Cultura Masónica No. 29.pdf - Biblioteca

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CULTURA MASÓNICARevista de FrancmasoneríaNº 29– Abril 2017

Oficios de la LogiaEDITOR

Ignacio Méndez-Trelles Díaz

COLABORADORES

Alberto Moreno MorenoGabriel JarabaGuillermo de Miguel AmievaJavier OtaolaJesús María Ruiz de Arcaute GándaraJosé Miguel JatoJosep-Lluís Domènech GómezJosué Bonnín de GóngoraJuan Martín MasRubén Baidez LegidosVladimir Carrillo Rozo PUBLICA

© Editorial MASONICA.ES®www.masonica.es EDITA

EntreAcacias, S. L.Apdo. de Correos 3233010 Oviedo (Asturias)EspañaTel. Admin.: (+34) 985 79 28 92Tel. Pedidos: (34) 984 04 44 71Tel. Pedidos: (34) 984 04 44 71Tel. Pedidos: (34) 984 04 44 71DIRECCIONES DE CORREO ELECTRÓNICO

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Cultura Masónica no se adhiere necesariamente a las opiniones expresadas por sus colaboradores,

de las que ellos son los únicos responsables.

CUADRO DE COLABORADORES DEL PRESENTENÚMERO(POR ORDEN ALFABÉTICO)

ALBERTO MORENO MORENO

Técnico en Empresas y Actividades Turísticas y traductor. Miembro de la Logia Oliva-La Safor nº 112,que trabaja en Rito de Emulación en Gandía (Valencia), con patente de la Gran Logia de España.Pertenece igualmente al Santo Arco Real de Jerusalén. Su interés masónico se centra en la AntiguaMasonería Tradicional y en los orígenes históricos de la Orden, así como en los rituales masónicos y suevolución. Ha traducido obras del autor británico Walter Leslie Wilmshurst (El Significado de laMasonería, El Santo Arco Real de Jerusalén, La Iniciación Masónica, Pársifal), aunque su proyecto máspopular ha sido la traducción del texto fundamental del Rito Escocés Antiguo y Aceptado Moral yDogma, de Albert Pike. Igualmente ha traducido y compilado el libro Ritual de Tenidas Blancas y esautor del Diccionario masónico inglés-español/español-inglés.

GABRIEL JARABA

Maestro Masón, Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Gran Canciller en el SoberanoConsejo de Gobierno del Supremo Consejo Masónico de España, miembro de la RL Minerva-Lleialtatnº 1, Gran Logia Simbólica Española. Doctorando en Ciencias de la Comunicación, Licenciado enPeriodismo y Master en Comunicación y Master en Psicología y Psicoterapia Transpersonal,especializado en comunicación y educación, ha trabajado durante 50 años en la prensa, la radio y latelevisión. Actualmente sirve como profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la CátedraInternacional UNESCO-Alianza de Civilizaciones de Alfabetización Mediática y Diálogo Intercultural, dela que es profesor y secretario internacional. Miembro del comité de ética y el departamento deeducación de Eurotas, European Transpersonal Association.

GUILLERMO DE MIGUEL AMIEVA

Abogado y escritor, ha desarrollado una intensa vida literaria y periodística. Colabora habitualmentecomo articulista literario en El Norte de Castilla, y en el semanario El Oriente de Asturias (1868), unode los más antiguos de España. En su día, colaboró en los semanarios Carrión, Palencia 7, y LosVocceos. Poeta habitual de la ciudad, cultiva todos los géneros literarios. Autor de los ensayosmasónicos La Iniciación de Mowgli, Viaje masónico a bordo del Nautilus, En torno al mandil y Déjameque te cuente, así como del ensayo sobre el mundo jurídico El alma de la defensa. Pertenece a la LogiaPaz y Conocimiento, al Oriente de Palencia, de la Gran Logia de España.

JAVIER OTAOLA

Licenciado en Derecho en 1977, Letrado del Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca desde 1982.Iniciado en masonería en 1979, ha sido Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española (GOEU)(1997-2000) y Presidente de la internacional masónica CLIPSAS (1997-1999). Javier Otaola es autor demúltiples ensayos masónicos como La Metáfora masónica, Fragmentos de un discurso masónico, En elumbral de la logia, La masonería en persona(s), junto a Valentín Díaz, Ser Aprendiz, aprender a ser,Masonería y Hermenéutica. Un mundo problemático, junto a Andrés Ortiz-Osés, Una mirada a lalogia, junto al fotógrafo chileno Sebastián Utreras. Otaola es colaborador habitual de Claves de RazónPráctica, El Correo, El País, Euskal Irratia Telebista y de otros medios.

JESÚS MARÍA RUIZ DE ARCAUTE GÁNDARA

Maestro industrial, con estudios de psicología por la UNED. Técnico y comercial de equipamientospara bodegas. Responsable de producción BÝRA Cerveza Artesana. Persona vinculada al deporte comopracticante de artes marciales y entrenador de hockey hielo. Maestro Masón, grado 18 del RitoEscocés Antiguo y Aceptado, pasado Venerable Maestro de la Gran Logia Simbólica Española.

JOSÉ MIGUEL JATO

Practicante y estudioso de diversas corrientes del esoterismo occidental desde 1980, está iniciado en diversas ramas de la Tradición Europea. Iniciado francmasón en el REAA, ha practicado varios ritos, para recalar por último en el Rito de Menfis dentro del cual es miembro fundador de la Logia de Investigación Gueb Nut. Ha escrito diversos artículos y la serie de libros de Las enseñanzas de Knum.

JOSEP-LLUÍS DOMÈNECH GÓMEZ

Funcionario emérito del Excmo. Ayuntamiento de Barcelona, activista social, antiguo colaborador delprograma de Onda Cero Luces en la oscuridad y miembro de la Sociedad Catalana de Egiptología, condecenas de artículos publicados sobre este tema, fue iniciado en el Rito Egipcio en la Grande LogeFrançaise de Memphis-Misraîm, en Perpignan (Francia). En la actualidad es Venerable Maestro de laRespetable Logia Montjuïc, al Oriente de Barcelona, Gran Canciller y Gran Maestro Adjunto del GranOrient de Catalunya. Es autor de El Venerable Maestro y Logia de Perfección.

JOSUÉ BONNÍN DE GÓNGORA

Compositor y concertista, ha participado en importantes festivales como «Clásicos en verano»(Comunidad Autónoma de Madrid), Festival de Otoño (Caja Madrid), Festival Internacional de Pollença(Mallorca) y Ciclo de Conciertos de Navidad (Centro Cultural Moncloa). Premio Nacional Cultura Viva,miembro de la Delian Society (EEUU), la cual ha llevado su obra a Los Ángeles, Boston y Nueva York.Vicepresidente de la Fundación Eusophia dedicada a transmitir toda la belleza y contenido Humano yMístico de la Música y la Poesía. Maestro Masón del Rito Escocés Rectificado.

JUAN MARTÍN MAS

Diplomado en Estudios Técnicos Empresariales y gerente de empresa de administración decomunidades y fincas, ajedrecista activo y miembro de MENSA en España. Maestro Masón, Grado 33del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, delegado territorial del norte del Supremo Consejo Masónico deEspaña, pasado Gran Hospitalario y actual Gran Canciller de AA.EE. de la Gran Logia SimbólicaEspañola.

RUBÉN BAIDEZ LEGIDOS

Grado de Teología en la Facultad Protestante SEUT, Teología y Filosofía en la Universidad Pontificia deComillas de Madrid. Desarrolla su mayor actividad profesional en la dirección comercial de seguros ysector sanitario privado. Colabora como becario en el Departamento de Filosofía de la UPC. Hapublicado varios artículos de Teología en revistas digitales como RYPC (razón y pensamiento cristiano)y La Luz Digital. La principal línea de investigación dentro de la masonería que está llevando acabo esla relación decimonónica entre la masonería española y el protestantismo.

VLADIMIR CARRILLO ROZO

Lic. en Sociología, Máster en Psicología Clínica, Psicoanalista (UH, UCM, UNED), Maestro Masón,escritor, docente-investigador y consultor en GEDIF, MAFOREM, Kercentral Magazine y PENSUM-

Relación con universidades. Maestro Masón de la Gran Logia Simbólica Española.

EDITORIAL

OFICIOS DE LA LOGIA

Después de la conocida obra de Daniel Beresniak Los oficios y los

oficiales de la logia publicada en Francia por DETRAD en 1992,despiadadamente pirateada después en español por innumerablespáginas web de las que desprecian toda clase de trabajo intelectual,son pocas las publicaciones que han abordado de forma conjunta laimportante temática de las funciones de los oficiales de las logias.Animados por esta falta de bibliografía rigurosa sobre algo que atañeprácticamente a todos los masones activos, en este de número deCULTURA MASÓNICA abordamos la cuestión desde la pluralidad depuntos de vista de varios de nuestros autores habituales, evitando asíuna exposición monolítica de algo que siempre puede verse desdediferentes ópticas masónicas.

IGNACIO MÉNDEZ-TRELLES DÍAZ

EL OFICIO DE VENERABLE MAESTROHermanas y hermanos, como la logia está cubierta debidamente y todos los que asisten son

Aprendices francmasones, entremos en las vías que nos han estado trazadas.

Ritual

JOSEP-LLUÍS DOMÈNECH GÓMEZ

ProemioUn Taller masónico es ante todo una micro sociedad singular. Sus miembros,un colectivo de hombres y mujeres, son la viva representación y estampa delmundo profano en toda su extensión. Componen un amplio y variadoabanico de sensibilidades y una dilatada diversidad de profesiones y oficiosque abarca todos los estratos de la escala social.

Toda logia masónica como organización básica de la Francmasoneríacumple con unos estándares referenciados desde la antigüedad, quecondicionan inexorablemente un determinado mínimo número de Maestrosvehiculado por el vetusto aforismo ternario de tres la gobiernan, cinco lacomponen y siete la hacen justa y perfecta.

Pero la logia compuesta por masones se diferencia y nunca reproduce deltodo el mundo exterior. Dentro de ella no tiene que haber metales. En elruido profano de la sociedad tenemos la lucha y rivalidad por alcanzarposición social, fama y riquezas. Se oyen términos como conquistar,objetivos, estrategia, táctica, promoción social y seducción.

Los talleres masónicos tienen que procurar ser todo lo contrario a uncomportamiento social generalizado de prêt-a-penser-prêt-a-porter queparece ser el objetivo principal de los hombres y mujeres razonables ycultivados que luchan en nuestra sociedad de consumo para alcanzarpuestos preponderantes en el statu quo social.

A lo largo de los tiempos, la jerarquía ha sido el denominador común y lamedida de la calidad. Nuestras bibliotecas y hemerotecas, pueden ser unafehaciente muestra, y una mirada atenta y circunspecta al mundo en quevivimos, nos revela una serie de hechos axiomáticos y por desgraciairrebatibles: Roma ha hablado… El Partido no se equivoca nunca… El jefesabe lo que se tiene que hacer… Y es que desgraciadamente los placeres desometer confortan la delectación de dominar.

Una logia masónica tiene que tener un presidente, un Venerable Maestro,que tendrá que procurar hacer lo necesario para que esta funcione con laexactitud de las manecillas de un reloj, sin los arquetipos de los abusos de lajerarquía, la imposición y la sumisión de sus hermanos.

Desde el Oriente, el Venerable Maestro como encargado de la dirección dela logia deberá ser consciente de su alta responsabilidad y de que esteprivilegio es temporal, teniendo en cuenta que su Veneratura es unaprerrogativa otorgada por la confianza de sus hermanos y hermanas deTaller.

Su tarea es uno de los tesoros más valiosos de la francmasonería iniciática,heredada de la tradición de los antiguos Maestros de Obra, que edificaronen el pasado los templos que aún perviven entre nosotros y que son sobriostestigos mudos del progreso universal.

Sin embargo, el Venerable Maestro deberá tener presente que, en unaorquesta, su director conoce a la perfección su libreto y a él le toca dirigir supartitura, pero nunca debe olvidar que, si no dispone de buenos músicos, laobra musical quedara distorsionada en sus acordes.

Evocación histórica y orígenes del apelativo deVenerable MaestroPara la precisión histórica de los orígenes del vocablo de Venerable Maestrotendríamos que remitirnos a los vetustos y pretéritos tiempos de lamasonería operativa, ya que con anterioridad a 1717 se contemplaban solodos grados: el de Aprendiz y el de Compañero.

En el Manuscrito Regius o de Halliwell (1390) que fue publicado porprimera vez en 1840 por James. O. Halliwell y que consta de 794 versosescritos en inglés antiguo con rima en pareado

1 se describe con precisión y

armonía la función o tarea de un Compañero cualificado, reconocido por sushermanos apto para dirigir los trabajos y formar a los aprendices en elOficio.

Y aquel que mejor aprendía y era honesto/ Y superaba en atención a suscompañeros/ Si en este oficio les aventajaba/ Debía ser más honrado que elúltimo.

Años más tarde, el Manuscrito Sloane (1700) hace mención a que la logiaestá dirigida por un Maestro y dos Vigilantes:

—¿En que consiste una logia justa o perfecta o justa y legítima?—Una logia justa y perfecta está formada por dos Aprendices Registrados, dos Compañeros de

Oficio y dos Maestros, o tal vez más o menos.

Pero aun teniendo presente que la aparición del Tercer Grado enmasonería es bastante brumosa, se pueden encontrar detalles inconexos apartir de 1738 en la segunda edición de las Constituciones de Anderson, muyprobablemente a raíz de la llegada a la masonería de los masones nooperativos. Esos hombres con cargos eminentes y una sólida formación atodos los niveles determinaron ese nuevo grado.

Etimológicamente hablando, la palabra ‘Venerable’ significa apto para elamor. Las connotaciones arcanas y simbólicas de la diosa Venus dan vida a lafunción suprema de una logia de constructores. Su denominación inglesa,Worshipful Master, viene a significar adorable y digno de respeto.

En francés ‘Venerable’ personaliza y simboliza el tratamiento de digno deveneración y se viene a aplicar con respecto a la edad avanzada de a quiense le denomina, siendo una redundancia afectuosa, amable y educada.También en la lengua de Víctor Hugo en determinadas épocas se usó para el

tratamiento protocolario de los doctores en teología.

La Palabra circulaEl devenir de los trabajos de Logia debe ser conducido por el Venerabledesde una perspectiva de amenidad y cordialidad, nunca carente del rigordebido y en aras en todo momento de la observancia del Ritual.

Una de las características principales de las tenidas masónicas es la deprocurar el uso del ejercicio de la palabra y el cultivo de la elegancia en ladeclamación de todos los participantes. Louis Aragon poeta y novelistafrancés nos ha dejado un certero aforismo: «La palabra no se le ha dadojamás al hombre. Él la ha tomado».

Esta particularidad obliga a los miembros de un taller, y muy en especial alVenerable Maestro, a cuidar sus expresiones y mantener en todo momentola mesura y buen uso, para elegir con cuidado de lo que pretende transmitiren sus intervenciones.

En ningún momento el primer mallete debe olvidar la parte del Ritual quenos recuerda que estamos a cubierto, fuera de los oídos profanos y que lalogia está situada simbólicamente en el centro del mundo, entre los cuatropuntos cardinales y él toma asiento en el Oriente, lugar preeminente ypunto de mira de todos sus hermanos.

El uso adecuado de las funciones que otorga el Ritual al presidente de laasamblea le permite siempre poder canalizar la Palabra y controlar laspulsiones o pasiones de la Logia, consiguiendo armoniosamente encaminarel comportamiento general y orientar el desorden y las contradicciones quepudieran en determinado momento, surgir en contra de las vías socialmenteaceptables de la Tolerancia y la Fraternidad.

