Entre la risa y la rebelión: la caricatura en México 1808-1881

77
Entre la risa y la rebelión: la caricatura en México 1808-1881 I El periodismo y la pedagogía Junto con la guerra de independencia la sociedad novohispana se fue educando a través de la prensa periódica y se fue habituando a gozar de la libertad de imprenta demandando su presencia sin cortapisas. Los periódicos le permitían ver, leer en sus páginas distintas opiniones de la oficial, distribuida a través de las gacetas virreinales. El periodismo fue el foro, en que se dio a la luz pública la discusión sobre como armar el país. El diseño de una identidad nacional privilegió al periodismo como novedosa forma de pedagogía. El primer periódico que salió a la luz en la Nueva España fue La Gazeta de México y Noticias de la Nueva España fundada en 1722 de la cual salieron 6 números y estuvo dirigida por Juan Ignacio Castorena y Ursúa la cual se suspendió por críticas injustas. Manuel Antonio Valdéz Murguía retomó la labor desarrollada anteriormente por el obispo de Yucatán y la amplió con noticias científicas, logrando un trabajo sólido, por lo cual la Corona Española le otorgó en 1784, su apoyo oficial a la Gaceta de México, sin embargo no estaba ilustrada y menos con caricaturas. Las caricaturas salieron en hojas volantes que se repartían o se pegaban en

Transcript of Entre la risa y la rebelión: la caricatura en México 1808-1881

Entre la risa y la rebelión: la caricatura en

México 1808-1881

I El periodismo y la pedagogía

Junto con la guerra de independencia la sociedad

novohispana se fue educando a través de la prensa periódica

y se fue habituando a gozar de la libertad de imprenta

demandando su presencia sin cortapisas. Los periódicos le

permitían ver, leer en sus páginas distintas opiniones de

la oficial, distribuida a través de las gacetas

virreinales. El periodismo fue el foro, en que se dio a la

luz pública la discusión sobre como armar el país. El

diseño de una identidad nacional privilegió al periodismo

como novedosa forma de pedagogía.

El primer periódico que salió a la luz en la Nueva

España fue La Gazeta de México y Noticias de la Nueva España fundada

en 1722 de la cual salieron 6 números y estuvo dirigida por

Juan Ignacio Castorena y Ursúa la cual se suspendió por

críticas injustas. Manuel Antonio Valdéz Murguía retomó la

labor desarrollada anteriormente por el obispo de Yucatán y

la amplió con noticias científicas, logrando un trabajo

sólido, por lo cual la Corona Española le otorgó en 1784,

su apoyo oficial a la Gaceta de México, sin embargo no estabailustrada y menos con caricaturas. Las caricaturas

salieron en hojas volantes que se repartían o se pegaban en

el centro de las ciudades, debemos dejar claro que el

concepto de caricatura se fue construyendo lentamente y que

en este periodo le llamaremos así a los dibujos que a

través de la ironía fueron desmitificando a las figuras

reales y las autoridades. La técnica con la que se

efectuaron fue el grabado. Cuando llegó la litografía en

1826, los tiempos habían cambiado, México era independiente

y un número apreciable de periódicos circulaban en la

capital, la difusión de las imágenes corrió por un tiempo

paralelo en grabado y litografía, sin embargo el producir

un mayor número de impresiones y a menor costo hizo que la

litografía se impusiera sobre el grabado.

El periodismo utilizó diversas formas de presentación

para llegar a distintos públicos que vieron aparecer:

folletos, hojas sueltas, panfletos, semanarios, diarios y

más tarde libros por entregas. Los escritores aprovecharon

los distintos modos de lenguaje para lograr una crítica

social así se sirvieron: de la burla y la ironía, o bien

del discurso moralizante y religioso a manera de sermón,

del virulento ataque político; en la ilustración se dio el

retrato y la incipiente caricatura o se describieron

escenas históricas o costumbristas. Los impresos se

hicieron desde la óptica del editor y fueron los medios que

formaron opinión para presentar alternativas, para decir y

contradecir. Poco importó si lo que explicitó fue falso o

verdadero, cada camino contaba con sus correligionarios.

La noticia visual fue cobrando mayor interés y se

convirtió para mediados de siglo en una exigencia del

público que compraba la prensa periódica. Ver como eran

los lugares, las modas y los hechos históricos, se

convirtió una necesidad de la sociedad. La imagen fue el

testigo presencial de los hechos diarios, la memoria de los

rostros de los héroes y heroínas. La construcción de una

memoria popular se fue forjando de esta manera, en relación

con la construcción de las historias, lo que permitió la

transmisión de los valores morales, el cuestionamiento del

poder y la puesta a discusión del lugar del individuo.

La incorporación de formas populares a la transmisión

de la memoria de un discurso facilitó la labor pedagógica

que los gobernantes buscaron a través de la educación,

entendida en su más amplio concepto, ésta se aprendía:

desde los balcones del teatro, en las fiesta patrióticas de

la alameda o en la plaza de la constitución, en el

incipiente museo, en la prensa periódica; cambiar las

costumbres de la vida cotidiana para pasar de una sociedad

regida por las campanadas de la iglesia a una sociedad

secularizada fue el anhelo liberal a partir de la

independencia.

El sentimiento solidario y consternado de la población

novohispana ante el ataque napoleónico a España y sus

reyes; quedó ilustrado de manera satírica en los diversos

panfletos que circularon a partir de 1808 ya fueran

llegando desde el territorio ocupado o producidos en la

Nueva España. En ellos aparecen contrapuestos y

reiterativamente: la alabanza a Fernando VII y los ataques

a Napoleón; mientras el rey aparece justo, joven, bondadoso

y con la corona de oliva en la mano; a Napoleón se le

exhibe sombrío, infame, alevoso, ladrón y coronado con

sangre inocente. La imagen manipula los defectos y las

virtudes con el fin de conmover al observador y es el

principio de lo que la caricatura deberá recorrer para

llegar a una distorsión de las formas. El apoyo a Fernando

VII ante la invasión francesa fue mostrado por diversas

instituciones en Nueva España

Ilustración 1

Las ilustraciones de los folletos antinapoleónicos la

crítica se dirige a los franceses tal es el caso La muerte de

Murat . Escena trágica o bien sea semi-personal donde se describe como

las tropas que lo han derrotado lo persiguen y el huye

hasta donde se encuentra acorralado y lo único que puede

hacer es tirarse a la letrina , sin antes decir “Caigo ya

de cabeza , y a lo menos muera yo entre lo mismo que he

vivido” El folleto es un reimpreso publicado por la casa

Arizpe y el grabado esta firmado por M.1 Los letreros

dentro de los globos van a aparecer en estos primeros

tiempos de formación de la caricatura.

Ilustración 2

El aguafuerte titulada La antigua Nueva España jura en manos

de la religión vengar a Fernando VII es una producción novohispana

1 Helia Bonilla, “La gráfica satírica y los proyectos políticos de Nación (1808 -1857)” en Pinceles de la Historia :De la Patria criolla a la Nación Mexicana 1750-1860, México Museo Nacional de Arte 2000, p 173 Es de este estudio de donde sale el material usado en este ensayo para esta primera etapa donde la caricatura se va definiendo.

firmada por M en ella se indica que lo grabó e inventó M.

Para conllevar su mensaje utiliza el modo alegórico que

estará presente en la sátira de estos años. Los folletos a

favor de la corona son un antecedente a los panfletos que

circularán posteriormente a la independencia. Son de las

primeras aguafuertes donde la Nueva España viste de manera

similar a la España conquistadora.

Ilustración 3

La censura durante la guerra de independencia tuvo

sus vaivenes. En 1812 mediante una proclama oficial, bajo

severas penas, se forzó a que la iglesia anunciara: que los

ejemplares del El Ilustrador Americano fundado en 1811 debían

entregarse al arzobispo so pena de excomunión. Por otra

parte al promulgar el virrey las constitución española

creada por las Cortes de Cádiz hubo un pequeña apertura

para la prensa. Sin embargo los expedientes de infidencias

sobre los que dictaminaba la Junta de Seguridad y Buen

Orden de la Nueva España y que se guardan hoy en el Archivo

General de la Nación patentizan la alerta vigilancia que

tuvieron las autoridades sobre las imágenes como medio de

opinión. Uno de los casos se refiere a la figura de Miguel

Hidalgo el prócer al que se reconoce como el iniciador de

la Independencia , a quien se le muestra en un monumento

ecuestre, ello era inadmisible desde la perspectiva

española pues los monumentos ecuestres estaban vinculados a

las figuras reales y no a quienes ellos consideraban un

levantisco.

Ilustración 4

La imagen fue encontrada debajo de un colchón en la

casa perteneciente a José María García Obeso quien estaba

encarcelado por sedición. La casa estaba ocupada por Juan

de Foncerrada y Sorovilla y es el nombre de su hijo el que

aparece en el dibujo. La imagen fue agresiva para los

españoles quienes se sintieron agredidos por la colocación

de Miguel Hidalgo como un héroe, ya que violentaba los

valores de la sociedad regalista.

Los temas de la folletería en el primer quinquenio

postindependentista ventilaron el creciente antihispanismo,

el anticlericalismo de ciertos sectores y las disputas de

las primeras facciones políticas del México post

independiente.

II Progreso y modernidad

Con la palabra modernidad y progreso por delante,

llegó a México -como muchas de las novedades- por las

costas del Atlántico y de manos de extranjeros la

litografía. La técnica había sido inventada por el alemán

G.A. Senefelder hacia 1796, la impresión múltiple de

ilustraciones a través de la piedra litográfica, vendría a

revolucionar la difusión de las imágenes como parte de la

prensa periódica.

Después de considerables problemas burocráticos

llegaron a Veracruz el 25 de septiembre de l825, quiénes se

harían responsables de montar el primer taller litográfico

en la ciudad de México: Claudio Linati de Prévost y su

socio, Gaspar Franchini. Linati desde su juventud en Parma,

Italia, había pertenecido a la Sociedad del Sublime Maestro

Perfecto: donde se inició como carbonario. Linati en l821

luchó por el triunfo del gobierno liberal español, y huyó a

Francia. Refugiado en Bruselas conoció a Manuel E.

Gorostiza encargado de negocios de México en Bélgica, con

la ayuda de quien gestionó el embarco de la máquina

litográfica y algunos de sus útiles. Con ella fundó El Iris y

el 4 de febrero de l826 salió el primer número, fue a

través de éste periódico en el que expresó su desacuerdo

con la situación política del momento. El problema entre

los masones escoceses o yorkinos se hallaba en un punto

álgido, se había expulsado del país a Santangelo quien

había expresado sus ideas liberales a través de EI Iris y

tomado abiertamente partido con los yorkinos. Linati, desde

su periódico aunque de una manera conciliadora expresaba un

credo liberal en cuanto a la educación, el clero y la

organización del ejército. La expulsión de estos

extranjeros y la clausura de El Iris, debe entenderse a la

luz, de que el sector conservador no quería que se creara

una opinión pública que forzase al gobierno de Guadalupe

Victoria a adoptar las medidas radicales que exigía el

sector liberal incrustado en ese gobierno de conciliación.

Debe quedar claro que no fue el lenguaje formal usado por

Linati en su periódico el que se consideró subversivo, sino

el contenido tanto literario como político e iconográfico.

Al desaparecer ésta, algo del carácter crítico y combativo

de la litografía se perdió temporalmente, sin embargo

estuvo vigente en las imágenes satírico-políticas

realizadas al aguafuerte que circularon durante la misma

década.

La imagen de la tiranía producida por Linati para El Iris

es copia de una lámina española. Si bien no esta

representada según la iconología clásica de Ripa si lleva

consigo los instrumentos que denotan a la tiranía una

espada desenvainada en lugar de cetro que es signo de

dominio y gobierno legítimo, la espada desenvainada es el

medio que tiene el tirano para alcanzar la obediencia de

sus súbditos. A la imagen central que se encuentra sentada

tiene pies y orejas de burro, lleva un collar de calaveras

en el pecho y un gorro de bufón la flanquean otras dos el

que ve hacia el espectador es un diablo que lleva en sus

manos una gruesa cadena y una hacha, el otro parece ser un

religioso por el tipo de vestimenta con la que se cubre.

Atrás unas figuras fantasmagóricas vestidas de militares

atacan con unas bayonetas a otros soldados; en el plano

último vemos una serie de ahorcados que empiezan a ser

dibujados a partir del edificio de la inquisición.

Finalmente se alcanzan a ver nombres de ciudades y países.

Como pie a la imagen lleva una cuarteta “Entre superstición

y fanatismo la atroz tiranía mira sentada y con terror y

mercenario espada doquier siembra la muerte del

despotismo.”

Ilustración 5

La prensa litográfica traída por Linati fue incautada

por el gobierno mexicano, quien le había conferido un

préstamo para hacer llegar la maquinaria a territorio

nacional. La prensa, única, en la Ciudad y de hecho en todo

el territorio nacional fue llevada a la Academia de San

Carlos, escuela encargada de la promoción oficial de las

artes. Sin embargo la litografía no se desarrolló en el

precario ambiente de San Carlos. A tono con el espíritu de

los tiempos, no la concebían sino como un arte menor, más

unido al trabajo artesanal y de producción industrial que a

la creación intelectual y, por lo tanto, descartada de las

academias, no sólo de la de México.

Esta primera máquina litográfica permaneció en la

Academia entre l828 y l839, usándose para imprimir algunas

ilustraciones de libros a petición del ministro del

interior, Lucas Alamán. Los impresores particulares no

tuvieron acceso a ella, por ejemplo, en l828 Pedro Patiño

Ixtolinque, director de la Academia, negó el permiso para

usar la prensa litográfica a Adriano Fournier y Pedro

Robert debido a sus ligas con los carbonari italianos,

quienes mantenían vínculos con las logias yorkinas,

enemigas de las escocesas, en las cuales participaban

algunos miembros de la Academia. Por último al final de la

década de los treintas, la prensa fue trasladada al Colegio

Militar, donde se le utilizó para imprimir planos de

tácticas militares.

