Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad: una revisión conceptual a partir...

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Resumen

El objetivo de este artículo es discutir el concepto de desterri-torialización que suele estar frecuentemente presente en losdebates sobre migraciones transnacionales y globalización.Nos basaremos en el análisis de la migración uruguaya paramostrar la importancia que el/los territorios continúanteniendo en los procesos migratorios transnacionales. La des-territorialización sólo puede concebirse como metáfora yaque, si bien las migraciones y los procesos globalizadoresactuales cuestionan las tradicionales ideas de sociedad ynación, no traen consigo el fin de los territorios. El análisis dela migración uruguaya reciente nos permite observar cómo,más que procesos de desterritorialización, lo que se están pro-duciendo son procesos de reterritorialización y multiterrito-rialidad.

Palabras clave

migraciones, desterritorialización, multiterritorialidad,transnacionalismo, migración uruguaya.

FROM THE MYTH OF DESTERRITORIALIZATION TO MULTI-TERRITORIALITY: A THEORETICAL REVIEW BASED ONURUGUAYAN MIGRATION

Abstract

The aim of this article is to discuss the concept of desterrito-rialization which fercquently appears in the debates on trans-national migrations and globalization. We will focus onUruguayan migration to show the importance that territoriesstill have in transnational migration processes.Deterritorialization can only be thought as a metaphorbecause, even if contemporary migrations and globalizationprocesses question the traditional ides about society andnation, they do not implicate the end of territories. Theanalysis of the recent Uruguayan migration allow us toobserve how, more than desterritorialization processes, weare attending to new processes of reterritorialization andmultiterritoriality.

Key Words

migrations, desterritorialization, multiterritoriality, transna-tionalism,. Uruguayan migration.

Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad: una revisión conceptual a partir de la migración uruguaya

Natalia Moraes Mena Universidad de Murcia

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AREAS. Revista Internacional de Ciencias SocialesNº 28 / 2009Migraciones internacionales, contextos y dinámicas territoriales(pp.61-70)

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Introducción:

La globalización actual y los cambios y transformacio-nes sociales que ésta ha traído consigo han provocado unaprofunda reflexión sobre los conceptos que tradicional-mente utilizábamos para comprender nuestro mundo. Ésteparece hoy más pequeño que nunca, el desarrollo de losmedios de comunicación y transporte hace posible queregiones antes muy distantes y alejadas estén en contacto yque sus gentes puedan desarrollar toda una variedad devínculos independientemente de las distancias físicas quelos separen.

Los procesos globalizadores han derribado una de lasprincipales premisas de la modernidad relacionada con elvivir y actuar en los espacios cerrados y territorialmente deli-mitados por los Estados y sus respectivas sociedades nacio-nales. La idea de un Estado-nación como “contenedor” deuna sociedad se ve cuestionada ante el transnacionalismo“desde arriba” y “desde abajo” (Smith y Guarnizo, 1998) ylas prácticas de diferentes actores transnacionales problema-tizan la ya antigua ecuación Estado-nación igual a un territo-rio y a una sociedad.

La necesidad de encontrar nuevas categorías que dencuenta de las transformaciones sociales actuales y que pue-dan explicar lo que ocurre cuando el espacio y el tiempo secomprimen, cuando las distancias parecen desaparecer y lamediación espacial de las relaciones sociales se debilita, hapuesto de moda el uso en las ciencias sociales de determina-dos conceptos como el de la desterritorialización y el adjeti-vo desterritorializado.

En este artículo quiero discutir el uso de estos términosen el análisis de los fenómenos migratorios. Para ello mebasaré en los aportes que desde la perspectiva latinoamerica-na se han hecho a los debates sobre la desterritorialización1.Como han puesto de manifiesto Mato (2004, 2007) yHaesbaert (2003, 2004, 2005) frecuentemente estos concep-tos se utilizan sin una definición clara de los mismos ni de las

razones por las cuales determinados fenómenos sociales pue-den describirse de ese modo. ¿De qué se habla cuando sehabla de desterritorialización? ¿Qué se entiende cuando secalifica a un fenómeno o a un actor como desterritorializado?¿Significa que actualmente los referentes territoriales carecende interés? No es frecuente que se definan estos conceptos yque se clarifiquen sus alcances y limitaciones. Esto ocurreincluso cuando el concepto de desterritorialización se utilizacomo categoría analítica complementaria al de reterritoriali-zación y cuando se lo considera como sinónimo de transna-cionalismo.