Es casi imposible el evitar que algunas veces pueda despuntar un indicio dehostilidad en las tenidas, cosa que no es inherente a la masonería sino a lapropia humanidad. En el taller confluyen diferentes personas y cada una deellas con un especifico punto de vista y diversidad de criterio y nadie puedeestar de manera mental en el lugar de otro, como bien apuntaba Ortega yGasset

La francmasonería tiene la particularidad y facultad de reunir a personasque, de lo contrario, es posible que nunca se hubieran ni conocido y esta

característica tiene que hacer prevalecer el arte de la unión en la diversidady nunca la unidad en la conformidad.

Bajo estas premisas, el uso de la palabra en la logia nos permite a cada unode nosotros el poder expresar libremente las ideas, sin jamás pretenderimponer nuestros conceptos a los demás.

Sin darnos cuenta y de forma natural, gracias a la observación de lasbuenas costumbres, en logia se consigue el uso casi partisano de unaortodoxia en el contexto de las buenas maneras y la educación.

Nos comportamos libremente en nuestra sociedad grupal, comociudadanos de una volátil y etérea república en la que predomina nuestradivisa: «Libertad, Igualdad y Fraternidad».

Ese circular de la palabra en nuestras logias nos permite el privilegio deescuchar de tanto en tanto planchas de exquisita calidad, provechosas engeneral y en particular, e incluso útiles para ser referenciadas y usadas fueradel templo.

El poder asistir como espectadores privilegiados nos ratifica elconvencimiento que como personas de buena voluntad y aun nocompartiendo las mismas ideas u opiniones, tanto políticas, religiosas ofilosóficas, nos basamos en un concepto esencial que es el de ver la sociedaden la que nos ha tocado vivir como un templo inacabado.

En las logias masónicas se debe enseñar y aprender el arte de latransmisión. Esta disciplina permite a los Maestros más veteranos poder serla cadena de enlace con los hermanos más recientes en la Orden, y poderenseñar sin el ego del superior. Sencillamente de esta manera se puedenponer los cimientos a los más noveles, para que ellos mismos se preguntenel cómo y el porqué. Así, el Venerable deberá con sus actos y sus consejos enparticular procederá a la orientación correcta del manejo de estas doscuestiones.

Es posible que, en determinadas ocasiones, tenga que canalizar con manoderecha, pero firme, alguna intervención en la que aparezcan los metalespara sustentar determinados conceptos y pensamientos. En logia tiene quepredominar la igualdad y alguien puede intentar —incluso sin darse cuenta— hacer prevalecer sus ideas sobre algún tema en función de su estatus yformación profanos.

El Venerable mirará de cerrar los debates y las intervenciones por dosrazones importantes. La primera para marcar una guía a seguir como primer

responsable y la segunda con el objeto de concluir los contenidos tratados,para evitar la sensación de alguna posible continuidad de confrontación depalabra.

En todas las tenidas, el primer oficial de la logia, dirigiéndolas, ejecuta losdictados del ritual. De su conocimiento y de su dominio del mismo dependeel buen resultado de la práctica iniciática de las tenidas.

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La Egrégora y Armonía en LogiaUno de los deberes del Venerable es cuidar con suma prudencia y esmeroque durante las tenidas se haga presente la egrégora masónica. Es decir, elestar atento y procurar que el transcurso y devenir de las tenidas sea amenoy simbólicamente enriquecedor para el conjunto.

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Durante los trabajos masónicos bien encapsulados en la secuencia delRitual, el presidente deberá administrar los tempos y evitar la monotonía y,de esta manera, dar un tono de creatividad al ambiente. Casi sin darsecuenta, en este ejercicio contará con la empatía general y el tiempotranscurrirá rápidamente y la satisfacción por el buen empleo del tiempo,llenará los corazones de los hermanos del taller.

Una de las buenas prácticas puede ser la de animar a determinadosmiembros de la logia que quizás por falta de elocuencia o por timidez nointervienen en los debates, sin presionarlos ni violentarlos, sino ayudandocautamente a que se decidan a dar su parecer, procurará que participenactivamente.

La elocuencia ayuda en grandes dosis a la egrégora. Antiguamente laelocuencia primaba como un verdadero tesoro en la sociedad. La escritura yla lectura estaba reservada a ciertas clases altas y pudientes y en particular alos clérigos. Es por ello que mucha gente se servía de ella comocomunicación directa y oral.

Crear egrégora es transformar nuestra diversidad en una energía positivacompartida que transcenderá más a allá de las puertas del templo.

Lograr este estado de conciencia es llegar a vehicular una sinergiaenvolvente y colectiva, que canalizará de significado simbólico a loshermanos del taller y establecerá una complicidad positiva entre el grupo,alejando el peligro de las divergencias y diferencias cotidianas.

El masonólogo Ricardo da Camino, en su Diccionario Masónico, nos diceque la Egrégora es un cuerpo místico que se forma con sus propiaspeculiaridades después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos seunen con las mentes preparadas para el acto de crear.

En cuanto a la Armonía, que los antiguos griegos definían como el fruto delos tórridos y tumultuosos amores de Ares y Afrodita, tiene que tomarse enlogia con mano diestra, de manera que se produzca un equilibrio de lasintervenciones en el taller.

De esta manera todo resultará agradable. Si en el ámbito musical seconsidera armonía a la buena relación entre los distintos acordes, laproporción y correspondencia mantenida por el Venerable Maestro facilitarála amistad y la buena correspondencia, logrando que el taller asuma conagrado su rol, manteniéndose de esa manera la organización, el orden y elrespeto mutuo y fraternal dentro de unos parámetros de paz interior y decalma que tienen que reinar en todas las logias.

Y en la Cadena de Unión, como momento de máxima fusión de Egrégora yArmonía, se debe conseguir que la energía emanante de los hermanoscircule entre las manos del colectivo y se eleve muy por encima de laspreocupaciones y problemas materiales.

Autoridad Espiritual del Venerable MaestroLa potestad que ostenta el primer mallete al sentarse en la Silla de Salomón—no Trono, porque en los tronos suelen sentarse los monarcas—, lepresenta como un Princeps Oficii o jefe de un Oficio. Su deber primordialestriba en trabajar para que la Luz del Conocimiento ilumine el templodurante las tenidas.

El Venerable mirará de mantener las leyes de la orden y la ejecucióncorrecta de los reglamentos y estatutos de la logia y de la Obediencia,ejerciendo su labor con mano de hierro y guante de seda, es decir, confirmeza, pero con bondad.

Corresponde también al presidente el velar con discreción por la asistenciay al saber excusar con ponderación cuando sea necesario, a los ausentes pormotivos profesionales y personales.

También procurará la concurrencia de los hermanos y hermanas a las

Tenidas Blancas o conferencias que tengan interés cultural, social omasónico y proveerá de encuentros fraternales alrededor de una buenamesa, siempre que sea posible, aparte de la asistencia a los ágapes normalesdespués de cada tenida.

Y ateniéndonos a que una logia tiene que ser como un laboratorio dehumanidad y verdadero atanor de la Fraternidad, el Venerable, a mi modode entender, debe saber el momento oportuno de distender el ambiente deltaller y lograr la aparición de la complicidad y si es necesario la sonrisa entrelos hermanos y hermanas que decoran la logia.

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El Venerable Maestro deberá cuidar de evitar conflictos y ser mediadoroportuno si surge alguna diferencia entre hermanos de la logia. Su conductadebe ser de adalid y líder de la diplomacia para poder neutralizar de lamanera más suave posible todos los ocasionales desórdenes que se puedanpresentar dentro y fuera del templo.

Debe, asimismo, no verse considerado por sus actos o decisiones como unreyezuelo, como un manager de empresa y evidentemente nunca como undictador de plaza. Por el contrario, debe ser el integrador de mano de laUnión y la Síntesis, para poder ejercer de Piedra Angular.

Podría darse el caso de que se pudiera presentar ante el director del tallerun determinado asunto que, por su complejidad o gravedad, exigiese unavaloración pausada, reflexiva y de consenso. Será entonces el momento delas consultas discretas a otros hermanos venerables de otras logias, omasones de edad, verdaderos pozos de experiencia del Arte Real, que enotros tiempos ostentaron tal cargo. Los consejos prudentes, sabios ymesurados, siempre fruto de la experiencia, serán fuente primordial para lasdecisiones a tomar evitando providencias precipitadas, de las que lamasonería es enemiga.

La vida cotidiana del Venerable MaestroEs parte de las funciones del Venerable estar al máximo en la sombra, acaballo de la discreción. Esta faceta tiene que estar continuamente enmente, le hace mirar de no banalizar y cometer ligerezas y actuar condiscreción espartana, evitando comentarios públicos espurios, utilizando pornorma el tacto y la reserva y la prudencia.

Las funciones inherentes al cargo exigen tiempo y disposición. Si a primeravista todo puede parecer placentero y agradable, no es así. Ya que en eldesempeño de esta importante función de guía y representacióninstitucional de la logia y de la Obediencia a la que se pertenece, haymomentos de todo tipo.

En primer lugar, la función logística. La preparación de las tenidas obliga altitular, confeccionar las Convocatorias, decidir las planchas o trabajos a leer,regular los trabajos de los Vigilantes, y también visitar otras logias, recibirdelegaciones y saber intercalar visitas a otros talleres.

Sin duda, la función de delegar es importante y por ello el primer malletedebe haber sabido escoger bien su equipo de trabajo, es decir, su Colegio deOficiales. Partiendo de la premisa antes citada del ternario, deberá quedarbien claro de que una Veneratura no es un cargo dirigido por un hombre ouna mujer talentosos o carismáticos, sino que se tiene que configurar comoun equipo.

De esta manera, las prerrogativas del Venerable le otorgan la potestad si locreyera conveniente de asistir en las reuniones de instrucción de sus dosVigilantes a los Aprendices y Compañeros, pero siempre debe de procurarno interferir lo más mínimo en las clases lectivas, ya que ha otorgado suconfianza y al mismo tiempo ejerce de manera práctica y real la función dedelegación.

De igual manera, de forma regular, compartirá sesiones administrativascon el Tesorero, Hospitalario y el Secretario, con la misma praxis anterior dedelegación de funciones con la confianza plena en los oficiales en lo querespecta a sus capacidades y competencias. En ocasiones, el Venerable severá en la noble, pero dura obligación, de visitar a hermanos enfermos, sinque las tareas del Hospitalario se vean mermadas.

La vida cotidiana, en su devenir diario, puede sacudir de muchas ydiferentes maneras a cualquier miembro de la logia. En momentos difícileses muy gratificante verse acompañado por el Venerable, y en los casos deenfermedad e indisposición, nada más lenitivo para el indispuesto, recibiresta visita.

Si el problema es más grave, si se trata de algún Paso al Oriente Eterno deun hermano del taller o de algún familiar allegado, es otro momentoindispensable de actuación inmediata del Venerable Maestro. Sea cual sea lahora del día en que se produzca esta situación. La familia del hermano

fallecido o el hermano que ha perdido a un ser querido, agradeceránsiempre y se sentirán aliviados en su dolor, con la presencia del Venerable,que en un primer momento representa a la logia y a la Obediencia.

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Exegesis y planificación de una logiaEn condiciones de normalidad, el Venerable abre la logia cuando es Justa yPerfecta y por tanto cumple con los requisitos esenciales, mínimos y básicospara realizar las funciones masónicas.

Todos estos menesteres, desde tiempos remotos, no son cumplidos yejecutados por simple capricho. Una amplia bibliografía sustantiva laspalabras de Logia Justa y Perfecta. Se trata de unas fuentes históricas quesintetizan unos valores y unas reglas o normas, que se han ido siguiendo através de los años. El repasar con detenimiento el Manuscrito Sloane (1700),el Manuscrito Wilkinson (1727) y la Masonería diseccionada (1730) nospuede proporcionar una base unificadora al respecto y unas fuentes deestudio, aconsejables para todos los miembros de una logia en general.

En los avatares de una Veneratura, el primer mallete se puede encontrarinfinidad de problemas y en determinadas ocasiones, incluso para poderabrir trabajos por falta de quorum. Y aunque casi siempre puede existir undenominador común, su liderazgo, su imaginación, previsión y el ejercicio dela anticipación y diplomacia, pueden solventar los problemas que sepresenten.

Cuando se inicia el curso masónico, generalmente por el mes deseptiembre, después de establecerse el calendario de tenidas del taller encomún acuerdo con todos los hermanos, se consigue una previsiónaproximada y se pueden evitar futuras faltas de asistencia.

En cuanto a la presencia de los hermanos de la logia a los Ágapesposteriores a la tenida, se tiene que motivar la participación de todos ya queesta parte continua de hecho con el acto inicial y tiene que considerarse elúltimo segmento de la tenida.

Cierto es que, debido a las ocupaciones profanas, algunos hermanosacuden a las tenidas siguiendo las inexorables pautas de la agenda. Notodos, pero sí una gran mayoría. Esta situación suele implicar lacircunstancia que después de participar en la reunión, algunos procuren

evitar el Ágape, para continuar con su rutina diaria.Sería bueno puntualizar que se debe asistir a ese cenáculo posterior, si se

me permite esa expresión, ya que la participación ese convite generalmentefrugal, por otra parte, favorece el trato entre hermanos, posterior a lacaracterística rigidez del ritual dentro del templo, y permite la distensión y elconocimiento mutuo.

El tiempo del ejercicio de la VeneraturaEn lo que respecta al tiempo de mandato del Venerable Maestro, existenunas normas y pautas, algunas no escritas, pero en lo más importante, sesiguen unas reglas determinadas. Y verdaderamente es un tema que hayque tratar con el máximo rigor.

Sería importante recordar que este cargo en la segunda mitad del sigloXVIII, en una gran mayoría de logias europeas, era un empleo vitalicio. EsteAd Vitam, no solamente representaba esta circunstancia, sino que elVenerable hacía y deshacía a su libre juicio y albedrío los destinos de sulogia.

Posteriormente, después del seísmo de la Revolución Francesa, losantiguos valores masónicos fueron ingeniosamente barridos y en 1799 secrearon las bases para abolir de una vez el Veneralato de por vida.

En la actualidad, fuera de esos vetustos y arcaicos usos, las costumbres hanmejorado en pos de la estabilidad y continuidad de las logias sin el lastre demandatos sin fin.

En Francia se tiene la costumbre de que la Veneratura sea por un año,renovable por dos veces, lo que conlleva que esta dure un máximo de tresaños.

En el estado español, ateniéndonos a los particulares reglamentos yestatutos de las logias y de las Obediencias, las Veneraturas tienen unaduración de tres años, pudiendo en determinadas ocasiones (dependiendosiempre de las Obediencias), repetirse un mandato más, es decir doslegislaturas.

Lo que sí es evidente es que si un hermano o hermana llega a laVeneratura, antes habrá expuesto a la logia su Proyecto de Trabajo, y endeterminadas circunstancias, para completar dicho compromiso, se puede

necesitar el doblete en el ejercicio del cargo.No es aconsejable que una Veneratura se prolongue en demasía. La

secuencia de continuidad de las logias hace necesaria la renovación, elcambio. Todos los Maestros, en principio, pueden aspirar a la Veneratura, yla Masonería, sus reglas y su sabiduría así lo permiten. No obstante, estarotación o turnover no puede ser manejada como si se tratara de un cargoejecutivo de una sociedad anónima o negocio profano. Esta importantefunción de renovación no debería nunca ser realizado de manera rutinaria.

Ultimas reflexionesEl ejercicio de la Veneratura es una experiencia inspiradora, estimulante ynoble que conlleva una toma de contacto diferente, íntima y personal conlos hermanos y hermanas de la logia.

