Harry Potter y el prisionero de Azkaban
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Porlacicatrizquellevaenlafrente,sabemosqueHarryPotternoesunniñocomo los demás, sino el héroe que venció a lordVoldemort, elmagomástemibleymalignodetodoslostiemposyculpabledelamuertedelospadresde Harry. Desde entonces, Harry no tiene más remedio que vivir con suspesados tíos y su insoportable primo Dudley, todos ellosmuggles, o sea,personasnomagas,quedesprecianasusobrinodebidoasuspoderes.
Igual que en las dos primeras partes de la serie –La piedra filosofal y Lacámarasecreta–HarryaguardaconimpacienciaeliniciodeltercercursoenelColegioHogwarts deMagia yHechicería. Trashaber cumplido los treceaños, solo y lejos de sus amigos de Hogwarts, Harry se pelea con subigotudatíaMarge,a laqueconvierteenglobo,ydebehuirenunautobúsmágico.Mientrastanto,delaprisióndeAzkabansehaescapadounterriblevillano, Sirius Black, un asesino en serie con poderes mágicos que fuecómplice de lord Voldemort y que parece dispuesto a eliminar aHarry delmapa. Y por si esto fuera poco, Harry deberá enfrentarse también a unosterriblesmonstruos,losdementores,seresabominablescapacesderobarleslafelicidadalosmagosydeborrartodorecuerdohermosodeaquellosqueosanmirarlos.LoqueningunodeestosmalvadospersonajessabeesqueHarry,conlaayudadesusfielesamigosRonyHermione,escapazdetodoymuchomás.
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J.K.Rowling
HarryPotteryelprisionerodeAzkaban
HarryPotter-3
ePubr1.4Titivillus15.12.17
ebookelo.com-Página3
Títulooriginal:HarryPotterandthePrisonerofAzkabanJ.K.Rowling,1999Traducción:AdolfoMuñozGarcíayNievesMartínAzofraIlustraciones:MaryGrandPréDiseñodeportada:TiagodaSilva
Editordigital:TitivillusePubbaser1.2
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H
CAPÍTULOUNO
Lechuzasmensajeras
ARRY Potter era, enmuchos sentidos, unmuchacho diferente. Por un lado, lasvacacionesdeveranolegustabanmenosquecualquierotraépocadelaño;ypor
otro,deseabadeverdadhacerlosdeberes,peroteníaquehacerlosaescondidas,muyentradalanoche.Yademás,HarryPottereraunmago.
Era casimedianoche y estaba tumbado en la cama, boca abajo, tapado con lasmantas hasta la cabeza, como en una tienda de campaña. En una mano tenía lalinterna y, abierto sobre la almohada, había un libro grande, encuadernado en piel(HistoriadelaMagia,deBathildaBagshot).Harryrecorríalapáginaconlapuntadesuplumadeáguila,conelentrecejofruncido,buscandoalgoquelesirvieraparasuredacciónsobre«LainutilidaddelaquemadebrujasenelsigloXIV».
Laplumasedetuvoenlapartesuperiordeunpárrafoquepodíaserleútil.Harrysesubiólasgafasredondas,acercólalinternaallibroyleyó:
En la Edad Media, los no magos (comúnmente denominados muggles)sentían hacia la magia un especial temor, pero no eran muy duchos enreconocerla. En las raras ocasiones en que capturaban a un auténticobrujoobruja,laquemacarecíaenabsolutodeefecto.Labrujaoelbrujorealizabaunsencilloencantamientoparaenfriarlasllamasyluegofingíaque se retorcía de dolor mientras disfrutaba del suave cosquilleo. AWendelinlaHechiceralegustabatantoserquemadaquesedejócapturarnomenosdecuarentaysietevecescondistintosaspectos.
Harrysepusolaplumaentrelosdientesybuscóbajolaalmohadaeltinteroyunrollo de pergamino. Lentamente y conmucho cuidado, destapó el tintero,mojó lapluma y comenzó a escribir, deteniéndose a escuchar de vez en cuando, porque sialguno de los Dursley, al pasar hacia el baño, oía el rasgar de la pluma, lo másprobableeraqueloencerraranbajollavehastaelfinaldelveranoenlaalacenaque
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habíadebajodelasescaleras.La familiaDursley,quevivíaenelnúmero4dePrivetDrive,eraelmotivode
queHarrynopudieratenernuncavacacionesdeverano.TíoVernon,tíaPetuniaysuhijo Dudley eran los únicos parientes vivos que tenía Harry. Eran muggles, y suactitud hacia la magia era muy medieval. En casa de los Dursley nunca semencionabaalosdifuntospadresdeHarry,quehabíansidobrujos.Duranteaños,tíaPetuniaytíoVernonhabíanalbergadolaesperanzadeextirparloqueHarryteníademago,teniéndolobiensujeto.LesirritabanohaberlologradoyvivíanconeltemordequealguienpudieradescubrirqueHarryhabíapasadolamayorpartedelosúltimosdosañosenelColegioHogwartsdeMagiayHechicería.Loúnicoquepodíanhacerlos Dursley aquellos días era guardar bajo llave los libros de hechizos, la varitamágica,elcalderoylaescobaaliniciodelasvacacionesdeverano,yprohibirlequehablaraconlosvecinos.
Para Harry había representado un grave problema que le quitaran los libros,porquelosprofesoresdeHogwartslehabíanpuestomuchosdeberesparaelverano.Uno de los trabajos menos agradables, sobre pociones para encoger, era para elprofesormenosestimadoporHarry,Snape,queestaríaencantadodetenerunaexcusapara castigar a Harry durante un mes. Así que, durante la primera semana devacaciones, Harry aprovechó la oportunidad: mientras tío Vernon, tía Petunia yDudleyestabanenel jardínadmirandoelnuevocochedelaempresade tíoVernon(envozmuyalta,paraqueelvecindarioseenterara),Harryfuealaplantabaja,forzóla cerradura de la alacena de debajo de las escaleras, cogió algunos libros y losescondió en suhabitación.Mientrasnodejaramanchasde tinta en las sábanas, losDursleyno tendríanporquéenterarsedequeaprovechaba lasnochesparaestudiarmagia.
Harrynoqueríaproblemasconsus tíosymenosenaquellosmomentos,porqueestabanenfadadosconél,y todoporquecuando llevabaunasemanadevacacioneshabíarecibidounallamadatelefónicadeuncompañeromago.
RonWeasley,queeraunode losmejoresamigosqueHarry teníaenHogwarts,procedíadeunafamiliademagos.EstosignificabaquesabíamuchascosasqueHarryignoraba,peronuncahabíautilizadoelteléfono.
Pordesgracia,fuetíoVernonquienrespondió:—¿Diga?Harry,queestabaenesemomentoenlahabitación,sequedódepiedraaloírque
eraRonquienrespondía.—¿HOLA?¿HOLA?¿MEOYE?¡QUISIERAHABLARCONHARRYPOTTER!
RondabatalesgritosquetíoVernondiounsaltoyalejóelteléfonodesuoídoporlomenosmediometro,mirándoloconfuriaysorpresa.
—¿QUIÉNES?—voceóendirecciónalauricular—.¿QUIÉNES?—¡RONWEASLEY!—gritó Ron a su vez, como si el tío Vernon y él estuvieran
comunicándosedesdelosextremosdeuncampodefútbol—.SOYUNAMIGODEHARRY,
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DELCOLEGIO.
Los minúsculos ojos de tío Vernon se volvieron hacia Harry, que estabainmovilizado.
—¡AQUÍNOVIVENINGÚNHARRYPOTTER!—gritótíoVernon,manteniendoelbrazoestirado,comositemieraqueelteléfonopudieraestallar—.¡NOSÉDEQUÉCOLEGIOME
HABLA!¡NOVUELVAALLAMARAQUÍ!¡NOSEACERQUEAMIFAMILIA!
Colgóelteléfonocomoquiensedesprendedeunaarañavenenosa.Labroncaquesiguiófueunadelaspeoresquelehabíanechado.—¡CÓMOTEATREVESADARLEESTENÚMEROAGENTECOMO…COMOTÚ!—legritótío
Vernon,salpicándolodesaliva.Ron,obviamente,comprendióquehabíapuestoaHarryenunapuro,porqueno
volvióallamar.LamejoramigadeHarryenHogwarts,HermioneGranger,tampocolollamó.HarryseimaginabaqueRonlehabíadichoaHermionequenolollamara,locualeraunapena,porquelospadresdeHermione, labrujamásinteligentedelaclase de Harry, eran muggles, y ella sabía muy bien cómo utilizar el teléfono, yprobablemente habría tenido tacto suficiente para no revelar que estudiaba enHogwarts.
DemaneraqueHarryhabíapermanecidocinco largassemanassin tenernoticiadesusamigosmagos,yaquelveranoestabaresultandocasitandesagradablecomoelanterior.Sólohabíaunapequeñamejora:despuésdejurarquenolausaríaparaenviarmensajesaningunodesusamigos,aHarrylehabíanpermitidosacardelajaulaporlasnochesasulechuzaHedwig.TíoVernonhabíatransigidodebidoalescándaloquearmabaHedwigcuandopermanecíatodoeltiempoencerrada.
Harry terminó de escribir sobreWendelin la Hechicera e hizo una pausa paravolveraescuchar.SólolosronquidoslejanosyruidososdesuenormeprimoDudleyrompíanelsilenciodelacasa.Debíadesermuytarde.AHarrylepicabanlosojosdecansancio.Seríamejorterminarlaredacciónlanochesiguiente…
Tapóeltintero,sacóunafundadealmohadadedebajodelacama,metiódentrolalinterna,laHistoriadelaMagia, laredacción,laplumayeltintero,selevantóyloescondiótododebajodelacama,bajounatabladelentarimadoqueestabasuelta.Sepuso de pie, se estiró y miró la hora en la esfera luminosa del despertador de lamesilladenoche.
Eralaunadelamañana.Harrysesobresaltó:hacíaunahoraquehabíacumplidotreceañosynosehabíadadocuenta.
Harry aún era unmuchacho diferente en otro aspecto: en el escaso entusiasmoconqueaguardabasuscumpleaños.Nuncahabíarecibidounatarjetadefelicitación.LosDursleyhabíanpasadopor alto susdosúltimos cumpleañosyno teníaningúnmotivoparasuponerquefueranaacordarsedelsiguiente.
Harry atravesó a oscuras la habitación, pasando junto a la gran jaula vacía deHedwig,y llegóhastalaventana,queestabaabierta.Seapoyóenelalféizarynotóconagradoenlacara,despuésdellargoratopasadobajolasmantas,elfrescordela
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noche.HacíadosnochesqueHedwigsehabíaido.Harrynoestabapreocupadoporella (en otras ocasiones se había ausentado durante períodos equivalentes), peroesperabaqueno tardaraenvolver.Eraelúnico servivoenaquella casaqueno seasustabaalverlo.
AunqueHarryseguíasiendodemasiadopequeñoyesmirriadoparasuedad,habíacrecido varios centímetros durante el último año. Sin embargo, su cabello negroazabacheseguíacomosiempre:sindejarsepeinar.Noimportaba loquehicieraconél,elpelonosesometía.Traslasgafasteníaunosojosverdesbrillantes,ysobrelafrente,claramentevisibleentreelpelo,unacicatrizalargadaenformaderayo.
AquellacicatrizeralamásextraordinariadetodaslascaracterísticasinusualesdeHarry.Noera,comolehabíanhechocreerlosDursleydurantediezaños,unahuelladel accidente de automóvil que había acabado con la vida de los padres deHarry,porque Lily y James Potter no habían muerto en un accidente de tráfico, sinoasesinados.Asesinadosporelmagotenebrosomástemidodelosúltimoscienaños:lord Voldemort. Harry había sobrevivido a aquel ataque sin otra secuela que lacicatriz de la frente cuando el hechizo de Voldemort, en vez de matarlo, habíarebotadocontrasuagresor.Mediomuerto,Voldemorthabíahuido…
PeroHarry había tenido que vérselas con él desde elmomento en que llegó aHogwarts.Al recordar junto a la ventana su último encuentro,Harry pensó que sihabíacumplidolostreceañoseraporqueteníamuchasuerte.
Miróelcieloestrellado,porsiveíaaHedwig,quequizáregresaraconunratónmuertoenelpico,esperandosuselogios.Harrymirabadistraídoporencimade lostejadosypasaronalgunossegundoshastaquecomprendióloqueveía.
PerfiladacontralalunadoradaycreciendoacadainstanteseveíaunafiguradeformaextrañamenteirregularquesedirigíahaciaHarrybatiendolasalas.Sequedóquietoviéndoladescender.Duranteunafraccióndesegundo,Harrynosupo,con lamano en la falleba, si cerrar la ventanadegolpe.Pero entonces la extraña criaturarevoloteósobreunafaroladePrivetDrive,yHarry,dándosecuentadeloqueera,sehizoaunlado.
Tres lechuzas penetraron por la ventana, dos sosteniendo a otra que parecíainconsciente.AterrizaronsuavementesobrelacamadeHarry,ylalechuzaqueibaenmedio,yqueeragrandeygris,cayóyquedóallíinmóvil.Llevabaunpaqueteatadoalaspatas.
Harry reconoció enseguida a la lechuza inconsciente. Se llamaba Errol ypertenecíaalafamiliaWeasley.Harryselanzóinmediatamentesobrelacama,desatóloscordelesdelaspatasdeErrol,cogióelpaqueteydepositóaErrolenlajauladeHedwig.Errolabrióunojoempañado,ululódébilmenteenseñaldeagradecimientoycomenzóabeberaguaatragos.
Harryvolvió al lugar enquedescansaban las otras lechuzas.Unade ellas (unahembragrandeyblancacomo lanieve)era supropiaHedwig.También llevabaunpaquete y parecía muy satisfecha de sí misma. Dio a Harry un picotazo cariñoso
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cuando le quitó la carga, y luego atravesó la habitación volando para reunirse conErrol.Harrynoreconocióalaterceralechuza,queeramuybonitaydecolorpardorojizo, pero supo enseguida de dónde venía, porque además del correspondientepaqueteportabaunmensajeconelemblemadeHogwarts.CuandoHarrylecogiólacartaaestalechuza,ellaerizólasplumasorgullosamente,estirólasalasyemprendióelvueloatravesandolaventanaeinternándoseenlanoche.
Harry se sentó en la cama, cogió el paquete deErrol, rasgó el papelmarrón ydescubrióunregaloenvueltoenpapeldoradoylaprimeratarjetadecumpleañosdesuvida.Abrió el sobre condedos ligeramente temblorosos.Cayerondos trozosdepapel:unacartayunrecortedeperiódico.
Supo que el recorte de periódico pertenecía al diario del mundo mágico ElProfetaporquelagentedelafotografíaenblancoynegrosemovía.Harryrecogióelrecorte,loalisóyleyó:
FUNCIONARIODELMINISTERIODEMAGIARECIBEELGRANPREMIO
Arthur Weasley, director de la Oficina Contra el Uso Indebido deArtefactosMuggles, ha ganado el gran premio anualGalleonDraw queentregaeldiarioElProfeta.
El señor Weasley, radiante de alegría, declaró a El Profeta:«Gastaremos el dinero en unas vacaciones estivales en Egipto, dondetrabaja Bill, nuestro hijo mayor, deshaciendo hechizos para el bancomágicoGringotts.»
La familia Weasley pasará un mes en Egipto, y regresará para elcomienzo del nuevo curso escolar de Hogwarts, donde estudianactualmentecincohijosdelmatrimonioWeasley.
Observólafotografíaenmovimiento,yunasonrisaseledibujóenlacaraalveralosnueveWeasleyanteunaenormepirámide,saludándoloconlamano.LapequeñayrechonchaseñoraWeasley,elaltoycasicalvoseñorWeasley,ylosseishijosylahijatenían(aunquelafotografíaenblancoynegronolomostrara)elpelodeunrojointenso. Justo en el centro de la foto aparecíaRon, alto y larguirucho, con su rataScabberssobreelhombroyconelbrazoalrededordeGinny,suhermanapequeña.
HarrynosabíadenadiequemerecieraunpremiomásquelosWeasley,queeranmuybuenosypobresdesolemnidad.CogiólacartadeRonyladesdobló.
QueridoHarry:¡Felizcumpleaños!Sientomucholodelallamadadeteléfono.Esperoquelosmugglesno
tedieranunmalrato.Selohedichoamipadreyélopinaquenodeberíahabergritado.
Egiptoesestupendo.Billnoshallevadoavertodaslastumbas,ynote
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creeríaslasmaldicionesquelosantiguosbrujosegipciosponíanenellas.Mi madre no dejó que Ginny entrara en la última. Estaba llena deesqueletosmutantes demuggles quehabíanprofanado la tumba y teníanvariascabezasycosasasí.
CuandomipadreganóelpremiodeElProfetanome lopodíacreer.¡Setecientosgaleones!Lamayorpartesenoshaidoenestasvacaciones,peromevanacomprarotravaritamágicaparaelpróximocurso.
Harry recordabamuybien cómo se lehabía roto aRon suviejavaritamágica.FuecuandoelcocheenquelosdoshabíanidovolandoaHogwartschocócontraunárboldelparquedelcolegio.
Regresaremosmásomenosuna semanaantesdequecomienceel curso.Iremos a Londres a comprar la varita mágica y los nuevos libros.¿Podríamosvernosallí?
¡Nodejesquelosmugglestedepriman!IntentaveniraLondres.
Posdata:Percyesdelegado.Recibiólanotificaciónlasemanapasada.
Harryvolvióamirar la foto.Percy,queestabaenel séptimoyúltimocursodeHogwarts, parecía especialmente orgulloso. Se había colocado la insignia dedelegadoenelfezquellevabagraciosamentesobresupelorepeinado.Lasgafasdemonturadeastareflejabanelsolegipcio.
LuegoHarry cogió el regaloy lo desenvolvió.Parecía unadiminuta peonzadecristal.DebajohabíaotranotadeRon:
Harry:Estoesunchivatoscopiodebolsillo.Sihayalguiencercaquenoseade
fiar,enteoríatienequedarvueltasyencenderse.Billdicequenoesmásqueunaengañifaparaturistasmagos,yquenofunciona,porquelanochepasada estuvo toda la cena sin parar.Claro que él no sabía queFred yGeorgelehabíanechadoescarabajosenlasopa.
Hastapronto,
Harry puso el chivatoscopio de bolsillo sobre la mesita de noche, donde
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permanecióinmóvil,enequilibriosobrelapunta,reflejandolasmanecillasluminosasdelreloj.Locontemplóduranteunossegundos,satisfecho,yluegocogióelpaquetequehabíallevadoHedwig.
Tambiénconteníaunregaloenvueltoenpapel,unatarjetayunacarta,estavezdeHermione:
QueridoHarry:Ronmeescribióymecontólodesuconversacióntelefónicacontutío
Vernon.Esperoqueestésbien.En estosmomentos estoy en Francia de vacaciones y no sabía cómo
enviarte esto (¿y si lo abrían en la aduana?), ¡pero entonces aparecióHedwig! Creo que quería asegurarse de que, para variar, recibías unregalo de cumpleaños. El regalo te lo he comprado por catálogo víalechuza.HabíaunanuncioenElProfeta(mehesuscrito,hayqueestaraltantodeloqueocurreenelmundomágico).¿HasvistolafotoquesaliódeRon y su familia hace una semana? Apuesto a que está aprendiendomontonesdecosas,memuerodeenvidia… losbrujosdelantiguoEgiptoeranfascinantes.
Aquítambiéntienenuninteresantepasadoencuestióndebrujería.Hetenido que reescribir completa la redacción sobre Historia de la Magiaparapoderincluiralgunascosasqueheaveriguado.Esperoquenoresulteexcesivamente larga: comprende dos pergaminos más de los que habíapedidoelprofesorBinns.
RondicequeiráaLondreslaúltimasemanadevacaciones.¿Podríasirtútambién?¿Tedejarántustíos?Esperoquesí.Sino,nosveremosenelexpresodeHogwartsel1deseptiembre.
Besosde
Posdata: Ron me ha dicho que han nombrado delegado a Percy. Meimagino que estará en una nube. A Ron no parece que le haga muchagracia.
HarryvolvióasonreírmientrasdejabaaunladolacartadeHermioneycogíaelregalo.Pesabamucho.ConociendoaHermione, estabaconvencidodeque seríaungran libro llenodedifícilesembrujos,perono.Elcorazón lediounvuelcocuandoquitóelpapelyviounestuchedecueronegroconunaspalabrasestampadasenplata:EQUIPODEMANTENIMIENTODEESCOBASVOLADORAS.
—¡Ostras, Hermione! —murmuró Harry, abriendo el estuche para echar unvistazo.
Contenía un tarro grande de abrillantador de palo de escobamarca Fleetwood,
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unastijerasespecialesdeplatapararecortarlasramitas,unapequeñabrújuladelatónpara los viajes largos en escoba y un Manual de mantenimiento de la escobavoladora.
Despuésdesusamigos,loqueHarrymásapreciabadeHogwartseraelquidditch,eldeportequecontabaconmásseguidoresenelmundomágico.Eramuypeligroso,muyemocionante,y los jugadores ibanmontadosenescoba.Harryeramuybuenojugandoalquidditch.EraeljugadormásjovendeHogwartsdelosúltimoscienaños.UnodesustrofeosmásestimadoseralaescobadecarrerasNimbus2000.
Harry dejó a un lado el estuche y cogió el último paquete. Reconoció deinmediatolosgarabatosquehabíaenelpapelmarrón:aquelpaquetelohabíaenviadoHagrid, el guardabosques de Hogwarts. Desprendió la capa superior de papel yvislumbróunacosaverdeycomodepiel,peroantesdequepudieradesenvolverlodel todo,elpaquete temblóy loqueestabadentroemitióun ruido fuerte,comodefaucesquesecierran.
Harry se estremeció. Sabía que Hagrid no le enviaría nunca nada peligroso apropósito,peroesque las ideasdeHagrid sobre loquepodía resultarpeligrosonoeranmuynormales:Hagridteníaamistadconarañasgigantes;habíacompradoenlastabernas ferocesperrosde tres cabezas;yhabía escondidoen su cabañahuevosdedragón(locualestabaprohibido).
Harrytocóelpaqueteconeldedo,contemor.Volvióahacerelmismoruidodecerrardefauces.Harrycogiólalámparadelamesitadenoche,lasujetófirmementeconunamanoylalevantóporencimadesucabeza,preparadoparaatizarungolpe.Entoncescogióconlaotramanoloquequedabadelenvoltorioytiródeél.
Cayóunlibro.Harrysólo tuvotiempodeversuelegantecubiertaverde,coneltítulo estampado en letras doradas,Elmonstruoso libro de losmonstruos, antes deque el libro se levantara sobre el lomo y escapara por la cama como si fuera unextrañocangrejo.
—Oh…ah—susurróHarry.Cayódelacamaproduciendoungolpesecoyrecorrióconrapidezlahabitación,
arrastrando las hojas. Harry lo persiguió procurando no hacer ruido. Se habíaescondidoeneloscuroespacioquehabíadebajodesumesa.RezandoparaquelosDursleyestuvieranaúnprofundamentedormidos,Harrysepusoacuatropatasyseacercóaél.
—¡Ay!Ellibrosecerróatrapándolelamanoyhuyóbatiendolashojas,apoyándoseaún
en las cubiertas.Harry gateó, se echó hacia delante y logró aplastarlo.TíoVernonemitióunsonororonquidoeneldormitoriocontiguo.
Hedwig y Errol lo observaban con interés mientras Harry sujetaba el librofuertemente entre sus brazos, se iba a toda prisa hacia los cajones del armario ysacabauncinturónparaatarlo.El libromonstruosotemblódeira,peroyanopodíaabrirsenicerrarse,asíqueHarrylodejósobrelacamaycogiólacartadeHagrid.
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QueridoHarry:¡Felizcumpleaños!Hepensadoqueestotepodríaresultarútilparaelpróximocurso.De
momentonotedigonadamás.Telodirécuandonosveamos.Esperoquelosmugglesteesténtratandobien.Conmismejoresdeseos,
Hagrid
AHarrylediomalaespinaqueHagridpensaraquepodíaserleútilunlibroquemordía,perodejólatarjetadeHagridjuntoalasdeRonyHermione,sonriendoconmásganasquenunca.YasólolequedabalacartadeHogwarts.
Percatándosedequeeramásgruesadelonormal,Harryrasgóelsobre,extrajolaprimerapáginadepergaminoyleyó:
EstimadoseñorPotter:Lerogamosquenoolvidequeelpróximocursodarácomienzoel1de
septiembre. El expreso de Hogwarts partirá a las once en punto de lamañanadelaestacióndeKing’sCross,andénnueveytrescuartos.
AlosalumnosdetercercursoselespermitevisitardeterminadosfinesdesemanaelpueblodeHogsmeade.Lerogamosqueentregueasuspadresotutoreseldocumentodeautorizaciónadjuntoparaquelofirmen.
Tambiénseadjuntalalistadelibrosdelpróximocurso.Atentamente,
Subdirectora
HarryextrajolaautorizaciónparavisitarelpueblodeHogsmeade,ylaexaminó,yasinsonreír.SeríaestupendovisitarHogsmeadelosfinesdesemana;sabíaqueeraunpuebloenteramentededicadoalamagiaynuncahabíapuestoenéllospies.Pero¿cómodemoniosibaaconvencerasustíosdequelefirmaranlaautorización?
Miróeldespertador.Eranlasdosdelamañana.Decidiópensarenelloaldíasiguiente,semetióenlacamayseestiróparatachar
otro día en el calendario que se había hecho para ir descontando los días que lequedabanpararegresaraHogwarts.Sequitólasgafasyseacostóparacontemplarlastrestarjetasdecumpleaños.
Aunqueeraunmuchachodiferenteenmuchosaspectos,enaquelmomentoHarryPotter se sintió como cualquier otro: contento, por primera vez en su vida, de quefuerasucumpleaños.
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C
CAPÍTULO2
ElerrordetíaMarge
UANDO Harry bajó a desayunar a la mañana siguiente, se encontró a los tresDursley ya sentados a lamesa de la cocina.Veían la televisión en un aparato
nuevo,unregaloquelehabíanhechoaDudleyalvolveracasadespuésdeterminarel curso, porque se había quejado a gritos del largo camino que tenía que recorrerdesdeelfrigoríficoa la teledelasalita.Dudleysehabíapasadolamayorpartedelveranoenlacocina,conlosojosdecerditofijosenlapantallaysuscincopapadastemblandomientrasengullíasinparar.
Harry se sentó entreDudley y tíoVernon, un hombre corpulento, robusto, quetenía el cuello corto y un enorme bigote. Lejos de desearle a Harry un felizcumpleaños,ningunodelosDursleydiomuestraalgunadehabersepercatadodequeHarry acababade entrar en la cocina, pero él estabademasiado acostumbradoparaofenderse.Sesirvióuna tostadaymiróalpresentadorde televisión,que informabasobreunreclusofugado.
«Tenemosqueadvertir a los telespectadoresdequeBlackvaarmadoyesmuypeligroso.Sehapuestoadisposicióndelpúblicoun teléfonocon líneadirectaparaquecualquieraqueloveapuedadenunciarlo.»
—No hace falta que nos digan que no es un buen tipo —resopló tío Vernonechandounvistazo al fugitivopor encimadel periódico—. ¡Fijaosquépinta, vagoasqueroso!¡Fijaosquépelo!
LanzóunamiradadeascohaciadondeestabaHarry,cuyopelodesordenadohabíasido motivo de muchos enfados de tío Vernon. Sin embargo, comparado con elhombrede la televisión,cuyacarademacradaaparecíacircundadaporuna revueltacabelleraquelellegabahastaloscodos,Harryparecíamuybienarreglado.
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Volvióaaparecerelpresentador.«ElministrodeAgriculturayPescaanunciaráhoy…»—¡Unmomento!—ladrótíoVernon,mirandofuriosoalpresentador—.¡Nonos
hasdichodedóndesehaescapadoeseenfermo!¿Quépodemoshacer?¡Eselunáticopodríaestaracercándoseahoramismoporlacalle!
TíaPetunia,queerahuesudayteníacaradecaballo,sediolavueltayescudriñóatentamente por la ventana de la cocina. Harry sabía que a tía Petunia le habríaencantadollamaraaquelteléfonodirecto.Eralamujermásentrometidadelmundo,ypasaba lamayorpartedel tiempoespiandoa susvecinos,queeranaburridísimosymuyrespetuososconlasnormas.
—¡Cuándoaprenderán—dijotíoVernon,golpeandolamesaconsupuñograndeyamoratado—quelahorcaeslaúnicamaneradetrataraesagente!
—Muycierto—dijotíaPetunia,queseguíaespiandolasjudíasverdesdelvecino.TíoVernonapurólatazadeté,miróelrelojyañadió:—Tengoquemarcharme.EltrendeMargellegaalasdiez.Harry, cuya cabeza seguía en la habitación con el equipo demantenimiento de
escobasvoladoras,volviódegolpealarealidad.—¿TíaMarge?—barbotó—.No…novendráaquí,¿verdad?TíaMargeeralahermanadetíoVernon.Aunquenoeraparienteconsanguíneode
Harry(cuyamadreerahermanadetíaPetunia),desdesiemprelohabíanobligadoallamarla«tía».TíaMargevivíaenelcampo,enunacasaconungran jardíndondecriababulldogs.NoibaconfrecuenciaaPrivetDriveporquenosoportabaestarlejosdesusqueridosperros,perosusvisitashabíanquedadovívidamentegrabadasen lamentedeHarry.
EnlafiestaquecelebróDudleyalcumplircincoaños,tíaMargegolpeóaHarryenlasespinillasconelbastónpara impedirqueganaraaDudleyenel juegode lasestatuas musicales. Unos años después, por Navidad, apareció con un robotautomático para Dudley y una caja de galletas de perro para Harry. En su últimavisita,elañoanteriorasu ingresoenHogwarts,Harry lehabíapisadounapatasinquererasuperrofavorito.RipperpersiguióaHarry,obligándoleasaliraljardínyasubirse a un árbol, y tía Marge no había querido llamar al perro hasta pasada lamedianoche.ElrecuerdodeaquelincidentetodavíahacíalloraraDudleydelarisa.
—Margepasaráaquíunasemana—gruñó tíoVernon—.Yyaquehablamosdeesto—yseñalóaHarryconundedoamenazador—,quierodejarclarasalgunascosasantesdeirarecogerla.
Dudley sonrió y apartó la vista de la tele. Su entretenimiento favorito eracontemplaraHarrycuandotíoVernonloreprendía.
—Primero—gruñótíoVernon—,usarásunlenguajeeducadocuandotedirijasatíaMarge.
—De acuerdo —contestó Harry con resentimiento—, si ella lo usa tambiénconmigo.
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—Segundo—prosiguióeltíoVernon,comosinohubieraoídolapuntualizaciónde Harry—: como Marge no sabe nada de tu anormalidad, no quiero ningunaexhibiciónextrañamientrasestéaquí.Compórtate,¿entendido?
—Mecomportarésiellasecomporta—contestóHarryapretandolosdientes.—Ytercero—siguiótíoVernon,casicerrandolosojospequeñosymezquinos,en
medio de su rostro colorado—: le hemos dicho aMarge que acudes al Centro deSeguridadSanBrutoparaDelincuentesJuvenilesIncurables.
—¿Qué?—gritóHarry.—Y eso es lo que dirás tú también, si no quieres tener problemas—soltó tío
Vernon.Harry permaneció sentado en su sitio, con la cara blanca de ira,mirando a tío
Vernon,casiincapazdecreerloqueoía.QuetíaMargesepresentaseparapasartodaunasemanaeraelpeorregalodecumpleañosquelosDursleylehabíanhechonunca,incluidoelpardecalcetinesviejosdetíoVernon.
—Bueno,Petunia—dijotíoVernon,levantándosecondificultad—,memarchoalaestación.¿Quieresvenir,Dudders?
—No—respondió Dudley, que había vuelto a fijarse en la tele en cuanto tíoVernonacabódereprenderaHarry.
—Duddy tiene que ponerse elegante para recibir a su tía —dijo tía Petuniaalisando el espeso pelo rubio de Dudley—. Mamá le ha comprado una preciosapajaritanueva.
TíoVernondioaDudleyunapalmaditaensuhombroporcino.—Vuelvoenseguida—dijo,ysaliódelacocina.Harry,quehabíaquedadoenunaespeciedetrancecausadoporelterror,tuvode
repenteunaidea.Dejóla tostada,sepusodepierápidamenteysiguióa tíoVernonhastalapuerta.
TíoVernonseponíalachaquetaqueusabaparaconducir:—Notevoyallevar—gruñó,volviéndosehaciaHarry,queloestabamirando.—Comosiyoquisierair—repusoHarry—.Quieropedirtealgo.—TíoVernonlo
miróconsuspicacia—.Alosdetercero,enHog…enmicolegio,aveceslosdejaniralpueblo.
—¿Y qué?—le soltó tío Vernon, cogiendo las llaves de un gancho que habíajuntoalapuerta.
—Necesitoquemefirmeslaautorización—dijoHarryapresuradamente.—¿Yporquéhabríadehacerlo?—preguntótíoVernoncondesdén.—Bueno—repusoHarry, eligiendo cuidadosamente las palabras—, será difícil
simularantetíaMargequevoyaeseCentro…¿cómosellamaba?—¡Centro de Seguridad San Bruto para Delincuentes Juveniles Incurables!—
bramótíoVernon.YaHarryleencantópercibirunanotadeterrorenlavozdetíoVernon.—Ajá—dijoHarry,mirandoa tíoVernona la cara, tranquilo—.Esdemasiado
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largopararecordarlo.Tendréquedecirlodemaneraconvincente,¿no?¿Quépasaríasimeequivocara?
—Teloharíarecordaragolpes—rugiótíoVernon,abalanzándosecontraHarryconelpuñoenalto.PeroHarrynoretrocedió.
—EsonoleharáolvidaratíaMargeloqueyolehayadicho—dijoHarryentonoserio.
TíoVernonsedetuvoconelpuñoaún levantadoyel rostrodesagradablementeamoratado.
—Perosifirmaslaautorización,tejuroquerecordaréelcolegioalquesesuponequevoy,yqueactuarécomounmug…comounapersonanormal,ytodoeso.
HarryvioquetíoVernonmeditabaloqueleacababadedecir,aunqueenseñabalosdientes,ylepalpitabalavenadelasien.
—Deacuerdo—atajódemanerabrusca—,tevigilarémuyatentamentedurantelaestanciadeMarge.Sialfinaltehassabidocomportarynohasdesmentidolahistoria,firmaréesacochinaautorización.
Diomediavuelta,abriólapuertadelacasaylacerróconungolpetanfuertequesecayóunodeloscristalesdearriba.
Harrynovolvióa la cocina.Regresópor las escalerasa suhabitación.Si teníaque obrar como un auténtico muggle, mejor empezar en aquel momento. Muydespacioycontristeza,fuerecogiendotodoslosregalosytarjetasdecumpleañosylosescondiódebajodelatablasuelta,juntoconsusdeberes.SedirigióalajauladeHedwig.ParecíaqueErrolsehabíarecuperado.Hedwigyélestabandormidos,conlacabezabajoelala.Suspiró.Losdespertóconungolpecito.
—Hedwig—dijounpocotriste—,tendrásquedesaparecerunasemana.VeteconErrol.Roncuidarádeti.Voyaescribirleunanotaparadarleunaexplicación.Ynomemiresasí.
Hedwiglomirabaconsusgrandesojosambarinos,conreproche.—Noesculpamía.NohayotramaneradequemepermitanvisitarHogsmeade
conRonyHermione.Diezminutosmástarde,ErrolyHedwig (éstaconunanotaparaRonatadaala
pata) salieron por la ventana y volaron hasta perderse de vista. Harry, muy triste,cogiólajaulaylaescondióenelarmario.
Peronotuvomuchotiempoparaentristecerse.EnseguidatíaPetunialeempezóagritarparaquebajaraysepreparasepararecibiralainvitada.
—¡Péinate bien! —le dijo imperiosamente tía Petunia en cuanto llegó alvestíbulo.
Harrynoentendíaporquéteníaqueaplastarseelpelocontraelcuerocabelludo.AtíaMargeleencantabacriticarle,asíquecuantomenossearreglara,máscontentaestaríaella.
OyócrujirlagravillabajolasruedasdelcochedetíoVernon.Luego,losgolpesdelaspuertasdelcocheypasosporelcaminodeljardín.
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—¡Abrelapuerta!—susurrótíaPetuniaaHarry.Harryabriólapuertaconunsentimientodepesadumbre.Enelumbralde lapuertaestaba tíaMarge.Separecíamuchoa tíoVernon:era
grande,robustayteníalacaracolorada.Inclusoteníabigote,aunquenotanpobladocomoeldetíoVernon.Enunamanollevabaunamaletaenorme;ydebajodelaotrasehallabaunperroviejoyconmalaspulgas.
—¿Dónde está mi Dudders? —rugió tía Marge—. ¿Dónde está mi sobrinitoquerido?
Dudleyseacercóandandocomounpato,conelpelorubiototalmentepegadoalgordocráneoyunapajaritaqueapenasseveíadebajodelasmúltiplespapadas.TíaMargetirólamaletacontraelestómagodeHarry(ylecortólarespiración),estrechóaDudleyfuertementeconunsolobrazo,yleplantóenlamejillaunbesosonoro.
HarrysabíabienqueDudleysoportaba losabrazosde tíaMargesóloporque lepagabamuy bien por ello, y con toda seguridad, al separarse después del abrazo,Dudleyencontraríaunbilletedeveintelibrasenelinteriordesumanaza.
—¡Petunia!—gritótíaMargepasandojuntoaHarrysinmirarlo,comosifueraunperchero.
TíaMargey tíaPetuniasedieronunbeso,omásbientíaMargegolpeóconsuprominentemandíbulaelhuesudopómulodetíaPetunia.
EntrótíoVernonsonriendojovialmentemientrascerrabalapuerta.—¿Unté,Marge?—preguntó—.¿YquétomaráRipper?—Rippersorberáel téquesemederrameenelplato—dijotíaMargemientras
entraban todos en tropel en la cocina, dejando aHarry solo en el vestíbulo con lamaleta.PeroHarrynololamentó;cualquiercosaeramejorqueestarcontíaMarge.Subiólamaletaporlasescalerashastalahabitacióndeinvitadoslomásdespacioquepudo.
Cuandoregresóalacocina,atíaMargelehabíanservidotéypasteldefrutas,yRipper lamía téenunrincón,haciendomuchoruido.Harrynotóque tíaPetuniaseestremecíaalveraRippermanchandoelsuelodetéybabas.TíaPetuniaodiabaalosanimales.
—¿Has dejado a alguien al cuidado de los otros perros,Marge?—inquirió tíoVernon.
—El coronel Fubster los cuida —dijo tía Marge con voz de trueno—. Estájubilado.Levienebien tener algoquehacer.Peronopodríadejar alviejoypobreRipper.¡Sufretantosinoestáconmigo…!
RippervolvióagruñircuandosesentóHarry.TíaMargesefijóenélporprimeravez.
—Conquetodavíaestásporaquí,¿eh?—bramó.—Sí—respondióHarry.—Nodigassíenesetonomaleducado—gruñótíaMarge—.Demasiadobiente
tratanVernonyPetuniateniéndoteaquíconellos.Yoensulugarnolohubierahecho.
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Si tehubieranabandonadoa lapuertademicasa tehabríaenviadodirectamentealorfanato.
Harryestuvoapuntodedecirquehubierapreferidounorfanatoavivircon losDursley, pero se contuvo al recordar la autorización para ir a Hogsmeade. Se ledibujóenlacaraunatristesonrisa.
—¡Nopongasesacara!—rugiótíaMarge—.Yaveoquenohasmejoradodesdela última vez que te vi. Esperaba que el colegio te hubiera enseñadomodales.—Tomóunlargosorbodeté,selimpióelbigoteypreguntó—:¿Adóndemehasdichoqueloenviáis,Vernon?
—AlcolegioSanBruto—dijoconprontitudtíoVernon—.Esunainstitucióndeprimeracategoríaparacasosdesesperados.
—Bien —dijo tía Marge—. ¿Utilizan la vara en San Bruto, chico? —dijo,orientandolabocahaciaelotroladodelamesa.
—Bueeenooo…TíoVernonasentíadetrásdetíaMarge.—Sí—dijoHarry,yluego,pensandoqueeramejorhacerlascosasbien,añadió
—:sinparar.—Excelente—dijotíaMarge—.Nocomprendoesasñoñeríasdenopegaralos
queselomerecen.Unabuenapalizaesloqueharíafaltaenelnoventaynueveporcientodeloscasos.¿Tehansacudidoconfrecuencia?
—Yalocreo—respondióHarry—,muchísimasveces.TíaMargearrugóelentrecejo.—Siguesingustarmetutono,muchacho.Sipuedeshablartantranquilamentede
losazotesque tedan,esqueno te sacudenbastante fuerte.Petunia,yoen tu lugarescribiría. Explica con claridad que con este chico admites la utilización de losmétodosmásenérgicos.
Tal vez a tío Vernon le preocupara que Harry pudiera olvidar el trato queacababandehacer;decualquierforma,cambióabruptamentedetema:
—¿Hasoídolasnoticiasestamañana,Marge?¿Quéteparecelodeesepresoquehaescapado?
ContíaMargeencasa,Harryempezabaaechardemenoslavidaenelnúmero4dePrivet Drive tal como era antes de su aparición. Tío Vernon y tía Petunia solíanpreferirqueHarryseperdieradevista,cosaqueponíaaHarry lamardecontento.TíaMarge,porelcontrario,queríateneraHarrycontinuamentevigilado,parapoderlanzar sugerencias encaminadas amejorar su comportamiento. A ella le encantabacomparar a Harry con Dudley, y le producía un placer especial entregarle a ésteregaloscarosmientrasfulminabaaHarryconlamirada,comosiquisieraqueHarryseatrevieraapreguntarporquénoledabanadaaél.NodejabadelanzarindirectassobrelosdefectosdeHarry.
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—Nodebesculparteporcómohasalidoelchico,Vernon—dijoeltercerdía,alahoradelacomida—.Siestápodridopordentro,nohaynadaquehacer.
Harryintentabapensarenlacomida,perole temblabanlasmanosyelrostroleardíadeira.
«Tengoque recordar la autorización, tengoquepensar enHogsmeade, nodebodecirnada,nodebolevantarme.»
TíaMargealargóelbrazoparacogerlacopadevino.—Esunadelasnormasbásicasdelacrianza,seveclaramenteenlosperros:de
talpalo,talastilla.En aquelmomento estalló la copade vinoque tíaMarge tenía en lamano.En
todas direcciones salieron volando fragmentos de cristal, y tía Marge parpadeó yfarfullóalgo.Desucaragrandeyencarnadacaíangotasdevino.
—¡Marge!—chillótíaPetunia—.¡Marge!,¿teencuentrasbien?—Notepreocupes—gruñótíaMargesecándoselacaraconlaservilleta—.Debo
dehaberapretado lacopademasiadofuerte.Mepasó lomismoelotrodía,encasadel coronel Fubster. No tiene importancia, Petunia, es que cojo las cosas condemasiadafuerza…
PerotantotíaPetuniacomotíoVernonmirabanaHarrysuspicazmente,deformaqueéstedecidióquedarsesintomarelpudínylevantarsedelamesaloantesposible.
Seapoyóen lapareddelvestíbulo, respirandohondo.Hacíamuchotiempoquenoperdíael controldeaquellamanera,haciendoestallar algo.Nopodíapermitirseque aquello se repitiera. La autorización para ir aHogsmeade no era lo único queestabaenjuego…Sicontinuabaasí,tendríaproblemasconelMinisteriodeMagia.
Harryeratodavíaunbrujomenordeedadyteníaprohibidoporlalegislacióndelmundo mágico hacer magia fuera del colegio. Su expediente no estabacompletamentelimpio.ElveranoanteriorlehabíanenviadounaamonestaciónoficialenlaquesedecíaclaramentequesielMinisteriovolvíaatenerconstanciadequeseempleabalamagiaenPrivetDrive,expulsaríanaHarrydelcolegio.
Oyó a losDursley levantarse de lamesa y se apresuró a desaparecer escalerasarriba.
Harry soportó los tres días siguientes obligándose a pensar en el Manual demantenimiento de la escoba voladora cada vez que tíaMarge semetía con él. Eltrucofuncionóbastantebien,aunquedebíadedarleaspectodeatontadoytíaMargehabíaempezadoadecirqueerasubnormal.
PorfinllególaúltimanochequehabíadepasartíaMargeenlacasa.TíaPetuniapreparó una cena por todo lo alto y tío Vernon descorchó varias botellas de vino.Tomaron la sopayel salmónsinhacerninguna referenciaa losdefectosdeHarry;durante el pastel de merengue de limón, tío Vernon aburrió a todos con un largodiscurso sobre Grunnings, la empresa de taladros para la que trabajaba; luego tía
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PetuniapreparócaféytíoVernonsacóunabotelladebrandy.—¿Puedotentarte,Marge?TíaMargehabíabebidoyabastantevino.Surostrograndeestabamuycolorado.—Sólounpoquito—dijoconunasonrisita—.Bueno,unpoquitomás…unpoco
más…yavale.Dudleysecomíasucuartaracióndepastel.TíaPetuniasorbíaelcaféconeldedo
meñique estirado.Harryhabría querido subir a suhabitación, pero tropezó con losojospequeñoseiracundosdetíoVernonysupoquedebíaquedarseallí.
—¡Aaah!—dijo tíaMarge lamiéndose los labiosydejando la copavacía en lamesa—.Unacomilonaestupenda,Petunia.Porlasnochesmecontentoconcualquierfrito.Condoceperrosquecuidar…—Eructóasusanchasysediounapalmadaenlavoluminosa barriga—. Perdón. Pero me gusta ver a un buen mozo —prosiguióguiñándoleelojoaDudley—.Serásunhombredebuentamaño,Dudders,comotupadre.Sí,tomaréunagotamásdebrandy,Vernon…Encuantoaéste…
SeñalóaHarryconlacabeza.Elmuchachosintióqueseleencogíaelestómago.«Elmanual»,pensóconrapidez.—Éstenotienebuenaplanta,hasalidopequeñajo.Pasatambiénconlosperros.
El año pasado tuve que pedirle al coronel Fubster que asfixiara a uno, porque eraraquítico.Débil.Demalaraza.
Harryintentórecordarlapágina12desulibro:«Encantamientoparalosquevanalrevés.»
—Como decía el otro día, todo se hereda. Lamala sangre prevalece. No digonadacontra tu familia,Petunia.—Consumanodepaladiounapalmaditasobre lamano huesuda de tía Petunia—. Pero tu hermana era la oveja negra. Siempre hayalguna,hastaen lasmejores familias.Yseescapóconungandul.Aquí tenemoselresultado.
Harrymiraba suplato, sintiendounextrañozumbidoen losoídos.«Sujétese laescoba por el palo.»No podía recordar cómo seguía. La voz de tíaMarge parecíaperforarsucabezacomountaladrodetíoVernon.
—Ese Potter —dijo tía Marge en voz alta, cogiendo la botella de brandy yvertiendomásensucopayenelmantel—,nuncamedijisteisaquésededicaba.
Tío Vernon y tía Petunia estaban completamente tensos. Incluso Dudley habíaretiradolosojosdelpastelymirabaasuspadresboquiabierto.
—No… no trabajaba —dijo tío Vernon, mirando a Harry de reojo—. Estabaparado.
—¡Lo que me imaginaba! —comentó tía Marge echándose un buen trago debrandy y limpiándose la barbilla con lamanga—.Un inútil, un vago y un gorrónque…
—Noeranadadeeso—interrumpióHarryderepente.Todos se callaron. Harry temblaba de arriba abajo. Nunca había estado tan
enfadado.
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—¡MÁSBRANDY!—gritótíoVernon,quesehabíapuestopálido.VaciólabotellaenlacopadetíaMarge—.Tú,chico—gruñóaHarry—,vetealacama.
—No,Vernon—dijoentrehipidos tíaMarge, levantandounamano.Fijóen losdeHarrysusojospequeñosyenrojecidos—.Sigue,muchacho,sigue.Conqueestásorgullosodetuspadres,¿eh?Vanysematanenunaccidentedecoche…borrachos,meimagino…
—No murieron en ningún accidente de coche —repuso Harry, que sin darsecuentasehabíalevantado.
—¡Murieron en un accidente de coche, sucio embustero, y te dejaron para quefuerasunacargaparatusdecentesytrabajadorestíos!—gritótíaMarge,inflándosedeira—.Eresunniñoinsolente,desagradecidoy…
Pero tíaMarge se cortó en seco. Por un momento fue como si le faltasen laspalabras.Sehinchabaconuna ira indescriptible…Pero lahinchazónnosedetenía.Su gran cara encarnada comenzó a aumentar de tamaño. Se le agrandaron lospequeñosojosylabocaseleestirótantoquenopodíahablar.Alcabodeuninstante,saltaronvariosbotonesdesuchaquetademezclillaygolpearonenlasparedes…Seinflabacomounglobomonstruoso.Elestómagoseexpandióyreventólacinturadelafaldademezclilla.Losdedosselepusieroncomomorcillas…
—¡MARGE!—gritarona lavez tíoVernony tíaPetunia,cuandoelcuerpode tíaMargecomenzóaelevarsedelasillahaciaeltecho.Estabacompletamenteredonda,comouninmensogloboconojosdecerdito.Ascendíaemitiendolevesruidoscomodeestallidos.Ripperentróenlahabitaciónladrandosinparar.
—¡NOOOOOOO!
TíoVernoncogióaMargeporunpieytratódebajarla,perofaltópocoparaquese elevara también con ella.Un instante después,Ripper dio un salto y hundió loscolmillosenlapiernadetíoVernon.
Harry salió corriendo del comedor, antes de que nadie lo pudiera detener, y sedirigióalaalacenaquehabíadebajodelasescaleras.Porartedemagia,lapuertadelarmarioseabriódegolpecuandollegóanteella.Enunossegundosarrastróelbaúlhasta la puerta de la casa. Subió las escaleras rápidamente, se echó bajo la cama,levantó la tabla suelta y sacó la funda de almohada llena de libros y regalos decumpleaños. Salió de debajo de la cama, cogió la jaula vacía deHedwig, bajó lasescalerascorriendoyllegóalbaúlenelinstanteenquetíoVernonsalíadelcomedorconlaperneradelpantalónhechajirones.
—¡VENAQUÍ!—bramó—.¡REGRESAYARREGLALOQUEHASHECHO!Pero una rabia imprudente se había apoderado deHarry. Abrió el baúl de una
patada,sacólavaritayapuntóconellaatíoVernon.—TíaMarge se lomerecía—dijo Harry jadeando—. Semerecía lo que le ha
pasado.Noteacerques.Tentóasusespaldasbuscandoeltiradordelapuerta.—Mevoy—añadió—.Yahetenidobastante.
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Momentosdespuésarrastrabaelpesadobaúl,conlajauladeHedwigdebajodelbrazo,porlaoscuraysilenciosacalle.
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D
CAPÍTULO3
Elautobúsnoctámbulo
ESPUÉS de alejarse varias calles, se dejó caer sobre un muro bajo de la calleMagnolia, jadeando a causa del esfuerzo. Se quedó sentado, inmóvil, todavía
furioso, escuchando los latidos acelerados del corazón. Pero después de estar diezminutos solo en la oscura calle, le sobrecogió una nueva emoción: el pánico. Decualquiermanera que lomirara, nunca se había encontrado en peor apuro. Estabaabandonadoasusuertey totalmentesoloenelsombríomundomuggle,sinningúnlugaralqueir.Ylopeordetodoeraqueacababadeutilizarlamagiadeformaseria,lo que implicaba, con toda seguridad, que sería expulsado de Hogwarts. Habíainfringido tangravemente elDecretopara lamoderada limitaciónde labrujería enmenoresdeedadqueestabasorprendidodequelosrepresentantesdelMinisteriodeMagianosehubieranpresentadoyaparallevárselo.
Lediounescalofrío.MiróaambosladosdelacalleMagnolia.¿Quélesucedería?¿Lodetendríanoloexpulsaríandelmundomágico?PensóenRonyHermione,yaúnse entristeciómás.Harry estaba segurodeque, delincuenteono,RonyHermionequerríanayudarlo,peroambosestabanenelextranjero,ycomoHedwigsehabíaido,noteníaformadecomunicarseconellos.
Tampocoteníadineromuggle.Lequedabaalgodeoromágicoenelmonedero,enelfondodelbaúl,peroelrestodelafortunaquelehabíandejadosuspadresestabaenunacámaraacorazadadelbancomágicoGringotts,enLondres.NuncapodríallevarelbaúlarastrashastaLondres.Amenosque…
Mirólavaritamágica,quetodavíateníaenlamano.Siyalohabíanexpulsado(elcorazón le latía con dolorosa rapidez), un poco más de magia no empeoraría lascosas. Tenía la capa invisible que había heredado de su padre. ¿Qué pasaría sihechizabaelbaúlparahacerloligerocomounapluma,loatabaalaescoba,secubría
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conlacapayseibaaLondresvolando?Podríasacarelrestodeldinerodelacámaray… comenzar su vida de marginado. Era un horrible panorama, pero no podíaquedarseallísentadootendríaqueexplicarlealapolicíamuggleporquésehallabaallí a las tantas de la noche con una escoba y un baúl lleno de libros deencantamientos.
Harryvolvióaabrirelbaúly lo fuevaciandoenbuscade lacapaparahacerseinvisible.Peroantesdequelaencontraraseincorporóyvolvióamirarasualrededor.
Un extraño cosquilleo en la nuca le provocaba la sensación de que lo estabanvigilando,perolacalleparecíadesiertaynobrillabaluzenningunacasa.
Volvió a inclinarse sobre el baúl y casi inmediatamente se incorporódenuevo,todavíaconlavaritaenlamano.Másqueoírlo,lointuyó:habíaalguiendetrásdeél,en el estrechohuecoque se abría entre el garajey la valla.Harry entornó losojosmientrasmirabaeloscurocallejón.Si semoviera, sabríasi se tratabadeunsimplegatocallejeroodeotracosa.
—¡Lumos!—susurró Harry. Una luz apareció en el extremo de la varita, casideslumbrándole.Lamantuvoenalto,porencimadelacabeza,ylasparedesdelnº2,recubiertasdeguijarros,brillaronderepente.LapuertadelgarajeseiluminóyHarryvio allí, nítidamente, la silueta descomunal de algo que tenía ojos grandes ybrillantes.
Seechóhaciaatrás.Tropezóconelbaúl.Alargóelbrazoparaimpedirlacaída,lavaritasaliódespedidadelamanoyélaterrizójuntoalbordillodelaacera.
SonóunestruendoyHarry se tapó losojos con lasmanos,paraprotegerlosdeunarepentinaluzcegadora…
Dandoungrito,seapartórodandodelacalzadajustoatiempo.Unsegundomástarde,unvehículoderuedasenormesygrandesfarosdelanterosfrenóconunchirridoexactamente en el lugar en que había caídoHarry. Era un autobús de tres plantas,pintado de morado vivo, que había salido de la nada. En el parabrisas llevaba lasiguienteinscripciónconletrasdoradas:AUTOBÚSNOCTÁMBULO.Duranteunafraccióndesegundo,Harrypensósinolohabríaaturdidolacaída.Elcobrador,deuniformemorado,saltódelautobúsydijoenvozaltasinmiraranadie:
—Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujoabandonado a su suerte. Alargue la varita, suba a bordo y lo llevaremos a dondequiera.MellamoStanShunpike.Estaréasudisposiciónestano…
El cobrador se interrumpió. Acababa de ver aHarry, que seguía sentado en elsuelo.Harrycogiódenuevolavaritayselevantódeunbrinco.Alverlodecerca,sediocuentadequeStanShunpikeeratansólounosañosmayorqueél:notendríamásdedieciochoodiecinueve.Teníalasorejasgrandesysalidas,yunmontóndegranos.
—¿Quéhacíasahí?—dijoStan,abandonandolosbuenosmodales.—Mecaí—contestóHarry.—¿Paraqué?—preguntóStanconrisaburlona.—Nomecaíapropósito—contestóHarryenfadado.
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Sehabíahechounagujeroenlarodilleradelosvaquerosylesangrabalamanoconquehabíaamortiguadolacaída.Deprontorecordóporquésehabíacaídoysevolvióparamirar enel callejón, entreelgarajey lavalla.Los farosdelanterosdelautobúsnoctámbuloloiluminabanyeraevidentequeestabavacío.
—¿Quémiras?—preguntóStan.—Habíaalgograndeynegro—explicóHarry,señalandodubitativo—.Comoun
perroenorme…SevolvióhaciaStan,queteníalabocaligeramenteabierta.Nolehizograciaque
sefijaraenlacicatrizdesufrente.—¿Quéesloquetienesenlafrente?—preguntóStan.—Nada—contestóHarry, tapándose la cicatriz con el pelo.Si elMinisteriode
Magialobuscaba,noqueríaponerleslascosasdemasiadofáciles.—¿Cómotellamas?—insistióStan.—NevilleLongbottom—respondióHarry,dandoelprimernombrequelevinoa
lacabeza—.Asíque…asíqueesteautobús…—dijoconrapidez,esperandodesviarlaatencióndeStan—.¿Hasdichoquevaadondeyoquiera?
—Sí —dijo Stan con orgullo—. A donde quieras, siempre y cuando haya uncaminoportierra.Nopodemosirpordebajodelagua.Noshasdadoelalto,¿verdad?—dijo,volviendoaponersesuspicaz—.Sacastelavaritay…¿verdad?
—Sí—respondióHarryconprontitud—.Escucha,¿cuántocostaríairaLondres?—Once sickles —dijo Stan—. Pero por trece te damos además una taza de
chocolateyporquinceunabolsadeaguacalienteyuncepillodedientesdelcolorqueelijas.
Harry rebuscó otra vez en el baúl, sacó el monedero y entregó a Stan unasmonedasdeplata.Entrelosdoscogieronelbaúl,conlajauladeHedwigencima,ylosubieronalautobús.
Nohabíaasientos;ensulugar,alladodelasventanasconcortinas,habíamediadocena de camas de hierro. A los lados de cada una había velas encendidas queiluminabanlasparedesrevestidasdemadera.
Unbrujopequeñocongorrodedormirmurmuróenlapartetrasera:—Ahorano,gracias:estoyescabechandobabosas.—Ysediolavuelta,sindejar
dedormir.—La tuya es ésta—susurróStan,metiendo el baúl deHarry bajo la camaque
había detrás del conductor, que estaba sentado ante el volante—. Éste es nuestroconductor,ErniePrang.ÉsteesNevilleLongbottom,Ernie.
Ernie Prang, un brujo anciano que llevaba unas gafasmuy gruesas, le hizo unademánconlacabeza.Harryvolvióataparselacicatrizconelflequilloysesentóenlacama.
—Vámonos,Ernie—dijoStan,sentándoseensuasiento,alladodelconductor.Se oyó otro estruendo y al momento Harry se encontró estirado en la cama,
impelidohaciaatrásporlaaceleracióndelautobúsnoctámbulo.Alincorporarsemiró
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porlaventanayvio,enmediodelaoscuridad,quepasabanavelocidadtremendaporunacalleirreconocible.StanobservabacongozolacaradesorpresadeHarry.
—Aquíestábamosantesdequenosdieraselalto—explicó—.¿Dóndeestamos,Ernie?¿EnGales?
—Sí—respondióErnie.—¿Cómoesquelosmugglesnooyenelautobús?—preguntóHarry.—¿Ésos? —respondió Stan con desdén—. No saben escuchar, ¿a que no?
Tampocosabenmirar.Nuncavennada.—Vete a despertar a la señoraMarsh—ordenó Ernie a Stan—. Llegaremos a
Abergavennyenunminuto.Stan pasó al lado de la cama de Harry y subió por una escalera estrecha de
madera. Harry seguía mirando por la ventana, cada vez más nervioso. Ernie noparecíadominarelvolante.Elautobúsnoctámbulo invadíacontinuamente laacera,peronochocabacontranada.Cuandoseaproximabaaellos,losbuzones,lasfarolasylaspapelerasseapartabanyvolvíanasusitioencuantopasaba.
Stanreapareció,seguidoporunabrujaligeramenteverdearropadaenunacapadeviaje.
—Hemos llegado, señoraMarsh—dijo Stan con alegría, almismo tiempo queErnie pisaba a fondo el freno, haciendo que las camas se deslizaran medio metrohaciadelante.LaseñoraMarshsetapólabocaconunpañueloysebajódelautobústambaleándose. Stan le arrojó el equipaje y cerró las portezuelas con fuerza.Hubootro estruendo y volvieron a encontrarse viajando a la velocidad del rayo, por uncaminorural,entreárbolesqueseapartaban.
Harry no habría podido dormir aunque viajara en un autobús que no hicieraaquellosruidosnifueraatalvelocidad.Selerevolvíaelestómagoalpensarenloquepodíaocurrirle,yensilosDursleyhabríanconseguidobajardeltechoatíaMarge.
Stan había abierto un ejemplar deEl Profeta y lo leía con la lengua entre losdientes.En laprimerapágina,unagran fotografíadeunhombrecon rostro tristeypelolargoyenmarañadoleguiñabaaHarryunojo,lentamente.AHarryleresultabaextrañamentefamiliar.
—¡Ese hombre!—dijoHarry, olvidando por unosmomentos sus problemas—.¡Salióeneltelediariodelosmuggles!
Stanvolvióalaprimerapáginayrióentredientes.—Es Sirius Black —asintió—. Por supuesto que ha salido en el telediario
muggle,Neville.¿Dóndehasestadoestetiempo?Volvió a sonreír con aire de superioridad al ver la perplejidad de Harry.
DesprendiólaprimerapáginadeldiarioyselaentregóaHarry.—Deberíasleermáselperiódico,Neville.Harryacercólapáginaalavelayleyó:
BLACKSIGUESUELTO
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El Ministerio de Magia confirmó ayer que Sirius Black, tal vez el másmalvado reclusoquehayaalbergado la fortalezadeAzkaban, aúnnohasidocapturado.
«Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para volver aapresarlo,yrogamosalacomunidadmágicaquemantengalacalma»,hadeclarado esta misma mañana el ministro de Magia Cornelius Fudge.Fudgehasidocriticadopormiembrosde laFederación InternacionaldeBrujosporhaberinformadodelproblemaalPrimerMinistromuggle.«Nohe tenido más remedio que hacerlo», ha replicado Fudge, visiblementeenojado.«Blackestáloco,ysuponeunseriopeligroparacualquieraquesetropiececonél,yaseamagoomuggle.HeobtenidodelPrimerMinistrolapromesadequenorevelaráanadielaverdaderaidentidaddeBlack.Yseamosrealistas,¿quiénlocreeríasilohiciera?»
Mientrasquealosmugglesse leshadichoqueBlackvaarmadoconunrevólver(unaespeciedevaritademetalquelosmugglesutilizanparamatarseentreellos),lacomunidadmágicaviveconmiedodequeserepitala matanza que se produjo hace doce años, cuando Black mató a trecepersonasconunsolohechizo.
Harry observó los ojos ensombrecidos de Black, la única parte de su carademacradaqueparecíaposeeralgodevida.Harrynohabíavistonuncaaunvampiro,perohabíavisto fotosen susclasesdeDefensaContra lasArtesOscuras,yBlack,consupielblancacomolacera,parecíauno.
—Damiedomirarlo,¿verdad?—dijoStan,quemientrasleíaelartículosehabíaestadofijandoenHarry.
—¿Mató a trece personas—preguntóHarry, devolviéndole a Stan la página—conunhechizo?
—Sí —respondió Stan—. Delante de testigos y a plena luz del día. Causóconmoción,¿noesverdad,Ernie?
—Sí—confirmóErniesombríamente.ParavermejoraHarry,Stansevolvióenelasiento,conlasmanosenelrespaldo.—BlackeraungranpartidariodeQuienTúSabes—dijo.—¿Quién?¿Voldemort?—dijoHarrysinpensar.Stanpalidecióhasta losgranos.Erniedioungiro tanbruscoconelvolanteque
tuvoquequitarsedelcaminounagranjaenteraparaesquivarelautobús.—¿Tehasvueltoloco?—gritóStan—.¿Porquéhasmencionadosunombre?—Losiento—dijoHarryconprontitud—.Losiento,se…semeolvidó.—¡Queseteolvidó!—exclamóStanconvozexánime—.¡Caramba,elcorazón
melateacienporhora!—Entonces…entonces,¿BlackeraseguidordeQuienTúSabes?—soltóHarry
comodisculpa.
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—Sí —confirmó Stan, frotándose todavía el pecho—. Sí, exactamente. MuypróximoaQuienTúSabes,segúndicen…Decualquiermanera,cuandoelpequeñoHarryPotteracabóconQuienTúSabes(Harryvolvióaaplastarseelpelocontralacicatriz), todos los seguidores de Quien Tú Sabes fueron descubiertos, ¿verdad,Ernie?CasitodossabíanquelahistoriahabíaterminadounavezvencidoQuienTúSabes,ysevolvieronmuyprudentes.PeronoSiriusBlack.Segúnheoído,pensabaser el lugarteniente de Quien Tú Sabes cuando llegara al poder. El caso es quearrinconaron aBlack en una calle llena demuggles,Black sacó la varita y de esamanerahizosaltarporlosaireslamitaddelacalle.Pillóaunmagoyadocemugglesque pasaban por allí. Horrible, ¿no? ¿Y sabes lo que hizo Black entonces? —prosiguióStanconunsusurroteatral.
—¿Qué?—preguntóHarry.—Reírse —explicó Stan—. Se quedó allí riéndose. Y cuando llegaron los
refuerzosdelMinisteriodeMagia,dejóqueselollevarancomositalcosa,sinpararde reír a mandíbula batiente. Porque está loco, ¿verdad, Ernie? ¿Verdad que estáloco?
—SinoloestabacuandolollevaronaAzkaban,loestaráahora—dijoErnieconvoz pausada—.Yomemaldeciría amímismo si tuviera que pisar ese lugar, perodespuésdeloquehizoleestuvobienempleado.
—Lesdiomuchotrabajoencubrirlotodo,¿verdad,Ernie?—dijoStan—.Todalacalledestruidaytodosaquellosmugglesmuertos.¿Cuálfuelaversiónoficial,Ernie?
—Unaexplosióndegas—gruñóErnie.—Y ahora está libre —dijo Stan volviendo a examinar la cara demacrada de
Black, en la fotografía del periódico—. Es la primera vez que alguien se fuga deAzkaban,¿verdad,Ernie?Noentiendocómolohahecho.Damiedo,¿no?NocreoquelosguardiasdeAzkabanselopusieranfácil,¿verdad,Ernie?
Ernieseestremecióderepente.—Sébuenchicoycambiadeconversación.LosguardiasdeAzkabanmeponen
lospelosdepunta.Stanretiróelperiódicoaregañadientes,yHarrysereclinócontralaventanadel
autobús noctámbulo, sintiéndose peor que nunca.No podía dejar de imaginarse loque Stan contaría a los pasajeros noches más tarde: «¿Has oído lo de ese HarryPotter? Hinchó a su tía como si fuera un globo. Lo tuvimos aquí, en el autobúsnoctámbulo,¿verdad,Ernie?Tratabadehuir…»
Harry había infringido las leyes mágicas, exactamente igual que Sirius Black.¿InflaratíaMargeseríaconsideradolobastantegraveparairaAzkaban?Harrynosabía nada acerca de la prisión de los magos, aunque todos a cuantos había oídohablar sobre ella empleaban elmismo tono aterrador.Hagrid, el guardabosques deHogwarts, había pasado allí dos meses el curso anterior. Tardaría en olvidar laexpresióndeterrorquepusocuandoledijeronadóndelollevaban,yHagrideraunadelaspersonasmásvalientesqueconocía.
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Elautobúsnoctámbulocirculabaenlaoscuridadechandoaunladolosarbustos,lasbalizas,lascabinasdeteléfono,losárboles,mientrasHarrypermanecíaacostadoen el colchón de plumas, deprimido. Después de un rato, Stan recordó que Harryhabíapagadounatazadechocolatecaliente,peroloderramótodosobrelaalmohadadeHarryconelbruscomovimientodelautobúsentreAngleseyyAberdeen.Brujosybrujas en camisón y zapatillas descendieron uno por uno del piso superior, paraabandonarelautobús.Todosparecíanencantadosdebajarse.
AlfinalsóloquedóHarry.—Bien,Neville—dijoStan,dandopalmadas—,¿aquépartedeLondres?—AlcallejónDiagon—respondióHarry.—Deacuerdo—dijoStan—,agárratefuerte…¡PRUMMMMBBB!
CircularonporCharingCrosscomounrayo.Harryseincorporóenlacama,yvioedificiosybancosapretujándoseparaevitaralautobús.Elcieloaclaraba.Reposaríaunpardehoras,llegaríaaGringottsalahoradeabriryseiría,nosabíadónde.
Erniepisóel freno,yelautobúsnoctámbuloderrapóhastadetenersedelantedeuna tabernaviejayalgosucia,elCalderoChorreante, tras lacualestaba laentradamágicaalcallejónDiagon.
—Gracias—ledijoaErnie.BajódeunsaltoyconlaayudadeStandejóenlaaceraelbaúlylajauladeHedwig—.Bueno—dijoHarry—,entonces,¡adiós!
PeroStannoleprestabaatención.Todavíaenlapuertadelautobús,mirabaconlosojosabiertosdeparenparlaentradaenigmáticadelCalderoChorreante.
—Conqueestásaquí,Harry—dijounavoz.Antes de queHarry se pudiera dar la vuelta, notó unamano en el hombro.Al
mismotiempo,Stangritó:—¡Caray!¡Ernie,venaquí!¡Venaquí!Harrymiróhaciaarribaparaverquién lehabíapuesto lamanoenelhombroy
sintiócomosi leecharanuncalderodeaguaheladaenelestómago.EstabadelantedelmismísimoCorneliusFudge,elministrodeMagia.
Stansaltóalaacera,trasellos.—¿CómohallamadoaNeville,señorministro?—dijonervioso.Fudge, un hombre pequeño y corpulento vestido con una capa larga de rayas,
parecíadistanteycansado.—¿Neville?—repitiófrunciendoelentrecejo—.EsHarryPotter.—¡Lo sabía! —gritó Stan con alegría—. ¡Ernie! ¡Ernie! ¡Adivina quién es
Neville!¡EsHarryPotter!¡Veosucicatriz!—Sí —dijo Fudge irritado—. Bien, estoy muy orgulloso de que el autobús
noctámbulohayatransportadoaHarryPotter,peroahoraélyyotenemosqueentrarenelCalderoChorreante…
FudgeapretómásfuerteelhombrodeHarry,yHarrysevioconducidoalinteriordelataberna.Unafiguraencorvada,queportabaunfarol,aparecióporlapuertade
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detrásdelabarra.EraTom,eldueñodesdentadoyllenodearrugas.—¡Lo ha atrapado, señor ministro! —dijo Tom—. ¿Querrá tomar algo?
¿Cerveza?¿Brandy?—Talvezunté—contestóFudge,queaúnnohabíasoltadoaHarry.Detrásdeellosseoyóunruidodearrastreyunjadeo,yaparecieronStanyErnie
acarreando el baúl de Harry y la jaula deHedwig, y mirando emocionados a sualrededor.
—¿Porquénonoshasdichoquiéneras,Neville?—lepreguntóStansonriendo,mientras Ernie, con su cara de búho, miraba por encima del hombro de Stan conmuchointerés.
—Y un salón privado, Tom, por favor —pidió Fudge lanzándoles una claraindirecta.
—Adiós—dijoHarrycontristezaaStanyErnie,mientrasTomindicabaaFudgeunpasadizoquesalíadelbar.
—¡Adiós,Neville!—dijoStan.Fudge llevó a Harry por el estrecho pasadizo, tras el farol de Tom, hasta que
llegaronaunapequeñaestancia.Tomchascólosdedos,yseencendióunfuegoenlachimenea.Trashacerunareverencia,sefue.
—Siéntate,Harry—dijoFudge,señalandounasillaquehabíaalladodelfuego.Harry se sentó. Se le había puesto carne de gallina en los brazos, a pesar del
fuego.Fudgesequitólacapaderayasyladejóaunlado.LuegosesubióunpocolospantalonesdeltrajeverdebotellaysesentóenfrentedeHarry.
—SoyCorneliusFudge,ministrodeMagia.Porsupuesto,Harryyalosabía.HabíavistoaFudgeenunaocasiónanterior,pero
como entonces llevaba la capa invisible que le había dejado su padre en herencia,Fudgenopodíasaberlo.
Tom, el propietario, volvió conundelantal puesto sobre el camisóny llevandounabandejacontéybollos.ColocólabandejasobrelamesaquehabíaentreFudgeyHarry,ysaliódelaestanciacerrandolapuertatrasdesí.
—Bueno,Harry—dijoFudge, sirviendo el té—,nome importa confesarte quenos has traído a todos de cabeza. ¡Huir de esamanera de casa de tus tíos! Habíaempezadoapensar…Peroestásasalvoyesoesloimportante.
FudgeseuntóunbolloconmantequillayleacercóelplatoaHarry.—Come, Harry, pareces desfallecido. Ahora… te agradará oír que hemos
solucionado la hinchazón de la señorita Marjorie Dursley. Hace unas horas queenviamosaPrivetDriveadosmiembrosdelabrigadaencargadadedeshacermagiaaccidental.HandesinfladoalaseñoritaDursleyylehanmodificadolamemoria.Noguarda ningún recuerdo del incidente. Así que asunto concluido y no hay quelamentardaños.
Fudge sonrió a Harry por encima del borde de la taza. Parecía un tíocontemplando a su sobrino favorito.Harry, que nopodía creer lo que oía, abrió la
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bocaparahablar,peronoseleocurriónadaquedecir,asíquelavolvióacerrar.—¡Ah!¿Tepreocupasporlareaccióndetustíos?—añadióFudge—.Bueno,no
tenegaréqueestánmuyenfadados,Harry,peroestándispuestosavolverarecibirteelpróximoverano,contaldequetequedesenHogwartsdurantelasvacacionesdeNavidadydeSemanaSanta.
Harrycarraspeó.—Siempre me quedo en Hogwarts durante la Navidad y la Semana Santa—
observó—.YnoquierovolvernuncaaPrivetDrive.—Vamos, vamos. Estoy seguro de que no pensarás así cuando te hayas
tranquilizado —dijo Fudge en tono de preocupación—. Después de todo, son tufamilia,yestoysegurodequesentísunapreciomutuo…eh…muyenelfondo.
NoseleocurrióaHarrydesmentiraFudge.Queríaoírcuálseríasudestino.—Asíquetodocuantoquedaporhacer—añadióFudgeuntandodemantequilla
otro bollo— es decidir dónde vas a pasar las tres últimas semanas de vacaciones.Sugieroquecojasunahabitaciónaquí,enelCalderoChorreante,y…
—Unmomento—interrumpióHarry—.¿Ymicastigo?Fudgeparpadeó.—¿Castigo?—¡Heinfringidolaley!¡ElDecretoparalamoderadalimitacióndelabrujeríaen
menoresdeedad!—¡Notevamosacastigarporunatonteríacomoésa!—gritóFudge,agitandocon
impaciencialamanoquesosteníaelbollo—.¡Fueunaccidente!¡NoseenvíaanadieaAzkabansóloporinflarasutía!
PeroaquellonocuadrabadeltodoconeltratoqueelMinisteriodeMagiahabíadispensadoaHarryanteriormente.
—¡El año pasado me enviaron una amonestación oficial sólo porque un elfodomésticotiróunpastelenlacasademitío!—exclamóHarryarrugandoelentrecejo—.¡ElMinisteriodeMagiamecomunicóquemeexpulsaríandeHogwartssivolvíaautilizarsemagiaenaquellacasa!
SiaHarrynoleengañabanlosojos,Fudgeparecíaapurado.—Lascircunstanciascambian,Harry…Tenemosquetenerencuenta…Talcomo
estánlascosasactualmente…Noquerrásqueteexpulsemos,¿verdad?—Porsupuestoqueno—dijoHarry.—Bueno, entonces, ¿por qué protestas? —dijo Fudge riéndose, sin darle
importancia—.Ahoracómeteunbollo,Harry,mientrasvoyaversiTomtieneunahabitaciónlibreparati.
Fudgesaliódelaestanciaconpasofirme,yHarrylosiguióconlamirada.Estabasucediendo algo muy raro. ¿Por qué lo había esperado Fudge en el CalderoChorreante si no era para castigarlo por lo que había hecho?Y pensando en ello,seguro que no era normal que el mismísimo ministro de Magia se encargara deproblemascomolautilizacióndelamagiapormenoresdeedad.
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FudgeregresóacompañadoporTom,eltabernero.—La habitación 11 está libre, Harry —le comunicó Fudge—. Creo que te
encontrarásmuycómodo.Sólounapetición(yestoysegurodequeloentenderás):noquieroquevayasaLondresmuggle,¿deacuerdo?NosalgasdelcallejónDiagon.Ytienes que estar de vuelta cada tarde antes de que oscurezca. Supongo que loentiendes.Tomtevigilaráenminombre.
—Deacuerdo—respondióHarry—.Pero¿porqué…?—Noqueremosquetevuelvasaperder—explicóFudge,riéndoseconganas—.
No,no…mejorsaberdóndeestás…Loquequierodecir…Fudgeseaclaróruidosamentelagargantayrecogiósucapa.—Mevoy.Yasabes,tengomuchoquehacer.—¿HanatrapadoaBlack?—preguntóHarry.LosdedosdeFudgeresbalaronporlosbrochesdeplatadelacapa.—¿Qué? ¿Hasoído algo?Bueno, no.Aúnno, pero es cuestiónde tiempo.Los
guardiasdeAzkabannohanfalladonunca,hastaahora…Yestánmásirritadosquenunca.—Fudgeseestremecióligeramente—.Bueno,adiós.
AlargólamanoyHarry,alestrecharla,tuvounaidearepentina.—¡Señorministro!¿Puedopedirlealgo?—Porsupuesto—sonrióFudge.—Losdetercercurso,enHogwarts,tienenpermisoparavisitarHogsmeade,pero
mistíosnohanfirmadolaautorización.¿Podríahacerlousted?Fudgeparecíaincómodo.—Ah—exclamó—. No, no, lo siento mucho, Harry. Pero como no soy ni tu
padrenitututor…—PeroustedeselministrodeMagia—repusoHarry—.Simedierapermiso…—No. Lo siento, Harry, pero las normas son las normas —dijo Fudge
rotundamente—.QuizápuedasvisitarHogsmeadeelpróximocurso.Dehecho,creoqueesmejorqueno…Sí.Bueno,mevoy.Esperoquetengasunaestanciaagradableaquí,Harry.
Yconunaúltimasonrisa,saliódelaestancia.TomseacercóaHarrysonriendo.—Siquiereseguirme,señorPotter…Yahesubidosuscosas…Harry siguió aTomporuna escalerademaderamuyelegantehasta unapuerta
conunnúmero11demetalcolgadoenella.TomlaabrióconlallaveparaqueHarrypasara.
Dentrohabíaunacamadeaspectomuycómodo,algunosmueblesde robleconmuchobarniz,unfuegoquecrepitabaalegrementey,encaramadasobreelarmario…
—¡Hedwig!—exclamóHarry.LablancalechuzadiounpicotazoalaireysefuevolandohastaelbrazodeHarry.—Tiene una lechuza muy lista—dijo Tom con una risita—. Ha llegado unos
cincominutosdespuésdeusted.Sinecesitaalgo,señorPotter,nodudeenpedirlo.Volvióahacerunainclinación,yabandonólahabitación.
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Harrysesentóensucamaduranteunrato,acariciandoaHedwigypensandoenotrascosas.Elcieloqueveíaporlaventanacambiórápidamentedelazul intensoyaterciopelado a un gris frío ymetálico, y luego, lentamente, a un rosa con franjasdoradas.ApenaspodíacreerqueacabaradeabandonarPrivetDrivehacíasólounashoras,quenohubierasidoexpulsadoyquetuvierapordelantelaperspectivadepasartressemanassinlosDursley.
—Hasidounanochemuyrara,Hedwig—dijobostezando.Y sin siquiera quitarse las gafas, se desplomó sobre la almohada y se quedó
dormido.
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H
CAPÍTULO4
ElCalderoChorreante
ARRY tardó varios días en acostumbrarse a su nueva libertad. Nunca se habíapodidolevantaralahoraquequería,nicomerloquelegustaba.Podíairdonde
le apeteciera, siempre y cuando estuviera en el callejónDiagon, y como esta callelarga y empedrada rebosaba de las tiendas de brujeríamás fascinantes delmundo,HarrynosentíaningúndeseodeincumplirlapalabraquelehabíadadoaFudgenideextraviarseporelmundomuggle.
DesayunabaporlasmañanasenelCalderoChorreante,dondedisfrutabaviendoalosdemáshuéspedes:brujaspequeñasygraciosasquehabíanllegadodelcampoparapasarundíadecompras;magosdeaspectovenerablequediscutíansobreelúltimoartículo aparecido en la revista La transformación moderna; brujos de aspectoprimitivo; enanitos escandalosos; y, en cierta ocasión, una bruja malvada con unpasamontañasdegruesalana,quepidióunplatodehígadocrudo.
Después del desayuno, Harry salía al patio de atrás, sacaba la varita mágica,golpeaba el tercer ladrillo de la izquierda por encima del cubo de la basura, y sequedabaesperandohastaqueseabríaenlaparedelarcoquedabaalcallejónDiagon.
Harrypasabaaquelloslargosysoleadosdíasexplorandolastiendasycomiendobajosombrillasdebrillantescoloresenlasterrazasdeloscafés,dondelosocupantesde lasotrasmesasseenseñaban lascomprasquehabíanhecho («esun lunascopio,amigomío, se acabóel andar con losmapas lunares, ¿tedas cuenta?»)odiscutíansobreelcasodeSiriusBlack(«yonopiensodejaraningunodemischicosquesalgasolohastaqueSiriusvuelvaaAzkaban»).Harryyano teníaquehacer losdeberesbajolasmantasyalaluzdeunavela;ahorapodíasentarse,aplenaluzdeldía,enlaterraza de la Heladería Florean Fortescue, y terminar todos los trabajos con laocasionalayudadelmismoFloreanFortescue,quien,ademásdesabermuchosobre
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laquemadebrujasenlostiemposmedievales,dabagratisaHarry,cadamediahora,unheladodecremaycaramelo.
Despuésde llenarelmonederocongaleonesdeoro,sicklesdeplatayknutsdebronce de su cámara acorazada en Gringotts, necesitó mucho dominio para nogastárselo todoenseguida.Teníaquerecordarsequeaún lequedabancincoañosenHogwarts,eimaginarsepidiéndolesdineroalosDursleyparalibrosdehechizos,paranocaerenlatentacióndecomprarseunjuegodegobstonesdeoromacizo(unjuegomágicomuy parecido a las canicas, en el que las bolas lanzan un líquido de olorrepugnantealacaradeljugadorquepierdeunpunto).Tambiénletentabaunagranboladecristalconunagalaxiaenminiaturadentro,quehabríavenidoasignificarqueno tendríaquevolver a recibir otra clasede astronomía.Pero loquemás apruebapusosudecisiónaparecióensu tienda favorita (ArtículosdeCalidadparael JuegodelQuidditch)alasemanadellegaralCalderoChorreante.
Deseosodeenterarsedequéeraloqueobservabalamultitudenlatienda,Harryseabriópasoparaentrar,apretujándoseentrebrujosybrujasemocionados,hastaquevio,enunexpositor,laescobamásimpresionantequehabíavistoensuvida.
—Acabadesalir…prototipo…—ledecíaunbrujodemandíbulacuadradaasuacompañante.
—Eslaescobamásrápidadelmundo,¿aquesí,papá?—gritóunmuchachomáspequeñoqueHarry,queibacolgadodelbrazodesupadre.
Elpropietariodelatiendadecíaalagente:—¡LaseleccióndeIrlandaacabadehacerunpedidodesietedeestasmaravillas!
¡EslaescobafavoritadelosMundiales!Cuandounabrujadegrantamañoseapartó,Harrypudoleerelletreroquehabía
alladodelaescoba:
SAETADEFUEGO
Esteultimísimomodelodeescobadecarrerasdisponedeunpalodefresnoultrafinoyaerodinámico,tratadoconunaceradurísima,yestánumeradoamanoconsupropiamatrícula.Cadaunadelasramitasdeabeduldelacola ha sido especialmente seleccionada y afilada hasta conseguir laperfección aerodinámica. Todo ello otorga a la Saeta de Fuego unequilibrioinsuperableyunaprecisiónmilimétrica.LaSaetadeFuegotieneuna aceleración de 0 a 240 km/hora en diez segundos, e incorpora unsistema indestructiblede frenadoporencantamiento.Preguntarprecioenelinterior.
Preguntar el precio…Harry no quería ni imaginar cuánto costaría la Saeta deFuego. Nunca le había apetecido nada tanto como aquello… Pero nunca habíaperdidounpartidodequidditchensuNimbus2000,¿ydequéleservíadejarvacíasucámaradeseguridaddeGringottsparacomprarselaSaetadeFuegoteniendoyauna
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escobamuybuena?Harrynopreguntóelprecio,peroregresóalatiendacasitodoslosdíassóloparacontemplarlaSaetadeFuego.Sinembargo,habíacosasqueHarryteníaquecomprar.Fuealaboticaparaaprovisionarsedeingredientesparapociones,y como la túnica del colegio le quedaba ya demasiado corta tanto por las piernascomoporlosbrazos,visitólatiendadeTúnicasparaCualquierOcasióndelaseñoraMalkin y compró otra nueva.Y lomás importante de todo: tenía que comprar loslibros de texto para sus dos nuevas asignaturas: Cuidado de Criaturas Mágicas yAdivinación.
Harry se sorprendió al mirar el escaparate de la librería. En lugar de laacostumbrada exhibición de libros de hechizos, repujados en oro y del tamaño delosasdepavimentar,habíaunagranjauladehierroqueconteníacienejemplaresdeEl monstruoso libro de los monstruos. Por todas partes caían páginas de losejemplares que se peleaban entre sí, mordiéndose violentamente, enzarzados enfuriososcombatesdeluchalibre.
Harry sacó del bolsillo la lista de libros y la consultó por primera vez. Elmonstruoso libro de los monstruos aparecía mencionado como uno de los textosprogramadospara laasignaturadeCuidadodeCriaturasMágicas.EnesemomentoHarrycomprendióporquéHagridlehabíadichoquepodíaserleútil.Sintióalivio.SehabíapreguntadosiHagridtendríaproblemasconalgúnnuevoyterroríficoanimaldecompañía.
CuandoHarryentróenFlourishyBlotts,eldependienteseacercóaél.—¿Hogwarts?—preguntódegolpe—.¿Vienesporlosnuevoslibros?—Sí—respondióHarry—.Necesito…—Quítatedeenmedio—dijoeldependienteconimpaciencia,haciendoaHarrya
unlado.Sepusounpardeguantesmuygruesos,cogióunbastóngrande,connudos,ysedirigióalajauladeloslibrosmonstruosos.
—Espere—dijoHarryconprontitud—,éseyalotengo.—¿Sí?—Elrostrodeldependientebrillódealivio—.¡Cuántomealegro!Yame
hanmordidocincovecesenloquevadedía.Desgarró el aire un estruendoso rasguido.Dos librosmonstruosos acababan de
atraparaunterceroyloestabandesgarrando.—¡Basta ya! ¡Basta ya! —gritó el dependiente, metiendo el bastón entre los
barrotes para separarlos—. ¡Nopienso volver a pedirlos, nuncamás! ¡Ha sido unalocura! Pensé que no podía haber nada peor que cuando trajeron los doscientosejemplaresdelLibro invisiblede la invisibilidad.Costaronuna fortunaynunca losencontramos…Bueno,¿enquépuedoservirte?
—NecesitoDisiparlasnieblasdel futuro,deCassandraVablatsky—dijoHarry,consultandolalistadelibros.
—Ah, vas a comenzarAdivinación, ¿verdad?—dijo el dependiente quitándoselosguantesy conduciendoaHarry a laparte traserade la tienda,dondehabíaunasección dedicada a la predicción del futuro.Había una pequeñamesa rebosante de
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volúmenes con títulos como Predecir lo impredecible: protégete de los fallos yaccidentesyCuandoeldestinoesadverso.
—Aquítienes—ledijoeldependiente,quehabíasubidounospeldañosparabajarungruesolibrodepastanegra—:Disiparlasnieblasdelfuturo,unaguíaexcelentede métodos básicos de adivinación: quiromancia, bolas de cristal, entrañas deanimales…
PeroHarrynoescuchaba.Sumiradahabíaidoaposarseenotrolibroqueestabaentrelosquehabíaexpuestosenunapequeñamesa:Auguriosdemuerte:quéhacercuandosabesqueseacercalopeor.
—Yoen tu lugarno leería eso—dijo suavemente eldependiente, al ver loqueHarryestabamirando—.Comenzarásaverauguriosdemuerteportodoslados.Eselibroconsigueasustarallectorhastamatarlodemiedo.
Pero Harry siguió examinando la portada del libro. Mostraba un perro negro,grandecomounoso,conojosbrillantes.Leresultabaextrañamentefamiliar…
EldependientepusoenlasmanosdeHarryelejemplardeDisiparlasnieblasdelfuturo.
—¿Algomás?—preguntó.—Sí —dijo Harry, algo aturdido, apartando los ojos de los del perro y
consultandolalistadelibros—:Necesito…Transformación,nivelintermedioyLibroreglamentariodehechizos,tercercurso.
Diezminutosdespués,HarrysaliódeFlourishyBlottsconsusnuevoslibrosbajoelbrazo,yvolvióalCalderoChorreantesinapenasdarsecuentadepordóndeiba,ychocandoconvariaspersonas.
Subiólasescalerasquellevabanasuhabitación,entróenellayarrojóloslibrossobrelacama.Alguienlahabíahecho.Lasventanasestabanabiertasyelsolentrabaa raudales. Harry oía los autobuses que pasaban por la callemuggle que quedabadetrás de él, fuera de la vista; y el alboroto de la multitud invisible, abajo, en elcallejónDiagon.Sevioreflejadoenelespejoquehabíaenellavabo.
—Nopuedehabersidounpresagiodemuerte—ledijoasureflejoconactituddesafiante—. Estaba muerto de terror cuando vi aquello en la calle Magnolia.Probablementenofuemásqueunperrocallejero.
Alzólamanodeformaautomática,eintentóalisarseelpelo.—Esunabatallaperdida—lerespondióelespejoconvozsilbante.
