EL CENTRO DE DERECHOS HUMANOS MIGLE AGUSTIN PRO

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EL CENTRO DE DERECHOS HUMANOS MIGLE AGUSTIN PRO Si nuestra misión es, pues, promover en todo sentido la vida humana plena […] se deducirá sencillamente la centralidad que reviste para nosotros la defensa de los derechos humanos. David Fernández Sin duda el individuo es permeado por su entorno y sus circunstancias, siendo ellas parte fundamental en su toma de decisiones, David Fernández es atrapado por el espíritu de su época: la defensa de los derechos humanos. Para Michel de Certeau la influencia del entorno 1 en el individuo, es el lugar social, es “[…] la particularidad [cursivas del original] del lugar desde donde hablo y del ámbito donde prosigo […] [e]sta marca es indeleble [...]”. 2 Este lugar es particular para cada individuo y afecta todo en él; su proceder, su toma de decisiones, su cosmovisión, su hablar están trastocados por este lugar. Como esta marca es indeleble y afecta todas las esferas del individuo, se hace importante rastrear este sitio al estudiar la vida de una persona, para entenderla con mayor profundidad y comprender, en la medida de lo posible, su proceder a la luz de estos factores que le son intrínsecos, y que nos dan una clave 1 Me refiero por entorno a todos los factores externos que permean en el individuo. 2 Michel De Certeau, “La operación historiográfica”, en La escritura de la historia, tr. de Jorge López Moctezuma, México, Universidad Iberoamericana/Departamento de Historia, 2010, p. 67.

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EL CENTRO DE DERECHOS HUMANOS MIGLE AGUSTIN PRO

Si nuestra misión es, pues, promover en todo sentido lavida humana plena […] se deducirá sencillamente la

centralidad que reviste para nosotros la defensa de losderechos humanos.

David Fernández

Sin duda el individuo es permeado por su entorno y sus

circunstancias, siendo ellas parte fundamental en su toma de

decisiones, David Fernández es atrapado por el espíritu de su

época: la defensa de los derechos humanos.

Para Michel de Certeau la influencia del entorno1 en el

individuo, es el lugar social, es “[…] la particularidad

[cursivas del original] del lugar desde donde hablo y del

ámbito donde prosigo […] [e]sta marca es indeleble [...]”.2

Este lugar es particular para cada individuo y afecta todo en

él; su proceder, su toma de decisiones, su cosmovisión, su

hablar están trastocados por este lugar. Como esta marca es

indeleble y afecta todas las esferas del individuo, se hace

importante rastrear este sitio al estudiar la vida de una

persona, para entenderla con mayor profundidad y comprender,

en la medida de lo posible, su proceder a la luz de estos

factores que le son intrínsecos, y que nos dan una clave

1 Me refiero por entorno a todos los factores externos que permean en el individuo. 2 Michel De Certeau, “La operación historiográfica”, en La escritura de la historia, tr. de JorgeLópez Moctezuma, México, Universidad Iberoamericana/Departamento de Historia, 2010, p. 67.

importante en el desentrañamiento de su personalidad, de sus

actos, de sus escritos, de su vocación, etc.

La vida de Fernández es un reflejo de las circunstancias

en las que le toca vivir y trabajar, no sólo en lo personal

sino también aquellos escenarios que se visualizaban en su

sociedad. ¿Desde dónde soplan los vientos del cambio? ¿por

qué inicia la Compañía de Jesús un proyecto a favor de los

derechos humanos? ¿por qué la sociedad civil empieza a

organizarse en organismos preocupados por la defensa de los

derechos humanos? una probable respuesta es que los

incipientes derechos humanos, surgían como otra manera de

“denunciar” judicialmente las arbitrariedades de un sistema,

desde otra trinchera y por ende como una nueva forma de

lucha.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro,3 ha

cobrado en los últimos años una importancia central en la

defensa y visibilización de las causas de violaciones graves

a los derechos humanos en México, su prestigio trasciende

fronteras, y aunque ha habido momentos de graves crisis, se

levanta como uno de los primeros centros de derechos humanos

que iniciaron sus labores en el país.

El testimonio de David Fernández es central en la

historia del Pro ya que encabeza, conjuntamente con otros

jesuitas la iniciativa de crear este Centro, además de que

toma las riendas del mismo a escasos 6 años de haber sido

3 En lo sucesivo el Prodh y el Pro.

inaugurado, por lo que inicia el periodo de consolidación y

expansión.

La sociedad civil en los años 80

Además del desgaste del régimen, de la imposibilidad de

elegir de manera democrática a los gobernantes, de la

violencia y del presidencialismo autoritario, los años

ochenta fueron sacudidos por crisis económicas y políticas

así como por el terremoto de 1985 en la Ciudad de México,

acontecimiento que generó lazos de solidaridad, que

empujarían con mayor ímpetu un movimiento en favor de la

dignidad humana que se había puesto en marcha décadas antes –

durante la guerra sucia-. El fortalecimiento e inicio formal

del movimiento por los derechos del hombre en nuestro país,

se observa en esta década la emergencia de múltiples

organismos de defensa de derechos humanos.

