Miscelánea: las ánforas Hispanas, Galas, Itálicas y del Mediterráneo Oriental.

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6.- MISCELÁNEA: LAS ÁNFORAS HISPANAS, GALAS, ITÁLICAS Y DEL MEDITERRÁNEO ORIENTAL ANTONI PUIG PALERM; PATRICIA RUIZ DEL POZO CEIPAC - Universitat de Barcelona El Monte Testaccio es un yacimiento excepcional en muchos aspectos; entre los cuales destaca el hecho de poder disponer de dataciones consulares para muchos de sus niveles arqueológicos gracias a los tituli picti de las ánforas Dressel 20. No obstante, otra de sus singularidades como yacimiento es su composición, ya que la gran mayoría del material recuperado son los fragmentos del citado tipo de ánfora y los de los tipos olearios africanos. Sin embargo, hay un reducido número de fragmentos en cada campaña pertenecientes a otros tipos de contenedores, los cuales, de esta manera, pueden ser asociados a dataciones muy precisas. Este hecho permite avanzar en el estudio de su distribución y evolución tipológicas. Como en otras ocasiones, en las campañas de los años 1998-99, cuyo material se puede datar entre los años 207 y 223 d. C., los grupos de ánforas más numerosos después de las de origen bético y africano fueron las del mediterráneo oriental y de la Galia. Entre las primeras, destaca por su escasa distribución en la Península Itálica, la Pompeii 5 tardía. En el presente estudio, más allá de presentar estas ánforas de las campañas de 1998-1999 proponemos un estudio global de las ánforas “minoritarias” publicadas del Testaccio cuyas conclusiones apuntan a un origen mayoritario en el Mediterráneo Oriental y la Galia de estas ánforas. 6.1.- ALMAGRO 51C (KEAY 23; P & W 23; LUSITANA 4) No es la primera ocasión en que observamos, en la superficie del Monte Testaccio este tipo anfórico, sin embargo, esta es la primera vez que un ejemplar posiblemente atribuido a esta

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6.- Miscelánea: las ánforas Hispanas, Galas, itálicas y del Mediterráneo oriental

Antoni Puig PAlerm; PAtriciA ruiz del Pozo

ceiPAc - Universitat de Barcelona

El Monte Testaccio es un yacimiento excepcional en muchos aspectos; entre los cuales destaca el hecho de poder disponer de dataciones consulares para muchos de sus niveles arqueológicos gracias a los tituli picti de las ánforas Dressel 20. No obstante, otra de sus singularidades como yacimiento es su composición, ya que la gran mayoría del material recuperado son los fragmentos del citado tipo de ánfora y los de los tipos olearios africanos. Sin embargo, hay un reducido número de fragmentos en cada campaña pertenecientes a otros tipos de contenedores, los cuales, de esta manera, pueden ser asociados a dataciones muy precisas. Este hecho permite avanzar en el estudio de su distribución y evolución tipológicas. Como en otras ocasiones, en las campañas de los años 1998-99, cuyo material se puede datar entre los años 207 y 223 d. C., los grupos de ánforas más numerosos después de las de origen bético y africano fueron las del mediterráneo oriental y de la Galia. Entre las primeras, destaca por su escasa distribución en la Península Itálica, la Pompeii 5 tardía.

En el presente estudio, más allá de presentar estas ánforas de las campañas de 1998-1999 proponemos un estudio global de las ánforas “minoritarias” publicadas del Testaccio cuyas conclusiones apuntan a un origen mayoritario en el Mediterráneo Oriental y la Galia de estas ánforas.

6.1.- AlmAgro 51c (KeAy 23; P & W 23; lusitAnA 4)

Noeslaprimeraocasiónenqueobservamos,enlasuperficiedelMonteTestaccioestetipo anfórico, sin embargo, esta es la primera vez que un ejemplar posiblemente atribuido a esta

forma ha sido hallado en un contexto bien datado. Se trata del ejemplar T.98 / 0-30 / D-11 de la campaña de 1998.

La Almagro 51C es un ánfora de salsa de pescado de origen hispano, concretamente lusitano, de dimensiones reducidas y de forma ovoide con el cuerpo estilizado hacia su base1. Su característica formal más destacada es el arranque superior de las asas que se sitúa en el mismo labio. Éste es de sección triangular e invasado. Las asas presentan una sección aplanada y con acanaladuras en algunos ejemplares mientras que el cuello es siempre muy estrecho en relación al resto del contenedor. Este tipo cerámico estuvo en producción desde el siglo III hasta el V d. C., aunque es posible que el inicio de su producción se pueda remontar a la centuria anterior2. Este contenedor trasportaba salsas de pescado desde las factorías de la costa de la Betica y Lusitania. En nuestro caso, es pertinente recordar, pues, su presencia en el pecio de Cap Blanc (Mallorca, Balears) que nos podría estar indicando la ruta seguida para la exportación de estos productos y su llegada a Roma3.

Nuestro ejemplar del Testaccio es un fragmento relativamente pequeño de labio y asa que creemos pertenece a este tipo, aunque algunos de sus rasgos son particulares. En especial, la parte interior del labio presenta una especie de pequeña acanaladura. En nuestra opinión, este rasgo particular del fragmento no obsta para que podamos atribuir el ejemplar a este tipo ya que el diámetro de la boca, la forma de las asas y su arranque superior así lo sugieren. La pasta es de color beige, de consistencia dura, con desgrasante de partículas de cuarzo de pequeñas dimensiones.

EssignificativoelhallazgodeesteejemplardeAlmagro51CasociadoatresdePompeii5tardía ya que se conoce la asociación este mismo tipo con la derivada de la Pompeii 5, la LRA 1, en contextos tardíos del estrecho de Gibraltar4. Este dato llama la atención sobre la posible continuidad enlosflujosdeabastecimientodurantelaantigüedadTardíaenelMediterráneooccidental,corrienteiniciada en el siglo III d. C.

Ejemplares:T.98 / 0-30 / D-11 (Fig.0.1 ) (223 d. C.)

6.2.- Beirut 3

En la excavación del año 1999 se documentaron dos fragmentos de inicio del cuello, que pueden atribuirse, probablemente, al grupo tipológico denominado Beirut por Paul Reynolds. Dicha tipología toma su nombre de la ciudad levantina donde se fabricaban. Desde su introducción en elmercado, afinales de laRepublica5, esta tipología ha sufrido un desarrollo continuado que se prolonga en el tiempo hasta la conquista Omeya, aproximadamente hacia el 650 d. C.6.

1 s. mArtin-Kilcher, Die römischen Amphoren aus Augst und Kaiseraugst II, (Forchungen in Augst, 7), Bern 1994, p. 430.2 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora20053 A. J. PArKer, Ancient shipwrecks of the Mediterranean & the Roman Provinces, (BAR. International series, 580), Oxford 1992, p. 99.4 J. A. exPosito; d. BernAl, Ánforas orientales en el extremo occidente: las importaciones de LR 1 en el sur de Hispania, en: m. BonifAy; J.-c. trégliA (Eds.), LRCW 2. Late Roman coarse wares, cooking wares and amphorae in the Mediterranean. Archaeology and archaeometry, (BAR. International series, 1662), Oxford 2007, p. 110.5 Concretamente poco después de la conquista de la zona por Pompeyo y su inclusión en la nueva provincia romana de Siria en el 64 a. C.6 P. reynolds, “The Beirut amphora type, 1st century BC-7th century AD: an outline of its formal development and some preliminary observations of regional economic trends.” Rei Cretariae Romanae Fautorum Acta. 36, 2000, pp. 387-395.

Las características generales de las ánforas Beirut son un cuerpo alargado, con forma de zanahoria, y un pie hueco. Las asas, también muy características, tienen una franja plana en el centro7. Un aspecto esencial, y fácilmente observable, es el aumento del tamaño y capacidad del ánfora, que alcanza su valor máximo a principios del siglo III d. C.8.

Las piezas que se hallaron en la excavación del año 1999 pertenecen al tipo Beirut 3, que se caracteriza por ser más grande que las Beirut 1 y Beirut 2 (variantes que van desde principios a mediados del siglo I a. C.). Pero más pequeña que la Beirut 4, correspondiente a las primeras versiones del siglo III d. C.9.