Sin embargo antes de irse al Colegio Militar, el uso

de la litografía permitió divulgar -al menos en intención-

proyectos que antes se habían quedado en ejemplares únicos.

Ahora en 1827 y gracias a que la máquina estaba a

disposición, se aspiró publicar, la Colección de antigüedades

mexicanas que existen en el Museo Nacional por entregas, con las

cuales se podría formar un libro, la publicación fue

concebida por Isidro Icaza director del Museo y por Isidro

Gondra miembro de la junta de antigüedades de la misma

institución, las litografías estuvieron a cargo de Federico

Waldeck y la impresión fue labor de Pedro Robert.

Al no tener acceso a la única prensa litográfica, -

aquella de la Academia- el naciente empresariado hizo lo

necesario para adquirir prensas propias. En México, uno de

los primeros talleres públicos poseedor de una prensa

litográfica, fue el de Carlos Fournier quien se asoció con

Rocha en l836 y empezaron a operar con una máquina traída

directamente de París en l838. Le siguió la asociación

"Decaen-Baudoin" quiénes con el dibujante Federico Miahle y

el mexicano Hipólito Salazar, aprendiz de litografía, quien

en 1840 fundaría su propio taller.2 Estos empresarios

extranjeros inauguraron una ruta que seguirían los

impresores del país.

En los talleres litográficos, no obstante ser la

vanguardia de la impresión, persistieron las antiguas

estructuras gremiales: el aprendizaje de la técnica se2 Clementina Díaz y de Ovando “EL grabado comercial en México 1830-1856” en Historia del Arte Mexicano ed. Jorge Alberto Manrique, México,. Salvat 1982. núm. 69 p. 169.

hacía por medio de la práctica y subsistía la división

jerárquica del trabajo en el interior del taller. Múltiples

son los ejemplos de aprendices que al cabo de los años

lograron acumular el capital y la experiencia para instalar

su propio taller a través de fusiones: tanto de empresas,

como familiares. Un ejemplo temprano de ello lo vemos en

las distintas asociaciones que José Antonio Decaen hizo a

lo largo de su vida. El joven impresor se asoció

primeramente con Eduardo Baudoin cuando el impresor murió,

José Antonio se casó con la viuda -Soledad Coba- adoptando

a sus tres hijas. Editorialmente se asoció con Masse y

publicaron en 1841 el Monumentos de México con litografías de

Pedro Gualdi, en 1843 vendieron sus máquinas a Ignacio

Cumplido mismas que Decaen recompró en 1849. En 1851

concluyó alimón en la publicación de Antonino y Anita con Juan

N. Navarro y más tarde en 1857 Casimiro Castro el joven

litógrafo de México y sus alrededores, se casaría con una de las

hijastras de Decaen, estableciendo vínculos no sólo de

trabajo, sino familiares entre impresores y ejecutantes.3

En México hacía falta: papeles, tintas, planchas,

tipos, rodillos, lápices, ácidos y esquemas. En una palabra

todo, para iniciar la producción de imágenes litográficas.

Varios fueron los viajes que los impresores hicieron al

extranjero, como el de Cumplido a Estados Unidos en l838 en

busca de maquinaria moderna. Aunque en especial ese viaje

3 Ricardo Pérez Escamilla, “Casimiro Castro. Por los frutos conoces el árbol, a México por sus artistas” en Casimiro Castro y sutaller, México, Fomento Cultural BANAMEX e Instituto Mexiquense deCultura 1996. pp 58-59

fue un rotundo fracaso, al encontrar bloqueado el puerto de

Veracruz, Cumplido a sus 27 años tuvo que regresar a Nueva

Orleans y perdió todo lo que había adquirido. Se cuenta que

regresó a México "teniendo que hacer buena parte del camino

a pie, desde Tampico". Ignacio Cumplido ponderaba las

ventajas de la litografía al dar cuenta de su importancia;

para el arte "tipográfico, la litografía significaba una

revolución total en el procedimiento ilustrativo.”

Los talleres se fueron estableciendo a partir de la

década de los cuarenta. Su producción se concentró

fundamentalmente en las estampas para el consumo interno, o

bien para la exportación. Las estampas para el consumo

interno variaban su contenido según el público y desde

luego eran más baratas que el importe de una obra original.

En cambio para el extranjero se hicieron álbumes sobre los

diferentes aspectos geográficos y costumbristas de México

con la idea de presentar una imagen de civilización,

progreso y seguridad que promoviera la inversión de

capitales extranjeros en un país rico en materias primas

aunque pobre en industrias. Estos trabajos ejemplifican

cómo se pretendía difundir la vida y el ambiente mexicano;

en ellos el mexicano mestizo y urbano aparece mitificado,

mostrado como tipo curioso, y el campesino o el indígena

aparecen como "presencias típicas", no como sujetos de

acción. Plantear una nueva iconografía de la América era

parte de su objetivo.

Se encargaron de estas producciones impresores como

Ignacio Cumplido, Vicente Heredia, Julio Michaud, Manuel

Murguía, Felipe Escalante, Agustín Massé, Juan Antonio

Decaen, Eduardo Baudouin Vicente García Torres y Alfredo

Labadie, quiénes, como empresarios, no estuvieron

desvinculados de la Academia: eran parte de sus accionistas

en las exposiciones bienales y mantenían relaciones

comerciales con la institución; como miembros del sector

empresarial urbano se identificaron con la cultura

difundida en estas exposiciones.

La crítica a las acciones gubernamentales se dio desde

publicaciones donde el lenguaje irónico resultó más

agresivo que el visual el camino se iba construyendo. El

Toro en 1829 escrito por Rafael Dávila quien hace un

terrible escarnio de los yorkinos quienes habían sido

responsables del motín de la Acordada que terminó con el

saqueo del Parían. Dávila da voz a las quejas de los

hombres de bien y acusa a los yorkinos por sus actitudes

populistas y por rodearse de gente de baja ralea. En 1833

al verse desplazados de nueva cuenta los hombres de bien

emplearon de nueva cuenta la sátira en el periódico El Mono

para atacar a Bustamante quien había pactado con los

rebeldes y contra Santa Anna quien ya era presidente. En la

caricatura aparece un mono que es un liberal reformista que

traiciona la constitución. En los años treinta la

producción satírica puede contarse y encontrarse a cuenta

gotas sobre todo en las hemerotecas extranjeras. Sin

embargo para la siguiente década aumentaría su producción

En los periodos en que el general Antonio de Santa

Anna dejaba el poder, aminoraba la censura de prensa y

aparecieron esporádicamente una serie de caricaturas. En

1844 después de ser derrocado el generalísimo las críticas

se centraron, sobre su gobierno. Una estampa suelta

publicada por la imprenta Murguía coloca a Santa Anna como

una pequeña escultura parado sobre unas ruinas, cada

piedra, lleva los diferentes estados por los que ha pesado

la acción de Santa Anna: en 1821 apoyó a Iturbide, para

1824 defendió la federación, en 1836 sostuvo el

centralismo, en 1841 la regeneración, y finalmente en 1842

promulgó las 7 bases orgánicas sobre las que iba a

gobernar. A los pies de Santa Anna se dirigen, desde los

diferentes estados del República, pequeñas balas de cañón

que tan sólo parecen tambalearlo, debajo del cañón se lee

voto general y una muchedumbre jala el cañón para que las

balas sean más certeras, la cantidad de nombres de los

Estados nos habla de un repudio generalizado a Santa Anna.

Bajo su mano derecha se lee una proclama de una viuda del

27 de diciembre de 1844 “Las contribuciones que por todo

pagamos, a todos nos han reducido a la miseria y todas …

están en Manga de Clavo” A su izquierda un enorme monstruo

abre sus fauces que devora talegas de dinero que en fila

los ciudadanos a manera de tamemes le llevan producto de

préstamos forzosos, prestamos del clero, capitación ventas

de minas y bienes nacionales, venta de empleos,

contribución sobre profesiones, objetos de lujo, licencia

de algodones, el monstruo escupe las talegas a un barco que

en su rueda dice ya se fue. En la esquina inferior

izquierda unos elegantes caballeros con máscaras proclaman

así nos quedamos. Lo que la hace una caricatura no son los

recursos de comicidad, sino que el mensaje visual se ve

enfatizado por los pequeños letreros que la acompañan

haciendo del contenido una crítica al gobierno de Santa

Anna. Los caricaturistas estaban aprendiendo a plasmar en

imágenes el contenido de la crítica.

Ilustración 6

Hacia 1845 la caricatura política dejaría de ser

esporádica, El Gallo Pitagórico, apareció aunque algunos de

estos artículos, sin ilustrar, habían sido publicados en

1842 en el periódico El Siglo XIX y estaban "destinados a

buscar y mostrar las lacras, los tumores cancerosos que la

Colonia heredó al México Independiente y cómo lo mantenían

inmovilizado". La edición de 1845 la ilustraron, los

litógrafos Plácido Blanco, Hesiquio Iriarte, Joaquín

Heredia y Romero. Sin embargo, en la presentación de la

edición de 1857 se dice textualmente que la obra está

ilustrada con cien grabados hechos en París por los

"mejores artistas", conforme a las instrucciones del autor.

Como son iguales es probable que los grabados fueran

tomados de las litografías de 1845 los cuales están

firmados por los litógrafos mexicanos. Si bien hubo un

varias publicaciones con litografía la queja constante fue

el costo del papel y la pericia de los ejecutantes; al

impresor le convenía la importación de estampas que se

vendían en el mercado internacional a menor precio y sin

que éstas pagaran impuestos.

FALTA

Ilustración 7

Don Simplicio Periódico Burlesco, Critico y Filosófico, por unos simples

salió a la luz en 1845 se publicaba miércoles y sábados

constaba de dos pliegos y prometían según el número de

suscriptores, entregar dos grabados en madera o dos

litografías. Los números sueltos valían un real y la

suscripción mensual seis reales a pagar por anticipado.

Guillermo Prieto en Memoria de mis tiempos cuenta que el

editor era Vicente García Torres el director del Monitor

Republicano. Sus colaboradores fueron Guillermo Prieto

(quien firmaba como Zancadilla), Ignacio Ramírez (el

Nigromante), Manuel Payno y Vicente Segura (Cantárida) que

desde su posición liberal el caballo de batalla resultaba

la ridiculización de los militares, los conservadores y el

clero, su posición respecto a Santa Anna fue más

conciliadora, ya que a pesar de las críticas parecía ser el

único que podía liderear a luchar contra el ejército

estadounidense.

FALTA

Ilustración 8

La guerra del 47 confrontó dos modos de hacer, dos

modos de ver. Los estadounidenses se valieron ampliamente

de la generación de imágenes visuales para informar a sus

lectores del suceso. La inclusión de la noticia visual

impulsó a redactores de los diarios y semanarios

estadounidenses a buscar: dibujos y estampas de los cuales

sus impresores pudieran obtener las imágenes finales que

notificarían a sus lectores de los últimos eventos. No

manejaron en el momento tanto las fotografías, éstas fueron

usadas mayoritariamente a posteriori para los retratos. El

público ávido de imágenes, no se conformaba con los textos,

las ilustraciones llegaron a formar las secciones más

populares entre el comprador apasionado no sólo por saber,

sino por ver. El Picayune de Nuevo Orleans fue uno de los

diarios más comprometidos con su público. El periódico

estableció un correo especial que cruzaba las líneas de

guerra para que la información llegara a su destino

rápidamente.

Es en los calendarios donde se encuentran

concentradas las escenas de la guerra, es el aquel pequeño

volumen, editado por de Abraham López en 1848 y se llamó

Décimo Calendario para el año bisiesto de 1848 en el cual salieron

reproducidas 8 imágenes sobre la intervención, todas ellas

sobre los sucesos acontecidos en la Capital y explicadas en

los textos adjuntos. El carácter popular de su factura, nos

habla, de la involucración de los diferentes sectores de la

sociedad.

La caricatura política también halló una tribuna en

las páginas de El Calavera, periódico jocoserio, Político y

Literario el cual empezó a circular en 1847, con una

periodicidad irregular, pues aparecía cada tercer día o a

veces cada cuatro, prometía cambiar su cabezal por lo menos

cada mes A diferencia de otras revistas ilustradas de la

época, El Calavera se caracterizó por sus ironías y críticas

a la guerra de intervención estadounidense, denunció los

errores del gobierno de Santa Anna, los robos y el

oportunismo político. Los ilustradores permanecieron en el

anonimato y la publicación fue clausurada el 18 de junio de

1847 "por fomentar la discusión, incitar a la revolución,

desprestigiar a los magistrados y burlarse de los defectos

físicos de algunos funcionarios".

El hecho que los periódicos de estos años, combinen el

grabado en madera con la litografía nos habla de la falta e

talleres litográficos donde les hicieran las litografías

que llevaban asimilados el texto a los cabezales, lo cual

también nos indica el bajo tiraje que habrán tenido. En uno

de los cabezales el correspondiente a febrero de 1847 vemos

al Calavera observar desde la costa como se va hundiendo el

barco de la República Mexicana, el cual se encuentra en una

fuerte tormenta la invasión norteamericana después de la

pérdida del Texas. EL ejercito estadounidense había entrado

por la frontera norte en 1846 y ahora se disponía su ataque

desde Veracruz. La actuación de Santa Anna se había

complicado al no perseguir a los estadounidenses por el

norte sino decidir regresar a la capital para reprimir el

problema suscitado por los polkos en la capital y luego

partir hacia Veracruz donde su estrategia fue equivoca en

Cerro Gordo y permitió el paso del ejecito enemigo hasta la

capital.

Ilustración

El cabezal de mayo de 1847 es un grabado en madera,

donde el Calavera toma el uniforme de un soldado y con una

bandera mexicana que dice Patria Independencia y Libertad

se apresta a pelear con su espada el se coloca en un

montículo donde pisa la bandera estadounidense sobre ella

hay un cañón y a su lado una quimera con la palabra

invasión. El caricaturista anónimo se ha valido de la

imagen para transmitir el mensaje tan desalentador que

existía en la República.