•••
Alpasarlosdías,HarryempezóabuscarconmásahíncoaRonyaHermione.Poraquellos días llegaban al callejón Diagon muchos alumnos de Hogwarts, ya quefaltabapocoparaelcomienzodelcurso.Harry seencontróaSeamusFinniganyaDeanThomas,compañerosdeGryffindor,en la tiendaArtículosdeCalidadparaelJuegodelQuidditch,dondetambiénellossecomíanconlosojoslaSaetadeFuego;
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se tropezó también, en la puerta de Flourish y Blotts, con el verdadero NevilleLongbottom, un muchacho despistado de cara redonda. Harry no se detuvo paracharlar;Nevilleparecíahaberperdidolalistadeloslibros,ysuabuela,queteníaunaspectotemible,leestabariñendo.HarrydeseóqueellanuncaseenteraradequeélsehabíahechopasarporsunietocuandointentabaescapardelMinisteriodeMagia.
Harry despertó el último día de vacaciones pensando en que vería a Ron y aHermione al día siguiente, en el expreso deHogwarts. Se levantó, se vistió, fue acontemplarporúltimavezlaSaetadeFuego,yseestabapreguntandodóndecomeríacuandoalguiengritósunombre.Sevolvió.
—¡Harry!¡HARRY!Allíestabanlosdos,sentadosenlaterrazadelaheladeríaFloreanFortescue.Ron,
máspecosoquenunca;Hermione,muymorena;ylosdoslellamabanlaatenciónconlamano.
—¡Porfin!—dijoRon,sonriendoaHarrydeorejaaorejacuandoéstesesentó—.HemosestadoenelCalderoChorreante,peronosdijeronquehabíassalido,yluegohemosidoaFlourishyBlotts,yalestablecimientodelaseñoraMalkin,y…
—Comprélasemanapasadatodoelmaterialescolar.¿YcómoosenterasteisdequemealojoenelCalderoChorreante?
—Mipadre—contestóRonescuetamente.SeguroqueelseñorWeasley,quetrabajabaenelMinisteriodeMagia,habíaoído
todalahistoriadeloquelehabíaocurridoatíaMarge.—¿Esverdadqueinflasteatutía,Harry?—preguntóHermionemuyseria.—Fue sin querer—respondióHarry,mientrasRon se partía de risa—.Perdí el
control.—No tiene ninguna gracia, Ron —dijo Hermione con severidad—.
Verdaderamente,mesorprendequenotehayanexpulsado.—Amítambién—admitióHarry—.Nosóloexpulsado:loquemástemíaeraser
arrestado.—MiróaRon—:¿Nosabrá tupadreporquémehaperdonadoFudgeelcastigo?
—Probablemente, porque eres tú. ¿No puede ser ése elmotivo?—Encogió loshombros,sindejardereírse—.ElfamosoHarryPotter.NomegustaríaenterarmedeloquemeharíaamíelMinisteriosisemeocurrierainflaramitía.Peroprimerometendríanquedesenterrar,porquemimadremehabríamatado.Decualquiermanera,tú mismo le puedes preguntar a mi padre esta tarde. ¡Esta noche nos alojamostambiénenelCalderoChorreante!MañanapodrásvenirconnosotrosaKing’sCross.¡Ah,yHermionetambiénsealojaallí!
Lamuchachaasintióconlacabeza,sonriendo.—Mispadresmehantraídoestamañana,contodasmiscosasdelcolegio.—¡Estupendo!—dijo Harry, muy contento—. ¿Habéis comprado ya todos los
librosyelmaterialparaelpróximocurso?—Miraesto—dijoRon,sacandodeunamochilaunacajadelgadayalargada,y
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abriéndola—:unavaritamágicanueva.Treintaycincocentímetros,maderadesauce,conunpelodecoladeunicornio.Ytenemostodosloslibros.—Señalóunamochilagrandequehabíadebajodesusilla—.¿Yquéteparecenloslibrosmonstruosos?Ellibrerocasiseechóallorarcuandoledijimosquequeríamosdos.
—¿Yquéestodoeso,Hermione?—preguntóHarry,señalandonounasinotresmochilasrepletasquehabíaasulado,enunasilla.
—Bueno,mehematriculadoenmásasignaturasquetú,¿noteacuerdas?—dijoHermione—. Son mis libros de Aritmancia, Cuidado de Criaturas Mágicas,Adivinación,RunasAntiguas,EstudiosMuggles…
—¿Para qué quieres hacer Estudios Muggles? —preguntó Ron volviéndose aHarryyponiendolosojosenblanco—.¡Túeresdesangremuggle!¡Tuspadressonmuggles!¡Yalosabestodosobrelosmuggles!
—Peroseráfascinanteestudiarlosdesdeelpuntodevistadelosmagos—repusoHermioneconseriedad.
—¿Tienespensadocomerodormirestecursoenalgúnmomento,Hermione?—preguntóHarrymientrasRonsereía.
Hermionenoleshizocaso:—Todavía me quedan diez galeones —dijo comprobando su monedero—. En
septiembreesmicumpleaños,ymispadresmehandadodineroparacomprarmeelregalodecumpleañosporadelantado.
—¿Porquénotecomprasunlibro?—dijoRonponiendovozcándida.—No, creo que no —respondió Hermione sin enfadarse—. Lo que más me
apeteceesunalechuza.HarrytieneaHedwigytútienesaErrol…—No,noesmío.Errolesdelafamilia.LoúnicoqueposeoesaScabbers.—Se
sacó la rata del bolsillo—.Quiero que le hagan un chequeo—añadió, poniendo aScabbersenlamesa,anteellos—.MeparecequeEgiptonolehasentadobien.
Scabbersestabamásdelgadadelonormalyteníamustioslosbigotes.—Ahí hay una tienda de animales mágicos —dijo Harry, que por entonces
conocíayabastantebienelcallejónDiagon—.PuedesmiraraversitienenalgoparaScabbers.YHermionesepuedecomprarunalechuza.
Asíquepagaronlosheladosycruzaronlacalleparairalatiendadeanimales.No habíamucho espacio dentro.Hasta el último centímetro de la pared estaba
cubierto por jaulas. Olía fuerte y habíamucho ruido, porque los ocupantes de lasjaulas chillaban, graznaban, silbaban o parloteaban. La bruja que había detrás delmostradorestabaaconsejandoaunclientesobreelcuidadodelos tritonesdedoblecola,asíqueHarry,RonyHermioneesperaron,observandolasjaulas.
Unpardesaposrojosymuygrandesestabandándoseunbanqueteconmoscardasmuertas;cercadelescaparatebrillabaunatortugagiganteconjoyasincrustadasenelcaparazón;caracolesvenenososdecolornaranjatrepabanporlasparedesdesuurnadecristal;unconejogordoyblancosetransformabasinpararenunachisteradesedayvolvíaasuformadeconejohaciendo«¡plop!».Habíagatosde todos loscolores,
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una escandalosa jaula de cuervos, un cesto con pelotitas de piel del color de lasnatillas que zumbaban ruidosamente y, encimadelmostrador, una enorme jaula deratasnegrasdepelolacioybrillantequejugabanadarsaltossirviéndosedelacolalargaypelada.
El clientede los tritonesdedoblecola salióde la tiendayRon seaproximóalmostrador.
—Setratademirata—leexplicóalabruja—.DesdequehemosvueltodeEgiptoestádescolorida.
—Ponlaenelmostrador—ledijolabruja,sacandounasgruesasgafasnegrasdelbolsillo.
RonsacóaScabbersylapusojuntoalajauladelasratas,quedejaronsusjuegosy corrieron a la tela metálica para ver mejor. Como casi todo lo que Ron tenía,Scabberseradesegundamano(anteshabíapertenecidoasuhermanoPercy)yestabaunpocoestropeada.Comparadaconlasflamantesratasdelajaula,teníaunaspectomuydesmejorado.
—Hum—dijolabruja,cogiendoylevantandoaScabbers—,¿cuántosañostiene?—Nolosé—respondióRon—.Esmuyvieja.Erademihermano.—¿Quépoderestiene?—preguntólabrujaexaminandoaScabbersdecerca.—Bueenoooo…—dijoRon.LaverdaderaqueScabbersnuncahabíadadoelmenorindiciodeposeerningún
poder quemereciera la pena. Los ojos de la bruja se desplazaron desde la partidaorejaizquierdadelarataasupatadelantera,alaquelefaltabaundedo,ychascólalenguaenseñaldereprobación.
—Hapasadolosuyo—comentólabruja.—YaestabaasícuandomelapasóPercy—sedefendióRon.—Nosepuedeesperarqueunarataordinaria,comúnodejardíncomoéstaviva
muchomásde tresaños—dijo labruja—.Ahorabien,sibuscasalgounpocomásresistente,quizátegusteunadeéstas…
Señalólasratasnegras,quevolvieronadarsaltitos.Ronmurmuró:—Presumidas.—Bueno,sinoquieresreemplazarla,puedesprobaradarleestetónicopararatas
—dijolabruja,sacandounapequeñabotellarojadedebajodelmostrador.—Vale—dijoRon—.¿Cuánto…?¡Ay!Ronseagachócuandoalgograndedecolorcanelasaltódesdelajaulamásalta,
seleposóenlacabezayselanzócontraScabbers,bufandosinparar.—¡No,Crookshanks, no!—gritó labruja,peroScabbers saliódisparadade sus
manoscomounapastilladejabón,aterrizódespatarradaenelsueloyhuyóhacialapuerta.
—¡Scabbers!—gritó Ron, saliendo de la tienda a toda velocidad, detrás de larata;Harrylosiguió.
TardaroncasidiezminutosenencontraraScabbers,quesehabíarefugiadobajo
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una papelera, en la puerta de la tienda de Artículos de Calidad para el Juego delQuidditch.Ronvolvióaguardarselarata,queestabatemblando.Seestiróyserascólacabeza.
—¿Quéhasido?—Oungatomuygrandeountigremuypequeño—respondióHarry.—¿DóndeestáHermione?—Supongoquecomprandolalechuza.Volvieronpor la calle abarrotadadegentehasta la tiendadeanimalesmágicos.
Llegaron cuando salía Hermione, pero no llevaba ninguna lechuza: llevabafirmementesujetoelenormegatodecolorcanela.
—¿Hascompradoesemonstruo?—preguntóRonpasmado.—Esprecioso,¿verdad?—preguntóHermione,rebosantedealegría.«Sobre gustos nohaynada escrito», pensóHarry.El pelaje canela del gato era
espeso,suaveyesponjoso,peroelanimal teníalaspiernascombadasyunacarademal genio extrañamente aplastada, como si hubiera chocado de cara contra untabique.Sinembargo,enaquelmomentoenqueScabbersnoestabaalavista,elgatoronroneabasuavemente,felizenlosbrazosdeHermione.
—¡Hermione,esesercasimedejasinpelo!—Nolohizoapropósito,¿verdad,Crookshanks?—dijoHermione.—¿YquépasaconScabbers?—preguntóRon,señalandoelbolsilloqueteníaala
alturadelpecho—.¡Necesitadescansoytranquilidad!¿Cómovaatenerlosconesesercerca?
—Eso me recuerda que te olvidaste el tónico para ratas —dijo Hermione,entregándoleaRonlabotellitaroja—.Ydejadepreocuparte.CrookshanksdormiráenmidormitorioyScabberseneltuyo,¿quéproblemahay?ElpobreCrookshanks…Labrujamedijoquellevabaunaeternidadenlatienda.Nadieloquería.
—Me pregunto por qué —dijo Ron sarcásticamente, mientras emprendían elcamino del Caldero Chorreante. Encontraron al señor Weasley sentado en el barleyendoElProfeta.
—¡Harry!—dijolevantandolavistaysonriendo—,¿cómoestás?—Bien,gracias—dijoHarryenelmomentoenqueél,RonyHermionellegaban
contodassuscompras.ElseñorWeasleydejóelperiódico,yHarryviolafotografíayafamiliardeSirius
Black,mirándole.—¿Todavíanolohancogido?—preguntó.—No—dijoelseñorWeasleyconelsemblantepreocupado—.EnelMinisterio
noshanpuestoatodosatrabajarensubusca,perohastaahoranosehaconseguidonada.
—¿Tendríamos una recompensa si lo atrapáramos?—preguntó Ron—. Estaríabienconseguiralgomásdedinero…
—Noseasabsurdo,Ron—dijoelseñorWeasley,que,vistomásdecerca,parecía
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muy tenso—. Un brujo de trece años no va a atrapar a Black. Lo cogerán losguardianesdeAzkaban.Yaloverás.
EnesemomentoentróenelbarlaseñoraWeasleycargadaconcomprasyseguidaporlosgemelosFredyGeorge,queibanaempezarquintocursoenHogwarts,Percy,últimodelegado,yGinny,lamenordelosWeasley.
Ginny, que siempre se había sentido un poco cohibida en presencia de Harry,parecíaaúnmás tímidade lonormal.Talvezporqueél lehabíasalvado lavidaenHogwartsduranteelúltimocurso.Sepusocoloradaymurmuró«hola»sinmirarlo.Percy,sinembargo,letendiólamanodemanerasolemne,comosiélyHarrynosehubieranvistonunca,yledijo:
—Esunplacerverte,Harry.—Hola,Percy—contestóHarry,tratandodecontenerlarisa.—Esperoqueestésbien—dijoPercyceremoniosamente,estrechándolelamano.
Eracomoserpresentadoalalcalde.—Muybien,gracias…—¡Harry!—dijoFred,quitandoaPercydeenmediodeuncodazo,yhaciendo
anteélunaprofundareverencia—.Esestupendoverte,chico…—Maravilloso—dijoGeorge,haciendoaunladoaFredycogiéndolelamanoa
Harry—.Sencillamenteincreíble.Percyfruncióelentrecejo.—Yavale—dijolaseñoraWeasley.—¡Mamá!—dijoFred,comosiacabaradeverla,ytambiénleestrechólamano
—.Estoesfabuloso…—Hedichoqueyavale—dijolaseñoraWeasley,depositandosuscomprassobre
una silla vacía—. Hola, Harry, cariño. Supongo que has oído ya todas nuestrasemocionantesnoticias.—SeñalólainsigniadeplatareciénestrenadaquebrillabaenelpechodePercy—.Elsegundodelegadodelafamilia—dijorebosantedeorgullo.
—Yúltimo—dijoFredenunsusurro.—De eso no me cabe ninguna duda —dijo la señora Weasley, frunciendo de
repenteelentrecejo—.Yamehedadocuentadequenooshanhechoprefectos.—¿Paraquéqueremosserprefectos?—dijoGeorge,aquienlasolaideaparecía
repugnarle—.Lequitaríaalavidasuladodivertido.Ginnyserió.—¿Quiereshacerelfavordedarleatuhermanamejorejemplo?—dijocortantela
señoraWeasley.—Ginny tieneotroshermanosparaque ledenbuenejemplo—respondióPercy
conaltivez—.Voyacambiarmeparalacena…SefueyGeorgediounsuspiro.—Intentamosencerrarloenunapirámide—ledijoaHarry—,peromimadrenos
descubrió.
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Aquellanochelacenaresultómuyagradable.Tom,eltabernero,juntótresmesasdelcomedor,ylossieteWeasley,HarryyHermionetomaronloscincodeliciososplatosdelacena.
—¿CómoiremosaKing’sCrossmañana,papá?—preguntóFredenelmomentoenqueprobabanunsuculentopudíndechocolate.
—ElMinisterioponeanuestradisposiciónunpardecoches—respondióelseñorWeasley.
Todoslomiraron.—¿Porqué?—preguntóPercyconcuriosidad.—Porti,Percy—dijoGeorgemuyserio—.Ypondránbanderitasenelcapó,con
lasiniciales«P.A.»enellas…—Por«PresumidodelAño»—dijoFred.Todos,salvoPercyylaseñoraWeasley,soltaronunacarcajada.—¿PorquénosproporcionacocheselMinisterio,padre?—preguntóPercycon
vozdecircunstancias.—Bueno, como ya no tenemos coche, me hacen ese favor, dado que soy
funcionario.Lodijosindarleimportancia,peroHarrynotóquelasorejasselehabíanpuesto
coloradas,comolasdeRoncuandoseazoraba.—Menosmal—dijo la señoraWeasleyconvoz firme—.¿Osdaiscuentade la
cantidaddeequipajequelleváisentreunosyotros?Québuenaestampaharíaisenelmetromuggle…Lotenéisyatodolisto,¿verdad?
—Ronnohametido aún las cosasnuevas en el baúl—dijoPercy con tonoderesignación—.Lashadejadotodasencimademicama.
—Lo mejor es que vayas a preparar el equipaje, Ron, porque mañana por lamañananotendremosmuchotiempo—lereprendiólaseñoraWeasley.
RonmiróaPercyconcaradepocosamigos.Después de la cena todos se sentían algo pesados y adormilados.Uno por uno
fueronsubiendolasescalerashacialashabitaciones,paraultimarelequipajedeldíasiguiente.LahabitacióndeRonyPercyeracontiguaaladeHarry.Acababadecerrarsubaúlconllavecuandooyóvocesdeenfadoa travésdelapared,yfueaverquéocurría.
Lapuertadelahabitación12estabaentreabierta,yPercygritaba.—Estabaaquí,enlamesita.Melaquitéparasacarlebrillo.—Nolahetocado,¿teenteras?—gritabaRonasuvez.—¿Quéocurre?—preguntóHarry.—Miinsigniadedelegadohadesaparecido—dijoPercyvolviéndoseaHarry.—Lo mismo ha ocurrido con el tónico para ratas de Scabbers —añadió Ron,
sacandolascosasdesubaúlparacomprobarlas—.Puedequemelohayaolvidadoenelbar…
—¡Túnotemuevesdeaquíhastaqueaparezcamiinsignia!—gritóPercy.
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—YoiréporlodeScabbers,yaheterminadodeprepararelequipaje—dijoHarryaRon.
Harrysehallabaenmitaddelasescaleras,queestabanmuyoscuras,cuandooyódos voces airadas que procedían del comedor.Tardó un segundo en reconocer queeran las de los padres de Ron. Se quedó dudando, porque no quería que ellos sedierancuentadequeloshabíaoídodiscutiendo,yelsonidodesupropionombrelehizodetenerseyluegoacercarsealapuertadelcomedor.
—Notieneningúnsentidoocultárselo—decíaacaloradamenteelseñorWeasley—.Harrytienederechoasaberlo.HeintentadodecírseloaFudge,peroseempeñaentrataraHarrycomoaunniño.Tienetreceañosy…
—¡Arthur,laverdadleaterrorizaría!—dijolaseñoraWeasleyenvozmuyalta—.¿QuieresdeverdadenviaraHarryalcolegioconesaespadadeDamocles?¡PorDios,estámuytranquilosinsabernada!
—No quiero asustarlo, ¡quiero prevenirlo! —contestó el señor Weasley—. YasabescómosonHarryyRon,queseescapanporahí.Inclusosehaninternadoenelbosqueprohibido.¡PeroHarrynodebehacerlomismoenestecurso!¡Cadavezquepiensoloquepodíahaberlesucedidolaotranoche,cuandoseescapódecasa…!Sielautobúsnoctámbulonolohubierarecogido,mejuegoloqueseaaqueelMinisteriolohubieraencontradomuerto.
—Peronoestámuerto,estábien,asíque¿dequésirve…?—Molly:dicenqueSiriusBlackestá loco,yquizá loesté,pero fue lobastante
inteligenteparaescapardeAzkaban,ysesuponequeesoesimposible.Hapasadounmesynolehanvistoelpelo.YmedaigualtodoloquedeclaraFudgeaElProfeta:no estamos más cerca de pillarlo que de inventar varitas mágicas que hagan loshechizossolas.LoúnicoquesabemosconseguridadesqueBlackvadetrás…
—PeroHarryestaráasalvoenHogwarts.—PensábamosqueAzkabaneraunaprisióncompletamentesegura.SiBlackes
capazdeescapardeAzkaban,serácapazdeentrarenHogwarts.—PeronadieestárealmentesegurodequeBlackvayaenposdeHarry…SeoyóungolpeyHarrysupusoqueelseñorWeasleyhabíadadounpuñetazoen
lamesa.—Molly, ¿cuántas veces te tengo que decir que… que no lo han dicho en la
prensa porque Fudge queríamantenerlo en secreto? Pero Fudge fue a Azkaban lanochequeBlack se escapó.Losguardias le dijeron aFudgequehacía tiempoqueBlack hablaba en sueños. Siempre decía lasmismas palabras: «Está enHogwarts,estáenHogwarts.»Blackestáloco,Molly,yquieremataraHarry.Simepreguntasporqué,creoqueBlackpiensaqueconsumuerteQuienTúSabesvolveríaalpoder.BlackloperdiótodolanocheenqueHarrydetuvoaQuienTúSabes.YsehapasadodiezañossoloenAzkaban,rumiandotodoeso…
Sehizoelsilencio.Harrypegóaúnmáseloídoalapuerta.—Bien,Arthur.Debes hacer lo que te parezcamejor. Pero te olvidas deAlbus
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Dumbledore. Creo que nada le podría hacer daño en Hogwarts mientras él sea eldirector.Supongoqueestaráalcorrientedetodoesto.
—Por supuesto que sí. Tuvimos que pedirle permiso para que los guardias deAzkaban se apostaran en los accesos al colegio. No le hizo mucha gracia, peroaccedió.
—¿Nolehizogracia?¿Porquéno,siestánahíparaatraparaBlack?—Dumbledore no les tiene mucha simpatía a los guardias de Azkaban —
respondióelseñorWeasleycondisgusto—.Tampocoyoselatengo,sinosponemosasí…PerocuandosetrataconalguiencomoBlack,hayqueunirfuerzasconlosqueunopreferiríaevitar.
—SisalvanaHarry…—Enesecaso,novolveréadecirnadacontraellos—dijoelseñorWeasleycon
cansancio—.Estarde,Molly.Serámejorquesubamos…Harry oyómover las sillas.Tan sigilosamente comopudo, se alejó para no ser
vistoporelpasadizoqueconducíaalbar.Lapuertadelcomedorseabrióysegundosdespuéselrumordepasos le indicó
quelospadresdeRonsubíanlasescaleras.Labotelladetónicoparalasratasestababajolamesaalaquesehabíansentado.
HarryesperóhastaoírcerrarselapuertadeldormitoriodelospadresdeRonyvolvióasubirporlasescaleras,conlabotella.
Fred y George estaban agazapados en la sombra del rellano de la escalera,partiéndosederisaaloíraPercyponiendopatasarribalahabitaciónquecompartíaconRon,enbuscadelainsignia.
—Latenemosnosotros—lesusurróFredaloído—.Lahemosmejorado.Enlainsigniaseleíaahora:PremioAsnal.Harrylanzóunarisaforzada.LellevóaRoneltónicopararatas,seencerróenla
habitaciónyseechóenlacama.Así que Sirius Black iba tras él. Eso lo explicaba todo. Fudge había sido
indulgente con él porque estabamuy contento de haberlo encontrado con vida. Lehabía hecho prometer aHarry que no saldría del callejónDiagon, donde había unmontóndemagosparavigilarle.YhabíamandadodoscochesdelMinisterioparaquefuerantodosalaestaciónaldíasiguiente,paraquelosWeasleypudieranprotegeraHarryhastaquehubierasubidoaltren.
Harryestaba tumbado, escuchando losgritosamortiguadosqueproveníande lahabitación de al lado, y se preguntó por qué no estaríamás asustado. SiriusBlackhabía matado a trece personas con un hechizo; los padres de Ron, obviamente,pensaban que Harry se aterrorizaría al enterarse de la verdad. Pero Harry estabacompletamentedeacuerdocon laseñoraWeasleyenqueel lugarmássegurode laTierraeraaquelenqueestuvieraAlbusDumbledore.¿NodecíasiemprelagentequeDumbledoreeralaúnicapersonaquehabíainspiradomiedoalordVoldemort?¿NoledaríaaBlack,siendolamanoderechadeVoldemort,tantomiedocomoaéste?
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YademásestabanlosguardiasdeAzkaban,delosquehablabatodoelmundo.Lamayoría de las personas les tenían un miedo irracional, y si estaban apostadosalrededor del colegio, las posibilidades de que Black pudiera entrar parecíanmuyescasas.No,enrealidad,loquemáspreocupabaaHarryeraqueyanoteníaningunaposibilidaddequelepermitieranvisitarHogsmeade.Nadiequerríadejarleabandonarla seguridad del castillo hasta que hubieran atrapado a Black; de hecho, Harrysospechabaquevigilaríancadaunodesusmovimientoshastaquehubierapasadoelpeligro.
Arrugóelceñomirandoaloscurotecho.¿Creíanquenoeracapazdecuidardesímismo?HabíaescapadotresvecesdelordVoldemort.Noerauncompletoinútil…
Sinquerer,levinoalamentelasiluetaanimalquehabíavistoentrelassombrasenlacalleMagnolia.Quéhacercuandosabesqueseacercalopeor…
—Nomevanamatar—dijoHarryenvozalta.—Asímegusta,amigo—contestóelespejoconvozsoñolienta.
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A
CAPÍTULO5
Eldementor
LAmañanasiguiente,TomdespertóaHarry,sonriendocomodecostumbreconsu boca desdentada y llevándole una taza de té. Harry se vistió, y trataba de
convenceraHedwigdequevolvieraalajaulacuandoRonabriódegolpelapuertayentróenfadado,poniéndoselacamisa.
—Cuanto antes subamos al tren, mejor —dijo—. Por lo menos en Hogwartspuedo alejarme de Percy. Ahora me acusa de haber manchado de té su foto dePenelopeClearwater.—Ronhizounamueca—.Yasabes, sunovia.Haocultado lacarabajoelmarcoporquesunarizhaquedadomanchada…
—Tengo algo que contarte —comenzó Harry, pero lo interrumpieron Fred yGeorge, que se asomaron a la habitación para felicitar a Ron por haber vuelto aenfadaraPercy.
BajaronadesayunaryencontraronalseñorWeasley,que leía laprimerapáginadeElProfetaconelentrecejofruncido,yalaseñoraWeasley,quehablabaaGinnyyaHermionedeunfiltroamorosoquehabíahechodejoven.Lastressereíanconrisafloja.
—¿Quémeibasacontar?—preguntóRonaHarrycuandosesentaron.—Más tarde —murmuró Harry, al mismo tiempo que Percy irrumpía en el
comedor.Conelajetreodelapartida,HarrytampocotuvotiempodehablarconRon.Todos
estaban muy ocupados bajando los baúles por la estrecha escalera del CalderoChorreantey apilándolos en lapuerta, conHedwigyHermes, la lechuzadePercy,encaramadasensusjaulas.Alladodelosbaúleshabíaunpequeñocestodemimbrequebufabaruidosamente.
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—Vale,Crookshanks—susurróHermionea travésdelmimbre—, tedejarésalireneltren.
—Noloharás—dijoRonterminantemente—.¿YlapobreScabbers?Seseñalóelbolsillodelpecho,dondeunbultorevelabaqueScabbersestabaallí
acurrucada.El señor Weasley, que había aguardado fuera a los coches del Ministerio, se
asomóalinterior.—Aquíestán—anunció—.Vamos,Harry.El señorWeasley condujo a Harry a través del corto trecho de acera hasta el
primero de los dos coches antiguos de color verde oscuro, los dos conducidos porbrujosdemiradafurtivaconuniformedeterciopeloverdeesmeralda.
—Sube,Harry—dijoelseñorWeasley,mirandoaambosladosdelacallellenadegente.Harry subió a laparte traseradel coche,y enseguida se reunieronconélHermioneyRon,yparadisgustodeRon,tambiénPercy.
ElviajehastaKing’sCrossfuemuytranquilo,comparadoconelqueHarryhabíahecho en el autobús noctámbulo. Los coches del Ministerio de Magia parecíanbastantenormales,aunqueHarryvioquepodíandeslizarseporhuecosquenopodríahaber traspasado el coche nuevo de la empresa de tío Vernon. Llegaron a King’sCrossconveinteminutosdeadelanto;losconductoresdelMinisteriolesconsiguieroncarritos, descargaron los baúles, saludaron al señor Weasley y se alejaron,poniéndose,sinquesesupieracómo,encabezadeunahileradecochesparadosenelsemáforo.
ElseñorWeasleysemantuvomuypegadoaHarrydurantetodoelcaminodelaestación.
—Bien, pues—propusomirándolos a todos—.Como somosmuchos, vamos aentrardedosendos.YopasaréprimeroconHarry.
ElseñorWeasleyfuehacialabarreraquehabíaentrelosandenesnueveydiez,empujandoelcarritodeHarryy,segúnparecía,muyinteresadoporelIntercity125que acababa de entrar por la vía 9.Dirigiéndole aHarry una elocuentemirada, seapoyócontralabarreracomosinquerer.Harryloimitó.
Uninstantedespués,cayerondeladoatravésdelmetalsólidoyseencontraronenelandénnueveytrescuartos.LevantaronlamiradayvieronelexpresodeHogwarts,untrendevapordecolorrojoqueechabahumosobreunandénrepletodemagosybrujasqueacompañabanaltrenasushijos.Derepente,detrásdeHarryaparecieronPercyyGinny.Jadeabanyparecíaquehabíanatravesadolabarreracorriendo.
—¡Ah,ahíestáPenelope!—dijoPercy,alisándoseelpeloysonrojándose.GinnymiróaHarry,yambossevolvieronparaocultarlarisaenelmomentoen
quePercyseacercósacandopecho(paraqueellanopudieradejardenotarlainsigniareluciente)aunachicadepelolargoyrizado.
DespuésdequeHermioneyelrestodelosWeasleysereunieranconellos,Harryy el señor Weasley se abrieron paso hasta el final del tren, pasaron ante
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compartimentos repletosdegentey llegaron finalmenteaunvagónqueestabacasivacío. Subieron los baúles, pusieron a Hedwig y a Crookshanks en la rejillaportaequipajes,yvolvieronasalirparadespedirsedelospadresdeRon.
LaseñoraWeasleybesóatodossushijos,luegoaHermioneyporúltimoaHarry.Éstesesintióavergonzadoperomuyagradecidocuandoellalediounabrazodemás.
—Cuídate, Harry. ¿Lo harás? —dijo separándose de él, con los ojosespecialmente brillantes. Luego abrió su enorme bolso y dijo—: He preparadobocadillos para todos. Aquí los tenéis, Ron… no, no son de conserva de buey…Fred…¿dóndeestáFred?¡Ah,estásahí,cariño…!
—Harry—ledijoenvozbajaelseñorWeasley—,venaquíunmomento.SeñalóunacolumnaconlacabezayHarrylosiguióhastaella.Sepusierondetrás,
dejandoalosotrosconlaseñoraWeasley.—Tengoquedecirteunacosaantesdequetevayas—dijoelseñorWeasleycon
voztensa.—Noesnecesario,señorWeasley.Yalosé.—¿Quelosabes?¿Cómohaspodidosaberlo?—Yo…eh…lesoíanocheaustedyasumujer.Nopudeevitarlo.Losiento…—Noqueríaqueteenterarasdeesaforma—dijoelseñorWeasley,nervioso.—No…Hasidolamejormanera.Asímehepodidoenteraryustednohafaltado
alapalabraqueledioaFudge.—Harry,debesdeestarmuyasustado…—Noloestoy—contestóHarryconsinceridad—.Deverdad—añadió,porqueel
señorWeasleylomirabaincrédulo—.Notratodeparecerunhéroe,peroSiriusBlacknopuedeserpeorqueVoldemort,¿verdad?
ElseñorWeasleyseestremecióaloíraquelnombre,peronocomentónada.—Harry, sabía que estabas hecho…, bueno, de una pasta más dura de lo que
Fudgecree.Mealegraquenotengasmiedo,pero…—¡Arthur!—gritó laseñoraWeasley,queyahacíasubira losdemásal tren—.
¡Arthur!,¿quéhaces?¡Estáapuntodeirse!—Ya vamos, Molly—dijo el señorWeasley. Pero se volvió a Harry y siguió
hablando,másbajoymásaprisa—.Escucha,quieroquemedestupalabra…—¿Dequeseréunbuenchicoymequedaréenelcastillo?—preguntóHarrycon
tristeza.—Noexactamente—respondióelseñorWeasley,másserioquenunca—.Harry,
prométemequenoirásenbuscadeBlack.Harrylomirófijamente.—¿Qué?Seoyóunpotentesilbidoypasaronunosguardiascerrandotodaslaspuertasdel
tren.—Prométeme, Harry—dijo el señorWeasley hablando aúnmás aprisa—, que
ocurraloqueocurra…
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—¿Porquéibaairyodetrásdealguienqueséquequierematarme?—preguntóHarry,sincomprender.
—Prométemeque,oigasloqueoigas…—¡Arthur,aprisa!—gritólaseñoraWeasley.Salía vapor del tren. Éste había comenzado a moverse. Harry corrió hacia la
puertadelvagón,yRonlaabrióyseechóatrásparadejarlepaso.SeasomaronporlaventanillaydijeronadiósconlamanoalospadresdelosWeasleyhastaqueeltrendoblóunacurvayseperdierondevista.
—Tengoquehablarosasolas—dijoentredientesaRonyHermioneencuantoeltrencogióvelocidad.
—Vete,Ginny—dijoRon.—¡Qué agradable eres! —respondió Ginny de mal humor, y se marchó muy
ofendida.Harry,RonyHermionefueronporelpasilloenbuscadeuncompartimentovacío,
perotodosestabanllenossalvounoqueseencontrabajustoalfinal.En éste sólo había un ocupante: un hombre que estaba sentado al lado de la
ventana y profundamente dormido. Harry, Ron y Hermione se detuvieron ante lapuerta. El expreso de Hogwarts estaba reservado para estudiantes y nunca habíanvistoaunadultoenél,salvolabrujaquellevabaelcarritodelacomida.
Elextrañollevabaunatúnicademagomuyraídayremendada.Parecíaenfermoyexhausto.Aunquejoven,supelocastañoclaroestabaveteadodegris.
—¿Quiénserá?—susurróRonenelmomentoenquesesentabanycerraban lapuerta,eligiendolosasientosmásalejadosdelaventana.
—EselprofesorR.J.Lupin—susurróHermionedeinmediato.—¿Cómolosabes?—Loponeensumaleta—respondióHermioneseñalandoelportaequipajesque
habíaencimadelhombredormido,dondehabíaunamaletapequeñayviejaatadaconunagrancantidaddenudos.Elnombre,«ProfesorR.J.Lupin»,aparecíaenunadelasesquinas,enletrasmediodesprendidas.
—Me pregunto qué enseñará—dijo Ron frunciendo el entrecejo ymirando elpálidoperfildelprofesorLupin.
—Estáclaro—susurróHermione—.Sólohayunavacante,¿noesasí?DefensaContralasArtesOscuras.
Harry,RonyHermioneyahabían tenidodosprofesores deDefensaContra lasArtesOscuras,quehabíanduradosólounañocadauno.Sedecíaqueelpuestoestabagafado.
—Bueno,esperoquenoseacomolosanteriores—dijoRonnomuyconvencido—. No parece capaz de sobrevivir a un maleficio hecho como Dios manda. Perobueno,¿quénosibasacontar?
Harryexplicólaconversaciónentre lospadresdeRonylasadvertenciasqueelseñorWeasleyacababadehacerle.Cuandoterminó,RonparecíaatónitoyHermione
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setapabalabocaconlasmanos.Lasapartóparadecir:—¿Sirius Black escapó para ir detrás de ti? ¡Ah, Harry, tendrás que tener
muchísimocuidado!Novayasenbuscadeproblemas…—Yo no busco problemas —respondió Harry, molesto—. Los problemas
normalmentemeencuentranamí.—¡Qué tonto tendría que ser Harry para ir detrás de un chalado que quiere
matarlo!—exclamóRon,temblando.Se tomaban la noticia peor de lo que Harry había esperado. Tanto Ron como
HermioneparecíantenerleaBlackmásmiedoqueél.—NadiesabecómosehaescapadodeAzkaban—dijoRon, incómodo—.Esel
primero.Yestabaenrégimendealtaseguridad.—Pero lo atraparán, ¿a que sí? —dijo Hermione convencida—. Bueno, están
buscándolotambiéntodoslosmuggles…—¿Quéeseseruido?—preguntóderepenteRon.Dealgúnlugarllegabaunlevesilbido.Miraronporelcompartimento.—Viene de tu baúl, Harry —dijo Ron poniéndose en pie y alcanzando el
portaequipajes.Unmomentodespués,habíasacadoelchivatoscopiodebolsillodeentrelatúnica
deHarry.DabavueltasmuyaprisasobrelapalmadelamanodeRon,brillandomuyintensamente.
—¿Esoesunchivatoscopio?—preguntóHermioneconinterés,levantándoseparaverlomejor.
—Sí… Pero claro, es de los más baratos —dijo Ron—. Se puso como lococuandoloatéalapatadeErrolparaenviárseloaHarry.
—¿Nohacíasnadamaloenesemomento?—preguntóHermioneconperspicacia.—¡No!Bueno…,nodebíautilizaraErrol.Yasabesquenoestápreparadopara
viajes largos…Pero ¿de qué otramanera hubiera podido hacerle llegar aHarry elregalo?
—Vuélvelo a meter en el baúl —le aconsejó Harry, porque su silbido lesperforabalosoídos—oledespertará.
SeñalóalprofesorLupinconlacabeza.RonmetióelchivatoscopioenuncalcetínespecialmentehorrorosodetíoVernon,queahogóelsilbido,yluegocerróelbaúl.
—Podríamos llevarlo a que lo revisen enHogsmeade—dijoRon, volviendo asentarse—. Fred yGeorgeme han dicho que enDervish y Banges, una tienda deinstrumentosmágicos,vendencosasdeestetipo.
—¿Sabes más cosas de Hogsmeade? —dijo Hermione con entusiasmo—. HeleídoqueeslaúnicapoblaciónenteramentenomuggledeGranBretaña…
—Sí,esocreo—respondióRondemodobrusco—.Peronoesporesoporloquequieroir.¡SóloquieroentrarenHoneydukes!
—¿Quéeseso?—preguntóHermione.—Es una tienda de golosinas—respondió Ron, poniendo cara de felicidad—,
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dondetienendetodo…Diablillosdepimientaquetehacenecharhumoporlaboca…y grandes bolas de chocolate rellenas demousse de fresa y nata de Cornualles, yplumasdeazúcarquepuedeschuparenclaseparaqueparezcaqueestáspensandoloquevasaescribiracontinuación…
—Pero Hogsmeade es un lugar muy interesante —presionó Hermione conimpaciencia—. EnLugares históricos de la brujería se dice que la taberna fue elcentroenquesegestólarevueltadelosduendesde1612.YlaCasadelosGritosseconsideraeledificiomásembrujadodeGranBretaña…
—… Y enormes bolas de helado que te levantan unos centímetros del suelomientras les das lengüetazos —continuó Ron, que no oía nada de lo que decíaHermione.
HermionesevolvióhaciaHarry.—¿NoseráestupendosalirdelcolegioparaexplorarHogsmeade?—Supongo que sí —respondió Harry apesadumbrado—. Ya me lo contaréis
cuandolohayáisdescubierto.—¿Quéquieresdecir?—preguntóRon.—Yo no puedo ir. Los Dursley no firmaron la autorización y Fudge tampoco
quisohacerlo.Ronsequedóhorrorizado.—¿Quenopuedesvenir?Pero…hayquebuscarlaforma…McGonagalloalgún
otrotedarápermiso…Harryserióconsarcasmo.LaprofesoraMcGonagall,jefadelacasaGryffindor,
eramuyestricta.—Podemos preguntar a Fred y a George. Ellos conocen todos los pasadizos
secretosparasalirdelcastillo…—¡Ron!—leinterrumpióHermione—.CreoqueHarrynodeberíaandarsaliendo
delcolegioaescondidasestandosueltoBlack…—Ya,supongoqueesoesloquediráMcGonagallcuandolepidaelpermiso—
observóHarry.—Perosinosotrosestamosconél…Blacknoseatreveráa…—No digas tonterías, Ron—interrumpió Hermione—. Black ha matado a un
montóndegenteenmitaddeunacalleconcurrida.¿CreesrealmentequevaadejardeatacaraHarryporqueestemosconél?
Mientrashablaba,HermioneenredabalasmanosenlacorreadelacestaenqueibaCrookshanks.
—¡Nodejessueltaesacosa!—exclamóRon.Pero ya era demasiado tarde. Crookshanks saltó con ligereza de la cesta, se
desperezó,bostezóysesubiódeunbrincoalasrodillasdeRon;elbultodelbolsillode Ron estaba temblando y él se quitó al gato de encima, dándole un empujónirritado.
—¡Apártatedeaquí!
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—¡No,Ron!—exclamóHermioneconenfado.RonestabaapuntoderespondercuandoelprofesorLupinsemovió.Lomiraron
con aprensión, pero él se limitó a volver la cabeza hacia el otro lado, con la bocatodavíaligeramenteabierta,ysiguiódurmiendo.
ElexpresodeHogwartsseguíahaciaelnorte,sindetenerse.Yelpaisajequeseveíaporlasventanassefuevolviendomásagresteyoscuromientrasaumentabanlasnubes.
Atravésdelapuertadelcompartimentoseveíapasargentehaciaunoyotrolado.Crookshanks se había instalado en un asiento vacío, con su cara aplastada vueltahaciaRon,yteníalosojosamarillentosfijosensubolsillosuperior.
Alaunaenpuntollególabrujaregordetaquellevabaelcarritodelacomida.—¿Creesquedeberíamosdespertarlo?—preguntóRon, incómodo,señalandoal
profesorLupinconlacabeza—.Porsuaspecto,creoquelevendríabientomaralgo.HermioneseaproximócautelosamentealprofesorLupin.—Eeh…¿profesor?—dijo—.Disculpe…¿profesor?Eldormidonoseinmutó.—No tepreocupes,querida—dijo labruja, entregándole aHarryunospasteles
conformadecaldero—.Sisedespiertaconhambre,estaréenlapartedelantera,conelmaquinista.
—Estádormido,¿verdad?—dijoRonenvozbaja,cuandolabrujacerrólapuertadelcompartimento—.Quierodecirque…noestámuerto,claro.
—No, no: respira—susurróHermione, cogiendo el pastel en forma de calderoquelealargabaHarry.
Tal vez no fuera un ameno compañero de viaje, pero la presencia del profesorLupin en el compartimento tenía su lado bueno.Amedia tarde, cuando empezó alloverylalluviaemborronabalascolinas,volvieronaoíraalguienporelpasillo,ylas tres personas a las que tenían menos aprecio aparecieron en la puerta: DracoMalfoyysusdosamigotes,VincentCrabbeyGregoryGoyle.
Draco Malfoy y Harry se habían convertido en enemigos desde que seconocieron,ensuprimerviajeentrenaHogwarts.Malfoy,queteníaunacarapálida,puntiaguda y como de asco, pertenecía a la casa de Slytherin. Era buscador en elequipo de quidditch de Slytherin, el mismo puesto que tenía Harry en el deGryffindor.CrabbeyGoyleparecíannotenerotroobjetoenlavidaquehacerloquequisieraMalfoy.Losdoserancorpulentosymusculosos.Crabbeeraelmásalto,yllevabauncortedepelodetazónyteníaelcuellomuygrueso.Goylellevabaelpelocortoyerizado,yteníabrazosdegorila.
—Bueno, mirad quiénes están ahí —dijo Malfoy con su habitual manera dehablar,arrastrandolaspalabras.Abriólapuertadelcompartimento—.Elchaladoylarata.
CrabbeyGoyleserieroncomobobos.—Heoídoquetupadreporfinhatocadooroesteverano—dijoMalfoy—.¿No
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sehabrámuertotumadredelsusto?RonselevantótanaprisaquetiróalsueloelcestodeCrookshanks.Elprofesor
Lupinroncó.—¿Quiénesése?—preguntóMalfoy,dandounpasoatrásencuantosepercatóde
lapresenciadeLupin.—Un nuevo profesor—contestó Harry, que se había levantado también por si
teníaquesujetaraRon—.¿Quédecías,Malfoy?Malfoyentornósusojosclaros.Noeratanidiotacomoparapelearsedelantede
unprofesor.—Vámonos—murmuróaCrabbeyGoyle,conrabia.Ydesaparecieron.HarryyRonvolvieronasentarse.Ronsefrotabalosnudillos.—NopiensoaguantarlenadaaMalfoyestecurso—dijoenfadado—.Lodigoen
serio.Sihaceotrocomentarioasísobremifamilia,lecogerélacabezay…Ronhizoungestoviolento.—Cuidado,Ron—susurróHermione,señalandoalprofesorLupin—.Cuidado…PeroelprofesorLupinseguíaprofundamentedormido.Lalluviaarreciabaamedidaqueel trenavanzabahaciaelnorte; lasventanillas
eranahoradeungrisbrillantequeseoscurecíapocoapoco,hastaqueencendieronlaslucesquehabíaalolargodelpasilloyeneltechodeloscompartimentos.Eltrentraqueteaba, la lluviagolpeabacontra lasventanas,elvientorugía,peroelprofesorLupinseguíadurmiendo.
—Debemosdeestarllegando—dijoRon,inclinándosehaciadelanteparamiraratravésdelreflejodelprofesorLupinporlaventanilla,ahoracompletamentenegra.
Acababadedecirlocuandoeltrenempezóareducirlavelocidad.—Estupendo—dijoRon,levantándoseyyendoconcuidadohaciaelotroladodel
profesor Lupin, para ver algo fuera del tren—.Memuero de hambre. Tengo unasganasdequeempieceelbanquete…
—Nopodemoshaberllegadoaún—dijoHermionemirandoelreloj.—Entonces,¿porquénosdetenemos?El tren iba cada vez más despacio. A medida que el ruido de los pistones se
amortiguaba,elvientoylalluviasonabanconmásfuerzacontraloscristales.Harry,queeraelqueestabamáscercadelapuerta,selevantóparamirarporel
pasillo. Por todo el vagón se asomaban cabezas curiosas. El tren se paró con unasacudida,ydistintosgolpestestimoniaronquealgunosbaúlessehabíancaídodelosportaequipajes. A continuación, sin previo aviso, se apagaron todas las luces yquedaronsumidosenunaoscuridadtotal.
—¿Quésucede?—dijodetrásdeHarrylavozdeRon.—¡Ay!—gritóHermione—.¡Mehaspisado,Ron!Harryvolvióatientasasuasiento.—¿Habremostenidounaavería?
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—Nosé…Seoyóelsonidoqueproducelamanofrotandouncristalmojado,yHarryviola
siluetanegrayborrosadeRon,quelimpiabaelcristalymirabafuera.—Algopasaahífuera—dijoRon—.Creoqueestásubiendogente…Lapuertadelcompartimentoseabrióderepenteyalguiencayósobrelaspiernas
deHarry,haciéndoledaño.—¡Perdona!¿Tienesalgunaideadeloquepasa?¡Ay!Losiento…—Hola,Neville—dijoHarry,tanteandoenlaoscuridad,ytirandohaciaarribade
lacapadeNeville.—¿Harry?¿Erestú?¿Quésucede?—¡Notengoniidea!Siéntate…Se oyó un bufido y un chillido de dolor. Neville había ido a sentarse sobre
Crookshanks.—Voyapreguntarlealmaquinistaquésucede.—Harrynotóquepasabaporsu
lado,oyóabrirsedenuevo lapuerta,ydespuésungolpeydos fuerteschillidosdedolor.
—¿Quiéneres?—¿Quiéneres?—¿Ginny?—¿Hermione?—¿Quéhaces?—BuscabaaRon…—Entraysiéntate…—Aquíno—dijoHarryapresuradamente—.¡Estoyyo!—¡Ay!—exclamóNeville.—¡Silencio!—dijoderepenteunavozronca.PorfinsehabíadespertadoelprofesorLupin.Harryoyóquealgosemovíaenel
rincónqueélocupaba.Nadiedijonada.Se oyó un chisporroteo y una luz parpadeante iluminó el compartimento. El
profesorLupinparecía teneren lamanounpuñadode llamasque le iluminaban lacansadacaragris.Perosusojossemostrabancautelosos.
—Noosmováis—dijoconlamismavozronca,ysepusodepie,despacio,conelpuñadode llamasenfrentedeél.Lapuerta seabrió lentamenteantesdequeLupinpudieraalcanzarla.
Depie,enelumbral,iluminadoporlasllamasqueteníaLupinenlamano,habíauna figura cubierta con capa y que llegaba hasta el techo. Tenía la caracompletamenteocultaporunacapucha.Harrymiróhaciaabajoyloqueviolehizocontraerelestómago.Delacapasurgíaunamanogris,viscosayconpústulas.Comoalgoqueestuvieramuertoysehubieracorrompidobajoelagua…
Sóloestuvoa lavistauna fracciónde segundo.Comosi el serque seocultababajolacapahubieranotadolamiradadeHarry,lamanosemetióentrelospliegues
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delatelanegra.Yentoncesaspirólarga,lenta,ruidosamente,comosiquisierasuccionaralgomás
queaire.Unfríointensoseextendióporencimadetodos.Harryfueconscientedelaireque
reteníaenelpecho.Elfríopenetrómásalládesupiel,lepenetróenelpecho,enelcorazón…
LosojosdeHarrysequedaronenblanco.Nopodíavernada.Seahogabadefrío.Oyó correr agua.Algo lo arrastrabahacia abajo y el rugidodel agua se hacíamásfuerte…
Yentonces,alolejos,oyóunosaterrorizadosgritosdesúplica.Queríaayudaraquienfuera.Intentómover losbrazos,peronopudo.Unanieblaespesayblancalorodeaba,ytambiénestabadentrodeél…
—¡Harry!¡Harry!¿Estásbien?Alguienledabapalmadasenlacara.—¿Qué?Harry abrió los ojos. Sobre él había algunas luces y el suelo temblaba… El
expreso deHogwarts se ponía enmarcha y la luz había vuelto. Por lo visto habíaresbaladodelasientoycaídoalsuelo.RonyHermioneestabanarrodilladosasulado,y por encima de ellos vio a Neville y al profesor Lupin, mirándolo. Harry sentíaganasdevomitar.Allevantarlamanoparasubirselasgafas,notósucaracubiertaporunsudorfrío.
RonyHermioneloayudaronalevantarseyasentarseenelasiento.—¿Teencuentrasbien?—preguntóRon,asustado.—Sí —dijo Harry, mirando rápidamente hacia la puerta. El ser encapuchado
habíadesaparecido—.¿Quéhasucedido?¿Dóndeestáese…eseser?¿Quiéngritaba?—Nogritabanadie—respondióRon,aúnmásasustado.Harry examinó el compartimento iluminado. Ginny y Neville lomiraron,muy
pálidos.—Peroheoídogritos…Todossesobresaltaronaloírunchasquido.ElprofesorLupinpartíaentrozosuna
tabletadechocolate.—Toma —le dijo a Harry, entregándole un trozo especialmente grande—.
Cómetelo.Teayudará.Harrycogióelchocolate,peronoselocomió.—¿Quéeraeseser?—lepreguntóaLupin.—Undementor—respondióLupin, repartiendoel chocolateentre losdemás—.
EraunodelosdementoresdeAzkaban.Todos lomiraron.ElprofesorLupinarrugóel envoltoriovacíode la tabletade
chocolateyseloguardóenelbolsillo.—Coméoslo—insistió—.Osvendrábien.Disculpadme,tengoquehablarconel
maquinista…
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PasópordelantedeHarryydesaparecióporelpasillo.—¿Seguro que estás bien, Harry? —preguntó Hermione con preocupación,
mirandoaHarry.—Noentiendo…¿Quéhasucedido?—preguntóHarry,secándoseelsudordela
cara.—Bueno,ese ser…eldementor…sequedóahímirándonos (esdecir, creoque
nosmiraba,porquenopudeverlelacara),ytú,tú…—Creíqueteestabadandounataqueoalgoasí—dijoRon,queparecíatodavía
asustado—.Tequedastecomorígido,tecaístedelasientoyempezasteaagitarte…—YentonceselprofesorLupinpasóporencimade ti, sedirigióaldementory
sacósuvarita—explicóHermione—.Ydijo:«NingunodenosotrosescondeaSiriusBlack bajo la capa.Vete.»Pero el dementor no semovió, así queLupinmurmuróalgoydelavaritasalióunacosaplateadahaciaeldementor.Yéstediomediavueltaysefue…
—Hasidohorrible—dijoNeville,envozmásaltadelonormal—.¿Notasteiselfríocuandoentró?
—Yotuveunasensaciónmuyrara—respondióRon,moviendoloshombrosconinquietud—,comosinopudierayavolverasentirmecontento…
Ginny, que estaba encogida en su rincón y parecía sentirse casi tanmal comoHarry, sollozó. Hermione se le acercó y le pasó un brazo por detrás, parareconfortarla.
—Pero¿nooshabéiscaídodelasiento?—preguntóHarry,extrañado.—No—respondióRon, volviendo amirar aHarry con preocupación—.Ginny
temblabacomoloca,aunque…Harry no conseguía entender. Estaba débil y tembloroso, como si se estuviera
recuperandodeunamalagripe.Tambiénsentíaunpocodevergüenza.¿Porquéhabíaperdidoelcontroldeaquellamanera,cuandolosotrosnolohabíanhecho?
El profesor Lupin regresó. Se detuvo al entrar, miró alrededor y dijo con unabrevesonrisa:
—Noheenvenenadoelchocolate,¿sabéis?Harry le dio unmordisquito y ante su sorpresa sintió que algo le calentaba el
cuerpoyqueelcalorseextendíahastalosdedosdelasmanosydelospies.—Llegaremos a Hogwarts en diez minutos —dijo el profesor Lupin—. ¿Te
encuentrasbien,Harry?HarrynopreguntócómosehabíaenteradoelprofesorLupindesunombre.—Sí—dijo,unpococonfuso.Nohablaronapenasduranteelrestodelviaje.Finalmentesedetuvoeltrenenla
estacióndeHogsmeade,y se formómuchobarullopara salir del tren: las lechuzasululaban,losgatosmaullabanyelsapodeNevillecroabadebajodesusombrero.Enelpequeñoandénhacíaunfríoquepelaba;lalluviaeraunaduchadehielo.
—¡Por aquí los de primer curso! —gritaba una voz familiar. Harry, Ron y
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Hermionesevolvieronyvieron lasiluetagigantedeHagridenelotroextremodelandén,indicandoporseñasalosnuevosestudiantes(queestabanalgoasustados)queseadelantaranparainiciareltradicionalrecorridoporellago.
—¿Estáisbienlostres?—gritóHagrid,porencimadelamultitud.Lo saludaron con la mano, pero no pudieron hablarle porque la multitud los
empujaba a lo largo del andén. Harry, Ron y Hermione siguieron al resto de losalumnosysalieronauncaminoembarradoydesigual,dondeaguardabanalrestodelos alumnos al menos cien diligencias, todas tiradas (o eso suponía Harry) porcaballosinvisibles,porquecuandosubieronaunaycerraronlaportezuela,sepusoenmarchaellasola,dandobotes.
La diligencia olía un poco amoho y a paja.Harry se sentíamejor después detomarelchocolate,peroaúnestabadébil.RonyHermionelomirabantodoeltiempodereojo,comosituvieranmiedodequeperdieradenuevoelconocimiento.
Mientras el coche avanzaba lentamente hacia unas suntuosas verjas de hierroflanqueadasporcolumnasdepiedracoronadasporestatuillasdecerdosalados,Harryvioaotrosdosdementoresencapuchadosydescomunales,quemontabanguardiaacadalado.Estuvoapuntodedarleotrofríovahído.Sereclinóenelasientollenodebultos y cerró los ojos hasta que hubieron atravesado la verja. El carruaje cogióvelocidad por el largo y empinado camino que llevaba al castillo; Hermione seasomaba por la ventanilla para ver acercarse las pequeñas torres. Finalmente, elcarruajesedetuvoyHermioneyRonbajaron.
Albajar,Harryoyóunavozquearrastrabaalegrementelassílabas:—¿Tehasdesmayado,Potter?¿EsverdadloquediceLongbottom?¿Realmente
tedesmayaste?Malfoy le dio con el codo aHermione al pasar por su lado, y salió al paso de
Harry,quesubíaalcastilloporlaescalinatadepiedra.Susojosclarosysucaraalegrebrillabandemalicia.
—¡Lárgate,Malfoy!—dijoRonconlasmandíbulasapretadas.—¿Tútambiéntedesmayaste,Weasley?—preguntóMalfoy,levantandolavoz—.
¿Tambiénteasustóatielviejodementor,Weasley?—¿Hayalgúnproblema?—preguntóunavozamable.ElprofesorLupinacababa
debajarsedeladiligenciaqueibadetrásdeladeellos.MalfoydirigióunamiradainsolentealprofesorLupin,yviolosremiendosdesu
ropaysumaletadesvencijada.Conciertosarcasmoenlavoz,dijo:—Oh,no,eh…profesor…Entonces dirigió a Crabbe y Goyle una sonrisita, y subieron los tres hacia el
castillo.Hermione pinchaba a Ron en la espalda para que se diera prisa, y los tres se
unieronalamultitudapiñadaenlapartesuperior,atravésdelasgigantescaspuertasderoble,yenelinteriordelvestíbulo,queestabailuminadoconantorchasyacogíaunamagníficaescalerademármolqueconducíaalospisossuperiores.
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Aladerecha,abierta,estabalapuertaquedabaalGranComedor.Harrysiguióala multitud, pero apenas vislumbró el techo encantado, que aquella noche estabanegroynublado,cuandolollamóunavoz:
—¡Potter,Granger,quierohablarconvosotros!HarryyHermionedieronmediavuelta,sorprendidos.LaprofesoraMcGonagall,
quedabaclasedeTransformacionesyeralajefadelacasadeGryffindor,losllamabaporencimadelascabezasdelamultitud.Teníaunaexpresiónseverayunmoñoenlanuca; sus penetrantes ojos se enmarcaban en unas gafas cuadradas.Harry se abriócaminohastaellaconciertadificultadyunpocodemiedo.HabíaalgoenlaprofesoraMcGonagallquesolíahacerqueHarrysintieraquehabíahechoalgomalo.
—Notenéisqueponeresacaradeasustados,sóloquierohablarconvosotrosenmidespacho—lesdijo—.Veconlosdemás,Weasley.
RonselesquedómirandomientraslaprofesoraMcGonagallsealejabaconHarryyHermionedelabulliciosamultitud;laacompañaronatravésdelvestíbulo,subieronlaescalerademármolyrecorrieronunpasillo.
Ya en el despacho (una pequeña habitación que tenía una chimenea en la queardíaunfuegoabundanteyacogedor),hizounaseñalaHarryyaHermioneparaquesesentaran.Tambiénellasesentó,detrásdelescritorio,ydijodepronto:
—El profesor Lupin ha enviado una lechuza comunicando que te sentisteindispuestoeneltren,Potter.
AntesdequeHarrypudieraresponder,seoyóllamarsuavementealapuerta,ylaseñoraPomfrey, laenfermera,entróconpasoraudo.Harrysesonrojó.Yaresultababastanteembarazosohabersedesmayadooloquelehubierapasado,paraqueencimaarmaranaquellío.
—Estoybien—dijo—,nonecesitonada…—Ah,erestú—dijolaseñoraPomfrey,sinescucharloquedecíaneinclinándose
para mirarlo de cerca—. Supongo que has estado otra vez metiéndote en algopeligroso.
—Hasidoundementor,Poppy—dijolaprofesoraMcGonagall.Cambiaron una mirada sombría y la señora Pomfrey chascó la lengua con
reprobación.—Poner dementores en un colegio —murmuró echando para atrás la silla de
Harryyapoyandounamanoensufrente—.Noseráelprimeroquesedesmaya.Sí,estáempapadoensudor.Sonseresterribles,yelefectoquetienenenlagentequeyadeporsíesdelicada…
—¡Yonosoydelicado!—repusoHarry,ofendido.—Porsupuestoqueno—admitiódistraídamentelaseñoraPomfrey,tomándoleel
pulso.—¿Qué le prescribe? —preguntó resueltamente la profesora McGonagall—.
¿Guardarcama?¿Deberíapasarestanocheenlaenfermería?—¡Estoybien!—repusoHarry,poniéndoseenpiedeunbrinco.Leatormentaba
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pensarenloquediríaMalfoysiloenviabanporaquelloalaenfermería.—Bueno.Almenos tendríaque tomar chocolate—dijo la señoraPomfrey,que
intentabaexaminarlosojosdeHarry.—Yahetomadounpoco.ElprofesorLupinmelodio.Nosdioatodos.—¿Sí?—dijoconaprobaciónlaseñoraPomfrey—.¡Asíqueporfintenemosun
profesordeDefensaContralasArtesOscurasqueconocelosremedios!—¿Estás seguro de que te sientes bien, Potter? —preguntó la profesora
McGonagall.—Sí—dijoHarry.—Muy bien.Haz el favor de esperar fueramientras hablo unmomento con la
señoritaGrangersobresuhorario.Luegopodremosbajaralbanquetetodosjuntos.HarrysalióalcorredorconlaseñoraPomfrey,quesemarchóhacialaenfermería
murmurandoalgoparasí.Harrysólotuvoqueesperarunosminutos.AcontinuaciónsalióHermione,radiantedefelicidad,seguidaporlaprofesoraMcGonagall,ylostresbajaronlasescalerasdemármol,haciaelGranComedor.
Estaba lleno de capirotes negros. Las cuatro mesas largas estaban llenas deestudiantes.Suscarasbrillabanalaluzdemilesdevelas.ElprofesorFlitwick,queeraunbrujobajitoyconelpeloblanco,salióconunviejosombreroyuntaburetedetrespatas.
—¡Noshemosperdidolaselección!—dijoHermioneenvozbaja.Los nuevos alumnos de Hogwarts obtenían casa por medio del Sombrero
Seleccionador, que iba gritando el nombre de la casamás adecuada para cada uno(Gryffindor,Ravenclaw,Hufflepuff,Slytherin).LaprofesoraMcGonagall sedirigiócon paso firme a su asiento en lamesa de los profesores, yHarry yHermione seencaminaronensentidocontrario,hacia lamesadeGryffindor, tansilenciosamentecomolesfueposible.Lagentesevolvíaparamirarloscuandopasabanpor lapartetraseradelComedoryalgunosseñalabanaHarry.¿Habíacorridotanrápidolanoticiadesudesmayodelantedeldementor?
Él yHermione se sentaron a ambos lados de Ron, que les había guardado losasientos.
—¿Dequéibalacosa?—lepreguntóaHarry.Comenzóaexplicarseenunsusurro,peroentonceseldirectorsepusoenpiepara
hablaryHarrysecalló.ElprofesorDumbledore,aunqueviejo,siempredabalaimpresióndetenermucha
energía.Supeloplateadoysubarbateníanmásdemediometrodelongitud;llevabagafas demedia luna; y tenía unanariz extremadamente curva.Solían referirse a élcomoalmayormagodelaépoca,peronoeraporesoporloqueHarryleteníatantorespeto.NosepodíamenosdeconfiarenAlbusDumbledore,ycuandoHarryloviosonreír con franqueza a todos los estudiantes, se sintió tranquilo por vez primeradesdequeeldementorhabíaentradoenelcompartimentodeltren.
—¡Bienvenidos! —dijo Dumbledore, con la luz de la vela reflejándose en su
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barba—. ¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas quedecirosatodos,ycomounaesmuyseria,laexplicaréantesdequenuestroexcelentebanqueteosdejeaturdidos.—Dumbledoreseaclarólagargantaycontinuó—:Comotodos sabéis después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts,tenemosactualmenteennuestrocolegioaalgunosdementoresdeAzkaban,queestánaquí por asuntos relacionados con elMinisterio deMagia.—Se hizo una pausa yHarry recordó lo que el señorWeasley había dicho sobre que aDumbledore no leagradaba que los dementores custodiaran el colegio—. Están apostados en lasentradasalosterrenosdelcolegio—continuóDumbledore—,ytengoquedejarmuyclaroquemientrasesténaquínadiesaldrádelcolegiosinpermiso.Alosdementoresno se les puede engañar con trucosodisfraces, ni siquiera con capas invisibles—añadió como quien no quiere la cosa, yHarry yRon semiraron—.No está en lanaturalezadeundementorcomprenderruegosoexcusas.Porlotanto,osadviertoatodosycadaunodevosotrosquenodebéisdarlesningúnmotivoparaqueoshagandaño.Confíoenquelosprefectosylosnuevosdelegadosseasegurendequeningúnalumnointentaburlarsedelosdementores.
Percy,quesesentabaaunosasientosdedistanciadeHarry,volvióasacarpechoymiróasualrededororgullosamente.Dumbledorehizootrapausa.Recorriólasalaconunamiradamuyseriaynadiemovióundedonidijonada.
—Porhablardealgomásalegre—continuó—,esteañoestoyencantadodedarlabienvenida a nuestro colegio a dosnuevosprofesores.Enprimer lugar, el profesorLupin,queamablementehaaccedidoaenseñarDefensaContralasArtesOscuras.
Huboalgúnaplausoaisladoycarentedeentusiasmo.Sólolosquehabíanestadoconéleneltrenaplaudieronconganas,Harryentreellos.ElprofesorLupinparecíaunadánenmediodelosdemásprofesores,queibanvestidosconsusmejorestúnicas.
—¡MiraaSnape!—lesusurróRonaHarryeneloído.ElprofesorSnape,elespecialistaenPociones,mirabaalprofesorLupindesdeel
otroladodelamesadelosprofesores.ErasabidoqueSnapeanhelabaaquelpuesto,peroinclusoaHarry,queaborrecíaaSnape,leasombrabalaexpresiónqueteníaenaquelmomento,crispandosurostrodelgadoycetrino.Eramásqueenfado:eraodio.Harryconocíamuybienaquellaexpresión:eralaqueSnapeadoptabacadavezqueloveíaaél.
—En cuanto al otro último nombramiento—prosiguió Dumbledore cuando seapagó el tibio aplauso para el profesor Lupin—, siento deciros que el profesorKettleburn,nuestroprofesordeCuidadodeCriaturasMágicas, se retiróal finaldelpasadocursoparapoderaprovecharenlaintimidadlosmiembrosquelequedan.Sinembargo, estoy encantado de anunciar que su lugar lo ocupará nada menos queRubeusHagrid,quehaaccedidoacompaginarestasclasesconsusobligacionesdeguardabosques.
Harry,RonyHermionesemiraronatónitos.Luegoseunieronalaplauso,quefueespecialmentecalurosoenlamesadeGryffindor.HarryseinclinóparaveraHagrid,
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que estaba rojo como un tomate y se miraba las enormes manos, con la ampliasonrisaocultaporlabarbanegra.
—¡Tendríamosquehaberloadivinado!—dijoRon,dandounpuñetazoenlamesa—. ¿Qué otro habría sido capaz de mandarnos que compráramos un libro quemuerde?
Harry, Ron y Hermione fueron los últimos en dejar de aplaudir, y cuando elprofesorDumbledorevolvióahablar,pudieronverqueHagridsesecabalosojosconelmantel.
—Bien, creo que ya he dicho todo lo importante—dijo Dumbledore—. ¡Quecomienceelbanquete!
Las fuentes doradas y las copas que tenían delante se llenaron de pronto decomidaybebida.Harry,quederepentesediocuentadequeteníaunhambreatroz,sesirviódetodoloqueestabaasualcance,yempezóacomer.
Fueunbanquetedelicioso.ElGranComedorsellenódeconversaciones,derisasy del tintineo de los cuchillos y tenedores. Harry, Ron y Hermione, sin embargo,teníanganasdequeterminaraparahablarconHagrid.Sabíancuántosignificabaparaélserprofesor.Hagridnoeraunmagototalmentecualificado;habíasidoexpulsadodeHogwartsentercercursoporundelitoquenohabíacometido.FueronHarry,RonyHermionequienes,duranteelcursoanterior,limpiaronelnombredeHagrid.
Finalmente, cuando los últimosbocadosde tarta de calabazadesaparecierondelas bandejas doradas, Dumbledore anunció que era hora de que todos se fueran adormiryellosvieronllegadosumomento.
—¡Enhorabuena, Hagrid! —gritó Hermione muy alegre, cuando llegaron a lamesadelosprofesores.
—Todo ha sido gracias a vosotros tres —dijo Hagrid mientras los miraba,secando su cara brillante en la servilleta—. No puedo creerlo… Un gran tipo,Dumbledore… Vino derecho a mi cabaña después de que el profesor Kettleburndijeraqueyanopodíamás.Esloquesiemprehabíaquerido.
Embargadodeemoción,ocultólacaraenlaservilletaylaprofesoraMcGonagallleshizoirse.
Harry, Ron y Hermione se reunieron con los demás estudiantes de la casaGryffindorquesubíanentropellaescalerademármoly,yamuycansados,siguieronpormáscorredoresysubieronmásescaleras,hastaquellegaronalaentradasecretadelatorredeGryffindor.LosinterrogóunretratograndedelaSeñoraGorda,vestidaderosa:
—¿Contraseña?—¡Dejadmepasar,dejadmepasar!—gritabaPercydesdedetrásdelamultitud—.
¡Laúltimacontraseñaes«FortunaMaior»!—¡Oh,no!—dijocontristezaNevilleLongbottom.Siempreteníaproblemaspara
recordarlascontraseñas.Despuésdecruzarelretratoyrecorrerlasalacomún,chicosychicassesepararon
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hacia las respectivas escaleras. Harry subió la escalera de caracol sin otropensamiento que la alegría de estar otra vez en Hogwarts. Llegaron al conocidodormitoriodeformacircular,consuscincocamascondosel,yHarry,mirandoasualrededor,sintióqueporfinestabaencasa.
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C
CAPÍTULO6
Pososdetéygarrasdehipogrifo
UANDOHarry,RonyHermioneentraronenelGranComedorparadesayunaraldía siguiente, lo primero que vieron fue a DracoMalfoy, que entretenía a un
grupo de gente de Slytherin con una historiamuy divertida.Al pasar por su lado,Malfoyhizounaparodiadedesmayo,coreadoporunacarcajadageneral.
—No le hagas caso—le dijo Hermione, que iba detrás de Harry—. Tú, ni elmenorcaso.Nomerecelapena…
—¡Eh,Potter!—gritóPansyParkinson,unachicadeSlytherinqueteníalacaracomoundogo—.¡Potter!¡Quevienenlosdementores,Potter!¡Uuuuuuuuuh!
Harry se dejó caer sobre un asiento de lamesa deGryffindor, junto a GeorgeWeasley.
—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pasándolos—. ¿Qué teocurre,Harry?
—Malfoy —contestó Ron, sentándose al otro lado de George y echando unamiradadesafiantealamesadeSlytherin.
George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir supantomima.
—Ese imbécil —dijo sin alterarse— no estaba tan gallito ayer por la noche,cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vinocorriendoanuestrocompartimento,¿verdad,Fred?
—Casisemojaencima—dijoFred,mirandocondesprecioaMalfoy.—Yo tampoco estabamuy contento—reconocióGeorge—. Son horribles esos
dementores…—Selehielaaunolasangre,¿verdad?—dijoFred.
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—Peronoosdesmayasteis,¿aqueno?—dijoHarryenvozbaja.—Noledesmásvueltas,Harry—dijoGeorge—.Mipadretuvoqueirunaveza
Azkaban, ¿verdad,Ron?,ydijoqueera el lugarmáshorrible enquehabía estado.Regresódébily tembloroso…Losdementoresabsorben laalegríadel lugarenqueestán.Lamayoríadelospresossevuelvenlocosallí.
—De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después delprimer partido de quidditch —dijo Fred—. Gryffindor contra Slytherin, primerpartidodelatemporada,¿osacordáis?
LaúnicaocasiónenqueHarryyMalfoysehabíanenfrentadoenunpartidodequidditch,Malfoyhabíallevadolasdeperder.Unpocomáscontento,Harrysesirviósalchichasytomatefrito.
Hermioneseaprendíasunuevohorario:—Bien,hoycomenzamosasignaturasnuevas—dijoalegremente.—Hermione—dijoRon frunciendo el entrecejo ymirando detrás de ella—, se
hanconfundidocon tuhorario.Mira, tehanapuntadoparaunasdiezasignaturasaldía.Nohaytiemposuficiente.
—Yameapañaré.LoheconcertadoconlaprofesoraMcGonagall.—Pero mira —dijo Ron riendo—, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve
AdivinaciónyEstudiosMugglesy…—Ronseacercómásalhorario,sinpodérselocreer—, mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante,Hermione,peronohaynadiecapazde tanto. ¿Cómovasaestar en tresclasesa lavez?
—No seas tonto—dijo Hermione bruscamente—, por supuesto que no voy aestarentresclasesalavez.
—Bueno,entonces…—Pásamelamermelada—lepidióHermione.—Pero…—¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron? —dijo
Hermione—.YatehedichoquelohearregladotodoconlaprofesoraMcGonagall.En ese momento entró Hagrid en el Gran Comedor. Llevaba puesto su abrigo
largodepieldetopoydeunadesusenormesmanoscolgabaunturónmuerto,quesebalanceaba.
—¿Vatodobien?—dijoconentusiasmo,deteniéndosecaminodelamesadelosprofesores—. ¡Estáis enmi primera clase! ¡Inmediatamente después del almuerzo!Me he levantado a las cinco para prepararlo todo. Espero que esté bien… Yo,profesor…,francamente…
Les dirigió una amplia sonrisa y se fue hacia la mesa de los profesores,balanceandoelturón.
—Mepreguntoquéhabrápreparado—dijoRonconcuriosidad.El Gran Comedor se vaciaba amedida que la gente semarchaba a la primera
clase.Roncomprobóelhorario.
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—Lomejorseráquevayamosya.Mirad,elauladeAdivinaciónestáenelúltimopisodelatorrenorte.Tardaremosunosdiezminutosenllegar…
Terminaronaprisaeldesayuno,sedespidierondeFredydeGeorge,yvolvieronaatravesarelGranComedor.AlpasaralladodelamesadeSlytherin,Malfoyvolvióarepetir la pantomima. Las estruendosas carcajadas acompañaron a Harry hasta elvestíbulo.
Eltrayectohastalatorrenorteeralargo.LosdosañosquellevabanenHogwartsnohabíanbastadoparaconocertodoelcastillo,ynisiquierahabíanestadonuncaenelinteriordelatorrenorte.
—Tiene…que…haber…un atajo—dijoRon jadeando,mientras ascendían laséptima larga escalera y salían a un rellano que veían por primera vez y donde loúnico que había era un cuadro grande que representaba únicamente un campo dehierba.
—Meparece que es por aquí—dijoHermione, echandoun vistazo al corredordesiertoquehabíaaladerecha.
—Imposible—dijoRon—.Eso es el sur.Mira: por la ventana puedes ver unapartedellago…
Harryobservóelcuadro.Ungruesocaballotordoacababadeentrarenelcampoypacía despreocupadamente. Harry estaba acostumbrado a que los cuadros deHogwartstuvieranmovimientoyaquelospersonajessesalierandelmarcoparairavisitarse unos a otros, pero siempre se había divertido viéndolos. Un momentodespués, haciendo un ruidometálico, entró en el cuadro un caballero rechoncho ybajito,vestidoconarmadura,persiguiendoal caballo.A juzgarpor lasmanchasdehierbaquehabíaensusrodillerasdehierro,acababadecaerse.
—¡Pardiez! —gritó, viendo a Harry, Ron y Hermione—. ¿Quiénes son estosvillanos que osan internarse en mis dominios? ¿Acaso os mofáis de mi caída?¡Desenvainad,bellacos!
Seasombraronalverqueelpequeñocaballerosacabalaespadadelavainaylablandía con violencia, saltando furiosamente arriba y abajo. Pero la espada erademasiado larga para él. Un movimiento demasiado violento le hizo perder elequilibrioycayódebrucesenlahierba.
—¿Seencuentraustedbien?—lepreguntóHarry,acercándosealcuadro.—¡Atrás,vilbellaco!¡Atrás,malandrín!El caballero volvió a empuñar la espada y la utilizó para incorporarse, pero la
hojasehundióprofundamenteenelsuelo,yaunquetiródeellacontodassusfuerzas,nopudosacarla.Finalmente,sedejócaerenlahierbayselevantólaviseradelcascoparalimpiarselacaraempapadaensudor.
—Disculpe —dijo Harry, aprovechando que el caballero estaba exhausto—,estamosbuscandolatorrenorte.¿Porcasualidadconoceustedelcamino?
—¡Unaempresa!—La iradel caballerodesaparecióal instante.Sepusodepiehaciendo un ruido metálico y exclamó—: ¡Vamos, seguidme, queridos amigos, y
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hallaremos lo que buscamos o pereceremos en el empeño!—Volvió a tirar de laespadasinningúnresultado,intentóperonopudomontarenelcaballo,yexclamó—:¡Apie,pues,bravoscaballerosygentilseñora!¡Vamos!
Ycorrióporelladoizquierdodelmarco,haciendounfuerteruidometálico.Corrieron tras él por el pasillo, siguiendo el sonidode su armadura.Devez en
cuandololocalizabandelantedeellos,cruzandouncuadro.—¡Endureced vuestros corazones, lo peor está aún por llegar! —gritó el
caballero, y lo volvieron a ver enfrente de un grupo alarmado de mujeres conmiriñaque,cuyocuadrocolgabaenelmurodeunaestrechaescaleradecaracol.
Jadeando, Harry, Ron y Hermione ascendieron los escalones mareándose cadavezmás, hasta que oyeron unmurmullo de voces por encima de ellos y se dieroncuentadequehabíanllegadoalaula.
—¡Adiós!—gritóelcaballeroasomandolacabezaporelcuadrodeunosmonjesde aspecto siniestro—. ¡Adiós, compañeros de armas! ¡Si en alguna ocasiónnecesitáisuncorazónnobleyuntempledeacero,llamadasirCadogan!
—Sí, loharemos—murmuróRoncuandodesaparecióel caballero—, si algunaveznecesitamosaunchiflado.
Subieronlosescalonesquequedabanysalieronaunrellanodiminutoenelqueya aguardaba la mayoría de la clase. No había ninguna puerta en el rellano; RongolpeóaHarryconelcodoyseñalóaltecho,dondehabíaunatrampillacircularconunaplacadebronce.
—SybillTrelawney,profesoradeAdivinación—leyóHarry—.¿Cómovamosasubirahí?
Comoenrespuestaasupregunta,latrampillaseabrióderepenteyunaescaleraplateadadescendióhastalospiesdeHarry.Todossequedaronensilencio.
—Túprimero—dijoRonconunasonrisa,yHarrysubióporlaescaleradelantedelosdemás.
Fueadaralauladeaspectomásextrañoquehabíavistoensuvida.Noseparecíaennadaaunaula;eraalgoamediocaminoentreunáticoyunviejosalóndeté.Almenosveintemesascirculares,redondasypequeñas,seapretujabandentrodelaula,todas rodeadas de sillones tapizados con tela de colores y de cojines pequeños yredondos.Todoestabailuminadoconunaluztenueyroja.Habíacortinasentodaslasventanas y las numerosas lámparas estaban tapadas con pañoletas rojas. Hacía uncaloragobiante,yel fuegoqueardíaen lachimenea,bajounarepisaabarrotadadecosas,calentabaunateteragrandedecobreyemanabaunaespeciedeperfumedenso.Lasestanteríasdelasparedescircularesestabanllenasdeplumaspolvorientas,cabosdevela,muchasbarajasviejas,infinitasbolasdecristalyunagrancantidaddetazasdeté.
Ron fue a su lado mientras la clase se iba congregando alrededor, entremurmullos.
—¿Dóndeestálaprofesora?—preguntóRon.
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Derepentesaliódelassombrasunavozsuave:—Bienvenidos—dijo—.Esunplacerverosporfinenelmundofísico.La inmediata impresión de Harry fue que se trataba de un insecto grande y
brillante. La profesora Trelawney se acercó a la chimenea y vieron que erasumamente delgada. Sus grandes gafas aumentaban varias veces el tamaño de susojosy llevabapuestounchaldegasaconlentejuelas.Desucuello largoydelgadocolgabaninnumerablescollaresdecuentas,yteníalasmanosllenasdeanillosylosbrazosdepulseras.
—Sentaos,niñosmíos,sentaos—dijo,ytodosseencaramarontorpementealossillonesosehundieronenloscojines.Harry,RonyHermionesesentaronalamismamesa redonda—. Bienvenidos a la clase de Adivinación —dijo la profesoraTrelawney,quesehabíasentadoenunsillóndeorejas,delantedelfuego—.Soylaprofesora Trelawney. Seguramente es la primera vez que me veis. Noto quedescendermuyamenudoalbulliciodelcolegioprincipalnublamiojointerior.
Nadiedijonadaanteestaextraordinariadeclaración.Conmovimientosdelicados,laprofesoraTrelawneysepusobienelchalycontinuóhablando:
—AsíquehabéisdecididoestudiarAdivinación,lamásdifícildetodaslasartesmágicas.Deboadvertirosdesdeelprincipiodequesinoposeéis laVista,nopodréenseñaros prácticamente nada. Los libros tampoco os ayudarán mucho en esteterreno…—Al oír estas palabras,Harry yRonmiraron con una sonrisa burlona aHermione,queparecíaasustadaaloírqueloslibrosnoibanaserdemuchautilidadenaquellaasignatura—.Haynumerososmagosybrujasque,aunteniendounagranhabilidadenloqueserefiereatransformaciones,hechizosydesaparicionessúbitas,sonincapacesdepenetrarenlosveladosmisteriosdelfuturo—continuólaprofesoraTrelawney,recorriendolascarasnerviosasconsusojosenormesybrillantes—.Esundonreservadoaunospocos.Dime,muchacho—dijoderepenteaNeville,quecasisecayódelcojín—,¿seencuentrabientuabuela?
—Creoquesí—dijoNevilletembloroso.—Yoentulugarnoestaríatanseguro,querido—dijolaprofesoraTrelawney.El
fuego de la chimenea se reflejaba en sus largos pendientes de color esmeralda.Nevilletragósaliva.LaprofesoraTrelawneyprosiguióplácidamente—.Duranteestecurso estudiaremos los métodos básicos de adivinación. Dedicaremos el primertrimestrealalecturadelashojasdeté.Elsegundonosocuparemosenquiromancia.Apropósito,queridamía—lesoltódeprontoaParvatiPatil—,tencuidadoconciertopelirrojo.
ParvatimiróconunsobresaltoaRon,queestabainmediatamentedetrásdeella,yalejódeélsusillón.
—Duranteelúltimotrimestre—continuólaprofesoraTrelawney—,pasaremosalaboladecristalsilainterpretacióndelasllamasnosdejatiempo.Pordesgracia,undesagradablebrotedegripeinterrumpirálasclasesenfebrero.Yomismaperderélavoz.YentornoaSemanaSanta,unodevosotrosnosabandonaráparasiempre.—Un
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silenciomuytensosiguióaestecomentario,perolaprofesoraTrelawneynopareciónotarlo—.Querida—añadió dirigiéndose a LavenderBrown, que era quien estabamáscercadeellayquesehundiócontraelrespaldodelsillón—,¿mepodríaspasarlateteragrandedeplata?
Lavender dio un suspiro de alivio, se levantó, cogió una enorme tetera de laestanteríaylapusosobrelamesa,antelaprofesoraTrelawney.
—Gracias,querida.Apropósito, esoque temes sucederá elviernesdieciséisdeoctubre.—Lavendertembló—.Ahoraquieroqueospongáisporparejas.Cogedunatazadelaestantería,venidamíyoslallenaré.Luegosentaosybebedhastaquesóloqueden los posos. Removed entonces los posos agitando la taza tres veces con lamano izquierda y poned luego la taza boca abajo en el plato. Esperad a que hayacaído la última gota de té y pasad la taza a vuestro compañero, para que la lea.Interpretaréis los dibujos dejados por los posos utilizando las páginas 5 y 6 deDisipar las nieblas del futuro.Yopasaré a ayudaros y a daros instrucciones. ¡Ah!,querido…—asió a Neville por el brazo cuando el muchacho iba a levantarse—cuandorompaslaprimerataza,¿serástanamabledecogerunadelasazules?Lasdecolorrosamegustanmucho.
Comoesnatural,encuantoNevillehuboalcanzadolabaldadelastazas,seoyóeltintineodelaporcelanarota.LaprofesoraTrelawneysedirigióaélrápidamenteconunaescobayunrecogedor,yledijo:
—Unadelasazules,querido,sierestanamable.Gracias…CuandoHarryyRonllenaronlas tazasdeté,volvieronasumesaysetomaron
rápidamente laardiente infusión.Removieron lospososcomo leshabía indicado laprofesoraTrelawney,ydespuéssecaronlastazasylasintercambiaron.
—Bien—dijoRon,despuésdeabrirloslibrosporlaspáginas5y6—.¿Quévesenlamía?
—Una masa marrón y empapada —respondió Harry. El humo fuertementeperfumadodelahabitaciónloadormecíayatontaba.
—¡Ensanchad la mente, queridos, y que vuestros ojos vean más allá de loterrenal!—exclamólaprofesoraTrelawneysumidaenlapenumbra.
Harryintentórecobrarse:—Bueno, hay una especie de cruz torcida… —dijo consultando Disipar las
nieblasdelfuturo—.Esosignificaquevasapasarpenalidadesysufrimientos…Losiento…Perohayalgoquepodríaserelsol.Espera,esosignificamuchafelicidad…Asíquevasasufrir,perovasasermuyfeliz…
—Si te interesamiopinión, tendríanque revisarte el ojo interior—dijoRon,ytuvieronquecontenerlarisacuandolaprofesoraTrelawneylosmiró.
—Ahora me toca a mí… —Ron miró con detenimiento la taza de Harry,arrugandolafrenteacausadelesfuerzo—.Hayunamanchaenformadesombrerohongo—dijo—.AlomejorvasatrabajarparaelMinisteriodeMagia…—Volviólataza—. Pero por este lado parece más bien como una bellota… ¿Qué es eso?—
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CotejósuejemplardeDisiparlasnieblasdelfuturo—.Oroinesperado,comocaídodelcielo.Estupendo,mepodrásprestar.Yaquíhayalgo—volvióagirar la taza—quepareceunanimal.Sí,siestoessucabeza…pareceunhipo…,no,unaoveja…
LaprofesoraTrelawneydiomediavueltaaloírlacarcajadadeHarry.—Déjamevereso,querido—ledijoaRon,entonorecriminatorio,ylequitóla
tazadeHarry.Todossequedaronensilencio,expectantes.La profesora Trelawney miraba fijamente la taza de té, girándola en sentido
contrarioalasagujasdelreloj.—Elhalcón…querido,tienesunenemigomortal.—Eso losabe todoelmundo—dijoHermioneenunsusurroalto.Laprofesora
Trelawneylamirófijamente—.TodoelmundosabelodeHarryyQuienUstedSabe.Harry y Ron la miraron con una mezcla de asombro y admiración. Nunca la
habíanvistohablarasíaunprofesor.LaprofesoraTrelawneyprefiriónocontestar.VolvióabajarsusgrandesojoshacialatazadeHarryycontinuógirándola.
—Laporra…unataque.Vaya,vaya…noesunatazamuyalegre…—Creíqueeraunsombrerohongo—reconocióRonconvergüenza.—Lacalavera…peligroentucamino…Toda laclaseescuchabaconatención,sinmoverse.LaprofesoraTrelawneydio
unaúltimavueltaalataza,sequedóboquiabiertaygritó.Oyeron romperse otra taza; Neville había vuelto a hacer añicos la suya. La
profesoraTrelawneysedejócaerenunsillónvacío,conlamanoenelcorazónylosojoscerrados.
—Mi querido chico…mi pobre niño…no…esmejor no decir…no…nomepreguntes…
—¿Qué es, profesora?—dijo inmediatamente Dean Thomas. Todos se habíanpuestodepieyrodearonlamesadeRon,acercándosemuchoalsillóndelaprofesoraTrelawneyparapoderverlatazadeHarry.
—Queridomío—abriócompletamentesusgrandesojos—,tieneselGrim.—¿Elqué?—preguntóHarry.Estaba claro que había otros que tampoco comprendían;DeanThomas lomiró
encogiéndosedehombros,yLavenderBrownestabaanonadada,perocasi todossellevaronlamanoalaboca,horrorizados.
—¡ElGrim, querido, elGrim!—exclamó la profesora Trelawney, que parecíaextrañadadequeHarrynohubieracomprendido—.¡Elperrogiganteyespectralquerondapor loscementerios!Miqueridochico, se tratadeunaugurio,elpeorde losaugurios…elauguriodelamuerte.
El estómago le dio un vuelco a Harry. Aquel perro de la cubierta del libroAugurios de muerte, en Flourish y Blotts, el perro entre las sombras de la calleMagnolia…Ahora también Lavender Brown se llevó las manos a la boca. TodosmiraronaHarry;todosexceptoHermione,quesehabíalevantadoysehabíaacercadoalrespaldodelsillóndelaprofesoraTrelawney.
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—NocreoqueseparezcaaunGrim—dijoHermionerotundamente.LaprofesoraTrelawneyexaminóaHermioneconcrecientedesagrado.—Perdona que te lo diga, querida, pero percibomuy poca aura a tu alrededor.
Muypocareceptividadalasresonanciasdelfuturo.SeamusFinniganmovíalacabezadeunladoaotro.—Parece unGrim si miras así—decía con los ojos casi cerrados—, pero así
pareceunburro—añadióinclinándosealaizquierda.—¡Cuando hayáis terminado de decidir si voy a morir o no…!—dijo Harry,
sorprendiéndoseinclusoasímismo.Nadiequeríamirarlo.—Creoquehemosconcluidoporhoy—dijolaprofesoraTrelawneyconsuvoz
másleve—.Sí…porfavor,recogedvuestrascosas…Silenciosamente,losalumnosentregaronlastazasdetéalaprofesoraTrelawney,
recogieronloslibrosycerraronlasmochilas.InclusoRonevitólosojosdeHarry.—Hastaquenosveamosdenuevo—dijodébilmentelaprofesoraTrelawney—,
quelabuenasuerteosacompañe.Ah,querido…—señalóaNeville—,llegarástardealapróximaclase,asíquetendrásquetrabajarunpocomáspararecuperareltiempoperdido.
Harry,RonyHermionebajaronensilenciolaescalerademanodelaulayluegola escalera de caracol, y luego se dirigieron a la clase de Transformaciones de laprofesoraMcGonagall.Tardarontantoenencontrarelaulaque,aunquehabíansalidodelaclasedeAdivinaciónantesdelahora,llegaronconeltiempojusto.
Harry eligió un asiento que estaba al final del aula, sintiéndose el centro deatención:elrestodelaclasenodejabadedirigirlemiradasfurtivas,comosiestuvieraapuntodecaersemuerto.ApenasoíaloquelaprofesoraMcGonagalllesdecíasobrelos animagos (brujos que pueden transformarse a voluntad en animales), y noprestaba lamenoratencióncuandoellase transformóante losojosde todosenunagataatigradaconmarcasdegafasalrededordelosojos.
