Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia y los inicios del Real Colegio de Corpus...

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juan de RiBeRa, loS colegioS de niñoS moRiScoS de Valencia y loS inicioS del Real colegio de coRpuS chRiSti (1604-1625) Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres universitat de València - universidad autónoma de madrid e l tema elegido aborda una cuestión mal conocida como es la de los colegios de ni- ños moriscos de Valencia. Si sabemos poco del de niños, todavía menos del de ni- ñas. la documentación analizada, proveniente en su parte principal de fondos del con- sejo de aragón, conservados tanto en el archivo de la corona de aragón de Barcelona como en el archivo histórico nacional de madrid, permite conocer a grandes rasgos su trayectoria. Si bien se trata de documentación indirecta (no son registros emanados de la administración propia de las instituciones), lo que hará imposible traspasar determina- dos umbrales, no faltan en ella testimonios del drama que para los colegios representó la expulsión y de las desgraciadas vidas de muchos de los muchachos y muchachas que en ellos estuvieron alguna vez recogidos. pero no son esos los objetivos que aquí nos he- mos marcado. en esta entrega nos interesa, en especial, analizar la postura de juan de Ribera sobre los colegios de niños moriscos. arranca con sus peticiones a Felipe ii de reforma y mejora, que dan pie a la actuación decidida de Felipe iii en ese sentido, y cul- mina con las disputas sobre el destino de los colegios tras el extrañamiento morisco y el desmantelamiento una vez que se decidió su extinción. en esta fase destacó la disputa por las rentas cesantes, de la que nos interesa aquí en particular la participación del pa- triarca primero y del Real colegio de corpus christi después. habrá para ello que des- cribir antes en lo posible esas rentas, no conocidas bien hasta ahora y no desdeñables, para lo que deberemos remontarnos a lo que fueron los hitos fundamentales de sus fun- daciones y dotaciones. loS inicioS la iniciativa de la fundación del colegio de los niños corresponde a carlos V como parte de los planes para conseguir la aculturación de los moriscos y ofrecerles la instruc- ción religiosa cristiana, de la que carecían, y los medios para practicar su nueva religión 1 . 1 Sobre los inicios de la evangelización: R. Benítez Sánchez-Blanco, Heroicas decisiones. La Monarquía Católica y los moriscos valencianos, Valencia, 2001, pp. 113-124. 495

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juan de RiBeRa, loS colegioS de niñoSmoRiScoS de Valencia y loS inicioS del

Real colegio de coRpuS chRiSti (1604-1625)

Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robresuniversitat de València - universidad autónoma de madrid

el tema elegido aborda una cuestión mal conocida como es la de los colegios de ni-ños moriscos de Valencia. Si sabemos poco del de niños, todavía menos del de ni-

ñas. la documentación analizada, proveniente en su parte principal de fondos del con-sejo de aragón, conservados tanto en el archivo de la corona de aragón de Barcelonacomo en el archivo histórico nacional de madrid, permite conocer a grandes rasgos sutrayectoria. Si bien se trata de documentación indirecta (no son registros emanados de laadministración propia de las instituciones), lo que hará imposible traspasar determina-dos umbrales, no faltan en ella testimonios del drama que para los colegios representó laexpulsión y de las desgraciadas vidas de muchos de los muchachos y muchachas que enellos estuvieron alguna vez recogidos. pero no son esos los objetivos que aquí nos he-mos marcado. en esta entrega nos interesa, en especial, analizar la postura de juan deRibera sobre los colegios de niños moriscos. arranca con sus peticiones a Felipe ii dereforma y mejora, que dan pie a la actuación decidida de Felipe iii en ese sentido, y cul-mina con las disputas sobre el destino de los colegios tras el extrañamiento morisco y eldesmantelamiento una vez que se decidió su extinción. en esta fase destacó la disputapor las rentas cesantes, de la que nos interesa aquí en particular la participación del pa-triarca primero y del Real colegio de corpus christi después. habrá para ello que des-cribir antes en lo posible esas rentas, no conocidas bien hasta ahora y no desdeñables,para lo que deberemos remontarnos a lo que fueron los hitos fundamentales de sus fun-daciones y dotaciones.

loS inicioS

la iniciativa de la fundación del colegio de los niños corresponde a carlos V comoparte de los planes para conseguir la aculturación de los moriscos y ofrecerles la instruc-ción religiosa cristiana, de la que carecían, y los medios para practicar su nueva religión1.

1 Sobre los inicios de la evangelización: R. Benítez Sánchez-Blanco, Heroicas decisiones. La Monarquía

Católica y los moriscos valencianos, Valencia, 2001, pp. 113-124.

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para ello alonso manrique, arzobispo de Sevilla e inquisidor general, respaldado por dosbreves de clemente Vii de 9 de diciembre de 1532 y 11 de enero de 1533, comisionó afray antonio de calcena y a antonio Ramírez de haro, quienes planificaron la red parro-quial para atender a los nuevos convertidos. la congrua de los párrocos se fijó en 30 li-bras anuales. los fondos necesarios para la dotación de las nuevas parroquias, comple-mentarios  de  la  primicia,  fueron  detraídos  de  las  rentas  eclesiásticas  existentes.  estaimposición se conoce en la documentación como “tacha vieja”. en ella correspondió a lamensa arzobispal aportar dos mil ducados de pensión anual, equivalentes por entonces a2.050 libras valencianas2. de esta cantidad se destinó al colegio de niños moriscos 718,33libras, es decir, un 35% del total. Se trata, muy posiblemente, de lo que sobraba tras pa-gar la dotación de las parroquias, como explica un decreto del patriarca y observamos enuna serie de recibos de los pagos. explica Ribera: “Fue ordenado que todo el residuo delas dichas dos mil y cincuenta libras de pensión perpetua, después de aver dotado dichocollegio y rectorías de los nuevos convertidos, cediesse a favor de dicho collegio”3. porello, a partir de 1581, a la “paga ordinaria” se añaden anualmente 93,78 libras en razónde “rezagos de la dotatión antigua de las rectorías de los nuevos convertidos de este ar-çobispado”, o “por las sobras de las otras rectorías”, como explican los recibos. la dis-tinción  entre  ambos  conceptos  se mantiene  intermitentemente  en  la  contabilidad  hasta1601; desde entonces solo se anota el pago global de 406,06 libras semestrales, equiva-lente a 812,13 libras anuales. con esa renta debió funcionar la institución hasta los pri-meros años del siglo xVii: menguante, raída por la subida de precios.

el colegio estaba situado junto a la muralla y cerca del Portal dels Juheus, entre lasactuales calles de colón y las de pérez Bayer y Sagasta. todavía existe el callejón del em-perador que daba a la puerta del colegio4. los inicios están marcados por las dificultadeseconómicas y las críticas a su funcionamiento. el arzobispo fray tomás de Villanueva en1547, en su informe al príncipe Felipe, explica que el colegio había comenzado a funcio-nar en una casa con un huerto grande donde un rector y dos ayudantes enseñaban a 30 ni-ños. aunque recomendaba que se construyera un edificio ad hoc, al mismo tiempo aboga-ba por transpasar parte de la pensión destinada al colegio a las necesidades parroquiales5.los representantes estamentales en las cortes de 1563-64 lo critican duramente: junto a al-gunos “provectes e doctes, senayaladamente en theologia”, había otros que habían huidodel colegio, volviendo a casa de sus padres e islamizando; solicitaban que los que se hu-biesen formado en él y luego hubiesen seguido estudios eclesiásticos fuesen preferidos alos demás para cubrir las rectorías de moriscos, y recibiesen otros beneficios y ayudas6. en

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2 como se indica tardíamente (hacia 1620), paulo iii impuso esa pensión al arzobispo d. jorge de austriacuando tomó posesión de la sede (breve de 29 de noviembre 1538). archivo de la corona de aragón [=aca],Consejo de Aragón, leg. 594, 24/62: Memorial de las pensiones cargadas sobre los frutos de la mensa episcopal.

3 Valencia, 1 de septiembre 1597, concediendo al colegio 400 libras para “la fábrica de un retablo que se ade hazer y reparos del dicho collegio”. archivo del colegio de corpus christi [=accc], caja 186. en esta ca-ja se conservan, además, 42 recibos de pagos semestrales que comienzan en 1569 y acaban en 1612, cubriendode forma bastante completa el periodo 1581-1608. la cifra la encontramos en esos recibos. Según el documen-to citado en la nota anterior, Ramírez de haro distribuyó dos tercios de los 2.000 ducados cargados sobre la men-sa arzobispal para las parroquias y el restante para el colegio.

4 como puede verse en el plano del p. tosca (El plano de Valencia de Tomás Vicente Tosca, 1704, Valencia,2003) y explica marcos antonio de orellana, Valencia antigua y moderna, Valencia, 1923 (ed. facsímil, Valen-cia, 1985), p. 538.

5 codoin, V, madrid, 1844, pp. 101-107. el original en el archivo general de Simancas [=agS], Estado, 293.6 Furs, capitols, provisions e actes de cort fets y atorgats [...] en lo any MDLXIII, Valencia, 1565, f. 4r.

la inmediata junta de madrid de 1564, después de insistirse en las críticas, se deja en ma-nos del arzobispo de Valencia la inspección del colegio7. ese era el poco estimulante puntode partida al comienzo del largo mandato pastoral de juan de Ribera.

planeS de RenoVación

en  las  reiterativas discusiones del último  tercio del  siglo xVi sobre cómo  lograr  laconversión sincera de los moriscos saldrá también a relucir el colegio de los niños. y co-rresponde a juan de Ribera el mérito de haber planteado en 1587 las bases de la renova-ción:

también a escrito el arzobispo a V.m., y lo repite agora, que será muy a propósito engrosar el co-llegio que agora ay de moriscos, y hazer una otra congregación de mochachas, para que en la unaparte y en la otra se criasen quantos se pudiesen sustentar, aunque a lo que entiende serán pocashaviéndose de traer allí sin contradictión de sus padres. y para esto podrían servir los rédditos delo que se a cargado y cargan sobre la ciudad de Valencia, advirtiendo que será menester traer fa-cultad de Su Santidad, porque hasta agora aquello está aplicado para las fábricas y edificios de lasiglesias8.

todo el plan de reforma está diseñado en este párrafo. Se trata de “engrosar” el cole-gio de los niños, de crear otro para las “muchachas”, y de usar los réditos de los censalescargados sobre la ciudad de Valencia –más tarde volveremos sobre ellos– provenientes delos fondos destinados a la nueva dotación de las parroquias, para lo cual –señala Ribera–hace falta autorización del papa. poco después se discutía el asunto en una junta que te-nía lugar en Valencia bajo la presidencia del arzobispo. les parecían muy convenienteslos seminarios, pero por el momento recomendaron posponer el de mujeres; para la am-pliación del de los niños debían aplicarse mil ducados de renta proveniente de los censa-les cargados con el dinero destinado a las parroquias. la postura era favorable a los cole-gios en este momento, y así se recomendó la construcción de otros en Segorbe y orihuela,cabeceras de diócesis del Reino de Valencia, que junto con los de tortosa, que ya existía,y Valencia completarían la red y cuya ubicación facilitaría la inspección de los prelados.Se oyeron, sin embargo, voces discrepantes que defendían no detraer rentas hasta que lasparroquias  estuviesen  plenamente  dotadas  y  se  hubiera  llevado  a  cabo  la  campaña  deevangelización que se preparaba. Finalmente se aprobó dedicar las citadas mil libras al delos niños9. la discusión, interrumpida, se retomó en enero de 1591 en una nueva junta enmadrid, a la que asistió Ribera. lo fundamental del acuerdo fue solicitar un breve parapoder aplicar la renta proveniente de los fondos de las parroquias a los colegios, lo queimplicaba dar por hecha su reforma10.

para situar el problema es necesario tener presente otro de los grandes y queridos pro-yectos de Ribera, como era la mejora de la atención pastoral a los moriscos gracias a lareforma, tanto material como humana, de las parroquias creadas por antonio Ramírez de

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 497

17 R. Benítez Sánchez-Blanco, op. cit., pp. 188-193.18 memorial a Felipe ii de 12 de junio 1587; British library [=Bl], Egerton, 1511, 128-131. (publicado por

p. Boronat y Barrachina, Los moriscos españoles y su expulsión, i, Valencia, 1901, pp. 374-378).19 Reunión del 27 de octubre 1587; Bl, Egerton, 1511, ff. 269v-270v.10 Ibid., pp. 183-186.

haro. el plan de reforma, diseñado ya en 1574, a los comienzos de su pontificado, exigíanuevas dotaciones económicas11. tal vez no era en el fondo muy distinto del anterior, pe-ro había desde luego diferencias. incluía, además de la redistribución de algunas parro-quias, su mejor dotación (hasta alcanzar las 100 libras de renta, “que es lo que el Santoconcilio de trento juzgó ser congrua de sustentación de un rector”12) y precisaba la for-ma en que esa renta debía de ser obtenida para cada caso. en números redondos, a  las3.800 libras de la antigua dotación había que añadir 8.254 de la nueva, lo que hacía un to-tal de 12.054 libras; de ellas debía pagar el arzobispo 2.050 y 3.299,5 respectivamente.Su aportación global suponía un 44% del total13. con el visto bueno del rey, gregorio xiiidio su aprobación en 157614. la ejecución del plan tropezó con la resistencia frontal delcabildo de Valencia, que se negó a satisfacer su parte y recurrió a Roma. el contencioso,que tuvo relevancia en las cortes de 1585 y 1604, no se desenredaría hasta 160615, dejan-do el plan sin aplicación en buena medida. el patriarca, no obstante, fue depositando sucuota en la Taula de Canvis de la ciudad de Valencia, acumulándose una importante can-tidad, que se invirtió, parcialmente, en censales sobre la ciudad de Valencia, cuyos rédi-tos incrementaban el capital depositado. a ellos se refiere la cita del memorial de 1587.

las discusiones sobre el mejor modo de lograr la conversión de los moriscos conti-nuaron a partir de 1595. en 19 de mayo de ese año, una junta reunida en madrid retoma-ba los acuerdos anteriores sobre los colegios de niños moriscos y proponía de nuevo quehubiera seminarios en tortosa, Valencia y orihuela, cada uno con 50 niños. los dos pri-meros ya existían; el último podría instituirse junto al convento de Santo domingo. Secompletarían con un colegio en alcalá, adonde acudirían los más “hábiles y provectos”.además debería haber una casa para 50 niñas en la ciudad de Valencia. el problema bá-sico era que no bastarían para ello los réditos de los censales, algo que a Felipe ii, que dioel visto bueno al proyecto, le preocupaba especialmente16.

juan de Ribera había conseguido que su plan de reforzar la formación de los niños yniñas moriscos en colegios, separados del influjo, juzgado negativo, de sus padres, reci-biera el respaldo de las juntas reunidas por Felipe ii, y el del propio rey. la puesta en eje-cución tanto de los proyectados colegios como de la campaña de evangelización que sepreparaba desde hacía varios lustros será obra de Felipe iii, de forma inmediata a su as-censo al trono.

aprovechando la estancia en Valencia en 1599 con ocasión de su boda, ordenó cele-brar una nueva junta. en ella, después de revisar lo tratado en las del tiempo de Felipe ii,se resolvió, entre otros puntos, que de los fondos de la “tacha nueva” que el arzobispohabía depositado en la Taula de Canvis, se invirtieran en censales 60.000 libras, cuyos ré-ditos se destinarían a la ampliación del colegio de los niños, y que el resto se aplicase, dela misma manera, para un colegio de niñas que debería fundarse en la ciudad de Valen-cia. correspondería a los arzobispos nombrar a los rectores, previa consulta al rey, y la

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11 la principal aportación es la de e. císcar pallarés, “notas sobre la predicación e instrucción religiosa de losmoriscos en Valencia a principios del siglo xVii”, Estudis. Revista de Historia Moderna 17 (1991), pp. 205-244.