Ilustración

Al año siguiente ya terminada la guerra, de la misma

imprenta Navarro salió El Máscara, en sus páginas deja

traslucir la amargura que representó la pérdida del

territorio.

Ilustración

Los periódicos con caricatura irían en aumento y

servirían para apoyar a los gobiernos en turno o para

socavarlos. En agosto de 1849 Joaquín Giménez ciudadano

español y literato errante se asoció con los santannistas y

fundaron el El Tío Nonilla, realizado en ciertas ocasiones en

la imprenta de Navarro, durante su primera época este no

fue ilustrado y Giménez actuó como redactor y director. Por

razones políticas Giménez fue expulsado de México y cuando

regresó, refundó El Tio Nonilla sus antiguos aliados se

convirtieron en enemigos y el favoreció la campaña

presidencial de Mariano Arista. Una de las ilustraciones

titulada Una conjuración monarquista, Poema Cáustico incita al

pueblo al linchamiento sangriento de Lucas Alamán, Rafael

Rafael, Guadalupe Perdigón Garay Antonio Haro y Tamariz,

Tagle y concluía “pueblo la sangre e estos infames es

estiércol que necesita tu árbol sagrado” Giménez anunció el

triunfo de Arista y el cierre de El Tío Nonilla.

Ilustración

Otro periódico que apoyó a Arista fue El Telégrafo el

cual surgió en 1852 cuando el gobierno de Arista se vio

enfrentado a multitud de problemas: saqueo de los llamados

indios bárbaros en el norte, conspiraciones políticas de

conservadores y santannistas, caos hacendario, y conflictos

con el recorte del ejército. Herculano Méndez el

caricaturista de El Telégrafo favorece la figura y las

decisiones de Arista, la calidad gráfica de Méndez, apegada

al vocabulario caricaturil francés, destaca de la

producción anterior. Alfredo Bablot quien era el director -

tras las cortinas- de El Telégrafo era de origen francés, de

ahí que el proveyera a Méndez de las imágenes publicadas en

Francia por Daumier, Cham, Vernier y Méndez copiara los

esquemas compositivos adecuando las fisonomías al caso

mexicano

Por ejemplo en Actualidades Vernier coloca en el centro

a Napoleón III y a los lados dos personajes que ya se

creían ministros , sin embargo al pie de la caricatura nos

dice Yo no lo he nominado ni a uno ni al otro ..no encuentran que la farsa es

buena. La caricatura salió publicada el 7 de febrero de

1851, para el 17 de octubre de 1852 se publica la de H

Méndez . El caricaturista no piensa en la inversión que

sufrirá la imagen de la placa al original así que copia

sobre la placa la posición de los dos candidatos y solo

sustituye las facciones de Napoleón III por las de Arista y

le arregla el traje de militar. En la parte superior de la

caricatura dice Actualidades Dos candidatos que llegaron

tarde El pie de imprenta dice Arista: Los siento mucho caballeros

y les agradezco su buena voluntad pero ya aceptó el amigo Yañez la cartera

que Ustedes solicitan. No es el único caso como lo señala Helia

Bonilla en su estudio sobre El Telégrafo sino que ocurre en

varias ocasiones con Cham y Daumier.

Ilustración (dos)

Para comentar lo que sucedía en la capital Méndez

fuera del ámbito político y más en el de la vida diaria,

caricaturizó el evento de la traslación de la estatua de

Carlos IV de la Universidad a la glorieta del Paseo Nuevo

en 1852. La escultura va montada sobre una plataforma

sostenida por una tortuga y detrás de ella va Don Lorenzo

de la Hidalga arquitecto ganador del concurso que se hizo

para el traslado y la construcción de una plataforma y con

la que se debía llevar a cabo el movimiento de la escultura

de bronce. La caricatura caracterizó lo lento y tedioso que

resultó el traslado, tanto para el arquitecto como para los

ciudadanos de la capital.

Ilustración

El apoyo de los diarios hacia Arista no duró mucho

debido a los embates contra la libre expresión de la

prensa, cuando el 21 de septiembre de 1852, emitió un

decreto que restringía severamente su libertad. Ello lo

hacía, con el fin de que los periódicos, no publicaran los

manifiestos y las acciones de los rebeldes, sobre todo los

de Jalisco, abanderados por el coronel José María Blancarte

quien invitaba -a nombre de la nación- al general Antonio

López de Santa Anna para que regresase al territorio de la

república y se declarase a Arista no apto para gobernar.4

El Telégrafo -con la mordaza del decreto del 21 de

septiembre de 1852 encima- empezó a encabezar su

publicación con el artículo 2 del decreto de dicho decreto

el cual prescribía que:

A nadie le es lícito escribir contra las

autoridades o funcionarios de manera que vengan a menos

en la consideración pública, ni contra las órdenes o

providencias que emanen: tampoco se permite asertos

calumniosos o difamatorios , bajo el pretesto (sic) de

4 El Telégrafo 22 de septiembre de 1852. p. 386. Le agradezco a Helia Bonilla el préstamo de la fotocopia de El Telégrafo, periódico raro de encontrar en las hemerotecas públicas.

que así se dice o así lo asegura el concepto público,

más la discusión razonada sobre los actos del gobierno,

o la censura que no agrie los ánimos ni ofenda a las

personas de los funcionarios, no queda prohibida como

está por las leyes5

A partir de la publicación del mandato, la opinión de

los redactores del Telégrafo era que se “ha dado una

interpretación exagerada de la ley…y se veían a si mismos,

ni como partidarios de la actual administración ni miembros

de la frenética oposición… hay una franqueza en pro y

contra del gobierno…el ridículo con que cubrimos a todos,

griegos y romanos por medio de la caricatura”6 Ellos

agradecían “rendidamente al inventor de estas elocuentes y

expresivas producciones que llamamos caricaturas, el que

nos evite llenar muchas columnas de nuestro periódico, para

expresar menos de la centésima parte de lo que expresarán

unos cuantos trazos de nuestro hábil dibujante…”7

Al comenzar en octubre, su segundo tomo, nos

comenta Nuestras caricaturas no han desagradado al

público en general, –lo que no ha sucedido en lo

particular;– y por lo mismo no solo seguiremos

publicando una ó mas en cada número de nuestro

periódico, sino que de vez en cuando daremos algunas en

forma de suplemento sobre los asuntos del día y las

crónicas escandalosas… “Contamos al efecto con los

lápices cáusticos, hábiles, maliciosos é inteligentes5 El Telégrafo 25 de septiembre de 1852. p. 393.6 El Telégrafo, 25 de septiembre de 1852. pag. 3937 El Telégrafo , 1 de septiembre de 1852. pag. 338.

de varios artistas de un mérito sobresaliente.– En esta

parte de nuestra publicación, seguiremos siendo

atrevidos y malcriados cual ninguno, y procuraremos

zaherir por su lado débil, como ya lo hemos dicho en

otra ocasión, pero respetando siempre la familia y sin

atacar jamás el honor ni la vida privada, [aunque sí a]

todas las naciones, todos los pueblos, todas las testas

coronadas.... en una palabra,– todo el género humano.8

Ilustraciones

A la caída de Arista y el empoderamiento de Santa Anna

ni tardo ni perezoso, -y para controlar la situación-

decretó el 25 de abril la llamada Ley Lares, la cual

restringía la libertad de imprenta. En ella se exigía que

los periódicos tuvieran editores responsables, el editor de

El Telégrafo nunca se dio a conocer a través de sus páginas;

se exigió un deposito de tres a seis mil pesos en el Monte

de Piedad, a disposición del gobierno del Distrito Federal,

para responder por las multas que les fuesen impuestas, el

redactor de nuestro bisemanario el señor Alfredo Bablot se

encontraba en bancarrota y no tenía modo de pagar la

estratosférica suma que se le pedía.9

8 El Telégrafo, 13 de octubre de 1852 p 1y 29 Helia Bonilla, El Telégrafo, y la introducción de la gráfica francesa en la prensa mexicana, México, Anales de Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM. 2003. Pp. 53 -121.

Además se prohibía cualquier ataque a las bases de la

administración, al gobierno, a sus facultades, y a los

actos ejercidos en virtud de ellas, bajo este panorama

¿cual iba a ser el contenido de un periódico de oposición?;

se prohibía que se publicasen, vendiesen ó manifestasen al

público, dibujo, estampa, grabado, litografía, caricatura,

medalla ó emblema que produzca los mismos daños contra la

sociedad ó los individuos, que los impresos punibles en

esta ley, se les impondrán respectivamente las mismas

multas, inutilizándose los objetos. En caso de insolvencia,

sufrirán por vía de corrección un arresto desde quince días

hasta cuatro meses, ¿y las caricaturas que atacaban tanto a

griegos como romanos donde iban a quedar? . Como dice

Enrique Olavarría y Ferrari “… en virtud de la tiránica ley

de imprenta del 25 dejaron de existir El Monitor Republicano, El

Instructor del Pueblo y El Telégrafo, los demás periódicos

conservadores se sujetaron a la ley, siendo el principal de

ellos El Siglo XIX, que creyó posible seguir escribiendo bajo

el régimen reaccionario.”10

Como indica Helia Bonilla para Bablot editor de El

Telégrafo

…su obstáculo esencial fue sin duda el económico, pues

justo para fines de abril de 1853 el editor estaba en

franca bancarrota. Se desconoce si la causa fue su

empresa periodística, o si derivó de otros negocios,

pero el hecho es que desde el inicio de la publicación

10 Enrique Olavarría y Ferrari , México Independiente en México a través de los Siglos México, Ed. Cumbre, 1962. p 810-811.

de su revista, mientras ésta circuló, y aun después, el

joven editor firmó un buen número de libranzas, algunas

por sumas muy elevadas, casi todas avaladas por su

esposa y por familiares de ésta, por cuya falta de pago

sus varios acreedores acudieron a diversas notarías a

fin de protestarlas. La situación alcanzó un punto

crítico justamente a lo largo del mes de abril, y el

día el 30, además de reclamárseles el pago de dos

letras vencidas, Bablot y su mujer tuvieron que ceder a

un tercer acreedor buena parte de sus bienes, entre los

que se encontraba una imprenta (seguramente aquélla de

la que había salido la publicación), para cubrir una

deuda de $3,930.00. Es claro que al editor le fue

imposible hacer el depósito para que su periódico

pudiera subsistir.11

La prensa de oposición con caricaturas

desapareció y el comentario crítico, reapareció en algunos

calendarios, que se publicaron en los años de 1854 y

subsecuentes, donde encontramos algunas imágenes

caricaturescas referidas a éste periodo Santannista. Lo que

los calendarios imprimían en general en esas páginas

complementarias al calendario eran: poemas, versos chuscos,

recuentos de historia mexicana y universal, la insurrección

de Tejas, historias de las margaritas -aquellas mujeres que

bailaron el jarabe con los invasores-, cuentos breves,

partituras musicales, anécdotas moralizantes sobretodo en

torno al congreso, durante los años cincuenta, relaciones

11 Helia Bonilla, op.cit. p 94.

de viaje que derivaban en descripciones naturalistas, notas

cosmográficas, crónicas sobre volcanes en erupción,

terremotos, consejos prácticos, recetas de medicina, breves

noticias sobre los sumos pontífices, estampas religiosas, y

escasas caricaturas políticas. Esta variedad de temas habla

de los diversos intereses de los impresores, por llamar la

atención de un público ávido de sencillas novedades y que

año con año se veían precisados a variar el material con el

que complementaban el calendario en beneficio del comercio.

En opinión de Isabel Quiñones los calendarios de

Abraham López (1852), el calendario Liberal del Licenciado D

Liberato Garabato Panzacola (1852-1854) y El Calendario Caricato

(1853-1856) realizados en la imprenta de Vicente Segura

Arguelles, contienen los mejores escritos de sátira

política, junto con el Calendario Impolítico y justiciero (1853-

1856) por el Albeitar (o sea el veterinario) y sangrador de

SSMM. Vicente Segura bajo el seudónimo de Cantárida, tenía

experiencia con la producción de periódicos con caricaturas

ya había colaborado años atrás con Don Simplicio.

El juicio popular ante D. Antonio López de Santa Anna

posterior al triunfo liberal, nos muestra al villano por

excelencia del siglo XIX. Su paso por la historia queda

acotado al lado oscuro de su actuación, no hay en las

caricaturas, las cancioncillas, las adivinanzas, ó los

versos, nada que lo justiprecie, en los tiempos que algún

beneficio dejó a la Nación, como por ejemplo, ser el héroe

de Tampico.12

12 Existen versos y cancioncillas adulatorias de los periodos cuando Don Antonio se encontraba en el poder, durante las 11

La caricatura de corte político sirvió para mostrar

las inconformidades de los ciudadanos frente al poder, a

través de la critica, la ironía, el sentido doble de las

imágenes fueron acompañados por un pie de imprenta que

clarificaba hasta cierto punto las imágenes. Para el

público que convivió con las publicaciones le fue más fácil

la interpretación del significado de la imagen. Sin embargo

con el tiempo los rostros permanecen muchas veces anónimos

y hay que buscaran el significado en un contexto histórico

más amplio

Golpe de estado es el título de una caricatura que viene

como pliego insertada en el Calendario Liberal del Licenciado D

Liberato Garabato Panzacola para el año de 1854. El primer

calendario fue manufacturado por Vicente Segura y la

caricatura fue realizada en la litografía de Decaen.

ilustración

Golpe de estado es una caricatura que no está firmada -por

ninguno de los escasos caricaturista de la época- y su

lectura se necesita compartimentalizarla para entender los

diversos temas que en ella se critican. La podemos dividir

en 6 registros. Va acompañada a la manera antigua, de

pequeños letreros que intentan una explicación de la

imagen. Al centro podemos leer “La salud del pueblo es la

suprema ley” un personaje tomado de la obra Viaje a donde se os

antoje ilustrada por Johannot levanta la cortina y nos

muestra el escenario de un pequeño teatro guiñol, donde

tres personajes, uno de ellos Lucas Alamán, embuten una

veces que fue llamado a ser presidente de la República.

serie de leyes a las cabezas de los ciudadanos, que se

asoman a través de unos balaústres huecos. Los ciudadanos

llegan hasta aquí por medio de unas escaleras que se

encuentra abajo del teatrito y ellos tal vez confundidos

por las promesas de los ministros, se enlazan en torno a

las escaleras para participar en el supuesto festejo que

los ministros les tiene preparado, pero en vez de un premio

los atiborraban con una serie de leyes. Conocido fue el

régimen por la variedad de decretos que incluyeron los

impuestos a puertas y ventanas.

