ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA LOS ESPACIOS SAGRADOS: UNA CORRELACIÓN ENTRE EL DATO...

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1 ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA I.N.A.H S.E.P LOS ESPACIOS SAGRADOS: UNA CORRELACIÓN ENTRE EL DATO ARQUEOLÓGICOS Y LAS FUENTES ETNOHISTÓRICAS EN EL SITIO POTRERO DE NEXTONGO, ATOTONILCO DE TULA, HIDALGO T E S I S PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA PRESENTA: JUAN MANUEL TOXTLE FARFÁN DIRECTOR DE TESIS: LUIS M. GAMBOA CABEZAS MÉXICO, D.F. 2010

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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

I.N.A.H S.E.P

LOS ESPACIOS SAGRADOS: UNA CORRELACIÓN ENTRE EL DATO

ARQUEOLÓGICOS Y LAS FUENTES ETNOHISTÓRICAS EN EL SITIO POTRERO

DE NEXTONGO, ATOTONILCO DE TULA, HIDALGO

T E S I S

PARA OBTENER EL TÍTULO DE:

LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA

PRESENTA:

JUAN MANUEL TOXTLE FARFÁN

DIRECTOR DE TESIS: LUIS M. GAMBOA CABEZAS

MÉXICO, D.F. 2010

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Dedicatoria

Este trabajo está dedicado a mis padres Amado Clemente Toxtle

Espinosa y María de Lourdes Farfan Olvera; a mis hermanos Carlos

Francisco, Miguel Ángel y Luis Alberto Toxtle Farfan. Pilares

indiscutibles de mi formación, que me han acompañado durante toda

la vida, gracias por comprenderme y apoyarme.

A mis abuelos Marciano Farfan, Juan Toxtle, Guadalupe Olvera y

Cruz Espinosa, ya que con su sabiduría me han enseñado a ser un

mejor ser humano, los quiero, respeto y admiro.

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AGRADECIMIENTOS

Agradezco al resto de mi familia, desde los tíos, tías, primos y anexas que

han hecho de mi vida una fiesta por la unión y el cariño que les tengo.

A mis maestros que han trascendido en mi formación: Juan Carlos

Cervantes, Alberto Vázquez Castro, Mario Arturo Galván, Javier del Olmo, Raúl

Barrera y todos los que me han enseñado algo en esta vida, sin ustedes, no sería

lo que soy hoy en día. Al Dr. Robert H. Cobean por su interés en la arqueología de

la Region de Tula Tepeji; al arqueólogo Raúl García Chávez, con admiración y

respeto ya que sus trabajos fueron fundamentales para comprender la etapa del

Postclásico Tardío.

A mis compañeros de trabajo, los cuales me ayudaron en esta tesis ya sea

de forma directa o indirecta. A José Manuel Vázquez (Chepo) maestro y amigo

quien hizo algunos de los informes, que use para la tesis; a Justino Galván

Regalado por su paciencia en trasmitir su conocimiento de cerámica; Benito

Hernández Domínguez y al enojón Gustavo Nieto Ugalde por todas esas

ocasiones donde la camaradería surgido de años de conocernos y de trabajar en

el proyecto donde se me motivo para desarrollar, esta propuesta de tesis.

A mis grandes amigos y maestros, que gracias a ellos y a sus enseñanzas

puedo ver realizado este sueño al Mtro. Luis Manuel Gamboa Cabezas, a la Mtra.

Nadia Vélez Saldaña y al Mtro. Víctor Arrivalzaga Tobon; en especial a los dos

primeros, gracias por ser como mi segunda familia, los admiro, quiero y respeto;

en el caso del tercero, por su interés en el tema que desarrolle y sus

conocimientos trasmitidos, demostrándome que la amistad existe.

No dejo a un lado a la ENAH, institución que ha cimentado mi formación

como arqueólogo. A la empresa QUMA S.A. quien me apoyo en su momento con

lo necesario para la realización de la investigación. Al Arquitecto Sergio Antonio

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Camarena, Director del Centro INAH Hidalgo, quien en su momento, hizo las

gestiones correspondientes para que se desarrollara esta investigación. De igual

forma al Ingeniero Joaquín García Bárcenas y posteriormente al arqueólogo

Roberto García Moll, quien junto con los miembros del Consejo de Arqueología

aprobaron el proyecto.

A mis compañeros de generación y amigos Iván Yair Martínez (el foca),

Tonanzin de Martínez, Javier Alvarado flores, Fermín Sánchez Aldana, Carol

Vázquez Cibrián, Carlos Barona, Raúl Alba Duran, Jesús Martínez, Iris

Hernández, Ariadna, Elena Nieva, gracias por su amistad, cariño y tolerancia hacia

este, su amigo incondicional.

Le agradezco de ante mano a todos los trabajadores de la 16 de enero y

lugares cercanos que me ayudaron a la investigación, sin sus manos, ojos y

piernas, este trabajo hubiera tardado mas. En particular a Sabino Arteaga y

familia, Fernando Alcántara y familia, José Alcántara y familia, y todos los que

aportaron algo dentro de esta investigación, gracias a todos y cada uno de

ustedes. Meche, Toño, Comanche, Florentino Jimenez, Nardo, José Antonio,

Felipe, Alfredo. A mis compañeros de cuarto en Tula: Jorge García y Eulogio

Gustavo Álvarez.

Concluyo con la frase que explica todo lo que siento.

…….AL FINAL,

PARA UN HOMBRE DE MUNDO

ES MUY EXOTICO,

VOLVER A CASA……

ENRIQUE BUNBURY.

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CONTENIDO

CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA TESIS 8

A. PLANTEAMIENTO TEÓRICO 8 1. LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA Y LAS FUENTES DE CRONISTAS DEL

SIGLO XVI 8

2. LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS 17

B. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 22

C. OBJETIVOS DE LA TESIS 24

D. JUSTIFICACÍON DE LA TESIS 26

E. LA HIPÓTESIS DE PRUEBA 27

F. PROCEDIMIENTO METODÓLOGICO 28

CAPITÚLO II. MARCO REFERENCIAL DEL SITIO 30

A. UBICÁCION 30

B. ASPECTOS FISÍCO- GEOGRÁFICOS 33

C. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS 39

D. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 56

CAPÍTULO III. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA 67

A. EL PROCESO Y ESTRATEGIA DE EXCAVACION 67

B. RESULTADOS DE LA INTERVENCION ARQUEOLOGICA 73

1. DESCRIPCIÓN ESTRATIGRÁFICA 76

2. DESCRIPCIÓN DE LA UNIDAD ARQUITECTÓNICA DESCUBIERTA 77

3. DESCRIPCIÓN DE ESCULTURAS ESPECIALES 85

Escul tura 1 85

Escul tura 2 89

Escul tura 3 93

Escul tura 4 95

Escul tura 5 98

Escul tura 6 102

Escul tura 7 105

Escul tura 8 108

6

Escul tura 9 111

Escul tura 10 114

Escul tura 11 116

Escul tura 12 118

Escul tura 13 120

Escul tura14 122

Elemento 1 (Hallazgo espec ial 1) 124

Elemento 2 (Hallazgo espec ial 2) 126

Elemento 3 (Hallazgo espec ial 3) 130

Elemento 4 (Hallazgo espec ial 4) 132

Elemento 5 (Hallazgo espec ial 5) 134

CAPÍTULO IV ESTUDIO ARTEFACTUAL DE LA CERAMICA 136

A. LA CLASIFICACIÓN CERAMICA 136

1. El tipo 138

2. La pasta 138

3. La forma 138

4. El acabado 138

5. La decoración 139

6. La función genérica 139

7. La cronología 139

8. La referencias bibliográficas 139

B. RESULTADOS GENERALES 140

C. FASE CORRAL TERMINAL (850- 900 d.C.) 141

Tipo: Café Liso 142

Tipo: Mazapa Rojo sobre Café 144

Tipo: Tolteca Rojo Sobre Bajo 147

D. FASE TOLLAN (900- 1150 d.C.) 149

Tipo: Mendrugo Semi Al isado 151

Tipo: Acta Rojo Var iedad Cuenco 153

Tipo: Al ic ia Calado 155

Tipo: Blanco Levantado 157

Tipo: Bordo Rojo sobre Café 159

Tipo: Jara Anaranjado Pul ido 160

Tipo: Macana Rojo sobre Café 162

Tipo: Manuel i to 164

Tipo: Proa Crema Pul ido 166

Tipo: Si l lón inc iso 168

Tipo: Toza café 170

E. FASE PALACIO (1350- 1520 d.C.) 172

7

Tipo: Brasero (Apantlecax it l) 174

Tipo: Cajete Negro sobre Rojo 177

Tipo: Cajete Negro sobre rojo rayas parale las 179

Tipo: Cajete Trípode Negro sobre Naranja 181

Tipo: Cazuela Naranja 183

Tipo: Comal (Comal l i) 185

Tipo: Copa Negro sobre Rojo 187

Tipo: Cuenco Naranja 189

Tipo: Jarra Negro sobre Naranja 191

Tipo: Plato Negro sobre Naranja (Caxpecht l i ) 193

Tipo Sahumador (Telmail) 195

Tipo: Vas i ja sal inera 197

Tipo: Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda 198

F. FASE TESORO (1520- 1650 d.C.) 200

Tipo: Molcajete Negro sobre Naranja 201

V. LAS FUENTES HISTÓRICAS Y SU CORRELACIÓN CON SU DATO

ARQUEOLÓGICO 203

A. IDENTIFICACIÓN DE LAS ESCULTURAS EN BASE A LAS FUENTES

HISTÓRICAS. 203

B. LA DEIDAD DE TLALOC 210

C. LA DEIDAD DE CHICOMECOATL 214

VI. CONCLUSION 226

BIBLIOGRAFIA 231

8

CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA TESIS

A. PLANTEAMIENTO TEÓRICO

La tesis que se presenta, se derivó del interés en el estudio de

las fuentes etnohistóricas y los datos arqueológicos que

correlacionándolos nos puede brindar en algunos casos información

sobre actividades que se suscitaron en el pasado y que en el registro

arqueológico no es factible inferir.

Los datos arqueológicos que presento , son derivados de un

salvamento arqueológico que se efectuó al suroeste del Valle de

Tula, en la Región de Atotonilco de Tula, donde actualmente los

procesos de urbanización han originado la pérdida de patrimonio

arqueológico, de ahí que con el Proyecto Arqueológico Potrero de

Nextongo coordinado por el maestro Luis M. Gamboa, se ha logrado

mediante el registro de sit ios, la conservación de algunos

asentamientos prehispánicos (Gamboa y Vázquez 2007; Gamboa y

Toxtle 2009). El discurso que se presenta, es un desarrol lo

conceptual, de qué es la arqueología histórica y cómo es importante

para la interpretación de datos provenientes de evidencias

arqueológicas que se correlacionan.

1. LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA Y LAS FUENTES DE

CRONISTAS DEL SIGLO XVI

La arqueología histórica: puede ser definida como el estudio de la

cultura material de tiempos donde existe la presencia de fuentes

escritas, constituyéndose en una discipl ina que propone la

reconstrucción de los modos de vida de las sociedades humanas a

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través del t iempo y el espacio, complementando y unif icando criterios

arqueológicos y etnohistóricos. Entendidos éstos como teoría y

métodos (Sanhueza 1991: 89).

Es común que algunos presupongan que la arqueología

histórica inicia después de la Colonia, precisamente después de la

conquista con México Tenochtit lán en el año 1521 d.C. La propuesta

que lo just if ica es que inician cambios ideológicos y culturales, que

afectaron a las poblaciones indígenas y que preservaron a través de

la historia, donde el pasado indígena se destruyó y se desconoció

durante varios años, hasta el surgimiento de una independencia.

De igual forma siguiendo la normatividad de la Ley Federal

sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artíst icos e Históricos

(1972), sólo se consideran monumentos cuando son declarados como

tal, a petición de partes (capí tulo 5º), por ende, se aplica el término

de Arqueología Histórica cuando se estudian culturas que son

posteriores a la conquista. Para algunos, él término t iene que ver con

el sentido de que la historia escrita l lega con el español, con el ibero

que l lega a estas t ierras y comienza a plasmar todo en manuscritos.

La concepción que se maneja de la Arqueología Histórica en otros

países es diferente, ellos la desglosan más todavía, por eso mucho

se habla del período gótico de la arqueología, del románico, del

barroco, industrial, en f in, aquí la Arqueología Histórica es un mismo

concepto, ya la diferenciación es interna.

La arqueología histórica en México, t iene su origen al estudiar

la época Colonial (1521- 1560 d.C.), probablemente debido a la

inf luencia después de la Segunda Guerra Mundial, cuando estudiosos

comenzaron a registrar monumentos góticos o posteriores que se

habían afectado por los bombardeos en Europa. Es aquí donde nació

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el registro de monumentos históricos que posteriormente en México,

en especial en ciudades como Guadalajara, México, Puebla, entre

otros se volvió un quehacer cotidiano.

En la historia de las intervenciones probablemente uno de los

monumentos históricos que se interviene fue el Cuauhnahuac en la

ciudad de Cuernavaca, Morelos, donde Jorge Angulo comienza a

estudiar la arquitectura colonial . En su primera etapa virreinal fue

residencia del conquistador Hernán Cortés y su esposa Juana Zúñiga,

quien diera a luz en este lugar al hijo del capitán extremeño de

nombre Martín, personaje que años más tarde fue acusado de

conspirar contra el rey. En dicho lugar por debajo, se exploraron

también restos de construcciones prehispáni cas que corresponden a

las ruinas de un lugar l lamado Tlat locayacall i que era util izado para

entregar los tr ibutos al cacique tlahuica y fue debido a esto que los

españoles eligieron éste lugar para la construcción del palacio.

Con el t iempo surgen otros monumentos históricos que se

investigaron con técnicas arqueológicas, entre estos, el Palacio

Nacional de la Ciudad de México por Besso- Oberto y Gerardo

Zepeda, en la década de los setentas. En el siglo XVI, en dicho lugar

el emperador Moctezuma ordenó la edif icación de su Palacio en el

terreno que tiempo después ocuparía el Palacio Virreinal. La

construcción era tan fastuosa que no pasó inadvert ida para Hernán

Cortés, quien se apropió de el la, junto con el Palacio de Axayacatl

(padre de Moctezuma) en donde estuvo hospedado de 1519 a 1520.

Posterior a la conquista, ambos palacios fueron destruidos.

Entre 1521 y 1524, por órdenes de Cortés, se reconstruye la

ciudad de México, bajo una nueva traza de corte europeo. Entre las

nuevas construcciones destaca una casa que mandó construir en

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donde estaba el Palacio de Axayacatl (en donde hoy en día se ubica

el Nacional Monte de Piedad), desde el cual estableció su gobierno y

más tarde lo haría la Real Audiencia y el primer virrey Antonio de

Mendoza. Por lo anterior, para su uso personal, mandó en 1524 hacer

una nueva construcción en los terrenos del Palacio de Moctezuma, la

cual se conocería como las Casas Nuevas de Moctezuma.

El desarrollo de la Arqueología Histórica probablemente tiene

más relevancia en lo que se ha llamado Arqueología Bíbl ica en el

Medio Oriente. Esto es porque se han especializado en los estudios

de los restos materiales que t ienen relación directa o indirecta con

los relatos bíbl icos, sean estos del Antiguo o del Nuevo T estamento,

y con la historia y cosmología de las rel igiones judeocrist ianas. El

lugar principal de esta parte de las ciencias arqueológicas es lo que

en dichas religiones es denominado Tierra Santa, y desde la

perspectiva occidental Medio Oriente.

Si bien los elementos principales de la arqueología bíbl ica son

referentes teológicos y religiosos en su mayoría, esta es una ciencia

en toda su dimensión metodológica. Como sucede con otros registros

históricos de otras civil izaciones, los manuscritos deben ser

comparados con otras sociedades contemporáneas de Europa,

Mesopotamia y África. Las técnicas científ icas empleadas son las

mismas de la arqueología en general como las excavaciones y la

datación, entre otras. En contraste, la arqueología del antiguo Medio

Oriente trata simplemente de lo antiguo, sin particulares

consideraciones acerca de si sus descubrimientos se relacionan con

la Biblia.

En el caso de América, se cuentan con fuentes etnohistóricas,

que en principio consisten de estudios históricos y antropológicos de

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las comunidades originarias y su convivencia con otros grupos

humanos, con la complejidad polít ica e identitaria que ello ha

representado. Relacionada con las nuevas corrientes históricas se ha

enfocado también a las historias sociales que han sido relegadas,

así, etnohistoria de las mujeres, de las imágenes, de los inmigrantes,

entre otros. La conjunción de historia y antropología o etnología

permite esclarecer el mundo del "otro", independientemente de que

éste se encuentre en el pasado o en el presente, se trate de un grupo

marginado o dominante, posea o no escritura como f orma

comunicativa y de resguardo de la memoria.

Para su estudio se emplean las herramientas de trabajo de

fuentes varias:

Escritos primarios: originales como escritura jeroglíf ica,

códices, crónicas, cartas de relación, etc.

Escritos secundarios: textos traba jados con base a las

fuentes primarias y los documentos que a part ir de ellas

han generado otros y otras investigadoras.

También tienen gran importancia las fuentes arqueológicas y su

interpretación, así mismo las fuentes de pr imera mano recopiladas en

campo. En esta vert iente metodológica han tenido un peso

fundamental las herramientas técnicas y electrónicas como son video,

fotografía, grabaciones de entrevistas abiertas, cerradas, encuestas,

música u otras formas donde están expresados los saberes,

conocimiento de los diferentes grupos humanos.

La etnohistoria visual se basa en las imágenes captadas y

empleadas para la comprensión y estudio de los sucesos del pasado,

muchos de los que llegan a nuestro presente y son por ello motivo de

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consulta con la gente de tradición o de quienes presenciaron o

escucharon historias orales temáticas.

La escuela mexicana de antropología creó en 1953 el área de

etnohistoria, una especialización que permit iera abordar documentos

de la escritura mesoamericana y confrontarlos para su validación con

el dato etnográfico. Metodológica y proyectivamente hay fuertes

discusiones éticas sobre el manejo de información que se ha

recabado en comunidad, debido a que en ocasiones no hay

retr ibución moral ni económica con las personas de conocimiento o

con la misma comunidad, que en muchas ocasiones sufren gran

vulnerabil idad y dif íci les condiciones de vida, volviendo así objetos a

sujetos importantes de la historia universal, que se encuentran en un

ámbito turíst ico, de místico atract ivo y científ ica pero negados en sus

demandas fundamentales.

En el estudio de las fuentes etnohistóricas del siglo XVI,

contamos con una serie de cronistas, quienes redactaron hechos

históricos de la época y que ocupaban cargos of iciales para

desempeñar estas funciones. El origen de los cronistas surge durante

la Edad Media, donde se narraba acontecimientos de interés

histórico; el término era casi equivalente a historiador. A diferencia

de los escritores anónimos o conocidos de cantos épicos, los

historiadores y cronistas se distinguieron por la voluntad de veraci dad

en sus relatos desde la antigüedad.

En la Edad Moderna, se entendía que el cronista documentaba

hechos y costumbres, por lo que en la práct ica se diferenciaba de los

autores de historias generales por ejemplo, el Padre Juan de

Mariana, autor de la famosa Historia de España (1591-1601) aunque

a veces se identif icaban con el los. Los reinos cristianos medievales

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de Asturias, León y Casti l la mantuvieron una tradición de crónicas

desde las que just if icaban la Reconquista y reforzaban el poder del

rey. Después del descubrimiento de América por los europeos se

conocieron los relatos de los l lamados cronistas de Indias, que

informaban sobre la geografía y el modo de vida de los indígenas

americanos, desde las relaciones del mismo Cristóbal Colon, su hi jo

Hernando, la famosa carta de Américo Vespucio y muchos otros

descubridores y conquistadores como Hernán Cortés.

El carácter justif icat ivo de esa producción es claro. La

aportación en sentido contrario de Bartolomé de las Casas Brevísima

relación de la destrucción de las Indias fue tan trascendental que dio

origen a la Junta de Valladolid, en que le dio réplica Juan Ginés de

Sepúlveda; e incluso a la l lamada Leyenda negra al divulgarse por

toda Europa como propaganda antiespañola. La visión de los

indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueada y

destruida, fue posible por algunos casos excepcionales, como el i nca

Felipe Guaman Poma de Ayala. Algunos cronistas destacados son:

Bernal Díaz de Casti l lo, Fernando de Alva Ixtl i lxochitl , Pedro Cueza

de León, Hernán Cortes, López de Gormara, D iego Duran, Francisco

Jiménez, fray Toribio de Benavente, f ray Bernardino de Sahagún, f ray

Francisco Vázquez, entre otros.

En el marco de esta tesis se plantea la revisión documental de

algunos cronistas para poder establecer una correlación con los

materiales arqueológicos recuperados; diferenciándose del trabajo

historiográf ico tradicional, pues se requiere información precisa sobre

la importancia de la cultura material, ya sea en términos de uso del

espacio, construcción, arquitectura y bienes muebles localizados en

el área bajo estudio.

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Una obra que es indispensable mencionar es la escrita por

Bernal Díaz de Casti l lo, Historia verdadera de la Conquista de la

Nueva España , la comenzó a escribir con más de ochenta y cuatro

años, teniendo un importantísimo valor por el cual a través de el la

podemos conocer múltiples acontecimientos que ocurrieron durante la

conquista. Por esta obra desfilan personajes españoles e indígenas,

y se describe a la perfección el ambiente que rodeaba a cada una de

las acciones emprendidas, desde los primeros contactos con los

nativos hasta las grandes expediciones por Centroamérica, pasando

por las épicas batallas en Tabasco y México Tenochtit lán y el gran

viaje de Cortés a las Hibueras. La obra fue concluida en 1575.

Díaz del Castil lo advierte que no sabe latín ni fue a la

universidad, pero eso no era impedimento, en sus propias palabras : “

Lo que yo vi y me hallé en ello peleando, como buen testigo de

vista yo lo escribiré, con la ayuda de Dios, muy llanamente, sin

torcer ni una parte ni otra . ..” Su obra, en efecto, está constituida

por su propia experiencia personal, con el propósito de reivindicar el

papel que en la conquista tuvieron las personas que participaron.

En el caso de la obra de Diego Durán, Historia de las Indias de

Nueva España e Islas de Tierra Firme , también conocida como

Códice Albín; fue editada por vez primera en varios volúmenes entre

1867 y 1880 por el interés de José Fernando Ramírez de rescatar

dicho manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid. En ella Durán,

luego de realizar una investigación exhaustiva en fuentes orales,

códices y testimonios diversos, los cuales cotejó y confrontó para dar

una versión más certera de la información acerca de los mexicas y

sus contemporáneos.

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Bernardino de Sahagún, en su trabajo, dio a conocer de forma

directa las costumbres y tradiciones de los pueblos de Mesoamérica,

abarcando desde dibujos, hasta estudios de la lengua, mitos y

leyendas, dioses, ritos funerarios, cultura, gastronomía y

organización social y polít ica. En la Biblioteca Nacional de España se

conserva un ejemplar manuscrito datado en 1587 titulado Historia de

las Indias y relación de su idolatría y rel igión antigua con su

calendario y que se considera obra suya. También son de su autoría

el Libro de Dioses y Ritos (1574-1576) así como el Calendario

Antiguo (1579).

Una tercera obra, que es fundamental consultar de f ray

Bernardino de Sahagún (1999), es la Historia general de las cosas

de la Nueva España que, con loable empeño, y recogiendo la

tradición oral que le trasmitían sus alumnos, enviaba al Consejo de

las Indias para su publicación, el cual lo archivaba por razones

polít icas. Los tres ejemplares acabaron en la Bibl ioteca del Palacio

Real de Madrid, donde todavía se conserva una.

Otra de el las, compuesta de doce l ibros es conoc ida también

como Códice f lorentino porque uno de los manuscritos, despu és de

innumerables peripecias, terminó en la Bibl ioteca Medica Laurenciana

de Florencia. Por su método de trabajo, basado en la recolección en

las fuentes de testimonios de los ancianos, el análisis detallado, y la

compilación bil ingüe (náhuatl -español), y por los resultados que

obtuvo al investigar sobre la cultura de los antiguos mexicanos,

eruditos como León Porti l la (1999) lo han considerado como el primer

antropólogo de América.

Este juicio de imparcial idad no es unánime: algunos académicos

sostienen que Sahagún tuvo su parte en el proceso de demonización

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de la religión de los antiguos mexicanos y en la transculturación de

los pueblos subyugados. Si bien no hay evidencia de que haya

participado en la destrucción f ísica de los monumentos nahuas (como

sí lo hizo su colega franciscano Pedro de Gante 1). Como

evangelizador contribuyó en la eliminación del antiguo orden indígena

(Hernández de León Porti l la 1997) .

2. LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS

La presente tesis, aborda la cuestión del culto preh ispánico

que se pudo realizar en una cima de montaña durante f inales del

Postclásico Tardío , al suroeste del Municipio de Atotonilco de Tula,

Estado de Hidalgo. El propósito es hacer una correlación entre el

dato arqueológico y el etnohistórico aportado por los cronistas, para

plantear las probables act ividades que se pudieron producir en el

lugar de t ipo ritual.

