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Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos CHILE Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized

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Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos

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2 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

2020 The World Bank

Environment, Natural Resources and Blue Economy Global Practice

1818 H Street NW, Washington DC 20433

Teléfono: 202-473-1000; Internet: www.worldbank.org

Reconocimientos Este trabajo forma parte del paquete de apoyo del Banco Mundial al Gobierno de Chile por la presidencia de la UNFCCC COP 25. El reporte es producto del personal del Banco Mundial para el Ministerio del Medio Ambiente de Chile. Los hallazgos, interpretaciones y conclusiones expresadas en este trabajo no reflejan necesariamente los puntos de vista de los Directores Ejecutivos del Banco Mundial o de los gobiernos que representan. El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos incluidos en este trabajo. Los límites, colores, denominaciones y otra información que se muestra en cualquier mapa de este trabajo no implican ningún juicio por parte del Banco Mundial sobre el estado legal de ningún territorio o el respaldo o aceptación de dichos límites.

La preparación y presentación del reporte fue supervisada por un equipo del Banco Mundial en Chile dirigido por Virginia Brandon (Representante Residente, Oficina de País de Chile) y Francisco Javier Winter Donoso (Oficial de Operaciones, Oficina de País de Chile). Este trabajo fue posible gracias a la contribución financiera de WBG ENB GP, que promueve el manejo sustentable de los recursos naturales en el mundo. Agradecemos a todos los revisores externos y colegas del GBM y representantes oficiales por sus excelentes comentarios y aportes recibidos durante la finalización del estudio. También queremos agradecer a la Ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, por sus comentarios y contribuciones durante un seminario técnico organizado en el Ministerio de Finanzas el 16 de enero de 2020. Finalmente, queremos agradecer a todos los técnicos equipos del Ministerio del Medio Ambiente por sus valiosas contribuciones a lo largo del estudio.

Permisos y derechos El material de este trabajo está sujeto a las condiciones de copyright y publicación definidas por el Ministerio del Medio Ambiente de Chile. El Banco Mundial alienta la difusión de su conocimiento. Este trabajo puede ser reproducido, en su totalidad o en parte, para fines no comerciales si lo autoriza el Ministerio de Medio Ambiente de Chile.

Permisos y derechos El material de este trabajo está sujeto a las condiciones de copyright y publicación definidas por el Ministerio del Medio Ambiente de Chile. El Banco Mundial alienta la difusión de su conocimiento. Este trabajo puede ser reproducido, en su totalidad o en parte, para fines no comerciales si lo autoriza el Ministerio de Medio Ambiente de Chile.

Autor José Andrés Rehbein Lucero, Consultant, Environment, Natural Resources and Blue Economy, The World Bank

Editores Gabriela Encalada, Environmental Specialist, Environment, Natural Resources and Blue Economy, The World Bank Jorge Barbosa, Consultant, Environment, Natural Resources and Blue Economy, The World Bank Berengere Prince, Environmental Specialist, Environment, Natural Resources and Blue Economy, The World Bank

Citación recomendada Rehbein, J. A., Barbosa, J., Encalada, G. & Prince, B. (2020) Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. The World Bank. Washington DC, USA.

Agradecimientos Laura Farías, presidenta de la Mesa de Océanos para la COP25. Rosana Garay, Ministerio de Relaciones Exteriores, Gobierno de Chile. Trisha Atwood, Utah State University. Steven Andy y Rodrigo Bustamante, CSIRO. Jaime Letelier y Francisco Carcamo, Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).

Portada Gentileza de ilustradora Francisca Alejandra Hidalgo Molina

3 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Contenidos

Introducción – La protección del Océano 4

El Océano y el Cambio Climático 6

Los impactos del Cambio Climático en el océano 6

La contribución de los ecosistemas marinos a la resiliencia, adaptación y mitigación del cambio climático. 9

El océano en las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC). 20

Oportunidades de carbono azul en Chile 21

Financiamiento climático para la conservación de ecosistemas marinos en Chile 27

Recomendaciones para Chile 32

Potenciar la contribución del océano a la acción climática en las NDC 32

Proyectar hacia el desarrollo de la Economía Azul y Planificación Espacial Marina 33

Gestionar sustentablemente las macroalgas 34

Marcos de colaboración internacional para Chile 35

El contexto de Chile 38

Gobernanza del Océano 39

Política Oceánica y la economía azul 42

Áreas Marinas Protegidas 42

El océano en las Contribuciones Nacionales Determinadas de Chile 43

Referencias 46

4 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Introducción – La protección del Océano

El océano cubre el 70% de la superficie de la tierra y soporta ecosistemas increíblemente productivos1-

3. Hay más biomasa animal en sus aguas salobres que en todo el resto del planeta, incluyendohumanos, aves y ganado4. El mar es importante para la humanidad ya que provee alimentos críticospara 3.2 billones de personas, aporta un 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y un 1.5% de todos losempleos globales5,6. También ofrece diversos servicios ecosistémicos, destacando las oportunidadesde turismo, recreación y deporte, además de regular el ciclo del agua; y permitir el transporte de cargay personas7. Desde una perspectiva climática, ayuda a equilibrar la temperatura atmosférica alabsorber un tercio de las emisiones antropogénicas de carbono y el 90% del calor generado hasta lafecha por el cambio climático1,8-10. En definitiva, el océano es parte fundamental de la historia de lahumanidad y de la vida en el planeta11.

A pesar de su inmensidad, el océano está seriamente amenazado12,13. Las actividades humanas que impactan la salud de los ecosistemas marinos aumentan en conjunto con la población y la economía mundial13,14. La sobreexplotación histórica de los mares ha presionado a muchas especies hasta la extinción y está conduciendo a ecosistemas enteros a la desaparición5,11. Al menos un tercio de las pesquerías globales están sobreexplotadas y la extracción pesquera no ha podido aumentar por casi cuatro décadas a pesar de las mejoras en tecnología, infraestructura y manejo de sus recursos6,15. Malas prácticas como la pesca de arrastre dañan significativamente el fondo marino para extraer sólo a algunas especies16.

Por otra parte, el mar es el repositorio de décadas de uso excesivo de fertilizantes y pesticidas que eutrofizan sus aguas, reduciendo la disponibilidad de oxígeno e incluso creando “zonas mínimas de oxígeno”17,18. Otros químicos y plásticos afectan a algunas especies específicas, se cuelan en las cadenas tróficas y modifican incluso las aguas superficiales en grandes extensiones del mar19,20. El planeta está perdiendo manglares, praderas marinas, bosques de macroalgas y marismas, ecosistemas clave para el ciclo de vida de peces y animales marinos; por cambios de uso de suelo y la sobreexplotación de sus recursos21-25. El transporte de carga, la contaminación auditiva, la minería y las malas prácticas de turismo amenazan también a la vida marina, y limitan su capacidad de adaptación frente a cambios climáticos globales13,14,26.

A pesar de todas estas amenazas, aún tenemos la oportunidad de recuperar los ecosistemas marinos al año 2050 con un esfuerzo internacional coordinado5. Mejores políticas públicas y más ejercicios de Planificación Espacial Marina (MSP en inglés), podrían ser clave para lograr este objetivo27-29. A nivel internacional, se han propuesto una serie de soluciones para ayudar a la vida marina en estas circunstancias, una de las más reconocidas es la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) como refugio para especies y ecosistemas12,30-32. Los objetivos de las Áreas Marinas Protegidas pueden incluir otros usos, pero según la Unión International para la Conservación de la Naturaleza (UICN) deben tener como objetivo principal la conservación de la biodiversidad33. En el año 2010, 170 naciones se comprometieron a proteger un 10% de la superficie de todas las ecorregiones del océano en su jurisdicción34.

Gracias a estos tratados, la extensión de las áreas marinas protegidas en el mundo se incrementa a razón de un 8% anual, desde 3.2 millones de Km2 en el año 2000 hasta alcanzar 26.9 millones de Km2 al año 2020, un 7.4% de la superficie del océano5,35(Ilustración 1). Sin embargo, investigadores y conservacionistas critican que la protección legal efectiva, donde se hace manejo con personal en terreno, y las áreas estrictamente protegidas, sólo alcanza un 3.6 % y 2% del océano

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respectivamente36. En línea con estas críticas, se ha demostrado que la creación y manejo efectivo de áreas marinas protegidas ayuda a recuperar la biomasa de pesquerías en las zonas adyacentes e incluso reconstruir cadenas tróficas12,37,38. Además, sus beneficios económicos son cada vez mejor comprendidos y superan considerablemente sus costos 39-41. La protección del océano podría ser la clave para un futuro sostenible y un clima estable, y por eso la Organización de las Naciones Unidas ha declarado la “Década de la Ciencia Oceánica para el Desarrollo Sustentable” desde el 2021 al 2030, con el objetivo de descubrir su verdadero potencial y el alcance del impacto humano en sus aguas42. Hoy, una nueva coalición a la que se sumó recientemente Chile está proponiendo que un 30% de protección del océano para las nuevas metas al 203043.

Ilustración 1. Áreas Marinas Protegidas según año de creación, modificado desde Duarte, et al. 5.

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El Océano y el Cambio Climático

El cambio climático es la amenaza más importante a la que nos hemos enfrentado como sociedad, sus implicancias alcanzan a toda la humanidad, pero también a la naturaleza y los servicios ecosistémicos de los que dependemos44. Después de décadas de presión humana, los océanos se encuentran especialmente vulnerables a los cambios que trae consigo este fenómeno1. Sin embargo, el océano también podría ser parte de la solución, contribuyendo a facilitar la resiliencia de comunidades costeras, mejorando la capacidad de adaptación de ecosistemas y ayudando a mitigar las emisiones de carbono45.

Los impactos del Cambio Climático en el océano

El mar está cambiando rápidamente debido a los efectos del cambio climático2. El planeta está intentando nivelar el carbono atmosférico a costa del pH del mar, el cual recibe hoy 260% más carbono al año que en la década de 196046. Animales y ecosistemas se esfuerzan por lograr adaptarse a estos cambios, modificando el océano como lo conocemos47. Por ejemplo, los modelos prevén que la distribución de peces tropicales se mueva hacia los polos, que el tamaño promedio de los peces capturados disminuya, y que ecosistemas como los arrecifes de coral, desaparezcan48,49. Agregados, estos impactos pueden costarle hasta US$ 428 billones al año a la economía mundial al año 2050, y probablemente están costando una fracción importante de ese valor hoy50.

Los impactos del cambio climático en el mar se distribuyen de forma heterogénea y cada país debe prepararse para enfrentar desafíos específicos a sus características1. A continuación, se describen cuatro importantes efectos del cambio climático y el aumento del carbono atmosférico en el océano.

Acidificación.

El mar absorbe dióxido de carbono como parte del proceso natural de regulación de nuestro planeta49. Este proceso químico ayuda a mantener estable la concentración de carbono en la atmósfera a costa del pH del océano, pudiendo afectar significativamente el equilibrio de ecosistemas marinos como los sistemas de surgencia11 (Ilustración 2). Bajo condiciones naturales, el océano tendría tiempo para almacenar el carbono obtenido de la atmósfera en sedimentos del fondo marino o transformarlo en biomasa51. Hoy, el océano está absorbiendo carbono más rápido de lo que logra almacenar en sedimentos, aumentando su pH en 0.1, lo que implica un aumento del 26 % en su acidez52. La acidificación del mar afecta a todas las formas de vida marina directa o indirectamente53. Los primeros damnificados visiblemente son corales y moluscos, que dependen de un pH básico para formar estructuras de calcio de las que dependen54.

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Ilustración 2. Valores de pH de las aguas superficiales bajo condiciones históricas (1850), actuales (2016) y proyectadas ante un escenario de altas emisiones o RCP8.5 (2100). Modificado desde Ulrich Bähr 11.

Aumento de la temperatura y olas de calor.

El mar no sólo captura carbono mediante procesos químicos, también absorbe calor por mecanismos químicos y físicos que ayudan a regular el clima9,55. El océano hoy está casi un grado centígrado más caliente en promedio que en años previos a la revolución industrial1. Estos cambios de temperatura se distribuyen de forma heterogénea y dinámica en el tiempo, con olas de calor cada vez más comunes y extremas (Ilustración 3)56,57. Los primeros afectados por las olas de calor son nuevamente los corales, que pierden su capacidad fotosintética y mueren lentamente en un proceso de “blanquemiento”58. Los bosques de macroalgas también son afectados por esta situación y en algunas zonas se han perdido poblaciones enteras repentinamente59-61. Por ejemplo, la misma especie predominante en Chile, Macrocystis Pyrifera, ha desaparecido casi por completo de las costas de Tasmania por el calentamiento del mar, y en California sólo queda un 2% de la distribución original de bosques de macroalgas62.

Ilustración 3. Series promediadas globales de variación en el número anual de días que registraron olas de calor entre los períodos 1925-1954 y 1987– 2016 en aguas marinas. Obtenido de Smale, et al. 57.

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Aumento del nivel del mar y los desastres naturales.

El nivel del mar aumenta debido en parte a la expansión térmica del agua por la temperatura, y también al derretimiento de grandes masas de hielo en los polos63. Este cambio físico de los mares ya está modificando drásticamente los patrones de eventos extremos y las condiciones de los ecosistemas costeros que dependen de la interacción entre el agua y la superficie (i.e. intermareales)64. Estos eventos están arriesgando la economía y el bienestar de miles de personas, y amenazan la existencia de más de un millar de humedales costeros65. Las comunidades costeras están en riesgo, especialmente en pequeñas islas y en las zonas expuestas a desastres naturales66-68. Se estima que el nivel del mar suba entre 0.6 y hasta dos metros al 210069,70.

Ilustración 4. Incremento del nivel del mar en metros según escenario de emisiones (RCP) en períodos de 20 años (2046-2065 y 2081-21000). Obtenido de IPCC 1.

Desoxigenación.

