Metodología en El Dieciocho Brumario de Luis

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Metodología en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte Publicado en 20 diciembre 2012 de Antonio Olivé Lectores, amigos ya casi familiares, nuestra propuesta en la entrada de hoy es doble. Por un lado os proponemos leer (o re-leer, según el caso apropiado) la obra de Marx, El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte - os la podéis descargar aquí -. Si no sabéis muy bien de que va os explicamos: en este libro Marx procede a la comparación de dos Bonaparte (Napoleón el Grande con el sobrino al que sus críticos llamaron Napoleón el Pequeño). El primero, Napoleón, aprovechando que el Directorio se venía abajo entre el desorden financiero, la debilidad de su ejecutivo y la corrupción de sus miembros (¿os suena de algo?) se hará con el poder. Todas las facciones (jacobinos, moderados, realistas…) ven el momento propicio para alzarse con el poder en el cambio de régimen que se avecina. En estas circunstancias, Napoleón -recién venido de Egipto- y aconsejador por Talleyrand, Fouché y Sieyès, disuelve el Directorio con el apoyo del ejército y de su hermano Lucien, presidente del Consejo de los Quinientos. Era el 18 de Brumario (9 de Noviembre). Años más tarde, otro Bonaparte, Luis Napoleón, da un golpe de estado el 2 de diciembre de 1851. Las fechas no coinciden, pero por lo demás las circunstancias son parecidas. Basándose

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Metodología en El Dieciocho Brumario de Luis   Bonaparte Publicado en 20 diciembre 2012 de Antonio Olivé

Lectores, amigos ya casifamiliares, nuestra propuesta en la entrada de hoy es doble.Por un lado os proponemos leer (o re-leer, según el casoapropiado) la obra de Marx, El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte -osla podéis descargar aquí-. Si no sabéis muy bien de que va osexplicamos:

en este libro Marx procede a la comparación de dosBonaparte (Napoleón el Grande con el sobrino al que suscríticos llamaron Napoleón el Pequeño). El primero, Napoleón,aprovechando que el Directorio se venía abajo entre eldesorden financiero, la debilidad de su ejecutivo y lacorrupción de sus miembros (¿os suena de algo?) se hará conel poder. Todas las facciones (jacobinos, moderados,realistas…) ven el momento propicio para alzarse con el poderen el cambio de régimen que se avecina. En estascircunstancias, Napoleón -recién venido de Egipto- yaconsejador por Talleyrand, Fouché y Sieyès, disuelve elDirectorio con el apoyo del ejército y de su hermano Lucien,presidente del Consejo de los Quinientos. Era el 18 deBrumario (9 de Noviembre).

Años más tarde, otro Bonaparte, Luis Napoleón, da un golpe deestado el 2 de diciembre de 1851. Las fechas no coinciden,pero por lo demás las circunstancias son parecidas. Basándose

en estas similitudes Carlos Marx escribió entre 1851 y 1852 El18 de Brumario de Luis Bonaparte. 

De esta comparación entre los dos Bonaparte y de las dosjornadas del 18 de brumario, Marx extrajo uno de sus textosmás famosos. Al comenzar El 18 de brumario de Luis Bonaparte,en efecto, escribió lo siguiente: “Hegel dice que todos los grandeshechos y personajes de la historia universal se producen dos veces. Pero se olvidóde agregar: la primera vez como tragedia y la segunda vez como farsa. LuisBonaparte fue, así, la caricatura de su tío.”

La segunda propuesta, utilizando como pretexto esta obra deMarx, consiste en adentrarnos en el concepto marxistadel análisis de coyuntura o de situaciones. Para este segundopropósito nos vamos a apoyar en el trabajo de FlorencioPosadas Segura.

Esperamos que sea de utilidad.

Antonio Olivé

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Metodología en El Dieciocho Brumario deLuis Bonaparte

Florencio Posadas Segura

Introducción

En el presente ensayo, no se pretende realizar un estudioexhaustivo sobre la metodología de Marx en El Dieciocho Brumario,se toma como pretexto esta obra para intentar un acercamientono a la metodología, sino a algunos aspectos de la misma ahípresentes. 

En el punto uno, se pretende proporcionar una especie demarco teórico-metodológico que está presente en la obra deMarx. En el segundo, se aborda brevemente la reflexiónmetodológica de Marx y Engels en relación al 18 Brumario. En

el tercero, se sitúa la obra citada en el contexto delpensamiento gramsciano sobre el análisis de situaciones. Enel cuarto, se discuten tres acepciones sobre el concepto decoyuntura derivados de la interpretación de los clásicos dela teoría socialista. En el quinto, se examina con ciertodetalle tres aspectos de la metodología, que hacen a lateoría de las clases, la psicología del individuo y laproblemática del tiempo, presentes en algunos escritorescontemporáneos.

Finalmente, se establecen breves conclusiones.

1. Principios metodológicos o vectores en la obra de Marx

Un buen ejemplo de los problemas actuales de las cienciassociales son los que atañen al marxismo. Tras el nombre  demarxismo se presentan posiciones teórico-metodológicasdiferentes.

Por una parte, se revela una teorización de la historia en suconjunto, autodefinida como científica, cuyas tesis centralesson las siguientes: 1) el motor y la clave delfuncionamiento, así como de la transformación de lassociedades, es el desarrollo de las fuerzas productivasmateriales, en donde existe una fuerza productiva en últimainstancia determinante: los medios de trabajo o instrumentosde producción; 2) las fuerzas productivas de la vida materialson definidas, por una parte, como poseedoras de la virtudintrínseca de tenderse a desarrollar continuamente,progresivamente y, por el otro, como entes que no tienendeterminación social, esto es, que son susceptibles de sercaracterizadas como tales fuerzas productivas, conindependencia de las relaciones sociales; entre fuerzasproductivas y relaciones de producción que conforman laestructura económica de una sociedad, sólo existen relacionesde correspondencia o de antagonismo, en donde destaca elcarácter primordial de las primeras; sobre la base de laestructura económica de la sociedad, se levanta el edificiojurídico y político al cual corresponden formas determinadasde la conciencia social.

