EPIDEMIAS Y POBLACIÓN: LOS VALLES DE SIGUAS Y TAMBO. AREQUIPA, SIGLOS XVIII Y XIX

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EPIDEMIAS Y POBLACIÓN: LOS VALLES DE SIGUAS Y TAMBO. AREQUIPA, SIGLOS XVIII Y XIX Edison Halley Quispe Quispe RESUMEN Este artículo estudia y reconstruye la historia epidemiológica y demográfica de dos valles ubicados en el departamento de Arequipa: Siguas y Tambo; a partir de la revisión de los libros parroquiales y de algunos datos censales. El interés está, en destacar la importancia que tuvieron las características ecológicas (que desencadenan la presencia de la malaria primero y después de la fiebre amarilla) y que marcan los patrones de migración, natalidad, mortalidad y de crecimiento poblacional de ambos sectores. PALABRAS CLAVES Población, epidemias, malaria, fiebre amarilla, Tambo, Siguas. ABSTRACT This article studies and reconstructs the epidemiological and demographic history of two valleys located in the department of Arequipa: Siguas and Tambo, from the review of the parish registers and some census data. The interest is in highlighting the importance that had the ecological characteristics (which trigger the presence of malaria in a first place and the yellow fever later) and that marked the migration patterns, fertility, mortality and population growth in both areas. KEY WORDS Population, epidemics, yellow fever, Tambo, Siguas. HISTORIA N°10 (2011): 55-72 / ISSN 2220-3826 Escuela Profesional de Historia Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa-Perú * Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. E-mail: [email protected].

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EPIDEMIAS Y POBLACIÓN: LOS VALLES DE SIGUAS Y TAMBO. AREQUIPA, SIGLOS XVIII Y XIX

Edison Halley Quispe Quispe∗

RESUMEN

Este artículoestudiayreconstruyelahistoriaepidemiológicaydemográficadedosvallesubicados en el departamento de Arequipa: Siguas y Tambo; a partir de la revisión de los libros parroquiales y de algunos datos censales. El interés está, en destacar la importancia que tuvieron las características ecológicas (que desencadenan la presencia de la malaria primeroydespuésdelafiebreamarilla)yquemarcanlospatronesdemigración,natalidad,mortalidad y de crecimiento poblacional de ambos sectores.

PALABRAS CLAVES

Población,epidemias,malaria,fiebreamarilla,Tambo,Siguas.

ABSTRACT

This article studies and reconstructs the epidemiological and demographic history of two valleys located in the department of Arequipa: Siguas and Tambo, from the review of the parish registers and some census data. The interest is in highlighting the importance that had the ecological characteristics (which trigger the presence of malaria in a first place and the yellow fever later) and that marked the migration patterns, fertility, mortality and population growth in both areas.

KEY WORDS

Population, epidemics, yellow fever, Tambo, Siguas.

HISTORIA N°10 (2011): 55-72 / ISSN 2220-3826 Escuela Profesional de Historia

Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa-Perú

* Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. E-mail: [email protected].

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En el siglo XVIII, la población del Perú, empezó una recuperación lenta; al respecto mu-choshistoriadoresmencionaronquelascaracterísticasdemográficaspertenecíanaunapo-blación de tipo: Antiguo Régimen, debido a la alta mortandad infantil, a la frecuente apa-rición de brotes epidémicos, caracterizados por su letalidad, morbilidad y alta mortalidad; la baja esperanza de vida y su crecimiento lento. Obviamente que esta “generalización”, respecto al tema se formó debido al estudio de la población de las ciudades a través de ci-ó debido al estudio de la población de las ciudades a través de ci- debido al estudio de la población de las ciudades a través de ci-fras brutas, (censos y/o padrones); pero, ¿Quépasabaenlaszonasrurales?¿Cómo se movía lapoblaciónenlosvalles?

Este último punto es el que nos ocupa, por lo cual el objetivo de este trabajo, será doble: primero se ensayara una cronología de la presencia de agentes patógenos en las áreas de estudio utilizando para ello los datos brutos de los libros parroquiales, (especialmente los de defunciones) agregando datos sobre fenómenos naturales y las características ecológicas quemarcanlaendemicidadsobretododelamalariaylafiebreamarilla;yelsegundoob-jetivopresentaraelestudiodelascaracterísticasdemográficascomomigración,mortalidady natalidad en relación con la endemicidad y la economía de la zona. La comparación de ambas zonas indicara una propuesta de trabajo y por consiguiente, el análisis de las mues-trasdemográficasenunconjuntoecológicodiferentealdeunaciudad,mostrará también la estrecha relación entre estos dos ejes (ecología y demografía) y la economía.

PERFILES ECOLÓGICOS Y EPIDEMIOLÓGICOS DE LOS VALLES DE LA COSTA

La historia ecológica1 de los valles de la costa de Arequipa, presentan alteraciones climáti-cas producto de la aparición del Fenómeno “El Niño” (ENSO, por sus siglas en inglés) que afectó la vida de estas dos zonas. El historiador Carlos Buller y otros geógrafos explicaban que este fenómeno climático, afectaba la zona con presencia de sequías, que según su nivel, podían convertirse en años extremadamente secos, pero que además podían éstas, tener un desenvolvimiento muy particular: “…los últimos estudios realizados no permiten llegar a conclusionesdefinitivas…siguiendoelregistrodediversasestacionesmeteorológicasenel Perú, durante las diez ocurrencias del Niño entre 1925 y 1982-83, se ha determinado una ocurrencia sincrónica con una sequia en el sur del 40%, proporción que se eleva a un 74% en caso de ampliarse la correspondencia un año antes o después de la incidencia del fenómeno” (Buller 2011: 64). En el caso de Tambo, el clima de la zona que es subtropical y semiárido presenta intervalos de 7 y 10 años entre una época húmeda y una seca, entre el

1 Aquí utilizamos dos conceptos, es pertinente su descripción; el primero, está referido a cambios de parámetros climáticos que intervienen en el curso de periodos inferiores a treinta años y el segundo es de “variación climática” denominado así para periodos. En este último punto los dos siglos de trabajo corresponden a variaciones climáticas como: el fin de la “pequeñaEdad deHielo” y el comienzo delcalentamiento global y el levantamiento del nivel del mar, ocurridas estas últimas a mediados del siglo XIX. (Dollfus 1980: 59).