El océano pierde oxígeno por dos causas, ambas originadas en acciones humanas. La primera es el consumo por respiración, principalmente por microorganismos que intensifican su actividad con la eutrofización causada por un exceso de nutrientes71. Estos nutrientes normalmente provienen de la agricultura (N y P), y por lo tanto pueden ser controlados. La otra causa es global y difícil de gestionar: el aumento de la temperatura del agua por el calentamiento global, que afecta los mecanismos y procesos de circulación del oxígeno en el océano, disminuyendo su disponibilidad en algunas zonas del mar (Ilustración 5)72. Las “zonas mínimas de oxígeno” (ZMO), lugares donde no hay suficiente oxígeno para la mayoría de las formas de vida, están expandiéndose, afectando primero a las especies que habitan el fondo marino (bénticas)73.

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Ilustración 5. Predicción de cambio en las concentraciones de oxígeno entre 200 y 600 m de profundidad al año 2100, basadas en el escenario CP 8.5 “business as usual” de la IPCC. Obtenido de Levin and Breitburg 74.

La contribución de los ecosistemas marinos a la resiliencia, adaptación y mitigación del cambio climático.

El océano ofrece Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) para la adaptación y mitigación del cambio climático que aún no están siendo completamente explotadas8. La mitigación del cambio climático, a través de la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera, es el esfuerzo más eficiente para proteger el futuro de la humanidad y la sustentabilidad del planeta en que vivimos44. Los ciclos del carbono son complejos, pero claramente dependientes del océano porque captura 2.5 GtC al año (44% de toda la captura anual en el planeta), y al menos un 85% de todo el carbono del planeta se acumula en el mar (Ilustración 6)46. El carbono marino se distribuye mayoritariamente disuelto en el agua, pero también en sedimentos del fondo y como parte de la biomasa vegetal y animal49,75. El carbono efectivamente almacenado a largo plazo se encuentra en sedimentos del fondo marino, en el que llega disueltos a grandes profundidades del mar, así como también en el que es almacenado en biomasa de poblaciones estables en el tiempo76,77.

El océano tiene más de un mecanismo para capturar dióxido de carbono, incluyendo la recepción de carbono desde ecosistemas terrestres a través de ríos, pero uno de los más importantes es el intercambio químico que se produce entre la superficie del mar y la atmósfera78-81. Otro mecanismo importante es a través de la producción primaria (fotosíntesis) de organismos vegetales que intercambian O2 por el CO2 disponible82,83. El fitoplancton es el productor primario más importante en el mar, con grandes concentraciones en los sistemas de surgencia, pero también destacan ecosistemas costeros como los bosques de macroalgas, manglares, praderas submarinas y marismas84,85.

El océano podría incrementar su capacidad natural de mitigación si es manejado estratégicamente para este fin, pudiendo aportar hasta un 21% de los esfuerzos requeridos para mantener el calentamiento debajo de 1.5 grados Celsius1,45. Muchos de los mecanismos bioquímicos de captura y almacenamiento de carbono en el mar son afectados por actividades humanas (Ilustración 7)86,87. Por ejemplo, la caza excesiva que llevó a las ballenas cerca de la extinción hace algunas décadas puede haber tenido un impacto significativo en la producción primaria del mar, el transporte y decantación de carbono88. Un uso sustentable de los recursos marinos, especialmente en las pesquerías, y la

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protección de ecosistemas costeros más importantes, son acciones concretas que pueden potenciar la mitigación en el mar.

Ilustración 6. Ciclo del Carbono, modificado de Friedlingstein, et al. 46.

Ilustración 7. Mecanismos bioquímicos de captura y almacenamiento de carbono en el mar, modificado de Lutz, et al. 89.

Además de ofrecer una oportunidad para la mitigación, el manejo sustentable de los mares ayuda a la adaptación de ecosistemas marinos al cambio climático, y fortalece la resiliencia de las comunidades costeras que dependen de sus recursos7. En la mayoría de los casos, la resiliencia de

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comunidades humanas dependientes del mar está supeditada a la capacidad de adaptación de los ecosistemas marinos90,91. Las áreas marinas protegidas se alzan como una solución porque mejoran la capacidad de resiliencia y adaptación de los ecosistemas marinos y de las pesquerías adyacentes92. Los ejemplos de riesgos que pueden ser reducidos protegiendo a algunos ecosistemas marinos son variados: Muchas pesquerías globales mal manejadas podrían no ser capaces de adaptarse al cambio climático, dejando un vacío en cadenas tróficas y en los medios de sustento de comunidades costeras47,93. La pérdida de algunos ecosistemas puede aumentar el riesgo en países más vulnerables por una escasez de nutrientes, un aumento de los desastres naturales, enfermedades y parásitos94,95. Los servicios culturales, de recreación y turismo también están en riesgo, especialmente en regiones tropicales53.

Horizonte de captura de carbono Basado en Krause-Jensen and Duarte 96 y Herzog, et al. 97

El carbono azul debe ser eliminado de los ciclos atmosféricos de carbono a largo plazo (100+ años) para poder ser contabilizado como una mitigación efectiva. Siguiendo este criterio, el carbono en biomasa de poblaciones estables, así como también en sedimentos marinos, es almacenado a largo plazo.

El carbono disuelto en el océano puede volver a los ciclos atmosféricos, pero cuando el carbono se sumerge a grandes profundidades puede tardar cientos o miles de años en volver a la superficie, secuestrando efectivamente el carbono para fines de mitigación del cambio climático.

La profundidad a la que llega el carbono determina su permanencia en el mar. Se estima que 1.500 metros de profundidad podría ser el horizonte de secuestro de carbono efectivo, ya que ahí se retiene hasta el 90% del carbono sumergido por más de 100 años. Sin embargo, este valor es sólo una referencia, ya que el tiempo de permanencia según profundidad depende de otras condiciones biogeoquímicas.

a. Ecosistemas de Carbono Azul

El concepto de carbono azul refiere al carbono capturado y almacenado por el océano y ecosistemas costeros en el largo plazo (siglos o milenios)84. El término fue acuñado para referirse a la contribución desproporcionada a la captura de carbono de algunos ecosistemas costeros como los manglares, praderas marinas y marismas98. El interés global en los ecosistemas de carbono azul nace de su potencial para contribuir a mitigar el cambio climático, así como también de los múltiples beneficios en términos de adaptación y resiliencia, asociados a su manejo sustentable y protección99. El Carbono azul ha atraído el interés de académicos y ONGs, pero también de gobiernos y privados, fomentando el desarrollado de proyectos asociados a su protección y recuperación, con un fuerte énfasis en manglares100,101. Los criterios más importantes que debe cumplir un ecosistema de carbono azul son

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una escala de captura relevante y el almacenamiento de carbono en el largo plazo, aunque también dependen de las opciones de adicionalidad existentes (Tabla 1 e Ilustración 8)102.

Manglares, praderas y marismas, los ecosistemas más reconocidos por su contribución al carbono azul, dependen de la fotosíntesis para capturar carbono; y si bien no son necesariamente los más productivos, se diferencian de otros ecosistemas porque capturan el carbono en sedimentos directamente debajo de su capa vegetal103. El carbono almacenado en dichos sedimentos se mantiene por cientos o miles de años, contribuyendo efectivamente a reducir la cantidad de carbono disponible para regresar a la atmósfera104. La degradación o pérdida de estos ecosistemas implica la liberación del carbono almacenado en su biomasa, y también en sus sedimentos, contribuyendo significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero21. Estos ecosistemas ya están incluidos en los lineamientos para contabilidad de carbono del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), con factores de emisión de cambio de uso de suelo definidos [CO2, metano y óxido nitroso]105. De esta forma, es posible estimar fácilmente su secuestro efectivo de carbono en el largo plazo, incluirlo en la contabilidad de países para sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) o acceder a financiamiento a través del mercado de carbono106. Otros ecosistemas marinos también contribuyen a la acción climática, pero tienen ciclos de carbono más complejos que dificultan la estimación de sus aportes en el largo plazo y la contabilidad del carbono107.

Los beneficios asociados a la protección de estos ecosistemas costeros son especialmente relevantes para la resiliencia de comunidades costeras y la capacidad de adaptación de los mares frente al cambio climático108. Por ejemplo, la protección que ofrecen frente a marejadas y eventos climáticos extremos ha sido cuantificada en miles de millones de dólares, especialmente por su aporte en islas y zonas costeras de bajo relieve109. Estos ecosistemas costeros son también hábitat de cría de peces, invertebrados y fauna marina de la que dependen las pesquerías globales110. Sirven como filtro de contaminantes y exceso de nutrientes en el agua, y tienen además un valor cultural y económico importante para las comunidades costeras que están asociadas a sus recursos111. Aun así, muchos de estos hábitats están desapareciendo rápidamente debido a la acción humana21,112.

Tabla 1. Evidencia para la consideración como ecosistemas de carbono azul. Adaptada de Lovelock and Duarte 98.

Criterios para la consideración como ecosistemas de carbono azul

Escala significativa de emisiones o secuestro de GEF

Almacena carbono a largo plazo

Existen impactos antropogénicos indeseados en el ecosistema

Manejable para aumentar o mantener elcarbono secuestrado o reducir emisiones.

Las intervenciones no generan impactos ambientales o sociales negativos.

Se alinea con políticas internacionales de mitigación y adaptación.

Manglares Sí Sí Sí Sí ? Sí

Marismas Sí Sí Sí Sí ? Sí

Praderas marinas Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Macroalgas Sí ? Sí Sí ? Sí

Llanuras de marea ? ? Sí ? Sí Sí

Salares costeros ? ? Sí ? ? ?

Arrecifes de ostras No ? Sí No Sí Sí

Fitoplancton Sí ? ? ? ? No

Arrecifes de coral No No Sí No ? Sí

Fauna marina No No Sí No ? No

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Ilustración 8. Distribución ilustrativa de los principales ecosistemas que capturan carbono en el mundo, traducido de Filbee-Dexter and Wernberg 113.

a1. Manglares

Los manglares son los únicos arboles capaces de sobrevivir en agua salobre, asentándose en las zonas intermareales de las costas tropicales y subtropicales del planeta114. La concentración de carbono en manglares se estima en 361 Mg C Ha-1 en el primer metro de sedimentos, aún mayor que en bosques tropicales y superado sólo por suelos de permafrost115. Estos ecosistemas llegaron a cubrir 200,000 Km2 de superficie en el pasado, y son esenciales para la biodiversidad y pesquerías ya que proveen un hábitat protegido para el desarrollo de peces e invertebrados juveniles23,116. Además, sirven de barrera para marejadas y tsunamis valorizada en al menos US $82 billones, y se estima que capturan y almacenan a largo plazo hasta 24 Tg C al año117,118. Los manglares hoy cubren cerca de 83,500 Km2,menos de la mitad de su distribución histórica, y su deforestación para la expansión de infraestructura costera implica la liberación de ∼7.0 Tg CO2e al año 119-121.

Los manglares han sido el objetivo de la mayoría de los proyectos de carbono azul en el mundo, por su contribución a la mitigación, pero también por sus claros beneficios al bienestar de las comunidades costeras cercanas y la facilidad para visibilizar su estado de conservación122. Muchos de estos proyectos se asocian a esfuerzos de protección, acción que no sólo contribuye a mantener su capacidad de captura de carbono, sino que además retiene los sedimentos que este ecosistema acumula debajo de su capa vegetal. La rehabilitación de manglares puede también ser efectiva, recuperando biomasa en 20-25 años, pero el carbono perdido de los sedimentos es casi imposible de recuperar en escalas de tiempo humanas123. En la mayoría de los casos, estos proyectos se han financiado con fondos públicos, aunque en algunos casos se ha podido demostrar y contabilizar la

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mitigación lograda para movilizar financiamiento a través certificados de carbono y REDD+124. La incertidumbre de poder financiar proyectos de carbono azul para manglares en el largo plazo continúa siendo una preocupación100,125.

a2. Praderas marinas

Las praderas marinas (seagrass), se desarrollan en zonas calmas de baja profundidad donde también almacenan materia orgánica en sedimentos126. Se distribuyen en climas tropicales y templados, reconocidas por ser la principal fuente de alimento de tortugas, manatíes y dugongs, pero también sirven de hábitat y zona de cría para especies que alimentan muchas pesquerías127,128. Se estima que capturan 27 TgC al año y que 19.9 PgC están almacenados en aproximadamente 450,000 Km2 de praderas marinas en el mundo129. Aparte de su contribución a la captura de carbono en sedimentos y biomasa, las praderas marinas exportan carbono disuelto en el mar y podrían contribuir aún más de lo previamente estimado a la mitigación del cambio climático130. Se caracterizan por tener una gran variabilidad en su capacidad de almacenamiento de carbono, por lo que puede no ser recomendable usar valores globales para estimar el carbono almacenado en cada lugar131.

Estos ecosistemas son reconocidos por su capacidad de filtrar contaminantes en las aguas, pero también por su vulnerabilidad a las alteraciones del ambiente24. Están amenazados por el cambio de uso de suelo en el borde costero, daños mecánicos asociados a la pesca, así como por alteraciones químicas y biológicas en su entorno132. Se estima que ya se ha perdido un tercio de la superficie de las praderas marinas a nivel global133. Las praderas marinas han sido objeto de algunos proyectos de carbono azul con adicionalidad en la captura de carbono demostrada, principalmente en zonas tropicales 122,134. La mayoría de estos proyectos han estado asociados a la restauración, financiada para fines de investigación o como proyectos piloto por organizaciones internacionales, pero ya cuentan con un estándar de contabilidad para mercados voluntarios 135-137.

a3. Marismas

Las marismas (salt marsh) se desarrollan como humedales costeros con plantas herbáceas, comúnmente en deltas de ríos donde se mezcla agua salobre y dulce138. El carbono aquí es almacenado en forma de turba o en sedimentos debajo de la capa vegetal en forma muy similar a las turberas, capturando cerca de 33 Tg C al año139. Las marismas se distribuyen en mayores latitudes que los manglares y praderas marinas, pero pueden ser encontradas incluso en zonas tropicales como el norte de Australia140. Son de especial importancia para el desarrollo de algas y el hábitat preferido de muchas aves, incluyendo especies migratorias141,142. También proveen servicios ecosistémicos asociados al turismo y al filtrado de aguas143.