El borde de las piezas documentadas en el Testaccio es abierto hacia el exterior y prácticamente no se diferencia del cuello. El labio presenta un engrosamiento marcado en la cara interna del ánfora y en la parte superior se observa una estría o acanaladura más o menos profunda. A este engrosamiento correspondeunperfilangulosobienmarcadoenelexterior,queesresaltadoporunaomásestrías.En el interior de los cuellos de nuestros ejemplares se aprecian líneas que indican el uso de un torno rápido. Del mismo modo, en los ejemplares conservados (hasta el punto medio aproximado del cuello) se puede observar cómo empieza a estrecharse el cuello, que es una de las características genéricas de este tipo de ánforas que podemos comparar con nuestros ejemplares.

EneltipoBeirut3,elfinaldelcuelloseabreformandoloshombrosdelánforaquesobrepasanen anchura el diámetro del borde y del cuello, cuyas medidas oscilan entre 8 y 12 cm10. El hombro tiene una forma notablemente redondeada, con una suave curvatura que marca el inicio del cuerpo hacia abajo y por la parte superior sustenta las asas, cuyo inicio se origina casi a la altura del borde. El ancho del ánfora a la altura de los hombros se aproxima a unos 30 cm, siendo la parte más sobresaliente de la misma. Las asas Beirut 3 son muy características, presentando uno o más surcos planos en el centro, que en sección pueden conferir al asa forma de cresta. Las asas son similares a las de las variantes anteriores pero más largas y, en general, se estiran hacia arriba antes de arquearse hacia el interior; hacia la base del asa, que descansa en los hombros.

Las paredes son delgadas y con un marcado acanalado externo, que no se conserva en los fragmentos de cuello que se hallaron en las excavaciones de los años 1998-99. La forma del cuerpo, como hemos mencionado anteriormente, es tronco-cónica, asemejándose bastante a la forma de unazanahoria,estrechándosedeformaexageradaamedidaqueseacercaelfinaldelánfora.Labase, dado el estrechamiento progresivo, acaba en forma de cono redondeado hueco, parecido externamente a un botón11.

La capacidad media de las ánforas Beirut es difícil de calcular. El contenido, en cambio, es probablemente vino, ya que muchos ejemplares documentados, tanto de ánforas Beirut 1 como de ánforas Beirut 3, muestran manchas de un líquido oscuro en el interior del cuello y alrededor del bordedellabio.Ladatacióndelavariante3delatipologíaBeirutvadesdefinalesdelsigloId.C.

“Levantine amphorae from Cilicia to Gaza: a Typology and Analysis of Regional Production Trends from the 1st to 7th Centuries.” LRCW I. Late Roman Coarse Wares, Cooking Wares and Amphorae in the Mediterranean: Archaeology and Archaeometry. British Archaeological Reports International Series. 1340, 2005, pp. 563-612.7 P. reynolds, “Levantine amphorae from Cilicia…”, 2005, p. 569.8 Idem.9 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.10 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.11 P. reynolds, “the Beirut amphora type…”, 2000. “Levantine amphorae from Cilicia…”, 2005, p. 569.

hasta mediados del siglo II d. C. Existe un desfase entre la datación genérica dada a este tipo anfórico y la datación de los ejemplares del Testaccio. La fecha obtenida12paralasdospiezasclasificadascomo Beirut 3 es la del 210 d. C., datación que correspondería al momento en que el tipo Beirut adquiere su punto álgido en tamaño que, según Reynolds, corresponde a la variante 4 dentro de la evolución tipológica13. El borde de las piezas halladas en el Testaccio se asemeja más a la Beirut 3quea laBeirut4,yaunquesincontarconelementossuficientesparaconocerel tamañodelosejemplosdocumentadosenelTestaccio,nopodemosafirmarninegarquesetratedeunejemplardeBeirut 4 con un borde más cercano a la variación anterior. Es posible, por el contrario, que se trate de ejemplares de Beirut 3, lo que permitiría atribuir a la variante 3 una vida más extensa. Su producción se alargaría hasta inicios del siglo del siglo III d. C., conviviendo con las variantes Beirut 4. También cabría la posibilidad de que se tratase de unas piezas residuales, pero esto no parece probable, dadas las características excepcionales de la formación y crecimiento del Testaccio14.

La pasta de los fragmentos documentados se ajusta a las características visuales que describen a las ánforas Beirut, elaboradas en la ciudad del mismo nombre, donde se ha documentado un taller (BEY 015)15. La arcilla empleada tiene una coloración clásica, de un tono rojo-marrón muy encendido. LasuperficiedelasánforasBeirut3puedeserligeramentegranuladaal tacto,debidoainclusiónabundante de pequeños fragmentos (1 mm. de grosor como máximo) de cuarzo semiredondeados. Al observarse un roto granular, el contenido de cal varía de moderado a abundante, y su grosor alcanza, como máximo 0,5 mm16. Se sabe que también se producía en Khalde, 15 km al sur de la ciudad de Beirut, cuya producción se extiende desde el siglo I hasta el V d. C.17. Los ejemplos de Khalde se diferencian ligeramente de los producidos en Beirut porque tienen una pasta de color naranja más pálidayoxidadaconincrustacionesabundantesdecalfina.Elcolordelasuperficiedeestetipodeproducción tiende a borrase fácilmente18.

Las ánforas de tipo Beirut, en general, son ánforas destinadas para una distribución local. Normalmente ceñida a la misma ciudad de Beirut y los límites territoriales de la misma19. Sin embargo también se han documentado en Cartago y en Chipre20. Las exportaciones al Mediterráneo Occidental se han considerado un fenómeno ocasional, dado la escasez de los hallazgos. Las dos piezasdocumentadasenelTestaccioyclasificadascomoBeirut3,debenconsiderarseenestesentido,al menos de momento, ya que en campañas anteriores no se han documentado fragmentos de este tipo

12 Véase la Tabla Cronológica de la excavación del Testaccio en el presente volumen, capítulo 1, página 0000.13 P. reynolds, “Levantine amphorae from Cilicia…”, 2005, p. 569.14 Ver las diferentes teorías al respecto en; e. rodríguez AlmeidA, “Altri Mercatori dell’olio betico”, Darch 3, 1983, pp. 79-86; “Bolli Anforari del Monte Testaccio I”, BCom 84, 1975-76, pp. 199-248; “Bolli Anforari del Monte Testaccio II”, BCom86,1977-78,pp.107-137;“Alcuniaspettidellatopografiaedell’archeologiaatronóalMonteTestaccio,Producción y Comercio I, p. 103-130; Los Tituli Picti de las ánforas olearias de la Bética I, 1989; A. AguilerA, El monte Testaccio y la llanura subaventina. Topografía extra portam Trigeminam, 2002, pp. 187-218; J. remesAl: “los Sellos”, Excavaciones arqueológicas en el Monte Testaccio (Roma), 1994; J.m. Blázquez, “La campaña de 1990”, testAccio 1999, pp. 11-28; J.m. Blázquez, J. remesAl, “Las Campañas de 1991 y 1992”, testAccio 2001, pp. 11-43; “Las Campañas de 1993 y 1994”, testAccio 2003, pp. 13-30; “Las Campañas de los años 1995, 1996 y 1997”, TestAccio 2007, pp. 17-32.15 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.16 Las vasijas de Jiye (cerca de Sidón) son idénticas a la estructura de Beirut, de color rojo marrón encendido o gris oscuro, superficiegranulada,muycompacto.Talvezcontenganmenoscaly arena que losproductosde laciudaddeBeirut.También hay algunos ejemplos de color amarillo pálido (cf. estructura similar para ánforas algunas 72 AM).17 P. reynolds, “Levantine amphorae from Cilicia…”, 2005, p. 569.18 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.19 Como Jiyé, situada al sur del Líbano o Tiro.20 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005; P. reynolds, “Levantine amphorae from Cilicia…”, 2005, p. 569.

anfórico21.LapresenciadeestasánforassepuedejustificarporlaimportacióndelmercadodeRoma,que consumía grandes cantidades de vino producidos en zonas muy diversas del Mediterráneo22. Algunas de estas zonas productoras (Nordeste de Hispania, Graecia, Galia) estuvieron especialmente bien representadas. Otras no parecen haber sido capaces de introducir sus vinos en la capital más que de forma ocasional. En cualquier caso, la escasa cantidad de fragmentos y la falta de contextos arqueológicos comparables impiden precisar la entidad de este fenómeno. Por otro lado, la falta de ejemplaresrelativamentecompletos impidedefinirconprecisión lascaracterísticas tipológicasdeestas piezas. Futuros hallazgos permitirán avanzar en este conocimiento.