Una concepción de la sociedad, como la anteriormente expuesta,habría de hipotecar el futuro teórico-metodológico delmarxismo, tendiendo a situarlo dentro de un enfoque rígido ydogmatizado de la estructura “invariable” de las sociedadeshumanas y en una concepción evolucionista seudocientífica desu dinámica histórica, supuestamente regida por leyesnaturales que se cumplirían necesariamente.

Por otra parte, se despliega un elemento que despunta en laobra juvenil de Marx y reaparece constantemente en su obramadura. Se trata de aquella dimensión del pensamientomarxiano que se manifiesta ante todo como voluntad de acabarcon la filosofía especulativa, proclamando que no se trata deinterpretar al mundo sino de transformarlo y que es precisosuperar la filosofía realizándola. Ese sesgo de la reflexiónde Marx es el que se niega otorgarse de antemano la soluciónal problema global de la historia que hace a su sentido y seopone a proveerse de una “dialéctica” acabada e infalible,afirmando en cambio que el comunismo no es un estado idealhacia el cual se encaminaría fatalmente la sociedad, sino elmovimiento real que suprime el estado de cosas existentes.

Este ingrediente se manifiesta cuando Marx insiste sobre elhecho de que son los hombres quienes hacen su propiahistoria, sobre la base de condiciones dadas y declara, portanto, que la emancipación de los trabajadores será obra delos trabajadores mismos.

Estas otras posiciones y planteamientos de Marx no seresuelven en meras especulaciones. Por el contrario, puedenservir deguía teórico-metodológica para abordar el aspectomás importante en la obra de Marx, a saber, su análisisdescriptivo y explicativo de la sociedad capitalista, talcomo se expone en sus trabajos más acabados como El capital y el18 Brumario de Luis Bonaparte. 

En la llamada acumulación originaria y a todo lo largo del 18Brumario, por ejemplo, Marx describe un complejo procesoeconómico, social, político, jurídico e ideológico, donde laimaginación, los deseos, los objetivos y, por tanto, la

práctica de los sujetos sociales desempeñan un papel creadordecisivo tanto para la emergencia y consolidación delcapitalismo, en el largo plazo, como para la creación de laforma bonapartista de Estado, en el corto plazo.

2. La reflexión metodológica de Marx en el 18 Brumario

En rigor, elanálisis sobre su propia metodología utilizada enel 18 Brumario, es casi inexistente y contradictoria. Quizás,es el único lugar de la obra en donde Marx expone suconcepción metodológica, estaría dado por el siguientepasaje: “Sobre las diversas formas de propiedad, sobre las condiciones socialesde existencia, se levanta toda una superestructura de sentimientos, ilusiones,modos de pensar y concepciones de vida diversos y plasmados de un modopeculiar. La clase entera los crea y los plasma derivándolos de sus basesmateriales y de las relaciones sociales correspondientes”, concepciónposteriormente canonizada por el ya célebre fragmento delPrólogo de la contribución a la crítica de la economía política: “El resultadogeneral al que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a misestudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombrescontraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad,relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollode sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones deproducción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre laque se levanta la superestructura jurídica y política y a la que correspondendeterminadas formas de conciencia social” (2).

La metáfora del edificio, la base y la superestructuraintegrado por los niveles económico, jurídico-político eideológico, donde la superestructura se da como unaderivación de la base y las propias clases sociales estándeterminadas por la estructura económica, parecería nocorresponder con la realidad examinada y descrita, pues adespecho del propio autor, como diría Althusser, “ladeterminación económica en última instancia, nunca aparece”.

Lo escasamente descrito por Marx en relación a su mitología,ciertamente se revela contradictorio con todo lo que hace enel conjunto de El Dieciocho Brumario, Federico Engels, tomó al piede la letra lo escrito por Marx y le dio un sentido aún más

economicista y evolucionista, seudocientífico, cuando en elprólogo a la tercera edición, sentencia: “Fue precisamente Marx elprimero que descubrió la gran ley que rige la marcha de la historia, la ley según lacual todas las luchas históricas ya se desarrollan en el terreno político, en elreligioso, en el filosófico o en otro terreno ideológico cualquiera, no son, enrealidad, más que la expresión más  o menos clara de luchas entre clases sociales,y que la existencia, y por tanto también los choques de estas clases, estáncondicionados, a su vez, por el grado de desarrollo de su situación económica, porel modo de su producción y de su cambio, condicionado por ésta”. (3)

Por lo demás, Engels se refiere a un aspecto importante de lareflexión metodológica de Marx en el 18 Brumario y que tiene quever con su capacidad para comprender “la historia viva del momento” ysu penetración profunda “en los acontecimientos al mismo tiempo que seproducen”. La problemática del tiempo momentáneo dará lugar alo que posteriormente será llamado análisis de coyuntura. Sinembargo, la problemática del tiempo breve en Marx, estabaestrechamente vinculada a la cuestión del tiempo permanente,como el propio Engels pone de manifiesto: “He aquí por qué Marx nosolo estudiaba von especial predilección la historia pasada de Francia sino quaseguía también en todos sus detalles la historia contemporánea, reuniendo losmateriales para emplearlos ulteriormente, razón por la cual nunca le sorprendíanlos acontecimientos”.