A pesar de su valor, variados intereses humanos presionan por transformar marismas en suelo agrícola, industrial o urbano, y ya muchas marismas han sido desecadas o rellenadas144. Se estima que hasta la mitad de todas las marismas globales se han perdido por actividades antropogénicas, quedando 54,900 Km2 según estimaciones conservadoras140,145. Los proyectos que han podido movilizar financiamiento climático para proyectos de carbono azul en marismas se centran en esfuerzos de restauración, financiados como pilotos o proyectos de investigación146,147.

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b. Arrecifes de coral

Los corales son animales coloniales que suelen forman estructuras de carbonato de calcio148. Son reconocidos por soportar una increíble densidad y diversidad de vida marina, conteniendo hasta un 10% de los peces del mundo149. Estos ecosistemas cubren 284,300 Km2 a nivel global y se agrupan en grandes formaciones (arrecifes), especialmente en zonas tropicales, pero también pueden ser encontrados en menor densidad en climas templados150. Son especialmente importantes para comunidades costeras adyacentes ya que proveen alimentos y producen biomasa para pesquerías locales en grandes cantidades151. Además, son importantes como protección contra marejadas, forman parte de una conexión ancestral de los pueblos originarios costeros con el mar y producen US$ 36 billones al año a través del turismo152. La principal amenaza a los corales es el cambio climático, la mayoría de los arrecifes se encuentran en distintos grados de blanqueamiento por culpa de las olas de calor marinas, aunque algunas especies invasoras también pueden ponerlos en riesgo153,154.

Los corales tienen una gran producción primaria en la que capturan carbono, pero liberan CO2 en el proceso de formación de carbonato de calcio, por lo que su aporte neto a los ciclos del carbono aún no está claro, pero se estima menor155. Sin embargo, son especies clave para la adaptación al cambio climático, influyendo en la supervivencia de muchas otras especies frente al cambio climático y especialmente relevantes para la resiliencia humana143. Por lo tanto, si bien los corales no son considerados ecosistemas de carbono azul porque no está demostrada su contribución a la mitigación, existe una variedad de esfuerzos de conservación y restauración de corales en el mundo156.

c. Bosques de macroalgas

Los bosques de macroalgas (Kelp) están generalmente compuestos por grandes extensiones de algas del orden Laminariales o Macrosystis157. Son ecosistemas antiguos que se originaron probablemente hace entre 5 y 23 millones de años, y se estima que cubren 3,500,000 Km2, un área mayor que la de marismas, manglares y praderas marinas combinadas158,159. Reconocidos por su rápido crecimiento, algunas especies de los géneros Macrocystis o Nereocystis pueden crecer hasta medio metro al día, llegando a alturas de 30 y hasta 80 metros160. Son probablemente el primer candidato para ser incluido a los ecosistemas de carbono azul por su escala y características (Ilustración 9)161. Aquí, un poco del carbono capturado es acumulado en la biomasa vegetal, la mayoría es movilizado en cadenas tróficas y un 43% se exporta a otras zonas del océano como carbono disuelto y trozos de alga162,163.

Los bosques submarinos han sido parte de la historia de la humanidad, proveyendo medicina y alimentos a nuestros antepasados164. Gracias a su gran producción primaria, estos ecosistemas son hábitat de cría y desarrollo de peces, mamíferos e invertebrados en grandes cantidades165,166. Son, por lo tanto, esenciales para la salud de las pesquerías asociadas, pero también pueden proveer alimentos y materia prima para productos químicos o médicos167,168. Sirven además de filtro para contaminantes o exceso de nutrientes en las aguas169. Se estima que los bosques de macroalgas proveen, al menos,entre US$ 500,000 y 1,000,000 por kilómetro de costa en servicios ecosistémicos170. A pesar de suinnegable valor, los bosques de macroalgas han sido incrementalmente amenazados por la acciónhumana en los últimos años113. Además del impacto antropogénico, el cambio climático ha afectadorepentinamente a estos ecosistemas, provocando incluso la desaparición de ecosistemas completosen algunos casos, sin dar tiempo a una respuesta de manejo171,172. Se ha detectado que un 38% de lasecorregiones con datos de macroalgas están perdiendo parte de su distribución a ratios de hasta un18% al año, principalmente debido a la extracción insustentable162.

16 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Las algas se han revalorizado por su valor nutritivo y aplicaciones en químicos y productos médicos173. Existe hoy en día una industria de extracción de algas salvajes que domina los mercados de América y Europa, y otra de acuicultura de algas en ambientes naturales controlados, mucho más desarrollada en países asiáticos como China, Indonesia, Korea y Japón174. Ambas industrias han sido criticadas por sus impactos ambientales, pero la extracción es especialmente compleja por las dificultades de regulación y manejo sustentable175-177. Por otro lado, las macroalgas cultivadas pueden ser integradas en un sistema de acuicultura multi-trófico, filtrando el exceso de nutrientes de la acuicultura del cultivo de peces178,179. La acuicultura de macroalgas, bajo condiciones de manejo óptimas, podría ofrecer algunos de los servicios ecosistémicos de bosques naturales, y contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático180,181.

La industria asociada a las macroalgas presenta también un gran potencial para ayudar a la mitigación del cambio climático si es manejada sustentablemente y sus productos finales no regresan el carbono a la atmósfera182. Algunos usos innovadores de estas algas podrían tener importantes beneficios climáticos, por ejemplo, el desarrollo de biocombustibles que no tienen tantos problemas de uso de suelo, y podrían ayudar a reducir el uso de combustibles fósiles si son combinados con captura y almacenamiento de carbono (CCS)183,184. Otro uso alternativo es como fertilizantes para suelos agrícolas o forestales, especialmente en forma de biochar, que potencian el secuestro de carbono en ecosistemas terrestres185-187. También podrían ser utilizados como alimento para ganado, con un alto contenido de prebióticos que mejoran la salud de los animales, y ayudan a reducir significativamente las emisiones de metano de los animales, otro importante gas de efecto invernadero188,189.

Ilustración 9. Comparación de la superficie (en millones de Km2), captura anual (en teragramos de carbono al año) y el carbono total acumulado en sedimentos (en petagramos de carbono en el mundo). El signo de pregunta denota que no existe una cifra certera del carbono almacenado en sedimentos proveniente de macroalgas. Fuente: Elaboración propia con datos de Duarte, et al. 159.

En resumen, los bosques de macroalgas son, al igual que los ecosistemas reconocidos de carbono azul, un aliado clave para la mitigación, pero también para la adaptación de ecosistemas y la resiliencia

17 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

humana190. Proveen una importante fuente de servicios ecosistémicos, hábitat clave para muchas otras especies, y también pueden ser manejados, protegidos y restaurados25. La diferencia radica en que los bosques de macroalgas se forman sobre una superficie rocosa y no almacenan carbono en sedimentos, sino que lo exportan por grandes distancias, a veces cientos o miles de kilómetros191,192. El carbono exportado así es difícil de cuantificar: Mucho termina volviendo a la atmósfera o a los ciclos del carbono, otra parte es donada a sedimentos de ecosistemas costeros que lo almacenan193. La cantidad de carbono exportado que termina en sedimentos depende de condiciones locales de cada bosque, por ejemplo las especies de algas presentes, temperaturas, topología del fondo, vientos y corrientes marinas163. Según las primeras estimaciones globales, las macroalgas son el ecosistema costero que más carbono captura en el planeta [173 Tg C año-1], más que la combinación de marismas, praderas marinas y manglares96. Aun pudiendo estimar el secuestro efectivo de largo plazo, su contabilidad es compleja: Cuando el carbono se almacena en sedimentos del fondo marino en aguas internacionales o en un segundo país, es difícil definir a quién atribuirlo194. La ciencia avanza en entender este importante mecanismo, los mecanismos de contabilidad tendrán que adaptarse y cada vez hay más interés en su manejo98.

d. Fitoplancton y sistemas de surgencia

Los procesos y piscinas de carbono en el mar abierto son también muy relevantes para la captura de carbono195. El fitoplancton es el principal productor primario del mundo, concentrando casi la mitad de la fotosíntesis global y capturando hasta 37 billones de toneladas de CO2 al año196. Microorganismos como las diatomeas tienen una increíble producción primaria y se encuentran en casi todos los rincones del océano. Son el comienzo de gran parte de las tramas tróficas del océano, produciendo alimento para zooplancton, peces, cetáceos e invertebrados197. Se concentra en los sistemas de surgencia, zonas donde aguas con gran densidad de nutrientes estimulan una increíble producción primaria198. Estos sistemas dependen de condiciones específicas y son muy influenciados por la variabilidad climático (e.g. El Niño – ENSO), dándose con especial intensidad en cinco costas planeta que apuntan al oeste199. Estos cinco sistemas de surgencia más importantes concentran casi un cuarto de todas las capturas de peces del planeta y secuestran una gran cantidad de carbono.

Los sistemas de surgencia no están libres de los efectos del cambio climático, pero son considerados relativamente resilientes por su gran variabilidad intrínseca en términos de pH y oxígeno200. Se espera que los cambios climáticos, especialmente los asociados a un aumento de los vientos, intensifiquen los sistemas de surgencia201. Esta intensificación podría aumentar las condiciones de anoxia en el mar, afectando a pesquerías y reduciendo la resiliencia de otras especies202. Los sistemas de surgencia no han sido incluidos como ecosistema de carbono azul por la complejidad de los ciclos de sus ciclos de carbono: Es casi imposible calcular cuánto del carbono que capturan termina realmente en sedimentos del fondo océano y es efectivamente almacenado a largo plazo84. Además, son un sistema muy complejo que difícilmente podría ser manejado por acciones de conservación o restauración. En el futuro, cuando los océanos sean mejor comprendidos, los sistemas de surgencia probablemente revelarán su enorme rol en el secuestro de carbono.

18 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

e. Sedimentos y fiordos

Gran parte de la materia orgánica del mundo, y por lo tanto el carbono, termina en los fondos marinos203. Es imposible entender a los sedimentos como algo aislado: El carbono que almacenan proviene en muchos casos de los sistemas de surgencia asociados, y de otros productores primarios costeros e incluso terrestres204. Los sedimentos difieren de los ecosistemas presentados anteriormente porque son independientes de procesos biológicos locales para su ciclo de carbono, por lo tanto, no pueden ser manejados para maximizar su capacidad de secuestro y almacenamiento205. El carbono almacenado en sedimentos se conserva a largo plazo, pero puede ser alterado por fuerzas mecánicas humanas derivadas, por ejemplo, de la pesca o la minería76.

Las fosas abisales que se hunden a mayor profundidad en el océano podrían ser una especie de embudo, concentrando incluso mayores cantidades de carbono. Se ha identificado también la importancia del carbonato de calcio acumulado en esqueletos de corales o conchas, los que contienen grandes cantidades de carbono155,206. Los fiordos son especialmente importantes porque concentran hasta cinco veces más carbono en sus sedimentos, y a diferencia de los sedimentos del fondo del océano, están estrechamente vinculados a procesos climáticos que ocurren en su entorno sobre la tierra, y se ven afectados también por actividades como la acuicultura (ver recuadro “Flujos de carbono, conexión mar y tierra”)207. La protección de los sedimentos en fiordos y las zonas del mar con mayor concentración de carbono puede ayudar a preservar ese carbono lejos de la atmósfera por más tiempo208.

f. Biomasa de vertebrados marinos y las cadenas tróficas

Los vertebrados marinos son uno de los recursos pesqueros más importantes, pero también son pieza fundamental de los ciclos del carbono en el mar (Ilustración 10)6,209. Si bien su biomasa es poco significativa en términos de carbono, contribuyen sustancialmente al ciclo de nutrientes que sostiene la producción primaria y movilizan carbono, ayudando a sepultar una porción en el fondo oceánico (Ilustración 7)82. La contribución directa de los vertebrados a la captura es difícil de calcular porque depende de un sistema complejo de relaciones tróficas, migraciones y degradación de materia orgánica210.

Faltan años de investigación para poder trazar los flujos del carbono en el mar e incluirlo en la contabilidad internacional211. Sin embargo, su contribución a la mitigación y adaptación al cambio climático es innegable212. El mayor potencial yace en mantener una pesca sustentable, conservando carbono en la biomasa y manteniendo el funcionamiento de las bombas bioquímicas que movilizan el carbono en el mar213. Otra opción interesante es la de proteger a especies clave como los carnívoros que están más alto en la cadena trófica, o las ballenas, quienes ayudan a movilizar nutrientes para la sustentabilidad de los ecosistemas a los que están asociados (Ver recuadro de “Whale Carbon”)214-217.

19 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Whale Carbon – Carbono de ballenas Información obtenida de Chami, et al. 218, Roman, et al. 219 y Alvarado-Rybak, et al. 220

Estudios científicos recientes posicionan a las ballenas como uno de los principales engranajes en la ingeniería de los ciclos del carbono en el mar. Una ballena promedio acumula en su cuerpo 33 toneladas de CO2, equivalente al carbono capturado en 1,653 árboles, que luego sepulta en el fondo marino al morir. Aun así, su contribución es mucho mayor porque potencian el desarrollo del fitoplancton, responsable de la mitad del carbono capturado en el planeta. Un mecanismo de transporte de nutrientes se produce por su movimiento vertical al sumergirse a aguas profundas y volver a respirar, denominado “bomba de ballenas” o “whale pump”. Al migrar, las ballenas transportan nutrientes (N, P y Fe) a lo largo del océano, conectando los polos con los trópicos en lo que se conoce como la “cinta transportadora de ballenas” o “whale conveyor belt”.

Las poblaciones de ballenas se están recuperando lentamente de la caza industrial en décadas pasadas, y aumentar los esfuerzos para conservarlas podría ser clave también para la acción climática. Varamientos masivos se han hecho comunes en los últimos años, aunque las causas son aún desconocidas. Científicos proponen que la recuperación de la población de ballenas desde los 1,3 millones actuales a los cinco millones originales podría aumentar el fitoplancton en un 1%, capturando el carbono equivalente a dos billones de árboles adultos. Estos beneficios, sumados a una industria global de avistamiento de ballenas de US$ 2 billones, y a su contribución a mantener la cadena alimentaria de pesquerías, las convierten en un bien público que merece nuestra atención.