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siglo XVI y el XIX; si bien es cierto que en esta zona no llueve en abundancia, la presencia de neblinas le da otro aspecto entre los meses de mayo y octubre2. La abundancia de agua para las épocas agrícolas depende en su mayoría de las lluvias y deshielos que suceden sobre los 2500 y 6000 msnm., por lo cual la economía de la región está muy ligada a los cambios climáticos que se dan en las cuencas altas de los valles. En los años correspondien-tes a los efectos del ENSO, también es común un cambio brusco en la temperatura del mar, lo cual puede ocasionar la presencia de ciertos parásitos marinos (Arriaza et. al. 2010) o en todocasomodificarpatronesdeconsumo(Sandweis2004).Otrostiposdefenómenos,sonsin duda los terremotos, en los cuales pueden las partes cercanas a la costa experimentar, la salinización de los terrenos adyacentes, debido a la presencia de mareas y maremotos como ocurrió en los terremotos de 1582, 1604, 1687, 1784, 1821 y 18683. El caso de las excesi-vaslluviasenlaszonasaltastambiénmodificaydañalasáreas de cultivo como ocurrió en el año de 1790 en Siguas, donde los hacendados pedían la rebaja de los censos, a los que estaban “amarrados”, sus viñedos4 o como ocurrió en 1860 en el valle de Tambo5.

Las zonas más alejadas del nivel del mar, como Siguas, las oscilaciones climáticas están másacordesconlainfluenciadelaCordilleradelosAndes;queporlogeneralenlacolo-nia eran descritas como valles calientes, debido al clima seco y a la presencia de grandes extensiones de pampas, (como este caso, que se encuentra entre las planicies desérticas de Siguas y Majes) y la ausencia casi total de lluvias (Obando 1996: 12).

Cuadro Nº 1: Epidemias y fenómenos naturales en los valles de Siguas y Tambo.

AÑOS EPIDEMIAS LLUVIAS SEQUÍAS TERREMOTOS ENSO

1763 Epidemia

1775 Epidemia S

1778-1780 * M

1781 Gripe *

1783 * S

1784-85 Sarampión Terremoto

1790 *

1791 Epidemia VS

2 Entre mayo y octubre las temperaturas están entre 12º y las máximas alrededor de 20º. Los demás meses son más calurosos y las máximas alcanzan los 26º y las mínimas oscilan sobre los 20º. (Dollfus 1980: 53). También: Ortlieb1995.

3 Para el caso del terremoto de 1868: AAA. Libros Parroquiales. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del Valle de Tambo, Libro de Matrimonios/1: 1835-1885. Ver además: Barriga 1939, y Amanqui 2006.

4 AAA. Causas Civiles/ 53: 1790-1791. “Juan Isidro Febres pide al Convento de Santa Teresa la liberación de la deuda y pensión o rebaja del censo, que por las lluvias de enero de 1790, destruyó una hacienda de viña ubicada en la quebrada de Guacan”. Marzo 4 de 1791.

5 Carta de Pedro José Quiroz, cura propio de la doctrina de Cocachacra, al electo Arzobispo de Lima: José Sebastián de Goyeneche y Barreda. Marzo 19 de 1860. AAA. Administrativo: 1856-1862.

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1792 Sarampión * VS

1795 Sarampión

1801 Epidemia

1802 *

1803-04 * S+

1805 Viruela

1809 Epidemia

1810-12 Malaria M+ (1812)

1813 Epidemia

1814 Epidemia S

1819 Epidemia * M+ (1817-19)

1821 Rabia y disentería Terremoto M

1827 Epidemia

1828-1832 *

1833 Epidemia

1834 Epidemia *

1837 Epidemia M+

1841 Epidemia

1843-1844 Epidemia

1844 M/S

1848Disentería, tabardillo y

viruela

1849 Epidemia

1852 Epidemia M

1853 Viruela

1854 Fiebre amarilla M

1855 Fiebre amarilla

1857 * M

1858 Tifus, difteria y tifoidea M

1859 Epidemia M

1860 *

1862 Epidemia

1864 Fiebre amarilla y tifus M+

1865 Epidemia

1866 Epidemia M+

1867 Epidemia M+

1868 Fiebre amarilla y tifus Terremoto y tsunami M+

Fuente: Quispe, S/F.

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Como vemos en el cuadro 1, la relación entre epidemias y otros fenómenos naturales tiende a ser muy natural, y las primeras muchas veces tienden a ser consecuencias derivadas, pero a la vez tienen su propio ritmo de desarrollo y la presencia de otro fenómeno al mismo tiempo, podría aumentar las proporciones de las catástrofes6. Relacionando estos sucesos, un documento nos hace pensar que la presencia de una etapa lluviosa en la parte alta tam-bién suponía la presencia de un verano más caluroso en la costa y en los valles bajos7 y por consiguienteunmayordesarrollodelosvectorestransmisoresdelamalariaylafiebreama-rilla8, que son los agentes patógenos con más presencia en estas dos zonas9. En ambos casos son lluvias y sequias los factores más importantes que muestran una anomalía climática; en el caso de Tambo por ejemplo, la estación calurosa concuerda con una elevada mortandad; los 28 casos registrados de alta mortandad en dicho valle desde 1760 hasta 1868, catorce ocurren en los meses de verano; en el caso de Siguas los números nos indican que se desa-rrolla tanto este factor como la presencia de eventos epidémicos provenientes de la zona de Caylloma, por lo cual la estacionalidad de las mismas es menos marcada.