Leyendo a Daniel Beresniak me ha quedado bien grabada una apreciaciónresumida en un párrafo que siempre llevaré en mi corazón:

El ejercicio del Veneralato transforma al Maestro, más aun, lo sosiega. Un pasado Venerable queha practicado su Oficio según el Arte, jamás se comportará masónicamente como antes. No tendrála pretensión de ser un entendido o un sabio en determinadas cuestiones. Está liberado del placerde dominar, vivirá con el placer de compartir la palabra y sabrá escuchar y comprender en

determinadas ocasiones lo que no se ha dicho.6

El tiempo trabajado al servicio de la Logia desde el Oriente dejará atrás, aparte de vivenciasagradables e inolvidables, momentos quizás duros de conflictos internos, deserciones, arrebatos,resentimientos, que habrán sido en todo caso como trampas iniciáticas que el cargo conlleva en sí.

En el referente del Venerable tiene que perdurar la idea que sabe o suposuperar las dificultades habituales con ayuda del ritual, los reglamentos de lalogia y de la Constitución de la Obediencia, y también de los consejos deotros Venerables y hermanos con mayor experiencia. De esta manera tendrála seguridad del bien obrar y el trabajo cumplido.

Por esa circunstancia, el primer mallete estará siempre dispuesto a bajar desu silla cuando la situación lo requiera, porque en ningún momento tieneque olvidar que, aunque es regente temporal, no lleva corona, sino quecontinúa llevando el mandil de obrero.

El haber podido sentirse útil en un momento dado a sus hermanos, tantocon los más veteranos como con los recién ingresados, es un privilegio. Ysaber que se podrá transmitir al sucesor una logia con buena salud, tanto enel plano iniciático como en el material. Porque tiene que quedar muy claro

que el trabajo del primer mallete de la logia ha sido un acto de servicio a sushermanos y a la masonería.

LA PRIMERA VIGILANCIASu relación con el sistema del Segundo Grado, la

legitimación del sujeto narrado y un nuevo papel parala autoridad.

VLADIMIR CARRILLO ROZO

En este artículo vamos a referirnos a la Primera Vigilancia comoesa entidad estructuradora inicial de la Cámara de Compañero, ellugar donde es recibido el Francmasón/a de la quinta edad paraemprender algún tipo de exploración y reforma crítica de larealidad, una vez que ha intentado responderse quién es durantesu paso por el Primer Grado y los tres años de Trabajo en la piedrabruta. Y nos centraremos en su papel de Instructora alrededor delretorno de la palabra, el relato múltiple del constructor que viaja,la legitimación resultante de conquistar conocimiento y la actitudnueva del que supera sus propios límites comprensivos yexploratorios, por ejemplo, ante la cuestión de la autoridad.El Venerable Maestro

junto al Primer y Segundo Vigilante simbolizan, entre otras cosas, a las tresluces y columnas que guían y sostienen el Templo: entendiendo por éstetanto edificio en permanente construcción (necesidad [y crisis] continua decimientos, resignificación y elevación simbólica de sus torres) como nave deexploración filosófica, vital y cultural siempre amenazada por las tormentasy criaturas (lo psicosocial) de un océano ignoto.

Las columnas se hallan coronadas por sendas antorchas, estando la queguía el navegar de la Primera Vigilancia dedicada a la Fuerza (formando unsistema con la Segunda Vigilancia, la Belleza, y el Venerable Maestro, la Sabiduría).

En algunas analogías el PV se asocia con Marte (como con el acero forjadoen el Nivel): un testimonio de Fuerza que no puede doblegarse, que ademáspuede ser retransmitida al conjunto de la construcción (integra a la vez queimpulsa vigor y potencialidades desde su columna), frente a la sensualidadarmoniosa de Venus simbolizada en la Segunda Vigilancia.

Recordemos que el PV da trabajo a los obreros de su columna (compartepero también recibe de ellos), previa autorización del VM. Que ruega por laluz al empezar los trabajos y es socorro de Oriente, dado que también poseela autoridad rectora de un mallete, para cerrar la Logia al filo de lamedianoche (el ocaso luminoso en Occidente), pagar su salario a los obrerosy asegurarse de que éstos se marchan con justicia (un placer expresado enconocimiento nuevo, profundizado o renovado). En sentido de lo anterior,las vigilancias constituyen eslabones trascendentales del camino iniciático, altener bajo su responsabilidad la Instrucción de Primer y Segundo Grado. Enpalabras del hermano Daniel Beresniak, «les corresponde hacer comprendera los aprendices y compañeros por qué y cómo la profundización en lossímbolos amplía el espíritu, favorece la introspección, libera de los prejuiciosy de los dogmas, permite hacer el orden dentro de uno mismo, construye lalibertad interior y, de hecho, permite y asegura el ejercicio de la libertad. Lescorresponde a los vigilantes mostrar toda la riqueza de los “Usos yCostumbres” de la Orden. Ellos modelan el futuro de la Logia y de laFrancmasonería».

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Las flores de fuego que iluminan el Trabajo y la travesía del PV sirven, enefecto, para estructurar la Cámara de los compañeros/as y todas suspromesas (modernas en un sentido revolucionario): la Instrucción, en la

intención de arrojar al obrero a la construcción y conquista deconocimiento. Ante sí tiene el Nivel, que da lecturas sobre la igualdad en lasdiferencias de los hermanos y hermanas del Taller. En el modelo de lavertical con la horizontal se expresa la fórmula de la estabilidad duraderaque esperamos del edificio (ese compendio de realidad reformada queparece desprenderse de la vivencia del Segundo Grado). Es decir, desde elsitial del PV se sienta acta, en el uso de su herramienta simbólica, del pasode la perpendicular al nivel como metáfora de un obrero que viaja, aprendey «evoluciona» intentado conseguir la necesaria fortaleza ponderada… ensuma, que se transforma autónomamente como escalón para usar un saberacumulado en la transformación crítica de la realidad.

Es necesario reflexionar que parte de la mística codificada en los viajes delCompañero/a (el Trabajo Glorificado, por ejemplo) consiste en laexploración del mundo (y de él o ella en ese mundo), lo que implica almismo atrevimiento del saber (Kant) y su integración en forma de distintasdestrezas psicológicas, filosóficas o sociales. Y que conquista deconocimiento y transformación a distintos grados de la propia existencia sonprocesos totalmente simultáneos. La crítica en sí es un acceso consciente eintegral a la realidad, capaz de decirnos si ésta es tolerable o no (cuando susfundamentos epistemológicos están comprometidos, por ejemplo). En estesentido la Autoconstitución Soberana del Sujeto

8 (un proceso central en

masonería) es una operación crítica. En tanto que la Francmasonería bebede diversos sistemas filosóficos, es de considerar que la exploración de larealidad tarde o temprano enfrentará al habitante de la Segunda Cámara ala pregunta y elección (de nuevo la pastilla roja o azul) acerca de suintención de interpretar o transformar esa realidad: el tallado de la piedra en forma de símil de una cotidianidad, también psicológica, que es reformada en busca de la libertad personal, cultural, ciudadana, etc.

El Nivel, antiguamente constituido por la unión de una Escuadra de cuyoángulo superior cae una Plomada (revelando la horizontal sin ignorar jamásla vertical), es también una especie de dialéctico Segundo Grado dentro delpropio pensamiento simbólico. Ya que, efectivamente, une dos objetos, dosestados de la materialidad, para buscar una tercera síntesis más avanzada.Un criterio íntimamente moderno se muestra en la intención de construir,elevar el edificio, pero hacerlo con estabilidad, corrigiendo el desnivel del

que advierte esta herramienta (como las demás, de vocación simbólico-práctica). La persecución del equilibrio que el relato instrumental de laPrimera Vigilancia intenta transmitir a la Cámara de Compañero guarda,igualmente, esa advertencia de la Modernidad sobre sus propios fantasmas,incluso los más dulces: la ruptura, el equilibrio inestable, el candor de lavanguardia que va a golpes de poesía con la Historia, la seducciónrevolucionaria que, en ocasiones dramáticas, se ve tentada a probar lasangre, el aula de tradición ilustrada que coexistió con la cámara de gascreada por la moderna industria etc., etc. De lo anterior, pues, se entiendeque la aspiración a una Fuerza equilibrada esté representada en lapersonalidad profundamente griega de la columna dórica del PrimerVigilante.

Lo fenomenológico, lo lógico y lo simbólico-algorítmicoLas partes que constituyen el edificio del Segundo Grado de lafrancmasonería, porque recordemos que luego de la Exaltación el nuevoCompañero/a acude ante la Primera Vigilancia esperando algo más que unaspocas lecciones, recrean uno de esos constructos que ensamblan a variosniveles piezas y experiencias provenientes de lugares disímiles, para darconsistencia a una única cosa: la hipótesis de un posible sujeto que viajapara encontrar un Conocimiento, con mayúscula, que le permita reescribiruna crónica nueva y autónoma acerca de lo más profundo de su mundo(dada la integralidad y multiplicidad propuesta por los enunciados de losviajes). Todo con objeto de re-reformular algunas de las grandes preguntasque desde siempre han acompañado al fenómeno y la cultura iniciática ydesde ellas re-reemprender una reforma del paisaje individual y social.

En sentido de lo anterior, mi propuesta es que el esfuerzo formador del PVpodría tener cierta aleación entre la postura fenomenológica de la ciencia yalgunos elementos que tomamos prestados a la FenomenologíaTrascendental (Husserl): desde la labor Instructora de la Primera Vigilanciase descubre un Grado donde participan una serie de subsistemas simbólicosque se presentan como instrumentos con formas y finalidades concretasdentro y fuera del Taller. La psiquis del Compañero/a Francmasón crea

gradualmente una narración compartida y objetivadora con cada uno deesos instrumentos, en donde éstos adquieren carácter, templanza y unaíndole totalmente adaptada a los deseos del habitante de la SegundaCámara, lo que incluye a los maestros/as. Es decir, los elementos de nuestrouniverso simbólico tienen un aspecto parecido a los objetos intencionales deHusserl. La cuestión metodológica (y fenomenológica) se extiende a queesos objetos se disponen en el Grado persiguiendo una coherencianarrativa, procedimental y relacional: tienen una naturaleza distinta entreellos a la vez que conforman alguna forma de «antología» mínima, suficientepara intentar aplicar el concepto de cadena lógica (como proceso). Lascadenas lógicas del Grado también cumplen con el «principio» según el cualalgunos de los objetos presentes (como subsistemas simbólicos) soninterdependientes entre sí y otros pueden actuar de manera independiente.Y por supuesto cumplen con su propia «evidencia», el Compañero tieneunas vivencias perceptivas al interactuar con los objetos de la Cámara y sonéstas las que atribuyen los múltiples sentidos que cada uno de esos objetospuede llegar a tener. El obrero se hace en el Trabajo que implica la vivencia yal mismo tiempo el objeto (el Mazo, el Cincel, la Escuadra, el Nivel, etc.)existe y tiene un sentido gracias a que es vivenciado durante el aprendizaje.

El método fenomenológico también tuvo su influencia en la denominada«deconstrucción» (desde la especial traducción de Derrida de Destruktion, lapalabra utilizada por Heidegger en Ser y tiempo en 1927). Las cadenaslógicas del Grado de Compañero conservan una arquitectura que puede serde-construida: la crónica reciente que resulta de la llegada (con laExaltación) de ese nuevo sujeto que puede auto-narrarse vive unacomplejización estructural que, no solamente permite, sino que demanda lade-construcción. Las múltiples significaciones que sabemos posee esa crónica podrían salir a la luz con el desmonte de la estructura que conserva su propio lenguaje, pero es el PV quien presta las primeras luces para ese cometido. Los compañeros y compañeras crean su propia historia de exploración porque, en un primer momento, se les demanda que lo hagan; sin embargo existen posteriores instantes donde podrían leer el relato de su Grado en muy distintos sentidos (pueden llegar a replantear la misma cronología de sus viajes, revelando toda clase de estructuras emergentes).

La vivencia intencional produce, en el Segundo Grado, como en otraspropuestas teóricas de exploración de la realidad, una demostración lógica

(aquí bajo la forma de un encadenamiento), con lo cual tiene ciertainterpretación y aplicabilidad matemática. Por varios motivos: En primerlugar porque algunos de los subsistemas que usamos bajo unainterpretación simbólica son un problema o encierran un modelo abstractode dimensión matemática (como el denominado número áureo) con elpotencial de producir y explicar, a su vez, un modelo concreto (como lageometría que empleamos al trazar la estrella de cinco puntas delCompañero o cuando construimos el Teorema de Pitágoras). En segundolugar porque también algunos de los subsistemas presentes en el Taller sonmodelizaciones de pensamiento racional cuya base matemáticaprácticamente ha constituido una variable de la historia humana: tenemosejemplos tremendamente destacables en la expresión matemática queforma la Ley de la Palanca o en la elegancia de la teorización sobre elfuncionamiento del Nivel, entre otros. En tercer lugar tenemos un punto devista muy interesante según el cual la Francmasonería es ese lugar (enverdad sólo uno de ellos) donde pueden vivirse en primera línea unapléyade de conjeturas, debates y especulaciones filosóficas, observaciones ycomprobaciones empíricas (razón y lógica, aunque sin llegar a las fronterasdel neopositivismo que únicamente entiende como válido lo verificableempíricamente), que nos colocan en el centro de la discusión sobre laimplicación filosófica, socio-cultural y psicológica de la ciencia (y, además,tengamos presente el Tercer Viaje del Ritual de Compañero). No tenemosmuro de contención cuando se trata de debatir la lectura que sobre lamarcha del aparato de las ciencias podría hacerse desde el humanismodefendido en la tradición masónica mixta, liberal y adogmática.Incursionamos en todo, a veces con poca prudencia, lo que nos parezcaobjetable o comprensible desde la organización filosófica no confesional: seauna cuestión sociológica, antropológica o que nos lleve al problema delhambre y la violencia en el mundo, como a la exploración planetaria, elcambio climático o la Mecánica Cuántica. Este afán de entendimiento acercade todo aquello que afecta al ser (lo que logramos abarcar) nos lleva alconocimiento científico, no porque nos convierta en una escuelaespecíficamente inscrita en la filosofía de la ciencia sino porque crea unapreocupación por las repercusiones para el sujeto humano (por lo tanto parael sujeto francmasón) de los modelos y métodos de la ciencia. Lo cual,naturalmente, nos conecta también con una interpretación del pensamiento

matemático en Masonería.En definitiva, desde varios ángulos arribamos a una interpretación y

aplicabilidad simbólica (aunque parezca un poco redundante) de la reflexiónmatemática, por ejemplo, desde la cadena lógica relacionada con la vivenciaintencional del objeto (como la herramienta simbólica). Entre los posiblesresultados de lo anterior (tanto a nivel de modelo abstracto como concreto)podría considerarse la noción de algoritmo, que aquí denominaremos losimbólico-algorítmico. En efecto, prácticamente todo el contenido del GradoSegundo, los elementos del encadenamiento lógico, dan la impresión de unmovimiento escalonado y basado en estados muy organizados que parecenremitir a la idea de pasos y aberturas gradualmente realizadas por el sujeto:al profundizar, cada uno de esos estados o escalones parece comportarsecomo las instrucciones de un grupo de algoritmos que pretendan describir elmovimiento del explorador-constructor dentro del Grado.