Se sabe por diversas fuentes, que durante la época

prehispánica existen lugares que se consideran como sagrados , de

acuerdo con la cosmología indígena, en los cerros habitaban los

t laloques o pequeños ayudantes de Tlaloc, ahí se generaban las

nubes y las l luvias, lo mismo que los ríos; además, se les

consideraba como una especie de recipiente que almacenaba agua

en su interior y solían ser referentes del horizonte visual, así como

1 Fray Pieter van der Moere, conocido como Fray Pedro de Gante o Pedro de Mura (1479 -1572), fue un

religioso franciscano flamenco, siendo uno de los primeros en arribar a Mexico, donde permaneció casi

cincuenta años como evangelizador y educador. Es el fundador de la escuela de San José de Belén de los

Naturales, junto al convento de San Francisco. Esta institución estaba dedicada a instruir, particularmente, a

los hijos de la nobleza local. En ella adoptará un método de internado similar al empleado por los antiguos

mexicas, con el propósito de suministrar educación religiosa y crear al mismo tiempo un grupo misionero que

reproduzca y difunda la religión con capacidad de predicar en las distintas lenguas de las culturas de

Mesoamérica.

18

puntos o marcadores del curso anual del sol, es decir, el calendario

(cf. Broda,2007, 2009ª, 2009b).

En nuestro caso, se tuvo la oportunidad de excavar un sit io que

pudo funcionar para realizar act ividades ceremoniales relacionadas

con deidades de la montaña, en especial de sustentación y de los

mantenimientos. Los reportes sobre este tipo de sit ios sólo han sido

mencionados en lo que corresponde a la provincia de Ji lotepec y

escasamente en la Región de Tula- Tepeji (Alaniz 1995). En el caso

de la parte suroeste del Municipio de Atotonilco de Tula, no hay

reportes, por lo que esta tesis presenta información que es relevante

para tratar aspectos relacionados con sit ios en la cima de montañas.

Los reconocimientos de superf icie l levados a cabo dentro del

Proyecto Potrero de Nextongo a cargo del arqueólogo Luis M.

Gamboa (2007 y 2009), permitió obtener datos para tratar aspectos

relacionados con el patrón de asentamiento. De esta información fue

comprobado que algunas cimas que se encuentran en la serranía hay

sit ios ceremoniales, mientras que en las laderas y piedemonte bajo

hay sit ios relacionados con unidades habitaciones agro - artesanales.

De estos sit ios se ha planteado que hay una red que son

contemporáneos y que están interactuando entre si, los mismos que

dependen de un centro rector que probablemente correspondió con

Apaxco durante el Postclásico Tardío.

Es fundamental la conformación del paisaje, conocerlo para

inferir las áreas potenciales donde hay ocupaciones prehispánicas

que están interactuando en dicha red. De esta forma la conformación

de las topoformas consisten en cima, piedemonte y val le , que están

bañados por sedimentos férti les del r i o salado; que nos dan un patrón

donde la cima presenta sit ios de carácter ceremonial. En el

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piedemonte hay terrazas con unidades habitacionales de carácter

agrícola- artesanal; y en el val le hay unidades habitacionales más

rúst icas asociadas a terrenos que sirvieron para una agricultura de

temporal. Por ende, hay un lugar que debió ser el centro rector que

controlaba este tipo de asentamiento, que hasta el momento no

hemos podido inferir dónde se encuentra su ubicación y que depende

de un asentamiento mayor.

Los sit ios arqueológicos reportados en las cimas de la

Provincia de Ji lotepec son: el observatorio y Chapa el Viejo en el

municipio de Chapa de Mota; Canalejas y los Ídolos en los municipios

de Jilotepec y Soyaniquilpan, respectivamente (Alaniz 1995). En lo

que corresponde a Huehuetoca, se encuentra el Cincoc, que también

es mencionado en la fuentes como un lugar sagrado donde Huemac

dio muerte a su hijo una vez que abandonó Tula Xicocotit lan. En

relación al Municipio de Tequixquiac se encuentra el sit io de la Mesa,

que fue reportado por Jeffrey Parsons quien lo identif ica

cronológicamente como en el periodo Epiclásico.

La importancia de los cerros en otras áreas ha motivado a

diversos investigadores a estudiarlos , como son el caso del cerro de

La Malinche (García Mol, 1968); cerro del Caballete, en Huizquilucan

(Garibay, 1957); Los Volcanes (Müller, 1978c); Cerro Gordo,

Teotihuacan (Müller, op. cit.); Cerro de San Miguel, Sierra de las

Cruces (Weitlaner, comunicación verbal a Müller en 1942; en Müller,

1978c); San Bernabé, Cerro del Judío (Francisco Rivas, comunicación

personal, 1997), así como en el Valle del Mezquital por Fernando

López.

Los tipos de hallazgos que se reportan coinciden todos con la

presencia de vasijas tipo Tlaloc, navaji l las prismáticas, estructuras

20

ceremoniales redondas o rectangulares, braseros y ubicados en la

cima de la montaña. Los materiales culturales indican la presencia de

cerámica Azteca II I y Texcoco, es decir se sitúan en el Posclásico

tardío correlacionándose con algunos de los tipos identif icados por

Müller (1948).

De ahí que se ha convertido lo anterior en una línea de

investigación que se ha llamado arqueología de alta montaña 2, la cual

se relaciona con implicaciones paisajistas y astronómicas. Lo que si

es claro, es que estos asentamiento se encuentran estratégicamente

en lugares donde existe una mayor cantidad de inversión en fuerza

de trabajo invert ida en la planif icación y construcción , como sería el

caso del cerro Tlaloc en la Sierra Nevada que implica un proceso de

convencimiento o sometimiento para la edif icación.

En el caso del sit io que presentamos no hay tanta inversión

para la construcción del edif icio , que se descubrió correspondiente a

mi investigación; pero, supongo que su existencia se debe más a la

reproducción ideológica que se origina en un área central donde un

grupo pequeño tiene el control social de algunos individuos para el

convencimiento y la reproducción a través de rituales de ciertas

2 Arturo Montero hace mención que “La arqueología mantiene su unidad teórica y metodológica, por lo que

“arqueología de alta montaña” es un neologismo que tan solo distingue al investigador por su capacidad de

ascender a las altas cumbres. Desde los trabajos del Primer Seminario Internacional de Arqueología de Alta

Montaña, celebrado en la ciudad de Salta, Argentina en el año 1999, se ha venido ensayando en un criterio

que pueda aglutinar antropológicamente a la alta montaña. Para algunos especialistas el concepto debería ser

únicamente de montaña, sin la condición de “alta”, “media” o “baja”; para otros, la alta montaña se establece

por su distancia de la vida cotidiana como un espacio diferente, liminal, al cual el individuo llega en un estado

de suspenso, con un propósito religioso; para otros en cambio, la propuesta apunta a una sustentación

geográfica”. (información obtenida de: http://www.montero.org.mx/tlalocan.htm).

21

actividades que se inf ieren por los materiales arqueológicos que se

descubren.

Dentro del cic lo anual de f iestas relacionadas con el culto a

Tlaloc y a los cerros, Broda (1992) ha dist inguido tres aspectos:

Durante la época seca del año se sacrif icaban niños con el f in

de conjurar las lluvias (I At lacahualco y IV Huey Tozoztl i).

En la temporada de lluvias, que principiaba en el mes

indígena de VI Etzalcualiztl i, los sacerdotes de Tlaloc

efectuaban ritos para garantizar el desenlace vigoroso de las

lluvias.

La transición entre las l luvias (xopan) y secas (tonalco),

coincidía con la cosecha del ma íz, había dos ceremonias

importantes dedicadas al culto de los cerros: en octubre (XIII

Tepeilhuit l) y en diciembre (XVI Atemoztl i).

Admito, que debido a la existencia de las evidencias

arqueológicas que se descubrieron en la excavación en el área, y los

múltiples datos documentales aunando a lo que propongo como

tesis, se pudo llevar a cabo una correlación entre dichos datos, ya

que en documentos se proyectan algunos de los rituales que se

efectuaban, este tipo de rituales que lamentablemente no

permanecieron a través del t iempo en las comunidades

etnohistóricas, por lo que los datos arqueológicos son de suma

importancia, por estos mismos documentos sabemos cómo se crearon

pueblos donde se congregó a la población dispersa que existía en la

región, tal es el caso del surgimiento de Tepeji del Rio con la

congregación de dos poblados que fueron Otlaxpa y Tepexic.

22

En otras regiones la coexistencia de estas tradiciones se

fusionan con la f iesta de la Santa Cruz que ese encuentra difundida

en México y en ella están inmersos aspectos rituales prehispánicos

con fuerte interacción de elementos del catol icismo popular (Olivera

1979). Por ejemplo, en Cit lala, Guerrero, las manifestaciones

rel igiosas en honor a la Santa Cruz inician el 24 de abril y concluyen

el 2 de mayo con una ceremonia, donde part icipa toda la comunidad,

en el cerro Cruztenco (Vil lela 1994; Iwaniszewski 1992).

La información que se presenta en la tesis teóricamente

comprende parte de un puente entre el dato arqueológico que se

obtuvo durante la intervención de salvamento y el estudio de las

fuentes etnohistóricas basadas en las crónicas del siglo XVI ;

independientemente del subjetivismo que puede ser interpretado,

considero que esta propuesta podrá contribuir a una nueva línea de

investigación para la región bajo estudio .

B. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Una de las primeras limitantes que enfrente al proponer esta

tesis, fue la falta de información acerca del patrón de asentamiento

de los sit ios prehispánicos en el área suroeste de Atotonilco de Tula.

mucho menos sobre datos relacionados con excavación arqueológica

donde se planteen aspectos relacionados con los tipos de

construcciones que se suscitaron en el pasado y su importancia que

tuvieron según su posición estratégica en el paisaje, dentro de la

economía o polít ica de un sistema de asentamientos. Este vacío de

información resulta un obstáculo cuando queremos comparar sit ios y

entender la evolución socio -cultural que se suscito en un tiempo y

espacio especif ico.

23

Así mismo, la escasez de información complica la ardua tarea

para definir los tipos de asentamientos de esa área según la t ipología

regional basada en su grado de complejidad para inferir si el

asentamiento es una aldea, caserío, vil la o ciudad; de igual manera,

existe la dif icultad para definir las probables funciones que pudieron

tener las ocupaciones, ya sean productivas, residencia les o

ceremoniales.

Lo anterior me ha motivado a proponer esta tesis con el

propósito de dar a conocer los primeros datos que se relacionan con

el patrón de asentamiento y el resultado que se obtuvo con la

excavación de un área que resultó ser un sit io ceremonial donde se

obtuvieron una gran cantidad de esculturas que por su fo rma y

análisis iconográficos me permite plantear las probables actividades

que se produjeron en lugar, reforzando la información con datos

derivados de la arqueología y fuentes etnohistóricas de las crónicas

del siglo XVI.

Con esto se podrá responder una serie de interrogantes que se

formularon desde el inicio del programa de trabajo que se dir igió en

comprender la importancia de este tipo de sit ios en el pasado. De ahí

que las preguntas que formule fueron las siguientes:

Con base en los materiales arqueológicos descubiertos se

buscó responder ¿Cuál fue la funcionalidad que tuvo e l sit io?,

¿Qué importancia llegó a tener a nivel regional o local? ¿Qué

tipo de actividades rituales se hicieron y cómo están

evidenciadas?, ¿Cuál es su cronología? y ¿Cuáles son su s

características estructurales.

24

Con base en las fuentes etnohistóricas derivadas de las crónicas

del siglo XVI, se pretende responder: ¿Cuáles son las más

representativas para abordar el tema de sit ios ri tuales?, ¿Cuál

pudo ser su trascendencia dentro la ideología mexica que

predominó en la Cuenca de México?, ¿Qué tipo de información

tienen las fuentes que se correlacionan con los datos

arqueológicos para la inferencia de las actividades ri tuales y

ceremoniales que se pudieron realizar en el lugar?, ¿Qué

implicaciones sociales-culturales pudo ejercer lo anterior a la

región bajo estudio?, ¿Cómo se incorpora el espacio ri tual a la

visión paisajista y a la planif icación de los asentamientos

arqueológicos?.

C. OBJETIVOS DE LA TESIS

Se propuso para la investigación de la tesis lo siguiente.

Con base en los materiales arqueológicos descubiertos se

pretendió:

- Hacer la clasif icación y análisis de los materiales para

identif icar aspectos relacionados con la cronología,

funcionalidad e identidad de quienes los usaron y

desecharon.

- De igual forma, por el t ipo de excavación se valoró la

información anterior, basándonos en los procesos de

transformación y formación del contexto arqueológico.

- Con la información obtenida, se planteó identif icar los

materiales que indicaran la interacción con otras regiones o

áreas de Mesoamérica.

25

- En cuanto al número y cal idad de los materiales , se

obtuvieron datos que nos permitieron inferir los t ipos de

actividades que se efectuaron en el lugar bajo estudio.

- Por últ imo, en cuanto a la construcción intervenida se

abordaron aspectos que están relacionados con materiales y

sistemas construct ivos, etapas o momentos, planif icación y

orientación.

Con base en las fuentes etnohistóricas de las crónicas del siglo

XVI, se abordaron los siguientes objetivos:

- Diferenciar entre las fuentes directas e indirectas para

evaluar cuáles son las más representativas para el caso bajo

estudio.

- Se hizo un estudio minucioso de la información existente

sobre ritos y actividades ceremoniales para poder comprender

qué tipo de deidades estuvieron venerando en el lugar bajo

estudio.

- En base a los indicadores etnohistóricos de las crónicas del

siglo XVI, se estudiaron si estos se correlacionan con los

arqueológicos basados en los datos obtenidos de la

excavación efectuada.

- Al f inal de la tesis se abordó la función del sit io, act ividades

rituales que se realizaron, deidades que se veneraron y

probables momentos temporales durante el año en donde se

realizaban ritos claves para estos pueblos .

26

D. JUSTIFICACÍON DE LA TESIS

Desde mi perspectiva, considero que la información que se da

a conocer es relevante para la comprensión de aspectos relacionados

con la cosmología prehispánica que se suscitó al suroeste del

Municipio de Atotonilco de Tula durante la época prehispánica.

La importancia del lugar es que no sólo contamos con sit ios que

tienen implicaciones ceremoniales , sino también formaron parte de un

sistema de asentamientos donde están interactuando. Al contar con

fuentes etnohistóricas de las crónicas del siglo XVI, obtenemos datos

sobre las probables actividades que se suscitaron en el pasado y que

nos permite que las evidencias de trabajos arqueológicos sean más

relevantes para el conocimiento del pasado de la región.

De ahí que puedo just if icar la presente tesis como una

investigación académica que es relevante, porque contribuye sobre el

pasado y proporciona datos que podrán ser usados para comparar en

los casos que probablemente serán similares al que está bajo

estudio. Así mismo, para nosotros es un reto poder a través de los

materiales arqueológicos poder hacer una correlación con las fuentes

para poder inferir que tipo de act ividades se pudieron dar en el lugar

bajo estudio.

Los datos que se obtengan podrán dar una mayor valoración de

la importancia del lugar para su protección, ya que la investigación

que se propuso de índole académica busca dar a conocer los

resultados para evitar la destrucción del patrimonio.

27

E. LA HIPÓTESIS DE PRUEBA

Las montañas han tenido un carácter sagrado en el México

Prehispánico, existe abundante l iteratura al respecto donde se habla

de los dioses, ceremonias y ritos que se realizaban en ellas. En el

caso de Potrero de Nextongo se excavo un sit io con una construcción

redonda que consideramos es ceremonial, ya que se descubrieron

elementos que se relacionan con actividades rituales como son

sahumadores, braseros, esculturas como dioses de los

mantenimientos y sustentación, entre otros; presuponemos que estos

elementos descubiertos forman parte de un contexto donde se

llevaban actividades rituales relacionados con dioses de los

mantenimientos entre estos Chicomecoatl y Tlaloc.

La hipótesis que formule, a través de los materiales

arqueológicos recuperados sobre que la construcción descubierta

corresponde con un área ceremonial donde se les rendía culto a

dichos dioses asociados también a la montaña; como zona ritual hay

una interacción de este lugar con el paisaje donde las diversa s

comunidades asentadas interactuaban en días específ icos de las

ceremonias que se celebraban en el lugar.

De esta forma suponemos, que hay un control ideológico que es

ejercido por un grupo part icular donde se recrean cícl icamente

rituales que están mencionados en las fuentes etnohistóricas. De ahí

que podemos sustentar que esta información se podrá correlacionar

con la evidencia arqueológica.

28

F. PROCEDIMIENTO METODÓLOGICO

Para abarcar los objetivos propuestos se planteó las siguientes

fases de trabajo.

FASE 1. Clasif icación de materiales con el sistema de forma

función, el objet ivo es obtener la cronología y funcionalidad del

mismo. Así mismo cada tipo cerámico se describió basándonos

en una cedula donde se hace mención del nombre, pasta,

acabado de superf icie y con referencias bibliográf icas. Con el

resultado que se obtuvo, se pudieron hacer los mapas de

distribución, al interior del área intervenida.

FASE 2: Evaluar el proceso de transformación del contexto

arqueológico: se realizó una descripción historiográf ica del

proceso y la estrategia de excavación donde se evaluaron los

contextos primarios y secundarios, para inferir si ha habido una

afectación, así mismo se describió los aspectos estructurales

de la construcción que se descubrió, para poder plantear los

tipos de mater iales, sistemas constructivos, etapas,

planif icación y orientación.

FASE 3: La clasif icación artefactual nos permitió identif icar los

tipos de materiales que son locales y foráneos; esto últ imo

probablemente procedentes de otros lugares de Mesoamérica.

el estudio del área de actividad serán inferidas a su vez por los

contextos primarios que nos permitieron, inferir los t ipos de

procesos sociales que suscitaron en el lugar de estudio.

FASE 4; Se hizo uso de las fuentes etnohistóricas de carácter

primarios para poder abordar temas que la evidencia material

no proporciona, por ejemplo: ceremonial y r ituales que se

pudieron haber suscitado en el lugar de estudio. Las fuentes

29

etnohistóricas de las crónicas del siglo XVI, nos brindaron dicha

información, ya que se hace mención de las deidades,

ceremonias, r ituales, fechas calendáricas, entre otros.

30

CAPITÚLO II. MARCO REFERENCIAL DEL SITIO

A. UBICÁCION

La región bajo estudio se encuentra al suroeste del Municipio

de Atotonilco de Tula, colindando al sureste con el Estado de México

y al suroeste con el Municipio de Tepeji de Ocampo. Las coordenadas

de ubicación del sit io que forma parte de esta tesis corresponden a

las coordenadas UTM: E 476567.5272 y N 219954.9368.

Durante los recorridos que se hicieron en la región, se registro

el sit io como Potrero de Nextongo , tomando su nombre de un rancho

que se encontraba en el lugar (Gamboa y Vázquez 2007 a-c). En la

carta topográfica, el sit io se localiza en la cima del cerro Chiquihuit i l l ,

cuya altura sobre el nivel del mar es de 2,080 msnm., relacionándose

con una serie de cerros interconectados con pendientes l igeras.

(Gamboa y Toxtle: 2007 y 2009).

Para llegar al sit io, se entra por la carretera Jorobas-Tula a la

altura del ki lometro 8; al oriente limita con el Ejido de Santa María

Apaxco, Estado de México; al norte con la Me sa la Ahumada; al

poniente con el fraccionamiento de reciente creación llamada

Praderas del Potrero ; y al sur con el fraccionamiento Potrero de

Nextongo.

31

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33

B. ASPECTOS FISÍCO- GEOGRÁFICOS

La región bajo estudio al encontrarse al suroeste del Municipio de

Atotonilco de Tula de acuerdo a sus característ icas topográficas

predomina el cl ima semiseco templado que abarca el 62 por ciento de

territorio, con verano largo y l luvia invernal inferior al 5 por ciento, la

temperatura más elevada se manif iesta antes del solst icio de vera no;

la temperatura anual que se t iene registrado oscila entre 12 a 17 ºC

(Plan de Desarrollo Municipal de Atotonilco de Tula 2008: 7).

En términos Generales parte de esta región es el l ímite sur del

Valle del Mezquital3, mismo que se caracteriza por ser un territorio

del alt iplano con las característ icas y rasgos propios de esta región

de Hidalgo, cuya f isiograf ía corresponde a una extensa área de

lomeríos suaves que abarca el 75 por ciento del municipio; y el 25

por ciento por l lanuras de piso rocoso que abarca la parte este y

oeste del área bajo estudio.

Lo anterior ha inf luenciado la creación de asentamientos

modernos, logrando identif icar tres zonas diferenciadas; al noroeste

de la cabecera de Atotonilco de Tula hay pendientes leves lo que

hace de mediana competit ividad para los asentamientos humano;

hacia el este, se encuentra el terreno práct icamente plano y es la

zona que ha presentado mayor dinámica de crecimiento de

asentamientos populares colindando con el Estado de México (Ibídem

7).

En la hidrología superf icial, la región comprende la parte del

Pánuco que corresponde al vért ice del Golfo de México y está

3 El Valle del Mezqui ta l es tá considerado como Área Natura l Protegida, de control

es tatal bajo el decre to emi t ido e l 3 de mayo de 1947.

34

considerada como una de las más importantes del país. Un rio que

destaca al suroeste del sit io arqueológico es el Salado, el cual

pertenece a la cuenca del Río Moctezuma. El r io Salado se une al

noroeste con el del Salto y el rio Tula.

Se ha mencionado el potencial que hay de la hidrología

subterránea para la región de Atotonilco de Tula, ya que es compleja,

debido a las formaciones geológicas que varían l itológicamente y

poseen característ icas hidrogeológicas diferentes entre sí (Ibídem 8).

Esto ha creado una secuencia de acuíferos en diferentes áreas, que

se manif iestan como aguadas. Asimismo, las característ icas

hidrogeológicas están gobernadas por la estructura de las rocas, las

fallas geológicas, y la permeabil idad y porosidad de los diferentes

depósitos.

En cuanto a la f lora, lo que sobresale debido a los lomeríos y

l lanuras, son matorrales de crasicaule; es el ecosistema más

representativo. El matorral crasicaule posee escasa vegetación,

compuesta de plantas adaptadas a las condiciones de sequía, como

son las cactáceas, los agaves y los arbustos pequeños con espinas;

este ecosistema puede establecerse en amplias zonas de este

municipio y los adyacentes como son los de Tepeji del Río,

Tlaxcoapan, Tula de Allende y Atitalaquia.

Debido a las causas de las condiciones de escasa precipitación

pluvial que prevalecen en gran parte del municipio, posee solo

especies animales capaces de vivir en regiones con poca agua. Las

especies que predominan en este territorio son: conejo, l iebre, ardil la

y repti les como el camaleón, lagarti ja y víbora aunados a una

variedad de arácnidos e insectos.

35

En el aspecto geológico, la estructura y formación de los suelos

tiene que ver con los tipos de rocas. En la región en la parte noroeste

del sit io arqueológico intervenido se encuentra un área conocida

como el pedregal, donde hay abundancia de rocas ígneas de origen

plutónico o intrusivo, formadas a partir de un enfriamiento lento y en

profundidad de la superf icie de la Tierra. Estas rocas se forman

cuando el magma penetra en una cavidad subterránea que se

encuentra relat ivamente fría y que las solidif ica en forma de cristales

debido a que se enfría muy lentamente, y genera rocas que contienen

grandes cristales.

Las pendientes más elevadas están formadas por brechas

volcánicas básicas (rocas volcánicas llamadas volcanoclástico), y en

las pendientes bajas y planas se encuentran sobre la superf icie las

rocas de basalto. El otro tipo de rocas que predomina son las rocas

sedimentarias, que se localizan en la parte suroeste y noreste del

área bajo estudio. Hacia el noreste también se encuentran

concentraciones de rocas sedimentaria l lamada caliza, donde existen

canteras a cielo abierto donde se explota el material; de igual forma

al noroeste en el área del Municipio de Tepeji, en especial por la

zona del Salto.

En el sit io que se intervino t ienen una alta concentración de

rocas sedimentarias de origen volcanoclást i co, areniscas, lutitas,

conglomerados y las calizas en muy baja proporción en forma de

nódulos. En época prehispánica estos materiales se explotaron para

la construcción de edif icaciones de índole religioso y domestico, de

igual forma se aprovechó el material para la construcción de terrazas

que se usaron para actividades agrícolas.

36

Figura 3. Ubicación en negro del punto donde se ubica el sit io

intervenido en relación con la división natural que se hizo para el

registro de las unidades de muestreo durante el recorrido que se

efectuó en el 2008 (Gamboa y Toxtle 2009: 8). También se

presentan los polígonos que se h icieron para delimitar el área

recorrida.

37

Figura 4. Ortófono del área de recorrido efectuado durante el 2007 y

2008 en Praderas del Potrero.

38

Figura 5. La f lecha indica el lugar donde se ubica el sit io que se intervino, al fondo se observa una cúspide en pico que corresponde

al cerro Cincoc (Gamboa y Toxtle 2009: 10). La foto fue tomada desde la ladera de la Rodil la.de norte a sur.

Figura 6. El cerro de Chiquihuti l l, en cuya cima se intervino una construcción prehispánica. La foto fue tomada de su r a norte. Al

fondo se observa la cima de la Ladera de la Rodil la.

39

En área bajo estudio se identif icaron tres t ipos de suelo:

foezem, li tosol y rendizina. En la parte sur del valle y las laderas hay

suelos de tipo foezem, donde existe vegetación natural de matorral

crasicaule con vegetación secundaria. Son suelos abundantes, y

están situados en terrenos planos, que se util izan para la agricultura

de riego y temporal, con altos rendimientos. En la cima y parte de los

lomeríos el t ipo de suelo es li tosol, los cuales están muy erosionados

y nos son factibles para ser usados para la agricultura o pastoreo.

