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Pro-Secretaria de Investigaciones Científicas y PosgradoNancy Díaz Larrañaga

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN SOCIAL

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Comité AsesorAlcira ArgumedoRaúl BarreirosManuel Calvo HernandoCecilia CerasoMartín CortésCarlos CozziJosé Luis De DiegoSilvia DelfinoEsther DíazJosé EliaschevAníbal FordRaúl Fuentes NavarroOctavio GetinoMempo GiardinelliClaudio GómezGustavo GonzálezHoracio GonzálezAlejandro GrimsonSusana MalacalzaMartín MalharroMaría Cristina MataMiguel Mendoza PadillaRaúl MonetaAngel Magariños de MorentínGuillermo Orozco GómezJosé María Pasquini DuránAntonio PresernAdriana PuiggrósSergio PujolEduardo RebolloRossana ReguilloDainah RímoliJuan SamajaHéctor SchmuclerOscar SteimbergRamón Torres MolinaAlejandro Verano

DirectorLuciano Sanguinetti

Secretaria de RedacciónAnaís Ballesteros

Comité EditorialAdriana ArchentiMarcelo BelincheJorge Luis BernettiCielito DepetrisNancy Díaz LarrañagaCarlos GiordanoCarlos GuerreroJorge HuergoCarlos MilitoFlavio PeressonDaniel Prieto CastilloFlorencia SaintoutInés Seoane ToimilAngel TelloWashington UrangaCarlos VallinaClaudia Villamayor

EditorialAlgo más Acceso a documentos en la Unión Europea: las diferentes caras

del interés público

Pilar Cousido González

La difusión de información sobre funcionarios y personas

de reconocimiento público en el marco del ejercicio de la libertad

de informar

Damián Loreti

Chile. Nueva ley reguladora del periodismo

Pedro Anguita

Historia legal de la radio y la televisión en Argentina

Analía Elíades

Derecho a la intimidad

Mirta Luisa Jurío y Emilia Erquiaga Jaurena

Sumario

PÁGINA 6

Artículos

PÁGINA 10

PÁGINA 20

PÁGINA 26

PÁGINA 32

PÁGINA 57

El Taller y el Grupo de Discusión en Investigación...

María Belén Fernández

Notas preliminares al estudio de la "Psicología del aprendizaje"

Eva Laura Mariani

Industria de la música, "world music" y MERCOSUR...

Silvana Contreras

El oficio del planificador: su potencial político y simbólico

María Laura Ferrandi y María Luján Barrionuevo

Los medios de comunicación como problema de

enseñanza-aprendizaje

María Victoria Martín

Una agenda etnocéntrica

Aníbal Ford

México en el siglo XXI: hacia un nuevo modelo de comunicación

democrático

Javier Esteinou Madrid

La participación política de los jóvenes

Gabriel Lamanna

Los graffitis y los cantitos futboleros platenses...Pablo Scharagrodsky

Comunicación y campos laborales

Patricia Vialey y equipo

Juan Gelman

Perspectivas

Entrevista

PÁGINA 80

PÁGINA 84

PÁGINA 102

PÁGINA 108

PÁGINA 119

PÁGINA 125

PÁGINA 139

Avances de investigación

PÁGINA 144

Ensayos

PÁGINA 152

PÁGINA 161

Informe especial

PÁGINA 176

PÁGINA 188

PÁGINA 192

Lecturas

Noticias

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Luciano Sanguinetti La argentina sufre desde mediados de los noventa un período de convulsión social. La vida

pública se ha visto transformada significativamentepor la crisis política, que se agravó a partir de la caí-da del gobierno de la Alianza, seriamente afectadopor sus propias negligencias, un contexto económi-co adverso y falto de direccionalidad política. En esatrama conflictiva, los argentinos vivimos con la sen-sación permanente de estar al borde de un abismo,caminando por una cornisa, haciendo equilibro en-tre el infortunio y el derrumbe. A pocos días de laelección presidencial, ninguna de las ofertas políticaspareciera convencer a las mayorías, y la pérdida de lainstitucionalidad política y social corroe constante-mente cualquier posibilidad de construir un horizon-te menos incierto que el presente.

Desde entonces, todo parece estar al arbitrio deuna sociedad hipermediatizada que contempla elproceso político como el espectador de una novela.Hace algunos años, Oscar Landi había observado queante la pérdida de protagonismo y peso político delas instituciones, los medios avanzaban imponiendosus propias lógicas. La desesperada búsqueda delefecto noticioso, el reduccionismo militante en la pre-sentación de los problemas y los actores, la intro-yección de fórmulas mágicas para las solución de lasdemandas y la confusión entre la agenda de coyun-

tura y la agenda de largo plazo, hacen hoy que laesfera pública mediática sea un carnaval de másca-ras, en el que los actores políticos buscan denodada-mente ponerse aquella que pueda seducir al electo-rado. En muchos casos, este protagonismo está mar-cado por los propios intereses en juego de los gruposmediáticos. Probablemente a este paso, la credibili-dad de la prensa ganada en el período de recupera-ción democrática y en la lucha contra la corrupciónque caracterizó al gobierno menemista, termineerosionándose al confundir los intereses empresarioscon la función de informar y entretener.

Días atrás, en una entrevista realizada por Was-hington Uranga, el investigador chileno ValerioFuenzalida1 convocaba a replantearlos el lugar de losmedios, reconociendo la importancia y significaciónque han adquirido en los últimos años. Fuenzalidatiene una visión critica, pero no demoni-zadora. Consolvencia y claridad, planteó allí algunos ejes que sonfundamentales para pensar a la televisión desde ladimensión de la ciudadanía.

"Yo creo que una mala televisión- dijo ValerioFuenzalida- es aquella frente a la cual la gente sienteque no obtiene ‘algo más’, aunque la entretenga y lepermita evadirse. Y esa expresión ‘algo más’ es típicade la audiencia. Es el lenguaje que la audiencia em-plea para decir ‘yo quiero entretenerme, yo quieroreírme, pero yo quiero algo más’. Creo que ese algomás es precisamente el déficit. El problema es queese ‘algo más’ tiene que estar en el interior de la risa,del entretenimiento y no de un discurso, ya sea delpsicólogo, del sociólogo, del político. Hay algo máscuando la audiencia encuentra programas que laacompañan, la divierten, cuando se siente querida,no reprendida por alguien; cuando al interior de unafecto obtiene visiones nuevas de su propia vida, decómo mejorar su vida, de cómo mejorar sus relacio-nes familiares, de cómo tratar problemas que tieneen la familia, de cómo salir adelante. Y esta es otra

Algo más

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expresión de la audiencia, ‘salir adelante en la vida’.Creo que cuando eso se obtiene al interior de unprograma que además proporciona entretención es-tamos ante en una buena televisión. La mala televi-sión es la que simplemente divierte pero no entregaalgo más a juicio de la propia audiencia".

Las palabras de Fuenzalida son elocuentes por suprofunda simpleza. Ese "algo más" que pareciera serlo que las grandes comunidades latinoamericanas lepiden a la tele, a los diarios, a las radios. Un algo másque trasciende el mero acto repetitivo de informar,de entretener, de investigar, de difundir, de comuni-car. Algo más que implica la toma de conciencia delrol social inevitable de los medios. Por supuesto queese algo más no puede imponerse, y allí interviene eldominio de lo público, el de la representación de losciudadanos, el control de calidad de la sociedad civily de un Estado hecho (por derecho) y pensado por laciudadanía. Evidentemente hoy, un debate sobre losmedios, no con frases hechas sino con propuestas,es imprescindible; los medios públicos y los privados,como lo demuestra el proceso de revisión de suspolíticas en materia cultural y comunicacional de laUnión Europea, pero como para no perder tiempo,se puede empezar por lo más cercano, como nos re-cuerda Fuenzalida. "En América latina la televisiónpública es el 20 por ciento de las estaciones de tele-visión. No es una cifra despreciable. Pero la gestiónde este 20 por ciento es tan desastrosa que se trans-forma, probablemente, en un 1 por ciento en su ca-pacidad efectiva de llegar a la audiencia. Yo me resis-to a la idea de que reformemos a los demás, pero nonos reformemos nosotros".

Debates y estudios necesarios como los que pre-sentamos hoy en Oficios Terrestres. Como los de Pe-dro Anguita en referencia a la situación de la libertadde prensa en Chile, el de Damián Loreti sobre los al-cances del derecho a informar sobre funcionarios ypersonas de reconocimiento público, el de Pilar

Coucido González respecto de los alcances del inte-rés público en relación con los documentos en laUnión Europea, el de las Profesoras Mirta Jurío y EmiliaIsabel Erquiaga Jaurena acerca del derecho a la inti-midad y el de Analía Elíades sobre la historia legal dela radio y la televisión argentina. Después de muchosaños en que las palabras control y regulación eranmalas palabras, llegó el momento de emprender eltiempo de las políticas.

Notas

1"La gente hace lecturas profundasde la televisión", reportaje alinvestigador chileno ValerioFuenzalida, realizado porWashington Uranga, y publicadoen Página 12, en marzo de 2003.

La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la

Universidad Nacional de La Plata entiende, como tal, que, tanto

desde la docencia y la investigación, como desde

la producción efectiva y la integración con la comunidad,

la universidad pública está obligada a asumir el compromiso

y la responsabilidad de dar respuesta a las diversas problemáticas

que los procesos comunicacionales plantean

a las sociedades contemporáneas.

Con tal convicción, ha implementado las Ediciones de

Periodismo y Comunicación, colección destinada a difundir

materiales de producción e investigación generados

dentro del ámbito de la facultad.

Aspira, pues, con ellas a la definición de un espacio de creación

e intercambio académicos, cuyo objetivo central se orienta

a lograr, en el campo de las comunicaciones, la articulación

eficaz entre actividad teórica y realización práctica,

capaz de satisfacer con aportes genuinos

la certeza inicialmente enunciada.

ECP

N˚ 20Los Cultural Studies.Hacia una domesticación

del pensamiento salvaje

Armand Mattelart

N˚ 21Cara y ceca de laescrituraGraciela Falbo (editora)

Artículos

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Introducción

Los fracasos, relativos, que el proyecto político-eco-nómico de Unión Europea ha cosechado en algunospaíses como Irlanda o Dinamarca y absolutos, comoen el caso de Noruega, han sido interpretados por laburocracia de Bruselas y, en particular, por la Comi-sión Europea, como una falta de transparencia que noconsigue transmitir a los ciudadanos comunitarios elentusiasmo que la idea necesita.

El rechazo de la opacidad y la creencia en que latransparencia informativa es un bien jurídico quenecesita protección legal se ha convertido en un pre-juicio inspirador de los últimos textos comunitarios y,llamativamente, de algunos estatales españoles enlos que no deja de resultar llamativo. Así, con fechade 6 de mayo de 2002 han sido publicadas dos leyesreguladoras de diferentes aspectos del nuevo CentroNacional de Inteligencia, que viene a sustituir al viejoCESID. En la Exposición de Motivos de la Ley 11/2002se dispone que la nueva regulación de los serviciosde inteligencia ha de recoger "(...) los controles par-lamentario y judicial, constituyendo éstos la esenciade su funcionamiento eficaz y transparente".

Sería, sin embargo, razonable pensar que el efi-caz funcionamiento del espionaje es el que se realizadentro de la máxima discreción y reserva. Este enfo-que legal, nuevo en España, parece afirmar lo con-

trario; que la eficacia y la transparencia son dos ele-mentos del mismo tándem y que no toda eficaciaserá aceptable, cualesquiera que sean los objetivos ofines a cuyo servicio se ponga.

Si en este ámbito, que podría ser considerado extre-mo, es de exigir transparencia, ¿qué no sucederá en losdemás terrenos de la vida pública? Cuestión diferente es,claro, la reticencia con que el sector privado mira a la trans-parencia. Los conceptos de confidencialidad, secreto em-presarial, secreto industrial, secreto comercial y otros, tra-dicionales en cualquier ordenamiento jurídico que se pre-cie, han reforzado, en la clase empresarial, la idea de quecomo mejor quedan servidos los intereses privados es cuan-do es posible moverse dentro de la máxima discreción.

En cambio, las tendencias doctrinales más recien-tes resaltan que la transparencia empresarial es unactivo que muestra toda su fuerza en épocas de cri-sis, principalmente, que hace que los usuarios o con-sumidores de los servicios o productos de la compa-ñía opten por apoyar, y no por desconfiar, de la em-presa y de sus gestores. Considerar la transparenciacomo el mejor ejercicio de relaciones públicas queuna institución puede hacer no es fácil, cuando laeducación pública y privada desde 1789 ha inculca-do, en el continente europeo, lo contrario.

Sólo situaciones de rechazo ciudadano como las vi-vidas en el seno de la Unión Europea pueden llevar asus gestores, los políticos de turno, a preguntarse quées lo que no ha funcionado. La estrepitosa caída en sumomento del Colegio de Comisarios Europeo, comoconsecuencia de una corrupción difusa, ha impulsadola normativa sobre transparencia comunitaria. Tras unlargo periplo histórico, el año pasado se dio el visto bue-no al Reglamento 1049/2001, sobre Derecho de Acce-so a los Documentos Institucionales Comunitarios.

Precedentes del reglamento 1049/2001, sobreacceso a documentos institucionales

El Reglamento en la Unión Europea es una moda-lidad normativa de aplicación directa que, a diferen-

Acceso a documentos en la Unión Europea:las diferentes caras del interés público

Por Pilar Cousido González

Doctora Cum Laude en Ciencias

de la Información y profesora

titular de la Universidad

Complutense de Madrid. Es

también, docente invitada en la

Sorbona de París, en la

Universidad Autónoma de México

y profesora de Doctorado de la

Universidad Diego Portales de

Santiago de Chile.

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cia de lo que sucede con las Directivas, no precisatransposición interna. Así, resulta que el Reglamento1049/2001 ha venido a identificar y describir la únicacategoría de documentos que podrían escapar delescrutinio público que la transparencia final del Re-glamento parece garantizar: el documento sensible.

El artículo 9.1 del Reglamento dispone que docu-mento sensible es "(...) todo (aquel) que tenga su ori-gen en las instituciones o en sus agencias, en los Esta-dos miembros, en los terceros países o en organizacio-nes internacionales, clasificado como "TRÈS SECRET/TOPSECRET", "SECRET" o "CONFIDENTIEL", en virtud de lasnormas vigentes en la institución en cuestión que pro-tegen intereses esenciales de la Unión Europea o deuno o varios Estados miembros en los ámbitos a que serefiere la letra a) del apartado 1 del artículo 4 (el interéspúblico, respecto a la seguridad pública, a la defensa ya los asuntos militares, a las relaciones internacionales,a la política financiera, monetaria o económica de laComunidad o de un Estado miembro), en particular laseguridad pública, la defensa y los asuntos militares".

Con esta determinación, la Unión Europea configu-ra una línea excepcional de documentos que podríanevadirse del derecho de acceso. Se observa que todosellos han de encajar en el concepto de interés público,expresión que ha sido estudiada por algunos de losautores más conocidos del Derecho de la Información1.

Conviene, también, considerar la interpretación quede esta fórmula legal han efectuado el Tribunal deLuxemburgo y el Tribunal de Primera Instancia en dife-rentes ocasiones para entender cuándo la Comisión,el Consejo, el Banco Europeo de Inversiones y el restode las instituciones comunitarias podrán denegar, le-gítimamente, el acceso a los documentos solicitadospor los ciudadanos comunitarios y por otras personas,físicas o jurídicas, que residan en el espacio común.

La excepción de los procedimientos judiciales

Así, en relación con la excepción del interés públi-co-procedimientos judiciales, en el asunto T-124/

1996, Interporc Im-und Export GMBH se dirigió con-tra la Comisión de las Comunidades Europeas parapedir la anulación de una Decisión de la Comisión(del 29 de mayo de 1996) en la que se había confir-mado la denegación previa de acceso a unos docu-mentos por parte del demandante.

Las pretensiones de las partes, en concreto la deldemandante, en el sentido de que se impugnara ladecisión que denegaba el acceso a los documentos,fueron estudiadas sobre la base de la normativa apli-cable al derecho de acceso a los documentos o trans-parencia comunitaria, en aquel momento, a saber, laDeclaración número 17 sobre Derecho de Acceso ala Información, anexa al Acta Final del Tratado de laUnión Europea (dado en Maastricht, a 7 de febrerode 1992), el Estudio Comparativo de normas estata-les de la Unión Europea y de Estados terceros, la Co-municación 93/C 156/05, sobre Acceso de los Ciu-dadanos a los Documentos de las Instituciones, laComunicación 93/C 166/04, sobre Transparencia enla Comunidad, el Código de Conducta sobre Accesodel Público a Documentos Comunitarios, la Decisión94/90/CECA, CE, EURATOM, sobre Acceso del Públi-co a Documentos de la Comisión y la Comunicaciónsobre Mejora del Acceso a los Documentos, de 4 demarzo de 1994.

Los documentos a los que pretendía acceder lademandante se referían al contingente "Hilton" decarne vacuna que anualmente puede ser importadapor la Comunidad Europea con franquicia arancela-ria. Ante la exigencia a la demandante de los dere-chos de importación "a posteriori", tras la sospechade que se habían producido falsificaciones en los cer-tificados de autenticidad, después de que la deman-dante pidiera argumentadamente la condonación delos derechos de importación mencionados, su abo-gado solicitó el acceso a ciertos documentos relati-vos al control de las mencionadas importaciones"Hilton".

El Director General de la Dirección General VI de-negó la solicitud de acceso fundamentándose en la

Notas

1Vid. Sobre el concepto de "interéspúblico": VV.AA.: L,intérêtpublique, principe du Droit de lacommunication. París, 1996.

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excepción basada en la protección del interés públi-co-relaciones internacionales y en la excepción de losautores, por la que habría que pedir los documentosa sus autores materiales (en este caso, se entendíaque eran las autoridades argentinas correspondien-tes, como se verá).

A su vez, el Director General de la Dirección Ge-neral XXI denegó, también, el acceso sobre la basede la excepción basada en la necesidad de protegerel interés público-actividades de inspección y de in-vestigación y, además, en la protección de la personay de su intimidad. Este mismo Director denegó el ac-ceso a otros documentos argumentando la obliga-ción de proteger el interés de la Institución en que seguarde el secreto de sus deliberaciones.

Por su parte, el Secretario General de la Comisión,que entiende de la solicitud confirmativa de la prime-ra solicitud de acceso a los documentos, argumentóque, al margen de otras excepciones, la relativa a laprotección del interés público-procedimientos judicia-les podía ser opuesta en la medida en que algunos delos documentos solicitados versaban sobre la Decisiónde 26 de enero de 1996, cuya anulación se pedía eneste proceso, por lo que en consonancia con el Códi-go de Conducta no se podría "(...) obligar a la Comi-sión a comunicar a la parte contraria documentos re-lativos al litigio, en el marco de un asunto del que es-tán conociendo los tribunales" (hechos, párr. 18).

Para lograr la anulación de la citada Decisión, laparte demandante subrayó:

(1º) Que se estaba infringiendo tanto el Códigode Conducta como la Decisión 94/90 y el artículo253 del Tratado Constitutivo de las ComunidadesEuropeas2 pues esgrimir la excepción de proteccióndel interés público-procedimientos judiciales paraimpedir el acceso a los documentos contravendríalos dos textos ahora aludidos cuyas disposicionesimponen el mayor acceso posible a los documentosen manos de la Comisión.

(2º) Que la interpretación de las excepcionesdebe ser restrictiva para salvaguardar el principio

del mayor acceso posible a los documentos insti-tucionales3,

(3º) Que la alegación de excepciones no puedeser efectuada de forma genérica, sino que cada do-cumento debe ser estudiado a la luz de la excepciónpropuesta, ponderando los intereses que protege laexcepción y el objetivo general de mayor acceso po-sible a los documentos de las instituciones, determi-nando en consecuencia qué razones imperativas obli-gan a acoger la excepción que impide el acceso aldocumento.

(4º) Que la Comisión no puede denegar el accesoa un documento que podría llegar a utilizar en unprocedimiento (en este caso, un documento relativoa la Decisión cuya anulación busca la parte deman-dante) porque con este comportamiento hurtaría delcontrol jurisdiccional las disposiciones que estaríacubriendo con el velo del secreto.

(5º) Que la excepción del interés público-procedi-mientos judiciales "ampara únicamente aquellas in-formaciones cuya divulgación podría suponer unobstáculo para las investigaciones y para el ejerciciode las acciones penales" (alegaciones, párr. 33).

(6º) Que la Comisión no podría contradecirse conobservaciones que hubiera formulado anteriormen-te en supuestos similares en los que entendiera quelos documentos no tenían interés para la marcha delprocedimiento.

(7º) Que la literalidad de la Decisión impugnadano permitiría saber si las particularidades del caso hansido analizadas.

(8º) Que la Comisión no había aclarado las razo-nes por las que entendía que había que aplicar laexcepción del interés público-procedimientos judicia-les.

(9º) Que la Comisión no había expuesto las razo-nes imperativas por las que divulgar los documentosperjudicaría al interés público.

(10º) Que las únicas excepciones a proponer se-rían las citadas del Código de Conducta y no otras,diferentes del mismo texto o de otro.

2 El artículo 253 del TratadoConstitutivo de las ComunidadesEuropeas dispone que "Losreglamentos, las directivas y lasdecisiones adoptadas conjunta-mente por el Parlamento Europeo yel consejo, así como los reglamen-tos, las directivas y las decisionesadoptados por el Consejo o laComisión deberán ser motivados yse referirán a las propuestas odictámenes preceptivamenterecabados en aplicación delpresente Tratado.3Vid. Sobre las "excepciones" y nosobre los "límites", por paradójicoque parezca el título, DesantesGuanter, J.M. y Soria, C.: Loslímites de la información. Madrid,1991.

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Para evitar el acceso a los documentos solicitados,los argumentos de la Comisión se centraron en lossiguientes puntos:

(1º) Que una cosa sería la importancia política dela transparencia y otra, la importancia jurídica, y que,en este sentido, la Decisión 94/90 había sido adopta-da por la Comisión como modo de organizarse inter-namente, lo que le permitiría adoptar las medidasoportunas para "garantizar su funcionamiento inter-no en interés de una buena administración" (alega-ciones, párr. 35).

(2º) Que la protección del interés público-procedimien-tos judiciales podía ser aplicada para impedir el acceso adocumentos solicitados que "versen sobre el litigio encurso o guarden relación con su objeto (...) Cualquierotra interpretación podría afectar gravemente a su dere-cho de defensa y, por consiguiente, comprometer el in-terés público (...)" (alegaciones, párr. 36-37).

(3º) Que su defensa no podría ser la adecuada situviera que probar la importancia de cada documen-to para el procedimiento en curso, negando que "ten-ga que invocar unas "razones imperativas" para po-der denegar una solicitud de acceso a los documen-tos" (alegaciones, párr. 37).

(4º) Que la excepción del Código de Conducta de-bería recibir una interpretación más amplia que la quepodría dársele a nivel estatal puesto que en dichoCódigo no había sido recogida expresamente la ex-cepción del secreto judicial.

(5º) Que el texto a la luz del cual debía tomarse ladecisión sobre la pertinencia del acceso a los docu-mentos solicitados no sería el Código de Conductasobre Acceso a los Documentos Institucionales, sinoel Reglamento de Procedimiento del Tribunal de Pri-mera Instancia sobre las Diligencias de Ordenacióndel Procedimiento.

(6º) Que no estaría obligada a probar que la divul-gación de cada uno de los documentos solicitadosperjudicaría al interés público.

(7º) Que la motivación de su denegación de acce-so habría sido suficiente.

Finalmente, a su vez, el Tribunal de Primera Ins-tancia (la Sala Tercera ampliada) entendió lo que seexpone a continuación:

(a) Que la adopción de la Decisión 94/90 en virtuddel poder de organización interno de la Comisión noobstaba para que dicha Decisión produjera efectosfrente a terceros y que el propio sistema de la Deci-sión llevaba a pensar que podía aplicarse en generala las solicitudes de acceso a documentos, sin necesi-dad de motivar la solicitud.

(b) Que la interpretación de las excepciones alderecho de acceso debía ser, definitivamente, restric-tiva.

(c) Que las categorías de excepciones eran dos; laprimera se centraría en la protección del interés pú-blico, y el uso subjuntivo del verbo ( "(...) cuya divul-gación pueda suponer un perjuicio (...)") obliga a que"la Comisión, antes de pronunciarse sobre una solici-tud de acceso a determinados documentos, (exami-ne), en lo relativo a cada documento solicitado, si, ala vista de las informaciones que obren en su poder,su divulgación puede efectivamente perjudicar a unode los intereses protegidos por la primera categoría(...)".

(d) Que la motivación exigida por la Decisión dereferencia, a una denegación de acceso, "debe reve-lar de manera clara e inequívoca el razonamiento dela autoridad comunitaria autora del acto impugna-do, de modo que, por una parte, los interesados pue-dan conocer la justificación de la medida adoptadacon el fin de defender sus derechos y, por otra, queel órgano jurisdiccional comunitario pueda ejercer sucontrol" (apreciación del T.P.I., párr. 53). A esto aña-día que "De esta forma, la motivación de una Deci-sión por la que se deniega el acceso a los documen-tos debe exponer -al menos para cada categoría dedocumentos- las razones concretas por las que laComisión considera que la divulgación de los docu-mentos solicitados se halla comprendida dentro delámbito de aplicación de una de las excepciones pre-vistas por la primera categoría de excepciones (...)

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con el fin de permitir al destinatario de la Decisióncerciorarse de que se ha efectuado realmente el exa-men (...) así como apreciar la fundamentación de losmotivos de la denegación" (apreciación, párr. 54).

Por este motivo, el Tribunal coincidió con la partedemandante en que debía anularse la Decisión im-pugnada, que impedía el acceso a los documentos,sin que el Tribunal estimara necesario entrar a valo-rar si había habido violación del derecho a la defen-sa.

No obstante, en cuanto a la argumentación deque la Comisión no podía invocar en un procedimien-to administrativo posterior a una sentencia de anula-ción, motivos diferentes para justificar la denegaciónde acceso a documentos y que la mera invocación demotivos nuevos agota el derecho a denegar el acce-so, el Tribunal subrayó que no podía dirigir órdenesconminatorias a la Comisión, por lo que no admitióel recurso.

La excepción del secreto de las deliberacionesinstitucionales

Otra de las sentencias que más juego ha dado a lahora de interpretar el significado del interés público -interés de la Institución en el secreto de sus delibera-ciones, en este caso- ha sido el asunto T-105-95, porel que el World Wide Fund United Kingdom, apoya-da por Suecia, contra la Comisión, apoyada por Fran-cia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda delNorte.

El objeto del caso fue la obtención de la anulaciónde la Decisión de la Comisión de 2 de febrero de1995, que había denegado el acceso a los documen-tos de la Comisión sobre el proyecto de construir unCentro de Observación de la Naturaleza enMullaghmore (Irlanda) y, en particular, si cabía usarlos fondos estructurales de la Unión para financiar elproyecto.

En la sentencia se recordaba que las Institucionespodrían denegar el acceso a los documentos para

salvaguardar el interés de éstas en mantener el se-creto de sus deliberaciones, tal como había señala-do, en su momento, el Código de Conducta.

El abogado de World Wide Fund había solicitadoel acceso a todos los documentos relativos al proyec-to MULLAGHMORE. En sendos escritos de 1994 sehabía informado a la parte solicitante de acceso queel mismo era denegado. En particular, la DirecciónGeneral XI había señalado que "Las excepciones es-tán destinadas a proteger los intereses públicos y pri-vados y a garantizar el secreto de las deliberacionesinternas de la Comisión. (...) las excepciones perti-nentes son las relativas a la protección del interéspúblico (en particular, de las actividades de inspec-ción y de investigación) y a la protección del interésde la Comisión relativo al secreto de sus deliberacio-nes. Los documentos (...) solicitado(s) se refieren alexamen de las denuncias, así como a las deliberacio-nes internas de la Comisión".

Por su parte, la Dirección General XVI había ex-puesto que "Las excepciones están destinadas, enparticular, a garantizar el secreto de las deliberacio-nes internas de la Comisión. Tales documentos com-prenden cualquier nota interna, intercambio de es-critos entre los servicios, incluido el Servicio Jurídico,y cualquier otra información cuya divulgación violeel secreto de las deliberaciones de la Comisión".

En la demanda confirmativa de acceso a los docu-mentos oficiales, el abogado del WWF recordaba elobjetivo de transparencia y de refuerzo de la con-fianza del público comunitario en la Comisión, lo quehabía inspirado la proclamación del derecho de ac-ceso del público a los documentos institucionales,insistiendo en que el acceso debería ser lo más am-plio posible y que las excepciones deberían ser estric-tamente interpretadas.

Por lo demás se destacaba que la Comisión noestaría obligada a denegar el acceso cuando estima-se que estaba en juego el interés institucional en pre-servar el secreto de las deliberaciones, sino que eltérmino utilizado por el Código de Conducta era

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"puede" incidiendo, por tanto, en el aspecto facul-tativo, lo que debería llevar a que la Comisión sóloinvocase la excepción ahora estudiada cuando fueranecesario con el fin de salvaguardar el secreto delprocedimiento de deliberación interno. El abogadode WWF argumentaba que el "Director General noha mencionado ninguna circunstancia de esta natu-raleza", dándose la circunstancia de que el procedi-miento cuyos documentos querían estudiar había fi-nalizado en 1992, por lo que ya no se trataría de quela Comisión tuviese que reflexionar a puerta cerrada.Esta circunstancia no permitiría invocar, a juicio de laparte demandante, la protección del interés público.

Por su parte, el Secretario General de la Comisiónseñalaba, en relación con las respuestas ofrecidas pre-viamente por los responsables de la Dirección GeneralXI y XVI, que la Comisión había tramitado individual-mente cada solicitud y había examinado caso por caso,de suerte que el principio fundamental de máximoacceso estaría siempre presente. También el SecretarioGeneral de la Comisión estimaba que la "divulgaciónde dichos documentos podría comprometer la pro-tección del interés de la Comisión relativo al secretode sus deliberaciones, así como la protección del inte-rés público, en particular el correcto desarrollo de losprocedimientos por incumplimiento. (...) es esencialpara la Comisión poder efectuar sus investigacionesen los ámbitos que son de su competencia, como guar-diana de los Tratados, sin dejar de respetar el carácterconfidencial de estos procedimientos. (...) velar paraque se preserve un clima de confianza mutua, queuna eventual publicidad haría peligrar seriamente. (...)la divulgación de los escritos que la Comisión y el Esta-do miembro afectado intercambiaron podría ser per-judicial para el examen de las infracciones del Dere-cho comunitario. (...) la Comisión hizo públicos -en uncomunicado de prensa- los motivos por los que noinició un procedimiento por incumplimiento contra Ir-landa en materia de Derecho ambiental".

El Tribunal de Primera Instancia optó por estudiarconjuntamente las presuntas infracciones al Código

de Conducta y a la Decisión 94/90, por una parte, asícomo al artículo 253 actual.

En su propio favor, la parte demandante argumen-tó lo siguiente:

(1º) Que tanto el Código de Conducta como laDecisión 94/90 eran vinculantes para la Comisión,con el fin de facilitar el mayor acceso posible a losdocumentos de la propia institución. El Gobiernosueco matizó la afirmación calificando los dos docu-mentos como actos jurídicos imperativos que"otorga(n) derechos a los ciudadanos e impone(n)obligaciones a la Comisión".

(2º) Que las excepciones al derecho de acceso de-bían ser interpretadas de forma restrictiva, lo que con-firmaban los principios de la jurisprudencia comuni-taria sobre libre circulación de personas y libertad deestablecimiento y libre circulación de mercancías.

(3º) Que la Comisión no podía invocar las excep-ciones de una forma general sino que tenía que fijar,en cada caso concreto, qué razones imperativas lle-varían a aplicar las excepciones.

(4º) Que la interpretación que la Comisión hacíade la excepción de interés público era excesiva puesse denegaba el acceso a los documentos, sin teneren cuenta el contenido de los documentos, las cir-cunstancias concretas de cada investigación, el tiem-po pasado desde que las investigaciones hubieranfinalizado, todo lo cual dificultaba la transparenciadel proceso decisorio de la Comisión y restaba con-fianza en la Administración Comunitaria.

(5º) Que por ningún motivo los procedimientospor incumplimiento tendrían que ser forzosamentetramitados dentro de una confidencialidad total.

(6º) Que las razones imperativas por las que sedenegaba el acceso a los documentos con el fin deevitar perjuicios a la protección del interés públicono habían sido indicadas.

(7º) Que el uso de la excepción del interésinstitucional en preservar el secreto de las delibera-ciones debía ajustarse al Código de Conducta, sinque fuera posible afirmar que los documentos se re-

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ferían a deliberaciones internas sin más y sin efec-tuar ponderación de los intereses de las dos partes.

(8º) Que al haber finalizado el procedimiento en1992, la Comisión no podía seguir amparándose enla excepción del secreto de las deliberaciones y que,también en este caso, debería haber expuesto lasrazones imperativas exigidas.

(9º) Que, tal como afirmaba el Gobierno sueco, elhecho de que al demandante no se le hubiera dadoningún documento probaría que la Comisión no ha-bía ponderado los intereses para cada documento.

(10º) Respecto al incumplimiento del artículo 253actual, el demandante subrayaba la carencia de mo-tivación suficiente y la falta de referencia a las razo-nes imperativas, además de la inexistencia de pon-deración de intereses. El Gobierno sueco destacabaque no se indicaba con claridad la excepción en quese basaba la denegación de cada documento.

Por su parte, la Comisión señaló:(1º) Que la Decisión 94/90 y el Código de Con-

ducta eran la aplicación práctica de las orientacionespolíticas de las Declaraciones efectuadas por los Es-tados de la Unión Europea y, en concreto, por losConsejos Europeos, de modo que "no otorgan a losciudadanos ningún derecho absoluto o fundamentalde acceso a los documentos (....) únicamente el de-recho a que sus solicitudes de acceso a los documen-tos se tramiten con arreglo a los principios y procedi-mientos en ellos establecidos".

(2º) Que el demandante no entendía que las ex-cepciones al derecho de acceso fueran límites de laobligación que la Comisión se había autoimpuesto.

(3º) Que el Código de Conducta no tenía el valordel Derecho Derivado pues sólo pretendía servir deorientación de política general, no siendo pertinentela jurisprudencia invocada por la parte demandante.

(4º) Que las excepciones podían ser, u obligato-rias, o facultativas, y que cuando se trataba de ex-cepciones obligatorias no había que hacer la ponde-ración de los intereses institucionales con los del soli-citante de acceso a los documentos puesto que tal

ponderación ya había sido efectuada por la Comi-sión cuando adoptó el Código de Conducta.

En cambio, en relación con las excepciones facul-tativas, la ponderación de los intereses de una y otraparte tenía que efectuarse en el momento en quefueran solicitados los documentos.

(5º) Que el carácter obligatorio de algunas excep-ciones del Código deriva de la propia calificación queles da dicho texto, como ocurre con la de interéspúblico. De esta forma, ante el riesgo de perjudicar ala protección del interés público, es obligado queentren en juego las excepciones obligatorias que seconvierten, por sí mismas, en razones imperativas.

(6º) Que la obligación de la Comisión de cooperarlealmente con los Estados miembros, lo que incluía undiálogo "franco y abierto", era lo que permitía llegara acuerdos amistosos tras diversas negociaciones.

(7º) Que el transcurso de un período de tiempoespecífico tras la conclusión del expedienteMULLAGHMORE (1992) no excluía la aplicación dela excepción del interés público, mucho más si seconsideraba que no había sido tomada ninguna de-cisión en ningún procedimiento al respecto y que elCASO MULLAGHMORE seguía siendo el objeto deun litigio.

(8º) Que, para los Gobiernos británico y francés,era, en efecto, necesario crear "(...) un clima de con-fianza mutua durante las discusiones que precedena un eventual procedimiento por incumplimiento. (...)es de interés para la Comunidad permitir a la Comi-sión discutir los eventuales incumplimientos del De-recho comunitario por parte de los Estados miem-bros, en condiciones de confidencialidad absoluta conobjeto de llegar a una solución amistosa (...) la meraposibilidad de que se divulguen documentos en elfuturo bastaría para deteriorar este clima de confian-za, de modo que la conclusión de un procedimientono pone término a la aplicación de dicha excepción".

(9º) Que, para la Comisión, el uso del término"pueda" le otorgaba un grado de discrecionalidadimportante.

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(10º) Que, en este caso, el secreto de las delibera-ciones se refería al examen e investigación de ciertosincumplimientos por parte de un Estado, lo que veníasiendo un tipo de procedimiento cuasi jurisdiccional.Por eso, en este caso también, el secreto de las delibe-raciones reunía rasgos coincidentes con los de la pro-tección del interés público. Por lo tanto, los derechosa invocar ambas excepciones serían idénticos.

(11º) Que si la Comisión tuviera que motivar laexcepción de confidencialidad respecto al contenidode cada documento individual, esta excepción per-dería su utilidad.

(12º) Respecto al actual artículo 253, la Comisiónestimaba que había expuesto con claridad, tanto loselementos de hecho, como los de Derecho, en quese basaba la denegación de acceso pues las alega-ciones estaban basadas en el citado artículo 253.

Por su parte, los razonamientos del Tribunal dePrimera Instancia, para concluir dando la razón alWorld Wide Fund UK, fueron los siguientes:

(a) Que en el momento de emitir su fallo, puestoque el legislador no había elaborado una normativageneral sobre el estudiado derecho de acceso a losdocumentos institucionales, la Comisión debería "(...)adoptar, en virtud de su facultad de organización in-terna, las medidas necesarias para tramitar -y respon-der a- las solicitudes de acceso a los documentos deun modo que corresponda a los intereses de unabuena administración (...)".

(b) Que la Decisión 94/90 indicaba los procedimien-tos, requisitos y excepciones que debían cumplir quie-nes deseasen acceder a los documentos instituciona-les, por lo que "(...) la Decisión 94/90 es un acto quepuede otorgar a terceros derechos que la Comisiónestá obligada a respetar, aunque dicha Decisión com-prenda, efectivamente, una serie de obligaciones quela Comisión se ha impuesto voluntariamente, en con-cepto de medidas de organización interna".

(c) Que las excepciones al principio general de ac-ceso a los documentos debían ser aplicadasrestrictivamente, sin frustrar el principio menciona-

do, de tal forma que los motivos de denegación de lasolicitud de acceso se interpretasen "(...) de tal ma-nera que no hagan imposible alcanzar el objetivo detransparencia expresado en la respuesta de la Comi-sión a las peticiones del Consejo Europeo".

(d) Que la primera categoría de excepciones, cuyaredacción había sido en términos imperativos, obli-gaba a que la Comisión denegase el acceso a losdocumentos relativos a una de las excepciones de laprimera categoría, "cuando se aporta la prueba deesta última circunstancia (...)

(e) Que la segunda categoría suponía la posibili-dad de que la Comisión denegase el acceso, alreconocérsele una facultad de apreciación, pero laComisión "debe ejercer dicha facultad de aprecia-ción ponderando realmente, por una parte, el inte-rés del ciudadano en obtener un acceso a estos do-cumentos y, por otra, su posible interés en preservarel secreto de sus deliberaciones".

(f) Que la distinción entre categorías de excepcio-nes que preveía el Código de Conducta se explicapor la "naturaleza de los intereses que las respectivascategorías intentan proteger. (...) excepciones obli-gatorias" y protege los intereses de terceros o delpúblico en general, en los casos en los que la divul-gación de determinados documentos por parte de laInstitución afectada puede causar un perjuicio a per-sonas que podrían denegar lícitamente el acceso adichos documentos, si estos obrasen en su poder.(...) la segunda categoría se refiere a las deliberacio-nes internas de la Institución que sólo comprometenlos intereses de esta última".

(g) Que cabía que la Comisión invocase al mismotiempo una excepción de la primera categoría y otra,de la segunda, para oponerse al acceso a determina-dos documentos, puesto que no lo prohibía ningunadisposición de la Decisión 94/90. Y, en la práctica, ladifusión -divulgación en términos de la Sala Cuartaampliada del Tribunal de Primera Instancia-, de undocumento podría perjudicar intereses de la primeray de la segunda categoría.

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(h) Que respecto a la primera categoría, "laconfidencialidad que los Estados miembros tienenderecho a esperar de la Comisión (...) justifica, enrazón de la protección del interés público, la dene-gación de acceso a los documentos relativos a lasinvestigaciones que podrían eventualmente dar lu-gar a un procedimiento por incumplimiento, aunquehaya transcurrido cierto tiempo desde la conclusiónde dichas investigaciones".

(i) Que no era suficiente que la Comisión invocase"la posible incoación de un procedimiento por incum-plimiento para justificar (...) una denegación de ac-ceso a la totalidad de los documentos objeto de lasolicitud de un ciudadano.(...) la Comisión está obli-gada a indicar, al menos para cada categoría de do-cumentos, los motivos por los que considera que losdocumentos mencionados en la solicitud que le hasido presentada están vinculados a la eventual in-coación de un procedimiento por incumplimiento,precisando a qué se refieren los documentos de quese trate, y en particular, si están relacionados con lasactividades de inspección y de investigación que im-plica la constatación de un eventual incumplimientodel Derecho comunitario".

(j) Que no siempre habría que aportar las razonesimperativas que justificarían la excepción puesto quepodría perjudicarse la función esencial de la excep-ción oportuna, "(...) podría resultar imposible indi-car las razones que justifican la confidencialidad res-pecto de cada documento, sin divulgar el contenidode este último y, por lo tanto, sin privar a la excep-ción de su finalidad esencial".

(k) Que las Decisiones individuales deben estarmotivadas, para que el interesado conozca las razo-nes de la medida y para que el órgano jurisdiccionalcomunitario pueda ejercer el control sobre la legali-dad de la decisión correspondiente. En este sentido,en el asunto que nos ocupa, el Secretario General dela Comisión se amparó simultáneamente en la ex-cepción de la protección del interés institucional re-lativo al secreto de las deliberaciones y en la excep-

ción de proteger el interés público, en los casos delas dos Direcciones Generales, sin distinguir entre losdocumentos. El Secretario General confirmaba lapostura de la Dirección General XVI, basada en elderecho institucional de proteger el secreto de lasdeliberaciones, y la postura de la Dirección GeneralXI, basada en la protección del interés público y en laprotección del interés institucional en proteger el se-creto de las deliberaciones.

(l) Que la consecuencia de este planteamientoera, necesariamente, que la argumentación de la Di-rección General XVI debería haber contenido unaponderación de intereses, en la parte correspondien-te al fundamento de la protección del secreto de lasdeliberaciones y que, en la parte correspondiente alfundamento del interés público, faltaría la precisiónde que los documentos pedidos a esta Dirección Ge-neral estaban incursos, de forma general, en la ex-cepción de dicho interés. Es más, faltaba establecerel vínculo entre los documentos que estaban en ma-nos de la Dirección General y la eventual incoaciónde un procedimiento por incumplimiento y lo únicoque contenía era una referencia general a dicha ex-cepción.

(ll) Que al no haber sido cumplido el actual artícu-lo 253, en la medida en que no estaban satisfechaslas exigencias de motivación, la Decisión debía seranulada.

(m) Que la argumentación de la Dirección Gene-ral XI se asentaba, también, en las dos excepcionesantes esgrimidas, de suerte que "la Comisión exponeen términos generales las razones por las que consi-dera que debe aplicarse la excepción basada en laprotección del interés público a los documentos rela-tivos a las investigaciones sobre un eventual incum-plimiento del Derecho comunitario que puede darlugar a la incoación de un procedimiento con arregloal artículo 169 (actual 226) del Tratado (...) sin indi-car, para cada categoría de documentos, las razonespor las que considera que todos los documentos so-licitados a la Dirección General XI estaban relaciona-

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dos con la posible apertura de un procedimiento porincumplimiento.

(n) Que la Dirección General XI tampoco habíaindicado las razones por las que todos los documen-tos pedidos estaban comprendidos en la excepciónde protección del interés público.

(o) Que era real la posibilidad de que sólo unaparte de los documentos pudiera estar afectada porel secreto de las deliberaciones, pero como la Deci-sión no contenía una ponderación de intereses exis-tentes, no era posible comprobar por parte del de-mandante o por parte del Tribunal si la Comisión lohabía hecho efectivamente. Por esta razón, tambiénse anuló la Decisión de 2 de fedbrero de 1995.

Conclusiones

(1ª) Se observa un uso coincidente en la Doctrinajurídico-informativa y en la incipiente Jurisprudenciade los tribunales comunitarios del término "excep-ción" y no del término "límite" para indicar los con-tenidos que pueden ser hurtados del derecho gene-ral de acceso a los documentos institucionales.

(2ª) Se advierte, también, que las referencias juris-prudenciales lo son a "documentos" y no a "infor-maciones", lo que permite pensar en la viabilidad deuna distinción de naturaleza entre las dos institucio-nes y, en consecuencia en el tratamiento que el legis-lador comunitario pueda hacer, lo que efectivamen-te sucede, como queda de manifiesto en autos y sen-tencias que no han sido objeto de estudio en estemomento.

(3ª) Se aprecia que el manejo de las "excepcio-nes" por los órganos comunitarios para denegar elacceso a documentos institucionales ha de ser res-trictivo.

(4ª) Se destaca, claramente, el deseo del legisla-dor comunitario de conservar un margen de discre-ción en el levantamiento del velo del secreto para lapropia Comisión, lo que lleva a distinguir las dos ca-tegorías de excepciones, para una de las cuales el

derecho de acceso se deniega automáticamente,mientras que para la otra, sólo de forma discrecio-nal, en cuyo caso deben ponderarse y razonarse pú-blicamente los argumentos.

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Tiene dicho la Corte Interamericana que: " ...la comparación hecha entre el artículo 13 y

las disposiciones relevantes de la Convención Euro-pea (art. 10) ... demuestra claramente que las garan-tías de libertad de expresión contenidas en la Con-vención Americana fueron diseñadas para ser las masgenerosas y para reducir al mínimum las restriccio-nes a la libre circulación de ideas" y que "...... es elmás explícito en prohibir las restricciones a la libertadde expresión mediante vías o medios indirectos...encaminados a impedir la comunicación y lacirculación de ideas y opiniones. Ni la ConvenciónEuropea ni el Pacto de Derechos Civiles contienenuna disposición comparable" (el destacado en el ori-ginal OC 5/85 cons. 47)

En otro fallo posterior, la Corte de Casación italia-na consideró que el periodista no traspasa los límitesdel derecho de crónica si -además de narrar hechosverdaderos, o de cualquier modo seriamente verifi-cados, en forma moderada y no sobreabundante res-pecto al concepto que se expresa- divulga aconteci-mientos cuyo conocimiento es esencial para la for-mación de la opinión pública, en materia religiosa,política, científica, cultural, etc. Por lo tanto, aun elconocimiento de comportamientos realizados en pri-vado por un sujeto de los llamados públicos (en elcaso se trataba de un magistrado) puede revestir elcarácter de utilidad social cuando los comportamien-

tos mismos son idóneos para contar como índice devaloración respecto al ejercicio de la función del refe-rido sujeto (fallo del 23 de abril de 1986, in re:"Emiliani y otros", Giust. Pen. 1987, II, 699, en op.Cit. Supra, págs. 383/384).

Como ha dicho un autor francés1: "Así, según lanaturaleza, activa o pasiva, de la participación de unapersona en la vida pública, cambian los límites de suvida privada. Desde que una persona solicita la con-fianza y, con más razón, los sufragios de sus conciuda-danos, se puede decir que la inmunidad de la vidaprivada debe ceder ante la exigencia de una informa-ción más amplia con respecto a todo aquello que, enesta persona, puede justificar o, al contrario, poner encuestión esta confianza. Se trata, de alguna manera,de una exigencia de transparencia de la vida de unhombre público y, especialmente, de una parte de suvida privada habitualmente guardada secreta".

En Francia, es famoso el discurso pronunciado porRoger - Collard en 1819 al defender ante la Cámarade Diputados el artículo 20 de un Proyecto de Leysobre delitos cometidos por vía de la prensa:

"Se desprende desde el principio del artículo, Se-ñores, que si amuralláis la vida pública, si declaráisque no está permitido decir que un funcionario pú-blico ha hecho lo que él ha hecho, ha dicho lo que élha dicho en tanto que hombre público, vosotros re-conoceréis que el poder público le pertenece comola vida privada pertenece a cada particular; que elpoder público es su dominio, su campo que puedelaborar como le plazca, sin que el campo pueda pro-testar porque es la propiedad del que lo labora. Estaconsecuencia es insostenible, es extravagante; nin-guna legislación la ha admitido, salvo la legislaciónimperial que sólo la admitía porque consideraba alos funcionarios públicos como propiedad del Gobier-no y no podían en esa calidad estar sometidos a otracensura que la suya". "En efecto, Señores, se trataverdaderamente de saber si la sociedad pertenece alos funcionarios o si los funcionarios pertenecen a lasociedad ..."2.

La difusión de información sobre funcionariosy personas de reconocimiento público en el

marco del ejercicio de la libertad de informar

Por Damián Loreti

Abogado. Docente de la Cátedra II

de Derecho de la Comunicación,

FPyCS.

Asesor de FATPREN y de la

Asociación Periodistas

Notas

1Dumas Roland: "Le droit del’information". PressesUniversitaires de France, Paris,1981.2Royer - Collard: "De la liberté depresse" (Discours), París 1949(citado por M. Urabayen: Vidaprivada e información". Pamplona,1977, p.132 ).

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La Corte Federal de Alemania refiere a estas per-sonas de reconocimiento público, como aquellas quepertenecen a la historia contemporánea por haberentrado a tal punto en el campo de la observaciónde lo publico, que éste tiene un interés legítimo enrecibir informaciones sobre ellas, interés que no sebasa simplemente en la curiosidad o en el gusto porla sensación"3.

También señala que "Casi todas las personas quese hallan en esta situación, han aceptado ser objetode un interés colectivo legítimo con pleno conoci-miento de causa y a sabiendas de que eso los va acolocar muy a la vista del público, aun en aspectosque tocan su vida privada"4.

"Es necesario tomar en cuenta, además, que al-gunas de las personas que por funciones o activida-des públicas más o menos permanentes adquierencelebridad, buscan publicidad en forma manifiesta y,a veces, desmesurada, por razones demagógicas opor creer que ella las favorece desde el punto de vis-ta de sus intereses artísticos, farandulescos o depor-tivos5. De parte de éstas se produce en tales casos,un efecto reductor del ámbito de la privacidad, en elmismo grado que en sus afanes de fácil popularidadimplican una autorización para que las actividadessuyas ajenas a lo que los liga con el interés público,puedan también quedar a la disponibilidad del grue-so público".

La calidad de persona célebre o notoria, aun enlos casos en que no se busque deliberadamente pu-blicidad, tiene como efecto rebajar el umbral de laprotección del honor del sujeto. Esto significa quehabrá un ámbito más amplio iluminado y de interéspara todos los demás, que podrá abarcar hasta as-pectos que para el común de los hombres claramen-te integran su intimidad. Es natural que así sea; engobernantes6, dirigentes políticos y otras personasnotorias, cuando menos, a pesar de ella, y siendo así,los demás ciudadanos tienen el derecho de estar in-formados de ellos y la prensa tiene el deber de darlesla noticia correspondiente"7.

Por las consideraciones doctrinarias y jurispruden-ciales expuestas, ninguna duda ya cabe de que lasinformaciones que constituyen evidente interés pú-blico, no encuentran frente a ella ninguna legislacióno doctrina que cercenaría su publicación ni tampocola castigaría ejerciendo sobre ella responsabilidadesulteriores.

Es que en el balance entre "derechos individua-les" en caso de funcionarios públicos y la libertad deexpresión, por el otro, esta última adquiere una im-portancia preponderante.

La jurisprudencia nacional europea, al igual que lade Estados Unidos, comparte este principio de dis-tinción en el nivel de protección otorgada a la perso-na pública y privada. Pero también a nivel supran-cional, en el caso Lingens, el Tribunal Europeo deDerechos Humanos expresó que "los límites de lacrítica aceptable deben ser más amplios con respec-to a un político como tal que con relación a un indi-viduo particular. Ya que el primero expone su perso-na a un escrutinio abierto de sus palabras y actostanto por la prensa como por el público en general y,en consecuencia, debe demostrar un mayor gradode tolerancia".

El desarrollo de esta línea argumentativa se hadado en casos en que se encontraba en juego el de-recho al honor de los funcionarios públicos en el casode manifestaciones en su contra. Desde hace años,los tribunales entienden que, si bien es cierto que losfuncionarios públicos tienen honor jurídicamente pro-tegido, no lo es menos que su propia exposición enlos asuntos públicos hace que, para ser punible, laintensidad de la lesión deba ser mayor que la come-tida contra cualquier particular o persona ajena a laexposición pública.

Todo ello tiene que ver con que en la doctrina yjurisprudencia del sistema interamericano y, también,del sistema europeo, la libertad de expresión es vistacomo una condición necesaria para la existencia deun debate público sobre asuntos políticos o de inte-rés general, debate que es esencial para la existencia

3Novoa Monreal, Eduardo:"Derechos a la vida privada ylibertad de información: Unconflicto de derechos". Siglo XXIEditores, México, 1987, pp. 204 y205.4Novoa Monreal, Eduardo:Derechos a la vida privada ylibertad de información: Unconflicto de derechos. Siglo XXIEditores, México, 1987, pp. 205.5J. Velu se refiere a los que en elplano artístico, literario y deportivobuscan el apoyo del público, en op.Cit., p. 63, P. Lindon, con una pizcade ironía, habla de "las vedettes dela actualidad", en op. Cit., p. 50.6Pensemos solamente en lapublicidad mundial que tuvo lacrisis matrimonial del primerministro canadiense Trudeau,ocurrida a fines de 1976 y primerosmeses de 1977.7La Conferencia de JuristasNórdicos, op. cit. En nota 23 delcapítulo II; p. 67, declara que lavida privada de los personajespúblicos tiene derecho a lainmunidad, "salvo cuando puedademostrarse que ésta llega a tocarel curso de los acontecimientospúblicos".

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misma de la sociedad democrática. Por lo tanto, elnivel de protección del derecho dependerá en formadirectamente proporcional a la vinculación que el casotenga con el debate de asuntos de interés público.

Es así que aquellas expresiones referidas a temasesencialmente políticos recibirán un nivel de protec-ción muy importante, como consecuencia directa desu contenido. Circunstancias adicionales pueden sertambién tomadas en cuenta a fin de dar mayor pro-tección al derecho a la libertad de expresión, en tan-to aumentan la relación entre las expresiones cues-tionadas y el debate democrático (conf. Corte Euro-pea de Derechos Humanos, Caso "Castells", Senten-cia de 23 de abril de 1992, párr. 46, en AA.VV., Liber-tad de prensa y derecho penal, Ed. Del Puerto, Bue-nos Aires, 1997).

"... los límites de la crítica permitida son más am-plios en relación a un político considerado como talque cuando se trata de un mero particular: el prime-ro, a diferencia del segundo, se expone, inevitable ydeliberadamente, a una fiscalización atenta de susactos y gestos, tanto por los periodistas como por lamultitud de ciudadanos, y por ello tiene que mos-trarse más tolerante" (Corte Europea de DerechosHumanos, Caso "Lingens", sentencia de 8 de juliode 1986, Tribunal Europeo de Derechos Humanos.Jurisprudencia 1984-1987, Cortes Generales, Madrid,1981, p. 125, párr. 42).

El mismo criterio orienta el Informe sobre leyes dedesacato elaborado por la Comisión Interamericanade Derechos Humanos:

"... en una sociedad democrática, las personali-dades políticas y públicas deben estar más expuestas-y no menos expuestas- al escrutinio y la crítica delpúblico... Dado que estas personas están en el cen-tro del debate público y se exponen a sabiendas alescrutinio de la ciudadanía, deben demostrar mayortolerancia a la crítica" (Comisión Interamericana deDerechos Humanos, Informe sobre la Compatibilidadentre las Leyes de Desacato y la Convención Ameri-cana sobre Derechos Humanos, cit., p. 222).

En el caso "Handyside v. UK", sentencia de 26/4/76, el Tribunal Europeo sostuvo:

"La libertad de expresión es uno de los fundamen-tos esenciales de tal sociedad, una de las condicio-nes primordiales para su progreso y para el desarro-llo de los hombres. Al amparo del art. 10.2 es válidono sólo para las informaciones o ideas que son favo-rablemente recibidas o consideradas como inofensi-vas o indiferentes, sino también para aquellas quechocan, inquietan u ofenden al Estado o a una frac-ción cualquiera de la población. Tales son las deman-das del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de aper-tura, sin las cuales no existe una ‘sociedad democrá-tica’. Esto significa que toda formalidad, condición,restricción o sanción impuesta en la materia debe serproporcionada al fin legítimo que se persigue".

De todos los precedentes europeos se deduce cla-ramente que, a pesar del peligro que encierra la publi-cación de duras críticas, por cuanto puede dañarinjustificadamente el honor de las personasinvolucradas, el Tribunal Europeo se ha inclinado favo-rablemente hacia la protección irrestricta del derechoa la libertad de expresión cuando se trata de materiasque hacen a la crítica de los asuntos públicos.

En este aspecto, ha dicho la Corte Interamericana:"El análisis anterior del artículo 13 evidencia el al-

tísimo valor que la Convención da a la libertad deexpresión. La comparación entre el art. 13 y las dis-posiciones relevantes de la Convención Europea (art.10) y del Pacto (art. 19) demuestran claramente quelas garantías de la libertad de expresión contenidasen la Convención Americana fueron diseñadas paraser las más generosas y para reducir al mínimo lasrestricciones a la libre circulación de las ideas" [CorteIDH, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts.13 y 29 Convención Americana Sobre Derechos Hu-manos), Opinión Consultiva OC-5/85, del 13 de no-viembre de 1985, párr. 50].

Igualmente la Comisión ha expresado su "... con-vicción de que la libertad de expresión y de opiniónes la piedra de toque de todas las libertades a las

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cuales se consagran las Naciones Unidas y una de lasmás sólidas garantías de la democracia moderna. Lalibertad de expresión y pensamiento es un derechofundamental del sistema interamericano de los dere-chos humanos. El artículo IV de la Declaración Ame-ricana de los Derechos Humanos y Deberes del Hom-bre contiene una disposición general que se desarro-lla en el artículo 13 de la Convención Americana so-bre Derechos Humanos"8. Y que: "... toda ley quelimite la libertad de expresión debe también ser "ne-cesaria para asegurar" este propósito legítimo. El tér-mino "necesario", en el contexto del artículo 13.2debe considerarse como algo más que "útil", "razo-nable", o "conveniente". Para que una limitación sea"necesaria", debe demostrarse que el fin legítimoque se persigue no puede alcanzarse razonablemen-te por un medio menos restrictivo de la libertad deexpresión"9, "... en una sociedad democrática, laspersonalidades políticas y públicas deben estar másexpuestas -y no menos expuestas- al escrutinio y lacrítica del público"10.

También la Corte Suprema estadounidense se hapreocupado por el tema en el caso "New York TimesCo. v. Sullivan". El juez BLACK hace una clara y ex-presa mención a los medios de hostigamiento de laprensa y uno de esos medios es, precisamente, laposibilidad de la persecución judicial por vía de labúsqueda de indemnizaciones de carácter punitivo.

¿Son las condenas penales compatibles con laConvención Americana?

El art. 13 de la Convención prescribe que:Inciso 1: Toda persona tiene derecho a la libertad de

pensamiento y expresión. Este derecho comprende lalibertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideasde toda índole, sin consideración de fronteras, ya seaoralmente, por escrito o en forma impresa o artística opor cualquier otro procedimiento a su elección.

Inciso 2: El ejercicio del derecho previsto en el in-ciso precedente no puede estar sujeto a previa cen-

sura sino a responsabilidades ulteriores, las que de-ben estar fijadas previamente por la ley y ser necesa-rias para asegurar: el respeto por los derechos o lareputación de los demás, o la protección de la segu-ridad nacional, el orden público, la salud o la moralpúblicas.

Si bien es cierto que tanto la Corte Interamericanade Derechos Humanos, como la Comisión, han en-tendido que se pueden establecer responsabilidadesulteriores por una determinada expresión, estas de-ben ser "necesarias" para el respeto por los dere-chos de los demás. Sobre ello, volveremos más ade-lante; primeramente analicemos el alcance de estasresponsabilidades ulteriores:

Sobre el concepto y alcance de las responsabilida-des ulteriores

El efecto intimidatorio de las sanciones penales porexpresiones, ha sido estudiado por la Corte Supremade los EE.UU., en los siguientes términos reflejados enel famoso caso "New York Times c/ Sullivan":

"La opinión de la Corte demuestra de manera ca-tegórica el efecto intimidatorio (chilling effect) de lasleyes sobre difamación de Alabama respecto de laslibertades consagradas en la Primera Enmienda. Loscolonos no estaban dispuestos -ni debemos estarlonosotros- a asumir el riesgo de que ‘los hombres queperjudican y oprimen a las personas bajo su adminis-tración, y que provocan sus protestas y quejas’ tam-bién se hallen facultados para ‘transformar esos mis-mos reclamos en las bases para nuevas opresiones ypersecuciones’" The Trial of John Peter Zenger, 17Howell’s St. Tr. 675, 721-722 (1735) (alegato del abo-gado defensor frente al jurado). Imponer responsabili-dad por comentarios críticos sobre la actuación de fun-cionarios públicos haría resurgir "la obsoleta doctrinaque afirma que los gobernados no deben criticar a susgobernantes". Cf. Sweeney v. Patterson, 76 U.S. App.D.C. 23, 24, 128 F.2d 457, 458" (New York Times Co.v. Sullivan, 376 US 254, 301 [1964])12.

8Informe sobre la compatibilidadentre las leyes de desacato y laConvención Americana sobreDerechos Humanos.9Ibidem10Ibidem

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Este efecto lo advirtió la Comisión Europea deDerechos Humanos, cuando en un caso concluyó que"el editor de un periódico puede reclamar ser vícti-ma del art. 10, aun cuando no se le hubiera iniciadoninguna acción por difamación contra sus publica-ciones, cuando la ley es demasiado vaga y por ellopermite el riesgo de una persecución" ("TimesNewspaper LTD. vs. United Kingdom", 5/3/90).

Si, por ejemplo, los periodistas son víctimas de coer-ciones, persecuciones, de trabas en el ejercicio de sufunción, de represiones, o de cualquier otra clase deconducta restrictiva, la atmósfera colectiva retrae so-bremanera la posibilidad de expresarse. El clima no sevuelve propicio, y la gente prefiere la seguridad de noverse sometida a un probable perjuicio, al desafío dehacer pública una opinión. Es difícil que la capacidadde reacción de alguien a quien, según una expresiónaudaz, le puede ir "mal", le permita superar la presióndel medio hostil. Entonces, calla. No ha habido censu-ra en sentido estricto, pero ha habido coerción.

Culmina esta breve síntesis del camino iniciado enpos de una verdadera libertad de expresión, "robustay desinhibida" para las manifestaciones de crítica defuncionarios, la posición adoptada en el ámbito regio-nal por la Comisión Interamericana11 cuando enten-dió que "...las leyes de desacato restringen indirecta-mente la libertad de expresión porque traen consigola amenaza de cárcel o multas para quienes insultan uofenden a un funcionario público... El temor a san-ciones penales necesariamente desalienta a los ciuda-danos a expresar sus opiniones sobre problemas deinterés público, en especial cuando la legislación nodistingue entre los hechos y los juicios de valor".

Sobre el efecto intimidatorio (que es lo que aquí inte-resa), en forma terminante, también agregó que "...si seconsideran las consecuencias de las sanciones pena-les y el efecto inevitablemente inhibidor que tie-nen para la libertad de expresión, la penalizaciónsólo puede aplicarse en circunstancias excepciona-les en las que exista una amenaza evidente y direc-ta de violencia anárquica".

Por ello luego del fallo New York Times vs. Sullivan,Gertz c/ Welch y Roseembloom c/ Metromedia, con laconsiguiente aparición de la doctrina de la real malicia,aún frente a la publicación de hechos inexactos, es obli-gación del reclamante -cuando este fuere funcionariopúblico o persona de reconocimiento público o se hu-biera involucrado voluntariamente en hechos de inte-rés público- demostrar no sólo la inexactitud de lo pu-blicado, sino que fue realizado con la intención de da-ñar a sabiendas de la "falsedad" de lo afirmado.

Esta doctrina fue recogida por nuestra Corte Su-prema en Vago c/ Ediciones de la Urraca, pero conmayor precisión en materia penal a partir de los fa-llos "Morales Solá" y "Pandolfi c/ Rajneri".

Esta línea argumentativa -la imposibilidad de que lasresponsabilidades ulteriores sean intimidatorias-, ha sidoconfirmada por la Declaración de Principios de laLibertad de Expresión, aprobada por la ComisiónInteramericana aprobado durante su 108º perío-do ordinario de sesiones.

El Principio 11 dice que:

11. "Los funcionarios públicos están sujetos aun mayor escrutinio por parte de la sociedad. Lasleyes que penalizan la expresión ofensiva dirigidaa funcionarios públicos atentan contra la libertadde expresión y el derecho a la información".

La circunstancia determinante de las conclusionesde los órganos del sistema interamericano para de-clarar actos de los estados como contrarios a la Con-vención consiste en la naturaleza de la sanción, estoes, en los efectos que para la libertad de expresiónproduce una sanción de carácter represivo o disuasivo.

Repetimos entonces que la utilización de las res-ponsabilidades con el objeto de acallar las críticas alos funcionarios o las informaciones que exhibeninconductas nos remiten a los principios liminares delSistema Interamericano de Protección a los DerechosHumanos, la única circunstancia relevante consisteen el "chilling effect" producido por la eventual apli-

11 Informe sobre la compatibilidadde las leyes de desacato y laConvención Americana sobreDerechos humanos, en el InformeAnual de la ComisiónInteramericana de DerechosHumanos, 1994 (OEA/ser. L/V/11.88, Doc.9, rev. 17/2/1995,original español), pág. 210 y ss.

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cación de responsabilidades ulteriores a quienes ha-cen ejercicio del derecho a la libertad de expresión.

Si se considera beneficioso que el ordenamientojurídico impida el control previo de una determinadaexpresión, para así garantizar el libre flujo de ideasen el mercado o el descubrimiento de la "verdad",no se explican los motivos que permitirían que se re-emplacen funcionalmente por las sanciones penales.

Es por ello que en el ámbito regional se han esta-blecido fórmulas como la que prescribe el art. 13, nº2, de la Convención Americana sobre Derechos Hu-manos: censura previa nunca, responsabilidades ul-teriores, sólo en ciertos casos y bajo ciertas condicio-nes. La solución del instrumento citado ha sido de-terminada teniendo en cuenta los efectos que sepueden producir por la implementación de respon-sabilidades posteriores a la expresión, que, en algu-nos casos, pueden equipararse con los mismos efec-tos que provocan los mecanismos de censura previa.

Las responsabilidades ulteriores deben ser "necesarias"

Lo expresado en el apartado anterior demostró queel criterio para aplicar responsabilidades ulteriores nun-ca puede justificarse en argumentos finalmente apo-yados en la "disuasión de conductas" relacionadas conexpresiones referidas a cuestiones de interés público.

Pero aunque no se comparta este criterio, lo cierto esque la Convención estipula que las responsabilidades ul-teriores deben estar contenidas en la ley y ser necesarias.

Asimismo la Comisión Americana entiende que"...la obligación del Estado de proteger los dere-chos de los demás se cumple estableciendo unaprotección estatutaria contra los ataquesintencionales contra el honor y a la reputaciónmediante acciones civiles y promulgando leyesque garanticen el derecho de rectificación o derespuesta", no mediante sanciones penales.

Además, este requisito según los estándares yafijados por la Corte Interamericana de Derechos Hu-manos va de la mano con la "necesidad"

"Es importante destacar que la Corte Europeade Derechos Humanos al interpretar el artículo 10de la Convención Europea, concluyó que "necesa-rias", sin ser sinónimo de "indispensables", impli-ca la "existencia de una necesidad social imperio-sa" y que para que una restricción sea "necesaria"no es suficiente demostrar que sea "útil", "razo-nable" u "oportuna". ( Eur. Court H.R., The SundayTimes case, judgement of 26 April 1979, Series Ano. 30 , párr. No. 59, págs. 35 - 36).

Esta conclusión, que es igualmente aplicable a laConvención Americana, sugiere que la "necesidad" y,por ende, la legalidad de las restricciones a la libertad deexpresión fundadas sobre el artículo 13.2, dependerá deque estén orientadas a satisfacer un interés público im-perativo. Entre varias opciones para alcanzar ese objetivodebe escogerse aquella que restrinja en menor escala elderecho protegido. Dado este estándar, no es suficienteque se demuestre, por ejemplo, que la ley cumple unpropósito útil y oportuno; para que sean compatibles conla Convención las restricciones deben justificarse segúnlos objetivos colectivos que, por su importancia,preponderen claramente sobre la necesidad social delpleno goce del derecho que el artículo 13 garantiza y nolimiten más de lo estrictamente necesario el derecho pro-clamado en el artículo 13. Es decir, la restricción debe serproporcionada al interés que la justifica y ajustarse estre-chamente al logro de ese legítimo objetivo.(The Sunday Times case, supra, párr. No. 62, pág. 38; vertambién Eur. Court H.R. Barthold judgment of 25 march1985, Series A no. 90, párr. No. 59, pág. 26)".

Vale recordar -en este estado de la exposición- que,según la Corte Interamericana, es posible incorporar todala doctrina y la jurisprudencia europeas y de las Nacio-nes Unidas, considerándolas como un mínimo por so-bre el que deben elevarse las instituciones americanas,dado que la Convención Americana es más generosaen su garantía y menos restrictiva sobre libertad de ex-presión.

Y esa línea debe ser tomada por la jurisprudencianacional.

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ile históricamente se ha caracterizado en dic-tar leyes de prensa, siguiendo la posición con-

traria a la Argentina que por mandato del artículo 32de su Constitución, inspirada en la Primera Enmien-da de la Constitución de los EE.UU., ha inhibido elestablecimiento de una reglamentación general so-bre el ejercicio de las libertades de expresión e infor-mación. El nuevo estatuto para el ejercicio del perio-dismo, es la 8ª ley general, iniciándose esta tradición,en el año 1813, cuando aún el Estado chileno nohabía consolidado su independencia.

La nueva Ley Nº 19.733, aunque denominada,sobre las libertades de opinión e información y ejer-cicio del periodismo es más bien reguladora de laactividad de los medios de comunicación y en menorgrado de la profesión periodística, a las que se le de-dica casi íntegramente todo su articulado. Fue publi-cada en el Diario Oficial el 4 de junio de 2001, día desu entrada en vigencia. El advenimiento de la demo-cracia en el año 1990, trajo consigo un consenso ge-neralizado en el sistema político para revisar y elimi-nar todas aquellas normas incompatibles con el sis-tema democrático en pleno reestreno. El estatuto dela prensa durante el gobierno militar estaba consti-tuido por la Ley de Abusos de Publicidad del año1967, más un conjunto de normas restrictivas quehabía introducido el gobierno militar. Los buenosaugurios que para el entorno informativo se vislum-

braban sin embargo no se produjeron. Se apruebaen el año 1991 una ley que traspasa un alto númerode causas radicadas en la justicia militar por los deli-tos de injuria y calumnia dirigidas contra los militaresa la justicia ordinaria, que era quizás la norma másurgente. Esto significó que el nuevo estatuto para laprensa experimentara una larga y excesiva discusiónen el Poder Legislativo. La iniciativa legal comienza conel envío al Congreso Nacional por iniciativa del enton-ces Presidente Aylwin el 12 de Julio de 1993, luegodel informe que elaborara un anteproyecto a cargo deuna comisión designada por el Poder Ejecutivo. La leyse aprueba luego de una excesivamente larga y arduanegociación entre gobierno, partidos políticos, repre-sentantes de entidades gremiales de periodistas y or-ganizaciones empresariales de los medios de comuni-cación. Se compone de 48 artículos divididos en 5 Tí-tulos, denominados, Disposiciones Generales, Ejerci-cio del Periodismo, De las formalidades de funciona-miento de los medios de comunicación social; Del de-recho de aclaración y de rectificación y De las Infrac-ciones, de los delitos, de la responsabilidad y del pro-cedimiento, respectivamente.

El objetivo fundamental que persiguió la coalicióngubernamental fue actualizar, mejorar y derogar unaserie de normas que restringían fuertemente el ejer-cicio de las libertades de expresión y de información,actualizando la legislación a la luz de los pactos ytratados internaciones que ha suscrito nuestro paísen el campo del derecho internacional. Durante losaños que se discutió la ley, hubo un conjunto de sen-tencias judiciales emitidas por los Tribunales de Justi-cia contrarias a las libertades de expresión, de opi-nión y de información, que provocaron una fuertediscusión pública. Los casos más importantes de esteperíodo fueron: El caso del periodista FranciscoMatorell que escribió un libro titulado "ImpunidadDiplomática" que narra hechos relacionados a activi-dades del embajador de la República Argentina enChile y de las causas de su salida en el cargo. El libroversaba sobre conductas ilícitas e inmorales de per-

Por Pedro Anguita

Abogado y profesor de la Facultad

de Ciencias de la Comunicación e

Información de la Universidad

Diego Portales, en las asignaturas

Introducción al Derecho, Ética

Periodística y Legislación de

Prensa. También es coordinador

del Programa Doctoral "Comuni-

cación, Derecho a la Información

en España y América Latina" que

se imparte en Santiago de Chile.

Chile. Nueva ley reguladora del periodismo

Comentarios a la Ley n° 19.733, sobre libertades de opinión e informacióny ejercicio del periodismo

Ch

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sonas ligadas al ámbito político, empresarial y delespectáculo. Uno de los aludidos interpone una ac-ción constitucional ante los tribunales de justicia quedeciden prohibir la circulación del libro. La justiciachilena fundamenta la decisión en que el contenidodel libro incide sobre la vida privada y afecta la honradel afectado, derechos que de acuerdo a la interpre-tación judicial chilena posee mayor jerarquía dentrode su ordenamiento jurídico. Un caso de similarescaracterísticas, acaeció con la publicación de "El Li-bro Negro de la Justicia Chilena" por la periodistaAlejandra Matus, en abril de 1999. Un juez de la CorteSuprema de Justicia, aludido en el libro, deduce ac-ción penal fundado en la Ley de Seguridad del Esta-do de dicho país que sancionaba la difamación, inju-ria y calumnia dirigida a altas autoridades del Estado.El tercer caso fue motivado por la recalificación queel Consejo Calificador Cinematográfico hizo de lapelícula "La Última Tentación de Cristo" que autori-zó su exhibición para mayores de 18 años, luego deque dicho organismo en el año 1988 la prohibiera. Unconjunto de abogados conservadores deduce una ac-ción constitucional recurriendo lo resuelto por el Con-sejo, argumentando una lesión a su honor como se-guidores de Jesucristo dado el carácter distorsionadorque la película tenía. Los Tribunales Superiores de Jus-ticia acogieron el año 1997, la tesis de los recurrentes.Estos tres casos fueron recurridos a los órganosinteramericanos que conforman el Sistema de Promo-ción y Protección de los derechos humanos de nuestrocontinente. El caso Martorell1 ya fue informado por laComisión, en el caso Matus2, se declaró su admi-sibilidad y la continuación con el análisis del fondo delcaso, y en el caso la Última Tentación de Cristo, elEstado chileno obtuvo una sentencia desfavorable porla Corte Interamericana de Justicia3.

Estos casos que deberían haber provocado unafuerte reacción en el sistema político, que se mostrócritico de las resoluciones judiciales produjo un efec-to contrario, al demorarse aún más la aprobación delcuerpo legal.

La nueva ley tiene un mejor título que sus antece-dentes, "sobre las libertades de opinión e informa-ción y ejercicio del periodismo", en contraste con lasantiguas leyes reguladoras de la prensa, siempreenfatizando los límites y sanciones en su ejercicio aldenominarse "leyes sobre abusos a la libertad deimprenta" o bien "de abusos de publicidad" esta úl-tima derogada con la nueva ley.

I. Entre las innovaciones y avances que mejoran elmarco jurídico de la libertad de expresión puedeenumerarse:

1. En armonía con el reconocimiento constitucio-nal que establece el artículo 19 ("La Constituciónasegura a todas las personas: Nº 12 La libertad deemitir opinión y la de informar, sin censura previa, encualquier forma y por cualquier medio....."), la nue-va ley introduce dos nuevos conceptos que vienen aampliar la concepción liberal de la libertad de expre-sión que reconoce la Constitución Política, - la liber-tad de la empresa informativa frente al Estado, en lacual a este último le cabe un rol más abstencionistafrente a los medios de comunicación. De este modola nueva ley consagra en su artículo 1º, que la liber-tad de emitir opinión y la de informar, sin censuraprevia, constituyen un derecho fundamental de laspersonas, y en el inciso 3º establece: "se reconoce alas personas el derecho a ser informadas sobre loshechos de interés general". De este modo se ensan-cha el campo de ampliación de la libertad de expre-sión a una conceptualización más amplia y recono-cedora de la función de la información en toda so-ciedad democrática, más que como una libertad,como un derecho fundamental -el derecho a la infor-mación-, con un triple conjunto de facultades comoson las de emitir opiniones e informaciones y la debuscar y recibir informaciones en armonía con las másimportantes e influyentes consagraciones internacio-nales como la Declaración Universal de los DerechosHumanos (1948), y en nuestro ámbito americano, en

Notas

1INFORME Nº 11/96. Caso 11.230,3 de mayo de 1996. La Comisiónen su informe final razona en tornoal derecho a publicar y distribuir unlibro sin censura previa, a losderechos a la privacidad, la honra yla dignidad, y las responsabilidadesulteriores de quien vulnera elderecho a la honra. Manifiesta quela forma de proteger la honra queha utilizado el Estado de Chile esilegítima, ya que de aceptar elcriterio utilizado implica dejar allibre arbitrio de los órganos delEstado la facultad de limitar,mediante censura previa, elderecho a la libertad de expresiónque consagra el artículo 13 de laConvención Americana, por ellorecomienda al Estado de Chile quelevante la censura que, en violacióndel artículo 13 de la ConvenciónAmericana, pesa con respecto allibro "Impunidad Diplomática", yque adopte las disposicionesnecesarias para que el señorFrancisco Martorell pueda ingresar,circular y comercializar en Chile ellibro mencionado.Publicado en: http://www.cidh.org/ann ualrep/96span/IA1996CapIIIi.htm2INFORME N° 55/00 Caso 12.142,2 de octubre de 2000, publicadoen: http://www.cidh.org/annualrep/2000sp/capituloiii/admisible/chile12.142.htm3Por sentencia de fecha 5 defebrero de 2001, la Corte declaraque el Estado de Chile violó elartículo 13 de la ConvenciónAmericana en perjuicio de losrecurrentes, decidiendo que elEstado de Chile debía modificar suordenamiento interno en un plazorazonable con el propósito desuprimir la censura previa para

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la Convención Americana de Derechos Humanos(1969).

2. Se consagra la plena libertad para fundar, edi-tar, establecer, operar y mantener medios de comu-nicación social, en armonía con el artículo 19 Nº12de la Constitución Política del Estado y se establecenlas formalidades y requisitos que deben cumplir losmedios de comunicación social para poder actuar,materia que ya regulaba la anterior legislación. Seestablecen exigencias diferenciadas para las empre-sas informativas dependiendo si están constituidaspor personas naturales o jurídicas. En ambos casosdeben proporcionar información fidedigna sobre suspropietarios, controladores o concesionarios. Se per-mite la inversión extranjera en radios, sujeta a la con-dición de reciprocidad por parte del país de origende los capitales foráneos. Se exige a todos los me-dios de comunicación un director, y al menos unapersona que lo reemplace, debiendo ser chilenos,domiciliados o con residencia en el país, carecer defueros, gozar de sus derechos civiles y políticos y nohaber sido condenado por delito que merezca penaaflictiva.

3. Se consagra por primera vez en el ordenamien-to jurídico chileno el secreto profesional del periodis-ta, pudiendo también invocarlo, los directores, edi-tores de medios de comunicación social, estudiantesde Escuelas de Periodismo en prácticas profesionalesexigidas por sus planteles, los egresados de las mis-mas, y los corresponsales extranjeros que ejerzan suactividad profesional en Chile. No obstante, no se ledefine sino que sólo señala en qué consiste:"........tendrán derecho a mantener reserva sobre sufuente informativa, la que se extenderá a los elemen-tos que obren en su poder y que permitan identifi-carla y no podrán ser obligados a revelarla ni aúnjudicialmente". No se le consagra como un deberjurídico, no obstante que el artículo 247 inc. 2° delCódigo Penal penaliza "a los que ejerciendo algunade las profesiones que requieren título, revelen lossecretos que por razón de ella se les hubiere confia-

do". La nueva ley debería haber explicitado la condi-ción de derecho o deber del secreto profesional. An-tes de la consagración legal, los periodistas invoca-ban el artículo 201 inc. 2° del Código de Procedi-miento Penal que eximía de la obligación de decla-rar en el proceso penal, a "aquellas personas quepor su estado, profesión o función legal, como elabogado, médico o confesor, tienen el deber de guar-dar el secreto que se les haya confiado...." y tambiénla norma del Código Penal que exime de responsabi-lidad penal en el artículo 10 N° 10 a "el que obra encumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimode un derecho, autoridad oficio o cargo". La consa-gración explícita a este derecho, le otorga una nuevadimensión, lo que constituye sin duda un notorioavance.