La teoría sobre un «conjunto ordenado y finito de operaciones que permitehallar la solución de un problema» (definición de algoritmo de la RAE)aplicada a la crónica del sujeto que ahora puede narrar, el CompañeroFrancmasón, se basa en la necesidad de proponer un modelo que sintetice yordene la gran densidad de los eslabones lógicos que conforman laparticular arquitectura del Grado (necesidad que se convierte en complejaresponsabilidad de la Primera Vigilancia). Por otra parte, lo simbólico-algorítmico es aplicable porque la historia del Compañero/a teóricamente(sólo teóricamente) tiene un origen claro en la Exaltación y un fin en elrumbo a la Estrella Flamígera y en la Exaltación al Tercer Grado. Porsupuesto, como todo lo que involucra al pensamiento simbólico, la travesíadel obrero de la Segunda Cámara puede hacerse enrevesada, múltiple yconfusa. Es decir, el algoritmo puede proporcionar un estado inicial(entrada) y un conjunto de instrucciones que aparentemente no admitendudas sobre la llegada de un estado final (salida) que resuelve la cuestión oel problema concreto que enfrentamos, pero aunque sea lógicamente muysólido no podrá contemplar por completo el peso y la acción de la psiquis.Por lo tanto lo simbólico-algorítmico nos ayuda a obtener modelosordenadores y sintetizadores iniciales, siempre necesarios en Ciencia yFilosofía, pero con una capacidad que merma al avanzar la flecha del tiempo(evidentemente también existen algoritmos que no contemplan la solucióncompletamente final al problema sin que esto les comprometa de manera

sensible). Lo que se entiende por la «estructura de los datos» que alimentael modelo (que aquí interpretamos como la reunión parcial de lashabilidades prometidas por el Grado) funciona a varios niveles y puedellevar, como he mencionado anteriormente, a variedad de estructurasemergentes.

El problema angular del Segundo G es el Conocimiento, para desentrañar laestructura y pliegues de la realidad; esto por supuesto es algo más que unestado inicial (salida), con lo que logra generar «estructuras de datos» quevan desde los momentos de consciencia necesarios para un aprendizaje (dehecho las cabezas de las cadenas lógicas del Grado) hasta los contenidosenunciativos de los viajes y la organización escalonada de varios subsistemassimbólicos. Y aunque esa matriz plantearía la solución al problema (salida) alllegar a su fin, es decir, parece ser un algoritmo de precisión finita (inclusopráctica aunque nunca deje de ser un «objeto» abstracto), en realidad se inscribirá entre los algoritmos de funcionamiento teórico e infinito. Hablamos de un modelo que, como función, nunca deja de convertir los datos del problema en datos de la solución representados siempre mediante símbolos parciales.

Tenemos, pues, esta primera y mayúscula tarea en manos de la PrimeraVigilancia: componer una plantilla

9 que permita profundizar en la

integralidad y multiplicidad de una edad masónica con tan grandesambiciones de estudios y exploración.

Modelos simbólico-algorítmicosUno. Hay que considerar que cada línea lógica podría leerse en los dossentidos, como un viaje mítico aunque con dosis de racionalidad de ida-vuelta y vuelta-ida. Dos. Este modelo retoma un viejo y conocido conjuntode categorías, no como máximas determinaciones generales de las cosas,sino como sistema de categorías existentes al interior de las fronteras del Yoy que actúan como determinantes del objeto de búsqueda (¿el objetoperdido?) del francmasón que viaja en busca de conocimiento (tendremosque volver sobre esto un poco más adelante). Tres. La ejecución de estaslíneas simbólico-algorítmicas hipotetiza sobre la aparición de la EstrellaFlamígera o astro del pensamiento libre, traducible a un modelo concreto

(★) que podría convertirse en alegoría condensada del objeto de deseo delCompañero Francmasón.

En la construcción simbólica de los dos primeros grados masónicos tieneun lugar especial la gradualidad acentuada que encontramos en las cincogradas derivadas de los mitos sobre el Templo del Rey Salomón. La primeragrada parte de las profundidades de la tierra (el Gabinete de Reflexión comoneoalumbramiento y la intuición de un no-recuerdo en lo profundo delinconsciente) y la última culmina con la visión breve, casi insensata, de laestrella (la percepción lejana del deseo, la fantasía sobre una utopía norealizada jamás).

Modelo uno: Gradas (una conexión con el Primer Grado).

⇊G negra ⇢ Tierra ⇢ El interior (del sujeto(inconsciente) y el objeto)

⇊G azul ⇢ Aire ⇢ Una lucha interior contra lasaristas de la piedra

⇊G blanca ⇢ Agua ⇢ Aplomo y entereza ante lapulsión y la violencia

⇊G roja ⇢ Fuego ⇢ Equilibrio entre los dos polosanímicos (apatía y exaltación)

⇊G polícroma ⇢ Quintaescencia ⇢ Noción del principio elementalque retorna al sí mismo

Modelo dos: Sistema de categorías10

, viaje, herramientas y gradas (lasprimeras correspondencias).

Rito Francés Moderno ⇊Pensamiento ⇢ Sentidos ⇢ Mazo y

Cincel⇢ Grada negra

(la tierra)

⇊Conciencia ⇢ Arte ⇢ Escuadra yCompás

⇢ Grada azul(aire)

⇊Inteligencia ⇢ Ciencia ⇢ Regla yPalanca

⇢ Grada blanca(agua)

⇊Voluntad ⇢ Humanidad ⇢ Nivel ⇢ Grada roja(fuego)

⇊Libre albedrío ⇢ Gloria al ⇢ Paleta ⇢ Grada polícroma

Trabajo (la Quintaescencia)

Rito Escocés Antiguo y Aceptado

⇊Pensamiento ⇢ Sentidos ⇢ Mazo y

Cincel⇢ Grada negra

(la tierra)

⇊Conciencia ⇢ OArquitectónicos

⇢ Regla yPalanca

⇢ Grada azul(aire)

⇊Inteligencia ⇢ Trivium- Quadrivium

⇢ Plomada yNivel

⇢ Grada blanca(agua)

⇊Voluntad ⇢ GrandesIniciados

⇢ Escuadra ⇢ Grada roja(fuego)

⇊Libre albedrío ⇢ Gloria al Trabajo ⇢ Las Manos ⇢ Grada polícroma(laQuintaescencia)

En el Modelo uno hemos nombrado la simbolización existente desde el

Primer Grado alrededor de los elementos de la Antigüedad. Los cuatroelementos, y la idea del cuaternario, recuerdan toda una mitología derivadadesde el uno (el punto en medio de un hipotético espacio o potencialidad),el dos (la línea o el segmento) y el tres (plano bidimensional). En el cuatroestaría lo tridimensional, que de cierta manera evoca la estabilidad de unciclo continuo. Éste puede representarse como un rombo o una especie decruz (cruce de la vertical con la horizontal) para su expresión dinámica ocomo un cuadrado para su expresión estática. La abstracción mítico-institucional que hemos venido a denominar como Grandes Iniciados tal vezentendiera en el cuatro un permanente movimiento que servía comotestimonio de la marcha normal del mundo.

El cuaternario, como se conoce, está presente desde las cuatro letras delnombre de la divinidad hasta los comentados elementos. Aquellos eranpatrones de organización natural en la Antigüedad, usados para definirestados concretos de la materia. La clasificación aparece con lospresocráticos, llegando a la Edad Media y el Renacimiento. En Oriente sesuma a los cuatro elementos un quinto: el éter. Y en la tradición europea esel gran Tales de Mileto quien atribuye al agua el lugar del principiofundamental, más tarde Anaxímedes vio este principio en el aire, luego fueel fuego para Heráclito y la tierra para Jenófanes. En Aristóteles aparece

para Occidente esa especie de quinto elemento o Quintaescencia, el éter,propuesto como origen cósmico de toda la realidad. Es la escuela pitagóricaquien relaciona a los elementos con los ángulos del pentagrama,estableciendo también un paralelo con los sólidos platónicos. Así, Aristótelesnombra las cuatro raíces de Empédocles: fuego (caliente y seco), tierra (seca y fría), agua (fría y húmeda) y aire (húmedo y caliente).

Es importante destacar que los dos conjuntos de viajes de la Exaltación,

nombrados en el Modelo dos, marcan sus hitos en los vértices de la estrella decinco puntas trazada durante la Exaltación sobre el pavimento ajedrezado: esuno de los modelos concretos del sistema simbólico-logarítmico que describeel movimiento del Segundo Grado. El denominado número de oro, que tantaimportancia tiene en el estudio del Compañero, obtiene una de susdemostraciones precisamente en la estrella de cinco puntas. Un pentágonoregular tiene una concordancia muy estrecha con el pentagrama: el primero esuna figura plana con cinco lados y ángulos iguales, si usamos diagonales paraunir todos los vértices creamos un pentagrama. De esto resultan dos atributosmuy importantes: que la operación forma en el centro un nuevo pentágonomás pequeño y que al volver a unir sus vértices con diagonales producimos unnuevo pentagrama… y así sucesivamente; obtenemos una progresión infinitadonde las longitudes decrecientes de los segmentos de líneas son cada vezmenores por un factor igual a la Proporción Áurea, Φ (Phi). Las implicacionesde lo anterior para el pensamiento simbólico y la cultura iniciática sonextraordinarias: hablamos de la objetivación de un viaje emancipador y unTrabajo post-alienación en un modelo concreto (con trascendenciamatemática) que pasará a existir fuera de la conciencia y simbolizará infinitas

posibilidades y situaciones mentales (remitiendo a ellas cada vez que el obrerose ejerza en él); de hecho filtrando y matizando una parte de la realidad (sudureza) a través de ese modelo capaz de conservar en su registro la alegórica experiencia de algunos viajes simbólicos... compuestos de infinitos viajesimaginarios en dirección a un centro (¿inconsciente?) que no es nuestro propioYo, que incluso podría estar en el exterior. La objetivación del pensamientosimbólico en un modelo concreto (el producto del Trabajo) con el que la psiquispueda entablar cierto diálogo, podría reducir la distancia entre conciencia yexperiencia: el desfase entre nuestra idea y deseo sobre la realidad y laverdadera dureza de ésta, estaríamos observado una de las manifestaciones delo iniciático actuando en la sustantividad concreta, el futuro de la plantilla del Maestro de Obras en la materialización del trazado).

A todos los elementos simbólicos del Modelo uno y el Modelo dos tenemosque añadir otro conjunto de cinco: el de una serie de facultades humanasrepresentadas por distintas naturalezas de metales. Y no olvidemos, por otraparte, que el sistema formado por el pentagrama contiene a la letra G, loque también aporta otro conjunto de cinco. Algunas interpretacionesparecen sugerir que la G es una especie de «domesticación» del antiguoconcepto de la espiral. En nuestro universo metodológico la asumimos comoinicial de un conjunto de cinco significantes de amplísimas aplicaciones:Generación, Gravitación, Geometría, Genio y Gnosis. ¿Estamos, tal vez,refiriéndonos a generalidades que en realidad traducen los últimoselementos de las líneas lógicas del Segundo Grado?

Modelo cuatro: Sistema de categorías, viaje, herramientas, gradas,facultades humanas y significantes (G).

Escuadra y compás en Grado de Compañero

APERTURAAbrir la Logia en Segundo Grado (en el Rito Francés Moderno y elR.·.E.·.A.·.A.·., tal y como son estudiados en la Gran Logia SimbólicaEspañola) exige tres cosas fundamentales: Uno. Asegurarse de que quienesse hallan entre columnas están en posesión del conocimiento sobre elsistema expresado en la Estrella Flamígera y la letra G (una de nuestrasecuaciones socio-matemáticas), tarea encomendada al PV. Dos. La preguntasobre la edad masónica, que se responde de distinta forma desde la SV(según estemos en R.·.E.·.A.·.A.·. o en Rito Francés Moderno). Tres. Un actode gran significación en el Rito Francés M donde el GT se asegura una últimavez de que la Logia está protegida

11.

Existe otro conjunto de acciones que realmente son las que ponen al Talleren la situación de la Segunda Cámara: Uno. La particular y poética posiciónde la escuadra y el compás sobre el Altar de los Juramentos (unatransformación). Dos. La visibilidad del Cuadro del Grado (la narrativa visualde una edad distinta). Tres. La Estrella Flamígera en Oriente (la fantasíasobre una utopía más grande). En ese momento de la apertura en SegundoGrado hay que destacar dos aspectos: el signo de orden y la aclamación envoz alta de nuestra utopía político-social (L.·.I.·.F.·.). Esa aclamación vaprecedida de los golpes de mallete de las Tres Grandes Luces del Taller, elsigno y la batería de toda la Logia. Y este es el momento en que empieza aaparecer la cifra que sería la base fundamental de toda la cadena lógica delSegundo Grado: el número cinco. Prácticamente podemos interpretar a esenúmero natural como una especie de «constante» en las instrucciones delgrupo de algoritmos sobre el movimiento del Grado. Las varias lecturas de lacifra son introducidas en francmasonería por los cinco golpes de mallete decada una de las Tres Grandes Luces más el número total de palmas en labatería de toda la Cámara. Esta base numérica, en efecto, es central para elcometido instructivo de la Primera Vigilancia, por ejemplo, en lo relativo a laquinta edad del Francmasón/a.

El número cinco actúa como cohesionador simbólico del Grado, es decir,como base matemática de un grupo amplio de subsistemas (por ejemplo, enun grupo de cinco cadenas lógicas como las vistas en las tablas anteriores).

En sus referencias alegóricas más frecuentes lo observamos comorepresentación del sujeto: sus cinco extremidades, donde están loselementos que antiguamente se consideraba formaban toda la materia,regidos por un quinto, la cabeza, que se definió como una de las variasimágenes de la Quintaescencia (el Mercurio Filosófico o la InteligenciaSoberana, igualmente representada en algunas fuentes con una rosa),siendo además uno de los términos simbólico-algorítmicos que aquímanejamos. Como base matemática del Compañero/a da origen (en launión de cinco segmentos de líneas) a la estrella de cinco puntas (una de lasrepresentaciones totalizadoras del Grado): se extiende desde la escuelapitagórica (antes incluso) hasta más allá del Gótico, como sabemos estemodelo tiene su síntesis final en la aparición de la Estrella Flamígera.

El número cinco, segundo de Fermat, quinto término de la serie deFibonacci y base para el polígono de cinco lados o pentágono

12, tiene una

historia que retrocede al momento en que la humanidad pasa a lasimbolización de la cifra como forma de pensamiento: se cree que elquinario o sistema numérico con base cinco tiene alguna relación con laanatomía humana (los dedos en que terminan cuatro de las extremidades,etc.), sigue siendo la base de numeración en algunos pueblos indígenas deAmérica del Sur y entre los mayas el cinco fue la simbolización del dios delmaíz, un cereal de enorme peso en toda la cosmovisión de muchos pueblosprecolombinos. Además de tener una gran importancia en el universo delFrancmasón de la quinta edad estuvo muy presente entre los pitagóricos, dehecho, algunos autores han definido al Segundo Grado como el GradoPitagórico, entre otras cosas por la atribución que esa escuela dio a losnúmeros, su aplicación geométrica y sus simbolizaciones (el cinco comovida, resistencia y autoridad). Simboliza, por otra parte, una especie decentro: es el eje de la serie entre el uno y el nueve, lo que ha permitidorepresentar en él lo que hoy se denomina como cierta estabilizacióndinámica. Ésta es una función similar a lo pretendido en el modelo de lavertical cruzándose con la horizontal y el punto de intercesión como unidadquíntuple de orden y perfección (una estabilidad equilibrada, alejada del caos, lo que vendría a ser una idea de importancia capital en el Segundo Grado). La presencia de la quinta cifra natural en los ecosistemas de la Tierra es notoria: una espectacular cantidad de formas de vida han evolucionado

con cinco ejes de simetría, sin olvidar nuestros cinco órganos dedicados a la información sensorial.

El otro gran elemento de esta escena ritual inicial es el signo en SegundoGrado, anterior a la batería de cinco palmas y la aclamación. El signo tienedesde luego una gran importancia, ya que convierte al Compañero en lo quedenominaremos como sistema semántico autoconsciente: él/ella misma seconvierte en la regla visual que une significado y significante, concepto yhuella acústica. El símbolo, en relación a lo anterior, también puedeentenderse como un tipo de signo que no necesita su función reductora dela realidad.