Ejemplares:T.99/D290-310/R.11(Fig.0.2 )T.99/A290-310/R.5 (Fig.0.3 )

6.3.- crétoise 1 (AgorA Ag197; PeAcocK & WilliAms 41)

En las campañas de excavaciones en el Monte Testaccio uno de los tipos anfóricos más recurrentes, al margen de los contenedores béticos y africanos, es sin duda el de la Cretoise I. Documentada en las campañas del 1989-9023, 93-9424, 95-96-9725, lo fue también en las del 1998-99 que ahora nos ocupan.

Esta ánfora, descrita por Marangou-Lerat26, es conocida también por Agora AG 197 por laclasificacióndeRobinson27.Sucuerpoescilíndricoconacanaladurasenlasuperficieexterior,mientras que las asas presentan una forma ovalada sección elíptica y van desde debajo del labio hasta los hombros. El cuello, cilíndrico y estrecho, presenta un labio ligeramente exvasado, alto y con una acanaladura justo en su parte inferior. La altura total ronda los 60 cm, el diámetro del cuerpo se sitúa alrededor de los 30 cm, y su capacidad entorno a los 20-25 litros. El origen de este tipo se sitúa en la isla de Creta, donde se han documentado numerosos talleres28. Las similitudes con la pasta y las características físicas de los productos cerámicos de la isla han sido propuestas como argumentossuficientesparaestaatribución29. No obstante existen propuestas alternativas, si bien, sin la aceptación de la primera30.

21 c. cArrerAs, “Miscelánea: las otras ánforas del Monte Testaccio” en testAccio1999,p.95,p.201,fig.94;c. cArrerAs, “Miscelánea: las otras ánforas del Monte Testaccio” en testAccio2003,p.420,p.425,fig.68.1;P. mArimón, A. Puig, “Miscelánea: las otras ánforas del Monte Testaccio” en testAccio2007,pp.347-49,p.357,fig.81.4,2,3.22 A. tcherniA, Le vin de l’Italia romaine, Roma, 1986.23 C. cArrerAs, “Miscelánea: las otras ánforas dl Monte Testaccio” en testAccio 2001, pp. 395-96.24 C. cArrerAs , “Miscelánea: las otras ánforas…”, testAccio 2003, p. 417.25 P. mArimón; A. Puig, “Miscelánea: las otras ánforas…” testAccio 2007, pp. 349-50.26 A. mArAngou-lerAt, Le vin et les amphores de Crète. De l’époque classique à l’époque impériale, (Études Crétoises, 30), Paris 1995, pp. 67-77.27 h. s. roBinson, Pottery of the Roman Period. Chronology, (The Athenian Agora. Results of excavations conduced by The American School of Classical Studies at Athens, 5), Princeton 1959, p. 43, Pl. 8, (G197).28 A. mArAngou-lerAt, Le vin et les amphores de Crète..., pp. 68ss.29 Ibid. 30 A favor de esta hipótesis cretense J. W. hAyes, “The Villa Dionysos excavations, Knossos: The Pottery”, BSA 78, 1983. 97-169, esp. 143 y s. mArKoulAKi, et al., Recherches sur les centres de fabrication d’amphores de Crète occidentale, Bulletin de Correspondance Hellénique 113, 1989. pp. 551-580, p. 557. Para la hipótesis de una descartada procedencia ática, V. grAce, Stamped Wine Jar Fragments, Hesperia. Suppl. 10, 1953. pp.118-189, p. 170 y J. A. riley, “The coarse pottery from Benghazi”, en: J. A. lloyd (Ed.) Sidi Khrebish Excavations, Benghazi (Berenice), (2), Tripoli 1979, pp. 91-497.

En general, las pastas del conjunto documentado en el Testaccio son rojizas, muy depuradas, durasyconpartículasdedesgrasantemuyfinodecuarzo,aunqueenalgunosdelosfragmentoséstassontanfinasqueapenasesposibledetectarlas.

Por otro lado, la producción de la Cretoise I se sitúa entre el siglo I y principios o mediados

del III d. C. Así pues, todos los ejemplares que aquí tratamos pueden ser datados en general entre el 207-223 d. C., y se pueden encuadrar entre los ejemplos tardíos de este tipo de ánfora. Aún así, en tres de los ejemplares, podemos ajustar todavía más las dataciones dentro de esta horquilla cronológica.

Ejemplares:T.99 / R-82 (Fig.0.4)T.99 / C.390-410 / R.91 (208 d. C.) (Fig.0.5 )T.98 / A.0-30 / D.6 (Fig.0. 6)T.99 / R-87 (Fig.0.7)T.99 / R-83 (Fig.0.8)T.98 / C.90-110 / D.52 (210 d. C.) (Fig.0.9 )T.99 / R-96B (Fig.0.10)T.99 / R-97 (Fig.0.11)T.98 / R-86 (Fig.0.12)T.98 / A.0-30 / D.5 (Fig.0.13 )T.98 / C.90-110 / D.53 (210 d. C.) (Fig.0.14 )

6.4.- dressel 43 (cretoise 4)

Este tipo de ánfora responde a un envase vinario con origen en el Mediterráneo oriental. Entre las ánforas minoritarias del Monte Testaccio no es de las más frecuentes, aunque ya fue documentada en la campaña de 199431. En esa ocasión la cronología de mediados del siglo II d. C. coincidía plenamente con la distribución conocida de este tipo en la Península Itálica, así como en el resto de la cuenca mediterránea. La datación en la primera década del siglo III d. C. del ejemplar que ahora nos ocupa representa, pues, un ejemplo tardío de esta distribución en el Mediterráneo central, aunque dentro de las cronologías conocidas. Concretamente, este ejemplar se sitúa entre los años 214 y 224 d. C.

La Dressel 43 se distingue morfológicamente por un cuerpo cilíndrico y un labio poco diferenciado, nada exvasado, aunque su característica más remarcable son las asas32. Éstas son apuntadas, y normalmente se extienden hasta sobrepasar la altura del labio, aunque en nuestro ejemplar no llegan a este extremo. Como ya hemos apuntado, su producción la debemos situar en la isla de Creta entre los siglos I y II d. C.

Por lo que respecta a los productos contenidos, éstos se limitan al vinum pasum, vino dulce con miel, típico de la isla, ya citado por Plinio (nh 14.81), que era consumido —a juzgar por la distribución de los restos de este tipo de ánfora— en casi todo el Mediterráneo33 y las islas Británicas34.

31 C. cArrerAs, “Miscelánea: las otras ánforas..., testAccio 2003, pp. 419-20.32 s. mArKoulAKi, et al., Recherches sur les centres de fabrication d’amphores de Crète occidentale, Bulletin de Correspondance Hellénique 113, 1989. 551-580. A. mArAngou-lerAt, Le vin et les amphores de Créte…, 1995.33 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.34 C. cArrerAs, Miscelánea: las otras ánforas..., testAccio 2003, p. 419.

Ejemplares:T.99 / R.98 (Fig.0.1) (214-224 d. C.)

6.5.- forlimPoPoli (BenghAzi mid romAn AmPhorA 13; PeAcocK & WilliAms 42)

No es frecuente, en el Monte Testaccio, documentar hallazgos residuales de material anfórico deprocedenciaitálica.Dehecho,pornúmerodeejemplaresyportiposidentificados,elconjuntomás amplio —además, claro está, de las ánforas béticas y africanas— son las procedentes del Mediterráneo oriental. Aún así, en la campaña de 1989 se documentaron dos fragmentos de Dressel 2-4 itálica. Por todo ello, la atribución de los dos ejemplares ahora analizados se debe tratar con la cautela necesaria. Nos referimos a dos fragmentos de cuello, labio y asas de dos contenedores que pensamos pertenecen a la familia de las Forlimpopoli producidas en el norte de Italia.

Este tipo de ánfora, en producción desde el siglo I a. C. se fabricó en los talleres del área Emilia-Romagna hasta el siglo III d. C.35, aunque su fabricación se ha documentado también en la vecina Toscana. Es decir, no sólo en la vertiente adriática de la península sino también en la tirrénica36. Esta forma se caracteriza por un cuello largo y cónico, casi cilíndrico, unos hombros marcados y un cuerpo ovoide que se estrecha al acercarse a la base. Ésta es plana, con un ensanchamiento hacia el exterior en algunas variantes del tipo. Las asas, cuya sección es aplanada, arrancan por debajo del borde, lejos del labio, y terminan justo sobre el hombro, cayendo casi verticalmente.

