El cementerio andalusí de Tauste

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Tausteen su historia

Actas de las XII Jornadas

Sobre la Historia de Tauste14 al 18 de Febrero de 2011

© de los textos: sus autoresEdita: Asociación Cultural “El Patiaz”Maquetación e impresión: Gráficas Jalón

D.L.:

Queda prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra,sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.

Reservados todos los derechos.

Índice3

Índice

Tauste en la Transición (1975-1982). Una visión desde la prensa .............. 9Diego Iturriaga Barco

Una puerta al renacimiento en Aragón. El retablo mayor de Tauste ....... 35Luisa Miñana Rodrigo. Fernando Sarría Abadía

Las aves de Tauste ........................................................................................ 55Javier Blasco Zumeta

El cementerio andalusí de Tauste ............................................................... 67Fco. Javier Gutiérrez GonzálezMiriam Pina Pardos

Los orígenes del Canal de Tauste en ....................................................... 115el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)Juan José Morales Gómez

Prólogo5

Seguramente el programa de las XII Jornadas de Historia fue uno de los que más expectativas había levantado. Dos meses antes habían aparecido, promovido por la Asociación “El Patiaz”, unas tumbas en la calle José M. Conget que el arqueólogo que dirigió la excavación no dudó en catalogar como musulmanas. Se había descubierto lo que a partir de entonces llamamos “Necrópolis Musulmana de Tauste”. La conferencia que iba a impartir en aquellas Jornadas el arqueólogo que dirigió la excavación, Francisco Javier Gutiérrez González, acompañado de la antropóloga Miriam Pina Pardos, venía acompañada de una expectación que atrajo a un numeroso público y que no se vería defraudado.

Pero no por ello quedó eclipsado el resto de las ponencias que ahora recogemos en este libro. Podemos recordar la apasionante conferencia sobre el curioso mundo de las aves de Tauste que tan atractivamente presentó uno de los mejores conocedores de la fauna regional, Javier Blasco Zumeta. Diego Iturriaga Barco nos proporcionó una interesante visión de Tauste en la Transición Política Española desde la prensa. Luisa Miñana Rodrigo y Fernando Sarriá Abadía nos abrieron una puerta al Renacimiento desde el retablo mayor de la iglesia de Tauste. Completó el ciclo de conferencias Juan José Morales Gómez con un sorprendente estudio sobre los Orígenes del Canal de Tauste, que había iniciado gracias a una beca que le había concedido nuestra asociación en colaboración con la Junta del Canal de Tauste, tema que sigue estudiando y que seguramente nos ha de proporcionar valiosa información sobre nuestra historia.

Prólogo 6

Tenemos en nuestras manos esta actas que, sin duda, nos ayudarán a recordar aquellos datos y a fijarlos en nuestro saber colectivo, uno de los objetivos de nuestra asociación. Si es así, y no dudamos que lo es, estaremos felices de los esfuerzos invertidos en la organización de las Jornadas.

Alguien dijo que “feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento”. Parece que quien la pronunció estaba haciendo referencia a una historia centrada en hechos luctuosos o desastrosos. Pero no cabe duda de que estos componen una pequeña parte, pero hay muchísimos más, pequeños o grandes avances realizados por personas anónimas que permanecen ausentes de los grandes libros de historia y que la disciplina histórica tradicional olvida o acalla pero que son los que, en gran parte, nos han hecho progresar y llegar donde estamos. Y eso, como este libro tejido de pequeñas cosas y de héroes anónimos, no tiene nada de aburrido. A ellos, como a los anónimos actuales, no les podemos olvidar porque, como expresaba un poeta, “somos su silencio y su tiempo”.

JNA

Ponencias

XII Jornadas sobre la Historia de Tauste

14 al 18 de Febrero de 2011

Tausteen la Transición (1975-1982). Una visión desde la prensa

Diego Iturriaga BarcoUniversidad Internacional de La Rioja

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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La historia, en ocasiones, se escribe a partir de una herradura,

de una cuchillada a destiempo, de una frase oportuna.

Rodolfo Serrano y David Serrano

Cuando la muerte siega todos los demás lazos,

aún queda el nombre.

John Maxwell Coetzee

ObjetivOs

Si analizamos la diferente bibliografía referida a la transición democrática

y a la consolidación democrática en España nos podemos percatar que, en su

gran mayoría, son obras de carácter general. Observamos un acercamiento a

este periodo fundamental para entender nuestro tiempo, pero desde un punto

de vista excesivamente global. Lo cierto es que es difícil recoger en un único

volumen el conjunto de hechos y procesos históricos que se suceden en un

período concreto de tiempo y es aún mucho más difícil cuando ese periodo es

tan importante para la historia de un país. Así pues, encontramos muchas obras

que versan sobre la transición y la plena democracia en el conjunto del país,

pero no encontramos obras más específicas que centren este período temporal

en espacios geográficos más concretos, en nuestro caso la provincia de Zaragoza

o en localidades determinadas como puede ser Tauste.

Es cierto que últimamente en diferentes comunidades están proliferando

obras que debemos encuadrar dentro de la corriente llamada “historia local” o

“historia regional”, algo que está siendo apoyado desde diferentes instituciones

de las comunidades autónomas. Pero lo cierto es que, aunque en los últimos

años se ha comenzado a trabajar en este sentido, aún podemos hablar de una

falta de trabajos en Aragón entendida como entidad autonómica. Para suplir

este vacío bibliográfico se convocan ayudas para estudios o investigaciones

sobre temas locales, dentro de las cuales se enmarca este trabajo.

El interés del presente estudio reside en la unión de la corriente histórica

y la corriente sociológica para estudiar la evolución de la localidad de Tauste

en un periodo tan fundamental como es el de la transición democrática. Un

proceso marcado por la aprobación de la actual constitución, que ahora cumpla

DiegoIturriaga Barco

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su trigésimo aniversario, y en el que pasamos de ser una sociedad marcada por

un régimen autoritario a ser una sociedad democrática.

En principio, el objetivo fundamental ha sido un acercamiento a la

singularidad de la localidad de Tauste a nivel nacional. Es decir, hacer un

estudio exhaustivo de las referencias que se hacen de esta localidad en España

ayudándonos de una de las fuentes fundamentales para la investigación en este

tipo de trabajos como es la prensa.

El objetivo principal de este trabajo es recopilar toda la información1 que en

la principal prensa periódica nacional y regional se recogió sobre esta localidad

en este período histórico fundamental en nuestra historia más reciente, con

el objetivo de poder tener disponible una relación de todos los documentos

publicados en este tiempo para que pueda servir para futuros estudios y futuras

investigaciones sobre aspectos locales.

Todo ello a partir de la inclusión de las referencias más o menos explícitas

que los principales diarios hayan hecho de Tauste pero con la particularidad

de valorar y comentar dichos “recortes” para no presentar un trabajo

meramente expositivo y falto de valoración, algo más propio de la historiografía

decimonónica.

Con este trabajo de investigación encuadrado dentro de la Beca de

Investigación “Villa de Tauste” no hacemos sino reafirmar uno de los proyectos

de la Asociación Cultural “El Patiaz” como es el de la “Localización de datos

sobre Tauste”. Con este trabajo se aunaría las principales referencias a nivel

nacional que existen sobre Tauste entre los años 1975 y 1982, creando así un

catálogo bibliográfico con grandes posibilidades de consulta y que igualmente

podría servir de elemento iniciador de nuevas investigaciones en otros ámbitos

temporales.

MetOdOlOgía y fuentes utilizadas

Este trabajo se debe enmarcar en lo que la historiografía ha dado a llamar

historia local o regional, un tipo de historiografía que en los últimos tiempos

está creciendo en importancia, tal y como apuntábamos líneas arriba.

1 Del conjunto de referencias, en este artículo se explicita una selección. Quizás en un futuro el conjunto de la

investigación se cosifique en un libro monográfico sobre el tema.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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Uno de los pilares fundamentales sobre los que se debe asentar un trabajo de

ámbito regional enmarcado temporalmente en la historia del tiempo presente

es el análisis de la prensa. No hemos de olvidar que la prensa es indispensable

para el estudio del siglo XX ya que proporciona una información indispensable

para entender de una forma más concreta los procesos históricos. No podemos

obviar que el estudio de la prensa es uno de los elementos más importantes para

hacer estudios de historia del tiempo presente y es que, en estas publicaciones

periódicas, encontramos otro tipo de información de la que podemos encontrar

en monografías relativas al tema que estamos investigando.

Y precisamente este ha sido el pilar sustentante de este proyecto. Se ha

estudiado la principal prensa nacional y regional, buscando toda información

que se refiera a esta localidad. La metodología de este trabajo se ha basado en

la localización de estas referencias, así como en la copia de dichas noticias e

informaciones entre los años 1975 y 1982.

Uno de los pilares fundamentales de estos meses de investigación ha sido

el estudio in situ en bibliotecas y archivos. Dentro de las bibliotecas el trabajo

principal se ha llevado a cabo en la Biblioteca de la Universidad de La Rioja,

Universidad Pública de Navarra y muy especialmente en la Biblioteca Nacional

Española (en sus sedes de Paseo de la Castellana de Madrid y de Alcalá de

Henares), donde se me ha permitido el trabajo con documentos de muy difícil

acceso. Desde estas líneas me gustaría agradecer el apoyo y buen hacer de la

mayor parte de funcionarios de estas instituciones públicas.

El trabajo principal para esta investigación ha consistido, como es

fácilmente imaginable, en la visualización uno por uno de cada uno de los cinco

periódicos estudiados en cuestión entre el 20 de noviembre de 1975 (muerte de

Franco) y el 28 de octubre de 1982, día de elecciones generales en España y que

historiográficamente se ha utilizado como la fecha paradigmática que suponía

el fin de la transición española.

En un principio, la pretensión de este trabajo era bien diferente y consistía

en la confrontación de dos pesos pesados de la prensa española como son el

diario “El País” y “Heraldo de Aragón”. Sin embargo, desde el tribunal que formó

parte de la valoración de las propuestas presentadas se creyó oportuno incluir

otros medios de prensa fundamentales en este tiempo como son “Amanecer”,

DiegoIturriaga Barco

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“Andalán” y “El Noticiero”. Periódicos que por otra parte finalizaban su vida

por diferentes circunstancias entre los últimos meses de la década de los setenta

y la década de los ochenta. Por esta razón, y debido a la gran cantidad de

información que de estos diarios hemos podido extraer, hemos preferido hacer

un trabajo de investigación en el que los cinco diarios jugasen el mismo papel

protagonista.

En cuanto a la temática podemos afirmar que es diversa, recogiendo

informaciones de carácter político, social, económico, religioso, personal...

destacando especialmente las de vida cotidiana y aquellas referidas a la

conformación de la vida de los taustanos.

El lector se percatará de esta característica a medida que vaya leyendo las

páginas de este trabajo.

Con esta estructura y con la captación de todo tipo de informaciones sin

prejuicio de su contenido, el trabajo sin lugar a dudas ha ganado en calidad, en

volumen, para mayor satisfacción de quien lo firma pero, sobre todo, de quien

lo lee, ya que encontrará entre sus manos un trabajo coherente desde el punto

de vista espacial, pero también temporal. Además, desde estas líneas habría

que remarcar que este tipo de trabajos deben ser considerados de “iniciación”,

para que de alguna manera provoquen la curiosidad de los interesados en la

historia de Aragón. Quien esto firma quedaría plenamente satisfecho si este

trabajo es tomado como excusa por cualquier lector para ampliar determinados

conocimientos o, por qué no, para comenzar una investigación superior que

culminase en una tesis doctoral, algo absolutamente necesario y a lo que desde

la Universidad de Zaragoza se debería dar respuesta.

la lOcalidad de tauste a través de la prensa periódi-ca: análisis de la dOcuMentación presentada y valO-ración crítica

A continuación, el lector encontrará en cinco sub-apartados la información

que sobre Tauste hemos encontrado en los diarios “El País”, “Heraldo de

Aragón”, “Amanecer”, “Andalán” y “El Noticiero”, siguiendo un esquema de lo

más general a lo más particular. En todos los subapartados el esquema seguirá

el mismo orden: breves apuntes históricos del periódico, trascripción de las

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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noticias más importantes y comentarios para que el lector pueda ampliar sus

inquietudes dependiendo de sus gustos personales.

a) Referencias a Tauste en el diario “El País” (desde noviembre de 1975 a

noviembre de 1982)

“El País” fue fundado por José Ortega Spottorno y salió a la luz por primera

vez el 4 de mayo de 1976, seis meses después de la muerte de Franco, y a

principios de la transición española. Fue el primer periódico de clara vocación

demócrata en un contexto en el que el resto de periódicos españoles venían de

una larga historia en el franquismo.

La villa de Tauste en “El País”

En cuanto al tema que nos atañe en estas páginas y como era previsible

imaginar las noticias encontradas que hablasen de una forma más o menos

directa de Tauste han sido cuantitativamente menores de las que podemos

encontrar en cualquier otro medio de espectro regional. Entre todas ellas

destacaremos las seis noticias siguientes:

Noticia 1: Madrid y Athlétic finalistas de la Copa de España de juveniles

Noticia 2: Ventaja del Aragón en la final de aficionados

Noticia 3: REPORTAJE: Los regadíos, esperanza del desarrollo de Aragón

El canal de Tauste, la primera gran obra

La primera gran obra de regadío fue el canal de Tauste, que se terminó en

1256 (según Costa, fue también el primero de Europa). Su zona regable es de

8.000 hectáreas de las provincias de Navarra y Zaragoza, de las que corresponden

a esta última cerca de 6.000.

La segunda obra de envergadura fue el canal Imperial de Aragón,

comenzado en la época de Carlos V y terminado en 1784. Su construcción fue

decisiva para la configuración y desarrollo de la comarca que tiene como centro

a Zaragoza. Con las obras de regulación ha llegado a regar 27.500 hectáreas.

Ahora, las demandas cada vez mayores de abastecimiento de agua a la ciudad

de Zaragoza y la necesidad de ampliar la zona regable precisan un aumento

DiegoIturriaga Barco

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de la capacidad del canal e, incluso, su prolongación. Sería fundamental

el revestimiento completo del trazado, que en parte se ha ejecutado con

aportaciones de los propios regantes.

Según los estudios realizados, y concretamente el del Consejo Económico

Sindical Interprovincial del Ebro (CESIE), se podrían alcanzar en los próximos

veinte años 829.000 hectáreas de regadío. Se incluye aquí un ambicioso proyecto:

el gran canal de la margen derecha del Ebro, de dudosa ejecución, pese a que se

presentó un anteproyecto en junio de 1974, que permitiría regar en Zaragoza,

otras 163.000 hectáreas, y, sobre todo, 54.000 en Teruel, la provincia más

necesitada, ya que sólo posee el 7,5 % de todo el regadío aragonés. Este proyecto

es una aspiración conjunta de Aragón, Logroño, Navarra y Alaya -que también

se beneficiarían-, pero haría inviable otros proyectos de aprovechamiento del

Ebro, y concretamente el gran trasvase al Pirineo oriental.

Noticia 4: Homenaje a las banderas

Noticia 5: Encierro de los trabajadores de dos empresas zaragozanas

Noticia 6: Las industrias del BIC

Tauste Ganadera. Ostenta cerca del 20%, estando el resto repartido entre la

Caja de Ahorros de la Inmaculada y ganaderos de la comarca aragonesa de Las

Cinco Villas. Dedicada a la cría, selección y mejora de razas. Reparte dividendo.

b) Referencias a Tauste en el diario “Heraldo de Aragón” (desde febrero

de 1976 a octubre de 1982).

Periódico decano de la prensa diaria aragonesa. Nace en Zaragoza el 20

de octubre de 1895, fundado por Luis Montestruc, periodista que ya había

creado anteriormente “La República”. El centenario del periódico, que se

cumplió el 2 de septiembre de 1995, auspició una serie de actos para celebrar

un acontecimiento que solamente unos contados rotativos alcanzan a cumplir.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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Tauste en “Heraldo de Aragón”

La información que encontramos sobre Tauste en “Heraldo de Aragón”

es variada, tanto en su forma como en su disposición en el periódico. De esta

forma, encontramos referencias a la villa taustana en diferentes epígrafes del

periódico como Información Regional, Reportajes turístico, Zaragoza Hoy, En

torno a la provincia, Aristas de la Región, etc, aunque sí predomina una sobre

las demás: Información Regional.

Es precisamente en esta sección donde encontramos la primera referencia

a Tauste en este marco temporal de transición política que está viviendo

España. El 26 de febrero de 1976 (página 23) “Heraldo de Aragón” titula: “Es

necesario iniciar nuestro desarrollo industrial. Los propios agricultores podrían

reimplantar el cultivo de la remolacha, levantando una azucarera”, información

que será recurrente en otros periódicos y que refleja la importancia que una

incipiente industria puede tener en determinados medios rurales aragoneses.

Otra particularidad de la paginación en este medio es la ausencia de la

misma en más de una ocasión. Así ocurre el 21 de abril donde en cuatro páginas

se informa de la actualidad festiva en Tauste: “Tauste en fiestas”, gran titular en

el que se incluyen otros de variada información:

- Dos grandes expropiaciones restarán al Ayuntamiento de Tauste unas

ocho mil hectáreas.

- Las de Tauste, fiestas de tradición y arraigo populares.

- Las Clarisas, una orden radicada en Tauste desde 1629.

- “Tauste Ganadera”, el mayor complejo de vacuno de España.

- De los tiempos heroicos al moderno equipamiento. Los hermanos

Arrondo, pioneros de la extinción de incendios.

- La residencia de Ancianos “Virgen de Sancho Abarca”. Su creación se

debe a la iniciativa del párroco y la contribución del pueblo.

- Programa de las fiestas de Tauste.

Además de por las diferentes informaciones que estas noticias transmiten,

estas cuatro páginas tienen un valor testimonial importantísimo, tanto por la

gran cantidad de material fotográfico que recoge (Tauste Ganadera, residencia

de ancianos, reina y damas de honor...) como por el material publicitario

DiegoIturriaga Barco

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que, por otra parte, habrá que señalar que prácticamente se repite respecto

a otros medios de prensa: Talleres electromecánicos Santafé, Talleres Gadea,

S.L., Gráficas Latorre, Crédito Rural. Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y

Rioja, La Mutua de Accidentes de Zaragoza, Óptica Criss, Caja Rural Provincial,

Cooperativa del Campo “San Miguel” o Mutua de Seguros de Aragón, son

algunos de los ejemplos publicitarios que podemos observar junto a un recuadro

a tres columnas del propio ayuntamiento de Tauste: “La comisión permanente

de festejos del Ilustrísimo Ayuntamiento de la villa de Tauste saluda a todos sus

vecinos y visitantes con motivo de las fiestas en honor de la Virgen de Sancho

Abarca. Tauste, abril 1976”.

Ya entrados en 1978, el 29 de enero (página 27), la noticia a dos columnas

da cuenta del “Programa de obras municipales”. A través del texto que firma

Alberto Latorre Mozo, conocemos que el Ayuntamiento había presentado la

solicitud de obras para la pavimentación de la calle Germán, urbanización y

pavimentación de la calle Santa Clara, parque de bomberos o para los depósitos

reguladores de aguas. Un presupuesto que ascendía a 25 millones de pesetas de

las cuales el 50 por ciento serían de aportación municipal.

Ya en marzo de 1979, el día 28, en la página 13 y entre anuncios de

carácter electoral (curiosamente vemos en uno de ellos a Luis Germán Zubero,

colaborador del periódico-revista “Andalán”, también analizado en estas

páginas), conocemos un incendio que sembró la alarma en Tauste, coyuntura

que aprovechan en la villa para reivindicar un parque de bomberos. Exactamente

es lo que dice el titular: “Los vecinos de Tauste desean un parque de bomberos”.

La preocupación ganadera vuelve a colación en “Heraldo de Aragón”

el 5 de enero de 1980 (página 23) con la presentación de una conferencia:

“Disertación del Dr. Sierra Alfranca sobre mejora ovina”. Una conferencia

organizada por la Cooperativa de Ganaderos San Simón y San Judas de Tauste

y que fui impartida por el Dr. Sierra, eminente catedrático de la Facultad de

Veterinaria de Zaragoza. Según palabras del propio doctor sierra “el techo de

la producción de nuestra oveja está aún muy alto y debemos prestarnos todos,

técnicos y ganaderos, a trabajar conjuntamente para elevar la producción ovina,

como lo demanda el aumento del consumo interior y su posible ampliación

cara a nuestros mercados exteriores”.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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Llegando ya a mayo, encontramos un anuncio reseñable para este trabajo,

dentro de la sección del periódico denominada ECONOMÍA Y FINANZAS.

Como puede ser más previsible, el documento que encontramos este 6 de mayo

de 1980 (página 20) es un anuncio de la Junta General de accionistas de Tauste

Ganadera, S. A. Tras la convocatoria de día, lugar y hora del evento se exponen

los ocho puntos del orden del día que se discutirán, entre los que podemos

destacar la Constitución de la Junta o la aprobación del balance, cuenta de

pérdidas y ganancias, y memoria correspondiente al año 1979.

Como se comenta a lo largo de estas páginas el elemento cultural y artístico

es una constante en los medios escritos aragoneses en este tiempo de transición

política y social. En este sentido debemos entender la noticia que encontramos

el 16 de mayo de 1980 (sin numerar): “Las esculturas de Z. Pellicer a su paso

por Tauste”, una noticia recogida a tres columnas y acompañada por una de las

esculturas del propio artista. Además de los consabidos datos logísticos de la

exposición encontramos una interesante entrevista que el corresponsal hace a

Zacarías Pellicer.

El 25 de abril de 1981 (sin paginar), encontramos una breve pero curiosa

noticia que muestra perfectamente como a pesar de haber transcurrido menos

de tres décadas en términos cronológicos, en términos de avance tecnológico

parecen haber transcurrido siglos: “Ampliación telefónica en Tauste”. Dice así

la nota:

“Siguiendo el plan de mejoras y atención de la demanda que la

Compañía Telefónica viene realizando de acuerdo con el plan cuatrienal

en la provincia, ha entrado en servicio en Tauste una ampliación de

400 líneas automática cuya numeración está comprendida entre los

número 855400 al 855799.

Con esta ampliación se atiende la creación de la nueva zona urbana

telefónica a efectos de tarifas, de la localidad de Sancho Abarca.

Las nuevas instalaciones de los peticionarios de dichas localidades

se seguirán cumplimentando paulatinamente a medida que vayamos

ultimando la red exterior de cables”.

En la sección INFORMACIÓN REGIONAL es donde encontramos una

nueva referencia a Tauste, en este caso el día 27 de febrero de 1982 (página 26).

DiegoIturriaga Barco

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Es apenas una nota de prensa entre informaciones más importantes (sobre

Belchite o Tarazona) sobre el Carnaval: “Tauste. Actos del Carnaval para hoy y

mañana”.

Una vez más encontramos una nota cultural, aunque bien es cierto que

en esta ocasión en plan telegráfico: “Exposición de Calero en Tauste”, que

podemos encontrar el 11 de julio de 1982, en la página 18, y concretamente

bajo el epígrafe LAS CINCO VILLAS, algo que será una constante a partir de

este tiempo.

La siguiente noticia, sin lugar a dudas es una de las más llamativas (si

no la más) de todas las que podemos encontrar a lo largo de este trabajo de

investigación. La encontramos en el ejemplar de “Heraldo de Aragón” del 25

de agosto de 1982 (página 19), y su curioso titular es el siguiente: “Extraño caso

de desecación circular de alfalfa, en Tauste. Algunos vecinos aseguran que se

trata de la acción de un ovni. Para los expertos en agricultura el caso no tiene

explicación a simple vista”. Información que es acompañada de tres fotografías

en las que se pueden ver los extraños círculos (de escasas dimensiones, dicho

sea de paso) así como al propietario del terreno junto a uno de los técnicos de

extensión agraria. De esta forma relataba el corresponsal los comentarios de

los taustanos sobre el suceso: “no se mate usted el cuerpo, que eso de la alfalfa

lo ha hecho un ovni. Es que lo vi yo la otra noche cuando estaba regando en la

huerta alta y también lo vieron otras personas. Pero como todo el mundo se ríe

de estas cosas, pues todo el mundo se calla. [...] Era como una rueda gigantesca

de camión de color butano, y vino de la parte de Castellar casi a ras de tierra.

Después debió aterrizar en Cascajos porque de tanto que bajó lo perdí de vista

y al momento se levantó y vino hacia mí y me escondí horrorizado en un campo

de maíz. Desapareció por los montes de las Bardenas a gran velocidad”.

La última referencia Tauste que encontramos en “Heraldo de Aragón”

en este marco temporal estudiado nos lleva al 24 de octubre de 1982, y más

concretamente en su página 21, con el siguiente titular: “Las cinco villas.

Respuesta a una llamada de socorro”. Noticia donde el corresponsal informa de

que “los integrantes de los destacamentos y puestos de socorro de la Cruz Roja

de Tauste y Ejea de los Caballeros están haciendo una llamada a la solidaridad

con los damnificados de aquellas provincias hermanas [Albacete, Alicante,

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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Murcia y Valencia], con una respuesta de las diversas instituciones, organismos,

entidades y personas que ya ha hecho posible la salida de un cargamento de

enseres y alimentos hacia su punto de destino”.

c) Referencias a Tauste en el diario “Amanecer” (desde noviembre de 1975

a junio de 1979)

Con los subtítulos “Diario de FET y de las JONS”, “Diario Aragonés del

Movimiento” y, finalmente, “Diario Aragonés”, nació en las instalaciones del

“Diario de Aragón” tras apropiarse de su propiedad (recordemos que “Diario

de Aragón” se había significado a favor del Frente Popular) el 11 de agosto

de 1936. Su peso ideológico fue siempre su característica definitoria, haciendo

su vinculación al régimen franquista inviable cualquier tipo de reforma tras

noviembre de 1975. Es precisamente en esta fecha, cuando el periódico

comienza sus problemas, donde se enmarcan las noticias que a continuación

hemos destacado como las más importantes en relación a Tauste.

Finalmente, el Consejo de Ministros decretó su cierre el 15 de junio de

1979 cuando contaba con una tirada diaria de 2503 ejemplares, 75 empleados y

con unas pérdidas anuales de 55 millones de pesetas.

Tauste en “Amanecer”

Tras las archiconocidas portadas de las ediciones especiales de los diarios

el 20 de noviembre de 1975 con el repetido titular: “Franco ha muerto”,

encontramos seis días después la primera referencia a Tauste en “Amanecer”,

que como “no podía” ser de otra manera, se refería en exclusiva a la muerte

del dictador gallego. Concretamente en su página 11: “Solemnes funerales

por José Antonio y por el Caudillo”. Por el gran valor documental del texto, a

continuación transcribiremos una selección del mismo:

“Desde que la villa tuvo noticia de la muerte de Franco, las familias

recluidas en sus hogares seguían expectantes ante las pantallas de los

DiegoIturriaga Barco

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televisores y muchos de ellos rezando el Santo Rosario por su alma,

y así hasta el pasado día 22, a las seis de la tarde, en que tuvo lugar

un solemne funeral de “corpore insepulto”, concelebrado en la

parroquia por los sacerdotes de la misma, y cuya homilía corrió a cargo

del reverendo don Desiderio Celma, encargado de la misma, quien

ensalzó la figura católica sin par del Jefe del Estado desaparecido.

Asistieron las autoridades locales al frente, presidida por el alcalde y

jefe local, don Javier Sánchez Ezquerra, así como numerosos fieles y

escolares, sin omitir, en correcta formación, la Cruz Roja local, que con

sus secciones masculina y femenina, así como sus numerosas secciones

infantiles, con sus distintivos y marcialidad, ocuparon el pasillo de la

nave central de pie. Sin ninguna duda, fue el detalle más significativo

de funeral celebrado.

Tauste siente en lo más hondo la muerte del Caudillo y la esperanza

de verse, como el resto de los españoles, bien regido por el nuevo Rey

don Juan Carlos I, al que de todo corazón le deseamos lo mejor para la

Patria y la Monarquía instaurada”.

Una nueva noticia referida a Tauste en este medio la encontramos el 7

de diciembre de 1975 (página 10) y dice así: “Urgente rotulación de la Plaza

del Generalísimo”, texto mediante el cual el corresponsal insta a volver a

rotular el nombre de la plaza del Generalísimo tras las obras acometidas en

el ayuntamiento. Sin lugar a dudas, esta noticia expone el miedo del diario

“Amanecer” a que dicha plaza volviera a recobrar su legítimo nombre de Plaza

de la Constitución, modificada por los insurgentes en el año 1938. En la misma

noticia se recoge diversa información sobre pavimentación de calles y plazas, así

como en lo referente a las Oficinas de Correos y Telégrafos.

En el santo e inocente día de 28 de diciembre de 1975 (página 10) el titular

sugerido por Berroy es: “Celebración de la Navidad con gran recogimiento”.

La primera referencia de 1976, la encontramos el 9 de enero (página

12) y como es previsible, hace balance de las pasadas navidades y fiesta de los

Reyes Magos: “Brillante cabalgata de los Reyes Magos”. Igualmente se apunta

la celebración de un “Festival benéfico para ancianos”, información toda ella

acompañada por una fotografía de los “Reyes Magos”, “entre el entusiasmo

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

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de los niños, al descender de sus carrozas para adorar al Niño Dios, del belén

instalado en la Residencia de Ancianos “Nuestra Señora de Sancho-Abarca”, de

esta villa taustana”.

Pasan las semanas y nos acercamos a las fiestas de la localidad. De lo

que se hace eco “Amanacer”, el 7 de abril de 1976, en su página 8: “Brillante

proclamación de la reina de las fiestas, señorita Azucena Tudela Lorente”,

información que se acompaña con una fotografía del jotero Ángel Galé,

campeón de jotas, que interpretó al final del acto unas jotas alusivas a la nueva

reina que acababa de proclamarse.

Bajo el epígrafe LAS BARDENAS. PORTAVOZ DE LAS CINCO VILLAS, la

noticia recogida el 9 de junio de 1976, en su página 9 es la siguiente: “TAUSTE.

Brillante clausura del curso de cultura organizado por la Institución Fernando

el Católico”.

El 30 de julio de 1976, concretamente en su página 10, se hace referencia

a la “Celebración del cuarenta aniversario del 18 de julio”, como no podía ser

de otra manera en un periódico con este perfil ideológico (en este sentido, es

llamativo ver como en la parte inferior de esta misma página encontramos un

anuncio de otro medio de prensa también afín al franquismo: “Arriba” es noticia.

Compruébelo) Tauste, según el corresponsal, “celebró el cuarenta aniversario del

18 de julio con un baile público en la Plaza del Generalísimo y por la tarde otro

animado baile-concierto por la banda de música en los jardines de la Rosaleda,

apreciándose gran animación en las calles y plazas de la villa para concurrir

en el santuario de Nuestra Señora de Sancho-Abarca, donde la afluencia de

moradores fue extraordinaria”.

Una nueva información de temática religiosa, aunque también de carácter

artístico (aunque a este plano se le de menos importancia en el diario) es la

que podemos leer en el ejemplar de 20 de enero de 1977 (página 9): “La Iglesia

sigue en ruinas”. Texto al que acompaña una fotografía del “ruinoso estado en

que se encuentra la iglesia de San Antón, como puede apreciarse por la puerta

de entrada, donde por los agujeros pueden verse se introducen los niños en sus

juegos al escondite, con el riesgo que supone un posible desprendimiento de

obras de fábrica”.

DiegoIturriaga Barco

24

Una noticia de gran trascendencia y de carácter económico es la que

se recoge en la página 8 del día 3 de febrero de 1978: “TAUSTE. Más de 25

millones para el Plan de Cooperación Provincial”. En el texto se incluyen

desglosadas las cantidades que serán invertidas en cada una de las obras

a realizar como, por ejemplo, en la calle Germán, en los depósitos de aguas

o en el Parque de Bomberos. “Un ambicioso proyecto que esperamos tenga

una pronta realización, ya que todas estas obras proyectadas son necesarias, y

asimismo en una buena realización en pro y beneficio de nuestra villa, éste es el

último trabajo ocupado por el cesante secretario de la Corporación, destinado

a la provincia valenciana, don Juan José Serrano Arnal”.

Ya en el mes de abril, concretamente el 5 de abril de 1978 (página 8),

encontramos una noticia de sumo interés: “TAUSTE. Se crea el Instituto

Nacional de Bachillerato”, información que curiosamente ocupa menos líneas

que la segunda noticia que podemos leer: “Inauguración y bendición del nuevo

bar-restaurante de Don Jesús Pola”.

Las noticias de Tauste que se recogen en “Amanecer” se repiten con el

paso del tiempo y un buen ejemplo de esto es el titular que encontramos el

15 de septiembre de 1978, en su página 8: “TAUSTE. Peregrinación masiva al

Santuario de Nuestra Señora de Sancho Abarca”.

O la del 21 de septiembre de 1978, página 8: “TAUSTE. Fiestas Patronales

en honor de la Virgen de Sancho-Abarca”, o incluso la del 12 de octubre de 1978,

página 9: “TAUSTE. Fiestas de la coronación de la Virgen de Sancho-Abarca”,

artículo que acaba con un acuciante: “¿Se marchan el párroco y sacerdotes?”.

Ya nos adentramos en 1979, año final de la existencia de “Amanecer”,

donde en la página 8 del ejemplar del 3 de enero de 1979 leemos como era

habitual por estas fechas: “TAUSTE. La villa celebró las navidades”.

Finalmente, la última noticia que se refiere a Tauste en el diario “Amanecer”

es la siguiente: “Cambios en la numeración telefónica”, recogida en la página 8

del ejemplar de 15 de junio de 1979.

Dos días después, el 17 de junio de 1979, “Amanecer” publicará su última

portada con un titular explícito: “Todo Aragón, con nosotros”, en el que

denunciaban el cierre decidido por el Consejo de Ministros de este diario y de

otros. Pese a las protestas este diario jamás volvería a amanecer.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

25

d) Referencias a Tauste en el periódico-revista “Andalán” (desde noviembre

de 1975 a diciembre de 1982)

“Andalán” llenará un hueco y será revulsivo y aglutinante de quienes

creían en un Aragón a tono con su historia y posibilidades, siendo conformado

como una mesa de tres patas: izquierda, aragonesismo y cultura. Despertó una

conciencia regionalista aragonesa que no tenía otro cauce de expresión. La

cultura se limitaba a lo que las autoridades oficiales del régimen entendían por

cultura. La oposición a la dictadura y el deseo de una sociedad democrática se

abrían paso a pesar de la censura y la represión.

En enero de 1987 aparecía el último número. En sus quince años de

existencia puso una nota alternativa entre los medios de comunicación. Nacida

para reavivar las señas de identidad aragonesas, con clara vocación cultural y

progresista, la hora del cierre llegaba (como a tantas otras revistas de izquierdas:

“Triunfo”, “Cuadernos para el Diálogo”, “La Calle”, “Viejo Topo”, etc.) por

problemas económicos, cambio en la oferta y demanda informativa, y un difícil

relevo generacional.

La escasa presencia de Tauste en Andalán

La presencia de la villa de Tauste en “Andalán” podríamos calificarla como

“irrisoria”. Mientras encontramos noticias de Zaragoza, Huesca, Teruel, Caspe,

Tarazona, Fabla, Monzón, Ariño, Biescas o la más cercana Ejea de los Caballeros,

la presencia de Tauste se reduce a la mínima expresión.

De esta forma nos retrotraemos hasta el 1 Noviembre de 1976, día en el

que se publica el número 100 de Andalán en cuyas páginas 8-10 encontramos el

siguiente titular: “¿Así se industrializa una región?”. En dicho artículo encontramos

diferentes datos industriales de Tauste en formato tabla junto al de otras localidades.

Dichos datos nos proporcionan la información siguiente de la localidad:

Extensión del municipio en Hectáreas: 40.510 Ha.

Habitantes del municipio: 7.288 habitantes

DiegoIturriaga Barco

26

Personas activas del municipio: 1.961 personas

Población activa de la zona de influencia: 3.278 personas

Superficie del Polígono en metros cuadrados: 1.220.000 metros cuadrados

Igualmente, en el cuerpo de la noticia se recoge la problemática de la

industrialización (o de la falta de la misma) que se vivía en la década de los años

setenta del siglo XX, no ya sólo en Tauste sino en toda la región.

El artículo firmado por Lydia Vilalta y EQUIPO TRES no duda en dar

consejos para el futuro industrial de la región, una constante en este medio de

prensa durante toda su historia:

“Las posibilidades de salida para una industrialización incipiente

la vemos en función de paliar la desertización ya existente en algunos

municipios pequeños. La instalación de empresas en los lugares

donde el exceso de mano de obra joven les obliga a emigrar a otros

lugares, sería la vía adecuada para frenar estas corrientes migratorias

e incluso facilitar el regreso. Pequeñas industrias que se gestionaran

localmente y cuyos beneficios revirtieran, directa o indirectamente, en

mejoras sociales para los productores. Al tiempo que evitarían ciertos

desequilibrios regionales.

Evidentemente, serían industrias no contaminantes, ni nocivas,

ni peligrosas. Y cualquiera de ellas tendría que pagar un canon al

municipio, según el volumen de su producción, por el uso de los

recursos naturales.

Habrá que esperar hasta 1978 para ver una noticia acerca de la

villa de Tauste en toda su extensión. Precisamente bajo el referente

Tauste encontramos el siguiente titular: “Mar de fondo en el Instituto”.

Igualmente, en las primeras ediciones de 1979 de “Andalán” encontramos

bajo la firma de Colectivo de Sociología, un estudio sociológico sobre Tauste,

bajo el título: “La juventud no encuentra salidas”, cuyo subtítulo rezaba de la

siguiente forma: “Con una asistencia masiva a las charlas y una participación

muy viva en los coloquios ha respondido el pueblo de Tauste durante la

Semana Cultual celebrada en los últimos días de diciembre. En la Semana

se presentaban los resultados de un ambicioso estudio sociológico sobre los

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

27

problemas y las expectativas de la juventud de Tauste comprendida entre los 16

y los 25 años. La investigación, tanto por el número de temas abordados como

por la profundización alcanzada, constituye un valioso documento sociológico,

ya que los problemas e inquietudes de los jóvenes de Tauste son representativos

de la juventud rural aragonesa”.

La siguiente noticia, referenciada por Plácido Díez, lleva por título:

“Los ultras se revuelven”, mostrando el estado a inicios de los años ochenta

de los falangistas en la villa. Las reflexiones de Díez son sugerentes y apuntan

elementos claves para entender la coyuntura político-social de este tiempo:

“Tauste puede servir como ejemplo de que la guerra civil no está

superada todavía en algunos pueblos aragoneses. El intento de los

socialistas que gobiernan el Ayuntamiento de sustituir el monolito de

“Caídos por Dios y por España” y la lápida existente en los muros de

la iglesia, por una inscripción que recordara a “Todos los muertos de

la guerra civil española, 1936-1939”, ha desencadenado una furiosa

reacción de la extrema derecha local, que está dispuesta a impedir que

el acuerdo del Ayuntamiento democrático se aplique”.

“Andalán” es un periódico con inquietudes políticas pero no deja de lado,

en especial en su última época, el plano cultural. En este sentido tenemos que

entender la siguiente referencia al teatro de Tauste, recogida en 1980: “La

Ginesta, un primer paso”.

En la misma línea que el artículo dedicado al grupo de teatro La Ginesta,

podemos englobar el publicado el 28 de agosto de 1981 en “Andalán”, firmado

por Salvador Gracia y titulado: “Tauste: un Ayuntamiento volcado en la cultura”.

En este texto no se duda en calificar a Tauste como un “remanso para el espíritu”

frente a la mayoría de los pueblos aragoneses. Se habla de actividades teatrales,

musicales, pictóricas y escultóricas en las que se involucra la mayor parte de la

ciudadanía taustana, liderada sabiamente, según Gracia, por el alcalde socialista

Carlos Alegre.

La última referencia que recogemos de Tauste en “Andalán” en este tiempo

hace referencia ala “Vieja y nueva agricultura. Bardenas, por ejemplo”, en el que

encontramos diferentes referencias a Tauste al hacer un repaso de la evolución de

la agricultura desde el siglo XVIII hasta los años ochenta del siglo XX.

DiegoIturriaga Barco

28

e) Referencias a Tauste en el diario “El Noticiero” (desde noviembre de

1975 a junio de 1977)

Órgano de la prensa católica y de la derecha aragonesa, apareció el 1 de

junio de 1901. Su primera redacción, administración y talleres estuvieron en

San Miguel, 14 (anterior sede de “La Derecha”, imprenta de Mariano Estar)

de Zaragoza. El 30 de enero de 1923 se convierte en Sociedad Anónima, y

su redacción se trasladaría al edificio de Coso, 79 (actual Coso, 71), donde

permanecería más de cincuenta años, hasta su traslado al edificio de Avenida de

Cataluña, que será inaugurado en 1977, pocos meses antes de su desaparición

marcada por una etapa crítica, de difícil situación económica para el periódico,

cuya modernización técnica y cambio de locales no hará sino agravar el

enorme déficit acumulado, lo que llevará al cierre del veterano diario, que deja

de aparecer el 15 de junio de 1977, paradójicamente el día de las primeras

elecciones generales de la nueva democracia española.

Tauste en “El Noticiero”

La primera referencia que encontramos en el diario “El Noticiero” tras

la muerte del general Francisco Franco es la que lleva por título “Franco oró

ante la Virgen de Sancho Abarca en 1942. Chaquetas de pana de agricultores

alfombraron el suelo a su paso”, concretamente el 27 de noviembre de 1975

(página 20). Entre el texto y después de un nuevo título “Dolor por la muerte

del Caudillo” podemos leer el siguiente texto:

“Nuestra Villa, al igual que toda la nación, ha sentido

profundamente la pérdida de Franco, que ha ido consumiéndose

ardorosamente al servicio de su amada España.

Hemos visto a gentes sencillas, humildes y espontáneas,

enormemente conmovidas ante esta irreparable pérdida nacional

que no por presentida ha sido menos llorada. Es evidente que el

pueblo llano amaba entrañalmente a Franco, pues no en balde han

transcurrido tantos y tantos años bajo su jefatura que nos han traído

prosperidad y progreso para toda España.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

29

Franco se ha consumido lentamente dándose todo a su pueblo,

fundiéndose en el ambiente todo de España, ahora quiéranlo o no, ese

espíritu y esa doctrina de Franco se ha impregnado en la propia esencia

nacional. Franco ha muerto, pero su espíritu, su obra, su imagen,

continuarán grabados indeleblemente en toda la tierra española y

hasta en la propia mentalidad de los españoles.

Esa postrera alocución de Franco ha sido verdaderamente

impresionante y ahora toca a todos los españoles seguirla en todos sus

puntos.

Aragón, Tauste, tierra de hombres fuertes, ha llorado hondamente

la muerte de su invicto Caudillo, que durante años vivió en nuestra

tierra y que ha muerto bajo el manto de nuestra Virgen.

Nuestro Rey ahora coge el timón de la Patria; que Dios le dé esa

certera mano necesaria para capear los temporales y llevarnos por la

senda del bienestar y del progreso”.

El 6 de abril de 1976 (página 18) la localidad de Tauste es reconocida

periodísticamente con la inclusión de una noticia a seis columnas o, lo que es

lo mismo, ocupando el total de la página. Actitud por parte de “El Noticiero”

que se explica con el siguiente titular: “Visita del ministro de Agricultura a la

Cooperativa San Miguel y a Tauste Ganadera. Los presidentes de las Juntas de

Colonos de Sancho Abarca y Santa Engracia, expusieron sus problemas”. Como

anecdótico podemos definir la inclusión igualmente de la dedicatoria que el

ministro Virgilio Oñate hace en el libro de honor de Tauste Ganadera y que el

periodista recoge íntegramente:

“Tauste Ganadera me ha proporcionado una experiencia

gratísima. La perfección de las instalaciones.

La profesionalidad de todo el personal. El claro planteamiento

empresarial.

Y... la belleza del ganado, deja huella imborrable en mi ánimo,

como ejemplo a proponer a todos.

Deseo sinceramente que el éxito les acompañe. Tauste, 5 de abril

de 1976”.

El 18 de abril de 1976 encontramos entre las páginas de “El Noticiero”

DiegoIturriaga Barco

30

un cuadernillo especial “Extra Fiestas” de doce páginas y en el que se recogen

diferentes noticias entre las que podemos destacar las siguientes: “Fiesta en

honor de Nuestra Señora de Sancho Abarca”; “Entrevista con la Reina y Damas

de Honor”; “Recuerdo a Mary Carmen Pellicer”; “Ruralismo y urbanismo”;

“Ángel Galé, un gran campeón de jotas”; “El presidente de la Comisión de

Festejos, expone lo más destacado de los próximos días”; “El alcalde expone

ampliamente la problemática municipal”; “El equipo de fútbol, visto por

su presidente”; “Ricardo Alonso, un portero famoso”; “Programa de fiestas”;

“Opiniones de un conocido industrial”. Un documento realmente interesante

tanto por sus textos, pero también por sus fotografías, entrevistas y publicidad.

En este sentido, contamos con anuncios como los de “Talleres Dionisio

Brun”, “Talleres Electromecánicos R. Gajate”, “Bebidas Refrescantes El Siglo”,

“Sandersa Industrial”, “Nacional Hispánica Aseguradora”, “Supermercados

Sabeco”, “Óptica Criss”, “Bar Las Vegas”, “Decoraciones Tudela”, “Cooperativa

del Campo San Miguel”, etc. A través del análisis de estos textos publicitarios

podemos encontrar negocios que perduran, otros que han desaparecido... y

elementos curiosos como los números de teléfono de tres cifras de Tauste frente

a los de seis cifras de la capital zaragozana.

Una noticia curiosa para al menos el no taustano o el desconocedor de

los entresijos particulares de la villa, es la que se recoge el 8 de mayo de 1976

(página 18): “Se renovará el voto de ayunar hoy todos los seres vivientes de

la villa. La tradición data de hace 555 años”. Noticia que es explicada de la

siguiente forma por CHARES:

“El día 8 de mayo, fiesta de San Miguel es fiesta mayor en la villa

de Tauste. Para celebrarlo, la cooperativa del campo “San Miguel” que

fue por cierto, recientemente galardonada con título merecidísimo de

“Cooperativa Ejemplar”, por lo cual la felicitamos, conjuntamente con

la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, ha programado

una serie de actos.

Por la mañana tendrá lugar en el atrio de la ermita de San Antón,

una misa dedicada a San Miguel, por cuya intercesión se librara a Tauste

de una devastadora plaga de langosta allá por el año 1421. Ahora, a la

friolera de 555 años después, será renovado el voto al Santo, por el cual

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

31

todos los seres vivientes de la villa, personas y animales, ayunarán todos

los 8 de mayo, hasta que la procesión, con el Santo a la cabeza, regrese

al tempo parroquial”.

Encontramos nuevas referencias a Tauste Ganadera el 26 de junio de 1976

(página 22): “Importará de Estados Unidos trescientas nuevas novillas, Tauste

Ganadera”, titular que por otra parte muestra perfectamente la evolución del

estilo periodístico en estas últimas décadas. Se da cuenta del continuo proceso

de expansión de la sociedad anónima Tauste Ganadera, mostrando por otra

parte una visión personal muy lejana de lo que debe ser la objetividad de

un periodista: “Felicitamos nuevamente al consejo rector de esta importante

sociedad ganadera aragonesa, orgullo de Aragón entero, por su brillante gestión

como así mismo por haberse suscrito recientemente al acta de acción concertada

con el Estado en la producción carne-leche. Vaya con nuestro reconocimiento

la afirmación de que esta ganadería diplomada constituye verdaderamente una

explotación modélica digna de la mejor suerte. CHARES”.

Una noticia trágica (que igualmente recogen el resto de medios) es la que

se recoge el segundo día de febrero de 1977 (página 16): “Masiva manifestación

de duelo por la muerte de dos jóvenes”, en el que se recoge el accidente

de tráfico ocurrido en las proximidades de la localidad navarra de Valtierra

y que ocasionó la muerte a los jóvenes taustanos Joaquín Gil Usán y Fermín

Hernández Barrutia: “Los dos jóvenes taustanos junto con un amigo navarro,

encontraron fulminante muerte al colisionar el coche que conducían con un

camión, a la entrada de la citada localidad navarra. La fatídica racha que sufre

Tauste de trágicas muertes, se ha visto aumentada con la de estos jóvenes llenos

de simpatía y bondad, por lo que eran muy queridos por todos los taustanos”.

Como curiosa y realmente llamativa se puede definir la siguiente noticia

recogida en el diario el 23 de febrero de 1977 (página 16): “Aclaración sobre

las profesiones extinguidas y que han cambiado de nombre”, en la que la

habitual firma de CHARES cambia por la de CARLOS CHAMORRO ARESES

(veterinario). Ante un reportaje aparecido en “El Noticiero” en el que se hablaba

de las profesiones que por aquel entonces no existían o habían cambiado de

nombre, el habitual corresponsal del periódico no duda en ejercer en esta

ocasión de veterinario con una prolija explicación y exposición de datos.

DiegoIturriaga Barco

32

El 6 de abril de 1977 (página 16), encontramos una noticia que une el

plano religioso con el plano artístico: “Hoy, reinauguración del órgano de la

iglesia parroquial”, en cuyo cuerpo podemos leer:

“El órgano de la parroquia de Santa María de Tauste, remozado,

lleno de nuevos matices musicales, vuelve a expandir sus notas después

de muchos años de inactividad. Nos congratula sobremanera que en

nuestra parroquia vuelva a sonar el viejo órgano, ahora plenamente

restaurado. Nuestra felicitación a todos cuantos han hecho posible esta

mejora y al organista restaurador don Luis Galindo, cuyo concierto de

esta noche se verá sin duda alguna muy concurrido”.

El 13 de abril de 1977 (página 16) de nuevo encontramos una información

acompañada por material gráfico de la protagonista de la noticia: “Isabel

Puerta: Una taustana conductora de maquinaria agrícola y de vehículos

pesados”. En el texto se incluye una entrevista que firma Carlos Pascual y de la

que entresacaremos las últimas preguntas que reflejan muy bien la dimensión

social y privada de este tiempo:

“- ¿Qué mujer has admirado siempre?

- Antes a Agustina de Aragón, y ahora a Lola Flores. A la primera

por su valor y a la segunda por su arte.

- Una última pregunta, Isabel: ¿Hasta cuándo seguirás llevando

maquinaria agrícola y vehículos pesados?

- Hasta que me case, que creo será dentro de un año”.

La última noticia que sobre Tauste recoge “El Noticiero” nos lleva hasta el

4 de mayo de 1977 (página 13): “Progreso creciente en la industria láctea de

la localidad”, donde en él se recoge que “Tauste Ganadera, S.A. celebró en los

salones de la Casa Consistorial de la villa sus juntas Ordinaria y Extraordinaria.

Asistieron muchos de sus socios accionistas y presidió junto con el Consejo de

Administración de la Sociedad, su presidente don José Cruañes Oliver. Por el

presidente se dio cuenta de la marcha de la sociedad y leyó la memoria del

pasado año 1976. Por la Junta se acordó la ampliación del capital social a

cien millones de pesetas y se aprobó la memoria felicitando al Consejo por

su brillante gestión”. Estas serían las últimas palabras de “El Noticiero” sobre

Tauste.

Tauste en la Transición (1975-1982).Una visión desde la prensa

33

BiBLioGRAfíA

Libros y artículos de revistas:

BLASCO, J., Historia de la Prensa zaragozana, Zaragoza, 1947.

FERNÁNDEZ, E. Y FORCADELL, C., Historia de la prensa aragonesa,

Zaragoza, 1979.

DOMÍNGUEZ LASIERRA, J.: “Heraldo de Aragón. Desde 1939 hasta la

actualidad”, en Historia del Periodismo en Aragón, Zaragoza, 1990.

DOMÍNGUEZ LASIERRA, J. et al., Imágenes de un siglo. Heraldo de Aragón

1895-1995; catálogo de la exposición conmemorativa del centenario del periódico,

Zaragoza, 1995.

DUEñAS, J. A. Y SERRANO, A. (coord.), Historia del periodismo en Aragón,

Diputaciones de Zaragoza, Huesca y Teruel y Asociación de la prensa de

Zaragoza, Zaragoza, 1990.

FORCADELL, C., et. al., Andalán 1972-1987: los espejos de la memoria,

Zaragoza, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja,

1997.

MAINER BAQUé, J. C., “Olvidar Andalán”, en Trébede. Mensual aragonés de

análisis, opinión y cultura, nº 67, 2002, pp. 22-25.

Prensa periódica:

“Amanecer”

“Andalán”

“El Noticiero”

“El País”

“Heraldo de Aragón”

Recursos electrónicos:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ARAGoN/Desaparece/

periodico/aragones/And alan/elpepisoc/19870211elpepisoc_8/Tes/

http://www.enciclopedia-aragonesa.com/

DiegoIturriaga Barco

34

Una puertaal renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

Luisa Miñana RodrigoLicenciada en Filosofía y Letras

Fernando Sarría AbadíaLicenciado en Filosofía y Letras

El retablo mayor de la Iglesia Parroquial de Tauste fue objeto de la Tesis de Licenciatura realizada por Fernando Sarría Abadía, y leída en la Facultad de

Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza en 1985.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

37

1. iNTRoduccióN

La concepción y realización del retablo mayor de la iglesia parroquial

de Santa María de Tauste se inscribe dentro de una época especialmente

renovadora y fructífera en la historia social y artística de Aragón. El siglo XVI,

fundamentalmente en su primera mitad, fue tiempo de relevancia política, de

bonanza económica y prosperidad (sobre todo en la ciudad de Zaragoza, que en

buena medida tira del Reino) y también de inquietud intelectual y renovación

constructiva y artística. Muchos ciudadanos, más o menos acaudalados, y muchos

artesanos/artistas contribuyeron a llenar de casas nuevas las calles de la capital,

a remozar las iglesias y a amueblarlas de capillas al estilo antiguo, retablos de

pintura y escultura. Los nobles, los burgueses mercaderes que querían ser

nobles, y los propios autores de los encargos artísticos competían en la ciudad

por hacer la obra más hermosa y suntuosa. Este afán se traslada igualmente a

otros territorios del reino, configurándose el siglo XVI como el de la difusión

de la estética renacentista en Aragón y el de la ejecución de un elevadísimo

número de trabajos.

Entre estos trabajos, debemos situar el retablo mayor de la iglesia parroquial

de Santa María de Tauste, al que hay que considerar sin ninguna duda como

uno de los más importantes y paradigmáticos por diversas razones:

- Por ser un ejemplo imprescindible e impresionante (tanto por su

calidad, aportación estilística y estética, como por su envergadura) del

muy particular género del retablo eclesial, a mitad de camino entre

la arquitectura y la escultura, sin desdeñar en su ejecución además la

importancia de la pintura decorativa y el dominio de los parámetros

dramáticos de la representación artística. Esta importancia del retablo

taustano no debemos pensarla circunscrita al ámbito aragonés; sino que,

si la historiografía nacional hubiera sido en general más justa y ajustada

con la totalidad de las manifestaciones artísticas del territorio español,

menos centrípeta, debería figurar igualmente entre las obras nacionales

más decisivas de su género y época.

- Por ser un episodio esencial en la introducción y difusión de los

modelos plásticos renacentistas en Aragón, tanto en arquitectura, como

en escultura. Otros retablos especialmente significativos en Aragón y

cercanos al de Tauste cronológicamente, como el del Pilar o San Miguel

LuisaMiñana Rodrigo

FernandoSarría Abadía

38

de los Navarros -ambos en Zaragoza- destacan por su calidad general y

por la importancia de sus trabajos escultóricos, en ambos casos debidos a

Damián Forment y su importante taller. Pero aun con ello, no presentan

una concepción íntegramente debida a la estética antigua resucitada por

el Renacimiento italiano; lo cual sí ocurre en el retablo mayor de Santa

María de Tauste.

- Por ser un nudo crucial -como se verá a lo largo de este artículo- para

el conocimiento de las formas de trabajo de los talleres escultóricos

aragoneses de la época, tanto en su organización profesional interna,

como en las diferentes fórmulas de colaboración que entre los diversos

talleres se producían. Una y otra cuestión son básicas para entender y

explicar las creaciones artísticas del momento.

- Y también, por ser para el investigador un laboratorio esencial a la hora

de caracterizar y definir algunas de las más relevantes personalidades

artísticas (Gil Morlanes hijo, Gabriel Joli, Juan de Salas, Juan de Moreto).

Ello es posible debido a su coetánea ejecución respecto al retablo de

Santiago en La Seo zaragozana y las obras de la Capilla de San Miguel de

Jaca, ya que en todos ellos aparecen prácticamente los mismos talleres

escultóricos, como contaremos.

2. dATos documENTALEs

El 22 de noviembre de 1520 los Justicias Jurados, Concejo y Universidad

de la villa de Tauste encargan a los imagineros Gil de Morlanes -hijo- y Gabriel

Joli, mediante capitulación notarial certificada por García Sallent, la realización

del retablo mayor de la iglesia de Santa María de Tauste. Según consta en el

documento de finiquito, corroborado el 7 de junio de 1524, el importe de los

trabajos que se acordó fue de 17.600 sueldos jaqueses1.

Gil de Morlanes y el francés Gabriel Joli habían establecido el 9 de febrero de

1520 un contrato de sociedad, por cuatro años, según el cual se comprometían a

trabajar a medias todas las obras de imaginería, mazonería o cualquier otra obra

en piedra, alabastro o madera que a cualquiera de los dos les ofrecieran el reino

1 A.H.P.Z. Luis Navarro, 1524, ff. 100-100v. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917). Documentos inéditos para la historía artística y literaria de Aragón. Volúmen II. La Editorial. Zaragoza. p. 117

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

39

de Aragón2. En principio era una alianza perfecta entre un taller poderoso y de

sólida economía, como el de Gil de Morlanes, pero falto de un imaginero de

calidad, y otro, el de Joli, magnífico escultor, todavía de pequeñas dimensiones y

posiblemente de reciente constitución, tras el muy probable paso del imaginero

francés por el taller de Damián Forment3. De hecho, en menos de un año la

compañía había conseguido dos importantísimos trabajos: este de Tauste, y el

retablo de la capilla de Santiago en La Seo de Zaragoza, propiedad de María de

Alagón, capitulado el 7 de mayo de 15204.

El concejo de Tauste debió imponer la autoría de Gabriel Joli para toda la

imaginería del retablo, quedándose encargado Morlanes de su mazonería. Sin

embargo aparecieron problemas entre ambos artistas que dificultaron el proceso

de ejecución del retablo mayor de Tauste. Estas desavenencias, cuya naturaleza

desconocemos, desembocaron finalmente en la cancelación del contrato de

sociedad el 26 de abril de 1521, según figura a pie de página del mismo texto

contractual. La ruptura en principio no afectaba a las obras contratadas antes

de la misma, aunque Joli se negó a ejecutar la totalidad de las imágenes del

retablo mayor de Tauste. Por ello, Morlanes buscó a otro escultor, Juan de Salas,

con quien el 25 de abril ya había firmado una capitulación y concordia de la que

fueron testigos los imagineros Juan de Moreto y Martín de Jaurégui5.

Morlanes indica que intentará convencer a “los de Tauste” para que

acepten que Salas se encargue de la mitad de las imágenes. Salas, por su parte, se

compromete a hacerlas tan buenas como la mitad restante, que sería ejecutada

por Joli. El pago a su trabajo serán 120 ducados de oro, quedando en manos de

Moreto y el pintor Antón de Aniano otros cinco ducados, por si los mereciese al

acabar la obra. Salas dispondría del taller de Morlanes y sus instalaciones para

trabajar. También se incluye, entre otras cláusulas, que Morlanes podría hacer

algunas imágenes, si quisiese, y que en ese caso se le descontaría su precio a

Salas.

Finalmente, pues, el retablo mayor de Tauste se llevó a cabo concluyéndose

como muy tarde en 1524, ya que existe, como indicamos, el finiquito firmado el

2 A.H.P.Z. Juan de Aguas, 1520, ff. 44-46. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917), p. 111.3 SERRANO GRACIA, Raquel (1993). “Gabriel Joly”, en La Escultura del Renacimiento en aragón. Museo e

Instituto de Humanidades Camón Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 206-2154 A.H.P.Z. Ximeno Gil, 1520, f. 69. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1915). Volumen I, pp. 119-120.5 A.H.P.Z. Domingo Monzón, 1521, ff. 108-109 v. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917), pP. 115-

117.

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FernandoSarría Abadía

40

7 de junio de ese año entre las partes implicadas y por un total de 970 sueldos,

en cumplimiento de los 17.600 que en total costó la obra.

Solamente conocemos tres pagos intermedios realizados a los artistas por parte

del concejo de Tauste: uno de 2.000 sueldos (19 de mayo de 1521), otro de 190

libras (1 de agosto de 1521), y un tercero de 2.000 sueldos (1 de octubre de 1521)6.

Pocas veces nos encontramos con obras sobre las que se conserven tantas

pruebas documentales como ésta del retablo mayor de Tauste, y con tal cantidad

de indicios para la investigación contenidos en los textos. Estos y el análisis

estilístico del retablo nos han hecho establecer la distribución de autorías

que más adelante detallamos, y que en resumen atribuiría a Gil Morlanes la

mazonería del retablo y algún grupo escultórico, y a Gabriel Joli y Juan de Salas

la imaginería en su práctica totalidad7.

El 9 de agosto de 1525 Juan de Moreto otorga a Morlanes un albarán por

valor de 1.000 sueldos que había recibido de éste “por vistiar” y “para acabar”

el retablo de Tauste8. La redacción de este documento es muy confusa, pero lo

más lógico es deducir que Moreto había desempeñado la labor de arbitraje del

retablo por parte de Morlanes, y que en todo caso tuvo que llevar a cabo algún

pequeño trabajo final que exigieran los encargantes para dar por concluida

definitivamente la relación contractual.

No tardó mucho el retablo en sufrir algún percance, ya que en la visita

pastoral realizada por el visitador general don Mateo Caballero, durante el

arzobispado de don Fadrique de Portugal (1532-1539), se ordena reparar la

imagen de Nuestra Señora y del Jesús9.

Sabemos también que el retablo tuvo puertas, que se mandaban pintar

en la visita pastoral girada por don Hernando de Aragón en septiembre de

1543, y de nuevo en 1544. El arzobispo, como es notorio, destacado mecenas

del renacimiento aragonés, apreció la calidad de la obra del retablo mayor de

Tauste e instó a su buena conservación10.

6 A.H.P.Z. Pedro Garín, 1521, ff. 97, 129 y 160v.7 Las biografías artisticas de los autores del retablo mayor de Tauste pueden encontrarse en: SERRANO GRACIA,

Raquel (1993), MIñANA RODRIGO, M.L. (1993). “Juan de Moreto” y HERNANSANZ MERLO, A. (1993) “Gil Morlanes, el joven” en La Escultura del Renacimiento en aragón. Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 237-249 y 252-255.

8 A.H.P.Z. Juan Arruego, 1525, ff. 415-416.

9 Archivo Parroquial de Tauste. Quinqui Libri. Tomo I, ff. 131-132.

10 Archivo Parroquial de Tauste. Quinqui Libri, 1542. Tomo II, f. 156v. 1544. Tomo II, f. 126v.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

41

Por último, hay que citar las reparaciones, limpiezas y barnizados

realizados en el retablo por la empresa “Arte Sacro Navarro” en 1966 y 1967,

y que han contribuido al aspecto actual del mismo. Entre lo llevado a cabo

destaca la colocación, en el lugar que antes ocupaba el sagrario barroco, del

grupo de la Resurrección, y de los profetas exentos Isaías y Daniel, sobre sus

correspondientes dobles columnas. Igualmente realizaron la nueva hornacina y

el panel decorado sobre ella.

3. ANáLisis TiPoLóGico y EsTiLísTico

El retablo mayor de Tauste se talló en madera de pino, dorada y

policromada. Estructuralmente, responde al tipo de “retablo de entrecalles”,

ampliamente utilizado en Aragón durante la primera mitad de siglo XVI (figura

1). Se trata de una fórmula que permite conservar la antigua costumbre de

introducir ciclos iconográficos paralelos al discurso principal respetando el

sentido de la ordenación arquitectónica renacentista. Para ello se diseñan

en el cuerpo del retablo las llamadas entrecalles (en puridad alineaciones de

casas más estrechas), que flanqueando las calles principales permiten situar

series de apóstoles y santos sin crear confusión en el argumento doctrinal del

retablo, ya que se establece una jerarquía espacial entre las casas principales y

las secundarias11.

Con arreglo a este concepto general, el retablo mayor de Tauste se construyó

con los siguientes elementos:

El sotabanco, limitado a los extremos laterales del retablo, está constituido

por paneles decorados, enmarcados por pilastras de profusa decoración. Se

eleva sobre un zócalo y lo cierra una cornisa.

El banco se articula en siete hornacinas, separadas por columnas pareadas

(que son una innovación en el momento de construcción del retablo), sobre las

que se disponen figuras exentas. El banco apoya sobre zócalo corrido y se corona

en entablamento. Tras las columnas se disponen las características contrapilastras

decoradas, y sobre las hornacinas paneles de bella ornamentación.