3. El análisis de situaciones en Gramsci

Lenin definiría la coyuntura como “análisis concreto de la situaciónconcreta” y en términos de la relación estructura-coyuntura.En cambio, para Gramsci es el problema de las relacionesentre estructura y superestructura al que es necesarioplantear y resolver con precisión para llegar a un análisisjusto de las fuerzas que actúan en la historia de un periododeterminado.

Como el propio Marx, Gramsci toma como punto de partida dosprincipios metodológicos postulados por el primero en el yamencionado Prólogo: 1) ninguna sociedad se propone tareas paracuya solución no existan ya las condiciones necesarias osuficientes o no estén al menos, en vías de aparición y dedesarrollo: 2) ninguna sociedad desaparece y puede ser

sustituida si antes no desarrolla todas las formas de vidaque están implícitas en sus relaciones.

Para Antonio Gramsci, a partir de la reflexión sobre esos doscánones metodológicos se puede llegar al desarrollo de todauna serie de otros principios de metodología histórica. Sinembargo, señala en sus Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre elestado moderno, “en el estudio de una estructura es necesariodistinguir los movimientos orgánicos (relativamentepermanentes) de los movimientos que se pueden llamar decoyuntura (y se presentan como ocasionales, inmediatos, casiaccidentales). Los fenómenos de coyuntura dependen también demovimientos orgánicos, pero su significado no es de granimportancia histórica; dan lugar a una crítica políticamezquina, cotidiana, que se dirige alos pequeños gruposdirigentes y a las personalidades que tienen laresponsabilidad inmediata del poder. Los fenómenos orgánicosdan lugar a la crítica histórica-social que se dirige a losgrandes agrupamientos, más allá de las personasinmediatamente responsables y del personal dirigente”(5)

Las notas anteriores, son reveladoras de algo que habrá quetomar muy en cuenta. Desde la perspectiva gramsciana, en elestudio de la estructura claramente identificada con laeconomía, existen dos tipos de fenómenos o movimientos:orgánicos y coyunturales; los primeros identificados con lacuestión del tiempo permanente, los segundos con el problemadel tiempo ocasional; los segundos dependen de los primeros yno son de gran importancia histórica, siempre en relación conlos primeros. En tanto que se hace referencia al movimientoorgánico y coyuntural de la estructura, debe quedarclaramente establecido que en este nivel del análisis sehabla de organicidad y coyuntura económica respectivamente.

Para Gramsci, es en el estudio de un periodo histórico dondese aprecia la gran importancia de esta distinción entrefenómeno orgánico y coyuntural y en el cual se presentancrisis orgánicas estructurales que a veces se prolongan pordecenas de años. Esta larga duración significará que en laestructura económica se han revelado contradicciones

incurables que las fuerzas políticas que operan positivamenteen la conservación y defensa de la estructura, se esfuerzanpor sanearla y por superarla. Esos esfuerzos generan elfenómeno coyuntural que a diferencia de la crisis orgánicacasi permanente, forman el tempo de lo casi accidental, loocasional, lo inmediato. Sobre él se organizan las fuerzasantagónicas que tienden a demostrar que existen ya lascondiciones necesarias y suficientes para que determinadastareas puedan y deban ser resueltas históricamente.

Esos criterios metodológicos pueden adquirir todo susignificado si se aplican al análisis de los hechoshistóricos concretos, Gramsci lo hace en el caso de losacontecimientos de Francia en el periodo histórico de 1789 a1870, en donde puede advertirse de inmediato que Gramscianaliza los acontecimientos de 1848 examinados por Marx en ElDieciocho Brumario, pero sólo como un episodio más situado en elcontexto de un período histórico largo: “En efecto, sólo en 1870-71con la tentativa de la comuna se agotan históricamente todos los gérmenesnacidos en 1789, lo cual significa que la nueva clase que lucha por el poder nosólo derrota a los representantes de la vieja sociedad que se niegan a considerarlaperdida, sino también a los grupos más nuevos que consideran como superadatambién a la nueva estructura surgida de los cambios promovidos en 1789. Dichaclase demuestra así su vitalidad frente a lo viejo y frente a lo más nuevo. Además,en 1870-71 pierde eficacia el conjunto de principios de estrategia y de tácticapolítica nacidos prácticamente en 1789 y desarrollados en forma ideológicaalrededor de 1848 y que se resumen en la fórmula de “revolución permanente”(6).

Para el examen de ese largo periodo histórico francés,Gramsci no se limita al estudio de la estructura económica dela sociedad, sino que analiza también las contradiccionesinternas de la estructura social a partir de 1789, que sóloencuentran un equilibrio relativo a partir de 1871 con latercera república: equilibrio político que se prolonga porsesenta años después de ochenta de conmociones políticasproducidas en oleadas cada vez más espaciadas y en donde laproblemática del tiempo permanente y ocasional se vincula enun mismo periodo histórico que tiene como crestas de laoleada: 1789, 1794, 1804, 1815, 1830, 1848 y 1870 y en el

cual se privilegia no sólo el estudio de la estructura, sinotambién el de su relación con la superestructura: “El estudio deestas ‘oleadas’ de amplitudes diferentes es precisamente lo que permite reconstruirlas relaciones entre estructura y superestructura por un lado, y por el otro, entre eldesarrollo del movimiento orgánico y del movimiento coyuntural de la estructura”(7).

Es decir, que en los principios metodológicos que sirven aGramsci como punto de partida “ninguna sociedad desaparece y puedeser sustituida”…”ninguna sociedad se propone tareas…para ser” pasa por lamediación dialéctica de la fórmula política-histórica de larevolución permanente”, lo que significa resolveradecuadamente el problema de la relación estructura-superestructura, para un análisis justo de las fuerzas queactúan en un período histórico determinado.