Los dos fragmentos que analizamos, formalmente casi idénticos, presentan un cuello prácticamente cilíndrico que se estrecha justo por debajo del labio y en el que se puede observar acanaladuras en la parte externa —y en uno de los ejemplares, T. 98 / D. 190-210 / D.48, también enlaparteinterna—encasitodalasuperficiedelcuello.Lasasas,desecciónelíptica,sonbastantegrandes, con el hombro que se eleva ligeramente por encima del arranque superior de éstas. En la parteinferior,terminansobreloshombrosdelcontenedor,casienunasuperficieplana,dadoquelainflexiónentreelcuelloyelhombroseproduceenunángulomuypronunciado,casirecto.Enningunode los dos casos se ha conservado ni el cuerpo ni la base, por lo que no estamos en condiciones de conocer si ésta última presentaba un ensanchamiento o si por el contrario la base plana es del mismo diámetro que el cuello, como era habitual en la mayor parte de los ejemplares.

La asociación con los tituli picti sobre ánforas Dressel 20 de los mismos niveles donde se hallaron los ejemplares que nos ocupan, permiten proponer una datación para su amortización en el Monte Testaccio entre los años 214 y 216 d. C., fecha que concuerda con los ejemplares tardíos documentados en la región de recepción del tipo.

Ejemplares:T. 98 / D. 190-210 / D.48 (Fig.0.3) (214-216 d. C.)T. 98 / D. 170-190 / D.51 (Fig.0.3) (214-216 d. C.)

35 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.36 m. PAoletti; s. genoVesi, Le anfore tardoantiche e l’economia della villa di S. Vincenzino a Cecina (III-V sec. d. C.): un possibile modello per le ville dell’Etruria settentrionale costiera, en: m. BonifAy; J.-c. tréglia (Eds.), LRCW 2. Late Roman coarse wares, cooking wares and amphorae in the Mediterranean. Archaeology and archaeometry, (BAR. International series, 1662), Oxford 2007, p. 391.

6.6.- gAuloise 4 (Augst 12; cAllender 10; niederBieBer 76; ostiA 60; PeAcocK & WilliAms 27; Pélichet 47)

Las campañas de 1998 y 1999 han proporcionado bastante material que podemos adjudicar al tipo Gauloise 437, de entre los cuales diez conservan forma. De estos diez, siete corresponden a la parte superior del ánfora y tres a la inferior. Entre las piezas superiores hallamos dos que permiten diferenciar perfectamente el borde, el cuello y el arranque de las respectivas asas, que no se conservan. Otras dos sólo corresponden a los bordes y labios de dos ejemplares diferentes. Hay también dos bordes seguidos por el cuello que termina en un hombro predominante sobre el que se apoya un asa. Y un último fragmento del que conservamos sólo parte del cuello, el inicio del hombro y el arranque de asa correspondiente. En dicho ejemplar se observa un titulus pictus38. De las tres piezas que corresponden a la parte inferior, dos de ellas se limitan a la base. El tercer ejemplar, en cambio, corresponde a la parte desde la cual, aproximadamente, el ánfora empieza a estrecharse. Además de este material con forma, se ha documentado material sin forma que conservaba restos de epigrafía39.

No son estas campañas las primeras en las que han aparecido Gauloise 4. Los años 1989-90 y 1993-94, fueron años en los que la presencia de dicha tipología fue representativa dentro de la agrupación denominada “las otras ánforas” cuyo objetivo es desarrollar un análisis de aquellos ejemplares que no pertenecen a las tipologías mayoritarias del Monte Testaccio, como son las Dressel 20 béticas o las ánforas de origen africano. En los años 89-90 se documentaron un total de diez ejemplares, dos de los cuales tenían tituli picti. El conjunto fue datado por el contexto arqueológico en el año 161 d. C., fecha que se enmarca en el momento de mayor producción y expansión de dicha tipo anfórico40. En los años 93-94 se documentaron cinco ejemplares de Gauloise 4 que pudieron ser datados en torno al siglo II, gracias a la morfología, ya que no se hallaron tituli picti de Dressel 20 en aquellas campañas que asegurasen una fecha precisa a los niveles del yacimiento. Otros conjuntos estudiados han documentado piezas galas, pero no correspondientes a la Gauloise 4 sino alaGauloise3.Enlosaños89-90sehallóunapiezaclasificadacomogalaporlapastafechadaenel año 222 d. C.41. Igualmente en los estudios de los años 91-92 se documentó un ánfora de origen indudablemente galo, pero al que no se podía ajustar dentro de las principales tipologías. Por las características del labio, esta ánfora recordaba a Gauloise 2, 3 u 8. La datación de la pieza fue fijadademodocontextualporuntitulus pictus del 223 d. C. 42. Del mismo modo, en los años 93-94 se documentó un ejemplar de ánfora gala que, en esta ocasión, por similitud se atribuyó al tipo Gauloise 343. En las excavaciones de los años 95 y 96 se hallaron cinco Gauloise 3, que plantearon nuevas posibilidades de estudio para el conjunto de las piezas de dudosa clasificación formadapor los ejemplares mencionados44. En resumen, la presencia de ánforas de origen galo está bien constatadaysepuedeafirmarqueesrelevanteentrelosotrostiposminoritarios,aunquenolleguealos niveles de otros tipos y zonas productoras mucho más presentes en el Testaccio. La cronología

37 Además de estos diez fragmentos con forma se han documentado otros sin forma con y sin epigrafía de Gauloise 4 que corresponden a un 1.4% del total del material pesado en las campañas de la presente memoria.38 Véase el capítulo 2 del presente volumen, sobre los tituli picti 39 Véase al respecto el capítulo 2 del presente volumen.40 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas… testAccio 1999, p. 94. 41 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas…, 1999, p. 95. Ver en este mismo capítulo el apartado referente a testAccio i.42 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas… testAccio 2001, p. 400.43 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas… testAccio 2003, p. 420. Ver en este mismo capítulo el apartado referente a testAccio i.44 P. mArimón; A. Puig; Miscelánea. Las otras ánforas… testAccio 2007, p. 347-8. Ver en este mismo capítulo el apartado referente a testAccio i.

de los fragmentos documentados en las campañas de 1989 hasta 1999 va desde principios de época de Antonino Pío hasta principios del siglo III45.

Las piezas que se documentaron en los años 1998 y 1999 se ajustan a la morfología típica de las Gauloise 4 que se caracteriza, a rasgos generales, por los siguientes elementos destacables. El labio de este tipo de ánfora es grueso, de sección circular, que podríamos definir como unaforma simple. El cuello, en comparación con el tamaño del ánfora, puede parecer demasiado corto y estrecho, siendo éstas sus características principales. Los hombros que se desarrollan a continuación tienen una presencia destacable, sobresaliendo considerablemente hacia afuera desde el final delcuello, lo que probablemente ayuda a acentuar el aspecto corto del mismo con respecto al tamaño delánfora.Sobreloshombrosreposaelfinaldelasasas,quetienensuarranquejustopordebajodellabio.Lasasassonplanas,superfilescurvo,desplegándosesuavementedesdeelcuellohastalos hombros. Vistas en sección se observa un ancho surco central. En la parte superior del ánfora es donde encontramos aquellos aspectos que tienden a variar más a lo largo del tiempo, como por ejemplo, el cuello y la curvatura de las asas. Así, los tipos más tardíos tienen un cuello más corto y una mayor curvatura de las asas46. Este hecho se aprecia en los ejemplares del Monte Testaccio, datados todos ellos en la primera mitad del s. III d. C. (208 d. C.- 214 d. C.).

El cuerpo, la parte más característica de esta tipo anfórico, es ovalado y cónico, estrechándose a medida que se acerca al pie. Dicho estrechamiento puede llegar a ser extremado y el diámetro máximo de la parte superior del ánfora puede llegar a ser cinco veces mayor que el diámetro de la parte inferior. El pie o base de la Gauloise 4 es igual o más estrecha que el cuello, completamente plana y circular. Generalmente se atribuye a este tipo de ánfora unas dimensiones reducidas que pueden oscilar entre unos 60-90cm de altura y una anchura, por la parte correspondiente a la de mayor diámetro, que puede oscilar entre los 36 y los 42 cm. El diámetro de la boca puede variar en unos centímetros de los 11 a los 13. A pesar de conocer las dimensiones del contenedor no podemos asegurar la capacidad de líquido que éste podía contener.