4. Establece una modalidad de la cláusula de con-ciencia, en el sentido de que los medios de comunica-ción no podrán alterar sustancialmente material infor-mativo que identifiquen como autoría de un periodis-ta y no podrán obligar a los profesionales de la infor-mación a actuar en contravención a las normas éticasgeneralmente aceptadas para el ejercicio de la profe-sión. Ambos hechos se califican de incumplimientograve del empleador a las obligaciones que impone elcontrato de trabajo, lo que le permitiría al trabajadoren los medios de comunicación, obtener por la vía ju-dicial las indemnizaciones legales que se corresponde-rían si hubiese sido despedido injustificadamente. Nose estipula esta figura para los casos en que los me-dios de comunicación cambien radicalmente su líneau orientación ideológica, como se ha consagrado enalgunos países de Europa.

5. Define quiénes son periodistas, como aque-llos que están en posesión del respectivo título uni-versitario, y aquellos que la ley reconozca como ta-les. Se establece que los órganos del Estado y lasempresas públicas para los cargos de jefe de prensao periodistas, sólo podrán contratar periodistas ti-tulados. En consecuencia hay una reserva parcial dela profesión que no afecta a los medios de comuni-

permitir la exhibición de la película.Sentencia publicada en: http://www.corteidh.or.cr/serie_c/Serie_c_73_esp.doc. El Estado deChile reforma su Constitución enagosto de 2001, eliminado laatribución del sistema de califica-ción para censurar produccionescinematográficas, aunque seencuentra pendiente aún lamodificación de la normativa legalque regula el Consejo CalificadorCinematográfico.

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cación privados, como era la aspiración del Colegiode Periodistas.

6. Se deroga el artículo 6 letra "b" de la Ley deSeguridad del Estado, que tipificaba el delito de de-sacato, que penalizaba las difamaciones, injurias, ycalumnias dirigidas en contra del presidente de laRepública, ministros de Estado, senadores, diputa-dos, jueces de los Tribunales Superiores de Justicia,Contralor General de la República, Comandantes enJefes de las Fuerzas Armadas y Director General deCarabineros, sea que éstas se hubieran emitido cono sin motivo del ejercicio de las funciones del ofendi-do. Esta ley fue utilizada en muchas ocasiones encontra de periodistas en investigaciones sobre irre-gularidades o ilícitos y uno de los mecanismos máseficaces en la defensa de dichas autoridades, puestenía un procedimiento excepcionalmente rápido, conlimitados medios probatorios y plazos para defenderseadecuadamente. Esta figura penal estaba inspiradaen la idea de que las ofensas a las más altas autorida-des representaba un atentado contra el orden públi-co que deterioraba y desprestigiaba su adecuado fun-cionamiento. Esto trajo como consecuencia una cons-tante amenaza a los medios de comunicación y pe-riodistas de ser perseguidos judicialmente y una gra-ve externalidad, que fue limitar la crítica pública, lafiscalización de medios de comunicación y ciudada-na sobre las más altas autoridades del país. En el año1994 la Comisión Interamericana de Derechos Hu-manos se había pronunciado sobre la incompatibili-dad de las leyes de desacato y la Convención Ameri-cana de Derechos Humanos, con lo que se viene asatisfacer el criterio de dicha comisión, aunque par-cialmente como veremos en los aspectos negativosde la ley al dejar subsistentes dos tipos penales.

7. También se deroga el artículo 16 de la Ley deSeguridad, que facultaba a los tribunales de justiciaa requisar inmediatamente ediciones en que apare-ciera de manifiesto la existencia de un delito. En lapráctica esta atribución permitió que los jueces ejer-cieran censura previa, no obstante que la Constitu-

ción Política de 1980 prohíbe expresamente este tipode restricciones a la libertad de información, en elartículo 19. La Constitución asegura a todas las per-sonas: N° 12. La libertad de emitir opinión y la deinformar, sin censura previa ........"

8. Se define como artículos o servicios esenciales,los relacionados con la operación y mantención delos medios de comunicación social, entregándose alas instituciones encargadas de resguardar la librecompetencia para conocer y resolver conductas con-trarias a este bien jurídico.

9. Se consagra como principio que el pluralismoen el sistema informativo favorecerá la expresión dela diversidad social, cultural, política y regional delpaís. Para cumplir con dicho propósito la ley de Pre-supuestos del Sector Público contemplará cada añorecursos para la realización de estudios sobre el plu-ralismo en el sistema informativo nacional.

10. Se establece un Registro Público que debe lle-var el director de la Biblioteca Nacional, sobre losmedios de comunicación social, que ya consagrabala ley derogada, con nuevas exigencias como la dedeclarar quiénes son los propietarios del capital so-cial del medio y notificar cambios que se produzcanen su propiedad. Una deficiencia es que estas exi-gencias están dirigidas a medios de comunicaciónsocial que inician sus actividades, dejando fuera a losque ya están en funcionamiento.

11. Se elimina la responsabilidad en cascada porla cual se consideraba también como autores en losdelitos cometidos a través de un medio de comuni-cación social a los editores, a los impresores, a lospropietarios o a los concesionarios de emisoras deradio y televisión, y, en el caso de las personas jurídi-cas, a los administradores en las sociedades de per-sonas, el gerente en el caso de las sociedades anóni-mas y los presidentes en el caso de corporaciones yfundaciones. Se mantiene la responsabilidad de losdirectores que establecía la ley derogada, los que sepueden excepcionar sin embargo, probando que nohubo negligencia de su parte.

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12. Al derogarse la Ley 16.643 que regulaba el ejer-cicio del periodismo se elimina el artículo 25 quefacultaba a los Tribunales de Justicia para decretar pro-hibiciones absolutas de informar a los medios de co-municación de informaciones relativas a procesos quehubiesen estado conociendo, facultad manifiestamenteinconstitucional y absolutamente contraria con los prin-cipios fundamentales que regulan el funcionamientode los medios de comunicación en un sistema demo-crático. El secreto sumarial reconocido en el derechocomparado es por regla general la forma de conservarel secreto de las actuaciones y diligencias que decre-tan los jueces en la investigación de delitos, pero nun-ca han constituido medidas tan represivas la posibili-dad de establecer prohibiciones absolutas de informarsobre una causa penal. Con estas medidas los juecesse sustraían de la fiscalización pública en casos quecausaban atención pública.

II. Dentro de las críticas que se le puede efectuar a lainiciativa legal aprobada como a las instituciones queparticipan tanto de la elaboración de las leyes comosu aplicación, podemos exponer las siguientes:

1. Las principales restricciones que han existidoen Chile no se han originado por intervenciones po-líticas o administrativas de órganos gubernamenta-les sino por las resoluciones dictadas por el PoderJudicial, que al dirimir distintos conflictos entre la li-bertad de expresión y el honor se han ido pronuncia-do sistemáticamente a favor de este último en des-medro del fundamental rol que tiene la informaciónen la formación de la opinión pública que, como seha pronunciado unánimemente la jurisprudencia enel derecho comparado, constituye la piedra angulardonde se fundamentan los derechos políticos y departicipación de la ciudadanía en los asuntos públi-cos que competen en las sociedades democráticas atoda la población. Por ello nada garantiza que con lanueva ley, los jueces no puedan adoptar las mismasresoluciones por las cuales, Chile ha debido compa-

recer en los órganos interamericanos. El cambio radi-cal que debe producirse en la interpretación judicial,es entender que una resolución que ordene la prohi-bición de circulación de un libro o de una película, síconstituye censura previa, y no entender por esto úl-timo como solas aquellas medidas de carácter admi-nistrativo que adoptan los regímenes autoritarios,como se infiere del razonamiento judicial que hanefectuado.

2. Si bien es altamente positivo que se haya dero-gado la figura más utilizada por las autoridades pú-blicas que estipulaba el tipo penal denominado "desa-cato" en la Ley de Seguridad del Estado, subsiste otrafigura de desacato en los artículos 263 y 264 delCódigo Penal que establece una figura agravada res-pecto a las injurias dirigidas en contra de autorida-des públicas, con lo que se mantiene un estatutodesigual entre autoridades y particulares, al sancio-nar con mayores penas las expresiones dirigidas con-tra las primeras, pese a la tendencia mayoritaria tan-to de doctrina como de jurisprudencia comparadaque reconocen en las figuras públicas una menor pro-tección tanto de su honor como de su intimidad.

3. La nueva ley establece que son periodistas aque-llos que están en posesión del título profesional uni-versitario, reservando para éstos el derecho a mante-ner el secreto de sus fuentes, con lo que personasque ejercen labor como periodistas sin ser periodis-tas titulados quedan sin este importante derecho querequieren los profesionales de la información en suejercicio profesional, estén o no, en posesión de untítulo profesional.

4. La ley derogada por la nueva Ley Nº 19.733,establecía la protección a la intimidad y vida priva-da y el derecho a la propia imagen en los medios decomunicación social, aunque de un modo insuficien-te e inadecuado. La nueva ley no establece normaalguna que resguarde de acciones y actuaciones in-debidas en la vida privada de las personas, y quedelimite el conjunto de actos y ámbitos que corres-ponde al ámbito público. El Poder Legislativo prefi-

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rió establecer, siguiendo el modelo español, una leyde protección civil para el honor y la intimidad, ac-tualmente en tramitación aunque de un modo muylento.

5. Uno de los mecanismos fundamentales querequieren tanto los periodistas como los ciudadanosen una sociedad democrática es el acceso a la infor-mación pública, esto es, a los actos administrativos,documentos y antecedentes en posesión de los ór-ganos del Estado, cuya regulación normativa se de-nominan Leyes de Acceso de Información. Si bien lanueva ley promulgada consagra el derecho a buscarinformaciones, la implementación de este derechoqueda regulado en otro cuerpo legal denominado"Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales dela Administración del Estado", que por una reformadenominada "Ley sobre probidad administrativa apli-cable de los órganos de la administración del Esta-do", establece el principio de que la función públicase ejercerá con transparencia y declara públicos losactos administrativos de los órganos de la Adminis-tración del Estado, estableciendo un procedimientoadministrativo en la solicitud de información, revisa-ble por la justicia ordinaria en caso de negativa de laadministración. Dada la directa relación de este de-recho con el ejercicio del periodismo de investiga-ción hubiese sido conveniente incluirlo en la nuevaley. Por otra parte el Reglamento dictado el 28 deenero de 2001 que regula el acceso público de infor-mación contiene una serie de normas que contradi-cen el principio de publicidad que consagra la ley, loque deberán ir dirimiendo vía interpretación, los tri-bunales de justicia.

6. Una importante materia que debía haberse re-gulado en una ley general como la promulgada,era la obligatoriedad de los medios escritos para ex-hibir su circulación diaria, lo que colabora fuertementea la transparencia del mercado informativo. Paísescomo Argentina, España, Inglaterra, los EE.UU. tie-nen desde hace años un sistema verificador de circu-lación. Esto permite medir con exactitud nivel de con-

centración medial, y también constituir un criteriopara la asignación de la publicidad del Estado, enfunción de parámetros que favorezcan el pluralismoinformativo, que es por otra parte uno de los objeti-vos declarados por la nueva ley en el artículo 3°. Enlos países americanos este constituye un tema sobreel cual aún no se ha empezado a discutir.

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Historia legal de la radio y la televisiónen Argentina

Por Analía Elíades

Abogada y Licenciada en

Comunicación Social. UNLP.

Docente de la Cátedra Derecho de

la Comunicación, FPyCS.

Doctorada en Problemática de los

Derechos Informativos, Universi-

dad Complutense de Madrid.

El análisis y comprensión de los medios de co-municación en Argentina requieren una mira-

da que trasvase el modelo de concentración y con-vergencia imperante para adentrarse en una visiónen retrospectiva que posibilite entender los avataresjurídico-políticos que han devenido en la conforma-ción del "poder mediático" actual.

La reseña histórica legal que aquí proponemosrecorrer rechaza la veneración por el pasado, todo locontrario, "el pasado aparece siempre convocado porel presente, como memoria viva del tiempo nuestro"1.Por ello, estas líneas pretenden buscar las claves dela historia pasada que contribuyen a explicar el tiem-po presente de los denominados "multimedios", quemás allá de las interpretaciones posibles, tambiénhacen historia, a partir de la base de que la primeracondición para cambiar la realidad consiste en cono-cerla. El objetivo no es ofrecer un simple catálogo depersonajes de la radio y la televisión en la historiaargentina, ni tampoco una mera cronología norma-tiva del marco legal histórico de la radiodifusión, sinoque se presentan e indagan las construcciones deregímenes legales como expresión de determinadospensamientos políticos. Las normas que aquí anali-zamos no pueden desentenderse del contexto histó-rico-socio-económico en el cual se establecieron y suvigencia, en lo específico, expresan las políticas decomunicaciones diseñadas por los diversos gobiernos.

Los comienzos de la radio

En la noche del 27 de agosto de 1920, algunosporteños, aficionados a la radioelectricidad fuerontestigos de un hecho histórico, se constituyeron enlos primeros "oyentes" de la radio al escuchar la trans-misión de la ópera "Parsifal", de Richard Wagner,desde la terraza del Teatro Coliseo de Buenos Aires.

Con tal hecho, Argentina se constituyó en pione-ra de la radiodifusión, teniendo en cuenta que reciénel 2 de noviembre del mismo año se produjo la pri-mera emisión orgánica en Estados Unidos.

Así comenzó la radiodifusión, con un transmisorde 5 watts de potencia manipulado por los "precur-sores" o "los locos de la azotea": Miguel Mujica, Teo-doro Bellocq, César Guerrico, Luis Romero Carranzay Enrique T. Susini.

Esa fue la primera transmisión de una serie regular,con horario preestablecido, ofrecida al público queposeía aparato de "galena"2 y con ella comenzó a fun-cionar la Sociedad Radio Argentina3, que obtuvo laprimera licencia de radiotelefonía otorgada en el país.

En diciembre de 1922 fue creada "Radio Sud Amé-rica", con una potencia inicial de 500 watts, propiedadde firmas comerciales que se dedicaban a la venta deaparatos receptores de galena y material radioeléctrico.Pocos meses después, en marzo de 1923, sale al aire laprimera emisión de "Radio Cultura", también con untransmisor de 500 watts y la novedad de presentar pu-blicidad comercial en forma de tandas.

Entre mayo y octubre del mismo año, se agregannuevas estaciones al ya incrementado espectro defrecuencias radioeléctricas: T.F. Grand SplendidTheatre, del ingeniero Antonio Devoto y TCR, pro-piedad del industrial Francisco J. Busso.

Sin embargo, la llamada por entonces "radiotele-fonía" recién trascenderá al gran público con la trans-misión del match de boxeo "Dempsey-Firpo", quereveló a nivel nacional, las extraordinarias posibilida-des de la radio como medio de comunicación masi-va4. Este hecho, unido al creciente número de emiso-

Notas

1Galeano, Eduardo: Las venasabiertas de América Latina, 39ªedición, Siglo Veintiuno Editores,1985, pág. 4392Los primeros equipos de radio,llamados de "galena", no teníanparlantes sino audífonos. Larecepción de estas primeras radiosera muy rudimentaria. El sonidodesaparecía por instantes y si lasdistancias eran extensas no seescuchaba la emisión. Dichosequipos eran de alto costo, y elnuevo invento sólo era accesible alos sectores con mayor poderadquisitivo.3"La radiodifusión en la Argenti-na", publicación de la Facultad deCiencias Económicas de la

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ras, hizo comprender a los funcionarios del gobiernonacional la necesidad de actualizar las normas queregulaban el funcionamiento de las estacionesradioeléctricas desde 1913.

La ley 750 1/2, de 1875, que legislaba de unamanera general el régimen de telégrafos, la ley 4.408,e incluso la ley 9.127 de 1913, que organizaba elservicio radioeléctrico no habían previsto el fenóme-no de la radiodifusión5.

Por ello, si bien habían sido aplicadas estas leyesen forma precaria durante los primeros cuatro añosde vigencia de la radiodifusión, el incremento y gra-vitación que estaba alcanzando el nuevo medio, ha-cía necesario que se legislase específicamente sobresu organización y funcionamiento6.

La incorporación paulatina y espontánea de la pu-blicidad comercial como sostén del servicio, deja cla-ro que "tras las primeras románticas experiencias, sedio inicio a un negocio que pronto se mostraría flo-reciente y obligaría a la intervención estatal para sureglamentación en cuanto a la distribución de ondasy otros aspectos"7.

En 1924 la radio a galena se ve desplazada por lallegada de los parlantes. En los diarios, la publicidad laanuncia como "goce para toda la familia". La recep-ción deja de ser unipersonal, a través de los auricula-res y la radio comienza a ser escuchada en grupos, encafés, en oficinas, en los clubes de barrio y especial-mente en las casas.

Los avances tecnológicos se hacen palpables, pero¿qué ocurre con la recepción legal del nuevo fenó-meno?

La concepción legal de la actividad radiodifusora

Antes de proseguir con los avatares jurídicos de laradio y la televisión en Argentina, consideramos im-portante, abordar la naturaleza y el concepto de laactividad radiodifusora.

Obvio es decir que la Constitución Nacional, re-dactada originariamente en 1853, no preveía el sur-

gimiento y desarrollo de la radio y la televisión y me-nos aun de las nuevas tecnologías8.

Para encuadrar a los nuevos medios, los gruposempresarios, cierta doctrina9 y jurisprudencia inter-pretaron -erróneamente a nuestro entender- que elartículo 67 inciso 12, actual artículo 75 inc. 13, quefaculta al Congreso Federal a reglar el comercio ma-rítimo y terrestre con las naciones extranjeras y de lasprovincias entre sí, comprende no sólo el intercam-bio y tráfico de mercaderías, sino también el inter-cambio de comunicaciones.

Partiendo de tal precepto constitucional, el Con-greso unas veces, y el Poder Ejecutivo, por delegaciónde aquél, otras, se apoyaron normativamente pararegular todo lo concerniente a la radio y a la televisióna nivel nacional.

Ese entendimiento ha llevado a considerar a la ra-diodifusión en un segundo plano respecto de la liber-tad de prensa, concepción que lleva a trastocar a la li-bertad de prensa en libertad de empresa, entendiendoa la actividad como un servicio meramente comercial.

En este sentido, y conforme la postura del Dr.Damián Loreti, no compartimos esta concepción, ypartimos de la base de que hablamos de una activi-dad por medio de la cual se ejerce el derecho consti-tucional previsto en el Artículo 14 de la ConstituciónNacional, ya que el hecho de que se realice por unmedio técnico distinto del papel no debe resultarimpedimento para reconocérsela10.

Estamos ante una particular forma de ejercicio dela libertad de prensa y que debe primar -a la hora delas clasificaciones- el contenido y no el continente olos mecanismos de transmisión de la información11.

Con el mismo espíritu se movilizaban los constitu-yentes de 1853, ya que esa concepción sobre la prensaprimaba a la hora de la introducción del Artículo 32en 1860, a pedido de la Provincia de Buenos Airespara que, al incorporarse a la Confederación, el Esta-do Nacional no controlara "sus" medios de prensa.

Esa comprensión amplia de la libertad de prensaya había sido anunciada en la Convención, pues el

Universidad de Buenos Aires, 1944.4"El viernes 14 de septiembre de1923 una radio de Buenos Airestransmitió desde los Estados Unidosla pelea entre el argentino LuisAngel Firpo y el norteamericanoJack Dempsey. Lo que másclaramente demostró esta inicialtransmisión a distancia conpropósito informativo, fue que elrelato directo y simultáneo de loque sucede era y es una de lasesencias de la radio. Antes ydespués de la pelea fue asombrosala cantidad de receptores a galenaque se vendieron". Ulanovsky,Carlos, en Días de Radio. Capítulo2. "Primitivos , difíciles, tiernos díasde radio". Pág. 37. Ed. EspasaCalpe. Buenos Aires, 1995.5Es de notar en este sentido que lasmencionadas normas establecíancuestiones totalmente ajenas alfenómeno de la radiodifusión, porejemplo determinando lasservidumbres telegráfica ytelefónica. "La ley 750 1/2 permitea las empresas telegráficas tendersus cables a través de las propieda-des particulares previo acuerdo conlos titulares de las mismas. Si no sellegare a ese acuerdo podríarecurrirse a la expropiación (arts.22, 23 y 24). Estas disposicionesson aplicables al servicio telefónicoen virtud de la ley 4.408 y eldecreto 91.698/36. El tendido delos cables a una altura que afecte ellibre uso y goce de sus bienes porparte del titular del dominioconstituye una servidumbre ycorresponde la indemnización.Naturalmente, si la empresaprestataria del servicio expropiara elbien, otra sería la situación". Diez,Manuel María: Derecho Adminis-trativo. T. IV. Bibliográfica OMEBA.Buenos Aires, 1969. Pág. 212.6Pellet Lastra, Arturo: Régimen

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informe de la Comisión Examinadora de la Constitu-ción Federal consideraba a la "palabra escrita ohablada uno de los derechos naturales de los hom-bres, que derivan de la libertad de pensar".

No olvidaban los constituyentes que, en la medi-da en que la prensa -hoy diríamos toda tecnologíainformativa- fuera pasible de regulación, el Estadopodría, bajo el pretexto de determinar normas parauna actividad industrial, afectar o condicionar la po-sibilidad de expresar públicamente las ideas que laprensa ofrece.

El Artículo 32 de la Constitución garantiza esa liber-tad, por la que se ordena que "el Congreso Federal nodictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta oestablezcan sobre ella la jurisdicción federal".

Al realizarse una interpretación dinámica, queparece ser la más adecuada para entrelazar la radio-difusión con el espíritu de nuestros constituyentes,todas las normas vinculadas a la difusión pública delas ideas deben estar destinadas a su preservación.

Se trata de darle a la totalidad de los medios deinformación, la jerarquía que realmente deben tener yhubieran tenido para nuestros constituyentes: se tratadel ejercicio de la libertad de expresión y prensa pormedio de un soporte tecnológico distinto que no debeservir de excusa para limitar su ejercicio sustancial.

En este sentido, también es posible hablar de "li-bertad de antena", concepto que resulta de la pre-tensión de trasladar sin más los principios que elconstitucionalismo clásico estructuró doctrinaria ylegalmente para la libertad de expresión por la pren-sa escrita, al ámbito de la radio y la televisión12.

La actividad radiodifusora como "industria lícita"

Los primeros preceptos jurídicos que dentro delesquema constitucional del ejercicio de "industria lí-cita" se dictaron, están contenidas en el decreto del27 de marzo de 1924. Es decir, que desde un primermomento, se tomó a la radiodifusión como un servi-cio meramente comercial.

El mencionado decreto se fundamenta en la con-veniencia de regularizar el funcionamiento de lasemisiones de radio con el propósito de difundir "no-ticias de interés general, conferencias, conciertos vo-cales o artísticos, audiciones teatrales u otras mani-festaciones culturales". Se refería a las emisoras ra-diales utilizando la voz inglesa "broadcasting".

Este primer decreto regla por primera vez el régi-men de licencias, estableciendo que "los interesadosen instalar esas estaciones, deben elevar una solici-tud al Ministerio de Marina o de Interior, quienes otor-garán una licencia".

Es decir que el Estado, ejerció privativamentedesde un principio la facultad de acordar las licen-cias a los permisionarios de los servicios de radio ytelevisión.

Entre 1920 y 1924, se acordaban las licencias deconformidad con la ley 750 1/2. En ese período, se leotorgaron licencias nacionales, a las radioemisorasya mencionadas, adjudicándose asimismo una de ca-rácter municipal a Federico N. del Ponte, por el tér-mino de 20 años, para efectuar la instalación de unsistema de estaciones fijas y portátiles (ordenanza del6 de octubre de 1922).

En el decreto de 1924, se reglamenta por primeravez este tipo de licencias, señalándose escuetamen-te, que deberán ser solicitadas al Poder Ejecutivo. Es-tablece asimismo que las personas a quienes se leacuerdan las licencias no podrán efectuar serviciosque no estén autorizados por la ley 750 1/2 ni tam-poco se les permitía hacer pruebas o experimentosdesde las 10 hasta las 24 horas.

Establece, además, que su funcionamiento se sus-penderá mientras las estaciones radioeléctricas delEstado transmitan señales de hora o meteorológi-cas.

Estas licencias -añade el decreto- serán persona-les, y cualquiera sea la época del año en que se otor-guen, caducarán el 31 de diciembre de cada año,debiendo renovarse con la anticipación necesaria,para que la estación pueda seguir funcionando.

Legal de Radio y Televisión. Edic.Abeledo-Perrot, Buenos Aires,1970.7Horvath, Ricardo: La trama secretade la radiodifusión argentina. Losdueños de la información electróni-ca y el largo brazo de su poder.Ediciones Unidad, Buenos Aires,1986, pág. 20.8En este sentido, el Artículo 14 dela Constitución Nacional consagrael derecho de publicar las ideas porla "prensa" y el Artículo 32incorporado a la norma fundamen-tal a instancias de la Provincia deBuenos Aires en 1860 habla de"libertad de imprenta". De todosmodos, la interpretación dinámicade la Constitución incluye a losdiversos soportes y mediosactuales.9Ver entre otros Pellet Lastra, A. ob.cit. pág. 15.10Loreti Damián: Derecho de laInformación. Capítulo 6. "Radiodi-fusión como expresión de lalibertad de prensa y del derecho ala información". Págs. 135 a 164.11Loreti, D. ob. cit. pág. 136.12Vicente, Daniel Eduardo: "LaLibertad de Antena". E.D. T. 149.1992. Pág. 527.

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Por último, el decreto introducía como novedad,el derecho del Estado a inspeccionar las emisoras,que entonces funcionaban en dos categorías:

Clase A: con transmisores de una potencia menosde 500 watts en la antena.

Clase B: con más de 500 watts en la antena.

Las primeras reglamentaciones

El Poder Ejecutivo Nacional decide avanzar en lareglamentación del funcionamiento de las"radioestaciones" que ya escuchaban miles de per-sonas en todo el territorio del país.

Al igual que en el decreto anterior, se reitera quelas radioemisoras sólo "podrán efectuar transmisio-nes cuyo objeto sea el de difundir noticias de interésgeneral, conferencias, conciertos y audiciones cultu-rales" y se repite la prohibición de hacer pruebasdurante el día13.

Se establece que "la gama de ondas que emplearánlas estaciones será la comprendida entre 200 y 425metros (499 y 705, 5 kc. respectivamente), debiéndoseasignar a cada estación una longitud de onda de traba-jo que no interfiera con la de las otras estaciones.

Esta norma tiene significativa importancia porquedistribuye por primera vez, en forma oficial, las ban-das de frecuencia y fija la norma de que cada esta-ción tendrá una longitud de onda determinada.

Al mismo tiempo, otra norma establecía que en"el desarrollo de los programas no debe predominarla transmisión de música con instrumentos mecánicosni propagandas políticas, religiosas, comerciales y no-ticiosas". De todos modos esta regla era de carácterindicativo, pues no establecía sanciones concretas.

La única sanción prevista era el "retiro de licencia"aplicable en caso de que las estaciones suspendiesensus transmisiones durante 30 días consecutivos o quese hiciesen en forma irregular, salvo causas de fuerzamayor o bien (art. 4º) si su empleo no respondiese alos móviles en virtud de los cuales les fue acordada lalicencia, sin derecho a indemnización alguna.

Los primeros controles

En 1928 se encuentran funcionando en el país 23emisoras de radio.

El Estado Nacional decide que el servicio esté fis-calizado por una sola autoridad. El decreto del 21 denoviembre de 1928 establece en su artículo 1º que elMinisterio del Interior, por medio de la Dirección deCorreos y Telégrafos, entenderá en todo lo que serelacione con los servicios radiotelegráficos públicosde la nación.

Por el artículo 2º se decide que las estaciones deradiotelefonía quedarán sometidas a la jurisdicción ycontralor de Correos y Telégrafos.

En materia de publicidad comercial el citado or-ganismo sólo recomendó "respetar las normas éticasy estéticas que el medio de difusión empleado exigepor la preceptiva peculiar de las emisiones -alcancefísico ilimitado, penetración en los hogares y hetero-geneidad del público a quien están dirigidas las trans-misiones-. Recién en 1934 se establece, por simpleresolución de Correos y Telégrafos, un máximo decien palabras entre número y número de programa,con un máximo de diez tandas de diez palabras cadauna y una sola mención de producto para no fatigaral radioyente"14.

El Estado Nacional: distribuidor de frecuencias

El decreto de 192815 reglamenta por primera vez enforma integral y exhaustiva el servicio de radiodifusión.

Este primer reglamento, tiene quince artículos,específicamente dedicados a las estaciones de radio-difusión, y el resto trata de los otros tipos de estacio-nes radioeléctricas (costeras y de aficionados).

Con el criterio de reafirmar el derecho del Estadoa distribuir las frecuencias, se ordena que ningunaestación radioeléctrica emisora podrá establecerse,funcionar ni ser explotada sin previa autorización acor-dada por la autoridad competente, es decir, la Direc-ción General de Correos y Telégrafos.

13Boletín Mensual de Correos yTelégrafos, Tomo II, 1925, pág. 28114Res. 21.585-SD del 18/09/34.Horvath, R. op. cit. pág. 20.15Boletín Diario de Correos yTelégrafos, Tomo II, pág. 82, 1929.

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Se establece además que "no se autorizará el es-tablecimiento de nuevas estaciones de radiodifusióndentro de la Capital Federal ni en ninguna de las plan-tas urbanas de los pueblos circunvecinos, medida quese aplicará a las demás capitales y ciudades impor-tantes del interior" (Art. 22). Esta norma restrictivaes clave para comprender que a partir de este mo-mento se pasa de un régimen de libertad a secas, aotro de libertad bajo control.

Esta limitación es explicable si se tiene en cuentaque en el espectro de frecuencias que el Estado ha-bía reservado para este tipo de estaciones, se habíanadjudicado todas las bandas disponibles. Por eso,asimismo se aclara que "no se otorgarán licenciaspara el funcionamiento de estaciones hasta que que-de vacante una frecuencia", es decir que el Estadoconsideraba que sería peligroso acordar más licen-cias que las otorgadas.

En cuanto a los contenidos, se fijaba como pautaque "las transmisiones deberán tener como primor-dial objeto ofrecer al radioescucha, audiciones alta-mente artísticas y culturales" (art. 28). En cuanto a lapublicidad comercial sólo se la admitía en formamesurada y de manera que no llegase a disminuir lacalidad de la programación.

La norma también prohibía las retransmisiones otransmisiones simultáneas de un mismo programa, amenos que a juicio de la Dirección General de Co-rreos y Telégrafos se tratara de transmisiones de sumointerés y ella las autorizara previamente.

El reglamento no estaba exento de medidas decontrol previo y de explícita censura: "Con una anti-cipación de ocho días, las estaciones de radiodifu-sión remitirán a la Dirección General de Correos yTelégrafos, los programas correspondientes a lastransmisiones que se llevarán a cabo" (Art. 33)16.

Indudablemente la radio privada está en marcha.Cuando el negocio es advertido por el Estado, elCongreso de la Nación dicta la Ley 11.581 (del 16 demayo de 1932) por la cual los propietarios de emiso-ras deben pagar un derecho anual por el uso de las

ondas. Se fijan 5.000 pesos para las estaciones de laCapital Federal y 2.000 para las del interior.

1933: Régimen de otorgamiento de licencias

El 3 de mayo de 1933, el gobierno nacional, dictóun extenso decreto reglamentario17 que se ocupa delas estaciones de radiodifusión en los artículos 83 a107. Estas normas legales reglaron dicho servicio entre1933 y 1946.

El decreto se refiere al régimen de otorgamientode licencias. Así, en el artículo 83 prevé, que antesde conceder una nueva licencia, las autoridades de-ben comprobar si el o los interesados están radica-dos en el país y exigir que acrediten solvencia econó-mica y antecedentes personales satisfactorios. En casode que se trate de sociedades o corporaciones -aña-de- la mayoría de sus componentes deberán ser ar-gentinos nativos.

En el mismo artículo se adoptan recaudos paraimpedir la formación de monopolios en la explota-ción de las estaciones: "No se aceptará la transferen-cia total o parcial de una licencia a favor del conce-sionario de otra licencia, o sea que ningún concesio-nario podrá adquirir en el futuro por transferencia.Tampoco se aceptará la transferencia -agrega el inci-so 2 de este artículo- cuando el cesionario propuestopor el cedente dirija, administre o sea gerente de otrau otras estaciones de la misma naturaleza que fun-cionen o estén ubicadas dentro de la misma zona deinfluencia".

Estas medidas tienen importancia, ya que si por eldecreto del 10/4/1929, se prohibía acordar nuevaslicencias, la única forma legal que existía entoncespara llegar a tener el control de más de una estaciónera por vía de transferencia. Cerrado este camino,prácticamente se eliminaba la posibilidad de crear unmonopolio de redes de radiodifusión.

Para el caso de que quedaran vacantes algunasbandas, se disponía: "A los interesados que ya ex-plotan una licencia, no se les acordará otra para la

16Según Pellet Lastra, "el controlera poco significativo en cuanto ala restricción de la libertad deexpresión, ya que se tratabasolamente de una fiscalización delos títulos de la programación, perono del contenido ideológico y textode los mismos". Op. cit. pág. 22.17Anales de Legislación Argentina,ADLA, (1920-1940), Ed. La Ley,Buenos Aires, 1953. D. Núm.21.044 del 3 de mayo de 1933.-Reglamento de radiocomuni-caciones. (B.O.: 13/VII/933). Págs.962 a 975.

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misma zona, dentro de la misma banda a que perte-nezca la frecuencia que utilizan"(Art. 84).

Se introduce un régimen para acordar licencias porlicitación pública de bandas de frecuencia, medias ycortas, en zonas del interior del país.

Al respecto, el artículo 87 establecía: "Las autori-zaciones se acordarán a los que reúnan mejores po-sibilidades para efectuar un servicio que sea un altoexponente de arte, de cultura y de ciencia, adapta-das a un plan de conjunto nacional para el acrecen-tamiento del nivel moral e intelectual del oyente".

Luego de repetir normas indicativas sobre la pro-gramación que reproducen las ya vigentes desde1924, el artículo 105 introduce una clara censura:"Queda prohibido transmitir sin autorización escritade la Dirección General de Correos y Telégrafos, lasconferencias, disertaciones, propagandas que tuvierenun carácter político o sociológico, cualquiera sea sufinalidad" (inc. 3º). "La autorización... deberá sersolicitada por escrito, con 48 horas de antelación porlo menos, especificando el contenido de la conferen-cia ... a transmitir y el nombre del autor u orador".

En el artículo 106 se vuelve a insistir en esta nor-ma de control al prever que los programas (títulos)correspondientes a las transmisiones, debían tambiénremitirse con ocho días de anticipación.

1938: un informe sobre la radiodifusión

El Poder Ejecutivo creó una comisión especial, cu-yos miembros fueron designados por decreto del 7de julio de 1938 con el fin de abocarse al estudio delservicio.

En el informe final de dicha Comisión se distin-guen tres sistemas para la explotación de la radiodi-fusión:

a) Ejecución por medio de concesionarios opermisionarios privados;

b) Ejecución directa por el Estado;c) Prestación de estos servicios por sociedades

mixtas o semi-oficiales.

El primero de estos sistemas -expresa el documen-to- alcanza su máxima expresión en los Estados Uni-dos de América y el resto de países americanos quesiguen el sistema privatista norteamericano. El segun-do es el europeo.

"La base del sistema norteamericano -añade- noes el derecho de un individuo a ser oído, sino el dere-cho del público a escuchar. La libertad de prensa y lalibertad de radio, son dos cosas distintas".

La Comisión elevó al Poder Ejecutivo Nacional el1º de abril de 1939 el informe final con la siguientepropuesta: propiciaba como la solución más conve-niente un sistema de radiodifusión privado y centra-lizado, con intervención directa del Estado. Para ello,se formaría una entidad única con la participación delos entonces permisionarios, que tendrían el mono-polio de los servicios.

El directorio del ente, debía estar integrado porcinco representantes del Poder Ejecutivo (presidentey cuatro vocales) y el resto por representantes de lospermisionarios particulares. Para constituir este or-ganismo se declararían caducas todas las licencias deradiodifusión otorgadas en el territorio de la Repú-blica y se otorgaría a la nueva entidad una licenciapara la explotación de una red de radiodifusión entodo el país, por el término de 25 años.

La base financiera del sistema sería la publicidadcomercial.

Arturo Pellet Lastra18 criticó en estos términos elsistema mixto propiciado por tener dos fallas estruc-turales: "En primer lugar, crea un monopolio quecontradice a la Constitución Nacional (Art. 14, sobrelibertad de trabajo, comercio y asociación) y concre-tamente es violatorio de la ley 12.906, de represiónde los monopolios. En segundo lugar, el solo hechode sumar en un directorio a funcionarios estatales yempresarios privados, limita y condiciona no sólo lalibertad de expresión, sino también los objetivos quetenía por ese entonces el servicio oficial de radiodifu-sión (promoción cultural sin fines de lucro), que hu-bieran tenido que adecuarse a los objetivos que de- 18Op. cit. pág. 27.

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sarrollaba la radiodifusión privada (realizar programascon apoyo comercial y amplia audiencia)".

Por último, el informe destaca el principio del sis-tema estatal, aunque termina propiciando el mixto:"La nacionalización de los servicios radiotelefónicosrepresenta el sistema ideal por excelencia, porqueasegura todas las garantías indispensables para con-vertirlos en una fuente propulsora del nacionalismo yla cultura".

Finalmente, el informe comentado, quedó en elolvido, rescatado, de tiempo en tiempo para investi-gaciones y estudios académicos o en las reseñas his-tóricas.

En 1940 funcionan más de 50 estaciones radialesen todo el país, de las cuales 14 están radicadas en laCapital y 3 de ellas se han constituido en ejes de laradiofonía argentina: LR1 Radio El Mundo, LR3 Ra-dio Belgrano y LR4 Radio Splendid. Las tres, al estilonorteamericano, cuentan con una red que abarcatodo el país y realizan emisiones en cadena19.

Un artículo publicado por La Razón el 2 de sep-tiembre de 1940 informa sobre los siguientes datosestadísticos: sobre la población argentina que en 1939ascendía a 13.000.000, hay 1.000.000 de aparatosde radio en uso y una venta anual de 200.000. Talesdatos implicaban que Argentina ocupaba el primerlugar entre todos los países latinoamericanos en loque se refería a actividades de radiofonía. En la mis-ma publicación, se destaca: "Vemos así que la ventaanual de receptores llega a la considerable cifra de200.000 unidades. Y de acuerdo con otras estadísti-cas (...) la importación de aparatos armados desdelos Estados Unidos hacia la República Argentina, du-rante el año 1939 alcanzaron a la insignificante cifrade 1.116 unidades, ocupando en este respecto nues-tro país el 14º lugar, entre todos los países sudameri-canos en lo que se refiere a la exportación desde losEstados Unidos para los 21 países americanos. Si com-paramos la ínfima cifra de 1.116 receptores frente alos 200.000 que se venden en nuestro país, pode-mos colegir que la importación de aparatos es vir-

tualmente nula, ya que el estado de guerra de lospaíses europeos imposibilita que puedan enviarnosaparatos de radiotelefonía. (...) El hecho real es quela industria argentina de radio está plenamente de-sarrollada"20.

Ya en ese entonces la problemática de la jurisdic-ción y competencias de los organismos estatales so-bre la radiodifusión no estaba exenta de inconvenien-tes por superposición de controles. Con el fin de quela Subsecretaría de Informaciones cumplieraintegralmente su función de atender todo lo relativoa la información y publicidad general del Estado, sedispuso por decreto núm. 18.406/43 que varias de-pendencias de Correos y Telecomunicaciones pasa-ran a depender de aquel organismo para organizarsu base: la "Dirección General de Radiodifusión".

De tal forma se había separado orgánicamente deCorreos y Telecomunicaciones a la Dirección especí-ficamente creada para atender lo concerniente a laradiodifusión, pero por Decreto 788 del 15 de juniode 1946 se dispuso reincorporar a Correos la Direc-ción de Radiodifusión con estos fundamentos: "todagestión técnica de los servicios de radiodifusión -in-cluso la verificación de las emisiones radioeléctricastendientes al cumplimiento de las disposiciones re-glamentarias internas e internacionales (frecuencia,modulación, potencias, radio útil, estudio de las con-diciones de los equipos transmisores y demás instala-ciones técnicas, etc.), así como la relación con losorganismos internacionales en materia de radiodifu-sión-, prosiguieron a cargo de Correos y Telecomuni-caciones; criterio reafirmado por decreto núm. 21.418de 9 de agosto de 1944, que procuró soslayar losinconvenientes derivados de una doble jurisdicción".Por ello, considerando que la radiodifusión constitu-ye un elemento fundamental de la red de telecomu-nicaciones de la Nación, "se impone restituir a Co-rreos y Telecomunicaciones la jurisdicción sobre laradiodifusión y transferir a esa entidad la DirecciónGeneral de Radiodifusión, con su actual organización,personal y demás elementos de que dispone"21.

19Horvath, op. cit. pág. 21.20"La industria de radio en laArgentina", La Razón, lunes 2 desetiembre de 1940.21Anales de Legislación Argentina,1946. Tomo V. Editorial La Ley.Págs. 61/62.

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Mientras tanto, siguió en vigencia el reglamentode 1933, hasta que en 1946 el gobierno del generalEdelmiro J. Farrel encargó a un grupo de funciona-rios la redacción de un "Manual de Instrucciones paralas Estaciones de Radiodifusión", que fue aprobadopor el decreto 13.474 del 14 de mayo de 194622.

El artículo 3º del nuevo reglamento enuncia pau-tas de censura: "El contenido oral y el contenidomusical de los programas serán objeto de fiscaliza-ción previa por parte de la Dirección General de Ra-diodifusión, cuando ésta la considere necesario".

En el mismo sentido el artículo 64 establecía: "Afin de evitar que las emisoras tomen partido o se com-pliquen en tendencias, campañas interesadas, ataquespersonales, etc., los noticiosos e informativos se abs-tendrán de criticar con parcialidad o apasionamiento,cualquier hecho, acto o propósito determinado".

Se prohibía luego hasta "formular perspectivas opronósticos del tiempo o apartarse del texto de lainformación oficial que las estaciones reciban", y alas 20:30 había que conectar con Radio del Estadopara transmitir en cadena el boletín oficial (art. 72).

El reglamento es minucioso hasta en los más ínfi-mos detalles, ya que en sus 307 artículos prevé todala actividad, contenido de los programas, forma depresentar los textos, y hasta las palabras con las cua-les deben abrirse y cerrarse los programas.

La publicidad no escapaba a este detallismo. Lue-go de prohibir la transmisión de avisos de publicidadmediante grabaciones o procedimientos mecánicosse admitía hasta un máximo de 100 palabras de pu-blicidad comercial, compuestas de hasta 10 textosde diferentes firmas o productos, intercalados entrenúmero y número de cada programa.

El sistema de censura propiamente dicho, estádesarrollado en el capítulo denominado "Revisiónprevia del contenido oral de los programas": "El con-tenido oral de los programas será motivo de selec-ción y revisión previas a su irradiación, con el objetode asegurar el estricto cumplimiento de las normas...establecidas por el presente Reglamento" (art. 118).

"Sin perjuicio de la fiscalización que juzgue nece-sario la Dirección General de Radiodifusión, las emi-soras deben ejercer una permanente selección y revi-sión previas del material oral que se propongan di-fundir (art. 119). Esta promoción de la autocensuraprecisaba de un mecanismo: "Para ejercer las referi-das funciones de selección y revisión previas del con-tenido oral de los programas, cada estación organi-zará y mantendrá un departamento literario o cultu-ral" (art. 120).

En el subcapítulo "Régimen de fiscalización pre-via", el artículo 123 explica que "los textos que de-ben ser objeto de aprobación previa, se presentaráncon arreglo a los plazos y demás recaudos que a con-tinuación se determinan" (y a continuación se fijanplazos de dos a quince días, según sea el tipo deprograma).

Los artículos 131 y 135 son posiblemente los másimportantes, ya que el primero de ellos aclara "quetodos los textos... serán objeto de autorización -sicorrespondiere acordarla- con arreglo a las siguien-tes calificaciones: a) autorizado; b) autorizado concorrecciones; c) autorizado con cortes, y d) autoriza-do con cortes o correcciones.

Primera presidencia de Perón.Las radios en manos del Estado y el comienzo de latelevisión en el país

Ricardo Horvath en su conocido libro La TramaSecreta de la Radiodifusión en Argentina, sostieneque: "Con el ascenso del peronismo al poder comien-za una larga batalla por el control de los medios. Al-gunos investigadores destacan que en setiembre de1947 una nota reservada de Correos y Telecomuni-caciones a Miguel Miranda, el hombre fuerte en ma-teria de economía, señalaba la necesidad de adquirirlas emisoras privadas "por elementales razones dedefensa nacional y concepción espiritual". Tambiénse señala a una huelga de locutores como elementoque desató la crisis. De cualquier manera, entre 1948

22Anales de Legislación Argentina,1946. Tomo V. Editorial La Ley.Págs. 409 a 440. Decreto Nº13.474 del 14 de mayo de 1946.Aprueba el manual de instruccionespara las estaciones de radiodifusión(B.O.: 28/05/1946).

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y 1951 todas las radios -excepto LV1 Radio Graffignacuyos propietarios se negaron a la venta- pasaron amanos del gobierno, el cual las transfirió a manosamigas, en muchos casos como las del mismísimopropietario de Belgrano, Jaime Yankelevich, luegocreador de Canal 7 de TV, compartiendo la direccióny las ganancias a un 50%.

Aquí hay que concluir que se trató de una maniobray de un negocio. No fue de ninguna manera, unaestatización de las emisoras como se sostiene desde elsector privatista. Las radios se volvieron oficialistas comolo seguirían siendo a posteriori con los gobiernos quevendrían. Hay un detalle digno de mención: MoisésLebensohn, presidente del bloque de la UCR en la Con-vención Reformadora de la Constitución Nacional de1949, en una de las sesiones planteó el tema y en suexposición se refleja lo ocurrido con las radios que, se-ñaló, "fueron adquiridas por el Estado sin autorizaciónlegislativa, concediéndose su uso a sociedades anóni-mas, tras las cuales se esconden jerarcas del régimenpara obtener grandes ganancias y para controlar eseelemento vital para la información y juicio del pueblo".

Una maniobra legal para tener el control de las emiso-ras, control que no brindó grandes frutos como produc-to de numerosas torpezas y, en definitiva, porque no huboun real traspaso en el régimen de propiedad. Cuando lascondiciones internacionales variaron, cuando la relaciónde fuerzas en el país se fueron modificando, cuando seagrietó el oficialismo como producto de la corrupción,cuando las contradicciones se incrementaron y se fueperdiendo el control del poder se fueron produciendoalgunos cambios. Cambios obligados como consecuen-cia del retroceso del peronismo en cuanto al cumplimien-to de su proyecto original de 1946"23.

El 17 de octubre de 1951 se inauguró oficialmen-te el servicio de televisión en Argentina, a la par deotros países latinoamericanos, diez años después desu comienzo en Estados Unidos y casi un lustro mástarde que los países europeos. La primera transmi-sión estuvo a cargo de quien no por coincidencia,había sido también el programador de la primera

transmisión de radiotelefonía en la noche del 27 deagosto de 1920: Miguel T. Susini.

Previa a esa transmisión inaugural se habían reali-zado algunos intentos de tipo experimental.

En 1939 técnicos alemanes hicieron algunas trans-misiones piloto y años después los miembros del Ra-dio Club Argentino realizaron una transmisión en cir-cuito cerrado. Asimismo, el 31 de marzo de 1944, elInstituto Experimental de Televisión, realizó una trans-misión, cuyas imágenes fueron recibidas en dos pan-tallas que se hallaban instaladas en el noveno pisodel edificio del Automóvil Club Argentino24.

El primer canal de televisión -relata Pablo Sirvén25-se lo debemos a Eva Perón, quien en los albores de ladécada del 50 emplazó al entonces zar de laradiofonía, don Jaime Yankelevich, a que rápidamentedotara al país de ese novedoso medio. El pope deRadio Belgrano, notable empresario radial en su ori-gen, marchó a los Estados Unidos y se trajo unosequipos, en verdad no muy nuevos.

Un transmisor de 42 kilovatios, cinco metros deantena, una reforma en el edificio de Obras Públicasy siete mil televisores fueron el puntapié inicial de laTV argentina, cuya primera imagen fue la de Evita.Formalmente, su nacimiento se produjo el 17 de oc-tubre de 1951, con el acto por el Día de la Lealtad enPlaza de Mayo, presidido por el general Perón.

La estructura comercial de la emisora decana prontoimpuso sus condiciones: muchos espacios fueron prácti-camente loteados y cedidos a anunciantes con poder dedecisión sobre los mismos. El Estado mantenía la titulari-dad del servicio, pero en su seno comenzaban a desarro-llarse importantes movimientos privados autónomos.

La irrupción de la televisión, lleva al Poder Ejecuti-vo Nacional a proponer una nueva ley para regularjurídicamente a la radio y a la TV.

La Ley de Radiodifusión 14.24126 (1953)

En 1953 el Congreso de la Nación dicta la primeray hasta ahora única Ley de Radiodifusión promulga-

23Horvath, op. cit. pág. 21/22.24Datos del diario La Nación, defecha 23/04/1970.25Sirvén, Pablo: Quién te ha visto yquién TV. Historia informal de latelevisión argentina. Ediciones DeLa Flor. Buenos Aires, 1988. Pág.22.26Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XIII-A, 1953. Ley 14.241.Servicio de radiodifusión. B.O.: 22/X/53. Pág. 191.

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da por un gobierno constitucional, que organiza le-galmente los servicios de las tres redes que en 1954se licitan adjudicándose a particulares. Así quedabalegalizado el cambio de propietarios.

Definición y ámbito de aplicación de la ley:Se define el servicio de radiodifusión como el que

"mediante emisiones sonoras o visuales transmitedirectamente al público en general programas cultu-rales, educativos, artísticos, informativos y de entre-tenimientos, que respondan a un interés general"(Art. 1º). Según el artículo 2º este servicio es de inte-rés público y será prestado mediante licencias, queserán adjudicadas, previa licitación pública, median-te pliego de bases y condiciones aprobado por elPoder Ejecutivo.

"Excluido el servicio oficial que presta el Estado,la explotación de estaciones de radiodifusión porparticulares, su instalación y funcionamiento, se harásobre la base de tres redes, técnicamente orgánicas yaptas para prestar servicio útil a todo el territorio dela Nación" (Artículo 4º).

Desde un punto de vista conceptual la ley postula-ba: "La organización y el régimen de prestación deservicios de radiodifusión se basará en el principio dela subordinación del interés particular al interés social,cultural, económico y político de la Nación" (Art. 5º).

La ley da forma al servicio oficial de radiodifusiónexpresando que "el servicio oficial y el servicio inter-nacional dependerán del Poder Ejecutivo y... tendránpor fines principales: a) contribuir a ... exaltar las ge-nuinas tradiciones y sentimientos patrios y procurarun mejor conocimiento del país, y b) jerarquizar losprogramas radiofónicos mediante transmisionescalificadas..."(Art. 20).

El decreto 25.004/5327 reglamentario de la ley14.241 mantiene algunas pautas establecidas por elManual de 1946, mantiene el autocontrol al indicar:"Cada estación ejercerá invariablemente una estric-ta fiscalización del contenido de sus informativos..."(Art. 4º). Se mantiene la censura para casos especia-les, como el estado de sitio y de prevención o alarma

a que se refieren los artículos 23 y 83 inc. 19 de laConstitución Nacional de 1949.

Por primera vez, también, se establece norma-tivamente la veracidad informativa y la necesidad decontraste de fuentes: "Los noticiosos o informativosdeben proceder de fuentes fidedignas, que constitu-yan una garantía de responsabilidad, seriedad, exacti-tud e imparcialidad. Las emisoras mencionarán al trans-mitir sus boletines la fuente originaria de las noticias oinformaciones que difundan, a fin de establecer suauténtica y real procedencia" (Art. 3º).

La propaganda comercial se inspirará en una cons-tante de veracidad y honestidad, y no se admitirá latransmisión de publicidad que contenga declaracio-nes engañosas, referencias dudosas o aquélla que,directa o indirectamente, signifique competenciadesleal" (Art. 5º).

Licitación y adjudicación de las tres redes privadas

Como surge de la ley 14.241, se mantenía el sis-tema privado de explotación de las emisoras (a partirde 1954 divididas en tres redes), pero coexistiendocon un servicio oficial, por lo que el sistema de aque-llos años, tenía características muy peculiares, desco-nocidas en otras partes del mundo.

En este marco, el Decreto 9967/5428, aprobó elpliego de bases y condiciones de la licitación pública,que de conformidad con la ley 14.241 debía hacersepara adjudicar las tres redes que explotarían las emi-soras en el futuro.

En los anexos I a III del pliego de la licitación con-vocada, se enuncian y detallan las estaciones quecomprenden las nuevas redes A, B y C.

Cabeza y matriz de la red A sería Radio Mitre; dela B, LR3 Radio Belgrano (incluyendo LR3 TV, Canal7, único que funcionó hasta 1960) y de la C, LR4Radio Splendid.

Estas tres redes fueron adjudicadas por el Decreto17.959/54 a Editorial Haynes Limitada, SociedadAnónima (la red A); A.P.T. Promotores Asociados de

27Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XIV- A, 1954. D. 25.004,23 dic. 1953. Reglamenta la ley14.241, de Radiodifusión (B.O.: 5/1/54). Pág. 282.28Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XIV-A, 1954. D. 9967, 16de junio de 1954. Licitación para lainstalación y explotación de tresredes de radiodifusión. (B.O.: 25/VI/54). Pág. 451.

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Teleradiodifusión (la red B) y a la Sociedad Anónima"La Razón" Editorial Emisora, Financiera y Comercial(la red C).

El golpe de 1955.Anulación de la Licitación y la Adjudicación

Escaso tiempo para desarrollarse tuvo la Ley14.241.

El golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perónimpuso la caducidad del sistema.

Una de las primeras medidas tomadas por el go-bierno de facto, presidido por el general EduardoLonardi, fue el decreto 170/5529, que por su artículo1º anulaba por "ilegales" los decretos de adjudicacióncon la obvia intención de controlar a los medios y uti-lizarlos de acuerdo a sus conveniencias. Designó deinmediato un interventor, con funciones ejecutivas, encada una de las empresas que explotaban las redes enfuncionamiento, nombramientos que fueron hechosde acuerdo con lo previsto en el Artículo 2º del decre-to 170/55, que facultaba al Ministerio de Comunica-ciones para tomar a su cargo las redes privadas.

Pero la autorización para tomar a su cargo la ad-ministración de las redes privadas por parte del Esta-do, que estatuye el decreto 170/55 y el consecuentenombramiento de interventores, no modificaba elcarácter de personas jurídicas de derecho privado quetenían cada una de las empresas adjudicatarias delas redes.

Se comisionaba a funcionarios estatales para ad-ministrarlas, pero su "status" jurídico institucional nose modificaba. Por eso el Decreto 686/5530 dispusoque "Hasta tanto el Poder Ejecutivo disponga lo con-trario, las empresas: Editorial Haynes Ltda. S.A.; APTPromotores Asociados de Teleradiodifusión (en for-mación) y Sociedad Anónima "La Razón", Editorial,Emisora, Financiera y Comercial proseguirán en laexplotación de las redes privadas de radiodifusión"A", "B" y "C", respectivamente, con sujeción a las

disposiciones legales vigentes y sin perjuicio de lasintervenciones oportunamente decretadas por el con-ducto pertinente" (Art. 1º).

En tanto, por el artículo 2º quedaba expresamen-te establecido que correspondía a los interventoresde las redes todo lo concerniente a la gestión econó-mica financiera y explotación comercial de las em-presas.

Es decir que el gobierno de facto, a través de susrepresentantes, administraría los bienes de las em-presas, cuyos titulares quedaban desposeídos de lasmismas mientras se ordenaba una investigación en-comendada a la Comisión Nacional, que presidía elcontraalmirante Leonardo Maclean.

A partir de este momento se inicia "el descalabrototal de la radiodifusión nacional y, virtualmente, laetapa más inconclusa de hacerlas realmente estata-les, al transformar a las empresas en gubernamenta-les. También se da inicio al control militar de las esta-ciones de radio con la designación de interventoresde ese origen y civiles interesados exclusivamente ensu peculio personal sin ningún conocimiento ni inte-rés por el medio. Poco a poco las radios fueron ca-yendo en manos de empresas comerciales constitui-das expresamente para producir programas ante laincapacidad oficial al respecto. El negocio fue trans-ferido a esos productores privados rápidamente enri-quecidos por las ventajas que se les brindaban31".

Revocación de las licencias y expropiación de losbienes de las emisoras

Como corolario del proceso iniciado por la llama-da "Revolución Libertadora", la Junta ConsultivaNacional, en su dictamen del 27 de febrero de 1957,aconsejó la derogación de la ley 14.241 y sus decre-tos complementarios, "por entender que habían sidoinspiradas en el propósito de poner esos órganos dedifusión al servicio del peronismo32".

Como las licencias de las redes habían sido acorda-das de conformidad con esa ley, derogándola, dichas

29Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XV-A, 1955. D. 170, 1º deoctubre 1955. Anula licitación deradiodifusoras (B.O.: 4/X/55). Pág.516.30Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XV-A, 1955. D. 686, 11octubre 1955. Explotación de redesprivadas de radiodifusión. (B.O.:28/X/55). Pág. 533.31Horvath, op. cit. pág. 22.32Pellet Lastra, op. cit. pág. 39.Críticas acérrimas hacia la ley14.241 encontramos en diversosautores, entre ellos, Rafael Bielsa,sostuvo que "el régimen de la ley14.241 fue uno de los máscriticables del gobierno depuestoen 1955" y la califica de "autorita-ria". Bielsa, Rafael. "DerechoAdministrativo". Tomo I. La Ley,1964. Pág. 536.

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adjudicaciones quedaban sin fundamento legal. Ba-sándose el gobierno de facto en los decretos citados,se dictó el decreto ley 5.572/57, por el cual se declara-ban revocadas, con retroactividad al 1º de octubre de1955 "por razones de interés público, todas las licen-cias acordadas para la explotación de servicios de ra-diodifusión en el país, a fin de facilitar el reorde-namiento definitivo de estas actividades, sin que estarevocación de lugar a indemnizaciones" (Art. 1º).

Simultáneamente se derogaron la ley 14.241 y eldecreto 25.004/53 quedando vigentes las disposicio-nes legales que rigieron hasta la sanción de dichasleyes (art. 1º del decreto ley 5.572/5733).

La Comisión Administradora de RadioemisorasComerciales y LS 82 TV Canal 7

Antes de revocarse las licencias e ingresar al patri-monio fiscal todos los bienes de las ex adjudicatarias,entró en funciones una comisión administradora delas redes de radiodifusión privadas, que integrabancomo presidente Luis Perazzo y como vocales, JorgeMarcelo Bencherit y Juan Carlos Traverso.

De acuerdo con el decreto de creación (1731/5734)esta comisión debía continuar con la administracióny explotación de las redes de radiodifusión, tomandotodas las medidas pertinentes, efectuando las remo-ciones y designaciones que considerase convenien-tes para el mejor ordenamiento de las mismas.

Debía asimismo funcionar bajo la dependencia delMinisterio de Comunicaciones y completar los estu-dios así como disponer todas las medidas previas paracolocar en condiciones de ser adjudicadas, todas lasemisoras de radio y televisión privadas. Pero en reali-dad, la pretendida "transitoriedad" de tales funcio-nes, se convirtieron prácticamente en permanentes.

A partir de 1958 se licitaron treinta y una emiso-ras pertenecientes a las ex redes, pero otras treinta ytres continuaron siendo administradas por la Direc-ción General de Radioemisoras de la Secretaría deDifusión y Turismo.

El decreto ley 15.460/57

El decreto ley 15.460/5735 conocido como LeyNacional de Radiodifusión y Televisión, durante elgobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu, de-claró de interés público el Servicio de radiodifusión ytelevisión, estableciendo que podría ser "realizadopor el Estado o por particulares, mediante su adjudi-cación por concurso". En este sentido dio carácterdefinitivo al sistema mixto: explotación simultáneade bandas y canales de frecuencia por parte del Esta-do y los permisionarios particulares.

Según Bielsa, "el servicio de radiodifusión, por sunaturaleza y régimen es el de los servicios públicosllamados "impropios", o sea que se prestan por par-ticulares mediante licencia o autorización, y no porconcesión (en cuyo caso sería servicio público pro-pio)"36.

"El servicio oficial de radiodifusión y televisión es-tará a cargo del Estado Nacional, de las provincias,municipalidades y universidades nacionales. Los es-tados provinciales y los entes jurídicos estatales "de-berán requerir al Poder Ejecutivo la adjudicación delas frecuencias... para la habilitación de emisoras"(Art. 11).

El servicio oficial, dependiente de la Secretaría deEstado de Comunicaciones37 llegó a estar integradoen 1970 por las 16 estaciones de la cadena LRA, Ra-dio Nacional, tres emisoras adjudicadas a Universida-des nacionales y cinco que explotaban otros tantosmunicipios.

En cuanto al servicio privado, prestado porpermisionarios, los mismos podían optar como máxi-mo a una licencia de radiodifusión y a una de televi-sión (Art. 14).

Con esta norma nació la televisión privada en Ar-gentina. Si bien la primera emisora de estas caracte-rísticas apareció en Córdoba -Canal 12, durante 1959,en la ciudad de Buenos Aires, la primera onda deeste tipo -Canal 9- surgió el 9 de junio de 1960, enpleno gobierno de Arturo Frondizi. Su concesionaria,

33Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XVII-A, 1957. Dec. Ley5572, 27 mayo 1957. Revocaciónde licencias para la explotación deservicios de radiodifusión. (B.O.:10/VI/57). Pág. 514.34Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XVII-A, 1957. Dec. 1731,15 febrero 1957. ComisiónAdministradora de las Redes deRadiodifusión Privada. (B.O.: 28/II/57). Pág. 284.35Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XVII-A, 1957. D. Ley15.460, 25 noviembre 1957.Régimen de los Servicios deRadiodifusión y Televisión. (B.O.: 2/XII/57). Pág. 948. Ratificado por laley 14.467 de 1958.36Bielsa, R. Ob. Cit. Pág. 537.37Artículo 27 del Decreto 5490/65.

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la Compañía Argentina de Televisión38 (CADETE) es-taba vinculada con la productora cinematográficaEmelco-Lowe y contaba con el aporte financiero dela NBC. Enseguida apareció Goar Mestre -respalda-do por la CBS y el grupo editorial Time Life- parafundar Proartel y Canal 13, cuyas emisiones comen-zaron el 1º de octubre de 196039.

Un par de meses más tarde, el 21 de julio de 1961,se sumó Canal 11, merced a los buenos oficios de latambién norteamericana ABC.

En 1965, el paquete accionario de Canal 9 pasó aser dominado por Alejandro Romay y, a principios delos años 70, Editorial Atlántida, propiedad de la fa-milia Vigil, entraba en Canal 13 y Editorial Sarmiento-cuya cabeza visible era Héctor Ricardo García- lo hacíaen el 11. En los tres casos, el ingreso de estos capita-les nacionales determinó la salida del negocio de lastres famosas cadenas de TV estadounidenses40.

Hacia los 70, el servicio privado estaba integradopor treinta y una radioemisoras y 26 canales de tele-visión, ubicados en la Capital Federal y en el interiordel país. Estas emisoras y canales, fueron adjudica-dos por licitaciones realizadas en 1958, 1961 y 1968.

La Ley Nacional de Radiodifusión y Televisión esta-blecía como objetivos de los servicios, "la transmi-sión de programas culturales, artísticos, informativos,educativos y de entretenimientos" (Art. 4º).

El decreto reglamentario 5.490/6541, refiriéndosea estos objetivos expresaba que el contenido de lastransmisiones se subordinaba, entre otras, a las si-guientes normas rectoras:

a) Dar a los programas y mensajes, sentido e inte-rés general;

b) Conservar la jerarquía artística, la amenidad delprograma, de modo que acreciente el acervo ético yestético del público;

c) Observar sobriedad en la mímica y en todos loselementos necesarios captados por los micrófonos ycámaras;

d) Limitar en lo posible la improvisación;e) Incluir y desarrollar programas infantiles, con

fines de entretenimiento, siempre con alcance edu-cativo, tendientes a exaltar valores morales e intelec-tuales;

f) Cuidar la pureza del idioma evitando deforma-ciones estructurales o fonéticas y el empleo de ex-presiones de mal gusto;

g) Respetar los símbolos, prohombres e institucio-nes nacionales o extranjeras, los hechos e ideas quesean objeto de comentario o crítica, lo mismo quelas opiniones ajenas;

h) Mantener una línea de mutua consideración enaquellos programas que incluyan intercambio deideas, o donde se deban debatir conceptos;

i) Distinguir claramente en toda clase de progra-mas, la creación imaginaria de los hechos y personasreales;

j) Encarar las audiciones donde se adjudiquen pre-mios u obsequios, de modo que todo lo inherente adichas recompensas tenga un carácter accesorio y quelos participantes no hagan desembolso alguno, di-recto o indirecto, realizándose estos programas conintervención de escribano público nacional;

k) Separar la crítica de la publicidad comercial enlas audiciones que traten temas relacionados con lasdistintas creaciones artísticas, deportivas u otras, enlas que se formulen juicios valorativos;

l) Tratar solo en forma incidental todo lo relacio-nado con ciencias ocultas, adivinación, astrología einterpretación del pensamiento y siempre que la re-ferencia sea indispensable para abordar el tema prin-cipal;

ll) Abstenerse de utilizar el procedimiento llama-do de percepción subliminal;

m) Abstenerse de expresiones, escenas, imágeneso gestos obscenos de sentido equívoco o de carácterinmoral;

n) Abstenerse de narraciones o escenificacionesde actos delictuosos o que signifiquen la apologíadel delito o alienten o contribuyan a difundir vicios oque expresen perversión o sentimiento subalterno oque representen escenas de truculencia exagerada,

38CADETE estaba presidida porIldefonso Recalde, y entre sus otrosintegrantes se destacaban elempresario periodístico Julio Korn,el publicitario Kurt Lowe, losescritores Emilio Villalba Welsh,Sixto Pondal Ríos y Ariel Cortazzo.Manuel Alba se ocupaba de lagerencia artística y el locutorpionero de la televisión, CarlosD´Agostino, era el subgerente.39El directorio de Canal 13 estabapresidido por Alfredo Chopitea;César Noguera, Gustavo Tornquisty Alicia Martín de Mestre eran otroscomponentes. Pero la verdaderadueña de la pantalla era laproductora Proartel, proveedoracasi exclusiva de los contenidosoriginales del canal. La presidía elcubano Goar Mestre -que por esavía encontró un atajo ante laimposibilidad de acceder al controlde la licencia, por su condición deextranjero); un grupo de ejecutivoscubanos, entre ellos Jorge IgnacioVaillant lo secundaban, junto alcreador de "Los Pérez García", eluruguayo Oscar Luis Massa y elactor Roberto Airaldi como gerenteartístico. Cinco estudios, dosequipos de video-tape, un sólidoequipamiento superior a sus doscompetidores comenzaron acaracterizar a la pantalla del 13 que"se veía mejor", factor decisivo a lahora de encender el televisor.Desde el comienzo formarondirectores y personal técnico. Comoel 9, los empresarios cubanosliderados por Mestre tenían fuertesvinculaciones con la cadenaestadounidense CBS y la empresaTime-Life. Goar Mestre teníaexperiencia en televisión ya que enCuba había sido dueño de la CMQy emigró a Argentina por larevolución castrista.40Sirvén, Pablo. Ob. cit. pág. 23.

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admitiéndose únicamente como pasajes incidentalesde obras de jerarquía artística;

ñ) Abstenerse de los programas que exalten eltriunfo del mal sobre el bien, la disolución de la fami-lia, la traición a la patria, el vituperio a los forjadoresde la nacionalidad, la burla a los defectos físicos, eldesvío sexual o el erotismo, como también de la in-clusión de alusiones o disquisiciones que exalten for-mas de vida reñidas con las normas sociales, políticasy éticas de nuestro país;

o) Abstenerse de aquellas que alienten o contribuyana difundir la costumbre del juego de azar. En el caso delas carreras de caballos, las informaciones referentes a sudesarrollo y resultado sólo podrán proporcionarse al fi-nalizar los espectáculos, excepto en la oportunidad dedisputar los llamados "grandes premios".

Estas pautas de contenido serían fiscalizadas ycontroladas por el Consejo Nacional de Radio y Tele-visión (CONART) que tenía a su cargo la supervisióne inspección de los servicios de radiodifusión y televi-sión y "la promoción de su constante perfecciona-miento artístico y cultural" (Art. 26 Dec. 5.490/65).

Otras normas también tratarían los fines y objeti-vos de la programación, inhibiendo el predominio de"las transmisiones de carácter publicitario, político,gremial o religioso" (art. 6 D. Ley 15.460/57) y prohi-biendo transmisiones que comprometan "las buenasrelaciones internacionales, provoquen desórdenes operturbaciones del orden público, signifiquen com-petencia desleal, resulten injuriosas u ocasionen dañomoral y/o material dentro o fuera del territorio nacio-nal" (Art. 8 . D. Ley 15.460/57).

Control y autocontrol

Más allá de que el Artículo 5º de la ley nacionalestablecía que los programas gozaban de la más am-plia libertad de creación, el Estado ejerce un control eimpone también un autocontrol a los medios, basadoen el citado Artículo 16 de la ley nacional y en losartículos 4, 6, 7, 14 y 15 del decreto reglamentario.

El artículo 4º del decreto reglamentario, confiabaa las propias emisoras la regulación de sus progra-mas: "El contenido de los textos de los programas,así como su desarrollo y su objeto, deberán ser revi-sados y seleccionados por las emisoras, antes de supresentación, para encuadrarlos dentro de los princi-pios de la ley".

Sin embargo, el criterio adoptado por los artículos6º y 7º del decreto reglamentario, restringen a la li-bertad de expresión en tanto se ordena que en losprogramas de crítica o artística o literaria no podránusarse las exposiciones como instrumentos de publi-cidad y propaganda ideológica (art. 6º) y se regla-menta que en las audiciones... como las llamadasmesas redondas... la actuación de los conductores"será imparcial, debiendo evitarse interpretacionesde los conceptos vertidos por los participantes y opi-niones que avalen la posición de unos en detrimentode la de otros".

El sistema de licencias por concursos públicos

Un aspecto importante y controvertido desde siem-pre, y particularmente ante el afianzamiento de losmedios como empresas, es el sistema que estableceel acceso de los particulares a las licencias de radio ytelevisión.

La norma ya establecía que el servicio de radiodi-fusión y televisión podría ser realizado por particula-res mediante su adjudicación por concurso público(Art. 3º D. Ley 14.469/57).

De esta forma, el Estado sigue los antecedentesque existían en la materia, ya que desde 1920, pri-mero en forma directa y luego a partir de 1953, porconcurso público, se venían adjudicando las licenciaspara acceder al servicio de radiodifusión.

La primera condición que se debía seguir, al acor-dar las licencias, era la de no permitir la formación demonopolios de emisoras.

En este sentido, el artículo 14 prevé que las licenciaspara el funcionamiento de emisoras son de carácter in-

41Anales de Legislación Argentina.ADLA. T. XXV-B. 1965. D. 5490, 12julio 1965. Régimen de los Serviciosde Radiodifusión y Televisión;Reglamentación del Decreto Ley15.460/57. (B.O.: 16/VII/65). Pág.1437.

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dividual y "cada permisionario podrá optar como máxi-mo a una licencia de radiodifusión y una de televisión".

Siguiendo esa orientación anti-monopolística, elmencionado Artículo 14 también prevé que "las vin-culaciones jurídico-comerciales entre dos o más emi-soras deberán formalizarse por escrito y ser previa-mente autorizadas por el ERT (Ente de la Radiodifu-sión y la Televisión), no admitiéndose cláusulas queafecten directa o indirectamente el principio de ex-plotación individual de las mismas".

Por ello, se concluye con la aplicación al funciona-miento de las estaciones de radiodifusión y televisiónde las disposiciones de la entonces ley nacional12.90642, de represión al monopolio.

Sin embargo, la instalación progresiva de canales detelevisión a partir de 1960, demostró que la existenciade estaciones del interior que actuaban en la prácticacomo repetidores de los programas transmitidos en ca-dena desde Buenos Aires, presentaba una situación queno había sido prevista en la ley nacional de 1957.

Teniendo en cuenta tal situación, en la ley 17.28243,del 15 de mayo de 1967, se modificó la normativaadmitiéndose la instalación de estaciones repetidorasde radio y televisión, para cubrir las zonas que deter-mine el ERT, sin que por ello se considere afectado elprincipio de individualidad de las licencias. Se concluíaque "el otorgamiento de licencias para emisoras deeste tipo se hará por dicho organismo, dentro de lasprevisiones del plan nacional de desarrollo".

Asimismo, en esta línea anti trust, se prevé que"los titulares de licencias, los directores, administra-dores, gerentes, y en general los agentes responsa-bles del servicio de una estación... no podrán tenerinterés directo o indirecto en otra emisora" (Art. 18inc. h. D. Ley 15.460/57)

La violación de la norma tiene como sanción lacaducidad de las licencias acordadas a las empresasadjudicatarias, en caso de probarse la participaciónde sus titulares.

En fin, al menos, en lo formal jurídico, el sistemaera estrictamente antimonopolista.

La organización de los concursos públicos en elmarco de la ley nacional de 1957, se hallaba regladoconforme al texto de la propia ley, y las modificacio-nes introducidas por la ley 17.282 y el decreto 104/7044.

De acuerdo con tales normas, era el Ente de laRadiodifusión y Televisión el organismo que debe pro-mover la realización de concursos públicos para laadjudicación de licencias, quedando facultado pararedactar los pliegos de condiciones.

Estas licencias serían concedidas por el Poder Eje-cutivo mediante concursos públicos, salvo en el casoprevisto en el artículo 14, 3er. párrafo, relacionadocon las estaciones repetidoras de radio y televisión45.

El plazo de adjudicación previsto por la ley corres-pondía a un período no inferior a cinco ni superior aquince años; establecía la renovación por períodossucesivos de cinco años, hasta llegar al máximo deldoble del período de adjudicación -o sea 30 años-,siempre que los titulares hubieran acreditado el cum-plimiento de las disposiciones legales reglamentarias(Artículo 18 inc. a), modificado por la ley 17.282.

Entre las condiciones y obligaciones exigidas paraser adjudicatario se destacan las siguientes:

1) ser ciudadanos nativos o por opción, no com-prendidos en causales de inhabilidad o bien socieda-des comerciales, que no sean filiales de otras empre-sas argentinas o extranjeras;

2) la modificación de los contratos o estatutos delas sociedades titulares de licencias, deberá efectuar-se conforme a las normas del Código de Comercio yprevia autorización del ERT;

3) las acciones de estas sociedades no podrán sertransferidas sin autorización del ERT, debiendo reunirlos cesionarios, nuevos tenedores, los requisitos exi-gidos por la ley.

El 10 de octubre de 1973, en las postrimerías delcorto interinato de Raúl Alberto Lastiri -exactamentedos días antes de que Juan Domingo Perón asumierasu tercera presidencia-, se dispuso el vencimiento yla caducidad de las licencias de los tres concesiona-

42Anales de Legislación Argentina,ADLA. T. VII, 1947. Ley Nro.12.906. Reprime los monopolios yderoga la Ley 11.210. (B.O.: 22/2/947). Artículo 1º: "El queparticipare por sí o por interpósitapersona, en consorcio, pacto,coalición, combinación, amalgamao fusión de capitales tendientes aestablecer o sostener el monopolioo lucrar con él, en uno o másramos de la producción de laindustria, del transporte terrestre,aéreo, fluvial o marítimo, o delcomercio interior o exterior, entodo el territorio nacional o en un omás lugares del mismo, incurrirá enlas sanciones de la presente ley porel solo hecho de la participación".Pág. 21.43Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XXVII-A, 1967. Ley17.282. Régimen de los servicios deradiodifusión y televisión; modifica-ción del Decreto Ley 15.460/57(B.O.: 23/V/67). Pág. 322.44Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XXX-A, 1970. Decreto104/70. Radiodifusión y Televisión-Promoción, orientación y fiscaliza-ción de los servicios por elMinisterio del Interior. (B.O.: 19/II/70) Pág. 403.45Ver Art. 1º Ley 17.282.46Sirvén, Pablo. Ob. cit. pág. 23. Eldecreto 340/74 firmado por MaríaEstela de Perón ordenó la interven-ción de emisoras y plantasproductoras de televisión,determinando en el Artículo 4º :"Dentro de las veinticuatro horasde firmado el presente decreto elpresidente del Comité Federal deRadiodifusión -de acuerdo con lasdirectivas que le imparta laSecretaría de Prensa y Difusión dela Presidencia de la Nación- tomarála posesión efectiva de las plantastransmisoras y productoras para

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rios. Comenzaba entonces un ambiguo y tenso pe-ríodo de transición que, finalmente, se definió con laestatización definitiva de los canales el 1º de agostode 197446.

La Ley 20.57747 consideró de interés nacional"toda innovación que pueda efectuarse en materiade sistemas de transmisión de imágenes televisivasen todo el territorio de la República". Dicho tipo deinnovación debía ser aprobada por ley del CongresoNacional previo estudio de sus características técni-cas y consecuencias económico-sociales.

Los oscuros años del Proceso.1980 - Ley 22.285. Ley de Radiodifusión

Durante la dictadura militar iniciada en 1976, elllamado Proceso de Reorganización Nacional sancio-nó la ley 22.28548 que tras diecinueve años de de-mocracia aún sigue vigente.

La mencionada norma, tal como la califica el Dr.Damián Loreti, resulta centralista en exceso, autori-taria y discriminatoria49. Centralista, porque toda suaplicación está ceñida al Poder Ejecutivo o a organis-mos dependientes de él (COMFER -Comité Federalde Radiodifusión- o Secretaría de Comunicaciones),dejando de lado por completo a las provincias.

Autoritaria, en tanto su propio articulado limita elfuncionamiento de los medios -y la información trans-mitida- a las necesidades de la seguridad nacional.

Discriminatoria en la medida en que excluye de lafacultad de ser permisionario a toda entidad legalque no sea una sociedad comercial regularmenteconstituida50. En los hechos, están excluidas las coo-perativas, las sociedades civiles, las fundaciones y lasasociaciones civiles.

Los medios comprendidos en la ley y definidoscomo servicios, son, la televisión y la radio abiertas,cuyas licencias se deben adjudicar por concurso pú-blico, por una parte; y por otra, los servicios comple-mentarios, entre los que se encuentran la TV por ca-ble, las antenas comunitarias, las televisoras codifi-

cadas, cuyas licencias se adjudican por autorizacióndirecta del COMFER. Del mismo modo se adjudicanlas licencias para los servicios estatales de las provin-cias, las municipalidades, las universidades estatalesy el propio Estado Nacional (Art. 39).

En cuanto a las autoridades de aplicación, la leyatribuye estas facultades al Comité Federal de Ra-diodifusión para el control, la fiscalización, el re-gistro y el otorgamiento de emisoras51, y a la Se-cretaría de Comunicaciones de la Nación52 para larealización de las tareas técnicas relacionadas conla adjudicación y el control de operación de las fre-cuencias.

Es también la Secretaría de Comunicaciones la quedebe realizar los procedimientos en caso de descu-brirse emisoras ilegales, a las que la ley define como"clandestinas".

Respecto de la competencia para normativizar yjuzgar, la ley excluye cualquier otra posibilidad queno sea la jurisdicción federal, aspecto que controvierteel Artículo 3253 de la Constitución Nacional.

La ley 22.285 fue reglamentada por el decreto 286/8154, por el que se llamaba a concursos para la adju-dicación de frecuencias, en las distintas zonas del paísy en los diferentes tipos de servicios relacionados conla actividad radiodifusora. A este plan de llamados aconcurso se lo denominó Plan Nacional de Radiodi-fusión, conocido también como PLANARA.

La distribución de frecuencias y la cantidad pre-vista a lo largo y ancho del país distaban de ser óp-timas para el desarrollo de los medios y para las ne-cesidades nacionales. Entre otros aspectos, sólo sepreveía la explotación de servicios de frecuenciamodulada como subsidiarios de los de amplitudmodulada.

Otra característica es que el punto de partidade los medios existentes consiste en la renovaciónautomática de licencias anteriores a la ley, con locual los propietarios de las emisoras actuantes sevieron beneficiados con quince años más de titula-ridad.

que el Estado Nacional Argentinoverifique por sí y durante el plazoindicado en el art. 1º (60 días) elservicio público de televisión,realizando la producción deprogramas y la transmisión de losmismos". Anales de LegislaciónArgentina. T. XXXIV-C, 1974,Decreto 340/74. Televisión-Intervención de emisoras y plantasproductoras anexas de CapitalFederal, Mendoza y Mar del Plata-Plazo - Investigación sobre elestado patrimonial de las empresasex permisionarias y productoras deprogramas". B.O.: 26/VIII/74. Pág.2185.47Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XXXIV-A, 1974, Ley20.577. "Televisión - Consideraciónde interés nacional toda innovaciónen la materia". (B.O.: 20/XII/73).Pág. 17.48Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XL-D, 1980, Ley 22.285.Ley de Radiodifusión. (B.O.: 19/IX/80) Pág. 3902.49Loreti, Damián, Ob. cit. págs.139/140.50Art. 45 1º párrafo Ley 22.285:"Las licencias son intransferibles y seadjudicarán a una persona física o auna sociedad comercial regularmen-te constituida en el país".51Atribuciones del Comité Federalde Radiodifusión, características delorganismo y autoridades: Arts. 95 a98. Ley 22.285.52Art. 94 Ley 22.285.53Artículo 32 Constitución Nacional:"El Congreso federal no dictaráleyes que restrinjan la libertad deimprenta o establezcan sobre ella lajurisdicción federal".54Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLI-A, 1981. D. 286/81.Radiodifusión - Reglamentación dela Ley 22.285. B.O. 24/II/81. Pág.299.

