienciadel Universo,aquelloenquesomos:estoes,~<sustanc¡a»o «sustento>’de nuestraexistenciaenun senti-do diferentea comolo es «lo divino». Los textosquefavorecenestainterpreta-ciónsonaquellosen losquesemencionala«Concienciadel Universo»comoelDiosen quesomos39,distinguiendo,almenosenapariencia,entreunaConcien-cia infinita como meroproyecto de la existencia4<’y una Concienciainfinita«actual>’4.

35. STV, X, 376.36. STV, VII, 275-276,y VIII, 309.Yo mismarealicéestasimplificación(op. cit., p. 118),en

granmedida,para distanciarmedela hermenéuticatradicional que, violentandoel sentidodelaobraunamunianaal interpretarlacomounaobrareligiosa,hacede Dios el temay el problemadeDelsentimientotrágicode la vida,cuandoel problema,yeíde la filosofía,somos,porel contrario,nosotrosmismos.

37. De maneraqueessu ausenciala quenos revelasu realidad(STV, VIII, 296).Fn eslesentidosediceque«lo divino esel amor,la voluntadpersonalizadoray eternizadora,la quesientehambredeeternidady deinfinitud” (STV, VIII, 309);o, enLaagoníadelcristianismo,que«Diosno ex-siste,sino quein-siste»(oc., tomo XVI, p. 530).

38. El quedasentidoteleológicoal propioanhelo,queno essino«el amorentrelos hombres>,.En mi opinión,los textoscomoel siguiente(«Dios no existe,sino más bien sobre-existey estásustentandonuestraexistencia,existiéndonos”—STV, VIII, 296—) deben entenderseen elsentidoenqueconjuganestosdossentidosmencionados:Dios sobre-existecomoproyectodelaexistenciay nos existe, «sustenta”—y, de nuevo,hay querecordaraquíel peculiarconceptounamunianodesustancia—nuestraexistencia,entanto queesel Amor, el anhelode ser.

39. Formamospartedela humanidaden Dios (STV, VIII, 297).40. «Eseen quecrees,lector,éseestu Dios, el que(...) estu principiodecontinuidaden lavida

espiritual,porqueesel principio desolidaridadentrelos hombrestodosy encadahombre,y deloshombrescon el Universoy queescomotú, persona»(STV, VIII, 307).

41. «Y esquesentimosa Dios, másbienquecomounaconcienciasobre humana,comolaconcienciamismadel linajehumanotodo,pasado,presentey futuro, comolaconcienciacolectiva

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Ami mododever,sostenerla ideadeDioscomoconcienciainfinita «actual»no sólo contradicelas otras dos acepciones(la adjetiva—lo divino como elquererinfinito queesun «creerlo quenovemos»42—y lasustantiva—Dioscomolo querido,estoes,locreído,luegolo creado—),sinoquepermitehablardeuna«jerarquíaontológica»43que,deaceptarse,haríacompletamenteininteligible,simi lecturaescorrecta,el ejeentornoal cual gira todalaontologíadeUnamuno:la afirmaciónde laexistencia—en lostérminosdescritos—comomodode serúnicode laconciencia44.Paramí, resultamásclaroy coherentepensarqueDioses «creador»en elsentidoexclusivamenteadjetivoy «creado»enel sustantivo,que intentardefenderque es, como tal Concienciainfinita, un Tú o un Eloriginarioqueterminaríanegandola existenciafinita, cuyaesenciaeselanhelo,eldeseo,quelaactualidaddeDiosmataría45.En mi opinión,Diosno sólono esesetú quesiemprese me dajunto ami propio yo, sino quees sentidocomotúgraciasal sentimientode comunidadcon el otro finito: sólo por Cristo —el

detodoel linaje, y aúnmás,comola concienciatotale infinitaqueabarcay sostienelasconcIencIastodas,mfra-humanas,humanasy acasosobre-humanas...”(57V, VIII, 302).