Hacia la izquierda un segundo grupo encabezado por una

retreta festiva es despedido por un grupo de mujeres que

dicen “Adiós Se van nuestros padres” y un hombre del pueblo

que les grita “Adiós mis valedores”. La fila zigzagueante

de personajes va arriada por un militar, quien con un

látigo en la mano nos remite al verso que lo acompaña:

Ya no habrá dietas

Ya no habrá curules

¡Arre conscritos!

¡Arre gandules!

Recordemos que en un acto de soberbia Santa Anna

suprimió el Congreso, y son estos personajes quienes forman

“la marcha de los padres del pueblo” quienes ahora

humillados desfilan: unos a pie otros en burros, otros en

carroza, a la mitad de la fila un personaje que va a pie

oculta una bolas de dinero y nos dice “Vendí mi voto”, mas

adelante un burro “pide la palabra.” El primero de la fila

montado en un macho cabrío dice “se abre la sesión” a lo

que replica desde las alturas la escultura de Santa Anna

“no más congreso.” Arriba de los personajes que van en

carroza encontramos otro estribillo

Por vida de San Pelagio

Si no vendemos anoche

Nuestro voto al Sr. Agio

Hoy no fuéramos en coche

La avaricia de unos cuantos congresistas, vinculados

con el de los agiotistas del periodo era de todos conocida

y con el Tratado de la Mesilla o The Gadsden Purchase, ello quedó

evidente, al ser los agiotistas, los más beneficiados a la

hora de repartir el dinero producto del arreglo. A manera

de apostilla, el título diverso que se le da al evento en

los dos países obedece al ocultamiento que ambos dieron al

problema Nos preguntamos -al transcurso de la historia- si

para los Estados Unidos ¿Fue sólo una compra? O para el

gobierno de Santa Anna ¿en verdad fue un Tratado?

El tercer grupo arriba a la izquierda nos recibe con

la expresión “El nuevo código renacerá como el Fénix”. Dos

carrozas de madera, jaladas por dos jamelgos, se encuentran

cargadas de papeles, que bajo el testimonio ocular de un

militar cruzado de brazos, supervisa a tres trabajadores

que avientan a una muy organizada pira el contenido de las

carrozas. Como todas las frases que acompañan a la

caricatura, su sentido es irónico, al proponer que el nuevo

código renacerá como el Fénix. Habría que esperar hasta la

promulgación de la Constitución de 1857 para que se pudiera

hablar de un código renacido como el Fénix.

En el lado derecho de la parte superior leemos

“Prisión peligrosa. Popularidad de los diputados” Varios

soldados y agentes de la policía rodean a un grupo de ex

diputados y los llevan a prisión, dos figuras un militar y

un ciudadano festinan el hecho.

“Alcaldes del cuartel. Aquí yacen” es la frase que

abre el 5 fragmento de la caricatura y vemos en un paraje

de Río Frío una serie de casquetes mortuorios

En el último recuadro se ven “los efectos de la última

ley sobre ladrones” donde un populacho formado por hombres

y mujeres civiles y militares observan la tarima donde han

sido colocados 5 pretendidos ladrones quienes con los ojos

vendados esperan el castigo, de acuerdo a su vestimenta

ellos provienen de diversas clases sociales. Un lépero que

nos voltea a ver roba a un hombre que viste levita quien

observa el tinglado.

La caricatura a través de su varios recuadros presenta

una crítica a la sociedad y a las autoridades. La sociedad

queda en un papel infantil, donde se ríe de lo que no

debiera, donde engañada con escenarios de teatro se presta

a la farsa, en fin demuestra la falta de cultura ciudadana

de una sociedad que ya cumplía casi medio siglo de vida

independiente. Critica a las autoridades tanto civiles

como militares por su autoritarismo, corrupción e

ignorancia. Esta es la única caricatura (que por ahora

conocemos) producida y puesta en amplia circulación por los

calendarios de Segura, durante éste periodo de gobierno del

asfixiante de Santa Anna, probablemente lo que la salvó de

la censura fue a ambigüedad de la caricatura, pues con su

critica descarnada a los diputados, justifica la

liquidación del congreso hecha por Santa Anna, hecho que

podría agradarle.

Con la fuga de Santa Anna en julio de 1855 los

calendarios para 1856 presentaron sus versiones

caricaturescas del general, sin embargo el modo de

presentarlas continúa el modo tradicional de hacer

caricaturas con diversos registros.

Ilustración

La imprenta de Segura de nueva cuenta publica El

Calendario caricato para el año bisiesto de 1856, arreglado al meridiano de

México. La publicación incluye un pliego donde un autor

anónimo describe en seis registros, escenas que un

valedor con un telescopio parece observar a la distancia.

El centro lo ocupa el “trono de SAS” quien porta un

estandarte y está rodeado por una joven, un militar y dos

civiles quienes se dirigen hacia el grupo de impresores.

Tres incensarios llenan el ambiente que rodea a SAS de

alguna mezcla aromática, los braserillos son portados por

el impresor de El Universal ,el segundo por el responsable del

Diario Oficial y el tercero por un asno que le ofrece un libro

al ex-dictador. Entre el asno y el director de El Diario Oficial

se acumulan talegas de monedas, en el lado opuesto aparte

del director de El Universal se encuentran con un candado en la

boca los directores de El Siglo XIX y El Monitor Republicano, el

último personaje de chistera negra lleva una banderilla del

periódico La Verdad. Tanto El Monitor Republicano como La Verdad

dejaron de publicarse durante el periodo santannista por

problemas de censura. El primero en caer fue El Monitor

Republicano el cual había sostenido una fuerte polémica con

El Universal por el regreso de Santa Anna “de acuerdo a la

Ley Lares la publicación fue suspendida, la imprenta

destruida y el impresor [Vicente García Torres]

desterrado”13 al año siguiente en junio de 1854, “por orden

del Supremo gobierno, se ordenó se hiciese el depósito que

dispone la ley del 25 de abril del año próximo pasado, por

haber abierto sus columnas para tratar asuntos políticos,

por ello se ha suspendido su publicación a causa de dicha

orden.”14

Abajo a la izquierda ciudadanos de todas clases

sociales van a pagar los impuestos que Santa Anna decretó

al pago de puertas, ventanas y posesión de animales, el

dinero es colocado en una caja con cuya tapa es la gran

fauce del monstruo y es un diablo con cuernos quien se

encarga de “cuidar” el tesoro, todo ello como alusión a que

el dinero recaudado por la administración santannista era

usado por los genios del mal que rodean a la caja.

Arriba a la derecha la “Venta de la Mesilla [son como]

gotas de agua” que Santa Anna acumula en una pequeña

embarcación a la vista de un pueblo depauperado. A

continuación en la parte superior las “ventajas de la

aristocracia” son caricaturizadas por unos caballeros

engalanados con plumas y sombreros que montan unos corceles

13 Publicaciones Periódicas Mexicanas del Siglo XIX 1822-1855. México Universidad Nacional Autónoma de México, 2000 p. 263.14 Ibid. P. 450.

mientras el pueblo, se arrastra entre las patas de los

caballos, estos mismos personajes se dedican a la “pesca de

caballeros” ya que a la reinstauración de la Orden de

Guadalupe el que diera el dinero suficiente podía aspirar a

ser caballero de la Orden, Santa Anna observa todo aquello

subido en un cangrejo y vestido con su traje militar y su

tricornio . Las últimas dos escenas aluden al presente uno

es la al “triunfo de la demagogia”, donde una turba

destruye “la imprenta de Escalante” se trata del taller de

José Ma. Andrade y Felipe Escalante, quienes le habían

comprado el taller a Rafael y Rafael, quien con la llegada

de Santa Anna fue nombrado cónsul tanto en Nueva Orleans,

como en Nueva York y dada su posición política intervino en

la firma del Tratado de la Mesilla por lo que a la caída de

Santa Anna su imprenta fue destruida por los vencedores.15

Finalmente vemos una escena patética donde multitud de

cuerpos están colgados de la horca. Ante el caos, Santa

Anna en su caballo, se fuga del país y en la carrera hasta

el tricornio pierde.

Dos cuadros históricos del General Santa Anna son

publicados por El Calendario de Pedro de Urdimalas con la historia del

general Santa Anna para el año bisiesto de 1856, uno por la imprenta

de Murguía quien publica la primera parte de la historia y

la segunda parte por la imprenta de Leandro Valdés. El

sentido caricaturesco es muy sutil, no es la imagen sino la

manera de contar la historia del héroe de Tampico, desde

15 María José Esparza Liberal , Los calendarios y la gráfica decimonónica como expresión del acontecer social y político de México 1821-1850 . Tesis de maestría, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. 2003. p174

1822 hasta 1856 en su hacienda de Turbaco. Sin embargo no

hay mención a situaciones críticas como el Tratado de la

Mesilla, ni al fracaso de la administración del dinero que

se obtuvo por la venta. Sin embargo la historia que forma

parte del calendario termina así “Salió de la capital a

guisa de bandolero dirigiéndose a Veracruz en donde se

embarcó el 18 del mismo mes llevando sobre si, la

execración de todos los mexicanos y dejando por herencia la

anarquía ¡digno presente del malvado!16

Ilustraciones1,2

La prensa de oposición, hubiera tenido muchos temas y

situaciones que se prestaban a la broma y la ironía de las

caricaturas: la corrupción generalizada, los agiotistas, la

gente de bien, el papel de los negociadores extranjeros,

sin embargo están ausentes de estas historietas gráficas

debido a la grave censura.

El Calendario de Ontiveros para 1856 entrega una litografía

del momento en que Santa Anna huye hacia Veracruz de forma

tan precipitada, que el triconio ha quedado atrás, la bota

de la pata de palo va sostenida con un hilo y el famélico

caballo que monta no tiene una sola pata sobre la tierra.

El jinete va detrás de una caravana que se aleja de la

ciudad. A un lado los ministros de: Justicia, Teodosio

Lares; Relaciones Exteriores, Manuel Diez de Bonilla;

Fomento, Joaquín Velázquez de León; Hacienda, Manuel María

Canseco; sostienen sus carteras a media calle, y ante el

16 El Calendario de Pedro de Urdimalas con la historia del general Santa Anna para el año bisiesto de 1856. México 1856. p 63.

aterrador saqueo de la casa contigua quisieran desaparecer

por las alcantarillas. La turba que atraca la casa se

dedica a quemar las pertenencias. Arriba y dentro de una

aura el símbolo masón de la escuadra y la plomada brilla

señalando que los liberales han triunfado sobre la

dictadura y que nuevos tiempos esperan a la nación.

Ilustración

Manuel Murguía, echó a andar en 1856 La Pata de Cabra, un

diario que se opuso a los intentos monarquistas del partido

conservador y cuyas páginas sirvieron de tribuna a las

nuevas tendencias en la caricatura. Se podría mencionar a

Los Padres del Agua Fría el cual contó con un gran número de

ilustraciones satíricas y que volvió a salir a la luz en

1856 con gran influencia de la caricatura francesa.

Ilustración

III En los años sesenta se recoge la cosecha

El comienzo de la década de los sesenta señaló el

principio de un auge mayor en el uso de la caricatura. Esto

lo explican, de un modo parcial : el fin de La Guerra de

los Tres Años, el triunfo liberal, el ejercicio de una

libertad de expresión discutida y ventilada desde la década

anterior y, sobre todo, la madurez de los viejos ( ni tan

viejos) aprendices de los talleres fundadores de los años

cuarenta. Se recogía la cosecha.

Esta producción gráfica se vio influida por las

características del lenguaje de la caricatura francesa del

siglo XIX, (ya apuntadas en publicaciones como El Telégrafo y Los

Padres del Agua Fría) cuyas principales constantes formales

fueron: la delineación rápida a manera de sketch, la

distorsión de las formas y la eliminación del ambiente

dejando sólo un tenue fondo, la mayoría de las veces apenas

esbozado. El paisaje urbano sólo se aprovechó cuando los

edificios poseían un significado emblemático para el

contenido de la caricatura, dándole importancia a la acción

centrada en un reducido número de figuras que ocuparon un

primer plano. En ocasiones cuando se representaron

interiores, éstos se dividieron, en diversas escenas que

completan una anécdota. La línea que se usó para

caracterizar fue rápida, sirvió para dar naturalidad a las

formas a pesar de la buscada distorsión. Supongo que es éste

uso de la línea el que caracteriza a esta nueva forma de

hacer caricatura. En fin, todo por una simplificación del

lenguaje, a favor de un artificio ordenador desde una mirada

irónica.

