Del Ágora de la discusión público política al Ágora de la visibilidad mediática

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AUTOR: APELLIDOS: Pino Uribe NOMBRES: Juan Federico TÍTULO: Del Ágora de la discusión público política al Ágora de la visibilidad mediática CIUDAD: BOGOTÁ AÑO DE ELABORACIÓN: 2006 NÚMERO DE PÁGINAS: 52 PÁGINAS TIPO DE ILUSTRACIONES: Ninguno MATERIAL ANEXO: Ninguno FACULTAD: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales PROGRAMA: Ciencia Política TÍTULO OBTENIDO: POLITÓLOGO DESCRIPTORES: Imagen política, mediología, formas simbólicas, opinión pública, visibilidad mediática, medios de comunicación, sondeocracia, comunicación política, mediaesferas, Grafoesfera, Videoesfera, mediaciones tecnológicas, propiedad pública, prensa, televisión, radio, soportes técnicos. RESUMEN El propósito de esta monografía es describir como las mediaciones tecnológicas configuran nuevos tipos de propiedades públicas. La metodología que se utilizó es de tipo descriptiva-exploratoria a través de fuentes secundarias alusivas al tema de investigación. Se describen las características de la relación estudiada, utilizando conceptos teóricos para destacar los elementos esenciales de la relación entre mediaciones tecnológicas y las propiedades públicas, explorando como incide esto en el accionar político y en la constitución de la política. Esta monografía está dividida en tres partes. El primer capítulo describe las principales mediaciones tecnológicas de la Grafoesfera y la emergencia de una nueva propiedad pública mediática que tiene características radicalmente diferentes a la propiedad pública de la copresencia que caracterizó a la Logoesfera, exponiendo la relación que se estableció entre la política y los nacientes medios de comunicación, como ésta permitió estructurar una

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• AUTOR: APELLIDOS: Pino Uribe NOMBRES: Juan Federico

• TÍTULO: Del Ágora de la discusión público política al Ágora de la visibilidad

mediática

• CIUDAD: BOGOTÁ AÑO DE ELABORACIÓN: 2006

• NÚMERO DE PÁGINAS: 52 PÁGINAS

• TIPO DE ILUSTRACIONES: Ninguno

• MATERIAL ANEXO: Ninguno

• FACULTAD: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

• PROGRAMA: Ciencia Política

• TÍTULO OBTENIDO: POLITÓLOGO

• DESCRIPTORES: Imagen política, mediología, formas simbólicas, opinión pública, visibilidad mediática, medios de comunicación, sondeocracia, comunicación política, mediaesferas, Grafoesfera, Videoesfera, mediaciones tecnológicas, propiedad pública, prensa, televisión, radio, soportes técnicos.

• RESUMEN

El propósito de esta monografía es describir como las mediaciones tecnológicas configuran nuevos tipos de propiedades públicas. La metodología que se utilizó es de tipo descriptiva-exploratoria a través de fuentes secundarias alusivas al tema de investigación. Se describen las características de la relación estudiada, utilizando conceptos teóricos para destacar los elementos esenciales de la relación entre mediaciones tecnológicas y las propiedades públicas, explorando como incide esto en el accionar político y en la constitución de la política. Esta monografía está dividida en tres partes. El primer capítulo describe las principales mediaciones tecnológicas de la Grafoesfera y la emergencia de una nueva propiedad pública mediática que tiene características radicalmente diferentes a la propiedad pública de la copresencia que caracterizó a la Logoesfera, exponiendo la relación que se estableció entre la política y los nacientes medios de comunicación, como ésta permitió estructurar una

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discusión público política ligada a nuevos tipos de instituciones políticas que fueron surgiendo en esta época . En el segundo capítulo describe la ruptura de la Grafoesfera como consecuencia de la aparición de los nuevos medios de difusión: la radio y la televisión. Como éstos, inciden en la configuración de una propiedad pública de la visibilidad y marcan la entrada de una nueva esfera de la transmisión, la Videoesfera. Se analiza la consolidación de la televisión y de la imagen audiovisual como la principal forma simbólica de esta esfera de la transmisión, estudiando la entrada de este medio en el escenario social y político y la captura de la política en el entorno mediático generado por los medios de comunicación. El tercer capítulo analiza las dinámicas de la política producidas por la propiedad pública de la visibilidad, exponiendo los cambios que sufre el accionar político debido a las nuevas posibilidades mediáticas que ofrecen las mediaciones tecnológicas de la Videoesfera.

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Bogotá, 1 de septiembre de 2006 Señores BIBLIOTECA GENERAL PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Ciudad Estimados señores: Autorizo a los usuarios interesados, consultar y reproducir (parcial o totalmente) el contenido del trabajo de grado titulado “Del Ágora de la discusión público al Ágora de la gestión de la imagen” presentado por el estudiante JUAN FEDERICO PINO URIBE como requisito para optar el título de POLITÓLOGO, en el año 2006, siempre que mediante la correspondiente cita bibliográfica se le de crédito al trabajo de grado y a su autor. Cordialmente; JUAN FEDERICO PINO URIBE C.c. Nº 80.72.77.65 de Bogotá

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DEL ÁGORA DE LA DISCUSIÓN PÚBLICO POLÍTICA AL ÁGORA DE LA VISIBLIDAD MEDIÁTICA

JUAN FEDERICO PINO URIBE

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES

CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D. C.

2006

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DEL ÁGORA DE LA DISCUSIÓN PÚBLICO POLÍTICA AL ÁGORA DE LA VISIBLIDAD MEDIÁTICA

JUAN FEDERICO PINO URIBE

Trabajo de grado para optar al título de politólogo

Director:

LUÍS FERNANDO MARÍN Profesor de cátedra

Filosofo de la universidad Nacional Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

Pontificia Universidad Javeriana

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES

CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D. C.

2006

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Nota de aceptación

___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________ ___________________________

___________________________________ Firma del jurado

___________________________________ Firma del jurado

___________________________________ Firma del jurado

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Esta monografía está dedicada a Patricia Isabel Uribe Díaz

incondicional amiga, compañera y mamá Un abrazo

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AGRADECIMIENTOS

Al profesor Luís Fernando Marín, director de este trabajo por su constante apoyo, sus muchas correcciones y la extensa bibliografía que guiaron la realización de este trabajo A mis amigos y amigas de la carrera por las interminables tertulias en la playita de ciencia política y en una diversidad de lugares que contribuyeron a enriquecer y a elaborar mi pensamiento generándome cuestionamientos frente al proyecto realizado (especialmente a mis amigos de ABC). A los buenos profesores que me brindaron herramientas para construir conocimiento y asumir una posición crítica y pensante frente al mundo A mi familia (en el sentido amplio de la palabra) por su apoyo constante e incondicional amor que me apoyaron consciente e inconscientemente en la realización de este trabajo A Yolanda que por su trabajo doméstico mantuvo un entorno agradable y placentero para trabajar, sin el cual hubiera sido más difícil la realización de este trabajo A la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana por ayudarme a formar académicamente y profesionalmente.

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CONTENIDO INTRODUCCIÓN

CAPITULO 1 LA PROPIEDAD PÚBLICA MEDIÁTICA Y EL ÁGORA DE LA DISCUSIÓN PÚBLICO POLÍTICA……….…………………….………................... 03

1.1 Las mediciones tecnológicas de la Grafoesfera……………………………...…………03 1.2 Distanciamiento y desterritorialización de las formas simbólicas…….....…09

1.3 Aparición de los primeros diarios y la mundialización de la información..………...….11 1.4 El auge de la palabra impresa y la política en la Grafoesfera……........17 CAPÍTULO 2 LA PROPIEDAD PÚBLICA DE LA VISIBILIDAD Y EL ÁGORA DE LA VISIBLIDAD MEDIÁTICA…………………………….………………...23 2.1 La Irrupción de la imagen audiovisual……………………………….…....23 2.1.1 Consolidación de nuevas mediaciones tecnológicas…………………26 2.2 La propiedad pública de la visibilidad……………..….…………………..31 CAPÍTULO 3 LAS LÓGICAS POLÍTICO MEDIÁTICAS EN LA PROPIEDAD PÚBLICA DE LA VISIBILIDAD……………………………………….……..…37 3.1 ¿El ocaso de la política y la consolidación de la videopolítica?..........................37 3.2 Alcances, expectativas y limitaciones de la propiedad pública de la visibilidad………………………………………………………………..…….42 CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

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Mucho me conmueve un detalle de la coronación, en las Blaquernas, de Juan Cantacuzeno

y de Irene hija de Andrónico Asán. Como no disponían de suficientes piedras preciosas

(era enorme la penuria de nuestro maltrecho Estado) las llevaron artificiales . Un montón de trozos de cristal

rojo, verde o azul. Nada de humillante o indigno

tienen para mí esos trocitos de cristal de colores. Al contrario, parecen

una dolida protesta contra la suerte inicua de los recién coronados. Son el símbolo de lo que convenía que tuvieran,

de lo que, ante todo, era justo que tuvieran en su coronación un Señor Juan Cantacuzeno,

una Irene, Hija de Andrónico Asán.

Constantino Kavafis Antología Poética

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DEL ÁGORA DE LA DISCUSIÓN PÚBLICO POLÍTICA AL ÁGORA DE LA VISIBLIDAD MEDIÁTICA

Introducción La relación de la comunicación y sus mediaciones tecnológicas con la política

es relevante ya que han ocasionado que la propiedad pública tradicional de la

copresencia cambie significativamente y se constituyan diferentes propiedades

públicas basadas en la especificidad de las mediaciones tecnológicas que son

hegemónicas en las diferentes mediaesferas1 como la propiedad pública

mediática y la propiedad pública de la visibilidad.

Cómo han incidido los cambios en los mediaciones tecnológicas en la

propiedad pública de los individuos se convierte en un tema central para

entender como la política se interrelaciona con lo mediático y las dinámicas que

genera esta relación. Si bien la comunicación siempre ha estado presente en la

política, el desarrollo de mediaciones tecnológicas como la imprenta, la radio y

la televisión han incidido en un cambio no sólo en la capacidad de transmitir la

información, sino que se han constituido en un factor que genera nuevas

relaciones sociales y políticas.

El propósito de esta monografía es describir como las mediaciones

tecnológicas configuran nuevos tipos de propiedades públicas. La metodología

que se utilizó es de tipo descriptiva-exploratoria a través de fuentes

secundarias alusivas al tema de investigación. Se describen las características

de la relación estudiada, utilizando conceptos teóricos para destacar los

elementos esenciales de la relación entre mediaciones tecnológicas y las

1 Con mediasferas se hace referencia a “las divisiones introducidas en la carrera del sapiens, de acuerdo con la evolución de sus técnicas de transmisión” cada mediasfera “dibuja un medio de vida y pensamiento con estrechas conexiones internas, un ecosistema de la visión y por la tanto un horizonte de expectativa de la mirada” Debray, Régis. Vida y muerte de la imagen: Historia de la mirada en Occidente. Barcelona: Paidos, 1994. Pág. 170

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propiedades públicas, explorando como incide esto en el accionar político y en

la constitución de la política. Para tal fin se utilizó la demarcación temporal de la

historia de la transmisión que elaboró Régis Debray, retomando dos

mediasferas; la Grafoesfera2 y la Videoesfera3, cada una hace referencia a una

etapa de la transmisión que se identifica por un cambio en la manera de

transmitir ligada a un cambio de hegemonía de las mediaciones tecnológicas

que permiten este proceso.

Esta monografía está dividida en tres partes. En el primer capítulo se describen

las principales mediaciones tecnológicas de la Grafoesfera y la emergencia de

una nueva propiedad pública mediática que tiene unas características

radicalmente diferentes a la propiedad pública de la copresencia que

caracterizó a la Logoesfera, exponiendo la relación que se estableció entre la

política y los nacientes medios de comunicación y como ésta permitió

estructurar una discusión público política ligada a nuevos tipos de instituciones

políticas que fueron surgiendo en esta época .

En el segundo capítulo se describe la ruptura de la Grafoesfera como

consecuencia de la aparición de los nuevos medios de difusión: la radio y la

televisión. Como éstos, especialmente la televisión, inciden en la configuración

de una propiedad pública de la visibilidad y marcan la entrada de una nueva

esfera de la transmisión, la Videoesfera. Se analiza la consolidación de la

televisión y de la imagen audiovisual como la principal forma simbólica de esta

esfera de la transmisión, estudiando la entrada de este medio en el escenario

social y político y la captura de la política en el entorno mediático generado por

los medios de comunicación. En el tercer capítulo se analiza las dinámicas de

la política producidas por la propiedad pública de la visibilidad, exponiendo los

2 La Grafoesfera es entendida como “la era del arete”, es decir como la etapa de la transmisión que se caracterizó por la predominancia del texto impreso, gira en torno a la educación y la razón como sus principales vectores de acción. “su época se extiende desde la invención de la imprenta hasta la televisión a color”, Ibíd. Pág. 170 3 La videoesfera es conceptuada por Debray como “ya estamos” Ibíd.. Pág. 170, es la actual época de la transmisión sus principales vectores son la seducción y el entretenimiento, su época comienza desde la consolidación de la televisión como principal mediación tecnológica.

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cambios que sufre el accionar político debido a las nuevas posibilidades

mediáticas que ofrecen las mediaciones tecnológicas de la Videoesfera.