El cuerpo principal está integrado por dos pisos y tres calles, la central

más ancha, separadas por cuatro entrecalles, flanquedas por columnas y sus

11 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). El retablo aragonés del siglo XVI. Diputación General de Aragón. Zaragoza. pp. 70-74.

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42

correspondientes retropilastras. Todas las casas son hornacinas, con excepción

de tres de las cuatro caras de que dispone el cubo giratorio que se encuentra

en la calle central del segundo piso. Se trata de un sorprendente recurso

(que aparece también en el retablo de la Cartuja de Burgos), que al girar

va mostrando cuatro escenas diferentes, lo cual permite disponer de la más

adecuada a la época litúrgica. En una de sus caras se dispuso el expositor, que

por su tamaño parece emular los de La Seo y El Pilar. Es circular y está ornado

por una corona de cabezas de ángeles. Como el cubo giratorio tiene acceso

desde una pequeña estancia situada detrás del retablo, el Santísimo podía

quedar teatralmente iluminado desde allí mediante lámaparas, convirtiendo al

retablo en una enorme custodia-expositor.

Un zócalo corrido sostiene el primer piso que a su vez se cierra en un

entablamento (fotografia 1). El segundo piso no dispone de zócalo, aunque sí

de entablemento final.

El ático está integrado por una casa rectangular, delimitada por entrecalles.

Descansa sobre zócalo y soporta un entablamento rematado en frontón curvo.

El retablo dispone de polseras a lo largo del cuerpo principal, apoyadas

sobre figuras tenentes. Fueron profusamente decoradas.

La decoración es en el retablo mayor de Tauste un elemento de

importancia principal por dos razones: una, su riqueza y calidad, que contribuye

indudablemente en buena parte a la excelencia del conjunto de la obra; otra,

que este conjunto decorativo constituye sin duda uno de los hitos fundamentales

para la consolidación de las formas ornamentales renacentistas en Aragón, que

parece llevarse a cabo entre 1519 y 152112. El camino trazado en este sentido

por los talleres de Foment y de los Morlanes desemboca ahora en la producción

de un conjunto de retablos, donde a excepción del mayor de San Miguel de

los Navarros (Zaragoza), obra de Formente, juegan un papel decisivo Gil de

Morlanes, hijo, y el florentino recién llegado Juan de Moreto.

El contacto entre ambos escultores fue decisivo para la implantación

definitiva del grutesco en los retablos aragoneses, momento que se concretaría

en la plasmación de un repertorio de raigambre toscano-lombarda, según

modelos de finales del quattrocento e inicios del cinquecento en este retablo

de Tauste y en la capilla Lasala de Jaca (encargada a Juan de Moreto, que contó

12 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). pp. 104-136.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

43

con la colaboración de Gil Morlanes y Juan de Salas para llevarla a cabo). El

vocabulario ornamental desplegado en ambas obras ofrece claras semejanzas

y paralelismos entre sí, tanto tipológicos como de composición morfológica.

Vamos a centrarnos, no obstante en el repertorio taustano.

El lenguaje desplegado en el retablo de Tauste incide en los elementos de

hibridación zoo-vegetal, cobrando relevante importancia los motivos fantásticos

(dragones, grifos, etc), a los que se añaden máscaras, antorchas, candelabros,

jarrones, trofeos, formas vegetales, etc., y todo dentro del vocabulario del

grutesco.

Las referencias de origen italiano para todos estos motivos se localizan en

obras como el Palacio Ducal de Urbino, la Certosa de Pavía o Santa María de

los Milagros de Venecia, que a su vez son sucesos esenciales en la difusión del

grutesco en Italia. En Urbino, encontramos las típicas sucesiones de acantos

y capullos con roleos de semejante tipología a los que se suceden en Tauste.

El águila y el grifo, que forman parte de algunas de las composiciones más

destacadas del retablo (figuras 2 y 3) aparecen también en Urbino, desde

donde llegarán a Venecia de la mano de los artistas lombardos que trabajaron

en el Palacio de Urbino.

Precisamente, lombardos como Francesco di Simone y Domenico Roselli,

alumnos de Pietro Lombardo, fueron los autores de las ornamentaciones de

la Sala de la Audiencia del Palacio Ducal, donde se desarrolla un repertorio

icónico de resabios todavía arqueológicos, que reúne candelabros, aves,

máscaras, delfines, cuernos de la abundancia, etc. Todos ellos, con diferentes

diseños, modificados según las fuentes de transmisión, llegan a Tauste (figura

4). De hecho, la composición ornamental del sotabanco del retablo mayor

de Tauste presenta una organización de los motivos ornamentales (máscara,

dragones, aves, candelabro, cartela y roleos) totalmente similar a la dispuesta en

alguno de los paneles decorativos de Santa María dei Miracoeli, realizados por

el taller de Pietro Lombardo.

Un elemento típico de la escultura decorativa lombarda son los medallones

con busto, formados por una corona de frutos, flores y hojas, de formulación

eminentemente ornamental, tal y como fueron trabajados en el retablo mayor

de Tauste.

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44

Un eco diferente, proveniente de los artistas que trabajan en Roma, influidos por el descubrimiento de la Domus Aurea a finales del siglo XV, se percibe en las espléndidas y sencillas composiciones de candelieri que cubren las contrapilastras del retablo mayor de Tauste. Las similitudes se aprecian especialmente con respecto al repertorio desarrollado por Pinturicchio.

Todas las referencias apuntadas, que no son exclusivas por otra parte, nos sirven para ejemplificar el contexto y momento italianos donde pueden rastrearse los más directos ascendentes de los modelos ornamentales de Tauste, y que globalmente han de concretarse por un lado en tipologías toscanolombardas anteriores al descubrimiento de la Domus Aurea, y por otro, conocidos ya los grutescos de ésta, a sus interpretaciones más fieles y arqueológicas. Este último término parece venir refrendado por la concomitancia existente entre los elementos decorativos del retablo mayor de Tauste con algunas composiciones y motivos recogidos en colecciones de dibujos que reproducen grutescos de la Domus Aurea o recrean nuevos modelos a partir de aquellos.

Existen notables analogías, por ejemplo, entre los trofeos incluidos en el Codex Escurialensis y los que hallamos en el retablo mayor de Tauste. Igualmente, el Codex Barberini conserva un dragón dibujado por Giulano da Sangallo, interpretado de un motivo de la Domus Aurea, y que aparece acompañado de jarrón y acanto según un morfema usado repetidamente en Tauste.

Si los cuadernos de dibujos, desde los más conocidos y divulgados italianos, hasta los más humildes y anónimos que tuvieron que existir en cada taller artístico, incluidos por supuesto los aragoneses, desempeñaron un destacadísimo lugar en la transmisión de modelos ornamentales, tampoco hay que olvidar la contribución de las ilustraciones de libros. La comunidad de vocabulario entre la ornamentación impresa y el relieve decorativo es total. Podemos recurrir a algún ejemplo concreto. La Biblioteca Mediceo Laurenziana de Florencia guarda la Biblia de Matías Corvino, que muestra orlas de candelieri con los mismos elementos y tipologías de Tauste13. Candelieri de iguales características, así como trofeos de semejante definición a los existentes en Tauste, se encuentran también en el manuscrito del tratado De Spiritu Santo, de Dídimo, cuyas ilustraciones realizadas en Florencia se deben a Gherardo y Monte del Fora14.

13 Puede verse la ilustración referida en La scultura decorativa del primo rinasciemento (Actas del I Convegno Internazionale di studi. Pavia, septiembre 1980). Ed. Viella. Roma. 1983. Tabla XX, fig. 5.

14 CHASTEL, A (1982). Arte y humanismo en Florencia en la época de Lorenzo el Magnífico. Ed. Cátedra. Madrid.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

45

De Venecia procede una Historia de la Humanidad, de Filippo da Bergamo,

impresa en 1513, cuyas páginas se ornamentan, entre otros morfemas, con

candelieri confeccionados a base de acantos, máscaras, delfines, águilas, trofeos,

etc, que tiene claras analogías con los utilizados por Morlanes y también por

Moreto15.

En cuanto a las imprentas peninsulares, nos interesa sobre todo el área de

la Corona de Aragón, puesto que, como sabemos, uno de los caminos naturales

de introducción del renacimiento en Aragón fue el Levante. El parentesco de

los repertorios ornamentales de Tauste con libros impresos en la zona oriental

de la península demuestra cuando menos una comunidad cultural en la Corona

de Aragón durante el primer tercio del siglo XVI. A modo de ejemplo, podemos

considerar una compilación de los privilegios de las órdenes menores, impresa

en Barcelona en 1523, y en la que se observa una orla con dragones adosados

del tipo existente en el retablo mayor de Tauste16. El mismo acerbo decorativo

se patentiza en los libros nacidos en Zaragoza. De la famosa imprenta de Jorge

Cocci salió el “Missale cesaraugustano” que presenta en su portada parejas de

dragones en su orla superior y delfines en la inferior17.

Hemos aludido a la raíz toscano-lombarda del vocabulario decorativo del

retablo mayor de Tauste. Igualmente puede decirse del tratamiento estilístico de

dichos motivos ornamentales integrados en las estructuras arquitectónicas. Hay

una tendencia clara a la hiper-ornamentación, aprovechándose prácticamente

todas las superficies libres (frisos, paneles sobre hornacinas, frentes de pilastras

y basamentos, columnas). No obstante, nunca la ornamentación llega a

enmascarar las líneas constructivas, ni la potencia estructural de los elementos

arquitectónicos. Además la estricta obediencia a la simetría a que se someten

todas las composiciones confiere claridad a las mismas, a pesar de su reiteración.

En lo que se refiere al trabajo de talla, Morlanes evidencia en Tauste una

cierta evolución respecto a su obra inmediatamente anterior, el retablo de

Santiago en La Seo de Zaragoza. Se ha acentuado ahora el sentido del volumen,

persiguiéndose una talla más redondeada, aunque subsiste la tendencia a trabajar

uniformemente las superficies y el tratamiento algo aristado de los contornos.

15 Existe un ejemplar de esta obra en la Biblioteca Universitaria de Zaragoza.16 Ver también un ejemplar de dicha obra en a Biblioteca Universitaria de Zaragoza.17 VINDEL, P. (1930-34). Manual del bibliófilo hispano-americano (1475-1850). 12 volúmenes. Madrid.

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El discurso iconográfico del retablo mayor de Tauste responde a una

formulación mixta de loa mariana, en el que se mezclan episodios del ciclo

de la Vida de la Virgen y de la Vida y Pasión de Cristo. Ambos ciclos son, tanto

por separado, como de esta forma conjunta, los más representados en los

retablos aragoneses del siglo XVI18. En Tauste nos encontramos con la siguiente

ordenación iconográfica:

- En el banco del retablo: como temas marianos, la Anunciación,

Pentecostés y la Dormición de la Virgen; entre los temas cristíferos, la

Adoración de los Pastores, Adoración de los Reyes, Resurrección (de

reciente incorporación, como dijimos) y Ascensión.

- En el primer piso: Virgen entronizada, con el Niño Jesús y San Juanito,

en Santa Conversación con dos santos que la flanquean y ocupan las

calles laterales, Santo Domingo y San Dionisio.

- En el segundo piso del retablo: temas hagiográficos relativos a la Muerte

de Santo Domingo y al Martirio de San Dionisio; el Nacimiento de la

Virgen (tema mariano) y la Circuncisión y la Presentación en el Templo

(temas cristíferos).

- El ático acoge el tradicional Calvario.

Este discurso doctrinal se completa con un apostolado dispuesto en las

entrecalles. En el banco se han incorporado figuritas exentas de santos diversos

sobre columnas pareadas.

Las fuentes iconográficas de las escenas pueden rastrearse en la tradición

norteuropea e italiana de los siglos XV y XVI, y sobre todo parecen encontrarse

en los grabados de Martín Schongauer, Alberto Durero y Marcantonio Raimondi,

aunque no se pueden descuidar otras obras y autores19.

En cuanto a la atribución de autorías sobre la imaginería del retablo, se realizó en su día una primera aproximación que todavía mantenemos en líneas generales, a pesar de lo complicado que resulta realizar este tipo de distribuciones mediante los meros análisis estilísticos. Guardando por lo tanto las debidas precauciones, cabe entender como realizadas por Gabriel Joli las siguientes imágenes: Anunciación, Adoración de los Pastores (fotografía 2),

18 SERRANO GRACIA, Raquel (1993). “Tipología e iconogrfía de los retablos”, en La Escultura del Renacimiento

en aragón. Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 65-80.

19 Puede encontrarse un análisis pormenorizado de estos aspectos en la Tesis de Licenciatura sobre el retablo

mayor de Tauste, realizada por Fernando Sarría.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

47

Adoración de los Reyes (banco), Santiago Apostol, Santo Domingo, San Pedro, San Dionisio (primer piso del cuerpo), Muerte de Santo Domingo, San Juan Evangelista y los dos apóstoles de las entrecalles de la derecha del retablo (segundo piso del cuerpo), y por último el Calvario.

Juan de Salas por su parte habría tallado las escenas de La Ascensión, Pentecostés, Dormición de la Virgen y las figuritas exentas que se hallan en el banco, las imágenes de San Pablo y San Matías en el primer piso, y en el segundo piso la figura del apostol situado en la entrecalle extrema de la izquierda; igualmente los dos apóstoles que flanquean el Calvario parecen de Salas.

El taller de Morlanes llevaría a cabo las figuras y escenas que se encuentran en las cuatro caras del cubo giratorio del segundo piso y la figura del Dios Padre situado sobre el cubo, además de la escena del Martirio de San Dionisio en el primer piso.

El Gabriel Joli del retablo mayor de Tauste es el relacionado estilística y documentalmente con escultores franceses llegados a la Península, como Bigarny, Chanterenne, Joao de Ruao y Felipe Hudart20. En estos momentos Joli trabaja apoyándose en una gran riqueza gestual, mediante la adecuación del movimiento y el contraposto, donde se aúnan la quietud idealizada y el reposo con la vitalidad realista y la emoción. El diálogo que se establece entre las figuras genera un cierto dinamismo en las escenas. El concepto del movimiento es en Tauste en general más narrativo y descriptivo que interiorizado. En una etapa posterior Joli evolucionará desde estos planteamientos a una personal interpretación del manierismo florentino, obviando los detalles y buscando a través del dinamismo interior de las figuras la expresión de una emotividad plástica muy acorde con el sentimiento religioso. En Tauste, destaca la calidad de algunas de las imágenes talladas por Joli, en especial las de Santiago el Mayor y San Pedro.

Por su parte, Juan de Salas, que posteriormente viajaría a Mallorca para trabajar en la catedral de Palma, está en estos momentos en pleno desarrollo y maduración de su estilo, admitiendo y recogiendo influencias con las que más tarde elaborará una plástica que da fruto más por el esfuerzo del trabajo artesano, que por el genio artístico. En la obra realizada para Tauste busca en cierta forma emular a Joli: dota a sus figuras de mayor volumen mediante el

20 SERRANO GRACIA, S. et alt (1989). “Gabriel Joly y la corriente escultorica francesa”. V Coloquio de Arte Aragonés. Diputación General de Aragón. Zaragoza.

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planteamiento algo acartonado de los plegados, e igualmente imita el trabajo

de los rostros de las figuras del francés, sin conseguir ni la fuerza ni la gracia de

las de éste. Utiliza en general Salas un canon corto y volúmenes anchos, lo que

produce sensación de ligera desproporción, mientras que para los rostros se

apoya en expresiones y rasgos tópicos, sin individualización.

Respecto a Gil Morlanes, el retablo de Tauste ha dado a entender desde

el principio lo que posteriores investigaciones fueron corroborando: la escasa

calidad del artista y de su taller en cuanto a las labores de imaginería. De ahí su

necesidad de formar compañías con imagineros, para poder contratar retablos

de escultura. Si en Tauste tuvo al final que hacerse cargo de alguna escena

seguramente no fue por su voluntad, sino por que Salas se tuvo que ocupar de

una buena parte del retablo de la capilla de San Miguel de Jaca y podría estar

sobrecargado de trabajo. De todas formas, eligió aquellas escenas que sin duda

pasarían más despercibidas a la visión del espectador.

El interés que por sí mismo y en el contexto evolutivo de la escultura

aragonesa renacentista tiene el retablo mayor de Tauste se completa sin duda

con la importancia de su policromía, que se conserva prácticamente en su

integridad, aunque se han efectuado repintados, en especial en el banco y

sotabanco.

El dorado y pintado de los retablos en el siglo XVI constituía una fase más

del proceso de construcción de la obra. Ello se debe a que, además de ser una

eficaz forma de decoración, tenía en los retablos de madera la utilidad práctica

de protegerlos de agentes nocivos como la carcoma, termitas y polillas, aunque

resultara por otra parte un procedimiento caro y costoso de ejecutar21.

La policromía del retablo de Tauste se encuadra dentro de las tendencias

generales imperantes en la primera mitad de siglo, durante la cual se prefirió

ante todo la suntuosidad de la obra, por lo que se destacaba el oro por encima de

otro tipo de labores decorativas. En este sentido el retablo presenta superficies

doradas, sin ninguna labor decorativa, junto a otras en las que se ha practicado

la técnica del estofado grabado o esgrafiado, a base de motivos vegetales o

geométricos. Otra técnica muy aplicada en Tauste es la del estofado uniforme

de pintura en los campos de decoración, a base de azul y rojo, y algo de blanco.

21 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). pp. 225-243.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

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4. ANáLisis icoNoLóGico

El retablo es una contribución española a la historia del arte y una de

las creaciones estéticas más sugestivas, útiles y dúctiles con que ha contado la

Iglesia Católica para enseñar y persuadir22. Es un instrumento pedagógico de

la liturgia católica, y como tal tiene la misión de narrar a través de imágenes y

escenas los principales episodios del cristianismo. Esta idea básica para todos

los retablos se hace primordial en los retablos mayores de las iglesias, que

debían aleccionar en las verdades de la fe y en los misterios de la salvación a

una población, en su mayoría iletrada, a la que se debía ilustrar y emocionar a

un tiempo.

En el retablo mayor de Tauste, la mezcla de temas marianos y cristíferos se

realizan mediante la recurrencia al ciclo de los Gozos de la Virgen. La Virgen

es la advocación titular del retablo, y se han buscado los sucesos decisivos

dentro de la liturgia y la tradición cristiana que relacionan las figuras de Cristo

y su madre.

A ello hay que añadir el apostolado y las figuras de los santos Dionisio

y Domingo, que aparecen junto a la Virgen, en una Santa Conversación,

introduciendo los temas hagiográficos en el retablo.

Un lectura iconológica elemental indica como en el banco se establece ya

la especial relación entre la Virgen y su Hijo. En el primer piso, se plantea la

Santa Conversación, en el centro de la cual la Virgen entronizada y rodeada

de ángeles músicos, sostiene en sus brazos al Salvador. La identificación del

Niño como Salvador queda apoyada por la presencia a su lado de San Juanito,

el precursor. Este sostiene en su mano un pajarillo, que refleja el alma del

pecador, refugiado en Jesús y María para escapar de los pecados.

Por otra parte, la presencia de María subraya el nacimiento humano de

Cristo, siendo un grupo pregnante, que engloba los misterios de la Anunciación

y Maternidad de María.

Los santos sirven aquí como introductores entre los fieles y la Virgen.

Santo Domingo colocó su orden bajo el patronato y patrocinio de la Virgen, e

introdujo el Santo Rosario como oración especialmente dedicada a María. San

Dionisio está presente en la Dormición de la Virgen y por ella guardó durante

toda su vida una gran devoción.

22 PALOMERO, JM (1983). El retablo sevillano del renacimiento. Diputación Provincial de Sevilla. Sevilla.

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50

Nos encontramos, de esta manera, con un camino que conduce al fiel

hacia lo alto. En él, la Virgen (símbolo de la Iglesia), Santo Domingo y San

Dionisio (predicador y fundador de una orden religiosa el primero, obispo

y filósofo, relacionado con la conversión, el segundo), y lo santos apóstoles

(pilares fundamentales del crecimiento y desarrollo del cristianismo, es decir,

de la Iglesia), sirven de conductores hacia el tema de la muerte en la cruz,

situado en el ápice del retablo. La Pasión de Cristo es el principio fundamental

de la salvación para los cristianos.

En este mismo contexto hay que citar la importancia del óculo-expositor,

que al guardar la sagrada forma, convierte el retablo en un símbolo eucarístico.

Sobre el óculo aparece la representación de Dios Padre, y recordemos que

la eucaristía recuerda y renueva el sacrificio de Cristo. En este sentido hay

que señalar la leyenda inscrita en el óculo: TANTUM ERGO SACRAMENTU

VEREMUR (“Así pues veneremos grandemente el sacramento”). Esta sentencia

pertenece al Pange Lingua, himno debido a Santo Tomás de Aquino, que se

interpretaba en la celebración del Corpus Christi.

El retablo queda así convertido en un enorme sagrario, donde se representa

el sacrificio de Cristo para la salvación del hombre y el camino de éste hacia

aquella.

Queda por reseñar el contenido simbólico de los elementos decorativos,

que van acompañando y marcando el mensaje cristiano a través de un discurso

paralelo, de origen clásico y pagano, realizado mediante unas imágenes

recuperadas y reinterpretadas por el neoplatonismo cristiano23. Los motivos

utilizados en Tauste pertenecen a un contexto clásico siempre vinculado a lo

funerario y lo religioso, y que se concreta ahora en una simbología referente

a la redención del alma y a la victoria espiritual, que en este caso se realizaría

gracias al sacrificio de Cristo.

En el basamento del retablo los elementos que encontramos son numerosos:

mascarones, que representan la transformación, el cambio24; bichas o dragones,

con una tipología de basilisco, que suelen representar la eternidad25; aves,

23 GOMBRICH, E.H. (1983). Imágenes simbólicas. Alianza Forma. Madrid.24 CUMONT, F (1942). Recherches sus les symbolismes funeraires des Romains. París. p.162

25 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551). De sacris notis et sculpturis, libri duo. París. Libro I, núm 1. “... los que

quieren representar la eternidad, pintan una serpiente, cuya cola envuelve el resto de su cuerpo. Los egipcios

le llaman en su lengua uraeum, los griegos, basilisco”.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

51

posiblemente grullas, que simbolizan al alma buena y prudente, o también la

vigilancia26; antorchas, que se entiende como símbolo de la vida27; trofeos, que

llenan las pilastras, trasunto de la idea victoriosa, en nuestro caso se aplicaría a

la victoria sobre la muerte28.

La lectura dentro del discurso cristiano podría entenderse como la

transformación de la vida terrena en la más superior vida eterna, a través de la

victoria sobre la muerte.

Los elementos que continúan apareciendo en el resto del retablo van

incidiendo sobre la misma idea. Así, en el banco, volvemos a encontrar los

basiliscos, flanqueando un mascarón. Tenemos águilas sobre guirnaldas,

como reflejo del alma humana sobre el símbolo de la religación29. Hay en

el entablamento del banco un friso con delfines afrontados, imagen de la

salvación30. Y en el friso del entablamento del primer piso, una decoración de

bichas (basiliscos) afrontadas a un jarrón con frutos, que podría descifrarse

como la victoria de la eternidad sobre los deseos humanos y terrenos31.

Como último dato simbólico, señalaremos en el friso del segundo piso la

aparición de cuernos de la abundancia que representan la paz eterna, el goce

divino y la felicidad32.

Cerramos esta breve lectura simbólica apuntando el significado del oro en

su uso en los retablos: la inteligencia y la iluminación divina, así como los bienes

26 CIRLOT, J.E. (1982). Diccionario de símbolos. Labor. Barcelona. Recoge el significado de la grulla como

símbolo de la justicia, la longevidad y el alma buena y solícita. VALERIANO, G.P. (1567). Hieroglyphica sive

de sacris aegyptiorum aliarumque gentium literis commentarii Joannis Pierii Valerianii. Basilea. Libro XVII, f.

128 v: “La grulla tiene en último término pocos significados, de los cuales la mayoría, como el de la diligencia

humana y las familias rectamente guiadas por la razón, son vulgares. Pero referiré sobre todo alguno como el

que representa al jefe que custodia los ejércitos contra los ataques de los enemigos”. El mismo autor cita otro

simbolismo de la grulla, la prudencia (f. 128 v).27 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551) Libro II, núm. 123. Habla el autor sobre el simbolismo de la lámpara,

pero por extensión es aplicable igualmente a la antorcha.

28 La significación de los trofeos, extensible a la victoria sobre la muerte, puede fundamentarse ya en su aparición

en los monumentos funerarios romanos.29 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551) Libro I, núm. 7. (sub voce “accipiter”, es decir ave rapaz, que puede

aplicarse al águila, representación de aquella usada normalmente). “¿De qué modo se indica el alma? El ave rapaz es considerada como el alma...”. La guirnalda se entiende como símbolo de religación, de unión, relacionada con todos los elementos de conexión. CIRLOT, J.E. (1982). p. 232.

30 VALERIANO, G.P. (1567). LIBRO XXVII. Se le concede al delfín cierto valor como psicopompo.31 CIRLOT, J.E. (1982). pp. 208 y 259. Comenta lasignificación del jarrón como símbolo de “contienente”, y de los

frutos como transunto de los deseos humanos.32 VALERIANO, G.P. (1567). LIBRO LVI.

LuisaMiñana Rodrigo

FernandoSarría Abadía

52

espirituales33. Los demás colores empleados (azul y rojo preferentemente)

tienen una significación muy variable, que no es posible desentrañar en este

escueto análisis iconológico.

33 CIRLOT, J.E. (1982). p. 344. Explica la simbología del oro, como representación de la luz solar y de la inteligencia divina, así como de los bienes espirituales.

Una puerta al renacimiento en Aragón.El retablo mayor de Tauste

53

Las Avesde Tauste

Javier Blasco ZumetaMaestro y aficionado a la naturaleza

Las aves de Tauste

57

LAs AVEs dE TAusTE

Escribir una nota breve sobre las aves de Tauste es complicado debido

al elevado número de especies que pasan o viven en su término, habiéndose

citado bastante más de 200 tipos diferentes entre las que residen todo el año,

crían en verano, invernan, pasan regularmente en sus migraciones o aparecen

esporádicamente. A ello contribuye el que Tauste está situada en un lugar

estratégico por donde pasan los migrantes europeos y posee un elevado número

de ambientes distintos, que tienen sus especies adaptadas. Los más importantes

son los siguientes.

mEdios ARBoLAdos

En el monte el bosque es de pino carrasco (Pinus halepensis) acompañado

habitualmente por un matorral alto y denso. Los ríos y puntos de agua suponen

la creación de unas condiciones de humedad y presencia de nutrientes que

motivan el desarrollo de unos bosques galería, o sotos, ajenos a las condiciones

ambientales de su entorno. Aparece así una formación lineal que acompaña

el fluir del agua compuesta por árboles con densos sotobosques de zarzas y

otras plantas trepadoras. Finalmente, huertas tradicionales, campos de frutales

o jardines urbanos pueden ser un sustituto de la floresta original para unas

pocas especies muy adaptables.

LA EsTEPA

Fuera de la influencia de los ríos que la surcan, el término de Tauste está

sometida a unas condiciones climáticas extremas con precipitaciones escasas

e irregulares, veranos calurosos, con temperaturas de hasta 40º en la época de

menos lluvias, inviernos fríos y un viento dominante, el cierzo, con una gran

capacidad desecadora. Si se añaden suelos yesosos, arcilloso-limosos o salinos y

una secular actividad deforestadora y de presión ganadera, el resultado son unas

comunidades de plantas de pequeño porte y ralas que dejan amplias superficies

de suelo sin cubrir: son los ambientes esteparios.

coRTAdos

Los cortados, como las rallas de La Negra, ofrecen una verticalidad

aprovechada por un grupo de aves hasta el punto de que algunas están tan

JavierBlasco Zumeta

58

especializadas, que la existencia o no de un cortado será decisiva en la

presencia o ausencia de la especie. Una ventaja importantísima que el cortado

proporciona a las aves es ofrecerles seguridad en el emplazamiento del nido,

ya que son lugares inaccesibles a los predadores terrestres. También para las

especies predadoras la altura del cortado significa un lugar donde otear el

campo de caza con más facilidad. La pared expuesta al sol se calienta con

rapidez, incluso en invierno, lo que genera corrientes ascendentes de aire que

arrastran pequeños insectos voladores. El primer fenómeno lo aprovechan las

grandes aves planeadoras, como el buitre, el alimoche o el águila real, para

elevarse sin esfuerzo y el “aeroplacton” generado en el roquedo es la base de

la alimentación de aviones roqueros, aviones comunes y vencejos. Algunas

de estas especies han sido capaces de encontrar en edificios, puentes y otras

infraestructuras un sustituto del roquedo originario habiendo ampliado así

su primigenia área de distribución, siendo este el caso del gorrión chillón, la

chova piquirroja, el colirrojo tizón y, en menor medida, el avión roquero, que

así pueden estar presentes también en la tierra llana.

mEdios HÚmEdos

El agua, tanto estancada como corriente, es un hábitat rico en vida. Desde

el plancton vegetal y animal hasta la orla de carrizos y aneas o los bosques

galería sustentan o dan cobijo a un elevado número de especies de aves que

aprovechan esos recursos alimenticios o la cobertura vegetal para nidificar o

simplemente dormir seguros.

En un origen, fuera de los ríos, los puntos de agua del término eran

lagunas más o menos salobres que se caracterizan por la alta productividad

de microorganismos pero con el inconveniente de su estacionalidad, por lo

que estos lugares ofrecen unos recursos óptimos sólo en épocas concretas del

año y son visitados por tanto por especies oportunistas o en paso. La puesta

en regadío de amplias superficies ha supuesto salpicar el término de albercas,

estancas y balsas de regulación, además de una intrincada red de acequias,

que ofrecen aguas estancadas que han sido colonizadas por ánades, fochas,

zampullines o somormujos entre otras especies nadadoras. Igualmente se han

creado pequeñas y grandes manchas de carrizal que han supuesto una notable

ampliación del área de distribución de las pequeñas aves palustres. Los cultivos

Las aves de Tauste

59

de regadío suponen un recurso alimenticio complementario para muchas aves

acuáticas, destacando los arrozales como enclaves de interés prioritario en la

conservación de las aves acuáticas y un lugar privilegiado para su observación.

EsPAcios ABiERTos

Los medios abiertos, antes circunscritos a claros en el bosque o en suelos

difíciles donde el arbolado no podía progresar, ocupa hoy amplias superficies

del término municipal debido a la deforestación por causa humana. Igualmente,

lo que antes era sólo sotobosque arbustivo es lo que ha permanecido una vez

eliminados los árboles y, así, romerales, coscojares o aliagares son el máximo

exponente de la vegetación acogiendo a una fauna de aves específica que no

necesita del árbol.

AVEs uRBANAs

El caso urbano, con sus edificios, jardines y cercanías humanizadas,

ofrecen a las aves alimento, cobijo donde guarecerse y nidificar y, en algunos

casos, cobertura frente a depredadores, recursos que pueden ser aprovechados

siempre y cuando la especie sea capaz de soportar el estrés que produce la

presencia del ser humano.

LisTAdo dE AVEs dEL TÉRmiNo dE TAusTE

NomBRE oficiAL NomBRE_ciENTifico AmBiENTE EsTATus

Abejaruco común Merops apiaster Espacios abiertos Estival

Abejero Europeo Pernis apivorus Medios arbolados Estival

Abubilla Upupa epops Espacios abiertos Estival

Acentor común Prunella modularis Medios arbolados Presente todo el año

Agachadiza chica Lymnocryptes minima Medios húmedos Invernante

Agachadiza común Gallinago gallinago Medios húmedos Invernante

Agateador común Certhia brachydactyla Medios arbolados Presente todo el año

Águila pescadora Pandion haliaetus Medios húmedos En paso

Águila real Aquila chrysaetos Cortados Presente todo el año

Aguililla calzada Hieraaetus pennatus Medios arbolados Estival

Aguilucho cenizo Circus pygargus Espacios abiertos Estival

Aguilucho lagunero occidental

Circus aeruginosus Medios húmedos Presente todo el año

JavierBlasco Zumeta

60

Aguilucho pálido Circus cyaneus Espacios abiertos Presente todo el año

Aguja colinegra Limosa limosa Medios húmedos En paso

Aguja colipinta Limosa lapponica Medios húmedos En paso

Alcaraván común Burhinus oedicnemus Estepa Estival

Alcaudón común Lanius senator Espacios abiertos Estival

Alcaudón real Lanius excubitor Espacios abiertos Presente todo el año

Alcotán europeo Falco subbuteo Espacios abiertos Estival

Alimoche común Neophron percnopterus Cortados Estival

Alondra común Alauda arvensis Espacios abiertos Presente todo el año

Alondra ricotí Chersophilus duponti Estepa Presente todo el año

Ánade azulón Anas platyrhynchos Medios húmedos Presente todo el año

Ánade friso Anas strepera Medios húmedos Invernante

Ánade rabudo Anas acuta Medios húmedos Invernante

Ánade silbón Anas penelope Medios húmedos Invernante

Andarríos chico Actitis hypoleucos Medios húmedos Estival

Andarríos grande Tringa ochropus Medios húmedos Invernante

Ánsar campestre Anser fabalis Medios húmedos Invernante

Ánsar común Anser anser Medios húmedos Invernante

Archibebe común Tringa totanus Medios húmedos Estival

Arrendajo Garrulus glandarius Medios arbolados Presente todo el año

Autillo Otus scops Espacios abiertos Estival

Avefría Vanellus vanellus Medios húmedos Invernante

Avetorillo Ixobrychus minutus Medios húmedos Estival

Avetoro Común Botaurus stellaris Medios húmedos Presente todo el año

Avión común Delichon urbica Aves urbanas Estival

Avión roquero Ptyonoprogne rupestris Cortados Estival

Avión zapador Riparia riparia Espacios abiertos Estival

Avoceta Recurvirostra avosetta Medios húmedos Invernante

Azor común Accipiter gentilis Medios arbolados Presente todo el año

Bigotudo Panurus biarmicus Medios húmedos Presente todo el año

Bisbita alpino Anthus spinoletta Espacios abiertos Invernante

Bisbita arbóreo Anthus trivialis Medios arbolados Estival

Bisbita campestre Anthus campestris Espacios abiertos Estival

Bisbita común Anthus pratensis Espacios abiertos Invernante

Búho chico Asio otus Medios arbolados Presente todo el año

Búho real Bubo bubo Cortados Presente todo el año

Buitre leonado Gyps fulvus Cortados Presente todo el año

Buitrón Cisticola juncidis Espacios abiertos Presente todo el año

Las aves de Tauste

61

Busardo ratonero Buteo buteo Medios arbolados Presente todo el año

Buscarla pintoja Locustella naevia Medios húmedos En paso

Buscarla unicolor Locustella luscinioides Medios húmedos En paso

Calamón Porphyrio porphyrio Medios húmedos En paso

Calandria común Melanocorypha calandra Estepa Presente todo el año

Cárabo común Strix alluco Medios arbolados Presente todo el año

Carbonero común Parus major Medios arbolados Presente todo el año

Carbonero garrapinos Parus ater Medios arbolados Presente todo el año

Carraca Coracias garrulus Espacios abiertos Estival

Carricerín cejudo Acrocephalus paludicola Medios húmedos En paso

Carricerín común Acrocephalus schoenobaenus Medios húmedos En paso

Carricerín real Acrocephalus melanopogon Medios húmedos Invernante

Carricero común Acrocephalus scirpaceus Medios húmedos Estival

Carricero tordal Acrocephalus arundinaceus Medios húmedos Estival

Cerceta carretona Anas querquedula Medios húmedos En paso

Cerceta común Anas crecca Medios húmedos Invernante

Cernícalo primilla Falco naumanni Estepa Estival

Cernícalo vulgar Falco tinnunculus Espacios abiertos Presente todo el año

Chocha perdiz Scolopax rusticola Medios arbolados Invernante

Chochín Troglodytes troglodytes Medios arbolados Presente todo el año

Chorlitejo chico Charadrius dubius Medios húmedos Estival

Chorlitejo grande Charadrius hiaticula Medios húmedos Invernante

Chotacabras gris Caprimulgus europaeus Medios arbolados Estival

Chotacabras pardo Capprimulgus ruficollis Medios arbolados Estival

Chova piquirroja Pyrrhocorax pyrrhocorax Espacios abiertos Presente todo el año

Cigüeña blanca Ciconia ciconia Aves urbanas Estival

Cigüeña negra Ciconia nigra Medios húmedos En paso

Cigüeñuela común Himantopus himantopus Medios húmedos Estival

Codorniz Coturnix coturnix Espacios abiertos Estival

Cogujada común Galerida cristata Espacios abiertos Presente todo el año

Cogujada montesina Galerida thecklae Espacios abiertos Presente todo el año

Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus Espacios abiertos En paso

Colirrojo tizón Phoenicurus ochrurus Espacios abiertos Presente todo el año

Collalba gris Oenanthe oenanthe Espacios abiertos Estival

Collalba negra Oenanthe leucura Cortados Presente todo el año

Collalba rubia Oenanthe hispanica Espacios abiertos Estival

Combatiente Philomachus pugnax Medios húmedos En paso

Cormorán grande Phalacrocorax carbo Medios húmedos Invernante

JavierBlasco Zumeta

62

Corneja negra Corvus corone Espacios abiertos Presente todo el año

Correlimos común Calidris alpina Medios húmedos En paso

Correlimos gordo Calidris canutus Medios húmedos En paso

Críalo Clamator glandarius Espacios abiertos Estival

Cuco Cuculus canorus Medios arbolados Estival

Cuervo Corvus corax Espacios abiertos Presente todo el año

Culebrera europea Circaetus gallicus Espacios abiertos Estival

Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala Medios arbolados Presente todo el año

Curruca capirotada Sylvia atricapilla Medios arbolados Presente todo el año

Curruca carrasqueña Sylvia cantillans Medios arbolados Estival

Curruca mirlona Sylvia hortensis Medios arbolados Estival

Curruca mosquitera Sylvia borin Medios arbolados Estival

Curruca rabilarga Sylvia undata Espacios abiertos Presente todo el año

Curruca tomillera Sylvia conspicillata Espacios abiertos Estival

Curruca zarcera Sylvia communis Espacios abiertos Estival

Escribano cerillo Emberiza citrinella Espacios abiertos Presente todo el año

Escribano montesino Emberiza cia Espacios abiertos Presente todo el año

Escribano palustre Emberiza schoeniclus Medios húmedos Invernante

Escribano soteño Emberiza cirlus Medios arbolados Presente todo el año

Esmerejón Falco columbarius Espacios abiertos Invernante

Estornino negro Sturnus unicolor Aves urbanas Presente todo el año

Estornino pinto Sturnus vulgaris Espacios abiertos Invernante

Focha común Fulica atra Medios húmedos Presente todo el año

Fumarel común Chlidonias niger Medios húmedos En paso

Gallineta común Gallinula chloropus Medios húmedos Presente todo el año

Ganga Pterocles alchata Estepa Presente todo el año

Garceta común Egretta garzetta Medios húmedos Invernante

Garceta grande Egretta alba Medios húmedos Invernante

Garcilla bueyera Bubulcus ibis Medios húmedos Presente todo el año

Garcilla cangrejera Ardeola ralloides Medios húmedos Estival

Garza imperial Ardea purpurea Medios húmedos Estival

Garza real Ardea cinerea Medios húmedos Presente todo el año

Gavilán común Accipiter nisus Medios arbolados Presente todo el año

Gaviota cana Larus canus Medios húmedos Invernante

Gaviota patiamarilla Larus cachinnans Medios húmedos Invernante

Gaviota reidora Larus ridibundus Medios húmedos Invernante

Gaviota sombría Larus fuscus Medios húmedos Invernante

Golondrina común Hirundo rustica Aves urbanas Estival

Gorrión chillón Passer petronia Espacios abiertos Presente todo el año

Las aves de Tauste

63

Gorrión común Passer domesticus Aves urbanas Presente todo el año

Gorrión molinero Passer montanus Espacios abiertos Presente todo el año

Grajilla Corvus monedula Espacios abiertos Presente todo el año

Grulla común Grus grus Medios húmedos En paso

Halcón peregrino Falco peregrinus Cortados Presente todo el año

Herrerillo capuchino Parus cristatus Medios arbolados Presente todo el año

Herrerillo común Parus caeruleus Medios arbolados Presente todo el año

Jilguero Carduelis carduelis Espacios abiertos Presente todo el año

Lavandera blanca Motacilla alba Medios húmedos Presente todo el año

Lavandera boyera Motacilla flava Medios húmedos Estival

Lavandera cascadeña Motacilla cinerea Medios húmedos Presente todo el año

Lechuza campestre Asio flammeus Espacios abiertos. Invernante

Lechuza común Tyto alba Aves urbanas Presente todo el año

Lúgano Carduelis spinus Medios arbolados Invernante

Martín pescador Alcedo atthis Medios húmedos Presente todo el año

Martinete Nycticorax nycticorax Medios húmedos En paso

Milano negro Milvus migrans Espacios abiertos Estival

Milano real Milvus milvus Espacios abiertos Presente todo el año

Mirlo capiblanco Turdus torquatus Medios arbolados Invernante

Mirlo común Turdus merula Medios arbolados Presente todo el año

Mito Aegithalos caudatus Medios arbolados Presente todo el año

Mochuelo común Athene noctua Espacios abiertos Presente todo el año

Mosquitero común Phylloscopus collybita Medios arbolados Presente todo el año

Mosquitero musical Phylloscopus trochillus Espacios abiertos En paso

Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli Medios arbolados Estival

Oropéndola Oriolus oriolus Medios arbolados Estival

Ortega Pterocles orientalis Estepa Presente todo el año

Pájaro moscón Remiz pendulinus Medios arbolados Presente todo el año

Paloma bravía Columba livia Cortados Presente todo el año

Paloma torcaz Columba palumbus Medios arbolados Presente todo el año

Paloma zurita Columba oenas Medios arbolados Presente todo el año

Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca Medios arbolados En paso

Papamoscas gris Muscicapa striata Medios arbolados Estival

Pardillo común Carduelis cannabina Espacios abiertos Presente todo el año

Pato colorado Netta rufina Medios húmedos Invernante

Pato cuchara Anas clypeata Medios húmedos Invernante

Pechiazul Luscinia svecica Medios húmedos Invernante

Perdiz roja Alectoris rufa Espacios abiertos Presente todo el año

Petirrojo Erithacus rubecula Medios arbolados Presente todo el año

JavierBlasco Zumeta

64

Pico menor Dendrocopos minor Medios arbolados Presente todo el año

Pico picapinos Dendrocopos major Medios arbolados Presente todo el año

Picogordo Coccothraustes coccothraustes

Medios arbolados Invernante

Pinzón real Fringilla motifringilla Medios arbolados Invernante

Pinzón vulgar Fringilla coelebs Medios arbolados Presente todo el año

Piquituerto común Loxia curvirostra Medios arbolados Presente todo el año

Pito real Picus viridis Medios arbolados Presente todo el año

Polluela bastarda Porzana parva Medios húmedos En paso

Polluela chica Porzana pusilla Medios húmedos En paso

Polluela pintoja Porzana porzana Medios húmedos En paso

Porrón bastardo Aythya marila Medios húmedos Invernante

Porrón Europeo Aythya ferina Medios húmedos Invernante

Porrón moñudo Aythya fuligula Medios húmedos Invernante

Porrón pardo Aythya nyroca Medios húmedos En paso

Rascón europeo Rallus aquaticus Medios húmedos Presente todo el año

Reyezuelo listado Regulus ignicapillus Medios arbolados Presente todo el año

Reyezuelo sencillo Regulus regulus Medios arbolados Invernante

Roquero rojo Monticola saxatilis Cortados Estival

Roquero solitario Monticola solitarius Cortados Presente todo el año

Ruiseñor bastardo Cettia cetti Medios arbolados Presente todo el año

Ruiseñor común Luscinia megarhynchos Medios arbolados Estival

Sisón común Tetrax tetrax Estepa Presente todo el año

Somormujo lavanco Podiceps cristatus Medios húmedos Presente todo el año

Tarabilla común Saxicola torquata Espacios abiertos Presente todo el año

Tarabilla norteña Saxicola rubetra Espacios abiertos En paso

Tarro blanco Tadorna tadorna Medios húmedos Invernante

Terrera común Calandrella brachydactyla Estepa Estival

Terrera marismeña Calandrella rufescens Estepa Presente todo el año

Torcecuello Jynx torquilla Medios arbolados Estival

Tórtola común Streptopelia turtur Medios arbolados Estival

Tórtola turca Streptopelia decaocto Aves urbanas Presente todo el año

Totovía Lullula arborea Espacios abiertos Presente todo el año

Trepador azul Sitta europaea Medios arbolados Presente todo el año

Triguero Miliaria calandra Espacios abiertos Presente todo el año

Urraca Pica pica Espacios abiertos Presente todo el año

Vencejo común Apus apus Aves urbanas Estival

Vencejo real Apus melba Cortados Estival

Verdecillo Serinus serinus Espacios abiertos Presente todo el año

Las aves de Tauste

65

Verderón común Carduelis chloris Medios arbolados Presente todo el año

Zampullín común Tachybaptus ruficollis ruficollis

Medios húmedos Presente todo el año

Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis Medios húmedos Estival

Zarapito real Numenius arquata Medios húmedos En paso

Zarcero común Hippolais polyglotta Medios arbolados Estival

Zorzal alirrojo Turdus iliacus Espacios abiertos Invernante

Zorzal charlo Turdus viscivorus Medios arbolados Presente todo el año

Zorzal común Turdus philomelos Medios arbolados Presente todo el año

Zorzal real Turdus pilaris Espacios abiertos Invernante

El Cementerioandalusí de Tauste

Fco. Javier Gutiérrez GonzálezLicenciado en Geografía e Historia,

Especialidad Ciencias de la Antigüedad

Miriam Pina PardosLicenciada en Periodismo y en Antropología Social y Cultural

Agradecer la estupenda colaboración de Moisés López en el desarrollo de los trabajos de campo; así como la participación de los arqueólogos Fernando Gallardo (en campo) y Christian Belsué (informe).

El cementerio andalusí de Tauste

69

LA NEcRóPoLis ANdALusí dE TAusTE, A RAíz dE LAs cATAs ARquEoLóGicAs EN LA AVENidA J. m. coNGET.

Este informe explica los resultados que hemos obtenido en la cata realizada

entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre de 2010 en el lugar de referencia1,

promovida por la Asociación cultural el Patiaz de Tauste y con el permiso de

intervención en el vial municipal del M. I. Ayuntamiento de la villa de Tauste.

El motivo que originó el comienzo de la investigación fue la propuesta de

El Patiaz de que en esta zona hubo un cementerio musulmán. El proceso está

explicado en el blog

http://taustezagri.blogspot.com.es/2011/01/como-se-encontro-el-cementerio-zagri-de.html

y que yo resumo en la confluencia de perspicacia, conocimiento y un esforzado

amor por su pueblo de los integrantes de la asociación.

La excavación se reveló ciertamente sencilla en cuanto a la estratigrafía

y la secuencia pudo ser apreciada con claridad, llegando a reconocer una

única modificación en la utilización del espacio a lo largo del tiempo, una

zanja contemporánea y su posterior relleno, que redujo la superficie de restos

conservados hoy en día a la mitad de la cata realizada, habiendo podido excavar

tan sólo unos 10 m2 de necrópolis islámica, en lugar de los 20 m2 abiertos en

total. Podemos asegurar que el espacio excavado fue utilizado en época andalusí

como necrópolis, y que la secuencia de hechos que se produjo a lo largo de mil

años no dejó otra huella que la erosión natural y el corte contemporáneo UE 2

y el posterior relleno UE 3 en la segunda mitad del siglo XX.

Pasamos a explicar estos restos.

ELEmENTos coNTEmPoRáNEos

Como ya hemos avanzado se halló una zanja contemporánea que arranca

bajo la calzada actual alrededor del centro de la cata realizada y va profundizando

hacia el oeste hasta alcanzar un metro de profundidad desde el plano cero

planteado en la esquina norte de la cata que se encuentra a 264,51 m SNM. Sus

dimensiones superan las de la cata, extendiéndose más allá de los lados norte,

sur y oeste.

1 El informe preceptivo ante la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón fue entregado con el expediente número 417/2010. Los materiales muebles fueron depositados en el Museo de Zaragoza con la referencia 511/2010.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

70

El relleno de esta zanja esta compuesto de tierra arcillosa oscura con

abundante materia orgánica y fragmentos de ladrillo, tejas, cerámica y vidrio

que pertenecen al siglo XX, así como algún fragmento óseo humano arrancado

de las tumbas medievales.

Figura 2. En el corte Oeste vemos el relleno del siglo XX y restos óseos (originarios de la necrópolis) redepositados en el relleno contemporáneo

Figura 1. Zanja moderna al oeste de la cata, y tumbas islámicas ya vaciadas al este

El cementerio andalusí de Tauste

71

cEmENTERio musuLmáN

descripción general

De las tumbas detectadas pueden extraerse una serie de elementos

comunes, que pasamos a describir a continuación, dejando las peculiaridades

de cada enterramiento para sus fichas específicas.

• Individuoenconexiónanatómicacolocado sobre sucostadoderecho,

con la cara enfilada hacia el sureste.

• Estructura mínima. Como mucho algo de adobe o arcilla compacta,

colocado en el lateral sureste de la fosa. Cubierta de caballón de tierra

limoso-yesíferas blanquecina muy limpia y de granulación muy fina; muy

perdido, pero detectado en los márgenes de las fosas.

• Fosa excavada en el suelo arcilloso vegetal (UE 17) de una potencia

de unos 50 cm antes del nivel natural de margas yesíferas. En la zona

predominan los materiales formados en el periodo Terciario y durante

el mioceno, constituidos por yesos masivos alabastrinos alternando con

yesos terrosos, margas yesíferas y margas calcáreas. este nivel de medio

metro de espesor en la zona de la cata, en el cual se excavan las fosas

tiene elementos de esos tres materiales predominantes, mezclados en

una granulación fina, con escasa densidad de elementos orgánicos y en

el que no se ha detectado ningún elemento arqueológico.

Figura 3. Detalle de la zanja moderna que eliminó la necrópolis en la zona oeste de la cata

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

72

• Algomuypeculiardeestasfosasesquetienesuladooestecortadoen

recto, mientras que su lado este esta algo socavado en cueva, lugar en

el cual detectamos los restos blanquecinos del caballón de cubierta (ver

figura 9). De este modo se les apoya la cadera y coxis en el lado oeste,

mientras que los brazos y pecho parecen quedar protegidos por esa

pequeña oquedad. Similar preparación se halló hace un par de años en la

almacabra de Ejea de los Caballeros. Es posible que este tipo de paredes

laterales cóncavas podamos ponerlas en relación con la existencia de

covachas (shaq o ladj) en tumbas más complejas2.

• Elsueloopisodelcementerioensumomentodeusoparecenohaberse

conservado en este punto, pues no hemos detectado ningún cambio

entre la tierra en la que se excavan las fosas (UE 17), en cuya parte

superior se apoya directamente el preparado de zahorra y hormigón

contemporáneo de la calzada de la avenida J. M. Conget. Un anciano nos

ha comunicado que realizó personalmente el nivelado mecánico de esta

calle para su asfaltado y que no vio ningún esqueleto. Si hemos de tomar

este espontáneo dato como cierto, podemos deducir que la superficie

de paso de la necrópolis ha sido totalmente eliminado, al menos en

este punto, llegando hasta nosotros tan sólo los extremos exteriores del

caballón de cobertura de algunas tumbas.

• Lacotamediaalaquehallamoseseextremodecaballóndecubiertase

sitúa entre los 40 y 50 cm bajo el asfalto actual de la calle, entre los 264,

10 y 264,00 m SNM. La cota media de fondo de fosa de inhumación de

los individuos adultos está entre los 60 y los 83 cm bajo el plano cero, es

decir entre los 263,91 y los 263,68 m SNM.

• El estado de conservación de los huesos es medio en los individuos

adultos, si bien la acidez de la arcillas han afectado notablemente al

esqueleto infantil, de tal modo que se encontró desmaterializado en

buena parte.

2 OLCINA DOMéNECH, M.; TENDERO PORRAS, E.; GUILABERT MAS, A. 2008: “La maqbara del Tossal de Manises (Alicante), Lucentum XXVII, Alicante: 213-227.

El cementerio andalusí de Tauste

73

Figura 4. Aspecto de todas las fosas de enterramientos vistas desde el Oeste

Figura 5. Zanja moderna y enterramientos detectados del cementerio musulmán

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

74

Figura 6. Dos vistas de la Tumba 1

Figura 7. Tumba 1. Detalle de cubierta de limos yesíferos blanquecinos endurecidos y fosa socavada en su lado Este

Figura 8. Tumbas 2 y 3

El cementerio andalusí de Tauste

75

Figura 9. Tumbas 2 y 3

Figura 10. Tumba 2. Detalles de fosa

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

76

EsTudio ANTRoPoLóGico Básico

La antropología forense puede aportar datos cruciales en dicha

investigación arqueológica. El examen minucioso de un esqueleto nos revela

muchas características de la persona fallecida.

Figura 11. Tumba 3 cortada por zanja UE 2. Vista cenital

Figura 12. Esqueleto de Tumba 1

El cementerio andalusí de Tauste

77

Figura 13-Pelvis del esqueleto de la Tumba 2

Figura 14. Cráneo del esqueleto de la Tumba 1

No todos los huesos aparecen en un estado óptimo de conservación. El

enterramiento ha podido ser modificado y los huesos erosionados por la acción

de la naturaleza o del hombre. Por ello, es fundamental identificar los restos,

cuantificar la cantidad de huesos existentes y reconstruir el esqueleto. A partir

de ahí, estableceremos una división entre las modificaciones ante mortem y post

mortem, y sus causas.

Antes que nada, hay que determinar el sexo y la edad de la persona a la

que pertenecían los restos. La longitud y el tamaño de los huesos nos aporta

pistas sobre el sexo, pero la diferencia fundamental se halla en la morfología de

la pelvis y el cráneo.

Las mujeres presentan una pelvis más ancha, destinada a favorecer el parto.

En los hombres, en cambio, no existe variación. Al examinar los huesos de la

pelvis, sólo hay que observar la inclinación del sacro y de la sínfisis pubiana. El

arco púbico tiene forma de U invertida en la mujer, y de V en el hombre. El

dimorfismo puede observarse a simple vista.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

78

En el cráneo, la parte de la nuca en el hombre está más desarrollada que

en la mujer. También se observa la frente más hundida en el hombre y vertical

en la mujer. El hueso frontal es menos ancho en el varón y el arco zigomático

(la zona del pómulo) es más robusto, ancho y alto, igual que la abertura nasal.

Además, el espesor mandibular es mayor. En general, las formas de un cráneo

femenino son más finas, gráciles y delgadas.

De acuerdo con la observación y la medición de los huesos largos, aquí

nos hemos encontrado con dos esqueletos masculinos (Tumbas 1 y 2) y uno

femenino (Tumba 3). También se ha recuperado un cráneo infantil, muy

deteriorado, que no permite siquiera determinar el sexo.

Una vez conocido el sexo de los esqueletos adultos, podemos medir los

huesos largos para determinar la estatura. Además, analizamos los restos para

conocer su edad, generalmente se divide entre adultos y pre-adultos. Existen

una serie de fórmulas para ello.

Figura 15. Cráneo del esqueleto de la Tumba 4

Figura 16. Fémur del esqueleto de la Tumba 1

El cementerio andalusí de Tauste

79

Figura 17. Suturas craneales del esqueleto de la Tumba 1

Figura 18. Dientes del esqueleto infantil de la Tumba 4

- Determinar el grado de cierre de los extremos de las articulaciones

(sinostosis) de los huesos largos. Estas soldaduras aportan cronología de

los 16 a los 22 años. Por ejemplo en los varones, la epífisis alrededor del

tobillo se une cerca de los 16 años, en tanto que el de las rodillas sobre los

17 años, los de las muñecas a los 19 años y los de la clavícula a los 20 años.

- Determinar la soldadura (obliteración) de las suturas craneales: Durante

la infancia y la adolescencia, los huesos craneales están completamente

separados. En los niños se notan al tacto hendiduras (fontanelas). En la

edad adulta comienzan a cerrarse las suturas.

- Estudio de las piezas dentales: La edad de los niños se puede llegar

a averiguar por la uniformidad y desarrollo dental (de 28 a 32 piezas

dentales cuando se desprenden los denominados dientes de “leche”).

Hay que analizar el patrón de desgaste para determinar la edad.

- Determinar el grado de desgaste en la carilla auricular (de la pelvis), la

sínfisis pubiana y la articulación condrocostal. En esta última, se examina

el perfil de la cuarta costilla. En el individuo juvenil, el extremo es romo,

ligeramente ondulado. Con la edad, la superficie se va hundiendo y

aparece una corona en el borde.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

80

Con este examen hemos podido determinar varios aspectos de los

esqueletos hallados:

• Elestudiodelaspiezasdentalesdelcráneoinfantil(tumba4)indicaque

se trata de un niño/a de 3 a 5 años.

• Elesqueletodelatumba1perteneceríaaunvarónde20a35años.

• Elesqueletodelatumba2seríadeunvaróndemayoredad,de30a45

años. El estudio paleopatológico indica la presencia de lesiones artrósicas

e incluso una osteoporosis en los cuerpos vertebrales.

• El esqueleto de la tumba 3 pertenecería a una mujer. Presenta

degeneración en una de las extremidades inferiores. Apareció sin uno

de los pies, aunque no hay constancia de una lesión en el la tibia que

determinase que le había sido amputado.

Figura 19. Pubis del esqueleto de la Tumba

Figura 20. Vértebras del esqueleto de la Tumba 2

El cementerio andalusí de Tauste

81

Figura 21. Mandíbula del esqueleto de la Tumba 1

Figura 22. Cráneo del esqueleto de la Tumba 2

PALEoPAToLoGíA

La paleopatología estudia el origen y evolución de las enfermedades a

través de los restos hallados. Para ello se analiza:

- El patrón de desgaste dental: si hay presencia de caries, abcesos, hipoplasia

del esmalte (defecto del desarrollo de los tejidos duros del diente) y

reabsorción alveolar, que sería indicio de una infección periodontal.

- Observación de las malformaciones óseas: determinar si son genéticas,

enfermedades infecciosas o parasitarias (lepra, tuberculosis, sífilis,

polio…).

- Observar los traumatismos: Una fractura con reacción vital deja huella,

una especie de callo en los huesos. También se pueden observar vestigios

de trepanaciones, heridas de armas en el hueso, producto de lesiones

contundentes.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

82

- Tumores malignos y benignos.

Figura 23. Posible sección en el sacro del esqueleto de la Tumba 1

Figura 24. Rozamiento en la rótula del esqueleto de la Tumba 2

Figura 25. Esqueleto de la Tumba 2

El cementerio andalusí de Tauste

83

Figura 26. Resultados de los análisis de C14

Sin duda, con la simple observación realizada no se puede hacer un análisis

completo de los restos. Un estudio radiográfico de los huesos puede aportar

nuevos datos, mientras que un análisis de ADN puede indicarnos incluso si

existe algún parentesco. En el caso de estos restos hallados de la necrópolis

andalusí de Tauste, sería necesario hacer una exploración más completa para

sacar conclusiones relevantes. Esto nos anima a continuar con un trabajo muy

prometedor.

coNcLusioNEs

Podemos concluir que los cuerpos enterrados aquí lo fueron cuidando

de mantener su posición en decúbito lateral derecho y que su masa facial está

orientada hacia la Meca, por lo que pertenecen a una necrópolis musulmana.

La ausencia de ajuar en estos cementerios hace que no podamos precisar su

cronología. El dominio islámico en este enclave debió desarrollarse a lo largo de

la etapa andalusí hasta comienzos del siglo XII, momento en el que la conquista

cristiana haría que la mayoría de los musulmanes abandonasen la localidad.

Los resultados obtenidos las dataciones radiocarbónicas realizadas por

el Laboratorio de Geocronología (situado en el Instituto de Química-Física

Rocasolano) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, ha

suscitado una nueva controversia. El cuadro resumen es el que adjuntamos a

continuación (Programa de calibración: OxCal 3.10, curva INTCAL09, 2 sigma).

REFERENCIA CÓDIGO LAB. EDAD C-14

(años BP)

EDAD CALIBRADA

(años cal. AD)

Tumba 1 CSIC-2180 1072 ± 32 890 - 1020 (95,4%)

Tumba 2 CSIC-2235 1286 ± 31 650 - 780 (95,4%)

Tumba 3 CSIC-2234 1133 ± 28 860 - 990 (92,7%)

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

84

Es decir, un primer enterramiento (tumba 2) fechado entre la segunda

mitad del siglo VII y los tres primeros cuartos del siglo VIII, otro (tumba 3)

fechado en los siglos IX-X y un tercero (tumba 1) más centrado en el siglo X.

Estas fechas nos hacen suponer ciertas cosas:

- Que, quizá, los enterramientos iban rellenando los huecos libres, lo que

hace que hayamos encontrado juntos tres de cronología diversa.

- La presencia de un enterramiento del siglo octavo asegura el muy temprano

asentamiento de población musulmana en Tauste. De hecho, hasta el

momento es la fecha absoluta más antigua para un individuo enterrado

mediante rito islámico en todo Aragón3. Esto podría explicar la noticia oral

de un vecino de la localidad sobre inhumaciones talladas en roca natural

de piedra de yeso, halladas en el solar cercano (nº 43 de la misma avenida

J. M. Conget), durante las obras de construcción de una vivienda. En el

proceso de vaciado del citado solar se apreciaron esqueletos colocados en

decúbito supino, (es decir boca arriba). Si esto es cierto, es algo que sólo

puede darse en una etapa temprana de la dominación islámica, en la que

la ortodoxia no era tan rígida como en siglos posteriores. En ese caso sí

pudo existir un cementerio común para individuos de religión cristiana y

musulmana, aunque pudieran estar concentrados en zonas diferenciadas.

Quizá, lo que tengamos aquí sea un cementerio anterior (inmediato o no),

que influyera en que el cementerio musulmán comenzase en esta zona; de

modo parecido a como ocurre en Marroquíes Bajos y en Laguardia (Jaén)

o en Mértola (Portugal). Es más, si fuese un cementerio visigodo de los

llamados “de campo”, sí tendría sentido que se hallase a tanta distancia (casi

400 metros de la muralla de piedra del núcleo de población medieval).

Toda esta hipótesis reside sobre varias suposiciones no comprobables hasta

que puedan realizarse intervenciones arqueológicas de carácter científico

en esa zona.

Podemos plasmar algunas ideas sobre el conjunto de la necrópolis.

En cuanto a la densidad de enterramiento, lo reducido de la zona excavada

no permite una hipótesis fiable, pero podemos deducir una ocupación intensa

del espacio en esta zona.

3 Dato proporcionado amablemente por el arqueólogo de la Diputación General de Aragón D. José Ignacio Royo.

El cementerio andalusí de Tauste

85

Creemos que lo lógico es pensar que la almacabra, desde la salida de

la ciudad medieval, correría a lo largo del camino de salida hacia Zaragoza,

concretamente al este de la actual calle de Alfonso I. Desde ahí se extendería

hacia el este, sin que podamos precisar concretamente su extensión. A lo largo

del periodo de uso iría ampliándose según las necesidades.

Figura 27. Localización de la cata en el parcelario urbano de Tauste

A través de referencias orales he conocido la posible existencia de

enterramientos en distintos solares ya construidos, entre la citada calle de

Alfonso I, calle Huesca y avenida Sancho Abarca; testimonios que se recogen en

el plano adjunto (Figura 28).

Por todo ello podríamos lanzar una hipótesis de trabajo sobre la extensión

de la necrópolis que abarcase, al menos, esa extensión, aunque deberá

investigarse en el futuro para delimitar correctamente la superficie.

¿Cómo fue de grande? Si hacemos una extrapolación, tendremos que

cada 100 m2 habría 24-25 enterramientos, por lo que en los mínimos 17.880 m2

propuestos podrían estar sepultados unos 4.300 individuos aproximadamente.

Eso suponiendo que la densidad sea la misma en toda la zona, lo cual es poco

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

86

probable. Habitualmente la zona cercana a la puerta de salida de la ciudad

tenía más densidad de enterramientos que los límites exteriores.

Es evidente que estas suposiciones deben ser corroboradas o refutadas por

futuras investigaciones que delimiten completamente la necrópolis, en especial

en sus lados este y sur.

Figura 28. Lugares de dónde se tiene información verbal de haber aparecido restos humanos y destacado en círculo el solar nº 43 con restos humanos, quizá cristianos

El cementerio andalusí de Tauste

87

Figura 29. Hipótesis sobre la extensión mínima de la necrópolis musulmana de Tauste

Figura 30. Extrapolación sobre el número de tumbas de la necrópolis

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

88

Queda pendiente comprobar hasta dónde llegaba la extensión de la

ciudad medieval; las viviendas y edificaciones de todo tipo en las que vivieron y

trabajaron las personas, cuyos esqueletos ahora hemos encontrado.

Si seguimos las propuestas de Jaime Carbonel en su blog personal4,

tendremos una primera fundación islámica dentro del muro de piedra, y un

segundo arrabal al sureste, en el entorno de San Antón.

