La violencia política en los postulados de Karl Marx. Un esbozo analítico-comparativo de los...

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1 IV Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea Buenos Aires, 2013 Eje temático: Formas Políticas Título de la presentación: La violencia política en los postulados de Karl Marx. Un esbozo analítico-comparativo de los procesos revolucionarios acontecidos en la Revolución Cubana y la Unidad Popular Autor: Hernán Riquelme Brevis. E-mail: [email protected] Introducción La obra de Karl Marx (1818-1883) supone para las ciencias sociales una construcción paradigmática contenida en un enfoque interdisciplinar. El análisis científico del capitalismo junto con la disposición política encontrada en los las teorías elaboradas por el autor, hacen de sus postulados un vigente campo para la investigación social. Proyectos sociales y políticos inspirados por la obra de Marx, en todo el mundo se alzaron desde una consigna fundamental: analizar las contradicciones sociales para avanzar en la Revolución. Más allá de las deformaciones y revisiones que presenta la obra de Marx en sus fases de aplicación, en el presente trabajo me propongo analizar una parte ínfima de las implicaciones de las formas de interpretación del pensamiento- praxis en dos procesos históricos: la Revolución Cubana (1959) y la Unidad Popular (1970- 1973). Para el primer caso tomaré como eje analítico parte del pensamiento de uno de sus máximos referentes, Ernesto Guevara (1928-1967). Y para el segundo, parte de la reflexión del ex presidente Salvador Allende (1908-1973). Por consiguiente, se desarrollará un marco analítico que dé cuenta de los significados y procesos sociales constitutivos de las reflexiones de la violencia política en la obra de Marx. Posteriormente se dará paso a una breve contrastación entre Ernesto Guevara y Salvador Allende, ello con la finalidad de ahondar en las concepciones de la violencia política sostenidas por líderes sociales latinoamericanos referentes para las corrientes marxistas internacionales. Palabras clave: Violencia política, procesos revolucionarios, clases sociales, Revolución Cubana, Unidad Popular.

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IV Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea

Buenos Aires, 2013

Eje temático: Formas Políticas

Título de la presentación: La violencia política en los postulados de Karl Marx. Un esbozo

analítico-comparativo de los procesos revolucionarios acontecidos en la Revolución Cubana y la

Unidad Popular

Autor: Hernán Riquelme Brevis. E-mail: [email protected]

Introducción

La obra de Karl Marx (1818-1883) supone para las ciencias sociales una construcción paradigmática

contenida en un enfoque interdisciplinar. El análisis científico del capitalismo junto con la disposición

política encontrada en los las teorías elaboradas por el autor, hacen de sus postulados un vigente campo para

la investigación social. Proyectos sociales y políticos inspirados por la obra de Marx, en todo el mundo se

alzaron desde una consigna fundamental: analizar las contradicciones sociales para avanzar en la Revolución.

Más allá de las deformaciones y revisiones que presenta la obra de Marx en sus fases de aplicación, en el

presente trabajo me propongo analizar una parte ínfima de las implicaciones de las formas de interpretación

del pensamiento- praxis en dos procesos históricos: la Revolución Cubana (1959) y la Unidad Popular (1970-

1973). Para el primer caso tomaré como eje analítico parte del pensamiento de uno de sus máximos

referentes, Ernesto Guevara (1928-1967). Y para el segundo, parte de la reflexión del ex presidente Salvador

Allende (1908-1973).

Por consiguiente, se desarrollará un marco analítico que dé cuenta de los significados y procesos sociales

constitutivos de las reflexiones de la violencia política en la obra de Marx. Posteriormente se dará paso a una

breve contrastación entre Ernesto Guevara y Salvador Allende, ello con la finalidad de ahondar en las

concepciones de la violencia política sostenidas por líderes sociales latinoamericanos referentes para las

corrientes marxistas internacionales.

Palabras clave: Violencia política, procesos revolucionarios, clases sociales, Revolución Cubana, Unidad

Popular.

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1. Desarrollo Conceptual

La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Es, por sí misma,

una potencia económica. K. Marx.