—¿Qué os pasa hoy? —preguntó la profesora McGonagall, recuperando lanormalidadconunpequeñoestallidoymirándolos—.Noesquetengaimportancia,peroeslaprimeravezquemitransformaciónnoconsiguearrancarunaplausodelaclase.
TodossevolvieronhaciaHarry,peronadiedijonada.Hermionelevantólamano.—Por favor, profesora. Acabamos de salir de nuestra primera clase de
Adivinacióny…hemosestadoleyendolashojasdetéy…—¡Ah, claro!—exclamó la profesora McGonagall, frunciendo el entrecejo de
repente—. No tiene que decir nada más, señorita Granger. Decidme, ¿quién devosotrosmoriráesteaño?
Todoslamiraronfijamente.—Yo—respondióporfinHarry.—Yaveo—dijolaprofesoraMcGonagall,clavandoenHarrysusojosbrillantesy
redondos como canicas—. Pues tendrías que saber, Potter, que Sybill Trelawney,
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desdequellegóaestecolegio,predicelamuertedeunalumnocadaaño.Ningunohamuertotodavía.Verauguriosdemuerteessuformafavoritadedar labienvenidaauna nueva promoción de alumnos. Si no fuera porque nunca hablo mal de miscolegas…—LaprofesoraMcGonagallsedetuvoenmitaddelafraseylosalumnosvieron que su nariz se había puesto blanca. Prosiguió con más calma—: Laadivinaciónesunade las ramasmás imprecisasde lamagia.Noosocultaréque laadivinaciónmehaceperderlapaciencia.Losverdaderosvidentessonmuyescasos,yla profesora Trelawney…—Volvió a detenerse y añadió en tono práctico—: Meparece que tienes una salud estupenda, Potter, así que me disculparás que no teperdone hoy los deberes de mañana. Te aseguro que si te mueres no necesitarásentregarlos.
Hermioneseechóareír.Harrysesintióunpocomejor.Lejosdelaulatenuementeiluminadaporunaluzrojaydelperfumeagobiante,eramásdifícilaterrorizarseporunas cuantas hojas de té. Sin embargo, no todo elmundo estaba convencido. RonseguíapreocupadoyLavendersusurró:
—Pero¿ylatazadeNeville?Cuando terminó la clase de Transformaciones, se unieron a lamultitud que se
dirigíabulliciosamentealGranComedor,paraelalmuerzo.—Ánimo,Ron—dijoHermione,empujandohaciaélunabandejadeestofado—.
YahasoídoalaprofesoraMcGonagall.Ron se sirvió estofado con una cuchara y cogió su tenedor, pero no empezó a
comer.—Harry—dijoenvozbajaygrave—, túnohasvistoenningúnsitiounperro
negroygrande,¿verdad?—Sí, lo he visto—dijo Harry—. Lo vi la noche que abandoné la casa de los
Dursley.Rondejócaereltenedor,quehizomuchoruido.—Probablemente,unperrocallejero—dijoHermionemuytranquila.RonmiróaHermionecomosisehubieravueltoloca.—Hermione,siHarryhavistounGrim,esoes…esoesterrible—aseguró—.Mi
tíoBiliusviounoy…¡murióveinticuatrohorasmástarde!—Casualidad —arguyó Hermione sin darle importancia, sirviéndose zumo de
calabaza.—¡No sabes lo que dices! —dijo Ron empezando a enfadarse—. Los Grims
ponenlospelosdepuntaalamayoríadelosbrujos.—Ahítieneslaprueba—dijoHermioneentonodesuperioridad—.VenalGrimy
semuerendemiedo.ElGrimnoesunaugurio,¡es lacausadelamuerte!YHarrytodavíaestáconnosotrosporquenoeslobastantetontoparaverunoypensar:«¡Memarchoalotrobarrio!»
Ronmovióloslabiossinpronunciarnada,paraqueHermionecomprendierasinqueHarryseenterase.Hermioneabriólamochila,sacósulibrodeAritmanciaylo
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apoyóabiertoenlajarradezumo.—Creoquelaadivinaciónesalgomuyimpreciso—dijobuscandounapágina—;
siquieressabermiopinión,creoquehayquehacermuchasconjeturas.—Nohabíanadade impreciso en elGrim que se dibujó en la taza—dijoRon
acalorado.—Noestabas tansegurodeesocuando ledecíasaHarryquese tratabadeuna
oveja—repusoHermioneconserenidad.—¡La profesora Trelawney dijo que no tenías un aura adecuada para la
adivinación!Loquepasaesquenotegustanoserlaprimeradelaclase.Acababadeponereldedoenlallaga.Hermionegolpeólamesaconellibrocon
tantafuerzaquesalpicócarneyzanahoriaportodoslados.—Si ser buena en Adivinación significa que tengo que hacer como que veo
augurios de muerte en los posos del té, no estoy segura de que vaya a seguirestudiandomuchotiempoesaasignatura.EsaclasefueunaporqueríacomparadaconladeAritmancia.
Cogiólamochilaysefuesindespedirse.Ronlasiguióconlavista,frunciendoelentrecejo.—Pero¿dequéhabla?¡TodavíanohaasistidoaningunaclasedeAritmancia!
AHarryleencantósalirdelcastillodespuésdelalmuerzo.Lalluviadeldíaanteriorhabíaterminado;elcieloeradeungrispálido,ylahierbaestabamullidayhúmedabajo sus pies cuando se pusieron en camino hacia su primera clase deCuidado deCriaturasMágicas.
RonyHermionenosedirigíanlapalabra.Harrycaminabaasulado,ensilencio,mientrasdescendíanporelcéspedhacialacabañadeHagrid,enellímitedelbosqueprohibido.Sólocuandoviodelantetresespaldasqueleresultabanmuyfamiliares,sediocuentadequedebíandecompartiraquellasclasescon losdeSlytherin.Malfoydecía algoanimadamente aCrabbeyGoyle, que se reían a carcajadas.Harry creíasaberdequéhablaban.
Hagridaguardabaasusalumnosenlapuertadelacabaña.Estabaimpacienteporempezar,cubiertoconsuabrigodepieldetopo,yconFang,elperrojabalinero,asuspies.
—¡Vamos, daos prisa! —gritó a medida que se aproximaban sus alumnos—.¡Hoytengoalgoespecialparavosotros!¡Unagranlección!¿Yaestátodoelmundo?¡Bien,seguidme!
Durante un desagradable instante, Harry temió que Hagrid los condujera albosque;Harryhabíavividoenaquellugarexperienciastandesagradablesquenuncapodríaolvidarlas.Sin embargo,Hagrid anduvopor el límitede los árbolesy cincominutosdespuéssehallaronanteunpradodondenohabíanada.
—¡Acercaos todosa lacerca!—gritó—.Aseguraosdeque tenéisbuenavisión.
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Loprimeroquetenéisquehaceresabrirloslibros…—¿Dequémodo?—dijolavozfríayarrastradadeDracoMalfoy.—¿Qué?—dijoHagrid.—¿Dequémodo abrimos los libros?—repitióMalfoy.Sacó su ejemplar deEl
monstruoso libro de los monstruos, que había atado con una cuerda. Otros loimitaron.Unos, comoHarry,habíanatadoel libroconuncinturón;otros lohabíanmetidomuyapretadoenlamochilaolohabíansujetadoconpinzas.
—¿Nadiehasidocapazdeabrirellibro?—preguntóHagriddecepcionado.Laclaseenteranegóconlacabeza.—Tenéisqueacariciarlo—dijoHagrid,comosifueralomásobviodelmundo—.
Mirad…CogióelejemplardeHermioneydesprendióelcelomágicoquelosujetaba.El
librointentómorderle,peroHagridlepasóporellomosuenormededoíndice,yellibroseestremeció,seabrióyquedótranquiloensumano.
—¡Qué tontos hemos sido todos!—dijoMalfoy despectivamente—. ¡Teníamosqueacariciarlo!¿Cómonosenosocurrió?
—Yo…yopenséqueosharíagracia—ledijoHagridaHermione,dubitativo.—¡Ah,quégracianoshace…!—dijoMalfoy—.¡Realmenteingenioso,hacernos
comprarlibrosquequierencomernoslasmanos!—Cierra laboca,Malfoy—ledijoHarryenvozbaja.Hagridsehabíaquedado
algotristeyHarryqueríaquesuprimeraclasefueraunéxito.—Bien,pues—dijoHagrid,queparecíahaberperdidoelhilo—.Asíque…ya
tenéisloslibrosy…y…ahoraoshacenfaltalascriaturasmágicas.Sí,asíqueiréaporellas.Esperadunmomento…
Sealejódeellos,penetróenelbosqueyseperdiódevista.—Diosmío, este lugar está en decadencia—dijoMalfoy en voz alta—. Estas
clasesidiotas…Amipadreledaráunpatatúscuandoselocuente.—Cierralaboca,Malfoy—repitióHarry.—Cuidado,Potter,hayundementordetrásdeti.—¡Uuuuuh!—gritóLavenderBrown,señalandohacialaotrapartedelprado.Trotando en dirección a ellos se acercaba una docena de criaturas, las más
extrañasqueHarryhabíavisto en suvida.Teníanel cuerpo, laspatas traserasy lacoladecaballo,pero laspatasdelanteras, lasalasy lacabezadeáguilagigante.Elpicoeradelcolordelaceroylosojosdeunnaranjabrillante.Lasgarrasdelaspatasdelanteras eran de quince centímetros cada una y parecían armas mortales. Cadabestia llevaba un collar de cuero grueso alrededor del cuello, atado a una largacadena.Hagrid sostenía en susgrandesmanos el extremode todas las cadenas.Seacercabacorriendoporelprado,detrásdelascriaturas.
—¡Idparaallá!—lesgritaba,sacudiendolascadenasyforzandoalasbestiasairhacia la cerca, donde estaban los alumnos. Todos se echaron un poco hacia atráscuandoHagridllegódondeestabanellosyatólosanimalesalacerca—.¡Hipogrifos!
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—gritóHagrid alegremente, haciendo a sus alumnos una señal con lamano—. ¿Aquesonhermosos?
Harry pudo comprender que Hagrid los llamara hermosos. En cuanto uno serecuperaba del susto que producía ver algo que era mitad pájaro y mitad caballo,podíaempezaraapreciarelbrilloexternodelanimal,quecambiabapaulatinamentede la pluma al pelo. Todos tenían colores diferentes: gris fuerte, bronce, ruanorosáceo,castañobrillanteynegrotinta.
—Venga —dijo Hagrid frotándose las manos y sonriéndoles—, si queréisacercarosunpoco…
Nadie parecía querer acercarse. Harry, Ron y Hermione, sin embargo, seaproximaronconcautelaalacerca.
—Loprimeroquetenéisquesaberdeloshipogrifosesquesonorgullosos—dijoHagrid—. Se molestan con mucha facilidad. Nunca ofendáis a ninguno, porquepodríaserloúltimoquehicierais.
Malfoy,Crabbe yGoyle no escuchaban; hablaban en voz baja yHarry tuvo ladesagradablesensacióndequeestabantramandolamejormaneradeincordiar.
—Tenéisqueesperar siempreaqueelhipogrifohagaelprimermovimiento—continuóHagrid—.Eseducado,¿osdaiscuenta?Vaishaciaél,osinclináisyesperáis.Siélrespondeconunainclinación,querrádecirqueospermitetocarlo.Sinohacelainclinación, entonces esmejor que os alejéis de él enseguida, porque puede hacermuchodañoconsusgarras.Bien,¿quiénquiereserelprimero?
Como respuesta, lamayoríade la clase sealejóaúnmás. InclusoHarry,RonyHermionerecelaban.Loshipogrifossacudíansusferocescabezasydesplegabansuspoderosasalas;parecíaquenolesgustabaestaratados.
—¿Nadie?—preguntóHagridconvozsuplicante.—Yo—seofrecióHarry.Detrásdeélseoyóunjadeo,yLavenderyParvatisusurraron:—¡No,Harry,acuérdatedelashojasdeté!Harrynohizocasoysaltólacerca.—¡Buenchico,Harry!—gritóHagrid—.VeamoscómotellevasconBuckbeak.Soltó la cadena, separó al hipogrifo gris de sus compañeros y le desprendió el
collar de cuero. Los alumnos, al otro lado de la cerca, contenían la respiración.Malfoyentornabalosojosconmalicia.
—Tranquiloahora,Harry—dijoHagridenvozbaja—.Primeromíralealosojos.Procuranoparpadear.Loshipogrifosnoconfíanentisiparpadeasdemasiado…
AHarryempezaronairritárselelosojos,peronoloscerró.Buckbeakhabíavueltolacabezagrandeyafilada,ymirabaaHarry fijamenteconunojo terribledecolornaranja.
—Esoes—dijoHagrid—.Esoes,Harry.Ahorainclinalacabeza…
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A Harry no le hacía gracia presentarle la nuca a Buckbeak, pero hizo lo queHagridledecía.Seinclinóbrevementeylevantólamirada.
Elhipogrifoseguíamirándolofijamenteyconaltivez.Nosemovió.—Ah—dijoHagrid,preocupado—.Bien,vetehaciaatrás,tranquilo,despacio…Peroentonces,antelasorpresadeHarry,elhipogrifodoblólasarrugadasrodillas
delanterasyseinclinóprofundamente.—¡Bien hecho, Harry!—dijo Hagrid, eufórico—. ¡Bien, puedes tocarlo! Dale
unaspalmadasenelpico,vamos.Pensando que habría preferido como premio poder irse, Harry se acercó al
hipogrifolentamenteyalargóelbrazo.Lediounaspalmadasenelpicoyelhipogrifocerrólosojosparadaraentenderquelegustaba.
La clase rompió en aplausos. Todos excepto Malfoy, Crabbe y Goyle, queparecíanmuydecepcionados.
—Bien,Harry—dijoHagrid—.¡Creoqueelhipogrifodejaríaquelomontaras!Aquello era más de lo que Harry había esperado. Estaba acostumbrado a la
escoba;peronoestabasegurodequeunhipogrifoselepareciera.—Súbete ahí, detrás del nacimiento del ala —dijo Hagrid—. Y procura no
arrancarleningunapluma,porquenolegustaría…HarrypusoelpiesobreelaladeBuckbeaky se subióenel lomo.Buckbeak se
levantó.Harrynosabíadóndedebíaagarrarse:delantedeéltodoestabacubiertodeplumas.
—¡Vamos! —gritó Hagrid, dándole una palmada al hipogrifo en los cuartostraseros.
A cada lado de Harry, sin previo aviso, se abrieron unas alas de más de tresmetrosdelongitud.Apenaslediotiempoaagarrarsedelcuellodelhipogrifoantesderemontarelvuelo.NoteníaningúnparecidoconunaescobayHarrytuvomuyclarocuálprefería.Muyincómodamenteparaél,lasalasdelhipogrifobatíandebajodesuspiernas. Sus dedos resbalaban en las brillantes plumas y no se atrevía a asirse conmás fuerza. En vez delmovimiento suave de suNimbus 2000, sentía el zarandeohaciaatrásyhaciadelante,porque loscuartos traserosdelhipogrifosemovíanconlasalas.
Buckbeaksobrevolóelpradoydescendió.EraloqueHarryhabíatemido.Seechóhaciaatrásconformeelhipogrifoseinclinabahaciaabajo.Lediolaimpresióndequeibaaresbalarporelpico.Luegosintióunfuertegolpealaterrizarelanimalconsuscuatropatasrevueltas,yselasarreglóparasujetarseyvolveraincorporarse.
—¡Muybien,Harry!—gritóHagrid,mientraslovitoreabantodosmenosMalfoy,CrabbeyGoyle—.¡Bueno!,¿quiénmásquiereprobar?
Envalentonados por el éxito deHarry, los demás saltaron al prado con cautela.Hagriddesatóunoporunoloshipogrifosy,alcabodepocorato,losalumnoshacíantimoratas reverencias por todo el prado. Neville retrocedió corriendo en variasocasionesporquesuhipogrifonoparecíaquererdoblarlasrodillas.RonyHermione
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practicabanconeldecolorcastaño,mientrasHarryobservaba.Malfoy,CrabbeyGoylehabíanescogidoaBuckbeak.Habíainclinadolacabeza
anteMalfoy,queledabapalmaditasenelpicoconexpresióndesdeñosa.—Estoesmuyfácil—dijoMalfoy,arrastrandolassílabasyconvozlobastante
altaparaqueHarrylooyera—.Teníaqueserfácil,siPotterfuecapaz…¿Aquenoerespeligroso?—ledijoalhipogrifo—.¿Loeres,bestiaasquerosa?
Sucedióenundestellodegarrasdeacero.MalfoyemitióungritoagudísimoyuninstantedespuésHagridseesforzabaporvolveraponerleelcollaraBuckbeak,quequeríaalcanzaraunMalfoyqueyacíaencogidoenlahierbayconsangreenlaropa.
—¡Memuero!—gritóMalfoy,mientrascundíaelpánico—.¡Memuero,mirad!¡Mehamatado!
—Noteestásmuriendo—ledijoHagrid,quesehabíapuestomuypálido—.Quealguienmeayude,tengoquesacarlodeaquí…
HermioneseapresuróaabrirlapuertadelacercamientrasHagridlevantabaconfacilidadaMalfoy.Mientrasdesfilaban,HarryvioqueenelbrazodeMalfoyhabíaunaheridalargayprofunda;lasangresalpicabalahierbayHagridcorríaconélporlapendiente,haciaelcastillo.
Los demás alumnos los seguían temblorosos y más despacio. Todos los deSlytherinechabanlaculpaaHagrid.
—¡Deberían despedirlo inmediatamente! —exclamó Pansy Parkinson, conlágrimasenlosojos.
—¡LaculpafuedeMalfoy!—lodefendióDeanThomas.CrabbeyGoyleflexionaronlosmúsculosamenazadoramente.Subieronlosescalonesdepiedrahastaeldesiertovestíbulo.—¡Voyaversiseencuentrabien!—dijoPansy.Y la vieron subir corriendo por la escalera de mármol. Los de Slytherin se
alejaron hacia su sala común subterránea, sin dejar de murmurar contra Hagrid;Harry,RonyHermionecontinuaronsubiendoescalerashastalatorredeGryffindor.
—¿Creéisquesepondrábien?—dijoHermioneasustada.—Por supuestoque sí.La señoraPomfreypuedecurarheridasenmenosdeun
segundo—dijoHarry,quehabíasufridoheridasmuchopeoresylaenfermeraselashabíacuradoconmagia.
—Es lamentable que esto haya pasado en la primera clase de Hagrid, ¿no osparece?—comentóRonpreocupado—.EsmuytípicodeMalfoyesodecomplicarlascosas…
Fueron de los primeros en llegar al Gran Comedor para la cena. EsperabanencontrarallíaHagrid,peronoestaba.
—Nolohabrándespedido,¿verdad?—preguntóHermioneconpreocupación,sinprobarsupasteldefileteyriñones.
—Másvalequeno—lerespondióRon,quetampocoprobababocado.Harry observaba lamesa de Slytherin.Un grupo prieto y numeroso, en el que
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figurabanCrabbeyGoyle,estabasumidoenunaconversaciónsecreta.HarryestabasegurodequepreparabansupropiaversióndelpercancesufridoporMalfoy.
—Bueno,nopuedesdecirqueelprimerdíadeclasenohayasidointeresante—dijoRoncontristeza.
TraslacenasubieronalasalacomúndeGryffindor,queestaballenadegente,ytratarondehacerlosdeberesqueleshabíamandadolaprofesoraMcGonagall,peroseinterrumpíancadatantoparamirarporlaventanadelatorre.
—HayluzenlaventanadeHagrid—dijoHarryderepente.Ronmiróelreloj.—Sinosdiéramosprisa,podríamosbajaraverlo.Todavíaestemprano…—Nosé—respondióHermionedespacio,yHarryvioquelomirabaaél.—Tengo permiso para pasear por los terrenos del colegio —aclaró—. Sirius
Blacknohabrápodidoburlaralosdementores,¿verdad?Recogieron sus cosas y salieron por el agujero del cuadro, contentos de no
encontrar a nadie en el camino hacia la puerta principal, porque no estaban muysegurosdequepudieransalir.
Lahierbaestaba todavíahúmedayparecíacasinegraenaquellosmomentosenqueelsolseponía.AlllegaralacabañadeHagridllamaronalapuertayunavozlescontestó:
—Adelante,entrad.Hagrid estaba sentado en mangas de camisa, ante la mesa de madera limpia;
Fang,superrojabalinero,teníalacabezaenelregazodeHagrid.LesbastóecharunvistazoparadarsecuentadequeHagridhabíaestadobebiendo.Delantedeél teníaunajarradepeltrecasitangrandecomouncalderoyparecíaquelecostabatrabajoenfocarbienlascosas.
—Supongo que es un récord —dijo apesadumbrado al reconocerlos—. Meimaginoquesoyelprimerprofesorquehaduradosóloundía.
—¡Notehabrándespedido,Hagrid!—exclamóHermione.—Todavía no —respondió Hagrid con tristeza, tomando un trago largo del
contenidodelajarra—.Peroessólocuestióndetiempo,¿verdad?DespuésdelodeMalfoy…
—¿CómoseencuentraMalfoy?—preguntóRoncuandosesentaron—.Nohabrásidonadaserio,supongo.
—La señora Pomfrey lo ha curado lomejor que ha podido—dijoHagrid conabatimiento—,peroélsiguediciendoquelehaceundañoterrible.Estácubiertodevendas…Gime…
—Todoescuento—dijoHarry—.LaseñoraPomfreyescapazdecurarcualquiercosa.Elañopasadohizoquemevolvieraacrecerlamitaddelesqueleto.EspropiodeMalfoysacartodoelprovechoposible.
—ElConsejoEscolarestáinformado,porsupuesto—dijoHagrid—.Piensanqueempecémuyfuerte.Deberíahaberdejadoloshipogrifosparamástarde…Teníaque
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haber empezado con los gusarajos o con los summat… Creía que sería un buencomienzo…Hasidoculpamía…
—¡TodalaculpaesdeMalfoy,Hagrid!—dijoHermioneconseriedad.—Somos testigos—dijo Harry—. Dijiste que los hipogrifos atacan al que los
ofende.SiMalfoynoprestóatención,elproblemaessuyo.LediremosaDumbledoreloquedeverdadsucedió.
—Sí,Hagrid,notepreocupes,teapoyaremos—confirmóRon.De los arrugados rabillos de los ojos de Hagrid, negros como cucarachas, se
escaparonunaslágrimas.AtrajoaRonyaHarryhaciasíylosestrechóenunabrazotanfuertequepudohaberlesrotoalgúnhueso.
—Creoqueyahasbebidobastante,Hagrid—dijoHermioneconfirmeza.Cogiólajarradelamesaysalióavaciarla.
—Sí, puede que tengas razón—dijoHagrid, soltando aHarry y aRon, que sesepararon de él frotándose las costillas. Hagrid se levantó de la silla y siguió aHermionealexterior,conpasoinseguro.
Oyeronunaruidosasalpicadura.—¿Quéhahecho?—dijoHarry,asustado,cuandoHermionevolvióaentrarcon
lajarravacía.—Meterlacabezaenelbarrildeagua—dijoHermione,guardandolajarra.Hagridregresóconlabarbayloslargospeloschorreando,ysecándoselosojos.—Mejorasí—dijo,sacudiendolacabezacomounperroysalpicándolosatodos
—.Habéissidomuyamablesporveniraverme.Yo,laverdad…HagridseparóensecomirandoaHarry,comosiacabaradedarsecuentadeque
estabaallí:—¿QUÉCREESQUEHACESAQUÍ?—bramó,ytanderepentequedieronunsaltoenel
aire—.¡NOPUEDESSALIRDESPUÉSDEANOCHECIDO,HARRY!¡YVOSOTROSDOSLODEJÁIS!HagridseacercóaHarryconpaso firme, locogiódelbrazoy lo llevóhasta la
puerta.—¡Vamos!—dijoHagridenfadado—.Osvoyaacompañaralostresalcolegio.
¡Yquenoosvuelvaapillarviniendoavermeaestashoras!¡Novalgolapena!
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CAPÍTULO7
Elboggartdelarmarioropero
ALFOYnovolvióalasaulashastaúltimahoradelamañanadeljueves,cuandolosdeSlytherinylosdeGryffindorestabanenmitaddelaclasedePociones,
quedurabadoshoras.Entróconairearroganteenlamazmorra,conelbrazoderechoencabestrilloycubiertodevendajes,comportándose,segúnleparecióaHarry,comosifueraelheroicosupervivientedeunahorriblebatalla.
—¿Qué tal, Draco?—dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta—. ¿Teduelemucho?
—Sí—dijoMalfoy,congestodehombrevaliente.PeroHarryvioqueguiñabaunojoaCrabbeyGoyleenelinstanteenquePansyapartabalavista.
—Siéntate—ledijoelprofesorSnapeamablemente.Harry yRon semiraron frunciendo el entrecejo.Si hubieran sido ellos los que
hubieranllegadotarde,Snapenoloshabríamandadosentarse,loshabríacastigadoaquedarsedespuésdeclase.PeroMalfoysiempresehabíalibradodeloscastigosenlasclasesdeSnape.SnapeeraeljefedelacasadeSlytherinygeneralmentefavorecíaalossuyos,endetrimentodelosdemás.
Aquel día elaboraban una nueva pócima: una solución para encoger. MalfoycolocósucalderoalladodeHarryyRon,paraprepararlosingredientesenlamismamesa.
—Profesor—dijoMalfoy—,necesitaréayudaparacortarlasraícesdemargarita,porqueconelbrazoasínopuedo.
—Weasley,córtaselastú—ordenóSnapesinlevantarlavista.Ronsepusorojocomountomate.—Nolepasanadaatubrazo—ledijoaMalfoyentredientes.Malfoyledirigióunasonrisitadesdeelotroladodelamesa.—YahasoídoalprofesorSnape,Weasley.Córtamelasraíces.
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Ron cogió el cuchillo, acercó las raíces deMalfoy y empezó a cortarlas mal,dejándolastodasdedistintostamaños.
—Profesor—dijo Malfoy, arrastrando las sílabas—,Weasley está estropeandomisraíces,señor.
Snapefuehacialamesa,aproximólanarizganchudaalasraícesydirigióaRonunasonrisadesagradable,pordebajodesulargoygrasientopelonegro.
—DeleaMalfoysusraícesyquédeseustedconlasdeél,Weasley.—Peroseñor…Ronhabíapasadoelúltimocuartodehoracortandoraícesentrozosexactamente
iguales.—Ahoramismo—ordenóSnape,consuvozmáspeligrosa.RoncedióaMalfoysuspropiasraícesyvolvióaempuñarelcuchillo.—Profesor, necesitaré que me pelen este higo seco —dijo Malfoy, con voz
impregnadaderisamaliciosa.—Potter,pelaelhigosecodeMalfoy—dijoSnape,echándoleaHarrylamirada
deodioquereservabasóloparaél.Harry cogió el higo secodeMalfoymientrasRon tratabade arreglar las raíces
queahorateníaqueutilizarél.Harrypelóelhigosecotanrápidocomopudo,yselolanzóaMalfoysindirigirleunapalabra.LasonrisadeMalfoyeramásampliaquenunca.
—¿HabéisvistoúltimamenteavuestroamigoHagrid?—lespreguntóMalfoyenvozbaja.
—Atinoteimporta—dijoRonentrecortadamente,sinlevantarlavista.—Me temo que no durarámucho como profesor—comentóMalfoy, haciendo
comoqueledabapena—.Amipadrenolehahechomuchagraciamiherida…—Continúahablando,Malfoy,yteharéunaheridadeverdad—legruñóRon.—…SehaquejadoalConsejoEscolary alministrodeMagia.Mipadre tiene
muchainfluencia,nosésilosabéis.Yunaheridaduraderacomoésta…—Exhalóunsuspiroprolongadoperofingido—.¿Quiénsabesimibrazovolveráalgúndíaaestarcomoantes?
—¿Asíqueporesohacesteatro?—dijoHarry,cortándolesinquererlacabezaaunciempiésmuerto,yaque lamanole temblabadefuria—.¿ParaversiconsiguesqueechenaHagrid?
—Bueno—dijo Malfoy, bajando la voz hasta convertirla en un suspiro—, enpartesí,Potter.Perohayotrasventajas.Weasley,córtamelosciempiés.
Unos calderos más allá, Neville afrontaba varios problemas. Solía perder elcontrolenlasclasesdePociones.Eralaasignaturaquepeorseledabayelmiedoquele teníaalprofesorSnapeempeoraba lascosas.Supoción,que teníaqueserdeunverdeamarillobrillante,sehabíaconvertidoen…
—¡Naranja, Longbottom!—exclamó Snape, levantando un poco con el cazo yvertiéndolo en el caldero, para que lo viera todo el mundo—. ¡Naranja! Dime,
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muchacho,¿hayalgoquepuedapenetraresagruesacalaveraquetienesahí?¿Nomehasoídodecirmuyclaroquesenecesitabasólounbazoderata?¿Nohedejadomuyclaroquenohabíaqueecharmásqueunasgotasdejugodesanguijuela?¿Quétengoquehacerparaquecomprendas,Longbottom?
Nevilleestabacoloradoytemblaba.Parecíaqueseibaaecharallorar.—Porfavor,profesor—dijoHermione—,puedoayudaraNevilleaarreglarlo…—No recuerdo haberle pedido que presuma, señorita Granger —dijo Snape
fríamente,yHermionesepusotancoloradacomoNeville—.Longbottom,alfinaldeestaclase ledaremosunasgotasdeestapocióna tusapoyveremos loqueocurre.Quizáesoteanimeahacerlascosascorrectamente.
Snapesealejó,dejandoaNevillesinrespiración,acausadelmiedo.—¡Ayúdame!—rogóaHermione.—¡Eh, Harry! —dijo Seamus Finnigan, inclinándose para cogerle prestada a
Harrylabalanzadebronce—.¿Hasoído?ElProfetadeestamañanaaseguraquehanvistoaSiriusBlack.
—¿Dónde?—preguntaron con rapidez Harry y Ron. Al otro lado de la mesa,Malfoylevantólavistaparaescucharconatención.
—Nomuylejosdeaquí—dijoSeamus,queparecíaemocionado—.Lohavistounamuggle.Por supuesto,ellanoentendía realmente.Losmugglespiensanqueessólo un criminal común y corriente, ¿verdad? El caso es que telefoneó a la líneadirecta.PerocuandollegaronlosdelMinisteriodeMagia,yasehabíaido.
—Nomuy lejosdeaquí…—repitióRon,mirandoaHarryde formaelocuente.DiomediavueltaysorprendióaMalfoymirando.
—¿Qué,Malfoy?¿Necesitasquetepelealgomás?PeroaMalfoylebrillabanlosojosdeformamalvadayestabanfijosenHarry.Se
inclinósobrelamesa.—¿PensandoenatraparaBlacktúsolo,Potter?—Exactamente—dijoHarry.LosfinoslabiosdeMalfoysecurvaronenunasonrisamezquina.—Desde luego, yo ya habría hecho algo.No estaría en el cole como un chico
bueno.Saldríaabuscarlo.—¿Dequéhablas,Malfoy?—dijoRonconbrusquedad.—¿Nosabes,Potter…?—musitóMalfoy,casicerrandosusojosclaros.—¿Quéhedesaber?Malfoysoltóunarisadespectiva,apenasaudible.—Tal vez prefieres no arriesgar el cuello —dijo—. Se lo quieres dejar a los
dementores,¿verdad?Peroentucaso,yobuscaríavenganza.Locazaríayomismo.—¿Dequéhablas?—lepreguntóHarrydemalhumor.Enaquelmomento,Snapedijoenvozalta:—Deberíais haber terminado de añadir los ingredientes. Esta poción tiene que
cocerseantesdequepuedaseringerida.Noosacerquéismientrasestáhirviendo.Y
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luegoprobaremosladeLongbottom…CrabbeyGoylerieronabiertamentealveraNevilleazoradoyagitandosupoción
sinparar.Hermionelemurmurabainstruccionesporlacomisuradelaboca,paraqueSnape no lo viera.Harry yRon recogieron los ingredientes no usados, y fueron alavarselasmanosyalavarloscazosenlapiladepiedraquehabíaenelrincón.
—¿QuéhaqueridodecirMalfoy?—susurróHarryaRon,colocando lasmanosbajo el chorro de agua helada que salía de una gárgola—. ¿Por qué tendría quevengarmedeBlack?Todavíanomehahechonada.
—Cosasqueinventa—dijoRon—.Legustaríaquehicierasunalocura…Cuandofaltabapocoparaqueterminaralaclase,Snapesedirigióconpasofirme
aNeville,queseencogiódemiedoalladodesucaldero.—Venidtodosyponeosencorro—dijoSnape.Losojosnegroslebrillaban—.Y
vedloquelesucedealsapodeLongbottom.Sihaconseguidofabricarunasoluciónparaencoger,elsaposequedarácomounrenacuajo.Silohahechomal(deloquenotengoningunaduda),elsapoprobablementemoriráenvenenado.
LosdeGryffindorobservabanconaprensiónylosdeSlytherinconentusiasmo.Snape se puso el sapo Trevor en la palma de la mano izquierda e introdujo unacucharilla en lapocióndeNeville,quehabía recuperadoel colorverde.EchóunasgotasenlagargantadeTrevor.
Se hizo un silencio total, mientras Trevor tragaba. Luego se oyó un ligero«¡plop!»yel renacuajoTrevor serpenteóen lapalmade lamanodeSnape.LosdeGryffindorprorrumpieronenaplausos.Snape,irritado,sacóunapequeñabotelladelbolsillodesutúnica,echóunasgotassobreTrevoryésterecobrósutamañonormal.
—Cinco puntos menos para Gryffindor —dijo Snape, borrando la sonrisa detodaslascaras—.Ledijequenoloayudara,señoritaGranger.Podéisretiraos.
Harry,RonyHermione subieron las escalerashasta elvestíbulo.Harry todavíameditaba lo que le había dichoMalfoy, en tanto queRon estaba furioso por lo deSnape.
—¡CincopuntosmenosparaGryffindorporquelapociónestababienhecha!¿Porquénomentiste,Hermione?¡DeberíashaberdichoquelohizoNevillesolo!
Ellanocontestó.Ronmiróasualrededor.—¿DóndeestáHermione?Harry también se volvió. Estaban en la parte superior de las escaleras, viendo
pasaralrestodelaclasequesedirigíaalGranComedorparaalmorzar.—Veníadetrásdenosotros—dijoRon,frunciendoelentrecejo.Malfoylosadelantó,flanqueadoporCrabbeyGoyle.DirigióaHarryunasonrisa
desuficienciaydesapareció.—Ahíestá—dijoHarry.Hermionejadeabaunpocoalsubirlasescalerasatodavelocidad.Conunamano
sujetabalamochila;conlaotrasujetabaalgoquellevabametidoenlatúnica.—¿Cómolohiciste?—lepreguntóRon.
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—¿Elqué?—preguntóasuvezHermione,reuniéndoseconellos.—Haceunminutoveníasdetrásdenosotrosyuninstantedespuésestabasalpie
delasescaleras.—¿Qué?—Hermione parecía un poco confusa—. ¡Ah, tuve que regresar para
cogerunacosa!¡Oh,no…!En la mochila de Hermione se había abierto una costura. A Harry no le
sorprendía;conteníaalmenosunadocenadelibrosgrandesypesados.—¿Porquéllevasencimatodosesoslibros?—lepreguntóRon.—Yasabescuántasasignaturasestudio—dijoHermionecasisinaliento—.¿No
mepodríassujetaréstos?—Pero…—RondabavueltasaloslibrosqueHermionelehabíapasadoymiraba
lastapas—.Hoynotienesestasasignaturas.EstatardesólohayDefensaContralasArtesOscuras.
—Ya—dijoHermione,perovolvióametertodosloslibrosenlamochila,comosinolahubierancomprendido—.Esperoquehayaalgobuenoparacomer.Memuerodehambre—añadió,ycontinuóhaciaelGranComedor.
—¿No tienes lasensacióndequeHermionenosocultaalgo?—preguntóRonaHarry.
ElprofesorLupinnoestabaenelaulacuandollegaronasuprimeraclasedeDefensaContra las Artes Oscuras. Todos se sentaron, sacaron los libros, las plumas y lospergaminos, y estaban hablando cuando por fin llegó el profesor. Lupin sonrióvagamenteypusosudesvencijadomaletínen lamesa.Estaba tandesaliñadocomosiempre,peroparecíamássanoqueeneltren,comosihubieratomadounascuantascomidasabundantes.
—Buenastardes—dijo—.¿Podríais,porfavor,meterloslibrosenlamochila?Laleccióndehoyserápráctica.Sólonecesitaréislasvaritasmágicas.
Laclasecambiómiradasdecuriosidadmientrasrecogíaloslibros.Nuncahabíantenido una clase práctica de Defensa Contra las Artes Oscuras, a menos que secontaralamemorableclasedelañoanterior,enqueelantiguoprofesorhabíallevadounajaulaconduendecillosyloshabíasoltadoenclase.
—Bien—dijoelprofesorLupincuandotodoelmundoestuvolisto—.Sitenéislaamabilidaddeseguirme…
Desconcertados pero con interés, los alumnos se pusieron en pie y salieron delaula con el profesor Lupin. Éste los condujo a lo largo del desierto corredor.Doblaronunaesquina.AlprimeroquevieronfueaPeeveselpoltergeist,queflotababocaabajoenmediodelaireytapabaconchicleelojodeunacerradura.Peevesnolevantó la mirada hasta que el profesor Lupin estuvo a medio metro. Entoncessacudiólospiesdededosretorcidosysepusoacantarunamonótonacanción:
—LocatislunáticoLupin,locatislunáticoLupin,locatislunáticoLupin…
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Aunque casi siempre era desobediente ymaleducado, Peeves solía tener algúnrespeto por los profesores.Todosmiraron de inmediato al profesorLupin para vercómoselotomaría.Antesusorpresa,elmencionadoseguíasonriendo.
—Yoentulugarquitaríaesechicledelacerradura,Peeves—dijoamablemente—.ElseñorFilchnopodráentraraporsusescobas.
FilcheraelconserjedeHogwarts,unbrujofracasadoydemalgenioqueestabaenguerrapermanente con los alumnosypor supuesto conPeeves.PeroPeevesnoprestóatenciónalprofesorLupin,salvoparasoltarleunasonorapedorreta.
ElprofesorLupinsuspiróysacólavaritamágica.—Es un hechizo útil y sencillo—dijo a la clase, volviendo la cabeza—. Por
favor,estadatentos.Alzólavaritaalaalturadelhombro,dijo¡Waddiwasi!yapuntóaPeeves.Conlafuerzadeunabala,elchiclesaliódisparadodelagujerodelacerraduray
fueataponarlafosanasalizquierdadePeeves;ésteascendiódandovueltascomoenunremolinoysealejócomounbólido,zumbandoyechandomaldiciones.
—¡Chachi,profesor!—dijoDeanThomas,asombrado.—Gracias, Dean —respondió el profesor Lupin, guardando la varita—.
¿Continuamos?Se pusieron otra vez en marcha, mirando al desaliñado profesor Lupin con
crecienterespeto.Loscondujoporotrocorredorysedetuvoenlapuertadelasaladeprofesores.
—Entrad, por favor—dijo el profesor Lupin abriendo la puerta y cediendo elpaso.
Enlasaladeprofesores,unaestancialarga,conpanelesdemaderaenlasparedesy llena de sillas viejas y dispares, no había nadie salvo un profesor. Snape estabasentadoenunsillónbajoyobservóalaclasemientraséstapenetrabaenlasala.Losojos le brillaban y en la boca tenía una sonrisa desagradable. Cuando el profesorLupinentróycerrólapuertatrasél,dijoSnape:
—Déjelaabierta,Lupin.Prefieronosertestigodeesto.—Sepusodepieypasóentrelosalumnos.Sutúnicanegraondeabaasuespalda.Yaenlapuerta,girósobresus talones y dijo—: Posiblemente no le haya avisado nadie, Lupin, pero NevilleLongbottom está aquí.Yo le aconsejaría no confiarle nada difícil.Amenos que laseñoritaGrangerleestésusurrandolasinstruccionesaloído.
Neville se puso colorado. Harry echó a Snape una mirada fulminante; ya eradesagradable que se metiera con Neville en clase, y no digamos delante de otrosprofesores.
ElprofesorLupinhabíaalzadolascejas.—Tenía la intención de que Neville me ayudara en la primera fase de la
operación,yestoysegurodequeloharámuybien.ElrostrodeNevillesepusoaúnmáscolorado.Snapetorcióelgesto,perosalióde
lasaladandounportazo.
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—Ahora—dijo el profesor Lupin llamando la atención del fondo de la clase,donde no había más que un viejo armario en el que los profesores guardaban lastúnicas de repuesto. Cuando el profesor Lupin se acercó, el armario tembló derepente,golpeandolapared.
»Nohayporquépreocuparse—dijocon tranquilidadelprofesorLupincuandoalgunos de los alumnos se echaron hacia atrás, alarmados—. Hay un boggart ahídentro.
Casi todos pensaban que un boggart era algo preocupante. Neville dirigió alprofesorLupinunamiradadeterrorySeamusFinniganvioconaprensiónmoverseelpomodelapuerta.
—Alosboggartslesgustanloslugaresoscurosycerrados—prosiguióelprofesorLupin—: los roperos, los huecos debajo de las camas, el armario de debajo delfregadero…Enunaocasiónvi aunoque sehabíametidoenun relojdepared.Sevinoaquíayerporlatarde,ylepreguntéaldirectorsiselepodíadejardondeestaba,para utilizarlo hoy en una clase de prácticas. La primera pregunta que debemoscontestares:¿quéesunboggart?
Hermionelevantólamano.—Esunserquecambiadeforma—dijo—.Puedetomarlaformadeaquelloque
másmiedonosda.—Yo no lo podría haber explicado mejor —admitió el profesor Lupin, y
Hermionesepusoradiantedefelicidad—.Elboggartqueestáahídentro,sumidoenla oscuridad, aún no ha adoptado una forma. Todavía no sabe qué es lo que másmiedoledaalapersonadelotrolado.Nadiesabequéformatieneunboggartcuandoestá solo, pero cuando lo dejemos salir, se convertirá de inmediato en lo quemástemamos.Estosignifica—prosiguióelprofesorLupin,optandopornohacercasodelosbalbuceosde terrordeNeville—queyaantesdeempezar tenemosunaenormeventajasobreelboggart.¿Sabesporqué,Harry?
Era difícil responder a una pregunta con Hermione al lado, que no dejaba deponersedepuntillas,conlamanolevantada.PeroHarryhizounintento:
—¿Porquesomosmuchosynosabeporquéformadecidirse?—Exacto—dijoelprofesorLupin.YHermionebajólamanoalgodecepcionada
—.Siempreesmejorestaracompañadocuandounoseenfrentaaunboggart,porquesedespista.¿Enquésedeberíaconvertir,enuncadáverdecapitadooenunababosacarnívora?Enciertaocasiónviqueunboggartcometíaelerrordequererasustaradospersonasalavezyelmuyimbécilseconvirtióenmediababosa.Nodabanigotade miedo. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerzamental.Loquesirveparavenceraunboggarteslarisa.Loquetenéisquehaceresobligarleaqueadopteuna formaquevosotrosencontréis cómica.Practicaremoselhechizoprimerosinlavarita.Repetidconmigo:¡Riddíkulo!
—¡Riddíkulo!—dijerontodosalavez.—Bien—dijoelprofesorLupin—.Muybien.Perometemoqueestoeslomás
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fácil.Comoveis,lapalabrasolanobasta.Yaquíesdondeentrastú,Neville.Elarmariovolvióatemblar.AunquenotantocomoNeville,queavanzabacomo
sisedirigieraalahorca.—Bien,Neville—prosiguió el profesorLupin—.Empecemos por el principio:
¿quéesloquemásteasustaenelmundo?—Nevillemovióloslabios,peronodijonada—.Perdona,Neville,peronoheentendido loquehasdicho—dijoelprofesorLupin,sinenfadarse.
Neville miró a su alrededor, con ojos despavoridos, como implorando ayuda.Luegodijoenunsusurro:
—ElprofesorSnape.Casi todos se rieron. InclusoNeville se sonrió amododedisculpa.Elprofesor
Lupin,sinembargo,parecíapensativo.—El profesor Snape… humm… Neville, creo que vives con tu abuela, ¿es
verdad?—Sí—respondióNeville,nervioso—.Peronoquisieratampocoqueelboggartse
convirtieraenella.—No,no.Nomehascomprendido—dijoelprofesorLupin,sonriendo—.Loque
quierosaberessipodríasexplicarnoscómovavestidatuabuelanormalmente.Nevilleestabaasustado,perodijo:—Bueno,llevasiempreelmismosombrero:alto,conunbuitredisecadoencima;
yunvestidolargo…normalmenteverde;yaveces,unabufandadepieldezorro.—¿Ybolso?—leayudóelprofesorLupin.—Sí,unbolsograndeyrojo—confirmóNeville.—Bueno,entonces—dijoelprofesorLupin—,¿puedesrecordarclaramenteese
atuendo,Neville?¿Erescapazdeverlomentalmente?—Sí—dijoNeville,coninseguridad,preguntándosequépasaríaacontinuación.—Cuandoelboggartsalgaderepentedeestearmarioytevea,Neville,adoptará
laformadelprofesorSnape—dijoLupin—.Entoncesalzaráslavarita,así,ydirásenvozalta:¡Riddíkulo!,concentrándoteenelatuendodetuabuela.Sitodovabien,elboggart-profesorSnape tendráqueponerseelsombrero,elvestidoverdeyelbolsograndeyrojo.
Hubounacarcajadageneral.Elarmariotemblómásviolentamente.—Si a Neville le sale bien—añadió el profesor Lupin—, es probable que el
boggartvuelvasuatenciónhaciacadaunodenosotros,porturno.Quieroqueahoratodosdediquéisunmomentoapensarenloquemásmiedoosdayencómopodríaisconvertirloenalgocómico…
Lasalasequedóensilencio.Harrymeditó…¿quéeraloquemásleaterrorizabaenelmundo?
LoprimeroquelevinoalamentefuelordVoldemort,unVoldemortquehubierarecuperado su antigua fuerza. Pero antes de haber empezado a planear un posiblecontraataquecontraunboggart-Voldemort, se le aparecióuna imagenhorrible: una
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manoviscosa, corrompida,que seescondíabajounacapanegra…,una respiraciónprolongadayruidosaquesalíadeunabocaoculta…luegounfríotanpenetrantequeleahogaba…
Harryseestremeció.Miróasualrededor,deseandoquenadielohubieranotado.Lamayoríadesuscompañerosteníalosojosfuertementecerrados.Ronmurmurabaparasí:
—Arrancarlelaspatas.Harryadivinódequésetrataba.LoquemásmiedoledabaaRoneranlasarañas.—¿Todospreparados?—preguntóelprofesorLupin.Harry se horrorizó. Él no estaba preparado. Pero no quiso pedir más tiempo.
Todoslosdemásasentíanconlacabezaysearremangaban.—Nosvamosaechartodoshaciaatrás,Neville—dijoelprofesorLupin—,para
dejarte el campo despejado. ¿De acuerdo?Después de ti llamaré al siguiente, paraquepasehaciadelante…Ahora todoshaciaatrás,asíNevillepodrá tenersitioparaenfrentarseaél.
Todosseretiraron,arrimándosealasparedes,ydejaronaNevillesolo,frentealarmario.Estabapálidoyasustado,perosehabíaremangadolatúnicayteníalavaritapreparada.
—A la de tres,Neville—dijo el profesorLupin, que apuntaba con la varita alpomodelapuertadelarmario—.Alauna…alasdos…alastres…¡ya!
Unhazdechispas salióde lavaritadelprofesorLupinydio enelpomode lapuerta. El armario se abrió de golpe y el profesor Snape salió de él, con su narizganchudaygestoamenazador.FulminóaNevilleconlamirada.
Nevilleseechóhaciaatrás,conlavaritaenalto,moviendolabocasinpronunciarpalabra.Snapeseleacercaba,yaestabaapuntodecogerloporlatúnica…
—¡Ri…Riddíkulo!—dijoNeville.Se oyó un chasquido como de látigo. Snape tropezó: llevaba un vestido largo
ribeteadodeencajeyunsombreroaltorematadoporunbuitreapolillado.Desumanopendíaunenormebolsorojo.
Hubounacarcajadageneral.Elboggartsedetuvo,confuso,yelprofesorLupingritó:
—¡Parvati!¡Adelante!Parvati avanzó, con el rostro tenso. Snape se volvió hacia ella. Se oyó otro
chasquidoyenel lugarenquehabíaestadoSnapeaparecióunamomiacubiertadevendas y con manchas de sangre; había vuelto hacia Parvati su rostro sin ojos, ycomenzó a caminar hacia ella, muy despacio, arrastrando los pies y alzando susbrazosrígidos…
—¡Riddíkulo!—gritóParvati.Se soltó una de las vendas y lamomia se enredó en ella, cayó de bruces y la
cabezasaliórodando.—¡Seamus!—gritóelprofesorLupin.
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SeamuspasójuntoaParvaticomounaflecha.¡Crac!Dondehabíaestadolamomiaseencontrabaahoraunamujerdepelonegro
tanlargoquelellegabaalsuelo,conunrostrohuesudodecolorverde:unabanshee.Abriólabocacompletamenteyunsonidosobrenatural llenólasala:unprolongadoaullidoquelepusoaHarrylospelosdepunta.
—¡Riddíkulo!—gritóSeamus.Labansheeemitióunsonidoroncoysellevólamanoalcuello.Sehabíaquedado
afónica.¡Crac!Labansheeseconvirtióenunarataqueintentabamorderselacola,dando
vueltasencírculo;acontinuación…¡crac!,seconvirtióenunaserpientedecascabelquesedeslizabaretorciéndose,yluego…¡crac!,enunojoinyectadoensangre.
—¡Estádespistado!—gritóLupin—.¡Loestamoslogrando!¡Dean!Deanseadelantó.¡Crac!Elojoseconvirtióenunamanoamputadaquesediolavueltaycomenzó
aarrastrarseporelsuelocomouncangrejo.—¡Riddíkulo!—gritóDean.Seoyóunchasquidoylamanoquedóatrapadaenunaratonera.—¡Excelente!¡Ron,tetoca!Ronsedirigióhaciadelante.¡Crac!Algunosgritaron.Unaarañagigante,dedosmetrosdealturaycubiertadepelo,
se dirigía hacia Ron chascando las pinzas amenazadoramente. Por un momento,HarrypensóqueRonsehabíaquedadopetrificado.Peroentonces…
—¡Riddíkulo!—gritóRon.Laspatasdelaarañadesaparecieronyelcuerpoempezóarodar.LavenderBrown
dio un grito y se apartó de su camino a toda prisa. El cuerpo de la araña fue adetenersealospiesdeHarry.Alzólavarita,pero…
—¡Aquí!—gritóelprofesorLupindepronto,avanzandorápidohacialaaraña.¡Crac!La araña sin patas había desaparecido.Durante un segundo todosmiraron a su
alrededor con losojosbien abiertos, buscándola.Entoncesvieronuna esferadeunblancoplateadoqueflotabaenelaire,delantedeLupin,quedijo¡Riddíkulo!casicondesgana.
¡Crac!—¡Adelante,Neville,y terminaconél!—dijoLupincuandoelboggartcayóal
sueloen formadecucaracha. ¡Crac!Allí estabadenuevoSnape.Estavez,Nevilleavanzócondecisión.
—¡Riddíkulo!—gritó,yduranteunafraccióndesegundovislumbraronaSnapevestidode abuela, antes dequeNeville emitierauna sonora carcajaday el boggartestallaraenmilvolutasdehumoydesapareciera.
—¡Muybien!—gritóelprofesorLupinmientraslaclaseprorrumpíaenaplausos
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—.Muybien,Neville.Todoslohabéishechomuybien.Veamos…cincopuntosparaGryffindorporcadaunodelosquesehanenfrentadoalboggart…DiezporNeville,porquelohizodosveces.YcincoporHermioneyotroscincoporHarry.
—Peroyonoheintervenido—dijoHarry.—TúyHermionecontestasteiscorrectamenteamispreguntasalcomienzodela
clase—dijoLupin sindarle importancia—.Muybien todo elmundo.Ha sidounaclaseestupenda.Comodeberes,vaisa tenerque leer la lecciónsobre losboggartyhacermeunresumen.Meloentregaréisellunes.Esoestodo.
Los alumnos abandonaron entusiasmados la sala de profesores. Harry, sinembargo,noestabacontento.ElprofesorLupin lehabía impedidodeliberadamentequeseenfrentaraalboggart.¿Porqué?¿EraporquehabíavistoaHarrydesmayarseen el tren y pensó que no sería capaz? ¿Había pensado que Harry se volvería adesmayar?
Peronadiemássehabíadadocuenta.—¿Habéisvistocómohepodidoconlabanshee?—decíaSeamus.—¿Ylamano?—dijoDean,imitándolaconlasuya.—¿YSnapeconelsombrero?—¿Ymimomia?—Me pregunto por qué al profesor Lupin le danmiedo las bolas de cristal—
preguntóLavender.—HasidolamejorclasedeDefensaContralasArtesOscurasquehemostenido.
¿Noesverdad?—dijoRon,emocionado,mientrasregresabanalaulaparacogerlasmochilas.
—Parece un profesor muy bueno—dijo Hermione—. Pero me habría gustadohabermeenfrentadoalboggartyotambién.
—¿Enquésehabríaconvertidoelboggart?—lepreguntóRon,burlándose—,¿enuntrabajodeclaseenelquesólotepusieranunnueve?
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CAPÍTULO8
LahuidadelaSeñoraGorda
Nmuypocotiempo,laclasedeDefensaContralasArtesOscurasseconvirtióenlafavoritadelamayoría.SóloDracoMalfoyysubandadeSlytherincriticaban
alprofesorLupin:—Mira cómo lleva la túnica —solía decir Malfoy murmurando alto cuando
pasabaelprofesor—.Vistecomonuestroantiguoelfodoméstico.Pero a nadie más le interesaba que la túnica del profesor Lupin estuviera
remendada y raída. Sus siguientes clases fueron tan interesantes como la primera.Después de los boggarts estudiaron a los gorros rojos, unas criaturas pequeñas ydesagradables,parecidasalosduendes,queseescondíanencualquiersitioenelquehubierahabidoderramamientodesangre,enlasmazmorrasdeloscastillosoenlosagujeros de las bombas de los campos de batalla, para dar una paliza a los que seextraviaban.De losgorros rojospasarona loskappas,unosrepugnantesmoradoresdelaguaqueparecíanmonosconescamasycondedospalmeados,yquedisfrutabanestrangulandoalosignorantesquecruzabansusestanques.
Harryhabríaqueridoquesusotrasclasesfueranigualdeentretenidas.LapeordetodaseraPociones.Snapeestabaaquellosdíasespecialmentepropensoalarevanchaytodossabíanporqué.LahistoriadelboggartquehabíaadoptadolaformadeSnapey el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se habíaextendido por todo el colegio. Snape no lo encontraba divertido. A la primeramención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. ANevilleloacosabamásquenunca.
Harry también aborrecía las horas que pasaba en la agobiante sala de la torrenortedelaprofesoraTrelawney,descifrandosímbolosyformasconfusas,procurandoolvidarquelosojosdelaprofesoraTrelawneysellenabandelágrimascadavezquelomiraba.NolepodíagustarlaprofesoraTrelawney,pormásqueunoscuantosdela
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claselatrataranconunrespetoquerayabaenlareverencia.ParvatiPatilyLavenderBrown habían adoptado la costumbre de rondar la sala de la torre de la profesoraTrelawneyalahoradelacomida,ysiempreregresabanconunairedesuperioridadque resultaba enojoso, como si supieran cosas que los demás ignoraban. Habíancomenzado a hablarle a Harry en susurros, como si se encontrara en su lecho demuerte.
AnadielegustabarealmentelaasignaturasobreCuidadodeCriaturasMágicas,que después de la primera clase tan movida se había convertido en algoextremadamenteaburrido.Hagridhabíaperdidolaconfianza.Ahorapasabanleccióntras lecciónaprendiendoacuidar a losgusarajos,que teníanquecontarseentre lasmásaburridascriaturasdeluniverso.
—¿Porquéalguiensepreocuparíadecuidarlos?—preguntóRontraspasarotrahoraembutiendolasviscosasgargantasdelosgusarajosconlechugacortadaentiras.
A comienzos de octubre, sin embargo, hubo otra cosa quemantuvo ocupado aHarry, algo tan divertido que compensaba la insatisfacción de algunas clases. Seaproximaba la temporada de quidditch y Oliver Wood, capitán del equipo deGryffindor,convocóunareuniónunjuevesporlatardeparadiscutirlastácticasdelanuevatemporada.
Enunequipodequidditchhabíasietepersonas:trescazadores,cuyafuncióneramarcargolesmetiendo laquaffle (unbalóncomoeldefútbol, rojo)porunode losaros que había en cada lado del campo, a una altura de quince metros; dosgolpeadores equipados con fuertes bates para repeler las bludgers (dos pesadaspelotasnegrasquecirculabanmuyaprisa,zumbandodeunladoparaotro,intentandoderribaralosjugadores);unguardiánquedefendíalospostessobrelosqueestabanlos aros; y el buscador, que tenía el trabajomás difícil de todos, atrapar la doradasnitch,unapelotapequeñaconalas,deltamañodeunanuez,cuyacapturadabaporfinalizadoeljuegoyotorgabacientocincuentapuntosalequipodelbuscadorquelahubieraatrapado.
OliverWooderaunfornidomuchachodediecisieteañosquecursabasuséptimoyúltimocurso.Habíaciertotonodedesesperaciónensuvozmientrassedirigíaasuscompañeros de equipo en los fríos vestuarios del campo de quidditch que se ibaquedandoaoscuras.
—Esnuestraúltimaoportunidad…,miúltimaoportunidad…deganarlacopadequidditch—lesdijo,paseándoseconpasofirmedelantedeellos—.Memarcharéalfinaldeestecurso,novolveréatenerotraoportunidad.Gryffindornohaganadoniuna vez en los últimos siete años. De acuerdo, hemos tenido una suerte horrible:heridos…,cancelacióndeltorneoelcursopasado…—Woodtragósaliva,comosielrecuerdo aún le pusiera un nudo en la garganta—. Pero también sabemos quecontamosconelmejor…equipo…deeste…colegio—añadió,golpeándoselapalmadeunamanoconelpuñodelaotrayconelconocidobrillofrenéticoenlosojos—.Contamoscontrescazadorasestupendas.—WoodseñalóaAliciaSpinnet,Angelina
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JohnsonyKatieBell—.Tenemosdosgolpeadoresinvencibles.—Déjaloya,Oliver,nosestássacandoloscolores—dijeronFredyGeorgeala
vez,haciendocomoquesesonrojaban.—¡Y tenemos un buscador que nos ha hecho ganar todos los partidos!—dijo
Wood,convozretumbanteymirandoaHarryconorgulloincontenible—.Yestoyyo—añadió.
—Nosotroscreemosquetútambiéneresmuybueno—dijoGeorge.—Unguardiánmuychachi—confirmóFred.—La cuestión es —continuó Wood, reanudando los paseos— que la copa de
quidditchdebieradehaberllevadonuestronombreestosdosúltimosaños.DesdequeHarryseunióalequipo,hepensadoque lacosaestabachupada.Perono lohemosconseguido y este curso es la última oportunidad que tendremos para ver nuestronombregrabadoenella…
WoodhablabacontaldesalientoqueinclusoaFredyaGeorgelesdiopena.—Oliver,ésteseránuestroaño—aseguróFred.—Loconseguiremos,Oliver—dijoAngelina.—Porsupuesto—corroboróHarry.Conlamoralalta,elequipocomenzólassesionesdeentrenamiento,trestardesa
la semana.El tiempo se enfriaba y se hacíamás húmedo, las nochesmás oscuras,peronohabíabarro,vientonilluviaquepudieranempañarlailusióndeganarporfinlaenormecopadeplata.
Una tarde, después del entrenamiento, Harry regresó a la sala común deGryffindor con frío y entumecido, pero contento por la manera en que se habíadesarrolladoelentrenamiento,yencontrólasalamuyanimada.
—¿Quéhapasado?—preguntóaRonyHermione,queestabansentadosalladodelfuego,endosdelasmejoressillas,terminandounosmapasdelcieloparalaclasedeAstronomía.
—Primer fin de semana enHogsmeade—le dijoRon, señalando una nota quehabíaaparecidoenelviejotablóndeanuncios—.Finalesdeoctubre.Halloween.
—Estupendo—dijoFred,quehabíaseguidoaHarryporelagujerodelretrato—.TengoqueiralatiendadeZonko:casinomequedanbombasfétidas.
Harry se dejó caer en una silla, al lado de Ron, y la alegría lo abandonó.Hermionecomprendióloquelepasaba.
—Harry, estoy segura de que podrás ir la próxima vez—le consoló—. Van aatraparaBlackenseguida.Yalohanvistounavez.
—Blackno está tan loco comopara intentar nada enHogsmeade.Pregúntale aMcGonagallsipuedesirahora,Harry.Puedenpasarañoshastalapróximaocasión.
—¡Ron!—dijoHermione—.Harrytienequepermanecerenelcolegio…—No puede ser el único de tercero que no vaya. Vamos, Harry, pregúntale a
McGonagall…—Sí,loharé—dijoHarry,decidiéndose.
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Hermioneabriólabocaparasostenerlaopinióncontraria,peroenesemomentoCrookshankssaltóconprestezaasuregazo.
Unaarañamuertaygrandelecolgabadelaboca.—¿Tienequecomerseesoaquídelante?—preguntóRonfrunciendoelentrecejo.—Bravo,Crookshanks,¿lahasatrapadotúsolito?—dijoHermione.Crookshanksmasticóytragódespaciolaaraña,conlosojosinsolentementefijos
enRon.—Nolosueltes—pidióRonirritado,volviendoasumapadelcielo—.Scabbers
estádurmiendoenmimochila.Harry bostezó. Le apetecía acostarse, pero antes tenía que terminar su mapa.
Cogiólamochila,sacópergamino,plumaytinta,yempezóatrabajar.—Siquieres,puedescopiarelmío—ledijoRon,poniendonombreasuúltima
estrellaconunringorrangoyacercándoleelmapaaHarry.Hermione,quenoveíaconbuenosojosquesecopiara,apretóloslabios,perono
dijonada.Crookshanks seguíamirandoaRonsinpestañear,sacudiendoelextremodesupeludacola.Luego,sinprevioaviso,diounsalto.
—¡EH! —gritó Ron, apoderándose de la mochila, al mismo tiempo queCrookshanks clavabaprofundamenteenella susgarrasycomenzabaa rasgarlaconfiereza—.¡SUELTA,ESTÚPIDOANIMAL!
Ronintentóarrebatar lamochilaaCrookshanks,peroelgatosiguióaferrándolaconsusgarras,bufandoyrasgándola.
—¡Nolehagasdaño,Ron!—gritóHermione.Todoslosmiraban.Rondiovueltasa lamochila, conCrookshanks agarrado todavía a ella, yScabbers salió dando unsalto…
—¡SUJETADAESEGATO!—gritóRonenelmomentoenqueCrookshanks soltabalosrestosdelamochila,saltabasobrelamesayperseguíaalaaterrorizadaScabbers.
GeorgeWeasley se lanzó sobreCrookshanks, pero no lo atrapó;Scabberspasócomounrayoentreveinteparesdepiernasysefueaocultarbajounaviejacómoda.Crookshanks patinó y frenó, se agachó y se puso a dar zarpazos con una patadelantera.
Ron y Hermione se apresuraron a echarse sobre él. Hermione cogió aCrookshanksporel lomoylolevantó.RonsetendióenelsueloysacóaScabbersconalgunadificultad,tirandodelacola.
—¡Mírala!—ledijoaHermionehechounafuria,poniéndoleaScabbersdelantedelosojos—.¡Estáenloshuesos!Manténaesegatolejosdeella.
—¡Crookshanks no sabe lo que hace! —dijo la joven con voz temblorosa—.¡Todoslosgatospersiguenalasratas,Ron!
—¡Hay algo extraño en ese animal! —dijo Ron, que intentaba persuadir a lafrenéticaScabbers de que volviera a meterse en su bolsillo—.Me oyó decir queScabbersestabaenlamochila.
—Vaya, qué tontería —dijo Hermione, hartándose—. Lo que pasa es que
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Crookshankslaolió.¿Cómosinocreesque…?—¡EsegatolahatomadoconScabbers!—dijoRon,sinrepararencuantoshabía
a su alrededor, que empezaban a reírse—.YScabbers estaba aquí primero.Y estáenferma.
Ronsemarchóenfadado,subiendoporlasescalerashacialosdormitoriosdeloschicos.
Aldíasiguiente,RonseguíaenfadadoconHermione.ApenashablóconelladurantelaclasedeHerbología,aunqueHarry,Hermioneyéltrabajabanjuntosconlamismavainilladeviento.
—¿Cómo está Scabbers? —le preguntó Hermione acobardada, mientrasarrancabanalaplantaunasvainasgruesasyrosáceas,yvaciabanlasbrillanteshabasenunbaldedemadera.
—Está escondida debajo de mi cama, sin dejar de temblar —dijo Ronmalhumorado, errando la puntería y derramando las habas por el suelo delinvernadero.
—¡Cuidado,Weasley,cuidado!—gritólaprofesoraSprout,alverquelashabasretoñabanantesusojos.
LuegotuvieronTransformaciones.Harry,queestabaresueltoapedirledespuésdeclasealaprofesoraMcGonagallqueledejarairaHogsmeadeconlosdemás,sepusoen la cola que había en la puerta, pensando en cómo convencerla. Lo distrajo unalborotoproducidoalprincipiodelahilera.LavenderBrownestaballorando.ParvatilarodeabaconelbrazoyexplicabaalgoaSeamusFinniganyaDeanThomas,queescuchabanmuyserios.
—¿Quéocurre,Lavender?—preguntópreocupadaHermione,cuandoella,HarryyRonseacercaronalgrupo.
—Estamañanaharecibidounacartadecasa—susurróParvati—.SetratadesuconejoBinky.Unzorrolohamatado.
—¡Vaya!—dijoHermione—.Losiento,Lavender.—¡Tendría que habérmelo imaginado! —dijo Lavender en tono trágico—.
¿Sabéisquédíaeshoy?—Eh…—¡Dieciséis de octubre! ¡«Eso que temes ocurrirá el viernes dieciséis de
octubre»!¿Osacordáis?¡Teníarazón!Toda laclase seacababade reunir alrededordeLavender.Seamuscabeceócon
pesadumbre.Hermionetitubeó.Luegodijo:—Tú,tú…¿temíasqueunzorromataraaBinky?—Bueno,nonecesariamenteunzorro—dijoLavender,alzando lamiradahacia
Hermioneyconlosojosllenosdelágrimas—.Peroteníamiedodequemuriera.—Vaya —dijo Hermione. Volvió a guardar silencio. Luego preguntó—: ¿Era
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viejo?—No…—dijoLavendersollozando—.¡So…sóloeraunacría!Parvatileestrechóloshombrosconmásfuerza.—Peroentonces,¿porquétemíasquemuriera?—preguntóHermione.Parvatila
fulminócon lamirada—.Bueno,miradlo lógicamente—añadióHermionehacia elrestodelgrupo—.Loquequierodeciresque…,bueno,Binkynisiquierahamuertohoy.Hoy es cuandoLavender ha recibido la noticia…—Lavender gimió—.Y nopuedehaberlotemido,porquelahapilladocompletamenteporsorpresa.
—No le hagas caso,Lavender—dijoRon—.Lasmascotas de los demásno leimportanenabsoluto.
LaprofesoraMcGonagallabrióenesemomentolapuertadelaula,loquetalvezfueuna suerte.HermioneyRon se lanzabanyamiradas asesinas, y al entrar en elaula se sentaronuno a cada ladodeHarryy no se dirigieron la palabra en toda lahora.
HarrynohabíapensadoaúnquéleibaadeciralaprofesoraMcGonagallcuandosonara el timbre al final de la clase, pero fue ella la primera en sacar el tema deHogsmeade.
—¡Unmomento,porfavor!—dijoenvozalta,cuandolosalumnosempezabanasalir—.Dadoquesois todosdeGryffindor,comoyo,deberíaisentregarmevuestrasautorizacionesantesdeHalloween.Sinautorizaciónnohayvisitaalpueblo,asíquenoseosolvide.
Nevillelevantólamano.—Perdone,profesora.Yo…creoqueheperdido…—Tu abuela me la envió directamente, Longbottom —dijo la profesora
McGonagall—.Pensóqueeramásseguro.Bueno,esoestodo,podéissalir.—Pregúntaseloahora—susurróRonaHarry.—Ah,pero…—fueadecirHermione.—Adelante,Harry—leincitóRoncontestarudez.Harryaguardóaquesalieraelrestodelaclaseyseacercónerviosoalamesade
laprofesoraMcGonagall.—¿Sí,Potter?Harrytomóaire.—Profesora,mistíos…olvidaron…firmarmelaautorización—dijo.LaprofesoraMcGonagalllomiróporencimadesusgafascuadradas,peronodijo
nada.—Yporeso…eh…¿piensaquepodría…esto…iraHogsmeade?LaprofesoraMcGonagall bajó la vista y comenzó a revolver lospapelesde su
escritorio.—Metemoqueno,Potter.Yahasoídoloquedije.Sinautorizaciónnohayvisita
alpueblo.Eslanorma.—Pero…mistíos…¿sabe?,sonmuggles.Noentiendennadade…delascosas
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deHogwarts—explicóHarry,mientrasRonlehacíaseñasdeánimo—.Siustedmedierapermiso…
—Pero no te lo doy —dijo la profesora McGonagall poniéndose en pie yguardandoordenadamentesuspapelesenuncajón—.Elimpresodeautorizacióndiceclaramentequeelpadreotutordebedarpermiso.—Sevolvióparamirarlo,conunaextrañaexpresiónenelrostro.¿Eradepena?—.Losiento,Potter,peroesmiúltimapalabra.Lomejorseráquetedesprisaollegarástardealapróximaclase.
No había nada que hacer. Ron llamó de todo a la profesoraMcGonagall y eso lepareciómuymalaHermione.Hermionepusocarade«mejorasí»,locualconsiguióenfadaraRonaúnmás,yHarrytuvoqueaguantarquetodossuscompañerosdeclasecomentaranenvozaltaymuycontentosloqueharíanalllegaraHogsmeade.
—Por lo menos te queda el banquete. Ya sabes, el banquete de la noche deHalloween.
—Sí—aceptóHarrycontristeza—.Genial.ElbanquetedeHalloweenerasiemprebueno,perosabríamuchomejorsiacudía
aéldespuésdehaberpasadoeldíaenHogsmeadecontodoslosdemás.Nadadeloque le dijeran le hacía resignarse. Dean Thomas, que era bueno con la pluma, sehabíaofrecidoafalsificarlafirmadetíoVernon,perocomoHarryyalehabíadichoalaprofesoraMcGonagallquenoselahabíanfirmado,noeraposibleprobaraquello.Ronsugiriónomuyconvencidolacapainvisible,peroHermionerechazódeplanolaposibilidad recordándole a Ron lo que les había dicho Dumbledore sobre que losdementorespodíanveratravésdeellas.
Percypronunciólaspalabrasqueprobablementeleayudaronmenosaresignarse:—ArmanmuchorevueloconHogsmeade,perotepuedoasegurarquenoespara
tanto—ledijomuyserio—.Bueno,esverdadquelatiendadegolosinasesbastantebuena,perolatiendadeartículosdebromadeZonkoesfrancamentepeligrosa.YlaCasadelosGritosmerecelavisita,peroapartedeesonotepierdesnada.
LamañanadeldíadeHalloween,Harrysedespertóalmismotiempoquelosdemásybajóadesayunarmuytriste,perotratandodedisimularlo.
—Te traeremos un montón de golosinas de Honeydukes —le dijo Hermione,compadeciéndosedeél.
—Sí,montones—dijoRon.PorfinhabíanhecholaspacesélyHermione.—Noospreocupéispormí—dijoHarryconunavozqueprocuróquelesaliera
despreocupada—.Yanosveremosenelbanquete.Divertíos.Los acompañó hasta el vestíbulo, donde Filch, el conserje, de pie en el lado
interior de la puerta, señalaba los nombres en una lista, examinando detenida yrecelosamentecadarostroyasegurándosedequenadiesalíasinpermiso.
—¿Tequedasaquí,Potter?—gritóMalfoy,queestabaenlacola,juntoaCrabbe
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yaGoyle—.¿Noteatrevesacruzarteconlosdementores?Harry no le hizo caso y volvió solo por las escaleras demármol y los pasillos
vacíos,yllegóalatorredeGryffindor.—¿Contraseña?—dijolaSeñoraGordadespertándosesobresaltada.—«Fortunamaior»—contestóHarrycondesgana.El retrato le dejó pasoy entró en la sala común.Estaba repleta de chavales de
primero y de segundo, todos hablando, y de unos cuantos alumnos mayores queobviamentehabíanvisitadoHogsmeadetantasvecesqueyanolesinteresaba.
—¡Harry!¡Harry!¡Hola,Harry!—EraColinCreevey,unestudiantedesegundoque sentíaveneraciónporHarryynuncaperdía laoportunidaddehablar conél—.¿No vas aHogsmeade,Harry? ¿Por qué no? ¡Eh!—Colinmiró a sus amigos coninterés—,¡siquierespuedesvenirasentarteconnosotros!
—No,gracias,Colin—dijoHarry,quenoestabadehumorparaponersedelantede gente deseosa de contemplarle la cicatriz de la frente—. Yo… he de ir a labiblioteca.Tengotrabajo.
Después de aquello no tenía más remedio que dar media vuelta y salir por elagujerodelretrato.
—¿Con qué motivo me has despertado?—refunfuñó la Señora Gorda cuandopasóporallí.
Harryanduvosinentusiasmohacialabiblioteca,peroamitaddecaminocambióde idea; no le apetecía trabajar.Diomediavueltay se topóde cara conFilch, queacababadedespediralúltimodelosvisitantesdeHogsmeade.
—¿Quéhaces?—legruñóFilch,suspicaz.—Nada—respondióHarryconfranqueza.—¿Nada? —le soltó Filch, con las mandíbulas temblando—. ¡No me digas!
Husmeando por ahí tú solo. ¿Por qué no estás enHogsmeade, comprando bombasfétidas,polvosparaeructarygusanossilbantes,comoel restode tusdesagradablesamiguitos?
Harryseencogiódehombros.—Bueno, regresa a la sala común de tu colegio —dijo Filch, que siguió
mirándolofijamentehastaqueHarryseperdiódevista.PeroHarrynoregresóa lasalacomún;subióunaescalera,pensandoenquetal
vezpodíairalalechucería,eibaporotropasillocuandodijounavozquesalíadelinteriordeunaula:
—¿Harry?—HarryretrocedióparaverquiénlollamabayseencontróalprofesorLupin,quelomirabadesdelapuertadesudespacho—.¿Quéhaces?—lepreguntóLupinenuntonomuydiferentealdeFilch—.¿DóndeestánRonyHermione?
—EnHogsmeade—respondióHarry,convozquefingíanodarimportanciaaloquedecía.
—Ah—dijoLupin.ObservóaHarryunmomento—.¿Porquénopasas?Acaboderecibirungrindylowparanuestrapróximaclase.
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—¿Unqué?—preguntóHarry.EntróeneldespachosiguiendoaLupin.Enunrincónhabíaunenormedepósito
deagua.Unacriaturadeuncolorverdeasqueroso, conpequeñoscuernosafilados,pegaba la cara contra el cristal, haciendo muecas y doblando sus dedos largos ydelgados.
—Esundemoniodeagua—dijoLupin,observandoelgrindylow ensimismado—. No debería darnos muchas dificultades, sobre todo después de los kappas. Eltrucoesdeshacersedesutenaza.¿Tedascuentadelaextraordinarialongituddesusdedos?Sonfuertes,peromuyquebradizos.
Elgrindylowenseñósusdientesverdesysemetióenunaespesuradealgasquehabíaenunrincón.
—¿Unatazadeté?—lepreguntóLupin,buscandolatetera—.Ibaaprepararlo.—Bueno—dijoHarry,algoincómodo.Lupindioalateteraungolpecitoconlavaritayporelpitorrosalióunchorrode
vapor.—Siéntate—dijo Lupin, destapando una caja polvorienta—. Lo lamento, pero
sólotengotéenbolsitas.Aunquemeimaginoqueestaráshartodeltésuelto.Harrylomiró.ALupinlebrillabanlosojos.—¿Cómolosabe?—preguntóHarry.—MelohadicholaprofesoraMcGonagall—explicóLupin,pasándoleaHarry
unatazadescascarillada—.Notepreocupa,¿verdad?—No—respondióHarry.PensóporunmomentoencontarleaLupinlodelperroquehabíavistoenlacalle
Magnolia,perosecontuvo.NoqueríaqueLupincreyeraqueerauncobardeymenosdesdequeelprofesorparecíasuponerquenopodíaenfrentarseaunboggart.
AlgodelospensamientosdeHarrydebiódereflejarseensucara,porqueLupindijo:
—¿Estáspreocupadoporalgo,Harry?—No—mintióHarry.Sorbióunpocodetéyvioqueelgrindylowloamenazaba
con el puño—. Sí —dijo de repente, dejando el té en el escritorio de Lupin—.¿Recuerdaeldíaquenosenfrentamosalboggart?
—Sí—respondióLupin.—¿Porquénomedejóenfrentarmeaél?—lepreguntó.Lupinalzólascejas.—Creíqueestabaclaro—dijosorprendido.Harry,quehabíaimaginadoqueLupinlonegaría,sequedóatónito.—¿Porqué?—volvióapreguntar.—Bueno—respondióLupin frunciendounpocoelentrecejo—,penséquesiel
boggartseenfrentabacontigoadoptaríalaformadelordVoldemort.Harry se lequedómirando, impresionado.No sóloera aquélla la respuestaque
menosesperaba,sinoqueademásLupinhabíapronunciadoelnombredeVoldemort.
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Laúnicapersonaalaquehabíaoídopronunciaresenombre(apartedeélmismo)eraelprofesorDumbledore.
—Esevidentequeestabaenunerror—añadióLupin,frunciendoelentrecejo—.Pero no creí que fuera buena idea que Voldemort se materializase en la sala deprofesores.Penséqueseaterrorizarían.
—ElprimeroenquienpenséfueVoldemort—dijoHarryconsinceridad—.Peroluegorecordéalosdementores.
—Yaveo—dijoLupinpensativamente—.Bien,bien…,estoyimpresionado.—Sonrió ligeramente ante la carade sorpresaqueponíaHarry—.Eso sugiereque loquemásmiedotedaes…elmiedo.Muysensato,Harry.
Harrynosupoquécontestar,deformaquediootrosorboalté.—¿Asíquepensabasqueno te creía capazde enfrentarte a unboggart?—dijo
Lupinastutamente.—Bueno…, sí —dijo Harry. Estaba mucho más contento—. Profesor Lupin,
ustedconocealosdementores…Leinterrumpieronunosgolpesenlapuerta.—Adelante—dijoLupin.Se abrió la puerta y entróSnape.Llevabauna copade la que salía unpocode
humoysedetuvoalveraHarry.Entornósusojosnegros.—¡Ah, Severus! —dijo Lupin sonriendo—. Muchas gracias. ¿Podrías dejarlo
aquí,enelescritorio?—Snapeposólacopahumeante.SusojospasabandeHarryaLupin—. Estaba enseñando a Harry mi grindylow —dijo Lupin con cordialidad,señalandoeldepósito.
—Fascinante—comentóSnape,sinmiraralacriatura—.Deberíastomárteloya,Lupin.
—Sí,sí,enseguida—dijoLupin.—Hehechouncalderoentero.Sinecesitasmás…—Seguramentemañanatomaréotropoco.Muchasgracias,Severus.—Denada—respondióSnape.PerohabíaensusojosunaexpresiónqueaHarry
nolegustó.Saliódeldespachoretrocediendo,sinsonreíryreceloso.Harrymirólacopaconcuriosidad.Lupinsonrió.—ElprofesorSnape,muyamablemente,mehapreparadoestapoción—dijo—.
Nunca se me ha dado muy bien lo de preparar pociones y ésta es especialmentedifícil.—Cogió la copa y la olió—. Es una pena que no admita azúcar—añadió,tomandounsorbitoytorciendolaboca.
—¿Porqué…?—comenzóHarry.LupinlomiróyrespondióalapreguntaqueHarrynohabíaacabadodeformular:—Nomeheencontradomuybien—dijo—.Estapociónesloúnicoquemesana.
EsunasuertetenerdecompañeroalprofesorSnape;nohaymuchosmagoscapacesdeprepararla.
ElprofesorLupinbebióotrosorboyHarrytuvoelimpulsodequitarlelacopade
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lasmanos.—ElprofesorSnapeestámuyinteresadoporlasArtesOscuras—barbotó.—¿Deverdad?—preguntóLupin, sinmucho interés, bebiendootro tragode la
poción.—Hayquien piensa…—Harry dudó, pero se atrevió a seguir hablando—, hay
quienpiensaqueseríacapazdecualquiercosaparaconseguirelpuestodeprofesordeDefensaContralasArtesOscuras.
Lupinvaciólacopaehizoungestodedesagrado.—Asqueroso—dijo—.Bien,Harry.Tengoque seguir trabajando.Nosveremos
enelbanquete.—Deacuerdo—dijoHarry,dejandosutazadeté.Lacopa,yavacía,seguíaechandohumo.
—Aquítienes—dijoRon—.Hemostraídotodoslosquepudimos.UnchaparróndecaramelosdebrillantescolorescayósobrelaspiernasdeHarry.
Yahabíaanochecido,yRonyHermioneacababandehacer suapariciónen la salacomún, con la cara enrojecida por el frío viento y con pinta de habérselo pasadomejorqueentodasuvida.
—Gracias—dijoHarry,cogiendounpaquetedepequeñosynegrosdiablillosdepimienta—.¿CómoesHogsmeade?¿Dóndehabéisido?
Ajuzgarporlasapariencias,atodoslossitios.ADervishyBanges,latiendadeartículosdebrujería,alatiendadeartículosdebromadeZonko,aLasTresEscobas,para tomarse unas cervezas demantequilla caliente con espuma, y a otrosmuchossitios…
—¡Laoficinadecorreos,Harry!¡Unasdoscientaslechuzas,todasdescansandoenanaqueles,todasconclavesdecoloresqueindicanlavelocidaddecadauna!
—Honeydukes tiene un nuevo caramelo: dabanmuestras gratis.Aquí tienes unpoco,mira.
—Noshaparecidoverunogro.EnLasTresEscobashaytodotipodegente…—Ojalátehubiéramostraídocervezademantequilla.Realmentetereconforta.—¿Ytúquehashecho?—lepreguntóHermione—.¿Hastrabajado?—No—respondió Harry—. Lupin me invitó a un té en su despacho. Y entró
Snape…Lescontólodelacopa.Ronsequedóconlabocaabierta.—¿YLupinselabebió?—exclamó—.¿Estáloco?Hermionemirólahora.—Será mejor que vayamos bajando. El banquete empezará dentro de cinco
minutos…Pasaronporelretratoentrelamultitud,todavíahablandodeSnape.—Perosiél…,yasabéis…—Hermionebajólavoz,mirandoasualrededorcon
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cautela—.SiintentaraenvenenaraLupin,noloharíadelantedeHarry.—Sí, quizá tengas razón —dijo Harry mientras llegaban al vestíbulo y lo
cruzaban para entrar en el Gran Comedor. Lo habían decorado con cientos decalabazas con velas dentro, una bandada demurciélagos vivos que revoloteaban ymuchasserpentinasdecolornaranjabrillantequecaíandel techocomoculebrasderío.
Lacomidafuedeliciosa.InclusoHermioneyRon,queestabanquereventabandelosdulcesquehabíancomidoenHoneydukes,repitieron.Harrynoparabademiraralamesade losprofesores.ElprofesorLupinparecíaalegreymás sanoquenunca.Hablaba animadamente con el pequeñísimo profesor Flitwick, que impartíaEncantamientos.HarryrecorriólamesaconlamiradahastaellugarenquesesentabaSnape. ¿Se lo estaba imaginandooSnapemiraba aLupin y parpadeabamás de lonormal?
ElbanqueteterminóconunaactuacióndelosfantasmasdeHogwarts.Saltarondelosmurosyde lasmesaspara llevar a cabounpequeñovuelo en formación.NickCasi Decapitado, el fantasma de Gryffindor, cosechó un gran éxito con unarepresentacióndesupropiadesastrosadecapitación.
Fue una noche tan estupenda queMalfoy no pudo enturbiar el buen humor deHarryalgritarleporentrelamultitud,cuandosalíandelGranComedor:
—¡Losdementoresteenvíanrecuerdos,Potter!Harry,RonyHermionesiguieronalrestode losdesucasaporelcaminode la
torredeGryffindor,perocuandollegaronalcorredoralfinaldelcualestabaelretratodelaSeñoraGorda,loencontraronatestadodealumnos.
—¿Porquénoentran?—preguntóRonintrigado.Harrymiródelantedeél,porencimadelascabezas.Elretratoestabacerrado.—Dejadmepasar,porfavor—dijolavozdePercy.Seesforzabaporabrirsepaso
atravésdelamultitud,dándoseimportancia—.¿Quéesloqueocurre?Noesposiblequenadieseacuerdedelacontraseña.Dejadmepasar,soydelegado.
Lamultitudguardósilencioentonces,empezandoporlosdedelante.Fuecomosiun aire frío se extendiera por el corredor. Oyeron que Percy decía con una vozrepentinamenteaguda:
—QuealguienvayaabuscaralprofesorDumbledore,rápido.Lascabezassevolvieron.Losdeatrásseponíandepuntillas.—¿Quésucede?—preguntóGinny,queacababadellegar.Al cabo de un instante hizo su aparición el profesorDumbledore, dirigiéndose
velozmentehaciael retrato.LosalumnosdeGryffindor seapretujabanparadejarlepaso,yHarry,RonyHermioneseacercaronunpocoparaverquésucedía.
—¡Anda,mimadr…!—exclamóHermione,cogiéndosealbrazodeHarry.La Señora Gorda había desaparecido del retrato, que había sido rajado tan
ferozmentequealgunastirasdellienzohabíancaídoalsuelo.Faltabanvariostrozosgrandes.
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Dumbledoredirigióunarápidamiradaalretratoestropeadoysevolvió.Conojosentristecidos vio a los profesoresMcGonagall, Lupin y Snape, que se acercaban atodaprisa.
—Hayqueencontrarla—dijoDumbledore—.Porfavor,profesoraMcGonagall,dígaleenseguidaalseñorFilchquebusquealaSeñoraGordaportodosloscuadrosdelcastillo.
—¡Apañadosvais!—dijounavozsocarrona.EraPeeves,querevoloteabaporencimadelamultitudyestabaencantado,como
cadavezqueveíaalosdemáspreocupadosporalgúnproblema.—¿Qué quieres decir, Peeves? —le preguntó Dumbledore tranquilamente. La
sonrisadePeevesdesapareció.NoseatrevíaaburlarsedeDumbledore.Adoptóunavozempalagosaquenoeramejorquesurisa.
—Le da vergüenza, señor director. No quiere que la vean. Es un desastre demujer.Lavicorrerporelpaisaje,haciaelcuartopiso,señor,esquivandolosárbolesygritandoalgoterrible—dijoconalegría—.Pobrecita—añadiósinconvicción.
—¿Dijoquiénlohahecho?—preguntóDumbledoreenvozbaja.—Sí,señordirector—dijoPeeves,conpintadeestarmeciendounabombaensus
brazos—.Seenfadóconellaporquenolepermitióentrar,¿sabe?—PeevesdiounavueltadecampanaydirigióaDumbledoreunasonrisaporentresuspropiaspiernas—.EseSiriusBlacktieneungenioinsoportable.
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E
CAPÍTULO9
Laderrota
L profesor Dumbledore mandó que los estudiantes de Gryffindor volvieran alGranComedor,donde se lesunieron,diezminutosdespués, losdeRavenclaw,
HufflepuffySlytherin.Todosparecíanconfusos.—Losdemásprofesores y yo tenemosque llevar a caboun rastreopor todo el
castillo—explicóelprofesorDumbledore,mientrasMcGonagallyFlitwickcerrabantodas laspuertasdelGranComedor—.Metemoque,porvuestrapropiaseguridad,tendréis que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en laspuertasdelGranComedorydejodeencargadosalosdosdelegados.Comunicadmecualquier novedad —añadió, dirigiéndose a Percy, que se sentía inmensamenteorgulloso—.Avisadmepormediodealgúnfantasma.—ElprofesorDumbledoresedetuvoantesdesalirdelGranComedoryañadió—:Bueno,necesitaréis…
Conunmovimientodelavarita,envióvolandolaslargasmesashacialasparedesdel Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos demullidossacosdedormirrojos.
—Felicessueños—dijoelprofesorDumbledore,cerrandolapuerta.ElGranComedorempezóabullirdeexcitación.LosdeGryffindorcontabanal
restodelcolegioloqueacababadesuceder.—¡Todos a los sacos! —gritó Percy—. ¡Ahora mismo, se acabó la charla!
¡Apagarélaslucesdentrodediezminutos!—Vamos—dijoRonaHermioneyaHarry.Cogierontressacosdedormiryse
losllevaronaunrincón.—¿CreéisqueBlacksigueenelcastillo?—susurróHermioneconpreocupación.—Evidentemente,Dumbledorepiensaqueesposible—dijoRon.—Esunasuertequehayaelegidoestanoche,¿osdaiscuenta?—dijoHermione,
mientras semetíanvestidos en los sacos de dormir y se apoyaban en el codoparahablar—.Laúnicanochequenoestábamosenlatorre…
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—Supongoque con la huidano sabrá enquédíavive—dijoRon—.No sehadadocuentadequeesHalloween.Delocontrario,habríaentradoaquíasaco.
Hermioneseestremeció.Asualrededortodossehacíanlamismapregunta:—¿Cómohapodidoentrar?—Alomejorsabecómoaparecerse—dijounalumnodeRavenclawqueestaba
cercadeellos—.Cómosalirdelanada.—Alomejorsehadisfrazado—dijounodeHufflepuff,dequintocurso.—Podríahaberentradovolando—sugirióDeanThomas.—Hayquever,¿esquesoylaúnicapersonaquehaleídoHistoriadeHogwarts?