Intermedius(Carga Simbólica y legitimación)

Cuando la Cámara de Compañeros se prepara para una Exaltación, estodavía un Masón o Masona del Primer Grado quien entra en el Templo.Luego de la confianza otorgada al Aprendiz, casi un acto de fe, el MaestroInstructor ha pasado a considerarle apto para trabajar en el Grado deCompañero... Oficial. Y aunque su historia será de alguna formaacompañada, consentida por el PV, en verdad se trata de una expulsión deespacio y tiempo con alguna posibilidad, a veces escasa, de emancipaciónpersonal y colectiva. Una de las primeras preparaciones del Grado es elpropio examen al que es sometido el Recipiendario/a.

Hay que destacar la importancia de la primera parte de la ceremonia en elR.·.E.·.A.·.A.·. por introducir y girar en torno al problema del reconocimientoy legitimación de la Carga Simbólica

13 del sujeto: este apartado inicial de la

Exaltación consiste en una evaluación, que pretende ser concienzuda, sobre la supuesta habilidad del Francmasón que lleva tres años simbólicos desbastando la piedra bruta. Lo que parece ser una reinterpretaciónfilosófica de viejas fórmulas teórico-prácticas tiene además trazos de unrelato que contiene todo aquello necesario para confirmar que eseMasón/a, al que excepcionalmente se le pide hablar para responder, es unente soberano equivalente, al que se le puede reconocer y legitimar supropia imagen como válida para iniciar una comunicación que tal vezterminará llevándolo a un nivel nuevo de derechos y destrezas masónicas

(que aspiran a convertirse en ciudadanas). En efecto, hablamos delcomplejísimo proceso (viaje) de la Carga Simbólica del sujeto y suvisibilización como medida de existencia simbólica y escala de derechosreconocidos por parte del grupo, una cadena de fenómenos en la esfera delo psicosocial con una amplísima aplicación dentro del Taller (la legitimaciónde la Carga Simbólica, además, es una ingeniería de la psiquis individual ycolectiva de gran utilidad en Psicoanálisis, Psicología Social y otros campos).

El primer signo de la Exaltación que muestra esa apelación a la imagen delsujeto como cúmulo de representaciones y la posterior tentativa dereconocimiento de su Carga Simbólica es el diálogo, ciertamente en tensión,con la Segunda Vigilancia: ¿Sois Francmasón? (tentativa básica dereconocimiento). Por tal me reconocen (demanda de legitimidad: una réplicaque parece plenamente consciente, pero cuyo origen es inconsciente ycodifica la necesidad de ser reconocido/a como un igual autónomo entre losdistintos). ¿Cómo reconoceré que lo sois? (una incógnita, también conmucho de contenido inconsciente, acerca de si la arquitectura de esa CargaSimbólica que pide ser aceptada en ese nuevo espacio de complejidadescuenta con todos los atributos necesarios para, en primer lugar, sernuevamente recibida (no vista como intrusa, deslegitimada, por lo tantoatacada) y, en segundo lugar, abrir la discusión sobre si podría serlereconocida una renovada graduación: una nueva escala de derechos salidadirectamente de poseer unos conocimientos (puede que construidos o talvez conquistados).

La respuesta del Aprendiz sobre su conocimiento de los signos, las palabrasy toques del Primer Grado tiene el estatus de una reivindicacióninconsciente tras la humilde respuesta del que no se atrevería a elevar la vozsin permiso de sus viejos maestros, es como si en verdad dijera: Sí, poseoconocimientos que al interior de estos muros me han hecho ser lo que soy.Pido se legitime la existencia del que es ante la piedra, el mazo y el cincel. Yse le permita seguir su camino como Masón tenedor de más elevadosderechos. Pero, por supuesto, nada evita que el SV y el Experto compruebenquién es realmente el/la que se presenta ante la Logia. La legitimación de laCarga Simbólica no se da sin cierta labor psicodiagnóstica: el sujeto vive enla luz débil de septentrión, dedicado a su ser en cuanto piedra bruta (eldesprendimiento de la arista como metáfora de una exploración delinconsciente), parece conocer la palabra sagrada de los aprendices y afirma

no saber leer ni escribir. Todas esas precondiciones del examen real, entreotras cosas, buscan saber si quien es propuesto para la Exaltación podríaterminar agrietando a la Segunda Cámara por todavía no ser quien es,haciéndose daño a él o ella misma en la verdad de su pecho a descubiertofrente al impacto de las herramientas conducidas por manos no losuficientemente hábiles, comprometiendo así la estabilidad de laconstrucción.

Por supuesto esta ritualidad alrededor del reconocimiento y legitimaciónde la Carga Simbólica en el Segundo Grado (unida a algún tipo derefundación dilatada del sujeto que viaja) ya tiene un primer capítulo en elPrimer Grado: desde el por tal me reconocen mis hermanos de la aperturade trabajos hasta la Iniciación donde se viven el Gabinete de Reflexión y lostres viajes (las pruebas de los elementos y cabeza de las cadenas lógicas delSegundo Grado). La especial manera en que es sellada la Iniciación con laEspada Flamígera y el mallete del VM muestra la condensación de un actoformal anclado en lo psicosocial: la afirmación se refrenda con el ruido y lamanipulación del modelo simbólico concreto, con lo que hablamos de unaliturgia docta que busca un mensaje a la integralidad del registro de losimbólico y lo imaginario (Lacan).

En el R.·.E.·.A.·.A.·. el candidato es dispuesto frente al Altar de losJuramentos para que observe la simbolización del principio de inviolabilidaden el Libro de la Ley Sagrada junto a la del principio fundacional en laEscuadra y el Compás. Luego, tras una nueva refrendación de susintenciones y obligaciones, el neófito sube los escalones de Oriente. Y es allídonde, en nombre de aquella metáfora mitológica sobre ese Otro, el granobrero de toda la realidad, es consagrado, instituido y recibido comoAprendiz Masón/a; cada declaración de poder del VM se dirige a crear unanueva situación ontológica en el sujeto que implican a un Método nuevo dedeseos y un orden renovado de capacidades pensantes. Tal cosa es posibleporque el relato va acompañado del uso de modelos simbólicos concretos,que además dejan un sonido metálico (que podría actuar como parte de lashuellas acústicas dejadas por la ceremonia). Como en el caso anterior, en elRito Francés Moderno el candidato es conducido a Oriente, luego coloca unarodilla en el suelo para escuchar un recordatorio sobre el carácter soberanodel sujeto colectivo (la Logia) que va a legitimarle como lo que ahora es: leinstituye, reconoce y recibe como Francmasón/a en el Grado de Aprendiz.

Pero la singularidad aquí está en una afirmación categórica acerca de esanueva situación ontológica: levantaos Hermano, nunca más vais aarrodillaros… un Francmasón vive y muere de pie. Tenemos, pues, que elproblema de la legitimación de la Carga Simbólica es una de las constantesen la cotidianidad del Taller, que tendrá su refrendación en el SegundoGrado. Desde todo lo anterior se desprende el siguiente momento delpreviamente nombrado esfuerzo instructivo de la Primera Vigilancia: inducirla introspección acerca de cómo llega el Compañero a esa nueva situaciónontológica.

No bastando con la comprobación acerca de la condición de Francmasóndel Primer Grado, la primera parte de la Exaltación continúa con otraspreguntas (¿libres?) sobre la progresión iniciática del Recipiendario. Yposteriormente la lectura de su estudio arquitectónico

14. La importancia de

ambas cosas estriba en la dirección que quiera imprimírseles: algunos viejos manuales de Instrucción (el enigmático Lavagnini y otros) propusieron ejes claros para esa parte del examen. Tales ejes son retomados en el modelo ilustrado en las tablas previas, como exponía anteriormente bajo una explicación algo distinta: como nuevo sistema de categorías existentes al interior de las fronteras del Yo y que actúan como determinantes del objeto de búsqueda (¿el objeto perdido?) del Francmasón que viaja en busca de conocimiento.

Mandil conmemorativo de Rito Francés de laRL Hermes Tolerancia Nº8 (GLSE), 2009

Las fuentes filosóficas que han ido a alimentar directa e indirectamente elrelato del Segundo Grado ayudan a realizar una relectura de la cuestión delas categorías (desde Kant, Fichte, Schelling y Hegel). En la Francmasoneríadel Segundo G se edifica una escala propia de categorías que irán aconformar las cabezas de sus cadenas lógicas. En base a Hegelpropondremos que éstas se visibilizan con la interacción resultante de lafundación de la Compañía de los Compañeros Francmasones como primeraavanzada (colectiva) del proyecto de la Orden para el individuo y lasociedad; aunque en lugar de máximas determinaciones generales de lascosas (como en Kant) serían estructuras al interior del Yo que no resultanabordables separadamente (son universalmente humanas) y deciden elobjeto de la búsqueda del obrero. Como hemos visto esas categoríasiniciadoras del encadenamiento lógico y lo simbólico-algorítmico del modeloaquí propuesto son: pensamiento-consciencia-inteligencia-voluntad-librealbedrío.

Aparecen en un sistema, por supuesto, de cinco categorías, cada una de lascuales generará una línea lógica sobre el movimiento del Segundo G. Comopodríamos deducir el esfuerzo instructivo de la Primera Vigilancia, según

este orden de ideas, parte desde la misma edad del Aprendiz. Esta parte, digamos, introductoria de la Exaltación todavía puede

truncarse: como casi todo en Francmasonería es sometida a votación porparte de la Respetable Asamblea. De seguir adelante entra en juego uno delos sistemas simbólicos más notorios y dotados de mayor movimiento entoda la estructura de grados masónicos (y alrededor del cual podría girar laInstrucción de la Primera Vigilancia): la palabra y todas sus aplicacionesiniciáticas. En el R.·.E.·.A.·.A.·., precedida de un juramento de honor yfidelidad, se entrega al Recipiendario una «prueba de confianza» con unenorme valor psicosocial: la palabra de paso. Su trascendencia es que daentrada a la Cámara donde el aún Aprendiz pretende ser admitido/a, esdecir, re-reconocida y re-legitimada su Carga Simbólica. Sin la palabra depaso no llegaría a ese segundo instante donde la Carga Simbólica y sudemanda de legitimidad empiezan a convertirse en narración soberana.

Sujeto narrado… soberanoY es que en Francmasonería muchas cosas giran en torno a la palabra. Suuso termina identificándose con la aparición de la Inteligencia Soberana(uno de los últimos términos aparecidos en las cadenas lógicas del Grado),revelando algún tipo de movimiento circular en la estructura de los grados yen la naturaleza general del fenómeno heroico-iniciático.

Posiblemente el siguiente estadio del esfuerzo instructivo de la PrimeraVigilancia es la reflexión (la Instrucción como contextualización delrecuerdo) en torno a los acontecimientos que llegaron a retornar la palabraal miembro de la Compañía de los Compañeros Francmasones. Comosabemos, el Compañero/a vive una transición entre columnas, haemprendido la exploración necesaria para responder de dónde venimos yquiénes somos. Hay cierto criterio evolutivo entre autoconsciencia y razónreflejado en los modelos anteriormente propuestos. Éstos buscarían un plande trabajo enfocado a la Individualidad del obrero, cuya mayor simbolizaciónson las seis dimensiones de la piedra cúbica. De esto se deriva un aspectocentral del Método Masónico: no pretende introducir conjeturas por encimade las ciencias, las artes o la Historia humana. Al contrario, busca colocarsepor encima de dogmas y creencias pseudocientíficas (sin que tal cosa

contradiga el uso de sus mitos).Las dimensiones de la piedra cúbica, como es conocido, reciben distintas

interpretaciones según sus conjuntos numéricos. En esta aproximación fenomenológica nombraremos algunos atributos iniciales: desde el sistema aparentemente ternario del Primer Grado arribamos a una especie de conciencia del cuatro: un desarrollo del pensamiento simbólico a partir de figuras fundamentales de la Geometría:

• + ▲ ■

La incursión en la Geometría, por parte del Compañero, aspira a unejercicio de medición y trazado de los planos que conforman la realidad: nopara ejecutar una sobredeterminación simple e irreflexiva sino paraemprender su transformación crítica. La utilización de la herramienta(adicionada a la Carga Simbólica soberana del sujeto) que se aplica sobre lasseis caras de la piedra (la Individualidad) destinada a la construcción (lasociedad) no busca decir el qué pensar, aunque sí propone el cómo. Estoúltimo conecta al Método Masónico con cierta tradición académica ycientífica.

El cuadrado, por otra parte, podría ilustrar una de las vistas del cubo o lapiedra cúbica, que en Francmasonería es considerada como la piezafundamental de construcción: es el propio obrero en su pura y completahumanidad (Otaola). Lógicamente, al considerar nuestra posiciónarquitectónico-filosófica, hablamos en primera instancia del relato del sujetocomo edificador de la realidad. Es decir, el cuadrado es metáfora de un usointegral de la palabra, con lo que queremos decir oración como unidadlingüística. Por supuesto, varias posturas (incluso en Masonería) ven en laoración el rastro de una codificación que retrocede a la inteligencia yvoluntad de un creador o principio divino. Pero lo que aquí se resalta es quela piedra cúbica destinada al edificio de la realidad (la estructuración de lacolectividad humana civilizada, por ejemplo) tiene en una de sus caras (elcuadrado… el cuatro) cierta simbolización sobre su papel como unidadlingüística, porque la Masonería dedicada a la Filosofía o a la especulaciónteórica usa el relato soberano del sujeto (esa piedra como símbolo de laIndividualidad) para llevar a cabo su acción en la construcción social. Esto nopuede hacerlo el Aprendiz que guarda silencio, pero sí el Compañero/a que

ha reconquistado la palabra. Así pues, tenemos los cuatro elementos de laoración (cada piedra que levanta el edificio del relato soberano del obrero[necesariamente post-alienación]): Uno. Sujeto (en algunas interpretacioneses Dios y en otras el individuo mortal que, de hecho, resitúa a la divinidad,por ejemplo, mediante el mito del viaje heroico). Dos. Atributo (la acciónconcreta [expresada en el verbo] sobre la materialidad). Tres. Complementodirecto. Cuatro. Complemento indirecto.

Ahora bien, y según el curso de esta exposición, ¿qué hay del quintoelemento que falta en el sistema de la oración? ¿Podría realmente intuirseuna interpretación de las cuatro partes de la oración como expansiones deun centro que lo condensa todo? ¿Lo que definimos como Quintaescencia?

En el origen de la Quintaescencia tenemos el cruce (una lógica dualista) dedos principios simbólicos: lo pasivo/activo, lo masculino/femenino, ▲/▼, etc. A estos rasgos diversas fuentes añaden la dualidad Azufre/Sal, que el unirse derivan el llamado Mercurio Filosófico.

La introducción del sujeto humano en el lenguaje (Orden Simbólico) es unacontecimiento de profundísimas consecuencias: por ejemplo, marca elorigen de la búsqueda del «objeto» perdido en algún lejano momento de laespecie, que en verdad es un instante tempranamente remoto del propioindividuo. La búsqueda se desprende de la expresión misma del deseo porese «objeto». Cualquier «juego» psicológico en torno a la pérdida yreconquista del lenguaje remite con distintas intensidades a ese antiguomomento de la filogenia (lingüística) humana. En los mitos explicados en elAntiguo Testamento el verbo en manos de la divinidad precede a la creacióndel mundo. Esto es casi como decir que existió al principio alguna clase dealgoritmo maestro que al ejecutarse desencadenó la inteligencia. Pero enverdad se relaciona la llegada de la palabra, entre otras muchas cosas, con laseparación de un Otro primordial. Lo cual alimenta parcialmente un sistemade mitos en el inconsciente colectivo donde, mediante fórmulas lingüísticassagradas, se «ejecuta» la presencia simbólica de la divinidad en el propiosujeto; sin que éste logre encontrar el «objeto» perdido a pesar de todo. Enla ilusión de remediar simbólicamente la pérdida está una parte del amorpor la Gramática y la Geometría que la Primera Vigilancia pretende infundiral Compañero: encontrar una arquitectura con sentido en el Logos (aunqueel Segundo Grado tiene especial dedicación a la Lógica).