1. a. Violencia estructural. El trabajo y el hombre

Una de las formas clásicas para comenzar la discusión en torno al origen de la violencia en la sociedad

moderna se produce mediante la relación capital-trabajo, relación que alberga la variable alienación como

forma de separar al trabajador de los medios de producción. Dicha separación se produce a través de la acción

violenta, mediante la usurpación económica materializada en la plusvalía y la opresión política desde la

figura de la ideología propulsada por la clase dominante que encuentra amparo en la figura del Estado (como

instrumento de clase). Ante ello, Marx describe de manera concisa un parte del conflicto de clases, la

violencia política es un aspecto inherente de la sociedad.

Cabe señalar que la violencia política contiene elementos diferenciadores desde un prisma sociológico. Por

una parte, se encuentra la violencia simbólica que contiene los elementos ideológico- culturales,

reproducidos desde la superestructura social, en la cual el aparato Estatal posee el control absoluto de la

violencia. Se torna el tipo de violencia que mantiene en rodaje el estado de las cosas desde el ideario social.

Por otra parte, la violencia material condiciona las relaciones simbólicas que se encuentran en el plano

estructural de la sociedad, se origina en las relaciones socio-económicas y está ligada al modelo productivo.

En definitiva, tanto violencia simbólica como violencia material operan en niveles de concreción/abstracción

(mediante el poder político), lo cual se supedita a condiciones subjetivas desde las organización de las

clases sociales en momentos históricos determinados, y objetivas desde el control que mantenga de la

violencia material una clase por sobre otra. De todas formas, la violencia, mediante la disputa del poder

político, es cambiante y dependerá de los signos que adquiera la violencia simbólica como medio que se

propone la reestructuración de la violencia material. Ambas terminan por operar en el campo material.

Desde una perspectiva de opresión y explotación de las clases dominantes hacia la clase trabajadora, cabe

destacar que el medio para mantener el control no se da principalmente por el diálogo, ni por las formas

naturalizadas de la condición humana, el medio es violento y el carácter dinámico de la violencia se origina

en las condiciones materiales que dispone la clase dominante para conservar el poder político y económico.

En relación a ello Marx (1997) sostiene:

Tan pronto, pues, como al capital se le ocurre- ocurrencia arbitraria o necesaria- dejar de existir para

el trabajador, deja éste de existir para sí; no tiene ningún trabajo, por tanto ningún salario y dado que

él no tiene existencia como hombre, sino como trabajador, puede hacerse sepultar, dejarse morir de

hambre. (p. 128).

Aunque el antagonismo puede identificarse como una evidente forma de violencia debido a su inherente

carácter de clase, el desarrollo de la tesis de Marx continúa en un plano filosófico y económico.

Filosófico, ya que se adentra en la discusión de la clase para sí y en sí. Por consiguiente, la violencia política

se argumenta desde el principio de la clase para sí, como condición primordial para subvertir el estado de las

cosas a través de la conciencia de clase, como catalizador subjetivo que opera en un marco histórico y

normativo de carácter burgués. Y económico, pues en el capitalismo:

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. Este

imprimió un gran impulso al comercio, a la navegación y a las comunicaciones por tierra. A su vez,

estos progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma

proporción en que se acrecentaba la industria, el comercio, la navegación o los ferrocarriles; se

desarrollaba la burguesía. Crecían sus capitales, e iba desplazando a un segundo plano a todas las

clases sociales heredadas de la edad media. (Marx, 1974, p 11).

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El capitalismo es concebido a partir de la modificación de las relaciones de producción llevadas adelante por

la burguesía, lo cual alteró la existencia de las clases sociales predecesoras (hecho histórico que engendró al

proletariado), por consiguiente, se extiende por todas las sociedades capitalistas produciendo una

restructuración de las relaciones de clases a través del despojo material y hegemonía política de los

capitalistas hacia los artesanos, campesinos, entre otras clases.

Marx (1975) en El Capital1

sostiene que producto de las formas que ha adquirido la nueva propiedad de la

tierra (formas basadas en la usurpación violenta de los territorios controlados por los campesinos mediante las

leyes que avalaban la concentración de la propiedad durante el siglo xv) se generó una masa de proletarios

arrojada al mercado del trabajo. La concentración de extensos territorios en pocas manos constituyó un éxodo

de familias campesinas, las cuales se vieron obligadas a trabajar a través de la opresión y la violencia

producida por las clases dominantes. La acumulación originaria, conformada por la irrupción del proletariado

libre, se da en el plano económico-judicial; Estado y capitalismo confraternados en el poder político.