—preguntóHermioneaHarryyaRon,perdiendolapaciencia.—Casiseguro—dijoRon—.¿Porquélodices?—Porqueelcastillonoestáprotegidosólopormuros—indicóHermione—,sino
tambiénportodotipodeencantamientosparaevitarquenadieentrefurtivamente.Noes tan fácil aparecerse aquí. Y quisiera ver el disfraz capaz de engañar a losdementores.Vigilan cadaunade las entradas a los terrenosdel colegio.Si hubieraentradovolando,tambiénlohabríanvisto.Yencuantoalospasadizossecretos,Filchlosconocetodosyestaránvigilados.
—¡Voy a apagar las luces ya!—gritóPercy—.Quiero que todo elmundo estémetidoenelsacoycallado.
Todaslasvelasseapagaronalavez.Laúnicaluzveníadelosfantasmasdecolordeplata,quesemovíanportodaspartes,hablandocongravedadconlosprefectos,ydel techo encantado, tan cuajado de estrellas como el mismo cielo exterior. Entreaquello y el cuchicheo ininterrumpido de sus compañeros, Harry se sintió comodurmiendoalaintemperie,arrulladoporlabrisa.
Cadahoraaparecíaporelsalónunprofesorparacomprobarquetodosehallabaenorden.Hacia las tresde lamañana,cuandopor finsehabíanquedadodormidosmuchosalumnos,entróelprofesorDumbledore.HarryvioqueibabuscandoaPercy,que rondabapor entre los sacos de dormir amonestando a los quehablaban.Percyestaba a corta distancia de Harry, Ron y Hermione, que fingieron estar dormidoscuandoseacercaronlospasosdeDumbledore.
—¿Han encontrado algún rastro de él, profesor? —le preguntó Percy en unsusurro.
—No.¿Poraquítodobien?—Todobajocontrol,señor.—Bien. No vale la pena moverlos a todos ahora. He encontrado a un guarda
provisional para el agujero del retrato de Gryffindor. Mañana podrás llevarlos atodos.
—¿YlaSeñoraGorda,señor?—SehabíaescondidoenunmapadeArgyllshiredelsegundopiso.Parecequese
negó a dejar entrar a Black sin la contraseña, y por eso la atacó. Sigue muy
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consternada,peroencuantosetranquilicelediréalseñorFilchquerestaureellienzo.Harryoyócrujirlapuertadelsalóncuandovolvióaabrirse,ymáspasos.—¿Señor director? —Era Snape. Harry se quedó completamente inmóvil,
aguzandoeloído—.Hemosregistradotodoelprimerpiso.Noestabaallí.YFilchhaexaminadolasmazmorras.Tampocohaencontradorastrodeél.
—¿Ylatorredeastronomía?¿YelauladelaprofesoraTrelawney?¿Ylapajareradelaslechuzas?
—Lohemosregistradotodo…—Muybien,Severus.LaverdadesquenocreíaqueBlackprolongarasuestancia
aquí.—¿Tienealgunaideadecómopudoentrar,profesor?—preguntóSnape.Harryalzólacabezaligeramente,paradesobstruirseelotrooído.—Muchas,Severus,perotodasigualdeimprobables.Harry abrió un poco los ojos y miró hacia donde se encontraban ellos.
Dumbledoreestabadeespaldasaél,peropudoverelrostrodePercy,muyatento,yelperfildeSnape,queparecíaenfadado.
—¿Seacuerda, señordirector, de la conversaciónque tuvimospocoantesde…comenzar el curso?—preguntó Snape, abriendo apenas los labios, como para quePercynoseenterara.
—Me acuerdo, Severus—dijoDumbledore. En su voz había como un dejo dereconvención.
—Parece… casi imposible… que Black haya podido entrar en el colegio sinayudadelinterior.Expresémipreocupacióncuandoustedseñaló…
—NocreoquenadiedeestecastilloayudaraaBlackaentrar—dijoDumbledoreenuntonoquedejababienclaroquedabaelasuntoporzanjado.Snapenocontestó—. Tengo que bajar a ver a los dementores. Les dije que les informaría cuandohubiéramosterminadoelregistro.
—¿Noquisieronayudarnos,señor?—preguntóPercy.—Sí, desde luego —respondió Dumbledore fríamente—. Pero me temo que
mientrasyoseadirector,ningúndementorcruzaráelumbraldeestecastillo.Percysequedóunpocoavergonzado.Dumbledoresaliódelsalónconrapidezy
silenciosamente. Snape aguardó allí un momento, mirando al director con unaexpresióndeprofundoresentimiento.Luegotambiénélsemarchó.
Harrymiróaamboslados,aRonyaHermione.Tantounocomootroteníanlosojosabiertos,reflejandoeltechoestrellado.
—¿Dequéhablaban?—preguntóRon.
Durantelosdíasquesiguieron,enelcolegionosehablódeotracosaquedeSiriusBlack.Lasespeculacionesacercadecómohabíalogradopenetrarenelcastillofueroncadavezmásfantásticas;HannahAbbott,deHufflepuff,sepasólamayorpartedela
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clasedeHerbologíacontandoqueBlackpodíatransformarseenunarbustoflorido.Habían quitado de la pared el lienzo rasgado de la Señora Gorda y lo habían
reemplazadoconelretratodesirCadoganysupequeñoyrobustocaballogris.Estonolehacíaanadiemuchagracia.SirCadogansepasabalamitaddeltiemporetandoa duelo a todo el mundo, y la otra mitad inventando contraseñas ridículamentecomplicadasquecambiabaalmenosdosvecesaldía.
—Estálocoderemate—ledijoSeamusFinniganaPercy,enfadado—.¿Nohayotrodisponible?
—Ninguno de los demás retratos quería el trabajo —dijo Percy—. Estabanasustadospor loque lehaocurridoa laSeñoraGorda.SirCadoganfueelúnico lobastantevalienteparaofrecersevoluntario.
LoquemenospreocupabaaHarryerasirCadogan.Lovigilabanmuydecerca.Los profesores buscaban disculpas para acompañarlo por los corredores, y PercyWeasley (obrando, según sospechabaHarry, por instigaciónde sumadre) le seguíalospasospor todaspartes,comounperroguardiánextremadamentepomposo.Paracolmo, la profesora McGonagall lo llamó a su despacho y lo recibió con unaexpresióntansombríaqueHarrypensóquesehabíamuertoalguien.
—No hay razón para que te lo ocultemos por más tiempo, Potter—dijo muyseriamente—.Séqueestotevaaafectar,peroSiriusBlack…
—Yaséquevadetrásdemí—dijoHarry,unpococansado—.OíalpadredeRoncuando se lo contaba a su mujer. El señor Weasley trabaja para el Ministerio deMagia.
LaprofesoraMcGonagallsesorprendiómucho.MiróaHarryduranteuninstanteydijo:
—Yaveo.Bien,enesecasocomprenderásporquécreoquenodebesirpor lastardes a los entrenamientos de quidditch. Esmuy arriesgado estar ahí fuera, en elcampo,sinmáscompañíaquelosmiembrosdelequipo…
—¡Elsábadotenemosnuestroprimerpartido!—dijoHarry,indignado—.¡Tengoqueentrenar,profesora!
LaprofesoraMcGonagallmeditóun instante.Harry sabíaqueelladeseabaqueganaraelequipodeGryffindor;alfinyalcabo,habíasidoellalaprimeraquehabíapropuestoaHarrycomobuscador.Harryaguardóconteniendoelaliento.
—Mm…—laprofesoraMcGonagallsepusoenpieyobservódesdelaventanaelcampo de quidditch, muy poco visible entre la lluvia—. Bien, te aseguro que megustaría que por fin ganáramos la copa… De todas formas, Potter, estaría mástranquilasiunprofesorestuvierapresente.PediréalaseñoraHoochquesupervisetussesionesdeentrenamiento.
•••
Eltiempoempeoróconformeseacercabaelprimerpartidodequidditch.Impertérrito,
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elequipodeGryffindorentrenabacadavezmás,bajolamiradadelaseñoraHooch.Luego,enlasesiónfinaldeentrenamientoqueprecedióalpartidodelsábado,OliverWoodcomunicóasuequipounanoticianomuybuena:
—¡NovamosajugarcontraSlytherin!—lesdijomuyenfadado—.Flintacabadeveniraverme.VamosajugarcontraHufflepuff.
—¿Porqué?—preguntarontodos.—La excusa de Flint es que su buscador aún tiene el brazo lesionado—dijo
Wood, rechinando con furia los dientes—.Pero está claro el verdaderomotivo: noquierenjugarconestetiempo,porquepiensanquetendránmenosposibilidades…
Durantetodoeldíahabíasopladounventarrónycaídounaguacero,ymientrashablabaWoodseoíaretumbaralostruenos.
—¡NolepasanadaalbrazodeMalfoy!—dijoHarryfurioso—.Estáfingiendo.—Lo sé, pero no lo podemos demostrar—dijoWood con acritud—.Y hemos
practicadotodosestosmovimientossuponiendoqueíbamosajugarcontraSlytherin,yensulugartenemosaHufflepuff,ysuestilodejuegoesmuydiferente.Tienenunnuevocapitánbuscador,CedricDiggory…
Derepente,Angelina,AliciayKatiesoltaronunacarcajada.—¿Qué?—preguntóWood,frunciendolafrenteanteaquellaactitud.—Esesechicoaltoyguapo,¿verdad?—preguntóAngelina.—¡Ytanfuerteycallado!—añadióKatie,yvolvieronareírse.—Escalladoporquenoeslobastanteinteligenteparajuntardospalabras—dijo
Fred—.Noséquétepreocupa,Oliver.LosdeHufflepuffsonpancomido.Laúltimavezquejugamosconellos,Harrycogiólasnitchalcabodeunoscincominutos,¿noosacordáis?
—¡Jugábamos en condiciones muy distintas!—gritóWood, con los ojos muyabiertos—.Diggoryhamejoradomuchoel equipo. ¡Esunbuscador excelente! ¡Yasospechaba que os lo tomaríais así! ¡No debemos confiarnos! ¡Hay que tener bienclaroelobjetivo!¡Slytherinintentapillarnosdesprevenidos!¡Hayqueganar!
—Tranquilízate, Oliver—dijo Fred alarmado—.Nos tomamosmuy en serio aHufflepuff.Muyenserio.
Eldíaanterioralpartido,elvientoseconvirtióenunhuracány la lluviacayóconmásfuerzaquenunca.Estabatanoscurodentrodeloscorredoresylasaulasqueseencendieron más antorchas y faroles. El equipo de Slytherin se daba aires,especialmenteMalfoy.
—¡Ah,simibrazoestuvieramejor!—suspirabamientraselvientogolpeabalasventanas.
Harrynoteníasitioenlacabezaparapreocuparseporotracosaqueelpartidodeldíasiguiente.Entreclaseyclase,OliverWoodseleacercabaatodaprisaparadarleconsejos.Laterceravezquesucedió,WoodhablótantoqueHarrysediocuentade
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pronto de que llegaba diez minutos tarde a la clase de Defensa Contra las ArtesOscuras,yechóacorrermientrasWoodlegritaba:
—¡Diggory tiene un regate muy rápido, Harry! Tendrás que hacerle unavaselina…
HarryfrenóalllegaralapuertadelauladeDefensaContralasArtesOscuras,laabrióyentróapresuradamente.
—Lamentollegartarde,profesorLupin.Yo…PeronoeraLupinquienlomirabadesdelamesadelprofesor;eraSnape.—La clase ha comenzado hace diez minutos, Potter. Así que creo que
descontaremosaGryffindordiezpuntos.Siéntate.PeroHarrynosemovió.—¿DóndeestáelprofesorLupin?—preguntó.—No se encuentra bien para dar clase hoy —dijo Snape con una sonrisa
contrahecha—.Creoquetehedichoquetesientes.PeroHarrypermaneciódondeestaba.—¿Quéleocurre?ASnapelebrillaronsusojosnegros.—Nada que ponga en peligro su vida—dijo como si deseara lo contrario—.
CincopuntosmenosparaGryffindorysi te tengoquevolveradecirque tesientesseráncincuenta.
Harrysefuedespaciohaciasusitioysesentó.Snapemiróalaclase.—Como decía antes de que nos interrumpiera Potter, el profesor Lupin no ha
dejadoningunainformaciónacercadelostemasquehabéisestudiadohastaahora…—Hemosestudiadolosboggarts,losgorrosrojos,loskappasylosgrindylows—
informóHermionerápidamente—,yestábamosapuntodecomenzar…—Cállate—dijo Snape fríamente—. No te he preguntado. Sólo comentaba la
faltadeorganizacióndelprofesorLupin.—EselmejorprofesordeDefensaContralasArtesOscurasquehemostenido—
dijo Dean Thomas con atrevimiento, y la clase expresó su conformidad conmurmullos.Snapepusoelgestomásamenazadorquelehabíanvisto.
—Sois fáciles de complacer. Lupin apenas os exige esfuerzo… Yo daría porhechoquelosdeprimercursosonyacapacesdemanejarseconlosgorrosrojosylosgrindylows.Hoyveremos…
Harryloviohojearellibrodetextohastallegaralúltimocapítulo,quedebíadeimaginarsequenohabíanvisto.
—…loshombreslobo—concluyóSnape.—Peroprofesor—dijoHermione,queparecía incapazdecontenerse—,todavía
nopodemosllegaraloshombreslobo.Estáprevistocomenzarconloshinkypunks…—SeñoritaGranger—dijoSnapeconvozcalmada—,creíaqueerayoynousted
quiendabalaclase.Ahora,abridtodosellibroporlapágina394.—Miróalaclase—:Todos.Ya.
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Conmiradasdesoslayoyunmurmullodedescontento,abrieronloslibros.—¿Quiéndevosotrospuededecirmecómopodemosdistinguirentreelhombre
loboyelloboauténtico?Todos se quedaron en completo silencio.Todos exceptoHermione, cuyamano,
comodecostumbre,estabalevantada.—¿Nadie? —preguntó Snape, sin prestar atención a Hermione. La sonrisa
contrahechahabíavueltoasurostro—.¿EsqueelprofesorLupinnooshaenseñadonisiquieraladistinciónbásicaentre…?
—Ya se lo hemos dicho—dijo de repente Parvati—. No hemos llegado a loshombreslobo.Estamostodavíapor…
—¡Silencio! —gruñó Snape—. Bueno, bueno, bueno… Nunca creí queencontraríaunaclasedeterceroquenisiquierafueracapazdereconoceraunhombrelobo.Me encargaré de informar al profesorDumbledore de lo atrasados que estáistodos…
—Porfavor,profesor—dijoHermione,queseguíaconlamanolevantada—.Elhombre lobo difiere del verdadero lobo en varios detalles: el hocico del hombrelobo…
—Es la segundavezquehabla sinque le corresponda, señoritaGranger—dijoSnape con frialdad—.Cincopuntosmenos paraGryffindor por ser una sabelotodoinsufrible.
Hermionesepusomuycolorada,bajólamanoymiróalsuelo,conlosojosllenosdelágrimas.UnindiciodehastaquépuntoodiabantodosaSnapeeraqueloestabanfulminando con lamirada. Todos, en alguna ocasión, habían llamado sabelotodo aHermione,yRon,quelohacíaporlomenosdosvecesalasemana,dijoenvozalta:
—Ustednoshahechounapreguntayellaleharespondido.¿Porquépreguntasinoquierequeseleresponda?
Suscompañeroscomprendieronalinstantequehabíaidodemasiadolejos.—Te quedarás castigado,Weasley—dijo Snape con voz suave y acercando el
rostroaldeRon—.Ysivuelvoaoírtecriticarmimaneradedarclase,tearrepentirás.Nadiesemovióduranteelrestodelaclase.Siguiócadaunoensusitio,tomando
notassobreloshombreslobodellibrodetexto,mientrasSnaperondabaentrelasfilasdepupitresexaminandoeltrabajoquehabíanestadohaciendoconelprofesorLupin.
—Muypobrementeexplicado…Estoesincorrecto…ElkappaseencuentrasobretodoenMongolia…¿ElprofesorLupintepusounocho?Yonotehabríapuestomásdeuntres.
Cuandoeltimbresonóporfin,Snapelosretuvo:—Escribiréisunaredaccióndedospergaminossobrelasmanerasdereconocery
mataraunhombrelobo.Paraellunesporlamañana.Yaeshoradequealguienmetaencinturaaestaclase.Weasley,quédate,tenemosquehablarsobretucastigo.
HarryyHermioneabandonaronelaulaconlosdemásalumnos,queesperaronaencontrarsefueradelalcancedelosoídosdeSnapeparaestallarencríticascontraél.
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—Snape nunca ha actuado así con ninguno de los otros profesores deDefensaContralasArtesOscuras,aunquequisieraelpuesto—comentóHarryaHermione—.¿PorquélatienetomadaconLupin?¿Seráporlodelboggart?
—Nosé—dijoHermionepensativamente—.PeroesperoqueelprofesorLupinserecuperepronto.
Ronlosalcanzócincominutosmástarde,muyenfadado.—¿Sabéisloqueese…(llamóaSnapealgoqueescandalizóaHermione)meha
mandado?Tengoque lavar losorinalesde laenfermería. ¡Sinmagia!—dijocon larespiración alterada. Tenía los puños fuertemente cerrados—. ¿Por qué no podíahaberseocultadoBlackeneldespachodeSnape,eh?¡Podíahaberacabadoconél!
Aldíasiguiente,Harrysedespertómuytemprano.Tantempranoquetodavíaestabaoscuro. Por un instante creyó que lo había despertado el ruido del viento. Luegosintióunabrisafríaenlanucayseincorporóenlacama.Peevesflotabaasulado,soplándoleenlaoreja.
—¿Porquéhashechoeso?—lepreguntóHarryenfadado.Peeveshinchóloscarrillos,soplómuyfuerteysaliódeldormitoriohaciaatrás,a
todaprisa,riéndose.Harry tanteó en busca de su despertador y lo miró: eran las cuatro y media.
EchandopestesdePeeves,sediolavueltayprocuróvolveradormirse.Perounavezdespiertofuedifícilolvidarelruidodelostruenosqueretumbabanporencimadesucabeza,losembatesdelvientocontralosmurosdelcastilloyel lejanocrujirdelosárbolesenelbosqueprohibido.Unashorasdespuéssehallaríaallífuera,enelcampodequidditch,batallandoenmediodeltemporal.Finalmente,renuncióasupropósitode volver a dormirse, se levantó, se vistió, cogió su Nimbus 2000 y saliósilenciosamentedeldormitorio.
CuandoHarry abrió la puerta, algo le rozó la pierna. Se agachó con el tiempojustodecogeraCrookshanksporelextremodelacolapeludaysacarloarastras.
—¿Sabes? Creo que Ron tiene razón sobre ti—le dijoHarry receloso—.Haymuchosratonesporaquí.Veacazarlos.Vamos—añadió,echandoaCrookshanksconelpie,paraquebajaraporlaescaleradecaracol—.DejaenpazaScabbers.
Elruidodela tormentaeramásfuerteenlasalacomún.Harryteníademasiadaexperienciaparacreerquesecancelaríaelpartido.Lospartidosdequidditchnosecancelaban por nimiedades como una tormenta. Sin embargo, empezaba apreocuparse. Wood le había indicado quién era Cedric Diggory en el corredor;DiggoryestabaenquintoyeramuchomayorqueHarry.Losbuscadoressolíanserligerosyveloces,peroelpesodeDiggoryseríaunaventajaconaqueltiempo,porquetendríamuchasmenosposibilidadesdequeelvientoledesviaraelrumbo.
Harrypasóantelachimenealashorasquequedabanhastaelamanecer.Devezencuando se levantaba para evitar que Crookshanks volviera a escabullirse por la
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escaleraque llevabaaldormitoriode loschicos.Alcabodeun tiempoleparecióaHarryqueyaeralahoradeldesayunoysedirigióélsolohaciaelretrato.
—¡Enguardia,malandrín!—loretósirCadogan.—«Cállateya»—contestóHarry,bostezando.Sereanimóalgotomandounplatograndedegachasdeavenaycuandoyahabía
empezadoconlastostadas,aparecióelrestodelequipo.—Vaaserdifícil—dijoWood,sinprobarbocado.—Dejadepreocuparte,Oliver—lo tranquilizóAlicia—.Nonosasustamospor
unpoquitodelluvia.Peroerabastantemásqueunpoquitodelluvia.Elquidditcheratanpopularque
todoelcolegiosalióaverelpartido,comodecostumbre.Corríanporelcéspedhastaelcampodequidditch,conlacabezaagachadacontraelferozvientoquearrancabalosparaguasdelasmanos.Pocoantesdeentrarenelvestuario,HarryvioaMalfoy,aCrabbeyaGoylecaminodelcampodequidditch;cubiertosporunenormeparaguas,loseñalabanysereían.
LosmiembrosdelequiposepusieronlatúnicaescarlatayaguardaronlahabitualarengadeWood,peroéstanoseprodujo.Woodintentóvariasveceshablarles,tragósaliva conun ruido extraño, cabeceódesesperanzadoy les indicópor señas que losiguieran.
El viento era tan fuerte que se tambalearon al entrar en el campo.A causa delretumbar de los truenos, no podían saber si la multitud los aclamaba. La lluviarociaba los cristales de las gafasdeHarry. ¿Cómodemonios iba a ver la snitch enaquellascondiciones?
LosdeHufflepuffseaproximarondesdeelotroextremodelcampo,conlatúnicaamarillo canario.Los capitanes de ambos equipos se acercaron y se estrecharon lamano.DiggorysonrióaWood,peroWoodparecíatenerahoralamandíbulaencajadayselimitóahacerungestoconlacabeza.HarryvioquelabocadelaseñoraHoocharticulaba:
—Montadenlasescobas.Harry sacó del barro el pie derecho y pasó la pierna por encima de laNimbus
2000. La señora Hooch se llevó el silbato a los labios y dio un pitido que sonódistanteyestridente…Diocomienzoelpartido.
Harryseelevórápidamente,perolaNimbus2000oscilabaacausadelviento.Lasostuvotanfirmementecomopudoydiomediavueltadecaraalalluvia,conlosojosentornados.
Alcabodecincominutos,Harryestabacaladohastaloshuesosyheladodefrío.Apenas podía ver a sus compañeros de equipo y menos aún la pequeña snitch.Atravesóelcampodeunladoaotro,adelantandobultosrojosyamarillos,sinideadeloquesucedía.Elvientonolepermitíaoírloscomentarios.Lamultitudestabaocultabajounmardecapasydeparaguasmaltrechos.Endosocasionesestuvoapuntodeserderribadoporunabludger.Suvisiónestabatanlimitadaporelaguadelasgafas
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quenolasvioacercarse.Perdió la noción del tiempo. Era cada vez más difícil sujetar la escoba con
firmeza.El cielo se oscureció, como si hubiera llegado la noche en plenamañana.Dosveces estuvo a puntode chocar contra otro jugador, queno sabía si era de suequipoodeloponente.Todosestabanahoratancalados,ylalluviaeratandensa,queapenaspodíadistinguirlos…
ConelprimerrelámpagollegóelpitidodelsilbatodelaseñoraHooch.HarrysólopudoveratravésdeladensalluvialasiluetadeWood,queleindicabaporseñasquedescendiera.Todoelequipoaterrizóenelbarro,salpicando.
—¡Hepedidotiempomuerto!—gritóasusjugadores—.Venidaquídebajo.Seapiñaronenelbordedelcampo,debajodeunenormeparaguas.Harrysequitó
lasgafasyselaslimpióconlatúnica.—¿Cuáleslapuntuación?—Cincuentapuntosanuestro favor.Perosinoatrapamos la snitch, seguiremos
jugandohastalanoche.—Conestomeresultaimposible—respondióHarry,blandiendolasgafas.EneseinstanteaparecióHermioneasulado.Setapabalacabezaconlacapae,
inexplicablemente,estabasonriendo.—¡Tengounaidea,Harry!¡Dametusgafas,rápido!Selasentregó,yante lamiradadesorpresadelequipo,golpeólasgafasconsu
varitaydijo:—Impervius.—YselasdevolvióaHarrydiciendo—:Ahílastienes:¡repeleránel
agua!Woodlahubierabesado:—¡Magnífico!—exclamóemocionado,mientrasellasealejaba—.¡Deacuerdo,
vamosaello!El hechizo de Hermione funcionó. Harry seguía entumecido por el frío ymás
empapado que nunca en su vida, pero podía ver. Lleno de una renovada energía,acelerólaescobaatravésdelaireturbulentobuscandoentodasdireccioneslasnitch,esquivando una bludger, pasando por debajo de Diggory, que volaba en direccióncontraria…
Brillóotrorayo,seguidoporelretumbardeuntrueno.Lacosaseponíacadavezmáspeligrosa.Harryteníaqueatraparlasnitchcuantoantes…
Sevolvió, intentando regresar hacia lamitad del campo, pero en esemomentootrorelámpagoiluminólasgradasyHarryvioalgoquelodistrajocompletamente:lasilueta de un enorme y lanudo perro negro, claramente perfilada contra el cielo,inmóvilenlapartesuperiorymásvacíadelasgradas.
Las manos entumecidas le resbalaron por el palo de la escoba y la Nimbusdescendió varios metros. Retirándose de los ojos el flequillo empapado, volvió amirarhacialasgradas:elperrohabíadesaparecido.
—¡Harry!—gritóWood angustiado, desde los postes de Gryffindor—. ¡Harry,
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detrásdeti!Harry miró hacia atrás con los ojos abiertos de par en par. Cedric Diggory
atravesaba el campo a toda velocidad, y entre ellos, en el aire cuajado de lluvia,brillabaunadiminutaboladorada…
Conunsobresalto,Harrypegóelcuerpoalpalodelaescobayselanzóhacialasnitchcomounabala.
—¡Vamos!—gritóalaNimbus,almismotiempoquelalluvialeazotabalacara—.¡Másrápido!
Peroalgoextrañopasaba.Uninquietantesilenciocaíasobreelestadio.Yanoseoía el viento, aunque soplaba tan fuerte como antes. Era como si alguien hubieraquitadoelsonido,ocomosiHarrysehubieravueltosordoderepente.¿Quésucedía?
Y entonces le penetró en el cuerpo una ola de frío horrible y ya conocida,exactamenteenelmomentoenqueveíaalgoquesemovíaporelcampo,debajodeél.Antesdequepudierapensar,Harryhabía apartado la vista de la snitchyhabíamiradohaciaabajo.Abajohabíaalmenosciendementores,conel rostro tapado,ytodosseñalándole.Fuecomosilesubieraaguaheladaporelpechoylecortarapordentro. Y entonces volvió a oírlo… Alguien gritaba dentro de su cabeza…, unamujer…
—AHarryno.AHarryno.AHarryno,porfavor.—Apártate,estúpida…apártate…—AHarryno.Teloruego,no.Cógemeamí.Mátameamíensulugar…AHarryselehabíaenturbiadoelcerebroconunaespeciedenieblablanca.¿Qué
hacía?¿Porquémontabaunaescobavoladora?Teníaqueayudarla.Lamujer ibaamorir,laibanamatar…
Harrycaía,caíaentrelanieblahelada.—AHarryno,porfavor.Tenpiedad,teloruego,tenpiedad…Alguiendevozestridenteestallóencarcajadas.LamujergritabayHarrynose
enteródenadamás.
—Hatenidosuertedequeelterrenoestuvierablando.—Creíquesehabíamatado.—¡Perosinisiquieraseharotolasgafas!Harryoíalasvoces,peronoencontrabasentidoaloquedecían.Noteníaniidea
dedóndesehallaba,nideporquéseencontrabaenaquellugar,nidequéhacíaantesdeaquelmomento.Loúnicoquesabíaeraque ledolíacadacentímetrodelcuerpocomosilehubierandadounapaliza.
—Eslomáspavorosoquehevistoenmivida.Horrible…Lomáspavoroso…Figurasnegrasconcapucha…Frío…Gritos…Harryabriólosojosderepente.Estabaenlaenfermería.Elequipodequidditch
deGryffindor,llenodebarro,rodeabalacama.RonyHermioneestabanallítambién
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yparecíanhabersalidodeladucha.—¡Harry!—exclamóFred,queparecía exageradamentepálidobajoelbarro—.
¿Cómoteencuentras?La memoria de Harry fue recuperando los acontecimientos por orden: el
relámpago…,elGrim…,lasnitch…,ylosdementores.—¿Quésucedió?—dijoincorporándoseenlacama,tanderepentequelosdemás
ahogaronungrito.—Tecaíste—explicóFred—.Debierondeser…¿cuántos?¿Veintemetros?—Creímosquetehabíasmatado—dijoAlicia,temblando.Hermionedioungritito.Teníalosojosrojos.—Peroelpartido—preguntóHarry—,¿cómoacabó?¿Serepetirá?Nadierespondió.LahorribleverdadcayósobreHarrycomounalosa.—¿Nohabremos…perdido?—Diggory atrapó la snitch —respondió George— poco después de que te
cayeras.Nosediocuentade loquepasaba.Cuandomiróhaciaatrásy tevioenelsuelo, quiso que se anulara. Quería que se repitiera el partido. Pero ganaronlimpiamente.InclusoWoodlohaadmitido.
—¿DóndeestáWood?—preguntóHarryderepente,notandoquenoestabaallí.—Sigueenlasduchas—dijoFred—.Parecequequiereahogarse.Harryacercólacaraalasrodillasysecogióelpeloconlasmanos.Fredlepuso
lamanoenelhombroylozarandeóbruscamente.—Vamos,Harry,eslaprimeravezquenoatrapaslasnitch.—Teníaqueocurriralgunavez—dijoGeorge.—Todavíanohaterminado—dijoFred—.Hemosperdidoporcienpuntos,¿no?
SiHufflepuffpierdeanteRavenclawynosotrosganamosaRavenclaw,ySlytherin…—Hufflepufftendráqueperderalmenospordoscientospuntos—dijoGeorge.—PerosigananaRavenclaw…—Esonopuedeser.LosdeRavenclawsonmuybuenos.—PerosiSlytherinpierdefrenteaHufflepuff…—Tododependedelospuntos…Unmargendecien,encualquiercaso…Harry guardaba silencio. Habían perdido. Por primera vez en su vida, había
perdidounpartidodequidditch.Después de unos diezminutos, la señora Pomfrey llegó paramandarles que lo
dejarandescansar.—Luegovendremosaverte—ledijoFred—.Notetortures,Harry.Siguessiendo
elmejorbuscadorquehemostenido.Elequiposalióentropel,dejandoelsuelomanchadodebarro.LaseñoraPomfrey
cerró la puerta detrás del último, con cara de mal humor. Ron y Hermione seacercaronunpocomásalacamadeHarry.
—Dumbledore estaba muy enfadado —dijo Hermione con voz temblorosa—.Nuncalohabíavistoasí.Corrióalcampomientrastúcaías,agitólavaritamágicay
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entonces se redujo lavelocidadde tu caída.Luegoapuntóa losdementores con lavaritaylesarrojóalgoplateado.Abandonaroninmediatamenteelestadio…Lepusofuriosoquehubieranentradoenelcampo…looímos…
—Entoncestepusoenunacamillaporartedemagia—explicóRon—.Ytellevóalcolegioflotandoenlacamilla.Todospensaronqueestabas…
Suvozseapagó,peroHarryapenassediocuenta.Pensabaen loque lehabíanhecholosdementores,enlavozquesuplicaba.AlzólosojosyvioaHermioneyaRontanpreocupadosquerápidamentebuscóalgoquedecir.
—¿RecogióalguienlaNimbus?RonyHermionesemiraron.—Eh…—¿Quépasa?—preguntóHarry.—Bueno, cuando te caíste… se la llevó el viento —dijo Hermione con voz
vacilante.—¿Y?—Ychocó…chocó…contraelsauceboxeador.Harry sintió unpinchazo en el estómago.El sauce boxeador era un saucemuy
violentoqueestabasoloenmitaddelterrenodelcolegio.—¿Y?—preguntó,temiendolarespuesta.—Bueno, ya sabes que al sauce boxeador —dijo Ron— no le gusta que lo
golpeen.—ElprofesorFlitwicklatrajopocoantesdequerecuperaraselconocimiento—
explicóHermioneenvozmuybaja.Se agachó muy despacio para coger una bolsa que había a sus pies, le dio la
vuelta y puso sobre la cama una docena de astillas de madera y ramitas, lo quequedabadelafielyfinalmenteabatidaescobadeHarry.
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L
CAPÍTULO10
Elmapadelmerodeador
A señora Pomfrey insistió en queHarry se quedara en la enfermería el fin desemana.Elmuchachonosequejó,peronolepermitióquetiraralosrestosdela
Nimbus2000.Sabíaqueerauna tonteríayque laNimbusnopodíarepararse,peroHarrynopodíaevitarlo.Eracomoperderaunodesusmejoresamigos.
Lovisitógentesinparar, todosconlaintencióndeinfundirleánimos.Hagridleenvióunasfloresllenasdetijeretasyqueparecíancolesamarillas,yGinnyWeasley,sonrojada, apareció con una tarjeta de saludo que ella misma había hecho y quecantabaconvozestridentesalvocuandosecerrabaysemetíadebajodelfrutero.
ElequipodeGryffindorvolvióavisitarloeldomingoporlamañana,estavezconWood, que aseguró aHarry con voz de ultratumba que no lo culpaba en absoluto.RonyHermionenoseibanhastaquellegabalanoche.PeronadadecuantodijeraohiciesenadiepodíaaliviaraHarry,porquelosdemássóloconocíanlamitaddeloquelepreocupaba.
NohabíadichonadaanadieacercadelGrim, ni siquieraaRonyaHermione,porquesabíaqueRonseasustaríayHermioneseburlaría.Elhechoera,sinembargo,que el Grim se le había aparecido dos veces y en las dos ocasiones había habidoaccidentescasi fatales.Laprimeracasi lohabíaatropelladoelautobúsnoctámbulo.Lasegundahabíacaídodeveintemetrosdealtura.¿IbaaacosarloelGrimhasta lamuerte?¿Ibaapasarélelrestodesuvidaesperandolasaparicionesdelanimal?
Y luego estaban los dementores. Harry se sentíamuy humillado cada vez quepensaba en ellos. Todo el mundo decía que los dementores eran espantosos, peronadiesedesmayabaalverlos…Nadiemásoíaensucabezaelecodelosgritosdesuspadresantesdemorir.
PorqueHarry sabía ya de quién era aquella voz que gritaba. En la enfermería,desveladodurantelanoche,contemplandolasrayasquelaluzdelalunadibujabaeneltecho,oíasuspalabrasunayotravez.Cuandoseleacercabanlosdementores,oíalos últimos gritos de su madre, su afán por protegerlo de lord Voldemort, y las
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carcajadas de lord Voldemort antes de matarla… Harry dormía irregularmente,sumergiéndose en sueños plagados de manos corruptas y viscosas y de gritos deterror,ysedespertabasobresaltadoparavolveraoírlosgritosdesumadre.
Fueunalivioregresarellunesalbulliciodelcolegio,dondeestabaobligadoapensarenotrascosas, aunque tuvieraque soportar lasburlasdeDracoMalfoy.MalfoynocabíaensídegozoporladerrotadeGryffindor.PorfinsehabíaquitadolasvendasylohabíacelebradoparodiandolacaídadeHarry.LamayorpartedelasiguienteclasedePocioneslapasóMalfoyimitandoportodalamazmorraalosdementores.LlegóunmomentoenqueRonnopudosoportarlomásylearrojóuncorazóndecocodrilograndeyviscoso.LedioenlacarayconsiguióqueSnapelequitaracincuentapuntosaGryffindor.
—SiSnapevuelveadarlaclasedeDefensaContralasArtesOscuras,mepondréenfermo—explicóRon,mientras se dirigían al aula deLupin, tras el almuerzo—.Miraaverquiénestá,Hermione.
Hermioneseasomóalaula.—¡Estupendo!El profesor Lupin había vuelto al aula. Ciertamente, tenía aspecto de
convaleciente. Las túnicas de siempre le quedaban grandes y tenía ojeras. Sinembargo, sonrió a los alumnos mientras se sentaban, y ellos prorrumpieroninmediatamenteenquejassobreelcomportamientodeSnapedurantelaenfermedaddeLupin.
—No es justo. Sólo estaba haciendo una sustitución. ¿Por qué tenía quemandarnostrabajo?
—Nosabemosnadasobreloshombreslobo…—¡…dospergaminos!—¿Le dijisteis al profesor Snape que todavía no habíamos llegado ahí? —
preguntóelprofesorLupin,frunciendounpocoelentrecejo.Volvióaproducirseunbarullo.—Sí,perodijoqueíbamosmuyatrasados…—…nonosescuchó…—¡…dospergaminos!ElprofesorLupinsonrióantelaindignaciónquesedibujabaentodaslascaras.—No os preocupéis. Hablaré con el profesor Snape. No tendréis que hacer el
trabajo.—¡Oh,no!—exclamóHermione,decepcionada—.¡Yoyaloheterminado!Tuvieronunaclasemuyagradable.ElprofesorLupinhabía llevadounacajade
cristalqueconteníaunhinkypunk,unacriaturapequeñadeunasolapataqueparecíahechadehumo,enclenqueyaparentementeinofensiva.
—Atrae a los viajeros a las ciénagas —dijo el profesor Lupin mientras los
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alumnostomabanapuntes—.¿Veiselfarolquelecuelgadelamano?Lesalealpaso,elviajerosiguelaluzyentonces…
Elhinkypunkprodujounchirridohorriblecontraelcristal.Alsonareltimbre,todos,Harryentreellos,recogieronsuscosasysedirigierona
lapuerta,pero…—Esperaunmomento,Harry—ledijoLupin—,megustaríahablarunmomento
contigo.Harryvolviósobresuspasosyvioalprofesorcubrirlacajadelhinkypunk.—Mehancontadolodelpartido—dijoLupin,volviendoasumesaymetiendo
los libros en su maletín—. Y lamento mucho lo de tu escoba. ¿Será posiblearreglarla?
—No—contestóHarry—,elárbollahizotrizas.Lupinsuspiró.—Plantaron el sauce boxeador elmismo año que llegué aHogwarts. La gente
jugabaaunjuegoqueconsistíaenaproximarselosuficienteparatocareltronco.Unchico llamado Davey Gudgeon casi perdió un ojo y se nos prohibió acercarnos.Ningunaescobahabríasalidoairosa.
—¿Haoídotambiénlodelosdementores?—dijoHarry,haciendounesfuerzo.Lupinledirigióunamiradarápida.—Sí,looí.CreoquenadiehavistonuncatanenfadadoalprofesorDumbledore.
Están cada vezmás rabiosos porqueDumbledore se niega a dejarlos entrar en losterrenosdelcolegio…Fuelarazónporlaquetecaíste,¿no?
—Sí—respondió Harry. Dudó unmomento y se le escapó la pregunta que lerondaba por la cabeza—. ¿Por qué? ¿Por quéme afectan de estamanera? ¿Acasosoy…?
—Notienenadaquevercon lacobardía—dijoelprofesorLupin tajantemente,comosilehubieraleídoelpensamiento—.Losdementoresteafectanmásquealosdemásporqueentupasadohaycosashorriblesquelosdemásnotienen.—Unrayodesolinvernalcruzóelaula,iluminandoelcabellogrisdeLupinylaslíneasdesujoven rostro—. Los dementores están entre las criaturas más nauseabundas delmundo.Infestanloslugaresmásoscurosymássucios.Disfrutanconladesesperaciónyladestrucciónajenas,sellevanlapaz,laesperanzaylaalegríadecuantolesrodea.Incluso losmugglesperciben supresencia, aunquenopuedenverlos.Si alguien seacercamucho aundementor, éste le quitaráhasta el último sentimientopositivoyhasta el último recuerdo dichoso. Si puede, el dementor se alimentará de él hastaconvertirloensusemejante:enunserdesalmadoymaligno.Ledejarásinotracosaque las peores experiencias de su vida. Y el peor de tus recuerdos, Harry, es tanhorriblequederribaríaacualquieradesuescoba.Notienesdequéavergonzarte.
—Cuando hay alguno cerca demí…—Harrymiró lamesa de Lupin, con losmúsculosdelcuellotensos—oigoelmomentoenqueVoldemortmatóamimadre.
Lupinhizoconelbrazounmovimientorepentino,comosifueraacogeraHarry
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porelhombro,perolopensómejor.Hubounmomentodesilencioyluego…—¿Porquéacudieronalpartido?—preguntóHarrycontristeza.—Están hambrientos—explicó Lupin tranquilamente, cerrando elmaletín, que
diounchasquido—.Dumbledoreno losdejaentrar enel colegio,de formaque susuministrodepresashumanassehaagotado…Supongoquenopudieronresistirseala gran multitud que había en el estadio. Toda aquella emoción… El ambientecaldeado…Paraellos,teníaquesercomounbanquete.
—Azkabandebedeserhorrible—mascullóHarry.Lupinasintióconmelancolía.—La fortalezaestáenunapequeña isla,perdidaenelmar.Peronohacen falta
murosniaguaparateneralospresosencerrados,porquetodosestánatrapadosdentrodesupropiacabeza,incapacesdetenerunpensamientoalegre.Lamayoríaenloquecealcabodeunassemanas.
—PeroSiriusBlackescapó—dijoHarrydespacio—.Escapó…ElmaletíndeLupincayódelamesa.Tuvoqueinclinarsepararecogerlo:—Sí—dijo incorporándose—. Black debe de haber descubierto la manera de
hacerlesfrente.Yonolohabríacreídoposible…Enteoría,losdementoresquitanalbrujotodossuspoderessiestánconéleltiemposuficiente.
—Ustedahuyentóeneltrenaaqueldementor—dijoHarryderepente.—Hay algunas defensas que uno puede utilizar—explicó Lupin—. Pero en el
trensólohabíaundementor.Cuantosmáshay,másdifícilresultadefenderse.—¿Quédefensas?—preguntóHarryinmediatamente—.¿Puedeenseñarme?—Nosoyningúnexpertoenlaluchacontralosdementores,Harry.Másbienlo
contrario…—Pero si los dementores acuden a otro partido de quidditch, tengo que tener
algúnarmacontraellos.LupinvioaHarrytandecididoquedudóunmomentoyluegodijo:—Bueno,deacuerdo.Intentaréayudarte.Perometemoquenopodráserhastael
próximo trimestre. Tengo mucho que hacer antes de las vacaciones. Elegí unmomentomuyinoportunoparacaerenfermo.
ConlapromesadequeLupinledaríaclasesantidementores,laesperanzadequetalvezno tuvieraquevolveraoír lamuertedesumadre,y laderrotaqueRavenclawinfligióaHufflepuffenelpartidodequidditchdefinalesdenoviembre,elestadodeánimodeHarrymejorómucho.Gryffindornohabíaperdidotodaslasposibilidadesdeganarlacopa,aunquetampocopodíanpermitirseotraderrota.Woodrecuperósuenergíaobsesivayentrenóalequipoconladurezadecostumbrebajolafríalloviznaquepersistiódurante todoelmesdediciembre.Harrynovio lamenorseñalde losdementoresdentrodelrecintodelcolegio.LairadeDumbledoreparecíamantenerlosensuspuestos,enlasentradas.
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Dos semanas antes de que terminara el trimestre, el cielo se aclaró de repente,volviéndose de un deslumbrante blanco opalino, y los terrenos embarradosaparecieron unamañana cubiertos de escarcha. Dentro del castillo había ambientenavideño.ElprofesorFlitwick,quedabaEncantamientos,yahabíadecoradosuaulacon luces brillantes que resultaron ser hadas de verdad, que revoloteaban. Losalumnoscomentabanentusiasmadossusplanesparalasvacaciones.RonyHermionehabíandecididoquedarseenHogwarts,yaunqueRondijoqueeraporquenopodíaaguantaraPercydurantedos semanas,yHermionealegóquenecesitabautilizar labiblioteca,noconsiguieronengañaraHarry:sequedabanparahacerlecompañíayélsesintiómuyagradecido.
Para satisfacción de todos menos de Harry, estaba programada otra salida aHogsmeadeparaelúltimofindesemanadeltrimestre.
—¡PodemoshacerallítodaslascomprasdeNavidad!—dijoHermione—.¡AmispadreslesencantaríaelhilodentalmentoladodeHoneydukes!
Resignadoaserelúnicodeterceroquenoiría,HarrylepidióprestadoaWoodsuejemplar deElmundode la escoba, y decidiópasar el día informándose sobre losdiferentesmodelos.Enlosentrenamientoshabíamontadoenunadelasescobasdelcolegio,unaantiguaEstrellaFugazmuylentaquevolabaatrompicones;estabaclaroquenecesitabaunaescobapropia.
La mañana del sábado de la excursión, se despidió de Ron y de Hermione,envueltosencapasybufandas,ysubiósololaescalerademármolqueconducíaalatorre de Gryffindor. Había empezado a nevar y el castillo estabamuy tranquilo ysilencioso.
—¡Pss,Harry!SediolavueltaamitaddelcorredordeltercerpisoyvioaFredyaGeorgequelo
mirabandesdedetrásdelaestatuadeunabrujatuertayjorobada.—¿Qué hacéis? —preguntó Harry con curiosidad—. ¿Cómo es que no estáis
caminodeHogsmeade?—Hemos venido a darte un poco de alegría antes de irnos —le dijo Fred
guiñándoleelojomisteriosamente—.Entraaquí…Leseñalóconlacabezaunaulavacíaqueestabaalaizquierdadelaestatuadela
bruja.HarryentródetrásdeFredyGeorge.Georgecerrólapuertasigilosamenteysevolvió,mirandoaHarryconunaampliasonrisa.
—Unregalonavideñoporadelantado,Harry—dijo.Fredsacóalgodedebajodelacapaylopusoenunamesa,haciendoconelbrazo
unademánrimbombante.Eraunpergaminogrande,cuadrado,muydesgastado.Noteníanadaescrito.Harry,sospechandoquefueraunadelasbromasdeFredyGeorge,lomirócondetenimiento.
—¿Quées?—Esto, Harry, es el secreto de nuestro éxito —dijo George, acariciando el
pergamino.
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—Nos cuesta desprendernos de él —dijo Fred—. Pero anoche llegamos a laconclusióndequetúlonecesitasmásquenosotros.
—Detodasformas,noslosabemosdememoria.Tuyoes.Anosotrosyanonoshacefalta.
—¿Yparaquénecesitounpergaminoviejo?—preguntóHarry.—¡Unpergaminoviejo!—exclamóFred,cerrandolosojosyhaciendounamueca
dedolor,comosiHarrylohubieraofendidogravemente—.Explícaselo,George.—Bueno, Harry… cuando estábamos en primero… y éramos jóvenes,
despreocupadose inocentes…—Harryse rió.DudabaqueFredyGeorgehubieransidoinocentesalgunavez—.Bueno,másinocentesdeloquesomosahora…tuvimosunpequeñoproblemaconFilch.
—Tiramosunabombafétidaenelpasilloysemolestó.—Asíquenosllevóasudespachoyempezóaamenazarnosconelhabitual…—…castigo…—…dedescuartizamiento…—…yfueinevitablequeviéramosenunodesusarchivadoresuncajónenque
ponía«Confiscadoyaltamentepeligroso».—Nomedigáis…—dijoHarrysonriendo.—Bueno, ¿qué habrías hecho tú? —preguntó Fred—. George se encargó de
distraerlolanzandootrabombafétida,yoabríatodaprisaelcajónycogí…esto.—No fue tanmalo comoparece—dijoGeorge—.CreemosqueFilchno sabía
utilizarlo. Probablemente sospechaba lo que era, porque si no, no lo habríaconfiscado.
—¿Ysabéisutilizarlo?—Sí—dijoFred, sonriendoconcomplicidad—.Estapequeñamaravillanosha
enseñadomásquetodoslosprofesoresdelcolegio.—Meestáistomandoelpelo—dijoHarry,mirandoelpergamino.—Ah,¿sí?¿Teestamostomandoelpelo?—dijoGeorge.Sacólavarita,tocóconellaelpergaminoypronunció:—Jurosolemnementequemisintencionesnosonbuenas.E inmediatamente, a partir del punto en que había tocado la varita deGeorge,
empezaron a aparecer unas finas líneas de tinta, como filamentos de telaraña. Seunieron unas con otras, se cruzaron y se abrieron en abanico en cada una de lasesquinasdelpergamino.Luegoempezaronaaparecerpalabrasen laparte superior.Palabrasencaracteresgrandes,verdesyfloreadosqueproclamaban:
LosseñoresLunático,Colagusano,CanutoyCornamentaproveedoresdeartículosparamagostraviesosestánorgullososdepresentar
ELMAPADELMERODEADOR
EraunmapaquemostrabacadadetalledelcastillodeHogwartsydesusterrenos.
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Pero lomás extraordinario eran las pequeñasmotas de tinta que semovíanpor él,cadaunaetiquetadaconunnombreescritoconletradiminuta.Estupefacto,Harryseinclinósobreelmapa.Unamotadelaesquinasuperiorizquierda,etiquetadaconelnombredelprofesorDumbledore,lomostrabacaminandoporsuestudio.Lagatadelportero, laSeñoraNorris, patrullabapor la segundaplanta, yPeeves se hallaba enaquelmomentoenlasaladelostrofeos,dandotumbos.YmientraslosojosdeHarryrecorríanlospasillosqueconocía,sepercatódeotracosa:aquelmapamostrabaunaseriedepasadizosenlosqueélnohabíaentradonunca.Muchosparecíanconducir…
—Exactamente a Hogsmeade —dijo Fred, recorriéndolos con el dedo—. Haysieteentotal.Ahorabien,Filchconoceestoscuatro.—Losseñaló—.Peronosotrosestamossegurosdequenadiemásconoceestosotros.Olvídatedeéstededetrásdelespejode lacuartaplanta.Lohemosutilizadohastael inviernopasado,peroahoraestá completamente bloqueado.Y en cuanto a éste, no creemos que nadie lo hayautilizadonunca,porqueelsauceboxeadorestáplantadojustoenlaentrada.PeroéstedeaquíllevadirectamentealsótanodeHoneydukes.Lohemosatravesadomontonesdeveces.Ylaentradaestáalladomismodeestaaula,comoquizáshayasnotado,enlajorobadelabrujatuerta.
—Lunático,Colagusano,Canuto yCornamenta—suspiróGeorge, señalando lacabeceradelmapa—.Lesdebemostanto…
—Hombres nobles que trabajaron sin descanso para ayudar a una nuevageneracióndequebrantadoresdelaley—dijoFredsolemnemente.
—Bien—añadióGeorge—.Noolvidesborrarlodespuésdehaberloutilizado.—Delocontrario,cualquierapodríaleerlo—dijoFredentonodeadvertencia.—Notienesmásquetocarloconlavaritaydecir:«¡Travesurarealizada!»,yse
quedaráenblanco.—Asíque,jovenHarry—dijoFred,imitandoaPercyadmirablemente—,pórtate
bien.—NosveremosenHoneydukes—ledijoGeorge,guiñándoleunojo.Salierondelaulasonriendoconsatisfacción.Harry se quedó allí,mirando elmapamilagroso.Vio que lamota de tinta que
correspondíaalaSeñoraNorrissevolvíaalaizquierdayseparabaaolfatearalgoenelsuelo.SirealmenteFilchnoloconocía,élnotendríaquepasarporelladodelosdementores.Peroinclusomientraspermanecíaallí,emocionado,recordóalgoqueenunaocasiónhabíaoídoalseñorWeasley:«Noconfíesennadaquepiensesinosabesdóndetieneelcerebro.»
AquelmapaparecíaunodeaquellospeligrososobjetosmágicoscontralosqueelseñorWeasleylesadvertía.«Artículosparamagostraviesos…»Ahorabien,meditóHarry, él sólo quería utilizarlo para ir aHogsmeade.No era lomismoque robar oatacaraalguien…YFredyGeorgelohabíanutilizadoduranteañossinqueocurrieranadahorrible.
HarryrecorrióconeldedoelpasadizosecretoquellevabaaHoneydukes.
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Entonces,muyrápidamente,comosiobedecieraunaorden,enrollóelmapa,seloescondióen la túnicay se fue a todaprisahacia lapuertadel aula.Laabrió cincocentímetros.Nohabíanadieallífuera.Conmuchocuidado,saliódelaulaysecolocódetrásdelaestatuadelabrujatuerta.
¿Quéteníaquehacer?Sacódenuevoelmapayvioconasombroqueenélhabíaaparecidounamotade tinta con el rótulo«HarryPotter».Estamota se encontrabaexactamente donde estaba el verdadero Harry, hacia la mitad del corredor de laterceraplanta.Harry lomiróconatención.Suotroyode tintaparecíagolpeara labruja con lavarita.Rápidamente,Harryextrajo suvaritay ledio a la estatuaunosgolpecitos. Nada ocurrió. Volvió a mirar el mapa. Al lado de la mota había undiminutoletrero,comounbocadillodetebeo.Decía:«Dissendio.»
—¡Dissendio!—susurróHarry,volviendoagolpearconlavaritalaestatuadelabruja.
Inmediatamente, la joroba de la estatua se abrió lo suficiente para que pudierapasarporellaunapersonadelgada.Harrymiróaambosladosdelcorredor,guardóelmapa,metió lacabezaporelagujeroyse impulsóhaciadelante.Sedeslizóporunlargo trecho de lo que parecía un tobogán de piedra y aterrizó en una tierra fría yhúmeda.Sepusoenpie,mirandoasualrededor.Estabatotalmenteoscuro.Levantólavarita,murmuró¡Lumos!,yvioqueseencontrabaenunpasadizomuyestrecho,bajoy cubierto de barro. Levantó el mapa, lo golpeó con la punta de la varita y dijo:«¡Travesurarealizada!»Elmapasequedóinmediatamenteenblanco.Lodoblóconcuidado,seloguardóenlatúnica,yconelcorazónlatiéndoleconfuerza,sintiéndosealmismotiempoemocionadoytemeroso,sepusoencamino.
El pasadizo se doblaba y retorcía,más parecido a lamadriguera de un conejogigante que a ninguna otra cosa. Harry corrió por él, con la varita por delante,tropezandodevezencuandoenelsueloirregular.
Tardómucho,peroaHarryleanimabalaideadellegaraHoneydukes.Despuésdeunahoramásomenos,elcaminocomenzóaascender.Jadeando,aceleróelpaso.Teníalacaracalienteylospiesmuyfríos.
Diezminutosdespués,llegóalpiedeunaescaleradepiedraqueseperdíaenlasalturas. Procurando no hacer ruido, comenzó a subir.Cien escalones, doscientos…perdiólacuentamientrassubíamirándoselospies…Luego,deimproviso,sucabezadioenalgoduro.Parecíaunatrampilla.Aguzóeloídomientrassefrotabalacabeza.Nooíanada.Muydespacio,levantóligeramentelatrampillaymiróporlarendija.
Seencontrabaenunsótanollenodecajasycajonesdemadera.Salióyvolvióabajar la trampilla. Se disimulaba tan bien en el suelo cubierto de polvo que eraimposiblequenadiesedieracuentadequeestabaallí.Harryanduvosigilosamentehacialaescalerademadera.Ahoraoíavoces,ademásdeltañidodeunacampanayelchirriardeunapuertaalabrirseycerrarse.
Mientrassepreguntabaquéharía,oyóabrirseotrapuertamuchomáscercadeél.Alguiensedirigíahaciaallí.
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—Ycogeotracajadebabosasdegelatina,querido.Casisehanacabado—dijounavozfemenina.
Un par de pies bajaba por la escalera. Harry se ocultó tras un cajón grande yaguardó a quepasaran.Oyóque el hombremovía unas cajas y las ponía contra lapareddeenfrente.Talveznosepresentaraotraoportunidad…
Rápidaysigilosamente,saliódelesconditeysubióporlaescalera.Almirarhaciaatrás vio un trasero gigantesco y una cabeza calva y brillantemetida en una caja.Harryllegóalapuertaqueestabaalfinaldelaescalera,laatravesóyseencontrótraselmostradordeHoneydukes.Agachólacabeza,salióagatasysevolvióaincorporar.
HoneydukesestabatanabarrotadadealumnosdeHogwartsquenadiesefijóenHarry.Pasópordetrásdeellos,mirandoasualrededor,ytuvoquecontenerlarisaalimaginarselacaraquepondríaDudleysipudieraverdóndeseencontraba.Latiendaestaballenadeestantesrepletosdelosdulcesmásapetitososquesepuedanimaginar.Cremosostrozosdeturrón,cubitosdeheladodecocodecolorrosabrillante,gruesoscaramelosdecaféconleche,cientosdechocolatesdiferentespuestosenfilas.Habíaunbarril enorme llenode grageas de todos los sabores y otro demeigas fritas, lasbolasdeheladolevitadordelasquelehabíahabladoRon.Enotraparedhabíadulcesdeefectosespeciales:Droobles,elmejorchicleparahacerglobos(podía llenarunahabitación de globos de color jacinto que tardaban días en explotar), la rara sedadentalconsaboramenta,diablillosnegrosdepimienta(«¡quemaatusamigosconelaliento!»);ratonesdehelado(«¡oyeatusdientesrechinarycastañetear!»);cremadementa en forma de sapo («¡realmente saltan en el estómago!»); frágiles plumas deazúcarhiladoycaramelosqueestallaban.
Harryseapretujóentreunamultituddechicosdesexto,yviounletrerocolgadoenelrincónmásapartadodelatienda(«Saboresinsólitos»).RonyHermioneestabandebajo,observandounabandejadepirulíesconsaborasangre.Harryselesacercóahurtadillaspordetrás.
—Uf, no, Harry no querrá de éstos. Creo que son para vampiros —decíaHermione.
—¿Yquétepareceesto?—dijoRonacercandountarrodecucarachasalanarizdeHermione.
—Aúnpeor—dijoHarry.ARoncasiselecayóelbote.—¡Harry! —gritó Hermione—. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo… cómo lo has
hecho…?—¡Ahíva!—dijoRonmuyimpresionado—.¡Hasaprendidoaaparecerte!—Porsupuestoqueno—dijoHarry.Bajólavozparaqueningunodelosdesexto
pudieraoírleylescontólodelmapadelmerodeador.—¿PorquéFredyGeorgenomelohandejadonunca?¡Sonmishermanos!—¡Pero Harry no se quedará con él!—dijo Hermione, como si la idea fuera
absurda—.SeloentregaráalaprofesoraMcGonagall.¿Aquesí,Harry?
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—¡No!—contestóHarry.—¿Estás loca? —dijo Ron, mirando a Hermione con ojos muy abiertos—.
¿Entregaralgotanestupendo?—¡Siloentregotendréqueexplicardóndeloconseguí!Filchseenteraríadeque
FredyGeorgeselocogieron.—Pero¿ySiriusBlack?—susurróHermione—. ¡Podríaestarutilizandoalguno
de los pasadizos del mapa para entrar en el castillo! ¡Los profesores tienen quesaberlo!
—No puede entrar por un pasadizo —dijo enseguida Harry—. Hay sietepasadizos secretos en el mapa, ¿verdad? Fred y George saben que Filch conocecuatro.Yencuantoalosotrostres…unoestábloqueadoynadielopuedeatravesar;otrotieneplantadoenlaentradaelsauceboxeador,deformaquenosepuedesalir;yelqueacabodeatravesaryo…,bien…,esrealmentedifícildistinguirlaentrada,ahíabajo,enelsótano…Asíqueamenosquesupieraqueseencontrabaallí…
Harrydudó.¿YsiBlacksabíaque laentradadelpasadizoestabaallí?Ron, sinembargo, se aclaró la garganta y señaló un rótulo que estaba pegado en la parteinteriordelapuertadelatienda:
PORORDENDELMINISTERIODEMAGIA
Se recuerda a los clientes que hasta nuevo aviso los dementorespatrullarán las calles cada noche después de la puesta de sol. Se hatomado esta medida pensando en la seguridad de los habitantes deHogsmeadeyselevantarátraslacapturadeSiriusBlack.Esaconsejable,porlotanto,quelosciudadanosfinalicenlascomprasmuchoantesdequesehagadenoche.
¡FelicesPascuas!
—¿Loveis?—dijoRonenvozbaja—.MegustaríaveraBlacktratandodeentraren Honeydukes con los dementores por todo el pueblo. De cualquier forma, lospropietariosdeHoneydukeslooiríanentrar,¿no?Vivenencimadelatienda.
—Sí,pero…—ParecíaqueHermioneseesforzabaporhallarnuevasobjeciones—.Mira, a pesar de loquedigas,Harrynodebería venir aHogsmeadeporquenotieneautorización.¡Sialguienlodescubreseveráenungraveaprieto!Ytodavíanohaanochecido:¿quéocurriríasiSiriusBlackaparecierahoy?¿Siaparecieraahora?
—PuesquelaspasaríamoradasparalocalizaraquíaHarry—dijoRon,señalandoconlacabezalanievedensaqueformabaremolinosalotroladodelasventanasconparteluz—.Vamos,Hermione,esNavidad.Harrysemereceundescanso.
Hermionesemordióellabio.Parecíamuypreocupada.—¿Mevasadelatar?—lepreguntóHarryconunasonrisa.—Claroqueno,pero,laverdad…—¿Hasvisto lasmeigas fritas,Harry?—preguntóRon, cogiéndolodelbrazoy
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llevándoselo hasta el tonel en que estaban—. ¿Y las babosas de gelatina? ¿Y laspíldorasácidas?Fredmediounacuandoteníasieteaños.Mehizounagujeroenlalengua. Recuerdo que mi madre le dio una buena tunda con la escoba.—Ron sequedópensativo,mirando lacajadepíldoras—.¿CreéisqueFredpicaríaycogeríaunacucarachasiledijeraquesoncacahuetes?
Despuésdepagarlosdulcesquehabíancogido,salieronlostresalaventiscadelacalle.
HogsmeadeeracomounapostaldeNavidad.Lastiendasycasitascontechumbrede paja estaban cubiertas por una capa de nieve crujiente. En las puertas habíaadornosnavideñosyfilasdevelasembrujadasquecolgabandelosárboles.
AHarrylediounescalofrío.AdiferenciadeRonyHermione,nohabíacogidosucapa.Subieronpor lacalle, inclinando lacabezacontraelviento.RonyHermionegritabanconlabocatapadaporlabufanda.
—Ahíestácorreos.—Zonkoestáallí.—PodríamosiralaCasadelosGritos.—Os propongo otra cosa—dijo Ron, castañeteando los dientes—. ¿Qué tal si
tomamosunacervezademantequillaenLasTresEscobas?AHarry leapetecíamuchísimo,porqueelvientoerahorribley tenía lasmanos
congeladas.Asíquecruzaronlacalleyalospocosminutosentraronenelbar.Estabacalentitoyllenodegente,debullicioydehumo.Unamujerguapayde
buenafiguraservíaaungrupodependencierosenlabarra.—Ésaes laseñoraRosmerta—dijoRon—.Voypor lasbebidas,¿eh?—añadió
sonrojándoseunpoco.HarryyHermionesedirigieronalapartetraseradelbar,dondequedabalibreuna
mesapequeña,entrelaventanayunbonitoárbolnavideño,al ladodelachimenea.Ronregresócincominutosmástardecontresjarrasdecalienteyespumosacervezademantequilla.
—¡FelicesPascuas!—dijolevantandolajarra,muycontento.Harrybebióhastaelfondo.Eralomásdeliciosoquehabíaprobadoenlavida,y
reconfortabacadacéluladelcuerpo.Unarepentinacorrientedeairelodespeinó.Sehabíavueltoaabrir lapuertade
LasTresEscobas.Harryechóunvistazoporencimadelajarraycasiseatragantó.ElprofesorFlitwickylaprofesoraMcGonagallacababandeentrarenelbarcon
una ráfaga de copos de nieve. Los seguía Hagrid muy de cerca, inmerso en unaconversación con un hombre corpulento que llevaba un sombrero hongo de colorverdelimayunacapaderayasfinas:eraCorneliusFudge,elministrodeMagia.Enmenosdeunsegundo,RonyHermioneobligaronaHarryaagacharseyescondersedebajodelamesa,empujándoloconlasmanos.Chorreandocervezademantequillayencuclillas,empuñandoconfuerzalajarravacía,Harryobservólospiesdelostresadultos,queseacercabanalabarra,sedetenían,sedabanlavueltayavanzabanhacia
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dondeélestaba.Hermionesusurró:—¡Mobiliarbo!ElárboldeNavidadquehabíaal ladode lamesaseelevóunoscentímetros,se
corrióhaciaunladoy,suavemente,sevolvióaposardelantedeellos,ocultándolos.Mirandoatravésdelasramasmásbajasydensas,Harryviolaspatasdecuatrosillasqueseseparabandelamesadeallado,yoyóalosprofesoresyalministroresoplarysuspirarmientrassesentaban.
Luegoviootropardepiesconzapatosdetacónaltoydecolorturquesabrillante,yoyóunavozfemenina:
—Unatacitadealhelí…—Paramí—indicólavozdelaprofesoraMcGonagall.—Doslitrosdehidromielcalienteconespecias…—Gracias,Rosmerta—dijoHagrid.—Unjarabedecerezaygaseosaconhieloysombrilla.—¡Mmm!—dijoelprofesorFlitwick,relamiéndose.—Elrondegrosellatienequeserparausted,señorministro.—Gracias, Rosmerta, querida —dijo la voz de Fudge—. Estoy encantado de
volveraverte.Tómatetúotro,¿quieres?Venyúneteanosotros…—Muchasgracias,señorministro.Harryvioalejarseyregresarlosllamativostacones.Sentíaloslatidosdelcorazón
enlagarganta.¿Cómonoselehabíaocurridoquetambiénparalosprofesoreseraelúltimo fin de semana del trimestre? ¿Cuánto tiempo se quedarían allí sentados?NecesitabatiempoparavolveraentrarenHoneydukesahurtadillassiqueríavolveralcolegioaquellanoche…AlapiernadeHermionelediountic.
—¿Qué le trae por estos pagos, señor ministro? —dijo la voz de la señoraRosmerta.
HarryviogirarselaparteinferiordelgruesocuerpodeFudge,comosiestuvieracomprobandoquenohabíanadiecerca.Luegodijoenvozbaja:
—¿Quévaaser,querida?SiriusBlack.MeimaginoquesabesloqueocurrióenelcolegioenHalloween.
—Sí,oíunrumor—admitiólaseñoraRosmerta.—¿Se lo contaste a todo el bar, Hagrid? —dijo la profesora McGonagall
enfadada.—¿Cree que Black sigue por la zona, señor ministro? —susurró la señora
Rosmerta.—Estoyseguro—dijoFudgeescuetamente.—¿Sabe que los dementores han registrado ya dos veces este local?—dijo la
señoraRosmerta—.Meespantaronatodalaclientela.Esfatalparaelnegocio,señorministro.
—Rosmerta querida, a mí no me gustan más que a ti —dijo Fudge con
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incomodidad—.Perosonprecaucionesnecesarias…Sonunmalnecesario.Acabodetropezarmeconalgunos:estánfuriososconDumbledoreporquenolosdejaentrarenlosterrenosdelcastillo.
—Menosmal—dijolaprofesoraMcGonagall tajantemente—.¿Cómoíbamosadarclaseconesosmonstruosrondandoporallí?
—Bien dicho, bien dicho —dijo el pequeño profesor Flitwick, cuyos piescolgabanatreintacentímetrosdelsuelo.
—Detodasformas—objetóFudge—,estánaquíparadefendernosdealgomuchopeor.TodossabemosdeloqueBlackescapaz…
—¿Sabéis?Todavíamecuestacreerlo—dijopensativalaseñoraRosmerta—.Detoda la gente que se pasó al lado Tenebroso, Sirius Black era el último del quehubierapensado…Quierodecir,lorecuerdocuandoeraunniñoenHogwarts.Simehubieraisdichoentoncesenquéseibaaconvertir,habríacreídoquehabíaistomadodemasiadohidromiel.
—No sabes lamitadde la historia,Rosmerta—dijoFudge con aspereza—.Lagentedesconocelopeor.
—¿Lopeor?—dijolaseñoraRosmertaconlavozimpregnadadecuriosidad—.¿Peorquemataratodaesagente?
—Desdeluego,esoquierodecir—dijoFudge.—Nopuedocreerlo.¿Quépodríaserpeor?—Dicesque te acuerdasde cuandoestabaenHogwarts,Rosmerta—susurró la
profesoraMcGonagall—.¿Sabesquiénerasumejoramigo?—Puesclaro—dijo laseñoraRosmerta riendo ligeramente—.Nuncaseveíaal
unosinelotro.¡Ladevecesqueestuvieronaquí!Siempremehacíanreír.¡Unpardecómicos,SiriusBlackyJamesPotter!
AHarryselecayólajarradelamano,produciendounfuerteruidodemetal.Ronledioconelpie.
—Exactamente—dijolaprofesoraMcGonagall—.BlackyPotter.Cabecillasdesupandilla.Losdoseranmuyinteligentes.Excepcionalmenteinteligentes.Creoquenuncahemostenidodosalborotadorescomoellos.
—Nosé—dijoHagrid, riendoentredientes—.FredyGeorgeWeasleypodríandejarlosatrás.
—¡Cualquiera habría dicho que Black y Potter eran hermanos! —terció elprofesorFlitwick—.¡Eraninseparables!
—¡Porsupuestoqueloeran!—dijoFudge—.PotterconfiabaenBlackmásqueenningúnotroamigo.Nadacambiócuandodejaronelcolegio.BlackfueelpadrinodebodacuandoJamessecasóconLily.LuegofueelpadrinodeHarry.Éstenosabenada,claro.Yatepuedesimaginarcuántoseimpresionaríasilosupiera.
—¿Porque Black se alió con Quien Ustedes Saben? —susurró la señoraRosmerta.
—Aún peor, querida… —Fudge bajó la voz y continuó en un susurro casi
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inaudible—.LosPotternoignorabanqueQuienTúSabesibatrasellos.Dumbledore,queluchabaincansablementecontraQuienTúSabes,teníaciertonúmerodeespías.Uno le dio el soplo y Dumbledore alertó inmediatamente a James y a Lily. Lesaconsejóocultarse.Bien,porsupuestoqueQuienTúSabesnoeraalguiendequienunosepudieraocultar fácilmente.Dumbledore lesdijoquesumejordefensaeraelencantamientoFidelio.
—¿Cómofuncionaeso?—preguntólaseñoraRosmerta,muertadecuriosidad.ElprofesorFlitwickcarraspeó.—Esunencantamientotremendamentecomplicado—dijoconvozdepito—que
suponeelocultamientomágicodealgodentrodeunasolamente.Lainformaciónseocultadentrode lapersonaelegida,queeselguardiánsecreto.Yen losucesivoesimposible encontrar lo que guarda, a menos que el guardián secreto opte pordivulgarlo.Mientras el guardián secreto se negara a hablar,QuienTúSabes podíaregistrar el pueblo en que estaban James y Lily sin encontrarlos nunca, aunquetuvieralanarizpegadaalaventanadelasalitadeestardelapareja.
—¿Así que Black era el guardián secreto de los Potter? —susurró la señoraRosmerta.
—Naturalmente —dijo la profesora McGonagall—. James Potter le dijo aDumbledorequeBlackdaríasuvidaantesderevelardóndeseocultaban,yqueBlackestaba pensando en ocultarse él también… Y aun así, Dumbledore seguíapreocupado.ÉlmismoseofreciócomoguardiánsecretodelosPotter.
—¿SospechabadeBlack?—exclamólaseñoraRosmerta.—Dumbledore estaba convencido de que alguien cercano a los Potter había
informado aQuien Tú Sabes de susmovimientos—dijo la profesoraMcGonagallconvozmisteriosa—.Dehecho, llevabaalgún tiemposospechandoqueennuestrobandoteníamosuntraidorquepasabainformaciónaQuienTúSabes.
—¿YapesardetodoJamesPotterinsistióenqueelguardiánsecretofueraBlack?—Asíes—confirmóFudge—.Yapenasunasemanadespuésdequesehubiera
llevadoacaboelencantamientoFidelio…—¿Blacklostraicionó?—musitólaseñoraRosmerta.—Desde luego.Black estaba cansado de su papel de espía. Estaba dispuesto a
declararabiertamentesuapoyoaQuienTúSabes.YparecequeteníalaintencióndehacerloenelmomentoenquemurieranlosPotter.Perocomosabemostodos,QuienTú Sabes sucumbió ante el pequeño Harry Potter. Con sus poderes destruidos,completamentedebilitado,huyó.YestodejóaBlackenunasituaciónincómoda.SuamohabíacaídoenelmismomomentoenqueBlackhabíadescubiertosujuego.Noteníaotraelecciónqueescapar…
—Sucioyasquerosotraidor—dijoHagrid,tanaltoquelamitaddelbarsequedóensilencio.
—Chist—dijolaprofesoraMcGonagall.—¡Me loencontré—bramóHagrid—, seguramente fuiyoelúltimoque lovio
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antesdequemataraatodaaquellagente!¡FuiyoquienrescatóaHarrydelacasadeLilyyJames,despuésdesuasesinato!Losaquédeentrelasruinas,pobrecito.Teníaunaheridagrandeenlafrenteysuspadreshabíanmuerto…YSiriusBlackaparecióenaquellamotovoladoraquesolíallevar.Nosemeocurriópreguntarmeloquehabíaidoahacerallí.NosabíaqueélhabíasidoelguardiánsecretodeLilyyJames.PenséquesehabíaenteradodelataquedeQuienVosotrosSabéisyhabíaacudidoparaverenquépodíaayudar.Estabapálidoytembloroso.¿Ysabéisloquehice? ¡MEPUSEA
CONSOLARAAQUELTRAIDORASESINO!—exclamóHagrid.—Hagrid,porfavor—dijolaprofesoraMcGonagall—,bajalavoz.—¿Cómoibaasaberyoquesuturbaciónnosedebíaaloqueleshabíapasadoa
Lily y a James? ¡Lo que le turbaba era la suerte de Quien Vosotros Sabéis! Yentoncesmedijo:«DameaHarry,Hagrid.Soysupadrino.Yocuidarédeél…»¡Ja!¡Pero yo tenía órdenes de Dumbledore y le dije a Black que no! DumbledoremehabíadichoqueHarryteníaqueiracasadesustíos.Blackdiscutió,peroalfinaltuvoque ceder. Me dijo que cogiera su moto para llevar a Harry hasta la casa de losDursley.«Nolanecesitoya»,medijo.Tendríaquehabermedadocuentadequehabíaalgoraroentodoaquello.Adorabasumoto.¿Porquémeladaba?¿Porquédecíaqueyanolanecesitaba?Laverdadesqueunamotodejademasiadashuellas,esmuyfácildeseguir.DumbledoresabíaqueéleraelguardiándelosPotter.Blackteníaquehuiraquella noche. Sabía que el Ministerio no tardaría en perseguirlo. Pero ¿y si lehubieraentregadoaHarry,eh?Apuestoaquelohabríaarrojadodelamotoenaltamar.¡Alhijodesumejoramigo!Yesquecuandounmagosepasaalladotenebroso,nohaynadaninadiequeleimporte…
TraslaperoratadeHagridhubounlargosilencio.Luego,laseñoraRosmertadijoconciertasatisfacción:
—Pero no consiguió huir, ¿verdad? El Ministerio de Magia lo atrapó al díasiguiente.
—¡Ah, si lohubiéramosencontradonosotros…!—dijoFudgeconamargura—.No fuimos nosotros, fue el pequeñoPeter Pettigrew: otro de los amigos de Potter.Enloquecidodedolor,sinduda,ysabiendoqueBlackeraelguardiánsecretodelosPotter,élmismolopersiguió.
—¿Pettigrew…? ¿Aquel gordito que lo seguía a todas partes? —preguntó laseñoraRosmerta.
—AdorabaaBlackyaPotter.Eransushéroes—dijolaprofesoraMcGonagall—.Noerataninteligentecomoellosyamenudoyoerabruscaconél.Podéisimaginaroscómomepesaahora…—Suvozsonabacomosituvieraunresfriadorepentino.
—Venga,venga,Minerva—ledijoFudgeamablemente—.Pettigrewmuriócomoun héroe. Los testigos oculares (muggles, por supuesto, tuvimos que borrarles lamemoria…) nos contaron que Pettigrew había arrinconado a Black. Dicen quesollozaba:«¡ALilyyaJames,Sirius!¿Cómopudiste…?»Yentoncessacólavarita.Aunque,claro,Blackfuemásrápido.HizopolvoaPettigrew.
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LaprofesoraMcGonagallsesonólanarizydijoconvozllorosa:—¡Quéchicomásalocado,québobo!Siemprefuemuymaloenlosduelos.Tenía
quehabérselodejadoalMinisterio…—OsdigoquesiyohubieraencontradoaBlackantesquePettigrew,nohabría
perdidoel tiempoconvaritas…Lohabríadescuartizado,miembropormiembro—gruñóHagrid.
—Nosabesloquedices,Hagrid—dijoFudgeconbrusquedad—.Nadiesalvolosmuy preparadosMagos de Choque del Grupo de OperacionesMágicas EspecialeshabríatenidounaoportunidadcontraBlack,despuésdehaberloacorralado.EnaquelentoncesyoeraelsubsecretariodelDepartamentodeCatástrofesenelMundodelaMagia, y fui uno de los primeros en personarse en el lugar de los hechos cuandoBlackmató a toda aquella gente.Nunca, nunca loolvidaré.Todavía a veces sueñocon ello. Un cráter en el centro de la calle, tan profundo que había reventado lasalcantarillas. Había cadáveres por todas partes. Muggles gritando. Y Black allí,riéndose, con los restos de Pettigrew delante…Una túnicamanchada de sangre yunos…unostrozosdesucuerpo.
LavozdeFudgesedetuvoderepente.Cinconaricessesonaron.—Bueno,ahílotienes,Rosmerta—dijoFudgeconlavoztomada—.ABlackse
lo llevaron veinte miembros del Grupo de Operaciones Mágicas Especiales, yPettigrewfueinvestidoCaballerodeprimeraclasedelaOrdendeMerlín,quecreoquefuedealgúnconsueloparasupobremadre.BlackhaestadodesdeentoncesenAzkaban.
LaseñoraRosmertadiounlargosuspiro.—¿Esciertoqueestáloco,señorministro?—Me gustaría poder asegurar que lo estaba—dijo Fudge—. Ciertamente creo
queladerrotadesuamolotrastornódurantealgúntiempo.ElasesinatodePettigrewyde todosaquellosmuggles fue laaccióndeunhombreacorraladoydesesperado:cruel,inútil,sinsentido.Sinembargo,enmiúltimainspeccióndeAzkabanpudevera Black. La mayoría de los presos que hay allí hablan en la oscuridad consigomismos. Han perdido el juicio… Pero me quedé sorprendido de lo normal queparecíaBlack.Estuvohablandoconmigocontotalsensatez.Fuedesconcertante.Mediolaimpresióndequeseaburría.Mepreguntósihabíaacabadodeleerelperiódico.Tanserenocomoospodáisimaginar,medijoqueechabademenosloscrucigramas.Sí,mequedéestupefactoalcomprobarelescasoefectoquelosdementoresparecíantenersobreél.Yéleraunode losqueestabanmásvigiladosenAzkaban,¿sabéis?Teníadementoresantelapuertadíaynoche.
—Pero¿quépretendeal fugarse?—preguntó la señoraRosmerta—. ¡Diosmío,señorministro!NointentaráreunirseconQuienUstedSabe,¿verdad?
—Me atrevería a afirmar que es su… su… objetivo final —respondió Fudgeevasivamente—. Pero esperamos atraparlo antes. Tengo que decir que Quien TúSabes, solo y sin amigos, es una cosa… pero con su más devoto seguidor, me
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estremezcoalpensarlopocoquetardaráenvolveraalzarse…Hubounsonidohueco,comocuandoelvidriogolpea lamadera.Alguienhabía
dejadosuvaso.—Si tienequecenar coneldirector,Cornelius, lomejor seráquenosvayamos
acercandoalcastillo.Todos los pies que había ante Harry volvieron a soportar el cuerpo de sus
propietarios.LaparteinferiordelascapassebalanceóylosllamativostaconesdelaseñoraRosmertadesaparecierontraselmostrador.Volvióaabrirse lapuertadeLasTresEscobas,entróotraráfagadenieveylosprofesoresdesaparecieron.
—¿Harry?Las caras de Ron y Hermione se asomaron bajo la mesa. Los dos lo miraron
fijamente,sinsaberquédecir.
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H
CAPÍTULO11
LaSaetadeFuego
ARRYnosabíamuybiencómose lashabíaapañadopara regresaral sótanodeHoneydukes,atravesarelpasadizoyentrarenelcastillo.Loúnicoquesabíaera
queelviajedevueltaparecíanohaberlecostadoapenastiempoyquenosedabamuyclara cuenta de lo que hacía, porque en su cabeza aún resonaban las frases de laconversaciónqueacababadeoír.
¿Porquénadielehabíaexplicadonadadeaquello?Dumbledore,Hagrid,elseñorWeasley,CorneliusFudge…¿Porquénadielehabíaexplicadonuncaquesuspadreshabíanmuertoporqueleshabíatraicionadosumejoramigo?
Ron y Hermione observaron intranquilos a Harry durante toda la cena, sinatreverseadecirnadasobreloquehabíanoído,porquePercyestabasentadocerca.Cuandosubieronalasalacomúnatestadadegente,descubrieronqueFredyGeorge,enunarrebatodealegríamotivadoporlasinminentesvacacionesdeNavidad,habíanlanzadomediadocenadebombasfétidas.Harry,quenoqueríaqueFredyGeorgelepreguntaransihabíaidoonoaHogsmeade,sefueahurtadillashastaeldormitoriovacíoyabrióelarmario.Echótodosloslibrosaunladoyrápidamenteencontróloquebuscaba: el álbumde fotosencuadernadoenpielqueHagrid lehabía regaladohacíadosaños,queestaballenodefotosmágicasdesuspadres.Sesentóensucama,corriólascortinasycomenzóapasarlaspáginashastaque…
Sedetuvoenunafotodelabodadesuspadres.Supadresaludabaconlamano,con una amplia sonrisa. El pelo negro y alborotado que Harry había heredado selevantaba en todas direcciones. Sumadre, radiante de felicidad, estaba cogida delbrazo de su padre. Y allí… aquél debía de ser. El padrino. Harry nunca le habíaprestadoatención.
Sinohubierasabidoqueeralamismapersona,nohabríareconocidoaBlackenaquellaviejafotografía.Surostronoestabahundidoyamarillentocomolacera,sinoque era hermoso y estaba lleno de alegría. ¿Trabajaría ya para Voldemort cuandosacaronaquellafoto?¿Planeabayalamuertedelasdospersonasquehabíaasulado?¿Sedabacuentadeque tendríaquepasardoceañosenAzkaban,doceañosque lo
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dejaríanirreconocible?«Pero los dementores no le afectan —pensó Harry, fijándose en aquel rostro
agradableyrisueño—.Notienequeoírlosgritosdemimadrecuandoseaproximandemasiado…»
Harry cerró de golpe el álbum y volvió a guardarlo en el armario. Se quitó latúnica y las gafas y se metió en la cama, asegurándose de que las cortinas loocultabandelavista.
Seabriólapuertadeldormitorio.—¿Harry?—preguntóladubitativavozdeRon.PeroHarrysequedóquieto,simulandoquedormía.OyóaRonquesalíadenuevo
ysediolavueltaparaponersebocaarriba,conlosojosmuyabiertos.Sintiócorreratravésde susvenas, comoveneno,unodioquenuncahabía conocido.Podíaver aBlack riéndosedeél en laoscuridad, comosi tuvierapegadaa losojos la fotodelálbum.Veía,comoenunapelícula,aSiriusBlackhaciendoquePeterPettigrew(queseparecíaaNevilleLongbottom)volaraenmilpedazos.Oía(aunquenosabíacómoseríalavozdeBlack)unmurmullobajoyvehemente:«Yaestá,Señor,losPottermehanhecho suguardián secreto…»Yentoncesaparecíaotravozque se reíaconuntimbremuyagudo,lamismarisaqueHarryoíadentrodesucabezacadavezquelosdementoresseleacercaban.
—Harry…,tienesunaspectohorrible.Harry no había podido pegar el ojo hasta el amanecer. Al despertarse, había
halladoeldormitoriodesierto,sehabíavestidoybajadolaescaleradecaracolhastalasalacomún,dondenohabíanadiemásqueRon,quesecomíaunsapodementaysefrotabaelestómago,yHermione,quehabíaextendidosusdeberesportresmesas.
—¿Dóndeestátodoelmundo?—preguntóHarry.—¡Sehanido!Hoyempiezanlasvacaciones,¿noteacuerdas?—preguntóRon,
mirando a Harry detenidamente—. Es ya casi la hora de comer. Pensaba ir adespertartedentrodeunminuto.
Harrysesentóenunasillaalladodelfuego.Alotroladodelasventanas,lanieveseguíacayendo.Crookshanksestabaextendidodelantedelfuego,comounfelpudodepelocanela.
—Esverdadquenotienesbuenaspecto,¿sabes?—dijoHermione,mirándolelacaraconpreocupación.
—Estoybien—dijoHarry.—Escucha,Harry—dijoHermione,cambiandoconRonunamirada—.Debesde
estar realmente disgustado por lo que oímos ayer. Pero no debes hacer ningunatontería.
—¿Comoqué?—dijoHarry.—ComoirdetrásdeBlack—dijoRon,tajante.
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Harry se dio cuenta de que habían ensayado aquella conversación mientras élestabadormido.Nodijonada.
—Noloharás.¿Verdadqueno,Harry?—dijoHermione.—PorquenovalelapenamorirporBlack—dijoRon.Harrylosmiró.Noentendíannada.—¿Sabéis qué veo y oigo cada vez que se me acerca un dementor?—Ron y
Hermionenegaronconlacabeza,contemor—.OigoamimadrequegritaeimploraaVoldemort.Ysivosotrosescucharaisavuestramadregritandodeesemodo,apuntodeserasesinada,noloolvidaríaisfácilmente.YsidescubrieraisquealguienqueenprincipioeraamigosuyolahabíatraicionadoylehabíaenviadoaVoldemort…
—No puedes hacer nada —dijo Hermione con aspecto afligido—. Losdementores atraparán aBlack, lomandarán otra vez aAzkaban… ¡y se llevará sumerecido!
—Yaoísteis loquedijoFudge.ABlackno le afectaAzkabancomoa lagentenormal.Noesuncastigoparaélcomoloesparalosdemás.
—Entonces,¿quépretendes?—dijoRonmuytenso—.¿Acasoquieres…mataraBlack?
—Noseastonto—dijoHermione,conmiedo—.Harrynoquieremataranadie,¿verdadqueno,Harry?
Harryvolvióaquedarsecallado.Nosabíaquépretendía.LoúnicoquesabíaesquelaideadenohacernadamientrasBlackestabalibreerainsoportable.
—Malfoy sabe algo—dijo de pronto—. ¿Os acordáis de lo queme dijo en laclasedePociones?«Peroentucaso,yobuscaríavenganza.Locazaríayomismo.»
—¿Vas a seguir el consejo deMalfoy y no el nuestro?—dijo Ron furioso—.Escucha… ¿sabes lo que recibió a cambio la madre de Pettigrew después de queBlacklomatara?Mipadremelodijo:laOrdendeMerlín,primeraclase,yeldedodePettigrewdentrodeunacaja.Fueeltrozomayordeélquepudieronencontrar.Blackestáloco,Harry,yesmuypeligroso.
—ElpadredeMalfoydebedehaberlecontadoalgo—dijoHarry,sinhacercasodelasexplicacionesdeRon—.PertenecíaalcírculodeallegadosdeVoldemort.
—LlámaloQuienTúSabes,¿quiereshacerelfavor?—repusoRonenfadado.—Entonces está claro que los Malfoy sabían que Black trabajaba para
Voldemort…—¡Y a Malfoy le encantaría verte volar en mil pedazos, como Pettigrew!
Contrólate. Lo único que quiereMalfoy es que tematen antes de que tengáis queenfrentarosenelpartidodequidditch.
—Harry, por favor—dijo Hermione, con los ojos brillantes de lágrimas—, sésensato.Blackhizoalgoterrible,terrible.Perono…notepongasenpeligro.EsoesloqueBlackquiere…Estaríasmetiéndoteen labocadel lobosi fuerasabuscarlo.Tus padres no querrían que te hiciera daño, ¿verdad? ¡No querrían que fueras abuscaraBlack!
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—Nosabrénuncaloquequerrían,porqueporculpadeBlacknohehabladoconellosnunca—dijoHarryconbrusquedad.
HubounsilencioenelqueCrookshanks seestiróvoluptuosamente,sacando lasgarras.ElbolsillodeRonseestremeció.
—Mira —dijo Ron, tratando de cambiar de tema—, ¡estamos en vacaciones!¡CasiesNavidad!VamosaveraHagrid.Nolehemosvisitadodesdehaceunmontóndetiempo.
—¡No!—dijo Hermione rápidamente—. Harry no debe abandonar el castillo,Ron.
—Sí, vamos —dijo Harry incorporándose—. ¡Y le preguntaré por qué nomencionónuncaaBlackalhablarmedemispadres!
SeguirdiscutiendosobreSiriusBlacknoeraloqueRonhabíapretendido.—Podríamos echar una partida de ajedrez —dijo apresuradamente—. O de
gobstones.Percydejóunjuego.—No.VamosaveraHagrid—dijoHarryconfirmeza.Así que recogieron las capas de los dormitorios y se pusieron en camino,
cruzandoelagujerodelretrato(«¡Enguardia,felones,malandrines!»).Recorrieronelcastillovacíoysalieronporlaspuertasprincipalesderoble.
Caminaron lentamente por el césped, dejando sus huellas en la nieve blanda ybrillante,mojando y congelando los calcetines y el borde inferior de las capas. Elbosque prohibido parecía ahora encantado. Cada árbol brillaba como plata y lacabañadeHagridparecíaunatartahelada.
Ronllamóalapuerta,peronoobtuvorespuesta.—Nohabrásalido,¿verdad?—preguntóHermione,temblandobajolacapa.Ronpególaorejaalapuerta.—Hayunruidoextraño—dijo—.Escuchad.¿EsFang?HarryyHermione tambiénpegaroneloídoa lapuerta.Dentrode la cabaña se
oíanunossuspirosdedolor.—¿Pensáisquedeberíamosirabuscaraalguien?—dijoRon,nervioso.—¡Hagrid!—gritóHarry,golpeandolapuerta—.Hagrid,¿estásahí?Hubounrumordepasosylapuertaseabrióconunchirrido.Hagridestabaallí,
conlosojosrojosehinchados,conlágrimasquelesalpicabanlapartedelanteradelchalecodecuero.