Las imprentas donde se hicieron las litografías para

algunos de los periódicos dependieron de las casas

litográficas para la producción de caricaturas que fueron

hojas sueltas insertadas en el periódico producido en otros

talleres. Se contó principalmente con cuatro talleres donde

se produjeron las caricaturas de este periodo: el de Manuel

Castro, el de Nabor Chávez, el de Hesiquio Iriarte y el de

Francisco Díaz de León. Del primer taller salieron las

publicaciones: Guillermo Tell (l86l), El Títere (l86l), La Orquesta

(l86l-l863), El Buscapié (l865) y Don Folias (l865). Del taller

de Nabor Chávez encontramos publicadas por orden

cronológico: El Títere (l86l), Fray Trápala (l862), El Boquiflojo

(l869-l870), Fra Diávolo (l869) y El Jarocho (l869). Hesiquio

Iriarte fue el editor de La Orquesta (l863 a l870), cuando

fue sustituido por Francisco Díaz de León

Los aristas que cultivaron la caricatura en esos años

no siguieron una formación escolar dentro de la Academia de

San Carlos. Sólo Melchor Chávez estuvo inscrito un año como

alumno regular de la clase de grabado. Algunos de ellos,

como Alejandro Casarín, Constantino Escalante y Melchor

Álvarez, llegaron a mostrar sus obras de caballete en las

exposiciones bienales que efectuaba la Academia, en su

carácter de artistas ajenos a la institución. Nunca se les

habría ocurrido exponer otra cosa que sus pinturas, con las

que se habían iniciado en el camino del arte; la caricatura

desde luego tenía vedado el espacio de una Academia.

Ilustración

Otros caricaturistas, como José María Villasana, Jesús

Alamilla, Santiago Hernández, Méndez, Palomo, Padilla,

Moctezuma, Gaitán, Muhler, Cárdenas, Tenorio y Obregón

permanecieron completamente fuera de las disciplinas del

sistema académico. Los periódicos en los que publicaban sus

trabajos criticaban reiteradamente los rígidos sistemas de

la enseñanza de la Academia y se opusieron, además, a que

la dirección de las diferentes áreas de la institución como

la de pintura, escultura, arquitectura y grabado, estuviera

en manos de extranjeros.

En términos generales puede decirse que los

caricaturistas se mantuvieron a cierta distancia de la

Academia. Sus objetivos eran distintos. La Academia, por su

parte, se encargó de fomentar un arte de consolidación de

los valores tradicionales, mientras que la caricatura

cuestionaba la aplicación de las reformas propuestas por

los liberales y exhibió la contradicción, en la práctica,

entre los intereses de los grupos en el poder.

Ilustración

La caricatura de Jesús Alamilla nos muestra una

crítica a la temática que se impulsaba en la Academia de

San Carlos sbretodo en la primera mitad del siglo XIX donde

la temática religiosa predominaba y esta fue perdiendo su

supremacía a partir del Segundo Imperio durante el reinado

de Maximiliano y después con la Restauración de la

República donde se busco crear un arte nacional entendido

desde la perspectiva liberal que pretendía secularizar al

arte.

La producción de caricatura política, como un lenguaje deconfrontación entre la realidad del país y un proyectoideal para formarlo, se efectuó desde las distintasperspectivas de los grupos que aspiraron al poder de unEstado capitalista en formación. ¿Cuáles fueron los gruposque la patrocinaron? ¿Quienes cultivaron la caricatura?¿Quienes formaron el público que las leía? ¿Qué contaronlos caricaturistas?

IV Cuáles fueron los grupos que la patrocinaron

El desarrollo de la caricatura política, a partir de 1861,va a la par que la incipiente consolidación delliberalismo. Para el siglo XIX y a partir de laIndependencia, el periodo de 1821 a 1854 representó unaetapa de transición en la que, esencialmente, persistieronestructuras económicas y sociales provenientes del sistemacolonial, aunque se vislumbren algunos cambios propiciadospor los diferentes proyectos liberales y conservadores.

Dichas tendencias se definían entre los objetivoscentrales del siglo XIX: el nacionalismo, la democracia, lalibre empresa, la separación del estado y la iglesia, todoello a nombre del progreso y la modernidad.

Los proyectos conservadores tendieron a la formaciónde un mercado interno de lento desarrollo; encontraposición, el proyecto liberal buscó la inserción delcomercio mexicano en el mercado internacional para lograrun desarrollo más acelerado.

A partir de la formación del partido conservador en1849 ,las luchas entre conservadores y liberalesrepresentaron el enfrentamiento de los grupos en que seencontraba dividida la burguesía, cuyo centro principal delucha política fue la ciudad de México.

Para los liberales fue claro que no podía haber Estadomientras persistiera el poder económico, político y socialde la Iglesia, ya que ésta era la única que había logradoestablecer durante la Colonia una estructura económica dedimensiones nacionales. Por ello la Constitución de 1857,producto de la facción liberal, en los artículos 13 y 27minaba el poder económico del clero al establecer ladesamortización de los bienes de la iglesia y la supresiónde los votos religiosos mientras que los artículos 3, 5 y123 le restaban autoridad moral y educativa al hacer librela educación y la administración de servicios como registrode nacimientos, matrimonios y fallecimientos.

El proyecto político liberal definía entre susobjetivos el cumplimiento de la soberanía popular, el

equilibrio de los poderes ejecutivo y legislativo y lafundamentación de un Estado laico moderno. La formulaciónde estas medidas o crítica a ella fue difundida por losperiódicos, que fueron un eficaz medio para educar,informar y politizar a una minoría social conformada por lapoblación urbana de lectores. Los caricaturistas a travésde las imágenes, desde los distintos periódicos,impugnaron, conformaron o propusieron alternativas deacuerdo con la facción del partido liberal al quepertenecían.

Los periódicos que propiciaron mayoritariamente lacaricatura como instrumento de diálogo fueron de tendencialiberal, pero no todas sus publicaciones estuvieronilustradas. Cabe apuntar que la alternativa históricaplanteada por el partido conservador mexicano fue la detraer un monarca extranjero, Maximiliano de Habsburgo,quien al final de cuentas estuvo más de acuerdo con losplanteamientos de los liberales que con los de losconservadores. Y sin embargo la censura de prensa respectoa su persona, la familia real y los problemas relacionadoscon la realeza europea estuvieron a la orden del día.

Una primera constante que se aprecia en los periódicoscon caricatura política es su frecuencia, la cual no esdiaria, sino semanal, bisemanal o en todo caso trisemanal,además de que se caracterizó por ser una prensa de cortaduración. Hubo tan sólo tres periódicos que aparecieron pormás de cuatro años con sus altibajos: La Orquesta (16) El PadreCobos (7) El Ahuizote (4); seis periódicos salieron a la luzdurante dos años: San Baltazar, El Boquiflojo, La Madre Celestina, LaCarabina de Ambrosio, Juan Diego y La Tarántula, y el resto (32)duraron escasamente un año.

La producción de esta prensa se concentra en variosperiodos: en 1861, año en que resurge la caricatura; 1865,año en que Maximiliano levanta la censura de prensa; 1869,1871 y 1877, años de elecciones, que propiciaron laformación de nuevos periódicos de existencia efímera. ( Laprensa, al estar sujeta a las distintas facciones del

partido liberal, aparecía o desaparecía dependiendo de lasluchas entre ellas en su afán de poder y, por lo tanto, laproducción de caricaturas se encontró sujeta a estasvariaciones. Es necesario recordar que muchas de estasimprentas estuvieron financiadas por intelectuales jóvenesy que, debido a la agudeza de sus críticas, muchos de losredactores terminaron como perseguidos políticos.

Otra constante en la prensa que usó la caricatura fuela de emplear un formato pequeño a diferencia de otrosperiódicos de grandes dimensiones editados en ese momento.Esto indica que el formato estuvo sujeto al tamaño de laplancha en la que se ejecutaba la litografía, siendo éstaaproximadamente de cuarenta y seis centímetros de largo.Así pues, toda la caricatura política de este periodo y quehoy se conserva se imprimió utilizando la técnicalitográfica, tanto por su rapidez de ejecución como por subajo costo en comparación con el grabado, en sus diversasmodalidades, al cual terminó por sustituir.

Técnicamente, la piedra en la que se preparaba laimagen para su reproducción masiva, no permitía en esteperiodo por la diferencia en los medios de impresión, quefuera asimilada al texto del periódico; en consecuencia lamayor parte de las litografías ocupan ellas solas unapágina completa. Esta circunstancia, como afirma JoyceBailey, permitía que los impresos litográficos se hicieranen hojas sueltas por algunas casas litográficas y losimpresores de los periódicos las incorporaban a suspublicaciones. Publicaciones como L’ Illustration en Francia, sicontaban con métodos que permitían combinar la imagen conel texto a partir del uso del grabado en pie.

Como se ha visto Francia y sus caricaturistas fueron

la gran influencia sobre los caricaturistas como lo fueron

también la caricatura española y la inglesa. Ya en l840, El

Semanario de las Señoritas editado por Vicente García Torres,

incluía ilustraciones del caricaturista francés Jean Ignace

Grandville. Las imágenes hechas en el extranjero circularon

en la ciudad de México a través de distintas publicaciones,

pues estaban exentas de impuestos, no así el papel blanco

que se usaba para lograr una impresión comparable a la del

exterior.

Los caricaturistas siguieron con interés las

propuestas gráficas implementadas desde las publicaciones

de la talla de Los franceses pintados por si mismos - así como sus

derivados españoles. De Charivari y Punch, periódicos de

vanguardia en el arte de la caricatura publicados en París

y Londres, respectivamente y, favoritos de La Orquesta. El

seudónimo de Carlos Casarín editor de La Orquesta fue

"Roberto Macario", identificándose de esa manera con el

personaje creado por Honoré Daumier quien marcó el cambio

en el vocabulario de la caricatura en el siglo XIX. De la

obra de Daumier, Escalante copió algunos de sus personajes

directamente. Tal es el caso de la figura de Napoleón III a

quien en México se le colocan las botas y el sombrero de

Napoleón I para indicar que "el papelito" le quedaba algo

grande. Esta forma de caricaturizar a Napoleón III la había

acuñado Daumier y Escalante la copió cuando se ironizó a

cerca de Napoleón con motivo de la Intervención francesa en

México mostrando que las botas de Napoleón I eran demasiado

grandes para Napoleón III.

Ilustración

Otras influencias extranjeras llegaron a México

durante el gobierno de Maximiliano. Se pueden detectar

además de la ya mencionada la de artistas como Peter

Brueghel o Francisco Goya de quienes se hicieron, citas

aisladas de ciertos elementos más que citas textuales como

en el caso de Daumier.

En cuanto a su temática esta fue de carácter local y

fue conformando la historia de la implantación de la

ideología liberal vista por los diferentes sectores que

exigían el fiel cumplimiento de la Constitución de l857.

La caricatura mexicana buscó, a pesar de la influencia

europea, ser singular y crear sus características propias,

para lo cual utilizó formas simbólicas unidas a una

tradición de la historia nacional, basada tanto en refranes

como en canciones mexicanas, construyó un diálogo con sus

lectores. Nadie o casi nadie ha explotado desde entonces el

refranero nacional como aquí ellos. El uso de lo mexicano

fue un recurso aprovechado por los literatos para la

construcción de una conciencia nacional que fuera forjando

el tipo de sociedad que deseaban. Estos literatos, como

Vicente Riva Palacio y Manuel Payno, fueron al mismo tiempo

colaboradores o editores de periódicos liberales y en

múltiples ocasiones ocuparon importantes posiciones dentro

de los diferentes gobiernos. Caricaturistas como

Constantino Escalante, Jesús T. Alamilla, Santiago

Hernández y Alejandro Casarín llegaron a formar parte del

cuerpo editorial de La Orquesta y El Padre Cobos e ilustraron

novelas de estos mismos escritores.

Los periódicos pretendieron conscientemente influir en

la opinión pública, pero su contribución fue mitigada por

factores externos, a saber: falta de medios de

comunicación, altos precios del transporte y del correo,

analfabetismo y elevado costo del periódico.

A través de las noticias de La Orquesta sabemos que los

suscriptores se quejaban del correo: a veces la publicación

les llegaba sin la caricatura y generalmente con mucho

tiempo de retraso. En un medio social en el que sólo una de

cada diez personas sabía leer, el impacto de La Orquesta y

otras publicaciones afines veían mermado su alcance y

eficacia política. La caricatura portadora de un contenido

polémico llegaba hasta los analfabetas a través de una

imagen que día con día, fue de más fácil acceso, pues se

construyó paulatinamente un código entre el caricaturista y

el ávido lector. Entre otros, Emilio Rabasa describe en su

libro El Cuarto Poder las reuniones que usualmente se

realizaban en las trastiendas de los comercios en

provincia, para escuchar ansiosamente las noticias que

llegaban de la ciudad, que subsanaban -aunque parcialmente-

la desinformación causada por analfabetismo.

El alto costo de los periódicos constituyó un factor

que vino a limitar la circulación. Sin embargo, algunos

esfuerzos se hicieron para que la información llegara a

otros ambientes; de ahí las lecturas colectivas, como las

ya descritas, en la provincia. Además de estas, en la

capital se hacían lecturas en los bajos de los hoteles, en

los cafés y en las librerías. Estas reuniones públicas eran

anunciadas fijándose una hora precisa por los mismos

diarios. Y si bien los trabajadores, artesanos y algunos

tempranos obreros industriales no tuvieron acceso directo a

este medio a causa del analfabetismo y alto costo, las

organizaciones mutualistas a las que estaban afiliados

trataban de solucionar el problema por medio de las

lecturas colectivas que se llevaban a cabo en lugares de

reunión antes de sus juntas laborales. Con esto se

pretendía educar y formar al trabajador, preocupación

característica de aquellos tiempos. Sin embargo poco se

sabe de la eficacia de las lecturas colectivas.

Si bien el lenguaje de la caricatura sirvió para

denostar al enemigo - entre ellos, los periodistas de la

prensa oposicionista- se consideraban pertenecientes al

grupo liberal que había surgido después de la revolución de

Ayutla, y que ese hito, los unía definitivamente con una

cierta visión sobre la historia de la nación, donde Miguel

Hidalgo ocupaba el lugar del “Padre de la Patria”, aquel

que había visto en el pueblo el motivo de sus acciones, y

donde la efigie de Iturbide se convirtió, en un sinónimo

de mal gobierno, de despotismo, e Hidalgo en el símbolo

definitivo de la creación de la Nación. Más tarde la

Reforma y la lucha por la “Segunda Independencia” los

conformaba como un sólido grupo que aspiraba al poder y

esperaba obtenerlo, pues sus merecimientos en la lucha

regional contra el imperio los calificaba. Ellos eran

ahora quienes servían a la opinión pública y representaban

al pueblo.