El uso de suelo para actividades agrícolas fue aprovechado en

tiempos pasados. En nuestros días, los suelos ya no son productivos

debido a su alta erosión; esto, también repercute en la actividad de

pastoreo, ya que sólo se usan en épocas de lluvia las zonas del valle

para pastar en especial ganado vacuno.

El uso del r iego podría ser una alternativa a un alto costo, ya

que el Rio Salado se encuentra seco debido al encausamiento que se

hace con el Tajo de Nochistongo por donde llegan las aguas negras

de la Ciudad de México y que inhiben el uso de este recurso. Las

actividades agrícolas que se suelen practicar todavía por los

alrededores, es de temporal , por ende las labores son manuales y de

bajo productividad.

C. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS

La arqueología del suroeste del estado de Hidalgo, inicia con

los reconocimientos de superf icie efectuados por la Dra. Guadalupe

Mastache y Ana María Crespo, dentro del Proyecto Tula 1968- 1977,

a cargo del Dr. Eduardo Matos Moctezuma (Mastache y Crespo 1974).

Ambas investigadoras, presentan sus resultados sobre el

40

reconocimiento de superf icie, en la zona del val le de Tula, abarcando

al sur parte de Tepeji de Ocampo; al norte con proximidades a los

poblados de Mixquiahuala y Progreso; al oeste con la serranía

conformada por varios macizos montañosos en los que sobresale el

Magoni, La Malinche, El Cielito, entre otros; y al este con los

poblados de Tlahueli lpan y Atotonilco de Tula (Ibídem).

El resultado que se obtuvo del reconocimiento, fue un l istado de

sit ios en donde se describen aspectos relacionados con las

características físicas geográficas, uso de suelo, estado de

conservación, temporalidad y las referencias por medio de

coordenadas geográficas. En el patrón de asentamiento, propuso una

jerarquización de sit ios, el cual fue definido, por medio de la

extensión del sit io; de igual forma, es importante la propuesta

cronológica que se propone tentativamente para cada uno de estos a

través de diversos mapas temporales (Ibídem).

La importancia del proyecto que se ejecuto, por ambas

arqueólogas, estaba relacionado con investigar los procesos del

surgimiento, desarrollo y decaimiento del urbanismo antiguo y de los

sistemas de asentamiento de la región de Tula, Hidalgo, en especial

para el Estado Tolteca durante el Posclásico Temprano (900 -1150 D.

C.). De este modo, se realizaron levantamientos arquitectónicos y

croquis de los sit ios que se registraron, convirt iéndose en una base

de datos para comprender el desarrollo del Estado Tolteca y su

relación con la antigua ciudad de Tula (Cobean 1994).

De igual forma, a través de los datos recuperados se abordaron

otros temas relacionados con la historiografía del Val le en especial

la extensión de Tula de Allende, Tepeji de Ocampo y Atotonilco d e

Tula. Un autor que proporcionó información sobre la historicidad del

41

Valle fue el trabajo efectuado con Lawrence Feldman (1974ª y

1974b), en donde, presenta un índice de documentos sobre el centro

de México y la cartografía antigua del área de Tula, lo que permite

reconocer los principales poblados a través del t iempo (Lawr ence y

Mastache 1990).

Otra contribución que surgió, fue el tema del análisis de

sistemas de canales antiguos, descubriendo que desde el periodo

Clásico, en el área de Tlahueli lpan había canales prehispánicos que

estaban asociados con un asentamiento teotihuacano conocido en la

l iteratura como Chingu; de igual forma se logran interpretar el

sistema de riego que pudo exist ir durante el Postclásico Tardío en el

Valle de Tula (Mastache 1976).

Los reconocimientos de superf icie, continuaron a través del

t iempo, así como otros estudios arqueológicos que abordaron tópicos

relacionados con el patrón de asentamiento; extensión y

caracterización de la ciudad; las intervenciones arqueológicas en

unidades habitacionales; estudios cerámicos; definición de

secuencias de ocupación; e investigaciones de áreas de producción.

La recopilación de todas estas investigaciones realizadas por

la Dra. Guadalupe Mastache, la podemos consultar en una

publicación con el Dr. Robert H. Cobean y Dan M. Healan, que se

publicó en el 2002, t itulada Ancient Tollan, Tula and the Toltec

Heart land . En cuanto al patrón de asentamiento, la información se

enriqueció con nuevos datos y análisis estadísticos que implemento

Dan M. Healan, realizando clúster, donde se agrupaban conjuntos de

sit ios que pudieran tener relación entre si , ya sea por cronología o

funcionalidad.

42

Figura 7. Sitios que se reportan por la Dra. Guadalupe Mastache y

Ana María Crespo (1974: Figura 2)

43

La base de datos que se obtiene, se convie rte en algo

importante para la investigación arqueológica de Tula ya que permit ió

proponer aéreas de producción de lít ica tal lada, de cerámica; y

aéreas de unidades habitacionales; así como definir la distribución de

los sit ios de otras temporalidades (Mastache, Cobean y Healan

2002).

Es de comentarse que la parte que corresponde a la región de

Potrero de Nextongo, no está reportada en las obras de Mastache y

Ana María Crespo (1982), ya que esa parte en el extremo sureste fue

recorrido por Jeffrey Parsons, dentro del proyecto Cuenca de México

dir igido por Will iam T. Sanders et al (1979). Los Municipios que se

recorrieron fueron Huehuetoca, Tequixquiac y Apaxco en el Estado de

México, mismos que colindan con el l ímite polít ico del Estado de

Hidalgo, el cual fue usado como la delimitación para el recorrido.

Parsons, reporta una serie de asentamientos que corresponden

a la fase (900- 1150 d.C.), los cuales se asientan sobre las zonas de

piedemonte bajo. De igual forma existe la presencia de

asentamientos tardíos correspondientes a la fase Azteca II. En los

recorridos previos que se han realizado en el lugar hemos constatado

lo anterior, observando algunos fragmentos de cerámica Negro sobre

Naranja de la fase Azteca III (Gamboa 2007).

Un propuesta de Parsons, es que la región bajo estudio de

Potrero de Nextongo, hay asentamientos toltecas que serían

contemporáneos a la máxima expansión de la ciudad de Tula, dato

que se confirmó con las excavaciones de salvamento realizada s en el

Pedregal y que justif icó la intervención realizada por el equipo de

trabajo del arqueólogo Luis M. Gamboa (Gamboa y Vázquez 2007a,

2007b, 2007c).

44

Figura 8. La f lecha señala el área que nos interesa donde se

puede apreciar la densidad de ocupación de la fase (900 - 1150 d.C.).

(Tomado de Mastache et al 2002: Figura 1.4)

En la obra Ancient Tollan, Tula and the Toltec Heart land , una de

las primeras cosas que podemos darnos cuenta, son los reajustes

cronológicos que se propusieron basados en nuevas fechas de

radiocarbono y el estudio de conjuntos de materiales cerámicos

provenientes y estudiados de diversos sit ios en Tula (Ibídem).

Robert H. Cobean (1974 y 1990), es quien ha propuesto la

cronología para la región de Tula, basándose en su momento en el

estudio cerámico a través de la aplicación del sistema t ipo - variedad

y el uso de fechamientos por radiocarbono. El mismo autor es quien

45

hace el reajuste cronológico proponiendo como marcadores

cronológicos los siguientes t ipos.

Fase del Complejo Prado (650- 750 d.C). Representados por los

tipos Ana María Rojo sobre Café y Guadalupe Rojo sobre Café;

aumentando los tipos Clara Luz Negro Esgrafiado y Ánimas

Anaranjado Pulido. Es de señalarse que los t ipos descritos en la

fase Prado (650- 750 d.C.), “…corresponden a un complejo

cerámico híbrido, poco conocido, que contiene algunos t ipos que

posiblemente son relacionado con culturas del Clásico en la

región del Bajío .” (Cobean 1990:27; Mastache, Cobean y Healan

2002: 41).

Fase del Complejo Corral (750- 850 d.C.) está representado por

una variante local de la cerámica de fase Coyotlatelco parecida a

la de la Cuenca de México, bien representada en la región de

Tula, tanto en el Centro Ceremonial de Tula Chico; como en

algunas subestructuras de Tula Grande. Los t ipos que reporta

son Rito Rojo sobre Crema, Artensía Café Inciso, Jiménez Café

Sellado, Pastura Café Liso, La Luz Café Alisado y Cañones Rojo

sobre Café.(Cobean:1990)

Fase del Complejo Corral Terminal (850 - 900 d.C.). Se ha

definido mediante un conjunto cerámico provisional que va entre

el Tollan y corral en el cual sobresalen los siguientes tipos:

Mazapa Rojo sobre Café y Jorobas Anaranjado sobre crema

(Cobean: 1990).

Fase del Complejo Tollan (900- 1150 d.C.) se ha considerado

como el momento de máxima expansión de Tula, en el cual

46

destacan los siguientes tipos: Macana Rojo sobre Café, Bordo

Rojo sobre café, Rebato Rojo Pulido, Manuelito Café Liso, Jara

Anaranjado Pulido, Ira Anaranjado Sellado, Proa Crema Pulido,

Acta Rojo Pulido, Sil lón Inciso, Toza Café Alisado, Mendrugo

Semialisado, Abra Café Burdo, Soltura Rojo Alisado, Tarea Rojo

Pulido, Alicia Calado y Blanco Levantado.

Figura 9. Cuadro cronológico de las fases arqueológicas identif icadas para Tula, el cuadro se encuentra actualizado según las fuentes de

Healan, Mastache y Cobean (2002: 43, Tabla 3.3).

47

Fase Fuego (1100-1200 d.C). Se encuentra caracterizado por la

cerámica Azteca II, representando por materiales que se han

recuperado del Edif icio K (Cobean 1994; Getino 2000). Al

parecer estos materiales se encuentran correlacionados con la

destrucción de Tula Xicocotit lan (Mastache, Cobean y Healan

2002: 42).

Fase Palacio (1350-1520 d.C). Se encuentra caracterizado por

cerámica identif icado en la Cuenca de México denominada

Azteca III y IV (Hodge y Minc 1990). En el caso del Edif icio B,

este tipo de cerámica se encuentra presente (Mastache, Cobean

y Healan 2002: 42)

Fase Tesoro (1520- 1650 d.C.) Se relaciona con cerámica

identif icada como coloniales temprano.

En cuanto a los antecedentes arqueológicos en la parte

suroeste del Municipio de Hidalgo, previos a los realizados por el

arqueólogo Luis M. Gamboa (Gamboa y Vázquez 2007a, 2007b,

2007c), en especial en el área que comprende el poblado de Conejos

hasta la hacienda de Potrero de Nextongo; se encuentran los

efectuados por un grupo de arqueólogos, que durante la introducción

de ductos de PEMEX en el área conocida como el Pedregal,

descubrieron evidencias prehispánicas muy importantes para la

región. El patrón de asentamiento prehispánico, que se reporta con

los hallazgos descubiertos para el sit io del Pedregal, es que se trata

de una ocupación etapa tolteca, que estaba vinculado con el Estado

Tolteca. Por el t ipo de cerámica se identif icó para la fase Tollan

Tardío (950-1150 d. C.), en donde se documentaron dos momentos de

48

construcción arquitectónica dentro de esta misma fase, así como el

primer proceso de abandono de los edif icios; también s hace mención

de una ocupación más tardía de la fase Palacio (1350 -1520) donde

hay reocupación de las construcciones toltecas.

El t ipo de unidades habitacionales toltecas exploradas en el

sit io del Pedregal, siguen el mismo patrón a rquitectónico de las

categorías de "grupo de casas", que consiste en conjuntos de tres o

más casas alrededor de un patio central. La única variación con

respecto a los grupos de casas del área urbana de Tula, es que en El

Pedregal los dos patios principales fueron ocupados por estructuras

circulares.

Estas estructuras, únicas en la t ipología arquitectónica tolteca

reportada hasta el momento, consisten de plataformas bajas menores

a un metro de altura cuyo acceso se da a través de una escalinata

que conduce a un pórtico rectangular cuya techumbre era sostenida

mediante columnas. A partir del pórtico se accedía al espacio circular

de la plataforma que en estos casos contenía en la parte central un

tlecuil4.

La estructura circular era rematada en su sección posterior por

un altar adosado el cual estaba decorado por cantera y pequeñas

piedras de tepetate, a través de un sistema denominado “Toltec small

Stone”, común en los edif icios públicos de Tula Grande. Estas

estructuras debieron tener funciones públ icas muy particulares

además de actuar como un espacio funerario, ya que en la plataforma

fue recuperada gran cantidad de enterramientos humanos asociados.

El sit io, al igual que Tula, fue abandonado en el año 1150,

4 Fogón destinado para calentar alimentos.

49

detectándose evidencias de incendio en los edif icios circulares y un

abandono súbito al interior de las casas.

Figura 10. Ubicación con un punto blanco el lugar que se intervino, haciendo referencia de los sit ios arqueológicos que se han registrado en la región, en especial el Pedregal que se encuentra al noroeste del área

bajo estudio.

50

Con los antecedentes anteriores sobre el sit io el Pedregal, y

debido al crecimiento urbano hacia la parte norte de la autopista

Jorobas- Tula, en especial en el Km 8, en donde se encuentra el

“Desarrol lo Urbano Paseos de la Pradera” , se implementó un

reconocimiento de superf icie intensivo durante el 2007, con el

propósito de registrar otros sit ios que pudieran ser afectados por la

mancha urbana y proponer mecanismos de protección (Gamboa y

Vázquez 2007a, 2007b, 2007c).

Para desarrollar el reconocimiento de superf icie , el área que se

delimitó (ver f igura 3 y 4) se dividió en sectores, cuadrante y

unidades para una mejor sistematización y control del registro de

elementos culturales en superf icie. Durante el recorrido se llevó a

cabo el registro de los posibles vestigios arqueológicos mediante el

uso de cédulas y fotograf ía; también se recolectó material

arqueológico para su clasif icación y análisis.

En cuanto a los resultados del reconocimiento de superf icie, se

identif icó en la cima del Cerro Chiquihuti l l una concentración de

materiales prehispánicos que corresponden a fragmentos de cerámica

de uso doméstico y ceremonial (Figura 10y 11). De igual forma se

logró observar una serie de al ineaciones conformados por piedras

careadas que forman una serie de cuartos y un círculo.

Por la presencia de materiales arqueológicos en su interior se

propuso que se trataba de una construcción prehispánica, que

funcionó como campamento de agricultores o para acti vidades

ceremoniales (Gamboa y Vázquez 2007c: 17).

En la ladera sur, de la construcción identif icada, también se

localizaron una serie de abrigos rocosos, en los cuales se logró

51

recolectar materiales tal lados en sílex como lascas y perforadores;

además de puntas de proyecti l, en obsidiana (Gamboa 2007b: 18).

La propuesta del como funcionaron los abrigos es que probablemente

fueron usados por cazadores recolectores estacionarios, he de

comentar que el paisaje que se domina desde estos abrigos es la

serranía y entre estos sobre sale el cerro Cincoc, el cual es

mencionado en diversas fuentes históricas.

En cuanto a la cima, donde se halla la presencia de las

alineaciones de piedra, se considero realizar una investigación más

exhaustiva que pudiera definir aspectos cronológicos, formales y

estructurales de la construcción existente, de ahí que los resultados

se presentan en este informe.

La necesidad de realizar una investigación más profunda,

ameritó que el área se restringiera, por lo que se realizó la topografía

del lugar y se planteo una poligonal de protección que a continuación

presentamos (Gamboa y Vázquez 2007c: 23 - 25). En la actualidad la

investigación arqueológica seguirá para poder dar una continuidad al

trabajo que se está efectuando esto nos ayudara a poder relacionar

el sit io que estudiamos con otros que durante el recorrido se

detectaron, donde se encuentran las aéreas habitacionales y los

talleres.

52

Figura 11. Alineaciones de piedras careadas y presencia de

materiales arqueológicos en superf icie fueron los indicadores para

presuponer que la cima del cerro Chiquihuit i l l , había una construcción

prehispánica.

Figura 12. Otra perspectiva de la construcción descubierta en la cima

del cerro Chiquihuiti l l .

53

Figura 13. Al sudoeste hay una serie de abrigos en donde se recolectaron material

de sílex y obsidiana que hacen suponer la existencia de campamentos

estacionarios de cazadores recolectores.

Figura 14. Material de lítica tallada descubierto en la zona de abrigos al suroeste

de la cima.

54

En el recorrido efectuado en la cima del Chiquihuitill por el arqueólogo

Gamboa y Vázquez (2007a, 2007b, 2007c), se descubrieron concentraciones

de materiales arqueológicos muy significativos. Debido a las orientaciones de los

alineamientos que se presuponían eran muros, se propuso una poligonal de

protección para evitar que fuera hacer afectado por construcciones en el futuro.

Figura 15. Polígono de protección coloreado en gris dentro del predio del Potrero,

se señala toda el área que se recorrió. En la parte de abajo se encuentra los

vértices del polígono de protección.

55

CUADRO DE CONSTRUCCIÓN, POLIGONO NO PREDIO POTRERO DE

NEXTONGO, ATOTONILCO DE TULA, ESTADO HIDALGO

EST. P.V. RUMBO CUAD. DISTANCIA COORD X COORD Y

0 1 88 º 22 ' 44 '' NW 246.26 477308.00 2199295.00

1 2 89 º 41 ' 26 '' SW 347.44 477061.83 2199301.96

2 3 51 º 20 ' 25 '' NW 60.68 476714.38 2199300.09

3 4 87 º 27 ' 19 '' NW 180.17 476667.00 2199338.00

4 5 48 º 59 ' 27 '' NW 60.95 476487.00 2199346.00

5 6 37 º 16 ' 28 '' NE 42.05 476441.00 2199386.00

6 7 53 º 48 ' 55 '' NE 133.80 476459.00 2199414.00

7 8 75 º 42 ' 52 '' NE 222.89 476567.00 2199493.00

8 9 75 º 46 ' 7 '' NE 284.73 476783.00 2199548.00

9 10 36 º 39 ' 22 '' NE 107.20 477059.00 2199618.00

10 11 88 º 11 ' 56 '' SE 318.15 477123.00 2199704.00

11 12 12 º 53 ' 26 '' SE 412.39 477441.00 2199694.00

12 0 89 º 14 ' 10 '' NW 225.02 477533.00 2199292.00

EXTENSIÓN TOTAL: 30 1809,54 M2

Figura 16. Poligonal del área protegida propuesta por Gamboa y Vázquez

(2007a, 2007b, 2007c).

.

56

D. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El municipio bajo el cual se realizó la presente investigación

corresponde a Atotonilco de Tula. El término Atotonilco deriva de las

raíces nahuas atl agua , totonqui, caliente y co en o dentro , que unido

le da el signif icado a: “Lugar en donde el agua hierve ”.

Probablemente dando evocación a lugares de manantial de agua

caliente, ya que en la región de Vito hay muchos baños de aguas

termales. En la t ira de la peregrinación, el topónimo de Atotonilco se

representa como una vasija que contiene agua caliente. En la lámina

IX se hace mención que los azteca al pasar por el lugar se asentaron

durante cinco año, l legando el año 12 Acatl, año crist iano 1231 d.C :

Figura 17. Tira de la peregrinación donde se mencionan los años que

pasaron los aztecas en Atotonilco de Tula (lamina IX)

57

En el códice Osuna y en los Anales de Cuauhtit lán entre los

años 1440 y 1469 época de Moctezuma Ilhuicamina, fueron

conquistados varios pueblos entre el los Atotonilco, consolidando una

alianza l lamada “Triple Alianza ”, quedando toda el área sometida a

Tlacopan, es decir a los tepanecas; esta organización queda bien

definida en el Memorial de los Pueblos .

Moctezuma Ilhuicamina (1398-1469), fue el quinto Huey Tlatoani o

emperador mexica5. Hijo del emperador Huitzilihuitl II, quien tomó el mando del

ejercito en 1417; a la muerte de Izcoatl (hermano de Huitzilihuitl II), es elegido

emperador iniciando una era de expansión en todo el Alt ip lano Central. Lo

anterior l levó a realizar alianzas con los señoríos de Texcoco y Tlacopan,

formándose la Triple Alianza, derrotando al rey de Tlatelolco, Chalco y Tepeaca;

para que posteriormente comenzara a extender sus dominios hacia Guerrero,

Hidalgo, Puebla, Oaxaca y parte de Veracruz.

Moctezuma Ilhuicamina, durante las guerras que se suscitaron entre 1440-

1450, motivó a los poblados tributarios a que participaran en la defensa del

imperio, entre estos Tollan y Tepexic (Tepeji) (Durán 1967: 1566; Tezozómoc

1975: 3357). En este último poblado había un Tlatoani como gobernante

designado por el Estado de Tlacopan.

Es necesario mencionar que las tierras que constituyen el llamado Imperio

Azteca no eran dominadas exclusivamente por los mexicas. Se trataba de un

conjunto de dominios de los tres estados integrantes de la Triple Alianza, aunque

es verdad que los mexicas de Tenochtitlán encabezaban esta confederación y

fueron el estado más expansionista de los tres mencionados.

5 También llamado el Huehue Moctezuma o Moctezuma I El Viejo (del náhuatl: Moteuczoma Ilhuicamina, se

traduce como "Su Señor el Airado, Flechador del Cielo"). 6 Duran, Fray Diego 1967. Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, edición de

A.M. Garibay K, México, Porrúa. 7 Tezozómoc, Fernando Alvarado 1975. Crónicas Mexicáyotl. Instituto de Investigaciones Históricas, 1ª serie

prehispánica 3, Mexico, UNAM.

58

Figura 18. Un marcador de juego de pelota que se encuentra en la plaza de Atotonilco de Tula se encuentra como monumento para conmemorar el pasado prehispánico y el surgimiento del poblado

hispano español.

Por otra parte, los mexicas nunca establecieron un dominio directo sobre

los pueblos conquistados. Más exactamente, la élite gobernante de la Triple

Alianza se apropiaba de la producción de las otras naciones mesoamericanas

mediante la imposición de un tributo, que era fijado de acuerdo con la

especialización económica y geográfica de los dominados. Los dominadores

nunca impusieron su religión ni su lengua a los dominados. Aunque es cierto que

los estados sometidos no tenían independencia política total, seguían gobernados

por grupos locales. Sólo en algunos casos, los mexicas establecieron un control

militar en ciertos puntos estratégicos de sus dominios.

En la época pre colonial, Atotonilco f ue gobernado por tribus de

descendencia otomí, quienes participaron en la captura y

sometimiento de Cuauhtit lán; posteriormente, Atotonilco se fundó en

1554, bajo la advocación de Santiago Apóstol que perdura hasta hoy

en día y cuya celebración es el 25 de julio, siendo la f iesta más

59

importante, después de la época independentista conformaba al

extenso Estado de México, hasta que en 1869 por Decreto del

Benemérito de las Américas se erigió dicha entidad federativa,

separándose el distr ito de Tula de Allende. Los asentamientos más

antiguos del lugar de los que se tiene registro corresponden a las

comunidades de Atotonilco, Zacamulpa, Acoculco y El Pedregal.

La iglesia de Santiago Apóstol t iene en su fachada un rosetón,

el cual la hace una de las tres construcciones en el país con dicha

característica además de Yecapixt la, Morelos y la Catedral de

Zacatecas. El edif icio parece una fortaleza y es una muestra de la

híbrida expresión artíst ica Novo hispana, mezcla de arte indígena y

español. Sobresale su retablo churrigueresco en madera dorada.

Figura 19. La iglesia de Santiago Apóstol, Atotonilco de Tula

60

Con el t iempo las tradiciones culturales prehispánicas

comenzaron a desaparecer y surgen nuevos valores con los nuevos

pobladores europeos. En algunos casos, solo algunos elementos se

conservan todavía en algunos monumentos arquitectónicos, que se

lograron preservar ya que se integraron a la nueva arquitectura. La

importancia de estos elementos, es que son representaciones

iconográficas que tienen un signif icado que hay que entenderlo en

base a su contexto.

Un ejemplo, de lo anterior son una serie de f lores que fueron

colocadas en la fachada de algunos edif icios, como es el caso de una

construcción de 1540, que se conserva en el cementerio de Atotonilco

de Tula. La parte superior en el fr iso se observa un dis co en forma de

f lor tal lada en cantera color roj iza.

La f lor se es identif icada como una Dalia 8. Es una f lor que

presenta pequeños pétalos definido por un par de anil los en su

centro. Se ignora las pictografías se ve que esta f lor era una de las

favoritas por los nobles indígenas, entre estos a Moctezuma

Ilhuicamina, ya que era símbolo de status social 9. La parte central de

la f lor representada por doble círculo se representa en algunas

deidades como Quetzalcóatl y Xiuhtecutl i.

La Dalia se conoce como f lor nacional de México, tuvo su origen

en las zonas de Cuernavaca y Tepozotlán, los indígenas mexicas la

cult ivaron y denominaron xicamit i, al parecer derivada de xicama y

xóchit l, que signif ica f lor de camote, porque la planta se reproduce a

través de bulbos. 8 Helen O 'Gorman . Mexican Flowering Trees and Plants . Mexico: Ammex Asociados ,

1961. 9 Schele, Linda . "The Iconography of Archi tec tural Facades during the Late and

Terminal Classic Per iod ." Unpubl ished paper given at Dumbarton Oaks symposium on

Meaning in Mesoamerican Archi tec ture , October 8 , 1994. Dr. Schele kindly gave me a

copy of this paper at the conference. Discussion of Mat and Flo wer Houses begins page

17.