12 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/36. es documento importante, del que obtenemos abundante in-formación sobre la liquidación de los colegios en la década de 1620 y que en su momento presentaremos.

13 archivo de la catedral de Valencia [=acV], 59/7. copia de la desmembración de las rectorías.14 Breve de gregorio xiii, Roma, 16 de  junio 1576.  inserto en el documento citado en  la nota anterior, 

ff. 1v-9v.15 con conocido breve de paulo V de 6 de marzo de 1606, publicado por p. Boronat y Barrachina, op. cit.,

ii, pp. 476-488 y comentado por e. císcar pallarés, art. cit., p. 218.16 Biblioteca nacional de españa [=Bne], ms. 10388, ff. 112r-115v.

“superintendencia” de los colegios. habría, por supuesto, que solicitar autorización a laSanta Sede. además, recomendaban al rey que apoyara la fundación de otros colegios enlas cabeceras de las diócesis del Reino de Valencia17. de forma inmediata Felipe iii pro-cedió a la puesta en ejecución. así, el 23 de mayo de 1599 escribía al arzobispo de Va-lencia:

por medio más efficaz para la instructión se tiene que para lo de adelante se críen hijos de nue-vos convertidos en seminarios y colegios, y por esso he deliberado que de lo procedido de la pen-sión del arçobispado que está depositado en la tabla de essa mi ciudad de Valencia se apliquen,como con esta aplico, sessenta mil libras al collegio de los nuevos convertidos de essa mi ciudadde Valencia, que le fundó el emperador mi aguelo, que haya gloria, y que luego se den a censo yque con los rédditos, sin llegar a lo principal, se amplíe el sitio y se haga la fábrica del dicho co-llegio, y que después se convierta en el sustento de los más collegiales que podrá haver, quedan-do siempre el patronazgo en mi dignidad real, y que la superintendencia la tengáis vos y los suc-cesores en vuestra dignidad, nombrando rectores y los demás ministros con consulta mía y de losreyes mis succesores. y de Su Sanctidad se sacará breve para esta aplicación, pero sin perder tiem-po haréis dar a censo luego las sessenta mil libras donde mejor y con más comodidad se pudiere.y lo que huviere en dicha tabla de más de las dichas sessenta mil libras es también mi real vo-luntad que se dé luego a censo con fin de que con los rédditos se compre casa y sitio competentedonde se funde un seminario de niñas hijas de nuevos convertidos, al qual aplico la dicha renta.y para esta aplicación se traerá breve de Su Sanctidad; y el patronazgo ha de quedar en mi digni-dad real, y la superintendencia a vos y a los que después fueren arçobispos de essa mi ciudad yreyno18.

Se había tomado la decisión de destinar todo el dinero depositado en la Taula de Can-vis a los colegios de niños moriscos, asignando al de los niños la renta derivada de la in-versión en censales de 60.000 libras, y al de las niñas el remanente. poco después, en 9de agosto, el rey escribía al embajador en Roma para que solicitara los breves. en la ex-posición de motivos se manifiesta una opinión decididamente favorable a  los colegios:“uno de los medios más eficaces para la instrucción es que se funden colegios y semina-rios en que se críen y enseñen cuantos más hijos e hijas de nuevos convertidos se pudie-re, porque como plantas tiernas se ha de esperar que aprenderán mejor y retendrán más ladoctrina”. opinión resultante de una valoración muy positiva de la experiencia anterior:del colegio “han salido personas graves en religión y letras y que en ambas cosas han per-severado con mucho exemplo y nombre”19. la obsesión por  los colegios  llevó a hacerunas consideraciones sobre las parroquias que serán utilizadas por el cabildo de Valenciaen sus alegaciones jurídicas contra el pago de su contribución a la nueva tacha. para ar-gumentar a favor del traspaso a los colegios del dinero destinado a la dotación de las pa-rroquias, escribía el rey a su embajador en Roma: “como las iglesias de nuevos conver-tidos no necesitan por ahora de fábrica y ornamentos porque los tienen competentes y lasiglesias están bien edificadas, ha parecido ser más conveniente que se funden colegios yseminarios”. la cantidad depositada en la Taula de Canvis se estimaba entonces en unas90.000 libras20.

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 499

17 Ibid., ff. 172r-173v.18 archivo histórico nacional [=ahn], Consejos, lib. 2220, ff. 110v-112r.19 Ibid., f. 120.20 castronuño, 24 de septiembre 1601; ibid., ff. 135r-136v.

el dineRo de la TAuLA DE CAnVIS

Resulta difícil conocer con cierta seguridad las cuentas de la llamada tacha nueva. te-nemos dos relaciones realizadas, a instancia del propio patriarca, por julián gil polo, lu-garteniente en el oficio de maestre racional21. antes de esto, el canónigo mollá había pre-sentado  al  consejo  de  aragón  un  balance  impreciso  respaldado  por  unas  listas  decantidades ingresadas y gastadas en las que no se precisaban ni los conceptos ni las fe-chas, salvo el límite cronológico final22. de la lista de ingresos de mollá se deduce queRibera realizó de forma sistemática pagos semestrales en la Taula23. estos fueron inicial-mente de 1.890 libras semestrales24, es decir, de 3.780 anuales, que equivalen a los 3.600ducados de que hablan las fuentes, aunque no es esta la cantidad que aparece en los bre-ves papales confirmando la nueva tacha, ni en la distribución inicial realizada por la au-toridad del arzobispo25. con posterioridad los ingresos son de 1.724,36 libras26.

más difícil resulta conocer el momento en que comenzó a pagar y la cuantía de losprimeros pagos27. no es creíble que, como dicen las cuentas de julián gil polo publica-

500 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

21 ambas publicadas por p. Boronat (op. cit., ii, doc. 39, pp. 679-687). data la primera de 17 de octubre 1606y la segunda de 4 de marzo 1608; hemos encontrado una versión de este último documento en aca, Consejo

de Aragón, leg. 594, 13.22 aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/45-47. una primera cuenta fenece en 13 de mayo 1602, coinci-

diendo prácticamente con la fecha del breve en que se decretaba el traspaso de los fondos existentes a los cole-gios de niños moriscos, y luego se continúa hasta el 6 de septiembre 1605. los gastos han podido ser cotejadose identificados a partir de un detallado cuaderno de cuentas del archivo del colegio (accc, caja 186), pero so-bre los ingresos no podemos hacer más que interpretaciones especulativas, apoyadas en una nota del canónigomollá en un resumen general que efectúa, y que dice textualmente: “debe el patriarca, mi señor, de [4] pagascaídas hasta S. juan de junio más cerca pasado [1605], 6.897 libras, 8 sueldos y 8 dineros”; aca, Consejo deAragón,  leg. 865, 127/45. dado que estas cuatro pagas pendientes deben corresponder al primer semestre de1605, a los dos de 1604 y al último de 1603, se han podido fechar retrocediendo en el tiempo las diversas can-tidades ingresadas.

23 las excepciones corresponden sobre todo a los últimos años, en que encontramos dos ingresos importan-tes de 5.173 libras, 1 sueldo y 6 dineros (que suponen tres pagas semestrales, que pensamos podían correspon-der al año 1602 y al primer semestre de 1603) y de 6.897-8-8, igual a otros cuatro semestres, es decir, 1600 y1601 completos. más complejo es desentrañar los primeros apuntes de la lista, como se verá más abajo; aca,Consejo de Aragón, leg. 865, 127/46.

24 en las listas aportadas por mollá encontramos 33 pagos semestrales de esa cantidad, que podrían corres-ponder al periodo comprendido entre 1581 y el primer semestre de 1597; hay, además, uno de 3.780 libras, queatribuimos al año 1580; aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/46.

25 en efecto, aunque en la distribución realizada por el arzobispo se indica que le toca pagar 3.299-9-8, esdecir, 3.299,48 libras, en el breve papal de confirmación se habla de 3.389,44; archivo de la catedral de Valen-cia, 59/7, copia de la desmembración de las rectorías, ff. 141v y 7r respectivamente. la razón de la cantidadnos la da el propio Ribera en un memorial que remite al consejo de aragón en 1595 explicando cómo se hizo“la nueva tacha”; allí dice que aunque “vino a caber a la mensa arçobispal” 3.440 libras (cantidad que debe deprovenir de la cuota de 3.389,44 libras más 50 de gastos de gestión de los cobros que se consignan en la confir-mación papal), “porque pareçió que abría algunos gastos extraordinarios y que no sería bien que se quitasen de[...] los rectores, tuve por bien de que se impusiesen sobre la mensa” 3.600 ducados. Solicitó a Roma consenti-miento para dicha pensión, y vino concedido en 1574; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 5.

26 Son cinco pagos de 1.724 libras, 7 sueldos y 2 dineros, que consideramos podrían cubrir desde el segun-do semestre de 1597 al segundo de 1599; aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/46. la rebaja se debe a que–como se explica en las relaciones de julián gil polo– el comisario Sebastián de covarrubias detectó que Ri-bera estaba pagando de más y rebajó su cuota a 3.448,72 libras anuales.

27 la lista de mollá comienza con tres apuntes complejos. nuestra hipótesis explicativa, que sería necesa-rio  confirmar  por  otros  libros  de  cuentas,  es  la  siguiente: hay  un  apunte  de  8.400  libras  que  interpretamos como el  pago de  cuatro  anualidades de  la  tacha vieja de 2.100  libras. como dijimos,  correspondía pagar  al 

das por Boronat, estuviera pagando desde fines de 1574, ya que la distribución no habíasido aún aprobada por el papa. Si nuestra hipótesis es correcta, sería a partir de que se lenotificara el breve papal de gregorio xiii, fechado el 16 de junio de 1576, cuando Ribe-ra, obediente, comenzó a pagar lo que en el texto papal se dictaminaba, aunque fuera másde lo que según el cuaderno de distribución le tocaba28. la cuota se incrementó hasta los3.600 ducados, es decir, las 3.780 libras, a partir de 1579. este año Ribera pagó esa nue-va cuota y, de la antigua, dos meses de 1578 que debían quedar pendientes. a partir deaquí  y  hasta  el  primer  semestre  de  1597  ingresó  cada  semestre  1.890  libras. después el patriarca  continuó  ingresando 1.724,36  libras  semestralmente hasta  fines de 159929. a partir de aquí se constatan pagos de mayor cuantía, manifestación de un cierto atraso,que culmina con los cuatro semestres que se debían a mediados de 1605, según indica mo-llá. Si nuestra interpretación de los escuetos apuntes del canónigo es la adecuada, desde elcomienzo de la nueva tacha hasta mayo de 1602, Ribera habría ingresado 94.570,6 libras.

a esta  cantidad hay que  sumar  las pensiones  anuales de  los  censales  cargados. enefecto, por orden de Ribera se impusieron primero tres censales sobre la ciudad de Valen-cia: dos de diez mil libras cada uno se cargaron en julio y octubre de 1584; el tercero, de12.000 libras, en agosto de 1587. el interés, como se deduce de varios apuntes contablesde mollá, era de 6,66%, es decir, a 15 mil el millar según la forma de expresarlo en laépoca. aunque  no  tenemos  información  precisa  de  cuándo  se  quitaron  estos  censales, la  contabilidad  de mollá  permite  una  aproximación:  los  dos  primeros  cargados  se  ha-brían, posiblemente, devuelto en 1591 y 1592; el último, de 12.000 libras, lo había sidoen 159330. el total de los intereses cobrados, según nuestra interpretación de las anotacio-

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 501

arzobispo de Valencia 2.000 ducados, que si bien en el momento inicial equivalían a 2.050 libras, ahora valen2.100 libras (1 ducado igual a 1,05 libras). otro de 6.827 libras y 8 sueldos, es decir, 6.827,4 libras, que equi-valen aproximadamente a dos anualidades de 3.414,4 libras de la nueva tacha (en efecto, las 3.389,44 del bre-ve papal de confirmación más la mitad de las 50 libras con que estaba gravado el cobro de la nueva y la viejatacha, hacen 3.414,44, cantidad que podemos identificar con las 3.413,7 de la anotación de mollá). y, finalmen-te, un tercer apunte de 4.350 libras, que podría corresponder a una anualidad de 3.780 libras y a 1/16 de 3.414,44es decir, a dos meses de esa anualidad; aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/46.

28 la cuestión sigue siendo oscura: en su informe de 1595 sobre la “nueva tacha”, Ribera afirma: de Roma“vino confirmado el libro [particional] e impuesta la pensión en 1574, y desde la data del breve acá se han de-positado [...] cada año los dichos 3.600 ducados”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 5. ¿Se refiere a la impo-sición de la pensión de las 3.600 libras en 5 de noviembre 1574 o al breve de 16 de junio de 1576?

29 las cuentas elaboradas por julián gil polo nos dicen que covarrubias ordenó la reducción por decreto de2 de enero de 1599, pero no queda clara la fecha en que comenzó a pagar la cuota reducida: la primera relacióndice navidad de 1599, en la segunda, navidad de 1597. Según nuestro cálculo debería corresponder a esta se-gunda fecha. además, ordenó devolver al patriarca 5.204,09 libras que había pagado de más (p. Boronat y Ba-rrachina, op. cit., ii, pp. 680, 684 y 682 respectivamente).

30 para situarnos hay que considerar que el rédito generado por 10.000 libras era de 666 al año, y el de 12.000era de 800. en primer apunte que puede atribuirse al pago de las pensiones de los censales es de 8.333,33 librasy está situado entre las pagas de la aportación del patriarca que asignamos al año 1590. podría corresponder apro-ximadamente a 5 años de 20.000 libras (1584 a 1589) más a dos años del censal de 12.000 (1587-1589). hayluego dos pagos de 1.066,67 que equivalen a dos semestres del total de 32.000 (1590). en ese momento se redi-me un primer censal de 10.000 libras, con un añadido de 101,11 que podría corresponder a algo menos de dosmeses de interés. encontramos a continuación tres pagos semestrales de 733,33 libras (1591 y mitad de 1592),que es lo que importa el interés de 22.000 libras (los dos censales restantes). entre los apuntes de los pagos delpatriarca atribuidos a este último año, aparece la devolución del segundo censal de 10.000 libras, con un suple-mento de 109,26, que corresponde a dos meses de renta. Vienen después dos apuntes de 400 libras, es decir, lapensión de dos semestres del censal de 12.000 libras (segundo semestre de 1592 y primero de 1593). a conti-nuación de los ingresos del patriarca atribuibles a 1593 aparece la devolución del censal de 12.000 libras con unañadido de 346,67, correspondiente a 5 meses y pico de renta; aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/46.

nes de mollá, es de 14.023,70 libras, algo menos de las 14.690,52 que indican las cuen-tas de julián gil polo. pero creemos que la aproximación permite situar en su momentoesta primera fase de inversión en censales del dinero acumulado en la tabla de Valencia.

una segunda tanda de censales se impuso entre el 23 de junio de 1597 y el 29 de abrilde 160231. no fue nada fácil encontrar quien quisiera tomarlos, a pesar de que serán im-puestos al 5%, como se refleja en la correspondencia entre la corte y las autoridades va-lencianas desde comienzos de 1596. en ella se afirma que había en la Taula de Canvis afines de 1595 unas 84.700 libras. como muestra del enfado regio baste una cita: el 8 deenero de 1599 escribía Felipe iii al virrey conde de Benavente: “mucho es el daño que serecibe de no darse a censo las ochenta y tantas mil libras que están en la tabla de esa miciudad de lo procedido de la pensión que se impuso sobre el arzobispado para la dota-ción de las rectorías;  tendré contentamiento de que se den a censo sin más dilación”32.aunque para entonces se habían ya cargado 25.200 libras, todavía quedaba mucho dine-ro por invertir, lo que se efectuará entre 1599 y 1600, salvo un último censal de 12.679libras cuyo traspaso se realizó en 29 de abril de 1602. en total se invirtieron 91.677 li-bras, que serán las que pronto se traspasarán a los colegios33. en las anotaciones de lascuentas de ingresos del canónigo mollá pueden atribuirse a los réditos de estos censales,hasta 21 de mayo de 1602, 7.330 libras, pero puede que hubieran debido cobrarse en es-te periodo bastantes más, hasta unas 10.000 aproximadamente, y que existieran atrasos, alos que se refiere mollá sin mucha precisión.