En ese sentido, cabe decir que para Gramsci lo verdaderamenterelevante desde el punto de vista mitológico es el análisisde las situaciones o de fuerzas sociales, políticas ymilitares. El análisis de la correlación de fuerzas supone elproblema relaciona estructura-superestructura y por tanto larelación entre los fenómenos económicos, jurídicos,políticos, filosóficos, religiosos e ideológicos.

En el análisis de situación o relación de fuerzas gramscianoes necesario distinguir diversos momentos o grados que en lofundamental son los siguientes:

I. Relación de fuerzas sociales ligadas a la estructura,objetiva, independiente de la voluntad de los hombres, quepuede ser medida con los sistemas de las ciencias exactas efísicas.

 II. Un momento sucesivo es la relación de las fuerzaspolíticas caracterizado por cierto grado de homogeneidad,autoconciencia y organización de los grupos sociales. Sedistinguen, a su vez, por los diferentes momentos de laconciencia política colectiva: a) el momento económico-corporativo; b) momento de la conciencia de solidaridad deintereses entre todos los miembros de un grupo social en el

campo económico; c) el momento de la conciencia de interesesextracorporativos o fase política. En este momento se operael pasaje de la conciencia sobre la estructura a laconciencia de la superestructura. Se generan las ideologías ysurgen los partidos políticos. Se forma la unidad de fineseconómicos y políticos e intelectuales y morales. Se producela hegemonía política y cultural. Surge el Estado.

 III. Relación de fuerzas militares inmediatamente decisivosegún las circunstancias. Se distinguen a su vez dos momentos:a) técnico-militar y b) político-militar.

 No obstante, el análisis concreto de las relaciones defuerza, no constituye un fin en sí mismo; “ellos muestran cualesson los puntos de menos resistencia donde la fuerza de voluntad puede seraplicada de manera más fructífera, sugieren las operaciones tácticas inmediatas,indican cómo se puede lanzar mejor una campaña de agitación política, quélenguaje será el mejor comprendido por las multitudes, etc. El elemento decisivode toda situación es la fuerza permanente organizada desde largo tiempo, quepuede hacer avanzar cuando se juzga que una situación es favorable… Losgrandes Estados han llegado a serlo precisamente porque en todos los momentosestaban preparados para insertarse eficazmente en las coyunturas internacionalesfavorables y estas eran tales porque ofrecían la posibilidad concreta de insertarsecon eficacia en ellas” (8).

En Gramsci, finalmente se da una revaloración de lacoyuntura, de su importancia. Análisis situacional, análisisintegrado de fuerzas sociales, políticas y militares a todoslos niveles estructural y superestructural, para insertarseeficazmente en las coyunturas económicas favorablesoriginadas por la crisis orgánica de la economía. Para Gramsci,el análisis de coyuntura lo es de la economía y el desituaciones integra los diversos niveles de análisis de latotalidad social. Son cosas diferentes, pero relacionadas.Para poder incidir eficazmente en la primera se requiere dela segunda, de una situación favorable.

4. Diversas nociones sobre la coyuntura

En virtud de que hablar de la coyuntura se ha convertido en unlugar común, bien vale la pena hacer las aclaraciones quevienen al caso. Para unos, análisis de coyuntura, es el nivelde la economía; para otros, es coyuntura política; para otrosmás, significa analizar la totalidad social. Pareciera que elúnico criterio común entre los teóricos de la coyuntura es sureferencia al tiempo breve, pero ni siquiera eso es cierto.Los hay quienes hablan de “coyunturas largas”.

Para ilustrar la noción de coyuntura en el sentido que leotorga Gramsci, pero que se queda en él sin vincularlo alanálisis de situaciones, se hará referencia al ejemplo deVilar.

Pierre Vilar en su noción de Coyuntura, asume una definiciónamplia del concepto de coyuntura: “En el sentido más general, la‘coyuntura’ es el conjunto de las condiciones articuladas entre sí que caracterizanun momento en el movimiento global de la materia histórica. En este sentido, setrata de todas las condiciones, tanto de las psicológicas, políticas y sociales comode las económicas o meteorológicas” (9)

Sin embargo, Vilar le otorga a su noción de coyuntura unsentido más particular, En rigor se refiere a la coyunturaeconómica como parte de la ciencia económica. En ese sentido,que es el original tanto en Marx como en Gramsci, a laestructura de una sociedad, que Vilar identifica claramentecon los modos de producción, cuyas relaciones fundamentales yprincipios de funcionamiento serían relativamente estables,se dan en contrapartida movimientos incesantes, coyunturales,que son el resultado de este mismo funcionamiento y quemodifican en todo momento el carácter de estas relaciones, laintensidad de los conflictos, las relaciones de fuerza. “Así, acondición de pensarlo dentro de un tipo de estructura (modo de producciónfeudal, capitalista, de transición, etcétera), el movimiento coyuntural forma partede los análisis de historiador“, (10)

En Vilar, solo hay una referencia formal a la articulación detodas las condiciones, y a la modificación de las relacionesde fuerza. En realidad se queda en la coyuntura económica ypodría pecar de reduccionismo económico. Los movimientos

contemporáneos de la coyuntura económica son los indicadoreseconómicos, sobre todo los movimientos de los precios de lasmercancías: ‘”Digamos que hay mas ‘probabilidades’ de que estalle un motínen tiempo de hambre que en un año de buena cosecha“. Esto nosignifica, sin embargo, que el motín vaya estallarnecesariamente, y menos aún que vaya a transformarse enrevolución. Pero si hay confluencia (coyuntural) entreagudizaciones máximas de las contradicciones sociales aniveles diversos, se refinen las condiciones revolucionarias.Tal es el sentido del análisis coyuntural”. (11)