61

Figura 20. Construcción del panteón de

Atotonilco de Tula en donde se observa una

f lor identif icada como Dalia, elemento que se

conserva de origen prehispánico.

Figura 21. Los mismos elementos

arquitectónicos de la f lor se observa

incrustada en otros edif icios que se

encuentran alrededor de la iglesia de

Santiago Apóstol. A la derecha la f lor.

62

Los españoles la l lamaron jicamite y por ese conducto se

difundió por todo el continente europeo. Cavanil les, director del Real

Jardín Botánico de Madrid a f inales del siglo XVIII, comenzó a

cult ivarla, y le puso su nombre actual, en honor a su amigo y

discípulo sueco Andreas Dahl, quién a su vez la introdujo en

Dinamarca, convirt iéndola poco a poco en una de las preferidas del

norte de Europa.

En relación a referencias elaborados en mapas, contamos con

la obra de Alexander Von Humboldt (1769- 1859) relacionado con un

mapa del Valle de México y sus provincias publicado en 1810, es de

interés para mencionar que se hace referencia al área que

estudiamos, entre estos se hace mención del cerro Cincoc (Cincoque)

y al noreste del poblado de Santiago un cerro llamado Lomas del

Potrero, que presuponemos corresponde al cerro Chiquihuiti l l 10.

Posteriormente en el año 1847, se publica por John Dist urnell y

J. Goldsborougn Bruff el “Mapa del Valle de México con sus

montañas”11. Es un mapa detallado donde se observa información

relevante proveniente de varios manuscritos, en donde se hace

mención de los poblados que desaparecieron en la Región de Tepe ji

de Ocampo como fue Otlaxpa y Tepexic; de igual forma destaca el

nombre de Lomas de Potrero que presuponemos se trata del área

bajo estudio.

10

Valley of Mexico, from Mr. Humboldt's map. London, Published 5th October 1810 by A. Arrowsmith, 10

Soho Squ(ar)e, Hydrographer to H.R.H. the Prince of Wales. Engraved by E. Jones. 11

Map of the Valley Of Mexico and the Surrounding Mountains. New York, Published by J.Disturnell, No.

102 Broadway, 1847. Miller's Lith. 102 Broadway, N.Y. Entered ... 1847, by John Disturnell ... New York.

(inset) Map of the Route between Vera Cruz, Alvarado & Puebla. (inset) Profile of the Route between Mexico

and Vera Cruz.

63

Figura 22. Mapa del Valle de México publicado po r Alexander Von

Humboldt (1769-1859) en 1810.

Figura 23. Porción noroeste ampliado del Mapa del Valle de México publicado por Alexander Von Humboldt (1769-1859), se aprecia la

formación montañosa destacando el cerro Cincoc y Lomas del Potrero; este últ imo probablemente cerro Chiquihuit i l l .

64

En 1858, se publica otra l itografía sobre el Valle de México por

Don Antonio García Cubas (1832-1912), en el cual se representan los

principales relieves y mantos acuíferos. En relación a al región bajo

estudio se hace mención del cerro Cincoc (Sincoque) y de igual forma

los poblados que desaparecieron como Otlaxpa y Tepeji para la

región de Tepeji del Rio de Ocampo; en el caso de Atotonilco de Tula,

se encuentra el poblado de Ingo 12.

En otra obra por Don Antonio García Cubas (1832-1912),

relacionado con el “Atlas Mexicano” publicado en 1886, aparece una

litografía de un plano (mapa 23) donde hay diversos toponímicos que

al ser estudiados se pueden apreciar nombres que podrían aludir al

área bajo estudio. En esta obra es conveniente mencionar que Lomas

del Potrero desaparece y en su lugar se sustituye por Gavil lero; al

norte se hace mención del poblado del Pedregal; y al sur se hace

mención del cerro Cincoc (Sincoque).

Figura 24 . Porción noroeste del “Mapa del Valle de México con sus

montañas” publicado en el año de 1847.

12

Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana, formado por Antonio García y Cubas.

Mexico. Imprenta de José Mariano Fernández de Lara, calle de la Palma numero 4. 1858.

65

Figura 25. Litografía de Don Antonio García Cubas (1832-1912),

publicada en 1858.

Figura 26. Mapa de Antonio García Cubas (1832-1912), publicado en

1886.

66

Figura 27. Porción suroeste del mapa de Antonio García Cubas, (1832-1912), donde se señalan las principales cabeceras y poblados al suroeste del Estado de Hidalgo.

67

CAPÍTULO III. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

A. EL PROCESO Y ESTRATEGIA DE EXCAVACION

En cuanto al proceso se dividió en dos etapas de trabajo, la

primera corresponde al trabajo preliminar a la excavación y la

segunda que corresponde a la excavación.

Primera etapa de trabajo

En el levantamiento topográfico y arquitectónico se retomó la

metodología implementada en la Escuela Nacional de Antropología e

Historia, a través de los cursos de Laboratorio de topografía y dibujo

a cargo del arqueólogo Javier López y Jaime Cedeño (2003) y

complementado con técnicas de cartografía impartidas por el

arqueólogo Alberto Vásquez (2005)

Dicho método, consiste en la toma de datos en campo, los

cuales fueron calculados con un teodolito. Para el procedimiento se

combinaron los datos por medio de lecturas de estadía capturando

los datos en una base de datos y procesándo los por medio del

software conocido como Surfer, teniendo este trabajo como f in la

elaboración de un mapa topográfico.

En el proceso del trabajo se llevó a cabo la siguiente

metodología:

Se construyó una red de apoyo con las estaciones que

controlan la p lanimetría de los puntos del levantamiento.

68

Los datos que se obtuvieron en campo fueron tomados con un

teodolito con que se calcularon los siguientes datos: número de

estación, punto visado, hilo superior, hilo medio, azimut grados,

minutos y segundos, ángulo vert ical grados, minutos y

segundos, altura del aparato y observaciones.

Para procesar la información, en primera instancia se realizó

una base datos con toda información obtenida en campo. La

base de datos se captura en el software Excel - Off ice.

Con la información capturada, se procede a transformar los

datos duros a las coordenadas cartesianas X, Y y Z que se

requieren para la creación del plano topográfico, se usaron tres

fórmulas de conversión.

A continuación los datos se importan con el software Surfer, a

una hoja de cálculo la cual se guarda con la extensión *.dta.

Con el mismo programa se convierte el archivo de extensión

*.dta a otro con extensión *.grd. Esta conversión se hace por

medio del método del algoritmo Kriging, el cual es el más usado

para la elaboración de planos topográficos. El paso que sigue

es abrir el archivo *.grd con la aplicación de MAP, en el cual se

creó el plano topográfico.

Como herramienta analít ica el plano topográfico creado y el uso de

croquis nos permitió apreciar la conf iguración de espacios y la

relación aritmética entre las estructuras, lo que nos permite conocer

sus dimensiones y orientaciones.

Segunda etapa de trabajo

La excavación se inició con ocho pozos de excavación, donde

cada pozo fue de 2 X 2 m. La excavación se realizó intercambiando

instrumentos pesados como pala y pico y posteriormente se

69

cambiaron para las cosas más delicadas con cuchari l las, brochas y

picahielos, según los contextos que se descubrieron.

Una vez que se identif icaron los elementos arquitectónicos,

como muros o piso, la excavación se cambio de manera extensiva, la

cual nos permit ió definir la forma y la distribución de los espacios, así

como su posible función.

Para el registro y control de la excavación se diseño una

cuadricula donde la unidad mínima de excavación fue de 2 x 2 m. La

excavación se realizó manualmente y por unidades estratigráf icas,

siguiendo la trama de la retícula arqueológica establecida.

El banco de nivel fue colocado en la parte más alta en la

coordenada UTM 476567 Este y 2199654 Norte a una altura sobre el

nivel del mar de 2438 m. De ahí que se tomaron los dos ejes base

para el trazo de la retícula general de la excavación. Los ejes

dividieron la excavación en cuatro cuadrantes y al interior de estos se

dividieron por unidades mínimas de excavación ut i l izando como

sistema de registro las coordenadas cardinales combinadas por

números arábigos continuos.

De esta manera cada vez que se intervino se registro por

unidad de excavación y cuadro, sumándole la capa, profundidad en

base al nivel cero que se estableció para la traza de la retícula y se

le anexó las observaciones correspondientes. El control y registro de

materiales arqueológicos se l levó a cabo en un cuaderno de control

de bolsas, también los datos se registraron en una etiqueta que fue

colocada a los materiales arqueológicos conforme se fueron

levantado. El registro también conllevó a la toma de fotografía de los

70

elementos arqueológicos en planta y perspectiva, colo cando el

pizarrón biselado con los datos mencionados con anterioridad.

La estratigrafía se registró por capa natural y/o cultural,

describiendo sus características físicas (textura, computación,

dureza, color y otros); los depósitos; las interfaces; las secciones

arqueológicas; las plantas arqueológicas; las correlaciones,

personif icación y secuencias estratigráf icas; y los procesos de

disturbios en los sit ios arqueológicos (procesos de transformación del

contexto arqueológico).

Es conveniente mencionar que la estratigrafía arqueológica se

fundamenta en tres principios o leyes y los depósitos excavados

deben ser explicados en concordancia con los axiomas.

La ley de superposición es muy importante en la interpretación

estrat igráf ica, porque asume que los estratos y los elementos

que se encuentran al excavar están en una posición similar a la

que tuvieron en el momento de haber sido depositados. El

enunciado destaca las relaciones físicas de los depósitos

superpuestos, donde el que está por encima de otro e s más

temprano y el que está por debajo es más tardío.

La ley de horizontalidad original presupone que todo estrato al

formarse tiende a la horizontal idad. Cualquier cambio en la

direccionalidad de los depósitos debe ser explicada y debe

guiar a los arqueólogos en la búsqueda de elementos

interfaciales. También se deben de tener en cuenta los límites

de los depósitos que se encuentran en las fosas de

acumulación creadas por la actividad humana, al construirse

71

muros y tr incheras, capaces de alterar las condiciones bajo las

cuales se producen los depósitos.

La ley de la continuidad original se ref iere a los l ímites de la

extensión topográfica de un depósito o elemento interfaciales y

le permite al arqueólogo definir las relaciones estrat igráf icas

que exist ieron en un sit io en un determinado momento. Los

depósitos o elementos interfaciales tal y como fueron

originalmente depositados, no muestran los l ímites u ori l las, por

lo tanto, si quedara expuesto en algún perf i l uno de los l ímites

de la unidad estratigráf ica o de un elemento interfaciales,

indicaría que una parte de la extensión original debió haber

sido removida por una excavación o por la erosión y su

continuidad deberá ser buscada o la ausencia explicada.

Los sedimentos extraídos durante la excavación fueron cribados

de forma sistemática para garantizar la recuperación exhaustiva de

todas las evidencias. El procedimiento general del cribado en seco

fue usar una columna de tamices con mallas de 5, 2.5 y 1 mm

respectivamente, asegurando así la recuperación de los micros restos

(desechos lít icos de talla, restos óseos de peces, aves, reptiles,

Micro mamífero, semillas, carbones, entre otros ).

En relación a los materiales arqueológicos recolectados fueron

guardados en bolsas de plástico, las cuales se et iquetaron con los

siguientes datos: Proyecto, Unidad de Excavación, capa, nivel,

profundidad, fecha, excavo, iníciales de quien excavo y número.

Los dibujos que se realizaron fueron en plantas y alzados de las

construcciones arqueológicas exhumadas que fueron objeto de un

completo levantamiento topográfico. Estas representaciones, se

72

realizaron a una escala de 1:20. Con dichos levantamientos se logró

trabajar con dos t ipos de dibujos uno que corresponde a lo real y otro

al reconstruct ivo e interp retativo. Los dibujos de perf i les

estrat igráf icos se realizaron en su totalidad de los generados por la

excavación. Estos fueron dibujados a escala de 1:20 y con las

mismas características que los dibujos de plantas y alzados de

estructuras.

Con respecto a la descripción arquitectónica -arqueológica. Se

usaron cédulas en donde se mencionan: dimensiones, t ipo de

material construct ivo, sistemas construct ivos, presencia de material

arqueológico, cronología tentativa y probable función. En el proceso

de registro digital topográfico, los datos que se obtuvieron nos

permitió hacer una planimetría de la estructura, con el uso de

AUTOCAD, el cual facil i ta el trabajo para representar los elementos

culturales con un grado de exactitud de escala 1:1.

Por últ imo, parte del registro consistió en el uso de cédulas que

a continuación hacemos mención.

Cédula de control fotográf ico. En esta se anotó la secuencia de

las fotos que se tomaron.

Cédula de elementos arqueológicos muebles e inmuebles

Cédula de entierros humanos. Cabe mencionar que se

diseñaron dichas cedulas, pero hubo ausencia de entierros

humanos para ser usadas.

Cédula de toma de muestras (carbón, t ierra, pisos, entre otras).

Estas fueron importantes, ya que hay varios tipos de análisis

que requieren la toma de muestras.

Cédula para la descripción estratigráf ica por cuadro y general.

73

B. RESULTADOS DE LA INTERVENCION ARQUEOLOGICA

La intervención arqueológica se realizó en tres etapas. La

primera correspondió a la topograf ía del montículo que nos dio mucha

de la información sobre la geoforma para poder ver las alteraciones

en el terreno esto nos dio la información suficiente para poder dir igir

los trabajos a los lugares donde se pudo intervenir posteriormente.

La segunda correspondió a la l impieza y deshierbe del

montículo debido a que el sit io estaba en condiciones que no

permitían la observación del área esto se debía a que se trataba de

la cima de un cerro donde las irregularidades del terreno pueden ser

observadas fáci lmente, en esta etapa de limpieza tuvimos sumo

cuidado con las alteraciones del terreno para no afectar los

elementos que se observaban en superf icie.

Para esta etapa de deshierbe, las herramientas empleadas

fueron machetes y azadones, ya que uno de los peligros latentes fue

la presencia de serpientes de cascabel lo que dif icultó el trabajo de

limpieza. Primero se removían las piedras con estas herramientas

para evitar una mordedura de serpiente o picadura de alacranes,

después de levantar las piedras se trasladaron las rocas a un punto

de acopio alejado de la excavación.

La tercera corresponde a la intervención arqueológica por

medio de la excavación, la cual permitió comprender la distr ibución

de los espacios y su posible función. En esta etapa se evidenció la

presencia de varios elementos arquitectónicos y hallazgos

arqueológicos. En esta epata se trazo la retícula con cuadros de 2x2

74

y con eje norte-sur, este-oeste, para tener un control bidimensional y

se estableció un punto cero en el lugar más alto que registramos para

tener un registro tr idimensional.

Figura 28.Perspectiva de las condiciones en que se encontraba el área antes de que se l impiara y definieran los espacios.

Figura 29. Se puede apreciar el área de intervención antes de la l impieza.

75

Figura 30. Se puede apreciar gran cantidad de piedras trabajadas que se encuentran dispersa en el área de construcción.

Figura 31. En esta foto se observa el proceso de limpieza que se

efectuó en el lugar.

76

1. DESCRIPCIÓN ESTRATIGRÁFICA

La estrat igraf ía de este sito es muy pobre, debido a la erosión

que presenta el cerro, siendo que el suelo es muy somero y no

contiene tanto sedimento. Durante la excavación la estratigrafía se

registró por capas naturales y culturales, registrando en forma

general cuatro capas, de las cuales la capa I y IV se distr ibuyen por

toda el área de excavación y las capas II y III, sólo se identif icaron al

interior de la estructura.

La capa I es la humitica, la cual se encuentra revuelta con el

derrumbe y está constituida de materiales orgánicos en proceso de

descomposición, lo que llamamos hojarasca, la capa es de color café

oscuro, la textura es de l imosa y la compactación es blanda. En

promedio el tamaño de la capa es de 0.10 a 0.20 m. En cuanto a

materiales arqueológicos se encontraron fragmentos de esculturas y

cerámica.

La capa II es un empedrado que corresponde al piso de

ocupación del sit io, está hecho de piedra sedimentaria color grisácea,

que fue cortada en grandes bloques del mismo cerro La Ahumada.

Este empedrado solo se encontró en el interior de la estructura

principal, lo que llamamos cuarto 1 y 2 su tamaño de esta capa es de

0.20 m a 0.30 m en promedio.

La capa III es un relleno, se ut il izó para nivelar el suelo y

poder colocar el empedrado. Esta capa es de textura l imosa es de

color café claro y de compactación media, su tamaño es de de 40 a

77

60 cm en promedio. En cuanto a materiales arqueológicos contiene

gran cantidad de cerámica.

La capa IV corresponde a la roca madre que consta de una

roca sedimentaria de color gris oscuro, en esta capa no se detectaron

materiales arqueológicos su tamaño es de 0.10 a 0.15 m en

promedio.

2. DESCRIPCIÓN DE LA UNIDAD ARQUITECTÓNICA

DESCUBIERTA

Sistema constructivo

El conjunto arquitectónico descubierto (Plano 1 y 2) se compone

de cinco espacios, los cuales fueron numerados por orden de

aparición. La arquitectura es muy simple, donde se nota que no hay

gran inversión en la construcción, ya que tan sólo se apropiaron del

material local para hacer piedras careadas de forma rectangular y

superponerlas.

La construcción desplanta directamente en la roca madre, la

cual fue nivelada y en donde quedaron oquedades o pequeños

desniveles se rel lenaron con tierra limosa proveniente de la la dera

del cerro. Posteriormente a la nivelación se edif icó la estructura, la

cual consist ió en una serie de cuartos de forma circular, al interior de

los cuartos principales (cuarto 1 y 2) se colocó un empedrado.

El empedrado fue hecho de roca sedimentaria obtenida del

mismo cerro. La piedra fue cortada en grandes bloques rectangulares

que sirvieron para la realización del piso, él cual presentó una

78

terminación en estucado de mala calidad, por lo que está muy

erosionado. En cuanto al techo no se descubrió e videncias de éste

por lo que es posible que haya sido de material perecedero.

Los muros en general presentan un sistema constructivo muy

simple, que consiste en muros secos. La técnica consiste en cortar la

roca de forma rectangular 0.80 x 0.50 m, los cua les se cuatropean y

se superponen con otros materiales similares. Para evitar que los

muros se colapsen son amarrados con cuñas de piedra que t ienen un

largo de 0.15 m y un grosor de 0.10 m. La falta de un cementante

para unir las piedras originó que con e l t iempo la construcción se

fuera erosionando y deteriorando.

Figura 32. Foto de los muros secos conforme se iban descubriendo.

79

Figura 33. En esta foto se aprecia uno de los muros l iberado, en donde se puede observar las cuñas de amarre y como desplanta

directamente sobre la superf icie de roca del lugar, la cual fue nivelada a manera de piso de ocupación.

Figura 34. En el dibujo se i lustra la técnica construct iva del muro seco, el cual por gravedad presiona hacía abajo y con las cuñas que

son introducidas como clavos le da estabil idad.

Descripción del conjunto arquitectónico

Este conjunto arquitectónico consiste en dos cuartos de forma

circular, de los cuales uno está dividió en dos por un muro

80

intermedio, los cuales se denominaron como cuarto 1 y 2, e l segundo

circulo se le denominó cuarto 3. Estos círculos a su vez se

encuentran encerrados por un círculo más grande (patio), el cual

aparentemente funciona como de limitante de un patio (espacio

abierto) y a su vez como un muro restrict ivo para acceder a los

cuartos internos.

Es de mencionar que el área en donde se encuentra esta

construcción es un área nivelada, por un sistema de terraceo, ya que

en la ladera oeste y sur del cerro próximo a las construcciones se

identif icaron varias terrazas que están dispuestas conforme se dibuja

la topografía del cerro. Este conjunto arquitectónico presenta ciertas

características que hacen suponer que corresponde a un posible

templo donde se llevan a cabo ciertas ceremonias re l igiosas. Las

características son:

El lugar que se eligió para la construcción de este conjunto

arquitectónico, que corresponde a la cima de un cerro;

la restricción que presentan por el sistema de terraceado, por el

muro de limitante de la construcción y por el dif ícil acceso

debido a lo accidentado del cerro;

y por los materiales arqueológicos que se identif icaron como de

uso ritual.

Circulo 1 (Cuarto 1 y 2)

El circulo 1 t iene un diámetro aproximado de 9.50 m. Se

encuentra al noreste de la unidad de excavación. En su parte interna

se le agregó durante época prehispánica un muro que probablemente

fue con el propósito de delimitar el espacio y convert ir lo en dos

81

cuartos, el primero se encuentra al poniente (cuarto 2) y el segundo

al oriente (cuarto 1).

Es probable que este círculo fuera el primero en construirse, ya

que los demás círculos se encuentran adosados a este, su acceso se

encuentra al norte, el cual consta de un pequeño pasillo que mide de

a aproximadamente 0.60m de ancho en forma de “L”, lo que impide la

visualización al interior de los cuartos. Es de mencionar que esto

cuartos sólo t ienen acceso con el Patio.

Es interesante señalar que estos cuartos son los que se han

propuesto como el posible templo, en donde llevaban a cabo los

rituales más sagrados, ya que se descubrieron en su interior una

serie de esculturas de deidades relacionados con los mantenimientos

y sustentación.

Figura 35. Círculo 1 en donde se aprecia un muro que divide en dos

espacios que fueron registrados como uno y dos.

82

Figura 36. El mismo círculo tomado desde la perspectiva norte.

Figura 37. Perspectiva de la unidad intervenida por parte nuestra. Se

puede apreciar el círculo más grande (Patio) tomado desde la parte

oriente.

83

En el interior del cuarto 1 se detectó un elemento, el cual

consta de varios objetos: una caja de piedra, cajetes, un plato y una

miniatura Tlaloc; dentro de la caja de piedra se extrajo un collar,

placas y fragmentos de piedra verde. Debido a sus atributos

pensamos está dedicada a Tlaloc, Chicomecoatl y más dioses

llamados de los mantenimientos. Estos dioses muestran cualidades

específ icas, las cuales se detectaron en el sit io, las cuales se

ref lejaron por medio de los materiales cerámicos de uso ceremonial,

tales como sahumadores, braseros, miniaturas y otras que se podrán

apreciar en el análisis del material. Otra cosa que debe de resaltarse

es que se detectaron una serie de fragmentos de esculturas con

atributos relacionados a la ferti l idad, lo cual respalda lo anterior.

Círculo 2 (Cuarto 3)

En la parte sur del círculo uno se descubrió otro círculo

adosado al primero, su acceso se localizó en la parte Noroeste, el

cual comunica al Patio. Al interior se descubrió una oquedad que

suponemos sirvió para actividades rituales, ya que había alta

concentración de fragmentos de cerámica de vasijas en forma de

urna, las cuales tenían como aplicaciones a la diosa Chicomecoatl.

Entre otras vasijas que aparecieron se encontraban sahumadores y

miniaturas.

Círculo 3 (Cuarto 4)

El círculo t iene un diámetro promedio de 28 m. Este cuarto se

está en muy mal estado de conservación, ya que los muros se

encuentran desfasados y apenas se alcanza a dibujar, es probable

que este cuarto también haya sido parte del templo. Su acceso

84

también se encuentra en la parte Noroeste y está comunicado al

Patio.

Es de mencionar que ninguno de los cuartos que corresponden

al templo se comunican entre sí, ya que todos tiene un acceso directo

al Patio, lo que permite proponer que en cada uno de los cuartos se

llevaban actividades independientes. Por otro lado también

evidencias de cerámica ceremonial como son sahumadores y

miniaturas.

Círculo grande (Probable espacio usado como patio)

El siguiente espacio es el patio, el cual igualmente es de forma

circular, el tamaño de éste es de 30 m, para su construcción se

util izaron las rocas salientes del subsuelo para poder darle la forma

al patio. En este espacio también se encontró una alta concentración

de materiales cerámicos.

Terrazas

En las laderas oeste y sur del cerro, se identif icaron una serie

de alineaciones de piedra sedimentaria que consideramos se tratan

un sistema de terrazas que sirvieron para nivelar la cima del cerro y

evitar la erosión de este.

85

3. DESCRIPCIÓN DE ESCULTURAS ESPECIALES

Escultura 1

Procedencia:

Esta pieza al igual que otras se encontró fracturada en 6 partes

y dispersa dentro del área intervenida, gracias al minucioso

trabajo arqueológico se pudo rest ituir la pieza, con los

hallazgos 1, 8, 10, 15,20 y 22 que se encontraron en los

cuadros (N3-E4, N3-E2, N3-E2, N4-E1, N2-E3, N2-E3) dentro de

la primera capa que abarca de 0 a 0.20 m.

Estado de conservación de la pieza

La pieza se encontró en un estado sumamente precario, debido

a que se encontraba fracturada y erosionada, aun en estas

condiciones algunas de las partes que la compones

presentaban pintura roja, y se podían observar rasgos

representativos de la pieza. Con forme a los estándares de

restauración se consolido la pieza con mowital), para no afectar

la escultura ya que se puede revert ir e l efecto que causa esta

substancia.

Descripción del material

Altura 40 cm

Ancho 19 cm

Espesor 7.5 cm

Descripción formal

86

La pieza antropomorfa femenina se encuentra parada sobre sus

dos piernas, los brazos no se observan aunque se puede

suponer están dentro de la vestimenta. Su estructura es

rectangular con tocado, el rostro muestra los principales

atributos como son los ojos, la nariz, boca. El cuerpo presenta

un ropaje que está dividido en dos secciones, las piernas están

separadas y presentan rasgos como los dedos. El tocado

representa dos volutas de papel en las esquinas de la parte

superior, t iene representación de plumas o tiras de papel que

cuelgan a los lados del rostro, se nota el color rojo en el toca do

y sus elementos. La vestimenta se compone de dos elementos

representativos de género femenino como son el huipil y el

faldell ín que se notan en esta pieza. Dentro de los adornos

podemos observar una diadema de materiales texti les con

incrustación de tres chalchihuites, que rodena la frente y

amarran el tocado en el pecho un pectoral, que probablemente

sea de piedra verde.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No se observan atributos de esta naturaleza, ya que muy

probablemente por encontrarse fracturada se perdieron,

proponemos que se trataban de elementos referentes al maíz.

