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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA LOS ESPACIOS SAGRADOS: UNA CORRELACIÓN ENTRE EL DATO...
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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
I.N.A.H S.E.P
LOS ESPACIOS SAGRADOS: UNA CORRELACIÓN ENTRE EL DATO
ARQUEOLÓGICOS Y LAS FUENTES ETNOHISTÓRICAS EN EL SITIO POTRERO
DE NEXTONGO, ATOTONILCO DE TULA, HIDALGO
T E S I S
PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
PRESENTA:
JUAN MANUEL TOXTLE FARFÁN
DIRECTOR DE TESIS: LUIS M. GAMBOA CABEZAS
MÉXICO, D.F. 2010
2
Dedicatoria
Este trabajo está dedicado a mis padres Amado Clemente Toxtle
Espinosa y María de Lourdes Farfan Olvera; a mis hermanos Carlos
Francisco, Miguel Ángel y Luis Alberto Toxtle Farfan. Pilares
indiscutibles de mi formación, que me han acompañado durante toda
la vida, gracias por comprenderme y apoyarme.
A mis abuelos Marciano Farfan, Juan Toxtle, Guadalupe Olvera y
Cruz Espinosa, ya que con su sabiduría me han enseñado a ser un
mejor ser humano, los quiero, respeto y admiro.
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco al resto de mi familia, desde los tíos, tías, primos y anexas que
han hecho de mi vida una fiesta por la unión y el cariño que les tengo.
A mis maestros que han trascendido en mi formación: Juan Carlos
Cervantes, Alberto Vázquez Castro, Mario Arturo Galván, Javier del Olmo, Raúl
Barrera y todos los que me han enseñado algo en esta vida, sin ustedes, no sería
lo que soy hoy en día. Al Dr. Robert H. Cobean por su interés en la arqueología de
la Region de Tula Tepeji; al arqueólogo Raúl García Chávez, con admiración y
respeto ya que sus trabajos fueron fundamentales para comprender la etapa del
Postclásico Tardío.
A mis compañeros de trabajo, los cuales me ayudaron en esta tesis ya sea
de forma directa o indirecta. A José Manuel Vázquez (Chepo) maestro y amigo
quien hizo algunos de los informes, que use para la tesis; a Justino Galván
Regalado por su paciencia en trasmitir su conocimiento de cerámica; Benito
Hernández Domínguez y al enojón Gustavo Nieto Ugalde por todas esas
ocasiones donde la camaradería surgido de años de conocernos y de trabajar en
el proyecto donde se me motivo para desarrollar, esta propuesta de tesis.
A mis grandes amigos y maestros, que gracias a ellos y a sus enseñanzas
puedo ver realizado este sueño al Mtro. Luis Manuel Gamboa Cabezas, a la Mtra.
Nadia Vélez Saldaña y al Mtro. Víctor Arrivalzaga Tobon; en especial a los dos
primeros, gracias por ser como mi segunda familia, los admiro, quiero y respeto;
en el caso del tercero, por su interés en el tema que desarrolle y sus
conocimientos trasmitidos, demostrándome que la amistad existe.
No dejo a un lado a la ENAH, institución que ha cimentado mi formación
como arqueólogo. A la empresa QUMA S.A. quien me apoyo en su momento con
lo necesario para la realización de la investigación. Al Arquitecto Sergio Antonio
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Camarena, Director del Centro INAH Hidalgo, quien en su momento, hizo las
gestiones correspondientes para que se desarrollara esta investigación. De igual
forma al Ingeniero Joaquín García Bárcenas y posteriormente al arqueólogo
Roberto García Moll, quien junto con los miembros del Consejo de Arqueología
aprobaron el proyecto.
A mis compañeros de generación y amigos Iván Yair Martínez (el foca),
Tonanzin de Martínez, Javier Alvarado flores, Fermín Sánchez Aldana, Carol
Vázquez Cibrián, Carlos Barona, Raúl Alba Duran, Jesús Martínez, Iris
Hernández, Ariadna, Elena Nieva, gracias por su amistad, cariño y tolerancia hacia
este, su amigo incondicional.
Le agradezco de ante mano a todos los trabajadores de la 16 de enero y
lugares cercanos que me ayudaron a la investigación, sin sus manos, ojos y
piernas, este trabajo hubiera tardado mas. En particular a Sabino Arteaga y
familia, Fernando Alcántara y familia, José Alcántara y familia, y todos los que
aportaron algo dentro de esta investigación, gracias a todos y cada uno de
ustedes. Meche, Toño, Comanche, Florentino Jimenez, Nardo, José Antonio,
Felipe, Alfredo. A mis compañeros de cuarto en Tula: Jorge García y Eulogio
Gustavo Álvarez.
Concluyo con la frase que explica todo lo que siento.
…….AL FINAL,
PARA UN HOMBRE DE MUNDO
ES MUY EXOTICO,
VOLVER A CASA……
ENRIQUE BUNBURY.
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CONTENIDO
CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA TESIS 8
A. PLANTEAMIENTO TEÓRICO 8 1. LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA Y LAS FUENTES DE CRONISTAS DEL
SIGLO XVI 8
2. LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS 17
B. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 22
C. OBJETIVOS DE LA TESIS 24
D. JUSTIFICACÍON DE LA TESIS 26
E. LA HIPÓTESIS DE PRUEBA 27
F. PROCEDIMIENTO METODÓLOGICO 28
CAPITÚLO II. MARCO REFERENCIAL DEL SITIO 30
A. UBICÁCION 30
B. ASPECTOS FISÍCO- GEOGRÁFICOS 33
C. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS 39
D. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 56
CAPÍTULO III. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA 67
A. EL PROCESO Y ESTRATEGIA DE EXCAVACION 67
B. RESULTADOS DE LA INTERVENCION ARQUEOLOGICA 73
1. DESCRIPCIÓN ESTRATIGRÁFICA 76
2. DESCRIPCIÓN DE LA UNIDAD ARQUITECTÓNICA DESCUBIERTA 77
3. DESCRIPCIÓN DE ESCULTURAS ESPECIALES 85
Escul tura 1 85
Escul tura 2 89
Escul tura 3 93
Escul tura 4 95
Escul tura 5 98
Escul tura 6 102
Escul tura 7 105
Escul tura 8 108
6
Escul tura 9 111
Escul tura 10 114
Escul tura 11 116
Escul tura 12 118
Escul tura 13 120
Escul tura14 122
Elemento 1 (Hallazgo espec ial 1) 124
Elemento 2 (Hallazgo espec ial 2) 126
Elemento 3 (Hallazgo espec ial 3) 130
Elemento 4 (Hallazgo espec ial 4) 132
Elemento 5 (Hallazgo espec ial 5) 134
CAPÍTULO IV ESTUDIO ARTEFACTUAL DE LA CERAMICA 136
A. LA CLASIFICACIÓN CERAMICA 136
1. El tipo 138
2. La pasta 138
3. La forma 138
4. El acabado 138
5. La decoración 139
6. La función genérica 139
7. La cronología 139
8. La referencias bibliográficas 139
B. RESULTADOS GENERALES 140
C. FASE CORRAL TERMINAL (850- 900 d.C.) 141
Tipo: Café Liso 142
Tipo: Mazapa Rojo sobre Café 144
Tipo: Tolteca Rojo Sobre Bajo 147
D. FASE TOLLAN (900- 1150 d.C.) 149
Tipo: Mendrugo Semi Al isado 151
Tipo: Acta Rojo Var iedad Cuenco 153
Tipo: Al ic ia Calado 155
Tipo: Blanco Levantado 157
Tipo: Bordo Rojo sobre Café 159
Tipo: Jara Anaranjado Pul ido 160
Tipo: Macana Rojo sobre Café 162
Tipo: Manuel i to 164
Tipo: Proa Crema Pul ido 166
Tipo: Si l lón inc iso 168
Tipo: Toza café 170
E. FASE PALACIO (1350- 1520 d.C.) 172
7
Tipo: Brasero (Apantlecax it l) 174
Tipo: Cajete Negro sobre Rojo 177
Tipo: Cajete Negro sobre rojo rayas parale las 179
Tipo: Cajete Trípode Negro sobre Naranja 181
Tipo: Cazuela Naranja 183
Tipo: Comal (Comal l i) 185
Tipo: Copa Negro sobre Rojo 187
Tipo: Cuenco Naranja 189
Tipo: Jarra Negro sobre Naranja 191
Tipo: Plato Negro sobre Naranja (Caxpecht l i ) 193
Tipo Sahumador (Telmail) 195
Tipo: Vas i ja sal inera 197
Tipo: Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda 198
F. FASE TESORO (1520- 1650 d.C.) 200
Tipo: Molcajete Negro sobre Naranja 201
V. LAS FUENTES HISTÓRICAS Y SU CORRELACIÓN CON SU DATO
ARQUEOLÓGICO 203
A. IDENTIFICACIÓN DE LAS ESCULTURAS EN BASE A LAS FUENTES
HISTÓRICAS. 203
B. LA DEIDAD DE TLALOC 210
C. LA DEIDAD DE CHICOMECOATL 214
VI. CONCLUSION 226
BIBLIOGRAFIA 231
8
CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA TESIS
A. PLANTEAMIENTO TEÓRICO
La tesis que se presenta, se derivó del interés en el estudio de
las fuentes etnohistóricas y los datos arqueológicos que
correlacionándolos nos puede brindar en algunos casos información
sobre actividades que se suscitaron en el pasado y que en el registro
arqueológico no es factible inferir.
Los datos arqueológicos que presento , son derivados de un
salvamento arqueológico que se efectuó al suroeste del Valle de
Tula, en la Región de Atotonilco de Tula, donde actualmente los
procesos de urbanización han originado la pérdida de patrimonio
arqueológico, de ahí que con el Proyecto Arqueológico Potrero de
Nextongo coordinado por el maestro Luis M. Gamboa, se ha logrado
mediante el registro de sit ios, la conservación de algunos
asentamientos prehispánicos (Gamboa y Vázquez 2007; Gamboa y
Toxtle 2009). El discurso que se presenta, es un desarrol lo
conceptual, de qué es la arqueología histórica y cómo es importante
para la interpretación de datos provenientes de evidencias
arqueológicas que se correlacionan.
1. LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA Y LAS FUENTES DE
CRONISTAS DEL SIGLO XVI
La arqueología histórica: puede ser definida como el estudio de la
cultura material de tiempos donde existe la presencia de fuentes
escritas, constituyéndose en una discipl ina que propone la
reconstrucción de los modos de vida de las sociedades humanas a
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través del t iempo y el espacio, complementando y unif icando criterios
arqueológicos y etnohistóricos. Entendidos éstos como teoría y
métodos (Sanhueza 1991: 89).
Es común que algunos presupongan que la arqueología
histórica inicia después de la Colonia, precisamente después de la
conquista con México Tenochtit lán en el año 1521 d.C. La propuesta
que lo just if ica es que inician cambios ideológicos y culturales, que
afectaron a las poblaciones indígenas y que preservaron a través de
la historia, donde el pasado indígena se destruyó y se desconoció
durante varios años, hasta el surgimiento de una independencia.
De igual forma siguiendo la normatividad de la Ley Federal
sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artíst icos e Históricos
(1972), sólo se consideran monumentos cuando son declarados como
tal, a petición de partes (capí tulo 5º), por ende, se aplica el término
de Arqueología Histórica cuando se estudian culturas que son
posteriores a la conquista. Para algunos, él término t iene que ver con
el sentido de que la historia escrita l lega con el español, con el ibero
que l lega a estas t ierras y comienza a plasmar todo en manuscritos.
La concepción que se maneja de la Arqueología Histórica en otros
países es diferente, ellos la desglosan más todavía, por eso mucho
se habla del período gótico de la arqueología, del románico, del
barroco, industrial, en f in, aquí la Arqueología Histórica es un mismo
concepto, ya la diferenciación es interna.
La arqueología histórica en México, t iene su origen al estudiar
la época Colonial (1521- 1560 d.C.), probablemente debido a la
inf luencia después de la Segunda Guerra Mundial, cuando estudiosos
comenzaron a registrar monumentos góticos o posteriores que se
habían afectado por los bombardeos en Europa. Es aquí donde nació
10
el registro de monumentos históricos que posteriormente en México,
en especial en ciudades como Guadalajara, México, Puebla, entre
otros se volvió un quehacer cotidiano.
En la historia de las intervenciones probablemente uno de los
monumentos históricos que se interviene fue el Cuauhnahuac en la
ciudad de Cuernavaca, Morelos, donde Jorge Angulo comienza a
estudiar la arquitectura colonial . En su primera etapa virreinal fue
residencia del conquistador Hernán Cortés y su esposa Juana Zúñiga,
quien diera a luz en este lugar al hijo del capitán extremeño de
nombre Martín, personaje que años más tarde fue acusado de
conspirar contra el rey. En dicho lugar por debajo, se exploraron
también restos de construcciones prehispáni cas que corresponden a
las ruinas de un lugar l lamado Tlat locayacall i que era util izado para
entregar los tr ibutos al cacique tlahuica y fue debido a esto que los
españoles eligieron éste lugar para la construcción del palacio.
Con el t iempo surgen otros monumentos históricos que se
investigaron con técnicas arqueológicas, entre estos, el Palacio
Nacional de la Ciudad de México por Besso- Oberto y Gerardo
Zepeda, en la década de los setentas. En el siglo XVI, en dicho lugar
el emperador Moctezuma ordenó la edif icación de su Palacio en el
terreno que tiempo después ocuparía el Palacio Virreinal. La
construcción era tan fastuosa que no pasó inadvert ida para Hernán
Cortés, quien se apropió de el la, junto con el Palacio de Axayacatl
(padre de Moctezuma) en donde estuvo hospedado de 1519 a 1520.
Posterior a la conquista, ambos palacios fueron destruidos.
Entre 1521 y 1524, por órdenes de Cortés, se reconstruye la
ciudad de México, bajo una nueva traza de corte europeo. Entre las
nuevas construcciones destaca una casa que mandó construir en
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donde estaba el Palacio de Axayacatl (en donde hoy en día se ubica
el Nacional Monte de Piedad), desde el cual estableció su gobierno y
más tarde lo haría la Real Audiencia y el primer virrey Antonio de
Mendoza. Por lo anterior, para su uso personal, mandó en 1524 hacer
una nueva construcción en los terrenos del Palacio de Moctezuma, la
cual se conocería como las Casas Nuevas de Moctezuma.
El desarrollo de la Arqueología Histórica probablemente tiene
más relevancia en lo que se ha llamado Arqueología Bíbl ica en el
Medio Oriente. Esto es porque se han especializado en los estudios
de los restos materiales que t ienen relación directa o indirecta con
los relatos bíbl icos, sean estos del Antiguo o del Nuevo T estamento,
y con la historia y cosmología de las rel igiones judeocrist ianas. El
lugar principal de esta parte de las ciencias arqueológicas es lo que
en dichas religiones es denominado Tierra Santa, y desde la
perspectiva occidental Medio Oriente.
Si bien los elementos principales de la arqueología bíbl ica son
referentes teológicos y religiosos en su mayoría, esta es una ciencia
en toda su dimensión metodológica. Como sucede con otros registros
históricos de otras civil izaciones, los manuscritos deben ser
comparados con otras sociedades contemporáneas de Europa,
Mesopotamia y África. Las técnicas científ icas empleadas son las
mismas de la arqueología en general como las excavaciones y la
datación, entre otras. En contraste, la arqueología del antiguo Medio
Oriente trata simplemente de lo antiguo, sin particulares
consideraciones acerca de si sus descubrimientos se relacionan con
la Biblia.
En el caso de América, se cuentan con fuentes etnohistóricas,
que en principio consisten de estudios históricos y antropológicos de
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las comunidades originarias y su convivencia con otros grupos
humanos, con la complejidad polít ica e identitaria que ello ha
representado. Relacionada con las nuevas corrientes históricas se ha
enfocado también a las historias sociales que han sido relegadas,
así, etnohistoria de las mujeres, de las imágenes, de los inmigrantes,
entre otros. La conjunción de historia y antropología o etnología
permite esclarecer el mundo del "otro", independientemente de que
éste se encuentre en el pasado o en el presente, se trate de un grupo
marginado o dominante, posea o no escritura como f orma
comunicativa y de resguardo de la memoria.
Para su estudio se emplean las herramientas de trabajo de
fuentes varias:
Escritos primarios: originales como escritura jeroglíf ica,
códices, crónicas, cartas de relación, etc.
Escritos secundarios: textos traba jados con base a las
fuentes primarias y los documentos que a part ir de ellas
han generado otros y otras investigadoras.
También tienen gran importancia las fuentes arqueológicas y su
interpretación, así mismo las fuentes de pr imera mano recopiladas en
campo. En esta vert iente metodológica han tenido un peso
fundamental las herramientas técnicas y electrónicas como son video,
fotografía, grabaciones de entrevistas abiertas, cerradas, encuestas,
música u otras formas donde están expresados los saberes,
conocimiento de los diferentes grupos humanos.
La etnohistoria visual se basa en las imágenes captadas y
empleadas para la comprensión y estudio de los sucesos del pasado,
muchos de los que llegan a nuestro presente y son por ello motivo de
13
consulta con la gente de tradición o de quienes presenciaron o
escucharon historias orales temáticas.
La escuela mexicana de antropología creó en 1953 el área de
etnohistoria, una especialización que permit iera abordar documentos
de la escritura mesoamericana y confrontarlos para su validación con
el dato etnográfico. Metodológica y proyectivamente hay fuertes
discusiones éticas sobre el manejo de información que se ha
recabado en comunidad, debido a que en ocasiones no hay
retr ibución moral ni económica con las personas de conocimiento o
con la misma comunidad, que en muchas ocasiones sufren gran
vulnerabil idad y dif íci les condiciones de vida, volviendo así objetos a
sujetos importantes de la historia universal, que se encuentran en un
ámbito turíst ico, de místico atract ivo y científ ica pero negados en sus
demandas fundamentales.
En el estudio de las fuentes etnohistóricas del siglo XVI,
contamos con una serie de cronistas, quienes redactaron hechos
históricos de la época y que ocupaban cargos of iciales para
desempeñar estas funciones. El origen de los cronistas surge durante
la Edad Media, donde se narraba acontecimientos de interés
histórico; el término era casi equivalente a historiador. A diferencia
de los escritores anónimos o conocidos de cantos épicos, los
historiadores y cronistas se distinguieron por la voluntad de veraci dad
en sus relatos desde la antigüedad.
En la Edad Moderna, se entendía que el cronista documentaba
hechos y costumbres, por lo que en la práct ica se diferenciaba de los
autores de historias generales por ejemplo, el Padre Juan de
Mariana, autor de la famosa Historia de España (1591-1601) aunque
a veces se identif icaban con el los. Los reinos cristianos medievales
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de Asturias, León y Casti l la mantuvieron una tradición de crónicas
desde las que just if icaban la Reconquista y reforzaban el poder del
rey. Después del descubrimiento de América por los europeos se
conocieron los relatos de los l lamados cronistas de Indias, que
informaban sobre la geografía y el modo de vida de los indígenas
americanos, desde las relaciones del mismo Cristóbal Colon, su hi jo
Hernando, la famosa carta de Américo Vespucio y muchos otros
descubridores y conquistadores como Hernán Cortés.
El carácter justif icat ivo de esa producción es claro. La
aportación en sentido contrario de Bartolomé de las Casas Brevísima
relación de la destrucción de las Indias fue tan trascendental que dio
origen a la Junta de Valladolid, en que le dio réplica Juan Ginés de
Sepúlveda; e incluso a la l lamada Leyenda negra al divulgarse por
toda Europa como propaganda antiespañola. La visión de los
indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueada y
destruida, fue posible por algunos casos excepcionales, como el i nca
Felipe Guaman Poma de Ayala. Algunos cronistas destacados son:
Bernal Díaz de Casti l lo, Fernando de Alva Ixtl i lxochitl , Pedro Cueza
de León, Hernán Cortes, López de Gormara, D iego Duran, Francisco
Jiménez, fray Toribio de Benavente, f ray Bernardino de Sahagún, f ray
Francisco Vázquez, entre otros.
En el marco de esta tesis se plantea la revisión documental de
algunos cronistas para poder establecer una correlación con los
materiales arqueológicos recuperados; diferenciándose del trabajo
historiográf ico tradicional, pues se requiere información precisa sobre
la importancia de la cultura material, ya sea en términos de uso del
espacio, construcción, arquitectura y bienes muebles localizados en
el área bajo estudio.
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Una obra que es indispensable mencionar es la escrita por
Bernal Díaz de Casti l lo, Historia verdadera de la Conquista de la
Nueva España , la comenzó a escribir con más de ochenta y cuatro
años, teniendo un importantísimo valor por el cual a través de el la
podemos conocer múltiples acontecimientos que ocurrieron durante la
conquista. Por esta obra desfilan personajes españoles e indígenas,
y se describe a la perfección el ambiente que rodeaba a cada una de
las acciones emprendidas, desde los primeros contactos con los
nativos hasta las grandes expediciones por Centroamérica, pasando
por las épicas batallas en Tabasco y México Tenochtit lán y el gran
viaje de Cortés a las Hibueras. La obra fue concluida en 1575.
Díaz del Castil lo advierte que no sabe latín ni fue a la
universidad, pero eso no era impedimento, en sus propias palabras : “
Lo que yo vi y me hallé en ello peleando, como buen testigo de
vista yo lo escribiré, con la ayuda de Dios, muy llanamente, sin
torcer ni una parte ni otra . ..” Su obra, en efecto, está constituida
por su propia experiencia personal, con el propósito de reivindicar el
papel que en la conquista tuvieron las personas que participaron.
En el caso de la obra de Diego Durán, Historia de las Indias de
Nueva España e Islas de Tierra Firme , también conocida como
Códice Albín; fue editada por vez primera en varios volúmenes entre
1867 y 1880 por el interés de José Fernando Ramírez de rescatar
dicho manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid. En ella Durán,
luego de realizar una investigación exhaustiva en fuentes orales,
códices y testimonios diversos, los cuales cotejó y confrontó para dar
una versión más certera de la información acerca de los mexicas y
sus contemporáneos.
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Bernardino de Sahagún, en su trabajo, dio a conocer de forma
directa las costumbres y tradiciones de los pueblos de Mesoamérica,
abarcando desde dibujos, hasta estudios de la lengua, mitos y
leyendas, dioses, ritos funerarios, cultura, gastronomía y
organización social y polít ica. En la Biblioteca Nacional de España se
conserva un ejemplar manuscrito datado en 1587 titulado Historia de
las Indias y relación de su idolatría y rel igión antigua con su
calendario y que se considera obra suya. También son de su autoría
el Libro de Dioses y Ritos (1574-1576) así como el Calendario
Antiguo (1579).
Una tercera obra, que es fundamental consultar de f ray
Bernardino de Sahagún (1999), es la Historia general de las cosas
de la Nueva España que, con loable empeño, y recogiendo la
tradición oral que le trasmitían sus alumnos, enviaba al Consejo de
las Indias para su publicación, el cual lo archivaba por razones
polít icas. Los tres ejemplares acabaron en la Bibl ioteca del Palacio
Real de Madrid, donde todavía se conserva una.
Otra de el las, compuesta de doce l ibros es conoc ida también
como Códice f lorentino porque uno de los manuscritos, despu és de
innumerables peripecias, terminó en la Bibl ioteca Medica Laurenciana
de Florencia. Por su método de trabajo, basado en la recolección en
las fuentes de testimonios de los ancianos, el análisis detallado, y la
compilación bil ingüe (náhuatl -español), y por los resultados que
obtuvo al investigar sobre la cultura de los antiguos mexicanos,
eruditos como León Porti l la (1999) lo han considerado como el primer
antropólogo de América.
Este juicio de imparcial idad no es unánime: algunos académicos
sostienen que Sahagún tuvo su parte en el proceso de demonización
17
de la religión de los antiguos mexicanos y en la transculturación de
los pueblos subyugados. Si bien no hay evidencia de que haya
participado en la destrucción f ísica de los monumentos nahuas (como
sí lo hizo su colega franciscano Pedro de Gante 1). Como
evangelizador contribuyó en la eliminación del antiguo orden indígena
(Hernández de León Porti l la 1997) .
2. LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS
La presente tesis, aborda la cuestión del culto preh ispánico
que se pudo realizar en una cima de montaña durante f inales del
Postclásico Tardío , al suroeste del Municipio de Atotonilco de Tula,
Estado de Hidalgo. El propósito es hacer una correlación entre el
dato arqueológico y el etnohistórico aportado por los cronistas, para
plantear las probables act ividades que se pudieron producir en el
lugar de t ipo ritual.
Se sabe por diversas fuentes, que durante la época
prehispánica existen lugares que se consideran como sagrados , de
acuerdo con la cosmología indígena, en los cerros habitaban los
t laloques o pequeños ayudantes de Tlaloc, ahí se generaban las
nubes y las l luvias, lo mismo que los ríos; además, se les
consideraba como una especie de recipiente que almacenaba agua
en su interior y solían ser referentes del horizonte visual, así como
1 Fray Pieter van der Moere, conocido como Fray Pedro de Gante o Pedro de Mura (1479 -1572), fue un
religioso franciscano flamenco, siendo uno de los primeros en arribar a Mexico, donde permaneció casi
cincuenta años como evangelizador y educador. Es el fundador de la escuela de San José de Belén de los
Naturales, junto al convento de San Francisco. Esta institución estaba dedicada a instruir, particularmente, a
los hijos de la nobleza local. En ella adoptará un método de internado similar al empleado por los antiguos
mexicas, con el propósito de suministrar educación religiosa y crear al mismo tiempo un grupo misionero que
reproduzca y difunda la religión con capacidad de predicar en las distintas lenguas de las culturas de
Mesoamérica.