Si la necrópolis ahora descubierta confirmase su delimitación hasta la

plaza de Felipe V, cabría pensar que otro nuevo y gran arrabal se creó hasta

allí, de cuya mezquita no se tiene conocimiento arqueológico aún. Este arrabal

englobaría parte del camino de llegada desde Zaragoza (ya propuesto por Jaime

Carbonel), en el que pudo haber otros enterramientos precedentes a los ahora

descubiertos, cercanos a la salida sureste de la medina. La posible mezquita

debería localizarse junto a ese camino principal y en ella confluirían otras vías

principales del arrabal.

4 http://taustezagri.blogspot.com. Y en especial: http://www.elpatiaz.es/descargas/tauste_siglo_XI.pdf

Figura 31. Hipótesis de trabajo sobre el urbanismo medieval de Tauste.

El cementerio andalusí de Tauste

89

Tomando las propias palabras de Jaime Carbonel: El hallazgo y las

conclusiones inmediatas que de esto derivan suponen un vuelco total de la

interpretación de la historia de Tauste admitida hasta ahora, pues, según la

misma, cuando Alfonso I consuma su conquista, prácticamente no tenía siquiera

entidad de población, limitándose a unas pocas casas ubicadas en lo que o que

ahora se conoce como “Barrio Nuevo”. Sólo las ideas de Carlos Laliena ponían

algo de sensatez a esta tradición historiográfica que negaba un pasado andalusí

para Tauste. Es cierto que son escasas las menciones en las fuentes escritas, pero

ello no impide que existiese una población de cierta entidad.

Desde ahora un nuevo periodo histórico se abre a los investigadores y un

importante pasado empieza a ser recuperado, gracias al empuje de la Asociación

Cultural “El Patiaz”.

BiBLioGRAfíA

A. CANDON MORALES (2001) “A necrópole islâmica de Mertola”, Arte

Islamica, Museu de Mertola, pp. 83-99.

C. LALIENA CORBERA (2005) “Frontera y conquista feudal en el valle

del Ebro desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, V Jornadas

sobre la Historia de Tauste. (2005) “Frontera y conquista feudal en el valle del Ebro

desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, Studia Historica,

Hª Medieval 23, pp. 115-138.

J. LORENZO JIMéNEZ (2010), La dawla de los Banu Qasi: origen, auge

y caída de una dinastía muladí en la frontera superior de Al-Andalus, CSIC

Estudios árabes e islámicos. Monografías; 17. Madrid.

S. MACIAS (1992) “A Basilica pañeocristià e as necrópoles paleocrista e

islámica de Mértola: Aspectos e problemas”, XXXIX Corso de Cultura sull´arte

ravennate e bizantina. Aspetti e problemi di archeologia e storia dell´arte della Lusitania,

Galizia e Asturir tra Tardoantico e Meioevo, Ravena, pp. 401-434. (1993) Um espaço

funerário. Museu de Mértola - Basílica Paleocristã, Campo Arqueológico de Mértola,

Mértola, pp. 31-62.

E. MANZANO MORENO (2006) “Los Cambios en el ritual funerario”,

Conquistadores, Emires y Califas. Los Omeyas y la formación de al-Andalus, Ed. Crítica,

pp.268-273.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

90

J. L. SERRANO PEñA y J. C. CASTILLO ARMENTEROS (2000) “Las

necrópolis medievales de Marroquíes Bajos (Jaén)”, Arqueología y Territorio

Medieval 7, pp. 93-115.

Mª P. TORRES y M. ACIéN (Eds.) (1995) Estudios sobre cementerios islámicos

andalusíes, Universidad de Málaga.

J. ZOZAYA (1998) “771-856: Los Primeros Años del Islam Andalusi o una

Hipótesis de Trabajo, Ruptura o Continuidad. Pervivencias islámicas en al-Andalus,

Cuadernos Emeritenses 15, Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, pp. 83-

142.

ANEXo

Antes de realizar las correcciones a este artículo ha tenido lugar la tercera

campaña en la necrópolis andalusí de Tauste. Tras la segunda campaña que

tuvo lugar a finales de 2011 y en la que aparecieron otros tres enterramientos de

individuos adultos, aunque en mal estado de conservación; en octubre de 2012

hemos realizado una cata en el patio del nº 41 de la avenida Conget de Tauste5.

Aunque se de forma apresurada, junto a los miembros de la Asociación

Cultural “El Patiaz”, hemos creído conveniente incorporar los resultados en

forma de este anexo.

No hemos hallado rastro de ninguna otra fase histórica que no sea la de

la necrópolis islámica, pero sí hemos comprobado que las noticias orales que

hacían referencia a tumbas excavadas en la roca eran ciertas. Estás son tumbas

de rito musulmán como las localizadas hasta ahora, sólo que han coincidido en

que el fondo de la fosa se encuentra excavado en una capa natural de piedra de

yeso; formación geológica habitual en esta zona.

A parte de ciertas construcciones y de labores agrícolas de arado del siglo

XX, que han afectado a la totalidad de las tumbas en su parte superior, podemos

resumir esta intervención en varios puntos:

5 El Expediente administrativo del Gobierno de Aragón es el 161/2012 y los restos hallados serán depositados en el Museo de Zaragoza con la sigla 12.106. Quiero agradecer la amplia participación de los miembros de la Asociación Cultural “El Patiaz” en el desarrollo de la excavación. Sin su entusiasmo no hubiera sido posible la realización de la misma y el avance en la investigación.

El cementerio andalusí de Tauste

91

• De las tumbas detectadas pueden extraerse una serie de elementos

comunes, prácticamente iguales a los vistos en la intervención de 2010

como la colación del cadáver típicamente islámica y una estructura

mínima.

• Fosa excavada en el suelo arcilloso, conservada mínimamente por la

acción de la erosión y de las actividades contemporáneas. En la zona

de la cata, en el cual se excavan las fosas tiene elementos de los tres

materiales predominantes citados más arriba. Una de esas capas configura

unos 25 cm. de piedra de yeso de asentamiento casi horizontal, con

Figura 32. Marcas de surcos de reja de arado contemporáneo que afectaron a los rellenos de arcilla de las tumbas medievales. A la izquierda el pozo contemporáneo UE 26

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

92

alguna ondulación. En ella se concluyen los fondos de las fosas de varios

enterramientos; a excepción de la Tumba 18, que lo perforó totalmente,

colocando el individuo por debajo de la cota de la capa de piedra de yeso.

Figura 33. Tumba 18 cortando la capa de piedra de yeso y a una cota inferior a la Tumba 12

• Elsueloopisodelcementerioensumomentodeusoparecenohaberse

conservado en este punto, pues no hemos detectado ningún cambio

entre la tierra en la que se excavan las fosas. Podemos deducir que la

superficie de paso de la necrópolis ha sido totalmente eliminado por la

erosión y las afecciones antrópicas, al menos en este punto y en lo que

respecta a los enterramientos más modernos. Sin embargo, en la Tumba

11 hallamos una estructura de arcilla compacta en el lado Este de la fosa,

cubriendo en parte el relleno de la tumba; por lo que lo identificamos

como la cubierta. Cubría un rebaje identificado al Este del esqueleto,

aparentemente en escalón. Cabe la posibilidad de que, al ser la cubierta,

la tierra del entorno se fuera acumulando alrededor y al excavar diera la

El cementerio andalusí de Tauste

93

sensación de zanja, cuando en realidad forma la cubierta. Esto implicaría

haber detectado el nivel de crecimiento, por acumulación de tierra, de

una de las fases de la necrópolis; que en este caso es de unos 15 cm

aproximadamente. Por otra parte, bien pudiera corresponder a una fosa

en escalón como las halladas en otras necrópolis.

• Estaes lanovedadmás importantequehaproporcionado lapresente

campaña: la existencia de dos o tres fases diferenciadas de enterramientos

en la necrópolis. La cota media a la que hallamos las tumbas parece

configurar tres capas de enterramientos. A pesar de lo poco definitorio

de este tipo de datos, quizá se correspondan con tres fases de utilización

del cementerio. En principio, y teniendo en cuenta sólo los individuos

adultos, tenemos las Tumbas 9, 10, 12, 13 y 19 cuyas fosas oscilan entre

los 264,50 y 264,60 m SNM. Más profundas están las Tumbas 11, 15 y

17 entre los 264,37 y los 264,42 m SNM. Por último, la Tumba 18 llegó

hasta los 264,28 m SNM; siendo además la tumba cuya orientación se

diferencia algo más del conjunto restante (a pesar de que hay que tener

en cuenta que sólo conservamos la mitad de ella).

• La ausenciade ajuar en estos cementerioshacequenormalmenteno

podamos precisar su cronología. Sin embargo el único fragmento

cerámico hallado (en el relleno de la Tumba 17), ayuda a confirmar y

completar los resultados de los análisis de C14 efectuados a los restos

halados en la cata de 2010. Este fragmento de panza de ataifor melado,

con goterones de manganeso bajo cubierta, abarca una cronología desde

el siglo X hasta el siglo XII. Así se cubren las fechas históricas de dominio

islámico en las que no hallamos enterramientos en la cata de 2010.

Figura 34. Fragmento de ataifor de los siglos X a comienzo del XII

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

94

• En cuanto a la densidad de enterramiento, la cercanía de las tres

catas realizadas permite una hipótesis fiable, y deducir una ocupación

intensa del espacio en esta zona, especialmente si se confirma en el

futuro la existencia de varias capas de enterramientos. Ello confirmaría

la estimación mínima de enterramientos en esta necrópolis, para la

superficie ya propuesta en 2010 de veinte mil metros cuadrados, de unos

4.500 individuos adultos.

• El espacio sin tumbas documentado al norte del área excavada quizá

pueda pertenecer a una calle del cementerio.

Estas suposiciones deben ser corroboradas o refutadas por futuras

investigaciones que delimiten completamente la necrópolis, en especial en sus

lados norte, este y sur.

Figura 35. Vista general de los enterramientos detectados en 2012

El cementerio andalusí de Tauste

95

Figura 36. Plano general de los enterramientos detectados en 2012

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

96

Figura 37. Plano general de los enterramientos detectados entre 2010, 2011 y 2012

El cementerio andalusí de Tauste

97

TERcERA cATA ARquEoLóGicA EN LA AVENidA oBisPo coNGET (TAusTE). ocTuBRE 2012

Las siguientes líneas tienen como objeto el análisis de los restos humanos

encontrados durante la tercera excavación de la necrópolis musulmana en

Tauste (Zaragoza), organizada por la Asociación Cultural El Patiaz de la

localidad.

El material de estudio son 12 esqueletos, la mayoría incompletos, existiendo

9 correspondientes a adultos y 3 a individuos infantiles.

La orientación y forma de enterramiento, hacia la Meca, en decúbito lateral

y sin ajuar, ratifican la pertenencia de los restos a una necrópolis islámica.

Se realiza un análisis básico de cada uno de los individuos, para determinar

edad y sexo, además de un estudio paleopatológico empírico.

ANáLisis ANTRoPoLóGico

Tumba 9

En la numerada como tumba 9 se localiza un esqueleto casi completo,

perteneciente a una mujer de avanzada edad, dado el desgaste presente en los

restos.

Biometría: Según el índice craneal, el esqueleto presenta un dolicrocráneo.

La medición de los huesos largos se utiliza para determinar la estatura del

individuo. De acuerdo con las tablas de Pearson, ésta rondaría el 1,55 m. Las

tablas de Trotter-Glesser aportan un resultado un poco mayor, 1,60m., más

correspondiente a la medición in situ del esqueleto en el momento de la

exhumación.

Determinación del sexo: El cráneo presenta un ínion redondeado y una

apófisis mastoides poco marcada. Los arcos supraciliares son poco robustos y el

hueso frontal presenta poca oblicuidad. La mandíbula cuenta con una región

mentoniana poco prominente. La pelvis es ancha, el arco ventral está bien

definido y el sacro está inclinado. Todos estos marcadores indican que se trata

un individuo de sexo femenino.

Determinación de la edad: Se lleva a cabo el análisis de desgaste dental,

superficie esternal, carilla auricular, sínfisis pubiana y sinostosis de las suturas

craneales.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

98

La superficie del extremo de la costilla presenta pared adelgazada, hueso

poroso y un canal profundo, correspondiente al desgaste de grado 5 (ISCAN),

que revelaría una edad entre 33 y 46 años. La morfología de la carilla auricular

es macroporosa, con superficie irregular y actividad retroarticular. Grado 7-8

de acuerdo con los criterios de Meindl y Lovejoy, lo que indica una edad entre

50 y 60 años. En la sínfisis pubiana, el tubérculo púbico está diferenciado, con

presencia de una superficie granulosa en las zonas ventral y dorsal. La cara

está aplanada, con alguna depresión y existen erosiones superiores. Grado IV-V

según Suchey-Brooks, atribuyendo una edad de 48,1, con un margen de 14,6

años.

Las suturas craneales están completamente obliteradas en su situación

coronal, sagital y lamboidea. No hay presencia de sutura metópica. Según el

criterio de Dérobert-Fully, la edad estaría comprendida entre 45 y 60 años. En

cuanto al análisis dental, se conservan casi todas las piezas de arcada superior

e inferior, apareciendo gran desgaste en ellas, lo que ratifica la hipótesis de

una edad avanzada. Las piezas presentan un desgaste desigual en la superficie

molar. Aparece expuesta gran parte de la dentina en cada tipo de diente, desde

incisivos a molares. Siguiendo a Brothwell y Guerasimov, se determina un

intervalo de edad entre 40 y 50 años.

Análisis paleopatológico: Presencia de marcadores de edad avanzada,

como el desgaste y alisado de conexiones entre falanges y metacarpos, así como

erosión ósea, con porosidad en las cabezas de los huesos largos.

Signos artrósicos en vértebras, con exostosis espiculosa en forma de

osteofitos y aplanamiento en vértebras lumbares (foto1). Presencia de nódulos

de Schmörl por degeneración debido al envejecimiento. Se aprecia además el

desgaste de los discos intervertebrales por efecto del rozamiento.

Foto 1: Osteofitos y nódulos en vértebra lumbar.

El cementerio andalusí de Tauste

99

Marcado retroceso alveolar presente en mandíbulas superior e inferior. Se

observa la pérdida de piezas dentales ante-mortem con posterior reabsorción

alveolar. Aparece hipoplasia dental en incisivos y un absceso en la arcada

superior. Algunas piezas presentan además caries y cálculos, así como desgaste

en la cúspide (foto2).

Foto 2: Caries y cálculos en piezas dentales.

Foto 3: Marcadores de estrés en falanges Foto 4: Recrecimiento en cabeza del cúbito

El individuo presentaba robustez en el miembro superior del cuerpo.

Se aprecian entesopatías en falanges y cúbito, con recrecimiento en la parte

superior de la cabeza (fotos 3 y 4).

Tumba 10

En la tumba 10 se localiza un esqueleto incompleto que consta tan solo de

la mitad inferior del cuerpo. Se conservan ambos fémures y tibias, fragmentos

de peroné y algunos huesos del pie.

Determinación del sexo: Se realiza una medición de los huesos largos

disponibles. Dicha medición indica valores asociados al sexo masculino,

hipótesis que combina con la robustez de los huesos conservados (presencia de

inserciones tendinosas muy marcadas en el peroné).

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

100

Determinación de la estatura: Se aplican a los parámetros de medición de

fémur y tibia las tablas de Pearson y Trotter-Glesser para determinar la estatura,

que variaría entre 1,60 y 1,62 metros.

Determinación de la edad: No existen elementos de estudio suficientes,

dada la ausencia de suturas craneales, costillas y piezas dentales. Tampoco se

puede realizar un análisis concluyente de la pelvis, que aparece fragmentada.

No obstante, el estudio patológico indica una edad avanzada.

Análisis paleopatológico: Aparecen signos de desgaste en mesetas tibiales,

compatibles con la degeneración propia de la edad, así como recrecimientos

artrósicos en el cuello del fémur (foto5) y necrosis en la fosa de conexión con

el músculo obturador interno.

Se aprecia la presencia de una zona lisa y regular por encima de la superficie

articular del cóndilo medial femoral, compatible con la faceta de Charles, que

indicaría una actividad de acuclillamiento (foto 6).

Foto 5: Artrosis en el cuello de la cabeza femoral.

Foto 6: Zona lisa en la superficie del cóndilo medial del fémur, compatible con la faceta de Charles.

El cementerio andalusí de Tauste

101

Tumba 11

Se exhuma un esqueleto casi completo, pero en muy mal estado de

conservación debido a la acción del terreno. Se realiza un análisis del cráneo y

esqueleto postcraneal.

Determinación del sexo: El estudio biométrico de los huesos largos aporta

valores compatibles con el sexo masculino. La hipótesis se ratifica mediante la

observación de la robustez de los huesos y los marcadores sexuales del cráneo.

Se observan órbitas oculares bajas, glabela saliente e ínion apuntado. El gónion

es anguloso y el mentón prominente. Además, se observa un sacro largo y

excavado y una aguda escotadura ciática.

Determinación de la estatura: Se aplican los parámetros biométricos con

las tablas de Pearson y Trotter-Glesser para determinar una estatura entre 1,60

y 1,65 m.

Determinación de la edad: No se puede llevar a cabo un análisis de las suturas

craneales, ya que la presión del terreno ha fragmentado el cráneo. Se observa

un desgaste dental avanzado, con presencia de grandes círculos de dentina

expuesta en los dientes molares, lo que nos acerca a una edad aproximada a los

45 años de acuerdo con los criterios de Brothwell. La degeneración presente

en los huesos, examinada durante el análisis patológico, apoya esta conclusión.

Análisis paleopatológico: La característica más relevante de este esqueleto

es la presencia de una trepanación en el hueso parietal izquierdo del cráneo.

Se trata de una trepanación por barrenado, de forma circular y presencia

del surco de incisión de la herramienta. Los bordes no son abruptos, sino

biselados y existe regeneración en el perímetro, lo que indica recuperación

en vida (foto 7).

Foto 7: Trepanación en el cráneo, por técnica de barrenado, con supervivencia.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

102

La cara interna del cráneo en el área de la trepanación presenta surcos

de recuperación en vida. En la zona anexa, se aprecia surcos vasculares y

porosidades, con desaparición de las celdillas diploicas y excrecencias espiculosas,

que parecen indicar algún tipo de infección posterior a la trepanación, tal vez

a causa de la herida. Esta observación podría corresponderse con una lesión

osteomielítica (foto 8).

Foto 8: Trepanación y posible lesión osteomielítica.

Foto 9: Abscesos en cabeza tibial.

Basándonos en esta observación, se analizan los huesos largos en busca

de otras lesiones compatibles con osteomielitis, hallando presencia de abscesos

y porosidades en tibia (foto 9) y cabeza de fémur, así como afectación en los

cuerpos de las vértebras lumbares, con presencia de desgaste de los discos

intervertebrales y nódulos de Schmörl.

También se aprecia un amplio desgaste en la carilla auricular de la pelvis,

completamente desintegrada.

El cementerio andalusí de Tauste

103

Tumba 12

Se conserva cráneo y mayor parte de los huesos largos. Se lleva a cabo

análisis biométrico de los mismos. El índice craneal se corresponde con un

dolicocráneo.

Determinación del sexo: La medición de los huesos largos arroja valores

compatibles con sexo masculino. Se observan marcadores en el cráneo: glabela

saliente, órbita definida, ínion marcado y apófisis mastoides pronunciada. La

escotadura ciática angulosa y la excavada forma del sacro apuntan también a un

varón, al igual que la robustez en miembro superior e inferior, con marcadas

inserciones ligamentosas en húmero, cúbito y radio, tibia y peroné.

Determinación de la estatura: Se aplican los valores biométricos con las

tablas de Pearson y Trotter-Glesser, determinando una estatura entre 1,58 y

1,62m.

Determinación de la edad: Se analiza la morfología de la carilla auricular

de la pelvis, que presenta una superficie granulada, con osteofitos aislados.

No se registran resultados concluyentes de la sínfisis pubiana, debido a la

fragmentación de la pelvis. La obliteración de las suturas craneales es casi

completa. No hay presencia de sutura metópica. El desgaste dental es moderado,

según el criterio de Brothwell. Se establece para el individuo un intervalo de

edad entre 40 y 45 años.

Análisis paleopatológico: Se observan diversas entesopatías en falanges, así

como exostosis calcáneas (espinas) en ambas rótulas y calcáneo, correspondientes

con marcada actividad de acuclillamiento y caminatas (foto 10).

También se aprecian recrecimientos en la inserción del obturados del

fémur, el olécranon del cúbito y el epicóndilo lateral del húmero.

Foto 10: Osteofitos en calcáneo y rótulas.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

104

Se aprecian signos artrósicos con exostosis en falanges distales y proximales

de las manos. Los cuerpos vertebrales, especialmente los correspondientes a

las lumbares, aparecen desgastados y muchos de ellos necrosados debido a su

degeneración. Se aprecia además aplanamiento vertebral debido a la edad (foto

11). Se observa enfermedad periodontal, con retroceso alveolar moderado en

arcada superior y reabsorción alveolar tras pérdida de dientes en vida (foto 12).

Foto 11: Desgaste de cuerpos vertebrales.

Foto 12: Arcada superior que muestra retroceso alveolar por enfermedad periodontal.

Tumba 13

Se exhuma un esqueleto incompleto con signos de degeneración avanzada

y huesos fragmentados. Se lleva a cabo el estudio biométrico de los huesos

disponibles. El índice craneal corresponde a un dolicocráneo. Se observa la

presencia de huesos wormianos en lambda.

Determinación del sexo: No se puede realizar un estudio concluyente

la pelvis debido a su fragmentación, por lo que se analizan los marcadores

craneales. Se observa robustez mandibular y marcada apófisis mastoides, por lo

que se determina sexo masculino.

El cementerio andalusí de Tauste

105

Determinación de la estatura: Se aplica la medición del húmero, único

hueso largo disponible, para la determinación de la estatura de acuerdo con los

criterios de Pearson y Trotter-Glesser, concluyendo una altura entre 1,60 y 1,65.

Determinación de la edad: Se realiza un análisis de la sinostosis de las

suturas craneales en base a los criterios de Dérobert y Fully. No hay presencia

de la sutura metópica, el resto están completamente obliteradas, determinando

un intervalo de edad de 45 a 50 años. Se estudia el desgaste dental de acuerdo a

las tablas de Brothwell, determinando un desgaste entre moderado y avanzado

en la superficie de los tres molares, con la conclusión de un intervalo de edad

entre 33 y 45 años.

Análisis paleopatológico: Presencia de enfermedad periodontal, con

retroceso alveolar, hipoplasia del esmalte, abscesos fistulosos y sarro en las

piezas dentales.

Aparece una marcada patología vertebral, con numerosos nódulos en el

núcleo corporal. Se observa un avanzado desgaste del espacio intervertebral,

con presencia de hernias discales y aplastamiento (fotos 13 y 14).

Foto 13: Desgaste intervertebral con herniación.

Foto 14: Aplastamiento dorsal con desgaste del disco intervertebral, llegando casi hasta la fusión.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

106

Tumba 14

En la tumba 14 se exhuma un individuo infantil alofiso, del que se

conservan fragmentos de cráneo, las diáfisis de los huesos largos, así como

pelvis en formación y algunos cuerpos vertebrales (foto 15).

No se puede determinar el sexo. Para determinar la estatura, se aplica la

medición biométrica con los criterios de Pineau y Sterwart, determinando una

estatura en torno a los 98 cm.

Determinación de la edad: La mayoría de los huesos largos no presentan

epífisis formada. Sí está formada la clavícula derecha, primer hueso del cuerpo

que se osifica, y una de las vértebras dorsales está casi soldada. Dado que la

soldadura con los huesos del arco se origina a partir del tercer año, se determina

una edad entre los 2 y los 4 años.

Foto 15: Esqueleto de individuo infantil.

Foto 16: Mandíbula con dientes de leche y gérmenes de piezas permanentes.

La mandíbula presenta piezas dentales deciduas, con incisivos ya formados

y caninos y molares sin formar. Se observa la presencia de gérmenes de dientes

permanentes (foto 16). La formación dental indica un intervalo de edad, de

acuerdo con los estadios de Schour y Massler, entre los 3 y 4 años.

El cementerio andalusí de Tauste

107

Tumba 15

En la tumba 15 se exhuma un esqueleto completo, con evidentes signos de degeneración. Se realiza la toma y posterior análisis de valores biométricos de los huesos largos e índice craneal, que corresponde a un dolicocráneo.

Determinación del sexo: Los parámetros de medición de los huesos largos corresponden a un esqueleto de mujer. El cráneo presenta un ínion poco marcado, apófisis mastoides redondeada y mandíbula poco prominente. La pelvis presenta un arco ventral bien diferenciado y una escotadura ciática redondeada, signos de los que se concluye que se trata de un individuo de sexo femenino.

Determinación de la estatura: Se aplican las tablas de Pearson, Duppertius-Hadden y Trotter-Glesser con las medidas de fémur, tibia, radio y húmero. Se establece una estatura de 1,58 metros.

Determinación de la edad: No se puede analizar el grado de obliteración de las suturas craneales ya que el cráneo se encuentra fragmentado debido a la presión del terreno. Se examina la sínfisis pubiana, de acuerdo con los estadios propuestos por Suchey y Brooks. La superficie es granulosa, no presenta crestas, pero sí algún osteofito aislado, y el margen está casi completo, por lo que se determina una edad entre 28 y 48 años. La morfología de la carilla auricular es también granular y áspera, correspondiente al estadio 4, según Meindl y Lovejoy, y a una edad de 35 a 39 años. Una conclusión similar ofrece el análisis del desgaste dental, de moderado a avanzado, con exposición de la dentina en la superficie de los molares y pérdida de la corona en una de las piezas, estableciendo la edad entre 33 y 45 años.

Análisis paleopatológico: Se observa la presencia de patología dental, con

marcado retroceso alveolar en la arcada superior (foto 17).

Foto 17: Sarro y retroceso alveolar.

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MiriamPina Pardos

108

Se observa reabsorción alveolar por pérdida en vida de piezas dentales.

Existen caries con afectación a la cavidad pulpar y acumulación de sarro en

varias piezas, así como desgaste y deformación de las coronas.

Aparecen signos de artrosis en el metacarpo del pulgar izquierdo (foto 18)

y las vértebras lumbares. Se aprecia aplastamiento en los cuerpos vertebrales y

osteofitos en los extremos (foto 19).

Foto 18: Signos artrósicos en metacarpo. Foto 19: Aplastamiento y osteofitos vertebrales.

Tumba 16

Se exhuma esqueleto infantil, del que tan solo se conservan fragmentos

del cráneo y de algunos huesos largos. Los restos están muy estropeados por la

acción del terreno, pero de su pequeño tamaño se deduce una corta edad. No

es posible determinar sexo ni estatura con los restos disponibles.

Determinación de la edad: Se conservan piezas dentales sin raíz completa:

cuatro incisivos superiores, tres caninos y seis molares, además de tres gérmenes

de primer molar permanente (foto 20).

De acuerdo con los estadios de crecimiento de Schour y Massler, se establece

una edad en torno a los 2 años.

Foto 20: Piezas dentales de individuo infantil.

El cementerio andalusí de Tauste

109

Tumba 17

En la tumba 17 se exhuma un esqueleto completo. El cráneo aparece en mal estado de conservación y muy fragmentado, por lo que no es posible determinar índice craneal.

Determinación del sexo: Se supone sexo masculino en la primera observación dadas las grandes proporciones de los huesos largos. El estudio biométrico ratifica amplias mediciones (fémur de 47 cm.), correspondientes a los parámetros de un varón, y apoyadas por la robustez de los restos conservados. No hay registro de marcadores del cráneo más allá de un ínion muy pronunciado. La mandíbula ofrece rasgos marcados. El sacro es largo y excavado. La pelvis está muy fragmentada y su análisis no ofrece resultados concluyentes. Se determina sexo masculino.

Determinación de la estatura: Se realiza la aplicación de las medidas de los huesos largos de acuerdo con las tablas de Pearson, Dupertius-Hadden y Totter-Glesser, arroja resultados entre 1,72 y 1,76 metros.

Determinación de la edad: Las suturas que se observan en el cráneo (muy mal conservado) muestran una acentuada obliteración. El intervalo de edad oscilaría entre 30 y 70 años (Broca) y 40 y 50 años (Dérobert-Fully). El estudio dental indica una edad madura, con un estadio de desgaste 4-5, según Perizonius, y estableciendo una edad de 33 a 45 años de acuerdo con los criterios de Brothwell. No hay registro de la pelvis.

Análisis paleopatológico: Se observa degeneración propia de la edad en las vértebras y signos atrósicos, con moderada pérdida de los discos cartilaginosos, aplanamiento de los cuerpos vertebrales y algunos osteofitos.

Se aprecia asimismo una exostosis perifoveal en las cabezas de ambos fémures, asociada a la artrosis (foto 21). El húmero presenta un orificio epitrócleo coronoideo por actividad de extensión del codo.

Foto 21: Exostosis perifoveal por artrosis.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

110

Tumba 18

Se exhuma tan solo el miembro superior del esqueleto. Se conserva el

cráneo, fragmentado, costillas, 21 vértebras, húmero, cúbito y radio izquierdos,

clavícula izquierda y manubrio. Al ser el esqueleto más antiguo, ya que se

encontraba en la capa más profunda, aparece muy estropeado por la acción

del terreno.

Determinación del sexo: Se observa apófisis mastoides pronunciada y

mentón prominente en la mandíbula inferior, compatible con sexo masculino.

La biometría de los huesos largos indica lo mismo. Se determina sexo masculino.

Determinación de la estatura. Se aplica la medición de los huesos largos

combinada con los parámetros de Pearson y Trotter-Glesser, arrojando un

intervalo de estatura entre 1,62 y 1,65 metros.

Determinación de la edad: No se conserva la pelvis. El cráneo se encuentra

fragmentado y no hay registro de las suturas. La superficie costal presenta

margen irregular, con leve depresión del canal articular y apariencia granulada.

Se determina un intervalo de edad entre 36 y 32 años (ISCAN). El desgaste

dental es más pronunciado en incisivos, con exposición de la dentina. Los

molares no presentan un desgaste acusado y conservan las cúspides. De acuerdo

con los criterios de Brothwell, se determina una edad entre 25 y 35 años.

Análisis paleopatológico: Se detecta patología oral con moderado retroceso

alveolar, así como abscesos fistulosos y caries en alguna pieza dental. La cara

vestibular de los dientes se encuentra más desgastada debido a una mordida no

centrada.

Foto 22: Marcas entesopáticas en falanges.

Además, se aprecian marcas de entesopatías en falanges y la espina tibial

(foto 22).

El cementerio andalusí de Tauste

111

Tumba 19

Se exhuma un esqueleto sin huesos largos completos, por lo que no se

puede llevar a cabo un estudio biométrico.

Determinación del sexo: Apenas hay marcadores para realizar una

afirmación concluyente, aunque el arco superciliar poco saliente y la apófisis

mastoides redondeada indican sexo femenino.

No existen parámetros para determinar la estatura.

Determinación de la edad: Los huesos del cráneo se encuentran

fragmentado, por lo que no se puede analizar la sinostosis de las suturas. Se

conserva un fragmento de pelvis con carilla auricular que presenta estrías y

Foto 23: Formación anómala en cervical.

Foto 24: Nódulo en cuerpo vertebral y desviación de la apófisis espinosa.

Se observa formación desigual en el pedículo de la apófisis transversa de

una de las vértebras cervicales (foto 23).

Las vértebras presentan algunos nódulos de Schmörl en sus cuerpos, debido

a una leve degeneración por la edad. La desviación de la apófisis espinosa (foto

24) en las dorsales sugiere algún tipo de escoliosis.

JavierGutiérrez González

MiriamPina Pardos

112

superficie granulada, correspondiente a la fase 3 (Lovejoy) y a un intervalo

de edad comprendido entre 30 y 34 años. El análisis dental arroja diferentes

resultados, ya que existe un desgaste desigual, desde exposición de la dentina

hasta pérdida casi total de la corona con exposición de la cavidad pulpar

en piezas como el segundo premolar. En todo caso, se trata de un desgaste

avanzado, que, de acuerdo con los criterios de Brothwell, establecería la edad

entre 33 y 45 años.

Análisis paleopatológico: Se detectan entesopatías en varias falanges.

Los cuerpos vertebrales presentan cierta degeneración, con un leve

aplastamiento lumbar.

Ambas mandíbulas presentan enfermedad periodontal, con un absceso

sobre el segundo premolar de la arcada superior derecha. Tanto dicha pieza

como los premolares de la arcada superior izquierda presentan caries y un

desgaste patológico con pérdida casi completa de corona y exposición de la

cavidad pulpar. Se aprecia la existencia de un diente ectópico tras la pieza 16

(foto 25).

Foto 25: Desgaste en premolares y diente ectópico.

Tumba 20

Se exhuma un esqueleto infantil, en muy mal estado de conservación,

compuesto por fragmentos de cráneo, algunas falanges en formación y

fragmentos de huesos largos.

No es posible determinar sexo ni estatura.

Determinación de la edad: Se conservan algunas piezas dentales: cinco

molares, tres caninos y dos incisivos, todos ellos decidios. Tan solo los incisivos

están formados. De acuerdo con los estadios de erupción dental descritos por

Schour y Massler, se estable un intervalo de edad entre 18 meses y 2 años (foto 26).

El cementerio andalusí de Tauste

113

coNcLusióN

Puestos en relación los actuales resultados de este análisis con los restos

exhumados en la pasada cata arqueológica, se concluye que todos los restos

pertenecen a esqueletos de tronco racial caucasoide y muestran patologías

comunes, como la artrosis, asociada al lógico desgaste a causa de la edad, o

la enfermedad periodontal, muy marcada en la mayoría de los esqueletos de

individuos adultos, con abundante desgaste dental, así como hipoplasia, caries

y cálculos en las piezas, provocados por una fuerte actividad masticatoria y

la ausencia de una higiene dental apropiada en la época. La trepanación es

una técnica conocida desde la antigüedad e indica una intervención con fines

quirúrgicos o rituales. Una operación de este tipo que se solventa con éxito y con

la supervivencia del sujeto indica un conocimiento avanzado de esta práctica.

Foto 26: Dientes conservados en la tumba 20.

Los orígenesdel Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

Juan José Morales Gómez1

Licenciado en Filosofía y Letras,Especialidad de Historia Medieval

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

117

El Canal de Tauste es, aún para los parámetros actuales, una obra

hidráulica de envergadura. Dependiente del Ebro y dedicado íntegramente

al riego, cuenta actualmente con un aforo concesional autorizado de

9,305 m3/sg en origen y una longitud oficial de 42 kms., que se corresponden con

la jurisdicción del Sindicato de Riegos del Canal de ese nombre y abarcan desde

la toma de aguas, sita en el término de Cabanillas, hasta el límite del término de

Tauste con Remolinos2. Desde un punto de vista funcional no obstante puede

considerarse que tiene en torno a 60 kms. pues, tras abandonar Tauste, el

cauce, aunque considerablemente mermado y con otra denominación (acequia

de Remolinos), continúa hasta retornar al río a la altura de la población de

Cabañas de Ebro. Esta puntualización no es baladí, pues sobre este extremo

la bibliografía ha arrastrado tradicionalmente un baile de cifras, incluso en un

mismo trabajo3, que suscita en primera instancia no poca incertidumbre.

Los orígenes de su trazado, tal como hoy lo conocemos, se remontan

a mediados del siglo XVI, aunque con unos precedentes medievales de

extraordinario interés, como tendremos ocasión de ver4. Fue resultado de un

acuerdo entre los municipios navarros de Cabanillas y Fustiñana y la Orden de

San Juan del Hospital, señora temporal de los mismos, con el concejo aragonés

de Tauste, al que muy poco después se sumó, aunque de una forma sui géneris,

2 Canal de Tauste 1987-2007, [Tauste], Sindicato de Riegos del Canal de Tauste, [2007], pp. 12-13; Reglamento del Sindicato de Riegos del Canal de Tauste, aprobado por la Confederación Hidrográfica del Ebro el 29 de mayo de 1986 (vigente), art. 1, véase en http://www.geoscopio.com/empresas/tauste/ (15/12/2012).

3 Como sucede con LLAURADÓ Y FABREGAS, Andrés, Tratado de aguas y riegos, vol. II, Hidrología agrícola de España, Madrid, Imprenta de Moreno y Rojas, 1884 (2ª ed. corregida y aumentada), que si en un primer momento habla de un recorrido de 44.586 ms. (p. 352) poco más adelante lo troca en 59 kms. (p. 354).

4 Aunque desde luego dista mucho de ser el canal más antiguo de Europa, como se viene repitiendo en medios divulgativos periódicamente. Semejante infundio viene de muy atrás. A decir de ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., Memorias históricas de Fustiñana (Navarra), Zaragoza, Tipografía La Académica - F. Martínez, 1930, p. 52, su procedencia primigenia es un comentario de Joaquín Costa. Pero no he podido dar con la cita original en la obra publicada de ese autor. Sea como sea, sólo puede achacarse a un desproporcionado acceso de entusiasmo.

1. iNTRoduccióN1

1 El presente estudio se ha beneficiado de una ayuda económica del Sindicato de Riegos de Tauste y ha contado en todo momento con el apoyo y asistencia de la Asociación Cultural El Patiaz y, señaladamente, de D. Jesús Alegre, miembro de la misma, a quienes quiero hacer constar mi reconocimiento. Este trabajo partió de una conferencia impartida el 18 de febrero de 2011 cuando la investigación sobre la materia se encontraba todavía en curso y los resultados eran provisionales. Así se expuso al comienzo de la charla. Como podrán fácilmente verificar los que asistieron a la misma, hay una distancia entre lo que se presentó aquel día y las presentes páginas, pienso que para mejor.

Juan JoséMorales Gómez

118

la población también navarra de Buñuel. Su actual fisonomía, sin embargo,

data esencialmente de fines del siglo XVIII en que, tras pasar a formar parte

del patrimonio real en 1781 y ser incorporado al proyecto del Canal Imperial -a

partir de ese momento se hablará de la empresa de los Canales Imperial y Real de

Tauste- fue objeto de una profunda remodelación bajo la dirección de Pignatelli

que supuso, entre otras cosas, multiplicar por más de dos la capacidad de su

aforo5. Aunque por supuesto ha habido mejoras posteriores.

La categoría formal de Canal fue adquirida tras la remoción de fines del

Setecientos, que antes nunca fue calificado de otra cosa que de Cequia; un

tránsito coincidente con el del actual Canal Imperial y otras muchas grandes

conducciones españolas. Pero la nomenclatura de Tauste es mucho más antigua.

Viene dada por el singular protagonismo histórico de esta villa en su erección y

se constata desde los primeros tiempos de su intervención, en la segunda mitad

del siglo XV. Debió ser la denominación más corriente a lo largo de los siglos.

Procede del habla coloquial, tal y como la Acequia era conocida comunment o

vulgarment, como precisan de vez en cuando los documentos. De ahí desciende

su primer nombre oficialmente reconocido, el Canal Real de Tauste, acuñado en

los tiempos de Pignatelli, que dará paso al vigente. Pero en tiempos históricos ese

nominal no tuvo plena fijeza, no siendo difícil encontrar la Acequia designada

también como de Ebro o, aunque más raramente, de Cabanillas, Fustiñana y

Tauste y aun del Prior de San Juan, con diferentes variantes. El hallazgo de estos

apelativos de forma aislada en la documentación ha sugerido a algunos autores

que la Acequia recibió nombres diferentes, según las épocas6. Sí parece que

en los momentos de arranque de sus dos fases de fundación, mediados de los

siglos XV y XVI, la situación, todavía muy indefinida, propició el predominio

de la denominación más simple y genérica de Acequia d´Ebro, como sucedió por

5 Para un detalle de estas obras hasta 1787 véase PONZ, Antonio, Viage de España…, t. XV, Madrid, Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía, 1788, pp. 156-175. La perspectiva general del conjunto de la intervención en la Descripción de los Canales imperial de Aragón i Real de Tauste…, del Conde Sástago, Zaragoza, Francisco Magallón, 1796 (existen dos reediciones facsímiles recientes promovidas por el Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo que datan de 1984 y 1998, la primera formando parte de un compendio documental y gráfico misceláneo sobre el Canal Imperial titulado precisamente Canal Imperial de Aragón, la segunda exenta), especialmente pp. 132-136. El problema es que la atención dedicada al Canal de Tauste en esta obra es muy exigua, algo reconocido por el propio autor que se excusa asegurando dar de el una completa descripción acompañada de laminas en el futuro (p. 132), promesa no obstante que dejó incumplida.

6 El debate es antiguo constatándose opiniones al respecto desde el siglo XIX. Véase, por ejemplo, MADOZ, Pascual, Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, vol. XIV, Madrid, Imprenta del Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz, 1849, p. 676.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

119

otra parte con otras sangraderas del gran río en las mismas circunstancias7.

Esta designación también tiende a prevalecer en la documentación referida a

los asuntos internos de Tauste, pero pienso que por razones eminentemente

prácticas: en ese contexto, la Acequia d´Ebro es una identificación mucho

más precisa y determinante que de Taust8, como es patente. Pero, fuera de

esas situaciones, la forma más ordinaria de reconocimiento sería la última

mencionada, lo que no es óbice para que todos estos títulos coexistan e incluso

sean intercambiables: hasta en un mismo documento se puede encontrar en un

momento dado al caz nombrado como de Taust y, poco después, de Ebro9.

2. BALANcE HisToRioGRáfico

No puede decirse que el Canal de Tauste sea un desconocido en la hidráulica

histórica española, aunque para el gran público carece de toda notoriedad, en

parte porque no posee la espectacularidad de otras obras coetáneas, como la

Mina de Daroca, la traída de aguas de Teruel o el Canal Imperial de Aragón, pero

también por la total falta de difusión de sus indudables valores. No obstante, en

el campo de los especialistas de la historia de los regadíos y, aunque con menos

énfasis, de la ingeniería hidráulica, pasa por ser una relevante realización del

Quinientos, no ya a escala regional sino incluso nacional. Así es reconocida

en la mayoría de las síntesis sobre la materia10, mereciendo incluso figurar en

7 La misma Acequia Imperial, al principio, en la fase de planeamiento, era llamada de este modo, FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, El Canal Imperial de Aragón. Estudio Geográfico, Zaragoza, Junta del Canal Imperial de Aragón, Departamento de Geografía Aplicada del Instituto Juan Sebastián Elcano, 1961, pp. 83-85. En Ribaforada se habla en el siglo XIII de otra cequia d´Ebro, FOREY, A. J., “Notes on irrigation in north-easter Spain during the XIIth and XIIIth century”, Anuario de Estudios Medievales 17 (1987), p. 124. Etc.

8 Por ejemplo, en cierta sentencia arbitral promulgada en 1615 para poner remedio a la desastrosa situación de la hacienda del concejo de Tauste, las numerosas alusiones a la Acequia -que forma parte del patrimonio municipal- la motejan invariablemente d´Ebro, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales de gobierno en tiempos de crisis: sobre las ordenanzas de la Villa y las obras del Canal de Tauste a principios del siglo XVII”, Tauste en su historia. Actas de las XI Jornadas sobre la Historia de Tauste, (8 al 12 de febrero de 2010), Tauste, Asociación Cultural “El Patiaz”, 2012, doc. 28.

9 Véase un ejemplo de 1488 en nota 126.

10 Centrándonos en las más recientes, véanse, para el ámbito aragonés, entre otros: COLÁS LATORRE, Gregorio,

“Las transformaciones de la superficie agraria aragonesa en el siglo XVI: los regadíos, aproximación a su

estudio”, Congreso de Historia Rural. Siglos XV al XIX, Madrid, Casa de Velázquez-Universidad Complutense, 1984,

p. 525 y ss.; PéREZ SARRIÓN, Guillermo, “Regadíos, política hidráulica y cambio social en Aragón, siglos

XV-XVIII”, en PéREZ PICAZO, Mª Teresa, y LEMEUNIER, Guy (eds.), Agua y modo de producción, Barcelona,

Crítica, 1990, pp. 225-226; BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, Maestros del

agua, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1999, vol. I, p. 337 y ss.; MATEOS ROYO, José Antonio, “Expansión

económica, intervención pública y desarrollo tecnológico preindustrial: la política hidráulica municipal en

Aragón durante el siglo XVI”, Llull 61 (2005), pp. 138-139. Para el nacional: BERNABé GIL, David, “Política

Juan JoséMorales Gómez

120

obras de cierto prestigio y aparato -y fuerte carácter selectivo- como el Catálogo

de treinta canales españoles anteriores a 1900 de José Antonio Fernández Ordóñez

y colaboradores11 o el catálogo de la gran exposición Felipe II, los ingenios y las

máquinas que abordaba monográficamente la Ingeniería y obras públicas en la

época de Felipe II12. De hecho, en los siglos XVIII y XIX, hasta la irrupción de los

grandes planes contemporáneos de colonización y regadío, la noción de que el

Canal taustano era, en su género, la segunda infraestructura más importante

del reino de Aragón, sólo por detrás del Imperial, tuvo su predicamento13,

una apreciación en la que, por supuesto, interviene un cierto componente de

emulación local, cuando no otros intereses, pero que no deja de denotar la

importancia de la obra. En esta línea, algunos autores actuales llegan hasta a

plantear la hipótesis de que la importancia económica del taustano fue superior

a la del Imperial, al menos hasta la ampliación de Pignatelli14.

hidráulica en la España de los Austrias”, en ALBEROLA, Armando (ed.), Cuatro siglos de técnica hidráulica en

tierras alicantinas, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil Albert-Diputación Provincial, 1995, p. 75; LEMEUNIER,

Guy, “Hidráulica agrícola en la España mediterránea, ss. XVI-XVII. La formación de los regadíos clásicos”, en

BARCIELA LÓPEZ, Carlos, y MELGAREJO MORENO, Joaquín (eds.), El agua en la Historia de España, Alicante,

Universidad, 2000, p. 78; LÓPEZ GÓMEZ, Antonio, “Presas y canales de riego en los siglos XVI y XVII”, en

GIL OLCINA, Antonio, y MORALES GIL, Alfredo (coords.), Hitos históricos de los regadíos españoles [ponencias

del Seminario celebrado en Alicante, 1990], Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1992,

p. 108, etc. La única excepción relevante la constituye SEGURA GRAIñO, Cristina (dir.), Historia de los regadíos

en España (...A.C.-1931), Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1991, para quien el Canal de

Tauste constituye un fracaso (vid. pp. 314 y 317). Considerando que este trabajo no parece manejar ninguna

fuente desconocida para los demás, que llegan a conclusiones diametralmente opuestas, no cabe sino deducir

que se trata de un error de interpretación. Cabe decir en su disculpa que el objetivo de esta obra es tan

ambicioso -presentar una panorámica al completo de toda la hidráulica histórica española- que resulta casi

imposible no incurrir en algún tipo de olvido o yerro.11 Le dedica íntegro un capítulo, pp. 134-145. Este libro fue editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos,

Canales y Puertos y la Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo en Madrid en 1986.12 Vid. pp. 230-231. La edición de esta obra corrió a cargo de la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los

Centenarios de Felipe II y Carlos V, Madrid, 1998 (reed. en 1999).13 ITURRI DEL RONCAL, Basilio, Historia de Nuestra Señora de Sancho Abarca, Pamplona, Alfonso Burguete, 1729

(reed. de Víctor Angoy Sancho, Tauste, 1992), p. 70. Cartas sobre riegos por un aficionado, Zaragoza, Tipografía de Juan C. Cavero, [1873] (2ª ed. corregida y aumentada), p. 53. Este último trabajo se publicó originalmente en el periódico El Imparcial Aragonés, por entregas, en el año 1869. No es difícil, sobre todo en el ámbito de los historiadores de la ingeniería, encontrar desde fechas tempranas estas Cartas atribuidas a Mariano Royo, rector que fue del Canal Imperial entre 1865 y 1900. Véanse algunos ejemplos en nota 24. Aunque la lectura del texto revela una personalidad muy afín a la administración del Canal y defensora a ultranza de su gestión, no encuentro ninguna prueba firme que sostenga semejante imputación. Es más, la obrita, al menos en su segunda edición, que es la que he manejado (llegó a reeditarse una tercera vez de la mano de la Federación Aragonesa, Zaragoza, Imprenta y fotograbado del Heraldo, 1913), incluye una carta proemio dirigida a mi mejor amigo Mariano Royo que, en primera instancia, hace francamente sorprendente la propuesta.

14 BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 337. Carlos Blázquez vuelve a reiterarla en su artículo “Entre el desierto y la vega: Tauste y sus obras hidráulicas”, Tauste en su historia. Actas de las III Jornadas sobre la Historia de Tauste (10 al 14 de diciembre de 2001), Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2003, p. 247.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

121

Esta indudable trascendencia contrasta de forma muy llamativa con el

pobre conocimiento que tenemos de los primeros siglos de su historia. El repaso

de la bibliografía sectorial revela un tratamiento tan sumario como reiterativo:

poco más o menos el mismo puñado de noticias repetidas una y otra vez con

escasas variantes y, lo que resulta más significativo, sin mención casi nunca de las

fuentes de información primaria; todo lo más -y no siempre- la remisión a algún

trabajo anterior. Remontándonos de cita en cita hemos podido verificar que la

mayor parte de lo que hoy sabemos sobre la trayectoria histórica más pretérita

del Canal de Tauste es una herencia, poco actualizada, de mediados del siglo

XIX, fruto de una coyuntura muy concreta.

La muerte de Fernando VII en 1833 señaló el arranque del desmantelamiento

definitivo del Antiguo Régimen. La situación resultante, muy fluida, de cambios

acelerados y acusada inestabilidad política se caracterizó, en el contexto que

nos interesa, por una contestación generalizada y socialmente amplia a la

estructura heredada de la administración de los Canales Imperial y de Tauste,

una institución al fin y al cabo de carácter feudal. Concluirá con la devolución

del segundo a sus propietarios originales en 1848 -los municipios de Cabanillas,

Fustiñana, Buñuel y Tauste- y una variación muy sustancial de la naturaleza y

condiciones de explotación del Imperial15. Pero no antes de un debate, del

que estamos mal informados pero que suponemos duro, entre la dirección

de los Canales y los regantes, que la prensa se encargó de hacer del dominio

público. Eso supuso, en el caso del Canal de Tauste, dar amplia publicidad a los

antecedentes históricos de la obra, pues en esas diatribas uno de los argumentos

fundamentales de las quejas contra la empresa de los Canales y, por extensión,

el Estado era, precisamente, la vulneración de los derechos históricos de los

pueblos condueños por la absorción de 1781.

Son estos materiales y estas pasiones el punto de partida de la redacción

de los tres textos que, aun hoy, siguen siendo las fuentes de información

fundamentales para la historia del Canal de Tauste:

- la voz correspondiente del Diccionario de Pascual Madoz, que aparece en

184916.

15 Este proceso es bien estudiado por FRANCO DE ESPéS, Carlos, “De enfiteutas a propietarios: la disolución del Antiguo Régimen en las tierras del Canal Imperial de Aragón”, en CHUST CALERO, Manuel (ed.), De la cuestión señorial a la cuestión social. Homenaje al profesor Enric Sebastià, Valencia, Universitat de València, 2002, pp. 39-58.

16 MADOZ, Pascual, óp. cit., p. 676.

Juan JoséMorales Gómez

122

- la Memoria de los Canales de Aragón de Joaquín Alcorisa, director de los

Canales por aquel entonces, impresa en 1839 y, más concretamente,

dentro de ella, una Contestación -el autor hace acopio en la publicación

de diferentes materiales- a un artículo inserto en el número 34 del periódico

titulado El Aragonés17 sobre pago de derechos al Canal de Tauste18.

- las Cartas sobre riegos por un aficionado, de autor anónimo, que dedican la

Carta Setima íntegra al Canal de Tauste y ven la luz inicialmente en forma

de artículos periodísticos en 1869 para, poco después, ser reunidos y

editados en forma de opúsculo19.

Mención aparte merecen las historias locales algo posteriores de Juan

Esteban Chavarría, Memorias históricas de Fustiñana20, y la más breve de Mariano

Supervía Lostalé, Tauste21, que, como es lógico, dedican algunos pasajes a la

trayectoria del Canal. Son relatos muy sucintos que no inciden más que en los

jalones cronológicos básicos, ya relacionados en los trabajos anteriores, y no

aportan información novedosa más que de forma limitada -además de alguna

fábula-, pero tienen el atractivo de que manejan directamente documentación

primaria, que no siempre ha perdurado, de la que incluso extraen citas textuales.

Con todo, su influencia ha sido inapreciable y no han tenido apenas proyección

fuera del círculo estrictamente local.

Volviendo a los tres textos principales, vale la pena destacar que no se

trata de reposadas elaboraciones historiográficas sino de discursos polémicos

hijos de su actualidad, con posicionamientos muy netos a favor de la postura

de los antiguos municipios condueños el primero y de la dirección de los

Canales los otros dos. Aun hoy, la utilización de uno u otro de estos auténticos

alegatos se presenta en no pocas ocasiones de forma excluyente, casi partidista,

17 No he podido localizar número alguno de esa cabecera.18 ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los Canales de Aragón. Memoria dirigida en 26 de marzo de 1839 a la Dirección

General de Caminos y Canales sobre la cuota que debería cobrarse en frutos este año por los derechos líquidos del agua que la empresa de los Canales de Aragón suministra a los regantes, Zaragoza, Imprenta de Roque Gallifa, 1839, pp. 57-65. Este texto es reproducido de nuevo, sin apenas variaciones, en ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los canales de Aragón titulados Imperial y de Tauste que Joaquín Alcorisa, del Consejo de S.M. y Director de los mismos, tiene el honor de ofrecer a la Regencia Provisional del Reino, Zaragoza, Imprenta de Roque Gallifa, 1841, p. 10 y ss.

19 Para las cuestiones relativas a su edición y autoría véase nota 13.20 Óp. cit.21 En MONTSERRAT DE BONDÍA, Sebastián, y PLEYÁN DE PORTA, José, Aragón histórico, pintoresco y monumental,

vol. II, Zaragoza, Imprenta del Aragón histórico, 1885, pp. 103-124. La pequeña síntesis que dedica al Canal (pp. 106-108) reproduce literalmente un texto facilitado por Mariano Laborda, pariente de Mariano Supervía y Secretario del Sindicato de Riegos por entonces.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

123

demostrando que el trasfondo de esa confrontación de hace tantos años

todavía sigue, sutilmente, vigente22. No obstante tal circunstancia no afecta a

los propósitos de las presentes páginas. El manejo de los datos históricos más

lejanos en el tiempo es en estos trabajos un motivo de interés secundario. Es su

presente y los acontecimientos más próximos que lo han conformado lo que

les preocupa. No se detendrán por tanto en ellos más que lo imprescindible.

Vistos fríamente, para todo lo anterior al siglo XVIII, apenas pasan de la

categoría de apretadas sinopsis, muy positivistas, por lo demás muy semejantes

entre sí. Con sus limitaciones, sirvieron, con todo, para rescatar esta obra del

olvido23. Rápidamente asumidos sus contenidos, y en particular las Cartas, por la

historiografía sectorial de su tiempo, el Canal de Tauste ocupa desde entonces

un lugar en la historia hidráulica española24.

22 No puede ser casual que dentro de la sólida corriente vindicativa de la gestión estatal de los Canales y sus indudables logros, en general, y la figura y labor de Pignatelli, en particular, la obra de Alcorisa y, sobre todo, las Cartas sean publicaciones reconocidas y valoradas, mientras que el Diccionario de Madoz pase prácticamente inadvertido, vid. por ejemplo SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco conocidos en la historia del Canal Imperial de Aragón”, en Canal Imperial de Aragón, Madrid, Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1984, vol. II, pp. 31-70. A la inversa, resulta muy significativo que en las escasas y concisas ediciones promovidas por el Sindicato de Riegos del Canal de Tauste divulgativas de su trayectoria, siempre en forma de folletos, el relato histórico siga al pie de la letra la redacción de Madoz, aunque sin citar la procedencia, vid. Historia resumida del Canal de Tauste, [Tauste], Sindicato de Riegos del Canal de Tauste, [1987], y Canal de Tauste 1987-2007…, óp. cit. Una pequeña observación: en estos dos últimos textos se constata una errata en relación con el original de Madoz -y con la realidad-: el privilegio que dio lugar a la erección definitiva de la Acequia data de 1529, no de 1524, como se presenta en estas publicaciones. El mismo yerro se constata en FERNÁNDEZ ORDÓñEZ, José Antonio (dir.), Catálogo de noventa presas y azudes españoles anteriores a 1900, Madrid, Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1984, p. 136. Aunque el dato carece de indicación de procedencia deriva sin duda del texto anterior -o de una fuente común a ambos- pues la frase utilizada es exactamente la misma. Considerando que se trata de un trabajo aureolado de cierto prestigio, el error se ha debido transferir a muchas otras publicaciones. Probablemente sea el caso, pues se constata lo mismo, de CORTES GIMENO, Rafael, “Las obras hidráulicas medievales. Algunos aspectos técnicos”, Paisajes rurales y urbanos: métodos de análisis en Historia Medieval. III Seminario de Historia Medieval, Zaragoza, Universidad, 1994, p. 95, o el de SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Ingeniería y obra pública civil”, en SILVA SUÁREZ, Manuel (ed.), Técnica e Ingeniería en España I. El Renacimiento, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería, Institución Fernando El Católico (I.F.C.) y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004, p. 362, sin mención de autoridad, de nuevo, en ninguno de los dos.

23 Para el mundo erudito del siglo XVIII el Canal de Tauste era un completo desconocido. Un trabajo tan atento a las estructuras económicas de su entorno y tan interesado en documentar sus orígenes como la Historia de la economía política de Aragón de Ignacio de Asso (Zaragoza, Francisco Magallón, 1798) es incapaz de aportar dato alguno sobre sus antecedentes limitándose a adjudicarle una perduración inmemorial (p. 69). Lo mismo sucede con el contemporáneo Viage de España de Antonio Ponz, óp. cit., una extensa descripción en 18 volúmenes de la España de la época que dedica una gran atención a las obras públicas y sus avatares históricos, pero que, al referirse a la nuestra, no pasa de describir el estado de las labores de ampliación que se estaban realizando en aquellos momentos (t. XV, pp. 156-175). Ni siquiera la fuertemente localista Historia de Nuestra Señora de Sancho Abarca del Padre Iturri, óp. cit., aporta dato objetivo alguno sobre lo que presenta, con razón, como uno de los motivos más sobresalientes del orgullo autóctono (p. 70).

24 La Carta dedicada a Tauste fue, pocos años después, reproducida literalmente en la obra de Llauradó i Fábregas, Tratado de aguas y riegos..., óp. cit., pp. 352-358, un título relevante y de gran influencia en su momento. Al filo del Novecientos esta Carta sería extractada por Pablo Alzola en su Historia de las Obras Públicas en España, Bilbao,

Juan JoséMorales Gómez

124

El problema es que el tema apenas ha pasado de ahí, alargando la sombra

de estos textos de forma inusitada, hasta prácticamente nuestros días. Muchas

veces, no obstante, no de forma directa, sino a través de varios escalones de

intermediarios que, más a menudo de los que sería deseable, han silenciado

sus referencias. De esta manera se ha propiciado tanto un enmascaramiento

del auténtico origen de la información como la falsa sensación de que el tema

había recibido más tratamiento que el que era verdadero. Con un problema

añadido: con tantas transmisiones, además habitualmente acríticas, el más

pequeño error, incluso una simple errata en el lugar menos adecuado, ha

supuesto desviaciones que van -o pueden ir- popularizándose poco a poco y que

contribuyen todavía más a diluir el perfil de la obra, que en algunos de sus hitos

cronológicos llega a transmitir una impresión un tanto flotante25.

Poco es lo que realmente se ha aportado con posterioridad, no ya a nivel de

enfoques o planteamientos, sino ni siquiera de simple información adicional,

y además de una forma tan desperdigada como puntual. En este panorama tan

poco alentador cabe, con todo, destacar por su particular valor testimonial, el

artículo, ya casi centenario, El problema de la variación del clima en la cuenca del Ebro

de Andrés Giménez Soler que aporta algunas noticias de primera mano sobre

el Canal procedentes del Archivo Municipal de Tauste, presa de las llamas en

193426; no son demasiadas ni todo lo exactas que cabría desear, como tendremos

ocasión de comprobar, pero tienen el mérito de poner en valor por primera

vez los precedentes medievales de la obra. Igualmente, el primer acercamiento

Imp. Casa de Misericordia, 1899, p. 145, uno de los libros de cabecera de los estudiosos de la historia de la ingeniería española durante varias generaciones, hoy considerado un clásico. De hecho, existen tres reeds. posteriores de esta obra a cargo todas ellas del Colegio de Ingenieros, Caminos, Canales y Puertos (1979, 1994 y 2001). Una advertencia: tanto Llauradó como Alzola atribuyen las Cartas a Mariano Royo, véase al respecto nota 13.

25 Vid. el ejemplo más notorio en nota 22. Otro caso: LÓPEZ GÓMEZ, Antonio, óp. cit., señala en p. 108 que Buñuel consiguió participación en el proyecto en 1538, remitiendo como fuentes a Madoz, las Cartas sobre riegos y el Catálogo de Fernández Ordóñez que coinciden en señalar para ello 1558. Etc. No siempre se trata de este tipo de pequeños, aunque molestos, detalles, también se constatan errores de interpretación, en ocasiones de bulto, como el de la obra dirigida por Cristina Segura, Historia de los regadíos en España…, que veíamos en la nota 10.

26 Este trabajo apareció en las Memorias de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Zaragoza I (1923), pp. 1-138. El trabajo de campo que realizó este autor para la elaboración de su estudio comprendió una visita a Tauste, donde recibió todo tipo de facilidades, tanto para acceder a los archivos municipal y parroquial de la localidad -a los que califica de interesantísimos- como para visitar las obras hidráulicas del término, gracias a los buenos oficios del alcalde del momento. Su agradecimiento consta en el propio texto acompañado de un comentario muy del gusto de la época: me complazco en manifestarlo por lo mucho que dice en pro de la cultura de aquella villa cuyos vecinos sienten el patriotismo como muy pocos (p. 44).

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

125

monográfico al Canal de Tauste, aparecido en el Catálogo de treinta canales

españoles anteriores a 1900 de Fernández Ordóñez, que se concentra sin embargo

en la descripción de la construcción existente, limitándose en el apartado

histórico a amalgamar los materiales ya conocidos27. Finalmente, el recentísimo

volumen que dedican al Canal de Tauste Montserrat Vega y Miguel Ángel

Pallarés; un texto notable, que maneja mucha información inédita y puede

calificarse sin exageración como la aportación más significativa al conocimiento

general del Canal desde hace siglo y medio, pero cuyos fines y planteamientos

no son científicos sino divulgativos, con un punto de evocación28.

En resumen, la historia del Canal de Tauste, hoy por hoy, descansa de

forma preponderante sobre materiales divulgativos o periodísticos, muchos

de ellos muy añejos, que si han sido útiles para resaltar la importancia de la

obra, carecen de auténtica proyección historiográfica y de soporte documental

verificable. El propósito de las presentes páginas es, precisamente, intentar

cubrir ese hueco, si bien de forma parcial, centrándonos en los primeros siglos

de andadura del Canal hasta su definitiva consolidación, que puede fijarse

hacia 1561. Se trata de reunir todas las noticias dispersas, contrastar con la

documentación disponible los datos hasta ahora manejados, depurándolos y

despejando eventuales incertidumbres, llenar lagunas hasta donde sea posible

y, en definitiva, avanzar en el conocimiento de la infraestructura y su encuadre

en el contexto histórico. Y, sobre todo, hacerlo con rigor, método y talante

crítico. No es un objetivo sencillo. Como se ha dicho en diferentes ocasiones, la

profundización en el pasado del Canal de Tauste choca con un grave problema

de fuentes. En este sentido, la virtual pérdida de los fondos históricos de los

archivos de los pueblos condueños, protagonistas eminentes de su construcción

primitiva, es un serio impedimento. Pero no es menos cierto que es algo que no

se ha intentado seriamente nunca.

27 Óp. cit., pp. 134-145.28 VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, Canales de Zaragoza: Tauste, Zaragoza, Diputación

Provincial, 2010, como es norma en este género de publicaciones, sin referencias documentales. La mayor parte de los datos utilizados en este libro anteriores al 1600, referidos específicamente a la Acequia -que son los que nos interesan-, son reunidos en un apretado compendio por PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., pp. 143-148, pero sin avances dignos de mención -ni siquiera a nivel de fuentes, que vuelven a silenciarse en la mayoría de las ocasiones-, fuera de la transcripción de un texto del que hablaremos más adelante; este trabajo sí en cambio suministra material novedoso de principios del Seiscientos.