Existe consenso entre los especialistas en señalar la décadade los 80 como “el momento” de la efervescencia ymultiplicación de organizaciones civiles de derechoshumanos; momento en el que -de acuerdo a la tesis de EmilioÁlvarez Icaza- se cultivaron las bases conceptuales ysociales que consolidaron el movimiento de derechos humanosque se manifestaría con mayor fuerza en la década de los90.4

4 María Luisa Aspe Armella, Visión histórica panorámica de los derechos humanos durante el siglo XX, textosin publicar, Distrito Federal, 2011, p. 5.

El 5 de septiembre de 1984 se constituye la Academia

Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), ella se forma desde las

universidades y está conformada básicamente por académicos,

aun cuando también participan en ella líderes sociales,

funcionarios públicos, líderes de la oposición y artistas;

todos ellos deseosos de promover una cultura de derechos humanos

y presionar al Estado para que se le reconociera como una tema

prioritario en la agenda nacional.5

Algunos de sus miembros fundadores fueron académicos e

intelectuales reconocidos como: Rodolfo Stavenhagen

Gruenbaum, Guillermo Bonfil Batalla, Jorge Carpizo MacGregor,

Héctor Fix Zamudio, Mariclaire Acosta Urquidi, Jorge Madrazo,

Rosario Green.

El enfoque de este organismo es académico, sus líneas

principales las encontramos en la investigación, estudio,

análisis, enseñanza, promoción y difusión de la materia de

derechos humanos. La AMDH no lleva la defensa jurídica de

casos, por lo que su lógica es distinta e independiente de

otros centros formados en las postrimerías de esta década.

El 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 am, un terremoto

de 8.1 grados Richter sacudió la ciudad de México, la

devastación de la metrópoli, […] disparó la acción colectiva

frente a la ineficacia del gobierno para hacer frente a la

emergencia: daños materiales incalculables y pérdidas humanas

calculadas en casi 30,000 muertos. […] [a] pesar de todo, la

5 Cfr. Academia Mexicana de Derechos Humanos, “Presentación”,http://www.amdh.org.mx/portal/html/presentacion.html, consultado el 2 de febrero de 2012.

desgracia presentó un aspecto positivo: la solidaridad

extraordinaria de la población capitalina […].6

La sociedad organizada y hermanada por la solidaridad en

la tragedia, surge como consecuencia del impetuoso terremoto,

retomándose el término sociedad civil,7 en el libro Entrada

libre, crónicas de la sociedad que se organiza de Carlos Monsiváis en el

artículo llamado “Los días del terremoto”.8

El surgimiento de la sociedad civil,9 trajo como

consecuencia el germen de muchos centros y movimientos de

6 Josefina Vázquez Zoraida, apud. María Luisa Aspe Armella, Visión histórica…, op. cit., p. 5.7 “El concepto sociedad civil se empezó a emplear en México a partir del MovimientoEstudiantil Popular de 1968, en la búsqueda de explicaciones para lo que había sucedido, […][l]os investigadores buscaron una teoría que pudiera dar nombre a lo acontecido, un corpusexplicativo que permitiera comprender los procesos sociales y el involucramiento de nuevosactores sociales en los importantes cambios en la vida cotidiana del país, de lasuniversidades y de la sociedad en general”. Rafael Reygadas Robles Gil, “La lucha ciudadanapor la democracia” en Abriendo Veredas. Iniciativas públicas y sociales de las redes de organizaciones civiles,México, Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia, 1998, p. 278.8 Hablando del temblor en la ciudad de México ocurrido el 19 de septiembre de 1985, CarlosMonsiváis expresa en su crónica, la manera en la que se organiza la sociedad para ayudar enla tragedia y es ahí donde utiliza el termino sociedad civil: “[…] La hazaña absolutamenteconsciente y decidida de un sector importante de la población que con su impulso deserestaurar armonías y sentidos vitales, es, moralmente, un hecho más vasto y significativo.La sociedad civil existe como gran necesidad latente en quienes desconocen incluso el término, ysu primera y más insistente demanda es la redistribución de poderes. El 19 de septiembre,los voluntarios (jóvenes en su inmensa mayoría) que se distribuyeron por la ciudadorganizando el tráfico, creando ‘cordones’ populares en torno de hospitales o derrumbes, yparticipando activamente-y con las manos sangrante- en las tareas de salvamento, mostraronla más profunda comprensión humana y reivindicaron poderes cívicos y políticos ajenos aellos hasta entonces […]” Carlos Monsiváis, “Los días del terremoto” en Entrada libre, crónicas dela sociedad que se organiza, México, Era, 1987, p. 20.9 De acuerdo a Rafael Reygadas Robles Gil, el término sociedad civil en México ha tenido5etapas de formación, mismas que le han ido dotando de contenido y significado: 1) 1968 conel Movimiento Estudiantil Popular; 2) la respuesta cívica a los sismos de 1985; 3) elmovimiento popular cardenista; 4) el movimiento navista de 1991; 5) el movimiento ciudadanode Alianza Cívica de 1994. Desde su punto de vista la sociedad civil es un conjunto de: “[…]nuevas prácticas sociales no generadas desde los núcleos del sistema, sino desde susperiferias […] [esto provocó la resonancia hacia las] universidades, hacia obreros,campesinos, sectores urbano populares, trabajadores universitarios, organizacionesclandestinas, grupos cristianos comprometidos, organizaciones políticas y otras, empezando acuestionar severamente, desde un ‘imaginario alternativo’, las formas corporativas decontrol y reproducción de la sociedad mexicana en su conjunto […] [lo que] inauguró demanera amplia la posibilidad de pensar la sociedad mexicana de una manera diferente a laacostumbrada: era posible que actores que se habían salido de os dispositivos socialesestablecidos soñaran un futuro diferente y pugnaran por cambios más profundos”. RafaelReygadas Robles Gil, “La lucha ciudadana…”, op. cit., pp. 278-279.