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puntos o marcadores del curso anual del sol, es decir, el calendario
(cf. Broda,2007, 2009ª, 2009b).
En nuestro caso, se tuvo la oportunidad de excavar un sit io que
pudo funcionar para realizar act ividades ceremoniales relacionadas
con deidades de la montaña, en especial de sustentación y de los
mantenimientos. Los reportes sobre este tipo de sit ios sólo han sido
mencionados en lo que corresponde a la provincia de Ji lotepec y
escasamente en la Región de Tula- Tepeji (Alaniz 1995). En el caso
de la parte suroeste del Municipio de Atotonilco de Tula, no hay
reportes, por lo que esta tesis presenta información que es relevante
para tratar aspectos relacionados con sit ios en la cima de montañas.
Los reconocimientos de superf icie l levados a cabo dentro del
Proyecto Potrero de Nextongo a cargo del arqueólogo Luis M.
Gamboa (2007 y 2009), permitió obtener datos para tratar aspectos
relacionados con el patrón de asentamiento. De esta información fue
comprobado que algunas cimas que se encuentran en la serranía hay
sit ios ceremoniales, mientras que en las laderas y piedemonte bajo
hay sit ios relacionados con unidades habitaciones agro - artesanales.
De estos sit ios se ha planteado que hay una red que son
contemporáneos y que están interactuando entre si, los mismos que
dependen de un centro rector que probablemente correspondió con
Apaxco durante el Postclásico Tardío.
Es fundamental la conformación del paisaje, conocerlo para
inferir las áreas potenciales donde hay ocupaciones prehispánicas
que están interactuando en dicha red. De esta forma la conformación
de las topoformas consisten en cima, piedemonte y val le , que están
bañados por sedimentos férti les del r i o salado; que nos dan un patrón
donde la cima presenta sit ios de carácter ceremonial. En el
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piedemonte hay terrazas con unidades habitacionales de carácter
agrícola- artesanal; y en el val le hay unidades habitacionales más
rúst icas asociadas a terrenos que sirvieron para una agricultura de
temporal. Por ende, hay un lugar que debió ser el centro rector que
controlaba este tipo de asentamiento, que hasta el momento no
hemos podido inferir dónde se encuentra su ubicación y que depende
de un asentamiento mayor.
Los sit ios arqueológicos reportados en las cimas de la
Provincia de Ji lotepec son: el observatorio y Chapa el Viejo en el
municipio de Chapa de Mota; Canalejas y los Ídolos en los municipios
de Jilotepec y Soyaniquilpan, respectivamente (Alaniz 1995). En lo
que corresponde a Huehuetoca, se encuentra el Cincoc, que también
es mencionado en la fuentes como un lugar sagrado donde Huemac
dio muerte a su hijo una vez que abandonó Tula Xicocotit lan. En
relación al Municipio de Tequixquiac se encuentra el sit io de la Mesa,
que fue reportado por Jeffrey Parsons quien lo identif ica
cronológicamente como en el periodo Epiclásico.
La importancia de los cerros en otras áreas ha motivado a
diversos investigadores a estudiarlos , como son el caso del cerro de
La Malinche (García Mol, 1968); cerro del Caballete, en Huizquilucan
(Garibay, 1957); Los Volcanes (Müller, 1978c); Cerro Gordo,
Teotihuacan (Müller, op. cit.); Cerro de San Miguel, Sierra de las
Cruces (Weitlaner, comunicación verbal a Müller en 1942; en Müller,
1978c); San Bernabé, Cerro del Judío (Francisco Rivas, comunicación
personal, 1997), así como en el Valle del Mezquital por Fernando
López.
Los tipos de hallazgos que se reportan coinciden todos con la
presencia de vasijas tipo Tlaloc, navaji l las prismáticas, estructuras
20
ceremoniales redondas o rectangulares, braseros y ubicados en la
cima de la montaña. Los materiales culturales indican la presencia de
cerámica Azteca II I y Texcoco, es decir se sitúan en el Posclásico
tardío correlacionándose con algunos de los tipos identif icados por
Müller (1948).
De ahí que se ha convertido lo anterior en una línea de
investigación que se ha llamado arqueología de alta montaña 2, la cual
se relaciona con implicaciones paisajistas y astronómicas. Lo que si
es claro, es que estos asentamiento se encuentran estratégicamente
en lugares donde existe una mayor cantidad de inversión en fuerza
de trabajo invert ida en la planif icación y construcción , como sería el
caso del cerro Tlaloc en la Sierra Nevada que implica un proceso de
convencimiento o sometimiento para la edif icación.
En el caso del sit io que presentamos no hay tanta inversión
para la construcción del edif icio , que se descubrió correspondiente a
mi investigación; pero, supongo que su existencia se debe más a la
reproducción ideológica que se origina en un área central donde un
grupo pequeño tiene el control social de algunos individuos para el
convencimiento y la reproducción a través de rituales de ciertas
2 Arturo Montero hace mención que “La arqueología mantiene su unidad teórica y metodológica, por lo que
“arqueología de alta montaña” es un neologismo que tan solo distingue al investigador por su capacidad de
ascender a las altas cumbres. Desde los trabajos del Primer Seminario Internacional de Arqueología de Alta
Montaña, celebrado en la ciudad de Salta, Argentina en el año 1999, se ha venido ensayando en un criterio
que pueda aglutinar antropológicamente a la alta montaña. Para algunos especialistas el concepto debería ser
únicamente de montaña, sin la condición de “alta”, “media” o “baja”; para otros, la alta montaña se establece
por su distancia de la vida cotidiana como un espacio diferente, liminal, al cual el individuo llega en un estado
de suspenso, con un propósito religioso; para otros en cambio, la propuesta apunta a una sustentación
geográfica”. (información obtenida de: http://www.montero.org.mx/tlalocan.htm).
21
actividades que se inf ieren por los materiales arqueológicos que se
descubren.
Dentro del cic lo anual de f iestas relacionadas con el culto a
Tlaloc y a los cerros, Broda (1992) ha dist inguido tres aspectos:
Durante la época seca del año se sacrif icaban niños con el f in
de conjurar las lluvias (I At lacahualco y IV Huey Tozoztl i).
En la temporada de lluvias, que principiaba en el mes
indígena de VI Etzalcualiztl i, los sacerdotes de Tlaloc
efectuaban ritos para garantizar el desenlace vigoroso de las
lluvias.
La transición entre las l luvias (xopan) y secas (tonalco),
coincidía con la cosecha del ma íz, había dos ceremonias
importantes dedicadas al culto de los cerros: en octubre (XIII
Tepeilhuit l) y en diciembre (XVI Atemoztl i).
Admito, que debido a la existencia de las evidencias
arqueológicas que se descubrieron en la excavación en el área, y los
múltiples datos documentales aunando a lo que propongo como
tesis, se pudo llevar a cabo una correlación entre dichos datos, ya
que en documentos se proyectan algunos de los rituales que se
efectuaban, este tipo de rituales que lamentablemente no
permanecieron a través del t iempo en las comunidades
etnohistóricas, por lo que los datos arqueológicos son de suma
importancia, por estos mismos documentos sabemos cómo se crearon
pueblos donde se congregó a la población dispersa que existía en la
región, tal es el caso del surgimiento de Tepeji del Rio con la
congregación de dos poblados que fueron Otlaxpa y Tepexic.
22
En otras regiones la coexistencia de estas tradiciones se
fusionan con la f iesta de la Santa Cruz que ese encuentra difundida
en México y en ella están inmersos aspectos rituales prehispánicos
con fuerte interacción de elementos del catol icismo popular (Olivera
1979). Por ejemplo, en Cit lala, Guerrero, las manifestaciones
rel igiosas en honor a la Santa Cruz inician el 24 de abril y concluyen
el 2 de mayo con una ceremonia, donde part icipa toda la comunidad,
en el cerro Cruztenco (Vil lela 1994; Iwaniszewski 1992).
La información que se presenta en la tesis teóricamente
comprende parte de un puente entre el dato arqueológico que se
obtuvo durante la intervención de salvamento y el estudio de las
fuentes etnohistóricas basadas en las crónicas del siglo XVI ;
independientemente del subjetivismo que puede ser interpretado,
considero que esta propuesta podrá contribuir a una nueva línea de
investigación para la región bajo estudio .
B. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Una de las primeras limitantes que enfrente al proponer esta
tesis, fue la falta de información acerca del patrón de asentamiento
de los sit ios prehispánicos en el área suroeste de Atotonilco de Tula.
mucho menos sobre datos relacionados con excavación arqueológica
donde se planteen aspectos relacionados con los tipos de
construcciones que se suscitaron en el pasado y su importancia que
tuvieron según su posición estratégica en el paisaje, dentro de la
economía o polít ica de un sistema de asentamientos. Este vacío de
información resulta un obstáculo cuando queremos comparar sit ios y
entender la evolución socio -cultural que se suscito en un tiempo y
espacio especif ico.
23
Así mismo, la escasez de información complica la ardua tarea
para definir los tipos de asentamientos de esa área según la t ipología
regional basada en su grado de complejidad para inferir si el
asentamiento es una aldea, caserío, vil la o ciudad; de igual manera,
existe la dif icultad para definir las probables funciones que pudieron
tener las ocupaciones, ya sean productivas, residencia les o
ceremoniales.
Lo anterior me ha motivado a proponer esta tesis con el
propósito de dar a conocer los primeros datos que se relacionan con
el patrón de asentamiento y el resultado que se obtuvo con la
excavación de un área que resultó ser un sit io ceremonial donde se
obtuvieron una gran cantidad de esculturas que por su fo rma y
análisis iconográficos me permite plantear las probables actividades
que se produjeron en lugar, reforzando la información con datos
derivados de la arqueología y fuentes etnohistóricas de las crónicas
del siglo XVI.
Con esto se podrá responder una serie de interrogantes que se
formularon desde el inicio del programa de trabajo que se dir igió en
comprender la importancia de este tipo de sit ios en el pasado. De ahí
que las preguntas que formule fueron las siguientes:
Con base en los materiales arqueológicos descubiertos se
buscó responder ¿Cuál fue la funcionalidad que tuvo e l sit io?,
¿Qué importancia llegó a tener a nivel regional o local? ¿Qué
tipo de actividades rituales se hicieron y cómo están
evidenciadas?, ¿Cuál es su cronología? y ¿Cuáles son su s
características estructurales.
24
Con base en las fuentes etnohistóricas derivadas de las crónicas
del siglo XVI, se pretende responder: ¿Cuáles son las más
representativas para abordar el tema de sit ios ri tuales?, ¿Cuál
pudo ser su trascendencia dentro la ideología mexica que
predominó en la Cuenca de México?, ¿Qué tipo de información
tienen las fuentes que se correlacionan con los datos
arqueológicos para la inferencia de las actividades ri tuales y
ceremoniales que se pudieron realizar en el lugar?, ¿Qué
implicaciones sociales-culturales pudo ejercer lo anterior a la
región bajo estudio?, ¿Cómo se incorpora el espacio ri tual a la
visión paisajista y a la planif icación de los asentamientos
arqueológicos?.
C. OBJETIVOS DE LA TESIS
Se propuso para la investigación de la tesis lo siguiente.
Con base en los materiales arqueológicos descubiertos se
pretendió:
- Hacer la clasif icación y análisis de los materiales para
identif icar aspectos relacionados con la cronología,
funcionalidad e identidad de quienes los usaron y
desecharon.
- De igual forma, por el t ipo de excavación se valoró la
información anterior, basándonos en los procesos de
transformación y formación del contexto arqueológico.
- Con la información obtenida, se planteó identif icar los
materiales que indicaran la interacción con otras regiones o
áreas de Mesoamérica.
25
- En cuanto al número y cal idad de los materiales , se
obtuvieron datos que nos permitieron inferir los t ipos de
actividades que se efectuaron en el lugar bajo estudio.
- Por últ imo, en cuanto a la construcción intervenida se
abordaron aspectos que están relacionados con materiales y
sistemas construct ivos, etapas o momentos, planif icación y
orientación.
Con base en las fuentes etnohistóricas de las crónicas del siglo
XVI, se abordaron los siguientes objetivos:
- Diferenciar entre las fuentes directas e indirectas para
evaluar cuáles son las más representativas para el caso bajo
estudio.
- Se hizo un estudio minucioso de la información existente
sobre ritos y actividades ceremoniales para poder comprender
qué tipo de deidades estuvieron venerando en el lugar bajo
estudio.
- En base a los indicadores etnohistóricos de las crónicas del
siglo XVI, se estudiaron si estos se correlacionan con los
arqueológicos basados en los datos obtenidos de la
excavación efectuada.
- Al f inal de la tesis se abordó la función del sit io, act ividades
rituales que se realizaron, deidades que se veneraron y
probables momentos temporales durante el año en donde se
realizaban ritos claves para estos pueblos .
26
D. JUSTIFICACÍON DE LA TESIS
Desde mi perspectiva, considero que la información que se da
a conocer es relevante para la comprensión de aspectos relacionados
con la cosmología prehispánica que se suscitó al suroeste del
Municipio de Atotonilco de Tula durante la época prehispánica.
La importancia del lugar es que no sólo contamos con sit ios que
tienen implicaciones ceremoniales , sino también formaron parte de un
sistema de asentamientos donde están interactuando. Al contar con
fuentes etnohistóricas de las crónicas del siglo XVI, obtenemos datos
sobre las probables actividades que se suscitaron en el pasado y que
nos permite que las evidencias de trabajos arqueológicos sean más
relevantes para el conocimiento del pasado de la región.
De ahí que puedo just if icar la presente tesis como una
investigación académica que es relevante, porque contribuye sobre el
pasado y proporciona datos que podrán ser usados para comparar en
los casos que probablemente serán similares al que está bajo
estudio. Así mismo, para nosotros es un reto poder a través de los
materiales arqueológicos poder hacer una correlación con las fuentes
para poder inferir que tipo de act ividades se pudieron dar en el lugar
bajo estudio.
Los datos que se obtengan podrán dar una mayor valoración de
la importancia del lugar para su protección, ya que la investigación
que se propuso de índole académica busca dar a conocer los
resultados para evitar la destrucción del patrimonio.
27
E. LA HIPÓTESIS DE PRUEBA
Las montañas han tenido un carácter sagrado en el México
Prehispánico, existe abundante l iteratura al respecto donde se habla
de los dioses, ceremonias y ritos que se realizaban en ellas. En el
caso de Potrero de Nextongo se excavo un sit io con una construcción
redonda que consideramos es ceremonial, ya que se descubrieron
elementos que se relacionan con actividades rituales como son
sahumadores, braseros, esculturas como dioses de los
mantenimientos y sustentación, entre otros; presuponemos que estos
elementos descubiertos forman parte de un contexto donde se
llevaban actividades rituales relacionados con dioses de los
mantenimientos entre estos Chicomecoatl y Tlaloc.
La hipótesis que formule, a través de los materiales
arqueológicos recuperados sobre que la construcción descubierta
corresponde con un área ceremonial donde se les rendía culto a
dichos dioses asociados también a la montaña; como zona ritual hay
una interacción de este lugar con el paisaje donde las diversa s
comunidades asentadas interactuaban en días específ icos de las
ceremonias que se celebraban en el lugar.
De esta forma suponemos, que hay un control ideológico que es
ejercido por un grupo part icular donde se recrean cícl icamente
rituales que están mencionados en las fuentes etnohistóricas. De ahí
que podemos sustentar que esta información se podrá correlacionar
con la evidencia arqueológica.
28
F. PROCEDIMIENTO METODÓLOGICO
Para abarcar los objetivos propuestos se planteó las siguientes
fases de trabajo.
FASE 1. Clasif icación de materiales con el sistema de forma
función, el objet ivo es obtener la cronología y funcionalidad del
mismo. Así mismo cada tipo cerámico se describió basándonos
en una cedula donde se hace mención del nombre, pasta,
acabado de superf icie y con referencias bibliográf icas. Con el
resultado que se obtuvo, se pudieron hacer los mapas de
distribución, al interior del área intervenida.
FASE 2: Evaluar el proceso de transformación del contexto
arqueológico: se realizó una descripción historiográf ica del
proceso y la estrategia de excavación donde se evaluaron los
contextos primarios y secundarios, para inferir si ha habido una
afectación, así mismo se describió los aspectos estructurales
de la construcción que se descubrió, para poder plantear los
tipos de mater iales, sistemas constructivos, etapas,
planif icación y orientación.
FASE 3: La clasif icación artefactual nos permitió identif icar los
tipos de materiales que son locales y foráneos; esto últ imo
probablemente procedentes de otros lugares de Mesoamérica.
el estudio del área de actividad serán inferidas a su vez por los
contextos primarios que nos permitieron, inferir los t ipos de
procesos sociales que suscitaron en el lugar de estudio.
FASE 4; Se hizo uso de las fuentes etnohistóricas de carácter
primarios para poder abordar temas que la evidencia material
no proporciona, por ejemplo: ceremonial y r ituales que se
pudieron haber suscitado en el lugar de estudio. Las fuentes
29
etnohistóricas de las crónicas del siglo XVI, nos brindaron dicha
información, ya que se hace mención de las deidades,
ceremonias, r ituales, fechas calendáricas, entre otros.
30
CAPITÚLO II. MARCO REFERENCIAL DEL SITIO
A. UBICÁCION
La región bajo estudio se encuentra al suroeste del Municipio
de Atotonilco de Tula, colindando al sureste con el Estado de México
y al suroeste con el Municipio de Tepeji de Ocampo. Las coordenadas
de ubicación del sit io que forma parte de esta tesis corresponden a
las coordenadas UTM: E 476567.5272 y N 219954.9368.
Durante los recorridos que se hicieron en la región, se registro
el sit io como Potrero de Nextongo , tomando su nombre de un rancho
que se encontraba en el lugar (Gamboa y Vázquez 2007 a-c). En la
carta topográfica, el sit io se localiza en la cima del cerro Chiquihuit i l l ,
cuya altura sobre el nivel del mar es de 2,080 msnm., relacionándose
con una serie de cerros interconectados con pendientes l igeras.
(Gamboa y Toxtle: 2007 y 2009).
Para llegar al sit io, se entra por la carretera Jorobas-Tula a la
altura del ki lometro 8; al oriente limita con el Ejido de Santa María
Apaxco, Estado de México; al norte con la Me sa la Ahumada; al
poniente con el fraccionamiento de reciente creación llamada
Praderas del Potrero ; y al sur con el fraccionamiento Potrero de
Nextongo.
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33
B. ASPECTOS FISÍCO- GEOGRÁFICOS
La región bajo estudio al encontrarse al suroeste del Municipio de
Atotonilco de Tula de acuerdo a sus característ icas topográficas
predomina el cl ima semiseco templado que abarca el 62 por ciento de
territorio, con verano largo y l luvia invernal inferior al 5 por ciento, la
temperatura más elevada se manif iesta antes del solst icio de vera no;
la temperatura anual que se t iene registrado oscila entre 12 a 17 ºC
(Plan de Desarrollo Municipal de Atotonilco de Tula 2008: 7).
En términos Generales parte de esta región es el l ímite sur del
Valle del Mezquital3, mismo que se caracteriza por ser un territorio
del alt iplano con las característ icas y rasgos propios de esta región
de Hidalgo, cuya f isiograf ía corresponde a una extensa área de
lomeríos suaves que abarca el 75 por ciento del municipio; y el 25
por ciento por l lanuras de piso rocoso que abarca la parte este y
oeste del área bajo estudio.
Lo anterior ha inf luenciado la creación de asentamientos
modernos, logrando identif icar tres zonas diferenciadas; al noroeste
de la cabecera de Atotonilco de Tula hay pendientes leves lo que
hace de mediana competit ividad para los asentamientos humano;
hacia el este, se encuentra el terreno práct icamente plano y es la
zona que ha presentado mayor dinámica de crecimiento de
asentamientos populares colindando con el Estado de México (Ibídem
7).
En la hidrología superf icial, la región comprende la parte del
Pánuco que corresponde al vért ice del Golfo de México y está
3 El Valle del Mezqui ta l es tá considerado como Área Natura l Protegida, de control
es tatal bajo el decre to emi t ido e l 3 de mayo de 1947.
34
considerada como una de las más importantes del país. Un rio que
destaca al suroeste del sit io arqueológico es el Salado, el cual
pertenece a la cuenca del Río Moctezuma. El r io Salado se une al
noroeste con el del Salto y el rio Tula.
Se ha mencionado el potencial que hay de la hidrología
subterránea para la región de Atotonilco de Tula, ya que es compleja,
debido a las formaciones geológicas que varían l itológicamente y
poseen característ icas hidrogeológicas diferentes entre sí (Ibídem 8).
Esto ha creado una secuencia de acuíferos en diferentes áreas, que
se manif iestan como aguadas. Asimismo, las característ icas
hidrogeológicas están gobernadas por la estructura de las rocas, las
fallas geológicas, y la permeabil idad y porosidad de los diferentes
depósitos.
En cuanto a la f lora, lo que sobresale debido a los lomeríos y
l lanuras, son matorrales de crasicaule; es el ecosistema más
representativo. El matorral crasicaule posee escasa vegetación,
compuesta de plantas adaptadas a las condiciones de sequía, como
son las cactáceas, los agaves y los arbustos pequeños con espinas;
este ecosistema puede establecerse en amplias zonas de este
municipio y los adyacentes como son los de Tepeji del Río,
Tlaxcoapan, Tula de Allende y Atitalaquia.
Debido a las causas de las condiciones de escasa precipitación
pluvial que prevalecen en gran parte del municipio, posee solo
especies animales capaces de vivir en regiones con poca agua. Las
especies que predominan en este territorio son: conejo, l iebre, ardil la
y repti les como el camaleón, lagarti ja y víbora aunados a una
variedad de arácnidos e insectos.
35
En el aspecto geológico, la estructura y formación de los suelos
tiene que ver con los tipos de rocas. En la región en la parte noroeste
del sit io arqueológico intervenido se encuentra un área conocida
como el pedregal, donde hay abundancia de rocas ígneas de origen
plutónico o intrusivo, formadas a partir de un enfriamiento lento y en
profundidad de la superf icie de la Tierra. Estas rocas se forman
cuando el magma penetra en una cavidad subterránea que se
encuentra relat ivamente fría y que las solidif ica en forma de cristales
debido a que se enfría muy lentamente, y genera rocas que contienen
grandes cristales.
Las pendientes más elevadas están formadas por brechas
volcánicas básicas (rocas volcánicas llamadas volcanoclástico), y en
las pendientes bajas y planas se encuentran sobre la superf icie las
rocas de basalto. El otro tipo de rocas que predomina son las rocas
sedimentarias, que se localizan en la parte suroeste y noreste del
área bajo estudio. Hacia el noreste también se encuentran
concentraciones de rocas sedimentaria l lamada caliza, donde existen
canteras a cielo abierto donde se explota el material; de igual forma
al noroeste en el área del Municipio de Tepeji, en especial por la
zona del Salto.
En el sit io que se intervino t ienen una alta concentración de
rocas sedimentarias de origen volcanoclást i co, areniscas, lutitas,
conglomerados y las calizas en muy baja proporción en forma de
nódulos. En época prehispánica estos materiales se explotaron para
la construcción de edif icaciones de índole religioso y domestico, de
igual forma se aprovechó el material para la construcción de terrazas
que se usaron para actividades agrícolas.
36
Figura 3. Ubicación en negro del punto donde se ubica el sit io
intervenido en relación con la división natural que se hizo para el
registro de las unidades de muestreo durante el recorrido que se
efectuó en el 2008 (Gamboa y Toxtle 2009: 8). También se
presentan los polígonos que se h icieron para delimitar el área
recorrida.
37
Figura 4. Ortófono del área de recorrido efectuado durante el 2007 y
2008 en Praderas del Potrero.
38
Figura 5. La f lecha indica el lugar donde se ubica el sit io que se intervino, al fondo se observa una cúspide en pico que corresponde
al cerro Cincoc (Gamboa y Toxtle 2009: 10). La foto fue tomada desde la ladera de la Rodil la.de norte a sur.
Figura 6. El cerro de Chiquihuti l l, en cuya cima se intervino una construcción prehispánica. La foto fue tomada de su r a norte. Al
fondo se observa la cima de la Ladera de la Rodil la.
39
En área bajo estudio se identif icaron tres t ipos de suelo:
foezem, li tosol y rendizina. En la parte sur del valle y las laderas hay
suelos de tipo foezem, donde existe vegetación natural de matorral
crasicaule con vegetación secundaria. Son suelos abundantes, y
están situados en terrenos planos, que se util izan para la agricultura
de riego y temporal, con altos rendimientos. En la cima y parte de los
lomeríos el t ipo de suelo es li tosol, los cuales están muy erosionados
y nos son factibles para ser usados para la agricultura o pastoreo.
El uso de suelo para actividades agrícolas fue aprovechado en
tiempos pasados. En nuestros días, los suelos ya no son productivos
debido a su alta erosión; esto, también repercute en la actividad de
pastoreo, ya que sólo se usan en épocas de lluvia las zonas del valle
para pastar en especial ganado vacuno.
El uso del r iego podría ser una alternativa a un alto costo, ya
que el Rio Salado se encuentra seco debido al encausamiento que se
hace con el Tajo de Nochistongo por donde llegan las aguas negras
de la Ciudad de México y que inhiben el uso de este recurso. Las
actividades agrícolas que se suelen practicar todavía por los
alrededores, es de temporal , por ende las labores son manuales y de
bajo productividad.
C. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS
La arqueología del suroeste del estado de Hidalgo, inicia con
los reconocimientos de superf icie efectuados por la Dra. Guadalupe
Mastache y Ana María Crespo, dentro del Proyecto Tula 1968- 1977,
a cargo del Dr. Eduardo Matos Moctezuma (Mastache y Crespo 1974).
Ambas investigadoras, presentan sus resultados sobre el
40
reconocimiento de superf icie, en la zona del val le de Tula, abarcando
al sur parte de Tepeji de Ocampo; al norte con proximidades a los
poblados de Mixquiahuala y Progreso; al oeste con la serranía
conformada por varios macizos montañosos en los que sobresale el
Magoni, La Malinche, El Cielito, entre otros; y al este con los
poblados de Tlahueli lpan y Atotonilco de Tula (Ibídem).
El resultado que se obtuvo del reconocimiento, fue un l istado de
sit ios en donde se describen aspectos relacionados con las
características físicas geográficas, uso de suelo, estado de
conservación, temporalidad y las referencias por medio de
coordenadas geográficas. En el patrón de asentamiento, propuso una
jerarquización de sit ios, el cual fue definido, por medio de la
extensión del sit io; de igual forma, es importante la propuesta
cronológica que se propone tentativamente para cada uno de estos a
través de diversos mapas temporales (Ibídem).
La importancia del proyecto que se ejecuto, por ambas
arqueólogas, estaba relacionado con investigar los procesos del
surgimiento, desarrollo y decaimiento del urbanismo antiguo y de los
sistemas de asentamiento de la región de Tula, Hidalgo, en especial
para el Estado Tolteca durante el Posclásico Temprano (900 -1150 D.
C.). De este modo, se realizaron levantamientos arquitectónicos y
croquis de los sit ios que se registraron, convirt iéndose en una base
de datos para comprender el desarrollo del Estado Tolteca y su
relación con la antigua ciudad de Tula (Cobean 1994).
De igual forma, a través de los datos recuperados se abordaron
otros temas relacionados con la historiografía del Val le en especial
la extensión de Tula de Allende, Tepeji de Ocampo y Atotonilco d e
Tula. Un autor que proporcionó información sobre la historicidad del
41
Valle fue el trabajo efectuado con Lawrence Feldman (1974ª y
1974b), en donde, presenta un índice de documentos sobre el centro
de México y la cartografía antigua del área de Tula, lo que permite
reconocer los principales poblados a través del t iempo (Lawr ence y
Mastache 1990).
Otra contribución que surgió, fue el tema del análisis de
sistemas de canales antiguos, descubriendo que desde el periodo
Clásico, en el área de Tlahueli lpan había canales prehispánicos que
estaban asociados con un asentamiento teotihuacano conocido en la
l iteratura como Chingu; de igual forma se logran interpretar el
sistema de riego que pudo exist ir durante el Postclásico Tardío en el
Valle de Tula (Mastache 1976).
Los reconocimientos de superf icie, continuaron a través del
t iempo, así como otros estudios arqueológicos que abordaron tópicos
relacionados con el patrón de asentamiento; extensión y
caracterización de la ciudad; las intervenciones arqueológicas en
unidades habitacionales; estudios cerámicos; definición de
secuencias de ocupación; e investigaciones de áreas de producción.
La recopilación de todas estas investigaciones realizadas por
la Dra. Guadalupe Mastache, la podemos consultar en una
publicación con el Dr. Robert H. Cobean y Dan M. Healan, que se
publicó en el 2002, t itulada Ancient Tollan, Tula and the Toltec
Heart land . En cuanto al patrón de asentamiento, la información se
enriqueció con nuevos datos y análisis estadísticos que implemento
Dan M. Healan, realizando clúster, donde se agrupaban conjuntos de
sit ios que pudieran tener relación entre si , ya sea por cronología o
funcionalidad.
42
Figura 7. Sitios que se reportan por la Dra. Guadalupe Mastache y
Ana María Crespo (1974: Figura 2)
43
La base de datos que se obtiene, se convie rte en algo
importante para la investigación arqueológica de Tula ya que permit ió
proponer aéreas de producción de lít ica tal lada, de cerámica; y
aéreas de unidades habitacionales; así como definir la distribución de
los sit ios de otras temporalidades (Mastache, Cobean y Healan
2002).
Es de comentarse que la parte que corresponde a la región de
Potrero de Nextongo, no está reportada en las obras de Mastache y
Ana María Crespo (1982), ya que esa parte en el extremo sureste fue
recorrido por Jeffrey Parsons, dentro del proyecto Cuenca de México
dir igido por Will iam T. Sanders et al (1979). Los Municipios que se
recorrieron fueron Huehuetoca, Tequixquiac y Apaxco en el Estado de
México, mismos que colindan con el l ímite polít ico del Estado de
Hidalgo, el cual fue usado como la delimitación para el recorrido.
Parsons, reporta una serie de asentamientos que corresponden
a la fase (900- 1150 d.C.), los cuales se asientan sobre las zonas de
piedemonte bajo. De igual forma existe la presencia de
asentamientos tardíos correspondientes a la fase Azteca II. En los
recorridos previos que se han realizado en el lugar hemos constatado
lo anterior, observando algunos fragmentos de cerámica Negro sobre
Naranja de la fase Azteca III (Gamboa 2007).
Un propuesta de Parsons, es que la región bajo estudio de
Potrero de Nextongo, hay asentamientos toltecas que serían
contemporáneos a la máxima expansión de la ciudad de Tula, dato
que se confirmó con las excavaciones de salvamento realizada s en el
Pedregal y que justif icó la intervención realizada por el equipo de
trabajo del arqueólogo Luis M. Gamboa (Gamboa y Vázquez 2007a,
2007b, 2007c).
44
Figura 8. La f lecha señala el área que nos interesa donde se
puede apreciar la densidad de ocupación de la fase (900 - 1150 d.C.).
(Tomado de Mastache et al 2002: Figura 1.4)
En la obra Ancient Tollan, Tula and the Toltec Heart land , una de
las primeras cosas que podemos darnos cuenta, son los reajustes
cronológicos que se propusieron basados en nuevas fechas de
radiocarbono y el estudio de conjuntos de materiales cerámicos
provenientes y estudiados de diversos sit ios en Tula (Ibídem).
Robert H. Cobean (1974 y 1990), es quien ha propuesto la
cronología para la región de Tula, basándose en su momento en el
estudio cerámico a través de la aplicación del sistema t ipo - variedad
y el uso de fechamientos por radiocarbono. El mismo autor es quien
45
hace el reajuste cronológico proponiendo como marcadores
cronológicos los siguientes t ipos.
Fase del Complejo Prado (650- 750 d.C). Representados por los
tipos Ana María Rojo sobre Café y Guadalupe Rojo sobre Café;
aumentando los tipos Clara Luz Negro Esgrafiado y Ánimas
Anaranjado Pulido. Es de señalarse que los t ipos descritos en la
fase Prado (650- 750 d.C.), “…corresponden a un complejo
cerámico híbrido, poco conocido, que contiene algunos t ipos que
posiblemente son relacionado con culturas del Clásico en la
región del Bajío .” (Cobean 1990:27; Mastache, Cobean y Healan
2002: 41).
Fase del Complejo Corral (750- 850 d.C.) está representado por
una variante local de la cerámica de fase Coyotlatelco parecida a
la de la Cuenca de México, bien representada en la región de
Tula, tanto en el Centro Ceremonial de Tula Chico; como en
algunas subestructuras de Tula Grande. Los t ipos que reporta
son Rito Rojo sobre Crema, Artensía Café Inciso, Jiménez Café
Sellado, Pastura Café Liso, La Luz Café Alisado y Cañones Rojo
sobre Café.(Cobean:1990)
Fase del Complejo Corral Terminal (850 - 900 d.C.). Se ha
definido mediante un conjunto cerámico provisional que va entre
el Tollan y corral en el cual sobresalen los siguientes tipos:
Mazapa Rojo sobre Café y Jorobas Anaranjado sobre crema
(Cobean: 1990).
Fase del Complejo Tollan (900- 1150 d.C.) se ha considerado
como el momento de máxima expansión de Tula, en el cual
46
destacan los siguientes tipos: Macana Rojo sobre Café, Bordo
Rojo sobre café, Rebato Rojo Pulido, Manuelito Café Liso, Jara
Anaranjado Pulido, Ira Anaranjado Sellado, Proa Crema Pulido,
Acta Rojo Pulido, Sil lón Inciso, Toza Café Alisado, Mendrugo
Semialisado, Abra Café Burdo, Soltura Rojo Alisado, Tarea Rojo
Pulido, Alicia Calado y Blanco Levantado.
Figura 9. Cuadro cronológico de las fases arqueológicas identif icadas para Tula, el cuadro se encuentra actualizado según las fuentes de
Healan, Mastache y Cobean (2002: 43, Tabla 3.3).
47
Fase Fuego (1100-1200 d.C). Se encuentra caracterizado por la
cerámica Azteca II, representando por materiales que se han
recuperado del Edif icio K (Cobean 1994; Getino 2000). Al
parecer estos materiales se encuentran correlacionados con la
destrucción de Tula Xicocotit lan (Mastache, Cobean y Healan
2002: 42).
Fase Palacio (1350-1520 d.C). Se encuentra caracterizado por
cerámica identif icado en la Cuenca de México denominada
Azteca III y IV (Hodge y Minc 1990). En el caso del Edif icio B,
este tipo de cerámica se encuentra presente (Mastache, Cobean
y Healan 2002: 42)
Fase Tesoro (1520- 1650 d.C.) Se relaciona con cerámica
identif icada como coloniales temprano.
En cuanto a los antecedentes arqueológicos en la parte
suroeste del Municipio de Hidalgo, previos a los realizados por el
arqueólogo Luis M. Gamboa (Gamboa y Vázquez 2007a, 2007b,
2007c), en especial en el área que comprende el poblado de Conejos
hasta la hacienda de Potrero de Nextongo; se encuentran los
efectuados por un grupo de arqueólogos, que durante la introducción
de ductos de PEMEX en el área conocida como el Pedregal,
descubrieron evidencias prehispánicas muy importantes para la
región. El patrón de asentamiento prehispánico, que se reporta con
los hallazgos descubiertos para el sit io del Pedregal, es que se trata
de una ocupación etapa tolteca, que estaba vinculado con el Estado
Tolteca. Por el t ipo de cerámica se identif icó para la fase Tollan
Tardío (950-1150 d. C.), en donde se documentaron dos momentos de
48
construcción arquitectónica dentro de esta misma fase, así como el
primer proceso de abandono de los edif icios; también s hace mención
de una ocupación más tardía de la fase Palacio (1350 -1520) donde
hay reocupación de las construcciones toltecas.
El t ipo de unidades habitacionales toltecas exploradas en el
sit io del Pedregal, siguen el mismo patrón a rquitectónico de las
categorías de "grupo de casas", que consiste en conjuntos de tres o
más casas alrededor de un patio central. La única variación con
respecto a los grupos de casas del área urbana de Tula, es que en El
Pedregal los dos patios principales fueron ocupados por estructuras
circulares.
Estas estructuras, únicas en la t ipología arquitectónica tolteca
reportada hasta el momento, consisten de plataformas bajas menores
a un metro de altura cuyo acceso se da a través de una escalinata
que conduce a un pórtico rectangular cuya techumbre era sostenida
mediante columnas. A partir del pórtico se accedía al espacio circular
de la plataforma que en estos casos contenía en la parte central un
tlecuil4.
La estructura circular era rematada en su sección posterior por
un altar adosado el cual estaba decorado por cantera y pequeñas
piedras de tepetate, a través de un sistema denominado “Toltec small
Stone”, común en los edif icios públicos de Tula Grande. Estas
estructuras debieron tener funciones públ icas muy particulares
además de actuar como un espacio funerario, ya que en la plataforma
fue recuperada gran cantidad de enterramientos humanos asociados.
El sit io, al igual que Tula, fue abandonado en el año 1150,
4 Fogón destinado para calentar alimentos.
49
detectándose evidencias de incendio en los edif icios circulares y un
abandono súbito al interior de las casas.
Figura 10. Ubicación con un punto blanco el lugar que se intervino, haciendo referencia de los sit ios arqueológicos que se han registrado en la región, en especial el Pedregal que se encuentra al noroeste del área
bajo estudio.
50
Con los antecedentes anteriores sobre el sit io el Pedregal, y
debido al crecimiento urbano hacia la parte norte de la autopista
Jorobas- Tula, en especial en el Km 8, en donde se encuentra el
“Desarrol lo Urbano Paseos de la Pradera” , se implementó un
reconocimiento de superf icie intensivo durante el 2007, con el
propósito de registrar otros sit ios que pudieran ser afectados por la
mancha urbana y proponer mecanismos de protección (Gamboa y
Vázquez 2007a, 2007b, 2007c).
Para desarrollar el reconocimiento de superf icie , el área que se
delimitó (ver f igura 3 y 4) se dividió en sectores, cuadrante y
unidades para una mejor sistematización y control del registro de
elementos culturales en superf icie. Durante el recorrido se llevó a
cabo el registro de los posibles vestigios arqueológicos mediante el
uso de cédulas y fotograf ía; también se recolectó material
arqueológico para su clasif icación y análisis.
En cuanto a los resultados del reconocimiento de superf icie, se
identif icó en la cima del Cerro Chiquihuti l l una concentración de
materiales prehispánicos que corresponden a fragmentos de cerámica
de uso doméstico y ceremonial (Figura 10y 11). De igual forma se
logró observar una serie de al ineaciones conformados por piedras
careadas que forman una serie de cuartos y un círculo.
Por la presencia de materiales arqueológicos en su interior se
propuso que se trataba de una construcción prehispánica, que
funcionó como campamento de agricultores o para acti vidades
ceremoniales (Gamboa y Vázquez 2007c: 17).
En la ladera sur, de la construcción identif icada, también se
localizaron una serie de abrigos rocosos, en los cuales se logró
51
recolectar materiales tal lados en sílex como lascas y perforadores;
además de puntas de proyecti l, en obsidiana (Gamboa 2007b: 18).
La propuesta del como funcionaron los abrigos es que probablemente
fueron usados por cazadores recolectores estacionarios, he de
comentar que el paisaje que se domina desde estos abrigos es la
serranía y entre estos sobre sale el cerro Cincoc, el cual es
mencionado en diversas fuentes históricas.
En cuanto a la cima, donde se halla la presencia de las
alineaciones de piedra, se considero realizar una investigación más
exhaustiva que pudiera definir aspectos cronológicos, formales y
estructurales de la construcción existente, de ahí que los resultados
se presentan en este informe.
La necesidad de realizar una investigación más profunda,
ameritó que el área se restringiera, por lo que se realizó la topografía
del lugar y se planteo una poligonal de protección que a continuación
presentamos (Gamboa y Vázquez 2007c: 23 - 25). En la actualidad la
investigación arqueológica seguirá para poder dar una continuidad al
trabajo que se está efectuando esto nos ayudara a poder relacionar
el sit io que estudiamos con otros que durante el recorrido se
detectaron, donde se encuentran las aéreas habitacionales y los
talleres.
52
Figura 11. Alineaciones de piedras careadas y presencia de
materiales arqueológicos en superf icie fueron los indicadores para
presuponer que la cima del cerro Chiquihuit i l l , había una construcción
prehispánica.
Figura 12. Otra perspectiva de la construcción descubierta en la cima
del cerro Chiquihuiti l l .
53
Figura 13. Al sudoeste hay una serie de abrigos en donde se recolectaron material
de sílex y obsidiana que hacen suponer la existencia de campamentos
estacionarios de cazadores recolectores.
Figura 14. Material de lítica tallada descubierto en la zona de abrigos al suroeste
de la cima.
54
En el recorrido efectuado en la cima del Chiquihuitill por el arqueólogo
Gamboa y Vázquez (2007a, 2007b, 2007c), se descubrieron concentraciones
de materiales arqueológicos muy significativos. Debido a las orientaciones de los
alineamientos que se presuponían eran muros, se propuso una poligonal de
protección para evitar que fuera hacer afectado por construcciones en el futuro.
Figura 15. Polígono de protección coloreado en gris dentro del predio del Potrero,
se señala toda el área que se recorrió. En la parte de abajo se encuentra los
vértices del polígono de protección.
55
CUADRO DE CONSTRUCCIÓN, POLIGONO NO PREDIO POTRERO DE
NEXTONGO, ATOTONILCO DE TULA, ESTADO HIDALGO
EST. P.V. RUMBO CUAD. DISTANCIA COORD X COORD Y
0 1 88 º 22 ' 44 '' NW 246.26 477308.00 2199295.00
1 2 89 º 41 ' 26 '' SW 347.44 477061.83 2199301.96
2 3 51 º 20 ' 25 '' NW 60.68 476714.38 2199300.09
3 4 87 º 27 ' 19 '' NW 180.17 476667.00 2199338.00
4 5 48 º 59 ' 27 '' NW 60.95 476487.00 2199346.00
5 6 37 º 16 ' 28 '' NE 42.05 476441.00 2199386.00
6 7 53 º 48 ' 55 '' NE 133.80 476459.00 2199414.00
7 8 75 º 42 ' 52 '' NE 222.89 476567.00 2199493.00
8 9 75 º 46 ' 7 '' NE 284.73 476783.00 2199548.00
9 10 36 º 39 ' 22 '' NE 107.20 477059.00 2199618.00
10 11 88 º 11 ' 56 '' SE 318.15 477123.00 2199704.00
11 12 12 º 53 ' 26 '' SE 412.39 477441.00 2199694.00
12 0 89 º 14 ' 10 '' NW 225.02 477533.00 2199292.00
EXTENSIÓN TOTAL: 30 1809,54 M2
Figura 16. Poligonal del área protegida propuesta por Gamboa y Vázquez
(2007a, 2007b, 2007c).
.
56
D. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El municipio bajo el cual se realizó la presente investigación
corresponde a Atotonilco de Tula. El término Atotonilco deriva de las
raíces nahuas atl agua , totonqui, caliente y co en o dentro , que unido
le da el signif icado a: “Lugar en donde el agua hierve ”.
Probablemente dando evocación a lugares de manantial de agua
caliente, ya que en la región de Vito hay muchos baños de aguas
termales. En la t ira de la peregrinación, el topónimo de Atotonilco se
representa como una vasija que contiene agua caliente. En la lámina
IX se hace mención que los azteca al pasar por el lugar se asentaron
durante cinco año, l legando el año 12 Acatl, año crist iano 1231 d.C :
Figura 17. Tira de la peregrinación donde se mencionan los años que
pasaron los aztecas en Atotonilco de Tula (lamina IX)
57
En el códice Osuna y en los Anales de Cuauhtit lán entre los
años 1440 y 1469 época de Moctezuma Ilhuicamina, fueron
conquistados varios pueblos entre el los Atotonilco, consolidando una
alianza l lamada “Triple Alianza ”, quedando toda el área sometida a
Tlacopan, es decir a los tepanecas; esta organización queda bien
definida en el Memorial de los Pueblos .
Moctezuma Ilhuicamina (1398-1469), fue el quinto Huey Tlatoani o
emperador mexica5. Hijo del emperador Huitzilihuitl II, quien tomó el mando del
ejercito en 1417; a la muerte de Izcoatl (hermano de Huitzilihuitl II), es elegido
emperador iniciando una era de expansión en todo el Alt ip lano Central. Lo
anterior l levó a realizar alianzas con los señoríos de Texcoco y Tlacopan,
formándose la Triple Alianza, derrotando al rey de Tlatelolco, Chalco y Tepeaca;
para que posteriormente comenzara a extender sus dominios hacia Guerrero,
Hidalgo, Puebla, Oaxaca y parte de Veracruz.
Moctezuma Ilhuicamina, durante las guerras que se suscitaron entre 1440-
1450, motivó a los poblados tributarios a que participaran en la defensa del
imperio, entre estos Tollan y Tepexic (Tepeji) (Durán 1967: 1566; Tezozómoc
1975: 3357). En este último poblado había un Tlatoani como gobernante
designado por el Estado de Tlacopan.
Es necesario mencionar que las tierras que constituyen el llamado Imperio
Azteca no eran dominadas exclusivamente por los mexicas. Se trataba de un
conjunto de dominios de los tres estados integrantes de la Triple Alianza, aunque
es verdad que los mexicas de Tenochtitlán encabezaban esta confederación y
fueron el estado más expansionista de los tres mencionados.
5 También llamado el Huehue Moctezuma o Moctezuma I El Viejo (del náhuatl: Moteuczoma Ilhuicamina, se
traduce como "Su Señor el Airado, Flechador del Cielo"). 6 Duran, Fray Diego 1967. Historia de las Indias de Nueva España e Islas de la Tierra Firme, edición de
A.M. Garibay K, México, Porrúa. 7 Tezozómoc, Fernando Alvarado 1975. Crónicas Mexicáyotl. Instituto de Investigaciones Históricas, 1ª serie
prehispánica 3, Mexico, UNAM.
58
Figura 18. Un marcador de juego de pelota que se encuentra en la plaza de Atotonilco de Tula se encuentra como monumento para conmemorar el pasado prehispánico y el surgimiento del poblado
hispano español.
Por otra parte, los mexicas nunca establecieron un dominio directo sobre
los pueblos conquistados. Más exactamente, la élite gobernante de la Triple
Alianza se apropiaba de la producción de las otras naciones mesoamericanas
mediante la imposición de un tributo, que era fijado de acuerdo con la
especialización económica y geográfica de los dominados. Los dominadores
nunca impusieron su religión ni su lengua a los dominados. Aunque es cierto que
los estados sometidos no tenían independencia política total, seguían gobernados
por grupos locales. Sólo en algunos casos, los mexicas establecieron un control
militar en ciertos puntos estratégicos de sus dominios.
En la época pre colonial, Atotonilco f ue gobernado por tribus de
descendencia otomí, quienes participaron en la captura y
sometimiento de Cuauhtit lán; posteriormente, Atotonilco se fundó en
1554, bajo la advocación de Santiago Apóstol que perdura hasta hoy
en día y cuya celebración es el 25 de julio, siendo la f iesta más
59
importante, después de la época independentista conformaba al
extenso Estado de México, hasta que en 1869 por Decreto del
Benemérito de las Américas se erigió dicha entidad federativa,
separándose el distr ito de Tula de Allende. Los asentamientos más
antiguos del lugar de los que se tiene registro corresponden a las
comunidades de Atotonilco, Zacamulpa, Acoculco y El Pedregal.
La iglesia de Santiago Apóstol t iene en su fachada un rosetón,
el cual la hace una de las tres construcciones en el país con dicha
característica además de Yecapixt la, Morelos y la Catedral de
Zacatecas. El edif icio parece una fortaleza y es una muestra de la
híbrida expresión artíst ica Novo hispana, mezcla de arte indígena y
español. Sobresale su retablo churrigueresco en madera dorada.
Figura 19. La iglesia de Santiago Apóstol, Atotonilco de Tula
60
Con el t iempo las tradiciones culturales prehispánicas
comenzaron a desaparecer y surgen nuevos valores con los nuevos
pobladores europeos. En algunos casos, solo algunos elementos se
conservan todavía en algunos monumentos arquitectónicos, que se
lograron preservar ya que se integraron a la nueva arquitectura. La
importancia de estos elementos, es que son representaciones
iconográficas que tienen un signif icado que hay que entenderlo en
base a su contexto.
Un ejemplo, de lo anterior son una serie de f lores que fueron
colocadas en la fachada de algunos edif icios, como es el caso de una
construcción de 1540, que se conserva en el cementerio de Atotonilco
de Tula. La parte superior en el fr iso se observa un dis co en forma de
f lor tal lada en cantera color roj iza.
La f lor se es identif icada como una Dalia 8. Es una f lor que
presenta pequeños pétalos definido por un par de anil los en su
centro. Se ignora las pictografías se ve que esta f lor era una de las
favoritas por los nobles indígenas, entre estos a Moctezuma
Ilhuicamina, ya que era símbolo de status social 9. La parte central de
la f lor representada por doble círculo se representa en algunas
deidades como Quetzalcóatl y Xiuhtecutl i.
La Dalia se conoce como f lor nacional de México, tuvo su origen
en las zonas de Cuernavaca y Tepozotlán, los indígenas mexicas la
cult ivaron y denominaron xicamit i, al parecer derivada de xicama y
xóchit l, que signif ica f lor de camote, porque la planta se reproduce a
través de bulbos. 8 Helen O 'Gorman . Mexican Flowering Trees and Plants . Mexico: Ammex Asociados ,
1961. 9 Schele, Linda . "The Iconography of Archi tec tural Facades during the Late and
Terminal Classic Per iod ." Unpubl ished paper given at Dumbarton Oaks symposium on
Meaning in Mesoamerican Archi tec ture , October 8 , 1994. Dr. Schele kindly gave me a
copy of this paper at the conference. Discussion of Mat and Flo wer Houses begins page
17.
61
Figura 20. Construcción del panteón de
Atotonilco de Tula en donde se observa una
f lor identif icada como Dalia, elemento que se
conserva de origen prehispánico.
Figura 21. Los mismos elementos
arquitectónicos de la f lor se observa
incrustada en otros edif icios que se
encuentran alrededor de la iglesia de
Santiago Apóstol. A la derecha la f lor.
62
Los españoles la l lamaron jicamite y por ese conducto se
difundió por todo el continente europeo. Cavanil les, director del Real
Jardín Botánico de Madrid a f inales del siglo XVIII, comenzó a
cult ivarla, y le puso su nombre actual, en honor a su amigo y
discípulo sueco Andreas Dahl, quién a su vez la introdujo en
Dinamarca, convirt iéndola poco a poco en una de las preferidas del
norte de Europa.