Resumiendo, Siguas y Tambo; son dos zonas diferentes en sus aspectos climáticos, pues la primera se halla entre la cadena costera y los denominados cerros pre andinos; y la segunda está ubicada entre las estribaciones de la cadena costera y el nivel del mar (Cardona 2003: 12); y como veremos a continuación esta diferencia no fue relativa para el desarrollo de dosvectorestransmisoresdelamalariaylafiebreamarilla,nosreferimos:alanophelespseudopunctipennis y el Aedes Ageypti; como indicamos a continuación.

El vector transmisor de la malaria necesitaba de ciertas condiciones ecológicas para poder sobrevivir como: temperatura mayor a 15 grados, agua estancada, baja altitud, estacionali-dad de las lluvias y sobre todo de huéspedes susceptibles al virus10. Estas condiciones son las que se ven en la costa arequipeña entre los meses de diciembre y marzo, en los cuales la temperatura de la zona aumenta, lo que hace posible el desarrollo del principal vector de la

6 De esta forma, “el evento natural puede ser el pretexto para describir y analizar procesos más amplios que revelan las vulnerabilidades acumuladas por años”; Los eventos de impacto lento como sequias e inundaciones y los de impacto súbito, como terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, maremotos, granizadas o heladas, tienden a desarrollar un factor desequilibrante en la sociedad. (García 1996: 20).

7 Carta de Pedro José Quiroz, cura propio de la doctrina de Cocachacra, al electo Arzobispo de Lima: José Sebastián de Goyeneche y Barreda. Marzo 19 de 1860. AAA. Administrativo: 1856-1862.

8 Revel y Peter, dividen la historia de la enfermedad en dos, por un lado proponen la historia natural de la morbidez, donde la ecología y etiología retrospectiva es el punto más importante dejando de lado al hombre; el siguiente es en sí una sociología de la morbidez y presenta al hombre como actor fundamental y con la presencia de epidemias de forma opresiva sobre éste. (Revel, y Peter 1980: 175-176). En este punto también está incluida la relación de la morbidez con la demografía, economía, así como “la conciencia política, religiosa”, etc. (Ibídem. p. 177).

9 Lamentablemente no contamos con información que nos den datos sobre los nombres de las epidemias, solo en algunos casos reconstruimos el nombre a través del seguimiento de la mortalidad de varias parroquias, tanto de la sierra como del valle de Arequipa.

10 Según Cueto en el Perú, existían tres de las cuatro formas existentes del virus: vivax, malarie y falciparum; y la cuarta e inexistente en el país era: ovale (Cueto 1997: 129).

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malaria en la zona: el anopheles pseudopunctipennis, (Calderón, Curaca, et. al. 1974: 91) 11. El endemismo del Anopheles en las zonas bajas en los meses de verano, ocasionó desde el siglo XVI, una visión médica muy particular, como lo menciona Musset, las zonas bajas eran consideradas enfermas y se prefería poblar lugares altos y bien ventilados (Musset 1996: 27-28)12. Las teorías hipocrático-galénicas, explicaban una tendencia proclive a las tercianas en los valles debido a la poca ventilación que tenían, las altas temperaturas, y a la presencia de aguas estancadas, que formaban ciénagas, pantanos y fangos que ocasionaban multitud de enfermedades; y por último a los cambios bruscos de temperatura, ocurridos tanto en el día como en la noche13. Pero a lo que más se temía era a los cambios bruscos de temperatura y a las largas temporadas de calor, frío, sequedad y humedad (Musset 1991: 272) 14. Por ejemplo, es preponderante la visión tanto de clérigos como de migrantes, que van y cruzan los dichos valles en épocas en las cuales: “bajan las tercianas” 15.

Enelcasodelafiebreamarillaovómitonegro,sesuponeunorigencomúnaldelaster-ómito negro, se supone un origen común al de las ter-mito negro, se supone un origen común al de las ter-cianas y se desconoce que sea el mosquito Aedes, el transmisor de dicho mal, su desarrollo es muy recurrente sobre las poblaciones (Lossio 2003: 66). La primera epidemia está refe-rida al caso de la Isla de Barbados en 1647 y México un año después (Molero y Bocquet 1998)16,mientrasqueparaAméricadelSur,serefierenlapresenciadeellaenGuayaquilen

11 La etapa fría que va desde mediados del siglo XV hasta mediados del siglo XVIII, conocida como la “Pequeña Edad de Hielo”, hacía dudar de la presencia masiva y en gran escala en toda la costa del Perú del vector transmisor, pero inmediatamente nos pusimos de acuerdo cuando encontramos información sobre la presencia del paludismo en zonas cercanas al Polo Norte, como fue el caso de Inglaterra y Dinamarca. (Buchan 1851: 122).

12 Por ello por ejemplo se reubica el poblado de Quilca, incluso se le quita la categoría de puerto principal, el cual es dado al de Islay; uno de los factores sería la insalubridad del clima. El Republicano, Arequipa. Mayo 6, 1826. p. 107.

13 Para el caso de la ciudad de Arequipa, podemos encontrar información de esta distribución climática de las enfermedades en: Archivo Municipal de Arequipa. Libro de Expedientes: 02, Cuadernillo 1.