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El retorno a la democracia.El diseño de un régimen democrático deradiodifusión: asignatura pendiente

Posteriormente, durante la administración del Pre-sidente Raúl Alfonsín, en abril de 1984, se dictó eldecreto 1.151/8455 por el cual se suspendió la aplica-ción del Plan Nacional de Radiodifusión y la convoca-toria a sustanciación de todo concurso público, has-ta que se sancionara una nueva ley de radiodifusión.

Los fundamentos propios del mencionado decre-to, justifica tal interrupción por la necesidad de con-tar con un nuevo plan técnico que contemple las rea-les necesidades del país y con un nuevo instrumentolegal que reemplace a la ley 22.285.

Los objetivos sancionados por los fundamentos deldecreto 1.151/84, sumados a la polémica desatadaen el nivel nacional sobre el rol de la radiodifusión yla titularidad de los medios, como también los inevi-tables conflictos de intereses políticos y empresaria-les, demoraron hasta la fecha, la sanción de la nuevaley de radiodifusión.

Durante todo este período, por tanto, ha seguidovigente el decreto 1.151/84. Ello quiere decir que cual-quier ciudadano argentino que tenga la intención dehacer uso de alguna de las frecuencias de nuestroespectro radioeléctrico, aunque desee cumplir contodas las normas legales y técnicas que se le pudie-ran exigir, tiene cerrado todo camino legal para ejer-cer su derecho a comunicar. Este obstáculo obligó anumerosos radiodifusores a impetrar acciones deinconstitucionalidad y meramente declarativas delderecho a ejercer la libertad de expresión.

Dada la inflexión del Estado al no disponer de unPlan Técnico Nacional y no ofrecer plan alternativoalguno, y contando sólo con una legislación emana-da de un gobierno de facto, ya por entonces muydesactualizada, surgieron numerosas emisoras de bajapotencia, sobre todo en Frecuencia Modulada, quesurgidas al margen de la legislación se autode-nominaron "comunitarias" o "libres" y que algunos

sectores prefirieron llamar "de comunicación alter-nativa"56.

Estas estaciones tuvieron diversas motivaciones,las cuales fueron desde lo comercial, compitiendo porun sector del mercado publicitario, hasta lo ideológi-co, por razones políticas o religiosas. Pero resulta su-mamente difícil que estas razones en forma aisladapermitan explicar satisfactoriamente el por qué de laaparición de estas emisoras. Uranga y Pasquini Duránexponen algunas hipótesis explicativas del fenóme-no, aunque no se contentan con ninguna de ellas enparticular, ellas serían por lo menos tres:

a) que "... se trata de una reacción social por insa-tisfacción contra la homogeneidad de los medios tra-dicionales, combinada con fuerte vocación partici-pativa".

b) que "... hay una nueva valoración de la ideavecinal, comunitaria, con una vigorosa tendenciaautonómica, que busca crear círculos cerrados, aje-nos a la lucha por el poder piramidal".

c) que resulta "... una cierta combinación de la"cultura alternativa", hasta ahora marginal y subte-rránea, con las formas de comunicación que ofrecela tecnología moderna57".

Es necesario tener presente que las frecuenciasradioeléctricas han sido reconocidas internacionalmentecomo patrimonio común de la humanidad, que se ne-gocian sus derechos de administración, en el nivel delos estados nacionales, en la Unión Internacional de Te-lecomunicaciones, y que el Estado Nacional se hacegarante de su adecuada utilización y sin que puedanexistir controles abusivos, conforme a la ley 23.47858,que ratificó el Tratado de Nairobi y la ley 23.05459 (Artí-culo 13 inc. 4º de la Convención Americana de Dere-chos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, dejerarquía constitucional según el actual Artículo 75 inc.22 de nuestra Carta Magna).

Tales disposiciones fueron eludidas mediante laconcesión de frecuencias para la explotación de cir-cuitos cerrados de baja potencia, lo cual -sumado ala adjudicación de frecuencias para telefonía móvil-

55Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLIV-B, 1984. D. 1151/84.Plan Nacional de Radiodifusiónaprobado por Decreto 462/81-Suspensión de su aplicación. (B.O.:17/4/84). Pág. 1417.Artículo 1º: "Suspéndese desde lafecha de vigencia de este decreto,la aplicación del Plan Nacional deRadiodifusión, que fuera aprobadopor el Artículo 1 del Decreto 462del 13 de marzo de 1981, sinperjuicio del cumplimiento porparte de adjudicatarios de licenciasde radiodifusión y de titulares delicencias renovadas, de lasobligaciones contraídas en suadjudicación o renovación, y de losderechos adquiridos".56Esta es la denominación que se ledio en las conclusiones delSeminario Latinoamericano sobreIglesia y Nuevo Orden Mundial dela Información y la Comunicación,reunido en San Pablo (Brasil) del 8al 12 de octubre de 1982.57Uranga, Washington y PasquiniDurán, José María: Precisionessobre radio. Buenos Aires, Paulinas,1988, p. 122.58Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLVII- A, 1987. Ley23.478. Convenio Internacional deTelecomunicaciones adoptado enNairobi, Kenya, el 6/11/82-Aprobación. (B.O.: 23/4/87). Pág.111.59Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLIV-B, 1984. Ley 23.054.Convención Americana sobreDerechos Humanos- Llamada Pactode San José de Costa Rica-Suscripta en esa ciudad el 22/11/69- Aprobación. (B.O.: 27/3/84).Pág. 1250.

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provocó el agotamiento de posibilidades de instalarcanales de televisión abiertos en las bandas de UHF,con lo cual el espectro quedó "privatizado" o trans-formado en coto de unos pocos.

En cuanto a los medios abiertos de recepción in-discriminada, el único intento que hubo para solu-cionar esta situación, que enfrentaban en 1989 casidos mil emisoras que funcionaban sin autorización,se dio en el texto de la Ley 23.69660, de Reforma delEstado.

Con el propósito de solucionar el problema de laclandestinidad y abrir las puertas a la nueva ley deradiodifusión el Congreso sancionó el artículo 65 dela mencionada ley, justificando su dictado con las si-guientes consideraciones que obran en el diario desesiones:

(...) a la crisis (se refiere a la comunicación socialen general), debemos sumar la permanencia de unalegislación que no ha permitido el desarrollo armóni-co del sistema comunicacional (...) De pronto, el paísse ve invadido por emisoras de baja potencia, quesurgen como una respuesta espontánea del puebloa la desidia oficial y, fundamentalmente, porque nose siente comprendido en el mensaje de los grandesmedios (...) hay urgencias que atender, es preciso darrespuestas a la coyuntura.

Con tales fundamentos se otorgó mandato al Po-der Ejecutivo Nacional a través del Artículo 65 paraque regularizara la situación, permitiendo así que seampararan en el marco legal las hasta entonces emi-soras ilegales:

"Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a adoptarlas medidas necesarias hasta el dictado de una nue-va ley de radiodifusión, para regular el funcionamientode aquellos medios que no se encuentren encuadra-dos en las disposiciones vigentes hasta el momentode la sanción de esta ley de emergencia".

Por aplicación del citado artículo, el Poder Ejecuti-vo Nacional dictó el decreto 1357/8961 por el cual secomenzó a registrar a quienes emitían en radiofoníasonora en frecuencia modulada. El proceso fue reali-

zado con dificultades, y el gobierno no acató el man-dato del legislador, en cuanto éste no hizo distinciónalguna respecto de la naturaleza de los serviciosradiodifusores, distinción que sí hizo la autoridadadministrativa.

Por otra parte, es necesario tener presente, que ladenominada Ley de Reforma del Estado, declaró enemergencia administrativa a los entes estatales y or-denó la invervención de las empresas del Estado. Eneste marco, en los extensos anexos de dicha norma,y a lo que nos respecta en nuestro campo de estudio,se ordenó la privatización de: L.S. 84 - T.V. Canal 11,L.S. 85 - TV Canal 13, L.R. 3 - Radio Belgrano, L.R. 5- Radio Excelsior y "todos los medios de comunica-ción administrados por el Estado". Se exceptuó ex-presamente: L.S. 82 ATC - Canal 7; L.R.A. 1 RadioNacional Buenos Aires, Radio Difusión Argentina alExterior (RAE) y las emisoras que integran el serviciode radiodifusión.

A partir de este momento y con este instrumentolegal concurrimos un nuevo escenario de la radiodi-fusión en Argentina, caracterizado por ser un mode-lo eminentemente privatista.

El decreto 1.357/8962 señalaba que la regulaciónde la actividad de las FM era sólo una primera etapadel cumplimiento de lo ordenado por el artículo 65de la Ley de Reforma del Estado: "...es de hacer no-tar que la regulación de los servicios de modulaciónde amplitud y televisión, por sus propias característi-cas, deberá ser considerada en una próxima etapa...".Etapa que hasta el momento, no se concretó, ni tam-poco se contempló a quienes intentaron funcionarcon esquemas de propiedad distintos de las socieda-des comerciales.

En 1991, mediante el Decreto 859/91 se ordenóel cierre de todas las emisoras que actuaban en fre-cuencia modulada en forma simultánea con el lla-mado a concurso para ese tipo de servicios. Mientrasque nuevas emisoras habían aparecido y se hallabanen funcionamiento, el mismo COMFER manifestaba-ante la ola de demandas judiciales que se levantó

60Anales de Legislación Argentina,ADLA. T. XLIX-C, 1989. Ley 23.696.Reforma del Estado - EmergenciaAdministrativa- Privatizaciones yParticipación del capital privado-Programa de Propiedad Participada- Protección del Trabajador -Contrataciones de emergencia -Contrataciones vigentes - Situaciónde emergencia de las obligacionesexigibles- Concesiones- Plan deEmergencias de Empleos. (B.O.: 23/8/89). Pág. 2444.61Decreto 1357/89. B.O. 6/12/8962Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLIX- D. 1989. Decreto1357/89. Servicios de radiodifusióncon modulación de frecuencias - Sedispone que el Comité Federal deRadiodifusión llamará a concursopúblico para la adjudicación delicencias con sujeción al PlanTécnico que apruebe el PoderEjecutivo Nacional. (B.O.: 6/12/89).Pág. 3865.

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frente a la ilegítima medida- que los concursos eranimpracticables porque no se había confeccionadopreviamente el Plan Técnico de Frecuencias.

El 11 de junio de 1992, se sanciona el Decreto890/9263, por el que -nuevamente- se ordenaba alMinisterio de Economía y Obras y Servicios Públicospara que, por medio de la Subsecretaría de Comuni-caciones, se confeccionara un Plan Técnico de Fre-cuencias en 90 días sin ningún tipo de discrimina-ción para los servicios de radiodifusión. El plazo legaltranscurrió sin que el propio PEN cumpliera las nor-mas que él mismo se dictara.

En este marco, cabe tener en cuenta que las fre-cuencias radioeléctricas no son objeto de dominio(ni público ni privado) del Estado, sino patrimoniocomún de la humanidad, sometido a la administra-ción por los Estados, según lo declara el Tratado deTorremolinos, celebrado y firmado en el seno de laUnión Internacional de Telecomunicaciones y el Artí-culo 364 de la Ley 22.285.

Es decir, que conforme el derecho internacional,los Estados son sólo administradores de las frecuen-cias que se les adjudican. En el caso de la RepúblicaArgentina, como a los demás Estados, se le confierela responsabilidad de administrar las frecuencias quele corresponden en razón de su densidad demográfi-ca y su extensión territorial.

La omisión del Estado Nacional al no dictar lasnormas necesarias para permitir la explotación de latotalidad de frecuencias que se pudiera en el ámbitode su territorio, hace a una transgresión del art. 13inc. 365 del Pacto de San José de Costa Rica, de lostratados internacionales vigentes, como el de la UIT,y constituye una velada práctica de censura por res-tringir el derecho a dar y recibir información.

En este marco, cabe recordar que durante el go-bierno del Dr. Raúl Alfonsín se había remitido al Con-greso un proyecto de ley que disponía la creación deuna Comisión Nacional para la Privatización de losMedios de Comunicación para elaborar un progra-ma de privatización de los medios de comunicación

del Estado. La iniciativa derogaba el inciso e) del artí-culo 45 de la Ley de Radiodifusión -ley 22.285- quevedaba a los medios gráficos el acceso a los mediostelevisivos y radiofónicos. El proyecto mantenía in-tactas las restricciones legales para las empresas ex-tranjeras, mientras que el procedimiento se sustan-ciaría de acuerdo a las previsiones de la ley 22.28566.

Con el decreto 830/8967 se llamó a la adjudica-ción de las licencias para la prestación y explotaciónen la Capital Federal, de las emisoras de televisiónL.S. 84 T.V. Canal 11 y L.S. 85. T.V. Canal 13 (art. 1º),que se materializó por decreto 1540 de 22 de no-viembre de 1989.

La limitación anteriormente mencionada sería de-jada sin efecto, como consecuencia de la normativade la Ley de Reforma del Estado, 23.696, lo que per-mitió llamar a licitación para la adjudicación de las ra-dios Belgrano y Excelsior (adjudicadas por decretos 297y 298 de 19 de febrero de 1991, respectivamente) yotorgar licencias para el servicio de radiodifusión68.

A esto debe sumarse que, en oportunidad de dictarseel llamado decreto de "desregulación" (Decreto 2.284/9169) se previó, en el Artículo 117 la conformación deuna comisión asesora destinada a la implementaciónde la práctica desregulatoria en la actividad de la radio-difusión y la televisión, mandato que no se cumplió.

La resolución 341/93 del COMFER dispuso la ac-tualización de los registros del Decreto 1.357/8970,debido a los cambios forzosos que hubieran tenidoque introducir las radiodifusoras a sus condicionesde emisión (frecuencia o potencia) o domicilio.

La extensión de permisos provisionales no esta-bleció categorías de emisoras ni contornos protegi-dos a los radiodifusores, lo cual coadyuvó a la "gue-rra de potencias" desatada entre permisionarios.

La conformación de los multimedios: la derogacióndel art. 45 inc. e) de la Ley 22.285

A partir de la Ley de Reforma del Estado 23.696asistimos a una espectacular concentración de pro-

63Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LII-B. 1992. Decreto 890/92. Radiodifusión - Plan TécnicoNacional de Radiodifusión - Elevaciónpara su aprobación al Poder EjecutivoNacional. (B.O.: 11/6/92) Pág. 1806.64Artículo 3º Ley 22.285: "Laadministración de las frecuencias y laorientación, promoción y control delos servicios de radiodifusión soncompetencia exclusiva del PoderEjecutivo nacional".65Artículo 13.3. Pacto de San José deCosta Rica: "No se puede restringir elderecho de expresión por vías omedios indirectos, tales como elabuso de controles oficiales oparticulares de papel para periódicos,de frecuencias radioeléctricas, o deenseres y aparatos usados en ladifusión de información o porcualquiera otros medios encamina-dos a impedir la comunicación y lacirculación de ideas y, opiniones".66Rodríguez Chirillo, Eduardo J.:Privatización de la Empresa Pública yPost Privatización. Análisis Jurídico.Edit. Abeledo-Perrot. Buenos Aires,1995, pág. 250.67El Derecho: Decreto 830/89 -Privatizaciones. Televisión. Llamado aconcurso público para la adjudica-ción de licencias para la prestación yexplotación, en la Capital Federal, delas emisoras de televisión L.S. 84 T.V.Canal 11 y L.S. 85 TV Canal 13.EDLA, 1989-558.68Según cita Loretti, D. Ob. Cit. CreoBay, H., Hacia una mayordesregulación de la radiodifusión: eldecreto 1771/91, E.D. t. 1991-E,secc. Doctrina, pág. 1270.69Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LI- D. 1991. Decreto 2284/91. Desregulación económica. (B.O.:1/11/91) Pág. 4.058.70Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XLIX- D. 1989. Decreto1357/89. Servicios de radiodifusión

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piedad de las empresas periodísticas propiciada porla misma norma.

En efecto, el Artículo 45 de la Ley 22.285 dispo-nía entre los requisitos que debían reunir tanto lapersona física como los socios de las sociedades almomento de su presentación al concurso público ymantener durante la vigencia de la licencia, el siguien-te requisito, establecido en el inc. e): "No ser propie-tario ni socio de diferentes sociedades de radiodifu-sión. No tener vinculación jurídica ni económica conempresas periodísticas extranjeras. Tampoco conempresas periodísticas nacionales".

La Ley de Reforma del Estado sustituyó ese incisopor el siguiente: "No tener vinculación jurídicasocietaria u otras formas de sujeción con empresasperiodísticas o de radiodifusión extranjeras"71. Porende, al permitirse a las editoriales u otras empresasperiodísticas acceder a licencias de servicios de ra-diodifusión eliminando la prohibición contenida enel Artículo 45 inc. e) de la Ley 22.285, sumado a quela reforma admite que las sociedades estén forma-das por otras, el fenómeno de la concentraciónmultimedial es un dato trascendente para la activi-dad radiodifusora, que cambió por completo el esce-nario de los medios en Argentina.

Pero además, la Ley 23.696 dejó el campo libre alas empresas mediáticas al derogar los incs. a) y c) delArtículo 46 de la Ley 22.285. Cabe recordar que elArtículo 46 inc. a) de la Ley de Radiodifusión estable-cía que "el objeto social será, exclusivamente la pres-tación y explotación de servicios de radiodifusión deacuerdo con las previsiones de la ley" y por su parteel inc. c) determinaba que "los socios serán personasfísicas y no excederán el número de veinte". Nos aho-rramos mayores comentarios, ya que la mera lecturade dichas derogaciones evidencian las implicanciasde la derogación de los incisos mencionados.

Es necesario distinguir este concepto de concen-tración del llamado monopolio, en tanto la concen-tración implica acumulación de varios medios en po-cas manos, y el monopolio u oligopolio informativo

está caracterizado por la existencia de una o pocasvoces que atentan contra el pluralismo informativo,sin perjuicio de la deformación informativa que tam-bién provoca la concentración.

El "multimedio", como prototipo está constitui-do por la empresa que es propietaria de un diario,una revista, explota un canal de televisión, una radioAM con su FM complementaria y -a partir de la olade otorgamiento de permisos- un circuito cerrado detelevisión por cable o codificado, más la eventualparticipación en agencias de noticias y proveedoresde papel72.

Es decir, una sociedad -o grupo de sociedades-que administra entre cinco y seis medios, o más, conun mensaje informativo uniforme no puede menosque constituir un claro factor de poder a nivel nacio-nal y dentro del marco de Estado de Derecho quedebería garantizar el derecho a la información de loshabitantes, cuestión que se hace aún más evidenteen una provincia.

En este marco, no es ocioso decir que la explota-ción de la televisión por cable es la que genera losrecursos cautivos más genuinos, en la medida en quelos abonos preservan al servicio de los avatares de laspresiones publicitarias, tanto privadas como oficiales73.

En principio, si creemos que ello posibilita una al-tísima cuota de pluralismo en los contenidos, en rea-lidad la única pluralidad que se encuentra es la de laretransmisión de señales que se ofrece como argu-mento de venta y no por su contenido informativo.

La concentración mediática y la multiplicación delos nuevos medios es un fenómeno recogido por di-versos autores. Oscar Landi, sostiene al respecto:"Lasprivatizaciones de los medios de comunicación esta-tales y las oportunidades de inversión que brinda in-cesantemente la innovación tecnológica (FM, TV porcable, etc.) desataron una dura lucha entre las em-presas de medios de comunicación argentinas. (...)Pero no solo se trata de la aparición de nuevos me-dios, sino de una verdadera recomposición del sec-tor: la posibilidad que tuvieron las empresas del pe-

con modulación de frecuencia - Sedispone que el Comité Federal deRadiodifusión llamará a concursopúblico para la adjudicación delicencias con sujeción al Plan Técnicoque apruebe el Poder Ejecutivonacional. (B.O.: 6/12/89) Pág. 3865.71Art. 65 inc. b) Ley 23.696.72Entre los numerosos ejemplos demultimedio, encontramos al GrupoClarín: "The assault really began in1989, when Argentina´s PresidentCarlos Menem privatized the TVindustry: Clarin won the bid forCanal 13. In short order thecompany rushed into cable systems,pay TV programming, newpublishing ventures and filmproduction". "Variety" November30. December 6, 1998. Page 55."Grupo Clarin. Marrying For Money.Media firm mines partnerships forfun and profit", by Andrew Paxman.73El nuevo escenario mediáticopropiciado por la política de laPresidencia de Carlos S. Menem, nosólo ha sido tratada en lo local, sinoque también encontramos asevera-ciones contestes en diversos estudiosy artículos extranjeros. En estesentido, entre otros, la revista"Variety", especializada en medios,destaca en un artículo firmado porAndrew Paxman: "Menem´s policies-privatizing TV, deregulatingtelecommunications and satcasting-have laid Argentina wide open toinvestment, and Clarin has leapt atthe opportunity. Aided by investorpartners (since departed), Clarin alsobuilt a major presence in Argentina´slucrative cable biz, amassing asubscriber count of 1.6 million thatgenerates $ 550 million per year".See, "Variety" November 30.December 6, 1998. Page 55. "GrupoClarin. Marrying For Money. Mediafirm mines partnerships for fun andprofit".

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riodismo gráfico de comprar los canales que se priva-tizaron estimuló la formación de conglomeradosmultimedia. Se crearon así eslabonamientos transver-sales entre radios, canales, diarios y revistas pertene-cientes al mismo grupo económico, por lo que se daun doble movimiento: por un lado la concentracióneconómica a favor de grandes empresas y, por otro,la enorme multiplicación de nuevos medios localescomo los de la FM o el cable".

"Como el Estado tiene una intervención impor-tante en el dinamismo del sector a través de las adju-dicaciones de los canales de TV y radios que se priva-tizan y de los avisos oficiales, la competencia entrelas empresas adquiere frecuentemente connotacio-nes políticas a través de sus posicionamientos y juga-das frente a los gobiernos nacional y provinciales"74,advierte con sutileza Landi.

Por su parte, Armand Mattelart, ya en los años 80nos anticipó que "muchas de las grandes editorialesse han interesado en el campo audiovisual o de lainformática. Este entrecruzamiento en todas las di-recciones muestra la integración de las grandes in-dustrias culturales que dan nacimiento a conglome-rados "multimedios" que, en su seno, poseen capa-cidad de cubrir la mayor parte de los sectores de laproducción cultural de masas"75.

Insistimos en resaltar que este nuevo escenario seconformó a partir de la reforma de tres artículos dela Ley 22.285 original, y fue hasta el momento la23.696 la única Ley que logró cambiar el régimen deradiodifusión:

- el artículo 45 inc. e), que impedía ser titulares delicencias a las empresas periodísticas nacionales;

- el artículo 46 inc. a), que obligaba a las empre-sas de servicios de radiodifusión a tener como objetoexclusivo la actividad radiodifusora;

- el artículo 46 inc. c), que establecía un límite deveinte personas físicas como integrantes de las so-ciedades radiodifusoras.

Al removerse estos "obstáculos legales" para losempresarios, la privatización de los medios del Esta-

do resultó acaparada por empresas periodísticas quese extendieron a servicios viejos con nuevos empre-sarios. Es decir, hubo aparición de nuevos dueños, yaque en el caso de las privatizaciones en la Argentina,se asistió a una venta de activos estatales y no al lan-zamiento de nuevas frecuencias y emisoras.

La concentración de medios se ve facilitada por-que no hay limitaciones de porcentajes de propiedadni tenencia de acciones en ningún caso. Tampoco hayrestricciones para que los propietarios de medios grá-ficos sean también propietarios de medios electróni-cos. Por lo tanto, los únicos límites existentes se rela-cionan con la cantidad de medios de radiodifusiónen una misma zona de actuación y a lo largo del país.

De acuerdo al Art. 43 de la Ley 22.285, una mis-ma persona física o jurídica puede acumular hastacuatro licencias en las siguientes condiciones: ellicenciatario de una estación de radio debe instalarotra en área de fomento o de frontera. Además, pue-de tener, en una misma localización, una radio, uncanal de televisión abierta y un servicio complemen-tario. En distintas áreas de servicio se puede tenerhasta tres licencias de radio o televisión.

Es más, la ley prevé que no se cuentan los servi-cios de frecuencia modulada subsidiarios de la licen-cia de AM ni tampoco los servicios complementariosubicados en distintas localizaciones, es decir, la can-tidad de televisoras codificadas o por cable de unmismo dueño puede no tener límite en la medida enque se encuentren en distintas localidades76.

Las inversiones extranjeras en la radio y televisiónargentina.Los tratados de "promoción y protección recíprocade inversiones"

Si bien la Ley de Radiodifusión establece que sólopueden acceder a las licencias los argentinos nativoso naturalizados, en ambos casos con más de diezaños de residencia en el país y mayor de edad (Art.45 inc. a), desde 1991 esta regla se ha flexibilizado

74Landi, Oscar: Devórame otra vez.Qué hizo la Televisión con la Gente.Qué hace la Gente con la Televi-sión. Planeta. Buenos Aires, 1992.Pág. 159.75Mattelart, Armand: AméricaLatina en la Encrucijada Telemática.Capítulo I. La Privatización delConsenso. Pág. 21/22.76Loreti, D. ob. cit. pág. 150 y ss.

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en virtud de la celebración de tratados de promocióny protección recíproca de inversiones suscriptos conFrancia, Estados Unidos, Italia y Países Bajos, entreotros países. Estos acuerdos han posibilitado el in-greso de capitales extranjeros, y especialmente de losnorteamericanos al poderoso sector de la radiodifu-sión. Desde ya, la mentada "reciprocidad" en las in-versiones ha sido en neto beneficio para el arribo decapitales extranjeros en el rentable negocio mediático.

La Ley 24.12477 aprobó el Tratado celebrado en-tre la República Argentina y los Estados Unidos deAmérica sobre la promoción y protección recíprocade inversiones, suscripto en Washington el 14 denoviembre de 1991. El Artículo II, apartado 1) delreferido tratado permitió que inversores estado-unideses "desarrollen actividades afines o efectúeninversiones de manera similar a la que realizan losinversores o sociedades nacionales". Con esta baselegal, y en virtud de lo establecido por el Art. 75 inc.22 de la Constitución Nacional (en cuanto estableceque los tratados tienen jerarquía superior a las leyes)como argumento, se consideró que el Artículo 45de la Ley 22.285 "no resulta aplicable en su totali-dad en el caso de que personas físicas o sociedadesde origen estadounidense soliciten la concesión deuna licencia para la instalación, funcionamiento y ex-plotación de un servicio complementario de radiodi-fusión o se vinculen o asocien a titulares de licenciasdel citado tipo de servicios". Con estos fundamen-tos, el COMFER, mediante Resolución 350/95 facilitólos requisitos y condiciones para que las personas fí-sicas o jurídicas de origen estadounidense pudieranacceder a las licencias y a la explotación de serviciosde radiodifusión.

Siguiendo tal línea, la Ley 24.12278 aprobó elAcuerdo celebrado entre nuestro país e Italia sobrepromoción y protección de inversiones suscripto enla ciudad de Buenos Aires el 22 de mayo de 1990.Por Resolución Nº 8/9679 del Comité Federal de Ra-diodifusión se extendió los beneficios otorgados alos norteamericanos para los italianos.

Por Ley 24.10080 se aprueba el Acuerdo entre Ar-gentina y Francia para la promoción y protecciónrecíproca de las inversiones, suscripto en París el 3 dejulio de 1991. Mediante Resolución Nº 1.323/9681 delCOMFER se extendió los efectos de la Resolución 350/95 a las inversiones efectuadas por personas físicaso jurídicas de origen francés que soliciten la adjudi-cación de licencias para la instalación, funcionamientoy explotación de servicios complementarios de radio-difusión; o pretendan vincularse o asociarse con titu-lares de licencias del mencionado tipo de servicios.

Por su parte, la Ley 24.35282 aprobó el acuerdocelebrado entre Argentina y el Reino de los PaísesBajos, y con idéntico criterio, el COMFER dictó la Re-solución Nº 1.324/9683 que siguió los lineamientosde sus precedentes y permitió la realización de inver-siones en el sector por parte de personas físicas ojurídicas de origen holandés.

Los empresarios locales que ya habían visualizadohacía tiempo las potencialidades de la televisión por cablecomo el soporte de una vasta gama de negocios, nece-sitan renovar sus redes ante la futura nueva relaciónque se avecina con las telefónicas y para ello recurren alauxilio del capital extranjero para celebrar distintas fu-siones. Los tratados internacionales propiciaron talesacuerdos. "La compra de más de la mitad del paqueteaccionario de Cablevisión por TCI, la presencia de Tele-fónica Internacional y Citicorp en el CEI dan la idea deun mosaico de intereses inacabado, que se modificadía a día"84. De esta forma el "mapa mediático" co-mienza a cambiar vertiginosamente en el diseño delnuevo escenario de concentración y convergencia en ladenominada "sociedad de la información".

La situación legal en las provincias

La demora en la sanción de un nuevo régimen deradiodifusión, y la falta de normalización de la situa-ción de las emisoras que se lanzaron al aire sin licen-cia, implicaron para los gobiernos provinciales reac-ciones distintas de las del Estado Nacional.

77Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LII - D , 1992. Pág. 3864.Ley 24.124. Tratado suscripto conlos Estados Unidos de América,sobre la promoción y protecciónrecíproca de inversiones, enWashington el 14/11/91- Aproba-ción. (B.O.: 25/9/92).78Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LII - D, 1992. Pág. 3855.Ley 24.122. Acuerdo de Promocióny Protección de Inversiones yProtocolo Adicional, suscripto conla República Italiana, en BuenosAires el 22/5/90 - Aprobación.(B.O.: 25/9/92).79Resolución Nº 0008-COMFER/95.Expediente Nº 0394-COMFER/95.80Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LII-C 1992, Pág. 2868. Ley24.100. Acuerdo suscripto con laRepública Francesa para laPromoción y la ProtecciónRecíproca de las Inversiones, enParís, el 3 de julio de 1991. (B.O.:14/7/92).81Resolución COMFER Nº 1323/96.Expediente Nº 0394-COMFER/915.82Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. LIV-C 1994, Pág. 2857.Ley 24.352. Convenio para lapromoción y la protección recíprocade inversiones suscripto con elReino de los Países Bajos, enBuenos Aires el 20/10/92 -Aprobación. (B.O.: 29/8/94).83Resolución Nº 1324-COMFER/96.Expediente Nº 0394-COMFER/95.84Albornoz, L.A.; Castillo, J.;Hernández, P.; Mastrini G. yPostolski G. "La política a los piesdel mercado: la comunicación en laArgentina de la década del 90", enGlobalización y Monopolios en laComunicación en América Latina.Editorial Biblos. Buenos Aires,2000. Pág. 142.

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En efecto, en la medida en que las provincias con-viven más de cerca con la realidad de pequeñas emi-soras de frontera y del interior de sus territorios, lu-gares donde la llegada de ondas de radio es escasa ya veces nula, los gobiernos provinciales se ven forza-dos a reconocerlas en su actividad.

Ante la situación fáctica imperante, algunas de lasprovincias sancionaron sus propias leyes de radiodi-fusión, entre las que se cuentan la de Río Negro (ley2.185), Neuquén (1.646) y Corrientes (4.717).

Las mencionadas normas se reconocen como in-tegrantes de un sistema federal, pues someten la re-gulación de emisoras de gran alcance (amplitud mo-dulada) a las autoridades nacionales. Por otra parte,reservan para sí la facultad de regular el funciona-miento y la adjudicación de licencias de los serviciosde frecuencia modulada, cables, circuitos cerrados detelevisión codificada y televisora de baja potencia.

En todos los casos, se crean consejos u organis-mos provinciales de integración multisectorial (em-presarios, estado provincial y trabajadores de losmedios) destinados a dictar normas de aplicación yextender licencias o permisos.

Otro de los puntos destacables y comunes en es-tas legislaciones se refiere a extender licencias en for-ma inmediata a los medios que actúan en el ámbitode cada una de esas provincias, como una demostra-ción clara de pretender atender urgencias mediantela sanción de una ley de radiodifusión provincial.

En cada oportunidad en que se sancionó una leyprovincial, la reacción del COMFER fue inmediata: sedirigió a la Corte Suprema de la Nación a fin de obte-ner medidas de no innovar para evitar la aplicaciónde las leyes, y asimismo, solicitar su anulación.

En este sentido, en el caso "Comité Federal deRadiodifusión c. Provincia de Río Negro" (CS, febre-ro 18-98885) la Corte sostuvo que "si bien por vía deprincipio no procede la impugnación ante la CorteSuprema de actos administrativos o legislativos pro-vinciales, habida cuenta de la presunción de validezque ostenta, tal doctrina debe ceder cuando se lo

impugna sobre bases "prima facie" verosímiles, comocontrarios a disposiciones emanadas de la autoridady jurisdicción nacionales, como es el caso de la ley22.285. Y ello con mayor razón cuando, la impugna-ción que se formula a los actos administrativos pro-vinciales no constituye un planteo abstracto, sino quese dirige contra concesiones de ondas de radiodifu-sión otorgadas a particulares y organismos oficialesque la citada ley reserva al gobierno nacional". Contales fundamentos, el máximo tribunal constitucio-nal hizo lugar a la medida cautelar solicitada por elCOMFER y ordenó a la Provincia de Río Negro "seabstenga en forma inmediata y continua, tanto deaplicar la ley provincial 2.185, y las demás disposicio-nes dictadas en su consecuencia, como también deconcretar cualquier acto vinculado con la radiodifu-sión que requiera la conformidad de la autoridadnacional, y no cuente con ella"86.

El Régimen jurídico de las telecomunicaciones. Losavances tecnológicos y su vinculación con laradiodifusión

El régimen jurídico de la radiodifusión y de las te-lecomunicaciones se encuentran legislados separa-damente. El avance de las tecnologías nos ha demos-trado en lo fáctico la intrínseca relación entre ambosfenómenos, y la necesidad de unificar criterios. Latajante diferenciación legal no ha estado ni está aúnexenta de controversias que se evidencian con lasdiferentes autoridades de aplicación.

Desde hace más de una década asistimos a un parti-cular proceso de transformaciones que está cambiandono sólo los términos de estructura, propiedad y distri-bución de las industrias relacionadas con las telecomu-nicaciones y la radiodifusión, sino las mismas concep-ciones tecnológicas y organizacionales, situación quelleva a una opacidad de fronteras entre ambas.

La posibilidad de convergencia entre áreas existea partir de un conjunto de nuevas tecnologías, lide-radas por la fibra óptica, la digitalización y el satélite,

85Cuaderno de Fallos, UniversidadAustral, Master en DerechoAdministrativo. Master en Derechode la Empresa. Págs. 417/418. LaLey, Buenos Aires, 1997.86En el mismo sentido, cabemencionar los precedentes tenidosen cuenta por la Corte para laresolución del mencionado caso: A.492. XX "Comité Federal deRadiodifusión c/ Provincia delNeuquén s/ Inconstitucionalidad",resolución del 17 de enero de1986; y C. 706. XXI "ComitéFederal de Radiodifusión c/Provincia de Formosa s/ nulidad",resolución del 7 de julio de 1987.Ver Revista La Ley, T. 1987-E, p.476. Fallo 37.805-S.

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que permiten la prestación de múltiples servicios através de un único soporte. Al analizar la convergen-cia tecnológica, no podemos desconocer que se tra-ta de un desarrollo intencional largamente buscadopor empresas y gobiernos. Esto se entiende cuandose analizan los profundos cambios en la calidad yvariedad de servicios, y productos que ofrece el sec-tor, comparados con su importancia relativa en ám-bitos políticos, económicos y sociales. Tanto la radio-difusión como las telecomunicaciones se relacionancon las privatizaciones y los procesos de concentra-ción de la propiedad en la Argentina87.

Durante el año 1972, con el declarado objetivode unificar el criterio de expansión de las redes decomunicación y en la búsqueda hacia un control delos sistemas de telecomunicaciones, tanto en canti-dad como en calidad, se dictó el decreto-ley 19.798/7288 denominado Ley Nacional de las Telecomunica-ciones, cuyo Título V comprendía las normas sobreradiodifusión. Por medio de este instrumento legalse reservaba el Estado el monopolio jurídico del trans-porte de información a distancia, para ejercerlo enforma directa o por medio de gestión indirecta89.

Al mismo tiempo, el artículo 14 señalaba la impo-sibilidad de la prestación de servicios de telecomuni-caciones sin autorización o permiso de explotaciónque importen el establecimiento de exclusividades omonopolios incompatibles con la soberanía, el desa-rrollo y seguridad nacional. Aun cuando se utilice eltérmino autorización, la ley se estaba refiriendo a unaverdadera concesión en razón de la titularidad quese asumía90.

El sector de las telecomunicaciones conocerá im-portantes reformas con la sanción del decreto-plan731/89, que establece las normas reglamentarias alas que se ajusta la privatización, procediendo a ladesmonopolización y desregulación "en beneficiode los usuarios". La nueva conformación del sectorde las telecomunicaciones, a raíz de la sanción deldecreto, determina un régimen jurídico distinto se-gún el servicio a prestar. Tratándose del servicio bá-

sico telefónico -provisión de los enlaces fijos de te-lecomunicaciones que forma parte de la red telefó-nica pública o que están conectados a dicha red, yla provisión por esos medios del servicio de telefo-nía urbana, interurbana e internacional de viva voz-se procede a su privatización- cuyo modelo fueparcialmente modificado por el decreto 59/90- pormedio de la creación de dos sociedades licenciatarias,a las que se le asignaron dos regiones del país: nor-te y sur.

En cuanto a los servicios no comprendidos dentrodel concepto de servicios básicos -es decir, los servi-cios de valor agregado, ampliado, de información,de procesamiento de datos, de telefonía móvil- seprocede a la despublificación de los mismos, consa-grándose un régimen de competencia (art. 17).

Se argumentaba que la empresa ENTel experimen-taba altos costos en razón del déficit de instalaciónde nuevas líneas. El tiempo medio que el usuario debíasoportar para la obtención de la conexión era supe-rior a los diez años91. Al mismo tiempo, los proble-mas se encontraban en la baja calidad del servicio:demoras en el tono, llamadas fallidas o incompletas,períodos en que el teléfono no funcionaba92.

Para la privatización, el gobierno menemista creódos sociedades anónimas licenciatarias cuyosadquirentes del 60% del capital serían seleccionadosmediante concurso público internacional (Decreto 62/90). Con ello se pretendió imprimir una "transparen-cia", aparente, de las operaciones a realizarse, al tiem-po que se acudía a inversores internacionales con lasuficiente tecnología, experiencia y pulso financieropara operar un servicio de telecomunicaciones acep-table93.

Una vez adjudicadas, las sociedades licenciatariasSur S.A. y Norte S.A. pasaron a denominarse Telefó-nica Argentina S.A. y Telecom Argentina Stet/FranceTelecom S.A., respectivamente.

Un 30% del capital social en ambas empresaslicenciatarias permanecían en manos del Estado, re-presentadas en acciones transferibles (clase B)94.

87Albornoz, Luis A.; Castillo, José;Hernández, Pablo y otros: "Lapolítica a los pies del mercado: lacomunicación en la Argentina de ladécada del 90" en Globalización yMonopolios en la Comunicación enAmérica Latina. Editores: Mastrini,G. y Bolaño, C. Editorial Biblos,Edit. Biblos, 1999. Págs. 136, 137.88Anales de Legislación Argentina,ADLA, T. XXXII-C, 1972. Ley19.798. Ley Nacional de Telecomu-nicaciones. (B.O.: 23/VIII/72). Pág.3422.89En tal sentido, el artículo 4ºestablecía como competencia delPoder Ejecutivo nacional elestablecer y explotar los serviciosde telecomunicaciones dejurisdicción nacional y el autorizar opermitir a terceros, con carácterprecario, la instalación y prestaciónde servicios de telecomunicaciones.90Rodríguez Chirillo, Eduardo J:Privatización de la Empresa Públicay Post Privatización. Análisisjurídico. Edit. Abeledo-Perrot.Buenos Aires, 1995. Págs. 249 a251.91FIEL, Regulaciones y estancamien-to: el caso argentino. CentroInternacional para el DesarrolloEconómico, Manantial, BuenosAires, 1988, pág. 131.92FIEL, Regulaciones y estancamien-to..., cit., pág. 133.93Gostuski, A.- Pardillo, A.:"Privatizaciones en Latinoamérica:características principales yaspectos diferenciales". Economis-tas, N° 49 , abril-mayo 1991, pág.42.94El decreto 778/91 dispuso laventa por ofrecimiento público, concarácter de colocación originaria,de las acciones de propiedadestatal en el capital social de laslicenciatarias.

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A modo de corolario

Una de las grandes deudas que el Estado demo-crático tiene para con la comunidad nacional es laestructuración de un modelo radiotelevisivo de ca-racterísticas plenamente pluralistas, democrático,participativo y que respete las autonomías de las pro-vincias. Hasta el momento esta es una aspiración queno llega a ser un logro concreto. A pesar de nuestroscasi veinte años de democracia no contamos con unaley de radiodifusión emanada de las autoridades cons-titucionales y los debates. Presiones, avatares, mar-chas y contramarchas solamente han logrado ir endesmedro del auténtico derecho humano de dar yrecibir información.

La concreción de los derechos constitucionales,entre los que se destaca la libertad de expresión, lalibertad de prensa, y la denominada libertad de ante-na, requiere devenir en una práctica palpable de ta-les postulados que supere la brecha abismal entre el"deber ser" normativo y el "ser" real, desafío quenos atañe a todos como titulares del derecho univer-sal a dar y recibir información.

El desafío es mayor en el actual escenario de losmedios de información y en un mercado donde losservicios públicos son brindados por actores priva-dos, en el cual los medios ya han dejado de ser el"cuarto poder" para conformar el "poder mediático"que puja con el político y el económico, en una duray cruel contienda en la que logran imponer la agen-da pública. En este punto se encuentra una de lasclaves de la ley de radiodifusión y de la política decomunicaciones, que instrumente mecanismos deregulación de los medios y de administración del es-pacio radioeléctrico como bien público del Estado yrequiere el ejercicio de un control efectivo que no secircunscriba a un mero "poder formal", impotenteante el "poder real" de los medios. En este marco esindispensable un Estado que diseñe las políticas y quefije las reglas de juego en el sector de las comunica-ciones, que cree organismos de aplicación con poder

para arbitrar entre los intereses privados y los dere-chos de los ciudadanos.

Luego del recorrido histórico legal de la radio y latelevisión argentina, no pretendemos culminar estaslíneas con conclusiones cerradas. Todo lo contrario,creemos que la reflexión y el debate requiere quedarabierto: ¿qué enseñanzas nos deja la historia de laradiodifusión en nuestro país?; ¿es posible discutiruna política de medios en Argentina omitiendo cues-tionar la concentración de la propiedad de los mis-mos?, ¿es posible discutir nuevas concepciones deespacio y de servicio público?, ¿qué implicancias tie-ne la difícil tarea de pensar un nuevo modelo de Es-tado?; ¿en qué consiste una política de comunica-ción democrática y participativa elaborada desde laconcepción del derecho humano de la comunicación?

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I.- Concepto

En el presente trabajo abordaremos un aspectodel derecho que protege, uno de los rasgos funda-mentales de la personalidad del hombre, por su tras-cendencia individual y su proyección social, el dere-cho a la intimidad.

No es tarea fácil definir el derecho a la intimidad,debido a las variadas situaciones que comprende y alo amplio de su significado.

Algunos como Romero Coloma1, lo definen como"el derecho de toda persona a tener una esfera re-servada en la cual desenvolver su vida, sin que la in-discreción ajena tenga acceso a ella".

En la doctrina nacional, encontramos el conceptodado por Matilde M. Zavala de González2, quien se-ñala: "El derecho a la intimidad es, entonces, el dere-cho personalísimo que protege la reserva espiritualde la vida privada del hombre, asegurando el libredesenvolvimiento de ésta en lo personal, en sus ex-presiones y en sus afectos".

Así también Orgaz3 señala que el derecho a la in-timidad es el que corresponde a "toda persona hu-mana a que sea respetada su vida privada, familiar,el derecho a no ser objeto de injerencias arbitrariasen la zona espiritual íntima y reservada de una per-sona o un grupo, especialmente de una familia".

Se podría decir que el derecho a la intimidad nosólo protege la persona como ser sicofísico, sino tam-bién sus expresiones, sus vínculos afectivos y el lugardonde vive y desarrolla su vida íntima.

La intimidad comprende pues: a) las conductas osituaciones, que no están destinadas razonablemen-te a su divulgación o al conocimiento por terceros,ya sea por su naturaleza o porque se dan en un ám-bito privado; y b) algunas situaciones, que aún desa-rrolladas en un ámbito no privado, tienen un conte-nido netamente privado, por el que no deben sersometidas a intrusión o divulgación.

Al respecto señala Bidart Campos4, que la intimi-dad no es "sólo una cobertura de conductas que no

se exteriorizan o que los terceros ignoran; ademásdel fuero íntimo, muchas acciones de las que los ter-ceros se anotician pertenecen a la intimidad. Mi vidafamiliar, mi situación económica, mi modo de vestir,de asumir privadamente mi concepción ética o reli-giosa, o mi sexualidad, impiden la intrusión del Esta-do y de los demás particulares, aunque todo eso se‘sepa’ o sea advertido por terceros".

Así pues, el derecho a la intimidad otorga a su titu-lar el derecho a oponerse a que terceros investiguensu vida privada y, fundamentalmente a impedir quecierto datos que por su naturaleza deben ser preser-vados de la indiscreción pública, sean divulgados.

Quedan, pues, amparados por el derecho a la in-timidad, los aspectos de la existencia humana rela-cionados con: a) la vida familiar, íntima tanto en loafectivo como en lo sexual (divorcio, infidelidad, re-conciliaciones, etc.); b) hechos personales, como losdefectos físicos o síquicos, enfermedades, hábitos,debilidades, etc.; c) la vida profesional, como ingre-sos económicos, cantidad de dependientes, gastos,etc.; d) creencias religiosas o políticas que el ser hu-mano desee preservar del conocimiento de terceros.

II.- Su protección legal en el Derecho Argentino

El derecho a la intimidad se encuentra contempla-do: a) implícitamente en los arts. 18 y 19 de la Consti-

Por Mirta Luisa Jurío y Emilia

Isabel Erquiaga Jaurena

Profesora Titular y Jefa de

Trabajos Prácticos respectivamen-

te, de la Cátedra I de Derecho de

la Comunicación. FPyCS, UNLP.

Derecho a la Intimidad

Notas

1Romero Coloma, María Aurelia:Derecho a la Información y libertadde expresión. Ed. Bosch, Barcelona,1984, p. 8.2Matilde M. Zavala de González: Elderecho a la Intimidad. Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1982, p.87.3Orgaz, Alfredo: La Ley sobre laintimidad. ED, 60-927, p. 928.4Bidart Campos, Germán J.: Elderecho a la intimidad y la libertadde prensa. ED, 112-239.

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tución Nacional; b) arts. 907, 1071 bis, del CódigoCivil; c) arts. 150 y ss (violación de domicilio), 153 y ss.(violación de correspondencia) y 156 y ss (violación delsecreto) del Código Penal; d) art. 2 de la ley 23.798que declara de interés la lucha contra el SIDA.

Así pues, haremos una breve síntesis de los artícu-los más importantes en el tema.

Constitución Nacional:Art. 18: "....Nadie puede ser obligado a declarar

contra sí mismo... El domicilio es inviolable, comotambién la correspondencia epistolar y los papelesprivados; y una ley determinará en qué casos y conqué justificativos podrá procederse a su allanamien-to y ocupación...".

Art. 19: "Las acciones privadas de los hombresque de ningún modo ofendan al orden y a la moralpública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo re-servadas a Dios y exentas de la autoridad de los ma-gistrados".

Código Civil:Art. 907: "Cuando por los hechos involuntarios

se causare a otro algún daño en su persona y bienes,sólo se responderá con la indemnización correspon-diente, si con el daño se enriqueció el autor del he-cho, y en tanto, en cuanto se hubiera enriquecido.

Los jueces podrán también disponer un resarci-miento a favor de la víctima del daño, fundados enrazones de equidad, teniendo en cuenta la impor-tancia del patrimonio del autor del hecho y la situa-ción personal de la víctima".

Art. 1071 bis: "El que arbitrariamente seentrometiere en la vida ajena, publicando retratos,difundiendo correspondencia, mortificando a otrosen sus costumbres o sentimientos o perturbando decualquier modo su intimidad, y el hecho no fuere undelito penal, será obligado a cesar en tales activida-des, si antes no hubieren cesado, y a pagar una in-demnización que fijará equitativamente el juez, deacuerdo con las circunstancias; además, podrá éste,a pedido del agraviado, ordenar la publicación de lasentencia en un diario o periódico del lugar, si esta

medida fuese procedente para una adecuada repa-ración".

Código PenalArt. 150: "Será reprimido con prisión de seis me-

ses a dos años, si no resultare otro delito más severa-mente penado, el que entrare en morada o casa denegocio ajena, en sus dependencias o en el recintohabitado por otro, contra la voluntad expresa o pre-sunta de quien tenga derecho de excluirlo".

Art. 153: "Será reprimido con prisión de 15 días a6 meses, el que abriere indebidamente una carta, unpliego cerrado o un despacho telegráfico, telefónicoo de otra naturaleza que no le esté dirigido; o seapoderare indebidamente de una carta, de un plie-go, de un despacho o de otro papel privado, aunqueno esté cerrado; o suprimiere o desviare de su desti-no una correspondencia que no le esté dirigida.

Se le aplicará prisión de 1 mes a 1 año, si el culpa-ble comunicare a otro o publicare el contenido de lacarta, escrito o despacho".

Art. 155: "El que, hallándose en posesión de unacorrespondencia no destinada a la publicidad, lahiciere publicar indebidamente, aunque haya sidodirigida a él, será reprimido con multa de $ 1.500 a $90.000, si el hecho causare o pudiere causar perjui-cio a terceros".

Art. 156: Será reprimido con multa de $ 1.500 a$ 90.000 e inhabilitación especial, en su caso, por 6meses a 3 años, el que teniendo noticia, por razónde su estado, oficio, empleo, profesión o arte, de unsecreto cuya divulgación pueda causar daño, lorevelare sin justa causa".

Ley 23.798 (declara de interés nacional a lalucha contra el SIDA)

Art. 2: "Las disposiciones de la presente ley y delas normas complementarias se interpretarán tenien-do presente que en ningún caso puedan: a) afectarla dignidad de la persona; b) producir cualquier efec-to de marginación, estigmatización, degradación ohumillación; c) exceder el marco de las excepcioneslegales taxativas al secreto médico, que siempre se

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interpretarán en forma restrictiva; d) incursionar enel ámbito de la privacidad de cualquier habitante dela nación; e) individualizar a las personas a través defichas, registros o almacenamientos de datos, loscuales, a tales efectos, deberán llevarse en formacodificada".

Convención Americana sobre Derechos Huma-nos (Pacto de San José de Costa Rica)5

Art. 11: "(Protección de la honra y de la digni-dad)- 1. Toda persona tiene derecho al respeto de suhonra y al reconocimiento de su dignidad.

2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitra-rias o abusivas en su vida privada, en la de su familia,en su domicilio o en su correspondencia, ni de ata-ques ilegales a su honra o reputación.

3. Toda persona tiene derecho a la protección dela ley contra esas injerencias o esos ataques".

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Po-líticos6

Art. 17: "1. Nadie será objeto de injerencias arbi-trarias o ilegales en su vida privada, su familia, sudomicilio o su correspondencia, ni de ataques ilega-les a su honra y reputación.

2. Toda persona tiene derecho a la protección dela ley contra esas injerencias o esos ataques".

Pero la norma que contempla las distintas mane-ras de atentar contra la intimidad y prevé su sanción,es el artículo 1071 bis del Código Civil, que dispone:

"El que arbitrariamente se entrometiere en la vidaajena, publicando retratos, difundiendo correspon-dencia, mortificando a otro en sus costumbres o sen-timientos, o perturbando de cualquier modo su inti-midad, y el hecho no fuere un delito penal, será obli-gado a cesar en tales actividades, si antes no hubierencesado, y a pagar una indemnización que fijará equi-tativamente el juez, de acuerdo con las circunstan-cias; además, podrá éste, a pedido del agraviado,ordenar la publicación de la sentencia en un diario operiódico del lugar, si esta medida fuese procedentepara una adecuada reparación".

Existen tres corrientes doctrinarias respecto de lasconductas que configurarían un acto violatorio de lareserva de la intimidad.

- Tesis de la difusiónEsta tesis señala que el ataque a la intimidad se

configura con la divulgación de los hechos, situacio-nes, o datos que deben ser reservados. Es decir queno se considera violación del derecho a la intimidadel tomar conocimiento de los hechos reservados, sindifundirlos.

- Tesis del ataque por conocimientoEsta corriente considera atacada la intimidad por

el solo hecho de que alguien tome conocimiento delas situaciones o hechos protegidos, aunque no selos divulgue.

- Tesis MixtaConsidera que existen dos formas de violar la inti-

midad, la toma de conocimiento y la divulgación delo conocido.

Esta es la tesis mayoritaria y en ella se enrolannumerosos autores, como Cifuentes7, quien señalaque "no solamente la difusión de esas peculiares si-tuaciones y comportamientos, cualidades y defectosviolaría el derecho, sino el acoso, la copia y atisbamien-to, el ser observado...".

Cabe señalar que ambas conductas no deben con-currir necesariamente para configurar la violación delderecho a la intimidad.

El art. 1071 bis del Código Civil, que se enrola enesta tesis mixta, ejemplifica los distintos actos ilícitosque pueden atentar contra la intimidad, los cualesintentaremos analizar.

La publicación de retratosDicha expresión se debe entender en sentido am-

plio, no importa la técnica utilizada para obtener,captar o reproducir una imagen, que afecte la intimi-dad, es decir que alcanza también a las fotografías, yfilmes.

Así por ejemplo, se puede violar la intimidad deuna persona publicando su retrato en pose ridícula oindecorosa.

5Aprobado por la RepúblicaArgentina según ley 23.054.6Aprobado por la RepúblicaArgentina según Ley 23.313.7Cifuentes, Santos: El Derecho a laIntimidad. ED, 57-831, p. 834.

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El daño no sólo puede provenir del contenido deesa publicación, sino también de la forma subrepti-cia, violenta o maliciosa con que se la obtuvo.

La difusión de correspondenciaLa inviolabilidad de la correspondencia se encuen-

tra protegida por el art. 18 de nuestra ConstituciónNacional.

Para que opere el art. 1071 bis analizado, es ne-cesario que el contenido de la correspondencia (in-cluye fax, radiotelégrafo, teléfono) sea confidencial,contenga datos que hagan a la intimidad del emisor,del destinatario o de terceros, y fundamentalmente,sea difundido.

La mortificación en las costumbres o lossentimientosPara la ley el verbo "mortificar" significa afligir,

desazonar, causar pesadumbre o molestia.La protección alcanza a las bromas, molestias,

chanzas que puedan afectar la intimidad de las per-sonas.

III.- Titulares del Derecho

III.1.- Personas de existencia visibleEs conteste la doctrina al señalar que todos los

seres humanos tienen derecho a la protección legalde los hechos, datos o situaciones que forman partede su vida privada, sin distinguir que las personassean capaces o incapaces.

III.2.- Personas fallecidasEs discutido en doctrina si las personas después

de su muerte encuentran protegida su intimidad.La jurisprudencia norteamericana mayoritaria nie-

ga la protección de la intimidad, pues es algo estric-tamente personal y desaparece con la muerte del in-dividuo.

En nuestro derecho, gran parte de la doctrina,como Ferreira Rubio8, Mosset Iturraspe9 y Rivera10,estiman que corresponde la protección del derechoa la intimidad aún después de la muerte del indivi-duo.

III.3.- Personas JurídicasTanto la doctrina nacional como la internacional

considera que las personas jurídicas carecen de dere-cho a la intimidad, puesto que éstas no pueden sermortificadas en sus sentimientos, que devengue enun daño moral.

III.4.- Figuras públicasLas figuras públicas se encuentran amparadas por

el derecho a la intimidad, pudiendo revelarse ciertosaspectos de la misma, cuando tengan una razonablerelación con la función que cumpla y la difusión seadebido a un interés general que prevalece en cadacaso concreto.

IV.- Jurisprudencia

A fin de visualizar lo expuesto, se transcribe a con-tinuación un reciente fallo que protege la intimidadde un hombre público.

"Buenos Aires, 25 de septiembre de 2001. Vistoslos autos: "Menem, Carlos Saúl c/ Editorial Perfil S.A.y otros s/ daños y perjuicios s/ sumario".

Considerando:1) Que la sentencia de la Sala H de la Cámara

Nacional de Apelaciones en lo Civil revocó lo decidi-do en primera instancia e hizo lugar a la demandapor reparación del daño moral sufrido por el actorcomo consecuencia de la difusión de notas periodís-ticas que habrían lesionado en forma ilegítima su in-timidad, conducta que configuró, a juicio del a quo,la arbitraria intromisión en la esfera de privacidad deldemandante contemplada en el art. 1071 bis delCódigo Civil.

Asimismo, rechazó la reconveción de uno de loscodemandados, ordenó la publicación de un extrac-to de la sentencia e impuso las costas de ambas ins-tancias a la parte demandada. Contra dicho pronun-ciamiento, los vencidos interpusieron el recurso ex-traordinario federal, que fue concedido a fs. 361 enlo que concierne al alcance de las normas constitu-cionales que se hallan comprometidas en el litigio.

8Ferreira Rubio, Delia Matilde: Elderecho a la intimidad. Análisis delart. 1071 bis del Código Civil. Edit.Universidad, Bs.As. 1982, p. 152.9Mosset Iturraspe, Jorge: Estudiossobre responsabilidad por daños.Ed. Rubinzal-Culzoni, Sta. Fe, 1980,Tº I p. 106.10Rivera, Julio: Derecho a laintimidad. LL, 1980-D-912, p. 920.

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2) Que la parte recurrente enunció en numerososapartados los reproches que dirigía a la sentenciaapelada, los que se resumen en las siguientes cues-tiones: a) violación de principios constitucionales derango preeminente por ilegítima limitación a la liber-tad de prensa, que comprende la libertad de infor-mación sobre aspectos de la vida privada del actorque hacen a su personalidad de hombre público yque, por tanto, constituyen materia de interés gene-ral; b) apartamiento de la doctrina de la "Real mali-cia"; c) condena desproporcionada a abonar un ele-vado monto de indemnización, lo que entraña unaindebida restricción del derecho de informar; d) sen-tencia arbitraria por la falta de distinción entre lasresponsabilidades particulares de los codemandados,especialmente en cuanto al rechazo de la excepciónde falta de legitimación pasiva respecto delcodemandado Fontevecchia (fs. 327 vta.), y por re-chazo de la reconvención deducida por el codeman-dado D’Amico; e) arbitraria imposición a los deman-dados de las costas totales del litigio a pesar de quela pretensión originaria sólo fue admitida en una re-ducida proporción.

3) Que en autos existe cuestión federal bastanteen los términos del art. 14, inc. 3, de la ley 48, puesel punto central del recurso es la interpretación y elalcance de la libertad de prensa, en la que los recu-rrentes han fundado su derecho, que habría sidodesconocida por la decisión recurrida (art. 14, inc. 3de la ley 48). Cabe señalar que esta Corte no se en-cuentra limitada en su decisión por los argumentosde las partes o del a quo, sino que le corresponderealizar una declaratoria sobre el punto disputado(doctrina de Fallos: 318:1243; 319, 1198, entre otros).

En atención a los términos en que fue concedidoel recurso de fs. 361, este Tribunal tratará exclusiva-mente los agravios por sentencia arbitraria que soninescindibles de la cuestión constitucional que pro-voca la apertura del recurso federal. Por el contrario,los reproches que fueron resumidos en el apartado ddel considerando precedente conciernen a aspectos

de derecho común y procesal, ajenos -como regla- ala materia federal, por lo que corresponde su recha-zo (art. 280, Código Procesal Civil y Comercial de laNación).

4) Que en primer término cabe poner de relieveque no se encuentra controvertida en autos la vera-cidad de las informaciones difundidas por el sema-nario Noticias. Por ello, el punto a dilucidar es deter-minar si las publicaciones cuestionadas constituye-ron o no una indebida intromisión en la esfera deintimidad del actor. De ahí que ni el reconocimientoo desconocimiento de los hechos que integran elámbito que se pretende preservar, o la demostraciónde la exactitud del texto publicado obstarían al pro-greso del reclamo en la medida en que -cabe reite-rarlo- éste no se funda en su inexactitud sino en sucarácter íntimo.

Desde esta perspectiva, debe recordarse que cuan-do lo afectado es el derecho a la intimidad, la excep-ción de veracidad no resulta legitimadora, pues laresponsabilidad proviene de la indebida publicacióno divulgación de hechos de la vida íntima, veraces ono (Tribunal Constitucional Español, Sala Segunda,sentencia 191/91, publicada en el Boletín Oficial delEstado n 274, del 15 de noviembre de 1991). Es porello que deviene irrelevante para definir la cuestiónla llamada doctrina de la "real malicia" invocada porlos recurrentes, en tanto dicha elaboración jurispru-dencial de la Corte Suprema de los Estados Unidossería de adoptarse- solamente aplicable para el su-puesto de publicaciones difamatorias o erróneas.

5) Que el punto central a dilucidar, en consecuen-cia, es la tensión entre el derecho a la libre expresióno información, que goza de un lugar eminente en laConstitución Nacional y en los tratados sobre dere-chos humanos incorporados al texto constitucionalpor voluntad de los constituyentes de 1994, por unaparte, y, por la otra, el derecho de protección de unaesfera de intimidad, consagrado genéricamente enel art. 19 de la Ley Fundamental, y que aparecetutelado según diversas fórmulas en los tratados de

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derechos humanos incorporados en el art. 75, inc.22, de la Constitución (arts. 17, párrafos 1 y 2 delPacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos delas Naciones Unidas, y 11, párrafos 2 y 3, de la Con-vención Americana sobre Derechos Humanos, entreotros).

6) Que en lo que concierne a la libertad de expre-sión e información, esta Corte ha tenido la oportuni-dad de señalar que "...entre las libertades que laConstitución Nacional consagra la de prensa es unade las que posee mayor entidad al extremo de quesin su debido resguardo existiría tan solo una demo-cracia desmedrada o puramente nominal, incluso nosería aventurado afirmar que, aún cuando el art. 14enuncie derechos meramente individuales, está claroque la constitución, al legislar sobre la libertad deprensa, protege fundamentalmente su propia esen-cia democrática contra toda posible desviación tiránica(Fallos: 248:291; 311:2553).

7) Que, sin embargo, el derecho a la libre expre-sión no es absoluto en cuanto a las responsabilida-des que el legislador puede determinar a raíz de losabusos producidos mediante su ejercicio, sea por lacomisión de delitos penales o actos ilícitos civiles. Sibien en el régimen republicano la libertad de expre-sión en sentido amplio, tiene un lugar eminente queobliga a una particular cautela cuando se trata dededucir responsabilidades por su desenvolvimiento,puede afirmarse sin vacilación que ello no se traduceen el propósito de asegurar la impunidad de la pren-sa (Fallos: 119:231; 155:57; 167:121; 269:189;310:508; 315 632).

En efecto, el ejercicio del derecho de expresión deideas u opiniones no puede extenderse en detrimen-to de la necesaria armonía con los restantes dere-chos constitucionales, entre los que se encuentran elde la integridad moral, el honor y la intimidad de laspersonas (arts. 14, 19 y 33 de la Constitución Nacio-nal). De ahí pues, que la exigencia de una prácticaperiodística veraz, prudente y compatible con el res-guardo de dignidad individual de los ciudadanos no

puede calificarse como una obstrucción o entorpeci-miento de la prensa libre; lo contrario sólo traduceun distorsionado enfoque del ejercicio de la impor-tante función que compete a los medios de comuni-cación social, tal cual deben desarrollarse en la socie-dad contemporánea (Fallos: 310:508, considerando9). Es por ello que el especial reconocimiento consti-tucional de que goza el derecho de buscar, dar, reci-bir, y difundir información e ideas de toda índole, noelimina la responsabilidad ante la justicia por los de-litos y daños cometidos en su ejercicio (Fallos: 308:789; 310:508).

8) Que, por otra parte, ello resulta de maneraexpresa del texto de algunas convenciones interna-cionales mencionadas en el art. 75, inc. 22 de la LeySuprema, que cuentan con jerarquía constitucional,en cuanto prescriben que nadie puede ser objeto deataques abusivos o injerencias arbitrarias a su vidaprivada o familiar; y disponen que toda persona tie-ne derecho a la protección de la ley contra esasinjerencias o esos ataques (art. V de la DeclaraciónAmericana de los Derechos y Deberes del Hombre,Bogotá 1948; art. 12 de la Declaración Universal deDerechos Humanos, aprobada por la Asamblea Ge-neral de la O.N.U. el 10 de diciembre de 1948; art.11 de la Convención Americana sobre Derechos Hu-manos, Pacto de San José de Costa Rica, aprobadapor ley 23.054; art. 17 del Pacto Internacional deDerechos Civiles y Políticos, adoptado por la Asam-blea General de la O.N.U. el 16 de diciembre de 1966,aprobado por ley 23313).

9) Que, por un lado, las aludidas convencionescuando reconocen el derecho de expresión e infor-mación contemplan también la posible colisión conlos derechos personalísimos también consagrados enesos tratados, imponiendo responsabilidades para elcaso de su afectación. Así, la Convención Americanasobre Derechos Humanos expresa al respecto que:"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensa-miento y de expresión. Este derecho comprende lalibertad de buscar, recibir y difundir informaciones e

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ideas de toda índole, sin consideración de fronteras,ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa oartística, o por cualquier otro procedimiento de suelección", y que "el ejercicio del derecho previsto enel inciso precedente no puede estar sujeto a previacensura sino a responsabilidades ulteriores, las quedeben estar expresamente fijadas por la ley y ser ne-cesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos ola reputación de los demás... " (art. 13, incs. 1 y 2).

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políti-cos, a su vez, luego de reconocer la libertad de ex-presión con idéntico alcance, dispone que el ejerciciode ese derecho "entraña deberes y responsabilida-des especiales. Por consiguiente, puede estar sujetoa ciertas restricciones que deberán, sin embargo es-tar expresamente fijadas por la ley y ser necesariaspara: a) Asegurar el respeto a los derechos o la repu-tación de los demás... "(art. 19, incs. 1, 2 y 3).

10) Que, en este punto, conviene recordar que elcitado art. 75, inc. 22, mediante el que se otorgójerarquía constitucional a los tratados cuyas disposi-ciones se han transcripto, establece en su última par-te que aquéllos "no derogan artículo alguno de laprimera parte de esta Constitución y deben enten-derse complementarios de los derechos y garantíaspor ella reconocidos".

Ello indica que los constituyentes han efectuadoun juicio de comprobación en virtud del cual hancotejado los tratados y los artículos constitucionalesy han verificado que no produce derogación alguna,juicio que no pueden los poderes constituidos desco-nocer o contradecir. De ello se desprende que la ar-monía o concordancia entre los tratados y la Consti-tución es un juicio del constituyente; no pueden nihan podido derogar la Constitución pues esto seríaun contrasentido insusceptible de ser atribuido alconstituyente, cuya imprevisión no cabe presumir (Fa-llos: 319:3148, 3241 y causa S.622.XXXIII. "S., V. c/M., D. A. s/ medidas precautorias", voto de los jue-ces Moliné O’Connor y López, del 3 de abril de 2001)

11) Que las responsabilidades ulteriores -necesa-

rias para asegurar la integridad de los derechospersonalísimos comprometidos- se hacen efectivasmediante el régimen general vigente en nuestra leycomún, que tiene su fuente sea en la comisión de undelito penal o de un acto ilícito civil (art. 114 del Có-digo Penal; arts. 1071 bis, 1072, 1089 y 1109 delCódigo Civil; conf. Fallos: 321 2637, 3170). En par-ticular referencia a los daños a la intimidad, las con-venciones citadas en el considerando 8 exigen la ar-bitrariedad o el abuso de derecho para calificar lailicitud del ataque o injerencia a la vida privada.

Este principio también ha sido consagrado en elart. 1071 bis del Código Civil, que convierte en nor-ma legislativa la tutela de este derecho fundamentaldel hombre y, en lo que interesa, define la conductailícita en estos términos: "El que arbitrariamente seentrometiere en la vida ajena, publicando retratos,difundiendo correspondencia, mortificando a otrosen sus costumbres o sentimientos, o perturbando decualquier modo su intimidad...".

12) Que, específicamente en cuanto al derecho ala privacidad e intimidad, este Tribunal ha manifesta-do "su fundamento constitucional se encuentra enel art. 19 de la Constitución Nacional. En relacióndirecta con la libertad individual protege jurídicamenteun ámbito de autonomía individual constituida porlos sentimientos, hábitos y costumbres, las relacio-nes familiares, la situación económica, las creenciasreligiosas, la salud mental y física y, en suma, las ac-ciones, hechos o datos que, teniendo en cuenta lasformas de vida aceptadas por la comunidad estánreservadas al propio individuo y cuyo conocimiento ydivulgación por los extraños significa un peligro realo potencial para la intimidad. En rigor, el derecho a laprivacidad comprende no sólo la esfera doméstica, elcírculo familiar y de amistad, sino otros aspectos dela personalidad espiritual física de las personas talescomo la integridad corporal o la imagen y nadie pue-de inmiscuirse en la vida privada de una persona niviolar áreas de su actividad no destinadas a ser difun-didas, sin su consentimiento o el de sus familiares

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autorizados para ello y sólo por ley podrá justificarsela intromisión, siempre que medie un interés supe-rior en resguardo de la libertad de los otros, la defen-sa de la sociedad, las buenas costumbres o la perse-cución del crimen" (Fallos: 306:1892).

13) Que en el caso de personajes célebres, cuyavida tiene carácter público o de personajes popula-res, su actuación pública o privada puede divulgar-se en lo que se relacione con la actividad que lesconfiere prestigio o notoriedad, y siempre que lojustifique el interés general. Pero ese avance sobrela intimidad no autoriza a dañar la imagen públicao el honor de estas personas y menos sostener queno tienen un sector o ámbito de vida privada prote-gida de toda intromisión (Fallos: 306:1892, consi-derando 9). Efectivamente, aun el hombre público,que ve restringida la esfera de su vida privada conmotivo de la exposición pública a la que se hallasometido por el desempeño de su función, tienederecho a preservar un ámbito en la esfera de latranquilidad y secreto que es esencial en todo hom-bre, en tanto ese aspecto privado no tenga vincula-ción con el manejo de la cosa pública o medie uninterés superior en defensa de la sociedad.

14) Que en el campo del derecho comparado, elTribunal Constitucional Español ha expresado que "sibien las personas que ejercen la administración delpoder público cuentan con una esfera más reducidade intimidad, no es menos cierto que su intimidadpermanece y, por tanto, el derecho constitucional quelas protege no se ve minorado en el ámbito que elsujeto se ha reservado, y que funciona como límite alderecho de la información" (Tribunal ConstitucionalEspañol Sala II, sentencia 115/2000, del 5 de mayode 2000). En análogo sentido, en el caso "ValeryGiscard d’Estaing", el Tribunal de Gran Instancia deParís sostuvo que el combate político o la voluntadpolémica de "arreglar cuentas", para ejercerse en elmarco de la libertad de prensa, deben dejar fuera desu campo todo hecho que se refiera directamente ala intimidad de la vida familiar o personal, y que la

circunstancia de que la persona sea un hombre pú-blico no autoriza ni justifica una intrusión en aquelloque constituye su vida privada (Tribunal de Gran Ins-tancia de París, 14/5/85, "Giscard d’Estaing c/ Societéd’Editions Carrére Michel Laffon et autre", DallozSirey, sec. Jurisprudencia y notas, 1986-52). El mis-mo tribunal agregó años más tarde en el caso"Miterrand", que toda persona, cualquiera sea surango, su nacimiento, sus funciones, tiene derechoal respeto de su vida privada y que esa protección seextiende a las personas más próximas al personaje,concluyendo de ese modo que las revelaciones efec-tuadas por quien fuera su médico en el libro "Le grandsecret" importaban una violación del secreto profe-sional y una injerencia arbitraria en la vida privadadel ex presidente Miterrand y su familia (Tribunal deGran Instancia de París, 18/1/96, JCP 1996-II-22362).En esta misma línea de pensamiento, el Consejo deEuropa ha afirmado que "las personas que desem-peñan un papel en la vida pública tienen derecho ala protección de su intimidad, salvo en el caso en queella pueda tener incidencias sobre la vida pública"(resolución nº 428 de la Asamblea Consultiva del Con-sejo de Europa).

15) Que en el caso de autos, las circunstanciasfácticas han sido exhaustivamente expuestas en lasinstancias anteriores y sólo cabe en esta instanciaextraordinaria decidir si la tensión entre derechosconstitucionales se resuelve en el juicio de responsa-bilidad por ejercicio arbitrario o abusivo de la libertadde expresión, comprensiva de la de información, enla medida en que la conducta del medio no se en-cuentre justificada de acuerdo con el estándar defi-nido en el considerando precedente.

16) Que, en autos, tanto la difusión de cuestionesfamiliares íntimas por medio de la palabra escritacomo la publicación de imágenes fotográficas -entodo caso no autorizadas por el actor en el tiempo yen el contexto en que fueron usadas por el medio deprensa- sobre presuntos vínculos familiares y sobre elestado anímico de su ex cónyuge en relación a tales

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lazos, configura una intrusión en la zona de reservadel sujeto no justificada por intereses superiores dela comunidad. Máxime cuando se han incorporadoimágenes y nombres de menores, con exposición sinprudencia profesional de cuestiones atinentes a la fi-liación de estos niños, con mortificación espiritual nosólo del hombre en cuanto tal sino en su relación conellos, conducta que revela el carácter arbitrario de lainjerencia en la esfera de intimidad del actor, no jus-tificada por el debate vigoroso de las ideas sobre losasuntos de interés público ni por la transparencia quedebe tener la actuación del hombre público en el ejer-cicio de sus altas responsabilidades.

17) Que las consideraciones precedentes bastanpara confirmar lo resuelto en la instancia anterior res-pecto del alcance de los principios constitucionalesen juego, y a la admisión de la responsabilidad civilde los codemandados.

En cuanto al monto de la indemnización, cabe tra-tar el agravio de los recurrentes pues es evidente queel quantum del resarcimiento, si bien constituye unfactor disuasivo de las conductas ilícitas, tambiénpuede convertirse, en caso de exceso, en factor dedebilitamiento del desempeño de la prensa respon-sable. En este sentido, el monto no debe ser simbóli-co ni ínfimo, pero tampoco debe entrañar un enri-quecimiento sin causa del reclamante -que sólo hapromovido acción en nombre propio- y debe guar-dar equilibrio con la configuración que el propio su-jeto lesionado ha dado al ámbito de reserva tuteladolo cual determina la medida en que la conducta delmedio de prensa merece la calificación de arbitraria.

Por ello, se admitirá parcialmente en este punto elrecurso de los apelantes y se reducirá el monto de laindemnización a la suma de sesenta mil pesos ($60.000), a la fecha de esta sentencia, suma quedevengará los intereses en la forma dispuesta por eltribunal a quo.

Esta modificación no trae consecuencias respectode la imposición de los gastos causídicos de las ins-tancias ordinarias resuelta en cámara, pues el centro

del litigio versó sobre el principio de responsabilidadque, negado por la demandada, obligó a la parteactora a reclamar con vehemencia por el reconoci-miento de sus derechos.

Por ello, y oído el señor Procurador General, seresuelve confirmar la sentencia apelada en lo princi-pal que decide y modificarla exclusivamente en cuantoal monto del resarcimiento, que se reduce en los tér-minos del considerando precedente. Las costas deesta instancia se distribuyen en un 90% a cargo delos codemandados y un 10% a cargo de la parteactora, en atención al resultado del recurso (art. 71del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).

Notifíquese y devuélvanse los autos. JULIO S. NA-ZARENO - EDUARDO MOLINE O’CONNOR - AUGUS-TO CÉSAR BELLUSCIO (según su voto)- GUILLERMOA. F. LÓPEZ ADOLFO - ROBERTO VÁZQUEZ (según suvoto). ES COPIA VOTO DEL SEÑOR MINISTRO DOC-TOR DON AUGUSTO CÉSAR BELLUSCIO

Considerando:1) Que la sentencia de la Cámara Nacional de

Apelaciones en lo Civil, por su Sala H, revocó lo deci-dido en la instancia anterior e hizo lugar a la deman-da por resarcimiento del daño moral sufrido por elactor como consecuencia de la publicación de notasperiodísticas, conducta que configuró, a juicio del aquo, la arbitraria intromisión en la esfera de intimi-dad del demandante contemplada en el art. 1071bis del Código Civil. Asimismo, rechazó la reconven-ción de uno de los codemandados, ordenó la publi-cación de un extracto de la sentencia e impuso lascostas de ambas instancias a la parte demandada.Contra ese pronunciamiento, los vencidos interpu-sieron el recurso extraordinario federal, que fue con-cedido a fs. 361 en lo que concierne al alcance de lasnormas constitucionales que se hallan comprometi-das en el litigio.

2) Que la parte recurrente enunció en numerososapartados los reproches que dirigía a la sentenciaapelada, los que se resumen en las siguientes cues-tiones: a) violación de principios constitucionales de

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rango preeminente por ilegítima limitación a la liber-tad de prensa, que comprende la libertad de infor-mación sobre aspectos de la vida privada del actorque hacen a su personalidad de hombre público yque, por tanto, constituyen materia de interés gene-ral; b) apartamiento de la línea jurisprudencial queconstituiría la actual posición de este Tribunal respectode la aplicación de la doctrina de la "real malicia"; c)condena desproporcionada a abonar un elevadomonto de indemnización, lo cual entraña una inde-bida restricción de la libertad de informar; d) senten-cia arbitraria por falta de distinción entre las respon-sabilidades particulares de los codemandados, espe-cialmente en cuanto al rechazo de la excepción defalta de legitimación pasiva respecto del codeman-dado Fontevecchia (fs. 327 vta), y por el rechazo dela reconvención deducida por el codemandadoD’Amico; e) arbitraria imposición a los demandadosde las costas totales del litigio a pesar de que la pre-tensión originaria sólo fue admitida en una reducidaproporción.

3) Que en autos existe cuestión federal bastanteen los términos del art. 14 inc. 3, de la ley 48, puesel punto central del recurso es la interpretación y elalcance de la libertad de prensa, en la que los recu-rrentes han fundado su derecho, que habría sidodesconocida por la decisión recurrida (art. 14, inc. 3,ley 48). Cabe señalar que esta Corte no se encuentralimitada en su decisión por los argumentos de laspartes o del a quo, sino que le corresponde realizaruna declaratoria sobre el punto disputado (doctrinade Fallos: 318:1243; 319:1198, entre otros).

En atención a los términos en que fue concedidoel recurso a fs. 361, este Tribunal tratará exclusiva-mente los agravios por sentencia arbitraria que soninescindibles de la cuestión constitucional que pro-voca la apertura del recurso federal. Por el contrario,los reproches que fueron resumidos en el apartado ddel considerando precedente conciernen a aspectosde derecho común y procesal, ajenos a la materiafederal.

4) Que el punto central por dilucidar es la tensiónentre el derecho a la libre expresión e información,que goza de un lugar eminente en la ConstituciónNacional y en los tratados sobre derechos humanosincorporados al texto constitucional por voluntad delos constituyentes de 1994, por una parte y, por laotra, el derecho a la protección de una esfera de inti-midad que corresponde a todo ser humano en cuan-to tal, que guarda estrecha relación con el derecho ala privacidad, consagrado genéricamente en el art.19 de la Ley Fundamental, y que aparece tuteladosegún diversas fórmulas en los tratados de derechoshumanos incorporados al art. 75, inc. 22, de la Cons-titución (arts. 17, párrafos 1 y 2 del Pacto Internacio-nal de Derechos Civiles y Políticos de las NacionesUnidas, y 11, párrafos 2 y 3, de la Convención Ame-ricana sobre Derechos Humanos, entre otros).

5) Que si bien es doctrina del Tribunal que los de-rechos fundados en cualquiera de las cláusulas de laConstitución tienen igual jerarquía, y que la coordi-nación es el verdadero criterio hermenéutico, de ma-nera que todos los derechos subsistan en armónicacoherencia (doctrina de Fallos: 272:231; 308:789,considerando 5, entre muchos otros), ello es así entanto no haya sido el constituyente quien atribuyeraespecíficamente a ciertos derechos una importanciasuperior. Tal es lo que sucede con el derecho de ex-presarse libremente por la prensa, pues el constitu-yente no se conformó con consagrar en el art. 14 elderecho de publicar las ideas por la prensa sin censu-ra previa sino que añadió en el art. 32 la explícitaprohibición al Congreso de dictar leyes restrictivas dela libertad de prensa (Fallos: 315:1943, voto del juezBelluscio, considerando 10).