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

La pieza carece de otro t ipo de elementos.

Probable interpretación del elemento.

Con referencias a los atributos descritos se propone que se

trata de una deidad femenina referente a la fert i l idad y los

mantenimientos.

87

Figura 38. Fragmentos de la escultura 1, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

88

Figura 39. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 1. Se observa su grado de dispersion y su relacion con la

construccion descubierta.

89

Escultura 2

Procedencia

La pieza a la que nos referimos presenta el mismo patrón de las

demás se encontró fragmentada en 3 partes, distr ibuidas por el

área intervenida, estas partes pertenecen a los hallazgos 2, 7, y

31 que se ubicaron en los cuadros (N3 -E2, N1-E2, N3-E3)

dentro de la capa 1 que presenta las medidas de 0 a 20 cm.

Estado de conservación de la pieza

Al igual que otra se encuentra fracturada, pero esta pieza no

se pudo completar, ya que le falta el extremo superior donde se

debería de encontrar el rostro, presenta un sarro blanco que

inferimos se trata de la exposición de la pieza con la

intemperie.

Descripción del material

Altura 28cm

Ancho 18cm

Espesor 9cm

Descripción formal

Pieza antropomorfa femenina que se encuentra en posición

erecta, sostenida por las dos piernas separadas y con los

brazos a los costados como en posición de f irmes. Como

mencionamos la pieza se encuentra incompleta por lo que solo

podemos notar parte del tocado que llega a la parte de la

cintura, en la parte central se observa la representación de

90

senos y al igual que la anterior su ropaje se divide en dos

secciones, a los lados se pueden observar las manos y las dos

piernas están separadas y tienen representación de dedos. El

tocado aunque incompleto deja observar t iras de papel

vert icales y con una forma rectangular con un ancho promedio

de 4 cm, este tocado rodea la espalda y deja descubierto el

área central (pecho) cayendo por los hombros a la mitad de la

espalda. Se trata de las dos prendas que comúnmente usaban

las mujeres que son el huipil y la falda que se notan en esta

pieza. En las partes que representan esta pieza no se ven

adornos.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No presenta ninguno de estos tributos

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

No hay evidencia alguna de estos atributos

Probable interpretación del elemento

Suponemos se trata de una deidad femenina referente a la

ferti l idad y los mantenimientos, aunque sin los atributos del

tocado es dif íci l el poder inferir de quien se trata.

91

Figura 40. Fragmentos de la escultura 2, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

92

Figura 41. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 2. Se observa su grado de dispersion y su relacion con la

construccion descubierta.

93

Escultura 3

Procedencia

Se encontró fragmentada en 3 parte, las cuales pertenecen a

los elementos 3, 5 y 28, que se ubicaron en los cuadros (N3-E4,

N3-E1, N2-W1) dentro de la capa 1 que va de 0 a 20cm.

Estado de conservación de la pieza

Fragmentada en múltiples pedazos

Descripción del material

Altura 20cm

Ancho 18 cm

Espesor 12cm

Descripción formal

Se encontraba erguida sostenida sobre sus dos pies. Se trata

de la parte inferior de una escultura solo muestra los pies y la

base donde se posaba.

94

Figura 42. Fragmentos de la escultura 3, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

Figura 43. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 3.

95

Escultura 4

Procedencia

Se encontró fracturada en múltiples pedazos, se trata de la

parte inferior de una escultura, la cual no se encuentra

completa, se detecto dentro del área de excavación se formo

con los elementos 4,6,14,17 en los cuadros.(N3 -E3, N3-E1, N3-

E2, N4-E2.) Todos los fragmentos se encontraron dentro de la

capa 1 que va de 0 a 20cm.

Estado de conservación de la pieza

Se encontró fracturada y no se pudo reconstruir

completamente.

Descripción del material

Altura 27cm

Ancho 19cm

Espesor 15cm

Descripción formal

Escultura antropomorfa masculina que se encuentra en

posición erecta. La pieza se encuentra fracturada y no se tiene

la parte superior de la misma por lo que tenemos de la cintura

para abajo, de donde se observa su maxtlatl 13 (taparrabos) y su

mano izquierda extendida, también se observan los dos pies y

muestran los dedos. El tocado es ausente ya que la pieza no

presenta la parte de arriba. Tiene maxtlat l que es la prenda que

usaban los hombres.

13

Maxtlatl: s ceñidor, taparrabos o banda ancha que baja asta los muslos y cubre las desnudeces.

(Simeon,2006:267)

96

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

Tampoco se observa alguno de estos objetos en la escultura

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Es ausente en esta pieza

Probable interpretación del elemento

Inferimos que puede pertenecer a alguna cabeza de Tlaloc que

encontramos en el sit io

Figura 44. Fragmentos de la escultura 4, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

97

Figura 45. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 4.

98

Escultura 5

Procedencia

Se encontró fracturada y dispersa dentro del área de

excavación se compone de 5 fragmentos que pertenecen a los

elementos 6, 25, 34, 11 y 24 que fueron encontrados en los

cuadros (N3-E2, N4-E2, N3-E2, N3-E2, N4-E3) que a su ves se

encontraban dentro de la capa 1 que parte de 0 a 20cm

Estado de conservación de la pieza

Se encontró fracturada en múltiples piezas y aunque presenta

pintura azul casi toda se a perdido, solo se encontró la parte de

la cabeza por lo cual podemos decir que no está completa ya

que se nota que pertenecía a un cuerpo.

Descripción del material

Altura 29cm

Ancho 22cm

Espesor 12 cm

¨Descripción formal

Se trata de un rostro antropomorfo con elementos de Tlaloc,

anteojeras, bigoteras, colmil los y chalchihuites está observando

hacía el frente, podemos inferir que estaba erguido. Esta piezas

tiene un tocado de plumas con una diadema que las amarra de

chalchihuites, se pueden observar en los ojos las anteojeras

que es un rasgo característ ico de Tlaloc, observamos también

la nariz con una bigotera en forma ondulante y una boca con

colmillos, t iene orejeras redondas en ambos lados además de

un moño de papes en la nuca. El tocado parece una especie de

99

cil indro del cual salen unas plumas unidas con una diadema de

chalchihuites que aun conservan pintura. Ausente ya que solo

se encontró la cabeza de esta pieza. Adornos corporales

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

Tiene anteojeras, bigoteras, colmil los, moños de papel,

orejeras, chalchihuites y plumas.

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Ausentes en la pieza que armamos.

Probable interpretación del elemento

Por medio de los dist intos elementos que conforman el objeto

inferimos que se trata de Tlaloc dios de la l luvia.

100

Figura 46. Fragmento de la escultura 4, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

101

Figura 47. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 5.

102

Escultura 6

Procedencia

Otra pieza que se encontró fracturada en dos partes

perteneciente al hallazgo 40 y 13que se encontraron en los

cuadros (N2-E2, S1-E3) y dentro de la capa 1 de o a 20cm

Estado de conservación de la pieza

Esta fracturada e inferimos que se encontraba unida a un

cuerpo el cual no detectamos, presenta pintura roja.

Descripción del material

Altura 19cm

Ancho 22cm

Espesor12cm

Descripción formal

Es un rostro que ve a l frente, inferimos que el cuerpo tuvo que

estar en posición erguida. Presenta una forma cuadrada con un

tocado, los ojos no presentan anteojeras aunque si presenta la

bigotera y los colmil los que hacen referencia a Tlaloc. El tocado

está dañado por lo cual falta un pedazo, se aprecia que tiene

una diadema de chalchihuites. Al no tener cuerpo no podemos

observar el vestuario. Los adornos que se aprecian en la pieza

son elementos referentes a Tlaloc, como lo son la bigotera, los

colmillos, orejeras, diadema de chalchihuites y un moño de

papel en la parte trasera de la cabeza.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No se pueden observar debido a la ausencia de cuerpo

103

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Los referentes a Tlaloc.

Probable interpretación del elemento

Se trata de un rostro que representa a una deidad acuática

como Tlaloc.

Figura 48. Fragmento de la escultura 6 descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

104

Figura 49. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 6.

105

Escultura 7

Procedencia

Escultura fracturada en 3 partes, no se pudo completar solo se

obtuvo la parte de los hombros a los pies que pertenecen a los

hallazgos 18, 21 y 35,estos fueron encontrados en los cuadros

(N1-E3, N1-E3, N5-E1) dentro de la capa 1 de 0 a 20 cm

Estado de conservación de la pieza

Se encontró fracturada e incompleta presenta pintura roja en

casi toda su superf icie

Descripción del material

Altura 25cm

Ancho 17cm

Espesor 8cm

Descripción formal

Se encuentra erguida sostenida por sus dos pies, t iene las manos a

los costados en posición de f irmes. Se encuentra incompleta, solo se

observa de la parte de los hombros a los pies es una escultura

antropomorfa femenina. El tocado es ausente ya que es la parte que

le falta. Tiene el tocado que l lega a la mitad de la espalda se observa

el quesquémil y la falda.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No se observan en la escultura

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

No se observan en la escultura

106

Probable interpretación del elemento

Por el color y al tratarse de una f igura femenina se inf iere que

representa a una divinidad de la ferti l idad y los mantenimientos.

Figura 50. Fragmentos de la escultura 7 descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

107

Figura 51. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 7.

108

Escultura 8

Procedencia

Se encuentra fragmentada en 4 partes que pertenecen a los

elementos 29, 30, 37 y 41, que fueron ubicados en los cuadros

(S1-E1, S1-W2, SI-E3, N4-E2) que se encontraban sobre el piso

en la capa 1 de 0 a 20cm.

Estado de conservación de la pieza

Se encontró fracturada aunque le faltan algunas partes casi

esta completa.

Descripción del material

Altura 45cm

Ancho 17cm

Espesor 8cm

Descripción formal

Se encuentra erguida viendo hacia arriba y con la mano al

hombro como en acción de sostener un báculo. Tiene un tocado

en forma de trapecio el rostro ve hacia arriba y al parecer tenia

algún objeto en la boca presenta el cuerpo de forma

rectangular u la mano derecha está en forma de sostener un

báculo la izquierda está pegada al cuerpo en posición de

f irmes, las extremidades inferiores están rotas y solo se

observan los pies que están sobre una base. El tocado parece

gorro de papel con dos moños al frente termina en una especie

de trapecio del cual salen cuatro tiras hacia la nuca.

109

Solo tiene el tocado y su maxtlat l. No se observan adornos corporales

en esta escultura

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No se observan algún elemento de estos aunque la mano

derecha esta hueca en posición como de sostener algún objeto.

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Ausentes

Probable interpretación del elemento

Se inf iere que se trata de una porta estandarte

Figura 52. Fragmentos de la escultura 8, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

110

Figura 53. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 8.

111

Escultura 9

Procedencia

Se encontró fracturada e incompleta, representa un dorso

masculino y fue registrada como elemento 38 que se ubico en

el cuadro (N4-W6) sobre el nivel de piso lo que l lamamos capa

1 que va de 0 a 20 cm

Estado de conservación de la pieza

Se encuentra fragmentada. Se encontró el dorso en un solo

bloque lo cual le permite tener solides.

Descripción del material

Altura 35cm

Ancho 20cm

Espesor 12cm

Descripción formal

Se encuentra en posición erguida, como de guardia . Como está

incompleta solo se encontró de los hombros a las rodillas pero

se puede observar que se trata de una escultura antropomorfa

masculina. Se puede apreciar en la parte posterior lo que serian

dos tiras de papel. Tiene maxtlat l (taparrabos) al parecer más

largo de lo normal. En cuanto adorno corporal , lo único que se

observa es una pulsera en la mano izquierda.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No se encuentra ni un elemento de este tipo

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

112

No hay algún elemento de este tipo

Probable interpretación del elemento

Se inf iere que se trata de una porta estandarte por la posición

en la que se encuentra.

Figura 54. Fragmento de la escultura 9, descubierta en la cima del

cerro Chiquihuitle.

113

Figura 55. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 9.

114

Escultura 10

Procedencia

Se encontró fragmentada e incompleta se forma a partir del

hallazgo 33 que se detecto en el cuadro (N3-E3) del área

excavada dentro de la capa 1 de 0 a 20cm

Estado de conservación de la pieza

Se encontró fracturada e incompleta

Descripción del material

Altura 15cm

Ancho 19cm

Espesor 19cm

Descripción formal

Se encontraba en posición erguida. Solo se aprecia la rodil la

izquierda y los dos pies que están sobre una base . Se aprecian

sandalias en el pie izquierdo

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

Ausente

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Probable interpretación del elemento

Son los pies de una deidad

115

Figura 56. Fragmentos de la escultura 10.

Figura 57. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 10.

116

Escultura 11

Procedencia

Se encontró fragmentada en dos parte que constan de los

hallazgos 9 y 12 que se ubicaron en los cuadros (N3 -E2, N3-E2)

en la capa 1 que va de 0 a 20cm

Estado de conservación de la pieza

Se encuentra fracturada en dos parte e incompleta solo son las

extremidades inferiores

Descripción del material

Altura 18cm

Ancho 20cm

Espesor12cm

Descripción del material

Se encontraba en posición erguida. Solo se aprecia la rodil la

izquierda y los dos pies que están sobre una base.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

Ausente

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Probable interpretación del elemento

Son los pies de una deidad

117

Figura 58. Fragmento de la escultura 11.

Figura 59. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 11.

118

Escultura 12

Procedencia

Se encontró desprendida de su escultura original se trata del

hallazgo 32 y se ubico en el cuadro de (N3-W2) dentro de la

capa 1 que va de 0 a 20 cm

Estado de conservación de la pieza

En mal estado.

Descripción del material

Altura 4cm

Ancho 8cm

Espesor 2cm

Descripción formal

No observable.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

No observable.

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

No observable.

119

Figura 60. Fragmento de la escultura 12.

Figura 61. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 12.

120

Escultura 13

Procedencia

Fragmento de escultura que representa un pie derecho que es

el elemento 16 y encontrado en el cuadro (N2-E1) dentro de

lapa 1 que parte de 0 a 20cm

Estado de conservación de la pieza

En mal estado.

Descripción del material

Altura 12cm

Ancho 9cm

Espesor10cm

Descripción del material

Se trata de una extremidad de una escultura en posición

erguida.

Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)

Ausente

Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)

Ausente

Probable interpretación del elemento

Son los pies de una deidad

121

Figura 62. Fragmento de la escultura 13.

Figura 63. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la

escultura 13.

122

Escultura14

Procedencia

Cinco fragmentos de escultura que son el hallazgo 23 y se

ubican en el cuadro (N2-E2) dentro de la capa 1 que va de 0 a

20cm

Estado de conservación de la pieza

No identif icado

Descripción del material

No identif icado pero se trata de un fragmento de escultura.

Descripción formal

Probable tocado fragmentado.

Figura 64. Fragmento de la escultura 14.

123

Figura 65. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la escultura 14.

124

Elemento 1 (Hallazgo especial 1)

Procedencia

Mortero de roca que pertenece al hallazgo 42 ubicado en el cuadro (S4-W1) dentro de la capa 1 que va de 0 a 20cm.

Estado de conservación de la pieza

Fracturado en dos partes

Descripción del material

Altura: 4.5 cm

Ancho máximo: 16 cm

Ancho mínimo 10 cm

Largo: 22 cm

Descripción formal

Es un objeto en forma triangular con el bode distal plano.

Probable interpretación del elemento

Es un recipiente donde se pudo depositar algún t ipo de ofrenda.

Figura 66. Morteror de forma subtriangular descubierto en el cuadro S4-W1.

125

Figura 67. Ubicación del mortero y su relacion con uno de los cuartos de forma circular. El mortero se encontraba en la parte interna lo que

indica un area de molienda para alguna actividad ritual.

126

Elemento 2 (Hallazgo especial 2)

Ubicación

Unidad de excavación 1; Cuadro: N3-E1 y N3-E2: Capa: III .

Coordenadas X: 0.85 m Y: 1.20 m Z: 1.25 m

Descripción

Se trata de una ofrenda compuesta de una caja de piedra con

su tapadera (Objeto 1) tallada en piedra caliza. Es de una

dimensión de un largo de 16 cm, un alto de 11.5 cm y un ancho

de 9.5 cm. En su interior contenía un ajuar compuesto de un

collar de piedra verde que se compone de cuentas de forma

tubulares y redondas (Lote del Objeto 2), además de unas

placas con perforación que pudieron ser pendientes (Lote

Objeto 3). Al igual que una orejera de piedra verde (Lote Objeto

4). Asociado a la caja se encontraba un plato (Objeto 5), tres

cajetes (Objeto 6-8) y una vasija miniatura del t ipo Tlaloc

(Objeto 9). La caja de piedra fue colocada sobre el plato, los

cajetes y la vasija miniatura se encontraban a su alrededor.

127

Figura 68.

Descubrimiento

de la caja y

vasijas que

corresponden a

la ofrenda

numero uno.

Figura 69. Hallazgo especial numero 26. a) caja con tapadera en cuyo interior se

encontraba un collar, pendientes y orejera de piedra verde. b) collar con un total

de 21 piezas; c) Fragmentos de pendiente; d) orejera y cuentas.

128

a

b,c d

e f

Figura 70. Objetos cerámicos asociados a la caja de piedra: a) Objeto

cinco que consiste de un plato; b -d) objeto seis, siete y ocho que

corresponde a cajetes hemisféricos; e) Objeto nueve es una vasija

t ipo Tlaloc miniatura; f) Objeto diez que corresponde a un cuenco

naranja.

129

Figura 71. Ubicación del Elemento 2. .

130

Elemento 3 (Hallazgo especial 3)

Ubicación

Unidad de excavación: 1 Cuadro: N2E1 Capa: III ; Coordenadas

X: m Y: m Z: 0.85 m

Descripción:

Se descubrió la ofrenda número dos. Se trata de una nueva caja

(Objeto 1) de una dimensión de un largo de 6 cm, un alto de 5.5

cm y un ancho de 9 cm, que se descubrió fragmentada en cuyo

interior debió de tener el objeto dos que corresponde a dos

cuentas verdes y a un pénate de estilo mezcala (Objeto 2) el

largo es de 3.7 cm, el ancho de 1.3 mm y e l grosor de 0.03 cm.

Figura 72. Descubrimiento de la caja que corresponde a la ofrenda

dos.

131

Figura 73. A) Objeto tres que corresponde a un pénate; B - C) Objeto

dos que corresponde a dos cuentas verdes; D) objeto uno que corresponde a una caja con

Figura 74. Ubicación del Elemento 3.

132

Elemento 4 (Hallazgo especial 4)

Ubicación

Unidad de excavación: 1 Cuadro: N4E1 Capa: III ; Coordenadas

X: 1.27 m Y: 0.66 m Z: 1.1 m

Descripción

Se trata de un pendiente tal lado en esquito, el cual representa

una cara. Presenta dos perforaciones en parte proximales de la

pieza. La pieza mide en altura de 4.5 cm; ancho de 3.5 cm; y

grosor de 0.04 cm.

a

b

Figura 75. a) Pendiente que corresponde a una cara humana

descubierta en el cuadro N4E1, b) foto en detalle de la pieza

133

Figura 76. Ubicación del elelemnto 4.

134

Elemento 5 (Hallazgo especial 5)

Ubicación

Unidad de excavación: 1 Cuadro: N4E1 Capa: II ; Coordenadas

X: 0.68 m Y: 1.13 Z: 1.05 m

Descripción

Es una cuenta verde que se descubrió entre el derrumbe al

interior del templo.

a

b

Figura 77.a) Lugar del descubrimiento de la cuenta; b) La cuenta de

piedra verde.

135

Figura 78. Ubicación del elelemnto 4.

136

CAPÍTULO IV ESTUDIO ARTEFACTUAL DE LA CERAMICA

A. LA CLASIFICACIÓN CERAMICA

La clasificación de los materiales cerámicos se opto por hacerlo bajo el

sistema de forma- función, el cual hemos aplicado en otros rescates arqueológicos

en la parte periférica de la Zona Arqueológica de Tula (Gamboa 2008b y 2008c).

La propuesta de este tipo de clasificación es que permite reconocer aspectos

fundamentales en el conocimiento sobre la producción, uso y consumo de objetos

cerámicos que responden a ciertas necesidades de la sociedad. Entre los estudios

que podemos abordar con dicho sistema se encuentra aspectos tecnológicos,

morfológicos, históricos y funcionales.

El procedimiento de la clasificación consiste de los siguientes pasos que

son resumidos a continuación (Gamboa 2008c).

Etapa 1. Preparación del material para ser clasificado. Los materiales que

se obtuvieron de la recolección son metidos en bolsas de plástico con sus

respectivas etiquetas. Al llegar a los laboratorios de la Zona Arqueológica

se lavan y se marcan, con el propósito de que puedan estar listos para la

siguiente etapa que corresponde a la clasificación.

Etapa 2. Clasificación. Los materiales son clasificados bajo un

procedimiento estricto partiendo de lo general a lo particular. El principal

objetivo que se aborda en la clasificación es reconocer los grupos

agrupados en primer lugar por pasta y acabado de superficie (bruñido,

pulido, alisado, pintado, pasta foránea, entre otros). Después cada grupo

una vez que es identificado se vuelve a clasificar identificando las formas

especifica (ollas, platos, cuencos, vasos, entre otros). Por ultimo cada

forma se vuelve a clasificar por su tipo de decoración (pintada, inciso,

137

esgrafiada, entre otras) con el que podemos establecer una tipología

basada en atributos morfológicos y decorativos.

Etapa 3. Tipología. El tipo se concibe como una abstracción con atributos

morfológicos y funcionales, de esta manera a cada forma identificada se le

supone una función que se infiere por comparación etnográfica y

etnohistoria. La tipología se ordena de manera histórica donde se agrega

un valor arábigo al momento de ser capturado para obtener histogramas de

frecuencia y porcentaje. El grado de ordenamiento secuencial de la

cerámica se basa en el conocimiento empírico del ceramista y el

reconocimiento de los principales tipos diagnósticos que se han propuesto a

través de la histórica clasificatoria de la cerámica prehispánica e histórica.

Etapa 4. Captura y procesamiento de datos. La captura de cada fragmento

se hace una vez que ya se tienen los materiales clasificados. A cada tipo se

le asigno un numero por lo que entre mayor es mas moderno es. En una

hoja Excel se hace la captura donde cada campo debe ser lleno con la

siguiente información: tipo, grupo, forma, bolsa, pozo, capa, fecha, excavo y

observación. Una vez terminada la captura se usan las tablas dinámicas

con el que se realiza presentaciones graficas y cuadros de frecuencia y

porcentaje.

Etapa 5. Representación grafica. Por cada tipo se hace una toma

fotográfica y en algunos casos debido a la importancia de los materiales se

hace un dibujo de sección del tepalcate. De esta manera la representación

grafica es la prueba intrínseca del tipo descrito.

Etapa 6. Descripción tipología. Por cada tipo también se realiza una

descripción basándonos en los siguientes criterios: tipo, forma, acabado de

superficie interior, acabado de superficie exterior y comparación bibliografía.

Los elementos para la descripción cerámica a continuación se hacen

mención.

138

1. El tipo

Está basado en los atributos de dos clases; técnicas decorativas y forma de

las vasijas. Un tipo representa un conjunto de atributos cerámicos distintos

visualmente que se objetivaron en diferentes variedades que conforman una clase

de cerámica que se produjo en un lapso de tiempo y región específica.

2. La pasta

Es el color de la misma, el tipo de desgrasante utilizado, su textura, el grado

de cocimiento en forma general, especificando el grosor de las paredes y la

dimensión de la pieza tomando como punto la parte superior del borde.

3. La forma

Se describe la forma característica y sus variantes, de cada uno de los

grupos cerámicos, anotando el tipo de borde, silueta, fondo, base, soportes. La

forma esta relacionada directamente con su función, los nombres de las vasijas

son los usados tradicionalmente en la literatura y que se siguen usando en la

actualidad. Por ejemplo: Olla, cazuela, cajete, molcajete etc. El calculo de las

dimensiones y la forma fue inferida por medio de bordes, fondos y fragmentos de

cuerpos con base en la literatura ya que solo se trabajo con fragmentos de tiestos,

ya que por ser material de superficie no se encontraron vasijas completas.

4. El acabado

Presencia de baños, engobes, pinturas y el tratamiento de sus superficies,

si fueron alisadas, pulidas y/o bruñidas. Se describe tanto la parte interna como la

externa.

139

5. La decoración

Determinado el tipo de técnica decorativa si fue inciso, esgrafiada,

rastrillada, por aplicación, punteo, impresión textil, modelada, cocción diferencial,

etc., especificando el motivo decorativo cuando este fue claro de identificar en la

pasta.

6. La función genérica

Se basa en el conocimiento de las formas estudiadas en grupos étnicos actuales

en la región del Valle del Mezquital (Fournier 1995 y 1996), enriquecida con los estudios

cerámicos arqueológicos efectuados en la Cuenca de México (García 2004). De ahí que

podemos dar una propuesta tentativa de la probable función genérica de las vasijas que

se han corroborado a través de análisis químicos en colecciones arqueológicas (Martínez

2006).