1 b. Violencia política y clases sociales

La violencia económica y política se ejerce en gran medida desde la posición hegemónica de la clase

dominante hacia la masa de trabajadores precarizados, el eslabón que permite la materialización del ejercicio

de la violencia reside en el trabajo y no simplemente en la concepción del trabajo como una actividad

productiva, más bien incluyendo en el proceso el aspecto simbólico que contiene la organización política, el

modo de vida y las condiciones materiales de la familia del trabajador que, a su vez, se encuentra oprimido

socialmente por la dinámica estructural del capitalismo.

El poder, la violencia, no es más que el medio, mientras que la ventaja económica es el fin. Y en la

medida en que el fin es "más fundamental" que el medio aplicado para conseguirlo, en esa misma

medida es en la historia más fundamental el aspecto económico de la situación que el político.

(Engels, 1973, p.153).

Violencia y poder van de la mano, puesto que la violencia necesita de una praxis que lo contenga y mantenga

en funcionamiento en forma de control. Desde el conflicto de clases la violencia, en un primer momento, se

concibe por el control de los medios de producción, pero el escenario social primigenio que desencadena las

relaciones de violencia, de disputa política y de contradicción, se desarrolla, como ya se mencionó, desde la

existencia de la sociedad de clases. Burguesía y proletariado, como clases revolucionarias disimiles,

emergen de procesos históricos que hicieron cambiar la forma de sus protagonistas y no el fondo histórico

caracterizado por el conflicto.

Hasta nuestros días, la historia de la humanidad, ha sido una historia de luchas de clases. Libres y

esclavos, patricios y plebeyos, señores feudales y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una

palabra, opresores y oprimidos, siempre frente a frente, enfrentados en una lucha ininterrumpida,

unas veces encubierta, y otras franca y directa, en una lucha que conduce siempre, a la

transformación revolucionaria de la sociedad o al exterminio de ambas clases beligerantes. (Marx,

2004, p. 9).

Marx, fundador del pensamiento socialista científico, una vez que ha analizado la situación del capitalismo

en la sociedad moderna plantea que la violencia, como vía de transformación social, es una herramienta

política que, de algún modo, permite alcanzar los fines revolucionarios.

1 Capítulo xxiv “La acumulación originaria”.

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Los comunistas, no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente

declaran, que sus objetivos sólo pueden alcanzarse, derrocando por la violencia todo el orden social

existente (Marx, 2004 p .76).

Cuando el autor se refiere a ideas e intenciones, hace clara alusión al programa político comunista, el cual

está en plena capacidad de hacer frente al capitalismo a través de los objetivos que propugna, entre otras

cuestiones, la abolición de las clases sociales mediante la Revolución.

Marx sostiene que la ideología dominante es la ideología de la clase económicamente dominante utilizada

para intentar eternizar su autoridad económica, ante ello cabe preguntarse: ¿Mediante qué mecanismos intenta

mantener vigente su dominio económico? No basta con controlar, también se debe reprimir y usar

todas las instituciones que se encuentran bajo control para vigilar a las clases que osen subvertir el

dominio, y en esa dinámica histórica es donde la violencia política mutua toma forma en la lucha de clases

desde la praxis. Por consiguiente, la lucha de clases se presenta para Marx (2005) mediante:

El antagonismo entre el proletariado y la burguesía es la lucha de una clase contra otra clase, lucha

que, llevada a su más alta expresión, implica una revolución total. Por cierto, puede causar extrañeza

que una sociedad basada en la oposición de las clases llegue, como último desenlace, a la

contradicción brutal, a un choque cuerpo a cuerpo? (cap. II).

