Gauchito Gil: una devoción agigantada a la vera del camino

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Banderas a tu corazón. Juan Pablo Faccioli. Col. Faccioli. Url: http://xurl.es/2eozu En Mercedes, Corrientes, a la vera de la ruta nacional 123, kilómetro 101, miles de banderas y cintas rojas con inscripciones de gratitud sin fin junto hileras de puestos comerciales y el bulto de un gaucho sobreimpreso a una cruz marcan el lugar donde muriera un 8 de enero Antonio Gil. Allí, desde 2010 las estimaciones hablan de casi medio millón de personas que participan de la festividad central. Este año la lluvia mermó la concurrencia. Sin embargo, no deja de sorprender la efusividad de sus seguidores, la expansión inusitada de la devoción, su densa iconicidad, las disputas por el monopolio religioso y la creciente diversificación de prácticas que configura la manifestación. Por Cleopatra Barrios (*) Una leyenda entre tantas Gauchito Gil: una devoción agigantada a la vera del camino 21/02/2015 crónicas e informes destacados

Transcript of Gauchito Gil: una devoción agigantada a la vera del camino

Banderas a tu corazón. Juan Pablo Faccioli. Col. Faccioli. Url: http://xurl.es/2eozu

En Mercedes, Corrientes, a la vera de la ruta nacional 123, kilómetro 101, miles de banderas y cintas rojas coninscripciones de gratitud sin fin junto hileras de puestos comerciales y el bulto de un gaucho sobreimpreso a unacruz marcan el lugar donde muriera un 8 de enero Antonio Gil. Allí, desde 2010 las estimaciones hablan de casimedio millón de personas que participan de la festividad central. Este año la lluvia mermó la concurrencia. Sinembargo, no deja de sorprender la efusividad de sus seguidores, la expansión inusitada de la devoción, su densaiconicidad, las disputas por el monopolio religioso y la creciente diversificación de prácticas que configura lamanifestación.

Por Cleopatra Barrios (*)

Una leyenda entre tantas

Gauchito Gil: una devoción agigantada a la vera del camino21/02/2015crónicas e informes destacados

Entre los relatos y las imágenes que se desprenden de este escenario de fe, cobra vida una de las leyendas másdifundidas que originó esta devoción popular. Los escritos, en su mayoría apoyados en la tradición oral, ubicanel nacimiento de Antonio Mamerto Gil Núñez en la provincia de Corrientes, cerca de 1847. Eran tiempos en quela guerra civil hacía estragos en la región. Alrededor de 1875 Gil habría sido reclutado por el Coronel Juan de laCruz Zalazar para combatir. Atormentado por no querer derramar sangre inocente, el gaucho desertó.

Algunos dicen que un ángel le aconsejó a Gil la deserción durante una visión; otros que fue Ñandeyara (dios,nuestro señor) quien se le apareció en un sueño. Lo cierto es que vivió al margen de la ley y los relatos de susseguidores indican que era un hombre bueno y noble, que robaba a los ricos para dar a los pobres. Cuentantambién que era invencible en los enfrentamientos y poseedor de una mirada hipnotizante que enamoraba. Encambio, sus detractores lo consideran un delincuente y fugitivo.

El 6 de enero, posiblemente en 1878, Gil habría asistido a la fiesta de San Baltasar en la casa de Zía María.Indican que la traición de un conocido provocó su captura y él se entregó sin resistencia. El policía recibió laorden de llevarlo a Goya para la sentencia, pero en el camino, en las afueras de la ciudad de Mercedes, decidiódegollarlo y colgarlo.

“No me mates, que ya va a llegar la carta de mi inocencia (…) Cuando llegue la carta vas a recibir la noticia deque tu hijo está muriendo por causa de una enfermedad; cuando llegues rezá por mí y tu hijo se va a salvar(…)”, habrían sido las últimas palabras de Antonio Gil, tal vez, un 8 de enero de 1878.

Cuando la policía llegó a Goya, descubrió que Gil había sido perdonado. El sargento que lo ejecutó fue hasta suhogar y vio que su hijo estaba al borde de la muerte y acordándose de las palabras de Gil, le imploró perdón yocurrió el primer gran milagro de la historia legendaria: recuperó a su hijo moribundo. En señal deagradecimiento, regresó al lugar de la ejecución y erigió una cruz de madera de ñandubay (espinillo).

Martín “Mono” Fabio, líder de Kapanga se confiesa devoto y expone su fe en los recitales.

Un Gauchito “multifunción”, un “ser extraordinario”

En la zona del paiubre mercedeñoi, lo que hasta la década del sesenta era un curuzú Gil o una cruz Gil,apostada al costado del camino, luego fue resguardada en un monolito; y años después se transformó en elsantuario hoy consagrado por la ascendente devoción popular-masiva.