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CAPÍTULO 1 LA PROPIEDAD PÚBLICA MEDIÁTICA Y EL ÁGORA DE LA DISCUSIÓN

PÚBLICO POLÍTICA El ágora en su acepción básica es el espacio material y simbólico de la

discusión política que caracterizó la vida de las diferentes poleis griegas de la

Antigüedad, teniendo dos connotaciones: era el sitio por excelencia de

intercambio de argumentos y propuestas acerca de la vida en común y

también era el lugar de la visibilidad de los ciudadanos. Este lugar articula dos

características significativas: discusión acerca de lo común y visibilidad ante el público. Es por ello que este capítulo se llama la propiedad pública

mediática y el ágora de la discusión público política, ya que busca exponer la

relación que se estableció entre la propiedad público mediática y la

estructuración de una discusión público política. Se analiza los mediaciones

tecnológicas que caracterizaron y modificaron a los sistemas de transmisión de

formas simbólicas en la Grafoesfera, las modificaciones que estos produjeron,

el distanciamiento y desterritorialización de las formas simbólicas; la incidencia

de la prensa en la transformación de la propiedad pública y cómo estos

cambios repercutieron en la configuración de la política de esta esfera de la

transmisión. 1.1 Las mediaciones tecnológicas de la Grafoesfera Las mediaciones tecnológicas4 son un elemento determinante que marca y

estructura el proceso de la comunicación política, las formas de transmitir y

4 Mediación tecnológica puede ser entendida como “una experiencia en la que el cuerpo propio deja de ser el instrumento de que se sirve la mente para conocer y se convierte en el lugar desde el que veo y toco al mundo o, mejor aún, desde el que siento cómo el mundo me toca, por intermediación de los medios de comunicación. Pero el mundo que (es lo que) vemos, no se nos revela sin embargo más que si aprendemos a verlo: la secreta conexión entre lo sensible y lo inteligible, entre lo visible y lo invisible, la invisibilidad profunda desde la que vemos. Pues la trama de los signos se espesa hasta llegar a insubordinarse contra la representación: los signos ya no son la versión exterior del pensamiento sino una materialidad sonora y visual, que nos liga a la vida y a la expresividad histórica del pueblo, esa que emerge en el lenguaje” Martín Barbero, Jesús. Mediaciones En revista mediaciones (2003). Disponible

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configura la propiedad pública, donde los receptores aprehenden las formas

simbólicas. Por lo cual, se expondrá las principales mediaciones tecnológicas

que permitieron la consolidación de la Grafoesfera y la discusión público

política.

Éstas son plasmadas por los soportes técnicos; estos son los artefactos y

técnicas que son desarrollados por medio de la tecnología y que permiten la

creación de nuevas mediaciones tecnológicas “la naturaleza de los soportes

técnicos difiere significativamente de un tipo de producción simbólica a otro y

las propiedades de los diferentes soportes técnicos facilitan y circunscriben a

su vez los tipos de producción simbólica”5.

En la Logoesfera6 las mediaciones se caracterizaron por ser localizadas tanto

regional como culturalmente, haciendo difícil la difusión de formas simbólicas a

un número significativo de personas por lo teatral de las escenificaciones del

poder situadas en determinados lugares físicos, también porque la creación de

formas simbólicas estaba concentrada en determinados estamentos del poder

religioso o político dependiendo la especificidad de los diferentes contextos

históricos. Esta transmisión de formas simbólicas dependía de una propiedad

pública de la copresencia7 que se identifica, por la presencia de los individuos

en: http://www.uniminuto.edu/mediaciones/revista01/invitado.htm (consultada 17/02/2006). En este sentido es necesario establecer la diferencia entre mediación tecnológica y soporte técnico, ya que el segundo hace referencia al aparato que le da forma a las mediaciones y que es una condición para las mediaciones pero no las determina. Un ejemplo de esto puede ser una televisión en un cuarto proyectando un programa no se constituye en una mediación, es necesario que haya personas presentes que lo estén viendo e interrelacionen con las formas simbólicas que se están proyectando. En este sentido la mediación tecnológica tiene dos características centrales, permite acceder a nuevas formas de experimentar el mundo por medio de las formas simbólicas que está dando a conocer y también incide en que se desarrollen nuevas relaciones políticas, sociales y culturales. Por lo cual cuando se utiliza el concepto de mediación tecnológica para referirse a la prensa, la radio o la televisión, no se hace sólo hace referencia al soporte técnico, sino al proceso de transmisión que éste medio permite. Cfr: Martín, Barbero, Jesús. Oficio de Cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura. Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 2003 Pág 166 y 167 5 Thompson, John Brookshire. Los media y la modernidad: una teoría de los medios de comunicación. Barcelona: Paidós, 1998. Pág. 30 6 La Logoesfera “corresponde a la era de los ídolos en sentido amplio, se extiende desde la invención de la escritura hasta la imprenta” Debray, Régis Op. Cit., Pág. 101. Su principal forma simbólica es el icono. 7 Se entiende por propiedad pública de la copresencia aquella que está “definida en torno al intercambio dialógico entre individuos que comparten un lugar, común y a su capacidad para ver y oír las acciones o

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en un mismo espacio y tiempo en el que los acontecimientos se hacían

públicos por medio de la interacción cara a cara.

Con el desarrollo de nuevas mediaciones tecnológicas a partir del siglo XV, en

especial la imprenta; la transmisión, circulación y difusión de formas simbólicas

cambian considerablemente, produciéndose nuevas formas de comunicación e

interacción con la información recibida. En este sentido se estructura una

nueva propiedad pública mediática, ya que las mediaciones tecnológicas

modifican las limitaciones espacio-temporales en la difusión de formas

simbólicas, de modo que emisores y receptores situados en lugares y tiempos

lejanos pueden formar parte del mismo proceso comunicativo por medio de la

palabra impresa. La creciente hegemonía de lo escrito impone nuevas formas

de actuar en lo político e incide en la formación de la propiedad pública

mediática8.

Es necesario señalar dos características de la propiedad pública mediática que

surge con la imprenta. En primer lugar se genera una visibilidad abstracta9 de

las acciones políticas y de los gobiernos, en segundo lugar para que un

acontecimiento sea público no es necesario que un grupo de personas

compartan un mismo espacio físico, sino lo público, a partir del desarrollo de

esta mediación tecnológica, se caracteriza por el intercambio y la discusión de

ideas, como lo señala Habermas “El publicum se desarrolla convirtiéndose en

público”10, este cambio provoca que “entre la esfera de la autoridad pública o el

acontecimientos que, al suceder o tener lugar ante otros que están presentes, adquiere un estatus público” Ibíd. Pág. 172 8 Se entiende por propiedad pública mediática como aquella que “está definida porque transforma el vínculo entre la propiedad pública y la interacción, las acciones y acontecimientos pueden adquirir un estatuto de público para aquellos que no estaban presentes en el lugar en el que ocurría, y que no estaban en condiciones de verlo ni oírlo”. Ibíd. 93 además se caracteriza porque “Los individuos que llevaban a término acciones públicas dejaron de ver a aquellos para que las acciones o acontecimientos eran, o podían convertirse, en un fenómeno público”. Ibíd. Pág. 170 9 Abstracta en el sentido que lo expone Thompson es una visibilidad basada en la palabra escrita y no de la observación directa del acontecimiento, en este sentido la imprenta y más adelante la prensa en el siglo XIX se constituyen como un prisma que a través de la abstracción de los acontecimientos en conceptos, permite acceder a un número creciente de individuos a diferentes acontecimientos volviéndolos públicos Thompson, John Op. Cit., Pág. 39,40 y 41. 10 Habermas, Jurgen. Historia y crítica de la opinión pública: la transformación estructural de la vida pública. Barcelona: Gustavo Gili, 1981 Pág. 62

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Estado, de una parte y la esfera privada de la sociedad y las relaciones

personales, de la otra, emergiera una nueva esfera de lo público”11. En este

sentido lo público existía antes como un espacio geográfico que servía para

exhibir el poder soberano a los súbditos, el cambio de los mediaciones

tecnológicas y de la naturaleza de las formas simbólicas incidió en que lo

público se empezará a perfilar como una esfera, donde se generaran las

discusiones, cuestionamientos y críticas de los ciudadanos hacia el gobierno y

el Estado.

Si en la Logoesfera el acceso y control de la comunicación escrita estaba en

manos del clero con la innovación de la imprenta en Occidente por Johannes

Gutenberg12, este invento se articuló a las anteriores formas de comunicación

que ya existían en Europa en especial con el sistema de los correos reales que

transmitían noticias a los gobernantes sobre otros reinos, al mismo tiempo su

difusión fue permitida por la expansión de las lenguas vernáculas y el declive

de los dialectos regionales que fue impulsado por los diferentes gobernantes

con el objetivo de consolidar su dominio sobre el territorio y la población.

Este invento cambia significativamente en tres aspectos la naturaleza de las

formas simbólicas difusión, acceso y comercialización. La difusión que

adquirieron las formas simbólicas con la imprenta hace referencia a la facilidad

con que podían ser transportadas éstas para ser expuestas a diferentes

personas, sin que estuvieran presentes en el sitio de su producción. Por

ejemplo, si en tiempos de Felipe el Hermoso se hacía un espectáculo para

castigar a un delincuente, utilizando las figuras del patíbulo, el verdugo y el

castigo, para escarmentar a la población, esto requería que las personas lo

presenciaran en un lugar común para establecer una comunicación y lograr un

intercambio entre el público y la forma simbólica, por lo cual la única forma de

comunicar este espectáculo13 era por medio de la interacción cara a cara o

11 Thompson, John Op. Cit., Pág. 101 12 En 1448 crea su primer taller de trabajo 13 Ya no era el espectáculo en sí lo que se estaba comentando sino versiones deslucidas del mismo, por lo cual estar presentes “compartir un mismo lugar” se hacía en la mayoría de ocasiones un requisito fundamental para el acto de la comunicación y más aún de la comunicación política.

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llevando ejemplos de la ejecución, como el traslado de partes corpóreas del

ajusticiado por diferentes regiones.

Como lo indica Thompson “el uso de los medios técnicos de comunicación

puede alterar la dimensión espacial y temporal de la vida social”14, ya que los

espectadores de las formas simbólicas no necesitan estar presentes en

determinado espacio y tiempo geográfico para acceder a éstas y no se utiliza la

interacción cara a cara para su transmisión. En este contexto, el texto impreso

origina una ruptura en el carácter secuencial del proceso de comunicación

política permitiendo la creación de audiencias invisibles que no están

subordinadas a la copresencia física de la interacción cara a cara en un lugar

común.

Es necesario realizar dos acotaciones frente a que la palabra escrita ya existía,

lo que hace que este proceso de distanciamiento entre receptores y emisores

no sea novedoso y si bien las lenguas vernáculas15, permitieron una mayor

difusión de la palabra escrita, esta seguía siendo excluyente por las elevadas

tasas de analfabetismo que predominaban en Europa siglos XVI, XVII y XVIII.

Como lo señala Marshall McLuhan la imprenta se caracterizó por “su

uniformidad, su capacidad repetitiva y su expansión sin límites”16. Esto permite

una homogenización en los mensajes que se transmiten, radicalmente

diferentes a los comunicados, correos o libros elaborados por escribas, además

estos mensajes eran recibidos por un número limitado de receptores, como no

ocurre con la imprenta. La segunda acotación es que aunque la lectura,

indudablemente, no se inicia con la imprenta, hay diferentes formas de leer

“No es decir demasiado que, con Aristóteles, el mundo griego pasó de la

14 Ibíd. Pág. 49 15 Este proceso vino acompañado de la retirada del latín como lengua europea que se utilizaba en las relaciones diplomáticas y por la nobleza europea 16 McLuhan, Marshall. La galaxia Gutenberg: génesis del "homo typographicus". Barcelona: Planeta-Agostini, 1985. Pág. 306

19

instrucción oral al hábito de la lectura. Pero durante los siglos que siguieron, la

lectura significó leer en voz alta”17.

La lectura callada tal como se conoce en la actualidad fue un proceso moderno

en que el papel de la imprenta fue determinante. Por lo cual, a pesar de las

elevadas tasas de analfabetismo, se debe tener en cuenta que los libros y

pasquines eran impresos para ser leídos a públicos amplios, lo que agrandaba

de manera considerablemente el número de receptores18.

El acceso que permitió la imprenta tanto a nuevas formas de comunicación

como de creación de formas simbólicas, es otra de las diferencias radicales

que permitirían hacia el siglo XVIII y XIX el establecimiento de una discusión

pública con base en materiales impresos. A diferencia de los escribas

medievales que en su gran mayoría eran controlados por la Iglesia, los

primeros impresores fueron actores que tenían un mayor grado de autonomía y

que necesitaban sostenerse por sus propios medios. Las primeras relaciones

entre las nuevas empresas mediáticas19 y los gobernantes fueron de interés

mutuo, ya que los segundos “se interesaron de manera progresiva en su auto-

representación ante audiencias que no estaban físicamente presentes”20,

mientras los primeros dependían del permiso para funcionar e instalar sus

talleres y de la información que suministraba el servicio de correos real sobre

los acontecimientos que sucedían en el territorio y en otros países europeos.

Sin embargo a pesar de los nacientes controles a las imprentas que fueron

surgiendo durante el siglo XVI y XVII en Magnuncia, Ámsterdam, Londres,

Paris etc. pronto se vio que estos eran insuficientes para regular la creciente

marea de textos impresos que comenzó a surgir. Uno de los ejemplos más

connotados y de mayor trascendencia fue la publicación y posterior impresión 17 Ibíd. Pág. 105 18 Esto no niega que grupos significativos de individuos quedaron excluidos de este proceso de comunicación debido a las altas tasas de analfabetismo que predominaban tanto en la ciudad como en el campo en los siglos XVII, XVIII, XIX y XX 19 Entendidas éstas como las organizaciones de individuos que con un fin comercial se organizan para producir bienes simbólicos que puedan ser vendidas a diferentes públicos. 20 Thompson, John Op. Cit., Pág. 182

20

de las tesis de Martín Lutero que, a pesar de ser condenadas a destrucción por

el Papa y varios reyes (entre ellos el de Francia y el emperador del Sacro

Imperio Germánico), se expandieron a una velocidad que antes no hubiera

podido ser posible sin la imprenta y en menos de 20 días ya estaban en manos

de un diverso público en casi toda Europa. Los primeros pasquines

informativos21 fueron publicados en Holanda, Alemania, Inglaterra y Francia, en

el silgo XVI contenían noticias de otros países y sobre los decretos y

decisiones del rey

La comercialización: si bien en sus inicios las imprentas dependieron de los

gobiernos y del clero que las fomentaran y las regularon, a medida que fue

aumentando su producción y la población alfabetizada, las bases financieras

comenzaron a aumentar y diversificarse, las imprentas “se enfocaban en

públicos más amplios, por lo cual la publicación comercial asumió un rol más

activo”22, lo que hizo que las imprentas modificaran su relación con el creciente

poder de los Estados y del debilitado poder de la Iglesia y un proceso de

inversión que trajo consigo la modernización de la imprenta que culminaría con

la prensa de vapor de Koening que permitió la producción de escritos en

proporciones industriales.