7. La cronología

Su ubicación cronológica y porcentaje. La propuesta cronológica es tentativa y nos

apoyamos con la tipología que se ha propuesto en la Región de Tula (Diehl 1983, Cobean

1990, Mastache, Cobean y Healan 2002). En el cuadro que se presenta a continuación

se especifican las fases que se han propuesto para la Región de Tula y se como se

correlacionan con la presencia de sitios que fueron de importancia en Mesoamérica. La

propuesta cronológica es conveniente señalar fue formulada inicialmente por Robert H.

Cobean (1990) y posteriormente evaluada y reajustada a partir de nuevos fechamientos

de radio carbón en la Cuenca de México (Mastache 1996).

8. La referencias bibliográficas

En la literatura cerámica arqueológica tenemos antecedentes sobre tipologías

básicas para la Cuenca de México (Marino y García 2007) y el Valle del Mezquital, en

relación a este ultimo de manera específica de la Región de Tula (Cobean 1990,

140

Mastache, Cobean y Healan 2002). En cada tipo que se describe se agrega la referencia

bibliográfica con el propósito de señalar el nombre con el que fue nombrado y su

propuesta cronológica. En el futuro el tipo identificado será evaluado desde una

perspectiva cronológica y funcional para una inferencia mas objetiva dependiendo del

contexto que provenga.

B. RESULTADOS GENERALES

De acuerdo a los materiales cerámicos identif icados se pudo observar

que el área intervenida presenta los siguientes tipos.

FASE0 FASE NO FORMA TOTAL

1 CORRAL TERMINAL 1 Cajete de Base Anular 14

1 CORRAL TERMINAL 2 Mazapa Rojo sobre Café 31

1 CORRAL TERMINAL 3 Tolteca Rojo sobre Bayo 16

2 TOLLAN 4 Mendrugo Semi Alisado 26

2 TOLLAN 5 Acta Rojo Pulido Cuenco 24

2 TOLLAN 6 Alicia Calado 14

2 TOLLAN 7 Blanco Levantado 187

2 TOLLAN 8 Bordo Rojo sobre Café 21

2 TOLLAN 9 Jara Anaranjado Pulido 17

2 TOLLAN 10 Macana Rojo sobre Café 32

2 TOLLAN 11 Manuelito Café Liso 12

2 TOLLAN 12 Proa Crema Pulido 2

2 TOLLAN 13 Sillón Inciso 18

2 TOLLAN 14 Tarea Rojo Pulido 6

2 TOLLAN 15 Toza Café Alisado 20

3 AZTIII 16 Brasero 700

3 AZTIII 17 Cajete Negro sobre Rojo 25

3 AZTIII 18 Cajete Negro sobre Rojo Rayas Paralelas 51

3 AZTIII 19 Cajete Trípode Negro sobre Naranja 17

3 AZTIII 20 Cazuela 28

3 AZTIII 21 Comal 23

141

3 AZTIII 22 Copa Negro sobre Rojo 25

3 AZTIII 23 Cuenco Monocromo 277

3 AZTIII 24 Jarra Negro sobre Naranja 27

3 AZTIII 25 Olla 726

3 AZTIII 26 Plato Negro sobre Naranja 53

3 AZTIII 27 Sahumador 160

3 AZTIII 28 Vasija Salinera 3

3 AZTIII 29 Cajete Trípode Negro sobre Naranja 13

4 AZTIII 30 Cojete blanco y negro sobre rojo 392

4 AZTIV 31 Molcajete Trípode Negro sobre Naranja 10

TOTAL 2970

C. FASE CORRAL TERMINAL (850- 900 d.C.)

Esta fase corresponde a un periodo de transición de Corral a

Tollan (Cobean 1990: 27). En cuanto a los materiales que

corresponden a la fase Corral Terminal (850- 900 d.C) es muy escaso

y la t ipología representada solo es de tres t ipos, por lo que es

probable que haya sido tipos se siguieron uti l izando para la fase

Tollan (950-1150 D.C).

Grafica 1. Frecuencia de los materiales cerámicos dentro de la fase

Corral Terminal (850- 900 d.C.) .

142

Tipo: Café Liso

Pasta:

La pasta es de color gris claro (10 YR 6/1) y la abundancia de

desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El

grosor de la tiesto es de 0.7 cm. Se observa cocción por

reducción.

Forma: Cajete base anular

Acabado:

El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.

Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El

acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de

color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).

Decoración: Ausente

Función Servir líquidos o alimentos

Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)

Referencias:

Este tipo es descrito como Café Liso Base Anular por Cobean

(1990: 126). Son tipos cerámicos que son muy comunes

descubrir en contextos donde hay materiales de fase

Coyotlatelco.

143

A

B

Figura 79. A) Fragmentos de cerámica Coyotlatelco; B) Dibujo del tipo Cajete de base anular.

144

Tipo: Mazapa Rojo sobre Café

Pasta:

La pasta es de color gris claro (10 YR 6/2) y la abundancia de

desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El

grosor de la tiesto es de 0.6 cm. Se observa cocción por

reducción.

Forma: Cajete de fondo plano o cóncavo.

Acabado:

El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.

Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El

acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de

color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).

Decoración: Pintado de rojo (10 R 4/6) sobre el color café (7.5YR

6/4; 5YR 6/4). Los motivos son líneas ondulantes

paralelas al borde.

Función Servir líquidos o alimentos

Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)

Referencias: Cobean (1990: 272), lo identifica como una cerámica con

diseños de líneas ondulantes, generalmente sobre la superficie

interna de la vasija. Solo en algunas ocasiones se presenta

ligeramente la superficie exterior con un acabado mate.

145

A

B

Figura 80. A) Fragmentos de cerámica Coyotlatelco Rojo sobre Café;

B) Reconstrucción hipotética de la vasija basándonos en los bordes.

146

Figura 81. Tipo Mazapa Rojo sobre Café. Se presentan algunos

diseños de los t iestos recolectados.

147

Tipo: Tolteca Rojo Sobre Bajo

Pasta:

La pasta es de color gris claro (10 YR 6/2) y la abundancia de

desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El

grosor de la tiesto es de 0.6 cm. Se observa cocción por

reducción.

Forma: Olla de cuello cortó. El cuerpo es globular.

Acabado:

El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.

Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El

acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de

color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).

Decoración: Pintado de rojo (10 R 4/6) sobre el color café (7.5YR

6/4; 5YR 6/4). Los motivos son líneas ondulantes

paralelas al borde.

Función Contenedor de líquidos

Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)

Referencias: Cobean (1990: 281), lo reporta como my escaso en la ciudad

arqueológica de Tula Xicocotitlan. Este tipo se encuentra

emparentado con el Mazapa Rojo sobre Café.

148

A

B

Figura 82. Tipo ceramico Tolteca Rojo Sobre Bajo (Toltec Red on

Buff). A) Tiestos recuperados; B) Perf i les que corresponden a esta

vasija.

149

D. FASE TOLLAN (900- 1150 d.C.)

Es la fase de esplendor tolteca y desacuerdo con una tipología establecida lo

podemos consultar en la obra de Robert H. Cobean (1990) sobre cerámica de

Tula:

“… en dicha obra presenta el resultado de una clasificación

cerámica proveniente de diversos contextos y unidades

excavadas como son del Gran Canal, El Corral y la Zona

Monumental… con el tiempo la cronología de Tula se modifico

basándose en nuevos fechamientos (Healan, Mastache y

Cobean 2002: 43-44). Lo que obligo a un reajuste cronológico

bajando la temporalidad de la fase Tollan por 50 años menos.

Lo que conllevo a definir dos subfases de la mista a través de

nuevos estudios cerámicos (Hernández et al 1999; Cobean y

Mastache 1999)” ¨ (Nieto, Gustavo 2009: 104).

Los tipos diagnostico son tomados en cuenta para poder identificar en entre

los materiales que se recuperaron algunos que corresponden a esta fase. En el

caso del Complejo Corral Terminal (850-900 d.C.), proponemos que

probablemente estos tipos tuvieron una continuidad en la Región de Tula, de ahí

que por su funcionalidad (domésticos), sean mas comunes su conservación tal es

el caso de Tolteca Rojo sobre Café y el Mazapa Rojo sobre Café. En el grafico

posterior se presenta la frecuencia de los fragmentos que se identificaron y

comprende esta fase cronológica.

150

Graf ica 2. Frecuenc ia de los mater ia les cerámicos dentro de la fase Tol lan (900-

1150 d.C.) .

151

Tipo: Mendrugo Semi Alisado

Pasta: La pasta es de color gris claro (10 YR 6/1) y la abundancia de

desgrasante que podría corresponder a partículas de ceniza.

Forma: Comal.

Acabado:

La parte externa se presenta de superficie irregular, de color

gris claro (10 YR 6/2); la parte interna esta bruñido de color

café claro (7.5 YR 6/4).

Decoración: Ausente

Función Tostar y quemar

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 391). En el caso

de nuestro. Los fragmentos de cerámica de comal se

encuentran en los niveles mas profundo asociados con vasijas

diagnosticas de la fase Tollan.

152

A

Figura 83.Tipo Mendrugo Semi Alisado, corresponde con un comal.

En la parte de abajo en base al tepalcatometro se propone el

diámetro de la vasija.

153

Tipo: Acta Rojo Variedad Cuenco

Pasta: Es de color café claro (10 YR 6/2) y el desgrasante podría

corresponder a partículas de ceniza.

Forma: Cuenco cerrado de borde directo redondeado y más grueso que e l

cuerpo

Acabado: La parte externa se encuentran con un engobe rojo (10 YR 5/5); la

parte interna es similar a la superficie externa.

Decoración: Ausente

Función Fase Tollan (950

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 370).

a

b

Figura 84. Tipo Acta rojo variedad cuenco: a) Fotos de dos formas de acta rojo, variedad

Cuerno b) Dibujo de un perfil del tipo acta.

154

Figura 85. Perf i les y reconstrucción de una vasija t ipo Acta de

variedad Acta que corresponde con un Cuenco cerrado.

155

Tipo: Alicia Calado

Pasta:

El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;

2.5 Y 6/1), con un núcleo amarillento. La textura es compacta y

presenta una cantidad regular de desgrasante de arena.

Forma: Es un sahumador que tiene en su extremo distal una

forma de olla pequeña que esta calada por su parte

superior, t iene soportes y un mango con formas

variadas que van desde zoomorfas a antropomorfas .

El asa es cilíndrico,

Acabado:

Acabado de superficie externa: se encuentra alisado. Presenta

un color café claro. Acabado de superficie interna: se

encuentra alisado. Es de color café claro.

Decoración: Pastillaje, calado y pintura rojo sobre café.

Función Para quemar

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

Es reportado con el mismo nombre por Robert H. Cobean

(1990: fig. 205d).

156

B

Figura 86. A) Fragmentos de cerámica Alicia Calado; B) Forma de un sahumador Alicia

Calado (Tomado de Cobean 1990: Figura 205D).

157

Tipo: Blanco Levantado

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;

2.5 Y 6/1), con un núcleo amarillento. La textura es compacta y

presenta una cantidad regular de desgrasante de color

rosáceo, probablemente tiestos molidos.

Forma: Olla globular con paredes delgadas y borde redondeados.

Acabado: Acabado de superficie externa: Se presenta con un engobe

blanco y diseños de marcas echas con un textil. El color del

tono es café claro café (5 YR 5/3; 7.5 YR 6/4; y 10 R

5/6). Acabado de superficie interna: Se presenta de textura

burda. Robert H. Cobean propone que están sin acabados, el

tono del color del acabado es café oscuro (5 YR 5/3).

Decoración:

Decoración del tipo de tela que fue usada para cubrir la vasija

dejando impresa los trazos de la trama y urdimbre. La

coloración es blanca a crema (10 YR 8/1 y 10 YR 8/2)

Función Almacenar alimentos

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990:449). Son ollas

que posen una decoración blanca, muy di luida con

diseños parecidos a los usados en la cestería

158

Figura 87. En la parte superior se reconstruyo una vasija Blanco Levantado tomando en consideración el diámetro de un tepalcate y datos obtenidos de datos por Robert H. Cobean (1990).

159

Tipo: Bordo Rojo sobre Café

Pasta: El color de la pasta es, por lo general, anaranjado como el de

la pasta (2.5 YR 6/6, 5/8; 5 YR 6/6, 6/8, 5/4).

Forma: Olla globular con cuello cilíndrico y borde ligeramente evertido

Acabado: Acabado burdo sin engobe

Decoración: Franjas rojas pintadas en el cuello Bandas horizontales

rojo oscuro en el exterior en la parte media del cuerpo.

Función Almacenar alimentos y líquidos

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990)

Figura 88. Perfiles y cuerpos de ollas del tipo Borde Rojo sobre Café.

160

Tipo: Jara Anaranjado Pulido

Pasta: Es compacta y de color café (5 YR 6/4). El desgrasante presenta

partículas negras que podrían corresponder con ceniza volcánica o

probablemente orgánica ya que hay oquedades pequeñas que

corresponden al desprendimiento de dichas partículas. En caso de

que fuese orgánico probablemente se trate de tulle.

Forma: Jara es un cajete con fondo plano, paredes recto divergentes y

soportes trípodes sólidos de botón

Acabado: Las vasijas de Jara Anaranjado Pulido presentan engobe de color

anaranjado (5 YR 6/8), pero es probable que tenga al menos dos

variaciones: por lo común parece que tiene una sola capa de arcilla,

color anaranjado fina de menos de un milímetro de espesor, pero

algunas veces hay un “engobe base” muy delgado (casi traslúcido),

de arcilla blanca fina bajo el engobe principal de arcilla anaranjada.

Decoración: Cajete que parece ser p in tado a brochazos, en su borde s iempre

t ienen una l ínea ro j iza , pueden tener soportes de botón o carecer

de e l los .

Función Servir

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

El material se encuentra reportado como “Naranja a Brochazos”

(Mastache y Crespo 1974:75; Yadeun 1975: Fig. 41). Cobean lo

reporta como Jara Anaranjado Pulido (1990: 335)

161

C Figura 89. A y B) Jara Anaranajado Pulido (Tomado de Robert H. Cobean 1990: Fig

171D). En la parte superior se prsentan algunos cortes de la vasija; C) y una foto del

mismo tipo.

162

Tipo: Macana Rojo sobre Café

Pasta:

Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/4) a café medio (5 YR

6/6). El desgrasante podría corresponden con partículas de arena y

mica que se observan microscópicamente.

Forma:

Son cajetes trípodes hemisféricos, por lo general con soportes

huecos cilíndricos o cónicos mamiformes, pero en ocasiones con

soportes huecos efigie (animales).

Acabado: En la superficie externa: Solo en el borde se presenta una banda

pintada de color rojo (10 YR 5/5) sobre un café claro (7.5 YR 6/4).

En la superficie interna se presenta por lo común, una sola banda

pintada en rojo (10 YR 5/5) brillante alrededor del interior del borde,

que varía de uno a tres centímetros de ancho.

Decoración:

Se encuentra en la parte interna en ocasiones hay manchas

semicirculares pintadas en rojo (10 YR 5/5) alrededor del interior del

borde, en lugar de la banda pintada (por lo general cuatro manchas),

o, con menos frecuencia, aparecen en la parte media del interior de

la vasija, pintadas bajo la banda del borde.

Función Servir

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

Es reportado como “Trípodes Rojo sobre Café” (Acosta 1940,

1945,1956-67).

163

Figura 90. En la parte superior se encuentran algunos fragmentos de

Macana Rojo sobre Café; en la parte inferior se presentan algunos cortes y un dibujo reconstructivo de una vasija.

164

Tipo: Manuelito

Pasta:

Es compacta de un color café claro (6 YR 6/4) (5YR 4/1) (10 YR 5/1)

a café medio (5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden

con partículas de arena y mica que se observan

microscópicamente.

Forma: Es un molcajete con soportes que a veces son zoomorfos,

tiene en el fondo unas incisiones.

Acabado:

En la superficie externa e interna se presenta pulido en un

color café. Solo en el borde se presenta una banda pintada

de color sobre un café claro (7.5 YR 6/4). En la superficie

interna se presenta achurado.

Decoración: Ausente.

Función Moler

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

Cobean (1990: 327)

165

Figura 91. En la parte superior se encuentran algunos fragmentos de

Manuelito Café; en la parte infer ior se presentan algunos cortes.

166

Tipo: Proa Crema Pulido

Pasta:

Este tipo se define por el color distintivo de la pasta, amarillo

(10 YR 6-7/6, 8/8; 5 YR 5/6; 2.5 Y 5/4), ocasionalmente con

tonos grisáceos. Tiene una cantidad regular de desgrasantes,

los cuales incluyen partículas blancas.

Forma: Es un plato con fondo plano, paredes recto divergentes y

soportes trípodes sólidos de botón.

Acabado:

El engobe crema a menudo está pulido diferencialmente de

una manera similar al de Jara Anaranjado Pulido, pero con

más frecuencia es bastante regular y carece de las marcas

semejantes a brochazos comunes en Jara Anaranjado Pulido.

La pasta de color crema, algunas veces con tonos anaranjados

(5 YR 7/6, 8/3: 7.5 YR 6/8, 7/6), es muy fina, con poco

desgrasante y de tamaño pequeño, así como un alto grado de

dureza. Las paredes de las vasijas tienden a ser delgadas. La

parte externa e interna son simulares en acabado.

Decoración: El borde esta pintado de rojo (10 YR 5/4) en una banda entre

uno y dos centímetros.

Función Servir

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

Es reportada como:”Naranja sobre Blanco” (Acosta 1945:

diagramas de los pozos 1 y 3; 1956-57:84-88). Robert H

Cobean también lo reporta (Cobean 1990: 357). Gamboa

(2008c: 44) los reporta presentes en un rescate arqueológico

en la esquina de Leandro Valle e Ignacio Zaragoza.

167

Figura 92. Fragmentos de cerámica Proa Crema Pulido; en la parte inferior se observan

dos reconstrucciones de dicha vasija. Tomados de Cobean (1990: Figura 178D); al final

unos cortes con s diámetro de las vasijas.

168

Tipo: Sillón inciso

Pasta: Es compacta de color anaranjado (2.5 YR 5/8).

Forma:

La forma es cajete cilíndrico bajo con paredes ligeramente

divergentes, base cóncava y soportes trípodes esféricos

huecos.

Acabado:

Todas las superficies de Sillón Inciso presentan engobe,

logrado con una capa delgada (de menos de un milímetro de

espesor) de arcilla fina. El color de la superficie por lo común

es en algún tono de anaranjado (2.5 YR 5/8). La parte externa

e interna son simulares en acabado.

Decoración: Líneas selladas en el cuerpo externo de la vasija

Función Su función es ritual o para el uso de la elite que

probablemente es una imitación del la loza

anaranjado f ino

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias: Cobean (1990: Figura 184D)

169

Figura 93. En la parte superior hay algunos fragmentos de cerámica

Sil lón Inciso; en la inferior algunas reconstrucciones de la vasija

tomadas de Cobean (1990: Figura 184D).

170

Tipo: Toza café

Pasta: Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio

(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas

de arena y mica que se observan microscópicamente.

Forma: Es un cajete que su función es el de preparar alimentos, es

muy casual encontrar este tipo dentro de la zona del valle de

Tula

Acabado: Se encuentran pulidos y son de color de pasta café claro (10

YR 4/2).

Decoración: Ausente

Función Servir

Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)

Referencias:

Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 383).

171

Figura 94. En la parte superior una fotografía con fragmentos de cerámica Toza Café; en la parte inferior algunos fragmentos dibujados en su corte; y posteriormente una reconstrucción de la vasija tomada de Cobean (1990: Figura 187D).

172

E. FASE PALACIO (1350- 1520 d.C.)

La tipología de mayor representat ividad corresponde a la fase

Palacio (1350-1520 D.C.), por lo que se ha propuesto que el templo

intervenido corresponde a esta fase con una continuidad a la Fase

Tesoro (1520- 1650 d.C.) siendo abandonado posteriormente.

La fase Palacio (1350-1520 D.C.), se correlaciona con el Azteca

III para la Cuenca de México. La misma que ha sido subdividida en

dos subfases que corresponde a la temprana y tardía; El conjunto de

materiales más abundantes de nuestra colección arqueológica son los

objetos de cerámica que corresponden a la fase temprana

probablemente en su ult imo momento. Es decir, los materiales

corresponden al complejo cerámico Azteca III Temprano del periodo

Azteca Tardío14.

Para esto hemos de mencionar que el establecimiento de la

cronología para la Cuenca de México, ha servido como modelo, al

definir una secuencia basada en la identif icación de complejos

cerámicos por fases, para el estudio de la cerámica en la región de

Tula, Hidalgo. En consideración La Fase Palacio (1350 al 1520 d.C.)

14 A fal ta de es tudios sobre la cerámica pintada negro sobre naranja para el Estado de

Hida lgo, al inicio de los pr imeros trabajos ceramis tas en la Región de Tula por Jorge R.

Acosta , reto mó los trabajos que hab ía e fectuado Vail lant (1941) , quien def inió a la

cerámica como azteca , la cua l inic iaba desde el año 1247 a 1519 d.C. El año de 1247

d.C. cor responde a la construcción de la Pirámide de Tenayuca, por lo que a l sumar le un

per iodo de 52 años complementados con dos per iodos de 104 años , le permit ió dividi r e l

per iodo Azteca en tres fases que a continuac ión mencionamos: Azteca I (1247 – 1299

d.C.) , Azteca II (1299 - 1403 d.C.) y Azteca II I (1403 - 1507 d.C.) . E l mismo Vail lant

(1941) , propone que después de l 1507 a la l legada de los españoles podríamos

mencionar una nueva fase que corresponde a la fase Azteca IV (1507 - 1519 d.C). En e l

caso de la cerámica Azteca III , se observo que t iene una cont inuidad incluso hasta la

época de l contac to por lo que se asoc ia en sus úl t imos momentos con la cerámica de

fase Azteca IV, es ta úl t ima pers iste después de la conquista . Sanders et a l (1979) con

los datos anter iormente presentados propone un per iodo l lamado Azteca Temprano

(1150 a 1350 d.C. ) que corresponde a la presencia de la cerámica Azteca I o Culhuacan

y la Azteca I I o Tenayuca. En e l per iodo Azteca Tardío (1350 - 1521 d.C.) la cerámica

representat iva es la Azteca III o Mexica y Azteca IV o Tlatelo lca.

173

Se identif ica con materiales cerámicos similares de la Cuenca de

México correspondientes a la fase Azteca II I y algunos tipos Azteca

IV.

Grafica 3. Frecuencia de los tipos cerámicos en la Fase Palacio (1350-1520 d.C).

174

Tipo: Brasero (Apantlecaxitl)

Pasta:

Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio

(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas

de arena.

Forma: Brasero en forma de reloj de arena con aplicaciones de tiras,

placas, mascaras, caracoles, plumas, serpientes, entre otros,

Acabado:

La parte externa se encuentra ligeramente alisada. Es de color

café medio (5 YR 6/5). La parte interna es áspera y rugosa.

Decoración: Elementos en pastillaje y molde aplicados al cuerpo y placas.

Función Quemar

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 267) hacen mención que las vasijas

estaban compuesta en tres partes que son corona, cuerpo y

base; las cuales sirvieron probablemente para quemar leña o

incienso en algunas ceremonias. Cervantes, Fournier y

Carballal (2007: 303) presentan una ilustración del como son

dichos braseros. En el Museo Nacional de Antropología e

Historia se presentan hay reconstrucciones de braseros donde

destaca la imagen de la diosa Chicomecoatl, tal y como debió

de ser el caso nuestro, ya que los moldes descubiertos son

similares.

175

A

B Figura 95. Fragmentos de brasero descubiertos durante la excavacion. Lo que se presenta en esta parte son parte de los cuerpos y bordes, los mismos t ienen una semejanza con los tipos de fase Tollan Abra Café Burdo. Las aplicaciones se montan en este tipo de braseros en placas.

176

A

B Figura 96. La mayoria de estos braseros son similares a los que se

presentan en la parte inferior y que se encuentran en Museo Nacional de Antropologia e Historia. Las f iguras que representan es

Chicomecoatl y Tlaloc.

177

Tipo: Cajete Negro sobre Rojo

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,

algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con

un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad

regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio

redondeado.

Acabado:

La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10

R 5/8 La decoración es una líneas negras que se sobre ponen sobre el

color rojo claro (10 R 5/6). La interna solo esta pintado del mismo

color.

Decoración: Los diseños sueles ser pintados en negro (2.5 YR 3/8), como líneas

onduladas que se presentan en el cuerpo y el borde generalmente

presenta pintado en negro. También hay diseños de franjas verticales

y horizontales; son pocos los casos donde se combinan ambas.

Función Servir y consumo de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso

ceremonial.

178

Figura 97. Tipo Cajete Negro sobre Rojo. El cajete es de fondo plano

y bordes director divergentes.

179

Tipo: Cajete Negro sobre rojo rayas paralelas

Pasta:

El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,

algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con

un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad

regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio

redondeado.

Acabado:

La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10

R 5/8 o 4/6, 5 R 3/8 o 3/6, 5 R 4/4 o 4/6, 7.5 R 4/6). La decoración es

una líneas negras que se sobre ponen sobre el color rojo claro (10 R

5/6). La interna solo esta pintado del mismo color.

Decoración: Presenta líneas paralelas de color negro (2.5 YR 3/8 o 2.5/0, 7.5 YR

2/0, 10 YR 3/0) perpendiculares al borde.