en definitiva, hasta el momento en que Roma accede al traspaso de fondos a los co-legios –junio de 1602– habrían ingresado en la cuenta de la “tacha nova” de la Taula deCanvis, un mínimo de unas 116.000 libras, tanto provenientes de los pagos de Ribera co-mo de los réditos de los censales. ahora bien, de esos fondos se habían pagado para gas-tos de dotación de las iglesias, de construcción de cementerios, de congruas de los curas,de gastos de los pleitos y otros, 32.806 libras34. el remanente, unas 83.114 libras, es infe-rior a las 91.677, por entonces invertidas en censales, que se ordena traspasar a los cole-gios. cabe suponer que, además de las cantidades ingresadas por el arzobispo, otros par-tícipes  también contribuyeran con su parte. en especial algunos de  los párrocos de  lasmatrices de las que se desgajaron las nuevas parroquias de moriscos. así se observa parael año 1598, en la documentación del colegio de corpus christi35. pero, ¿desde cuándo ypor qué cuantía se hicieron estos pagos? aunque la respuesta requiere una investigaciónque escapa a nuestro propósito actual, debe resaltarse que, si el balance elaborado no sealeja mucho de la realidad, a la mayoritaria aportación del patriarca debe sumarse la mi-noritaria de otros contribuyentes.

a este respecto es necesario hacer una observación importante. en 1597 el cabildo deValencia llegó a un acuerdo con el comisario covarrubias por el que se comprometía a pa-gar su cuota anual, y a desistir de los pleitos en Roma, a cambio de que se le perdonasenlos atrasos36. por un momento debió de parecer que se iban a cobrar de forma sistemáticalas cantidades necesarias para la congrua de los párrocos, y que podía disponerse de la can-tidad acumulada en la Taula para los colegios. Fue un espejismo. no sabemos si llegaron

502 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

31 como puede verse en el cuaderno de gasto citado arriba (accc, caja 186).32 ahn, Consejos, lib. 2220, passim; la cita en ff. 105-106.33 Véase más adelante la relación de los que se traspasan a los colegios de niños y niñas.34 cuaderno de gasto; accc, caja, 186.35 Recibos de la nueva tacha, 1598; ibid.36 una copia del texto en aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/1, 21 de agosto 1597.

a pagarse algunas cantidades, pero de inmediato –1601– se planteó otro pleito con el quese pretendía, en definitiva, establecer un nuevo reparto de las contribuciones en atenciónal estado de los ingresos de los curas en ese momento. Significaba rehacer en profundidadel libro “particional” elaborado por Ribera casi 30 años antes37. en sus alegaciones el ca-bildo utilizó la poco afortunada afirmación real que daba a entender que las iglesias esta-ban suficientemente dotadas38. habrá que esperar al citado breve de paulo V de 6 de mar-zo de 1606 para la resolución del pleito principal, quedando pendiente la cuestión de losnuevos atrasos. y en el ínterin los párrocos continuaron con sus habituales apuros, que po-dían haberse evitado recurriendo al deposito de la Taula, ahora destinado a los colegios.

la pueSta en ejecución

las peticiones de Felipe iii a Roma a favor de los colegios surtieron efecto y el bre-ve se obtuvo, de clemente Viii, en 6 de mayo de 160239. poco después el rey ordenabasu ejecución al arzobispo Ribera, e informaba de ello al virrey conde de Benavente y agaspar genovés40, entonces rector del colegio de niños, quien por otra parte solicitabaque se le señalase salario fijo y se le remitieran algunos fondos con urgencia41. Volvió ainstar Su majestad al patriarca en mayo de 160442, y éste, en auto ante aloy andrés de 11de julio de aquel año, transportó censales por valor de 60.000 libras de propiedad y 3.000de pensión anual desde la Taula al colegio de niños43. dos años más se demoraría la do-tación del de niñas44, que tuvo efecto con auto ante jaime cristóbal Ferrer de 7 de agos-to de 1606 y por importe de 31.677 libras de principal y anua pensión de 1.583 libras y17 sueldos45; fundado bajo la advocación de nuestra Señora de la misericordia, su primer

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 503

37 Se hace eco de todo ello la bula de paulo V de 6 de marzo 1606 (p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, pp. 476-488, en especial pp. 479-480).

38 por ejemplo, aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/7.39 está copiado en los autos de traspaso de los censales a los colegios de los niños y de las niñas; aca, Con-

sejo de Aragón, leg. 594, 10 y 11 respectivamente. el embajador en Roma era el V duque de Sesa, antonio car-dona y Fernandez de córdoba.

40 S.m. a Ribera, al virrey (juan alonso pimentel de herrera, conde de Benavente) y a gaspar genovés, 8 de julio de 1602, ahn, Consejos, lib. 2220, ff. 149-150v.

41 aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/41 (genovés a S.m., sin fecha exacta, 1602?) y 127/42 (genovésa S.m.,  sin  fecha  segura,  tal  vez  1604). el  aumento  de  su  salario  en  100  libras  anuales  está  documentado  enaRccc, i, 7, 3, 31 (signatura antigua citada por p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, p. 80; 11 de diciembre 1606).

42 el día 25: ahn, Consejos, lib. 2220, ff. 173v-174v. cuatro días antes había escrito en el mismo sentidoal conde de Benavente (lo sabemos indirectamente desde el documento anterior).

43 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 10. informa Ribera a S.m. de lo ejecutado en 17 de julio; aca, Con-

sejo de Aragón, leg. 865, 127/37. el mismo día, una carta de pago a favor del rector genovés reconoce ya la en-trega de un primer dinero a cuenta: accc, i, 8, 8, 38 (signatura antigua citada por p. Boronat y Barrachina, op.

cit., ii, pp. 415-416). Son los 14 censales siguientes (importe, población que lo toma, fecha): 2.000, Bocairente yBañeres, 22-Vii-1597; 1.000, cullera, 2-iii-1598; 6.000, Vilanova de castellón, 22-iii-1598; 12.000, orihuela, 31-Vii-1598; 2.000, almoradí, 17-Viii-1598; 3.000, algemesí, 22-i-1599; 1.000, carcagente, 27-i-1599; 1.000, car-cagente, 27-i-1599; 4.000, onteniente, 2-Viii-1599; 2.000, alicante, 7-xii-1599; 6.000, onteniente, 20-iV-1600;1.000, Villajoyosa, 24-iV-1600; 6.000, onteniente, 31-Vii-1600; y 13.000, játiva, 1-Viii-1600.

44 al que Ribera dio algunas largas. por ejemplo, en cartas al vicecanciller de 12 de noviembre y 5 de di-ciembre 1605, en que se justifica por no haber responsable nombrado para el mismo; aca, Consejo de Aragón,leg. 865, 60/3 y 48 respectivamente.

45 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 11. unas semanas antes, el 22 de julio, Ribera había recibido ordentajante de S.m. para sustanciarlo, según conocemos indirectamente desde ibid., 20/2, 3 y 4. como venía hacien-do desde hacía meses: S.m. a Ribera, 10 octubre 1605, ahn, Consejos, lib. 2220, ff. 178v-179. Son los 5 cen-

rector fue el pavorde pedro juan trilles46. los traspasos no dejaron de ser conflictivos,puesto que el patriarca se negó a cederles los intereses generados por los censales desdela concesión del breve (1602) hasta su ejecución dos y cuatro años después47.

juan de Ribera hizo pues las cesiones de renta que debían permitir a los colegios demoriscos comenzar su andadura. pero aprovechó además  la coyuntura de recolocacióndel fondo acumulado en la Taula para solicitar –y conseguir– que una porción del mismo,en principio 20.000 ducados (o 20.500 libras valencianas), tuvieran como destino el Re-al colegio de corpus christi. tal vez fueran al final algunas menos, porque se le obligóa hacerlo con condición de que “se cumpla primero con la dotación de los collegios so-bredichos de niños y niñas [...] y que no falte lo necesario y forçoso de la dicha instruc-ción”, y no conocemos con certeza la cantidad exacta que pudo derivar al fin. conocemosla concesión real, en forma de solicitud de la preceptiva autorización a Roma, a 25 de fe-brero de 1607: “escríbase a S. S.d [paulo V, pontífice desde 1605] y al embaxador que,attento que ya el breve [de 1602] está executado y el cabildo llano, y que el dinero queavía se empleó en colegios, podría Su S.d consentir que al patriarca se le diesen estos 20mil ducados”48. el propio rey ratificó la obtención de la gracia –condicional, como hemosvisto– al patriarca en 14 de diciembre de aquel mismo año, “en consideración de que ha-véys siempre pagado sin contradictión alguna la pensión [para la instrucción de los nue-vos convertidos] que os tocava pagar […] y de los grandes y excesivos gastos que havéyshecho y todavía se os offrezen hazer en dicho collegio”49. hay que tener en cuenta, ade-más, que gran parte de esa cantidad correspondía al “alcance” en que, según las cuentas,no del todo seguras, de julián gil polo, había incurrido Ribera en la gestión del dinero delas parroquias50. pero debe suponerse que al menos una parte de lo concedido pasó a en-grosar el patrimonio de la institución de la calle de la nave51. era la primera vez que las

504 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

sales siguientes (importe, tomadores, fecha): 4.200, carcagente, 14-Viii-1597; 6.000, alcoy, 24-V-1600; 2.000,játiva, 18-Viii-1600; 7.000, canónigos de Valencia, 1-ix-1600; y 12.477, gandía, 1-xii-1594, pero traspasadoa la cuenta de las parroquias el 22-iV-1602.

46 el real nombramiento, por el patriarca con el visto bueno del rey, de 12 de julio 1606, en accc, i, 7, 3,31 (citado por p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, p. 80). el agradecimiento de trilles a S.m., 8 de agosto; aca,Consejo de Aragón, leg. 699, 24/32.

47 Véase el informe al respecto de genovés en 13 de julio 1604: aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/13.Bastantes años después, los responsables de los colegios de moriscos seguían reclamando esas cantidades, queen 1611 estimaban en “más de 6.000 escudos para el colegio de niños, y otro tanto para el de niñas” (considé-rese que éste logró menor dotación, pero que transcurrió más tiempo entre el breve y su ejecución): 12 de mar-zo 1611, pavorde trilles a domingo ortiz (secretario del consejo de aragón); ibid., leg. 594, 19/3.

48 aca, Consejo de Aragón, leg. 699, 24/43 sobre. había habido movimientos previos: ibid., 24/43, mar-qués de aitona (embajador en Roma), a S.m., 18 de diciembre 1606.

49 lo reproduce p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, doc. 40, pp. 676-677, a partir del accc, i, 7, 3, 101(signatura antigua).

50 en la segunda relación de cuentas de gil polo puede leerse: restan 13.337 libras, 5 sueldos, 4 dineros, que“quedan en poder de S. ex. [el patriarca] a quenta y en parte de [la] paga de veynte mil ducados de los qualesS.m., con su real cédula dada en madrid a catorce de deziembre de mil seiscientos y siete, ha hecho merced aV. ex. para ayuda de la constructión y dotación del collegio seminario que V. ex. ha hecho y fundado en estaciudad” (p. Boronat y Barrahina, op. cit., ii, doc. 39, p. 687).

51 por otra parte e. císcar (art.cit., pp. 219-220) indica que las 5.204,09 libras que se devolvieron a Ribera, pororden de covarrubias, por haberlas pagado de más, tal vez pudieron tener el mismo destino. por último: en cartaal patriarca de 31 de julio 1610, el consejo de aragón recuerda que la cantidad efectivamente traspasada fue de14.200 libras, e informa positivamente de la solicitad de Ribera de compensarle de las restantes 6.800 dándole li-cencia para amortizar propiedades para el colegio por importe de 150.000 libras sin pagar a la Real hacienda elpreceptivo sueldo por libra (5%), lo que representaría a la institución un ahorro de 7.500 libras; aca, Consejo de

Aragón, leg. 594, 24/41. pero hay que considerar que gran parte corresponde al “alcance” perdonado.

rentas de los colegios de moriscos y los activos del Real colegio de corpus christi se cru-zaban, y no sería la última.

los colegios de moriscos iniciaron entonces una nueva etapa. Recapitalizado el de ni-ños, fundacional el de niñas. nótese: apenas unos pocos años –si no meses– antes de laexpulsión. con rentas apreciables. la del colegio de niños puede estimarse próxima a las4.000 libras anuales: a las 3.000 procedentes de las pensiones de los recién traspasadoscensales había que añadir la partida de 812 libras anuales que era toda la renta anterior ypagaba también la mesa arzobispal, y uno o dos modestos censos más52. la del de niñasse limitaba a las 1.583 libras y 17 sueldos53. total, unas 5.500 libras54. cuando empeza-mos a saber de su actividad contaban ambos con nuevos responsables. en 1607 fallecióquien por mucho tiempo había sido rector del colegio de niños, gaspar genovés55, y pa-ra sustituirlo nombró Su majestad, a través –cabe suponer– del patriarca, y a pesar de lapetición hecha desde el ayuntamiento a favor de otro candidato56, al hasta entonces rec-tor del de niñas, el pavorde trilles, quien agradeció la promoción57. le sucedió en éste úl-timo empleo el también pavorde Vicente Soriano, a quien documentamos por vez prime-ra en terna con otros posibles candidatos en diciembre de 160558.

en el colegio de los niños la inyección económica recibida debía ser empleada en pri-mera instancia para acometer en él importantes obras de ampliación y mejora. para el deniñas, fue Ribera quien decidió acomodarlo habilitando un espacio cedido (a regañadientesy a cambio de ciertas contraprestaciones, como veremos) por el convento de Santa Úrsula,de agustinas descalzas, que fundara él mismo en 1605. constaba de “un cuarto labrado contoda perfectión de dormitorio, refectorio y todo lo necesario”, más huerta, bastante para “30o 40 personas”, aunque sabemos que se inauguró con trece internas y tres educadoras. laubicación, junto a las torres de Quart, “apartado del trato del pueblo, saludable por vista alas montañas y tramontana”, le pareció idónea; y el ejemplo de las religiosas, con las quecompartirían iglesia, ayudaría a la educación de las nuevas cristianas59.

las  preocupaciones  de  los  rectores  en  aquellos  años,  1609  incluido  –y  avanzado–,prueban hasta qué punto la expulsión resultó entonces en Valencia sorprendente por ines-perada. lo fue hasta para el patriarca, pese que había abogado por esa decisión ya en los

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 505

52 dos diferentes estimaciones de años después, las más fiables de entre las que disponemos, las tasan, res-pectivamente, en 3.875 (21 de julio 1615, trilles, “Resumen de la renta que tienen los colegios de moriscos ymoriscas de valencia”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/57) y 3.852 libras (13 de mayo 1621, fr. isidoroaliaga, arzobispo de Valencia, a S. m.: “lo que resulta de las cuentas que se han tomado en Valencia al dr. pe-dro joan trilles, pavorde del aseo de Valencia y rector del Real colegio de los moriscos de la misma ciudaddesde el año 1607 hasta todo el de 1620”; ibid., 24/39).

53 una estimación precisa, que incluye también detalle de los censales, en aca, Consejo de Aragón, leg. 594,24/56; “censales del colegio de las cristianas nuevas morisquillas de la ciudad de Valencia”, 21 de julio 1615.

54 una estimación conjunta, “Resumen de la renta que tienen los colegios de moriscos y moriscas de valen-cia”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/58; misma fecha.