1.2 Distanciamiento y desterritorialización de las forma simbólicas

Como se expuso anteriormente la imprenta permitió un distanciamiento de los

productores y receptores de las formas simbólicas, lo que fue un requisito para

el establecimiento de lo que en este trabajo se considera el ágora de la

discusión público política, al modificar lo público. Este espacio se fue

estructurando, cuando la interacción cara a cara23 fue desplazada por la

21 Es importante diferenciar que pasquines informativos no son sinónimos de periódicos, ya que esta clase de publicaciones tenían un carácter irregular de publicación. 22 Thompson, John Op. Cit., Pág. 108 23 John Thompson plantea tres formas de interacción comunicativa: la primera es la interacción cara a cara que se basa en el intercambio de formas simbólicas que hacen los individuos por medio de sus capacidades comunicativas en un lugar común (habla y visión), la segunda es la interacción mediática que se identifica, porque los receptores están distanciados de los productores de las formas simbólicas y los receptores deben tener información referida al contexto, donde se producen éstas, recurriendo a recursos

21

interacción mediática. Esta nueva forma de interacción implica un contacto

mediático de las señales simbólicas, ocasionando que los productores no

puedan observar directamente la reacción de los receptores, cambia el

carácter del flujo comunicativo haciéndolo unidireccional y permite acceder a un

mayor número de receptores. Por lo cual el carácter de la propiedad pública

cambia, debido a que estos medios no se dirigen a una audiencia visible sino

invisible a través de los escritos impresos.

La información producida por la imprenta viene codificada en símbolos (textos

escritos) que los receptores tienen que descodificar, por ello necesitan tener

herramientas como saber leer y analizar los textos24. La creciente hegemonía

de la interacción mediática no hizo desaparecer la interacción cara a cara. Al

contrario la discusión público política, si bien se desarrollaba gracias a las

formas simbólicas libros, pasquines, periódicos, los cuales eran leídos en

público, ocasionó que surgieran en Europa espacios de discusión,

especialmente los que Habermas resaltaría como unos de los principales

lugares donde se formaba la(s) opinión(es) de la esfera pública burguesa: los

cafés, los salones y las tabernas.

Por lo cual, el distanciamiento y la desterritorialización de formas simbólicas

expresadas en símbolos fueron uno de los aspectos que identificó a la

Grafoesfera “la superioridad de las ideas sobre la realidad” y “la actividad

política emparentada con una producción simbólica” 25 e intelectual de los

ciudadanos. Esto permitió que los receptores estuvieran mejor informados

sobre los diferentes acontecimientos, al tiempo que señalaba una ruptura de la

noción tradicional de lo público, ya que “con los media, la propiedad pública de

propios como el conocimiento y la experiencia basándose en las formas simbólicas escritas e impresas, y la tercera es la casi interacción mediática que se caracteriza porque el flujo de la información es unidireccional y su producción es enfocada hacia un número amplio de posibles receptores la forma por excelencia de este tipo de información es la imagen audiovisual por medio de la radio, el cine y principalmente la televisión. 24 Esta característica es central, ya que como lo afirma Habermas, al existir un amplio analfabetismo y dificultades para analizar los textos fue motivando la aparición de grupos de discusión que giraban en torno a los textos escritos. 25 Debray, Régis. Op. Cit., Pág. 29

22

los individuos, las acciones y acontecimientos dejan de vincularse al hecho de

compartir un lugar común”26.

El gobierno pierde parte de su invisibilidad, ya que los individuos no tienen que

estar presentes en sus acontecimientos para conocerlos, sino se genera una

esfera de crítica y discusión sobre temas políticos. Los Estados y gobiernos

también sufren una transformación por la aparición de los medios masivos de la

información, ya que como expone Balandier “todo el universo político es un

escenario o más en general un espacio mediático que se inspira en el arte del

espectáculo”27. Por lo cual, va cambiando la esencia de la comunicación

política al cambiar el espacio, donde ésta se desarrollaba, surgiendo una nueva

forma de interacción entre individuos y de éstos con el Estado, ya que “no

tienen las mismas creencias porque nuevas maquinas les han dado nuevos

sentidos”28.

1.3 Aparición de los primeros diarios y la mundialización de la información

Los mediaciones tecnológicas impusieron nuevas formas de comunicación que

trajeron consigo el distanciamiento y la desterritorialización, pero hubo

determinados medios que lograron maximizar estos fenómenos, entre ellos uno

de lo más importantes fue la prensa, por lo cual en este apartado se expondrá

la relación entre la naciente prensa y el Estado; el carácter comercial de los

periódicos y la incidencia de la prensa de opinión en la estructuración de un

público receptor de estas formas simbólicas.

Los primeros pasquines que aparecieron en Europa alrededor del siglo XVI se

hacían con base en la información que los Estados les suministraban trataban

acerca de: decretos reales, cuestiones climáticas, crímenes e información

sobre otros países. Alrededor de los siglos XVIII y XIX, los temas se fueron

diversificando incluyendo propuestas políticas, temas culturales, noticias acerca

26 Thompson, John Op. Cit., Pág. 174 27 Balandier, Georges. El poder en escenas. Barcelona: Paidós, 1994. Pág. 199 28 Debray, Régis Op. Cit., Pág. 28

23

del gobierno y apoyos a determinados sectores políticos, lo que fue creando

públicos según la temática de los diferentes diarios, fortaleciendo la relación

entre la publicidad literaria y la política, ya que este medio de difusión fue

adquiriendo importancia en el conocimiento que tenían los ciudadanos de las

medidas que se implementaban desde el Estado para regular la sociedad.

En el siglo XVI las imprentas que publicaban estos pasquines (que no tenían

regularidad ni nombre) dependían del poder del Estado en dos tópicos; la

información y la censura, ya que la principal fuente de información provenía de

los servicios de correo de los diferentes reinos29, que después de filtrar la

información escogían la que querían que fuera publicada y encargaban a

determinados funcionarios para el análisis de los textos que se podían publicar.

Además, en un principio los nacientes diarios eran “pequeñas industrias

artesanales, sus lógicas se orientaban a la ganancia y el papel del editor era

cremastico”30, es decir sólo se encargaba de darle forma a la información y

prepararla para ser publicada. Este énfasis en lo comercial condicionaba la

producción de noticias a un interés meramente utilitarista. Sin embargo en

diferentes países de Europa, en especial en Inglaterra, los diarios permitieron

crear una discusión pública sobre determinadas decisiones del gobierno que

fueron el germen de una naciente opinión pública31.

La prensa, junto con los otros textos impresos, fueron los causantes de la

aparición de una propiedad pública diferente a la propiedad pública

copresencial; una propiedad pública mediática. Lo público tiene dos acepciones

básicas: la dicotomía público-privado, es decir entender lo público como lo

concerniente al Estado y a las relaciones que se dan en él y lo privado como la

esfera donde se desarrollan las relaciones privadas como las familiares y las 29 Servicios de correo que aunque venían de la Edad Media fueron radicalmente diferentes debido a la regularidad, ya que éste se hizo regular y amplio su capacidad de cobertura llegando incluso a englobar la mayoría de ciudades importantes de Europa. Esta transformación se dio principalmente en el siglo XV y XVI, con monarcas como Luis XI, Maximiliano I y Enrique VIII, sin embargo estos correos sólo podían ser utilizados por los gobiernos, el correo postal público sólo surgiría en el siglo XVII y XVIII 30 Habermas, Jurgen Op. Cit. Pág. 209 31 Ibíd. Pág. 90, 91 y 92

24

económicas, sin dejar de reconocer que estos ámbitos están entremezclados y

que a pesar de la relativa autonomía de lo privado, este está regulado por el

Estado, como lo expone Habermas.

La segunda acepción es la relación que da la anterior dicotomía entre la

visibilidad e invisibilidad, “Lo que es público, es lo que resulta visible, aquello

que se realiza ante espectadores, lo que se expone a todos o a muchos para

que sea visto o analizado…”32 “Lo que es privado, es lo que queda oculto a la

mirada, lo que es dicho o realizado en la privacidad…”33, es decir lo que queda

fuera del escrutinio público.

En este sentido en los reinos feudales y los absolutismos, se usaba el espacio

de lo público para reafirmar el poder y glorificarlo por medio de la interacción

cara a cara34, pero no se discutía ni se exponía el por qué de las decisiones

que se tomaban. Estas lógicas obedecían a una “representación pública del

dominio que no era un ámbito social sino una característica de status”35. El

principio del arcana Imperii o la raison d’ etat justificaba la invisibilidad del

proceso de toma de decisiones a los súbditos y posteriormente a los

ciudadanos. Por lo cual, el cambio de lo público como un espacio

desterritorializado y atemporal, es decir como una propiedad pública mediática

en que los acontecimientos para ser conocidos y analizados, no precisan de la

presencia de los individuos, aumenta la visibilidad abstracta de la gestión del

poder político basado en “un sistema de comunicaciones dominado en esencia

por la mente tipográfica y el orden fonético del alfabeto”36, en el que la prensa

tuvo un papel preponderante.

Como se expuso anteriormente, la relación entre el poder político y la prensa

fue de subordinación de la segunda ante el primero, pero esta relación se fue

32 Thompson, John Op. Cit., Pág. 166 33 Ibíd. 166 34 Como lo expone Balandier en el primer y segundo capítulo del Poder en escenas 35 Habermas, Jurgen Op. Cit. Pág.46 36 Castells, Manuel. La era de la información: economía, sociedad y cultura, Vol. 1. La sociedad red. México D.F: Siglo Veintiuno, 1999. Pág. 364

25

modificando en un contexto de desarrollo del capitalismo mercantil en el siglo

XVI. En este sentido la información de las primeras noticias periodísticas

“obedece por tanto, a las mismas leyes del mercado, a cuyo surgimiento debe

ella su propia existencia”37, ya que la noticia era una mercancía más del tráfico

de la época, pero también surgió en un contexto de cambio de las formas

institucionales del poder político, lo que incidió en que más adelante muchos

sectores pensaran en utilizar su poder de difusión para exponer sus ideas

políticas.

La prensa siempre siguió teniendo un carácter comercial durante sus inicios y

consolidación, pero éste con la creciente politización del instrumento pasó a un

segundo plano dando un lugar más relevante a la exposición de ideas y de las

acciones gubernamentales. Desde el siglo XVII con la aparición de los primeros

corantos hasta el siglo XVIII empieza un proceso de cambio de énfasis en las

noticias y en el contenido de las mismas, ya que la fijación en los

acontecimientos externos comenzó a dejar lugar a lo que sucedía en el ámbito

interno. Esto se vio reflejado con la aparición de periódicos más grandes que

se separaban radicalmente de las pequeñas industrias artesanales, como el

Daily Courant de Samuel Buckley (1702) uno de los primeros periódicos que

se publicaron diariamente. Esto trajo consigo una diversificación de temas en

los que se empezaron a especializar los periódicos, alejándose de las

temáticas a las que anteriormente se le daban preferencia (asuntos externos,

noticias cortesanas, crímenes y escándalos públicos), como lo expone

Thompson; “Para 1750 Londres tenía cinco periódicos diarios consolidados,

seis trisemanarios, cinco semanarios… que juntos hacían alrededor de cien mil

copias por semana”38 y lo que es central, los primeros diarios de opinión

impulsados por los tory, que divulgaron el género del ensayo político como el

Review de Daniel Defoe y el Examiner de Jonathan Swift, donde diferentes

personajes del parlamento inglés empezaron a exponer temas al público para

que sus propuestas ganaran apoyo popular. Esto devino en que “la prensa de

opinión… como institución de la discusión del público se preocupa 37 Habermas, Jurgen Op. Cit. Pág.59 38 Thompson, John Op. Cit., Pág. 98

26

primariamente por afirmar su función crítica y así el capital de la empresa se

convierte en un asunto secundario”39 lo que cambia el carácter meramente

mercantil que en el siglo XVI y XVII tenían las formas simbólicas producidas por

la prensa.

El crecimiento de la prensa de opinión no estuvo exento de amplios intentos de

control, siendo uno de los más emblemáticos la Stamp Act de 171240, también

el cierre de varias imprentas que cometían “indiscreciones” contra la Corona o

el gobierno. Sin embargo, las bases para que se diera una discusión acerca de

los acontecimientos públicos ya estaba lograda y el objetivo de defender una

prensa libre y autónoma empezó a ser una de las reivindicaciones básicas de

quienes impulsaban el proyecto de una democracia liberal, como se puede ver

en el libro de Ensayos sobre gobierno y jurisprudencia en el capítulo acerca de

la libertad de prensa de James Mill41. Este hecho vino acompañado de una

creciente demanda tanto de los políticos como de los ciudadanos de crear un

espacio, donde se pudiera discutir la administración de la sociedad por parte

del Estado y la naturaleza de las reformas, volviéndose una estrategia política

apelar al público, como una legitimación de las posturas y reformas de

diferentes partidos y en la estructuración de la prensa como un “foro

privilegiado dentro del cual la competición política tiene lugar”42.

Aunque en otros países europeos este proceso tuvo serías diferencias la

importancia de la libertad de prensa como un instrumento de vigilancia hacia el

Estado y apelar a un público invisible buscando su apoyo se fue haciendo

central en la mayoría de países de Europa especialmente en Francia, Inglaterra

y Alemania. Como lo indica Habermas la libertad de prensa es uno de los

derechos que se incluía en la declaración de los derechos del hombre.

39 Habermas, Jurgen Op. Cit. Pág. 271 40 Esta ley exigía un penique de impuesto a los periódicos por cada hoja que se publicaba 41 Aspecto que seguiría siendo tratado por su hijo John Stuart Mill en su libro del utilitarismo 42 Thompson, John Op. Cit., Pág. 184

27

Este proceso de relocalización43 de las noticias se dio con la creación y

posterior consolidación de las redes mundiales de la mundialización de la

información que trajo dos consecuencias importantes: la separación del

mensaje del medio físico de transporte y la mundialización de la información lo

que impulso el último paso para concretar las primeras audiencias virtuales y la

hegemonía de la interacción mediática que acabó de transformar totalmente la

propiedad pública. Este proceso se dio con base en un nuevo soporte técnico

el telégrafo, ya que conectó al mundo44. Este invento estuvo ligado al

desarrollo de agencias internacionales que se caracterizaron en tres puntos; la

reunión sistemática de noticias de todas las partes del mundo, la división del

mundo “en esferas de operación mutuamente excluyentes”45 y el trabajo de

alimentación de información para la prensa.

En este proceso la propiedad pública, entendida ésta como un lugar físico

vinculado a la idea de compartir un lugar común que “implicaba tanto la vista

como el sonido, la apariencia visual así como la palabra hablada”46, donde el

acontecimiento público era un espectáculo en los reinos absolutistas o un

intercambio de ideas por medio de la interacción cara a cara como en la Ágora

ateniense, tienen que convivir con una nueva propiedad pública mediática que

consolida lo público sin lugar y un público no presente, una nueva Ágora regida

por la comunicación mediática y caracterizada por el predominio de textos

impresos, símbolos e ideas.

