El concepto como herramienta de trabajo, de la idea a la aplicación

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Cornisa: El concepto como herramienta esencial, de la idea a la aplicación. 1 El concepto como herramienta de trabajo, de la idea a la aplicación The concept as a work tool, from idea to the application Juan David Atuesta Reyes 1 Resumen En las profesiones creativas como el diseño y la publicidad, es común usar esa “caja negra” denominada concepto que muchas veces se considera indefinida o inmaterial. Debido a esto, es importante alcanzar la claridad de su naturaleza, descubrir alguna manera para consolidar nuestras propias ideas y reconocer cuándo, cómo y dónde esa “chispa” llamada creatividad deja de ser una simple idea y se convierte en una herramienta para la creación. Para esto, es fundamental reconocer sus orígenes, la forma en que sucede el proceso creativo, la importancia de consolidar un buen concepto como herramienta de trabajo y cómo aplicarlo a la cotidianidad de los proyectos o de las campañas. Se pretende entonces con este texto, dominar el concepto como una herramienta fundamental para tangibilizar el pensamiento en cualquier campaña creativa. Palabras claves: Concepto, proceso creativo, metodología, herramientas. 1 Diseñador Industrial, Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Pedagogía y Desarrollo Humano de la Universidad Católica de Pereira. Magíster en Diseño Multimedia de la Universidad Nacional de Colombia. Docente investigador del Programa de Diseño Industrial, Universidad Católica de Pereira. [email protected]

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Cornisa: El concepto como herramienta esencial, de la idea a la aplicación. 1

El concepto como herramienta de trabajo, de la idea a la aplicación

The concept as a work tool, from idea to the application

Juan David Atuesta Reyes1

Resumen

En las profesiones creativas como el diseño y la publicidad, es común usar

esa “caja negra” denominada concepto que muchas veces se considera indefinida o

inmaterial. Debido a esto, es importante alcanzar la claridad de su naturaleza,

descubrir alguna manera para consolidar nuestras propias ideas y reconocer

cuándo, cómo y dónde esa “chispa” llamada creatividad deja de ser una simple idea

y se convierte en una herramienta para la creación. Para esto, es fundamental

reconocer sus orígenes, la forma en que sucede el proceso creativo, la importancia

de consolidar un buen concepto como herramienta de trabajo y cómo aplicarlo a la

cotidianidad de los proyectos o de las campañas. Se pretende entonces con este

texto, dominar el concepto como una herramienta fundamental para tangibilizar el

pensamiento en cualquier campaña creativa.

Palabras claves: Concepto, proceso creativo, metodología, herramientas.

                                                                                                               1 Diseñador Industrial, Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Pedagogía y Desarrollo Humano de la Universidad Católica de Pereira. Magíster en Diseño Multimedia de la Universidad Nacional de Colombia. Docente investigador del Programa de Diseño Industrial, Universidad Católica de Pereira. [email protected]

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Dentro de las profesiones proyectuales, generalmente se cree que el proceso

de creación proviene de la intuición y la espontaneidad, origen del azar y de un

ambiente creativo, ausente de referentes externos que puedan contaminar la pureza

del resultado. También se cree que se produce mediante la introspección e ingenio

de una persona creativa, la cual se encarga de producir una idea que surge de un

instante de iluminación que encuentra una respuesta salida de lo común.

Esta situación de incertidumbre frente a la creatividad y en especial, a la

manera en que se producen las ideas, haría pensar que es un proceso

descontrolado, dependiente de la subjetividad y personalidad creativa de un

individuo, haciendo que el proceso creativo no pueda ser repetido, extrapolado o al

menos llegar a tener un mínimo control al respeto.

Para esto, en todo proceso creativo bien sea una campaña, una pieza

publicitaria, la construcción de una imagen corporativa, un estilo gráfico o incluso el

desarrollo de un objeto de uso u obra arquitectónica, es necesario contar con una

etapa de construcción conceptual que permita definir un concepto como herramienta

que lleve una serie de ideas estructuradas, desde campo ideológico para ser

materializadas y condensadas hacia un resultado tangible.

Por lo tanto, se hace necesario comprender y determinar lo que significa el

término concepto y hacer un seguimiento sobre los procesos metodológicos que

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permitan a cualquier creativo manejar su creatividad para que esta pueda llegar a

ser controlada.