Ilustración 10. Influencia de las ballenas en los ciclos del carbono.

20 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

El océano en las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC).

Las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) son los compromisos de cada país para la mitigación y adaptación al cambio climático bajo el Acuerdo de París de la UNFCCC221. La mayoría de los 197 países miembro del acuerdo presentaron sus primeras NDC en el año 2015222. Si bien esta versión inicial de sus NDC sentó un precedente para la acción climática, los compromisos estuvieron por debajo de lo requerido para cumplir con los objetivos del acuerdo y mantener el aumento de la temperatura bajo 2°C 223. No todas estas primeras NDC incluyeron al océano porque cada país es libre para diseñar y proponer sus compromisos.

Los compromisos climáticos de cada país deben ser actualizados cada cinco años según lo establecido en el marco del acuerdo. Seis países han presentado NDCs con compromisos nuevos o actualizados hasta abril del año 2020224. De estos países, dos ya incluían al océano en sus versiones anteriores [Islas Marshall, Surinam], y tres no los incluyeron en ninguna de sus versiones [Japón, Moldova y Noruega]. Chile no mencionaba al océano en su NDC del 2015, pero sí lo incluye para el 2020 bajo el concepto de “Integración”, transversal a adaptación y mitigación225,226.

En mayo del año 2020, la mayoría de los 74 países que incluyen al océano en sus NDC lo hacen en el componente de adaptación [64], y sólo 30 países en alguna medida de mitigación (Ilustración 11)227. Hay un grupo excepcional de 10 países que consideran al océano para ambos componentes de adaptación y mitigación. Los dos mecanismos mencionados para contribuir a la mitigación y adaptación son la protección y restauración de ecosistemas marinos costeros. Sin embargo, ningún país especifica metas o contribuciones de mitigación concretas desde el mar.

Cinco países incluyen el concepto de carbono azul en sus compromisos de mitigación [Bahréin, Filipinas, Arabia Saudita, Seychelles y Emiratos Árabes Unidos]. En estas cinco NDC se mencionan manglares, reconociendo brechas de información en términos de mitigación y oportunidades para ser incluidos dentro del marco financiamiento climático para bosques (REDD+). En dos se mencionan además praderas marinas por sus potenciales beneficios de captura de carbono. En este marco, Arabia Saudita es el primer país que se compromete a implementar un proceso de planificación y manejo costero zonificado.

Ilustración 11. Inclusión del océano en los compromisos de mitigación, adaptación o ambos en las NDC de cada país. El círculo verde denota los países que han actualizado sus NDC 2020. Fuente: Elaboración propia desde datos de la UNFCCC al 19 de abril del año 2020.

21 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Oportunidades de carbono azul en Chile

Las extensas costas del mar de Chile incluyen una intrincada geografía, fiordos, canales e islas, hogar de diversos ecosistemas. Los ecosistemas marinos más estudiado en el mundo, manglares y arrecifes de coral, no existen aquí por el clima templado del país y el efecto de la corriente de Humboldt. En estas aguas cargadas de nutrientes se puede encontrar una riqueza biológica distinta: Extensos bosques de macroalgas, corales de agua fría y marismas; además de ricos sistemas de surgencia, gran biomasa de peces y especies bentónicas. Las oportunidades para gestionar el carbono de estos ecosistemas dependen de su escala, opciones de manejo existentes y de la información disponible (Tabla 3). En todos estos ecosistemas chilenos existen brechas de información que limitan las acciones de manejo y la obtención de financiamiento. Por ejemplo, los mapas de distribución de ecosistemas costeros sólo abarcan parte de su extensión en Chile y no incluyen praderas marinas140,228,229 (Ilustración 13).

A continuación, se presentan y analizan las oportunidades más interesantes para la acción climática en el mar de Chile:

Macroalgas. Recomendación: Máxima prioridad. Los bosques de macroalgas forman el ecosistema costero predominante en toda la costa de Chile y son el primer candidato para la acción climática en Chile230,231. Son además una de las nueve recomendaciones de la mesa de océanos por su contribución potencial a los compromisos climáticos del país232. Las macroalgas más importantes son Lessonias y Macrocystis (Huiros), además de la Durvillaea Antactica (Cochayuyo). Otras macroalgas de importancia, aunque no crean bosques sino más bien praderas, son la Gracilaria Chilensis (Pelillo), Sarcothalia Crispata (Luga negra) y Gigartina Skottsbergii (Luga roja). Las macroalgas forman hábitat, zonas de reproducción, y además son la base de una cadena trófica que alcanza a muchas especies en Chile233-236. Han sido parte de la cultura del país por cientos o miles de años, con ejemplos de fuentes de alimentación tradicionales como el cochayuyo que persisten hoy237,238.

Un estudio reciente de mapeo satelital de macroalgas, que identificó sólo algas visibles desde la superficie intermareal, calcula una superficie mínima de macroalgas en Chile de 5,600 Km2 228. De estos, casi el 99% se encuentra distribuido en las zonas de Chiloé (687 Km2) y los fiordos y canales patagónicos (4,842 Km2). Si bien las zonas centro y norte de Chile tienen una menor extensión, estos valores no consideran las pérdidas de años de extracción insustentable de macroalgas que pueden haber reducido la superficie de algas visibles en esas zonas239,240.

Su potencial de secuestro mínimo estimado sería de 264,880 tC al año, usando la extensión conocida y valores promedio de secuestro modelados a nivel global96. Una cantidad menor de este carbono es almacenada en biomasa, mientras que la mayoría es exportada a través de cadenas tróficas, trozos de alga y carbono disuelto en el agua a sedimentos marinos241,242. El carbono producido cerca de los fiordos podría ser sepultado en los sedimentos de esas mismas formaciones, presentando una oportunidad de mitigación conjunta entre fiordos y bosques de macroalgas que debiese ser protegida243,244. Si nos basamos en la información existente, sólo 4.2 Km2 de las macroalgas chilenas, menos de un 1% de la extensión descrita por Mora-Soto, et al. 228 se encuentra dentro de áreas marinas protegidas (no incluye extensión marina de áreas protegidas terrestres)35. A pesar de esto, la

Ilustración 12. Distribución de

macroalgas y marismas.

22 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

mayoría de las macroalgas de la zona sur patagónica se encuentra en buen estado de conservación, a diferencia de las zonas centro y norte del país que han sido sobreexplotadas245.

La mayor amenaza para las macroalgas es el aumento de la extracción insustentable que comenzó en las zonas centro y norte, extendiéndose hacia el sur246. La extracción ilegal y el “barreteo”, técnica que extrae toda el alga impidiéndole volver a crecer, son grandes problemas. Las extracciones legales registradas en Chile crecieron desde 120,000 a casi 400,000 entre los años 2000 y 2014, dominadas por extracciones en la región de los lagos, con el “pelillo” conformando más del 95% del total247. Desde entonces, la extracción ha bajado por la condición de sobreexplotación de estos ecosistemas, la Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA) ha reconocido su valor para las pesquerías y como recurso extractivo, tomando acciones para su manejo y sustentabilidad248. Algunos ejemplos de estas acciones son su inclusión en planes de manejo de Áreas Marinas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB), el establecimiento de cuotas y vedas, además de apoyo financiero para la restauración. A pesar de estos esfuerzos, la restauración de macroalgas sigue siendo extremadamente compleja, además de ser cuestionada por su alto costo y baja efectividad. Las medidas de manejo son sin duda un aporte para la preservación de este ecosistema, pero su efectividad aún debe ser estudiada y dependerá en gran medida de las ya insuficientes capacidades de fiscalización249. El cambio climático aún no ha sido una amenaza para las macroalgas de Chile como en otras regiones del planeta113. Sin embargo, los bosques submarinos que se encuentran sobreexplotados quedan vulnerables a futuros efectos del cambio climático250.

El manejo sustentable de estos recursos ofrece una oportunidad única para Chile en términos de mitigación y también de adaptación al cambio climático236,251. Sus servicios ecosistémicos sólo en el norte del país han sido valorados en, por lo menos, US$ 540 millones252. La oportunidad de mitigación nace de la recuperación y protección de poblaciones de macroalgas que podrían secuestrar y exportar carbono253,254. Desde el punto de vista de la adaptación, uno de los principales beneficios sería una mayor resiliencia de comunidades costeras, asegurando una actividad económica cada vez más valorada. Además, permitiría a los ecosistemas costeros una mejor capacidad de adaptación y crearía refugios en términos de pH y oxígeno, resguardando a muchas pesquerías que dependen de las macroalgas235. La acuicultura de macroalgas es también una oportunidad para reducir la presión sobre las poblaciones naturales255-257. La valorización de usos finales que no devuelvan el carbono a la atmósfera descritos en el capítulo anterior podrían ser claves para potenciar un mercado de carbono para estos ecosistemas258,259.

Además de las brechas para entender el ciclo del carbono que capturan las macroalgas, la principal interrogante a nivel mundial, hay otras brechas de información en Chile260. La primera y más importante es sobre su distribución y biomasa: No existe un esfuerzo nacional sistemático para mapear la extensión y densidad de macroalgas. El estudio global de Mora-Soto, et al. 228 sirve como un acercamiento a su distribución, pero no incluye algas bajo la superficie intermareal, posiblemente subestimando los valores reales. El Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y la Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA) tienen cifras de la biomasa dentro de AMERB que podrían ser unificadas y contrastadas con valores en otras zonas. También se desconoce la superficie que se ha perdido de macroalgas y podría ser recuperada. La restauración no ha sido demostrada factible para muchas especies y es aún costosa e incierta261. La efectividad de distintas acciones de manejo para la cosecha de macroalgas requiere de monitoreo por largos períodos de tiempo, el IFOP y SUBPESCA ya tienen información al respecto que debiese ser estudiada en mayor detalle. El proceso para llenar todos estos vacíos de información requiere de la colaboración de instituciones públicas y la academia262,263.

23 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Praderas marinas. Recomendación: no priorizar. La superficie total de praderas marinas cubre menos de cuatro kilómetros cuadrados229. La mayoría corresponde a la especie Zostera chilensis y se distribuye en algunas localidades de las regiones de Coquimbo y Atacama264. Hay también parches de Ruppia Filifolia en fiordos del sur, con registros relevantes en el Seno Skyring, Región de Magallanes265. Las praderas marinas tienen valor especial al ser un ecosistema único y raro en Chile. Son importantes, por ejemplo, como zona de alimentación para tortugas marinas y potencialmente relevantes para el turismo.

Estos ecosistemas son reconocidos por el IPCC para mitigación dentro del protocolo de humedales105. Basado en su extensión, podrían capturar 552tC al año usando estimaciones globales de la capacidad de secuestro de praderas marinas159. Por su pequeña escala en Chile, los estudios para determinar sus ratios de secuestro y almacenamiento podrían ser más caros que los beneficios de vender bonos en

Tabla 2. Oportunidades de carbono azul en Chile. Fuente: Elaboración propia.

Extensión (Km2) Distribución

Oportunidades para la

adaptación Captura de

Carbono Almacenamiento

de carbono Amenazas Otras

oportunidades

Estado de conservación y

protección

Marismas > 8 Todo Chile Refugios

climáticos para aves.

> 1,744 tC alaño*

Sí. Valores desconocidos.

Contaminación. Pastoreo y

pisoteo. -

Protección comprometida

y en incremento.

Praderas marinas < 4 Concentradas

en el norte

Refugios climáticos para

especies icónicas (i.e. tortugas).

< 552 tC al año*

Sí. Valores desconocidos. Contaminación. -

No protegidas, en peligro de desaparecer.

Macroalgas > 5,600Concentradas en el extremo

sur

Resiliencia de pesquerías y comunidades

costeras. Protección

contra anoxia y acidificación.

> 264,880 tCal año*

Sólo como biomasa. Exportan carbono

orgánico a sedimentos.

Extracción y sobrexplotación.

Eventos climáticos extremos.

Extracción y cultivo

sustentable para usos

finales que no emitan

carbono.

Protegidas en el centro y sur

de Chile.

Fiordos 240,000 Concentradas en el extremo

sur - 10.66 TgC

año-1 Sí. Valores

desconocidos.

Desconocidas. Potencialmente la acuicultura.

Normativas de protección del

carbono en sedimentos y

fiordos.

Muchos en áreas

protegidas. Poco

intervenidos.

Biomasa animal -

Concentrada en sistemas de

surgencia

Sistemas de surgencia como

refugios climáticos.

Ballenas como fertilizadoras del

océano. Pesquerías

saludables para la seguridad alimentaria.

-

Sólo como biomasa. Exportan carbono

orgánico al fondo marino.

Sobreexplotación y pesca ilegal.

Anoxia por cambio

climático. Colisiones de

ballenas.

Protección de pesquerías con

foco en carbono.

Mejora a las medidas de

protección de ballenas.

Muchas pesquerías

sobreexplotadas y algunas al

borde de la extinción.

Poblaciones de ballenas

protegidas y recuperándose

. Sedimentos asociados a sistemas de surgencia

- Todo el mar de Chile

Protección de carbono

almacenado Sí. 36.88 PgC Minería y pesca

de arrastre. - -

Denota brechas de información. Los datos (cuando corresponde) provienen de la mejor estimación existente.

* Estimado desde datos globales promedio de secuestro para el ecosistema y la mejor estimación de extensión existente.

24 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

un mercado voluntario de carbono266. Además, es también necesario identificar cómo las amenazas que pudiesen afectar el carbono almacenado o la capacidad de secuestro, y las acciones que podrían ser financiadas para evitarlo. Independiente de los costos y las brechas de información, tienen potencial para ser agregados con otros ecosistemas para lograr economías de escala.