Sin embargo durante el segundo imperio apareció Santa

Clara un periódico conservador. El periódico fue fundado por

Miguel Piña y la línea del periódico fue la defensa del

catolicismo que desde su opinión, el imperio continuaba

socavando al clero, el periódico se propuso minar la imagen

de Juárez y la prensa liberal. Miguel Piña había sido un

militar que lucho al lado de Zuloaga en la Guerra de los

tres años donde Piña alcanzó cierta notoriedad y y le fue

asignada la comandancia general del Distrito de México.

Miramón el presidente conservador lo nombró jefe político y

militar de Tehuacán.17

Ilustración 23 de abril 1865

De la prensa liberal el periódico más atacado fue La

Orquesta, es en la caricatura del 23 de abril de 1865 donde

vemos a una beata saliendo de su casa y mostrando la cruz a

cuatro sujetos que se encuentran en la calle, el cajista y

tres miembros del consejo editorial de La Orquesta los

cuales llevan instrumentos que connotan al periódico uno

Constantino Escalante el caricaturista lleva un bolso donde

esta pegada una hoja que lleva escrito en francés la

palabras Libertad, Fraternidad e Igualdad. Que a la beata

le han de haber sonado a herejía.

No obstante la presencia de este efímero periódico

pues no alcanzó el año de edad la aspiración de la prensa

17 Helia Bonilla, “El juarismo bajo el lente conservador de Doña Clara” en Juárez bajo el pincel de la Oposición ,Esther Acevedo (ed.) México, Secretaria de Hacienda y Crédito Público. 2007. pp 55-98.

fue la de ser los representantes de la opinión pública

hicieron que en sus diatribas, el pueblo quedara como motor

de sus acciones. Sin embargo hoy podemos percibir que ese

pueblo en realidad para ellos significaba un sector urbano

de clase media. Lo que ellos llamaban la plebe y el mundo

indígena contemporáneo, no formaron parte de su lucha, sin

embargo el indígena histórico si entraba en sus

conmemoraciones.

La prensa se había convertido en el cuarto poder, se

buscaba a través de ella colocar a sus candidatos y defender

a sus allegados. Era al mismo tiempo un medio de ascenso al

poder, las historias de vida de algunos diputados muestran

sus orígenes como redactores de algún periódico tanto en la

capital como en provincia.

Los periodistas se conocían y entablaban diálogos

tanto al producir las caricaturas como los textos. Era

común que un periódico de aparición reciente estableciera

un intercambio con los ya establecidos, por ello, podemos

asumir que se enteraban de lo que unos decían de los otros.

Se construían alianzas entre diversas publicaciones,

compartían caricaturistas tal es el caso de Constantino

Escalante, Jesús Alamilla, Alejandro Casarín y Santiago

Hernández quienes ilustraban diversos periódicos.

Por alunas crónicas periodísticas del momento podemos

recuperar como era uno de esos establecimientos donde se

producía el periódico. En la pared estaban pegados los

ejemplares mas usuales, las fotografías que adquirían o les

regalaban y las caricaturas que seguramente coleccionaban y

criticaban en sus publicaciones. La lista de personajes que

constituían los posiciones en el ciclo de producción era

larga: el cajista, el regente , el redactor , el dueño de

imprenta, el cronista, el editor responsable, el prensista,

y el repartidor. La relación entre los caricaturistas y

los editores varía según la publicación y su historia

mínima se rescata de la prensa misma, los periódicos

enemigos colocaban a los caricaturistas al servicio del

editor, en cambio con los de “casa” se ufanaban del

carácter independiente del monero.

Tal es el caso del caricaturista de San Baltazar,

Alejandro Casarín de quien nos dicen

Alejandro con su terrible lápiz ha cruzado con líneas

grotescas mas de un rostro pretenciosamente severo

Es un muchacho espiritual valiente magnánimo

Que le importa D Benito a Alejandro ¿Qué le supone

Lerdo, Mejía, nadie. Casarín vio que la oposición era

buena y su alma sedienta de la verdadera gloria y del

verdadero honor , ha sabido ver, con el mas hondo

desprecio , a esos buscadores de espíritus débiles que

se han propuesto acabar con cuanto noble , grande e

independiente hay en México

Alejandro Casarín tiene pasiones y no ha puesto su

alma a la vergonzosa tarifa a que el gobierno sujeta a

los espíritus fuertes. Lerdo cree que todo el mundo

tiene su precio aún no encuentra el de nuestro joven

caricaturista de La Tarántula, El Padre Cobos y San Baltazar.18

Conocer el tiraje de la prensa decimonónica se hace

casi imposible ya que los archivos de las empresas no

fueron resguardados. Entre risas y veras se preguntaban

cuantos números tiraban los periódicos y contestaban

solamente en forma de broma -Casi todos , amigo, porque

nadie los quiere ni regalados.19

Las publicaciones oposicionistas para ser más eficaces

utilizaban a la prensa satírica con ilustraciones como el

mejor vehículo de propaganda. Los impresores descubrieron

pronto, que producir un periódico crítico y con caricatura

era un buen negocio. Para la segunda época de El Padre Cobos

en 1874, Ireneo Paz contaba con dos prensas de tipografía y

litografía propias, su crecimiento continuaría y se

publicarían varios periódicos desde su imprenta, así como

álbumes y otras libros conmemorativos.20 El número de

periódicos aumentaba notoriamente durante el periodo de

elecciones para vanagloriar a sus candidatos y denostar a

los enemigos. En 1869 El Boquiflojo, uno de los periódicos

conocidos como ministeriales, acusa a la prensa

oposicionista, de estar formada por: “los

ultraconstitucionalistas, quienes no vieron a la

convocatoria como un error, sino como un crimen … Desde

18 San Baltazar, 2 de enero de 1870. El año de 1870 no apareceEl Padre Cobos ni La Tarántula.19 La Gaceta de Holanda, se refiere específicamente a La Linterna. 14 de marzo de 1877.20 Napoleón Rodríguez, Ireneo Paz Letra y Espada, Fontamara 2002,pag 58.

entonces la prensa de oposición comenzó a traspasar los

límites del decoro y una vez puesta en la pendiente ha

llegado por fin a caer en el nauseabundo fango de las

imposturas de los dicterios soeces y de ese lenguaje

virulento inocuo y hasta tabernario de algunos periódicos,

que escandalosamente abusan la libertad que disfrutan.”21 Si

la caricatura se había burlado del poder y de la figura del

presidente, ésta no había caído en la distorsión y la

impostura, con la que los ojos del público decimonónico -

la empezaron a ver cotidianamente. La tercera reelección de

Juárez, fue la puntilla para que, El Padre Cobos, La Orquesta y

San Baltazar se dieran vuelo en contra de la antes venerable

imagen de Don Benito. Años más tarde en 1875 La Carabina de

Ambrosio diría: “Todos los límites de la decencia, todas las

consideraciones sociales, todas las formas, de buen parecer

, han sido atropelladas y desconocidas por esa turba

insolente que se llama así mismas representante de la

opinión independiente.”22

V Los avatares de La Orquesta, el periódico emblemático de

la década de los sesentas.

La Orquesta tuvo cuatro épocas. La primera comprendió de

l86l a l863 y abarcó IV tomos. Constantino Escalante se

encargó de las caricaturas, a excepción de tres en

21 El Boquiflojo, 23 de mayo de 1869.22 La Carabina de Ambrosio, 7 de julio de 1875.

diciembre de l862 realizadas por Santiago Hernández. Su

fotografía nos revela a un dandy de la época y su filiación

masónica al llevar en la corbata un símbolo usado en la

masoneríaa mexicana el cráneo de una calavera. Su redactor

fue -lo repetimos- Carlos Casarín, quien dejó el cargo al

unirse a las tropas del general Zaragoza; lo sustituyeron

Dulcamara e Hilarión Frías y Soto. La tipografía

correspondió a Manuel Castro, cuyo taller estaba en la

calle de Escalerillas l0, hoy Guatemala.

Ilustración

La segunda etapa de La Orquesta está recogida en II

volúmenes y se inicia cuando Maximiliano suprimió la

censura de prensa el 7 de agosto de l864. El caricaturista

siguió siendo Constantino Escalante y los editores fueron

Manuel C.Villegas y Hesiquio Iriarte. Su imprenta estaba en

Santo Domingo número l2, hoy República de Brasil.

Los escritores que colaboraron en La Orquesta de l864

a l866 fueron Lorenzo Elízaga, Arturo Peñaforte, Luis

Gonzaga Iza, Juan N Barra y Juan Darío de Sais, que

continuaron con la redacción del periódico. La segunda

época de La Orquesta terminó " por publicar noticias falsas

y alarmantes que violaban la fracción ll del artículo 3 de

la ley del l0 de abril de l865". La noticia que se publicó

el ll de julio de l866, por virtud del cual Maximiliano

clausuraba La Orquesta, era el siguiente:

El emperador Maximiliano ha requerido por última

vez la asistencia financiera de Francia declarando que

abdicaría si se respondía con la repulsa. El gobierno

francés había resistido a la demanda del emperador y

dado instrucciones al mariscal Bazaine para que

convocase a un nuevo plebiscito en caso de que

Maximiliano abdicase. Por esta noticia el bisemanario

recibió su tercera notificación difundida ampliamente

por los periódicos adictos al imperio. La medida de

clausura fue injusta, toda vez que la nota había sido

tomado de Le Courrier des Etats Unis, periódico que a su vez

la recogió de La Presse, de París.23

La tercera época de La Orquesta va de l867 a l875 y está

reunida en Vlll tomos. Reapareció cuando se restauró la

República en junio de l867. Su primer artículo dice así:

Después de tantos días de silencio, de duelo, de sustos y

granadas, La Orquesta vuelve a tocar a la Independencia, la

Reforma y la República gloriosamente restaurada.

En esta tercera época Constantino Escalante siguió

siendo el caricaturista, y los editores, Manuel C. Villegas

y Hesiquio Iriarte. Entre los redactores estuvieron Vicente

Riva Palacio, quien introdujo algunos cambios al usar la

organización del periódico como distribuidora de los libros

escritos por sus colaboradores.

Constantino Escalante murió en l868 después de haber

colaborado durante siete años como caricaturista y editor

del periódico. Posterior a su muerte las caricaturas del

periódico las hicieron Hesiquio Iriarte y Santiago

23 La Orquesta, 16 de julio de 1866.

Hernández; este último suplió a Escalante en la tarea de

satirizar las noticias a partir del número 50 del tomo ll

de la tercera época. Hernández dejó el semanal cuando el

periódico se convirtió en un enemigo a ultranza del

presidente Sebastián Lerdo de Tejada.

En el tomo III, al empezar el año de l870, hay un

cambio en la administración de la imprenta, que por tantos

años había estado a cargo de Hesiquio Iriarte. La nueva

casa editora era propiedad de Francisco Díaz de León y de

Samuel White, y estaba en la segunda calle de la Monterilla

l2, en lo que hoy es 5 de Febrero. La Orquesta adoptó un

nuevo tipo de letra y cambió su diagramación interior, de

cuatro a tres columnas, pero se continuó con las mismas

secciones. En el momento del cambio el redactor era Vicente

Riva Palacio. Los editoriales del bisemanario no dijeron

palabra sobre el por qué del cambio en la administración.

La litografía de Hesiquio Iriarte, sin embargo siguió

anunciándose en la sección de avisos. No se veía una

tormenta entre ellos.

A partir del tomo V colaboraron por primera vez los

caricaturistas José Ma. Villasana y Jesús T. Alamilla. El

año de l874 resultó clave para La Orquesta ya que sufrió

otras mutaciones. En la portada desapareció la fecha de su

fundación y las buscadísimas secciones "Obertura a toda

orquesta" y "Pitos"; también se dejaron de anunciar las

obras de sus colaboradores.

Todos estos cambios se introdujeron al separarse del

bisemanario los colaboradores por razones políticas. Manuel

C. Villegas se quedó en La Orquesta y vio en Porfirio Díaz

al hombre que estrangularía a la República; Vicente Riva

Palacio ya había fundado junto con Villasana El Ahuizote

(l873-l876), el cual apoyó a Porfirio Díaz para su primera

presidencia. Las simpatías de Riva Palacio hacía Porfirio

Díaz ya eran claras desde tiempo atrás cuando a través de

La Orquesta hizo pública su amistad con Díaz en las

elecciones de l867. Hacia l875, La Orquesta, en su último

número de la tercera época que se abre en el octavo tomo,

nos dice: Decididamente nos proponemos imprimir a nuestra

publicación el mejor carácter y las mejores condiciones y

las más reformas posibles. Queden pues nuestros

suscriptores bien apercibidos de que no les cantamos el

(adiós para siempre) etc... sino que dando desde aquí un

fuerte y expresivo apretón de manos a cada uno les decimos

estamos con ustedes ya volveremos hasta dentro de treinta

días.

Los treinta días se convirtieron en dos años. De

suerte que la cuarta época abarca un periodo muy corto, de

marzo a septiembre de l877, recogida en un flaco tomo.

Desde el primer número quedó claro que La Orquesta no

volvería a tener la organización y la primacía de antes.

Díaz estaba en el poder y el periódico que la sustituía

estaba de su lado.

El caricaturista fue León; el editor, Manuel C.