55 aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 127/41.56 “Francisco pastor, presbítero, doctor en teología, por ser persona de muchas letras, ejemplo y cristian-

dad, y sobrino de fray luis Beltran”; Valencia, agosto de 1607; aca, Consejo de Aragón, leg. 701, 84/2.57 con fecha 25 de febrero 1608: “el patriarca [...] me ha referido la merced que V. m. [...] me ha hecho en

nombrarme rector del colegio de los hijos de nuevos convertidos de esta ciudad”; aca, Consejo de Aragón, leg.702, 4.

58 aca, Consejo de Aragón, leg. 865, 48.59 la mejor descripción de la operación, de la que procede la información, en “información de testigos so-

bre la compra por el patriarca de parte del convento de Sta. Úrsula para hacer un colegio para niñas”; 12 de ju-lio 1614; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 4. el número de internas al comienzo, ibid., leg. 594, 9/2, impor-tante memorial del patriarca de 1610 que después se analiza en extenso.

años ochenta: se enteró apenas un mes antes de la promulgación del decreto, y se dispusoa colaborar solo a regañadientes60. y muestran, por otra parte, el distanciamiento de trillesy Soriano respecto de juan de Ribera, pese a que debió de proponerlos para los cargos.

discrepaba Soriano abiertamente de la sede elegida, tanto por localización como porotras causas; contestaba uno a uno los argumentos del arzobispo. el emplazamiento de-bía cambiarse por uno que resulte atractivo incluso a los cristianos nuevos (como lo seráel de niños cuando concluyan en él las obras) y éstos se sientan considerados. por dentrodebería ser incluso mejor que el de los niños, que no están siempre encerrados (sí las ni-ñas); y el cuarto de Santa Úrsula le parece más propio “para mujeres recogidas por fuer-ça” que para Real colegio, y no cuenta con las deseables diferentes estancias (“puede eldemonio desvelarse mucho en esto para que las ‘grandes’ [que, parece, había que admi-tir] perviertan a las niñas”). no ve ahorro dado lo mucho en que hay que compensar a lasmonjas y resultar preciso comprar casas anejas por valor de 12.000 ducados. y tampocolas comodidades espirituales: mucho mejor sería que tuviese iglesia propia, como el deniños: los sermones en Santa Úrsula son sin interés ninguno, y en el nuevo no faltaríansacerdotes voluntarios para oficiar, y podría incluso haber misas cantadas61. le preocupa-ba también la edad mínima de acogida, y la procedencia: era partidario –no el patriarca–de admitir incluso muy pequeñas –menores de siete años–, como en el de niños, dondealgunos entraban con tres; y de abrir las puertas a las procedentes de todas las diócesis delReino (incluso tortosa, que contaba con institución propia para niños pero no para niñas)con tal que contribuyan a las costas –Ribera postulaba limitarlo a las de la archidiócesis,pues suya era la renta–. Soñaba, no hay que descartar aspiraciones propias, un solo grancolegio “grande, y en lugar puesto donde luzca mucho”, como será el que se está acaban-do para los hombres, “donde cabrán dozientos”62. admira al arzobispo, a quien no quie-re enfrentarse en modo alguno; pero según le ha confesado “uno de los más íntimos delSr. patriarca” está empeñado en que se haga allí el colegio, aunque no convenga. Soria-no lo manifiesta para cumplir con su conciencia63.

por su parte, trilles, hombre culto (catedrático de prima en la universidad, antes delenguas, erudito de las Sagradas escrituras) y trabajador, era quizá peor adversario. loencontramos, desde el comienzo de su gestión, en 1608, en la vorágine de las obras co-menzadas seis años antes por su antecesor genovés y ya desesperado. Si no hay libra-mientos, decía en 14 de septiembre de 1609 (atención a la fecha), “dentro de ocho díascessará  todo, porque no hay dinero”64. toda una premonición. afrontaba, desde  luego,

506 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

60 R. Benítez Sánchez-Blanco, op. cit., pp. 400ss.61 Septiembre de 1609?, pavorde Soriano: “memorial sobre la fundación del colegio de las niñas hijas de

nuevos convertidos del Reino de Valencia; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/65.62 Septiembre de 1609?, pavorde Soriano a domingo ortiz, secretario de S.m., “memorial de algunas du-

das y dificultades acerca del colegio de las niñas hijas de nuevos convertidos de Valencia”; aca, Consejo de

Aragón, leg. 594, 24/67.63 7 de septiembre 1609, pavorde Soriano; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/66. hay en ese documen-

to otros datos sobre las exigencias de las agustinas: gasto inmediato de 700 escudos, ciertas obras que, por im-porte de 130 libras, piden también con vehemencia, pagar después el alquiler que solicitan. todo les pareceráademás poco, pues están en contra y solo ven inconvenientes.

64 trilles a domingo ortiz, secretario del consejo de aragón. aunque empeñado en hacer constar siempresus virtudes y que los desvelos en la dedicación al colegio le impedían atender a sus otras dedicaciones; véan-se algunas de sus afirmaciones habituales, en las que no insistiremos: “toda la paciencia que he leydo interpre-tando en dos años el libro de job me aprovecharía si supiesse exercitarla porque hay occasión para ello”; de-searía “tener más tiempo para mis libros, que si no son las horas que hurto del dormir y con dispendio de mi sa-lud, las más empleo en cosas de casa”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 16/1.

una reforma de envergadura: “la fábrica y obra deste collegio es tan grande y de tantaimportancia que podrá Su magestad, si fuere servido, tener muy gran número de collegia-les […], pues se espera habrá lugar competente para que se críen […] trecientos”65. aun-que tal vez exagerase. los gastos eran elevados: en un informe de 1610 decía haber gas-tado 20.000 libras y calculaba precisar otras  tantas para  terminar66. y andaba asfixiadoporque, en lugar de recibir de él auxilio, Ribera le había reclamado deudas antiguas delcolegio67. Sugirió fuentes de financiación complementarias68. Quería también que su co-legio fuese el único en el Reino, e importante, pues “este medio es el más eficaz para deveras tratar de la conversión de los moriscos con todo efecto”. tal vez esto molestaba alarzobispo, “porque […] es tan grande, y algo mayor que el del Sr. patriarca, y las pare-des, hasta lo más alto, son de tres palmos de ancho”69.

la cRiSiS

el 22 de septiembre de 1609 se pregonaba en las calles de Valencia el bando del vi-rrey, marqués de caracena, ordenando la expulsión de  los moriscos del reino. estupor,imaginamos, en los colegios. por lo que sabemos, no se consideró la expulsión de los ni-ños y niñas entonces internos, o, al menos, no hay rastro sobre el particular en la docu-mentación manejada; y eso que el destino de los niños fue objeto de intenso debate70. loque sí fue inmediatamente cuestionado fue, por supuesto, la continuidad de los colegios.con el patriarca a la cabeza, que encontraría la firme oposición de los rectores. nuevedías tan solo después del bando, Ribera ha dejado clara su postura a trilles; según esteescribe al secretario del consejo de aragón, el patriarca le había dicho que

agora todo se mudava y este collegio también se havía de mudar, porque no haviendo palomas enel palomar se derriba el palomar, y no hay para qué, de hoy más, estudien los collegiales desta ca-sa, porque si antes lo hazían era para ayuda de la conversión de los suyos, y que este respecto hoycessaba, y que S.m. mandaría que luego los colegiales aprendiesen oficios71.

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 507

65 trilles a ortiz, septiembre de 1609: “los medios que se offrecen para que Su magestad haga merced a sucollegio de los nuevos convertidos de la ciudad de Valencia”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 16/3.

66 13 de enero 1610, trilles a S.m.; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/49.67 “al Sr. patriarca ha havido que pagar en este año mil setecientos y treinta siete escudos. los mil que havía

prestado cinco años havía al doctor ginovés, rector de esta casa, para dar principio a las obras. los quatrocientosque havía prestado para pagar una casa y trinquete de pelota que mandó Su magestad se incorporasen en el cole-gio. los trescientos treinta y siete que me ha mandado tanbién pagar el Sr. patriarca porque dizen sus contadoresque el dr. ginovés havía cobrado más de lo que havía de cobrar, y ya en sus días le había quitado quatrocientos yseis escudos por esta propria causa, aunque él havía protestado y yo protesté”. trilles a domingo ortiz, septiem-bre 1609, memorial de “las obras del collegio Real de Valencia de los nuevos convertidos”; aca, Consejo de

Aragón, leg. 594, 16/2. Son partidas que recogen también las cuentas del patriarca elaboradas por julián gil polo.68 como, por ejemplo, eran ayudas de la Generalitat, hacer “merced de algunas noblezas”, acceso a dere-

chos de acuñación en la ceca de la ciudad; y, sobre todo, pensiones de los obispados diferentes al de Valencia–excepto tortosa– de los que había y habría colegiales (la sede entonces vacante de Segorbe era ocasión propi-cia para imponerla allí), “las quales, después, servirían para sustento de ella”; aca, Consejo de Aragón, leg.594, 16/3.

69 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 16/2, inclusos los entrecomillados.70 Fue de los asuntos más debatidos y polémicos del final, con dictámenes cambiantes del patriarca (R. Be-

nítez Sánchez-Blanco, op. cit., pp. 399-409).71 1 de octubre 1609, trilles a un secretario (domingo ortiz?) del consejo de aragón; aca, Consejo de Ara-

gón, leg. 594, 15.

la postura de Ribera era radical: “me dize el p.e Sobrino que […], por el S.r patriar-ca, ni uno quedara”. en su réplica, el rector defendía la bondad de sus niños –no “palo-mas”, sino “ángeles”–, dejaba claro que no le movía el interés personal (pues el arzobis-po le ofrecía otro destino) y lamentaba que todo el esfuerzo llevado a cabo en colegio yobras pudiese quedar en nada, pues “con trescientos escudos de gasto se acabarían hastacincuenta y dos celdas”72.

del colegio de niñas sabemos que ya en 8 de diciembre Ribera ha pedido a Sorianoque desaloje a las niñas de Santa Úrsula buscándoles casas para servir, devuelva la habi-tación a las monjas y, desde luego, no acepte ningún nuevo ingreso. a lo que el pavordese opuso, alegando que no habían querido las internas seguir a sus padres a Berbería, yhabía entonces además, en medio del caos73, tantas niñas abandonadas en las calles: “obratan pía es que ya no las pensiones, sino los principales de los censales deberían gastarsesi fuese necesario para ello”74.

Sin duda, las rentas de los colegios de moriscos estaban también en el punto de mira,objetivo colateral de la disputa, y sobre ellas se abalanzó de hecho el arzobispo sin disi-mulo, de inmediato y con un órdago:

V.m. sea servido que de los quatro mil y quinientos ducados de renta que tenían los collegios demoriscos y moriscas (atento que no son menester) se apliquen los dos mil y quinientos al colle-gio que e fundado en esta ciudad por renta perpetua, y que de los otros dos mil ducados restantesgoze yo por mi vida para poder ayudar a las muchas necesidades que han de acudir a mí […]. lascausas que justifican esta mi suplicación son muchas, pero bastará proponer a V.m. que este co-llegio merece este favor por averse dignado V.m. de honrarle con nombre de patronazgo real, yque si bien e procurado (quanto e podido) dotarle de renta competente, no me a sido posible ha-zerlo por averse visto con el tiempo ser necesaria más de la que se pensó, como suele acontecerde ordinario. hazerlo, pues, agora, será imposible por la mucha baxa que havrá en las rentas, a lomenos en los años que yo puedo vivir. por lo qual me hallo muy afligido viendo que a de quedarimperfecta esta dotación de que pende todo mi consuelo en vida y en muerte, por ser ordenada ala mayor veneración del Santísimo Sacramento y a la decente celebración de los officios divinosy al provecho spiritual de mis feligreses, fines que toda mi vida e deseado y procurado conseguir.es también de consyderación aver salido toda esta renta de hazienda del arçobispado después queyo le tengo, y así juzgan personas de letras y consciencia que de justicia se me deve, pero yo nin-guna pienso alegar ante V.m. sino valerme tan solamente de su piedad y clemencia75.

las quejas de los rectores obraron, al parecer, efecto en primera instancia. una con-sulta del consejo de aragón de 7 de enero de 1610 asume los argumentos de trilles y So-riano contra los del patriarca, “que les ha començado a dar priesa para que los vayan he-chando [a  los niños y niñas]”, y aboga por  la continuidad de  los colegios  incluso paraatender a los muchos huérfanos que habían quedado desamparados tras el edicto de ex-pulsión76. en todo caso, las instituciones y sus responsables vivieron en aquellos meses

508 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

72 Ibid. en el mismo sentido: aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/25; 27 de noviembre, trilles a domin-go ortiz.

73 Véase como ejemplo la consulta del consejo de estado de 24 de diciembre 1609 sobre cartas del mar-qués de caracena en que informa de que se han embarcado en el grao 5 mil moriscos que dejan de buena ganaa sus hijos pequeños para que se repartan entre personas de confianza. propone el consejo que los metan en co-legios y no se den como esclavos. Responde el Rey que se mirara con cuidado y atención lo que toca a los ni-ños y entretanto no se consienta que se vendan ni traspasen; agS, Estado, 2639, 150.

74 Soriano a domingo ortiz; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/68.75 2 de noviembre 1609, patriarca a S.m.; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 9/3. Véase también ibid., 9/4,

donde se expresa en términos similares.76 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/74.

una situación de angustiosa incertidumbre y continuo acecho77. en particular el colegiode niñas, de las que el arzobispo decía que ellas mismas preferían salir a servir en casasparticulares78. el consejo de aragón pareció en algunos momentos persuadido a seguir laopinión de Ribera y ordenar su extinción79, pero Felipe iii dudaba de que pudieran dedi-carse las rentas a otra cosa que no fuera la atención de los niños80. la decisión no era de-finitiva, y de nuevo las presiones de los rectores invocando los derechos adquiridos de to-dos los internos volvieron a hacer titubear al gobierno; y hasta considerar, poco después,que incluso debían ser invitadas a volver las niñas acomodadas en casas y que, desde lue-go, las desamparadas con la expulsión merecían socorro81.

Se produjeron entonces novedades importantes que conocemos solo en su materiali-zación, no en su detalle. el caso es que las niñas habrían abandonado Santa Úrsula, no sa-bemos si de manera voluntaria o no (de la documentación se desprende, además, que enalgún momento debieron regresar82), siendo recogidas de manera provisional por el mar-qués de caracena “en unas casas”. y que justo en ese ínterin falleció inopinadamente elrector Soriano, “y así ha quedado y al presente queda el dicho collegio de moriscas sincasa, sin retor y sin residencia de persona alguna que la represente”83. Fue esa la coyun-tura que el patriarca aprovechó –en la primavera de 1610– para dar otro giro de tuerca enel intento de completar la dotación del Real colegio de corpus christi con rentas proce-dentes de los colegios de moriscos. armó al efecto un memorial que elevó a Su majestady al consejo de aragón. Supone un cambio de estrategia –a la baja– respecto de sus exi-gencias económicas. pero, además, deviene una suerte de testamento de su opinión sobrelos colegios y, más allá, sobre los moriscos y su imposible asimilación que vale la penaconocer84: “no es conveniente ni del servicio de dios continuar los dos colegios de mu-chachos y muchachas de nuevos convertidos”. los niños, como en general ha dispuestoSu majestad para los nuevos convertidos que han quedado tras el edicto, deben acomo-darse en oficios mecánicos –“como no fuessen escopeteros y armeros”–, pues la experien-cia los muestra incapaces para el estudio,

y de los pocos que han professado letras y ordenádose in sacris, algunos han prevaricado y apos-tatado […], y otros de los dichos colegiales, siendo sacerdotes, han vivido o muerto con poca oninguna satisfacción de los christianos viejos, y lo que más se deve considerar en razón desto esque, siendo el principal intento de la fundación del dicho collegio que por medio de los sujetosenseñados en él fuesen reducidos y ensenyados otros nuevos convertidos, con hazer setenta añosque se fundó, no se ha visto que por medio y ensenyanza dellos se haya convertido uno solo dede los moriscos de hedad considerada, y que dando muestras de verdadero christiano haya dexa-do su habitación y naturaleza y venido a bivir entre christianos viejos. […] en consecuencia,] en-señar letras a los moriscos no solo no es conveniente, pero muy pernicioso a la christiandad, por-que de lo que aprenden hazen en más para impugnar nuestra Santa Fe […], y en esta expulsión seha visto claramente esta verdad.