42. STV, IX, 313.43. J. Marías,op. cit., pp. 88 y ss.y 112.44. La alternativaentre ambasaprehensionesde Dios es planteadaexplícitamentepor el

propioUnamuno:«AcasoparezcablasfemiaestodequeDios sufre, puesel sufrimientoimplicalimitación>’; pero «si Dios no sufre, hacesufrir, y si no essu vida,puesqueDios vive, un irhaciéndoseconcienciatotal cadavezmásllena,esdecir, cadavezmásDios, esun ir llevandolascosastodashaciasi..” (STV, IX, 334-335).Peroestaúltima posibilidad—la de unaconcienciainfinita cuyoserconsistiríaen recobrarsu propiacreación,enreapropiarselo queha enajenadodesí en ésta,a la maneradel Dios sehellinguiano(cfr. PhilosophischeUntersuchungenaber dasWesendermenschlichenFreiheit, SchellingssámtlicheWcrke, VII)——, tienequesernegadaporla mismarazónqueseaduceparaafirmar la imposibilidaddeesetérminoideal. Estoes,ladequeesradicalmenteincompatiblecon los principios fundamentalesde la ontologíapropuesta:«AlhacerseDios todo en todos¿noesacasoquesecompleta,queacabadeserDios, concienciainfinitaqueabarcalasconciencias[odas?¿Y quéesunaconcienciainfinita?Suponiendo,comosupone,la conciencialimite, o siendomásbien la concienciaconcienciade limite, de distinción, ¿noexcluyepor lo mismola infinitud? (..) ¿Quéesunaconcienciatodaellaconciencia,sinnadafuerade ellaqueno lo sea?¿Dequéesconcienciala concienciaental caso?¿Desu contenido?¿Onoserámásbienquenosacercamosala apocatástasiso apoteosisfinal sinllegarnuncaaella...?¿Noserámásbienesodela apocatástasis,de la vueltade todo a Dios,un términoidealaquesincesarnosacercamossin habernuncade llegaraél,y unosamásligeramarchaqueotros?¿Noserála absolutay perfectafelicidadeternaunaeternaesperanzaquederealizarsemoriría?(...) Y nocabeesperaryaunavezrealizadala posesión,porqueéstamatael ansia.¿Noserá,digo, quetodaslasalmascrezcansincesar(...) sin llegarnuncaal infinito, aDios, aquiendecontinuoseacercan?¿Noesla eternafelicidadunaeternaesperanza,consu núcleoeternodepesarparaque la dicha nosesumaen la nada?”(SiN, X, 369-370----cfr. tambiénXl, 410—).

45. «FI queve a Dios semuere”(STV, X, 352).

Presenteeternoydolor... 151

Hombreperfecto,estoes,el«Diosfinito»—, sellegaa Dios; y «cadahombreesun Cristode su prójimo»46.

Que es ésteel sentidoúltimo de Dios, que,comoConcienciainfinita, sólopuedeentendersecomoelobjetoúltimo del deseoquenosconstituye,eltérminoideal de la existenciaquese quiere sin término—-y que,por eso,desealo quenuncava a poder realizar, lo quegarantizaquesiempresiga queriendo,questempresigasiendo—,me parecequelo confirmala recurrenciade la imágenesutilizadasenel textode~<Ensimísmate»citado antes47paradescribirelesquemaontológicoúltimo, esquemaontológicoqueseconcretaconmayorprecisiónaúnsí se piensa desdelos textos que ahoraveremos:los que analizan la formatemporalde la existencia.

Iv

Retomo,paraello, elproblemadondelo habíadejadoantesdeestadiscusiónen torno al lugarqueocupanDiosy lo divino enestaontología.Habíamosvistocómo en el dolor, estacontradicciónentreel que soy —y siemprehe de seralguien,finito— y el quererser,se medaba«táctilmente»la«personalidad»,laexistenciaen sentidoestricto; la cual, al constituirsepor la tensióndoloroso-amorosaentrefinitud e infinitud, eraprincipio deindividuaciónradicala lavezquede«socialidad»radical.Estaexistenciateníaenelmisteriodeldolor sumodo