En relación a referencias elaborados en mapas, contamos con
la obra de Alexander Von Humboldt (1769- 1859) relacionado con un
mapa del Valle de México y sus provincias publicado en 1810, es de
interés para mencionar que se hace referencia al área que
estudiamos, entre estos se hace mención del cerro Cincoc (Cincoque)
y al noreste del poblado de Santiago un cerro llamado Lomas del
Potrero, que presuponemos corresponde al cerro Chiquihuiti l l 10.
Posteriormente en el año 1847, se publica por John Dist urnell y
J. Goldsborougn Bruff el “Mapa del Valle de México con sus
montañas”11. Es un mapa detallado donde se observa información
relevante proveniente de varios manuscritos, en donde se hace
mención de los poblados que desaparecieron en la Región de Tepe ji
de Ocampo como fue Otlaxpa y Tepexic; de igual forma destaca el
nombre de Lomas de Potrero que presuponemos se trata del área
bajo estudio.
10
Valley of Mexico, from Mr. Humboldt's map. London, Published 5th October 1810 by A. Arrowsmith, 10
Soho Squ(ar)e, Hydrographer to H.R.H. the Prince of Wales. Engraved by E. Jones. 11
Map of the Valley Of Mexico and the Surrounding Mountains. New York, Published by J.Disturnell, No.
102 Broadway, 1847. Miller's Lith. 102 Broadway, N.Y. Entered ... 1847, by John Disturnell ... New York.
(inset) Map of the Route between Vera Cruz, Alvarado & Puebla. (inset) Profile of the Route between Mexico
and Vera Cruz.
63
Figura 22. Mapa del Valle de México publicado po r Alexander Von
Humboldt (1769-1859) en 1810.
Figura 23. Porción noroeste ampliado del Mapa del Valle de México publicado por Alexander Von Humboldt (1769-1859), se aprecia la
formación montañosa destacando el cerro Cincoc y Lomas del Potrero; este últ imo probablemente cerro Chiquihuit i l l .
64
En 1858, se publica otra l itografía sobre el Valle de México por
Don Antonio García Cubas (1832-1912), en el cual se representan los
principales relieves y mantos acuíferos. En relación a al región bajo
estudio se hace mención del cerro Cincoc (Sincoque) y de igual forma
los poblados que desaparecieron como Otlaxpa y Tepeji para la
región de Tepeji del Rio de Ocampo; en el caso de Atotonilco de Tula,
se encuentra el poblado de Ingo 12.
En otra obra por Don Antonio García Cubas (1832-1912),
relacionado con el “Atlas Mexicano” publicado en 1886, aparece una
litografía de un plano (mapa 23) donde hay diversos toponímicos que
al ser estudiados se pueden apreciar nombres que podrían aludir al
área bajo estudio. En esta obra es conveniente mencionar que Lomas
del Potrero desaparece y en su lugar se sustituye por Gavil lero; al
norte se hace mención del poblado del Pedregal; y al sur se hace
mención del cerro Cincoc (Sincoque).
Figura 24 . Porción noroeste del “Mapa del Valle de México con sus
montañas” publicado en el año de 1847.
12
Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana, formado por Antonio García y Cubas.
Mexico. Imprenta de José Mariano Fernández de Lara, calle de la Palma numero 4. 1858.
65
Figura 25. Litografía de Don Antonio García Cubas (1832-1912),
publicada en 1858.
Figura 26. Mapa de Antonio García Cubas (1832-1912), publicado en
1886.
66
Figura 27. Porción suroeste del mapa de Antonio García Cubas, (1832-1912), donde se señalan las principales cabeceras y poblados al suroeste del Estado de Hidalgo.
67
CAPÍTULO III. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA
A. EL PROCESO Y ESTRATEGIA DE EXCAVACION
En cuanto al proceso se dividió en dos etapas de trabajo, la
primera corresponde al trabajo preliminar a la excavación y la
segunda que corresponde a la excavación.
Primera etapa de trabajo
En el levantamiento topográfico y arquitectónico se retomó la
metodología implementada en la Escuela Nacional de Antropología e
Historia, a través de los cursos de Laboratorio de topografía y dibujo
a cargo del arqueólogo Javier López y Jaime Cedeño (2003) y
complementado con técnicas de cartografía impartidas por el
arqueólogo Alberto Vásquez (2005)
Dicho método, consiste en la toma de datos en campo, los
cuales fueron calculados con un teodolito. Para el procedimiento se
combinaron los datos por medio de lecturas de estadía capturando
los datos en una base de datos y procesándo los por medio del
software conocido como Surfer, teniendo este trabajo como f in la
elaboración de un mapa topográfico.
En el proceso del trabajo se llevó a cabo la siguiente
metodología:
Se construyó una red de apoyo con las estaciones que
controlan la p lanimetría de los puntos del levantamiento.
68
Los datos que se obtuvieron en campo fueron tomados con un
teodolito con que se calcularon los siguientes datos: número de
estación, punto visado, hilo superior, hilo medio, azimut grados,
minutos y segundos, ángulo vert ical grados, minutos y
segundos, altura del aparato y observaciones.
Para procesar la información, en primera instancia se realizó
una base datos con toda información obtenida en campo. La
base de datos se captura en el software Excel - Off ice.
Con la información capturada, se procede a transformar los
datos duros a las coordenadas cartesianas X, Y y Z que se
requieren para la creación del plano topográfico, se usaron tres
fórmulas de conversión.
A continuación los datos se importan con el software Surfer, a
una hoja de cálculo la cual se guarda con la extensión *.dta.
Con el mismo programa se convierte el archivo de extensión
*.dta a otro con extensión *.grd. Esta conversión se hace por
medio del método del algoritmo Kriging, el cual es el más usado
para la elaboración de planos topográficos. El paso que sigue
es abrir el archivo *.grd con la aplicación de MAP, en el cual se
creó el plano topográfico.
Como herramienta analít ica el plano topográfico creado y el uso de
croquis nos permitió apreciar la conf iguración de espacios y la
relación aritmética entre las estructuras, lo que nos permite conocer
sus dimensiones y orientaciones.
Segunda etapa de trabajo
La excavación se inició con ocho pozos de excavación, donde
cada pozo fue de 2 X 2 m. La excavación se realizó intercambiando
instrumentos pesados como pala y pico y posteriormente se
69
cambiaron para las cosas más delicadas con cuchari l las, brochas y
picahielos, según los contextos que se descubrieron.
Una vez que se identif icaron los elementos arquitectónicos,
como muros o piso, la excavación se cambio de manera extensiva, la
cual nos permit ió definir la forma y la distribución de los espacios, así
como su posible función.
Para el registro y control de la excavación se diseño una
cuadricula donde la unidad mínima de excavación fue de 2 x 2 m. La
excavación se realizó manualmente y por unidades estratigráf icas,
siguiendo la trama de la retícula arqueológica establecida.
El banco de nivel fue colocado en la parte más alta en la
coordenada UTM 476567 Este y 2199654 Norte a una altura sobre el
nivel del mar de 2438 m. De ahí que se tomaron los dos ejes base
para el trazo de la retícula general de la excavación. Los ejes
dividieron la excavación en cuatro cuadrantes y al interior de estos se
dividieron por unidades mínimas de excavación ut i l izando como
sistema de registro las coordenadas cardinales combinadas por
números arábigos continuos.
De esta manera cada vez que se intervino se registro por
unidad de excavación y cuadro, sumándole la capa, profundidad en
base al nivel cero que se estableció para la traza de la retícula y se
le anexó las observaciones correspondientes. El control y registro de
materiales arqueológicos se l levó a cabo en un cuaderno de control
de bolsas, también los datos se registraron en una etiqueta que fue
colocada a los materiales arqueológicos conforme se fueron
levantado. El registro también conllevó a la toma de fotografía de los
70
elementos arqueológicos en planta y perspectiva, colo cando el
pizarrón biselado con los datos mencionados con anterioridad.
La estratigrafía se registró por capa natural y/o cultural,
describiendo sus características físicas (textura, computación,
dureza, color y otros); los depósitos; las interfaces; las secciones
arqueológicas; las plantas arqueológicas; las correlaciones,
personif icación y secuencias estratigráf icas; y los procesos de
disturbios en los sit ios arqueológicos (procesos de transformación del
contexto arqueológico).
Es conveniente mencionar que la estratigrafía arqueológica se
fundamenta en tres principios o leyes y los depósitos excavados
deben ser explicados en concordancia con los axiomas.
La ley de superposición es muy importante en la interpretación
estrat igráf ica, porque asume que los estratos y los elementos
que se encuentran al excavar están en una posición similar a la
que tuvieron en el momento de haber sido depositados. El
enunciado destaca las relaciones físicas de los depósitos
superpuestos, donde el que está por encima de otro e s más
temprano y el que está por debajo es más tardío.
La ley de horizontalidad original presupone que todo estrato al
formarse tiende a la horizontal idad. Cualquier cambio en la
direccionalidad de los depósitos debe ser explicada y debe
guiar a los arqueólogos en la búsqueda de elementos
interfaciales. También se deben de tener en cuenta los límites
de los depósitos que se encuentran en las fosas de
acumulación creadas por la actividad humana, al construirse
71
muros y tr incheras, capaces de alterar las condiciones bajo las
cuales se producen los depósitos.
La ley de la continuidad original se ref iere a los l ímites de la
extensión topográfica de un depósito o elemento interfaciales y
le permite al arqueólogo definir las relaciones estrat igráf icas
que exist ieron en un sit io en un determinado momento. Los
depósitos o elementos interfaciales tal y como fueron
originalmente depositados, no muestran los l ímites u ori l las, por
lo tanto, si quedara expuesto en algún perf i l uno de los l ímites
de la unidad estratigráf ica o de un elemento interfaciales,
indicaría que una parte de la extensión original debió haber
sido removida por una excavación o por la erosión y su
continuidad deberá ser buscada o la ausencia explicada.
Los sedimentos extraídos durante la excavación fueron cribados
de forma sistemática para garantizar la recuperación exhaustiva de
todas las evidencias. El procedimiento general del cribado en seco
fue usar una columna de tamices con mallas de 5, 2.5 y 1 mm
respectivamente, asegurando así la recuperación de los micros restos
(desechos lít icos de talla, restos óseos de peces, aves, reptiles,
Micro mamífero, semillas, carbones, entre otros ).
En relación a los materiales arqueológicos recolectados fueron
guardados en bolsas de plástico, las cuales se et iquetaron con los
siguientes datos: Proyecto, Unidad de Excavación, capa, nivel,
profundidad, fecha, excavo, iníciales de quien excavo y número.
Los dibujos que se realizaron fueron en plantas y alzados de las
construcciones arqueológicas exhumadas que fueron objeto de un
completo levantamiento topográfico. Estas representaciones, se
72
realizaron a una escala de 1:20. Con dichos levantamientos se logró
trabajar con dos t ipos de dibujos uno que corresponde a lo real y otro
al reconstruct ivo e interp retativo. Los dibujos de perf i les
estrat igráf icos se realizaron en su totalidad de los generados por la
excavación. Estos fueron dibujados a escala de 1:20 y con las
mismas características que los dibujos de plantas y alzados de
estructuras.
Con respecto a la descripción arquitectónica -arqueológica. Se
usaron cédulas en donde se mencionan: dimensiones, t ipo de
material construct ivo, sistemas construct ivos, presencia de material
arqueológico, cronología tentativa y probable función. En el proceso
de registro digital topográfico, los datos que se obtuvieron nos
permitió hacer una planimetría de la estructura, con el uso de
AUTOCAD, el cual facil i ta el trabajo para representar los elementos
culturales con un grado de exactitud de escala 1:1.
Por últ imo, parte del registro consistió en el uso de cédulas que
a continuación hacemos mención.
Cédula de control fotográf ico. En esta se anotó la secuencia de
las fotos que se tomaron.
Cédula de elementos arqueológicos muebles e inmuebles
Cédula de entierros humanos. Cabe mencionar que se
diseñaron dichas cedulas, pero hubo ausencia de entierros
humanos para ser usadas.
Cédula de toma de muestras (carbón, t ierra, pisos, entre otras).
Estas fueron importantes, ya que hay varios tipos de análisis
que requieren la toma de muestras.
Cédula para la descripción estratigráf ica por cuadro y general.
73
B. RESULTADOS DE LA INTERVENCION ARQUEOLOGICA
La intervención arqueológica se realizó en tres etapas. La
primera correspondió a la topograf ía del montículo que nos dio mucha
de la información sobre la geoforma para poder ver las alteraciones
en el terreno esto nos dio la información suficiente para poder dir igir
los trabajos a los lugares donde se pudo intervenir posteriormente.
La segunda correspondió a la l impieza y deshierbe del
montículo debido a que el sit io estaba en condiciones que no
permitían la observación del área esto se debía a que se trataba de
la cima de un cerro donde las irregularidades del terreno pueden ser
observadas fáci lmente, en esta etapa de limpieza tuvimos sumo
cuidado con las alteraciones del terreno para no afectar los
elementos que se observaban en superf icie.
Para esta etapa de deshierbe, las herramientas empleadas
fueron machetes y azadones, ya que uno de los peligros latentes fue
la presencia de serpientes de cascabel lo que dif icultó el trabajo de
limpieza. Primero se removían las piedras con estas herramientas
para evitar una mordedura de serpiente o picadura de alacranes,
después de levantar las piedras se trasladaron las rocas a un punto
de acopio alejado de la excavación.
La tercera corresponde a la intervención arqueológica por
medio de la excavación, la cual permitió comprender la distr ibución
de los espacios y su posible función. En esta etapa se evidenció la
presencia de varios elementos arquitectónicos y hallazgos
arqueológicos. En esta epata se trazo la retícula con cuadros de 2x2
74
y con eje norte-sur, este-oeste, para tener un control bidimensional y
se estableció un punto cero en el lugar más alto que registramos para
tener un registro tr idimensional.
Figura 28.Perspectiva de las condiciones en que se encontraba el área antes de que se l impiara y definieran los espacios.
Figura 29. Se puede apreciar el área de intervención antes de la l impieza.
75
Figura 30. Se puede apreciar gran cantidad de piedras trabajadas que se encuentran dispersa en el área de construcción.
Figura 31. En esta foto se observa el proceso de limpieza que se
efectuó en el lugar.
76
1. DESCRIPCIÓN ESTRATIGRÁFICA
La estrat igraf ía de este sito es muy pobre, debido a la erosión
que presenta el cerro, siendo que el suelo es muy somero y no
contiene tanto sedimento. Durante la excavación la estratigrafía se
registró por capas naturales y culturales, registrando en forma
general cuatro capas, de las cuales la capa I y IV se distr ibuyen por
toda el área de excavación y las capas II y III, sólo se identif icaron al
interior de la estructura.
La capa I es la humitica, la cual se encuentra revuelta con el
derrumbe y está constituida de materiales orgánicos en proceso de
descomposición, lo que llamamos hojarasca, la capa es de color café
oscuro, la textura es de l imosa y la compactación es blanda. En
promedio el tamaño de la capa es de 0.10 a 0.20 m. En cuanto a
materiales arqueológicos se encontraron fragmentos de esculturas y
cerámica.
La capa II es un empedrado que corresponde al piso de
ocupación del sit io, está hecho de piedra sedimentaria color grisácea,
que fue cortada en grandes bloques del mismo cerro La Ahumada.
Este empedrado solo se encontró en el interior de la estructura
principal, lo que llamamos cuarto 1 y 2 su tamaño de esta capa es de
0.20 m a 0.30 m en promedio.
La capa III es un relleno, se ut il izó para nivelar el suelo y
poder colocar el empedrado. Esta capa es de textura l imosa es de
color café claro y de compactación media, su tamaño es de de 40 a
77
60 cm en promedio. En cuanto a materiales arqueológicos contiene
gran cantidad de cerámica.
La capa IV corresponde a la roca madre que consta de una
roca sedimentaria de color gris oscuro, en esta capa no se detectaron
materiales arqueológicos su tamaño es de 0.10 a 0.15 m en
promedio.
2. DESCRIPCIÓN DE LA UNIDAD ARQUITECTÓNICA
DESCUBIERTA
Sistema constructivo
El conjunto arquitectónico descubierto (Plano 1 y 2) se compone
de cinco espacios, los cuales fueron numerados por orden de
aparición. La arquitectura es muy simple, donde se nota que no hay
gran inversión en la construcción, ya que tan sólo se apropiaron del
material local para hacer piedras careadas de forma rectangular y
superponerlas.
La construcción desplanta directamente en la roca madre, la
cual fue nivelada y en donde quedaron oquedades o pequeños
desniveles se rel lenaron con tierra limosa proveniente de la la dera
del cerro. Posteriormente a la nivelación se edif icó la estructura, la
cual consist ió en una serie de cuartos de forma circular, al interior de
los cuartos principales (cuarto 1 y 2) se colocó un empedrado.
El empedrado fue hecho de roca sedimentaria obtenida del
mismo cerro. La piedra fue cortada en grandes bloques rectangulares
que sirvieron para la realización del piso, él cual presentó una
78
terminación en estucado de mala calidad, por lo que está muy
erosionado. En cuanto al techo no se descubrió e videncias de éste
por lo que es posible que haya sido de material perecedero.
Los muros en general presentan un sistema constructivo muy
simple, que consiste en muros secos. La técnica consiste en cortar la
roca de forma rectangular 0.80 x 0.50 m, los cua les se cuatropean y
se superponen con otros materiales similares. Para evitar que los
muros se colapsen son amarrados con cuñas de piedra que t ienen un
largo de 0.15 m y un grosor de 0.10 m. La falta de un cementante
para unir las piedras originó que con e l t iempo la construcción se
fuera erosionando y deteriorando.
Figura 32. Foto de los muros secos conforme se iban descubriendo.
79
Figura 33. En esta foto se aprecia uno de los muros l iberado, en donde se puede observar las cuñas de amarre y como desplanta
directamente sobre la superf icie de roca del lugar, la cual fue nivelada a manera de piso de ocupación.
Figura 34. En el dibujo se i lustra la técnica construct iva del muro seco, el cual por gravedad presiona hacía abajo y con las cuñas que
son introducidas como clavos le da estabil idad.
Descripción del conjunto arquitectónico
Este conjunto arquitectónico consiste en dos cuartos de forma
circular, de los cuales uno está dividió en dos por un muro
80
intermedio, los cuales se denominaron como cuarto 1 y 2, e l segundo
circulo se le denominó cuarto 3. Estos círculos a su vez se
encuentran encerrados por un círculo más grande (patio), el cual
aparentemente funciona como de limitante de un patio (espacio
abierto) y a su vez como un muro restrict ivo para acceder a los
cuartos internos.
Es de mencionar que el área en donde se encuentra esta
construcción es un área nivelada, por un sistema de terraceo, ya que
en la ladera oeste y sur del cerro próximo a las construcciones se
identif icaron varias terrazas que están dispuestas conforme se dibuja
la topografía del cerro. Este conjunto arquitectónico presenta ciertas
características que hacen suponer que corresponde a un posible
templo donde se llevan a cabo ciertas ceremonias re l igiosas. Las
características son:
El lugar que se eligió para la construcción de este conjunto
arquitectónico, que corresponde a la cima de un cerro;
la restricción que presentan por el sistema de terraceado, por el
muro de limitante de la construcción y por el dif ícil acceso
debido a lo accidentado del cerro;
y por los materiales arqueológicos que se identif icaron como de
uso ritual.
Circulo 1 (Cuarto 1 y 2)
El circulo 1 t iene un diámetro aproximado de 9.50 m. Se
encuentra al noreste de la unidad de excavación. En su parte interna
se le agregó durante época prehispánica un muro que probablemente
fue con el propósito de delimitar el espacio y convert ir lo en dos
81
cuartos, el primero se encuentra al poniente (cuarto 2) y el segundo
al oriente (cuarto 1).
Es probable que este círculo fuera el primero en construirse, ya
que los demás círculos se encuentran adosados a este, su acceso se
encuentra al norte, el cual consta de un pequeño pasillo que mide de
a aproximadamente 0.60m de ancho en forma de “L”, lo que impide la
visualización al interior de los cuartos. Es de mencionar que esto
cuartos sólo t ienen acceso con el Patio.
Es interesante señalar que estos cuartos son los que se han
propuesto como el posible templo, en donde llevaban a cabo los
rituales más sagrados, ya que se descubrieron en su interior una
serie de esculturas de deidades relacionados con los mantenimientos
y sustentación.
Figura 35. Círculo 1 en donde se aprecia un muro que divide en dos
espacios que fueron registrados como uno y dos.
82
Figura 36. El mismo círculo tomado desde la perspectiva norte.
Figura 37. Perspectiva de la unidad intervenida por parte nuestra. Se
puede apreciar el círculo más grande (Patio) tomado desde la parte
oriente.
83
En el interior del cuarto 1 se detectó un elemento, el cual
consta de varios objetos: una caja de piedra, cajetes, un plato y una
miniatura Tlaloc; dentro de la caja de piedra se extrajo un collar,
placas y fragmentos de piedra verde. Debido a sus atributos
pensamos está dedicada a Tlaloc, Chicomecoatl y más dioses
llamados de los mantenimientos. Estos dioses muestran cualidades
específ icas, las cuales se detectaron en el sit io, las cuales se
ref lejaron por medio de los materiales cerámicos de uso ceremonial,
tales como sahumadores, braseros, miniaturas y otras que se podrán
apreciar en el análisis del material. Otra cosa que debe de resaltarse
es que se detectaron una serie de fragmentos de esculturas con
atributos relacionados a la ferti l idad, lo cual respalda lo anterior.
Círculo 2 (Cuarto 3)
En la parte sur del círculo uno se descubrió otro círculo
adosado al primero, su acceso se localizó en la parte Noroeste, el
cual comunica al Patio. Al interior se descubrió una oquedad que
suponemos sirvió para actividades rituales, ya que había alta
concentración de fragmentos de cerámica de vasijas en forma de
urna, las cuales tenían como aplicaciones a la diosa Chicomecoatl.
Entre otras vasijas que aparecieron se encontraban sahumadores y
miniaturas.
Círculo 3 (Cuarto 4)
El círculo t iene un diámetro promedio de 28 m. Este cuarto se
está en muy mal estado de conservación, ya que los muros se
encuentran desfasados y apenas se alcanza a dibujar, es probable
que este cuarto también haya sido parte del templo. Su acceso
84
también se encuentra en la parte Noroeste y está comunicado al
Patio.
Es de mencionar que ninguno de los cuartos que corresponden
al templo se comunican entre sí, ya que todos tiene un acceso directo
al Patio, lo que permite proponer que en cada uno de los cuartos se
llevaban actividades independientes. Por otro lado también
evidencias de cerámica ceremonial como son sahumadores y
miniaturas.
Círculo grande (Probable espacio usado como patio)
El siguiente espacio es el patio, el cual igualmente es de forma
circular, el tamaño de éste es de 30 m, para su construcción se
util izaron las rocas salientes del subsuelo para poder darle la forma
al patio. En este espacio también se encontró una alta concentración
de materiales cerámicos.
Terrazas
En las laderas oeste y sur del cerro, se identif icaron una serie
de alineaciones de piedra sedimentaria que consideramos se tratan
un sistema de terrazas que sirvieron para nivelar la cima del cerro y
evitar la erosión de este.
85
3. DESCRIPCIÓN DE ESCULTURAS ESPECIALES
Escultura 1
Procedencia:
Esta pieza al igual que otras se encontró fracturada en 6 partes
y dispersa dentro del área intervenida, gracias al minucioso
trabajo arqueológico se pudo rest ituir la pieza, con los
hallazgos 1, 8, 10, 15,20 y 22 que se encontraron en los
cuadros (N3-E4, N3-E2, N3-E2, N4-E1, N2-E3, N2-E3) dentro de
la primera capa que abarca de 0 a 0.20 m.
Estado de conservación de la pieza
La pieza se encontró en un estado sumamente precario, debido
a que se encontraba fracturada y erosionada, aun en estas
condiciones algunas de las partes que la compones
presentaban pintura roja, y se podían observar rasgos
representativos de la pieza. Con forme a los estándares de
restauración se consolido la pieza con mowital), para no afectar
la escultura ya que se puede revert ir e l efecto que causa esta
substancia.
Descripción del material
Altura 40 cm
Ancho 19 cm
Espesor 7.5 cm
Descripción formal
86
La pieza antropomorfa femenina se encuentra parada sobre sus
dos piernas, los brazos no se observan aunque se puede
suponer están dentro de la vestimenta. Su estructura es
rectangular con tocado, el rostro muestra los principales
atributos como son los ojos, la nariz, boca. El cuerpo presenta
un ropaje que está dividido en dos secciones, las piernas están
separadas y presentan rasgos como los dedos. El tocado
representa dos volutas de papel en las esquinas de la parte
superior, t iene representación de plumas o tiras de papel que
cuelgan a los lados del rostro, se nota el color rojo en el toca do
y sus elementos. La vestimenta se compone de dos elementos
representativos de género femenino como son el huipil y el
faldell ín que se notan en esta pieza. Dentro de los adornos
podemos observar una diadema de materiales texti les con
incrustación de tres chalchihuites, que rodena la frente y
amarran el tocado en el pecho un pectoral, que probablemente
sea de piedra verde.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No se observan atributos de esta naturaleza, ya que muy
probablemente por encontrarse fracturada se perdieron,
proponemos que se trataban de elementos referentes al maíz.