El uso de la palabra en términos iniciáticos se reenfoca en tres niveles

simbólicos distintos: Uno. La Gramática (lo inferior). Dos. La Lógica (y suimplicación cosmogónica) (lo intermedio). Tres. La Retórica (lo superior)como búsqueda narrada públicamente de un principio elemental para todolo existente. Esta interpretación mítica está muy presente en el pensamientosimbólico bajo la forma de lo más alto, lo más medio y lo más bajo, de igualforma balanceada en los tres grados azules.

Para el Compañero que trabaja en la Logia «madre» pero viaja a otrostalleres, la palabra (como Retórica) tendrá aplicadas las tres connotaciones:Uno. Lo profano de su lengua (neolatina como en nuestro caso). Dos. Loslenguajes tradicionalmente considerados «sagrados» (como el hebreo o elárabe). Tres. Los denominados como lenguajes «secretos»: la reunión designos y palabras (de paso, sagradas, etc.) que tienen la pretensión deconvertir al sujeto en sistema semántico autoconsciente. Pero tambiénexiste la noción de una lengua natural más antigua, que vendría a seraquella derivada del mito de la creación: cuando el individuo «hablara»arcaicamente con el principio creador y balbuceara un nombre para lasdemás criaturas (Génesis). Esa lengua natural cae en la oscuridad del olvidoen algún momento. El mito sobre una pérdida original que condicionó todanuestra forma de estar en la realidad sobrevive en Masonería como en otrasculturas iniciáticas: también tenemos una invención sobre un «objeto»hablado desaparecido desde antes de la llegada del lenguaje profano queconocemos. Al ignorar realmente la naturaleza última de ese «objeto»tendemos a interpretarlo como unidad elemental de algún tipo de lenguajeextraviado (resultando muy próximo a la Cosa u objeto perdido enPsicoanálisis). Un lenguaje, además, con variedad de interpretaciones, porejemplo, la madre de la que un día el sujeto es separado para introducirlo enel lenguaje aquí llamado profano: un exilio original que subordina el cómoaparece la cultura. Hablamos de las instancias del Aparato Psíquico, entreellas el Superyó (donde están la nueva autoridad del padre simbólico, La Leyy las prohibiciones).

El resultado es el dominio de la cultura en el inconsciente del sujeto pormedio del lenguaje, la palabra profana surgida en este primer exiliopsíquico. El impacto de lo anterior marca la entrada en la realidad y losterritorios del deseo (en verdad deseo del «objeto» perdido). Desde esemomento el sujeto busca su libertad por medio del lenguaje y lasimbolización, que tienen un «antepasado» diluido en el océano de la

psiquis individual y colectiva.El inconsciente se «configura» a partir de la represión del deseo por la

madre y el dolor por su pérdida. La consciencia es vulnerable a los efectosde esas represiones que podrían causar problemas e incapacidad paraafrontar la realidad tal y como se supone que es. Pero teóricamente loanterior es combatido por la final identidad con la autoridad y la Ley(lingüística y cultural, por lo tanto ampliamente simbólica) que surgen delpadre (sí, ese que desciende del exilio original). Freud vio en este drama (lacastración) un temprano rechazo a la feminidad que a la larga causa otromayúsculo dolor. Ya que ese sujeto que alguna vez recordó el lenguajenatural perdido (un mar de consonantes nasales), antes de ser exiliado porel deseo de la madre era y hacía parte de la feminidad (nunca deja de serlo).En otras palabras, pasa a ser parte de una ecuación profundamentedesbalanceada donde masculinidad es igual a miedo-rechazo-deseo dedominación. Y hoy la masculinidad tiene unas extensiones y significacionesmucho mayores en los pos-posmodernos mandatos de la normativahegemónica de género actual. Por supuesto, Freud vio el mismoenamoramiento por la madre en la niña (de donde se desprende la hoy muydiscutida cuestión acerca de lo ocurrido cuando la niña descubre lasdiferencias anatómicas). Es aquí donde vemos el origen del principiosupuestamente pasivo-femenino ▼ frente al supuestamente activo-masculino ▲. Y que actualmente tiene toda una relectura derivada de lalógica género-sexo, donde género y sexo no tienen ni necesitan coincidir.

Surge la pregunta acerca de si nuestros sistemas mitológicos pretendieronque aquel lenguaje natural perdido, surgido en la interacción con ladivinidad, tuviera algún tipo de inspiración masculina. Aunque sí conocemosdos cosas: por una parte que se ha escrito mucho sobre un imaginarioinserto en nuestro propio modelo civilizatorio donde hay una mitológicafeminidad en la entidad a la que con el tiempo denominamos Dios. Y porotra parte que en Masonería (por lo menos en parte de la tradición a la quepertenece este autor) el problema de la divinidad ha retornado al interiordel sujeto soberano. Y que es su fuero interno quien decide si va o no a suencuentro. Pero además que la aplicación simbólica de la arista desprendidade la piedra le devuelve al inconsciente y su lenguaje, en base a una piedrabruta andrógina en un sentido profundo. Y es a partir de allí, en el SegundoGrado, donde revivimos la pérdida en el uso de una palabra que fue

reconquistada. Siempre intentando sustituir el deseo por una naturalezaunida, todavía sin disolver, que no recordamos. El otorgamiento de lapalabra de paso como «signo de confianza» reintroduce al Francmasón yFrancmasona en toda esta mitología alrededor del uso del lenguaje desdedistintas ópticas. En todas las culturas que contemplan un sistema de ideaslegendarias sobre su origen la pérdida es ancestral, es muy lejana en eltiempo porque de hecho ocurre a distintas escalas cuando empezamos ahablar profanamente (y lo de profano por supuesto es relativo), con lo cualse halla reprimida en el inconsciente.

El denominado lenguaje «secreto» intenta provocar el recuerdo del«lenguaje perdido»; las repercusiones fabulosas de esto son grandísimas: esla búsqueda del «tesoro» extraviado que vuelve a conectar con la idea dedivinidad (como el Grial o, en la tradición hebrea, la antiquísima escriturasagrada [jeroglífica] que se oscurece después de la historia sobre elcautiverio en Babilonia). El Primer Grado es como el retorno inconsciente al«lugar» donde está ese conocimiento olvidado (el interior de la piedra comosímil de las profundidades del inconsciente). Y lo que viene a recordar, conalgo de suerte y dedicación, en el proceso comenzado en el Gabinete deReflexión son las sustituciones del deseo por el «objeto» perdido (es elcentro refundido que no somos nosotros mismos, advertido por Jung).Evidentemente tenemos que aclarar que encontrar lo «perdido» implicaríareelaborar por completo a la autoridad, La Ley y todos sus principios.

La «construcción» masónica es también una exploración del inconsciente individual y colectivo (Iglesiade Saint Giles, Edimburgo).

Las expresiones se continúan con aquella primera palabra de paso

otorgada al Recipiendario, Schibolet, gracias a sus grandes alcancessimbólicos: viene del hebreo šibbóleth, que traduce espiga; deriva de unrelato bíblico (Jueces (XII, 5-6)) donde la pronunciación era usada comoarma para identificar a miembros de la tribu de Efraím durante su cruce delrío Jordán, que era vigilado por soldados de Galaad después de una batalla.Al pronunciar la palabra erróneamente por sus particularidades dialectaleslos supervivientes eran degollados. En la pronunciación inglesa, shibboleth,es usada para señalar cualquier rasgo diferenciador de un individuo respectoa una población o zona geográfica. De hecho la expresión puede referirse apalabras de paso usadas entre los integrantes de una misma colectividadque quieran prevenir la presencia de extraños o extranjeros. Se dice que seutilizan shibboleths cuando se busca encontrar infiltrados en un grupocerrado (por supuesto consisten en pruebas dialectales), pero también alreferirse a la variedad lingüística de un determinada colectividad o núcleo de

población (existen algunos ejemplos históricos donde se han usado pruebasde pronunciación para identificar a personas entre grupos en conflicto). Altodavía Aprendiz del R.·.E.·.A.·.A.·. se le entrega esta palabra, correctamentebien pronunciada, con objeto de que la recuerde con exactitud al regresar elTemplo para su Exaltación al Segundo Grado, precisamente cuando unaespada le apunta en el pecho y le hacen la pregunta fundamental (¿Quiénva… Quién soy?).

Representación artística de una niña indígena americana y las connotaciones mágicas otorgadas almaíz.

La traducción espiga es también una especie de primera clave de bóveda

para el Segundo Grado: es simbolización de la fecundidad madura, ennumerosas culturas agrarias concentra las máximas prioridades de la vidacotidiana (como la tierra, la fecundidad, etc.). La espiga interpretada comoun mundo medio, en la unión del cielo y la tierra, era básica en los misterios

de Eleusis. En las culturas indígenas americanas este papel simbólico-mágicolo desempeña la espiga de maíz.

Es también tributo a las llamadas diosas naturalistas (como Deméter oCeres), con Osiris representa el ciclo de muerte y resurrección (en lo queaguarda una profundísima simbolización que involucra al Compañero y tansólo se intuirá en el Tercer Grado). La espiga, pues, es el universo o lapromesa de todo lo posible: la esperanza de una época estival donde serecoge la cosecha que nos regalará sosiego en las noches más colusoras y unmundo de oportunidades futuras. Y es esa estabilidad en el ciclo que nodebe detenerse lo que incluye a la espiga en la Carga Simbólica del obrerodel Segundo Grado.

Esta primera parte termina, en nuestro sistema ritual escocés, con elllamado al Recipiendario para que ejecute su último trabajo como Aprendiz.Lo que también puede ser una inevitable seducción por la nostalgia futura.Porque el viajero tiene un trazo muy importante: su mente siempre puedeser llenada con las imágenes y sensaciones de un ayer que parece conservarel fuego del candor a pesar del paso del tiempo. Es por la sazón agridulce deaquello que nos hizo lo que somos, por lo que podemos sentar acta denuestra marcha justa o no por la Historia. Y no se trata de un acto parallorar, saber cómo llorar, por un exilio psíquico que pronto llegará, o unacaptura con la que llenar mañana los vacíos e inconsistencias de unarealidad que parecerá vivida a medias. Si, como decía el filósofo rumanoEmil Cioran, es la ruptura lo que produce el surco más perdurable en lamemoria, el volver con sufrimiento de la nostalgia por la edad del Aprendizes proteger la infancia juguetona y ensoñadora al interior de las murallas deuna adultez que resiste los reveses del viaje. El profundo calado pirata de lafrase, su último trabajo como Aprendiz, es un homenaje al instante… delprimer beso, el primer aguijonazo en el centro del corazón, el primer viajeque transmutó las esencias del vivir, el primer libro que nos estremeció, lasprimeras reflexiones sobre las fronteras del mundo y la realidad. Más que laanunciación de unas luces crepusculares en la edad sin lenguaje yobediencia, el último esfuerzo del Aprendiz es otra línea garabateada en loscódices que tratan sobre los mitos del añorado eterno retorno intuido porHomero y la literatura de los héroes que viajan en busca del tesoro delconocimiento: el regreso a un Yo antiguo (puede que feliz aunque menoslúcido) que, si la Instrucción de la Primera Vigilancia ha sido franca y cabal,

nos expulsará en el contraste revelado a proyectos emancipadores inéditosque un día se simbolizarán como los últimos trabajos del Compañero.

NODUMAnte el PV podría aparecer un nuevo Compañero con cierta vulnerabilidaden el andar, el hecho de haber enfrentado nuevos viajes y pruebas vuelve aconfrontarle con su propia consciencia. La tarea simbólica de la PrimeraVigilancia es provocar una tormenta de preguntas que arrojen a eseCompañero a una travesía dilatada, que tal vez consista en un cómo y unporqué del conocimiento de las ciencias, las artes, la Filosofía y laconstrucción colectiva. En este momento es preciso decir que pasar de la luzde septentrión al pleno fulgor de mediodía pretende condensar una grantransformación: la piedra debe encajar en la gran tarea de erección deledificio. Con este fin el Recipiendario ejecutará varios movimientos queterminarán, como es conocido, en el anuncio del sistema expresado en laEstrella Flamígera y la letra G. Lo que nos introducirá en el problema delviaje del deseo como fin en sí mismo, frente a la fantasía y la pesadilla de suposible realización.

Acerca del modelo del Aparato PsíquicoSegún la segunda tópica de Freud (Superyó, Yo y Ello) lo primarioinconsciente se organiza desde el Ello, que es el universo del deseo y lapulsión

15, por lo tanto del Principio del Placer. Mientras lo secundario o

consciente se organiza desde el Yo, donde está lo que entendemos porPrincipio de Realidad y la consciencia. El Yo es el responsable de negociar lasenormes tensiones originadas por las exhortaciones y exigencias del Ello y elSuperyó, que es un cosmos de mandatos relacionados con lo normativo, lamoral, la culpa, etc. También tenemos la primera tópica freudiana:consciente, preconsciente e inconsciente. En la obra lacaniana la tópica sonlos registros real, simbólico e imaginario. Desde las cuestiones anterioresdebemos extraer algo de ciertas implicaciones para la praxis masónica: elobjeto del Psicoanálisis es una especie de conversión del inconsciente através de la asociación libre y la re-reinterpretación desde el otro/a que

escucha y observa mi propia Carga Simbólica (por ejemplo, el analista y elsujeto colectivo de la Logia), lo que viabiliza el acceso al deseo inconsciente(reprimido). Explicado de otra forma, asistimos el plan de Trabajo masónico(el trazado del plano y la objetivación de toda esa potencia de Trabajo)entendido como la conquista de un equilibrio post-alienación (Marx) entrePrincipio del Placer (lo latente) y Principio de Realidad (lo manifiesto);ponderación que a su vez faculta al individuo para gozar y producir: gozar enel sentido freudiano involucra al contenido pulsional y libidinal, y producir serefiere a la creación intelectual que va más allá de «trabajar». ¿En el viaje deGlorificación del Trabajo del Segundo Grado en realidad subyace un relatode simetría entre los principios de placer y realidad?

El problema de la autoridadEl gran atributo de la mirada, ahora narrada, del Compañero es que esgeométrica (o al menos ese debería pretender la Instrucción del PV):concibe, en cuanto viajes, una mirada que incluye varios espacios y tiempos:la noción de varias historias y nube de posibilidades para el futuro de supropia crónica, lo que resignifica el problema de la autoridad en quien viveun proceso psicológico donde hay una segunda reconquista de la palabra.

Es decir, la mirada del Compañero se da sin la pesadilla de la inmortalidaddivina, sin el fantasma de la autoridad poderosa y aparentementeirreversible. Sin la obscenidad del dios masculino e inmortal que en verdadresulta ser una prolongación de la figura del padre poseedor de la autoridadsuprema. Y sin que, de hecho, nada de esto tenga que ver con el sistema decreencias en verdades reveladas que cada sujeto se da a sí mismo/a deforma íntima y autónoma (el fuero interno). Recordemos que ningún espaciolibre y soberano (por lo tanto lleno de incertidumbre) se encuentra a salvodel fantasma, de la amenaza sobre la llegada de un poder simbólico másgrande que las pequeñas libertades duramente conseguidas en base aconquistas de conocimiento.