Para algunos autores, tanto las dimensiones como la forma de la base de las ánforas Gauloise 4 deben ser entendidas en relación a unos cambios de las circunstancias en el área de la comercialización47, al menos en lo que respecta al vino de origen galo. En este sentido Panella considera que la reducción de las dimensiones de este tipo de contenedores debe estar relacionada con los cambios en los mercados, los consumidores, la utilidad de las ánforas y en los medios para transportar las mercancías48. Del mismo modo, el tipo de base de las ánforas Gauloise 4, de fondo plano, permitirían la adaptación a casi cualquier tipo de medio de transporte, primando, según Panella49,losdecabotajeyfluvialporencimadelostransmarinos,estoes,decortoomedioradio.Elresultadofinalesqueestetipodeánforassonmásflexibles,seadaptanaunmayortipodemediosdetransporte y responden a una demanda más fragmentada.

45 Para las dataciones Antoninianas ver C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas…, testAccio 1999, p.94; Miscelánea. Las otras ánforas…, testAccio 2003,p.421.LasdatacionesdelsigloIIIserefierenalosfragmentosmencionadosenlapresente publicación. 46 f. lAuBenheimer, Les amphores gauloises sous l’Empire, Paris, 1989.47 C. PAnellA, Le anfore italiche del II secolo d. C., CEFR 114, 1989, p. 139-178.48 C. PAnellA, Le anfore italiche…, 1989, p. 160.49 C. PAnellA, Le anfore italiche…, 1989, p. 160.

El color de la pasta de las ánforas Gauloise 4 varía del color crema o beige al color crema rosácea (7.5YR 8/2-8/4)50.Elseccionamientodelapastaesfinoymuestraunentramadocalcáreoeinclusionesmuyfinasdifícilesdeverasimplevista,peroqueenlaboratoriosehandocumentadocomo cuarzo,mica y caliza, lasmás generalizadas, ymás raramente rocasmetamórficas comocuarcitas, esquistos, etc.51.Losanálisisarqueométricoshanpermitidoentreotrascosas,identificarlasdiferentes zonas de producción. La mayor parte de éstas se localizan en la región de Narbona, donde sehanpodidoidentificarhastatreintayochotalleres,asícomotambiénenlaregióndeLanguedocy Provenza52. En espera de la realización de análisis arqueométricos de composición de pastas, no se pueden detallar, de momento, las inclusiones concretas de los elementos encontrados en el Testaccio en las campañas 1998-99, lo que nos hubiese permitido una posible asignación del lugar de producción bastante precisa. Del mismo modo tampoco podemos diferenciar si nuestros fragmentos son en realidad una de las imitaciones comunes de este tipo que se producen en otras partes de la Galia, aunque sea una producción bastante reducida. Los ejemplos documentados en excavaciones anterioreshansidoclasificadoscomoGauloise4deorigengalo,apesardeque,asimplevista,lasimitaciones producidas en Hispania no se pueden diferenciar, gracias, sobretodo, a los tituli picti documentados cuya morfología nos concreta un origen indudablemente galo.

Las ánforas Gauloise 4 tienen una larga vida como tipo anfórico. La fecha más temprana en la que se ha podido documentar este tipo de origen galo corresponde a las primeras décadas del siglo I d. C., no obstante la consolidación de este tipo de contenedor no se empieza a producir hasta época Flavia, cuando se empieza a notar una cierta regularidad en los mercados occidentales. El siglo II d. C. es el momento álgido de la Gauloise 4, cuando su presencia controla gran parte del mercado de las provincias occidentales, convirtiéndose en una de las ánforas más utilizadas para el transporte del tipo de productos asociado a estos contenedores. Los fragmentos localizados en las campañas de los años 98 y 99 pertenecen al momento previo a la retrocesión de la comercialización de dicho tipo de contenedores,cuyofinalsesuelesituarentornoafinalesdelsigloIIIeiniciosdelIVd.C.,pasandoa ser la distribución, a partir de este momento, de tipo local53.

En cuanto al contenido se trata de vino galo, siendo estos contenedores el mayor exponente de su exportación y consumo. Concretamente de vinos de Narbona de diferentes tipos, según los tituli picti hallados en los envases, vinos que pueden incluir amineum y picatum54.

En las excavaciones del Testaccio de años anteriores (89-90) la gala es el ánfora más representada en la miscelánea del Testaccio55. Igual ocurre en el año 93-94, donde el hecho ya era destacado por Carreras, quien equiparaba la presencia de galas con la Cretoise 1, siendo las dos tipologías más representativas en aquellos años, en lo que respecta a ánforas vinarias del monte Testaccio56. En cuanto a la representatividad de las ánforas Gauloise 4 en las campañas 1998 y 1999, hemos de apuntar que

50 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.51 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.52 Ver el Nuevo trabajo de f. lAuBenheimer et A.smitch; Amphores Vinaires de Narbonnaise. Production et Grand Commerce, 2009, donde se ha llevado a cabo una recopilación de lugares de producción.53 c. PAnellA, “Appunti su un gruppo di anfore della prima, media e tarda età Imperiale.” Ostia III: Le terme del Nuotatore: scavo dell’ambiente V et di un saggio dell’area. Studi miscellenei, 21, (1973), pp. 460-633. f. lAuBenheimer, Les amphores gauloises…, 1989, P. mArimón; A. Puig, Miscelánea. Las otras ánforas…, testAccio 2007, p 347-8.54 Ver http://ads.ahds.ac.uk/catalogue/resources.html?amphora2005.55 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas…, testAccio 1999, p. 94.56 C. cArrerAs, Miscelánea. Las otras ánforas…, testAccio 2003, p. 421

la mayoría de fragmentos se hallaron en la campaña de 1999, alcanzando el porcentaje de este tipo anfórico el 1.4%57 del total de tipos documentados en la campaña de dicho año.

La disposición por niveles del total de material galo hallado – informe, formas y epigrafía – sugiere la posibilidad de que el material galo, o al menos la mayor parte de éste, fuese depositado en el Testaccio en dos descargas sucesivas. La primera de ellas, formada por una agrupación de material en los sectores A, B, C y D de la excavación. Se trata de un depósito de unos 40 cm de espesor58 que ocupa los niveles que van desde -4’30m a -4’70m y que corresponden a los años 207/208. Proporcionalmente, esta descarga corresponde al 49% del material total de ánforas Gauloise 4. La segunda descarga, formada también por 40 cm de material59, se concentra sólo en los sectores A, B y C ocupando los niveles de -3’30m a -3’50m y de 3’50m a 3’70m, siendo el porcentaje un 28% del total de material galo. En conjunto ambas descargar corresponden al 77% del material encontrado en la campaña de 1999.

Tabla 1.- Disposición de pesos de material galo por niveles de excavación.

Ejemplares:T.99/C350-370/R.41/1059 (Fig.0.4)T.99/A430-4507R.39 (Fig.5)T.99/C290-310/168 (Fig.0.6)T.98/D170-190/D.50 (Fig.0.7 )T.99/R.61 (Fig.0.8)

57 Que correspondería a 143,4 Kg.58 Material que incluye también ánforas béticas, africanas y orientales.59 Vid. supra.

Niveles A B C D250-270 ●

270-290290-310 ● ● ●

310-330 ● ●

330-350 ● ● ●

350-370 ● ● ●370-390 ● ●

390-410 ● ●

410-430430-450 ● ● ● ●450-470 ● ● ● ●

470-490490-510510-530530-550550-570570-590

Segunda descarga (ca. 208-210 d.C)

Primera descarga (ca. 207-208 d.C)

● más de 10 Kg.● entre 3 y 10 Kg.● entre 1 y 3 Kg.● menos de 1 Kg.