En el análisis que presento a continuación comienzo conuna crítica a la idea de la desterritorialización o a lo queHaesbaert denomina el “mito de la desterritorialización”(Haesbaert, 2004). Especialmente quiero diferenciar eltransnacionalismo, como fenómeno y como enfoque teóricopara comprender las migraciones internacionales actuales,de la desterritorialización, metáfora problemática y confusaque no da cuenta de la complejidad de las prácticas de losactores sociales en tiempos de globalización. Las migracio-nes, más que desterritorializar, duplican o multiplican losterritorios del sujeto (Cornejo Polar, 1994) y a los migrantesles preocupa más ampliar su capacidad reterritorializanteque cultivar su desterritoiralización (Trigo, 2003).Reflexionaré sobre la existencia de una multiterritorialidad,tanto efectiva como imaginada, a partir del análisis de lamigración uruguaya. En este trabajo sostengo que el terri-torio y los contextos territoriales específicos a través de loscuales se desarrollan las prácticas transnacionales no hanperdido su relevancia, por el contrario, son fundamentalespara entender el por qué y el cómo de determinados fenó-menos sociales como las migraciones transnacionales. Losterritorios influyen en las prácticas de los migrantes y almismo tiempo son influidos por éstas.

1.- Cuestionando el concepto de desterritorialización:

El término “desterritorialización” está presente en la aca-demia al menos desde los años setenta con los aportes desdela filosofía de Deleuze y Guattari (1984, 1994). Sin embargo,

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1 Agradezco a Daniel Mato y a Rogerio Haesbaert por acercarme a esta perspecti-va. Este artículo es fruto de los intercambios y debates mantenidos con ellos enestos años.

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en los últimos años este concepto adquiere nuevos signos deidentidad. La teoría posmoderna ve en la desterritoriraliza-ción una de las características principales de la era global endonde los desplazamientos, los nuevos medios de comunica-ción e información y las redes transnacionales deslocalizadasanuncian el fin de los territorios (McLuhan y Powers, 2002).Virilio llegó a decir que la cuestión fundamental del siglo XXera la desterritorialización y que la cronopolítica triunfaríasobre la geopolítica (Montoya, 2009). Sin embargo, comoseñala Haesbaert, la mayor parte de esta literatura más queanalizar la emergencia de lo nuevo se centra en denunciar lamuerte de lo antiguo. La desterritorialización es presentadacomo un proceso genérico, uniforme y no como una relacióndialéctica y estrechamente vinculada a su contracara; la rete-rritorialización (Haesbaert, 2004).

Frecuentemente, la desterritorialización es asociadacon un sin fin de representaciones. Prevalecen las imágenesque la asocian con el fin de las distancias, con la emergen-cia del ciberespacio y el mundo virtual, con la separacióndel individuo de la tierra, con la deslocalización de lasempresas, la supuesta porosidad de las fronteras y el debi-litamiento de los Estados-nación. Es asociada también conla emergencia de redes y procesos transnacionales y apare-ce como sinónimo de hibridación cultural e identidadesmúltiples. Estas diferentes representaciones están relacio-nadas con las diversas formas de concebir el territorio.Dependiendo de qué dimensión sea la destacada: política,económica, cultural y de qué perspectiva se tenga de terri-torio: materialista, idealista o integradora, emergerá unaimagen diferente de lo que se entiende por desterritoriali-zación (Haesbaert, 2005).

2.- Las representaciones sobre la desterritorialización

En los debates sobre desplazamientos y migraciones es endonde con mayor frecuencia se suele encontrar el uso del tér-mino desterritorialización, asociándolo así con la movilidad.De esta forma, los sujetos desterritorializados serían aquellossujetos móviles, nómadas, cuyas vidas dependen de múltiplesinterconexiones entre fronteras. La desterritorializaciónestaría asociada a la movilidad y al desplazamiento mientrasque la inmovilidad implicaría territorialización. Pero estarelación es en sí misma problemática. En primer lugar, por-que desconoce la influencia de los referentes territoriales ylos condicionamientos sociales, políticos y económicos quelos contextos específicos otorgan a la movilidad geográfica.En segundo lugar, porque se asocia inmovilidad con estabili-dad o inclusión territorial cuando, por el contrario, es preci-samente la imposibilidad de desplazamiento o el rechazo aesa movilidad geográfica lo que puede generar circuitos deexclusión o inestabilidad. Cuando se asocia desterritorializa-ción con movilidad en realidad se está hablando de multite-rritorialidad o de reterritorialización. La desterritorializa-ción y la multiterritorialidad son dos caras de la misma

moneda. Desde la perspectiva de Haesbaert (2004) el que semueve no es el que está más desterritorializado, el que estámás desterritorializado es el que no se puede mover. Sinembargo, para Mato, este par conceptual sigue siendo pro-blemático, ya que “…al intentar distinguir dentro de unmismo proceso o experiencia social la existencia de dos<momentos analíticos> …abre la posibilidad de que ocurranesas apropiaciones y usos livianos de esta categoría” (Mato,2007:37).