En Žižek la figura del padre fuente de angustia que se niega a morirapelando a nuestros temores, al sentido del ridículo y la culpa, a la sensaciónde inseguridad, etc., siempre se aparece a quien hallose explorando lodesconocido y las pistas sobre lo real. La vivencia interna de los grados

masónicos es una oportunidad para entender la vida de una manera distintaporque, por ejemplo, permite visibilizar y derribar esos mitos tanfuertemente arraigados en la cultura. Y no necesariamente mediante suasesinato, como en Tótem y tabú (Freud, 1913): en este trabajo delfundador del Psicoanálisis se persiguió la idea de una analogía entre lasetapas de desarrollo de las comunidades primitivas y las del psiquismoindividual mediante la teoría de un origen común entre totemismo yexogamia, definido por el choque entre deseo y prohibición (por ejemplo, eltabú de incesto). Esta cuestión tiene una vinculación muy profunda con lamanera en que se configura la Experiencia Iniciática (la nuestra al menos),donde el sujeto aspira a unos umbrales de sensibilidad y soberanía personalque le permitan emanciparse de variedad de taras psicosociales y políticas.Los sentimientos opuestos dados en la relación con el padre (toda laliteratura del conflicto edípico) se organizan con una gran semejanzaestructural al mito sobre la pugna que origina la cultura en la «tribu» dehermanos que asesinan al padre durante aquella «cena totémica» donde elsujeto interioriza e integra en su personalidad La Ley emanada de laautoridad del padre. Hablamos de los principios de legitimidad queretransmiten todo lo normativo desde La Ley entregada por la Función delPadre al niño/a separado del Deseo de la Madre.

El surgimiento de la formación social deviene de la fraternidad asustadaque se genera por la culpabilidad retroactiva de los hijos que han matado ala autoridad, un vínculo basado en la prohibición y la sombra del culto alpadre muerto; que se convierte en padre simbólico (mítico-institucional)porque deja un nombre y un linaje como legado. Razón por la cual, en Freud,la cultura y el Superyó (como «normativa» moral) tienen un surgimientosimultáneo. ¿Pero qué ocurre para el que está realizando el viaje iniciático,donde también existe la sospecha de una analogía entre las etapas dedesarrollo del Iniciado o Iniciada y los mismos estadios de madurez de todoel género humano? Que un individuo profano sea regresado a lasprofundidades de la tierra (el Gabinete de Reflexión) y desde allíreemprenda una travesía que habrá de tener puntos de inflexión en lareconquista del lenguaje, los viajes de la ciencia, las artes y la construccióncolectiva y la propia aproximación a la utopía más grande en la EstrellaFlamígera, ¿no vuelve a ponerle en contacto con la figura simbólica delpadre, junto a todas sus funciones y el problema de la autoridad? Y

recordemos que el Segundo Grado, efectivamente, reivindica a un obreroque se entrena para ejercer altas dosis de autonomía personal frente a laautoridad, también a través del nuevo uso de la palabra (el Segundo Gradoalumbra al sujeto que narra).

Ilustremos esto con un ejemplo del cine: En Star Wars. Episode VI: Returnof the Jedi (1983), Luke Skywalker (el hijo) intenta convencer a Darth Vader(el padre) de abandonar la maldad galáctica y oficial del Emperador. Peropara desgarro de su corazón la «figura oscura del padre», aunque parecemostrar dudas, termina por conducirle a quien emana la máxima autoridad yque por tanto puede devolver al auge simbólico a la Función del Padre y a LaLey perdida. El Caballero Jedi, por supuesto, intenta resistirse a la rabia quele embarga por comprender el innegable peso de las razones imperiales: quecon todo «buen criterio» vienen a decirle que del Emperador emana laVerdad, La Ley y por lo tanto la autoridad suprema (incluso su ascendencia«moral» [que sea falsa es irrelevante] sobre la rebelión queda simbolizadacon esa distancia de la nave imperial que reduce la batalla para destruir laEstrella de la Muerte y conseguir la libertad de la galaxia a simples lucecitas).Con lo cual, el orden «natural» de las cosas es que Luke asesine al padre(uno de los últimos mitos de la Modernidad) para ocupar su lugar y heredaresa autoridad legítimamente transmitida y sus principios. Los umbralesiniciáticos de libertad donde Luke se ejerce como sujeto hacían totalmenteinevitable la aparición en su vida (de hecho fue el joven quien acudió) de lafigura del Padre fuente de angustia (apela a nuestros temores, nos ridiculizay aunque debería estar ya muerto, su peso simbólico continúa existiendo yllamando a obedecer La Ley proveniente de unas supuestas antiguastradiciones). No es que el joven sea un soldado de la rebelión comoconsecuencia de crecer sin conocer la autoridad salida de la Función delPadre, o que su presumible ilusión por una República Galáctica provenga deuna relación incestuosa con la madre (que en verdad no llega a conocer). Esalgo mucho más trascendental: el Jedi lucha pero decide no matar a DarthVader para romper ese mito perverso sobre la necesidad de una autoridademanada de un Padre que debemos abatir, bien sea por su debilidad o porsu avasallamiento. Y esto lo convierte en el «primer» sujeto modernamenteemancipado. Si las cosas se hubieran torcido y el joven hubiera asesinado alPadre con su sable láser, habría sido inevitable que ocupara un lugar al ladodel Emperador. Y el siguiente paso forzosamente tendría que haber sido

proveer al Imperio victorioso de una nueva máxima ley moral y política quereplicara su autoridad a todos sus súbditos.

Pues bien, a una disyuntiva parecida podría enfrentarse el que realiza elviaje del conocimiento desde las profundidades de la tierra y con la ilusiónde llegar al astro del pensamiento libre (la Estrella Flamígera), sólo que ésteno pertenece ni a la rebelión ni a ninguna tribu urbana, pero sí a laCompañía de los Compañeros Francmasones: donde la autoridad y susprincipios no es que otorguen sino que exigen altas dosis de autonomíainterpretativa a sus obreros. ¿Es que verdaderamente nos conservamos enuna actitud irreflexiva y acrítica cuando atracamos en el Cuarto Viaje de laExaltación del R.·.E.·.A.·.A.·.? Definitivamente no, la ponderación sobre losGrandes Iniciados (Moisés, Pitágoras, Sócrates, Jesús, Confucio… e inclusootros y otras que podrían estar en el lugar de éstos) que se anuncia desde elestrado del PV, después de las anteriores travesías, debería llevar a unadiscusión profunda sobre qué características debe tener el legado de unaautoridad simbólica para que sea legítimamente aceptado.

¿En qué se apoya este debate que reivindicamos para el CompañeroFrancmasón a esa altura? En algo que Daniel Beresniak llamará el espíritu dela Geometría: en la destacable profundidad de su reflexión, la Geometríamuestra un sentido crítico tremendamente agudo al imponer lademostración y la construcción del modelo concreto como prueba últimapara todas las proposiciones soportadas sobre la reflexión y el imaginariohumano (en su especial amor por la conjetura socio-matemática). Lo queimplica una relación nueva con lo categórico, lo normativo y la mismaafirmación de la autoridad que pide ser aceptada en base a un acto de fe,como depositaria de algún tipo de Ley máxima. La crónica que acompaña laconstrucción geométrica y matemática simplemente desecha lo queentendemos por principio de autoridad. En efecto, usar la Geometría comoparte de la Carga Simbólica (soberana) del sujeto a través de la cual lee larealidad nos lleva a que la «creencia» sin reflexión llegue a su fin. Todo losalido de lo imaginario y lo simbólico en el Compañero debe pasar por lacomprobación y la construcción de su modelo concreto, es a lo que exhortael espíritu de la Geometría.

También tenemos otras consecuencias para el Superyó en referencia almandato de Goce. La acción crítica sobre la realidad, estructurada en todo loanterior, debería permitir al Recipiendario una verdadera liberación:

Disolver esa alianza perversa presente en el Superyó entre máximo sacrificioy divertida obscenidad. Algo que conduce al sangriento sentido lúdicoexperimentado por un nivel de la consciencia que encuentra placer en elsacrificio y el dolor (que puede ser virtual), sobre todo de sus congéneres.Esto es incompatible con la filosofía de un Grado donde se conquistaconocimiento cuyo fin es la emancipación del sujeto. La misma idea dedolor, entendido éste como conflicto entre el no ser (en la realidad) y lo queverdaderamente se es (en la consciencia), ha de ser revisada: Pasar a tenerun papel protagónico en la película Experiencia Iniciática replantea si elCompañero Masón puede continuar viviendo indefinidamente su verdaderoYo a través de la proyección de una historia ficticia; si la simulación de JakeSully en la película Avatar puede seguir únicamente pareciéndose a lo quesueña con ser, negando ésta la realidad última que en verdad simboliza.Saber si puede seguir por más tiempo únicamente imaginando que es lo quele gustaría ser. Debe detenerse y recordar muy seriamente el instante enque vio al enemigo posible reflejado en el espejo de la Iniciación. Nadieafirma que nuestro verdadero Yo no sea presa de toda clase decontradicciones (de hecho la escena del espejo en la Iniciación tiene unaenigmática remembranza que retrocede al estadio del espejo de Lacan).¿Pero puede continuar solamente mirándose en la pantalla?¿Convenciéndose de que el espacio virtual dentro de la proyección (es decir,todo lo que ocurre superficialmente ante sus Sentidos pero lejos del Trabajode sus herramientas, por lo tanto que facilita la negación de su propiaacción) es el único sitio donde su personalidad plena puede reflejarse(imaginarse en somnolientas imágenes) sin que él mismo resulte dañado?¿Puedo no ser quien soy verdaderamente por un llamado al sacrificio venidodel Superyó, que en verdad oculta un «placer» desviado en el dolor? ¿Queintenta convencerme de que soy débil para «encajar la verdad» del Yo?

El espacio de los deseos y los sueños de la Logia es perfecto para estasrupturas. Porque de hecho usa esas mismas ficciones, entablando un diálogocon ellas. Básicamente el viajero puede usar la puesta en escena del Ritualpara personificar quien es, para imaginarse con constituirse como lo que es.

¿Éste es el sentido que definiría a la Logia, la Exaltación, como la Maquinadel Ello? ¿O bien aceptarnos/amarnos a nosotros mismos y nosotras mismashasta los territorios donde en verdad se extiende nuestra personalidad?

He aquí, quizás, una de las respuestas más importantes sobre el Grado de

Compañero que podría dar la Primera Vigilancia: Las latitudes reales del serson las que éste proyecta en la fantasía, lo que incluye a todas lasoscuridades de su corazón. Pretender otra cosa de él es someterle a laviolencia, a ser una temerosa y patética deformidad que es vista, puede quedeseada, por lo que no es. Su libertad y soberanía únicamente está en esoslugares. Otra cuestión es que lo iniciático intente enseñar, por ejemplo, aponer el acento en el viaje del deseo y a desconfiar de los relatos ysensaciones sobre la inminente realización de la fantasía o una que otrautopía (sobre todo si es político-social). Por lo tanto los viajes de emoción yconocimiento del Compañero buscan parecerse a quién es… imaginándosecaminado desnudo o desnuda por esa playa tranquila y salvaje dondeemprenderá la construcción de su edificio y el encumbrado de sus torres.

Finalmente, este capítulo especial acerca de los consentimientos de laPrimera Vigilancia durante la llegada del obrero al Segundo Grado, es labúsqueda de la realidad más allá de toda la realidad (y la emancipación de loreal). Creo poder afirmar que tenemos nuestro pequeño milagro en el Ritode la razón que pugna por la satisfacción de nuestros deseos escenificandola pérdida y reconquista de la palabra. Una magia que siguiere cómoentrelazar voluntad y realidad, cada vez que la Primera Vigilancia anuncia elfin de cada viaje del Recipiendario. Algo sin duda mil veces mássorprendente que el prodigio sobrenatural, que nos da la dádiva pero no elpoder de recrearla por nuestra fuerza y corazón.

El Segundo Vigilante,un guía nativo en un país desconocido, o elejemplo masónico de Baloo y de Babalí,personajes de tebeo

GABRIEL JARABA

Se cumple este año el centenario de la aparición del primer número del TBO,la publicación infantil que, con las revistas ilustradas de Bruguera,contribuyó a modelar la educación sentimental de los ciudadanos españolesdel siglo XX. Aquella generación a la que se llamó «hijos de Marx y de lacocacola» fue la que se extasió con los inventos prácticos del profesor Franzde Copenhague y las peripecias de la familia Ulises; la que se compadeció deCarpanta y el loco Carioco que aparecían en Pulgarcito y quiso luchar contrala injusticia de la mano del Capitán Trueno, Goliath y Crispín. Comenzamos aleer con los tebeos, nuestros videojuegos de entonces —véase que noentrecomillo videojuegos— y aprendimos a ver lo que suele estar oculto a lasimple vista al habituarnos a leer entre líneas y al atinar a construirsignificado por nosotros mismos de manera libre y autodidacta. Paraalgunos, entre tebeos comenzó el camino de nuestra iniciación masónica.

I. Al encuentro de la mirada iniciática

Si realmente supiéramos ver podríamos leer el mundo como si de un libro setratase, pues sus páginas se hallan desplegadas ante nuestra vista para quequien tenga oídos para escuchar entienda. La idea del liber mundi, que vamás allá de la tradición cabalística y atraviesa de cabeza a rabo el esoterismooccidental e incluso lo desborda, es consustancial a la concepción iniciáticadel mundo. Esa manera de considerar la vida es común a la mirada científicay a la mirada mítica, que no se oponen entre sí sino que se complementan yaun más, se necesitan mutuamente. Hay un futuro para la vía iniciática si sussostenedores saben aunar razón y sentido en una sola mirada, una visiónque no solamente no pretenda un mundo desencantado sino que aspire areencantarlo interactuando con él, pues el desencantamiento del mundo nonos ha librado de demonios y fantasmas, como creía Carl Sagan, antes nosha traído algunas abominaciones nuevas y también nos ha devuelto otrasque creíamos desaparecidas. Encantar algo es cantarlo, hacerlo canción —en-cantar— y eso es lo que ha venido haciendo la cultura desde el inicio delos tiempos, pues Homero y los suyos fueron creadores —que es lo quequiere decir poetas— de historias concebidas para ser cantadas, aprendidasde memoria e interpretadas en el seno de un grupo unido entre sí por elsentimiento de saberse todos la canción de carrerilla. Pero el mundo-librodemanda ser descubierto, examinado, leído, interpretado y cantado, porquesi no es así sus letras y palabras, que somos los propios seres que lohabitamos, se marchitan y acaban por morir.

Qué mejor pues que las historietas para desvelar lo oculto, y bien que losupo el hermano Rudyard Kipling cuando escribió El libro de la selva. Comotodas las historias verdaderas, la obra tiene abordajes múltiples o diversosniveles de lectura. Los niños la consumen como un cuento infantil, de relatofantástico se ha convertido en tebeo, ha llegado a ser un éxitocinematográfico como espectáculo para toda la familia y a todos ha dejadotocados por la figura del oso Baloo, acogedora y cálida, que se complace enel juego, la danza y la canción, es decir, en el arte de la vida encantada.Kipling hizo de los tres personajes centrales de la asamblea animalaria,Akela, Bagheera y Baloo, trasuntos del Venerable Maestro, el PrimerVigilante y el Segundo Vigilante de la logia, y no por casualidad se esmeró enperfilar la personalidad de este último. Pues es el Venerable Maestro quieninicia al aprendiz pero le corresponde al Segundo Vigilante su instrucción,que no es una simple comunicación de conocimientos sino algo de mucha

mayor enjundia: ajustar al neófito a la sintonía de la vida en la logia, es decir,la vida sin más.