14 ElcambioafinesdelsigloXVIII,fuenotorio;laculturadelasaludanterioraestesiglosetrasformó y vioaedificioslocales,comoelcasodeloshospitalesnosolocomoinstitucionesdepiedadycaridad,ypasó a relacionarlo bien como unedificiodondesealbergabalamuerte,porlocualsepasoareformarlo,planteando para ellos que debían servir no para ayudar a morir a las personas sino para curar y restablecer a los enfermos. Las reformas borbónicas plantearon además aplicar ideas de ornato, limpieza, policía y civilización a los espacios públicos, asimismo entraron en esta temática dos elementos fundamentales: el agua y el aire. Calles, cementerios, y acequias, también entraron en el nuevo debate en pro de la salud pública. Véase: Warren 2010: 94. Las políticas siguen el modelo miasmático pero éste es solo uno dentro de la pluralidad de “creencias”… “de cómo entender las formas de curar, la enfermedad y el cuerpo en el Perú Colonial.”. (Warren 2009: 41).

15 Hay información abundante sobre este tema recurrente sobre todo en la comunicación de los curas de los valles, para ser cambiados o que eran llamados por alguna circunstancia a la ciudad de Arequipa, en AAA, Correspondencia: 1817-1825.

16 Según Cook, el radio de acción del mosquito era pequeño y necesitaba de agua estancada para poder desarrollarse lo cual ocurría en los meses más calurosos del año… “el mosquito hembra no pica cuando latemperaturadesciendepordebajodelos17º.Lossíntomasson:enfermedadrepentinaoletargo,fiebre,pulsodeficitarioyenocasionesvómitosdesangre,primerodecolorclaroydespuésmásoscuros.Dichosvómitos llegan a ser casi negros, de ahí el nombre de “vómito negro”. Finalmente la víctima presenta ictericia,unsíntomaquediferenciaalafiebreamarilladeotrasfiebresyqueademásledaelnombre…”(Cook 2005:195). Cueto indica que la transmisión podía darse de una persona enferma hacia otra pero

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1740.AlgunosautoresafirmabansupresenciaenelPerúafinesdelsigloXVIII17, pero los rastreosconfirmansupresenciareciénamediadosdeXIX,desdeelcualasoló y devastó los puertos además de los valles de la región. Sin duda el crecimiento de la población del valle de Tambo y en toda la costa y su aglomeración facilitaron la transmisión, pues había dos poblados (Cocachacra y Punta de Bombón) que tenían más de la mitad de la población total del valle.

Finalizando, los dos casos presentan una ecología, dependiente de la acción de los factores climáticos, que ocurren principalmente por acción del mar, la Cordillera de los Andes, y el Anticiclón del PacíficoSur;lasoscilacionestérmicasporendetuvieronmuchoqueverconeldesarrollodelosvectorestantodelamalariacomodelafiebreamarilla.Estarelaciónen el siglo XVIII y XIX, entre clima y sociedad es muy fuerte, por lo cual los indicadores demográficos,económicosyculturalesestánenrelaciónconestetema,comoveremosacontinuación.

MIGRAR, NACER Y MORIR EN LOS VALLES DE LA COSTA

Los estimados de población de la costa sur, al momento de la conquista dan como resultado unapoblaciónpequeñarespectodelosdemássectores,comolorefiereCook:“Entrelasdé-cadas de 1570 y 1600, la costa sur peruana experimentó la tasa más rápida de despoblación india de todas las regiones. El contraste entre la sierra sur y la costa meridional es grande: la región de la sierra de Cusco a Chucuito estaba cayendo a -1.1% anual, en tanto que la costa sur caía a -3.8% cada año” (Cook 2010: 224)18.

Por esta misma fecha es difícil establecer a qué repartimiento correspondía la jurisdicción de Siguas, y los documentos muestran que había una relación entre los parroquianos de Santa Isabel de Siguas y Pampamico, debido a su cercanía. En el siglo XVIII por su parte el valle estaba dividido en dos: la parte baja (San Juan), pertenecía al Partido de Camaná; mientras la parte alta y media (Pitay y Santa Isabel) eran de Collaguas; pero la Parroquia principal estaba asentada en Santa Isabel; Davies indicaba que estas zonas habían decaído demográficamente,porlocual losespañolesdesarrollaronunaproduccióndeelementosagrícolas europeos netamente comercializables como fue el caso de la vid (Davies 1978). Por su parte el valle de Tambo y su zona anexa de la costa tenía una población pequeña en 1570, y la mayoría se dedicaba a la pesca, aunque no se descarta la presencia de pobladores

siempre a través del mismo vector. (Cueto 1997: 62).17 En la descripción de la Intendencia de Trujillo, se habla de la muerte de jóvenes, por “vómito de sangre” en

1790 (Lequanda 1793: 37). Igualmente para la zona sur en los Libros de Defunciones del Valle de Tambo se escribe la muerte de un hombre por “un accidente de vómito de sangre”. AAA. Libros Parroquiales. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del Valle de Tambo, Libro de Defunciones 1.

18 Revisando los datos poblacionales de 1572 y 1602, de los corregimientos de la zona, los Collaguas caían en 30% a una tasa de -1.2% anual; en tanto Camaná perdió en el mismo periodo el 67% de su población total, es decir a -3.6% de tasa anual.

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de las zonas altas que tenían tierra en la zona, los documentos del siglo XVII daban esta encomienda como baca, debido a la desaparición de toda su población19, por tanto es difícil establecer cuánta población hubo antes de la conquista en ambos sectores.