46. STV,X. 375. Cfr. tambiénElCristodeVelázquez(1920),en PoesíaCompleta,1,op. cit.,pp. 345-43<).

47. Allí se describíaun «mundo” con tres«estratos,>:el de lo «aparencial”—cl estratoóntico—en la formade un desiertoen el queestánconstruidosnuestroscastillos,nosotrosmismoscomoobjetosdelmundo;aquélen quehundesusraícesesteúltimo y ene1quevive el «Yocomún”,ese«Nosotros’,alquenosdevuelveel amor-dolor;y, porúltimo, Dios, «elcieloqueatodosnoscobre”, comoel objetodeesequerercomúnquenosuneen el anteriornosotrosíntimo.«Y esmásfácil llegara nuestrosprójimospordebajodetierra(...) que(..) porDios”. Cuandoteniendoenmenteestasúltimas«metáforas’>,volvemosapensarquépuedaserlaconcienciaqueseconstituyeen un dolorplural y recordamosel texto deAmoryPedagogíacitadoanteriormente(en el quesedescribeel accesoamorosoalos dosúltimos estratos),hemosdepensarqueeste«mundo»no esmásquelaconcienciamisma:el misteriodeldolor, el misreriode la finitud personal.Estaes«lainmensarealidad misteriosaqueal teatroenvuelve”.Es nuestropropio ser—en eí «Nosotros”anterior, precisamente,porqueno es pura finitud, sino síntesis de finitud e infinitud— ese«envoltoriodel drama»que«incluye”,si sequieredecir así,tantoal «inmensocomúnyo queesun Nosotros»comoaese«Diosvastoy azul”, Por eí primero—quesólopuedeidentificarseconDios en el sentidoadjetivo—llegamosal otro finito, aquelcon el quesomos,y a Dios comoConcienciadelUniverso,queesel quequeremosser.A esterespectomealegrode poderapoyanneen otra interpretaciónsemejante:la deFranqoisMeyer (La ontología deMiguel de Unamuno,C,redos,Madrid, 1962, Pp.67-8).

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de serpropio; modo que encierraunareferenciainsuprimible al otro, queestambiénelmisteriodel amor.1-ledefendido,además,queeseotroapartirdel cualpuedoserun yo personal(noun merosujetode mi vida) no es el Otro absoluto,Dios, sinoel otro finito quesufreconmigo;y quees,másbien,a partirde estarelaciónconelotropor laquellegamosasentira Dios.Peroahorasenosdicequela formadeesemisterioesel tiempo48,y estoconduceaunanuevaexpresióndelosmomentosqueconstituyenlaexistenciaqueserevela(sees)eneldolorcomofinitud quese proyectaen amor—comunión—: fe, esperanzay caridad.La fe—que,en esterespecto,eselanhelomismo,másquela«fantasía»oimaginaciónproductivaquese oponefuncionalmenteala razón49—es,nos diceUnamuno,lasustancia—estoes,la «causa»,el motor—dc laesperanza-, esperanzaqueessu forma y ala que,porestarazón,La fe estásubordinada51.La caridad,que,porsuparte,no es sino elamordel que hemosestadohablando,se define comoelobrarmismode lafe-esperanza,elmovimientoo ladialéctica«cualitativa»de laexistencia52: la fe crea con su forma temporalde esperanzaen el amor laexistencia,cuyo serconsisteen obrar53.

Pero si nos fijamos en la estructuraque presentala forma temporal (laesperanza)y lacontrastamoscon la temporalidadconstituidapor lamemoriayla concienciaracional(o concienciarefleja), nosencontraremos,de nuevo,conlaconcíencía-voluntad:laquesenosrevelabacomoun «yovivo» —ésedel quese decíaeramásbienun nosotrosy que hacede la existenciaprecisamenteex-sistencia,apertura,éc-stasis,en-ajenación54 . Frentealamemoria,principiodecontinuidadde una vida de concienciaque la razón, la reflexión, nos daúnicamentecomo una sucesiónde estadoscoordinadosentre sí —comouna«duraciónreal»,parautilizar laexpresiónbergsoniana—,sesitúaunaconcienciamas radical, que vive en el fondo de la discontinuidadque atraviesadichaduración:enelpresente.Esteesmuchomásque«el limite puramenteteóricoque

48. «El misteriodelamor,que lo esde dolor, tiene unaformamisteriosa,queesel tiempo.Atamosel ayeral mañanaconeslabonesdeansia,y noese1ahora,enrigor otracosaqueel esfuerzodelantesporhacersedespués;no esel presente,sino el empeñode] pasadoporhacerseporvenir.El ahoraes un punto queno bien pronunciadose disipa,y, sin embargo,en esepunto estálaeternidadtoda,sustanciadel tiempo” (STV, IX, 325).

49. SiN, IX, 319.50. STV. IX. 314.51. STV, IX, 326-327.52. STV, IX, 321 y 330.53. SiN, IX, 317-323.54. Enajenaciónquees,a la vez,ensimismamiento(op. cit., vol. II, Carla2377(1926),p.199).