43 En el sentido en que en los siglos XVI, XVII y XVIII la prensa se enfocaba en acontecimientos externos a sus países de origen, en este sentido en el siglo XVIII y XIX las noticias se vuelven a enfocar en temas nacionales, mientras que los temas internacionales van pasando a un segundo plano, por lo cual el término relocalización hace referencia a que las temáticas vuelven a ser locales. 44 En 1870 se habían instalado cables terrestres y subacuáticos que conectaban Europa con Asia hacia 1880 se había integrado a América del Norte, parte de África, Latinoamérica y Oceanía. La velocidad de estos cambios tecnológicos se puede ejemplificar en que si en 1850 una carta de América del Norte a Europa se podía demorar dos meses un telegrama llegaba a su destino en menos de cinco horas. 45 Ibíd. Pág. 205, se crearon seis agencias informativas Havas (1835 en Francia), Reuters (1840 en Inglaterra), Wolf (1840 en Alemania), la Associated Press (1848 en USA) y la United Press Association (1907 en USA) que se repartieron el mundo de acuerdo a las esferas de influencia de sus respectivos países. Sin embargo esta situación cambiaria, pero el oligopolio de información se siguió manteniendo. 46 Ibíd. Pág.169

28

1.4 El auge de la palabra escrita y la política en la Grafoesfera El auge de la palabra escrita hace referencia al establecimiento de una nueva

propiedad pública en que prima un estado “adosado a la razón encontrando

legitimidad y consistencia en las instituciones doctas”47 con una opinión pública

basada en la publicidad48 literaria y política retroalimentadas por un

comportamiento de los individuos en torno a la reflexión de las ideas y acciones

gubernamentales, sustentada en la prensa, los clubes de lectura y los cafés.

El anterior planteamiento está ligado a tres ideas principales que articulan la

Grafoesfera: la primera es la relación que existe entre el accionar

gubernamental y el cambio en las formas de producción de formas simbólica; el

segundo es el cambio que sufre la propiedad pública al dejar de estar vinculada

a un espacio y tiempo que los individuos comparten en común, y el tercero es

la predominancia del texto impreso como principal forma simbólica. Por lo cual,

este apartado se centrará en exponer los principales aspectos de la política

articulados a la discusión en la que se formaba opinión pública, lo que

caracterizó a la institución política más representativa de la Grafoesfera: el

Estado Educador.

“A cada esfera, su ámbito y su mito”49, el de la Grafoesfera fue la educación de

los ciudadanos y la consolidación de espacios que permitieran la discusión

pública, tanto a nivel de los representantes, como de los ciudadanos. Esta

diferencia entre ciudadano y habitante es relevante, ya que amplios grupos

quedaron excluidos de participar en este nuevo espacio público. Sin embargo

se establecieron las bases, para la inclusión de un mayor número de personas

y colectividades con la creación de la educación pública.

47 Debray, Regis Op. Cit., Pág. 20 48 Es necesario aclarar que con el término publicidad no se hace referencia a la publicidad como a la manera comercial de dar a conocer un producto, sino a la vida social pública. 49 Ibíd. Pág. 70

29

El cambio de mentalidad y percepción del rol de la política estuvo ligado (pero

no determinado)50 al desarrollo de las mediaciones tecnológicas que

estructuran el proceso de la comunicación política y a las nuevas formas de

apropiación de las formas simbólicas. La consolidación de un proyecto histórico

liberal cuyas principales metas eran la libertad e igualdad, tenía como tarea

ilustrar a los antiguos súbditos como un requisito para ser transformados en

ciudadanos. Por lo cual la ilustración se convirtió en un vector que dirigió las

acciones gubernamentales en esta esfera de la transmisión. La construcción de

una nueva propiedad pública mediática influyó en que este espacio no

estuviera ligado a lo geográfico. Sin embargo este aspecto siguió siendo

relevante, ya que la interacción cara a cara cambió de funciones más no perdió

relevancia.

Como se indicó anteriormente, la publicidad literaria y la publicidad política

estuvieron articuladas, como un punto de partida, pero también de llegada de la

opinión pública51. En este sentido se creó una interacción entre las personas

privadas que discutían sobre el Estado y el gobierno, consolidándose una

opinión pública como un lazo de comunicación entre la esfera pública y privada.

Como lo indica Sartori “las palabras articulan el lenguaje humano que evocan

representaciones”52 sociales y políticas.

“Los salones y las casas de café pudieron diferenciarse entre sí respecto a la magnitud y a la composición de su público, al estilo del trato en ellos imperante, respecto al clima circundante del raciocinio y respecto a la orientación temática, todos organizaban, sin embargo una tendencia hacia la discusión permanente entre

50 Como lo expone Richard Sennet en el Declive del hombre público, el hecho de que los periódicos se hubieran afianzado y multiplicado durante la Revolución francesa, no impidió que la consolidación del régimen napoleónico en Francia que clausuro o censuro los periódicos restringiendo la opinión pública. Sin embargo como lo expone Francis Balle, el régimen se dio cuenta de la importancia que tenía controlar la información distribuida por los periódicos con la implementación de una oficina para la administración de los nuevos medios de comunicación. En este sentido la crítica de Sennet a los diarios exponiendo que no necesariamente crean una opinión pública ilustrada y abren el espacio para una discusión pública política es central, ya que permite apreciar que el desarrollo de mediaciones tecnológicas son una característica importante pero no fundamental para la generación de una discusión pública política y que esto también está ligado a otras características sociales y políticas de las diferentes sociedades en donde se desarrolla. 51 Habermas, Jurgen Op. Cit., Pág. 53 52 Sartori, Giovanni. El Homo Videns. Madrid: Santillana, Taurus, 1998. Pág. 20

30

personas privadas; de ahí que dispusieran de una serie de criterios institucionales comunes”53

En estos espacios se plasmaron demandas y propuestas, constituyéndose en

algunos casos en partidos políticos que permitieron articular sus

representaciones de mundo en plataformas políticas con propuestas sobre los

cambios políticos y sociales que se consideraban adecuados. Como se puede

observar, el siglo XVIII presenció la aparición de periódicos que desplazaron

sus intereses comerciales a un segundo plano, siendo su principal función

exponer ideas de determinados grupos o personajes políticos.

“Al dejar de ser un simple instrumento que permite la difusión de noticias, la prensa estimula la discusión pública, prolongándola si es el caso; juega el nuevo papel de mediador entre el ancho público de ciudadanos y el poder político. Los periódicos de grupúsculos se imponen en Paris de1789 tanto como en 1848: uno de cada dos hombres políticos tiene su propio periódico”54.

En este sentido los congresos, parlamentos asambleas, aparecen como un

espacio que tiene una función mixta, ya que empiezan a visibilizar las

propuestas políticas que se estructuran en la discusión pública55, pero a su vez

asumen la tarea de representar a los individuos en la esfera privada. La

relación que se establece entre las mediaciones tecnológicas y el modo de

hacer política se enlaza, ya que éstas son la manera de dar a conocer las

propuestas y de buscar el apoyo del público, como una estrategia para

fortalecer su posición política frente a sus antagonistas.

Estos cambios señalan la predominancia de la educación como uno de los

mitos fundacionales y principios operativos del Estado Educador “sólo la razón

accesible y compartible por todos hace plausible la soberanía popular”56, ya

que apelar al público por medio de propuestas requiere que éste tenga un

mínimo de ilustración para que las entienda, por lo cual se empieza a acentuar

53 Habermas, Jurgen Op. Cit., Pág. 73 54 Balle, Francis. Comunicación y sociedad. Santa fe de Bogotá: Tercer Mundo, 1991. Pág. 80 55 Como se expuso anteriormente uno de los casos más emblemáticos fue el de Inglaterra, donde los dos partidos predominantes crearon sus periódicos como un mecanismo para la defensa de sus ideas. 56 Debray, Regis Op. Cit., 74

31

el creciente rol de la escuela como “acceso a libertad”57 al brindar el saber que

los individuos necesitan para ligar su voluntad con el saber, además de dar a

los individuos las herramientas cognitivas para descifrar las formas simbólicas

de su época, los textos impresos.

Por lo cual, una de las principales funciones históricas que se atribuye el

Estado en la Grafoesfera es la ampliación del público ilustrado. En la

Revolución Francesa y en los primeros gobiernos republicanos de diferentes

países que se adscriben al proyecto liberal, la educación pública será una de

las principales prioridades, lo que indica el ocaso definitivo de la publicidad

representativa y la transición a la publicidad pública. Este cambio explica

determinadas características de las instituciones políticas. Como lo expone

Debray anteriormente, los reyes imponían su poder mostrando su majestad

devenida de la majestad divina. En cambio para los nuevos estados implicaba

demostrar y justificar sus políticas, tanto a nivel de los parlamentos como de la

sociedad, mientras el rey aparecía para exhibirse, “el elegido del pueblo no

tiene esta facultad. Debe convencer mediante razones”58, además él no se

representa a si mismo si no las propuestas que propone y a la organización

que lo sustenta. Por lo cual, para que estas razones tuvieran una interlocución

con los ciudadanos, era necesario construir un público más amplio que las

pueda entender.

Sin embargo, la educación como se indicó anteriormente no sólo era una

aspiración o mito del Estado, sino obedece a un proceso más amplio de

construcción de nuevas identidades, con base en las formas de comunicar, ya

que las instituciones como partidos políticos, parlamentos, gobierno no podían

apelar a un principio divino que legitimasen su autoridad, era necesario la

creación de un nuevo constructo que legitimara su poder en la sociedad, por lo

cual la escuela, además de reflejar las aspiraciones liberales de tener un

público ilustrado que “vigile” e interactué con el Estado, también es un lugar de

exaltación y adoctrinamiento como en su época lo fue la Iglesia o el Palacio. 57 Ibíd. 104 58 Ibíd. 76

32

La escuela como lugar de exaltación y adoctrinamiento, es una de las

instituciones que se basa en las características del texto impreso; la cantidad y

la homogeneidad, lo que permitió la estandarización de la educación distribuida

y difundida por la enseñanza. Una estatua en conmemoración de un héroe de

la independencia, de un revolucionario o un reconocido político en una plaza no

significaban nada, si no se dotaba a la imagen de sentido mediante la palabra

impresa. Esta educación no es pura y neutral, no debe ser entendida como una

instrucción de los individuos, al contrario era una educación para crear una

colectividad. La enseñanza y los contenidos de ésta no son neutros, sino “una

apuesta política como medio de unificar la nación”59 dotando de legitimidad las

formas simbólicas de los gobiernos republicanos.

Por lo cual estos dos aspectos: la discusión sobre el Estado y la creación de

unas instituciones que permitan darle permanencia en el tiempo a

determinadas plataformas políticas están articuladas, ya que se basan en unas

mediaciones tecnológicas símiles que por una parte son apropiadas por el

Estado, para que los ciudadanos sometidos a éste “incorporen los principios

básicos de su propia sujeción”60, ya que las lógicas de dominación “dependen

siempre de una logística de los símbolos”61 y de individuos y grupos en la

esfera privada para informarse, debatir y asumir posturas frente al poder

gubernamental.

Esto culminó en la consolidación de un espacio público, donde la manera de

hacer política y entenderla cambió, ya que los mediaciones tecnológicas

permitieron y causaron una “transformación de la organización espacial y

temporal de la vida social creando nuevas formas de acción e interacción”62.

Este espacio estuvo enmarcado en la Grafoesfera que se caracterizó por la

predominancia del texto escrito, a través de sus múltiples representaciones

59 Ibíd. 107 60 Ibíd. 56 61 Ibíd. 61 62 Thompson, John Op. Cit., Pág. 16

33

como los libros y la prensa, permitiendo la constitución de una opinión pública

generada por grupos de opinión ilustrados que se reunían en diferentes

espacios físicos como los cafés y los salones. Lo que estuvo acompañado de

una transformación institucional que fue generando o reinventando espacios

como los parlamentos y asambleas, donde los partidos o grupos políticos

podían exponer y debatir sus propuestas y una transformación social que

estuvo caracterizada por la alfabetización e ilustración de amplias masas de la

población como una forma de adoctrinamiento y de significación de los

símbolos de los estados republicanos. En este sentido la opinión pública no era

un agregado de opiniones individuales, sino el resultado de la publicidad como

justificación a “la imposición de una legislación basada en la razón”63 que pasó

a reemplazar al principio de imposición soberana basado en la publicidad

representativa por un principio de representación de los gobernados.

63 Habermas, Jurgen Op. Cit., Pág. 53

34

CAPÍTULO 2 LA PROPIEDAD PÚBLICA DE LA VISIBILIDAD Y EL ÁGORA DE LA

VISIBLIDAD MEDIÁTICA

En la Grafoesfera se configuró un ágora de discusión público política que

significó una reestructuración de la política y de sus instituciones en torno a la

representación de los actores políticos en espacios definidos

institucionalmente. Esto se dio con base en las mediaciones tecnológicas y en

las características específicas de la propiedad pública mediática. Estos

procesos se desarrollaron y consolidaron a lo largo de los XVII, XVIII, XIX y

principios del siglo XX. Sin embargo, este último siglo estuvo caracterizado por

el desarrollo de nuevas mediaciones tecnológicas que originaron procesos de

transmisión radicalmente distintos a los de la Grafoesfera deviniendo en una

nueva propiedad pública, la de la visibilidad. En este capitulo se analiza la

pérdida de hegemonía de la palabra impresa y la irrupción de la imagen

audiovisual; cómo ésta genera un nuevo tipo de visibilidad distinto al de la

propiedad público mediática; los cambios en los medios de comunicación de la

Grafoesfera; la aparición, características y consolidación de la radio y la

televisión como nuevas mediaciones tecnológicas de la Videoesfera y las

características de la propiedad pública de la visibilidad.

2.1 La Irrupción de la imagen audiovisual La irrupción de la imagen audiovisual se da en el marco de una crisis de la

Grafoesfera y sus maneras de transmitir. Esta crisis no es generalizada y varía

de acuerdo a las características históricas y sociales de los diferentes países

en que se dio. Habermas considera que se pueden encontrar las primeras

señales del fin de la discusión público política y de la opinión pública (como

realidad, pero no como ficción) a finales XIX y principios del siglo XX,

exponiendo la disgregación de la opinión pública, como consecuencia de los

35

cambios políticos, sociales y mediáticos64. En este planteamiento, los medios

de comunicación de masas la radio, el cine y la televisión sólo vienen a

ahondar el debilitamiento de una opinión pública ilustrada, ya que no se

caracterizan por informar y se limitan a vender noticias como una mercancía

más, subordinando al proceso de comunicación a una lógica comercial y

utilitarista.