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
La pieza carece de otro t ipo de elementos.
Probable interpretación del elemento.
Con referencias a los atributos descritos se propone que se
trata de una deidad femenina referente a la fert i l idad y los
mantenimientos.
88
Figura 39. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 1. Se observa su grado de dispersion y su relacion con la
construccion descubierta.
89
Escultura 2
Procedencia
La pieza a la que nos referimos presenta el mismo patrón de las
demás se encontró fragmentada en 3 partes, distr ibuidas por el
área intervenida, estas partes pertenecen a los hallazgos 2, 7, y
31 que se ubicaron en los cuadros (N3 -E2, N1-E2, N3-E3)
dentro de la capa 1 que presenta las medidas de 0 a 20 cm.
Estado de conservación de la pieza
Al igual que otra se encuentra fracturada, pero esta pieza no
se pudo completar, ya que le falta el extremo superior donde se
debería de encontrar el rostro, presenta un sarro blanco que
inferimos se trata de la exposición de la pieza con la
intemperie.
Descripción del material
Altura 28cm
Ancho 18cm
Espesor 9cm
Descripción formal
Pieza antropomorfa femenina que se encuentra en posición
erecta, sostenida por las dos piernas separadas y con los
brazos a los costados como en posición de f irmes. Como
mencionamos la pieza se encuentra incompleta por lo que solo
podemos notar parte del tocado que llega a la parte de la
cintura, en la parte central se observa la representación de
90
senos y al igual que la anterior su ropaje se divide en dos
secciones, a los lados se pueden observar las manos y las dos
piernas están separadas y tienen representación de dedos. El
tocado aunque incompleto deja observar t iras de papel
vert icales y con una forma rectangular con un ancho promedio
de 4 cm, este tocado rodea la espalda y deja descubierto el
área central (pecho) cayendo por los hombros a la mitad de la
espalda. Se trata de las dos prendas que comúnmente usaban
las mujeres que son el huipil y la falda que se notan en esta
pieza. En las partes que representan esta pieza no se ven
adornos.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No presenta ninguno de estos tributos
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
No hay evidencia alguna de estos atributos
Probable interpretación del elemento
Suponemos se trata de una deidad femenina referente a la
ferti l idad y los mantenimientos, aunque sin los atributos del
tocado es dif íci l el poder inferir de quien se trata.
92
Figura 41. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 2. Se observa su grado de dispersion y su relacion con la
construccion descubierta.
93
Escultura 3
Procedencia
Se encontró fragmentada en 3 parte, las cuales pertenecen a
los elementos 3, 5 y 28, que se ubicaron en los cuadros (N3-E4,
N3-E1, N2-W1) dentro de la capa 1 que va de 0 a 20cm.
Estado de conservación de la pieza
Fragmentada en múltiples pedazos
Descripción del material
Altura 20cm
Ancho 18 cm
Espesor 12cm
Descripción formal
Se encontraba erguida sostenida sobre sus dos pies. Se trata
de la parte inferior de una escultura solo muestra los pies y la
base donde se posaba.
94
Figura 42. Fragmentos de la escultura 3, descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
Figura 43. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 3.
95
Escultura 4
Procedencia
Se encontró fracturada en múltiples pedazos, se trata de la
parte inferior de una escultura, la cual no se encuentra
completa, se detecto dentro del área de excavación se formo
con los elementos 4,6,14,17 en los cuadros.(N3 -E3, N3-E1, N3-
E2, N4-E2.) Todos los fragmentos se encontraron dentro de la
capa 1 que va de 0 a 20cm.
Estado de conservación de la pieza
Se encontró fracturada y no se pudo reconstruir
completamente.
Descripción del material
Altura 27cm
Ancho 19cm
Espesor 15cm
Descripción formal
Escultura antropomorfa masculina que se encuentra en
posición erecta. La pieza se encuentra fracturada y no se tiene
la parte superior de la misma por lo que tenemos de la cintura
para abajo, de donde se observa su maxtlatl 13 (taparrabos) y su
mano izquierda extendida, también se observan los dos pies y
muestran los dedos. El tocado es ausente ya que la pieza no
presenta la parte de arriba. Tiene maxtlat l que es la prenda que
usaban los hombres.
13
Maxtlatl: s ceñidor, taparrabos o banda ancha que baja asta los muslos y cubre las desnudeces.
(Simeon,2006:267)
96
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
Tampoco se observa alguno de estos objetos en la escultura
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Es ausente en esta pieza
Probable interpretación del elemento
Inferimos que puede pertenecer a alguna cabeza de Tlaloc que
encontramos en el sit io
Figura 44. Fragmentos de la escultura 4, descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
98
Escultura 5
Procedencia
Se encontró fracturada y dispersa dentro del área de
excavación se compone de 5 fragmentos que pertenecen a los
elementos 6, 25, 34, 11 y 24 que fueron encontrados en los
cuadros (N3-E2, N4-E2, N3-E2, N3-E2, N4-E3) que a su ves se
encontraban dentro de la capa 1 que parte de 0 a 20cm
Estado de conservación de la pieza
Se encontró fracturada en múltiples piezas y aunque presenta
pintura azul casi toda se a perdido, solo se encontró la parte de
la cabeza por lo cual podemos decir que no está completa ya
que se nota que pertenecía a un cuerpo.
Descripción del material
Altura 29cm
Ancho 22cm
Espesor 12 cm
¨Descripción formal
Se trata de un rostro antropomorfo con elementos de Tlaloc,
anteojeras, bigoteras, colmil los y chalchihuites está observando
hacía el frente, podemos inferir que estaba erguido. Esta piezas
tiene un tocado de plumas con una diadema que las amarra de
chalchihuites, se pueden observar en los ojos las anteojeras
que es un rasgo característ ico de Tlaloc, observamos también
la nariz con una bigotera en forma ondulante y una boca con
colmillos, t iene orejeras redondas en ambos lados además de
un moño de papes en la nuca. El tocado parece una especie de
99
cil indro del cual salen unas plumas unidas con una diadema de
chalchihuites que aun conservan pintura. Ausente ya que solo
se encontró la cabeza de esta pieza. Adornos corporales
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
Tiene anteojeras, bigoteras, colmil los, moños de papel,
orejeras, chalchihuites y plumas.
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Ausentes en la pieza que armamos.
Probable interpretación del elemento
Por medio de los dist intos elementos que conforman el objeto
inferimos que se trata de Tlaloc dios de la l luvia.
102
Escultura 6
Procedencia
Otra pieza que se encontró fracturada en dos partes
perteneciente al hallazgo 40 y 13que se encontraron en los
cuadros (N2-E2, S1-E3) y dentro de la capa 1 de o a 20cm
Estado de conservación de la pieza
Esta fracturada e inferimos que se encontraba unida a un
cuerpo el cual no detectamos, presenta pintura roja.
Descripción del material
Altura 19cm
Ancho 22cm
Espesor12cm
Descripción formal
Es un rostro que ve a l frente, inferimos que el cuerpo tuvo que
estar en posición erguida. Presenta una forma cuadrada con un
tocado, los ojos no presentan anteojeras aunque si presenta la
bigotera y los colmil los que hacen referencia a Tlaloc. El tocado
está dañado por lo cual falta un pedazo, se aprecia que tiene
una diadema de chalchihuites. Al no tener cuerpo no podemos
observar el vestuario. Los adornos que se aprecian en la pieza
son elementos referentes a Tlaloc, como lo son la bigotera, los
colmillos, orejeras, diadema de chalchihuites y un moño de
papel en la parte trasera de la cabeza.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No se pueden observar debido a la ausencia de cuerpo
103
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Los referentes a Tlaloc.
Probable interpretación del elemento
Se trata de un rostro que representa a una deidad acuática
como Tlaloc.
Figura 48. Fragmento de la escultura 6 descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
105
Escultura 7
Procedencia
Escultura fracturada en 3 partes, no se pudo completar solo se
obtuvo la parte de los hombros a los pies que pertenecen a los
hallazgos 18, 21 y 35,estos fueron encontrados en los cuadros
(N1-E3, N1-E3, N5-E1) dentro de la capa 1 de 0 a 20 cm
Estado de conservación de la pieza
Se encontró fracturada e incompleta presenta pintura roja en
casi toda su superf icie
Descripción del material
Altura 25cm
Ancho 17cm
Espesor 8cm
Descripción formal
Se encuentra erguida sostenida por sus dos pies, t iene las manos a
los costados en posición de f irmes. Se encuentra incompleta, solo se
observa de la parte de los hombros a los pies es una escultura
antropomorfa femenina. El tocado es ausente ya que es la parte que
le falta. Tiene el tocado que l lega a la mitad de la espalda se observa
el quesquémil y la falda.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No se observan en la escultura
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
No se observan en la escultura
106
Probable interpretación del elemento
Por el color y al tratarse de una f igura femenina se inf iere que
representa a una divinidad de la ferti l idad y los mantenimientos.
Figura 50. Fragmentos de la escultura 7 descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
108
Escultura 8
Procedencia
Se encuentra fragmentada en 4 partes que pertenecen a los
elementos 29, 30, 37 y 41, que fueron ubicados en los cuadros
(S1-E1, S1-W2, SI-E3, N4-E2) que se encontraban sobre el piso
en la capa 1 de 0 a 20cm.
Estado de conservación de la pieza
Se encontró fracturada aunque le faltan algunas partes casi
esta completa.
Descripción del material
Altura 45cm
Ancho 17cm
Espesor 8cm
Descripción formal
Se encuentra erguida viendo hacia arriba y con la mano al
hombro como en acción de sostener un báculo. Tiene un tocado
en forma de trapecio el rostro ve hacia arriba y al parecer tenia
algún objeto en la boca presenta el cuerpo de forma
rectangular u la mano derecha está en forma de sostener un
báculo la izquierda está pegada al cuerpo en posición de
f irmes, las extremidades inferiores están rotas y solo se
observan los pies que están sobre una base. El tocado parece
gorro de papel con dos moños al frente termina en una especie
de trapecio del cual salen cuatro tiras hacia la nuca.
109
Solo tiene el tocado y su maxtlat l. No se observan adornos corporales
en esta escultura
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No se observan algún elemento de estos aunque la mano
derecha esta hueca en posición como de sostener algún objeto.
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Ausentes
Probable interpretación del elemento
Se inf iere que se trata de una porta estandarte
Figura 52. Fragmentos de la escultura 8, descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
111
Escultura 9
Procedencia
Se encontró fracturada e incompleta, representa un dorso
masculino y fue registrada como elemento 38 que se ubico en
el cuadro (N4-W6) sobre el nivel de piso lo que l lamamos capa
1 que va de 0 a 20 cm
Estado de conservación de la pieza
Se encuentra fragmentada. Se encontró el dorso en un solo
bloque lo cual le permite tener solides.
Descripción del material
Altura 35cm
Ancho 20cm
Espesor 12cm
Descripción formal
Se encuentra en posición erguida, como de guardia . Como está
incompleta solo se encontró de los hombros a las rodillas pero
se puede observar que se trata de una escultura antropomorfa
masculina. Se puede apreciar en la parte posterior lo que serian
dos tiras de papel. Tiene maxtlat l (taparrabos) al parecer más
largo de lo normal. En cuanto adorno corporal , lo único que se
observa es una pulsera en la mano izquierda.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No se encuentra ni un elemento de este tipo
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
112
No hay algún elemento de este tipo
Probable interpretación del elemento
Se inf iere que se trata de una porta estandarte por la posición
en la que se encuentra.
Figura 54. Fragmento de la escultura 9, descubierta en la cima del
cerro Chiquihuitle.
114
Escultura 10
Procedencia
Se encontró fragmentada e incompleta se forma a partir del
hallazgo 33 que se detecto en el cuadro (N3-E3) del área
excavada dentro de la capa 1 de 0 a 20cm
Estado de conservación de la pieza
Se encontró fracturada e incompleta
Descripción del material
Altura 15cm
Ancho 19cm
Espesor 19cm
Descripción formal
Se encontraba en posición erguida. Solo se aprecia la rodil la
izquierda y los dos pies que están sobre una base . Se aprecian
sandalias en el pie izquierdo
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
Ausente
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Probable interpretación del elemento
Son los pies de una deidad
115
Figura 56. Fragmentos de la escultura 10.
Figura 57. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 10.
116
Escultura 11
Procedencia
Se encontró fragmentada en dos parte que constan de los
hallazgos 9 y 12 que se ubicaron en los cuadros (N3 -E2, N3-E2)
en la capa 1 que va de 0 a 20cm
Estado de conservación de la pieza
Se encuentra fracturada en dos parte e incompleta solo son las
extremidades inferiores
Descripción del material
Altura 18cm
Ancho 20cm
Espesor12cm
Descripción del material
Se encontraba en posición erguida. Solo se aprecia la rodil la
izquierda y los dos pies que están sobre una base.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
Ausente
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Probable interpretación del elemento
Son los pies de una deidad
117
Figura 58. Fragmento de la escultura 11.
Figura 59. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 11.
118
Escultura 12
Procedencia
Se encontró desprendida de su escultura original se trata del
hallazgo 32 y se ubico en el cuadro de (N3-W2) dentro de la
capa 1 que va de 0 a 20 cm
Estado de conservación de la pieza
En mal estado.
Descripción del material
Altura 4cm
Ancho 8cm
Espesor 2cm
Descripción formal
No observable.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
No observable.
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
No observable.
119
Figura 60. Fragmento de la escultura 12.
Figura 61. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 12.
120
Escultura 13
Procedencia
Fragmento de escultura que representa un pie derecho que es
el elemento 16 y encontrado en el cuadro (N2-E1) dentro de
lapa 1 que parte de 0 a 20cm
Estado de conservación de la pieza
En mal estado.
Descripción del material
Altura 12cm
Ancho 9cm
Espesor10cm
Descripción del material
Se trata de una extremidad de una escultura en posición
erguida.
Descripción objetos asociados (armas círculos, báculos, etc.)
Ausente
Descripción de otras imágenes (gl ifos, símbolos, animales, etc.)
Ausente
Probable interpretación del elemento
Son los pies de una deidad
121
Figura 62. Fragmento de la escultura 13.
Figura 63. Ubicación de los fragmentos que se relacionan con la
escultura 13.
122
Escultura14
Procedencia
Cinco fragmentos de escultura que son el hallazgo 23 y se
ubican en el cuadro (N2-E2) dentro de la capa 1 que va de 0 a
20cm
Estado de conservación de la pieza
No identif icado
Descripción del material
No identif icado pero se trata de un fragmento de escultura.
Descripción formal
Probable tocado fragmentado.
Figura 64. Fragmento de la escultura 14.
124
Elemento 1 (Hallazgo especial 1)
Procedencia
Mortero de roca que pertenece al hallazgo 42 ubicado en el cuadro (S4-W1) dentro de la capa 1 que va de 0 a 20cm.
Estado de conservación de la pieza
Fracturado en dos partes
Descripción del material
Altura: 4.5 cm
Ancho máximo: 16 cm
Ancho mínimo 10 cm
Largo: 22 cm
Descripción formal
Es un objeto en forma triangular con el bode distal plano.
Probable interpretación del elemento
Es un recipiente donde se pudo depositar algún t ipo de ofrenda.
Figura 66. Morteror de forma subtriangular descubierto en el cuadro S4-W1.
125
Figura 67. Ubicación del mortero y su relacion con uno de los cuartos de forma circular. El mortero se encontraba en la parte interna lo que
indica un area de molienda para alguna actividad ritual.
126
Elemento 2 (Hallazgo especial 2)
Ubicación
Unidad de excavación 1; Cuadro: N3-E1 y N3-E2: Capa: III .
Coordenadas X: 0.85 m Y: 1.20 m Z: 1.25 m
Descripción
Se trata de una ofrenda compuesta de una caja de piedra con
su tapadera (Objeto 1) tallada en piedra caliza. Es de una
dimensión de un largo de 16 cm, un alto de 11.5 cm y un ancho
de 9.5 cm. En su interior contenía un ajuar compuesto de un
collar de piedra verde que se compone de cuentas de forma
tubulares y redondas (Lote del Objeto 2), además de unas
placas con perforación que pudieron ser pendientes (Lote
Objeto 3). Al igual que una orejera de piedra verde (Lote Objeto
4). Asociado a la caja se encontraba un plato (Objeto 5), tres
cajetes (Objeto 6-8) y una vasija miniatura del t ipo Tlaloc
(Objeto 9). La caja de piedra fue colocada sobre el plato, los
cajetes y la vasija miniatura se encontraban a su alrededor.
127
Figura 68.
Descubrimiento
de la caja y
vasijas que
corresponden a
la ofrenda
numero uno.
Figura 69. Hallazgo especial numero 26. a) caja con tapadera en cuyo interior se
encontraba un collar, pendientes y orejera de piedra verde. b) collar con un total
de 21 piezas; c) Fragmentos de pendiente; d) orejera y cuentas.
128
a
b,c d
e f
Figura 70. Objetos cerámicos asociados a la caja de piedra: a) Objeto
cinco que consiste de un plato; b -d) objeto seis, siete y ocho que
corresponde a cajetes hemisféricos; e) Objeto nueve es una vasija
t ipo Tlaloc miniatura; f) Objeto diez que corresponde a un cuenco
naranja.
130
Elemento 3 (Hallazgo especial 3)
Ubicación
Unidad de excavación: 1 Cuadro: N2E1 Capa: III ; Coordenadas
X: m Y: m Z: 0.85 m
Descripción:
Se descubrió la ofrenda número dos. Se trata de una nueva caja
(Objeto 1) de una dimensión de un largo de 6 cm, un alto de 5.5
cm y un ancho de 9 cm, que se descubrió fragmentada en cuyo
interior debió de tener el objeto dos que corresponde a dos
cuentas verdes y a un pénate de estilo mezcala (Objeto 2) el
largo es de 3.7 cm, el ancho de 1.3 mm y e l grosor de 0.03 cm.
Figura 72. Descubrimiento de la caja que corresponde a la ofrenda
dos.
131
Figura 73. A) Objeto tres que corresponde a un pénate; B - C) Objeto
dos que corresponde a dos cuentas verdes; D) objeto uno que corresponde a una caja con
Figura 74. Ubicación del Elemento 3.
132
Elemento 4 (Hallazgo especial 4)
Ubicación
Unidad de excavación: 1 Cuadro: N4E1 Capa: III ; Coordenadas
X: 1.27 m Y: 0.66 m Z: 1.1 m
Descripción
Se trata de un pendiente tal lado en esquito, el cual representa
una cara. Presenta dos perforaciones en parte proximales de la
pieza. La pieza mide en altura de 4.5 cm; ancho de 3.5 cm; y
grosor de 0.04 cm.
a
b
Figura 75. a) Pendiente que corresponde a una cara humana
descubierta en el cuadro N4E1, b) foto en detalle de la pieza
134
Elemento 5 (Hallazgo especial 5)
Ubicación
Unidad de excavación: 1 Cuadro: N4E1 Capa: II ; Coordenadas
X: 0.68 m Y: 1.13 Z: 1.05 m
Descripción
Es una cuenta verde que se descubrió entre el derrumbe al
interior del templo.
a
b
Figura 77.a) Lugar del descubrimiento de la cuenta; b) La cuenta de
piedra verde.
136
CAPÍTULO IV ESTUDIO ARTEFACTUAL DE LA CERAMICA
A. LA CLASIFICACIÓN CERAMICA
La clasificación de los materiales cerámicos se opto por hacerlo bajo el
sistema de forma- función, el cual hemos aplicado en otros rescates arqueológicos
en la parte periférica de la Zona Arqueológica de Tula (Gamboa 2008b y 2008c).
La propuesta de este tipo de clasificación es que permite reconocer aspectos
fundamentales en el conocimiento sobre la producción, uso y consumo de objetos
cerámicos que responden a ciertas necesidades de la sociedad. Entre los estudios
que podemos abordar con dicho sistema se encuentra aspectos tecnológicos,
morfológicos, históricos y funcionales.
El procedimiento de la clasificación consiste de los siguientes pasos que
son resumidos a continuación (Gamboa 2008c).
Etapa 1. Preparación del material para ser clasificado. Los materiales que
se obtuvieron de la recolección son metidos en bolsas de plástico con sus
respectivas etiquetas. Al llegar a los laboratorios de la Zona Arqueológica
se lavan y se marcan, con el propósito de que puedan estar listos para la
siguiente etapa que corresponde a la clasificación.
Etapa 2. Clasificación. Los materiales son clasificados bajo un
procedimiento estricto partiendo de lo general a lo particular. El principal
objetivo que se aborda en la clasificación es reconocer los grupos
agrupados en primer lugar por pasta y acabado de superficie (bruñido,
pulido, alisado, pintado, pasta foránea, entre otros). Después cada grupo
una vez que es identificado se vuelve a clasificar identificando las formas
especifica (ollas, platos, cuencos, vasos, entre otros). Por ultimo cada
forma se vuelve a clasificar por su tipo de decoración (pintada, inciso,
137
esgrafiada, entre otras) con el que podemos establecer una tipología
basada en atributos morfológicos y decorativos.
Etapa 3. Tipología. El tipo se concibe como una abstracción con atributos
morfológicos y funcionales, de esta manera a cada forma identificada se le
supone una función que se infiere por comparación etnográfica y
etnohistoria. La tipología se ordena de manera histórica donde se agrega
un valor arábigo al momento de ser capturado para obtener histogramas de
frecuencia y porcentaje. El grado de ordenamiento secuencial de la
cerámica se basa en el conocimiento empírico del ceramista y el
reconocimiento de los principales tipos diagnósticos que se han propuesto a
través de la histórica clasificatoria de la cerámica prehispánica e histórica.
Etapa 4. Captura y procesamiento de datos. La captura de cada fragmento
se hace una vez que ya se tienen los materiales clasificados. A cada tipo se
le asigno un numero por lo que entre mayor es mas moderno es. En una
hoja Excel se hace la captura donde cada campo debe ser lleno con la
siguiente información: tipo, grupo, forma, bolsa, pozo, capa, fecha, excavo y
observación. Una vez terminada la captura se usan las tablas dinámicas
con el que se realiza presentaciones graficas y cuadros de frecuencia y
porcentaje.
Etapa 5. Representación grafica. Por cada tipo se hace una toma
fotográfica y en algunos casos debido a la importancia de los materiales se
hace un dibujo de sección del tepalcate. De esta manera la representación
grafica es la prueba intrínseca del tipo descrito.
Etapa 6. Descripción tipología. Por cada tipo también se realiza una
descripción basándonos en los siguientes criterios: tipo, forma, acabado de
superficie interior, acabado de superficie exterior y comparación bibliografía.
Los elementos para la descripción cerámica a continuación se hacen
mención.
138
1. El tipo
Está basado en los atributos de dos clases; técnicas decorativas y forma de
las vasijas. Un tipo representa un conjunto de atributos cerámicos distintos
visualmente que se objetivaron en diferentes variedades que conforman una clase
de cerámica que se produjo en un lapso de tiempo y región específica.
2. La pasta
Es el color de la misma, el tipo de desgrasante utilizado, su textura, el grado
de cocimiento en forma general, especificando el grosor de las paredes y la
dimensión de la pieza tomando como punto la parte superior del borde.
3. La forma
Se describe la forma característica y sus variantes, de cada uno de los
grupos cerámicos, anotando el tipo de borde, silueta, fondo, base, soportes. La
forma esta relacionada directamente con su función, los nombres de las vasijas
son los usados tradicionalmente en la literatura y que se siguen usando en la
actualidad. Por ejemplo: Olla, cazuela, cajete, molcajete etc. El calculo de las
dimensiones y la forma fue inferida por medio de bordes, fondos y fragmentos de
cuerpos con base en la literatura ya que solo se trabajo con fragmentos de tiestos,
ya que por ser material de superficie no se encontraron vasijas completas.
4. El acabado
Presencia de baños, engobes, pinturas y el tratamiento de sus superficies,
si fueron alisadas, pulidas y/o bruñidas. Se describe tanto la parte interna como la
externa.
139
5. La decoración
Determinado el tipo de técnica decorativa si fue inciso, esgrafiada,
rastrillada, por aplicación, punteo, impresión textil, modelada, cocción diferencial,
etc., especificando el motivo decorativo cuando este fue claro de identificar en la
pasta.
6. La función genérica
Se basa en el conocimiento de las formas estudiadas en grupos étnicos actuales
en la región del Valle del Mezquital (Fournier 1995 y 1996), enriquecida con los estudios
cerámicos arqueológicos efectuados en la Cuenca de México (García 2004). De ahí que
podemos dar una propuesta tentativa de la probable función genérica de las vasijas que
se han corroborado a través de análisis químicos en colecciones arqueológicas (Martínez
2006).
7. La cronología
Su ubicación cronológica y porcentaje. La propuesta cronológica es tentativa y nos
apoyamos con la tipología que se ha propuesto en la Región de Tula (Diehl 1983, Cobean
1990, Mastache, Cobean y Healan 2002). En el cuadro que se presenta a continuación
se especifican las fases que se han propuesto para la Región de Tula y se como se
correlacionan con la presencia de sitios que fueron de importancia en Mesoamérica. La
propuesta cronológica es conveniente señalar fue formulada inicialmente por Robert H.
Cobean (1990) y posteriormente evaluada y reajustada a partir de nuevos fechamientos
de radio carbón en la Cuenca de México (Mastache 1996).