Desde su oficio de historiador, sugiere ideas novedosas parael corte geográfico o amplitud de las coyunturas: “zonascoyunturales” más que “coyunturas mundiales”; “coyunturamediterránea” más que “coyuntura moderna” y “coyunturaantigua”; “emparentamiento de coyunturas mundiales defenómenos geofísicos”. Sin embargo al referirse a la duraciónde los periodos, Vilar se permite hablar de movimiento largoy movimiento corto de los indicadores de la coyuntura y portanto de “coyuntura larga” y “coyuntura corta”, eliminando ladiferencia entre el movimiento orgánico y el movimientocoyuntural, la problemática del tiempo largo y el tiempocorto, por más que el propia Vilar se imagine “las fases largas”de la coyuntura como otros tantos “signos de modificación de lasestructuras” (…) pues “coyunturas y estructuras no son dos nociones extrañasentre sí; son dos aspectos de fenómenos comunes” (12).

Otra definición de coyuntura, como coyuntura política, quequiere distinguirse de la noción de coyuntura económica,sería la de Roger Bartra, en Breve diccionario de sociología marxista,cuando escribe: “Se denomina coyuntura política el eslabonamiento que seproduce en un momento dado de las fuerzas políticas que luchan por controlar elpoder socioeconómico. La coyuntura política es, por decirlo de otra forma, elreflejo en la superestructura política del nivel, carácter y agudeza de lascontradicciones y lucha de clases” (13).

Evidentemente, la teoría del reflejo no resuelveadecuadamente el problema de la relación entre estructura ysuperestructura, al menos en el sentido gramsciano, puesomite la mediación dialéctica entre ambas.

Es pertinente anotar que Juan Carlos Portantiero ha llamado aGramsci el principal “teórico de la coyuntura”. EnPortantiero hay una decida revalorización de Gramsci en elpensamiento socialista clásico, porque su reflexión lleva alintento de colocar las bases para el estudio y la resoluciónde las coyunturas a través del diseño de un “canonmetodológico” que permite relacionar las estructuras con laactualidad, pues, “El análisis de una coyuntura no es otra cosa, -enGramsci-, que el examen de un haz de relaciones contradictorias (relaciones defuerza), en cuya combinación particular un nivel de ellas –las económicas”- operacomo límite de variación, o sea, permite controlar el grado de realismo y deposibilidades de realización de las diversas ideologías que nacieron (…) en elterreno de las contradicciones que generó durante su desarrollo” (14).

En Gramsci, el movimiento orgánico estructural se pone demanifiesto en forma de crisis que pueden perdurar muchos añosy que forman el espacio de los fenómenos coyunturales. En unsentido amplio, las crisis de las estructuras,fundamentalmente la crisis política, da lugar al concepto dehegemonía, crisis de hegemonía, crisis orgánica, que paraAlessandro Pizzorno constituiría el elemento más interesantede la teoría política de Gramsci. Pero, contrariamente aquienes piensan que toda crisis orgánica, crisis derepresentación, abre el espacio para una coyunturarevolucionaria, “una ruptura revolucionaria”. Pizzorno sostendrájustamente, en Sobre el método de Gramsci que: “La crisis orgánica puedeconducir a la revolución, pero también puede abrir el camino a la reacción: osimplemente resolverse dejando el poder en manos de quienes ya lo detentaban“.(15)

5. La lectura metodológica contemporánea del 18 Brumario

Un texto como El Dieciocho Brumario puede ser visto sólo como elanálisis de una coyuntura de casi cuatro años en la historiade Francia (1848-1851). Puede ser leído también como unaporte a la teoría marxista de la lucha de clases en procesode elaboración.

Sin embargo, si la coyuntura se vincula al análisis desituaciones en el sentido gramsciano, entonces, el examen de

esa coyuntura realizada por el propio Marx, revela lautilidad de una mitología y de una teoría: atrapa y descubreun fenómeno casi accidental que luego será un conceptopolítico y dará lugar a la caracterización de una forma deEstado; el bonapartismo. Como acertadamente apunta FranciscoDelich, en Para el análisis de los fenómenos sociopolíticos coyunturales:“Metodológicamente, el hilo conductor del razonamiento es el comportamiento delas clases, pero y sobre todo el de las fracciones de clases, que a veces se definenpor atributos propiamente socioeconómicos (burguesía financiera), otros políticos(burguesía republicana) y que se enfrentan política y militar o socialmente segúnlos avatares de una coyuntura excepcional. Finalmente, Bonaparte asciende alpoder en hombros campesinos, lo que sugiere a Marx un triunfo del campo sobrela ciudad, posible por el bajo grado de conciencia de aquellos; sin embargo, Marxse cuida bien de distinguir el enfrentamiento a nivel del Estado, de los conflictos dela sociedad civil, aunque los reúne y combina reiteradamente, pero claramentedistinguibles” (16). Marx, al referirse a su propia obra desvelael hilo conductor: “…demuestra cómo la lucha de clases creó en Francia lascircunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre ygrotesco representar el papel de héroe”. (17)

Por lo que se refiere a las clases, y, sobre todo a lasfracciones de clase analizadas por Marx, su utilidad serevela al examinar las fracciones de clase dominantes, en surelación con una forma particular del Estado. Las fraccionesde clase aparecen formando bloques históricos de clase en elpoder o alternativo al poder, en el sentido gramsciano deltérmino, aunque en Marx no sea utilizado explícitamente eltérmino.