Además, la prensa del siglo XIX experimentó serias transformaciones en su

estructura interna. En la mayoría de periódicos había vuelto a predominar el

interés comercial65, con base en dos fenómenos la reñida competencia para

conseguir y captar al mayor número de lectores, y su establecimiento como

grandes empresas mediáticas que requerían una mayor inversión de capital

para funcionar, lo que cambio lo que tipificaba al periodismo como empresa. En

forma simultánea y condicionándose recíprocamente desaparecen del

periodismo “el espíritu de aventura individual a que se entregaban los hombres

de vocación y la posibilidad de montar un diario con un desembolso que

cualquiera podía afrontar”66 y en las exigencias en el cambio del contenido y

formato de la noticias que implicaba la constante necesidad de aumentar el

público “la principal dificultad a la que se enfrenta un periódico que intente

seguir una política razonable e independiente no está en la gestión del consejo

de dirección, sino en la del público que compre el periódico”67. Este proceso no

fue general y homogéneo, pero un número significativo de periódicos pasaron a

privilegiar de nuevo lo comercial y la noticia amarillista, sobre otra clase de

noticias. El mayor protagonismo de la publicidad comercial, así como la

necesidad de dar forma al periódico como una mercancía para ser consumida

64 Entre ellos los principales cambios son el desdibujamiento de la diferencia entre la esfera estatal y privada, donde la segunda queda relegada a la intimidad, la creciente intervención del Estado en la sociedad, la desvinculación del intelectual del proyecto burgués, el cambio en la estructura de la familia burguesa, la desaparición de los periódicos personales, donde el editor cumplía todas las funciones, la concentración de los medios de comunicación oligopólica y el aspecto comercial volvió a jugar un rol predominante en los periódicos. 65 Francis Balle expone claramente este proceso que se caracterizó por la disminución tangencial de periódicos, mientras los que no se subordinaban a estas lógicas comerciales quebraban o quedaban marginados de la mayoría del público. Esto trajo como consecuencia que se le fuera dando mayor relevancia 66 Cossio, Carlos. La opinión Pública. Buenos Aires: Editorial losada, S.A, 1958. Pág. 73 67 Freíd, Bernays, L, Edwards. Cristalizando la opinión pública. Barcelona: Gestión 2000, 1998. Pág. 63

36

por un amplio número de espectadores fueron mellando el periodismo de

opinión.

Otros autores difieren de este planteamiento, ya que se centran en que la

televisión fue la que realmente significó un punto de quiebre en la forma de

transmitir. según Sartori, la televisión, al ser “la que modifica primero y

fundamentalmente la naturaleza misma de la comunicación traslada del

contexto de la palabra al de la imagen”68 haciendo que en la política y en la

actitud de los espectadores se generen unas dinámicas69 que según su

planteamiento están incidiendo en la degeneración de la política, ya que para él

“los libros, periódicos, teléfonos, radio son todos ellos elementos portadores de

comunicación lingüística…La ruptura se produce a mediados de nuestro siglo

con la llegada de la televisión”70, exponiendo que la diferencia radica en la

pérdida de la capacidad de abstracción de los individuos y en su creciente

incapacidad para aprehender los fenómenos políticos y sociales.

En este sentido la crisis de la hegemonía de la prensa como medio principal

para la transmisión de la información, se puede exponer como un proceso que

alcanzó su punto de ruptura con la consolidación de la televisión como principal

medio de comunicación, sin negar que las condiciones de este cambio estaban

articuladas a su interacción con los otros medios de comunicación. La irrupción

de la imagen audiovisual señalaría la constitución de una nueva propiedad

pública de la visualidad radicalmente diferente a la propiedad pública mediática.

Por lo anterior es necesario estudiar la naturaleza de las mediaciones

tecnológicas que fueron desplazando a la imprenta y exponer como la imagen

fue adquiriendo más importancia, mientras que el texto impreso pasaba a un

segundo plano en la transmisión de formas simbólicas.

68 Sartori, Giovanni Op. Cit., Pág. 32 69 Personalización de la política, trivialización de los asuntos públicos, falta de continuidad en las políticas estatales por seguir los dictámenes de los sondeos de opinión, desligar los problemas de su contexto social e histórico, darle prioridad a lo urgente sobre lo importante etc. 70 Ibíd. 26

37

2.1.1 Consolidación de nuevas mediaciones tecnológicas

El texto impreso se constituyó como el principal soporte material y la imprenta

como la mediación tecnológica de creación de formas simbólicas en la

Grafoesfera, su pérdida de hegemonía se debió a la articulación de diferentes

variables la pérdida del rol principal de los periódicos como transmisores de la

información en la sociedad, la aparición de los medios de difusión71 la radio y la

televisión, y la consolidación de esta última como principal mediación

tecnológica del proceso de transmisión.

Según Francis Balle “para los grandes diarios la época entre 1890 y 1920

representa una edad de oro”72, ya que se consolida como el principal medio de

fabricación y difusión de formas simbólicas, proporcionando la información de

los diferentes acontecimientos del mundo y de los respectivos países en los

cuales informa. Paradójicamente también representa la consolidación de las

dinámicas negativas que señalarían sus limitaciones y enturbiaran su rol como

única informadora mediática de la opinión pública. La ruptura de 1920 señala la

pérdida del monopolio sobre la información generada por la aparición de

nuevas mediaciones tecnológicas que tienen características radicalmente

diferentes: la radio y la televisión.

La radio73 proviene de la telegrafía sin hilos. Su uso en un principio estuvo

consignado al ámbito militar, aunque luego se usaría para usos civiles. El

potencial de difusión y ampliación de audiencia con fines de propaganda

política74, sólo se vería hasta la subida del gobierno nacional socialista de

Alemania. Como lo expone Toby Clark “Es Josef Goebbels ministro de

71 Los medios se dividen en tres “familias” la primera es la de los medios autónomos de comunicación que comprenden todos los soportes sobre los cuales son inscritos los mensajes y que no requieren de conexión ninguna de red. La segunda familia son los medios de difusión que se caracterizan por transmitir mediante hondas hertzianas programas de radio o televisión y que requieren estar en una zona de cubrimiento cuya extensión varía dependiendo la tecnología de los equipos receptores. La tercera son los medios de intercomunicación que se caracterizan por permitir una comunicación bipolar o multipolar a distancia. 72 Balle, Francis. Comunicación y sociedad. Tercer Mundo Editores. Bogotá: 1991. Pág. 82 73 La primera patente sobre este invento fue conseguida en 1896 Guglielmo Marconi, quien elaboró el aparato para sintonizar las hondas electromagnéticas 74 Aunque la radio desde 1920 cumplía funciones de transmisión de información

38

propaganda e ilustración del pueblo, quien orquesta la utilización de estos dos

medios para la difusión de las ideas políticas”75 del régimen nacionalsocialista y

la legitimación del mismo76. Esta estrategia de comunicaciones señaló la

entrada definitiva de los medios de comunicación de masas, como mediaciones

tecnológicas que permiten la creación de formas simbólicas con una rapidez y

un nivel de cobertura que nunca llegó a tener el texto impreso. Además, la

radio volvía a hacer audibles a los mensajes, mientras que la televisión

nuevamente los dotaba de visibilidad.

En primer lugar, la radio se diferencia de la prensa en la audiencia objetivo de

cada uno ya que si bien los periódicos alcanzaron un gran público, seguían

subordinados a que los receptores poseyeran, como mínimo, un nivel de

instrucción que les permitiera leer las noticias o de un entorno social, donde

fueran difundidas por medio de la lectura en voz alta. La radio por medio de la

palabra oral rompe este esquema, ya que sus receptores pueden aprehender

directamente la información que les llega.

Además “la radio por excelencia es el medio de la transmisión en directo y del

tiempo presente”77, por lo cual si la prensa permitía que los receptores no

tuvieran que estar en un lugar preciso para conocer un acontecimiento creando

lógicas de distanciamiento la radio se caracteriza por una lógica de inmediatez

en la transmisión de las formas simbólicas. Lo cual desfasa la capacidad de la

prensa haciendo que la radio entre a jugar un rol importante como transmisora

inmediata de los acontecimientos mediáticos. Sin embargo esta mediación

tecnológica no entra en una lógica de competencia con la prensa, ya que tiene

funciones netamente diferentes, por lo cual en un principio la relación que se

establece es de complementación más no de competencia. En este sentido el

75 Clark, Toby. Arte y propaganda en el siglo XX: la imagen política en la era de la cultura de masas. Madrid Akal, 2000 Pág. 61 76 Uno de los primeros trabajos que analizó la influencia del cine y la radio sobre las masas que hizo el gobierno nacionalsocialista fue la Violación de las Masas del alemán Serge Chakhotine quien intentó trabajar de manera científica la manera en que Josef Goebbels manipuló a las masas a través de la radio y el cine asimilando el mecanismo de la propaganda a una violación física para condicionar ciertos comportamientos y actitudes de las masas 77 Charaudeau, Patrick. El discurso de la información. Gedisa. Barcelona: 2003. Pág. 138

39

principal efecto de la aparición de este medio de comunicación es sumarse

como un actor importante en la distribución de nuevas formas simbólicas que

implicaban nuevas lógicas rompiendo el monopolio sobre la distribución

mediática de la información que antes tenía la prensa78.

Sin embargo fue la entrada de la televisión y su poder comunicativo en el

espectro de mediaciones tecnológicas, lo que generó el predominio de la

imagen audiovisual sobre el texto impreso. “la difusión de la televisión no hizo

que desaparezcan los otros medios de comunicación, sino que hizo que fueran

reestructurados en un sistema cuyo núcleo lo componían tubos de vació y cuyo

atractivo era una pantalla de televisión”79, es decir que se convirtió en un

referente para todos los otros medios imponiendo e incidiendo en los temas

que se trataban y el formato bajo el cual se producían los otros medios. Sin

embargo, la predominancia de la televisión fue un proceso paulatino que se

debe analizar más detalladamente.

Si la radio rompe el predominio de la prensa en la difusión de información, la

televisión80 rompe el monopolio de la palabra escrita u oral, como principal

forma del mensaje por medio de la imagen. A diferencia del cine, la televisión

podía producir formas simbólicas mucho más rápido y con una difusión más

78 Como momentos claves que ejemplifican esta ruptura pueden reseñarse la cobertura de la campaña electoral estadounidense del presidente Harding y su elección en 1920 y la primera radiodifusión por la CSF con ocasión de una cerecomina en honor de BRANLY en Francia 79 Castells, Manuel Op. Cit. Pág.362 80 La invención de la televisión tiene sus primeros antecedentes a 1880, cuando se hace un proyecto sobre el efecto fotoeléctrico “en 1900 aparece la palabra televisión, en el curso de una conferencia anunciada en la Exposición Universal de Paris” (Balle, Francis Op. Cit., Pág. 115) su concreción técnica se dio en 1928 cuando se hace la primera demostración en los laboratorios de Bell Telephone, pero sólo hasta 1950 su uso se prestó al público y se hacen programas para ser transmitidos a 1794 televisores en servicio, a partir de esta fecha su uso se comenzaría extendido y el número de aparatos crecería desmedidamente en 1969 aproximadamente 500 millones de teleespectadores pudieron ver la llegada a la luna, mientras que 1995 123 millones de hogares tendrían aparatos de televisión disponibles. En un principio la función de la televisión era predominantemente recreativa, mientras que los telediarios que transmitían la información política y social quedaban marginados a un segundo lugar junto a su rol en las campañas políticas. Esta situación empieza a cambiar en la década de 1960 con la entrada de la televisión en la difusión de información social, económica y política y su entrada como un actor central durante la campaña presidencial de Einsenhower. El rol de la televisión fue creciendo junto con el aumento de teleespectadores ya en las campañas norteamericanas precedentes jugó un importante papel en la distribución de la propaganda política.

40

rápida directamente en los hogares lo que crea lógicas radicalmente distintas

con la prensa debido a las tres características especificas de la televisión.

Estas características son la ubicuidad, la cercanía y la predominancia de la

imagen. La primera hace referencia a: “cuando la televisión muestra en directo,

el efecto de presencia es tal que queda abolida toda distancia espacial,

desaparece toda frontera temporal y se crea la ilusión de una historia que se

desarrolla en una cotemporalidad consustancial al flujo de conciencia del

telespectador”81, lo que hace que el presente y pasado se fundan y que el

telespectador tenga la sensación de estar viendo en directo el acontecimiento,

se crea una lógica mediática en que los acontecimientos ya no son dados a

conocer en abstracciones conceptuales en una periodicidad determinada y

presentados en pasado. Con la televisión se presenta una lógica de estar

viviendo el acontecimiento en el mismo instante en que éste se está

produciendo, a pesar de las diferencias temporales y espaciales que van desde

su creación hasta su recepción por parte los telespectadores. Lo cual está

articulado a la cercanía, por más que la prensa diera información acerca de un

acontecimiento lejano acercándolo al espectador, la televisión hace que el

espectador vea el momento como está sucediendo creando una cercanía con

el acontecimiento que antes no había sido posible. Estas dos características

están fundamentadas en la principal forma simbólica de transmisión la imagen

audiovisual por los efectos de asimilación radicalmente distintos que tiene ésta

frente al texto impreso o la palabra oral: es más accesible, rápida, impersonal,

veraz, dramática y ante todo más espectacular. No es lo mismo leer sobre los

atentados del once de septiembre que verlos directamente. Por lo cual no es

sólo un cambio en la manera de transmitir, sino que esto incide en la misma

propiedad pública en la cual los acontecimientos se transforman en públicos.

Por lo cual, las nuevas características de las mediaciones tecnológicas

entraron a transformar la propiedad pública que había sido modificada por la

prensa, ya que la visibilidad que dio ésta era cognitiva y conceptual, permitía

81 Charaudeau, Patrick Op. Cit., Pág. 143

41

que los individuos conocieran diferentes tópicos sociales y políticos por medio

de la interpretación del texto escrito y la posterior discusión en los espacios de

interacción cara a cara “la televisión, en virtud de la riqueza visual de sus

señales simbólicas establece una nueva y distintiva relación entre propiedad

pública y visibilidad”82. La visibilidad que la televisión da a la propiedad pública

es radicalmente diferente, ya que se da en imágenes que tienen un proceso de

asimilación y recepción muy diferente al texto impreso. A diferencia de ésta la

imagen “no supone el esfuerzo psicológico de recuperar y analizar la

información”83, por lo cual su difusión es mucho más amplia y el número de

receptores aumenta considerablemente, es una diversión no un trabajo. Su

característica esencial es el espectáculo, gira en torno a seducir a sus

receptores mediante la puesta en escena de escenarios dramatizados e

impactantes que atraigan al público, si no hay espectacularidad no hay

audiencia.