8. La referencias bibliográficas
En la literatura cerámica arqueológica tenemos antecedentes sobre tipologías
básicas para la Cuenca de México (Marino y García 2007) y el Valle del Mezquital, en
relación a este ultimo de manera específica de la Región de Tula (Cobean 1990,
140
Mastache, Cobean y Healan 2002). En cada tipo que se describe se agrega la referencia
bibliográfica con el propósito de señalar el nombre con el que fue nombrado y su
propuesta cronológica. En el futuro el tipo identificado será evaluado desde una
perspectiva cronológica y funcional para una inferencia mas objetiva dependiendo del
contexto que provenga.
B. RESULTADOS GENERALES
De acuerdo a los materiales cerámicos identif icados se pudo observar
que el área intervenida presenta los siguientes tipos.
FASE0 FASE NO FORMA TOTAL
1 CORRAL TERMINAL 1 Cajete de Base Anular 14
1 CORRAL TERMINAL 2 Mazapa Rojo sobre Café 31
1 CORRAL TERMINAL 3 Tolteca Rojo sobre Bayo 16
2 TOLLAN 4 Mendrugo Semi Alisado 26
2 TOLLAN 5 Acta Rojo Pulido Cuenco 24
2 TOLLAN 6 Alicia Calado 14
2 TOLLAN 7 Blanco Levantado 187
2 TOLLAN 8 Bordo Rojo sobre Café 21
2 TOLLAN 9 Jara Anaranjado Pulido 17
2 TOLLAN 10 Macana Rojo sobre Café 32
2 TOLLAN 11 Manuelito Café Liso 12
2 TOLLAN 12 Proa Crema Pulido 2
2 TOLLAN 13 Sillón Inciso 18
2 TOLLAN 14 Tarea Rojo Pulido 6
2 TOLLAN 15 Toza Café Alisado 20
3 AZTIII 16 Brasero 700
3 AZTIII 17 Cajete Negro sobre Rojo 25
3 AZTIII 18 Cajete Negro sobre Rojo Rayas Paralelas 51
3 AZTIII 19 Cajete Trípode Negro sobre Naranja 17
3 AZTIII 20 Cazuela 28
3 AZTIII 21 Comal 23
141
3 AZTIII 22 Copa Negro sobre Rojo 25
3 AZTIII 23 Cuenco Monocromo 277
3 AZTIII 24 Jarra Negro sobre Naranja 27
3 AZTIII 25 Olla 726
3 AZTIII 26 Plato Negro sobre Naranja 53
3 AZTIII 27 Sahumador 160
3 AZTIII 28 Vasija Salinera 3
3 AZTIII 29 Cajete Trípode Negro sobre Naranja 13
4 AZTIII 30 Cojete blanco y negro sobre rojo 392
4 AZTIV 31 Molcajete Trípode Negro sobre Naranja 10
TOTAL 2970
C. FASE CORRAL TERMINAL (850- 900 d.C.)
Esta fase corresponde a un periodo de transición de Corral a
Tollan (Cobean 1990: 27). En cuanto a los materiales que
corresponden a la fase Corral Terminal (850- 900 d.C) es muy escaso
y la t ipología representada solo es de tres t ipos, por lo que es
probable que haya sido tipos se siguieron uti l izando para la fase
Tollan (950-1150 D.C).
Grafica 1. Frecuencia de los materiales cerámicos dentro de la fase
Corral Terminal (850- 900 d.C.) .
142
Tipo: Café Liso
Pasta:
La pasta es de color gris claro (10 YR 6/1) y la abundancia de
desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El
grosor de la tiesto es de 0.7 cm. Se observa cocción por
reducción.
Forma: Cajete base anular
Acabado:
El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.
Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El
acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de
color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).
Decoración: Ausente
Función Servir líquidos o alimentos
Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)
Referencias:
Este tipo es descrito como Café Liso Base Anular por Cobean
(1990: 126). Son tipos cerámicos que son muy comunes
descubrir en contextos donde hay materiales de fase
Coyotlatelco.
143
A
B
Figura 79. A) Fragmentos de cerámica Coyotlatelco; B) Dibujo del tipo Cajete de base anular.
144
Tipo: Mazapa Rojo sobre Café
Pasta:
La pasta es de color gris claro (10 YR 6/2) y la abundancia de
desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El
grosor de la tiesto es de 0.6 cm. Se observa cocción por
reducción.
Forma: Cajete de fondo plano o cóncavo.
Acabado:
El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.
Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El
acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de
color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).
Decoración: Pintado de rojo (10 R 4/6) sobre el color café (7.5YR
6/4; 5YR 6/4). Los motivos son líneas ondulantes
paralelas al borde.
Función Servir líquidos o alimentos
Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)
Referencias: Cobean (1990: 272), lo identifica como una cerámica con
diseños de líneas ondulantes, generalmente sobre la superficie
interna de la vasija. Solo en algunas ocasiones se presenta
ligeramente la superficie exterior con un acabado mate.
145
A
B
Figura 80. A) Fragmentos de cerámica Coyotlatelco Rojo sobre Café;
B) Reconstrucción hipotética de la vasija basándonos en los bordes.
146
Figura 81. Tipo Mazapa Rojo sobre Café. Se presentan algunos
diseños de los t iestos recolectados.
147
Tipo: Tolteca Rojo Sobre Bajo
Pasta:
La pasta es de color gris claro (10 YR 6/2) y la abundancia de
desgrasante que podría corresponder a partículas de arena. El
grosor de la tiesto es de 0.6 cm. Se observa cocción por
reducción.
Forma: Olla de cuello cortó. El cuerpo es globular.
Acabado:
El acabado de superficie externa se e encuentra alisado.
Presenta un color café claro (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4). El
acabado de superficie interna se encuentra alisado. Es de
color café (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4).
Decoración: Pintado de rojo (10 R 4/6) sobre el color café (7.5YR
6/4; 5YR 6/4). Los motivos son líneas ondulantes
paralelas al borde.
Función Contenedor de líquidos
Cronología: Fase Corral Terminal (850-900 d. C)
Referencias: Cobean (1990: 281), lo reporta como my escaso en la ciudad
arqueológica de Tula Xicocotitlan. Este tipo se encuentra
emparentado con el Mazapa Rojo sobre Café.
148
A
B
Figura 82. Tipo ceramico Tolteca Rojo Sobre Bajo (Toltec Red on
Buff). A) Tiestos recuperados; B) Perf i les que corresponden a esta
vasija.
149
D. FASE TOLLAN (900- 1150 d.C.)
Es la fase de esplendor tolteca y desacuerdo con una tipología establecida lo
podemos consultar en la obra de Robert H. Cobean (1990) sobre cerámica de
Tula:
“… en dicha obra presenta el resultado de una clasificación
cerámica proveniente de diversos contextos y unidades
excavadas como son del Gran Canal, El Corral y la Zona
Monumental… con el tiempo la cronología de Tula se modifico
basándose en nuevos fechamientos (Healan, Mastache y
Cobean 2002: 43-44). Lo que obligo a un reajuste cronológico
bajando la temporalidad de la fase Tollan por 50 años menos.
Lo que conllevo a definir dos subfases de la mista a través de
nuevos estudios cerámicos (Hernández et al 1999; Cobean y
Mastache 1999)” ¨ (Nieto, Gustavo 2009: 104).
Los tipos diagnostico son tomados en cuenta para poder identificar en entre
los materiales que se recuperaron algunos que corresponden a esta fase. En el
caso del Complejo Corral Terminal (850-900 d.C.), proponemos que
probablemente estos tipos tuvieron una continuidad en la Región de Tula, de ahí
que por su funcionalidad (domésticos), sean mas comunes su conservación tal es
el caso de Tolteca Rojo sobre Café y el Mazapa Rojo sobre Café. En el grafico
posterior se presenta la frecuencia de los fragmentos que se identificaron y
comprende esta fase cronológica.
150
Graf ica 2. Frecuenc ia de los mater ia les cerámicos dentro de la fase Tol lan (900-
1150 d.C.) .
151
Tipo: Mendrugo Semi Alisado
Pasta: La pasta es de color gris claro (10 YR 6/1) y la abundancia de
desgrasante que podría corresponder a partículas de ceniza.
Forma: Comal.
Acabado:
La parte externa se presenta de superficie irregular, de color
gris claro (10 YR 6/2); la parte interna esta bruñido de color
café claro (7.5 YR 6/4).
Decoración: Ausente
Función Tostar y quemar
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 391). En el caso
de nuestro. Los fragmentos de cerámica de comal se
encuentran en los niveles mas profundo asociados con vasijas
diagnosticas de la fase Tollan.
152
A
Figura 83.Tipo Mendrugo Semi Alisado, corresponde con un comal.
En la parte de abajo en base al tepalcatometro se propone el
diámetro de la vasija.
153
Tipo: Acta Rojo Variedad Cuenco
Pasta: Es de color café claro (10 YR 6/2) y el desgrasante podría
corresponder a partículas de ceniza.
Forma: Cuenco cerrado de borde directo redondeado y más grueso que e l
cuerpo
Acabado: La parte externa se encuentran con un engobe rojo (10 YR 5/5); la
parte interna es similar a la superficie externa.
Decoración: Ausente
Función Fase Tollan (950
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 370).
a
b
Figura 84. Tipo Acta rojo variedad cuenco: a) Fotos de dos formas de acta rojo, variedad
Cuerno b) Dibujo de un perfil del tipo acta.
154
Figura 85. Perf i les y reconstrucción de una vasija t ipo Acta de
variedad Acta que corresponde con un Cuenco cerrado.
155
Tipo: Alicia Calado
Pasta:
El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;
2.5 Y 6/1), con un núcleo amarillento. La textura es compacta y
presenta una cantidad regular de desgrasante de arena.
Forma: Es un sahumador que tiene en su extremo distal una
forma de olla pequeña que esta calada por su parte
superior, t iene soportes y un mango con formas
variadas que van desde zoomorfas a antropomorfas .
El asa es cilíndrico,
Acabado:
Acabado de superficie externa: se encuentra alisado. Presenta
un color café claro. Acabado de superficie interna: se
encuentra alisado. Es de color café claro.
Decoración: Pastillaje, calado y pintura rojo sobre café.
Función Para quemar
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
Es reportado con el mismo nombre por Robert H. Cobean
(1990: fig. 205d).
156
B
Figura 86. A) Fragmentos de cerámica Alicia Calado; B) Forma de un sahumador Alicia
Calado (Tomado de Cobean 1990: Figura 205D).
157
Tipo: Blanco Levantado
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;
2.5 Y 6/1), con un núcleo amarillento. La textura es compacta y
presenta una cantidad regular de desgrasante de color
rosáceo, probablemente tiestos molidos.
Forma: Olla globular con paredes delgadas y borde redondeados.
Acabado: Acabado de superficie externa: Se presenta con un engobe
blanco y diseños de marcas echas con un textil. El color del
tono es café claro café (5 YR 5/3; 7.5 YR 6/4; y 10 R
5/6). Acabado de superficie interna: Se presenta de textura
burda. Robert H. Cobean propone que están sin acabados, el
tono del color del acabado es café oscuro (5 YR 5/3).
Decoración:
Decoración del tipo de tela que fue usada para cubrir la vasija
dejando impresa los trazos de la trama y urdimbre. La
coloración es blanca a crema (10 YR 8/1 y 10 YR 8/2)
Función Almacenar alimentos
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990:449). Son ollas
que posen una decoración blanca, muy di luida con
diseños parecidos a los usados en la cestería
158
Figura 87. En la parte superior se reconstruyo una vasija Blanco Levantado tomando en consideración el diámetro de un tepalcate y datos obtenidos de datos por Robert H. Cobean (1990).
159
Tipo: Bordo Rojo sobre Café
Pasta: El color de la pasta es, por lo general, anaranjado como el de
la pasta (2.5 YR 6/6, 5/8; 5 YR 6/6, 6/8, 5/4).
Forma: Olla globular con cuello cilíndrico y borde ligeramente evertido
Acabado: Acabado burdo sin engobe
Decoración: Franjas rojas pintadas en el cuello Bandas horizontales
rojo oscuro en el exterior en la parte media del cuerpo.
Función Almacenar alimentos y líquidos
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias: Son reportadas por Robert H. Cobean (1990)
Figura 88. Perfiles y cuerpos de ollas del tipo Borde Rojo sobre Café.
160
Tipo: Jara Anaranjado Pulido
Pasta: Es compacta y de color café (5 YR 6/4). El desgrasante presenta
partículas negras que podrían corresponder con ceniza volcánica o
probablemente orgánica ya que hay oquedades pequeñas que
corresponden al desprendimiento de dichas partículas. En caso de
que fuese orgánico probablemente se trate de tulle.
Forma: Jara es un cajete con fondo plano, paredes recto divergentes y
soportes trípodes sólidos de botón
Acabado: Las vasijas de Jara Anaranjado Pulido presentan engobe de color
anaranjado (5 YR 6/8), pero es probable que tenga al menos dos
variaciones: por lo común parece que tiene una sola capa de arcilla,
color anaranjado fina de menos de un milímetro de espesor, pero
algunas veces hay un “engobe base” muy delgado (casi traslúcido),
de arcilla blanca fina bajo el engobe principal de arcilla anaranjada.
Decoración: Cajete que parece ser p in tado a brochazos, en su borde s iempre
t ienen una l ínea ro j iza , pueden tener soportes de botón o carecer
de e l los .
Función Servir
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
El material se encuentra reportado como “Naranja a Brochazos”
(Mastache y Crespo 1974:75; Yadeun 1975: Fig. 41). Cobean lo
reporta como Jara Anaranjado Pulido (1990: 335)
161
C Figura 89. A y B) Jara Anaranajado Pulido (Tomado de Robert H. Cobean 1990: Fig
171D). En la parte superior se prsentan algunos cortes de la vasija; C) y una foto del
mismo tipo.
162
Tipo: Macana Rojo sobre Café
Pasta:
Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/4) a café medio (5 YR
6/6). El desgrasante podría corresponden con partículas de arena y
mica que se observan microscópicamente.
Forma:
Son cajetes trípodes hemisféricos, por lo general con soportes
huecos cilíndricos o cónicos mamiformes, pero en ocasiones con
soportes huecos efigie (animales).
Acabado: En la superficie externa: Solo en el borde se presenta una banda
pintada de color rojo (10 YR 5/5) sobre un café claro (7.5 YR 6/4).
En la superficie interna se presenta por lo común, una sola banda
pintada en rojo (10 YR 5/5) brillante alrededor del interior del borde,
que varía de uno a tres centímetros de ancho.
Decoración:
Se encuentra en la parte interna en ocasiones hay manchas
semicirculares pintadas en rojo (10 YR 5/5) alrededor del interior del
borde, en lugar de la banda pintada (por lo general cuatro manchas),
o, con menos frecuencia, aparecen en la parte media del interior de
la vasija, pintadas bajo la banda del borde.
Función Servir
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
Es reportado como “Trípodes Rojo sobre Café” (Acosta 1940,
1945,1956-67).
163
Figura 90. En la parte superior se encuentran algunos fragmentos de
Macana Rojo sobre Café; en la parte inferior se presentan algunos cortes y un dibujo reconstructivo de una vasija.
164
Tipo: Manuelito
Pasta:
Es compacta de un color café claro (6 YR 6/4) (5YR 4/1) (10 YR 5/1)
a café medio (5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden
con partículas de arena y mica que se observan
microscópicamente.
Forma: Es un molcajete con soportes que a veces son zoomorfos,
tiene en el fondo unas incisiones.
Acabado:
En la superficie externa e interna se presenta pulido en un
color café. Solo en el borde se presenta una banda pintada
de color sobre un café claro (7.5 YR 6/4). En la superficie
interna se presenta achurado.
Decoración: Ausente.
Función Moler
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
Cobean (1990: 327)
165
Figura 91. En la parte superior se encuentran algunos fragmentos de
Manuelito Café; en la parte infer ior se presentan algunos cortes.
166
Tipo: Proa Crema Pulido
Pasta:
Este tipo se define por el color distintivo de la pasta, amarillo
(10 YR 6-7/6, 8/8; 5 YR 5/6; 2.5 Y 5/4), ocasionalmente con
tonos grisáceos. Tiene una cantidad regular de desgrasantes,
los cuales incluyen partículas blancas.
Forma: Es un plato con fondo plano, paredes recto divergentes y
soportes trípodes sólidos de botón.
Acabado:
El engobe crema a menudo está pulido diferencialmente de
una manera similar al de Jara Anaranjado Pulido, pero con
más frecuencia es bastante regular y carece de las marcas
semejantes a brochazos comunes en Jara Anaranjado Pulido.
La pasta de color crema, algunas veces con tonos anaranjados
(5 YR 7/6, 8/3: 7.5 YR 6/8, 7/6), es muy fina, con poco
desgrasante y de tamaño pequeño, así como un alto grado de
dureza. Las paredes de las vasijas tienden a ser delgadas. La
parte externa e interna son simulares en acabado.
Decoración: El borde esta pintado de rojo (10 YR 5/4) en una banda entre
uno y dos centímetros.
Función Servir
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
Es reportada como:”Naranja sobre Blanco” (Acosta 1945:
diagramas de los pozos 1 y 3; 1956-57:84-88). Robert H
Cobean también lo reporta (Cobean 1990: 357). Gamboa
(2008c: 44) los reporta presentes en un rescate arqueológico
en la esquina de Leandro Valle e Ignacio Zaragoza.
167
Figura 92. Fragmentos de cerámica Proa Crema Pulido; en la parte inferior se observan
dos reconstrucciones de dicha vasija. Tomados de Cobean (1990: Figura 178D); al final
unos cortes con s diámetro de las vasijas.
168
Tipo: Sillón inciso
Pasta: Es compacta de color anaranjado (2.5 YR 5/8).
Forma:
La forma es cajete cilíndrico bajo con paredes ligeramente
divergentes, base cóncava y soportes trípodes esféricos
huecos.
Acabado:
Todas las superficies de Sillón Inciso presentan engobe,
logrado con una capa delgada (de menos de un milímetro de
espesor) de arcilla fina. El color de la superficie por lo común
es en algún tono de anaranjado (2.5 YR 5/8). La parte externa
e interna son simulares en acabado.
Decoración: Líneas selladas en el cuerpo externo de la vasija
Función Su función es ritual o para el uso de la elite que
probablemente es una imitación del la loza
anaranjado f ino
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias: Cobean (1990: Figura 184D)
169
Figura 93. En la parte superior hay algunos fragmentos de cerámica
Sil lón Inciso; en la inferior algunas reconstrucciones de la vasija
tomadas de Cobean (1990: Figura 184D).
170
Tipo: Toza café
Pasta: Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio
(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas
de arena y mica que se observan microscópicamente.
Forma: Es un cajete que su función es el de preparar alimentos, es
muy casual encontrar este tipo dentro de la zona del valle de
Tula
Acabado: Se encuentran pulidos y son de color de pasta café claro (10
YR 4/2).
Decoración: Ausente
Función Servir
Cronología: Fase Tollan (950- 1150 d.C.)
Referencias:
Son reportadas por Robert H. Cobean (1990: 383).
171
Figura 94. En la parte superior una fotografía con fragmentos de cerámica Toza Café; en la parte inferior algunos fragmentos dibujados en su corte; y posteriormente una reconstrucción de la vasija tomada de Cobean (1990: Figura 187D).
172
E. FASE PALACIO (1350- 1520 d.C.)
La tipología de mayor representat ividad corresponde a la fase
Palacio (1350-1520 D.C.), por lo que se ha propuesto que el templo
intervenido corresponde a esta fase con una continuidad a la Fase
Tesoro (1520- 1650 d.C.) siendo abandonado posteriormente.
La fase Palacio (1350-1520 D.C.), se correlaciona con el Azteca
III para la Cuenca de México. La misma que ha sido subdividida en
dos subfases que corresponde a la temprana y tardía; El conjunto de
materiales más abundantes de nuestra colección arqueológica son los
objetos de cerámica que corresponden a la fase temprana
probablemente en su ult imo momento. Es decir, los materiales
corresponden al complejo cerámico Azteca III Temprano del periodo
Azteca Tardío14.
Para esto hemos de mencionar que el establecimiento de la
cronología para la Cuenca de México, ha servido como modelo, al
definir una secuencia basada en la identif icación de complejos
cerámicos por fases, para el estudio de la cerámica en la región de
Tula, Hidalgo. En consideración La Fase Palacio (1350 al 1520 d.C.)
14 A fal ta de es tudios sobre la cerámica pintada negro sobre naranja para el Estado de
Hida lgo, al inicio de los pr imeros trabajos ceramis tas en la Región de Tula por Jorge R.
Acosta , reto mó los trabajos que hab ía e fectuado Vail lant (1941) , quien def inió a la
cerámica como azteca , la cua l inic iaba desde el año 1247 a 1519 d.C. El año de 1247
d.C. cor responde a la construcción de la Pirámide de Tenayuca, por lo que a l sumar le un
per iodo de 52 años complementados con dos per iodos de 104 años , le permit ió dividi r e l
per iodo Azteca en tres fases que a continuac ión mencionamos: Azteca I (1247 – 1299
d.C.) , Azteca II (1299 - 1403 d.C.) y Azteca II I (1403 - 1507 d.C.) . E l mismo Vail lant
(1941) , propone que después de l 1507 a la l legada de los españoles podríamos
mencionar una nueva fase que corresponde a la fase Azteca IV (1507 - 1519 d.C). En e l
caso de la cerámica Azteca III , se observo que t iene una cont inuidad incluso hasta la
época de l contac to por lo que se asoc ia en sus úl t imos momentos con la cerámica de
fase Azteca IV, es ta úl t ima pers iste después de la conquista . Sanders et a l (1979) con
los datos anter iormente presentados propone un per iodo l lamado Azteca Temprano
(1150 a 1350 d.C. ) que corresponde a la presencia de la cerámica Azteca I o Culhuacan
y la Azteca I I o Tenayuca. En e l per iodo Azteca Tardío (1350 - 1521 d.C.) la cerámica
representat iva es la Azteca III o Mexica y Azteca IV o Tlatelo lca.
173
Se identif ica con materiales cerámicos similares de la Cuenca de
México correspondientes a la fase Azteca II I y algunos tipos Azteca
IV.
Grafica 3. Frecuencia de los tipos cerámicos en la Fase Palacio (1350-1520 d.C).
174
Tipo: Brasero (Apantlecaxitl)
Pasta:
Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio
(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas
de arena.
Forma: Brasero en forma de reloj de arena con aplicaciones de tiras,
placas, mascaras, caracoles, plumas, serpientes, entre otros,
Acabado:
La parte externa se encuentra ligeramente alisada. Es de color
café medio (5 YR 6/5). La parte interna es áspera y rugosa.
Decoración: Elementos en pastillaje y molde aplicados al cuerpo y placas.
Función Quemar
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 267) hacen mención que las vasijas
estaban compuesta en tres partes que son corona, cuerpo y
base; las cuales sirvieron probablemente para quemar leña o
incienso en algunas ceremonias. Cervantes, Fournier y
Carballal (2007: 303) presentan una ilustración del como son
dichos braseros. En el Museo Nacional de Antropología e
Historia se presentan hay reconstrucciones de braseros donde
destaca la imagen de la diosa Chicomecoatl, tal y como debió
de ser el caso nuestro, ya que los moldes descubiertos son
similares.
175
A
B Figura 95. Fragmentos de brasero descubiertos durante la excavacion. Lo que se presenta en esta parte son parte de los cuerpos y bordes, los mismos t ienen una semejanza con los tipos de fase Tollan Abra Café Burdo. Las aplicaciones se montan en este tipo de braseros en placas.
176
A
B Figura 96. La mayoria de estos braseros son similares a los que se
presentan en la parte inferior y que se encuentran en Museo Nacional de Antropologia e Historia. Las f iguras que representan es
Chicomecoatl y Tlaloc.
177
Tipo: Cajete Negro sobre Rojo
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,
algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con
un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad
regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio
redondeado.
Acabado:
La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10
R 5/8 La decoración es una líneas negras que se sobre ponen sobre el
color rojo claro (10 R 5/6). La interna solo esta pintado del mismo
color.
Decoración: Los diseños sueles ser pintados en negro (2.5 YR 3/8), como líneas
onduladas que se presentan en el cuerpo y el borde generalmente
presenta pintado en negro. También hay diseños de franjas verticales
y horizontales; son pocos los casos donde se combinan ambas.
Función Servir y consumo de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso
ceremonial.
178
Figura 97. Tipo Cajete Negro sobre Rojo. El cajete es de fondo plano
y bordes director divergentes.
179
Tipo: Cajete Negro sobre rojo rayas paralelas
Pasta:
El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,
algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con
un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad
regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio
redondeado.
Acabado:
La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10
R 5/8 o 4/6, 5 R 3/8 o 3/6, 5 R 4/4 o 4/6, 7.5 R 4/6). La decoración es
una líneas negras que se sobre ponen sobre el color rojo claro (10 R
5/6). La interna solo esta pintado del mismo color.
Decoración: Presenta líneas paralelas de color negro (2.5 YR 3/8 o 2.5/0, 7.5 YR
2/0, 10 YR 3/0) perpendiculares al borde.
Función Servir y consumo de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso
domestico para el servicio y el consumo. En ocasiones algunos
cuencos pueden tener la misma decoración. Raúl García (2004) hace
mención que este es un tipo diagnostico del Postclásico Tardío.
Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 308) proponen que este tipo de
vasija es común durante la fase Azteca III Tardío, pudiendo existir dos
tipos de variedades una que es de forma hemisférica y el otro de
paredes recto divergentes.
180
A
B
F igura 98. Cajete Negro sobre Rojo de rayas para le las. A) La par te super ior se muest ran
var ios f ragmentos ident i f icados; B) En la par te in fer ior hay una vas i ja t íp ica de esta fase
(Museo Nacional de Antropología e His to r ia , Sala Azteca) .