Cuando Marx nos habla del “dominio exclusivo” o del “monopolio en elpoder” de dos fracciones de la burguesía, la industrial y lafinanciera, su unidad política estaba dada por la monarquíaconstitucional como forma de Estado. En cambio, la fracciónde los grandes terratenientes, de la burguesía financiera yde la burguesía industrial, encuentran su unidad política enla república parlamentaria como forma de Estado; “habíanencontrado en la república burguesa la forma de Estado en que podían reinar encomún” dirá Marx. Pero la unidad política de las fraccionesde clase dominantes, no significa para Marx, reparto igualdel poder. Es aquí donde la idea de hegemonía también está

presente en Marx, para indicar que una clase o fracción declase en el poder, constituye el elemento dominante ohegemónico, en el caso de la República, la fracción de laburguesía financiera. En ese sentido, las conclusiones a lasque arriba Nicos Poulantzas, en Poder político y clases sociales en elEstado capitalista, son adecuadas: “…el bloque en el poder constituye unaunidad contradictoria de clases y fracciones políticamente dominantes bajo laégida de la fracción hegemónica” (18).

En el propio Poulantzas, tenemos un buen ejemplo deinterpretación lúcida del análisis de las clases o fraccionesde clase en El Dieciocho Brumario. Desde esta perspectiva no sóloexiste una diferencia sustancial entre la unidad política delas clases dominantes que llegan a conformar un bloque en elpoder y la idea de elemento dominante o hegemonía, ejercidapor una sola fracción; sino que también está presente la ideade alianza entre el bloque de poder y clases o fracciones declase fuera del bloque, así como la idea de clases ofracciones de clase-apoyo, que sirven de sustento al bloqueen el poder: “Los conceptos de bloque en el poder y de alianzas soncompletados en Marx, en lo que concierne, siempre a las variaciones en los límitesde una forma de Estado o de un bloque en el poder, de un estadio determinado,por otro concepto, que comprende una categoría particular de relaciones entre lasclases del bloque en el poder y otras clases: se trata de las clases sobre las cualesse ‘apoya’ una forma del Estado capitalista. Casos típicos de esas clases-apoyos:los campesinos parcelarios en el marco del bonapartismo; la pequeña burguesía afines del primer periodo de la república parlamentaria; el lumpenproletariado delbonapartismo” (19).

Por otra parte, y siempre siguiendo y tratando de interpretarla metodología utilizada por Marx en El 18 Brumario, losprotagonistas principales, la acción de ciertos individuos,juegan un papel decisivo en la coyuntura o las coyunturas queculminan con el golpe de estado de Bonaparte. La acciónindividual tiene sentido en función de las clases yfracciones de clase que representan o dicen representar, perotambién son importantes las consideraciones psicológicas quea propósito de ellos Marx desarrolla. Por ejemplo, sobre elactor principal: “Parecía como si sus apetitos usurpadores sólo seexteriorizasen para que no se acallasen las risas malignas de sus adversarios. Se

comportaba como un genio ignorado, considerado por el mundo entero como unbobo” (20). “Viejo roué ladino, concibe la vida histórica de los pueblos y losgrandes actos del Estado y gobierno como una comedia, en el sentido más vulgarde la palabra, como una mascarada, en que los grandes disfraces y las frases ygestos no son más que la careta para ocultar lo más mezquino y miserable”(21). “Como fatalista que es, abriga la convicción de que hay ciertos poderessuperiores, a los que el hombre y sobre todo el soldado no se puede resistir. Entreestos poderes incluye en primer término, los cigarros y el champagne, las avesfrías y el salchichón adobado con ajo” (22). “Una larga y aventurera vida devagabundo le había dotado de los tentáculos más perfectos para tantear losmomentos de debilidad en que podía sacar dinero a sus burgueses” (23). “Enlas orgías que Bonaparte celebraba todas las noches con la swell mob de ambossexos, en cuanto se acercaba la medianoche y las abundantes libacionesdesataban las lenguas y calentaban la fantasía, se acordaba el golpe de Estadopara la mañana siguiente” (24).

Hay un personaje, el protagonista principal de la mascarada,“grotesco y mediocre” en los calificativos de Marx, quedifícilmente puede ser vinculado a clase social alguna, noobstante apoyarse, identificarse o representar allumpenproletariado o al campesino conservador: “Este Bonaparte,que se erige en jefe del lumpenproletariado, que sólo en éste encuentrareproducidos en masa los intereses que él personalmente persigue, que reconoceen esta hez, deshecho y escoria de todas las clases, la única clase en la que puedeapoyarse sin reservas, es el auténtico Bonaparte, el Bonaparte sans phrase”(25). Y también “Bonaparte representa a una clase, que es además, la clasemás numerosa de la sociedad francesa: Los campesinos parcelarios” (26).Pero, en rigor Marx describe a Luis Bonaparte como unpersonaje agobiado por las deudas y sus acreedores,obsesivamente guiado por una sola idea fija y mezquina:asaltar el fisco y expoliar a toda la nación francesa. Apesar de todo tiene éxito. En opinión de Sinesio López, en Elanálisis de coyuntura en el pensamiento socialista clásico, Marx explica esteéxito, porque Bonaparte “explota” las contradicciones de clase, porque seubica en los núcleos principales de las correlaciones de fuerzas, se deja arrastrarpor ellas, dentro de una coyuntura cuya forma de movimiento es definida porMarx como línea descendente de la revolución, hasta desembocar en el poder”(27).

En relación con el papel que desempeñan los individuos, losprotagonistas principales de El 18 Brumario y la introspecciónpsicológica que Marx hace de ellos, Delich, considera que:“Leídas como historia de largo plazo se trata sólo de anécdotas personales; enaquel presente fueron probablemente muy relevantes, del mismo modo que ellargo plazo sólo considera las clases como homogéneas en detrimento de lasfracciones” (28).