El espectáculo promovido por la televisión no debe ser asimilado como un

retorno al espectáculo de los reinos medievales y absolutistas, ya que éste era

un a herramienta para la escenificación del poder ante los súbditos y estaba

sujeto a la idea de compartir un espacio común basado en la copresencia. Con

la televisión los acontecimientos se hacen visibles para un número indefinido

de teleespectadores situados en contextos diferentes y dispersos en una

escala no sólo a nivel nacional, sino global. La televisión genera un nuevo

espacio de visibilidad distinto al de la copresencia o al de la visibilidad abstracta

y conceptual de la prensa. Otra diferencia es que la direccionalidad de la visión

es estrictamente unilateral, es decir a diferencia de la propiedad pública

tradicional la mirada sólo va de los teleespectadores hacia el acontecimiento,

los protagonistas y los difusores del acontecimiento no pueden ver a los

receptores del mismo. Se profundizará sobre estas características más

adelante, ahora es necesario retomar las características históricas que tuvieron

la radio y la televisión.

82Thompson, John Op. Cit. Pág 173 83 Castells, Manuel volumen I Op. Cit. Pág.364

42

Como se expuso en la primera parte, la subordinación de la imprenta y la

prensa al poder del Estado no estuvo delineada claramente, basándose en

lógicas de censura y control de acuerdo con los determinados contextos

nacionales donde se desarrollaba. Sin embargo en la gran mayoría de los

casos eran producto de iniciativas privadas de los individuos que las fundaban

bien fuera con intereses comerciales o para dar publicidad a determinadas

ideas. Con la radio y la televisión no ocurre así. Desde sus comienzos en

Estados Unidos y Francia son reguladas (en el caso de la radio) o creadas y

administradas por los Estados. Desde el momento de su creación estas

mediaciones tecnológicas están ligadas a la publicidad comercial, lo cual

condiciona el tipo de programas que éstos medios fabrican, ya que el principal

objetivo es atraer audiencias; además los costos técnicos que tiene la creación

de estas nuevas empresas mediáticas, en especial la televisión, imposibilita la

incursión en el negocio por parte de individuales84.

Con la aparición de los canales privados y la privatización de la televisión los

únicos actores que tienen acceso a la creación de nuevos canales son los

personas o conglomerados que tienen una gran capacidad financiera y que

están subordinados a lógicas comerciales o estatales85, por lo cual las lógicas

de estos medios van a girar en torno a la seducción de las audiencias para

aumentar el rating y cotizar los espacios publicitarios, aunque va ser más

notorio en el caso de la televisión por las posibilidades de seducción que brinda

la imagen audiovisual, lo que conlleva a que la televisión se convierta en el

principal medio de transmisión de esta edad de la transmisión la Videoesfera.

2.2 La propiedad pública de la visibilidad

En la Videoesfera la política está inserta en lógicas mediáticas. Como lo

expone Castells “los medios electrónicos se han convertido en el espacio

privilegiado de la política. No es que toda la política pueda reducirse a 84 Cfr: Balle, Francis Op. Cit. Pág 70, 72 y 73 85 Como diferentes autores han señalado (Sartori, Balle, Castells, Cossio etc.) el formato televisivo tiende a atraer audiencias con base en el interés comercial, esta tendencia es símil tanto en la televisión estatal, como en la privada haciendo que en la mayoría de los casos los formatos de los programas sean parecidos.

43

imágenes, sonidos o manipulación simbólica, pero, sin ellos, no hay posibilidad

de obtener o ejercer poder”86. Esto está articulado, como lo plantea Thompson,

a una propiedad pública de la visibilidad que se fundamenta en la capacidad

de la televisión de producir formas simbólicas audiovisuales que genera un

nuevo tipo de visibilidad radicalmente diferente a la de la propiedad pública

mediática.

Es importante aclarar que el surgimiento de nuevas propiedades públicas no

elimina a las anteriores ni hace que pierdan su capacidad de convertir a los

acontecimientos en públicos. Sin embargo generan nuevas relaciones que las

cambian, ya que conviven en un mismo plano social interactuando entre ellas.

Por ejemplo el advenimiento de la propiedad pública mediática estuvo

articulado a la generación de nuevos espacios, donde la propiedad pública de

la copresencia siguió siendo relevante87, aunque los acontecimientos para

adquirir una gran difusión tuvieran que ser mediatizados por la palabra impresa.

“El desarrollo de los medios de comunicación ha creado nuevos tipos de

propiedad pública muy distintos de la concepción tradicional“88, pero que

conviven y se interrelacionan en la sociedad.

En este sentido interpretar la Videoesfera, como una refeudalización de la

esfera pública89 como propone Habermas o como la causante de la decadencia

de la política como lo expone Sartori90 es una visión excesivamente centrada

en los “efectos ilimitados” de la televisión sobre la audiencias, simplificando

e impidiendo conocer y analizar la especificidad de la Videoesfera. Para esto es

necesario tener en cuenta que las formas simbólicas que son producidas por

86 Castells, Manuel volumen II Op. Cit. Pág.343 87 En espacios como los cafés, las tabernas, los salones, las plazas públicas, las manifestaciones, los mítines, las huelgas. En este sentido la propiedad pública mediática potenció algunos de estos lugares, pero al potenciarlos, también los condicionó a una doble relación, en el sentido de que para que los acontecimientos que se hacía públicos en estos espacios físicos debían estar también sometidos a ser difundidos por medio de la imprenta y la prensa que les daba una visibilidad abstracta y global y permitía que el acontecimiento también fuera público para audiencias invisibles. 88 Thompson, John Op. Cit. Pág 304 89 Habermas, Jurgen Op. Cit., de la Pág. 209 a la 248, especialmente las páginas 223, 224 y 225 90 Sartori, Giovanni Op. Cit., Pág. 66,67 y 68

44

las mediaciones tecnológicas entran en una interrelación compleja con sus

receptores, como lo expone Fernando Marín:

“…. La oferta de los medios masivos de comunicación no es una lógica unilineal, en la

que el acento esté puesto en la manipulación de las audiencias y en la generación

homogeneizante y homogeneizada del consumo, sino que la comunicación opera en

una lógica compleja…. funciona como un proceso simbólico de transmisión y difusión

estructurada, en el relieve no está en la oferta de mensajes, sino en su recepción y,

por ende, en la interactividad, en la comunicación en condiciones de sociedad de la

comunicación”91.

Esta perspectiva permite comprender que los medios de comunicación, no

implican solamente un crecimiento de las audiencias, transmisión de

información a individuos inmóviles y mediaciones tecnológicas constructoras de

lógicas mediáticas que van surgiendo debido a las grandes cantidades de

población para permitir la comunicación entre los individuos, sino implica que

las mediaciones tecnológicas tanto los libros, la prensa, la radio y la televisión

permitieron y permiten crear nuevos entornos comunicativos. El uso de los

medios de comunicación implica la creación de nuevas formas de acción e

interacción en la sociedad y nuevos tipos de relaciones sociales.

“Cuando los individuos utilizan los medios de comunicación, se introducen en formas de interacción que difieren en ciertos aspectos de la interacción cara-acara... De manera fundamental, el uso de los medios de comunicación transforma la organización espacial y temporal de la vida social, creando nuevas formas de acción e interacción, y nuevos modos de ejercer el poder”92.

Por lo cual, la perspectiva instrumentalista de los medios de comunicación, en

especial la televisión, que considera que éstos ejercen un rol de manipulación y

de ampliación de los sentidos de los individuos, es limitada en la medida en

que los individuos no son sujetos pasivos en la recepción de formas simbólicas;

son sujetos que interactúan, perciben y comprenden la información de manera

91 Marín, Luis Fernando. De seducciones y desengaños de la política en la sociedad de la comunicación. En: Signo y pensamiento. Nº 44 Pág. 97 92 Thompson, John Op. Cit. Pág 17

45

diferente y desarrollan este proceso inmersos en una sociedad de la

comunicación, que plantea formas de interacción radicalmente diferentes a las

que se desarrollan en la propiedad pública de la copresencia. Las formas de

comunicación que se presentan en la propiedad pública de la visibilidad no son

una tergiversación de la interacción cara-a-cara, son formas de comunicación

nuevas que no deben ser entendidas desde “el reduccionismo conductista del

emisor receptor….” Sino como formas de comunicación que están inmersas en

un “campo de procesos complejos, en los que se interrelacionan los contextos

de producción y los contextos de recepción”93.

Por lo cual, cuando se habla de la política en la Videoesfera, ésta no debe ser

comprendida como una versión degenerada de la política de la Grafoesfera

cuyos ámbitos de exhibición eran la plaza pública, la prensa escrita, los clubes,

las sedes de los partidos, los parlamentos y demás lugares, donde los

acontecimientos se hacían públicos y adquirían relevancia para los ciudadanos,

sino como una política en tránsito, híbrida, con las características de las etapas

de transmisión anteriores e inmersa en la sociedad de la comunicación94. Está

caracterizada por nuevas dinámicas de visibilidad audiovisual que configuran y

crean nuevas formas de accionar en lo político transformando los actores de la

política tradicional.

La propiedad pública de la visibilidad y su principal mediación tecnológica, la

televisión, no son exclusivamente herramientas y lógicas para controlar e influir

en los individuos, usadas a su acomodo por actores económicos y políticos,

más que un instrumento para la manipulación y conducción de la preferencias

la televisión junto con la radio han generado un “entorno audiovisual con el que

interactuamos de forma incesante y automática”95. Con base en esto los

actores que no aparezcan en este nuevo entorno audiovisual, no desaparecen

de la vida política y social de las sociedades, sino son marginados y su

93 Marín, Fernando Op. Cit. Pág. 97 94 Entendiendo por sociedad de la comunicación como “un entorno productor y producido por el encuentro de lógicas de producción y lógicas de recepción” Ibíd. Pág. 102 95 Castells, Manuel Op. Cit. Pág. 366 Volumen I

46

accionar no se constituye en público para las audiencias invisibles que tienen

en estos medios de comunicación su principal fuente de información.

La Videoesfera cambia las lógicas políticas de acuerdo con las características

de sus mediaciones tecnológicas, rompiendo el monopolio que los gobernantes

tenían como los primeros informados como se expuso anteriormente, los

primeros canales de televisión eran públicos y nacionales, con la privatización y

la consolidación de las grandes cadenas televisivas se fractura el dominio de

los Estados sobre la televisión, lo cual articulado a “la nivelación de los tiempos

de la información por la telepresencia nacida del sátelite”. Hace que “En lo

sucesivo, los gobiernos ya no sean los primeros informados, los ministros

descubren la mayor parte de las veces el acontecimiento ante su pantalla en el

mismo momento que el ciudadano común”96, los gobiernos empiezan a

depender de los medios de comunicación, para conocer su imagen política, el

apoyo a las políticas públicas y para la creación de acontecimientos públicos.

Esta dependencia no es que los medios de comunicación empiecen a

manipular a los Estados, sino que éstos se tienen que someter a un régimen de

visibilidad para gobernar, ya que “en la Videoesfera, la relación prevalece sobre

el contenido y la enunciación cuenta más que el enunciado”97, es decir, la

política se tiene que insertar en un entorno audiovisual de los individuos no sólo

para darse a conocer, sino para su aceptación y legitimación por parte de los

ciudadanos.

En las anteriores propiedades públicas, los espacios de la política eran, por

decirlo de algún modo sacros, desde los periódicos de opinión del siglo XIX

hasta los palacios y patíbulos de la Logoesfera, eran espacios de discusión o

exhibición de la política, reservados casi exclusivamente a actores políticos. En

la propiedad pública de la visibilidad esto cambia, ya no es la realeza, ni la

opinión ilustrada, sino una nueva gama de personajes que empiezan a

exhibirse en la pantalla; Stars, deportistas, ciudadanos de la calle, haciendo

que la política y sus actores tengan que competir por la audiencia, contra 96 Debray, Regis. Op. Cit. Pág. 95 97 Ibíd. Pág.- 117

47

eventos deportivos, noticias de farándula, partidos de futbol, etc… En este

sentido se tiene que acoplar y adaptar a lógicas de seducción y

espectacularización para hacerse vendible y mostrable. Como se expuso en la

anterior cita de Debray ya no es tanto el contenido de lo que se diga, sino cómo

se muestra, cómo se dice, cómo se hace atractivo.

Cuando la política se muestra por los medios de comunicación, no establece

una relación aséptica, sino al inscribirse dentro de las lógicas mediáticas tiene

que adoptar las pautas, riesgos y consecuencias del entorno audiovisual. Esta

inserción de la política en el espectro mediático no es voluntaria, sino “debido a

los efectos convergentes de la crisis de los sistemas políticos tradicionales y

del espectacular aumento de la penetración de los nuevos medios, la

comunicación y la información políticas han quedado capturadas en el espacio

de los medios”98.

Esta captura se expresa en una serie de dinámicas que ha adoptado lo político

frente a su visibilidad, produciendo la mediatización de la política que se

expresa en la creciente importancia que tiene la gestión de la visibilidad de los

actores políticos se desarrolla en el contexto audiovisual que generaron los

medios de comunicación “la administración de la visibilidad a través de los

media es una actividad ejercida no sólo en períodos de campañas electorales,

sino también como parte del día a día del negocio de gobernar”99. En este

sentido estas nuevas dinámicas mediáticas que se han generado en la

Videoesfera han sido analizadas desde diferentes perspectivas teóricas que

intentan precisar los efectos que ellas han tenido sobre la política y la sociedad.

98 Castells, Manuel Op. Cit. Pág. 344 Volumen II 99 Thompson, John Op. Cit. Pág. 185

48

CAPÍTULO 3

LAS LÓGICAS POLÍTICO MEDIÁTICAS EN LA PROPIEDAD PÚBLICA DE LA VISIBILIDAD

Las dinámicas que la televisión ha implementando corresponden, como se

expuso anteriormente, a la necesidad de adaptación de la política a un contexto

audiovisual. Varios autores han señalado que éstas son negativas, ya que

simplifican la política y la personalizan, sin embargo a partir de la propiedad

pública de la visibilidad se han desarrollado nuevas posturas frente al poder

político haciéndolo más visible y permitiendo que un mayor número de

individuos se informe acerca del Estado y de las políticas que éste desarrolla.

Por lo cual, para analizar el rol que juega la propiedad pública de la visibilidad

es necesario reseñar cuáles son sus características negativas y positivas.