Villegas, y el redactor --uno solo-- S. Mora. Por dos meses

imitaron el formato, el número de hojas y la aparición

semanal de El Ahuizote. Después de este fallido intento, La

Orquesta desapareció diciendo:

Cuando vemos que ni las cosas ni las acciones

tienen remedio, cuando volvemos los ojos a todas partes

buscando algo que nos haga sospechar que la República

tiene siquiera la apariencia constitucional, cuando

pretendemos en fin sentirnos republicanos y sólo

encontramos al hombre que manda y muchos que lo

obedecen y que aquel y éstos están hundiendo de día en

día a la nación en un abismo sin fondo no podemos más

que parodiar la fúnebre salutación de los gladiadores

romanos: Ave César los que van a morir te saludan.24

Y en su sección de "Pitazos", del mismo número, dicen: Por

causa de enfermedad del director y editor de nuestro

periódico, se suspende la publicación de La Orquesta. 25

Después de l7 años de una existencia plagada de

intermitencia -no obstante ello- fue una de las

publicaciones con mayor constancia. La Orquesta dejó un

precedente en la introducción efectiva de la caricatura

como medio expresivo y crítico dentro del periodismo

mexicano.

24 La Orquesta, 29 de febrero de 187725 Ibidem.

IV Los hitos históricos que divulgó la caricatura del

segundo tercio del siglo XIX

El 20 de abril de 1862 las tropas francesas

entraron a Orizaba. Lorencez, su comandante en una carta del

25 de abril, escribía: "Tan superiores somos a los mexicanos

en raza, en organización, en moralidad y elevación de

sentimientos...que con seis mil (hombres) ya soy dueño de

México.”26

La derrota del 5 de Mayo de ese año fue una sorpresa

para los franceses. El mismo Zaragoza no comprendía la

torpeza mostrada por Lorencez en el ataque. Este hecho,

percibido por el general mexicano, también lo fue por

Napoleón III, quien a distancia y a través de la

descripción que recibió de la batalla ordenó comunicar a

Lorencez: "Que él creía que el asalto no había estado bien

organizado."27 Políticamente, el triunfo del ejército

mexicano agravó la situación ante el gobierno francés, ya

que el honor del imperio napoleónico se encontraba

comprometido y había que redimirlo. El gobierno de Juárez,

ahora más que nunca, contó con las simpatías de los

caricaturistas. La Orquesta uno de los semanarios satíricos

más populares publicó : D. Benito el presidente ya va

encontrando el modo de hacerse querer.

26 Ralph Roedor, México y su Juárez, México, Fondo de CulturaEconómica, 1972. P.655.27 Ibid, p.675

Escalante publicó una significativa caricatura en

relación con la batalla del 5 de Mayo. Lorencez,

sorprendido, no se explica por que los zuavos se han

detenido y no pueden regresar. Los soldados imploran ayuda

que no reciben. Ellos se encuentran atorados con las

espinas de los magueyes, obstáculos con que los franceses

no contaban. Los franceses en realidad nunca pensaron que

podrían ser detenidos por el ejército mexicano, al que

habían subvalorado. Los magueyes existían en el campo de

batalla, pues hay diversos cuadros de la época los cuales

describen como los zuavos se atoran con ellos. El maguey

representa al mexicano, asentado en su lugar de origen,

quien sin agredir se defiende a su manera de los invasores,

los cuales corren sorprendidos sin entender de dónde

proviene la fuerza del enemigo. La caricatura resulta de

una gran eficacia plástica al combinar el frustrado

movimiento de los tres zuavos con la quietud de los

magueyes.

ilustración

La euforia de la batalla del 5 de Mayo dio impulso a

Escalante para dibujar a Saligny borrando ese día de un

inmenso calendario como único remedio para olvidar el

traumático incidente. Para alcanzar la fecha, Saligny tiene

que ayudarse de una silla. Los zuavos que lo rodean parecen

fantasmas llorosos y avergonzados de su derrota por lo que

se esconden tras las figuras del primer plano.

ilustración

El triunfo no se consolidó después de que los

mexicanos ganaron la batalla de 5 de mayo de 1862 la amenaza

continuaba ya que los ejércitos franceses se retiraron al

estado de Veracruz. Escalante utiliza el conocido ritmo

popular de la época, estampado al margen de la caricatura:

"Se hacen chiquitos, se hacen grandotes" para mostrar el

peligro de la situación. De una manera simple le permite a

Escalante jerarquizar a los personajes y crear un gran

movimiento en el contrapunto de las posiciones al intercalar

los personajes concretando en forma plástica el ritmo

popular que allí aparece.

ilustración

La historia de la escena pertenece a momentos

anteriores a otra batalla que tomaría lugar en el mismo

sitio Puebla. Del lado mexicano fue muy grande el espíritu

optimista ya que se percibía una supuesta calma del ejército

francés. No obstante, Escalante es también realista, pues

advierte en su caricatura y con ayuda del ritmo popular que

la situación pude cambiar, si el ejército francés obtiene el

triunfo. Esta caricatura fue publicada el l8 de Marzo de

1863 y muestra la situación de un modo eficaz por un lado

nos hace ver que su deseo esta en el triunfo del ejército

mexicano . Tal efecto se logra cuando, en un primer plano,

pone a Juárez de pie frente a Napoleón, quien se encuentra

en cuclillas. En segundo plano y al lado de Juárez, coloca

a Forey frente a González Ortega, quien está en la misma

posición vertical que Juárez. Al fondo, de espalda, se halla

el soldado mexicano, de pie, frente al zuavo en cuclillas

también . Mas la posición no es definitiva el ritmo popular

lo advierte: en cualquier momento lo inverso podría ocurrir.

El momento era en verdad de suspenso, en esa primavera de

l863, tanto para los franceses como para los mexicanos.

La lucha entre conservadores y liberales queda de

manifiesto en su caricatura del 9 de agosto de l865

Escalante describe con gran sencillez la lucha entre los

partidos liberal y conservador así como la probable

consecuencia de esta lucha. Es una situación que no está

ligada a un tiempo determinado, sino que podría representar

varios momentos de la historia del México independiente. El

liberal, vestido de civil, se encuentra dominando el Palacio

Nacional a un costado de la Catedral, arriba de la cual se

ve un sacerdote. Los dos personajes mantienen una cuerda

floja. La nación, representada como una joven bella y

nerviosa, camina por la cuerda y se balancea ayudada de una

barra -en la que la palabra "empréstito" está claramente

escrita- con el peligro de caerse ante el más leve error.

Escalante no sólo sintetiza la situación política del país,

sino que también nos ofrece y destaca el punto de vista

liberal propio y de la joven nación ya que muestra al

liberal sosteniendo la cuerda y al conservador jalándola.

Cabe recordar que en ese año Maximiliano ya gobernaba en

México.

Ilustración

Es evidente en esta caricatura, la fragilidad del

punto de apoyo de los liberales y su liberalismo, comparada

ante el sólido sostén de una de las torres de la Catedral,

en la que se encuentra la figura del sacerdote, con la que

Escalante simboliza la tradición centenaria de la Iglesia,

utilizada por los conservadores para encubrir sus

intereses. Escalante juega, desde luego, con un contrapunto

al exagerar la escala de los personajes: el liberal es más

grande y fuerte en comparación con el clérigo, no obstante

que este tiene el tamaño de media torre de la Catedral,

tamaño que es mayor que el de la construcción de la que se

sostienen los liberales, lo cual acentúa la diferencia en

la tradición de ambas instituciones.

El mismo escenario del Palacio Nacional le sirvió a

Escalante para burlarse de la inauguración del monumento a

la Independencia que Maximiliano había mandado a hacer y

que se ubicaría en el centro de la Plaza Mayor. La

historia va así a un mes de haber llegado Maximiliano a la

capital, la mañana del 22 de julio de l864, los lectores

habituales de la prensa tuvieron en sus manos varios

periódicos que daban cuenta de las actividades del

Emperador. En un artículo de El Cronista de México se relataba

que Maximiliano había visitado la Academia de San Carlos el

día anterior, quedando sorprendido con la escultura que

había visto.28 Un público de talante ideológico diferente

pudo leer otro artículo publicado en el periódico

28 El Cronista de México ,"Visita del Emperador a la Academia deSan Carlos" 22 de julio de 1864. El periódico manejaba unaposición moderada en sus juicios.

conservador La Sociedad y enterarse, del primer proyecto

escultórico que el Emperador ideó, hizo publicar y se

empeñó en construir. Allí se consigna que Maximiliano,

conmovido por la intención del pueblo mexicano de hacer

construir un arco triunfal revestido de mármol en honor de

Carlota, decidió, decidieron públicamente, que con ese

mármol se construyera un monumento a la Independencia en la

plaza mayor de la capital. Maximiliano, en una carta

dirigida al ministro de estado Joaquín Velázquez de León

esbozó el tipo de monumento que tenía en mente: en la base

de la columna se colocarían las esculturas de los primeros

héroes; rápidamente nombra a Hidalgo, Morelos e

Iturbide...el futuro ocupante de la cuarta esquina no quedó

especificado. En el fuste de la columna irían escritos con

letras de bronce dorado los nombres de los demás caudillos

insurgentes. La columna sería coronada por una escultura en

bronce que representaría a la Nación. El mismo deseaba

colocar la primera piedra: en su primer 16 de septiembre de

1864. Sin embargo el veleidoso emperador se fue a Dolores a

dar el grito de Independencia. Y dejó que Carlota Carlota

colocara ó la primera piedra con un martillito de plata.

Escalante se burla de todo en la caricatura del (cuando

pone a una corte de fantasmas en sillas vacías siguiendo la

carroza de Carlota. 29

Ilustración

29 La historia del monumento se puede ver en Esther Acevedo,México, Museo Nacional de Arte , 1995. pp 115-119.

Utilizar a los héroes como parte de la caricatura fue

otra manera de hacer e identificar la escena como mexicana.

En este caso le tocó a José María Morelos aquel líder de la

Independencia que en 1813 escribió Los Sentimientos de la Nación

donde se abolía la esclavitud, era y es considerado un

héroe radical del lado de los liberales. Sin embargo

Maximiliano al ver el proyecto de escultura en la Academia

ordenó que la escultura se terminara y se colocara en la

Plazuela Guardiola -propiedad de una familia conservadora

la de Manuel Escandón.

Ilustración

El inicio de la historia del monumento es anterior al

Segundo Imperio. En 1857, Mariano Riva Palacio -

patrocinador poco estudiado de obras de carácter histórico-

pidió al escultor Antonio Piatti que hiciera una estatua de

Morelos, en mármol, para ser erigida en San Cristóbal

Ecatepec, pero la obra no se colocó. Después se pensó

ubicarla en la Alameda de la capital, sin embargo esto

tampoco se cumplió. Maximiliano aprovechó el camino

recorrido y decretó en un mismo día, a propósito de las

fiestas patrias, que se levantara el monumento de la

Independencia, se construyera un sarcófago para Iturbide y

se colocara la escultura de Morelos en la Plazuela de

Guardiola para perpetuar el centenario de su nacimiento.30

Después de tomada la resolución imperial, 14 meses de

intenso trabajo hicieron posible su inauguración. Ahí

30 El Cronista de México 18 de septiembre 1865.

estuvieron presentes en un día lluvioso Maximiliano y

Carlota, pero la tormenta contra el emperador y la

escultura no se hizo esperar. Un colaborador anónimo de El

Cronista de México escribía que los representantes de los

propietarios de la casa de los condes del Valle de Orizaba

conocida como la casa de los Azulejos, "protestan contra la

presencia del intruso de mármol... y están dispuestos a

agotar todas las formalidades antes que permitir que una

gloria nacional habite gratis en su arroyo.31 La plazuela se

rentaba a "simones" y no se había expropiado para colocar

la escultura.32 La incomodidad que los Escandón, quiénes

vivían frente a la plaza, y en general el grupo conservador

experimentaban hacia Maximiliano, fue caricaturizada por

Constantino Escalante en La Orquesta. Escalante divide la

caricatura en dos: cargada a la derecha está una

descripción esquemática del monumento próximo a ser

inaugurado, del lado izquierdo dialogan dos personajes de

la alta sociedad distinguidos por sus trajes. Uno le indica

al otro que con el monumento "se celebra la memoria de un

hombre que salió de la más humilde clase del pueblo, que

nació en la oscuridad, en fin un representante de las

clases mistas (sic), nosotros no debemos estar ahí, somos

nobles." Algunas frases del diálogo fueron tomadas del

discurso que Maximiliano leyó el día de la inauguración del

monumento Pero lo que en la alocución era un

reconocimiento al origen de Morelos, en las palabras de los

aristócratas se vuelve testimonio de los prejuicios de

31 El Cronista de México, 24 de Octubre 1865.32 Se daba el nombre de simones a los coches de alquiler.

clase, imperantes entre los grupos privilegiados. La Orquesta

dedicó su “obertura” a comentar el discurso de Maximiliano

haciendo broma de las distintas lecturas que éste podría

tener.33

Hubo infinidad de temas que se juzgaron de mal gusto y

que la pintura mexicana decimonónica no dejó plasmados, lo

que no pasó en otras latitudes, donde los eventos de la

vida urbana, eran representados como parte de la vida

cotidiana, si bien no llegaron a la ironía utilizada por

los caricaturistas. La pintura tenía como función

ennoblecer los hechos y la compañera de la caricatura fue

la sátira .

Una pintura sobre las elecciones en las ciudades,

donde se mostrara a los electores depositar sus votos en la

urnas no existe en el repertorio mexicano, sin embargo en

las caricaturas fue un tema abundante en toda la década.

El modo caricaturil de Alamilla se interrumpe cuando

muestra a los ciudadanos involucrados en la pelea por las

elecciones, si bien los rostros se deforman, la intención

irónica no es dirigida hacia los personajes, sino la

crítica va contra las autoridades que recibieron a los

electores a bombazos y estocadas. Su puesta en escena se

acerca al vocabulario de la litografía francesa D’ Epinal

que describía la lucha urbana de las barricadas.