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separaelpasadodelporvenir>A5: es «el centrodel tiempo,el focode laeterni-dad»56.

El presenteposee,de nuevo,lamismaestructuracomprensivo-extáticaquepresentabala existenciaen su originariedaddoloroso-amorosa:«contrae»elpasadomuerto(la duraciónontificada)«proyectándolo>’aun futuro queha deentenderse,másque como un momentoobjetivo, como «esperanza»,comocampode la libertad.El presenteeslacontracciónproyectivaqueUnamunohacaracterizadocomoel«esfuerzo»que«atraviesaenvolviendo»57pasadoy futuro(en tanto quemomentosde la «duraciónreal»)convirtiéndolosen recuerdoyesperanza58(esosmismosmomentosdesdeelpuntodevistadelaprofundidaddelaconciencia).

En estarupturade la linealidad y continuidadextensivay herméticade laconcienciaquefluye se sitúael auténticoyo: el queno es su vida, sinoquelaposee50.Decirqueel yo vive enel fondode estepresenteno es en realidadsinodecir que vive en la tensiónde tiempo y eternidad,en la tensiónde «fe>’ y«esperanza>’;en el amor,ensuma.En último extremo,eslo mismoqueafirmarqueéleslaexistenciaqueseconstituíaen elamor-dolor.El esquemaontológicoeselmismocualesquieraqueseanlostérminosquelo expresen(amor-dolor,fe-esperanza,infinitud-finitud, eternidad-temporalidad),porquelo que se estádescribiendoes la tensióno «síntesismisteriosa»queconstituyela existencia.

Quizáseecheenfaltaahoraqueno hayajustificadolo suficientelaidentidadúltima entrela descripciónde la existenciacomo movimientotemporal (espe-ranza)sustentadoen la fe y la de la existenciacomo síntesisde eternidadytemporalidad.Parahacerlo,me serviréde un texto de «La tradición eterna»enel queel paralelismoterminológicoconfirmami tesisconenormecaridad:

55. I3ergson:L’EnergieSpirituelle,(Oeuvres,PUF.,París,1959, p. 818).56. «Lo provisorioes lo eterno,(...) el aquíes el centro del espacioinfinito, el foco de la

infinitud, y el ahoraeí centrodel tiempo,el foco dela eternidad;luego,(...) lo individual eslouniversal(...) y, por lo tanto,lo eterno’> (Cómosehaceuna novela,op. cit., Pp.846-847).

57. Eseesfuerzo—cfr. nota48—,el anheloinfinito, eslo eternodel tiempo—«elpresenteeterno,(...) quesequedapasando,quepasaquedándose’>(Cómosehace...,op. ciÉ, p.829)—,y«laeternidadestádentrodelpasadoy delfuturoy envolviéndolos...”(La agoníadelcristianismo,op. ciÉ, p. 497).Cfr. también,STV, IX, 325-326,y recordarel texto deAmoryPedagogíacitado,parasubrayarlarecurrenciadeimágenesen referenciaaesteproblemafundamentalde laontologíade Unamuno.

58. STV, IX, 325-326.59. AunqueUnamunolo digarespectodelcuerpo—¿podríamosentenderlocomo«extensión

real”?—, creoque no traicionaríamossu pensamientosi dijéramosquetambiéna la vida deconciencia—la«duraciónreal”—la«llamomíaparadistinguirlademimismo,quesoyyo” (STV,III, 170).

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«... hayalgoquesirvedesustentoal perpetuoflujo de lascosas.Un momentoeselproductodeunaserie,seriequelleva ensi, peronoeselmundouncaleidoscopio(..).En estemundo de los silenciosos,en estefondo delmar, debajode la historia, esdondevive la verdaderatradición,la eterna,en elprcsente,no en elpasadomuertoparasiemprey enterradoen cosasmuertas.Eneífondodeíprese~ítehayquebuscarla tradición eterna(...). Asícomo la tradición es la sustanciode la historia, laeternidadloesdeltiempo,la historia es- la formadela tradicióncomoel tiempodela eternidad.Y buscarla tradiciónenel pasadomuertoes buscarla eternidadenelpasado,en la muerte,buscarla eternidadde la muerte(.). La tradiccióneternaesel fondodelser delhombremismo.LI hombre,estoeslo quehemosde/3us¿-arennuestraal,na (...). ¡Granlocura la dequererdespojarnosdelfondocomóna todos,de la masaidénticasobrela quesemoldeanlasformasditérenciales de foquenosasemejoy une, de lo quehacequeseamosprojimos, de la madredel amor, de lahumanidad,enfin, del hombre””’.