Juan JoséMorales Gómez

126

3. LA BAsE documENTAL

El punto de partida básico que utilizamos es la documentación del Archivo

del Sindicato de Riegos del Canal de Tauste (A.S.R.C.T.) que ha sido examinada

sistemáticamente29. Es el candidato más obvio y de hecho ya ha sido explorado

en el pasado por otros autores, si bien no de forma metódica. Pero a priori no es

el ideal. El Sindicato surge en 1849, inmediatamente después de la devolución

del cauce por el Estado, y, evidentemente, su archivo custodia documentación

primordialmente a partir de esa fecha. No obstante, también guarda alguna

anterior, aunque ciertamente escasa, sobre todo en su forma original. De esta

última modalidad, los ejemplares anteriores al último tercio del siglo XVIII

apenas suman una docena de ejemplares, generalmente relacionados con causas

judiciales. Los más antiguos fueron redactados en la década de 1570, si bien

a veces reproducen o extractan textos más pretéritos. Deben de proceder del

fondo municipal de Tauste de donde debieron extraerse en la segunda mitad

del siglo XIX o comienzos del XX, para servir de sustento documental a alguna

actuación o como simple curiosidad, y nunca fueron devueltos; en puridad,

una acción irresponsable desde el punto de vista administrativo o archivístico

pero que libró a ese puñado de papeles de la destrucción sufrida por el Archivo

del Ayuntamiento en 193430. De ese pequeño conjunto el documento más

relevante es el original en pergamino -el único de todo el fondo del Sindicato-

de la confirmación por Felipe IV en 1626 del privilegio para poder construir la

Acequia, concedido a Tauste primigeniamente por Carlos I en 152931.

La documentación empieza a abundar algo más, sin alardes, a partir de la

integración de la Acequia en el patrimonio estatal en 1781. Un buen volumen

son copias de escritos de fines del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo

XIX de la administración de los Canales Imperial y Real de Tauste fruto, sin

duda, de las reclamaciones del Sindicato, uno de cuyos primeros actos fue

encargar a su Subdirector recoger de los archivos de la direccion del Canal Imperial

29 En diferentes visitas realizadas a lo largo del año 2010. La consulta de este fondo recibió todo tipo de facilidades por parte del Presidente del Sindicato en esos momentos, D. José Francisco Berna Gil, y la encargada de la Secretaría, Dª Rosa Giménez Lainez, a quienes quiero transmitir mi gratitud.

30 Posiblemente, el responsable de estas traslaciones sea Mariano Laborda Villoque, Secretario del Sindicato de Riegos a fines del siglo XIX, una persona muy interesada en el pasado local: él es el que facilita los materiales sobre el Canal para la pequeña historia de Tauste que publica el obispo Supervía en 1885 -vid. nota 21- y el que redacta en 1902 el prólogo de las Memorias históricas de Fustiñana de Juan P. Esteban Chavarría, óp. cit., aunque la obra no se edita hasta 1930.

31 Se transcribe en nuestro Apéndice, doc. 3.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

127

los papeles referentes a la Acequia, utiles y enseres que fueron de la Administración de

la misma32. Aunque también existe documentación de esas fechas procedente

de los municipios. La que resulta de mayor interés para nuestros fines es una

serie de demandas de los ayuntamientos a la administración de los Canales y

otros organismos e instituciones en relación, bien con la rebaja de la alfarda

exigida, bien con la restitución de la titularidad de Canal. Estos escritos, como

es natural, basan su argumentación en la enumeración de los viejos derechos

históricos de las villas. Particular aliciente ofrece una serie de transcripciones de

documentos, muchos de ellos del siglo XVI, realizadas en Tudela entre junio y

julio de 1847. Se trata de testimonios literales… que obran en los protocolos de escribanos

difuntos custodiados por Francisco de Paula Anchorena, escribano público

del número de Tudela, el cual certifica su fiel trasunto con sus originales. Son

piezas muy formales donde, invariablemente, se hace constar que se realizan

por orden de 1 de junio de 1847 del Juez de Primera Instancia de Tudela

atendiendo a la solicitud presentada en dicho Juzgado la víspera por Pedro

Sainz de Baranda, caballero de la Orden de Carlos III y regidor honorario de la

villa de Madrid, como propietario, mayor contribuyente y apoderado especial de las villas

de Buñuel, Fustiñana, Cabanillas y Tauste… para acompañar a una instancia que

tienen presentada a S.M. por el Ministerio y Secretaria de la Gobernación sobre la acequia

y Canal de Tauste incorporado en el Canal Imperial de Aragon. Se trata, sin duda,

de documentos que sirvieron para armar el expediente administrativo que dio

lugar finalmente a la restitución de 1848 y que, tras la constitución del Sindicato

al año siguiente, serían depositados en su archivo a título de antecedentes. Su

importancia para nuestros propósitos es difícil de magnificar.

A partir de las referencias que estos duplicados detallan ha sido posible

localizar algunas de las escrituras originales en el Archivo Municipal de Tudela

(A.M.T.), donde se guardan actualmente los protocolos notariales históricos

de esta población. Desgraciadamente, no de todas. No obstante el contraste de

las que sí se han hallado con las copias correspondientes de 1847 revela que la

calidad de éstas últimas es, considerando el tiempo y circunstancias en que se

realizaron, alta. Fuera de algunas malas lecturas y elipsis muy localizadas y de la

actualización al gusto del tiempo de la ortografía y la grafía de algunas palabras,

32 Acuerdo de la Junta ordinaria del Sindicato de 7 de noviembre de 1849, reiterado en Junta de 2 de octubre de 1850. A.S.R.C.T., Caja 78, sin signatura, Numero 1. Año 1850. Expediente para sacar del Archibo del Canal Imperial copia de los papeles que correspondan y convengan a la Acequia…, s.f.

Juan JoséMorales Gómez

128

la fidelidad al texto primario es, en lo sustancial, poco menos que absoluta.

Su uso por tanto, fuera de las prevenciones más básicas, es tan legítimo como

fiable. Las pesquisas en el Archivo Municipal de Tudela, aunque distaron de ser

minuciosas, aportaron adicionalmente algún testimonio suplementario. Estos

materiales se han complementado con algunos documentos ya publicados y

otros hallazgos puntuales de otras procedencias. El corpus resultante, sin ser

especialmente nutrido, basta para aquilatar la larga y compleja génesis del

Canal de Tauste, si bien con fuertes desequilibrios, tanto temporales como

espaciales, pues, en general, la información sobre el tramo navarro, como la

correspondiente a la etapa renacentista, es mucho más rica que la relativa al

trecho aragonés y el periodo medieval.

4. EL ARRANquE. LA PRimERA AcEquiA dE cABANiLLAs y fusTiñANA (siGLo Xiii)

La primera noticia documentada de regadíos en la ribera izquierda

tudelana data de 1203 en que el rey Sancho el Fuerte pactó con el concejo de

Tudela llevar agua del Ebro a la partida de Traslapuente, desde Mirapex hasta

el Congusto de Cabanillas, un topónimo éste último que va a ser frecuente en

estas páginas y que conviene identificar con precisión: se refiere a una rambla,

que puede identificarse con el hogaño denominado barranco de Tudela donde

en la Edad Media se localizaba el límite entre Cabanillas y Tudela (véase Mapa

1)33. Volviendo al proyecto de 1203, es posible que no se tratase de una nueva

iniciativa sensu stricto, sino de una empresa anterior de carácter local que,

por la razón que fuese, había quedado en suspenso y para cuya reactivación se

solicitó el auxilio regio34. A los efectos, el monarca se comprometía a levantar y

mantener a su costa una presa in Ibero -más bien azud, pues una presa en el Ebro,

33 La carta de población de Cabanillas, fechada en 1127, sentencia: et quod habeatis toto uestro termino sicut pertinet ad Cabanillas: de illo congosto qui est de iuso Tudela usque ad Cabanillas et de Cabanillas usque ad illam alffondeqam que est iusta Fostinianna, LEMA PUEYO, José Ángel, Colección Diplomática de Alfonso I de Aragón y Pamplona (1104-1134), San Sebastián, Eusko-Ikaskuntza, 1990, doc. 169. La naturaleza de rambla del Congosto se declara expresamente en un documento de 1474, vid. doc. 2 de nuestro Apéndice. Sin duda se trata del hoy conocido como barranco de Tudela, una gran torrentera que baja desde las Bardenas, cerca de cuya desembocadura en el Ebro se sitúan las lindes municipales actuales de Tudela y Cabanillas. No debe confundirse con otro barranco homónimo que se encuentra en el término de la vecina Fustiñana, El Congosto fue también el nombre que se dio, seguramente por extensión, a una partida entre Cabanillas y Tudela, amojonada en 1596, YANGUAS Y MIRANDA, José, Diccionario histórico-político de Tudela, Zaragoza, Imprenta de Andrés Sebastián, 1823, p. 74.

34 Como cree ibid., p. 269, en nota.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

129

en el sentido de hoy en día, es algo en estos momentos impensable- y abrir una

acequia hasta la intersección con el camino de Arguedas; de ahí en adelante, el

tramo hasta el Congusto, corría a cargo de los tudelanos. Más allá de este punto,

la extensión de las obras quedaba a la voluntad del rey siempre y cuando, por

supuesto, sobrase caudal. En cualquier caso, si los propietarios de Cabanillas

accedían al riego debían contribuir conjuntamente con los de Tudela en el

mantenimiento de la acequia35. El experimento no debió resolverse de forma

demasiado satisfactoria, si es que tuvo algún efecto. En el mejor de los casos,

no tuvo una perduración excesiva. A mediados del siglo XIV se realizaron

importantes obras para traer agua del Aragón a las tierras de Traslapuente36

y, un siglo antes, los vecinos de Cabanillas, asociados con los de Fustiñana,

ensayaron una solución propia, que es el punto de partida del Canal de Tauste.

Toda la bibliografía sobre el Canal coincide en señalar que sus orígenes se

remontan a un privilegio otorgado por el rey de Navarra Teobaldo II en 125337.

Personalmente prefiero hablar de antecedentes. El Canal de Tauste fue el saldo

final de dos proyectos inicialmente independientes, aunque superpuestos, el de

Cabanillas y Fustiñana y la titular del dominio jurisdiccional de estas villas, la

Orden de San Juan del Hospital, por un lado38, y el del concejo de Tauste, por

otro. Acabarán confluyendo y convirtiéndose en uno, pero no antes de muchos

avatares.

35 Publica el documento MARICHALAR, Carlos, “Colección Diplomática del Rey Don Sancho VIII, el Fuerte, de Navarra”, Boletín de la Comisión de Documentos de Navarra 1934, pp. 191-192.

36 Cf. LEROY, Béatrice, “Una riqueza frágil: el agua en la ciudad a fines de la Edad Media, el ejemplo de Tudela”, en VAL VALDIVIESO, Mª Isabel del (coord.), Usos sociales del agua en las ciudades hispánicas a fines de la Edad Media, Valladolid, Universidad, 2002, p. 308 y ss.

37 Es muy común no obstante su atribución a 1252. El error es antiguo. Figura ya en las Cartas sobre riegos y en los textos de Madoz y Alcorisa, desde donde se ha difundido. Pero también en documentos de la primera mitad del siglo XIX e incluso anteriores. Es comprensible. La data que se lee en el original -la referencia de su publicación en la nota 39- es, literalmente, dada en Esteylla, lunes, vigilia de Santa Maria de março, en el aynno de mil et doscientos et cinquanta et dos. Pero hay que tener en cuenta que la dinastía de Champaña, que se inicia precisamente con Teobaldo I, introduce en la cancillería navarra un sistema de datación de procedencia franca que hace coincidir el comienzo del año con el día de Pascua de Resurrección, cf. MARTÍN GONZÁLEZ, Margarita, Colección diplomática de los Reyes de Navarra de la Dinastía de Champaña. Teobaldo I (1234 - 1253), San Sebastián, Eusko-Ikaskuntza, 1987, pp. 10-11, de forma que finalmente el año correcto es 1253.

38 El origen del señorío se remonta a 1142 en que estas villas fueron donadas por García Ramírez, rey de Navarra, a la Orden, la cual las puso al cargo de un comendador. A fines del siglo XII la encomienda se desdobló en dos, una para cada localidad, aunque fue frecuente que la titularidad de ambas recayese en una sola persona. GARCÍA LARRAGUETA, Santos Agustín, El Gran Priorado de Navarra de la Orden de San Juan de Jerusalén. Siglos XII-XIII, vol. I, Estudio preliminar, [Pamplona], Institución Príncipe de Viana, 1957, pp. 91, 99 y 174-175. El texto de la donación en id., vol. II, Colección diplomática, doc. 18.

Juan JoséMorales Gómez

130

El texto de este privilegio no se conserva en el Archivo del Sindicato,

no obstante es conocido39. Es tan sencillo como breve. El rey Thibalt, en

remisión de sus pecados y beneficio de las almas de sus antecesores, autoriza

a los frailes hospitalarios et todos aquellos qui son herederos -esto es, propietarios-

en Fostinnana et en Cabaniellas de abrir cequia et de sacar el agua de Ebro por las

termineras de Cabanniellas et de Festinnana… por regar nuestros campos et los campos de

los devanditos herederos, sin otras condiciones que la indemnización de los daños

causados a terceros al obrar la acequia y la apertura en la presa de una canera

que permitiese el paso de embarcaciones y que denota el vigor de la navegación

fluvial ya por estas fechas.

Esta concesión fue ejecutada. En el privilegio dado a Tauste en 1444,

precisamente para lo propio, una de las opciones que se barajan a la hora de

ubicar el nuevo azud es rehacer la existencia en Mosquera por do antiguamente fue

hecha por la Orden e los Concellos de Cabanillas y Fustiñana hasta Congosto, en aquella

parte que antiguamente fue hecha y esta señalada40. Ya hemos hablado del Congosto

de Cabanillas. Mosquera era una partida del término de Tudela situada justo

enfrente de aquel, al otro lado del río41. En otras palabras, el azud y toma de la

acequia medieval de Cabanillas y Fustiñana se encontraban, poco más o menos,

donde están los del contemporáneo Canal de Tauste.

El pueblo siguiente Ebro abajo es Buñuel, cuyo núcleo de habitación

se encuentra al otro lado del río, en la margen derecha, pero parte de cuyo

término se extiende por la izquierda, al menos hoy en día, aunque nada

podemos asegurar para la época de que estamos tratando pues el lecho del río

ha variado mucho con el correr de los siglos. Allí, el Hospital, aunque nunca

llegó a hacerse con la jurisdicción como en Cabanillas y Fustiñana, contó con un

patrimonio importante; lo suficiente como para justificar la fundación de una

encomienda en el lugar que se documenta de las últimas décadas del siglo XII en

39 Ha sido publicado por ibid., vol. II, doc. 341 (con data de 1252), y MARTÍN GONZÁLEZ, Margarita, óp. cit., doc. 157. También figura en ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., doc. 2, p. 209, pero en una versión no íntegra y además, en expresión del propio autor, desaliñada.

40 Véase la referencia de origen en nota 62.41 El topónimo se conserva hoy en día, pero circunscrito a un área más reducida que la que designaba

históricamente. Sobre las partidas del término de Tudela y su localización en el siglo XIII, véase ORCÁSTEGUI GROS, Carmen, “Tudela durante los reinados de Sancho el Fuerte y Teobaldo I (1194-1253)”, Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón 10 (1975), pp. 63-142. Incluye un mapa en pp. 58-59.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

131

adelante42. Considerando este vínculo y el peso de la lógica de la rentabilización

de esfuerzos, resulta tentador pensar que la acequia se prolongase hasta las

tierras de Buñuel, aunque tal cosa supusiera una vulneración de la literalidad

de las estipulaciones del privilegio. Pero si fue así, ninguna evidencia que lo

pruebe ha sobrevivido.

Nada sabemos igualmente de cuando la acequia entró en funcionamiento

ni de sus vicisitudes posteriores, fuera de que en 1444, como hemos visto, el

azud estaba fuera de servicio desde hacía tiempo -desde principios de siglo, si no

antes43 - y con él necesariamente todo el sistema que sustentaba44, aunque todavía

había memoria y señales de donde había estado enclavado. Pero, considerando

los protagonistas y el contexto, todo conduce a pensar que su construcción no

se demoró mucho con respecto a la promulgación del privilegio.

Los siglos XII y XIII fueron una época en el Valle medio del Ebro de

expansión de los sistemas hidráulicos, de la mano de un fuerte auge demográfico

y un acusado aumento de la presión humana sobre el territorio45. En este

proceso, uno de los protagonistas principales fueron precisamente las Órdenes

Militares -y en particular las del Temple y el Hospital- que se constituyeron

en agentes especialmente activos de la ampliación de los regadíos, en los que

42 GARCIA LARRAGUETA, Santos Agustín, óp. cit., vol. I, pp. 99 y 174-176.43 En 1410 los vecinos de Cabanillas estaban construyendo dos norias, señal segura de que la parada ya no

funcionaba. En 1442 se documenta a los de Fustiñana también haciendo uso de estas máquinas. MONTEANO, Peio J., Los navarros ante el hambre, la peste, la guerra y la fiscalidad. Siglos XV y XVI, Pamplona, Universidad Pública de Navarra, 1999, pp. 123 y 116-117 respectivamente.

44 Ciertas obras realizadas en 1561 descubrirían en la zona vestigios de una antigua acequia enterrada con signos, no tanto de destrucción, como de abandono, vid. nota 307. Posiblemente fuera ésta. Su dejación tras la ruina del azud, combinada con las deposiciones sedimentarias de las avenidas del Ebro -y hubo varias en las primeras décadas del Cuatrocientos que debieron ser espectaculares- acabarían sepultándola ocultando todo rastro de su existencia.

45 Como se verifica, por ejemplo, en el entorno de la ciudad de Huesca o el señorío de Rueda, entre otros lugares, cf. LALIENA CORBERA, Carlos, “Los regadíos medievales en Huesca: agua y desarrollo social, siglos XII-XV”, en LALIENA CORBERA, Carlos (coord.), Agua y progreso social. Siete estudios sobre el regadío en Huesca, siglos XII-XX, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 1994, pp. 22-30, y, del mismo, “El Císter en el valle medio del Ebro: repoblación y roturaciones en el dominio del monasterio de Rueda”, Anuario de Estudios Medievales 16 (1986), p. 100 y ss. La mayoría del no excesivo número de trabajos disponibles sobre el tema se ciñen, sin embargo, a un área concreta. A nivel de síntesis no cabe citar más que la teoría explicativa general enunciada por LALIENA CORBERA, Carlos, “Agua y progreso social en Aragón, siglos XII-XVIII”, en ¿Agua pasada? Regadíos en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, [catálogo de exposición] Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2008, pp. 59-66, y el estudio de la fuerte implicación de la Orden del Temple en los regadíos de, fundamentalmente, los reinos de Aragón y Navarra de FOREY, A. J., óp. cit., pp. 119-132. Para la situación concreta de las Cinco Villas vid. PIEDRAFITA PéREZ, Elena, “Infraestructura económica de los Concejos de las Cinco Villas: regadíos, molinos y hornos (siglos XII-XIV)”, Aragón en la Edad Media 12, 1995, pp. 30-44 y, de la misma, Las Cinco Villas en la Edad Media, siglos XI-XIII. Sistemas de repoblación y ocupación del espacio, Zaragoza, I.F.C., 2000, pp. 250-268.

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132

mapa 1. Tramo navarro del canal de Tauste. Planta general

(según J. A. fernández ordóñez)

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

133

Juan JoséMorales Gómez

134

debieron de ver un instrumento especialmente eficaz para la repoblación de

sus tierras y el incremento de sus rentas. No cabían muchas más opciones con

las condiciones climáticas de la zona, tan próximas a la aridez, sobre todo en

el fondo del Valle. Pero tratándose de infraestructuras muy costosas, tanto de

construcción como de manutención, y que requerían influencia en la corte, de

quien dependía la expedición de los permisos oportunos, así como, a menudo,

de acuerdos de colaboración entre varias instancias jurisdiccionales, el fuerte

poderío económico de las Órdenes y su no menor ascendiente político y social

fueron determinantes. Su capacidad en este ámbito fue tal que incluso tomaron

a su cargo el desarrollo y gestión de sistemas hidráulicos por cuenta de terceros,

a título de promotoras y/o administradoras, a cambio, por supuesto, de ciertas

compensaciones46. Es lo que sucede, por poner un ejemplo de las Cinco Villas,

en 1200 en Sos en que el concejo dona a los hospitalarios, que tenían una

encomienda en la cercana Castiliscar, un campo con la única condición de que

lo pusieran en regadío, significativamente sin siquiera fijar los límites de la finca,

que se extendería tantum quantum potest mandare et irrigare. El objetivo es claro:

implicar en la dilatación del regadío del término a los poderosos sanjuanistas

con la esperanza de que ello redunde, de un modo u otro, en el beneficio de

toda la comunidad47.

Pero en este ambiente tan dinámico la realización de la acequia de

Fustiñana y Cabanillas no es una obra más. Partía del Ebro, un río, como es de

sobra sabido, de copioso caudal y susceptible de grandes avenidas que constituía

un auténtico desafío para las posibilidades de las técnicas de derivación fluvial

contemporáneas. Como se ha señalado en infinidad de ocasiones, la desarrollada

hidráulica musulmana evitó en España de forma casi sistemática los grandes

cursos alimentándose primordialmente de ríos relativamente modestos y aun

de fuentes, pozos y aguas torrenciales. La conquista cristiana no modificaría

estos hábitos más que poco a poco y de forma, inicialmente, discreta. De hecho,

la noción de que el aprovechamiento sustancial del Ebro se demora hasta el

46 Sobre la actuación de la Órdenes en este terreno, en general, vid. LEDESMA RUBIO, María Luisa, Templarios y hospitalarios en el Reino de Aragón, Zaragoza, Guara, 1982, pp. 196-202. Sobre la del Temple en concreto, FOREY, A. J., óp. cit. Particularmente espectacular es la intervención de los frailes en el desarrollo y organización de los regadíos del Valle del Cinca, CASTILLÓN CORTADA, Francisco, “Política hidráulica de templarios y sanjuanistas en el valle del Cinca”, Revista de Historia Jerónimo Zurita 35-36 (1979), pp. 381-445.

47 PIEDRAFITA PéREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 267-268.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

135

siglo XVI es moneda corriente entre los estudiosos48. De ahí, la trascendencia

de estas primeras obras de contención y distribución, sin duda modestas en

comparación con las que permitirán el gran avance de los perímetros irrigados

a partir del Quinientos -en Aragón la misma Acequia de Tauste y, por supuesto,

la Imperial-, pero que son los primeros ensayos sobre los que, sin duda, se

asienta la gran expansión posterior.

5. TAusTE y EL REGAdío dEL ARBA EN LA EdAd mEdiA

La organización del regadío en el valle de los Arbas se remonta, como

mínimo, a la época musulmana, aunque es muy poco lo que sabemos al respecto

fuera de que la reconquista cristiana sancionó los repartos de agua -reales o

supuestos- que aquella había establecido. Las evidencias son sucintas pero muy

elocuentes. En 1124 Alfonso I concedía a los vecinos de Ejea el disfrute de

las aguas a partir de Luna además de las de illo termino de Unocastello, de Sancto

Aroman en adelante, en los mismos términos que illas solebat habere Exeya in

tempus de Molmozor49, que tal vez se trate de Almanzor (c. 938-1002)50. Por otra

parte, la carta de población de Tauste, otorgada conjuntamente por Ramiro II y

Ramón Berenguer IV en 113851, confirmaba la división del caudal del Arba entre

48 Especialmente radical se muestra en este sentido LEMEUNIER, Guy, “Hidráulica agrícola…”, óp. cit., p. 56 y ss.49 LEMA PUEYO, José Ángel, óp. cit., doc. 135.

50 Muhammad ibn Abi Amir, más conocido por su título, al-Mansur bi-Allah (el victorioso de Dios), castellanizado

como Almanzor. Como es sabido Almanzor dirigió una serie de agresivas campañas contra los reinos cristianos

pirenaicos en las últimas décadas del siglo X. En una de ellas, en el 997, capturaría cincuenta caballeros

cristianos en Uncastillo, seguramente como resultado de la toma de la plaza. Si en los tiempos de Molmozor

se podía disponer de las aguas del termino de Unocastello a favor de la musulmana Ejea, eso solamente puede

significar que en aquellos momentos esa localidad debía, de algún modo, obediencia al califato. Y Uncastillo

volvió a la órbita cristiana, ya para siempre, en las primeras décadas del siglo XI, lo que deja muy pocas

opciones. Que yo sepa, nadie ha planteado esta hipótesis que, sin embargo, parece plausible si bien hace

que el fondo de la cuestión tome un cariz vidrioso. De ser correcto lo anterior, no deja de resultar llamativo

que en una localidad como Ejea, que tras la ocupación aragonesa conserva una población musulmana escasa,

aparentemente residual, se guardase memoria en 1124 de una situación cuya vigencia debía, como mínimo,

haberse devaluado hacía en torno a un siglo o tal vez más pero que resultaba tan beneficiosa para los intereses

colectivos. Sobre las alternativas de la frontera de los Arbas en el siglo X y comienzos del XI, una perspectiva cómoda en PIEDRAFITA PéREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 21-38.

51 El texto ha llegado a nosotros a través de transcripciones decimonónicas un tanto deficientes. Sigo la

reconstrucción realizada por PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “La carta de población de Tauste y la

frontera navarro-aragonesa a la muerte de Alfonso I el Batallador”, Aragón en la Edad Media 10-11 (1993),

Homenaje a María Luisa Ledesma Rubio, pp. 683-704. Más información en, del mismo, “Territorio y sociedad: La

carta de Población de Tauste de 1138”, Tauste en su historia. Actas de las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al

17 de diciembre de 1999), Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2001, pp. 62-103

Juan JoséMorales Gómez

136

Tauste y Ejea quomodo in tempore de Almoradir, con toda probabilidad Áhmad ibn

Sulayman al-Muqtadir, rey de la taifa zaragozana entre 1046-108252.

Seguramente en las Cinco Villas, como parece ser que fue la norma en el

Valle medio del Ebro, la ocupación cristiana no supuso en el ámbito hidráulico

ninguna ruptura: las infraestructuras fueron reaprovechadas y el statu quo

de los aprovechamientos respetado, al menos en principio, aunque con una

modificación profunda de su naturaleza, como es lógico, al tratarse de una

sociedad muy distinta53.

Pero estas pautas y otras que con certeza debieron existir, pero que no han

llegado a nosotros, no impidieron que en toda la comarca los conflictos por

el agua fueran frecuentes, como por otra parte sucede en todas las áreas de

regadío peninsulares durante la Edad Media y después. En el caso de Tauste, ya

tempranamente, Alfonso II tuvo que intervenir en 1175 para zanjar una disputa

surgida con los hombres de Pradilla y su señor Blasco Romeo, a los que el rey

reconoció su derecho a regar la torre de Aspro con toda el agua que descendit de

Exea inferius et transit per Taust dos días y una noche al mes, invocando los usos in

tempore christianorum et sarracenorum54. Pero los choques más severos fueron con

Ejea, con la que se mantuvieron diferentes pleitos entre los siglos XIV y XVI por

el levantamiento de nuevos azudes que amenazaban con trastocar las cotas de

agua establecidas55.

Con todo, los recursos hídricos de Tauste de estos siglos eran notoriamente

escasos. El Valle bajo del Arba observa en este ámbito un déficit muy acusado.

La climatología es muy parca en precipitaciones -en torno a los 400 mm.

anuales de media-, el río carece de afluentes y no hay prácticamente pozos ni

fuentes, solamente algunas pequeñas lagunas y balsas, habitualmente salobres

52 PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “La carta de población de Tauste…”, óp. cit., nota 30.53 SARASA SÁNCHEZ, Esteban, “La economía hidráulica en el valle medio del Ebro ¿un ejemplo de pervivencia

o de nueva implantación tras la conquista cristiana?”, Aragón en la Edad Media 8 (1989), Al profesor emérito Antonio Ubieto Arteta en homenaje académico, pp. 633-646. En Aragón donde mejor se ha estudiado este fenómeno es en la cuenca del Aguasvivas, cf. SESMA MUñOZ, J. Ángel, UTRILLA UTRILLA, Juan F., LALIENA CORBERA, Carlos, Agua y paisaje social en el Aragón medieval. Los regadíos del río Aguasvivas en la Edad Media, Zaragoza, Ministerio de Medio Ambiente, 2001.

54 SÁNCHEZ CASABÓN, Ana Isabel, Alfonso II Rey de Aragón, Conde de Barcelona y Marqués de Provenza. Documentos (1162-1196), Zaragoza, I.F.C., 1995, doc. 200.

55 PIEDRAFITA PéREZ, Elena, “Relaciones entre los Concejos cincovilleses en los siglos XIII y XIV: conflictos y solidaridades”, Suessetania 13 (1993), p. 107. Para los siglos XV y XVI vid. JERICÓ LAMBÁN, José Luis, y MENJÓN RUIZ, Mª Sancho, “La huella del agua”, La huella del agua en Ejea de los Caballeros, Ejea, Ayuntamiento, Diputación Provincial de Zaragoza, 2003, pp. 29-33.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

137

y/o estacionales, útiles tan solo como abrevaderos. El único curso de agua

significativo es el propio Arba. Pero su aforo es tan exiguo como irregular: 5,85

m3/sg. de módulo absoluto y, hasta los actuales aportes del Canal de Bardenas,

durísimos estiajes estivales que podían llegar a dejar el cauce totalmente seco56.

Además, tras las sucesivas sisas de los pueblos aguas arriba, llegaba históricamente

a Tauste, en expresión de Giménez Soler en los años 20, mermadísimo y tan

profundo como la Huerva en Zaragoza57.

Los límites que ello impondría al regadío local, como igualmente los

problemas para la vida cotidiana en general, son fáciles de imaginar y hacen

comprensible que la vocación económica principal de Tauste, como la de todas

las Bajas Cinco Villas, fuera sin discusión la ganadería hasta prácticamente el

siglo XX. La descripción de Antonio Ponz de los trabajos de rehabilitación del

Canal de Tauste por Pignatelli a partir de 1781 habla de que, con anterioridad a

los mismos, con el Canal fuera de servicio, la tierras de la huerta alta de Tauste

por la escasez de las aguas del rio Arva, con que se regaban, eran pocos los años que la

sembraban, y aun en estos se les perdian las cosechas por falta de agua; esta insuficiencia

-añade- era tan acusada que afectaba incluso a la provisión de agua de boca, que

tenía que ser transportada desde el Ebro con mucho trabajo, pues el par de mulas

mejores no hacia sino dos viages en todo el dia al Ebro vendiendo publicamente el agua,

lo que afectaba hasta la limpieza de las casas, con mil desordenes christianos y politicos

que no podian evitar por la gran distancia58. Probablemente el autor está cargando

las tintas. Las fuentes que maneja para su relato proceden de la empresa de

los Canales que, en un lógico deseo de autojustificación, sobreponderarían las

dificultades preexistentes59. Pero tampoco creo que demasiado. En este sentido,

es muy sintomático que la última sentencia medieval por cuestiones hidráulicas

entre Tauste y Ejea, que data de 1442 y fue promulgada por la propia reina

María, lugarteniente general por Alfonso V, su marido, en el reino de Aragón

56 Para la climatología y régimen fluvial de esta parte de la cuenca véase FERRER REGALES, Manuel, El valle medio y bajo del Arba, Zaragoza, Departamento de Geografía Aplicada del Instituto Juan Sebastián Elcano, 1958, pp. 19-30.

57 GIMéNEZ SOLER, Andrés, “El problema de la variación del clima…”, Memorias de la Facultad de Filosofía…, óp. cit., pp. 100 y 101.

58 PONZ, Antonio, óp. cit., pp. 169 y 170-171.59 Según SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco conocidos…”, óp. cit., Ponz no hace otra cosa que

transcribir, con escasas modificaciones, un informe de 1784 de uno de los técnicos que trabajaban en las obras, Fernando Martínez Corcín o Corrín, que se conserva en el Archivo del Canal Imperial de Aragón.

Juan JoséMorales Gómez

138

y en Cataluña -lo que da idea de la importancia que se concedió a la disputa-,

a la hora de hablar de la utilidad de la dita agoa para los de Tahust solamente

especifique expresamente bever e abevrar sus bestiares60. Aunque, desde luego,

existían contemporáneamente tierras en regadío en Tauste, queda muy claro

cuales eran las prioridades e, indirectamente, la situación general.

6. LA AcEquiA dE TAusTE EN EL siGLo XV. LA coNsTRuccióN y sus PRoBLEmAs

Es en el contexto descrito, marcado por la penuria y la carencia de

alternativas sencillas, en que hay que entender un proyecto, para la época, tan

atrevido como costoso: la traída al término de aguas provenientes del Ebro, algo

que, considerando la situación geopolítica de Tauste, lindante con la muga, y

la tendencia a la planitud del Valle Medio del Ebro, solamente podía partir de

Navarra. Es una de las partes más desconocidas de la historia del Canal.

La toma fue autorizada en 1444, mediante privilegio, por Carlos, Príncipe

de Viana y lugarteniente general de su padre Juan II, rey de Navarra, éste

último, a partir de la muerte en 1458 de su hermano, Alfonso V el Magnánimo,

también rey de Aragón. El A.S.R.C.T. guarda, desde luego, memoria de la

existencia de este documento pero no su tenor. De otras procedencias no

he podido dar más que con una cita parcial, más o menos textual, en un par

de historias locales. No ofrece plenas garantías pues, aparte de actualizar la

ortografía de forma evidente, carece de indicaciones de origen convincentes.

Pero no hay nada mejor y el fondo parece plausible. La reproduzco a

continuación literalmente. Para la correcta comprensión de este texto

conviene aclarar que, aparte del Congosto de Cabanillas, existe otro barranco

del Congosto o Congostos en el término de Fustiñana, que todavía se llama

así hoy61: se concede a los vecinos de Thaust facultad de hacer una presa dentro del

Ebro desde Cabanillas a Congosto -entiéndase, de Fustiñana-, donde bien visto les

sera, o rehacer la existente en Mosquera por do antiguamente fue hecha por la Orden e

los Concellos de Cabanillas y Fustiñana hasta Congosto -entiéndase de Cabanillas-,

60 Archivo Municipal de Ejea de los Caballeros, Pergaminos, A.5.2.61 En 1561 también se le nombra como Congostillo, vid. nota 307.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

139

en aquella parte que antiguamente fue hecha y esta señalada o en cualquier parte que

mejor o mas sanamente entiendan que facer se deba62.

Los divulgadores decimonónicos de la historia del Canal de Tauste

fueron muy displicentes con sus antecedentes medievales en general y con los

eventuales resultados del privilegio de 1444 en particular. De hecho, Madoz y

las Cartas sobre riegos llegan hasta a silenciar la existencia de esta concesión, que

solamente es recogida en los trabajos de Supervía y Alcorisa, si bien negando que

tuviese consecuencia alguna apreciable63. Posteriormente, Esteban Chavarría y,

sobre todo, Giménez Soler, en su visita al Archivo Municipal de Tauste antes

de su destrucción, encontraron pruebas que apuntaban lo contrario, como

veremos en seguida, pero, por razones que ignoro, estas noticias no han tenido

casi ninguna repercusión, limitándose comúnmente la bibliografía actual a

prolongar los planteamientos del siglo XIX sin apenas matices64.

Podemos afirmar que un tramo, cuando menos estimable, sí llegó a

realizarse. El azud, que dio en llamarse de Taust, se levantó finalmente por

do antiguamente como preveía, entre otras posibilidades, el privilegio. Un

documento de 1474 lo localiza en el rio de Ebro, que afronta de una part con termyno

de Tudela llamado Mosquera e de la otra cont barranco del Congosto65. Los primeros

beneficiarios volvieron a ser de nuevo, por tanto, Cabanillas y Fustiñana y, más

allá, Buñuel y otros pueblos, aunque siendo el destinatario del privilegio de

Tauste, evidentemente, conforme a algún tipo de dependencia y a cambio de

62 ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p. 71. No da ningún dato acerca de la fuente de su información. Este mismo pasaje aparece también en SIERRA URZAIZ, Francisco, “Compendio histórico de la villa de Cabanillas”, Revista del Centro de Estudios Merindad de Tudela 5 (1993), p. 48, aunque cambia algunos detalles de la ortografía. En este caso sí se incluyen referencias, otros dos trabajos de corte localista, pero que son inencontrables.

63 ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los Canales…, 1839, óp. cit., p. 57; SUPERVÍA LOSTALé, Mariano, “Tauste”, en MONTSERRAT DE BONDÍA, Sebastián, y PLEYÁN DE PORTA, José, Aragón histórico…, óp. cit., p. 107.

64 Hasta donde alcanzo, solamente revindican las obras del Cuatrocientos VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 60 y ss. apoyándose en parte de la documentación que vamos a comentar a continuación.

65 Vid. doc. 1 de nuestro Apéndice. El dique es también mencionado incidentalmente en 1471: con ocasión de la donación por el rey a uno de sus fieles de una serie de inmuebles y derechos en Tudela se precisa que uno de ellos, el molino y azud llamados de Arnalt Renalt, se encuentran entre el puente de la ciudad y el azud de Tahut, IDOATE, Florencio, Catálogo del Archivo General de Navarra. Sección de Comptos. Documentos, T. XLVIII, Años 1461-1499, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1968, doc. 399. En torno a este extremo, como en tantos otros, la falta de datos documentados ha dado alas a todo tipo de especulaciones, incluida la de que la acequia del Cuatrocientos no contaba con recurso de retención alguno y capturaba el agua por la simple inclinación natural del terreno, una posibilidad apuntada por Andrés Giménez Soler, óp. cit., p. 102, a la que concedió pábulo hasta una figura de la talla de José María Lacarra en su clásico Aragón en el pasado, Madrid, Austral, 1972, p. 128.

Juan JoséMorales Gómez

140

ciertas compensaciones que, sin embargo, desconocemos. La titularidad de la

obra, como puede constatarse, era municipal, una circunstancia absolutamente

común durante las Edades Media y Moderna, y los gastos, por tanto, corrieron a

cuenta del presupuesto concejil aunque, como es obvio, acabaran repercutiendo

de un modo u otro sobre los regantes.

Las obras debieron de empezar muy pronto y avanzar con una cierta

celeridad. Con anterioridad a mayo de 1447 la Acequia había alcanzado ya,

como mínimo, la raya con Aragón y estaba en funcionamiento: el 15 de dicho

mes y año Carlos, Príncipe de Viana, hacía donación perpetua a Pedro de Verayz,

consejero suyo y alcalde de la corte pamplonesa, en remuneración de sus

servicios, de aquella tierra blanqua que le pertenecía en el termino llamado del

Congosto de Fustinyana, que era muga con el termino de Taust y limitaba con el

dicho Congosto, con la cequia que va a Taust e con la carrera que va de Fustinyana a

Taust, especificando que dicha tierra solia ser mont et agora es regadio por razon de la

dicha cequia66. Este es el origen de la finca y casa de campo actualmente conocida

como Torre de Leoz, que se localiza, efectivamente, justo al lado del Canal, casi

en la frontera con Aragón y a unos 5 o 6 kms. al Este del barranco de Congostos,

aunque hogaño ya no pertenezca administrativamente al término de Fustiñana

sino a la Comunidad de las Bardenas.

Muchos años después, a fines del siglo XVIII, esta heredad, conocida

por entonces como Torre de Aperregui, era propiedad in diviso del teniente

coronel Francisco de Aperregui y su hermano Baltasar de Aperregui, regente

de la Real Audiencia de Aragón67. Estos personajes en 1782, con las obras de la

ampliación de la Acequia en plena efervescencia, dirigen una representacion al rey

quejándose de la empresa de los Canales y, en particular, de su rector, Pignatelli,

que pretende hacerles pagar cierta contribución por los aprovechamientos

hidráulicos que disfrutan. Como es habitual en este tipo de escritos, los

peticionarios se remontan a los antecedentes más remotos de sus derechos, que

66 Archivo General de Navarra, Sección de Comptos, Documentos, Caja 154, Nº 28. Es una copia de 1501. La localización de este documento ha sido posible gracias a la regesta del mismo incluida en IDOATE, Florencio, Catálogo del Archivo General de Navarra. Sección de Comptos. Documentos, T. XLVI, Años 1444-1450, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1967, doc. 646. Incluye una transcripción de este documento ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., doc. 4, pp. 211-213, pero con errores de lectura y sin dar referencia de origen.

67 La posesión de esta Torre, que también en algún momento se llamó de Veraiz, por la familia Aperregui se remonta, como mínimo, a principios del siglo XVIII. Comprendía cincuenta cargas de tierra. ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., pp. 101-102 y 147.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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llevan, precisamente, a 1447, fecha desde la cual sostienen que siempre han

disfrutado del riego de la Acequia de Tauste sin pagar impuesto, ni carga alguna.

Afortunadamente para nosotros, la reclamación de los Aperregui, en línea

con las costumbres de su tiempo, es prolija y se recrea en todo tipo de detalles,

incluidas las circunstancias de la génesis de la Acequia, con precisiones de

gran interés. Algunas nos confirman lo ya conocido: su cobertura jurídica en

el privilegio de 1444 que consta que tubo efecto y que en el día se mantiene en pie la

-parte- correspondiente a Navarra y su Azud, o Presa, y que con el nombre de Azequia

de Tauste, estubo y esta corriente, por los años de 1447 hasta el presente68. Otras nos

aportan información muy reseñable: poco después de la apertura, no contenta

la Villa de Tauste de tener su Riego, pasando la Azequia y las Aguas por el Reyno de

Navarra (que dio principio en su territorio a la Presa o Azud y a la Azequia) quiso ser tan

absoluta Señor de uno y otro, que a pocos años fueron tales la controversias, las disputas,

las contiendas y aun las pendencias y desgracias, que motivaron aquella celebre sentencia

arbitral, dispuesta por el mismo Señor D. Juan Rey de Navarra, en el año 1457. En ella se

descubre la distincion con que aquellos Juezes miraron el asunto y el territorio, separando

el uno del otro -el tramo navarro del aragonés-, con lo que se esplicaron en la misma,

a la que se remite, exiviendo copia de los dos capítulos, que hacen al caso. Y que las tiene

en su Archivo la Villa de Tauste. Aunque hay que manejar esta fuente con cuidado

pues, como buen alegato de parte, es muy tendencioso y defiende sin disimulo

alguno el papel y los intereses navarros -que son los de los peticionarios- hasta

extremos que llegan a la fabulación69, en lo esencial parece bien informado.

En verdad, hubo conflictos prácticamente desde el principio. Siempre los

había con este tipo de novedades, que debían de levantar tales expectativas que

desataban el antagonismo más inusitado entre las comunidades interesadas70.

68 Se está refiriendo únicamente al tramo navarro pero aun así, la última apreciación, en lo que toca a la Torre de Leoz, es una generalización que admite matizaciones, vid. nota 137.

69 El escrito no duda en sostener hechos tan inciertos como, por ejemplo, que la parte navarra del Canal se encontraba en perfectas condiciones en el momento de la redacción, algo desmentido por las numerosas reparaciones hechas por Pignatelli de las que nos informan las memorias de obras contemporáneas, vid. nota 5. O que la mayor parte del trazado discurría por Navarra (cinco leguas) y muy poco por Aragón (una legua), cuando realmente más de la mitad del recorrido de la época corría por tierras de este último reino. Baltasar de Aperregui, como regente de la Audiencia, debía tener mucha experiencia en este tipo de exposiciones. El texto completo de la representacion ha sido publicado por SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco conocidos…”, óp. cit., Apéndice II, no así el croquis que la acompañaba.

70 Un solo ejemplo: la entrada en funcionamiento de la Acequia de Manresa en 1383 dio lugar a tal cantidad de pendencias entre esa población y los pueblos vecinos que Alfonso V, intentando atajarlos, puso la obra bajo la protección real en 1428, FERNÁNDEZ ORDÓñEZ, Fernando, óp. cit., p. 137.

Juan JoséMorales Gómez

142

Se constatan ya en documentación coetánea: hacia febrero de 1450 el recibidor

de Tudela escribe a los oidores de la Cámara de Comptos de Pamplona

disculpándose por no haber podido acudir a una comparecencia a la que le

habían convocado pues, a causa de ciertas quexas que al senyor rey vinieron de los

de Bunyuel diziendo por los Thaust serles fechas muchas fuercas e quebrantamientos en

cierto reguerio nuevo que en sus terminos ha seydo fecho, el senyor rey me mando que,

con don Pero Barayz -que ya conocemos- ensemble, oviesse a yr de comission suya a

ver a ojo los agravios fechos por los ditos de Thaust e fazer relacion de lo que havia

seydo fecho, con la repuesta (sic.) o desencusa que los ditos de Thaust darian71. Estos

enfrentamientos debieron de alcanzar grandes proporciones, hasta el extremo

de motivar la intervención directa del rey Juan II en 1457, a la que aludían los

Aperregui. Desafortunadamente, fuera de sus vagas apreciaciones, no contamos

con ningún dato suplementario, lo que hace muy arriesgado intentar avanzar

en el análisis. Lo único que parece claro es que el fallo fue favorable a los puntos

de vista de las villas navarras más que a los de Tauste; de otra manera el viciado

discurso de los Aperregui no se felicitaría de la justicia del rey.

Durante estos debates, las obras de la Acequia, que estaba todavía inconclusa

con respecto al plan original, debieron quedar detenidas, o poco menos.

Acusarían también, posiblemente, la grave situación de inestabilidad interna

que vivía contemporáneamente Navarra: la guerra civil abierta que enfrentó

a partir de 1451 a Juan II con su hijo y heredero, el Príncipe de Viana, como

cabezas visibles de los dos grandes partidos en que se había dividido el reino,

agramonteses y beaumonteses, con implicaciones incluso internacionales.

Estos enfrentamientos perdurarían de forma discontinua durante decenios,

aun después de la muerte tanto del príncipe como del monarca. Aunque la

ribera tudelana quedó sólidamente en manos del bando agramontés -que era

el del rey-, contando con el apoyo aragonés, y no conoció episodios bélicos

dignos de mención, la inseguridad reinante debió de ser un importante factor

coadyuvante. Ni siquiera Tauste, como el resto de las poblaciones de la comarca

-sobre todo las Altas Cinco Villas y la Valdonsella-, se vieron libres de alarmas,

71 Archivo General de Navarra, Sección de Comptos, Documentos, Caja 155, Nº 21, II. El documento, que es original, no precisa el año. La atribución de 1450 viene dada por la de los manuscritos entre los que se encontraba, siguiendo a IDOATE, Florencio, óp. cit., doc. 910. Una pequeña precisión: Idoate refleja como única data documentada el 3 de enero. Efectivamente, es la que se lee en la carta, pero debe tratarse de un error del redactor pues en el cuerpo de la misiva se hace alusión a hechos y circunstancias pasadas, pero más o menos próximas, que tuvieron lugar los días 25 y 26 de enero; no puede tratarse por tanto del 3 de enero sino de febrero.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

143

correrías y episódicos actos hostiles por parte de los beaumonteses y sus aliados

castellanos durante mucho tiempo72. Esta puede ser una de las razones por la

que la sentencia por las diferencias en torno a la Acequia, de las que la corona

navarra estaba informada como veíamos ya desde 1450, si no antes, se demorase

hasta 1457.

Despejada la cuestión, los círculos oficiales debían esperar que los trabajos recuperasen ritmo. Pero no fue así. La reacción fue una resolutiva carta de Juan II -un hombre muy autoritario- de 3 de mayo de 1458, que ha permanecido inédita hasta hoy y constituye un testimonio particularmente expresivo de la situación en esos momentos73. El mero hecho de que el rey de Navarra y lugarteniente general del rey de Aragón intervenga directamente en una iniciativa puramente local, que no beneficiaba ni perjudicaba señaladamente a ninguna de las propiedades patrimoniales reales, ni en la que la monarquía realizaba inversión inmediata alguna, ya es elocuente. El asunto es de envergadura y Juan II tiene fundadas esperanzas en que su feliz término supondrá augmentar (la villa de Tauste) en vezinos e pobladores en assaz grant numero e encreçer los drechos e regalias que´l senyor rey ha e debe haver en aquella. En consecuencia, el rey quiere acabar a toda costa la obra, que debe estar detenida ante el curso fluvial local, pues el texto establece la necesidad de que el agua de Ebro passe sobre la Arba e riegue los terminos de la dicha villa. Al efecto, nombra un delegado regio, Johan de Sada, habitante de Tauste, un personaje perteneciente al estamento de la baja nobleza74, al que encarga expresamente acabar la dicha cequia. Para ello le dota de amplias potestades -de hecho, el poder e vezes del dicho senyor rey- y un no menor margen de maniobra: el comisionado puede recurrir a todo tipo de medios, incluidas las captiones de personas e… todos los otros remedios e compulsiones que vistas vos seran, para cumplir la

72 Un seguimiento pormenorizado del conflicto en LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de Navarra. Desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, Pamplona, Aranzadi, vol. III, 1973, p. 267 y ss. Para la perspectiva local véase PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Conto de los Caballeros del sueldo, hombres de a pie y espías: gastos de guerra del año 1463 en Cinco Villas”, Suessetania 15-16 (1996-97), pp. 124-136.

73 Véase su transcripción en nuestro Apéndice, doc. 1. Debo la verificación de este texto y el servicio de la reproducción oportuna a los buenos oficios de Dª Isabel Canellas Anoz, facultativa del A.C.A., a quien estoy muy reconocido por su amabilidad.

74 El documento no especifica otra condición que la de habitant en la villa de Tahust, pero sin duda es el mismo Johan de Sada que en 1461-62 cobra diferentes sumas por sus servicios como caballero a sueldo en la vigilancia de la frontera navarra, un ministerio característico de los miembros del estamento militar, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Conto de los Caballeros del sueldo…”, óp. cit., pp. 133, 134 y 136. En las últimas décadas del Cuatrocientos se documenta a un escudero de ese nombre domiciliado en Tauste en PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales sobre la villa de Tauste a finales de la Edad Media procedentes del Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Zaragoza”, Suessetania 21 (2003), docs. 56, 87, 233, 369, 370, 371, 394 y Anexo II. Es, con toda probabilidad, el mismo o, a lo sumo, un descendiente directo suyo.

Juan JoséMorales Gómez

144

voluntad real; el concejo y oficiales de Tauste quedan expresamente sometidos a sus órdenes so pena de una sanción muy considerable, 1.000 florines, para los contraventores. El problema fundamental, al menos según la carta, viene dado por las resistencias y divisiones internas de la propia comunidad, que han debido condenar a la parálisis la acción del municipio: es la turbacion e storbo (de) algunos singulares de la villa susodicha, movidos por algunas proprias passiones, interesses e malos zelos, así como la oposición a contribuyr e pagar en l´acabament e

perfection de la dicha cequia e puentes de aquell.

¿Pero a qué obedecen esas desavenencias tan graves? Enlazamos aquí con

las informaciones de Giménez Soler. Según este autor, la obra era dirigida por el

taustano Juan de Rada, que tomó por su cuenta la construcción con ayuda de maestros

vizcaínos. Y se detuvo efectivamente al llegar al Arba pero, fundamentalmente,

por problemas técnicos -al hallarse ser necesario ahondar más la caja para llevar

el agua el otro lado del río- complicados con insolidaridades internas: los

egoísmos de los que ya regaban no querían que se continuase. Finalmente, como esto

traía grandes dificultades, se suspendió lo que restaba. Solamente el apoyo firmísimo

del rey Juan II, cuyas ideas respecto a la grandeza y riqueza de los pueblos parecen las

de un contemporáneo de gran ilustración, y la energía del taustano Juan de Rada,

alma de la obra, permitieron que la empresa siguiese adelante. La financiación

del proyecto fue aportada por el banquero de Zaragoza Luis de Santángel, padre

del que fue quemado vivo por judaizante y factor del asesinato de San Pedro Arbués,…

que Tauste se obligó a devolver en treinta y tres anualidades de diecinueve mil doscientos

sueldos cada una, lo que arroja un total de 633.600 sueldos jaqueses (ss. js.)75.

Esa cifra es descomunal para la época76, incluso para una infraestructura tan

ambiciosa como la presente, pero sobre todo resulta desproporcionada para

una población como Tauste, por entonces de menos de 300 fuegos fiscales en

conjunto77.

Destruida la documentación municipal histórica taustana, cualquier

posibilidad de comprobación de estos datos está descartada. ¿Qué credibilidad

podemos darles? Giménez Soler es un autor solvente en líneas generales, pero

75 GIMéNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., pp. 101-102.76 Para hacerse una idea de lo que significaba en el contexto, baste decir que el rendimiento neto global anual del

impuesto del General de Aragón, la fuente de ingresos más importante de la hacienda del reino, no alcanzó en ocasiones esa suma en los años centrales del Cuatrocientos, SESMA MUñOZ, J. Ángel, “Trayectoria económica de la hacienda del Reino de Aragón”, Aragón en la Edad Media 2 (1979), p. 195, en nota.

77 No tenemos datos ciertos sobre la demografía de Tauste a mediados del siglo XV, pero los más cercanos en el tiempo permiten aproximarnos lo suficiente, vid. nota 140.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

145

en esta ocasión pecó un tanto de ligereza y bastante más de vaguedad, para

empezar porque prescindió de cualquier pormenor cronológico preciso. Desde

luego, algunas de sus afirmaciones son, no ya perfectamente plausibles, sino

hasta verificables. La misiva que hemos analizado anteriormente procede de

los registros de Cancillería del A.C.A. Sin duda cuando Giménez Soler habla

del apoyo firmísimo de Juan II tiene ante sus ojos el original, tal vez entre otros

materiales.

Otras son perfectamente razonables, como la justificación de la detención

de la obra por errores de nivelación que hacían necesario ahondar más la caja. El

encabezamiento de la carta de 1458, super reparanda çequia, y las alusiones en el

cuerpo, ya no al acabament de la Acequia, sino también a su perfection adquieren así

un nuevo sentido, nada retórico78. No tendría nada de particular. Toda obra de

regadío por gravedad en el Valle Medio del Ebro tiene que contar con un óbice

severo: la extraordinaria tendencia a la horizontalidad de todo este territorio

que exige un control de la pendiente exquisito79, algo que, cuando se trataba

de trechos extensos, requería, con el instrumental de la época, un alto grado

de pericia técnica que era más bien raro80. De hecho, constituyó una fuente de

problemas tan seria como relativamente corriente. Las inversiones realizadas

en el siglo XIV por los regantes del término zaragozano de la Almozara para

sacar agua del Ebro para sus tierras se perdieron, entre otras razones por la

falta de verificación cierta de una cota suficiente81. Sus solicitudes de ayuda al

concejo de Zaragoza fueron el punto de partida de la Acequia Imperial, ya en

el siglo XVI, que solucionó definitivamente el problema llevando su boquera

a Fontellas (Navarra). Aún así, la Imperial no se libró de complicaciones por

esta razón: nunca pudo pasar de los llanos de Pinseque -y hubo periodos que

78 Vid. Apéndice 1.79 El desnivel actual del Canal de Tauste varía normalmente entre los 16 y los 4 cms. por km. aunque hay

tramos con valores menores, incluso nulos. El del Canal Imperial arroja unas cifras parecidas. FERNÁNDEZ ORDÓñEZ, Fernando, óp. cit., pp. 144-145 y 156 respectivamente.

80 El desconocido aragonés que escribió en el último tercio del siglo XVI uno de los primeros tratados sobre ingeniería hidráulica que se conocen, los Veinte y Un Libros de los Yngenios y Maquinas, tenía una pobre opinión sobre la formación, sobre todo teórica, de los técnicos del ramo de su tiempo llegando a sostener, al tratar de la modulación de las conducciones hidráulicas, que la mayoría, si acaso aciertan, no es por artificio, mas es acaso [azar] (f. 287). Un siglo antes no creo que la situación fuera mucho mejor. Esta obra también se hace eco de las dificultades que envolvían la nivelación, cosa de mucho y mas artifiçio de lo que el vulgo se piensa (f. 49). El manuscrito de este texto, que se conserva en la Biblioteca Nacional, permaneció inédito hasta 1983 en que fue editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos a partir de una transcripción de José Antonio García Diego. En 1996 fue editado de nuevo en facsímil por la Fundación Juanelo Turriano.

81 FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., pp. 57-58.

Juan JoséMorales Gómez

146

no llegó ni allí-, al parecer a causa de una nivelación defectuosa82. A fines del

siglo XV la aljama mora de Cortes construyó una acequia que tomaba el agua

en el puente de Tudela; su planeamiento fue tan deficiente que jamás llego

a funcionar a pesar de que el monto de los gastos fue impresionante: 30.250

florines83. A escala peninsular, aun en la segunda mitad del Quinientos, con un

nivel técnico más desarrollado, algunas de las nivelaciones más delicadas fueron

encargadas a grandes figuras del mundo técnico y científico, como el relojero

y astrónomo Juanelo Turriano, a quien Felipe II encargó una tarea tan ardua

como la propuesta española para la reforma del calendario promovida por el

Papa Gregorio XIII, o el matemático y también astrónomo Jerónimo Muñoz,

autor del Libro del Nuevo Cometa, publicado en Valencia en 1573, que mereció los

elogios del gran investigador danés Tycho Brahe (1546-1601)84, lo que da idea

tanto de la complejidad que por entonces envolvía a estos trabajos como de la

incertidumbre que suscitaban.

Pero el relato de Giménez Soler, en otras ocasiones, más bien suscita

confusión. Da la sensación de que el paso de este investigador por los

archivos locales taustanos fue tan rápido como sumario y que se resolvió en

unas apresuradas notas, no siempre bien contrastadas, que debían más al

voluntarismo que al rigor. Sin despreciar su valor, su lectura debe ser crítica.

Resulta difícil admitir, por ejemplo, que Juan de Rada llevase la voz cantante en

la empresa por encima del comisionado regio Juan de Sada. Dada la similitud

de estos nominales lo más probable es que sean la misma persona y que Rada

no sea más que una mala lectura de Giménez Soler85.

82 Esa fue la causa aducida por diferentes dictámenes técnicos en el siglo XVIII, aceptada por la generalidad de los estudios dedicados a la historia del Canal. Recientemente BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 313 y ss., han propuesto una explicación diferente: no hubo tales vicios y la Acequia Imperial no llegó físicamente a Zaragoza porque no era necesario; conectada con la red de acequias preexistente, el agua que conducía -que era lo realmente importante- sí lo hacía. La hipótesis es ingeniosa y sugerente, pero el caso es que las quejas por los enronamientos de la Imperial fueron poco menos que continuas, lo que puede deberse a un defectuoso mantenimiento, pero también a esos problemas de nivelación, cf. PéREZ SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la navegación hasta 1812, Zaragoza, I.F.C., 1975, p. 36 y ss.

83 MONTEANO, Peio J., óp. cit., p. 124.84 Cit. Felipe II, los ingenios y las máquinas. Ingeniería y obras públicas en la época de Felipe II, [Madrid], Sociedad Estatal

para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998, p. 53.85 Por nuestra parte podemos asegurar sin resquicio de duda que el documento de 1458 procedente del A.C.A.

que manejamos se dirige inequívocamente a Johan de Sada. Apoya lo dicho el que en la bibliografía local y corpus documentales disponibles sobre la historia local taustana no sea excesivamente difícil encontrar individuos llamados Johan de Rada residentes en la localidad, pero no he podido hallar ninguno en las décadas centrales del Cuatrocientos con la edad y prestigio social que, sobre el papel, cabría esperar del fautor de un negocio tan de altos vuelos como la Acequia; sí en cambio con el apelativo de Johan de Sada, como veíamos en nota 74.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

147

El capítulo de la financiación todavía resulta más sospechoso. El Luis de

Santángel al que se refiere -hubo varios sucesivos- es un personaje histórico

bien conocido. Jurista de prestigio y acaudalado patricio zaragozano -aunque

no banquero, sensu stricto-, fue consejero y colaborador habitual del rey

Juan II y una personalidad muy influyente en su tiempo. Fallecido en 1467,

sus hijos serían efectivamente procesados y condenados por la Inquisición en

1486-87 y el primogénito, llamado precisamente Luis, ejecutado, aunque no

en la pira como señalaba el autor de El problema de la variación del clima, sino

por decapitación, conforme al privilegio de su status de caballero86. Como era

usual entre las familias pudientes de la época, los Santángel desarrollaron una

intensa actividad crediticia entre cuyos usuarios está perfectamente probado

que Tauste ocupó un lugar destacado. Pero el planteamiento de esas relaciones,

tal como son presentadas por Giménez Soler, es muy poco verosímil.

La deuda pública en el Aragón de fines de la Edad Media en el momento que

empezaba a barajar cifras mínimamente cuantiosas, se canalizaba habitualmente

bajo la forma de censales, préstamos en los que no se establecía el plazo de

amortización, el cual quedaba abierto a la libre voluntad del deudor siempre

y cuando pagase puntualmente los intereses o pensiones correspondientes. Lo

que Giménez Soler nos transmite, tomado al pie de la letra, es un contrato

extrañísimo para su tiempo, casi inédito. Por otra parte 633.600 ss. js., más de

30.000 libras, es una cantidad astronómica, como decíamos, difícil de movilizar

incluso para un hombre de tantos posibles como Luis de Santángel, y más

en metálico. Pero lo que se hace ya increíble es que, de reunirla, la pusiese

a disposición de una villa como Tauste, sin especial peso, de un solo envite, a

despecho de todo riesgo. A la inversa, no es menos dudoso que una población

con menos de 1.500 habitantes asumiese tan bruscamente semejante carga,

a sumar al resto de las obligaciones y gravámenes que ya gravitaban sobre

el concejo -que no debían ser pequeños-, por muy tentador que resultara el

objetivo perseguido. Semejantes posibilidades, sencillamente, no se sostienen.

La operación que tan resumidamente describe Giménez Soler, más que

un préstamo convencional, debía tratarse de una concordia de quitament,

86 Sobre la figura del zaragozano Luis de Santángel y su familia se ha escrito mucho. Y todavía más de su homónimo valenciano. La síntesis más reciente acerca del primero en MOTIS DOLADER, Miguel Ángel, “El linaje de los Santángel en el Reino de Aragón”, Aragón Separad, Zaragoza, Diputación Provincial, Ibercaja, 2004, pp. 251-302, vid. especialmente p. 263 y ss.

Juan JoséMorales Gómez

148

el recurso que se utilizaba cuando el volumen de censales que obligaba a

un concejo era tan alto que amenazaba con asfixiarlo económicamente; el

equivalente a lo que hoy llamaríamos un plan de saneamiento hacendístico.

Consistía en alienar a un hombre de negocios, normalmente bajo la forma de

una arrendación, una serie de rentas y contribuciones vecinales durante un

periodo de tiempo determinado a cambio de que, a lo largo de éste, el tomador

fuese liquidando o, como se decía en la época, luyendo de forma escalonada

los censales previamente designados. Este es el esquema esencial, si bien los

detalles, que podían ser extraordinariamente complejos, eran susceptibles de

variar mucho87. El procedimiento a veces también se utilizaba, supletoriamente,

para conseguir dinero fresco para un fin u otro. En Tauste tenemos un muy buen

ejemplo unos pocos años posterior, relacionado además con la construcción

de otra infraestructura hidráulica, aunque mucho más modesta: la estanca de

Valdespartera88.

En 1479 el concejo de Tauste conviene con Paulo Ram y los hermanos Johan

y Luis de Johan Sánchez, mercaderes, ciudadanos de Zaragoza, la cesión de: el

producto de la primicia, vinteno e quaranteno de la dicha villa desde 1487 hasta

1504; la percepción del producto de la arrendación de esos mismos derechos

entre 1480 y 1487, que ascienden a 9.300 ss. js. anuales, los cuales la villa el año

1477, anticipadamente, había adjudicado a ciertos terceros; más, por último,

el cobro de 600 ss. js. anuales adicionales en metálico, que pagará el concejo

directamente a los tomadores para el mes de agosto de cada ejercicio de los 24

que está previsto dure el contrato, salvo el último año, 1504, en que serán 3.650.

A cambio los arrendadores: realizarán el quitament de seis censales que

obligan a Tauste y suman 110.660 ss. js. de principal y 5.533 de pensión anual

en tandas de 10.000 ss. js., la primera en 1483, la segunda en 1486 y a partir de

ahí, cada dos años; pagarán entretanto los intereses anuales de dichos censales;

finalmente, adelantarán, por subvencion e ayuda de la expensa fazedera en la estanca

87 Véanse diferentes ejemplos en ABELLA SAMITIER, Juan, “La deuda pública de los municipios aragoneses en los siglos XIV y XV”, Anuario de Estudios Medievales 39, 1, (2009), pp. 47-64.

88 Este documento ha sido publicado por PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 82, pp. 119-122. Un caso similar, aunque más tardío y con un componente técnico más importante, es el concierto del capítulo de los herederos de la Acequia del Rabal de Zaragoza con Martín de Guinea en 1573, por el se contrataba la reconstrucción del azud de esta Acequia y los trabajos de mantenimiento del mismo y del cauce más la luición de un censal que obligaba a dicho capítulo en 18.000 libras de principal y 18.000 ss. j. de pensión, BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 333-334.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

149

clamada de Val d´Espartera, 4.340 ss. js., de acuerdo con las instrucciones que

recibirán de cuatro diputados elegidos por la villa al efecto89.

Es conveniente advertir que la mayor parte de los censales que se pretenden

luir son propiedad del caballero Luis de Santángel, menor -el mismo que pocos

años después será ajusticiado-, titular de cuatro de ellos por un total de 88.660

ss. js., y que tanto estos censales como los dos restantes que engloba el contrato,

que son propiedad del mercader zaragozano Martín Bernat, fueron convenidos

originalmente a un determinado interés que fue reducido no obstante al

vintemil por mil -es decir el 5 %- por… concordia entre la villa e los dichos crehedores

fecha. No son las únicas cargas que pesan sobre la hacienda de Tauste en esos

momentos90, pero sí deben ser aquellas cuya amortización más urge pues el

documento habla de que la villa está obligada al dito mosen Luys a rebajar cada

año 5.500 ss. js. del capital que le adeuda.