apoyo en principio a favor de las víctimas del terremoto y de

la recuperación de sus viviendas, temas que después se

ampliarían a otros campos, consolidándose de esta forma el

movimiento civil por los derechos del hombre.

La mayor parte de los organismos de derechos humanos de

esta década les alentaba el mismo trasfondo, sus luchas eran

por razones de fe inspirados en el cristianismo

postconciliar.

Es así como se funda por disposición de la Provincia de

Santiago de la Orden de Predicadores de México de los Frailes

Dominicos, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de

Vitoria, que en su primera etapa se perfila con la llegada de

un grupo de refugiados salvadoreños y guatemaltecos cobijados

por los dominicos, mismos10 que habían estado trabajando el

tema de los derechos humanos en su país en el contexto de la

guerrilla y la represión.

Los años 80 fueron años de profunda violencia en

Centroamérica, guerras civiles entre el ejército y la

guerrilla, tomaron por asalto a la población civil que vivía

en el fuego cruzado y que había padecido también las

adversidades de los regímenes imperantes. Las dictaduras y

regímenes autoritarios que habían prevalecido en América

Central despertaron la inconformidad social, surgiendo así

movimientos insurgentes, los conflictos se veían agravados

10 Miguel Concha Malo, “Historia”, http://www.derechoshumanos.org.mx/modules.php?name=Content&pa=showpage &pid=258, consultado el 6 de marzo de 2012.

por el espíritu de la Guerra Fría y el intervencionismo

norteamericano.

Bajo este contexto la violación a los derechos humanos

es evidente: desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales,

tortura (psicológica y física), los que más padecen esta

situación son los contrarios al régimen y las voces

incómodas. Por todo lo anterior surgen particularmente en El

Salvador y Guatemala, movimientos que inician la denuncia a

la violación a de los derechos humanos, muchos de ellos

intentando promover la paz y el diálogo entre las facciones

en pugna.

La situación era muy difícil para los disidentes, los

denunciantes y los promotores de derechos humanos, muchos de

ellos fueron ejecutados. Las órdenes religiosas de los

jesuitas y los dominicos tuvieron un papel fundamental en la

protección y promoción de estos grupos. No es casualidad que

Ignacio Ellacuría S.J., rector de la Universidad

Centroamericana, muriera junto con otras seis personas a

manos de un escuadrón del gobierno salvadoreño, acusado de

pertenecer al Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí.

La violencia obligó a muchos a salir del país y buscar

refugio en el exilio, algunos llegaron a México y continuaron

trabajando desde aquí, es por ello que el Centro Francisco de

Vitoria se convirtió en “[u]n espacio que buscaba construir

solidaridad, y un espacio de denuncia pero más hacia El

Salvador” y “[e]n sus primeros años, el Centro Vitoria se

ocupó de los derechos humanos en el área de Centroamérica,

particularmente en El Salvador y Guatemala. Pudiéndose decir

que los militantes, refugiados y asilados en México,

promovieron y consolidaron la experiencia y el compromiso

durante nuestros primeros años.”11 El enfoque cambiaría más

tarde para ocuparse de la problemática de México. David

Fernández S.J., establece que los primeros centros de

derechos humanos surgen por contagio de Centroamérica,

situación que sería imitada en México y generaría un

volcamiento hacia los escenarios locales que también vivían

en su particularidad condiciones difíciles en materia de

derechos humanos.12

El año de 1988 vería formarse el Centro de Derechos

Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y por aquella época -1988

1989- se daría la emergencia de muchos otros centros:

Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos

Humanos (CMDPDH);