Función Servir y consumo de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso

domestico para el servicio y el consumo. En ocasiones algunos

cuencos pueden tener la misma decoración. Raúl García (2004) hace

mención que este es un tipo diagnostico del Postclásico Tardío.

Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 308) proponen que este tipo de

vasija es común durante la fase Azteca III Tardío, pudiendo existir dos

tipos de variedades una que es de forma hemisférica y el otro de

paredes recto divergentes.

180

A

B

F igura 98. Cajete Negro sobre Rojo de rayas para le las. A) La par te super ior se muest ran

var ios f ragmentos ident i f icados; B) En la par te in fer ior hay una vas i ja t íp ica de esta fase

(Museo Nacional de Antropología e His to r ia , Sala Azteca) .

181

Tipo: Cajete Trípode Negro sobre Naranja

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,

algunas veces con tonos cafés (10 YR 5/2; 7.5 YR 5/5), con un

núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad

regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Es un cajete de bordes directo. La boca promedio es de 24 cm, entre

un rango menor de 17 cm y máximo de 26 cm. Los soportes que

presenta son cónicos.

Acabado:

Es pulido al interior de color café claro (10 YR 6/2). Al exterior se

encuentra de forma similar al interior.

Decoración: Se encuentra pintado de negro sobre naranja (2.5 YR 5/6) en su

parte interior. Los motivos que se presentan consisten de líneas

paralelas al borde de diverso grosor. Se presentan con guiones,

eses, bolitas o puntos de forma continua y distribuida en la parte

media de la vasija. En el fondo hay motivos geométricos

concéntricos.

Función Consumo de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 263- 264) hace mención que las vasijas

funcionaban para consumir alimentos. Hay algunas de doble fondo

que se suponen podrían haber servido como salseras.

182

Figura 99. Cajete Trípode Negro sobre Naranja. En la parte superior

algunos fragmentos fotograf iados; en la parte inferior algunos cortes.

183

Tipo: Cazuela Naranja

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;

2.5 Y 6/1), con un núcleo negro. La textura es compacta y

presenta una cantidad regular de desgrasante de arena.

Forma: Cazuela de paredes rectas en su parte superior, ya que es de

silueta compuesta. Los bordes son directos y los labios

redondeados. Algunas presentan asas. El fondo suele ser

cóncavo o ligeramente convexo. En ocasiones presentan asas.

El diámetro se calcula mayor a 20 cm.

Acabado:

Pulido al interior y exterior. El color externo e interno de la

vasija se encuentra entre naranja (5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8, 10 R

6/8).

Decoración: Ausente

Función Cocinar en fuego

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 265) hace mención que las vasijas

son para un uso domestico para la contención y preparación

de alimentos.

184

Figura 100. Diversas tipos de cazuelas que identif icamos. La que se muestra en la parte superior es del Museo Nacional de Antropologia e Historia; la misma que se asemeja con las muestras recolectadas durante la excavacion.

185

Tipo: Comal (Comalli)

Pasta: El color de la pasta es de color gris oscuro, algunas veces con

tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con un núcleo

negro (2.5 YR 3/8). La textura es compacta y presenta una

cantidad regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Comal de paredes directas extendido.

Acabado:

Se encuentra en su parte interno bruñido en un color naranja

(5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8). La parte externa se encuentra alisada

y muy rugosa.

Decoración: Es ausente.

Función Cocción de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias: García y Coronel (2007: 265) hacen mención que la vasija fue

y es usada para cocer alimentos en forma plana. En especial

se encuentran la masa con la que se elabora tortillas. El pulido

que se presenta en la parte interna es para evitar que se

pegue la pasta.

186

Figura 101. Formas de comales. En la parte superior algunas fotografías. En la inferior unos cortes de perf i les.

187

Tipo: Copa Negro sobre Rojo

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,

algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con

un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad

regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio

redondeado.

Acabado:

La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10

R 5/8 La decoración es una líneas negras que se sobre ponen sobre el

color rojo claro (10 R 5/6). La interna solo esta pintado del mismo

color.

Decoración: Presenta líneas paralelas y geométricas de color negro (2.5 YR 3/8).

Función Servir líquidos.

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso

ceremonial. En la Región de Texcoco este tipo es muy común

descubrirlo (García 1987), y se considera que es para uso ceremonial

para la toma de pulque.

188

A

B

Figura 102. Forma de Copa Negro sobre Rojo. A) Fotografías de algunos tiestos identif icados como Copa Negro sobre Rojo; B) En la

parte inferior se observa una forma completa (Museo Nacional de Antropología e Historia, Sala Azteca).

189

Tipo: Cuenco Naranja

Pasta: El color de la pasta es del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2;), con un

núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad

regular de desgrasante de probable ceniza.

Forma: Cuenco de borde director y labio redondeado. El fondo de la

vasija es plano o ligeramente convexo. La forma se aprecia en

dos variedades. La primera que corresponde a un cuenco de

forma hemisférica y el segundo a uno con paredes de silueta

compuesta. Hay también forma con fondo de calabaza, como

si se usaran este tubérculo como una especie de molde.

Acabado:

Pulido al exterior e interior con un acabado de color Naranja 5

YR 5/8 y 2.5 YR 5/8, 10 R 6/8.

Decoración: Es ausente.

Función Contención, servicio y consumo

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias: García y Coronel (2007: 264) hace mención que las vasijas

cumplen diversas funcionales como son contención, servicio o

consumo. Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 305), hacen

mención que la forma de silueta compuesta es distintiva del

Azteca III Tardío. Raúl Gracia (2004) no distingue bien los

materiales descritos, lo que lleva a proponerlos como un tipo

diagnostico desde etapa temprana, como es la Fase Azteca I.

190

A

B Figura 103. Cuenco Naranaja. A) En la parte superior hay de dos tipos que corresponden a las formas hemisfericas y de paredes de si lueta compuesta; B) En la parte inferior son algunos framgentos con impresión en forma de calabaza.

191

Tipo: Jarra Negro sobre Naranja

Pasta: El color de la pasta es del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1),

con un núcleo negro (10 YR 3/0). La textura es compacta y

presenta una cantidad regular de desgrasante de probable

ceniza.

Forma: Jarra de asa alargada que viene desde el borde a la parte

superior del cuerpo. La forma es alargada con fondo plano. En

uno de los extremos del cuerpo con el borde se encuentra un

asa vertical.

Acabado:

Se encuentra pulido en tono Naranja (2.5 YR 5/8, 10 R 6/8),

tanto en el interior como exterior. Se presentan manchas de

mala cocción en algunas partes del fondo y cuerpo de las

vasijas.

Decoración: Los diseños son en caligrafía y se encuentran en la parte

superior del cuerpo. Son de color negro (10 YR 3/0) sobre

naranja (2.5 YR 5/8, 10 R 6/8). La caligrafía suele ser líneas

curvilíneas pintadas en medio de líneas simples que rodean el

cuerpo.

Función Servir líquidos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

Reportadas por Raúl E. García (2004). Cervantes, Fournier y

Carballal (2007: 296) presenta una ilustración completa de

cómo son dichas vasijas,

Distribución: Se identificaron solo cuatro fragmentos que provienen de la

192

unidad de muestreo 225ª.

A

B C

Figura 104. A) En la parte superior hay algunos cortes de formas de Jarra Negro sobre Naranja; B-C) Formas de dichas Jarras con dos

diferentes vertederas.

193

Tipo: Plato Negro sobre Naranja (Caxpechtli)

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4),

con un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una

cantidad regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Es un plato de forma redondeado, paredes bajas, fondo plano.

El borde es directo y labio redondeado. La boca promedio es

de 22 cm, entre un rango menor de 18 cm y máximo de 24 cm.

Acabado: Es pulido al interior de color café claro (10 YR 6/2). Al exterior

se encuentra de forma similar al interior.

Decoración: Se encuentra pintado de negro sobre naranja (2.5 YR 5/6) en

su parte interior. Los motivos que se presentan consisten de

líneas paralelas al borde de diverso grosor. Se presentan con

guiones, eses, bolitas o puntos de forma continua y distribuida

en la parte media de la vasija.

Función Consumo de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 263- 264) hace mención que las

vasijas funcionaban para consumir alimentos. Hay algunas de

doble fondo que se suponen podrían haber servido como

salseras.

194

Figura 105. Plato Negro sobre Naranja.

195

Tipo Sahumador (Telmail)

Pasta:

Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio

(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas

de arena.

Forma: Es un sahumador de cazoleta en forma hemisférica que tiene

unas salientes en el borde. El labio suele ser redondeado o

plano, presenta un mango hueco con terminación de cabeza

de serpiente.

Acabado:

La parte externa se encuentra ligeramente alisada. Es de color

café medio (5 YR 6/5). La parte interna es áspera y rugosa. El

algunos casos el sahumador esta pintado con color azul y rojo.

Decoración: Elementos en pastillaje

Función Quemar

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 266-67) hacen mención que se trata

de un instrumento de uso ritual que tiene como propósito

generar humo utilizando carbón y copal. El sahumado

generalmente se compone de tres partes que son la cazoleta,

el mango y la cabeza de serpiente con moño.

196

Figura 106. Fragmentos de Sahumador.

197

Tipo: Vasija salinera

Pasta: Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio (5 YR

6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas de arena.

Forma: Forma de cazuela de borde plano

Acabado: Es de. La parte interna y externa es áspera y rugosa de color café

medio (5 YR 6/5).

Decoración: Ausente.

Función Almacenar

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias:

García y Coronel (2007: 266; figura 7) nos hacen mención que la

vasija salinera pueden ser cónicas o cubicas, las cuales sirvieron

para contener la sal de Tequezquite. Da la apariencia de estar mal

hecha, pero tiene fines prácticos para el traslada de su contenido y

poder ser fácilmente romperse. Cervantes, Fournier y Carballal

(2007: 304) ilustra una vasija salinera de forma cónica. Brumfield

(2005) reporta abundancia de este material en sitio al norte de la

Cuenca de México como Xaltocan

Figura 107. Vasija Salinera reconstruida (Museo Nacional de

Antropología e Historia, Sala Azteca).

198

Tipo: Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda

Pasta: Es muy compacta de color café claro a obscuro. Hay presencia

de un núcleo obscuro. Se aprecia partículas grisáceas que

hacen suponer se trata de ceniza volcánica.

Forma: Cajete hemisférico de fondo plano. Los bordes son directos de

labio redondeado.

Acabado:

Se encuentra en su interior de un color guinda a rojo (7.5 R

4/6). El exterior suele estar pintado en tres colores que

corresponden al Blanco (5 YR 8/2), Negro (10 YR 3/0) y Rojo

(5 R 4/4 o 4/6).

Decoración: La decoración suele ser geométrica en forma de bandas

diagonales, triangulares y verticales al borde.

Función Servicio y consumo de alimentos

Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)

Referencias: García y Coronel (2007: 271) hacen mención que las vasijas

sirvieron para servir y consumir alimentos. Es interesante

señalar que cuando describen la decoración hacen mención

que se trata de motivos con líneas horizontales alrededor de la

vasija en su parte externa en número de tres. En las muestras

que se recolectaron solo algunos tiestos corresponde a este

tipo de diseño. Los diseños más tardíos corresponden con

motivos como franjas o líneas combinadas con círculos,

estrellas o volutas. Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 308)

hacen alusión a lo anterior mencionando que corresponden a

una fase Azteca III Tardía.

199

A

B

Figura 108. Forma de Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda. En la parte inferior una vasija completa (Museo Nacional de Antropología e Historia, Sala Azteca); en la parte inferior algunos fragmentos.

200

F. FASE TESORO (1520- 1650 d.C.)

Es la últ ima fase propuesta por R.H. Cobean en la cual

comprende el periodo últ imo de los pueblos prehispánicos, el

contacto y la colonia. Para nuestro sit io podemos apreciar una

considerable disminución de materiales, sin decir con esto que el

área fuera deshabitada lo que tratamos de decir que muy

probablemente el complejo arquitectónico que nombramos como

templo, ya no tuviera la misma importancia por los dist intos eventos

que se sucintaron durante este periodo de tiempo.

Grafica 4. Frecuencia de los tipos cerámicos en la fase tesoro

201

Tipo: Molcajete Negro sobre Naranja

Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al

negro, algunas veces con tonos cafés (7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1),

con un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una

cantidad regular de desgrasante de ceniza.

Forma: Molcajetes de borde directo y labios redondeados. El fondo es

semiconvaco sujeto con soportes de almena. En ocasiones y

en baja frecuencia por soportes en forma de gancho. El interior

se encuentra achurado con líneas continuas e interrumpidas

por marcas de un probable popote.

Acabado: Pulido al interior y exterior.

Decoración: La parte externa se encuentra pintada en negro (7.5 YR 2/0, 10

YR 3/0) sobre naranja (5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8). Los motivos

que se presentan son fitomorfos y zoomorfos.

Función Moler

Cronología: Fase Tesoro (1520- 1650 d.C.)

Referencias:

Son reportados por Raúl García (2004); en diversos sitios al

norte de la Cuenca de México, en algunos casos estos

materiales están asociados con cerámica Colonial Temprano.

202

Figura 109. Forma de Molcajete Negro sobre Naranja Azteca IV.

203

V. LAS FUENTES HISTÓRICAS Y SU CORRELACIÓN CON SU DATO

ARQUEOLÓGICO

A. IDENTIFICACIÓN DE LAS ESCULTURAS EN BASE A LAS

FUENTES HISTÓRICAS.

En esta tesis se pudo proponer a que temporalidad pertenecían los

artefactos recuperados en el proceso de excavación, se encuentran

dentro de la fase cronológica conocida como Posclásico Tardío

(1350–1521 d.C).

Por la serie de elementos que se relacionan en esta tesis

tenemos que tomar en cuenta el entorno natural donde se encuentra

nuestro sit io, ya que con esto se da el primer paso para la

identif icación de el posible contexto, como recordaremos el sit io se

encuentra dentro de un sistema de lomas y valles, uno de nuestros

primeros indicadores para la intervención arqueológica efectuada fue

el de comprender que dentro del pensamiento prehispánico , las

cumbres de los cerros presentan un lugar propicio para efectua r

procesos sociales definidos, como lo son los de culto (Broda 1971,

1982, 1989 y 1992).

Por estos motivos, se pudo inferir la localización de evidencia

arqueológica, que mediante el proceso de excavación y de

clasif icación dio como resultado el comprender dichos procesos

sociales, así que tenemos que nuestro sit io se encuentra en la cima

de un cerro, con ayuda de las fuentes históricas podemos verif icar

que los cerros eran importantes para estas sociedades prehispánicas

y que eran de suma importancia para la vida en la t ierra y las

204

afectaciones a los seres humanos, como enfermedades y mal t iempo.

(Duran: 2002.167)

Como proponemos aremos mención de los atributos de los

lugares sagrados y su ubicación así como los pertenecientes a los

númenes a los cuales estaban erigidos estos espacios 15.

Complementando esto, podemos hacer mención de los atributos que

identif ican a este t ipo de sit ios, como lo son la ubicación, la relación

con el medio ambiente son las deidades a los que estaban dir igidos

dichos espacios sagrados y qué son identif icados por los atributos

que poseían, así podemos identif icar los aspectos referente a guerras

y en este caso a los referentes con los trabajos agrícolas, que como

primer referente es el de estar en la cima de un cerro por lo cual se

inf iere que la función de este seria de un aspecto ritual y referente a

cuestiones agrícolas.

Los cerros aparecen representados en los documentos

prehispánicas (códices) y como ya lo hemos mencionado son de una

importancia signif icativa para los pueblos de Mesoamérica, los

cronistas hacen mención varias ocasiones de los ri tos e importancia

que tenían los cerros y o montañas en su religión y él como ellos

observaban su medio ambiente y lo explicaban (Broda 1971, 1982,

1989 y 1992).

En nuestro caso algunos aspectos que se detectaron en la parte

superior del cerro de la rodil la en Atotonilco de Tula, fueron desde

elementos arquitectónicos, esculturas, cerámica diagnostica y

ofrendas, que por su naturaleza están ínt imamente ligadas con los

rituales agrícolas, descartando elementos asociados con la guerra,

15

Es el término que Mircea Eliade utiliza para referirse al poder divino y lo retoma del libro DAS HEILIGE

(1917) del autor Rudolf Otto, en donde nos explica que dicha palabra proviene del griego numen que significa

dios.

205

como mencionamos el sit io está en la cima de un cerro, este hecho

es mencionado en las fuentes:

“A todos los montes eminentes, especialmente donde se arman nublados para lluver, imaginaban que eran dioses, y a cada uno dellos hacían su imagen según la imaginación que tenían de ellos. tenían también imaginación que ciertas enfermedades, las cuales parecen que son enfermedades de frio, procedían de los montes, o que aquellos montes tenían poder para sanarlas. Y aquellos a quienes estas enfermedades acontecían, hacían voto de hacer f iesta y ofrendas a tal o tal monte de quien estaba mas cerca o con quien tenía mas devoción ”.(Sahagun 2002: 107)

Por lo tanto muchas de las celebraciones rituales relacionadas

con lo agrícola t ienen como cede la cima de los cerros ya que dentro

de la cosmovisión de estos pueblos los cerros están vivos y contienen

dentro de ellos las cosas preciosas del inframundo que hacen que la

t ierra sea fért i l (Montero: 1988, 1999ª y 1999b).

Algunos de los dioses que están relacionados con el culto en la

cima de los cerros son: Tlaloc, Chalchitl icue, Tepeyolotl,

Chicomecoatl entre otros, uno de estos lugares se encuentra en la

cima del cerro Tlaloc, ubicado al este de la cuenca de México, y que

pertenece al eje neo volcánico mexicano ; en la cima de este cerro se

edif ico un templo de grandes magnitudes en el que los indígenas

pensaban vivía el dios de la l luvia, en la fecha de su mes Tepehuitl

los grandes señores de los pueblos prehispánicos de la región subían

a ofrendar a Tlaloc, un sin número de objetos, al imentos y sacrif icio.

Realizar todas estas ofrendas para poder pedir buenas l luvias.

(Broda 1971, 1982, 1989 y 1992; Duran 2002: 90)

206

Figura 110: Lamina del Códice Borbónico donde se muestra el cerro con el templo de Tlaloc en su parte superior, en la parte central va un sacerdote cargando a un niño que será sacrif icado.

Otro de los ejemplos claros sobre la forma en que los cerros

eran importantes dentro de la cosmovisión indígena se ve ref lejada

dentro de los documentos que se conservaron como es el caso del

mapa de Cuauhtinchan, en este documento se hace mención las

montañas y su relación con el medio (Montero: 1998)

Por lo tanto el cerro es un elemento importante dentro de la

vida de los pueblos indígenas y por este hecho se genera un espacio

sagrado que representa la unión de lo sagrado con lo profano y

donde el templo toma el papel de umbral donde hombre y numen

interactúan en una ceremonia ubicada en el centro del universo esto

es la representación del axis mundi (Eliade: 1967)

207

Con estos ejemplos podemos propones que los cerros son el

lugar más propicio para la edif icación del templo ya que de aquí parte

los cuatro rumbos del universo, y su intima relación con el entorno

natural generando un punto donde el ser humano está en

comunicación directa con el mundo espiri tual o numen, por este

motivo que es necesario el edif icar un el espacio propicio que

contenga el lugar sagrado en el cual se realizaran los ritos

correspondientes, a un tema en especif ico, en nuestro caso

localizamos dicho templo esto se determino gracias a los elementos

encontrados que marcan el hecho de encontrarse en un lugar

sagrado.

Por este motivo la funcionalidad está determinada gracias a los

datos que identif icamos como lo son las esculturas de dioses y

ofrendas, que dentro de sus elementos se tratan de lapidaria de

piedra verde y artefactos cerámicos como sahumadores, braseros,

cerámica ritual, y esculturas, que dan evidencias de los procesos

sociales que ocurrieren en este lugar pretéritamente.

Dentro de la investigación se logró definir un espacio

arquitectónico el cual, por la distribución de sus elementos, inferimos

se trata de un templo, dedicado a los rituales relacionados con los

mantenimiento y la ferti l idad, esto lo pensamos ya que los elementos

que se descubrieron en la excavación están estrechamente

relacionados con este f in.

La estructura funciono como el lugar donde se ejecutaban los

ritos y f iestas que se erigían a favor de estas deidades para pedir una

buena cosecha, l luvias y la fert i l idad de la t ierra.

Algunas de las evidencias que obtuvimos muestran claramente

que los elementos más sobresalientes son de una naturaleza que los

relaciona con deidades como Tlaloc y Chicomecoatl. Deidades que

208

son mencionadas en las fuentes como parte de un sistema que

interactúa para que la t ierra sea fért i l , las cosechas den frutos, l lueva

benignamente y los cult ivos se logren.

Por este motivo la evidencia recuperada hace que podamos

proponer que dicho espacio fue uti l izado para f ines ri tuales

relacionado con los ritos de fert i l idad agrícola así como a los dioses

que se encargan de esta función y por lo tanto se trata un templo

para propósitos de fecundidad agrícola, esto es propuesto a partir del

material que recopilamos y su contraste con las fuentes históricas,

que nos hablan de dichos edif icios y cuya función se relaciona con

estas f iestas y ceremonias, también es mencionado el nombre que

llevan estos templos, que son adoptados por la deidad o función que

se desarrolla como ejemplo tenemos el templo dedicado a la

Chicomecoatl que es nombrado Chicometeotl Iteopan (Solares:

2007,346) y donde se menciona en las fuentes se realizaban las

festividades relacionadas con la deidad en el mes del Huey Tozoztli y

Ochipaniztl i. Sobre este tema fray Bernardino de Sahagún da una

descripción de las ceremonias y las fechas en las que se efectuaban

dichas festividades, con esto tenemos nuestro primer acercamiento

al tema.

“Al cuarto mes l lamaban huei tozoztli. En este mes hacían fiesta

al dios de meses, l lamado cinteutl, y a la diosa de los

mantenimientos, l lamado cinteutl [sic, repetido], l lamada

Chicomecoatl ”. (Sahagún 2000: 188)

A part ir de estas referencias dentro de las fuentes y con los

datos que obtuvimos, se propuso el poder hacer una identif icación de

las deidades relacionadas con nuestro sit io, ya que ciertos atributos

son observados en las piezas, con estos atributos y ata víos podemos

deducir que deidad es representada y echando mano de las fuentes

209

históricas poder ser más certeros en nuestras inferencias y puntos de

vista sobre la conformación del contexto que nos ocupa.

Figura 111: Lamina del Códice Borbónico donde se muestra la f iesta a la diosa de los mantenimientos.

Gracias al registro que se ut il izo durante la excavación, los

fragmentos esculpidos que se encontraban dispersos fueron

conjuntados formando así las piezas que ya hemos mencionado con

anterioridad la mayoría de etas piezas tienen una naturaleza

femenina, este es uno de los primeros criterios que uti l izamos para el

poder distinguirlas, esta clasif icación se dio por medio del plano

observacional ya que las piezas de naturaleza femenina tenían

atributos que demostraban su género, como es la representación

antropomorfa y las vestimentas, las demás piezas son de naturaleza

masculina esto lo dedujimos uti l izando los mismos criterios de

observación.

210

Por medio de estos criterios se hizo una separación y

clasif icación de los fragmentos de escultura, l legando al clímax que

fue el de poder reconstruir algunas de el las, con esto se pudo

observar rasgos que hacen referencia a algunos dioses, recordemos

que la tesis básicamente propone que tipo de deidad corresponde, y

dejamos abierto el tema para próximas investigaciones sobre

signif icados o simbolismo, de estas piezas.

B. LA DEIDAD DE TLALOC

Este es el numen de las lluvias y las tormentas para los pueblos

indígenas antes de la l legada de los europeos, es un dios acuático y

sus elementos son característicos, cuenta con un par de anteojeras o

aros que cubren los ojos, su boca presenta colmillos y a su vez una

bigotera en forma de dos serpientes enrol ladas. El nombre de este

dios es Tlaloc “el que se tiende sobre la t ierra” o el que está hecho

de tierra” (Tlalloc) “pulque de la t ierra”.

En las fuentes podemos observar que se ref ieren a él como una

de las deidades más importantes en el panteón Mexica, y se hace

mención de su relación con el agua y la ferti l idad de la t ierra.

“Este dios l lamado Tlaloc Tlamacazqui era el dios de las lluvias, tenían que el daba las l luvias para que regasen la t ierra, mediante la cual l luvia se criaban todas las yerbas, arboles y frutas y mantenimientos. También tenían que el enviaba el granizo y los relámpagos y rayos, y las tempestades del agua, y los peligrosos de los ríos y del mar. En l lamarse Tlaloc Tlamacazqui quiere decir que es dios que habita en el paraíso terrenal, y que da a los hombres los mantenimientos necesarios para la vida corporal . (Sahagún 2002:72)

211

Los atavíos que comprenden al Tlaloc son diversos en las

vestiduras, pero los más comunes son los relacionados con su rostro

ya que son la constante que lo identif ica como este dios, los

cronistas hacen referencia a esta deidad por su aspecto. Ya que les

parecía horrible por su rostro con características de serpiente.