La utilización del concepto de desterritorialización parareferirnos al ciberespacio también puede presentar algunosproblemas. Si bien el ciberespacio es un contexto diferentedonde se desarrollan relaciones sociales que no podemoslocalizar en un lugar físico concreto, esto no quiere decir quelas diferentes localizaciones de los individuos/usuarios deInternet carezcan de interés. Como apunta Hine el problemaes que al considerar al ciberespacio como un nuevo contextose han privilegiado los análisis de lo que ocurre On line sinrelacionarlo con lo que sucede Off line. “Más que trascenderel tiempo y el espacio, Internet puede ser repensada comouna instancia de múltiples órdenes espaciales y temporalesque cruzan una y otra vez la frontera entre lo On line y loOff line”. (Hine, 2004:21). Así ante la imagen del ciberespa-cio como un “no-lugar desterritorializado” (Levy,1999), hayque llamar la atención en su potencialidad reterritorializante.Si bien el espacio físico y las relaciones cara a cara dejan deser indispensables para la sociabilidad en Internet, los usua-rios también pueden intentar reterritorializar el ciberespaciocon el objetivo, entre otros muchos, de convertirlo en unmedio para fomentar o potenciar las relaciones cara a cara.Los usuarios pueden intentar darle un sentido territorial alciberespacio, pueden promover un regreso a la geografía,motivados por el deseo de que esos contactos “virtuales” seconviertan en contactos “reales”.

Con los nuevos medios de comunicación y transporte,además de generase nuevas formas de sociabilidad tambiénparecen acortarse las distancias. Pero esto no significa quelas distancias hayan desaparecido. Una cosa es el debilita-miento de la mediación territorial de las relaciones socialesy otra muy distinta es el fin de las distancias. Además, eneste caso, las distancias se habrán acortado sólo para algu-nos, aquellos quienes tienen acceso a la movilidad y a lasnuevas tecnologías. Cuanta mayor posibilidad tienen algu-nos para disminuir las distancias, mayor distancia social seestablece entre éstos y aquellos que no tienen esa posibili-dad.

El uso de este término para describir al Estado-naciónsupuestamente debilitado a causa de los procesos globaliza-dores también conlleva problemas. Cierto es que el Estado-nación se ve zarandeado por fenómenos globalizadores y sucontrol se ve menguado por flujos globales de capitales,bienes, servicios, tecnologías, poder, etc. Cierto es tambiénque actualmente muy pocos Estados tienen formas eficacesde definir la relación entre ciudadanía, lugar de nacimiento,filiación étnica e identidad nacional y que los nuevos con-

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textos transnacionales pueden traer consigo una crisis desoberanía vinculada a la separación de su jurisdicción y lalealtad de sus nacionales (Appadurai, 2001). Sin embargo,esta crisis en primer lugar, no implica la muerte de lanación, como sugieren quienes abrazan la idea de la llegadade una etapa posnacional, sino que está relacionada con elvínculo entre el Estado y la nación, está marcada por elguión Estado-nación y por la emergencia de nuevas confi-guraciones y reconstrucciones que tienen que ver tanto conlas nuevas estrategias desarrolladas por los Estados comocon la reconstrucción de la idea de nación ya no vinculadaa un solo territorio concreto sino asociada a una construc-ción translocal (Duany, 2002), transnacional (Yeoh y Willis,2004; Aguilar, 2004) y transterritorial. Esto hace inadecua-do el concepto de Estado-nación desterritorializado, mane-jado incluso en los primeros trabajos de Glick Schiller,Basch y Santón Blanc (1999), promotoras de la discusiónsobre la temática de transnacionalismo y los transmigran-tes2. La influencia de los Estados-nación no ha desapareci-do y las fronteras de los Estados no se han desvanecido,muy por el contrario, son aún más rígidas y los controles yla vigilancia de las fronteras se han convertido en asuntosclave para los gobiernos.

Los problemas y confusiones que genera el concepto dedesterritorialización que he señalado hacen desaconsejablesu uso. Si lo asociamos, como es frecuente, con movilidad ycon la capacidad de vivenciar diferentes territorios comopropios, estamos hablando de multiterritorialidad, por elcontrario, si lo utilizamos como su contra cara y lo asocia-mos con fragilidad y débil inclusión territorial no estamoshablando de desterritorialización sino de exclusión o deprocesos de exclusión.

3.- Desterritorialización y multiterritorialidad

Analicemos el concepto de desterritorialización desde lalógica de las migraciones internacionales. Para la mayoría delos migrantes la movilidad no es un fin en sí mismo, sino unmedio para lograr mayor estabilidad, mayor bienestar, cuan-do no una estrategia asociada a la mera supervivencia. Asícomo las motivaciones para migrar no son las mismas paratodos los migrantes, el ejercicio de la multiterritorialidad yla reterritorialización tampoco será igual, de ello depende-rán una multiplicidad de factores entre los que se encuentranlas características socioeconómicas y la situación jurídica delos migrantes, los grupos culturales a los que pertenezcan,las redes sociales que posean en el nuevo país y las políticasde los Estados-nación emisores y receptores. La multiterri-torialidad de los ejecutivos de las empresas multinacionales

que cambian de residencia permanentemente de una ciudada otra no será la misma que la de los migrantes en situaciónirregular cuya reterritorialización puede volverse difícil yaque su situación jurídica los expone a circuitos de vulnera-bilidad y exclusión.