El convenio entre Tauste y Luis de Santángel, mayor, debió ser seguramente

de este corte, al menos en lo fundamental, aunque a una escala mucho mayor.

Giménez Soler nos lo presenta excesivamente simplificado, dando a una parte

-la financiación de la obra de la Acequia-, el valor del todo. Lo más creíble

es que esas en torno a 30.000 libras -hay que descontar el previsible margen

de beneficio del tomador- no se refieran por tanto a los costes de la labra de

la Acequia sino al total, o poco menos, de la deuda viva de Tauste, más los

eventuales adelantos de líquido que prevé aportar Santángel en el momento,

que desgraciadamente Giménez Soler no especifica, en que se redacta el

contrato. Los gastos realizados o que se esperaban realizar en la Acequia debían

suponer un porcentaje importante de esa masa pecuniaria, pero no el conjunto.

Más allá de especulaciones, ciñéndonos a lo tangible, dos cosas están

probadas. Por un lado, Luis de Santángel, mayor, realiza en la década de

1460 pagos de pensiones censales a terceros en nombre de Tauste, en un

89 Esta última suma fue efectivamente librada en 1489 según consta en el oportuno albarán, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, doc. 214, pp. 140-141.

90 Otros censales la obligan, como por ejemplo los dos que en 1460 tomó de Pedro Lacabra, menor de días, médico, ciudadano de Zaragoza, de 500 y 375 ss. js. de pensión anual respectivamente, pagaderos cada 12 de febrero, y 7.500 de propiedad, en conjunto. Pedro La Cabra, al fallecer, dejaría heredero universal de sus bienes a su padre Pedro Lacabra, mayor. Cuando este último redacta su testamento en 1491 dispone, entre otros bienes, de estos dos censales que, obviamente, no han sido luidos. MARÍN PADILLA, Encarnación, Maestre Pedro de la Cabra (médico converso aragonés del siglo XV, autor de unas coplas de arte menor), Zaragoza, 1998, pp. 64, 169 y ss. y 178 y ss. Entre la documentación reunida por PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., se encuentran los albaranes de las pensiones de diferentes añadas de estos censales, hasta finales del Cuatrocientos; los últimos los extiende María Lacabra, viuda de Pedro Lacabra, en 1497, ibid., docs. 393 y 397.

Juan JoséMorales Gómez

150

comportamiento típico de los arrendadores de rentas y tomadores de quitaments91,

lo que indica que el concierto tuvo efectivamente lugar, probablemente en algún

momento de la década de 1450. Por otro, que es uno de los grandes acreedores

del concejo, pues desde luego los censales que posee su hijo Luis que hemos

visto más arriba -y que solo son una parte de los que Tauste le adeudaba92- deben

ser heredados de su padre, si no todos, sí la mayor parte.

De todas formas el concierto, pasado un tiempo, debió suspenderse, no

obteniendo los resultados que perseguía. Desconocemos cual fue su grado de

cumplimiento pero, fuera cual fuese, todo debió irse al traste con la rebelión

catalana de 1462 contra Juan II, un acontecimiento que precipitó una larga y

costosa guerra, hasta 1472, que implicó, entre otras cosas, un fuerte y perentorio

incremento de la presión fiscal de la corona sobre los concejos aragoneses, que

no pudo ser atendida más que con la emisión masiva de deuda pública. Para

el erario taustano, cuya situación debía ser ya muy comprometida, significó el

colapso. En 1467 -el mismo año de la muerte de Luis de Santangel, mayor-

la propia reina tuvo que mediar entre el concejo y los acreedores de Tauste

con una sentencia de la que, una vez más, no sabemos positivamente otra

cosa que fue promulgada93. Es de suponer que de ella se derivaría la rebaja

de las intereses debitorios al 5 % que hemos visto con los censales de Luis de

Santángel y que debió aplicarse al conjunto de la deuda consolidada local94.

En 1468 y los años siguientes se documenta la intervención de Bartolomé de

91 En junio de 1462, por ejemplo, hace efectivo uno de estos pagos a favor de Pedro Lacabra, menor, MARÍN PADILLA, Encarnación, óp. cit., p. 116. Posteriormente, los tomadores del quitament de 1479 realizarán actos homólogos y, del mismo modo, otros arrendadores de rentas del concejo de Tauste, vid. ibid., p. 66, en nota, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., docs. 105, 191, 200, 202, 205 etc.

92 La condena de Luis de Santángel, menor, por la Inquisición supuso, aparte de su condena a muerte, la confiscación de sus bienes. El inventario de los mismos contempla en los últimos años de la década de 1480 todavía cinco censales sobre Tauste por un capital total de 78.060 ss. j., que producía un interés de 3.994 ss. y 8 dineros (ds.) js. al año, aun después de las luiciones parciales contempladas en el quitament de 1479, que algún tipo de efecto debieron tener. Y hay que contar que Luis de Santángel, menor, transfirió en 1479 a su primogénito, llamado también Luis, con ocasión de su matrimonio con Ventura de Embún, entre otras rentas, censales sobre el concejo de Tauste por valor de 16.067 ss. j. de principal y 803 ss. y 4 ds. js. de pensión. MOTIS DOLADER, Miguel Ángel, óp. cit., pp. 270 y 274. Estos últimos censales fueron expresamente excluidos de la confiscación inquisitorial, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 159, p. 133. Véanse los albaranes de las pensiones percibidas por la Inquisición de los taustanos, por razón de las pensiones de estas obligaciones, en ibid., docs. 168, 173, 202, 203, 204, 230 etc.

93 La noticia en MARÍN PADILLA, Encarnación, óp. cit., p. 64, en nota.94 Esta medida también interesó, por ejemplo, a los censales sobre Tauste que poseía el ya mencionado Pedro

Lacabra, ibid., pp. 64-65. La rebaja de las tasas de interés de los censales solía ser una de las consecuencias típicas de los actos de conciliación protagonizados por la corona entre los concejos y sus acreedores, véanse ejemplos en ABELLA SAMITIER, Juan, óp. cit.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

151

Reus, señor de Luceni, comisario designado por el rey en los fechos et negocios de

Tauste, en la liquidación y regularización de las pensiones censales atrasadas de

este concejo95.

Así pues, lo que latía bajo las resistencias a la continuación de la Acequia

documentadas en la carta regia de 1458, tal vez tuviera un componente de

los egoísmos particulares de que nos habla Giménez Soler, pero también una

sobrecarga debitoria y contributiva que, aunque sería mucho peor unos años más

tarde, debía ser ya agobiante y que se exacerbaba todavía más ante la tesitura de

los nuevos esfuerzos que requería, no ya la prolongación de lo ya realizado, sino

la enmienda de los errores técnicos preexistentes. Hasta el mismo comunicado

regio reconoce que la fabrica construyda por los hombres de la dita villa de Thaust,

lo ha sido no sin grandes trabaios e despesas de la dicha villa, officiales e singulares de

aquella96. Es un factor, sin duda, de peso. Pero posiblemente no el único.

El sufragio de los enormes costes resultado de la erección y mantenimiento

de las infraestructuras de riegos fue causa ordinaria de rebeldías y disensiones

en las comunidades tradicionales que se materializaban, sobre todo, en intentos

de elusión de alfardas y derramas. Son los que se detectan en Tauste cuando

el rey autoriza a Juan de Sada a usar cualquier tipo de coacción contra los

contradictores de sus órdenes, de forma que forçedes e compellezcades (a aquellos)

a contribuyr e pagar en l´acabament e perfection de la dicha cequia. Pero lo cierto es

que, por altas que fueran las expensas, estas indisciplinas no solía interferir

comúnmente en la marcha de las obras, ni precisaban de la intervención de

ninguna instancia de poder foránea, si la oligarquía que controlaba los puestos

de decisión del concejo estaba realmente decidida97. ¿Pero realmente lo estaba

en el caso de Tauste? Sin duda había fisuras y, posiblemente, desde el principio.

95 MARÍN PADILLA, Encarnación, óp. cit., pp. 64-65.96 Véase para esta cita del documento y las siguientes Apéndice 1.97 Por ejemplo, en La Almunia de Doña Gomina se acometió en el siglo XVI un ambicioso programa de

ampliación de regadíos que implicó grandes gastos. La reacción de muchos particulares fue oponerse a que la acequia pasara por sus heredades -para no tener que contribuir-, ignorar el abono de alfardas y repartimentos etc. La oposición del estamento clerical debió ser tan generalizada que una ordenanza de 1550 prohibió el riego de las heredades de los clérigos que rehusaran pagar. Las obras, con todo, siguieron adelante. MARTÍNEZ TORRES, Isabel, “Aproximación al estudio de los regadíos de La Almunia de Doña Godina en el siglo XVI”, I Jornadas sobre el Estado Actual de los Estudios sobre Aragón (Teruel, 1978), Zaragoza, Universidad, 1979, p. 372. Un comportamiento parecido se constata con ocasión de la apertura de la Acequia de las Fuentes, decidida por los jurados zaragozanos en 1472: un grupo de propietarios interesados se negó a pagar la parte que les correspondía de los gastos renunciando de antemano a hacer uso del agua de la acequia. FALCÓN PéREZ, Isabel, Zaragoza en el siglo XV. Morfología urbana, huertas y término municipal, Zaragoza, Ayuntamiento, I.F.C., 1981, p. 136.

Juan JoséMorales Gómez

152

Las tensiones endógenas en los concejos bajomedievales aragoneses eran

moneda relativamente corriente. Motivos y ocasiones no faltaban. Pero en los

casos en que la documentación local ha desaparecido -como en Tauste- es difícil

rastrearlos, salvo cuando alcanzan proporciones lo suficientemente respetables

como para que las autoridades superiores tomen cartas en el asunto. Resulta

extraordinariamente sugerente en este sentido que uno de los no demasiados

conflictos de esta categoría que tenemos documentados en Tauste en la Edad

Media coincida con la anualidad en que la Acequia recibe el beneplácito oficial

de Carlos de Viana: 1444. Si el privilegio data del 25 de mayo de ese año, el 10

de junio siguiente la reina María, lugarteniente general del reino de Aragón,

escribe cuatro cartas desde Valencia a oficiales aragoneses que bosquejan un

ambiente tenso: Cristóbal Ortiz, justicia de la villa, denunciado ante la corte

por Pedro de Larraz y Sancho de San Juan, vecinos de Tauste, está siendo

investigado por el merino de Zaragoza, dice la reina, por las querellas que havemos

d´ell d´algunos excesos, injurias e que no se havia bien en su officio; también los

jurados de Tauste están siendo sometidos a inquisicion por el merino en virtud

de cierta comission del rey; finalmente, está siendo enjuiciado un tal Pascual de

Fago, natural de Tauste, por una causa que, aunque desconocemos, debe de

ser de enjundia pues el encargado de instruir el proceso es nada menos que el

Gobernador del reino, a quien escribe la reina recomendándole independencia

y equidad pues dizese que (la denuncia ha sido realizada) a instigacion de algunos

qui lo quieren mal, los quales se movrian mas por passion que por zelo de jusiticia e que

por contumacia e odio lo perseguirian98.

Nada prueba la conexión del proyecto de la Acequia con estos litigios, que

tal vez obedezcan a otro tipo de debates99, aunque la coincidencia cronológica

es tan exacta que es difícil resistir la tentación de relacionarlos. En cualquier

caso, es incuestionable que la actuación, en general, del equipo de gobierno

que negoció la obtención del privilegio de la Acequia -o al menos los pasos

98 A.C.A., Cancillería, Registro 3034, fs. 98v-99v. Informa de esta referencia FALCÓN PéREZ, Mª Isabel, “Ordenaciones reales a ciudades de Aragón en el siglo XV”, En la España Medieval 21 (1998), p. 282.

99 Ibid., pp. 271-292, los vincula a los disturbios y escándalos que, con cierta frecuencia, daba lugar la designación de oficiales municipales en todo el reino, argumento que sirvió para justificar el cambio del sistema de elección de estos cargos, que pasó de la cooptación, que era el vigente, al de la insaculación, impuesto por la realeza precisamente por estas fechas. Pero no deja de ser una especulación, pues los textos nada pormenorizan sobre los fundamentos de esas actuaciones, ni en este sentido ni en ningún otro.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

153

finales- suscitaba controversias y que la cohesión interna de la población en

vísperas de encarar un designio de tan altas miras y que iba a requerir -y eso

debía ser diáfano para todo el mundo- enormes sacrificios, no era neta, aunque

nos resulte imposible valorar la importancia y extensión de la fractura.

Vista la evolución de los acontecimientos, ese descontento no haría más

que aumentar. Y no estamos hablando de antagonismos aislados o irrelevantes.

Ciñéndonos ya específicamente a la Acequia, cuando Juan II en 1458 se lamenta

de la turbacion e storbo de algunos singulares de la villa no se está refiriendo, sin

género de duda, a gente común sino a individuos de peso, con capacidad de

bloqueo efectivo. Aunque la misiva no da más detalles, no es difícil adivinar

cual puede ser el núcleo principal de las obstrucciones: los beneficiarios de la

principal fuente de riqueza del lugar, los ganaderos.

Organizados en un ligallo o cofradía desde 1410, debían constituir uno

de los grupos de presión más importantes del lugar, con un fuerte ascendiente

en el concejo. En 1459 el acta de una reunión del capítulo de esta cofradía

anota el nombre de 22 miembros: son Ahe, San Juan, Ayerbe, Rada, Oblitas,

Frontín100… los mismos patronímicos que se reiteran en los cargos públicos del

municipio desde hace siglos101. Y los ganaderos no podían ver con buenos ojos

las limitaciones para la libre circulación de rebaños y la eventual roturación

de pastizales que suponía la Acequia102. Y aunque no cabe plantear la cuestión

en términos de una confrontación maniquea, simplista y sin matices -granjeros

versus pastores-, entre otras razones porque las elites pecuarias locales, por

mucho que dependieran sus ingresos de los rebaños, también tenían intereses

100 Cf. FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, “La Casa de Ganaderos de Tauste. Notas sobre su Historia Medieval y Moderna”, Tauste en su historia. Actas de las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al 17 de diciembre de 1999), Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2001, pp. 104-171, especialmente pp. 106-108. El listado de cofrades de 1459 en p. 156.

101 Hoy en día no existe ningún estudio monográfico sobre el régimen de gobierno taustano ni sus munícipes, de forma que los datos están muy dispersos. Los bloques de información más importantes en: CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, Archivos parroquiales de la diócesis de Zaragoza II, Zaragoza, Diputación Provincial, 2001, pp. 155-302; PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit.; PIEDRAFITA PéREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 337-339.

102 La conversión de partidas de monte reservadas al ganado en terrenos de cultivo -mediase a no el regadío- podía ser causa de disturbios muy violentos, como los que tuvieron lugar en Cariñena en 1560. Uno de los motivos que desencadenaron en el Aragón a fines del Quinientos los sangrientos choques entre pastores montañeses y agricultores moriscos de la ribera del Ebro fue precisamente éste. COLÁS LATORRE, Gregorio, y SALAS AUSENS, José Antonio, Aragón en el siglo XVI. Alteraciones sociales y conflictos políticos, Zaragoza, Universidad, 1982, p. 35.

Juan JoséMorales Gómez

154

en otras esferas y, por supuesto, la agricultura, no cabe duda de que era un

sector, en conjunto, al que no se le podía pedir ni mucha complicidad ni

demasiada abnegación103.

En 1444 la fuerza de un proyecto tan prometedor para el conjunto de la

comunidad -y que seguramente también beneficiaba a estos potentados, por lo

menos a algunos104 - debió de sobreponerse a sus prejuicios y desconfianzas, lo

suficiente al menos para que una partida prestase su aquiescencia. Pero dentro

de ciertos límites, en relación, sobre todo, con el monto y el reparto de los

gastos, que en 1458 debían estar ya desbordados. Nada sabemos de seguro al

respecto para la fecha, pero resulta muy revelador que un siglo después, con

la nueva labra de la Acequia de Tauste ya definitivamente encauzada, estos

conflictos sí estén plenamente constatados y alcanzado tal grado de virulencia

que obligan a intervenir al propio Gobernador del reino, que se desplaza a fines

de 1560 a la villa para poner asiento en ciertas disensiones y pasiones que havia entre

los labradores y ganaderos sobre quien havia de pagar los gastos que había supuesto

la fábrica105. Y hay que tener presente que la coyuntura económica general de

mediados del Quinientos era notablemente más positiva que la de cien años

antes. Las obras de fines del siglo XVIII se desarrollarán, de nuevo, en medio de

las protestas y resistencias de los dueños de rebaños, y no solo en el entorno del

Canal de Tauste sino también del Imperial106.

Las reticencias, como mínimo, de los poderosos ganaderos, los defectos

técnicos de la obra y los incrementos de costes que suponía su corrección, una

deuda concejil en camino de hacerse inmanejable, un fallo judicial reciente -el

de 1457-, si no lesivo para la villa, lejos de sus expectativas… Era demasiado.

La fuerza y calidad de los opositores a la Acequia hacia 1458, apoyada

sin duda por un descontento popular más o menos amplio causado por la

103 La postura de los ganaderos ante estos proyectos es más bien ambigua, no sólo en Tauste, también en otros lugares. Pasó lo mismo, por ejemplo, en la huerta murciana bajomedieval donde la expansión del regadío chocó frecuentemente con la primacía de los intereses pecuarios de la oligarquía. Pero como ésta simultaneaba esas actividades con las agrícolas, su oposición nunca fue absoluta ni permanente. MARTÍNEZ MARTÍNEZ, María, “Control, usos y defensa del agua en Murcia (siglos XIII-XV)”, en MARTÍNEZ MARTÍNEZ, María, et alii, El agua en la Historia, Valladolid, Universidad, 1998, p. 26. Estoy convencido de que si los grandes cabañeros de Tauste se hubieran opuesto, en bloque y frontalmente, a la obra de la Acequia desde el principio, es difícil que ésta llegase siquiera a ser planteada.

104 El mejor ejemplo es el señor de Canduero, del que hablaremos más adelante.105 Doc. 4 de nuestro Apéndice. Volveremos sobre la cuestión. 106 PéREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y sociedad en el siglo XVIII. El Canal Imperial de Aragón, 1766-1808,

Zaragoza, I.F.C., 1984, pp. 375-381. FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 97 y ss.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

155

intensificación de las exacciones, debieron resultar irresistibles y acabaron

invirtiendo la primitiva voluntad del concejo que dejó en suspenso el proyecto,

como nos transmitía Giménez Soler. Pero la facción defensora de la Acequia,

que también contaría con apoyos nada desdeñables, no se resignó y recurrió a la

corona. Sus argumentos debieron de ser muy persuasivos pues Juan II, informado

-no puede ser más que por los partidarios de la Acequia- que´l no dar perfection a la

çequia nuevament construyda por los hombres de la dita villa de Thaust… es dar occasion

a la destruction, depopulation e irreparable danyo de la dicha villa e hombres de aquella y

con el señuelo del incremento de los ingresos de la monarquía en Tauste, como

veíamos más atrás, decide tomar partido y opta por una medida de excepción:

asumir el impulso de la obra poniendo a su frente a un agente directo suyo,

Johan de Sada, a cuyo mandato -no puede ser casual- somete las autoridades

concejiles. El tono conminatorio y las alusiones a la eventual necesidad de

usar la coerción para compeller a oficiales y particulares en pro de l´acabament e

perfection de la dicha cequia dejan pocas dudas acerca de que el comisionado va a

encontrar muy poca colaboración para cumplir su misión en un amplio sector

de la población. Y no es para menos, pues el rey presta su autoridad pero nada

más: la financiación de la empresa siguen pesando íntegramente sobre la villa.

Sería muy interesante saber el lugar que ocupa ese delegado -acaso el

cabecilla más señalado de la opción a favor de la continuación- en el entramado

social y económico de Tauste. La información disponible no es excesiva ni

particularmente explícita, pero aun con todo resulta expresiva. Johan de

Sada desciende de un linaje de caballeros y escuderos107 arraigado en Tauste,

aparentemente, desde antiguo108, que ha tenido una cierta participación en

107 No es difícil encontrar personajes con ese apellido ostentando tal condición en la documentación local. Solo un ejemplo: las diferentes listas de concejantes registradas en 1415 en relación con la resolución de ciertos problemas del gobierno local incluyen a Martín de Sada, escudero, que también es justicia de la villa en aquellos momentos, y a los caballeros Aznar y Ferrán de Sada, MARURI ORRANTIA, David, “Cinco Villas de Aragón. Noticias genealógico-heráldicas de don Isidoro Gil de Jaz”, en Suessetania 17 (1998) Addenda, p. 233 y ss. Pero no como infanzones: entre las más de setenta salvas de infanzonía de taustanos que se conocen entre 1200 y 1400 no se encuentra ni un solo Sada. Cf. FALCÓN PéREZ, Isabel, Prosopografía de los infanzones de Aragón (1200-1410), Zaragoza, Universidad, 2003, y, de la misma, Los infanzones de Aragón en la Edad Media, Zaragoza, I.F.C., 2008.

108 Ya en 1253 se documenta a dona Agnes de Sada como propietaria de un campo en el término, CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit., doc. 11, p. 158. Otras noticias posteriores de Sadas taustanos en ibid., docs. 76, 80, 85, 92 etc. El problema es que son datos muy disgregados que no permiten asegurar si estos Sada descienden de un mismo tronco común o pertenecen a familias diferentes, aunque homónimas, que se suceden de forma más o menos casual a lo largo del tiempo. El que Sada sea, por estos siglos, un apellido relativamente corriente en la comarca tampoco ayuda. Los Sada sí son en cambio uno de las estirpes más relevantes a fines de la Edad Media de la cercana población de Sos; en su casa nace en 1452 el futuro Fernando el Católico.

Juan JoséMorales Gómez

156

el ejercicio de las responsabilidades públicas locales109. Pero no hay noticia,

significativamente, de que tenga relación alguna con la Casa de Ganaderos,

ni ahora ni más tarde110. Por otra parte, el patronímico desaparece pronto del

entorno de las clases rectoras locales, no mucho después del 1500111.

7. EL ALcANcE y EL dEcLiVE dE LA oBRA dEL cuATRociENTos

¿Pero, después de todo, fueron llevados a cabo los deseos del rey? ¿Cruzó

la Acequia de Tauste el Arba a pesar de todos los obstáculos? Si hemos de creer

a Giménez Soler sí112. Pero, una vez más, este autor se traiciona. Si así fuera,

encontraríamos en la documentación taustana posterior a, aproximadamente,

1460 alguna mención a la Acequia de Ebro o a una Acequia nueva en un área de

regadío reciente más o menos próxima a la villa. Y no hay ni el menor indicio113.

109 En 1395 Martín de Sada era jurado de Tauste, VISPE MARTÍNEZ, Joaquín, “Tauste en el siglo XIV”, Tauste en su historia. Actas de las II Jornadas sobre la Historia de Tauste (27 de noviembre al 1 de diciembre de 2000), Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2002, p. 88. En 1415 este mismo Martín de Sada -o un homónimo suyo- ostentaba el justiciazgo, vid. nota 107. En otras ocasiones los Sada aparecen como procuradores del municipio con misiones concretas: en 1283 Aznar de Sada es el representante del concejo en relación con los sucesos de la Unión; en 1388 Martín de Sada, mayor de días, figura igualmente como tal en una sentencia sobre límites; en 1496 Johan de Sada es nombrado sindico e procurador de Tauste ante la Junta de Ejea. Vid., respectivamente, GONZÁLEZ ANTÓN, Luis, Las Uniones aragonesas y las Cortes del reino (1283-1301), Zaragoza, C.S.I.C., Escuela de Estudios Medievales, 1975, vol. II, pp. 39, 118 y 119, ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., doc. 3, p. 210, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., docs. 369 y 370, p. 161 y ss.

110 Vid. FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit. 111 Si en 1496 Johan de Sada representa al concejo ante la Junta de Ejea, vid. nota 109, en 1544 la confección,

supervisada por un comisario real, de la lista de vecinos que reúnen los requisitos para el desempeño de los diferentes cargos públicos de Tauste no registra a nadie apellidado así, SAN VICENTE PINO, Ángel, Colección de fuentes de derecho municipal aragonés del bajo Renacimiento, Zaragoza, Universidad, 1970, doc. 8. De ahí en adelante tampoco hay rastros de Sadas entre la aristocracia taustana, cf. MARURI ORRANTIA, David, óp. cit., pp. 222-238; BERRAONDO URDAMPILLETA, Mª Jesús, “Infanzones de las Cinco Villas”, Suessetania 11 (1990), pp. 47-50; más específicamente, CORTES USÁN, Miguel Ángel, “Los Infanzones y la Heráldica de la Villa de Tauste”, Tauste en su historia. Actas de las IV Jornadas sobre la Historia de Tauste (9 al 13 de diciembre de 2002), Tauste, Ayuntamiento, 2005, pp. 85-142

112 GIMéNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 102.113 Hay ciertamente una alusión en 1472 a cierta viña en los Cascallos que limita con cequia de Camponuevo et con

cequia nueva et con cequia de los Cascallos, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 28, p. 112. Pero los Cascallos, como Camponuevo, son dos pagos dentro del término de Tauste de regadío antiguo. La acequia de los Cascallos está ya documentada en 1323, FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit. p. 122, mientras que Camponuevo está ya surcado por brazales en el siglo XIII, CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit., docs. 8 y 33, pp. 157 y 163. Probablemente sea el mismo curso que un documento de 1378 identifica como la cequia nueva del Moliniello, ibid., doc. 90, p. 179. Tampoco deben confundirnos las menciones contemporáneas a la cequia mayor, que debe nacer en el Arba, pues corre por Valdespartera, un área al Norte del caserío, cerca del camino de Ejea, según se describe en un texto de 1494, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 323, p. 155. En otros documentos se habla de la cequia mayor de Camponuevo, como por ejemplo en CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit., doc. 116, pp. 187-188.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

157

Todavía peor: el propio Giménez Soler, contradiciéndose implícitamente,

aporta una noticia del perdido Archivo Municipal de Tauste que se hace eco de

que la Acequia no estaba sirviendo para afianzar población y riqueza en el lugar,

como cabría suponer si todo fuera bien, sino para justo lo contrario: cuando esta

villa construyó su canal, temeroso el concejo de perder habitantes, braceros principalmente

-por el contexto, más se trataría de renteros-, por llamarlos señores o terratenientes de

otros pueblos de los beneficiados por la obra, acordó que el vecino de Tauste que cultivara

en términos que no fueran de la villa no regara del canal, y si lo hacía en cualquier mes

que no fuera el de abril o mayo que pagase setenta sueldos de multa, pero si lo hacía en

éstos, que perdiera la cosecha114. Una vez más hay que condolerse de que nuestro

transmisor prescindiera de otra concreción temporal que el siglo, el XV, lo

que empobrece cualquier interpretación. Pero lo que resulta indiscutible es

que los beneficios de la infraestructura en Tauste, en comparación con otras

poblaciones, eran menores, lo que no puede deberse más que a sus limitaciones

locales. Habida cuenta de la amplitud del territorio regable en Tauste por la

Acequia, si esta estuviese plenamente operativa, resulta dudoso que faltara

trabajo, se escatimaran salarios o se exigiesen rentas ingratas hasta el punto de

que la fuerza laboral del pueblo se emplease en otras partes. O, aún haciéndolo,

que los huecos generados no pudiesen ser rellenados, si no con facilidad -el

Cuatrocientos es un tiempo parvo en brazos-, sí sin complicaciones insalvables

por foráneos que acudiesen al reclamo de un agua de riego medianamente

abundante y accesible. La toma de las medidas represivas reseñadas es, por

tanto, un claro signo de debilidad de la Acequia en Tauste.

Esta disposición tiene otra vertiente de interés. Las restricciones se aplican

a los taustanos que cultivan tierras en otras partes pero que siguen manteniendo

la vecindad y están por tanto bajo la jurisdicción del concejo; de lo contrario

serían inmunes a su autoridad. Dejando aparte los casos en que el rentero

explotase las heredades a través de subarrendamientos, que serían los menos,

esas fincas tenían que estar relativamente cerca del caserío, pues de lo contrario,

por la ley de rendimientos decrecientes, la operación sería insostenible115. Y en

114 GIMéNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 73115 Tauste, con una población muy concentrada y un término municipal extensísimo, tuvo esa ley siempre en

contra hasta la fundación de los nuevos poblados de colonización ligados al Canal de Bardenas en el siglo XX. La situación a fines del siglo XVIII es muy ilustrativa, cf. PéREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y sociedad…, óp. cit., pp. 89-90.

Juan JoséMorales Gómez

158

el trayecto del Canal, antes de alcanzar el Arba, no había poblaciones próximas

a la plaza, ni siquiera casas de campo, con una sola excepción: Canduero, un

pequeño habitat rayano al Ebro, entre el Arba y la circunscripción de Novillas,

al S.O. de Tauste, cuyo término se benefició históricamente de la Acequia (véase

Mapa 2). Documentado ya en las primeras décadas del siglo XII116, en la Baja

Edad Media era un fundo con un núcleo de población mínimo, calificado de

torre o casa117 y asimilable, por consiguiente, al modelo de los mases fortificados

tan relativamente corriente en el agro medieval. En 1351, por donación

de Pedro IV118, se convirtió en un señorío particular que, a fines de la Edad

Media, era propiedad de los Íñiguez de Montagut o Monteagudo y más tarde,

por entronque familiar, de los Ximénez de Ayerbe, ambos ilustres apellidos

taustanos119. Es muy probable que la Acequia llegase hasta allí en la segunda

mitad del Cuatrocientos, como veremos enseguida. Y si lo hizo, su señor no

dejaría pasar la oportunidad de rentabilizar su heredad y realizar roturaciones

en sus tierras, que hasta ese momento no debían de estar dedicadas más que a

pastos, requiriendo una abundante mano de obra de la que no disponía y a la

que tuvo que atraer ofreciendo condiciones ventajosas -el mecanismo clásico

de rotas y repoblaciones-. Esos trabajadores acudirían preferentemente, como

es lógico, de lugares cercanos más desfavorecidos, generando la alarma entre

los potentados oriundos que verían peligrar, a su vez, la explotación de sus

posesiones, como parece ser sucede en Tauste. En rigor, todo esto no son más

que suposiciones, apoyadas tan solo en datos indirectos. Pero no deja de ser

muy sintomático que a mitad del siglo XVI sí esté bien documentada la fuerte

implicación del señor de Canduero en el proceso de refundación de la Acequia

de Tauste120.

116 Es ya nombrado entre las lindes de Tauste en la carta de población, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “La carta de población de Tauste…”, óp. cit., p. 686. Según este autor su origen pudo ser un puesto militar de control del Ebro, como los que existieron en Gallur y Pradilla en la época de la conquista cristiana. Las décimas de Canduero fueron donadas por Alfonso I (1104-1134) poco después de la definitiva toma de Tauste a los musulmanes, que tuvo lugar hacia 1121, LALIENA CORBERA, Carlos, “Frontera y conquista feudal en el valle del Ebro desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, Studia Histórica. Historia Medieval 23 (2005) p. 124.

117 En 1351, SINUéS RUIZ, Atanasio, y UBIETO ARTETA, Antonio, El patrimonio real en Aragón durante la Edad Media, Zaragoza, Anubar, 1986, doc. 1703, p. 283.

118 Ibid.119 FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 134.120 Vid. nota 257.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

159

Decididamente, la Acequia no llegaba al Arba. Pero si alguna duda

cupiese, queda definitivamente despejada cuando en 1474 Juan II revoca, no

abiertamente pero sí de facto, la concesión de la toma y dispone del azud de

Taust a su albedrío, aun reconociendo que los del dicho lugar de Taust hayan fecho el

dicho azud o presa. Su justificación es que avemos seydo bien informados e certificados

como los del dicho lugar de Taust en manera nenguna pueden ni podrian gozar ni se

aprobechar del dicho azud p[ar]a el fin que dada les fue gracia e permiso de lo fazer, es

a saber, que mediante aquel dicho azut podiessen llevar agua p[ar]a regar los terminos

e tierras del dicho lugar de Taust. A continuación lo dona, en concepto de gracia

e merced perpetua en agradecimiento de servicios prestados, a Pierres de Peralta,

condestable de Navarra y conde de San Esteban, con el fin específico de que

pueda regar las tierras de su casa de Belver o Belber u otras cualesquiere. Pero

comprendiendo también todo tipo de aprovechamientos, lo que no puede

aludir más que a la facultad del condestable de repartir el agua del azud al resto

de los regantes de la Acequia tributaria, evidentemente contra la satisfacción

del canon correspondiente121. Belver, que era una adquisición reciente del

beneficiario122, se localizaba inmediatamente a continuación del bocal de la

Acequia de Tauste, antes de llegar a Cabanillas (véase Mapa 1)123.

Este texto, prácticamente desconocido124, es el más antiguo que se

conserva íntegro en el Archivo del Sindicato. No es de muy buena calidad y es

comprensible pues es una copia, como poco, de tercera mano, expedida por la

121 Vid. este texto en Apéndice 2.122 En el completísimo estudio sobre las elites nobiliarias navarras bajomedievales de RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa,

Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra, 1387-1464, Pamplona, Gobierno de Navarra, Institución Príncipe de Viana, 1990, los capítulos dedicados a los Peralta (pp. 159-166 y 337-342) ignoran toda referencia a este dominio. Deduzco por tanto que su incorporación al patrimonio de este linaje es posterior a 1464, fecha límite del periodo que abarca la obra, y fruto también probablemente de la magnanimidad del soberano.

123 En 1552 se dice que el azud de nuestra Acequia se encuentra encima y junto a la cassa y termino de Belber en el dicho Regno de Nabarra, Archivo Municipal de Tudela (A.M.T.), Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, p. 883. Vid. otras alusiones similares de esas mismas fechas en notas 235 y 237. En 1564 Pedro de Aybar, casero de la cassa de Belber, presta declaración en cierto proceso. La identificación del testigo precisa que esta Belber entre Tudela y Cabanillas, A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, p. 77. YANGUAS Y MIRANDA, José, óp. cit., p. 72, confirma que fue señorio con jurisdiccion particular correspondiente al antiguo condestable de Navarra mosen Pierres de Peralta y lo sitúa en la orilla izquierda del Ebro confinante al Canal de Tauste, de donde se riega, y… los terminos de Cabanillas, con una extensión de 1.900 robadas.

124 Este documento solamente había sido utilizado hasta hace poco por VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 62. Prácticamente ultimada la redacción de estas páginas, he tenido noticia de su transcripción y publicación por PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., doc. 3, autor con el que he debido trabajar de forma paralela. De todas formas, sin afán de desmerecimiento alguno, me sigo quedando con mi versión.

Juan JoséMorales Gómez

160

mapa 2. Tramo aragonés del canal de Tauste. Planta general

(según J. A. fernández ordóñez)

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

161

Juan JoséMorales Gómez

162

Administración del Canal Imperial sobre mediados del siglo XIX125. Pero en lo

esencial su lectura no admite dudas.

Así pues, según este testimonio, más allá de las dificultades financieras y

las querellas intestinas, lo que finalmente impidió la terminación de la Acequia

fueron los vicios de diseño, que se revelaron tan pertinaces que acabaron

persuadiendo al rey que su resolución era poco menos que imposible. Pero

la regia motivación tiene lagunas. En 1458 el propio rey Juan subrayaba la

necesidad perentoria de que la Acequia pasase el Arba. Dieciséis años después

pretende que no regaba el territorio taustano ni lo haría jamás. En puridad

sí había llegado al término: en 1488, el cauce de la Acequia, que nada indica

que estuviese fuera de uso, servía como referencia para fijar los mojones de

los términos de Tauste y Novillas, exactamente igual que hoy126. Y el trazado

intentaba ahorrar pendiente a toda costa -cierto pasaje de ese documento alude

a un lugar en que la ceyquia de Tahust si pone dentro la cantera- lo que garantiza

que todavía llegaba más allá127, probablemente hasta la partida de Canduero,

como comentábamos anteriormente. Pero, por lo que ya hemos dicho, no hasta

los terrenos tradicionales de huerta de Tauste en torno al Arba, que tal vez

es a lo que se esté refiriendo el soberano. Con todo, si el azud se mantenía

treinta años después del arranque de la obra en uso y suficiente buen estado

como para ser apetecible, no podía ser más que porque había recibido el

mantenimiento adecuado, lo que solo puede justificarse con algún tipo de

rentabilidad inmediata y no solamente en el tramo navarro, como demuestra el

alcance aragonés del álveo. Parece evidente que el rey está cargando las tintas

con un propósito: vestir una decisión muy discutible.

125 Fruto sin duda de las gestiones del recién nacido Sindicato, vid. nota 32. Para la tradición documental y los detalles formales vid. nota 312.

126 Se trata de una sentencia arbitral que establece, entre otras cosas, que las mugas enpecen primerament desde donde comienca el llano de Falset, d´ende el rio de Ebro fasta Mont Real el Viello, por el pie debaxo de la cantera, y despues que de alli suban alto las mugas por la cantera fasta en el lugar donde la ceyquia de Tahust si pone dentro la cantera, segunt por nosotros es estado senyalado, y de alli adelante sea la ceyquia vulgarment dicha la ceyquia de Ebro muga entre los dos dichos terminos ata las canteretas pequenyas que estan cerqua la Val de Contienda. El documento no es original sino una copia de 1513. A.H.P.Z., Pergaminos, Nº 221. El cambio de nombre no debe engañarnos. Se trata, inequívocamente, de la misma Acequia.

127 Ibid. Sin duda se está refiriéndose a un tramo especialmente constreñido entre el farallón que cierra la llanura fluvial y el río donde, en efecto, se sitúan las lindes vigentes de Tauste y Novillas. En este punto, hoy conocido como la Cuesta de los Yesos (véase Mapa 2), también la caja actual muerde el escarpe para poder seguir adelante, VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 91.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

163

A lo largo de la Edad Media se asiste a un proceso progresivo de

patrimonialización hidráulica. El agua, de ser un bien de pertenencia real o

señorial, pero de carácter esencialmente público, pasa a convertirse, de forma

cada vez más general, en una posesión privada de la que se dispone libremente

como un elemento más del propio peculio. En el caso de los monarcas se

convierte en una regalía, es decir, en un bien cuya pertenencia es inherente a la

condición de coronado y del que éste dispone sin trabas ni sujeción a ningún fin

o derecho de interés general128. Su instrumentalización con fines de recompensa

de adhesiones políticas se hará corriente, a veces en claro perjuicio de otros

interesados y del bien común129. Pero el caso presente supone un paso más allá:

el rey dispone no solamente del recurso sino incluso de las infraestructuras

asociadas al mismo realizadas por terceros, so color del incumplimiento del

fin para que el que habían sido autorizadas, sin plantear siquiera la posibilidad

de una indemnización, lo que resulta absolutamente desmesurado. No tengo

noticia de precedentes ni paralelos de algo así en los reinos hispánicos. Más

bien de todo lo contrario: privilegios de obras hidráulicas que, o bien no fueron

ejecutadas nunca, o bien tardaron muchos años -hasta siglos- en ser terminadas,

a veces hasta simplemente empezadas, sin que ello supusiera reversión alguna y

mucho menos incautación de ningún género130.

128 El trabajo más clásico sobre este tema es el de LALINDE ABADIA, Jesús, “La consideración jurídica de las aguas en el derecho medieval hispánico”, Anales de la Universidad de La Laguna VI (1968-69).

129 Un caso muy expresivo es el de Riaza (Segovia), una población que pertenecía al obispo segoviano pero que en 1430 fue enajenada a la corona a cambio de un juro de heredad de 770 florines. Inmediatamente a continuación fue transferida a la jurisdicción del todopoderoso condestable Alvaro de Luna, con todos los derechos anexos y, especialmente, las mineras e veneros de fierro e ferrerias que son en el dicho lugar. Seguramente ése debía ser el auténtico motivo de la donación, pues la carta real especificaba que el nuevo señor estaba autorizado a extraer el mineral que quisiera y a usar a su placer las aguas de los ríos del término para esos menesteres. Pocos años después, en 1438, el concejo se quejaría al rey de que, por le tomar las aguas de los dichos rios, éstos llegaban tan mermados que la villa no tenían caudal ni para regar ni para impulsar molinos ni batanes, solicitando la revocación de la donación al condestable para evitar la despoblación del lugar. El rey no solamente desoiría esta súplica sino que, poco más tarde, confirmaría todas y cada una de las mercedes hechas en Riaza a Alvaro de Luna. Cit. MARTÍN CEA, Juan Carlos, “La política municipal sobre el agua en los concejos de la cuenca del Duero a fines de la Edad Media”, en VAL VALDIVIESO, Mª Isabel del (coord.), Usos sociales del agua en las ciudades hispánicas a fines de la Edad Media, Valladolid, Universidad, 2002, pp. 86-87.

130 La Estanca de Borja, por ejemplo, fue sancionada por un privilegio en 1328, pero no fue construida hasta más de dos siglos después, LOMBA SERRANO, Concepción, Borja, arquitectura civil, siglos XVI-XVII, Borja, Centro de Estudios Borjanos, 1982. La escasez e irregularidad del aforo del Turia motivó que los regantes de la Huerta valenciana buscaran aportes de agua suplementarios desde la Edad Media. Con estos fines, el concejo valenciano consiguió en 1393 el permiso real para trasvasar aguas del Júcar, desde Tous, a su término, un proyecto que, a pesar de que fue objeto de diferentes estudios y planificaciones, jamás fue ejecutado. Con idéntico objetivo Juan I, en 1404, dará poder a Valencia y catorce lugares más para prolongar la Acequia Real de Alcira hasta Catarroja o hasta el mismo Turia. La concesión apenas se materializó en nada tangible hasta

Juan JoséMorales Gómez

164

La decepción en Tauste debió ser descomunal. Seguramente daría lugar a

algún tipo de gestiones ante el trono, pero sin resultado apreciable. Juan II, que

mantuvo hasta el fin de sus días la titularidad de las coronas aragonesa y navarra

-aunque esta última cada vez de forma más nominal-, muere en 1479, dejando

paso en Pamplona a una nueva dinastía de ascendencia francesa, la casa de

Foix, desvinculada de la aragonesa, lo que marca distancias y hace todavía más

incierta cualquier reclamación. Pero entretanto el problema del agua en Tauste

sigue tan acuciante como siempre, mientras que la disponibilidad del abasto va

a peor.

Estamos muy mal informados de lo que sucede en las décadas finales del

Cuatrocientos, pero todo apunta a que la situación de la Acequia evoluciona de

forma cada vez más negativa. En la década de 1490 debe fraguarse algún tipo de

crisis, tan aguda, que los distintos implicados pasan a seguir su propio camino

al filo del 1500. Cabanillas y Fustiñana, envueltas en graves desavenencias con

el señor de Belver131, solicitan la confirmación del privilegio original de 1253 a

la infanta Catalina, lugarteniente de los reyes de Navarra, que emite en 1499 el

mandamiento correspondiente a la Cámara de Comptos pamplonesa, la cual

finalmente expide el documento en 1504132.

que el Duque de Hijar, arrogándose el privilegio, consiguió llevar adelante la empresa… en la segunda mitad del Setecientos. Es la hoy conocida como Acequia Real del Júcar. GUAL CAMARENA, Miguel, Estudio histórico-geográfico sobre la Acequia Real del Júcar, Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo, 1979, pp. 69-77. La misma Acequia Imperial no consiguió sensu stricto alcanzar lo que era su objetivo primario, el término de Zaragoza, hasta fines del siglo XVIII; entra dentro de lo posible que por lacras técnicas, vid. nota 82. Solamente para salvar el obstáculo que suponía el Jalón empleó cerca de cuarenta años, contando desde el comienzo de las obras, BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 319-321. Bien es cierto que la Imperial dependió siempre directamente de la corona.

131 Según las Cartas sobre riegos…, óp. cit., p. 53.132 Desconozco si se conserva en alguna parte. Desde luego no en el A.S.R.C.T. donde, sin embargo, sí se detectan

diversas alusiones. La más detallada es una certificación de Francico de Paula Anchorena, notario público de Tudela, por la que da fe de que entre las notas, protocolos y papeles de mi escribania y oficio se encuentran un trasunto o copia por vidimus puesto en patente despachada por las gentes (sic.) oidores de la Camara de Comptos reales o jueces de finanzas, un mandamiento mediante de Dña. Catalina, infanta de Navarra, lugarteniente por los muy egregios D. Juan y Dña. Catalina, por la gracia de Dios reyes de Navarra, duques de Nemuse… firmado el uno, so el sello de la Chancillería, en Pamplona a 16 de diciembre de 1499, en nombre de S.M. por Martin de Rutia y Martin de Alegria, sus secretarios, y la otra en dicha ciudad, bajo el sello de la Camara de Comptos, veinte y ocheno dia del mismo mes y año 1504, por sus oidores D. Gurpide, D. Pedro Marcilla de Caparroso y D. Irigoyen, en la cual se insiere e inserta una real carta de donacion, merced, privilegio, poder o facultad real concedida y dada en Estella, pendiente el gran sello, signada de la real mano, lunes, vigilia de Santa Maria de marzo, año 1252 -realmente 1253, véase nota 37-, por don Chilbat, don Tibaut o don Tobaldo, por la gracia de Dios rey de Navarra. Esta certificación formaba parte de una reclamación de Tauste, Cabanillas y Fustiñana dirigida las Cortes en 1822 dentro de la batería de quejas que, prolongándose en el tiempo, llevaría finalmente a la devolución del Canal en 1848. Pero el expediente original no se conserva o al menos no sabemos donde está. Lo cita anterior procede de un trasunto de ese expediente, certificado de nuevo por el notario Anchorena en Tudela el 4 de julio de 1847, que se encuentra en el A.S.R.C.T., Caja 179,

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

165

Paralelamente, el de Belver desaparece de escena, aunque a mediados del

Quinientos todavía pretende ostentar unos derechos sobre la obra que nadie

más reconoce133. Tauste, por su parte, debe otear un horizonte tan negro que

da un golpe de timón y gesta un proyecto alternativo tan espectacular como

temerario, tanto, que no puede ser entendido más que en clave de desesperación:

nada menos que traer agua de riego desde el río Aragón. Sorprendentemente

consigue involucrar en el mismo a Fernando el Católico que, acaso en un gesto

tácito -también poco costoso- de apaciguamiento tras los excesos de su regio

progenitor, se aviene en 1498 a dirigirse al monarca navarro en los siguientes

términos: fazemos vos saber como los de nuestra villa de Tauste d´este nuestro regno

d´Aragon nos han significado que, a causa de la grande necesidad que tienen de agua,

querrian facer cequia que saliese del río d´Aragon por los términos de Caseda, Gallipienzo

y Carcastillo, que son de vuestro regno de Navarra concluyendo con la solicitud

del permiso correspondiente134. En otras palabras, los taustanos soñaban con

una variante del actual Canal de Bardenas, hechura del siglo XX, una idea

absolutamente quimérica a fines de la Edad Media que, como no podía ser de

otro modo, no se materializó en nada positivo.

Como sabemos, uno de los beneficiarios del tramo navarro de la Acequia

de Tauste en el Cuatrocientos -y tras la nueva refundación de mediados del

siglo XVI, también después- es el pueblo de Buñuel, sobre todo la partida de su

término denominada el Espartal, que se localiza justo al lado de la Torre de Leoz,

anteriormente citada135. En 1514 el señor de Buñuel, Juan de Mendoza, llega a

una concordia con sus vasallos sobre los aprovechamientos del lugar. Una de las

cláusulas delimita los derechos de pasto del Espartal: el ganado menudo de los

vecinos podrá hacer uso de esas hierbas desde la Santa Cruz de Mayo hasta San

Martín y el ganado mayor todo el año; el resto del tiempo la pastura es del señor

sin signatura, Despojo de las 2 zequias, vieja y nueba. Tudela. Navarra. Año de 1822 (en el dorso), s.f. Dentro de los trabajos decimonónicos clásicos sobre la historia del Canal de Tauste, estos datos en torno al 1500 solo son reflejados por Madoz y, parcialmente, por las Cartas sobre riegos.

133 Vid. nota 237.134 Cit. GIMéNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 102, a partir de un documento perdido del Archivo Municipal

de Tauste. En esta ocasión no caben desconfianzas pues, aparte de la cita textual, recoge la referencia de localización: año 1498, Arch. Mun. de Tauste, al f. 62 de un tomo en folio del legajo 8°. El dato había sido ya recogido anteriormente por SUPERVÍA LOSTALé, Mariano, óp. cit., p. 113, pero de forma muy vaga. Esta noticia, realmente excepcional, ha sido muy utilizada por los estudiosos posteriores de la hidráulica histórica aragonesa y española.

135 No confundir con otra partida de la vecina Fustiñana llamada igual: el Espartal o el Espartalico.

Juan JoséMorales Gómez

166

que, posiblemente, la arrendará a pastores trashumantes montañeses136. Con

semejante uso, es obvio que el Espartal no recibe riego desde hace tiempo137,

lo que solamente puede significar que la Acequia de Tauste ya no da servicio

en este tramo y, por descontado, tampoco más allá. Según todos los indicios, en

algún momento a fines del siglo XV la Acequia ha dejado de funcionar y, desde

aproximadamente el 1500 o poco después, solamente Cabanillas y Fustiñana,

que tras la revalidación de sus viejos derechos han vuelto a abrir su Acequia

privativa, disfrutan del agua del Ebro. El contexto se retrotrae al del siglo XIII,

saldándose el proyecto cuatrocentista de la Acequia de Tauste con un fracaso

sin paliativos.

8. LAs PEcuLiARidAdEs dE LA AcEquiA TARdomEdiEVAL.

Hasta aquí los hechos desnudos de la crónica local. Pero ¿qué sentido

tienen a nivel global? Aunque a la postre la empresa naufragase, lo cierto es que

la intentona de Tauste en el siglo XV resulta extraordinariamente interesante

por lo peculiar de su desarrollo y circunstancias. En primer lugar por la

cronología. En las síntesis explicativas de la historia de los regadíos aragoneses y

españoles hoy en boga, la expansión de los sistemas hidráulicos tradicionales se

relaciona con etapas demográficamente expansivas138. La mayor necesidad de

alimentos, unida al alza de los precios, en un contexto en que los intercambios

y los mercados se van estructurando cada vez más, anima al incremento de la

producción agraria, tanto por medios extensivos -aumento de las roturaciones-,

como intensivos -intensificación de los regadíos-. Es lo que sucede en los siglos

XII-XIII, cuando se gesta la Acequia de Cabanillas y Fustiñana, y es lo que

se reitera en el siglo XVI, el momento del afianzamiento ya definitivo de la

de Tauste. Pero la Baja Edad Media es justamente lo contrario: una fase de

profunda depresión.

En el reino de Aragón, como en el resto de Europa, las catástrofes del

Trescientos se encadenan, provocando una caída brutal de la población que,

arrancando de mediados del siglo XIV, se extiende hasta principios del XV,

136 Cit. FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 69.137 Y por tanto lo más razonable es que tampoco la Torre de Leoz.138 Para Aragón véanse, entre otros, LALIENA CORBERA, Carlos, “Agua y progreso social en Aragón…”, óp. cit.,

y PéREZ SARRIÓN, Guillermo, “Regadíos, política hidráulica y cambio social en Aragón, siglos XV-XVIII” en PéREZ PICAZO, Mª Teresa, y LEMEUNIER, Guy (eds.), Agua y modo de producción, Barcelona, Crítica, 1990, pp. 212-270.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

167

para pasar a un periodo de atonía en las décadas centrales de esa centuria y,

solamente en el último tercio del Cuatrocientos, empezar a mostrar síntomas

de recuperación, aunque las cifras demográficas anteriores a la Peste Negra

queden todavía lejos139. Y Tauste no es ninguna excepción. Al revés: si en algo

despunta es en la profundidad con que vive la recesión y en la lentitud de su

vuelta al ascenso poblacional. Si en el fogaje de 1405 contabilizó 262 casas,

incluidas las hebreas, en el de 1495, con los judíos ya expulsados, 272. El saldo

de prácticamente un siglo se reduce a un modesto incremento de menos de un

4 %, un porcentaje muy inferior a la media de la comarca y del propio reino

para el mismo periodo, que se situó en torno al 20 %140. Cabe asegurar que en

esta perdida de posiciones el fiasco de la traída de aguas tuvo su influencia: sus

consecuencias, nada neutrales -unas abultadas deudas comunes a cambio, a la

postre, de nada-, debieron potenciar la emigración.

Lo dicho no quiere decir que en los siglos XIV y XV la acometida de nuevas

empresas hidráulicas sea desconocida. Las hay, por supuesto, y aun de cierto

fuste, como la realización de la Acequia de Manresa141, la continuación de

la de Alcira -precursora de la actual Real Acequia del Júcar142- o, por poner

un ejemplo aragonés, la edificación de la presa de Malpasillo por el concejo

de Belchite a principios del siglo XV143. Solamente que son mucho menos

139 LALIENA CORBERA, Carlos, “La Edad Media”, en FERNÁNDEZ CLEMENTE, Eloy (dir.), Historia de Aragón, Madrid, La Esfera de los Libros, 2008, pp. 330-331. El estado de la cuestión más reciente sobre la demografía bajomedieval de la Corona de Aragón en FELIU, Gaspar, “Evolución y asentamiento de la población”, en SESMA MUñOZ, Ángel, La Corona de Aragón en el centro de su historia. Aspectos económicos y sociales (1208-1458) (Zaragoza y Calatayud, noviembre de 2009), Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2010, pp. 31-58.

140 ABELLA SAMITIER, Juan, Sos en la Baja Edad Media: una villa aragonesa de frontera, Zaragoza, I.F.C., 2012, pp. 35-37. El título de esta obra no debe llamar a engaño pues, aunque obviamente se centra en la historia de Sos, dedica un muy aprovechable capítulo a la evolución de la población de las Cinco Villas en la Baja Edad Media. Nada sabemos más preciso de la evolución demográfica de Tauste a lo largo de esos años. Sirva de punto de comparación la de Sos, la única población de la comarca con la que contamos con más pormenores: tomando como punto de partida la década de 1440, el decenio siguiente registra un pequeño repunte, que parece obedecer a una coyuntura local muy específica, para hundirse en los años 60 y comenzar a ascender a partir de los 70 de forma sostenida. Ibid., p. 144 y ss.

141 En funcionamiento todavía hoy, tiene una longitud de más de 25 kms. La obra recibió el visto bueno real en 1339, pero la construcción se complicó mucho, no entrando en servicio hasta 1383. Cf. SARRET LARBÓS, Joaquim, La céquia de Manresa, Manresa, Estampa Católica, 1906.

142 Esta arteria de regadío nació como una iniciativa de la corona a mediados del siglo XIII. En algún momento de la segunda mitad del siglo XIV el cauce salva la rambla de Algemesí mediante un sifón o cano, una obra de ingeniería, para la época, extraordinaria. GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., pp. 53-55.

143 Sus dimensiones son: 15 ms. de altura por 6 de longitud en la base y más de 5 de anchura. Se arruinó en la primera mitad del siglo XVI. SESMA MUñOZ, J. Ángel, UTRILLA UTRILLA, Juan F., LALIENA CORBERA, Carlos, óp. cit., pp. 99-100. Los embalses, en el sentido estricto del término, son muy poco comunes en los siglos medievales.

Juan JoséMorales Gómez

168

generalizadas que en otros periodos históricos, al menos en el estado actual de

nuestros conocimientos.

La Acequia de Tauste forma parte de este grupo de iniciativas un tanto

contracorriente, lo que constituye un punto de singularidad, aunque no

de excepcionalidad. Pero lo que sí ya resalta como francamente raro es que

Tauste obtuviera licencia para realizar la acometida de la Acequia en tierras

navarras, un estado al fin y al cabo extranjero, en un tiempo en que el proceso

de definición de la conciencia y fronteras nacionales de los diferentes reinos

hispánicos estaba ya muy avanzado144.

Uno de los escollos más serios a los que se enfrentaba el trazado de nuevas

infraestructuras hidráulicas durante los siglos medievales y modernos era la

extraordinaria fragmentación jurisdiccional, típica del Antiguo Régimen.

En el momento en que se planificaba un itinerario medianamente largo era

inevitable su paso por tierras de concejos y señoríos ajenos que podían plantear

-y de hecho lo hacían con entusiasmo- todo tipo de exigencias y obstrucciones,

que degeneraban muy habitualmente en inacabables pleitos antes, durante

y después de la ejecución de las obras. Pero, normalmente, siempre existía

algún vínculo, un marco de referencia: cuando menos, la obediencia a un

mismo señor o testa coronada o, más normalmente, la pertenencia a un mismo

reino o territorio con unas instituciones y un sustrato legal, aun dentro de la

multiplicidad de situaciones característica de aquellos tiempos, común. Una

iniciativa como la de la Acequia de Tauste, más allá de esos círculos, resulta casi

inusitada.

Cabe argüir, como se ha hecho en ocasiones, que la aprobación del

proyecto taustano por Carlos de Viana en 1444 se lucró de un cierto trato de

favor por los lazos consanguíneos entre los titulares de la coronas navarra y

aragonesa: Alfonso V, rey de Aragón, era hermano de Juan, rey de Navarra, y,

por tanto, tío carnal del Príncipe de Viana. Pero es una premisa muy débil. En

verdad, la eficacia de esos nexos de afinidad en el terreno de la cooperación

interestatal era muy escasa, por no decir nula. Prácticamente todas las familias

144 Véase el ejemplo aragonés en SESMA MUñOZ, J. Ángel, “Estado y nacionalismo en la Baja Edad Media. La formación del sentimiento nacionalista aragonés”, Aragón en la Edad Media 7 (1987), pp. 245-273, y, del mismo, “El sentimiento nacionalista en la Corona de Aragón y el nacimiento de la España moderna”, en RUCQUOI, Adelina (coord), Realidad e imágenes del poder. España a fines de la Edad Media (Madrid, noviembre de 1987), Madrid, Ámbito, 1988, pp. 215-232.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

169

reales de la Península estaban emparentadas entre sí en mayor o menor grado,

lo que de por sí no propiciaba especialmente ningún tipo de entendimiento

y mucho menos de colaboración, a cualquier nivel. Podrían, acaso -y sólo

acaso-, haber tenido un papel si hubiera estado en ciernes algún tipo de unión

dinástica entre Aragón y Navarra. Pero en 1444, con el Magnánimo ciertamente

sin descendientes legítimos pero con menos de cincuenta años y gozando de

buena salud, semejante contingencia no era más que una probabilidad entre

muchas otras.

A todos los efectos, el privilegio a favor de Tauste fue una concesión a

un concejo de una potencia perfectamente reconocible como foránea que, en

puridad, abría una brecha en la integridad del concepto de la unidad territorial

y jurisdiccional del reino navarro y sus recursos, lo que no podía ser visto por los

regnícolas y, sobre todo, sus instituciones más que con suspicacia, cuando no con

hostilidad. En su género, es un acto del que encuentro muy pocos precedentes

en toda la Edad Media hispánica y ninguno equiparable, sobre todo en lo tocante

a magnitudes y grado de cumplimiento. Cabe citar, por ejemplo, el privilegio

concedido por Enrique II de Castilla con anterioridad a 1372 a la ciudad de

Valencia para derivar caudales por tierras de dicho monarca desde la cabecera

del río Cabriel, un afluente del Júcar, al Guadalaviar, que nunca pasó de la fase

de proyecto145. O, por citar un caso más cercano, la concesión en 1376, también

de Enrique II de Castilla, a favor de Tudela para beneficiarse de las aguas del

río Alhama -un pequeño curso que nace en la vertiente castellana del Moncayo

y que, tras fertilizar la vega de Ágreda, pasa a Navarra para desembocar en el

Ebro a la altura de Alfaro, de nuevo en tierras castellanas- que tuvo muchos

problemas para ser ejecutada, siempre pendiente de las cambiantes relaciones

diplomáticas entre las cortes respectivas146. Por otra parte, la distancia entre

Valencia, la urbe más pujante de la Corona de Aragón en la Baja Edad Media, o

145 El tenor del privilegio no se conoce pero en 1372, con ocasión del nombramiento por los jurados valencianos de una comisión que estudiase el asunto, se dice que se encontraba en l´archiu de la sala de la dita ciudad. Publica este documento GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., doc. 35, pp. 121-122. Valencia también se interesó en el siglo XIV y, sobre todo, el XV por incrementar el aforo del Turia con las aguas de un par de lagunas situadas en los términos de Santa Cruz de Moya (Cuenca) y Tortajada (Teruel), en la cabecera del Guadalaviar. Es decir, en territorios de los reinos de Castilla y Aragón. Pero debían ser operaciones de muy poca monta pues las negociaciones se realizaron directamente con los lugareños y, de cualquier modo, no consta que llegaran a cuajar en nada efectivo. GLICK, Thomas F., Regadío y sociedad en la Valencia medieval, Valencia, 1988, p. 162.

146 Cf. LEROY, Béatrice, óp. cit., p. 307. Al parecer, el pleno aprovechamiento de estos derechos por Tudela se demoró hasta el siglo XVII, cf. FLORISTÁN SAMANES, Alfredo, La ribera tudelana de Navarra, Zaragoza, Institución Príncipe de Viana, 1951, p. 120.

Juan JoséMorales Gómez

170

Tudela, la población ribereña más importante del curso superior del Ebro, con

Tauste, una simple villa -y, a nivel general, no de las mayores-, no puede ser más

llamativa.

Y es que, aun con el amparo de una resolución formal del rey o, en

este caso, de su lugarteniente, no cabe menospreciar las dificultades a las

que se enfrentaba el beneficiario de una gracia de este tipo. El ejemplo de

Zaragoza es muy expresivo. La obtención de agua de riego del Ebro era una

vieja aspiración de la ciudad. Ya en 1339 Pedro IV otorgó un privilegio a los

terratenientes de las partidas zaragozanas de Romareda, Miralbueno, Huerva

Vieja, Plano, Cantalobos y las Fuentes con ese fin. Sería revalidado en 1510,

esta vez ya a nombre del concejo, previendo la toma en Novillas o Gallur. Pero

en esos lugares el nivel era insuficiente. La única forma de garantizar el éxito

del nuevo curso era colocar la boquera en Navarra, como quedó patente en

los estudios técnicos preliminares encargados por la ciudad. Esa solución era

gravosa económicamente pero, sobre todo, muy compleja de articular política

y jurídicamente pues interesaba a muchas jurisdicciones diferentes y, sobre

todo, suscitaba profundos recelos en el reino vecino. La perspectiva se juzgó tan

arriesgada que, finalmente, los munícipes solicitaron a Carlos I que la corona

asumiese la infraestructura como propia, a lo que éste accedió en 1529; de ahí

el nombre de Acequia Imperial. No se engañaban los zaragozanos: aun a pesar

de esa vinculación, los problemas con las autoridades navarras empezaron de

forma prácticamente inmediata y serían una constante en toda la historia de la

Imperial147.

Es decir, que aquello que acobardó a la poderosa ciudad de Zaragoza en el

siglo XVI, con un rey común en Aragón y Navarra, fue emprendido ochenta años

antes por una villa como Tauste, sin particular influencia, en un contexto en que

la cohesión entre esos reinos, ya de por sí relativa en el Quinientos, era todavía

menor. Ciertamente la entidad de las obras no es plenamente equiparable,

pero la de los promotores lo es mucho menos. Es realmente sorprendente, casi

pasmoso. No puede entenderse dentro de los términos habituales, solamente

como resultado de una coyuntura excepcional.

En la primera mitad de la década de 1440 el poder en Navarra está en

manos de Carlos, el Príncipe de Viana por antonomasia, como lugarteniente

147 PéREZ SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la navegación…, óp. cit., p. 31 y ss.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

171

general del rey Juan II, su padre, el cual, absorbido por entonces por las luchas

de poder en Castilla, apenas interfiere148. Junto al Príncipe se alinean un grupo

de estirpes nobiliarias entre las que descuellan netamente los Beuamont, una

rama bastarda de la familia real navarra que surge en la segunda mitad del

siglo XIV y se va encumbrando progresivamente, alcanzando su cenit con,

justamente, el Príncipe Carlos. Criado entre ellos, el de Viana les entrega su

confianza y les colma de todo tipo de mercedes y honores, lo que, tratándose de

una personalidad como la del de heredero, cuya munificencia se hizo proverbial,

es mucho decir149. La cabeza visible del linaje desde 1432 es Luis de Beaumont,

conde de Lerín, pero probablemente el miembro del clan que alcanza mayor

privanza es Juan de Beaumont, hermano menor del anterior, que ejerció de

ayo del Príncipe durante su infancia y mantuvo con él durante toda su vida

una fuerte intimidad. Una de las principales dignidades de Juan de Beaumont

es la de Gran Prior de la Orden de San Juan en Navarra, cuyo nombramiento

formal recibe en 1441, aunque ya venía actuando como tal desde tiempo atrás.

A través de él controla el extenso patrimonio de la Orden en el reino, del que

forman parte, como sabemos, Cabanillas y Fustiñana, unas encomiendas sobre

las que Juan de Beaumont demuestra un interés personal muy vivo: en 1446,

muy significativamente, adquiere su titularidad directa por permuta150. Pero

estas encomiendas están pasando por una pésima coyuntura.