6) Que la absoluta prohibición de la censura pre-via es inescindible del presupuesto que justifica la ri-gidez de la norma, es decir, el ejercicio de la libertadde prensa propia de un Estado republicano de dere-cho. Sin embargo, ello no cubre el delito ni alienta sucomisión. Dicho en otros términos: la preeminenciaque la Constitución Nacional otorga a la libertad de

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expresión y de información en aras del fortalecimien-to del debate de ideas entre individuos que viven enun Estado democrático, radica fundamentalmente enel reconocimiento de que todos los hombres gozande la facultad de publicar sus ideas por la prensa sincensura previa, esto es, sin el previo control de laautoridad sobre lo que se va a decir, pero no en lasubsiguiente impunidad de quien utiliza la prensacomo medio para cometer delitos comunes previstosen el Código Penal, o de quienes se proponen vio-lentar el derecho constitucional respecto a las insti-tuciones de la República o alterar el bienestar gene-ral o la paz y seguridad del país, o afectar los dere-chos y garantías de que gozan todos los habitantesde la Nación (doctrina de Fallos: 293: 560; 306:1892,voto de los jueces Caballero y Belluscio, consideran-do 5).

7) Que la definición de los alcances de tal libertadpuede provenir de otros derechos y garantías consa-grados en la Constitución Nacional. En efecto, la co-ordinación válida entre la libertad de expresión y deinformación y la protección de la dignidad y de laintimidad de las personas está en la responsabilidadcivil y penal de quienes, desvirtuando la libertad quela Constitución les reconoce, utilizan la prensa paracometer delitos y actos ilícitos civiles (Fallos: 306:1892,voto de los jueces Caballero y Belluscio; 308:789;310:508; 315:1943, voto del juez Belluscio, conside-rando 11). Cuanto mayor es la libertad, mayor serátambién la responsabilidad. Por lo demás, resulta irre-levante en autos el debate en torno a la verdad ofalsedad de la información difundida pues, si bienello es de interés cuando el bien que se invoca comolesionado es el honor, no lo es cuando la lesión con-siste en la invasión al ámbito reservado de la intimi-dad, es decir, cuando el bien lesionado en última ins-tancia es la libertad que todo ser humano tiene en elnúcleo central de su persona.

8) Que las circunstancias fácticas de autos han sidoexhaustivamente expuestas en las instancias anterio-res y sólo cabe en esta instancia extraordinaria deci-

dir si la tensión entre derechos constitucionales seresuelve en el juicio de responsabilidad por ejercicioarbitrario o abusivo de la libertad de expresión com-prensiva de la de información.

La exigencia de arbitrariedad o de abuso del de-recho aparece claramente en el art. 11, aps. 2 y 3,del Pacto de San José de Costa Rica, según los cua-les nadie puede ser objeto de injerencias arbitrariaso abusivas en su vida privada, en la de su familia, ensu domicilio o en su correspondencia, ni de ataquesilegales a su honra o reputación, y toda persona tie-ne derecho a la protección de la ley contra esasinjerencias o esos ataques. Este principio ha sido con-sagrado en el art. 1071 bis del Código Civil, queconvierte en norma legislativa la tutela de este de-recho fundamental del hombre y, en lo que intere-sa, define la conducta ilícita en estos términos: "Elque arbitrariamente se entrometiere en la vida aje-na, publicando retratos, difundiendo corresponden-cia, mortificando a otros en sus costumbres o senti-mientos, o perturbando de cualquier modo su inti-midad...".

9) Que todo hombre, por su condición de tal, tie-ne el derecho de preservar una esfera de intimidaden el ámbito de su propia autonomía personal o desu grupo familiar. No es admisible la pretensión delos recurrentes en cuanto a que el interés de la co-munidad en la información sobre un hombre públicoprominente -en la especie, quien era el presidente dela Nación al tiempo de la publicación- justifica todotipo de invasión en su esfera de intimidad (doctrinade Fallos: 306:1892, voto de los jueces Caballero yBelluscio). Incluso el hombre público, que ve restrin-gida la esfera de su vida privada con motivo de laexposición pública a la que se halla sometido por eldesempeño de su función, tiene derecho a preservarun ámbito en la esfera de la tranquilidad y secretoque es esencial a todo hombre, en tanto ese aspectoprivado no tenga vinculación con el manejo de la cosapública o medie un interés superior en defensa de lasociedad.

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10) Que, en autos, tanto la difusión de cuestionesfamiliares íntimas por medio de la palabra escritacomo la publicación de imágenes fotográficas -entodo caso no autorizadas por el actor en el tiempo yen el contexto en que fueron usadas por el medio deprensa- sobre presuntos vínculos familiares y sobre elestado anímico de su ex cónyuge en relación a taleslazos, configura una intrusión en la zona de reservadel sujeto no justificada por intereses superiores dela comunidad. Máxime cuando se han incorporadoimágenes y nombres de menores, con exposición sinprudencia profesional de cuestiones atinentes a la fi-liación de estos niños, con mortificación espiritual nosólo del hombre en cuanto tal sino en su relación conellos, conducta que revela el carácter arbitrario de lainjerencia en la esfera de intimidad del actor, no jus-tificada por el debate vigoroso de las ideas sobre losasuntos de interés público ni por la transparencia quedebe tener la actuación del hombre público en el ejer-cicio de sus altas responsabilidades.

11) Que las consideraciones precedentes bastanpara confirmar lo resuelto en la instancia anterior res-pecto del alcance de los principios constitucionalesen juego, y a la admisión de la responsabilidad civilde los codemandados.

En cuanto al monto de la indemnización, cabe tra-tar el agravio de los recurrentes pues es evidente queel quantum del resarcimiento, si bien constituye unfactor disuasivo de las conductas ilícitas, tambiénpuede convertirse, en caso de exceso, en factor dedebilitamiento del desempeño de la prensa respon-sable. En este sentido, el monto no debe ser simbó-lico ni ínfimo, pero tampoco debe entrañar un enri-quecimiento sin causa del reclamante -que sólo hapromovido acción en nombre propio- y debe guar-dar equilibrio con la configuración que el propio su-jeto lesionado ha dado al ámbito de reserva tuteladolo cual determina la medida en que la conducta delmedio de prensa merece la calificación de arbitraria.

Por ello, se admitirá parcialmente en este punto elrecurso de los apelantes y se reducirá el monto de la

indemnización a la suma de sesenta mil pesos ($60.000), a la fecha de esta sentencia, suma quedevengará los intereses en la forma dispuesta por eltribunal a quo.

Esta modificación no trae consecuencias respectode la imposición de los gastos causídicos de las ins-tancias ordinarias resuelta en cámara, pues el centrodel litigio versó sobre el principio de la responsabili-dad que, negado por la demandada, obligó a la par-te actora a reclamar con vehemencia por el reconoci-miento de sus derechos.

Por ello, y oído el señor Procurador General, seresuelve confirmar la sentencia apelada en lo princi-pal que decide y modificarla exclusivamente en cuantoal monto del resarcimiento, que se reduce en los tér-minos del considerando 11, precedente. Las costasde esta instancia se distribuyen un 90% a cargo delos codemandados y un 10% a cargo de la parteactora, en atención al resultado del recurso (art. 71del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).

Notifíquese y devuélvanse los autos. AUGUSTOCÉSAR BELLUSCIO. ES COPIA.

VOTO DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DONADOLFO ROBERTO VÁZQUEZ

Considerando: 1) Que contra la sentencia de la Sala H de la Cá-

mara Nacional de Apelaciones en lo Civil que, al re-vocar la de primera instancia, admitió la demandapor reparación del daño moral sufrido por el actorcomo consecuencia de la difusión de notas periodís-ticas que habrían lesionado en forma ilegítima su in-timidad y ordenó la publicación de un extracto de lasentencia, a la par que rechazó la reconvención deuno de los codemandados, los vencidos interpusie-ron recurso extraordinario, que fue concedido a fs.361.

2) Que para así concluir el a quo consideró quelos hombres públicos o notorios también disponende su órbita de intimidad que no puede ser invadida,salvo ante la existencia de un interés público prevale-ciente que, en la especie, no tuvo por acreditado.

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En este sentido, adujo que sólo se habían ventila-do datos inherentes a la intimidad, que debenpreservarse del conocimiento público a la luz de di-versas disposiciones contenidas en nuestra legislación.

Por último, descartó que pudiera tener relevanciapara decidir la cuestión el hecho de que las notas perio-dísticas versaran sobre hechos a los que los demanda-dos les atribuían el carácter de no controvertidos, todavez que habrían sucedido en el pasado y su divulgaciónno aparecía vinculada directamente con la responsabili-dad política del actor en ese momento, circunstanciaque no justificaba la intromisión de la prensa.

3) Que el recurso extraordinario resulta proceden-te, pues se encuentra en juego la interpretación yalcance de la libertad de prensa, en la que los recu-rrentes fundan su derecho que habría sido descono-cido por la decisión recurrida (art. 14, inc. 3, ley 48).

A ese fin corresponde señalar que la Corte Supre-ma no se halla limitada en su decisión por los argu-mentos de las partes o del a quo, sino que le corres-ponde realizar una declaratoria sobre el punto dispu-tado (Fallos: 311:2553; 316:2624; 318:1243;319:1198; entre otros).

En cambio, debe rechazarse el remedio federal encuanto se refiere a la excepción de falta de legitima-ción pasiva del codemandado Fontevecchia, y a ladesestimación de la reconvención (art. 280 del Códi-go Procesal Civil y Comercial de la Nación).

4) Que liminarmente habrán de reiterarse en estainstancia algunos extremos que los apelantes preten-den ignorar -no obstante la claridad con la que fue-ron expuestos en la sentencia apelada- y que resul-tan determinantes para poder establecer la doctrinaque rige el caso.

El primero de ellos consiste en que el reclamo delactor no se fundó exclusivamente en la difusión desus fotografías en compañía de terceras personas.En efecto, la protección de su imagen y la presuntaviolación de los términos en que habría prestado suconsentimiento para que se le tomaran esas foto-grafías fue tan sólo uno de los aspectos del reclamo

que, además, se basaba en la difusión de cuestio-nes personales por medio de la palabra escrita, amodo de noticia periodística. Queda entonces enclaro que ni el reclamo ni la condena se sustentaron-al menos exclusivamente- en la publicación de fo-tografías.

De allí que las circunstancias en las que éstas fue-ron tomadas, la presencia de otras personas públi-cas, el hecho de que el actor apareciera posando loque supone obviamente que habría prestado su con-sentimiento, sólo tienen en el caso una importanciaque se circunscribe a la existencia de responsabilidadpor la publicación de las fotografías pero en modoalguno respecto del texto de las notas al que se leatribuye entidad bastante para producir violación in-debida de la intimidad, extremo este último respectodel cual no se alega siquiera la existencia de consen-timiento alguno.

El segundo se relaciona con la irrelevancia absolu-ta de la veracidad del contenido de la publicaciónpara decidir este pleito. Se trata justamente de de-terminar si las publicaciones cuestionadas constitu-yeron o no una indebida intromisión en la esfera ínti-ma del actor. Por tanto, ni el reconocimiento o des-conocimiento de los hechos que integran el ámbitoque se pretende preservar o la demostración de laexactitud del texto publicado obstarían al progresodel reclamo en la medida en que -cabe reiterarlo-éste no se funda en su inexactitud sino en su carác-ter íntimo. Este aspecto y su relación con la libertadde prensa son las únicas cuestiones que interesan,tanto respecto del punto de vista fáctico como parala argumentación jurídica.

Desde esta perspectiva, debe recordarse que cuan-do lo afectado es el derecho a la intimidad, la excep-ción de veracidad no resulta legitimadora, pues laresponsabilidad proviene de la indebida publicacióno divulgación de hechos de la vida íntima, veraces ono (Tribunal Constitucional Español, Sala Segunda,sentencia 191/91, publicada en el Boletín Oficial delEstado n° 274, del 15 de noviembre de 1991).

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De allí que en este caso, el estándar de la realmalicia -más allá de ser un elemento suficientemen-te demostrativo de la evolución de la jurisprudenciade este Tribunal en materia de prensa- carezca derelevancia para resolver el asunto.

5) Que la cuestión planteada en autos conduceentonces a precisar los alcances de la protección re-conocida por esta Corte en materia de libertad deprensa y de su relación con el derecho a la intimidad,fundamentalmente de las personas públicas o quedesarrollan una actividad de ese carácter.

A ese fin conviene tener presente que desde 1983,esta Corte fue estableciendo una doctrina de ampa-ro al derecho de publicar las ideas por la prensa y a lalibertad de expresión, entendido como el derecho debuscar, dar, recibir y difundir información e ideas detoda índole. Merecen recordarse especialmente eneste sentido la adopción del estándar de la real mali-cia y la aceptación del derecho de réplica.

Igualmente, se estableció una suerte de test fren-te a "la tercerización" de una noticia, al señalar que"propalar la información atribuyendo directamenteun contenido a la fuente pertinente, utilizando untiempo de verbo potencial o dejando en reserva laidentidad de los implicados en el hecho...", criterioéste que fue expuesto en el caso "Campillay" (Fallos:308:789) y reiterado, entre otros, en "Granada" (Fa-llos: 316:2394); "Triacca" (Fallos: 316:2416) y "Espi-nosa (Fallos: 317:1448) en los que se amplía la doc-trina requiriendo que la fuente sea fidedigna y since-ra, protegiendo, de este modo, la reproducción fiel oneutral. Como se advierte, lejos de abandonarse ladoctrina del citado caso Campillay" como lo sostie-ne al pasar el recurrente, este Tribunal ha hecho re-petida aplicación de sus contenidos.

Con respecto a la "doctrina de la real malicia", elTribunal recogió la elaboración de la Corte Supremade los Estados Unidos en el caso "New York TimesCo. vs. Sullivan" en 1964 (376 U.S. 254), en el sen-tido de que la Primera Enmienda amparaba las publi-caciones difamatorias y erróneas cuando se trataba

de una cuestión de interés público y el periodistadesconocía la falsedad de los hechos, desconocimien-to no imputable a su negligencia manifiesta, esto es,no haber indagado su grado de falsedad. En definiti-va, dolo o culpa grave del inculpado. De ahí que elloimporte una inversión de la carga de la prueba encuanto a los extremos relativos a la culpabilidad -nolos hechos-, en la medida que el denunciante debíaprobar la finalidad de dañar o la despreocupacióndel demandado por averiguar la veracidad de loshechos. El ámbito personal de aplicación de esteestándar comprende a los funcionarios públicos, per-sonas públicas o simples particulares y ampara el de-bate libre y sin temor sobre los asuntos de interéspúblico, que no tienen por qué estar exentos de ener-gía y pasión, siendo sus límites el respeto a las perso-nas y la tolerancia a las ideas. Su recepción gradualpor esta Corte permitiría mencionar como punto departida el caso "Costa" del año 1987 (Fallos: 310:508)sin referencia explícita al mencionado estándar, querecién el 19 de noviembre de 1991, en la causa"Vago" (Fallos: 314:1517) donde se señaló que pro-cura un equilibrio razonable entre la función de laprensa y de los derechos individuales que hubieransido afectados por comentarios lesivos a funciona-rios públicos...". Esta doctrina aparece reiterada enFallos: 315:632 y en el caso Triacca" del 26 de octu-bre de 1993. Finalmente, en Fallos: 319:3428 estaCorte hizo suyo el estándar de la real malicia.

6) Que en el orden internacional, la resolución 59del 14 de diciembre de 1946 de la ONU, reconoce elderecho de información como la "piedra de toquede todas las libertades a cuya defensa se consagranlas Naciones Unidas" y lo define como "el derecho arecoger, transmitir y publicar noticias sin trabas entodos los lugares...", "elemento esencial de todo es-fuerzo serio para favorecer la paz y el progreso en elmundo". Sobre estas bases las Naciones Unidas es-tablecieron, en la Declaración Universal de DerechosHumanos, del 10 de diciembre de 1948, que "todoindividuo tiene derecho a la libertad de opinión y ex-

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presión; este derecho incluye el no ser molestado acausa de sus opiniones, el de investigar y recibir in-formaciones y opiniones, así como el de difundirlassin limitación de fronteras, por cualquier medio deexpresión". Del mismo modo, la Convención Ameri-cana sobre Derechos Humanos -Pacto de San Joséde Costa Rica- dispone en su art. 13, párrafo 1 que"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensa-miento y de expresión. Este derecho comprende lalibertad de buscar, recibir y difundir informaciones eideas de toda índole, sin consideración de fronteras,ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa oartística o por cualquier otro procedimiento de su elec-ción". La convención estableció entonces que la co-municación es un derecho natural o prenormativo,constituido en soporte de los derechos enumeradosen las leyes fundamentales de las organizaciones ju-rídico-políticas de los estados; mientras que el dere-cho de información es un derecho individual pura ysimplemente.

7) Que el derecho de información en el ámbito dela actividad estatal tiene conexidad con el principiode publicidad de los actos de gobierno, que obliga aéste a dar noticia de su gestión, en tanto la intimidadopera como zona de reserva dentro de la privacidadque protege a los particulares. Durante siglos, cuan-do los libros se imprimían a mano y aún después deinventada la prensa de tipos móviles las publicacio-nes requerían de la licencia de las autoridades políti-cas o religiosas. La facultad de pensar y expresar elpensamiento fue sistemáticamente sometida a limi-taciones como forma de asegurar el control y la atro-fia del pensamiento humano (336 U.S. 77,95 - 1949).De ahí que las revoluciones políticas de la Edad Mo-derna, al cristalizar las tensiones sociales en normasjurídicas, consagraran en las constituciones el dere-cho de publicar las ideas por la prensa sin censuraprevia, como figura en la Constitución de 1853/60de la Argentina, o la prohibición de dictar ley algunaque restrinjiera la libertad de expresión y de prensa,como lo dispone la Primera Enmienda de la Consti-

tución de 1787 de los Estados Unidos. Es que la liber-tad de expresión sin restricciones previas "no sirvesolamente a las necesidades de la organización polí-tica sino también a aquellas del espíritu humano, unespíritu que requiere autoexpresión. Tal expresión esuna parte integral del desarrollo de las ideas y pro-porciona al sujeto un sentido de identidad. Suprimiresa expresión es rechazar el deseo humano básicoque procura reconocimiento y afrenta la dignidad yvalía individual" (416 U.S. 396, 427 - 1974).

La razón de ser de la prescripción constitucional -que protege la libre discusión sobre los asuntos delgobierno (435 U.S. 829, 838 - 1978)- es asegurar unlibre intercambio de ideas para el surgimiento de cam-bios políticos y sociales deseados por el pueblo (283U.S. 359, 369). Este propósito esencial une a la liber-tad de expresión con el sistema democrático.

8) Que, sin embargo, el derecho de publicar lasideas por la prensa sin censura previa no es un dere-cho absoluto: lo que prohíbe son las restriccionesprevias, protegiendo a la prensa de todo control es-tatal previo sobre la publicación, sin que esto signifi-que conferir al periodismo patente de corso para vio-lar los derechos de los demás y mucho menos eximir-lo de la responsabilidad civil y penal que pudiera te-ner por la comisión de actos ilícitos o injerencias in-debidas mediante los medios de prensa. El examencuidadoso y prudente de todos los derechos en jue-go, y la obligación de velar por la libertad de expre-sión, impone contemplar con máximo rigor cualquiermedida que pudiera significar una ilegítima restric-ción al derecho de información.

Esta Corte ha resaltado que la Convención Ameri-cana sobre Derechos Humanos es categórica cuandoproscribe toda forma de censura previa (Fallos: 3162845). El instrumento internacional establece que las"reparaciones ulteriores" son la única restricción anteel abuso de la libertad de expresión (art. 13, incs. 2 y4 de la convención). Pero ha de recordarse que eseespecial reconocimiento constitucional no elimina laresponsabilidad ante la justicia por los delitos y da-

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ños cometidos, pues no existe el propósito de asegu-rar la impunidad de la prensa (Fallos: 310:508 y316:703, entre otros). Si la publicación es de carác-ter perjudicial y si con ella se difama o injuria a unapersona, se hace apología del crimen, se incita a larebelión o a la sedición, no pueden existir dudas acercadel derecho del Estado para reprimir o castigar talespublicaciones (Fallos: 167:121 138).

Puede afirmarse entonces que la jurisprudencia delTribunal ha sido consecuente con el principio rectorsegún el cual el derecho de prensa goza en nuestroordenamiento de una posición privilegiada.

Y esto no podría ser de otro modo, puesto que lasociedad contemporánea respira a través de la infor-mación y de la comunicación, de modo tal que en unpaís donde rige ostensiblemente el dogma de la sobe-ranía del pueblo, la censura no es solamente un peli-gro, sino un absurdo inmenso (Alexis de Tocqueville,La democracia en América, traducción de Luis R.Cuéllar, F.C.E., México, 1957, págs. 202 y sgtes.).

9) Que paralelamente, debe señalarse que el se-ñorío sobre sí que presupone la libertad individualtiene en el derecho al honor y a la intimidad el nú-cleo que, como zona de reserva, excluye cualquierintromisión ilegítima -como es obvio, también la dela prensa- impidiéndole perturbar su goce pacífico ytraspasar la esfera de inclusión que le es propia den-tro de la privacidad.

En este sentido, corresponde reconocer la existen-cia de tres esferas dentro de las cuales las personasrealizan su existencia: pública la primera, privada lasegunda, íntima la tercera. La primera y la segundase interseccionan con un espacio común que puedeser mínimo o máximo, según las circunstancias. Encambio la tercera respecto de la segunda tiene unarelación de inclusión. Se encuentra dentro de la esfe-ra de lo privado y no admite la intromisión ilegítimade la prensa. La intimidad no es simplemente el de-recho a la soledad sino un conjunto de aspectos dela vida individual y familiar de las personas que nodeben ser conocidos por los demás, pertenecen por

entero a cada cual y a partir de ese segmento de vidaliberada de la mirada y opinión de los demás todoser humano tiene el dominio de su imagen, su iden-tidad y personalidad. Corresponde considerar com-prendido en ese ámbito de intimidad tanto a la auto-nomía psicológica y moral cuanto a la relación depareja, al trato con los hijos, al descanso, al respeto así mismos, como seres humanos. El sistema de creen-cias y valores sobre los cuales se estructura la con-ciencia humana se intersecciona con sentimientos dediscreción y de pudor amurallados como zona de re-serva de la vida personal y familiar.

10) Que ello es una característica y necesidad delas personas que, -huelga decirlo- no se puede per-der ni resignar por el hecho de ser a partir de esanecesaria naturaleza humana, funcionario o autori-dad pública, persona pública y persona privada. Elhombre público, por el hecho de serlo, no ha perdi-do ni su privacidad ni su intimidad. La naturaleza desus funciones, la índole de su actividad, hace quealgunos aspectos de su vida privada adquieran ca-rácter informativo y despierten el interés general. Estoocurre con aquellos magistrados cuyas funciones ycompetencias conllevan ínsito interés público y res-pecto de aquellos aspectos de la vida privada quepudieran afectar o influir en las funciones que cum-plen o en las tareas que desempeñan al servicio pú-blico.

La prensa, por consiguiente, puede y debe infor-mar y criticar el funcionamiento del sistema político,el proceso gubernamental y administrativo, la pres-tación de los servicios públicos, la aplicación de lasleyes, la marcha de la economía, los conflictos socia-les, las cuentas públicas, el manejo de los dinerospúblicos, la actividad sindical, la política, los políticosy los partidos, y cuanto asunto sea de interés públicoinstitucional, sin pretender asumir roles que no lepertenecen ni atribuirse competencias que le son aje-nas.

No es extraño, por eso, que los mismos periodis-tas, conscientes de su responsabilidad, señalen como

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reglas básicas de su profesión la decencia, la honesti-dad y el esfuerzo aplicado a la búsqueda de impar-cialidad y la verdad y la necesidad de no atribuirseroles ajenos. Cuando transgrede estas reglas, la in-tromisión ilegítima de la prensa en ese ámbito de re-serva puede generar responsabilidad civil y penal. Losdaños y perjuicios provenientes de dañar el honor deuna persona, su prestigio y autoestima, o de la falsaimputación de un delito deben ser resarcidos. Peroello no limita el ámbito de las responsabilidades: delmismo modo, si se ingresa en ese ámbito íntimo ve-dado al conocimiento general que reconoce tutelaconstitucional (art. 19) y su reglamentación legal (art.1071 bis del Código Civil), se generan las consecuen-cias propias de cualquier actividad dañosa que nopueden quedar sin reparar.

11) Que el universo de las comunicaciones haadquirido tal magnitud que no puede ser jurídica-mente comprendido desde el exclusivo derecho indi-vidual a publicar las ideas por la prensa sin censuraprevia que consagró la Revolución Francesa en el si-glo XVIII. El mercado de la información, la empresaperiodística, el periodista dependiente de la empresay el lector, oyente y televidente consumidor de la in-formación, se encuentran relacionados por una co-nexión de sentido que toma como necesario puntode partida el derecho social a ser informado, deman-da que la empresa periodística debe satisfacer me-diante la información y al instante, de cuanto ocurrey cuanto quiera conocer el consumidor. Al serviciode esa necesidad se encuentra el periodista. El fervorque anima a quien abraza el oficio lo conduce a in-dagar cómo son las personas públicas y lo que lespasa entre las pasiones que las encienden y el olvidoque las apaga, disueltos en la incertidumbre del acier-to y del error y el divorcio inconciliable entre el hechoy su relato. Pero su palabra debe ser ecuánime, laque alienta, consuela, construye. No la que molesta,la que incomoda, la que inútilmente daña.

Hoy puede decirse que esta idealización de la ta-rea del periodismo se encuentra en trance de ser

desnaturalizada por las demandas del mercado y lasrespuestas consecuentes de las empresas periodísti-cas proclives como tales a atender al desenvolvimientoeconómico del negocio de las comunicaciones. Lainstantaneidad de la noticia y el poder de la imagentelevisiva, no obstante su fugacidad suplida por lareiteración, han sobredimensionado la gravitaciónsocial de la prensa audiovisual e infeccionado seg-mentos de la prensa gráfica, empujándoles a cumplirroles que no le son propios, ni están en condicionesde desempeñar.

12) Que la Constitución de la República Argenti-na tuvo por modelo formal a la Constitución de losEstados Unidos, lo que otorga enorme significacióna la jurisprudencia de la Suprema Corte de los Esta-dos Unidos alrededor de la Primera Enmienda, queprohíbe al Congreso aprobar ley alguna que restrinjala expresión y la prensa, y los cuestionamientos quese le hicieron a su especial status constitucional. Elpunto de partida fue proteger a la libertad de expre-sión de la censura previa y sus fundamentos los pro-porcionó William Blackstone en sus Comentarios, alsostener que la libertad de prensa consistía en "noestablecer restricciones previas sobre las publicacio-nes" y no en "la censura por comportamiento crimi-nal una vez publicadas".

Del mismo modo, debe considerarse el aporte dela doctrina de los autores, ya que así como WilliamBlackstone proporcionó los fundamentos para prote-ger a la libre expresión de "las restricciones previas" yZechariah Chafee, en 1920, al asignar a la libertad deexpresión un interés social comparable a la seguridadpública, formuló las bases doctrinarias del test "de labúsqueda de la verdad en el mercado de las ideas",Alexander Meiklejohn, en su tratado Free Speech andIts Relation to Self-Government, señaló la necesidadde distinguir "si la expresión era pública o privada,irrestringible o restringible", negó "la conexión entreel mercado de las ideas y una búsqueda de la verdad"y puso énfasis en el "auto-gobierno", en la responsa-bilidad cívica y en "la búsqueda colectiva de informa-

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ción". Meiklejohn limitó el test de la "expresión" pro-tegida a la expresión pública. Considerándolas expre-siones privadas no protegidas estaban las calummniase injurias, la obscenidad, las expresiones comerciales yla revelación no autorizada de información privada.Restó a la búsqueda de la verdad su conexión con elmercado y la limitó a las cuestiones de interés públicoy al fomento de la participación de los ciudadanos enel gobierno de una sociedad democrática. Nacía comofundamento de la protección constitucional de la li-bertad de expresión el test del "auto-gobierno". Esareformulación de la jurisprudencia fue tarea que tomóa su cargo la Corte de Warren -convirtiéndose en ada-lid de la libertad de expresión-. Apartándose del caso"Dennis", la Corte distinguió entre la defensa de laacción ilegal y la defensa de la creencia, por lo que lapertenencia a un partido político, cualesquiera fueransus bases doctrinarias, no justificaba una condena, salvoel caso en que dicha defensa "esté dirigida a incitar oproducir una inminente acción ilegal y probablementeincite y produzca dicha acción". El fallo más notabledel período fue en la causa "New York Times", en laque se estableció como estándar "la real malicia".

Las mutaciones operadas durante el último perío-do del siglo XX en la jurisprudencia de la SupremaCorte de los Estados Unidos llevaron al test de la auto-realización individual, "la libertad para el pensamientoque odiamos" y a decisiones donde se admitió pro-teger las expresiones "cuestionablemente falsas oirracionales", "groseras" o "altamente provocativas"("Cohen v. California", 403 U.S. 15 (1971); "Collinv. Smith", 578 F.2d 1197 (7th Cir. 1978), entre otros).

13) Que el Estado absolutista monárquico era elenemigo de los derechos de publicar las ideas por laprensa y expresar los pensamientos. Con el adveni-miento del Estado moderno y las revoluciones de1688 en Inglaterra, 1776 en los Estados Unidos y 1789en Francia, se produjeron profundas transformacio-nes políticas, económicas y sociales, y se proclamócomo derecho inalienable del hombre el publicar lasideas por la prensa sin censura previa.

En los Estados Unidos, en particular, se estableciócomo piedra angular de su constitución política queno podían ser objeto de restricciones los derechos deexpresión, prensa, reunión y culto. Fue el tiempo his-tórico de la cristalización de las ideas liberales, por unaparte, y las democráticas, por la otra, hasta alcanzar,en algunas naciones, el grado simbiótico de de-moliberalismo. En el curso de la primera mitad del si-glo XX, hizo su aparición, como una nueva forma deorganización política dentro del Estado moderno, elEstado totalitario, con la revolución soviética de 1917que rusificó al marxismo, y el fascismo y el nazismo,que idealizaron a la nación, repudiaron a la democra-cia y al liberalismo y convirtieron a sus líderes en obje-tos de culto. La prensa en estos países sirvió de correade transmisión del sistema instalado en el gobierno deEstado. Al término de la Segunda Guerra Mundial, conlos avances de la ciencia y de la técnica, la prensa es-crita, la radio y la televisión crecieron en importanciade modo exponencial y modificaron la relación de fuer-zas. El poder se depositó formalmente en el conjuntode ciudadanos de las naciones democráticas y, a laprohibición de restricciones, se agregó el reclamo dela prensa de constituir el instrumento de informaciónesencial para la autorrealización individual, el señoríodel hombre y del ciudadano mediante la plenitud desu libertad en el mercado de las ideas, asegurando elimperio de la democracia.

El Estado dejó de ser el enemigo. Un segmento dela prensa escrita pretendió ocupar su lugar, converti-da en espejo, testigo, fiscal y juez de cuanto asunto,suceso, cuestión, tema, proyecto o resolución tuvie-ra lugar en la sociedad o en el Estado. Claro está queuna cosa es contribuir a que el debate público sea"desinhibido, fuerte y ampliamente abierto" comolo quería el Justice Brennan, y otra muy distinta con-vertirlo en una ciénaga mediante el insulto, la infa-mia y la difamación. Una cosa es defender a la de-mocracia de la corrupción, buscando adecentar lascostumbres cívicas y mejorar los partidos y la política,y otra muy distinta demoler hasta el aniquilamiento

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el sistema de creencias que la sustenta. Una cosa esdefender la sinceridad de la elecciones y la fuerza delsufragio, y otra es sembrar sospechas y denigrar sinrazón los métodos de selección y elección de candi-datos, ignorando las cuestiones que plantea la repre-sentación a la ciencia política. En fin, que una cosa escriticar las instituciones procurando su perfecciona-miento y su reforma, y otra muy distinta sembrar eldesencanto, la desilusión, la desesperanza, cultivan-do semillas de odio y descreimiento colectivo que lle-van, en América Latina, a mirar como única soluciónposible al salvador por la espada. Y ésta no es, porcierto, la función de la prensa escrita y audiovisual niel resultado deseable de la libertad de expresión.

14) Que, en cambio, constituye su función funda-mental "aclarar y enriquecer el debate democráti-co". Es por ello que la consagración del derecho depublicar las ideas por la prensa sin censura previa sig-nificó reconocerlo como indispensable para el esta-blecimiento de la democracia. Hasta mediados delsiglo XX, es decir, hasta el arribo de la televisión, seconsideró al diario, en su aspecto político, los ojos ylos oídos del pueblo, el fiscal de los gobiernos, elguardián de los derechos, el centinela de la libertad.Se creyó sinceramente que el carácter de represen-tantes del pueblo que poseen los gobernantes y surol de simples empleados del poder político con fun-ciones necesarias para la actividad estatal, creabanen ellos el deber inexcusable de rendir debida cuentaal pueblo del ejercicio de su mandato y del desempe-ño de sus funciones. La prensa resultaba así el medionormal del cumplimiento del deber de los gobernan-tes y funcionarios públicos, de dar a publicidad losactos del gobierno en cuyo conocimiento el puebloestaba directamente interesado pues éste debía ve-lar por la buena marcha de la administración de susintereses, impidiendo los excesos de la autoridad, losabusos de sus mandatarios, la inercia, incuria o ne-gligencia de sus agentes, a quienes hizo depositariosdel poder público. La prensa, al difundir las ideaspolíticas y los problemas económicos, culturales, ju-

rídicos y sociales, provocaba la discusión, daba cau-ces a la opinión y producía su fruto en el sufragio.

En este primer aspecto, la función de la prensapodía asemejarse a la de un señalero infatigable, queejercía su tarea indicando al pueblo las desviacionespolíticas. Era el barómetro de la opinión, y el mismogobierno tenía por la prensa la noción exacta delcumplimiento de su tarea, conocía de dónde arrecia-ba el temporal y podía orientar el rumbo de su ac-ción para llenar eficientemente cada uno de sus fi-nes. Se creyó sinceramente que sin prensa el gobier-no marchaba a ciegas y podía quedar a merced delos frecuentes cambios de la opinión pública y mos-trar indecisión sin poder medir el alcance de sus ac-tos ni conocer sus errores. De ahí que se acuñaracomo apotegma que si la prensa era grande por loque hacía, más grande era aún por lo que impedíarealizar; si benéfica fue al reprimir, más benéfica aúnal prevenir. Si fue salvaguardia del pueblo contra elgobierno, también fue salvaguardia del gobiernocontra los actos de sus funcionarios. Se sostuvo queen una democracia, la negación del derecho de pren-sa, la imposición de la censura, no era un peligro niuna aberración sino un absurdo, que era tan enormeel poder moral que ejercía la prensa en la democra-cia, tan importante su misión de contralor, que cuan-to gobierno quiso ocultar sus actos de la opiniónpública no encontró otro medio que la censura y aunla confiscación y supresión de los órganos de prensa,pues con ello evitaba que sus acciones fueran objetode conocimiento y examen por el pueblo. De ahí tam-bién que todo gobierno que pretendía extender suautoridad, excederse en sus funciones, hacer escar-nio de la democracia y ejercer el autoritarismo o eldespotismo viera en la prensa un enemigo implaca-ble al que era necesario destruir, so pena de ser des-truido. De ahí también los esfuerzos de toda tiraníaen utilizar en su provecho el poder de la prensa,procurando hacerla secuaz de sus designios.

Silenciar la prensa era perpetuar el error. En con-secuencia, el derecho de prensa era tan esencial a la

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democracia que la ley no hacía sino protegerlo, ja-más concederlo. Todo esto hizo que se consideraseque castigar el abuso del derecho de prensa no signi-ficaba lesionarlo ni restringirlo, sino mantenerlo ensu integridad moral, como el inapreciable derechode escribir con veracidad lo que la opinión públicapiensa sobre los gobiernos. La prensa pues, en esteprimer aspecto, fue considerada un mecanismo deprecisión para el sufragio, y así como no podía habersufragio consciente sin prensa libre, la prensa no te-nía función verdadera cuando el sufragio era negadoo desnaturalizado.

De este modo, por tanto, el derecho de prensaera la especie política del derecho de pensar y expre-sar las ideas.

15) Que un aspecto ya no valioso aparece cuandolos medios se convierten conscientemente en vehí-culo transmisor de falsedades, suspicacias, violacio-nes a derechos personales, obscenidades y cosas se-mejantes, con una expansión difusiva, incontenible eincontrolada, fomentando el farandulismo, la tea-tralización, la chabacanería, el mal gusto, la frivoli-dad, y la búsqueda de un éxito entre el público con-seguido muchas veces con -al menos- despreocupa-ción por la calidad del contenido. Estos desbordes,en tanto violan los derechos de terceros, aunque nopueden justificar la censura previa, sí deben traducirseen responsabilidades ulteriores, con las sancionespenales y reparaciones civiles consiguientes, pues re-sulta necesaria la articulación de la libertad de expre-sión con otros derechos personales alterados, entrelos que resulta necesariamente incluida la intimidad.

16) Que el estudio de la tutela que merece la inti-midad de las personas públicas, en el caso, debe par-tir necesariamente del reconocimiento del carácteríntimo de relaciones personales que no se traducenen vínculos jurídicos.

El presunto parentesco natural endilgado consti-tuye una cuestión de neto corte íntimo, que no guar-da relación alguna con el desempeño de la actividadpolítica ni de la magistratura más elevada que un ciu-

dadano pueda desempeñar. Es justamente el peligrode transformarnos en censores del comportamientoíntimo o familiar de las personas aun públicas lo querefuerza con el mayor énfasis la prohibición de in-miscuirse en esos ámbitos que carecen de repercu-sión en el desempeño de la actividad ciudadana deese mismo sujeto.

Ello es así más allá de la curiosidad que semejan-tes aspectos de la vida pueda despertar en el públi-co. Tal como lo recordó esta Corte (Fallos: 321:3170),la relevancia comunitaria y no la simple satisfacciónde la curiosidad ajena, con frecuencia mal orientadae indebidamente fomentada, es lo único que puedejustificar la exigencia de que se asumen aquellas per-turbaciones y molestias ocasionadas por la difusiónde determinada noticia.

17) Que si bien las personas que ejercen la admi-nistración del poder público cuentan con una esferamás reducida de intimidad, no es menos cierto quesu intimidad permanece y, por tanto, el derecho cons-titucional que las protege no se ve minorado en elámbito que el sujeto se ha reservado, y que funcionacomo límite al derecho de la información (TribunalConstitucional Español, Sala Segunda, sentencia 115/2000, del 5 de mayo de 2000). Y aun cuando -comolo recordó el Tribunal Constitucional Español en lareciente sentencia antes citada- tal límite cede cuan-do el propio interesado lo levanta voluntariamente,ello es así sólo en la medida en que el sujeto da aconocer los hechos protegidos por su derecho a laintimidad.

En el caso de autos, y desde esta perspectiva, elhecho de mostrarse públicamente en reiteradas opor-tunidades con un menor no puede entenderse comouna suerte de autorización a dar a conocer una su-puesta relación de parentesco natural que ni siquierala demandada afirma que haya sido expresamentereconocida. Y como -obvio es decirlo- no existe ni enlos particulares ni en los funcionarios públicos obli-gación legal de expedirse frente a la prensa ni frentea la ciudadanía sobre semejante extremo, no cabe

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que sobre la base de inferencias se extraigan conclu-siones sobre este punto, más propias de un procesode filiación que de una nota periodística.

18) Que en sentido concordante con lo aquí ex-puesto, la preservación de la vida privada de las per-sonas ha sido considerada por las sociedades demo-cráticas -con contenido y alcance prácticamente idén-tico- en diversos códigos de Ética elaborados por losmismos profesionales así como en algunas regula-ciones internacionales y legales como un límite alderecho de informar. Así, lo han reconocido laUNESCO, en su "Código Internacional de Ética Pe-riodística" (art. 6), el Consejo de Europa ("CódigoEuropeo de Deontología del Periodismo" aprobadopor la Asamblea General del Consejo de Europa el 1de julio de 1993, art. 23, que expresamente se refie-re al derecho a la vida privada de los funcionariospúblicos. En el ámbito interno, valgan como ejem-plos los siguientes: Colombia ("Código de Ética delCírculo de Periodistas de Bogotá", año 1990, art. 8),España ("Código Deontológico" adoptado por laFederación de Asociaciones de la Prensa de España,noviembre de 1993, art. 4); dentro de España, elColegio de Periodistas de Catalunya cuyo propio"Código Deontológico" (Barcelona, octubre de1992), contiene similar previsión; Finlandia, ("Pautaspara la correcta práctica periodística", art 20, adop-tada por la Unión de Periodistas de Finlandia, no-viembre de 1991); Grecia, ("Principios Éticos", ap. d,Asociación de Editores de Diarios de Atenas, julio de1978); Italia, ("Carta de los deberes de los periodis-tas", ap. Principios", de la Federación Nacional de laPrensa Italiana y el Consejo Nacional del Orden delos Periodistas, julio 1993); Letonia, ("Código de Éti-ca", art. 5.2, Conferencia de la Unión de PeriodistasLetones, abril de 1992); Luxemburgo, ("CódigoDeontológico de la Prensa", art. 1a, Asamblea Ple-naria del Consejo de Prensa, diciembre de 1995);Malta, ("Código de Ética", art. 6, Club de Prensa deMalta e Instituto de Radiodifusión, noviembre de1991); Noruega, (Código de Ética de la Prensa No-

ruega", art. 4.3, Asociación Noruega de la Prensa,diciembre de 1994); Panamá ("Código de Familia",año 1994, arts. 575 a 578); Reino Unido, ("Códigode conducta de la prensa", ap. IV, elaborado por lasempresas periodísticas y ratificado por la Comisiónde Reclamaciones a la Prensa, abril de 1994); Suecia,("Código de Conducta para la prensa, la radio y latelevisión", I.7 Consejo de prensa, agosto de 1994);Suiza, ("Declaración de Deberes y Derechos de losperiodistas", 7, junio de 1972); Turquía, ("Código delos principios profesionales de la prensa", 5, Consejode Prensa, abril de 1989) (confr. Páginas Web de laFundación Manuel Buendía, México y de la SociedadInteramericana de Prensa). Este principio es asimis-mo reconocido por normas Éticas dictadas por me-dios de prensa, tanto nacionales como extranjeros(confr. entre otros, "Código de Ética" de "El Nacio-nal", México, 27 de mayo de 1997, versión enInternet).

19) Que las consideraciones precedentes bastanpara confirmar lo resuelto en la instancia anterior res-pecto del alcance de los principios constitucionalesen juego, y a la admisión de la responsabilidad civilde los codemandados.

En cuanto al monto de la indemnización, cabe tra-tar el agravio de los recurrentes pues es evidente queel quantum del resarcimiento, si bien constituye unfactor disuasivo de las conductas ilícitas, tambiénpuede convertirse, en caso de exceso, en factor dedebilitamiento del desempeño de la prensa respon-sable. En este sentido, el monto no debe ser simbó-lico ni ínfimo, pero tampoco debe entrañar un enri-quecimiento sin causa del reclamante -que sólo hapromovido acción en nombre propio- y debe guar-dar equilibrio con la configuración que el propio su-jeto lesionado ha dado al ámbito de reserva tuteladolo cual determina la medida en que la conducta delmedio de prensa merece la calificación de arbitraria.

Por ello, se admitirá parcialmente en este punto elrecurso de los apelantes y se reducirá el monto de laindemnización a la suma de sesenta mil pesos ($

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60.000) a la fecha de esta sentencia, suma quedevengará los intereses en la forma dispuesta por eltribunal a quo.

Esta modificación no trae consecuencias respectode la imposición de los gastos causídicos de las ins-tancias ordinarias resuelta en cámara, pues el centrodel litigio versó sobre el principio de responsabilidadque, negado por la demandada, obligó a la parteactora a reclamar con vehemencia por el reconoci-miento de sus derechos.

Por ello, y oído el señor Procurador General, seresuelve confirmar la sentencia apelada en lo princi-pal que decide y modificarla exclusivamente en cuantoal monto del resarcimiento, que se reduce en los tér-minos del considerando precedente. Las costas deesta instancia se distribuyen en un 90% a cargo delos codemandados y un 10% a cargo de la parteactora, en atención al resultado del recurso (art. 71del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).

Notifíquese y devuélvanse los autos. ADOLFOROBERTO VÁZQUEZ. ES COPIA."

V.- Conclusiones

Respecto de las conductas que configuran un actoviolatorio de la intimidad, adscribimos a la tesis mix-ta. Existen dos formas de violar la intimidad: la tomade conocimiento y la divulgación de lo conocido.

Respecto de los titulares del derecho considera-mos que todos los seres humanos tienen derecho ala protección legal de los hechos, datos y situacionesque forman parte de la vida privada (sean capaces oincapaces).

En cuanto a las personas fallecidas, compartimosel criterio de gran parte de la doctrina en nuestroderecho, al considerar que corresponde la proteccióndel derecho a la intimidad aún después de la muertedel individuo. (Conf. Ferreira Rubio, Mosset Iturraspe,Rivera).

En cuanto a las figuras públicas, se encuentranamparadas por el derecho a la intimidad, pudiendo

revelarse ciertos aspectos de la misma, cuando ten-gan una razonable relación con la función que cum-ple y la difusión sea debida a un interés general queprevalece en cada caso concreto.

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Perspectivas

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Una agenda etnocéntrica

Es imposible hablar de la circulación de la infor-mación en Las Américas sin tener en cuenta las de-sigualdades que afectan a todo el planeta en lo quese refiere a infraestructura y equipamiento, al inter-cambio entre los flujos de información económica,social y cultural, en la calidad de la información quecircula sobre cada cultura nacional, regional o local,territorial o simbólica.

Tampoco sin hablar de los problemas críticos de laagenda global que están enmarcados por la crecien-te brecha entre riqueza y pobreza, brecha que comolo señala el Proyecto de las Naciones Unidas para elDesarrollo se duplicó en los últimos 20 años. Proble-mas críticos -desocupación, desprotección social, cri-sis de la familia, crecimiento de la violencia urbana,migraciones pobres, etc.- que no han ingresado ade-cuadamente en los formadores clásicos de la opinióny el debate público aunque sí en las agendas delinfoentretenimiento (infoteiment), en las commo-dities de la industria cultural, en la publicidad comosucede con el "síndrome" Benetton. Todos efectosde la cultura de la globalización neoliberal. Pero nosólo de esto.

Cuando analizamos las propuestas de Miami o deChile (Me refiero al "Plan de acción de Miami" o a laComisión Interamericana de Telecomunicaciones dela OEA (CITEL), vemos por una lado que, sintomáti-camente, tratan por separado el tema de las teleco-municaciones de los problemas socioculturales, y que,por otro, plantean una serie de propuestas y proyec-tos que no coinciden con la realidad que observamoscotidianamente ni tampoco con la que analizamoscomo investigadores de la sociocultura contemporá-nea.

Tampoco vemos que se hayan tenido en cuentados hechos centrales.

El primero es que todas las industrias de lo simbó-lico (telecomunicaciones, industrias culturales, infor-mática, etc.) han pasado, en muy pocos años, a ser

Una agenda etnocéntrica

Transcribimos la ponencia "Une agendaethnocentrique" que pronunciara Aníbal Ford

durante el Coloque sur la cooperation interamericaineau delá (beyond) du libre-échange" (Coloquio parala Cooperación interamericana más allá del libre cam-bio) realizado en el Institut Québécois de HautesEtudes Internationales de la Universidad Laval(Québec) entre el 17 y el 19 de abril de 2001. El colo-quio se realizó casi simultáneamente con la TercerCumbre de Las Américas (20 al 22 de abril) que con-tó con la presencia de 34 jefes de gobierno de Amé-rica del Norte, el Caribe, Centroamérica y Américadel Sur reunidos para evaluar, entre otros temas, laimplementación del Área de Libre Comercio de lasAméricas (ALCA). Durante este encuentro los grupos"antiglobalización" se congregaron para manifestarseen las calles de Québec contra el ALCA y a favor delos países americanos endeudados. Las fotos queacompañan este documento, también realizadas porAníbal Ford, testimonian algunos aspectos de estaprotestas y de la represión -un sistema ya instalado-a la que fueron sometidas.

Por Aníbal Ford

Escritor, periodista e investigador.

Titular de la Cátedra Teoría de la

Comunicación y la cultura en la

Universidad de Buenos Aires.

Entre sus libros se encuentran

Navegaciones- comunicación,

cultura y crisis y La Marca de la

Bestia.

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uno de los centros o de los ejes de la economía mun-dial, a tener un peso no solo simbólico e ideológicosino también económico como lo señala el índicenasdaq.

El segundo lo constituye el proceso llamado deconvergencia y el ritmo creciente de las megafusiones-American on line/ Time Warner; ABC/Disney, etc- quehan alcanzado niveles insólitos de concentración (se-gún el Proyecto de las Naciones Unidas para el Desa-rrollo en 1999 las diez empresas más importantesconcentraban el 86 % de la economía del rubro). Lasinergia de estas fusiones es una de las causas deldesarrollo del infoentretenimiento (infoteiment) y noes cierto que este provenga, como algunos han se-ñalado, de la desaparición de las noticias duras oamenazantes a raíz del fin de la guerra fría. Bastacon recordar que sólo en 1998 hubo 48 conflictosbélicos y que según el Banco Mundial actualmentehay 1200 millones de personas en el mundo que vi-ven con menos de un dólar por día y otros 3000 mi-llones con solo dos dólares. La agenda global no esciertamente reconfortante.

Cuando hablamos de las Américas o de AméricaLatina en particular no podemos obviar estos sintéti-cos datos. Pero antes yo quiero hacer una aclaración:América Latina está compuesta de un conjunto depaíses que si bien tienen problemas comunes -comola dura deuda externa, el pago de cuyos interesesgolpean constantemente nuestra vida cotidiana, o lamarginación de la economía internacional- tienen ca-racterísticas diferenciales muy fuertes. Desde estepunto de vista hablar de América Latina como unconjunto es desconocer, simplificar o cercenar las his-torias, las culturas, las memorias de cada uno de nues-tros países. Y señalar esto es importante porque lahegemonía, sobre todo norteamericana, en la acciónde los conglomerados, en los buscadores (searchengines?) de Internet, y hasta en las enciclopediasque han adquirido una difusión global como sucedecon Encarta de Microsoft hay una diferencia muy fuer-te entre la información que se da sobre los países

desarrollados, especialmente Estados Unidos, y lospaíses del "rest of the world" como diría la revistaColors. Muchas veces esta diferencia en la calidad deinformación no sólo empobrece nuestras sociocul-turas sino que las distorsiona, pues los errores sonfrecuentes. Es cierto que nuestros países muchas ve-ces no tienen políticas culturales e informacionalespara contrarrestar esto, pero también es cierto quela deuda externa les impide desarrollarlas, algo quese ve muy bien, como sucede actualmente en mi país,en los recortes de los presupuestos de educación yde investigación.

Estas desigualdades en los flujos de informaciónnos afecta gravemente. Porque en una etapa en lacual las relaciones interculturales, factuales o simbó-licas, han aumentado sensiblemente provocan unaactitud hacia nuestras culturas de menosprecio,minusvalorización, paternalismo, o una lectura deellas donde sus condiciones de pobreza, de sobre-vivencia, de vida precaria muchas veces son vistas(como si siguiera estando presente el fantasma deldarwinismo social) con cargas de exotismo, de pin-toresquismo, de curiosidad que uno puede registrarno sólo en la publicidad de la creciente industria delturismo sino en evaluaciones etnocéntricas de nues-tra vida económica y social.

Cuando hablo de diferencias en los flujos informa-cionales no me estoy refiriendo a algo abstracto (comotampoco en mis otras afirmaciones apoyadas en inves-tigaciones que obviamente no puedo desarrollar aquí).Basta analizar las revistas de la industria internacionaldel cable para ver hasta dónde no sólo se da una impo-sición de los productos noerteamaericanos sino una vi-sión de nuestras culturas en las claves que señalé an-tes. Si del otro lado de la diversificación de la oferta hayuna fuerte concentración esto no quita que esa diversi-ficación, o glocalization como dicen los ingleses, seacontrolada y administrada por los conglomerados.Homogeneización y heterogeneización no son térmi-nos antagónicos en la cultura contemporánea dondehasta se venden softwares para producir lo local.

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Todo lo que señalé hasta ahora sintéticamente vaen una dirección. Según mi parecer es muy difícilpensar una cultura panamericana ante las enormesdiferencias que hay desde el punto de vista económi-co y social, como desde el punto de vista de las im-posibilidades de nuestras industrias culturales de com-petir, de desarrollar nuestras culturas y de adminis-trar nuestros sistemas de creatividad e invención queson activos, como todas las culturas pobres, pero queno pueden sacar réditos de esto. Más del 90 % delas patentes se acumula en el hemisferio norte. Comotambién es imposible pensar un intercambio demo-crático cuando nuestras culturas son reducidas,estereotipadas, simplificadas, distorsionadas o redu-cidas a una escala menor de la evolución. Defendernuestras identidades, con todo lo complejo que tie-ne el término pensado no desde un punto de vistacultural tradicional sino como formas de vida, cons-trucción de instituciones, usos adecuados de las nue-vas tecnologías, calidades de vida inscriptas en nues-tra historia social, culturas del trabajo, es para noso-tros un objetivo fundamental si es que queremos so-brevivir. Hace poco en Okinawa, en la reunión delG-8, se propuso reemplazar la digital divide por ladigital oportunity como forma de desarrollo y salidade la pobreza. Esta utopía comunicacional e infor-mática deja de lado que un 30 % de la humanidadno tiene luz eléctrica y que otra mayor carece de in-fraestructura adecuada. Basta utilizar el sentido co-mún para afirmar que no es solo a través de lacomputarización de las culturas pobres que estas vansalir de su situación de sumersión. Esta idea elabora-da por el World Economic Forum (Davos), y que fueduramente criticada, muestra hasta dónde se desco-nocen o se desprecian los caminos al desarrollo quepueden o quieren elegir nuestros países.

Hace unos años el Informe de las Naciones uni-das para el Desarrollo señalaba que hay 10.000 cul-turas en el mundo y que muchas parecían destinadasa desaparecer. Sabemos, por la antropología y la so-ciología, entre otras disciplinas, que toda cultura tie-

Foto 1:Es frecuente en estas

manifestaciones la fuerte críticaa los medios

Foto 2:Derrumbadas las murallas por los

manifestantes, la topadorase encarga de barrer los

símbolos de lucha

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Foto 3:Los sistemas de represión paracontener a los movimientos contrala globalización -en este casocontra el ALCA- han desarrolladosofisticados recursos

Foto 4:En una muralla levantada contra losmanifestantes quedan los rastrosde la complejidad de objetivos delos diversos grupos

ne no sólo algo que aportar a la cultura universalsino también derecho a subsistir. Es decir, derecho apersistir y desarrollarse y a no ser sometida a unaagenda etnocéntrica que, a pesar de sus estrategiasde diversidad, no quiere perder el control o los seudo-fundamentos de su superioridad. Entonces, para dia-logar en Las américas o en todo el mundo empece-mos por respetar en serio las diversidades y sus ri-quezas y complejidades. Después de todo, como diceel slogan de la reunión de Porto Alegre y del ForoSocial Mundial, "otro mundo es posible".

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Síntesis

Al final del siglo XX los medios de informacióncolectivos se han convertido en el centro del podercontemporáneo de nuestra nación. Es decir, ya nosólo son instituciones importantes o el cuarto poder,sino que ahora son "el Primer Poder" que existe ennuestra sociedad. Es por ello, que en los espacioscotidianos de las relaciones simbólicas que perma-nentemente producen los aparatos cotidianos decomunicación entre emisores y colectividades, es don-de diariamente se construye o destruye mental yafectivamente al Estado y a la sociedad mexicana.

Sin embargo, pese a que los medios de informa-ción se han convertido en el primer poder, en térmi-nos legales su operación ha quedado enorme e his-tóricamente descuidada por el Estado mexicano yla sociedad civil. Así, durante varias décadas se aban-donó su comportamiento a un funcionamiento, porun lado, autocrático, espontáneo e incluso capri-choso de los intereses de los grandes propietariosque los operan; por otro, a los intereses cíclicos delos grupos de poder en turno; y finalmente, a ladinámica de la "Mano Invisible" de los voraces prin-cipios de la acumulación de mercado, sin una cui-dadosa legislación actualizada que normatice dichaoperación en favor de los intereses de los grandesgrupos sociales.

Es por ello, que ante el nuevo gobierno mexicanode transición pacífica a la democracia es necesariorepensar qué hacer en términos políticos para crearotro proyecto colectivo de comunicación social quesí rescate el espíritu de estos planteamientos esen-ciales para democratizar a la sociedad mexicana. Deaquí, la enorme importancia de que la sociedad civilpresione al Congreso de la Unión con diversas pro-puestas avanzadas de comunicación para reglamen-tar con gran profundidad y equilibrio la operación dedichos medios, pues en última instancia no se estálegislando sobre simples instituciones de esparcimien-to, diversión o información; sino sobre un fenómenocentral de transformación y ampliación cotidiana dela estructura del Estado Mexicano y de la conciencianacional.

I. Los medios de información colectivos comocentro del poder contemporáneo

Debido a las nuevas capacidades tecnológico-ma-teriales que durante el siglo XX y principios del sigloXXI conquistaron los medios de información colecti-vos, especialmente los electrónicos y a las transfor-maciones urbano políticas que se dieron; éstos seconvirtieron en el centro del poder ideológico y polí-tico contemporáneo de nuestra nación. En este sen-tido, de haber sido instrumentos de difusión relevan-tes en 1960 en México, de transformarse en institu-ciones importantes de socialización en 1970 y deconvertirse en el cuarto poder político a partir de1980, como corresponsables del poder; al principiode 2000 se transformaron en el vértice del poder ac-tual. Es decir, ya no sólo son simples institucionesimportantes de información o el cuarto poder, sinoque ahora se han convertido en el "Primer Poder"ideológico que existe en nuestra sociedad.

Con la conquista de esta posición, los medios deinformación se han convertido en las extensiones delhombre y de las instituciones y en consecuencia hanconstruido una nueva zona de acción social: el espa-

México en el siglo XXI: hacia un nuevomodelo de comunicación democrático

Por Javier Esteinou Madrid.

Investigador del Departamento

de Educación y Comunicación

de la Universidad Autónoma

Metropolitana, Unidad

Xochimilco, México, D.F.

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cio virtual. En este sentido, la emergencia de los me-dios de comunicación y de las nuevas tecnologías deinformación en México, no sólo representó la madu-ración del modelo de la Sociedad de la Información yla radical transformación de las superestructuras cul-turales de nuestras comunidades; sino que básica-mente, el fenómeno más relevante que produjo, fuela expansión intensiva de la dimensión ideológica dela sociedad mexicana a una esfera más amplia y ver-sátil. En términos generales, con la presencia de loscanales de difusión la sociedad mexicana en su con-junto sufrió una gran dilatación cultural, desde elmomento en que las instituciones, los grupos o losindividuos pudieron extender a distancia la realiza-ción de sus tareas o funciones específicas tradiciona-les, a través de las tecnologías de información y co-municación1.

Así, el espacio público comprendido como el te-rritorio libre, abierto y autónomo donde participanlos individuos, los grupos y las instituciones segúnsus intereses y necesidades, se transformó sus-tancialmente con la existencia de los medios de in-formación originando nuevas esferas públicas, segúnfueron las características y el impacto social que pro-dujo cada nueva tecnología de comunicación queemergió en nuestro territorio. En este espacio públi-co se dan acciones privadas y acciones públicas. Eneste sentido, la revolución tecnológica de los mediosde información los convirtió en las herramientas bá-sicas para construir lo público y actuar sobre la cosapública.

De esta manera, con la introducción de las inno-vaciones tecnológico comunicativas, se generaron enel país nuevos espacios colectivos, públicos y priva-dos, dedicados a la economía, la política, la gober-nabilidad, los servicios, la educación, la religión, lasalud, el comercio, la cultura, el entretenimiento, losdeportes, la fantasía, el amor, etc. La sociedad mexi-cana entró entonces en la fase de producir nuevosprocesos culturales de consecuencias sociales ampli-ficadas e insospechadas.

Es por ello, que con la presencia de los medios decomunicación lo que se transformó en nuestra Re-pública, a corto plazo, fue el esqueleto ideológico dela sociedad en su conjunto y a largo plazo, el delEstado mexicano. Dicho espacio se convirtió en unanueva franja de interacción social donde se produje-ron fenómenos de ampliación y extensión de las per-sonas, los grupos, las instituciones y del Estado dan-do origen en México a la Sociedad Extensa. De estamanera, con ampliación de la sociedad extensa, víala acción de las tecnologías de información, el Esta-do experimentó una gran transformación al interiorde su estructura y dinámica económica, política, so-cial y cultural, pues las tareas de construcción, direc-ción y cohesión ideológica que realiza, entraron enuna nueva fase de extensión geométrica que dio ori-gen a una nueva faceta del poder: el moderno Esta-do Ampliado2.

Con ello, el Estado entendido como el conjuntode recursos administrativos, jurídicos, ideológicos,educativos, etc. que se destinan para gobernar y diri-gir a la sociedad y para conservar y reproducir el po-der, se transformó con el surgimiento y la acción decada nueva tecnología de información que impactósobre nuestra sociedad. De esta forma, se creó, cadavez más, una sociedad mediática que produjo unanueva atmósfera cultural colectiva de naturaleza vir-tual o comunicósfera que ocasionó que el conjuntode las principales instituciones de gobernabilidad,ahora funcionen a distancia por intermediación delos canales de información, especialmente electróni-cos y las nuevas tecnologías de información. En estesentido, la casi totalidad de las instituciones tradicio-nales como son la escuela, los partidos políticos, elCongreso, la iglesia, las secretarías de Estado, lasempresas, los órganos de gobierno, los movimientossociales, las dinámicas comunitarias, etc., buscanproyectarse y ampliarse vía los medios de informa-ción, asumiendo las reglas mediáticas que imponenéstos, ya que lo que no aparece en los medios muydifícilmente existe en la conciencia colectiva: los me-

Notas

1Una concepción intuitiva perotambién idealista sobre la forma comola sociedad se modifica con lapresencia de las tecnologíasinformativas, la encontramos demanera embrionaria en el pensamien-to de Marshall Mc. Luhan. ConsultarLa Comprensión de los Medios comolas Extensiones del Hombre, EditorialDiana, S.A., México D.F., 1979. UnaCrítica moderada al pensamiento deMc Luhan puede consultarse enGianpiero Gauraleri, La Galaxia de McLuhan, Editorial ATE, España, 1981.Para un panorama general sobre lalínea de evolución que han seguidolas tecnologías de informacióndesde el telégrafo en 1840 hasta lacomercialización de los cristales desilicio, consultar Un Sólo Mundo.Voces Múltiples Comunicación eInformación en Nuestro Tiempo,Fondo de Cultura Económico,México, D.F., 1985, páginas 31 a 36.2El concepto del Estado Ampliadoes una categoría analítica totalmen-te abandonada por la reflexióncrítica de la comunicación europeay latinoamericana. La únicadisciplina que la ha retomado ydesarrollado ha sido la CienciaPolítica a través de la teoría de losaparatos de hegemonía, represen-tada, especialmente, por losbrillantes trabajos de ChristineBuci-Glucksmann.Nuestro esfuerzo consiste enrecuperar dicho arsenal teóricoolvidado para enriquecerlo yexpandirlo con las aportacionesque ha ofrecido la evoluciónmaterial de los medios de comuni-cación y de las tecnologías deinformación sobre la trama de losaparatos de hegemonía tradiciona-les. Estamos convencidos de queesta matriz teórica es una de las

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dios se convirtieron en el epicentro cultural, ideológi-co y espiritual de la sociedad mexicana de principiosdel nuevo milenio.

La expansión de esta realidad mediática modificóla estructura, dinámica y fronteras del Estado mexi-cano y de la cultura nacional creando un nuevo teji-do en la esfera del poder que generó al Estado Mexi-cano Ampliado. De esta forma, surgió el Estadomediático que se caracteriza por ejecutar sus tradi-cionales funciones de dirección, educación y gober-nabilidad, vía los medios de información como bra-zos o prótesis de expansión de su capacidades deorden, administración, educación y de dirección. Así,observamos el surgimiento de nuevas políticas dedifusión que dieron origen a la tele administraciónpública, el tele deporte, la tele educación, la tele ban-ca, la tele oración, la tele medicina, la tele venta, latele diversión, la tele política, la teleguerra, la radioasistencia psíquico-emocional, la radio orientaciónvial, la radio iglesia, la radio orientación sexual, etc.

Con ello, el funcionamiento de los medios atrave-só la operación práctica de todas las instituciones so-ciales básicas para la dirección del país, al grado desustituir en algunos períodos o reubicar en otros, a losórganos de administración social mas débiles o queestán en crisis de funcionamiento y legitimación. Porejemplo, ante la baja de credibilidad de la poblaciónen los partidos políticos, los órganos públicos y las igle-sias; la capacidad persuasiva y seductora de los me-dios ha construido nuevas credibilidades y hegemoníasbasadas en estrategias de seducción de mercado cuyotermómetro de éxito ha sido el rating. Incluso en elperíodo de transición pacífica a la democracia, dondese han movido las viejas estructuras de orden y controlpara dar paso a la apertura social, ante el acotamientodel tradicional poder unipersonal del Poder Ejecutivo yla falta del nuevo gobierno de una firme política deconducción nacional eficiente, se ha creado, una crisisinstitucional y de gobernabilidad que ha generadovacíos de poder que gradualmente han ocupado losmedios de información para dirigir a la sociedad3.

Así, en la vida cotidiana el poder mediático de losmedios cada vez más substituye a la política y se trans-forman en los representantes de la voz y la opiniónde la sociedad, cuya tutela se confirma diariamentecon la aplicación de las encuestas de opinión querealizan estos y que ha dado origen a la sondeocraciaelectrónica que cotidianamente se promueve inten-sivamente como la nueva forma de participación ydemocracia colectiva.

Con la existencia de este nuevo espacio virtual semodificaron las reglas y dinámicas tradicionales conlas que nuestra sociedad antaño se articulaba, orga-nizaba y participaba colectivamente. En este sentido,se produjo un profundo cambio en la jerarquía depoderes que conforman el esqueleto del poder y dela movilización cotidiana de nuestra sociedad dondelos medios de información ahora son el centro delpoder político, cultural, mental y espiritual cotidianode nuestra República: los medios se transformaronen la nueva plaza pública y en los grandes cerebroscolectivos que dirigen a la sociedad.

Así, a partir de la presencia de esta realidad me-diática, podemos decir que después de la Revoluciónmexicana de 1910 la historia cultural y mental delsiglo XX en México se dividió en dos períodos: antesy después de la existencia de los medios de informa-ción, especialmente de los electrónicos. Ello debidoa que a partir de la presencia de los canales de difu-sión, se introdujeron múltiples mediaciones tecnoló-gicas y políticas culturales públicas en nuestro fun-cionamiento social que modificaron radicalmentenuestra forma de escuchar, ver, sentir, informar, co-nocer, pensar, desear, soñar, imaginar, recibir, decidir,actuar y proyectarse comunitariamente en nuestropaís.

De esta manera, en los espacios cotidianos de re-lación simbólica que permanentemente producen losaparatos cotidianos de comunicación entre emisoresy colectividades, es la principal arena social dondediariamente se construye o destruye, mental y afec-tivamente, a la sociedad mexicana y al Estado. Por

principales vetas y directricesconceptuales que nos permitencomprender las funciones ytransformaciones que ejercen lastecnologías de comunicacióndentro del actual ámbito del poder.3Corral Jurado, Javier: PluralidadAcceso y Competencia, V Confe-rencia Internacional: "Los MediosElectrónicos en el Marco de laReforma del Estado en México",VIII Legislatura, Cámara deDiputados, H. Congreso de laUnión, Universidad Iberoamericana,Fundación Konrad Adenauer-Stiffung, Organización de lasNaciones Unidas para la Educaciónla Ciencia y la Cultura (UNESCO),Universidad Autónoma Metropoli-tana, Comisión de Radio, Televisióny Cinematografía (RTC), SalónVerde, Palacio Legislativo, México,D.F., 27 a 29 de mayo del 2002,versión estenográfica, página 19,http://www.cddhcu.gob.mx/servddd/versest/2ano/comisiones/rtc-3.htm

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consiguiente, podemos afirmar que en la sociedadmexicana de 2000, cada vez más, las batallas políti-cas o sociales se ganan o pierden en los medios decomunicación colectivos y no en otras áreas de lascontiendas sociales. Con ello, a principios del tercermilenio la hegemonía social, es decir el principal tra-bajo masivo de convencimiento, asentimiento y di-rección social, se logra pacíficamente vía los mediosde comunicación colectiva y no mediante otros apa-ratos ideológicos de la gobernabilidad. Los medios ysu producción simbólico cultural, se convirtieron enel principal cemento eficiente que articula o desarti-cula cotidianamente a los grupos sociales.

Sin embargo, aunque los medios han alcanzadoun enorme poder creciente sobre la conciencia de lasociedad, en ningún momento podemos pensar quesu acción actúe como una aguja hipodérmica queproduce efectos mecánicos, automáticos u omnipo-tentes sobre los individuos; que no existen resulta-dos acabados sobre los auditorios; que no producenconsecuencias mágicas sobre los receptores; que suefectividad de convencimiento no depende totalmen-te de las imágenes o datos que se transmiten, sinode otros procesos sociales complementarios, etc. Susresultados siempre dependen de los múltiples proce-sos de recepción, resistencia, reprocesamiento de losauditorios según sus distintas coyunturas de vida.

Pero esta mediación central que ejercen los me-dios, no significa, en ningún momento, que la capaci-dad de persuasión que realizan sea absolutamenteaplastante para convertir en socialmente dominantecualquier mensaje o sentido transmitido por éstos ymecánicamente doblegar las conciencias y las accio-nes de todos los ciudadanos que son tocados por es-tos4. De esta forma, no obstante que los medios dedifusión no son instituciones omnipotentes para pro-ducir efectos automáticos sobre los auditorios, graciasa las evolucionadas capacidades materiales que hanalcanzado, poseen suficientes habilidades tecno-ideo-lógicas efectivas, históricamente ya comprobadas, paracrear y cambiar las formas de pensar y actuar, y para

imprimir fuertes direcciones sociales a los campos deconciencias de los mexicanos: su principal poder esvirtual y mediático y de aquí se derivan otras influen-cias económicas, políticas, mentales y espirituales so-bre la sociedad. Dichas tendencias se generan a travésde la práctica de la agenda setting, que es la capaci-dad informativa y pedagógica que despliegan los me-dios de información para centrar cotidianamente laatención de los diversos públicos en sólo algunas rea-lidades y no en otras, vía sus políticas de informacióno de programación. Con ello, de forma silenciosa per-manentemente construyen una jerarquía del conoci-miento de la realidad, de los valores, de la política, dela cultura, de la historia y de la vida que se convierteen un marco fundamental de referencia y de acciónque articula a los ciudadanos. Así, la agenda setting seha transformado en una de las principales herramien-tas comunicativas para construir diariamente la hege-monía social en México.

En este sentido, la construcción o destrucción de larealidad masiva cotidiana, es decir, de lo que existe ono existe, de lo que es bueno o es malo, de lo que hayque recordar o hay que olvidar, de lo que es importan-te o no, de lo que es verdad o es mentira, de lo que esvisible o invisible, de lo que son valores o antivalores,de lo que es la opinión pública o de lo que no es, de loque es virtuoso o no, de lo que hay que hablar o hayque silenciar, de lo que hay que admirar o rechazar, delo que es el éxito o el fracaso, etc, se elabora, cada vezmás, especialmente en las grandes ciudades, desdelos medios colectivos de difusión.

Así, el peso de los canales de información masivaes tan acentuado sobre la conformación mental de lasociedad que podemos decir que la realidad no sonlos medios de información, pero los medios contribu-yen sustancialmente a construir la realidad central quereconoce la mayoría de la población. No son la políti-ca, pero hoy día no se puede hacer política sin la ac-ción persuasiva de los sistemas de información colec-tivos. No son el aparato jurídico, pero hoy los mediosse han convertido en los tribunales electrónicos que

4Esteinou Madrid, Javier; Hacia laPrimavera del Espíritu Nacional.Propuesta Cultural Para Una NuevaTelevisión Mexicana, EditorialPrograma Cultural de las Fronterasy Fundación Manuel Buendía(FMB), México, D.F, 1989, páginas37 a 39.

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linchan o absuelven a las figuras públicas antes de queel Estado recurra a los procesos constitucionales deoficio. No son los partidos políticos pero producen elmayor caudillismo electrónico que toda la capacidadproselitista directa que realizan las organizaciones po-líticas. No son la única fuerza de modelación social,pero ellos nos orientan mentalmente para ver funda-mentalmente hacia el Norte y no hacia el sur del con-tinente. No son la economía, pero ninguna economíacontemporánea puede funcionar sin la cultura de con-sumo que producen los medios de información, vía supráctica publicitaria. No son la moral, pero ellos indi-can qué se puede tolerar y qué se puede reprimir. Noson los sentimientos, pero en la actualidad el campoemocional de los grandes grupos se mueve al ritmode la programación de los medios. No son la geogra-fía, pero hoy aprendemos las coordenadas geográfi-cas fundamentales a través de la programación de losmedios. No son el pensamiento, pero nos dicen sobrequé pensar y cómo pensar. No son la memoria delpaís, pero hoy día la agenda del recuerdo social coti-diana se construye progresivamente desde los mediosde difusión de masas. No son la imaginación, peroson las instituciones con mayor capacidad simbólicapara crear y reproducir los imaginarios sociales. No sonla dinámica social, pero los conglomerados humanosse articulan o desarticulan a partir de la informaciónque distribuyen los medios. No son la historia, peroellos reconstruyen la historia central de las naciones,etc. En pocas palabras, son como el oxígeno, no loson todo, pero sin la presencia de éste no puede exis-tir la vida.

En una idea, a partir de las grandes capacidadesde información, persuasión y movilización que hanconquistado sobre los campos de conciencia de losauditorios a principios del siglo XXI, el poder de losmedios es tal que se han convertido en los NuevosPríncipes del Estado Moderno que definen lo queexiste y lo que no existe y la forma como subsiste.Así, los contenidos, las verdades e ideologíasmediáticas, cada vez más, han sustituido al resto de

las verdades sociales, incluyendo a las jurídicas, cul-turales, éticas y morales.

Esta asombrosa expansión tecnológico material delos medios de información creó a principios del sigloXXI una sociedad mexicana altamente mediatizadaen sus procesos colectivos de interacción que cam-bió radicalmente las formas tradicionales de convi-vencia, organización e inserción comunitarias. Deaquí, la importancia central de efectuar una profun-da Reforma del Estado en materia de comunicacióny cultura colectiva que permita que el funcionamien-to público de las industrias culturales se encuentreética y responsablemente orientado y supervisado porel Estado y la sociedad civil mexicana y no sólo porlas caprichosas dinámicas del mercado.

II. Control y participación en los medios decomunicación

No obstante que a principios del siglo XXI los me-dios de información gradualmente se han converti-do en el centro del poder contemporáneo, su opera-ción no ha funcionado en espacios neutros o inde-pendientes, sino que han operado vinculados a lasnecesidades de reproducción de nuestra sociedad envías de industrialización y ahora de globalización.Dentro de este marco estructural, el margen de par-ticipación de los movimientos sociales a través de losmedios de comunicación no ha sido monolítico; sinoque ha oscilado formando una gama de intervencio-nes desde lo cerrado, hasta lo abierto y varía de loscanales escritos, hasta los electrónicos. Así, encon-tramos que las vías a través de las cuales los movi-mientos sociales mexicanos han participado con ma-yor fuerza desde principios de siglo hasta la fechapara expresar sus intereses y demandas, se concen-tra con gran peso en los medios impresos y se cierracasi por completo en los canales electrónicos, parti-cularmente, audiovisuales.

De esta forma, la naturaleza social de los mediosde comunicación desde un principio ha quedado

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determinada por la presencia de un fuerte contextoeconómico y político que ha condicionado herméti-camente el uso social de los mismos por otros secto-res más amplios que no sean los propietarios o repre-sentantes del gran capital interno y transnacional enel país. Esta situación alcanzó su mayor esplendor enel caso de la televisión mexicana, tanto pública comoprivada, pues es el medio que más ha llegado a sermonopolizado por el poder nacional al grado de quea través del mismo se ha construido otro proyectocultural contrario al proyecto de los grandes gruposque sostienen nuestra nación.

Así, observamos que no obstante que en la actua-lidad la sociedad mexicana ya alcanzó los 110 millo-nes de habitantes y pese a que, en última instancia,los grupos básicos que sostienen a nuestra naciónson los que financian el funcionamiento de la televi-sión; confirmamos que la mayor parte de estos sec-tores básicos no tienen acceso para participar dentrode este medio de comunicación para exponer colec-tivamente sus necesidades e incorporarse a los pro-cesos de gestión pública del país vía esta tecnologíacultural.

En este sentido, constatamos, por ejemplo que lasorganizaciones campesinas, los sindicatos, los parti-dos políticos, los numerosos grupos indígenas, losmovimientos ecologistas, los sectores magisteriales,los organismos no gubernamentales, las iglesias, losproductores agropecuarios, la mayoría de las univer-sidades o centros de educación superior, los trans-portistas, los grupos de amas de casas, las asociacio-nes de padres de familia, los grupos de colonos, losestudiantes, los profesionales, no disponen de espa-cios en las pantallas para plantear y discutir sus pro-blemáticas particulares. Las únicas excepciones se dancuando alguno de estos sectores, por alguna circuns-tancia, se convierten en noticia y entonces son di-fundidos por los medios como las mercancías infor-mativas del momento y desaparecen cuando dejande ser novedosos, sin contar con ningún derecho ci-vil para participar en estos cuando ellos lo requieren.

Incluso este marginamiento llegó a tales extremoshistóricos que "pese a que el Congreso de la Uniónes el corazón político del país, pues los principalesasuntos públicos cruzan por éste y a que desde elorigen de la radio y la televisión el Estado mexicanocontó con suficientes recursos tecnológicos y espa-ciales para dotar de medios de comunicación pro-pios al Poder Legislativo; fue hasta el 28 de agostode 2000, es decir, setenta años después del surgi-miento de la radio y cincuenta años posteriores alnacimiento de la televisión en México, cuando elCongreso inauguró su propio Canal de Televisión.Durante todas estas décadas, la imagen pública delCongreso de la Unión fue construida desde las políti-cas privadas de los medios comerciales, y por lo tan-to, desde la tiranía del rating manejada por la lógicadel mercado; y no por otras dinámicas de articula-ción Estado-sociedad. Debido a ello, en muchos mo-mentos la imagen del Poder Legislativo fue elabora-da y transmitida con simples criterios de obtenciónde auditorios cautivos, mediante la espectacula-rización del Congreso y no desde las bases para laedificación de una ciudadanía mejor informada paradecidir sobre los asuntos y procesos públicos"5.

Por otra parte, por ejemplo, después de 72 añosde historia de la radio y de 51 de la televisión enMéxico, la ciudadanía no ha podido conquistar el de-recho elemental de Réplica en los medios de infor-mación y continúa siendo una sociedad receptora yno emisora de mensajes. Paradójicamente, mientrasen ese contexto los grupos sociales históricamenteno tuvieron acceso a la participación en los mediosde comunicación, la distribución desigual de accesoa los mismos, permitió que de marzo a junio de 2002,Televisa pudiera utilizar 3 canales del sistema Sky paratransmitir las 24 horas del día la programación com-pleta de la telebasura frívola, insustancial y vacía deBig Brother durante 3 meses y medio.

En este sentido, debido a que no se ha permitidola participación de los grandes grupos o entidadesfundamentales en los medios electrónicos, particu-

5"El Canal de Televisión delCongreso de la Unión y laTransformación de la Imagen delPoder Legislativo", Canal deTelevisión del Congreso de laUnión: La Visión del Diálogo, H.Cámara de Diputados, Palacio deSan Lázaro, México, D.F., 22 denoviembre del 2001., página 4.

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larmente en la televisión, tanto pública como priva-da, éstos continúan desvinculados del análisis siste-mático de los grandes obstáculos que impiden nues-tro desarrollo nacional y de la difusión constante delas posibles alternativas de solución para cada ramade nuestro crecimiento interno. Por ello, podemosdecir que los medios electrónicos, especialmente latelevisión, siguen funcionando como cerebro colec-tivo divorciado de las necesidades de nuestro cuerposocial, porque mientras vivimos cotidianamente unaprofunda crisis socioeconómica, que está por con-vertirse en severo conflicto político, la televisión nosorienta a pensar, prioritariamente, en el triple eje cul-tural del consumo, los deportes y las ideologías delespectáculo; y sólo ocasionalmente en los casos ex-tremos o de aperturas políticas coyunturales, nosconduce a reflexionar y sentir los problemas centra-les de nuestra sociedad. En una idea, la problemáticanacional no pasa sustantivamente por los medios elec-trónicos, lo cual ha provocado la existencia de unmodelo de funcionamiento esquizofrénico entre loque difunde e inculca la programación televisiva y lasnecesidades o realidades que viven cotidianamentelos grupos mayoritarios de la sociedad mexicana.

III. El modelo de comunicación para los jodidos

A partir de los grandes condicionantes históricosde control político aplicados al funcionamiento delos medios de información en México, se construyópor décadas en el país un modelo dominante de co-municación que se caracterizó por ser monopólico(Duopólico); vertical; concentrado; unidireccional;hermético; elitista; discrecional; autoritario; excluyentede los grandes grupos sociales; cancelador del Dere-cho a la Información; restrictor de la libertad de ex-presión e impulsor de la libertad de empresa; promo-tor de la difusión de la información y de la dinámicade la comunicación; negador de los derechoscomunicativos elementales de los ciudadanos; fo-mentador de la dinámica de mercado y no del servi-

cio público; promotor de una programación basadaen el cuádruple eje constituido por los espectáculos,el consumo, los deportes y la información light y noen el análisis y la discusión de los grandes problemasde la agenda nacional; finalmente, dio voz y partici-pación a una minoría y silencio u olvido para la ma-yoría social.