181
Tipo: Cajete Trípode Negro sobre Naranja
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,
algunas veces con tonos cafés (10 YR 5/2; 7.5 YR 5/5), con un
núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad
regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Es un cajete de bordes directo. La boca promedio es de 24 cm, entre
un rango menor de 17 cm y máximo de 26 cm. Los soportes que
presenta son cónicos.
Acabado:
Es pulido al interior de color café claro (10 YR 6/2). Al exterior se
encuentra de forma similar al interior.
Decoración: Se encuentra pintado de negro sobre naranja (2.5 YR 5/6) en su
parte interior. Los motivos que se presentan consisten de líneas
paralelas al borde de diverso grosor. Se presentan con guiones,
eses, bolitas o puntos de forma continua y distribuida en la parte
media de la vasija. En el fondo hay motivos geométricos
concéntricos.
Función Consumo de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 263- 264) hace mención que las vasijas
funcionaban para consumir alimentos. Hay algunas de doble fondo
que se suponen podrían haber servido como salseras.
182
Figura 99. Cajete Trípode Negro sobre Naranja. En la parte superior
algunos fragmentos fotograf iados; en la parte inferior algunos cortes.
183
Tipo: Cazuela Naranja
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4;
2.5 Y 6/1), con un núcleo negro. La textura es compacta y
presenta una cantidad regular de desgrasante de arena.
Forma: Cazuela de paredes rectas en su parte superior, ya que es de
silueta compuesta. Los bordes son directos y los labios
redondeados. Algunas presentan asas. El fondo suele ser
cóncavo o ligeramente convexo. En ocasiones presentan asas.
El diámetro se calcula mayor a 20 cm.
Acabado:
Pulido al interior y exterior. El color externo e interno de la
vasija se encuentra entre naranja (5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8, 10 R
6/8).
Decoración: Ausente
Función Cocinar en fuego
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 265) hace mención que las vasijas
son para un uso domestico para la contención y preparación
de alimentos.
184
Figura 100. Diversas tipos de cazuelas que identif icamos. La que se muestra en la parte superior es del Museo Nacional de Antropologia e Historia; la misma que se asemeja con las muestras recolectadas durante la excavacion.
185
Tipo: Comal (Comalli)
Pasta: El color de la pasta es de color gris oscuro, algunas veces con
tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con un núcleo
negro (2.5 YR 3/8). La textura es compacta y presenta una
cantidad regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Comal de paredes directas extendido.
Acabado:
Se encuentra en su parte interno bruñido en un color naranja
(5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8). La parte externa se encuentra alisada
y muy rugosa.
Decoración: Es ausente.
Función Cocción de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias: García y Coronel (2007: 265) hacen mención que la vasija fue
y es usada para cocer alimentos en forma plana. En especial
se encuentran la masa con la que se elabora tortillas. El pulido
que se presenta en la parte interna es para evitar que se
pegue la pasta.
186
Figura 101. Formas de comales. En la parte superior algunas fotografías. En la inferior unos cortes de perf i les.
187
Tipo: Copa Negro sobre Rojo
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al negro,
algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1), con
un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad
regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Cajete hemisférico de base plana. El borde es directo y labio
redondeado.
Acabado:
La parte externa de la vasija se encuentra pintado en un color rojo (10
R 5/8 La decoración es una líneas negras que se sobre ponen sobre el
color rojo claro (10 R 5/6). La interna solo esta pintado del mismo
color.
Decoración: Presenta líneas paralelas y geométricas de color negro (2.5 YR 3/8).
Función Servir líquidos.
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 270) las reportan como vasijas de uso
ceremonial. En la Región de Texcoco este tipo es muy común
descubrirlo (García 1987), y se considera que es para uso ceremonial
para la toma de pulque.
188
A
B
Figura 102. Forma de Copa Negro sobre Rojo. A) Fotografías de algunos tiestos identif icados como Copa Negro sobre Rojo; B) En la
parte inferior se observa una forma completa (Museo Nacional de Antropología e Historia, Sala Azteca).
189
Tipo: Cuenco Naranja
Pasta: El color de la pasta es del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2;), con un
núcleo negro. La textura es compacta y presenta una cantidad
regular de desgrasante de probable ceniza.
Forma: Cuenco de borde director y labio redondeado. El fondo de la
vasija es plano o ligeramente convexo. La forma se aprecia en
dos variedades. La primera que corresponde a un cuenco de
forma hemisférica y el segundo a uno con paredes de silueta
compuesta. Hay también forma con fondo de calabaza, como
si se usaran este tubérculo como una especie de molde.
Acabado:
Pulido al exterior e interior con un acabado de color Naranja 5
YR 5/8 y 2.5 YR 5/8, 10 R 6/8.
Decoración: Es ausente.
Función Contención, servicio y consumo
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias: García y Coronel (2007: 264) hace mención que las vasijas
cumplen diversas funcionales como son contención, servicio o
consumo. Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 305), hacen
mención que la forma de silueta compuesta es distintiva del
Azteca III Tardío. Raúl Gracia (2004) no distingue bien los
materiales descritos, lo que lleva a proponerlos como un tipo
diagnostico desde etapa temprana, como es la Fase Azteca I.
190
A
B Figura 103. Cuenco Naranaja. A) En la parte superior hay de dos tipos que corresponden a las formas hemisfericas y de paredes de si lueta compuesta; B) En la parte inferior son algunos framgentos con impresión en forma de calabaza.
191
Tipo: Jarra Negro sobre Naranja
Pasta: El color de la pasta es del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1),
con un núcleo negro (10 YR 3/0). La textura es compacta y
presenta una cantidad regular de desgrasante de probable
ceniza.
Forma: Jarra de asa alargada que viene desde el borde a la parte
superior del cuerpo. La forma es alargada con fondo plano. En
uno de los extremos del cuerpo con el borde se encuentra un
asa vertical.
Acabado:
Se encuentra pulido en tono Naranja (2.5 YR 5/8, 10 R 6/8),
tanto en el interior como exterior. Se presentan manchas de
mala cocción en algunas partes del fondo y cuerpo de las
vasijas.
Decoración: Los diseños son en caligrafía y se encuentran en la parte
superior del cuerpo. Son de color negro (10 YR 3/0) sobre
naranja (2.5 YR 5/8, 10 R 6/8). La caligrafía suele ser líneas
curvilíneas pintadas en medio de líneas simples que rodean el
cuerpo.
Función Servir líquidos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
Reportadas por Raúl E. García (2004). Cervantes, Fournier y
Carballal (2007: 296) presenta una ilustración completa de
cómo son dichas vasijas,
Distribución: Se identificaron solo cuatro fragmentos que provienen de la
192
unidad de muestreo 225ª.
A
B C
Figura 104. A) En la parte superior hay algunos cortes de formas de Jarra Negro sobre Naranja; B-C) Formas de dichas Jarras con dos
diferentes vertederas.
193
Tipo: Plato Negro sobre Naranja (Caxpechtli)
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (10 YR 6/2; 7.5 YR 5/4),
con un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una
cantidad regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Es un plato de forma redondeado, paredes bajas, fondo plano.
El borde es directo y labio redondeado. La boca promedio es
de 22 cm, entre un rango menor de 18 cm y máximo de 24 cm.
Acabado: Es pulido al interior de color café claro (10 YR 6/2). Al exterior
se encuentra de forma similar al interior.
Decoración: Se encuentra pintado de negro sobre naranja (2.5 YR 5/6) en
su parte interior. Los motivos que se presentan consisten de
líneas paralelas al borde de diverso grosor. Se presentan con
guiones, eses, bolitas o puntos de forma continua y distribuida
en la parte media de la vasija.
Función Consumo de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 263- 264) hace mención que las
vasijas funcionaban para consumir alimentos. Hay algunas de
doble fondo que se suponen podrían haber servido como
salseras.
195
Tipo Sahumador (Telmail)
Pasta:
Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio
(5 YR 6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas
de arena.
Forma: Es un sahumador de cazoleta en forma hemisférica que tiene
unas salientes en el borde. El labio suele ser redondeado o
plano, presenta un mango hueco con terminación de cabeza
de serpiente.
Acabado:
La parte externa se encuentra ligeramente alisada. Es de color
café medio (5 YR 6/5). La parte interna es áspera y rugosa. El
algunos casos el sahumador esta pintado con color azul y rojo.
Decoración: Elementos en pastillaje
Función Quemar
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 266-67) hacen mención que se trata
de un instrumento de uso ritual que tiene como propósito
generar humo utilizando carbón y copal. El sahumado
generalmente se compone de tres partes que son la cazoleta,
el mango y la cabeza de serpiente con moño.
197
Tipo: Vasija salinera
Pasta: Es compacta de un color café claro (7.5 YR 6/3) a café medio (5 YR
6/5). El desgrasante podría corresponden con partículas de arena.
Forma: Forma de cazuela de borde plano
Acabado: Es de. La parte interna y externa es áspera y rugosa de color café
medio (5 YR 6/5).
Decoración: Ausente.
Función Almacenar
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias:
García y Coronel (2007: 266; figura 7) nos hacen mención que la
vasija salinera pueden ser cónicas o cubicas, las cuales sirvieron
para contener la sal de Tequezquite. Da la apariencia de estar mal
hecha, pero tiene fines prácticos para el traslada de su contenido y
poder ser fácilmente romperse. Cervantes, Fournier y Carballal
(2007: 304) ilustra una vasija salinera de forma cónica. Brumfield
(2005) reporta abundancia de este material en sitio al norte de la
Cuenca de México como Xaltocan
Figura 107. Vasija Salinera reconstruida (Museo Nacional de
Antropología e Historia, Sala Azteca).
198
Tipo: Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda
Pasta: Es muy compacta de color café claro a obscuro. Hay presencia
de un núcleo obscuro. Se aprecia partículas grisáceas que
hacen suponer se trata de ceniza volcánica.
Forma: Cajete hemisférico de fondo plano. Los bordes son directos de
labio redondeado.
Acabado:
Se encuentra en su interior de un color guinda a rojo (7.5 R
4/6). El exterior suele estar pintado en tres colores que
corresponden al Blanco (5 YR 8/2), Negro (10 YR 3/0) y Rojo
(5 R 4/4 o 4/6).
Decoración: La decoración suele ser geométrica en forma de bandas
diagonales, triangulares y verticales al borde.
Función Servicio y consumo de alimentos
Cronología: Palacio (1350- 1520 d.C.)
Referencias: García y Coronel (2007: 271) hacen mención que las vasijas
sirvieron para servir y consumir alimentos. Es interesante
señalar que cuando describen la decoración hacen mención
que se trata de motivos con líneas horizontales alrededor de la
vasija en su parte externa en número de tres. En las muestras
que se recolectaron solo algunos tiestos corresponde a este
tipo de diseño. Los diseños más tardíos corresponden con
motivos como franjas o líneas combinadas con círculos,
estrellas o volutas. Cervantes, Fournier y Carballal (2007: 308)
hacen alusión a lo anterior mencionando que corresponden a
una fase Azteca III Tardía.
199
A
B
Figura 108. Forma de Cuenco Blanco y Negro sobre Rojo Guinda. En la parte inferior una vasija completa (Museo Nacional de Antropología e Historia, Sala Azteca); en la parte inferior algunos fragmentos.
200
F. FASE TESORO (1520- 1650 d.C.)
Es la últ ima fase propuesta por R.H. Cobean en la cual
comprende el periodo últ imo de los pueblos prehispánicos, el
contacto y la colonia. Para nuestro sit io podemos apreciar una
considerable disminución de materiales, sin decir con esto que el
área fuera deshabitada lo que tratamos de decir que muy
probablemente el complejo arquitectónico que nombramos como
templo, ya no tuviera la misma importancia por los dist intos eventos
que se sucintaron durante este periodo de tiempo.
Grafica 4. Frecuencia de los tipos cerámicos en la fase tesoro
201
Tipo: Molcajete Negro sobre Naranja
Pasta: El color de la pasta oscila del color gris mediano al oscuro y al
negro, algunas veces con tonos cafés (7.5 YR 5/4; 2.5 Y 6/1),
con un núcleo negro. La textura es compacta y presenta una
cantidad regular de desgrasante de ceniza.
Forma: Molcajetes de borde directo y labios redondeados. El fondo es
semiconvaco sujeto con soportes de almena. En ocasiones y
en baja frecuencia por soportes en forma de gancho. El interior
se encuentra achurado con líneas continuas e interrumpidas
por marcas de un probable popote.
Acabado: Pulido al interior y exterior.
Decoración: La parte externa se encuentra pintada en negro (7.5 YR 2/0, 10
YR 3/0) sobre naranja (5 YR 5/8 y 2.5 YR 5/8). Los motivos
que se presentan son fitomorfos y zoomorfos.
Función Moler
Cronología: Fase Tesoro (1520- 1650 d.C.)
Referencias:
Son reportados por Raúl García (2004); en diversos sitios al
norte de la Cuenca de México, en algunos casos estos
materiales están asociados con cerámica Colonial Temprano.
203
V. LAS FUENTES HISTÓRICAS Y SU CORRELACIÓN CON SU DATO
ARQUEOLÓGICO
A. IDENTIFICACIÓN DE LAS ESCULTURAS EN BASE A LAS
FUENTES HISTÓRICAS.
En esta tesis se pudo proponer a que temporalidad pertenecían los
artefactos recuperados en el proceso de excavación, se encuentran
dentro de la fase cronológica conocida como Posclásico Tardío
(1350–1521 d.C).
Por la serie de elementos que se relacionan en esta tesis
tenemos que tomar en cuenta el entorno natural donde se encuentra
nuestro sit io, ya que con esto se da el primer paso para la
identif icación de el posible contexto, como recordaremos el sit io se
encuentra dentro de un sistema de lomas y valles, uno de nuestros
primeros indicadores para la intervención arqueológica efectuada fue
el de comprender que dentro del pensamiento prehispánico , las
cumbres de los cerros presentan un lugar propicio para efectua r
procesos sociales definidos, como lo son los de culto (Broda 1971,
1982, 1989 y 1992).
Por estos motivos, se pudo inferir la localización de evidencia
arqueológica, que mediante el proceso de excavación y de
clasif icación dio como resultado el comprender dichos procesos
sociales, así que tenemos que nuestro sit io se encuentra en la cima
de un cerro, con ayuda de las fuentes históricas podemos verif icar
que los cerros eran importantes para estas sociedades prehispánicas
y que eran de suma importancia para la vida en la t ierra y las
204
afectaciones a los seres humanos, como enfermedades y mal t iempo.
(Duran: 2002.167)
Como proponemos aremos mención de los atributos de los
lugares sagrados y su ubicación así como los pertenecientes a los
númenes a los cuales estaban erigidos estos espacios 15.
Complementando esto, podemos hacer mención de los atributos que
identif ican a este t ipo de sit ios, como lo son la ubicación, la relación
con el medio ambiente son las deidades a los que estaban dir igidos
dichos espacios sagrados y qué son identif icados por los atributos
que poseían, así podemos identif icar los aspectos referente a guerras
y en este caso a los referentes con los trabajos agrícolas, que como
primer referente es el de estar en la cima de un cerro por lo cual se
inf iere que la función de este seria de un aspecto ritual y referente a
cuestiones agrícolas.
Los cerros aparecen representados en los documentos
prehispánicas (códices) y como ya lo hemos mencionado son de una
importancia signif icativa para los pueblos de Mesoamérica, los
cronistas hacen mención varias ocasiones de los ri tos e importancia
que tenían los cerros y o montañas en su religión y él como ellos
observaban su medio ambiente y lo explicaban (Broda 1971, 1982,
1989 y 1992).
En nuestro caso algunos aspectos que se detectaron en la parte
superior del cerro de la rodil la en Atotonilco de Tula, fueron desde
elementos arquitectónicos, esculturas, cerámica diagnostica y
ofrendas, que por su naturaleza están ínt imamente ligadas con los
rituales agrícolas, descartando elementos asociados con la guerra,
15
Es el término que Mircea Eliade utiliza para referirse al poder divino y lo retoma del libro DAS HEILIGE
(1917) del autor Rudolf Otto, en donde nos explica que dicha palabra proviene del griego numen que significa
dios.
205
como mencionamos el sit io está en la cima de un cerro, este hecho
es mencionado en las fuentes:
“A todos los montes eminentes, especialmente donde se arman nublados para lluver, imaginaban que eran dioses, y a cada uno dellos hacían su imagen según la imaginación que tenían de ellos. tenían también imaginación que ciertas enfermedades, las cuales parecen que son enfermedades de frio, procedían de los montes, o que aquellos montes tenían poder para sanarlas. Y aquellos a quienes estas enfermedades acontecían, hacían voto de hacer f iesta y ofrendas a tal o tal monte de quien estaba mas cerca o con quien tenía mas devoción ”.(Sahagun 2002: 107)
Por lo tanto muchas de las celebraciones rituales relacionadas
con lo agrícola t ienen como cede la cima de los cerros ya que dentro
de la cosmovisión de estos pueblos los cerros están vivos y contienen
dentro de ellos las cosas preciosas del inframundo que hacen que la
t ierra sea fért i l (Montero: 1988, 1999ª y 1999b).
Algunos de los dioses que están relacionados con el culto en la
cima de los cerros son: Tlaloc, Chalchitl icue, Tepeyolotl,
Chicomecoatl entre otros, uno de estos lugares se encuentra en la
cima del cerro Tlaloc, ubicado al este de la cuenca de México, y que
pertenece al eje neo volcánico mexicano ; en la cima de este cerro se
edif ico un templo de grandes magnitudes en el que los indígenas
pensaban vivía el dios de la l luvia, en la fecha de su mes Tepehuitl
los grandes señores de los pueblos prehispánicos de la región subían
a ofrendar a Tlaloc, un sin número de objetos, al imentos y sacrif icio.
Realizar todas estas ofrendas para poder pedir buenas l luvias.
(Broda 1971, 1982, 1989 y 1992; Duran 2002: 90)
206
Figura 110: Lamina del Códice Borbónico donde se muestra el cerro con el templo de Tlaloc en su parte superior, en la parte central va un sacerdote cargando a un niño que será sacrif icado.
Otro de los ejemplos claros sobre la forma en que los cerros
eran importantes dentro de la cosmovisión indígena se ve ref lejada
dentro de los documentos que se conservaron como es el caso del
mapa de Cuauhtinchan, en este documento se hace mención las
montañas y su relación con el medio (Montero: 1998)
Por lo tanto el cerro es un elemento importante dentro de la
vida de los pueblos indígenas y por este hecho se genera un espacio
sagrado que representa la unión de lo sagrado con lo profano y
donde el templo toma el papel de umbral donde hombre y numen
interactúan en una ceremonia ubicada en el centro del universo esto
es la representación del axis mundi (Eliade: 1967)
207
Con estos ejemplos podemos propones que los cerros son el
lugar más propicio para la edif icación del templo ya que de aquí parte
los cuatro rumbos del universo, y su intima relación con el entorno
natural generando un punto donde el ser humano está en
comunicación directa con el mundo espiri tual o numen, por este
motivo que es necesario el edif icar un el espacio propicio que
contenga el lugar sagrado en el cual se realizaran los ritos
correspondientes, a un tema en especif ico, en nuestro caso
localizamos dicho templo esto se determino gracias a los elementos
encontrados que marcan el hecho de encontrarse en un lugar
sagrado.
Por este motivo la funcionalidad está determinada gracias a los
datos que identif icamos como lo son las esculturas de dioses y
ofrendas, que dentro de sus elementos se tratan de lapidaria de
piedra verde y artefactos cerámicos como sahumadores, braseros,
cerámica ritual, y esculturas, que dan evidencias de los procesos
sociales que ocurrieren en este lugar pretéritamente.
Dentro de la investigación se logró definir un espacio
arquitectónico el cual, por la distribución de sus elementos, inferimos
se trata de un templo, dedicado a los rituales relacionados con los
mantenimiento y la ferti l idad, esto lo pensamos ya que los elementos
que se descubrieron en la excavación están estrechamente
relacionados con este f in.
La estructura funciono como el lugar donde se ejecutaban los
ritos y f iestas que se erigían a favor de estas deidades para pedir una
buena cosecha, l luvias y la fert i l idad de la t ierra.
Algunas de las evidencias que obtuvimos muestran claramente
que los elementos más sobresalientes son de una naturaleza que los
relaciona con deidades como Tlaloc y Chicomecoatl. Deidades que
208
son mencionadas en las fuentes como parte de un sistema que
interactúa para que la t ierra sea fért i l , las cosechas den frutos, l lueva
benignamente y los cult ivos se logren.
Por este motivo la evidencia recuperada hace que podamos
proponer que dicho espacio fue uti l izado para f ines ri tuales
relacionado con los ritos de fert i l idad agrícola así como a los dioses
que se encargan de esta función y por lo tanto se trata un templo
para propósitos de fecundidad agrícola, esto es propuesto a partir del
material que recopilamos y su contraste con las fuentes históricas,
que nos hablan de dichos edif icios y cuya función se relaciona con
estas f iestas y ceremonias, también es mencionado el nombre que
llevan estos templos, que son adoptados por la deidad o función que
se desarrolla como ejemplo tenemos el templo dedicado a la
Chicomecoatl que es nombrado Chicometeotl Iteopan (Solares:
2007,346) y donde se menciona en las fuentes se realizaban las
festividades relacionadas con la deidad en el mes del Huey Tozoztli y
Ochipaniztl i. Sobre este tema fray Bernardino de Sahagún da una
descripción de las ceremonias y las fechas en las que se efectuaban
dichas festividades, con esto tenemos nuestro primer acercamiento
al tema.
“Al cuarto mes l lamaban huei tozoztli. En este mes hacían fiesta
al dios de meses, l lamado cinteutl, y a la diosa de los
mantenimientos, l lamado cinteutl [sic, repetido], l lamada
Chicomecoatl ”. (Sahagún 2000: 188)
A part ir de estas referencias dentro de las fuentes y con los
datos que obtuvimos, se propuso el poder hacer una identif icación de
las deidades relacionadas con nuestro sit io, ya que ciertos atributos
son observados en las piezas, con estos atributos y ata víos podemos
deducir que deidad es representada y echando mano de las fuentes
209
históricas poder ser más certeros en nuestras inferencias y puntos de
vista sobre la conformación del contexto que nos ocupa.
Figura 111: Lamina del Códice Borbónico donde se muestra la f iesta a la diosa de los mantenimientos.
Gracias al registro que se ut il izo durante la excavación, los
fragmentos esculpidos que se encontraban dispersos fueron
conjuntados formando así las piezas que ya hemos mencionado con
anterioridad la mayoría de etas piezas tienen una naturaleza
femenina, este es uno de los primeros criterios que uti l izamos para el
poder distinguirlas, esta clasif icación se dio por medio del plano
observacional ya que las piezas de naturaleza femenina tenían
atributos que demostraban su género, como es la representación
antropomorfa y las vestimentas, las demás piezas son de naturaleza
masculina esto lo dedujimos uti l izando los mismos criterios de
observación.
210
Por medio de estos criterios se hizo una separación y
clasif icación de los fragmentos de escultura, l legando al clímax que
fue el de poder reconstruir algunas de el las, con esto se pudo
observar rasgos que hacen referencia a algunos dioses, recordemos
que la tesis básicamente propone que tipo de deidad corresponde, y
dejamos abierto el tema para próximas investigaciones sobre
signif icados o simbolismo, de estas piezas.
B. LA DEIDAD DE TLALOC
Este es el numen de las lluvias y las tormentas para los pueblos
indígenas antes de la l legada de los europeos, es un dios acuático y
sus elementos son característicos, cuenta con un par de anteojeras o
aros que cubren los ojos, su boca presenta colmillos y a su vez una
bigotera en forma de dos serpientes enrol ladas. El nombre de este
dios es Tlaloc “el que se tiende sobre la t ierra” o el que está hecho
de tierra” (Tlalloc) “pulque de la t ierra”.
En las fuentes podemos observar que se ref ieren a él como una
de las deidades más importantes en el panteón Mexica, y se hace
mención de su relación con el agua y la ferti l idad de la t ierra.
“Este dios l lamado Tlaloc Tlamacazqui era el dios de las lluvias, tenían que el daba las l luvias para que regasen la t ierra, mediante la cual l luvia se criaban todas las yerbas, arboles y frutas y mantenimientos. También tenían que el enviaba el granizo y los relámpagos y rayos, y las tempestades del agua, y los peligrosos de los ríos y del mar. En l lamarse Tlaloc Tlamacazqui quiere decir que es dios que habita en el paraíso terrenal, y que da a los hombres los mantenimientos necesarios para la vida corporal . (Sahagún 2002:72)
211
Los atavíos que comprenden al Tlaloc son diversos en las
vestiduras, pero los más comunes son los relacionados con su rostro
ya que son la constante que lo identif ica como este dios, los
cronistas hacen referencia a esta deidad por su aspecto. Ya que les
parecía horrible por su rostro con características de serpiente.