Una de las características de estos siglos es que en ellos, la población de las zonas geo-gráficasenclavadaseneláreadeArequipateníaunaampliamovilización,porlocualen-área de Arequipa tenía una amplia movilización, por lo cual en- de Arequipa tenía una amplia movilización, por lo cual en-ía una amplia movilización, por lo cual en- una amplia movilización, por lo cual en-contramos a una persona de Siguas fallecida en la Parroquia de Santa Marta; en la misma Parroquia dos personas de Tambo son registradas como fallecidas; todas ellas durante la epidemia de 1719-172020. Es difícil establecer la emigración de ambas zonas, debido a la carencia de fuentes, pero debió ser muy amplia; sobre todo hacia la ciudad de Arequipa y hacia algunos sectores de la sierra, por lo cual el tema, que sí se hace factible y que pasare-í se hace factible y que pasare- se hace factible y que pasare-mos a describir a continuación es la migración hacia estas dos zonas.

Dedicada desde muy temprano a la producción vitivinícola, el valle de Siguas, al igual que los valles dedicados a este rubro; presenta una amplia movilización social, ya sea de forma obligatoria, o por fuerza mayor, debido a la fuerte presión que ejercían los caciques en la paga de las tasas de tributo21.ElsigloXVIII,debidoalcrecimientodemográfico,eltrabajoasalariadodebiómodificarestesistema,KendallBrownexplicabaquelaszonasvitiviní-colas, empleaban mano de obra indígena, en pleno siglo XVIII, debido a los altos costos quesignificabamanteneralosesclavos,porlocuallaindustriadelvinoprefirióestetipode mano de obra22. Luego la producción económica de ambos valles y el trabajo estacional modificaronprontosusconjuntosdemográficosdebidoaunafuertepresiónqueejercíalapoblación sobre la tierra, en las zonas de la sierra y de algunos pueblos de los alrededores de la ciudad de Arequipa; como fue el caso de Socabaya, en el que, tanto hombres como mujeres tendían a migrar hacia los valles de estudio entre los siglos XVIII y XIX23.

ElcrecimientodemográficodeTamboySiguasmuestraquevadelamanoconelcreci-

19 Documentos del siglo XVII y XVIII, muestran que había poblaciones de los repartimientos de Pocsi y Puquina que explotaban guano en las islas ubicadas en la desembocadura de este río, véase al respecto: Galdos 1992.

20 AAA. Libros Parroquiales. Parroquia de Santa Marta. Libro de Defunciones/01.21 Asimismo en el siglo XVI, se habla de una fuerte presencia de los indios del repartimiento de Cabanaconde,

trabajando en los viñedos de la zona. (Barriga, Tomo I, 1939: 399).22 Además, Brown, halla una relación entre hacendados y clérigos, pues estos últimos “enviaban”, indios a

trabajar en las haciendas: “El pueblo de Tapay surtía a la hacienda de Catalina Bustamante, con trabajadores; y el padre Santiago Rivero del pueblo de Yanqui, enviaba trabajadores indígenas a Guachipi. Una relación similar existía entre el pueblo de Achoma y la hacienda Guatipa en Majes”. (Brown 2008). La producción deSiguasfuemodificándoseconformeavanzalacrisisdelvinoyelaguardiente,porlocualenelvalleseempieza a sembrar forrajes, trigo y papas. AAA. Siguas: 1684-1852: “Arriendo de viña y tierras del pago de Lucanilla, 1746”; y AAA. Siguas: “Cuaderno de diario de ventas del año 1896.”.

23 Según la ONERN, Socabaya contaba con 228 hectáreas de tierras. En el siglo XVIII y XIX, este lugar acogía a la gran propiedad rural perteneciente primero a los jesuitas y luego a la familia Goyeneche y contaba con 200 hectáreas de extensión, es decir más del 90% de las tierras agrícolas de la zona. (Malamud 1982: 66-67).

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miento económico, el primero no necesariamente debe explicarse con el número de naci-mientos ya que estos no son tan trascendentales, sobre todo en el valle de Tambo, sino con el número de migrantes hacia estas zonas. Son conocidos la estación en la cual se desarrolla el paludismo, además de los meses en los cuales había más trabajo; por lo cual las líneas de defunciones y nacimientos-bautizos, están ligados a estos dos factores, una revisión de los mismos a nivel mensual ayuda a observar mejor este criterio, donde los meses con mayor mortandad son los correspondientes a los meses donde se desarrolla el vector transmisor de la malaria24.

Cuadro N° 2

MOVIMIENTO ESTACIONAL DE NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES: TAMBO, 1810-1819

CRITERIO DEMOGRÁFICO

MESES

E F M A M J J A S O N D

NACIMIENTOS 62 52 66 77 89 72 69 71 87 68 66 63

DEFUNCIONES 105 118 76 78 94 96 73 71 63 59 59 57

MES DE CONCEPCIÓN A M J J A S O N D E F M

Diferencia -43 -66 -10 -1 -5 -24 -4 0 24 9 7 6

El caso del valle de Tambo muestra por otra parte una amplia movilización de la mano de obra desde la misma Arequipa y sus contornos, como ya explicábamos líneas atrás; pero también de parte de los pueblos de la zona del altiplano. En estos mismos datos la pobla-ción migrante de mujeres y hombres es casi similar. Como esperábamos la presencia de pobladores de la zona de Moquegua también es importante, juntamente con la de Camaná.

Cuadro N° 3: Origen de los pobladores en Tambo y Siguas

TAMBO: ORIGEN DE SUS POBLADORES SEGÚN REGISTROS PARROQUIALES

SIGUAS. ORIGEN DE LOS MIGRANTES, SEGÚN LIBROS

PARROQUIALES

DPTOS Y PROVINCIAS

BAUTIZOS: 1848-1853.

Origen de los padres

DEFUNCIONES: 1848-49. origen de los difuntos y

sus padres

MATRIMONIOS: 1835-40. origen

de viudos y solteros

MATRIMONIOS: 1827-35. origen de viudos y solteros

DEFUNCIONES: 1849-50. origen de los difuntos y sus padres

AREQUIPA 63 101 77 27 9PUNO 7 5 17 15

24 La migración siempre ha sido un factor relacionado con el paludismo, era notoria la falta de mano de obra en los valles de la costa, por lo cual los serranos “… eran los más susceptibles a sufrir sus efectos. La inmunidad ilimitada inferida por la malaria comenzaba en la niñez… la enfermedad se transmitía generalmente a hombres jóvenes en edad laboral…” (Cueto 1997: 132-133).

