DIARIO DE SUDÁFRICA - Capítulo 30. Cape Town

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DIARIO DE SUDÁFRICA - Capítulo 30 Mireya Robles Diciembre 3, 1987, jueves, Cape Town. El 26 de noviembre a las 11:00 de la noche, vuelo 693 con Anna, en South African Airways de Durban a Cape Town con parada en Port Elizabeth. Un vuelo de 3 horas. En Cape Town nos esperan Detlev, el hijo de Anna y su pareja, Sandra. Nos llevan al Hotel Gardens Village, en la calle Union, habitación 305. Resultó ser un hotel céntrico, económico, R59 más impuestos por habitación doble, agradable y con la vista fabulosa de Table Mountain. El 27 por la mañana (viernes), atravesamos el parque Company’s Gardens, uno de los más hermosos que he visto, con varios museos, el planetario y a un costado, el Parlamento. Llegamos a Greenmarket Square con su diario mercado de pulgas. Desayuno en el Petit Paris, frente a Greenmarket Square: croissants, jugo de naranja, muesli (cereal con fruta seca), yogur, café. A través de los cristales se ve el telesférico que va a Table Mountain. Dondequiera que uno camina en la ciudad está ahí esa vista fabulosa de las montañas. Caminata por algunas de las tiendas. Parada en una tienda que se llama Stg. Pepper’s Army Surplus. Entre otras cosas tenían en venta ¡una enorme bandera cubana por R69 rands! Por la tarde tomamos un tren a Rondebosch. Visita a University of Cape Town, de impresionante arquitectura y la vista de una cadena de montañas al fondo. La Universidad tiene 10 Facultades que se extienden en 1.6 kilómetros. Al lado de la Facultad de Medicina, el hospital de Groote Schuur, donde, en 1967, el Doctor Chris Barnard hizo el primer trasplante de corazón. El sábado 28, visita a Cape Point, el punto más al sur de la provincia del Cabo, donde se unen el Océano Atlántico y el Océano Índico. En

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DIARIO DE SUDÁFRICA - Capítulo 30

Mireya Robles

Diciembre 3, 1987, jueves, Cape Town. El 26 denoviembre a las 11:00 de la noche, vuelo 693 con Anna,en South African Airways de Durban a Cape Town con paradaen Port Elizabeth. Un vuelo de 3 horas. En Cape Townnos esperan Detlev, el hijo de Anna y su pareja, Sandra.Nos llevan al Hotel Gardens Village, en la calle Union,habitación 305. Resultó ser un hotel céntrico,económico, R59 más impuestos por habitación doble,agradable y con la vista fabulosa de Table Mountain. El27 por la mañana (viernes), atravesamos el parqueCompany’s Gardens, uno de los más hermosos que he visto,con varios museos, el planetario y a un costado, elParlamento. Llegamos a Greenmarket Square con su diariomercado de pulgas. Desayuno en el Petit Paris, frente aGreenmarket Square: croissants, jugo de naranja, muesli(cereal con fruta seca), yogur, café. A través de loscristales se ve el telesférico que va a Table Mountain.Dondequiera que uno camina en la ciudad está ahí esavista fabulosa de las montañas. Caminata por algunas delas tiendas. Parada en una tienda que se llama Stg.Pepper’s Army Surplus. Entre otras cosas tenían en venta¡una enorme bandera cubana por R69 rands! Por la tardetomamos un tren a Rondebosch. Visita a University of CapeTown, de impresionante arquitectura y la vista de unacadena de montañas al fondo. La Universidad tiene 10Facultades que se extienden en 1.6 kilómetros. Al ladode la Facultad de Medicina, el hospital de Groote Schuur,donde, en 1967, el Doctor Chris Barnard hizo el primertrasplante de corazón. El sábado 28, visita a CapePoint, el punto más al sur de la provincia del Cabo,donde se unen el Océano Atlántico y el Océano Índico. En

el camino, en Hout Bay, paramos en un sitio donde vendenpasteles de cocodrilo y de avestruz. Más tarde, en elcamino de Signal Hill, donde la gente se reúne a esperarel atardecer, una estatua de Bartolomé Dias, el naveganteportugués que descubrió el Cabo de Buena Esperanza en1488. Por último, visita a Rhodes Memorial en honor aCecil Rhodes, negociante inglés y colonizador deSudáfrica (1853-1902). Le llamaban el Napoleón del Cabo.Le dio nombre a Rhodesia, hoy Zimbawe.

El domingo 29, desayuno en el café del jardín deCompany’s Gardens, visita a South African Museum y alPlanetario, ambos en el mismo edificio. Visita a SouthAfrican National Gallery. Por la tarde, larga caminatahasta el puerto. En el camino hacia el puerto, en lacalle Heerengracht, otra estatua de Bartolomé Dias. Porla noche, cena en Hatfield House, un restaurante no muylejos del hotel con un ambiente agradable y comidamayormente italiana, riquísima.