3.1 ¿El Ocaso de la política y la consolidación de la videopolítica? El rol de la política en la Videoesfera ha sido considerado por varios autores

como la decadencia de la misma, ya que difiere de manera radical de la política

tradicional que se dio en la Grafoesfera por una serie de dinámicas negativas

que han hecho que se trivialice y que su puesta en escena no gire en torno a

una discusión pública con base en el conocimiento de plataformas políticas,

sino de cómo se puede hacer el mejor espectáculo para deslumbrar a los

ciudadanos “esta influencia del paragdima audiovisual en la acción proselitista

y de gobierno”100 fue conceptuada por Giovanni Sartori con el término

videopolítica que “hace referencia sólo a uno de los aspectos del poder del

video: su incidencia en los procesos políticos, y con ello a una radical

transformación de cómo ser políticos y cómo gestionar la política”101.

100 Martínez, Pandiani. El impacto de la televisión en la comunicación política moderna. Artículo electrónico. Disponible en:http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/cceinformatica/Jornadas%20SNMP/Ponencias/Ponencia_Usal.html (Consultada (consultada 21/03/2006)) 101 Sartori, Giovanni Op. Cit. Pág. 66

49

La videopolítica se basa en el argumento que hay un cambio en la constitución

mental de los individuos a partir de las formas simbólicas, es decir si el texto

impreso produjo al homo sapiens (formado por la palabra escrita e impresa)

caracterizado por ser inteligente, analista y racional, la imagen audiovisual crea

a un nuevo tipo de ser el homo videns (formado por la imagen audiovisual) que

se caracteriza por ser simple, emotivo y pasional, en esta medida la televisión

entraría a formar políticamente a las personas, ya que se constituye en su

principal fuente de información para enterarse sobre cuestiones políticas.

Al ser la televisión la principal formadora (no debe ser entendido como

sinónimo de educadora) va condicionando a los teleespectadores a sus lógicas,

ya que su función principal no es educar, sino entretener, con base en ese

supuesto, lo que se presenta es una malformación de los ciudadanos que sólo

acuden a este medio como una manera de distraerse más no de reflexionar,

pensar e ilustrarse sobre lo que están viendo en la televisión.

En este orden de ideas, cuando la política entra en el espectro mediático

empieza a ser víctima de un proceso de degradación que está propiciado por

su exhibición continúa, la necesidad de venderse para ser aceptada y estar

presente por medio de la creación de acontecimientos mediáticos.

“Al incorporar la política a su espacio electrónico, los medios encuadran de forma decisiva el proceso, los mensajes y los resultados prescindiendo del objetivo real o de la efectividad de los mensajes, porque las opciones políticas difieren y las diferencias importan, pero, al entrar en el espacio de los medios los proyectos políticos y los políticos se moldean en una forma particular”102 Al tener que moldearse, generan dinámicas que surgen de una relación

conformada por tres aspectos: la política, los medios de comunicación y los

teleespectadores. La primera se tiene que adaptar a la lógica de los segundos

para venderse y hacerse atractiva a los terceros. La política para tener éxito en

102 Sartori, Giovanni. Videopolítica, medios, información y democracia de sondeo. México, Fondo de Cultura económica Pág. 42 citado por Romero, Laura Patricia. La democracia en la era de la información o la política sin poder. En: Revista Universidad de Guadalajara Nº 30 (2003-2004) Disponible: http://www.cge.udg.mx/revistaudg/rug30/opinion3.html (consultada 06/02/2006)

50

la televisión debe ser llamativa, colorida y más que ser analizada o

comprendida por los ciudadanos, debe mostrarse a ellos casi como otra forma

de entretenimiento a la que se puede tener acceso desde la pantalla

audiovisual.

Las dinámicas que produce esta relación, Sartori las califica de negativas, ya

que debilitan instituciones como los partidos políticos, obligan a los gobiernos a

proyectarse constantemente y fabrican “una opinión solidamente hetero dirigida

que aparentemente refuerza, pero que realmente vacía, la democracia como

gobierno de opinión”103. Estas dinámicas se podrían reducir a cuatro: la

personalización de la política, la espectacularización, la sondeocracia, la

simplificación de la imagen y la concentración oligópolica de los medios de

comunicación en grandes emporios económicos. Ellas no pueden ser

estudiadas independientemente, están articuladas en un proceso de interacción

en que se retroalimentan y se refuerzan mutuamente.

El poder simplificador de la imagen audiovisual, reside en que “la visión en la

pantalla es siempre un poco falsa, en el sentido que descontextualiza”104, es

decir separa al acontecimiento que transmite de su historia y sus

características, sólo se captan momentos sin entender por qué se están dando

o que trascendencia tienen. Además la imagen audiovisual se ve y para verla

sólo hace falta el sentido de la vista, por lo cual su capacidad de credibilidad

es inmediata, ya que no se está leyendo una versión del acontecimiento, sino

es el propio acontecimiento el que discurre en directo ante los

teleespectadores, “la televisión puede mentir y falsear la verdad, exactamente

igual otro instrumento de comunicación. La diferencia es que la fuerza de la

veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y por lo tanto más

peligrosa”105.

103 Sartori, Giovanni Op. Cit. Pág. 72 104 Ibíd. Pág. 100 105 Ibíd Pág. 20

51

Lo que trae como consecuencia inmediata una fijación de los teleespectadores

en situaciones o personas específicas. Al limitarse sólo a lo visible la televisión

presenta por excelencia personajes o acontecimientos concretos. Por ejemplo

en el caso de las campañas políticas, los condicionamientos de la televisión

hacen que la atención de los espectadores se centre en los candidatos,

mientras que sus plataformas políticas y sus propuestas de gobierno, no

desaparecen de la escena mediática, pero quedan reducidas a características

personales. Las campañas electorales106 “se convierten en un espectáculo, en

que el espectáculo es lo esencial, y la información es un residuo”107.

Este fenómeno no es exclusivo de las campañas presidenciales, sino se

presenta a nivel gubernamental, los jefes de estado se convierten en Stars

mediáticas, es decir se vuelven en parte del diario vivir de los teleespectadores,

la ceremonia que antes los rodeaba cede el paso “a alocuciones dialogadas, al

vocabulario más familiar, a los planos más cortos (hasta el primer plano sobre

el rostro del jefe del Estado, marca de intimidad máxima)… Se procura fascinar

por el acercamiento y ya no por la distancia”108. En la Videoesfera los políticos

se transforman en vedettes su vida privada se vuelve asunto del escrutinio

público y su look, posturas y actitudes se vuelven un asunto (o chisme) de

interés general, como lo expone Balandier “Lo imaginario político ha devenido

en cotidiano; o, lo que es lo mismo, se ha trivializado y está sometido a

desgaste, lo que impone frecuentes renovaciones o la creación de apariencias

de novedad”109.

Por lo tanto, la influencia de los medios de comunicación condicionan la

manera de hacer política, no es que desparezcan las formas clásicas como los

mítines, las marchas o las convenciones de los partidos, pero son realizadas

teniendo en cuenta que van a ser mostradas a las audiencias invisibles por 106 Cfr: Morato, Javier. Los juegos de los políticos. Madrid: Editorial TECNOS. 1997. Pág. 296 a 304, en este apartado expone como la puesta en escena de la televisión condicionan las campañas electorales teniendo que adoptar programas de marketing para que el candidato tenga mayores posibilidades de salir elegido. 107 Sartori, Giovanni Op. Cit. Pág. 109 108 Debray, Regis. Op. Cit. Pág. 19 109 Balandier, Georges Op. Cit. Pág. 118

52

medio de la televisión, según Sartori se convierten en shows, donde los

participantes se constituyen en actores (en sentido dramaturgo) del

acontecimiento proyectado por las pantallas de televisión, esto decanta en que

“El universo político parece más abierto a la visión de los gobernados, pierde parte del misterio que correspondía a su naturaleza de mundo oculto y secreto; sin duda que no lo es menos, pero las apariencias con que se manifiesta día tras día provocan una caída de la curiosidad suscitada y una cierta desilusión”110.

Al despojarse del misterio y secreto, también se habilita al ciudadano común a

opinar sobre la política. Las políticas públicas, las campañas políticas, los

políticos se ven sometidos al escrutinio y a la opinión no ilustrada de los

gobernados, siendo medida ésta por los sondeos de opinión, en este sentido, el

pueblo opina sobre todo en función de cómo la televisión le induce a opinar,

por esta causa la televisión empobrece la información y la formación del

ciudadano. Más que informar desinforma creando una opinión pública ignorante

(casi artificial) con la cual presiona a los Estados y pone temas de su

preferencia en la agenda pública. Esto es lo que Sartori cataloga como el

“gobierno de los sondeos” que intenta ser vendido, como una nueva

herramienta mediática que fortalece la democracia, ya que permite dar a

conocer la opinión del pueblo sobre diferentes temas de interés general, sin

embargo “los sondeos no son instrumentos del demo-poder… sino sobre todo

una expresión del poder de los medios de comunicación sobre el pueblo; y su

influencia bloquea frecuentemente decisiones útiles y necesarias.”111.

Estas dinámicas se dan en un contexto global y económico en que los medios

de comunicación se concentran en su gran mayoría en grandes conglomerados

económicos nacionales y transnacionales. Esto se refleja en una concentración

de la posibilidad de creación de formas simbólicas en manos de unos pocos

actores económicos que una vez establecido un oligopolio mediático no se

centran en competir y en producir mejores productos. Al incidir en la creación

de los gustos de los televidentes simplificándolos y haciéndolos más básicos, la

110 Ibíd. Pág. 151 111 Sartori, Giovanni Op. Cit. Pág 76

53

televisión se convierte en un instrumento no sólo de banalización de la opinión

pública, sino que genera el predominio de un tipo de competencia “entre los

medios de comunicación (que) no produce beneficios concurrentes, sino más

bien un deterioro de los productos”112. Lo que genera un círculo vicioso en que

los medios de comunicación cada vez tienden a desmejorar la calidad las

formas simbólicas haciéndolas más homogéneas, lo que hace “disminuir a los

alfabetizados a los niveles de los analfabetos”113 y éstos solicitan productos

más simples, porque no tienen capacidades para aprehender productos más

complejos entrando en un lógica negativa a la cual la política también se tiene

que subordinar.

Desde esta perspectiva la propiedad pública de la visibilidad sólo habría

incidido en una decadencia de la política; capturada en el sentido explícito de la

palabra por los medios de comunicación, subordinada a sus intereses y a sus

lógicas. Se pasaría a invertir la situación si antes los Estados dominaban a los

medios para influir en la sociedad. Ahora son éstos quienes influencian a las

sociedades y con estas a los gobiernos para hacer que sus intereses se

plasmen en la agenda pública. Esta visión cae en un pesimismo conductista

que no permite apreciar que al tiempo que los medios de comunicación mellan

y transforman las formas tradicionales de hacer política, también ofrecen

nuevas potencialidades para el accionar político, al tiempo que generan para

los ciudadanos una mayor visibilidad del poder político.

3.2. Alcances, expectativas y limitaciones de la propiedad pública de la visibilidad

No se puede negar que cuando la política está inmersa en lo mediático,

presenta una serie de dinámicas de adaptación a este nuevo escenario de las

que algunas indudablemente son negativas. Sin embargo, “Ni la televisión ni

otros medios determinan los resultados políticos por sí mismos, debido

112 Ibíd Pág. 141 y 141 113 Ibíd. 142

54

precisamente a que la política de los medios es un ámbito contradictorio”114,

por lo cual a pesar de que los medios de comunicación se vuelven el espacio

por excelencia de la política. Esto no quiere decir que tengan control ilimitado

sobre ella, ni sobre las audiencias, ni mucho menos que generen la idiotización

en masa del ser humano. En este sentido, más que lamentarse por el

desplazamiento que el texto impreso sufrió por la imagen audiovisual, es

necesario centrarse en las nuevas oportunidades que brinda la propiedad

pública de la visibilidad que se resumen en cuatro: la visibilidad de los actores

políticos, la construcción de una sensibilidad mediática, la creciente diversidad

de los productos mediáticos, la translación de la representación a la

identificación de nuevos actores políticos haciendo que las mediaciones

tecnológicas permitan nuevas formas de accionar en lo político.

“La video cámara y la transmisión en directo ya no permiten la pose en un lugar

especializado y la fatuidad estudiada”115, esto quiere decir que los políticos

están bajo una constate visibilidad mediática que proyectan constantemente su

imagen a audiencias invisibles fuera de su rango de acción, lo que hace que

éstos tengan que estar preparados midiendo sus actos y palabras, ya que

cualquier equivocación o desliz puede ser pasada una y otra vez con

resultados totalmente inesperados para su imagen116. Esto está articulado al

mayor grado de intimidad que brinda la televisión, si antes estaban alejados de

los ciudadanos hoy aparecen constantemente en las pantallas de miles de

televisores.

En este sentido la propiedad pública de la visibilidad permite nuevos tipos de

relación entre políticos y ciudadanos fruto de la visibilidad compulsiva que

genera la televisión, esto conlleva en que el accionar de los gobernantes esté

casi siempre bajo observación mediática “los nuevos medios de comunicación

han creado nuevas oportunidades para la gestión de visibilidad, permitiendo a

114 Castells, Manuel. Op. Cit. Pág. 349 115 Debray, Regis Op. Cit. Pág. 51 116 Esto no significa que dejen de existir los escenarios mediáticos diseñados por los encargados de gestionar la imagen de los políticos, donde todos los detalles están cuidadosamente planeados.

55

los líderes políticos aparecer ante sus electores de una manera y a una escala

que antes jamás había existido”117 abriendo posibilidades para que los

electores “vigilen” y sigan las acciones de las personas que eligieron para

representarlos.

Esto se observa cuando los gobernantes son interpelados en la radio y la

televisión por las decisiones que toman; en los debates del Congreso

transmitidos por televisión y en la estructuración de un archivo audiovisual que

se puede exponer ante millones de televidentes en reiteradas ocasiones, lo que

permite que exista una memoria gráfica de las decisiones políticas que se han

tomado. Esto ha generado que las organizaciones políticas y los políticos

tengan nuevas posibilidades de actuar en público generando lo que Thompson

ha llamado gestión de la imagen que hace referencia al control de las

apariciones en público de los gobernantes y que los gobernados tengan nuevas

posibilidades de observar las acciones de sus representantes.