Para Marx, el capitalismo ha expropiado toda creación del individuo. Las formas jurídico-económicas

propician una relación externa para/con la vida cotidiana, por lo cual, la dinámica social del capital impone el

estilo de vida que debe desarrollar el individuo. La violencia, como ya se mencionó, regula inherentemente

las relaciones sociales desde la reproducción económica y social. De algún modo, lo que Durkheim

conceptualizó como coerción social, y Weber como jaula de hierro, en Marx es violencia política diseminada

mediante la alienación, la opresión de clase y la explotación económica de una clase por sobre otra.

Veamos el siguiente esquema para analizar la correlación de fuerzas en el uso de la violencia política.

a) Control de los medios de producción

Burguesía (clase que ya

ejerció la Revolución)

Violencia política

Intereses antagónicos

b) Ideología dominante (Estado)

Proletariado (clase

potencialmente revolucionaria)

Fuente: elaboración propia.

2. Breve revisión de los postulados de la violencia política de Marx, en Guevara y Allende

2 a. La puesta en práctica de Ernesto “Che” Guevara

La violencia no es monopolio único de los explotadores, por lo tanto los explotados la pueden hacer servir

siempre y cuando las circunstancias lo permitan E. Guevara.

Ernesto Guevara, líder de la Revolución Cubana, se yergue como un referente ideológico fundamental en

los procesos revolucionarios desde la década de los sesenta, impulsando el foquismo, la guerrilla y el

marxismo, los cuales se traducen en medios revolucionarios que permitirían la liberación del imperialismo.

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En Guevara (1998), las formas que adquieren los procesos revolucionarios deben adaptarse a las

particularidades políticas y económicas del contexto geográfico.

La guerra es siempre una lucha donde ambos contendientes tratan de aniquilar uno al otro.

Recurrirán entonces a todas las triquiñuelas, a todos los trucos posibles, para conseguir este

resultado, además de la fuerza. Las estrategias y las tácticas militares son la representación de las

aspiraciones del grupo que analiza y del modo de llevar a cabo estas aspiraciones y este modo

contempla el aprovechamiento de todos los puntos débiles del enemigo (Guevara, p. 7).

Por otra parte, la idea del comunismo en Guevara se vislumbra de la siguiente manera:

El socialismo económico sin moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al

mismo tiempo luchamos contra la alienación. Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es

hacer desaparecer el interés, el factor de interés individual y de lucro como motivación psicológica.

Marx se preocupaba tanto del hecho económico como de su repercusión sobre el espíritu y del

resultado definitivo de esta repercusión: el hecho de conciencia. Por lo tanto, si el comunismo no se

preocupa del hecho de conciencia, se convierte en un método de distribución, pero no será nunca una

moral revolucionaria. (Un reportaje al Che en Argelia. Entrevista con Jean Daniel titulada “La

profecía del Che”, citado en Ernesto Che Guevara: La Economía Socialista: debate .Editorial Nova

Terra, Tamarit 191, Barcelona 11, pp. 46 – 47).

Y la interpretación que hace de Marx se sustenta en la forma de concebir al hombre comunista desde la

sociedad capitalista. En relación a ello, Guevara reflexiona de la siguiente manera:

Marx pensaba en la liberación del hombre y veía al comunismo como la solución de las

contradicciones que produjeron su enajenación, pero como un acto consciente. Vale decir, no puede

verse el comunismo meramente como el resultado de contradicciones de clase en una sociedad de

alto desarrollo, que fueran a resolverse en una etapa de transición para alcanzar la cumbre; el hombre

es el actor consciente de la historia. Sin esta conciencia, que engloba la de su ser social, no puede

haber comunismo" (Guevara Che, E.; “Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento”, 1964,

ob. cit., tomo I, págs. 178 y 179. El párrafo de Carlos Marx que cita Che, pertenece a Manuscritos

Económicos-Filosóficos de 1844, Editorial Grijalbo, S.A. México, 1962; bajo el título `Escritos

Económicos Varios', págs 82-83).

Parte importante de la comprensión del proceso revolucionario para Guevara, reside en la praxis

revolucionaria, destacando que no siempre se deben esperar las condiciones objetivas para desarrollar la

revolución, sino que más bien se deben acelerar las condiciones subjetivas2, y en ello la lucha armada de una

vanguardia fuertemente politizada, en un contexto social de altas contradicciones sociales producto de las

formas que ha adquirido el capitalismo, puede hacer posible el auge de la revolución socialista.