—¡Lohabéisoído!—gritó,ysearrojóalcuellodeHarry.Como Hagrid tenía un tamaño que era por lo menos el doble de lo normal,
aquellonoeracuestiónderisa.Harryestuvoapuntodecaerbajoelpesodelotro,peroRon yHermione lo rescataron, cogieron aHagrid cada uno de un brazo y lometieronenlacabaña,conlaayudadeHarry.Hagridsedejóllevarhastaunasillaysederrumbósobrelamesa,sollozandodeformaincontrolada.Teníaelrostrollenodelágrimasquelegoteabansobrelabarbarevuelta.
—¿Quépasa,Hagrid?—lepreguntóHermioneaterrada.
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Harryviosobrelamesaunacartaqueparecíaoficial.—¿Quées,Hagrid?Hagridredoblólossollozos,entregándolelacartaaHarry,quelaleyóenvozalta:
EstimadoSeñorHagrid:Enrelaciónconnuestraindagaciónsobreelataquedeunhipogrifoa
unalumnoquetuvolugarenunadesusclases,hemosaceptadolagarantíadel profesor Dumbledore de que usted no tiene responsabilidad en tanlamentableincidente.
—Estupendo,Hagrid—dijoRon,dándoleunapalmaditaenelhombro.Pero Hagrid continuó sollozando y movió una de sus manos gigantescas,
invitandoaHarryaquesiguieraleyendo.
Sin embargo, debemos hacer constar nuestra preocupación en lo queconciernealmencionadohipogrifo.Hemosdecididodarcursoa laquejaoficial presentada por el señorLuciusMalfoy, y este asunto será, por lotanto, llevado ante la Comisión para las Criaturas Peligrosas. La vistatendrálugareldía20deabril.Lerogamosquesepresenteconelhipogrifoen las oficinas londinenses de laComisión, en el día indicado.Mientrastanto,elhipogrifodeberápermaneceratadoyaislado.
Atentamente…
SeguíalarelacióndelosmiembrosdelConsejoEscolar.—¡Vaya!—dijoRon—.Pero,segúnnoshasdicho,Hagrid,Buckbeaknoesmalo.
Seguroqueloconsideraninocente.—No conoces a los monstruos que hay en la Comisión para las Criaturas
Peligrosas…—dijoHagridconvozahogada,secándoselosojosconlamanga—.Lahantomadoconlosanimalesinteresantes.
Un ruido repentino, procedente de un rincón de la cabaña deHagrid, hizo queHarry,RonyHermionesevolvieran.Buckbeak, elhipogrifo, estabaacostadoenelrincón,masticandoalgoquellenabadesangreelsuelo.
—¡No podía dejarlo atado fuera, en la nieve! —dijo con la voz anegada enlágrimas—.¡Completamentesolo!¡EnNavidad!
Harry,RonyHermione semiraron.Nuncahabían coincidido conHagrid en loque él llamaba «animales interesantes» y otras personas llamaban «monstruosterroríficos».PeroBuckbeaknoparecíamaloenabsoluto.Dehecho,ajuzgarporloshabitualesparámetrosdeHagrid,eraunaverdaderaricura.
—Tendrásquepresentarunabuenadefensa,Hagrid—dijoHermionesentándosey posando una mano en el enorme antebrazo de Hagrid—. Estoy segura de quepuedesdemostrarqueBuckbeaknoespeligroso.
—¡Daráigual!—sollozóHagrid—.LuciusMalfoytienemetidosenelbolsilloa
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todosesosdiablosdelaComisión.¡Letienenmiedo!Ysipierdoelcaso,Buckbeak…Sepasóeldedoporelcuello,ensentidohorizontal.Luegogimióyseechóhacia
delante,hundiendoelrostroenlosbrazos.—¿YDumbledore?—preguntóHarry.—Yahahechopormímásquesuficiente—gimióHagrid—.Conmanteneralos
dementoresfueradelcastilloyconSiriusBlackacechando,yatienebastante.Ron y Hermione miraron rápidamente a Harry, temiendo que comenzara a
reprender a Hagrid por no contarle toda la verdad sobre Black. Pero Harry no seatrevíaahacerlo.PorlomenosenaquelmomentoenqueveíaaHagridtantristeyasustado.
—Escucha, Hagrid—dijo—, no puedes abandonar. Hermione tiene razón. Loúnicoquenecesitasesunabuenadefensa.Nospuedesllamarcomotestigos…
—Estoyseguradequeheleídoalgosobreuncasodeagresiónconhipogrifo—dijo Hermione pensativa— donde el hipogrifo quedaba libre. Lo consultaré y teinformarédequésucedióexactamente.
Hagrid lanzó un gemido aún más fuerte. Harry y Hermione miraron a Ronimplorándoleayuda.
—Eh…¿preparounté?—preguntóRon.Harrylomirósorprendido—.Esloquehace mi madre cuando alguien está preocupado —musitó Ron encogiéndose dehombros.
Porfin,despuésdequeleprometieranayudamásvecesyconunahumeantetazadetédelante,Hagridsesonólanarizconunpañuelodeltamañodeunmantel,ydijo:
—Tenéisrazón.Nopuedodejarmeabatir.Tengoquerecobrarme…Fang,eljabalinero,saliótímidamentededebajodelamesayapoyólacabezaen
unarodilladeHagrid.—Estosdíasheestadomuyraro—dijoHagrid,acariciandoaFangconunamano
ylimpiándoselaslágrimasconlaotra—.HeestadomuypreocupadoporBuckbeakyporqueanadielegustanmisclases.
—Deverdadquenosgustan—seapresuróamentirHermione.—¡Sí, son estupendas!—dijoRon, cruzando losdedosbajo lamesa—. ¿Cómo
estánlosgusarajos?—Muertos—dijoHagridcontristeza—.Demasiadalechuga.—¡Oh,no!—exclamóRon.Ellabioletemblaba.—Y los dementores me hacen sentir muy mal —añadió Hagrid, con un
estremecimientorepentino—.CadavezquequierotomaralgoenLasTresEscobas,tengoquepasarjuntoaellos.EscomoestarotravezenAzkaban.
Sequedócallado,bebiéndoseelté.Harry,RonyHermionelomirabansinaliento.No lehabíanoídonuncamencionarsuestanciaenAzkaban.Despuésdeunabrevepausa,Hermionelepreguntócontimidez:
—¿TanhorribleesAzkaban,Hagrid?—Notepuedeshacerniidea—respondióHagrid,envozbaja—.Nuncamehabía
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encontrado en un lugar parecido. Pensé que me iba a volver loco. No paraba derecordar cosas horribles: el día queme echaron deHogwarts, el día quemuriómipadre,eldíaquetuvequedesprendermedeNorberto…—Selellenaronlosojosdelágrimas.NorbertoeralacríadedragónqueHagridhabíaganadociertavezenunapartidadecartas—.Alcabodeuntiempounonorecuerdaquiénes.Ypierdeeldeseodeseguirviviendo.Yohubieraqueridomorirmientrasdormía.Cuandomesoltaron,fuecomovolveranacer,todaslascosasvolvíanaaparecerantemí.Fuemaravilloso.Sinembargo,losdementoresnoqueríandejarmemarchar.
—¡Perosierasinocente!—exclamóHermione.Hagridresopló.—¿Y crees que eso les importa? Les da igual. Mientras tengan doscientas
personas a quienes extraer la alegría, les importa un comino que sean culpables oinocentes.—Hagridsequedócalladoduranteunrato,conlavistafijaensutazadeté. Luego añadió en voz baja—: Había pensado liberar a Buckbeak, para que sealejaravolando…Pero¿cómoseleexplicaaunhipogrifoquetienequeesconderse?Y…medamiedotransgredir la ley…—Losmiró,con lágrimascayendodenuevoporsurostro—.NoquisieravolveraAzkaban.
LavisitaalacabañadeHagrid,aunquenohabíaresultadodivertida,habíatenidoelefecto que Ron yHermione deseaban. Harry no se había olvidado de Black, perotampocopodíaestarrumiandocontinuamentesuvenganzayalmismotiempoayudaraHagridaganarsucaso.Él,RonyHermionefueronaldíasiguientealabibliotecayvolvieronalasalacomúncargadosconlibrosquepodíanserdeayudaparaprepararladefensadeBuckbeak.Los tres se sentarondelantedel abundante fuego,pasandolentamentelaspáginasdelosvolúmenespolvorientosquetratabandecasosfamososdeanimalesmerodeadores.Cuandoalgunoencontrabaalgorelevante,locomentabaalosotros.
—Aquíhayalgo.Hubouncaso,enmilsetecientosveintidós…peroelhipogrifofuedeclaradoculpable.¡Uf!Miradloquelehicieron.Esrepugnante.
—Estopodríasernosútil.Mirad.Unamantícoraatacóaalguiensalvajementeenmil doscientos noventa y seis y fue absuelta… ¡Oh, no! Lo fue porque a todo elmundoledabademasiadomiedoacercarse…
Entretanto, en el resto del castillo habían colgado los acostumbrados adornosnavideños, que eranmagníficos, a pesar de que apenas quedaban estudiantes paraapreciarlos.En loscorredorescolgabanguirnaldasdeaceboymuérdago;dentrodecada armadura brillaban luces misteriosas; y en el vestíbulo los doce habitualesárbolesdeNavidadbrillabanconestrellasdoradas.Enlospasilloshabíaunfuerteydeliciosoolor a comidaque, antes deNochebuena, sehabíahecho tanpotentequeinclusoScabberssacólanarizdelbolsillodeRonparaolfatear.
LamañanadeNavidad,RondespertóaHarrytirándolelaalmohada.
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—¡Despierta,losregalos!Harry cogió las gafas y se las puso. Entornando los ojos para ver en la
semioscuridad,miróalospiesdelacama,dondesealzabaunapequeñamontañadepaquetes.Ronrasgabayaelpapeldesusregalos.
—Otrojerseydemamá.Marrónotravez.Miraaversitútienesotro.Harryteníaotro.LaseñoraWeasleylehabíaenviadounjerseyrojoconelleónde
Gryffindorenlapartededelante,unadocenadepastascaseras,untrozodepastelyuna caja de turrón.Al retirar las cosas, vio un paquete largo y estrecho que habíadebajo.
—¿Quéeseso?—preguntóRonmirandoelpaqueteysosteniendoenlamanoloscalcetinesmarronesqueacababadedesenvolver.
—Nosé…Harryabrióelpaqueteyahogóungritoalverrodarsobrelacolchaunaescoba
magníficaybrillante.Rondejócaer loscalcetinesysaltóde lacamaparaverladecerca.
—Nopuedocreerlo—dijoconlavozquebradaporlaemoción.EraunaSaetadeFuego, idéntica a la escobade ensueñoqueHarryhabía ido averdiariamente a latiendadelcallejónDiagon.ElpalobrillóencuantoHarrylepusolamanoencima.Lasentía vibrar. La soltó y quedó suspendida en el aire, a la altura justa para que élmontara.Susojospasabandelnúmerodoradodelamatrículaalasramitasdeabedulaerodinámicasyperfectamentelisasqueformabanlacola.
—¿Quiéntelahaenviado?—preguntóRonenvozbaja.—Miraaversihaytarjeta—dijoHarry.Ronrasgóelpapelenqueibaenvueltalaescoba.—¡Nada!Caramba,¿quiénsegastaríatantodineroenhacerteunregalo?—Bueno—dijoHarry,atónito—.EstoysegurodequenofueronlosDursley.—EstoysegurodequefueDumbledore—dijoRon,dandovueltasalrededordela
Saeta de Fuego, admirando cada centímetro—. Te envió anónimamente la capainvisible…
—Habíasidodemipadre—dijoHarry—.Dumbledorese limitóa remitírmela.Nosegastaríaenmícientosdegaleones.Nopuedeirregalandoalosalumnoscosasasí.
—Éseeselmotivoporelquenopodríaadmitirquefueél—dijoRon—.Porsialgún imbécil como Malfoy lo acusaba de favoritismo. ¡Malfoy! —Ron se rióestruendosamente—.¡Yaveráscuandoteveamontadoenella!¡Sepondráenfermo!¡Éstaesunaescobadeprofesional!
—Nomelopuedocreer—musitóHarry,pasandolamanoporlaSaetadeFuegomientrasRonseretorcíadelarisaenlacamadeHarry,pensandoenMalfoy.
—¿Quién…?—Yasé…quiénhapodidoser…¡Lupin!—¿Qué?—dijoHarry,riéndosetambién—.¿Lupin?Mira,situvieratantodinero,
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podríacomprarseunatúnicanueva.—Sí,perolecaesbien—dijoRon—.CuandotuNimbussehizoañicos,élestaba
fuera, pero tal vez se enterase y decidiera acercarse al callejón Diagon paracomprártela.
—¿Queestabafuera?—preguntóHarry—.Duranteelpartidoestabaenfermo.—Bueno, no se encontraba en la enfermería —dijo Ron—. Yo estaba allí
limpiandolosorinales,porelcastigodeSnape,¿teacuerdas?HarrymiróaRonfrunciendoelentrecejo.—NomeimaginoaLupinhaciendounregalocomoéste.—¿Dequéosreíslosdos?HermioneacababadeentrarconelcamisónpuestoyllevandoaCrookshanks,que
noparecíacontentoconelcordóndeoropelquellevabaalcuello.—¡No lo metas aquí! —dijo Ron, sacando rápidamente a Scabbers de las
profundidadesdelacamaymetiéndoselaenelbolsillodelpijama.PeroHermionenolehizocaso.DejóaCrookshanksenlacamavacíadeSeamusycontemplólaSaetadeFuegoconlabocaabierta.
—¡Vaya,Harry!¿Quiéntelahaenviado?—Notengoniidea.Notraíatarjeta.Ante su sorpresa,Hermione no estaba emocionada ni intrigada.Antes bien, se
ensombreciósurostroysemordióellabio.—¿Quéteocurre?—lepreguntóRon.—Nosé—dijoHermione—.Peroesraro,¿noosparece?Loquequierodecires
queesunaescobamagnífica,¿verdad?Ronsuspiróexasperado:—Eslamejorescobaqueexiste,Hermione—aseguró.—Asíquedebedesercarísima…—ProbablementecostómásquetodaslasescobasdeSlytherinjuntas—dijoRon
concararadiante.—Bueno,¿quiénenviaríaaHarryalgotancarosinsiquieradecirquiénes?—¿Yquémásda?—preguntóRoncon impaciencia—.Escucha,Harry,¿puedo
darunavueltaenella?¿Puedo?—Creoqueporelmomentonadiedeberíamontarenesaescoba—dijoHermione.HarryyRonlamiraron.—¿QuécreesquevaahacerHarryconella?¿Barrerelsuelo?—preguntóRon.PeroantesdequeHermionepudieraresponder,Crookshankssaltódesdelacama
deSeamusalpechodeRon.—¡LLÉVATELODEAQUÍ!—bramóRon,notandoque lasgarrasdeCrookshanks le
rasgabanelpijamayqueScabbersintentabaunahuidadesesperadaporencimadesuhombro.CogióaScabberspor lacolayfueapropinarunpuntapiéaCrookshanks,pero calculómal y le dio al baúl deHarry, volcándolo. Ron se puso a dar saltos,aullandodedolor.
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A Crookshanks se le erizó el pelo. Un silbido agudo y metálico llenó eldormitorio.ElchivatoscopiodebolsillosehabíasalidodelosviejoscalcetinesdetíoVernonydabavueltasencendidoenmediodeldormitorio.
—¡Semehabíaolvidado!—dijoHarry,agachándoseycogiendoelchivatoscopio—.Nuncamepongoesoscalcetinessipuedoevitarlo…
Enlapalmadelamano,elchivatoscopiosilbabaygiraba.Crookshankslebufabayenseñabaloscolmillos.
—Seríamejorquesacarasdeaquíaesegato—dijoRonfurioso.EstabasentadoenlacamadeHarry,frotándoseeldedogordodelpie—.¿Nopuedeshacerquepareesechisme?—preguntóaHarrymientrasHermionesalíaazancadasdeldormitorio,losojosamarillosdeCrookshankstodavíamaliciosamentefijosenRon.
Harry volvió ameter el chivatoscopio en los calcetines y éstos en el baúl. Loúnicoqueseoyóentonces fueron losgemidoscontenidosdedolory rabiadeRon.Scabbersestabaacurrucadaensusmanos.HacíatiempoqueHarrynolaveía,porquesiempreestabametidaenelbolsillodeRon,ylesorprendiódesagradablementeverque Scabbers, antaño gorda, ahora estaba esmirriada; además, se le habían caídopartesdelpelo.
—Notienebuenaspecto,¿verdad?—observóHarry.—¡Eselestrés!—dijoRon—.¡Siesaestúpidaboladepeloladejaraenpaz,se
encontraríaperfectamente!PeroHarry,acordándosedequelamujerdelatiendadeanimalesmágicoshabía
dichoquelasratassólovivíantresaños,nopudodejardepensarque,amenosqueScabbers tuviera poderes que nunca había revelado, estaba llegando al final de suvida.YapesardelasfrecuentesquejasdeRondequeScabberseraaburridaeinútil,estabasegurodequeRonlamentaríasumuerte.
Aquella mañana, en la sala común de Gryffindor, el espíritu navideño estuvoausente. Hermione había encerrado a Crookshanks en su dormitorio, pero estabaenfadadaconRonporquehabíaqueridodarleunapatada.Ronseguíaenfadadoporelnuevo intento de Crookshanks de comerse a Scabbers. Harry desistió dereconciliarlosysededicóaexaminarlaSaetadeFuegoquehabíabajadoconélalasala común. No se sabía por qué, esto también parecía poner a Hermione demalhumor.Nodecíanada,peronodejabademirarconmalosojoslaescoba,comosiellatambiénhubieracriticadoasugato.
A la hora del almuerzo bajaron al Gran Comedor y descubrieron que habíanvueltoaarrimar lasmesasa losmuros,yqueahorasólohabía,enmitaddelsalón,unamesacondocecubiertos.
Se encontraban allí los profesores Dumbledore, McGonagall, Snape, Sprout yFlitwick, junto con Filch, el conserje, que se había quitado la habitual chaquetamarrónyllevabapuestounfracviejoymohoso.Sólohabíaotrostresalumnos:dosdelprimercurso,muynerviosos,yunodequintodeSlytherin,derostrohuraño.
—¡Felices Pascuas! —dijo Dumbledore cuando Harry, Ron y Hermione se
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acercaronalamesa—.Comosomostanpocos,meparecióabsurdoutilizarlasmesasdelascasas.¡Sentaos,sentaos!
Harry,RonyHermionesesentaronjuntosalfinaldelamesa.—¡Cohetes sorpresa! —dijo Dumbledore entusiasmado, alargando a Snape el
extremodeunograndedecolordeplata.Snapelocogióaregañadientesytiró.Sonóunestampido,elcohetesaliódisparadoydejótrasdesíunsombrerodebrujagrandeypuntiagudo,conunbuitredisecadoenlapunta.
Harry,acordándosedelboggart,miróaRonylosdosserieron.Snapeapretóloslabiosyempujóel sombrerohaciaDumbledore,queenseguidacambióel suyoporaquél.
—¡Acomer!—aconsejóatodoelmundo,sonriendo.MientrasHarryseservíapatatasasadas,laspuertasdelGranComedorvolvieron
aabrirse.EralaprofesoraTrelawney,quesedeslizabahaciaelloscomosifuerasobreruedas. Dada la ocasión, se había puesto un vestido verde de lentejuelas queacentuabasuaspectodelibélulagigante.
—¡Sybill,quésorpresatanagradable!—dijoDumbledore,poniéndoseenpie.—He estado consultando la bola de cristal, señor director—dijo la profesora
Trelawneyconsuvozmáslejana—.Yantemisorpresa,mehevistoabandonandomialmuerzo solitario y reuniéndome con vosotros. ¿Quién soy yo para negar losdesignios del destino? Dejé la torre y vine a toda prisa, pero os ruego que meperdonéisporlatardanza…
—Por supuesto—dijoDumbledore, parpadeando—. Permíteme que te acerqueunasilla…
Ehizo, con lavarita, quepor el aire se acercarauna silla quediounasvueltasantesdecaer ruidosamenteentre losprofesoresSnapeyMcGonagall.LaprofesoraTrelawney, sin embargo, no se sentó. Sus enormes ojos habían vagado por toda lamesaydeprontodiounlevegrito.
—¡Nome atrevo, señor director! ¡Si me siento, seremos trece! ¡Nada da peorsuerte!¡Noolvidéisnuncaquecuandotrececomenjuntos,elprimeroenlevantarseeselprimeroenmorir!
—Nosarriesgaremos,Sybill—dijo impaciente laprofesoraMcGonagall—.Porfavor,siéntate.Elpavoseenfría.
La profesora Trelawney dudó. Luego se sentó en la silla vacía con los ojoscerradosylabocamuyapretada,comoesperandoqueunrayocayeraenlamesa.LaprofesoraMcGonagallintrodujouncucharónenlafuentemáspróxima.
—¿Quierescallos,Sybill?LaprofesoraTrelawneynolehizocaso.Volvióaabrirlosojos,echóunvistazoa
sualrededorydijo:—Pero¿dóndeestámiqueridoprofesorLupin?—Metemoquehasufridounarecaída—dijoDumbledore,animandoa todosa
quesesirvieran—.EsunapenaquehayaocurridoeldíadeNavidad.
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—Peroseguroqueyalosabías,Sybill.LaprofesoraTrelawneydirigióunamiradagélidaalaprofesoraMcGonagall.—Por supuesto que lo sabía, Minerva —dijo en voz baja—. Pero no quiero
alardearde saberlo todo.Amenudoobrocomosinoestuviera enposesióndelojointerior,paranoponernerviososalosdemás.
—Esoexplicamuchascosas—respondiólaprofesoraMcGonagall.LaprofesoraTrelawneyelevólavoz:—Si te interesa saberlo, he visto que el profesor Lupin nos dejará pronto. Él
mismo parece comprender que le queda poco tiempo. Cuandome ofrecí a ver sudestinoenlaboladecristal,huyó.
—Meloimagino.—Dudo—observóDumbledore,conunavozalegreperofuertequepusofinala
conversaciónentrelasprofesorasMcGonagallyTrelawney—queelprofesorLupinestéenpeligroinminente.Severus,¿hasvueltoahacerlelapoción?
—Sí,señordirector—dijoSnape.—Bien—dijoDumbledore—.Entoncesselevantaráydaráunavueltaporahíen
cualquiermomento.Derek,¿hasprobadolassalchichas?Sonestupendas.El muchacho de primer curso enrojeció intensamente porque Dumbledore se
había dirigido directamente a él, y cogió la fuente de salchichas con manostemblorosas.
La profesoraTrelawney se comportó casi con normalidad hasta que, dos horasdespués,terminólacomida.Atiborradosconelbanqueteytocadosconlosgorrosquehabíansalidodeloscohetessorpresa,HarryyRonfueronlosprimerosenlevantarsedelamesa,ylaprofesoradioungrito.
—¡Queridosmíos!¿Quiéndelosdossehalevantadoprimero?¿Quién?—Nosé—dijoRon,mirandoaHarryconinquietud.—Dudoquehayamuchadiferencia—dijolaprofesoraMcGonagallfríamente—.
Amenosqueunlococonunhachaestéesperandoenlapuertaparamataralprimeroquesalgaalvestíbulo.
InclusoRonserió.LaprofesoraTrelawneysemolestó.—¿Vienes?—dijoHarryaHermione.—No—contestóHermione—.TengoquehablarconlaprofesoraMcGonagall.—Probablementeparasabersipuededarnosmásclases—bostezóRonyendoal
vestíbulo,dondenohabíaningúnlococonunhacha.Cuandollegaronalagujerodelcuadro,seencontraronasirCadogancelebrando
laNavidadconunpardemonjes,antiguosdirectoresdeHogwarts,yconsurobustocaballo. Se levantó la visera de la celada y les ofreció un brindis con una jarra dehidromiel.
—¡Felices,hip,Pascuas!¿Lacontraseña?—«Vilbellaco»—dijoRon.—¡Lomismoque vos, señor!—exclamó sirCadogan, almismo tiempoque el
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cuadroseabríahaciadelanteparadejarlespaso.Harry fue directamente al dormitorio, cogió la Saeta de Fuego y el equipo de
mantenimiento de escobas mágicas que Hermione le había regalado para sucumpleaños,bajócontodoysepusoamirarsipodíahacerlealgoalaescoba;perono había ramitas torcidas que cortar y el palo estaba ya tan brillante que resultabainútilquerersacarlemásbrillo.ÉlyRonselimitaronasentarseyaadmirarladesdecada ángulo hasta que el agujero del retrato se abrió y Hermione aparecióacompañadaporlaprofesoraMcGonagall.
AunquelaprofesoraMcGonagalleralajefadelacasadeGryffindor,Harrysólolahabíavistoenlasalacomúnenunaocasiónyparaanunciaralgomuygrave.ÉlyRonlamiraronmientrassosteníanlaSaetadeFuego.Hermionepasóporsulado,sesentó,cogióelprimerlibroqueencontróyocultólacaratrasél.
—Conque es eso —dijo la profesora McGonagall con los ojos muy abiertos,acercándosealachimeneayexaminandolaSaetadeFuego—.LaseñoritaGrangermeacabadedecirquetehanenviadounaescoba,Potter.
Harry yRon se volvieron haciaHermione. Podían verle la frente colorada porencimadellibro,queestabadelrevés.
—¿Puedo?—pidiólaprofesoraMcGonagall.Peronoaguardóalarespuestaylesquitóde lasmanos laSaetadeFuego.Laexaminódetenidamente,deunextremoaotro—.Humm…¿ynoveníaconningunanota,Potter?¿Ninguna tarjeta?¿Ningúnmensajedeningúntipo?
—Nada—respondióHarry,comosinocomprendiera.—Yaveo…—dijo laprofesoraMcGonagall—.Me temoqueme la tendréque
llevar,Potter.—¿Qué?,¿qué?—dijoHarry,poniéndosedepiedepronto—.¿Porqué?—Tendremos que examinarla para comprobar que no tiene ningún hechizo—
explicó la profesoraMcGonagall—.Por supuesto, no soyuna experta, pero seguroquelaseñoraHoochyelprofesorFlitwickladesmontarán.
—¿Desmontarla?—repitióRon,comosilaprofesoraMcGonagallestuvieraloca.—Tardaremos sólo unas semanas —aclaró la profesora McGonagall—. Te la
devolveremoscuandoestemossegurosdequenoestáembrujada.—No tiene nada malo —dijo Harry. La voz le temblaba—. Francamente,
profesora…—Esonolosabes—observólaprofesoraMcGonagallcontotalamabilidad—,no
lopodrássaberhastaquehayasvoladoenella,porlomenos.Ymetemoqueesoseráimposible hasta que estemos seguros de que no se ha manipulado. Te tendréinformado.
LaprofesoraMcGonagalldiomediavueltaysalióconlaSaetadeFuegoporelretrato,quesecerrótrasella.
Harrysequedómirándola,conlalatadepulimentoaúnenlamano.RonsevolvióhaciaHermione.
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—¿PorquéhasidocorriendoalaprofesoraMcGonagall?Hermionedejóellibroaunlado.Seguíaconlacaracolorada.Peroselevantóy
seenfrentóaRonconactituddesafiante:—Porque pensé (y la profesora McGonagall está de acuerdo conmigo) que la
escobapodíahabérselaenviadoSiriusBlack.
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H
CAPÍTULO12
Elpatronus
ARRY sabía que la intención de Hermione había sido buena, pero eso no leimpidióenfadarseconella.Habíasidopropietariodelamejorescobadelmundo
duranteunashorasy,porculpadeHermione,yanosabíasilavolveríaaver.Estabaseguro de que no le ocurría nada a la Saeta de Fuego, pero ¿en qué estado seencontraríadespuésdepasartodaslaspruebasantihechizos?
RontambiénestabaenfadadoconHermione.Ensuopinión,desmontarunaSaetadeFuegocompletamentenuevaerauncrimen.Hermione,queseguíaconvencidadeque había hecho lo que debía, comenzó a evitar la sala común. Harry y Ronsupusieronquesehabíarefugiadoenlabibliotecaynointentaronpersuadirladequesalieradeallí.SealegrarondequeelrestodelcolegioregresarapocodespuésdeAñoNuevoylatorredeGryffindorvolvieraaestarabarrotadadegenteydebullicio.
WoodbuscóaHarrylanocheanterioralcomienzodelasclases.—¿Quétal lasNavidades?—preguntó.Yluego,sinesperarrespuesta,sesentó,
bajólavozydijo—:Heestadomeditandodurantelasvacaciones,Harry.Despuésdelpartido, ¿sabes? Si los dementores acuden al siguiente…no nos podemos permitirquetú…bueno…
Woodsequedócallado,concaradesentirseincómodo.—Estoy trabajando en ello—dijoHarry rápidamente—. El profesor Lupinme
dijoquemedaríaunasclasesparaahuyentaralosdementores.Comenzaremosestasemana.DijoquedespuésdeNavidadesestaríamenosatareado.
—Ya—dijoWood.Su rostro se animó—.Bueno, en ese caso…Realmente noqueríaperdertecomobuscador,Harry.¿Hascompradoyaotraescoba?
—No—contestóHarry.—¿Cómo?Pues serámejor que te des prisa.Nopuedesmontar en esaEstrella
FugazenelpartidocontraRavenclaw.—LeregalaronunaSaetadeFuegoenNavidad—dijoRon.
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—¿UnaSaetadeFuego?¡No!¿Enserio?¿UnaSaetadeFuegodeverdad?—No te emociones,Oliver—dijoHarry con tristeza—.Ya no la tengo.Me la
confiscaron. —Y explicó que estaban revisando la Saeta de Fuego en aquellosinstantes.
—¿Hechizada?¿Porquépodríaestarhechizada?—SiriusBlack—explicóHarry sin entusiasmo—. Parece que va detrás demí.
AsíqueMcGonagallpiensaqueélmelapodríahaberenviado.Desechandolaideadequeunfamosoasesinoestuvierainteresadoporlavidade
subuscador,Wooddijo:—¡PeroBlack no podría haber comprado una Saeta de Fuego! Es un fugitivo.
Todo el país lo está buscando. ¿Cómo podría entrar en la tienda de Artículos deCalidadparaelJuegodelQuidditchycomprarunaescoba?
—Yalosé.Peroaunasí,McGonagallquieredesmontarla.Woodsepusopálido.—Iré a hablar con ella,Harry—leprometió—.Laharé entrar en razón…Una
SaetadeFuego…¡unaauténticaSaetadeFuegoennuestroequipo!Ellatienetantosdeseos como nosotros de que gane Gryffindor… La haré entrar en razón… ¡UnaSaetadeFuego…!
Lasclasescomenzaronaldíasiguiente.Loúltimoquedeseabanadieunamañanadeeneroerapasardoshorasenuna filaenelpatio,peroHagridhabíaencendidounahoguerade salamandras, para supropiodisfrute, ypasaronuna clase inusualmenteagradablerecogiendoleñasecayhojarascaparamantenervivoelfuego,mientraslassalamandras,alasquelesgustabanlasllamas,correteabandeunladoparaotrodelostroncosincandescentesqueseibandesmoronando.LaprimeraclasedeAdivinacióndelnuevotrimestrefuemuchomenosdivertida.LaprofesoraTrelawneylesenseñabaahoraquiromanciayseapresuróainformaraHarrydequeteníalalíneadelavidamáscortaquehabíavistonunca.
A la queHarry teníamásganasde acudir era a la clase deDefensaContra lasArtes Oscuras. Después de la conversación conWood, quería comenzar las clasescontralosdementorestanprontocomofueraposible.
—Ah,sí—dijoLupin,cuandoHarrylerecordósupromesaalfinaldelaclase—.Veamos…¿quétepareceel juevesalasochodelatarde?ElauladeHistoriadelaMagia será bastante grande… Tendré que pensar detenidamente en esto… Nopodemostraeraundementordeverdadalcastilloparapracticar…
—Aún parece enfermo, ¿verdad? —dijo Ron por el pasillo, camino del GranComedor—.¿Quécreesquelepasa?
Oyeron un «chist» de impaciencia detrás de ellos. Era Hermione, que habíaestadosentadaalospiesdeunaarmadura,ordenandolamochila,tanllenadelibrosquenosecerraba.
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—¿Porquénoschistas?—lepreguntóRonirritado.—Pornada—dijoHermioneconaltivez,echándoselamochilaalhombro.—Poralgoserá—dijoRon—.DijequenosabíaquéleocurríaaLupinytú…—Bueno, ¿no es evidente? —dijo Hermione con una mirada de superioridad
exasperante.—Sinonosloquieresdecir,nolohagas—dijoRonconbrusquedad.—Vale—respondióHermione,ysemarchóaltivamente.—Nolosabe—dijoRon,siguiéndolaconlosojosyresentido—.Sóloquiereque
levolvamosahablar.
Alasochodelatardedeljueves,HarrysaliódelatorredeGryffindorparaacudiralauladeHistoriade laMagia.Cuandollegóestabaaoscurasyvacía,peroencendiólaslucesconlavaritamágicayalcabodecincominutosaparecióelprofesorLupin,llevandounagrancajadeembalarquepusoencimadelamesadelprofesorBinns.
—¿Quées?—preguntóHarry.—Otroboggart—dijoLupin, quitándose la capa—.He estadobuscandopor el
castillodesdeelmartesyhetenidolasuertedeencontrarésteescondidodentrodelarchivadordelseñorFilch.Eslomásparecidoquepodemosencontraraunauténticodementor.Elboggartseconvertiráendementorcuandotevea,deformaquepodráspracticarconél.Puedoguardarloenmidespachocuandono loutilicemos,bajomimesahayunarmarioquelegustará.
—Deacuerdo—dijoHarry,haciendocomoquenoeraaprensivoysatisfechodequeLupinhubieraencontradounsustitutodeundementordeverdad.
—Así pues…—el profesor Lupin sacó su varitamágica e indicó aHarry quehiciera lomismo—.Elhechizoque trataréde enseñarte esmagiamuyavanzada…Bueno,muypor encimadelNivelCorrientedeEmbrujo.Se llama«encantamientopatronus».
—¿Cómoes?—preguntóHarry,nervioso.—Bueno,cuandosalebieninvocaaunpatronusparaqueseaparezca—explicó
Lupin—yqueesunaespeciedeantidementor,unguardiánquehacedeescudoentreeldementorytú.
Harry se imaginó de pronto agachado tras alguien del tamaño de Hagrid queempuñabaunaporragigantesca.ElprofesorLupincontinuó:
—Elpatronus es una especie de fuerzapositiva, unaproyecciónde lasmismascosasde lasqueeldementorsealimenta:esperanza,alegría,deseodevivir…ynopuedesentirdesesperacióncomolossereshumanos,deformaquelosdementoresnolopuedenherir.Perotengoqueadvertirte,Harry,dequeelhechizopodríaresultarteexcesivamenteavanzado.Muchosmagoscualificadostienendificultadesconél.
—¿Quéaspectotieneunpatronus?—dijoHarryconcuriosidad.—Essegúnelmagoqueloinvoca.
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—¿Ycómoseinvoca?—Con un encantamiento que sólo funcionará si te concentras con todas tus
fuerzasenunsolorecuerdodemuchaalegría.Harryintentórecordaralgoalegre.Desdeluego,nadadeloquelehabíaocurrido
encasadelosDursleyleserviría.Alfinalrecordóelinstanteenqueporprimeravezmontóenunaescoba.
—Ya —dijo, intentando recordar lo más exactamente posible la maravillosasensacióndevértigoquehabíanotadoenelestómago.
—Elencantamientoesasí—Lupinseaclarólagarganta—:¡Expectopatronum!—¡Expectopatronum!—repitióHarryentredientes—.¡Expectopatronum!—¿Teestásconcentrandoconfuerzaenelrecuerdofeliz?—Sí…—contestó Harry, obligando a sumente a que retrocediese hasta aquel
primer viaje en escoba—. Expecto patrono, no, patronum… perdón… ¡Expectopatronum!¡Expectopatronum!
Derepente,comounchorro,surgióalgodelextremodesuvarita.Eracomoungasplateado.
—¿Lohavisto?—preguntóHarryentusiasmado—.¡Algohaocurrido!—Muybien—dijoLupin sonriendo—.Bien, entonces…¿estás preparadopara
probarloenundementor?—Sí—dijoHarry, empuñando la varita con fuerza y yendohasta el centro del
aula vacía. Intentómantener supensamiento en el vuelo con la escoba, pero en sumente había otra cosa que trataba de introducirse… Tal vez en cualquier instantevolvieraaoírasumadre…Peronodebíapensarenelloovolveríaaoírlarealmente,ynoquería…¿osíquería?
Lupincogió la tapade lacajadeembalajey tiródeella.Undementorseelevódespaciodelacaja,volviendohaciaHarrysurostroencapuchado.Unamanoviscosayllenadepústulassujetabalacapa.
Laslucesquehabíaenelaulaparpadearonhastaapagarse.Eldementorsaliódelacaja y se dirigió silenciosamente hacia Harry, exhalando un aliento profundo yvibrante.Unaoladeintensofríoseextendiósobreél.
—¡Expectopatronum!—gritóHarry—.¡Expectopatronum!¡Expecto…!Pero el aula y el dementor desaparecían.Harry cayó de nuevo a través de una
niebla blanca y espesa, y la voz de sumadre resonó en su cabeza,más fuerte quenunca…
—¡AHarryno!¡AHarryno!Porfavor…harécualquiercosa…—Aunlado…hazteaunlado,muchacha…—¡Harry!Harryvolviódeprontoalarealidad.Estababocaarriba,tendidoenelsuelo.Las
lucesdelaulahabíanvueltoaencenderse.Nonecesitópreguntarquéeraloquehabíaocurrido.
—Losiento—musitó, incorporándoseynotandounsudorfríoquelecorríapor
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detrásdelasgafas.—¿Teencuentrasbien?—lepreguntóLupin.—Sí…Paralevantarse,HarryseapoyóprimeroenunpupitreyluegoenLupin.—Toma. —Lupin le ofreció una rana de chocolate—. Cómetela antes de que
volvamos a intentarlo.No esperaba que lo consiguieras la primera vez.Me habríaimpresionadomuchoquelohubierashecho.
—Cadavezespeor—musitóHarry,mordiendolacabezadelarana—.Estavezlaheoídomásaltoaún.Yaél…aVoldemort…
Lupinestabamáspálidodelohabitual.—Harry,sinoquierescontinuar,locomprenderéperfectamente…—¡Síquiero!—dijoHarryconenergía,metiéndoseenlabocaelrestodelarana
—. ¡Tengo que hacerlo! ¿Y si los dementores vuelven a presentarse en el partidocontra Ravenclaw?No puedo caer de nuevo. ¡Si perdemos este partido, habremosperdidolacopadequidditch!
—De acuerdo, entonces… —dijo Lupin—. Tal vez quieras seleccionar otrorecuerdo feliz. Quiero decir, para concentrarte. Ése no parece haber sido bastantepoderoso…
Harrypensóintensamenteyrecordóquesehabíasentidomuycontentocuando,elaño anterior, Gryffindor había ganado la Copa de las Casas. Empuñó otra vez lavaritamágicayvolvióasupuestoenmitaddelaula.
—¿Preparado?—preguntóLupin,cogiendolatapadelacaja.—Preparado—dijoHarry, haciendoungran esfuerzopor llenarse la cabezade
pensamientosalegressobrelavictoriadeGryffindor,ynoconpensamientososcurossobreloqueibaaocurrircuandolacajaseabriera.
—¡Ya!—dijoLupin,levantandolatapa.El aula volvió a enfriarse y a quedarse a oscuras. El dementor avanzó con su
violentarespiración,abriendounamanoputrefactaendirecciónaHarry.—¡Expectopatronum!—gritóHarry—.¡Expectopatronum!¡Expectopat…!Unanieblablancaleoscurecióelsentido.Entornoaélsemovieronunasformas
grandesyborrosas…Luegooyóunavoznueva,dehombre,quegritabaaterrorizado:—¡Lily,cogeaHarryyvete!¡Esél!¡Vete!¡Corre!Yolodetendré.El ruidodealguiendentrodeunahabitación,unapuertaqueseabríadegolpe,
unacarcajadaestridente.—¡Harry!Harry,despierta…Lupinleabofeteabalasmejillas.Estavezlecostóunminutocomprenderporqué
estabatendidoenelsuelopolvorientodelaula.—Heoídoamipadre—balbuceóHarry—.Eslaprimeravezquelooigo.Quería
enfrentarseaVoldemortparaqueamimadreledieratiempodeescapar.Harrynotóqueensurostrohabíalágrimasmezcladasconelsudor.Bajólacabeza
todo lo que pudo para limpiarse las lágrimas con la túnica, haciendo como que se
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atabaelcordóndelzapato,paraqueLupinnosedieracuentadequehabíallorado.—¿HasoídoaJames?—preguntóLupinconvozextraña.—Sí…—Con lacarayaseca,volvióa levantar lavista—.¿Porqué?Ustedno
conocíaamipadre,¿osí?—Lo…loconocí,sí—contestóLupin—.FuimosamigosenHogwarts.Escucha,
Harry. Tal vez deberíamos dejarlo por hoy. Este encantamiento es demasiadoavanzado…Nodeberíahabertepuestoenestetrance…
—No—repusoHarry.Sevolvióalevantar—.¡Lovolveréaintentar!Nopiensoencosasbastantealegres,poreso…¡espere!
Hizo un gran esfuerzo para pensar.Un recuerdomuy feliz…, un recuerdo quepudieratransformarseenunpatronusbuenoyfuerte…
¡ElmomentoenqueseenteródequeeraunmagoydequeteníaquedejarlacasadelosDursleyparairaHogwarts!Siesonoeraunrecuerdofeliz,entoncesnosabíaqué podía serlo. Concentrado en los sentimientos que lo habían embargado alenterarsedequeseiríadePrivetDrive,Harryselevantóysepusodenuevofrentealacajadeembalaje.
—¿Preparado?—dijoLupin,comosifueraaobrarencontradesucriterio—.¿Teestásconcentrandobien?Deacuerdo.¡Ya!
Levantólatapadelacajaporterceravezyeldementorvolvióasalirdeella.Elaulavolvióaenfriarseyaoscurecerse.
—¡EXPECTOPATRONUM!—gritóHarry—.¡EXPECTOPATRONUM!¡EXPECTOPATRONUM!DenuevocomenzaronlosgritosenlamentedeHarry,salvoqueestavezsonaban
comosiprocedierandeunaradiomalsintonizada.Elsonidobajó,subióyvolvióabajar…Todavíaseguíaviendoaldementor.Sehabíadetenido…Yluego,unaenormesombraplateadasalióconfuerzadelextremodelavaritadeHarryysemantuvoentreélyeldementor,yaunqueHarrysentíasuspiernascomodemantequilla,seguíadepie,sinsabercuántotiempopodríaaguantar.
—¡Riddíkulo!—gritóLupin,saltandohaciadelante.Se oyó un fuerte crujido y el nebuloso patronus se desvaneció junto con el
dementor.Harry se derrumbó en una silla, con las piernas temblando, tan cansadocomo si acabara de correr varios kilómetros. Por el rabillo del ojo vio al profesorLupin obligando con la varita al boggart a volver a la caja de embalaje. Se habíavueltoaconvertirenunaesferaplateada.
—¡Estupendo! —dijo Lupin, yendo hacia donde estaba Harry sentado—.¡Estupendo,Harry!Hasidounbuenprincipio.
—¿Podemosvolveraprobar?Sólounavezmás.—Ahorano—dijoLupinconfirmeza—.Yahastenidobastanteporunanoche.
Ten…OfrecióaHarryunatabletadelmejorchocolatedeHoneydukes.—Cómetelo todo o la señora Pomfrey me matará. ¿El jueves que viene a la
mismahora?
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—Vale—dijoHarry.DiounmordiscoalchocolateyvioqueLupinapagabalasluces que se habían encendido con la desaparición del dementor. Se le acababa deocurrir algo—: ¿Profesor Lupin? —preguntó—. Si conoció a mi padre, tambiénconoceríaaSiriusBlack.
Lupinsevolvióconrapidez:—¿Quétehacepensareso?—dijoseveramente.—Nada.Quierodecir…meheenteradodequeeranamigosenHogwarts.ElrostrodeLupinsecalmó.—Sí,loconocí—dijolacónicamente—.Ocreíaqueloconocía.Serámejorquete
vayas,Harry.Sehacetarde.Harry salió del aula, atravesó el corredor, dobló una esquina, dio un rodeo por
detrásdeunaarmaduraysesentóenlapeanaparaterminarelchocolate,lamentandohabermencionadoaBlack,dadoqueaLupin,obviamente,nolehabíahechogracia.Luegovolvióapensarensuspadres.
Sesentíaextrañamentevacío,apesardehabercomidotantochocolate.Aunqueeraterribleoírdentrodesucabezalosúltimosinstantesdevidadesuspadres,eranlasúnicasocasionesenquehabíaoídosusvoces,desdequeeramuypequeño.Nuncaseríacapazdecrearunpatronusdeverdadsienpartedeseabavolveraoírlavozdesuspadres…
—Estánmuertos—sedijoconfirmeza—.Estánmuertosyvolveraoírelecodesu voz no los traerá a la vida. Será mejor que me controle si quiero la copa dequidditch.
Sepusoenpie,semetióenlabocaelúltimopedazodechocolateyvolvióhacialatorredeGryffindor.
Ravenclaw jugó contra Slytherin una semana después del comienzo del trimestre.Slytherin ganó, aunque por muy poco. Según Wood, eran buenas noticias paraGryffindor,quesecolocaríaensegundopuestosiganabatambiénaRavenclaw.Porlotanto,aumentólosentrenamientosacincoporsemana.Estosignificabaque,juntocon las clases antidementores de Lupin, que resultaban más agotadoras que seissesionesdeentrenamientodequidditch,aHarrylequedabatansólounanochealasemana para hacer todos los deberes. Aun así, no parecía tan agobiado comoHermione, a la que le afectaba la inmensa cantidad de trabajo. Cada noche, sinexcepción,veíanaHermioneenunrincóndelasalacomún,convariasmesasllenasdelibros,tablasdeAritmancia,diccionariosderunas,dibujosdemuggleslevantandoobjetospesadosycarpetasamontonadasconapuntesextensísimos.Apenashablabaconnadieyrespondíademalosmodoscuandoalguienlainterrumpía.
—¿Cómo lo hará?—le preguntó Ron a Harry una tarde, mientras el segundoterminabauninsoportabletrabajoparaSnapesobreVenenosindetectables.Harryalzólavista.AHermionecasinoselaveíadetrásdelatorredelibros.
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—¿Cómoharáqué?—Ira todas lasclases—dijoRon—.Estamañana laoíhablarcon laprofesora
Vector,labrujaquedaAritmancia.Hablabandelaclasedeayer.PeroHermionenopudo ir, porque estaba con nosotros en Cuidado de Criaturas Mágicas. Y ErnieMcMillanmedijoquenohafaltadonuncaaunaclasedeEstudiosMuggles.PerolamitaddeesasclasescoincidenconAdivinaciónytampocohafaltadonuncaaéstas.
Harry no tenía tiempo en aquel momento para indagar el misterio del horarioimposibledeHermione.Teníaque seguir con el trabajoparaSnape.Dos segundosmástardevolvióaserinterrumpido,estavezporWood.
—Malas noticias,Harry.Acabo de ver a la profesoraMcGonagall por lo de laSaetadeFuego.Ella…sehapuestoalgoantipáticaconmigo.Mehadichoquemisprioridadesestánmal.Piensaquemepreocupamásganarlacopaquetuvida.Sóloporque le dije que nome importaba que la escoba te tirase al suelo, siempre quecogieraslasnitch.—Woodsacudiólacabezaconincredulidad—.Realmente,porsuforma de gritarme… cualquiera habría pensado que le había dicho algo terrible.Luegolepreguntécuántotiempolatendríatodavía.—Hizounamuecaeimitólavozde la profesoraMcGonagall—: «El tiempo que haga falta,Wood.»Me parece quetendrásquepedirotraescoba,Harry.HayuncupóndepedidoenlaúltimapáginadeElmundodelaescoba.PodríascomprarunaNimbus2001comolaquetieneMalfoy.
—NovoyacomprarnadaquelegusteaMalfoy—dijotaxativamente.
Enerodiopasoafebrerosinquesenotara,persistiendoenelmismofríoglaciar.ElpartidocontraRavenclawseaproximaba,peroHarryseguíasinsolicitarotraescoba.AlfinaldecadaclasedeTransformaciones,lepreguntabaalaprofesoraMcGonagallpor laSaetadeFuego,mientrasRonesperaba juntoaélyHermionepasabaa todavelocidadporsulado,conlacaravuelta.
—No, Potter, todavía no te la podemos devolver —le dijo la profesoraMcGonagall el duodécimodíade interrogatorio, antesdequeelmuchachohubieraabierto la boca—.Hemos comprobado lamayoría de los hechizosmás habituales,peroelprofesorFlitwickcreequelaescobapodríatenerunmaleficioparaderribaralquelamonta.Encuantohayamosterminadolascomprobaciones,telodiré.Ahorateruegoquedejesdedarmelalata.
Paraempeoraraúnmáslascosas,lasclasesantidementoresdeHarrynoibantanbiencomoesperaba,nimuchomenos.Despuésdevariassesiones,eracapazdecrearunasombrapocoprecisacadavezqueeldementorseleacercaba,perosupatronuserademasiadodébilparaahuyentaraldementor.Loúnicoquehacíaeramantenerseenelairecomounanubesemitransparente,vaciandodeenergíaaHarrymientraséstese esforzaba por mantenerlo. Harry estaba enfadado consigo mismo. Se sentíaculpableporsusecretodeseodevolveraoírlasvocesdesuspadres.
—Esperasdemasiadodetimismo—ledijoseveramenteelprofesorLupinenla
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cuartasemanadeprácticas—.Paraunbrujodetreceaños,inclusounpatronuscomoésteesunahazañaenorme.Yanotedesmayas,¿aqueno?
—Creíqueelpatronusembestiríacontralosdementores—dijoHarrydesalentado—,quelosharíadesaparecer…
—El verdadero patronus los hace desaparecer—contestóLupin—. Pero tú haslogradomucho en poco tiempo. Si los dementores hacen aparición en tu próximopartidodequidditch,seráscapazdetenerlosarayaeltiemponecesarioparavolveraljuego.
—Usteddijoqueesmásdifícilcuandohaymuchos—repusoHarry.—Tengototalconfianzaenti—aseguróLupinsonriendo—.Toma,tehasganado
unabebida.EstoesdeLasTresEscobasysupongoquenolohabrásprobadoantes…Sacódosbotellasdesumaletín.—¡Cervezademantequilla!—exclamóHarryirreflexivamente—.Sí,meencanta.
—Lupin alzó una ceja—.Bueno…Ron yHermioneme trajeron algunas cosas deHogsmeade—mintióHarryatodaprisa.
—Ya veo—dijoLupin, aunque parecía algo suspicaz—.Bien, bebamos por lavictoriadeGryffindorcontraRavenclaw.Aunqueen teoría,comoprofesornodebotomarpartido—añadióinmediatamente.
Bebieronensilenciolacervezademantequilla,hastaqueHarrymencionóalgoenloquellevabaalgúntiempomeditando.
—¿Quéhaydebajodelacapuchadeundementor?ElprofesorLupin,pensativo,dejólabotella.—Humm…, bueno, los únicos que lo saben no pueden decirnos nada. El
dementorsólosebajalacapuchaparautilizarsuúltimaarma.—¿Cuáles?—Lollaman«Besodeldementor»—dijoLupinconunaamargasonrisa—.Eslo
que hacen los dementores a aquellos a los que quieren destruir completamente.Supongo que tendrán algo parecido a una boca, porque pegan lasmandíbulas a labocadelavíctimay…lesorbenelalma.
Harryescupió,sinquerer,unpocodecervezademantequilla.—¿Lasmatan?—No—dijo Lupin—.Mucho peor que eso. Se puede vivir sin alma,mientras
siganfuncionandoelcerebroyelcorazón.Peronosepuedetenerconcienciadeunomismo, ni memoria, ni nada. No hay ninguna posibilidad de recuperarse. Uno selimita a existir. Como una concha vacía. Sin alma, perdido para siempre.—Lupinbebióotrotragodecervezademantequillaysiguiódiciendo—:Eseldestinoqueleespera a Sirius Black. Lo decía El Profeta esta mañana. El Ministerio ha dadopermisoalosdementoresparabesarlocuandoloencuentren.
Harrysequedóabstraídounosinstantes,pensandoenlaposibilidaddesorberelalmaporlabocadeunapersona.PeroluegopensóenBlack.
—Selomerece—dijodepronto.
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—¿Eso piensas?—dijo, como sin darle importancia—. ¿De verdad crees quealguiensemereceeso?
—Sí—dijoHarryconaltivez—.Porvariosmotivos.LehabríagustadohablarconLupinsobrelaconversaciónquehabíaoídoenLas
TresEscobas,sobreBlacktraicionandoasuspadres,aunqueaquellohabríasupuestorevelar que había ido a Hogsmeade sin permiso. Y sabía que a Lupin no le haríagracia.De formaque terminó su cervezademantequilla, dio aLupin lasgraciasysaliódelauladeHistoriadelaMagia.
Harrycasisearrepentíadehaberlepreguntadoquéhabíadebajodelacapuchadeundementor.Larespuestahabíasidotanhorribleylohabíasumidohastatalpuntoenhorribles pensamientos sobre almas sorbidas que se diodebruces con la profesoraMcGonagallmientrassubíaporlasescaleras.
—Mirapordóndevas,Potter.—Losiento,profesora.—Fui a buscarte a la sala común deGryffindor. Bueno, aquí la tienes.Hemos
hechotodaslascomprobacionesyparecequeestábien.Enalgúnlugartienesunbuenamigo,Potter.
Harrysequedóconlabocaabierta.LaprofesoraMcGonagallsosteníasuSaetadeFuego,queteníaunaspectotanmagníficocomosiempre.
—¿Puedoquedármela?—dijoHarryconvozdesmayada—.¿Deverdad?—De verdad —dijo sonriendo la profesora McGonagall—. Tendrás que
familiarizarte con ella antes del partido del sábado, ¿no? Haz todo lo posible porganar, porque si no quedaremos eliminados por octavo año consecutivo, comomeacabaderecordarmuyamablementeelprofesorSnape.
HarrysubióporlasescalerashacialatorredeGryffindor,sinhabla, llevandolaSaetadeFuego.Aldoblarunaesquina,vioaRon,queseprecipitabahaciaélconunasonrisadeorejaaoreja.
—¿Telahadado?¡Estupendo!¿Medejarásquemonteenella?¿Mañana?—Sí, por supuesto —respondió Harry con un entusiasmo que no había
experimentadodesdehacíaunmes—.TendríamosquehacerlaspacesconHermione.Sóloqueríaayudar…
—Sí,deacuerdo.Estáenlasalacomún,trabajando,paravariar.Llegaron al corredor que llevaba a la torre de Gryffindor, y vieron a Neville
LongbottomquesuplicabaasirCadoganquelodejaraentrar.—Lasescribí,perosemedebendehabercaídoenalgunaparte.—¡Idaotro conese cuento!—vociferaba sirCadogan.Luego,viendoaRony
Harry—:¡Votoabríos,misvalientesyjóvenesvasallos!¡Venidaataraestedementequetratadeforzarlaentrada!
—Cierralaboca—dijoRonalllegarjuntoaNeville.—Heperdido las contraseñas—les confesóNeville abatido—.Lepedí queme
dijera las contraseñasde esta semana, porque las está cambiando continuamente, y
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ahoranosédóndelastengo.—«Rompetechos»—dijoHarryasirCadogan,queparecíamuydecepcionadoy
reacioadejarlospasar.HubomurmullosrepentinosyemocionadoscuandotodossedieronlavueltayrodearonaHarryparaadmirarsuSaetadeFuego.
—¿Cómolahasconseguido,Harry?—¿Medejarásdarunavuelta?—¿Yalahasprobado,Harry?—Ravenclawnotienenadaquehacer.TodosvanmontadosenBarredoras7.—¿Puedocogerla,Harry?DespuésdeunosdiezminutosenquelaSaetadeFuegofuepasandodemanoen
manoyadmiradadesdecadaángulo,lamultitudsedispersóyHarryyRonpudieronveraHermione,laúnicaquenohabíacorridohaciaellosyhabíaseguidoestudiando.HarryyRonseacercaronasumesaylamuchachalevantólavista.
—Melahandevuelto—ledijoHarrysonriendoylevantandolaSaetadeFuego.—¿Loves,Hermione?¡Nohabíanadamaloenella!—Bueno… Podía haberlo habido —repuso Hermione—. Por lo menos ahora
sabesqueessegura.—Sí,supongoquesí—dijoHarry—.Serámejorqueladejearriba.—¡Yolallevaré!—seofrecióRonconentusiasmo—.TengoquedarleaScabbers
eltónicopararatas.CogiólaSaetadeFuegoy,sujetándolacomosifueradecristal,lasubióhastael
dormitoriodeloschicos.—¿Mepuedosentar?—preguntóHarryaHermione.—Supongoquesí—contestóHermione,retirandounmontóndepergaminosque
habíasobrelasilla.Harryechóunvistazoalamesaabarrotada,allargotrabajodeAritmancia,cuya
tintatodavíaestabafresca,altodavíamáslargotrabajoparalaasignaturadeEstudiosMuggles(«Explicadporquélosmugglesnecesitanlaelectricidad»),yalatraducciónrúnicaenqueHermionesehallabaenfrascada.
—¿Quétallollevas?—preguntóHarry.—Bien.Yasabes,trabajandoduro—respondióHermione.Harryvioquedecerca
parecíacasitanagotadacomoLupin.—¿Porquénodejasunpardeasignaturas?—preguntóHarry,viéndolarevolver
entrelibrosenbuscadeldiccionarioderunas.—¡Nopodría!—respondióHermioneescandalizada.—La Aritmancia parece horrible —observó Harry, cogiendo una tabla de
númerosparticularmenteabstrusa.—No, es maravillosa —dijo Hermione con sinceridad—. Es mi asignatura
favorita.Es…PeroHarry no llegó a enterarse de qué tenía demaravilloso laAritmancia. En
aquelprecisoinstanteresonóungritoahogadoenlaescaleradeloschicos.Todoslos
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delasalacomúnsequedaronensilencio,petrificados,mirandohacialaentrada.Seacercaban unos pasos apresurados que se oían cada vez más fuerte. Y entoncesaparecióRonarrastrandounasábana.
—¡MIRA!—gritó, acercándose a zancadas a lamesa deHermione—. ¡MIRA! —repitió,sacudiendolasábanadelantedesucara.
—¿Quépasa,Ron?—¡SCABBERS!¡MIRA!¡SCABBERS!
Hermione se apartó de Ron, echándose hacia atrás, muy asombrada. Harryobservó la sábana que sostenía Ron.Había algo rojo en ella. Algo que se parecíamuchoa…
—¡SANGRE!—exclamóRonenmediodel silencio—. ¡NO ESTÁ! ¿Y SABES LOQUEHABÍAENELSUELO?
—No,no—dijoHermioneconvoztemblorosa.Ron tiró algo encima de la traducción rúnica de Hermione. Ella y Harry se
inclinaron hacia delante. Sobre las inscripciones extrañas y espigadas había unospelosdegato,largosydecolorcanela.
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CAPÍTULO13
GryffindorcontraRavenclaw
ARECÍA el fin de la amistad entreRon yHermione. Estaban tan enfadados queHarrynoveíaningunaposibilidaddereconciliarlos.ARonleenfurecíaqueHermionenosehubieratomadoenningúnmomentoen
serio los esfuerzos de Crookshanks por comerse a Scabbers, que no se hubierapreocupadoporvigilarlo,yque todavía insistieraen la inocenciadeCrookshanksyenqueRonteníaquebuscaraScabbersdebajodelascamas.
Hermione,entanto,sosteníaconenconoqueRonnoteníaningunapruebadequeCrookshankssehubieracomidoaScabbers,quelospeloscanelapodíanencontrarseallídesdeNavidadyqueRonhabíacogidoojerizaasugatodesdeelmomentoenqueésteselehabíaechadoalacabezaenlatiendadeanimalesmágicos.
Encuantoaél,HarryestabaconvencidodequeCrookshankssehabíacomidoaScabbers, y cuando intentó que Hermione comprendiera que todos los indiciosparecíandemostrarlo,lamuchachaseenfadóconHarrytambién.
—¡Ya sabíaque tepondríasdepartedeRon!—chillóHermione—.Primero laSaetadeFuego,ahoraScabbers, todoesculpamía,¿verdad?Loúnicoquetepido,Harry,esquemedejesenpaz.Tengomuchoquehacer.
Ronestabamuyafectadoporlapérdidadesurata.—Vamos,Ron.SiempretequejabasdeloaburridaqueeraScabbers—dijoFred,
conintencióndeanimarlo—.Yademásllevabamuchotiempodescolorida.Seestabaconsumiendo.Sindudahasidomejorparaellamorirrápidamente.Unbocado…ynosedionicuenta.
—¡Fred!—exclamóGinnyindignada.—Loúnicoquehacíaeracomerydormir,Ron.Tútambiénlodecías—intervino
George.—¡En una ocasión mordió a Goyle!—dijo Ron con tristeza—. ¿Te acuerdas,
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Harry?—Sí,esverdad—respondióHarry.—Fuesumomentograndioso—comentóFred, incapazdecontenerunasonrisa
—. La cicatriz que tiene Goyle en el dedo quedará como un último tributo a sumemoria.Venga,Ron.VeteaHogsmeadeycómprateotrarata.¿Paraquélamentarsetanto?
EnundesesperadointentodeanimaraRon,HarrylopersuadiódequeacudieraalúltimoentrenamientodelequipodeGryffindorantesdelpartidocontraRavenclaw,ypodríadarunavueltaenlaSaetadeFuegocuandohubieranterminado.EstoalegróaRonduranteunrato(«¡Estupendo!,¿podrémarcargolesmontadoenella?»).Asíqueseencaminaronjuntoshaciaelcampodequidditch.
LaseñoraHooch,queseguíasupervisandolosentrenamientosdeGryffindorparacuidar de Harry, estaba tan impresionada por la Saeta de Fuego como todos losdemás.Latomóensusmanosantesdelcomienzoylesdiosuopiniónprofesional.
—¡Miradquéequilibrio!SilaserieNimbustieneundefecto,esesatendenciaaescorar hacia la cola. Cuando tienen ya unos años, desarrollan una resistencia alavance. También han actualizado el palo, que es algo más delgado que el de lasBarredoras.MerecuerdaeldelaviejaFlechaPlateada.Esunapenaquedejarandefabricarlas.Yoaprendíavolarenunaytambiéneraunaescobaexcelente…
Siguióhablandodeestamaneraduranteunrato,hastaqueWooddijo:—SeñoraHooch, ¿le puede devolver aHarry laSaeta deFuego?Tenemos que
entrenar.—Sí, claro. Toma, Potter —dijo la señora Hooch—. Me sentaré aquí con
Weasley…Ella y Ron abandonaron el campo y se sentaron en las gradas, y el equipo de
GryffindorrodeóaWoodpararecibirlasúltimasinstruccionesparaelpartidodeldíasiguiente.
—Harry, acabo de enterarme de quién será el buscador deRavenclaw. EsChoChang. Es una alumna de cuarto y es bastante buena. Yo esperaba que no seencontraraenforma,porquehatenidoalgunaslesiones.—Woodfruncióelentrecejoparaexpresar sudisgustoante la total recuperacióndeChoChang,y luegodijo—:Porotraparte,montaunaCometa260,queal ladode laSaetadeFuegopareceunjuguete.—Echóalaescobaunamiradadefervienteadmiraciónydijo—:¡Vamos!
YporfinHarrymontóenlaSaetadeFuegoyseelevódelsuelo.Eramejor de lo que había soñado. La Saeta giraba almás ligero roce. Parecía
obedecermásasuspensamientosqueasusmanos.Corrióporelterrenodejuegoatalvelocidadqueelestadioseconvirtióenunamanchaverdeygris.Harrylediounviraje tanbruscoqueAliciaSpinnetprofirióungrito.Acontinuacióndescendióenpicadoconperfectocontrolyrozóelcéspedconlospiesantesdevolveraelevarsediez,quince,veintemetros.
—¡Harry,sueltolasnitch!—gritóWood.
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Harry sevolvióy corrió junto aunabludgerhacia laportería.La adelantó confacilidad, vio la snitch que salía disparada por detrás deWood y al cabo de diezsegundoslateníaenlamano.
El equipo lo vitoreó entusiasmado. Harry soltó la snitch, le dio un minuto deventajayselanzótrasellaesquivandoalrestodelequipo.LalocalizócercadeunarodilladeKatieBell,diounrodeoyvolvióaatraparla.
Fue la mejor sesión de entrenamiento que habían tenido nunca. El equipo,animadoporlapresenciadelaSaetadeFuego,realizólosmejoresmovimientosdeformaimpecable,ycuandodescendieron,Woodnoteníaunasolacríticaquehacer,locual,comoseñalóGeorgeWeasley,eraunaabsolutanovedad.
—No sé qué problema podríamos tener mañana —dijo Wood—. Tan sólo…Harry,hasresueltotuproblemaconlosdementores,¿verdad?
—Sí—dijoHarry,pensandoensudébilpatronusylamentandoquenofueramásfuerte.
—Losdementoresnovolveránaaparecer,Oliver.Dumbledoreseirritaría—dijoFredcontotalseguridad.
—Esperemosqueno—dijoWood—.Encualquiercaso,todoelmundohahechounbuentrabajo.Ahoravolvamosalatorre.Hayqueacostarsetemprano…
—Me voy a quedar un ratito. Ron quiere probar la Saeta—comentó Harry aWood.
Ymientras el resto del equipo se encaminaba a los vestuarios,Harry fue haciaRon,quesaltólabarreradelastribunasysedirigióhaciaél.
LaseñoraHoochsehabíaquedadodormidaenelasiento.—Ten—ledijoHarryentregándolelaSaetadeFuego.Ronmontóenlaescobaconcaradeemociónysaliózumbandoenlanoche,que
empezabaacaer,mientrasHarrypaseabaporel extremodel campo,observándolo.CuandolaseñoraHoochdespertósobresaltadayaeracompletamentedenoche.RiñóaHarryyaRonpornodespertarlaylosobligóavolveralcastillo.
Harry se echó al hombro la Saeta de Fuego y los dos salieron del estadio aoscuras,comentandoelsuavemovimientodelaSaeta,suformidableaceleraciónysuviraje milimétrico. Estaban a mitad de camino cuando Harry, al mirar hacia laizquierda,vioalgoquelehizodarunbrinco:dosojosquebrillabanenlaoscuridad.Sedetuvoenseco.Elcorazónlelatíaconfuerza.
—¿Quéocurre?—dijoRon.Harryseñalóhacialosojos.Ronsacólavaritaymusitó:—¡Lumos!Un rayo de luz se extendió sobre la hierba, llegó hasta la base de un árbol e
iluminósusramas.Allí,ocultoenelfollaje,estabaCrookshanks.—¡Saldeahí!—gritóRon,agachándoseycogiendounapiedradel suelo.Pero
antesdequepudierahacernada,Crookshankssehabíadesvanecidoconunsusurrodesulargacolacanela.
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—¿Loves?—dijoRonfurioso,tirandolapiedraalsuelo—.Aúnlepermiteandara sus anchas.Seguramentepiensaacompañar los restosdeScabbers conunpardepájaros.
Harry no respondió.Respiró aliviado.Durante unos segundos había creído queaquellos ojos eran los delGrim. Siguieron hacia el castillo. Avergonzado por suinstantede terror,Harrynoexplicónadaasuamigo.Tampocomiróaderechaniaizquierdahastaquellegaronaliluminadovestíbulo.
•••
Aldíasiguiente,Harrybajóadesayunarconlosdemáschicosdesudormitorio,quepor lo visto pensaban que la Saeta de Fuego era merecedora de una especie deguardiadehonor.AlentrarHarryenelGranComedor,todossevolvieronamirarlaSaeta de Fuego,murmurando emocionados.Harry vio con satisfacción que los delequipodeSlytherinestabanatónitos.
—¿Lehasvistolacara?—lepreguntóRonconalegría,volviéndoseparamiraraMalfoy—.¡Noselopuedecreer!¡Esestupendo!
WoodtambiénestabaorgullosodelaSaetadeFuego.—Déjala aquí, Harry —dijo, poniendo la escoba en el centro de la mesa y
dándolelavueltaconcuidado,paraqueelnombrequedaravisible.LosdeRavenclawyHufflepuffseacercaronparaverla.CedricDiggoryfueafelicitaraHarryporhaberconseguidounsustitutotansoberbioparasuNimbus.YlanoviadePercy,PenelopeClearwater,deRavenclaw,pidiópermisoparacogerla.
—Sinsabotajes, ¿eh,Penelope?—ledijoefusivamentePercymientras la jovenexaminaba detenidamente la Saeta de Fuego—. Penelope y yo hemos hecho unaapuesta—dijoalequipo—.Diezgaleonesaverquiéngana.
PenelopedejólaSaetadeFuego,lediolasgraciasaHarryyvolvióalamesa.—Harry, procura ganar—le dijoPercy en un susurro apremiante—, porque no
tengodiezgaleones.¡Yavoy,Penelope!—Yfueconellaalterminarselatostada.—¿Estás seguro de que puedes manejarla, Potter? —dijo una voz fría y
arrastrada.DracoMalfoysehabíaacercadoparavermejor,yCrabbeyGoyleestabandetrás
deél.—Sí,creoquesí—contestóHarry.—Muchas prestaciones especiales, ¿verdad? —dijo Malfoy, con un brillo de
maliciaen losojos—.Esunapenaqueno incluyaparacaídas,porsiaparecealgúndementor.
CrabbeyGoyleserieron.—Yesunapenaquenotengastresbrazos—lecontestóHarry—.Deesaforma
podríascogerlasnitch.El equipo deGryffindor se rió con ganas.Malfoy entornó sus ojos claros y se
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marchó ofendido. Lo vieron reunirse con los demás jugadores de Slytherin, quejuntaronlascabezas,seguramenteparapreguntarleaMalfoysilaescobadeHarryeradeverdadunaSaetadeFuego.
A lasoncemenoscuartoel equipodeGryffindor sedirigióa losvestuarios.Eltiempo no podía ser más distinto del que había imperado en el partido contraHufflepuff.Hacíaundía frescoydespejado,conunabrisamuy ligera.Estaveznohabríaproblemasdevisibilidad,yHarry,aunqueestabanervioso,empezabaasentirlaemociónquesólopodíaproducirunpartidodequidditch.Oíanalrestodelcolegioquesedirigíaalestadio.Harrysequitólasropasnegrasdelcolegio,sacódelbolsillola varita y se la metió dentro de la camiseta que iba a llevar bajo la túnica dequidditch.Esperabanonecesitarla.SepreguntóderepentesielprofesorLupinestaríaentreelpúblicoviendoelpartido.
—Yasabéisloquetenéisquehacer—dijoWoodcuandosedisponíanasalirdelvestuario—. Si perdemos este partido, estamos eliminados. Sólo… sólo tenéis quehacerlocomoenelentrenamientodeayerytodoirádeperlas.
Salieron al campo y fueron recibidos con un aplauso tumultuoso.El equipo deRavenclaw,decolorazul,aguardabayaenelcampo.Labuscadora,ChoChang,erala única chica del equipo.Harry le sacabamás omenos una cabeza de altura, y apesardelosnervios,nopudodejardenotarqueeramuyguapa.Ellalesonriócuandolosequipossealinearonunofrentealotro,detrásdesuscapitanes,yHarrysintióunaligerasacudidaenelestómagoquenocreyóquetuvieranadaqueverconlosnervios.
—Wood,Davies,daoslamano—ordenólaseñoraHooch.YWoodleestrechólamanoalcapitándeRavenclaw.—Montadenlasescobas…Cuandosueneelsilbato…¡Tres,dos,uno!HarrydespegódelsueloylaSaetadeFuegoselevantómásrápidoqueninguna
otraescoba.Planeóporel estadioyempezóabuscar la snitch,escuchando todoeltiempoloscomentariosdeLeeJordan,elamigodelosgemelosFredyGeorge:
—HanempezadoajugaryelobjetodeexpectaciónenestepartidoeslaSaetadeFuegoquemontaHarryPotter,delequipodeGryffindor.SegúnlarevistaElmundode la escoba, la Saeta es la escoba elegida por los equipos nacionales para elcampeonatomundialdeesteaño.
—Jordan, ¿te importaría explicar lo que ocurre en el partido?—interrumpió lavozdelaprofesoraMcGonagall.
—Tiene razón, profesora. Sólo daba algo de información complementaria. LaSaetadeFuego,porcierto,estádotadadefrenosautomáticosy…
—¡Jordan!—Vale,vale.Gryffindortienelapelota.KatieBellsedirigealameta…HarrypasócomounrayoalladodeKatieyendireccióncontraria,buscandoasu
alrededorun resplandordoradoynotandoqueChoChang lepisaba los talones.Lajugadoravolabamuybien.Continuamente se le cruzaba,obligándoloa cambiardedirección.
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—Enséñale cómo se acelera,Harry—le gritó Fred al pasar velozmente por suladoenpersecucióndeunabludgerquesedirigíahaciaAlicia.
HarryacelerólaSaetaalrodearlospostesdelametadeRavenclaw,seguidodeCho.LavioenelmomentoenqueKatieconseguíaelprimertantodelpartidoylasgradas ocupadas por los de Gryffindor enloquecían de entusiasmo: la snitch, muypróximaalsuelo,cercadeunadelasbarreras.
Harrydescendióenpicado;Cholovioysaliórápidamentetrasél.Harryaumentólavelocidad.Estabaembargadodeemoción.Suespecialidaderan losdescensosenpicado.Estabaatresmetrosdedistancia…
Entonces, una bludger impulsada por uno de los golpeadores de RavenclawsurgióanteHarryvelozcomounrayo.Harryviró.Laesquivóporuncentímetro.Trasesosescasosycrucialessegundos,lasnitchdesapareció.
Los seguidoresdeGryffindordieronungritodedecepcióny losdeRavenclawaplaudieron a rabiar a su golpeador.GeorgeWeasley desfogó su rabia enviando lasegundabludgerdirectamentecontraelgolpeadorquehabíalanzadocontraHarry.Elgolpeadortuvoquedarenelaireunavueltadecampanaparaesquivarla.
—¡Gryffindorganaporochentaa cero! ¡YmirenesaSaetadeFuego!Potter leestásacandopartido.Veancómogira.LaCometadeChangnoestáasualtura.LaprecisiónyequilibriodelaSaetaesrealmenteevidenteenestoslargos…
—¡JORDAN!¿TEPAGANPARAQUEHAGASPUBLICIDADDELASSAETASDEFUEGO?¡SIGUE
COMENTANDOELPARTIDO!
Ravenclaw jugaba a la defensiva. Ya habíanmarcado tres goles, lo cual habíareducido la distancia conGryffindor a cincuenta puntos. SiCho atrapaba la snitchantes que él, Ravenclaw ganaría. Harry descendió evitando por muy poco a uncazadordeRavenclawybuscólasnitchportodoelcampo,desesperadamente.Vioundestellodoradoyunaleteodepequeñasalas:lasnitchrodeabalametadeGryffindor.
Harry aceleró con los ojos fijos en la mota de oro que tenía delante. Pero unsegundodespuéssurgióCho,bloqueándole.
—¡HARRY, NO ES MOMENTO PARA PORTARSE COMO UN CABALLERO! —gritó WoodcuandoHarryviróparaevitarunacolisión—.¡SIESNECESARIO,TÍRALADELAESCOBA!
Harry volvió la cabeza y vio a Cho. La muchacha sonreía. La snitch habíadesaparecidodenuevo.HarryascendióconlaSaetayenseguidaseencontróasietemetrosporencimadelniveldejuego.PorelrabillodelojovioqueCholoseguía…Preferíamarcarloabuscar lasnitch.Bien,pues…siqueríaperseguirlo, tendríaqueatenersealasconsecuencias…
Volvióabajarenpicado;Cho,creyendoquehabíavueltoaver lasnitch,quisoseguirle.Harryfrenómuybruscamente.Choseprecipitóhaciaabajo.Harry,unavezmás,ascendióvelozcomounrayoyentonceslavioporterceravez:lasnitchbrillabaporencimadelmediocampodeRavenclaw.Aceleró;tambiénlohizoCho,muchosmetros por debajo. Harry iba delante, acercándose cada vez más a la snitch.Entonces…
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—¡Ah!—gritóCho,señalandohaciaabajo.Harrysedistrajoybajólavista.Tresdementoresaltos,encapuchadosyvestidos
denegrolomiraban.Nosedetuvoapensar.Metió lamanoporelcuellode la ropa, sacó lavaritay
gritó:—¡Expectopatronum!Algoblancoyplateado,enorme, salióde lapuntade lavarita.Sabíaquehabía
disparadohacialosdementores,peronoseentretuvoencomprobarlo.Conlamenteaúndespejada,miró delante de él.Ya casi estaba.Alargó lamano, con la que aúnempuñabalavarita,ypudohacerseconlapequeñayrebeldesnitch.
SeoyóelsilbatodelaseñoraHooch.Harrydiomediavueltaenelaireyvioseisborrones rojos que se le venían encima. Al momento siguiente, todo el equipo loabrazabatanfuertequecasiloderribarondelaescoba.DeabajollegabaelgriteríodelaaficióndeGryffindor.
—¡Ésteesmivaliente!—exclamabaWoodunayotravez.Alicia,AngelinayKatiebesaronaHarry,yFredlediounabrazotanfuerteque
Harrycreyóquese le ibaasalir lacabeza.Encompletodesorden,elequipose lasingenió para abrirse camino y volver al terreno de juego. Harry descendió de laescobayvioaunmontóndeseguidoresdeGryffindorsaltandoalcampo,conRonencabeza. Antes de que se diera cuenta, lo rodeaba una multitud alegre que leovacionaba.
—¡Sí!—gritóRon,subiéndoleaHarryelbrazo—.¡Sí!—Bien hecho, Harry —le dijo Percy muy contento—. Acabo de ganar diez
galeones.TengoqueencontraraPenelope.Disculpa.—¡Estupendo,Harry!—gritóSeamusFinnigan.—¡Muybien!—dijoHagridconvozdetrueno,porencimadelascabezasdelos
deGryffindor.—Fueunpatronusbastantebueno—susurróunavozaloídodeHarry.HarrysevolvióyvioalprofesorLupin,queestabaencantadoysorprendido.—Losdementoresnomeafectaronenabsoluto—dijoHarryemocionado—.No
sentínada.—Esoseríaporque…porquenoerandementores—dijoelprofesorLupin—.Ven
yloverás.SacóaHarrydelamultitudparaenseñarleelbordedelterrenodejuego.—LehasdadounbuensustoalseñorMalfoy—dijoLupin.Harrysequedómirando.TendidosenconfusomontónestabanMalfoy,Crabbe,
Goyle y Marcus Flint, el capitán del equipo de Slytherin, todos forcejeando porquitarseunastúnicaslargas,negrasyconcapucha.ParecíacomosiMalfoysehubierapuestodepiesobreloshombrosdeGoyle.Delantedeellos,muyenfadada,estabalaprofesoraMcGonagall.
—¡Un truco indigno!—gritaba—.¡Un intentocobardee innobledesabotearal
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buscador de Gryffindor! ¡Castigo para todos y cincuenta puntos menos paraSlytherin! Pondré esto en conocimiento del profesor Dumbledore, no os quepa lamenorduda.¡Ah,aquíllega!
SialgopodíaponerlelaguindaalavictoriadeGryffindoreraaquello.Ron,quesehabíaabiertocaminoparallegarjuntoaHarry,separtíadelarisamientrasveíanaMalfoyforcejeandoparaquitarselatúnica,conlacabezadeGoyletodavíadentro.
—¡Vamos, Harry! —dijo George, abriéndose camino—. ¡Vamos a celebrarloahoraenlasalacomúndeGryffindor!
—Bien—contestóHarry.Ymáscontentodeloquesehabíasentidoenmuchotiempo,acompañóalresto
delequipohacia lasalidadelestadioyotravezalcastillo,vestidosaúncon túnicaescarlata.
Eracomosihubieranganadoyalacopadequidditch;lafiestaseprolongótodoeldíayhastabienentradalanoche.FredyGeorgeWeasleydesaparecieronunpardehorasyvolvieronconlosbrazoscargadosconbotellasdecervezademantequilla,refrescodecalabazaybolsasdedulcesdeHoneydukes.
—¿Cómo lo habéis hecho? —preguntó Angelina Johnson, mientras Georgearrojabasaposdementaatodos.
—ConlaayudadeLunático,Colagusano,CanutoyCornamenta—susurróFredaloídodeHarry.
Sólo había una persona que no participaba en la fiesta. Hermione,inverosímilmentesentadaenunrincón,seesforzabaporleerunlibroenormequesetitulabaVidadomésticaycostumbressocialesdelosmugglesbritánicos.Harrydejóla mesa en que Fred y George habían empezado a hacer juegos malabares conbotellasdecervezademantequilla,yseacercóaella.
—¿Nohasvenidoalpartido?—lepreguntó.—Claroquesí—respondióHermione,convozcuriosamenteaguda,sinlevantar
lavista—.Ymealegromuchodequeganáramos,ycreoquetúlohicistemuybien,perotengoqueterminarestoparaellunes.
—Vamos, Hermione, ven a tomar algo —dijo Harry, mirando hacia Ron ypreguntándose si estaría de un humor lo bastante bueno para enterrar el hacha deguerra.
—Nopuedo,Harry,aúntengoqueleercuatrocientasveintidóspáginas—contestóHermione,queparecíaunpocohistérica—.Además…—tambiénmiróaRon—,élnoquierequevaya.
Nopudonegarlo,porqueRonescogióaquelprecisomomentoparadecirenvozalta:
—SiScabbersnohubieramuerto,podríacomerseahoraunascuantasmoscasdecaféconleche,legustabantanto…
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Hermioneseechóallorar.AntesdequeHarrypudierahacerodecirnada,sepusoelmamotretoenlaaxilay,sindejardesollozar,saliócorriendohacialaescaleraqueconducíaaldormitoriodelaschicas,yseperdiódevista.
—¿Nopuedesdarleunaoportunidad?—preguntóHarryaRonenvozbaja.—No —respondió Ron rotundamente—. Si al menos lo lamentara, pero
Hermione nunca admitirá que obró mal. Es como si Scabbers se hubiera ido devacacionesoalgoparecido.
LafiestadeGryffindorsóloterminócuandolaprofesoraMcGonagallsepresentóalaunadelamadrugada,consubatadetelaescocesaylaredecillaenelpelo,paramandarles que se fueran a dormir. Harry y Ron subieron al dormitorio, todavíacomentandoelpartido.Alfinal,exhausto,Harrysemetióenlacamadedosel,corriólascortinasparataparunrayodeluna,seacostóysedurmióinmediatamente.
Tuvo un sueñomuy raro. Caminaba por un bosque, con la Saeta de Fuego alhombro,persiguiendoalgodecolorblancoplateado.ElserserpenteabaporentrelosárbolesyHarryapenaspodíavislumbrarloentrelashojas.Conganasdealcanzarlo,apretóelpaso,peroalirmásaprisa,supresaloimitó.Harryechóacorreryoyóunruido de cascos que adquirían velocidad. Harry corría con desesperación y oía ungalopedelantedeél.Entróenunclarodelbosquey…
—¡AAAAAAAAAAAAAAGH!¡NOOOOOOOOOOOO!
Harry despertó tan de repente como si le hubieran golpeado en la cara.Desorientadoenmediodelatotaloscuridad,buscóatientaslascortinasdelacama.Oía ruidos a su alrededor, y la voz deSeamusFinnigan desde el otro extremodeldormitorio:
—¿Quéocurre?A Harry le pareció que se cerraba la puerta del dormitorio. Tras encontrar la
separacióndelascortinas,lasabrióalmismotiempoqueDeanThomasencendíasulámpara.
Ron estaba incorporado en la cama, con las cortinas echadas a un lado y unaexpresióndepánicoenelrostro.
—¡Black!¡SiriusBlack!¡Conuncuchillo!—¿Qué?—¡Aquí!¡Ahoramismo!¡Rasgólascortinas!¡Medespertó!—¿Noestaríassoñando,Ron?—preguntóDean.—¡Miradlascortinas!¡Osdigoqueestabaaquí!Todos se levantaron de la cama;Harry fue el primero en llegar a la puerta del
dormitorio. Se lanzaron por la escalera. Las puertas se abrían tras ellos y losinterpelabanvocessoñolientas:
—¿Quiénhagritado?—¿Quéhacéis?La sala común estaba iluminadapor los últimos rescoldos del fuegoy llenade
restosdelafiesta.Nohabíanadieallí.
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—¿Estássegurodequenosoñabas,Ron?—¡Osdigoquelovi!—¿Porquéarmáistantojaleo?—¡LaprofesoraMcGonagallnoshamandadoacostarnos!Algunaschicashabíanbajadoponiéndoselabataybostezando.—Estupendo,¿continuamos?—preguntóFredWeasleyconanimación.—¡Todoelmundoalacama!—ordenóPercy,entrandoaprisaenlasalacomúny
poniéndose,mientrashablaba,suinsigniadedelegadoenelpijama.—Percy…¡SiriusBlack!—dijoRon, convozdébil—. ¡Ennuestrodormitorio!
¡Conuncuchillo!¡Medespertó!Todoscontuvieronlarespiración.—¡Absurdo!—dijoPercyconcaradesusto—.Hascomidodemasiado,Ron.Has
tenidounapesadilla.—Tedigoque…—¡Venga,yabasta!LlególaprofesoraMcGonagall.Cerrólapuertadelasalacomúnymirófuriosaa
sualrededor.—¡Me encanta que Gryffindor haya ganado el partido, pero esto es ridículo!
¡Percy,noesperabaestodeti!—¡Le aseguro que no he dado permiso, profesora!—dijo Percy, indignado—.
¡Precisamente les estaba diciendo a todos que regresaran a la cama! ¡Mi hermanoRontuvounapesadilla…!
—¡NOFUEUNAPESADILLA!—gritóRon—.¡PROFESORA,MEDESPERTÉYSIRIUSBLACK
ESTABADELANTEDEMÍ,CONUNCUCHILLOENLAMANO!
LaprofesoraMcGonagalllomirófijamente.—Nodigastonterías,Weasley.¿Cómoibaapasarporelretrato?—¡Hayquepreguntarle!—dijoRon, señalandoconeldedo laparte traseradel
cuadrodesirCadogan—.Hayquepreguntarlesihavisto…MirandoaRonconrecelo,laprofesoraMcGonagallabrióelretratoysalió.Todos
losdelasalacomúnescucharonconteniendolarespiración.—SirCadogan,¿hadejadoentraraunhombreenlatorredeGryffindor?—¡Sí,gentilseñora!—gritósirCadogan.Todos,dentroyfueradelasalacomún,sequedaroncallados,anonadados.—¿De…deverdad?—dijolaprofesoraMcGonagall—.Pero¿ylacontraseña?—¡Me la dijo! —respondió altanero sir Cadogan—. Se sabía las de toda la
semana,señora.¡Lastraíaescritasenunpapel!La profesoraMcGonagall volvió a pasar por el retrato para encontrarse con la
multitud,queestabaestupefacta.Sehabíaquedadoblancacomolatiza.—¿Quiénhasido?—preguntóconvoztemblorosa—.¿Quiénhasidoeltontoque
haescritolascontraseñasdelasemanaylashaperdido?Hubo un silencio total, roto por un leve grito de terror. Neville Longbottom,
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temblandodesde lospiescalzadosconzapatillasde telahasta lacabeza, levantó lamanomuylentamente.
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E
CAPÍTULO14
ElrencordeSnape
NlatorredeGryffindornadiepudodormiraquellanoche.Sabíanqueelcastilloestabavolviendoaserrastreadoytodoelcolegiopermaneciódespiertoenlasala
común,esperandoasabersihabíanatrapadoaBlackono.LaprofesoraMcGonagallvolvióalamanecerparadecirquesehabíavueltoaescapar.
Por cualquier sitio por el que pasaran al día siguiente encontrabanmedidas deseguridadmásrigurosas.ElprofesorFlitwick instruíaa laspuertasprincipalesparaquereconocieranunafotodeSiriusBlack.Filchibaporlospasillos,tapándolotodocontablas,desdelaspequeñasgrietasdelasparedeshastalasratoneras.SirCadoganfuedespedido.Lodevolvieronalsolitariodescansillodelpisoséptimoyloreemplazóla Señora Gorda. Había sido restaurada magistralmente, pero continuaba muynerviosa,yaccedióaregresarasutrabajosólosicontabaconprotección.Contratarona un grupo de hoscos troles de seguridad para protegerla. Recorrían el pasilloformandoungrupoamenazador,hablandoentregruñidosycomparandoeltamañodesusporras.
Harry no pudo dejar de notar que la estatua de la bruja tuerta del tercer pisoseguíasinprotecciónydespejada.ParecíaqueFredyGeorgeestabanenlociertoalpensarqueellos,yahoraHarry,RonyHermione,eranlosúnicosquesabíanqueallíestabalaentradadeunpasadizosecreto.
—¿Creesquedeberíamosdecírseloaalguien?—preguntóHarryaRon.—SabemosquenoentraporHoneydukes—dijoRon—.Sihubieran forzado la
entradadelatienda,lohabríamosoído.HarrysealegródequeRonlovieraasí.Silabrujatuertasetaparatambiéncon
tablas,élyanopodríavolveraHogsmeade.Ron se convirtió de repente en una celebridad. Por primera vez, la gente le
prestaba más atención a él que a Harry, y era evidente que a Ron le complacía.Aunque seguía asustado por lo de aquella noche, le encantaba contarle a todo elmundolospormenoresdeloocurrido.
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—Estaba dormido y oí rasgar las cortinas, pero creí que ocurría en un sueño.Entoncessentíunacorriente…Medespertéyviqueunadelascortinasdemicamaestabacaída…Medilavueltayloviantemí,comounesqueleto,contoneladasdepelomuysucio…empuñandouncuchillo largoy tremendo,debíademedir treintacentímetros,memiraba,lomiré,entoncesgritéysalióhuyendo.
—Pero¿porquésefue?—preguntóRonaHarrycuandosemarcharonlaschicasdesegundoquelohabíanestadoescuchando.
Harrysepreguntabalomismo.¿PorquéBlack,quesehabíaequivocadodecama,nohabíadecidido silenciar aRony luegodirigirsehacia ladeHarry?Blackhabíademostrado doce años antes que no le importabamatar a personas inocentes, y enaquella ocasión se enfrentaba a cinco chavales indefensos, cuatro de los cualesestabandormidos.