No hay nada ni nadie que pueda evadir la influencia delos territorios. La influencia de un fenómeno de factoresglobales y transnacionales no lo hace desterritorializado.No hay sujetos sin territorio o que viven más allá de losterritorios, hay en todo caso, individuos y grupos excluidosque viven en condiciones precarias en sus territorios de ori-gen o en otros, cuyas dificultades de supervivencia cotidia-na más que provocar la disolución de sus lazos territoriales,les pueden llevar incluso a reconstruir su identidad en tornoa dichos territorios y a aglutinarse en torno a la defensa delos mismos o a la reproducción de unos códigos culturalesasociados a un determinado territorio evocado. Al mismotiempo hay individuos y grupos, entre éstos los gruposempresariales, que aprovechan las posibilidades que lesbrindan diferentes territorios específicos para maximizarsus beneficios y lograr una mayor estabilidad y bienestar.Vivencian así un territorio red, con múltiples conexionestanto físicas como virtuales.

De la misma forma que he discutido la asociación entredesterritorialización y desplazamiento es necesario rebatirel hecho de que la idea de multiterritorialidad impliquenecesariamente movilidad. Al analizar procesos migratoriosobservamos que no sólo los migrantes pueden desarrollareste tipo de experiencia espacial integrada donde el allí o losallí y el aquí son parte de la experiencia de vida de los suje-tos. También los no migrantes pueden verse influidos indi-rectamente por las prácticas de los migrantes y de estaforma vivenciar, en diferentes grados, al menos una expe-riencia de multiterritorialidad imaginada. Las conexionestransnacionales de muchos no migrantes con sus familiaresmigrantes y las redes transnacionales integradas por unos yotros pueden generar diversas formas subjetivas de multite-rritorialidad.

4.- La importancia del territorio en los procesos migrato-rios transnacionales: un análisis a partir de la migraciónuruguaya3

En los apartados anteriores he cuestionado la utilizacióndel concepto de desterritorialización en el análisis de lastransformaciones sociales acontecidas en tiempos de globa-lización y especialmente el uso del calificativo de desterrito-rializado para describir actores y prácticas llevadas a cabo en

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2 En trabajos posteriores Glick Schiller ha reconocido que el término Estado-nación desterritorializado no es correcto porque evoca una imagen de un Estado-nación sin fronteras, por eso propone el concepto de Estado-nación transnacional(Glick Schiller y Fouron 2001).

3 Esta investigación ha sido realizada entre los años 2004 y 2007 en el marco de mitesis doctoral. Tesis desarrollada gracias una beca FPU del Ministerio de Educacióny Ciencia de España y a un contrato de investigadora en formación en elLaboratorio de Estudios Interculturales de la Universidad de Granada. La meto-dología seguida ha sido la etnografía multisituada.

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el marco de las migraciones transnacionales. A continuaciónvoy a analizar un caso específico como es la migración uru-guaya para mostrar en primer lugar, cómo el territorio siguesiendo un referente importante para los migrantes y ensegundo lugar cómo las prácticas de éstos más que generarprocesos de desterritorialización construyen experiencias demultiterritorialidad tanto entre los propios migrantes comoen su relación con los no migrantes. Para llevar a cabo estatarea, parto de una concepción integradora y relacional deterritorio y analizo la importancia del territorio en contex-tos transnacionales teniendo en cuenta sus diferentesdimensiones: sociocultural y simbólica, política y económi-ca. En este artículo mi análisis se centra fundamentalmenteen la primera dimensión, sin embargo, esto no quiere decir,que en el caso analizado las otras dos dimensiones tenganuna relevancia menor.

Antes de continuar avanzando es conveniente mencionarbrevemente las características de la migración uruguaya.Uruguay es un país marcado por los flujos migratorios, de paísreceptor de inmigrantes entre los siglos XIX y XX ha pasadoa ser país de emigración. La emigración se ha convertido en unfenómeno estructural de la sociedad uruguaya que se activa entiempos de crisis. Se estima que actualmente cerca de un 15%de los nacidos en Uruguay residen fuera del territorio nacio-nal. Los principales países receptores de la migración urugua-ya habían sido hasta hace poco tiempo los países vecinos, espe-cialmente Argentina. Sin embargo, en los últimos años, elprincipal destino de la migración uruguaya es España. La cri-sis económica del año 2002 produjo un fuerte flujo migratoriohacia el exterior que llegó inclusive a superar la tasa de creci-miento poblacional. El impacto de la migración de estos añosasí como la repercusión que tuvo la misma en la sociedad uru-guaya contribuyó a que la emigración se convirtiese en untema de debate público. La demarcación imaginaria entre “losde afuera” y “los de adentro” basada en sentimientos, valora-ciones y, fundamentalmente, en distintas percepciones decómo enfrentar los problemas del país (Diconca y De Souza,2001) así como las representaciones en torno al uruguayo emi-grante, comienzan a transformarse. Los emigrantes antes con-cebidos como traidores o desertores comienzan a ser ahoracomprendidos y desde diferentes esferas y a través de diversosmecanismos, incorporados a la nación.