Según Fredy Alvear (2006), el término concepto proviene del latín concebir,

aprehender. Por otra parte, la Real Academia de la Lengua Española lo define como

“Idea que concibe o forma el entendimiento. Pensamiento expresado con palabras.

Opinión, juicio”. Esto quiere decir que, por un lado, el concepto es el punto crucial de

cualquier proceso creativo, que permite su concepción controlada y develar lo que

antes no se ha visto, mediante la comprensión de las diferentes posibles situaciones

en una nueva estructura articulada que sirve como unidad cohesiva para la

creación.

Igualmente, es importante reconocer que el elemento compositivo del

concepto es la idea y que depende de la manera en que se relacionen estas

pequeñas ideas, generará un nuevo concepto para obtener un nuevo resultado.

Igualmente, Freddy Alvear (2006) comenta que “Un concepto es la valoración

o juicio que puede alguien tener sobre determinado asunto, sobre la base de sus

propias convicciones, conocimientos, nivel cultural, educación, etc.” Otra definición

que refuerza lo mencionado, es brindada por la Real Academia de la Lengua que

define formar concepto como “Determinar algo en la mente después de

examinadas las circunstancias.” Lo que lleva a pensar que definir un concepto

presenta dos mundos que podrían definirse como el mundo ideológico y el mundo

material.

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El concepto puede ser entendido como una red ideológica que deambula

entre estos dos mundos, convirtiéndose por un momento en un constructo fuente del

pensamiento y que tiende a ser materializado en una solución aplicada a un

contexto.

Del siguiente esquema se puede deducir que el proceso creativo requiere de

un momento de recopilación de información y análisis mediante herramientas que

permitan extraer datos que puedan ser relacionados, posteriormente, en el mundo

ideológico a partir de la construcción de relaciones que las estructure y le otorguen

sentido. Este proceso comúnmente es comprendido como “caja negra” debido a que

estas relaciones definen el sentido, el cual se encuentra cargado de un alto nivel de

Ilustración 1 El concepto como red ideológica. Fuente: Construcción propia.

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creatividad y subjetividad y se llega a consolidar a través de actividades que muchas

veces pueden parecer aleatorias.

Ilustración 2 Proceso de construcción del concepto. Fuente: Construcción propia

El concepto como lo comenta Freddy Alvear (2006) presenta características que

permiten definirlo como un cerramiento creativo de la siguiente manera:

Definido como una idea.

Es un componente del conocimiento.

Enlaza términos con sentido.

Es el andamio para la creatividad.

Es un nuevo punto de vista a un problema real.

El concepto se puede ir redefiniendo cuantas veces sea necesario.

Se ve alimentado por los nuevos paradigmas.

Entonces, se hace necesario determinar una distinción dentro de la

metodología creativa respecto al concepto. Este, aunque se encuentra compuesto

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por un proceso creativo y es el resultado de una construcción ideológica, requiere

también de un proceso racional que se produce en el momento en que organizan las

ideas, se jerarquizan y se les da prioridad a través de enlaces consecuentes que lo

convierte en una tangibilidad. Es así como Bruno Munari (2004, p. 52) comenta:

La creatividad reemplazará a la idea intuitiva, vinculada todavía a la forma

artístico-romántica de resolver un problema. Así pues, la creatividad ocupa el

lugar de la idea y procede según su método. Mientras la idea, vinculada a la

fantasía, puede proponer soluciones irrealizables por razones técnicas,

matéricas o económicas, la creatividad se mantiene en los límites del

problema, límites derivados del análisis de los datos y de los subproblemas.

La necesidad de consolidar un concepto para poder desarrollar cualquier

proyecto creativo, surge debido a que el concepto debe ser tratado como el corazón

y punto neurálgico que permitirá alcanzar un resultado pertinente y significativo. Al

respecto, Mauricio Sánchez (2013) determina que el concepto es la esencia de la

idea abstracta, que es traducido y condensado en un ente abstracto tangible, a

través de unas cualidades formales. Por lo tanto el concepto se puede entender

como el principio generativo de la forma.

Entonces, un concepto puede entenderse como una estructura ideológica

organizada que se encuentra orientada hacia la materialidad bajo un sentido

determinado en el proceso de creación, por lo tanto, el proceso de creación de una

respuesta bien sea bidimensional o tridimensional, necesita de una estructura

conceptual que provenga de las condiciones que se han determinado en el contexto

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y que debe verse reflejadas en esa misma respuesta traducida en materialidad. Así,

las condiciones contextuales también modelarán la construcción conceptual de

cualquier proceso creativo a partir de la reflexión de una adecuada respuesta

soportada en el argumento planteado por Sánchez (2001, p.11) así:

Diseñar un discurso formal demanda un concepto, una idea o estructura de

ideas que le den origen, planteando esta actividad como una que

tridimensionaliza un concepto coherentemente, sin contradicciones (…) El

concepto debe ser una relación coherente hacia una situación contextual o

proyecto; no puede surgir sin fundamento o propósito.