—Quizásedieracuentadequeleibaacostarsalirdelcastillocuandogritasteydespertaste a losdemás—dijoHarrypensativamente—.Habría tenidoquematar atodoelcolegioparasaliratravésdelretrato…Yentoncessehabríaencontradoconlosprofesores…
Nevillehabíacaídoendesgracia.LaprofesoraMcGonagallestabatanfuriosaconél que le había suprimido las futuras visitas a Hogsmeade, le había impuesto uncastigoyhabíaprohibidoa losdemásque ledieran lacontraseñaparaentrar en latorre.ElpobreNeville seveíaobligadoaesperar cadanoche la llegadadealguiencon quien entrar, mientras los troles de seguridad lo miraban burlona ydesagradablemente. Ninguno de aquellos castigos, sin embargo, era ni sombra delquesuabuelalereservaba;dosdíasdespuésdelaintrusióndeBlack,envióaNevillelo peor que un alumno de Hogwarts podía recibir durante el desayuno: unvociferador.
LaslechuzasdelcolegioentraroncomoflechasenelGranComedor,llevandoelcorreo como de costumbre, y Neville se atragantó cuando una enorme lechuzaaterrizóanteél,conunsobrerojoenelpico.HarryyRon,queestabansentadosalotroladodelamesa,reconocieronenseguidalacarta.TambiénRonhabíarecibidoelañoanteriorunvociferadordesumadre.
—¡Cógeloyvete,Neville!—leaconsejóRon.Neville no necesitó oírlo dos veces. Cogió el sobre y, sujetándolo como si se
tratara de una bomba, salió del Gran Comedor corriendo, mientras la mesa deSlytherin,alverlo,estallabaencarcajadas.Oyeronelvociferadorenelvestíbulo.LavozdelaabueladeNeville,amplificadacienvecespormediodelamagia,gritabaaNevillequehabíallevadolavergüenzaalafamilia.
HarryestabademasiadoabsortoapiadándosedeNevilleparadarsecuentadequetambiénélteníacarta.Hedwigllamósuatencióndándoleunpicotazoenlamuñeca.
—¡Ay!Ah,Hedwig,gracias.Harry rasgó el sobre mientras Hedwig picoteaba entre los copos de maíz de
Neville.Lanotaquehabíadentrodecía:
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QueridosHarryyRon:¿Os apetece tomar el té conmigo esta tarde, a eso de las seis? Iré a
recogeros al castillo. ESPERADME EN EL VESTÍBULO. NO TENÉIS PERMISO PARASALIRSOLOS.
Unsaludo,Hagrid
—ProbablementequieresaberlosdetallesdelodeBlack—dijoRon.Asíqueaquellatarde,alasseis,HarryyRonsalierondelatorredeGryffindor,
pasaron corriendo por entre los troles de seguridad y se dirigieron al vestíbulo.Hagridlosaguardabaya.
—Bien, Hagrid—dijo Ron—.Me imagino que quieres que te cuente lo de lanochedelsábado,¿no?
—Yame lo han contado—dijoHagrid, abriendo la puerta principal y saliendoconellos.
—Vaya—dijoRon,unpocoofendido.Lo primero que vieron al entrar en la cabaña de Hagrid fue a Buckbeak, que
estabaestiradosobreeledredónderetalesdeHagrid,conlasenormesalasplegadasycomiéndose un abundante plato de hurones muertos. Al apartar los ojos de ladesagradablevisión,Harryvioun trajegigantescodeuna telamarrónpeludayunaespantosacorbataamarillaynaranja,colgadosdelapuertadelarmario.
—¿Paraquéson,Hagrid?—preguntóHarry.—BuckbeaktienequepresentarseantelaComisiónparalasCriaturasPeligrosas
—dijoHagrid—.Seráesteviernes.IremosjuntosaLondres.Hereservadodoscamasenelautobúsnoctámbulo…
Harryseavergonzó.SehabíaolvidadoporcompletodequeeljuiciodeBuckbeakestabapróximo,yajuzgarporlaincomodidadevidentedeRon,éltambiénlohabíaolvidado. Habían olvidado igualmente que habían prometido que lo ayudarían aprepararladefensadeBuckbeak.LallegadadelaSaetadeFuegolohabíaborradodelacabezadeambos.
Hagrid les sirvió téy lesofrecióunplatodebollosdeBath.Pero los conocíandemasiadobienparaaceptarlos.YateníanexperienciaconlacocinadeHagrid.
—Tengo algo que comentaros —dijo Hagrid, sentándose entre ellos, con unaseriedadqueresultabararaenél.
—¿Qué?—preguntóHarry.—Hermione—dijoHagrid.—¿Quélepasa?—preguntóRon.—Está muy mal, eso es lo que le pasa. Me ha venido a visitar con mucha
frecuenciadesdelasNavidades.Seencuentrasola.PrimeronolehablabaisporlodelaSaetadeFuego.Ahoranolehabláisporculpadelgato.
—¡SecomióaScabbers!—exclamóRondemalhumor.
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—¡Porquesugatohizoloquetodoslosgatos!—prosiguióHagrid—.Hallorado,¿sabéis?Estápasandomomentosmuydifíciles.Creoquetratadeabarcarmásdeloque puede. Demasiado trabajo. Aún encontró tiempo para ayudarme con el casoBuckbeak.Porsupuesto,mehaencontradoalgomuyútil…Creoqueahoravaatenerbastantesposibilidades…
—Nosotros también tendríamos que haberte ayudado, Hagrid, lo siento —balbuceóHarry.
—¡No os culpo!—dijo Hagrid, con un movimiento de la mano—. Ya sé quehabéis estadomuyocupados.A ti tehevisto entrenardíaynoche.Pero tengoquedecirosquecreíaquevalorabaismásavuestraamigaquea lasescobaso las ratas.Nadamás.—HarryyRonsemiraronazorados—.SufriómuchocuandoseenteródequeBlack había estado a punto dematarte,Ron.Hermione tiene buen corazón.Yvosotrosdossindirigirlelapalabra…
—Sisedeshicieradeesegato,levolveríaahablar—dijoRonenfadado—.Perotodavíalodefiende.Estáloco,yellanoadmiteunapalabraensucontra.
—Ah,bueno,lagentesueleponerseunpocotontaconsusanimalesdecompañía—dijoHagridprudentemente.
BuckbeakescupióunoshuesosdehurónsobrelaalmohadadeHagrid.PasaronelrestodeltiempohablandodelascrecientesposibilidadesdeGryffindor
deganarlacopadequidditch.Alasnueveenpunto,Hagridlosacompañóalcastillo.Cuandovolvierona lasalacomún,ungruponumerosodegenteseamontonaba
delantedeltablóndeanuncios.—¡Hogsmeade el próximo fin de semana!—dijoRon, estirando el cuello para
leerlanuevanotaporencimadelascabezasajenas—.¿Quévasahacer?—preguntóaHarryenvozbaja,alsentarse.
—Bueno,FilchnohatapadolaentradadelpasadizoquellevaaHoneydukes—dijoHarryaúnmásbajo.
—Harry—dijounavozensuoídoderecho.Harrysesobresaltó.SevolvióyvioaHermione,sentadaalamesaqueteníandetrás,porunhuecoquehabíaenelmurodelibrosque laocultaba—,Harry, si vuelvesotravezaHogsmeade… le contaré a laprofesoraMcGonagalllodelmapa.
—¿Oyesaalguien,Harry?—mascullóRon,sinmiraraHermione.—Ron, ¿cómopuedesdejarle quevaya? ¡Despuésde loque estuvo apuntode
hacerteSiriusBlack!Habloenserio.Lecontaré…—¡AsíqueahoraquieresqueexpulsenaHarry!—dijoRon,furioso—.¿Esque
nohashechoyabastantedañoestecurso?Hermioneabrió labocapararesponder,peroCrookshanks saltósobresuregazo
conunlevebufido.HermioneseasustódelaexpresióndeRon,cogióalgatoysefuecorriendohacialosdormitoriosdelaschicas.
—Entonces¿quéteparece?—preguntóRonaHarry,comosinohubierahabidoninguna interrupción—.Venga, laúltimaveznovistenada. ¡Nisiquierahasestado
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todavíaenZonko!Harry miró a su alrededor para asegurarse de que Hermione no podía oír sus
palabras:—Deacuerdo—dijo—.Peroestavezcogerélacapainvisible.
Elsábadoporlamañana,Harrymetióenlamochila lacapainvisible,guardóenelbolsillo el mapa del merodeador y bajó a desayunar con los otros. Hermione nodejabademirarloconsuspicacia,peroélevitabasumiradayseaseguródequeellalovierasubirlaescalerademármoldelvestíbulomientrastodoslosdemássedirigíanalaspuertasprincipales.
—¡Adiós, Harry! —le dijo Ron en voz alta, sonriendo y guiñando un ojo—.¡Hastalavuelta!
Harrysubióaltercerpisoatodaprisa,sacandoelmapadelmerodeadormientrascorría.Sepusoencuclillasdetrásdelabrujatuertayextendióelmapa.Unpuntitodiminuto se movía hacia él. Harry lo examinó entornando los ojos. La minúsculainscripciónqueacompañabaalpuntitodecía:«NEVILLELONGBOTTOM.»
Harry sacó la varita rápidamente,musitó «Dissendio»ymetió lamochila en laestatua,peroantesdequepudieraentrarporellaNevilleaparecióporlaesquina:
—¡Harry!HabíaolvidadoquetútampocoibasaHogsmeade.—Hola,Neville—dijoHarry,separándoserápidamentedelaestatuayvolviendo
ameterseelmapaenelbolsillo—.¿Quéhaces?—Nada—dijoNeville,encogiéndosedehombros—.¿Teapeteceunapartidade
naipesexplosivos?—Ahora no… Iba a la biblioteca a hacer el trabajo sobre los vampiros, para
Lupin.—¡Voycontigo!—dijoNevilleconentusiasmo—.¡Yotampocolohehecho!—Eh…¡Perosiloterminéanoche!¡Semehabíaolvidado!—¡Estupendo, entonces podrás ayudarme!—dijoNeville—.Nome entra todo
esodelajo.¿Selotienenquecomero…?Neville se detuvo con un estremecimiento,mirando por encima del hombro de
Harry.EraSnape.NevillesepusorápidamentedetrásdeHarry.—¿Quéhacéisaquílosdos?—dijoSnape,deteniéndoseymirandoprimeroauno
ydespuésalotro—.Unextrañolugarparareunirse…AnteeldesasosiegodeHarry,losojosnegrosdeSnapemiraronhacialaspuertas
quehabíaacadaladoyluegoalabrujatuerta.—Nonoshemosreunidoaquí—explicóHarry—.Sólonoshemosencontradopor
casualidad.—¿De veras? —dijo Snape—. Tienes la costumbre de aparecer en lugares
inesperados, Potter, y raramente te encuentras en ellos sinmotivo.Os sugiero que
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volváisalatorredeGryffindor,queesdondedebéisestar.HarryyNevillesepusieronencaminosindecirnada.Aldoblarlaesquina,Harry
miró atrás. Snapepasabaunamanopor la cabeza de la bruja tuerta, examinándoladetenidamente. Harry se las arregló para deshacerse deNeville en el retrato de laSeñora Gorda, diciendo la contraseña y simulando que se había dejado el trabajosobrelosvampirosenlabibliotecayquevolvíaporél.Despuésdeperderdevistaalostrolesdeseguridad,volvióasacarelmapa.
El corredor del tercer piso parecía desierto. Harry examinó el mapa condetenimiento y vio con alivio que laminúsculamota con la inscripción «SEVERUSSNAPE»estabaotravezeneldespacho.
Echóunacarrerahasta laestatuade labruja, abrió laentradade la jorobay sedeslizóhastaencontrar lamochilaal finaldeaquellaespeciede tobogándepiedra.Borróelmapadelmerodeadoryechóacorrer.
Completamenteocultoporlacapainvisible,HarrysalióalaluzdelsolporlapuertadeHoneydukesydiouncodazoaRonenlaespalda.
—Soyyo—susurró.—¿Porquéhastardadotanto?—dijoRonentredientes.—Snaperondabaporallí.Echaronaandarporlacalleprincipal.—¿Dóndeestás?—lepreguntabaRondevezencuando,por la comisurade la
boca—.¿Siguesahí?Quéraroresultaesto…Fueron a la oficina de correos. Ron hizo como que miraba el precio de una
lechuzaqueibahastaEgipto,dondeestabaBill,ydeesamaneraHarrypudohartarsedecuriosear.Porlomenostrescientaslechuzasululabansuavemente,desdelasgrisesgrandes hasta las pequeñísimas scops («Sólo entregas locales»), que cabían en lapalmadelamanodeHarry.
Luego visitaron la tienda de Zonko, que estaba tan llena de estudiantes deHogwarts que Harry tuvo que tener mucho cuidado para no pisar a nadie y noprovocar el pánico.Había artículos de broma para satisfacer hasta los sueñosmásdescabelladosdeFredyGeorge.HarrysusurróaRonloquequeríaquelecompraraylepasóunpocodeoropordebajodelacapa.SalierondeZonkoconlosmonederosbastante más vacíos que cuando entraron, pero con los bolsillos abarrotados debombas fétidas,dulcesdelhipo, jabóndehuevosde ranayuna tazaquemordía lanariz.
El día era agradable, con un poco de brisa, y a ninguno de los dos le apetecíametersedentrodeningúnsitio,asíquesiguieroncaminando,dejaronatrásLasTresEscobasysubieronunacuestaparairavisitarlaCasadelosGritos,eledificiomásembrujadodeGranBretaña.Estabaunpocoseparadaymáselevadaqueelrestodelpueblo,einclusoalaluzdeldíaresultabaescalofrianteconsusventanascegadasysu
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jardínhúmedo,sombríoycuajadodemaleza.—Hasta los fantasmas de Hogwarts la evitan —explicó Ron, apoyado como
Harry en la valla, levantando la vista hacia ella—. Le he preguntado a Nick CasiDecapitado…Dicequehaoídoqueaquíresidenunosfantasmasmuybestias.Nadiepuedeentrar.FredyGeorgelointentaron,claro,perotodaslasentradasestántapadas.
Harry, agotadopor la subida, estabapensandoenquitarse la capaduranteunosminutoscuandooyóvocescercanas.Alguiensubíahacialacasaporelotroladodelacolina.UnmomentodespuésaparecióMalfoy,seguidodecercaporCrabbeyGoyle.Malfoydecía:
—…en cualquiermomento recibiré una lechuza demi padre. Tengo que ir aljuicioparadeclarar por lodemibrazo.Tengoque explicarque lo tuve inutilizadodurantetresmeses…
CrabbeyGoyleserieron.—Ojalá pudiera oír a ese gigante imbécil y peludo defendiéndose: «Es
inofensivo,deverdad.Esehipogrifoestanbuenocomoun…»—MalfoyvioaRonde repente.Hizounamuecamalévola—.¿Quéhaces,Weasley?—Levantó lavistahacia lacasaenruinasquehabíadetrásdeRon—:Supongoque teencantaríavivirahí,¿verdad,Ron?¿Sueñascontenerundormitorioparatisolo?Heoídodecirqueentucasadormístodosenunahabitación,¿escierto?
HarrysujetóaRonporlatúnicaparaimpedirlequesaltarasobreMalfoy.—Déjameloamí—lesusurróaloído.La oportunidad era demasiado buena para no aprovecharla. Harry se acercó
sigilosamenteaMalfoy,CrabbeyGoyle,pordetrás;seagachóycogióunpuñadodebarrodelcamino.
—AhoramismoestábamoshablandodetuamigoHagrid—dijoMalfoyaRon—.Estábamos imaginando lo que dirá ante la Comisión para las Criaturas Peligrosas.¿Creesquellorarácuandoalhipogrifolecorten…?
¡PLAF!
Algolpearle la boladebarro en la cabeza,Malfoy se inclinóhaciadelante.Supelorubioplatinochorreababarroderepente.
—¿Quédemo…?Ronsesujetóalavallaparanorevolcarseenelsuelodelarisa.Malfoy,Crabbey
Goylesedieronlavuelta,mirandoatodaspartes.Malfoyselimpiabaelpelo.—¿Quéhasido?¿Quiénlohahecho?—Estoestállenodefantasmas,¿verdad?—observóRon,comoquiencomentael
tiempoquehace.Crabbe y Goyle parecían asustados. Sus abultados músculos no les servían de
mucho contra los fantasmas.Malfoy daba vueltas y miraba como loco el desiertoparaje.
Harryseacercóahurtadillasauncharcoespecialmentesuciosobreelquehabíaunacapadefangoverdosodeolornauseabundo.
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¡PATAPLAF!
Crabbe y Goyle recibieron algo esta vez. Goyle saltaba sin moverse del sitio,intentandoquitarseelbarrodesusojospequeñosyapagados.
—¡Havenidodeallá!—dijoMalfoy, limpiándose lacarayseñalandounpuntoqueestabaunosdosmetrosalaizquierdadeHarry.
Crabbe fue hacia delante dando traspiés, estirando como un zombi sus largosbrazos.Harry loesquivó,cogióunpaloyse lo tiró.Leacertóen laespalda.Harryretrocedió riendo en silencio mientras Crabbe ejecutaba en el aire una especie depirueta para ver quién lo había arrojado. ComoRon era la única persona a la queCrabbe podía ver, fue a él a quien se dirigió. Pero Harry estiró la pierna. Crabbetropezó,trastabillóysupiegrandeyplanopisólacapadeHarry,quesintióuntirónynotóquelacapaleresbalabaporlacara.
Duranteunafraccióndesegundo,Malfoylomirófijamente.—¡AAAH!—gritó,señalandolacabezadeHarry.Dio media vuelta y corrió colina abajo como alma que llevara el diablo, con
CrabbeyGoyledetrás.Harrysepusobienlacapa,peroyaerademasiadotarde.—Harry—dijoRon,avanzandoa trompiconesymirandohaciael lugarenque
habíaaparecidolacabezadesuamigo—.Másvalequehuyas.SiMalfoyselocuentaaalguien…lomejorseráqueregresesrápidamentealcastillo…
—¡Nosvemosmástarde!—ledijoHarry,yvolvióhaciaelpuebloatodocorrer.¿CreeríaMalfoyloquehabíavisto?¿CreeríaalguienaMalfoy?Nadiesabíalode
la capa invisible. Nadie excepto Dumbledore. Harry sintió un retortijón en elestómago. Si Malfoy contaba algo, Dumbledore comprendería perfectamente loocurrido.
VolvióaHoneydukes,volvióabajaralabodega,porelsuelodepiedra,volvióameterseporlatrampilla,sequitólacapa,selapusodebajodelbrazoycorriótodoloque pudo por el pasadizo… Malfoy llegaría antes. ¿Cuánto tiempo le costaríaencontraraunprofesor?Jadeando,notandounpinchazoenelcostado,Harrynodejóde correr hasta que alcanzó el tobogán de piedra. Tendría que dejar la capa dondeantes. Era demasiado comprometida, en caso de queMalfoy se hubiera chivado aalgúnprofesor.Laocultóenun rincónoscuroyempezóaescalarcon rapidez.Susmanossudorosasresbalabanenlosflancosdeltobogán.Llegóalaparteinteriordelajorobadelabruja, lediounosgolpecitosconlavarita,asomólacabezaysalió.Lajoroba se cerró y precisamente cuando Harry salía por la estatua, oyó unos pasosligerosqueseaproximaban.
Era Snape. Se acercó a Harry con paso rápido, produciendo un frufrú con latúnicanegra,ysedetuvoanteél.
—¿Y…?—preguntó.Había en el profesor un aire contenido de triunfo. Harry trató de disimular,
demasiado consciente de que tenía el rostro sudoroso y las manos manchadas de
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barro,queseapresuróaesconderenlosbolsillos.—Venconmigo,Potter—dijoSnape.Harrylosiguióescalerasabajo,limpiándoselasmanosenelinteriordelatúnica
sinqueSnapesedieracuenta.BajaronhastalasmazmorrasyentraroneneldespachodeSnape.Harrysólohabíaentradoenaquellugarenunaocasiónytambiénentoncesse había visto en un serio aprieto. Desde aquella vez, Snape había compradomásseres viscosos y repugnantes, y los había metido en tarros. Estaban todos enestanterías, detrás de la mesa, brillando a la luz del fuego de la chimenea yacentuandoelaireamenazadordelasituación.
—Siéntate—dijoSnape.Harrysesentó.Snape,sinembargo,permaneciódepie.—ElseñorMalfoyacabadecontarmealgomuyextraño,Potter—dijoSnape.Harrynoabriólaboca.—MehacontadoqueseencontróconWeasleyjuntoalaCasadelosGritos.Al
parecer,Weasleyestabasolo.Harrysiguiósindecirnada.—El señorMalfoy asegura que estaba hablando conWeasley cuando una gran
cantidaddebarrolegolpeóenlaparteposteriordelacabeza.¿Cómocreesquepudoocurrir?
Harrytratódeparecersorprendido:—Nolosé,profesor.Snape taladraba a Harry con los ojos. Era igual que mirar a los ojos a un
hipogrifo:Harryhizoungranesfuerzoparanoparpadear.—Entonces,elseñorMalfoypresencióunaextraordinariaaparición.¿Seteocurre
quépudoser,Potter?—No—contestóHarry,intentandoaparentarunacuriosidadinocente.—Tucabeza,Potter.Flotandoenelaire.Hubounsilencioprolongado.—TalvezdeberíaacudiralaseñoraPomfrey.Sivecosascomo…—¿QuéestaríahaciendotucabezaenHogsmeade,Potter?—dijoSnapeconvoz
suave—. Tu cabeza no tiene permiso para ir a Hogsmeade. Ninguna parte de tucuerpo,enrealidad.
—Losé—dijoHarry,haciendounesfuerzoparaqueni laculpanielmiedosereflejaranensurostro—.ParecequeMalfoytienealucina…
—Malfoy no tiene alucinaciones —gruñó Snape, y se inclinó hacia delante,apoyandolasmanosenlosbrazosdelasientodeHarry,paraquesuscarasquedasenaunpalmodedistancia—.SitucabezaestabaenHogsmeade,tambiénestabaelresto.
—He estado arriba, en la torre deGryffindor—dijoHarry—.Como ustedmemandó.
—¿Hayalguienquepuedatestificarlo?Harrynodijonada.LosfinoslabiosdeSnapesetorcieronenunahorriblesonrisa.
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—Bien—dijo, incorporándose—. Todo el mundo, desde el ministro deMagiaparaabajo,tratadeprotegerdeSiriusBlackalfamosoHarryPotter.PeroelfamosoHarry Potter hace lo que le da la gana. ¡Que la gente vulgar se preocupe de suseguridad! El famoso Harry Potter va donde le apetece sin pensar en lasconsecuencias.
Harryguardósilencio.Snape leprovocabaparaquerevelara laverdad.Peronoibaahacerlo.Snapeaúnnoteníapruebas.
—¡Cómo te pareces a tu padre! —dijo de repente Snape, con los ojosrelampagueantes—.Tambiénéleramuyarrogante.Noeramalojugandoalquidditchyeso lehacíacreersesuperiora losdemás.Sepavoneabapor todaspartesconsusamigosyadmiradores.Elparecidoesasombroso.
—Mi padre no se pavoneaba —dijo Harry, sin poderse contener—. Y yotampoco.
—Tu padre tampoco respetaba mucho las normas —prosiguió Snape, en sustrece, con el delgado rostro llenodemalicia—.Lasnormas eranpara la gente queestabapordebajo,noparalosganadoresdelacopadequidditch.Eratanengreído…
—¡CÁLLESE!
Harrysepusoenpie.LoinvadíaunarabiaquenohabíasentidodesdesuúltimanocheenPrivetDrive.NoleimportabaqueSnapesehubierapuestorígidoniquesusojosnegroslomiraranconunfulgoramenazante:
—¿Quéhasdicho,Potter?—¡Lehedichoquedejedehablardemipadre!Conozcolaverdad.Éllesalvóa
ustedlavida.¡Dumbledoremelocontó!¡Sinohubierasidopormipadre,ustednisiquieraestaríaaquí!
LapielcetrinadeSnapesepusodelcolordelalecheagria.—¿Yeldirectortecontólascircunstanciasenquetupadremesalvólavida?—
susurró—. ¿O consideró que esos detalles eran demasiado desagradables para losdelicadosoídosdesuestimadísimoPotter?
Harrysemordióellabio.Nosabíacómohabíaocurridoynoqueríaadmitirquenolosabía.PeroparecíaqueSnapehabíaadivinadolaverdad.
—Lamentaríaque salierasdeaquí conuna falsa ideade tupadre—añadióconuna horrible mueca—. ¿Imaginabas algún acto glorioso de heroísmo? Puespermítemeque te desengañe.Tu santopadrey sus amigosmegastaronunabromamuydivertida,quehabríaacabadoconmividasitupadrenohubieratenidomiedoenel últimomomento y no se hubiera echado atrás.Nohubonada heroico en lo quehizo.Estabasalvandosupropiapiel tantocomolamía.Sisubromahubiera tenidoéxito,lohabríanechadodeHogwarts.
Snapeenseñólosdientes,irregularesyamarillos.—¡Dalavueltaatusbolsillos,Potter!—leordenóderepente.Harrynosemovió.Oíaloslatidosqueleretumbabanenlosoídos.—¡Dalavueltaatusbolsillosovamosdirectamentealdirector!¡Daleslavuelta,
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Potter!Temblandodemiedo,Harrysacómuylentamentelabolsadeartículosdebroma
deZonkoyelmapadelmerodeador.SnapecogiólabolsadeZonko.—TodomelohadadoRon—dijoHarry,esperandotenerlaposibilidaddeponer
aRonalcorrienteantesdequeSnapeloviera—.MelotrajodeHogsmeadelaúltimavez…
—¿De verdad? ¿Y lo llevas encima desde entonces? ¡Qué enternecedor…! ¿Yestoquées?
Snapeacababadecogerelmapa.Harryhizounenormeesfuerzopormantenerseimpasible.
—Untrozodepergaminoquemesobró—dijoencogiéndosedehombros.Snapelediolavuelta,conlosojospuestosenHarry.—Supongoquenonecesitarásuntrozodepergaminotanviejo—dijo—.¿Puedo
tirarlo?Acercólamanoalfuego.—¡No!—exclamóHarryrápidamente.—¿Cómo?—dijoSnape.Lasaletasdelanarizlevibraban—.¿Esotroprecioso
regalo del señor Weasley? ¿O es… otra cosa? ¿Quizá una carta escrita con tintainvisible? ¿O tal vez… instrucciones para llegar a Hogsmeade evitando a losdementores?
Harryparpadeó.LosojosdeSnapebrillaban.—Veamos,veamos…—susurró,sacandolavaritaydesplegandoelmapasobrela
mesa—.¡Revelatusecreto!—dijo,tocandoelpergaminoconlapuntadelavarita.Noocurriónada.Harryenlazólasmanosparaevitarquetemblaran.—¡Muéstrate!—dijoSnape,golpeandoelmapaconenergía.Siguióenblanco.Harryrespiróaliviado.—¡SeverusSnape,profesordeestecolegio,teordenaenseñarlainformaciónque
ocultas!—dijoSnape,volviendoagolpearelmapaconlavarita.Como si unamano invisible escribiera sobre él, en la lisa superficie delmapa
fueron apareciendo algunas palabras: «El señor Lunático presenta sus respetos alprofesorSnapeyleruegaqueapartelanarizotadelosasuntosquenoleatañen.»
Snapesequedóhelado.Harrycontemplóelmensajeestupefacto.Peroelmapanose detuvo allí. Aparecieron más cosas escritas debajo de las primeras líneas: «ElseñorCornamentaestádeacuerdoconelseñorLunáticoysóloquisieraañadirqueelprofesorSnapeesfeoeimbécil.»
Habríaresultadomuygraciosoenotrasituaciónmenosgrave.Yhabíamás:«ElseñorCanutoquisierahacerconstarsuestupefacciónanteelhechodequeunidiotasemejantehayallegadoaprofesor.»
Harrycerró losojoshorrorizado.Alabrirlos,elmapahabíaañadido lasúltimaspalabras:«ElseñorColagusanosaludaalprofesorSnapeyleaconsejaqueselaveel
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pelo,elmuyguarro.»Harryaguardóelgolpe.—Bueno…—dijoSnapeconvozsuave—.Yaveremos.Se dirigió al fuego con paso decidido, cogió de un tarro un puñado de polvo
brillanteyloarrojóalasllamas.—¡Lupin!—gritóSnapedirigiéndosealfuego—.¡Quierohablarcontigo!Totalmente asombrado, Harry se quedó mirando el fuego. Una gran forma
aparecióenél,revolviéndosemuyrápido.Unossegundosmástarde,elprofesorLupinsalíadelachimeneasacudiéndoselas
cenizasdelaraídatúnica.—¿Llamabas,Severus?—preguntóLupin,amablemente.—Sí—respondió Snape, con el rostro crispado por la furia y regresando a su
mesaconampliaszancadas—.LehedichoaPotterquevaciaralosbolsillosyllevabaesto.
SnapeseñalóelpergaminoenelquetodavíabrillabanlaspalabrasdelosseñoresLunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta. En el rostro de Lupin apareció unaexpresiónextrañayhermética.
—¿Qué teparece?—dijoSnape.Lupin siguiómirandoelmapa.Harry tenía laimpresióndequeLupinestabamuyconcentrado—.¿Quéteparece?—repitióSnape—.EstepergaminoestáclaramenteencantadoconArtesOscuras.Entradentrodetuespecialidad,Lupin.¿DóndecreesquelopudoconseguirPotter?
LupinlevantólavistayconunamiradadesoslayoaHarry,leadvirtióquenolointerrumpiera.
—¿Con Artes Oscuras? —repitió con voz amable—. ¿De verdad lo crees,Severus?Amímeparecesimplementeunpergaminoqueofendealqueintentaleerlo.Infantil,peroseguramentenopeligroso.SupongoqueHarrylohacompradoenunatiendadeartículosdebroma.
—¿Deverdad?—preguntóSnape.Tenía laquijadarígidaacausadelenfado—.¿Creesqueunatiendadeartículosdebromalevenderíaalgocomoesto?¿Nocreesqueesmásprobablequeloconsiguieradirectamentedelosfabricantes?
Harry no entendía qué quería decir Snape. Y daba la impresión de que Lupintampoco.
—¿Quieres decir del señor Colagusano o cualquiera de esas personas? —preguntó—.Harry,¿conocesaalgunodeestosseñores?
—No—respondiórápidamenteHarry.—¿Loves, Severus?—dijoLupin, volviéndose haciaSnape—.Creoque es de
Zonko.EnesemomentoentróRoneneldespacho.Llegabasinaliento.Separódepronto
delantedelamesadeSnape,conunamanoenelpechoeintentandohablar.—Yo…ledi…aHarry…eseobjeto—dijoconlavozahogada—.Locompréen
Zonkohacemuchotiempo…
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—Bien—dijoLupin,dandounapalmadaymirandocontentoasualrededor—.¡Parece que eso lo aclara todo!Me lo llevo, Severus, si no te importa—Plegó elmapay se lometió en la túnica—.Harry,Ron, venid conmigo.Tengoquedecirosalgorelacionadoconeltrabajosobrelosvampiros.Discúlpanos,Severus.
Harry no se atrevió a mirar a Snape al salir del despacho. Él, Ron y Lupinhicierontodoelcaminohastaelvestíbulosinhablar.LuegoHarrysevolvióaLupin.
—Señorprofesor,yo…—Noquierodisculpas—dijoLupin.Echóunamiradaalvestíbulovacíoybajóla
voz—.Da lacasualidaddequeséqueestemapafueconfiscadoporel señorFilchhacemuchosaños.Sí,séqueesunmapa—dijoantelosasombradosHarryyRon—.Noquierosabercómohacaídoenvuestrasmanos.Measombra,sinembargo,quenoloentregarais,especialmentedespuésdelosucedidoenlaúltimaocasiónenqueunalumnodejóporahíinformaciónrelativaalcastillo.Notelopuedodevolver,Harry.
Harryyalosuponía,yqueríaexplicarse.—¿PorquépensóSnapequemelohabíandadolosfabricantes?—Porque… porque los fabricantes de estosmapas habrían querido sacarte del
colegio.Habríanpensadoqueeramuydivertido.—¿Losconoce?—dijoHarryimpresionado.—Noshemosvisto—dijoLupin lacónicamente.Miraba aHarrymás serioque
nunca—. No esperes que te vuelva a encubrir, Harry. No puedo conseguir que tetomes en serio a Sirius Black, pero creía que los gritos que oyes cuando se teaproximan losdementores tehabíanhechoalgúnefecto.Tuspadresdieron suvidapara que tú siguieras vivo,Harry.Y tú les correspondesmuymal…cambiando susacrificioporunabolsadeartículosdebroma.
SemarchóyHarrysesintiómuchopeorqueeneldespachodeSnape.Despacio,subieronlaescalerademármol.Alpasaralladodelaestatuadelabrujatuerta,Harryseacordódelacapainvisible.Seguíaallíabajo,peronoseatrevióairporella.
—Esculpamía—dijoRondepronto—.Yotepersuadídequefueras.Lupintienerazón.Fueunaidiotez.Nodebimoshacerlo.
Dejódehablar.Habíanllegadoalcorredorenquelostrolesdeseguridadestabanhaciendo la ronda y por el queHermione avanzaba hacia ellos.Al verle la cara, aHarry no le cupo ninguna duda de que estaba enterada de lo ocurrido. Sintió unaenormedesazón.¿SelohabríacontadoalaprofesoraMcGonagall?
—¿Hasvenidoadarteelgusto?—lepreguntóRoncuandosedetuvolamuchacha—.¿Oacabasdedelatarnos?
—No—respondióHermione.Teníaenlasmanosunacartayellabioletemblaba—. Sólo creí que debíais saberlo. Hagrid ha perdido el caso. Van a ejecutar aBuckbeak.
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—M
CAPÍTULO15
Lafinaldequidditch
Ehaenviadoesto—dijoHermione,tendiéndoleslacarta.Harry la cogió. El pergamino estaba húmedo; las gruesas lágrimas
habíanemborronadotantolatintaquelalecturasehacíadifícilenmuchoslugares.
QueridaHermione:Hemosperdido.MepermitirántraerloaHogwarts,perovanafijarla
fechadelsacrificio.ABuckbeaklehagustadoLondres.Nuncaolvidarétodalaayudaquenoshasproporcionado.
Hagrid
—Nopuedenhacerlo—dijoHarry—.Nopueden.Buckbeaknoespeligroso.—ElpadredeMalfoyconsiguióatemorizaralaComisiónparaquetomaranesta
determinación—dijoHermionesecándoselosojos—.Yasabéiscómoes.Sonunosviejosimbécilesylosasustó.Peropodremosrecurrir.Siempresepuede.Aunquenoveoningunaesperanza…Nadacambiará.
—Sí,algocambiará—dijoRon,decidido—.Enestaocasiónnotendrásquehacertúsolatodoeltrabajo.Yoteayudaré.
—¡Ron!Hermioneleechólosbrazosalcuelloyrompióallorar.Ron,totalmenteaterrado,
lediounaspalmadastorpesenlacabeza.Hermioneseapartóporfin.—Ron,deverdad,sientomuchísimolodeScabbers—sollozó.—Bueno,yaeramuyvieja—dijoRon,aliviadodequeellasehubierasoltado—.
Yeraalgoinútil.Quiénsabe,alomejorahoramispadresmecompranunalechuza.
Lasmedidasdeseguridadimpuestasa losalumnosdespuésdelasegundaintrusión
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deBlackimpedíanqueHarry,RonyHermionevisitaranaHagridporlastardes.LaúnicaposibilidadqueteníandehablarconéleranlasclasesdeCuidadodeCriaturasMágicas.
Hagridparecíaconmocionadoporelveredicto.—Todofueculpamía.Mequedépetrificado.Estaban todosallíconsus túnicas
negras,yamísemecaíancontinuamentelasnotasysemeolvidarontodaslasfechasqueme habías buscado,Hermione.Y entonces se levantó LuciusMalfoy, soltó sudiscursoylaComisiónhizoexactamenteloqueéldijo…
—¡Todavía podemos apelar!—dijoRon con entusiasmo—. ¡No tires la toalla!¡Estamostrabajandoenello!
Volvíanalcastilloconelrestodelaclase.DelantepodíanveraMalfoy,queibaconCrabbeyGoyle,ymirabahaciaatrásdevezencuando,riéndose.
—Noservirádemucho,Ron—ledijoHagridcontristeza,alllegaralasescalerasdelcastillo—.LuciusMalfoytienealaComisiónenelbolsillo.SólomeasegurarédequeeltiempoquelequedaaBuckbeakseaelmásfelizdesuvida.Selodebo…
Hagrid dio media vuelta y volvió a la cabaña, cubriéndose el rostro con elpañuelo.
—¡Miradlocómollora!Malfoy,CrabbeyGoylehabíanestadoescuchandoenlapuerta.—¿Habíaisvistoalgunavezalgotanpatético?—dijoMalfoy—.¡Ypensarquees
profesornuestro!HarryyRonfueronhaciaellos,peroHermionellegóantes:¡PLAF!
Dio aMalfoy una bofetada con todas sus fuerzas.Malfoy se tambaleó. Harry,Ron,CrabbeyGoylesequedaronatónitosenelmomentoenqueHermionevolvióalevantarlamano.
—¡Noteatrevasallamar«patético»aHagrid,sopuerco…somalvado…!—¡Hermione!—dijoRonconvozdébil,intentandosujetarlelamano.—Suéltame,Ron.Hermionesacólavarita.Malfoyseechóhaciaatrás.CrabbeyGoylelomiraron
atónitos,sinsaberquéhacer.—Vámonos—musitóMalfoy. Y en un instante, los tres desaparecieron por el
pasadizoqueconducíaalasmazmorras.—¡Hermione!—dijoRondenuevo,atónitoporlasorpresa.—¡Harry,esperoqueleganesenlafinaldequidditch!—dijoHermionechillando
—.¡Esperoqueganes,porquesiganaSlytherinnopodrésoportarlo!—HayqueiraEncantamientos—dijoRon,mirandotodavíaaHermioneconlos
ojoscomoplatos.SubieronaprisahacialaclasedelprofesorFlitwick.—¡Llegáis tarde, muchachos! —dijo en tono de censura el profesor Flitwick,
cuandoHarryabriólapuertadelaula—.¡Vamos,rápido,sacadlasvaritas!Vamosa
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trabajarconencantamientosregocijantes.Yasehancolocadotodosporparejas.Harry y Ron fueron aprisa hasta un pupitre que había al fondo y abrieron las
mochilas.Ronmiróasualrededor.—¿DóndesehapuestoHermione?Harrytambiénechóunvistazo.Hermionenohabíaentradoenelaula,peroHarry
sabíaqueestabaasuladocuandohabíaabiertolapuerta.—Es extraño—dijo Harry mirando a Ron—. Quizás… quizás haya ido a los
lavabos…PeroHermionenoapareciódurantelaclase.—Pues tampoco le habría venido mal a ella un encantamiento regocijante —
comentóRoncuandosalíandelaulaparairacomer,todosconunadilatadasonrisa.Laclasedeencantamientosregocijantesloshabíadejadomuycontentos.
Hermione tampocoaparecióporelGranComedorduranteelalmuerzo.Cuandoterminaron el pastel de manzana, el efecto de los encantamientos regocijantes seestabaperdiendo,yHarryyRonempezabanapreocuparse.
—¿No lehabráhechonadaMalfoy?—comentóRonmientras subíanaprisa lasescalerashacialatorredeGryffindor.
Pasaronentrelostrolesdeseguridad,ledieronlacontraseña(«Pitapatafrita»)alaSeñoraGordayentraronporelagujerodelretratoparaaccederalasalacomún.
Hermione estaba sentada a una mesa, profundamente dormida, con la cabezaapoyadaenunlibroabiertodeAritmancia.Fueronasentarseunoacadaladodeella.Harryledioconelcodoparaquedespertara.
—¿Qué… qué? —preguntó Hermione, despertando sobresaltada y mirandoalrededorconlosojosmuyabiertos—.¿Eshorademarcharse?¿Quéclasetenemosahora?
—Adivinación, pero no es hasta dentro de veinte minutos —dijo Harry—.Hermione,¿porquénohasestadoenEncantamientos?
—¿Qué?¡Oh,no!—chillóHermione—.¡Semeolvidó!—Pero¿cómosetepudoolvidar?—lepreguntóHarry—.¡Llegasteconnosotros
alapuertadelaula!—¡Imposible!—aullóHermione—.¿SeenfadóelprofesorFlitwick?FueMalfoy.
Estabapensandoenélyperdílanocióndelascosas.—¿Sabesunacosa,Hermione?—ledijoRon,mirandoellibrodeAritmanciaque
Hermione había empleado como almohada—. Creo que estás a punto de estallar.Tratasdeabarcardemasiado.
—No,noesverdad—dijoHermione,apartándoseelpelodelosojosymirandoalrededor,buscando lamochila infructuosamente—.Mehedespistado,esoes todo.Lo mejor será que vaya a ver al profesor Flitwick y me disculpe. ¡Os veré enAdivinación!
Se reunió con ellos veinteminutosmás tarde, todavía confusa, a los pies de laescaleraquellevabaalaclasedelaprofesoraTrelawney.
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—¡Aún no me puedo creer que me perdiera la clase de encantamientosregocijantes! ¡Yapuesto aquenos sale enel examen! ¡ElprofesorFlitwickmehainsinuadoquepuedesalir!
Subieronjuntosyentraronenlaoscuraysofocantesaladelatorre.Encadamesahabíaunabrillanteboladecristalllenadeneblinanacarada.Harry,RonyHermionesesentaronjuntosalamismamesadestartalada.
—Creíaquenoveríamoslasbolasdecristalhastaelpróximotrimestre—susurróRon,echandoasualrededorunamirada,porsilaprofesoraTrelawneyestabacerca.
—Notequejes,estoquieredecirqueyahemosterminadoconlaquiromancia.Meponíaenfermoverladarrespingoscadavezquememirabalamano.
—¡Buenos días a todos! —dijo una voz conocida y a la vez indistinta, y laprofesora Trelawney hizo su habitual entrada teatral, surgiendo de las sombras.ParvatiyLavendertemblabandeemoción,conelrostroencendidoporelresplandorlechosode suboladecristal—.Hedecididoqueempecemoscon laboladecristalalgoantesde loplaneado—dijo laprofesoraTrelawney, sentándosedeespaldasalfuego y mirando alrededor—. Los hados me han informado de que en vuestroexamendejuniosaldrálabola,yquieroquerecibáissuficientesclasesprácticas.
Hermionediounbufido.—Bueno, de verdad… los hados le han informado… ¿Quién pone el examen?
¡Ella!¡Quéprediccióntanasombrosa!—dijo,sinpreocuparsedebajarlavoz.EradifícilsabersilaprofesoraTrelawneyloshabíaoído,yaquesurostroestaba
oculto en las sombras. Sin embargo, prosiguió como si no se hubiera enterado denada.
—Mirarlaboladecristalesunartemuysutil—explicóentonosoñador—.Noespero que ninguno vea nada en la bola la primera vez que mire en sus infinitasprofundidades. Comenzaremos practicando la relajación de la conciencia y de losojos externos—Ron empezó a reírse de forma incontrolada y tuvo quemeterse elpuño en la boca para ahogar el ruido—, con el fin de liberar el ojo interior y lasuperconciencia. Tal vez, si tenéis suerte, algunos lleguéis a ver algo antes de queacabelaclase.
Yentoncescomenzaron.Harry,porlomenos,sesentíamuytontomirandolabolade cristal sin comprender, intentando vaciar la mente de pensamientos quecontinuamentepasabanporella,porejemplo«quéidiotez».NofacilitabalascosaselqueRonprorrumpieracontinuamenteenrisitasmudasniqueHermionechascara lalenguasinparar,enseñaldecensura.
—¿Habéis visto ya algo? —les preguntó Harry después de mirar la bola ensilencioduranteuncuartodehora.
—Sí,aquíhayunaquemadura—dijoRon,señalandolamesaconeldedo—.Aalguienselehacaídolaceradelavela.
—Esto es una horrible pérdida de tiempo—dijoHermione entre dientes—.Enestos momentos podría estar practicando algo útil. Podría ponerme al día en
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encantamientosregocijantes.Acompañadaporelsusurrodelafalda,laprofesoraTrelawneypasóporsulado.—¿Alguien quiere que le ayude a interpretar los oscuros augurios de la bola
mágica? —susurró con una voz que se elevaba por encima del tintineo de suspulseras.
—Yononecesitoayuda—susurróRon—.Esobvioloqueestoquieredecir:queestanochehabrámuchaniebla.
HarryyHermioneestallaronenunacarcajada.—¡Venga!—lesllamólaatenciónlaprofesoraTrelawney,almismotiempoque
todoelmundosevolvíahaciaellos.ParvatiyLavenderlosmirabanescandalizadas—.Estáisperjudicandonuestrasvibracionesclarividentes.—Seaproximóalamesadelostresamigosyobservósuboladecristal.AHarryselevinoelmundoencima.Imaginaba loquepasaríaacontinuación—: ¡Aquíhayalgo!—susurró laprofesoraTrelawney, acercando el rostro a la bola, que quedó doblemente reflejada en susgrandesgafas—.Algoquesemueve…pero¿quées?
Harry habría apostado todo cuanto poseía a que, fuera lo que fuese, no seríanbuenasnoticias.Enefecto:
—Muchacho…—LaprofesoraTrelawneysuspirómirandoaHarry—.Estáaquí,más claro que el agua. Sí, querido muchacho… está aquí acechándote,aproximándose…elGr…
—¡PorDiossanto!—exclamóHermione—.¿OtravezeseridículoGrim?La profesora Trelawney levantó sus grandes ojos hasta la cara de Hermione.
Parvati susurró algo a Lavender y ambas miraron a la muchacha. La profesoraTrelawneyseincorporóylacontemplóconira.
—Sientodecirtequedesdeelmomentoenquellegasteaestaclaseharesultadoevidentequecarecesdeloquerequiereelnobleartedelaadivinación.Enrealidad,no recuerdohaber tenidonuncaunalumnocuyamente fuera tan incorregiblementevulgar.
Hubounmomentodesilencio.—Bien—dijode repenteHermione, levantándoseymetiendo en lamochila su
ejemplardeDisiparlasnieblasdelfuturo—.Bien—repitió,echándoselamochilaalhombroycasiderribandoaRondelasilla—,abandono.¡Mevoy!
Yanteelasombrodetodalaclase,Hermionesedirigióconpasofirmehacialatrampilla,laabriódeungolpeyseperdióescalerasabajo.
La clase tardó unosminutos en volver a apaciguarse. Parecía que la profesoraTrelawneysehabíaolvidadoporcompletodelGrim.Sevolvióderepentedesde lamesadeHarryyRon,respirandohondoalavezquesesubíaelchaltransparente.
—¡Aaaaah!—exclamó de repenteLavender, sobresaltando a todo elmundo—.¡Aaaah,profesoraTrelawney,acabodeacordarme!Ustedlahavistosalir,¿noesasí,profesora?«EntornoaSemanaSanta,unodevosotrosnosdejaráparasiempre.»Lodijoustedhacemilenios,profesora.
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LaprofesoraTrelawneyledirigióunaamablesonrisa.—Sí,querida.YasabíaquenosdejaríalaseñoritaGranger.Unasiempretienela
esperanza,sinembargo,dehaberconfundido lossignos…Elojo interiorpuedeserunacruz,¿sabéis?
Lavender y Parvati parecían muy impresionadas y se apartaron para que laprofesoraTrelawneypudieraponerseensumesa.
—Hermioneselaestábuscando,¿verdad?—susurróRonaHarry,conexpresiónsobrecogida.
—Sí…Harrymiróenlaboladecristal,peronovionadasalvonieblablancaformando
remolinos.¿DeverdadhabíavueltoaveralGrimlaprofesoraTrelawney?¿Loveríaél? Lo que menos falta le hacía era otro accidente casi mortal con la final dequidditchcadavezmáscerca.
Las vacaciones de Semana Santa no resultaron lo que se dice relajantes. Los deterceronuncahabíantenidotantosdeberes.NevilleLongbottomparecíaencontrarsealbordedelcolapsonerviosoynoeraelúnico.
—¿Aesto lo llamanvacaciones?—gritóSeamusFinniganuna tarde, en la salacomún—.Losexámenesestánamilañosdedistancia,¿quéesloquepretenden?
PeronadieteníatantotrabajocomoHermione.AunsinAdivinación,cursabamásasignaturasqueningúnotro.Normalmenteeralaúltimaenabandonarporlanochelasalacomúnylaprimeraenllegaraldíasiguientealabiblioteca.TeníaojerascomoLupinyparecíaentodomomentoestarapuntodeecharseallorar.
Ron se estaba encargando de la apelación en el caso deBuckbeak. Cuando nohacíasuspropiosdeberesestabaenfrascadoenenormesvolúmenesqueteníantítuloscomo Manual de psicología hipogrífica o ¿Ave o monstruo? Un estudio de labrutalidaddel hipogrifo. Estaba tan absorto en el trabajo que incluso se olvidó detratarmalaCrookshanks.
Harry,mientrastanto,teníaquecombinarsusdeberesconeldiarioentrenamientodequidditch,pornomencionarlasinterminablesdiscusionesdetácticasconWood.ElpartidoentreGryffindorySlytherintendríalugarelprimersábadodespuésdelasvacaciones de Semana Santa. Slytherin iba en cabeza y sacaba a Gryffindordoscientospuntosexactos.
Esto significaba, como Wood recordaba a su equipo constantemente, quenecesitaban ganar el partido con una ventaja mayor, si querían ganar la copa.También significaba que la responsabilidad de ganar caía sobre Harry en granmedida,porquecapturarlasnitchserecompensabaconcientocincuentapuntos.
—Así,silessacamosunaventajadecincuentapuntos,notienesmásquecogerla—decía Wood a Harry todo el tiempo—. Sólo si les llevamos más de cincuentapuntos,Harry,porquedelocontrarioganaremoselpartidoperoperderemoslacopa.
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Lohascomprendido,¿verdad?Tienesqueatraparlasnitchsólosiestamos…—¡YALOSÉ,OLIVER!—gritóHarry.TodalacasadeGryffindorestabaobsesionadaporelpartido.Gryffindornohabía
ganadolacopadequidditchdesdequeellegendarioCharlieWeasley(elsegundodelos hermanos de Ron) había sido buscador. Pero Harry dudaba de que alguien deGryffindor,incluidoWood,tuvieratantasganasdeganarcomoél.HarryyMalfoyseodiaban más que nunca. A Malfoy aún le dolía el barro que había recibido enHogsmeade,ylehabíapuestofuriosoqueHarrysehubieralibradodelcastigo.HarrynohabíaolvidadoelintentodeMalfoydesabotearleenelpartidocontraRavenclaw,peroeraelasuntodeBuckbeakloqueledabamásganasdevenceraMalfoydelantedetodoelcolegio.
Nadierecordabaunpartidoprecedidodeunaatmósferatancargada.Cuandolasvacaciones terminaron, la tensión entre los equipos y entre sus respectivas casasestaba al rojo. En los corredores estallaban pequeñas peleas que culminaron en undesagradableincidenteenelqueunalumnodecuartodeGryffindoryotrodesextodeSlytherinterminaronenlaenfermeríaconpuerrosbrotándolesdelasorejas.
Harrylopasabaespecialmentemal.NopodíairalasaulassinquealgúnSlytherinsacaralapiernaylepusieralazancadilla.CrabbeyGoyleaparecíancontinuamentedondeestabaél,ysealejabanarrastrandolospies,decepcionados,alverlorodeadodegente.WoodhabíadadoinstruccionesparaqueHarryfueraacompañadoa todaspartes, por si los de Slytherin trataban de quitarlo de en medio. Toda la casa deGryffindor aceptó la misión con entusiasmo, de forma que a Harry le resultabaimposiblellegaratiempoalasclasesporqueestabarodeadodeunainmensaylocuazmultitud.Estabamáspreocupadopor laseguridaddesuSaetadeFuegoquepor lasuyapropia.Cuandonovolabaenella, la teníaguardadacon llaveen subaúl,y amenudovolvíacorriendoalatorredeGryffindorparacomprobarqueseguíaallí.
Lavísperadelpartidoporlanoche,enlasalacomúndeGryffindor,seabandonarontodaslasactividadeshabituales.InclusoHermionedejósuslibros.
—Nopuedotrabajar,nomepuedoconcentrar—dijonerviosa.Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado a la presión
alborotandoygritandomásquenunca.OliverWoodestabaencogidoenun rincón,encima de una maqueta del campo de quidditch, y con su varita mágica movíafigurillasmientrashablabaconsigomismo.Angelina,AliciayKatiese reíande lasgraciasdeFredyGeorge.HarryestabasentadoconRonyHermione,algoalejadodelbarullo, tratandode no pensar en el día siguiente, porque cada vez que lo hacía leacometía la horrible sensación de que algo grande se esforzaba por salir de suestómago.
—Vas a hacer un buen partido—le dijo Hermione, aunque en realidad estabaaterrorizada.
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—¡TienesunaSaetadeFuego!—dijoRon.—Sí—admitióHarry.FueunaliviocuandoWood,derepente,sepusoenpieygritó:—¡Jugadores!¡Alacama!
Harry no durmió bien. Primero soñó que se había quedado dormido y queWoodgritaba: «¿Dónde te habías metido? ¡Tuvimos que poner a Neville en tu puesto!»LuegosoñóqueMalfoyyelrestodelequipodeSlytherinllegabanalterrenodejuegomontados en dragones. Volaba a una velocidad de vértigo, tratando de evitar lasllamaradasdefuegoquesalíandelabocadelacabalgaduradeMalfoy,cuandosediocuentadequehabíaolvidadolaSaetadeFuego.Secayóenelaireysedespertóconunsobresalto.
Tardóunossegundosencomprenderqueelpartidoaúnnohabíaempezado,queél estaba metido en la cama, y que al equipo de Slytherin no lo dejarían jugarmontadoendragones.Teníamuchased.Lomásensilencioquepudo,se levantóyfueaservirseunpocodeaguadelajarradeplataquehabíaalpiedelaventana.
Los terrenosdelcolegioestaban tranquilosysilenciosos.Niunsoplodevientoazotabalacopadelosárbolesdelbosqueprohibido.Elsauceboxeadorestabaquietoyteníaunaspectoinocente.Lascondicionesparaelpartidoparecíanperfectas.
Harrydejóelvasoyestabaapuntodevolversealacamacuandoalgolellamólaatención.Unanimalquenopodíadistinguirbienrondabaporelplateadocésped.
Harrycorrióhastasumesilla,cogiólasgafas,selaspusoyvolvióalaventanaatodaprisa.Esperabaquenose trataradelGrim.Noenaquelmomento,horasantesdelpartido.
Mirólosterrenoscondetenimientoytrasunminutodeansiosabúsquedavolvióaverlo.Rodeabaelbosque…noeraelGrimnimuchomenos:eraungato.Harryseapoyóaliviadoenelalféizardelaventanaalreconoceraquellacoladebrocha.SóloeraCrookshanks.
Pero…¿sóloeraCrookshanks?Harryaguzólavistaypególanarizalcristaldelaventana.Crookshanks estaba inmóvil. Harry estaba seguro de que había algomásmoviéndoseenlasombradelosárboles.
Uninstantedespuésapareció:unperronegro,peludoygigantequecaminabaconsigiloporelcésped.Crookshankscorríaasulado.Harryobservóconatención.¿Quésignificaba aquello? Si Crookshanks también veía al perro, ¿cómo podía ser unauguriodelamuertedeHarry?
—¡Ron!—susurróHarry—.¡Ron,despierta!—¿Mmm?—¡Necesitoquemedigassipuedesverunacosa!—Estátodomuyoscuro,Harry—dijoRonconesfuerzo—.¿Aquéterefieres?—Ahíabajo…
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Harryvolvióamirarporlaventana.Crookshanksyelperrohabíandesaparecido.Harrysesubióalalféizarparaversi
estabandebajo, junto almurodel castillo. Perono estaban allí. ¿Dónde se habríanmetido?
UnfuerteronquidoleindicóqueRonhabíavueltoadormirse.
HarryyelrestodelequipodeGryffindorfueronrecibidosconunaovaciónalentrarporlamañanaenelGranComedor.HarrynopudodejardesonreírcuandovioquelosdelasmesasdeRavenclawyHufflepufftambiénlesaplaudían.LosdeSlytherinlessilbaronalpasar.Malfoyestabainclusomáspálidodelohabitual.
Woodsepasóeldesayunoanimandoasusjugadoresaquecomieran,peroélnoprobó nada. Luego les metió prisa para ir al campo antes de que los demásterminaran. Así podrían hacerse una idea de las condiciones. Cuando salieron delGranComedor,volvieronaoíraplausos.
—¡Buenasuerte,Harry!—legritóChoChang.Harrysepusocolorado.—Muy bien…, el viento es insignificante. El sol pega algo fuerte y puede
perjudicarnos lavisión.Tenedcuidado.El suelo estáduro, nospermitiráun rápidodespegue.
Woodrecorrióelterrenodejuego,mirandoasualrededoryconelequipodetrás.Vieronabrirselaspuertasdelcastilloalolejosyalrestodelcolegioaproximándosealcampo.
—¡Alosvestuarios!—dijoWoodescuetamente.Nadie habló mientras se cambiaban y se ponían la túnica escarlata. Harry se
preguntósisesentiríancomoél:comosihubieradesayunadoalgovivo.Antesdequesedierancuenta,Woodlesdijo:
—¡Hallegadoelmomento!¡Adelante…!Salieron al campo entre el rugido de la multitud. Tres cuartas partes de los
espectadores llevaban escarapelas rojas, agitaban banderas rojas con el león deGryffindoroenarbolabanpancartasconconsignascomo«ÁNIMO,GRYFFINDOR»y«LACOPA PARA LOS LEONES». Detrás de los postes de Slytherin, sin embargo, unasdoscientaspersonas llevabanelverde; laserpienteplateadadeSlytherinbrillabaensusbanderas.ElprofesorSnapesesentabaenlaprimerafila,deverdecomotodoslosdemásyconunasonrisamacabra.
—¡Y aquí llegan los de Gryffindor! —comentó Lee Jordan, que hacía decomentarista, como de costumbre—. ¡Potter, Bell, Johnson, Spinnet, los hermanosWeasley y Wood! Ampliamente reconocido como el mejor equipo que ha vistoHogwarts desde hace años. —Los comentarios de Lee fueron ahogados por losabucheosdelacasadeSlytherin—.¡YahoraentraenelterrenodejuegoelequipodeSlytherin, encabezado por su capitán Flint! Ha hecho algunos cambios en laalineación y parece inclinarse más por el tamaño que por la destreza. —Más
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abucheosdeloshinchasdeSlytherin.Harry,sinembargo,pensóqueLeeteníarazón.MalfoyeraelmáspequeñodelequipodeSlytherin.Losdemáseranenormes.
—¡Capitanes,daoslamano!—ordenólaseñoraHooch.FlintyWoodseaproximaronyseestrecharonlamanoconmuchafuerza,comosi
intentaranquebrarlealotrolosdedos.—¡Montadenlasescobas!—dijolaseñoraHooch—.Tres…dos…uno…Elsilbatoquedóahogadoporelbramidodelamultitud,almismotiempoquese
levantabanenelairecatorceescobas.Harrysintióqueelpeloseledisparabahaciaatrás. Con la emoción del vuelo se le pasaron los nervios. Miró a su alrededor.Malfoyestabaexactamentedetrás.Harryselanzóenbuscadelasnitch.
—YGryffindortienelaquaffle.AliciaSpinnet,deGryffindor,conlaquaffle,sedirige hacia la meta de Slytherin. Alicia va bien encaminada. Ah, no.Warringtonintercepta la quaffle.Warrington, deSlytherin, rasgando el aire. ¡ZAS!Buen trabajoconlabludgerporpartedeGeorgeWeasley.Warringtondejacaerlaquaffle.LacogeJohnson. Gryffindor vuelve a tenerla. Vamos, Angelina. Un bonito quiebro aMontague.¡Agáchate,Angelina,esoesunabludger!¡HAMARCADO!¡DIEZACEROPARA
GRYFFINDOR!
Angelinagolpeóelaireconelpuño,mientrassobrevolabaelextremodelcampo.Elmarescarlataqueseextendíadebajodeellavociferabadeentusiasmo.
—¡AY!
AngelinacasisecayódelaescobacuandoMarcusFlintchocócontraella.—¡Perdón!—sedisculpóFlint,mientras lamultitud lo abucheaba—. ¡Perdona,
notevi!Unmomentodespués,FredWeasleylanzóelbatehacialanucadeFlint.Lanariz
deFlintdioenelpalodesupropiaescobaycomenzóasangrar.—¡Basta! —gritó la señora Hooch, metiéndose en medio a toda velocidad—.
¡PenaltiparaGryffindorporunataquenoprovocadosobresucazadora!¡PenaltiparaSlytherinporagresióndeliberadacontrasucazador!
—¡No diga tonterías, señora!—gritó Fred. Pero la señoraHooch pitó yAliciaretrocedióparalanzarelpenalti.
—¡Vamos, Alicia!—gritó Lee en medio del silencio que de repente se habíahecho entre el público—. ¡SÍ, HA BATIDO AL GUARDIÁN! ¡VEINTE A CERO PARAGRYFFINDOR!
HarrysediolavueltayvioqueFlint,queseguíasangrando,volabahaciadelantepara ejecutar el penalti.Wood estaba delante de la portería deGryffindor, con lasmandíbulasapretadas.
—¡Woodesunsoberbioguardián!—dijoLeeJordanalamultitud,mientrasFlintaguardaba el silbato de la señoraHooch—. ¡Soberbio! Serámuy difícil parar estegolpe,realmentemuydifícil…¡SÍ!¡NOPUEDOCREERLO!¡LOHAPARADO!
Aliviado,Harrysealejócomounabala,buscandolasnitch,peroasegurándosealmismotiempodequenoseperdíaniunapalabradeloquedecíaLee.Eraesencial
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manteneraMalfoyapartadodelasnitchhastaqueGryffindorsacaraaSlytherinmásdecincuentapuntos.
—Gryffindor tiene la quaffle, no, la tiene Slytherin. ¡No! ¡Gryffindor vuelve atenerla,yesKatieBell,KatieBellllevalaquaffle!Varápidacomounrayo…¡ESOHASIDOINTENCIONADO!
Montague,uncazadordeSlytherin,habíahechounquiebrodelantedeKatieyenvezdecogerlaquaffle,lehabíacogidoaellalacabeza.Katiediounavolteretaenelaireyconsiguiómantenerseenlaescoba,perodejócaerlaquaffle.
El silbato de la señora Hooch volvió a sonar, mientras se dirigía a Montaguegritándole. Un minuto después, Katie metía otro gol de penalti al guardián deSlytherin.
—¡TREINTAACERO!¡CHÚPATEÉSA,TRAMPOSO!
—¡Jordan,sinopuedescomentardemaneraneutral…!—¡Locuentocomoes,profesora!Harrysintióunvuelcodeemoción.Acababadeverlasnitch.Brillabaalospies
deunodelospostesdelametadeGryffindor.Peroaúnnodebíacogerla.YsiMalfoylaveía…
Simulandounaexpresióndeconcentraciónrepentina,diolavueltaconlaSaetadeFuegoysedirigióatodavelocidadhaciaelextremodeSlytherin.Funcionó.Malfoyfuetrasélcomounbólido,creyendoqueHarryhabíavistolasnitchenaquelpunto.
¡ZUUUM!
Unadelasbludgers,desviadaporDerrick,elgigantescogolpeadordeSlytherin,seaproximóylepasóaHarryrozandoeloídoderecho.Almomentosiguiente…
¡ZUUUM!
La segunda bludger le había arañado el codo. El otro golpeador, Bole, seaproximaba.
Harryvio fugazmenteaBoleyaDerrick,queseacercabanmuyaprisacon losbatesenalto.
EnelúltimosegundoviróconlaSaeta,yBoleyDerricksedieronunbatacazo.—¡Ja, ja, ja! —rió Lee Jordan mientras los dos golpeadores de Slytherin se
separaban y alejaban, tambaleándose y agarrándose la cabeza—. Es una lástima,chicos. ¡Tendréis que espabilar mucho para vencer a una Saeta de Fuego! YGryffindor vuelve a tener la quaffle, porque Johnson la ha recogido. Flint va a sulado.¡Mételeeldedoenelojo,Angelina!¡Eraunabroma,profesora,eraunabroma!¡Oh, no! ¡Flint lleva la quaffle, va volando hacia la meta de Gryffindor! ¡Ahora,Wood,párala!
Pero Flint ya habíamarcado. Hubo un ovación en la parte de Slytherin y Leelanzó una expresión tanmalsonante que la profesoraMcGonagall quiso quitarle elmegáfonomágico.
—¡Perdón, profesora, perdón! ¡No volverá a ocurrir! Veamos, Gryffindor vaganandoportreintaadiezyahoraGryffindorestáenposesióndelaquaffle.
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Se estaba convirtiendo en el partido más sucio que Harry había jugado.IndignadosporqueGryffindorsehubieraadelantadotanprontoenelmarcador,losdeSlytherinestabanrecurriendoacualquiermedioparaapoderarsede laquaffle.BolegolpeóaAliciaconelbateyarguyóquelahabíaconfundidoconunabludger.GeorgeWeasley,paravengarse,dioaBoleuncodazoenlacara.LaseñoraHoochcastigóalos dos equipos con sendos penaltis, yWood logró evitar otro tanto espectacular,consiguiendoquelapuntuaciónquedaraen40a10afavordeGryffindor.
La snitchhabíavuelto adesaparecer.Malfoy seguíade cerca aHarry,mientraséste sobrevolaba el campo de juego buscándola. En cuanto Gryffindor le sacara aSlytherincincuentapuntos…
Katiemarcó:50a10.FredyGeorgeWeasleybajaronenpicadoparasituarseasulado,conlosbatesenaltoporsiaalgunodeSlytherinseleocurríatomarrepresalias.BoleyDerrickaprovecharon laausenciadeFredyGeorgepara lanzaraWood lasdosbludgers.Ledieronenelestómago,primerounaydespuéslaotra.Wooddiounavueltaenelaire,sujetándosealaescoba,sinresuello.
LaseñoraHoochestabafueradesí.—¡Sólosepuedeatacaralguardiáncuandolaquaffleestádentrodelárea!—gritó
aBoyleyaDerrick—.¡PenaltiparaGryffindor!Y Angelina marcó: 60 a 10. Momentos después, Fred Weasley lanzaba a
Warringtonunabludger,quitándolelaquaffledelasmanos.Alicialacogióyvolvióamarcar:70a10.
LaaficióndeGryffindorestaba roncade tantogritar.Gryffindorsacabasesentapuntos de ventaja. Y si Harry cogía la snitch, la copa era suya.Harry notaba quecientosdeojosseguíansusmovimientosmientrassobrevolabaelcampoporencimadelniveldejuego,conMalfoysiguiéndoloatodavelocidad.
Yentonceslavio:lasnitchbrillabaasietemetrosporencimadeél.Harry aceleró con el viento rugiendo en sus orejas. Estiró la mano, pero de
repentelaSaetadeFuegoredujolavelocidad.Horrorizado,miróalrededor.Malfoysehabíalanzadohaciadelante,habíacogido
lacoladelaSaetaytirabadeella.—¡Serás…!Harry estaba lo bastante enfadado para golpear a Malfoy, pero no lo podía
alcanzar.MalfoyjadeabaporelesfuerzodesujetarlaSaetadeFuego,peroteníaunbrillo demalicia en los ojos.Había logrado lo quequería: la snitchhabía vuelto adesaparecer.
—¡Penalti! ¡Penalti a favordeGryffindor! ¡Nuncahevisto tácticas semejantes!—chilló la señora Hooch, saliendo disparada hacia el punto dondeMalfoy volvíamontarensuNimbus2001.
—¡SOCERDO,SOTRAMPOSO!—gritabaLeeJordanporelmegáfono,alejándosedelaprofesoraMcGonagall—.¡ASQUEROSOHIJ…!
La profesora McGonagall ni siquiera se molestó en decirle que se callara. La
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verdadesquelevantabaelpuñoendirecciónaMalfoy.Selehabíacaídoelsombreroytambiénellagritabafuriosa.
AlicialanzóelpenaltideGryffindor,peroestabatanenfadadaqueloenviófuera.ElequipodeGryffindorperdíaconcentración,ylosdeSlytherin,entusiasmadosporlafaltadeMalfoycontraHarry,cadavezseatrevíanamás.
—Slytherinenposesióndelaquaffle,Slytherinsedirigealameta…Montaguemarca—gruñóLee—:70a20afavordeGryffindor…
Harry marcaba en ese momento a Malfoy desde tan cerca que sus rodillaschocaban.HarrynoibaadejarqueMalfoyseacercaraalasnitch…
—¡Quítatedeenmedio,Potter!—gritóMalfoyconenojo,eintentódarlavuelta,peroencontróaHarrybloqueándoleelpaso.
—AngelinaJohnsoncogelaquaffle.¡Vamos,Angelina!¡VAMOS!
Harry miró a su alrededor. Excepto Malfoy, todos los jugadores de Slytherin,incluidoelguardián,habíansalidodisparadoscontraAngelina.Ibanabloquearla.
HarrydiolavueltaalaSaetadeFuego,seagachóhastaquedarparaleloalpalodelaescobayse lanzóhaciadelante.Comounabala, sedirigióendireccióna losdeSlytherin.
—¡VOOOOOY!
SedispersaroncuandolaSaetadeFuegoselanzócontraelloscomountorpedo.ElcaminodeAngelinaquedódespejado.
—¡HAMARCADO!,¡HAMARCADO!¡Gryffindorencabezapor80a20!Harry,quecasisaliódespedidohacialasgradas,frenóenelairebruscamente,dio
lavueltayregresóvelozalcentrodelcampo.Yentoncesvioalgocomoparapararleelcorazón.Malfoybajabaatodavelocidad
con una expresión de triunfo en la cara. Allí, a unos metros del suelo, había unresplandordorado.
Harryorientóhaciaabajoelrumbodesusaeta,peroMalfoylellevabamuchísimaventaja.
—¡Vamos!, ¡vamos!, ¡vamos! —dijo para espolear a la escoba. Ya reducía ladistancia…
HarrysepegóalpalodelaescobacuandoBolelelanzóunabludger…estabayaantelostobillosdeMalfoy…asumismaaltura…
Harryseechóhaciadelante,soltandolasdosmanosdelaescoba.DesviódeungolpeelbrazodeMalfoyy…
—¡SÍ!
Recuperólahorizontal,conlamanoenelaire,yelestadiosevinoabajo.Harrysobrevoló a la multitud con un extraño zumbido en los oídos. La pequeña pelotadorada estaba fuertemente sujeta en su puño, batiendo las alas desesperadamentecontrasusdedos.
Woodseacercóaélatodavelocidad,casicegadoporlaslágrimas;cogióporelcuelloaHarryysollozóensuhombroirrefrenablemente.Harrysintiódosgolpesen
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la espalda cuando Fred yGeorge se acercaron. Luego oyó las voces deAngelina,AliciayKatie:
—¡Hemosganadolacopa!¡Hemosganadolacopa!Atrapado en un abrazo colectivo, el equipo de Gryffindor bajó a tierra dando
gritosconlavozquebrada.Losgruposdehinchasdelequipoescarlatasaltabanyalasbarrerasyentrabanen
el terreno de juego. Multitud de manos palmeaban las espaldas de los jugadores.Harry estaba aturdido por el ruido y la multitud de cuerpos que lo apretaban. Laaficiónlossubióenhombrosaélyalrestodelequipo.Cuandopudoveralgo,vioaHagridcubiertodeescarapelasrojas:
—¡Los has vencido, Harry! ¡Los has vencido! ¡Cuando se lo cuente aBuckbeak…!
Allí estaba Percy, dando saltos como un loco, olvidado de su dignidad. LaprofesoraMcGonagallsollozabainclusomássonoramentequeWood,ysesecabalosojosconunaenormebanderadeGryffindor.Yallí,abriéndosecaminohaciaHarry,seencontraban Ron y Hermione. No podían articular palabra. Se limitaron a sonreírmientrasHarryeraconducidoalasgradas,dondeDumbledoreesperabadepie,conlaenormecopadequidditch.
Si hubiera habido un dementor por allí…MientrasWood le pasaba la copa aHarry, sin dejar de sollozar,mientras la elevaba en el aire,Harry pensó que podíamaterializaralpatronusmásrobustodelmundo.
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L
CAPÍTULO16
LaprediccióndelaprofesoraTrelawney
Aeuforiaporhaberganadolacopadequidditch leduróaHarryalmenosunasemana.Inclusoelclimapareciócelebrarlo.Amedidaqueseaproximabajunio,
losdíassevolvieronmenosnubladosymáscalurosos,yloqueatodoelmundoleapetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, congrandes cantidades de zumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partidaimprovisadadegobstones,oviendolosfantásticosmovimientosdelcalamargiganteporlasuperficiedellago.
Pero no podían hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar deholgazanear, los estudiantes tenían que permanecer dentro del castillo haciendoenormes esfuerzos por concentrarse mientras por las ventanas entraban tentadorasráfagas de aire estival. Incluso se había visto trabajar a Fred y aGeorgeWeasley;estabanapuntodeobtenerelTIMO(TítuloIndispensabledeMagiaOrdinaria).Percyse preparaba para el ÉXTASIS (EXámenes Terribles de Alta Sabiduría eInvocaciones Secretas), la titulación más alta que ofrecía Hogwarts. Como Percyquería entrar en elMinisterio deMagia, necesitaba lasmáximas puntuaciones. Seponía cada vez más nervioso y castigaba muy severamente a cualquiera queinterrumpieraporlastardeselsilenciodelasalacomún.Dehecho,laúnicapersonaqueparecíaestarmásnerviosaquePercyeraHermione.
HarryyRonhabíandejadodepreguntarlecómoselasapañabaparaacudira lavez a varias clases, pero no pudieron contenerse cuando vieron el calendario deexámenesquetenía.Laprimeracolumnaindicaba:
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LUNES
9enpunto:Aritmancia9enpunto:TransformacionesComida1enpunto:Encantamientos1enpunto:RunasAntiguas
—¿Hermione?—dijoRon con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmentecuando la interrumpían—. Eeeh… ¿estás segura de que has copiado bien elcalendariodeexámenes?
—¿Qué?—dijoHermione bruscamente, cogiendo el calendario y observándolo—.Claroquelohecopiadobien.
—¿Serviría de algopreguntarte cómovas ahacer dos exámenes a la vez?—ledijoHarry.
—No —respondió Hermione lacónicamente—. ¿Habéis visto mi ejemplar deNumerologíaygramática?
—Sí,locogíparaleerenlacama—dijoRonenvozmuybaja.Hermioneempezóa revolverentremontañasdepergaminosenbuscadel libro.
Entonces seoyóun leve roceen laventana.Hedwig entróaleteando,conunsobrefuertementeatenazadoenelpico.
—EsdeHagrid—dijoHarry,abriendoelsobre—.LaapelacióndeBuckbeaksehafijadoparaeldía6.
—Es el día que terminamos los exámenes —observó Hermione, que seguíabuscandoellibrodeAritmancia.
—Ytendrálugaraquí.VendráalguiendelMinisteriodeMagiayunverdugo.Hermionelevantólavista,sobresaltada.—¡Traenaunverdugoalasesióndeapelación!Escomosiyaestuvieradecidido.—Sí,esoparece—dijoHarrypensativo.—¡No pueden hacerlo!—gritóRon—. ¡He pasado años leyendo cosas para su
defensa!¡Nopuedenpasarlotodoporalto!Pero Harry tenía la horrible sensación de que la Comisión para las Criaturas
Peligrosashabíatomadoyasudecisión,presionadaporelseñorMalfoy.Draco,quehabía estado notablemente apagado desde el triunfo de Gryffindor en la final dequidditch, había recuperado parte de su anterior petulancia. Por los comentariossocarronesqueentreoíaHarry,MalfoyestabasegurodequemataríanaBuckbeak,yparecíaencantadodeserelcausante.LoúnicoquepodíahacerHarryeracontenerseparanoimitaraHermionecuandoabofeteóaMalfoy.YlopeordetodoeraquenoteníantiemponiocasióndevisitaraHagrid,porquelasnuevasyestrictasmedidasdeseguridadnosehabíanlevantado,yHarrynoseatrevíaarecogerlacapainvisibledelinteriordelaestatuadelabruja.
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Comenzólasemanadeexámenesyelcastillosesumióenuninusitadosilencio.LosalumnosdetercerosalierondelexamendeTransformacionesellunesalahoradelacomida, agotados y lívidos, comparando lo que habían hecho y quejándose de ladificultad de los ejercicios, consistentes en transformar una tetera en tortuga.Hermioneirritóatodosporquejurabaquesutortugaeramuchomásgalápago,cosaquealosdemáslestraíasincuidado.
—Lamíateníaunpitorroenvezdecola.¡Quépesadilla…!—¿Lastortugasechanvaporporlaboca?—Lamía seguía teniendo un sauce dibujado en el caparazón. ¿Creéis queme
quitaránpuntos?Después de una comida apresurada, la clase volvió a subir para el examen de
Encantamientos. Hermione había tenido razón: el profesor Flitwick puso en elexamenlosencantamientosregocijantes.Harry,por losnervios,exageróunpocoelsuyo, y Ron, que era su pareja en el ejercicio, se echó a reír como un histérico.Tuvieronquellevárseloaunaulavacíaydejarloallíunahora,hastaqueestuvoencondiciones de llevar a cabo el encantamiento. Después de cenar, los alumnos sefueron inmediatamente a sus respectivas salas comunes, perono a relajarse, sino arepasarCuidadodeCriaturasMágicas,PocionesyAstronomía.
Hagrid presidió el examendeCuidadodeCriaturasMágicas, que se celebró lamañanasiguiente,conunaireciertamentepreocupado.Parecíatenerlacabezaenotraparte.Había llevadoungrancubodegusarajosalaula,y lesdijoqueparaaprobarteníanqueconservarelgusarajovivoduranteunahora.Como losgusarajosvivíanmejor si se los dejaba en paz, resultó el examen más sencillo que habían tenidonunca, y además concedió aHarry, aRon y aHermionemuchas oportunidades dehablarconHagrid.
—Buckbeak está algo deprimido —les dijo Hagrid, inclinándose un poco,haciendocomoquecomprobabaqueelgusarajodeHarryseguíavivo—.Haestadoencerradodemasiadotiempo.Pero…encualquiercaso,pasadomañanalosabremos.
AquellatardetuvieronelexamendePociones:unabsolutodesastre.Pormásquelo intentó, Harry no consiguió que espesara su «receta para confundir», y Snape,vigilándoloconairedevengativoplacer,garabateóenelespaciodelanota,antesdealejarse,algoqueparecíauncero.
A media noche, arriba, en la torre más alta, tuvieron el de Astronomía; elmiércolesporlamañanaeldeHistoriadelaMagia,enelqueHarryescribiótodoloqueFloreanFortescuelehabíacontadoacercadelapersecucióndelasbrujasenlaEdadMedia,yhubieradadocualquiercosaporpodersetomarademásenaquellaaulasofocante uno de sus helados de nueces y chocolate. El miércoles por la tardetuvieronelexamendeHerbología,enlosinvernaderos,bajounsolabrasador.Luegovolvieronalasalacomún,conlanucaquemadaporelsolydeseososdeencontrarse
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aldíasiguienteaaquellamismahora,cuandotodohubierafinalizado.Elpenúltimoexamen, lamañanadel jueves, fueeldeDefensaContra lasArtes
Oscuras.El profesorLupinhabía preparado el examenmás raroquehabían tenidohastalafecha.Unaespeciedecarreradeobstáculosfuera,alsol,enlaqueteníanquevadear un profundo estanque de juegos que contenía un grindylow; atravesar unaseriedeagujerosllenosdegorrosrojos;chapotearporentreciénagassinprestaroídosa las engañosas indicaciones de un hinkypunk; y meterse dentro del tronco de unárbolparaenfrentarseconotroboggart.
—Estupendo,Harry—susurróLupin,cuandoel jovenbajósonrientedel tronco—.Notamáxima.
Sonrojadoporeléxito,HarrysequedóparaveraRonyaHermione.Ronlohizomuybienhasta llegar alhinkypunk, que logró confundirlo y que se hundiese en laciénaga hasta la cintura. Hermione lo hizo perfectamente hasta llegar al árbol delboggart.Despuésdepasarunminutodentrodeltronco,saliógritando.
—¡Hermione!—dijoLupinsobresaltado—.¿Quéocurre?—La pro… profesora McGonagall —dijo Hermione con voz entrecortada,
señalando al interior del tronco—.Me… ¡me ha dicho queme han suspendido entodo!
CostóunratotranquilizaraHermione.Cuandoporfinserecuperó,ella,HarryyRonvolvieronalcastillo.RonseguíariéndosedelboggartdeHermione,perocuandoestabanapuntodereñir,vieronalgoalfinaldelasescaleras.
Cornelius Fudge, sudando bajo su capa de rayas, contemplaba desde arriba losterrenosdelcolegio.SesobresaltóalveraHarry.
—¡Hola,Harry!—dijo—.¿Vienesdeunexamen?¿Tefaltapocoparaacabar?—Sí—dijo Harry. Hermione y Ron, como no tenían trato con el ministro de
Magia,sequedaronunpocoapartados.—Estupendodía—dijoFudge,contemplandoel lago—.Esunapena…,esuna
pena…—SuspiróampliamenteymiróaHarry—.Me traeunasuntodesagradable,Harry.LaComisiónparalasCriaturasPeligrosassolicitóqueuntestigopresenciasela ejecución de un hipogrifo furioso. Como tenía que visitar Hogwarts por lo deBlack,mepidieronqueentrara.
—¿Significaesoquelarevisióndelcasoyahatenidolugar?—interrumpióRon,dandounpasoadelante.
—No,no.Estáfijadaparalatarde—dijoFudge,mirandoaRonconcuriosidad.—¡Entonces quizá no tenga que presenciar ninguna ejecución! —dijo Ron
resueltamente—.¡Elhipogrifopodríaserabsuelto!Antes de que Fudge pudiera responder, dosmagos entraron por las puertas del
castilloquehabíaasuespalda.Unoeratanancianoqueparecíadescomponerseantesus ojos; el otro era alto y fornido, y tenía un fino bigote de color negro. HarryentendióqueeranrepresentantesdelaComisiónparalasCriaturasPeligrosas,porqueelancianomiródesoslayohacialacabañadeHagridydijoconvozdébil:
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—SantoDios,meestoyhaciendoviejoparaesto.Alasdosenpunto,¿no,Fudge?Elhombredelbigotenegrotoqueteabaalgoquellevabaalcinto;Harryadvirtió
quepasabaelanchopulgarporelfilodeunhacha.Ronabriólabocaparadeciralgo,peroHermioneledioconelcodoenlascostillasyseñalóelvestíbuloconlacabeza.
—¿Por qué no me has dejado? —dijo enfadado Ron, entrando en el GranComedor para almorzar—. ¿Los has visto? ¡Hasta llevan un hacha! ¡Eso no esjusticia!
—Ron,tupadretrabajaenelMinisterio.Nopuedesirdiciéndoleesascosasasujefe—respondióHermione,aunque tambiénellaparecíamuymolesta—.SiHagridconservaestavez lacabezayargumentaadecuadamentesudefensa,esposiblequenoejecutenaBuckbeak…
Pero aHarry le parecía queHermione no creía en realidad lo que decía.A sualrededor, todos hablaban animados, saboreando por adelantado el final de losexámenes,quetendríalugaraquellatarde,peroHarry,RonyHermione,preocupadosporHagridyBuckbeak,permanecieronalmargen.
ElúltimoexamendeHarryyRoneradeAdivinación.ElúltimodeHermione,EstudiosMuggles.Subieron juntos laescalerademármol.Hermione losdejóenelprimerpiso,yHarryyRoncontinuaronhastaelséptimo,dondemuchosdesuclaseestaban sentados en la escalera de caracol que conducía al aula de la profesoraTrelawney,repasandoenelúltimominuto.
—Nosvaaexaminarporseparado—lesinformóNeville,cuandosesentaronasulado.TeníaDisipar lasnieblasdel futuro abierto sobre losmuslos, por las páginasdedicadas a la bola de cristal—. ¿Alguno ha visto algo alguna vez en la bola decristal?—preguntódesanimado.
—Nanay—dijoRon.Miraba el reloj devez en cuando.Harry sedio cuentadeque calculaba loque
faltabaparaelcomienzodelarevisióndelcasodeBuckbeak.Lacoladepersonasquehabíafueradelaulasereducíamuydespacio.Cadavez
quebajabaalguienporlaplateadaescalerademano,losdemáslepreguntabanentresusurros:
—¿Quétehapreguntado?¿Quétaltehaido?Peronadieaclarabanada.—¡Me ha dicho que, según la bola de cristal, sufriré un accidente horrible si
reveloalgo!—chillóNeville,bajandolaescalerahaciaHarryyRon,queacababadellegaralrellanoenesemomento.
—Esmuylista—refunfuñóRon—.EmpiezoapensarqueHermioneteníarazón—dijoseñalandolatrampillaconeldedo—:esunaimpostora.
—Sí—dijoHarry,mirandosureloj.Eranlasdos—.Ojalásedéprisa.Parvatibajólaescalerarebosantedeorgullo.—Mehadichoquetengotodaslascaracterísticasdeunaverdaderavidente—dijo
aRonyaHarry—.Hevistomuchísimascosas…Bueno,queosvayabien.
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Bajóaprisaporlaescaleradecaracol,hastallegarjuntoaLavender.—RonaldWeasley—anunciódesdearribalavozconocidaysusurrante.Ronhizo
unguiñoaHarryysubióporlaescaleradeplata.Harry era el único que quedaba por examinarse. Se sentó en el suelo, con la
espaldacontralapared,escuchandounamoscaquezumbabaenlaventanasoleada.SumenteestabaconHagrid,alotroladodelosterrenosdelcolegio.
Por fin, después de unos veinte minutos, los pies grandes de Ron volvieron aaparecerenlaescalera.
—¿Quétal?—lepreguntóHarry,levantándose.—Una porquería —dijo Ron—. No conseguía ver nada, así que me inventé
algunascosas.Peronocreoquelahayaconvencido…—Nosveremosenlasalacomún—musitóHarrycuandolavozdelaprofesora
Trelawneyanunció:—¡HarryPotter!Enlasaladelatorrehacíamáscalorquenunca.Lascortinasestabanechadas,el
fuegoencendido, y el habitual olormareantehizo toser aHarrymientras avanzabaentrelassillasylasmesashastaellugarenquelaprofesoraTrelawneyloaguardabasentadaanteunabolagrandedecristal.
—Buenosdías,Harry—dijosuavemente—.Situvieraslaamabilidaddemirarlabola…Tómatetutiempo,yluegodimeloquevesdentrodeella…
Harry se inclinó sobre la bola de cristal y miró concentrándose con todas susfuerzas,buscandoalgomásquelanieblablancaquesearremolinabadentro,perosinencontrarlo.
—¿Ybien?—lepreguntólaprofesoraTrelawneycondelicadeza—.¿Quéves?Elcaloryelhumoaromáticoquesalíadelfuegoquehabíaasuladoresultaban
asfixiantes.PensóenloqueRonlehabíadichoydecidiófingir.—Eeh…—dijoHarry—.Unaformaoscura…—¿Aquéseparece?—susurrólaprofesoraTrelawney—.Piensa…LamentedeHarryechóavolaryaterrizóenBuckbeak.—Unhipogrifo—dijoconfirmeza.—¿De verdad? —susurró la profesora Trelawney, escribiendo deprisa y con
entusiasmoenelpergaminoqueteníaenlasrodillas—.Muchacho,bienpodríasestarcontemplandolasolucióndelproblemadeHagridconelMinisteriodeMagia.Miramásdetenidamente…Elhipogrifo¿tienecabeza?
—Sí—dijoHarryconseguridad.—¿Estás seguro? —insistió la profesora Trelawney—. ¿Totalmente seguro,
Harry? ¿No lo ves tal vez retorciéndose en el suelo y con la oscura imagen de unhombreconunhachadetrás?
—No—dijoHarry,comenzandoasentirnáuseas.—¿Nohaysangre?¿NoestáHagridllorando?—¡No!—contestóHarry,concrecientesdeseosdeabandonarlasalayaquelcalor
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—.Parecequeestábien.Estávolando…LaprofesoraTrelawneysuspiró.—Bien, querido. Me parece que lo dejaremos aquí… Un poco decepcionante,
peroestoyseguradequehashechotodoloquehaspodido.Aliviado,Harry se levantó, cogió lamochila y se dio la vuelta para salir. Pero
entoncesoyódetrásdeélunavozpotenteyáspera:—Sucederáestanoche.Harrydiomediavuelta.LaprofesoraTrelawneyestabarígidaensusillón.Tenía
lavistaperdidaylabocaabierta.—¿Cómodice?—preguntóHarry.PerolaprofesoraTrelawneynoparecíaoírle.Suspupilascomenzaronamoverse.
Harryestabaasustado.Laprofesoraparecíaapuntodesufrirunataque.Elmuchachono sabía si salir corriendo hacia la enfermería.Y entonces la profesora Trelawneyvolvióahablarconlamismavozáspera,muydiferentealasuya:
—ElSeñorTenebrosoestásoloysinamigos,abandonadoporsusseguidores.Suvasallohaestadoencadenadodoceaños.Hoy,antesdelamedianoche,elvasalloseliberaráeiráareunirseconsuamo.ElSeñorTenebrososealzarádenuevo,conlaayuda de su vasallo, más grande y más terrible que nunca. Hoy… antes de lamedianoche…elvasallo…irá…areunirse…consuamo…
Sucabezacayóhaciadelante,sobreelpecho.LaprofesoraTrelawneyemitióungruñido.Luego,repentinamente,volvióalevantarlacabeza.
—Lo siento mucho, chico —añadió con voz soñolienta—. El calor del día,¿sabes…?Mehequedadotraspuesta.
Harrysequedóallíunmomento,mirándola.—¿Pasaalgo,Harry?—Usted…acabadedecirmeque…elSeñorTenebrosovolveráaalzarse,quesu
vasallovaaregresarconél…LaprofesoraTrelawneysesobresaltó.—¿ElSeñorTenebroso?¿Elquenodebenombrarse?Queridomuchacho,nose
puedebromearconesetema…Alzarsedenuevo,Diosmío…—¡Peroustedacabadedecirlo!UstedhadichoqueelSeñorTenebroso…—Creoquetútambiéntehasquedadodormido—repusolaprofesoraTrelawney
—.Desdeluego,nuncapredeciríaalgoasí.Harrybajólaescalerademanoyladecaracol,haciéndosepreguntas…¿Acababa
deoíralaprofesoraTrelawneyhaciendounaverdaderapredicción?¿Ohabíaqueridoacabarelexamenconunfinalimpresionante?