Una cuestión más, de orden metodológico, que está presente enEl 18 Brumario, es el problema del tiempo. En la lucha de claseo fracciones de clase, que se enfrentan estableciendodiversas combinaciones en el poder o fuera de él, sólo eltiempo otorga unidad al conjunto de acontecimientos. ParaMarx existe una especie de tiempo permanente y ocasional. Elsegundo depende del primero. Cuando Marx recorta el tiempoentre febrero de 1848 y diciembre de 1851, en primer lugar,habría que señalar que no lo desvincula de un periodohistórico más amplio que Marx viene estudiando desde 1789 yque habrá de concluir ochenta años más tarde, en 1871.

En segundo lugar, al diseccionar el tiempo y la geografía,Marx se propone examinar un fenómeno coyunturalextraordinario, pero sobre todo analizar las fuerzassociales, políticas y militares capaces de incidireficazmente en el movimiento coyuntural, poniendo en juego uncomplejísimo análisis de la estructura social.

El problema se ha planteado en referencia exclusiva al tiempoocasional ligado a la coyuntura, en virtud de que Marxestablece diferentes periodizaciones sin mayoresexplicaciones del porqué lo hace.

Si nos atenemos a la periodización establecida por Marx alprincipio del texto, tenemos que en las fases recorridas porla revolución francesa desde el 24 de febrero de 1848 hastael mes de diciembre de 1851: “Hay tres periodos capitales que soninconfundibles: el periodo de febrero; del 4 de mayo de 1848 al 28 de mayo de1849, periodo de constitución de la república o de la Asamblea NacionalConstituyente; del 28 de mayo de 1849 al 2 de diciembre de 1851, periodo de larepública constitucional o de la Asamblea Nacional Legislativa” (29).

Sin embargo, esta misma periodización es modificada al finaldel texto: He aquí en breves rasgos, el esquema de suhistoria:

I. Primer periodo. Del 24 de febrero al 4 de mayo de 1848.Periodo de febrero. Prólogo. Espejismo de confraternizacióngeneral.

II. Segundo periodo. Periodo de constitución de la repúblicay de la Asamblea Nacional Constituyente.

                1. Del 4 de mayo al 25 de junio de 1848.Luchas de todas las clases contra el proletariado. Derrotadel proletariado en las jornadas de junio.

                2. Del 25 de junio al 10 de diciembre de1848. Dictadura de los republicanos burgueses puros. Seredacta el proyecto de Constitución. Declaración del estadode sitio en París. El 10 de diciembre se elimina la dictaduraburguesa con la elección de Bonaparte para presidente.

                3. Del 20 de diciembre de 1848 al 28 de mayode 1849.

 Lucha de la Constituyente contra Bonaparte y el partido delorden coligado con él. Caída de la Constituyente. Derrota dela burguesía republicana.

III. Tercer periodo. Periodo de la república constitucional y de laAsamblea Nacional Legislativa. 

                1. Del 28 de mayo al 13 de junio de 1849.Lucha de los pequeños burgueses contra la burguesía y contraBonaparte. Derrota de la democracia pequeño burguesa.

                2. Del 13 de junio de 1849 al 31 de mayo de1850. Dictadura parlamentaria del partido del orden. Coronasu dominación con la abolición del sufragio universal, peropierde el ministerio parlamentario.

                3. Del 31 de mayo de 1850 al 2 de diciembrede 1851. Lucha entre la burguesía parlamentaria y Bonaparte.

                a) Del 31 de mayo de 1850 al 12 de enero de1851. El parlamento pierde el alto mando sobre el ejército.

                b) Del 12 de enero al 11 de abril de 1851.Sucumbe en sus tentativas por volver a adueñarse del poderadministrativo. El partido del orden pierde su mayoríaparlamentaria propia. Coalición del partido del orden con losrepublicanos y la montaña.

                c) Del 11 de abril al 9 de octubre de 1851.Intentos de revisión, de fusión, de prórroga de poderes. Elpartido del orden se descompone en los elementos que lointegran. Definitiva ruptura del parlamento burgués y de laprensa burguesa con la masa de la burguesía.

                d) Del 9 de octubre al 2 de diciembre de1851. Ruptura franca entre el parlamento y el poderejecutivo. El parlamento consuma su defunción y sucumbe,abandonado por su propia clase, por el ejército y por lasdemás clases. Ocaso del régimen parlamentario y de ladominación burguesa. Triunfo de Bonaparte. “Parodia derestauración imperial” (30).

Se pueden apreciar tres cortes sucesivos realizados por Marx.En primer lugar un corte del periodo histórico recorrido porla revolución francesa, que va del 24 de febrero de 1848 al 2de diciembre de 1851; 2) la fase anterior, es subdivida entres periodos capitales e inconfundibles; 3) los periodosprecedentes son descompuestos a su vez en diez subperiodos.

Establecer un corte entre el tiempo largo y el tiempo cortotiene un alto grado de dificultad. Marx lo hace. Su tiempolargo arranca de 1779, su tiempo corto va de 1848 a 1851.Pero la dificultad es mayor si se efectúan censuras alinterior del tiempo breve como Marx también lo hace. De hechocada uno de los diez subperiodos podría dar lugar al estudiode diez coyunturas distintas.

Una primera explicación del problema planteado, estaría dadapor el hecho de que los fenómenos coyunturales vinculados alcorto plazo depende de los fenómenos orgánicos relacionadoscon el largo plazo. Son la forma en que se manifiesta pormedio de crisis el movimiento de la estructura de lasociedad. La problemática del tiempo inmediato está ligada ala cuestión del tiempo mediato; pero por otra parte estávinculada, en Marx, a su hilo metodológico, la teoría de lalucha de clases que es la que le permite hacer cuantos cortesconsidera necesarios. En donde aparentemente hayarbitrariedad, existen criterios teóricos que  organizan laperiodización asumida por Marx. Dicho con palabras de Delich:“La particularidad del ascenso de Luis Bonaparte al poder es generalizable, apartir de la detección de los componentes básicos de la coyuntura, leídos a partirde una teoría de las clases no formulada explícitamente. Esto implica que lacoyuntura se desintegra como tal para que emerjan los elementos directrices, lasconstantes históricas disimuladas por la especificidad” (31).