4.1.- Estrategias de reterritorialización y experiencias de mul-titerritorialidad de los uruguayos en España

Uno de los ámbitos a través de los cuales podemosobservar los procesos de reterritorialización y multiterri-torialidad de los uruguayos en España es a través del aná-lisis del movimiento asociativo. Este movimiento resurgecon fuerza4 a partir del año 2003. El importante flujo

migratorio5 de esos años trajo consigo la creación de nue-vas asociaciones de uruguayos. Este activismo asociativouruguayo es significativo, ya que a pesar del escaso núme-ro de migrantes con dicha nacionalidad en comparacióncon otros colectivos, existen más de cuarenta asociacionesde migrantes repartidas por todo el territorio del Estadoespañol.

Las asociaciones se convirtieron en actores fundamen-tales en el proceso de reterritorialización de los recién lle-gados. Funcionaron como un recurso estratégico para laintegración de los migrantes uruguayos, fundamentalmen-te para aquellos que se encontraban en situación de mayorvulnerabilidad (Moraes, 2004). Pero a su vez, funcionarony funcionan como mecanismos rearticuladores de la expe-riencia fragmentada del territorio (Velasco, 1998). El nom-bre que los migrantes han elegido para algunas de las aso-ciaciones da cuenta de ello. La denominación de las mismasse convierte en metáfora de la multiterritorialidad, ya quesuele estar relacionada con el origen nacional de sus miem-bros (o con alguna referencia a personajes históricos ofechas patrias) y con la localidad geográfica de residenciade los migrantes. Nos encontramos, por ejemplo, con laasociación “Casa de Uruguay en Valencia”, la “Asociaciónde uruguayos en Catalunya”, o “Urucosta” nombre paradefinir a la asociación de uruguayos de Málaga y la Costadel Sol.

Los logotipos que las identifican sirven también paraexpresar una experiencia de multiterritorialidad integrada.Por lo general, estos logotipos combinan símbolos tanto delpaís de origen como de la localidad específica donde se cons-tituye la asociación. En estas representaciones gráficas coe-xisten diferentes niveles en tanto que territorios: el nacional(la bandera uruguaya e incluso el propio territorio) y elregional/local (la bandera de la Comunidad Autónoma o dela ciudad) y también en el caso de una de las asociaciones deCataluña, el propio territorio catalán.

Las asociaciones se convierten en lugares en dondereconstruir las referencias culturales del país de origen. Poreste motivo, para muchas asociaciones uno de los objetivosfundamentales en sus inicios fue el de poder contar con unlocal de encuentro y reunión. La mayoría había comenza-do sus actividades en centros o salas cedidas por munici-pios, centros cívicos o entidades no gubernamentales pero,en algunos casos, la condición de uso de estos espaciosimplicaba no poder realizar determinadas prácticas, comoel tomar mate o colgar una bandera, por lo que buscaronespacios propios. En las asociaciones que cuentan con unlocal o centro de encuentro la decoración del mismo seconvierte en un elemento fundamental en el proceso dedemarcación étnica y reconstrucción identitaria pero tam-bién, los locales de encuentro, con sus decorados y objetos

4 Con la migración y el exilio uruguayo en España de las décadas del setenta tam-bién habían surgido una serie de asociaciones pero la mayoría de las mismas des-aparecieron en la década de los ochenta.

5 Desde el 2001 al 2004 la población empadronada en España cuyo país de naci-miento era Uruguay llegó casi a triplicarse.

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de aquí y de allá, se convierten en escenarios a partir de loscuales se construye la conciencia transnacional y se reterri-torializa la identidad. Como señala Boruchoff “Los obje-tos que forman parte de la cultura material juegan un papelen la constitución de las formas sociales y en la concienciatransnacional y multiterritorial” (Boruchoff, 1999:512).Las paredes de algunas de estas asociaciones combinanreferentes simbólicos diversos: banderas, fotos, murales,afiches, etc. Si bien, la mayoría de los mismos están relacio-nados con el país de origen y con sus representaciones cul-turales, también se encuentran algunos otros relacionadoscon la localidad específica donde está ubicada la asocia-ción.