La presencia de este modelo de comunicación fueuna pieza estructural fundamental que colaboró deforma sustancial a conservar por más de 7 décadas alviejo régimen político en el país. Así, durante el sigloXX en México, el modelo de comunicación, el mode-lo de gobernabilidad vertical del Partido Revolucio-nario Institucional (PRI) y el modelo de antigua clasepolítica, vía complicidades, secrecías y canonjías, siem-pre fueron de la mano para conservar el sistema po-lítico autoritario más largo de la historia del Méxicomoderno.

Las consecuencias del impacto político, social y cul-tural de dicho modelo de información alcanzó su ma-yor claridad cuando el intelectual Carlos Monsivaisdeclaró en los años 80 que "en México, el verdaderoMinisterio de Educación era Televisa y no la Secretaríade Educación Pública (SEP) y que gracias a la progra-mación de la televisión mexicana ya habían nacidovarias generaciones de norteamericanos en México".Esta realidad obtuvo su cúlmen de expresión despóticacuando Don Emilio Azcárraga Milmo, Presidente y ac-cionista mayoritario de Televisa, expresó en 1993 que"estamos en el negocio del entretenimiento y de lainformación, y podemos educar, pero fundamental-mente entretener ... México es una clase modesta muyjodida, que no va a salir de jodida, por lo tanto, Televi-sa hacia televisión para los jodidos, pues México eraun país de jodidos ..." 6. De esta forma, durante mu-chos sexenios surgió en el país el Modelo de Comuni-cación Para los Jodidos cuya esencia, con distintosmatices, adaptaciones y características, fue el prototi-po informativo que, en mayor o menor grado, tam-bién siguieron y aplicaron las otras instituciones co-merciales de televisión en la República.

6"Televisa no está vinculada alpoder ni a la política", periódico ElNacional, México, D.F., 11 defebrero de 1993 y "Televisa y laClase Media", revista Proceso,México, D.F, 15 de febrero de1993, en: Aires de Familia. Culturay Sociedad en América Latina,XXVIII Premio Anagrama de Ensayo,Anagrama, México, D.F. 2000,páginas 217 y 218.

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A su vez, el Estado Mexicano de los últimos 40años aportó su cuota de cinismo, manipulación y pre-potencia para conservar dicho Modelo de Comuni-cación Para los Jodidos al no reglamentar durantetres décadas el Derecho a la Información, ni incorpo-rar ninguna de las miles de propuestas planteadas enlos foros populares, las consultas públicas y los espa-cios ciudadanos de discusión organizados por losgobiernos en turno para examinar y transformar elproyecto de comunicación de la República y crear losPlanes Sexenales de Desarrollo en esta materia. Entodos ellos, se concluyó con la frase célebre de "noencontrarle en términos comunicativos la cuadraturaal círculo" y en otros momentos argumentar que "re-glamentar el Derecho a la Información conllevaría másriesgos que beneficios".

En síntesis, podemos decir que al funcionar comoprimer poder, los medios se convirtieron en las ex-tensiones de punta del poder que los controla y noen la ampliación del poder de toda la sociedad quelos financió y que sólo recibió sus consecuenciasmediáticas por decenios. Los medios se transforma-ron en el monopolio del poder que generó unamediocracia que durante muchas décadas contribu-yó sustancialmente a producir un país de siervos obe-dientes y no pensantes y actuantes críticos.

De esta manera, la hermética estructura de con-trol de los medios ocasionó, cada vez más, que laspolíticas públicas, se elaboraran desde los criteriose intereses privados y no desde las dinámicas co-lectivas. En este sentido, en nuestro país las nece-sidades de la reproducción del gran capital y losmotivos del viejo poder fueron el marco desde dón-de se reprodujo cotidianamente lo colectivo y lopúblico. Así, abiertamente frente a nuestras nari-ces, durante varias décadas, el espacio público ge-nerado por los medios electrónicos se privatizó,transformando lentamente lo privado en público ylo público en privado, adquiriendo lo público lascaracterísticas de una mercancía regida por las le-yes del marketing.

Con la magna concentración de poder que logra-ron los canales de información en México, gradual-mente construyeron un Estado dentro del Estado tra-dicional que permitió que ampliaran sus concesionesde fuerza e influencia. Así, mientras la estructura de lacomunicación social se convirtió en el primer poderque vigila, juzga y fiscaliza todas las áreas del funcio-namiento de nuestra sociedad, especialmente del Es-tado-Gobierno; al mismo tiempo es el único poderautocrático que en la práctica política permanece sinser supervisado a fondo por el interés colectivo y cadavez más, se propuso la autorregulación como herra-mienta básica para el acotamiento de los medios y nola ley como reflejo elemental del interés social. Conello, se realizaron múltiples grados de impunidad des-de estos ante la ciudadanía sin que existan eficienteslímites contenedores que los acoten. De esta forma,durante décadas nos enfrentamos a la existencia deun cerebro colectivo, cada vez más privatizado,mercantilizado, desbocado y desvinculado del abor-damiento de los grandes problemas nacionales, quecontroló y dirigió al resto del cuerpo social.

Toda esta realidad histórica se fortaleció más apartir de los años 80 con la aplicación del modelo decomunicación-mercado que fomentó el proceso deapertura, modernización y globalización de México,ocasionando una grave crisis cultural, moral y espiri-tual de nuestra sociedad. De aquí, la importanciacentral de efectuar una profunda Reforma del Esta-do en materia de comunicación y cultura colectivaque permita que el funcionamiento público de lasindustrias culturales se encuentre ética y responsa-blemente orientado y supervisado por el Estado y lasociedad civil mexicana y no sólo por las dinámicasde acumulación que señala la lógica del mercado.

IV. Los intentos de cambio para la Reformadel Estado

No obstante que los medios de información se hanconvertido en el primer poder y que por décadas ha

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prevalecido un modelo de comunicación cerrado yvertical, en términos legales su operación ha queda-do enorme e históricamente descuidada por el Esta-do mexicano y la sociedad civil. Así, durante variasdécadas se abandonaron su comportamiento a unfuncionamiento, por un lado, autocrático, espontá-neo e incluso caprichoso de los intereses de los gran-des propietarios que los operan; por otro a los intere-ses cíclicos de los grupos de poder en turno; y final-mente, a la dinámica de la "Mano Invisible" de losvoraces principios de la acumulación mercado, sin unacuidadosa legislación actualizada que normatice di-cha operación en favor de los intereses de los gran-des grupos sociales.

Cuando más, en este descuido, Estado Mexicanodelimitó a nivel constitucional una vaga normatividadpara la operación de estos medios, pero sin actualizarlaa los grandes desafíos tecnológicos, políticos y especial-mente sociales de la sociedad mexicana de finales delsiglo XX. Esto colocó internacionalmente a México como"uno de los siete países con el marco jurídico más atra-sado en materia de comunicación, solo equiparable aLibia, Irak, Katar, y Cuba; y por debajo de naciones comoParaguay, Colombia y Guatemala"7.

Por ejemplo, la Ley de Imprenta data de 1917cuando fue promulgada por el entonces presidenteVenustiano Carranza en un marco de conflicto socialposrevolucionario y conlleva un espíritu represivohacia la libertad de expresión. Por otra parte, pese aque la radio empieza a funcionar desde la década delos años 30 y la televisión desde los años 50, la LeyFederal de Radio y Televisión se creó hasta el 19de enero de 1960 con el gobierno del PresidenteAdolfo López Mateos y quedó atravesada por el viciode la discresionalidad política, especialmente presi-dencial, para ejercer los procesos informativos. Deigual forma, el Reglamento de la Ley Federal de Ra-dio y Televisión y de la Ley de la Industria Cine-matográfica Relativo al Contenido de las Trans-misiones en Radio y Televisión, se aplican hasta el4 de abril de 1973.

De esta forma, las precarias, vacías, contradicto-rias y obsoletas bases jurídicas en materia de comu-nicación social con que cuenta la Constitución Políti-ca mexicana al final del siglo XX, debilitaron la es-tructura y frontera del Estado mexicano y de la cultu-ra nacional. Con ello, se desprotegió los derechos dela población mexicana y se benefició a la estructuradel poder monopólico y transnacional en el país.

Sin embargo, no obstante la herencia de estemarco de retrazo legislativo y del modelo dominan-te, la sociedad mexicana despertó desorganizada yaisladamente demandando cambios sustanciales enla estructura de la comunicación nacional a lo largode diversos años. Así, durante los años 60 la socie-dad civil solicitó la instauración de claras políticas decomunicación en el país. En los 70 los principales gru-pos sociales de la República pidieron reiteradamentedurante más de 10 años el establecimiento del Dere-cho a la Información y su respectiva reglamentaciónconstitucional. En 1983 la Consulta Popular sobreMedios de Comunicación organizada por la Secreta-ria de gobernación exigió por parte de más de 3 milsectores la reforma profunda del sistema de televi-sión. A lo largo del sexenio 1994-2000 numerosasorganizaciones políticas, culturales, académicas y ci-viles solicitaron subrayadamente la democratizaciónde estos, a través de distintas consultas públicas yacuerdos políticos sobre comunicación y cultura.

Dentro de este marco histórico, con el fin de in-tentar actualizar dicha normatividad y modernizar lareforma del Estado en materia de comunicación so-cial, a finales del siglo XX, de 1994 al año 2000, elviejo gobierno y algunos sectores de la dirigencia pri-vada mexicana en turno, organizaron en diversosmomentos distintas consultas públicas y acuerdospolíticos sobre comunicación y cultura. La presenciade éstos en los espacios de participación social per-mitieron la exposición pública de múltiples diagnós-ticos y propuestas de todos los sectores sociales parala transformación del programa de comunicación ycultura del Estado mexicano. Así, a lo largo de la ce-

7"México, entre los siete países conlas leyes más atrasadas en materiade comunicación", El Financiero 24de abril de 1998.

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lebración de los 11 eventos públicos nacionales parala discusión del proyecto de comunicación colectivadel país, se presentaron en conjunto más de 15.349diagnósticos y propuestas de todos los sectores de lasociedad civil, política, gubernamental, empresarial yestatal de la República Mexicana para la transforma-ción del Estado en materia de información colectiva.

Dichas propuestas oscilaron desde la instauracióndel derecho de réplica en los medios, la formacióndel Código de Ética Periodística, la creación de la fi-gura del Ombudsman de la Comunicación Colectiva,el aprovechamiento democrático del 12.5 % del tiem-po oficial en los medios, prohibir la existencia demonopolios comunicativos, suprimir los mecanismosdirectos y velados de censura, los procesos deautorregulación empresarial; hasta la revisión del otor-gamiento de las concesiones, la apertura de los es-pacios comunicativos para la participación de la so-ciedad civil, la creación de un Consejo Nacional deMedios de Comunicación, la modificación total de laactual normatividad en materia de comunicación so-cial, la ampliación de la red de medios culturales, elfortalecimiento de los medios de servicio público, etc.

Sin embargo, pese a la enorme cantidad de partici-paciones ciudadanas para intentar transformar el sis-tema de comunicación nacional, se demostró que losdiagnósticos, las demandas e iniciativas fundamenta-les de políticas de comunicación que presentó la so-ciedad mexicana para la transformación del Estadonacional, vía los Foros, los Seminarios y las ConsultasPúblicas, han sido negadas, menospreciadas, desco-nocidas y marginadas por la esfera del poder. Con ello,una vez mas, vuelve a surgir la profunda desilusión ydesencanto de la sociedad civil para considerar quelos espacios de "apertura" que ha creado el Estadosean los conductos viables para la transformación delos medios de comunicación nacionales.

De esta forma, ninguno de los reclamos básicosde la sociedad civil fueron contemplados en el pro-yecto comunicativo del mercado y del poder al finaldel siglo XX. Con ello, el Estado desconoció perma-

nentemente que en la sociedad de final de mileniolos medios de información colectivos son la base deexistencia de lo público, y que por consiguiente, di-chas instituciones deben ser normadas por la socie-dad en su conjunto, y no sólo por los intereses feni-cios del mercado o los ambiciosos e ilimitados intere-ses del poder.

Ante ello, podemos decir que todos estos espa-cios públicos e iniciativas generadas por el antiguogobierno modernizador de finales del siglo XX, másque servir para el enriquecimiento y la ampliación delas políticas de comunicación de un proyecto de cre-cimiento democrático y humanizador, operaron comoun sistema de legitimación de los intereses verticalesdel Estado y del poder en este terreno. En este senti-do, una vez más, la comunidad nacional vivió unagran estrategia gubernamental de burla y manipula-ción social para reforzar el proyecto autoritario delEstado y del poder en materia de información colec-tiva, con lo que se acrecentó el desencanto y la frus-tración de la sociedad civil para creer en el Estadocomo una plataforma desde la cual se pueda trans-formar el sistema de medios de difusión.

Así, a principios del nuevo milenio se volvió a re-petir la misma historia de petrificación y antide-mocracia del Estado mexicano en materia de comu-nicación social que la sociedad mexicana ha vividodesde la década de los años 70. Hay que recordarque el resultado de todas las consultas popularesdesde 1970 a la fecha siempre concluyeron por par-te de las autoridades con el mismo resultado de "noencontrarle la cuadratura al círculo", y por lo tanto,no transformar el actual marco normativo de la co-municación social, permitiendo que en México con-tinúe gobernando el mismo orden cerrado, viciado,discrecional desigual, frívolo e impune de los proce-sos comunicativos.

De esta forma, constatamos que los gobiernos delviejo régimen tuvieron voluntad política para realizarla reforma económica, la reforma moral, la reformaadministrativa, la reforma fiscal, la reforma educati-

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va y la reforma jurídica, pero sus intereses de poderevitaron ejecutar la modificación más importante detodas ellas: la reforma mental del país, a través de latransformación del funcionamiento de los medioselectrónicos de comunicación nacionales. Esto es, noobstante que en el pasado se dieron varios intentosde cambio del modelo de comunicación nacional; elEstado Mexicano se interesó por enfrentar, en mayoro en menor medida, el problema de la inflación, elconflicto del adelgazamiento del aparato guberna-mental, el lastre del pago de intereses por los présta-mos extranjeros, el obstáculo de la concentración in-dustrial, el saneamiento de las empresas públicas, laampliación de la salud social, el fortalecimiento denuestra política exterior, la modernización del abas-to, la planeación urbana, la firma del Tratado de Li-bre Comercio, etc., y no corrigió las grandes desvia-ciones culturales que se produjeron por la actual ope-ración de los canales de información, especialmentede la televisión.

Ello demostró, que el problema de la transforma-ción comunicativa del país es una realidad más álgidaque la del pago de nuestra monumental deuda exter-na, porque lo que se produce a través de la modifica-ción de ésta, en última instancia, es la liberación de laconciencia de los seres humanos que mueve los órde-nes establecidos por el poder. Esta realidad reflejó que,en el campo de la comunicación y la cultura, al con-cluir el siglo XX, continuamos ante un Estado feudalposmoderno, sordo, insensible y prepotente que nocomprende los latidos del corazón del México Profun-do que demanda democracia, apertura, participación,pluralismo, multiculturalidad y democracia en materiade comunicación social. Estado Feudal mexicano quecomo en la Edad Media, vía el rígido control de losmedios de comunicación públicos, no permite la par-ticipación de los grandes grupos en los procesos masi-vos de construcción de la conciencia social.

De esta manera, gracias a la confianza inicial quele otorgó la sociedad mexicana al Estado para que elespacio radioeléctrico fuera concesionado a sectores

privados para su explotación, como un bien público,propiedad de la nación y a las deformaciones históri-cas que de este proceso se han realizado; los mediosalcanzaron la concentración de un enorme podereconómico, político e ideológico por encima de lavoluntad de la sociedad y el Estado; y se transforma-ron en un poder casi autónomo que tiende a funcio-nar al margen de las normatividades colectivas. Así,casi se han convertido en reyes autocráticos que seoponen a someterse a la supervisión de la voluntadde la comunidad nacional. Bajo esta perspectiva,podemos afirmar que las débiles, vagas, contradicto-rias y anacrónicas bases legales en materia de comu-nicación social con que cuenta la Constitución Políti-ca mexicana al principio del siglo XXI, han privilegia-do los intereses de la vieja estructura de informaciónde poder feudal por sobre los fundamentos jurídicosy el Estado de Derecho comunicativo de la naciónque permitan construir las bases de la nueva Repú-blica y fortalecer la democracia.

Incluso, la rigidez y negativa histórica del Estadomexicano para no transformar la estructura de me-dios de comunicación nacionales, fue tal, que en losúltimos años, en términos generales, en la décadade los noventa, la transición a la democracia se dio apesar y en contra del sistema establecido de medioselectrónicos de comunicación dominantes. No fuesino hasta que el despertar abrupto del proceso dedemocratización nacional empezó a rebasar a las es-tructuras de dirección de la gobernabilidad tradi-cional y de los partidos políticos, cuando los canalesde difusión retomaron esta dinámica, pero no parafortalecerla centralmente como un derecho ciudada-no elemental y universal; sino para incorporar la críti-ca pública al Estado y otros sectores decadentes comoforma de venta de una mercancía mediática moder-na para incrementar su rating de penetración social yadaptarse a las nuevas condiciones de la dinámicaexitosa del mercado: el comercio de la crítica coyun-tural mediática y no la construcción de la democraciade largo plazo.

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Debemos tener presente que la construcción de lademocracia no se puede alcanzar sin la profunda de-mocratización de los medios de información: democra-cia social es sinónimo de apertura y pluralidad de loscanales de información. Por consiguiente, un Estadomoderno tiene que generar una sociedad permanentey ampliamente informada sobre sus problemas funda-mentales y no sobre las simples "frivolidades moder-nizantes" que crea el ciclo de la moda occidental o lascurvas del rating. De lo contrario, la falta de informa-ción pública sobre los grandes problemas comunitarioso nacionales, tarde o temprano, produce gigantescosatrasos y conflictos sociales estructurales que se conver-tirán en obstáculos para el crecimiento. Por ello, ahoraes necesario generar la otra historia de la comunicaciónnacional mediante la reforma del Estado que permita lacreación de otro modelo de comunicación social quesupere el viejo esquema de información que histórica-mente asfixió y marginó a la mayoría nacional, pueséste ya no permite el avance del país.

Con la autorización deliberada de estas omisio-nes político-legales en la década de los 90 el Estadomexicano permitió, una vez más, que los voraces in-tereses del capital y del poder que permanentemen-te construyen en nuestro país una cultura salvaje yde la desmovilización social vía el funcionamiento li-bertino de los medios de comunicación, sean prote-gidos por el actual marco normativo de las industriasculturales. Así, cada vez más, la dinámica de las leyesdel mercado rebasan los intereses colectivos de nues-tro Estado Nación para fortalecer el proyecto de de-sarrollo equilibrado y promueven la realización de lasbárbaras leyes del capital en el campo de la cultura yla conciencia social.

El conjunto de estos indicadores políticos reflejanque al comenzar el siglo XXI el proyecto de comuni-cación colectivo de la sociedad mexicana inicia su vidaatravesado por cinco grandes fuerzas estructuralesque definen la naturaleza de éste:

En primer término, la sociedad mexicana arrancael milenio con una aceleradísima revolución tecnoló-

gica en el terreno informativo que perfecciona deforma muy veloz las capacidades de penetración ypersuasión de las industrias culturales, especialmen-te de las electrónicas, con el incremento paralelo desu poder hipnótico sobre la conciencia colectiva.

En segundo término, la comunidad nacional prin-cipió el siglo con un Estado débil en el terreno de laspolíticas de información, pues renunció a ejercer sufunción rectora en el campo de la comunicación co-lectiva para dejar su rectoría en manos de las fuerzasdel mercado que sólo protegen los intereses del grancapital en este área. En este sentido, el Estado mexi-cano a través de su postura de la autorregulacióninformativa optó por defender los intereses del pro-yecto de super concentración de riqueza y no losderechos y garantías individuales mas elementales quelos ciudadanos han demandado desde los años 60.

En tercer término, la estructura mental de nuestracomunidad nacional comienza el milenio profunda-mente atravesada por un proyecto muy fuerte decultura, comunicación, y espiritualidad colectiva con-ducido por las voraces fuerzas del mercado que fo-mentan la dinámica del Dejar Hacer y Dejar PasarCultural a costa de los que sea y sin restricción algu-na (Modelo de Información Para los Jodidos); y quees ampliamente protegido por las ideologías y losvalores de plástico que ha introducido la moderni-dad con la anuencia de los gobiernos nacionales enturno.

En cuarto término, el conjunto de los partidospolíticos mantienen una posición de despreocupa-ción e irresponsabilidad por el problema de las políti-cas nacionales de comunicación, salvo en los momen-tos electorales que pelean desesperadamente el es-pacio y tiempo de exposición de sus candidatos enlos medios para ganar votos o en coyunturas políti-cas críticas muy especiales donde estén obligados alegitimarse u obtener simpatías ante la opinión pú-blica. El resto del año o del ciclo político ignoran estarealidad vertebral para construir la conciencia colec-tiva en el país.

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Y finalmente, en quinto término, aunque existen cadavez más brotes importantes de iniciativas aisladas en lasociedad civil, el cerebro de la sociedad mexicana que-da debilitado grandemente por la ausencia de un pro-yecto público orgánico de transformación y uso demo-crático de los medios de comunicación para el desarro-llo equilibrado de la nación, y sin sólidas fuerzas o fren-tes sociales reales que permitan su surgimiento desdela ciudadanía organizada. En el ámbito de la comunica-ción se vive el mayor nivel de hipnotización mental quese da en todos los órdenes sociales y que impide el des-pertar colectivo organizado para transformar la estruc-tura de comunicación nacional.

Por ello, en este nuevo período histórico de tran-sición pacífica a la democracia, ahora es crucial quela sociedad mexicana replante qué hacer en térmi-nos políticos para crear otro proyecto colectivo decomunicación social que permita el avance de la cons-trucción de la democracia y sobrevivencia nacional.

V. La transición política a la democracia y la reformacomunicacional del Estado mexicano

El desarrollo desigual seguido por la sociedadmexicana durante el siglo XX gestó gradualmente, alo largo de varias décadas, fuertes contradiccionesestructurales que produjeron muchas tensiones so-ciales que exigieron colectivamente respuestas y sali-das históricas correctivas. Así, esta situación generóun largo proceso de despertar y transformación pro-funda de grupos sociales que adquirieron forma conel Movimiento Estudiantil de 1968, el despertar civilcon el terremoto de 1975, el movimiento de protes-ta social generado con las elecciones frustradas delcardenismo en 1988, el levantamiento zapatista del1 de enero de 1994, la autonomía del Instituto Fede-ral Electoral en 1996 y finalmente, cristalizó con laselecciones democráticas del 2 de julio de 2000 don-de el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fuesubstituido, después de 70 años en el poder, por elPartido Acción Nacional (PAN).

Con todo ello, se produjo lentamente un procesopacífico de transición a la democracia que desembo-có en la exigencia de abandonar radicalmente el vie-jo régimen político. Clamor colectivo de la comuni-dad nacional que no sólo demandó la transforma-ción del orden económico, político, financiero, elec-toral, laboral, urbano, burocrático, etc. de la Repú-blica; sino también el cambio profundo de las estruc-turas comunicativas. Es decir, con este cambio de di-rección política la comunidad nacional también eli-gió la vía de construir otro modelo de comunicaciónque supere el viejo Modelo de Información Para losJodidos y permita la creación de un Nuevo Orden Co-municativo nacional que rescate los derechos de co-municación básicos de la ciudadanía, que posibilitela participación comunicativa de los grandes grupossociales y que aporte nuevos equilibrios informativospara la sobrevivencia social .

Por ello, la transformación del sistema políticomexicano que se dio después de 70 años con la tran-sición pacífica a la democracia, ahora requiere parasu consolidación, no sólo la modificación de las ar-caicas estructuras de la gobernabilidad del viejo Es-tado que operaron durante mucho tiempo hasta lle-varnos al caos social; sino que además exige la modi-ficación del actual sistema cerrado, vertical, viciado yautoritario de comunicación nacional, que dominóen las últimas décadas. Esto es, el proceso de cons-trucción de la democracia en México no se puedealcanzar sin la profunda democratización de los me-dios de información colectivos: Democracia social essinónimo de apertura y pluralidad de los canales deinformación, por consiguiente, no puede existir de-mocracia, si no existen sistemas de comunicacióndemocráticos.

En la actualidad, no puede edificarse un gobiernomoderno y avanzado, sin la transformación demo-crática e integral de sus instituciones de cultura ymedios de comunicación colectivos, ya que es a tra-vés de ellos, como se realiza cotidianamente la prin-cipal forma de conducción, organización y participa-

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ción colectiva en comunidad. Es desde la democrati-zación del sistema mediático como se puede recons-truir de manera principal el tejido democrático yparticipativo de la sociedad.

Si los medios son concesiones que la sociedad leentrega al Estado como rector de lo público para quelas supervise en base al bien común, y éste las entre-ga a concesionarios bajo esta perspectiva, es razónde Estado que éste las vigile para que sirvan para elcrecimiento de la sociedad y no para su estancamien-to. En este sentido, para lograr la transición pacíficaa la democracia en México, hoy es indispensable su-perar la herencia del viejo modelo de comunicación ymediante la reforma del Estado, generar la otra his-toria de la comunicación nacional que permita la crea-ción de otro modelo de comunicación social que su-pere el viejo esquema de información que histórica-mente marginó y asfixió a la mayoría nacional y per-mita el rescate del México profundo y la expresión desu infinita pluralidad multicultural: El viejo Modelode Comunicación Para los Jodidos es un lastre funda-mental que impide el crecimiento y avance de la so-ciedad mexicana. Hoy, es la hora de construir el nue-vo México comunicativo, ciudadano y no frívolo.

El mecanismo central para elaborar un nuevomodelo de comunicación nacional y democratizar alos medios de información, pasa necesariamente porla realización de la reforma integral del Estado mexi-cano. Por ello, para reformar al Estado en materia decomunicación, ciudadanizar los medios de informa-ción en México y dar, a través de éstos, algunas sali-das de participación a los grandes grupos sociales; esindispensable modificar el viejo pacto social de co-municación unilateral, hermético, obsoleto y discre-cional que existió entre el Estado mexicano y los con-cesionarios de los medios de comunicación y que sir-vió de base para consolidar durante tres cuartas par-tes del siglo XX al decadente régimen político ante-rior. Ahora, es necesario construir, mediante la refor-ma del Estado, una nueva relación trilateral (Estado,concesionarios y sociedad) de naturaleza abierta,

democrática, plural, equilibrada e incluyente quepermita que los ciudadanos participen colectivamen-te, mediante éstos, para contribuir a enriquecer elespacio público (espectro político-cultural) de nues-tra nación y que permita crear una cultura civilizatoriasuperior que nos permita sobrevivir pacífica y huma-namente en nuestro país.

Para avanzar en la reforma del Estado el gobiernoy la sociedad civil deben edificar otro orden de co-municación a través de la creación de un nuevo mo-delo de comunicación nacional que permita la parti-cipación social de los grandes grupos y aporte nue-vos equilibrios para la sobrevivencia social. Dichomodelo de comunicación se debe caracterizar por serdemocrático y no autoritario; plural y no excluyente;transparente y no discrecional; regional y no concen-trado; multidireccional y no vertical; que construyaesfera pública y no sólo zonas de acción privadas;promotor del Derecho a la Información y no sólofomentador de la conquista de nuevos auditorios; quepromueva los procesos de comunicación y no sólode información; que genere una sociedad emisora yno sólo receptora de mensajes; que aplique el dere-cho de réplica y no la manipulación de la informa-ción; que respalde la libertad de información y nosólo la libertad de empresa; que incluya las figurasjurídicas de Ombudsman y no sólo los voluntarismostemperamentales de los conductores; que respete ladignidad de las personas, su honor, su honra y suintimidad y que no utilice a los individuos para exhi-birlos como mercancías para obtener más rating,como fue el caso de los talk shows o Big Brother;que forme ciudadanos y no sólo espectadores o con-sumidores consuetudinarios; que permita la expre-sión de todos los sectores fundamentales de nuestrasociedad y no sólo de un grupo privilegiado; que pro-mueva el pensamiento, la discusión y la crítica y no lafrívola cultura light; que sea independiente e inclusocontestatario al poder y no que refuerce el status quode la dominación; que cree un nuevo estado de de-recho comunicacional para todos y no sólo relacio-

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nes privilegiadas de influencias informativas, que des-taque el servicio público y no sólo la dinámica demercado; que mantenga una responsabilidad socialy no una conducta de oportunismo informativo; quesea multiétnico y multicultural y no elitista; que con-vierta a los medios en medios y no en fines, etc., enuna idea, que construya democracia, ciudadanía ynuevas bases civilizatorias para sobrevivir y no merosespectáculos o fugas de la realidad.

La transformación de la estructura de informaciónnacional para la creación de un nuevo modelo decomunicación global, es un proceso muy complejoque requiere la participación no sólo del Estado, sinode muchos otros sectores de la sociedad en diversosplanos de acción. Por ello, para avanzar en la refor-ma del Estado mexicano en materia de información yconstruir una Nueva Política de Comunicación Na-cional se deben edificar, como mínimo, los siguien-tes cimientos en el plano legislativo, político y acadé-mico que contribuyan a refundar comunicacional-mente al Estado Mexicano:

1. Para vivir con paz, democracia y justicia, la so-ciedad mexicana del siglo XXI requiere construir nue-vas bases civilizatorias que nos permitan vivir conequilibrios menos costosos que los derivados del con-trol, la exclusión y la represión. Uno de estos nuevoscimientos es la edificación de un Nuevo Orden Co-municativo Nacional que supere el viejo Modelo deInformación para los Jodidos que no le da viabilidadal país, pues es un proyecto excluyente y no inclu-yente de las mayorías sociales y evita la maduración yel avance de nuestra sociedad.

2. Para construir el Nuevo Orden Comunicativo,es necesario que el Estado rescate su función rectoraen el campo de la comunicación que ha abandonadoo renunciado a ejercer desde hace algunas décadas,para delegarla a las fuerzas del mercado o a los gran-des intereses políticos y privados. Ahora, se requierearmar un nuevo proyecto de comunicación nacionalbasado en la participación de las comunidades queequilibre la dinámica salvaje que han alcanzado las

fuerzas del mercado en el terreno de la cultura y lainformación.

3. La forma para concretizar este Nuevo OrdenComunicativo será a través de la elaboración de unmoderno marco normativo que delimite las vías equi-libradas para que el espacio público que construyanlos medios sea de naturaleza abierta y no cerrada;competitiva y no monopólica. Por consiguiente, re-tomar la reflexión y discusión sobre la reforma de losmedios electrónicos, ya no será hablar sólo de con-vergencia tecnológica, concesiones y permisos, pro-gramación, tiempos oficiales, nuevas tecnologías, se-guridad jurídica, etc; sino que, en última instancia,debido a su gran penetración, su enorme versatili-dad informativa, su gran cobertura, su centralidadcultural, su rapidez de difusión, su revolución tecno-lógica y su creciente peso educativo, será abordar lasprincipales infraestructuras de construcción de la cul-tura, la educación y el espíritu cotidiano de nuestranación.

4. La esencia del contenido de este nuevo marconormativo sobre radio y televisión debe reflejar elestablecimiento de otro pacto social fundacional decomunicación más justo y equilibrado entre Estado,concesionarios y sociedad, que, al mismo tiempo queofrezca certidumbre jurídica a los propietarios,normatividades justas y posibilidades de crecimientode sus empresas; también mantenga como ejes polí-tico-axiológicos, por una parte, el reconocimiento delos derechos o garantías sociales mínimos que le co-rresponden a los públicos o receptores en los proce-sos de comunicación colectiva, que han sido desco-nocidos desde el origen de la radio y televisión; y porotra, la responsabilidad social que le compete a lospropietarios ante los mismos: La transición a la de-mocracia en México implica obligatoriamente el re-conocimiento de los derechos ciudadanos de comu-nicación.

5. El árbol filosófico y jurídico de esta nueva trans-formación normativa debe centrarse en el Derecho ala Información como herramienta y cemento unifica-

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dor de este nuevo pacto social. Dicho cuerpo norma-tivo debe abarcar por lo menos el derecho de accesoa la información, así como el derecho a comunicarque le corresponde como derecho universal a la po-blación para transformarlos de ser meros habitantesde territorios a convertirse en ciudadanos dotadoscon mecanismos comunicativos para participar.

6. Por el lugar central que ocupan las industriasculturales en la construcción del espacio público, es-tos se han convertido en herramientas fundamenta-les para consolidar o no, el equilibrio social. Por ello,es necesario crear los cuerpos jurídicos que reconoz-can y posibiliten como derecho social básico de laciudadanía, el acceso organizado a los medios elec-trónicos de información, que es una garantía que hasido negada por el Estado. Con ello, se propiciará elsurgimiento de la sociedad emisora y ya no sólo re-ceptora de mensajes.

7. Debido a que el espacio radioeléctrico es pro-piedad y patrimonio de la nación, en este nuevomarco legal, es imperativo elevar a rango constitu-cional el que los medios de comunicación sean con-siderados como un bien público y limitado cuyo otor-gamiento y uso debe ser supervisado por el Estado; yla información debe ser contemplada como un bieny un derecho público al cual han de acceder y ejercertodos los mexicanos y no sólo como una mercancíailimitada regulada por las leyes del mercado o los in-tereses políticos coyunturales. Sin acceso a la infor-mación, no existe desarrollo; y sin acceso a la prácti-ca de la comunicación por los grandes grupos socia-les, no hay democracia.

8. Se requiere que el Poder Legislativo limite cons-titucionalmente las facultades discrecionales del Po-der Ejecutivo en el campo de la comunicación colec-tiva, para crear un marco normativo claro y equilibra-do, especialmente en el otorgamiento y renovaciónde las concesiones. En este sentido, es indispensableque se discuta en el Congreso de la Unión los crite-rios de renovación y supervisión de las concesionesde radio y televisión para los próximos años y que

este proceso no sólo dependa de la Secretaría deComunicaciones y Transportes.

9. Es necesario garantizar el Derecho de Réplicaen todos los medios de comunicación como una ga-rantía constitucional elemental de todos los ciudada-nos8.

10. Es importante que se cree la figura del Om-budsman de la comunicación, para analizar impar-cialmente los conflictos de intereses que se dan eneste terreno.

11. Mientras se logran las transformaciones pro-fundas de largo plazo, es importante que se cree lafigura del Ombudsman de la comunicación, paraanalizar imparcialmente los conflictos de intereses quese dan en los diversos terrenos de esta materia entreemisores y receptores de cada medio.

12. Es imperativo que el Estado fortalezca y am-plíe el esquema de medios de comunicación de ser-vicio público para cumplir con su función de rectornacional y equilibrar el funcionamiento desbocadodel modelo de comunicación de mercado.

13. El Estado debe abrir la participación de la so-ciedad civil organizada en los tiempos oficiales deradio y televisión ya que son espacios que se otorganpara que este los administre en base al bien común yno sólo para el reforzamiento de la imagen del apa-rato gubernamental.

De no avanzar sobre este horizonte de renova-ción en los próximos años, encontraremos que enplena fase de modernización nacional con el arribode la modernización, los tratados de libre comercio yla expansión de la globalización, se habrán modifica-do las estructuras económicas, políticas, jurídicas,tecnológicas, productivas, etc. de nuestra sociedad;pero no se habrán transformado las estructuras men-tales profundas que, en última instancia, son las quesostienen y le dan vida a nuestra comunidad. Bajoestas circunstancias la sociedad mexicana estará avan-zando con los "ojos vendados" por un precipicio muypeligroso y dentro de algunos años veremos y sufri-remos las consecuencias devastadoras que habrá

8 "Asociación Mexicana de Derechoa la Información", Objetivoscentrales, Documento Base,México, D.F. enero de 2000,páginas 5 y 6.

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dejado sobre nuestra conciencia y comportamientoscolectivos la presencia del funcionamiento desre-gulado de la lógica salvaje de mercado en el terrenocultural y espiritual de nuestro país.

Por todo ello, en el nuevo gobierno de transiciónpolítica a la democracia es necesario repensar qué haceren términos políticos para crear otro proyecto colecti-vo de democratización de la comunicación social quepermita que los medios de información se orientenhacia el desarrollo de nuestra conciencia para resolvernuestros conflictos de crecimiento; pues el proceso dela globalización mundial nos lleva a la creación de unnuevo orden cultural que modifica los contenidos ylas fronteras ideológicas del Estado nacional. De noefectuar ésto, el alma cultural de nuestra sociedadcorrerá el gran riesgo de quedar sepultada por losnuevos espejismos de la modernidad y sus derivadossimbólicos parasitarios de esta nueva fase del desarro-llo de la sociedad capitalista internacional.

Debemos reconocer, que la Reforma del Estado enmateria de comunicación, no es una reforma jurídicamas para modernizar al Estado mexicano; sino quepor su naturaleza vertebral que cruza todos los ámbi-tos de la vida comunitaria y cotidiana, es la reformamas importante de la sociedad mexicana de principiosdel siglo XXI, pues es a partir de esta renovación comose determinarán las vías que modificarán o no, los pro-cesos para construir la conciencia colectiva nacionalde principios de milenio. De ello dependerá si se creanlas bases político-sociales para generar una concienciapara el avance de la República o para su retrocesomental, social y civilizatorio en el nuevo siglo.

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Entrevista

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El humo de su enésimo cigarrillo dibujafiguras indescifrables al amparo de la

luz que regala el sol en este mediodía de oto-ño y que se cuela por la ventana apenas en-treabierta del bar e inunda la mesa que JuanGelman eligió, para poder ver la calle. Desdeallí hace valer sus ideas y desvelos siempreempecinados en chocar contra los totalitaris-mos y la falta de libertad.

De él se ha dicho que es el mayor poetacontemporáneo con vida de la Argentina perosentado, frente a mí, apenas parece un viejomilitante setentitsta al que, por cierto, no sele han extinguido ni las mañas ni, muchomenos, las pasiones. Es que, como su poesía,Gelman, de 72 años, habla con simpleza y sinrodeos. Quizá por vicio profesional, elige concuidado cada una de sus palabras y antes deafirmar algo sobre lo que no está seguro pre-fiere dejar planteado un interrogante.

De México, donde reside desde 1988, lle-gó exclusivamente para recibir el premioRodolfo Walsh, otorgado por la Facultad dePeriodismo y Comunicación Social de la Uni-versidad Nacional de La Plata, por su trayec-toria periodística, una actividad que lo ocu-pa, en forma ininterrumpida, desde hace 46años.

"Empecé en el periodismo a los 26. Siem-pre me pareció algo natural porque es un ofi-cio en el que hay que manejar la palabra, quede chico ya era mi vocación. Desde entoncesno he dejado de ejercerlo", cuenta Gelman,que en 2000 obtuvo el premio Juan Rulfo quedistingue a escritores de América Latina y elCaribe y en 1997 fue galardonado con el Pre-mio Nacional de Poesía.

- Aquel era un periodismo militante,comprometido con determinadas ideaspolíticas...

- Sí. Sin embargo, los años del periodismomilitante fueron los menos. En 1956 trabajabaen Nuestra Palabra que era un semanario delPartido Comunista (PC) que se imprimía clan-destinamente en Rosario. Luego pasé por otroórgano del partido que fue La Hora y, más tar-de, fui corresponsal de la agencia noticiosaNueva China, hasta que, en 1964 entré en Con-firmado. Después vinieron Panorama, Crisis ylos diarios La Opinión y Noticias; ahora, miscolaboraciones para Página/12. En Confirma-do yo hacía la sección libros, en Panorama eraresponsable de noticias internacionales. En elperiodismo comercial siempre estuve en esassecciones que tienen menos vigilancia que

Por Pablo Morosi

Juan Gelman habla de periodismo

"El gran desafío es luchar contra la fragmentación informativa"

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aquellas en las que se publican los avisos co-merciales, donde no había tanta incidencia deldepartamento de publicidad y de la línea polí-tica del medio. Creo que en el periodismo hayuna cosa que es el oficio, y eso es igual en cual-quier medio, lo que sí se pone en los mediosligados a la militancia es el cuerpo de uno.Rodolfo Walsh, que debe ser un verdaderoejemplo para cualquier periodista, lo hizo fue-ra de toda organicidad respecto de una fuerzapolítica. Así que la participación política tam-poco es una condición ineluctable para hacerperiodismo de investigación e intentardesnundar los resortes del poder.

- ¿Por qué cree que Walsh debe ser to-mado como ejemplo por los periodistas?

- Primero porque él siempre buscó la ver-dad y lo hizo investigando y escribiendo conmucho rigor y gran capacidad. Además, nun-ca contrarió lo que escribió como periodistaen ningún otro ámbito de su vida. Fue cohe-rente como escritor, como militante, comoperiodista, pero, ante todo como hombre. Sutrabajo en Operación Masacre es excepcio-nal y se adelantó en años a lo que TrumanCapote intentó con menos eficacia en A san-gre fría.

- ¿Cómo entiende usted la idea del com-promiso?

- Hay una frase de Paul Eluard que se refie-re al compromiso del poeta con su tiempo.Entonces se había producido la guerra deCorea y todos sus grandes poetas compañe-ros como Aragón y otros, que pertenecían alPC francés, habían escrito poemas contra elimperialismo y él también era un poeta ligadoal PC y entonces le dijeron por qué no escribíasobre la guerra y dijo que solamente escribopoemas "comprometidos cuando las circuns-tancias del exterior coinciden con las del co-razón". Esto llevado al periodismo es igual.

Noticias

En 1974 Juan Gelman fue secretario de re-dacción del diario Noticias, un emprendimien-to financiado por la organización Montonerosque llegó a imprimir más de cin mil ejemplares.

"Desde el punto de vista técnico, de la po-sibilidad de imprimir el diario era una cosa dis-paratada, pero era lo único que podíamoshacer. La redacción estaba por un lado, el ta-ller de composición por el otro y dos lugaresdonde se imprimía el diario. Por eso, si bienera un diario que aparecía por la mañana, ha-bía que cerrarlo, desde el punto de vista infor-mativo, a las ocho de la noche, sólo hasta lasdiez se podía establecer algún cambio menoren la tapa. Eso era una dificultad muy grande,pero había que hacerlo así por la dispersiónde los distintos lugares de redacción, compo-sición e impresión y, sobre todo para no per-der los camiones de distribución que hacíanlos recorridos por todo el país y poder llegar atodos lados", evoca.

En aquella época, el oficio y la militanciaconjugaban las convicciones de muchos de susredactores. De ellos Gelman recuerda que"pese a todas las dificultades, los riesgos devida y demás, los periodistas querían seguiradelante con una labor que consideraban ab-solutamente necesaria".

El diario fue dirigido por Miguel Bonasso,acompañado por un equipo en el que, entreotros, estaban, Horacio Verbistky -Nacionales,Carlos Tersitano -Cultura y Espectáculos-, Fran-cisco "Paco" Urondo, Pablo Giusani y CarlosUlanovsky.

"La triple A no nos quería mucho, tenía-mos enfrente un cuartelito de la juventud sin-dical, detrás había un museo del vestido. Noscolocaron varias bombas y en cierto momen-to hasta tuvimos que trabajar con armas, yo

en mi escritorio tenía un 38 largo porque nosabíamos en qué medida nos podían atacar...Teníamos que vigilar el traslado de los mate-riales y luego de los ejemplares, eso se hacíacon gente armada, y más de una vez nos qui-sieron parar eso. De todos modos ahí el espí-ritu de la gente era seguir adelante. Ese dia-rio, ni siquiera Perón lo quiso cerrar, espera-ron a que Perón se muriera para hacerlo. Y lohizo el Ministerio del Interior. No hubo causajudicial ni nada por el estilo".

Para Gelman "había en Noticias una pre-ocupación desde el punto de vista periodísti-co de traducir al lenguaje del periódico, losdistintos lenguajes o las distintas visiones degente que vivía en las villas que tiene otra for-ma de acuñar las palabras que en el barrioNorte o en Palermo Chico".

Respecto de si debía seguir el criterio de ladirección de Monotneros explica que, "si bienel diario era financiado por la organización.No era un órgano oficial, era un órgano ofi-cioso. Teníamos bastantes discusiones con res-ponsables de la organización, porque no veía-mos las cosas igual. No siempre las veíamosigual".

- ¿Es posible pensar hoy en una expe-riencia como aquella?

- Hoy las condiciones, desde luego, hancambiado; estamos en otro momento. No hayque ser necesariamente guerrillero para cons-truir una empresa como fue Noticias, pero creoque ese espíritu puede seguir. El espíritu dedar a conocer las cosas como son, de crearconciencia cívica y, en todo caso, hay que en-contrar los medios que, desde luego muy difí-cilmente o sólo ocasionalmente, puedan serlos de los grandes medios dominados por em-presas cuyos fines todos conocemos.

-Usted ha definido el periodismo comoun género literario...

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- Yo sostengo que el periodismo es un gé-nero literario como el resto de los géneros,con sus temas recurrentes, con su lógica pro-pia y con sus hallazgos. Los periodistas queno lo entienden así me parece que no debenser buenos profesionales. Todos sabemos quehay buenos y malos periodistas; lo mismo conlos poetas. Hay de todo en la viña del señor.Yo he conocido algunos poetas que se hanquejado del ejercicio del periodismo dado quelos perturbaba para hacer poesía. En mi caso,no ocurre esto. Son dos géneros distintos queobedecen a obsesiones diferentes y a necesi-dades y a motivos diferentes.

- ¿Dentro de la labor periodística, tienepredilección por determinado formato?

- En la medida en que todo pasa por uno,el hacer crónicas es lo que más me gusta. Cla-ro está que lo mío es el periodismo de opi-nión, ese donde uno pone la información ytambién el cuerpo; en el formato de opiniónse le agrega al oficio mucho más de sí.

- ¿Y cómo encuentra al periodismo ar-gentino en la actualidad?

- Creo que el periodismo mantiene hoy unrol protagónico ya que las instituciones de lospoderes del Estado no cumplen con las fun-ciones que les corresponden. Y, en la viña delseñor hay de todo. Hay buenos, regulares ymalos periodistas, para no hablar de las em-presas que son otra cosa. También hay perio-distas responsables e irresponsables, pero, engeneral, yo encuentro que hoy hay más pe-riodismo de investigación, que se traduce enartículos, en libros o en producciones en dis-tintos formatos. Lo que pasa con el periodis-mo es algo realmente contradictorio ya que,mientras por un lado está mucho más acota-do, al mismo tiempo crecen los trabajos inde-pendientes de investigación. Hoy las empre-sas tienen multimedios que imponen líneas de

informacióm muy estrictas. Los límites se hanvuelto muy estrechos. A lo mejor, eso es loque lleva a que los periodistas intenten esca-par de esa limitación e investigar por su cuen-ta. El gran desafío parece ser luchar contra lafragmentación informativa que genera laglobalización y la concentración multimedialque también limita el trabajo periodístico.

Temores

De su voz enronquecida a fuerza de taba-co surge la preocupación por la crisis que atra-viesa el país, también brotan muchos pregun-tas, la mayoría sin respuesta; pero sobre todose vislumbra el temor a que el proceso de de-gradación de las instituciones reinstale laviolencia política en la Argentina. "Temo, porun lado, por la aparición de escuadrones dela muerte y, por el otro, veo el peligro del re-nacimiento de un guerrillerismo enloquecido",dice, en medio de una bocanada del humode su eterno cigarrillo, que envuelve el tonodramático de su afirmación.

No obstante, el poeta, remarca el carácterparcial de su opinión, limitada por un exilioque pronto cumplirá dos décadas, y se entu-siasma al hablar de periodismo.

"La percepción que tengo es que cada añoque vuelvo encuentro que la situación se hadeteriorado; se reaviva esa sensación de quecada vez estamos peor... En fin, para que voya abundar sobre lo que todos ustedes cono-cen de sobra: el aumento de la pobreza y ladesocupación, la caída de la clase media, ydemás".

El autor de Valer la pena -su último traba-jo, publicado en 2001-, una compilación depoemas vinculados con el proceso de búsque-da y recuperación de su nieta nacida en cauti-verio durante la última dictadura militar, dice

estar impresionado por la "irritación que tie-ne la gente y que se percibe en la calle, a sim-ple vista", aunque asegura que "por otra par-te, es natural que la gente esté indignada, yme parece bien que se exprese y que diga loque piensa de estos tipos que han provocadobolsones de pobreza, han alimentado la deso-cupación y el robo de las riquezas nacionales.Aquí se han burlado de la gente, le han men-tido. Lo que no veo bien es la violencia, esode que agarren a trompadas a un político. Creoque eso no tiene sentido".

Prosigue: "Lo que me pregunto y tambiénpregunto a otros es cómo se puede salir deesto. Y encuentro respuestas muy dispares. Porejemplo, hay gente que habla de que se estáproduciendo un cambio de conciencia, otrosdicen que no es para tanto, que los que hoygolpean las cacerolas son los mismos que vo-taban a (Carlos) Menem y volvían de Miamicon sus bolsas llenas. Otros creen que en elpaís hay una situación prerevolucionaria, algoque yo no advierto para nada. Y hay otra gen-te que considera que la única salida sería ape-lar a una especie de autoritarismo civil. Yo veootros peligros..."

- ¿Cuales?- Por un lado, veo el peligro de los escua-

drones de la muerte y por el otro veo el peli-gro del renacimiento de un guerrillerismo en-loquecido. Sobre todo porque temo que estasituación se prolongue por años y años, sinque se produzcan cambios. No encuentro queen la protesta social se vislumbre un plan parasortear la crisis. Y no me pida soluciones por-que no las tengo, sólo digo lo que observo.

A esta altura, Gelman ha logrado imponerdecididamente en la charla sus propias inquie-tudes que, de todas formas, no dejan afuera alperiodismo y a la circulación de la información:"A mí lo que me preocupa mucho es la mar-

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cha de los acontecimientos del mundo. No megusta cómo se están poniendo las cosas. Mealarman las consecuencias de lo ocurrido el 11de septiembre en Nueva York" señala, al tiem-po que confiesa su admiración por la libertadcon que circulan las opiniones por Internet.

Luego agrega: "Las consecuencias del aten-tado a las Torres Gemelas alcanzarán a la Ar-gentina, y, de algún modo, ya las está pagan-do cuando se fuerza al país a que se meta enlas cuestiones internas de Colombia, o cuandose habla de una presunta presencia de miem-bros de Al-Qaeda en la denominada Triple Fron-tera. Con estas cuestiones se busca el involu-cramiento del país en cosas que le son absolu-tamente ajenas. Eso lo veo muy peligroso. Hacetiempo que estoy alertando sobre esto que noveo en los medios de comunicación".

En este punto considera imperativo "difun-dir información que no veo que aparezca en losdiarios, o bien que aparece muy fragmentada yla idea es tratar de relacionar cosas que, aparen-temente no tienen relación. De repente uno leeuna noticia de que hay alemanes patrullandolas costas de Somalía por las dudas de que AlQaeda ataque Somalía. Pero la verdad es queen Somalía hay petróleo. Es decir, no son cosasque ocurren por casualidad. Estados Unidos tie-ne un problema energético grave, sólo produceel 3 por ciento de lo que necesita, el resto lo traede afuera, y de donde más importa petróleo esde América Latina. Entonces lo que trato es depublicar ciertas noticias con una visión más inte-gral que publicadas fragmentadamente respon-den a un hecho pero que no se integran a unavisión del hecho".

"Es que la globalización -continúa- produ-ce eso en los medios, una fragmentación. Por-que este proceso es efectivo a la hora de lograrla interconexión a nivel planetario, el tema esel contenido, que se sepa qué es lo que está

pasando. Se sabe que en los Estados Unidos elque protesta por las medidas de guerra o porlos descomunales presupuestos armamentís-ticos es considerado un traidor a la patria, en-tonces se produce en los medios una autocen-sura y la opinión más libre, más independiente,circula por Internet más que por los medios deprensa. Todo el mundo sabe lo que ocultó laCNN con la guerra en Afganistán".

Hallazgo

En 1975, Gelman tuvo que abandonar laArgentina perseguido y amenazado por la Tri-ple A. Al año siguente, cuando regresó en for-ma clandestina, fueron secuestrados sus hijosNora Eva y Ariel. También desapareció su nue-ra, María Claudia García, que estaba embara-zada.

Después de una búsqueda incansable quepuso a prueba su perseverancia, en marzo de2000 logró encontrar a su nieta en Montevi-deo. Y su vida se colmó de felicidad.

"La búsqueda que derivó en el hallazgo demi nieta comenzó con herramientas de investi-gación de tipo periodístico. Sólo que las fuen-tes son muy difíciles de hallar, casi imposibles.Mi mujer (Mara Lamadrid) condujo la investi-gación en la que se buscó y se entrevistó amuchas personas; yo, más que todo, me abo-qué a la tarea de armar una campaña interna-cional de prensa. La similitud con la investiga-ción periodística es el prisma de la informaciónque, para constituir un tejido necesita muchotrabajo porque hay cosas que hay que desechar,otras que son conducentes y necesitan cons-trucción, es decir, estudios de probabilidades",cuenta cerca del final de la charla.

Como producto de la pesquisa Gelman ela-boró un documento de más de cien páginasque entregó al fiscal italiano Giancarlo Capaldo

que instruye un sumario que podría conducira un eventual proceso a los responsables deldenominado Plan Cóndor, el mecanismo derepresión coordinado por los servicios secre-tos de las dictaduras militares de la Argentina,Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, enlos años setenta.

Antes de que se vaya le pregunto por surelación con la informática y reconoce que noes mala, pero tampoco de las mejores. Enton-ces revela que todavía -y desde hace más demedio siglo- escribe en una vieja máquinaOlivetti. No ha podido desacostumbrarse a suuso. De allí, en las noches de inspiración, surgesu poesía y también sus más agudos artículosperiodísticos. Del ruidoso tecleo nacieron másde 20 libros algunos inolvidables como Violín yotras cuestiones, El juego en que andamos,Velorio del solo, Gotán, o Salario del impío.

Se para, acomoda la silla, se pone el saco yme estrecha la mano. Alguien que lo recono-ce se acerca para pedir un autógrafo. Y casien un suspiro me deja su última frase: "Elperiodismo...en fin...a mi siempre me parecióque no existen tantos Chiche Gelblung".

Avancesde investigación

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Quienes estamos insertos en este campo difu-so como es el de Comunicación/Educación,

ese territorio problemático que instaló la revolucióntecnológica, hemos sido interpelados por las pregun-tas emergentes de la educación ante los descentra-mientos operados en la cultura.

Gran parte de las perspectivas y líneas de trabajosurgen de las preguntas desde el hecho educativo,los sujetos del mismo y sus profundas transformacio-nes. Preguntas articuladas con prácticas en lo educa-tivo, social, institucional o político (planteadas ya seadesde la investigación, la intervención pedagógica, ola gestión social o comunitaria). La investigación enel campo comunicación/educación, surge de losinterrogantes abiertos por esas transformaciones yse encuentra ante el imperativo de ofrecer perspecti-vas y miradas que posibiliten, entre otras cuestiones,refundar la escuela y formar en la cultura mediática.

Es justamente ese desafío, el que obliga a pensarla investigación recuperando las matrices de pensa-miento latinoamericano que tejieron procesos deideas y proyectos sociales, mediante el desarrollo delíneas de investigación que, profundizando el cam-po, puedan integrarse en los procesos de gestión depolíticas culturales y sociales privilegiando me-todológías que incluyan a los sujetos en dicho proce-so.

En el presente trabajo, profundizo sobre el Tallercomo una herramienta de investigación que posibili-ta operativamente la integración de conocimientos yproyectos político culturales. Para ello resulta nece-sario despejar prejuicios y delimitar alcances. A la vezque reconocer en la modalidad del Taller, un mododistintivamente latinoamericano de participación so-cial en el espacio público.

Este punto de vista encuentra sustento en la lec-tura que realiza la Lic. Alcira Argumedo, quien sos-tiene que "existe un sentido difundido en las Cien-cias Sociales, según el cual determinadas corrientesteóricas son las corrientes teóricas, fuera de ellas sólose dan opacidades, manifestaciones confusas (...)

Por María Belén Fernández

Profesora en Ciencias de la

Educación. Docente e investigado-

ra de la Facultad de Periodismo y

Comunicación Social de la

Universidad Nacional de La Plata.

Coordinadora Gral. Del Proyecto

Educación para la Recepción del

Centro de Comunicación y

Educación de la misma Facultad.

El Taller y el Grupo de Discusiónen Investigación:

cuando investigar es un acto colectivode pronunciamiento de la palabra1

"En la experiencia del diálogo se constituye entre elotro y yo un terreno común; su pensamiento y el míose entrelazan en un solo tejido".

Merleau-Ponty (cfr.Barbero, 1998)

Notas

1Este texto es una versión ampliaday revisada de la clase de oposiciónpresentada en el concurso paracubrir el cargo de Prof. Adjunto dela Cátedra "Antropología Social yCultural". Facultad de CienciasSociales. Universidad de BuenosAires (UBA), 2001.

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(muy distantes de la necesaria claridad cartesiana) omalas copias (...). Las vertientes de pensamiento decorte nacional y popular en América Latina tradicio-nalmente han caído en esta última categoría. Desdelas perspectivas dominantes pertenecen a los subur-bios del pensamiento". (Argumedo, 1996). Valorarel contenido teórico-conceptual de estos aportes sig-nifica reconocer en ellos matrices culturales y por tan-to modos de conocer, de socialidad, de vinculacióncon la naturaleza, formas políticas y de participaciónsocial.

Parecería un desafío latinoamericano la lucha porla palabra tras duras experiencias de silenciamiento.En estas condiciones históricas, en las luchas y resis-tencias emergen en nuestro continente prácticas so-ciales, políticas y culturales que afrontan la realidaden el espacio de la palabra y la acción. Un continenteque construye proyectos colectivos. Saberes nacidosde las prácticas político- sociales y enraizados con lasmatrices culturales de pensamiento latinoamericano.

Por tanto, no es menor la extendida, variada y pro-funda experiencia latinoamericana en referencia aespacios colectivos de construcción de proyectos yde saberes, creados en torno a la educación popular,la animación cultural, los movimientos políticos, so-ciales y religiosos. Como una red se han extendido yreplegado según los proyectos que hegemonizaronla vida pública en Latinoamérica.

A partir de la década de los ’70, los talleres seránla dinámica que acompañará no sólo los procesos noformales, sino que irá tomando legitimidad en losámbitos formales. Podemos decir que como fenó-meno cultural latinoamericano se produjo, en unasuerte de genealogía, un paso de la vivencia del Ta-ller como lugar de circulación de la palabra, a la ex-periencia fundamentada y validada conceptualmente,fundamentalmente a partir de los ochenta, por partede las ONGs y trabajos que sistematizaron dichas vi-vencias.

Las lecturas teóricas del campo desde la sociolo-gía, el trabajo social, la psicología social y la pedago-

gía crítica, dieron lugar a una aceptación del Tallercomo metodología relacionada a procesos de plani-ficación o gestión de proyectos, a procesos de capa-citación y resolución de problemas.

En el campo Comunicación/Educación, los traba-jos en referencia a los niños y la televisión, la recep-ción televisiva, la educación para la comunicación,las propuestas de edu-comunicación de Mario Kaplún,la planificación de radios educativas en ámbitos ru-rales articuladas por ALER, transitaron ese recorridode la experiencia a la sistematización y consolidaciónteórica.

Ciertamente que la historia la han tejido infinidadde líderes, intelectuales políticos, etc. que consolida-ron esa tradición, pero en las Ciencias Sociales y ocu-pándonos del campo Comunicación/Educación, sonineludibles las contribuciones de Paulo Freire y JesúsMartín Barbero. La pedagogía de la liberación y elparadigma de las mediaciones: dos quiebres concep-tuales que han abierto al mapa complejo de la cultu-ra; itinerarios que atravesaron los márgenes. En am-bos, la centralidad puesta en el sujeto en cuanto su-jeto de la cultura y de la acción política.

Sin embargo, aún existe resistencia a consideraral Taller como instancia para la investigación, si bienes cierto que muchas líneas emergentes de la investi-gación social dan cuenta de su utilización como téc-nica de captura de información y análisis.

Desde los inicios del equipo en la investigaciónacadémica en el campo Comunicación/Educación,desarrollada en la Facultad de Periodismo y Comuni-cación Social de la Universidad Nacional de La Plata,desde el Centro de Comunicación y Educación reali-zamos talleres en escuelas con niños, pero con disi-mulo puedo afirmar que no faltaron los temores devalidez científica, quizás por esa fuerte impronta po-sitiva legada de la formación de grado. Fueron losintercambios con otros investigadores del campo,como Guillermo Orozco Gómez, Daniel Prieto Casti-llo, María Cristina Mata2, Maritza López de la Roche,Tania Esperón Porto, los que nos permitieron conso-

2María Cristina Mata dirigió elProyecto "Cultura mediática yAlfabetizaciones Posmodernas:Estudio de algunos escenariosculturales" (1997-1999). Facultadde Periodismo y ComunicaciónSocial, UNLP.

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lidar la experiencia iniciada otorgándole mayor con-sistencia conceptual y metodológica. La preocupa-ción fue la de generar procesos de investigación queincluyeran a los sujetos en el estudio de las tramasculturales.

Los sujetos involucrados en los procesos deinvestigación: la Investigación Acción Participativa

Al analizar una perspectiva metodológica de in-vestigación en Comunicación/Educación que promue-va la interacción de los sujetos, considero clave refe-rirme al aporte que ha realizado la línea de Investiga-ción Acción Participativa, más allá de las limitacionesy criticas que ha sufrido3.

La Investigación Acción Participativa (IAP) ha cons-tituido una tradición latinoamericana, de hecho naceen América Latina en los años sesenta ligada a la edu-cación de adultos, sosteniendo la necesidad de plura-lizar el conocimiento, estableciendo un diálogo entreel saber popular, la práctica y la teoría científica. Elprincipal referente en esta línea es Antón de Schutter4.

Considera que el conocimiento científico debe darrespuestas a las preguntas del ¿para qué? y ¿por qué?La IAP abre preguntas que se trasladan a la acción,generando una praxis que articula saber-poder.

El debate acerca del destino del conocimiento cien-tífico, es una cuestión no menor que Edgar Morinaborda señalando que en la actualidad "el saber noesta hecho para ser pensado, reflexionado, medita-do, discutido, por los seres humanos para aclarar lavisión del mundo y su acción en el mundo, sino quees producido para ser almacenado en los bancos dedatos y ser manipulado por potencias anónimas"(Morin, 1984). La IAP, a diferencia de otras metodo-logías, incluye en el proceso de investigación su porqué y para qué, su sentido y objetivo.

En este punto creo válido traer el relato de algunaexperiencia que inmediatamente vinculo de mi expe-riencia profesional en el ámbito gubernamental enproyectos de educación popular y promoción de pro-

yectos sociales en la Provincia de Buenos Aires, en elperíodo 85-94. Desde ese espacio he trabajado per-manentemente con referentes barriales, líderes deONGs, grupos de mujeres, redes institucionales de in-fancia, grupos de base de la tercera edad, etc., conniveles de organización e institucionalización dispares.

Frente a los problemas de dichos grupos, aún conniveles de buena organización, se evidenciaba unademanda del saber del especialista para poder hacerfrente a los mismos. La propuesta de intervención ygestión desarrollada, fue la de propiciar procesoscomunicacionales participativos, que permitieronabordarlos desde los sentidos que estos tenían paralos actores y no desde los marcos de programas gu-bernamentales pre-diseñados. (Muchas veces se fuer-za el sentido del problema, de modo de incluirlo enlas lógicas del planeamiento burocrático.)

El planteo se fundaba en la investigación y planifi-cación participativa. La metodología de trabajo eranlos Talleres, en los que se trabajaba fuertemente so-bre el problema y las preguntas y los propios grupos,de acuerdo a mandatos institucionales, posiciona-mientos políticos y conformación. Estos generabanprocesos de investigación de mayor o menor espe-sor. Incluir a los sujetos a trabajar sobre las preguntasemergentes, desde un presente problemático y unhorizonte desconocido, promovió apropiaciones, des-cubrimientos directamente transformados en nuevasprácticas sociales, políticas y culturales.

En una oportunidad, un grupo de mujeres vincu-ladas por el conmocionante acto de la toma de tie-rras, en la conformación de un asentamiento parasus familias (digo conmocionante porque el modelocapitalista de distribución de la tierra, ha transfor-mado lo que para nuestras matrices latinoamerica-nas significaba poseer la tierra al acto ofensivo detomar, en un avance táctico sobre el territorio delenemigo y, por tanto, todo lo que esto significa paralos sujetos) nos convocó por la preocupante desvin-culación con los chicos y el mandato interno de ha-cer algo.

3Véase Marta Alcocer, "Investiga-ción Acción Participativa" (enGalindo Cáceres, Técnicas deInvestigación en sociedad, cultura ycomunicación, México, AddisonWesley Longman, 1998).4Véase Antón de Schutter,"Investigación participativa: Unaopción metodológica para laeducación de adultos", (CREFAL,1980).

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Un grupo de diez personas sentadas en un tablóna la sombra de un tinglado, el intercambio durantevarias horas de modos de ver, en una escucha atentade unos a otros, y mucha necesidad de hablar. El únicohombre, habló poco, sus compañeras lo apabullaban,tomó una rama y, en una actitud reflexiva, escribióalgo en el piso. La palabra JUGAR. Este albañil decuarenta años, padre de seis hijos, sintetizó su pro-ducción de sentido. Y pudo pronunciarlo, lo que esmás, escribirlo. Ese fue el inicio de propuestas en lacomunidad de jugar con los hijos, fines de semanade juegos entre padres e hijos. Una historia perdidaen un rincón de Solano, no escrita para un paper,pero proceso de búsqueda y hallazgo.

Otro grupo de mujeres de una villa del conurbanobonaerense, vinculadas en torno a la desnutrición desus hijos. Piden la palabra de un experto y se propo-nen un par de reuniones para conversar entre las in-teresadas. En la primera reunión, alguien dijo: "el pro-blema es hereditario, mi madre era desnutrida, yotambién fui desnutrida y ahora lo son mis hijos", loque provocó un debate de posicionamientos diver-sos. Ese día el consenso fue investigar sobre sus ca-sos. Aparecieron las preguntas ¿quién fue ciertamentedesnutrida y quién no? y luego, confrontar con lasituación de todos los hijos de los participantes. Bus-caron un médico quien les capacitó acerca del creci-miento y las tablas de detección. Luego de meses,comprendieron que no era hereditario, sí era una his-toria común de varias generaciones: las condicionesde existencia de privación. Ese grupo fue pionero entrabajos de salud comunitaria, y sus participantesasumieron un rol político y social protagónico en sucomunidad. Ciertamente que la inclusión de estossujetos en ese proceso de investigación produjo unquiebre en sus prácticas. Es decir: no fue un conoci-miento nuevo para la Ciencia, sí para el proceso deesa comunidad. Y lo incorporó a tal punto, que pro-vocó un posicionamiento nuevo de los sujetos.

Para los coordinadores, la oportunidad de unasensibilidad cada vez mayor para ver lo que se oculta

tras lo aparente, un modo de preguntar y de posicio-narse desde el lugar del otro, la escucha, que cierta-mente se complementaron con una formaciónepistemológica. Transitando en grupos de investiga-ción académica, siempre afloran esos rostros y situa-ciones en los que escuché las más claras y orientadaspreguntas de investigación.

En el ámbito de la educación han sido un aportesignificativo, enmarcados en la línea de la IAC, lostalleres de educadores desarrollados en Chile, con lacoordinación general de Rodrigo Vera en la décadade los ’80. Esta experiencia nutrió trabajos de forma-ción docente posteriormente interrumpidos por lageneralización de las políticas neoliberales en la dé-cada de los ’90.

La sociología crítica española, principalmente conlos trabajos de Jesús Ibáñez, va a señalar la necesi-dad de superar las equívocas pretensiones de la dis-tinción del sujeto investigador del objeto, en cuantoel sujeto está atravesado por las mismas cuestionesque investiga en otros. De este modo, proponen lainvestigación como motorizadora de procesos reflexi-vos, de inclusión de los sujetos en dichos procesos.

Desde su etimología, la palabra investigar, de ves-tigio, la huella que la presa deja en el camino, el in-vestigador -señala Ibáñez- resulta el cazador. La rela-ción cazador-presa, ha dominado gran parte de losestudios sociales. Sólo se supera, planteará, con lainclusión de los sujetos y la devolución de las produc-ciones de investigación a los participantes.

Esto apareció recuperado por los docentes conquienes trabajamos durante 1999, quienes en el Ta-ller de intercambio y devolución -docentes con 20años de antigüedad en escuelas públicas- señalabanque esta experiencia de investigación, era la primeraque consideraban que había sido parte de una inves-tigación con la escuela, ya que referían experienciasde investigadores que investigaban en la escuela. Seubicaban sólo como observadores en el fondo delsalón, terminaban su trabajo y nunca más había unavinculación con los docentes.

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Ibañez analiza las metodológías en Ciencias So-ciales desde tres perspectivas:

- Una perspectiva distributiva de modo de anali-zar los modos de producción de la información, cuyatécnica más completa es la encuesta estadística; uti-liza la dimensión referencial del componente simbó-lico. Las informaciones se producen mediante juegosde lenguajes pregunta/respuesta.

- Una perspectiva estructural por la cual analizaen las metodologías los modos de estructuración quepermiten la circulación del componente simbólico.La técnica más completa es el grupo de discusión.Las informaciones se producen mediante juegos dellenguaje de tipo "conversación".

-Una perspectiva dialéctica, cuya técnica más com-pleta es el socioanálisis; utiliza el componente semió-tico, juega el contexto situaciones y el contexto lin-güístico. Implica el estudio de grupos seguidos deacción. (Ibañez, 1991)

El pensamiento metodológico tradicional tienemás función de control y administración que demovimiento y desarrollo de trayectorias. Y es quela sociedad de la información puso énfasis en elcontenido, pero la sociedad de la comunicaciónpone énfasis en las relaciones.

Los grupos de discusión en investigación social

El grupo de discusión como técnica de investiga-ción social, aporta a la comprensión del sistema derepresentaciones simbólicas que se materializa en unconjunto de discursos con características determina-das en los grupos de referencia.

Esta técnica reflexiva, presentada por JesúsGalindo como parte de un paquete metodológico,es decir, es complementaria a otros modos de bús-queda integrando metodologías plurales. La técni-ca pretende producir discurso para el análisis. Esampliamente aceptada en los estudios culturales,donde las significaciones de los sujetos son cen-trales.

Ha tenido desarrollo en Estados Unidos y Euro-pa, denominándola también Focus Group o Gruposde enfoque.

En estos, se propicia el espacio conversacional einteraccional en un grupo de entre cuatro y no másde diez personas, por un tiempo de hasta una hora ymedia. En ciertos casos se adopta una modalidad delaboratorio, realizando las reuniones del grupo en es-pacios con cámaras Hesell, de modo de registrar yobservar el desarrollo del mismo.

La conceptualización de la técnica "grupo de dis-cusión", ha sido tratada por Jesús Ibañez desde lasociología crítica española.

El moderador en la modalidad norteamericana,interviene controlando o administrando la participa-ción; en el caso europeo, el moderador no intervie-ne. Se define el tema previamente y se establece eltiempo asignado. El tiempo de trabajo no se extien-de de lo pautado. El moderador no participa en ladiscusión: trabaja sobre ella.

La selección de los participantes se realiza buscan-do cierto equilibrio entre elementos comunes y dife-renciados, procurando que los miembros del grupono conformen un grupo previo entre sí.

Respecto de la interpretación y análisis posterior,remite a trabajar la faceta hermenéutica de la técni-ca, la comprensión del significado. Dilthey planteados tipos de expresiones de vida: los conceptos queson estructurados y se expresan en forma de texto ytienen la intención explícita de comunicar; y aquellasacciones cotidianas que no tienen intención de co-municar. (Russi Alzaga, 1998)

El taller: metodología de investigación

Adoptar el Taller como metodología de investigaciónen comunicación, implica realizar una mirada de la co-municación como producción de sentido y hecho cultu-ral. "Se reconocen las prácticas comunicativas como es-pacios de interacción entre sujetos en los que se verificanprocesos de producción de sentido" (Mata, 1990)

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Es por esta perspectiva que, aún si el Taller es con-vocado con fines investigativos, siempre resulta unespacio educativo-comunicativo, ya que implicainvolucrarse en un proceso de múltiple interaccióncuanto más rica es la trama de flujos comunica-cionales.

En el Taller circula la palabra, en torno a la proble-matización de la realidad y de las prácticas sociales,se ponen en relación la práctica y las vivencias de lossujetos con la reflexión colectiva. La problematizaciónsignifica que lo cotidiano, nuestras relaciones, lasideas, los prejuicios, nuestras sensibilidades, etc., sedes-naturalizan: lo que era parte de una regularidad"normal" se pone en el centro del trabajo como pro-blema.

La pregunta y el preguntarse, constituyen la diná-mica de una relación dialógica que opera en el Taller.

La percepción del sujeto como primera mirada queabsorbe al mundo que lo rodea, está vinculada a lasvivencias. Cuando esta mirada es interpelada, se cru-za, se confronta con la mirada del otro, emerge unanueva producción de sentido para el sujeto y unaconstrucción grupal de sentido. (Ghiso, 1998). El Ta-ller produce de la percepción, expresada a través dela palabra en común, del diá-logo, la recuperaciónde los sentidos.

"En la experiencia del diálogo se constituye entreel otro y yo un terreno común; su pensamiento y elmío se entrelazan en un solo tejido". Merleau-Ponty(cfr.Barbero, 1998).

El diálogo implica tres cuestiones: por una parte,que se produce un intercambio, pero no sólo verbalo conceptual, sino también a través de nuestras prác-ticas en las que también hablamos y somos habladospor la comunidad a la que pertenecemos; por otra,que en el intercambio no necesariamente tenemosque estar de acuerdo: el diálogo (como la comunica-ción) no es un espacio de acuerdos, sino de encuen-tros, que a veces no son tan armoniosos; y finalmen-te, que se promueve que cada uno pronuncie su pa-labra, es decir: que anuncie a los demás quién es,

qué siente, qué piensa; pero también se promueveque cada uno sienta la libertad para pronunciar suspreguntas: el diálogo es un espacio para la pregunta.

Desde la perspectiva latinoamericana, es contun-dente por su consistencia y compromiso político laposición de Antonio Pasquali, que entiende la comu-nicación como aquella que produce una interacciónbiunívoca, del tipo del con-saber. Distingue el términoreceptor en: la relación de conocimiento, la relaciónde comunicación dialógica, la relación de información.Sólo existe bilateralidad de los polos en forma simétri-ca en la relación dialógica. Una relación dialogal, au-téntica comunicación, se reconoce en que la personaobjeto de una interpelación discursiva "contrahabla"en virtud tendiente a reducir el logos ajeno, diálogointerpares y lo lleva a efectuación. (Pasquali, 1972).

La interacción de los sujetos como se planteó, nose da sólo en el plano de la palabra, sino también enel plano del cuerpo y del espacio. Son significativoslos aportes de la escuela de Palo Alto, que instala através de sus investigaciones y trabajos una visión cir-cular de la comunicación, entendiendo a ésta comolos procesos de relaciones e interacciones. Este gru-po pondrá énfasis en los contextos sociales y cultura-les de los intercambios de la cotidianeidad. Recono-cen que la esencia de la comunicación reside en di-chos procesos de interacción, interesándose por losmúltiples comportamientos como son la palabra, lagestualidad, el espacio interpersonal, los lenguajessilenciosos de la cultura.

Para captar las significaciones describirán los mo-dos de comportamiento de los sujetos en contextosdeterminados. El sujeto en el contexto predomina porsobre el contenido. Sus trabajos son actualmente dereferencia para la perspectiva de procesos comuni-cacionales institucionales en contextos de proximi-dad. Se complementarán con los aportes del interac-cionismo simbólico y la etnometodología y los estu-dios etnográficos, como son los trabajos de HaroldGarfinkel y Paul Willis, en gran medida en ámbitoseducativos.

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El Taller, al promover instancias lúdicas, recrea si-tuaciones de producción de sentido posibles de ana-lizar desde lo gestual, los comportamientos, los ob-jetos, el uso de los espacios, etc. Estos aportes sonclaves para el análisis de los registros de dramatiza-ciones.

La producción de sentido de un grupo de Taller,no sólo da cuenta de los sentidos individuales, sinoque son producciones -como se señaló anteriormen-te- que contienen el sentido colectivo. WalterBenjamin pone atención a las "manifestaciones desuperficie", para acceder a la esencia de una época:al sensorium de los sujetos, el cual se entiende comolos modos de percibir de acuerdo a las condicionescontextuales político-sociales, de clase y género.

En los trabajos de Stuart Hall, los sujetos son reco-nocidos como productores de significado, operandoa través de un sistema de codificación-decodificaciónen el que se organizan sentidos. Existen sentidospreferenciales (o lecturas preferentes) que están vin-culados con los mapas de significados, constituidospor un conjunto de códigos, lenguajes, valoracionespropias de cada cultura y de cada sujeto. Por otraparte, Hall plantea tres posiciones del sujeto, en cuan-to sujeto de una cultura en relación con la decodi-ficación de los medios:

a) Una posición hegemónica-dominante: sedecodifica el mensaje en los términos de referenciaen que fue codificado. Existe una clausura de senti-do, planteará Morley que hace transparente la co-municación.

b) La posición de negociación del código: implicauna cierta mezcla de elementos aceptados y otrosoposicionales, donde aparecen cortes con los senti-dos dominantes por los sentidos atribuidos en loscontextos restringidos situacionales locales y las lógi-cas valorativas particulares.

c) Una posición oposicional o de código oposicional:el mensaje se decodifica de modo contrario.

Esta última hipótesis acerca del papel de la au-diencia, abre dos líneas de trabajo en referencia a la

perspectiva educacional de la recepción, desarrolla-da en los trabajos de educación para la recepción:por un lado, la "recepción activa"; por otro, el de loscódigos oposicionales de las perspectivas de la peda-gogía crítica en relación a las resistencias. (Huergo,1999).

El Taller facilita observar el modo en que se cons-truyen esos posicionamientos y provocar la emergen-cia a superficie de los sentidos, teniendo en cuentaque en las investigaciones que realizamos nuestrointerés no está en el estudio de audiencia, sino en laproducción de sentido de los docentes acerca de lacultura mediática; ya no estamos hablando del suje-to frente a los medios, sino de lo que la presencia delos medios genera en la cultura en cuanto una nuevasocialidad, una nueva tecnicidad y ritualidad y unnuevo sensorium.

La cultura de nuestro tiempo será definida comocultura mediática (sociedad mediatizada), en cuantoa la capacidad modeladora del conjunto de las prác-ticas sociales que tienen en la actualidad los mediosmasivos y las nuevas tecnologías. Esta cultura indicael proceso de transformación en la producción de sig-nificados por la existencia de esas tecnologías y me-dios, alude a un diferencial de poder.

"Más que de los medios la comunicación se noshace hoy cuestión de mediaciones, esto es de cultu-ra y por lo tanto necesitada no sólo de conocimien-tos sino de reconocimientos.

Un reconocimiento que es en primer lugar despla-zamiento metodológico para rever el proceso enterode la comunicación desde otro lado. El de las resisten-cias y las resignificaciones que se ejercen desde la ac-tividad de apropiación, desde los usos que los diferen-tes grupos sociales hacen de los medios y los produc-tos masivos. En segundo lugar un reconocimiento his-tórico: reapropiación histórica del tiempo de la mo-dernidad latinoamericana". ( Martín Barbero, 1998).

Esta es otra de las posibilidades del Taller, por cuan-to más que un interés por el conocimiento se eviden-cia un interés por el reconocimiento de los sujetos.

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El desafío es el de leer el mundo transitando deuna conciencia ingenua a una conciencia crítica, des-naturalizar lo obvio de la cultura, entendida ésta comocampo de lucha por los sentidos. Leer críticamente elmundo tiene que ver con la posibilidad de reconoci-miento y pronunciamiento.

El desarrollo de la perspectiva dialógica articula laposibilidad de reconectar las zonas macro históricascon las zonas micro de las biografías. Cada encuentrodel Taller refleja y refracta una sociedad y una historiade vida. El trabajo con el nivel del reconocimiento im-plica, no ya el de concientizar, aprehender un objetoexterno y dominarlo desde el saber, sino el de propi-ciar instancias en las que los sujetos se reconozcansujetos de la cultura mediática y puedan tejer tramasentre macro y microprocesos. Es lo que Barbero defi-ne como el drama por el reconocimiento.

El Taller como dispositivo de investigación del tipoGrupo de discusión, requiere de un componente quelo distingue por su propia estructura participativa deotras técnicas, y es la creatividad. Cada Taller es nue-vo en cuanto los sujetos participantes, por tanto aúnlas mismas propuestas serán abordadas y tendránderivaciones diversas.

Existen ciertas relaciones significativas, tal comolo plantea Alfredo Ghiso, que emergen de un dispo-sitivo que integra dialécticamente las dimensionesempíricas, interpretativas y críticas en un enfoquecomplejo que orienta la actividad investigadora.(Ghiso, 1999).

El Taller como Grupo de discusión en investiga-ción, configura ámbitos, condiciones y disposicionesque se entrelazan y que son denominadas por Ghisocomo contextual, emocional, intencional, corporal,conversacional y dramático y al que agrego el pro-ductivo.