Red Nacional de Derechos Humanos todos los Derechos para

Todos –en este momento llevaba otro nombre-, que por

iniciativa del Prodh y de su entonces director Jesús

Maldonado S.J., buscaba la formación de organismos de

carácter regional, que pudieran hacer frente a

problemáticas más específicas en torno al tema de

derechos humanos, en este sentido el Prodh formaba y

11 Miguel Concha Malo, “Historia”, http://www.derechoshumanos.org.mx/modules.php?name=Content&pa=showpage &pid=258, consultado el 6 de marzo de 2012.12 David Fernández Dávalos S.J., “entrevista personal”, entrevista de Laura Teresa SánchezUriarte, Distrito Federal, 1 de marzo de 2012.

capacitaba a los que se quedarían a cargo de estos

Centros, pues las tareas de los primeros años fueron más

que nada educativas proceso que tuvo un efecto de

réplica, puesto que al llevar los programas educativos y

los talleres de derechos humanos en muchos lugares se

formaba un Centro que atendiera las necesidades de la

zona.

En Chihuahua la Comisión de Solidaridad y Defensa de los

Derechos Humanos, A.C. (Cosyddhac) formada por el obispo

José Alberto Llaguno en la tarahumara;

Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas

(Frayba) en San Cristóbal de las Casas con el obispo

Samuel Ruíz;

Comité de Derechos Humanos de Tabasco en las

inmediaciones de Villahermosa;

Centro de Derechos Humanos Tepeyac en el Istmo de

Tehuantepec.

La mayoría de estos centros se formaron alrededor de

movimientos eclesiales ya sea diocesanos, parroquiales o de

órdenes religiosas más que de la jerarquía eclesial. Una

probable explicación de esto podemos encontrarla en la

sensibilidad que la iglesia había desarrollado hacia los

pobres y marginados, como fruto de la reflexión que había

supuesto el Concilio Vaticano II, las Conferencias del

Episcopado realizadas en Medellín Colombia y en Puebla

México, y el fenómeno de la Teología de la Liberación.13

Ello acercó a distintas órdenes y congregaciones

religiosas o grupos eclesiales a un trabajo de mayor contacto

con las realidades de la grey y la cotidianidad, y provocado

esto un compromiso social y político para aliviar, en la

medida de lo posible, los sufrimientos de un pueblo que

caminaba en muchos casos en la pobreza, en la marginación, en

el silencio, en la explotación, en la persecución. Los

derechos humanos significaron para estos grupos, y en este

contexto, una herramienta y un arma retórica de mucha

significación que permitió la exigibilidad y justiciabilidad

de las realidades tan complejas que vivía el país..14

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez,

surge en el año de 1988 a partir de una coyuntura muy

particular que tiene un doble origen: las circunstancias

políticas y sociales, reflejan un tiempo de muchos cambios y

movilizaciones en la sociedad civil mexicana, el Prodh

germina, contagiado por el espíritu de su época que ve surgir13 El Concilio Vaticano II, posibilitó el surgimiento de la Teología de la Liberación, alllamar a los miembros de la Iglesia a derribar aquellos muros que los separaban del mundo ydel pueblo de Dios que estaba en las calles, y en la cotidianidad; a partir de este mandatoy de la experiencia que tienen los sacerdotes y miembros de la jerarquía eclesiástica altoparse de frente con la injusticia y pobreza en la que estaba sumida América Latina, surgeesta corriente teológica, a finales de los años 60. La Conferencia del Episcopado celebradaen Medellín (1968) sería el gran hito que abriría la discusión en torno al deber de laIglesia frente a los distintos rostros de pobreza e injusticia en el continente. La Teologíade la Liberación, se ha caracterizado por ser una reflexión teológica cargada de sentidosocial, político que busca desde la vivencia de la fe y el evangelio la transformación yliberación de las estructuras imperantes que oprimen. La Teología de la Liberación fuefuertemente influenciada por el marxismo y su modelo de análisis social. Cfr. RobertoOliveros Maqueo, “Historia Breve de la Teología de la Liberación (1962-1990),http://servicioskoinonia.org/relat/300.htm, consultado el 23 de febrero de 2012.14 La fundación del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez será tratado en elpróximo apartado, ello servirá de ejemplo para iluminar el trasfondo religioso y espiritualdetrás de la mayoría de los centros de derechos humanos de esta época.

distintos colectivos y centros de derechos humanos en todo el

país; y el caminar complejo que la iglesia católica había

iniciado algunos años antes con la instauración del Concilio

Vaticano II, este episodio removería muchas fibras al

interior de la iglesia y crearía nuevas formas de compromiso

social e incluso político.

El Concilio Vaticano II lanzó un desafío a las

estructuras anquilosadas de la Iglesia Católica, la

revolución que supuso proyectó a sus integrantes –

especialmente a los religiosos- hacia cuestionamientos y

reflexiones que antes no se habían planteado. Cuatro momentos

serán fundamentales para entender las reflexiones y las

nuevas realidades, que en este campo culminarán con la

creación del Prodh.