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 509

77 13 de enero 1610, trilles a S.m., informe; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 25/49.78 26 de enero 1610, patriarca a S.m.; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/73.79 consulta 25 de febrero 1610 con una propuesta de resolución en ese sentido; aca, Consejo de Aragón,

leg. 594, 24/71 y 72.80 Respuesta real autógrafa a la consulta anterior; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/71 sobre.81 consulta de 3 de abril 1610; la respuesta real fue, en este caso: “está bien lo que parece y assí se orde-

ne”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/70.82 Véase por ejemplo, 26 de mayo 1615, marques de caracena al Rey; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 17.83 del memorial que presentamos a continuación.84 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 9/2. Su fecha es incierta, pero es mencionado en los documentos sí

datados que son citados en las notas siguientes. de él procede cuanto se dice en el texto hasta siguiente aviso.

no era mejor su opinión respecto de las muchachas. el colegio no habría conseguido

obra ni effecto alguno en ellas, ni quisieren comer de la olla que se les guisava porque havía toci-no en ella, y siempre estuvieron inquietas, y resueltas algunas vezes de maltratar a las maestras yquitarles las llaves por fuerza y salirse de la clausura, y haviéndose publicado la expulsión se aca-baron de inquietar de todo punto, procurando con grande instancia su libertad para poder enbarcarcon los suyos [...]; el estar las moriscas juntas es de grande impedimento para su conversión, por-que la que sabía algo del alcorán pervertía a las demás con mucha facilidad, y que lo que convie-ne es que cada una estuviese por sí sin verse ni comunicarse, criándose en casas particulares.

insistía en consecuencia en recomendar la extinción inmediata de ambos y la aplica-ción de renta al colegio de corpus christi. aunque no solicitaba ya toda la renta, comohabía hecho antes, sino solo una porción: “Suplica humildemente [...] sea de su real pie-dad y clemencia mandar hazer merced de alguna parte de dicha hazienda, aunque no seamás de la tercera parte de aquella, que es la que está aplicada al collegio de muchachasmoriscas, para que con ella pueda acabar la fundación de su collegio”85.

el asunto se debatió en madrid a lo largo de 1610, con intervención incluso del con-sejo de estado, y finalmente se tomó la decisión de continuar por el momento con los co-legios86. ordena, además, el rey que las niñas que se han sacado vuelvan, si lo desean, alcolegio y que se acojan en él las que han quedado huérfanas y desamparadas87. el arzo-bispo presentó sus alegaciones el 6 de julio, pero el rey se mantuvo, por el momento, ensu decisión anterior88. Sabemos que el 3 de enero de 1611, en vísperas del fallecimientode juan de Ribera, las niñas siguen en las casas cedidas por el virrey, pero cuentan connuevo rector, marco antonio polo, quien de nuevo da vueltas a las ventajas e inconve-nientes de alquilar o adquirir un mejor aposento, barajando como posibilidad un conven-to de carmelitas descalzas que se hallaba entonces disponible: continuaba, pues, el cole-gio, y continuaba con su renta89, y regresaría al cabo, como se ha dicho ya, a Santa Úrsula.Fue por entonces cuando el pavorde trilles intentó aprovechar la muerte del arzobispo

510 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

85 cuya condición de obra más preciada y principal preocupación en su vejez volvía a glosar: “en la funda-ción del qual ha puesto todo quanto tenía de oro, plata, joyas, tapicería, y le ha adornado de muchas y grandesreliquias adquiridas con inmensos gastos y diligencias, y de ricos y costosos ornamentos, y le ha dado hasta hoydiez y seys mil escudos de renta hechos con su dinero, para la buena fundación del qual son menester otras dosmil de renta, las quales será dificultoso de conseguir por la gran quiebra que ha tenido en las rentas de su dig-nidad por ocasión de la expulsión; y si dios nuestro señor fuese servido llamarle antes de acabar enteramentela fundación de su collegio, hallándose de edad de setenta ocho años con algunos accidentes, a más de que mo-riría desconsolado, sería con grande quiebra y daño del servicio de dios y de V. m.”.

86 30 de abril 1610, lerma a Vicecanciller de aragón; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 9/1: “Su mag. havisto el memorial incluso del patriarca, arçobispo de Valencia, i me a mandado enviársele a V. i. para que se veaen el consejo de aragón, i se le consulte lo que allí pareciere”. el 27 de mayo 1610, el consejo responde queespera a que el Rey resuelva otras consultas presentadas;  ibid., 9/5. poco después (19 de junio) se  trataba elasunto de la permanencia de los colegios por el consejo de estado, que se mostraba favorable a una petición decaracena, de 1 de junio, para que Ribera siguiera pagando con puntualidad; recomendaba el consejo que se pro-cediera de inmediato a nombrar nuevo rector en sustitución del fallecido Soriano; agS, Estado, 228/2.

87 26 de junio 1610; ahn, Consejos, lib. 2402, ff. 106r-107v manda también que se le hagan propuestas decandidatos a rector.

88 16 de octubre 1610; ahn, Consejos, lib. 2402, ff. 161r-162 r. publicado por p. Boronat, Los moriscos...,

op. cit., t. ii, doc. 26. le instaba a que se pusiera al día en el pago de los 812 “escudos” de la tacha vieja.89 3 de enero 1611, marco antonio polo a S.m., agradeciendo además el nombramiento; aca, Consejo de

Aragón, leg. 594, 24/69. una semana después la situación era la misma; ibid., 24/69 sobre. y también el 18 demarzo: ibid., 24/52. al parecer las monjas no querían volverlas a admitir, y por ello había que buscar alternati-vas. el Rey da el visto bueno a que se tanteen; 6 de mayo 1611; ahn, Consejos, lib. 2402, ff. 251v-252 r.

–y la sede vacante– para solicitar para el colegio de niños que el cobro de sus rentas (tan-to de la antigua de 812 libras como de la nueva de 3.000 libras) se hiciese sin la interme-diación del arzobispado, que continuaba ingresando los intereses de los censales traspa-sados y transfiriéndolos en cada ejercicio al colegio, para evitar los atrasos producidos90.había en aquel momento en el colegio de niños unos 60, y los marqueses de caracenapretendían además el ingreso de algunos otros “de teta” que habían criado a sus expensastras la expulsión, a lo que respondió trilles solicitando ampliación de renta o, al menos,el pago, ya tiempo atrás reivindicado, de los intereses devengados por los censales entre1602 (breve papal) y 1604 (ejecución): con la entonces existente, de la que apenas le que-daban 1.000 libras anuales para alimentación (las obras continuaban), le resultaba –decía–imposible91. y bien pudieron llegar a ser bastantes más y convertir la institución, en losaños inmediatos a la expulsión, en un verdadero almacén de internos, aunque la declara-ción del rector y pavorde trilles pudo ser inflada con intención92.

la liQuidación

murió, pues, el patriarca sin lograr su objetivo doble –extinción de los colegios y tras-paso de parte de sus rentas al Real colegio de corpus christi–. y además surgió un com-petidor formidable que logró, muy pronto, hacerse con la parte principal: la inquisición.en efecto, el grueso de las rentas de los colegios iría a parar al Santo oficio para paliarlo que habían menguado sus ingresos, tanto como consecuencia directa de la expulsión,al perder las 2.500 libras anuales que los moriscos pagaban, en virtud de la concordia de1571, para evitar la confiscación de bienes; como en compensación de los censos que lainstitución  tenía sobre muchas aljamas moriscas y que sus herederos forzosos pagabanahora tarde y mal93. la decisión se había tomado ya para el 29 de abril de 1612, en queFelipe iii escribe a Roma solicitando se autorice el  traspaso94. Sin embargo no parecióprudente por el momento hacer gestiones para no interferir en el pleito con el cabildo deValencia sobre el pago de los atrasos de la “tacha nueva”, que todavía coleaba. Solucio-nado el pleito, se ordena, de nuevo, al embajador, a principios de 1614, que haga las ges-tiones necesarias “ya que la necesidad que el tribunal tiene [...] es mayor de lo que se ospuede dezir”95. en ese momento el colegio del patriarca solicita las rentas de los colegioscon argumentos en los que insistiría reiteradamente, pues los siguió esgrimiendo hasta,cuando menos, 162096. tras exponer en tono de lamento el menoscabo que en las rentas

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 511

90 12 de marzo 1611, trilles a domingo ortiz; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/3. insiste en 23 deagosto (ibid., 24/1).

91 trilles a domingo ortiz, 20 de abril 1611; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/2 (el dato del gasto enalimentación procede de ibid., 24/49, documento ya citado de 1610; la queja es de ahora).

92 “Siendo [antes] el número de los collegiales hasta quinze, por la expulsión de los moriscos, con orden deS. m. que tuve, fueron gran número, que llegaron a ciento, entre los quales huvo largo tiempo hasta quarentaenfermos de los que fueron hallados por montes y cuevas casi muertos de grandes trabajos y de hambre, y seacudió a todo con cuydado”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/22; “memorial de los trabajos que el pa-borde trilles ha tenido en la administración del colegio y de sus obras”, 1621? afirmaciones parecidas: ibid.,24/21, otro memorial del pavorde, también sin fechar pero de la misma época.

93 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/36. Sobre la concordia: R. Benítez Sánchez-Blanco, op. cit., pp.252ss.

94 cartas al papa y al embajador en Roma; la renta de los censales dudosos importaba 650 libras; ahn, Con-sejos, lib. 2404, ff. 150v-152v.

95 14 de enero 1614; ahn, Consejos, lib. 2405, ff. 112 r-113r.96 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 20/2, 3 y 4 (tres documentos similares, aunque hay ciertas diferen-

cias en el detalle cuando se habla de las dificultades de financiación del colegio de corpus christi). el fechado

ha experimentado como consecuencia de la reducción del interés de los censales y la ex-pulsión, “hallándose imposibilitados por estas causas poner en execución lo que el pa-triarca su fundador dexa ordenado y dispuesto”, el escrito sintetiza la historia de los fon-dos  destinados  a  la  evangelización  desde  los  años  30  y  el  desvelo  de  Ribera  porincrementarlos, que se tradujo en su redoblada aportación como arzobispo desde 1575, asícomo el traspaso de los depósitos no consumidos, por importe de más de 91.000 libras encensales, a los colegios de niños y niñas moriscos en 1604 y 1606 respectivamente.

en cuya consideración se suplica a V.m., en nombre de dicho collegio, que pues los censales apli-cados a los de moriscos y moriscas quedan con la expulsión dellos sin dueño, atento que el prin-cipal de donde ellos procedieron fue hazienda del patriarca, el qual, por cumplir ajustadamentelos órdenes de Felipe ii y de V.m. se desapropió de ella […], suplican sea servido aplicar toda larenta de aquellos collegios de moriscos al de corpus christi, pues ha de resultar tanto servicio.

la solicitud se acompañó de informes que mostraban con cifras la supuesta necesidadde la ayuda97. y se apuntaló con apoyos suscritos por conocidos teólogos, entre ellos losjesuitas miguel Salón y juan Sotelo, que esgrimieron argumentos que comprenden desdela condición que de natural heredero del patriarca correspondía al colegio hasta el desti-no en última instancia común de los fondos, pues la renta seguiría atendiendo a la forma-ción de estudiantes98.

la petición estuvo sobre las mesas de deliberación del gobierno a lo largo de 1615.ha dejado abundante rastro en la documentación. la solicitud del Real colegio fue, enefecto, considerada en madrid, pero nunca en los términos en que se redactó. en una con-sulta de aquellas fechas puede leerse:

parece al consejo que podría V.m.d hacer merced al collegio, atentas las imperfecciones que pa-desce por falta de substancia, y el decoro y decencia grande con que en él se acude al culto divi-no, y el fin piadoso y beneficioso para los naturales del Reyno con que se fundó, de 600 libras derenta sobre la dicha hazienda que sobrará de los dos de moriscos, después de cumplida con la re-compensa de la inquisición y con la comodidad de los niños y niñas99.

la  institución había enviado a madrid a su vicerrector, que hizo “apretadas  instan-cias”100. el consejo de aragón insistió varias veces ante el rey a favor de una concesión,aunque parcial, pero Felipe iii dio largas al asunto mientras no se resolviera el traspasode renta al Santo oficio101.

512 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

lo está en 22 de enero 1620 (y de él proceden las líneas siguen, incluidas las citas textuales), pero la primera so-licitud es muy anterior como queda de manifiesto por las fechas (agosto y septiembre 1614) de las declaracio-nes de teólogos que lo aluden (y apoyan) y que nombramos a continuación.

197 nos remitimos al publicado por p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, pp. 44-47.198 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 20/5. en las fechas que se apuntan en nota anterior. incorpora tam-

bién otro ejemplar del memorial que andamos comentando. el conjunto fue editado por p. Boronat y Barrachi-na, op. cit., ii, pp. 688-693.

199 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/38.100 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/37, 19 de julio 1615; consejo de aragón: el “Vicerrector pide el

breve despacho de ella [de la petición] representando la necesidad de aquella casa y los gastos que él hace aquíaguardando la resolución de esto, que no ha podido el consejo escusar de hacer este recuerdo”.

101 la respuesta real a una consulta hace alusión a la necesidad de que se recabe información sobre la situa-ción económica de los colegios; 15 de mayo 1615; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 20/1. el 21 de junio 1615se responde a otra consulta diciendo: “no conviene que se haga novedad por agora asta que se cumpla con efec-to con la inquisición como está ordenado, y con la comodidad de los niños, y entonces lo acordará el consejo”;ibid., 24/42.

mientras tanto habían llegado los breves a favor de la inquisición102 y poco despuésse hicieron los traspasos de rentas103. para hacer frente al primero de los menoscabos –las2.500 libras de la concordia con los moriscos–, “en 21 días del mes de julio 1615 se con-signaron y transportaron al Santo oficio de la inquisición de Valencia quarenta mil librasde censales del citado colegio [de niños], que hazen dos mil libras de renta”; por el mis-mo acto habrían sido trasportadas otras 500 –y sus 10.000 de principal– del de niñas104.para el  segundo,  sobre cuyo montante contamos con  información publicada por Boro-nat105, el  trasvase  lo  fue solo de  rentas  (no de principales) y por  importe de 650  librasanuales según sabemos por la misma fuente, y se habría comenzado a hacer efectivo enaquel mismo año de 1615; debían sufragarlo a partes iguales entre los dos colegios de ni-ños y niñas (a razón de 325 libras cada uno), aunque la inquisición les cedió a su vez suscensales y el pavorde trilles decía lograr de ellos unas 130 libras anuales. poco antes, elrey había ordenado, después de ocho años, la paralización de las obras106.

por si el menoscabo sufrido por los colegios no fuera bastante, el recién nombrado ar-zobispo, isidoro de aliaga, procedente de albarracín y tortosa y en Valencia desde finesde 1612, agrandó el daño del de los niños retirándole, en el mismo annus horribilis de1615, la renta de 812 libras cargada sobre la “tacha vieja”, alegando que el compromisoexcedía del que le había exigido el rey en su nombramiento107. protestó de ello el pavor-de trilles al rey y al consejo de aragón, y estos escribieron una dura carta al arzobispopidiendo explicaciones108. “y assí le quedan de presente al dicho collegio 850 libras po-co más o menos, según la baxa o subida de lo que se cobra de los censales de las alja-mas”109. algo menos, unas 770 libras anuales, restaba al de niñas110. otras estimaciones

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 513

102 Sabemos, de manera indirecta, que el breve permitiendo el trasvase de las 650 libras de rentas es de 10 deoctubre 1614: es citado en aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/39; “lo que resulta de las cuentas que se han to-mado en Valencia al dr. pedro joan trilles, pavorde del aseo de Valencia y rector del Real col. de los moriscosde la misma ciudad de Valencia, desde el año 1607 hasta todo el de 1620”, importante documento del que nos ser-viremos varias veces más. pero no conocemos la fecha exacta del que autorizó el traspaso de la renta mayor.