La violencia política revolucionaria que se desprende de la violencia estructural capitalista, nace

específicamente del reducido grupo de guerrilleros (o combatientes) que poseen un alto compromiso con la

2 Guevara (1962) enfatiza en que: “Todos sabemos que se necesitan, para que haya una revolución, condiciones objetivas

y subjetivas y se necesita que el gobierno objeto de la revolución esté sufriendo embates fuertes y haya perdido su

capacidad de reacción. Las condiciones objetivas están dadas en toda América. No hay país de América donde no estén en

este momento dadas al máximo las condiciones subjetivas, sin embargo, no han madurado en todos los países con igual

intensidad. Nosotros demostramos que las condiciones especiales de Cuba, las condiciones subjetivas iban madurando al

calor de la lucha armada, que la lucha armada era un catalizador que agudizaba las luchas, que llevaba hasta el paroxismo

estas luchas y que iba haciendo nacer una conciencia. Condiciones subjetivas nosotros las llamamos a la conciencia de la

necesidad de un cambio en una situación social dada y a la certeza de la posibilidad de ese cambio” (Discurso sobre la

Revolución de Mayo, Cuba).

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liberación socialista de las clases oprimidas, ergo, la violencia política adquiere formas de acción desde la

guerra de guerrillas y los procesos armados que postulan la liberación nacional mediante el uso de las armas.

El éxito y/o fracaso de la propuesta dependerá del apoyo que tenga la arenga revolucionaria en la masa de

campesinos y trabajadores que se adhieran al llamado.

El guerrillero, parafraseando a Guevara, posee un alto grado de compromiso con la causa y no se rendirá hasta

conseguir la revolución, y si es necesario pagar con la vida lo hará con la mayor convicción. La violencia

política se desarrollaría de mejor manera en países que se encuentren en el subdesarrollo. El tercer mundo

para Guevara resultaba una olla a presión, pues la crudeza del capitalismo se vive de manera cotidiana, por

ende África y Latinoamérica resultaron campos de operación militar.

Luchando desde la Sierra en las difíciles condiciones de la guerrilla, en los campos, unificar un

ejército campesino que avanzó sobre las ciudades, que unió así a la clase obrera, que derrotó al

ejército en una y en muchas batallas campales y que llegando desde el campo entró en la ciudad y

después se dedicó sistemáticamente a destruir el viejo orden establecido, empezando naturalmente

por el arma más poderosa de la reacción que es el ejército, porque no hay revolución triunfante que

no tenga como imposición primera la de cambiar totalmente el ejército vencido, reemplazarlo por un

nuevo ejército y establecer el dominio de clase […] Para lograr la liberación revolucionaria hay que

tomar las armas, las pocas que haya y con esas quitar nuevas armas y convertir el pequeño ejército en

un gran ejército popular (Guevara, 1962).

La idea del uso de la violencia política revolucionaria en Guevara presenta un matiz militar-práctico

particular, mientras que en Marx se describe en el plano genérico. Guevara desarrolla una estrategia y una

táctica militar que permite sintetizar lo que revisa del concepto de lucha de clases que teorizó Marx, pero

añadiéndole el aparto militarista/subversivo. Marx y Guevara coinciden en que en alguna fase del desarrollo

de las contradicciones sociales producidas por la lucha de clases se llegará a un enfrentamiento político

violento, que no descarta el combate corporal, la revisión del postulado de Guevara reside en darle un cause

práctico al enfrentamiento político violento. La guerra de guerrillas, como medio revolucionario de liberación

imperialista, lo acerca más al desarrollo leninista3

de la creación y organización de las fuerzas revolucionarias.

En Guevara el uso de la violencia política pasa del plano analítico-descriptivo a lo práctico-resolutivo4. En

Guevara se piensa el proceso revolucionario desde la periferia al centro, del campo a la ciudad, de lo

cualitativo a lo cuantitativo, en el morder y huir. La raíz epistemológica de la Revolución cubana se

encuentra inspirada en el trabajo analítico que hace un poco más de un siglo ya había diagnosticado Marx,

otra discusión es cómo fue interpretada la teoría de Marx por Guevara, claramente una cuestión es la

interpretación de los marxistas y otra es el pensamiento-praxis del propio Marx.