La Iglesia comienza a plantearse una mayor apertura

hacia la problemática externa y contemporánea, surgiendo así

la reflexión teológica llamada Teología de la Liberación, la

cual supuso el encuentro y la fusión entre la reflexión y la

realidad un proceso en el cual se fue “[…] reconociendo una

realidad social política y económica en el contexto concreto

y planteándose mucho la pregunta de ¿qué se puede hacer en

ese sentido?”,15 ¿cómo puede la fe y el evangelio, generar

sociedades más justas y con menos pobreza? ¿puede la Iglesia

seguirse conformando con su papel pasivo, frente a la

realidad lacerante de la sociedad?15 Edgar Cortéz Morales, “entrevista personal”, entrevista de Laura Teresa Sánchez Uriarte,Distrito Federal, 8 de marzo de 2012.

Las reuniones de los obispos de la Conferencia Episcopal

Latinoamericana (CELAM) en Colombia (Medellín 1968) y en

México (Puebla 1979) aterrizan las reflexiones y

cuestionamientos del Concilio Vaticano II a la realidad

Latinoamericana, con sus particularidades, en este sentido

vuelven a plantearse a una Iglesia comprometida y caminando

al lado de sus fieles, es decir plantea una Iglesia de cara a

la realidad a las situaciones concretas de injusticia

históricas, económicas y plantearse la manera en la que se

puede ayudar a solventar esta situación. En ambos eventos del

CELAM y en los documentos que surgieron con motivo de ellos

ya se habla de forma incipiente de derechos humanos.

La Compañía de Jesús en lo particular especialmente

cuestionada por su sentido de ser y por los destinatarios de

su acción en la coyuntura de la época, en los años de 1974 y

1975 realizará la Congregación General 32 donde los miembros

de la compañía de Jesús plantearon que “[…] [p]ara nosotros

el sacerdocio no se entiende como una actividad limitada al

ámbito de lo sagrado o de lo litúrgico cultural. Lo

entendemos como una forma de vivir tal, que comprende toda

nuestra existencia […]”.16

La Congregación 32 celebrada entre los años de 1974 y

1975 durante el generalato del padre Arrupe,17 fue muy

importante porque implicó el cuestionamiento acerca de la

16 Mario López Barrio, S.J., “La compañía de Jesús y los derechos humanos”, en DavidFernández, Jesús S. Acosta-Ortiz (comps.), Los derechos humanos en México: la tentación del autoritarismo,México, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez/Universidad Iberoamericana,1997, p. 14.17 De 1965 a 1982.

misión que la Compañía de Jesús tenía en la coyuntura post-

conciliar, surgiendo así un llamado determinante a la

búsqueda de la justicia, es así como en su decreto número

cuatro estableció que “[…] la misión de la Compañía de Jesús

hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la

justicia constituye una exigencia absoluta […]”,18 es decir,

la vocación de los jesuitas tenía que ver con promover la fe

y los asuntos espirituales, pero esa fe llevaba en sí un

compromiso con la justicia social y con la realidad concreta,

ello:

[…] infundió en los jesuitas un nuevo sentido de misión;pero también los colocó en el ojo de la tormenta […] comoeducadores, escritores, agentes pastorales y misioneros,ellos se convirtieron nuevamente, igual que en la épocacolonial, en defensores de los desposeídos y los marginados.En medio de crisis sociales cada vez más agudas, muchosjesuitas pagaron por su compromiso con el exilio, elencarcelamiento y, en algunos casos, su propia vida.19

Todo lo anterior genera grandes búsquedas que suponen

distintas consecuencias como: la inserción es decir, dejar

atrás los grandes conventos para “arremangarse” en el trabajo

cotidiano; mayor acercamiento a las comunidades indígenas

donde incluso se aprenden sus lenguas para comunicarse con

ellos; el cuestionamiento por las obras, trabajos y

apostolados que se habían venido realizando, preguntas que en

18 “Nuestra misión hoy”, en Decreto 4 de la Congregación General XXXII, México, Congregación GeneralJesuita XXXII, 201974-1975, párrafo CG32 4:2.19 Jeffrey Klaiber S.J., Los Jesuitas en América Latina, op. cit., p. 283.

el caso concreto de los jesuitas les llevó a cerrar el

Colegio Patria en la década de los años setenta, recordando

aquí que uno de los pilares fundamentales de la orden es

precisamente la educación.20

Los jesuitas se inmiscuyen así con mayor hondura en

procesos sociales distintos favoreciéndose en este sentido el

trabajo en zonas: indígenas, campesinas, urbano populares y

obreras. En este contexto se forma el circulo de reflexión

jesuita llamado Acción Popular, se abría con la intención de

generar espacios de diálogo y deliberación entre los jesuitas

que trabajaban los temas de este corte –cooperativas,

vivienda, sindicatos, niños de la calle, recuperación de

tierra de las comunidades rurales con las que estaban

involucrados en su labor-.