T.99/C430-450/R.65 (Fig.0.1)T.99/R.59 (Fig.0.2)T.99/A430-450/R.52 (Fig.0.3)T.99/C430-450/R.53 (Fig.0.4)T.99/A430-450/R.56 (Fig.0.5)

6.7.- PomPeii 5 tArdíA

Este tipo, documentado en Pompeya60, fuedefinido comoel precursorde laLateRoman

Amphorae 1 (LRA 1) y sus dataciones van desde el siglo I (son los casos de Pompeya y Beirut), hasta mediados del II d. C. (por ejemplo: Atenas y Kition). Los hallazgos efectuados en el Líbano (Beirut Imperial Baths)61 son atribuidos a la variante tardía de esta forma, mayor que la Pompeii 5 de época imperial, aunque como ésta todavía un contenedor de pequeño tamaño, de base plana y cuerpo ovoide.Lavariante tardíapresentauncuellomenoscónicoparaadoptarunaformadeperfilmáscurvilíneo, estrecho en sus extremos y más ancho coincidiendo con el arranque superior de las asas. Éstas son redondeadas en la parte interior y con una remarcada acanaladura en la exterior. El borde es ligeramente invasado con una pequeña acanaladura en la parte externa, justo por debajo del labio. Este puede ser redondeado o aplanado en la parte externa.

De los ejemplares documentados, los que nos ocupan vienen a sumarse a los recientemente publicados del norte de Italia62. Además, la precisa datación de éstos, entre los años 207 y 208 d. C., les otorga un especial interés por tratarse de ejemplares especialmente tempranos que señalan el inicio de la incorporación a la forma Pompeii 5 de las características de su variante tardía. Así, este tipo permanecería casi sin variantes hasta la aparición de la LRA 1. Efectivamente, el tipo ha sido documentado en Siria en contextos post quem 617-19 d. C. sin apenas variaciones formales63.

Ejemplares:T.99 / A-430-450/ R.32 (Fig.0.1)T.99 / A-430-450/ R.33 (Fig.0.2)T.99 / B-430-450/ R.31 (Fig.0.3)

6.8.- testAccio i

Dos de los ejemplares de las ánforas recuperados en la excavación del año 1998 corresponden a un tipo documentado anteriormente en elTestaccio. Esta forma, de clasificacióndudosa, se había atribuido en su momento a la forma Gauloise 364, apoyándose, para ello, en el amplio margen de variabilidad que caracteriza a este tipo, sobre todo en lo que respecta a los

60 J.-y. emPereur; m. Picon, Les regions de production d’amphores impériales en Mediterranée Orientale, CEFR 114, 1989, pp. 233-248.61 P. reynolds, “LevantineamphoraefromCilicia…”,2005,.p.565,Plate3,fig.19-22.62 V. degrAssi; d. gAddi; l. mAndruzzAto, Amphorae and Coarse Ware from late Roman-early Medieval Tergeste/Trieste (Italy), en: m. BonifAy; J.-c. trégliA (Eds.), LRCW 2. Late Roman coarse wares, cooking wares and amphorae in the Mediterranean. Archaeology and archaeometry, (BAR. International series, 1662), Oxford 2007, pp. 504-05 y Fig. 1, 4.63 P. J. e. mills; n. BeAudry, The ceramic coarse wares from the basilica excavations at Ras el Bassit, Syria: a preliminary assessment, en: M. Bonifay; J.-C. Tréglia (Eds.), LRCW 2. Late Roman coarse wares, cooking wares and amphorae in the Mediterranean. Archaeology and archaeometry, (BAR. International series, 1662), Oxford 2007, p. 745 y ss. Fig. 7, A03.1.64 f. lAuBenheimer, La production des amphores en Gaule Narbonnaise, Paris, 1985; Les amphores gauloises…, 1989. J. BAudoux, Les amphores du nord-est de la Gaule, DAF 52, Paris 1996, p.55.

labios65. Sin embrago, la totalidad de los fragmentos documentados en el Testaccio corresponden a la parte superior del ánfora – cuello, labios, bordes e inicios de asas – cuyos perfiles, enconjunto,dificultanlaatribucióndenuestrosejemplaresauntipoconcreto.Esporestemotivoquehemos optado por nombrar como Testaccio I al conjunto de ejemplares susceptibles de incluirse comopertenecientes a esta forma de clasificación dudosa.No pretendemos afirmar que nuestrosejemplos sean un nuevo tipo anfórico, ya que, como se verá más adelante, existen factores que deben ser estudiados en mayor profundidad para poder llegar a esa propuesta. No obstante, pretendemos remarcar el hecho de que, atendiendo a aspectos formales y a cuestiones cronológicas, existen elementos suficientes para cuestionarse la designación de losejemplares del Testaccio como pertenecientes a un mismo tipo. Las conclusiones aquí expuestas pretenden avanzar en su descripción y discutir algunos aspectos de su morfología.

Los dos ejemplares de la campaña del 98, presentan una pasta depurada con desgrasante de partículasmuyfinas.EnelcasodelejemplarT.98/C.50-70/D-44lapastaesanaranjadaconengobebeige en su cara externa. El otro ejemplar, T.98/Sup/386, presenta una pasta de color beige claro de tacto jabonoso,manchalasmanos.Ensusuperficieexterna,sobrelasasasyenelcuello,seobservanalgunostrazos de lo que debió ser un titulus pictusenrojoaunquelosrestosdecaldificultansuidentificación66. Formalmente los podemos adscribir al subgrupo de los ejemplares con cuellos cilíndricos y labios no exvasados, como los de las campañas 1993 y 1995. Los dos ejemplares presentan una acanaladura en la parte externa justo por debajo del labio. En el caso del fragmento T.98/C.50-70 / D-44 también presenta una acanaladura en el extremo superior de éste, al estilo de otros ejemplares67.

El hecho de que en diversas campañas se hayan documentado piezas o fragmentos con características morfológicascomunes,ypertenecientesauntipoanfóricodedifícilclasificación68, debe ser tomado en consideración al interpretar los datos del estudio. Esta presencia, reiterada aunque modesta, nos permitiría proponer, de manera preliminar, parámetros genéricos para este conjunto. Como ya hemos apuntado, las piezas halladas en anteriores campañas, desde 1989 hasta 1997, fueron definidas como pequeñasvariaciones dentro de una misma forma o tipo. En este sentido, los ejemplares de los años 1989 y 199669 conunperfildelabioexteriormásexvasadoquelosejemplaresdelosaños1993y1995,seconsideraríanun subtipo dentro del conjunto. Por su parte los ejemplares de los años 1993 y 199570 corresponderían a otrosubtipodelabiomenosabierto,queademáscompartiríaunperfilinternoligeramentemáscilíndrico71. Los ejemplares hallados en la campaña de 1998 podrían incluirse en el subtipo formado por las piezas de 1993 y 1995 ya que el labio casi no se abre hacia el exterior y el cuello es cilíndrico.

El arranque de las asas de la pieza T.98/Sup/386 se produce prácticamente a la altura del labio del ánfora, coincidiendo con la citada acanaladura externa justo debajo del labio, característica que

65 Ver nota 35.66 Siseconfirmacomotal,elgrafito postcocturam del ejemplar Ostia I, Fig. 568 junto al titulus pictus citado serian los dos únicos ejemplos de epigrafía sobre este tipo anfórico. A. cArnAdini, e. fABBricotti, C. GAsPArri (eds.), Ostia I. Le terme del Nuotatore: scavo dell’ambiente IV. Studi Missellanei, 13, Rome, 1968, p. 111, XVII B4.2010B, Fig. 568. 67 Es el caso de 96.S1-270/290.T5 del Monte Testaccio y de Ostia I, Fig. 568. P. mArimón, A. Puig, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio 2007,fig.81.3.A.cArnAdini et Alii (eds.) ostiA i, Fig. 586. 68 c. cArrerAs, Miscelánea:lasotrasánforas…,1999,p.95,p.201,fig.94;c. cArrerAs, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio 2003,p.420,p.425,fig.68.1;P. mArimón, A. Puig, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio 2007, p. 347-49, p.357,fig.81.2,3,4. 69 1989: 1.S-2/90-120/1248; 1996: 96.S1-270/290.T5 y 96.N1-650/370.29170 1993: 93.S1-260/280.1054; 1995: 95.S1-210/230.P14, 95.S2-350/370.T4 y 95.N2-350/370.47971 P. mArimón, A. Puig, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio2007,p.347-49,p.357,fig.81.4,2,3.

también se puede observar en las piezas de los años precedentes, ya que se conservó el arranque superior del asa. Ésta es corta, y redondeada, con el hueco interno casi circular. El citado ejemplar de 1998 conserva un asa cuya sección presenta un par de acanaladuras longitudinales bastante estrechas y profundas. Esta característica es observable también en una pieza de la campaña de 1995 (N2.350/370.479), la única de las anteriores que también conserva el asa entera. El resto de fragmentos sólo se conservan hasta el arranque de la misma. Lo que nos permitiría establecer que al menos el subtipo formado por las piezas de los años 1993, 1995 y 1998 tiene un asa que arranca casi amediaalturadelborde,conunacurvaturasuavehaciaelinterior.Elfinaldelasaseapoyaenloshombros, los cuales, por las piezas conservadas no parecen muy marcados.