Cinco minutos más tarde pasaba aprisa por entre los troles de seguridad queestabanalapuertadelatorredeGryffindor.LaspalabrasdelaprofesoraTrelawneyresonabanaúnensucabeza.Secruzóconmuchosquecaminabanazancadas,riendoy bromeando, dirigiéndose hacia los terrenos del colegio y hacia una libertadlargamente deseada. Cuando llegó al retrato y entró en la sala común, estaba casi
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desierta.Enunrincón,sinembargo,estabansentadosRonyHermione.—LaprofesoraTrelawneymeacabadedecir…Perosedetuvoalfijarseensuscaras.—Buckbeakhaperdido—dijoRonconvozdébil—.Hagridacabadeenviaresto.LanotadeHagridestabasecaestavez:nohabíalágrimasenella.Perosumano
parecíahabertembladotantoalescribirlaqueapenasresultabalegible.
Apelación perdida. La ejecución será a la puesta del sol. No se puedehacernada.Novengáis.Noquieroqueloveáis.
Hagrid
—Tenemos que ir —dijo Harry de inmediato—. ¡No puede estar allí solo,esperandoalverdugo!
—Pero es a la puesta del sol—dijoRon,mirando por la ventana con los ojosempañados—.Nonosdejaránsalir,ymenosati,Harry…
Harrysetapólacabezaconlasmanos,pensando.—Sialmenostuviéramoslacapainvisible…—¿Dóndeestá?—dijoHermione.Harry le explicó que la había dejado en el pasadizo, debajo de la estatua de la
brujatuerta.—…SiSnapemevuelveaverporallí,meveréenunserioaprieto—concluyó.—Eso es verdad—dijoHermione, poniéndose en pie—. Si te ve… ¿Cómo se
abrelajorobadelabruja?—Seledanunosgolpecitosysedice«¡Dissendio!»—explicóHarry—.Pero…Hermionenoaguardóaqueterminaralafrase;atravesólasalacondecisión,abrió
elretratoyseperdiódevista.—¿Habrá ido a cogerla? —dijo Ron, mirando el punto por donde había
desaparecidolamuchacha.A eso había ido. Hermione regresó al cuarto de hora, con la capa plateada
cuidadosamentedobladayescondidabajolatúnica.—¡Hermione,noséquétepasaúltimamente!—dijoRon,sorprendido—.Primero
lepegasaMalfoy,luegotevasdelaclasedelaprofesoraTrelawney…Hermionesesintióhalagada.
•••
Bajaron a cenar con los demás, pero no regresaron luego a la torre deGryffindor.Harryllevabaescondidalacapaenlapartedelanteradelatúnica.Teníaquellevarlosbrazoscruzadosparaquenosevieraelbulto.Esperaronenunahabitacióncontiguaalvestíbulohastaasegurarsedequeésteestuviesecompletamentevacío.Oyeronalosdos últimos que pasaban aprisa y cerraban dando un portazo. Hermione asomó lacabezaporlapuerta.
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—Vale—susurró—.Nohaynadie.Podemostaparnosconlacapa.Caminando muy juntos, de puntillas y bajo la capa, para que nadie los viera,
bajaronlaescaleraysalieron.Elsolsehundíayaenelbosqueprohibido,dorandolasramasmásaltasdelosárboles.
Llegaronalacabañayllamaronalapuerta.Hagridtardóencontestar;cuandoporfin lo hizo,miró a su alrededor, pálido y tembloroso, en busca de la persona quehabíallamado.
—Somosnosotros—susurróHarry—.Llevamos la capa invisible. Si nos dejaspasar,noslaquitaremos.
—Nodeberíaishabervenido—dijoHagrid,tambiénsusurrando.Pero se hizo a un lado, y ellos entraron.Hagrid cerró la puerta rápidamente y
Harrysedesprendiódelacapa.Hagridnollorónisearrojóalcuellodesusamigos.Noparecíasaberdóndeseencontrabaniquéhacer.Resultabamástrágicoverloasíquellorando.
—¿Queréisunté?—invitó.Susmanosenormestemblabanalcogerlatetera.—¿DóndeestáBuckbeak,Hagrid?—preguntóRon,vacilante.—Lo…lotengoenelexterior—dijoHagrid,derramandolalecheporlamesaal
llenarlajarra—.Estáatadoenelhuerto, juntoalascalabazas.Penséquedebíaverlosárbolesyolerelairefrescoantesde…
AHagridletemblabatantolamanoquelajarraselecayóysehizoañicos.—Yoloharé,Hagrid—dijoHermioneinmediatamente,apresurándosealimpiar
elsuelo.—Hayotraenelaparador—dijoHagridsentándoseylimpiándoselafrentecon
lamanga.HarrymiróaRon,queledevolvióunamiradadedesesperanza.—¿Nohay nada que hacer,Hagrid?—preguntóHarry sentándose a su lado—.
Dumbledore…—Lo ha intentado —respondió Hagrid—. No puede hacer nada contra una
sentencia de la Comisión. Les ha dicho que Buckbeak es inofensivo, pero tienenmiedo.YasabéiscómoesLuciusMalfoy…Meimaginoqueloshaamenazado…Yelverdugo,Macnair,esunviejoamigosuyo.Peroserárápidoylimpio,yyoestaréasulado.
Hagrid tragó saliva. Sus ojos recorrían la cabaña buscando algún retazo deesperanza.
—Dumbledoreestarápresente.Mehaescritoestamañana.Dicequequiereestarconmigo.Ungranhombre,Dumbledore…
Hermione,quehabíaestadorebuscandoenelaparadordeHagrid,dejóescaparunleve sollozo, que reprimió rápidamente. Se incorporó con la jarra en las manos yesforzándoseporcontenerlaslágrimas.
—Nosotrostambiénestaremoscontigo,Hagrid—comenzó,peroHagridnegóconladespeinadacabeza.
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—Tenéis que volver al castillo. Os he dicho que no quería que lo vierais. Ytampoco deberíais estar aquí. Si Fudge y Dumbledore te pillan fuera sin permiso,Harry,teverásenunaprieto.
PorelrostrodeHermionecorríanlágrimassilenciosas,perodisimulóanteHagridpreparandoelté.Alcogerlabotelladelecheparaverterpartedeellaenlajarra,dioungrito.
—¡Ron!No…nopuedocreerlo.¡EsScabbers!Ronlamiróboquiabierto.—¿Quédices?Hermione acercó la jarra a la mesa y la volcó. Con un gritito asustado y
desesperadoporvolverameterseenelrecipiente,Scabbersapareciócorreteandoporlamesa.
—¡Scabbers!—exclamóRondesconcertado—.Scabbers,¿quéhacesaquí?Cogióalarata,queforcejeabaporescapar,ylalevantóparaverlaalaluz.Tenía
unaspectohorrible.Estabamásdelgadaquenunca.Se lehabíacaídomuchopelo,dejándole amplias lagunas, y se retorcía en las manos de Ron, desesperada porescapar.
—No te preocupes, Scabbers —dijo Ron—. No hay gatos. No hay nada quetemer.
De pronto, Hagrid se puso en pie, mirando la ventana fijamente. Su cara,habitualmenterubicunda,sehabíapuestodelcolordelpergamino.
—Yavienen…Harry,RonyHermione se dieron rápidamente la vuelta.Ungrupodehombres
bajabaporloslejanosescalonesdelapuertaprincipaldelcastillo.DelanteibaAlbusDumbledore. Su barba plateada brillaba al sol del ocaso. A su lado iba CorneliusFudge.TrasellosmarchabanelviejoydébilmiembrodelaComisiónyelverdugoMacnair.
—Tenéisqueiros—dijoHagrid.Letemblabatodoelcuerpo—.Nodebenverosaquí…Marchaosya.
RonsemetióaScabbersenelbolsilloyHermionecogiólacapa.—Salidpordetrás.Losiguieronhacialapuertatraseraquedabaalhuerto.Harrysesentíamuyraroy
aúnmásalveraBuckbeakapocosmetros,atadoaunárbol,detrásdelascalabazas.Buckbeakparecíapresentiralgo.Volviólacaraafiladadeunladoaotroygolpeóelsueloconlazarpa,nervioso.
—Notemas,Buckbeak—dijoHagrid convoz suave—.No temas.—Sevolvióhacialostresamigos—.Venga,marchaos.
Peronosemovieron.—Hagrid,nopodemos…Lesdiremosloquedeverdadsucedió.—Nopuedenmatarlo…—¡Marchaos!—ordenó Hagrid con firmeza—. Ya es bastante horrible y sólo
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faltaríaqueademásosmetieraisenunlío.Noteníanopción.MientrasHermioneechabalacapasobrelosotrosdos,oyeron
hablaralotroladodelacabaña.Hagridmiróhaciaelpuntoporelqueacababandedesaparecer.
—Marchaos,rápido—dijoconacritud—.Noescuchéis.Yvolvióaentrarenlacabañaalmismotiempoquealguienllamabaalapuertade
delante.Lentamente,comoentrance,Harry,RonyHermionerodearonsilenciosamentela
casa.Alllegaralotrolado,lapuertasecerróconungolpeseco.—Vámonosaprisa,porfavor—susurróHermione—.Nopuedoseguiraquí,nolo
puedosoportar…Empezaronasubirhaciaelcastillo.Elsolseapresurabaaocultarse;elcielose
habíavueltodeungrisclaro teñidodepúrpura,peroeneloestehabíadestellosderojorubí.
Ronsedetuvoenseco.—Porfavor,Ron—comenzóHermione.—SetratadeScabbers…,quieresalir.RonseinclinabaintentandoimpedirqueScabbersseescapara,perolarataestaba
fueradesí;chillandocomoloca,sedebatíaytratabademorderaRonenlamano.—Scabbers,tonta,soyyo—susurróRon.Oyeronabrirseunapuertadetrásdeellosyluegovocesmasculinas.—¡Porfavor,Ron,vámonos,estánapuntodehacerlo!—insistióHermione.—Vale,¡quédatequieta,Scabbers!Siguieron caminando; al igual que Hermione, Harry procuraba no oír el sordo
rumordelasvocesquesonabandetrásdeellos.Ronvolvióadetenerse.—Nolapuedosujetar…Calla,Scabbers,onosoirátodoelmundo.La rata chillaba como loca,perono lobastante fuertepara eclipsar los sonidos
que llegaban del jardín de Hagrid. Las voces de hombre se mezclaban y seconfundían.Hubounsilencioyluego,sinprevioaviso,el inconfundiblesilbidodelhacharasgandoelaire.Hermionesetambaleó.
—¡Yaestá!—susurróaHarry—.¡Nomelopuedocreer,lohanhecho!
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A
CAPÍTULO17
Elperro,elgatoylarata
Harryselequedólamenteenblancoacausadelaimpresión.Lostressehabíanquedadoparalizadosbajo lacapa invisible.Losúltimosrayosdelsolarrojaron
una luz sanguinolenta sobre los terrenos, en losque las sombras sedibujabanmuyalargadas.Detrásdeellosoyeronunaullidosalvaje.
—¡Hagrid!—susurróHarry.Sinpensarenloquehacía,fueadarselavuelta,peroRonyHermionelocogieronporlosbrazos.
—Nopodemos—dijoRon,blancocomounapared—.Severáenunproblemamásseriosisedescubrequelohemosidoavisitar…
Hermionerespirabaflojaeirregularmente.—¿Cómo…hanpodido…?—preguntójadeando,comosiseahogase—.¿Cómo
hanpodido?—Vamos—dijoRon,tiritando.Reemprendieron el camino hacia el castillo, andando muy despacio para no
descubrirse. La luz se apagaba. Cuando llegaron a campo abierto, la oscuridad secerníasobreelloscomounembrujo.
—Scabbers,estatequieta—susurróRon,llevándoselamanoalpecho.Larataseretorcíacomoloca.Ronsedetuvo,obligandoaScabbersaquesemetieradeltodoenelbolsillo—.¿Quéteocurre,tonta?Quédatequieta…¡AY!¡Mehamordido!
—¡Ron, cállate!—susurróHermione—.Fudge se presentará aquí dentro de unminuto…
—Nohaymanera.Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando
soltarsedeRon.—¿Quéleocurre?Pero Harry acababa de ver a Crookshanks acercándose a ellos sigilosamente,
arrastrándose y con los grandes ojos amarillos destellando pavorosamente en laoscuridad. Harry no sabía si el gato los veía o se orientaba por los chillidos de
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Scabbers.—¡Crookshanks!—gimióHermione—.¡No,vete,Crookshanks!¡Vete!Peroelgatoseacercabamás…—Scabbers…¡NO!Demasiadotarde…LarataescapóporentrelosdedosdeRon,seechóalsueloy
huyóa todaprisa.Deunsalto,Crookshanks se lanzó trasel roedor,yantesdequeHarry y Hermione pudieran detenerlo, Ron se salió de la capa y se internó en laoscuridad.
—¡Ron!—gimióHermione.EllayHarrysemirarony losiguierona lacarrera.Era imposiblecorrera toda
velocidaddebajodelacapa,asíqueselaquitaronylallevaronalvuelo,ondeandocomo un estandartemientras seguían aRon.Oían delante de ellos el ruido de suspasosylosgritosquedirigíaaCrookshanks.
—Aléjatedeél…,aléjate…Scabbers,venaquí…Oyeronungolpeseco.—¡Teheatrapado!Vete,gatoasqueroso.HarryyHermionecasichocaroncontraRon.Estabatendidoenelsuelo.Scabbers
habíavueltoasubolsilloyRonsujetabaconambasmanoseltemblorosobulto.—Vamos,Ron,volvamosacubrirnos—dijoHermionejadeando—.Dumbledore
yelministrosaldrándentrodeunminuto.Pero antes de que pudieran volver a taparse, antes incluso de que pudieran
recuperarelaliento,oyeronlospasosdeunaspatasgigantes.Algoseacercabaaellosenlaoscuridad:unenormeperronegrodeojosclaros.
Harryquisocogerlavarita,peroerayademasiadotarde.Elperrohabíadadoungransaltoysuspatasdelanteraslegolpearonelpecho.Harrycayódeespaldas,conunfardodepelo.Sintióelcálidoalientodelfardo,susdientesdetrescentímetrosdelongitud…
Peroelempujónlohabíallevadodemasiadolejos.Seapartórodando.Aturdido,sintiendocomosilehubieranrotolascostillas,tratódeponerseenpie;oyórugiralanimal,preparándoseparaunnuevoataque.
Ronselevantó.Cuandoelperrovolvióasaltarcontraellos,RonempujóaHarryhaciaunladoyelperromordióelbrazoestiradodeRon.Harryembistióyagarróalanimalporelpelo,peroéstearrastrabaaRoncon tanta facilidadcomosi fueraunmuñecodetrapo.
Entonces,algosurgidodenosesabíadóndegolpeóaHarrytanfuerteenlacaraque volvió a derribarlo. Oyó a Hermione chillar de dolor y caer también. Harrymanoteóenbuscadelavarita,parpadeandoparaquitarselasangredelosojos.
—¡Lumos!—susurró.Laluzdelavaritailuminóungruesoárbol.HabíanperseguidoaScabbershasta
el sauce boxeador, y sus ramas crujían como azotadas por un fortísimo viento yoscilabandeatrásadelanteparaimpedirqueseaproximaran.
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Alpiedelárbolestabaelperro,arrastrandoaRonymetiéndoloporunhuecoquehabíaenlasraíces.Ronluchabadenodadamente,perosucabezaysutorsoseestabanperdiendodevista.
—¡Ron!—gritóHarry, intentandoseguirlo,perounagruesaramalepropinóunrestallanteyterribletrallazoqueloobligóaretroceder.
LoúnicoquepodíanveryadeRoneralapiernaconlaqueelmuchachosehabíaenganchadoenunaramaparaimpedirqueelperroloarrastrase.Unhorriblecrujidocortóelairecomounpistoletazo.LapiernadeRonsehabíarotoyelpiedesaparecióenaquelmomento.
—Harry, tenemosquepedirayuda—gritóHermione.Ella tambiénsangraba.Elsaucelehabíahechouncorteenelhombro.
—¡No!¡Estesereslobastantegrandeparacomérselo!¡Notenemostiempo!—Noconseguiremospasarsinayuda.Otraramaleslanzóotrolatigazo,conlasramitasenroscadascomopuños.—Si ese perro ha podido entrar, nosotros también—jadeó Harry, corriendo y
zigzagueando, tratando de encontrar un camino a través de las ramas que dabantrallazosalaire,peroeraimposibleacercarseuncentímetromássinsergolpeadosporelárbol.
—¡Socorro, socorro!—gritó Hermione, como una histérica, dando brincos sinmoversedelsitio—.¡Porfavor…!
Crookshanksdioun saltoal frente.Sedeslizócomouna serpienteporentre lasramasqueazotabanelaireyseagarróconlaszarpasaunnudodeltronco.
Derepente,comosielárbolsehubieravueltodepiedra,dejódemoverse.—¡Crookshanks!—gritóHermione, dubitativa. Cogió aHarry por el brazo tan
fuertequelehizodaño—.¿Cómosabía…?—Esamigodelperro—dijoHarrycontristeza—.Loshevistojuntos…Vamos.
Tenlavaritaapunto.Enunossegundosrecorrieronladistanciaquelesseparabadeltronco,peroantes
de que llegaran al hueco que había entre las raíces,Crookshanks se metió por élagitando la cola de brocha. Harry lo siguió. Entró a gatas, metiendo primero lacabeza,ysedeslizóporunarampadetierrahastalabocadeuntúneldetechomuybajo.Crookshanksestabaya lejosdeélysusojosbrillabana la luzde lavaritadeHarry.Unsegundodespués,entróHermione.
—¿DóndeestáRon?—lepreguntóconvozaterrorizada.—Por aquí —indicó Harry, poniéndose en camino con la espalda arqueada,
siguiendoaCrookshanks.—¿Adóndeiráestetúnel?—lepreguntóHermione,sinaliento.—Nosé…Estáseñaladoenelmapadelmerodeador,peroFredyGeorgecreían
que nadie lo había utilizado nunca. Se sale del límite del mapa, pero daba laimpresióndequeibaaHogsmeade…
Avanzaban tanaprisacomopodían,casidobladospor lacintura.Pormomentos
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podíanverlacoladeCrookshanks.Elpasadizonoseacababa.ParecíatanlargocomoelqueibaaHoneydukes.LoúnicoenquepodíapensarHarryeraenRonyenloquelepodíaestarhaciendoelperrazo…Alcorreragachado,lecostabatrabajorespiraryledolía…
Yentonceseltúnelempezóaelevarse,yluegoaserpentear,yCrookshankshabíadesaparecido.Envezdeveralgato,Harryveíaunatenueluzquepenetrabaporunapequeñaabertura.
Sedetuvieronjadeando,paracogeraire.Avanzaronconcautelahastalaabertura.Levantaronlasvaritasparaverloquehabíaalotrolado.
Habíaunahabitación,muydesordenadayllenadepolvo.Elpapelsedespegabade lasparedes.El sueloestaba llenodemanchas.Todos losmueblesestaban rotos,como si alguien los hubiera destrozado. Las ventanas estaban todas cegadas conmaderas.
HarrymiróaHermione,queparecíamuyasustada,peroasintióconlacabeza.Harrysalióporlaaberturamirandoasualrededor.Lahabitaciónestabadesierta,
pero a la derecha había una puerta abierta que daba a un vestíbulo en sombras.HermionevolvióacogersedelbrazodeHarry.Mirabadeunladoaotroconlosojosmuyabiertos,observandolasventanastapadas.
—Harry—susurró—.CreoqueestamosenlaCasadelosGritos.Harrymiróasualrededor.Posólamiradaenunasillademaderaqueestabacerca
deellos.Lehabíanarrancadovariostrozosyunapata.—Esonolohanhecholosfantasmas—observó.Enesemomentooyeronuncrujidoenloalto.Algosehabíamovidoenlapartede
arriba. Miraron al techo. Hermione le cogía el brazo con tal fuerza que perdíasensibilidad en los dedos. La miró. Hermione volvió a asentir con la cabeza y losoltó.
Tan en silencio como pudieron, entraron en el vestíbulo y subieron por laescalera,queseestabadesmoronando.Todoestabacubiertoporunagruesacapadepolvo,salvoelsuelo,dondealgoarrastradoescalerasarribahabíadejadounaestelaanchaybrillante.
Llegaronhastaeloscurodescansillo.—Nox—susurraronauntiempo,yseapagaronlaslucesdelasvaritas.Solamente había una puerta abierta.Al dirigirse despacio hacia ella, oyeron un
movimientoalotrolado.Unsuavegemido,yluegounronroneoprofundoysonoro.Cambiaronunaúltimamiradayunúltimoasentimientoconlacabeza.
Sosteniendolavaritaantesí,Harryabriólapuertadeunapatada.Crookshanks estaba acostado en una magnífica cama con dosel y colgaduras
polvorientas.Ronroneó al verlos. En el suelo, a su lado, sujetándose la pierna quesobresalía en un ángulo anormal, estaba Ron. Harry y Hermione se le acercaronrápidamente.
—¡Ron!,¿teencuentrasbien?
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—¿Dóndeestáelperro?—Nohayperro—gimióRon.Eldolorlehacíaapretarlosdientes—.Harry,esto
esunatrampa…—¿Qué…?—Éleselperro.Esunanimago…RonmirabaporencimadelhombrodeHarry.Harrysediolavuelta.Elhombre
ocultoenlassombrascerrólapuertatrasellos.Una masa de pelo sucio y revuelto le caía hasta los codos. Si no le hubieran
brilladolosojosenlascuencasprofundasyoscuras,habríacreídoquesetratabadeuncadáver.Lapieldeceraestabatanestiradasobreloshuesosdelacaraqueparecíauna calavera. Una mueca dejaba al descubierto sus dientes amarillos. Era SiriusBlack.
—¡Expelliarmus!—exclamó,dirigiendohaciaelloslavaritadeRon.LasvaritasqueempuñabanHarryyHermionesaltarondesusmanos,yBlacklas
recogió.Diounpasohaciaellos,conlosojosfijosenHarry.—Penséquevendríasaayudaratuamigo—dijoconvozronca.Suvozsonaba
comosinolahubieraempleadoenmuchotiempo—.Tupadrehabríahecholomismopormí.Habéis sidomuy valientes por no salir corriendo en busca de un profesor.Muchasgracias.Estoloharátodomuchomásfácil…
Harry oyó la burla sobre su padre como siBlack la hubiera proferido a voces.Notólaquemazóndelodio,quenodejabalugaralmiedo.Porprimeravezensuvidahabría querido volver a tener en su mano la varita, no para defenderse, sino paraatacar…paramatar. Sin saber lo que hacía, se adelantó, pero algo semovió a suscostados,ydosparesdemanoslosujetaronylohicieronretroceder.
—¡No,Harry!—exclamóHermione,petrificada.Ron,sinembargo,sedirigióaBlack:—Si quierematar aHarry, tendrá quematarnos también a nosotros—dijo con
fiereza,aunqueelesfuerzoquehabíahechoparalevantarselohabíadejadoaúnmáspálido,yoscilabaalhablar.
AlgotitilóenlosojossombríosdeBlack.—Échate—ledijoaRonenvozbaja—oserápeorparatupierna.—¿Mehaoído?—dijoRondébilmente,apoyándoseenHarryparamantenerseen
pie—.Tendráquematarnosalostres.—Sólohabráunasesinatoestanoche—respondióBlack,acentuandolamueca.—¿Porqué?—preguntóHarry,tratandodesoltarsedeRonydeHermione—.No
leimportólaúltimavez,¿aqueno?NoleimportómataratodosaquellosmugglesalmismotiempoqueaPettigrew…¿Quéocurre,sehaablandadoustedenAzkaban?
—¡Harry!—sollozóHermione—.¡Cállate!—¡ÉLMATÓAMISPADRES!—gritóHarry.YhaciendounúltimoesfuerzoseliberódeRonydeHermione,yselanzó.Habíaolvidadolamagia.Habíaolvidadoqueerabajitoypocacosayquetenía
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treceaños,mientrasqueBlackeraunhombreadultoyalto.LoúnicoquesabíaHarryera que quería hacerle aBlack todo el daño posible, y que no le importaba el querecibieraacambio.
Tal vez fuera por la impresión que le produjo ver aHarry cometiendo aquellanecedad,peroBlackno levantóa tiempo lasvaritas.Harrysujetópor lamuñeca lamano libre de Black, desviando la orientación de las varitas. Tras propinarle unpuñetazoenelpómulo,losdoscayeronhaciaatrás,contralapared.
HermioneyRongritaron.Vieronun resplandor cegador cuando lasvaritas queBlack teníaen lamano lanzaronunchorrodechispasqueporunoscentímetrosnodieronaHarryen lacara.HarrysintióretorcersebajosusdedoselbrazodeBlack,peronolosoltóygolpeóconlaotramano.
PeroBlackaferróconsumanolibreelcuellodeHarry.—No—susurró—.Heesperadodemasiadotiempo.Apretólosdedos.Harryseahogaba.Lasgafasselehabíancaídohaciaunlado.EntoncesvioelpiedeHermione,salidodenosesabíadónde.BlacksoltóaHarry
profiriendounalaridodedolor.RonsearrojósobrelamanoconqueBlacksujetabalavaritayHarryoyóundébiltintineo.
Sesoltódelnudodecuerposyviosupropiavaritaenelsuelo.Setiróhaciaella,pero…
—¡Ah!Crookshanks se había unido a la lucha, clavándole las zarpas delanteras en el
brazo.Harryselosacudiódeencima,peroCrookshankssedirigiócomounaflechahacialavaritadeHarry.
—¡NO!—exclamóHarry,ypropinóaCrookshanksunpuntapiéque lo tiróaunladobufando.Harryrecogiólavaritaysediolavuelta.
—¡Apartaos!—gritóaRonyaHermione.Nonecesitaronoírlodosveces.Hermione,sinalientoyconsangreenellabio,se
hizoaunlado,recogiendosuvaritayladeRon.Ronsearrastróhastalacamaysederrumbósobreella, jadeandoycon lacarayacasiverde,asiéndose lapierna rotaconlasmanos.
Blackyacíadecualquiermanerajuntoalapared.Suestrechotóraxsubíaybajabacon rapidez mientras veía a Harry aproximarse muy despacio, apuntándoledirectamentealcorazónconlavarita.
—¿Vasamatarme,Harry?—preguntó.Harryseparódelantedeél,sindejardeapuntarleconlavarita,ybajandolavista
paraobservarlelacara.Elojoizquierdoseleestabahinchandoylesangrabalanariz.—Ustedmató amis padres—dijoHarry convoz algo temblorosa, pero con la
manofirme.Blacklomirófijamenteconaquellosojoshundidos.—Noloniego—dijoenvozbaja—.Perosisupierastodalahistoria…—¿Todalahistoria?—repitióHarry,conunfuriosomartilleoenlosoídos—.Los
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entregóaVoldemort,esoestodoloquenecesitosaber.—Tienesqueescucharme—dijoBlackconundejodeapremioenlavoz—.Lo
lamentarássino…sinocomprendes…—Comprendo más de lo que cree —dijo Harry con la voz cada vez más
temblorosa—. Usted no la ha oído nunca, ¿verdad? A mi madre, impidiendo queVoldemortmematara…Yustedlohizo.Lohizo…
Antesdequenadiepudieradecirnadamás,algocanelapasópordelantedeHarrycomounrayo.CrookshankssaltósobreelpechodeBlackysequedóallí,sobresucorazón.Blackcerrólosojosylosvolvióaabrirmirandoalgato.
—Vete —ordenó Black, tratando de quitarse de encima al animal. PeroCrookshankslehundiólasgarrasenlatúnica.VolvióaHarrysucarafeayaplastada,ylomiróconsusgrandesojosamarillos.Hermione,queestabaasuderecha,lanzóunsollozo.
HarrymiróaBlackyaCrookshanks,sujetandolavaritaaúnconmásfuerza.¿Yquésiteníaquematartambiénalgato?EraunaliadodeBlack…Siestabadispuestoa morir defendiéndolo, no era asunto suyo. Si Black quería salvarlo, eso sólodemostraríaqueleimportabamásCrookshanksquelospadresdeHarry…
Harrylevantólavarita.Habíallegadoelmomentodevengarasuspadres.IbaamataraBlack.Teníaquematarlo.Erasuoportunidad…
Pasaron unos segundos yHarry seguía inmóvil, con la varita en alto.Black lomiraba fijamente, conCrookshanks sobre el pecho. En la cama en la que estabatendidoRonseoíaunarespiraciónjadeante.Hermionepermanecíaensilencio.
Yentoncesoyeronalgoquenohabíanoídohastaentonces.Unospasosamortiguados.Alguiencaminabaporelpisoinferior.—¡ESTAMOSAQUÍARRIBA!—gritóHermionedepronto—. ¡ESTAMOSAQUÍARRIBA!
¡SIRIUSBLACK!¡DENSEPRISA!
Black sufrió tal sobresalto que Crookshanks estuvo a punto de caerse. Harryapretó la varita conuna fuerza irracional. ¡Mátaloya!, dijo una voz en su cabeza.Perolospasosquesubíanlasescalerasseoíancadavezmásfuertes,yHarryseguíasinmoverse.
Lapuertade lahabitaciónseabriódegolpeentreuna lluviadechispas rojasyHarry se volvió cuando el profesorLupin entró en la habitación comoun rayo.ElprofesorLupinteníalacaraexangüe,ylavaritalevantadaydispuesta.MiróaRon,queyacíaenlacama;aHermione,encogidademiedojuntoalapuerta;aHarry,quenodejabadeapuntaraBlackconlavarita;yalmismoBlack,desplomadoalospiesdeHarryysangrando.
—¡Expelliarmus!—gritóLupin.La varita deHarry salió volando de sumano.También lo hicieron las dos que
sujetaba Hermione. Lupin las cogió todas hábilmente y luego penetró en lahabitación, mirando a Black, que todavía tenía a Crookshanks protectoramenteencaramadoenelpecho.
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Harrysesintiódeprontocomovacío.Nolohabíamatado.Lehabíafaltadovalor.Blackvolveríaamanosdelosdementores.
EntonceshablóLupin,conunavozextrañaquetemblabadeemocióncontenida:—¿Dóndeestá,Sirius?Harry miró a Lupin. No comprendía qué quería decir. ¿De quién hablaba? Se
volvióparamirardenuevoaBlack,cuyorostrocarecíacompletamentedeexpresión.Duranteunossegundosnosemovió.Luego,muydespacio,levantólamanoyseñalóaRon.Desconcertado,HarrysevolvióhaciaelsorprendidoRon.
—Pero entonces…—murmuró Lupin, mirando tan intensamente a Black queparecía leer sus pensamientos—, ¿por qué no se ha manifestado antes? A menosque…—Derepente, losojosdeLupinsedilataroncomosivieraalgomásalládeBlack, algo que no podía ver ninguno de los presentes—…amenos que fuera élquien…amenosquetetransmutaras…sindecírmelo…
Muy despacio, sin apartar los hundidos ojos de Lupin, Black asintió con lacabeza.
—ProfesorLupin,¿quépasa?—interrumpióHarryenvozalta—.¿Qué…?Pero no terminó la pregunta, porque lo que vio lo dejómudo. Lupin bajaba la
varita. Un instante después, se acercó a Black, le cogió la mano, tiró de él paraincorporarlo y para queCrookshanks cayese al suelo, y abrazó aBlack comoaunhermano.
Harrysesintiócomosilehubieranagujereadoelfondodelestómago.—¡NOLOPUEDOCREER!—gritóHermione.LupinsoltóaBlackysevolvióhaciaella.Hermionesehabíalevantadodelsuelo
yseñalabaaLupinconojosespantados.—Usted…usted…—Hermione…—¡…ustedyél!—Tranquilízate,Hermione.—¡Noselodijeanadie!—gritóHermione—.¡Loheestadoencubriendo!—¡Hermione,escúchame,porfavor!—exclamóLupin—.Puedoexplicarlo…Harrytemblaba,nodemiedo,sinodeunairarenovada.—Yo confié en usted—gritó aLupin, flaqueándole la voz—y en realidad era
amigodeél.—Estáis en un error—explicó Lupin—.No he sido amigo suyo durante estos
doceaños,peroahorasí…Dejadmequeosloexplique…—¡NO!—gritóHermione—.Harry,notefíesdeél.HaayudadoaBlackaentrar
enelcastillo.Tambiénélquierematarte.¡Esunhombrelobo!Se hizo un vibrante silencio. Todos miraban a Lupin, que parecía tranquilo,
aunqueestabamuypálido.—Estásacertandomuchomenosquedecostumbre,Hermione—dijo—.Metemo
quesólounadetres.NoesverdadquehayaayudadoaSiriusaentrarenelcastillo,y
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teaseguroquenoquieromataraHarry…—Seestremecióvisiblemente—.Perononegaréquesoyunhombrelobo.
Ron hizo un esfuerzo por volver a levantarse, pero se cayó con un gemido dedolor.Lupinseleacercópreocupado,peroRonexclamó:
—¡Aléjatedemí,licántropo!Lupin se paró en seco. Y entonces, con un esfuerzo evidente, se volvió a
Hermioneyledijo:—¿Cuántohacequelosabes?—Siglos —contestó Hermione—. Desde que hice el trabajo para el profesor
Snape.—Estará encantado—dijo Lupin con poco entusiasmo—. Os puso ese trabajo
para que alguno de vosotros se percatara demis síntomas. ¿Comprobaste elmapalunar y te diste cuenta de que yo siempre estaba enfermo en luna llena? ¿Te distecuentadequeelboggartsetransformabaenlunaalverme?
—Lasdoscosas—respondióHermioneenvozbaja.Lupinlanzóunarisaforzada.—Nuncaheconocidounabrujadetuedadtaninteligente,Hermione.—No soy tan inteligente—susurróHermione—. ¡Si lo fuera, le habría dicho a
todoelmundoloqueesusted!—Yalosaben—dijoLupin—.Almenos,elpersonaldocentelosabe.—¿Dumbledore lo contrató sabiendo que era usted un licántropo?—preguntó
Ronconvozahogada—.¿Estáloco?—Hay profesores que opinan que sí—admitió Lupin—.Le costó convencer a
ciertosprofesoresdequeyoeradefiar.—¡Y ESTABA ENUN ERROR!—gritóHarry—. ¡HA ESTADO AYUDÁNDOLO TODO ESTE
TIEMPO!
Señalaba a Black, que se había dirigido hacia la cama adoselada y se habíaechado encima, ocultando el rostro con mano temblorosa.Crookshanks saltó a suladoysesubióensusrodillasronroneando.Ronsealejó,arrastrandolapierna.
—NoheayudadoaSirius—dijoLupin—.Simedejáis,osloexplicaré.Mirad…—Separó las varitas de Harry, Ron y Hermione y las lanzó hacia sus respectivosdueños.Harrycogiólasuyaasombrado—.Yaveis—prosiguióLupin,guardándosesupropiavaritaenelcinto—.Ahoravosotrosestáisarmadosynosotrosno.¿Queréisescucharme?
Harrynosabíaquépensar.¿Seríauntruco?—Sino loha estado ayudando—dijomirando furiosamente aBlack—, ¿cómo
sabíaqueseencontrabaaquí?—Por elmapa—explicó Lupin—. Por elmapa delmerodeador. Estaba enmi
despachoexaminándolo…—¿Sabeutilizarlo?—lepreguntóHarryconsuspicacia.—Por supuesto —contestó Lupin, haciendo con la mano un ademán de
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impaciencia—.Yocolaboréensuelaboración.YosoyLunático…Eselapodoquemepusieronmisamigosenelcolegio.
—¿Ustedhizo…?—Loimportanteesqueestatardeloestabaexaminandoporqueteníalaideade
que tú, Ron y Hermione intentaríais salir furtivamente del castillo para visitar aHagridantesdequesuhipogrifofueraejecutado.Yestabaenlocierto,¿aquesí?—Comenzóapasearsindejardemirarlos,levantandoelpolvoconlospies—.Supusequeoscubriríaisconlaviejacapadetupadre,Harry.
—¿Cómosabelodelacapa?—¡LadevecesqueviaJamesdesaparecerbajoella!—dijoLupin,repitiendoel
ademándeimpaciencia—.Quellevéisunacapainvisiblenoosimpideaparecerenelmapadelmerodeador.OsvicruzarlosterrenosdelcolegioyentrarenlacabañadeHagrid. Veinte minutos más tarde dejasteis a Hagrid y volvisteis hacia el castillo.Peroenaquellaocasiónosacompañabaalguien.
—¿Quédice?—interrumpióHarry—.Nadadeeso.Nonosacompañabanadie.—Nopodíacreerloqueveía—prosiguióLupin,todavíapaseando,sinescuchara
Harry—.Creíaqueelmapaestaríaestropeado.¿Cómopodíaestarconvosotros?—¡Nohabíanadieconnosotros!—Yentonces vi otro punto que se os acercaba rápidamente, con la inscripción
«Sirius Black». Vi que chocaba con vosotros, vi que arrastraba a dos de vosotroshastaelinteriordelsauceboxeador.
—¡Aunodenosotros!—dijoRonenfadado.—No,Ron—dijoLupin—.Ados.DejódepasearseymiróaRon.—¿Medejasecharleunvistazoalarata?—dijoconamabilidad.—¿Qué?—preguntóRon—.¿QuétienequeverScabbersentodoesto?—Todo—respondióLupin—.¿Podríaecharleunvistazo,porfavor?Rondudó.Metiólamanoenlatúnica.Scabberssalióagitándosecomoloca.Ron
tuvo que agarrarla por la larga cola sin pelo para impedirle escapar.Crookshanks,todavíaenlasrodillasdeBlack,selevantóydiounsuavebufido.
Lupin se acercó más a Ron. Contuvo el aliento mientras examinabadetenidamenteaScabbers.
—¿Qué? —volvió a preguntar Ron, con cara de asustado y manteniendo aScabbersjuntoaél—.¿Quétienequeverlarataentodoesto?
—Noesunarata—graznóderepenteSiriusBlack.—¿Quéquieredecir?¡Claroqueesunarata!—Noloes—dijoLupinenvozbaja—.Esunmago.—Unanimago—aclaróBlack—llamadoPeterPettigrew.
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CAPÍTULO18
Lunático,Colagusano,CanutoyCornamenta
RAtanabsurdoquelescostóunratocomprenderloquehabíadicho.Luego,RondijolomismoqueHarrypensaba:—Estánustedeslocos.—¡Absurdo!—dijoHermioneconvozdébil.—¡PeterPettigrewestámuerto!¡Lomatóélhacedoceaños!SeñalóaBlack,cuyacarasufríaenesemomentounmovimientoespasmódico.—Tal fue mi intención —explicó, enseñando los dientes amarillos—, pero el
pequeñoPetermevenció.¡Peroestavezmevengaré!YdejóenelsueloaCrookshanksantesdeabalanzarsesobreScabbers;Rongritó
dedolorcuandoBlackcayósobresupiernarota.—¡Sirius,NO!—gritóLupin,corriendohaciaellosyseparandoaBlackdeRon—.
¡ESPERA! ¡No puedes hacerlo así! ¡Tienen que comprender! ¡Tenemos queexplicárselo!
—Podemosexplicarlodespués—gruñóBlack,intentandodesprendersedeLupinydandounzarpazoalaireparaatraparaScabbers,quegritabacomouncochinilloyarañabaaRonenlacarayenelcuello,tratandodeescapar.
—¡Tienenderecho…asaberlo…todo!—jadeóLupin,sujetandoaBlack—.¡EslamascotadeRon!¡Haycosasquenisiquierayocomprendo!¡YHarry…!¡TienesqueexplicarlelaverdadaHarry,Sirius!
Blackdejódeforcejear,aunquemantuvoloshundidosojosfijosenScabbers,alaqueRonprotegíaconsusmanosarañadas,mordidasymanchadasdesangre.
—Deacuerdo,pues—dijoBlack,sinapartarlamiradadelarata—.Explícalesloque quieras, pero date prisa, Remus. Quiero cometer el asesinato por el que fuiencarcelado…
—Están locos los dos —dijo Ron con voz trémula, mirando a Harry y aHermione,enbuscadeapoyo—.Yahetenidobastante.Memarcho.
Intentóincorporarsesobresupiernasana,peroLupinvolvióa levantar lavarita
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apuntandoaScabbers.—Mevasaescucharhastaelfinal,Ron—dijoenvozbaja—.Perosujetabiena
Petermientrasescuchas.—¡NO ES PETER, ES SCABBERS!—gritó Ron, obligando a la rata a meterse en su
bolsillo delantero, aunque se resistía demasiado.Ronperdió el equilibrio.Harry locogióylotendióenlacama.SinhacercasodeBlack,HarrysevolvióhaciaLupin.
—HubotestigosquevieronmoriraPettigrew—dijo—.Todaunacalle llenadetestigos.
—¡Novieron,creyeronver!—respondióBlackconfuria,vigilandoaScabbers,quesedebatíaenlasmanosdeRon.
—TodoelmundocreyóqueSiriusmatóaPeter—confirmóLupin—.Yomismolocreíahastaquehevistoelmapaestanoche.Porqueelmapadelmerodeadornuncamiente…Peterestávivo.Ronlotieneentrelasmanos,Harry.
Harry bajó la mirada hacia Ron, y al encontrarse sus ojos, se entendieron sinpalabras:indudablemente,BlackyLupinestabanlocos.Nadadeloquedecíanteníasentido. ¿Cómo iba Scabbers a ser Peter Pettigrew? Azkaban debía de habertrastornadoaBlack,despuésdetodo.Pero¿porquéLupinleseguíalacorriente?
Entonces habló Hermione, con una voz temblorosa que pretendía parecercalmada,comosiquisieraqueelprofesorLupinrecobraralasensatez.
—Pero profesor Lupin: Scabbers no puede ser Pettigrew… Sencillamente esimposible,ustedlosabe.
—¿Porquénopuedeserlo?—preguntóLupintranquilamente,comosiestuvieranen clase y Hermione se limitara a plantear un problema en un experimento congrindylows.
—PorquesiPeterPettigrewhubierasidounanimago, lagente lohabríasabido.Estudiamos a los animagos con la profesora McGonagall. Y yo los estudié en laenciclopedia cuando preparaba el trabajo. El Ministerio vigila a los magos quepueden convertirse en animales. Hay un registro que indica en qué animal seconvierten y las señales que tienen. Yo busqué «Profesora McGonagall» en elregistro, y vi que en este siglo sólo ha habido siete animagos.El nombre dePeterPettigrewnofigurabaenlalista.
IbaaasombrarseHarrydelaescrupulosidadconqueHermionehacíalosdeberescuandoLupinseechóareír.
—¡Bienotravez,Hermione!—dijo—.PeroelMinisterioignoralaexistenciadeotrostresanimagosenHogwarts.
—Sise lovasacontar,dateprisa,Remus—gruñóBlack,queseguíavigilandocadaunodelosfrenéticosmovimientosdeScabbers—.Heesperadodoceaños.Novoyaesperarmás.
—De acuerdo, pero tendrás que ayudarme, Sirius—dijo Lupin—. Yo sólo sécómocomenzó…
Lupinsedetuvoenseco.Habíaoídouncrujidotrasél.Lapuertadelahabitación
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acababadeabrirse.Loscincosevolvieronhaciaella.Lupinseacercóyobservóelrellano.
—Nohaynadie.—¡Estelugarestáencantado!—dijoRon.—Noloestá—dijoLupin,queseguíamirandoalapuerta,intrigado—.LaCasa
de los Gritos nunca ha estado embrujada. Los gritos y aullidos que oían los delpueblolosproducíayo.—Seapartóelcenicientopelodelosojos.Meditóuninstanteyañadió—:Conesoempezó todo…cuandomeconvertíenhombre lobo.Nadadeesto habría sucedido si no me hubieran mordido… y si no hubiera sido yo tantemerario.
Estaba tranquilo pero fatigado. Iba Ron a interrumpirle cuandoHermione, queobservabaaLupinmuyatentamente,sellevóeldedoalaboca.
—¡Chitón!—Eramuypequeñocuandomemordieron—prosiguióLupin—.Mispadres lo
intentaron todo, pero en aquellos días no había cura. La poción queme ha estadodandoelprofesorSnapeesundescubrimientomuyreciente.Mevuelve inofensivo,¿os dais cuenta? Si la tomo la semana anterior a la luna llena, conservo mipersonalidadal transformarme…Meencojoenmidespacho,convertidoenunloboinofensivo,yaguardoaquelalunavuelvaamenguar.Sinembargo,antesdequesedescubrieralapocióndematalobos,meconvertíaunavezalmesenunpeligrosoloboadulto. Parecía imposible que pudiera venir a Hogwarts. No era probable que lospadres quisieran que sus hijos estuvieran amimerced. Pero entoncesDumbledorellegóadirectorysehizocargodemiproblema.Dijoquemientrastomáramosciertasprecauciones, nohabíamotivopara queyono acudiera a clase.—Lupin suspiró ymiróaHarry—.Tedijehacemesesqueel sauceboxeador loplantaronel añoquelleguéaHogwarts.LaverdadesqueloplantaronporquevineaHogwarts.Estacasa—Lupinmiróasualrededormelancólicamente—,el túnelqueconduceaella…seconstruyeron para que los usara yo. Una vez al mes me sacaban del castillofurtivamenteymetraíanaestelugarparaquemetransformara.Elárbolsepusoenlabocadeltúnelparaquenadieseencontraraconmigomientrasyofuerapeligroso.
Harrynosabíaenquépararíalahistoria,peroaunasíescuchabacongraninterés.Lo único que se oía, aparte de la voz de Lupin, eran los chillidos asustados deScabbers.
—Enaquellaépocamistransformacioneseran…eranterribles.Esmuydolorosoconvertirseenlicántropo.Semeaislabadeloshumanosparaquenolosmordiera,deformaquemearañabaymordíaamímismo.Enelpueblooíanlosruidosylosgritos,ycreíanquese tratabadeespíritusespecialmenteviolentos.Dumbledorealentó losrumores…Ni siquiera ahora que la casa lleva años en silencio se atreven los delpuebloaacercarse.Peroapartedeeso,yoeramásfelizquenunca.Porprimeravezteníaamigos,tresestupendosamigos:SiriusBlack,PeterPettigrewytupadre,Harry,JamesPotter.Mistresamigosnopodíandejardedarsecuentademisdesapariciones
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mensuales.Yoinventabahistoriasdetodotipo.Lesdijequemimadreestabaenfermayqueteníaqueiracasaaverla…Meaterrorizabaquepudieranabandonarmecuandodescubrieranloqueyoera.Peroaligualquetú,Hermione,averiguaronlaverdad.Yno me abandonaron. Por el contrario, convirtieron mis metamorfosis no sólo ensoportables,sinoenlosmejoresmomentosdemivida.Sehicieronanimagos.
—¿Mipadretambién?—preguntóHarryatónito.—Sí,claro—respondióLupin—.Lescostótresañosaveriguarcómohacerlo.Tu
padreySiriuseranlosalumnosmásinteligentesdelcolegioytuvieronsuerteporquelatransformaciónenanimagopuedesalirfatal.EslarazónporlaqueelMinisteriovigilaestrechamentealosquelointentan.Peternecesitabatodalaayudaquepudieraobtener de James y Sirius. Finalmente, en quinto, lo lograron. Cada cual tuvo laposibilidaddeconvertirseavoluntadenunanimaldiferente.
—Pero¿enquélebeneficióaustedeso?—preguntóHermioneconperplejidad.—Nopodíanhacermecompañíacomosereshumanos,asíquemelahacíancomo
animales—explicóLupin—.Unlicántroposóloespeligrosoparalaspersonas.Cadames abandonaban a hurtadillas el castillo, bajo la capa invisible de James. Peter,comoeraelmáspequeño,podíadeslizarsebajolasramasdelsauceytocarelnudoquelasdejainmóviles.Entoncespasabanporeltúnelysereuníanconmigo.Bajosuinfluenciayomevolvíamenospeligroso.Micuerposeguíasiendodelobo,peromimenteparecíamáshumanamientrasestabaconellos.
—Date prisa, Remus —gritó Black, que seguía mirando a Scabbers con unahorribleexpresióndeavidez.
—Ya llego, Sirius, ya llego… Al transformarnos se nos abrían posibilidadesemocionantes.AbandonábamoslaCasadelosGritosyvagábamosdenocheporlosterrenosdelcolegioyporelpueblo.SiriusyJamessetransformabanenanimalestangrandesqueerancapacesdetenerarayaaunlicántropo.DudoqueningúnalumnodeHogwartshayadescubiertonuncatantascosassobreelcolegiocomonosotros.Ydeesamanera llegamos a trazar elmapa delmerodeador y lo firmamos con nuestrosapodos:SiriuseraCanuto,PeterColagusanoyJamesCornamenta.
—¿Quéanimal…?—comenzóHarry,peroHermionelointerrumpió:—¡Aun así, era peligroso! ¡Andar por ahí, en la oscuridad, con un licántropo!
¿Quéhabríaocurridosileshubieradadoesquinazoalosotrosymordidoaalguien?—Éseesunpensamientoqueaúnmereconcome—respondióLupinentonode
lamentación—.Estuveapuntodehacerlomuchasveces.Luegonosreíamos.Éramosjóveneseirreflexivos.Nosdejábamosllevarpornuestrasocurrencias.AmenudomesentíaculpableporhabertraicionadolaconfianzadeDumbledore.MehabíaadmitidoenHogwartscuandoningúnotrodirectorlohabríahecho,ynoseimaginabaqueyoestuvierarompiendolasnormasquehabíaestablecidoparamipropiaseguridadylade otros. Nunca supo que por mi culpa tres de mis compañeros se convirtieronilegalmente en animagos. Pero olvidaba mis remordimientos cada vez que nossentábamos a planear la aventura del mes siguiente. Y no he cambiado…—Las
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faccionesdeLupinsehabíantensadoyselenotabaenlavozqueestabadisgustadoconsigo mismo—. Todo este curso he estado pensando si debería decirle aDumbledorequeSiriusesunanimago.Perono lohehecho.¿Porqué?Porquesoydemasiado cobarde. Decírselo habría supuesto confesar que yo traicionaba suconfianzamientrasestabaenelcolegio,habríasupuestoadmitirquearrastrabaaotrosconmigo…ylaconfianzadeDumbledorehasidomuyimportanteparamí.Medejóentrar enHogwarts de niño yme ha dado un trabajo cuando durante todami vidaadultamehanrehuidoyhesidoincapazdeencontrarunempleoremuneradodebidoa mi condición. Y por eso supe que Sirius entraba en el colegio utilizando artesoscurasaprendidasdeVoldemortyquesucondicióndeanimagonoteníanadaquever…Asíque,dealgunamanera,Snapeteníarazónenloquedecíademí.
—¿Snape?—dijoBlackbruscamente,apartandolosojosdeScabbersporprimeravezdesdehacíavariosminutos,ymirandoaLupin—.¿QuépintaSnape?
—Estáaquí,Sirius—dijoLupincondisgusto—.TambiéndaclasesenHogwarts.—MiróaHarry,aRonyaHermione—.ElprofesorSnapeeracompañeronuestro.—SevolvióotravezhaciaBlack—:Haintentadoportodoslosmediosimpedirquemedieran el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Le ha estadodiciendo aDumbledore durante todo el curso que no soy de fiar. Tienemotivos…Siriuslegastóunabromaquecasilomató,unabromaenlaquemevienvuelto.
—Le estuvo bien empleado. —Black se rió con una mueca—. Siemprehusmeando, siempre queriendo saber lo que tramábamos… para ver si nosexpulsaban.
—Severusestabamuyinteresadoporaveriguaradóndeibayocadames—explicóLupinalostresjóvenes—.Estábamosenelmismocurso,¿sabéis?Ynonoscaíamosbien.Enespecial,leteníainquinaaJames.Creoqueeraenvidiaporlobienqueseledabaelquidditch…Detodasformas,Snapemehabíavistoatravesarlosterrenosdelcolegiocon la señoraPomfreycierta tardequeme llevabahaciael sauceboxeadorparami transformación.Siriuspensóque seríadivertido contarle aSnapequeparaentrardetrásdemíbastabaconapretarelnudodelárbolconunpalo largo.Bueno,Snape,comoes lógico, lohizo.Sihubiera llegadohastaaquí,sehabríaencontradocon un licántropo completamente transformado. Pero tu padre, que había oído aSirius,fuetrasSnapeyloobligóavolver,arriesgandosupropiavida,aunqueSnapemeentrevióalfinaldeltúnel.Dumbledoreleprohibiócontárseloanadie,perodesdeaquelmomentosupoloqueyoera…
—Entonces, por eso lo odia Snape —dijo Harry—. ¿Pensó que estaba ustedmetidoenlabroma?
—Exactamente—admitió una voz fría y burlona que provenía de la pared, aespaldasdeLupin.
SeverusSnapesedesprendiódelacapainvisibleyapuntóaLupinconlavarita.
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H
CAPÍTULO19
ElvasallodelordVoldemort
ERMIONE dio un grito. Black se puso en pie de un salto. Harry saltó tambiéncomosihubierarecibidounadescargaeléctrica.—Heencontradoestoalpiedelsauceboxeador—dijoSnape,arrojandolacapaa
un ladoy sin dejar de apuntar al pechodeLupin con la varita—.Muchas gracias,Potter,mehasidomuyútil.
Snapeestabacasisinaliento,perosucararebosabasensacióndetriunfo.—Tal vez os preguntéis cómo he sabido que estabais aquí—dijo con los ojos
relampagueantes—. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar lapociónestanoche,asíquetellevéunacopallena.Fueunasuerte.Entumesahabíaciertomapa.Mebastóunvistazoparasabertodoloquenecesitaba.Tevicorrerporelpasadizo.
—Severus…—comenzóLupin,peroSnapenolooyó.—LehedichounayotravezaldirectorqueayudabasatuviejoamigoBlacka
entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió quetuvieraiselvalordeutilizarestelugarcomoescondrijo.
—Teequivocas,Severus—dijoLupin,hablandoaprisa—.No lohasoído todo.Puedoexplicarlo.SiriusnohavenidoamataraHarry.
—DosmásparaAzkabanestanoche—dijoSnape,conlosojosllenosdeodio—.Me encantará saber cómo se lo tomaDumbledore. Estaba convencido de que erasinofensivo,¿sabes,Lupin?Unlicántropodomesticado…
—Idiota—dijoLupinenvozbaja—.¿ValelapenavolverameterenAzkabanaunhombreinocenteporunapeleadecolegiales?
¡PUM!
Del final de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas, semejantes aserpientes, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos deLupin.Ésteperdióelequilibrioycayóalsuelo,incapazdemoverse.Conunrugido
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derabia,BlackseabalanzósobreSnape,peroSnapeapuntódirectamenteasusojosconlavarita.
—Dameunmotivo—susurró—.Dameunmotivoparahacerloy te juroque loharé.
Blacksedetuvoenseco.Eraimposibledecirquérostroirradiabamásodio.Harrysequedóparalizado,sinsaberquéhacerniaquiéncreer.DirigióunamiradaaRonya Hermione. Ron parecía tan confundido como él, intentando todavía retener aScabbers.Hermione,sinembargo,diohaciaSnapeunpasovacilanteydijocasisinaliento:
—Profesor Snape, no… no perdería nada oyendo lo que tienen que decir, ¿nocree?
—SeñoritaGranger,metemoquevasaserexpulsadadelcolegio—dijoSnape—.Tú,PotteryWeasleyosencontráisenunlugarprohibido,encompañíadeunasesinoescapadoydeunlicántropo.Yahorateruegoque,porunavezentuvida,cierreslaboca.
—Perosi…sifueratodounaconfusión…—¡CÁLLATE, IMBÉCIL!—gritó de repenteSnape, descompuesto—. ¡NOHABLESDE
LOQUENOCOMPRENDES!—Delfinaldesuvarita,queseguíaapuntandoa lacaradeBlack,salieronalgunaschispas.Hermioneguardósilencio,mientrasSnapeproseguía—. La venganza esmuy dulce—le dijo a Black en voz baja—. ¡Habría dado unbrazoporseryoquientecapturara!
—Eres tú quien no comprende, Severus —gruñó Black—. Mientras estemuchachometasurataenelcastillo—señalóaRonconlacabeza—,entraréenélsigilosamente.
—¿Enel castillo?—preguntóSnape convozmelosa—.Nocreoque tengamosqueirtanlejos.Loúnicoquetengoquehaceresllamaralosdementoresencuantosalgamos del sauce. Estarán encantados de verte, Black… Tanto que te darán unbesito,meatreveríaadecir…
ElrostrodeBlackperdióelescasocolorquetenía.—Tienesqueescucharme—volvióadecir—.Larata,miralarata…Pero había un destello de locura en la expresión de Snape queHarry no había
vistonunca.Parecíafueradesí.—Vamostodos—ordenó.Chascólosdedosylaspuntasdelascuerdasconque
habíaatadoaLupinvolvieronasusmanos—.Arrastraréallicántropo.Puedequelosdementoreslobesentambiénaél.
Sinsaberloquehacía,Harrycruzólahabitacióncontreszancadasybloqueólapuerta.
—Quítatedeenmedio,Potter.Yaestásmetidoenbastantesproblemas—gruñóSnape—.Sinohubieravenidoparasalvarte…
—ElprofesorLupinhatenidocientosdeoportunidadesdematarmeestecurso—explicóHarry—.He estado solo con él unmontón de veces, recibiendo clases de
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defensa contra los dementores. Si es un compinche de Black, ¿por qué no acabóconmigo?
—No me pidas que desentrañe la mente de un licántropo—susurró Snape—.Quítatedeenmedio,Potter.
—¡DA USTED PENA! —gritó Harry—. ¡SE NIEGA A ESCUCHAR SÓLO PORQUE SEBURLARONDEUSTEDENELCOLEGIO!
—¡SILENCIO! ¡NO PERMITIRÉQUEMEHABLESASÍ!—chillóSnape,más furioso quenunca—. ¡De tal palo tal astilla,Potter! ¡Acabode salvarte el pellejo, tendrías queagradecérmelode rodillas! ¡Teestaríabienempleadosi tehubieramatado!Habríasmuertocomotupadre,demasiadoarroganteparadesconfiardeBlack.Ahoraquítatedeenmediootequitaréyo.¡APÁRTATE,POTTER!
Harrysedecidióenunafraccióndesegundo.AntesdequeSnapepudieradarunpasohaciaélhabíaalzadolavarita.
—¡Expelliarmus!—gritó.Pero la suyano fue laúnicavozquegritó.Una ráfagade airemovió lapuerta
sobre sus goznes. Snape fue alzado en el aire y lanzado contra la pared. Luegoresbalóhastaelsuelo,conunhilodesangrequelebrotabadelacabeza.Estabasinconocimiento.
Harrymiróasualrededor.RonyHermionehabíanintentadodesarmaraSnapeenelmismomomento que él. La varita de Snape planeó trazando un arco y aterrizósobrelacama,alladodeCrookshanks.
—No deberías haberlo hecho —dijo Black mirando a Harry—. Tendrías quehabérmelodejadoamí…
HarryrehuyólosojosdeBlack.Noestabaseguro,nisiquieraenaquelmomento,dehaberhecholoquedebía.
—¡Hemos agredido a un profesor…! ¡Hemos agredido a un profesor…! —gimoteaba Hermione, mirando asustada a Snape, que parecía muerto—. ¡Vamos atenermuchosproblemas!
Lupin forcejeabapara librarsede las ligaduras.Black se inclinóparadesatarlo.Lupinseincorporó,frotándoseloslugaresentumecidosporlascuerdas.
—Gracias,Harry—dijo.—Aúnnocreoenusted—repusoHarry.—Entonces es hora de que te ofrezcamos alguna prueba —dijo Black—.
Muchacho,entrégameaPeter.Ya.RonapretóaScabbersaúnmásfuertementecontraelpecho.—Venga—respondió débilmente—, ¿quiere que me crea que escapó usted de
AzkabansóloparaatraparaScabbers?Quierodecir…—MiróaHarryyaHermioneenbuscadeapoyo—.Deacuerdo,supongamosquePettigrewpuedatransformarseenrata… Hay millones de ratas. ¿Cómo sabía, estando en Azkaban, cuál era la quebuscaba?
—¿Sabes,Sirius?Ésaesunabuenapregunta—observóLupin,volviéndosehacia
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Blackyfrunciendoligeramenteelentrecejo—.¿Cómosupistedóndeestaba?Blackmetiódentrodelatúnicaunamanoqueparecíaunagarraysacóunapágina
arrugadadeperiódico,laalisóyselaenseñóatodos.EralafotodeRonysufamiliaquehabía aparecidoeneldiarioElProfeta el verano anterior. Sobre el hombrodeRonseencontrabaScabbers.
—¿Cómoloconseguiste?—preguntóLupinaBlack,estupefacto.—Fudge—explicóBlack—.CuandofueainspeccionarAzkabanelañopasado,
me dio el periódico.Y ahí estaba Peter, en primera plana… en el hombro de estechico. Lo reconocí enseguida. Cuántas veces lo vi transformarse. Y el pie de fotodecíaqueelmuchachovolveríaaHogwarts,dondeestabaHarry…
—¡Diosmío!—dijoLupinenvozbaja,mirandoaScabbers,luegolafotoyotravezaScabbers—.Supatadelantera…
—¿Quéleocurre?—preguntóRon,poniéndosechulito.—Lefaltaundedo—explicóBlack.—Claro—dijoLupin—.Sencillo…eingenioso.¿Selocortóél?—Poco antes de transformarse—dijoBlack—.Cuando lo arrinconé, gritó para
quetodalacalleoyeraqueyohabíatraicionadoaLilyyaJames.Luego,paraquenopudieraecharleningunamaldición,abriólacalleconlavaritaensuespalda,matóatodoslosqueseencontrabanasietemetrosalaredondaysemetióatodavelocidadporlaalcantarilla,conlasdemásratas…
—¿Nunca lo has oído, Ron? —le preguntó Lupin—. El mayor trozo queencontrarondePeterfueeldedo.
—Mire,seguramenteScabberstuvounapeleaconotrarata,oalgoasí.Haestadoconmifamiliadesdesiempre.
—Doceañosexactamente¿Notehaspreguntadonuncaporquévivetanto?—Bueno,lahemoscuidadomuybien—dijoRon.—Peroahoranotienemuybuenaspecto,¿verdad?—observóLupin—.Apostaría
aquesusaludempeorócuandosupoqueSiriussehabíaescapado.—¡La ha asustado ese gato loco! —repuso Ron, señalando con la cabeza a
Crookshanks,queseguíaronroneandoenlacama.Pero no había sido así, pensó Harry inmediatamente. Scabbers ya tenía mal
aspectoantesdeencontraraCrookshanks.DesdequeRonvolviódeEgipto.DesdequeBlackescapó…
—Estegatonoestáloco—dijoBlackconvozronca.AlargóunamanohuesudayacariciólacabezamullidadeCrookshanks—.Eselmás inteligentequehevistoenmivida.ReconocióaPeterinmediatamente.Ycuandomeencontrósupoqueyonoeraunperrodeverdad.Pasóuntiempoantesdequeconfiaraenmí.Finalmente,melasarregléparahacerleentenderquéeraloquepretendía,ymehaestadoayudando…
—¿Quéquieredecir?—preguntóHermioneenvozbaja.—IntentóquePeter semeacercara, peronopudo…Asíque se apoderóde las
contraseñasparaentrarenlatorredeGryffindor.Segúncreo,lascogiódelamesilla
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deunmuchacho…ElcerebrodeHarryempezabaahundirseporelpesodelasmuchascosasqueoía.
Eraabsurdo…ysinembargo…—Sinembargo,Peterseolióloqueocurríayhuyó.Estegato,¿decísquesellama
Crookshanks?,medijoquePeterhabíadejadosangreenlassábanas.Supongoquesemordió…Simularsupropiamuerteyahabíaresultadoenotraocasión.
EstaspalabrasimpresionaronaHarryylosacarondesuensimismamiento.—¿Yporquéfingiósumuerte?—preguntófurioso—.Porquesabíaqueustedlo
queríamatar,comomatóamispadres.—No,Harry—dijoLupin.—Yahorahavenidoparaacabarconél.—Sí,esverdad—dijoBlack,dirigiendoaScabbersunamiradadiabólica.—EntoncesyotendríaquehaberpermitidoqueSnapeloentregara—gritóHarry.—Harry—dijoLupinapresuradamente—,¿no tedascuenta?Durante todoeste
tiempohemospensadoqueSiriushabíatraicionadoatuspadresyquePeterlohabíaperseguido. Pero fue al revés, ¿no te das cuenta? Peter fue quien traicionó a tuspadres.Siriuslesiguiólapistay…
—¡ESONOESCIERTO!—gritóHarry—.¡ERASUGUARDIÁNSECRETO!¡LORECONOCIÓANTESDEQUEUSTEDAPARECIESE!¡ADMITIÓQUELOSMATÓ!
Señalaba a Black, que negaba lentamente con la cabeza. Sus ojos hundidosbrillaronderepente.
—Harry…, la verdad es que fue como si los hubiera matado yo —gruñó—.Persuadí a Lily y a James en el último momento de que utilizaran a Peter. Lospersuadídequeloutilizaranaélcomoguardiánsecretoynoamí.Yotengolaculpa,lo sé. La noche que murieron había decidido vigilar a Peter, asegurarme de quetodavíaeradefiar.Perocuandolleguéasuguarida,yasehabíaido.Nohabíaseñalde pelea alguna.Nome dio buena espina.Me asusté.Me puse inmediatamente encaminohacialacasadetuspadres.Ycuandolavidestruidaysuscuerpos…medicuentadeloquePeterhabíahecho.Ydeloquehabíahechoyo.
Suvozsequebró.Sediolavuelta.—Es suficiente—dijoLupin, conunanotadeaceroen lavozqueHarryno le
había oído nunca—. Hay un medio infalible de demostrar lo que verdaderamentesucedió.Ron,entrégamelarata.
—¿Quévaahacerconellasiseladoy?—preguntóRonconnerviosismo.—Obligarlaatransformarse—respondióLupin—.Sideverdadessólounarata,
nosufriráningúndaño.Rondudó.FinalmentepusoaScabbersenlasmanosdeLupin.Scabberssepuso
achillarsinparar,retorciéndoseyagitándose.Susojosdiminutosynegrosparecíansalirsedelasórbitas.
—¿Preparado,Sirius?—preguntóLupin.Black ya había recuperado la varita de Snape, que había caído en la cama. Se
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aproximóaLupinyalarata.Susojoshúmedosparecíanarder.—¿Alavez?—preguntóenvozbaja.—Venga—respondióLupin,sujetandoaScabbersconunamanoylavaritacon
laotra—.Aladetres.¡Una,dosy…TRES!Undestello de luz azul y blanca salió de las dos varitas.Durante unmomento
Scabberssequedópetrificadaenelaire, torcida,enposiciónextraña.Rongritó.Laratagolpeóelsueloalcaer.Hubootrodestellocegadoryentonces…
Fuecomoverlapelículaaceleradadelcrecimientodeunárbol.Unacabezabrotódelsuelo.Surgieronlaspiernasy losbrazos.Alcabodeuninstante,enel lugardeScabbers se hallaba un hombre, encogido y retorciéndose lasmanos.Crookshanksbufabaygruñíaenlacama,conelpeloerizado.
Eraunhombremuybajito,apenasunpocomásaltoqueHarryyHermione.Teníaelpeloraloydescolorido,concalvaenlacoronilla.Parecíaencogido,comoungordoque hubiera adelgazado rápidamente. Su piel parecía roñosa, casi como la deScabbers,ylequedabaalgodesuanteriorcondiciónroedoraenlopuntiagudodelanariz y en los ojos pequeños y húmedos. Los miró a todos, respirando rápida ysuperficialmente.Harryvioquesusojosibanrápidamentehacialapuerta.
—Hola,Peter—dijoLupinconvozamable,comosifueranormalquelasratasseconvirtieranenantiguoscompañerosdeestudios—.Cuántotiemposinverte.
—Si… Sirius. Re… Remus —incluso la voz de Pettigrew era como de rata.Volvióamiraralapuerta—.Amigos,queridosamigos…
Blacklevantóelbrazodelavarita,peroLupinlosujetóporlamuñecayleechóuna mirada de advertencia. Entonces se volvió a Pettigrew con voz ligera ydespreocupada.
—Acabamosdetenerunapequeñacharla,Peter,sobreloquesucediólanocheenque murieron Lily y James. Quizás te hayas perdido alguno de los detalles másinteresantesmientraschillabasenlacama.
—Remus—dijoPettigrewconvozentrecortada,yHarryviogotasdesudorensupálidorostro—,nolocreerás,¿verdad?Intentómatarmeamí…
—Esoes loquehemosoído—dijoLupinmásfríamente—.Megustaríaaclararcontigounpardepuntos,Peter,sifuerastan…
—¡Ha venido porque otra vez quierematarme!—chilló Pettigrew señalando aBlack,yHarryvioqueutilizabaeldedocorazónporquelefaltabaelíndice—.¡MatóaLilyyaJames,yahoraquierematarmeamí…!¡Tienesqueprotegerme,Remus!
ElrostrodeBlacksemejabamásquenuncaunacalavera,mientrasmirabaaPeterPettigrewconsusojosinsondables.
—Nadieintentarámatarteantesdequeaclaremosalgunospuntos—dijoLupin.—¿Aclararpuntos?—chillóPettigrew,mirandounavezmásasualrededor,hacia
lasventanascegadasyhacialaúnicapuerta—.¡Sabíaquemeperseguiría!¡Sabíaquevolveríaabuscarme!¡Hetemidoestemomentodurantedoceaños!
—¿SabíasqueSiriusseescaparíadeAzkabancuandonadielohabíaconseguido
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hastaahora?—preguntóLupin,frunciendoelentrecejo.—¡Tiene poderes oscuros con los que los demás sólo podemos soñar!—chilló
Pettigrewconvozaguda—.¿Cómo,sino,ibaasalirdeallí?SupongoqueElQueNoDebeNombrarseleenseñóalgunostrucos.
Blackcomenzóasacudirseconunarisatristeyhorriblequellenólahabitación.—¿QueVoldemortmeenseñótrucos?—dijoyPeterPettigrewretrocediócomosi
Blackacabaradeblandirunlátigoensudirección—.¿Quéteocurre?¿Teasustasaloír el nombre de tu antiguo amo? —preguntó Black—. No te culpo, Peter. Sussecuacesnoestánmuycontentosdeti,¿verdad?
—Nosé…quéquieresdecir,Sirius—murmuróPettigrew,respirandomásaprisaaún.Todosurostrobrillabadesudor.
—No te has estado ocultando durante doce años demí—dijoBlack—.Te hasestadoocultandodelosviejosseguidoresdeVoldemort.EnAzkabanoícosas.Todospiensanquesinoestásmuerto,deberíasaclararlesalgunasdudas.Lesheoídogritaren sueños todo tipo de cosas. Cosas como que el traidor les había traicionado.VoldemortacudióalacasadelosPotterporindicacióntuyayallíconocióladerrota.Yno todos los seguidoresdeVoldemorthan terminadoenAzkaban,¿verdad?Aúnquedan muchos libres, esperando su oportunidad, fingiendo arrepentimiento… Sisupieranquesiguesvivo…
—Noentiendodequéhablas…—dijodenuevoPettigrew,convozmáschillonaquenunca.SesecólacaraconlamangaymiróaLupin—.Nocreerásnadadeeso,deesalocura…
—Tengo que admitir, Peter, que me cuesta comprender por qué un hombreinocentesepasadoceañosconvertidoenrata—dijoLupinimpasible.
—¡Inocente,peroasustado!—chillóPettigrew—.SilosseguidoresdeVoldemortmepersiguenesporqueyometíenAzkabanaunodesusmejoreshombres:elespíaSiriusBlack.
ElrostrodeBlacksecontorsionó.—¿Cómo te atreves?—gruñó, y su voz se asemejó de repente a la del perro
enormequehabíasido—.¿Yo,espíadeVoldemort?¿Cuándohehusmeadoyoalosqueeranmásfuertesypoderosos?Perotú,Peter…noentiendocómonocomprendídesde el primer momento que eras tú el espía. Siempre te gustó tener amigoscorpulentosparaqueteprotegieran,¿verdad?Esepapellohicimosnosotros:Remusyyo…yJames…
Pettigrewvolvióasecarseelrostro;lefaltabaelaire.—¿Yo,espía…?Estásloco.Nosécómopuedesdecir…—LilyyJamestenombraronguardiánsecretosóloporqueyoselorecomendé—
susurró Black con tanto odio que Pettigrew retrocedió—. Pensé que era una ideaperfecta… una trampa. Voldemort iría tras de mí, nunca pensaría que los Potterutilizaríanaalguiendébilymediocrecomotú…Sindudafueelmejormomentodetumiserablevida,cuandoledijisteaVoldemortquepodíasentregarlealosPotter.
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Pettigrewmurmurabacosas,aturdido.Harrycaptópalabrascomo«inverosímil»y«locura»,peronopodíadejardefijarsesobretodoenelcolorcenicientodelacaradePettigrewyenlaformaenqueseguíamirandolasventanasylapuerta.
—¿ProfesorLupin?—dijoHermione,tímidamente—.¿Puedodeciralgo?—Porsupuesto,Hermione—dijoLupincortésmente.—Puesbien,Scabbers…,quierodecireste…estehombre…haestadodurmiendo
eneldormitoriodeHarrydurantetresaños.SitrabajaparaQuienUstedSabe,¿cómoesquenuncahaintentadohacerledaño?
—Eso es—dijo Pettigrew con voz aguda, señalando aHermione con lamanolisiada—.Gracias.¿Loves,Remus?¡NuncalehehechoaHarryelmáslevedaño!¿Porquénoselohehecho?
—Yo tediré por qué—dijoBlack—.Porquenoharías nadapornadie si no tereporta un beneficio. Voldemort lleva doce años escondido, dicen que está mediomuerto.TúnocometeríasunasesinatodelantedeAlbusDumbledoreporserviraunapiltrafadebrujoquehaperdidotodosupoder,¿aqueno?Tendríasqueestarsegurodequeeselmásfuerteeneljuegoantesdevolveraponertedesuparte.¿Paraqué,sino,tealojasteenunafamiliademagos?Parapoderestarinformado,¿verdad,Peter?Sóloporsituviejoprotectorrecuperabalasfuerzasyvolvíaaserconvenienteestarconél.
Pettigrewabrióycerrólabocavariasveces.Sehabíaquedadosinhabla.—Eh…¿SeñorBlack…Sirius?—preguntó tímidamenteHermione.ABlack le
sorprendióquelointerpelarandeestamanera,ymiróaHermionefijamente,comosinadiesehubieradirigidoaélcontalrespetoenlosúltimosaños—.Sinoleimportaquelepregunte,¿cómoescapóusteddeAzkaban?Sinoempleómagianegra…
—¡Gracias! —dijo Pettigrew, asintiendo con la cabeza—. ¡Exacto! ¡Eso esprecisamenteloqueyo…!
PeroLupinlosilencióconunamirada.BlackfruncíaligeramenteelentrecejoconlosojospuestosenHermione,peronocomosiestuvieraenfadadoconella:másbienparecíameditarlarespuesta.
—Nosécómolohice—respondió—.Creoquelaúnicarazónporlaquenuncaperdílacabezaesquesabíaqueerainocente.Noeraunpensamientoagradable,asíquelosdementoresnomelopodíanabsorber…Graciasaesoconservélacorduraynoolvidéquiénera…Graciasaesoconservémispoderes…asíquecuandoyanopudeaguantarmásmeconvertíenperro.Losdementoressonciegos,comosabéis.—Tragó saliva—. Se dirigen hacia la gente porque perciben sus emociones… Alconvertirme en perro, notaron que mis sentimientos eran menos humanos, menoscomplejos, pero pensaron, claro, que estaba perdiendo la cabeza, como todo elmundo, así que no se preocuparon. Pero yome encontraba débil,muy débil, y notenía esperanza de alejarlos sin una varita. Entonces vi a Peter en aquella foto…comprendí que estaba en Hogwarts, con Harry… en una situación perfecta paraactuar si oía decir que el Señor Tenebroso recuperaba fuerzas…—Pettigrew negó
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con la cabeza y movió la boca sin emitir sonido alguno, mirando a Black comohipnotizado— …Estaba dispuesto a hacerlo en cuanto estuviera seguro de susaliados…, estabadispuesto a entregarles al últimode losPotter. Si les entregaba aHarry, ¿quién se atrevería a pensar que había traicionado a lord Voldemort? Lorecibiríanconhonores…
»Asíqueyaveis,teníaquehaceralgo.YoeraelúnicoquesabíaquePeterestabavivo…
HarryrecordóloqueelpadredeRonlehabíadichoasuesposa:«Losguardianesdicen que hacía tiempo que Black hablaba en sueños. Siempre decía las mismaspalabras:“EstáenHogwarts.”»
—Era como si alguien hubiera prendido una llama en mi cabeza, y losdementores no podían apagarla. No era un pensamiento agradable…, era unaobsesión…peromedabafuerzas,meaclarabalamente.Poreso,unanoche,cuandoabrieron la puerta para dejarme la comida, salí entre ellos, en formade perro.Lesresulta tan difícil percibir las emociones animales que se confundieron. Estabadelgado, muy delgado… Lo bastante delgado para pasar a través de los barrotes.Nadécomounperro.Viajéhacia el norteymemetí enHogwarts con la formadeperro…Hevividoenelbosquedesdeentonces…menoscuandoibaaverelpartidodequidditch,claro…Vuelastanbiencomotupadre,Harry…—Miróalmuchacho,que esta vez no apartó la vista—. Créeme —añadió Black—. Créeme. NuncatraicionéaJamesyaLily.Anteshabríamuerto.
YHarrylocreyó.Asintióconlacabeza,conunnudoenlagarganta.—¡No!Pettigrewsehabíaarrodillado,comosielgestodeasentimientodeHarryhubiera
sidosupropiasentenciademuerte.Fuearrastrándosederodillas,humillándose,conlasmanosunidasenactitudderezo.
—Sirius,soyyo,soyPeter…tuamigo.No…,túno…BlackamagóunpuntapiéyPettigrewretrocedió.—Yahaybastantesuciedadenmitúnicasinquetúlatoques.—¡Remus! —chilló Pettigrew volviéndose hacia Lupin, retorciéndose ante él,
implorante—.Túno locrees.¿NotehabríacontadoSiriusquehabíancambiadoelplan?
—Nosicreíaqueelespíaerayo,Peter—dijoLupin—.Supongoqueporesonome locontaste,Sirius—dijoLupindespreocupadamente,mirándoloporencimadePettigrew.
—Perdóname,Remus—dijoBlack.—No hay por qué, Canuto, viejo amigo —respondió Lupin, subiéndose las
mangas—.Yacambio,¿querrásperdonarqueyotecreyeraculpable?—Por supuesto —respondió Black, y un asomo de sonrisa apareció en su
demacradorostro.Tambiénempezóaremangarse—.¿Lomatamosjuntos?—Creoqueserálomejor—dijoLupincontristeza.
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—No lo haréis, no seréis capaces…—dijo Pettigrew. Y se volvió hacia Ron,arrastrándose—.Ron, ¿nohe sidounbuenamigo?, ¿unabuenamascota?Nodejesquemematen,Ron.Estásdemilado,¿aquesí?
PeroRonmirabaaPettigrewconrepugnancia.—¡Tedejédormirenmicama!—dijo.—Buenmuchacho…buenamo…—PettigrewsiguióarrastrándosehaciaRon—.
Noloconsentirás…yoeraturata…fuiunabuenamascota…—Sierasmejorcomorataquecomohombre,notienesmuchodeloquealardear
—dijoBlackconvozronca.Ron,palideciendoaúnmása causadeldolor, alejó supierna rotadePettigrew.
Pettigrewgirósobresusrodillas,seechóhaciadelanteyasióelbordedelatúnicadeHermione.
—Dulcecriatura…inteligentemuchacha…noloconsentirás…ayúdame…Hermione tiró de la túnica para soltarla de la presa de Pettigrew y retrocedió
horrorizada.PettigrewtemblabasincontrolyvolviólentamentelacabezahaciaHarry.—Harry,Harry…quéparecidoeresatupadre…igualqueél…—¿CÓMOTEATREVESAHABLARAHARRY?—bramóBlack—. ¿CÓMOTEATREVESA
MIRARLOALACARA?¿CÓMOTEATREVESAMENCIONARAJAMESDELANTEDEÉL?
—Harry—susurróPettigrew,arrastrándosehaciaélconlasmanosextendidas—,Harry, James no habría consentido que me mataran… James habría comprendido,Harry…Habríasidoclementeconmigo…
TantoBlackcomoLupinsedirigieronhaciaélconpasofirme,locogieronporloshombros y lo tiraron de espaldas al suelo. Allí quedó, temblando de terror,mirándolosfijamente.
—Vendiste a Lily y a James a lord Voldemort —dijo Black, que tambiéntemblaba—.¿Loniegas?
Pettigrewrompióa llorar.Era lamentableverlo:parecíaunniñograndeycalvoqueseencogíademiedoenelsuelo.
—Sirius,Sirius,¿quéotracosapodíahacer?ElSeñorTenebroso…no tienesniidea…Tienearmasquenopodéis imaginar…Estabaaterrado,Sirius.Yonuncafuivalientecomotú,comoRemusycomoJames.Nuncaquisequesucediera…ElQueNoDebeNombrarsemeobligó.
—¡NO MIENTAS! —bramó Black—. ¡LE HABÍAS ESTADO PASANDO INFORMACIÓN
DURANTEUNAÑOANTESDELAMUERTEDELILYYDEJAMES!¡ERASSUESPÍA!
—¡Estabatomandoelpoderentodaspartes!—dijoPettigrewentrecortadamente—.¿Quéseganabaenfrentándoseaél?
—¿QuéseganabaenfrentándosealbrujomásmalvadodelaHistoria?—preguntóBlack,furioso—.¡Sólovidasinocentes,Peter!
—¡Nolocomprendes!—gimióPettigrew—.Mehabríamatado,Sirius.—¡ENTONCES DEBERÍAS HABER MUERTO! —bramó Black—. ¡MEJOR MORIR QUE
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TRAICIONARATUSAMIGOS!¡TODOSHABRÍAMOSPREFERIDOLAMUERTEATRAICIONARTEA
TI!
BlackyLupinsemanteníanunoalladodelotro,conlasvaritaslevantadas.—Tendrías que haberte dado cuenta —dijo Lupin en voz baja— de que si
Voldemortnotematabaloharíamosnosotros.Adiós,Peter.Hermionesecubrióelrostroconlasmanosysevolvióhacialapared.—¡No! —gritó Harry. Se adelantó corriendo y se puso entre Pettigrew y las
varitas—.¡Nopodéismatarlo!—dijosinaliento—.Nopodéis.TantoBlackcomoLupinsequedarondepiedra.—Harry,estaalimañaeslacausadequenotengaspadres—gruñóBlack—.Este
serrepugnantetehabríavistomoriratitambiénsinmoverniundedo.Yalohasoído.Supropiapielmalolientesignificabamásparaélquetodatufamilia.
—Lo sé —jadeó Harry—. Lo llevaremos al castillo. Lo entregaremos a losdementores.PuedeiraAzkaban.Peronolomatéis.
—¡Harry!—exclamóPettigrewentrecortadamente,yrodeólasrodillasdeHarryconlosbrazos—.Tú…gracias.Esmásdeloquemerezco.Gracias.
—Suéltame—dijoHarry, apartando lasmanos dePettigrew con asco—.No lohagopor ti.Lohagoporquecreoquemipadrenohabríadeseadoquesusmejoresamigosseconvirtieranenasesinosporculpatuya.
Nadiesemoviónidijonada,salvoPettigrew,quejadeabaconlamanocrispadaenelpecho.BlackyLupinsemiraron.Ybajaronlasvaritasalavez.
—Tú eres la única persona que tiene derecho a decidir,Harry—dijoBlack—.Peropiensa,piensaenloquehizo.
—QuevayaaAzkaban—repitióHarry—.Sialguienmereceeselugar,esél.Pettigrewseguíajadeantedetrásdeél.—Deacuerdo—dijoLupin—.Hazte aun lado,Harry.—Harrydudó—.Voya
atarlo—añadióLupin—.Nadamás,telojuro.Harrysequitódeenmedio.EstavezfuedelavaritadeLupindelaquesalieron
disparadas las cuerdas, y al cabo de un instante Pettigrew se retorcía en el suelo,atadoyamordazado.
—Pero si te transformas, Peter —gruñó Black, apuntando a Pettigrew con suvarita—,temataremos.¿Estásdeacuerdo,Harry?
Harrybajó lavistaparaobservar la lastimosa figura, y asintióde formaque lovieraPettigrew.
—De acuerdo—dijo de repente Lupin, como cerrando un trato—. Ron, no séarreglar huesos como la señora Pomfrey, pero creo que lo mejor será que teentablillemoslapiernahastaquetepodamosdejarenlaenfermería.
SeacercóaRonaprisa,seinclinó,legolpeóenlapiernaconlavaritaymurmuró:—¡Férula!Unas vendas rodearon la pierna de Ron y se la ataron a una tablilla. Lupin lo
ayudóaponerseenpie.Ronseapoyóconcuidadoenlapiernaynohizoniungesto
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dedolor.—Mejor—dijo—.Gracias.—¿Yqué hacemos con el profesor Snape?—preguntóHermione, en voz baja,
mirandoaSnapepostradoenelsuelo.—Nolepasanadagrave—explicóLupin,inclinándoseytomándoleelpulso—.
Sóloospasasteisunpoco.Siguesinconocimiento.Eh…talvezseamejordejarloasíhasta que hayamos vuelto al castillo. Podemos llevarlo tal como está. —Luegomurmuró—:¡Mobilicorpus!
ElcuerpoinconscientedeSnapeseincorporócomositirarandeélunascuerdasinvisiblesatadasalasmuñecas,elcuelloylasrodillas.Lacabezalecolgabacomoaunamarioneta grotesca. Estaba levantado unos centímetros del suelo y los pies lecolgaban.Lupincogiólacapainvisibleyselaguardóenelbolsillo.
—Dosdenosotrosdeberíanencadenarseaesto—dijoBlack,dándoleaPettigrewunpuntapié—,sóloparaestarseguros.
—Yoloharé—seofrecióLupin.—Yyo—dijoRon,confuriaycojeando.Blackhizoaparecerunasesposasmacizas.Pettigrewvolvióaencontrarsedepie,
conelbrazoizquierdoencadenadoalderechodeLupinyelderechoalizquierdodeRon.ElrostrodeRonexpresabadecisión.SehabíatomadolaverdaderaidentidaddeScabbers como un insulto.Crookshanks saltó ágilmente de la cama y se puso elprimero,conlacolaalegrementelevantada.
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H
CAPÍTULO20
ElBesodeldementor
ARRY no había formado nunca parte de un grupo tan extraño. Crookshanksbajabalasescalerasencabezadelacomitiva.Lupin,PettigrewyRonloseguían,
comosiparticiparanenunacarrera.DetrásibaelprofesorSnape,flotandodemanerafantasmal,tocandocadapeldañoconlosdedosdelospiesysostenidoenelaireporsupropiavarita,conlaqueSiriusleapuntaba.HarryyHermionecerrabanlamarcha.
Fue difícil volver a entrar en el túnel. Lupin, Pettigrew y Ron tuvieron queladearseparaconseguirlo.
LupinseguíaapuntandoaPettigrewconsuvarita.Harrylosveíaavanzardelado,poco a poco, en hilera.Crookshanks seguía en cabeza. Harry iba inmediatamentedetrás de Sirius, que continuaba dirigiendo a Snape con la varita. Éste, de vez encuando,segolpeabalacabezaeneltecho,yHarrytuvolaimpresióndequeSiriusnohacíanadaporevitarlo.
—¿Sabes lo que significa entregar a Pettigrew? —le dijo Sirius a Harrybruscamente,mientrasavanzabanporeltúnel.
—Quetúquedaráslibre—respondióHarry.—Sí…—dijoSirius—.Nosési te lohadichoalguien,peroyotambiénsoytu
padrino.—Sí,yalosabía—respondióHarry.—Bueno,tuspadresmenombrarontutortuyo—dijoSiriussolemnemente—,por
si les sucedía algo a ellos… —Harry esperó. ¿Quería decir Sirius lo que él seimaginaba?—. Por supuesto—prosiguió Black—, comprendo que prefieras seguircon tus tíos. Pero… medítalo. Cuando mi nombre quede limpio… si quisierascambiardecasa…
AHarryseleencogióelestómago.—¿Qué? ¿Vivir contigo? —preguntó, golpeándose accidentalmente la cabeza
contraunapiedraquesobresalíadeltecho—.¿AbandonaralosDursley?
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—Claro, yame imaginaba que no querrías—dijo inmediatamenteSirius—.Locomprendo.Sólopensabaque…
—Pero¿quédices?—exclamóHarry,convoztanchirriantecomoladeSirius—.¡PorsupuestoquequieroabandonaralosDursley!¿Tienescasa?¿Cuándomepuedomudar?
Siriussevolvióhaciaél.LacabezadeSnaperascóel techo,peroaSiriusnoleimportó.
—¿Quieres?¿Lodicesenserio?—¡Sí,muyenserio!EnelrostrodemacradodeSiriussedibujólaprimerasonrisaauténticaqueHarry
habíavistoenél.Ladiferenciaeraasombrosa,comosiunapersonadiezañosmásjoven se perfilase bajo la máscara del consumido. Durante un momento se pudoreconocerenélalhombrequesonreíaenlabodadelospadresdeHarry.
Novolvieronahablarhastaquellegaronalfinaldeltúnel.Crookshankssalióelprimero, disparado.Evidentemente había apretado con la zarpa el nudodel tronco,porqueLupin,PettigrewyRonsalieronsinqueseprodujeraningúnrumorderamasenfurecidas.
Sirius hizo salir aSnapepor el agujeroy luego se detuvopara ceder el paso aHarryyaHermione.Noquedónadiedentro.Losterrenosestabanmuyoscuros.Laúnica luz venía de las ventanas distantes del castillo. Sin decir una palabra,emprendieronelcamino.Pettigrewseguíajadeandoygimiendodevezencuando.AHarrylezumbabalacabeza.IbaadejaralosDursley,iríaavivirconSiriusBlack,elmejor amigo de sus padres… Estaba aturdido. ¿Qué pasaría cuando dijera a losDursleyqueseibaavivirconelpresidiarioquehabíanvistoenlatele…?