FUENTE: AAA. Libros Parroquiales: Tambo: 1810-1819

EDISON QUISPE / Epidemias y Población: los Valles de Siguas ...64

MOQUEGUA 7 3 1CAMANÁ 1 3 5 1LIMA 1 3CUSCO 1CAYLLOMA 4 4 15 25CONDESUYOS 1 1 1 6 5ARICA 1 1TACNA 1OTROS DPTOS 5 4EXTRANJEROS 1 3 2 6 1SIN DATOS 4 0 9 1 3TOTAL 71 127 112 82 59

Como vemos ambos valles atraen población de sus zonas cercanas, salvo el caso de los puneños que se les ve en ambas zonas, sobre todo en el valle de Siguas, la mayoría de ellos son niños, tienen la denominación: “doméstico de…”25. Conforme se avanza en el siglo XIX, ambas zonas irán desarrollando una población con características más marca-das, como el caso del valle de Tambo, donde la presencia del ferrocarril y el desarrollo de grandes haciendas dedicadas a la producción de azúcar, ubicarán una alta concentración de población asiática y extranjera; mientras tanto Siguas, dejaba de lado la producción de vino para dedicarse de manera casi completa a la producción de tubérculos y grano26. Ambas tendencias económicas son importantes relacionándolas con el movimiento estacional de nacimientos y el trabajo agrícola, como es el caso del valle de Siguas, donde la mayor parte de las concepciones se dan en los meses donde las faenas agrícolas27 se duplican y hay por consiguiente una alta presencia de migrantes estacionales.

Cuadro Nº 4

MOVIMIENTO ESTACIONAL DE NACIMIENTOS Y CONCEPCIONES: SIGUAS, 1830-1869

MES DE CONCEPCIÓN A M J J A S O N D E F M

MES DE NACIMIENTO E F M A M J J A S O N D

1830-39 54 55 59 68 63 68 52 68 60 54 63 48

25 AAA. Libros Parroquiales. Parroquia de Santa Isabel de Siguas. Libro de Defunciones/ 02: 1848-67. El ejemplo más saltante está en el folio 26v.

26 AAA. Santa Isabel de Siguas: Cuaderno de Diario de Ventas desde el mes de octubre del año de 1896.27 Romero explica esta dinámica en el valle de Majes, tomando los estudios de Tsunekawa (1986): “advertimos

que existe una migración temporal de serranos que bajan para ocuparse de ciertas actividades económicas cuando la actividad local decae. Tales poblaciones son empleadas para actividades agrícolas de cosecha y siembra o recolección marina o de río”. (Romero, 1994: 95)

FUENTE: AAA. Libros Parroquiales: Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción del Valle de Tambo y Parroquia de Santa Isabel de Siguas.

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1840-49 68 51 85 65 66 57 77 86 68 52 51 47

1850-59 69 61 58 90 75 62 89 101 82 80 60 60

1860-69 61 70 83 62 91 83 74 73 84 63 71 80

TOTAL 252 245 285 285 295 270 292 328 294 249 245 235

Hay que indicar también que la mayor parte de los migrantes son solteros, que logran es-tablecerse en los lugares de estudio, estos lugares debieron ser su lagar de interés ya sea paraviviendatemporaloparaestablecersedefinitivamenteenellugar,apartirdelcensode 1876, podemos acercarnos a este punto; esto debido a que los pueblos de la sierra como Caylloma y La Unión tienen un desbalance en la cantidad de mujeres que sobrepasa en número a la de varones entre las edades de 20-60 años; y en los valles se invierte el asunto, cuando los solteros son en su gran mayoría hombres en las edades anteriores, el caso de Tambo es el que ofrece una desproporción abismal28.

Por su parte, las tasas de nacimientos en el caso de Tambo son demasiado bajas, debido a una fuerte mortandad en el valle, por lo cual la cantidad de entierros es casi igual a la de nacimientos-bautizos, pero que es sobrepasada en los mese en los cuales hay alta mortan-dad,comoloexplicalasiguientegráfica.

Gráfico Nº 1

En el caso de Siguas se ve una alta presencia de infantes y la línea de nacimientos sobrepasa a la de defunciones, salvo las temporadas en las que se presenta una epidemia en los pe-riodosde1845-46y1860-63.Porlocualsumovimientodemográficoestámásacordecon

28 Estonoquieredecirquelosdosvallescaptarangranpartedelapoblaciónflotantedelaszonasdelasierra,ya que los números de migrantes estaban tan extendidos tanto en la costa como en la sierra. El censo de 1876, muestra para el caso de Tambo una alta presencia de migrantes y trabajadores captados que son extranjeros, como asiáticos (221), chilenos (65), italianos (11), bolivianos (15) y argentinos (10).

Fuente: Libros Parroquiales. Parroquia de Santa Isabel de Siguas. Libros de Bautizos/ 1-4.

FUENTE: AAA. Libros Parroquiales: Tambo, Libros de defunciones/01-06. Libros de bautizos/01-05.

EDISON QUISPE / Epidemias y Población: los Valles de Siguas ...66

tendencias ocurridas en las zonas de la sierra y en los suburbios de la ciudad de Arequipa, lo cual explica un crecimiento natural de la población29.