Marismas. Recomendación: mantener o incrementar prioridad. Las marismas se distribuyen a lo largo de casi toda la costa de Chile en estuarios o mares interiores140. Pueden presentar variación en su ecología según variables macro-climáticas. Están cobrando cada vez más atención en Chile donde el Ministerio del Medio Ambiente comprometió la protección de un mínimo de 30 humedales costeros al 2030 en la nueva NDC de Chile y estableció un plan con miras a proteger todos los humedales que lo requieran267. Sus amenazas históricas asociadas al desarrollo urbano del borde costero están ahora restringidas gracias a la nueva Ley 20.202 de Humedales Urbanos, publicada en enero del 2020. Otras amenazas provienen del pastoreo, pisoteo y la contaminación a la que están expuestas268.

Las marismas tienen el potencial de contribuir significativamente a la mitigación en Chile por su extensión y capacidad de secuestro, han sido recomendadas como un foco de acción por la Mesa de Océanos en Chile, además de ser reconocidas por el IPCC para mitigación dentro del protocolo de humedales105,232. No existen esfuerzos sistemáticos para mapear su extensión, pero estimaciones conservadoras dan un mínimo de 8 Km2, lo que podría significar una capacidad de secuestro de 1,744 tC al año usando estimaciones globales de la capacidad de secuestro de marismas159. Para poder contabilizar sus aportes reales se requieren datos de capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono ajustados a la realidad de las marismas chilenas. Además, es aún necesario identificar cómo sus amenazas afectan el carbono almacenado o la capacidad de secuestro, y las acciones que podrían ser financiadas para evitarlo. Existe poca información sobre las posibilidades de restauración para estos ecosistemas y el efecto de medidas de protección.

Sedimentos y formaciones calcáreas del fondo marino. Recomendación: priorizar investigación. Se estima que los sedimentos de la Zona Económica Exclusiva de Chile, sin contar la zona costera y los fiordos, almacenan 36.88 PgC203. De estos, 13.99 PgC ya se encuentran dentro de áreas marinas protegidas a diciembre del 2019. Los sedimentos del fondo marino no pueden ser entendidos de forma aislada ya que están estrechamente vinculados a la productividad primaria de los sistemas de surgencia que cuales capturan carbono, y las bombas bioquímicas que lo transportan al fondo marino.

Es posible que la protección haya estado sesgada hacia zonas con baja concentración de carbono dado que cerca del 42% del mar chileno está protegido, pero acumulando sólo un 38% del carbono35. Estudios que incluyan más datos primarios y una mejor resolución espacial podrían ser clave para identificar las zonas con mayor concentración de carbono en el mar de Chile y promover su conservación, especialmente frente a amenazas de minería submarina232. Es importante también cuantificar al carbono acumulado en esqueletos calcáreos de conchas o corales de agua fría, especialmente relevantes en Chile por la gran productividad de algunas de estas especies. Además, es necesario identificar el origen del carbono secuestrado: Si proviene de macroalgas cercanas podría ofrecer una oportunidad para proteger la captura y el almacenamiento de carbono en forma conjunta. Una vez identificados, estos sumideros de carbono deberían ser priorizados para su protección.

Fiordos. Recomendación: priorizar. Los fiordos almacenan carbono en sedimentos según descrito en la sección anterior, pero son abordados en una sección aparte por la importancia y la extensión que tienen en Chile77. Los fiordos y canales de la zona sur podrían capturar hasta 10.66 TgC al año, cerca del 11% de las emisiones de carbono antropogénicas del país, según modelos globales207. Gran parte de este carbono proviene de fuentes marinas, y potencialmente de macroalgas cercanas234. Algunos

25 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

estudios indican que otros gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4), deberían ser tomados en cuenta para definir el aporte neto de los fiordos a la mitigación269,270.

Actualmente, la única actividad humana presente en la zona que podría representar una amenaza para el carbono almacenado en sedimentos es la acuicultura271. Algunos estudios han demostrado que la acuicultura de salmónidos puede acelerar el proceso de transferencia del carbono, alterando sus ciclos naturales242. La protección de los fiordos es necesaria para salvaguardar sus sedimentos, así como también la capacidad de secuestro de carbono de los ecosistemas terrestres asociados (ver recuadro “Flujos de Carbono”), ya que aportan significativamente a los esfuerzos de mitigación en Chile272.

Surgencia y el carbono de la cadena trófica. Los ricos sistemas de surgencia de Chile y la gran biomasa que soportan podrían representar importantes piscinas de carbono almacenado273. Además, se estima que transportan grandes cantidades de carbono al fondo marino y otras regiones del océano274. En Chile, la escala y la movilización de carbono a través de estos mecanismos de transporte sido poco estudiadas y requiere de más atención275. Por su complejidad y distancia de la costa, podría ser muy difícil de calcular y gestionar las contribuciones de los sistemas de surgencia y vertebrados a la mitigación del cambio climático. Sin duda, reducir el flujo de contaminantes al mar y mantener las poblaciones de peces en niveles saludables permitiría que los ciclos de carbono naturales funcionen mejor, además de ayudar a la resiliencia y adaptación de otras especies marinas276.

La contribución desproporcionada de las ballenas debe recibir especial atención. Chile es reconocido por ser parte de la ruta migratoria de una gran variedad de especies, incluida la ballena azul, pero no existe un registro sistemático de sus poblaciones y se desconoce la cantidad que visita las costas del país277,278. Su aporte a la mitigación del cambio climático es indirecto, movilizando carbono secuestrado por el fitoplancton al fondo marino, y potenciando la producción primaria del océano. Estos aportes indirectos no son contabilizados en mercados regulados o voluntarios de carbono, sólo el carbono secuestrado y almacenado. Aun así, pueden ayudar a movilizar otras líneas de

Flujos de carbono, conexión entre la tierra y el mar Recopilación de comentarios en proceso de consulta con expertos

Los ciclos de carbono conectan a todos los sistemas en el planeta (ver ilustración 6), y no pueden ser entendidos de forma independiente. La conexión entre la criósfera, la tierra y el océano es el origen de la productividad primaria del mar. Además, una proporción importante del carbono disuelto en el mar y acumulado en sedimentos del fondo proviene de sistemas terrestres. Esta conexión debe ser considerada para evitar una doble contabilidad del carbono, pero también para proponer soluciones de conservación y manejo sustentable que promuevan una visión integral entre estos sistemas.

El punto de conexión más importante yace en los cursos fluviales, que transportan sedimentos ricos en carbono al mar, además de nutrientes. En los fiordos, la importancia de los ecosistemas terrestres es aún más relevante ya que la mayoría del carbono acumulado en los sedimentos de fiordos proviene de bosques y turberas circundantes. Aquí, la mayoría del carbono que llega al mar es efectivamente secuestrado a largo plazo. Para proveer una solución de mitigación efectiva, es crucial proteger las fuentes de carbono en la tierra, así como también los sumideros de carbono en el mar.

26 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

financiamiento por su contribución a los ciclos del carbono, valor turístico y su valoración pública como especies icónicas.

Desde el año 2008, la Ley de Protección de los Cetáceos los protege contra la caza y otros impactos directos. A pesar de esta legislación, algunas actividades humanas siguen siendo una amenaza, como los impactos con barcos, la sobrepesca que afecta sus fuentes de alimento, además de la contaminación química y acústica279,280. El creciente número de varamientos en el sur del país denota una tendencia preocupante que requiere de más atención220. Para poder entender cómo potenciar las contribuciones de las ballenas a la acción climática, debemos primero cuantificar a los individuos que pasan por aguas chilenas. Luego, es importante entender mejor sus amenazas y el beneficio que podrían traer nuevas actividades de conservación. Un ejemplo potencial es la regulación de velocidades y rutas para el transporte marítimo en zonas de mayor concentración de ballenas. Blue Boat Initiative, proyecto del Ministerio del Medio Ambiente en colaboración con fundación Meri, podría proveer información que contribuya a tomar mejores decisiones de manejo, reduciendo riesgos de impacto con barcos.

Ilustración 13. Resumen de iniciativas del gobierno de Chile que ofrecen potenciales sinergias con la acción climática de ecosistemas marinos. En verde, proyectos financiados a través de fondos GEF (Global Environmental Facility), y en azul, proyectos financiados por el gobierno.

27 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Financiamiento climático para la conservación de ecosistemas marinos en Chile

Las acciones de conservación han demostrado ser efectivas para proteger y recuperar la biodiversidad. Las áreas marinas protegidas son un ejemplo importante, especialmente cuando son grandes y estrictamente protegidas, logrando recuperar poblaciones de peces e invertebrados a niveles saludables281. También se ha demostrado la efectividad de esfuerzos de restauración que pueden recuperar el funcionamiento de ecosistemas costeros282. Los beneficios de estas acciones, explicados en secciones anteriores, se extienden a la sociedad a través de servicios ecosistémicos, entre los cuales está su contribución a la adaptación y mitigación del cambio climático283. Sin embargo, las acciones de conservación son costosas y necesitan financiamiento de largo plazo para ser efectivas, especialmente cuando están asociadas a la acción climática284.

El caso de las áreas marinas protegidas es crítico: Han crecido rápidamente en extensión y apoyo, pero están desproporcionadamente desfinanciadas y muchas incluso carecen de personal en terreno36,285. Algunas son la excepción porque reciben un gran flujo de turistas en zonas tropicales o son financiadas por gobiernos de países desarrollados286. La mayoría del financiamiento global proviene, en orden de magnitud, del cobro de entradas a parques y reservas, impuestos a empresas que afectan el mar, concesiones y cuotas transferibles 287. Se estima que el financiamiento ideal para la red global de áreas marinas protegidas comprometidas en los objetivos Aichi podría requerir hasta USD $ 19 billones al año288. En Chile se invierte 329 millones de pesos en áreas marinas protegidas al año 2020289. El costo anual estimado para una operación efectiva de las áreas marinas protegidas chilenas es de 8.384 millones de pesos, una brecha del 96,1%290. El déficit es significativo, muchas áreas no reciben financiamiento alguno y se hace necesario encontrar nuevas líneas de financiamiento para la conservación de ecosistemas marinos291. Una oportunidad importante es gestionar ecosistemas con financiamiento para la acción climática.

La mayoría de las fuentes de financiamiento climático disponibles están asociadas a la mitigación292-

294. En esta línea, existe el potencial para financiar la protección de almacenes de carbono, como porejemplo sedimentos marinos o la biomasa203,207,295. También se puede financiar la restauración deecosistemas que secuestran el carbono y lo almacenan a largo plazo, como las turberas o losbosques136. Además, se pueden financiar acciones para evitar la pérdida de carbono previamentealmacenado (Ilustración 12)21. Para financiar estas actividades, los esfuerzos de mitigación deben serincluidos en el marco del IPCC, estándares nacionales o voluntarios296. Manglares, marismas ypraderas marinas son los tres ecosistemas marinos (carbono azul) recientemente incluidos enestándares del IPCC105.

Agregada, la contribución global de los ecosistemas marinos en términos de mitigación y adaptación podría ser superior a US$ 4 trillones297. En términos de adaptación, la UNFCCC ofrece financiamiento que sólo abarca programas específicos para pequeñas naciones isla298. Aun así, existen oportunidades para incluir los servicios ecosistémicos de ecosistemas marinos para fondos de financiamiento como infraestructura de gestión de riesgos299. Por ejemplo, ecosistemas costeros como las marismas ayudan a proteger la costa de las marejadas300. Además, pueden ser considerados como seguros de largo plazo para preservar recursos marinos para la pesca y acuicultura frente a los efectos del cambio climático301. En esta línea pueden participar inversionistas que están obligados a asegurar la rentabilidad a generaciones futuras como los fondos de pensión: Al reducir los riesgos futuros a la economía, los inversionistas están mejorando rentabilidades de generaciones futuras302.

28 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Ilustración 14. Relación de ecosistemas de carbono azul con los ciclos climáticos en texto blanco y acciones de manejo financiables en flechas verdes. Modificada de Vanderklift, et al. 303.

Existen oportunidades de financiamiento en el mercado voluntario de carbono, por ejemplo, a través de REDD+, VCS y otros sistemas de verificación (Tabla 2). Estos ya han sido utilizados en algunos casos para el manejo y protección de ecosistemas de carbono azul reconocidos por el IPCC, especialmente manglares124. El marcado voluntario de carbono puede ser una opción difícil de rentabilizar debido a la alta competitividad que los hace extremadamente variables y empuja el precio al mínimo, haciendo además difícil valorizar los cobeneficios de los proyectos. Otra opción es un mercado regulado, que aún no existe en Chile y depende de la creación de un marco internacional o de una regulación nacional de reducción de emisiones. En el país, el impuesto verde ha sido modificado para permitir a las empresas adquirir bonos de carbono a partir del 2023. Se espera que estos bonos se transen entre US$ 4 y 5 dólares la tonelada, un valor bajo para el mercado pero que sienta un precedente y un valor mínimo, ayudando a estabilizar los precios.

El fondo verde del clima o “Green Climate Fund” (GCF) fue diseñado justamente para proyectos de acción climática, pero se enfoca en apoyar a países en vías de desarrollo. La opción para incluir a Chile en el GFC es mediante el reembolso de emisiones evitadas en años anteriores que podría financiar restauración de ecosistemas reconocidos por el IPCC. Otras instituciones como el Global Environmental Facility (GEF) ofrecen líneas de financiamiento que pueden apoyar el desarrollo de proyectos de mitigación, siendo evaluados proyecto a proyecto. El Ministerio del Medio Ambiente es la institución que decide el destino de los fondos GEF en Chile, y tiene la potestad de financiar proyectos de mitigación o adaptación en ecosistemas costeros en las revisiones anuales del fondo.

Las empresas, además de participar de los mercados voluntarios y regulados de carbono, pueden aprovechar sistemas de compensación de impacto ambiental asociados a la protección y recuperación de ecosistemas importantes para el cambio climático, dependiendo de la legislación local. Los Acuerdos de Producción Limpia o Alianzas Público-Privadas (APP) ofrecen un modelo similar, pero no necesariamente asociado a proyectos específicos, sino que muchas veces a gremios o industrias304. Estas últimas dos opciones también pueden ser consideradas para acciones de adaptación. Los bonos

29 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

azules, discutidos en un recuadro al final de esta sección, son una herramienta de deuda nacional innovadora que aún no ha sido utilizada directamente para mitigación o adaptación.