Así comola tradición, la intrahistoria,es la ~<sustancia»de la historia—enel sentidoestrictamenteunamuniano——,la eternidadlo es del tiempo, y la fe,comohemosvisto, de la esperanza.Intrahistoria,eternidady fe——anhelo——son«causas»,motores,de la historia,el tiempoy la esperanzarespectivamente;lascuales,porsu parte,son su forma—lahistoria,de la intrahistoria;el tiempo,dela eternidad;y la esperanza,dela fe.

La existenciapersonalesjustanientelatensióndeambosmomentos»’,el modode seren queéstosadquierensu engarce,en queson. Que la infinitud hayadeexpresarseen lafinitud y laeternidaden latemporalidad(o, lo queeslo mismo.que la fe y la esperanzasólo puedanser en su unión, en el amor) explica lafacticidadabsolutadel principio, delaconcienciaen el sentidode laexistencia.Esteeselhechoúltimo que nopuedesersuperadoporningunaotra formadeser.ni siquierapor la divinidad. La eternidadsólopuedeentenderse,siguiendoeltexto dc «L.atradición eterna»,comoeternidadde lavida, no de lamuerte;estoes,comointratemporalidadquecruzaconstantementeel tiempoen el fond ,delpresenteviviendo en éstecomoelesfuerzopor elque aquéldeviene.

Ai final de estemismotexto se dice queel fondo intrahistóricoes el fondocomún,lo quenosasemejay une,lamadredel amor.Así, volvemosa encontrar-nos,enestecasoenelámbitodelatensiónhistoria-intrahistoria,conlareferenciaalotrofinito queenlaconstituciónde laexistencia,eneldolor,serevelabacomonecesaria.Creo habermostradoque el paralelismoentreéste y los textos delcapítuloIX de Del sentimientotrágico queutilicé paraanalizarel misterio del

60. Op. ciÉ, pp. 38-45—la cursivaesmia.61. La tensiónhistoria-intrahistoria,aunquepudieraparecerirrelevanterespectoal problema

de estetrabajo, tampocodeja de expresarla tensiónque constituyeunaexistenciapersonal—aunqueen estecasoseacolectiva:el devenirpersonaldc on pueblo.

Presenteeternoy dolor.. 155

amor-dolorenlosmomentosde fey esperanza,no esmeramenteterminológico,sino querespondearazonesesenciales.Massi ahoravuelvoarecordarel textocitado en la nota 12 o, si no se quiere acudir a la correspondencia,el de«Ensimísmate»——nota 26—, me parecequeresulta evidenteque la imagenutilizadaparadescribirla síntesisde eternidady temporalidad(por su parte,lamismaquedescribelarelaciónintrahistoria-historia)esidénticaalaquepretendeexplicarestacomunidadíntima en el nosotroscomun.

El dolorenquemeconstituyo,enquemesoy---—cl dolor del otro—,mehundeenmi «tradicióndel presente»——opuestaa la«tradicióndel pasado»,al yo merosujetodel flujo deactoso estadosdeconcienciaofrecidopor larazónquelohacereflejo—. El dolor —el amor—me revelanla realidadíntima de lo aparencial,tina realidadcompartidaquetiene la forma de un «nosotros»originario; intro-ducenla quiebraen la representación(o,lo queeslo mismo,enla inmanenciadela corrientedeconciencia)que latransciendehaciadentro,haciala «sustancia>~,la res, lo auténticamenteres, lo real, estoes: lo eterno,lo quehaceser62.

El problemafundamentalresidíaenqueesa«sustancia»no era,comovimos,unaidentidad,sinounapluralidad.La quiebradela representaciónquemellevaamí mismo,me ofrecetambiénalotro cuyodolor sufro.Frenteal yo puramente«narrativo’>,respectoal cualpodríamoshablarentérminosdemónadaencerradaensuinmanencia,«mi yo vivo, personal,no vivesinoenlosdemás,delosdemásy por los demásyos»63. Estapluralidades la que, de un modo absolutamenteradical, subrayami facticidadúltima y tambiénla que otorga su fundamentodefinitivo a laestructuraagónicade laontologíaunamuniana.