3

Ver en Vladimir Lenin, ¿Qué hacer? (1981) 4 Visión similar a la de Vasili Grossman, quien sostiene que “los revolucionarios deben alardear menos y hacer más”, en Años de Guerra (2009). Y el “hacer más” ¿se refiere necesariamente al combate militar?

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2 b. La puesta en práctica de Salvador Allende

Sólo la chatura mental y política pueden suponer que las clases dominantes necesiten pretextos para

desencadenar la represión: si no los tienen, los inventan S. Allende.

Salvador Allende, presidente de Chile durante el periodo 1970-1973, alcanza el poder producto del sistema de

elección popular y soberana constituida en el derecho a voto. Se alza en la historia de la humanidad como el

primer presidente de tendencia socialista de América en ocupar el antes mencionado puesto sin

necesidad del ejercicio de la violencia política. Y tan pronto como llegó al poder bajo el apoyo de la

Unidad Popular 5 se agudizaron los conflictos de clase, problemáticas que se avizoraban para un presidente

que propugnaba el socialismo al alero de un aparato burocrático confeccionado para el ejercicio de la

democracia burguesa/representativa/simbólica (o como se le quiera apellidar).

Allende, quien se amparaba en las leyes constitucionales, las cuales lo habían acogido en el mando, mantenía

una visión legalista del dominio del poder. Aunque, como marxista adhería a la posición de la lucha de

clases, sostiene que la violencia es un fenómeno propio de la división de clases de la sociedad capitalista,

afirmando:

Heredamos una sociedad lacerada por las desigualdades sociales. Una sociedad dividida en clases

antagónicas de explotadores y explotados. Una sociedad en que la violencia está incorporada a las

instituciones mismas y que condena a los hombres a la codicia insaciable, las más inhumanas formas

de crueldad e indiferencia ante el sufrimiento ajeno (Salvador Allende, discurso de asunción, 5 de

Noviembre de 1970).

Allende visualiza, al estilo de Marx, el antagonismo de clases lo cual lo hace concebir el modelo capitalista

como” naturalmente” violento, ello supone un observación interpretativa de los alcances de la violencia para

las formas de reproducción de la lógica del capital, y dentro de esas formas Allende ve en la crueldad,

indiferencia, codicia y sufrimiento, factores/deseos propios del modelo económico dominante. Características

valorativas reproductoras de violencia estructural. Por consiguiente, para Allende la violencia podría

expresarse en dos frentes.

No queremos la violencia; rechazamos la violencia, pero si otros usan la violencia, a la violencia

contrarrevolucionaria le opondremos la fuerza de la ley, y si lo impide la tentativa subversiva –

óiganlo bien-, usaremos la violencia revolucionaria. (Salvador Allende, 8 de Enero de 1972).

La violencia política será aplicada en la medida en que se actúe con violencia por parte de la clase opositora.

Para Allende la violencia pre revolucionaria no se expresaría en el combate corporal, más bien recaería en la

fuerza de la ley, mediante las formas de represión tradicionales amparadas en la figura del Estado.

Una clara disputa que grafica la postura de Allende ante la violencia política es la relación que tenía con el

Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), organización marxista que propugnaba la lucha armada6

como método que permitirá la conquista del poder. Si bien mantenían una relación formal de apoyo crítico

que no se traducía directamente en gobernabilidad,

5 Bloque político formado en 1969. Partidos que lo componían: Partido Radical, Partido Comunista, Partido Socialista,

Movimiento de Acción Popular Unitario, Izquierda Cristiana, Partido de Izquierda Radical y el MAPU obrero y

campesino. 6 A pesar de que nunca se vio materializado el llamado. La preparación armada nunca apareció, ni siquiera para hacer frente r a los golpistas

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la postura teórica era diferente. Mientras Allende vociferaba responder con organización (y violencia política en

el marco institucional) las embestidas de la oposición, el MIR postulaba la violencia política como medio para

conquistar el poder.