“La estatua la qual era de piedra labrada de una efigie de un espantable moustro la cara muy fea a manera de serpiente con vnos colmillos muy grandes… .” (Duran 2002:89)

Otros de los objetos a los que se le hace referencia es a l báculo

que lleva en la mano, en forma de bastón ondulante este báculo

representa al rayo. Como también debemos mencionar esta deidad

está relacionada con los cerros y los fenómenos atmosféricos que

traen consigo las lluvias. Por lo tanto en Mesoamérica podemos

encontrar representaciones de este dios incluso en el área maya con

el nombre de chak, pero con los mismos atributos que son las

anteojeras, colmil los y nariguera de serpiente. Era tal la importancia

de la agricultura en México Tenochtit lán que su templo se

encontraba junto al de Huitzilopochtl i en el Huey Teocali de México

Tenochtit lán. (Duran: 2002.89)

En nuestro caso se tratan de rostros con atributos de Tlaloc, al

unir estas piezas logramos identif icar una serie de atributos

relacionados con el dios de la l luvia, algunas formas cerámicas que

también daban muestras de estos atributos, estos son las

anteojeras, bigoteras de serpiente, colmillos y el color azu l con

aplicaciones de hule.

212

Figura 112. En esta lámina se puede apreciar en la parte superior del

templo mayor se encontraban los templos de Tlaloc (izquierda) y

Huitzi lopochtl i (derecha)

Estos elementos de rostros de Tlaloc, son repetit ivos en los

objetos que muestran a este numen, gracias a la referencias de los

documentos observamos que dentro de la lamina… del códice

borbónico donde encontramos la representación del r itual del mes del

Ochipaniztl i, donde la diosa principal es Chicomecoatl, pero c omo

hemos mencionado la relación entre esta deidad femenina y el dios

de la l luvia es evidente ya que podemos observar a cuatro

sacerdotes ataviados con atributos de Tlaloc en lo que parecería una

danza alrededor de la representación de Chicomecoatl.

213

Figura 113. Fragmentos cerámicos con los atributos de Tlaloc,

encontrados en potrero

Figura 114. Podemos observar que en las piezas obtenidas mediante la

excavación los dos rostros muestran los elementos que ya mencionamos de la

deidad de Tlaloc.

214

C. LA DEIDAD DE CHICOMECOATL

La escultura 1, es la primera de las esculturas que rearmamos

ya que se encontraba fracturada, también es en lo particular la más

representativa debido que fue unida en sus partes en un 100% por lo

que la información que nos arrojo fue elemental para esta

investigación, se trata de una f igura femenina que muestra un tocado

y pintura roja. Por los datos en los documentos y la identif icación de

atributos de esta pieza, podemos decir que se trata de la diosa

Chicomecoatl, siete serpiente diosa de los mantenimientos una de las

diosas del maíz.

“También tuvieron por dioses algunas mujeres y hoy las celebran. Chicomecoatl, diosa de los panes, y de las aguas, Chalchihuit l icue o cha lchicueye, por Eva,

Cihuacoat l, t lazolcoatl por Venus ”. (Garibay.1996: 122)

Esta diosa se encuentra relacionada con Tlaloc, y los ritos de

ferti l idad agrícola. Como evidencia tenemos la vasi ja ef igie Cholula

policromo que se encontró en el templo mayor donde de un lado está

representada Chicomecoatl y del otro está representado Tlaloc, por

tal hecho observamos que dichas deidades están claramente

relacionadas y que en el templo que encontramos se ve ref lejado esta

interacción de los dos dioses. Dentro de esta vasija se encontró 3000

cuentas de piedra verde, y en la tapa se ve al dios Tlaloc haciendo

que llueva.

215

Figura 115. Vasija ef igie que en uno de sus lados tiene la f igura de Chicomecoatl, y del lado posterior la de Tlaloc otro de los datos es que en la tapa se encentra Tlaloc haciendo llover, dentro de esta

vasija se encontraron 3000 cuentas de piedra verde.

Figura 116: Comparación entre la pieza encontrada en potrero y la figura en el

códice borbónico que hace referencia a esta deidad.

216

Otros de los claros ejemplos que podemos observar se ven

ref lejado en los incensarios que representan a Chicomecoatl, pero

con atavíos de Tlaloc. En las fuentes se menciona a esta diosa de

una forma especial y tomándola como la diosa del maíz maduro, en

sus festividades a esta diosa se creía que ella le daba el poder de

germinar a las semillas teniendo esto en cuenta el templo era u sado

en un aspecto de trojes donde se guardaban las semillas sagradas

para la siembra del próximo año.

Las f iestas que estaban relacionadas con esta deidad son la del

Huey Tozoztli y la de Ochipaniztl i que gracias a las fuentes se

pueden mencionar que en el mes del Huey Tozoztli que por algunos

autores es manejado en el mes de abri l, se menciona que se subía al

cerro Tlaloc a dar ofrendas de niños, pero simultáneamente se

hacían ri tos relacionados con la Chicomecoatl, como el de ofrendarle

comida y el de consagra las semil las para el próximo año.

“Esta diosa llamada Chicomecoatl era la diosa de los mantenimientos, así de lo que come y de lo que bebe. A esta la pintaban con una corona en la cabeza, y en la mano derecha un vaso, y en la izquierda una rodela con una flor grande pintaban; tenía su cueit l y huipil l i y sandalias, todo bermejo; y la cara teñida de bermejo. Debió esta mujer ser la primera mujer que comenzó a hacer pan y otros manjares y guisados ”. (Sahagun: 2000. 75)

Cuanto a lo primero esta diossa que se ofrece tratar era la diosa de los mieses y todo genero de simientes y legumbres questa nación taniapara su sustento l lamauanla la diossa Chicomecoatl que quiere decir culebra de siete cabezas…… . (Duran 2002:141)

217

Figura 117. Una de las características sobresalientes es que nos habla de que la

pintaban de bermejo, las piezas encontradas tienen presencia de pigmentó rojo,

este es uno de las primeras singularidades que nos muestran un parecido con la

deidad Chicomecoatl ya que se menciona que esta diosa estaba pintada de este

color (Imagen tomada del Códice Duran)

Figura 118. Chicomecoatl en los primeros memoriales

218

Por la comparación entre las representaciones graf icas y las

descripciones de las fuentes podemos numerar varias de los

atributos que representan a esta diosa. Como podemos observar la

pieza t iene un pigmento rojo.

Las fuentes se ref ieren a esta deidad como la que está pintada

de rojo, en el Museo de Antropología E Historia, se puede encontrar

una pieza que se ref iere a la diosa del maíz, y que tiene como

atributos el estar pintada de rojo, t iene un tocado de mazorcas de

maíz pero el rasgo que más nos intereso es que en la frente se

pueden apreciar tres representaciones circulares concéntricas que

inferimos se tratan de chalchihuites, en el caso de nuestra pieza

presenta estas misma característ ica, por lo cual es un rasgo mas

para poder sustentar que se trata de está diosa.

Figura 119. Una de las escultura que presenta pintura roja y que nos hace pensar

por sus caracteristicas iconograficas que se trata de Chicomecoatl.

219

Otra de las esculturas que sobre sale es un porta estandarte.

Esta escultura está en una sola pieza fue la única que no presentaba

otros fragmentos, al ser detectada fuera del templo, podemos inferir

su función como la de un porta estandarte, ya que presenta

taparrabos podemos saber que es una escultura masculina, presenta

en la espalda una especie de t iras que pertenecían a un tocado.

Figura 120. Escultura que puede representar un guerrero de cabello largo y que

servia como portaestandarte.

Como ya hemos mencionado por los elementos que se

encontraron sugerimos que se trata de un templo dedicado a los

númenes de la l luvia y la ferti l idad agrícola, esto esta

intrínsecamente relacionado con la concepción de tiempo y

naturaleza, en otras palabras al estar relacionado con el modo de

producción agrícola también está relacionado con realizar un

calendario el cual les daría los tiempos en que se debería de sembrar

y cosechar, por tal motivo estas sociedades realizaron cuentas

calendáricas basadas en los movimientos del sol.

En el caso mexica se sabe de dos calendarios que son el

tonalpohuali o cuenta adivinatoria, que le daba nombre a los días y

220

años, que constaba de 260 días que se repetían al acabar el ciclo. El

segundo era el l lamado Xiuhpohualli “ la cuenta de los años” que

estaba constituido por 18 meses de 20 días, mas 5 días faltantes

Nemontetemi que hacen una suma de 365 días lo que es un año

solar, cada mes tenía una f iesta que llevaba el mismo nombre, i lhuit .

(Broda 2007)

Los meses se consagraban a una deidad o a varias, y se

realizaban f iestas. Eran veinte las f iestas de las veintenas (al f inal

de cada una de las 18 veintenas y a la mitad de Quetcholi y de

Izcalli); las veintenas y sus f iestas respectivas se designaban con el

mismo nombre.

1: A t lcahualo , “se de jan las aguas” , o Cuahui t lehua “se

ye rguen l os arbo les ”

(T la l oque encabezados por T la loc ,

as í debe entenderse en lo suces ivo )

2: T lacax ipehual i z t l i “ deso l lam iento de hombres” X ipeto tec y hu i t z i l opocht l i , t la loque

3: Tozozotont l i “pequeña v ig i l ia ” T la loque, Coat l i cue.

4: hue i tozozt l i , “g ran v i g i l i a ” Centeot l y ch icomecoat l , T la loque

5: Toxcat l “sequedad” Tezcat l i poca y hu i t z i l opoch t l i

6: E tza lcua l i z t l i “com ida de f r i jo l es y maíz ” T la loque y Chalch i t l i cue

7 : Tecui lhu i tont l i “ pequeña f ies ta de los señores Hu i x toc ihuat l y Xoch ip i l l i

8: hue i tecu i l hu i t l “g ran f i es ta de los señores ” X i l one

9: T laxoch imaco “se obsequian f l o res ” o m icca i lhu i ton t l i

“pequeña f i es ta de l os muer tos ”

Tezcat l i poca, Hu i t z i l opoc t l i y

Mic t lantecut l i .

10: Xocothuezt l i “e l ocote ve rde cae” o hue im icca i lhu i t l

“g ran f i es ta de l os muer tos ”

X iuhtecut l i -Otonteuc t l i , Yacateuc t l i ,

Mi t lan teuc t l i .

11 : Och ipan i z t l i “ab r im iento” Teteo innan, toc i , T lazo l teot l ,

Centeot l y ch icomecoat l

12:Teot leco “e l d ios l l ega” o sube, o Pachton t l i

“pequeño heno”

Tezcat l i poca y hu i t z i lopocht l i ,

Huehueteot l , Yacatecut l i

221

13: Tepehui t l “ f i es ta de los cer ros ” o hue ipacht l i “g ran

heno”

T la loque, Cent zontocht i n

14ª : T lac oquechol l i “m i tad de quechol l i ( “cuchare ta

rosada” : ave)

Mi xc oat l , Camaxt le , Hu i t z i lopocht l i ,

Coat l i c ue

14b: Quecho l l i o quechol lam i “ te rm ina quetcho l i ” Mi xc oat l

15:Panquetza l i z t l i “ l evantam iento de banderas ” Hu i t z i lopocht l i , pa ina l , Yatecut l i

16: A temozt l i “ ba jada de las aguas” T la loque -Tepi toc ton

17:T i t i t l “ encogim iento ” ( “es t i ram iento ” ) L lamateuc t l i -C ihuacoat l

18ª : Mot laxqu ia in to t a “nues t ro padre (e l fuego) se

prepara de comer” o Huauhqui l tamalcua l i z t l i , “com ida

de tamales de ho ja de huahut le ” o amaranto

Xiuhteuc t l i

18b: I zca l l i o I zca l lam i “ t e rm ina I zca l l i ” ( “c rec im ien to ,

resu r recc ión ” )

X iuhteuc t l i

Por lo tanto este calendario solar de 365 días es el que

usaremos para contextualizar nuestro sit io y las f iestas que se

realizaban en el. Dentro de este tema debemos recordar que las

fuentes son una herramienta por la cual podemos contrastar los

procesos sociales que acontecieron, pero con la cautela de poder

relacionar este conocimiento de una manera veraz, el primer

obstáculo que algunos autores enfrentaron fue el de empatar las

fechas usadas en las fuentes, así que debemos recordar que

durante la recopilación de la información se usaba el calendario

jul iano, que posterior mente se cambio por el gregoriano que es el

que uti l izamos en nuestros días, así que dentro de nuestra

investigación usaremos la correlación calendárica propuesta por

Johana Broda, la cual dice que el año mexica empieza el 12 de

febrero. Teniendo como primer mes el l lamado Atlcahualo.

Este calendario se debía mucho a los ciclos agrícolas, por lo

tanto a las estaciones del año, para la concepción mexica el chi lco

se dividía en dos el t iempos el de l luvia xopan “el t iempo verde” y el

222

de secas tonoalco “t iempo de sol y calor” (Broda: 2004.55) otros

autores mencionan esto como el Quetzalcóatl “serpiente cubierta de

plumas verdes” y la xiuhcoatl “serpiente de fuego” (Soustel le: 1979)

que enmarca muy bien esta alternancia.

Otro de los puntos fundamentales para la comprensión de las

festividades es la concepción que tenían estos pueblos del f in de

dicha celebración, si bien en estos tiempos el hombre le da gracias

a una entidad superior por lo dado, en el modo de interactuar de los

pueblos prehispánicos las festividades eran realizadas para que se

manifestaran los elementos requeridos para propiciar un

acontecimiento benevolente.

Por lo cual podemos observar que la función del templo e s la de

poder tener un espacio sagrado el cual ponga en contacto al hombre

con el numen, para el efecto de petición. Como recordaremos

nuestro sit io t iene las característ icas fundamentales para este f in,

se puede observar que la comunidad dependía de la ag ricultura y

por lo tanto de los ritos que harían que los elementos que sirven

para este f in apareciesen, como ejemplo tenemos el pedir l luvias en

meses de secas, el pedir el crecimiento del maíz cuando aun esta

tierno.

Sin embargo las f iestas relacionadas con los ciclos agrícolas y

los dioses de la l luvia y del maíz (Broda: 2009ª y 2009b), tal y como

se expresa en el siguiente cuadro.

223

cic lo

estación celebración mes

1 secas Sacr i f i c ios de n iños a t l cahualo

2 Siembra

t rans ic ión de

secas a l luv i as

Ma íz t ie rno, aguas p luv ia les , aguas

sa ladas , madurac ión de l e l o te .

Hueytozozt l i ,

E tza lcua l i z t l i ,

Tecu i lhu i tont l i ,

Och ipan iz t l i

3 Cosecha In ic i o

de la es tac ión

de secas .

cu l to a los ce r ros , d ioses de l pu lque ,

cu l to a l as imágenes de l os cer ros en

conmemorac ión a los muer tos

Tepei lhu i t l ,

A temozt l i

Con esta serie de evidencias se logra evidenciar que los

rituales realizados para a consagración de eventos agrícola están

marcados por los eventos naturales, como lo son el temporal, para

mexica Tenochtit lán, su producción no solo se basaba en el temporal

si no también en el sistema de chinapeo, la cual produjo en épocas

poco favorable.

Pero transportándonos a nuestro sit io y por la geografía se

puede apreciar que la agricultura dependía en gran parte al temporal,

por lo que estos ritos eran fundamentales para una buena temporada

de cosechas. Como mencionamos en el cuadro anterior las

festividades están relacionadas con los tres estadios de la producción

agrícola, la preparación del terreno para después sembrar la semilla,

que a su vez se cosecha y se guarda una porción para el próximo

año, así el ciclo se repite (Broda: 2004)

Otro de los patrones que observamos es que entre estos

pueblos los ritos tanto agrícolas y guerreros están plenamente

comentados en las fuentes, así como los númenes a los que se

consagraban las ceremonias En el caso de esta tesis los artefactos

224

recuperados como lo son las esculturas presentan característ icas de

estas deidades, por lo que inferimos que en el espacio que conforma

el templo, se realizaban este t ipo de práct icas sociales, que en forma

mas especif ica pertenecen a los rituales referentes a la ag ricultura,

l luvia, fert i l idad y mantenimientos.

FESTIVIDAD FECHA DIOS RITUAL

ATLC AHU ALO 12 de febreo -

3de marzo

TLALOC Sacr i f i c io de n iños pa ra ped i r agua

TOZOZTONTLI 24 de marzo -

12 de ab r i l

TLALOC

HUEITOZOZTLI 13 de abr i l - 2

de mayo

CENTEOTL,

CHICOMECOATL Y

TLALOC

4 d ías de ayuno, espadañas con

sangre de las ore jas

ETZ ALCU ALIZTLI 23 de mayo -

11 de jun io

TLALOC,

CHALCHITLICUE

4 d ías de ayuno, jun taban junc ias

de l C i t l a l tepec

HUEITEILHUITL 2 de ju l io - 21

de ju l io

XILONE Se hacen banquete para los

pob res de l pueb lo

OCHP ANIZTLI 31 de agos to -

19 de

sept iembre

TETEONINA, TOCI ,

TLAZOLTEOTL,

CHICOMECOATL Y

CENTEOTL

Se escogen las mazorcas de l as

t ro jes como s ímbolo de l corazón

de l maíz , sac r i f i caban una joven y

la deso l laban

TEPEHUITL 10 de oc tubre

– 29 de

oc tubre

TLALOC Y

CENTZONTOTOCHTIN.

Hac ían imágenes de los c er ros de

masa, sac r i f i caban mujeres

ATEMOZTLI 9 de d ic iembre

– 28 de

d ic iembre

TLALOC TEPITOCTON Hac ían imágenes de los montes

sahumaban, los adornaban,

contaban y comían, en es te

t iempo hab ía abs tenc ión s exua l .

225

Con lo que proponemos y gracias a la evidencia material es que

los ri tuales relacionados a la ferti l idad y las lluvias, están explícitos

en nuestro sit io. Los elementos encontrados como antes mencionados

pertenecen al universo de la ferti l idad agrícola, la s esculturas arrojan

la evidencia de los númenes que se presentaban en el templo, Tlaloc

el dios de la l luvia, Ehecatl dios del viento, Chicomecoatl, diosa de

los mantenimientos, Xilone diosa del maíz t ierno.

Todos estos númenes pertenecen a los fenómenos naturales

que traen consigo la ferti l idad de la t ierra, así tenemos que Ehecatl

es el viento que barre el camino para que Tlaloc pueda verter las

lluvias, esto hace que la t ierra seca la Xiuacoatl se aleje dejando que

la Quetzalcóatl aparezca, apareciendo chicomecoatl, que a su vez

hace que Xilon nazca como el maíz tierno, que crecerá hasta que el

producto (mazorca), con el t iempo cambiara a Toci.

226

VI. CONCLUSION

En el sit io de Potrero de Nextongo se logro definir los procesos

sociales que antecedieron en el lugar de estudio y que fueron

evidenciados por los elementos analizados bajo los procedimientos

arqueológicos y documentales, a mi parecer la investigación

contribuye a la historia del la región ya que como lo evidenciamos la

información respecto a este lugar era casi nula.

En nuestro caso la investigación rindió frutos los cuales pueden

servir para próximas investigaciones, el sit io que se excavo

pertenece a un a un momento cronológico, para nuestro caso se logro

fechar a part ir de los elementos cerámicos, el sit io t iene una

ocupación en el l lamado posclásico, esto fue posible ya que los

tiestos recolectados van desde la fase Corral Terminal (850-900 d.C.)

hasta la fase tesoro (AZTECA IV) para la cuenca de México.

Debido a los estudios y gracias a la metodología aplicada que

se realizo se pudo definir aéreas, esto lo digo como un espacio donde

se efectuó un proceso social cualquiera que sea y que por el contexto

identif icamos más particularmente, el proceso social que suponemos

acontecía aquí es especif ica, esto se demuestra a partir del análisis

que se efectuó dentro de este trabajo de investigación la actividad

del sit io que nombramos templo fue el de servir como edif icio público

relacionado con los rituales de la ferti l idad.

La evidencia nos muestra que dicho lugar, es participe de un

sistema de interacciones polít ico rel igiosas que en la l iteratura se

nombra como Altepetl, la forma de gobierno con la que se

encontraron los españoles cuando l legaron a estas tierras, y que

están referidas tanto en el dato arqueológico como el histórico.

227

El sit io es solo una pieza del conjunto de elementos que

conforman una comunidad humana, que tiene una urbanización

definida y espacios claramente edif icados para una función

específ ica, así podemos tener el templo edif icado para la realización

de ceremonias, otro elemento que no hemos detectado pero que tiene

una función importante es el Tecpan o palacio con funciones

administrativas y polít icas, dentro de la traza urbana se debe de tener

en cuenta los medios de producción esto se ref iere a la t ierras de

cult ivo y los talleres artesanales, junto con esto las viviendas de las

personas que pertenecían a dicho sit io con todo esta gama de

elementos se puede determinar como un Altepetl debido a la

distribución de sus elementos y la conformación de un paisaje urbano

aunque con sus propias particularidades, como ya mencionamos

dicho sit io esta ubicado en un área que era controlada por la triple

alianza en el posclásico tardío y cuya ubicación es periférica.

Pero debemos mencionar que antes de estos sucesos es

aparente que el sit io estaba ocupado por un asentamiento tolteca, de

la Fase Tollan (950- 1150 d.C.), ya que los materiales encontrados lo

demuestran, este asentamiento es probablemente de uso habitacional

ya que los materiales encontrados son los util izados para esta

actividad.

El uso ritual es posterior, en su primera etapa podemos

observar que se uso el sistema de terraceo circulares para poder

nivelar el terreno que se encuentra en una sima de montaña, con esto

se crea una plataforma, que a su vez sostiene el templo. En lo

posterior se observa que dicho edif icio es remodelado y es lo que

actualmente observamos, un edif icio de forma redonda, que divide un

muro interno y que a su vez t iene un pequeño patio.

228

Como mencionamos dicha estructura fue creada para realizar

actividades relacionadas a aspectos rituales, y que gracias a nuestra

investigación se determino que dichos rituales están relacionados con

la ferti l idad y los mantenimientos.

Con esto concluimos que el espacio se trata de un templo y los

elementos encontrados como las esculturas están representando a

los númenes relacionados con la ferti l idad y los mantenimientos, otro

punto seria la relación del paisaje de montaña con el templo lo cual

nos deja observar que esta relación entre montaña y templo, para la

temporalidad definida es muy común entre los pueblos de

Mesoamérica esto esta mencionado en los documentos históricos, y

apoyado por los datos arqueológicos que mostramos.

Como mencionamos este edif icio fue usado para un proceso

social que ya mencionamos, pero no es el único ya que con esta

evidencia podemos proponer que al tratarse de un edif icio de carácter

público está sujeto a un control, que para nuestra región

aparentemente es de los tepanecas.

Por lo tanto hace falta más investigación sobre las zonas

habitacionales, polít icos, religiosos, y tal leres, ya que en nuestro

caso es solo un pequeño fragmento de un Altepetl. Por lo tanto

dichos sit ios pueden estar dispersos pero a su ves pertenecer a una

cabecera la cual está encargada de recolectar el tributo de dicha

región, esto lo podemos observar gracias a los documentos que se

sobrevivieron a la l legada de los Españoles.

Otro de factor que nos ayudo a evidenciar los que proponemos

fue el uso de documentos, los cuales aportan información del cómo

se realizaban los ri tuales en que fechas y a que dioses, esto fue una

herramienta por la cual el dato arqueológico es contrastado con el

documento, lo que enriquece a la investigación.

229

Por lo antes dicho debemos de tener en cuenta los procesos

sociales que acontecían en este lapso de tiempo, ya que nuestros

datos aportan un ejemplo de la forma de cómo se comportaban los

sit ios periféricos.

Los procesos sociales que se realizaron en el templo están

sujetos a una cosmovisión y cosmogonía, la cual está representada

en este lugar, y cuya función específ ica es el de poder marcar las

fechas de siembra y cosecha, por lo que conocemos sobre estas

sociedades es que la agricultura es una de las formas económicas

más importantes ya que de ello dependía la subsistencia de estos

pueblos, por lo cual ritualista y hacen un calendario para poder

definir los días en las cuales poder empezar el ciclo agrícola, ya que

se debe saber bien las épocas de lluvias y las fechas exactas para la

siembra.

A estos fenómenos eran consagrados a un numen, con esto se

explicaba el fenómeno natural, dentro del ciclo agrícola, como

observamos las l luvias l legan cuando Tlaloc y sus t laloques hacen

llover, esta no l legan sin antes que Ehecatl, barra los cielos a estos

dioses, a su vez la t ierra es el cuerpo de Tlaltecutli, dentro de las

montañas encontramos el lugar donde se guarda lo precioso o tocan,

en los campos el maíz tierno es llamado Xilon, a la mazorca se le

l lama Centeotl, y al maíz viejo toci.

Los elementos que mencionamos del ciclo agrícola se

encuentran en el sit io que escavamos y en el cual su axis mundi, el

templo estuvo consagrado. Muestra de ello son las ofrendad que se

detectaron en su interior las cuales al tratare de cofres de pie dra

cuyo interior contenía lapidaria verde, que es la representación de los

chalchihuites o gotas de agua, el pénate encontrando es la

representación de los niños sacrif icados a Tlaloc muestra de ello es

230

que en el templo mayor de Tenochtit lán las ofrendad con elementos

similares.

La cerámica muestra en que en el interior de dicho templo los

ritos eran ínt imos y específ icos, en el exterior los rituales eran

público, ya que en el interior los elementos cerámicos eran para usos

específ icos como el de sahumar entre otros, en el exterior se

encuentran vaji l las para contener alimentos esto es ya que se

ofrendaban dichos alimentos a los dioses, como ya hemos

mencionado.

En conjunto los elementos como arquitectura, escultura,

cerámica, l ít ica y documentales, muestran la función específ ica y

particular del sit io, el cual es un templo, que pertenece a una región,

aunque marco ideológico esta estandarizado en el alt iplano central,

los sit ios t iene ciertas part icularidades regionales, y en nuestro caso

es un pueblo que está bajo el dominio de otro pero que en si t iene

sus propios edif icios y funciones especif icas.

231

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