1) El ámbito emocional está vinculado al moti-vo interno que moviliza toda acción humana y social.En este sentido, trabajar al inicio en torno a las ex-pectativas despeja situaciones de incertidumbre,manifiesta las posibilidades de compartir las propias

vivencias con otros y la disponibilidad a construir yentretejer un diálogo productivo, a la vez que antici-pa los horizontes posibles en función de dichas ex-pectativas. Ghiso define este ámbito como "cons-tructo referencial", y coincido en ello, producto deexperiencias interiores y de interacciones previas.Desde este constructo los sujetos también recono-cen significados, interpretan y establecen relaciones.En el desarrollo del Taller, existen cuestiones del ám-bito emocional que obviamente permanecen ocul-tas, por ello es referencial, dado que no constituyeun ámbito sobre el cual se opera. (No al menos en elcampo comunicación/educación.)

2) El ámbito intencional está referido a que elTaller contiene intenciones, tanto del investigadorcomo de los participantes. El Taller, entonces, es unesfuerzo por conseguir intencionalmente construc-ciones conceptuales y reconocimientos en los suje-tos y en sus prácticas. Suelen modificarse a lo largodel proceso del Taller, producto de la interacción. Laorientación que tomaron dichas propuestas tambiénson objeto de análisis e interpretación. Es importan-te la explicitación progresiva de la intencionalidad ala totalidad del grupo.

3) El ámbito dramático en el espacio del Taller,permite actuar y construir textos y narrativas no sólodesde la racionalización. La experiencia del psico-dra-ma pedagógico es interesante para recuperar. En elcaso de Talleres con niños resulta la narrativa espon-tánea, lo dramático patentiza las vivencias a modode hipertextos que recuperan no sólo la palabra (eldiscurso), sino imágenes (el imaginario) y el cuerpo.La observación y video registro de estas actividadesson necesarias para el análisis posterior.

En este sentido, es clave la creatividad para desa-rrollar propuestas lúdicas. En otros trabajos hemosdesarrollado técnicas específicas para trabajar con ni-ños en edad escolar5.

Gran parte de los trabajos en recepción televisiva,como son los de Valerio Fuenzalida en Chile, los deGuillermo Orozco Gómez en México, Maritza López

5Fernández, M. Belén, "RecepciónTelevisiva: Algunas articulaciones entorno a la infancia". Proceedings ofInternational Congress onCommunication and Education.Brasil. WCME / Universidad de SaoPaulo, mayo de 1998. (Edición enCD).

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de la Roche en Colombia, se centran en las posibili-dades de lo dramático. No sólo en cuanto actúanrepresentaciones y ponen énfasis en los sentidospreferenciales en la producción de sentidos de losparticipantes.

En nuestra experiencia hemos visto que el juego-dramático actúa como un primer nivel de narrativade la vivencia, que permite ir al nivel del sentido. Losparticipantes en la puesta dramática objetivan aúnaspectos no conscientes que el grupo dialoga conellos. Es habitual que el siguiente momento sea unmomento de profundidad en el diálogo.

En uno de los últimos talleres una chica de 13 añoscomenzó representando en un juego de entrevista auna artista de TV. En un cierto punto, se empieza adesdibujar el rol de la actriz y empieza a hablar lapreadolescente y desde ella plantea el tema de labelleza, la exclusión, los afectos y la posibilidad dehablar de sí con otros. Un diálogo que entrecruza lomediático en lo cotidiano. La cámara filmaba, lo queterminó siendo, fue algo así como un reconocimien-to público de su realidad.

4) El ámbito conversacional que definiría comodialógico, que anteriormente profundicé, resulta elnudo del Taller. Una característica distintiva es queen este diálogo no se excluye al coordinador o mo-derador, como lo llaman algunos. Dado que es unjuego de pregunta y respuesta y en ello también en-tra el coordinador. Por esto, el registro de campo delcoordinador no sólo da cuenta de lo esperado en elTaller, sino de las preguntas que se generaron en él apartir de dicho diálogo.

5) El ámbito corporal pone el juego una posturasocial. Está vinculado con la posibilidad de proximi-dad con el otro y también de lucha por el espaciocon el otro6. Se expresa en la gestualidad, las postu-ras, los desplazamientos y la voz. Bourdieu ha desa-rrollado ampliamente este tópico en su investigaciónsobre el sentido de las prácticas sociales: "La hexiscorporal es la mitología política realizada, incorpora-da, convertida en disposición permanente, manera

duradera de mantenerse, de hablar, de caminar y porella de sentir y de pensar" (Bourdieu, 1991).

6) El ámbito productivo constituye el espacio don-de se plasman los consensos o posturas confronta-das. Los grupos finalizan su tarea grupal con una pro-ducción. Manifiestan el proceso del grupo y los sen-tidos preferenciales negociados por los participantes.Éstas implican el compromiso en la acción y planteanlas proyecciones hacia lo macro. Las producciones sontan variadas como los grupos del Taller. Abarcan des-de las expresiones dramáticas y estéticas, hasta lasdiscursivas o propositivas.

Cuestiones del funcionamiento del Taller6

El Taller constituye un espacio de reflexión-pro-ducción colectiva, con continuidad de encuentros(entre cuatro y seis) de una duración de dos horasaproximadamente.

Se convoca a los participantes de acuerdo a lascategorías consideradas en la investigación, explici-tando el espacio de investigación participativa. Ennuestra experiencia hemos trabajado durante cincoaños con niños de diversas edades y con padres.

En el caso de los niños, en la mayoría de los ca-sos los grupos se conformaban con niños de la mis-ma institución educativa y funcionaban en ese es-pacio. En el caso de grupos de padres, se hicieronconvocatorias abiertas y se trabajó con los interesa-dos. En cuanto a los Talleres con docentes, se evi-denció una dificultad para acotar los tiempos de tra-bajo. El grupo extiende el Taller y en esta modalidadesto es adecuado. Muchas veces, ese plus que elgrupo demanda es el más concentrado. Para la con-formación del Taller no se intenta representar a ununiverso poblacional con criterio estadístico. Los cri-terios para la conformación del grupo de referenciason edad y años de antigüedad docente, y las ca-racterísticas socio-económicas de las escuelas en lasque desempeñan su función (urbana-céntrica,periférica y rural).

6Acerca del tópico del cuerpo VER,Huergo J.& Fernández M.B. y otros."Una estrategia de formaciónDocente centrada en la práctica".En: Oficios Terrestres, II (2), 106-116, 1996. FPyCS, UNLP. La Plata.Estas consideraciones forman partedel "Documento de Práctica decampo" de la Cátedra "Comunica-ción y Educación" de la FPyCS.Elaborado conjuntamente con elProf. Jorge Huergo.

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En cuanto al conocimiento previo, esto es necesa-rio considerarlo por cuanto, aún si existieran prefigu-raciones, éstas también contienen modos hegemó-nicos que operan en el campo.

El tamaño ideal de los grupos oscila entre diez ydoce personas.

El coordinador es un facilitador tanto del vínculogrupal como de la tarea grupal. Organiza, promue-ve, estimula, contiene, explicita, realimenta. Comotal, centra al grupo en la tarea y participa haciendoseñalamientos que favorecen la problematización yel diálogo grupal. Entre sus funciones, es posiblemencionar:

•organizar, promover y proponer actividades que fa-cilitan el diálogo y la problematización;•fomentar y mantener la comunicación en libertad,tanto en la expresión verbal como en los silencios;•detectar y señalar al grupo los obstáculos y las con-tradicciones;•detectar y analizar las situaciones emergentes, losprejuicios;•facilitar el intercambio, el interés, el descubrimientoy la creatividad;•intervenir para lograr nuevos enlaces, para explicary para relanzar al grupo hacia el diálogo o la tarea;•favorecer la evaluación permanente del Taller y ha-cer devoluciones constantes al grupo del proceso deevaluación que hace el coodinador.

En todo este proceso, es clave tener en cuentaque el coordinador (o algún otro es un observador).El observador: más•es un escucha del acontecer grupal: acompaña todoel proceso del Taller;•registra la memoria del Taller: las informaciones queproduce el grupo y el proceso, como opiniones, pro-puestas, acuerdos, conflictos; pero lo hace, también,registrando las elaboraciones del propio grupo;•también registra las propuestas o consignas, los tiem-pos, los materiales y recursos utilizados.

El análisis e interpretación del Taller

El análisis requiere buenos y sistemáticos registrosde campo, que recuperan tanto lo dicho y actuadocomo las reflexiones y preguntas que se generaronen el coordinador.

Graham Murdock cita tres formas que, segúnPierre Bordieu, se requieren para la actividad interpre-tativa:- el dominio de los esquemas clasificatorios que per-mitan que los objetos nuevos reciban un lugar y unnombre dentro de un grupo social;- la posesión de principios estéticos que permitan quelos objetos culturales sean ubicados en una jerarquíade valores;- y la maestría en las prácticas sociales implicadas enlas distintas formas de consumo. (Murdock, 1990).

Este planteo resulta útil para la comprensión delas relaciones entre las formaciones culturales y lapráctica situacional del sujeto.

Consideraciones finales

Por último, realizando una síntesis de lo analiza-do, considero que existe un diferencial del Taller enreferencia al Grupo de discusión, en tanto no sóloaporta el intercambio conversacional sino que esta-blece un posicionamiento, producto de luchas porlos sentidos al interior del Grupo de Taller, abriendola dimensión de la acción. Los consensos y disensosse consuman en una producción. Esta producciónes un texto que contiene muchos otros textos pre-vios.

Se juega el planteo freiriano del anuncio y la de-nuncia, el momento interior del pronunciamiento dela palabra, el del anuncio, se articula con el momen-to de la denuncia, en la producción. Allí el sentidoarticula lo micro y macro, procesos sociales y cultura-les. En el camino del Taller, se corre un camino desdedentro hacia el contexto. Los sujetos de investiga-ción son sujetos situados institucionalmente, por tanto

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estas preguntas y diálogos con otros poseen un po-tencial transformador.

En el Taller de devolución que anteriormente men-cioné, una docente planteó que de cada encuentrose llevaba preguntas sobre su práctica, ideas nacidasdel debate, que no había encontrado en las capaci-taciones destinadas a los docentes en la Red oficial.

Por tanto, implica generar procesos comunicacio-nales que permitan reconocer los desplazamientosculturales partiendo desde cada biografía. Recuerdouna experiencia comentada con Jesús Martín Barbe-ro, que relataba acerca de un Congreso sobre nue-vas tecnologías en Colombia. Con una multiplicidadde conferencias, tecnologías a disposición, la casimayoría de los docentes eligió ir a un gran galpón, aun Taller, a debatir sobre los descentramientos cultu-rales que vivenciaban cada uno desde sus escuelas,en lugares lejanos de la erudita capital. Esa referen-cia percibí en la evaluación de los docentes.

Quizás permite reconocer que no es un caminoequivocado, sí más complicado, por cuanto implicacompromisos institucionales de otra índole, integrarla investigación en el campo Comunicación/Educa-ción con prácticas de los sujetos sociales (en nuestrocaso los docentes).

El Taller, entonces, puede considerarse con enti-dad científica como el Grupo de discusión aportan-do otras posibilidades.

Bibliografía

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Introducción

Occidente y su filosofía -desde sus mismos oríge-nes en la Grecia antigua- se han caracterizado tantopor una tendencia irrefrenable a la universalización,como por sustentar sus concepciones en la idea de laexistencia en lo real de una "razón" que se hallaríaen el fundamento mismo del orden del mundo. Laconfianza en la razón como forma de acceso al saberatraviesa toda la historia de occidente.

Desde Sócrates y Platón la filosofía se constituyecomo un sistema de autorreflexión de la razón sobresí misma, sobre sus valores, y las supremas instanciasde lo verdadero, lo bueno y lo bello, conjunto quegenera una "filosofía del espíritu". Con Aristótelesse plantea luego el problema del conocimiento cien-tífico, a través de una "filosofía del universo". Entreuno y otro extremo, el péndulo histórico se ha movi-do entre una concepción del espíritu -del yo, diría-mos en términos modernos- y una concepción deluniverso, incluyendo sistemas de compromiso entreuno y otro, donde a través de la autorreflexión delespíritu sobre sí mismo se podría lograr el objetivo dearribar a una concepción del universo.

Entonces vemos que el problema del conocimien-to, de su misma posibilidad, su esencia y origen, tie-ne una larga historia teórica. Pero la teoría del cono-cimiento en tanto disciplina filosófica1 tiene su ori-gen como tal en la edad moderna, llegando a supunto culminante con la obra de E. Kant llamada"Crítica de la Razón Pura" (1781).

La teoría del conocimiento o gnoseología se de-sarrolla como una explicación filosófica del conoci-miento humano, aspirando a encontrar la esenciageneral del fenómeno del conocimiento, es decir, loque es esencial a todo conocimiento. Es la pregunta:"¿qué es conocer?", y la descripción de sus rasgosprincipales. Y en lo esencial, la teoría del conocimientoes fundamentalmente dualista: en ella el conocimien-to se presenta como una relación entre sujeto y obje-to, separados por definición uno de otro, aunque

como dos instancias correlativas: el sujeto es tal entanto el objeto a conocer (es sujeto en tanto cono-ce), y viceversa, pero al mismo tiempo, irreductiblesuno y el otro, ya que cada uno tiene su "ser en sí":en el objeto, lo "incognoscible"; en el sujeto, lo queva más allá del conocimiento.

Un concepto indisociable de la teoría del conoci-miento es el de verdad, que se define como concor-dancia entre el conocimiento (como imagen y repre-sentación del objeto) y el objeto mismo.

En síntesis: según la teoría del conocimientose pueden reconocer tres instancias: el sujeto, elobjeto y la representación del objeto, productoslos tres de la reflexión de la psicología (en tantoel conocimiento sería un proceso real psicológi-co que ocurre en el psiquismo de un sujeto), laontología (en tanto ciencia del ser y por ende,de los objetos) y la lógica (en tanto es el estudiodel correcto funcionamiento de la razón).

Llegamos entonces a la psicología: el proceso psi-cológico del conocimiento sería el objeto de estudiode la Psicología del Aprendizaje.

Sin embargo, la existencia misma de la psicologíacomo disciplina y en particular el deslizamiento delproblema del conocimiento a su campo, y al de mate-rias conexas como la pedagogía (ciencia de la educa-ción y la enseñanza) y la didáctica (arte de enseñar),es correlativo de la transformación del "problema del

Por Eva Laura Mariani

Docente e investigadora de la

Facultad de Periodismo y

Comunicación Social de la

Universidad Nacional de La Plata

Notas preliminares al estudiode la "Psicología del aprendizaje"

Notas

1Es decir, en tanto rama de lafilosofía que como tal se interesasobre la posibilidad del conocimien-to científico, por ende, sobre suverdad y los criterios de verdad quese le aplican.

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conocimiento" el "problema del proceso de enseñan-za - aprendizaje". Esto quiere decir: lo que muestraeste pasaje disciplinario de la filosofía a la "tec-nología" del aprendizaje es la institucionalizacióny masificación de la transmisión del saber, es de-cir, la escolarización como práctica universal yuniversalizante.

Insisto: hay un deslizamiento que va desde lareflexión filosófica sobre el conocimiento hastalas teorías y prácticas psicológicas y pedagógicas,que se transforman en unas técnicas de aprendi-zaje y enseñanza; y este cambio, a mi entender,es la consecuencia de otro cambio, que sería lamasificación de la escolaridad. Masificación queademás muestra una fuerte tendencia a lahomogenización del conocimiento.

Entonces: procesos de aprendizaje y técnicas deenseñanza; porque las teorías sobre la práctica docen-te son correlativas con las reflexiones sobre los proce-sos intelectuales supuestos en el alumno. El sujeto queaprende toma el lugar del sujeto del conocimiento.

Educador - educando, docente - alumno, didácti-ca - psicología del aprendizaje, serán los campos deeste sistema "polar". Campos separables con la ca-racterística que presentan todos los dispositivos de lamodernidad: el desmembramiento del saber en dis-ciplinas específicas, delimitadas por objeto y méto-do. Y no por cuestiones de claridad expositiva, sinocomo principio epistemológico.

El recorte sistemático de los campos del saber sus-tenta y genera una industria, una tecnología de lasrelaciones sociales, un mercado del saber.

Podríamos definir cada disciplina como un pecu-liar tipo de acción simbólica sobre lo real, es decir, laacción del significante en el mundo. Pero esta opera-ción simbólica es naturalizada por el establishmentde los especialistas, por la opinión docta que actúacomo policía del pensamiento; en última instancia,como control social.

Sumamos, en síntesis: desmembramiento de loscampos del saber con establecimiento de técni-

cas específicas, por un lado. Y funcionamiento deinstancias de control epistemológico que esta-blecen el "buen saber" y el "mal saber", o el "sa-ber útil" del "inútil"; pleno funcionamiento deun principio de autoridad que sólo se sustentaen el prestigio del doctor. Prácticas que al no cues-tionar sus mismos supuestos impiden reflexionar so-bre sus puntos de invisibilidad epistemológica.

Los procesos de institucionalización

Decíamos que este deslizamiento al interés por losproblemas de aprendizaje es consecuencia de lainstitucionalización masiva de la educación, lo quehace surgir nuevos problemas y objetos de estudio.Como dice Emilia Ferreiro, cuando la escritura erapatrimonio de pocos, no había fracaso escolar, ya quela alfabetización como problema surge a partir deque "se decidió que escribir no es una profesión sinouna obligación y que leer no era marca de sabiduríasino marca de ciudadanía"2.

El proceso de institucionalización tiene comoobjetivo y consecuencia la homogenización delos discursos, a partir de la normativización delas prácticas, saberes y relaciones socialesinmersas en el proceso educativo: masifica los es-tilos de enseñanza y también los contenidosenseñables, al tiempo que cristaliza un tipo de lazooperante en la transmisión del saber. Me refiero a larelación docente-alumno, en tanto sujeto que sabe ytransmite por un lado; y sujeto-objeto de la prácticaeducativa, sujeto a enseñar y formar -resalto: dar for-ma- por otro.

La normalización de las relaciones sociales -es de-cir, la juridización de la sociedad en sentido laxo3- esla piedra angular de la modernidad en occidente,basada en la creencia universalista en la razón. Ra-cionalidad que es un tipo de mentalidad, un patrónde pensamiento, un principio de orden, una relaciónespecífica con la ley y el poder. Racionalidad que sepresenta como dato científico y no como creencia,

2Ferreiro Emilia: "Analfabetismo eiletrismo". Diario El Día. 20/05/01.Pág. 4 quinta sección.3Ver Kozicki Enrique: "De ladimensión jurídica de la vida". En:Derecho y psicoanálisis: teoría delas ficciones y función dogmática.Varios autores. Ed. Hachette,Buenos Aires, 1987.

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ya occidente cree en la existencia de principios dadospor la razón como hechos de la naturaleza. En sínte-sis: normalización basada en la racionalidad de lanorma, racionalidad hoy llamada científica.

Llamamos normalización al encuadramiento de lossujetos dentro de un sistema, que opera a través dela institucionalización de los individuos. Este procesoocurre desde la misma concepción biológica del su-jeto: el dispositivo médico, por ejemplo, la atencióninstitucionalizada del parto, hasta la misma inscrip-ción legal del niño en un Registro Civil -obligatoria-dentro de un plazo perentorio.

El proceso de institucionalización -generalizado atodos los aspectos de la existencia- tiende a:-La normalización de las relaciones sociales, en posdel encuadramiento de los sujetos dentro del siste-ma jurídico-productivo.-Una tendencia universalizante (el paradigma "a to-dos por igual") que genera la tendencia a la cosmo-visión en las áreas de saber, con la consecuencia delborramiento de la subjetividad en tanto lo que que-da fuera de lo generalizable, principio fundador dela ciencia moderna en tanto exclusión del sujeto.-El principio de autoridad como piedra angular4 delas instituciones, que genera lugares en el sentidotopológico5 del concepto. Es decir, lugares formalesque se encarnan en el personaje de turno, que fun-ciona como el garante del saber en juego. Por ejem-plo, tomando el caso de la universidad, sabemos queésta surge en la edad media más con el objetivo dedeterminar el saber "legal", legítimo, que para sugeneración o transmisión.

Así, el principio de autoridad correlativo de estapolicía del pensamiento se constituye como determi-nante del peculiar tipo de relación social que en occi-dente es la relación pedagógica: siempre hay alguienencarnando el lugar de la verdad: pontífice del diosdel conocimiento verdadero y liturgia de la sana ra-zón con el nombre del padre incluido.

Entonces: definimos institución como una nor-mativización de enunciados, que en el marco de

un dispositivo pedagógico tiende -al igual queen todo proceso institucional- a la homo-genización de los saberes y objetos de conoci-miento, rigidizando las relaciones sociales impli-cadas en la enseñanza.

A. Institucionalización y poder

Esto hace de la institución educativa parte de undispositivo: la homogenización de los saberes respon-de integralmente a las necesidades del sistema capi-talista de reproducirse a sí mismo. Implica una exclu-sión de lo aleatorio, como justamente lo que sostie-ne el orden institucional.

Si pensamos a la educación como un dispositivo6,necesariamente debemos pensar en la demanda enla que toman su lugar los saberes y haceres. Es decir,un legítimo planteo epistemológico en cuanto a loscondicionamientos del surgimiento del saber; comodice Foucault, cómo se formaron dominios de sabera partir de las prácticas sociales. Pero además no po-demos dejar de pensar en las demandas sociales alas que responden, demandas más o menos orgáni-cas que sustentan sus prácticas.

La escuela es una institución que responde a undispositivo de la modernidad, que responde a unademanda de disciplinamiento y de transmisión desaber en forma estandarizada. Esto implica que elanálisis del sistema educativo no puede ser un ob-jeto en sí mismo, ya que la educación responde aun proceso inscripto en una necesidad social, delpoder disciplinario, de reproducirse a sí mismo.

La importancia de la educación en la reproduc-ción del poder es esencial; al decir de Foucault, for-ma técnicos (cuerpos disciplinados, que es una trans-formación del cuerpo en fuerza de trabajo) y discipli-na el tiempo para hacerlo tiempo útil -sinónimo detiempo productivo7.

Para este autor las tres dimensiones fundamenta-les con las que el poder se hace operativo -en su ver-sión represiva- son la vigilancia, el control y la correc-

4Piedra angular (arquitectura):piedra que se ubica en la cúspidede un arco, que por su peso, formay disposición lo sostiene.5Una topología es un conjunto dereferencias simbólicas; no un lugarfísico sino las referencias, lascoordenadas de ese lugar, quetienen relación lógica y no físicacon otros lugares.6En el sentido de Foucault, comoformación heterogénea que en unmomento determinado del devenirhistórico se presenta como la formaestratégica de respuesta a unanecesidad de las clases dominantes(Ver "El juego de Foucault", en Eldiscurso del poder, Folios ediciones,Buenos Aires, 1983.7Hace poco tiempo tuve entre mismanos una nota muy interesantedel "opinólogo" Jaime Barylko, quecomentaba con nostalgia que en suinfancia el juego era un objetivo ensí mismo, puro placer lúdico y elcontraste con estos tiempos, donde"todos quieren pedagogizar",transformando el juego y el jugueteen recurso didáctico. Señalaba queparecía que hasta el juego debíatransformarse en algo útil, puestoal servicio del aprendizaje. (Cfr. "Laparanoia pedagógica". RevistaMagazín, suplemento dominical deldiario El Día. 16/4/00.

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ción, ejemplificadas magistralmente por el ejemplodel Panóptico, metáfora de la sociedad que él deno-mina disciplinaria. Cuando trata de conceptualizar la"panoptización" -o sea, el disciplinamiento de la vidacotidiana al nivel de la existencia individual y ya noen el gran poder del estado- encuentra a las institu-ciones de la modernidad cuya finalidad no es excluirsino fijar a los individuos. Esa es la función primor-dial de la escuela, fijar a los alumnos al aparatode producción y a determinado dispositivo detransmisión del saber. El poder polifacético que secondensa en la institución escolar no sólo normalizael saber, sino que se arroga el poder de premiar ycastigar en función del aprendizaje, hecho tan natu-ralizado en nuestra cultura que no se cuestiona. Eva-luar, clasificar, castigar y premiar, funciones de la es-cuela. Decíamos: vigilancia, control, corrección.

La institución escolar también genera un disposi-tivo epistemológico que estudia a los individuos, dedonde nace la pedagogía como resultado de la inser-ción del niño en las tareas escolares.

René Lourau8, considera a la educación como unade las dos instancias fundamentales que atraviesantodo el sistema institucional, junto con la producción9.Pero asimismo la escuela contempla instancias no edu-cativas -o sea, otras funciones sociales- que la atravie-san tan fundamentalmente como su función oficialde educar. Podemos citar, por ejemplo, el ejercicio deun poder de vigilancia médica (control de calendariosde vacunación, vigilancia epidemiológica, etc.), con-trol de los cuidados maternales y de las familias10,disciplinamiento escolar, asentamiento de la funcióndel respeto a la autoridad, entre otras. Estas múltiplesinstancias -fundamentales para la institución, nocircunstanciales- constituyen lo que este autor deno-mina la transversalidad de las funciones sociales11.

B. Institucionalización y subjetividad

En la forma en que se institucionaliza la transmi-sión del saber se genera un nuevo tipo de subjetivi-

dad; subjetividad moderna que impide pensar al su-jeto por fuera de las instituciones que lo cobijan des-de su nacimiento. De allí que resulte absolutamentefalaz el dualismo sujeto-institución, variación del vie-jo y conocido dualismo individuo-sociedad. De lamisma forma, el parcelamiento del saber disciplina-rio se constituye en obstáculo epistemológico.

Freud12 decía: "En la vida anímica, el otro cuenta,con total regularidad, como modelo, como objeto,como auxiliar y como enemigo, y por eso desde elcomienzo mismo la psicología individual es simultá-neamente psicología social en este sentido más lato,pero enteramente legítimo". Parafraséandolo, podría-mos decir que es la institución la que cuenta desde elcomienzo, no hay sujeto por fuera de la institución.

Cuando decimos: "aparición de nuevos sujetos",nos referimos al surgimiento de novedosas formasde subjetivación, o sea de conjuntos de significacio-nes de las cuales se apropian los "individuos": A par-tir de este acto de apropiación (que no es más queuna identificación) se constituyen como sujetos.

La subjetividad tiene una dimensión legal (insti-tuida) que le es intrínseca, que Legendre denomina"función dogmática"; función que instituye a los hu-manos. Para este autor, una institución es un conjun-to de reglas de un determinado grupo humano, queincluye un sistema de dogmas del poder, además deuna referencia jurídica13. Esta función dogmática eslo que significa la vida humana mediante las institu-ciones, (produciendo) "a los seres humanos y enca-minándolos hacia la muerte"14.

El poder manipula los deseos humanos, a fin de ase-gurar la circulación y reproducción de sus sistemas de laverdad, que sus mensajes lleguen a sus destinatarios. Esdecir, el poder instituye dominios de saber que tienencomo función reproducir sujetos (al poder).

El "hecho" de aprendizaje

A partir de esta introducción que contex-tualiza la posición epistemológica a partir de la

8Lourau René: "El análisisinstitucional". Amorrortu, BuenosAires, 1970.9En la Argentina es muy visible laimaginarización (en otro momento,producto de la realidad) de laeducación como forma de progresoen la escala social. Podríamos decir,aplicando el modelo dialéctico deLourau, que la norma universalestablecida como enseñanzapública, gratuita y obligatoria seencarna y visualiza en una realidadque contrasta con este valor, comolo es la llegada masiva deinmigrantes que heterogenizan elpaisaje étnico nacional. Quizás laescuela pública que conocemos(momento de la singularidad)responda a la necesidad deintegración nacional, o más bien,de homogenización cultural.10Más allá de las diferentes éticasindividuales, los llamados asistentessociales históricamente hanfuncionado como vigilancianormativa de las familias, estable-ciéndose como contralor de lasbuenas costumbres y de la moralvigente, evaluando a partir delproblema de aprendizaje del niño,la "calidad" de su familia.11Lourau: op. cit.12Freud S.: "Psicología de las masasy análisis del yo". Tomo XVIII. Pág.67. Obras Completas. Amorrortu,Buenos Aires, 1984.13Para un acercamiento al pensa-miento de Pierre Legendre, verEnrique Marí y otros: "Derecho ypsicoanálisis: teoría de las ficcionesy función dogmática" (op. cit) yLegendre y otros: "El discursojurídico" (op. cit.)14Cfr. Kozicki, "Discurso jurídico ydiscurso psicoanalítico", en "Eldiscurso jurídico". Hachette,Buenos Aires, 1982.

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cual se pensará el aprendizaje, haremos algunosseñalamientos.

Por todo lo expuesto anteriormente, no nosplantearemos el aprendizaje a partir de un suje-to y su problemática, menos aún de un sujetouniversal, como una esencia sin contexto ni his-toria. Lo pensaremos como un hecho, un acto omás bien una escena, producto ella misma demúltiples atravesamientos. Este planteo implicasalir de la concepción del aprendizaje como re-lación exclusivamente cognitiva.

Estos atravesamientos no son meras circuns-tancias del hecho de aprendizaje: son constituti-vas y múltiples. Radicalmente: el aprendizaje esel resultado de múltiples inscripciones, de mar-cas deseantes, institucionales, cognitivas, histó-ricas, culturales, económicas, grupales, etc.

En síntesis, se plantea el siguiente recorrido:1. La modernidad establece primordialmente una

enseñanza institucionalizada, una peculiar relacióncon el saber. Podemos pensar que antiguamente elsaber era transmitido generacionalmente. Los oficiospasaban de padres a hijos, de maestros a aprendices;linaje biológico y simbólico que se sitúa fuera de laproducción en serie del saber. A producción en serie,enseñanza en serie.

2. Esta diferente relación con el saber implica di-ferentes procesos de subjetivación. El sujeto moder-no es impensable sin la mediación institucional y porfuera del peculiar lazo social que se establece en laenseñanza.

3. A partir de lo expuesto, decimos que considera-mos al aprendizaje como una situación, una escena,resultado de múltiples atravesamientos, que no son elcontexto de la situación, sino la situación misma. El con-texto es texto de la escena, concepción que desdibujala oposición entre un adentro (por ejemplo, el aula) yun afuera (que funcionaría como "influencia").

Esto es pensar al aprendizaje como un campo deproblemáticas atravesado por múltiples inscripciones-escrituras: deseantes, históricas, institucionales, polí-

ticas, económicas, cognitivas. Ya no objeto de disci-plinas, interdisciplinas o multidisciplinas, sino de lastransdisciplinas, que transgrede las especificidades,las parcelaciones del saber características de la mo-dernidad o más bien, de la sociedad disciplinaria. Es-tos atravesamientos-inscripciones múltiples configu-ran a la escena como montaje peculiar.

Es decir, apuntamos a "construir una red epistemo-lógica a partir de intercambios locales y no globales(entre los saberes) (...) en estado de vigilanciaepistémica y metodológica, que se organicen en unaepistemología crítica (...) movimiento que desdibujalos objetos teóricos discretos, unívocos"15.

Observaciones finales

1. No podemos dejar de situar las formas en quela modernidad produce conocimiento, apuntando alos puntos de invisibilidad de la propia práctica peda-gógica. Dicha invisibilidad es lo no enunciable dentrodel marco de una práctica o de una teoría, resultadoestructural y no contingente de la forma en que piensay construye sus objetos. Toda teoría tiene su propiorégimen de lo pensable y como consecuencia, de loimpensable.

2. El aprendizaje tiene dos niveles de existencia:uno fáctico, es decir, su existencia en tanto hechosocial, pero también una existencia disciplinaria. Estohace que su existencia como hecho teórico yteorizable lo sumerja en dispositivos de investigaciónque generan efectos que posteriormente son teori-zados como intrínsecos al aprendizaje, siendo en rea-lidad producto del dispositivo.

3. Lo institucional tiene a mi entender una impor-tancia central, no sólo porque todo aprendizaje en lamodernidad implica una institución16 sino porque lainstitución en sí misma es condensadora de atra-vesamientos históricos, sociales y económicos. Resultaesencial de analizar, ya que es un dispositivo de ex-clusión y mismo tiempo, de autorización de discur-sos: sostiene y en el mismo acto excluye determina-

15Fernández Ana María: El campogrupal: notas para una genealogía.Nueva Visión, Buenos Aires, 1998,Pág. 58.16Si no es en forma directa, lo esindirectamente, en tanto lugar dereferencia legitimante, como puedeser la obtención de una licenciatu-ra, o sea una licencia para ejercer,como instancia legal; o imaginaria,como referencias significativas.

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dos enunciados, lo cual no es necesariamente visiblepara el docente.

4. Si pensamos la institución como algo que trascien-de los edificios, como una "red simbólica socialmentesancionada"17, no habría aprendizaje por fuera de loinstitucional, aunque no se desarrolle en un edificio de-nominado formalmente como institución. Lo institucionalaparece cuanto menos en el saber legitimado del docen-te, egresado de alguna institución, y cuya formación ysistema de referencias son institucionales.

5. El componente disciplinario es central en la es-cuela, y se encuentra naturalizado como componenteesencial de la educación del alumno. Se ve en las nor-mas de funcionamiento en el aula, hasta en su mismadisposición espacial (en filas visibles para el docente,por ejemplo). Es más, este componente es tan notoriopara el alumno como puede ser invisible para el do-cente progresista. Ana Fernández comenta las fanta-sías persecutorias que la consigna de trabajar en cír-culo y dar el nombre provocó en los albores de 1984,después de la dictadura, en una experiencia que reali-zó en la Facultad de Psicología de la UBA. La significa-ción imaginaria de panóptico grupal que adquirió di-cha consigna, la inclusión de la misma en los dispositi-vos de vigilancia y control tan apabullantes durante elProceso, era más fuerte que la buena voluntad deldocente. Este es un ejemplo también de lo que co-mentábamos en el punto 2 de este apartado: cómo eldispositivo pedagógico genera efectos en relación conel aprendizaje, estrechamente vinculado a los atravesa-mientos, históricos en este caso.

6. El principio de autoridad en la relación de saberdeviene en figura de liderazgo, es decir, en poder desugestión y violencia simbólica, al convertirse en unafigura del saber. El principio de autoridad implica lalegitimidad en el uso de la palabra, por lo tanto, estáubicado en el lugar mismo de la verdad.

7. Algunas palabras del aquí y ahora:La Argentina de 2001 parece caerse de la moderni-

dad; sus instituciones ya no contienen a los sujetos -son"instituciones estalladas", como dice Ana Fernández18.

Esta autora describe el proceso por el cual se produceen la actualidad un desfondamiento institucional queconsiste en un vaciamiento del sentido y de la funciónreguladora de las prácticas sociales; funciones históri-cas de las instituciones en general y de la escuela enparticular. Sentidos muy ligados a un componente reale imaginario de la educación en nuestro país, educa-ción que permitió la movilidad social en otros tiemposmenos frustrantes, y que fue una cierta garantía de igual-dad en la enseñanza pública y gratuita.

Sin duda, este análisis sumamente actual que nosubicaría en una era del postdisciplinamiento, o sim-plemente, de una brecha insalvable en la escala so-cial, podría ayudar a entender algunos hechos -entreellos, el vandalismo que tiene por objeto las escue-las- impensables en otras épocas.

Bibliografía

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17Ana Fernández, op. cit. Pág. 159.Esta definición es tomada de C.Castoriadis.18Ana Fernández: Institucionesestalladas. EUDEBA, Buenos Aires,1999.

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¿Qué tienen en común Cesaria Evora, AlfredoZittarrosa, el fado de Portugal, Nusrat Fateh Ali Khan,los Fabulosos Cadillacs, la música celta, Ravi Shankar,Astor Piazzolla, la juju music de Nigeria, João Gilbertoy el son del Buena Vista Social Club que permite agru-parlos en una categoría común como la "worldmusic"?

Con el surgimiento de la industria fonográfica, elsiglo XX vio potenciadas las posibilidades de registroy difusión de diversos estilos musicales ya existentesy otros nuevos en mercados de masas. No obstante,el desarrollo de las redes de comunicación caracterís-tico del fin de siglo sumado a los avances (y abarata-miento) en la técnica de grabación de la música y laconformación de conglomerados transnacionales deentretenimiento han delineado una escena en la quela diversidad de artistas y estilos musicales a los quese puede acceder, tanto en las disquerías como a tra-vés de Internet, es más amplia que nunca antes. Elmodo particular en que músicas locales que históri-camente habían permanecido marginadas del mer-cado de fonogramas son incorporadas a los catálo-gos de la industria discográfica en la última décadadel siglo es lo que define el fenómeno de la "worldmusic".

Tal como se presenta a la observación de cualquiercomprador de música en la ciudad de Buenos Aires,la "world music" es identificable como una secciónde discos que se encuentra no sólo en disquerías"especializadas", sino también en las cadenas de tien-das masivas de música (Musimundo y Tower Records).Esta sección se clasifica a su interior como música depaíses: música de Brasil, música de Uruguay. Es poresto que se constituye en un espacio de lectura privi-legiado de los modos de construcción de lo regional(un posible "nosotros") y lo exótico ("Otro" por de-finición) en la música y de las relaciones de estas cons-trucciones con el proceso de "integración" de lospaíses que firmaron el Tratado del MERCOSUR."World music" y MERCOSUR, entrada a escena delos localismos y proceso de regionalización, son fe-

nómenos propios de un mundo que se define como"globalizado". Sin embargo, las clasificaciones dediscos que hace la industria fonográfica generan ex-cluidos del mercado de la música y particulares mo-dalidades de inclusión. La "world music" es una deellas e implica desigualdades y estereotipificación demúsicas que son promocionadas como "exóticas" yson reunidas bajo una etiqueta englobadora de "lootro por lo otro".

Comunicación y cultura

El estudio de la industria de la música y su relacióncon las transformaciones sociales, políticas, cultura-les y económicas contemporáneas -habitualmentedenominadas como "proceso de globalización"- eneste caso se posiciona en el campo de los estudios encomunicación y cultura.

Esta afirmación no implica desconocer que la de-finición y formalización del campo es objeto de con-troversias teóricas y políticas. Por este motivo, explicitoa continuación algunas de las premisas propias de lainvestigación en comunicación y cultura que puedenconsiderarse centrales y que guían este trabajo: laafirmación de que las prácticas sociales significan, lalectura de esas significaciones como parte de un en-tramado cultural, social, económico y político deter-minado, la cultura como espacio de lucha por el sen-

Industria de la música, "world music"y MERCOSUR. Clasificación y sentidoen las disquerías de Buenos Aires1

Por Silvana Contreras

Notas

1Una versión ampliada de lainvestigación sobre estas problemá-ticas puede encontrarse en mi tesisde licenciatura: "Industria de lamúsica y globalización: el caso dela world music. La clasificación dela música y los países delMERCOSUR en las disquerías deBuenos Aires", mimeo, 2001.

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tido, el estudio de los productos y procesos de indus-trialización de la cultura por considerar que estáninvolucrados en la producción y reproducción del sen-tido en las sociedades contemporáneas, las caracte-rísticas e historia de los soportes tecnológicos, las re-laciones con los géneros discursivos, la aproximaciónsemiótica a los discursos y las formas de construc-ción del sentido, la atención a la dimensión ideológi-ca y sus implicaciones sociopolíticas.

Este marco de comprensión de los fenómenossociales implica que los estudios en comunicación ycultura realizan un abordaje a partir de un saber trans-versal que no se posiciona desde una disciplina espe-cífica, sino que recorta un objeto de investigaciónque debe ser abordado atravesando diversos cam-pos de saberes. En el caso de la investigación que daorigen a este artículo, el sostén teórico proviene decampos como la sociología, las letras, la antropolo-gía, la ciencia política, la etnomusicología, la historiade la música, los estudios culturales, el análisis deldiscurso y la filosofía del lenguaje. En su entrecruza-miento, conforman el armazón teórico de abordajepara el estudio de la industria de la música y sus for-mas de construcción de sentido en la sociedad con-temporánea.

Comenzaré por indagar el significado que cons-truye la industria para la categoría "world music".Luego, se establecerán relaciones entre la clasifica-ción de la "música de países" y el proceso de "inte-gración" de países del MERCOSUR.

La "world music" entra a escena

"La ‘world music’ no es un fenómeno nuevo, sinoun nombre reciente para un proceso que tiene unalarga historia" (Brian Eno en Schnaebel, 1998). Unode los momentos en los que es posible comenzar aleer esta historia, una vez establecida la industriafonográfica y un mercado de masas, es en los años50, si se toma el caso del jazz. Los músicos de jazznorteamericanos se apropiaron de los ritmos latinos

en su repertorio, al tiempo que John Coltrane y otrosestaban explorando las marcaciones de tiempo y so-nidos de la música india, a la vez que se interesabanpor las raíces africanas del jazz. En los 70, estos cru-ces musicales derivaron en la fusión de world-jazz entrabajos como el del trompetista Don Cherry. La"world music" también tuvo su rol en el fenómenode la música lounge de los 60 cuando Martin Dennyincluyó sonidos hawaianos y del Pacífico en sus gra-baciones.

Diversos fenómenos posibilitaron la cristalizacióndel reconocimiento de la "world music". Dentro delo que podría llamarse ampliamente el mundo delrock angloamericano, los Beatles tuvieron un rol pio-nero cuando incluyeron instrumentos y ritmos de lamúsica india en "Norwegian wood" de Rubber Soul(1965) y en "Within you without you" de Sgt.Pepper’s Lonely hearts club band (1967). La infraes-tructura de producción, promoción y distribución dela "world music" tuvo sus inicios en los 80 principal-mente impulsada por una red de pequeños sellosdiscográficos independientes. En el despertar de larecesión de la industria fonográfica que comenzó en1979, muchos sellos multinacionales lanzaron accio-nes a escala más pequeña, y los sellos innovadores eindependientes comenzaron a ocuparse por el resur-gimiento del negocio. Dos discos-hito aparecieron enese momento. En 1981, David Byrne y Brian Eno pro-dujeron un disco que fue bestseller, My life in thebush of ghosts, que mezclaba música libanesa y egip-cia en la búsqueda de un sonido diferente. Al añosiguiente, Chris Blackwell de Island Records, que ha-bía introducido el reggae a las grandes audienciascon las primeras grabaciones de Bob Marley2, produ-jo el lanzamiento de la música juju nigeriana en eldisco de King Sunny Ade. Era un nuevo sonido, unacombinación de los ritmos percutivos de Yorubaacompañado por guitarras eléctricas, country y occi-dentales. En 1982, Peter Gabriel, un carismático as-tro del rock británico, lanzó el festival WOMAD (Worldof Music and Dance) en Inglaterra para promover

2El reggae se hizo muy popular enInglaterra en los 60 y lo mismoocurrió en Estados Unidos durantelos 70. "Fue la primera músicapopular que no provenía de ungrupo de rock o folk anglófilo yabrió la mente de las personas parala explosión de la "world music"que llegaría en los 80". Schnaebel,1998.

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artistas de "world music" junto a eventos estableci-dos del pop. Siete años más tarde, creó el sello RealWorld dedicado a la "world music". En 1986, la vozfamiliar de Paul Simon, cantando junto a voces ymúsicos sudafricanos en el disco ganador de unGrammy, Graceland, sumó innumerables nuevos fansa la música africana. El baterista de la banda de rockGrateful dead, Mickey Hart, experimentó con la per-cusión india, latina y africana en el ensamble PlanetDrum. David Byrne, que había incorporado músicaafricana y de otras partes del mundo en su trabajocon los Talking Heads, fundó en 1989 el sello LuakaBop. Incluso los Rolling Stones tuvieron su parte consu larga fascinación por el reggae y la música del Nortede África. Otros músicos y productores influyentesen el establecimiento de la "world music" fueron elblusero Taj Mahal, Bill Laswell y el promotor del éxitode ventas Buena Vista Social Club, Ry Cooder.

En los 90, la "world music" ya contaba con unespacio de reconocimiento crecientemente redituabledentro de la industria de la música (Pacini Hernández,1998; Schnaebel, 1998). Así lo demuestra su inclu-sión como:-categoría musical específica en los charts de la prin-cipal publicación de la industria de la música a nivelmundial: la revista Billboard, desde mayo de 1990,-categoría en los premios Grammy, desde enero de19913,-sector en las megadisquerías,-sección específica dentro de catálogos de música. Ytambién,-la proliferación de sellos discográficos especializa-dos,-los web sites, revistas y programas de radio dedica-dos a la "world music" en todo el mundo, y-los shows de artistas de diferentes partes del mun-do que se realizan todas las semanas en las principa-les ciudades de Estados Unidos y Europa.

Los discos más exitosos "charteados" como"world music" vendían entre 500.000 y 1.000.0004

de copias (es el caso de varios discos de los Gipsy

Kings) hasta que llegó Buena Vista Social Club quevendió más de 3.000.000 de discos.

De acuerdo con el momento en el que la industriade la música comenzó a rankear, premiar y generarsellos especializados, es posible situar alrededor delaño 1990 el ingreso de la categoría "world music" almercado fonográfico de masas norteamericano yeuropeo.

1990 es el año en el que el rótulo "world music"se instala estructuralmente como categoría musicalen la industria norteamericana y europea de la músi-ca: surgen los rankings de y los premios a la "worldmusic" (que se suman a las colecciones de discos,sellos especializados, radios, revistas y sitios deInternet dedicados a la "música del mundo" desdelos años previos). En Argentina, fueron las cadenasde disquerías -que hoy representan más del 70% delmercado- las que instalaron esta categoría en 1997.Como marca Daniel Herzkovich de Musimundo: "Labatea ‘Música del mundo’ nace en 1997 con mi in-greso como gerente". Se adoptó una denominaciónen español porque la señalética de Musimundo in-tenta no usar el inglés, "de todos modos, con la sal-vedad del idioma, conservamos la denominaciónmundial de la categoría: world music", explica. EnTower Records, "estuvo desde el principio", afirmaLisa Flores, gerente comercial de la cadena norteame-ricana que llegó a la Argentina en abril de 1997.

Lo que hoy se conoce como "world music" tieneapenas 20 años. El término "world music" fue acu-ñado en Inglaterra a principios de los 80 por trabaja-dores de la industria fonográfica que intentabancategorizar nuevas grabaciones de música provenien-te de culturas no occidentales. "Internacional", "folk"y "étnico" ya no eran rótulos apropiados. Como ca-tegoría "abarca-todo", "world music" no aportó mu-cho más sentido que esas denominaciones anterio-res, pero sirvió a un propósito: identificar un conjun-to de música que estaba surgiendo por primera vezal mercado de masas sobre el que la mayoría de lagente no sabía mucho.

3Ganadores del Grammy dentro dela categoría Mejor Album de Worldmusic:-En 1999, el ganador fue CaetanoVeloso por su disco Livro.-En 2000, el ganador fue JoãoGilberto por su disco João Voz EViolão.4Cfr. En Argentina se consideradisco de oro a todo producto quevenda más de 30.000 copias ydisco de platino a partir de las60.000.

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Así, en el origen, "world music" es una categoríade marketing y estrategia comercial, enmarcada enel actual proceso de globalización de los canales deproducción y comercialización de fonogramas a nivelmundial. No obstante, se ha producido un desplaza-miento por el cual de ser una categoría administrati-va u organizacional ha pasado a ser una categoríaestética y evaluativa, comparable a la de un "géne-ro" musical (Negus, 1999).

¿A qué se llama "world music"?

La aproximación al sentido de aquéllo que es lla-mado "world music" involucra una relación entre lasdinámicas de producción de las industrias culturalesy el sentido del rótulo "world music", llevado a sumáxima expresión al presentarse como género musi-cal en catálogos y como título de una batea en lasdisquerías.

El proceso de concentración, integración y fusiónde la industria de la música ha resultado en el actualdominio del mercado por cinco grandes discográficastransnacionales: BMG, EMI5, Sony, Universal y Warner.Estos cinco conglomerados producen y distribuyenmás del 90% de todas las ventas lícitas de fonogramas(LPs, cassettes, CDs, discos simples y videoclips)(Yúdice, 1999).

Si bien la industria fonográfica desde su confor-mación ha estado fuertemente concentrada, la ten-dencia iniciada a partir de los 80 determina una nue-va configuración de conglomerados globales de en-tretenimiento "integrado" propia de un estadio par-ticular del desarrollo de las industrias culturales en elcapitalismo del cual la "world music" (en tanto quedenominación para un "conjunto de músicas") es unproducto.

Definiciones acerca de esta categoría no escasean.Seleccioné algunas de fuentes diversas: etnomu-sicólogos, trabajadores de la industria fonográfica,periodistas, musicólogos, investigadores sociales ymúsicos:

-el director de un sello especializado en "world music"ha dicho que se trata de "la música folklórica y elpop internacional excluyendo lo angloamericano"(citado por Paiano, 1994).-para el director del sector "world music" de un sellofrancés, la "world music" es la "música que viene detodos los lugares de África, Brasil y Asia" (citado porPaiano, 1994).-el etnomusicólogo Hope Cooper ha definido a la"world music" como: "un título que puede englo-bar cualquier música que refleje la cultura indígenadel país dentro del cual es producida"6.-"world music" es el nombre que se le da actualmen-te a lo que anteriormente se conocía como étnico, delengua extranjera o música internacional. Worldbeat,en cambio, es la mezcla conciente de músicas de cul-turas diferentes, generalmente para crear una formamusical completamente distinta. Es principalmentemúsica hecha por norteamericanos y europeos occi-dentales para consumo de Occidente (Tarte, 1999).-es la "música de otros pueblos". En cambio elworldbeat consiste en "experimentos interculturalesde músicos occidentales" (Roberts, 1999).-es la "música que proviene del Tercer mundo" (Poet,1999).-"Es la música de otras culturas que ahora la llama-mos world music" (Schnaebel, 1998).-"World music no es un nuevo fenómeno, sino unnombre reciente para un proceso que tiene una lar-ga historia". (Brian Eno en Schnaebel, 1998).-desde el ámbito académico, ha sido identificada con"los sonidos de la llamada periferia, el ‘Tercer Mun-do’" (Chambers, 1995), "los sonidos de países otrosque Norteamérica y Europa Occidental que han co-menzado a ser grabados, empaquetados y vendidoscomo un exitoso nuevo género pop" (Frith, 1989) ytambién con "las músicas ‘otras’" (Yúdice, 1999).-"es el nombre que le da EE.UU. a la música no pro-ducida en ese país, esto devino en lo que hoy se co-noce como world music" (Daniel Herzkovich, geren-te comercial de Musimundo en Argentina).

5Los sellos EMI y Warner seencuentran en proceso de fusióntras un acuerdo firmado acomienzos del año 2000.6Comunicación personal con HopeCooper, investigador del GlobalMusic Center (Finlandia), octubrede 1999.

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-"dónde está hecho el disco es una indicación muyimportante. Si está hecho en África es World music,no te queda ninguna duda. Es (música) tradicionalde cierto país" (Lisa Flores, gerente comercial de TowerRecords en Argentina).

Todas estas definiciones tienen en común la refe-rencia a que "world music" no es la música angloa-mericana, a la otredad en el sentido de que no tieneque ver con lo que se considera propio y algunas deellas lo explicitan: son las "músicas otras".

Esta definición, la de las músicas "otras", es parti-cularmente interesante porque presenta dos rasgosque considero centrales para el análisis de la "worldmusic": el carácter relacional de esta categoría ysu fundamentación en la construcción de un exo-tismo como carácter diacrítico. La categoría "worldmusic", además, implica una operación de seleccióny clasificación y un posicionamiento territorial.

Selección porque "world music" no es music ofthe world. Esto es, no todas las músicas del mundoentran bajo el paraguas conceptual de la "worldmusic": el pop angloamericano no es "world music".Clasificación porque "world music" se "es" en lamedida en que existen otros compartimentos adya-centes como el pop internacional, el jazz, la músicatropical, etcétera. A esto me refería cuando hablédel carácter relacional, es decir, a la coexistenciacon otros "títulos de bateas" o categorías clasifica-torias, en oposición a las cuales se delimita lo que es"world music".

La categoría "world music" implica también, comoseñalé, un posicionamiento territorial7. Esto es cla-ramente observable en un ejemplo. En una disqueríade Buenos Aires jamás encontraremos las obras deAstor Piazzolla en la batea de música del mundo,mientras que en Barcelona o en Nueva York, Piazzolla"es" "world music". En este sentido la transitadaantinomia global/local debería ser pensada en térmi-nos dialécticos. Ya que incluso si los discos englobadoscomo "world music" fueran las producciones demúsicas tradicionales, desde lo local, lanzadas o pro-

puestas por la industria a nivel global en coleccioneso sellos especializados en "world music", en ese pa-saje persiste una tensión o inestabilidad intrínsecadada por su necesaria "relocalización" territorial o"reterritorialización"8. Esto se manifiesta claramen-te en la forma en que se subdivide la "world music":como música de países o de culturas. Es decir: dis-cos de música pakistaní, brasileña, celta. Sin embar-go, no es obvio que se pueda hablar de la música"de" un país o "de" una cultura ya que las culturasno son esencias ni "islas" e interactúan con otrasculturas (y otras músicas) en las prácticas socialescotidianas que construyen su historia. Incluso la no-ción de música étnica o tradicional se vuelve cues-tionable. Frith sostiene que, una vez que se haceclaro que no existe algo así como un sonidoculturalmente puro, es posible ver en todas partescómo convenciones son desafiadas, nuevos estilosemergen e innovaciones aparecen, estimuladas porla urbanización, la migración, las comunicacionesmasivas internacionales y la disponibilidad de radiosy grabadores que habilitan a más y más gente, porprimera vez en la historia, a crear sus propiosentornos musicales (Frith, 1989).

Esto tiene que ver con la fundamentación en laconstrucción de exotismo que postulé como cons-titutiva de la "world music". Siguiendo a Todorov(1991), podríamos definir lo exótico como lo valo-rado por ser desconocido. Está claro que "la bailanta,el tango y el folklore" no podrían actuar bajo la eti-queta de "world music" en la Argentina ya que éstahace jugar un fuerte componente de exotismo que,por definición, no puede tener aquello que es "lopropio", "lo nuestro". El exotismo funciona espe-cialmente como avidez de "otredad", como sugiereYúdice (1999), y tiene que ver con la construcciónde una clave de lectura de lo otro por la cual se ad-judica a ciertas músicas la propiedad de ser exóticas.Esta atribución de exotismo opera diacríticamente,sin perder por ésto su carácter de constructo, en lamedida en que define y distingue a la "world music"

7"World music" es lo contrario deun "género" como la "músicainternacional" que requierepresentar al artista sin ningún tipode conexión a un lugar particular(Negus, 1999).8Cfr. García Canclini: Culturashíbridas, 1990.

130

de otras músicas. Nada es "world music" en sí mis-mo, como nadie es "otro" ni exótico de por sí.

Retomando, la "world music" , categoría de mar-keting y estrategia comercial, opera a través de unénfasis en el origen, una apelación a lo "auténtico",involucra la construcción de exotismo y no se aplicaa músicas con las que determinada sociedad tengauna experiencia inmediata.

"World music" no es music from de world sino"música de algún otro lado". Requiere acentos, len-guajes y sonidos que puedan ser "ubicadosterritorialmente", ciertos sonidos significan lugares yse constituyen en códigos reconocidos por las au-diencias. No obstante, para los consumidores que noforman parte de la comunidad interpretativa a la quese orienta la "world music", la discográfica proveeinformación acerca de la ubicación del artista en elpackaging y promoción del disco (Negus, 1999).

Una denominación que cubre tantas y tan distin-tas músicas como la "world music" borra de escena(o de las bateas) la dimensión de conflictividad cultu-ral y política que toda expresión artística implica. Estemovimiento de homogeneización conceptual quesupone la noción de "world music" implica una sim-plificación y un reduccionismo que, con Voloshinov(1976), podríamos concebir como característico delas categorías acuñadas por la clase dominante:monoacentuales, eternas, sin lucha de valoracionessociales a su interior. Términos como rock’n’roll, sal-sa, funk y jazz fueron acuñados desde un uso verná-culo, usados dentro de tradiciones culturales parti-culares y luego tomados por la industria para organi-zar catálogos (Negus, 1999). El término "worldmusic", en cambio, fue acuñado dentro de la indus-tria de la música y luego usado para ejercer una in-fluencia creciente en la producción y distribución yen los estilos adoptados por los intérpretes. "Worldmusic" comienza a operar como una etiqueta degénero, un conjunto de características estilísticas yuna categoría evaluativa a partir de un proceso dereetiquetado de una música o un artista que consiste

en la "invención" de nuevos sonidos a iniciativa de laindustria (worldbeat) o bien en la adaptación quehacen los artistas de su música para conseguir distri-bución internacional9. Se vuelve evidente que, ser in-cluido en una etiqueta u otra puede significar venta-jas económicas (Bourdieu y Wacquant, 1995). Dé-borah Pacini Hernández (1998) señala que la indus-tria de la música encontró una forma de comerciarestas músicas diversas para las audiencias internacio-nales y eventualmente estableció el término "worldmusic" para grabaciones que no encajaban en cate-gorías ya existentes en el mercado. No obstante, apesar de los procedimientos de homogeneizaciónconceptual, de borramiento y "olvido" propios delos sentidos instituidos por los sectores dominantesde la sociedad, la palabra es una "arena de la lucha"por el sentido como afirma Voloshinov (1976). Diver-sos actores sociales se apropian de la categoría "worldmusic" y le atribuyen significaciones otras. Así, "worldmusic" también es:-el emergente de una cultura global,-un desafío al limitado rango de estilos admitidos enla categoría internacional,-un intento de cambio musical y social que se espar-ce en todas partes.-"Los diversos sonidos provenientes de los "márge-nes" se vuelven incluso más importantes como evi-dencia de que el hacer música sobrevive como unaactividad humana" (Frith, 1989).-"la world music te invita a entrar a otros lugares yquedarte por un rato". "Interesarse en todo tipo decultura es realmente una forma de ejercitar la habili-dad básica de imaginar y participar en otros mundos,para disfrutar su lógica y equilibrio, para ver por quélas cosas son como son entre ellos" (Brian Eno enSchnaebel, 1998).

Múltiples sentidos son construidos por los sujetosinvolucrados en la producción y promoción de la"world music". Como afirma el músico senegalés SalifKeita, quien ha trabajado con Wayne Shorter y Car-los Santana, sobre el interés de los músicos occiden-

9Mariano (vendedor de la disqueríaMiles) lo señala respecto del casode la música cubana y el BuenaVista Social Club producido por RyCooder: "la única forma de queeso entre al mercado era atenuán-dolo, que no fuera música cubanaporque nadie se iba a copar.Entonces lo atenuás un poco, conun poco de arreglos y surge eso. Yeso también abre la puerta a queun mínimo porcentaje de todos losque compraron música de RyCooder digan: me interesa lamúsica cubana. Voy a investigarotras cosas".

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tales por grabar con músicos de otras culturas: "Noes malo. Los blancos consiguen la inspiración y noso-tros la popularidad".

"World music" es una etiqueta que es más queuna categoría comercial. Sin embargo esas caracte-rísticas desafiantes de la "world music" no son he-chas durante el packaging, marketing y venta de re-pertorio internacional. La "world music" navega unaruta ambigua entre la mítica búsqueda de redenciónauténtica y pureza, y un tipo de escucha reflexiva post-exótica que es consciente de las estrategias deterritorialización de la industria de la música y losmedios. Los mismos sonidos toman ambas rutas si-multáneamente y no pueden reducirse el uno al otro.

Clasificación y sentido. A partir de las bateas

Un lugar privilegiado de construcción del sentidode esta categoría son las bateas de las disquerías.Allí, a través de la inclusión o exclusión de determi-nados artistas y determinados discos, así como tam-bién de la forma en que se ordena esta batea a suinterior queda explicitado en forma crucial qué es"world music".

No todas las músicas que ingresan a la industriafonográfica son comercializadas y presentadas alpúblico en igualdad de condiciones (con igualdad depromoción, distribución y espacio en bateas). Esto esevidente para los productos de la industria fonográficaen general, pero no para la "world music" que espromocionada como el espacio de reivindicación delas manifestaciones marginadas, de los localismos;como el espacio del pluralismo y el multiculturalismoy la democratización de las posibilidades de distribu-ción y comercialización internacional. Al contrario delo que promueve ese discurso, se desprende de laobservación de las bateas que la "world music" tam-bién funciona por lógicas de jerarquización: no secomercializa de la misma manera la música "de" Brasilque la "de" Bolivia, de la que es muy difícil encontrardiscos. Es decir, no todo vale lo mismo al interior de

esa batea: la música "de" países no incluye a todoslos países del mundo, ni presenta de igual manera alos que sí incluye. Por otra parte, si se dirige la mira-da a los discos que efectivamente sí ingresan a la"música del mundo" se observa que dentro "de cadapaís" sólo en el caso de algunos artistas es posibleacceder a una trayectoria musical, mientras que de lamayoría de los artistas hay apenas un disco.

En síntesis, la "música del mundo" no es la músi-ca de todos los países del mundo. De los que sí estánno todos están representados con la misma cantidadde espacio y discos (vedettismo de territorios). De losque están representados con más espacio y discos,tampoco hay diversidad de géneros y artistas(vedettismo de artistas). De los artistas que sí estántampoco se puede reconstruir trayectorias porque losdiscos que grabaron con anterioridad al boom no sonrentables para la industria y están fuera de distribu-ción.

Del análisis de bateas de los diferentes puntos deventa de la ciudad de Buenos Aires10 también surgeuna relación de proporcionalidad directa entre catá-logo -títulos disponibles a la venta- y discos de "worldmusic". Es decir, a mayor catálogo, mayor cantidadde discos de "world music" (Esto explica por quéCarrefour no tiene la sección "world music" (menorcatálogo), y por qué Miles la tiene diversificada envarias categorías. Por otra parte, a mayor catálogo,más diversificadas y complejas son las estrategias deseñalización y de comunicación utilizadas por lasdisquerías. Esto se vuelve observable especialmenteen las bateas de "world music" que son las que entodos los casos requieren más esfuerzos de comuni-cación (lo que se hace observable en la división delconjunto en otras categorías, el uso de divisores adi-cionales y la disponibilidad de equipos para escucharlos discos). Ante la "world music", las disquerías "re-fuerzan" la organización y la información. Las estra-tegias de señalización constituyen espacios privilegia-dos no sólo para la lectura de la lógica que organizael sistema de bateas y las particularidades del caso

10El análisis de bateas se desarrollamucho más extensamente en latesis mencionada en la nota al pien° 1. Los puntos de venta analiza-dos son: el megastore de la cadenaMusimundo ubicado en elShopping Abasto de Buenos Aires(Musimundo representa el 68% delmercado); el megastore de lacadena Tower Records ubicado enel barrio de Belgrano (Tower Recorsrepresenta aproximadamente el10% del mercado); el sector deventa de música del hipermercadoCarrefour sucursal Salguero(Carrefour representa el 5% delmercado); la disquería "especializa-da", "de barrio", Miles, ubicada enel barrio de Palermo Viejo (no esparte de una cadena decomercialización).

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de la "world music", sino sobre todo lo que se refie-re a la centralidad del procedimiento de reterri-torialización que señalamos como constitutivo de ladefinición del rótulo y que se observa claramente enlos divisores con nombres de países.

World music y MERCOSUR

La aplicación de un punto de vista regional sobrelas industrias culturales -en particular la industriafonográfica- de los países involucrados en el procesode integración del MERCOSUR hace visibles desfasesy desigualdades dentro de esa alianza. Al dirigir laatención hacia las relaciones que se establecen en lasdisquerías de Buenos Aires entre la categoría "worldmusic" y los países del MERCOSUR observamos quela categoría "world music" supone procesos de cons-trucción de exotismo y referencia a emplazamientosterritoriales fundamentalmente en términos de na-cionalidad al tiempo que se refuerzan las referenciasa lo nacional cuando el marco es el MERCOSUR. Deesta manera, se intenta producir un nuevo "noso-tros" colectivo y de alcance regional, cuando la iden-tificación nacional no sólo está presente sino que serefuerza y resalta las diferenciaciones entre un noso-tros y los "otros". La incorporación de esta instanciaclasificatoria de la música construye relaciones conlas músicas de la región y los países del MERCOSURen el contexto de un proceso de "integración" yregionalización por el momento fundamentalmenteatendido en su dimensión económica, pero que dehecho implica el inicio de dinámicas de redefiniciónde lo propio, de lo local. Las formas de clasificaciónvinculadas a la "world music" -que, como hemos vis-to, se organizan como música de países- se constitu-yen como un espacio de lectura privilegiado de losmodos de construcción de lo regional (un posible "no-sotros"), lo exótico ("otro" por definición) y la apela-ción a lo nacional ya que tanto el MERCOSUR comola "world music" se definen en términos de nacio-nes y países.

Las dos cadenas de disquerías de la Argentina,Musimundo y Tower Records, que reúnen más del70% del mercado de venta de fonogramas tienenbateas específicas de "world music". La música "de"Brasil, Paraguay y Uruguay es "world music" de acuer-do a la forma en que estas cadenas clasifican sus dis-cos (hay carteles divisores con el nombre de estospaíses en las bateas de "world music").

Si bien los países del MERCOSUR están "repre-sentados" se pueden apreciar las desigualdades quese registran entre la música disponible "de" los paí-ses del MERCOSUR. Los discos identificados comoMúsica del mundo/Brasil o Música brasileña son losmás numerosos en comparación con la música "de"Paraguay que es la que menos discos tiene en todoslos puntos de venta analizados. Mientras que la mú-sica "de" Brasil es el 48% de toda la "world music"de las cadenas, las músicas "de" Paraguay y Uru-guay juntas sólo suman el 4% del total. En el caso deBrasil, la clasificación de la música se hace sólo entérminos de país de origen de los artistas. El caso deParaguay se ubica, por la escasez de títulos, dentrode lo que anteriormente conceptualizamos como lasmúsicas que no acceden a la industria de la "worldmusic" o lo hacen en condiciones de muy baja pro-ducción, distribución y promoción. El caso de Uru-guay genera un fenómeno particular: la música deartistas uruguayos no sólo se ubica en bateas de"world music". El criterio de clasificación dominantepara la música "de" los países del MERCOSUR esconcebirlos como "world music", en los casos de granpopularidad de los artistas los discos uruguayos in-gresan a otras bateas que se definen en relación a lolatino, en cambio la música "de" Brasil no se definede otro modo que no sea como "otro", o lo que eslo mismo, como "world music".

Los comercializadores de discos recurren a unamultiplicidad de categorías para clasificar la músicade artistas argentinos a diferencia de la cantidad derótulos que "necesitan" para clasificar la música deartistas de los otros tres países del MERCOSUR. Esto

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remite a varias lógicas de la industria discográfica:debe tomarse en cuenta que más del 40% de losdiscos que se venden en Argentina son de repertoriodoméstico. Esto explica la gran cantidad de discos deartistas argentinos en las disquerías y, por lo tanto, lanecesidad de desdoblar bateas, multiplicar los rótu-los. Por otra parte, las clasificaciones del repertoriodoméstico se definen con relación a "géneros musi-cales" y no a lugares de procedencia (a diferencia delo que ocurre en la "world music"). Por oposición, secomprueba una operación de "desconocimiento",implícito y constitutivo de la lógica del exotismo quemarca a la categoría "world music", respecto de lamúsica atribuida a los países del MERCOSUR conquienes la Argentina lleva adelante desde hace diezaños un proceso de integración regional. La cons-trucción de un posible "nosotros" regional queda ve-lada por el tratamiento de lo "otro" como exóticoque sólo puede ser nombrado con referencia a unemplazamiento territorial. De esta manera, se cons-truye la posibilidad de reconocimiento de ciertas mú-sicas como limitada a una nacionalidad de origen quees atribuida. Estos criterios de clasificación se super-ponen y entran en conflicto ante la dificultad de or-ganizar la música. Las categorías no son excluyentesy su uso es estratégico. En la medida en que ningunamúsica es unívocamente descriptible ni categorizable,todo rótulo que se le asigne se devela resultado deun proceso de construcción susceptible de ser ubica-do histórica y socialmente.

El discurso de la industria hegemónica de la mú-sica construye representaciones sobre la música "de"países y su historia. En este sentido, revela las ope-raciones de reducción de contexto e historia y meto-nimización realizadas sobre las músicas que son pro-mocionadas como "exóticas". Samba/Brasil, tango/Argentina, candombe/Uruguay, guarania/Paraguaypasaron así a constituirse en símbolos que, en prin-cipio, satisfacen la necesidad de aprehender demodo facilista e ingenuo los países del mundo, re-duciendo su diversidad cultural a unos pocos ras-

gos asibles, seleccionados y estimados representati-vos fundamentalmente desde afuera. Uno de los su-puestos sobre los que se basa el funcionamiento dela categoría "world music" está relacionado con unprocedimiento de homogeneización que permitehablar de la música de "los brasileños" o de "losuruguayos" e implica la existencia de una relaciónentre determinadas músicas y determinadas nacio-nalidades o países y de que esta relación esatemporal, ahistórica. Así, se deja de lado la per-cepción de que la historia de la música y la historiade una comunidad o una nación cambia, se modifi-ca a lo largo del tiempo y de que se produceninteracciones con otras culturas, naciones o comu-nidades. De esta manera, se establecen clasificacio-nes que ubican de un lado u otro de una fronteranacional a géneros musicales que se gestan y desa-rrollan en forma articulada y cuya historia no nece-sariamente tiene que ver con esas divisiones políti-cas.

Diez años de proceso de "integración" MER-COSUReña no han logrado gestar ni desarrollarpolíticas estructurales que involucren a la indus-tria fonográfica, como así tampoco promover losintercambios musicales entre países de la regiónpor fuera de las lógicas mercantiles de los éxitosde ventas y las estrellas sea del "rock nacional",la "world music" o la "música brasileña". El mar-co de los acuerdos de libre comercio -como elMERCOSUR- no debería generar una apertura in-discriminada de mercancías culturales que no pon-ga en consideración los desiguales desarrollos delos sistemas nacionales, así como la protección delos derechos de producción, comunicación y con-sumo de las etnias y los grupos minoritarios. Paraesto es necesario repensar el rol del Estado comogarante de las necesidades colectivas de diversi-dad de información, recreación e innovación demodo que estos aspectos de la vida de las socie-dades no queden librados a los imperativos dellucro.

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Población en millones de habitantes (1999)Brasil 168.0Argentina 36.6Uruguay 3.3Paraguay 5.4TOTAL MERCOSUR 213.3Fuentes: Elaboración a partir de información del Banco Mundial, INDEC, FMI, BID, CEPAL.

PIB millones de dólares corrientes (1999)Brasil 761.000Argentina 281.900Uruguay 20.100Paraguay 8.462TOTAL MERCOSUR 1.071.462Fuentes: Elaboración a partir de información del Banco Mundial, INDEC, FMI, BID, CEPAL.

País Puesto del ranking Ventas totales en millones de(sobre 72 países rankeados) dólares. Precios finales

Brasil 7 668.4Argentina 18 270.4Uruguay 58 12.0Paraguay 66 4.6Fuente: The Recording Industry in numers 2000.

Ranking de ventas mundiales de música. So-bre la base de los precios finales de venta defonogramas al consumidor.

En 1999:

ANEXO: Exploración y análisis de estadísticas.Industria fonográfica en países del MERCOSUR

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Los países del MERCOSUR suman el 2,5% del to-tal de ventas de fonogramas a nivel mundial. Ese2,5% se subdivide en las proporciones que indica elgráfico que sigue:

Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in Numers 2000.

Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in Numers 2000.

El mercado de fonogramas MERCOSUReño deca-yó un 36.4% en dólares y un 8.4% en términos devolumen en 1999. El total de ventas alcanzó US$955.4 millones que representaron el 2.5% de las ven-tas globales y el 50.5% de las ventas de América La-tina. El total de unidades vendidas representa el 3.5%del total mundial.

Brasil es el mercado más grande de América Lati-na y tradicionalmente ha sido el más exitoso de laregión. Sin embargo, ha caído significativamente (un43% en dólares y un 8% en términos de volumen en1999). Argentina es el tercer mercado de AméricaLatina y el segundo en volumen dentro delMERCOSUR.

Volumen de mercado en millones de dólares en 1999

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11Tres simples son contados comoun álbum.

Durante el año 2000, las ventas cayeron en un4.7% en la región. Al decrecimiento generalizado secontrapone el crecimiento del mercado brasileño (dealrededor de un 7%) que señala cierta recuperaciónluego de la enorme caída del año anterior.

A pesar de haber caído un 36.4% en dólares y un8.4% en términos de volumen en 1999, la industriafonográfica de los países del MERCOSUR ha crecidomuy rápidamente desde la creación de esta alianza(1991-1999), con un incremento de ventas del 86%y de unidades del 109%.

El promedio regional de venta per capita está pordebajo del mundial: es de 0.4 álbumes. Sin embar-go, varía ampliamente dentro de la región. En Ar-gentina es de 0.6 álbumes mientras que en Paraguayes de 0.1 álbumes.

Promedio de crecimiento anual del MERCOSUR entre 1991-199912.1% En unidades vendidas9.5% En totales de ventas en dólaresParaguay 19.6%Argentina 13.7% Crecimiento realBrasil 10.9% (promedio anualUruguay 6.9% durante el período)Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in numbers 2000.

Volumen del mercado MERCOSUReño de venta de fonogramas en 1999 (en millones)

Precios Finales Total de unidades Crecimiento Crecimiento realEn Millones de dólares vendidas11 de unidades

Brasil 668.4 96.9 -8% -44%Argentina 270.4 22.8 -9% -14%Uruguay 12.0 0.8 -24% -28%Paraguay 4.6 0.6 -11% -31%TOTALES MERCOSUR 955.4 121.1 -13% (promedio) -29.2% (promedio)Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in numbers 2000.

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El repertorio internacional/regional domina lasventas. Sin embargo, en Brasil, por ejemplo, alrede-dor del 70% de toda la música vendida es de origenbrasileño (uno de los niveles más altos de repertoriodoméstico del mundo). Un caso diametralmenteopuesto es el de Uruguay con un 70% de predomi-nio del repertorio internacional/regional.

Información de mercado per capita

Ventas per capita (en dólares) Ventas per capita (unidades)Argentina 7.4 0.6Brasil 4.0 0.6Uruguay 3.6 0.3Paraguay 0.9 0.1PROMEDIO MERCOSUR 4.0 0.4Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in numbers 2000.

Promedio de origen del repertorio12

Doméstico Internacional/regional ClásicoBrasil 73% 25% 1%Argentina 45% 51% 5%Paraguay13 35% 64% 1%Uruguay 20% 73% 7%PROMEDIO MERCOSUR 43% 53% 4%Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in numbers 2000.

12Las cifras son porcentajes delimporte total de ventas. Excluyenlos productos multi-artistas(compilaciones de diferentesartistas).13Últimas cifras disponiblescorresponden al año 1998.14Capif agrupa dentro de lacategoría "Premium" las unidadesvendidas como parte de promocio-nes y a precios especiales. Porejemplo, los discos que acompañansuplementos disponibles en kioscosde diarios y revistas.

Canales de venta. Porcentaje de unidades vendidas

Tiendas de venta al público Record Club Premium14Brasil 86.1% 6.0% 8.0%Argentina 98.4% - 1.6%Uruguay - - -Paraguay - - -Fuente: The Recording Industry in numbers 2000.

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La cantidad de discos vendidos que son necesa-rios para obtener premios de reconocimiento de laindustria varía entre países. La cifra está relacionadacon el volumen de cada mercado nacional.

Premios. Disco de Oro.Repertorio doméstico e internacional Cantidad de discos vendidos necesariosBrasil 100000Argentina 30000Paraguay 5000Uruguay 3000PROMEDIO MERCOSUR 34500Fuente: Elaboración a partir de The Recording Industry in numbers 2000.

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Introducción

Durante el siglo XX se manifiestan gérmenes deeclosión y disconformidad de los valores modernosgenerando la necesidad de comprender el por quédel fracaso del proyecto moderno. La crítica pos-moderna enfocó dos grandes aspectos: la razón yel progreso. Desde los ámbitos académicos e inte-lectuales se han desarrollado trabajos tendientes adeconstruir los supuestos filosóficos intrínsecos a laModernidad y a la civilización occidental. Estos apor-tes han contribuido ha desmitificar los grandes rela-tos que conllevaban la idea de progreso infinito y deracionalidad como valor supremo de la acción.

El desencanto de esta época no sólo se da en elorden de la intelectualidad sino que también se per-cibe y se vive desde las mismas prácticas e institucio-nes sociales. Esta época del desencanto ha dadopaso a la época del cinismo1 que critica y desvalori-za cualquier intento de proyectar un futuro distinto,negando la posibilidad de nacimiento de nuevas uto-pías.

Este desencanto contribuye a agudizar las situacio-nes de crisis que se dan en los distintos ámbitos políti-cos y sociales; es decir, la crisis de representatividaddel espacio público y el desprestigio de las institucio-nes políticas dejan espacios librados al juego del mer-cado y las iniciativas individuales y privadas.

De esta forma, nos encontramos frente a un pa-norama de fragmentación cultural y desigualdadessocioeconómicas que legitimadas desde el discursode la globalización, no hallan respuestas ni posibili-dades de solución.

En este contexto, intentamos legitimar el oficiodel planificador comunicacional como una prác-tica política, necesaria para pensar nuevas políticasde Estado acordes a nuestra democracia en crisis ypara proyectar nuevas utopías.

Con el objeto de pensar el eje planificación/ac-ción como una práctica política de intervención enuna realidad determinada, nos introducimos, en pri-

mer lugar, en la esfera de los asuntos humanos, en latrama de las relaciones humanas.

Consideramos que es clave para pensar este ofi-cio, planificar reconociendo y valorando la otredad,es decir, planificar no para el otro, sino "con el otro"desde su campo de significación. Reconocer las de-sigualdades y diferencias socio-culturales en suhistoricidad, no con la pretensión de dominarlas y/omodificarlas para adaptarlas, sino con el objetivo degenerar procesos de integración y transformación debase. Intentaremos, además, reflexionar en torno alas relaciones de poder específicas en las que se in-serta la praxis planificadora.

Hacedores de historias

"Podía reconstruir todos los sueños, todos losentresueños. Dos o tres veces había reconstruido undía entero; no había dudado nunca, pero cada re-construcción había requerido un día entero".

( J.L Borges, en "Funes el Memorioso" Ficciones.)

Cuenta la historia que un tal Ireneo Funes, eracapaz de percibir y de registrar las cosas del mundodesde distintos puntos de vista, y de recordarlo todo,de manera que las generalidades del lenguaje huma-no, le parecieran irrisorias e insuficientes, "...no sólole costaba comprender que el símbolo genérico pe-

El oficio del planificador:su potencial político y simbólico

Por María Laura Ferrandi

y María Luján Barrionuevo

Docentes de la FPyCS. UNLP.

Notas

1Eagleton, Terry: The illusion ofPostmodernism. Ed. Paidós, 1°edición 1997.

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rro abarcara tantos individuos dispares de diversostamaños y diversa forma, le molestaba que el perrode las catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nom-bre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente)"y se aventurara al solitario pero inagotable proyectode crear un nuevo lenguaje.

Se abocó, entonces, a dos iniciativas igualmenteinagotables, una de ellas fue crear un vocabularioinfinito para los números naturales, "en lugar de sie-te mil trece, decía por ejemplo, Máximo Pérez, enlugar de siete mil catorce, el Ferrocarril..." La otratarea consistía en construir un catálogo mental delos recuerdos.

Si bien se trata de una historia de ficción, las pe-nurias de Ireneo, nos permiten ingresar en algunostemas tan complejos como el lenguaje, la realidadsocial, el sujeto y la historia. De esta manera tal vezlas fronteras entre la realidad y la ficción encuentrenpuntos de fusión y quede desdibujada la abismal bre-cha que las separa.

Para Annah Arendt2, los hombres revelan su exis-tencia en el mundo, su única identidad a través de laacción y el discurso. Desde esta concepción, necesa-riamente la acción debe ir acompañada del discurso.Una vuelta de tuerca sería pensar al discurso y a laacción como una práctica indisoluble. En la medidaen que existen y se relacionan, generan nuevas ac-ciones y nuevos discursos, en un tejido constanteque hace de escenario, condiciona y posibilita, a lavez que se hace.

La metáfora del tejedor de Mabel Piccini, no sólodeja vislumbrar la compleja construcción de la tramasocial, a la que llamamos "realidad", sino que tam-bién permite pensar en los sujetos, como "tejedo-res", constructores en el lenguaje, del gran tejidosocial. Según la autora, "la imagen del tejedor esentonces, ese ejercicio de autorreflexividad, la pala-bra vuelta sobre sí misma, el que escribe viéndose enel acto de la escritura, desdoblándose y percibiendoen el desdoblamiento el juego de resonancias, la ur-dimbre que extiende sus figuras y dice lo que uno

querría expresar si no fuera prisionero de esas tra-mas y de su definitivo curso. La imagen del tejedorremite... a las reflexiones que se desbordan sobremúltiples redes simbólicas y disciplinarias hasta cons-tituir un campo de arenas movedizas en el que lasfronteras, cuando existen, son provisorias y móviles"3.

Volviendo a este hombre atípico, (también llama-do el "Zaratustra cimarrón y vernáculo"), y sus in-sensatos proyectos, rebela para Borges, "ciertabalbuceante grandeza" relacionada, quizás, con laambición de agudizar las miradas, de acentuar la dis-tinción, avivar los recuerdos y estimular la memoria.Este hombre increíble, y presionado por una realidadinfatigable, fue tal vez un verdadero, pero solitario,hacedor de historias.

En este punto se hace necesario destacar la impo-sibilidad de la acción a desenvolverse aisladamente;es decir, que la acción y el discurso necesitan de lapresencia de los otros para su existencia dentro de latrama social. La esfera de los asuntos humanos estáformada por la trama de las relaciones humanas, quese da en la medida en que los hombres están juntosunos con otros, se interrelacionan. Frente a las "in-numerables y conflictivas voluntades e intenciones,la acción siempre realiza su propósito; pero tambiénse debe a este medio, en el que sólo la acción es real,el hecho de que "produce" historias con o sin inten-ción, de manera natural como la fabricación producecosas tangibles"4.