La crisis demográfica bajomedieval fue dura en toda Europa pero alcanzó

la categoría de catástrofe en la ribera tudelana que, para el periodo entre 1366-

1428, pasa por ser la comarca más deprimida de toda Navarra151. La situación

de debilidad es patente en Cabanillas y Fustiñana que se muestran incapaces

de sostener el sistema hidráulico que erigieron en el siglo XIII, teniendo que

recurrir desde principios del XV para seguir regando a norias -un recurso

siempre de mucho menor potencial- y aun con apuros y afanes. En 1410 el rey

Carlos III de Navarra perdonaba a Cabanillas cierto cargo impositivo en atención

al esfuerzo que estaba realizando la villa para construir dos de estos ingenios. En

1442 se aplicaba lo propio a Fustiñana para poder reparar los suyos, destruidos

148 LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de Navarra…, óp. cit., p. 250 y ss.149 Una crónica muy documentada de la formación y ascenso de este linaje en RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa, óp. cit.,

pp. 124-135.150 Ibid., p. 133. 151 MONTEANO, Peio J., óp. cit., pp. 48-49.

Juan JoséMorales Gómez

172

por una crecida del Ebro el año anterior152. La devaluación de las rentas del

señorío debía ser notoria y la amenaza de la despoblación una posibilidad muy

real. En medio de tan desolador panorama, es plausible pensar que el proyecto

taustano fuese contemplado por Juan de Beaumont como una oportunidad de

revitalizar estas encomiendas que, obviamente, se beneficiarían de un curso que

iba a partir de su territorio. No era una opción muy ortodoxa, pero la gravedad

de la situación y la ausencia de otras alternativas, debió de decidirle. Contando

con su crucial apoyo ante el Príncipe, Tauste lograría el citado permiso de 1444.

Para redondear el negocio, en 1446, seguramente coincidiendo con la llegada

del agua a los campos del señorío sanjuanista, Juan de Beaumont obtenía el

patronazgo directo de las encomiendas en cuestión, como veíamos.

Por supuesto no se trata más que de una hipótesis, pero tratándose de

una proposición tan insólita no cabe otra explicación. Era muy difícil, por no

decir imposible, que semejante demanda de un concejo forastero y con un

ascendiente tan limitado tuviese la más mínima posibilidad sin el respaldo

de un valedor motivado y de mucho peso en la corte navarra, como Juan de

Beaumont.

Corrían malos tiempos para embarcarse en aventuras de calado, pero la

ocasión era irrepetible y Tauste se arriesgó. Mas la tarea se reveló superior a

sus fuerzas. Por si no bastasen las carencias financieras, las cortapisas técnicas

y las discordias internas, las específicas circunstancias que dieron lugar a la

concesión la hacían potencialmente muy vulnerable a cualquier modificación

del signo político, lo que en el convulso escenario de la historia navarra de la

segunda mitad del Cuatrocientos eran palabras mayores.

Juan II, frustradas sus aspiraciones y secuestradas sus rentas castellanas en

1444, se vuelve hacia el reino del que era titular y, a despecho de su condición

de mero monarca consorte, empieza a ejercer cada vez más como soberano

efectivo desplazando sin tacto ni miramientos al Príncipe y sus fieles. Carlos,

candidato directo en la línea de sucesión del trono navarro jurado como tal

por las cortes en 1421, al poco de su nacimiento, y heredero formalmente

designado por la reina Blanca, su madre -que expira en 1441-, de los bienes

y dignidades dinásticos, difícilmente podía avenirse a semejante postergación.

Las fricciones entre padre e hijo se fueron agravando hasta desembocar en 1451

152 Ibid., pp. 116-117 y 123.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

173

en una auténtica guerra civil en la que los Beaumont, como cabía esperar, se

decantan incondicionalmente por la causa del Príncipe. La muerte de éste en

1461 no implica apaciguamiento alguno, enconándose la pugna hasta fracturar

el reino en dos facciones irreconciliables, envueltas en una contienda banderiza

esclerotizada que, manipulada por Aragón, Castilla y Francia, perdurará de

forma difusa hasta prácticamente la ocupación castellana de 1512153.

Frente a los Beaumont y su bando se alzan los agramonteses, liderados

por los Navarra y, sobre todo, los Peralta, una estirpe esta última con sólidos

intereses en la ribera tudelana en la que Juan II se apoya tan ostensible como

ciegamente y a la que multiplica sus muestras de favor154. El caudillo principal

de este linaje es Pierres de Peralta, a favor de quien Tauste se ve desposeída del

azud de forma tan lesiva como tajante en 1474. Todo adquiere así sentido. Si

algo significa este acto es la categórica prevalencia de las necesidades políticas

de Juan II en la pugna por el poder en Navarra, por encima de cualquier

otra consideración, y el autoritarismo de su concepción de la majestad. Pero

también la total indefensión de Tauste, huérfana de todo apoyo en un país

profundamente dividido que, además, no es el suyo. Nacida la concesión como

una gracia regia a un tercero en la que Tauste tiene un papel poco menos que

instrumental, los derechos de la villa desaparecen del mismo modo y por la

misma lógica -la de la lucha partidista-, que en la agitada coyuntura navarra

contemporánea alcanza cotas despiadadas.

9. LA AcEquiA dE fusTiñANA y cABANiLLAs EN LA PRimERA miTAd dEL siGLo XVi

La superación de la crisis bajomedieval arranca, como señalábamos

más arriba, en el último tercio del Cuatrocientos y eclosiona ya, con todas

sus consecuencias, en el siglo XVI, una época de esplendor económico y

crecimiento demográfico. Las instituciones, pletóricas de optimismo ante el

futuro, se comprometen en ambiciosos programas de obras públicas en los que

las hidráulicas tendrán un papel muy destacado. Las iniciativas surgen un poco

por todas partes155.

153 Véase detalladamente todo este periplo en LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de Navarra…, óp. cit., pp. 257-434.

154 Sobre los Peralta vid. RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa, óp. cit., pp. 159-166 y 337-342.155 Para el Quinientos aragonés vid. específicamente COLÁS LATORRE, Gregorio, óp. cit., y MATEOS ROYO,

Juan JoséMorales Gómez

174

En el caso que nos ocupa, esta reacción es ya perceptible en torno al 1500:

Cabanillas y Fustiñana se empeñan en resucitar su vieja Acequia propia, aquello de

lo que fueron incapaces en el Cuatrocientos156. Lo deben conseguir a principios

de la centuria, coincidiendo más o menos con la ratificación del viejo privilegio

del rey Teobaldo, aunque no he encontrado testimonios que lo prueben más

que de la década de 1530 en adelante. Se trata de una quincena de textos de

matriz notarial conservados en el Archivo del Sindicato relacionados con la

administración de la Acequia, ya consolidada, de los dos pueblos o de Cabanillas

y Fustiñana, aunque algunos actos individualicen el tramo correspondiente a

Fustiñana como la cequia mayor de esta localidad o, abreviadamente, la cequia de

Fustiñana157. Han llegado a nosotros en forma de copias, realizadas a mediados

del siglo XIX, casi todas bajo el elocuente encabezamiento de azequia vieja158.

Son de temática variada.

Las piezas más antiguas, redactadas en 1533, versan sobre las acciones

emprendidas por Cabanillas y Fustiñana contra el señor de Belver -con el que

parece que mantienen las mismas malas relaciones de fines del Cuatrocientos- y

su casero, el cual ha derribado dolosamente un pontigo de la Acequia cegándola

con los escombros, de forma que no les ba gota de agua para regar sus terminos y

panes159.

José Antonio, óp. cit. A nivel nacional, entre otros, LEMEUNIER, Guy, “Hidráulica agrícola…”, óp. cit., y, muy especialmente, BERNABé GIL, David, óp. cit.

156 Una panorámica de la comarca para estas fechas en ORTA RUBIO, Esteban, “La Ribera tudelana bajo los Austrias. Aproximación a su estudio socioeconómico”, Príncipe de Viana 43 (1982), pp. 723-868. Información también aprovechable en FLORISTÁN SAMANES, Alfredo, óp. cit.

157 No cabe que se trate de un brazal del venero principal o de otra acequia distinta: un documento de 8 de mayo de 1552 habla expresamente de que esta Acequia mayor viene del rio de Hebro (A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, p. 457) y no tiene mucho sentido que Fustiñana asumiese el costo de abrir un curso propio desde el río teniendo aprovisionamiento disponible con el que comparte con Cabanillas.

158 Esta mención aparece como una pequeña nota identificativa, a modo de etiqueta, en una esquina del dorso de estas copias, salvo en cuatro de ellas, que reproducen textos entre 1550-1552, en donde se trueca por azequia nueba, que es una de las denominaciones que se da en esta documentación a la Acequia de Tauste propiamente dicha. Es un error del copista pues su excavación no empezó hasta la publicación de la concordia entre la Orden de San Juan, Fustiñana, Cabanillas y Tauste de, precisamente, 1552 y, por tanto, no pueden referirse más que a la azequia vieja de Cabanillas y Fustiñana. Sobre estas reproducciones decimonónicas ya hemos hablado anteriormente en el epígrafe dedicado a la base documental.

159 Son cuatro documentos: una carta testimonial del hecho, fechada el 26 de febrero, una procura a pleitos del concejo de Fustiñana de ese mismo día y dos compromisos de los concejos de Fustiñana y Cabanillas de, respectivamente, el 5 y el 12 de septiembre de dicho año poniendo en manos del licenciado Martín Jiménez, vecino de Pamplona, la resolución del litigio en calidad de árbitro. Las cuatro piezas en A.S.R.C.T., caja 179, sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra. Año de 1533. Poderes compromisales de las villas, vezinos y concejos de Fustiñana y Cabanillas… (en el dorso), s.f.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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De fechas posteriores hay documentos relacionados con el azud, que en

1536 estaba necesitado de reparaciones urgentes: el 5 de noviembre de ese año,

tres oficiales de Fustiñana protestan ante sus homólogos de Cabanillas por su

desinterés en contribuir en los gastos para cerrar la azut o quiebra de aquel, de forma

que esta por acabar la dicha obra y se ha recrecido el daño que saben bien en el azut del

Ebro de los dos pueblos, declinando cualquier responsabilidad subsiguiente160. Se

localizaba en donde habían estado sus antecesores medievales, encima y junto a

la cassa y termino de Belber en el dicho Regno de Nabarra, en expresión de un texto

de 1552161. Su mantenimiento corriente se arrendaba, dando lugar a periódicos

ajustes de cuentas entre las partes, como el que tuvo lugar el 24 de julio de

1539, en las afueras de Tudela, junto al Ebro, en que, reunidas las autoridades concejiles de Cabanillas y Fustiñana con Lucas de Ventán -tal vez de Uzcueta-, Pedro Pardos y Antón de Ribaforada, canteros encargados de estas tareas, confrontaron debes y haberes de los últimos cuatro años -contados desde el mes de enero más cerca pasado-, resultando un saldo en contra de los canteros de 9 ducados viejos162. La relación de estos artífices con la Acequia se remonta, como mínimo, a 1533163.

También, como era habitual, se arrendaba la escombra de la Acequia, que se solía hacer en torno al mes de agosto, lo que indica que los cultivos predominantes eran de ciclo invernal, cereales sobre todo. En 1535 la limpia de la cequia de los pueblos de Cabanillas y Fustiñana se adjudicó a Menaut de Olleta, vecino de Cabanillas, por cuatro años. Debía realizarse cada año entre principios

160 A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia vieja. 13º. Tudela. Navarra. Año de 1536. Requirimiento y protexta de la villa de Fustiñana a la de Cavanillas… (en el dorso), s.f. Supongo que este documento es al que da pie a VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 104, para hablar de que en 1536 hubo ciertos roces entre las dos poblaciones a cuenta de la Acequia, sin más explicaciones.

161 La cita procede del preámbulo de la concordia pactada ese año entre Cabanillas, Fustiñana y Tauste; su referencia, en nota 203.

162 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. 15º. Tudela. Navarra. Año de 1539. Ajuste de quenta entre las villas de Fustiñana y Cabanillas y 3 canteros… (en el dorso), s.f. El documento no precisa la procedencia de los obreros, que debe ser Tudela, vid. nota siguiente. Entre los testigos del acto figura otro cantero, Pedro de Garmendia, miembro de una familia de constructores de origen vasco muy activa en la Ribera tudelana durante el segundo tercio del Quinientos, cf. TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, La arquitectura religiosa del siglo XVI en la merindad de Tudela, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005, especialmente pp. 109-110.

163 En la carta testimonial del derrocamiento del pontigo de 1533 que citamos en la nota 159 los testigos son Lucas de Uzcueta, Pedro de Pardo, Anton de Ribaforada y Juan Salvatierra -el único que firma el documento pues los demás no saben escribir-, todos vecinos de la ciudad de Tudela, sin indicación de oficio. Seguramente fueron convocados para dictaminar, a título técnico, el incidente, en función de algún tipo de relación previa. Lucas de Uzcueta y Lucas de Ventán son, sin duda, la misma persona: el contexto ya es sintomático, pero la reiteración de un nominal tan poco habitual en la época como Lucas rebasa los límites de la casualidad. La diferencia de apellidos debe obedecer a un error de lectura del transcriptor del siglo XIX.

Juan JoséMorales Gómez

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de agosto y mediados de septiembre, sacando todos los nibeles del suelo de la cequia y el anchario, como estaba antes, y echando la tierra de las vertientes afuera. A los efectos, los pueblos se comprometían a suministrar al arrendador, si éste lo precisaba, cien peones que serían requeridos, llegado el caso, el 20 de agosto. El precio pactado fue 6 groses y 4 cornados por cahíz por cada un año de toda la tierra que es uso y costumbre d´estar en la limpia de la cequia, la mitad a entregar a los ocho días de empezada la escombra y el resto, una vez finalizada esta. La recaudación corría a cargo de un colector que para el año 1535 fue Francisco de Agramunt, vecino de Cabanillas, por 16 florines de Navarra de salario. La gestión de Olleta no tuvo un comienzo muy brillante. El 4 de octubre de 1535 los jurados de Cabanillas y Fustiñana inspeccionaron la Acequia hallando en algunas partes que estaba mal limpia, por lo que condenaron al dicho Menaut que ponga entre año, siempre que menester fuere, cuarenta peones y estos haya de dar siempre que por los jurados fuere requerido164.

Expirado el plazo de esta arrendación, en 1539 se convocó una nueva, de la que se conserva el pliego de condiciones, muy similares a las anteriores, si bien en esta ocasión el plazo se circunscribió estrictamente al mes de agosto, se previó que los tomadores percibirán un adelanto a cuenta de 50 florines -de a 15 groses cada uno- y se fijó el ahondamiento mínimo: por lo menos, donde haya inconveniente, haya de tener cuatro pies el suelo (es decir, sobre un metro), de lo que se deduce que la profundidad normal debía ser mayor. En el mismo documento se plasmó el precio del remate, cuatro tarjas y quince cornados por cahíz, y la firma a los licitadores que fueron finalmente contratados, Martín Blázquez y Pedro de Arnedo, en fe de su compromiso165.

También hay noticias de la construcción de infraestructuras asociadas. El 12 de enero de 1550 los jurados de Fustiñana hicieron pregonar las prescripciones para la realización, bajo la forma de arrendación, de dos obras paralelas.

Por un lado, tres paraderas en la cequia de Fustiñana de piedra labrada y calcina para sacar agua de la cequia a los brazales, cada una con sus correspondientes pilares de piedra a cada lado y sus cerros para cerrar con la puerta, para que no pase agua por la de abajo, y además cubiertas por losados. Se situarían: una en la puente, otra en la portiguela y otra en el Espartal, ésta última contando adicionalmente

164 Estos dos documentos se localizan en A.S.R.C.T., caja 179, sin signatura, Azequia vieja. 12º. Tudela. Navarra. Año de 1535. Arrendamiento de la limpia de la azequia de las dos villas... (en el dorso), s.f.

165 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. 15º. Tudela. Navarra. Año de 1539. Ajuste de quenta entre las villas de Fustiñana y Cabanillas y 3 canteros… (en el dorso), s.f.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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con un suelo del forado, para que no la afonde el agua. Además de lo anterior, dos -aunque el traslado del XIX hable, de forma equívoca, también de cinco, en ocasiones- albellones, es decir desagües, también de piedra y de calcina y cerrado[s] con losas encima, localizados el uno en el molino y otro en la fila del olibar del molino de viento. A entregar, todo terminado, el mes de marzo siguiente.

Por otro, un cerro de tierra… muy bien pisado con los pies por la parte de la puente arriba, hacia el monte, por donde estaba marcado con estacas de tamariz. De este modo se esperaba canalizar las avenidas de un barranco, que también debía ahondarse, porque se haga mas espacioso… para que pare el agua, hasta el nivel del suelo viejo. La tierra extraída engrosaría el cuerpo del dique. Dado que el talud se interponía con el camino real, las cláusulas contractuales también contemplaban facer buen bajadero, llano… para que puedan pasar los caminantes. El plazo de ejecución previsto era hasta el mes de abril.

Estas obras fueron subastadas a candela ese mismo día, adjudicándose la primera a mestre Juan de Jaso o Ichaso166, vecino de Fustiñana, por 7 ducados y 7 reales, y la segunda a Pedro de Cabanillas, también morador del mismo lugar, por 47 ducados. La contratación fue solemnizada formalmente el 27 de enero. La relación entre estos dos arrendadores era muy estrecha pues el uno figura como fianza en el contrato del otro y viceversa167. Considerando que no hay noticia alguna de que Pedro de Cabanillas estuviese implicado en alguna de las muchas construcciones que por estas fechas se documentan en la comarca

166 El apellido de este personaje figura en el documento como Jaso pero en otras escrituras del Archivo del Sindicato puede venir como Ychaso, Echaso, Chaso o Echasu.

167 Ambos textos en A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1550. Concierto mediante subastas publicas entre la villa de Fustiñana y Juan de Jaso… (en el dorso), s.f. Los originales deben encontrarse en el A.M.T. donde han sido vistos por BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 338, en nota, referencia que no he tenido ocasión de comprobar. Pero estos autores no han interpretado bien estos documentos pues mezclan las dos obras hablando de las paraderas de un dique. Su identificación del contratista, ibid., vol. II, pp. 608-609, también debe corregirse: lo relacionan con el reputado alarife zaragozano Juan de Jaso, documentado entre 1504-1552, desde 1540 maestro de la ciudad de Zaragoza, un personaje bien conocido gracias sobre todo al trabajo de GÓMEZ URDÁñEZ, Carmen, Arquitectura civil en Zaragoza en el siglo XVI, Zaragoza, Ayuntamiento, 1987, vol. I, p. 24, y vol. II, pp. 207-208. En realidad, se trata de un maestro de obras navarro más modesto, aunque homónimo. Juan de Jaso o Ichaso aparece en la documentación del Archivo del Sindicato avecinado en Fustiñana y comprometido, como tendremos ocasión de ver, en diferentes obras asociadas con la Acequia de la década de 1530 en adelante. Estas noticias son coherentes con las que aporta TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 71, 471 y 475, que lo rastrea en el A.M.T. caracterizado como obrero de villa residente en Fustiñana ya en 1531 y ocupado en la ampliación y mantenimiento de las fábricas parroquiales de Cabanillas y Fustiñana en las décadas de 1530 y 1540. Una última precisión: en las contrataciones de 1550 que hemos visto Juan de Ichaso no firma el documento pues manifiesta no saber escribir. Sin embargo, al participar en 1562 en la tasación de ciertas obras de la Acequia en calidad de maestro de villa (vid. nota 282), sí lo hace de su mano, lo que hace presumible que en esta ocasión se trate de una persona diferente, probablemente un hijo suyo que heredó tanto el nombre como el oficio de su padre.

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de Tudela -ni en ninguna otra parte- y que ni siquiera recibe el tratamiento de maestre, característico de los profesionales del ramo, cabe pensar que en realidad no es más que el fiador de la operación.

Pero la obra documentada más importante de estos años en relación con la Acequia, evidencia también de la vitalidad de los tiempos, es la reedificación del molino comunal de Fustiñana. Ya en 1538 el concejo nombra procuradores

al alcalde y jurados del lugar y a los vecinos Juan Navarro, Miguel Ortiz,

Juan Martínez, Juan de Almazán y maese Juan de Ichaso para que dirijan su

construcción en la cequia del pueblo, con poderes para ordenar cualquiera

reparticion que para el dicho molino fuere menester, asi en carros, como en peones, como

en reparticion de dineros168. Pero esta tentativa no debió obtener resultados pues el

8 de mayo de 1552, en vísperas del acuerdo para el alargamiento de la Acequia

hasta Tauste, el concejo de Fustiñana y los herederos del regadío del lugar

suscriben una concordia para hedificar, poner y hazer moliente y corriente, a perpetuo,

un molino farinero en el dicho regadio y canpo, donde mas hutil y conbeniente fuere, como

antigamente lo solian tener, sirviéndose de todas las aguas sobradas de la dicha cequia

mayor de Fustinyana. Quedan encargados de supervisar la edificación el alcalde

y jurados locales más el justicia Antón del Arco, menor, y, de nuevo, mestre Juan

de Ichaso, previendo su conclusión en un plazo cortísimo: tres meses169. Esta vez

sí fue adelante. Y con celeridad. A los pocos días, el 22 de mayo, el concejo de

Fustiñana nombra procuradores para que comparezcan ante los senyores alcaldes

de la Corte Mayor d´este Reino de Navarra, por causa de la denunciacion de nueba hobra

presentada ante ese tribunal por razón del dicho molino por el priorado de

San Juan, que seguramente debe sentir amenazados sus derechos señoriales170.

168 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra. Año 1538. Procurazion de la villa de Cabanillas para reclamar del Gran Prior de Navarra… (en el dorso), s.f.

169 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura., Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Asiento, capitulacion y concordia entre la villa, vecinos y herederos del campo regadio de Fustiñana… (en el dorso), s.f. El original se encuentra en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, pp. 457-468.

170 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Poder para defender en los tribunales reales de Navarra una inibicion o denunciacion… (en el dorso), s.f. El original en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, pp. 393-396. Tanta precipitación no puede ser inocente. El 8 de marzo precedente, el concejo de Fustiñana nombraba procuradores para negociar con Tauste la ampliaciación de la Acequia, A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada entre el Prior de Navarra… (en el dorso), s.f. El acuerdo se cerrará el noviembre siguiente. Parece evidente que los vecinos de Fustiñana quieren tener operativa su aceña sobre la Acequia antes de que Tauste vea reconocido algún derecho sobre la misma, en previsión de que, cuando lo obtenga, pueda interponer algún obstáculo a su construcción. Todo esto a sabiendas de que, si dicho engrandecimiento se realizaba, sería casi inevitable que el

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

179

Noticias posteriores confirman la existencia de un molino en Fustiñana, del

mismo modo que otro en Cabanillas171.

Pero de todos estos documentos, el más relevante para la cronología de

la Acequia es el nombramiento el 5 de noviembre de 1538 de Lope de Alaba,

alcalde y vecino de Cabanillas, como procurador del municipio para reclamar

al Gran Priorado de la Orden de San Juan de Navarra ciertas sumas pendientes,

que se han ido acumulando de doce años a esta parte, por diferentes conceptos,

entre otros, los gastos que se han fecho, primeramente, en el pontigo de la cequia de los

pueblos de Cabanillas y Fustiñana, y mas de lo que se gasto en la cequia llamada el Soto,

entre Belber y Cabanillas, de la paradera y cequia del Sosal, y mas del gasto que se ha

hecho en el azut de los dichos pueblos172. Sugiere que la Acequia debía estar ya en

funcionamiento en la década de 1520 y, con toda probabilidad, también antes.

Debía tratarse de un curso modesto cuyo caudal no sobrepasaría, en el

mejor de los casos, los 700 litros por segundo, de los que correspondían a

Fustiñana las 6/10 partes y el resto a Cabanillas, proporción que también se

aplicaba al reparto de gastos e ingresos173.

molino sufriera perjuicios, como de hecho así fue, vid. nota siguiente.

171 En 1557 Fustiñana y Tauste solventan en una concordia una serie de cuestiones relacionadas con la ampliación

de la Acequia hasta esta última población. Al abordar una de ellas, como contrapartida de cierta concesión

de Tauste, la otra parte perdono e perdona los danios del molino y las faltas del regar causadas por los de Tauste.

A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela, 1556-57, p. 648. En 1561-63 el licenciado

Victoria, comisionado por el Real Consejo de Navarra para dirimir las discordias en torno a la Acequia de

Tauste, emitirá una larga serie de mandatos entre los que no faltan alusiones a los molinos de Cabanillas y

Fustiñana, A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado

Vitoria, comissario por su Magestad…, fs. 2v, 16v, 18r, 25v etc. El de Fustiñana, según una bareacion de 1562 se

ubicaba, siguiendo la Acequia, a unos 1.300 ms. antes del partidero de la Serna, cf. nota 295. En esta localidad

existió un molino concejil hasta el siglo XIX, salvo un periodo en que quedó bajo el control de la Empresa de

los Canales. Transferido a manos privadas, laboraba todavía, tras ser sometido a reformas de consideración,

en la década de 1930 bajo el nombre comercial de Fábrica de Harinas de Nuestra Señora de la Peña, ESTEBAN

CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., pp. 73 y 103. El edificio subsiste en la actualidad.172 Además, el procurador debe exigir la cuota parte que a la Religion y al dicho señor Prior le cabe de pagar en todos los

pleitos que ha llevado la dicha villa de Cabanillas con el rey en defension de los montes y goce de aquellos, y por el gasto que se hizo en el pleito que se llebo con Tudela, cuando ponia impedimiento en el plantar en el monte propio del pueblo, y en buscar las escripturas y otras diligencias que se han fecho. A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra. Año 1538. Procurazion de la villa de Cabanillas para reclamar del Gran Prior de Navarra… (en el dorso), s.f.

173 La capitulaciones para la ampliación de la Acequia convenidas en 1552 con Tauste atribuirán a Cabanillas una muela de agua (unos 260 ls. por segundo) y a Fustiñana una muela y media (en torno a 390 ls.), como veremos más adelante. Véanse las pautas distributivas de debes y haberes aludidas, en ese mismo documento -su referencia en nota 203-, caps. I, IIII y XXII.

Juan JoséMorales Gómez

180

10. HAciA LA coNfoRmAcioN dEfiNiTiVA dE LA AcEquiA dE TAusTE. Los moVimiENTos dE LA PRimERA miTAd dEL siGLo XVi

Tauste, entretanto, participa también de la prosperidad y desarrollo

generales. El censo local se incrementa de tal modo que la visita pastoral de

Mateo Caballero, legado del arzobispo de Zaragoza D. Federico de Portugal

(1532-1538), ordena ampliar la iglesia de Santa María por quanto el pueblo

de la dicha villa ha crecido mucho, despues que la dicha iglesia parroquial se fizo, y

comodamente no pueden caber en ella los dias de domingo todas las personas de la dicha

villa para oyr los oficios dominicales174. Las actividades económicas, por su parte,

son lo suficientemente boyantes como para permitir la asunción de gastos

suntuarios del calibre del nuevo retablo mayor de la iglesia de Santa María,

pieza clave del Primer Renacimiento aragonés, cuya factura se elevó a la muy

respetable suma, para una fábrica de esta naturaleza, de 19.700 sueldos. Fue

labrado entre 1520-1524 por dos de los artífices más afamados del momento,

Gil de Morlanes el joven y Gabriel Joly175. En semejante contexto, la cuestión

del regadío era inevitable que volviese a resurgir. Pero Tauste tiene que partir

de cero y, sin posibilidad de elección, lidiar con el mismo tipo de obstáculos

con que se encontró en el Cuatrocientos: para empezar, conseguir la pertinente

licencia para realizar la toma en el vecino reino de Navarra, con todo lo que

ello implicaba.

No era una meta sencilla, como ya hemos expuesto, pero las circunstancias

habían cambiado un tanto. La vida era más fácil, el dinero fluía, los realizaciones

hidráulicas cundían y, lo que era más importante en esos momentos, la unión

dinástica de los reinos peninsulares había conseguido dotarlos de un interlocutor

común, atemperar sus beligerancias y normalizar sus relaciones -aunque cada

uno siguiese manteniendo su identidad y los mutuos recelos perviviesen-, aparte

de aquietar lo peor de las pasiones y confrontaciones políticas internas, al

menos de momento. Además, Tauste tuvo la inmensa suerte de que un agente

de mucho predicamento, la opulenta ciudad de Zaragoza, estuviese planteando

174 Cit. MENJÓN RUIZ, Mª Sancho, “El patrimonio artístico de la villa de Tauste”, Tauste en su historia. Actas de las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al 17 de diciembre de 1999), Tauste, Ayuntamiento, 2001, p. 41. Una valoración global de la demografía aragonesa en el Quinientos en SERRANO MARTÍN, Eliseo, “Aragón moderno”, en FERNANDEZ CLEMENTE, Eloy (dir.), Historia de Aragón…, óp. cit., pp. 406-410

175 SARRIA ABADIA, Fernando, y MIñANA RODRIGO, Mª Luisa, “El retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa María de Tauste”, Suessetania 17 (1998), pp. 10-19.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

181

ante el Emperador por aquellas fechas una idea muy similar a la suya, aunque de

mayor magnitud. Carlos I, persuadido de los beneficios de la expansión de los

regadíos para la prosperidad de sus reinos y el acrecentamiento de sus rentas176,

prestó, no ya su apoyo, sino incluso su implicación directa mediante cédula de

22 de junio de 1529: es el acta de nacimiento de la Acequia Imperial. Ya sea por

casualidad o por cálculo, Tauste debió realizar sus gestiones paralelamente a las

de Zaragoza y, lucrándose sin duda de ese precedente y de la buena disposición

regia, obtuvo, apenas un mes más tarde, el 27 de julio de 1529 el privilegio

para que del dicho rio de Hebro… podays façer una o muchas açut o açutes, cequia o

cequias o almenaras, fuentes e abrevadores177, con solo dos condiciones: indemnizar

convenientemente a los dueños de las tierras que afectase la apertura del nuevo

curso y no interferir en los açut o açutes, cequia o cequias, fechos o fazederos de y por

la ciudad de Çaragoça, lo que, aparte de significar la indudable prevalencia de

la capital, insinúa la relación que existió en el impulso de ambos proyectos.

La existencia de este privilegio era conocida, prácticamente, desde siempre,

pero no su contenido178. El texto se conserva en el A.S.R.C.T., incluido en una

confirmación original de 1626, y es publicado por primera vez en el Apéndice

de este trabajo179.

La motivación es clara: los oficiales y universidad de la villa de Tauste, dice

el preámbulo del documento, dessean y les conviene mucho, por el bien universal de

aquella villa, de sacar una cequia de agua del rio Hebro… que se deve facer pora regar

mucha parte de los terminos y montes de la dicha villa, que por falta de agua muchos

anyos se os pierden los panes y agora estan por arar y culturar, e facer açutes, fuentes e

abrevadores dentro y fuera de la dicha villa, lo qual seria aumentar y decorar la dicha villa

y acrecentar en muy mayor numero de vecinos. Ese deseo es satisfecho por el rey, que

les da licencia para sacar del río agua sin limitaciones, realizar a los efectos las

obras y construcciones que sean oportunas180, que quedan bajo el amparo del

soberano, y mudarlas tantas quantas vezes sera menester, así como llevar la Acequia

176 Al parecer, el Emperador estaba sinceramente ilusionado con las posibilidades del proyecto, cf. FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 85.

177 Sobre el año de emisión de este privilegio se ha arrastrado tradicionalmente cierta confusión. Ya en el siglo XIX ALCORISA, Joaquín, Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57, lo data equivocadamente en 1527. Posteriormente ha sido atribuido en obras recientes de cierta autoridad a 1524, de nuevo erróneamente, vid. nota 22.

178 Lo único que se sabía de su tenor, fuera del objeto principal, eran unas breves citas textuales, más bien poco significativas, publicadas por SUPERVÍA LOSTALé, Mariano, óp. cit., p. 107.

179 Doc. 3.180 Çequias abiertas… minas, gallipuentes... boqueras, siquiere embocadores, receptaculos de agua y otras qualesquiere obras y

edificios.

Juan JoséMorales Gómez

182

por qualesquiera tierras, terminos y montes, asi de realenco como de senyorio. El agua

que corra por la Acequia se declara perpetuamente propria de la dicha villa de Taust

para los riegos, abrevadores, usos d´ellos y d´ella y de sus terminos, sin que persona alguna

pueda poner impedimento ni tomar para regar ni para otros usos la dicha agua ni alguna

parte de aquella sin expressa voluntad de la dicha villa. Este discurso tan maximalista

tiene su parte de retórica: en todos los sistemas de riego tradicionales los

pueblos de aguas arriba siempre tenían mucho que decir. Ni siquiera una obra

como la Acequia Imperial, arropada por la máxima instancia de poder, se libró

de negociar las condiciones de su paso por el territorio navarro, no solo con las

instituciones de ese reino, sino incluso a nivel local181. Lo mismo le sucedería a

Tauste.

El alma de la operación ha sido Jaime de Rada, mensajero y portavoz de

las pretensiones del concejo de Tauste ante la corte, que ha cumplido su papel

de forma tan convincente que es incluso citado expresamente en el texto del

privilegio182. Es interesante consignar que los Rada son un linaje de infanzones

radicado en Tauste como mínimo desde el siglo XIII183, que forma parte, como

cabía esperar, de la elite gobernante autóctona184. Pero tal vez lo más notable es

que un cierto número de sus miembros forma parte de la Casa de Ganaderos

181 Las poblaciones de Ribaforada, Buñuel y Cortes plantearon en 1530 una serie de contraprestaciones que iban desde la garantía de un cierto caudal para el riego de sus tierras hasta la construcción de los puentes necesarios y de defensas en las márgenes del río, en previsión de cualquier modificación de su régimen a causa del establecimiento de la presa. Fueron aceptadas en su mayor parte. Cartas sobre riegos…, óp. cit., pp. 25-26.

182 En 1486 Fortuño y Jaime de Rada, hermanos, escuderos habitantes de Tauste, tenían sendos sendos hijos

menores de edad que se llamaban Jaime de Rada, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos

notariales…”, óp. cit., doc. 163, p. 134. Posiblemente el fautor del privilegio sea uno de ellos.

183 Las referencias a los Rada en la documentación parroquial de Tauste son abundantes ya desde fechas tempranas,

cf. CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit. En el siglo XIV tres Radas domiciliados en Tauste

reclamaron y obtuvieron sus respectivas salvas de infanzonía: Andrés de Rada en 1318 y los hermanos Martín y

Ximeno Martínez de Rada en 1354, FALCÓN PéREZ, Isabel, Los infanzones de Aragón en la Edad Media…, óp. cit.,

pp. 176 y 194.

184 En 1544, con ocasión de la confección de la matrícula de personas idóneas para la ocupación de cargos

concejiles, se insaculan en la bolsa de segundo jurado de infanzones, sobre un total de 34 candidatos, cinco

apellidados Rada, dos de los cuales repiten en la bolsa del clavario. El acto se realiza en presencia de los oficiales

en ejercicio, uno de los cuales es el jurado Juan de Rada. SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., doc. 8, pp. 85-

89. Juan de Rada era también jurado en 1538, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “La Gabardilla y Mira, en

Tauste hace quinientos años”, Suessetania 18 (1999), doc. 22, p. 78. En septiembre de 1552, lo era Fortuño

de Rada, A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año

1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto… (en el dorso), s.f. En 1421 igualmente Juan de Rada, GARCÍA

HERRERO, Mª Carmen, TORREBLANCA GASPAR, Mª Jesús, “San Miguel y la plaga de langosta (claves para la

interpretación del voto taustano de 1421)”, Aragón en la Edad Media 10-11, (1993), p. 303. Etc.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

183

taustana185, lo que podría indicar que el proyecto cuenta con el placet de, por

lo menos, una parte de los propietarios pecuarios que tanta influencia tienen

en la población186.

Tauste se pone en marcha de nuevo. Poco más tarde sus movimientos son

lo suficientemente notorios como para que los diputados del reino estimen

oportuno informar al Emperador, el 30 de diciembre de 1530, que a nuestra

noticia ha llegado como la villa de Tahust, una de las principales d´este Reino, visto la

gran seca y necesidad que ay de aguas en este Reyno, determina con muchos lugares a ella

anexos, por el bien universal de todos, de sacar una acequia del rio Ebro, tres leguas mas

abaxo de una que antiguamente se saco dentro del Reyno de Navarra y queriendo poner

por efecto su voluntad no ha faltado, segun somos informados, quien se lo ha querido

estorvar187.

Efectivamente, el concejo taustano estaba tratando la nueva toma de la

Acequia con Buñuel, el pueblo siguiente aguas abajo de Cabanillas y Fustiñana,

como ya se preveía en el privilegio, en que se barajaba para ello el termino de

Novillas o el termino de Bonell aunque, prudentemente, se dejaban abiertas otras

posibilidades: o donde mas commoda y perfectamente parecera.

El papel de Buñuel es otro de los puntos oscuros del pasado del Canal. La

información disponible, hasta ahora, sobre su participación era mínima188. Y

sin embargo la restitución por el Estado en 1848 incluyó a esa población como

condueña -condición que mantiene hoy- reconociéndola oficialmente como

partícipe de la erección original, en plano de igualdad con Cabanillas, Fustiñana

y Tauste, lo que ha causado extrañeza a más de un estudioso189. En realidad es

una historia, aunque no muy venturosa, con mucha trayectoria, que se desvela

185 FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 138.186 Como ya hemos señalado, la hostilidad de los ganaderos a los proyectos de irrigación no siempre era neta e

irreductible, cf. nota 103.187 Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Col. Salazar y Castro, ms. K-47, f. 59r. Esta referencia fue aportada

originariamente por COLÁS LATORRE, Gregorio, y SALAS AUSENS, José Antonio, óp. cit., p. 35, pero no me limito a copiarla: he consultado el original y completado la cita que ofrecían estos autores. La data de 24 de enero de 1531 atribuida en el Catálogo de la Colección Salazar y Castro -consultable en línea en http://www.rah.es/biblioteca.htm (15-12-2012)- a este documento, nº de inventario 41.303, está equivocada; la correcta es la que se señala. En relación a los agentes del estorbo a que se alude, ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p. 72, responsabiliza el fracaso final de esta nueva intentona a dificultades financieras y ciertos entorpecimientos interpuestos por Cabanillas, Fustiñana y el Gran Prior sanjuanista de Navarra, pero no se con qué fundamento.

188 Tan sólo Madoz recoge su entrada, junto al conde de Buñuel, en la empresa con una séptima parte en 1558, sin más, lo que aun siendo tan escueto ni siquiera es exacto, como tendremos oportunidad de verificar. Es la única información manejada por toda la bibliografía posterior.

189 Como, por ejemplo, a SUPERVÍA LOSTALé, Mariano, óp. cit., p. 108.

Juan JoséMorales Gómez

184

ahora gracias a dos escritos de alegaciones de Tauste redactados a mediados del

siglo XVII en el curso de una causa judicial entre dicha villa y Buñuel. En ellos

se recogen, desde el principio, los lances principales de la agitada relación de

esas dos comunidades por causa de la Acequia, ofreciéndonos una oportunidad

magnífica para rellenar ese hueco de nuestros conocimientos190. El punto de

partida es justamente 1531. En sus propias palabras: queriendo pues Tauste disponer

la execucion d´este intento el año de 1531, para allanar la dificultad que se le ofrecia de

sus grandes gastos y con esperança de tener aiuda y algun alibio en ellos, comunicaron su

intento a la villa de Buñuel y al conde de Lodossa, señor d´ella, y conferida la materia, por

no haberse ajustado entre si las partes, dejaron sus diferencias en poder de arbitros que las

decidiessen, que fueron Juan Amigo, vecino de Tudela, y Juan Castillo, vecino de Alagon191.

Esta sentencia, que fue promulgada el 30 de marzo de 1531 y ratificada por

los interesados en los meses siguientes192, constaba de 24 apartados. Los alegatos

del Seiscientos no reproducen el texto íntegro, que debía ser muy extenso, pero

sí lo resumen e incluso copian algunos ítems -en concreto los 13º, 14º y 15º,

que se referían al reparto de gastos-, lo que basta para hacerse una idea cabal

de lo fundamental193. El bocal, según establece el punto 1º, se abriría enfrente

del barranco del Congosto de Fustiñana, que ya ha sido mencionado en estas

páginas. A continuación traspasaría la llanura fluvial, que en este punto es muy

estrecha, y se internaría en el farallón que la cierra por una mina o tunel que

desembocaría en la bajada de la Peña Roja -un topónimo que no hemos podido

localizar-, junto a Candepuerca, para continuar por el demas termino de Buñuel

hasta salir al Espartal194, que es termino de la mesma villa, aunque proprio del conde

de Lodossa195. Más allá nada se decía en este documento, pues siendo a cuenta

190 Forman parte de un cuadernillo constituido por diferentes piezas independientes de los siglos XVII y XVIII agrupadas por un criterio temático: los pleitos entre Buñuel y Tauste por la Acequia. Se halla en A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Los documentos que nos interesan ocupan los fs. 23-42 y 43-62. Este cuadernillo carece de título, no así los autos a que hacemos mención que figuran con los encabezamientos de: pleitos y sentencias entre la villa de Buñuel y Tauste sobre derechos de la 1ª y obligaciones de la 2ª en la Acequia y agua que esta le dio a aquella en virtud de concordias, el primero, y papel en derecho por la villa de Tauste sobre la Azequia de Ebro, el segundo.

191 Ibid., f. 46v.192 Ibid., f. 32v.193 Ibid., fs. 26r-32v y también, muy brevemente, 46v-47r. Los puntos que se transcriben, en fs. 26v-32r. Todas la citas

que se harán a continuación se localizan, de no mediar advertencia en contrario, en estas páginas a las que, para evitar prolijidades, remito con carácter general.

194 El Espartal de Buñuel es la partida que, a principios del siglo XVI, hemos visto dedicada a pastos, vid. supra.195 La mina aparece mencionada en estos textos en diferentes ocasiones pero su ubicación no aparece expresa. La

deduzco de la frase: principiando la çequia del barranco del Congosto o vocal y que la çequia discurra y buelba a salir a la bajada de la Peña Roja (f. 46v). Debía ser la parte del trazado más espectacular pues sirvió, en un momento dado, para identificar al conjunto, vid. nota 199.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

185

exclusivamente de Tauste, quedaba fuera del alcance y el interés del acto. Pero

debía tratarse de un itinerario muy colgado del escarpe de las elevaciones

circundantes pues una sentencia judicial posterior, que también compendia

una de las exposiciones del Seiscientos que estamos empleando, hablando de

esta intentona, la recuerda como la vez que intentaron llebar -la Acequia- mas alta,

por el monte y bardenas196.

En el cauce que corría por el término de Buñuel, las disposiciones de 1531

preveían abrir dos partideros, uno para los vecinos del pueblo, y otro, algo más

adelante, para D. Juan de Navarra y Mendoza, señor del lugar, con el que regaría

el Espartal. Absorberían, entre los dos, la quinta parte del agua del agua que

discurriese por la Acequia; el resto quedaba a libre disposición de Tauste. Pero

ese aforo solamente sería accesible cuando D. Juan y los de Buñuel pagasen a

Tauste, a cargo de quien quedaba la construcción, una fracción de las costas197:

- un quinto de la erección de los partideros, contribuyendo cada

beneficiario directo por el suyo.

- una octava parte de los gastos del azud, el bocal, el cauce, la mina etc.,

desde la toma hasta el punto en que los vecinos de Buñuel tomaran su

agua, a medias entre éstos y el conde de Lodosa.

- de ahí en adelante, del intervalo desde ese primer partidero hasta el del

Espartal, el de Mendoza correría con un quinto de la expensa.

Este esquema se repetía en el reparto de los costes de mantenimiento,

comprendida la limpieza: del primer tramo, un quinto entre Buñuel y D. Juan,

del segundo, hasta el partidero del Espartal, otro quinto a cuenta exclusivamente

del noble; finalmente, el entretenimiento de los partideros quedaba a cargo

exclusivo de sus usuarios.

196 Ibid., f. 40r.197 En 1532 Juan de Sariñena, uno de los técnicos más reputados en el Aragón de su tiempo, nombra a un

procurador para capitular con el pueblo de Buñuel el trazado en su término de una acequia desde el Ebro. PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., nota 189, piensa que podría tratarse de la Acequia de Tauste, lo que permitiría poner un nombre al director de obras, además, de categoría. Pero quedando la construcción en manos de Tauste y ciñéndose la participación de Buñuel a un plano puramente financiero, como acabamos de ver, tal posibilidad se hace muy extraña. Es más verosímil que se trate de la Imperial que sabemos que se estaba labrando simultáneamente al otro lado del río -el término de Buñuel se extiende por ambas márgenes- y en cuya planificación está probado que había tenido que ver Juan de Sariñena unos años atrás. Es la propuesta de BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 316.

Juan JoséMorales Gómez

186

La sentencia de 1531 se extendía sobre muchas otras cuestiones: la elección

de dos zabacequias por Tauste para regir la Acequia (punto 8º), el régimen de

apertura y cierre de los partideros y las penas aplicables a quienes lo vulnerasen

(puntos 4º al 7º), las pautas para dividir entre Buñuel y su señor el antedicho

quinto de agua (punto 10º), los plazos y el procedimiento que se había de seguir

para la escombra (punto 9º), la erección de puentes y gallipuentes que permitiesen

el paso de los ganados de Buñuel y el conde de Lodosa a los pastos de las Bardenas

(punto 16º) y hasta la largura y anchura que debía tener el cauce (punto

2º), entre otras, pero de las que apenas tenemos pormenores pues nuestros

transmisores del Sesiscientos se conformaron con su simple enumeración.

No funcionó. Y no es difícil imaginar por qué. Desde un punto de vista

técnico, si algo caracteriza a los sistemas hidráulicos tradicionales es su rigidez.

Las posibilidades del acuífero, la pendiente y las curvas de nivel, así como el

tamaño del perímetro que se pretende irrigar, determinan de forma poco

menos que absoluta los trazados hidráulicos históricos que apenas admiten

modificaciones y, realmente, se fosilizan en el tiempo198. La pretensión de

Tauste en estos momentos es precisamente lo contrario: llevar la captación

río abajo, hasta Buñuel, y trazar un nuevo itinerario intentando compensar la

correspondiente pérdida de desnivel mediante la perforación de un túnel en

la cantera y la sobreelevación del lecho de la Acequia por sus vertientes. Vanas

ilusiones. El proyecto empezó efectivamente a ejecutarse. El 24 de septiembre

de 1533 Johan del Saso, preso en Fustiñana, en la casa de Johan de Fornos,

lugarteniente del merino de Tudela, confiesa ante dicho lugarteniente que el

pasado 21 de septiembre yendo de Fustiñana a la mina de Tauste, a donde trabajaba,

robó en compañía de otro hombre cincuenta uvas de las viñas de Fustiñana. El

oficial le condena a una pena de vergüenza pública -permanecer en la plaza de

dicha villa, encima de una escalera, con una sarta de uvas al cuello durante media

hora- y al destierro de la localidad y sus términos durante doce meses, si bien,

considerando que´s honbre que gana su vida en la dicha mina, limita la prohibición

del barranco del Congosto a esta parte199. Pero no parece que la conducción fuese

198 BARCELÓ PERELLÓ, Miquel, “El diseño de espacios irrigados en Al-Andalus: un enunciado de principios generales”, en CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (coord.), El agua en zonas áridas. Arqueología e historia. Hidráulica tradicional de la provincia de Almería, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1989, pp. 2013-2047.

199 A.M.T., Protocolo notarial de Juan Martínez, vecino de Fustiñana, 1533, s.f. Por otra parte, en el relato de las pendencias entre Buñuel y Tauste que nos hacen los antedichos textos del Seiscientos -la referencia en nota 190-, todavía salen a colación los gastos de la cequia vieja (fs. 50v y 54v) o de la cequia antigua que sacaron, que era la de las minas (f. 59v).

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

187

llevada a término, pues no hay una sola noticia de que llegase a dar servicio200.

Con todo, resulta comprensible que la villa aragonesa se dejase tentar. Le

sobraban motivos. El trazado desde Buñuel rebajaba el número de partícipes a

la hora de compartir el volumen hidráulico extraído y suponía un acortamiento

del curso y de las infraestructuras asociadas requeridas (puentes, acueductos,

almenaras, pontigos…) que significaría un ahorro de costes muy atractivo,

como se señalaba en el informe de los diputados de 1530. Pero además, y tal vez

lo más decisivo, Cabanillas y Fustiñana tenían pasablemente asegurada con su

Acequia privativa una cierta provisión de agua de riego -no era el caso de Buñuel-

que las colocaba en una posición muy cómoda para negociar sobre la materia

con cualquier población aguas abajo. Y aunque es dudoso que una propuesta

de ampliación de su comunidad de riegos les fuera indiferente -el gravoso

entretenimiento de las infraestructuras hidráulicas en el Antiguo Régimen hacía

que cualquier posibilidad de compartir esa carga fuera, en principio, digna de

consideración-, podían perfectamente imponer sus condiciones sin demasiadas

cortapisas. Es lo que la de Aragón debía querer evitar. Mas los imponderables

técnicos hicieron vacuas esas reticencias.

11. LA GEsTAcióN dEL PRoyEcTo. LAs coNcoRdiAs dE 1552 y 1553

Veinte años después, en los primeros meses de 1552, tras recuperarse del último revés y presuntamente resignada ante lo inevitable, Tauste se puso en contacto con las dos villas navarras y con la Orden de San Juan para retomar el asunto. Esta vez sería la definitiva.

Los navarros dejaron muy clara su postura desde el principio. A la hora de nombrar sus representantes para concertar el acuerdo, tanto Cabanillas como Fustiñana expresaron, con escasas variantes, que el acto se realizaba en razon y a causa que los dichos de Tauste quieren, segunt dicen, bolber a sacar la cequia de Ebro que principiaron a sacar antigoamente y se les perdio, la cual cequia es ahora de Fustiñana y Cabanillas, y piden a las dichas villas de Fustiñana y Cabanillas se les permita e consienta y de lugar para poder sacar la dicha cequia. El Gran Prior sanjuanista de Navarra no se quedó atrás: sus procuradores debían contratar y negociar con los

200 Las ordenanzas municipales de Tauste se renuevan en 1544 contemplando, entre las incumbencias de los oficiales del concejo, velar por el buen estado y gobierno de la red de acequias del término; se habla de la Estanca Baja, de las cequias principales, de las del término del Cardal, de las de Traslarba etc. pero en ningún momento se menciona que alguna provenga del Ebro. Publica el documento SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., doc. 7, vid. especialmente pp. 74-75 y 78.

Juan JoséMorales Gómez

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procuradores que la villa de Tauste embia acerca de que la dicha villa de Tauste dice que quiere llevar y sacar una cequia de agua del rio de Ebro y llebar aquella para regar los campos y terminos de la dicha villa de Tauste, la cual dicha agua dice que ha de llebar por la misma cequia que los dichos lugares y mis tierras se riegan, y porque la dicha agua no se puede llevar ni pueden hacer sin el consentimiento de dichos lugares y mio y sin primero contratar y concertarse con ellos y conmigo…201

La concordia alcanzada, que fue solemnizada el 10 de noviembre de 1552, de consuno, por los notarios Juan Portolés, vecino de Tauste, y Nicolás Perez del Calvo, vecino de Tudela202, regirá las relaciones entre los titulares de la Acequia hasta su paso al Estado a fines del siglo XVIII, y es, por tanto, uno de los documentos más trascendentes de la historia del Canal203. Su existencia era conocida por la historiografía desde mucho tiempo atrás, si bien lo que sabíamos de su contenido se limitaba a un muy somero resumen realizado por el autor de las Cartas sobre riegos204, que se ha venido repitiendo machaconamente desde el siglo XIX hasta prácticamente hoy205. Vale la pena dedicarle atención.

Se trata de un texto extenso y complejo, organizado en 24 capítulos, cuya pretensión parece ser no dejar un cabo sin atar en previsión de futuros litigios, que efectivamente se sucedieron ininterrumpidamente. Su desequilibrio es patente: la mayor parte del articulado no es otra cosa que un largo listado de los requerimientos impuestos a Tauste por las villas navarras, que se

201 Estos tres documentos en A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada entre el Prior de Navarra… (en el dorso), s.f. También se incluyen aquí los poderes emitidos por Tauste para la ocasión, por supuesto en un tono mucho más neutro. Se trata de copias de mediados del siglo XIX. Las datas originales son: 8 de marzo de 1552 para la procura de Fustiñana, 9 de marzo para la de Cabanillas, 21 de septiembre la de Tauste y, finalmente, 24 de octubre la del Gran Prior.

202 La otorgaron: Oger Pasquier, justicia de Tudela, en su calidad de procurador del Gran Prior de Navarra, Cristóbal de Artieda y Lope de Longares, por Tauste, Juan de Cabanillas -que es vecino de Tudela-, Pedro Cabanillas, Antón del Arco, mayor, y Martín de Villava, por Fustiñana, y Pedro de Berrozpe -vecino de Tudela-, Pedro de Milagro, menor, y Pedro de Alaba, por Cabanillas.

203 Prueba de ello son las numerosas menciones, sinopsis y transcripciones parciales que de él se encuentran en los papeles históricos del Archivo del Sindicato, que sin embargo solamente conserva una versión íntegra, expedida y certificada por nuestro ya viejo conocido Francisco de Paula Anchorena el 30 de junio de 1847. Se localiza en A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada entre el Prior de Navarra… (en el dorso), s.f. La matriz notarial original se encuentra en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, pp. 881-906, con algún deterioro; es la que se voy utilizar preferentemente para las citas textuales, por razones obvias, aunque para facilitar consultas en cualquiera de las dos versiones he preferido remitir, en vez de a la foliación, al número de capítulo.

204 Óp. cit., p. 53. Hubo algunos anteriores, pero todavía más sucintos, vid. por ejemplo ALCORISA, Joaquín, Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57.

205 Los únicos que se apartan de él y aportan algo más de información, demostrando que han manejado directamente la fuente, son VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 107.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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presentan constantemente formando un frente común206, como precio de su imprescindible colaboración. Las cuestiones constructivas centran el grueso de su interés, pero aún con todo, su perspectiva es amplia, alcanzando hasta materias aparentemente nimias, como las artes permitidas para pescar en la Acequia (cap. XV) o el derecho a lavar la ropa en la misma de los vecinos de Cabanillas y Fustiñana (cap. VIII), lo que convierte a este documento en una buena muestra de las prevenciones y posibles puntos de tergiversia que envolvían los sistemas de regadío tradicionales de carácter intermunicipal.

Las capitulaciones de 1552 parten de una declaración de principios del tono ya anunciado en las procuras: Cabanillas, Fustiñana y el Gran Prior en quanto al uso y gozo que tienen en el dicho açut, gamella y cequia para sacar y llebar agua, acogen a perpetuo a la villa y concejo de Taust, para que todos juntos saquen del rio de Ebro la nueva Acequia (cap. II). Subrayemos la caracterización dada a la acción: acoger, una simple palabra, pero que dará mucho juego en las controversias posteriores de la Orden y las villas navarras con Tauste. En consonancia, la idea general que subyace en todo el documento es que todas las mejoras y modificaciones que se han de realizar en la Acequia se justifican fundamentalmente para dar riego a Tauste, la cual, en buena lógica, debe sufragarlas prácticamente en solitario. La de Aragón se convierte así en la responsable poco menos que única de la fisonomía última de la Acequia, que es el argumento con el que contratacará la interesada, llegada la hora de esos debates.

El objetivo era sacar del Ebro, a plena capacidad, un caudal de 8 muelas,

equivalentes a poco más de 2 m3 por segundo207, un aforo modesto para lo que

206 Prolongan incluso nexos de su antigua comunidad de riegos particular: si el agua escasea, Cabanillas y Fustiñana compartirán la que les corresponda retomando la antigua fórmula de prorrateo que tenían por costumbre (caps. IIII y XXIIII); lo mismo se aplica a la división de ciertos ingresos (cap. I); si Tauste no cumple sus compromisos, Cabanillas y Fustiñana resucitarán sus viejos acuerdos para seguir explotando la Acequia en el mesmo usso y costunbre que antes d´este capitulado tenian y lo abian ussado y acostumbrado (cap. XXII)…

207 La muela es la medida tradicional de potencia hidráulica más usual en Aragón, Cataluña y Navarra. Equivalía, teóricamente, al agua necesaria para mover una determinada muela de molino, de ahí el nombre. Sin embargo, como es usual en la metrología histórica, la muela no tenía el mismo valor en unos lugares que en otros. La catalana, por ejemplo, se ajustaba a los 57 ls./sg., REAL SOCIEDAD ECONÓMICA ARAGONESA DE AMIGOS DEL PAÍS, Proyecto de un código general de aguas precedido de un proyecto de módulo o medida legal de aguas corrientes, Zaragoza, Imprenta y litografía de Agustin Peiró, 1860, p. 16, mientras que la usada en la comarca de Tarazona lo hacía a los 180 ls./sg., según informa CASAS TORRES, José Manuel, Aragón. Cuatro ensayos, Tomo II, Los hombres y su trabajo. La economía, Zaragoza, Banco de Aragón, 1960, p. 110, etc. El problema es que hoy en día es un tema totalmente inédito, lo que me no me deja otra opción que dar por buena la correspondencia a 260 ls./sg. que, adoptada por la dirección del Canal Imperial poco después de la asunción oficial en España del sistema métrico en 1849, se normaliza en Aragón en la segunda mitad del siglo XIX, de forma tan generalizada, que es incluso recogida en la voz oportuna de las ediciones del Diccionario de la Lengua Castellana de la Real Academia de fines del Ochocientos (consultables en línea). Al parecer, esta equivalencia tiene relación con la muela

Juan JoséMorales Gómez

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hoy estamos acostumbrados y que resulta casi ridículo si lo ponemos en relación

con el esfuerzo y la inversión que su trasvase suponía, pero que en la época era un

auténtico hito208. Por supuesto, se trata de una estimación puramente indicativa

que no tiene otro fin que facilitar el cálculo de la compartición de derechos y

cargas: de esas ocho muelas, una quedaba asignada a Cabanillas, una y media a

Fustiñana y las cinco muelas y media restantes a Tauste, contra la contribución

de cada socio a los gastos de conservación ordinarios -limpieza, sobre todo-

y extraordinarios -reparaciones y mejoras- de los tramos e infraestructuras

comunes en la misma proporción, como pauta general. Desde el azud y el bocal

hasta la muga de entre Cabanillas y Fustinyana, todo comprendido, se sostenía con

el concurso de las tres poblaciones en el porcentaje citado209; de ahí en adelante,

hasta el partidero que se ha de hazer devaxo la Serna de Fustinyana, del mismo modo,

pero entre Fustiñana y Tauste solamente, sin contar con Cabanillas; más allá

era cuestión exclusiva de Tauste (cap. II)210. Todo esto hablando en términos

generales, pues determinadas infraestructuras se regían por pactos específicos211.

zaragozana, definida en las Ordenanzas de los Montes y Huertas de 1593 de esa ciudad del siguiente modo: una muela de agua para moler trigo en cequia o parte llana y que no tiene pendiente, ha de ser de ancho tres cuartas y de hondo otras tres cuartas del codo de la ciudad de Zaragoza, es decir un cuadrado de 0,579 ms. de lado, un espacio por el que efectivamente pueden pasar, cumpliéndose ciertas condiciones, 260 ls./sg., según calculó la SOCIEDAD ECONÓMICA ARAGONESA DE AMIGOS DEL PAÍS, óp cit., pp. 17-22.

208 Baste decir que no hallo en el Aragón del Quinientos más que dos regaderas con un pronóstico de caudales documentado mayor: la de Candeclaus, en el tramo bajo del Gállego, y la zaragozana del Arrabal, ambas con diez muelas, vid., respectivamente, BOLEA FORADADA, Juan Antonio, Los riegos de Aragón, Huesca, Grupo Parlamentario Aragonés Regionalista de las Cortes de Aragón, 1986, p. 124, y BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 334. Es posible que fuera el caso de algunas más, como seguramente la Imperial, pero no consta. Pero tampoco muchas, pues lo más común eran cifras mucho menores. En las visitas efectuadas en la segunda mitad del siglo XVI a los azudes y acequias del tramo final del Jalón no se registra ninguna acequia con una corriente superior a tres muelas y sí unas cuantas con, incluso, menos de una, ibid., vol. I, pp. 346-347. Hay que reconocer, sin embargo, que el Jalón es un río que ha soportado históricamente una tremenda presión, con múltiples sangrados a lo largo de toda su cuenca que hacían que llegase a menudo a su desembocadura, sobre todo en verano, prácticamente seco.

209 En este punto el cap. XI incurre en una contradicción. Hablando de la preservación de puentes y pontigos este item lleva el compromiso de Cabanillas más adelante, hasta passado el puente y pontigo y barranco del Sosar, que esta devaxo la [muga] del termino de Cabanillas, assi como lo han usado y acostumbrado pagar [y contri]buyr entre las dichas dos villas de Fustinyana y Cabanillas. La disposición será rechazada por los interesados en el acto de loación de la concordia, al final del documento, donde hacen constar que ay un capitulo que dize que an de contribuyr los de Cabanillas en la linpia hordinaria de la cequia asta debaxo de la puente del Sosar, que, por quanto nunca an con[tri]buydo sino asta la muga de Cabanillas y Fustinyana, que [tampoc]o de aqui adelante quieren contribuir sino asta alli, como [siem]pre lo an acostumbrado.

210 Sobre este principio básico insisten tangencialmente los caps. VII, VIIII, XI (teniendo presente la corrección de la nota anterior), XII, XVIIII etc.

211 La limpieza de los escorrederos, por ejemplo, es responsabilidad exclusiva de Tauste, estén donde estén (cap. XIIII), menos el que canaliza el barranco de Santa Engracia hasta el Ebro, que se escota entre la aragonesa y Fustiñana a medias (cap. XIII). También contribuye Fustiñana con Tauste, pero esta vez en sus cuotas acostumbradas, en el sostenimiento del acueducto que cruza el barranco citado, que está un poco más adelante

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

191

En realidad, la incertidumbre del volumen de agua real que podía discurrir

por la Acequia era alta. De hecho, la concordia lo único que determina realmente

es el alcance hidráulico de las villas navarras atribuyendo el remanente a Tauste,

ya fueran cinco muelas y media o más o menos (cap. II)212. En los casos más

acusados de escasez, cuando no corriese por el cauce más que una muela o

menos, el acuerdo se suspendía, siendo todo el caudal para los navarros, a

repartir conforme a la costumbre observada hasta ahora en su sociedad: dando seys

dias o seys partes d´ella a Fustinyana y quatro dias o quatro partes a los dichos de Cabanillas

(cap. IIII); cuando se alcanzasen las dos muelas, que dexen pasar la una muela para

la dicha villa de Tahuste y la otra muela se repartan, como dicho es (cap. IIII).

En contrapartida, como ya adelantábamos, se imputa a la villa aragonesa el

peso de la realización y financiación de la mayor parte de la obra nueva necesaria

y todo lo que de ella se derivase, al menos tal y como estaba planificado en

aquellos momentos:

- el agrandamiento del azud (cap. VIIII).

- el ensanchamiento y ahondamiento del álveo de la antigua Acequia de

Cabanillas y Fustiñana (cap. X) y, por supuesto, su prolongación ex novo

desde el partidero de la Serna hasta Tauste, trayecto que se esperaba

llebar hazia la parte del monte, si el peso diere lugar213 (cap. II), con todos sus

aditamentos: puentes, pontigos etc. (cap. XII).

- la reconstrucción, usando piedra picada o ladrillo, de los pontigos, por

donde se embocaban las avenidas de los barrancos214, y de los puentes

preexistentes que fuese necesario derribar para realizar lo anterior

(cap. XI).

del partidero de la Serna (cap. XII), aunque el del puente que franquea el paso de ese barranco es asunto solo de Tauste (cap. XXI). Sin embargo, el buen estado del puente que se encuentra en la Serna de Fustiñana es competencia únicamente del señor del término (cap. XII). La misma regla se aplica al mantenimiento del presal de los Pozos, en tierras de Cabanillas (cap. XVI). Etc.

212 Esta pauta se reitera, aunque ampliando el supuesto a cualquier ocasión en que Cabanillas y Fustiñana no reciban completos sus cupos de agua, en el cap. XXII.

213 Lo que el documento pretende expresar es que en esos momentos se aspiraba a aprovechar la caja de la Acequia de Cabanillas y Fustiñana, convenientemente acrecentada, hasta donde se quería hacer el mencionado partidero, para, a partir de este punto, abrir un lecho nuevo más alto -hazia la parte del monte- y dejar lo que restaba del antiguo al servicio particular de los regantes de Fustiñana, como un cauce secundario paralelo al principal, a modo de contracequia. Esta provisión no se cumplirá, seguramente por insuficiencia de cota, y prácticamente todo el itinerario del caz primigenio será el del definitivo, lo que será considerado un incumplimiento doloso por parte de Fustiñana en 1557, vid. nota 265.

214 Las barrancadas han sido y son una de las principales amenazas para la conservación del Canal de Tauste, sobre todo en el trecho navarro, cf. VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 71 y ss.