El lunes 30 fuimos a Claremont para almorzar con Lola,la alumna española de UNISA que estaba pasando unos díasen la provincia del Cabo. Nos encontramos con ella enCavendish Plaza, un enorme centro comercial y fuimos aalmorzar a Vineyard Hotel, de ambiente totalmentecolonial. Durante el almuerzo, Lola mencionó que Bertha,una amiga suya, la iba a llevar a una finca a visitar aotra amiga y nos preguntó si queríamos ir. Aceptamos.Según Lola, nos iban a soltar en la finca para que larecorriéramos mientras ella y Bertha hacían la visita.Nos pareció una excelente idea. Esperamos a Berthafrente a Cavendish Plaza y al poco rato se apareció en untremendo carro de lujo. Lola habló con ella durante unosminutos ---imagino que tramitando nuestra invitación---y después nos hizo señas para que entráramos en el carro.Bertha es muy blanca, más bien delgada, pelo blanco,ojos azules, de unos 50 años de edad. Nació en Dinamarcapero desde tiempo inmemorial ha vivido en Walvis Bay, enSouth West Africa y ahora aquí, en la provincia del Cabo.Con marcado acento inglés, parece una inglesa salida de

los tiempos de la colonia. Impecable en su vestido azul,sentada al timón, habla en un tono tan bajo que se hacedifícil oírla, pero no es la voz semiapagada del tímido,sino de la persona que para todo tiene una medida exactaque tiene que caber en el cuadro de lo que ella imaginaque es la corrección. Inmutable siempre, rodeada de algoque pudiéramos confundir con la serenidad hasta queidentificamos el frío que transmite el azul de sus ojos.En el camino, de cuando en cuando y más bien como sihablara con ella misma, señalaba algunas cosas que ellaestimaba interesantes. Al pasar por Crossroads, quevimos desde la carretera, comentó que allí siempre habíaviolencia por las luchas entre las distintas facciones.Graham Leach, un corresponsal de la BBC en Sudáfrica,explica más claramente el caso de Crossroads en su librotitulado South Africa, publicado en Inglaterra en 1986.Según él, Crossroads surgió como una consecuencia delcontrol que el gobierno ha tratado de ejercer para evitarel flujo de población negra en el sector oeste de laprovincia del Cabo. A fines de siglo había unos 1,500negros en Cape Town y unos 8,000 en District Six. En1901, debido a (o con el pretexto de) una plaga bubónicaque hubo, mudaron a los negros al área que hoy se llamaNdabeni y más tarde se establecieron otros townships denegros en Langa, Nyanga y Guguleto. A pesar de losesfuerzos del gobierno por mantener a los negros enpueblos específicos, hacia 1939 la comunidad de squattershabía llegado a tener 50,000 habitantes. Los squatters sonpersonas que se establecen sin permiso en algún terrenocercano a las ciudades donde están las fuentes detrabajo. Las casas son de cartón, zinc, o cualquiermaterial que puedan encontrar y viven en condiciones deindigencia. Muchos de los squatters provenían de losllamados homelands o pequeñas naciones de negros dentrode Sudáfrica, con gobierno propio. En 1955 el Secretariode Asuntos Nativos, W. H. Eiselen, determinó que laregión del Cabo occidental sería un lugar preferencialpara blancos y mulatos. Sólo se quedarían en esta región

los negros que se necesitaran para mano de obra, y seríanalojados en hostels, complejos habitacionales para hombressolos mientras que sus familias serían repatriadas a loshomelands. Para controlar esta distribución, se promulgóuna ley odiada por los negros, y que existió hasta hacepoco. Se llamó The Pass Law, mediante la cual se les dabaun pase o carnet de identificación a los negros queestuvieran trabajando en áreas de blancos. Miles denegros han sido arrestados por no poder justificar supresencia en el área de los blancos si no poseían unpase. Como los habitantes de Crossroads se resistieron airse de allí a pesar de los esfuerzos del gobierno, seplaneó entonces la construcción de un complejohabitacional masivo y con comodidades modernas que sellamaría Khayelitsha (nuevo hogar) en el cual vivirían nosólo los habitantes de Crossroads sino los de otrostownships que serían desestablecidos: Langa, Nyanga yGuguleto, pero más tarde decidieron que solamente loshabitantes de Crossroads tendrían que mudarse aKhayelitsha y por otra parte, se anunció un plan dedesarrollo para convertir el área indigente deCrossroads, en un township.

En mayo de 1986 surgieron las luchas entre los“padres” y los “camaradas”. Se les llama “padres” a losconservadores y “camaradas” a los jóvenes militantes.Los camaradas se oponen a la idea de Khayelitsha, que losaleja del centro de la Ciudad del Cabo. En esta luchahubo cientos de heridos. Hasta aquí lo que relata Leach.La diferencia ideológica de los camaradas y los padres sedeja ver en las obras de teatro de negros en las que losllamados “padres” tratan de frenar el fervor militante delos camaradas. Aquí, en las playas de Durban, hace másde un año, hubo un encuentro entre padres y camaradas,con un saldo de varios heridos.