La idea del uso de la violencia política revolucionaria en Allende presenta una tradición rupturista desde la

forma de conquistar el poder, debido a que asume la presidencia antes de utilizar la violencia política como

medio para alcanzar el poder. Allende desarrolla el socialismo desde la legalidad de la constitución política e

instituciones heredadas del modelo tradicional chileno, no existe un cambio revolucionario en las forma de

representación social de los instrumentos de clase, lo que se da es el ejercicio del socialismo sobre una base

capitalista. Una clara distinción entre Allende y Marx es la concepción del primero sobre las fuerzas de orden y

las vías para canalizar el poder de la clase trabajadora. En Allende se ejecutó el socialismo a la chilena

respetando el orden burgués imperante, ello con la finalidad implícita (entre otros factores) de no permitir la

agudización de la lucha de clases, lo que podría llevar a la violencia corporal (situación que si se dio post 11 de

septiembre de 1973, en contra de los partidarios de la UP). El socialismo de Allende no concebía la destrucción

del orden social imperante mediante la organización de la violencia revolucionaria, aspecto que para Marx, en

post de la construcción de una sociedad comunista era necesario en la medida en que las condiciones objetivas

lo permitieran.

2 c. Cuadro de síntesis

El siguiente cuadro presenta la relación medios-fines que perseguía el proyecto político, inspirado en Marx,

de ambos líderes revolucionarios.

Violencia política Guevara Allende

Medios (organización política)

-Guerrilla

-Vanguardia militar y política

organizada

- Votación (urnas)

- Alianza política (Unidad

Popular)

- Periodo presidencial

asignado

constitucionalmente

Fines (conquista del poder)

-Conquista del poder

-Instauración de un régimen

revolucionario a través de la lucha

armada.

-Transformación de la herencia del

capitalismo mediante la instauración

del socialismo.

- Reformas sociales a través

de la vía gubernamental

- Revolución democrática

- Transformación de la

herencia del capitalismo

mediante el socialismo

institucional

Fuente: elaboración propia.

Comentarios finales

Como se identificó en el presente trabajo, existen tres formas para caracterizar el desarrollo de la violencia

política en el capitalismo. La primera, desde la relación capital-trabajo y la forma que adquiere el salario, con

la respectiva influencia de la alienación en las relaciones sociales cotidianas. El segundo, desde la coexistencia

de dos clases antagónicas -burguesía y proletariado- y sus posiciones en la estructura social; dominantes y

dominadas; explotadoras y explotadas, raíz primigenia de la

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lucha de clases. Y el tercero, desde las formas expresadas en la lucha revolucionaria (y la contención

contrarrevolucionaria por parte de la clase dominante) para emancipar a la clase trabajadora.

Marx, al sostener que el obrero mientras más riqueza produce más se empobrece, se refiere a las formas

mercantiles de producir trabajo. El trabajo, como acción cosificada, lo enfrenta de manera extraña,

desrealizada. Mientras el trabajador produce de mayor manera, mayor es la separación con el mundo;

vida/objeto que no le pertenece, capital/pobreza material producto de la dedicación al trabajo; relaciones

inversamente producidas en la sociedad capitalista.

En relación con el análisis de la burguesía y el proletariado cómo clases que poseen intereses históricamente

antagónicos, cabe señalar que la burguesía en la sociedad capitalista ha tomado el control de los medios de

producción y las instituciones que permiten la reproducción hegemónica de sus ideas, se

enfrenta política y económicamente con un proletariado que literalmente lo puede todo por no tener nada,

el enfrentamiento se ha dado en diversos frentes y con diversas estrategias7, desde el campo subjetivo

cuando la organización política de la clase trabajadora imprime la fuerza necesaria para fortalecer la

conciencia de clase, y en el plano objetivo desde las experiencias históricas donde se pretendió la

construcción de sociedades socialistas. Es una lucha en la cual la violencia política adquiere diversas formas,

desde la confrontación de ideas hasta el combate armado lo que, a su vez, en la mayoría de los casos responde

a una posición de clase disímil.