Juan JoséMorales Gómez

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- la erección de tres puentes nuevos en el término de Fustiñana, aptos para

el paso de carros y ganados mayores y menores, concretamente en el

paraje denominado el Salobrar, en el partidero de la Serna, antes citado

(cap. XII), y en el barranco de Santa Engracia, donde también había

de hacerse un restillo de pie[dra en] el caldero del barranco (cap. XXI); la

concordia dejaba abierta la posibilidad de otro puente, si fuere menester,

en el Congosto, donde el rey tiene amugado el abebradero para los ganados

(cap. XII)215.

- igualmente, de un acueducto o gallipuente para salvar el barranco de

Santa Engracia, en Fustiñana, tan grande que tome las dos cequias216, para que

la crecida del dicho barranco no pueda echar agua, postura ni piedras ni otra cosa

en las dichas cequias (cap. II), con su escorredero correspondiente hasta el

río (cap. XIII).

- asimismo, de todos los escorrederos y contracequias necesarios, hasta el Ebro,

por donde liberar los sobrantes de la Acequia que pudiesen causar daños

(cap. XIIII).

- el pago de las indemnizaciones correspondientes a los dueños de los terrenos

utilizados por cualquiera de estas obras y los desmontes y movimientos

de tierras que por ellas sobreviniesen (caps. X, XIII y XIIII), así como

por los desbordamientos y filtraciones de caudal desde la madre (cap.

XIIII), salvo, evidentemente, cuando fueran consecuencia de las paradas

interpuestas por los de Cabanillas y Fustiñana para sus usos (cap. XVI).

- responder de los daños causados por cualquier barrancada que pudiese

venir mientras, a causa de las obras, estuviesen desmontados los pontigos

originales -sin duda, una medida de presión para que los repusiesen con

celeridad- (cap. XI); del mismo modo, de cualquier quebranto causado

por las excavaciones emprendidas por Tauste a las gentes y edificios de

Cabanillas (cap. XXIIII), cuyo caserío se asentaba en un terreno que

parece muy inestable y proclive a corrimientos.

215 En 1557 y en 1562 se insistirá en la conveniencia de su levantamiento y en el de otras pasaderas, vid. notas 260 y 280.

216 Se está refiriendo a la madre, que como acabamos de ver se pretendía llebar hazia la parte del monte, y al ramal que se ha desgajado de ella poco antes -que es el lo que queda del trayecto antiguo, vid. nota 213-, en el partidero de debaxo de la Serna, por donde estaba previsto se derivase el agua para las tierras de Fustiñana.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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Además, los trabajos no debían realizarse durante las temporadas de riegos

de los navarros, para no interferir en la marcha de sus cosechas (cap. XXI), un

convenio de muy difícil cumplimiento so pena de resignarse a eternizar la obra;

el objetivo no debía ser otro que hacer viable la contingencia de que Cabanillas

y Fustiñana pudiesen reclamar perjuicios, como de hecho harían.

En todas estas obras los dos pueblos de aguas arriba no tenían otra

obligación que ceder los terrenos que fueran necesarios en el monte comun de

forma gratuita, a diferencia de los de propiedad particular (cap. X), y consentir

que los taustanos se surtiesen libremente y sin pagar cossa alguna de materiales

constructivos -piedra o lenya de romero… y tierra para hazer ladrillos y adobas- en los

comunes de sus términos, así como hazer para ello alli hornos de calçina, y ladrillo,

y yesso y los otros aparejos… para las dichas obras necesarias (cap. XXI).

Las únicas construcciones en las que habían de contribuir directamente

Fustiñana y Cabanillas eran el nuevo bocal principal, que se costearía entre las

tres poblaciones conforme al principio ordinario y debía estar finalizado en

un año y medio (cap. III)217, y en las construcciones desde donde tomasen sus

partes de agua de la Acequia, cuyo número y localización no quedaban fijadas

(caps. VI, VII e, implícitamente, XVI y XVII), lo que más tarde sería motivo

de conflictos. La concordia solamente individualiza tres: una paradera o presal

que alimente la fila de los Pozos, en Cabanillas, villa que será quien suministre

la piedra, si bien la subvención de la hechura recae en Tauste (cap. XVI);

el partidero de la Serna de Fustiñana, el más importante de ese municipio,

que pagarán Fustiñana y Tauste en las fracciones acostumbradas (cap. VII)218;

finalmente y también en ese último término, la embocadura de una fila abierta

directamente en la cequia mayor, para regar el termino llamado la Confraria, que es lo

postrero en su campo, que correrá a cuenta únicamente de Fustiñana (cap. VII).

Todas estas captaciones debían estar provistas de marcas, como las piedras agudas

y senyaladas de que se habla para los bocales de Cabanillas, para que se conozca que

no puedan tomar ni llebar más agua de la debida (cap. VI). No obstante, lo cierto

es que no es algo en lo que se insista gran cosa, lo que resulta extraño, pues la

217 La excepción es llamativa, lo que unido al establecimiento de un plazo -es la única vez en las capitulaciones que se hace- y además relativamente corto, induce a pensar que la embocadura original debía estar en muy mal estado y corría prisa renovarla.

218 Más tarde, en 1557, esta división de costas será revisada asimilándola a la establecida para la paradera de los Pozos, vid. nota 262.

Juan JoséMorales Gómez

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importancia que se concedía en la época a estos recursos de verificación de los

lotes hídricos era, como es fácil de entender, capital219.

Dentro de este entramado, el régimen de la paradera de los Pozos constituye

una excepción, asentada en una tradición observada ya, como poco, en la etapa

de la Acequia de Cabanillas y Fustiñana. Al parecer, independientemente de las

cuotas establecidas, el término de los Pozos solamente riega en los momentos

de mayor acopio hídrico, cuando la avenida de agua alcanza una altura

determinada que se consignará marcando un senyal en la fila de los mesmos Pozos.

Este acto, que debe efectuarse el anyo primero que principien a gozar (de riego) los

de Tauste, en la primera crecida de Ebro, se envuelve de cierta solemnidad pues

deberá ejecutarse a conoscimiento de los alcaldes de Fustiñana y Cabanillas y del

señor de Canduero220. Solamente cuando el agua llegue hasta ese indicador y

se mantenga -en el momento en que baje, la operación debe suspenderse- se

podrá montar la parada, como lo tienen de costumbre, con tablas y manta. Terminada

de regar la partida, el agua volverá a circular libremente, dentro de una ora y

antes si se pudiere, so pena de 60 ss. js., restaurándose el orden general previsto

(cap. XVI)221. Todas las filas más arriba de los Pozos, hasta el azud, pueden estar

abiertas en todo momento, esté operativa dicha parada o trabiessa o no (cap.

XVII).

La pormenorizada regulación de la paradera de los Pozos contrasta con

el escaso espacio que dedican las capitulaciones para describir las normas

generales de riego y el gobierno de la Acequia. Tan solo hay referencias a la

219 En situaciones especialmente conflictivas se llegaban a hacer de hierro -algo históricamente muy raro-, buscando su máxima fidelidad y perdurabilidad. Como estableció en 1285 la madre del infante don Manuel para acabar con un áspero pleito entre el consell y la morería de Elche por causa de un partidero, HINOJOSA MONTALVO, José, La morería de Elche en la Edad Media, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1994, pp. 85-86. En 1530 una sentencia arbitral que procuraba poner fin a los enfrentamientos entre Albalate del Arzobispo y los lugares del Ducado de Hijar por las aguas del río Martín, consentía a los de Albalate conservar cierto azud de nueva construcción que habían alzado, con la condición de que se hayan de hacer tres o cuatro o más partidores o almenaras con puertas de hierro guarnecidas, por las cuales haya de entrar y pasar el agua pesada y medida, RODRÍGUEZ LAJUSTICIA, Francisco Saulo, Historia del regadío en los dominios de la Casa Ducal de Hijar (Comarca del Bajo Martín), Zaragoza, I.F.C., 2011, p. 71.

220 Sorprendentemente, sin contar con las autoridades de Tauste, aunque debe tratarse de un lapsus pues cuando efectivamente se celebre la ceremonia, en 1561, los apoderados de esa villa estarán presentes. No así el señor de Canduero que se encontraba ausente del reino, aunque se designó sobre la marcha un sustituto que hizo sus veces. Vid. nota 289.

221 …Y del dicho termino de los Pozos avaxo puedan parar los dichos de Cabanillas y Fustinyana con tablas y mantas donde quiere y quando quiere que tubieren necessidad de regar o moler, donde tendran sus filas y bocales, para tomar sus partes de agua que esta capitulado han de haver, tomar y gozar (cap. XVI).

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

195

forma de actuar en caso de emergencias y el modo de incrementar el caudal

de la regadera cuando éste sea demasiado corto (cap. IIII), la elección de

zabacequias (cap. XXIII) y el procedimiento a seguir y las penas a imponer en

los casos en que Tauste o Cabanillas y Fustiñana -no se contempla la posibilidad

de una actuación individual de las villas navarras- arrebaten o malbaraten la

porción de aguada que corresponde a la otra parte (cap. XXIII)222.

Desde su posición de predominio como titulares originales de la concesión,

Cabanillas y Fustiñana acotan además para su beneficio exclusivo los ingresos

por los derechos de paso de almadias por el azud y la arrendación de la pesca

en el mismo (Cap. I), que no debían ser despreciables223. También se aseguran

poder seguir utilizando la Acequia para abrevar sus ganados, donde quisieren y

pudieren alcançar agua, y como fuente de suministro doméstico, para beber, lavar

etc., como hasta aqui lo han siempre hecho y acostumbrado (cap. VIII).

En relación con los usos y fines del agua, el cap. V resulta de sumo interés.

Contempla la eventualidad de que Tauste disfrute de las cuotas de agua de

Fustiñana y Cabanillas si éstas no tuvieren necesidad de ellas, previa petición.

Pero es muy poco probable que tal cosa llegase a suceder. Es más, los vecinos de

Cabanillas -no así, extrañamente los de Fustiñana-, a la hora de loar la concordia

reniegan expresamente de este punto, pues en quanto a es[to] quieren ellos quedar

en su libertad para poder vender su [par]te de agua y darla a quien quisieren y hazer de

aquella a [su] voluntad. Ya hemos hablado anteriormente del imparable avance

de la patrimonialización hidráulica desde la Edad Media, que convierten las

ventas de agua en algo perfectamente asumido, como estamos viendo. No era

otro el destino de buena parte de la cuota de Tauste. Juan Bautista Labaña, el

conocido científico portugués, en los trabajos de reconocimiento del territorio

previos a la confección de su famoso mapa del reino de Aragón, visita Tauste el

11 de noviembre de 1610 y anota que la villa utilizaba dos muelas del agua de la

222 Este vacío dará quehacer al comisario Victoria, delegado del Consejo Real de Navarra para los asuntos de la Acequia a partir de 1561, como veremos.

223 Aun hoy, la presa del Canal de Tauste recibe en ocasiones el elocuente nombre de la pesca, sin duda tradicional, FERNÁNDEZ ORDÓñEZ, Fernando, óp. cit., p. 138. La pesca, ya no en el azud sino en el curso de la Acequia, era una actividad lo suficientemente importante como para que la concordia se ocupe de su regulación: solamente se consiente con linya y anzuelo y [no con] otro ingenio alguno, so pena de la pérdida de los aparejos y una multa considerable, dos ducados (cap. XV). Las mismas limitaciones se prevén para el tramo de Buñuel en la capitulación de 1553, que vemos a continuación. En cuanto al tráfico maderero, su paso por el vecino azud de la Acequia Imperial también se gravaba -y desde el principio-, signo evidente de su envergadura, aunque no tenemos datos cuantitativos hasta fechas muy tardías, vid. PéREZ SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la navegación…, óp. cit., pp. 93-94 y cuadro de p. 226.

Juan JoséMorales Gómez

196

Acequia vendiendo el resto del suministro que de ella obtenía a las poblaciones

limítrofes a un tanto por cahíz224, una práctica que también está documentada

en el siglo XVIII225.

La escombra del tramo navarro de la Acequia se aborda en el cap. XVIIII.

Para proceder a la misma, cada año se cortará el agua de la conducción la víspera

de la fiesta de Santiago (25 de julio), prolongando los usos de la vieja Acequia

de Cabanillas y Fustiñana226. Idealmente, comenzará en el azud para, desde ahí,

ir bajando. Debe estar finalizada, con la colaboración de todos los implicados

en las proporciones de que ya hemos hablado, el 10 de septiembre, so pena

para el contraventor del costo doblado; es la dobla, uso que se ha perpetuado en

la administración de la Acequia hasta el presente.

El 10 de septiembre es también el día en que los tres pueblos congozantes

están facultados para elegir, cada uno, uno o dos zabacequias o alamines para

regir y gobernar la[s dichas] aguas, con la misión de hazer verdadera relacion y dar a cada

[uno su dre]cho de agua y no hazer ni consentir que se aga fraude, dan[yo ni en]ganyo

a ninguna de las dichas tres villas ni a alguno de lo[s que en] ellas moran y moraran.

Los nombramientos, que tienen una validez anual, serán comunicados a las

otras villas a los dos días. Pero estos oficiales no juran su cargo más que ante

el concejo que los nombra y tampoco actúan de forma coordinada, mientras

que sus atribuciones son limitadas, pues los municipios retienen el control de

la Acequia en sus términos, incluso a la hora de imponer ciertas penas (cap.

XXIII). Dicho de otro modo: no existe una autoridad única en la Acequia,

como es habitual por otra parte en la hidráulica intermunicipal de la región.

La concordia se cierra con una serie de medidas a aplicar en el supuesto

que Tauste no cumpla cualquiera de sus compromisos: sanciones pecuniarias e,

incluso, la suspensión de su suministro (caps. XVIIII y XX), lo que testimonia

tanto la incredulidad de fondo que inspira la empresa, como la posición de

fuerza de los navarros, a los que la concordia habilita, si la abstención de Tauste

224 LABAñA, Juan Bautista, Itinerario del Reino de Aragón, Zaragoza, Diputación Provincial, 1895, p. 13. Una advertencia: de esta obra hay una traducción de Lourdes Eced editada en Zaragoza por Prames en el 2006 que, en este pasaje en concreto (p. 18), se salta la palabra muelas (en el portugués original, môs) despojando a la frase de sentido.

225 ALCORISA, Joaquín, Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57.226 En tiempos históricos debió ser siempre a finales de julio, con pequeñas variantes. En 1615 comenzaba el día

siguiente de Santa Ana (27 de julio), PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., p. 146. En la actualidad el corte de agua se realiza en febrero, VEGA MAS, Montse, y PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 176.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

197

fuera reiterada, hasta a revertir el proceso y volverse a gobernar como antes d´este

[c]apitulado se solia hazer y se solian regir (cap. XXII). Este escepticismo no es solo

una impresión: la remisión a la Real Chancillería de Navarra de estas avenencias

para obtener su confirmación por el rey, por tal que a perpetuo queden e finquen mas

firmes e seguras e carezcan de todo bicio e nuledat, se demora hasta 1557, solamente

cuando es palmario que el asunto va inequívocamente adelante227.

Tras el concierto con Cabanillas y Fustiñana, el caz todavía tenía que pasar

por el término de Buñuel antes de llegar al de Tauste, lo que hacía imprescindible

llegar con este municipio a algún tipo de arreglo. Las negociaciones debieron

comenzar inmediatamente a continuación del cierre de la concordia anterior.

Cristalizaron en un acuerdo datado el 13 de septiembre 1553 que, no obstante,

nunca llegó a ser formalmente loado por los concejos respectivos ni se escrituró

de forma pública, lo que traería sus complicaciones, aunque más tarde los

tribunales le otorgarán plena fuerza jurídica. No he podido dar con el texto

completo pero sí con varios resúmenes, uno de ellos bastante generoso, en los

escritos judiciales cien años posteriores que ya hemos utilizado más atrás228,

material más que suficiente para hacernos una buena composición de lugar.

Se trataba de un texto bastante prolijo229 organizado, como el precedente,

en capitoles -14 en esta ocasión-, otorgado por los procuradores de las partes,

previo compromiso de hacerlo aprobar por sus representados en el plazo de

quince días, cosa que, como sabemos, nunca llegó a suceder. Los aspectos

abordados son muy similares a los de las capitulaciones anteriores, como no

podía ser de otra manera, aunque el tratamiento dado a los vecinos de Buñuel

es muy diferente a causa, en expresión del jurista a sueldo de Tauste un siglo

después, de ser meramente compradores y nuevamente acojidos en el agua y regadio de

la dicha cequia230.

227 El 3 de mayo de 1557, el mismo día en que se formalizan unas segundas concordias entre Tauste, Cabanillas y Fustiñana que abordaremos oportunamente, los apoderados de Tauste y el concejo de Cabanillas nombran procuradores para ese fin, entre otros. A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela, 1556-57, pp. 716-718. Sobre la fecha efectiva de esa confirmación ha habido diferentes propuestas: 1553, 1561... La más razonable, a la vista del documento anterior, es el 26 de octubre de 1557 que sostiene, sin referente documental, las Cartas sobre riegos..., óp. cit., p. 54.

228 Vid. su referencia de localización en nota 190. Estos compendios se encuentran en los fs. 32r-34v, 47v-48r y 53v-53r. A ellos remito de forma general, de no mediar advertencia en contrario, para toda la exposición que sigue a continuación.

229 Ibid. introduce, en un momento dado, el documento en su discurso con el siguiente comentario: presenta la villa de Buñuel otra escritura que dize hubo de conbenios… que por ser tan larga es fuerca resumilla brevemente (f. 32v).

230 Ibid., f. 48r.

Juan JoséMorales Gómez

198

Así, esta concordia autoriza a los vecinos de Buñuel el establecimiento de abrevaderos en su término, a la parte alta de la dicha cequia, procurando causar el menor daño posible (punto 11º), prohíbe la pesca en la Acequia a no ser con linea y ançuelo (punto 14º), igual que en la capitulación de 1552231, asienta las cautelas habituales acerca de la libre disposición de las cuotas de agua de cada parte sin estorbo de la otra (puntos 6º y 9º) y las penas para el que se apropie caudal indebidamente (punto 3º).

Pero los asuntos más cruciales son, como antes, los constructivos y los relativos al mantenimiento de la infraestructura y al reparto del agua. En este sentido, las claúsulas más importantes son la 1ª y la 2ª, sobre todo ésta última, cuya redacción copia completa nuestra fuente del Seiscientos232. Por las mismas, el concejo de Buñuel autoriza al de Tauste a abrir la Acequia por su término, por donde más convenga, hasta la muga del Espartal, partida que linda con el territorio de Tauste. El suelo necesario será cedido sin contraprestación tratándose de comunales, pero satisfaciendo su justo valor en el momento en que se trate de heredades privadas, como se ha venido repitiendo desde el privilegio de 1529. La porción de agua que corresponde a cambio a Buñuel no se calcula exactamente, pero se establece un máximo: un séptimo del horizonte teórico del caudal total, es decir las cinco muelas y media atribuidas a Tauste en la capitulación de 1552; si así lo manifiestan los vecinos de Buñuel podrá ser menos, aunque esa decisión se posterga a cuando, una vez terminada la Acequia, estos regantes quieran participar de sus aprovechamientos. Pero esos derechos no serán efectivos hasta que los interesados paguen a Tauste, del total de los gastos de la construcción hasta el Espartal, la misma proporción en que, finalmente, quede fijada su parte de agua. Para prevenir malentendidos, la de Aragón comunicará previamente el monto total de esas expensas (punto 4º). Y para evitar dilaciones perversas, a la cifra anterior se sumará la alícuota de los gastos de conservación hasta ese mojón durante el tiempo que tarden los navarros en dar el paso descrito.

El porcentaje del gozo del agua que finalmente se determine, es el que se aplicará a todos los demás conceptos: la división del caudal en caso de escasez, tomando como unidad de reparto el día con su noche233 (punto 2º);

231 Vid. nota 223. La única diferencia reside en el monto de la sanción imponible a los infractores, que si en 1552 era de dos ducados, aquí se rebaja a menos de la mitad, un escudo.

232 En loc. cit., fs. 33r-33v.233 Es decir, suponiendo la asunción efectiva del séptimo, correspondería a Buñuel un día completo por cada seis a

Tauste. La situación de carestía se acota al momento en que no discurran por el curso más que tres muelas o menos.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

199

la participación de Buñuel en los gastos de limpieza y manutención, desde el azud del Ebro hasta el Espartal (punto 13º); lo mismo, en el supuesto de que la dicha Acequia se viniere a perder y se hubiere de bolver a hazer (punto 10º); el pago de las indemnizaciones pertinentes a los particulares a los que se expropien terrenos para las excavaciones (punto 1º); finalmente, el costeamiento de todo tipo de obras complementarias al caz propiamente dicho: los escorrederos que sean precisos (punto 12º), los bocales desde donde los de Buñuel tomarán su agua (punto 5º), un puente de piedra en el Espartal, allí donde los navarros designen (punto 8º), más dos gallipuentes para poder reçevir el agua de los barrancos (punto 7º)234.

Nótese que en esta ocasión se ha prescindido de incluir en el trato al

conde de Lodosa, en su calidad de señor del Espartal, al contrario que en

1531. Sobre el papel no era imprescindible pues, como sabemos, esa partida

se englobaba formalmente en el término de Buñuel, pero desde luego no era

lo más aconsejable. En rigor, Tauste y el aristócrata sí mantuvieron algún tipo

de contactos235, pero que no fructificaron en nada tangible. Constituiría otro

motivo de futuras querellas judiciales.

12. LA coNsTRuccióN dE LA coNduccióN (1553-1556)

Según nuestros informantes del siglo XVII, en 1553 se comenzó a fundar

y cargar la… pressa y en 1554 se empezó a abrir el álveo236. Documentos

contemporáneos confirman estas fechas como comienzo de la obras. Debieron

arrancar tras la recogida de las cosechas del año 1553, en torno a septiembre,

pues el 13 de dicho mes, en Tudela, Miguel de Anués, señor de Belver y vecino

de Sangüesa, nombra procuradores para presentar ante la corte de Pamplona

234 Por el sentido de la frase, más parece referirse a pontigos que a acueductos o gallipuentes. El uso de estos términos, como el de puente -véase al respecto la nota 261-, es bastante ambivalente.

235 El 2 de agosto de 1554, en el termino llamado Almazan, termino de la villa de Cortes del Reyno de Navarra y dentro de lo de Navarra, cabo la muga de Aragon y de Navarra que esta entre Mallen y Cortes, Rodrigo de Mendoza y Navarra, señor de las villas de Lodosa y Buñuel, residente de presente en Mallén, nombra procurador a Lope de Antillón, infanzón domiciliado en esa villa aragonesa, para concordar con el concejo de Tauste del abrir y hacer por mi tierra, la dicha villa de Tauste, la cequia nueba que han principiado de abrir y sacar del Ebro, que principia encima y junto a Belber, para por ella poder llebar agua a la dicha villa y terminos de Tauste y regar aquellos, y sobre el agua que, de la que llebaren por la dicha cequia, me han de dar para regar todas las tierras que yo tengo en los terminos de la villa de Buñuel. A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1554. Poder para concordar en Tauste con la villa, su concejo y unibersidad… (en el dorso), s.f. Es copia de 1847.

236 Fs. 58r y 56r, respectivamente. La referencia de este documento en nota 190.

Juan JoséMorales Gómez

200

una denunciacion de nueba obra en caso de que los vecinos de Tauste vinieren de hoy

en adelante a intentar alguna obra y hacer alguna reparacion, o edificios, o alguna otra

cosa en el azut, bocales y cequia que esta encima de Belber y son de Belber, y del comendador

de Fustiñana, y del dicho lugar de Fustiñana y del de Cabanillas, impidiendo las dichas

obras y edificios y reparaciones que los dichos de Tauste querran intentar en el dicho azut y

cequia y bocales de ella… por el perjuicio que a mi me viene y se me puede seguir e interese

que tengo en el dicho azut y cequia, como señor de Belber arriba dicho, y por el daño que

recibira mi termino de Belber en razon de las dichas obras, edificios y reparaciones237. La

denuncia será efectivamente interpuesta poco después238. Un año más tarde, el

2 de agosto de 1554, el señor de Lodosa y Buñuel, a la hora de delegar ciertos

poderes, hará mención de la cequia nueba que han principiado de abrir y sacar del

Ebro -los vecinos de Tauste-, que principia encima y junto a Belber239.

No debieron escatimarse medios pues la obra, para los parámetros de la

época, avanzó con gran celeridad. Debía de haber una voluntad decidida y

una buena disponibilidad de numerario procedente de un mercado crediticio

pujante y pleno de confianza, a tono con la amabilidad de los tiempos240. En este

contexto, una de las muchas dificultades a las que los responsables debieron

hacer frente fue la mano de obra. Las construcciones del Antiguo Régimen, en

general, se ponían en pie a fuerza de brazos, requiriendo centenares, cuando

no millares de trabajadores, normalmente muchos más que los que estaban

disponibles en los contornos. Las obras deciochescas de los Canales Imperial

y de Tauste, por ejemplo, llegaron a emplear puntualmente, en 1784, hasta

237 Como puede comprobarse el señor de Belver no ha olvidado la donación recibida por Juan II en 1474, si bien a estas alturas sus pretendidos derechos deben carecer de auténtico contenido pues ninguno de los demás implicados hace la menor alusión a ellos, ni ahora ni más tarde.

238 El 18 de septiembre se notificará a Cabanillas y Fustiñana una orden de hinibicion emanada por dicha corte, que será respondida por los concejos el 23 y el 24 de dicho mes con la designación de representantes ante la misma para apelar, con todo desparpajo, que lo único que hacen son las tareas de limpia acostumbradas de la cequia de Fustinyana y Cabanillas, en su calidad de señores directos y poseedores que son de la dicha cequia. Llama la atención que en estas dos procuras figura como testigo Lope de Longares, vecino de Tauste, al tiempo hallado tanto en Fustiñana como en Cabanillas. La Corte Mayor de Navarra abrirá la correspondiente causa y diputará un comisario para su instrucción, el doctor Martín Miguel de Munárriz, vecino de Tudela. Para tratar con él, los de Fustiñana escogerán un nuevo apoderado el 10 de noviembre. Ignoro cómo acabó el asunto. Los tres documentos reseñados más la procura del 13 de septiembre en A.S.R.C.T., caja 179, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1553. Dos procuras de la villa y vezinos de Fustiñana… (en el dorso), s.f. Son copias hechas en 1847. He conseguido localizar los originales de dos de esos textos, pero no de los otros dos, en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1553, pp. 377-379 y 459-460.

239 Vid. nota 235.240 Muchas iniciativas hidráulicas aragonesas de la época disfrutaron de una buena acogida similar por el sector

financiero, cf. MATEOS ROYO, José Antonio, óp. cit.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

201

más de 6.000 personas. Y aunque lo habitual fueron cifras mucho menores, la

demanda superó con mucho a la oferta obligando a echar mano, con el tiempo,

de presidiarios, levas forzosas en las poblaciones cercanas y hasta el concurso

del ejército241. Pero eso sólo fue posible porque Pignatelli estaba respaldado

sin reservas por el Estado borbónico. A mediados del siglo XVI las obras de la

Acequia de Tauste no contaban con ese sostén -aparte de que las posibilidades de

la Administración austriaca eran otras- de forma que su poder de convocatoria

debió ser mucho más limitado. Con todo, fue lo suficientemente importante

como para atraer jornaleros desde tierras distantes, sobre todo en las épocas del

año agrícola de menor demanda laboral.

El 6 de diciembre de 1557 tuvo lugar en la casa del difunto Juan de las Eras,

en Cabanillas, dedicada a hospedería por su viuda, Graciana Fernández, una

riña con efusión de sangre entre dos de esos obreros. Al día siguiente el alcalde

de Cabanillas abre la oportuna investigación. El herido es un tal Francisco

Gómez, vecino de Mansilla, de tierra de Aguilar242, que había llegado al lugar de

los hechos assi a las ocho despues de anochecido… juntamente con unos sus conpanieros

que querian cenar, porque entonces benian de trebajar de la cequia que hace la billa de

Taust. El agresor, que pertenecía a una cuadrilla diferente, es Juan Sánchez, alias

el soldado, también de 24 años, vecino que dijo ser de Tordehumos, de tierra de

Toledo, que con semejante sobrenombre y una procedencia tan distante es muy

posible que se trate de un vagabundo profesional. Juan Sánchez declara que

abia quatro o cinco meses de tiempo qu´estaba en la dicha villa de Cabanillas trebajando

en la cequia que face la billa de Tauste con otros conpanieros. Entre los testigos que

deponen ante el alcalde de Cabanillas hay tres compañeros de la víctima:

Diego de Redezillas y Diego de Nieba, vecinos ambos de Nájera, de 23 y 20

años respectivamente, y Juan de Menjares, de Turio, de 25 años243; estos lugares,

como el de Mansilla, se localizan en la comarca de Nájera, hoy englobada en la

C.A. de La Rioja, a más de 100 kms. de distancia de Cabanillas.

241 PéREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y sociedad…, óp. cit., p. 63. El Conde de Sástago en su Descripción de los Canales imperial de Aragón i Real de Tauste…, óp. cit., p. 32, relata que entre 1786-1790, los años del mayor tesón, la plantilla rondaba los 2.000 operarios, incluyendo personal especializado, soldados y conscriptos.

242 Se está refiriendo al señorío de los condes de Aguilar que, efectivamente, ostentaban la jurisdicción del lugar en aquel tiempo.

243 El conjunto de la pesquisa en A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, 1556-57, pp. 623-632.

Juan JoséMorales Gómez

202

En un tiempo record, en torno a tres años y medio del inicio de las obras, el

agua fluía por la Acequia hasta Tauste244, aunque no tenemos ni el menor atisbo

de hasta qué parte del término -o más allá- llegaba concretamente245. La de

Aragón, que había sobrellevado todo el peso de la dirección y la financiación,

agobiada sin duda por los costes, se apresuró a presentarse ante sus socios

navarros para, pretendiendo cumplida su parte, revindicar que ellos cumpliesen

la suya. Con este fin los jurados taustanos comparecieron ante el concejo de

Buñuel el 30 de enero de 1557246; no mucho antes o después debieron realizar

lo propio ante los de Cabanillas y Fustiñana. Todos se excusaron.

Buñuel pretextó que la concordia de 1553 no fue otorgada ni consentida por la

villa de Buñuel y si algunos la otorgaron seria sin poder y, por tanto, la impugnaba247,

aparte de protestar por ciertos presuntos defectos técnicos248. No eran más que

meras argucias legales y buena prueba de ello es que no mucho después, el 15

de junio de 1558, esta comunidad llega a un ajuste con Rodrigo de Mendoza

y Navarra, dueño del Espartal -el interlocutor ignorado en los pactos de 1553-

sobre el aprovechamiento de la Acequia249. No es el modo más canónico de

conducirse con una infraestructura presuntamente deficiente y regida por un

244 Hasta ahora, la única noticia que se conocía del avance de la Acequia era una acotación de la carta de población de 1560 de Novillas, que prohibía a los habitantes del lugar regar ni tomar el agua que yra y discurrira por la çequia de Tauste que por los dichos terminos de Nobillas pasa o pasara sin licencia del comendador sanjuanista, señor del lugar, SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., p. 169. Llama la atención sobre ella por primera vez COLÁS LATORRE, Gregorio, óp. cit., p. 526.

245 El límite de los aprovechamientos de la Acequia modernista fue la partida de la Cuadrina, que pertenece al término de Alcalá de Ebro y se encuentra junto a Remolinos. Entre la relación de pagos que se beneficiaban de ella, a fines del siglo XVIII, es el más alejado, PONZ, Antonio, óp. cit., p. 158. Ya recibía riego de la Acequia a principios del siglo XVII, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., p. 148.

246 A los 30 de henero del año 1557, en nombre de la villa de Tauste, fueron sus jurados a la de Buñuel y les requirieron al alcalde, jurados, vezinos y concejo, estando juntos en la cassa de su ayuntamiento, y les hizieron saber como la Cequia estaba vien y perfectamente acavada y el agua corriente, de manera que con ella se podia regar, y que assi tenian nombrados alamines y cavacequias, que la viesen si querran gozar del agua, que ellos estavan prestos y aparejados de dalles la que estava concertado, acudiendo tambien ellos de su parte a pagar su parte de costas que se havian echo e hiziesen aldelante. Nuestra fuente de información es, una vez más, los argumentarios procesales de Tauste de mediados del siglo XVII -la referencia en nota 190-, fs. 38v-39r.

247 Ibid. f. 39r.248 Se escussan de reçebir la Cequia ni agua d´ella y de pagar la porcion de gastos que les tocan por ella porque responden y dicen

estas formales palabras: porque la dicha cequia no esta echa ni acabada y debiendola hacer alta y corriente y no perjudicial y que tal que por ella han de yr çinco muelas y media de agua, la han hecho muy baxa, sin corriente, de manera que la que se rebalssa en dicho rio es daño nuestro y de nuestro dicho termino, porque se ara todo manantio y no bienen por la dicha çequia ni pueden caber dos filas y media de agua y aquella se sobra debiendola hacer alta y corriente. Ibid. f. 56v.

249 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia nueba. 4º. Tudela. Navarra. Año de 1558. Escritura de asiento, tratados, ajuste. capitulacion y concordia entre la villa de Buñuel y D. Rodrigo de Mendoza… (en el dorso), s.f. Es copia de 1847. Es con seguridad esta escritura la que hace pensar a Madoz que Buñuel y el conde entran en la empresa en 1558, como comentábamos más atrás.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

203

pacto en entredicho. Da toda la sensación de que los vecinos de Buñuel tuvieron

la misma poca fe en el proyecto que los de Cabanillas y Fustiñana, aunque

optaron por un cómodo dejar hacer, y que su conclusión, fuese competente o

no, les cogió a contrapié.

Por este nuevo convenio los lugareños acogen -siempre la misma palabra-

al conde de Lodosa en la Cequia nueba que la villa de Tauste ha sacado y lleba por

los terminos de la dicha villa de Buñuel, compartiendo con él a partes iguales los

derechos y deberes que poseen sobre ella, es decir, tanto el disfrute del séptimo

de agua como la obligación de abonar la misma fracción de los costes250. Otras

cláusulas del pacto preveían: la realización del partidero o partideros pertinentes

a costas comunes, si bien, a partir de allí, las canalizaciones para llevar el líquido

hasta las tierras de cada uno de los firmantes -la partida de Candepuerca los de

Buñuel, la del Espartal el noble- corrían a la cuenta particular de cada cual; el

reparto del agua en tiempos de carestía: toda la disponible los diez primeros

días se destinaría a Candepuerca, los diez siguientes al Espartal; finalmente, la

multa exigible por los escamoteos de agua de una parte a la otra, un ducado

por cada vez.

Pero tal vez lo más interesante es que Buñuel reconoce en este acto que,

hasta el momento, no ha tomado ni goza su dicha septima parte de agua, y si alguna

agua ha tomado y goza es pagando el nobeno a la dicha villa de Tauste -la Acequia

funciona por lo tanto- y, en consecuencia, el presente tratado no puede ni debe

surtir su efecto hasta que la dicha villa de Buñuel se determine de tomarla y haya tomado

la dicha su septima parte de agua. No está claro que llegase a hacerlo nunca, lo

que, aparte de dejar este acuerdo sin efecto, tal vez sea la causa del particular

ensombrecimiento del papel de esta población en la historia del Canal. A

mediados del siglo XVII no lo había hecho todavía, aunque ciertamente Tauste

no se lo había puesto nada fácil, pues -al menos por entonces- pretendía haber

gastado en la construcción, solamente entre 1553-1557, nada menos que más

de 150.000 ducados, a los que había que sumar unos 1.000 ducados anuales

de media por los mantenimientos251. Esta suma no es que sea exagerada, sino

250 Aunque hay visos de que Tauste no va a ver con buenos ojos esta componenda: por quanto los de la villa de Tauste pretienden que la dicha septima parte de agua no ha de ser libre de la dicha villa, sino que, acabado de regar los terminos de la dicha villa, ha de bolber a la cequia de Tauste sin que la puedan dar a otro y se teme que pondran pleito a la dicha villa de Buñuel sobre ello, diciendo que no pueden acoger al dicho termino del Espartal en el derecho de la dicha agua o en otras maneras… Ibid.

251 La procedencia de la noticia es, de nuevo, las tesis procesales taustanas del Seiscientos -la referencia en nota 190-, f. 48v. En ibid., f. 53r, la estimación aun es superior: más de 155.000 ducados.

Juan JoséMorales Gómez

204

absolutamente desorbitada, y no cabe achacarla más que una hipérbole de

litigante252. En cualquier caso es perfectamente comprensible que Buñuel se

resistiese a aceptarla con todas sus fuerzas. Además, contradice otras valoraciones

contemporáneas que cifran los gastos, hasta 1560, entre 35.000 y 40.000

escudos, una cantidad importante, por supuesto, pero mucho más razonable253.

Con todo, es difícil dar una valoración siquiera aproximada del coste global

de una obra como esta, sujeta a constantes revisiones y perfeccionamientos

que, lógicamente, supusieron un incremento sucesivo de la cuenta final: algún

tiempo después, el concejo escribiría una misiva, desgraciadamente olvidando

consignar el año, a Felipe II -monarca reinante entre 1556 y1598- exponiéndole,

que la villa esta cargada y empeñada por haber fabricado, sacado y construido la dicha

cequia del rio Ebro, en la qual fabricar y construir ha gastado mas de setenta mil escudos254.

Las controversias con Cabanillas y Fustiñana no debieron ser menos ásperas

pero se solventaron, al menos momentáneamente, con una cierta rapidez

mediante sendas nuevas concordias suscritas el 3 de mayo de 1557, a los pocos

meses del requerimiento de Tauste255. Su justificación es muy expresiva: despues

de ser echas las dichas capitulaciones y echa y ensanchada la dicha cequia, pretendian los

de la billa de Taust aber echo y cunplido por su parte lo que la dicha billa hera obligada,

iusta tenor de la dicha capitulacion, y las dichas billas de Cabanillas y Fostinyana,

pretendiendo no abian los dichos de Taust cunplido conforme a la dicha capitulacion,

de lo que se deriva lo presente256. No hay que dudar que estas conciliaciones

252 Ninguna de las importantes infraestructuras hidráulicas aragonesas contemporáneas se acerca a semejante presupuesto ni de lejos, cf. MATEOS ROYO, José Antonio, óp. cit. Y a nivel nacional muy pocas, véase Felipe II, los ingenios y las máquinas…, óp. cit., Anexo 1, p. 395 y ss., con abundante información, no solo de costes constructivos, sino de precios de bienes y servicios de todo tipo, que permiten apreciar lo que semejante importe significaba coetáneamente. Como anécdota, reseñar que, aun esta cantidad desmedida, palidece frente a los 300.000 escudos que ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p. 72, en nota, pretende -dando crédito a un desconocido informante- que el Arzobispo de Zaragoza, en solitario, prestó a Tauste para las obras, algo que entra ya en el terreno de la más desatada fantasía.

253 Vid. doc. 5 de nuestro Apéndice. El contraste de estas cifras con las manejadas para el Cuatrocientos no debe sorprender pues, como es bien sabido, la primera centuria moderna es una época inflacionaria. Por continuar con la comparativa que hemos utilizado para el siglo XV -vid. nota 76-, esos 35.000/40.000 escudos venían a suponer aproximadamente la mitad del precio anual de la arrendación del impuesto del General en la segunda mitad del Quinientos, cf. GÓMEZ ZORRAQUINO, José Ignacio, La burguesía mercantil en el Aragón de los siglos XVI y XVII (1516-1652), Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1987, cuadro 18, pp. 276-277.

254 En el Archivo Municipal de Tauste se conservaba esta carta en los años 20, según nos transmite GIMéNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 73.

255 Se localizan, la de Fustiñana, en A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela, 1556-57, pp. 643-656, la de Fustiñana en ibid., pp. 703-715. Ese mismo día los representantes de Tauste y el concejo de Cabanillas comenzaban los trámites para que las capitulaciones de 1552 recibieran el refrendo real, vid. nota 227.

256 Loc. cit., pp. 704-705. En términos prácticamente idénticos pp. 644-45.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

205

se alcanzaron bajo una cierta presión pues, en el calor de la confrontación, los

navarros debieron esgrimir la facultad de cortar la Acequia que les fue otorgada

en 1552: la contraprestación más habitual que consta en estos documentos para

que Tauste acepte tal o cual reclamación es, precisamente, que no se pondrá

impedimento para que el agua discurra libremente hasta su término. El momento

lo requería: mayo es un mes crucial en la vital temporada de riegos de primavera.

Básicamente, son un repaso de los puntos aprobados en 1552 cuyo

cumplimiento estaba pendiente, que constituyen un soberbio testimonio

del grado de ejecución de la obra. Representan a Tauste en estas nuevas

capitulaciones Juan Íñiguez de Montagud, señor de Canduero, y Cristóbal y

Salvador de Artieda, los dos primeros unos personajes con una participación

reseñable en el proceso de gestación de la Acequia257.

Los navarros echan en cara a Tauste que no ha cumplido con su obligación de

reparar y fortifficar l´acut. Hay también escorrederos sin zanjar, como el la Zarzuela

-o de la Laguna-, en Cabanillas258, o el muy importante del barranco de Santa

Engracia, donde también faltan el puente y el restillo inicialmente previstos259.

Por otra parte, los puentes y pontigos derribados para el ensanchamiento de

la Acequia no se han reconstruido en la piedra o ladrillo convenidos, sino en

madera, y la fundación de los nuevos se ha ignorado260, de lo que se han derivado

257 De Cristóbal de Artieda nos ocuparemos en la nota 289. Respecto al señor de Canduero, cabe señalar que, aparte de en esta ocasión, también debió tener un cierto papel en los tratos de 1552 pues figura como testigo del otorgamiento de la concordia el 10 de noviembre de dicho año por los concejos de Cabanillas y Fustiñana, junto con el licenciado tudelano Pedro Corella. El interés directo de este gran terrateniente en la Acequia es indudable. Ya lo vislumbrábamos en el Cuatrocientos. Y ya hemos visto que en las capitulaciones de 1552 se requería expresamente su presencia para la grabación de la marca con la que se dilucidaban los riegos de la partida de los Pozos de Cabanillas, en un palpable reconocimiento de su positiva incumbencia, aunque, llegado el momento, no compareció por causas de fuerza mayor, véase nota 289. Pero Juan Íñiguez de Montagud o Monteagudo no era solamente un señor dominial, sino una de las personalidades más prominentes del concejo y la vida local de Tauste, como seguramente buena parte de sus ascendientes y descendientes. Recogiendo solamente noticias de los sesenta años precedentes, Juan Íñíguez de Montagud fue uno de los comisarios del proceso de expulsión de los hebreos taustanos y también jurado en 1496, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 431 y Anexo II, pp. 171-172 y 175 respectivamente; en 1538 se sentaba en el sitial del justicia local, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “La Gabardilla y Mira…”, óp. cit., doc. 22, p. 78; en 1544, anualidad en que también fue jurado, fue insaculado como uno de los nueve únicos candidatos considerados hábiles para aspirar al justiciazgo de la villa y también incluido en la bolsa del jurado primero, SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., docs. 7 y 8, pp. 59, 83 y 85. Por supuesto los señores de Canduero son miembros de la Casa de Ganaderos de Tauste, FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 134.

258 Loc. cit., pp. 706-707.259 A realizar en el cahedero a donde a de caher el l´agua de dicho barranco, ibid., p. 649.260 Los vecinos de Fustiñana piden que los dichos de Taust agan la puente del Sosar de piedra o de ladrillo, conforme a la

capitulacion, y mas otra puente en el Congosto de lo mesmo, donde el rey tiene amugado el abrebadero, y en la paradera del Espartal agan otra de los mesmo, por que´s necesaria, e otra puente, que´sta de fusta, encima de la Confadria, lo agan de piedra o de ladrillo, ibid., p. 648. Los de Cabanillas, por su parte, declararon que se an deribado en la cequia el puente

Juan JoséMorales Gómez

206

daños que no han sido compensados; en particular, a raíz de aber defecho el puente

del Sosar -en Fustiñana- los dichos de Taust, asi car el moler como en la falta del regar

y en la inmundicia que se a cargado en la cequia por el agua que cayo del barranco261.

Igualmente, no se ha construido el partidero de la Serna, en Fustiñana262, y es

preciso reformar la paradera de los Pozos, en Cabanillas, que es demasiado

baja y no está enlosada263. Tampoco se ha resarcido a los terratenientes de los

terrenos afectados por las obras ni, del mismo modo, a los que han sufrido

daños en las cosechas por los manantios o filtraciones y los cortes de riegos

durante las mismas. Por último, el recorrido del cauce más allá del partidero de

la Serna, que se preveía abrir en 1552 sobre terreno virgen, dejando el tramo

correspondiente de la antigua Acequia de Cabanillas y Fustiñana para uso de

los regantes de esta última población264, se ha realizado finalmente de forma

íntegra sobre el cauce de la conducción anterior, generando perjuicios265.

Tauste nada niega, si bien también tiene sus reclamaciones, aunque son

menos profusas: los navarros no han pagado lo que les compete de la obra de

la embocadura principal y tampoco de una intervención sobrevenida, huna obra

de piedra, para sostenimiento de la cequia mayor y muro a debaxo de Cabanillas266, y

del Congosto y la puente del Juchidero y la puente de la Tegeria, ibid., p. 705. Sobre esta cuestión se llega al compromiso de que, una vez fijado el número de pasarelas a hacer, Tauste erigirá, de obra, una cada año, comprometiéndose entretanto a correr con el sustento de las lígneas en solitario.

261 Ibid., p. 647. Sobre este punto en concreto se llegará finalmente a una transacción: los de Fustiñana perdonan esos perjuicios a cambio de que la de Tauste linpie la cequia del dicho gallipuente a su costa, ibid., p. 648. Verificamos, una vez más, que el uso del término puente en nuestra documentación es laxo, pudiendo emplearse tanto en el sentido más familiar para nosotros como en el de pontigo o incluso el de gallipuente, de forma que en ocasiones es difícil saber a qué se están refiriendo exactamente.

262 Concluyen en que ha de realizarse antes del próximo día de Santiago, con que la piedra traiga la dicha billa de Fustinyana a su costa y que lo demas pague la dicha billa de Taust, y en lo demas se guarde el dicho capitulo por las dichas partes, ibid., p. 646.

263 Está obligada la billa de Taust a d´azer mas alta la paradera de los Pozos, porque quando se para el agua cahe por los lados de la paradera, y asi bien losarl´abaxo, porque el impetu y fuerca que el l´agua saca por debaxo de las tablas ahonda el suelo de la cequia, de tal manera, que podra llebarse la obra, como se llebo el primer bocal que yzieron en la dicha cequia, ibid., p. 707. Esta última acotación atestigua que la marcha de la obra, como es ineludible entonces y ahora, tuvo que lidiar con fallos e incidentes imprevistos. La fuerza de socavación de las caídas de aguas fue una de las principales causas de ruina de las obras hidráulicas históricas. De su extrema peligrosidad ya advertía, refiriéndose a los azudes, el contemporáneo que escribió los Veinte y Un Libros de los Yngenios y Maquinas, fs. 168-169; la referencia de esta obra en nota 80.

264 Véase nota 213.265 Habiendo de abrir la cequia los de Taust del partidero de la Serna en baxo, por de fuera de su cequia, azia la parte del monte

-la expresión es idéntica a la de la capitulación de 1552 (cap. II)-, an la hubierto los dichos de Tauste en perjuyzio d´ellos, por la mesma cequia de la dicha billa de Fostinyana, y l´an afondado y desanchado de manera que no pueden tomar el agua para regar su termino, de lo qual reciben un grande perjuizio, que a[l] yr la cequia, como dicho es, por de fuera de la mesma, quedara la suya para contracequia y gobierno de sus heredades, en la qual tenian sus presales conpetentes y tantos quantos abian menester, y agora por la mesma razon, pues les defizieron su cequia y presales, piden ser desagrabiados. Loc. cit., p. 645.

266 Ibid., p. 708. También en p. 650. Ya en la concordia de 1552 se daba a entender que el solar donde se asentaba el casco urbano de Cabanillas era inseguro y que la perforación de la Acequia podía afectarlo (cap. XXIIII).

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

207

no han levantado los bocales para tomar su parte de agua de la Acequia como

estaba estipulado, con lo que Cabanillas y Fustiñana disfrutan de ella sin ningún

tipo de control, de forma abusiva267.

La vía arbitrada para la resolución de todos estos problemas fue nombrar

una comisión de representantes de las partes interesadas que, en un plazo breve

-por lo común hasta el próximo día de Santiago-, tasaran o declararan lo que

más procedente o conveniente, teniendo siempre presentes los acuerdos de

1552. Aunque en algunas ocasiones se pactaron medidas más directas268. Su

labor no debió tener mucho éxito pues las fricciones continuaron.

En conclusión, Tauste, en un gran esfuerzo, ha conseguido llevar el agua

a sus heredades con inusitada celeridad, en un obvio deseo de comenzar la

amortización de su inversión cuanto antes. Pero dando una prioridad absoluta

a lo más esencial, es decir, a la realización de la conducción propiamente dicha

y la erección de una boquera proporcionada y descuidando un tanto todo lo

demás, hasta el mismo fortalecimiento del azud. El resultado está a la vista: hay

promesas sin cumplir, daños por expiar y elementos en precario o con defectos,

cuando no íntegramente por hacer. Y esto en el tramo de cabecera, donde

existía la sujeción de unos compromisos formales; cabe imaginar que en el resto

del recorrido de la Acequia la situación sería incluso peor. Así pues, en 1557 la

Acequia cumple su función, desde luego, pero no puede considerarse, en sentido

estricto, terminada, como bien argumentaban Buñuel, Cabanillas y Fustiñana,

municipios que tenían muy pocos motivos para mostrarse transigentes.

13. EL PERfEccioNAmiENTo dE LA oBRA (1557-c. 1561)

En la segunda mitad de 1557 se siguió trabajando en la Acequia, como

veíamos más arriba, y seguramente en los años siguientes, aunque no tenemos

forma de precisar con qué intensidad. Pero los resultados distaron de ser

satisfactorios, al menos a criterio de los navarros. El 11 de septiembre de 1559,

en el más escrupuloso cumplimiento de la avenencia de 1552, los jurados

de Tauste, comparecieron ante el concejo de Cabanillas para presentar a los

alamines, siquiere cabacequias, de la dicha villa de Tauste, para tener cuenta y razon por

su parte de la hagua que por la cequia de la dicha villa de Tauste lleban. La corporación

267 La revindicación de estas boqueras por los taustanos no pretende otra cosa que sus socios no tomen mas de la agua que pueden tomar, loc. cit., p. 650.

268 En las notas anteriores pueden verse ejemplos.

Juan JoséMorales Gómez

208

navarra no se dio por enterada, rechazando la presentación, so color de que

las demandas de dos años atrás seguían totalmente vigentes269, lo que equivalía

en la práctica a dejar el uso de la Acequia por los habitantes del lugar -como

seguramente pasaría también con los de Fustiñana- sin ningún tipo de

fiscalización externa, con el tipo de consecuencias de las que ya se quejaban los

taustanos en 1557. Es imposible determinar si la justificación de Cabanillas era

proporcionada o se trataba de una exageración interesada, pero lo que es más

que presumible es que el ambiente entre las comunidades implicadas se debía

estar agriando por momentos, degenerando hacia un escenario de enconos y

porfías que, a juzgar por el sinfín de pleitos posteriores, se hará crónico.

Pero la tensión también crecía en el seno interno de Tauste. La pesada

carga de la financiación de la Acequia empezaba a quebrar su cohesión social,

como sucedió en el Cuatrocientos y probablemente en términos parecidos.

La situación fue degenerando lentamente hasta alcanzar a fines de 1560 la

categoría de auténtico motín, desbordando las posibilidades de las autoridades

municipales y motivando la intervención de las reales. El 3 de diciembre de

ese año Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, se excusaba ante el rey por

no poder atender de inmediato cierto mandato suyo, pues tenía que partir sin

demora a Tauste, donde el reparto de los gastos de la Acequia era causa de

tales divisiones entre los vecinos que -dice, muy gráficamente- estan cada hora

y por cada negocio para matarse, y tanto, que ni temen la justizia ni aun osan ajuntar

el consejo para tratar de lo que cumple para beneficio d´esto. A fines de ese mismo

mes, el Gobernador vuelve a escribir al rey dándole cuenta del resultado de sus

gestiones. Su informe no puede ser más expresivo. El núcleo del problema era

el enfrentamiento entre ganaderos y labradores sobre quien havia de pagar treinta

y cinco o cuarenta mil escudos que se habian tomado para la fabrica de ciertas fuente y

çequia que an hecho estos dias. Como reacción, los labradores y la gente del pueblo,

en número de mas de dozientos o trecientos, se habían juramentado y, unidos y bien

organizados, habían acabado por intimidar a los ediles locales -¿representantes

269 Por quanto los dichos de Tauste no an cunplid[o] con todo lo capitulado como son obligados, ansi en reparar la presa y bocal y poner la cequia en devido estado, como en hazer las puentes y pagar las tierras ocupadas y danyo de manantiales, como son obligados por el capitul[ado], y que, cumpliendo los dichos de Tauste con lo sobredicho, ellos estan pre[stos] y aparejados de cumplir, conforme a lo que esta tratado y capitulado y ellos obligados de cumplir, y que entretanto que lo sobredicho no se cumple y efectua, que no admiten por alamines a los sobredichos. A.M.T., Protocolo notarial de Miguel de Agramont, vecino de Cabanillas, 1559, pp. 697-698. El documento completo en pp. 695-698.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

209

de los intereses del partido de los ganaderos?-, que no se atrevían ni a celebrar

concejo ni a tomar resolución alguna, señaladamente sobre el asiento en las deudas

y censales de la villa, de manera que no havia mas justiçia de lo que los amotinados

querian. Juan de Gurrea consigue templar los ánimos asumiendo el papel de

árbitro entre ambas facciones, las cuales dejan todas sus diferencias en su

poder, pero la ruptura del orden establecido ha sido demasiado notoria como

para pasarla por alto y 16 o 17 taustanos -de los cuales 12 están presos, el resto

huídos- acaban procesados, lo que constituye un buen indicador de la gravedad

que debieron alcanzar los acontecimientos270.

Con todo, el resultado final fue contrario a los ganaderos, fuesen quienes

fuesen los que se agrupaban bajo esa etiqueta que, más allá de su sentido

económico y ocupacional, parece tener también un fuerte contenido social.

A partir de 1564 el concejo taustano saca regularmente a subasta al mejor

postor el grueso de los pastos comunales, las corralizas de Trasmontes (con

una extensión de unas 10.000 hctas.) y las de Traslarba (unas 18.000), algo

que, sin duda, debió ser vivido por los propietarios pecuarios locales como una

agresión de primera magnitud pues, hasta ese momento, esas hierbas se habían

mantenido, en palabras de un documento del siglo XVIII, sin coto y adhessamiento,

de libre usso y pasto para los ganados y vezinos271. Es más que probable que fuera una

medida impuesta por el Gobernador para aliviar los apuros de la hacienda local,

resultado de la mediación prometida en 1560.

Pero dejemos los asuntos internos de Tauste y volvamos a la Acequia. La

salida de la espinosa situación en que se encontraba se realizó en 1561 por dos

vías. Por un lado, la oficial. El Concejo Real de Navarra, al que llegan diversas

quejas y denuncias, toma cartas en el asunto y dicta ciertas sentencias y, para

supervisar su cumplimiento y poner orden, nombra un comisario, el licenciado

Victoria, dotado de amplios poderes. Por otro, Tauste, en busca de un alivio

para sus maltrechas arcas, entre otros motivos, renuncia a la gestión directa de

la Acequia a favor de un arrendador, Pedro Gómez de Peralta, vecino de Tudela.

270 Docs. 4 y 5 de nuestro Apéndice.271 GÓMEZ ZORRAQUINO, José Ignacio, “Los bienes de propios en Tauste en el siglo XVIII”, Tauste en su historia.

Actas de las IV Jornadas sobre la Historia de Tauste (9 al 13 de diciembre de 2002), Tauste, Ayuntamiento, 2005, p. 63. La Casa de Ganaderos de Tauste consiguió en 1583 que las corralizas de Trasmontes -no así las de Traslarba- no volviesen a salir a concurso, reservando su disfrute para los miembros de la asociación contra el pago de 500 libras anuales y el compromiso de ocuparse del mantenimiento de balsas y aguas, ibid.

Juan JoséMorales Gómez

210

De la primera estamos bien informados pues el A.S.R.C.T. conserva una

copia casi coetánea -de 1577- de las declaraciones hechas por este comisionado

en dos periodos distintos, abril de 1561, y entre fines de octubre de 1562 y

principios de enero de 1563272. Corresponden a varias encomiendas distintas

del Consejo Real. Sabemos las datas de dos de ellas -22 de marzo de 1561 y 30 de

octubre de 1562- aunque solamente nos consta el tenor textual de la última273,

pero debió de haber alguna más. En la que conocemos, la intervención ha sido

requerida por Tauste, que se lamenta de los daños irresponsables que los vecinos

de Cabanillas y Fustiñana y otras partes causan en la Acequia, buen reflejo de

ese ambiente enrarecido que se ha ido fraguando: que les an ronpido la cequia por

dibersas maneras, y en cerrar las almenares (sic.) y abrir las puertas del bocal, y entran

por encima de las paredes y hazen otros muy grandes daños, y los ganados granados y

menudos hazen assi bien muchos daños en andar sobre los caxeros, apacentando, y le[s]

hazen muchos caminos, que es caussa que se heche mucha tierra y caygan los ribacos y

caxeros de la dicha cequia, que es caussa que se ciegue aquella y queste mucho la limpia

d´ella y dexe la agua de difluyr.

El licenciado Victoria cumple su misión con celo, contribuyendo -es de

suponer- a que la situación se regularice poco a poco. Y aunque sus mandatos

no siempre se van a cumplir con la presteza que sería deseable, teniendo que

admitir aplazamientos y dilaciones, es muy patente que se comporta como la

cabeza rectora del sistema, que es precisamente la falta de la que más adolece la

Acequia. El abanico de cuestiones que aborda es muy amplio.

Decide en 1561 el número y ubicación de las filas y paraderas, todavía

pendientes, necesarias para regar los términos de Cabanillas y Fustiñana, donde

mejor y mas comodamente y sin daño y perjuyzio de la dicha cequia principal se pueden

hazer274, sin menoscabo del mandato de la apertura de nuevas fillas en 1562, ya

272 Se trata de un cuadernillo tamaño folio, de 30 hojas, que lleva por título Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria, comissario por su Magestad para las discordias y pretensiones que entre las villas de Tauste, Fustiñana y Cabanillas havia sobre los drechos y demas cosas pertenecientes a la cerca de Ebro, en los años 1562 y 1563. Se trata de una copia simple que se localiza en A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura.

273 Véase en ibid., fs. 20r-21v. La de 1561 la menciona SUPERVÍA LOSTALé, Mariano, óp. cit., p. 107, que la debió encontrar en el Archivo Municipal de Tauste. Este autor vio en ella, aparte del nombramiento del comisionado, la aprobación y ratificación por Felipe II de las capitulaciones de 1552, que nosotros creemos que más bien tuvieron lugar en 1557, vid. nota 227.

274 En el caso de Cabanillas la resolución se dicta el 24 de abril de 1561, en el de Fustiñana el 29, ibid., fs. 25r-26r y 28v-29v respectivamente. Las costas debían ser sufragadas por los pueblos interesados, conforme a lo establecido en 1552. Son relaciones muy prolijas, aunque de gran interés para el conocimiento de la microtoponimia y la articulación de las redes hidráulicas locales coetáneas. Pero la ejecución se retrasó mucho, probablemente

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

211

con carácter más puntual275. Hace tasar tanto el año 1561 como el 1562 los daños

recibidos en las heredades de Cabanillas y Fustiñana por los manantios, así como

las tierras ocupadas… en abrir y ensanchar la dicha cequia y regadio276. Vela por la

limpieza de los barrancos y de los escorrederos existentes y ordena la excavación

de otros nuevos y de las correspondientes contracequias vinculadas277. Tutela los

pases de cuentas entre las tres villas y su abono efectivo278. Resuelve la apertura

de caminos279. Está pendiente del reforzamiento del azud y de la construcción

de puentes280. Etc.

porque fue interferida por el ahondamiento del cauce que tuvo lugar poco después. El 18 de diciembre de 1562 las de Cabanillas todavía seguían sin haberse hecho, pues el comisario autorizó su aplazamiento hasta agosto de 1563, atendido que la villa de Cabanillas no puede hazer sus fillas y paraderas en sus terminos en el presente tiempo, porque la obra no seria fixa, como son obligados conforme a las dichas sentencias y lo por el mandado, ibid., f. 10v-11r. Lo mismo se concedió a los de Fustiñana, ibid., f. 10v.

275 Como la que ordena hacer en la zona del barranco de Santa Engracia el 18 de noviembre de 1562, ibid., f. 8r. El 18 de diciembre establece que el huerto del vicario de Cabanillas deje de regarse hazia el rio de Hebro en instancia (sic.) de tierra de doze pasos, por razon que por remojarsse se caen las ribas del dicho huerto hazia el rio Ebro, y prescribe la construcción de una filla de piedra para el servicio de la finca por la que tomen la agoa muy limitadamente, ibid., f. 9r. Etc.

276 Las alusiones son muy abundantes, ibid., fs. 2r, 2v, 3v-4r, 5r-v etc. En el caso de las filtraciones, en una ocasión se precisa que el cálculo se realice d´estos dos años a esta parte, ibid., f. 27v, de lo que se deduce claramente que se trataba de una evaluación periódica. La cuenta total no era despreciable: el 19 de noviembre de 1562 los oficiales de Cabanillas presentan ante el licenciado el montamiento de los dichos manantios y tierras ocupadas que se eleva, para el segundo concepto, a un ducado y 49 tarjas y, para el primero, a 170 robos y un cuartal de trigo y un robo de cebada, que equivalen a 49 ducados y 3,5 tarjas, ibid., fs. 5v-6r.

277 El 11 de noviembre de 1562 el comisario es informado de que los escorrederos de los términos de Cabanillas estan bien señalados y que no ay que mudar ninguno d´ellos, sino linpiar y aondarlos, lo que dispone hagan los de Tauste inmediatamente, ibid., fs. 6v-7r. Al día siguiente, 12 de noviembre, organiza la limpieza del barranco del Sosar y manda varearlo; aceptando seha por esta bez desde la puente hasta la Mensana -por Mejana- de Fustiñana, debaxo el Sotillo, sin perjuysio del drecho de ninguna de las partes y de los capitulos y conbenios que ay entre ellos, resultan once varas a cargo de Tauste y cinco a Fustiñana, conforme al goco de la agua y usso antigo, ibid., f. 7r-v. El 18 de diciembre certificaba la correcta realización de esa tarea, ibid., f. 10r-v. El 13 de diciembre de ese año ordenó reconocer si había necesidad de correderas en la partida de la Marquesa de Cabanillas, de lo que resultó la conveniencia de hacer una nueva, que estaba ya comenzada, por toda la redonda de la pieca de la Marquessa, a[s]ta sacarlo al escorredero del Perillo, que dispuso hiciesen los taustanos, ibid., f. 8r-v. El 18 de diciembre decreta se hagan los escorrederos y las contracequias correspondientes del término de Fustiñana en el plazo de ocho días, siempre a cargo de los aragoneses, ibid., f. 8v-9r. Etc.

278 Como el que tiene lugar en Fustiñana el 24 de diciembre de 1562 en que, reunidos los procuradores de las tres villas, pasaron y abrigoaron (sic.) todas sus quentas, con un saldo final a favor de Cabanillas y Fustiñana de 57 ducados, 11 tarjas y 4 cornados que, a instancias del licenciado Victoria, fueron liquidados por Tauste el 2 de enero siguiente, ibid., fs. 14v-15r.

279 El 24 de diciembre, atendido que los regantes de cierto escorredero en el termino de Prado Cepero, en Cabanillas, pasan por una pieza de Pedro Aybar y le hazen camino por dentro de su dicha heredad causando daños, manda a los oficiales del lugar que aderecen un camino para evitarlo y que la villa de Tauste haga una puente en el dicho camino para serbicio de los vezinos de la dicha villa, ibid., f. 14v.