En la campaña presidencial de 1871 contendían tres

facciones del partido liberal que tomaron su nombre de los

mismos candidatos: juarista, lerdista y porfirista. Lo que33 La Orquesta, 4 de octubre 1865

pasaba en el imaginario de los tres candidatos para la

presidencia de la república ese mismo año, nos lo deja ver

de nueva cuenta Jesús T. Alamilla quien apenas ajustaba los

18 años. El objeto del deseo era la silla presidencial, no

hay una crítica a los programas de cada uno de los

candidatos, únicamente se apunta al deseo de posesión de la

silla, en un juego de ruleta los tres contendientes ven

como gira la sillita , el más distorsionado es el

presidente Benito Juárez y el menos distorsionado era

Porfirio Díaz. La jerarquización de la respetabilidad por

la que la sociedad burguesa luchaba, los caricaturistas se

encargaban de derribarla, al colocar a los presidenciables,

en situaciones que sin palabras, evocaban la voracidad de

los candidatos por el poder, a través de la posesión de la

silla presidencial.

ilustración

A fin de año ningún candidato obtuvo una mayoría del

voto electoral, en consecuencia, la decisión quedó en manos

del Congreso, la victoria le fue otorgada a Benito Juárez.

Lerdo quedó abismalmente separado de su compañero de 13

años y la facción porfirista recurrió a la revolución para

apoderarse de la maquinaria del gobierno. “Unos pocos días

antes de que el Congreso declarara reelecto a Juárez, se

produjo un levantamiento abortado y sangriento a la sombra

de Palacio Nacional que el general Rocha aplastó rápida y

despiadadamente.”34

34 Frank A. Knapp jr., Sebastián Lerdo de Tejada, México, Universidad Veracruzana , 1962. Pp. 243-250.

La figura del presidente Juárez iba sufriendo un

cambio total en la manera que los caricaturistas lo

representaban atrás habían quedado aquellas caricaturas

donde se puede hablar de un retrato y no una distorsión

cuando Juárez se veía amenazado por la intervención

extranjera y la Patria le solicitaba dinero para la lucha.

Las dos figuras que componen la imagen que Escalante

titula Miserias de la situación están en primer plano los

rodea un piso de grandes losetas y un muro apenas repellado

. Juárez mas bajito que la patria camina parsimoniosamente

con su bastón y su sombrero en el brazo su mirada se dirige

al suelo parece no sorprenderse de que alguien le toque el

hombro derecho , tal vez la patria es una presencia etérea

que no se siente pero que va siempre va detrás de él . La

patria es más alta que él , vestida con un faldón doble en

cuyo fondo blanco lleva inscrita la palabra patria su blusa

es blanca y escotada ; su cabello recogido cae

delicadamente sobre su torso, es un nuevo arquetipo de la

patria lejano a las alegorías clásicas.

Ilustración

Pero conforme fue pasndo el tiempo y Juárez buscab de

nueva cuenta la releeción en 1871 de una manera magistral

Casarín convierte a Juárez en un Juan Diego sosteniendo su

ayate frente a una mandorla, pero en vez de aparecer al

centro la Virgen de Guadalupe, su lugar lo ocupa una silla

con las cifras del salario del presidente, el milagro que

implora el piadoso indio, es que le caiga la silla, con

todo y sus cifras. El verso que salió el mismo día dice:

A la ardiente sed de oro

A la hambre eterna de mando

A la falta de decoro

Y al estar siempre charlando

Como les llama el Cronista

Pura enfermedad juarista

El convertir en oficio

La silla del Presidente

Haciendo el beneficio

De un hombre perpetuamente35

Ilustración

Si bien en ocasiones se hablaba laudatoriamente del

origen indio de Don Benito la ironía con la que se le

representaba no hacía alusión a su nacimiento. Entre 1861 y

1872 se publicaron en la Ciudad de México más de 500

caricaturas del presidente D. Benito Juárez, en las que se

puede ver claramente no sólo una evolución del lenguaje

satírico de la caricatura, sino el desgaste del personaje y

el ataque a su persona de las facciones liberales que

contendían por el poder. A partir de la reelección de 1871

tanto La Orquesta como El Padre Cobos se ensañaron con la35 El Padre Cobos, 12 de febrero de 1871.

figura de Don Benito, mostrándolo por lo menos dos veces

por semana, los lápices agudos de los caricaturistas

distorsionaron su figura la cual es identificable tan sólo

por el desarrollo paulatino de un arquetipo. Su condición

de indio fue tomada irónicamente a partir de la tercera

reelección.

La figura de Juárez impasible es caracterizada como

Huitzilopochtli por lo sangriento de sus acciones. El 11 de

junio de 1871 a pocos días de haber empezado a trabajar

Alamilla para Ireneo Paz, la figura de Juárez como

Huitzilopochtli es apenas reconocida por las cejas de la

escultura, el pueblo con la ayuda de una palanca sostenida

en la ley electoral pretende derrocar a quien lleva doce

años en la presidencia. El espacio que ocupa la escultura

en piedra del transformado presidente, es agobiante. Juárez

no le deja espacio a nadie. Los ilusorios ciudadanos

apoyándose en la ley electoral hacen su mejor esfuerzo pero

el gran tlatoani no se moverá ni un ápice. Como sabemos las

elecciones fueron decididas a su favor por la Cámara. La

oposición acusa al presidente de ser cruel y sanguinario.

Ilustración

La mujer en la caricatura

La figura de la mujer no fue representada por los

caricaturistas, ya que no formaba parte del mundo político

donde dominaba la figura masculina. Ni siquiera como

heroínas de la gesta de independencia fueron reconocidas.

Sería hasta el porfiriato cuando se levantaron los primeros

monumentos a Doña Josefa Ortiz de Domínguez y no de forma

alegórica. La concepción que tenían de las mujeres, la

liberal prensa oposicionista, publicada en más de una de

sus columnas en tono irónico coincidía con la posición

tradicional de la santa misión de la mujer desprovista de

gloria pero fecunda en dulces y castas emociones. La Orquesta

al referirse a las hijas de Eva decía “Ellas que han de

meter la cola en todo, quieren también meterla en la

cuestión electoral, y una Lola por medio de nuestro colega

La Paz pretende como pretende hoy medio México una curul.”36

La intervención de la imagen de la mujer en la política se

ciñe a su uso como alegoría.

La forma en la que la mujer aparecen en el lápiz de

los caricaturistas fue tomada de la tradición pictórica

como figura alegórica representando al pueblo, a la patria,

a la constitución, a las artes , a las virtudes o a los

vicios.

Alamilla siete años menor que Casarín y proveniente de

una clase social diferente emuló -por lo menos en este

comenzar- el modo de Casarín. Al hablar de reelección en la

caricatura del 6 de junio de El Padre Cobos, Alamilla coloca

a una mujer de rodillas torturada en un potro, ella recibe

el castigo valientemente con la frente en alto, el verdugo

es Juárez la manera de caricaturizarlo era un sello ya de

36 La Orquesta 5 de julio de 1871

la publicación, lo identificamos por esas enormes cejas,

la redondez de su talle y dos pequeñas colas de la levita,

que volaban muchas veces al parejo de las puntas del cuello

de la camisa. (fig. 10) El ejecutor, transformado en

insecto, le da vuelta al torniquete y el pueblo

representado por una figura de mujer es obligada por la

presión a levantar la frente.37 La reelección de Juárez en

1871, había unido a lerdistas y porfiristas, quienes

resultaban extraños asociados, pues lo único que tenían en

común, era su oposición a la reelección del presidente. La

alternancia del poder significaba para ellos, que otros

liberales tuvieran acceso a puestos ministeriales, todos

los líderes que se habían sacrificado por la patria en la

guerra contra el imperio para obtener la “segunda

independencia” se creían merecedores de alguna posición

política y la demandaban a través de la prensa

oposicionista. La Linterna años después comentaba “Si el

gobierno tuviera 8 millones de empleos no habría

revoluciones pero no se puede dejar satisfecho a tanto vago

que alarga siempre la mano para recibir y nunca trabajar”38

La situación política de las diferentes facciones del

partido liberal después de la toma de posesión de Lerdo

como presidente electo en diciembre de 1872 se complicaron.

Los lerdistas esperaban un cambio de gabinete a su favor

37 Un potro es también un caballo joven que a los cuatro años muda de dientes. Los periodos presidenciales eran de cuatro años. Es probable que encontremos un doble mensaje en que a los cuatro años hay que cambiar de dentadura.38 La Linterna, 19 de febrero de 1877.

que no obtuvieron, los porfiristas habían recibido la

amnistía por el levantamiento, y todos querían una parte de

las “carteras”. En este clima San Baltazar, en su segunda

época, propone como candidato para la presidencia de la

Suprema Corte de Justicia a Porfirio Díaz. El resultado de

las elecciones “celebradas en febrero de 1873 favoreció,

por un margen muy amplio a José Ma. Iglesias con un total

de 5488; en segundo lugar quedó Vicente Riva Palacio con

1078 y Díaz obtuvo 962.” 39 Al perder su candidato una vía

hacia la presidencia El Padre Cobos se aferró, sin mucha

variedad de temas al enjuiciamiento de los movimientos del

presidente Lerdo.

El 6 de octubre de 1877 cuando ya Díaz era presidente

la prensa a favor de Lerdo no se había acallado y Don Quixote

seguía publicando a ojos de Mefistófeles calumnias. La

caricatura se vale de una representación del hambre como una

mujer cadavérica, cuya descripción más cercana la podemos

leer en Ovidio “Cada unos de sus enfermos ojos queda

sepultados en una oculta y cavernosa fosa Rala es su

descuidada cabellera, tosca y despeinada Y todas sus venas

se ven privadas de sangre Pálido magro y oscuro tiene el

rostro Y solo la piel cubre sus huesos La protuberancia de

sus rodillas hacia afuera se tiende El pecho colgado en sus

costados Su vientre no parece un vientre con lo que en

suma la hambrienta rabia se asemeja a una anatomía de

39 José Ortiz Monasterio, “Patria” tu ronca voz me repetía Vicente Riva Palacio y Guerrero, México, UNAM, 1999. p. 139.

huesos que tuviera alma.”40 (fig. 11) El hambre representada

de esta manera, casi ahoga con sus manos a un perro sentado

encima del banco de la calumnia, el perro tiene dos

características en la iconología tradicional: representa la

envidia o la fidelidad, será por ello que el caricaturista

se vale del texto, para aclarar que no es ninguna de las

dos, sino hace referencia a la calumnia lanzada por el

periódico Don Quijote cuyo nombre aparece inscrito sobre el

cuerpo del perro. El pie de la caricatura dice La Oposición

actual pintada por ella misma En la sección de reflexiones de

Mefistófeles el redactor opina que

Alamilla pintando a la oposición ladrando de

hambre, puso el dedo en la llaga, estuvo

inspirado. El símil es duro, pero duros y más son

los ataques que diariamente lanza esa oposición al

gobierno y sus amigos…la oposición razonada y

justa merece nuestro respeto, pero la que indica

nuestra caricatura es despreciabilísima

Ningún gobierno por justificado que sea, puede ,

ni jamás ha podido observar una conducta que no

merezca las observaciones de la prensa y la

opinión . Pero entre esas observaciones

racionales, justas y moderadas, y el grito del

oposicionista calculador, hay una gran

diferencia . Enorme existe hoy entre los que entre

40 Cesare Ripa, Iconología, Madrid España, Alcal ediciones, 1996. Tomo I. P. 474.

los que hacen política por proyecto y sin mas

miras que cuando menos la subvención…

El Gral. Díaz animado de las mejores intenciones ,

no había tenido los datos, los elementos, ni el

tiempo necesario par hacerlas efectivas. De hoy en

adelante será otra cosa . La ley tiene que ser un

hecho la teorías políticas y administrativas no

tienen razón de ser . Largos años de luchas

sangrientas luchas para discutirlas las han

depurado lo suficiente para par que la practica no

sea hoy un absurdo. Ley, derecho, Constitución …

pueblo garantías individuales sublime colectividad

a la que todo el mundo se ha dirigido hace muchos

años.

…los inflexibles pudieran aseverar que estamos en

un periodo de crisis ya lo han dicho más aún ,

han dicho que el gobierno tuxtepecano ha llegado

a su fin. Necios el gobierno de Tuxtepec tiene

elementos para no temer un porvenir de

tempestades.41

Jesús T Alamilla, Alejandro Casarín y José Ma.

Villasana que habían permanecido en la oposición, como

parte de un proyecto político que respaldaba a Porfirio

Díaz, a los ojos, de los cada vez más escasos,

oposicionistas se volvieron “ministeriales”. Alamilla

pronto partirá para Estados Unidos, donde contrae una

41 Mefistófeles,6 de octubre de 1877. Recordemos que los litógrafos de Hombres ilustres mexicanos fueron Santiago Hernández y José Ma Villasana.

enfermedad y muere en México en 1881. Casarín tendrá

todavía una larga carrera en las artes y seguirá vinculado

al ejército hasta 1892; cuando al encontrarse en Baltimore

lo dan de baja del ejercito mexicano donde era teniente

coronel, él recurre al presidente Díaz para lograr que no

se le de de baja de la “noble institución”. Vive y trabaja

en Nueva York donde muere en 1907. José Ma Villasana con el

apoyo directo de Díaz publica en 1893 desde Chicago México

Gráfico, en 1896 es nombrado diputado a la XVIII

legislatura representando al distrito de Comitán Chiapas.

Santiago Hernández volvería a retomar el lápiz

oposicionista desde las páginas de El Hijo del Ahuizote.

La situación de la producción de periódicos había

cambiado, en los principios del porfiriato impresores como

Ireneo Paz contaban ya con su maquinaria tanto tipográfica

como litográfica, dejando los periódicos de ser

artesanales, a partir de 1877 Paz, publicaría La Patria la

cual recibía su nutrido material por cable y e incluyó en

gran escala multitud de anuncios. Las posiciones frente al

poder se redefinían y los modelos para la caricaturas

empezaban a tener como paradigma los producidos en Estados

Unidos a manera de tiras cómicas, la influencia francesa y

española que había sido la fuente de la caricatura después

de la guerra de 1847 iba desapareciendo. La caricatura

había introducido en la cotidianidad de sus lectores la

duda y la crítica como elementos de conocimiento.

La caricatura representó en este periodo como un arte de

vanguardia