Tabla 3. Mecanismos de financiamiento para mitigación y su utilización en proyectos de carbono azul.

Mercado voluntario Mercado regulado

Fondos internacionales. Mecanismos de

compensación APP

REDD+ Verified Carbon Standard (VCS)

Otros (e.g. Plan Vivo) GEF / GCF

Descripción

Mecanismo para la

reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques.

Es el sistema de verificación de mitigación más

reconocido en el mundo.

Variados planes de verificación de

mitigación.

Los mercados regulados de

carbono dependen de la regulación

nacional. Pueden incluir límites o

cuotas de emisión.

Fondos internacionales dedicados a la protección del

medio ambiente y la acción climática.

Compensación según Evaluación

de Impacto Ambiental para

empresas y proyectos.

Las alianzas público-privadas

disminuyen el impacto

ambiental de gremios y empresas.

Aplicabilidad en Chile

Sí Sí Sí Potencial. Depende

de la regulación nacional.

Potencial. Depende de la

regulación nacional.

Fondos Enfocado en la recuperación de bosques.

Está centrado en el carbono, precios

volátiles y recursos altamente

competitivos.

Similar a VCS. En algunos casos

pueden valorizar cobeneficios.

Está centrado en el carbono y sus

precios son menos volátiles que en el

mercado voluntario.

Se evalúa proyecto a proyecto.

Valorizan acciones de adaptación y

mejora de resiliencia humana.

La acción climática puede ser incluida pero

no es el foco principal.

La acción climática puede ser incluida pero

no es el foco principal.

Manglares Utilizado Utilizado Utilizado Potencial Utilizado Potencial Potencial

Marismas Impracticable Potencial Utilizado Potencial Utilizado Potencial Potencial

Praderas Impracticable Utilizado Utilizado Potencial Utilizado Potencial Potencial

Macroalgas Impracticable Potencial Potencial Potencial Potencial Potencial Potencial

*Los Bonos azules son discutidos en un recuadro aparte.

El financiamiento climático es difícil de conseguir, y aún más, de mantener a largo plazo, incluso para los ecosistemas reconocidos de carbono azul. Uno de los obstáculos más importantes es la falta de metodologías robustas y estandarizadas para estimar el carbono azul305. Otra dificultad es la necesidad de una gobernanza y un marco jurídico estable a 25 o más años, que aseguren la continuidad del proyecto y el carbono almacenado306. Si bien los cobeneficios asociados a estos proyectos son conocidos, su cuantificación también es compleja e incierta287. Por ser aún novedosos, se desconoce además los riesgos de estas inversiones y su magnitud125. Todos estos factores influyen para conseguir financiamiento, ya que los fondos disponibles son concursados contra otras opciones cuantificables, confiables y rentables307,308.

Expertos han propuesto pasos para crear un ciclo de inversión climática para los ecosistemas marinos125. El primero es crear evidencia y mecanismos de cuantificación transparente sobre los ciclos del carbono161. Luego se debe demostrar la factibilidad y efectividad de acciones de manejo mediante proyectos piloto303. La acumulación de experiencia y el desarrollo de capital humano ayudan a reducir la percepción de riesgo para inversionistas286. Además, el marco regulatorio e institucional debe ser desarrollado para entregar seguridad sobre la continuidad de estos proyectos en el largo plazo287.

Si se trabaja a nivel nacional para establecer mejores condiciones futuras, podrían hacerse disponibles fuentes de financiamiento significativas, estables y accesibles. Es importante seguir de cerca el desarrollo de las conversaciones sobre el mercado internacional del carbono durante la COP26 de Glasgow en el año 2021. Si se llega a un acuerdo para poner en marcha el mercado asociado al artículo

30 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

6 del tratado, podría haber nuevas fuentes de financiamiento disponibles para ecosistemas que estén integrados en el marco de los protocolos del IPCC. Por otro lado, la industria de la aviación está trabajando en un acuerdo para descarbonizar el transporte aéreo que podría inyectar hasta US$ 24 billones para esfuerzos de mitigación309. Ambas discusiones son inciertas, además dependen de los impactos del coronavirus en el mundo y la situación de la economía.

Todas o varias de las líneas de financiamiento presentadas en esta sección pueden ser agregadas en el caso de desarrollar un fondo nacional que se dedique a la conservación de ecosistemas marinos310. Un fondo centralizado y enfocado en proyectos marinos permite una mejor coordinación y priorización de proyectos311. Además, la creación de un fondo podría incentivar mayores donaciones al reducir riesgo por la diversificación de las inversiones y agregar valor a las acciones realizadas por la escala.

Además del financiamiento climático, los fondos para la conservación de la biodiversidad también pueden incluir acciones climáticas de adaptación y mitigación como cobeneficios. En estos casos, la mayor fuente de financiamiento a nivel global viene de parte del gobierno a través de fondos basales o concursables. Las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) también ofrecen programas deapoyo a la gestión de ecosistemas marinos. La filantropía de individuos o empresas es otra vía definanciamiento viable que puede incluir objetivos de conservación y cambio climático integrados.Estas fuentes de financiamiento pueden ser agregadas en un fondo nacional, para maximizar su escala,alcance y potencial de recaudación, y podría incluir algunas líneas de financiamiento climáticas311.

31 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Bonos Azules (Blue Bonds) – El caso de Seychelles y el mar Báltico Información obtenida de The World Bank 312 y BNCFF 313

Los bonos azules son desarrollados como la versión marina de los “bonos verdes”, un sistema de préstamo a largo plazo y bajas tasas de interés, para financiar proyectos sustentables. Funcionan gracias a un esfuerzo por parte de los inversionistas por promover inversiones sustentables y la acción climática, ofreciendo tasas menores que el mercado. Estos bonos son aprovechados por gobiernos para financiar proyectos que no tienen cabida en sus presupuestos. Un ejemplo importante es Chile, el primer país en presentar un bono verde en Latinoamérica. El país ya ha financiado dos rondas de bonos verdes enfocados en infraestructura, eficiencia energética y transporte público, con tasas convenientes que pagará a 12 y 30 años. Los bonos azules son similares pero enfocados en el océano, y pueden incluir líneas de financiamiento para la mitigación o adaptación de comunidades costeras, sectores de la economía azul y el manejo o protección derecursos naturales. Son mecanismos relativamente nuevos y aún hay mucho espacio para innovar.

El primer Bono Azul a la fecha fue desarrollado en 2018 por Seychelles, un país altamente dependiente de sus mares. Como muestra de esta dependencia, el 95% de sus exportaciones son productos derivados de las pesquerías que emplean un 17% de su población. El bono comprende una emisión por US$ 15 millones, una garantía del Banco Mundial por un tercio de los fondos y un préstamo a concesión de la Global Environmental Facility (GEF) por otro tercio. Los fondos son ejecutados en dos instrumentos de adaptación y conservación por US$ 3 millones y de desarrollo sustentable de pesquerías por US$ 12 millones. El objetivo principal del bono azul es la pesca sustentable, pero también promueve la protección del borde costero, mejores prácticas en procesos de extracción y la recuperación de los recursos pesqueros.

Un segundo Bono Azul fue desarrollado para el mar báltico en 2019. Considera US$ 200 millones emitidos por el Nordic Investment Bank (NIB) para la protección y restauración del mar báltico. Este fondo se enfoca en actividades de gestión de residuos y aguas grises, disminución de contaminantes y protección del borde costero. También considera proyectos de infraestructura artificial y natural para la protección contra inundaciones. Además, incluye actividades de restauración, protección y monitoreo de ecosistemas marinos, humedales y cuencas.

Es importante recalcar que los bonos azules son herramientas de deuda a bajo costo y, por lo tanto, existe un compromiso de retorno del capital. Por esto, es necesario que las inversiones realizadas con el dinero obtenido generen rentabilidad, o bien que exista un gobierno o institución que esté dispuesta a financiar las cuotas de pago.

Ambas iniciativas fueron desarrolladas y respaldadas por organizaciones internacionales dedicadas al desarrollo sustentable y al medio ambiente.

32 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Recomendaciones para Chile

Chile ha sentado un precedente por sus esfuerzos de conservación y acción climática en el océano. Sin embargo, aún quedan áreas en las que se puede mejorar, aprovechando el intercambio global de experiencias y conocimientos. A continuación, se presentan recomendaciones para el país con miras a potenciar su liderazgo en el manejo sustentable del océano. Las recomendaciones están basadas en esta revisión bibliográfica e incluyen experiencias de otros países, reportes de organizaciones internacionales y publicaciones científicas.

Potenciar la contribución del océano a la acción climática en las NDC

Desde la presentación de su nueva NDC en el año 2020, Chile tiene el compromiso de planificar nuevas áreas marinas protegidas considerando el aporte de ecosistemas para la mitigación y adaptación al cambio climático225. Además, se ha comprometido a manejar estas áreas incluyendo criterios de adaptación y mitigación. Se rescataron los siguientes criterios relacionados al cambio climático de la literatura: Mapear ecosistemas según su capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono99. Cuantificar y geolocalizar los potenciales impactos del cambio climático para mapear de la vulnerabilidad de especies y ecosistemas314. Identificar refugios para poblaciones donde las condiciones ambientales sean más estables315. Identificar hábitats futuros para facilitar la adaptación316. Planificar todas las áreas protegidas de forma integral, incluyendo criterios de conectividad y corredores para permitir la adaptación de especies317.

Un trabajo sistemático de planificación espacial, basado en la ciencia y con participación de los actores locales puede ser un precedente para la gestión de los mares en el centro y norte de Chile. Esta opción es discutida en la sección dedicada a Planificación Espacial Marina.

Futuras NDC

Futuras Contribuciones Nacionales Determinadas de Chile podrían darle más relevancia al mar en términos de mitigación318. Se ha demostrado que el océano puede contribuir hasta un cuarto de los esfuerzos necesarios para mantener el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 1.5°C45. Para esto es necesario potenciar el carbono azul, pero también integrar a otros sectores, por ejemplo, las emisiones del transporte marítimo y las flotas pesqueras no fueron consideradas en los cálculos de emisiones en ninguna de las dos versiones de las NDC (Ilustración 15)319. El manejo sustentable de la pesca y la acuicultura podría ser importante para mantener la productividad de nuestro océano y al mismo tiempo contribuir a disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera320,321. En Chile hay un gran potencial para energías renovables marinas como la mareomotriz, undimotriz, solar flotante o eólica en altamar322. Estas fuentes de energía pueden complementar a las energías renovables terrestres en la matriz de Chile, contribuyendo a disminuir emisiones de centrales a gas, carbón y petróleo323.

Es importante continuar con los trabajos en protección de ecosistemas, además de trabajar en la cuantificación de sus ratios de captura y almacenamiento103. El potencial de algunos ecosistemas como los vertebrados marinos y las macroalgas aún no está claro, pero podría ser significativo y amerita más investigación98,163. Otra oportunidad yace en la cosecha y el cultivo de macroalgas, quienes absorben enormes cantidades de carbono en su crecimiento324. Si las macroalgas cosechadas

33 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

son destinadas a usos que no las devuelvan a los ciclos de carbono del planeta, podrían ser usadas como un mecanismo de captura y almacenamiento de carbono258. La siguiente NDC de Chile se vería beneficiada al potenciar la investigación para llenar las brechas de información existentes y de mejoras en la gestión de los sectores que se relacionan con los mares325.

En términos de adaptación, la próxima NDC podría cuantificar los beneficios de adaptación de las áreas marinas protegidas e incluir también a otros sectores, como el turismo o el transporte marítimo318. Puede además vincularse a esfuerzos sectoriales de adaptación existentes como la Estrategia Nacional de Adaptación para la Pesca y la Acuicultura del Ministerio de Economía248. Chile debe trabajar para lograr una adaptación justa y equitativa, incluyendo a las comunidades costeras, a los pueblos originarios, a los sectores más vulnerables de la sociedad en términos de género y recursos, además de la sociedad civil326. Hay consenso a nivel nacional e internacional sobre la importancia de establecer un plan de monitoreo, proyección y seguimiento de los efectos del cambio climático en el país, para poder preparar a un Chile resiliente42,263.

Ilustración 15. Potencial global de secuestro de carbono al 2050 en sectores y ecosistemas relevantes para Chile. Adaptado de Hoegh-Guldberg, et al. 45.

Proyectar hacia el desarrollo de la Economía Azul y Planificación Espacial Marina

La economía azul cobra cada vez más relevancia a nivel global como la visión para los mares del futuro327,328. Puede ser definida como “el desarrollo económico basado en el mar que conduce a un mayor bienestar humano y equidad social, reduciendo los riesgos ambientales y la escasez ecológica”329. Este concepto sirve para guiar la gestión del océano y la gran variedad de sectores y ecosistemas que lo integran330,331. La economía azul podría ser muy importante para un país como Chile que depende en gran medida del vasto océano que lo rodea. A partir de una visión de largo plazo desde la economía azul, se destacan las siguientes oportunidades para Chile:

34 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

(1) Diseñar un plan para la valorización de los ecosistemas marinos en términos climáticos332. Esteproceso debería incluir el levantamiento de la superficie de ecosistemas con potencial decarbono azul y sus balances de carbono260. Para este proceso, la participación de la Mesa deOcéanos para la COP25 del clima podría ofrecer un aporte significativo, especialmente entérminos de la ciencia que aún se requiere para estimar el aporte de ecosistemas marinos a lamitigación del cambio climático. Este plan debería ser desarrollado con miras a laimplementación de las NDC actuales, pero especialmente para alimentar futuras NDC quepodrían incluir un aporte cuantificado del mar a la acción climático de Chile.