Para Ana Arendt, la historia ficticia es aquella quese construye a partir de considerar que existe un au-tor, un ser superior llamado Dios, naturaleza, merca-do, etc., que digita y maneja los hilos de la historia.Esta historia ficticia revela a un hacedor y esto nopertenece a la propia historia, sino sólo al modo decobrar existencia. Por el contrario, la historia real enla que estamos insertos, carece de autor visible o in-visible porque no está hecha. Parece ser entonces,que la diferencia entre ambas radica en que una fuehecha y a la otra, no la hizo nadie. De acuerdo conesto, aunque las historias son los resultados inevita-

2Annah Arendt, escribe desde unavisión filosófica existencialista conuna fuerte influencia de quienfuera su maestro, MartínHeiddegger, cuyos aportescontribuyeron a la ruptura deconcepciones inmanentes en tornoa la existencia humana, a partir delgiro lingüístico.3Piccini, Mabel; Carbó, Teresa; deLuna, Andrés; Dewes, Ada; Mier,Raymundo; Paloniato, Alicia. LaImagen del Tejedor. Ediciones G.Gili, S.A., México.4Annah Arendt: La CondiciónHumana, capítulo V: "Acción". Ed.Paidós Ibérica, S.A., 1° reimpresión,1996.

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bles de la acción, no es el actor, sino el narrador/historiador quien la capta y la hace.

El hombre es capaz de acción, es decir, se puedeesperar de él lo inesperado y esto es posible en la medi-da en que es único. "Si la acción como comienzo co-rresponde al hecho de nacer, si es la realización de lacondición humana de la natalidad, entonces el discursocorresponde al hecho de la distinción y es la realizaciónde la condición humana de la pluralidad, es decir, devivir como ser distinto y único entre iguales"5.

Estas afirmaciones, se presentan complejas al re-tomar, por un lado la concepción del individuo comosujeto inserto en la trama social, con ciertas estructu-ras que si bien pueden ser móviles, condicionan di-cha inserción y acción, dependiendo de alguna ma-nera del lugar social e histórico como condición inexo-rable. Desde esta visión la noción de "iguales" que-dará en suspenso, tal vez sea este el punto de ruptu-ra y de arranque de algunas acciones colectivas.

Pierre Bourdieu, al respecto, sostiene que tanto lacultura como la ideología se inscriben en el cuerpode los agentes sociales en forma de esquemas depercepción, acción y valoración que forman estruc-turas estructuradas por lo social dispuestas a funcio-nar como estructuras estructurantes de todas las prác-ticas. "El habitus lo llevamos en la piel y en la cór-nea; no lo vemos ni sentimos porque a través de élvemos y sentimos"6.

Por otro lado, en torno a la capacidad de captar lahistoria y narrarla, coincidimos con Foucault, en quetal empresa no significa buscar orígenes, autores,develar textos, encontrar los lineamientos desen-cadenantes de los hechos... sino hacer emerger enel nivel de las cosas dichas, las condiciones de su apa-rición, las formas de relacionarse, las reglas de trans-formación, es decir las discontinuidades. Esta ideade ruptura se hace presente hasta en la propia con-cepción de sujeto: "el discurso... no es la manifesta-ción, majestuosamente desarrollada de un sujeto quepiensa, que conoce y que lo dice: es por el contrarioun conjunto donde pueden determinarse la disper-

sión del sujeto y la discontinuidad consigo mismo. Esun espacio de exterioridad donde se despliega unared de ámbitos distintos".

Planificar es una acción política

"Una política progresista es una política que reco-noce las condiciones históricas y las reglas específi-cas de una práctica precisamente allí donde otraspolíticas sólo saben de necesidades ideales, de deter-minaciones unívocas, o del libre juego de las iniciati-vas individuales".

(Michel Foucault,- Saber y Verdad.Ed. De La Piqueta. Madrid, España)

Planificar es actuar desde un lugar del saber y delpoder. No está de más insistir en la idea de que laplanificación comunicacional no es una herramientaneutral. Resulta válido reconocer el funcionamientode algunos supuestos modernos como la necesidadhumana de la utopía, las expectativas y la proyec-ción de nuevos horizontes en alguna dirección.

Es clave pensar en las diferentes racionalidades quese ponen en juego en la acción planificadora. Si noscentramos en la historia socio-política de Latino-américa, desde las colonias a nuestros días, encontra-mos como rasgo común, la importación de discursos,objetivos, direccionamientos propios de la lógica occi-dental moderna, basados en la racionalidad y el tecni-cismo. Éstas no tienen en cuenta la complejidad de lasmatrices culturales latinoamericanas, que involucrandiferentes lógicas, como pueden ser los pensamientosmágicos, los legados aborígenes con respecto a la re-lación entre el hombre y la naturaleza, diferentes for-mas de organización social y política, etc.

De esta manera se ha tratado de implantar, ennuestros países, esquemas proyectados en Europa yEstados Unidos, propuestos desde lugares estratégi-cos de poder, como únicos y universales.

En relación con los programas de desarrolloimplementados en América Latina, en las décadas

5Annah Arendt, Op. Cit.6Gonzáles, Jorge A. Los frentesculturales "Culturas, mapas,poderes y luchas por las definicio-nes legítimas de los sentidossociales de la vida" (Ensayo).

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del ´60 y ´70, y a la pretensión de modernizar la pro-ducción agrícola, Paulo Freire advierte que estos tra-bajos, de carácter extensionistas, se encuentran liga-dos a la "invasión cultural". Es decir que existe unacultura "superior" que intenta transformar el mun-do del "otro" para normativizarlo y hacerlo parecidoal propio.

De acuerdo con Paulo Freire, lejos de ser una ac-ción realmente emancipadora, la extensión pasa aser una forma de persuasión, de transmisión que re-produce la situación de opresión y silencio en la queviven los campesinos. También el técnico, mantienede esta forma, su "lugar de saber" que le da supe-rioridad y seguridad ante sí mismo y ante los otros.

En esta relación, los dispositivos de dominaciónse complejizan al punto de que el poder traspasa loscuerpos, se infiltra, se hace carne. En el imaginario,se naturalizan los roles y se perpetúan las representa-ciones respecto del lugar que cada uno ocupa en elescenario social, así unos hablan, otros callan, unosmandan, otros obedecen. Tomamos de Foucault, laidea de que "el poder no puede ejercerse sin la pro-ducción de y la circulación de discursos -efectos deverdad- que a su vez reproducen ese poder". Estapostura está sumamente relacionada con nuestraconcepción de comunicación, específicamente connuestro convencimiento de que las significacionessociales no sólo expresan las relaciones sociales -la"realidad" social- sino que también la producen.

La pedagogía, disciplina moderna que nace paranormalizar, encaminar y reproducir "saberes", con-ductas e ideologías, acordes a los patrones del capi-talismo, se ve interpelada para que deje de ser"ortopédica" y pase a ser "dialógica" y "emanci-padora".

Con relación a las políticas de cambio rural que sevienen implementando en Latinoamérica, Freire sos-tiene que tal cambio no puede darse por extensión,sino únicamente en comunicación. "El hombrecomo un ser histórico, inserto en un permanentemovimiento de búsqueda, hace y rehace constante-

mente su saber"7. De esta forma la educacióndialógica, no adormece, sino que genera la proble-matización de la cual nace todo saber crítico yconcientizador. "Entender el poder como algo quecircula y funciona en cadena. Nunca está localizadoaquí o allí, nunca está en manos de alguien, nuncaes apropiado como una riqueza o un bien. El poderfunciona y se ejerce a través de una organizaciónreticular (...) El poder no se aplica a individuos, sinoque transita a través de los individuos"8.

Es decir, que el lugar del técnico y el de todos losagentes de Programas gubernamentales, no puedeser el de estar sobre, o el de estar para, sino el deestar con los ciudadanos, campesinos, vecinos... comosujetos de poder, de acción y cambio.

No hay acción política si no es colectiva

"La creencia popular en un "hombre fuerte" que,aislado y en contra de los demás, debe su fuerza alhecho de estar sólo es pura superstición, basada enla ilusión de que podemos "hacer" algo en la esferade los asuntos humanos- "hacer" instituciones o le-yes, por ejemplo, de la misma forma que hacemosmesas y sillas, o hacer hombres "mejores" o "peo-res"-, o consciente desesperación de toda acción,política o no política, redoblada con la utópica espe-ranza de que cabe tratar a los hombres como se tra-ta a otro material" .

(Annah Arendt, La Condición Humana,capítulo V: Acción. (Ed. Paidós Ibérica,

S.A., 1° reimpresión, 1996).

La Planificación comunicacional es una herramien-ta válida para ampliar nuestra visión del mundo. Nospermite hurgar en la realidad, comprender las dife-rentes prácticas comunicativas de los actores socialescomo sujetos de comunicación, en y desde sus con-textos, sus relaciones, sus características, sus condi-cionamientos y potencialidades. Esto nos facilita asu-mir puntos de vista desde los cuales promover un

7Paulo Freire: ¿Extensión ocomunicación? La concientizaciónen el medio rural. Ed. Siglo XXI,Argentina, junio de 1973.8Michel Foucault: Vigilar y Castigar,Nacimiento de la prisión. Ed. SigloXXI; México (vigésimo séptimaedición, 1998).

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cambio, una acción transformadora, asumiendo uncompromiso con la organización y con los actoressociales que la integran. De todos modos, no alcan-za con que el planificador se comprometa, el puntoestá en que tal compromiso se haga carne y concien-cia en la gente, en los sujetos involucrados, en losverdaderos agentes portadores del cambio.

La planificación participativa pretende, en primerlugar, generar un espacio de reflexión y análisis entrelos actores sociales implicados en las distintas prácti-cas institucionales y sociales. Es a partir de la lecturay reconocimiento de sus propias prácticas, que losactores pueden comprender y dimensionar su situa-ción real, para redefinir la orientación de nuevas ac-ciones. En segundo lugar, se busca que los actorespuedan dimensionar su "realidad" en relación consu propia cotidianeidad y con el proceso social másamplio en el que se inscriben.

De esta manera, la planificación participativa yestratégica lograría comprometer a los actores paraque sean protagonistas del proceso en la toma dedecisiones y acciones encaminadas hacia la situaciónproyectada y deseada.

La participación, el diálogo y la acción conjunta,se propone como una metodología que permite lareconstrucción de la propia historia, es decir que ac-tiva la capacidad de autobiografiarse, y si se llega areconocer esta capacidad, entonces se puede reco-nocer que el cambio de la historia también pasapor nuestras manos.

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Objetivos

Este proyecto se propone analizar las significacio-nes culturales de los medios masivos de comunica-ción en las instituciones educativas de nivel medio,partiendo de un relevamiento de los modos singula-res en que la cultura mediática aparece como pro-blema de enseñanza y aprendizaje, para construir,finalmente, una descripción densa.

Para arribar a lo que constituye nuestro objeto deanálisis, esta investigación se propone encarar lamultiplicidad de estructuras conceptuales com-plejas (cultura, cultura y escuela, comunicación,cultura y comunicación) para captar primero yexplicar después la comprensión de la culturamediática dentro de la red de significaciones quese tejen en los procesos de enseñanza y aprendi-zaje.

Presentación del tema

La cultura actual se caracteriza por la centralidadde los medios masivos de comunicación dentro delconjunto de procesos socioculturales e históricos, porlo que los sujetos que se van constituyendo, así comolos grupos e instituciones, cobran características de-terminadas diferentes de las propuestas fundadorasde la escuela moderna. Esta centralidad de lo masivo

representa una novedosa forma de apropiación delsentido social en la cual la institución escolar y el li-bro ya no constituyen el principal territorio en el cuallos sujetos forman sus marcos de interpretación, susrepresentaciones y sus disposiciones a determinadasprácticas.

Por esto, la escuela perdió su lugar primigenio. Lainternalización temprana y los usos de esos medios yproductos masivos (consumo cultural) desde cortaedad, configura un nuevo campo en el cual se luchapor la imposición de las significaciones y, al momen-to de ingresar al sistema de educación formal, exis-ten algunos modos aprendidos y consolidados queobedecen a otra lógica que la escolar: la de los pro-ductos masivos. Al mismo tiempo, todo indicaría quecada vez se profundiza más la brecha entre la pro-puesta de conocimiento, socialización y práctica edu-cativa y estas formas de relación con el saber, con losdemás y con el hacer que presentan los medios masi-vos de comunicación. La escuela, entonces, parecequedar en desventaja.

Para tratar de salvar estas distancias (e incluso aveces contradicciones) entre la formación tradicionalque se propone desde la escuela y los nuevos senti-dos que aparecen en las formas mediáticas y masi-vas, además de tomar las posibilidades de estos nue-vos soportes, las prácticas educativas los incorporancomo contenidos, pero siempre pensándolo comoalgo que se opone a la escuela o bien como una he-rramienta para facilitar el trabajo en el aula.

En este contexto, la comunicación queda reducidaa su dimensión instrumental, dejando de lado, justa-mente la inserción de la educación en los complejosprocesos de comunicación de la sociedad actual, en el"ecosistema comunicativo que constituye el entornoeducacional difuso y descentrado en que estamosinmersos". Difuso por estar hecho de la mezcla delenguajes y saberes en circulación; descentrado porlas transformaciones respecto de la escuela y los li-bros, que desde hace siglos anclaban, como territorioy como soporte, esos lenguajes y saberes modernos2.

Por María Victoria Martín

Docente e investigadora de la

Facultad de Periodismo y

Comunicación Social de la

Universidad Nacional de La Plata

Los medios de comunicación como problemade enseñanza-aprendizaje1

Notas

1Beca de Iniciación a la Investiga-ción, Secretaría de Ciencia yTécnica de la Universidad Nacionalde La Plata. Director: Prof. JorgeHuergo Fernández, co- directora:Mg. Florencia Saintout. Período:abril de 2000/febrero 2002.2Martín- Barbero, J.: "De lacomunicación a la filosofía yviceversa: nuevos mapas, nuevosretos", en AAVV: Mapas nocturnos.Diálogos con la obra de JesúsMartín Barbero. Siglo del hombreeditores, Colombia, 1998, p. 215.

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Es posible arriesgar, desde la experiencia cotidia-na en diversas instituciones, que la noción de comu-nicación que impera en las instituciones educativas yque puede leerse a través de sus textos, prácticas ypercepciones de los sujetos, es aquella que la limita ala capacidad de transferir con claridad conceptosdesde un productor (del mensaje) hacia los recepto-res (audiencias). El enfoque reducido a los contenidos(qué decir) y los canales (cómo decirlo), la mirada puestasobre los efectos en un sentido apocalíptico, no per-mite percibir el potencial transformador de los mediosmasivos de comunicación, ni la dimensión cultural delámbito de lo masivo, que pone -y es muestra de- unasociedad en crisis. En otras palabras, más allá de lasconfrontaciones y críticas respecto de los medios, pa-recería que en las instituciones educativas no existelugar para las configuraciones de sentido que a partirde los mismos se construyen.

El punto de vista: la dinámica cultural

Para comprender en qué lugar se construye la com-pleja relación entre escuela y medios de comunica-ción, es necesario ver cómo opera la dinámica culturalen los procesos de consolidación e institucionalizacióntanto en el campo de la educación como en el de lacomunicación. En este sentido, comenzaremos por laconceptualización acerca de las modalidades de cons-trucción de sentido que operan en los lugares de in-tersección de las prácticas y significaciones que en tor-no a la cultura aparecen desde ambos lugares.

Para poder salir de los planteos dicotómicos einstrumentalistas, en los cuales la escuela se autocon-sidera portadora de lo "culto", es necesario hacerreferencia a la noción de hegemonía propuesta porAntonio Gramsci. Desde esta perspectiva, la culturano sólo representa la sociedad; también cumple lanecesidad de reelaborar las estructuras sociales eimaginar nuevas, haciendo posible vislumbrar los pro-cesos constitutivos, las mediaciones que los hicieronposibles. Es aquí donde se sitúa esta investigación:

pretende rastrear las negaciones y mediaciones quese operan entre la cultura escolar y la culturamediática.

Un aporte para esta perspectiva es el desarrolladopor Raymond Williams, quien esboza un modelo dedinámica cultural desde el cual es posible compren-der los múltiples préstamos que entre las condicio-nes materiales y las significaciones tienen lugar. Lahegemonía se hace y deshace en un permanenteproceso vivido, hecho no sólo de fuerza, sino tam-bién de sentido, de apropiación de sentido por elpoder, de seducción y complicidad. Conforma un sis-tema de significados y valores constitutivos que alexperimentarse como prácticas, se confirman recípro-camente, constituyendo un sentido de realidad quesi bien siempre es dominante, jamás lo es de un modototal o exclusivo. En qué lugar de las prácticas esco-lares se constituyen determinados sentidos de reali-dad sobre los medios masivos, es nuestro principalpropósito. Desde esta perspectiva, la tradición y lapráctica cultural constituyen una cuestión de forma-ciones, es decir, de los "movimientos y tendenciasefectivos, en la vida intelectual y artística, que tienenuna influencia significativa y a veces decisiva sobre eldesarrollo activo de una cultura y que presentan unarelación variable a veces solapada con las institucio-nes formales"3.

El concepto gramsciano de hegemonía nos llevaa pensar, a su vez, que el proceso de comunicaciónpuede concebirse como una articulación de prácti-cas de significación en un campo de fuerzas sociales.Por tanto, esas prácticas no son aleatorias sino queestán enraizadas en un cuerpo de conocimientos yen las estructuras de sentido disponibles en una so-ciedad determinada o a través de reglas del queha-cer profesional.

En los comienzos de la escuela, existió la necesi-dad imperiosa de marcar estos límites entre el aden-tro y el afuera; entre el saber "culto" y el popular. Enla escuela de hoy, este antagonismo perdura en lamisma oposición y, a su vez, se le agrega la distinción

3Williams, R.: Marxismo y Literatu-ra. Ed. Península, Barcelona, 1980,p. 139.

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con lo masivo. Es aquí donde los medios de comuni-cación, estarían simultáneamente, atentando contrala escuela y constituyéndola en algo diferente. En otraspalabras, como esas objetividades tienen una identi-dad puramente relacional respecto de sus condicio-nes de existencia, esto significa que lo esencial de lainstitución escolar será siempre transgredido yredefinido.

Asimismo, resulta imprescindible situar a las prác-ticas y, específicamente, a la práctica docente. Lamayoría de los docentes que se encuentran traba-jando en los niveles de EGB y Polimodal, no fueronformados para trabajar la problemática de los me-dios masivos (aunque sí puedan enseñar a utilizarloso a producir mensajes desde sus códigos particula-res). Es necesario resaltar que muchos docentes ba-san su práctica en prescripciones tradicionales o enel libro didáctico. A esa contradicción se le debe agre-gar otra: la presión tecnicista de la pedagogía oficialque pregona la racionalidad y la productividad delsistema y de su trabajo.

Tanto la educación y la comunicación, duranteaños justificaron, desde una concepción funcionalista,la instrumentación social de una situación de asime-tría de saber y poder por parte del emisor, y de igno-rancia por parte del receptor/alumno. El triunfo de lamodernidad racionalista, operado sobre todo a par-tir del éxito de la escuela, rechazó y negó en institu-ciones represivas todo aquello que parecía resistir altriunfo de la razón. Parte constitutiva del proceso deenculturación, la escuela no puede introducir a lossujetos en la nueva lógica productiva del mercan-tilismo sin desactivar los modos de persistencia de lacultura popular. Al deslegitimar a las brujas, comoparadigma medieval, de lo otro, el aprendizaje seintelectualiza y se separa de las prácticas4.

Aunque a los fines de ordenamiento se presentanen distintos apartados, se realizarán cruces numero-sos entre los ámbitos de la comunicación y la educa-ción, ya que, como señalan Jorge Huergo y BelénFernández en Cultura escolar, cultura mediática/In-

tersecciones5, se trata de sustituir la frase "comuni-cación y educación" por "comunicación/educación".Este desplazamiento, propuesto con antelación porHéctor Schmucler en el par cultura/comunicación,permite la recuperación de procesos, en ambas ins-tancias aún a riesgo de perder especificidades disci-plinarias; el reconocimiento de los contextos históri-cos, socioculturales y políticos, génesis de los proble-mas y las producciones teóricas y la construcción dealgunas bases preliminares para la construcción deun espacio transdisciplinario.

En el prólogo al libro, Martín-Barbero resalta quelo que verdaderamente está en juego en la puestaen historia de "las tradiciones culturales y pedagó-gicas es tanto la visibilización de los procesos en uncampo actualmente tan marcado por el fetichismomoder-nizador de las ‘tecnologías educativas’ comola explicitación de los modelos de comunicación quesubyacen a las diversas matrices culturales y peda-gógicas, único modo de empezar a mirar la comu-nicación desde dentro de los procesos y prácticaseducativas, y no como una mera estrategia exterior(de "ayuda", modernización o adorno) a lo peda-gógico".

Pasaremos entonces a preguntarnos por el senti-do del pasado en la constitución de los dominios delsaber en relación con la cultura, la comunicación y laeducación formal que se reactualizan en las prácticasdonde se intersectan ambos campos para arribar auna topografía de sus lugares de encuentros ydesencuentros.

Camino a las culturas mediáticasCultura y escuela

Siempre ha sido controvertida, compleja y para-dójica la relación entre la cultura de la comunidadque se impone en los procesos de socialización y elpropósito educativo de favorecer en los individuos elcrecimiento y desarrollo de su identidad personal ysu independencia intelectual. Esta tensión se resuel-

4Martín-Barbero, J.: De los medios alas mediaciones, Convenio AndrésBello, Gili, 1998, Bogotá, (1ª ed.1987), págs. 121/123.5Huergo, J. y Fernández, M.B.:Cultura Escolar, Cultura Mediática/Intersecciones; Colombia, Universi-dad Pedagógica Nacional, 2000.

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ve en dos posiciones: una etnocéntrica y binaria y laotra de carácter plural.

De un lado, la educación es entendida como unalínea ascendente única y universal, de progreso y per-fección. En este marco, la escuela moderna puso énfa-sis en la difusión de la razón y el conocimiento racionalpara la construcción de un nuevo orden social a partirdel libro (en contraposición con una sociedad medievalteocéntrica), con lugares claros y definidos del saber ydel no saber, y se constituyó como el dispositivo funda-mental de la modernidad europeizante, ligada al capi-talismo, la industrialización y el iluminismo. Estos pro-cesos de enculturación apoyados en el dualismo en lacaracterización de la cultura letrada y la popular sosla-yaron las "otras ideas". Para ser más precisos, origina-dos en la necesidad de regular poblaciones reciente-mente incorporadas a la vida urbana, durante la transi-ción entre la Edad Media y la Modernidad, los textospedagógicos eran los que enseñaban "comportamien-tos ‘civilizados’ en las calles, en la casa y la comida"6.

Otras concepciones educativas, en cambio, dancuenta de la pluralidad y multiplicidad de culturasque conviven en las sociedades contemporáneas.Suponen que cualquier forma de existencia indivi-dual o colectiva es el resultado contingente de uncomplejo proceso de construcción social a lo largode un período histórico concreto, en un espacio tam-bién determinado. Cada cultura aparece como unared de significados, símbolos y comportamientos consentido en sí misma, generada como respuesta a laspeculiares circunstancias que han rodeado a la co-munidad. La cultura escolar sería este "intercambiode significados" particular que estructura la institu-ción escolar. Aunque generalmente se señala que la"escuela transmite cultura", casi nunca se enunciaque la "escuela produce cultura".

Cultura y comunicación

También dentro de los estudios de comunicaciónes posible distinguir dos concepciones. El primero

indica que la comunicación es un proceso en virtuddel cual A envía un mensaje a B, que provoca en esteun efecto. La segunda concepción ve en ella unanegociación y un intercambio de sentido, dondemensajes, sujetos pertenecientes a una cultura y "rea-lidad" interactúan para que se produzca un sentidoo un entendimiento.

La primera variante se propone averiguar las fasesde la comunicación, de modo que se pueda estudiaradecuadamente cada una, la función que cumplen yel efecto que producen en el proceso general clara-mente identificado y acotado. El segundo grupo deconcepciones, en tanto, pone el acento en los nexosentre los elementos constitutivos necesarios para quese produzca un sentido. En este conjunto, mientrasalgunos ven esta relación como estructural, otrosconsideran que es producto de cada situación con-creta, sin una determinación a priori, pasando portodas las instancias intermedias (mediaciones que seproducen en la cultura y que sugieren que no es po-sible pensar en la determinación estructural de lacarga semántica).

Si a lo largo de la historia de los estudios de co-municación se ha priorizado el análisis sobre los me-dios y sus efectos, las corrientes latinoamericanasactuales proponen la comprensión de la comunica-ción focalizando su inscripción en la cultura, es deciren las mediaciones, articulaciones entre prácticas decomunicación y movimientos sociales, en diferentestemporalidades y bajo una pluralidad de matrices.Más que preocuparse por las consecuencias de losmedios sobre las sociedades o los individuos, miralos procesos que a partir de los mismos se generanen las instituciones, organizaciones y los sujetos. Enotras palabras, los medios, son a su vez mediados,desde un contexto singular, una cultura específica ydeterminadas relaciones. Desde este último enfoquees que será entendida la cultura mediática.

En síntesis, la comunicación inscripta en el espa-cio de la cultura, asume un espesor que no puedereducirse a la mirada lineal, instrumentalista, tecnolo-

6Caruso, M. y Dussel, I.: DeSarmiento a los Simpsons.Kapeluzs, Buenos Aires, 1995;págs. 16/17.

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gicista; no puede ser entendida desde modelos rígi-dos que busquen las marcas de la dominación, de lamercantilización, de la alienación sino más bien en-focar el espacio de las prácticas, de las interaccionesen cuya experiencia los sujetos se constituyen, se re-conocen, asumen y, a la vez, construyen su lugar enel mundo.

Los recorridos propuestos

Concebida la metodología como proceso, permi-te la comprensión del objeto (en este caso la culturamediática) dentro de la red de significaciones que setejen en un campo particular (en este caso, los pro-cesos de enseñanza y aprendizaje). Proponemos rea-lizar una descripción densa como plantea CliffordGeertz7, consistente en desentrañar las estructurasde significación que hacen a las prácticas culturales(los medios masivos de comunicación y los procesosde enseñanza y aprendizaje) y en determinar su cam-po social y su alcance (hasta dónde y de qué manerase encuentran o se ponen en pugna).

El enfoque comunicacional, como se expuso an-teriormente, supone indagar en las situaciones ac-tuales entendidas en su contexto, partiendo de laconstitución histórica de los dominios del saber enrelación con la cultura, la comunicación y la educa-ción formal que se reactualizan en las prácticas don-de se intersectan ambos campos para arribar a unatopografía de sus lugares de encuentros y desen-cuentros en instituciones concretas.

Se proponen entonces, tres momentos. Primero,un relevamiento de los elementos que den cuentadel fenómeno (los textos, las prácticas y los sujetos)en tanto descripción del hecho en sí. Este abordajeno se agota en la recolección de datos sino que debeser sistematizado en un segundo momento en el cualtambién se incluyan las percepciones que los acto-res involucrados tienen de la problemática plantea-da. Finalmente, relevado el campo material y de sig-nificación de los sujetos, aparece como necesaria la

interpretación que de las narraciones de los sujetoshará la investigadora desde las perspectivas teóricasasumidas.

Estos tres momentos serán abordados en estable-cimientos de educación media de la ciudad de La Platacon diferentes modalidades de gestión (UNLP, esta-blecimiento público y privado), en pos de establecersi las diferentes modalidades de la gestión educativainfluyen, en tanto condiciones institucionalizadas dedistinta manera, en los modos de comprender el fe-nómeno de las culturas mediáticas desde las cualeslos sujetos se constituyen y reconocen.

Primeras conclusiones

Habiendo realizado hasta el momento elrelevamiento de los textos (programas de las asigna-turas de los establecimientos seleccionados, de laDirección General de Cultura y Educación de la Pro-vincia y diferentes manuales escolares en los que seaborda la problemática), observamos que los mate-riales analizados incluyen contenidos conceptualesreferidos a los medios y a los productos culturales,pero en contadas situaciones se menciona su vincu-lación con las transformaciones culturales -en lasnuevas percepciones, imaginarios y acciones colecti-vas- que generan.

• La Dirección General de Cultura y Educación dela Provincia de Buenos Aires, no propone un aborda-je del hecho social en su complejidad; también ve-mos una gran desarticulación respecto de las prácti-cas cotidianas de los alumnos así como un fuerteenfoque economicista e instrumental8.

• En relación con los programas de las asignatu-ras en los establecimientos relevados, se observa unfuerte predominio de la dimensión instrumental9.

• Los manuales escolares, también presentan estavisión instrumental acerca de los medios de comuni-cación10. En ellos claramente, aparecen contenidosdesarticulados, aislados de su contexto, organizadosdisciplinarmente (la prensa gráfica, la radio, la televi-

7Geertz, Clifford: La interpretaciónde las culturas. Barcelona, Gedisa,1987.8"La comunicación es la capacidadde transferir con claridadconceptos desde un productor (delmensaje) hacia los intérpretes(audiencias). El conocimiento de lascaracterísticas de ellos (productor -mensaje - intérprete), y delcontexto de referencia; lasrelaciones que se establezcan y lasistemática que las determinen,fundamentan el grado decomunicabilidad que un mensajelogre"; si bien se señala que "lacultura es comunicación" paradóji-camente se afirma que "lasextensiones de la cultura: el arte, lafilosofía, la religión, la organizaciónsocial, la lengua, y el universo delos objetos son modos de comuni-cación, de transferencia deinformación y valores quedeterminan identidades culturalesdiferenciadas". Documento delConsejo General de Cultura yEducación, de la Provincia deBuenos Aires, 1999.9En una de las asignaturas, sobreseis unidades propuestas, unaencara "La comunicación", otra"La opinión pública", tres refierena la dimensión técnica de análisis yproducción: "Discurso audiovisual","La radio" y "Los medios gráficos"y una alude a la "Publicidad";excepto ésta última, ("Posicióncrítica y reflexiva con respecto a lainfluencia de la publicidad y lapropaganda en la sociedad"),ninguna hace referencia explícita ala incidencia o conformación denuevos modos culturales a partir desu existencia.En otra asignatura, respetando lapropuesta oficial, se estipulan tresmódulos: "Cultura y entorno"(donde no hay vinculaciones entre

149

sión) donde la dimensión técnica instrumental opacael carácter de práctica social y cultural. Son pocas lasreferencias a indagar el propio entorno, más allá delmero registro. También es fuerte la carga de activida-des: un saber hacer por sobre otras dimensiones dela práctica pedagógica.

cultura y comunicación y se toma al"objeto cultural como signo deidentidad"), "Identidad e imagencultural" ("Los sistemas decomunicación como señas deidentificación regionales ehistóricas" y no en tanto construc-ciones sociales) y "La comunicacióninstitucional" ("El sistema decomunicación y la cultura" y sepropone un recorrido por distintastecnologías). En las expectativas delogro se menciona "Consideraciónde la cultura regional en el marcode la globalización", pero esto noimplica necesariamente pensar ensu dimensión cultural.Sólo en uno de los programas seexplicitan como expectativas"Analizar el contexto cultural desdeuna perspectiva comunicacional yantropológica./ Comprender ladinámica propia de los procesosculturales y analizar las múltiplesvariables que operan en laconformación de las identidadesculturales./ Analizar crítica yreflexivamente la incidencia de losmedios masivos de comunicaciónen la realidad social y en laconformación de las identidadesculturales".10Fueron analizados diferentesmanuales destinados a los alumnospara las materias "Comunicación"y "Cultura y comunicación" encirculación.

La Editorial de la UNLP responde a la iniciativa de promover

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Ensayos

152

Si observamos con profundidad los últimosacontecimientos políticos y sociales de la Ar-

gentina, podemos afirmar que existe un grupo den-tro de nuestra sociedad que -mediante la expresiónde diferentes síntomas- posibilitó anticipar el actualdesencanto, ahora, generalizado de los votantes. Yese grupo es el de los jóvenes.

¿Cuántas veces hemos escuchado quejarse a losadultos sobre el comportamiento cívico de la juven-tud? La respuesta es: muchísimas. "Son apáticos. Noparticipan en política. No les interesa nada. Están enotra cosa. No conocen ni a los gobernantes, menos alos candidatos". Estas son tan sólo algunas de lasacusaciones lanzadas por los mayores.

Sin embargo, estas actitudes "juveniles" parecenhaber contagiado a los mayores que -en gran medida-reiteran los mismos comportamientos que ellos criti-caban a otros. Ahora, la desconfianza hacia la dirigenciapolítica tradicional se ha tornado en un sentimientogeneral; no son únicamente los jóvenes quienes recla-man nuevas formas de participación, oportunidadesmás amplias en los canales de toma de decisiones y deacción y el acceso de nuevos representantes que noconserven las ideas y los comportamientos de los polí-ticos de siempre. Ahora bien, entonces se impone otrapregunta: ¿Por qué se propagó el desaliento juvenil?

En realidad, el desinterés por las cuestiones políti-cas y el desconocimiento acerca de los asuntos públi-

Por Gabriel Lamanna

El autor es periodista, se desempe-

ña como profesor titular e

investigador de la Facultad de

Periodismo y Comunicación

Social de la Universidad Nacional

de La Plata y en este artículo

expone sintéticamente su análisis

efectuado como director del

proyecto de investigación

denominado: "Los jóvenes y el

voto mediático".

La participación política de los jóvenes cos no son características exclusivas de un grupo so-cial (en este caso los jóvenes). Son conductas bastan-te comunes en la totalidad de la población. Tan esasí, que Lippmann las marcaba en el público norte-americano en la década del ’20.

Quizás, la diferencia más destacada entre los jó-venes y los adultos consiste en que los primeros sonmás pasionales a la hora de expresarse. Por ello, ennuestro país parece que los jóvenes están menos in-teresados en la política que los mayores; pero sólo esuna ilusión, porque lo que no les interesa a los jóve-nes argentinos es participar en un sistema políticopartidario cuasi-petrificado, donde los cambios se vis-lumbran como imposibles.

¿Qué ocurre en otros países?

El comportamiento mencionado anteriormentetampoco es exclusivo de nuestros jóvenes. Por ello,en numerosas ocasiones sus opiniones y actitudes sonsimilares a las de los mayores y a las de otros jóvenesque viven en muy distintas condiciones políticas, eco-nómicas y sociales en cualquier lugar del mundo.

Veamos, por ejemplo, el caso de los jóvenes esta-dounidenses. Los que tienen entre 18 y 24 años sehallan interesados por muchas cosas, menos por lapolítica o temas serios. Debido a ello son llamados lageneración X, "Mooks", bobos o ciberegoístas.

En los Estados Unidos, la participación electoralde los jóvenes fue disminuyendo desde que en 1972se estableció que se puede votar a partir de los 18años. Ese año votó el 50% de los jóvenes de entre18 y 24 años. Pero sólo el 16,6% votó en las eleccio-nes de 19961.

Un comportamiento similar demostró la mitad delos jóvenes chilenos. En Chile tiene derecho a votarcualquier joven que haya cumplido los 18 años deedad; pero para sufragar primero debe inscribirse-obligatoriamente- en un padrón que lo habilite paraemitir su voto. ¿Qué fue lo que ocurrió en las últimaselecciones? Nada inesperado, sólo la mitad de los

Notas

1Barón, A.: "Crece en EstadosUnidos la apatía de la generación Xhacia la política". En diario Clarín.Buenos Aires, 24 de octubre de2000.

153

jóvenes que tenían 18 años fueron voluntariamentea inscribirse en el padrón.

Entre las explicaciones que daban quienes no seanotaban en el registro electoral se destacaba la fal-ta de interés debido a la escasa diferenciación de pro-puestas que presentaban entre sí los principales con-tendientes políticos. Ni los candidatos ni los partidoscompetidores por el poder exhibían virtudes distin-tas que aseguraran un futuro mejor. Por ende, dabalo mismo que triunfara cualquier candidato o cual-quier partido y, en muchos casos, directamente dabalo mismo votar que no votar2.

En un trabajo efectuado para el gobierno chileno,Touraine sostenía que la juventud no era una cate-goría social, sino una construcción cultural y admi-nistrativa, una parte de la imagen que una sociedadtiene de sí misma.

¿Cómo hacer de la participación social un objeti-vo en una sociedad en la que tantos jóvenes se en-cuentran excluidos o marginados?

"En vez de buscar la integración social de los jó-venes pensando en la paz social, más que en los pro-pios jóvenes, hay que fortalecer en éstos la capaci-dad de ser actores de su propia vida, capaces de te-ner proyectos, de elegir, de juzgar de modo positivoo negativo, y capaces también, más sencillamente,de tener relaciones sociales, ya se trate de relacionesde cooperación, de consenso o conflictivas", propo-nía Touraine3.

Opiniones y actitudes semejantes a la de los jóve-nes chilenos y estadounidenses hallamos en los estu-dios efectuados por el Consejo Superior de Investi-gaciones Científicas del Ministerio de Ciencia y Tec-nología de España en el año 1997.

Los datos provenientes de las encuestas realiza-das a los jóvenes de entre 18 y 24 años indicabanque la política les interesaba poco y nada al 76% delos entrevistados, porcentaje que se elevaba aún mássi se tenía en cuenta el nivel de educación formal delos entrevistados. Dentro del mismo grupo de edad,el 69% manifestó que nunca, casi nunca o sólo en

algunas ocasiones mostraba interés por las noticiaspolíticas. Una pregunta complementaria reveló quela televisión es el medio masivo de comunicación másutilizado para informarse acerca de los asuntos rela-cionados con la actualidad política, puesto que fueescogido por el 66% de los entrevistados, mientrasque los medios gráficos abarcan la preferencia del17% de los consultados y la radio el 13%4.

En definitiva, la relación que existe entre los jóve-nes y la política de los países desarrollados no es paranada diferente a la que se expresa en los países queestán en vías de desarrollo. Y si vemos el caso argen-tino, teniendo en cuenta las elecciones legislativasdel año anterior donde el voto nulo, bronca o en blan-co alcanzó niveles muy elevados, podríamos señalarque no sólo los jóvenes se inclinaron por ese modode expresarse, sino también los mayores. Por ello,quizás debiéramos considerar hasta qué punto losjóvenes no constituyen la vanguardia del resto de lasociedad anticipándose en el tiempo con opiniones yactitudes que muchas veces son severamente critica-das, rechazadas y catalogadas como ofensivas haciael sistema democrático de gobierno.

Los datos indican que en las elecciones participanmayoritariamente personas que se caracterizan porsu desinterés por la política. Entonces, no hay queesforzarse mucho para llegar a la conclusión de queasí ningún sistema político puede funcionar. Podría-mos decir que ese funcionamiento conduce al"democraticidio argentino"5.

Tema de otro estudio podría ser investigar quégrado de interés tienen los dirigentes de los partidospolíticos y de las instituciones del Estado en que losciudadanos realmente comiencen a interesarse en lapolítica, mostrando presencia y participación.

Quienes manejan el poder, habitualmente se mo-lestan si otros quieren compartirlo. Así, los partidospolíticos se limitan a tomar contacto con los ciuda-danos en tiempos electorales; pero no a modo dediálogo sino como un monólogo -para promover asus candidatos- en el marco de estrategias de per-

2Niebieskikwiat, N.: "A un día delas elecciones presidenciales". Endiario Clarín. 11 de diciembre de1999.3Touraine, A.: "Juventud ydemocracia en Chile". En revistaiberoamericana de juventud N° 1.Madrid, España. 1996.4"Los jóvenes de hoy". En Datos deopinión. Boletín N° 19. ConsejoSuperior de InvestigacionesCientíficas, Ministerio de Ciencia yTecnología, Madrid, España, 1999.5Lamanna, G.: "Democraticidioargentino". En diario El Día. LaPlata, 28 de abril de 2001. Y enwww.cambiocultural.com.ar.

154

suasión, que siempre son más fáciles y más exitosassi el "interlocutor" no tiene criterios propios, es decirsi políticamente no está informado.

Los sondeos de opinión y el empeoramiento delescenario político y social

Según Hentschel (titular de Demoskopía), los jó-venes forman o deberían formar parte de la mismasociedad dentro de un sistema que respete e integrea todos sus miembros. Pero, sostiene que en Argen-tina "no se trata al joven como un interlocutor esta-bleciendo un diálogo entre las partes. Lo que cuentaes obtener el éxito incrementando la ‘clientela’, yasea electoral o comercial y los métodos para lograrloparecen no tener límites".

Una encuesta efectuada en 1998 permitía afirmarque el hombre no nacía como "homus políticus" y elinterés en la política crecía con la edad. Pero, sólo elfactor de la edad no puede explicar que no más deun 22% de los jóvenes argentinos (14 a 24 años deedad) tuviera mucho o bastante interés en la políticay que aquellos que tenían poco o ningún interés enla política conformaban el 78% de ese grupo etario.

Los jóvenes argentinos no eran para nada "pro-gresistas". Sólo un 9% se identificó con ese grupo.Mucho más fuerte fue la franja de quienes "se incli-naron por el derecho y el orden", un segmento quecreció en seis años de un 23% a un 32%. Algo simi-lar ocurrió con el grupo de personas "cuya prioridadfue la Justicia". En el año 1992 fue ese grupo deidentificación para un 26%; en 1998, para un 36%.

De 23 "Grupos de Identificación" figuró en segun-do lugar, para un 45% de los jóvenes, el grupo de"personas que han perdido la confianza en el Estadoy la Política" (1992: 20%). Además, también fue mu-cho más fuerte la sensación de pertenecer al grupopoblacional políticamente sin influencia, una opiniónque expresó un 37% de los jóvenes (1992: 22%).

Parece importante resaltar el deterioro del climasocial. En el ’92, con un 5%, sólo un grupo muy re-

ducido se identificó con personas que "no se sientencómodas en la época actual", un grupo que abarcóen 1998 a un 24% de los jóvenes.

En 1998 los jóvenes también tenían mayores pro-blemas para ubicarse en el espectro de los partidospolíticos. Mientras en el ’92 un 30% tenía una posi-ción más bien firme, el mismo grupo abarcó seis añosmás tarde sólo un 19%. Aumentó de un 35% a un48% la franja de los jóvenes que estaban en la bús-queda, sin haber logrado aún encontrar su lugar. Ladistancia con la política se manifestó, no en últimolugar, en el hecho de que a un 29% le daba lo mis-mo qué partido político ganaría las elecciones, de locual no se puede responsabilizar sólo a una difundi-da indiferencia, sino también a la falta de ofertas.

"Entre los partidos políticos de la Argentina, ¿hayalguno con el cual Ud. se identifica, que representasus puntos de vista y cumple con sus expectativas, ono diría eso?". Un 13% de los jóvenes encontró unpartido político con el cual se identificó, un 78% nodiría eso y el restante 9% no respondió a esa pre-gunta.

Un dato preocupante fue que sólo un poco másde un tercio (37%) de los jóvenes se sentían cómo-dos en nuestra sociedad. De cada 100 jóvenes, 24 sesentían más bien incómodos, sin olvidar el 40% quefrente a esta pregunta respondió con un ambiguo"En parte, sí y no".

¿Qué características atribuyen los jóvenes comotípicas de la sociedad de la cual forman o deben for-mar parte?

Entre las características positivas sobresalió, conun 53%, la solidaridad. Un tercio de los jóvenes men-cionó como características típicas de la sociedad ar-gentina el orgullo nacional o la alegría de vivir. El res-to de las características con una connotación positi-va fueron mencionadas sólo por grupos muy reduci-dos: tolerancia (21%), sentido común (21%), idea-lismo (19%) y respeto (14%).

Ninguno de los atributos positivos alcanzó tan al-tos porcentajes como las diez características negati-

155

vas más mencionadas: corrupción 86%, violencia77%, inseguridad 74%, discriminación 73%, injusti-cia social 71%, desigualdad de oportunidades 70%,desconfianza 65%, egoísmo 62%, materialismo 61%y falta de respeto 60%.

Ante la pregunta: "¿Tiene confianza en el gobier-no?". Un 3,7% de los jóvenes respondió positiva-mente, un 89% no tenía confianza y un 7,3% semostró indeciso al respecto. También en el ’92 domi-naba la desconfianza, pero el clima empeoró sensi-blemente. En ese año un 23% manifestaba su con-fianza, un 19% por lo menos estaba indeciso. El gru-po de desconfiados que llegaba al 58% ascendió al90%. No mucho mejor era la relación entre los jóve-nes y las instituciones estatales que conforman laAdministración Pública. Existía una relación de con-fianza sólo para un 6%. Un 16% estaba indeciso. Lamayoría absoluta, un 77%, señaló su desconfianza(se profundizó la tendencia negativa de 1992).

De otros estudios surge que la mayoría de los ar-gentinos no creía vivir en un Estado de Derecho. Algoque se reflejó también en la confianza que tenían losjóvenes en los Tribunales. Su confianza expresó un8,8%, un 18% estaba indeciso. La franja que señalóclaramente su desconfianza abarcó un 73%. Entre1992 y 1998 aumentó el grupo de los desconfiadosen 13 puntos.

Más problemática aún se presentó la relación delos jóvenes con la Policía. También frente a esta insti-tución el clima empeoró. Confianza manifestó un4,6%, desconfianza un 82%, el resto estuvo indeciso.

La desconfianza se expresaba en casos concre-tos. Un tema en la Argentina era y es la desocupa-ción juvenil, un problema no fácilmente soluciona-ble pero que, justamente por esa razón, requiereel fuerte empeño del gobierno por solucionarlo.¿Qué observaban los jóvenes al respecto? Un 0,6%de los jóvenes opinó que el empeño del gobiernoera "muy fuerte", un 3,2% lo caracterizó como"fuerte". Un 96% observó más bien indiferenciaen el gobierno, calificando su empeño en esta cues-

tión como "no tan fuerte" (39%) o "para nadafuerte" (57%).

Un problema creciente que era y es el narcotráfico,también afecta de manera especial a los jóvenes. Unapregunta trataba de develar ¿qué grado de confian-za tenían los jóvenes en que el gobierno intentaraadoptar todas las medidas adecuadas para lucharcontra el narcotráfico y reducir el consumo de dro-gas? Con porcentajes similares, un 0,6% tenía "mu-cha confianza", "poca confianza" manifestó un 45%,"ninguna confianza" un 46%.

En ese clima político y social creció entre los jóve-nes una visión negativa sobre el futuro del país en losmás distintos ámbitos. En el ’92, un 21% de los jóve-nes señaló que la Argentina sería un país con creci-miento de la capacidad productiva y de las oportuni-dades laborales. El mismo pronóstico arriesgó en 1998sólo un 16%. El temor de que la Argentina se encon-traba en el camino hacia una sociedad dominada porel consumo de drogas compartió en el ’92 un 15%de los jóvenes, en el ’98 llegó casi al 30%.

Que el nuestro es un país que no reconoce méri-tos a la formación educativa pensaba en el ’92 un26% de los jóvenes, ese grupo trepó al 38% en 1998.

En muchos países latinoamericanos la estabilidaddel sistema democrático es aún tema de preocupa-ción. Mientras que en el ’92 el 79% de los jóvenespensaba que la democracia era la mejor forma degobierno para la Argentina, en el ’98 el porcentajebajó al 68%. Un 16% sostuvo que existe otra alter-nativa mejor (1992, 7,3%) y otro 16% se mostró in-deciso (1992, 13%). Esto muestra que el ciudadano,a medida que pasa el tiempo y crece su desilusión,comienza a medir la eficacia del sistema político apartir de la actuación de las instituciones.

"La democracia vive de la participación de los ciu-dadanos. ¿Usted participa o participaría activamente dealguna manera?" Un 16% de los jóvenes participaba,de alguna manera, activamente. Un 50% participaría,pero no lo hacía y un 34% se negaba absolutamente,sosteniendo que no participaba ni participaría.

156

"¿Por qué resulta difícil cambiar individualmentecosas en el Estado y la sociedad?" Las razones másmencionadas fueron: Vivimos en una democracia,pero en realidad al individuo no se lo escucha (61%).Un individuo no alcanza. Se necesita que todos ac-túen y eso es casi imposible (56%). Por medio delvoto se podría cambiar algo, pero faltan alternativas.Todos los políticos son más de lo mismo (43%). Cuan-do alguien se dirige a una institución u organismoestatal para reclamar algo o con alguna propuesta,no encuentra respuestas. Las instituciones no fun-cionan (41%). Cuando alguien intenta iniciar algono encuentra interés en su propio entorno que sepreocupa por su propio bienestar más que por el biencomún (35%).

Las respuestas indicaban que no sólo era el malfuncionamiento de la democracia y de sus institucio-nes lo que obstaculizaba la mayor integración de losjóvenes en el sistema político, sino también la faltade conciencia de que el individuo tiene en la demo-cracia un mandato propio que debe asumir, indepen-dientemente de los buenos o malos intérpretes de lademocracia que actúan en las instituciones del Esta-do. El interés en la política es la antesala de la partici-pación, por ello preocupa que entre 1992 y 1998 seredujo el grupo de los jóvenes interesados en la polí-tica de un 32% a un 22%6.

Las explicaciones brindadas por la Opinión Pública

Es Wolton quien quizás sea la investigadora queaportó la visión más amplia de la opinión pública alreconocer la importancia que la comunicación políti-ca -integrada por los políticos, los medios masivos decomunicación social y los sondeos de opinión- tie-nen sobre aquella. Ella propuso una visión positiva alconsiderar a la comunicación política como el resul-tado de un doble proceso de democratización y co-municación que contribuyó fuertemente a colocar alos enfrentamientos políticos en el campo comunica-cional.

Los actores principales a los que se refirió Woltoncorresponden a distintas categorías y, a su vez, ob-tienen su legitimidad de modos diferentes. Por ejem-plo, los políticos a través de su elección; los periodis-tas en base a la veracidad, calidad y cantidad de in-formación que poseen; y los sondeos en función delgrado de seriedad evidenciado en sus investigacio-nes. También aclaró que los mencionados actoresconfrontan entre sí -por medio del discurso- de ma-nera permanente y se alternan en el predominio dela captación de la opinión pública. Mientras que lasencuestas prevalecen en los períodos electorales, losmedios masivos de comunicación se imponen en losmomentos no electorales y los políticos sobresalenen los períodos de crisis.

Finalmente, Wolton sentenció que la comunica-ción política constituye un factor organizativo de lairracionalidad política en un marco estrictamente co-municacional y que de ninguna manera sustituye ala política, sino que -por el contrario- le posibilita exis-tir7.

También fueron fundamentales las investigacionesde Neumann -que dieron origen a su teoría de la es-piral del silencio- como un punto de referencia máxi-mo a la hora de indagar sobre la composición y elmecanismo de funcionamiento de la opinión públi-ca. Pero su preocupación por indagar sobre la inten-ción de voto -ya sea por candidato o por partido po-lítico- fue ampliada cuando apuntó a un aspectomenos estudiado como es el clima de opinión queinfluye sobre la opinión pública y sobre la mismísimaintención de voto de los ciudadanos.

Para Neumann, todos los individuos poseemos lavirtud que mencionaba Mc Dougall (capacidad esta-dística sensorial); tenemos la capacidad para percibirel clima de opinión (o la expectativa de voto en épo-cas electorales) y desarrollamos una reacción de acuer-do con esa percepción. A esta altura, la teoría de laespiral del silencio esbozada por Neumann puederesumirse en 4 pasos esenciales: la amenaza de lasociedad sobre el individuo; el temor del individuo

6Hentschel, H.: "La responsabilidadde la sociedad frente a la juventud.Jóvenes y política. El caso argenti-no". En revista Contribuciones N°3. CIEDLA, Buenos Aires,1999.7Wolton, D. "La comunicaciónpolítica: Construcción de unmodelo". En El nuevo espaciopúblico, Editorial Gedisa, Barcelona,España, 1992.

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de permanecer aislado; la medición del clima de opi-nión por parte del individuo; y el desarrollo de unaconducta individual que se corresponde con el resul-tado de la medición del clima de opinión8.

Por su parte, O’Donell9 relacionó las deficienciasde algunas democracias latinoamericanas in-fluenciadas por clientelismo y el particularismo. Elparticularismo de los políticos sólo es una cara de lamoneda, como se advierte al observar una de susformas, el clientelismo. Heredia lo define como "unconjunto de reglas y prácticas para la organizaciónpolítica, la representación y el control de los interesesy demandas sociales, basado en la subordinaciónpolítica de los ciudadanos a cambio de la provisióndiscrecional de recursos y servicios públicos a los queen principio, y según la ley todos tienen acceso abier-to"10.

El político se apropia de los recursos públicos paraobtener subordinación política, pero quienes se lesubordinan obtienen a cambio y discrecionalmentelo que deberían ser bienes de público acceso. Así, elclientelismo constituye forma de intercambio.

En tanto, Lyne11 sugirió que el particularismo es laclave del mal funcionamiento de los sistemas de par-tidos en América Latina: los partidos ofrecen a suselectores beneficios particulares, así el sistema sirvepara agregar votos pero no permite la formulaciónde políticas encaminadas al interés general.

La frustración de las expectativas de los electoresparece un factor decisivo a la hora de explicar la bajavaloración de la política partidaria, y éste sería el casode los países de América Latina en que las reformashan fracasado, pero han sido reemprendidas porgobiernos de los mismos partidos políticos que lascriticaron desde la oposición. Pero habría un compo-nente adicional para la desconfianza hacia los parti-dos: la pérdida de identificación con éstos.

Desde la perspectiva de la elección racional, la iden-tificación con un partido sería algo así como una cuen-ta corriente de confianza hacia dicho partido a partirde sus actuaciones anteriores. Desde el enfoque de

la escuela de Michigan, sería una actitud psicológicaadquirida inicialmente a través de la socialización (enla familia) y reforzada por el hecho de votar a esepartido a través del tiempo. Se entiende que la con-dición para la reiteración del voto es que este hayatenido resultados satisfactorios, pero se atribuye másimportancia al momento de formación de la actitudque a los resultados prácticos12.

En las sociedades europeas la identificación parti-daria parece haber sido en gran medida una identifi-cación grupal; en América Latina las identidades par-tidarias se han construido bajo la lógica del intercam-bio particularizado.

La disminución de la identificación política podríasuponer el auge de un nuevo tipo de elector másinformado y exigente que decidirá su voto racional-mente a la vista de la oferta de los partidos y al quellevaría a participar el deseo de afirmar la efectividadde su voto. Es lógico suponer que este nuevo tipo deelector se dará en las capas sociales de niveles cultu-rales medios y altos. Cabe temer en cambio, que enlos grupos sociales de menores recursos culturales ycomunicativos, la desaparición de la identificaciónpartidaria deje paso a un voto dominado por el de-seo de castigar a los políticos en ejercicio.

La institucionalización de los partidos es necesariapara la representación política porque sin ella no existeuna estructura de incentivos que conduzca a la res-ponsabilidad democrática. En condiciones de bajainstitucionalización, los políticos electos pueden cam-biar de programa o de partido sin pagar ningún pre-cio y la indisciplina partidaria y la circulación de elitesentre los partidos dificultan la formación de acuer-dos legislativos estables.

El principal problema para la democracia en Amé-rica Latina no es entonces el empeoramiento de lasdesigualdades que puedan haber traído las reformaseconómicas, sino la dificultad de los partidos políti-cos para mantener la confianza social como meca-nismo de representación de las demandas e intere-ses comunes de la población.

8Neumann, N.: La espiral delsilencio. Opinión pública: nuestrapiel social. Editorial Piadós, BuenosAires, 1993.9O’Donell, G.: "Polyarchies and the(un)rule of law in Latin America".Ponencia para el panel The Qualityof Democratic Consolidation.Washington. APSA. 28-31 deagosto de 1997.10Guzmán Heredia, J.: MarketingPolítico. Editorial Giacobbe, BuenosAires, 1991.11Lyne, M.: "The voter’s dilema,factions, and strange bedfellows,or why Latin American politicalparties historically weakeneddemocracy and how we can tell".Ponencia para el Congreso de laLatin American Studies Association.Guadalajara, México, LASA, 17 al20 de abril de 1997.12Paramio, L.: "Sin confianza nohay democracia: electores eidentidades políticas". En revistainternacional de sociología N° 22,1999.

158

La hipótesis más común sobre la relación entre lasdistintas formas de confianza política parte de la se-cuencia de Gamson: descontento con los gobiernosde turno, desconfianza hacia las instituciones políti-cas, alienación respecto del sistema político13.

Según Converse, quien vota por primera vez, lohará por el partido por el que lo hace su familia, y silos resultados de ese voto le parecen satisfactorioslo repetirá en la siguiente convocatoria. Cuantas másveces se repita el voto al mismo partido, más fuertese hará la preferencia (identificación) partidaria, yeste efecto se relaciona con el tiempo de participa-ción electoral, independientemente de la edad delelector14.

Las razones de la menor fuerza de los vínculos deidentificación política se hallan probablemente en ladisminución del peso de la familia en la socialización,y la diversificación y diferenciación del grupo o gru-pos de pares. El peso de la familia en la definiciónpolítica de los hijos es hoy menor y probablementede menos intensidad, aunque sólo sea por la intru-sión de la televisión en el medio familiar. Más impor-tante quizás es el cambio en el extorno extra-fami-liar. En la escuela, el trabajo, el barrio o los ambientesde ocio, se ha producido una cierta diversificaciónsocial, y sobre todo una diversificación cultural, pro-vocada en parte por la diversificación social pero es-pecialmente por la elevación del nivel educativo y elimpacto de los medios de comunicación.

El sentimiento de insatisfacción respecto a losresultados de la democracia es un fenómeno casiuniversal, si bien -en general- los ciudadanos afir-man preferir la democracia a cualquier otra formade gobierno. Los gobernantes, los partidos y lospolíticos en su conjunto son valorados negativa-mente, incluso en casos en que se les reconoce unagestión eficaz.

Existen casos como los de Argentina, Brasil y Méxi-co, donde se da una paradoja; castigar al partido enel gobierno supone favorecer a partidos que no pro-meten mejores perspectivas para el futuro, por ha-

ber tenido recientes experiencias negativas de gobier-no o por no contar con una reputación favorable enla gestión de la economía, al no haber gobernadopreviamente o mantener un discurso poco creíble eneste campo.

Lo más probable es que un caso grave de frustra-ción de expectativas induzca en los electores una des-confianza duradera hacia los resultados de la políti-ca. Así, la frustración puede agravarse hasta afectarseriamente a la legitimidad del sistema político.

El enfoque de las Ciencias de la Comunicación

La presente nota parte de hipótesis que aceptanla influencia de los medios masivos de comunicacióny, al mismo tiempo, intenta detectar los posibles la-zos existentes entre los efectos que aquellos produ-cen no sólo sobre la opinión pública en general; sinotambién -y en especial- sobre los jóvenes.

Así, al observar detalladamente las consideracio-nes expuestas por Muraro15 es posible elaborar unahipótesis que proponga que el periodismo de investi-gación haya ganado terreno en materia de influenciasobre la opinión pública en detrimento de la video-política.

Programas televisivos como Hora clave, A dos vo-ces, El juego limpio, etc. parecen haber perdido te-rreno frente a otros de rasgos más críticos, donde lainvestigación y la denuncia tienen un espacio me-nos amplio para que los políticos expresen o con-fronten sus propuestas y los periodistas las anali-cen. En este sentido, otras producciones como DíaD, Telenoche Investiga y Punto Doc parecen estarcaptando la preferencia de la teleaudiencia. Sinembargo, existen otros tipos de programas que -principalmente a través de la utilización del humory la ironía- pueden estar influyendo sobre la opi-nión pública de una manera aún más contundente.A modo de ejemplo, vale citar a Videomatch y CQC,ambos con un perfil de espectadores principalmen-te jóvenes.

13Gamson, W.: Power anddiscontent, Honmewood: DorseyPress. 1968.14Converse, P.: "Of time andpartisan stability", ComparativePolitical Studies 2.15Muraro, H.: Políticos, periodistas yciudadanos. Fondo de CulturaEconómica, Buenos Aires, 1997.

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¿Qué ocurre con nuestros jóvenes?

A fin de responder esta pregunta es bueno cono-cer la opinión de los sociólogos Tenti Fanfani ySidicaro. Para Tenti Fanfani, "el desinterés y el des-creimiento están asociados con el desconocimiento,tanto del funcionamiento de las instituciones comode los nombres de funcionarios o del contenido de laConstitución. Hay una relación entre desconocimientoy desinterés: no buscan conocer más porque no losatrae vincularse con la política tal como está".

Ahora bien, considerando lo dicho por TentiFanfani y lo observado por Lippmann, podemos arri-bar a la conclusión de que existe en la sociedad uncírculo vicioso donde los ciudadanos desconocen te-mas políticos, hecho que provoca su desinterés porlos mismos; a su vez, la falta de interés no los impul-sa a buscar conocimiento. Queda, entonces, plan-teada la duda acerca de ¿qué ocurriría si los ciudada-nos conocieran las cuestiones políticas? ¿Se intere-sarían por ellas? ¿Participarían? La posible respuestapodría estar incluida en el planteo de Muraro cuan-do afirma que un político desconocido no puede servotado.

Mientras tanto, Tenti Fanfani continúa explicandoque "en otras épocas, en momentos en que la políti-ca estaba de moda, era visualizada como un instru-mento para cambiar el mundo. Había cierta utopía,cierto proyecto. Hoy da la impresión de que la socie-dad no es algo tan maleable, que no depende tantode la acción política. Hay una pérdida de capacidadde la política como acción organizada de la gente.Un gran empresario o una multinacional tienen máspoder que un político".

"La política en estas condiciones -remarca- pierdesu dramatismo, su atracción. Ya no es la lucha entredos o más proyectos de construcción de la realidad.Pierde pasión y se convierte en un juego donde loque se disputa es sólo cuál de los equipos de gobier-no va a realizar el único programa. La disputa es quienlo va a ejecutar, pero el proyecto es el mismo. La po-

lítica, al volverse una pelea más homogénea perdióatractivo, especialmente para los jóvenes. El jovenprioriza la cuestión pasional y ahora la política tieneescasa pasión. Pero esta juventud es muy cuestio-nadora también. La diferencia es que no disputa alas generaciones mayores el poder en la economía,la política, los campos donde mandan. La juventudha logrado, por ejemplo, mejores equilibrios de po-der en el ámbito de la vida privada. Hay espaciosdonde los jóvenes mandan. Así, la política es un jue-go poco limpio. Y el escepticismo puede ser resulta-do de una confrontación entre un sujeto joven quecree en valores a los que veía positivos...hasta queconstata que pocos los cumplen".

"Los adultos le achacan al joven una imagen deinfractor moral: pero el joven les contesta: ‘Ustedesson los grandes infractores de la moral pública’.

Los jóvenes son la conciencia moral de la humani-dad por su posición de exclusión, por edad o pormarginalidad. Son el testimonio permanente de lanecesidad de la justicia, de la verdad, de los valoresque la sociedad no alcanza nunca completamente.La juventud es la reserva moral renovable. Como estáfuera de la política puede observar ciertos vicios quesólo se ven así, desde afuera", concluye Tenti Fanfani.

En tanto, Sidicaro explicó que "los mayores tam-bién tienen desconfianza y desinterés por la política:esto abarca al conjunto de la sociedad. Pero los jóve-nes son más expresivos que los mayores. Cuando vie-ne este bajón, este desinterés, los chicos manifiestanel escepticismo".

"Tal vez -agrega- la sociedad fue siempre igual dedura. Pero los políticos tenían más confianza en quese podía cambiar. Hoy parece que los políticos inten-tan convencer de que los cambios son muy difíciles,casi imposibles, y que lo que cabe es administrar lomejor posible lo que existe. La mayoría de los políticoscreen que los cambios son muy difíciles, que hay quetener una especie de resignación. La manera políticade expresarse fue la que atrajo durante mucho tiem-po a los jóvenes. Hoy existen otras formas de protesta,

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de rebeldía que no se colocan en la política, sino en lasvestimentas, en los lenguajes transgresores, en ciertoscomportamientos de ruptura... La sociedad oficial noles ofrece mucho a los jóvenes. Hay un cierto escepti-cismo en ellos, porque creen que las generacionesmayores operan con valores falsos... Hay diferenciasen cada clase, pero ese escepticismo es compartido.Es la mirada crítica que tienen hacia una sociedad demayores que no parece muy sincera. Tampoco parecemuy exitosa", puntualiza Sidicaro16.

Observaciones finales

A esta altura, y a pesar de los análisis contrastantesque aparecen de modo permanente, tampoco pode-mos afirmar que a los jóvenes de Argentina no lesinteresa participar. Son muchísimos los que impulsanorganizaciones no gubernamentales destinadas adefender los derechos barriales, de las víctimas poraccidentes de tránsito, o de crear agrupaciones paraproteger los derechos humanos, la ecología, etc., etc.En todas las marchas de protesta contra situacionesinjustas siempre hay muchos jóvenes.

Por ello, cabe un último interrogante: ¿Cuánto leimportan los jóvenes a los políticos? Pareciera quemuy poco y que ese poco se limita estrictamente a laobtención del voto. Porque, cuanto mucho, cada vezque hay que votar, los candidatos (o los partidos po-líticos) se limitan a organizar mega-recitales gratui-tos con las máximas estrellas que causan furor enesos momentos.

Pero una vez asegurado el voto, ¿qué? Salvo algu-nas excepciones, nada... Nada de participación, nadade educar cívicamente -desde la práctica constante- nisiquiera en las instituciones de instrucción formal como,por ejemplo, la escuela. Y si en un colegio además deno enseñarse enfáticamente cómo funciona una de-mocracia, mucho menos se la practica, ¿qué pode-mos esperar para un país en donde quien gobiernahace casi siempre lo que quiere o lo que puede, perocasi nunca lo que votan los ciudadanos?16En diario Clarín.

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Entre las múltiples expresiones que se destacanen las ciudades modernas encontramos a los

graffitis. Diferentes a los monumentos, a los museos,a las bibliotecas, a los conciertos, a los carteles publi-citarios o a las inscripciones de neón; los graffitis ad-quieren una capital importancia como manifestaciónsocial y cultural ya que expresan múltiples significa-dos y sentidos acerca de ciertos temas "significati-vos" de la trama urbana.

Los pigmentos derramados en las paredes viejas yderruidas o nuevas y repintadas, nos muestran laproblematización de ciertas cuestiones y no de otras,de cierta manera y no de otras, con ciertos términose imágenes y no con otras. Del universo infinito desímbolos y signos sólo ciertos temas o cuestiones senos presentan. Entre las más recurrentes están lasdeportivas, que son las que van a ser analizadas, perotambién se instalan cuestiones vinculadas con la po-lítica, preferencias musicales, cuestiones estéticas,cuestiones amorosas y sexuales, cuestiones eróticaso cuestiones humorísticas y satíricas. La ciudad de LaPlata está plagada de graffitis garabateados y apura-dos, que contienen significados inagotables y algu-nos indescifrables.

Según García Canclini (1990: 314-316) los graffitisson "un género constitucionalmente híbrido, consti-tuyen una práctica que desde su nacimiento se hadesentendido del concepto de colección patrimonial,conformando un lugar de intersección entre lo visualy lo literario, lo culto y lo popular". El graffiti, mu-chas veces, afirma el territorio pero desestructura lascolecciones de bienes materiales y simbólicos. Elgraffiti es un medio sincrético y transcultural; es unmodo marginal, desinstitucionalizado, anónimo yefímero de asumir las nuevas relaciones entre lo pri-vado y lo público, entre la vida cotidiana y lo político.

También los cantitos futboleros, aunque forman-do parte del campo de la oralidad pura, deses-tructuran ciertas convenciones simbólicas y expresany construyen sentido frente a ciertos temas de la vidacotidiana.

Entre los más recurrentes aparecen aquellos vin-culados con la regulación de la masculinidad, o me-jor dicho de las masculinidades. En este sentido, elpresente trabajo analiza la forma en que los graffitisy los cánticos futboleros expresan, regulan y contro-lan ciertos significados en torno a los cuerpos mas-culinos.

Vale decir, la intención es identificar a través deltorbellino de imágenes, de palabras y de cantos laforma en que éstos contribuyen a configurar cuer-pos generizados, en especial masculinos.

Para alcanzar tal objetivo se dividió el casco urba-no de la ciudad de La Plata en cuatro cuartos2 regis-trando y analizando los graffitis existentes en su pielurbana. Asimismo, se recuperó la mayor cantidad decantitos futboleros platenses.

Los graffitis y los cantos futboleros cuentan unahistoria viril. Aquí va una versión.

Graffitis, cantitos futboleros y masculinidad/es

Si bien es un tanto arriesgado afirmar que La Pla-ta respira fútbol, lo que es menos osado es aseverarque las paredes de la ciudad de las diagonales estánmarcadas por una gran cantidad de graffitis futbo-leros. La Plata se ha convertido en una ciudad agresi-vamente futbolera. Sus graffitis expresan y exaltanciertas cualidades denigrando otras. En este sentido,

Los graffitis y los cantitos futboleros platenses(o acerca del proceso de configuración dediversas masculinidades)1

Por Pablo Scharagrodsky

El autor es Licenciado y Profesor

en Ciencias de la Educación y

Profesor en Educación Física

Además, es Master en Ciencias

Sociales con mención en Educa-

ción en la FLACSO, sede

Argentina.

Actualmente se desempeña como

docente investigador en la

Universidad Nacional de La Plata

y en la Universidad Nacional de

Quilmes, Argentina.

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los graffitis se han instalado como una práctica enconstante mutación, lucha y disputa "irrumpiendoen el espacio público desde lo privado y garantizan-do desde allí infinidad de receptores, interesados ono en la obligada lectura veloz". (Calvo, 1998: 178).Si bien el universo graffitero platense manifiesta dis-tintos cuadros de fútbol a saber:

"Boca campeón 98", "Velez cagón", "la guardiaimperial Racing", "Rancig", "Dale Boca", "Soy deRiver agus", "dale rojo", "Boca condor", "San Lo-renzo campeón 95" o "Soy de Velez"; sólo dos clu-bes de fútbol monopolizan la lucha de sentidos y designificados: Estudiantes de La Plata y Gimnasia yEsgrima de La Plata, con toda la gama de apodos y/o denominaciones que reciben en el mundofutbolero argentino: Pincha, León, Lobo, Basureroo Tripero.

En dichas inscripciones aparecen un conjunto designificados siempre cambiantes y, especialmente,disputables. Están aquellos graffitis que "sólo" ex-presan el nombre o apodo de su club a veces acom-pañado por una arenga:

"la 223", "león", "Dale Lobo", "Pincha (acompañadode una imagen de un corazón)", "Dale León", "Lu-cho dale lobo", "dale leon4", "G.E.L.P." (iniciales delclub Gimnasia) o "vamos lobo".

Masculinidades hegemónicas:"yo tengo aguante... ¿y vos?"

Sin embargo, generalmente los graffitis futbolerosvan acompañados con ciertos términos que dan sen-tido a la inscripción y que exceden el marco de loestrictamente futbolístico. Tal derroche simbólico nosólo expresa la adhesión a un cuadro de fútbol, sinoque exalta ciertos valores como el aguante, el sercapo, el tener huevos o el mandar. Todos aspectosligados imaginariamente al universo "masculino". Ladisputa por ellos representa una carrera para hacer"verdaderos hombres". Por ejemplo:

"pincha capo", "el mondongo tiene aguante", "lobocapo", "León capo", "Pincha te faltan huevos", "leoncapo 42-41"5, "pincha capo de La Plata", "pincha noaguantas", "San Masoni aca manda el pincha".

También los cantos futboleros reflejan estasituación:

"(...) Nosotros ganamos la copa / nosotros salimoscampeón / nosotros tenemos los huevos que no tenesvos / ooohh""Ponga huevo / y pincha ponga huevo / y pinchaponga huevo / y pincha ponga huuuevo""Huevo / huevo / huevo pincharrata / huevo / huevo/ huevo sin cesar / que esta tarde cueste lo que cues-te / esta tarde tenemos que ganar""Lobo no te me borres / lobo no te me borres / nojugues a la escondida / porque a la salida yo te quie-ro ver""Ohh / no tenes aguanteeee / ooooohh / ohh / notenes aguante / pincharrata vigilante6""(...) Quiero cagarlos a tiros / como en aquel 3 a 0 /lobo sos un cagón / nunca tuviste aguante / los pibesestán en cana / porque vos sos vigilante"7

"No te borres / che pincha vigilante / si te quedas vasa ver / que el lobo tiene aguante""Yo no soy basurero / yo no soy vigilante / yo soyhincha del pincha / porque tengo aguante / porquetengo aguante""(...) Yo no soy de Estudiantes / porque tengo aguan-te (...)""Pincharrata oh oh / Pincharrata oh oh / Pincharratavos aguante no tenes / si corres / si corres / si corres /cuando un tripero ves".

Claramente, estos graffitis y cantitos futbolerosestablecen un cierto orden corporal masculino. Loslexemas o determinadas frases como mandar, teneraguante, ser capo, tener huevos o, lo que es lo mis-mo, "tener las pelotas bien puestas" van paulatina-mente contribuyendo a configurar una cierta mas-

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culinidad. Por ejemplo, el término aguante es untérmino muy utilizado en la Argentina, en especialen la trama deportiva8. Como afirma Elbaum (1998:237-244) en el aguante -según la percepción mas-culina- nunca hay capitulación porque se apuesta,como mínimo, a una "victoria moral". El aguanteimplica siempre, un impulso corporal a resistir, a sen-tir (y exhibir) un difuso sentimiento orgulloso. Elaguante se mantiene con independencia del "resul-tado" final, porque sólo intenta atestiguar lo queningún desenlace es capaz de acreditar: el valor. Lasmujeres, los niños y los homosexuales no tienen lu-gar en él. El aguante es una forma de guapeza y seadvierte más en desventaja: desafía a lo que se su-pone ganador.

A través de ciertos términos que dan forma a losgraffitis futboleros platenses, los cuales están inclui-dos en los cánticos, se intenta fomentar determina-dos comportamientos, reprimir otros y transmitir cier-tas convicciones sobre lo que significa ser varón. Eneste punto y haciendo una analogía con la célebrefrase de Simone de Beauvoir (1999) "no se nace mujersino que se llega a serlo" tampoco se nace varónsino que se llega a serlo. Vale decir, el varón no esmenos un producto social de lo que lo es la mujer.Como afirma Michael Kimmel (1997: 49) la masculi-nidad no es algo eterno, una esencia sin tiempo quereside en lo profundo del corazón -o, mejor dicho,de los testículos- de todo hombre. La masculinidadno es estática ni atemporal; es histórica, no es lamanifestación de una esencia interior; es construidasocialmente, es creada en la cultura. Así es que lamasculinidad significa cosas diferentes en distintasépocas para diferentes personas.

Este supuesto de que la masculinidad está cons-truida socialmente y que cambia con el curso de lahistoria, no debe ser entendida como una pérdida,como algo que se le quita a los hombres.

En lugar de intentar definir la masculinidad comoun objeto (como un carácter de tipo natural, unaconducta promedio, una norma), es necesario cen-

trarse en los procesos, en las prácticas y en las re-laciones por medio de los cuales los hombres y mu-jeres llevan vidas imbuidas en el género. Ningunamasculinidad surge, excepto en un sistema de re-laciones de género. La masculinidad, siguiendo aRobert Connell (1997: 35) "si se puede definir bre-vemente, es al mismo tiempo la posición en las re-laciones de género, las prácticas por las cuales loshombres y mujeres se comprometen con esa posi-ción de género, y los efectos de estas prácticas enla experiencia corporal, en la personalidad y en lacultura"9.

Los graffitis y los cantitos futboleros son algunasde las prácticas que contribuyen en el proceso deconfiguración de cuerpos generizados, en especialdel masculino.

Masculinidades subordinadas: "son todos putos!!!"

La masculinidad, el cuerpo y, en especial, ciertaspartes del mismo (el pene y el ano) están en conti-nua disputa de sentidos y de significados. Al mismotiempo que ciertos valores se exaltan otros se re-chazan. La denigración más común -no sólo en losgraffitis futboleros- es el ser tildado de puto. Unmenor grado de denigración viril se produce conciertas frases como ser cagón o ser el hijo de. Porejemplo:

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"lobo puto", "pincha puto muere en la B", "vos sosputo tripero" , "pincha puto B", "Lobo comilón".

En el caso particular del término puto, no sólo sehumilla y se ofende a quien es designado como tal -engeneral equipo de fútbol aunque no exclusivamente-,sino que, al mismo tiempo, se reafirma que la propiamasculinidad (heterosexual) depende de privar al otrode la suya. El conquistado, el débil, el que no es un"hombre de veras" hace -o se sospecha que hace-cosas que atentan contra la "naturaleza". Como afir-ma Eduardo Archetti (1998: 304), en este caso a tra-vés de los graffitis futboleros, "los hinchas crean unvasto repertorio cuyo rasgo sobresaliente pasa a ser laconstrucción de la sexualidad y de un mundo divididoentre "hombres de veras" e impostores, es decir, ho-mosexuales". Los cantos futboleros avalan estas apre-ciaciones. Durante los clásicos platenses, aunque noexclusivamente en ellos, es común escuchar ciertoscánticos referidos a este tema:

"Los del pincha son / todos putos" o "los del loboson / todos putos""Vamo vamo pincharrata / ole ole ola / vamo vamopincharrata / ole ole ola / vamos vamos Estudiantes /vamo vamo a ganar / que el pincha es lo más grande/ del fútbol nacional / el lobo está caliente / el lobo escomilón / el lobo tiene sida / se lo cogió el león"

"Como te va León / como te fue / me contaron quecorriste en la B / corriste en Morón / corriste en SantaFe / y ahora de nuevo / el lobo te va a coger""(...) Quiso el destino el azar / que yo tenga un hijobobo / como muy puto salió / al basurero se lo cojentodos (...)""Mirá / mirá / mirá / sacale una foto / se van para LaPlata con el culo roto""(...) Lobo / que asco te tengo / lávate el culo / conaguaras""(...) Si ganas o perdes / no me importa igual te ven-go a ver / no somos putos como el lobo y la acade /dale león / dale león""Despacito / despacito / despacito / les rompimos / elculito"

Sin duda el término puto es el más utilizado a lahora de denigrar al otro. Su destino no sólo es unclub de fútbol, sino también algún jugador o diri-gente. Por ejemplo:

"Gustavo / Gustavo / chupame bien el nabo (pene) /Gustavo / Gustavo / chupame bien el nabo" (en refe-rencia a Gustavo Schelotto, jugador de fútbol e hin-cha de Gimnasia)"Schelotto / Schelotto / tenes el culo roto / Schelotto/ Schelotto / tenes el culo roto""Sol y luna / sol y luna / sol y luna / sol y luna / laporonga de Bilardo / en el culo de Labruna"

En estos graffitis o cantos futboleros es evidenteque los hinchas de un equipo o algunos de sus pro-tagonistas son los verdaderos machos, capaces deobligar a los otros hinchas o actores sociales a de-sempeñarse como homosexuales. Pero lo interesan-te es que los homosexuales son aquellos que se de-jan humillar o que no defienden con suficiente ener-gía su identidad masculina. Al mismo tiempo, quie-nes son penetradores no son considerados a sí mis-mos como homosexuales. Como afirma RobertConnell en su clásico libro Masculinities (1995) la mas-

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culinidad gay es la masculinidad subordinada más evi-dente, pero no es la única. Muchos hombres y mu-chachos heterosexuales también son expulsados delcírculo de legitimidad. El proceso está marcado porun rico vocabulario denigrante: mariquita, cobarde,amanerado, culo roto, etc. Aquí resulta obvia la con-fusión simbólica con la feminidad, en tanto queconstructo ligado "imaginariamente" a la pasividad,a la docilidad y a la sumisión. Tanto los graffitis comolos cantitos futboleros construyen un universo denormas, pautas y valores que se deben seguir paraalcanzar la "verdadera virilidad". Al mismo tiempoque las prácticas analizadas establecen un ordenmoral de lo permitido, de lo deseable y de lo posible,excluyen, omiten o silencian aquello que no es per-mitido, ni deseable ni posible. En el campo discursivode la sexualidad de los hinchas de fútbol al tiempoque se "naturaliza" la heterosexualidad, se excluye ala homosexualidad de una valoración simbólicaequivalentemente aceptable10.

Como afirma Eduardo Archetti (1998: 308), la pre-sencia de la transgresión (romperle el culo a otro parhomo) no elimina la regla que define la sexualidad"normal" como aquella que se da entre personas dedistinto sexo. Vale decir, la suspensión de la hetero-sexualidad no implica que ésta no exista en el ámbitode lo normal. Justamente, se alude a la transgresiónpara reforzar las reglas. Es el otro quien nos recuerdala importancia de la masculinidad como lenguaje dedominación al permitir que lo penetren y humillen.

En este juego simbólico el ano y el pene estáninextricablemente unidos. Como señala Omar Acha(2000: 57) "si el ano de un "macho" es penetrado,ese "hombre" es castrado y feminizado". Vale decir,resignar la virginidad del ano es también resignar lacondición de la masculinidad "normal". "El temor aque el ano y el recto de un varón heterosexual seanobjeto de penetración posee dos implicancias políti-cas: la primera es que el ano debe guardar su virgini-dad y la segunda es que así la supremacía del penese mantiene incólume".

Teniendo en cuenta lo anterior, es posible afirmarque, a través de los graffitis y los cánticos futboleros,el ano es la región humillada de los cuerpos masculi-nos, mientras que el pene es el órgano adorado, fun-cionando como un símbolo de virilidad masculina.

Ser hijo o ser heterónomo: "hijos nuestros!!!...hijos nuestros!!!"