Para poder asegurar que todas las piezas detalladas anteriormente forman parte de un conjunto del que conservaríamos dos subtipos sería necesario llevar a cabo análisis más detallados de la pasta y sus componentes. En particular, este análisis sería fundamental para poder defender o refutar la procedencia gala propuesta en anteriores Memorias de las excavaciones de Testaccio. Por otro lado en testAccio V72, se avanzó, como hipótesis de trabajo, la propuesta de relacionar estos fragmentos con el tipo “Table” amphora Type 1B,quedefineAndreOpait73. La similitud de nuestros fragmentos por la pasta y su coloración, así como por la forma del cuello con las características descritas por Opait para este tipo, podrían avalar esta atribución tipológica. Coincidimos en este sentido respecto a las piezas que nos ocupan, en cuanto a la pasta y forma del cuello. Sin embargo, la forma del asa y su curvatura, de las piezas halladas en 1998 no encajan plenamente con las descritas y dibujadas por Opait, por lo que, sin poderla descartar categóricamente, no podemos avanzar más en el camino deestahipótesisde trabajo.Porotro lado,hayque tenerencuentael tipoyacitadoOstia I,fig.56874.Entre loshallazgosdeOstiaAntica, sedocumentaron trespiezasqueseclasificaroncomoposibles variantes de un mismo tipo, cuyas características se asemejan a las de los ejemplares del Testaccio, sobretodo al subtipo formado por los ejemplares de las campañas de los años 1993, 1995 y 1998. Puesto que formalmente se trata del paralelo que más se aproxima a nuestro conjunto, muy próximos tanto física como cronológicamente, es quizás la propuesta más sugerente para la posible clasificacióndenuestroconjunto,aunqueconciertacautela.

Dada la reiterada aparición, aunque en cantidades muy reducidas, de este tipo en el Testaccio,

y los problemas de atribución existentes respecto a zonas de producción muy diferentes, se hace indispensable un análisis físico-químico del conjunto de las piezas documentadas en el monte Testaccio para poder establecer la proveniencia de las fábricas. Por ello, y hasta completar estos análisis, no nos atrevemos a proponer un origen concreto para nuestras piezas.

Por otro lado, la datación de todos los ejemplares del Testaccio se sitúa, por el contexto arqueológico, en las primeras décadas del siglo III d. C., excepto el ejemplar 93.S1-260/280.1054 que se dató en época de Antonino Pío (138-161 d. C.). La pieza de 1989 (1.S-2/90-120/1248) es del 222 d. C. Una de las de 1995 (95.S1-210/230.P14) se sitúa en 254 d. C. y las otras dos (95.S2-350/370.T4 y 95.N2-350/370.479) están datadas en un intervalo que va desde 247 al 258 d. C. En el caso de los ejemplares de 1996, uno (96.S1-270/290.T5) está datado en el 252 d. C. y el otro (96.N1-650/370.291) entre el 247 y el 258 d. C. Una de las piezas del presente estudio, T.98/Sup/386,

72 P. mArimón, A. Puig, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio2007,p.347-49,p.357,fig.81.4, 2, 3.73 A. oPAit, Local and Imported Ceramics in the Roman Province of Scynthia (4th- 6th centuries AD). BAR International Series 1274, 2004, p. 4-5. A. oPAit, “table” Amphora versus “Table” Pitcher in the Roman Dobrudja, Rei Cretatiae Romanae Fautorum. Acta 38, 2003, p. 215-218. 74 Vid. Supra

pertenecientealaexcavacióndelaño1998fuehalladaenelnivelsuperficial,enunazonaque,porlas características de la formación de del monte, se podría situar en el 217 o el 223 d. C.75. La otra, T.98/C.50-70 / D-44, en contexto arqueológico pero de un nivel poco profundo, se puede situar en el 217 d. C. Las dataciones indicadas son coherentes entre sí76 y ubican a nuestro conjunto en una cronología del siglo III d. C. Este hecho como ya se ha mencionado anteriormente, aleja a éstos del tipo Gauloise 3, cuya cronología se establece desde el 10-30 d. C. hasta inicios del siglo II d. C. Por otro lado, el tipo “Table” amphora tiene un periodo de producción que va desde el siglo II d. C. hasta el V d. C.77, fechas en las que nuestro grupo encajaría. En este sentido queremos destacar el paralelo querepresentaunánforaglobularsin identificarprocedentedelaunidadestratigráfica438delasexcavaciones de un área pública del centro de la antigua Tergeste (Trieste, Italia)78. Se trata de un ejemplar formalmente muy próximo a nuestro conjunto pero cuya datación por contexto arqueológico sesitúaentrefinalesdelsigloVyprincipiosdelsigloVId.C.conloque,deconfirmarsecomodelmismo tipo, la horquilla cronológica del conjunto se ampliaría notablemente.

Tabla 2.- Tabla cronológica de los diversos ejemplares

Así,porunladotenemosqueencuantoalaformayalapastanuestrogrupopodríaclasificarsecomo perteneciente al tipo Gauloise 3, pero no en lo que respecta a la cronología de dicho tipo. Y por otro lado, en cuanto a la pasta, inclusiones a simple vista y cronología nuestro grupo podría ser clasificado como“Table” amphora Type 1B, pero en cuanto a la forma existen divergencias manifiestas.Laprovenienciaoriental,noobstante,pareceprobableyenestesentidonosgustaríaapuntar las numerosas características comunes del grupo que nos ocupa con el heterogéneo conjunto de las Dressel 24, algunas de cuyas variantes coinciden formalmente con ejemplares del Testaccio79. Aún así, creemos que todavía es pronto para poder asegurar tal extremo. Al margen de todas las dudasqueestosejemplarespuedanplantear,creemospoderafirmarqueestoshallazgosrepresentanelmayor conjunto documentado de este tipo, y por supuesto, el que mejores dataciones puede ofrecer.

75 Ver al respecto el capítulo 1 del presente volumen.76 Comoyasepusodemanifiestoenlaanteriormemoria:P. mArimón, A. Puig, Miscelánea: las otras ánforas…, testAccio 2007,p.347-49,p.357,fig.81.4,2,3.77 A. oPAit, “table” Amphora versus “Table”…, 2003, p. 215-218. 78 V. degrAssi; d. gAddi; l. mAndruzzAto, Amphorae and Coarse Ware…, 2007, p. 504, Fig. 1,2.79 AuriemmA, r. et quiri, e., “Importazioni di anfore Orientali nell’Adriatico tra primo e medio impero” en eiring, J., et lund, J. (eds.), Transport amphorae and trade in the eastern Mediterranean: acts of the International colloquium at the Danish Institute at Athens, September, 26-29, 2002. Monographs of the Danish Institute at Athens vol. 5, 2004, pp. 49-50.

caMpaña ejeMplar datación

1989 1.S-2/90-120.1248 222 d. C.

1993 93.S1-260/280.1054 138-161 d. C.

1995

95.S1-210/230.P14 254 d. C.

95.S2-350/370.T4 247-258 d. C.

95.N2-350/370.479 247-258 d. C.

199696.S1-270/290.T5 252 d. C.

96.N1-350/370.291 247-258 d. C.

1998 98.SUP.386 217-223 d. C.

Ejemplares:T.98/Sup/386 (Fig. )T.98/C.50-70 / D-44 (Fig. )

6.9.- tiPo indeterminAdo

Enlaexcavacióndelaño1999sehallóunapartedeunánforadedifícilclasificaciónycuyos

paralelos nos son desconocidos hasta la fecha. Se trata de la parte alta del ánfora, concretamente, el cuello, el borde y parte del asa. El cuello es cilíndrico por su parte interna y externamente la pared del cuello cae recta, bajo el arranque del asa, hacia los hombros, que no se han conservado. El labio se abre ligeramente hacia el exterior. El borde es redondeado y se diferencia perfectamente gracias a unamolduradeperfilligeramenteapuntado.