(2) Desarrollar una visión de Economía Azul para Chile, que cimente una futura PlanificaciónEspacial Marina de largo plazo con criterios de Cambio Climático27. La visión de largo plazo dela Economía Azul debe integrar a todos los sectores asociados al océano, coordinandoesfuerzos y planes sectoriales para un manejo sustentable de los recursos marinos333. Deberíaincluir al menos a los sectores relevantes para el mar y que afectan a su biodiversidad y/o alcambio climático29,94. Puede integrar, por ejemplo, a la pesca y acuicultura, transportemarítimo, energías marinas, desalación y turismo.

(3) Mejorar la legislación ambiental, entregando a una institución las atribuciones para coordinarel manejo de los ecosistemas marinos dentro y fuera de áreas marinas protegidas317. Lafragmentación de la gobernanza en las áreas marinas protegidas puede dificultar el acceso afinanciamiento para proyectos asociados al cambio climático y a la biodiversidad287. Además,aumenta el riesgo de largo plazo para proyectos que dependan de la gobernanza local,disuadiendo a inversionistas que podrían estar interesados en financiar proyectos en Chile.

Gestionar sustentablemente las macroalgas

Las macroalgas ofrecen una triple oportunidad para la acción climática: pueden ayudar a mitigar, capturando dióxido de carbono; promueven la adaptación de ecosistemas marinos costeros; y además potencian la resiliencia de la sociedad, al proveer alimentos altamente nutritivos, además de otros servicios ecosistémicos181,334. Según un reporte reciente, las macroalgas podrían proveer mucho más alimento del que provee el océano hoy en día, con un bajo impacto ambiental e incluso generando nuevo hábitat para peces335. Dos acciones clave son necesarias para una gestión sustentable:

(1) Regular una extracción sustentable de macroalgas, fiscalizar las prácticas ilegales, concientizara la población sobre el valor de las macroalgas y proteger los bosques existentes,especialmente en las zonas más explotadas del centro y norte del país25,166.

(2) Potenciar el cultivo de macroalgas y el desarrollo de productos de valor agregado en el país,que pueda proveer una fuente de sustento para las comunidades costeras, sin afectar a laspoblaciones naturales de macroalgas324. Idealmente, los productos de esta industria deberíanser aprovechados para fines que no regresen el carbono a la atmósfera.

35 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Marcos de colaboración internacional para Chile

La colaboración entre países ha permitido avanzar en la conservación de la biodiversidad y la acción climática336. El consenso internacional es esencial para estandarizar metodologías, definir objetivos y estrategias comunes, empoderando la acción de cada país y guiando los esfuerzos globales hacia un fin común. Por ejemplo, los acuerdos logrados a través de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) han permitido expandir la protección, recuperación y manejo de la naturaleza en todo el mundo337. La colaboración internacional posibilita también movilizar financiamiento para proyectos de gran potencial y apoyar a países con menos recursos338-342.

Algunos ecosistemas como los corales, manglares, marismas y praderas marinas han recibido mayor atención histórica, centrando los esfuerzos de investigación, manejo y restauración343. Gracias a décadas de trabajo en estos ecosistemas, se han podido incluir en el marco de la UNFCCC para la mitigación climática103. Otros ecosistemas con gran potencial tienen aún grandes brechas de información que deben ser cubiertas98. La información levantada en Chile puede servir para cimentar un consenso internacional sobre métricas, estándares y contabilidad de las acciones climáticas344. Un ejemplo importante son los ecosistemas chilenos donde se concentra una enorme captura de carbono (principalmente por fitoplancton y macroalgas), pero se desconoce su extensión y sus ciclos de carbono163.

Chile es un referente en términos de la gestión del océano por su gran Zona Económica Exclusiva (ZEE), la increíble producción primaria y secundaria de su océano, y sus características geográficas únicas que incluyen islas oceánicas y fiordos. Los esfuerzos del país en materia de áreas marinas protegidas y la presidencia de la “Blue COP” lo posicionan como un líder en temas marinos y cambio climático. En los últimos años, una variedad de gobiernos ha mostrado su interés en colaborar con Chile en temas marinos y ya existe un Memorandum of Understanding (MoU) para la colaboración Estados Unidos (NOAA), el Reino Unido (JNCC), Francia y Costa Rica. A continuación, se describen potenciales marcos de colaboración internacional que podrían servir a Chile para coordinar esfuerzos internacionales en materia de océano y cambio climático.

Because the Oceans

Because the Oceans es una iniciativa que nace de la colaboración de un grupo de países en el marco de la COP21 en París, en el año 2015. Su objetivo principal es ensalzar la importancia del océano tanto para la lucha contra el cambio climático, como para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La agrupación ha realizado dos declaraciones principales asociadas a las COP21 y 22, talleres de trabajo internacionales (dos de ellos en Chile), y un documento con recomendaciones para la integración del océano a los compromisos climáticos345.

La iniciativa está integrada por 33 países y Chile es uno de los principales sponsors a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. Este grupo ya cuenta con el apoyo de gobierno, la experiencia de años de colaboración que podrían ser aprovechados y además está alineado con el océano y el cambio climático. Chile tiene la oportunidad de crear un grupo de trabajo o comisión dentro del marco de Because the Oceans, enfocado en áreas marinas protegidas y cambio climático.

UNFCCC – Coalición para el océano

La Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático coordina los esfuerzos de cambio climático en todo el mundo. Sus lineamientos generales dependen de los compromisos de

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cada país y no requieren la integración del océano necesariamente. Sin embargo, hay coaliciones de trabajo en áreas específicas que se han desarrollado bajo el alero de la UNFCCC. Un ejemplo importante es la coalición de ministros de finanzas para el cambio climático. Esta asociación de ministros ha ayudado a movilizar financiamiento y apoyo del sector privado a la lucha climática al poner criterios financieros sobre la mesa. Fue desarrollada con la colaboración y apoyo del Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional en el año 2018.

Chile ya tiene experiencia en este tipo de coaliciones. El Ministerio de Hacienda de Chile es colíder de la coalición de ministros de finanzas por el cambio climático junto al Ministerio de Finanzas de Finlandia346. Chile es también miembro de la Coalición para el Liderazgo en el Precio del Carbono desde el año 2015347. Otra iniciativa similar liderada por Chile se enfocó en el posicionamiento de los bosques como un componente clave para la acción climática que comenzó recientemente con el “Santiago Call for Action on Forests”348. El país tiene la oportunidad de continuar su trabajo en temas de océano como presidencia de la COP con la creación de una coalición de ministros por la acción climática en el océano.

MPA Agency Partnership

La Marine Protected Area Agency Partnership (Asociación de agencias para las áreas marinas protegidas) es una organización informal de agencias relacionadas al manejo de las áreas marinas protegidas. Se origina en el año 2012 y participan Australia, Bahamas, Canadá, Chile, República Dominicana, rancia, Italia, Korea del Sur, México, Nueva Zelanda, Palau, Arabia Saudita, Sudáfrica, Tanzania, Reino Unido y los Estados Unidos. Tiene un sistema de liderazgo rotativo para su secretariado que se ha acumulado en Estados Unidos, Australia y en mayor medida Francia. Su objetivo es facilitar la colaboración internacional y la transferencia de conocimiento entre agencias, además de mejorar el conocimiento sobre las áreas marinas protegidas.

Como no cuenta con mecanismos de financiamiento formales, depende de las contribuciones de su secretaría y miembros. Hasta el momento ha producido dos versiones de una guía de prácticas para compartir conocimientos entre agencias349. Chile tiene la oportunidad de crear un grupo de trabajo específicamente enfocado en carbono azul o en las contribuciones climáticas de las áreas marinas protegidas. El país puede también postularse como sede para uno de sus workshops y enfocarlo en alinear los trabajos en áreas marinas protegidas con la acción climática.

UICN

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) trabaja desde el año 2948 para ayudar a países, empresas y otros actores a proteger la biodiversidad. Aúna a más de 1,400 actores, incluyendo gobiernos, ONGs, empresas y comunidades; además de casi 16,000 científicos. Si bien esta organización es independiente a las Naciones Unidas, goza de facultades de “observador” y “consultor”, además de tener un rol en la implementación de las convenciones en temas de naturaleza y biodiversidad. De sus instituciones, la Comisión Global de Áreas Protegidas (WCPA) que cuenta con una rama enfocada en el océano, y la Comisión de Manejo Ecosistémico (CEM), están relacionadas con temas marinos. Esta institución puede servir como marco para coordinar trabajos de ciencia en manejo de ecosistemas marinos y creación de áreas marinas protegidas.

Blue Carbon Initiative

La Blue Carbon Initiative (Iniciativa de carbono azul) une a un grupo de organizaciones trabajando en el cambio climático en el océano: La ONG Conservation International (CI), la UICN, y la Comisión Intergubernamental Oceanográfica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la

37 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Ciencia y la Cultura (IOC-UNESCO). Han llevado a cabo más de 20 workshops en distintos países y desarrollado algunos de los reportes y guías más importantes en temáticas de carbono azul. Cuenta con un panel de expertos en temas técnicos (Scientific working group) y otro en políticas pública (Policy working group). De momento su trabajo está casi exclusivamente dedicado a manglares, marismas y praderas marinas350. Aunque este no es un grupo de trabajo de gobiernos, Chile podría ser sede de una de las próximas reuniones y enfocarla en otros tipos de ecosistemas (como macroalgas), para ponerlos en la discusión.

UN decade of ocean science

La década de la ciencia oceánica de las Naciones Unidas fue declarada desde 2021 hasta el 2030 con el objetivo de mejorar la información disponible sobre el océano. Chile puede proponerse como anfitrión de una de las reuniones dentro del marco de esta iniciativa. En dicha oportunidad, el país puede presentar sus avances en temas de océano y cambio climático. Además, sería una instancia para que Chile proponga iniciativas de trabajo coordinado con otros países o para hacer un “call for action”.

38 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

El contexto de Chile

Chile tiene una geografía excepcional a lo largo de sus 6.435 kilómetros de costa. La costa nacional se extiende hasta 78.563 kilómetros si se incluyen fiordos y canales. Su Zona Económica Exclusiva (ZEE) abarca 3.681.989 Km2 según la Dirección de Fronteras y Límites del Estado, equivalente a cuatro veces su superficie terrestre. Destaca una biodiversidad con altos niveles de endemismo y una gran variedad de ecosistemas que se extienden desde los 35 a los 71 grados de latitud351. Sus mares son especialmente productivos: La corriente de Humboldt moviliza aguas frías cargadas de nutrientes desde la Antártida hacia el norte en paralelo al país, y sistemas de surgencia dominados por las variaciones climáticas de El Niño y La Niña (ENSO) crean condiciones de productividad excepcionales352. El país es altamente dependiente de sus mares para el comercio, la regulación de su clima y la producción de alimentos.

Ilustración 16. Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar de Chile. Fuente: Elaboración propia.

Chile tiene la doceava pesquería más grande del mundo con una producción de 3,157,946 toneladas anuales al 20166. Sin embargo, la captura se ha reducido en un 50% en una década y casi 70% en las últimas dos décadas debido principalmente a la sobreexplotación de sus pesquerías11. La acuicultura ha cobrado cada vez más relevancia frente a una pesquería en contracción, produciendo 1.2 millones de toneladas anuales, hasta cinco veces más que hace dos décadas15. La acuicultura chilena se basa en salmonídeos, seguido de moluscos, ambos cultivados en su mayoría en los fiordos del sur353. Además, se extraen cada vez más algas desde bosques naturales, actividad que está recientemente siendo regulada256. Al año 2018, la pesca y acuicultura representan aproximadamente un 2% del PIB de Chile, con exportaciones por US$ 6.258 millones y da empleo directo a casi 60 mil personas354.

Los ecosistemas que se encuentran en estas aguas templadas atraen a aves y peces migratorios, además de cientos de ballenas que se alimentan en las aguas del sur del país355. Los ecosistemas costeros están dominados por bosques de macroalgas que se adaptan muy bien al fuerte oleaje, bajas temperaturas y fondos rocosos que caracterizan las costas de Chile235. Otros ecosistemas destacados, con condiciones muy especiales y altos niveles de endemismo se encuentran en las islas de Pascua, Nazca-Desventuradas y el archipiélago de Juan Fernández.

39 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Gobernanza del Océano

Chile es un país desarrollado según estándares OCDE, con niveles de ingreso altos y, sin embargo, es uno de los pocos países en esta categoría que aún no comienza un proceso de Planificación Espacial Marina (Marine Spatial Planning). El mar chileno es regido por decenas de leyes, normativas e instrumentos, en su mayoría enfocados a la pesca y acuicultura354. Los instrumentos de planificación territorial existentes ofrecen oportunidades importantes para el manejo de los recursos naturales, pero carecen de coordinación geográfica o institucional (Tabla 4). Las instituciones involucradas en la creación y gestión de estas áreas integran comités de trabajo para fines específicos (e.g. Comité de conservación marina), aunque realizan sus labores de forma independiente. El Ministerio del Medio Ambiente recibió recientemente la autoridad para “supervigilar” a las áreas protegidas, pero las atribuciones que esto implica aún están en discusión.

Las instituciones más relevantes involucradas en la gobernanza del mar son la Armada de Chile, a través de DIRECTEMAR, única institución con las capacidades y atribuciones para fiscalizar el cumplimiento de la legislación nacional y acuerdos internacionales en los mares de Chile y su Zona Económica Exclusiva. La jurisdicción sobre los recursos pesqueros y la acuicultura está centralizada en el Ministerio de Economía a través de instituciones como SUBPESCA y SERNAPESCA. Sin embargo, ninguna institución tiene jurisdicción sobre la biodiversidad en general, y los instrumentos de conservación en Chile se encuentra desagregados, limitando la capacidad de coordinación y planificación estratégica a nivel nacional (Ilustración 17 y Tabla 4). Destaca aquí la importancia de la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), en discusión en el Congreso desde 2014, que permitirá unificar y coordinar la gestión de los ecosistemas marinos en Chile356.

Ilustración 17. Diagrama de las principales instituciones involucradas en la gobernanza marina para la Áreas Marinas Protegidas y la Pesca y Acuicultura. El Ministerio de Economía destaca como la principal institución a cargo de “Pesca y Acuicultura”. Fuente: Elaboración propia en base a Farías, et al. 262.