“La estatua la qual era de piedra labrada de una efigie de un espantable moustro la cara muy fea a manera de serpiente con vnos colmillos muy grandes… .” (Duran 2002:89)
Otros de los objetos a los que se le hace referencia es a l báculo
que lleva en la mano, en forma de bastón ondulante este báculo
representa al rayo. Como también debemos mencionar esta deidad
está relacionada con los cerros y los fenómenos atmosféricos que
traen consigo las lluvias. Por lo tanto en Mesoamérica podemos
encontrar representaciones de este dios incluso en el área maya con
el nombre de chak, pero con los mismos atributos que son las
anteojeras, colmil los y nariguera de serpiente. Era tal la importancia
de la agricultura en México Tenochtit lán que su templo se
encontraba junto al de Huitzilopochtl i en el Huey Teocali de México
Tenochtit lán. (Duran: 2002.89)
En nuestro caso se tratan de rostros con atributos de Tlaloc, al
unir estas piezas logramos identif icar una serie de atributos
relacionados con el dios de la l luvia, algunas formas cerámicas que
también daban muestras de estos atributos, estos son las
anteojeras, bigoteras de serpiente, colmillos y el color azu l con
aplicaciones de hule.
212
Figura 112. En esta lámina se puede apreciar en la parte superior del
templo mayor se encontraban los templos de Tlaloc (izquierda) y
Huitzi lopochtl i (derecha)
Estos elementos de rostros de Tlaloc, son repetit ivos en los
objetos que muestran a este numen, gracias a la referencias de los
documentos observamos que dentro de la lamina… del códice
borbónico donde encontramos la representación del r itual del mes del
Ochipaniztl i, donde la diosa principal es Chicomecoatl, pero c omo
hemos mencionado la relación entre esta deidad femenina y el dios
de la l luvia es evidente ya que podemos observar a cuatro
sacerdotes ataviados con atributos de Tlaloc en lo que parecería una
danza alrededor de la representación de Chicomecoatl.
213
Figura 113. Fragmentos cerámicos con los atributos de Tlaloc,
encontrados en potrero
Figura 114. Podemos observar que en las piezas obtenidas mediante la
excavación los dos rostros muestran los elementos que ya mencionamos de la
deidad de Tlaloc.
214
C. LA DEIDAD DE CHICOMECOATL
La escultura 1, es la primera de las esculturas que rearmamos
ya que se encontraba fracturada, también es en lo particular la más
representativa debido que fue unida en sus partes en un 100% por lo
que la información que nos arrojo fue elemental para esta
investigación, se trata de una f igura femenina que muestra un tocado
y pintura roja. Por los datos en los documentos y la identif icación de
atributos de esta pieza, podemos decir que se trata de la diosa
Chicomecoatl, siete serpiente diosa de los mantenimientos una de las
diosas del maíz.
“También tuvieron por dioses algunas mujeres y hoy las celebran. Chicomecoatl, diosa de los panes, y de las aguas, Chalchihuit l icue o cha lchicueye, por Eva,
Cihuacoat l, t lazolcoatl por Venus ”. (Garibay.1996: 122)
Esta diosa se encuentra relacionada con Tlaloc, y los ritos de
ferti l idad agrícola. Como evidencia tenemos la vasi ja ef igie Cholula
policromo que se encontró en el templo mayor donde de un lado está
representada Chicomecoatl y del otro está representado Tlaloc, por
tal hecho observamos que dichas deidades están claramente
relacionadas y que en el templo que encontramos se ve ref lejado esta
interacción de los dos dioses. Dentro de esta vasija se encontró 3000
cuentas de piedra verde, y en la tapa se ve al dios Tlaloc haciendo
que llueva.
215
Figura 115. Vasija ef igie que en uno de sus lados tiene la f igura de Chicomecoatl, y del lado posterior la de Tlaloc otro de los datos es que en la tapa se encentra Tlaloc haciendo llover, dentro de esta
vasija se encontraron 3000 cuentas de piedra verde.
Figura 116: Comparación entre la pieza encontrada en potrero y la figura en el
códice borbónico que hace referencia a esta deidad.
216
Otros de los claros ejemplos que podemos observar se ven
ref lejado en los incensarios que representan a Chicomecoatl, pero
con atavíos de Tlaloc. En las fuentes se menciona a esta diosa de
una forma especial y tomándola como la diosa del maíz maduro, en
sus festividades a esta diosa se creía que ella le daba el poder de
germinar a las semillas teniendo esto en cuenta el templo era u sado
en un aspecto de trojes donde se guardaban las semillas sagradas
para la siembra del próximo año.
Las f iestas que estaban relacionadas con esta deidad son la del
Huey Tozoztli y la de Ochipaniztl i que gracias a las fuentes se
pueden mencionar que en el mes del Huey Tozoztli que por algunos
autores es manejado en el mes de abri l, se menciona que se subía al
cerro Tlaloc a dar ofrendas de niños, pero simultáneamente se
hacían ri tos relacionados con la Chicomecoatl, como el de ofrendarle
comida y el de consagra las semil las para el próximo año.
“Esta diosa llamada Chicomecoatl era la diosa de los mantenimientos, así de lo que come y de lo que bebe. A esta la pintaban con una corona en la cabeza, y en la mano derecha un vaso, y en la izquierda una rodela con una flor grande pintaban; tenía su cueit l y huipil l i y sandalias, todo bermejo; y la cara teñida de bermejo. Debió esta mujer ser la primera mujer que comenzó a hacer pan y otros manjares y guisados ”. (Sahagun: 2000. 75)
Cuanto a lo primero esta diossa que se ofrece tratar era la diosa de los mieses y todo genero de simientes y legumbres questa nación taniapara su sustento l lamauanla la diossa Chicomecoatl que quiere decir culebra de siete cabezas…… . (Duran 2002:141)
217
Figura 117. Una de las características sobresalientes es que nos habla de que la
pintaban de bermejo, las piezas encontradas tienen presencia de pigmentó rojo,
este es uno de las primeras singularidades que nos muestran un parecido con la
deidad Chicomecoatl ya que se menciona que esta diosa estaba pintada de este
color (Imagen tomada del Códice Duran)
Figura 118. Chicomecoatl en los primeros memoriales
218
Por la comparación entre las representaciones graf icas y las
descripciones de las fuentes podemos numerar varias de los
atributos que representan a esta diosa. Como podemos observar la
pieza t iene un pigmento rojo.
Las fuentes se ref ieren a esta deidad como la que está pintada
de rojo, en el Museo de Antropología E Historia, se puede encontrar
una pieza que se ref iere a la diosa del maíz, y que tiene como
atributos el estar pintada de rojo, t iene un tocado de mazorcas de
maíz pero el rasgo que más nos intereso es que en la frente se
pueden apreciar tres representaciones circulares concéntricas que
inferimos se tratan de chalchihuites, en el caso de nuestra pieza
presenta estas misma característ ica, por lo cual es un rasgo mas
para poder sustentar que se trata de está diosa.
Figura 119. Una de las escultura que presenta pintura roja y que nos hace pensar
por sus caracteristicas iconograficas que se trata de Chicomecoatl.
219
Otra de las esculturas que sobre sale es un porta estandarte.
Esta escultura está en una sola pieza fue la única que no presentaba
otros fragmentos, al ser detectada fuera del templo, podemos inferir
su función como la de un porta estandarte, ya que presenta
taparrabos podemos saber que es una escultura masculina, presenta
en la espalda una especie de t iras que pertenecían a un tocado.
Figura 120. Escultura que puede representar un guerrero de cabello largo y que
servia como portaestandarte.
Como ya hemos mencionado por los elementos que se
encontraron sugerimos que se trata de un templo dedicado a los
númenes de la l luvia y la ferti l idad agrícola, esto esta
intrínsecamente relacionado con la concepción de tiempo y
naturaleza, en otras palabras al estar relacionado con el modo de
producción agrícola también está relacionado con realizar un
calendario el cual les daría los tiempos en que se debería de sembrar
y cosechar, por tal motivo estas sociedades realizaron cuentas
calendáricas basadas en los movimientos del sol.
En el caso mexica se sabe de dos calendarios que son el
tonalpohuali o cuenta adivinatoria, que le daba nombre a los días y
220
años, que constaba de 260 días que se repetían al acabar el ciclo. El
segundo era el l lamado Xiuhpohualli “ la cuenta de los años” que
estaba constituido por 18 meses de 20 días, mas 5 días faltantes
Nemontetemi que hacen una suma de 365 días lo que es un año
solar, cada mes tenía una f iesta que llevaba el mismo nombre, i lhuit .
(Broda 2007)
Los meses se consagraban a una deidad o a varias, y se
realizaban f iestas. Eran veinte las f iestas de las veintenas (al f inal
de cada una de las 18 veintenas y a la mitad de Quetcholi y de
Izcalli); las veintenas y sus f iestas respectivas se designaban con el
mismo nombre.
1: A t lcahualo , “se de jan las aguas” , o Cuahui t lehua “se
ye rguen l os arbo les ”
(T la l oque encabezados por T la loc ,
as í debe entenderse en lo suces ivo )
2: T lacax ipehual i z t l i “ deso l lam iento de hombres” X ipeto tec y hu i t z i l opocht l i , t la loque
3: Tozozotont l i “pequeña v ig i l ia ” T la loque, Coat l i cue.
4: hue i tozozt l i , “g ran v i g i l i a ” Centeot l y ch icomecoat l , T la loque
5: Toxcat l “sequedad” Tezcat l i poca y hu i t z i l opoch t l i
6: E tza lcua l i z t l i “com ida de f r i jo l es y maíz ” T la loque y Chalch i t l i cue
7 : Tecui lhu i tont l i “ pequeña f ies ta de los señores Hu i x toc ihuat l y Xoch ip i l l i
8: hue i tecu i l hu i t l “g ran f i es ta de los señores ” X i l one
9: T laxoch imaco “se obsequian f l o res ” o m icca i lhu i ton t l i
“pequeña f i es ta de l os muer tos ”
Tezcat l i poca, Hu i t z i l opoc t l i y
Mic t lantecut l i .
10: Xocothuezt l i “e l ocote ve rde cae” o hue im icca i lhu i t l
“g ran f i es ta de l os muer tos ”
X iuhtecut l i -Otonteuc t l i , Yacateuc t l i ,
Mi t lan teuc t l i .
11 : Och ipan i z t l i “ab r im iento” Teteo innan, toc i , T lazo l teot l ,
Centeot l y ch icomecoat l
12:Teot leco “e l d ios l l ega” o sube, o Pachton t l i
“pequeño heno”
Tezcat l i poca y hu i t z i lopocht l i ,
Huehueteot l , Yacatecut l i
221
13: Tepehui t l “ f i es ta de los cer ros ” o hue ipacht l i “g ran
heno”
T la loque, Cent zontocht i n
14ª : T lac oquechol l i “m i tad de quechol l i ( “cuchare ta
rosada” : ave)
Mi xc oat l , Camaxt le , Hu i t z i lopocht l i ,
Coat l i c ue
14b: Quecho l l i o quechol lam i “ te rm ina quetcho l i ” Mi xc oat l
15:Panquetza l i z t l i “ l evantam iento de banderas ” Hu i t z i lopocht l i , pa ina l , Yatecut l i
16: A temozt l i “ ba jada de las aguas” T la loque -Tepi toc ton
17:T i t i t l “ encogim iento ” ( “es t i ram iento ” ) L lamateuc t l i -C ihuacoat l
18ª : Mot laxqu ia in to t a “nues t ro padre (e l fuego) se
prepara de comer” o Huauhqui l tamalcua l i z t l i , “com ida
de tamales de ho ja de huahut le ” o amaranto
Xiuhteuc t l i
18b: I zca l l i o I zca l lam i “ t e rm ina I zca l l i ” ( “c rec im ien to ,
resu r recc ión ” )
X iuhteuc t l i
Por lo tanto este calendario solar de 365 días es el que
usaremos para contextualizar nuestro sit io y las f iestas que se
realizaban en el. Dentro de este tema debemos recordar que las
fuentes son una herramienta por la cual podemos contrastar los
procesos sociales que acontecieron, pero con la cautela de poder
relacionar este conocimiento de una manera veraz, el primer
obstáculo que algunos autores enfrentaron fue el de empatar las
fechas usadas en las fuentes, así que debemos recordar que
durante la recopilación de la información se usaba el calendario
jul iano, que posterior mente se cambio por el gregoriano que es el
que uti l izamos en nuestros días, así que dentro de nuestra
investigación usaremos la correlación calendárica propuesta por
Johana Broda, la cual dice que el año mexica empieza el 12 de
febrero. Teniendo como primer mes el l lamado Atlcahualo.
Este calendario se debía mucho a los ciclos agrícolas, por lo
tanto a las estaciones del año, para la concepción mexica el chi lco
se dividía en dos el t iempos el de l luvia xopan “el t iempo verde” y el
222
de secas tonoalco “t iempo de sol y calor” (Broda: 2004.55) otros
autores mencionan esto como el Quetzalcóatl “serpiente cubierta de
plumas verdes” y la xiuhcoatl “serpiente de fuego” (Soustel le: 1979)
que enmarca muy bien esta alternancia.
Otro de los puntos fundamentales para la comprensión de las
festividades es la concepción que tenían estos pueblos del f in de
dicha celebración, si bien en estos tiempos el hombre le da gracias
a una entidad superior por lo dado, en el modo de interactuar de los
pueblos prehispánicos las festividades eran realizadas para que se
manifestaran los elementos requeridos para propiciar un
acontecimiento benevolente.
Por lo cual podemos observar que la función del templo e s la de
poder tener un espacio sagrado el cual ponga en contacto al hombre
con el numen, para el efecto de petición. Como recordaremos
nuestro sit io t iene las característ icas fundamentales para este f in,
se puede observar que la comunidad dependía de la ag ricultura y
por lo tanto de los ritos que harían que los elementos que sirven
para este f in apareciesen, como ejemplo tenemos el pedir l luvias en
meses de secas, el pedir el crecimiento del maíz cuando aun esta
tierno.
Sin embargo las f iestas relacionadas con los ciclos agrícolas y
los dioses de la l luvia y del maíz (Broda: 2009ª y 2009b), tal y como
se expresa en el siguiente cuadro.
223
cic lo
estación celebración mes
1 secas Sacr i f i c ios de n iños a t l cahualo
2 Siembra
t rans ic ión de
secas a l luv i as
Ma íz t ie rno, aguas p luv ia les , aguas
sa ladas , madurac ión de l e l o te .
Hueytozozt l i ,
E tza lcua l i z t l i ,
Tecu i lhu i tont l i ,
Och ipan iz t l i
3 Cosecha In ic i o
de la es tac ión
de secas .
cu l to a los ce r ros , d ioses de l pu lque ,
cu l to a l as imágenes de l os cer ros en
conmemorac ión a los muer tos
Tepei lhu i t l ,
A temozt l i
Con esta serie de evidencias se logra evidenciar que los
rituales realizados para a consagración de eventos agrícola están
marcados por los eventos naturales, como lo son el temporal, para
mexica Tenochtit lán, su producción no solo se basaba en el temporal
si no también en el sistema de chinapeo, la cual produjo en épocas
poco favorable.
Pero transportándonos a nuestro sit io y por la geografía se
puede apreciar que la agricultura dependía en gran parte al temporal,
por lo que estos ritos eran fundamentales para una buena temporada
de cosechas. Como mencionamos en el cuadro anterior las
festividades están relacionadas con los tres estadios de la producción
agrícola, la preparación del terreno para después sembrar la semilla,
que a su vez se cosecha y se guarda una porción para el próximo
año, así el ciclo se repite (Broda: 2004)
Otro de los patrones que observamos es que entre estos
pueblos los ritos tanto agrícolas y guerreros están plenamente
comentados en las fuentes, así como los númenes a los que se
consagraban las ceremonias En el caso de esta tesis los artefactos
224
recuperados como lo son las esculturas presentan característ icas de
estas deidades, por lo que inferimos que en el espacio que conforma
el templo, se realizaban este t ipo de práct icas sociales, que en forma
mas especif ica pertenecen a los rituales referentes a la ag ricultura,
l luvia, fert i l idad y mantenimientos.
FESTIVIDAD FECHA DIOS RITUAL
ATLC AHU ALO 12 de febreo -
3de marzo
TLALOC Sacr i f i c io de n iños pa ra ped i r agua
TOZOZTONTLI 24 de marzo -
12 de ab r i l
TLALOC
HUEITOZOZTLI 13 de abr i l - 2
de mayo
CENTEOTL,
CHICOMECOATL Y
TLALOC
4 d ías de ayuno, espadañas con
sangre de las ore jas
ETZ ALCU ALIZTLI 23 de mayo -
11 de jun io
TLALOC,
CHALCHITLICUE
4 d ías de ayuno, jun taban junc ias
de l C i t l a l tepec
HUEITEILHUITL 2 de ju l io - 21
de ju l io
XILONE Se hacen banquete para los
pob res de l pueb lo
OCHP ANIZTLI 31 de agos to -
19 de
sept iembre
TETEONINA, TOCI ,
TLAZOLTEOTL,
CHICOMECOATL Y
CENTEOTL
Se escogen las mazorcas de l as
t ro jes como s ímbolo de l corazón
de l maíz , sac r i f i caban una joven y
la deso l laban
TEPEHUITL 10 de oc tubre
– 29 de
oc tubre
TLALOC Y
CENTZONTOTOCHTIN.
Hac ían imágenes de los c er ros de
masa, sac r i f i caban mujeres
ATEMOZTLI 9 de d ic iembre
– 28 de
d ic iembre
TLALOC TEPITOCTON Hac ían imágenes de los montes
sahumaban, los adornaban,
contaban y comían, en es te
t iempo hab ía abs tenc ión s exua l .
225
Con lo que proponemos y gracias a la evidencia material es que
los ri tuales relacionados a la ferti l idad y las lluvias, están explícitos
en nuestro sit io. Los elementos encontrados como antes mencionados
pertenecen al universo de la ferti l idad agrícola, la s esculturas arrojan
la evidencia de los númenes que se presentaban en el templo, Tlaloc
el dios de la l luvia, Ehecatl dios del viento, Chicomecoatl, diosa de
los mantenimientos, Xilone diosa del maíz t ierno.
Todos estos númenes pertenecen a los fenómenos naturales
que traen consigo la ferti l idad de la t ierra, así tenemos que Ehecatl
es el viento que barre el camino para que Tlaloc pueda verter las
lluvias, esto hace que la t ierra seca la Xiuacoatl se aleje dejando que
la Quetzalcóatl aparezca, apareciendo chicomecoatl, que a su vez
hace que Xilon nazca como el maíz tierno, que crecerá hasta que el
producto (mazorca), con el t iempo cambiara a Toci.
226
VI. CONCLUSION
En el sit io de Potrero de Nextongo se logro definir los procesos
sociales que antecedieron en el lugar de estudio y que fueron
evidenciados por los elementos analizados bajo los procedimientos
arqueológicos y documentales, a mi parecer la investigación
contribuye a la historia del la región ya que como lo evidenciamos la
información respecto a este lugar era casi nula.
En nuestro caso la investigación rindió frutos los cuales pueden
servir para próximas investigaciones, el sit io que se excavo
pertenece a un a un momento cronológico, para nuestro caso se logro
fechar a part ir de los elementos cerámicos, el sit io t iene una
ocupación en el l lamado posclásico, esto fue posible ya que los
tiestos recolectados van desde la fase Corral Terminal (850-900 d.C.)
hasta la fase tesoro (AZTECA IV) para la cuenca de México.
Debido a los estudios y gracias a la metodología aplicada que
se realizo se pudo definir aéreas, esto lo digo como un espacio donde
se efectuó un proceso social cualquiera que sea y que por el contexto
identif icamos más particularmente, el proceso social que suponemos
acontecía aquí es especif ica, esto se demuestra a partir del análisis
que se efectuó dentro de este trabajo de investigación la actividad
del sit io que nombramos templo fue el de servir como edif icio público
relacionado con los rituales de la ferti l idad.
La evidencia nos muestra que dicho lugar, es participe de un
sistema de interacciones polít ico rel igiosas que en la l iteratura se
nombra como Altepetl, la forma de gobierno con la que se
encontraron los españoles cuando l legaron a estas tierras, y que
están referidas tanto en el dato arqueológico como el histórico.
227
El sit io es solo una pieza del conjunto de elementos que
conforman una comunidad humana, que tiene una urbanización
definida y espacios claramente edif icados para una función
específ ica, así podemos tener el templo edif icado para la realización
de ceremonias, otro elemento que no hemos detectado pero que tiene
una función importante es el Tecpan o palacio con funciones
administrativas y polít icas, dentro de la traza urbana se debe de tener
en cuenta los medios de producción esto se ref iere a la t ierras de
cult ivo y los talleres artesanales, junto con esto las viviendas de las
personas que pertenecían a dicho sit io con todo esta gama de
elementos se puede determinar como un Altepetl debido a la
distribución de sus elementos y la conformación de un paisaje urbano
aunque con sus propias particularidades, como ya mencionamos
dicho sit io esta ubicado en un área que era controlada por la triple
alianza en el posclásico tardío y cuya ubicación es periférica.
Pero debemos mencionar que antes de estos sucesos es
aparente que el sit io estaba ocupado por un asentamiento tolteca, de
la Fase Tollan (950- 1150 d.C.), ya que los materiales encontrados lo
demuestran, este asentamiento es probablemente de uso habitacional
ya que los materiales encontrados son los util izados para esta
actividad.
El uso ritual es posterior, en su primera etapa podemos
observar que se uso el sistema de terraceo circulares para poder
nivelar el terreno que se encuentra en una sima de montaña, con esto
se crea una plataforma, que a su vez sostiene el templo. En lo
posterior se observa que dicho edif icio es remodelado y es lo que
actualmente observamos, un edif icio de forma redonda, que divide un
muro interno y que a su vez t iene un pequeño patio.
228
Como mencionamos dicha estructura fue creada para realizar
actividades relacionadas a aspectos rituales, y que gracias a nuestra
investigación se determino que dichos rituales están relacionados con
la ferti l idad y los mantenimientos.
Con esto concluimos que el espacio se trata de un templo y los
elementos encontrados como las esculturas están representando a
los númenes relacionados con la ferti l idad y los mantenimientos, otro
punto seria la relación del paisaje de montaña con el templo lo cual
nos deja observar que esta relación entre montaña y templo, para la
temporalidad definida es muy común entre los pueblos de
Mesoamérica esto esta mencionado en los documentos históricos, y
apoyado por los datos arqueológicos que mostramos.
Como mencionamos este edif icio fue usado para un proceso
social que ya mencionamos, pero no es el único ya que con esta
evidencia podemos proponer que al tratarse de un edif icio de carácter
público está sujeto a un control, que para nuestra región
aparentemente es de los tepanecas.
Por lo tanto hace falta más investigación sobre las zonas
habitacionales, polít icos, religiosos, y tal leres, ya que en nuestro
caso es solo un pequeño fragmento de un Altepetl. Por lo tanto
dichos sit ios pueden estar dispersos pero a su ves pertenecer a una
cabecera la cual está encargada de recolectar el tributo de dicha
región, esto lo podemos observar gracias a los documentos que se
sobrevivieron a la l legada de los Españoles.
Otro de factor que nos ayudo a evidenciar los que proponemos
fue el uso de documentos, los cuales aportan información del cómo
se realizaban los ri tuales en que fechas y a que dioses, esto fue una
herramienta por la cual el dato arqueológico es contrastado con el
documento, lo que enriquece a la investigación.
229
Por lo antes dicho debemos de tener en cuenta los procesos
sociales que acontecían en este lapso de tiempo, ya que nuestros
datos aportan un ejemplo de la forma de cómo se comportaban los
sit ios periféricos.
Los procesos sociales que se realizaron en el templo están
sujetos a una cosmovisión y cosmogonía, la cual está representada
en este lugar, y cuya función específ ica es el de poder marcar las
fechas de siembra y cosecha, por lo que conocemos sobre estas
sociedades es que la agricultura es una de las formas económicas
más importantes ya que de ello dependía la subsistencia de estos
pueblos, por lo cual ritualista y hacen un calendario para poder
definir los días en las cuales poder empezar el ciclo agrícola, ya que
se debe saber bien las épocas de lluvias y las fechas exactas para la
siembra.
A estos fenómenos eran consagrados a un numen, con esto se
explicaba el fenómeno natural, dentro del ciclo agrícola, como
observamos las l luvias l legan cuando Tlaloc y sus t laloques hacen
llover, esta no l legan sin antes que Ehecatl, barra los cielos a estos
dioses, a su vez la t ierra es el cuerpo de Tlaltecutli, dentro de las
montañas encontramos el lugar donde se guarda lo precioso o tocan,
en los campos el maíz tierno es llamado Xilon, a la mazorca se le
l lama Centeotl, y al maíz viejo toci.
Los elementos que mencionamos del ciclo agrícola se
encuentran en el sit io que escavamos y en el cual su axis mundi, el
templo estuvo consagrado. Muestra de ello son las ofrendad que se
detectaron en su interior las cuales al tratare de cofres de pie dra
cuyo interior contenía lapidaria verde, que es la representación de los
chalchihuites o gotas de agua, el pénate encontrando es la
representación de los niños sacrif icados a Tlaloc muestra de ello es
230
que en el templo mayor de Tenochtit lán las ofrendad con elementos
similares.
La cerámica muestra en que en el interior de dicho templo los
ritos eran ínt imos y específ icos, en el exterior los rituales eran
público, ya que en el interior los elementos cerámicos eran para usos
específ icos como el de sahumar entre otros, en el exterior se
encuentran vaji l las para contener alimentos esto es ya que se
ofrendaban dichos alimentos a los dioses, como ya hemos
mencionado.
En conjunto los elementos como arquitectura, escultura,
cerámica, l ít ica y documentales, muestran la función específ ica y
particular del sit io, el cual es un templo, que pertenece a una región,
aunque marco ideológico esta estandarizado en el alt iplano central,
los sit ios t iene ciertas part icularidades regionales, y en nuestro caso
es un pueblo que está bajo el dominio de otro pero que en si t iene
sus propios edif icios y funciones especif icas.
231
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