Jesuitas de todo el país dedicados a estas obras se

reunían a discutir dos veces al año distintas problemáticas

que vivían en su quehacer cotidiano. Al socializar sus

tareas pudieron ir conociendo distintas historias de lo que

hoy llamaríamos violación a los derechos humanos: abusos

arbitrariedades, encarcelamientos injustos, ejecuciones

extrajudiciales de líderes sociales que quedaban en la

impunidad. De ello deriva la conclusión de que uno de los

grandes obstáculos a su labor lo constituía el clima de

represión y hostigamiento que había contra los movimientos

sociales. En este sentido:20 Cfr. Armando Reyes Vigueras, “Entrevista con Maria Luisa Aspe: católicos con reglas delmundo secular”, http://www.fundacion preciado.org.mx/biencomun/bc156/Armando.pdf, consultadoel 24 mayo de 2012.

[El Centro Prodh] [s]e fundó […] como respuesta a uncontexto de represión que vivió el país, sobre todo[hacia] los líderes sociales, comunitarios e inclusoeclesiales, líderes políticos, generalmente en elsureste del país […] [en la década de los años 80]fincando su actividad principalmente en la defensa,promoción y, sobre todo educación y análisis en materiade derechos humanos.21

En la formulación del Centro influirá el hecho de que en

México empezaba a tener auge la idea de los derechos humanos,

inspirada por un número importante de refugiados

latinoamericanos que habían llegado a nuestro país, huyendo

de las dictaduras militares que aquejaban sus respectivas

patrias, ellos habían estado trabajando en sus países y

continuaron haciéndolo al llegar a México. “Era la etapa de

auge de los movimientos revolucionarios en Nicaragua, El

Salvador y Guatemala, […] varios de nosotros que teníamos un

vínculo social con Centroamérica decidimos traer un centro de

derechos humanos pero que iluminara mucho más la realidad

nacional”.22 Puesto que el Centro de Derechos Humanos Fray

Francisco de Vitoria, dedicaba sus esfuerzos hacia

Centroamérica, el Prodh se dedicaría a los derechos humanos

en México.

21 Luis Arriaga Valenzuela S. J., “El Centro Pro y su lucha por los derechos de los másvulnerables”, entrevista de Joanna Lavinia Felix Arce, 27 de agosto de 2008, vid. enhttp://www.institut-gouvernance.org/en/entretien/fiche-entretien-60.html#h1, 28 de marzo de2012.22 David Fernández Dávalos S.J., “entrevista personal”, op. cit.

Se nombra a Jesús Maldonado S.J. (Chuche) como primer

director del Centro de Derechos Humanos, al centro se le pone

el nombre de Miguel Agustín Pro Juárez, “porque coinciden los

años de la fundación con el proceso de beatificación del

padre Pro23 […] [y además] se quiso recuperar este talante de

la figura del Padre en este carácter social, en este carácter

de reivindicación de derechos”, y es así como el 23 de

noviembre de 1988, se abre el Centro de Derechos Humanos

Miguel Agustín Pro Juárez.

Con el padre Jesús Maldonado S.J. se crea un área de

análisis y de investigación que recopilaba información,

realizaba informes y los publicaba y otra área de educación

que formaba grupos y los capacitaba. En los primeros años de

trabajo básicamente el Centro se ocupa del quehacer educativo

así como de la difusión y promoción en materia de derechos

humanos (cursos, pláticas, acompañamiento psicológico de

víctimas) este proceso tendrá un efecto multiplicador y

favorecerá la aparición de diversos centros regionales de

derechos humanos que atiendan el conjunto del país, que

después formarán lo que hoy conocemos como la Red de Derechos

Humanos Todos los Derechos para Todos.

23 Miguel Agustín Pro Juárez es un sacerdote jesuita que vive la coyuntura de la cristiada,pertenece al catolicismo social decimonónico heredero de la Carta Encíclica Rerum Novarum,que trata la cuestión obrera. Miguel Agustín Pro, cursó parte de su educación en Francia,por lo que se involucró en la formación de sindicatos católicos. Desafiando el régimencallista que había reformado los artículos 24 y 30 de la constitución referentes a lalibertad religiosa, Miguel Agustín Pro que sigue impartiendo los sacramentos y ayudando alas familias que habían sido afectadas por estos acontecimientos, es acusado de tramar unaconspiración contra el régimen, a partir del asesinato del General Álvaro Obregón, por loque es condenado a morir fusilado, hecho que ocurre sin el menor respeto a un debidoproceso, el 23 de noviembre de 1927.