103 después de consultar con la Real audiencia, el 27 de junio Rey dio la orden al virrey y al arzobispo deejecutar los breves; ahn, Consejos, lib. 2406, ff. 66r-67v.

104 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/55. autógrafo de trilles, “memoria de la renta del colegio Realde los nuevos convertidos de Valencia”, 21 de julio 1615.

105 p. Boronat y Barrachina, op. cit., ii, doc. 34, pp. 657-665: “memoria de censales que se responden alSanto oficio de la inquisición en Valencia y de otras cosas [en] que ha tenido notable pérdida después de la ex-pulsión de los moriscos, y de lo que se debe hasta todo el año mdc y catorce”.

106 “Se ha gastado en la obra y fábrica del dicho colegio desde veinte de abril 1608 hasta el de 1615, en elqual, por mandado de Su magestad, paró la obra”, 9.346 libras, 17 sueldos y 7 dineros; aca, Consejo de Ara-gón, leg. 594, 24/40.

107 “haviendo reparado el arzobispo que hoy es, y adbertido que quando S. m. le hizo merced del arzobis-pado y Su Santidad passó la gracia, solo le pussieron por cargo que respondiesse 16.000 libras comprehendidasen ellas todas las pensiones de la mensa arzobispal, así antiguas como modernas y las nuevamente impuestas, yque a más de las 16.000 libras pagaba al colegio de moriscos dichas 812 libras, dos sueldos y seis dineros […],dexó de pagar al collegio las dichas...”; ibid. lo explica aliaga también en memorial al Rey, aca, Consejo deAragón, leg. 594, 24/59, ¿finales de 1621?

108 1 de marzo 1616, aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/50, trilles a S.m. exigía además atrasos en elcobro de la citada pensión por importe de 1.820 libras. y protestaba igualmente por la nueva tacha a la inquisi-ción: “Quatro días ha me intimaron pagasse a la inquisición o consignasse 325 libras cada un año de las rentasdel colegio. Respondí que sin orden y mandamiento de S. m. no haría cosa”. en su carta, Felipe iii manifesta-ba su asombro por negarse el arzobispo a pagar algo que estaba explícito en el momento de aceptar el cargo:“no he podido dejar de maravillarme...”, escribe. pero finalmente se confirmó la derrota del colegio, en comu-nicación del consejo al pavorde, ibid., 17; 26 de abril 1626.

109 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/55. la cuenta no es difícil desde las aproximadamente 4.000 li-bras de renta a la altura de 1604: a esa cantidad hay que restar las 2.325 de la inquisición (2.000 más 325) y las812 que dejó de pagar aliaga.

incrementan un tanto las citadas cantidades, tal vez exageradas a la baja por los rectoresque las proporcionaron111.

era claro: los colegios estaban en almoneda, en liquidación. por ello se estaban dic-tando, paralelamente, órdenes conducentes a su desmantelamiento. a su paulatino des-mantelamiento, claro, pues había que acomodar a –o desembarazarse de– los internos. enla primavera de 1615 parecía muy próximo el fin de esta historia. la primera noticia deque disponemos al respecto data de comienzos de abril, y es anterior a que se hicieranefectivos los trasvases de renta a la inquisición, objetivo que se menciona expresamente.Su majestad solicitaba al marqués de caracena que fuese acomodando a los niños y ni-ñas de los colegios112. insistiría muy pronto, apenas a finales de mes, en tono ya un tantoimperativo, “que no es negocio este de  tanta dilación y consideración que haya de du-rar”113. y con verdadera irritación pocos días después: “Que de qualquier manera conclu-ya [el acomodo de los niños y niñas de los colegios] y avise”114. y es que el virrey actua-ba, en efecto, con lentitud, que dicho en otras palabras significa que quería hacer las cosascon algún cuidado. estaba en ello, pero pretendía acomodar a los niños donde pudieranaprender oficios y no olvidaran sus oraciones e instrucción115. asoma el drama humano:“lo que toca a las niñas hay doze o catorze que lo son tanto que será muy dificultoso elhallar  quién  las  tomasse,  por  no  ser  aún para  servir  y no  estar  instruidas”;  aconsejabamantenerlas entretanto en Santa Úrsula para poderlas acomodar en unos años. “y en loque toca a los muchachos, hay algunos que no llegan a diez años, y uno de ellos tiene lam-parones, y otro ay mudo de natividad, y dos padecen enfermedades continuas sin tener su-jeto ni fuerzas para servir, y otros dos o tres lisiados en sus personas, que estos tengo porimposible que haya alguno que quiera encargarse dellos, y de  los demás muchos estánacomodados ya”. era por lo demás partidario, antes que de encaminarlos a oficios mecá-nicos, de situarlos con labradores, “por serles este exercicio [de las labranzas] más natu-ral”, e incluso de “acomodar algunos dellos en conventos monacales, donde estarán másseguros de aprehender ser christianos y olvidar el resabio de moriscos”116.

caracena, sin oponerse abiertamente a los reales mandados, tomaba partido por los ni-ños. Se valió para ello de los rectores de los colegios, a los que solicitó informes que ele-vó a madrid. enfermo, trilles apenas puso resistencia: casi vacío su colegio, pues habíaido acomodando a los niños en casas “honradas” (quedan solo “seys, y estos por ser deltodo inútiles para servir, o por lisiados o por muy niños”), parecía aceptar el final y pre-tendía solo el reconocimiento de los servicios prestados, “pues estos siete años he sido

514 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

110 esa información, desde un documento posterior: aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/33; 25 de no-viembre 1625, aliaga a consejo de aragón. a las casi 1.600 libras anuales de 1606 hay que restar las 825 (500más 325) transportadas a la inquisición.

111 en aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/36 (consulta del consejo de aragón de 1622), hasta 1.262 (ni-ños) y 1.169 (niñas) libras anuales; e ibid., 24/32-33 (25 de noviembre 1625), 1.308 libras y 19 sueldos (niños)y 1.163 libras y 17 sueldos (niñas); sin que esté claro, en ambos casos, si incluyen las 325 libras a pagar cadauno, en cada año, a la inquisición.

112 11 de abril 1615, S.m. al Virrey. ahn, Consejos, lib. 2405, ff. 321v también: aca, Consejo de Aragón,leg. 594, 17, documento que más adelante se comenta.

113 S.m. a caracena, 29 de abril; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/4 sobre.114 3 de junio 1615, S.m. a caracena, aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/17 sobre. es contestación a los

argumentos de caracena que glosamos a continuación.115 caracena a S.m., 21 de abril 1615; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/4.116 toda la información desde la referencia anterior, entrecomillados inclusos, desde aca, Consejo de Ara-

gón, leg. 594/17; caracena a S.m., 26 de mayo 1615. insiste en los mismos argumentos en 2 de junio; ibid., 6/1,anunciando además memorial de los rectores sobre el asunto que tendremos la oportunidad de comentar.

obrero de villa, carpintero, çapatero, sastre, padre, madre, hermano, hospitalero y cozine-ro, y todo lo he hecho de muy buena gana, pues lo llevaba, a intento de ganar estas almasperdidas, como gloria a nuestro Señor, que se han ganado muchíssimas”117. tal vez le pre-ocupaban también las acusaciones de que empezaba a ser objeto, según las cuales habríapodido comprar tierras a costa de la renta del colegio y las explotaba con jóvenes moris-cos que tenía a su cargo118: como los cargos no se probaron –seguiremos viéndole actuaral frente de la institución hasta el final, era hombre que gozaba de buena reputación–, noes descabellado pensar en una difamación con el objetivo de precipitar el final de los co-legios. pero quien hizo esta vez una defensa cerrada contra la desaparición de su colegiofue el rector del de niñas, marco antonio polo, que redactó un encendido papel de inequí-voco título y lo acompañó del refrendo de nada menos que catorce eclesiásticos, “perso-nas santas y doctas”. de nuevo, la desventura. de las 44 internas 14 son pequeñas (de cin-co y seis años); entre las mayores hay “una ciega y siete estropeadas […], tan tullidas”que no tienen otra salida que servir a dios, y no deberían quedar desamparadas. y ya “haprocurado sacar muchas [acomodadas en casas], como lo ha hecho en más de treynta de-llas de dos años a esta parte”, para tener la posibilidad de incorporar nuevas “de las mu-chas que se sabe andan camino de perdición derramadas por la ciudad y Reyno”. algu-nas ha debido rescatar de casas donde eran maltratadas, pues “en el saco que, sin poderloimpedir, se dio en ellas al tiempo de la expulsión, le fue lícito a qualquiera hechar manode la primera que topava para llevársela a su casa como quien lleva un esclavillo”. malasmujeres han prostituido a muchas, y hombres “se habrán rebuelto con ellas”. otras sontratadas como esclavas. el colegio sigue siendo necesario, puesto que si se acaba las mo-riscas se perderán. en suma, “está bien empleada la renta deste collegio nacida de la pen-sión que se impuso sobre el arzobispado de Valencia, o a lo menos lo que quedase de sa-cado lo necesario para […] recompensa del tribunal de la inquisición”119.

las advertencias de polo, que el marqués de caracena refrendó120, no habrían conse-guido en principio, según parece, ningún efecto: pocos días después el consejo de ara-gón comunicaba al virrey que “se ha visto el papel y que, no embargante lo que contie-ne, es servido Su magestad que ejecute lo acordado y así lo haga en acabar de sacar de

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 515

117 trilles a domingo ortiz, secretario del consejo de aragón, 29 de junio 1614; aca, Consejo de Aragón,leg. 594, 19/2.

118 1 de agosto 1617, duque de Feria al rey (aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/1): “es assí, que de algu-nos años a esta parte el paborde trilles a comprado una muy buena heredad […] en torrente, donde tiene muygran labranza y grandes cogidas de trigo, vino y seda, y que en ella a tenido y tiene oy moriscos de los que estána su cargo, y que serán cinco o seys de edad de beinte años poco más o menos, de los quales, los dos, en añospassados eran collegiales, y le travajan y cultivan la heredad; y en el collegio desta ciudad tiene cinco morisqui-llos, los tres de edad de seys a siete años y los dos de diez para doze, los quales antes acostumbraban a tener maes-tro y agora no le tienen, sino que el estudiante criado del mismo rector les enseña”. en fin: todos visten mal porla ciudad, por lo qual “sería muy neccesario se le tomase quenta de la renta que a administrado hasta agora” (seharía en el futuro: lo veremos). y concluía el virrey: “Si fuese verdad [acababa de comisionar para investigar elcaso al regente, don Francisco de castellví], podría ser que V. m. tratase, desde luego, de disponer de la casa yde la poca renta que le queda”. contesta el rey una semana después mandando al consejo de aragón que archi-ve la carta junto con los restantes documentos tocantes al asunto de los colegios (ibid., 19/1 sobre).

119 “memorial de las razones que se offrecen representar a Su magestad por el rector del collegio de laschristianas nuevas de Valencia para mostrar que la necessidad deste colegio es mayor agora que en ningún tiem-po”; polo a S.m.; remitido por caracena al Rey el 2 de junio 1615, aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 6. lostestimonios de los eclesiásticos tienen fechas comprendidas entre el 14 de mayo y el 3 de junio.

120 22 de junio 1615, caracena a ortiz. en el colegio de los niños “solo han quedado 5 o 6, tullidos y muyenfermos y uno mudo, que de ninguna suerte hallarán otro abrigo ni amparo si aquel [colegio] les falta”. Res-pecto de las morisquillas, solo quedan las que no quiere tener nadie, y sería bueno dejarlas allí, supondría pocogasto y ello no empece la renta a dar a la inquisición; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 18.

los colegios estas niñas”121. pero, sin que conozcamos por qué, no parecía  llegada  to-davía –y otra vez–  la hora. Quedaba a  los colegios de niños y niñas moriscos algunacuerda.

Volvemos a saber de los colegios solo en 1620, unos pocos años antes de su extincióndefinitiva. Severamente disminuidos en su renta, como hemos visto. pero la que quedabaseguía  teniendo pretendientes,  y muchos,  que  elevaron  sus  demandas  al  rey,  quien  lasmandó consultar al consejo de aragón. a algunos los conocemos por haber estado siem-pre al acecho; otros aparecen por vez primera en  la documentación que hemos podido reunir. no parece que la muerte de Felipe iii en marzo de 1621 y los cambios en el pon-tificado que auparon sucesivamente a gregorio xV (1621) y a urbano Viii (1623) inte-rrumpieran el curso de  los acontecimientos en el asunto que aquí  tratamos de conocer,aunque tampoco debieron, desde luego, facilitarlo.

pidieron la renta de los colegios, en todo o en parte, instituciones y también particu-lares. a la cabeza, desde luego, el colegio de corpus christi. con los mismos argumen-tos –y hasta con los mismos memoriales, se dijo ya– con que lo había hecho en 1614122.Resultan recurrentes las cartas del pavorde trilles para que se le conservasen los emolu-mentos y prebendas que llevaba aparejadas la condición de rector del colegio de niños:hemos reunido un total de cinco, aunque pudieron ser más123. pedían, por supuesto, lasmonjas de Santa Úrsula, que todavía no consideraban debidamente compensados los sa-crificios que les habría representado ceder una estancia del convento para el colegio deniñas124. había demandas de particulares125; otras solicitudes lo eran también de corpora-

516 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

121 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 6/1.122 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 20/2, 3 y 4. como se dijo anteriormente, uno de los memoriales es-

tá fechado en 22 de enero de 1620.123 en fechas comprendidas entre 1620 y 1621, aunque varias no la reseñan con exactitud; aca, Consejo

de Aragón, leg. 594, 24/21-23 (1620); ibid., 24/20 (21 de junio 1621, que incluye una petición en sí y una reco-mendación). una como ejemplo (la penúltima): “el dr. pedro joan trilles, paborde de la Santa iglesia de Va-lencia y cathedrático de prima de sagrada escritura en la universidad, digo que ha quinze años que sirvo a Vues-tra magestad de rector en los dos collegios reales de nuevos convertidos, los dos primeros años en el collegiode las niñas y los treze en el de los niños”. dice haber trabajado mucho, en las obras y en el día a día. pide con-servar las “comodidades” que tenía: “posada y ciento cinquenta libras de salario, y sustento para mí y para uncriado y ama, y diez y ocho libras para aiuda del sustento de una mula, que es lo que tuvo mi antecesor”; algu-nas son cuantificadas en otras entregas: sus propias posada (60 libras) y sustento (100 libras) y los de ama y cria-do (50 libras de sustento cada uno). llevaba estudiando las escrituras los 29 años que ocupaba, ya entonces, lacátedra de prima, más otros 6 anteriores en que habría ejercido de catedrático de de lenguas. y tenía de esa de-dicación varias obras manuscritas, que ennumera, y que querría ahora dar a la imprenta.

124 Ibid. la comunidad venía exigiendo desde 1614 compensaciones por la estancia de las niñas moriscasen su opinión no cumplidas; véase: “información de testigos sobre la compra por el patriarca de parte del con-vento de Santa Úrsula para hacer un colegio para niñas moriscas” (12 de julio 1614); aca, Consejo de Aragón,leg. 594, 4. exigían las religiosas el pago de las obras en el convento (no en la habitación de las moriscas) queel patriarca prometió y nunca hizo. habían debido hacerlas ellas ahora, por importe de 2.200 libras según dicen,y no podían asumirlas, pues sus rentas (censales) eran ahora un 25% inferiores a las alcanzadas antes de la ex-pulsión. en 12 de julio, el gasto parecía haber ascendido a 3.000 libras y pedían, además, fondos adicionales pa-ra reparar la iglesia, que decían se encontraba en muy mal estado; ibid., 24/30.