—Un paso en falso, Peter, y… —dijo Lupin delante de ellos, amenazador,apuntandoconlavaritaalpechodePettigrew.
Atravesaron los terrenos del colegio en silencio, con pesadez. Las luces delcastillo se dilataban poco a poco. Snape seguía inconsciente, fantasmalmentetransportadoporSirius,labarbillarebotándoleenelpecho.Yentonces…
Unanubesedesplazó.Derepente,aparecieronenelsuelounassombrasoscuras.Laluzdelalunacaíasobreelgrupo.
Snape tropezó conLupin, PettigrewyRon, que se habían detenido de repente.Sirius se quedó inmóvil. Con un brazo indicó a Harry y a Hermione que noavanzaran.
HarryviolasiluetadeLupin.Sepusorígidoyempezóatemblar.—¡Dios mío! —dijo Hermione con voz entrecortada—. ¡No se ha tomado la
pociónestanoche!¡Espeligroso!—Corred—gritóSirius—.¡Corred!¡Ya!PeroHarrynopodíacorrer.RonestabaencadenadoaPettigrewyaLupin.Saltó
haciadelante,peroSiriusloagarróporelpechoyloechóhaciaatrás.—Dejádmeloamí.¡CORRED!
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Oyeronunterriblegruñido.LacabezadeLupinsealargaba,igualquesucuerpo.Los hombros le sobresalían. El pelo le brotaba en el rostro y las manos, que seretorcían hasta convertirse en garras. ACrookshanks se le volvió a erizar el pelo.Retrocedió.
Mientras el licántropo retrocedía, abriendo y cerrando las fauces, SiriusdesapareciódelladodeHarry.Sehabíatransformado.Elperro,grandecomounoso,saltóhaciadelante.Cuandoellicántroposeliberódelasesposasquelosujetaban,elperro lo atrapó por el cuello y lo arrastró hacia atrás, alejándolo de Ron y dePettigrew.Estabanenzarzados,mandíbulaconmandíbula,rasgándoseelunoalotroconlaszarpas.
Harrysequedócomohipnotizado.Estabademasiadoatentoalabatallaparadarsecuentadenadamás.FueelgritodeHermioneloqueloalertó.
PettigrewhabíasaltadoparacogerlavaritacaídadeLupin.Ron,inestableacausade la pierna vendada, se desplomó en el suelo. Se oyó un estallido, se vio unrelámpagoyRonquedó inmóvil en tierra.Otro estallido:Crookshanks saltópor elaireyvolvióacaeralsuelo.
—¡Expelliarmus! —exclamó Harry, apuntando a Pettigrew con su varita. LavaritadeLupinsalióvolandoyseperdiódevista—.¡Quédatedondeestás!—gritóHarrymientrascorría.
Demasiado tarde. Pettigrew también se había transformado. Harry vio su colapelonaazotarelantebrazodeRonatravésdelasesposas,ylooyóhuiratodaprisapor la hierba. Oyeron un aullido y un gruñido sordo. Al volverse, Harry vio alhombreloboadentrándoseenelbosquealacarrera.
—Sirius,haescapado.¡Pettigrewsehatransformado!—gritóHarry.Siriussangraba.Teníaheridasenelhocicoyenlaespalda,peroaloírlaspalabras
deHarryvolvióasalirvelozmenteyalcabodeuninstanteelrumordesuspatasseperdió.
HarryyHermioneseacercaronaprisaaRon.—¿Quélehahecho?—preguntóHermione.Ronteníalosojosentornados,labocaabierta.Estabavivo.Oíansurespiración.
Peronoparecíareconocerlos.—Nosé.Harrymiródesesperadoasualrededor.BlackyLupinhabíandesaparecido…No
habíanadiecercasalvoSnape,queseguíaflotandoenelaire,inconsciente.—Serámejorquelosllevemosalcastilloyselodigamosaalguien—dijoHarry,
apartándoseelpelodelosojosytratandodepensar—.Vamos…Oyeronunaullidoqueveníadelaoscuridad:unperrodolorido.—Sirius—murmuróHarry,mirandohacialanegrura.Tuvo unmomento de indecisión, pero no podían hacer nada porRon en aquel
momento,yajuzgarporsusgemidos,Blacksehallabaenapuros.Harry echó a correr, seguido porHermione. El aullido parecía proceder de los
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alrededoresdellago.CorrieronenaquelladirecciónyHarrynotóunfríointensosindarsecuentadeloquepodíasuponer.
El aullido se detuvo. Al llegar al lago vieron por qué: Sirius había vuelto atransformarseenhombre.Estabaencuclillas,conlasmanosenlacabeza.
—¡Noooo!—gemía—.¡Noooooo,porfavor!YentonceslosvioHarry.Eranlosdementores.Almenoscien,yseacercabana
elloscomounamasanegra.Sedio lavuelta.Aquel fríoyaconocidopenetróensuinterior y la niebla empezó a oscurecerle la visión. Por cada lado surgían de laoscuridadmásymásdementores.Losestabanrodeando…
—¡Hermione, piensa en algo alegre! —gritó Harry, levantando la varita yparpadeandoconrapidezparaaclararselavisión,sacudiendolacabezaparaalejareldébilgritoquehabíaempezadoaoírpordentro…
«Voyavivirconmipadrino.VoyadejaralosDursley.»SeobligóanopensarmásqueenSiriusycomenzóarepetiragritos:—¡Expectopatronum!¡Expectopatronum!Black se estremeció. Rodó por el suelo y se quedó inmóvil, pálido como la
muerte.«Todosaldrábien.Meiréavivirconél.»—¡Expectopatronum!¡Ayúdame,Hermione!¡Expectopatronum!—¡Expecto…!—susurróHermione—.¡Expecto…expecto!Pero no era capaz. Los dementores se aproximaban y ya estaban a tresmetros
escasos de ellos. Formaban una sólida barrera en torno a Harry y Hermione, yseguíanacercándose…
—¡EXPECTOPATRONUM!—gritóHarry, intentandorechazar losgritosdesusoídos—.¡EXPECTOPATRONUM!
Undelgadohilodeplatasaliódesuvaritaybailoteódelantedeél,comosifueraniebla. En ese instante,Harry notó queHermione se desmayaba a su lado. Estabasolo,completamentesolo…
—¡Expecto…!¡Expectopatronum!Harry sintió que sus rodillas golpeaban la hierba fría. La niebla le nublaba los
ojos.Haciendounenormeesfuerzo,intentórecordar.Siriuserainocente,inocente…«Todosaldrábien.Voyavivirconél.»
—¡Expectopatronum!—dijoentrecortadamente.Aladébilluzdesuinformepatronus,viodetenerseundementormuycercadeél.
Nopodía atravesar lanieblaplateadaqueHarryhabíahechoaparecer, pero sacabapordebajodelacapaunamanoviscosaypútrida.Hizounademáncomoparaapartaralpatronus.
—¡No… no! —exclamó Harry entrecortadamente—. Es inocente. ¡Expectopatronum!
Sentía susmiradas y oía su ruidosa respiración como un viento demoníaco. Eldementor más cercano parecía haberse fijado en él. Levantó sus dos manos
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putrefactasysebajólacapucha.Enellugardelosojoshabíaunamembranaescamosaygrisqueseextendíapor
lascuencas.Peroteníaboca:unagujeroinformequeaspirabaelaireconunestertordemuerte.
Un terror de muerte se apoderó de Harry, impidiéndole moverse y hablar. Supatronus tembló y desapareció. La niebla blanca lo cegaba. Tenía que luchar…Expecto patronum… No podía ver…, a lo lejos oyó un grito conocido…, expectopatronum… Palpó en la niebla en busca de Sirius y encontró su brazo. No se lollevarían…
Pero,derepente,unpardemanosfuertesyfríasrodearonelcuellodeHarry.Loobligarona levantar el rostro.Sintió sualiento…, ibanaeliminarloprimeroaél…Sintiósualientocorrupto…,sumadrelegritabaenlosoídos…,seríaloúltimoqueoyeraenlavida.
Yentonces,atravésdelanieblaqueloahogaba,leparecióverunaluzplateadaqueadquiríabrillo.Sesintiócaerdebrucesenlahierba.
Bocaabajo,demasiadodébilparamoverse,sintiéndosemaly temblando,Harryabrió losojos.Una luzcegadora iluminaba lahierba…Habíancesadolosgritos,elfríoseiba…
Algohacíaretrocederalosdementores…algoquedabavueltasentornoaél,aSiriusyaHermione.Losestertoresdejabandeoírse.Seiban.Volvíaahacercalor.
Haciendoacopiodetodassusfuerzas,Harrylevantólacabezaunoscentímetrosyvioentrelaluzaunanimalquegalopabaporellago.Conlavisiónempañadaporelsudor,Harry tratódedistinguirdequé se trataba.Erabrillante comoununicornio.Haciendounesfuerzoporconservarelsentido,Harryloviodetenerseal llegara laotra orilla. Durante un instante vio también, junto al brillo, a alguien que daba labienvenidaalanimaly levantabalamanoparaacariciarlo.Alguienqueleresultabafamiliar.Peronopodíaser…
Harry no lo entendía. No podía pensar en nada. Sus últimas fuerzas loabandonaronyaldesmayarsedioconlacabezaenelsuelo.
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—A
CAPÍTULO21
ElsecretodeHermione
SOMBROSO.Verdaderamenteasombroso.Fueunmilagroquequedaran todoscon vida. No he oído nunca nada parecido.Menosmal que se encontraba
ustedallí,Snape…—Gracias,señorministro.—OrdendeMerlín,desegundaclase,diríayo.¡Primera,siestuvieseenmimano!—Muchísimasgracias,señorministro.—Tieneahíunaheridabastantefea.SupongoquefueBlack.—EnrealidadfueronPotter,WeasleyyGranger,señorministro.—¡No!—Black los había encantado. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su
comportamiento,debiódeserunhechizoparaconfundir.Meparecequecreíanqueexistíaunaposibilidaddequefuerainocente.Noeranresponsablesdeloquehacían.Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara…Obviamente,creyeronquepodíanatraparaBlackellossolos.Hansalidoimpunesentantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza… Ynaturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertadexcesiva.
—Bien,Snape.¿Sabe?TodoshacemosunpocolavistagordaenloqueserefiereaPotter.
—Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial?Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro seríaexpulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligrosemejante.Fíjese,señorministro:contra todas lasnormasdelcolegio…despuésdetodas las precauciones que se han tomado para protegerlo… Fuera de los límitespermitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo y un asesino…y tengoindiciosdequetambiénhavisitadoHogsmeade,pesealaprohibición.
—Bien,bien…,yaveremos,Snape.Elmuchachohasidotravieso,sinduda.
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Harryescuchabaacostado,conlosojoscerrados.Estabacompletamenteaturdido.Laspalabrasqueoíaparecíanviajarmuydespaciohastasucerebro,deformaquelecostabaungranesfuerzoentenderlas.Sentíalosmiembroscomosifuerandeplomo.Suspárpadoserandemasiadopesadosparalevantarlos.Queríaquedarseallíacostado,enaquellacómodacama,parasiempre…
—Lo que más me sorprende es el comportamiento de los dementores…¿Realmentenosospechaquépudoserloqueloshizoretroceder,Snape?
—No,señorministro.Cuandollegué,volvíanasusposiciones,enlasentradas.—Extraordinario.Ysinembargo,Black,Harryylachica…—Todosestabaninconscientescuandolleguéallí.AtéyamordacéaBlack,hice
aparecerporartedemagiaunascamillasylostrajeatodosalcastillo.Hubounapausa.ElcerebrodeHarryparecíafuncionarunpocomásaprisa,yal
hacerlo,unasensaciónpunzanteseacentuabaensuestómago.Abriólosojos.Todoestababorroso.Alguienlehabíaquitadolasgafas.Sehallabaenlaoscura
enfermería.AlfinaldelasalapodíavislumbraralaseñoraPomfreyinclinadasobreunacamaydándolelaespalda.BajoelbrazodelaseñoraPomfrey,distinguióelpelorojodeRon.
Harry volvió la cabeza hacia el otro lado.En la camade la derecha se hallabaHermione. La luz de la luna caía sobre su cama. También tenía los ojos abiertos.Parecíapetrificada,yalverqueHarryestabadespierto,sellevóundedoaloslabios.Luegoseñalólapuertadelaenfermería.EstabaentreabiertaylasvocesdeCorneliusFudgeydeSnapeentrabanporelladesdeelcorredor.
La señora Pomfrey llegó entonces caminando enérgicamente por la oscura salahasta la camadeHarry.Sevolvióparamirarla.Llevaba el trozode chocolatemásgrandequehabíavistoensuvida.Parecíaunpedrusco.
—¡Ah,estásdespierto!—dijoconvozanimada.DejóelchocolateenlamesilladeHarryyempezóatrocearloconunpequeñomartillo.
—¿CómoestáRon?—preguntaronalmismotiempoHermioneyHarry.—Sobrevivirá—dijo la señora Pomfrey con seriedad—. En cuanto a vosotros
dos,permaneceréisaquíhastaqueyoestébienseguradequeestáis…¿Quéhaces,Potter?
Harrysehabíaincorporado,seponíalasgafasycogiósuvarita.—Tengoqueveraldirector—explicó.—Potter—dijo condulzura la señoraPomfrey—, todo se ha solucionado.Han
cogido a Black. Lo han encerrado arriba. Los dementores le darán el Beso encualquiermomento.
—¿QUÉ?
Harrysaltódelacama.Hermionehizolomismo.Perosugritosehabíaoídoenelpasillode fuera.Unsegundodespués,entraronen laenfermeríaCorneliusFudgeySnape.
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—¿Quéesesto,Harry?—preguntóFudge,conaspectoagitado—.Tendríasqueestar en la cama… ¿Ha tomado chocolate? —le preguntó nervioso a la señoraPomfrey.
—Escuche, señor ministro —dijo Harry—. ¡Sirius Black es inocente! ¡PeterPettigrew fingió supropiamuerte! ¡Lohemosvisto esta noche!NopuedepermitirquelosdementoreslehaganesoaSirius,es…
PeroFudgemovíalacabezaensentidonegativo,sonriendoligeramente.—Harry, Harry, estás confuso. Has vivido una terrible experiencia. Vuelve a
acostarte.Estátodobajocontrol.—¡NADADEESO!—gritóHarry—.¡HANATRAPADOALQUENOES!—Señor ministro, por favor, escuche —rogó Hermione. Se había acercado a
HarryymirabaaFudge implorante—.Yo también lovi.Era la ratadeRon.Esunanimago.Pettigrew,quierodecir.Y…
—¿Love, señorministro?—preguntóSnape—.Losdos tienenconfundidas lasideas.Blackhahechounbuentrabajoconellos…
—¡NOESTAMOSCONFUNDIDOS!—gritóHarry.—¡Señorministro!¡Profesor!—dijoenfadadalaseñoraPomfrey—.Hedeinsistir
enquesevayan.¡Potteresunpacienteynohayquefatigarlo!—¡No estoy fatigado, estoy intentando explicarles lo ocurrido! —dijo Harry
furioso—.Simeescuchan…PerolaseñoraPomfreyleintrodujoderepenteuntrozograndedechocolateenla
boca.Harryseatragantóylamujeraprovechólaoportunidadparaobligarleavolveralacama.
—Ahora,porfavor,señorministro…Estosniñosnecesitancuidados.Lesruegoquesalgan.
Volvióaabrirselapuerta.EraDumbledore.Harrytragócondificultadeltrozodechocolateyvolvióalevantarse.
—ProfesorDumbledore,SiriusBlack…—¡PorDiossanto!¿Esestounaenfermeríaoqué?Señordirector,hedeinsistir
enque…—Tepidomilperdones,Poppy,peronecesitocambiarunaspalabrasconelseñor
PotterylaseñoritaGranger.HeestadohablandoconSiriusBlack.—Supongoquelehacontadoelmismocuentodehadasquemetióenlacabeza
dePotter—espetóSnape—.¿AlgosobreunarataysobrequePettigrewestávivo?—Eso es efectivamente lo que dice Black —dijo Dumbledore, examinando
detenidamenteaSnapeporsusgafasdemedialuna.—¿Y acaso mi testimonio no cuenta para nada? —gruñó Snape—. Peter
PettigrewnoestabaenlaCasadelosGritosniviseñalalgunadeélporallí.—¡Eso es porque usted estaba inconsciente, profesor! —dijo con seriedad
Hermione—.Nollegócontiempoparaoír…—¡SeñoritaGranger!¡CIERRELABOCA!
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—Vamos, Snape —dijo Fudge—. La muchacha está trastornada, hay que sercomprensivos.
—Me gustaría hablar con Harry y con Hermione a solas —dijo Dumbledorebruscamente—.Cornelius,Severus,Poppy,osloruego,dejadnos.
—Señor director —farfulló la señora Pomfrey—. Necesitan tratamiento,necesitandescanso.
—Estonopuedeesperar—dijoDumbledore—.Insisto.La señora Pomfrey frunció la boca, se fue con paso firme a su despacho, que
estabaalfinaldelasala,ydiounportazoalcerrar.Fudgeconsultólagransabonetadeoroquelecolgabadelchaleco.
—Losdementoresdeberíandehaberllegadoya.Iréarecibirlos.Dumbledore,nosveremosarriba.
FuehacialapuertaylamantuvoabiertaparaquepasaraSnape.PeroSnapenosemovió.
—Nocreeráunapalabrade loquediceBlack,¿verdad?—susurrócon losojosfijosenDumbledore.
—QuierohablarasolasconHarryyconHermione—repitióDumbledore.SnapeavanzóunpasohaciaDumbledore.—SiriusBlackdemostró ser capaz dematar cuando tenía dieciséis años—dijo
Snapeenvozbaja—.Nolohabráolvidado.Nohabráolvidadoqueintentómatarme.—Mi memoria sigue siendo tan buena como siempre, Severus —respondió
Dumbledorecontranquilidad.Snape giró sobre los talones y salió con pasomilitar por la puerta que Fudge
manteníaabierta.LapuertasecerrótrasellosyDumbledoresevolvióhaciaHarryyHermione.Losdosempezaronahablaralmismotiempo.
—Señorprofesor,Blackdicelaverdad:nosotrosvimosaPettigrew.—EscapócuandoelprofesorLupinseconvirtióenhombrelobo.—Esunarata.—LapatadelanteradePettigrew…quierodecir,eldedo:élmismoselocortó.—PettigrewatacóaRon.NofueSirius.PeroDumbledorelevantóunamanoparadetenerlaavalanchadeexplicaciones.—Ahoratenéisqueescucharvosotrosyosruegoquenomeinterrumpáis,porque
tenemosmuypocotiempo—dijocontranquilidad—.Blacknotieneningunapruebade lo que dice, salvo vuestra palabra.Y la palabra de dos brujos de trece años noconvenceráanadie.Unacalle llenade testigos juróhabervistoaSiriusmatandoaPettigrew.YomismoditestimonioalMinisteriodequeSiriuseraelguardiánsecretodelosPotter.
—El profesor Lupin también puede testificarlo —dijo Harry, incapaz demantenersecallado.
—ElprofesorLupinseencuentraenestosmomentosenlaespesuradelbosque,incapazdecontarlenadaanadie.Cuandovuelvaa serhumano,ya serádemasiado
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tarde. Sirius estará más que muerto. Y además, la gente confía tan poco en loslicántroposquesudeclaracióntendrámuypocopeso.YelhechodequeélySiriusseanviejosamigos…
—Pero…—Escúchame,Harry.Esdemasiadotarde,¿loentiendes?Tienesquecomprender
quelaversióndelprofesorSnapeesmuchomásconvincentequelavuestra.—Él odia a Sirius—dijoHermione con desesperación—.Por una broma tonta
quelegastó.—Siriusnohaobradocomouninocente.LaagresióncontralaSeñoraGorda…,
entrar con un cuchillo en la torre deGryffindor…Si no encontramos a Pettigrew,vivoomuerto,notendremosningunaposibilidaddecambiarlasentencia.
—Peroustednoscree.—Sí,yosí—respondióenvozbaja—.Peronopuedoconvenceralosdemásni
desautorizaralministrodeMagia.HarrymirófijamenteelrostroseriodeDumbledoreysintiócomosisehundiera
el suelo bajo sus pies. Siempre había tenido la idea de que Dumbledore lo podíaarreglartodo.Creíaquepodíasacardelsombrerounasoluciónasombrosa.Perono:suúltimaesperanzasehabíaesfumado.
—Lo que necesitamos es ganar tiempo—dijo Dumbledore despacio. Sus ojosazulclaropasabandeHarryaHermione.
—Pero…—empezóHermione,poniendolosojosmuyredondos—.¡AH!—Ahoraprestadmeatención—dijoDumbledore,hablandomuybajoymuyclaro
—.Sirius está encerrado en el despacho del profesor Flitwick, en el séptimo piso.Torreoeste,ventananúmerotreceporladerecha.Sitodovabien,estanochepodréissalvarmásdeunavidainocente.Perorecordadlolosdos:noospuedenver.SeñoritaGranger,yaconoceslasnormas.Sabesloqueestáenjuego.Nodebenveros.
Harrynoentendíanada.Dumbledoresealejóyalllegaralapuertasevolvió.—Osvoyaencerrar.Son—consultó su reloj— lasdocemenoscinco.Señorita
Granger,tresvueltasdeberíanbastar.Buenasuerte.—¿Buena suerte? —repitió Harry, cuando la puerta se hubo cerrado tras
Dumbledore—.¿Tresvueltas?¿Quéquieredecir?¿Quéesloquetenemosquehacer?PeroHermionerebuscabaenelcuellodesutúnicaysacóunacadenadeoromuy
largayfina.—Ven aquí, Harry —dijo perentoriamente—. ¡Rápido! —Harry, perplejo, se
acercóaella.HermioneestirólacadenaporfueradelatúnicayHarrypudoverunpequeñorelojdearenaquependíadeella—.Así.—PusolacadenatambiénalrededordelcuellodeHarry—.¿Preparado?—dijojadeante.
—¿Quéhacemos?—preguntóHarrysincomprender.Hermionediotresvueltasalrelojdearena.La sala oscura desapareció. Harry tuvo la sensación de que volaba muy
rápidamente hacia atrás. A su alrededor veía pasar manchas de formas y colores
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borrosos.Notabapalpitacionesenlosoídos.Quisogritar,peronopodíaoírsupropiavoz.
Sintióelsuelofirmebajosuspiesytodovolvióaaclararse.Sehallabadepie,alladodeHermione,enelvacíovestíbulo,yunchorrodeluz
dorada bañaba el suelo pavimentado penetrando por las puertas principales, queestabanabiertas.MiróaHermioneconlacadenaclavándoseleenelcuello.
—Hermione,¿qué…?—¡Ahídentro!—HermionecogióaHarrydelbrazoyloarrastróporelvestíbulo
hastalapuertadelarmariodelalimpieza.Loabrió,empujóaHarryentreloscubosylasfregonas,entróellatrasélycerrólapuerta.
—¿Qué…,cómo…?Hermione,¿quéhapasado?—Hemos retrocedido en el tiempo—susurró Hermione, quitándole a Harry, a
oscuras,lacadenadelcuello—.Treshoras.Harrysepalpó lapiernaysediounfuertepellizco.Ledoliómucho, loqueen
principiodescartabalaposibilidaddequeestuvierasoñando.—Pero…—¡Chist! ¡Escucha! ¡Alguien viene! ¡Creo que somos nosotros! —Hermione
habíapegadoeloídoalapuertadelarmario—.Pasosporelvestíbulo…Sí,creoquesomosnosotrosyendohacialacabañadeHagrid.
—¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahífuera?
—Sí—respondióHermione, coneloídoaúnpegadoa lapuertadel armario—.Estoyseguradequesomosnosotros.Noparecenmásde trespersonas.Y…vamosdespacioporquevamosocultospor lacapa invisible.—Dejódehablar,perosiguióescuchando—.Acabamosdebajarlaescaleraprincipal…
Hermione se sentó en un cubo puesto boca abajo. Harry estaba impaciente yqueríaqueHermionelerespondieraaalgunaspreguntas.
—¿Dedóndehassacadoeserelojdearena?—Se llama giratiempo —explicó Hermione—. Me lo dio la profesora
McGonagalleldíaquevolvimosdevacaciones.Loheutilizadoduranteelcursoparapoderasistiratodaslasclases.LaprofesoraMcGonagallmehizojurarquenoselocontaríaanadie.TuvoqueescribirunmontóndecartasalMinisteriodeMagiaparaque me dejaran tener uno. Les dijo que era una estudiante modelo y que no loutilizaría nunca para otro fin. Le doy vuelta para volver a disponer de la hora declase.Graciasaélhepodidoasistiravariasclasesqueteníanlugaralmismotiempo,¿te das cuenta? Pero, Harry, me temo que no entiendo qué es lo que quiereDumbledorequehagamos.¿Porquénoshadichoqueretrocedamostreshoras?¿EnquévaaayudaresoaSirius?
Harrylamiróenlaoscuridad.—Quizás ocurriera algo que podemos cambiar ahora—dijo pensativo—. ¿Qué
puedeser?HacetreshorasnosdirigíamosalacabañadeHagrid…
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—Yaestamostreshorasantes,nosdirigimosalacabaña—explicóHermione—.Acabamosdeoírnossalir.
Harryfruncióelentrecejo.Estabaestrujándoseelcerebro.—Dumbledoredijosimplemente…dijosimplementequepodíamossalvarmásde
una vida inocente…—Y entonces se le ocurrió—: ¡Hermione, vamos a salvar aBuckbeak!
—Pero…¿enquéayudaráesoaSirius?—Dumbledore nos dijo dónde está la ventana del despacho deFlitwick, donde
tienenencerradoaSiriusconllave.TenemosquevolarconBuckbeakhastalaventanay rescatar a Sirius. Sirius puede escapar montado en Buckbeak. ¡Pueden escaparjuntos!
Hermioneparecíaaterrorizada.—¡Siconseguimoshacerlosinquenosveanseráunmilagro!—Bueno,tenemosqueintentarlo,¿nocrees?—dijoHarry.Selevantóypegóel
oídoalapuerta—.Noparecequehayanadie.Vamos…Harryempujóyabriólapuertadelarmario.Elvestíbuloestabadesierto.Tanen
silencio y tan rápido como pudieron, salieron del armario y bajaron corriendo losescalones.Lassombrassealargaban.Lascopasdelosárbolesdelbosqueprohibidovolvíanabrillarconunfulgordorado.
—¡Sialguienseasomaraalaventana…!—chillóHermione,mirandohaciaatrás,haciaelcastillo.
—Huiremos—dijoHarrycondeterminación—.Nosinternaremosenelbosque.Tendremosqueocultarnosdetrásdeunárboloalgoasí,yestaratentos.
—¡Deacuerdo,peroiremospordetrásdelosinvernaderos!—dijoHermione,sinaliento—.¡TenemosqueapartarnosdelapuertaprincipaldelacabañadeHagridodelo contrario nos veremos a nosotros mismos! Ya debemos de estar llegando a lacabaña.
PensandotodavíaenlasintencionesdeHermione,Harryechóacorrerdelantedeella.Atravesaronloshuertoshastalosinvernaderos,sedetuvieronunmomentodetrásde éstos y reanudaron el camino a toda velocidad, rodeando el sauce boxeador yyendoaocultarseenelbosque…
Asalvoenlaoscuridaddelosárboles,Harrysediolavuelta.Unossegundosmástarde,llegóHermionejadeando.
—Bueno—dijo convoz entrecortada—, tenemosque ir a la cabaña sinque senote.Quenonosvean,Harry.
Anduvieronensilencioentrelosárboles,porlaorilladelbosque.Alvislumbrarlafachada de la cabaña de Hagrid, oyeron que alguien llamaba a la puerta. Seescondieron trasungrueso robleymiraronporambos lados.Hagridaparecióen lapuertatemblorosoypálido,mirandoatodaspartesparaverquiénhabíallamado.YHarryoyósupropiavozquedecía:
—Somos nosotros. Llevamos la capa invisible. Si nos dejas pasar, nos la
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quitaremos.—Nodeberíaishabervenido—susurróHagrid.Sehizoaunladoycerrórápidamentelapuerta.—Esto es lo más raro en que me he metido en mi vida —dijo Harry con
entusiasmo.—Vamos a adelantarnos un poco —susurró Hermione—. ¡Tenemos que
acercarnosmásaBuckbeak!Avanzaronsigilosamentehastaquevieronalnerviosohipogrifoatadoa lavalla
quecircundabalaplantacióndecalabazasdeHagrid.—¿Ahora?—susurróHarry.—¡No!—dijoHermione—.Sinoslollevamosahora,loshombresdelacomisión
creeránqueHagridlohaliberado.¡Tenemosqueesperarhastaqueloveanatado!—Eso supone unos sesenta segundos —dijo Harry. Les empezaba a parecer
irrealizable.Enesemomentooyeronromperseunapiezadeporcelana.—YaselehacaídoaHagridlajarradeleche—dijoHermione—.Dentrodeun
momentoencontraréaScabbers.Efectivamente,minutosdespuésoyeronelchillidodesorpresadeHermione.—Hermione —dijo Harry de repente—, ¿y si entráramos en la cabaña y nos
apoderásemosdePettigrew?—¡No! —exclamó Hermione con temor—. ¿No lo entiendes? ¡Estamos
rompiendounadelasleyesmásimportantesdelabrujería!¡Nadiepuedecambiarloocurrido,nadie!YahasoídoaDumbledore…Sinosven…
—SólonosveríanHagridynosotrosmismos.—Harry,¿quécreesquepasaríasitevierasatimismoentrandoenlacabañade
Hagrid?—dijoHermione.—Creería…creeríaquemehabíavueltoloco—dijoHarry—.Oquehabíamagia
oscurapormedio.—Exactamente.Nolocomprenderías.Inclusopuedequeteatacarasatimismo.
LaprofesoraMcGonagallmedijoquehansucedidocosasterriblescuandolosbrujossehan inmiscuidoconel tiempo. ¡Muchos terminaronmatandoporerror supropioyo,pasadoofuturo!
—Vale—dijoHarry—,sóloeraunaidea.Yopensabanadamásque…PeroHermionelediouncodazoyseñalóhaciaelcastillo.Harrymoviólacabeza
unoscentímetrospara tenerunavisiónmásclarade lapuertacentral.Dumbledore,Fudge,elancianodelacomisiónyMacnair,elverdugo,bajabanlosescalones.
—¡Estamosapuntodesalir!—dijoHermioneenvozbaja.Efectivamente, unmomento después se abrió la puerta trasera de la cabaña de
Hagrid yHarry se vio a símismo conRon y conHermione saliendo por ella conHagrid.Sindudaeralasituaciónmásraraenquesehabíavisto,permanecerdetrásdelárbolyverseasímismoenelhuertodelascalabazas.
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—No temas,Buckbeak—dijo Hagrid—. No temas.—Se volvió hacia los tresamigos—.Venga,marchaos.
—Hagrid,nopodemos…Lesdiremosloquedeverdadsucedió.—Nopuedenmatarlo…—¡Marchaos!Yaesbastantehorribleysólofaltaríaqueademásosmetieraisen
unlío.Harry vio aHermione echando la capa invisible sobre los tres en el huerto de
calabazas.—Marchaos,rápido.Noescuchéis.LlamaronalapuertaprincipaldelacabañadeHagrid.Elgrupodelaejecución
habíallegado.Hagriddiomediavueltaysemetióenlacabaña,dejandoentreabiertala puerta de atrás. Harry vio que la hierba se aplastaba a trechos alrededor de lacabañayoyó alejarse tresparesdepies.Él,RonyHermione sehabíanmarchado,peroelHarryylaHermionequeseocultabanentrelosárbolespodíanahoraescucharporlapuertatraseraloquesucedíadentrodelacabaña.
—¿Dóndeestálabestia?—preguntólavozfríadeMacnair.—Fu…fuera—contestóHagrid.HarryescondiólacabezacuandoMacnairaparecióenlaventanadeHagridpara
miraraBuckbeak.LuegooyóaFudge.—Tenemosque leer lasentencia,Hagrid.Loharérápido.YluegotúyMacnair
tendréisquefirmar.Macnair,tútambiéndebesescuchar.Eselprocedimiento.ElrostrodeMacnairdesapareciódelaventana.Tendríaqueserenesemomentoo
nunca.—Esperaaquí—susurróHarryaHermione—.Yoloharé.MientrasFudgevolvíaahablar,Harrysaliódisparadodedetrásdelárbol,saltóla
valladelhuertodecalabazasyseacercóaBuckbeak.—«La Comisión para las Criaturas Peligrosas ha decidido que el hipogrifo
Buckbeak,enadelanteelcondenado,seaejecutadoeldíaseisdejunioalapuestadelsol…»
Evitando parpadear,Harry volvió amirar fijamente los feroces ojos naranja deBuckbeak e inclinó la cabeza. Buckbeak dobló las escamosas rodillas y volvió aenderezarse.HarrysoltólacuerdaqueatabaaBuckbeakalavalla.
—«… sentenciado a muerte por decapitación, que será llevada a cabo por elverdugonombradoporlaComisión,WaldenMacnair…»
—Vamos,Buckbeak—murmuróHarry—,ven,vamosasalvarte.Sinhacerruido,sinhacerruido…
—«…porlosabajofirmantes.»Firmaaquí,Hagrid.Harrytiródelacuerdacontodassusfuerzas,peroBuckbeakhabíaclavadoenel
suelolaspatasdelanteras.—Bueno,acabemosya—dijo lavozatipladadelancianode laComisiónenel
interiorde lacabañadeHagrid—.Hagrid, talvezfueramejorquetequedarasaquí
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dentro.—No,quieroestarconél…Noquieroqueestésolo.Seoyeronpasosdentrodelacabaña.—Muévete,Buckbeak—susurróHarry.Harry tiró de la cuerda conmás fuerza. El hipogrifo echó a andar agitando un
pocolasalascontalanteirritado.AúnsehallabanatresmetrosdelbosqueyselespodíaverperfectamentedesdelapuertatraseradelacabañadeHagrid.
—Un momento, Macnair, por favor —dijo la voz de Dumbledore—. Ustedtambiéntienequefirmar.—Lospasossedetuvieron.Buckbeakdiounpicotazoalaireyanduvoalgomásaprisa.
LacarapálidadeHermioneasomabapordetrásdeunárbol.—¡Harry,dateprisa!—dijo.Harry aún oía la voz deDumbledore en la cabaña.Dio otro tirón a la cuerda.
Buckbeaksepusoatrotararegañadientes.Llegaronalosárboles…—¡Rápido, rápido!—gritó Hermione, saliendo como una flecha de detrás del
árbol, asiendo también la cuerda y tirando conHarry para queBuckbeak avanzaramásaprisa.Harrymiróporencimadelhombro.Yaestabanfueradelalcancedelasmiradas.DesdeallínoveíanelhuertodeHagrid.
—¡Para!—ledijoaHermione—.Podríanoírnos.La puerta trasera de la cabaña de Hagrid se había abierto de golpe. Harry,
HermioneyBuckbeak sequedaron inmóviles. Inclusoelhipogrifoparecíaescucharconatención.
Silencio.Luego…—¿Dóndeestá?—dijolavozatipladadelancianodelacomisión—.¿Dóndeestá
labestia?—¡Estabaatadaaquí!—dijoconfuriaelverdugo—.Yolavi.¡Exactamenteaquí!—¡Qué extraordinario! —dijo Dumbledore. Había en su voz un dejo de
desenfado.—¡Buckbeak!—exclamóHagridconvozronca.Se oyó un sonido silbante y a continuación el golpe de un hacha. El verdugo,
furioso, lahabía lanzadocontra lavalla.Luegoseoyóel aullidoyenestaocasiónpudieronoírtambiénlaspalabrasdeHagridentresollozos:
—¡Seha ido!, ¡seha ido!Alabado sea, ¡ha escapado!Debedehaberse soltadosolo.Buckbeak,quélistoeres.
Buckbeak empezó a tirar de la cuerda, deseoso de volver conHagrid. Harry yHermionelasujetaronconmásfuerza,hundiendolostalonesentierra.
—¡Lohansoltado!—gruñíaelverdugo—.Deberíamosrastrearlosterrenosyelbosque.
—Macnair, si alguien ha cogido realmente aBuckbeak, ¿crees que se lo habrállevado a pie?—le preguntó Dumbledore, que seguía hablando con desenfado—.Rastrea el cielo, si quieres…Hagrid, nome iríamal un té. O una buena copa de
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brandy.—Por… por supuesto, profesor—dijo Hagrid, al que la alegría parecía haber
dejadoflojo—.Entre,entre…HarryyHermioneescuchabanconatención:oyeronpasos,lalevemaldicióndel
verdugo,elgolpedelapuertaydenuevoelsilencio.—¿Yahoraqué?—susurróHarry,mirandoasualrededor.—Tendremos que quedarnos aquí escondidos —dijo Hermione con miedo—.
Tenemos que esperar a que vuelvan al castillo.Luego aguardaremos a que pase elpeligroynosacercaremosalaventanadeSiriusvolandoconBuckbeak.Novolveráporallíhastadentrodedoshoras…Estovaaresultardifícil…
Miróporencimadelhombro,alaespesuradelbosque.Elsolseponíaenaquelmomento.
—Habráquemoverse—dijoHarry,pensando—.Tenemosqueirdondepodamosverelsauceboxeadorononosenteraremosdeloqueocurre.
—Deacuerdo—dijoHermione,sujetandolacuerdadeBuckbeakaúnmásfirme—.Perohemosdeseguirocultos,Harry,recuérdalo.
Semovieronporelbordedelbosque,mientrascaíalanoche,hastaocultarsetrasungrupodeárbolesentreloscualespodíandistinguirelsauce.
—¡AhíestáRon!—dijoHarryderepente.Una figura oscura corría por el césped y el aire silencioso de la noche les
transmitióelecodesugrito.—Aléjatedeél…,aléjate…Scabbers,venaquí…Y entonces vieron a otras dos figuras que salían de la nada.Harry se vio a sí
mismoyaHermionesiguiendoaRon.LuegovioaRonlanzándoseenpicado.—¡Teheatrapado!Vete,gatoasqueroso.—¡AhíestáSirius!—dijoHarry.Elperrazohabíasurgidodelasraícesdelsauce.
LovieronderribaraHarryysujetaraRon—.Desdeaquípareceinclusomáshorrible,¿verdad?—añadiómientraselperroarrastrabaaRonhastameterloentrelasraíces—.¡Eh,mira!Elárbolacabadepegarme.Ytambiénati.¡Quésituaciónmásrara!
El sauce boxeador crujía y largaba puñetazos con sus ramasmás bajas. Podíanverseasímismoscorriendodeunladoparaotroensuintentodealcanzareltronco.Yderepenteelárbolsequedóquieto.
—Crookshanksyahaapretadoelnudo—explicóHermione.—Allávamos…—murmuróHarry—.Yahemosentrado.En cuanto desaparecieron, el árbol volvió a agitarse. Unos segundos después,
oyeronpasoscercanos.Dumbledore,Macnair,FudgeyelancianodelaComisiónsedirigíanalcastillo.
—¡Encuantobajamosporelpasadizo!—dijoHermione—. ¡OjaláDumbledorehubieravenidoconnosotros…!
—Macnair y Fudge habrían venido también —dijo Harry con tristeza—. Teapuesto loquequierasaqueFudgehabríaordenadoaMacnairquemataraaSirius
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allímismo.Vieron a los cuatro hombres subir por la escalera de entrada del castillo y
perdersedevista.Duranteunosminutosellugarquedóvacío.Luego…—¡AquívieneLupin!—dijoHarryalveraotrapersonaquebajabalaescaleray
sedirigíacorriendohaciaelsauce.Harrymiróalcielo.Lasnubesocultabanlaluna.VieronqueLupincogíadelsuelounaramarotayapretabaconellaelnudodel
tronco.El árbol dejó de dar golpes y tambiénLupin desapareció por el hueco quehabíaentrelasraíces.
—¡Ojalá hubiera cogido la capa! —dijo Harry—. Está ahí… —Se volvió aHermione—.Sisalieraahoracorriendoymelallevara,nolapodríacogerSnape.
—¡Harry,nonosdebenver!—¿Cómopuedessoportarlo?—lepreguntóaHermionecon irritación—.¿Estar
aquíyverloquesucedesinhacernada?—Dudó—.¡Voyacogerlacapa!—¡Harry,no!Hermione sujetó a Harry a tiempo por la parte trasera de la túnica. En ese
momento oyeron cantar a alguien. Era Hagrid, que se dirigía hacia el castillo,cantando a voz en grito y oscilando ligeramente al caminar. Llevaba una botellagrandeenlamano.
—¿Loves?—susurróHermione—.¿Ves loquehabríaocurrido? ¡Tenemosqueestardondenadienospuedaver!¡No,Buckbeak!
El hipogrifo hacía intentos desesperados por ir hacia Hagrid. Harry aferrótambién la cuerdapara sujetar aBuckbeak.ObservaronaHagrid,que ibahaciendoeseshaciaelcastillo.Desapareció.Buckbeakcejóensusintentosdeescapar.Abatiólacabezacontristeza.
ApenasdosminutosdespuéslaspuertasdelcastillovolvieronaabrirseySnapeapareciócorriendohaciaelsauce,enposdeellos.
Harry cerró fuertemente los puños al ver queSnape se detenía cerca del árbol,mirandoasualrededor.Cogiólacapaylasostuvoenalto.
—Apartadeellatusasquerosasmanos—murmuróHarryentredientes.—¡Chist!Snapecogió la ramaquehabíausadoLupinpara inmovilizarelárbol,apretóel
nudoconellay,cubriéndoseconlacapa,seperdiódevista.—Ya está—dijo Hermione en voz baja—. Ahora ya estamos todos dentro. Y
ahorasólotenemosqueesperaraquevolvamosasalir…CogióelextremodelacuerdadeBuckbeakyloamarrófirmementealárbolmás
cercano.Luegosesentóenelsueloseco,rodeándoselasrodillasconlosbrazos.—Harry, hay algo que no comprendo… ¿Por qué no atraparon a Sirius los
dementores?Recuerdoqueseaproximabanaélantesdequeyomedesmayara.Harrysesentótambién.Explicóloquehabíavisto.Cómo,enelmomentoenque
el dementor más cercano acercaba la boca a Sirius, algo grande y plateado llegógalopandoporellagoyahuyentóalosdementores.
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CuandoterminóHarrydeexplicarlo,Hermioneteníalabocaabierta.—Pero¿quéera?—Sólohayunacosaquepuedehacerretrocederalosdementores—dijoHarry—.
Unverdaderopatronus,unpatronuspoderoso.—Pero¿quiénlohizoaparecer?Harrynodijonada.Volvióapensarenlapersonaquehabíavistoenlaotraorilla
dellago.Imaginabaquiénpodíaser…Pero¿cómoeraposible?—¿No viste qué aspecto tenía?—preguntóHermione con impaciencia—. ¿Era
unodelosprofesores?—No.—Perotuvoqueserunbrujomuypoderosoparaalejaratodoslosdementores…
Sielpatronusbrillabatanto,¿noloiluminó?¿Nopudistever…?—Sí que lo vi —dijo Harry pensativo—. Aunque tal vez lo imaginase. No
pensabaconclaridad.Medesmayéinmediatamentedespués…—¿Quiénteparecióqueera?—Mepareció—Harrytragósaliva,conscientedeloraroqueibaasonaraquello
—,mepareciómipadre.MiróaHermioneyvioqueestabacon labocaabierta.Lamuchacha lomiraba
conunamezcladeinquietudypena.—Harry,tupadreestá…,bueno…,estámuerto—dijoenvozbaja.—Losé—dijoHarryrápidamente.—¿Creesqueerasufantasma?—Nolosé.No…Parecíasólido.—Peroentonces…—Quizá tuviera alucinaciones—dijo Harry—. Pero a juzgar por lo que vi, se
parecía a él. Tengo fotos suyas…—Hermione seguíamirándolo como preocupadaporsusaludmental—.Séquepareceunalocura—añadióHarrycondeterminación.SevolvióparaecharunvistazoaBuckbeak,quemetíaelpicoenlatierra,buscandolombrices.Peronomirabarealmentealhipogrifo.
Pensabaensupadreyensustresamigosdetodalavida.Lunático,Colagusano,CanutoyCornamenta…¿Nohabríanestadoaquellanocheloscuatroenlosterrenosdel castillo? Colagusano había vuelto a aparecer aquella noche, cuando todo elmundo pensaba que estabamuerto. ¿Era imposible que su padre hubiera hecho lomismo?¿Habíavistovisionesenellago?Lafigurahabíaestadodemasiadolejosparadistinguirlabien,ysinembargo,antesdeperderelsentido,habíaestadosegurodeloqueveía.
Las hojas de los árboles susurraban movidas por la brisa. La luna aparecía ydesaparecíatraslasnubes.Hermionesesentódecaraalsauce,esperando.
Yentonces,despuésdeunahora…—¡Ya salen! —exclamó Hermione. Se pusieron en pie. Buckbeak levantó la
cabeza.VieronaLupin,RonyPettigrewsaliendocondificultaddel agujerode las
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raíces, seguidos de Snape, inconsciente, flotando. A continuación iban Harry,Hermione y Black. Todos echaron a andar hacia el castillo. El corazón de Harrycomenzabaalatirmuyfuerte.Levantólavistaalcielo.Deunmomentoaotropasaríalanubeylalunaquedaríaaldescubierto…
—Harry—musitóHermione,comosiadivinaraloquepensabaél—,tenemosquequedarnosaquí.Nonosdebenver.Nopodemoshacernada.
—¿YvamosaconsentirquePettigrewvuelvaaescaparse?—dijoHarryenvozbaja.
—¿Ycómoesperasencontraruna rataen laoscuridad?—leatajóHermione—.Nopodemoshacernada.SihemosregresadoessóloparaayudaraSirius.¡Nodebeshacernadamás!
—Estábien.La luna salió de detrás de la nube. Vieron las pequeñas siluetas detenerse en
mediodelcésped.Luegolasvieronmoverse.—¡MiraaLupin!—susurróHermione—.Seestátransformando.—¡Hermione!—dijoHarryderepente—.¡Tenemosquehaceralgo!—Nopodemos.Teloestoydiciendotodoeltiempo.—¡Nohablodeintervenir!¡EsqueLupinsevaaadentrarenelbosqueyvendrá
haciaaquí!Hermioneahogóungrito.—¡Rápido!—gimió, apresurándose a desatar a Buckbeak—. ¡Rápido! ¿Dónde
vamos?¿Dóndenosocultamos?¡Losdementoresllegarándeunmomentoaotro!—¡VolvamosalacabañadeHagrid!—dijoHarry—.Ahoraestávacía.¡Vamos!Corrieron todo lo aprisa que pudieron. Buckbeak iba detrás de ellos a medio
galope.Oyeronaullaralhombreloboasusespaldas.Vieronlacabaña.Harryderrapóalllegaralapuerta.Laabriódeuntirónydejó
pasaraHermioneyaBuckbeak,queentraroncomoun rayo.Harryentródetrásdeellosyechóelcerrojo.Fang,elperrojabalinero,ladrómuyfuerte.
—¡Silencio, Fang, somos nosotros! —dijo Hermione, avanzando rápidamentehaciaélyacariciándolelasorejasparaquecallara—.¡Noshemossalvadoporpoco!—dijoaHarry.
—Sí…Harrymirópor laventana.Desdeallíeramuchomásdifícilver loqueocurría.
Buckbeak parecía muy contento de volver a casa de Hagrid. Se echó delante delfuego,plególasalasconsatisfacciónysedispusoaecharunbuensueñecito.
—Será mejor que salga—dijo Harry pensativo—. Desde aquí no veo lo queocurre. No sabremos cuándo llega elmomento.—Hermione levantó los ojos paramirarlo. Tenía expresión de recelo—. No voy a intervenir —añadió Harry deinmediato—.Perosinovemosloqueocurre,¿cómosabremoscuáleselmomentoderescataraSirius?
—Bueno,deacuerdo.AguardaréaquíconBuckbeak…Perotencuidado,Harry.
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Ahífuerahayunlicántropoymultituddedementores.Harrysalióybordeólacabaña.Oyógritosdistantes.Aquelloqueríadecirquelos
dementoresseacercabanaSirius…ElotroHarryylaotraHermioneiríanhaciaélencualquiermomento…
Miróhaciaellago,conelcorazónredoblandocomountambor.Quienquieraquehubieseenviadoalpatronus,haríaapariciónenseguida.
DuranteunafraccióndesegundosequedóantelapuertadelacabañadeHagridsin saberquéhacer.«Nodebenverte.»Peronoqueríaque lovieran,queríaverél.Teníaqueenterarse…
Yaestabanallílosdementores.Surgíandelaoscuridad,llegabandetodaspartes.Sedeslizabanporlasorillasdellago.SealejabandeHarryhacialaorillaopuesta…Notendríaqueacercarseaellos.
Echóacorrer.Nopensabamásqueensupadre…Sieraél,sieraélrealmente,teníaquesaberlo,teníaqueaveriguarlo.
Cadavezestabamáscercadellago,peronoseveíaanadie.Enlaorillaopuestaveíalevesdestellosdeplata:eransuspropiosintentosdeconseguirunpatronus.
Habíaunarbustoenlamismaorilladelagua.Harryseagachódetrásdeélymiróporentrelashojas.Enlaotraorillalosdestellosdeplataseextinguieronderepente.Sintióemociónyterror:faltabamuypoco.
—¡Vamos!—murmuró,mirandoasualrededor—.¿Dóndeestás?Vamos,papá.Pero nadie acudió. Harry levantó la cabeza para mirar el círculo de los
dementoresdelotroladodellago.Unodeellossebajabalacapucha.Eraelmomentodequeaparecieraelsalvador.Peronoveíaanadie.
Yentonceslocomprendió.Nohabíavistoasupadre,sehabíavistoasímismo.Harrysaliódedetrásdelarbustoysacólavarita.—¡EXPECTOPATRONUM!—exclamó.Ydelapuntadesuvaritasurgió,nounanubeinforme,sinounanimalplateado,
deslumbrante y cegador. Frunció el entrecejo tratando de distinguir lo que era.Parecíauncaballo.Galopabaensilencio,alejándosedeélporlasuperficienegradellago. Lo vio bajar la cabeza y cargar contra los dementores… En ese momentogalopaba en torno a las formas negras que estaban tendidas en el suelo, y losdementoresretrocedían,sedispersabanyhuíanenlaoscuridad.Ysefueron.
El patronus diomedia vuelta. Volvía haciaHarry amedio galope, cruzando lacalmasuperficiedelagua.Noerauncaballo.Tampocoununicornio.Eraunciervo.Brillabatantocomolaluna…Regresabahaciaél.
Sedetuvoenlaorilla.Suspezuñasnodejabanhuellasenlaorilla.MirabaaHarrycon sus ojos grandes y plateados. Lentamente reclinó la cornamenta. Y Harrycomprendió:
—Cornamenta—susurró.Perosedesvaneciócuandoalargóhaciaéllastemblorosasyemasdesusdedos.Harry sequedó así, con lamanoextendida.Luego, conunvuelcodel corazón,
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oyótrasélunruidodecascos.SediolavueltayvioaHermione,queseacercabaatodaprisa,tirandodeBuckbeak.
—¿Quéhashecho?—dijoenfadada—.Dijistequenointervendrías.—Sólohesalvadonuestravida…Venaquí,detrásdeestearbusto:teloexplicaré.Hermioneescuchóconlabocaabiertaelrelatodeloocurrido.—¿Tehavistoalguien?—Sí.¿Nomehasoído?¡Meviamímismo,perocreíqueeramipadre!—Nopuedocreerlo…¡Hicisteaparecerunpatronuscapazdeahuyentaratodos
losdementores!¡Esoesmagiaavanzadísima!—Sabíaquelopodíahacer—dijoHarry—,porqueyalohabíahecho…¿Noes
absurdo?—Nolosé…¡Harry,miraaSnape!Observaronlaotraorilladesdeambosladosdelarbusto.Snapehabíarecuperado
elconocimiento.EstabahaciendoaparecerporartedemagiaunascamillasysubíaaellasloscuerposinconscientesdeHarry,HermioneyBlack.Unacuartacamilla,quesindudallevabaaRon,flotabayaasulado.Luego,apuntándolosconlavarita,losllevóhaciaelcastillo.
—Bueno,yaescasielmomento—dijoHermione,nerviosa,mirandoelreloj—.Disponemosdeunos45minutosantesdequeDumbledorecierreconllavelapuertadelaenfermería.TenemosquerescataraSiriusyvolveralaenfermeríaantesdequenadienotenuestraausencia.
Aguardaron. Veían reflejarse en el lago el movimiento de las nubes. La brisasusurraba entre las hojas del arbusto que tenían al lado.Aburrido,Buckbeakhabíavueltoabuscarlombricesenlatierra.
—¿Crees que ya estará allí arriba? —preguntó Harry, consultando la hora.Levantólamiradahaciaelcastilloyempezóacontarlasventanasdeladerechadelatorreoeste.
—¡Mira!—susurróHermione—.¿Quiénes?¡Alguienvuelveasalirdelcastillo!Harrymiróenlaoscuridad.Elhombreseapresurabaporlosterrenosdelcolegio
haciaunadelasentradas.Algobrillabaensucinturón.—¡Macnair!—dijoHarry—.¡Elverdugo!¡Vaabuscaralosdementores!Hermionepuso lasmanos en el lomodeBuckbeak yHarry la ayudó amontar.
Luego apoyó el pie en una ramabaja del arbusto ymontó delante de ella. Pasó lacuerdaporelcuellodeBuckbeakylaatótambiénalotrolado,comounasriendas.
—¿Preparada?—susurróaHermione—.Serámejorquetesujetesamí.EspoleóaBuckbeakconlostalones.Buckbeakemprendióelvuelohaciaeloscurocielo.Harrylepresionóloscostados
conlasrodillasynotóquelevantabalasalas.Hermionesesujetabaconfuerzaa lacinturadeHarry,quelaoíamurmurar:
—Ay,ay,quépocomegustaesto,ay,ay,quépocomegusta.Planeabansilenciosamentehacialospisosmásaltosdelcastillo.Harrytiródela
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rienda de la izquierda y Buckbeak viró. Harry trataba de contar las ventanas quepasabancomorelámpagos.
—¡Sooo!—dijo,tirandodelasriendastodoloquepudo.Buckbeakredujolavelocidadysedetuvieron.Pasandoporaltoelhechodeque
subíanybajabancasiunmetrocadavezqueBuckbeakbatía lasalas,podíadecirsequeestabaninmóviles.
—¡Ahí está! —dijo Harry, localizando a Sirius mientras ascendían junto a laventana.SacólamanoyenelmomentoenqueBuckbeakbajabalasalas,golpeóenelcristal.
Blacklevantólamirada.Harryvioquesequedababoquiabierto.Saltódelasilla,fueaprisahacialaventanaytratódeabrirla,peroestabacerradaconllave.
—¡Échatehaciaatrás!—legritóHermione,ysacósuvarita,sindejardesujetarseconlamanoizquierdaalatúnicadeHarry.
—¡Alohomora!Laventanaseabriódegolpe.—¿Cómo…cómo…?—preguntóBlackcasisinvoz,mirandoalhipogrifo.—Monta, no hay mucho tiempo —dijo Harry, abrazándose al cuello liso y
brillante de Buckbeak, para impedir que se moviera—. Tienes que huir, losdementoresestánapuntodellegar.Macnairhaidoabuscarlos.
Blacksesujetóalmarcodelaventanayasomólacabezayloshombros.Fueunasuertequeestuvieratandelgado.Enunossegundospasóunapiernaporel lomodeBuckbeakymontódetrásdeHermione.
—¡Arriba,Buckbeak!—dijoHarry,sacudiendo las riendas—.Arriba,a la torre.¡Vamos!
Elhipogrifobatió lasalasyvolvióaemprenderelvuelo.Navegarona laalturadeltechodelatorreoeste.Buckbeakaterrizótraslasalmenasconmuchoalboroto,yHarryyHermionesebajaroninmediatamente.
—Serámejorqueescapesrápido,Sirius—dijoHarryjadeando—.NotardaránenllegaraldespachodeFlitwick.Descubrirántuhuida.
Buckbeakdiounacozenelsuelo,sacudiendolaafiladacabeza.—¿Quéleocurrióalotrochico?ARon—preguntóSirius.—Sepondrábien.Estátodavíainconsciente,perolaseñoraPomfreydicequese
curará.¡Rápido,vete!PeroBlackseguíamirandoaHarry.—¿Cómotelopuedoagradecer?—¡VETE!—gritaronauntiempoHarryyHermione.BlackdiolavueltaaBuckbeak,orientándolohaciaelcieloabierto.—¡Nos volveremos a ver! —dijo—. ¡Verdaderamente, Harry, te pareces a tu
padre!PresionólosflancosdeBuckbeakconlostalones.HarryyHermioneseecharon
atrás cuando las enormesalasvolvieronabatir.Elhipogrifoemprendióelvuelo…
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Animal y jinete empequeñecieron conforme Harry los miraba… Luego, una nubepasóantelaluna…yseperdierondevista.
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—¡H
CAPÍTULO22
Máslechuzasmensajeras
ARRY!—Hermioneletirabadelamanga,mirandoelreloj—.Tenemosdiezminutos para regresar a la enfermería sin ser vistos. Antes de que
Dumbledorecierrelapuertaconllave.—Deacuerdo—dijoHarry,apartandolosojosdelcielo—,¡vamos!Entraron por la puerta que tenían detrás y bajaron una estrecha escalera de
caracol.Alllegarabajooyeronvoces.Searrimaronalaparedyescucharon.ParecíanFudge y Snape. Caminaban aprisa por el corredor que comenzaba al pie de laescalera.
—…SóloesperoqueDumbledorenopongaimpedimentos—decíaSnape—.¿LedaránelBesoinmediatamente?
—Encuanto llegueMacnair con losdementores.Todoeste asuntodeBlackharesultadomuydesagradable.No tieneni ideade las ganasque tengodedecir aElProfetaqueporfinlohemosatrapado.Supongoquequerránentrevistarle,Snape…Yen cuanto el jovenHarry vuelva a estar en sus cabales, también querrá contarle alperiódicocómoustedlosalvó.
Harryapretólosdientes.EntreviólasonrisahipócritadeSnapecuandoélyFudgepasaron ante el lugar en que estaban escondidos. Sus pasos se perdieron. Harry yHermioneaguardaronunosinstantesparaasegurarsedequeestabanlejosyecharonacorrer en dirección opuesta.Bajaron una escalera, luego otra, continuaron por otrocorredoryoyeronunacarcajadadelantedeellos.
—¡Peeves!—susurró Harry, asiendo a Hermione por la muñeca—. ¡Entremosaquí!
Corrieron a toda velocidad y entraron en un aula vacía que encontraron a laizquierda.Peeves ibaporelpasillodandosaltosdecontento, riéndoseamandíbulabatiente.
—¡Es horrible!—susurró Hermione, con el oído pegado a la puerta—. Estoysegura de que se ha puesto así de alegre porque los dementores van a ejecutar a
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Sirius…—Miróelreloj—.Tresminutos,Harry.AguardaronaquelarisamalvadadePeevesseperdieraenladistancia.Entonces
salierondelaulayvolvieronacorrer.—Hermione,¿quéocurrirá sino regresamosantesdequeDumbledorecierre la
puerta?—jadeóHarry.—No quiero ni pensarlo —dijo Hermione, volviendo a mirar el reloj—. ¡Un
minuto!—Llegaronalpasilloenquesehallabalaenfermería—.Bueno,yaseoyeaDumbledore—dijonerviosaHermione—.¡Vamos,Harry!
Siguieronporelcorredorcautelosamente.Lapuertaseabrió.VieronlaespaldadeDumbledore.
—Os voy a encerrar—le oyeron decir—. Son las docemenos cinco. SeñoritaGranger,tresvueltasdeberíanbastar.Buenasuerte.
Dumbledore salióde espaldasde la enfermería, cerró la puerta y sacó la varitapara cerrarla mágicamente. Asustados, Harry y Hermione se apresuraron.Dumbledorealzólavistayunasonrisaaparecióbajoelbigotelargoyplateado.
—¿Bien?—preguntóenvozbaja.—¡Lo hemos logrado! —dijo Harry jadeante—. Sirius se ha ido montado en
Buckbeak…Dumbledorelesdirigióunaampliasonrisa.—Bien hecho. Creo…—Escuchó atentamente por si se oía algo dentro de la
enfermería—.Sí,creoqueyanoestáisahídentro.Entrad.Oscerraré.Entraron en la enfermería.Estabavacía, salvopor loque se refería aRon, que
permanecía en la cama. Después de oír la cerradura, se metieron en sus camas.Hermionevolvióaesconderelgiratiempodebajodelatúnica.Uninstantedespués,laseñoraPomfreyvolviódesuoficinaconpasoenérgico.
—¿Yasehaidoeldirector?¿Semepermitiráahoraocuparmedemispacientes?Estabademuymalhumor.HarryyHermionepensaronqueeramejoraceptarel
chocolateensilencio.LaseñoraPomfreysequedóallídelanteparaasegurarsedequeselocomían.PeroHarryapenasselopodíatragar.Hermioneyélaguzabaneloído,conlosnerviosalterados.Yentonces,mientrastomabanelcuartotrozodelchocolatede la señoraPomfrey,oyeronun rugido furioso,procedentedealgúndistante lugarporencimadelaenfermería.
—¿Quéhasidoeso?—dijoalarmadalaseñoraPomfrey.Oyeronvocesdeenfado,cadavezmásfuertes.LaseñoraPomfreynoperdíade
vistalapuerta.—¡Hayquever!¡Despertaránatodoelmundo!¿Quécreenquehacen?Harryintentabaoírloquedecían.Seaproximaban.—Debedehaberdesaparecido,Severus.Tendríamosquehaberdejadoaalguien
conéleneldespacho.Cuandoestosesepa…—¡NOHADESAPARECIDO!—bramóSnape,muy cerca de ellos—. ¡UNO NO PUEDE
APARECERNIDESAPARECERENESTECASTILLO!¡POTTERTIENEALGOQUEVERCONESTO!
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—Sérazonable,Severus.Harryestáencerrado.¡PLAM!
La puerta de la enfermería se abrió de golpe. Fudge, Snape y Dumbledoreentraron en la sala con paso enérgico. SóloDumbledore parecía tranquilo, inclusocontento.Fudgeestabaenfadado,peroSnapesehallabafueradesí.
—¡CONFIESA,POTTER!—vociferó—.¿QUÉESLOQUEHASHECHO?—¡ProfesorSnape!—chillólaseñoraPomfrey—,¡contrólese!—Porfavor,Snape,sérazonable—dijoFudge—.Estapuertaestabacerradacon
llave.Acabamosdecomprobarlo.—¡LE AYUDARON A ESCAPAR, LO SÉ! —gritó Snape, señalando a Harry y a
Hermione.Teníalacaracontorsionada.Escupíasaliva.—¡Tranquilícese,hombre!—gritóFudge—.¡Estádiciendotonterías!—¡NOCONOCEAPOTTER!—gritóSnape—.¡LOHIZOÉL,SÉQUELOHIZOÉL!—Yavale,Severus—dijoDumbledoreconvoztranquila—.Piensaloquedices.
Estapuertahapermanecidocerradaconllavedesdequeabandonélaenfermería,hacediezminutos.SeñoraPomfrey,¿hanabandonadoestosalumnossuscamas?
—¡Por supuesto que no!—dijo ofendida la señora Pomfrey—. ¡He estado conellosdesdequeustedsalió!
—Ahí lo tienes, Severus—dijoDumbledore con tranquilidad—.Amenos quecrea que Harry y Hermione son capaces de encontrarse en dos lugares al mismotiempo,metemoquenoencuentromotivoparaseguirmolestándolos.
Snape se quedó allí, enfadado, apartando la vista de Fudge, que parecíatotalmentesorprendidoporsucomportamiento,ydirigiéndolaaDumbledore,cuyosojosbrillabantraslasgafas.Snapediomediavuelta(lateladesutúnicaprodujounfrufrú)ysaliódelasaladelaenfermeríacomounvendaval.
—Sucolegapareceperturbado—dijoFudge,siguiéndoloconlavista—.Yoensulugar,Dumbledore,tendríacuidadoconél.
—Noesnadaserio—dijoDumbledoreconcalma—,sóloqueacabadesufrirunagrandecepción.
—¡No es el único!—repusoFudge resoplando—. ¡El Profeta va a encontrarlomuydivertido! ¡Ya lo teníamos arrinconado y se nos ha escapado entre los dedos!Sólofaltaríaqueseenterasentambiéndelahuidadelhipogrifo,yseréelhazmerreír.Bueno,tendréqueirmeydarcuentadetodoalMinisterio…
—¿Y los dementores?—le preguntó Dumbledore—. Espero que se vayan delcolegio.
—Sí,tendránqueirse—dijoFudge,pasándoseunamanoporelcabello—.Nuncacreíque intentarandarleelBesoaunniño inocente…,estaban totalmente fueradecontrol. Esta noche volverán a Azkaban. Tal vez deberíamos pensar en ponerdragonesenlasentradasdelcolegio…
—Eso le encantaría a Hagrid —dijo Dumbledore, dirigiendo a Harry y aHermione una rápida sonrisa. Cuando él y Fudge dejaron la enfermería, la señora
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Pomfrey corrió hacia la puerta y la volvió a cerrar con llave. Murmurando entredientes,enfadada,volvióasudespacho.
Seoyóunlevegemidoalotroladodelaenfermería.Ronseacababadedespertar.Lovieronsentarse,rascarselacabezaymirarasualrededor.
—¿Qué ha pasado? —preguntó—. ¿Harry? ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde estáSirius?¿DóndeestáLupin?¿Quéocurre?
HarryyHermionesemiraron.—Explícaselotú—dijoHarry,cogiendounpocomásdechocolate.
CuandoHarry,RonyHermione dejaron la enfermería al día siguiente amediodía,encontraron el castillo casi desierto. El calor abrasador y el final de los exámenesinvitabanatodoelmundoaaprovecharalmáximolaúltimavisitaaHogsmeade.Sinembargo,niaRonniaHermionelesapetecíair,asíquepasearonconHarryporlosterrenosdelcolegio,sinparardehablardelosextraordinariosacontecimientosdelanocheanteriorypreguntándosedóndeestaríanenaquelmomentoSiriusyBuckbeak.Cuando se sentaron cerca del lago, viendo cómo sacaba los tentáculos del agua elcalamar gigante, Harry perdió el hilo de la conversación mirando hacia la orillaopuesta.Lanocheanterior,elciervohabíagalopadohaciaéldesdeallí.
Unasombraloscubrió.AllevantarlavistavieronaHagrid,mediodormido,quesesecabalacarasudorosaconunodesusenormespañuelosylessonreía.
—Yaséquenodeberíaalegrarmedespuésdelosucedidolapasadanoche—dijo—. Me refiero a que Black se volviera a escapar y todo eso… Pero ¿a que noadivináis…?
—¿Qué?—dijeron,fingiendocuriosidad.—Buckbeak.¡Seescapó!¡Estálibre!¡Loestuvecelebrandotodalanoche!—¡Eso es estupendo!—dijoHermione, dirigiéndole unamirada severa a Ron,
queparecíaapuntodereírse.—Sí,noloatamosbien—explicóHagrid,contemplandoelcamposatisfecho—.
Estamañanaestabapreocupado,penséquepodíatropezarseporahíconelprofesorLupin.PeroLupindicequeanochenocomiónada.
—¿Cómo?—preguntóHarry.—Caramba,¿nolohasoído?—lepreguntóHagrid,borrandolasonrisa.Bajóla
voz,aunquenohabíanadiecerca—.SnapeselohareveladoestamañanaatodoslosdeSlytherin.Creíaqueaestasalturasyalosabríatodoelmundo:elprofesorLupinesunhombrelobo.Ylanochepasadaanduvosueltoporlosterrenosdelcolegio.Enestosmomentosestáhaciendolasmaletas,porsupuesto.
—¿Queestáhaciendolasmaletas?—preguntóHarryalarmado—.¿Porqué?—Porquesemarcha—dijoHagrid,sorprendidodequeHarrylopreguntara—.Lo
primero que hizo esta mañana fue presentar la dimisión. Dice que no puedearriesgarseaquevuelvaasuceder.
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Harryselevantódeunsalto.—Voyaverlo—dijoaRonyaHermione.—Perosihadimitido…—Nocreoquepodamoshacernada.—No importa. De todasmaneras, quiero verlo. Nos veremos aquímismomás
tarde.
LapuertadeldespachodeLupinestabaabierta.Yahabíaempaquetadolamayorpartedesuscosas.Juntoaldepósitovacíodelgrindylow,lamaletaviejaydesvencijadasehallabaabiertaycasillena.LupinseinclinabasobrealgoquehabíaenlamesaysólolevantólavistacuandoHarryllamóalapuerta.
—Te he visto venir—dijo Lupin sonriendo. Señaló el pergamino sobre el queestabainclinado.Eraelmapadelmerodeador.
—Acabo de estar conHagrid—dijoHarry—.Me ha dicho que ha presentadoustedladimisión.Noescierto,¿verdad?
—Metemoquesí—contestóLupin.Comenzóaabrirloscajonesdelamesayavaciarelcontenido.
—¿Por qué? —preguntó Harry—. El Ministerio de Magia no lo creeráconfabuladoconSirius,¿verdad?
Lupinfuehacialapuertaylacerró.—No.ElprofesorDumbledoreselashaarregladoparaconvenceraFudgedeque
intentésalvaroslavida—suspiró—.HasidoelcolmoparaSeverus.Creoquehasidomuyduroparaélperder laOrdendeMerlín.Asíqueél…porcasualidad…revelóestamañanaeneldesayunoquesoyunlicántropo.
—¿Ysevasóloporeso?—preguntóHarry.Lupinsonrióconironía.—Mañanaa estahora empezarán a llegar las lechuzas enviadaspor lospadres.
Noconsentiránqueunhombrelobodéclaseasushijos,Harry.Ydespuésdelodelaúltimanoche,creoquetienenrazón.Pudehabermordidoacualquieradevosotros…Nodeberepetirse.
—¡Esusted elmejor profesor deDefensaContra lasArtesOscuras que hemostenidonunca!—dijoHarry—.¡Nosevaya!
Lupinnegóconlacabeza,peronodijonada.Siguióvaciandoloscajones.Luego,mientrasHarrybuscabaunargumentoparaconvencerlo,Lupinañadió:
—Por lo que el directorme ha contado estamañana, la noche pasada salvastemuchas vidas, Harry. Si estoy orgulloso de algo es de todo lo que has aprendido.Háblamedetupatronus.
—¿Cómolosabe?—preguntóHarryanonadado.—¿Quéotracosapodíahaberpuestoenfugaalosdementores?HarrycontóaLupinloquehabíaocurrido.Alterminar,Lupinvolvíaasonreír:
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—Sí, tu padre se transformaba siempre en ciervo—confirmó—.Lo adivinaste.Por eso lo llamábamosCornamenta.—Lupin puso los últimos libros en lamaleta,cerróloscajonesysevolvióparamiraraHarry—.Toma,latrajelaotranochedelaCasadelosGritos—dijo,entregándoleaHarrylacapainvisible—:Y…—titubeóya continuación le entregó también elmapa delmerodeador—.Ya no soy profesortuyo,asíquenomesientoculpablepordevolverteesto.Amíyanomesirve.Ymeatrevoacreerquetú,RonyHermioneleencontraréisutilidad.
Harrycogióelmapaysonrió.—Ustedme dijo que Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamentame habrían
tentadoparaquesalieradelcolegio…,quelohabríanencontradodivertido.—Sí,lohabríamoshecho—confirmóLupin,cerrandolamaleta—.Nodudoque
a James le habría decepcionado que su hijo no hubiera encontrado ninguno de lospasadizossecretosparasalirdelcastillo.
Alguienllamóalapuerta.Harryseguardórápidamenteenelbolsilloelmapadelmerodeadorylacapainvisible.
EraelprofesorDumbledore.NosesorprendióalveraHarry.—Tucocheestáenlapuerta,Remus—anunció.—Gracias,director.Lupincogiósuviejamaletayeldepósitovacíodelgrindylow.—Bien. Adiós, Harry —dijo sonriendo—. Ha sido un verdadero placer ser
profesortuyo.Estoysegurodequenosvolveremosaencontrarenotraocasión.Señordirector,nohaynecesidaddequemeacompañehastalapuerta.Puedoirsolo.
Harry tuvo la impresión de que Lupin quería marcharse lo más rápidamenteposible.
—Adiós entonces, Remus —dijo Dumbledore escuetamente. Lupin apartóligeramenteeldepósitodelgrindylowparaestrecharlelamanoaDumbledore.Luego,conunúltimomovimientodecabezadirigidoaHarryyunarápidasonrisa,saliódeldespacho.
Harry se sentó en su silla vacía,mirando al suelo con tristeza.Oyó cerrarse lapuertaylevantólavista.Dumbledoreseguíaallí.
—¿Por qué estás tan triste, Harry?—le preguntó en voz baja—. Tendrías quesentirtemuyorgullosodetimismodespuésdeloocurridoanoche.
—Nosirviódenada—repusoHarryconamargura—.Pettigrewseescapó.—¿Quenosirviódenada?—dijoDumbledoreenvozbaja—.Sirviódemucho,
Harry.Ayudasteadescubrirlaverdad.Salvasteaunhombreinocentedeundestinoterrible.
«Terrible.» Harry recordó algo. «Más grande y más terrible que nunca.» ¡LaprediccióndelaprofesoraTrelawney!
—Profesor Dumbledore: ayer, en mi examen de Adivinación, la profesoraTrelawneysepusomuyrara.
—¿De verdad? —preguntó Dumbledore—. ¿Quieres decir más rara de lo
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habitual?—Sí…Hablóconunavozprofunda,poniendolosojosenblanco.Ydijoqueel
vasallodeVoldemortpartiríaparareunirseconsuamoantesdelamedianoche.Dijoque el vasallo lo ayudaría a recuperar el poder.—Harrymiró aDumbledore—.Yluegovolvióalanormalidadynorecordabanadadeloquehabíadicho.¿Seríaunaauténticaprofecía?
Dumbledoreparecíaimpresionado.—Pienso que podría serlo—dijo pensativo—. ¿Quién lo habría pensado? Esto
elevaadoseltotaldesusprofecíasauténticas.Tendríaquesubirleelsueldo…—Pero…—Harrylomiróaterrorizado:¿cómopodíatomárseloDumbledorecon
tanta calma?—, ¡pero yo impedí queSirius yLupinmataran a Pettigrew!EstomeconvierteenculpabledeunposibleregresodeVoldemort.
—En absoluto—respondióDumbledore tranquilamente—. ¿No te ha enseñadonadatuexperienciaconelgiratiempo,Harry?Lasconsecuenciasdenuestrasaccionessonsiempre tancomplicadas, tandiversas,quepredecirel futuroes realmentemuydifícil.LaprofesoraTrelawney,Dioslabendiga,esunapruebadeello.HicistealgomuynoblealsalvarlelavidaaPettigrew.
—¡PerosiayudaaVoldemortarecuperarsupoder…!—Pettigrewtedebe lavida.HasenviadoaVoldemortun lugartenientequeestá
endeudacontigo.Cuandounmagolesalvalavidaaotro,secreaunvínculoentreellos. Y si nome equivoco, no creo que Voldemort quiera que su vasallo esté endeudaconHarryPotter.
—NoquierotenerningúnvínculoconPettigrew—dijoHarry—.Traicionóamispadres.
—Estoes lomásprofundoe insondablede lamagia,Harry.Peroconfíaenmí.LlegaráelmomentoenquetealegresdehaberlesalvadolavidaaPettigrew.
Harrynopodíaimaginarcuándosería.DumbledoreparecíasaberloquepensabaHarry.
—Traté mucho a tu padre, Harry, tanto en Hogwarts como más tarde —dijodulcemente—.ÉltambiénhabríasalvadoaPettigrew,estoyseguro.
Harrylomiró.Dumbledorenosereiría.Selopodíadecir.—Anoche…pensé que erami padre el que había hecho aparecermi patronus.
Quierodecir…cuandomeviamímismoalotroladodellago,penséqueloveíaaél.—Unerrorfácildecometer—dijoDumbledore—.Supongoqueestaráshartode
oírlo,peroteparecesextraordinariamenteaJames.Menosenlosojos:tieneslosdetumadre.
Harrysacudiólacabeza.—Fueunaidiotezpensarqueeraél—murmuró—.Quierodecir…yaséqueestá
muerto.—¿Piensas que losmuertos a los que hemos querido nos abandonan del todo?
¿Nocreesquelosrecordamosespecialmenteenlosmayoresapuros?Tupadrevive
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enti,Harry,ysemanifiestamásclaramentecuandolonecesitas.¿Dequéotraformapodríashabercreadoesepatronustanespecial?Cornamentavolvióagaloparanoche.—HarrytardóunratoencomprenderloqueDumbledoreacababadedecirle—.Siriusmecontóanochecómoseconvertíanenanimagos—añadióDumbledoresonriendo—.Unahazañaextraordinaria…yaúnmásextraordinariofuequeyonomeenterara.YentoncesrecordélamuyinsólitaformaqueadoptótupatronuscuandoembistióalseñorMalfoy en el partido contraRavenclaw.Así que anoche viste realmente a tupadre…Loencontrastedentrodetimismo.
Y Dumbledore abandonó el despacho dejando a Harry con sus confusospensamientos.
NadieenHogwartsconocíalaverdaddeloocurridolanocheenquedesaparecieronBuckbeak,SiriusyPettigrew,salvoHarry,Ron,HermioneyelprofesorDumbledore.Al finaldelcurso,Harryoyómuchas teoríasacercade loquehabíasucedido,peroningunaseacercabaalaverdad.
Malfoy estaba furioso por lo de Buckbeak. Estaba convencido de que Hagridhabía hallado la manera de esconder el hipogrifo, y parecía ofendido porque elguardabosques hubiera sido más listo que su padre y él. PercyWeasley, mientrastanto,teníamuchoquedecirsobrelahuidadeSirius.
—¡SilogroentrarenelMinisterio,tendrémuchaspropuestasparahacercumplirlaleymágica!—dijoalaúnicapersonaqueloescuchaba,sunoviaPenelope.
Aunqueel tiempoeraperfecto,aunqueelambienteera tanalegre,aunquesabíaquehabíalogradocasiloimposiblealliberaraSirius,Harrynuncahabíaestadotantristealfinaldeuncurso.
Ciertamente,noeraelúnicoalqueleapenabalapartidadelprofesorLupin.Todoel grupo que acudía con Harry a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuraslamentabasudimisión.
—Mepregunto a quiénnos pondrán el próximo curso—dijoSeamusFinniganconmelancolía.
—Talvezaunvampiro—sugirióDeanThomasconilusión.Lo que le pesaba a Harry no era sólo la partida de Lupin. No podía dejar de
pensar en la predicción de la profesora Trelawney. Se preguntaba continuamentedóndeestaríaPettigrew,siestaríaescondidoosihabríallegadoyajuntoaVoldemort.Pero loquemás lodeprimía era laperspectivadevolver con losDursley.Durantemediahora,unagloriosamediahora,habíacreídoqueviviríaenadelanteconSirius,el mejor amigo de sus padres. Era lo mejor que podía imaginar, exceptuando laposibilidaddetenerallíotravezasupadre.YaunqueeraunabuenanoticianotenernoticiasdeSirius, porque significabaqueno lohabían encontrado,Harrynopodíadejardeentristecersealpensarenelhogarquehabríapodidoteneryenelhechodequelohabíaperdido.
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Los resultados de los exámenes salieron el último día del curso. Harry, Ron yHermionehabíanaprobadotodaslasasignaturas.Harryestabaasombradodequelehubieran aprobado Pociones. Sospechaba que Dumbledore había intervenido paraimpedir que Snape lo suspendiera injustamente. El comportamiento de Snape conHarrydurantetodalaúltimasemanahabíasidoalarmante.HarrynuncahabríacreídoquelamaníaqueleteníaSnapepudieraaumentar,peroasífue.ASnapeselemovíaunmúsculoenlacomisuradelabocacadavezqueveíaaHarry,yselecrispabanlosdedoscomosidesearacerrarlosalrededordelcuellodeHarry.
PercyobtuvolasmásaltascalificacionesenÉXTASIS.FredyGeorgeconsiguieronvariosTIMOScadauno.Mientrastanto,lacasadeGryffindor,engranmedidagraciasa su espectacular actuación en la copa de quidditch, había ganado la Copa de lasCasas por tercer año consecutivo. Por eso la fiesta de final de curso tuvo lugar enmediodeornamentosrojosydorados,ylamesadeGryffindorfuelamásruidosadetodas, ya que todo el mundo lo estaba celebrando. Incluso Harry, comiendo,bebiendo, hablando y riendo con sus compañeros, consiguió olvidar que al díasiguientevolveríaacasadelosDursley.
•••
CuandoalamañanasiguienteelexpresodeHogwartssaliódelaestación,HermionedioaRonyaHarryunasorprendentenoticia:
—Estamañana,antesdeldesayuno,heidoaveralaprofesoraMcGonagall.HedecididodejarlosEstudiosMuggles.
—¡Peroaprobasteelexamenconuntreintaydossobrediez!—Losé—suspiróHermione—.Peronopuedosoportarotroañocomoéste.El
giratiempomeestabavolviendoloca.Lohedevuelto.SinlosEstudiosMugglesysinAdivinación,volveréatenerunhorarionormal.
—Todavía no puedo creer que no nos dijeras nada—dijoRon resentido—. Sesuponequesomostusamigos.
—Prometí que no se lo contaría a nadie —dijo gravemente. Se volvió paraobservar a Harry, que veía cómo desaparecía Hogwarts detrás de una montaña.Pasarían dos meses enteros antes de volver a verlo—. Alégrate, Harry —dijoHermionecontristeza.
—Estoybien—repusoHarrydeinmediato—.Pensabaenlasvacaciones.—Sí, yo también he estado pensando en ellas—dijoRon—.Harry, tienes que
venirapasarunosdíasconnosotros.Locomentaréconmispadresytellamaré.Yasécómoutilizarelfelétono.
—Elteléfono,Ron—lecorrigióHermione—.Laverdad,deberíascogerEstudiosMuggleselpróximocurso…
Ronnolehizocaso.—¡EsteveranosonlosMundialesdequidditch!¿Quédicesaeso,Harry?Veny
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quédateconnosotros.Iremosaverlos.Mipadrenormalmenteconsigueentradaseneltrabajo.
LaproposiciónalegrómuchoaHarry.—Sí… Apuesto a que los Dursley estarán encantados de dejarme ir…
EspecialmentedespuésdeloquelehiceatíaMarge…Muchomás contento,Harry jugó conRonyHermione variasmanos de naipes
explosivos,ycuandollególabrujaconelcarritodelté,compróunmontóndecosasdecomer,aunquenadaquecontuvierachocolate.
Perofueamediatardecuandoaparecióloquelopusodeverdadcontento…—Harry—dijoHermionede repente,mirandopor encimadelhombrode él—,
¿quéesesodeahífuera?Harrysevolvióamirar.Algomuypequeñoygrisaparecíaydesaparecíaalotro
lado del cristal. Se levantó para ver mejor y distinguió una pequeña lechuza quellevabaunacartademasiadograndeparaella.Lalechuzaeratanpequeñaqueibaporelairedandotumbosacausadelvientoquelevantabaeltren.Harrybajólaventanillarápidamente, alargó el brazo y la cogió. Parecía una snitch cubierta de plumas.Laintrodujo en el vagón con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la carta sobre elasiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimento, contenta de habercumplido sumisión.Hedwig dio un picotazo al aire con digna actitud de censura.Crookshanksseincorporóenelasiento,persiguiendoconsusgrandesojosamarillosalalechuza.Alnotarlo,Ronlacogióparaprotegerla.
Harryrecogiólacarta.Ibadirigidaaél.Laabrióygritó:—¡EsdeSirius!—¿Qué?—exclamaronRonyHermione,emocionados—.¡Léelaenvozalta!
QueridoHarry:Esperoquerecibasestacartaantesdellegaracasadetustíos.Nosési
ellosestánhabituadosalcorreoporlechuza.Buckbeakyyoestamosescondidos.Notedirédóndeporsiéstacaeen
malasmanos.Tengodudasacercadelafiabilidaddelalechuza,peroeslamejorquepudehallar,yparecíadeseosadeacometerestamisión.
Creo que los dementores siguen buscándome, pero no podránencontrarme.EstoypensandoendejarmeverporalgúnmuggleamuchadistanciadeHogwarts,paraquerelajenlavigilanciaenelcastillo.
Hayalgoquenolleguéacontartedurantenuestrobreveencuentro:fuiyoquienteenviólaSaetadeFuego.
—¡Ja!—exclamóHermione,triunfante—.¿Loveis?¡Osdijequeeradeél!—Sí,peroélnolahabíagafado,¿verdad?—observóRon—.¡Ay!Lapequeñalechuza,quedabagrititosdealegríaensumano,lehabíapicadoen
undedodemaneraalparecerafectuosa.
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Crookshanksllevóelenvíoalaoficinadecorreos.Utilicétunombre,perolesdijequecogieranelorodelacámaradeGringottsnúmero711,lamía.Porfavor,considéralocomoelregaloquemerecesquetehagatupadrinoporcumplirtreceaños.
También me gustaría disculparme por el susto que creo que te diaquellanochedelañopasadocuandoabandonastelacasadetutío.Sóloqueríaverteantesdecomenzarmiviajehaciaelnorte.Perocreoque tealarmastealverme.
Te envío en la carta algo que espero que te haga disfrutar más elpróximocursoenHogwarts.
Sialgunavezmenecesitas,comunícamelo.Tulechuzameencontrará.Volveréaescribirtepronto.
Sirius
Harry miró impaciente dentro del sobre. Había otro pergamino. Lo leyórápidamente,ysesintiótancontentoyreconfortadocomosisehubieratomadodeuntragounabotelladecervezademantequilla.
Yo, Sirius Black, padrino deHarry Potter, autorizo por la presente amiahijadoavisitarHogsmeadelosfinesdesemana.
—EstolebastaráaDumbledore—dijoHarrycontento.VolvióamirarlacartadeSirius—.¡Unmomento!¡Hayunaposdata…!
HepensadoqueatuamigoRontalvezlegusteestalechuza,yaquepormiculpasehaquedadosinrata.
Ron abrió los ojos de par en par. La pequeña lechuza seguía gimiendo deemoción.
—¿Quedármela? —preguntó dubitativo. La miró muy de cerca durante unmomento,y luego,parasorpresadeHarryyHermione,se laacercóaCrookshanksparaquelaolfatease.
—¿Quéteparece?—preguntóRonalgato—.¿Esunalechuzadeverdad?Crookshanksronroneó.—Essuficiente—dijoRoncontento—.Melaquedo.HarryleyóyreleyólacartadeSiriusdurantetodoeltrayectohastalaestaciónde
King’sCross.Todavíalaapretabaenlamanocuandoél,RonyHermioneatravesaronla barrera del andén nueve y tres cuartos. Harry localizó enseguida a tío Vernon.Estaba de pie, a buena distancia de los padres de Ron, mirándolos con recelo. Ycuando la señoraWeasley abrazó aHarry, confirmó sus peores suposiciones sobreellos.
—¡Te llamaré por losMundiales!—gritó Ron a Harry, al despedirse de ellos.
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Luego él volvió hacia tío Vernon el carrito en que llevaba el baúl y la jaula deHedwig.Sutíolosaludódelamanerahabitual.
—¿Quéeseso?—gruñó,mirandoelsobrequeHarryapretabaenlamano—.Siesotroimpresoparaquelofirme,yatienesotra…
—Noloes—dijoHarryconalegría—.Esunacartademipadrino.—¿Padrino?—farfullótíoVernon—.Túnotienespadrino.—Sí lo tengo—dijoHarryde inmediato—.Era elmejor amigodemispadres.
Estácondenadoporasesinato,perosehaescapadodelaprisióndelosbrujosyahorasehallaescondido.Sinembargo, legustamantenerelcontactoconmigo…Estaralcorrientedemiscosas…Comprobarquesoyfeliz…
Ysonriendoampliamentealverlaexpresióndeterrorquesehabíadibujadoenelrostrode tíoVernon,Harry sedirigióa la salidade laestación,conHedwigdandopicotazosdelantedeél,parapasarunveranoqueprobablementeseríamuchomejorqueelanterior.
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JOANNEKATHLEENROWLING.Escritoraescocesa,conocidaprincipalmenteporsu serie de libros juveniles protagonizados por Harry Potter, verdadero fenómenoliterario a nivel mundial que ha conseguido vender más de 400 millones deejemplares,siendotraducidaamásde20idiomas.
Rowling estudió filología clásica y francés, trabajando como investigadora ysecretariaparaAmnistía Internacionalantesde trabajarenPortugalcomoprofesorade inglés en 1992. Tras un cortomatrimonio volvió a Edimburgo con su hija, sinempleoyenunasituaciónciertamentepreocupante.
Duranteesteperiodo,Rowlingterminósuprimerlibrodelaserie,HarryPotterylapiedra filosofal, manuscrito que fue presentado sin éxito a numerosas editorialeshastaqueBloomsburydecidiópublicarlo.Traseléxito,basadoenelbocaaboca,dellibro,Rowling recibió una beca y un año después el libro comenzó a venderse enEEUU.
Apartirdelsegundolibro,HarryPotterylacámarasecreta,eléxitodesushistoriascreciódemaneraexponencial,alcanzandoconsusobraslospuestosmásaltosdelaslistasdeventasenprácticamentetodoelmundo.
Pocosañosdespués,lasnovelasdeHarryPottercomenzaronaseradaptadasalcinecongran éxito gracias a directores comoChrisColumbus,MikeNewell oAlfonsoCuarón.Mientras tanto,Rowling recibió numerosos galardones como elAndersen,variosHonorisCausa,elPríncipedeAsturiasdelaConcordiaeinclusolaLegióndeHonorfrancesa.
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Tras la publicación del último libro de la serie,Harry Potter y las reliquias de lamuerte,Rowlinghapublicadovarios libros en elmismouniverso, siempre a títulobenéfico,comoelcasodeLoscuentosdeBeedleelBardo.
En la actualidad Rowling no ha aclarado sus intenciones literarias en el futuro ydisfruta de su éxito realizando numerosos actos benéficos, conferencias eintervencionesafavordelalectura.
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DeJ.K.Rowling
UnaexperienciaenInternetúnicainspiradaenloslibrosdeHarryPotter.Compartelashistoriasyparticipaenellas,demuestratucreatividadenelmundoPotterydescubremásinformaciónsobreelmundodeHarryPotterproporcionadaporla
propiaautora.Visitapottermore.com
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