Gráfico Nº 2

El promedio de nacimientos por mes indica la estacionalidad de ambos casos, como se ilus-traenlossiguientescuadros,lapartefinaldelosmismosregistraelpromedioanualdelasdecenas, correspondientes a ambas zonas. Las caídas y las bajas de los promedios ilustran las coyunturas por las cuales pudieron haber pasado los valles, habría que relacionar estos con los movimientos económicos, y las coyunturas sociales que también se producían en la ciudad, y sobre todo en la región. Los movimientos militares y políticos que se presentan en Arequipa también deben ser tomados en cuenta, así como una larga sequia ocurrida desde 1828 a 1832.

Cuadro Nº 5. Promedio mensual de nacimientos en Tambo y Siguas

NÚMERO PROMEDIO MENSUAL DE NACIMIENTOS,

TAMBO: 1760-1869NÚMERO PROMEDIO MENSUAL DE NACIMIENTOS, SIGUAS: 1760-1869

MESES1760-

691770-

791810-

191820-

291830-

391840-

491850-

591860-

69 MESES1830-

391840-

491850-

591860-

69

ENERO 2.7 2.6 6.2 5.3 4.3 4.6 4.4 8 ENERO 5.4 6.8 6.9 6.1

FEBRERO 1.4 2.1 5.2 4.9 3.4 4.2 5.1 6.7 FEBRERO 5.5 5.1 6.9 7

MARZO 1.9 2.6 6.6 5.5 3 4.3 4.8 6.4 MARZO 5.9 8.5 5.8 8.3

ABRIL 2.7 2.7 7.7 5.4 3.8 5.5 4.3 7.7 ABRIL 6.8 6.5 9 6.2

MAYO 3.6 3.3 8.9 7.6 3 6.2 4.3 8.8 MAYO 6.3 6.6 7.5 9.1

JUNIO 2.1 3.1 7.2 6 4.4 6.5 4.9 9.1 JUNIO 6.8 5.7 6.2 8.3

29 En 1837 el Juez de Paz de Siguas, indicaba un crecimiento de la población en los anexos de Pitay y San Juan, por lo cual solicitaba permiso al Obispo de la Diócesis para crear un oratorio. AAA. Correspondencia: 1837-1855.

FUENTE: AAA. Libros Parroquiales: Parroquia de Santa Isabel de Siguas. Libros de Bautizos/01-04. Libros de defunciones/02-03.

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JULIO 3 2.4 6.9 5.4 3.8 5.6 5.3 10.8 JULIO 5.2 7.7 8.9 7.4

AGOSTO 1.8 3.9 7.1 7.4 4.5 5.5 6.2 9.6 AGOSTO 6.8 8.6 10.1 7.3SETIEM 3.6 3.5 8.7 5.8 5.1 5.3 4.9 10.8 SETIEM 6 6.8 8.2 8.4

OCTUBRE 2.7 4 6.8 4.7 5.9 5.9 4.6 9 OCTUBRE 5.4 5.2 8 6.3

NOVIEM 1.7 2.4 6.6 5.9 4.9 5.3 4.1 8.8 NOVIEM 6.3 5.1 6 7.1

DICIEM 2.1 2 6.3 4.9 3.1 6 4.1 9.7 DICIEM 4.8 4.7 6 8MOV. ANUAL 29.3 34.6 84.2 68.8 49.2 84.9 92.2 105.4

MOV. ANUAL 71.2 77.3 89.5 89.5

El dato que ayuda a relacionar el movimiento de nacimiento y defunciones con los migran-tes, es que en estas zonas la mayoría de niños ilegítimos tanto bautizados como difuntos se quedaban con la madre por ejemplo, en 1848, el 61.7% de los niños registra que era la madre la que se quedaba con ellos, asimismo también el año de 1853, muestra que en el 36.5% de los casos sucede lo mismo. La diferencia está en 1848, este es un año epidémico por lo cual se denota la huida o muerte de los padres; y el año de 1853 es un año “normal”, y que registra la alta tendencia de la movilidad de los varones30.

Ahora bien el último tema a tratar serán las defunciones, las tendencias ofrecen que éstas crecen en la medida que hay más población susceptible, y el patrón mensual indica lo que venimos dando a conocer, los meses con más muertos son efectivamente los meses calu-ás muertos son efectivamente los meses calu-s muertos son efectivamente los meses calu-rosos, donde se desarrolló el vector de la malaria, y para mediados del XIX, el vector de lafiebreamarilla.Elcasomásmarcadoestá en Tambo donde el desenvolvimiento de los eventos es más independiente; Siguas tiene una amplia relación con eventos epidémicos provenientes de la zona de Caylloma y Arequipa.

El año 1834, por ejemplo para el caso de Siguas; el evento se presenta un mes antes en las zonas del valle del Colca, ese mismo mes infecta la ciudad de Arequipa y alrededores y pasa luego a la zona del valle. En Tambo en 1855, la mortalidad elevada hace pensar en un eventoepidémicodefiebreamarrilla,perosuexpansiónhaciaelinteriornoshacerepensarlasituación,porlocualcreemosquesisetrataradefiebreamarilla,ésta vino acompañada de otra enfermedad.

3. PALABRAS FINALES, LA POBLACION DEL SIGLO XVIII AL XIX.

Carlos Buller indica en un reciente libro, que el trabajo de los viñedos descansaba sobre los mestizos y las castas presentes en mayor número en la zona, esto en parte no fue así; desde el siglo XVI, el trabajo de las zonas de valle estuvo supeditado a los negros, pero en

30 Marcos Cueto, indicaba que la epidemia generaba miedo en la población, por lo cual una respuesta muy común, era la huida. (Cueto 1997: 221).

FUENTE: AAA. Libros Parroquiales: Tambo y Siguas: elaboración propia.

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la medida que crecía la población en los siglos posteriores, la relación entre indios y trabajo en los valles es más concisa, posiblemente porque se les pagaba menos que a los mestizos, Brown hace constar este tema indicando que había curas que enviaban a los indios a traba-jar en las zona de viñedos de Vítor, Siguas y Majes31.