En segundo lugar la propiedad pública de la visibilidad ha permitido que los

individuos se conecten y conozcan situaciones, estilos de vida y tragedias que

de otro modo no conocerían. La televisión se convierte en un aparato que

permite salir a observar al mundo sin moverse de casa:

“Las imágenes y los mensajes mediáticos conectan con profundas divisiones y sentimientos de injusticia que algunos individuos experimentan en el transcurso de sus vidas diarias. Los media politizan lo cotidiano haciéndolo visible y observable de maneras que, anteriormente no resultaban posibles, logrando así convertir los acontecimientos cotidianos en un catalizador para la acción que se derrama más allá de los lugares inmediatos en los que ocurren”118

Creando nuevas formas de sensibilidad en los teleespectadores que sin la

intermediación de los medios de comunicación serían difíciles de generar.

Ejemplos de esto son la guerra de Vietnam que fue la primera en ser televisada

y en la que este factor incidió en la generación de movimientos de protesta en

todo Estados Unidos y el movimiento Zapatista que ha convertido el uso de una

117 Thompson, John. Op. Cit. Pág. 187 118 Ibíd. Pág. 318

56

acertada gestión de su imagen mediática en una de las principales

herramientas para darse a conocer y causar golpes de opinión a nivel nacional

e internacional119. La televisión por medio de la transmisión de acontecimientos

lejanos, no causa inmediatamente procesos de movilización e identificación con

otras personas que viven en otros lugares, pero sí inserta en el contexto

mediático, al que están expuestas un gran número de personas alrededor del

mundo120 acontecimientos que antes no tenían ocasión de observar,

permitiéndoles asumir una posición frente a ellos.

Obviamente este nuevo tipo de sensibilidad mediática es muy frágil. Como lo

indica Debray “Ha nacido un nuevo cosmopolitilismo pero que es más

superficial que real. La transmisión de la desgracia en dos dimensiones, en

efecto, borra la tercera, su profundidad histórica”121, en este sentido la imagen

audiovisual abre un campo de posibilidades para nuevas formas de

sensibilizarse con situaciones externas que no necesariamente tienen que vivir

los individuos dentro de su cotidianidad. Pero no implica que los individuos

conozcan cabalmente la problemática del acontecimiento que está siendo

transmitida por los medios de comunicación. Sin embargo generan inquietud

frente a hechos que antes no conocían, lo que puede incidir en que se

preocupen por conocer las situaciones que les llaman la atención y articular

posibles formas de acción frente a ella.

En tercer lugar, si bien es cierto que los medios de comunicación tienden hacia

una mayor concentración en empresas mediáticas transnacionales, esto no

necesariamente incide en acabar con la pluralidad de las ofertas mediáticas y

en una simplificación de las formas simbólicas como lo expone Sartori. La

transnacionalización de los medios de comunicación, como lo indica Castells

permite que a pesar de que haya países donde los medios de comunicación

estén en manos de los gobernantes (caso Berlusconi en Italia) se ofrezcan

opciones de acceso al público a otros fuentes de información que no están

119 Cfr: Casttells, Manuel Op Cit.Pág 94 a la 104 120 Charaudeau Patrick. Op Cit. Pág 140 a la 145 121 Debray Regis. Op Cit. Pág. 109

57

subordinadas al control y la censura. Además la propiedad pública de la

visibilidad

“es indeterminada en el sentido de que los contenidos de los materiales mediáticos no quedan enteramente delimitados con antelación, aunque el grado en que estos contenidos estén delimitados dependerá de la organización de las instituciones mediáticas y de su relación con las formas de poder económico y político. En el momento en el que los materiales se convierten en accesibles a través de los media, sus consecuencias son imprevisibles”122 Estos efectos no regulados o esperados de las formas simbólicas están ligados

a que si bien la televisión se constituyó en el medio de comunicación

hegemónico, el proceso de descodificación que hacen los individuos de las

formas simbólicas, es un proceso complejo de acuerdo a sus respectivos

marcos cognitivos, sus círculos sociales y otras fuentes de información a las

que tienen acceso los individuos. Por más regulado o subordinado que estén

los medios de comunicación masivos y avanzadas que estén las técnicas de

gestión de imagen, nunca se puede tener unas proyecciones cien por ciento

confiables de cómo los individuos van a interpretar las formas simbólicas y de

los efectos que éstas puedan suscitar.

Como se ha visto en los últimos años más que en una simplificación para atraer

a audiencias homogeneizadas, los productos mediáticos que son producidos

por la televisión cada vez se especializan más, precisamente porque no se

puede hablar de una sola audiencia con gustos e intereses comunes, sino se

han venido estructurando diferentes tipos de audiencias con gustos y

preferencias más específicas que ha incidido en la aparición de un número

mayor de ofertas mediáticas con productos variados, de diversas temáticas y

muy elaborados, que desmienten el proceso de simplificación y

homogeneización de los productos de la televisión que anunciaba Sartori en

1994. Más que una incidencia de los medios de comunicación en la formación

de una determinada oferta y demanda mediática homogénea, han sido las

122 Thompson, John. Op. Cit. Pág. 317

58

audiencias las que relativamente han incidido en una producción mediática y

heterogénea de formas simbólicas.

En cuarto lugar, la propiedad pública de la visibilidad ha permitido nuevas

maneras de hacer política y no se limita al marketing político y la gestión de la

imagen. Ha abierto nuevas posibilidades de actuar en lo político, por actores

diferentes al Estado y los partidos políticos. Desde actos rutinarios que son

proyectados a través de la televisión y generan golpes de opinión de gran

trascendencia, hasta la utilización cada vez más acentuada de los perfomances

en las protestas como estrategias para llamar la atención de las cámaras y que

éstas le den trascendencia al acontecimiento “en los medios se hace, y no sólo

se dice la política”123. Es decir, además de que los medios constituyan un

espacio para la política de partidos, también configuran un espacio que permite

la presentación de nuevas demandas y grupos sociales que no se tienen que

encuadrar en la representación que brinda la política tradicional, la propiedad

pública de la visibilidad permite “una construcción visual de lo social, en la que

esa visibilidad recoge el desplazamiento de la lucha por la representación a la

demanda de reconocimiento” 124.

Los medios, a pesar de contribuir en la crisis de representación que aqueja a

las democracias occidentales personalizando la política y debilitando las

plataformas partidistas, también se han constituido en un nuevo espacio para

formas de acción de ciudadana que no se tienen que expresar por medio de la

representación política tradicional, no es que se descarte, pero no se constituye

en el único medio de ejercer la ciudadanía “lo que los nuevos movimientos

sociales y las minorías –como las mujeres, los jóvenes o los homosexuales –

demandan no es ser representados sino reconocidos: hacerse visibles

socialmente, en su diferencia. Lo que da lugar a un modo nuevo de ejercer

políticamente sus derechos”125. En un entorno donde la demanda y la lucha por

123 Martín, Barbero, Jesús. Oficio de Cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 2003. Pág. 317 124 Ibíd. Pág. 324 125 Ibíd. Pág. 324

59

el reconocimiento no sólo quedan en un plano nacional sino que trasciende al

plano internacional, estos cambios remiten a que las nuevas formas de

accionar político están articuladas a nuevas formas posibles de ejercer la

ciudadanía no sólo localmente sino a nivel global.

Por otro lado, han aparecido nuevos mediaciones tecnológicas como el internet

(en el cual no se profundizará, ya que genera lógicas muy diferentes de

interacción mediática, a las de los soportes clásicos de la Videoesfera)126 que

han permitido que las personas accedan a nuevas clases de interacción

mediática, recepción y creación de formas simbólicas, que no están

subordinadas a los grandes conglomerados de la información. La aparición de

páginas web personales, foros, blogs y comunidades virtuales brinda nuevas

formas de comunicación mediática que no se pueden enmarcar en las lógicas

de transmisión de la televisión o la radio127. Sin embargo por la infraestructura

que requiere el acceso a internet, todavía no tiene una expansión similar en

público, a la de la televisión y su uso aunque es significativo, todavía es

marginal si se lo compara con ésta última.

Aunque no se trata de construir una visión romántica de cómo la política se

adapta a la propiedad pública de la visibilidad no se puede desconocer que

más que entablar una relación que sólo trae dinámicas negativas, también

encierra nuevas posibilidades de accionar en lo político, para diferentes actores

que han ido surgiendo a finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Esto no

niega los efectos negativos que autores como Postman o Sartori han descrito,

sino que atenúa estos postulados y expone que si los medios de comunicación

ofrecen productos mediáticos banales y espectaculares, es porque hay una

demanda mediática de un tipo de teleespectadores que genera este proceso.

126 Cfr: CASTELLS, Manuel. La galaxia Internet Editorial Areté, Barcelona 2001.Pág. 280 a 315 La red aparece como un espacio relativamente libre que brinda la posibilidad de crear páginas sobre todas las temáticas posibles, convirtiéndose en un nuevo espacio para estructurar propuestas globales como las de los ecologistas, defensores de derechos humanos, organizaciones de género haciendo más fácil la adopción de estrategias comunes. Sin embargo, esta cualidad es dual, ya que al tiempo que permite el fortalecimiento de nuevos movimientos a nivel nacional, regional e internacional, también se ha convertido en un baluarte y en un importante dispositivo organizador de movimientos neonazis, fundamentalistas y terroristas. Por lo cual, los riesgos y potencialidades de este nueva mediación tecnológica, todavía están muy incipientes como para ser analizados sistemáticamente en esta monografía. 127 Cfr: Ibíd. 101

60

CONCLUSIONES

Luego de este recorrido teórico en el que se ha mostrado como las

mediaciones tecnológicas son un factor central en la estructuración de nuevas

propiedades públicas y se han expuesto que éstas inciden en las dinámicas

políticas de una manera determinante se pueden exponer dos conclusiones. La

primera es que la política no puede ser un concepto atemporal y rígido, ya que

ésta al ser una relación social experimenta profundos cambios, de acuerdo al

devenir histórico de las sociedades. Por lo que las transformaciones

propiciadas por las mediaciones tecnológicas de la Videoesfera lejos de ser

entendidas como una degradación de la política tradicional, suscitan la reflexión

que se está ante un proceso de transformación de la política y sus instituciones

en un contexto donde sus actores y formas tradicionales se tienen que acoplar

a los cambios mediáticos, al tiempo que surgen actores diferentes con otros

accionares que no entran dentro de las lógicas políticas tradicionales . Más que

de una política en decadencia la propiedad pública de la visibilidad suscitaría

una política en hibridación. Con el término de una política en hibridación se hace referencia a una etapa de

transito entre la política tradicional, es decir la que se caracterizó al final del

primer capítulo que estaba basada en la representación, los partidos fuertes y

la discusión público política a una política capturada en el espacio de los

medios de comunicación con nuevos actores que incursionan y con nuevas

maneras de accionar en lo político que no buscan una representación, sino una

identificación. Donde el accionar político no está sólo en manos de los partidos

o del Estado, sino se está configurando nuevos tipos de ejercicio de la

ciudadanía a nivel local, nacional e internacional que abren nuevas

posibilidades de accionar político que no se acoplan a los mecanismos de la

política tradicional.

Los cambios que ha experimentado la política de la Grafoesfera, no sólo

obedecen a las nuevas mediaciones tecnológicas de la Videoesfera, sino a otro

61

tipo de cambios y crisis como la crisis de la representación, de los partidos

políticos y del sufragio universal como principal herramienta para la

participación de los ciudadanos. Este escenario está atravesado

transversalmente por un nuevo tipo de propiedad pública, la de la visibilidad

que a la vez que ha contribuido a la generación de nuevas formas de accionar

político a partir de los medios comunicación ha abierto nuevas posibilidades de

accionar ciudadano, pero también ha intensificado la crisis que experimentan

las instituciones políticas que se forjaron en la Grafoesfera. Más que hablar de

una videopolítica, en la Videoesfera, se puede concluir que es una política

mediátizada y mixta que encierra elementos tanto de la Videoesfera como de la

Grafoesfera.

La segunda conclusión es que para comprender los cambios de la política en

la Videoesfera, la relación entre los medios de comunicación y la política debe

trascender la doble dicotomía, en donde éstos ejercen un poder sobre el

Estado, o el Estado ejerce un poder sobre ellos, no es que se niegue la

influencia que en determinados momentos históricos el Estado y los políticos

pueden tener el control total sobre los medios de comunicación o que los

conglomerados económicos no manipulen a los medios para la creación de

formas simbólicas determinadas, sin embargo en las modernas democracias

occidentales, este control cada vez es más reducido por fenómenos como la

transnacionalización de los medios de comunicación y la aparición de nuevas

mediaciones tecnológicas.

La suposición de la influencia ilimitada que la televisión ejerce sobre los

ciudadanos, ha sido revaluada en texto, ya que como se expuso a pesar de

que el control de las formas simbólicas esté en manos de unos productores,

cuando se proyectan a los ciudadanos es posible realizar proyecciones sobre

como estos van a captar los productos mediáticos, pero no se sabe con certeza

como los van a interpretar y que reacciones van a tener los espectadores, por

lo cual el paragdima orwelliano de una influencia desmedida de los medios en

el actual contexto mediático es inadecuado para comprender los límites y

62

alcances de la propiedad pública de la visibilidad. Por lo cual, ésta puede estar

influenciada por estos actores, pero no determinada. Como lo expone Martín

Barbero “el verdadero poder de la televisión reside en configurar y proyectar

imaginarios colectivos: esa mezcla de representaciones e imágenes con las

que vivimos, nos agrupamos y soñamos”128, los ciudadanos tienen que asumir

una postura crítica frente a los productos mediáticos que reciben, pues si cada

vez son más banales y simples, es porque existe una demanda creciente de

éstos por parte de los teleespectadores.

Las propiedades públicas y las mediaciones tecnológicas que configuraron las

anteriores edades de la transmisión, no desaparecen, sino que se imbrican, por

lo cual sus potencialidades todavía siguen disponibles para ser utilizadas. Más

que los medios de comunicación incidan en un cambio en la constitución

mental del homo sapiens transformándolo en un “homo idiotus”. Los medios

pueden potenciar el vaciado temático y la espectacularización de la política

tradicional, pero abren nuevas formas de ejercer la ciudadanía y del accionar

político que en determinados momentos pueden permitir a los ciudadanos que

no quieran ocupar una posición cómoda, asumir una actitud crítica frente al

mundo y sus problemas usando las mediaciones tecnológicas para articular

posibles formas de acción.

128 Barbero, Jesús Martín. El tejido comunicativo de la democracia. En: Revista Telos Nº 27 Disponible en: http://www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaArticuloIU.visualiza&articulo_id=4591 (consultada 17/02/2006)

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