En relación a las formas que adquiere la lucha revolucionaria y su contraparte, si bien Marx no dejó un

recetario infalible para que fuese aplicado por las y los revolucionarios de todo el mundo en la lucha política

contra el capital, la historia demuestra que este enfrentamiento, por más que se intente evitar, ha llevado al

conflicto corporal entre individuos que promueven y practican las ideas de ambas clases. La violencia política

es usada de diferentes formas las cuales dependerán del contexto histórico y particular del desarrollo

capitalista y la organización del proletariado. La clase dominante8

la utiliza para reprimir a las clases

subalternas en su afán por legitimar socialmente sus ideas, mientras que el proletariado la utiliza como

medio político que permite transformar la sociedad en pos de un nuevo orden social.

Por una parte, señalar que violencia política revolucionaria no es sinónimo de apología a la violencia (poco

riguroso sería tildar a Marx de conspirador violento), ni relación alguna tiene con el nihilismo

pequeñoburgués, la revolución socialista que en teoría persigue una sociedad comunista requiere de un

método que transforme las condiciones de la clase dominante, manteniendo cómo hipótesis que la burguesía,

clase conformada por quienes controlan tanto material como simbólicamente la sociedad, no permitirán que

las riquezas acumuladas sean despojadas sin oponer resistencia, y la historia le otorga la certeza a Marx; la

clase dominante9

prestó, presta y prestará, resistencia a los que intenten subvertir el poder político, es ahí

donde la violencia política, como medio que legitima la agudización de los conflictos de clase, asoma como

catalizadora de las ideas desarrolladas por los individuos. Por consiguiente, mientras mayor resistencia

opongan las clases antagónicas, mayor será el grado de intensidad que alcance la violencia política, y

Marx fue claro en ello al no descartar el enfrentamiento corporal como síntoma de las transformaciones

sociales que experimenta el capitalismo.

7 Los casos de Guevara y Allende dan cuenta de las disimiles formas de concebir el pensamiento de Marx y adaptarlos

(más allá de la discusión de si fue una correcta o incorrecta adaptación) a realidades particulares, con matices propios. 8 Cabe en el análisis la experiencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas bajo el mando de Stalin, quien también reprimió con total crudeza a los disidentes de su régimen, reproduciendo lo que un ala no menor del marxismo adhería: la violencia contra la burguesía y no contra el proletariado. Stalin violentó políticamente tanto a la burguesía, como a parte del proletariado en su afán por mantener el poder. Aquí cabe preguntarse, entre otras cosas, por la relación

fines-medios. 9 Aquí también entra en el análisis las resistencias de los países que debieron resguardar el cambio político mediante la violencia política reprimiendo a los contrarrevolucionarios u opositores (inicios de los procesos postrevolucionarios en Cuba, la URSS, RPCH, etc.)

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Por otra parte, resulta necesario adentrase escuetamente en la discusión en torno a la relación dialéctica entre

medios y fines. La violencia y su justificación (o no) abre un surco para el planteamiento desde lo científico y

también desde un plano moral. Más allá del deseo individual por conseguir un objetivo propuesto, procurar

atención a las consecuencias de los actos como medios que permitirían lograr el fin planteado, nos adentra en

la discusión de los deseos visualizados y los logros alcanzados o en vías de alcanzar. El método materialista

clásico, prestará atención al fin último como instancia constructora de realidades, y en ello la violencia

justificaría la finalidad del proceso revolucionario. También se presenta la figura del individuo que pretende

conseguir un objetivo influenciado por su ser social, el objetivo será alcanzado en la medida en que las

condiciones materiales permitan el avance de los medios hacia el fin, lo cual no niega el ensayo-error como

parte del espacio encontrado entre medios-fines.

Finalmente, cabe preguntarse: ¿Es la violencia política un método condicionante para posibilitar una

revolución y no una reforma social? ¿Existe otra manera de hacerle frente a la violencia estructural sin la

necesidad de utilizar su homónimo revolucionario?10

. La violencia política puede resultar una útil

herramienta de creación revolucionaria en los procesos de transformación social, la cuestión es saber discernir

analíticamente los momentos históricos donde pueda utilizarse, sin caer en la infantil premura de atentados

individualistas.

Bibliografía

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10 Gandhi y Luther King, a través de la vía pacífica, lo intentaron y fueron asesinados… Mandela lo intentó y fue encarcelado.