El asa de esta ánfora arranca justo por debajo del borde moldurado. Sólo conservamos a penas unos centímetros de asa que nos permiten observar una sección circular, carente de marca o surco alguno, y un grosor considerable. Igualmente, el fragmento conservado permite estimar la posible trayectoria del asa, ya que parece arquearse bastante hacia el exterior antes de curvarse hacia los hombros, punto que ya no conservamos.

El fragmento de ánfora ha sido datado entre el 207/208 d. C. por el contexto arqueológico al que pertenece, ya que el nivel donde se encontró (– A430-450 –) se halla entre dos niveles datados por tituli picti en el 207 d. C.(– A510-530 –) y en el 208 d. C. (– A390-410 –)80.

Ejemplares:T.99/A.430-450/R.47 (Fig. )

6.10.- ánforAs minoritAriAs en el testAccio (1989-1999)

El reducido número de fragmentos que se documentan en cada campaña perteneciente a otros tipos de contenedores diferentes a los béticos y africanos ofrecen datos muy interesantes al estar estos hallazgos asociados a dataciones muy precisas. Además, el hecho de que en cada campaña aparezcan tipos anfóricos de este conjunto que se repiten, así como continuas novedades permite inferir algunos datos generales sobre la evolución de las tendencias de la llegada de estos contenedores minoritarios. Con este objetivo hemos reunido todos los datos publicados hasta ahora de las campañas desde 1989 hasta 1999 en relación a este conjunto.

Dado el reducido volumen de estos ejemplares el estudio se ha llevado a cabo a partir de fragmentos casi siempre correspondientes a la parte del cuello y borde de las ánforas, y por ello, la contabilización se ha desarrollado por número de ejemplares estudiados tal como aparecen en las memorias.

80 Ver al respecto el capítulo 1 del presente volumen.

Histórico Miscelánea

144-145 d. C. Campañas 1993-

1994

½ s. II 161 d. C. Campañas 1989-

1990

207-223 d. C. Campañas 1998-

1999

223-224 d. C. Campañas 1991-

1992

246 d. C. Campañas 1997-

1996-1997

Almagro 51C(1)

Beirut 3 (2)

Beltrán II A (2) Beltrán II A (2)

Beltrán II B (1)

Cretoise 1 (4) Cretoise 1 (11) Cretoise 1 (11) Cretoise 1 (1)

Cretoise 2 (2)

Cnidia altoimp. (2)

Dressel 2-4 (3) Dressel 2-4 (2)

Dressel 14 (3)

Dressel 43 (1) Dressel 43 (1)

Early Roman 12 (1)

Forlimpopoli (2)

Gauloise 4 (5) Gauloise 4 (10) Gauloise 4 (10)

Haltern 70 (2)

Knossos 18 (1) Knossos 18 (9)

Lusitana II (4) Lusitana II (1) Lusitana II (1)

Pompeii 5 (3)

Rodia (3)

Testaccio I (1) Testaccio I (1) Testaccio I (2) Testaccio I (5)

Indeterminada 93.N2/160-

180(1)

Indeterminada S7/50-70 (1)

Indeterminada 97S1/490-510(2)

Indeterminada 99/A 430-450(1)

Indeterminada S8/50-70 (1)

Los números entre paréntesis hacen referencia al número de ejemplares documentados

Tabla 3.- Cuadro resumen de los tipos anfóricos pertenecientes a la Miscelánea documentados en el Testaccio hasta 1999.

Se ha de tener en cuenta que los diversos tipos anfóricos documentados son muy numerosos por lo que los hemos agrupado en dos categorías diferentes. En primer lugar por lugares de proveniencia, es decir, las otras ánforas de Hispania, las itálicas, las galas y las del Mediterráneo Oriental. En segundo lugar se ha distinguido entre los diferentes productos que contenían los distintos tipos anfóricos, ya sea vino, aceite o salazones.

Gráfico 1.- Gráfico de proveniencia anfórica.

Comopuedeobservarseenelgráfico (Fig.000) lamayorpartede las ánforasestudiadasprovienen del Mediterráneo Oriental, representando un 43.3% del total del material que se estudia en el apartado de la Miscelánea. El segundo lugar más representativo en el monte Testaccio es la Gallia, aunque su porcentaje es bastante menor que el del Mediterráneo Oriental, un 22%. Hay que anotar que el material galo documentado en el Testaccio pertenece exclusivamente al tipo anfórico Gauloise 4. Las otras ánforas de las provincias hispanas representan el 13.3%, siendo el tercer lugar deprovenienciaenimportancia.Yfinalmente,lasánforasdelaPenínsulaItálicacorrespondenaun9% del total de material que estamos estudiando. Además, existe un porcentaje de 12.4% de ánforas cuyo lugar de proveniencia es indeterminado.

Las campañas de excavación estudiadas hasta ahora nos han proporcionado material que ha sido datado en el siglo II d. C., concretamente en la segunda mitad del mismo (144-164 d. C.) y en el siglo III d. C., en la primera mitad (desde 207 d. C. hasta 224 y el año 246 d. C.). En este sentido, si analizamos el material agrupado por proveniencia asociándolo a las dataciones absolutas que gracias a los tituli picti de las Dressel 20 podemos asignar a los tipos anfóricos, se observa que las otras ánfora de Hispania son más habituales en el siglo II d. C. que en la primera mitad del tercero (ver Fig. 000). En el caso de las ánforas galas la diferencia es menor, pero se han documentado más ejemplares en el siglo II d. C. que en el siglo III d. C. Respecto a las ánforas de la Península Itálica, que es el lugar de proveniencia menos habitual en el Testaccio, los ejemplares datados en el siglo II son más cuantiosos que en el siglo III. En el caso de las ánforas del Mediterráneo Oriental se invierte la proporción, siendo más abundantes en el siglo III d. C. que en el II d. C. Sea cual sea el valor como muestrarepresentativadeesteconjuntodematerialesquefinalizabasutrayectoenelTestaccio,éstamarca una tendencia ligeramente diferenciada entre el tercer cuarto del siglo II d. C. y la primera mitad del III d. C. Por la que los productos del Mediterráneo Oriental aumentan su volumen en detrimento de los de origen galo e itálico. Evidentemente los productos de origen Hispano de los que hemos excluido el aceite que contenían las Dressel 20, no podemos incluirlo en esta tendencia ya que la mayor parte del material anfórico documentado en el Testaccio es de proveniencia hispánica, por loqueladisminuciónqueseobservaenelgráficoafectaríasóloalasotrasánforashispanas.

Otras hispanas GalasMediterráneo Oriental ItálicasOtras hispanas Galas

Mediterráneo Oriental Itálicas

Gráfico 2.- Gráfico comparativo de proveniencia por siglos.

Por lo que respecta a los contenidos, el producto más habitual en el Testaccio, al margen del aceite africano y de la bética, es el vino, siendo el porcentaje de ánforas que lo contienen un 62.8% del total. Muy lejos de este porcentaje se encuentra el de las salazones con un 15% de ejemplares. El aceite dentro de este grupo minoritario de ánforas sólo representa un 8%, estando formado únicamente por el tipo anfórico Knossos 18, por lo que se trataría de aceite procedente del Mediterráneo Oriental.

Gráfico 3.- Proporción de tipos de productos.

0

5

10

15

20

25

30

Otras hispanas

GalasItálicas

Mediterráneo Oriental

Indeterminadas

S. II d. C.S. III d. C.

Vino Aceite Salazones IndeterminadaVino Aceite Salazones Indeterminada

Aúncareciendodevalorestadístico,nuestrosdatosconfirmanlashipótesisqueapuntanaunorigen mayoritario de las ánforas del mediterráneo Oriental dentro de este grupo. De la misma manera, tambiénconfirmanelvinocomocontenidomayoritariodeestoscontenedores.Futurosestudiosenesta misma línea de los materiales hallados en campañas posteriores del Testaccio aportarán nuevos datos que aseguren o amplíen las tendencias que se han resaltado a partir de esta información. No obstante, hay que resaltar que el mayor valor de los datos del estudio continuado de estos materiales minoritarios sigue siendo el derivado de la asociación de los tipos y variantes tipológicos concretos de éstoscondatacionesmuyprecisas,hechoquenospermite,porejemplo,fijarlaevolucióndeuntipo.