125 un presbítero de nombre gerónimo malonda proponía refundar una institución que continuara en ciertomodo la obra del colegio de niñas para acoger a las muy abundantes “mozuelas perdidas, desacomodadas de lascasas de sus amos, o por malos tratamientos o mala inclinación dellas” en una de las torres de Quart, que solicita-ba junto con una no declarada parte de la renta de los colegios (2 de junio 1620, carta a S.m.; aca, Consejo de

Aragón, leg. 594, 24/51. menos completa, ibid., 24/47). y otro eclesiástico sin vinculación alguna con las institu-ciones en almoneda, el religioso montesiano frey miguel Beltrán, no dejaba pasar la oportunidad (alegaba su con-dición de capellán del Rey, prior de Burriana de la orden de montesa...); ibid., leg. 594, 24/36 y 607, 22/1.

ciones126. pero son sobre todo otros dos los peticionarios que cabe ahora destacar. de unlado el colegio de niños huérfanos de San Vicente, entonces ya secular institución de be-neficencia infantil dependiente del concejo municipal de la ciudad de Valencia y que he-redaría el edificio y demás dependencias del colegio de los niños127: elevó diversas ins-tancias en que demandaba las rentas además del inmueble, para “su conservación y de sugrandeza y suntuosidades” y para atender a niñas huérfanas128. de otro, el arzobispo alia-ga, que remitió para ello un largo y muy interesante alegato en el que vale la pena dete-nerse129. decía pedirla por derecho propio –no en balde habían salido de la mensa arzo-bispal–, pero alegaba ahora necesidad extrema debida a  los gastos  imprevistos de  todotipo que había tenido que afrontar130, así como la quiebra de la Taula de Canvis, que lehabía obligado a recurrir a costosos “cambios” 131. además había gastado 20.000 libras enreformar el palacio episcopal, pues había estancias en peligro de derrumbarse y era nece-sario “dar tránsito decente a unas procesiones generales que pasan por dentro del dichopalacio y pasavan antes por las cavallerizas de él, más acomodar a los tribunales y el ar-chivo”. pasaba a continuación revista a las muchas limosnas que hacer, doncellas que do-tar, sacerdotes ingleses e irlandeses que atender… criticaba el trato de favor que habíanrecibido los señores de moriscos mientras las instituciones eclesiásticas habían padecidola reducción del interés de los censales132. y concluía que su petición no debería serle de-negada “puesto que el arzobispo no pide que le dé V.m. de su real hacienda, como a los

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 517

126 como los presbíteros –doscientos cuarenta y cuatro– que integraban el clero de la Santa iglesia metro-politana de Valencia; o el deán, canónigos y cabildo de játiva: ambos colectivos aludían, como otras institucio-nes, a las pérdidas que habría representado en sus rentas la expulsión de los moriscos, argumento que podíanacompañar de otros que hoy nos resultan, cuando menos, audaces, como “el haver salido de la dicha iglesia dossumos pontífices tan afectos y propicios a la corona de españa, que el uno le concedió el patronato de los obis-pados y el otro la conquista de las indias”, además de ser “la iglesia más antigua de la corona de aragón”. tam-bién se postularon “el rector y capellanes de la capilla Real que está en el palacio Real de Valencia, que dizenmisa a los virreyes”, el “colegio del beato santo tomás de Villanueva”, los agustinos descalzos de Santa móni-ca y el provincial de los predicadores, quién arguyó también muy antiguos merecimientos”, poniendo en consi-deración que “muchos frailes de aquella orden se hallaron presentes con el Sr. Rey don jayme en el sitio, sercoy conquista de aquella ciudad, y particularmente el ilustre varón fray miguel Fabra, su confesor, a quien los mo-ros, en las escaramuzas que tenían con los christianos, vieron muchas vezes en el ayre con el hábito de la ordeny una espada en la mano haziendo matanza en ellos”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/36.

127 h. tropé, La formación de los niños huérfanos en Valencia (siglos XV al XVII). El caso del Colegio Impe-

rial San Vicente Ferrer de Valencia, Valencia, 2007.128 las peticiones del colegio de San Vicente, elevadas por los jurados de la ciudad de Valencia, en aca,

Consejo de Aragón, 594, 24/46 (¿1620?), ibid., 24/44 (2 de junio 1620), ibid., 26 (28 de octubre 1624), ibid.,24/8 (29 de octubre 1624). Sus textos aluden a las estrecheces generales por la expulsión y reconocen la com-

petencia: “de todo lo dicho se colige debe preferir V. m. esta pretensión a todas las demás, pues es cierto queninguna se puede representar con raçones las tenga en su favor tantas ny más que estas, por ser obra tan pía yredundar della tantos beneficios” (del primero de los documentos relacionados).

129 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/59. Sin fecha, pero que por contexto debió ser escrito hacia finesde 1621. de él procede cuanto decimos, incluidas citas textuales, hasta nuevo aviso.

130 entre ellos, los derivados de haber sido promovido en solo nueve meses desde albarracín a tortosa (don-de estuvo solo nueve meses) y de allí a Valencia, que cifraba en 34.800 libras. eso bien podía destrozar cual-quier buena hacienda, razonaba, y además la del arzobispado no lo era ya por la expulsión, en que “disminuyótanto que oy tiene menos 20.000 libras de renta y responde de pensiones y cargos ordinarios 19.000”.

131 Véase: F. Ruíz martín, “la plaza de cambios de Valencia (siglos xiV-xViii)”, Economía española, cultu-

ra y sociedad: homenaje a Juan Velarde Fuertes ofrecido por la universidad Complutense, i, j.l. garcía del-gado y j.m. Serrano Sanz (coord.), 1992, pp. 181-210.

132 “y tanta más razón tiene el arzobispo para esperar como espera recibir esta merced quanto más cuidadose ha tomado V. m. de acomodar a los señores de vasallos moriscos de aquel reyno por lo que con la expulsiónde los moriscos perdieron”.

señores de vasallos moriscos de Valencia se les ha dado, ni que se le reduzcan censales,como se hizo con los mismos”, sino solo que se le devuelva esta pequeña hacienda de loscolegios, que de las rentas del arzobispado salió133.

la cada vez más inminente liquidación exigía hacer cuentas. y se hicieron, de ordendel consejo de aragón y bajo la supervisión del arzobispo. en dos tandas: la primera en1621, la segunda en 1625134. el resultado de ambos informes, no muy exigentes en la ren-dición de cuentas135, mostraba que ambos rectores resultaban deudores. trilles habría re-sultado alcanzado en 1621 en unos pocos centenares de libras, entre 600 y 800 en concre-to136, que se incrementarían en otras 400, hasta alcanzar un total de 1.257,43 libras, en1625. y el maestro polo, por el colegio de niñas, lo fue en 768,24 libras cuando en 1625rindió cuentas en su nombre su heredero137. cantidades menores si se considera que ma-nejaron muchos miles de ducados, sobre todo trilles. pero aliaga parecía darse por satis-fecho: así se lo expresó a su corresponsal en el consejo de aragón, a quien ofreció, si lodeseaba, remitirle papeles con un detalle mayor138.

entretanto, en los años que siguieron a 1615, donde los habíamos dejado, los colegiossiguieron teniendo vida, esto es, continuaron albergando menores. en condiciones cadavez más precarias y sabiéndose en la necesidad de buscarles acomodo en otros lugares,puesto que el final se adivinaba próximo. el número de los internos constituye en aque-llos años un problema. porque si en junio de 1614, recordemos, se hablaba de sólo seisniños139, en 1621 aparecían bastantes más, hasta 34: dos de 16 años, seis de 6 años y, elresto, de entre ambas edades140. más estable se habría mantenido, al parecer, la poblaciónfemenina: las 44 internas que se documentaron en junio de 1615141 habrían pasado a ser47 en 1621142. Se encontraban bastantes, como antes, en muy malas condiciones: una era

518 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

133 hasta aquí, resumido, el informe de aliaga que, por cierto, serviría de base, en la historia de la renta yen sus cuentas, para la redacción de los documentos de solución final que pocos meses después redactaría elconsejo de aragón, de los que daremos cumplida cuenta.

134 el primero, de 13 de mayo 1621, en aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/39, “lo que resulta de lascuentas que se han  tomado en Valencia al dr. pedro joan trilles, pavorde del aseo de Valencia y  rector del Real colegio de los moriscos de la misma ciudad de Valencia desde el año 1607 hasta todo el de 1620”; lo com-plementa, en la misma fecha, carta de aliaga a S.m. presentándolas; ibid., 24/40. el segundo, de 25 de noviem-bre 1625, ibid., 594, 24/33, “Relación de las segundas cuentas que se tomaron al paborde trilles del colegio delos niños, y fueron de 20 de abril de 1608, que comenzó a administrar, hasta todo el año 1620”, e incluyen lasdel colegio de niñas.

135 “adviértese que el paborde trilles ha dado las quentas y se las han admitido en la forma que sus antece-sores la han dado y se les admitieron, es a saber, sin llevar libro ni claridad de los mochachos que entraban enel colegio y del tiempo que estaban para poderse saber el número que de ellos ha havido en cada año. y tampo-co se ha llevado libro de asientos y rasiones para que pudiese constar las que en cada día se daban […], y lomismo ha sido del pan y demás provisiones. Supuesto lo qual, y que la fidelidad, integridad y buenas partes deletras y conciencia del padre trilles es conocida, no se ha de dudar”, se escribía a pesar de las acusaciones que–recordemos– se habían lanzado sobre él unos pocos años atrás; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/40.

136 las 646 libras, 7 sueldos y 6 dineros que registra aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/39 (1621), hanaumentado en doscientas según ibid., 24/33 (1625).

137 “Relación de las quentas que se tomaron al heredero del m.º polo, Rector del colegio de las niñas: en 8henero 1625 se concluyeron las quentas que se tomaron a julián gil polo, heredero del m.º marco antonio po-lo, rector que fue del collegio de las niñas desde 14 de henero 1611 que havía comenzó [sic] de administrar has-ta 8 de março 1621, que murió”; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/33.

138 25 de noviembre 1625, aliaga a don nicolás mensa, secretario del consejo de aragón; aca, Consejode Aragón, leg. 594, 24/32.

139 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 19/2, ya citado.140 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/60-61; trilles, memoria de 30 de marzo de 1621.141 junio de 1615, polo a S.m.; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 6.142 dieciocho de menos de 5 años (“las que la Sra. marquesa de caracena tomó de los pechos de sus ma-

dres en las últimas embarcaciones”), seis de 8 años, cuatro de entre 10 y 12 años, cinco de entre 12 y 14, y otras

ciega, y nueve tullidas, mancas o víctimas de enfermedades incurables, “y así las mayo-res y sanas son menester para el cuidado de las ninyas y enfermas”143. Quién sabe en quécondiciones se mantenían, pues la renta apenas podía alcanzar entonces, sobre el papel,para  alimentar  entre 20 y 24 personas. era  estimación de aliaga  cuando,  tras  el  falle-cimiento del maestro polo, abogaba por aprovechar la circunstancia para extinguir el co-legio de niñas definitivamente, para lo que encargó la provisional gestión del mismo, has-ta el finiquito, de nuevo a trilles144. no valían al arzobispo los argumentos del desvali-miento o de la utilidad del centro para recoger, en caso necesario, a las que acomodadasen casas particulares eran maltratadas o echadas a perder por sus amos, porque en el mis-mo peligro se hallaban las sirvientas no moriscas que carecían de familias que vigilaransu bienestar. y tampoco debía servir un colegio a las que “van perdidas y en mala vida”,que incluso “se ha visto haver llevado al colegio algunas moriscas preñadas, y según es-toy informado parido allí”: para eso estaban, en todo caso –decía–, los hospitales145. lasdirectrices desde madrid, tajantes, lo eran en el sentido de que “se vayan acomodando encasas particulares y honradas estos niños y niñas para que sirvan y aprendan oficios y seconserven en la instrucción y enseñamiento que tienen del colegio y que vaya avisando[el virrey]” para que el rey pueda tomar decisiones respecto de las rentas146. entre la pri-mavera y el verano de 1621, en los meses de duelo por el rey muerto, trilles debió avan-zar en el desahucio. a fines de agosto informaba al arzobispo: “después que su señoríaescrivió que S. m. se havía resuelto en la extinción destos collegios, y que los señores delconsejo habían ordenado se acomodasse toda la gente en casas honradas […], se han aco-modado muchas ya, y las demás quedarán también acomodadas en casas honradas conmucha brevedad”147. pero le seguía pidiendo opinión sobre las pocas que quedaban, algu-nas impedidas: “hay diez dellas de tal suerte indispuestas que no pueden servir; dos deepilepsia que caen muy a menudo […], dos lisiadas que no se pueden tener en pie, las de-más de otras enfermedades que, aunque van por casa […], en todos estos años han sidoincurables”. otra constituía un caso ciertamente escandaloso:

hay otra que por ella se han rebuelto mucho algunos lugares de la Ribera, y después que la hancerrado en el collegio, que ha días, he tenido de dar orden a las regidoras que no saliese a oyr mis-sa, porque todos los domingos y fiestas venían gente desalmada y bien armada a llevarla de layglesia si la hallaran, y se han offrecido otras grandes pesadumbres que me han dado mucho tra-bajo y cuydado, hasta querer dar fuego a la casa para sacarla.

en el otro colegio había un niño “lisiado de los pies que, en yr con trabajo, con unoscuantos pasos luego cae”. en fin: había gestionado trilles la posibilidad de llevar a quie-nes quedaban a otras instituciones, pero en los hospitales era “contra disposiciones” in-gresar gente con enfermedades incurables, y se podría solo en caso de que Su majestadaplicase al hospital parte de las rentas de los colegios. desconocemos, al cabo, qué pudo

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 519

catorce de entre 15 y 17. en todo caso, parece claro que en los últimos años hubo bastantes más niñas que ni-ños: las cuentas de trilles registran gastos de alimentación, entre 1621 y 1625, por importe de 1.620 libras pa-ra los niños y hasta 3.900 libras (datos, todos, aproximados) para las niñas: 25 de noviembre de 1625; aca,Consejo de Aragón, leg. 594, 24/33.