Siendo así, el concepto se definiría como un discurso ideológico comprendido

como un conjunto de ideas articuladas y entrelazadas con un sentido. Es discursivo,

ya que se rige por un patrón cualquiera que el autor (creativo – diseñador) le otorga

y una articulación argumentada.

Otra condición que requiere es que aunque tenga una naturaleza abstracta,

requiere que el resultado tenga la potencialidad de ser materializado a través de

cualquier medio de representación ya sea bidimensional o tridimensional pero que

en últimas sea aplicado a un sistema sígnico perceptivo.

En este punto es fundamental reconocer que este nivel perceptivo determina

por si mismo, la utilización de códigos morfológicos propios que son traducidos en lo

perceptual y que generalmente predominan los de tipo visual, auditivo o táctil;

dejando a lo olfativo y gustativo a un nivel de mayor especificidad sin que esto lleve

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a pensar que son menos importantes. ¿Quién no podría reconocer un olor o un

sabor determinado de un producto alimenticio o cosmético? O por ejemplo, el

inconfundible y apreciado aroma de un automóvil nuevo podrían afectar las

condiciones de percepción y de preferencia que un consumidor tiene de un producto

en relación con otro.

En últimas, ante la definición del concepto, es necesario reconocer ciertos

elementos que lo determinan. Por lo tanto, es posible definir el concepto como una

sentencia, una expresión de terminación mental que permite actuar mediante un

propósito o sentido como principio generativo a través la articulación de ideas de

manera empática. Este constructo se convierte en una imagen mental compuesta

por conocimiento para la construcción y definición de la materialización de un

proyecto creativo.

En palabras de Sánchez (2001, p.12) lo define la diferencia entre lo

conceptual y lo formal de la siguiente manera:

Un concepto puede llegar inclusive a ser una estructura altamente compleja

(proponiendo una calidad conceptual propia del proyectista), pero

convirtiéndose en todos los casos (simples o complejos) en un CRITERIO,

POSICIÓN Y JUICIO que surge, consecuente con una expectativa, siendo la

interpretación ordenada y tridimensional de ciertos hechos. La forma es, pues

la representación y síntesis de un concepto que se sustenta en un contexto o

situación.

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Como ya se ha dicho, el concepto es un discurso que hila el proceso creativo.

Pero, ¿Cómo se presenta un concepto? ¿Qué debe tener y con qué herramientas

se puede mostrarse?

Determinemos que la estructura para formular un concepto es muy abierta y

depende mas de la manera en que el creativo se expresa y también de la manera

en que este creativo aplica ese concepto a una materialidad. Por lo tanto, como se

muestra en la Ilustración 2, son muy variados los soportes donde se presenta un

concepto y depende del uso que se tenga, así como la habilidad escritural o

expresiva que el creativo tenga.

En últimas, lo que busca el concepto es orientar el proceso creativo en

cualquiera dirección que se necesite utilizar, sin intentar decir que no requiera un

rigor constructivo. A continuación se muestran las cuatro posibilidades de construir

concepto a partir de palabras, imágenes y el mapa mental.

 

Ilustración 3 Soportes de presentación para un concepto creativo. Fuente: Construcción propia.

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A continuación se presentan algunas herramientas que pueden ayuda a construir

el concepto organizando la información proveniente del análisis del contexto, de la

problemática que permiten ayudar a la creatividad para materializar el procesos

creativo. Es de aclarar, que estos pasos son algunos de los métodos posibles para

la consecución del concepto.

1. ANÁLISIS DE TIPOLOGÍAS EXISTENTES Y MATRIZ DE CATEGORÍAS

Esta herramienta busca el análisis a través de categorías propias de cada

proyecto, de las aproximaciones conceptuales existentes. Para esto es importante la

comprensión de las categorías.

a. Contextualizar: Buscar elemento relacionados con el proyecto que permitan ser

estudiados y tengan conexiones con el proyecto bien sea estético, funcional,

estructural, semiótico, etc. Para poder determinar los elementos que interesen para

construir el concepto.

b. Categorizar: Definir las categorías por las cuales se puedan evaluar a través de una

matriz a través de la relevancia que están tengan dentro del proyecto.

c. Analizar: Cruzar la información entre las categorías y realizar una valoración que

permita medir con un sistema propio, pero que también posibilite la construcción de

narrativas base que puedan ser utilizadas en las ideas centrales de los pasos

siguientes.