Tanto la presencia de los objetos que están simbólica-mente territorializados (Boruchoff, 1999) como la rituali-dad desarrollada en el seno de la asociación se convierten enmecanismos a través e los cuales se reconstruye el sentidode pertenencia a uno o varios territorios al mismo tiempo.Para muchos migrantes, atravesar la puerta de la asociaciónrepresenta regresar al territorio de origen, territorio que aveces toma la forma de país, de ciudad o de barrio. Elmiembro de una de las asociaciones describía así su expe-riencia “…cuando vengo a la casa es como que extrañomenos….esto es [la asociación] como un pedazo deUruguay….bajas esa puerta y estás en Uruguay”(Entrevista C1, Madrid). Otro entrevistado describía a laasociación como “un pequeño Uruguay fuera delUruguay” (Entrevista A3, Valencia). Para otros en cambioson las representaciones de la sociabilidad del barrio o losreferentes de su ciudad los que emergen cuando están en ellocal de la asociación. “…es que vos venís acá, te sentás,tomás mate, hablás de fútbol, te peleás…es comoestar…como dar vuelta la calle y estar en la Curva deMaroñas6” (Entrevista A3, Madrid). “Si no tengo nada quehacer, me vengo para acá, es una cosa rara, no los conozcoa todos pero me siento como que…yo qué se…que estamosen Montevideo, que voy un día a Malvín7 y me encuentrocon alguien”.

La asociación como mecanismo y estrategia reterritoria-lizadora puede hacerse visible en las motivaciones que lleva-ron a la creación de algunas de estas entidades. Este es elcaso de una de las asociaciones de Cataluña. Su origen tieneque ver con encuentros casuales entre uruguayos aficiona-dos al candombe8. Periódicamente se juntaban a tocar eltambor en la playa y otros lugares públicos pero muchos deestos encuentros acababan disueltos por la policía que eraalertada por vecinos molestos. En palabras de uno de sussocios fundadores “….empezamos a tocar y con muchosproblemas porque aquí la gente no esta acostumbrada a los

tambores, entonces empezábamos a tocar y dos por tresvenía la policía, que habían llamado que molestaban, que nose qué, entonces nos corrían pa´ un lugar, pa’ otro…paraaquí para allá…” (Entrevista B4, Vilanova). Ante esta situa-ción decidieron formar una asociación y solicitar al centrocívico de la ciudad un local de reunión. La asociación lesposibilita “….tocar tranquilos, estar agrupados con unafuerza jurídica, ya como uruguayos…uruguayos deVilanova” (Entrevista B4, Vilanova), inclusive participancomo agrupación tocando los tambores en los desfiles decarnaval de la localidad.

En el análisis de las prácticas cotidianas de los miem-bros de estas asociaciones se puede observar como loscontactos y la relación con diferentes agentes y actores delUruguay es fundamental. Sus líderes intervienen periódi-camente en los medios de comunicación uruguayos y par-ticipan en las reuniones que el gobierno ha promovido enel marco de nuevas estrategias de vinculación con su diás-pora. Pero algunas asociaciones también desarrollanintensos vínculos con otras asociaciones de su entorno yparticipan activamente en el tejido social de su localidad,incorporando algunos códigos culturales del territoriodonde habitan a las propias prácticas para la promoción dela cultura uruguaya. Así por ejemplo, la página web de laasociación de uruguayos de Euskadi está traducida tam-bién al euskera y contiene información tanto sobreUruguay como sobre Euskadi y uno de los encuentrosdesarrollados por una de las asociaciones uruguayas deCataluña para difundir la cultura uruguaya, se desarrollóen catalán, a pesar de que la gran mayoría de los presenteseran uruguayos.

En cuanto al eje de las movilizaciones emprendidas poreste movimiento asociativo encontramos reivindicacionesque tienen como finalidad incidir tanto en el Estado urugua-yo como en el español. Si por un lado reclaman unos dere-chos sociales y un reconocimiento jurídico para mejorar susituación en España, por otro lado exigen la posibilidad departicipar políticamente en el país de origen. Las asociacio-nes no sólo mantienen conexiones transnacionales con elUruguay sino que desarrollan intensos vínculos translocalesque incluyen el fomento de eventos y encuentros entre uru-guayos residentes en diferentes localidades de España y conasociaciones de uruguayos de otros países Europeos tantocon el objetivo manifiesto de “promover la identidad uru-guaya” y “dar a conocer su cultura” como para definir estra-tegias conjuntas de acción.

Entre estas estrategias conjuntas se destacan las movili-zaciones para promover una reglamentación para el dere-cho al voto desde el exterior. En este sentido, se han des-arrollado toda una serie de iniciativas desde juntar firmas através de Internet hasta iniciar una campaña específica afavor del voto de los migrantes uruguayos. Esta campañaincluyó una serie de materiales de difusión como afiches ypostales. En ellos se representaba el territorio uruguayo

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6 Barrio de Montevideo donde vivía el entrevistado.7 Barrio de Montevideo8 Baile y expresión musical afrouruguaya de cuerda de tambores

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como una mano y se lo asociaba a una comunidad de elec-tores, una comunidad fuera del territorio que reclamaba laparticipación política.

Figura 1.