143 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/60-61; trilles, memoria de 30 de marzo de 1621.144 aliaga a S.m., 16 de marzo 1621; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/48.145 Ibid.146 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/60-61; trilles, memoria de 30 de marzo de 1621.147 29 de agosto 1621, trilles a aliaga: aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/24. de allí también lo que si-

gue hasta nueva indicación.

ser de aquellos niños y jóvenes moriscos, que debieron acabar sus días en otros lugares:“en 7 de mayo de 1625 concluyeron las cuentas que se tomaron a dicho pavorde trillesde la administración de los dichos dos collegios […], que ya estaban del todo despobla-dos”148.

cuando tal cosa ocurría, el destino definitivo de las rentas “cesantes” de los colegiosse había decidido ya. las decisiones se tomaron en el año de 1622, tras largas delibera-ciones en el consejo de aragón a la vista de las muchas peticiones recibidas para hacer-se con alguna de las porciones del pastel. hemos encontrado hasta tres diferentes docu-mentos al respecto149, un par de ellos seguro borradores y el otro –pensamos– una copiadel que debió llegar a ser definitivo y enviado por el rey –Felipe iV ya– a Roma, que de-bía sancionar el cambio en la asignación de rentas: “puede disponer V.m. [“desta rentaque hoy no sirve para el efecto al que fue aplicada por haver cessado la causa”] con au-toridad apostólica y obteniendo para ello de Su Santidad breve, mandándolas distribuir yaplicar a cossas eclesiásticas, por no ser del Real patrimonio y haver procedido de rentaseclesiásticas”. los tres textos coinciden desde luego en lo esencial, con solo pequeñas va-riaciones en la distribución de las rentas que, por supuesto, comentaremos.

como no podía ser de otra manera, los prolijos documentos trazaban un estado de lacuestión, esto es, refieren la historia de los colegios desde su fundación y las dotacionesque habrían recibido. tomaron para ello como modelo, casi con absoluta seguridad, el in-forme del aliaga de fines de 1621 que hemos comentado con anterioridad150. los escri-tos daban por hecho, por otra parte, el cese de la actividad que había justificado la exis-tencia de las instituciones; por cierto, con expresiones que se nos antojan un tanto cínicasahora que conocemos cómo se había ido produciendo el desalojo de los internos: “con eltiempo llegó el caso de acabarse los niños […], por haver muerto muchos y acomodadootros en casa particulares”. y hubo entonces necesidad de dar nuevo destino a los edifi-cios, “porque estando vacíos y sin quien los habitasse, vendrían a perderse y derribarse”.

en fin: cedido el colegio de niños a los huérfanos de San Vicente; tomadas cuentas alos rectores (como se había hecho); salvaguardadas las cesiones de rentas a la inquisición;establecido lo que a las instituciones quedaba de renta, un total que se estimó en 2.431 li-bras151, era llegado el momento de proceder al reparto de la renta. el consejo de aragónjustificaba su difícil resolución:

el consejo ha reconocido los memoriales de los que pretenden que se les aplique la renta de loscolegios, y mirado assí mismo en los lugares píos del Reyno de Valencia […] y cleros dél que másnecesidad tienen de ser socorridos, y también la satisfacción que se debe dar a los que tienen de-recho a esta hazienda...

520 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

148 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/32-33; 1625.149 en aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 23/1 (sin fecha, borrador de la consulta para ser remitida al em-

bajador en Roma); ibid., 24/36 (20 de abril 1622, borrador, consulta del consejo a S.m., “la forma en que alconsejo de aragón parece se aplique la renta de los colegios de moriscos de Valencia que está vacante. es elque se toma como base del análisis); e ibid., 24/31 (12 de diciembre 1622, copia, S.m. al embajador en Roma,“para que obtenga de Su Santidad el beneplácito y aprobación de la resolución que S. m. ha tomado en el re-partimiento que ha hecho de la renta de los colegios que había en Valencia donde se educaban e instruían en lafée hijos de nuevos christianos”).

150 ya se adelantó. el documento aludido, aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/59.151 1.262 libras el de niños (por censales por importe de 25.258); 1.169 libras el de niñas (desde 23.277 de

principal): fueron datos traídos de las cuentas tomadas a los rectores hacia 1621 que ya conocemos: aca, Con-

sejo de Aragón, leg. 594, 24/33 y 39.

la distribución se nos antoja salomónica. Salvaguardaba, en primer lugar, los dere-chos adquiridos por los que fueron los últimos rectores y nosotros hemos comentado ya:“Que al dr. polo, que tubo a su cargo el colegio de las moriscas, se le hagan buenos porel tiempo de su ocupación a razón de cien ducados cada año en las quentas que está dan-do su heredero”. en cuanto a don pedro juan, las 150 libras de renta concedidas –ademásdel edificio– al colegio de San Vicente lo fueron “con que durante la vida del pabordetrilles, que tuvo a su cargo el gobierno del colegio de moriscos, goze dellas, y muerto élquedará para el dicho [colegio]”. y establecía también compensaciones para las religio-sas agustinas, las caseras de las niñas: “Que a las monjas de Santa Úrsula se les buelva loque se tomó de su casa […] y se les dé 20.000 reales por una vez por el daño que han re-cebido asta ahora [no se señala de dónde], y de renta perpetua en cada un año se les dencinquenta libras”.

el resto –y el grueso– del reparto quedaba de la siguiente manera: 450 libras para elcolegio de corpus christi, otro tanto para la iglesia colegiata de játiva, 350 para el cle-ro de la Seo de Valencia, 150 libras para varios demandantes, además de para el colegiode San Vicente a la muerte de trilles (colegio de Santo tomás de Villanueva; monaste-rio de nuestra Señora de la esperanza; monasterio de jerusalén; monasterio de San ju-lián), y poco más de 77 libras para el hospital de la corona de aragón de la ciudad demadrid152. el primero de los borradores (20 de abril de 1622) completaba la nómina así:“al convento de la Religión de montesa, 300 libras, con que durante la vida del priorBeltrán, capellán de V. m., goze de ellas hasta que se  le haga otra merced semejante”.después de elevada la consulta al rey, se lee –cuatro días más tarde– en el sobre:

hágase lo que parece al consejo, escepto que las 300 libras que se aplican al combento de la Re-ligión de montesa se repartan entre el collegio de corpus christi de Valencia y la iglesia cole-gial de xátiva, a medias, demás de  lo que aquí  se  les  reparte, de manera que queden con 600 libras cada uno, y será bien que para quitar escrúpulos se dé quenta a Su Santidad, y la distribu-çión se haga.

no era todavía, al parecer, la decisión postrera, pues en la versión de 16 de diciembrede aquel mismo año de 1622 se señala que tocaban, tanto al colegio de corpus christicomo a  la colegiata, 550  libras, puesto que el prior Beltrán,  recuperaba una donaciónanual vitalicia de 100 libras, que a su muerte “se repartirán, igualmente, entre el collegiode corpus christi y la yglesia de xàtiva” para que ambas instituciones alcanzasen al fin600 libras anuales cada una. en todo caso, cualquiera que fuese la opción, las cantidadesconcedidas sumaban 2.427 libras de renta, que se obtenían de las 48.545 libras de capitalcensal restante. para los consejeros “la repartición se ha hecho tan justificada que el con-sejo espera que V.m. mandará conformarse con ella”.

el cambio de manos de renta eclesiástica debía ser autorizado por Roma. Fue el si-guiente, y debió de ser el último paso. el embajador recibió el encargo de lograrlo153, y lareal carta para ser entregada en mano a Su Santidad:

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 521

152 llamado de montserrat y ubicado en la calle de atocha: V. tovar martín, “el hospital de la corona dearagón. consideraciones a un edificio del madrid monumental desaparecido”, Anales del Instituto de Estudios

Madrileños xxx (1991), pp. 37-53.153 22 de abril de 1622, S.m. a duque de alburquerque, embajador en Roma. don Francisco Fernández de

la cueva y de la cueva, era el séptimo duque de alburquerque. Fue también virrey de cataluña y de Sicilia.ocupó la embajada de Roma desde 1619 y hasta fines de 1623 o comienzos de 1624: noticias de Madrid 1621-

1627, a. gonzález palencia (ed.), madrid, 1942, p. 95; aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/31.

muy Santo padre: el duque de alburquerque, mi embaxador, representará a V. S. las causas depiedad, charidad y misericordia, y otras razones, que me han movido a disponer de las rentas dedos collegios que el emperador, mi bisabuelo y señor, y el rey don Felipe 2, mi aguelo, que san-ta gloria ayan, hizieron edificar en la ciudad de Valencia del dinero que con autoridad apostólicase aplicó a la dotación de las rectorías de los nuevos convertidos para criar, instruir y alimentaren ellos, en nuestra fee cathólica, algunos hijos de los mismos nuevos convertidos. Suplico a V.S.que, dándole entero crédito, se sirva de condescender con lo que se suplica, que por emplearsetambién [tan bien] esta renta reciviré en ello particular favor y gracia de V.S.154.

no iba a resultar sencillo. en madrid se era consciente de las dificultades, conside-rando los múltiples implicados, los muchos despachos que sería necesario redactar y lasmuy diversas tasas que deberían ser satisfechas en la curia romana: requería el asunto, ensuma, de buenas dosis de afinada ingeniería de derecho financiero-canónico155.

casi dos años más tarde, un nuevo pontífice, urbano Viii, otorgó el breve, que llevafecha de 28 de julio de 1624156. también había ya nuevo embajador en Roma, el duquede pastrana157. pero no le corresponde el mérito a él, sino a otro mucho mejor conocidopersonaje, nada menos que don diego de Saavedra Fajardo158. Según parece, el joven dondiego se habría estrenado en el Vaticano con el encargo de esa gestión, sobre cuyos es-collos dejó constancia: “desde que me entré en esta ocupación he dado pasos en el nego-cio de los colegios de moriscos y puedo decir a V.m. que este solamente ha costado mástrabajo que todos los demás, porque la materia es intrincada, y aquí no la entendían losministros, y no se hallaban los breves anteriores”. pero lo habría conseguido al fin; iba elescrito, señalaba, “de forma clara, con la cláusula para que S.m. disponga en obras píasa su arbitrio de los censos que ha de restituir la inquisición”, en alusión –suponemos– alos cargados sobre aljamas y de muy comprometido cobro, otra cuestión pendiente másentre tantas159.

lo que no tenemos es constancia fehaciente del traspaso de los censales y sus rentas.la renta de los colegios parecía todavía viva cuando se tomaron las llamadas en la docu-mentación “segundas cuentas” al pavorde trilles en junio de 1625, de las que ya se ha ha-blado160. pero puesto que todos los depósitos documentales consultados callan a partir deentonces, cabe suponer que debió producirse, aunque no dejase huella, o al menos huellafácil de identificar en, por ejemplo, la documentación del colegio de corpus christi161.

522 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

154 Sin fecha segura, aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 23/ 1 (es otro de los borradores del reparto finalya antes comentados).

155 así se deduce de un borrador al respecto, sin fecha, en aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/ 3 y 4:“despachos que se han de hacer por la distribución de las rentas de los colegios de moriscos de Valencia”.

156 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/5.157 Ruy gómez de Silva y mendoza (1585-1626), tercer duque de pastrana, embajador hasta 1626. noticias

sobre el relevo de alburquerque por pastrana al frente de la embajada, y de la relación de ambos diplomáticoscon los pontífices, en d. garcía cueto, “el viaje a españa de cosme lotti y las fuentes de Roma, tívoli y Fras-cati”, Archivo Español de Artes lxxx/319 (julio-septiembre 2007), pp. 307-334.

158 en su etapa romana y en calidad, (en virtud de real nombramiento de 1623), de “procurador y solicita-dor en la corte Romana de los negocios de estos mis Reinos de castilla, de las indias y cruzada”: Q. aldea Va-quero, España y Europa en el siglo XVII. Correspondencia de Saavedra Fajardo, madrid, 1986, 1991, 2008, 3 vol. (desde http://www.studiolum.com/es/cd01-saavedra.htm).

159 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/6, 30 de julio 1624, Saavedra Fajardo a don nicolás mensa: “avi-sa envía breves sobre distribución de rentas de los colegios de moriscos, y otro” (en el sobre).

160 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 24/ 33.161 en efecto: no es fácil identificar, si se produjo, la incorporación a la hacienda del colegio de censales

procedentes de  los colegios de moriscos, pues no se hace mención expresa a ellos: véase F. andrés Robres, 

Respecto del final de la vida de los colegios de moriscos no hay en todo caso duda. unaescueta anotación dice: “nobembre, 6: dit dia pasaren los chichs [del colegio de San Vi-cente] al dit collegi y dormiren en la nit en dit collegi”162.

ReFlexioneS FinaleS

Si se compara la opinión manifestada por Ribera sobre la inutilidad de los colegios demoriscos en 1610 con la defensa que de ellos hizo en 1587, puede parecer que el cambioradical de parecer se debe al interés por hacerse con su patrimonio para invertirlo en sucolegio de corpus christi. o, si se prefiere, que estamos ante una persona especialmen-te voluble. en todo caso, la postura del patriarca en relación a los colegios de moriscos ylas posibles razones de su cambio de valoración bien merece una última reflexión.

no puede dudarse de que Ribera confiaba en la eficacia de los colegios seminarios pa-ra poder contar con un clero parroquial mejor preparado; se constata en la escritura defundación del colegio de corpus christi de marzo de 1583163. y esta era también una delas finalidades, la máxima, diríamos, del colegio de niños moriscos. pero incluso sin as-pirar a hacer de ellos buenos sacerdotes, consideraba la separación de los niños y niñasmoriscos de sus padres, aunque fuera esclavizándolos, como la vía más adecuada para in-tentar hacer de ellos buenos cristianos. lo expresa con crudeza en el “tercer papel” a fa-vor de la expulsión, remitido a Felipe iii en 1602164.

¿por qué, entonces, el juicio tan terriblemente negativo sobre la efectividad de los co-legios que realiza en 1610, efectuada ya la expulsión? ¿es una mera estrategia en la ne-gociación para lograr quedarse con sus rentas? en el memorial que remite a Felipe iii re-fiere en particular el caso de un sacerdote formado en el colegio que apostató y se pasó aargel, y en cuya Biblia, comprada a su viuda por unos jesuitas, se encontraron escritas desu mano apostillas “aplicando en favor de mahoma todas las cosas pertenescientes a [...]jesuchristo”165. Se trata, sin duda, de mosén pedro Bonet, rector de náquera, que huyó aargel con su mujer morisca y un hijo en 1604, después de haber tenido diversos enfren-

Juan de Ribera, los colegios de niños moriscos de Valencia 523

Actitudes económicas de la clerecía culta en el Antiguo Régimen. Política financiera del Real Colegio de Cor-

pus Christi de Valencia, 1583-1810, Valencia, 1986, cuadros 12 (pp. 32-33), 23 (p. 43) y 24 (p. 45). eso sí: enla década de 1630 el colegio experimentó un crecimiento de casi 10.000 libras en la relación entre capitales in-vertidos y recuperados, y también vio crecer levemente sus ingresos, por lo que pudiera ser que la incorpora-ción de la renta de los colegios moriscos tuviera entrada en la contabilidad por otros cauces. habría representa-do, con todo, una cantidad modesta (algo así como un 3% si la ciframos en 600 libras) en relación con la rentaefectiva de la institución en aquel momento, próxima a unas 17.500 libras anuales. menos todavía podemos ras-trear en esa publicación las 20.000 libras que el patriarca rebañó para el colegio del fondo depositado en la Tau-

la con la “tacha segunda” allá por 1607, dado que el citado estudio considera patrimonio fundacional del cole-gio todo el registrado antes de 1620: ibid., pp. 14-28.

162 archivo imperial de niños huérfanos de San Vicente Ferrer, Llibre Major 1624-25, f. 68r (cit. por h.tropé, op. cit., p. 55).

163 p. Boronat y Barrachina, El beato Juan de Ribera y el Real Colegio de Corpus Christi, Valencia, 1904,apéndice 2, pp. 263-267.

164 “Vendiendo los niños y niñas menores de siete años (que serán más de treynta y cinco mil) a christianosviejos, serán todos cathólicos, olvidarán la lengua y el hábito, aprenderán oficios y artes, y vendrán necessaria-mente a olvidar las ceremonias de mahoma y a guardar las de nuestra santa fe”; Fr. d. Fonseca, Iusta expulsion

de los moriscos de España, Roma, 1612, p. 187. Sobre el asunto: R. Benítez Sánchez-Blanco, “el escamoteodel tercer papel del patriarca Ribera a favor de la expulsión de los moriscos”, Revista de Historia Moderna. ana-

les de la universidad de Alicante 27 (2009), pp. 179-192.165 aca, Consejo de Aragón, leg. 594, 9/2.

tamientos con el arzobispo166. cuando lo menciona en la importante carta al rey es, sinduda, porque fue un caso que le afectó especialmente y le corroboró en su idea de la ca-si imposibilidad de conseguir la conversión de los moriscos, ni siquiera por medio de loscolegios. era la confirmación de su desesperanza germinada a lo largo de muchos años.pero no puede decirse que no lo intentara.

524 Rafael Benítez Sánchez-Blanco y Fernando Andrés Robres

166 Su proceso inquisitorial en ausencia, en ahn, Inquisición, leg. 529, 15.