Volviendo a Bertha, la amiga de Lola: después de pasarCrossroads, siguió manejando y hablando dentro de suhelada ultracorrección hasta un pequeño pueblo que sellama Somerset West, donde inesperadamente detuvo el

carro en una esquina y nos dijo a Anna y a mí que nosquedáramos en Somerset West mientras ella y Lola iban ala finca a hacer su visita. Nos vimos de momento, Anna yyo, recorriendo las calles del pueblo más insípido einsignificante que había visto en mi vida y en el queteníamos que esperar por más de una hora, a que Bertha yLola nos volvieran a recoger. Recorrimos varias veces loque parecía ser la calle principal del pueblo, en la queno encontramos ni una cafetería ni un restaurante abiertodonde tomarnos un café. Cuando salimos de nuestroasombro inicial de que nos dejaran en aquel pueblo enlugar de llevarnos a la finca prometida, nos empezamos areír, una risa que no nos abandonó en todo el rato queestuvimos en Somerset West: nos hacía gracia pensar en elcontraste entre el frente de ultracorrección que presentaBertha y su falta de delicadeza. Cuando nos recogieron,la pregunta de Lola: qué nos había parecido SomersetWest. En un tono absolutamente neutro le dije que era elpueblo más insípido que había visto en mi vida y que yohabía aceptado su invitación para ir a la finca, no paravenir a este pueblo. Lola, a modo de consuelo odisculpa, dijo que en la finca no había mucho que ver ypasó de inmediato a mencionar un monumento a la lenguaafrikaans que había visto no sé dónde y que nunca anteshabía visto un monumento a un idioma. Bertha, después deun gesto casi imperceptible ante mis palabras, siguióhablando con la misma helada moderación, esta vez, sobreel hospital donde el Dr. Barnard hizo el primertrasplante de corazón.

Diciembre 19, 1987 - El 1º de diciembre, martes,fuimos Anna y yo, a Table Mountain, de 1,087 metros dealtura y que ofrece uno de los panoramas más hermosos quehe visto. Recorrimos la meseta que tan perennemente seve desde todos los ángulos de la ciudad, a veces cubiertade su “mantel blanco”, un chorro de nubes que se posan enla cima y cae como en cascada por la ladera. Subimos enel telesférico y bajamos a pie. Anna bajó sin ningúnesfuerzo y como si estuviera dando un simple paseo. Yo

terminé casi gateando en lo que para mí había sido unaempresa mayor que duró tres horas. A pesar de que aratos el camino me parecía interminable, nada pudoimpedir el disfrute de tanta hermosura.

El miércoles, 2 de diciembre, visita al Parlamentotricameral, inaugurado en enero de 1985. Anteriormente,todos los miembros del Parlamento eran blancos. Ahorahay una cámara legislativa para blancos, otra para indiosy otra para mulatos. Los negros no participan en elParlamento. Esto trajo debates y fricciones en todos lossectores raciales. De todas formas, las cámaras deindios y mulatos tienen que ver solamente con sus “ownaffairs”, es decir, con los asuntos que conciernensolamente a los indios y a los mulatos. Si un asunto esconsiderado como “general affair”, es decir, de índolegeneral, la decisión del asunto pasa entonces a la cámarade blancos.

Por la noche, en el Baxter Theatre de Rondebosch, laobra titulada Township Boy, de John Moalusi Ledwaba. Laobra comienza con el entierro de un joven camarada,muerto en una de las revueltas de Soweto. En regresionestemporales en las que se integran la música y el baile,se va presentando la vida del camarada Shepherd TokologoMaubane, representado por el actor-autor J. MoawsiLedwaba. Shepherd es el idealista perfecto, que no sedeja doblegar por la injusticia de los blancos y con uninsistente espíritu de lucha dentro del cual seautodefinen los “jóvenes leones” o camaradas. Algunasescenas interesantes de la vida diaria de Soweto ysentido del humor.

El jueves 3, visita al barrio malayo. En realidadllegamos sólo hasta la entrada, hasta el museo Bokaap enWale Street, donde no había nada de gran interés. Elencargado del museo nos advirtió firmemente, del peligrode asaltos y robos que se dan en el barrio malayo ydecidimos no adentrarnos en él.

Visita a la Iglesia Luterana construida en 1776 con unpúlpito labrado por Anton Anreith. Fuimos a St. Stephen

Church, una Iglesia Reformada Holandesa construida en1800. Hacia 1830 servía de escuela, durante la semana,para los esclavos liberados. Por último fuimos a lacatedral anglicana de St. George construida en 1834, obradel arquitecto Herbert Baker. Hermosos vitrales, unacruz de más de mil años y una escultura del maestro deHenry More, Leon Underwood. Por la tarde, visita avarios viñedos donde íbamos probando vino; en Muratia mecompré una especie de moscatel delicioso que lleva elnombre de “Amber”. El viernes 4 visitamos varios museosy el Castillo de Buena Esperanza, construido en 1666, quesirvió de residencia a los primeros gobernadores delCabo. Una especie de fortaleza equipada con cañones,varias celdas para prisioneros y un lúgubre calabozo. Elmás hermoso de los museos es el llamado The Old TownHouse, con pinturas holandesas y flamencas del sigloXVII. En óleo, El retrato de una mujer de Frans Hals.

Estoy en el avión de las 11:00 de la noche, en viajede regreso a Durban.

OLD TOWN HOUSE