En el día en que se conmemora el aniversario de su muerte (8 de enero), la fe por el gaucho de los milagros seagiganta. Junto a las velas enardecidas de plegarias se ven cruces de hierro forjados, pañuelos y vestidoscolorados, o blancos de novias; bebidas, plata, o cigarros, que le ofrendan en su altar mayor.

Con la señal de la cruz, frente a las imágenes que lo representan y que se multiplican en la escalada comercialen las banquinas, los promeseros, provenientes en su mayoría del Gran Buenos Aires, provincias y paísesvecinos, piden a Gil que los ayude a abandonar vicios o a curarse de múltiples enfermedades.

También le solicitan dinero, trabajo y amor. Nada parecería resultar imposible para este gaucho de losmilagros. Como señala Gabriela Saidón, autora del libro Santos Ruteros. De la Difunta Correa al Gaucho Gil, alGauchito “le podés pedir de todo, es un santo multifunción”ii.

Aunque no fue canonizado, la mayoría de los devotos lo consideran santo. Algunos cristianos no pierden lasesperanzas de que sea aceptado por la iglesia católica; otros admiten que no les preocupa que esto suceda y,por el contrario, entienden que el “poder” del Gauchito sobrepasa cualquier religión. Incluso algunos prefierenno identificarse como “devotos”, sino como “simpatizantes” del Gauchito. Entre ellos se cuentan artistas

plásticos, músicos, periodistas, audiovisualistas, fotógrafos, entre otros. Si bien, en varios casos se identificancomo “no creyentes”, no cabe duda que desde la “simpatía” hayan colaborado en la proliferación de la devocióna través de distintas producciones que circularon también en ámbitos extrarreligiosos.

Como señala la socióloga Eloisa Martin, el Gaucho Gil puede además ser considerado dentro de la lista “seresextraordinarios” junto a Eva Perón, el Che Guevara, Gardel o la misma Gilda. Esto es porque se les atribuyen“dones” y un “carisma” que los destacan “de su contexto social, étnico y estético de origen” y los vuelvendisponibles para ser apropiados incluso más allá del ámbito religiosoiii.

El reconocido fotógrafo argentino, Marcos López creó un retrato que lejos de reproducir al gaucho sumiso de lasestampitas, lo muestra rebelde y desafiante. Fotos: Difusión MVPrensa y Cultura Nación.

La iglesia y su cambio de postura

Luego de años de considerar la devoción a Antonio Gil como superstición, en 2005 se dio la primera visita alsantuario mercedeño de un obispo católico. Algunos informes le atribuyen este acercamiento de la iglesia aJulián Zini, el sacerdote que predica con el chamamé y le dedicó varias canciones al fenómeno de religiosidadpopular. “Nuestro interés es encausar la fe de nuestro pueblo”, dijo entonces el prelado Ricardo Faifer, quienen 2011 difundió un nuevo manifiesto eclesiástico anunciando la edificación de una capilla a 500 metros de laCruz Gil. La noticia fue dada durante la misa del 8 de enero en la Parroquia de la ciudad de Mercedes y ante laCruz Gil Peregrina, donde se rezó por el descanso del alma del difunto forajido. Es que sólo como “difunto” laiglesia admite recordar a Antonio Gil.

De este proceso, resulta claro que la institución que antes rechazaba rotundamente la devoción porconsiderarla “pagana” y asociada a una práctica “desviada” de los verdaderos valores cristianos, ahora seinvolucra con el fenómeno con el fin de reencauzar la relación con esa masa cada vez más creciente de fieles yseguidores que moviliza el Gauchito. Algo similar sucedió con otros casos, como el de la Difunta Correa en SanJuan.

En este marco, la institución promueve la celebración de la misa “para pedir por el alma del difunto” en laparroquia mercedeña el 8 de enero, la inserción de oraciones a través de estampitas y rezadoras en elsantuario donde se enfatiza el rol de mediador de Gil ante Jesucristo como divinidad suprema, así como suparticipación en la práctica de velar la cruz peregrina en la víspera de la jornada de festividad central. Sumadoa ello, aquello que hace cuatro años era un proyecto, hoy es realidad: está la cruz y las bases del templocercano al santuario que promueve entre los seguidores de Antonio Gil un espacio de oración y adoración aJesucristo.

Las personas que participan activamente en las actividades mediadas por la institución católica señalan que sebusca “recuperar espacios de oración” dotados de la “tranquilidad y quietud” que observan “no se halla” en elsantuario rodeado de la feria, el comercio y las manifestaciones masivas.