El propio Delich, sugiere una serie de premisas para elestudio actual de la coyuntura tal y como él la entiende. Lapremisa básica sería que no existe diferencia entre loselementos que se reúnen en un análisis de largo plazo deaquellos que se integran para un estudio de corto plazo. Unasegunda premisa es que el nivel de análisis no puede ser otroque el de las formaciones históricas. Una tercera premisa,consiste en que la coyuntura es siempre un modo particular dearticulación. Una cuarta premisa radica en un análisiscoyuntural es sólo posible si el énfasis se desplaza de lascausas a las condiciones, aunque obviamente no se puedaprescindir de aquellas.

La propuesta de Delich, no deja de ser sugerente sobre todopor integrar en una sola visión elementos teóricos sin loscuales el concepto mismo de coyuntura se presta a confusión oes interpretado en forma reduccionista, pues como resume:“Las cuatro premisas anotadas no son desde luego exhaustivas, pero, y a pesar dese generalidad, permiten al menos mostrar la posibilidad de encontrar un nivel deanálisis con cierto grado de autonomía, despejando las confusiones másfrecuentes por una parte y, por otra, apartándola del pragmatismo usual” (32).

CONCLUSIONES

El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, se inscribe dentro de lamejor tradición del marxismo de Marx, en donde este últimodescribe una combinatoria económica, política, jurídica,social e ideológica y en donde la última instancia económicanunca aparece, y en cambio los deseos, los objetivos y lapraxis de los individuos desempeñan un papel determinante.

La reflexión metodológica que el propio Marx realiza sobre suobra, resulta ser completamente insuficiente, casiinexistente y contradictoria. Engels toma al pie de la letrael reduccionismo economicista de Marx, como elemento clavepara analizar la historia del momento.

Gramsci sitúa los acontecimientos de 1848-1851 descritos yanalizados por Marx en el contexto de un periodo históricomás amplio que corresponde al ciclo de la revoluciónfrancesa. Desde su perspectiva, cobra especial relieve elanálisis de situaciones o correlación de fuerzas sociales,políticas y militares que presupone relacionar estructura ysuperestructura y por ende fenómenos económicos, jurídicos,políticos, filosóficos, religiosos e ideológicos. Gramscirevalora la importancia del análisis de coyuntura perovinculado al análisis de fuerzas. Análisis de situacionespara insertarse eficazmente en las coyunturas favorables.

Es necesario distinguir las diversas nociones de coyunturavinculadas con el análisis de lo económico, lo político y latotalidad social, en ese sentido, destaca la revalorizacióndel pensamiento gramsciano por parte de Portantiero yPizzorno.

En la lectura metodológica más reciente de 18 Brumario y en larevalorización del concepto de coyuntura destaca laproblemática vinculada con la teoría de las clases sociales ylas fracciones de clase; la biografía individual de losprotagonistas del cambio social y sus vínculos con lasociedad; la periodización histórica a corto y largo plazo .

Las sugerencias de Delich, que hacen a la revalorización delconcepto  de su coyuntura, parecen perfectamente pertinentes.Sus premisas retoman lo mejor de la tradición teóricamarxista y además tienen la virtud de tomar elementos yconceptos que provienen de diversas teorías no marxistas. Enese sentido y contrariamente a lo que pudiera pensarse, lasperspectivas de nuevos programas de investigación sobrecoyuntura, son aún más promisorias.

NOTAS

1. Marx, Carlos.: El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, p. 258

2. Marx, Carlos.: Prólogo de la contribución a la crítica de la economíapolítica, p. 348

3. Engels, Federico.: Prólogo de la tercera edición alemana de ElDieciocho Brumario de Luis Bonaparte, p. 232

4. Ibid. pp. 231-233

5. Gramsci, Antonio.: Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre elEstado moderno, p. 67

6. Ibid. p. 69

7. Ibid. p. 70

8. Ibid. p. 76

9. Vilar, Pierre.: La noción de coyuntura, p. 81

10. Ibid. p. 105

11. Ibid. p. 84

12. Ibid. p. 95

13. Bartra, Roger.: Breve diccionario de sociología marxista, p. 56

14. Portantiero, Juan Carlos.: Gramsci y el análisis de coyuntura,  p.177

15. Pizzorno, Alessandro.: Sobre el método de Gramsci, p. 54

16. Delich, Francisco.: Para el análisis de los fenómenos sociopolíticoscoyunturales, p. 14

17. Marx, Carlos.: Prólogo a la segunda edición de El Dieciocho Brumariode Luis Bonaparte, p. 230

18. Poulantzas, Nicos.: Poder político y clases sociales en el Estadocapitalista, p. 308

19. Ibid. p. 315

20. Marx, Carlos.: El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, p. 271

21. Ibid. p. 280

22. Ibid. pp. 281-282

23. Ibid. p. 278

24. Ibid. p. 308

25. Ibid. p. 280

26. Ibid. p. 317

27. López, Silesio.: El análisis de coyuntura en el pensamiento socialistaclásico, p. 34

28. Delich, Francisco, op. cit., p. 15

29. Marx, Carlos.: El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, p. 238

30.  Ibid. pp. 312-313

31.  Delich, Francisco, op. cit., p. 15

32. Ibid. p. 19