Pero no sólo la "peor" imagen de un hombre "deveras" resulta ser la de un homosexual. A ella se lesuma la de "ser hijo de". La trama urbana platensegraffitera despliega y afirma una batería de mensajesvinculados a ello. Por ejemplo:

"Lobo hijo 2-1", "lobo hijo y cagón papa pincha","Pincha hijos nuestros".

También hay cantos vinculados a este tema:

"Vamos / vamos / vamos lobo / vamos / vamos / aganar / que nacieron hijos nuestros / hijos nuestrosmorirán""Hijos nuestros / hijos nuestros / hijos11 nuestros"

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Ser hijo, en este contexto, equivale a ser un infan-te; y la infancia como muy bien apuntó Philippe Ariès(1993), es una construcción histórica relativamentemoderna12. La idea de hijo como un niño o infanteestá asociada a ciertas características entre las que sedestacan, siguiendo a Mariano Narodowski (1994),la necesidad de cuidado, de protección, de depen-dencia y de heteronomía. Vale decir, "ser hijo de" enla trama futbolera significa no poder conducirse solo;no tener autonomía y por lo tanto depender de unotro o, lo que es lo mismo, ser incapaz de actuarcomo un verdadero hombre. "Ser hijo de" no aludea la relación filial, sino a la infancia como una etapade inmadurez y de dependencia. Como afirma Eduar-do Archetti (1998: 304) la descalificación del otro sela lleva a cabo convirtiendo al adversario en un niñoy negándole la condición de adulto.

Asimismo, se legitiman ciertas convenciones quesuponen a los niños y no a los hombres -o a los ver-daderos hombres- como seres temerosos o miedo-sos. Esta característica es muy mencionada en can-

tos y graffitis. El término más usado es el ser cagón.Por ejemplo, entre los graffitis aparecen recurren-temente los siguientes:

"Lobo cagon el pincha capo", "Sava es...cagón", "pin-cha cagón", "...si lo dice griguol... 2-1 cagones", "leoncagona la 22", "pañales timoteo", "Pincha sos cagón".

También hay cantos vinculados a este tema:

"Son cagones / son cagones / van 100 años / y nosalen campeones""Pincha sos cagón / sos cagón / sos cagón / pinchasos cagón""Yo tengo un hijo bobo / se llamaba lobo / que voy aser / quiso salir primero / pero no pudo / arrugo otravez / lobo no tenes huevo / lobo vos sos cagón / conesa hinchada puta no podes salir campeón"."Aunque salieron campeones / el pincha ya lo de-mostró / el sentimiento no cambia / vos sos amargo ycagón (...)""Ay ay ay ay / ay ay ay ay / no tengas miedo / podescantar""Se pensaban / que ya estaban salvados / pero ahoraestán todos cagados / con Craviotto (técnico de Es-tudiantes) / se van para el descenso / y por eso / hoyle cantamos esto / se van a la B".

En este contexto, y siguiendo a Omar Acha (2000:63), la defecación es considerada como una condiciónnatural de los cuerpos dependientes e inmaduros.¿Inmaduros para qué? Para contener la salida de lasheces, para reprimir la suciedad que de allí se derivaría,para ocultar lo indecoroso de defecar. Esta condiciónde minusvalía se transmite como estigma de falta devirilidad. ¿Qué hace quien no es macho? Se caga, es uncagón. La incontinencia es la carencia en la capacidaddel control del cuerpo. Si esta dificultad es perdonada alos niños por su condición "inmadura", en las personasadultas, es una mácula imperdonable. Defecar en unasituación pública es sumamente vergonzoso y poco vi-

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ril. En síntesis, sólo los niños pueden cagarse ya que notienen dominio de su cuerpo ni control de la situación.

También los cantos reflejan ciertos comportamien-tos inapropiados para un verdadero hombre, comopor ejemplo, el llorar:

"Llora lobo / y llora llora lobo / y llora llora lobo / yllora llora looobo""Esta lluvia de mierda no puede parar / esta lluvia de mier-da no puede parar / es el pincha / que no para de llorar"

En los graffitis se produce la misma lógica:

"Llora lobo pincha rie, Mazzoni", "llora lobo", "llorapincha".

Esta relación entre el hijo tiene su contrapartidacon la del padre. De un hijo no se espera rebelión nivictoria, sino la aceptación de la autoridad, del podery de las órdenes del padre. Como afirma EduradoArchetti (1998) el vínculo padre-hijo no implica unarelación simétrica, sino más bien una relación de su-bordinación y de dominación. En los graffitis es recu-rrente la figura del padre como sinónimo de controly de ley. El padre se arroga el orden y la autoridad enla ciudad futbolera. Por ejemplo:

"Papa León 2001 papa 42 a 41", "Pincha Papa","Lobo Papa".

Lo mismo sucede con los cánticos futboleros:

"O le le / o la la / no sean maleducados saluden aPapá""Ya se acerca Noche Buena / ya se acerca Navidad /para todos los triperos / el regalo de Papá"

Graffitis y cantitos futboleros: una interacciónparticular

Tanto los graffitis como los cantitos futboleros

construyen una dinámica de interacción anónima. Enalgunas ocasiones apelando a contestaciones "direc-tas" sobre los graffitis. En otras se producen superpo-siciones, tachaduras, correcciones o agregados. Taldinámica muestra, como afirman Gándara yCodeseira (2000) que las pintadas futboleras revelanuna polifonía constituida por intervenciones conse-cutivas por parte de múltiples enunciadoresgenerándose verdaderas guerras de mensajes escri-tos en las paredes.

Tal guerra graffitera futbolera tiene una tenden-cia al no diálogo ya que prevalecen las tachaduras deciertas palabras como forma de contestación.

Veamos algunos ejemplos en relación a las pro-blemáticas desarrolladas.

Por ejemplo, en relación a la paternidad se hansucedido distintas interacciones:

"Papa lobo (contestación) Mazzoni""Papa lobo" (contestación) "Papa Bobo"

Encima del graffiti "original" se cambia una letra(la l por la b) y con ello, todo el significado. La con-testación tiende a ridiculizar al otro-adversario.

En cualquier caso, es siempre el padre -y no lamadre13- quien impone la diferencia y legitima el or-den social -patriarcal-14.

Los diálogos anónimos son interminables y se pro-ducen y reproducen a partir de ciertas convencionesvinculadas a la construcción de determinada mascu-linidad hegemónica y/o subordinada. Como ya se hamencionado, el término puto es la alternativa de de-nigración que está instalada hegemónicamente. Porejemplo:

"El lobo es de primera (contestación) B Putos""Pincha puto (contestación) campeón""Decime lobo; y los de metegol tambien se festejan?(contestación) Decime pincha: tan caliente estas. Pin-cha puto. Te vas a la "B" la 22"15

"Sava presidente ja ja ja Messera Gobernador la 22

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Pereira Intendente la 22 (todo en azul) (contestaciónen negro) putos""pincha locura (contestación) de la verga del lobo"

Al mismo tiempo que proliferan las expresioneshomofóbicas16 otras prescriben, como ya se mencio-nó, a través de ciertos lexemas como el aguante, el sercapo o el mandar, el "buen camino varonil". Por ejem-plo:

"En La Plata manda el lobo (en azul) (contestaciónsobre el mismo graffiti) ¿En La Plata manda el bobo?(los signos de pregunta y el cambio de la l por la b enrojo modifican el sentido)""pincha capo (contestación) ¿de q?""Gimnasia manda (contestación) No manda y se locogen 114""3 a 2 putos cagones La 22 (contestación) al lado de3 a 2 Mazzoni y debajo de La 22 puta""León 2 Cagón 1 (contestación) Leóna puta, cagónestá tachado firmado la 22"

Como se aprecia en los graffitis anteriores, ciertosjugadores son inmortalizados. Los casos más conoci-dos y que están esparcidos en gran parte de la ciudadde La Plata son el de Sava y el de Mazzoni17. El primeropor haber definido varios clásicos a favor de Gimnasiay el segundo por haber impedido, a través de un gol,que Gimnasia saliera campeón en el año 1995.

"Sava es Lesión L.D. 53 % (contestación) aguanteSava""Sava es agosto" (contestación) mazzoni es eterno""Sava presidente Messera gobernador (contestación)encima de Sava Mazzoni presidente""25 de junio mazzoni ¿te acordas (contestación)marzo 1998 3-0 ¿te acordas""Sava es septiembre18 (contestación) puto 113"

También en los cantitos futboleros se generan"diálogos" y contestaciones en relación a las proble-

máticas anteriormente mencionadas. Los más tradi-cionales son:

"Pincha / yo tengo un cagazo / que esta cancha demierda / se venga para abajo" (contestación) "Lobosos cagón / sos cagón / sos cagón / lobo sos cagón""Pincharata / los capos de La Plata (contestación)"Pincharata / los putos de La Plata""Ese León / ese León / es un gatito comilón" (contes-tación) "A ese león / a ese león / le chupan bien elporongón"

También, y con cierta recurrencia, vía graffitis ocantitos, se construye y refuerza el significado nega-tivo de la virginidad masculina. Ser virgen, para elvarón futbolero, es una perdición. Así lo atestiguannumerosos graffitis:

"Lobo Boton virgo""lobo el virgen de la A.F.A. 42 a 41""Lobo virgo y cagón (contestación tachado) virgo ycagón"

La comunicación se instala siempre desafiante ycon ciertos rasgos de ironía. El otro no es el otro dife-rente sino el otro enemigo al que continuamente selo intenta denigrar19. Reírse de la (des)gracia ajena,ser amargo, no poder o ser botón son otras de lastantas convenciones que circulan en el imaginariourbano graffitero futbolero:

"gracias lobo 114 años de amargura L.D. 53%""gracias pincha campeón 68, 69""lobo la concha de tu hermana""León Boton..""42 a 41 ¡nunca lobo!""lovoludo 98""gracias mazzoni san javier 25-6-95""lobo no existis""mazzoni es justicia""Lobo= vitrina vacía"

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"42 a 41 (contestación) ningún resultado te quitarála amargura""Feliz 108 al pedo" (contestación) (tachada la últimapalabra: "pedo)""Emblema del pincha (contestación) (encima delemblema una B grande y en color negro)"

Por último, y con independencia del tema analiza-do, otros graffitis futboleros reivindican ciertas con-venciones socialmente inaceptadas como la droga,el descontrol o la locura:

"Lobo locura y descontrol", "Pincha frula", "la 22 lo-cura y descontrol", "ciclón sos mi mejor cocaína",Lobo= fiesta todo el año", "pincha locura (firmado)los del 53 %".

También los cantos futboleros reivindican estostemas:

"Pincha locura / yo te sigo a vos tomando frula (...)""La que toma Maradona / la que toma el NegroOlmedo / que se la den a Gimnasia / si quieren salirprimero (...)""Me vuelve loco / ser del león / a mi me vuelve locoser del león / te vinimos a ver / te vinimo alentar /vamo / vamo Estudiantes / vamos a ganar""Si ganamos (...) / todo el año es carnaval"

Sobre los lugares

Si bien la dispersión de graffitis en el casco ur-bano platense no responde a un patrón particularya que se encuentran, en menor o mayor medida,en casi todas partes; ciertos lugares sobresalen porla cantidad y la variedad de los mismos. Sin duda,los mayores espacios de ebullición graffitera en laciudad de La Plata son los estadios de fútbol de losclubes Estudiantes y Gimnasia; aunque no hay quedejar de lado las fachadas de las escuelas públi-cas20.

En las dos canchas de fútbol las paredes están inun-dadas de graffitis. En el estadio del club Estudiantesde La Plata se registraron los siguientes:

"Filial mazzoni""Visitante: ahora entras, a ver si salis (firmado) el pin-cha" (en una puerta de entrada al estadio)"Mazzoni y el león, un solo corazón""lobo virgen y trolo""Mazzoni te cogio""lobo cagón del siglo""Puerta 2 bis Javier Mazzoni, Bienvenidos cagones"(en una puerta de entrada al estadio)"sava es lesión""pincha capo"

Algunas contestaciones del clásico rival existen,aunque en menor cantidad:

"capo la 22 aguanta""lobo manda""pincha sos más amargo que independiente"

También hay muchos graffitis de nombres junto coninscripciones de amor. No obstante, en los estadiosprevalecen los temas futboleros aunque la diversidadse instala más allá de la "problemática deportiva".

Algo similar sucede en la cancha del club Gimna-sia y Esgrima aunque la lógica de denigración y deburla se invierte:

"lobo capo""pincha amargo""pincha puto""emblema del lobo""Pincha que bien se te "B"

También se produce una lógica de diálogo ya ana-lizada anteriormente:

"Lobo capo (contestación) del sorete"

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A diferencia de los graffitis de otros clubes de fútbol,casi no se han identificado sectores o territorios "pro-pios"21. En el caso de Ferro en Caballito, de NuevaChicago en Mataderos, de Huracán en Parque Patricios,de Atlanta en Villa Crespo o de Argentinos en la Pater-nal; sus graffitis marcan claramente un espacio que lees propio. De todas maneras la pugna por el dominiode la ciudad, como un todo, es una constante:

"La Plata es Pincha""El lobo manda en La Plata"

Por último, los lugares en donde se escriben losgraffitis es múltiple: paredes, muros, pero tambiénárboles, tanques de agua, postes de luz, artefactosde electricidad, puertas, portones, postes de señali-zación de calles, carteles de señalización de normasde tránsito, veredas, pisos de ramblas, bancos de pla-zas, maseteros, puestos de diarios, tachos de basura,y otros, son los espacios elegidos para escribir, expre-sar y resistir. Algunos graffitis están garabateados enlugares poco accesibles como un tanque de agua oun primer piso de la fachada de una casa.

No sólo el orden lexicográfico inunda la trama ur-bana. Las imágenes son, también, una constante. Imá-genes de emblemas de cuadros de fútbol y dibujos decorazones, lobos y leones, entre otros. La iconografíafutbolera reúne el material simbólico en el que se an-cla la tradición histórica del equipo. Se trata principal-mente de los colores (azul en Gimnasia y rojo en Estu-diantes) y sus símbolos distintivos (emblemas de losclubes como la E de Estudiantes junto a una copa odel escudo de Gimnasia y, por supuesto, dibujos deLobos y Leones). En general, para exaltar al club de losamores se lo acompaña con un corazón. En el caso decontestar y denigrar al adversario se evidencia unaconstante. Por ejemplo, frente a un lobo dibujado lacontestación ha sido pintar un pene en su boca.

En relación a los cánticos futboleros, los lugaresen los que circulan son mayormente en los Estadiosde fútbol.

Consideraciones finales

Tanto los graffitis como los cantitos futbolerosplatenses producen, reproducen, transmiten y ponenen circulación una serie de imágenes, valores, nor-mas, pautas y formas de comportamiento vinculadasa la masculinidad22.

Sin embargo, el universo masculino es diverso yse encuentra en permanente disputa. En tal diversi-dad van tomando forma las diferentes masculinida-des. Por un lado, siguiendo a Connell (1995), se ins-tala la masculinidad hegemónica que es aquella quese presenta como dominante y que reclama el máxi-mo ejercicio del poder y de la autoridad, es, de he-cho, el estereotipo que ha predominado en la cons-trucción del patriarcado. La misma está constituida apartir de una batería de lexemas como tener aguan-te, ir al frente, poner huevo, no arrugar, mandar oser capo. Dichos lexemas se encarnan en los cuerposconfigurando una cierta disposición varonil.

Junto a ella coexisten otros tipos de masculinidad,que en algunos casos reflejan formas de opresión,como por ejemplo la masculinidad subordinada quese sitúa en el extremo opuesto a la hegemónica, pues-to que está más cercana a comportamientos atribui-dos a las mujeres y que es considerada como no legí-tima por aquélla, como ocurre claramente en el casode las identidades gay. Esta última se instala a partirde una batería de lexemas como ser puto, ser cagón,no tener aguante, no tener huevos o arrugar. Dichoslexemas se encarnan en los cuerpos configurando unacierta disposición varonil denigrada.

En este universo masculino aparecen las fron-teras claramente delineadas y con significadosespecíficos en las relaciones padre/hijo, adulto/niño y, muy especialmente, "hombre de verdad"/homosexual. Todas estas relaciones están cons-tituidas desde la asimetría y la dominación.

Las masculinidades hegemónicas descriptas enlos graffitis y los cantitos futboleros, en parte,entran en contradicción con la masculinidad he-

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Notas

1El siguiente trabajo ha sido presentado en las II Jornadasde Sociología de la UNLP, en noviembre de 2001.2El primer cuarto se circunscribió a las calles que van de 13a 31 y de 51 a 72. El segundo cuarto se circunscribió a lascalles que van de 1 a 13 y de 51 a 72. El tercer cuarto secircunscribió a las calles que van de 1 a 13 y de 33 a 51. Elcuarto cuarto se circunscribió a las calles que van de 13 a31 y de 33 a 51.3La 22 es el apodo de la barra brava del club Gimnasia yEsgrima de La Plata.4Algunas veces "Leon" aparece con acento y otras sinacento. La gramática y la sintaxis expresada en los graffitisno es la convencional, es más, a veces se disloca. Seconfigura una forma nueva de escribir sin renglones, sincomas, sin puntos, ni puntos y comas, con tamaños segúnlas palabras que se intenta resaltar, con colores diversos -engeneral rojo, azul, negro y en menor medida el verde, elvioleta, el amarillo y excepcionalmente el plateado-. Aveces es imposible distinguir mayúsculas de minúsculas ocuándo se termina una palabra y empieza otra. Laseparación entre letras de un misma palabra sigue unpatrón irregular, como el graffiti. La escritura no es sólo deizquierda a derecha, a veces, es de arriba hacia abajo, deabajo hacia arriba, en curva o en diagonal. En ocasiones elmensaje está escrito mitad en español y mitad en inglés. Aveces se combina lenguaje escrito con iconografía, comocuando se dibuja un corazón o un pene junto a un mensajeescrito. En síntesis, una nueva "estética" gramatical seconfigura a partir de los graffitis.5Los números 42-41 hacen referencia a la estadística, afavor de Estudiantes, de los clásicos platenses disputadoshasta el momento.6Ser vigilante, en este contexto discursivo, es ser policía. Lainstitución policial adquiere connotaciones negativas, no

sólo por ejercer control social en forma asimétrica, sinofundamentalmente, por impedir dirimir, con el Otro, laspeleas y conflictos "cuerpo a cuerpo"; no pudiendoestablecerse quien es el más macho o el que tiene másaguante. Por ejemplo, el siguiente cantito futbolero expresalo anteriormente mencionado: "Che basurero botón / vossos amigo de Infantería / te defiende el Juez Durán (Juezplatense hincha de Gimnasia) / que es el que manda a lapolicía / (...) che basurero / vos sos una cagada / sos la peormierda de todas las hinchadas / che basurero / vos no tenesaguante / y te lo dice la hinchada de Estudiantes", "Ahíestán los bosteros / ahí están las gallinas / Estudiantesbuchón / sos un hijo de puta / tu mamá es la Yuta (policía) /tu papá el lobizón (...)".7Este canto hace alusión al tiroteo que hubo entre lasbarras y simpatizantes de los clubes Estudiantes y Gimnasia,previo a un clásico, en el que murió una persona en el año1997.8Inclusive hay un programa deportivo, en la televisión porcable, con ese título.9Siguiendo a Connell (1995) existen cuatro tiposidentificables de masculinidad: la hegemónica, la subordi-nada, la cómplice y la marginal.10Como afirma Marta Lamas, el verdadero interrogante noradica en la búsqueda de una explicación genética de lahomosexualidad, sino en cómo, por la lógica del género,diferentes culturas valoran negativamente la homosexuali-dad. No se trata de defender el derecho de las "minoríassexuales" sino de cuestionar la heterosexualidad como la"forma natural" alrededor de la cual surgen desviaciones"antinaturales". La lógica del género valoriza una y devalúaotra. M. LAMAS, "Usos, dificultades y posibilidades de lacategoría género", en El Género: la construcción culturalde la diferencia sexual. Ed. Porrúa, México, 1996.11No es de extrañar que siempre se mencione al hijo ynunca a la hija. La invisibilización de la niña se debe, engran parte, a que el espacio deportivo ha sido -y aún siguesiendo, aunque en menor medida- un reservado exclusiva-mente masculino.12La tesis fundamental del trabajo de Philippe Ariès,"L´enfant et la vie familiale sous l´Ancien Régime", sostieneque en la Edad Media no existió un período especial de lavida llamado niñez al que se le reconocía unos propios yúnicos valores, privilegios y restricciones. Al contrario, unavez que los niños comenzaban a demostrar las característi-cas propias de la vida adulta se les incorporaba rápidamen-te a ésta e incluso se les penalizaba como adultos hasta lamuerte. Ariès se basó principalmente en la interpretaciónde la historia del concepto de infancia en el uso, de la

terosexual argentina predominante -la cual seha basado y aún se basa en la institucionalizacióndel dominio del hombre sobre la mujer- ya queromper el culo a un par homo, no es una prácti-ca socialmente legitimada. Sin embargo, el pun-to de coincidencia entre ambas masculinidadeshegemónicas (la que rompe el culo a otro parhomo y la patriarcal heterosexual) sigue siendola imagen de un hombre activo, resolutivo y concontrol absoluto de la situación.

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iconografía de los siglos XV y XVI, prestando principalatención en las ropas, expresiones faciales, objetos y sóloen algunos casos, en textos de la época. El historiadorfrancés sugiere la existencia de diversas formas de"regulación" de la crianza de los niños en la historia de lahumanidad. Y será muy gradualmente que la idea de niño,como un ser diferenciado del adulto, con particularidadesevolutivas propias y con necesidades específicas, va a irsurgiendo en la historia de la civilización. Para Ariès estecambio signado por la mutación del status de los niñosoriginará el "sentimiento moderno de infancia".13Ser padre o ser hijo tiene un significado particular yespecífico en el mundo graffitero futbolero. En cambio, elsignificado de la madre es más confuso. Por ejemplo: "lobola concha de tu madre" o "mi vieja me dio la vida Gimnasiael corazón". Ambos utilizan el lexema madre o vieja conderivaciones semánticas distintas. Lo mismo sucede con loscánticos futboleros: "Pincha / compadre / la concha de tumadre", "Tripero / tripero / tripero / tripero no lo piensesmás / andate a vivir a Bolivia /toda tu familia está allá / quefeo es ser tripero por 100 años / y no tener recuerdos quevivir / la madre revolea la cartera / la hermana chupa pijapor ahí", "Mi corazón mamá / mi corazón / tiene loscolores del pincha campeón", "no se escucha / no seescucha / sos amargo / che pincha / hijo de puta".14Tomando la definición de Kaufman el término patriarcadoes una categoría descriptiva amplia para sistemas socialesdominados por hombres. Según Connell el patriarcadoexiste no sólo como un sistema de poder de los hombressobre las mujeres, sino de jerarquías de poder entredistintos grupos de hombres y también entre diferentesmasculinidades. En cualquier caso, y más allá de lasdificultades conceptuales y metodológicas, "el patriarcadoes, además de universal, una institución interclasista, cuyoeje está constituido por los pactos entre varones, es decir,por su posibilidad, negada a las mujeres, de investir depoder a sus iguales". C. AMOROS, Hacia una crítica de larazón patriarcal. Ed. Anthropos, Madrid, 1985.15Este graffiti está ubicado en la fachada del edificio delSeminario Mayor de la ciudad de La Plata.16Según Michel Kimmel la homofobia es un principioorganizador de nuestra definición cultural de la virilidad. Lahomofobia es el miedo a que otros hombres nos desen-mascaren, nos castren, nos revelen a nosotros mismos y almundo entero que no alcanzamos los standards, que nosomos verdaderos hombres. El verdadero temor no es elmiedo a las mujeres, sino el de ser avergonzados ohumillados delante de otros hombres, o de ser dominadospor hombres más fuertes. M. KIMMEL, "Homofobia, temor,

vergüenza y silencio en la identidad masculina", enMasculinidad/es. Poder y Crisis. Valdés, T. y J. Olavarría(eds.) Ediciones de la Mujer. Nº 24. Isis Internacional yFLACSO, Santiago, 1997, pp. 56 y ss.17Existe una Filial con su nombre constituida por simpati-zantes del club Estudiantes.18Este graffiti, pintado luego de un clásico en el que eljugador Sava definió el partido sobre la hora (3-2), esrecurrente en toda la ciudad de La Plata. El mismo hace unjuego metafórico con una pintada política que dice "Brueraes agosto". A su vez, Bruera juega con el nombre de piladel actual Intendente de la ciudad, dando a entender queluego de "Julio" esta él para sucederlo en la Intendenciaplatense. Fútbol y política: una vieja historia argentina.19La denigración al adversario es una de las alternativas másmencionadas en los graffitis y en los cantitos futboleros. Noobstante, otras alternativas se instalan en el imaginariofutbolero. La muerte es una de ellas. La completa aniquila-ción del otro se convierte en un trofeo, en un símbolo depoder frente a la debilidad de la hinchada que es herida. Porejemplo, entre los graffitis registrados se pueden mencionarlos siguientes: "la 22 son 21 fierro muerto", "La 22 son 21Favaloro sub campeón", "Pincha muero por vos", "Leon omuerte", "Lobo te sigo hasta la muerte". Los cantitosfutboleros también construyen significado en torno a ello:"(...) Pero el día que me muera / al cajón me voy a ir / con laroja y blanca puesta / y un trapo que va a decir / Lobo noexistis" o "(...) Vamos a la Plata / a matar a un pincharrata"o "Zubeldía / Zubeldía / Zubeldía se murió / porque no semueren todos la puta que los pario", "Quiero jugar contra ellobo / y matar a los triperos, (...)", "Esta es la 22 / la que atodas partes siempre va con vos / esta es la banda deMarcelo (el loco fierro) / que te alienta desde el cielo /porque el Loco no murió (...)", (...) Vamos León / no le fallesa tu hinchada / la que te sigue en las buenas y en las malas /vamos León / no falles a tu gente / no somo amargos comoes Independiente / yo soy así / al pincha yo lo quiero / vamoa matar / a todos lo Triperos", "Pasan los años / pasan losjugadores / Gimnasia y Esgrima / que pobre institución /pensar que muchos de ellos se murieron / y no pudieron / veral lobo campeón", "Pincha locura / yo te sigo a vos tomandofrula / pincha te quiero / antes de ser tripero / yo me muero /vamo vamo estudiantes / te vinimos a ver / te llevamo / en elalma / no podes perder". Para ver la posición frente a lamuerte y a los distintos tipo de muerte en cantos y graffitisfutboleros ver en: F. CALVO, "Fútbol y Muerte: variacionesalrededor de un corpus", en Deporte y sociedad, P.Alabarces, R. Di Giano y J. Frydenberg (comp.), ed. Eudeba,Bs. As., 1998, pp. 177-184.

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20Por el contrario, existen un sinnúmero de edificios que noestán "contaminados" por esta práctica social. Entre esoslugares se puede mencionar la mayoría de los Bancos einstituciones financieras, la Catedral, el Palacio Municipal,la mayoría de las Comisarías, la Casa de Gobierno, laLegislatura, el Teatro Argentino, el Ministerio de Justicia ySeguridad, el Hospital Italiano y gran parte del Hospital SanMartín.21Salvo unos pocos graffitis que mencionan barriosplatenses como, por ejemplo: "el mondongo es del lobo" o"la cumbre es pincha".22Salvo unos pocos graffitis que mencionan barriosplatenses como, por ejemplo: "el mondongo es del lobo" o"la cumbre es pincha".23A pesar de que el graffiti es considerado como unapráctica social que se aleja de lo instituidoy que, en generalresiste al orden hegemónico vigente; en el caso particularde los graffitis futboleros refuerzan prácticas sociales yacentúan el orden masculino homofóbico, sexista yjerárquico que existe en otros espacios.

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Informe especial

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Desde el surgimiento de las carreras de periodismo y comunicación en Latinoamérica, la

definición de sus perfiles y currículas fueron, y aúnlo son, objeto de intensos debates. En un principio,éstos eran fomentados por las inquietudes propiasde lo nuevo y las motivaciones de quienes impulsa-ron la formación institucional del profesional. Luego,por las características que se definieron en el desa-rrollo del campo de la comunicación.

Al recuperar, desde una mirada histórica, estosdebates y los modelos1 de formación implementadosa raíz de ellos, es posible hacer una primera indaga-ción sobre la conformación el campo profesional ennuestro país, es decir, analizar los caminos recorridospor las instituciones dedicadas a la formación decomunicadores sociales, sus éxitos y fracasos, cen-trándonos en el tipo de profesional que egresaba ysu inserción laboral.

Hacia los años treinta, se fundaron las primerasescuelas de periodismo en Latinoamérica, entre ellas,la Escuela Argentina de Periodismo en la ciudad deLa Plata, en Argentina, que es tomada como referen-te de la época. Estas instituciones dieron preeminen-cia a la formación de periodistas como respuesta a lademandas de profesionales capacitados para ejerceren los medios que estaban en pleno desarrollo.

Optaron por el modelo norteamericano y, ponien-do el acento en la práctica, desarrollaron un esque-

ma formativo que imperó hasta los años sesenta. Pro-ponían la prioridad de la habilitación técnico-profe-sional, el relativo ajuste a las demandas del mercadolaboral y el propósito de la incidencia político-social através de la opinión pública2.

En esos años, proliferaron las Facultades, ya deComunicación, que respondieron a una demandaconcreta. Pero su perspectiva restringía el conceptode comunicación al aludir sólo al periodismo.

En este marco, los graduados se encontraron condificultades de inserción laboral. Aún más, cuandoen su trayecto formativo no tuvieron la práctica sufi-ciente, bien por falta de recursos tecnológicos, o deequipamientos o infraestructura. En estos casos, eranrechazados por tener un buen manejo de la profe-sión pero en un plano teórico.

El comunicador como un intelectual era el imagi-nario impulsor del modelo.

Fomentado desde la Universidad Iberoamericana deMéxico, ponía el énfasis en la solidez intelectual des-de las humanidades y las disciplinas clásicas. En tanto,la habilitación técnica estaría subordinada a ella.

Aunque con perspectiva humanística, la comuni-cación se diferenciaba de otras ciencias sociales yhumanas; porque si bien los contenidos formativoseran similares, aspiraba a alcanzar el horizontesociocultural que empezaban a abrir los medios elec-trónicos ampliando su campo de profesional, y nocomo Filosofía, Letras o Historia, cuyo destino únicoeran la investigación y la docencia3.

Surgió el perfil del comunicólogo como científicosocial. Ya no se trataba de "saber", sino también acen-tuar la producción de conocimiento.

El predominio de una formación teórica, sin sus-tento práctico, pronto condenó a los egresados.

En esta etapa, el diagnóstico sobre la enseñanzade periodismo era negativo. El mismo "revelaba elfracaso de nuestras universidades y acentuaba el des-compás entre estrategias de uso de los medios decomunicación y los programas de desarrollo de la re-gión"4.

Comunicación y campos laborales

Patricia Vialey

Equipo de investigación:

Leandro De Felippis, Gladys

Manccini, Julieta Messina,

Paola Palmisano, Analía Osaba

y Ana María Roche

Notas

1 Hacemos referencia a la sistemati-zación del investigador mexicanoRaúl Fuentes Navarro realizadadesde una perspectivasocioeducativa. Ellos son: elpragmático periodístico, elintelectual humanista y el cientista.2 Fuentes Navarro, Raúl, RevistaSigno y Pensamiento Nº 31, CampoAcadémico de la Comunicación,Colombia, 1997.3 Idem nota 2.4 Marqués de Melo, RevistaCHASQUI 44, enero de 1993.

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La UNESCO para ese entonces, había impulsado lacreación de Centro Internacional de Estudios Superio-res de Periodismo para América Latina y el Caribe(CIESPAL) que desarrolló el modelo ciespalino. Este fo-mentó la formación del docente universitario capacita-do para la enseñanza de comunicación y promovió a lainvestigación científica en pos de la planificación deestrategias comunicacionales. Tuvo gran aceptación ylogró concordar con las instituciones educativas, lasempresas y los gremios. También inspiró una nueva pro-puesta, hacia 1970, que quitaba el énfasis en el perio-dismo y proponía espacio a otras disciplinas.

Pero el modelo fracasó porque fue implementadoen toda Latinoamérica sin considerar las realidadesparticulares, generando profesionales sin un campode inserción laboral concreto.

Por otra parte, es necesario considerar el abruptocorte en el desarrollo del campo académico que signi-ficaron los gobiernos de las dictaduras hacia media-dos de la década del setenta, porque significaron unretroceso al imponer planes de estudios y lineamientosacordes a su proyecto político ideológico.

A modo de ejemplo, el campo de la investigaciónen comunicación, que recién se estaba iniciando comotema de otras disciplinas para luego ser autónomo,fue interrumpido violentamente, coartando su desa-rrollo y el de los profesionales que intervenían en él.

Pero la sobrecarga de estudios asentados en lateoría crítica abandonó la formación y habilitaciónprofesional, que complicó aún más a los egresadospara insertarse en el circuito laboral.

Al respecto de estos modelos formativos, JoséMarques de Melo señala: "De una acción prácticase va a una más teórica. Esa secuencia refleja el en-torno social y político y las corrientes de ideas quemarcaron las coyunturas históricas del continente.La etapa inicial se ajustaba al esfuerzo de expansióncapitalista sustentado por la tesis del nacionalismodesarrollista que proponían el uso de los medios decomunicación para impulsar los cambios sociales yeconómicos. La segunda etapa se articulaba alrede-

dor de la negación del paradigma capitalista y laafirmación de nuevos modelos de sociedad inspira-dos en la utopía"5.

Algunos autores señalan que, en los últimos añosdel siglo XX, las currículas académicas fueron elabo-radas oscilando entre estos modelos o seleccionandoalgunas de sus características. Los debates se centra-ron en las antinomias de teoría-práctica, investiga-ción-docencia y formación generalista-formación es-pecialista.

Paralelamente, las matrículas se expandían cuanti-tativamente. Las carreras de comunicación pasaronentonces por momentos rotulados como "de moda"y luego "en crisis".

Sin embargo, no hay que dejar de considerar elprotagonismo que adquirió la comunicación en elescenario mundial resultante de los procesos ocurri-dos en las últimas décadas del siglo pasado. El tras-paso de la "bipolaridad" a la "unipolaridad" origina-ba la idea de un mundo global. Oriente y Occidentediluían sus fronteras fundiéndolas en la amalgamadel mercado mundial, unión que no fue sinónimo deuniformidad. Además, en nombre de la carreraarmamentística supuestamente suspendida, aparecióuna nueva competencia desarrollada en otro terre-no: las autopistas de la tecnología.

Así es como esta coyuntura incidió en los planosculturales, sociales, políticos y económicos y trans-formó la realidad de los distintos campos.

En este contexto, hubo una marcada tendenciaen las carreras de comunicación a incorporar la mo-dalidad de orientaciones a fin de abarcar el amplioespectro del campo, que evolucionaba rápidamentey profundizaba su complejidad.

Actualmente, en la Argentina se pueden observaralgunas constantes que guían las reformas de los pla-nes de estudio de las carreras de comunicación: elacortamiento de las carreras de grado, el otorgamien-to de títulos intermedios, la flexibilización de los pla-nes de estudios y la diversificación de orientacionesaparecen en primer plano6.

5 Idem nota 4.6 Documento de las III Jornadas dediscusión Curricular de la RedCom.Noviembre de 2002.

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El campo profesional

El campo profesional de la comunicación no fueajeno a los avances tecnológicos y las transformacio-nes sociales, políticas, económicas y educativas desa-rrollados en las últimas décadas en el escenario mun-dial.

Sin embargo, la coyuntura de cada país le asigna-ría desafíos distintos a partir de sus realidades y pro-blemáticas específicas.

En la Argentina, este campo asumió característi-cas particulares. Indagar en él hoy, cuando a los cam-bios radicales de la década del noventa se suma lacrisis del último año, requiere un tratamiento cuida-doso.

Datos de la Encuesta Permanente de Hogares in-dican que los jóvenes con título universitario han su-frido más los efectos de la recesión: en 1998, eran 8mil los recibidos que no encontraban empleo; en2001, pasaron a ser alrededor de 30 mil.

Si bien los índices no llegan a los niveles que afec-tan al resto de la población, el desempleo para losgraduados universitarios aumenta. Esto se confirmacon los resultados de la investigación "Perfil ocupa-cional de los graduados de la educación superior",difundida por el Ministerio de Educación de la Na-ción, realizada sobre una muestra de 3.041 casos entodo el país. El estudio manifiesta que el índice dedesempleo entre quienes poseían título universitarioen 1990 era sólo del 1,6%. Diez años después, en el2000, era de 7,8%. Y dentro de esta cifra, los gra-duados de las carreras de comunicación componenla franja mayoritaria con más dificultades de inser-ción laboral, constituyen el 20,4%.

El conocimiento de la constitución del campo otor-ga un marco de referencia para explorar la proble-mática de la formación de los profesionales, las ca-racterísticas de su ejercicio y el mercado laboral en laactualidad argentina.

La apertura democrática inicia un recorrido de cam-bios que, tal vez, expliquen este presente.

Desde 1983, el graduado de la carrera de comu-nicación no sólo encontró espacios en la gestión y enla práctica política, antes vedados, sino también pro-movió debates en torno al rol de la comunicación.

Las viejas direcciones de prensa mutaron en direc-ciones de comunicación social en cuanto segmentodel Estado existe y, de manera lenta y difusa, crearonun verdadero espacio de especialización que hoy tien-de a sintetizarse y organizarse.

Al mismo tiempo, gracias al resurgimiento de lavida institucional, al interior de las universidades es-tallaron cuestionamientos a los planes de estudio delProceso que, sumados a la renovación de los plante-les docentes y la apertura del debate y la acción polí-tica, aceleraron reformas curriculares y, poco a poco,impulsaron la investigación.

En este contexto surge con fuerza el concepto deplanificación comunicacional, que en el Estado, elsector privado y las ONG movilizó, por sí mismo, unnuevo espacio de inserción laboral.

Por separado las consultoras, productoras,encuestadoras y demás mutantes de este concepto,especialmentes vinculados a la política, hicieron épo-ca como supuestos magos de la construcción de ima-gen, pasaron de moda y finalmente se quedaron paraocupar un segmento que debe ser tenido en cuenta.

Ya en los noventa, las privatizaciones de mediosestatales aceleraron la conformación de grupos mul-timedia.

El impulso tecnológico paralelo a este fenómenoaceleró la modificación del perfil del profesional demedios y, desde el fenómeno de las radios popularesal desarrollo de la televisión por cable, multiplicó fu-gazmente la inserción laboral para un nuevo tipo deperiodismo.

Fue el breve tiempo de los canales locales, las ra-dios de baja potencia y los periódicos y diarios regio-nales poblándose de jóvenes periodistas.

Los grupos, que crecían vorazmente profundizan-do a niveles impensados pocos años antes su presen-cia y capacidad de acción sobre la realidad nacional,

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se apropiaron de estos nuevos espacios de periodis-mo, los absorvieron en su etapa de crecimiento paraluego comprimirlos y someterlos a las reglas de laganancia.

Así, la demanda de profesionales permanentes fuecada vez menor. Se pauperizó la calidad del nuevotrabajador de medios y se impusieron reglas de com-petencia salvaje.

Sin embargo, aquellas innovaciones tecnológicas,con Internet como bandera, aceleraron la apariciónde novedades como la prensa electrónica. Un aportetímido, ya que aún no ha sido del todo valorada comoámbito de inserción laboral de los comunicadores,pero firme como ejemplo de una expansión quemerece ser estudiada.

El documental, la investigación periodística tra-ducida en los libros más leídos de los noventa, la pren-sa especializada, el diseño editorial, el video, son otrasaristas de estos nuevos campos que aportan desaho-go, casi siempre producto de la creatividad de profe-sionales que el medio rechaza.

Finalmente, el sector académico, científico y edu-cacional es la contracara de la asfixia que provocanhoy las zonas mediáticas.

El crecimiento de las carreras a nivel nacional, suprestigio construido en base a autocrítica y cambiopermanente, el desarrollo del posgrado, la marea dejóvenes que la siguen eligiendo desde los po-limodales, las incipientes experiencias en EGB, ensuma, la necesidad de estudiar y enseñar Comunica-ción Social como una de las disciplinas centrales porpresente y proyección a futuro, está desarrollando,tal vez, el principal renglón de un campo laboral queen apenas veinte años ha cambiado y sigue cam-biando.

El campo laboral: descripción y problemáticas.Estudio de caso

Investigar la conformación del campo laboral su-pone un abordaje crítico que indague el campo con-

creto. Es decir, en qué realidad están insertos los pro-fesionales de la comunicación.

A este fin, realizamos una encuesta sobre la inser-ción de los egresados de la Facultad de Periodismo yComunicación Social de la UNLP, formados con losPlanes de Estudios 1977, 1989 y 1998.

La misma se efectuó en el marco del proyecto deinvestigación denominado "La conformación del cam-po laboral de la comunicación en la Argentina. Estu-dio de caso" que actualmente está en ejecución.

Los datos resultantes del estudio permiten descri-bir cómo está conformado el campo laboral a partirde las voces de quienes están ejerciendo en él. Y apor-ta información cualitativa para su problematización.

La selección del muestreo comprendió la existen-te disimilitud de los trayectos formativos y de perfilesprofesionales. Además, consideró que los graduadosaccedieron al mercado en coyunturas distintas. Ha-cer esta salvedad fue necesario para la definición delestudio, que se centró en el análisis de la conforma-ción del campo profesional a partir de elementos quecontribuyan a la descripción del mismo.

Los resultados indican que del muestreo hechosobre cien casos, 79 graduados trabajan, pero sólo70 ejercen en espacios vinculados a su campo profe-sional.

Esta inserción adquiere otro significado a los obje-tivos del estudio, al considerar que sólo 59 ejercenespecíficamente en el campo y once en espacios pocovinculados a él.

También aparece como una constante el ejercicioprofesional en diversas áreas del campo a la vez: 29ejercen en una específica del campo, mientras quelos 41 restantes trabajan en dos o más simultánea-mente. Por ejemplo, 11 egresados manifestaron de-dicarse a la prensa institucional y la docencia; siete, ala prensa institucional, el periodismo y la docencia; ydiez al periodismo y la docencia.

El resultado de los lugares de inserción señalanque en docencia trabajan 58 (20 se dedican exclusi-vamente a ella), mientras que 35 lo hacen en prensa

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institucional, 28 en medios, y 15 en planificación ygestión.

A la hora de abordar los espacios del campo labo-ral en el que están ejerciendo, los resultados señalanque es en el sector público donde están más insertoslos graduados porque 41 trabajan en él, 18 en el pri-vado, diez en ambos y uno, en ONG.

Según estos datos, el campo profesional de la co-municación contiene a los graduados particularmen-te en tres ámbitos: la educación (pública, privada,formal, no formal e informal), los medios (públicos yprivados) y el institucional (público, privado y sin fi-nes de lucro).

Indagar cómo es el ejercicio de la profesión en ellos,también es parte del análisis de su conformación.

Docencia e Investigación

En el ámbito educativo encontramos que ha teni-do un especial impulso en los espacios de la ense-ñanza y de la investigación.

En este sentido, resulta significativo el paso dadoa partir de la reforma del sistema educativo argenti-no. Este incorporó la enseñanza de comunicación enla Educación General Básica (EGB) y el Polimodal.

Esto trajo aparejado intensos debates, aún hoylatentes: por una parte la concientización sobre laincidencia de lo comunicacional en la sociedad; porotro, la apertura de un espacio nuevo de inserciónpara los graduados en la materia que quisieran ejer-cer la docencia más allá del nivel superior.

Pero el acceso a este sector del campo no resultófácil.

A partir de la vigencia de la Ley Federal de Educa-ción, la asignatura Comunicación fue incorporada alas currículas escolares, en el área de Ciencias Socia-les, como contenido obligatorio. Los licenciados encomunicación social, a pesar de contar con una vastacapacitación en la disciplina, paradójicamente, nofueron en un principio quienes se hicieron cargo deella. Estas fueron ocupadas por docentes de otras

áreas: geografía, literatura, plástica, idiomas. El ar-gumento que se esgrimía para justificar tal incohe-rencia era el de que los comunicadores no tenían lainstrucción pedagógica necesaria para ejercer en esenivel.

A fin de subsanar esta carencia, algunas institu-ciones implementaron la carrera del profesorado encomunicación7.

Pero, en camino a saldar el debate sobre su com-petencia para estar a cargo de estas áreas, otros pro-blemas deben enfrentar quienes ya se encuentraninsertos en el nivel EGB y el Polimodal.

Al respecto, Luciana Pasquaré, egresada de la Licen-ciatura en Comunicación Social de la FPyCS de La Platay docente del polimodal en el Colegio Normal de laciudad de Bahía Blanca, señala: "Los diseños curricularesestán desorganizados, y no son claros los objetivos.Desde el Ministerio (de Educación) no llegan pautas cla-ras, entonces cada docente arma su programa como leparece. Así es que, al haber varias materias que abor-dan las problemáticas comunicacionales, se cruzan loscontenidos. Esto sucede por no existir una buena orga-nización que defina qué es lo que se quiere lograr concada asignatura"8.

Se evidencia en el sistema educativo medio una faltade organización y planificación curricular que definacon claridad a la comunicación como una disciplinaespecífica y compleja. Y que entienda que su campoabarca más allá de la producción de un diario.

En la EGB, las cosas no son tan diferentes. PabloCipolla, Licenciado en Comunicación Social y Profe-sor en Comunicación Social, ejerce en este nivel y enel Polimodal. Al ser consultado sobre los contenidosque trabaja expresó: "En EGB no se aborda la pro-blemática de los medios de comunicación, las únicasrecomendaciones que dan, por ejemplo para con losmedios, es usar el diario a la antigua. Es decir, la co-municación resumida a los medios, los medios a loque es el diario, que los alumnos aporten materialesy se mantengan actualizados. Además, todos los te-mas que vemos se contextualizan con la realidad".

7 Frente a la demanda de capacita-ción y surgieron interesantespropuestas como la de la Facultadde Periodismo y ComunicaciónSocial de la UNLP, que en lareforma de su Plan de Estudio en elaño 1998 creó la carrera delProfesorado en ComunicaciónSocial y luego, lo hicieron otrasuniversidades. Éstas, en los últimosaños, han duplicado su matrícula.A modo de ejemplo, la carrera deLa Plata se inició con veinticincoinscriptos y en 2002, contó conciento veinte.8 Entrevista realizada por el equipode investigación del Taller deAnálisis de la Información enoctubre de 2002.

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Al comparar el ejercicio en ambos niveles agrega:"En polimodal por ahí se puede dar una situacióndistinta, en las escuelas donde se estudia tres años.En el primero se ve Cultura y Comunicación, des-pués Cultura y el último generalmente dedicado aMedios. Más que Comunicación se ve Medios. Perodepende mucho también entre lo que es la Ley y loque es la realidad, de qué profesores son los queestán a cargo de las materias".

Otro espacio importante en este ámbito es la edu-cación superior y terciaria. Los datos obtenidos en laencuesta señalan que de los 70 egresados, 48 traba-jan en la ella, mayoritariamente en la pública.

La inserción en este sector está motivada por elcrecimiento del número de instituciones que dictanla carrera de comunicación. Actualmente, en el paíshay más de 30 casas, sin contar infinidad de institu-tos terciarios.

Sobre el ser docente en la universidad pública Car-los Giordano, Profesor Titular en la Facultad de Perio-dismo y Comunicación de la UNLP y Director de Pro-yectos de Investigación y de Extensión Universitaria,de Tesis y becas de investigación y producción, en unaentrevista realizada señaló: "Como síntesis vital, pue-do aportar que estudiar en aquella vieja Escuela Supe-rior con docentes de la dictadura y ejercer en esta Fa-cultad de Periodismo y Comunicación Social, me da lacerteza de que la formación académica tiene que te-ner un componente colectivo central. Que es en losproyectos comunes, en los desarrollos institucionales,en las historias pedagógicas, que alguien puede tenerla oportunidad de formarse en prácticas y saberesnecesarios e imprescindibles para aportar a verdade-ros procesos de transformación".

Por otra parte, desde algunos ámbitos, a partir delos años noventa se ha impulsado el desarrollo de lainvestigación al ir superarando las dicotomías entreésta y la docencia, entre profesión/investigación, pe-riodismo/comunicación y teoría/práctica.

El crecimiento cuantitativo y cualitativo de la in-vestigación y de la opción por ejercerla, se evidencia

en la Facultad de Periodismo y Comunicación Socialde la UNLP. Aquí hasta 1994 por año se ejecutabancuatro o cinco proyectos a cargo de 20 investigado-res. En la actualidad, son 273 los docentes catego-rizados y se desarrollan alrededor de 25 proyectos,además de los becarios, tesistas, docentes no catego-rizados y alumnos.

Los medios

La inserción de los graduados en el más tradicio-nal de los ámbitos del campo, el mediático, indicaque 28 ejercen en él. En medios gráficos 14, cinco enradio, siete en TV y dos, en gráficos y radio. De éstos,sólo dos se dedican exclusivamente a ellos y el restoejerce conjuntamente en otros ámbitos.

A partir del proceso de privatizaciones, el campomediático se definió entre públicos y privados. Estosúltimos, hoy, dominan el mercado y juegan con lasreglas del mismo (competitividad y sobre todo renta-bilidad).

Los medios como empresas no sólo afectan al ejer-cicio profesional, cada vez más vinculado a la com-petencia, la velocidad y la síntesis; también definie-ron el concepto de noticia como producto.

Sobre el ejercicio del periodismo en la actualidadGricel Palma, egresada de la carrera de periodismode la UNLP, periodista del cable Multicanal en Berissoy docente de la Facultad de Periodismo y Comunica-ción Social, señala: "Hacer medios hoy es bastantediferente de lo que yo entendía que era cuando em-pecé a estudiar en el año 1983. En principio, porquetenía una visión muy romántica de la profesión, unpoco por la edad, por la juventud de aquellos tiem-pos, y por otro lado porque en realidad el periodismotenía otro rol. Hoy, está absolutamente mercantilizadoy estamos ajustados a lo que propone la empresacomo parte del mercado"9.

Existen diferencias en la práctica periodísticas se-gún en qué sector se ejerza."El trabajo en el sectorpúblico es más rutinario; no existe la posibilidad de 9 Idem nota 8.

182

variar y manejar distintas herramientas de la carrera.Pero en general, era bastante monótono, las gaceti-llas se repiten en su forma constantemente, es decir,hay un techo para realizar nuestras actividades. Encambio, el trabajo en los diarios Hoy y El Día (de laciudad de la Plata) me exigieron más versatilidad parapoder escribir sobre temas diferentes, con la presióndel tiempo", explicó Andrés Lavaselli, estudiante avan-zado de la carrera, que ejerció en ambos10.

"Esta versatilidad se complejiza más en un mediode alcance nacional" asegura Graciela Giobercho,periodista del diario Clarín y docente universitaria, yagrega "ante una nota hay que contextualizar la no-ticia, lo que implica contar con un background decultura general. Saber organizar la producción de lamisma, plantear etapas y reflexionar sobre todos losaspectos que hacen al propio medio como la agendade noticias o su presentación. Es una tarea de plani-ficación y producción. Y todo esto hay que hacerloen un proceso dinámico y rápido"11.

Pero no hay diferencias entre los sectores en cuantoa la situación laboral de los periodistas. La flexibili-dad laboral que rige en el país a partir de las modifi-caciones legales hechas también en los noventa, sal-vo algunas pocas excepciones, los contratos se ha-cen por meses. Entonces cada tres o seis meses losperiodistas esperan el veredicto de la renovación.

También recurren a la figura del colaborador.Lavaselli, después de su paso por los medios, es unode ellos. "Escribo notas por encargo y otras que seme ocurren a mí y las propongo en el diario; unaespecie de colaborador periodístico. Para realizar unartículo tengo que buscar previamente información,generarla por mi cuenta, ser mi productor y luego,redactarlo"12.

Es decir que el ejercicio del periodismo implicamucho de autogestión. Giobercho describe su traba-jo en la sección de Consumo del diario, como "mu-cho de producción propia. Hay buscar temas paranotas y una vez acordados con la editora, empiezo aproducir la nota. Esto implica consultar varias fuen-

tes, conseguir datos, estadísticas sobre el tema, ante-cedentes y preparar material para infografías, si esque se decide ilustrar la página de esa manera. Des-pués, redacto la nota. No titulo ni pongo la bajada olos epígrafes, eso es tarea de la editora"13.

En la radio y la televisión, sucede lo mismo, másaún, si son medios pequeños donde la actividad sediversifica más. Según Gricel Palma: "en el canal deBerisso estuve durante dos años como cronista, con-ductora del noticiero, productora y jefa de noticias.Fui ocupando todos esos cargos, incluso en formasimultánea, porque los medios como este, en ciuda-des pequeñas, no tienen una división de tareas quesí, tienen los grandes. Tuve que hacer de todo, inclu-so edición"14.

Los medios como parte del campo laboral de la co-municación no pueden dejar de ser considerados en elactual contexto. Hoy, cuatro o cinco grupos controlan,producen y analizan la información periodística.

Frente a ellos, los proyectos individuales tienenpocas posibilidades de sobrevivir. Sin embargo resul-tan como alternativa para quienes quieren ejercer laprofesión o para quienes se están formando. Surgenasí propuestas radiales, televisivas y publicaciones grá-ficas menores que también forman parte ámbitomediático.

El ámbito Institucional

El ámbito de las instituciones, en los últimos años,le ha dado un fuerte desarrollo a lo comunicacionalque involucra la práctica periodística, la planificacióny la gestión. Los datos de la encuesta hecha a los gra-duados indican que en comunicación institucional tra-bajan 37 en el sector público, diez en el privado, dosen ambos y uno, en ONG.

"Hoy cualquier entidad, asociación civil, ONG, tie-ne un área de prensa y comunicación. Esto genera unnuevo espacio laboral en la propia dinámica de la rea-lidad social. Desde un club de barrio, una ONGecologista, una Cámara empresaria, un Colegio Pro-

10 Idem nota 8.11 Idem nota 8.12 Idem nota 8.13 Idem nota 8.14 Idem nota 8.

183

fesional, un Municipio o un Ministerio, todas tienensu área de comunicación y prensa que tiene a su vez,una especificidad marcada en la tarea cotidiana",afirma Javier Biasotti15, miembro fundador de la Aso-ciación de Periodistas Institucionales y egresado dela Facultad de Periodismo y Comunicación Social dela UNLP.

Más allá de este análisis, quienes ejercen en elcampo establecen una diferencia a partir de la prác-tica. Los testimonios de quienes hacen prensainstitucional dan cuenta de ello.

Gricelda Casabone, periodista egresada de laUNLP, es desde hace tres años Jefa del DepartamentoProfesional y Técnico de la Secretaria de Prensa,Relaciones Públicas e Institucionales del Servicio Pe-nitenciario de la Provincia de Buenos Aires. Segúnexplicó, su trabajo "comprende un montón de ac-ciones concretas de comunicación desde las que tie-ne que ver con hacer producciones (armar la pági-na Web y editar una revista virtual) hasta con dise-ñar una recomposición de la relación de una insti-tución con la prensa. También intentamos con loscolegas del área hacer un proceso comunicacionaly transformador desde adentro, ya que la institu-ción tiene 9.700 funcionarios y cerca de 17 mil in-ternos, y estamos trabajando en ellos, en esa cultu-ra interna"16.

Desde el sector privado, Gabriel Negri, Licenciadoen Comunicación Social y Periodista coincide conCasabone al considerar a la prensa institucional"como un trabajo de comunicación interna y exter-na". Pero esta tarea apunta especialmente a la pro-ducción de la imagen de la empresa. "El trabajo quehago consiste en la elaboración del periódico Web yde la publicación oficial de la institución en la quetrabajo. Esto implica armar una agenda, redactargacetillas, enviar información por correo electrónicoy editar la publicación Además, me encargo de otrastareas, como son establecer contactos con otras ins-tituciones de similar características y con otras queno se relacionan tan directamente. Y todas estas ac-

tividades están en función del objetivo mayor que esla comunicación de la empresa"17.

Darío Cobello, Licenciado en Comunicación So-cial, orientación Periodismo, trabaja actualmente enPresidencia de la Nación y define a su trabajo como"comunicar la marcha de un gobierno, que es mu-cho más amplio que hacer prensa; además esto esalgo de lo que no me encargo porque ya existe unaoficina de prensa. Yo comunico la marcha de un go-bierno con todo lo que implica hoy comunicar, te-niendo en cuenta la importancia que adquirieron losmedios. Mi trabajo actual se diferencia del trabajo decampaña o de un político porque no me encargo dehacer gacetillas o de operar en los medios. Realizolos cortos publicitarios que se emiten en la tele, paraello acompañamos al presidente en los viajes, allí di-rijo al cámara para que haga las tomas que despuésnos serán útiles. En estas oportunidades también ten-go que manejar algo de iluminación, sacar fotos quedespués se usan en la parte gráfica de los comercia-les o en algún afiche. Otra cosa de la cual me encar-go, es de la producción y la edición"18.

Una constante en esta área del campo es que ejer-cicio profesional implica una diversidad de prácticas.Cobello lo confirma al afirmar que "No podría encasillarmi labor como de periodismo o de planificación yaque yo hago un poco de todo. Como está planteadohoy el mercado laboral, con sus nuevas reglas de jue-go, la situación te obliga a hacer de todo"19.

Síntesis

Es evidente que el campo laboral de los licienciadosen comunicación ha estado sometido a la tensiónentre la construcción de los multimedias, su expan-sión tecnológica y capacidad de influencia, y el desa-rrollo de la comunicación social como espacio de es-tudio, enseñanza e investigación.

En el centro de esta crisis, los medios controlan lainformación circulante, influyen en la agenda públi-ca y juzgan conductas y valores.

15 Idem nota 8.16 Idem nota 8.17 Idem nota 8.18 Idem nota 8.19 Idem nota 8.

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Las universidades públicas principalmente, juzgany a los medios, expanden su horizonte de estudio yforman a los profesionales que los van a poblar.

Entre ambos han instalado a la Comunicación So-cial como a una de las disciplinas no tradicionalescentrales en nuestro país y en el mundo.

Miles de jóvenes la eligen, avanzan en polimodales,terciarios, universidades, especializaciones, maestrías ydoctorados, del mayor nivel o el peor oportunismo, paraser luego devorados por el campo laboral concreto.

Así se desata la segunda tensión.Los medios están saturados y mal pagos. Las em-

presas contratan consultoras internacionales. El Esta-do está ocupado. Y hace rato es improbable sobrevi-vir desde un periódico barrial.

Entonces ese 20,4% que el Ministerio de Educa-ción de la Nación ubica a la cabeza de los desocupa-dos con título amplía los márgenes del campo labo-ral, crea nuevos espacios y planta bandera en los pro-pios ocupados por extraños, reclama actualización yperfeccionamiento y aprende a ejercer en formamúltiple, a recorrer zonas diferentes y a sintetizar téc-nicas comunes.

Enseña, aprende, escribe, lee, opina y actúa en lamás dinámica de las disciplinas modernas, atada a latecnología pero a la vez a la creatividad; revalorizaday respetada a fuerza de presencia en la realidad.

Y está modificando en la práctica lo que le esperaa los que vienen en camino.

También es evidente, entonces, que esos gradua-dos alimentan con su experiencia el ámbito académi-co que los formó. Y, en el caso de la educación públi-ca, la transforman en conocimiento.

El viejo periodista de medios, fumador empeder-nido y bebedor consumado, deharrapado, inteligen-te y de pluma exquisita, añora los tiempos de la char-la sin apuro a la que seguía una nota luminosa, pre-vio análisis compartido con un editor astuto, impresoen moldes en alguno de los diarios de siempre.

Ha sido desbordado por la velocidad, la síntesis, laenormidad visual de medios manejados como em-

presas, autores del propio prestigio, culpables de tan-tos gritos y silencios, en los que aparecen nuevosperiodistas que utilizan computadoras con soltura,estudian, enseñan, poseen segundos y terceros tra-bajos en el Estado o alguna empresa, investigan,crean, arman un sueldo en base a muchas partes yhasta saben escribir.

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Revista Tram(p)as de la comunicación y la cultura

Publicación mensual que intenta abordar, con una

perspectiva interdisciplinaria, los campos de la

política, la cultura, la comunicación, el periodismo

y los medios, realizada con el aporte de docentes

e investigadores del país y del exterior.

Artículos, entrevistas y reseñas bibliográficas.

Revista Tram(p)as

Lecturas

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Cuaderno Venezolano de Sociología

Espacio Abierto

"Espacio Abierto" Cuaderno Venezolano deSociología, es una Publicación de la Universi-dad del Zulia. Revista auspiciada por la Aso-ciación Venezolana de Sociología y la Interna-cional Sociological Association. Su equipo edi-tor esta compuesto por María Cristina Parra-Sandoval y Alexis Romero Salazar. En su con-tenido editorial cuenta con diferentes enfo-ques de la sociología venezolana que aportana consolidar los Proyectos de Investigación vin-culados a la Salud y la Educación.

El volumen 10 número 4:

• La pasión política (Aportes para una éticapolítica post-moderna), Fernando Mires.• Movimientos estudiantiles y crisis delsistema político en Venezuela: 1987-1988,Roberto López Sánchez y Carmen AliciaHernández Rodríguez.• Mujeres y trabajo agrícola: nuevas pers-pectivas de rediseños de precariedades,Sebastián Rodrigues de Brito y PatriciaMenezes Victor.• Recensiones: Socioantropológica (s) de laPobreza ante la Enfermedad (Alexis Rome-ro); Una izquierda Darwiniana. Política,evolución y cooperación (Norberto JoséOlivar).

En el volumen 10 número 3 se destacanentre otros artículos

• La violencia: Destrucción y constitución delsujeto, Juan S. Pegoraro.• Interpretar la violencia más allá de lacriminología, Michel Wieviorka.• Derechos de los pueblos indígenas.¿Utopías constitucionales frente a laglobalización?, Ernesto Mora Queipo.• Recensiones: Exclusión y Equidad enVenezuela durante los años noventa (SergioCarvajal); Los intelectuales en una época detransición (María Cristina Parra-Sandoval).

189

La revista invita a pensar la crisis, los problemas y las contradicciones que nos presenta el nuevoescenario político y social de la Argentina.

En su primer número participaron:• Antonio Camou, En busca de la gobernabilidad perdida.• Jorge Luis Bernetti, Medios y Democracia: el plano inclinado.• Artemio López, ¿Por qué hay tantos pobres mamá?• Ana Mustapic, Los partidos y la crisis política.• Entrevista a Juan Carlos Portantiero, Crisis de Hegemonía sin alternativas.• También cuenta con la colaboración de autores reconocidos como: Rosana Reguillo Cruz,Mario Margulis Renato Ortíz y Alberto Carlos Almeida.

La dirección está a cargo de María Matilde Ollier, Jorge Luis Bernetti y Luciano Pedro Sanguinetti;y la Producción Editorial de María Lara Inda.

Revista Brasilera de

Ciencias de la

ComunicaciónAntropología de la noticia, ética y ciudadanía y

pesquisa comunicacional Latino-Americana

Entre los artículos del volumen XXV, número2, julio/diciembre de 2002, se encuentran:

• Para una antropología de la noticia, LuisGonzaga Motta.• Ética, Libertad de imprenta, Democracia yCiudadanía, Cecilia M.K Peruzzo.• La Investigación Comunicacional enAmérica Latina, Entrevista con Margarita M.K. Kunsch.

Crisis política en la Argentina

Textos para pensar la realidad

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Noticias

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CongresosXI Encuentro Latinoamericano de Facultadesde Comunicación Social"Comunicación, Democracia y Ciudadanía"

Esta vez, el encuentro que realiza cada tres años FELAFACS tendrá lugar en Puerto Rico, conmotivo de la conmemoración de los 100 años de la Universidad de Puerto Rico, recinto de RíoPiedras y, comenzará el 6 de octubre, extendiéndose por casi una semana.

En el marco del Encuentro tendrán lugar también: la Asamblea General de FELAFACS, el IIFestival Iberoamericano de Producción Audiovisual Universitaria, los Talleres de CreaciónAudiovisual, las Reuniones Técnicas especializadas y el IV Premio Latinoamericano de Tesis deComunicación.

El Seminario Central comenzará el lunes 6, con la conferencia magistral de Ernesto Laclausobre Democracia y Política.

El XI Encuentro de Facultades de Comunicación -cuyos idiomas oficiales son el español y elportugués- está dirigido a:• profesores y estudiantes de Facultades de Comunicación, así como también a investigadoresde campos afines.• Periodistas, productores, artistas y demás profesionales de la comunicación.• Representantes de la empresa privada del área de la comunicación y la cultura.• Representantes de organismos de la sociedad civil, organismos no gubernamentales, parla-mentarios y políticos.

Selección de Ponencias y presentaciones

Los niveles de participación son: conferencias magistrales, exposiciones magistrales de los pane-les temáticos, profesores/investigadores invitados a exponer sus trabajos en las mesas concurrentes,profesores/investigadores con trabajos aceptados para su publicación, público en general.

Procedimientos para el envío y selección de ponencias

1) Los interesados en presentar sus trabajos deberán indicar la mesa en que lo inscriben, nopudiéndose inscribir más de un trabajo por mesa.2) Los textos deberán presentarse en Microsoft 97 o superior, con tipografía Times New Romanen cuerpo 12, a doble espacio con un máximo de 15 páginas.3) El texto de la ponencia deberá ser acompañado de un resumen no mayor de 10 líneas ycontener la siguiente información: título del trabajo, nombre del autor, mesa en que lo inscribe,institución, cargo y título universitario, tres ensayos, artículos o libros más recientes.4) Solo se aceptarán trabajos enviados a la Comisión Académica mediante correo electrónico ala siguiente dirección: [email protected]) La Comisión Académica seleccionará los trabajos y todos los que resultasen aprobados seránpublicados en CD Rom.6) La fecha límite para presentar las ponencias es el 15 de junio.

II Taller ESPLIT 2003"Didáctica de la Lengua Española yla Literatura"

La Universidad de Ciego de Ávila deCuba, convoca a especialistas, maestrosy profesores de todos los niveles educa-cionales a participar de este Taller, que sedesarrollará del 1º al 3 de Julio de esteaño, en la sede de la Universidad.

Los interesados en presentar ponen-cias podrán hacerlo hasta el 25 de mayo,debiendo presentarlas con las siguientescaracterísticas: los trabajos deberán pre-sentarse en word para windows tipogra-fía Times New Roman, cuerpo 12, a dosespacios, con un máximo de 10 cuarti-llas, en hojas tamaño carta, sin pie depágina, con los gráficos, tablas y cuadrosen anexo. Las ponencias deben contenerun resumen de no más de 250 palabrasy los siguientes datos: título, autor, di-rección postal y electrónica, instituciónque representa, temática en la que sepropone incluir su trabajo.

Informes e inscripción: Comisión orga-nizadora Taller SPLIT 2003, Universidadde Ciego de Ávila, Facultad de Humani-dades, Departamento de Español, carre-tera Morón, KM 9. CP 69100. Tel. 25780,25724, 25702.

Coordinador general: Luis CarmenateFuentes: [email protected]

Secretario Ejecutivo: Eneida GonzálezÁlvarez: [email protected] [email protected]

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RedCom 2003

Primer Encuentro Nacional de Posgrado enComunicación y Periodismo "Límites, al-cances y desafíos del Posgrado en Comu-nicación en Argentina"

El Encuentro Nacional de Posgrados en Co-municación y Periodismo, organizado porRedCom y la Facultad de Periodismo y Comu-nicación Social de la UNLP, se desarrollará losdías 16 y 17 de mayo de 2003.Durante el desarrollo del Encuentro se plan-tearán principalmente las dificultades deimplementación, los logros y las perspectivasdel Posgrado en Comunicación en la actuali-dad.

La inscripción es del 17 de marzo al 2 de mayo,en la Sede de la Facultad, calle 4 N° 577 en laciudad de La Plata.

Para mayor información dirigirse a:[email protected] a www.perio.unlp.edu.ar o a los teléfonos:(0221) 423-6778 los días martes y jueves de14.00 a 16.00 hs.

Requisitos de inscripción

• Ser egresado o estar cursando una carrerade Posgrado (especializaciones, maestrías,doctorados) en Periodismo y/o Comunicaciónde cualquier Universidad Nacional.• Ser Director de carrera de Posgrado en Pe-riodismo y/o Comunicación de una Universi-dad Nacional.• Pertenecer al equipo de gestión técnica deuna carrera de Posgrado en Periodismo y/oComunicación de una Universidad Nacional.• Ser docente/investigador de Posgrado (es-pecializaciones, maestrías, doctorados) en Pe-riodismo y/o Comunicación de una Universi-dad Nacional.• Presentar, en no más de 40 líneas, una brevedescripción de la situación actual del Posgradoal que pertenece: descripción en general de lascaracterísticas del mismo, problemas, logros,desafíos, metas, inquietudes, etc.• Presentar, en no más de 80 líneas, una pro-puesta o informe de situación con respecto auna de las tres temáticas que se detallan acontinuación:1. Dificultades de implementación y desarro-llo del Posgrado en Periodismo y Comunica-ción en la actualidad.2. El Posgrado como espacio de articulación en-tre el campo académico y la practica profesional.3. Nuevas metas y desafíos del Posgrado en lasociedad actual.La metodología de trabajo consistirá en la con-formación de tres grupos que funcionarán enforma paralela. Cada asistente al Encuentro ele-girá el grupo en el que quiera participar con elobjetivo de intercambiar experiencias y desa-rrollar propuestas tendientes a solucionar, me-jorar y planificar la actividad de Posgrado.Cada grupo a partir de lo trabajado, elabora-rá sus conclusiones.

Finalmente se propondrá un debate y discu-sión entre todos los participantes al Encuen-tro, de la creación de un espacio que integrelas experiencias de Posgrado en Comunicacióny Periodismo en Argentina.

Importancia del desarrollo del Posgrado enComunicación en Argentina

En los últimos años hemos asistido a unaexpansión de Posgrados en Periodismo y Co-municación en la Argentina. Esto está direc-tamente relacionado a las crecientes necesi-dades de autorregulación de la función aca-démica en el seno de la sociedad y a la nece-sidad de formar profesionales cada vez máscapacitados en el campo académico y en lapráctica profesional.

En el seno mismo de las universidades, losdocentes e investigadores de las distintas uni-dades académicas han buscado y han encon-trado en las vías del Posgrado la satisfacción deexpectativas de excelencia, tanto las propiascomo las que la misma institución les reclama.

Por esto creemos que el sistema universitariodebe articular políticas que orienten estas accio-nes y las encaminen hacia mejores metas aún,en el marco de un amplio debate en el que sedeterminen y prioricen los grandes objetivos na-cionales y las posibilidades de inserción de nues-tros profesionales en el mundo actual.

En efecto, el conjunto de la sociedad sebeneficia con el perfeccionamiento de susdocentes/investigadores, cuando las necesida-des y las repuestas están articuladas en unaestrategia común.

Esta es nuestra intención y creemos queentre todos podemos aportar para que lasacciones del Posgrado sean un motor de cre-cimiento social y económico, y como tales unanecesidad de todos.

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MEDIOS, EDUCACIÓN, COMUNICACIÓNCasilla de correo 3277.1000. Bs. As. ArgentinaOFICIOS TERRESTRESFacultad de Periodismo y Comunicación Social. Uni-versidad Nacional de La Plata. Av.44 Nº 676. La Plata.C.P.1900. Telefax: (0221) 4236783/84/78.E-mail:[email protected] BOLIVIANA DE COMUNICACIÓNCasilla de Correo 5946. La Paz, Bolivia.INTERCOMREVISTA BRASILEIRA DE COMUNICAÇAOSociedade Brasileira de Estudios Interdisciplinares deComunicaçao. Av. Prof. Lúcio Martins Rodríguez, 443;bloco A, Sala 1, Cidade Universitaria. 05508- SaoPaulo, Brasil. Fax:8184088.REVISTA DE COMUNICAÇOES E ARTESEscola de Comunicaçoes e Artes. Universidade de SaoPaulo. Caixa postal 8191-05508-900 Sao Paulo, SP,Brasil. Fax: 8130596.REVISTA COMUNICARTEInstituto de Artes e Comunicaçoes e turismo.Pontificia Universidade Católica de Campinas. CaixaPostal 317-CEP 13100. Campinas, SP, Brasil.COMUNICAÇAO E SOCIEDADEInstituto Metodista de Encino Superior Rua doSacramaneto 230 Rudge Ramos 09735-460 Sao Ber-nardo do Campo, SP, Brasil. Fax: 4553349.E-mail: [email protected]

UCBC INFORMAUniao Crsita Brasileira de Comunicaçao Social. Av.Jabaquara 2400, Loja 03, CEP 04046 Sao Paulo, SP,Brasil.REVISTA DE COMUNICAÇAO SOCIALDepartamento de Comunicaçao Social. UniversidadesFederal de Ceará Av. Da Universidade 2762, Campusdo Benfica, 60.020-180 Fortaleza, CE, Brasil. Tel.:2434140COMUNICAÇAO & EDUCAÇAOUniversidades de Sao Paulo Escola de Comunicaçaoese Artes Departamento de Comunicaçaoes e Artes-ECA/USP. Av. Prof. Lúcio Martins Rodríguez, 443 Pre-dio Central, 2do Andar, SalaB-17 Cidade Universita-ria. 05508-900 Sao Paulo, SP, Brasil. Fax: 5511-8184326. E-mail: [email protected] E COMUNICAÇAOFacultade de Biblioteconomía e Comunicaçao Uni-versidades Federal do Río Grande do Sul. Rua RamiroBracéelos, 2705. 90035.007-Porto Alegre, RS, Brasil.Fax: 3306635.E-mail: [email protected] Y PENSAMIENTOFacultad de Comunicación y Lenguaje. PontificiaUniversidad Javeriana. Carrera 7 Nº 43-82-EdificioAngel Valtierra, Piso 7. Santa Fé de Bogotá, Colom-bia. Fax: 2871775.E-mail: [email protected]ÓN U.P.B.Facultad de Comunicación Social. Universidadpontificia Bolivariana. Apartado Aéreo 56006,Medellín, Colombia. Fax: 4118656.COMUNICACIÓN Y MEDIOSEscuela de periodismo. Universidad de Chile. Belgrano10, Santiago de Chile. Fax: 2229616.ARANDURevista Cuatrimestral de las Organizaciones Católi-cas de Comunicación (OCIC-AL, UCLAP y Unda-AL)Alpallana 581 y Whimper, Apartado Aéreo 17-21-178. Quito, Ecuador. Fax: 5932-501658.E-mail: [email protected]

Red Iberoamericana de revistasde comunicación y cultura

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CHASQUICIESPAL-Centro Internacional de Estudios Superioresde Comunicación para América latina. Av. Diego deAlmagro 2155 y Andrade Marín. Casilla 17.01-584,Quito, Ecuador. Fax: 5022487.E-mail: [email protected] DE COMUNICACIÓN,TECNLOGÍA Y SOCIEDADFUNDESCO-Fundación para el Desarrollo de la Fun-ción Social de las Comunicaciones. Plaza de la inde-pendencia, 6.28001 Madrid, España. Fax: 3300675.E-mail: [email protected] Comunicar. Apartado 527.21080 Huelva, Es-paña. Fax: 260757.E-mail:[email protected] SOBRE LAS CULTURAS CONTEMPORÁ-NEASPrograma Cultura-Universidad de Colima, Col. Méxi-co. Fax: 27581.E-mail: [email protected]ÍAS Y COMUNICACIÓN EDUCATIVASInstituto Latinoamericano de la Comunicación Edu-cativa. Calle del Puente Nº 45, Col. Ejidos deHuipolco, Deleg. Tlalpan. C.P. 14380, México D.F.Fax: 7286554.VERSIÓN. ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN Y PO-LÍTICADepartamento de Educación y Comunicación. Divi-sión de Ciencias Sociales y Humanidades. Universi-dad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Col.VillaQuietud, Deleg. Coyoacán, México D.F. México. Tel:7245061 Fax: 7245149.REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓNFundación Manuel Buendía, AC Guaymas 8-408, Col.Roma. 06700 México D.F. México. Tel.: 2071857. Fax:2084261. E-mail: [email protected] de Ciencias de la Comunicación. Universi-dad de Lima. Apartado 852, Lima 100, Perú. Fax:4378066.

DIÁ-LOGOS DE LA COMUNICACIÓNFELFACS-Federación Latinoamericana de Facultadesde Comunicación Social. Apartado Postal 180097,Lima 18-Perú. Telefax: 4754487/2252403.E-mail: [email protected]/ [email protected] de Chile 1180, esc 301. 11200 Montevi-deo, Uruguay. Fax: 962219.ANUARIO ININCOInstituto de Investigaciones de la Comunicación. Fa-cultad de Humanidades y Educación. UniversidadCentral de Venezuela. Av. Neverí, Centro ComercialLos Chaguaramos, Piso 13, Los Chaguaramos. Apar-tado de correo 47339, Caracas 1041, Venezuela. Fax:6622761. E-mail: [email protected]ÓN. ESTUDIOS VENEZOLANOS DECOMUNICACIÓNCentro Gumilla Edificio Centro de Valores. Local 2,Esquina Luneta, Altagracia. Apartado 4838, Caracas1010-A-Venezuela. Fax: 5647557.

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Pautas de presentación para colaboradoresde Oficios Terrestres*

Los trabajos con pedido de publicación deberánser remitidos al Director de la revista Oficios Terres-

tres, Facultad de Periodismo y Comunicación Social(UNLP), Av. 44 Nº 676, La Plata, Provincia de BuenosAires, Argentina. Teléfonos y fax: 54-221 4236783/4236784. E-mail: [email protected].

Los trabajos deberán ser presentados en disquete31/2 en versión Word para Windows o cualquier ver-sión compatible con Macintosh; con una extensiónno superior a los 40.000 caracteres, consignando unbreve currículum del autor.

Una vez recibidos los trabajos, serán sometidos ala evaluación del Comité Editorial y de árbitros anó-nimos. La revista no asumirá el compromiso de de-volver originales como tampoco de dar respuesta alos articulistas de las consideraciones del Comité Edi-torial.

Citas

Deberán colocarse al final del texto y consignaren el siguiente orden: apellido y nombre del autor,título completo de la obra, editorial, lugar y fecha deedición del material consultado y los números de laspáginas citadas.

En el caso de volúmenes colectivos, las citas debe-rán tener entrada por separado -en caso de contenerla obra artículos que hicieran referencia al mismotema- identificando los autores.

En ambos casos la referencia al autor y a la obradeberá ser clara. De citar un autor más de una vez,se utilizará: apellido y nombre del autor "op.Cit;p".

El término Ibídem se utilizará sólo cuando se quierarepetir punto por punto la cita precedente.

Ejemplo de uso de citas:Estamos de acuerdo con Vázquez cuando sostie-

ne que "el problema que examinamos está lejos deser resuelto"3 y, a pesar de la conocida opinión deBraun, para quien "las cosas han quedado definiti-vamente claras en lo que respecta al viejo proble-ma"4, estamos de acuerdo con nuestro autor en quequeda mucho camino por recorrer antes de alcanzarel nivel de conocimiento suficiente"5.

3 Vázquez, Roberto: Fuzzy Concepts. Faber, Londres, 1976,pág.160.4 Braun, Richard: Logik and Erknntnis. Fink, Munich, 1968,pág.230.5 Vázquez, op.Cit., pág.161.

En el caso de citar diarios y/o revistas, se deberáconsignar el nombre de la publicación, número -si setratara de una revista- fecha y número de las páginascitadas.

De tratarse de comunicaciones personales, cartas,manuscritos, declaraciones, etc., deberá especificarsela condición, como así también la fecha.

Ejemplo: Comunicación personal de autor (6 dejunio de 1975). Declaraciones registradas el 6 de ju-nio de 1975.

Notas

Se entiende por nota a las reflexiones, conceptua-lizaciones, ampliaciones, ejemplificaciones tanto del

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autor del trabajo como de referentes en la materia.No irán entrecomilladas.

Bibliografía final

Se entiende por bibliografía final, el material con-sultado en el proceso de elaboración de los trabajos.

En el caso de haber utilizado citas en el desarrollodel trabajo, se volverán a consignar en este aparta-do, si se agregara información considerada impor-tante por el autor, para ubicar al lector en la búsque-da de bibliografía, como puede ser el caso de la fe-cha de la primera edición o los títulos en su idiomaoriginal.

*Las pautas de presentación elaboradas por la re-dacción de Oficios Terrestres tienen por objeto unifi-car criterios en relación con el uso de citas, notas ybibliografía.

De los modelos posibles hemos elegido uno, queconsideramos, facilita la forma en que el lector pue-de consultar tanto citas y notas como así tambiénorientarse en la posterior búsqueda de bibliografía.

Se considera necesario el cumplimiento de las pau-tas a los efectos de contribuir con el armado y la co-rrección de la publicación.

Oficios Terrestres informa que apartir del mes de marzo, la Lic. Noelia Durante, atenderálas consultas los martes y jueves de 15 a 18 hs. en la Secretaria de Planificación calle 44 Nº676, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, dende también se centralizará larecepción de los trabajos. E-mail: [email protected].

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Domicilio:

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El valor de la publicación es de $15.Indique con una X los números que desea recibiry envíe el cupón a la Facultad de Periodismoy Comunicación Social de la UNLP, o al Centro deComunicación Educativa “La Crujía”. Número 1

octubre de 1995

Número 2junio de 1996

Número 3noviembre de 1996

Número 4septiembre de 1997

Número 5septiembre de 1998

Número 6diciembre de 1999

Número 7/8octubre de 2000

Número 9/10julio de 2001

Número 11/12julio de 2002

Solicitud de suscripciónSuscripción

Esta publicación

se terminó de imprimir en La Plata

en el mes de julio de 2001

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