La representación simbólica de la multiterritorialidaddel migrante uruguayo es graficada a través de la combina-ción del mapa del territorio de éste país con los colores delas banderas de países en donde residen uruguayos o conotros referentes identificatorios de estos lugares, como lacatedral de la Sagrada Familia de Barcelona. Como vemosen la figura 1, la representación gráfica del territorio uru-guayo encierra la bandera de varios países, debajo figura lapalabra uruguaya o uruguayo. Un territorio que incluyeotro, un Otro en con el que también se identifica el urugua-yo y que contiene significaciones propias, la mirada delotro “en España me llaman Chaval”, las referencias a lasrelaciones entre los dos países “en país vecinal” o a lasprácticas de los migrantes en estos lugares “Uruguayo. EnMéjico toma mezcal”.

La comunidad transnacional multiterritorializada deuruguayos también se reconstruye en el ciberespacio.Redota.com es un portal en el que figuran más de diez milusuarios registrados cuyo país de nacimiento es Uruguay. Apartir del año 2003 los usuarios fueron creando foros espe-cíficos de acuerdo al lugar geográfico de residencia. Losusuarios que residen en España han sido los más activos ylos que han segmentado en mayor medida la geografía delportal creando foros como Uruguayos en Barcelona,Uruguayos en Madrid, Uruguayos en la Costa del Sol, etc.Ante un supuesto desterritorializado ciberespacio, losusuarios intentan llenarlo de geografía. Los foros de Redotason ámbitos donde se comparten experiencias y se inter-cambia información pero también son un medio a través delcual los migrantes buscan contactar con personas con lasque se quiere más que desarrollar relaciones On line, enta-blar relaciones Off line9.

4.2.- Multiterritorialidad imaginada y debates sobre ciudada-nía y territorio

Como señalé más arriba, los que no migran también seven influidos por los flujos migratorios transnacionales ytambién pueden tener una experiencia de multiterritorialidadal menos imaginada.

A partir de la crisis emigratoria del año 2002, se crearonen Uruguay una serie de asociaciones vinculadas con laemigración. Los principales objetivos de estas asociacionesestaban relacionados con defender los derechos de los emi-grantes, asesorar a sus familias y servir como un espacio deintercambio y apoyo entre todos aquellos cuyas vidas sevieron afectadas por la emigración de familiares y amigos.Los vínculos de algunas estas asociaciones con los migran-tes y con el movimiento asociativo migrante es muyimportante. En el caso de España, algunas de estas asocia-ciones tuvieron un papel muy importante en el proceso denormalización llevado a cabo en el año 2005. Fueron elnexo entre los migrantes, sus asociaciones en España y laadministración uruguaya, agilizando los trámites que nece-sitaban presentar ante la administración española pararegularizar su situación. A través de sus gestiones muchosmigrantes lograron poder presentar los documentos entiempo y forma.

Pero además de la defensa de los derechos de losmigrantes y apoyo a sus familias, algunas de estas asocia-ciones desarrollaron actividades para promover la culturauruguaya entre los migrantes. Una de ellas fue la organi-zación de una Llamada10 Internacional, un concurso para

9 Me refiero con mayor detalle a la reterritorialización del ciberespacio entrecomunidades diaspóricas en Moraes, 2005.10 Las Llamadas son una celebración de origen afrouruguayo que se realiza en lasfiestas de carnaval. Distintas agrupaciones y comparsas de candombe desfilan porlas calles tocando el tambor y bailando.

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el cual se convocaba a grupos de candombe amateurs deuruguayos de todo el mundo que debían enviar sus vide-os. En este concurso, además de la calidad musical de laagrupación, se tuvo especial consideración al hecho de queen el video se mostrase el lugar en donde los uruguayostocaban candombe y su impacto en el ese sitio concreto.En este sentido, una de las organizadoras nos comentaba“…nos mandaron de todo…había unosbuenísimos…tocando en pleno Manhattan, los tamborespor la calle, la gente se paraba, vino la policía…..imaginá-te lo que fue...” (Entrevista, I1 Montevideo). De estaforma, el candombe como representación cultural urugua-ya se convierte en primer lugar, en nexo entre los quemigran y los que no lo hacen. En segundo lugar, comopráctica cultural específica se reterritorializa en los nuevoscontextos a través de la interacción con los Otros. Peroademás, el envío de estos videos, el desplazamiento deestos objetos, contribuye a la construcción de una multi-territorialidad imaginada, a la construcción de una con-ciencia transnacional, entretejiendo lugares, conectandoimaginarios y experiencias. Como señala Boruchoff “…losobjetos junto con las discusiones que los acompañan, sir-ven de sitios materiales para comunicaciones relacionadascon lugares lejanos y formas de vida que allí prevalecen”(Boruchoff, 2001: 512)

Además de este tipo de concursos, las asociaciones deUruguay promovieron otra serie de actividades para vin-cular a la diáspora dispersa con el país. A través de la cre-ación de una red que las agrupaba, denominada RedDiáspora, organizaron la Primera Video-ConferenciaMundial de Emigrados Uruguayos con la participación deasociaciones de uruguayos de diversos países. A través deuna conexión virtual decenas de uruguayos residentes endistintos países intercambiaron experiencias y comenta-ron los principales problemas que tiene la diáspora en susdiferentes localizaciones. La Red Diáspora, sobre todoalgunos de sus miembros, tuvo un importante papel en lasmovilizaciones en defensa del voto de los migrantes, orga-nizando coloquios para debatir este tema, juntando firmasy formando parte, junto a otras asociaciones civiles deUruguay, de la comisión nacional por el voto de los uru-guayos en el exterior.