El alto número de nacimientos estaba supeditado a la migración intensa que se desarrollaba en los meses de cosecha y siembra. Igualmente la mortalidad en ambos lugares en los me-ses de verano, muestra esa relación con un mínimo de nacimientos ocurridos en la estación. Los matrimonios no son tomados en cuenta por no ser un indicador determinante y porque las zonas carecen de datos para completar las series, y las que existen muestran unos nú-meros muy bajos, para emplearlos. El caso de las mujeres que se quedan con los niños es también interesante, ello sucede tanto en Tambo como en Siguas y debido al espacio, solo propusimos ejemplos. Los cambios dados en ambos casos, son: que la población negra dis-minuye, en ambos sectores y son los mestizos los que tienen más presencia juntamente con los indios; en el caso de Tambo se hace notar la presencia importante de asiáticos.

Las tasas de población de ambas zonas dan a conocer el crecimiento que se dio entre 1790-1876; 1.7% en el caso tambeño y 1.0% en el de Siguas. El crecimiento lento de Siguas está relacionado con su economía más dependientes de su principal mercado: Arequipa; el caso de Tambo es más alto el crecimiento de la población, debido a la presencia del Ferrocarril, a la cercanía del Puerto y a la agricultura intensiva alrededor de la producción de azúcar y arroz (Flores Galindo 1977).

Losindicadoresquemarcannuestrasseriesdelosgráficos1y2,son:laendemicidaddela malaria en la zona y las opciones de trabajo. Este ciclo puede romperse debido a la apa-ricióndeeventosepidémicosmayorescomolapresenciadelafiebreamarillaodealgúnbrote de tifus o viruela, proveniente de la sierra, como ya lo explicamos líneas arriba.

Por otra parte, la región también muestra un crecimiento paulatino de su población y las tasas dan a conocer este suceso, de 1750 a 187632. El crecimiento de la población en las zonas de la sierra ocasionó sin duda que el sobrante de éstas se extendiera por todo el sur, asimismo llama la atención el caso de Socabaya, que no contaba con abundantes tierras disponibles; por lo cual, su gran número de migrantes presentes en ambos valles. El caso de Camaná entre 1832 y 1850, (como se lee en el cuadro Nº 5) presenta una caída en la población de los valles, lo cual concuerda con la caída de los nacimientos de Tambo en la

31 Masuda, explica la intensa migración desarrollada hacia los valles, sobre todo de la zona de Caylloma; ya sea para trabajar en sus propias tierras o para buscar algún estipendio económico. Asimismo, la extracción de mariscos y la pesca eran también actividades no descartadas para esta población migrante. (Masuda 1981: 178-181).

32 ParaunarevisióngeneraldelcrecimientodelapoblaciónenelPerúdefinalesdelXVIII,perosobretododel censo de 1876, revisar: Gootemberg 1995.

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misma etapa, desconocemos las causas; pero debió ser por la contracción económica y las crisis políticas en las que se vería muy involucrada la región, pero ¿qué afectará solamente alosvalles?,esunapreguntacuyarespuestaaún debemos mantener en blanco.

Cuadro Nº 6

TASAS DEMOGRÁFICAS: 1750-1876

AÑOS CAMANÁ CAYLLOMA AREQUIPA

1750-1791 0.04 0.23

1791-1832 0.5 0.82 0.78

1832-1850 -0.97 1 1.05

1850-1862 0.57 -1.79 -1.48

1862-1876 1.89 0.14 0.76

1792-1876 0.53 0.39 0.54

Finalizando la población de los siglos XVIII y XIX, sufrieron por lo menos una epidemia cada diez años y no solo fueron los niños y ancianos los más susceptibles; en los valles bastaba con no tener un sistema inmunológico bien desarrollado para morir a manos de lamalariaylafiebreamarilla;elmanejodeloslibrosparroquialesnosdaaconocerestospuntos, pero la no presencia de censos o padrones de población para estas zonas disminu-yeron nuestras posibilidades, de acercarnos a la imagen real del crecimiento de la tasa de población.

A pesar de lo ya explicado no intentamos dar una revisión acabada de este tema, ya que pretendemos aportar y no agotar el mismo; y las críticas o sugerencias que podrían sobre-íticas o sugerencias que podrían sobre-ticas o sugerencias que podrían sobre-venir serán también importantes para el mejor conocimiento de esta materia que aún no ha sido desarrollada a plenitud en nuestra región, los trabajos a desarrollarse en adelante deberían tener más en consideración estos factores y relacionarlos aún más a los factores económicos para tener una visión a escala mayor de lo que sucedió con las poblaciones de las zonas de la sierra, la costa y la ciudad de Arequipa y alrededores.

FUENTES DE ARCHIVO:

Archivo Arzobispal de Arequipa (AAA)- Administrativo: 1856-1862.- Correspondencia: 1817-1825.- Correspondencia: 1837-1855.Libros Parroquiales:

FUENTE: Gootenberg, 1995.

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Parroquia de Santa Isabel de Siguas:- Libro de Defunciones/ 02-03.- Libro de Bautizos: 1-4.- Libro de matrimonios: I.Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del Valle de Tambo:- Libro de Defunciones/ 01-06. - Libro de Bautizos: 1-5.- Libro de matrimonios: I.Parroquia de Santa Marta:- Libro de Defunciones/01.Vicaría:- Santa Isabel de Siguas: Cuaderno de Diario de Ventas desde el mes de octubre del año de 1896.- Siguas: 1684-1852. (Expedientes).Archivo Municipal de Arequipa (AMA): Libro de Expedientes (LEXP):LEXP 02. Cuadernillo 3.

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