Las dificultades de estos primeros años fueron de

diversa índole: económicas ya que se hacía de lo más extraño a

los benefactores y a los miembros de la sociedad en general,

contribuir a estos centros sobre todo cuando el discurso de

los derechos humanos no estaba del todo socializado e

interiorizado en la sociedad mexicana, por lo que recabar

fondos fue una de las primeras dificultades a sortear, en

este sentido el diario Reforma nos da cuenta de algunas

organizaciones que no pudieron subsistir debido a las

precariedades económicas: […] [e]l crecimiento real de los

grupos [de derechos humanos] se dio entre 1988 y 1991, pero

muchas organizaciones desaparecieron al enfrentar problemas

de financiamiento y mantenimiento […];24 ideológicas porque de

esta época son las campañas de desprestigio que establecían

que los derechos humanos únicamente sirven para defender

delincuentes, la materia de derechos humanos no gozaba de

legitimidad y por ende en el imaginario social se tenía la

percepción de que los defensores eran unos “revoltosos”;25

dificultades de carácter político y de seguridad el Centro ha

tenido a lo largo de su historia: espías, infiltrados,

presiones externas, vigilantes, intimidaciones,

desafortunadamente estas dificultades subsisten en la labor

del Prodh y de los defensores de derechos humanos en general.24 José Luis Sánchez, “Ong’s: el costo de la lucha”, Periódico Reforma (Distrito Federal), 6-5-1996, vid. enhttp://busquedas. gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa.aspx, 1 de abril de2012.25 A pesar de estas campañas de desprestigio los defensores de derechos humanos veían eneste conjunto de derechos y valores comprendidos en los distintos instrumentos una granpotencialidad transformadora es decir, podían lograr mucho en términos de dignidad humana sise llevaban a la práctica. Las percepciones negativas alrededor de la labor de losdefensores de derechos humanos no han sido del todo superadas.

La misma labor desempeñada por el Centro Prodh atrajo

distintos casos de violaciones a derechos humanos, muchos de

los cuales necesitaban ser litigados y asesorados legalmente,

de ahí que bajo la dirección de David Fernández Dávalos,

segundo en ocupar dicho cargo, (1994-1998) se planteara la

posibilidad de emprender el trabajo legal, creando para ello

las visitadurías;26 “[…] una primera visitaduría para casos

individuales y una segunda visitaduría para casos colectivos

o prisiones, esa segunda visitaduría también desarrolló un

proceso de acompañamiento de las víctimas acompañamiento

psicológico principalmente […]”27

En este sentido el Prodh inauguró una nueva manera de

enfrentar los casos de derechos humanos a partir de la

defensa jurídica de casos paradigmáticos de violaciones

graves a la dignidad humana, ya que en el estudio “[…] de

casos particulares pueden hacer[se] visibles las deficiencias

del sistema de impartición de justicia […]”.28 Recientemente

Mariclaire Acosta en una entrevista con Sergio Aguayo

reconoce la labor pionera del Prodh en la labor jurídica en

materia de derechos humanos, siguiendo después su ejemplo el

organismo llamado Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de

los Derechos Humanos.29

26 Las visitadurías son las células en las cuales se divide el trabajo cotidiano del Prodh,cada una de ellas se encarga de materias diferentes.27 David Fernández Dávalos S.J., “entrevista personal”, op. cit.28 Luis Arriaga Valenzuela S. J., “El Centro Pro…”, op. cit.29Sergio Aguayo Quezada-Mariclaire Acosta Urquidi, Cambio: Conversaciones desde El Colegio de México,Colegio de México, Once TV, Distrito Federal, 19-04-2012, vid. enhttp://www.sergioaguayo.org/html/medios/cambio.html, 4 de mayo de 2012.

Los primeros casos litigados por el Prodh son

canalizados a un grupo de abogados externos que litigaban

casos asociados con ciertas causas sociales. Víctor Manuel

Brenes Berhó, Enrique Flota y Digna Ochoa forman parte del

primer equipo de juristas que trabajan directamente para el

Centro. Los casos defendidos por el Prodh en esta primera

etapa llegan directamente al Centro y tienen que ver sobre

todo con tortura –que aun cuando estaba prohibida tenía carta

de ciudadanía en las prácticas judiciales del país-, abuso

policiaco, liberación de presos indígenas.

Muchos de los que actualmente son defensores de derechos

humanos fueron formados en el Centro Prodh, ya que al ser uno

de los primeros en dedicarse a la defensa jurídica de casos

de derechos humanos fue semillero y formador de ellos.

El conflicto chiapaneco iniciado en las primeras horas

del 1º de enero de 1994 había involucrado profundamente a

algunos miembros de la orden jesuita, acusándose incluso a

algunos de pertenecer al Ejército Zapatista, en este contexto

la Red de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos y el

Pro, se plantearon como objetivo ir a Chiapas a documentar y

analizar lo que ocurría en estos primeros momentos como

resultado del levantamiento indígena, allegándose así de

testimonios y pruebas de tortura, desapariciones forzadas,

ejecuciones extrajudiciales, desplazamientos forzados,

violaciones sexuales a las mujeres de la zona, represión de

protestas, masacres y exterminio de poblaciones enteras entre

otras cosas.