Los debates sobre el derecho al voto que se desarrolla-ron en Uruguay es otro ámbito a través del cual se puedeanalizar los procesos de reterritorialización y multiterrito-rialidad. En el año 2005 el gobierno envío un proyecto deley para reglamentar este derecho que finalmente fue recha-zado en octubre del 2007 por el parlamento uruguayo. Enlos debates políticos acontecidos al respecto se puede ver laimportancia del territorio para la definición de una comu-nidad nacional. Si los argumentos a favor tienen que ver conuna redefinición de la nación extraterritorial y la defensa deuna “ciudadanía en un territorio ampliado”, los argumen-tos en contra se centran también en el territorio, en “estar

dentro del territorio”, “viviendo en el país”, como condi-ción fundamental para participar políticamente. Mientrasque desde unas posturas, la multiterritorialidad de losmigrantes no se percibe como una limitación para ejercerlos derechos de ciudadanía, desde otras, se produce unareterritorialización de la nación a través de un atrinchera-miento en los límites territoriales como definitorios de lacomunidad nacional.

5.- Conclusiones

En este artículo he señalado la inoperancia del término“desterritorialización” en el análisis de las migraciones.Más que procesos de desterritorialización, la migracióntrae consigo procesos de reterritorialización, y en los con-textos transnacionales actuales, experiencias de multiterri-torialidad.

Los contextos territoriales a través de los cuales se des-arrollan las prácticas transnacionales son fundamentales paracomprender los procesos migratorios. Si los migrantes des-arrollan vínculos de diversa clase y de distinta intensidad consus países de origen a la vez que se van integrando a la socie-dad receptora eso significa que su experiencia de vida estáanclada, o mejor dicho, circula, al menos entre dos territoriosespecíficos. Los territorios influyen en las prácticas transna-cionales de los migrantes y al mismo tiempo son influidospor éstas.

Existen una serie de factores que pueden contribuir ypotenciar la multiterritorialidad y hacerla efectiva o por elcontrario restringirla. En primer lugar, la multiterritoriali-dad en tanto que proceso de conexión de diversos territo-rios puede estar determinada por el propio proceso migra-torio, por la condición jurídica de los migrantes, por lasredes transnacionales con las que se contaba antes demigrar, y por las redes transnacionales que se mantienencon el país de origen una vez se ha emigrado. El migranteque llega a España con escasos recursos económicos, ensituación administrativa irregular y sin apenas redes socia-les que le ayuden en su proceso de integración se encontra-rá en situación de mayor vulnerabilidad y aunque manten-ga contactos frecuentes con su país de origen, por ejemploa través del envío de remesas, su reterritorialización seráquizás más difícil y requerirá un mayor tiempo para que sehaga efectiva. En segundo lugar, las políticas específicas delos Estados-nación emisores y receptores pueden poten-ciar o restringir la multiterritorialidad. Los Estados emiso-res están desarrollando una serie de políticas con el objeti-vo de intensificar las relaciones con sus migrantes y pro-mover su reincorporación transnacional. Por otra parte,los Estados receptores con sus políticas migratorias y deintegración son actores centrales en los procesos de reterri-torialización y en la posibilidad de una multiterritorialidadefectiva de los migrantes.

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Pero la multiterritorialidad no debe relacionarse única-mente con los migrantes. Como he mostrado en el casouruguayo, los no migrantes se ven influidos por las prácti-cas de los migrantes y los vínculos con éstos generan mul-titerritorialidades imaginadas. El intercambio de objetos,imágenes y diversas prácticas concretas de vinculacióncontribuyen a construir una conciencia transnacional tam-bién entre los que no han migrado. A través de estos pro-cesos se crean y reproducen relaciones sociales e imagina-rios y se reconstruye la comunidad y la nación transnacio-nalmente.

Sin duda, las reflexiones sobre la multiterritorialidad y latransnacionalidad requieren mayor número de investigacio-nes que desde una perspectiva transnacional y translocal nospermitan conocer la diversidad de prácticas y vínculos de losmigrantes entre sí y con sus sociedades de origen. La multi-territorialidad no implica idénticas prácticas sociales, cultu-rales, económicas y políticas en varios territorios, por lo quehabrá que determinar qué tipo de prácticas desarrollan losmigrantes y no migrantes y en qué territorios. Pero tambiénhabrá que determinar cómo estos territorios a la vez queinfluyen en las prácticas transnacionales y translocales se veninfluidos, modificados y reconstruidos por éstas.

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