40 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Tabla 4. Instrumentos de planificación espacial del territorio marino en Chile. Monumentos Naturales, Santuarios de la Naturaleza y Parques Nacionales no tienen datos de superficie marina ya que incluyen superficie terrestre y marina. Fuente: Elaboración propia. Instrumento de Zonificación Espacial

Abreviación Objetivo Extracción de recursos

Categoría IUCN Cantidad Superficie

(Km2) Institución

Áreas Marina Costera de Recursos Bentónicos

AMERB

Asigna derechos de explotación exclusiva a organizaciones de pescadores artesanales, regulado por plan de manejo basado en la conservación de los recursos bentónicos.

Regulado por plan de manejo y explotación

- 1,379 2,531 SUBPESCA

Parque Marino PM

Preservar unidades ecológicas de interés para la ciencia y cautelar áreas que aseguren la mantención y diversidad de especies hidrobiológicas, como también aquellas asociadas a su hábitat.

No permitido Ia 10 859,964 SUBPESCA

Reserva Marina RM

Áreas de resguardo de los recursos hidrobiológicos con el objeto de proteger zonas de reproducción, caladeros de pesca y áreas de repoblamiento por manejo.

Limitado IV 5 83 SUBPESCA

Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos

AMCP-MU

Conservar la biodiversidad, proteger las especies marinas en peligro, reducir los conflictos de uso, generar instancias de investigación y educación, desarrollar actividades comerciales y recreativas; y conservar el patrimonio histórico-cultural marino y costero de las comunidades que las habitan para el desarrollo sostenible del turismo, la pesca y la recreación.

Regulado por plan de manejo

V 13 611,817 MMA

41 Evaluación bibliográfica del potencial de mitigación y adaptación al cambio climático de los ecosistemas marinos, Chile. Banco Mundial (2020)

Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios

ECMPO

Destinación marítima delimitada que el Ministerio de Defensa Nacional le otorga a SUBPESCA para que entregue la administración del espacio a una asociación de comunidades indígena.

Regulado por plan de administración

- 21 437 Comunidad - SUBPESCA

Santuario de la Naturaleza SN

Sitios que ofrecen posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales, cuyaconservación sea de interés para la ciencia o para el Estado.

Limitado III y IV 58 5,185 MMA

Parque Nacional (Con espacio costero)

PN Protección y conservación de las bellezas escénicas naturales y de la flora y fauna de importancia nacional.

No permitido II ? ? CONAF

Monumento Natural MN

Regiones, objetos o especies vivas de animales o plantas de interés estético o valor histórico o científico, a los cuales se les da protección absoluta.

No permitido III ? ? MinBienes

Política Oceánica y la economía azul

Chile cuenta con una Política Oceánica desde el año 2018354 que integra los esfuerzos nacionales para la gestión del mar. El primer objetivo de la Política Oceánica de Chile es “La Conservación del Océano y su biodiversidad, implementada bajo un marco de equilibrio intersectorial que armonice el desarrollo social, el crecimiento económico y la gestión del medio ambiente marino y los recursos que contiene, para beneficio de la sociedad actual sin poner en riesgo el desarrollo de las futuras generaciones”. Esta política se alinea con los esfuerzos internacionales en el marco de la economía azul ya que comprende factores sociales, económicos, políticos y ambientales para el uso sustentable de los recursos del mar357.

Bajo el marco de la Política Oceánica de Chile, cada organismo sectorial responsable de actividades en los mares chilenos tiene la obligación de desarrollar una política específica. Ordenanzas de gestión territorial relevantes en la Política Oceánica incluyen la elaboración de planes regionales y comunales con énfasis en biodiversidad y adaptación al cambio climático.

Áreas Marinas Protegidas

Desde la creación del Ministerio del Medio Ambiente en el año 2010, Chile ha trabajado arduamente para expandir sus áreas marinas protegidas hasta abarcar cerca de 1.5 millones de kilómetros cuadrados en 39 demarcaciones35, lo que corresponde al 42% de su Zona Económica Exclusiva. La superficie protegida en el mar de Chile es superior al territorio continental del país, principalmente porque que incluye grandes extensiones alrededor de la Isla de Pascua, el Cabo de Hornos, las islas Nazca-Desventuradas y el archipiélago de Juan Fernández.

Más del 60% de las áreas marinas protegidas tienen protección estricta (no-take) y el resto dependen de sus planes de manejo para definir las restricciones de uso, permitiendo en algunos casos actividades extractivas artesanales. Hoy, el país cuenta con nuevas categorías de protección especialmente diseñadas para una gestión sustentable del mar como las Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP-MU). En ecosistemas costeros de la zona centro y norte del país es necesario un mayor esfuerzo de protección para cubrir el 10% de la superficie de cada ecorregión, acorde a los tratados de conservación internacional firmados por Chile34.

Los esfuerzos en conservación marina están cambiando desde un foco en la protección a través de la creación de áreas marinas protegidas, hacia el manejo de estas áreas y de los ecosistemas marinos. El gobierno actual, en el poder desde el año 2018, ha enfocado sus esfuerzos en el manejo de las Áreas

Marinas Protegidas. Desde esa fecha se han creado planes de manejo para tres áreas, destacando un proceso participativo que ha incluido y empoderado a las comunidades locales358. Algunos ejemplos destacados son la AMCP-MU Lafkén Mapu Lahual donde existe una comunidad indígena Lafkenche a la que se le otorgó también un ECMPO y la AMCP-MU Pitipalena Añihué donde la comunidad local está muy empoderada de sus recursos marinos359,360.

Los siguientes desafíos son coordinar los esfuerzos de manejo en otras áreas protegidas y encontrar financiamiento para acciones de manejo y conservación, incluyendo personal, infraestructura, monitoreo y programas de restauración. En el futuro, el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas es la institución que permitirá coordinar y unificar los esfuerzos de conservación en las diversas áreas protegidas. En términos de financiamiento, el Ministerio de Medio Ambiente está trabajando en la creación de un Fondo Nacional para la Biodiversidad que permita levantar recursos privados y otros internacionales para apoyar las necesidades de manejo en las áreas protegidas de Chile, con un foco inicial en áreas marinas protegidas.

El océano en las Contribuciones Nacionales Determinadas de Chile

Chile está alineado transversalmente con los objetivos de cambio climático de las Naciones Unidas, lo que quedó demostrado en sus primeros compromisos climáticos en el marco del acuerdo de París del año 2015226. En esta primera versión de su Contribución Nacional Determinada (NDC) no se incluyó a los mares, omitiendo sus oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático, pero se propusieron ambiciosas reducciones de emisiones para la realidad de otros países en ese entonces. Posteriormente, con el objetivo de potenciar y coordinar los esfuerzos de largo plazo en Chile se ingresó al Congreso Nacional el “Proyecto de Ley Marco de Cambio Climático” (Boletín N° 13.191-12), en el cual se establece que “al año 2050 se deberá alcanzar la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero” (artículo 14).

En 2019, Chile recibió la presidencia de la 25 versión de la United Nations Framework Conference on Climate Change (UNFCCC). La ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, actúa como presidenta en representación de Chile y comprometió la realización de una “Blue COP”. En línea con este compromiso, el país lideró la campaña internacional “Because the Oceans” para resaltar la relevancia del océano en términos de Cambio Climático, y creó comités científicos para que prepararan de cambio climático en diversas áreas, incluyendo la Mesa de Océanos, dirigida por la doctora en oceanografía Laura Farías232,345. Estos esfuerzos dieron fruto en el “Oceans Action Day” durante la COP25, en diciembre del año 2019, donde los panelistas llamaron a los países a integrar al océano a sus nuevas NDC que se deberían actualizar durante el año 2020.

En abril del año 2020, Chile mantuvo su compromiso con el océano al integrarlo a sus nuevos compromisos climáticos en la actualización de sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC)225. En este documento el Gobierno de Chile se compromete a moderar la aceleración de las emisiones hasta alcanzar el máximo el año 2025, y reducirlas a partir de esa fecha. Destaca en este documento la inclusión como pilares clave de la sociedad civil y la ciencia, explicitando esfuerzos por crear una transición climática justa y equitativa. Además, se modifica el indicador de intensidad de emisiones por un indicador absoluto incondicional acorde a las nuevas metodologías de contabilidad de emisiones acordadas en la COP24 del año 2018. Se incluyen en este documento el concepto de Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) entendidas como acciones que buscan proteger y gestionar

de manera sostenible los ecosistemas naturales, y se ratifica además el compromiso de carbono neutralidad al año 2050 que será apoyado por la Ley Marco de Cambio Climático.

En temas de océano, la nueva NDC incluye la protección y el manejo de las áreas marinas protegidas como un instrumento clave para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación de los ecosistemas marinos y la resiliencia de las comunidades costeras. El primer y tercer compromiso en materia de océano, consideran la creación de nuevas áreas marinas protegidas en las ecorregiones subrepresentadas de la zona centro y norte del país (Humboldtiana, Chile Central, Araucana y Chiloense), para cumplir con un 10% de protección, alineado con las metas Aichi, y diversos tipos de áreas protegidas en 30 nuevos humedales costeros al 2030 (Contribución Océano N°10, I10)34. La creación de estas áreas marinas protegidas se compromete en el marco de una planificación espacial marina con participación ciudadana, incluyendo criterios de cambio climático y con base científica.

El segundo compromiso de la sección de océano compromete la publicación de planes de manejo para todas las áreas marinas protegidas de Chile, incluyendo criterios de adaptación al cambio climático (Contribución Océano N°11, I11). Este compromiso aborda también la evaluación de los cobeneficios de las áreas marinas protegidas en términos de adaptación y mitigación, incluyendo su monitoreo y fortalecimiento en cinco áreas marinas protegidas al 2030 (Contribución Océano N°12, I12).

Tablas

Tabla 1. Evidencia para la consideración como ecosistemas de carbono azul. Adaptada de Lovelock and Duarte 98. ........................................................................................................................................... 12

Tabla 2. Mecanismos de financiamiento para mitigación y su utilización en proyectos de carbono azul. ...... 29 Tabla 3. Oportunidades de carbono azul en Chile. Fuente: Elaboración propia. ........................................... 23 Tabla 4. Instrumentos de planificación espacial del territorio marino en Chile. Monumentos Naturales,

Santuarios de la Naturaleza y Parques Nacionales no tienen datos de superficie marina ya que incluyen superficie terrestre y marina. Fuente: Elaboración propia. .................................................................. 40

Ilustraciones

Ilustración 1. Áreas Marinas Protegidas según año de creación, modificado desde Duarte, et al. 5. ............... 5 Ilustración 2. Valores de pH de las aguas superficiales bajo condiciones históricas (1850), actuales (2016) y

proyectadas ante un escenario de altas emisiones o RCP8.5 (2100). Modificado desde Ulrich Bähr 11. ... 7 Ilustración 3. Series promediadas globales de variación en el número anual de días que registraron olas de

calor entre los períodos 1925-1954 y 1987– 2016 en aguas marinas. Obtenido de Smale, et al. 57. ......... 7 Ilustración 4. Incremento del nivel del mar en metros según escenario de emisiones (RCP) en períodos de 20

años (2046-2065 y 2081-21000). Obtenido de IPCC 1. ............................................................................ 8 Ilustración 5. Predicción de cambio en las concentraciones de oxígeno entre 200 y 600 m de profundidad al

año 2100, basadas en el escenario CP 8.5 “business as usual” de la IPCC. Obtenido de Levin and Breitburg 74. ......................................................................................................................................... 9

Ilustración 6. Ciclo del Carbono, modificado de Friedlingstein, et al. 46. ....................................................... 10 Ilustración 7. Mecanismos bioquímicos de captura y almacenamiento de carbono en el mar, modificado de

Lutz, et al. 89. ...................................................................................................................................... 10 Ilustración 8. Distribución ilustrativa de los principales ecosistemas que capturan carbono en el mundo,

traducido de Filbee-Dexter and Wernberg 113. .................................................................................... 13 Ilustración 9. Comparación de la superficie (en millones de Km2), captura anual (en teragramos de carbono al

año) y el carbono total acumulado en sedimentos (en petagramos de carbono en el mundo). El signo de pregunta denota que no existe una cifra certera del carbono almacenado en sedimentos proveniente de macroalgas. Fuente: Elaboración propia con datos de Duarte, et al. 159. ......................................... 16

Ilustración 10. Influencia de las ballenas en los ciclos del carbono. .............................................................. 19 Ilustración 11. Inclusión del océano en los compromisos de mitigación, adaptación o ambos en las NDC de

cada país. El círculo verde denota los países que han actualizado sus NDC 2020. Fuente: Elaboración propia desde datos de la UNFCCC al 19 de abril del año 2020. ............................................................ 20

Ilustración 12. Relación de ecosistemas de carbono azul con los ciclos climáticos en texto blanco y acciones de manejo financiables en flechas verdes. Modificada de Vanderklift, et al. 250. .................................. 28

Ilustración 13. Distribución de macroalgas y marismas. .............................................................................. 21 Ilustración 14. Resumen de iniciativas del gobierno de Chile que ofrecen potenciales sinergias con la acción

climática de ecosistemas marinos. En verde, proyectos financiados a través de fondos GEF (Global Environmental Facility), y en azul, proyectos financiados por el gobierno. .......................................... 26

Ilustración 15. Potencial global de secuestro de carbono al 2050 en sectores y ecosistemas relevantes para Chile. Adaptado de Hoegh-Guldberg, et al. 45. ..................................................................................... 33

Ilustración 16. Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar de Chile. Fuente: Elaboración propia. ..................... 38 Ilustración 17. Diagrama de las principales instituciones involucradas en la gobernanza marina para la Áreas

Marinas Protegidas y la Pesca y Acuicultura. El Ministerio de Economía destaca como la principal institución a cargo de “Pesca y Acuicultura”. Fuente: Elaboración propia en base a Farías, et al. 295. ... 39

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