En este mismo año y bajo la misma coyuntura, surge el

trabajo internacional, pues el Centro ve la necesidad de

hacer visible las violaciones a los derechos humanos que

habían documentado en Chiapas frente a la comunidad

internacional, planteándose como primer paso ir a la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos (Comisión IDH) “[…] en

febrero de 1994 se va a la Comisión [Washington D.C.] a

llevar la documentación de los casos, y en marzo y abril van

a Ginebra a la sesión de la Comisión de Derechos Humanos

[…]”.30

En aquel momento de acuerdo al entonces director del

Centro, David Fernández había relaciones: “[c]on agencias de

Cooperación Internacional, MISEREOR, OXFAM, había relaciones

con WOLA, America’s Watch –Human Rights Watch- a nosotros [el

Prodh] nos tocó empezar el trabajo de cabildeo con Naciones

Unidas para ser un organismo acreditado ante Naciones

Unidas.”31

Quizá debido al gran involucramiento que habían tenido

los jesuitas y el propio Centro Prodh con el levantamiento

zapatista es que en el año de 1995 el Prodh toma el caso más

emblemático visible y de corte político que lo lanza al

centro del debate: el caso de los presuntos zapatistas.

30 Idem.31 David Fernández Dávalos S.J., “entrevista personal”, op. cit.

A partir de 1995, los ataques contra los miembros del Proadquirieron un tono y frecuencia sin precedente. Empezaron afluir insultos y amenazas de muerte especialmente ominososporque incluían información detallada sobre miembros delProdh, a David Fernández, director del Pro le avisaron que:-‘muy pronto querrás no haber nacido. Recuerda a tu familia…Con nosotros no se juega. Hijo de tu perra madre. Perro malnacido’-.32

El caso del EZLN marcaría para el Centro Prodh el inicio

de muchos otros casos polémicos y de cierta índole de corte

político como lo fueron: la denuncia y atención del caso de

Aguas Blancas en el municipio de Coyuca de Benítez en el

Estado de Guerrero (1995);33 en 1997 el caso de Acteal en

Chiapas;34 la masacre del Charco de 1998; a finales del año de

1999 emprendieron la defensa de presuntos comandantes del

Ejército Popular Revolucionario (EPR), Jacobo Silva Nogales y

Gloria Arenas Agis; el caso de los campesinos ecologistas

Teodoro Cabrera y Rodolfo Montiel torturados por miembros del

ejército mexicano por sus labores en contra de los talamontes

de la zona de Petatlán en el Estado de Guerrero.

Edgar Cortéz, entonces sacerdote de la Compañía de

Jesús, llega al Prodh en el año de 1997 con la intención de32 Sergio Aguayo Quezada, “Miguel Agustín Pro”, Periódico Reforma (Distrito Federal), 30-10-1996,vid. en http://busquedas. gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa, 3 de abril de2012.33 El 28 de junio de 1995, en el Vado de Aguas Blancas municipio de Coyuca de Benítez Estadode Guerrero, agentes de la policía guerrerense dispararon en contra de un grupo de miembrosde la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se dirigían a un mitin políticoen la población de Atoyac de Álvarez, el saldo fue 17 campesinos muertos. La particularidadde esta masacre radicó en el hecho de que días después de sucedida, salió a la luz públicaun video que mostraba como se habían suscitado los hechos, develándose así el régimenautoritario del entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer.34 El 22 de diciembre de 1997, 45 indígenas tzotziles pertenecientes al grupo de Las Abejasfueron masacrados por presuntos paramilitares en la población de Acteal en los altos deChiapas, ello en un esfuerzo por desarticular las bases del movimiento zapatista.

ocupar el cargo de subdirector, el crecimiento del Centro así

como su posicionamiento en la agenda nacional en materia de

derechos humanos, había rebasado la labor de David Fernández

en algunas cuestiones más administrativas y de contacto con

los benefactores, por lo que se hacía necesaria la ayuda al

director.

En el año de 1998 la orden jesuita pide a Fernández que

deje la dirección del Centro, puesto que se encontraba

cansado por el trabajo arduo, además de estar desgastado

emocionalmente por los constantes ataques y peligros a los

cuales estaba sometido por ser director del Prodh. El cambio

natural era poner al subdirector al frente de la institución,

fue así como Edgar Cortéz Morales tomó el lugar de Fernández

desde el año de 1998 hasta 2002. La dirección de Edgar Cortéz

vio la consolidación del Centro, los casos continuaron

llegando, los informes emitiéndose y el Centro cobrando

importancia y peleando nuevas batallas, para el año de 2002

que es cuando Edgar Cortéz deja la orden jesuita y por ende

su trabajo en el Prodh.

En la actualidad el Centro Prodh goza de gran

legitimidad entre los defensores de derechos humanos tanto

nacionales como internacionales, se le reconoce el haber sido

pioneros en ciertas prácticas de derechos humanos en el país

como lo fue: la defensa jurídica de casos, la generación y

difusión de informes que describían la situación de los

derechos humanos en México y la difusión y formación de

cuadros en la materia de derechos humanos.