280 El 18 de diciembre de 1562 permite que el reforzamiento del azud con 1.500 carretadas de piedra, al que estaban obligados los de Tauste, se retrase hasta los meses de agosto o septiembre siguientes, cuando el río lo permita en mejores condiciones. El mismo día admite la misma prorroga para la obra del puente de piedra [o] rejola de Cabanillas, junto a la Texeria, y también para las puentes y ovras de la puente de piedra o ladrillo entre los dos vallipuentes, termino de la dicha villa de Fustiñana, digo del Gongosto (sic.), donde baxa la cañada del Rey, y la filla que se ha de azer en el termino de la Confraria, y el puente de fusta de la dicha Confraria, y la puente de los Otinares y la fila [o]

Juan JoséMorales Gómez

212

Pero tal vez lo más notable es que certifica la terminación de obras que

estaban siendo reclamadas desde 1557, lo que prueba que las carencias de la

Acequia se van solucionando poco a poco. Señaladamente, la entrega por Tauste

en noviembre de 1562 de la canalización del barranco de Santa Engracia, que

ha sido guiada por la contracequia de la pieça nueba que los de Tauste abrieron y ba

a dar en la Cequia, y el aderezamiento del camino que comunica Fustiñana y

Tauste en ese punto, en cumplimiento de las dichas sentencias y lo por el dicho señor

comisario mandado281. En la misma línea, la realización de reparaciones y mejoras

en dispositivos ya en servicio, como las obras realizadas en el bocal, el puente

de Belver y la almenara y pontigo de Cabanillas, que el 23 de diciembre de 1562

el comisario ordena tasar por tres peritos elegidos por las villas: los canteros

Miguel de Aya -por Tauste- y Antón de Estrada -por Cabanillas- y el maestro de

villa Juan de Jaso -por Fustiñana-282. La impresión resultante es que, aunque

todavía hay compromisos pendientes283, las cuestiones constructivas están

resueltas, en conjunto, de forma cuando menos aceptable.

La labor del comisario tiene otra vertiente sustancial: el dictado de pautas

generales que pongan coto a los excesos de los navarros los años pasados,

lesivos para Tauste y para la conservación de la Acequia. Uno de los frentes

partidero en el barranco de Santa Engracia. Ibid., fs. 10v-12v. Pero el 2 de enero de 1563 cambia de punto de vista y estatuye que, sin enbargo de lo por mi mandado que las puentes de Fustiñana se hagan por los de Tauste por todo el mes de agosto, mando que la puente d´entre los dos gallypuentes, que se ha de hazer de fusta para el serbicio del Suesso y de las Bardenas Reales, y la puente de junto a la filla de la Confraria se hagan dentro de quince dias. Ibid., f. 19v.

281 Ibid., fs. 7v-8r.282 Se trata de la losado (sic.) de la parte de arriba del bocal con todos sus materiales y fundamento[s], l[a] losada de la parte

baxa con su materiales e fundamentos, la parte del caxero amedido (sic.) hazia el monte, la pared drecha de la parte de Belber, de la puente de Belber, la obra d´encima de la almanera (sic.) de Cabanillas, la obra de la mesma almanera de Cabanillas y la obra anadida del pontigo de Cabanillas. El resultado de la valoración es: los losados 5 ducados y 11 reales y 11 ducados respectivamente, el cajero añadido 7, siempre ducados, la pared del puente 22, la obra de encima de la almenara 13 y medio, la de la almenara misma 34 y el complemento del pontigo 27. Ibid., fs. 12v-13r. Los tasadores parecen unos artífices relativamente modestos, con una proyección puramente local, en consonancia con la no excesiva envergadura de las obras evaluadas. De Juan de Jaso o Ichaso ya nos hemos ocupado en la nota 167. Antón de Estrada era un cantero de origen francés procedente de Saint Simon que en junio de 1553 contrajo matrimonio con Francisca de Agramunt, vecina de Cabanillas, localidad en la que pasó a residir desde entonces. Todavía activo en 1585, participa, junto con otros técnicos, en la supervisión de la cabecera de la parroquia de la Asunción de Murchante. TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 277 y 281, en nota. Confirmando lo anterior, en la documentación del Archivo del Sindicato se rastrea a Antón de Estrada como uno de los miembros del concejo de Cabanillas en 1559 y 1564, aunque sin caracterización de oficio. También en textos de dicha procedencia se constata que Miguel de Aya fue concejante de Cabanillas en 1557 y 1559, aunque de nuevo sin indicación profesional. No he podido dar con más información de este último constructor, aunque es posible que descienda de Martín de Aya, cantero tudelano difunto en 1549 en cuyo inventario de bienes -más bien humilde- se consignaron diferentes herramientas del oficio y una caja con libros viejos, TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., p. 61.

283 Véanse, por ejemplo, notas 274 y 280.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

213

más importantes, atendida la atención que se le presta, es el de las paradas

que, lucrándose de la ambigüedad de la concordia de 1552 en este punto, han

debido proliferar mucho en Cabanillas y Fustiñana dando lugar a todo tipo de

inconvenientes e importantes sustracciones de caudales. Victoria estatuye que

deben hacerse únicamente con manta y tabla o tabla sola y no con rama, tierra,

piedras o otros aparejos, que quedan prohibidos; la parada, una vez terminada de

regar, debe ser desmontada quedando el curso que sea -escorrederos incluidos-

expedito; no deben realizarse paradas allí donde se pueda regar sin ellas, para

evitar tomar mas agoa de la que les cabe por su drecho284... Finalmente, el 2 de enero

de 1563, el comisario, al que la materia le ha debido colmar la paciencia, decide

tajantemente cerrar el bocal durante tres días y desmantelar todos los presales

existentes en la madre, desembarazándola, ata que las dichas villas de Fustiñana

y Cabanillas quisieren regar y estonçes las paren con manta y tabla. Además veda que

ningún vecino de las dos villas sanjuanistas pare en la dicha cequia principal para

regar donde no hubiere paradera hecha e impone que se ahonden los brazales, tanto

quanto el pesso diere lugar, pues ha llegado a la conclusión de que, de este modo,

en muchas partes, los terminos y herededes de las villas de Fustiñana y Cabanillas se

pueden regar facilmente sin hazer tantas paradas para sacar el agoa de la dicha cequia.

También prescribe que las represas de las que se alimentan los molinos de

Cabanillas y Fustiñana, que son muy perjudiciables a la cequia y al discurso del agoa,

en especial la que se haze para el molino de Cabanillas, que restaña y entibia (sic.) el

agua hazi´atras en grande manera285, se dejen abiertas en el momento en que las

muelas dejen de trabajar286.

284 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria, comissario por su Magestad…, fs. 13v, 14r y 16r-v.

285 Está haciendo referencia a que el embalsamiento de agua necesario para mover el mecanismo molinar, que siempre es significativo, provoca un reflujo tan potente que desborda los márgenes de la acequia provocando su deterioro. Fue un problema muy común y uno de los motivos típicos de enfrentamiento entre molineros y regantes en el mundo tradicional. Vid. ejemplos valencianos medievales en GLICK, Thomas F., óp. cit., pp. 106-108. Pero el retroceso del dique del molino de Cabanillas debía ser especialmente fuerte. En 1564, Domingo de Alço, cantero vecino de Tudela, testigo en un proceso sobre el que nos extenderemos más adelante, declara bajo juramento que, cuando se cerraba el entibo de ese molino, la agua bolbia atras y llegaba el restaño d´ella asta Belber, A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, p. 96.

286 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria, comissario por su Magestad…, fs. 16r, 17r-v, 18r-v y 19r respectivamente. La eficacia de todas estas medidas, en el momento en que el comisario abandonó la escena, debió ser relativa. En 1564, en el contexto de un proceso por la responsabilidad de los daños producidos por un corrimiento de tierras en Cabanillas, que los navarros achacan a las filtraciones de la Acequia, la defensa de Tauste rebate esa interpretación con el argumento de que si agua o remojamiento alguno obiera de ser causa del dicho undimiento y quebrantamiento de la dicha riba, lo obieran seido las paradas y detençiones de agua que los dichos adversos (los vecinos de Cabanillas y Fustiñana) han hecho este

Juan JoséMorales Gómez

214

Pero el comisario también se ocupa de dar normas para proteger la caja y

los cajeros del paso de caminantes y caballerías y de los rebaños, que decreta no

pueden pacer ni abrevar en la Acequia, eceto en los abrebaderos y endreceras señaladas

al efecto. De mismo modo, establece el régimen para regar con buen orden, filla

enpues filla, respetando los turnos, de suerte que no se pierda agoa. Dispone que los

zabacequias de Tauste cumplan sus funciones -sigan el agoa en las dichas villas

de Fustiñana y Cabanillas y puedan hazer executar las penas que allaren-, sin que

los amenacen ni atemoricen, y contando necesariamente con la colaboración de

los oficiales navarros, lo que da idea de hasta qué punto llegó a degradarse la

situación. Para terminar definitivamente con la manipulación incontrolada de

las compuertas del bocal -abundamos en lo mismo- ordena que se contrate, a

cargo de las tres poblaciones y a voluntad de las mismas, una persona expierta

para hacerse cargo de su gobierno; en su poder quedarán las llaves de las puertas

de la cassa del dicho bocal y todos los aparejos que ay en la dicha cassa para lebantar y

cerrar las puertas del dicho bocal, cuyo manejo, así como el acceso a dicha casa,

queda proscrito a toda persona ajena287. Etc.

De todo este cúmulo de noticias extraordinariamente rico, vamos a destacar

dos por la importancia que tienen para la historia de la construcción. Gracias

también al comisario, tiene lugar, el 20 de abril de 1561, un acto previsto en la

cap. XVI de la concordia de 1552 para el anyo primero que principien a gozar (de

riego) los de Tauste, en la primera crecida de Ebro, pero que, ya fuese por lo defectos

técnicos detectados en 1557 o por las discordias e inestabilidad vividas los años

pasados, todavía no se había celebrado: la grabación de la paradera de los Pozos

de Cabanillas -que ya debe estar rehecha- de la marca que señalaba cuando

los campos de la partida de ese nombre podían recibir riego. Así, el dicho señor

comisario mando a mastre Joan de Landerry, maestro en canteria e que presente estaba,

hiziesse e señalasse en la dicha paradera de los Poços con que crecida de agua havian

de regar sus heredades los de la dicha villa de Cabanillas, el qual, cumpliendo con el

dicho mandato…, hizo cierta señal… d´esta manera: dos dedos mas baxo de la segunda

año passado, las quales lebantan el agua continuamente y estante d´ellas ocho palmos, y d´ellas nueve, d´ellas seis, como son la parada que ha havido este año entre la almenarilla de encima de Cabanillas y la dicha riba contenciossa, y la parada del Cabeçuelo, y la de la Muga, y la de la Peña, y la del Spartal y otras muchas paradas que en los terminos del un lugar y del otro estan hechas con piedra y tierra y rama, fixas y continuas, no las podiendo hazer, por las capitulas y sentençias, sino con tabla y manta y, acabado de regar, quitarla[s], y assi essa fuera causa muy prinçipal y evidente, A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, p. 67.

287 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria, comissario por su Magestad…, fs. 16v-17r, 18r-v y 22r-v.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

215

filada del cuchillo o puntera de medio de la dicha paradera, de la parte de baxo hazia

Cabanillas, en la pared hazia el monte, a donde se hizieron quatro agujeros en la dicha

piedra con un pico de yerro288.

El hecho, por lo que comporta, es de gran trascendencia y se realiza, aunque

bajo la tutela del comisario, en presencia y con la aquiescencia de representantes

de todas las partes involucradas289. Tiene un componente utilitario y positivo

muy cierto, por supuesto, pero también un relevante contenido simbólico, pues

significa, implícitamente, la inauguración de las funciones de la Acequia de

forma reglada; en cierto modo, el reconocimiento oficial -por fin- de su puesta

en marcha. A este respecto, conviene llamar la atención sobre el ejecutor directo

de la marca, Juan de Landerri, maestro de canteria, alguien que, considerando la

gravedad de la ocasión, en una época tan obsesionada por la procedencia y las

formalidades como es el Antiguo Régimen, no puede ser un operario vulgar.

Con toda probabilidad se trata de uno de los responsables técnicos de la obra,

tal vez el de máximo nivel, un tema sobre el que, más allá de conjeturas, no

sabíamos hasta ahora absolutamente nada.

Es perfectamente posible. Juan de Landerri -o de Landerrain, a veces290-

es el nombre de dos alarifes, padre e hijo, que sobresalieron en el panorama

288 Ibid., f. 24r-v.289 Los onorables Miguel Sancho de Ayerbe y Miguel de Ayerbe, mayor de dias, Christobal de Artieda, procuradores de la villa

de Tauste, Joan Mays, Jheronimo Cabero, procuradores de la villa de Fustiñana, y Pedro Verges, procurador de la villa de Cabanillas, y Pedro Milagro, alcalde al presente en la dicha villa de Cabanillas, y en lugar del señor de Canduero para el dicho efecto fue nombrado a Christobal de Artieda por el dicho comisario, a boluntad de todos los dichos procuradores, por quanto el dicho señor de Canduero estaba ausente d´este Reyno y no podia benir al presente a entender en el dicho negocio y por ebitar costas, y Joan de Aybar, teniente de alcalde de la villa de Fustiñana, por Pedro Nabarro, mayor, todos juntos, unanimes y conformes y presentes en la dicha endreçera, a una con el dicho comisario… Ibid., f. 24r-v. De todo este listado, destaquemos a uno de los apoderados de Tauste, Cristóbal de Artieda, que ha seguido muy de cerca el desarrollo de los acontecimientos y, probablemente, sea uno de los padres del proyecto: además de en esta ocasión, ha representado a Tauste en el otorgamiento de las concordias de 1552 y 1557 e incluso comparecido en 1559 ante el concejo de Cabanillas, en calidad de jurado de la aragonesa, en la fallida tentativa de presentación de los zabacequias taustanos. Véanse las referencias supra. Es más, su relación de complicidad con otro de los grandes implicados, el señor de Canduero -vid. nota 257-, es pública y notoria, como queda patente en el antedicho acto de 1561. Los Pérez de Artieda son una destacada familia de notables locales en los siglos XVI y XVII, PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., nota 70.

290 A no confundir con otra estirpe coetánea de canteros, también apellidada Landerrain, arraigada en el vecino pueblo de Los Arcos (Navarra) a partir de 1561, cf. PASTOR ABÁIGAR, Víctor, “Fábrica parroquial de Santa María de Los Arcos. Vicisitudes histórico-arquitectónicas de sus dependencias”, Príncipe de Viana 193 (1991), pp. 15-52. Pertenecen a ella algunos de los profesionales de la construcción más renombrados por entonces en el reino de Navarra, cf. ECHEVERRÍA GOñI, Pedro Luis, y FERNÁNDEZ GRACIA, Ricardo, “Arquitectura”, en FERNÁNDEZ GRACIA, Ricardo, et alii, El Arte del Renacimiento en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005, pp. 75-184. Cabe sin embargo reprochar a estos autores la atribución de obras a los Landerrain navarros que en realidad se deben a sus homónimos aragoneses, cf. ibid., p. 118.

Juan JoséMorales Gómez

216

de la arquitectura aragonesa del siglo XVI como dos artífices especialmente

competentes y afamados. El padre, natural de Rexil (Guipúzcoa), desarrolla su

carrera en el segundo tercio de la centuria. Tras residir un tiempo en Zaragoza,

se traslada a las Cinco Villas hacia mediados de siglo, donde lleva adelante

sus obras documentadas más importantes. En 1550 contrata la erección del

magnífico claustro de la iglesia parroquial de Santa María de Uncastillo. Más

tarde trabaja en el del convento de las benedictinas de Jaca. Y desde 1554, año

en que sabemos que está avecinado en Sádaba, dirige la ampliación y reforma

del templo de San Martín de Uncastillo, que todavía le mantiene ocupado

en diciembre de 1557, momento en que se declara morador de esta última

localidad.

Juan de Landerri, el joven, cuya figura se confunde con la de su padre al

principio de su trayectoria, no es un profesional menos destacable. Nacido hacia

1531, mantiene la vinculación con las Cinco Villas heredada de su progenitor,

apareciendo a lo largo de su vida en diferentes ocasiones como vecino de

Sádaba y Uncastillo. Trabaja en diversos templos y edificios religiosos, como era

casi inevitable en su época, y es el responsable de la factura de la esplendida

casa consistorial de Uncastillo, que data de 1568. Pero concentra el grueso

de su actividad en obras de ingeniería, sobre todo hidráulica, lo que resulta

especialmente interesante para nosotros. En esta especialidad interviene, junto

con otros maestros, en proyectos tan importantes como la fábrica del puente

sobre el río Huerva, junto a la zaragozana Puerta Quemada (1575), la del de

Burbáguena, en el Jiloca (1576), también la del puente de Monzón, sobre el

Cinca (1577), y la de otro que pasaba el Gállego, en el término de Zaragoza

(1578), la remoción del camino de Zaragoza a Fuentes de Ebro (1578) y la

construcción de la estanca de Castiliscar (1580)291.

Además, se da la circunstancia de que en la biografía de estos dos técnicos

existía hasta hoy un vacío entre 1557-1566 que la noticia antes expuesta

permite empezar a llenar. Seguramente no se trataría del hijo, que en 1561

tendría unos treinta años, una edad, en principio, demasiado temprana para

que le fuese adjudicada una contrata de enjundia. Juan de Landerri, mayor, un

291 Una semblanza de estos dos personajes, junto con la relación detallada de las referencias documentales que hasta ahora se tenía de ellos, en MARTÍNEZ VERÓN, Jesús, Arquitectos de Aragón. Diccionario histórico, Zaragoza, I.F.C., 2000-2001, voces correspondientes. Para los negocios hidráulicos, véase, más específicamente, BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. II, pp. 609-615.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

217

profesional maduro y con prestigio, es el candidato más idóneo. No obstante,

desconociéndolo todo acerca de la entidad de las obras que se estaban llevando

a cabo entonces, lo más prudente es no dar nada por sentado. Sí en cambio

parece seguro que la participación de Landerri, fuese padre o hijo, tuvo lugar

con posterioridad al arranque de la Acequia en 1553. La juventud del uno y la

arduas ocupaciones del mayor hasta, como mínimo, 1557 así lo sugieren.

Entre los dos tramos temporales de las declaraciones del licenciado Victoria

que tenemos documentados -abril de 1561 y a partir de fines de octubre de

1562- se verifica un hecho de entidad: en algún momento a lo largo de este

lapso Tauste pone la Acequia en manos de Pedro Gómez de Peralta, un

infanzón vecino de Tudela. Si en 1561 no se le nombra ni una sola vez, en

los apuntes de 1562 aparece de forma sistemática como procurador de Tauste

y responsable plenipotenciario de sus derechos y obligaciones292. No es para

menos pues, sobre el papel, ha comprado la Acequia. El 3 de enero de 1563

este personaje comparece ante el comisario y le solicita que, sin enbargo que de

ante tenia presentada ante el dicho comisario su titulo de compra y venta, cession hecha

en su favor por los dichos de Tauste sobre la dicha cequia y todas sus pertinencias anexas y

conexas a ella, presento su pedido le admitiesse, en nombre propio y como señor de la dicha

cequia, en todos los hussos y probechos que d´ella tenian y habian los dichos de Tauste, y no

en mas ni allende, antes que fuesse hecha la dicha benta y cesion en favor del dicho Pedro

Gomez293. Habida cuenta que de este cambio de titularidad no queda el menor

rastro a los pocos años -ya en la década de 1570-, es evidente que no se trata

más que de un acto formal, una garantía del verdadero trato al que ha llegado

con el concejo de Tauste. No tengo noticia de su contenido exacto, pero cabe

conjeturarlo con razonable verosimilitud.

Ya hemos comentado en diferentes ocasiones que, históricamente, la inversión necesaria para la construcción o remoción de infraestructuras hidráulicas a nivel municipal o intermunicipal era excepcionalmente alta, un autentico handicap no siempre al alcance de las haciendas de los interesados. De ahí que en ocasiones resultase inevitable recurrir a los servicios de un inversor o promotor capaz de allegar los capitales necesarios a cambio de hacerse con la

292 La frase Tauste o en su nombre Pedro Gomez de Peralta se repite una y otra vez.293 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,

comissario por su Magestad…, fs. 15v-16r. El comisario admite la presentación pero no se compromete: le devuelve la escritura y se inhibe, evacuando al Consejo Real de Navarra la deliberacion y declaracion sobre si el dicho Pedro Gomez debe ser admitido por tal, en virtud de su dicho titulo.

Juan JoséMorales Gómez

218

gestión directa de las instalaciones, lo que llevaba aparejada la obtención de sus márgenes de explotación, los cuales normalmente se incrementaban ex profeso para la ocasión. Este modelo, que surge en fechas tempranas, perdurará hasta fines del Antiguo Régimen. En la Alta Edad Media era un ámbito dominado por las Órdenes Militares, como veíamos al principio de estas páginas, pero a partir del ocaso medieval la primacía va a pasar a capitalistas y empresarios de extracción burguesa, a tono con la evolución general de la estructura socioeconómica.

Para el siglo XVI aragonés contamos con un espléndido ejemplo de este tipo de convenios: en 1577 los vecinos de Pina de Ebro, que han sufrido importantes pérdidas en las cosechas en los últimos años a causa del mal servicio del azud con el que riegan su huerta, que está demasiado alto, careciendo de aquella inteligencia que conviene al caso -y seguramente tampoco de los medios precisos-, optan por arrendar a perpetuidad la administración de su red hidráulica a Martín Ruiz de Moros, infanzón domiciliado en Alcañiz, al que se comprometen a pagar una crecida alfarda, cuatro reales por cada cahizada de tierra; a cambio el arrendatario deberá impulsar las obras y reparaciones necesarias para satisfacer la única condición que se le impone: darnos… agua bastante y continua todo el año, perpetuamente, para regar dichas heredades de la guerta que agora estan en labor y las que rocaremos de aqui adelante en los sotos del dicho lugar… y assi mesmo el campo de Concejo del mesmo lugar294.

El contrato de Tauste con Pedro Gómez de Peralta debió de ser algo parecido, aunque en esta ocasión se recurrió a la figura de la enajenación, impuesta seguramente por el tomador para dar más seguridad a una operación que debía comprometerle jurídica y pecuniariamente de forma importante; un expediente que, en aquel tiempo, no era inusual. El pacto debió de formalizarse a fines de primavera o principios de verano de 1561 pues para la escombra de ese ejercicio, que de acuerdo con la concordia de 1552, debía comenzar el día de Santiago (25 de julio), estaba ya vigente: el 3 de noviembre de 1562 Pedro Gómez reclama al licenciado Victoria haver linpiado al año de sesenta y uno en la cequia, a su costa, en los terminos de la dicha villa de Fustiñana, d´ende el molino que al presente muele hasta el partidero de la puente de la Serna, algo que no le correspondía

-al menos por entero- y de lo que solicita la compensación apropiada295. A partir

294 SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., doc. 51, pp. 429-434.295 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,

comissario por su Majestad…, fs. 2v-3r. El comisario ordenará medir el tramo resultando 1.650 varas, algo menos de 1.300 ms.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

219

de ese momento el tudelano asume los compromisos de Tauste en relación

a la Acequia en su totalidad. En esta calidad aparece en las declaraciones del

comisario de 1562 y 1563 en relación a las obras y entretenimientos, tanto

ordinarios como extraordinarios, que hemos repasado anteriormente. Pero,

obviamente, el núcleo principal de su compromiso era otro de mayor calado. El

cuadernillo de las declaraciones lo identifica perfectamente como ya realizado

en los últimos meses de 1562: el aondamiento de la Acequia, que ha debido de

ser muy importante, pues ha implicado el derribo de algunos anejos, como el de

cierto juchidero o abrevadero en Fustiñana296, y obligado al comisario a estudiar

la posibilidad de bajar la antedicha señal de la parada de los Pozos a una cota

inferior297.

Otra fuente que nos informa de este acontecimiento es la causa compromisal

que se instruye en los dos últimos meses de 1564 a causa del hundimiento de

cierta riba, cerca de Cabanillas, que ha provocado desperfectos en una casa y

tres corrales situados sobre ella, propiedad de vecinos del lugar, y ha cegado

parcialmente la Acequia 298. Los navarros imputan este desplome al reciente

agrandamiento del curso -aquí se habla tanto de profundización como de

ensanchamiento-, que ha socavado el pie de las peñas en que se apoyaba dicha

riba299. En consecuencia, invocando el cap. XXIIII de la concordia de 1552, que

preveía precisamente este tipo de incidentes, revindican que la aragonesa corra

con todos los gastos del desescombro subsiguiente, la fortificación del cauce

296 Por el que ese concejo reclama a Tauste los 15 reales empleados en su restauración en un pase de cuentas que tuvo lugar a fines de 1562, ibid., f. 15r.

297 Aunque no llega a tomar la decisión. El 18 de diciembre de 1562, atendido que la dicha villa de Tauste, o en su nombre el dicho Pero Gomez de Peralta, an aondado la dicha cequia, el dicho señor comisario mando que la parada de los Poços del termino de la villa de Cabanillas por agora, quede assi, e si los dichos de Cabanillas no pudiesen regar [e] agoar dando a la señal que por el dicho señor comisario esta mandado hazer y hecha en los tiempos y crecidas que ellos acostumbran regar y suele subir la dicha agoa hasta la dicha señal, que en tal caso, se aya de baxar la señal un palma mas abaxo en la dicha paradera, ibid., f. 8v.

298 El original en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, pp. 46-110. El Archivo del Sindicato custodia una copia de 1847 certificada, como siempre, por Francisco de Paula Anchorena, en caja 197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1565, 5 y 6. Causa compromisal y sentencia arbitraria entre las villas de Tauste, en Aragon, Fustiñana y Cavanillas… (en el dorso), s.f. Según BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 338, pervive en estos mismos archivos otro proceso coetáneo por la misma razón, pero entre Tauste y Buñuel. No lo he encontrado por ninguna parte. Pienso que debe ser un error y tratarse de este mismo.

299 La acción de las acequias, combinada con la del propio río, debían hacer este tipo de sucesos relativamente corriente en la llanura fluvial del Ebro. En el propio proceso se recuerda el desplazamiento muchos años ha, mas hazia Tudela, (de) otro pedaço de riba, y el más reciente, de hace un par de años, de la riba del Congosto de Fustiñana, que huyo por falta de pie y por remojamiento de agua, que se escorrio y huyo mas de cinquenta passos hasta internarse en el Ebro, A.M.T., loc. cit., pp. 66 y 93.

Juan JoséMorales Gómez

220

en este punto y el pago de las procedentes indemnizaciones. Pedro Gómez de

Peralta, que como no podía ser de otro modo, representa a Tauste en la causa,

declina toda responsabilidad. Desde su punto de vista, el derrumbe ha sido un

fenómeno natural, agravado en todo caso por las malas prácticas de los propios

vecinos de Cabanillas, que -según él- levantan paradas de forma incontrolada,

hacen estercoleros cerca de la regadera y guían la evacuación de pluviales de su

caserío de la peor forma posible, favoreciendo la propagación de humedades

en detrimento de la preservación de la Acequia300.

En el proceso testifican personas que han tenido conocimiento muy directo

de la ampliación, como por ejemplo Pedro de Aibar, que es el casero de Belver,

o Francisco Laporta, labrador de 34 años, vecino de Biel, pero de presente abitante

en el bocal de la Cequia Inperial de su Magestad, el cual de siete años a esta parte, a

andado y passado por el lugar de los hechos muchas y dibersas vezes. Algunas incluso

participaron en la obra, como Pedro Vetalla, un cantero de unos cuarenta años

de edad natural de Toulouse -Tolosa, que es en Francia-, Domingo de Alço, otro

cantero de más de sesenta años, y el fustero cincuentón Martín Catalán, los tres

residentes en Tudela301. Sus declaraciones son prácticamente unánimes en

señalar que dichas obras tuvieron lugar hace unos tres años, coincidiendo con

los artículos de la defensa de Pedro Gómez, que precisan que la Acequia se labro

el año de sesenta y uno302. También ofrecen indicaciones estimativas de su entidad:

según el casero de Belver supuso una profundización, al menos en la zona de la

riba contenciosa, de asta una rudilla de pierna de honbre de hondo; de forma acorde,

Francisco Laporta habla de dos palmos, poco mas o menos303. Considerando que en

300 La sentencia, promulgada el 30 de diciembre de 1564, se inclinará por la tesis de Tauste y decretará que las expensas se cubran entre las tres villas en los porcentajes acostumbrados, ibid., pp. 105-106. Los árbitros que la emiten son los licenciados Victoria -que ya conocemos- y Corella, ambos vecinos de Tudela.

301 Son personajes oscuros cuyo papel debió reducirse al de simples oficiales subordinados. De Pedro Vetalla no he podido localizar ninguna noticia adicional. Tampoco de Domingo de Alço, aunque sí de un posible descendiente suyo homónimo, vecino de Cabanillas y también cantero, que en 1589 fiscaliza la fábrica del hospital de Nª Señora de Gracia de Tudela y en 1591 es contratado para realizar ciertos trabajos en el monasterio de la Oliva, TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 58, 150, 320 y 441. Sí en cambio he podido documentar al fustero ocupado en la carpintería y ensamblaje -que no la talla- de ciertos retablos de Tudela y Fustiñana en las décadas de 1540 y 1560, CRIADO MAINAR, Jesús Fermín, “Relaciones entre la Ribera de Navarra y Aragón durante la época del Renacimiento”, Cuadernos de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro 3 (2008), Presencia e influencias exteriores en el arte navarro, p. 225, y, del mismo, Las artes plásticas del Segundo Renacimiento en Aragón. Pintura y escultura, 1540-1580, Centro de Estudios Turiasonenses, Tarazona, 1996, pp. 282 y 479. Martín Catalán manifiesta en el proceso que, durante las últimas obras de la Acequia, intervino en la construcción de la parada del Espartal, por mandado del dicho Pedro Gomez; recuerda que tenía ocho o nuebe palmos de alto (p. 94).

302 A.M.T., loc. cit., p. 66.303 Ibid., pp. 78 y 80.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

221

este tramo de la cárcava las paradas más altas -ya terminadas las obras- son de

ocho o nueve palmos304, lo que indica que la cota total de la Acequia no debe

ser mucho mayor, podemos calcular, grosso modo, que la iniciativa promovida

por Pedro Gómez ha supuesto, solo por este concepto, un aumento de las

posibilidades de captación potencial, como mínimo, en un 25 %305. En conjunto

sería bastante más, pues a lo anterior habría que sumarle el incremento por el

ensanchamiento de los márgenes, que no tenemos forma de cuantificar.

El litigio, del mismo modo, nos confirma que la obra respondía única y

exclusivamente a los intereses de Tauste y que, al respecto, la inhibición de

Cabanillas y Fustiñana fue completa306. Finalmente, nos acredita un detalle,

por desacostumbrado, muy interesante. La defensa de Pedro Gómez, para

demostrar sus tesis, echa mano de todo tipo de elaborados razonamientos.

Uno de ellos parte del hecho de que la Acequia, en el pasado, circulaba a un

nivel tan bajo o más que el actual con lo que, en buena lógica, la avalancha, de

obedecer a la acción del caz, tendría que haber sucedido mucho tiempo atrás y,

si no lo había hecho entonces, es que la sangradera no había tenido nada que

ver con la del día. Y para demostrarlo saca a colación que durante los recientes

trabajos salieron a la luz, en el fondo de la angostura, antiguas construcciones

hidráulicas soterradas y otras señales de un cauce más profundo, algo que es

corroborado por dos de los testigos que participaron en las obras307. Podrían ser

restos de la Acequia del Cuatrocientos. Es factible, incluso, que de la anterior y

304 Era la altura de la del Espartal, en Fustiñana, y la de otras en dicho término y en el de Cabanillas, vid. notas 285 y 301.

305 ¿A sumar a las 8 muelas en que se calculaba el caudal máximo en la concordia de 1552? Probablemente no lo sabremos nunca de forma segura.

306 Dice el procurador de los navarros: los dichos de Cavanillas y Fustiñana no son tenidos ha los dichos ensanches y afondamientos, ni han tenido ni tienen necessidad d´ellos, ni de que se hiziesse el de la dicha cequia… y aquello hizieron los de Tauste por su provecho, A.M.T., loc. cit., p. 70.

307 En sus propias palabras: porque clara y manifiestamente se ha visto en la dicha cequia, por los que la ahondaron y por los edificios que en ella se hallaron, haver estado mas honda la dicha cequia d´ende el bocal d´ella hasta Cabanillas y d´ende alli hasta el Congostillo, en el termino de Fostiñana, como consta por un partidero de aguas que se hallo en derecho de la viña de Belber, con sus regatas y cuchillos para poner tajaderas, y assi bien por la çequia que venia abierta por las Peñas, d´ende debaxo de los Poços hasta junto a la dicha riba contençiosa que, aunque no venia tan ancha, venia tan honda y mas que no ahora. Más adelante, añade que se encontraron en el término de Fustiñana, de forma similar, otros edificios de repartimientos de agua con regatas para tajaderas sumidos debaxo del suelo de la çequia, despues de hecho todo el ahondamiento de la cequia ultimo… en special, se hallo el dicho edifficio a sesenta passos, poco mas o menos, de la paradera del Spartal. Ibid., pp. 65-66 y 67-68. Los testigos que ratifican estos extremos son Martín Catalán y Domingo de Alço, en ibid., pp. 93 y 95-96.

Juan JoséMorales Gómez

222

hasta más probable, a tenor del abandono que se insinúa308. De cualquier modo,

queda patente que el recorrido de la Acequia debió de variar muy poco con el

correr de los siglos, remitiéndonos a la particular persistencia y perdurabilidad

de los itinerarios hidráulicos tradicionales, algo de lo que ya hemos tropezado

con otras evidencias anteriormente: el bocal siempre entre Mosquera y el

Congosto de Cabanillas, cerca de Belver, desde los orígenes más remotos, la

asunción poco menos que íntegra del trazado de la Acequia de Cabanillas y

Fustiñana en el de la taustana, denunciado en 1557 como un incumplimiento

de lo convenido en 1552…

Pero volviendo a la expansión de la conducción ¿Qué poderosa razón

empujó a la villa de Tauste a considerar tan apremiante la necesidad de

acrecentar el suministro de agua como para recurrir al concurso de este

emprendedor tudelano, que no cobraría baratos sus servicios? ¿La cortedad de

lo que ya recibía a causa de las, desgraciadamente, habituales lacras técnicas?

¿La ambición de dilatar el perímetro regado? Podría ser. Pero dentro de todas

las posibles causas justificativas de un alza de la demanda de agua para estos

años solamente contamos con indicios ciertos de una, aunque es imposible

de momento aquilatar cual fue su influencia en la gestación del proceso,

ni siquiera si fue realmente causa o más bien consecuencia sobrevenida del

mismo: la instalación en Tauste de un molino de regolfo.

Dentro de las construcciones históricas que subsisten hoy en día en el

entorno del Canal de Tauste, una de las más impresionantes es el edificio

del antiguo molino de Tauste, propiedad en la actualidad del Sindicato de

Riegos. Se encuentra a poca distancia de la localidad, en la margen izquierda

del Arba, junto a la carretera Tauste-Pradilla (véase Mapa 2). Aunque muy

modificado posteriormente, Blázquez y Pallaruelo, a partir del análisis de

su estructura y elementos, están seguros de que en origen fue de regolfo y

que fue erigido durante el periodo renacentista, hacia la misma época que la

Acequia de Tauste309.

308 La ruina de la Acequia de Tauste a fines del siglo XV no debió afectar al funcionamiento del tramo de Cabanillas y Fustiñana, y si lo hizo fue transitoriamente. El colapso del azud de la primera Acequia de Cabanillas y Fustiñana en torno al 1400 -o antes- sí implicó en cambio una inhabilitación prolongada del sistema, como mínimo de cuarenta o cincuenta años, hasta la toma del testigo por Tauste a mediados de la centuria, vid. supra.

309 BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 298-299.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

223

El molino de regolfo es una invención técnica que surge, justamente,

a mediados del siglo XVI y posiblemente en Aragón, donde su difusión

fue rapidísima. En los veinte años siguientes a 1555 sabemos seguro que se

obraron ejemplares en Pina, Huerto -sobre el Alcanadre-, Daroca, Zaragoza y

Calatayud y, ya entrando en el terreno de las probabilidades, en otros lugares,

entre los que se cuenta Tauste. Sus principales ventajas, con respecto a los

mecanismos de molturación preexistentes, eran que permitían aprovechar

pequeños desniveles totalmente inviables con los tipos tradicionales, lo que

les hacía especialmente apropiados para las rasas llanadas de la Depresión

del Ebro, y su gran productividad, que podía multiplicar, llegado el caso,

varias decenas de veces la de los sistemas anteriores. Sus inconvenientes: que

su construcción exigía una inversión importante y que requerían grandes

caudales310, lo que nos conecta con el aondamiento taustano de 1561. Además, el

molino de Tauste está situado lejos de la bocana de la Acequia, a más de 35 kms.,

lo que induce a potenciar la extracción de aforos, so pena de que el caudal, tras

las pérdidas por capilaridad en un trayecto tan largo y los sucesivos sangrados

de los brazales tributarios, no sea suficiente para accionar los rodeznos salvo,

acaso, durante los periodos de grandes crecidas, que tal vez es lo que sucediese

con anterioridad a 1561.

La intervención de Pedro Gómez de Peralta dejó positivamente cabos

sueltos. Era imposible no hacerlo en una obra tan compleja como ésta, sujeta

además a circunstancias cambiantes, el azar de los caprichos del río y los

barrancos, el clima y la erosión, cuando no los desasosiegos de los hombres.

Pero, ciñéndonos a lo esencial, podemos afirmar que, tras ella, la Acequia de

Tauste había adquirido, para mucho tiempo, su fisonomía definitiva.

310 Los costes del de Daroca, erigido entre 1564 y 1566, fueron calculados en un memorial de 1577 entre 140.000 y 160.000 ss. j., tal vez con cierta exageración. Solamente los gastos iniciales del encargado por el concejo de Zaragoza, que fue realizado entre 1566 y 1570, se elevaron a más de 106.000 ss. j. Para todo lo relacionado con los molinos aragoneses de regolfo del Quinientos véase ibid., pp. 249-307. Para el de Daroca vid. más específicamente MATEOS ROYO, José Antonio, “Política municipal y desarrollo tecnológico en el Aragón del siglo XVI: el Molino Nuevo de Daroca”, Llull 42 (1998), pp. 701-724.

Juan JoséMorales Gómez

224

Esta es la historia de los orígenes del Canal de Tauste hasta donde dan

de sí las fuentes disponibles. Hemos echado mano a materiales muy diversos

para armarla, incluso algunos no fiables del todo, lo que nos ha obligado a

autenticas disecciones para tratar de averiguar lo que había de verdad en

ellos. Aun así, a nadie se le debe escapar que el relato tiene lagunas y que, en

ocasiones, su urdimbre está meramente sujeta con deslavazados hilvanes. Con

todo, es más que suficiente para dar testimonio de la pugna secular y titánica de

unas comunidades ribereñas del Ebro, que pueden pasar por representativas,

por conseguir el acceso al agua y del ardor de esa lucha. Los desmesurados

sacrificios que implicó, las rudas pasiones que desató, las divisiones y rencores

que generó, los inmisericordes oportunismos que inspiró, la superación de los

obstáculos que se sucedían… Todo se justificaba y todo se soportó, sin desmayo,

una generación tras otra, desde la más porfiada obstinación, denotando la

importancia de lo que había en juego.

Para terminar, una frase de Joaquín Costa que, aunque está dedicada a

Tauste, pienso que bien puede aplicarse, de un modo u otro, a todos los actores

que intervinieron en esta gran obra hidráulica histórica: la ejecución del Canal

acredita a esta villa de heróica en el más alto grado y es un ejemplo de virilidad y fortaleza

que la generación presente haría bien en emular311.

311 COSTA, Joaquín, Política hidráulica (misión social de los riegos en España), Madrid, Biblioteca J. Costa Martínez, 1911 (uso la reed. de Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1975), p. 139.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

225

APÉNdicE documENTAL

1

1458, mayo, 23. Zaragoza.

Juan II, rey de Navarra, como lugarteniente del rey de Aragón, encomienda a Juan de Sada, habitante de Tauste, la terminación de la acequia de Tauste dotándolo de los poderes correspondientes.

A.C.A., Cancillería, Registro 3317, f. 103r-v.

/103r/ Ville Thausti super reparanda çequia.

Don Johan etc., al amado nuestro Johan de Sada, habitant en la villa

de Tahust. Salut e dilection.

Porque somos informados que´l no dar perfection a la çequia

nuevament construyda por los hombres de la dita villa de Thaust, no

sin grandes trabaios e despesas de la dicha villa, officiales e singulares

de aquella, es dar occasion a la destruction, depopulation e irreparable

danyo de la dicha villa e hombres de aquella, assi como dar perfection e

acabamiento a la dicha cequia, haviendo consideracion a los fines e efectos

por los quales se faze, es grant servicio del senyor rey e dar grandissima causa

e avinenteza no solament a la conservacion de la dicha villa, mas encara

en fazerla augmentar en vezinos e pobladores en assaz grant numero e

encreçer los drechos e regalias que´l senyor rey ha e debe haver en aquella,

a lo qual dan turbacion e storbo algunos singulares de la villa susodicha

movidos por algunas proprias passiones, interesses e malos zelos, /103v/ lo

que, como dicho es, grantment redunda en deservicio del dicho senyor rey

e danyo de la dicha villa e hombres de aquella, nos, por aquesto, querientes

obviar a tanto inconvenient e danyo, por respecto del servicio del senyor

rey e beneficio de la dicha su villa, confiantes de la fe, lealdat e prohombria

de vos, dicho Johan de Sada, vos dezimos, acomandamos e mandamos

scientment e expressa que fagades acabar la dicha cequia compelliendo

ad aquello fazer a todos los officiales e hombres, concello e universidat de

la dicha villa e singulares de aquella por mandamientos simples e penales

e en otra manera segunt visto vos sera, e si alguno o algunos ni havra

Juan JoséMorales Gómez

226

contradictores, aquellos tales forçedes e compellezcades a contribuyr e

pagar en l´acabament e perfection de la dicha cequia e puentes de aquella

por exaction e exequcion de la dichas penas e encara por captiones de

personas e por todos los otros remedios e compulsiones que vistas vos seran,

por forma que el agua de Ebro passe sobre la Arba e riegue los terminos

de la dicha villa, car nos en e sobre todas e cada unas cosas sobredichas e

infrascriptas, con las incidientes, dependientes e emergientes de aquellas e

ad aquellas annexas e connexas en qualquiere manera, vos acomandamos

el poder e vezes del dicho senyor rey e nuestro plenament con la present,

por la qual mandamos a los justicia, jurados e otros officiales, conçello e

hombres buenos de la dicha villa de Tahust e a cada uno d´ellos, dius pena

de mil florines, que en las sobreditas cosas obedezcan a vos, dicho Johan

de Sada, e a vuestros mandamientos e aquellos cumplan e exsigan como

los del senyor rey e nuestros, e no res menos vos den en la execution de las

dichas cosas el concello, favor e ayuda que menester huvieredes e por vos

les sera demandado, cada e quando por vos o por parte vuestra aquellos o

alguno o algunos d´ellos requeridos ne seran.

Dada en Caragoça a vint e tres dias de mayo en el anyo de la Natividat

de nuestro Senyor mil CCCC LVIII. El rey Juan.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

227

2

1474, junio, 21. Barcelona.

Juan II, rey de Aragón y de Navarra, concede a perpetuidad el azud realizado en el Ebro por la villa de Tauste, situado entre la partida de la Mosquera del término de Tudela y el barranco del Congosto, a Pierres de Peralta, condestable de Navarra y conde de San Esteban, para que pueda regar las posesiones de su casa de Belver.

A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Copia simple de mediados del siglo XIX firmada por Francisco Sepulveda como interventor, a partir a su vez de otra copia. Un bifolio. Sello de tinta del Distrito de Zaragoza. Caminos, Canales y Puentes (más otro posterior de Tauste. Sindicato de Riegos del Canal)312.

Publ.: PALLARéS JIMéNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., doc. 3 (con algunas diferencias de transcripción).

Don Johan, por la gracia de Dios, rei de Aragon e de Navarra, de

Sicilia, de Vallencia, de Mallorquas, de Cerdenya, de Corcega, conde

Barcelona, duque de Athenas e de Neopatria i, encara, conde de Rosellon

i de Cerdanya, a cuantos las presentes letras nuestras veran et oiran, salut.

Digna cosa arbitramos, que la dignidat real sea libera e pronta a

facer gracias e mercedes ad aquellos que meritos de v[ir]tudes adornan,

mayormente que por servicio de su rei e senor, con pronto animo, ponen

personas e bienes a todo p[er]iglo e arrisque, e nos, conociendo e avyendo

en memoria los muy luengos, continuos e agradables servicios e grandes

trabajos que con sincera boluntad el egregio noble, magnifico, fiel e bien

amado nuestro mossen Pierres de Peralta, condestable de Navarra, conde

de Sant Esteban, a fecho e face de cada dia e no menos co[n]ffiamos en

adelante fara, queriendole los servicios tan grandes en alguna manera

312 La mención de autoridad es, textualmente: al folio 417 del copiador de reales ordenes -de la Administración del Canal Imperial de Aragón- se halla escrito el siguiente: real privilegio concedido por don Juan de Aragon i Navarra en 1474 al condestable mosen Pierres de Peralta, haciendole merced del azud i presa de Tauste, original que existe en el archivo de don Francisco Arnedo i Antillon: legajo 33, letra Nu, numero 18. Francisco Arnedo y Antillón era desde 1806 propietario de la casa de Belver, por compra a los Duques de Granada, YANGUAS Y MIRANDA, José, óp. cit., p. 72.

La copia que manejamos no es de muy buena calidad, aunque esto probablemente no sea achacable tanto al autor del presente documento, como al responsable de la transcripción incluida en el copiador de reales ordenes. El contenido general es reconocible, pero se perciben fácilmente deficiencias: falta de desarrollo de determinadas abreviaturas, malas lecturas e incluso, en ocasiones, omisiones. No obstante, para facilitar la legibilidad y no perdernos en un mar en conjeturas, señalaremos solamente los defectos -y las propuestas de lectura correspondiente- más importantes y/o evidentes.

No tengo noticia de que este copiador se conserve actualmente en el Archivo del Canal Imperial. Debió perderse a fines del siglo XIX o comienzos del XX. FERNANDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 84, en nota, menciona ciertas notas inéditas de Andrés Giménez Soler (1869-1938) que lamentaban la desaparición de ciertos tomos de ese Archivo donde se copiaron los privilegios hidráulicos de Zaragoza. A fines del siglo XVIII la prolongación de lo que hoy es la Acequia Real del Turia suscitó tantas dificultades (tumultos, destrucción de obras, pero, sobre todo, un sinfín de pleitos) que Casamayor, Juez especial de la misma, secuestró todo el Archivo de la Acequia, hoy totalmente ilocalizable, GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., p. 76. Una curiosa coincidencia.

Juan JoséMorales Gómez

228

remunerar, agradezer, dar galardon e premio d´ellos, a fin que en adelante

aya mejor voluntad e otros tomen ejemplo e se animen e esfuerzen a bien

serbir, por los respe[c]tos susodichos e otras evidentes e claras cosas que

por servicio nuestro face e a fecho, con e por thenor de las presentes, de

nuestra cierta sciencia e auctoridat real, a dicho mosen Pierres de Peralta,

condestable, avemos fecho, otorgado e dado, facemos, otorgamos e damos,

gracia e merced perpetua, p[ar]a´gora e p[a}ra siempre ja/mas, p[ar]a

sus fijos legitimos herederos e p[ar]a los legitimos decendientes o causa

ovientes d´el o d´ellos, en la mejor forma e manera que a utilidat, seguridat

e probecho d´el o d´ellos, por drecho o fecho, se puede o debe decir o

interpretar [e] conviene, a saber, de la propiedat entera e del azud llamada

(sic.) de Taust, que a nos e a nuestros sucessores pertenece o pertenecer

puede e deve o devera, no obstant que los del dicho lugar de Taust hayan

fecho el dicho azud o presa, la avemos seydo bien informados e certificados

como los del dicho lugar de Taust en manera nenguna pueden ni podrian

gozar ni se aprobechar del dicho azud p[ar]a el fin que dada les fue gracia

e permiso de lo fazer, es a saber, que mediante aquel dicho azut podiessen

llevar agua p[ar]a regar los terminos e tierras del dicho lugar de Taust, e

por tanto a vos, dicho mossen Pierres, condestable, e a vuestros successores

e de vos causa avientes, otorgamos e facemos gracia e merced perpetua,

para siempre jamas, de la dicha propiedat nuestra e azut fecha en el rio de

Ebro, que afronta de una part con termyno de Tudela llamado Mosquera e

de la otra cont (sic.) barranco del Congosto, para que mediante aquellas vos

e vuestros legitimos herederos o causa ovientes, o a quien de vos o a ellos

bien visto fuere, podais e puedan [regar]313 todos e cualesquiere terminos

e posesiones que vos teneis en vuestra cassa de Velbeher, e aun mas,

que para de la dicha propiedat e azut vos e vuestros legitimos herederos

o succesores o causa ovientes podais gozar e aprovechar, trocar, vender,

empeñar, transportar, cambiar, alienar y fuera (sic.)314 d´ellas de todas

vuestras propias voluntades, como de cosa propia vuestra, e por thenor

d´esta presente carta de gracia e merce perpetua le damos e entregamos

la tenencia e posesion de todo lo sobredicho, para que el dicho mosen

Pierres, condestable, e sus legitimos herederos, sucessores e causa ovientes,

a perpetuo, lo hayan, tengan, posean e goarden, // tener, poseher,

guardar e se aprobechar puedan, sin facer otro acto alguno de possesion,

313 La frase carece de sentido sin un verbo. El interpuesto es una deducción, especulativa sin duda, pero la más lógica.

314 Debería ser facer.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

229

e queremos e mandamos que esta nuestra carta de gracia o merced no aya

menester otra insinuacion315 ante juez ni alcalde, ca nos, asi como rei e

senor del dicho Reino de Navarra, la avemos por insinuada316 e publicada. E

iniungimos e, con toda afeccion, exortamos a la mui ilustre, nuestra cara e

bien amada fija, dona Leonor, princesa e logarteniente nuestra en el Reino

de Navarra, e a los sucesores nuestros que despues de nos suceyran e seran

reyes de Navarra, jus obtenimiento de nuestra gracia e benediccion, que

la presente carta de gracia e merced perpetua e todas e cualesquiere cosas

en ella contenidas al dicho mossen Pierres, condestable, o a sus legitimos

herederos, succesores o causa ovientes a perpetuo tengan, serven e guarden,

tener, servar e guardar fagan, firme e inviolablemente, e non contrafagan

ni contrabengan o alguno contrafacer ni contravenir permetan por causa,

razon o drecho que sea o ser pueda, posada (sic.), presente o futura. E por

las metmas (sic.)317 presentes mandamos a los fieles e bien amados nuestros,

las gentes de nuestro Consejo, [que] por agora son o por tiempo seran,

que la presente nuestra gracia o merced perpetua, segun, por et en ella se

contiene, tengan, gu[a]rden e observen, tener, guardar e observar fagan,

inviolablemente, dexen i consientan perpetuamente sin contradiccion

alguna al dicho mossen Pierres, condestable, e a sus legitimos herederos,

sucesores e causa ovientes gozar todas e cada una de las cosas sobredichas,

segun arriba mas especificadamente es notado, e non contravengan ni

contravenir permetan en cualquiera manera, jus pena de tres mil florines

de oro a nuestros cofres reales aplicaderos.

En testimonio de lo cual mandamos facer las presentes, firmadas

de nuestra propia mano e selladas con el sello de nuestro chanciller de

Navarra en pendiente, con filos de seda.

Dada en nuestra ciudad de Barcelona a vein/tiun dias del mes de

junio, año del Nascimiento de nuestro señor mil CCCC L[XX]IIII318.

315 Probablemente sea una mala lectura por iusmision.316 Vid. nota anterior.317 Probablemente nuestras, o alguna variante, en el original.318 La fecha de 1454 es inaceptable: en el documento Juan II aparece como rey de Navarra y Aragón, trono este

último que no ocupó hasta la muerte de su hermano, Alfonso V el Magnánimo, en 1458. Por otra parte en la referencia de la copia se anota claramente que la data es 1474, vid. nota 312. Además está perfectamente documentado que el rey Juan II estuvo la mayor parte del año 1474 en tierras catalanas, sobre todo en Barcelona, organizando la defensa del Rosellón contra una invasión francesa, no así en 1454, en que se repartió entre Navarra y Aragón. El mes de junio de 1474 en concreto no se movió prácticamente de la ciudad condal aquejado de serios problemas de salud. VICENS VIVES, Jaime, Juan II de Aragón (1398-1479). Monarquía y revolución en la España del siglo XV, Barcelona, Teide, 1953 (uso la reed. a cargo de Paul H. Freedman y Josep M. Muñoz i Lloret, Barcelona, Urgoiti, 2003), pp. 364-365.

Juan JoséMorales Gómez

230

3

1529, julio, 27. Barcelona.

Privilegio del rey Carlos I a la villa de Tauste para que pueda llevar agua del río Ebro a su término mediante la construcción de un azud en el término de Novillas o Buñuel, o donde más convenga, y la canalización correspondiente.

A. A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Copia inserta en una confirmación de 1626. Pergamino.

B. A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, s.f. Copia auténtica del privilegio original319 signada por José Estaregui y Germán, escribano público, vecino de Tauste, el 26 de enero de 1780. Papel sellado. Dos bifolios. Sello de tinta de Tauste. Sindicato de Riegos del Canal320.

Nos, don Carlos, por321 la divina clemencia y (sic.) emperador de

romanos, siempre augusto, rey de Germania, dona Joanna, su madre, y

el mesmo don Carlos, por la gracia de Dios, reyes de Castilla, de Aragon,

de las Dos Sicilias, de Hierusalem, de Ungria, de Dalmacia, de Corcega,

de Leon, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de

Mallorca, de Sevilla, de Cerdenya, de Cordoba, de Corcega, de Murcia, de

Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar322, de las Islas de Canaria,

de las Islas Indias y Tierra Firme del Mar Occeano, archiduque de Austria,

duques de Borgonya y de Brabante etc., condes de Barcelona, de Flandes

y de Tirol etc., senyores de Vizcaya y de Molina, duques de Athenas y de

Neopatria, condes de Rossellon y de Cerdanya, marquesses de Oristan y de

Goceano323, como, por diversos privilegios y otros documentos paresce, los

serenissimos reyes de Aragon, de inmortal memoria, antecessores nuestros,

haver otorgado y concedido a la villa de Tauste y a los habitadores d´ella

muchos privilegios, exempciones, preeminencias, prerrogativas y gracias,

assi de campos324, de montes y hierbas como de aguas, a fin que la dicha villa

fuesse mas populosa y en todo augmentada, e nos, siguiendo los vestigios

319 Según la nota de validación del notario, el original fue exhibido por el Ayuntamiento de Tauste y, tras su copia, devuelto a su archivo donde se encuentra, por haora. No se conserva en la actualidad. Sería destruido en el incendio del Archivo de 1934.

320 Entre las dos versiones disponibles del texto existen numerosas divergencias ortográficas, de cuyo detalle, muy farragoso, prescindimos. A este respecto tomamos como punto de partida la versión A, la más cercana cronológicamente al original.

321 Las primeras palabras del texto, hasta este punto, se destacan con una letra de mayor tamaño que la del resto del documento.

322 Libul en B.323 Lociano en B.324 Amprios en B.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

231

de nuestros antecessores y havida consideracion a los muchos y senyalados

servicios que la dicha villa ha fecho y hara a nuestra real corona, desseando

que la dicha villa, pues es de las principales en el dicho nuestro Reyno y

tan fidelissima, y como al presente, vos, el amado nuestro Jayme de Rada,

a nos embiado por los justicia, jurados, concejo y universidad de la dicha

villa de Tauste, nos haveys fecho relacion, de parte sua, que dessean y les325

convienen (sic.) mucho, por el bien universal de aquella villa, de sacar una

cequia de agua del rio Hebro en el termino de Novillas o del termino de

Bonell o326 donde mas commoda y perfectamente327 parescera, que se deve

facer pora regar mucha parte de los terminos y montes de la dicha villa,

que por falta328 de agua muchos anyos se os pierden los panes y agora estan

por arar y culturar, e facer açutes, fuentes e abrevadores dentro y fuera de

la dicha villa, lo qual seria aumentar y decorar la dicha villa y acrecentar

en muy mayor numero de vecinos, suplicandonos fuesse nuestra merced

concederles licencia para sacar y traher la dicha cequia y agua del dicho

rio de Hebro.

Y nos, vista la dicha suplicacion y queriendo acerca lo en ella contenido

devidamente proveer al bien y augmento de la dicha villa, por tanto, con

tenor de las presentes, espressamente y de nuestra cierta sciencia y real

auctoridad, atorgamos e concedemos a vos, dichos justicia, jurados, concejo

y universidad de la dicha villa de Tauste licencia, permisso y facultad

bastante y cumplida que, libremente, sin impedimento ninguno, del dicho

rio de Hebro, sin periuizio de los açut o açutes, cequia o cequias, fechos o

fazederos de y por la ciudad de Çaragoça, en los dichos terminos de Novellas

o de Bonel329 o do bien visto vos sera, podays façer una o muchas açut o

açutes, cequia o cequias o almenaras, fuentes e abrevadores330, aquellos e

aquellas reparar y de nuevo facer e mudarlas tantas quantas vezes sera331

menester, para sacar y traer del dicho rio de Hebro toda aquella agua que

bien visto os sera y facer todas las obras y edificios que convendra, e de los

325 Las en A.326 E en B mientras que A omite esta conjunción. Poco más adelante la frase se repite prácticamente de forma

exacta introduciendo o ambas versiones.327 Perpetuamente en B.328 Faltando el agua sustituye a por falta de agua en B.329 Terminos de Bunuel e de Novillas en B.330 Cabrevadores en A en vez de e abrevadores.331 Ser en A.

Juan JoséMorales Gómez

232

açut o açutes tomar la cequia o cequias que sera menester y facer332 y pasar

aquellas por qualesquiera tierras, terminos y montes, asi de realenco como

de senyorio333 y de heredades agenas, pagando empero a los duenyos el

justo precio por el danyo que se les podra seguir, y que podays traer la dicha

agua assi por çequias abiertas como por minas [o] gallipuentes, faciendo

para ella los reparos, boqueras, siquiere embocadores, receptaculos de

agua y otras qualesquiere obras y edificios que necessarios e opportunos y

necesario sera334, la qual dicha agua sea perpetuamente propria de la dicha

villa de Taust335 para los riegos, abrevadores, usos d´ellos y d´ella336 y de sus

terminos, sin que persona alguna pueda poner impedimento ni tomar para

regar ni para otros usos la dicha agua ni alguna parte de aquella sin expressa

voluntad de la dicha villa, ni damnificar en alguna337 manera los dichos

açutes, boqueras, cequias, caxeros, minas338, gallipuentes, receptaculos de

agua e otros reparos e obras o edificios que por la razon susodicha se faran

por la dicha villa de Tauste, ca nos, con el mesmo tenor de las presentes,

d´ende agora para siempre, los dichos açutes, cequias, embocadores,

caxeros339, minas, receptaculos e otras340 cosas susodichas, e los laborantes341

e trabajantes en ellas, so nuestra salvaguarda y emparo real recebimos y

ponemos. Y mandamos expresamente a todos y cada unos oficiales reales

nuestros342, assi mayores como menores e a los lugartenientes d´ellos, que

agora son o por tiempo seran343, e a qualesquiere344 subditos nuestros

en el dicho nuestro Reyno de Aragon, constituidos y constituideros, so

incorrimiento de nuestra yra e indignacion e pena de diez mil florines

de oro de los bienes de los que el contrario hiziere exhigidores y a

nuestros cofres aplicaderos345, que en la execucion de todas y cada unas

332 Podais facer en B.333 Asi realencos como de senyoria en B.334 Y necesarios seran en B.335 A omite de Taust336 Y otros fosos de rios y d´ella en A.337 Ninguna en A.338 Maestries en A.339 Caxereros en A.340 Obras en B.341 Labrantes en B.342 Oficiales nuestros en B.343 O que por tiempo seran en B.344 Quales en B.345 A nuestros cofres exigideros y aplicaderos en B.

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

233

cossas susodichas no vos pongan, o poner permitan, impedimento,

o impedimentos o empachos346, alguno, antes vos den todo el favor,

consejo y ayuda que menester huvieredes. Y queremos que la presente

nuestra licencia sea siempre entendida e interpretada a todo provecho de la

dicha villa e de los vezinos de aquella e que aquella vos guarden y observen,

tener y guardar fagan, en todo y por todas cosas, sinse contradicion,

obstaculo o impedimento alguno e lo contrario no fagan ni facer permitan,

si nuestra gracia tienen cara347 y en la pena susodicha desean no348 incurrir.

En testimonio de lo qual mandamos dar las presentes con nuestro sello

comun, que usavamos antes que fuessemos elegido al Sacro Imperio, como

los otros no sean o son fabricados en pendiente sellados.

Dattum en nuestra ciudad de Barcelona349 a XXVII dias350 del mes

de julio del anyo de la Natividad de nuestro Senyor Jesuchristo de mil

quinientos y veinte y nueve i de nuestros reynos, a saber es, de la eleccion del

Sacro Imperio del anyo onze, de la reyna de Castilla, de Leon, de Granada

etc. veinte y seys, de Navarra quinze, de Aragon y de las dos Sicilias, de

Hierusalem y de otros catorze; nos, el rey de todos, catorze.

Yo, el rey.

Caesarea et catholica351 regia maiestas mandavit mihi, Joanni352

Ludovico Gonzalez de Villa simpliz visa Petri de Ferrera353, regentem

cancellariam, Michaelem Sanchez Dalmau, locumtenentem generalis

thesaurarii Ram eandem cancellariam regentem conservatorem et Petrum

Garcia, pro contra relatori generali354. In itinerum sigilli comunis VIIIº

folio CCXII. Locus sigilli (cruz).

346 Permitan impedimento o empacho alguno en B.347 Tienen en cara en B.348 B omite este no.349 Barchinona en B.350 A omite dias.351 A repite dos veces seguida este et.352 B omite este Joanni.353 Visa de Ferrera en B.354 De aquí en adelante, hasta el final, omitido en B.

Juan JoséMorales Gómez

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4

1560, diciembre, 3 Zaragoza

Fragmento de la carta de Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, dirigida al rey Felipe II donde le informa de ciertos problemas en Tauste.

Biblioteca Nacional, Sección de Manuscritos, Ms. 784, f. 224r.

/224r/ La carta de V.M. de 23 del pasado reçebi a 28 del mesmo y

por ella y lo que el comendador de la Fresneda me a dicho, entiendo en el

estado en que estan las cosas de Ariza y su tierra para donde -y a entender

en el remedio d´ellas- me uviera partido en la hora, como V.M. lo manda,

si no lo estorvara el estar a pique de yr a la villa de Tauste, para donde me

parto mañana, porque ay muy grande neçesidad de mi presencia en ella,

a causa de aver entre ellos grandes divisiones sobre la paga de trenta o

quarenta mil libras que an tomado para la fabrica de cierta cequia nueva

que an sacado del rio Ebro, lo que a sido causa de dañar y alterar los

animos de los vezinos de aquella villa, de manera que estan cada hora y

por cada negocio para matarse, y tanto, que ni temen la justizia ni aun osan

ajuntar el consejo para tratar de lo que cumple para beneficio d´esto y asi

me an ynstado muchas vezes fuese personalmente a poner remedio, en

todo lo qual a parescido hiziese a los del consejo, no embargante la nueva

necesidad de Ariza, por ser mayor esta que digo…

del Canal de Tauste en el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)

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5

1560, diciembre, 31 Ariza

Fragmento de la carta de Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, dirigida al rey Felipe II donde le da cuenta de su actuación en Tauste.

Biblioteca Nacional, Sección de Manuscritos, Ms. 784, fs. 229v-230r.

/229v/ …Yo fui los dias pasados a Tauste, como a V.M. [e] escrito,

a poner asiento en ciertas disensiones y pasiones que havia entre los

labradores y ganaderos sobre quien havia de pagar treinta y cinco o

cuarenta mil escudos que se habian tomado para la fabrica de ciertas

fuente y çequia que an hecho estos dias, sobre lo qual havia entre ellos

tanta pasion y tan malas voluntades, que estaban a la puerta de seguirse

grandes inconvenientes, y los uviera havido sino se remediaran con mi

presencia, la qual fue tambien necesaria para castigar y poner orden en la

gente del pueblo y labradores que, so color de defender la pretension que

tengo dicha, se havian ajuntado mas de dozientos o trecientos y hechose

unos a otros procuras, tratando entre si grandes y muchos ajuntamientos y

conventiculos reprovados, estando tan en uno, que no daban lugar a que

se hiziese determinacion ninguna en conçejo, ni aun el justiçia y jurados

havia muchos dias que no lo osaban tener, por lo poco que los obedescian,

antes bien se desacataban a ellos y a sus mandamientos, de manera que

no havia mas justiçia de lo que los amotinados querian, y a mas d´esto

Juan JoséMorales Gómez

236

no daban /230r/ lugar a que se tomase asiento en las deudas y censales

de la villa. Y asi fue forçado, despues de haver hecho que dexasen todas

sus diferençias en mi poder, como las dexaron, apellidar a instancia del

procurador de la villa de 16 o 17 d´ellos, de los que fueron presos doze,

a quien se haze proceso de presencia, y a los otros quatro o cinco de

absencia, los quales seran castigados conforme a sus demeritos, y cierto

que lo merescen porque an pasado su mala determinacion bien adelante y

de manera que an traydo aquella villa en artos inconvenientes, pero confio

en Dios que, con su castigo y con el asiento que en la paga de las deudas

d´ella pondremos, quedaran con el sosiego que a su descanso y servizio de

V.M. conviene.