2. MOOD BOARD

Esta herramienta funciona como una visualización de imaginarios y referentes de

todo tipo de creación. Permite establecer los lineamientos del proyecto en cuanto a

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estilo general. Las consideraciones que abarcan la herramienta son: texturas,

colores, estilos, formas y todas las características generales propias del proyecto.

Esta herramienta es usada con mucha frecuencia en áreas como el diseño de

modas y en espacios debido a su posibilidad de integrar estilos en una sola

visualización. Se establecen dos tipos:

POSITIVO: Este está compuesto por todos los elementos (imágenes, texturas y

paletas cromáticas) donde el proyecto se inspira. Se entiende como una estructura

creativa que recibe la inspiración de diferentes fuentes y permite agrupar lo que el

proyecto acepta.

NEGATIVO: Algunas veces este elemento se hace necesario para encaminar el

estilo que busca el proyecto a traves de un contra ejemplo. Es decir, poder visualizar

lo que no se busca en el proyecto tambien es encontrar lo que se quiere y permite

desechar rápidamente los diferentes ruidos creativos.

3. ESQUEMA BÁSICO

El esquema básico esta conformado entre cinco a diez palabras claves que

reúnen la idea principal que debe cumplir como concepto el resultado. Este permite

determinar las propiedades conceptuales del mismo. La herramienta también puede

ser denominada “molécula de proyecto”, ya que se comprende que si se retira

alguno de estos nodos, se perderá la esencia del proyecto.

Como se puede entender, esta estructura es única para cada proyecto, no podría

repetirse debido a que se convierte en la huella del proyecto. Debe ser expresada

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de manera muy gráfica y visual para que pueda ser fácilmente interiorizada y

reproducida por el creativo de manera rápida.

4. ÁRBOL DE IDEAS O ESQUEMA DE CONCEPTO

Esta herramienta organiza la información conceptual para poder expandir de

manera coherente el ESQUEMA BÁSICO. Es necesario construir una estructura

propia del árbol con el fin de personalizar la organización del concepto. Igualmente,

este esquema permite orientar de manera organizada y realizar un cerramiento a las

diferentes palabras claves para comprender la manera en que se piensa tomar cada

una de estas dentro del proyecto.

5. BOCETACIÓN

Existen varios niveles de bocetación: Explicativos, constructivos, de desarrollo, de

conceptualización, de comprensión. Pueden categorizarse por la técnica y por el uso

de materiales: lápiz, lapicero, colores, pasteles, marcadores, pero también existen

los bocetos tridimensionales que son entendidos como herramientas de

pensamiento. Pueden ser clasificados desde su finalidad (de trabajo, de

pensamiento, de comprensión cromática, funcional o volumétrica) o por el uso de

materiales como cartón, papel, alambre, arcilla, masilla de modelar, etc.

Como conclusión, la acción de conceptualizar es narrar una buena historia para una

audiencia objetiva, un mercado o un usuario determinado y permite construir un

sello único donde la originalidad encuentra la mejor manera para expresarse. El

concepto se entiende como una sentencia creativa que brinda sentido compositivo a

través de la empatía de ideas.

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También puede ser entendido como un principio generativo que permite forjar un

resultado tangible. A la final, todos somos creativos y cada día desarrollamos

procesos de conceptualización que nos permiten comprender el mundo y ser

creadores habitarlo.

LISTA DE REFERENCIA

Munari, B. (2004). Cómo nacen los objetos, Apuntes para una metodología

proyectual. Barcelona: Gustavo Gili.

Sánchez, M. (2005). Morfogénesis del objeto de uso. Bogotá: Universidad de

Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

Alvear, F. (2006). Ventana: CONCEPTO Y DISEÑO. Recuperado el 14 de Agosto

de 2013, de Prototipo, Diseño es pasión:

http://prototipod.blogspot.com/2006/11/ventana-concepto-y-diseo_16.html

Real Academia de la Lengua Española. (2013). Recuperado el 19 de Agosto de

2013, de Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: http://www.rae.es