Dichas acciones también responden claro mensaje pastoral. Ya en el manifiesto eclesiástico de 2011 se hacíahincapié en revalorizar el “verdadero” significado de profesar el cristianismo: “Quien se santigua ante la cruzestá profesando su fe en Jesucristo (…) quien es nuestro mediador supremo entre Dios y los hombres” y en estesentido la carta firmada por Faifer reclamaba que la devoción se centre en la cruz de Jesús y no la del “difunto”.

En la misa del 8 de enero de 2011 en la parroquia de Mercedes, el sacerdote Luis Adis leyó la carta del obispo Faifer.Entonces también inició una colecta para pagar el terreno cercano al santuario de la Cruz Gil que la iglesia adquiriópara erigir el templo de la Santísima Cruz. Fotos: registros propios.

Más allá de las religiones, una devoción heterogeneizadaMás allá del reclamo de algunos mercedeños por volver al tipo de ritual apacible y de tono rural quepresentaba la veneración a la Cruz Gil hasta la década del ochenta, como así también de las resistencias, losquiebres, cambios y continuidades en la posición eclesiástica, en torno al santuario ubicado a la vera de la ruta123, actualmente el fenómeno del Gaucho Gil representa un campo religioso complejo.

Siguiendo las reflexiones del sociólogo Pablo Semán, más bien este fenómeno de religiosidad popular dacuenta del “campo religioso heterogeneizado” donde no sólo se da la búsqueda del “consuelo de la cruz” sinotambién de “la sanación, la prosperidad, la protección; amor, trabajo y dinero”. Y en ese campo, dice Semán: “seapuntalan, expresan y refuerzan no solo definiciones de la religión” sino también “nociones de persona yalteración de las que las ‘religiones’ son un elemento co-participante”iv.

En este contexto, y cada vez más, el “mundo del Gaucho Gil”, que encuentra un matiz particular en cada altar,ermita o capilla del las rutas o los hogares de los devotos del país, presenta mucho más que la apropiación yreproducción de elementos del culto oficial en su seno; y más que la renovada puja por la “apropiación” o elproceso de “inculturación” que la iglesia profesa en relación a este fenómeno.

El “mundo del Gaucho Gil” además vehiculiza una fuerte idea de “justicia social” asociada a la imagen del Gilcomo un “héroe liberador” de los sectores oprimidos, como lo analiza Hugo Chumbitav; y supone laconvergencia de cosmovisiones y prácticas sociales ligadas a matrices de larga data que incluso actualizanconjuros shamánicos o la rememoración a los difuntos desarrollada desde épocas pre-modernas. Todo ello seentremezcla con escenas de espectáculo, mediatización y entretenimiento; música diversificada, comida; asícomo la mercantilización y el consumo expansivo de los productos mítico-mágico-religiosos y culturales.

Algunos de estos elementos, entre otros, configuran el mundo heterogeineizado del Gaucho Gil, una devociónagigantada a la vera del camino que no conoce barreras.

Sin título. Guillermo Rusconi. Col. Rusconi. Url: http://xurl.es/h8pha

Notas:

1. El territorio del paiubre toma su nombre de un afluente caudaloso de un río llamado por los guaraníes

Paiubé (paí-entrañas. ú-comer, bé-mas).

2. Entrevista a Gabriela Saidon en diario Clarín.14/12/11. Url: http://www.clarin.com/sociedad/Gauchito-Gil-

podes-santo-multifuncion_0_608939187.html

3. Martín, Eloisa (2008) “Seres extraordinarios, más allá de la devoción y los fans”, en Todavía, N° 20. Url:

http://www.revistatodavia.com.ar/todavia27/20.sociedadestxt.html

4. Chumbita, Hugo. (1995) “Bandoleros santificados”, Todo es Historia N° 340, Buenos Aires, noviembre. Url:

http://so000260.ferozo.com/pdf/chumbita2.pdf

5. Semán, Pablo. (2013) “Pluralismo religioso en una sociedad de pluralidad jerarquizada”, Corpus, Vol 3, N° 2.

URL: http://corpusarchivos.revues.org/584

(*) Periodista. Licenciada en Comunicación Social. Docente de la Universidad Nacional del Nordeste. Becariadoctoral de CONICET. Maestranda en Semiótica Discursiva (UNaM). Doctoranda en Comunicación Social (UNLP).Integrante del Núcleo de Estudios y Documentación de la Imagen, CONICET/UNNE. Indaga acerca de lasrepresentaciones de la religiosidad popular en fotografía y cine. Sobre la temática ha publicado en libros,revistas especializadas y en congresos nacionales e internacionales. Su correo electrónico [email protected]

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