La individualidad,la diversidad,no puedenconsiderarse«aparenciales»:niconstituyen el «mundo corno representación»sustentadosobre un serindiferenciadoy anónimo,ni sonsolublesenel fondo eternoy universalenquehundensus raíces.La diferencia,que en lo aparencialse concretacomo unadeterminaciónóntica,residepropiamenteenlaesenciamisma:ellano sólo«haceser»,sino «mehaceserelquesoy»,peroes precisamente«éstequesoy>’ el queresultacompletamenteinexplicablesin el otro.

Mi existenciaespersonal,y no un meroserahí,porquesu constituciónen eldolor-amor revela, al darme al otro —tan radicalmente«otro» como, sinembargo,«prójimo»— su núcleo inextático o de «insistencia»,su contenido

62. Vuelvo arecordaraquíel principio fundamentalsin el que la ontologíaunamunianasedisolveríaenunaantropología:quesólo lo eternoesreal y sólo lo singularesreal.

63. STV, VIII, 301.«¿Noesacasoquemi hombrededentro,mi intra-hombre,setocay hastaseunecoj, tu hombrededentro,contu intra-hombre,demodoqueyo vivo en ti y tú en mí?’> (Cómosehace op. cii., p. 908).

156 1 TeresaPadilla Rodríguez

diferencial.Peroestenúcleode inextaticidado de insistencia,queno essinoelde intratemporalidado eternidadqueatraviesay envuelveel tiempo,no esnadafueradelatensiónde laqueestérmino.El yo vivo, el intra-yoquesesitúaenestenúcleode inmediatezradical, sólo es o vive, sin embargo,en el éxtasis,en laescisión consigo mismo que no podía, como expliqué antes, realizarseensoledad,solipsísticamente,sinoqueeraefectuadaporelotroyo. Deestamanera,el otro se integra así,en un sentidomuy peculiar, en lo másíntimo de miexistencia:dándoseconmigo mismoen eseyo plural y vivo que el dolor meofrece.

Esenestesentidoenelquepuedey debedecirsequeesteyo vivo, irrepetibley único, es,sinembargo,un «nosotros»,porquesólose espeja—y laexistenciaesestatransitividaddel ~<sentirse»,del ~<serse»—enotroyo, irrepetibley únicotambién.La memoria,la reflexión,me danmi yo muerto,igual quelosespejosme dan unosojos que no venM. Sólo el otro me da mi yo vivo»5. La «galeríasoterraña»queme conduceal prójimo,al a/teregoquehaceposiblequeseaelquesoy,eslamismaquemeconduceamimismo: elfondodelpresente,elnúcleoamorosodel dolor.

Mi seríntimo,mi esenciaúltima,elobjeto,enfin,deladescripciónfilosófica,esun yo «quees un Nosotros»;un yo queencierraalotro quele hacesercon talausenciade identidad,con tal imposibilidad de identificación última en «elMismo»,queseríaconfusodecirestosinañadirinmediatamente,conlamismaevidencia—y esjustamentelaevidencialaquees lamismaenamboscasos—,queel tú, elotro,encierratambiénal yo en lo másintimo desi. La evidenciaesladelNosotros.Entre tantasconfusionese imprecisionesimputablesa la ontologíaunamuniana,no se encuentra,sin embargo,ésta.La afirmaciónde quesólo losingularesuniversalencuentrasurazóndefinitivaenestenosotrosúltimo, enqueLa esenciasingularque nos haceser el que somos,encierra,por su propia

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precariedad,por su imposibleunicidad,lade todoslosqueno somosJ. TeresaPADILLA RODRÍGUEZ

UniversidadComplutense

64. Cómosehace op. cit., pp. 864-865.65. En estesentido,«sertodo yo,essertodoslos demás>’(SiN, III, 166):parasentirmetodo

yo —queeslo quesignifica‘<ser todo yo”—, he desentira todoslos demásyos.66. «... opongola individualidada la personalidad,aunquesenecesitenunaaoúa. (...) mi

personalidadesmi comprensión,lo quecomprendoy encierroenmi—y quees de unaciertamaneratodo el Universo——,y mi individualidadesmi extensión;lo uno,lo infinito mío,y lo otro,mi finito”. STV, VIII, 298.