En el TBO que ahora cumple cien años la contraportada que cerraba cadacuaderno estaba dedicada a un personaje heroico: el explorador Morcillón,pionero en el descubrimiento de tierras vírgenes, tocado con un salacotblanco de resonancias coloniales y asistido por Babalí, un porteador negrocuya publicación estaría hoy prohibida por el imperativo de la correcciónpolítica. Morcillón era el héroe pero el protagonista acababa siendo el canijoBabalí, modesto y servil que llamaba «amito» a su contratador y que detrásde su humildad mostraba su verdadero saber, en forma de conocimiento delterreno, sentido de la oportunidad y sobre todo, capacidad de ver lo queotros no ven. Mientras el explorador marchaba al frente de la expedicióncon aire marcial y acababa metiéndose en tremendos berenjenales a causade su petulancia, el porteador que le seguía se convertía en el verdaderoguía, cuya visión profunda y realista del mundo y de las cosas se sustentaba,precisamente, en su humildad para pasar inadvertido.

Babalí y Baloo, uno en África y otro en Asia, productos ambos de obrasartísticas de intención diferente en épocas históricas distintas, muestrancaracterísticas comunes porque responden a intenciones ejemplificadorassemejantes. Exhiben en sus caracteres una cualidad profunda propia de lavida real, la capacidad de salir adelante en medio del caos y la confusióncausadas por la ignorancia, el orgullo, la estupidez y las asechanzas del mal.Son personajes que se expresan en un mismo entorno arquetípico como esla jungla, un terreno desconocido en el que ingresa el hombre ilustradodotado de voluntad de dominio en un caso y el preadolescente ingenuoprovisto de su voluntad de vivir y pasión por el descubrimiento en el otro. Lajungla india y la sabana africana son aquí campos de juego en los que todospodemos reconocernos al percibir en ellos características del reto vital alque afrontamos , y los personajes arquetípicos que en ellas se desenvuelvense fundamentan en la perenne tarea del héroe que tan bien expresó JosephCampbell basándose en la obra de Vladimir Propp sobre el estudio de loscuentos populares rusos y que se ha desarrollado en mitologíascontemporáneas como las de El señor de los anillos de JRR Tolkien, Lascrónicas de Narnia de CS Lewis, La guerra de las galaxias de George Lucas yLas aventuras de Harry Potter de JK Rowling. Sea en la jungla india o en lasfrondosidades de Hogwarts, el aprendiz se halla en idéntica situación: la

exigencia del cumplimiento de su destino. Los personajes ayudantes delhéroe —el aprendiz es ese héroe— tienen como tarea asistirle en larealización de su imperativo vital. Y esa es precisamente la tarea delSegundo Vigilante en logia, la misma que la de Baloo y la de Babalí.

II. La ardua tarea del Segundo VigilanteEl Babalí dibujado por Marino Benejam en el TBO y el Baloo escrito porRudyard Kipling en El libro de la selva tienen una cualidad en común: sonarquetipos del guía nativo que introducen al recién llegado a tierra ajena enun modo de estar, de ser y de vivir distinto al de su país de origen. Babalí es,como Baloo, bienintencionado y alegre, despreocupado por su imagenpersonal y por el qué dirán, centrado siempre en la necesidad de aquél aquien sirve y desapegado de toda solemnidad. Baloo y Babalí tienen la rarahabilidad de reparar los daños involuntarios causados por el imperio de laautoridad y la no menos apreciable capacidad de hallar caminos que rodeenciertas dificultades quizá objetivas pero a menudo causadas por las ganas decomplicarse la vida que el imperativo de la autoridad suele mostrar. Ambosencarnan por cierto una recomendación de la Ley Scout a menudo olvidadaante otras más grandilocuentes, y que es «el scout sonríe y silba ante lasdificultades». Akela, Bagheera y Baloo se incorporaron al movimiento scoutcuando fueron organizadas las unidades infantiles de lobatos y con elloquedaron unidos para siempre el simbolismo masónico, el espíritucaballeresco y la voluntad descubridora en las tres unidades fundamentalesen que se expresa el escultismo. El pequeño lobato que se inicie en elmovimiento será acogido y guiado, aun hoy, por uno de los tres líderes de lamanada, trasuntos de las tres luces de la logia, llamado precisamente Baloo,del mismo modo que el aprendiz será instruido tras su iniciación por elSegundo Vigilante.

No es fácil ser Baloo ni Babalí porque si saber ver es tarea ardua, más lo esenseñar a aprender a ver. El universo simbólico que constituye la logia es unpaís desconocido que permite ser descubierto, reclama ser explorado yexige el aprendizaje de una nueva manera de vivir en tierra extraña. Y esatierra es extraña porque, por más que el candidato a la iniciación masónicaconozca de antemano poco o mucho de la logia y sus símbolos su

introducción en ella es una situación que no se da en la vida civilconvencional.

La peculiaridad que tiene la decisión de hacerse iniciar en masonería esque la insensatez que ello supone está compuesta del material con el que seforman los mejores sueños. Y hablo de insensatez porque en todos loscampos de la vida uno suele cuidarse de conocer bien lo que le espera tras latoma de una decisión. No es así en masonería: al candidato a la iniciación sele reclama un acto de confianza que no le sería exigible en ninguna otraactividad humana, y él se entrega a la decisión asumida con plenaconsciencia, o por lo menos un poco, de que tan grave decisión quedesemboca en un juramento solemne va a ser tomada en plena ignoranciade cualquier otra cosa que no sea saber que nada de lo que será objeto dejuramento o promesa repugnará a su cualidad humana y cívica.

Se dirá lo que se quiera pero cuando un profano llama a las puertas deltemplo lo hace sin tener la menor idea de lo que va a representar su entradaen masonería. Por más materiales que haya leído, por más ilustrativas quehayan sido las conversaciones mantenidas con masones con los que hayacontactado, solamente la vivencia personal le puede conceder plenaconciencia de lo que el trabajo constructivo masónico se trata. Y es así comodebe ser: un camino, una experiencia, una circunstancia, son iniciáticos noporque puedan pertenecer a una tradición, no porque se hayan mantenido alo largo del tiempo a causa de su transmisión de una persona a otra, nisiquiera porque hagan referencia a lo simbólico, lo sagrado o incluso lonuminoso. No; una cosa es iniciática por el hecho de que no puede sercomprendida más que:

Por haberla vivido de primera mano y haber hecho su experiencia de modo personal, íntimo e intransferible. La experiencia iniciática es exactamente igual que la persona humana: única, singular e irrepetible, porque únicos e irrepetibles somos los humanos en la singularidad de cada individuo.Porque después de la experiencia la vida ya no vuelve a ser la mismaque fue; existe en la iniciación una semilla potencialmentetransformadora. Esa transformación no es religiosa ni tiene origenexterno a la mente humana sino que forma parte del «equipo deserie» con el que venimos al mundo: en toda bellota reside un

roble, que puede dar origen a un árbol frondoso o bien terminar enel estómago de un cerdo bien alimentado.Porque experiencia fehaciente y transformación latente impulsan alser humano a actualizar el potencial que conduce a la realización. Yeso también forma parte del «software» personal. El impulso puedeinterrumpirse o frustrarse pero el hecho de la iniciación habrá,siquiera sea por instantes, días o meses, abierto ante la vista deliniciado la posibilidad de ser quien de verdad podría llegar a ser.

La iniciación masónica no es un sacramento y por eso no imprime carácterni produce transformaciones ex opere operato, la iniciación masónica estransformadora y consistente porque su experiencia personal y directa es loúnico que puede dar cuenta de ella; ni el ritual, ni la ceremonia, ni un texto,ni un símbolo pueden conferirla y de hecho, todos estos elementosmencionados, que forman parte de la misma, son únicamente mediaciones.Mediaciones entre la experiencia directa del hecho iniciático y la concienciade quien la experimenta.

Mares de tinta recogen la afluencia de los miles de ríos de insensatezescrita y hablada sobre lo que la iniciación es o puede significar. Y, cosacuriosa, el concepto de iniciación podría ser comprendido de una maneramuy sencilla, de acuerdo con su etimología: in-ire, es decir, entrar. Entrar,¿dónde? Entrar en el interior de las cosas, del mundo y del devenir más alláde la apariencia de la superficie que vela, disimula y engaña. Entrar, ¿hastadónde? Entrar hasta el punto y el lugar en el que la realidad se revela TalCual Es de modo que la estupidez que usamos para defendernos a nosotrosy defender lo que consideramos nuestro se derrumba para dar paso a lavisión de Lo Que Es.

La tarea del Segundo Vigilante no consiste pues en simplemente ilustrar alaprendiz sobre posibles significados atribuibles a los símbolos de la logiasino servirle de guía nativo para aprender a vivir en su nuevo país. Todainiciación auténtica es autoiniciada (y si no es así no es iniciación) porquenadie puede hacer una experiencia en lugar de uno mismo. De ahí lobondadoso del talante de Baloo: es consciente de la peculiar situación en que se encuentra el aprendiz, no puede masticar el nuevo alimento en su lugar y sobre todo no le está permitido imponerle interpretación dogmática alguna de los símbolos. Si así fuera bastaría con un cuaderno instructivo a

memorizar y a asimilar, pero el aprendiz necesita tener a su lado a un hermano, a alguien que deberá, o no únicamente, mostrarle maneras de considerar lo simbólico sino a una persona que le podrá servir de ejemplo. Para ello el Segundo Vigilante debe ser tan humilde y eficiente a la vez como el africano Babalí, tan asequible y alegremente atento como el oso Baloo,porque la solemnidad y la excesiva seriedad son la sal que deja exhausto eldelicado terreno de lo iniciático que demanda ser cultivado con cuidado yesperanza. El Segundo Vigilante es confiado y alegre porque sabe que todosjuntos en logia estamos tratando con algo muy característico de la condiciónhumana y muy delicado por cierto, que es la estupidez.

Cuando el candidato a la iniciación es recluido en la cámara de reflexiónpara pasar la prueba de la Tierra observa una advertencia inscrita en supared: «Vigilad y perseverad». Tal admonición deberá ser tenida en cuenta durante todo el sendero iniciático pues no es una mera indicación procedimental sino una actitud ante la vida y las cosas. Cuando el aprendiz haga su primer trabajo con la maza y el cincel se dará cuenta de que es la perseverancia persistente representada por aquél y la vigilancia en la rectitud de intención representada por éste las virtudes que deberá aplicar a su empeño. Pero la vigilancia requerida es la prevención imprescindible ante esa oculta tentación de la estupidez petulante y la tontería temeraria que se esconden siempre en las sombras de la propia personalidad no esclarecida.

Se suele olvidar que la imagen que ilustra esa admonición es un gallo, símbolo del despertar temprano y de la sensibilidad a la luz del sol naciente, pero igualmente sujeto propicio al despliegue de la vanidad en la exhibición de cresta, plumaje y espolones, de modo que su arrogancia en el porte señala una vía directa que le conduce a la cazuela, para más inri en tiempos del solsticio de invierno, magna celebración del San Juan masónico de esa estación astronómica. Es por eso que la mencionada inscripción mural que vemos cuando nos encontramos en la prueba de la Tierra, instándonos a la vigilancia y la perseverancia, no sólo es un consejo prudente sino la advertencia tanto de un riesgo como de un destino: el riesgo de la arrogancia que conduce a ser devorado por la estupidez (la propia y la de los comensales reunidos para dar buena cuenta de la vianda) y el destino nobilísimo de todo gallo de raza que se precie: terminar asado para servir de alimento a quien necesita nutrirse, de modo que bien está lo que bien acaba (los sabios sufíes Rumí y Shams de Tabriz equiparan la realización

espiritual y el cumplimiento del Ser a un proceso culinario en el que elbuscador se asa a fuego lento hasta su total transformación).

Pero eso sucede en todas partes y con todas las actividades humanas. Lasaspiraciones más altas de las gentes no suelen estar libres de ciertaarrogancia que les lleva a ser devorados en el gran banquete del mundo, delmismo modo que el pavimento mosaico de la logia nos recuerda que elinfierno está empedrado de buenas intenciones y que cuando caminamossobre una superficie que ha sido construida por otros debemos tomar laprecaución de comprobar el estado del pavimento para no tropezar con unabaldosa mal ajustada y caer de bruces.

De ahí la aparente despreocupación cantarina de Baloo al mostrar que lavida es danza y el optimismo de Babalí que avanza persistente por la sendadel explorador (actitud que nos recuerda la marcha del aprendiz, que no esun avance solemne y marcial sino una progresión tentativa, exploratoria yflexible). La actitud alegremente esperanzada y la alegría contagiosa es elantídoto a aplicar cuando las tenidas acaban pareciendo misas, loshermanos que decoran las columnas se visten como señores que asisten aun bautizo antiguo y los oradores que intervienen en los trabajos olvidanañadir «en mi modesta opinión y puedo estar equivocado» a susintervenciones.

III. La iniciación como desengañoHemos escrito en este texto, sin ambages, palabras tan desagradables comoestupidez y tontería. Muchas religiones, creencias, métodos y caminosponen ante quien pudiera desear seguirlos la promesa de unas posibilidadesexcelsas, aseguran el camino hacia determinadas formas de salvación oiluminación y proponen diversos recorridos tendentes a la perfecciónpersonal. Ninguna de ellas se enfrenta de cara a algo que está en el corazónmismo del método masónico, que es nada más ni nada menos que unaconstatación avant la lettre de lo que hoy día conocemos como Principio dePeter: si algo puede ir mal, lo hará. Cuando el compañero francmasón seaexaltado a la maestría hallará que la leyenda del grado es un relato míticoque describe a la perfección el aspecto oscuro de la condición humana y quela ceremonia que le introduce al tercer grado simbólico tiene que ver

directamente con la decepción y el desengaño respecto a los entusiasmosque parecen luminiscentes y no son otra cosa que el disimulo más o menosacertado con el que se desea velar la compleja y contradictoria condiciónhumana.

El camino de la masonería, que consiste en transformar la piedra bruta enpiedra pulida, no es una promesa de gloria ni de iluminación. Es, nada más,pero nada menos, que el acompañamiento hacia el encuentro de la másradical humanidad. Por eso el aspirante a la iniciación ha de ser «libre y debuenas costumbres»: la libertad es la capacidad de actuar de maneraautónoma y asumiendo las responsabilidades que se desprenden de lospropios actos; las buenas costumbres están encabezadas por la facultad depensar por uno mismo y de hacerlo de manera crítica.

La iniciación masónica trata al hombre y a la mujer como seres adultoscapaces de pensar por su cuenta, y llegados a una edad en la que ya hantenido la oportunidad de saborear el acíbar del desengaño. Libres y debuenas costumbres, nos dirigimos hacia el umbral de la logia, y qué mayorimpulso a la libertad que darse cuenta de que uno no vive en Disneylandia, de que quienes se encuentran un día otro día se separarán y de que todo lo que nace muere. Qué mejores costumbres que las basadas en la prudencia, que lleva a no permitir ser manipulado con seducciones ni a manipular a otros por el mismo medio.

La iniciación masónica, para ser auténtica, debe constituir un desengañopara el recipiendario. De hecho, la intención de acceder a ella ya suponecierto grado de desengaño de cosas que quizás hasta determinadomomento han sido consideradas valiosas. No existe expansión de laconciencia sin un determinado nivel de decepción de lo que es superficial ocarente de sentido. Nadie «ve la luz» ni antes ni después de haber sidoiniciado masón. La luz que los hermanos del taller reclaman para quienacaba de ser admitido en sus columnas en el momento de serle quitada lavenda de los ojos será experimentada y asimilada de manera personal eíntima, progresiva e irregular. Nadie cae del caballo en una logia masónicaporque no entran equinos en ella y no se va de camino hacia Damasco sinoque se vuelve la mirada hacia el Oriente. La luz que afluye desde ese puntogeográfico ideal y simbolizado no muestra una Verdad arrebatadora sinoque paso a paso va desvelando la impostura de las mentiras, mentirijillas yfraudes descomunales que rodean y atraviesan nuestras vidas. Y en este

tiempo que vivimos, que es un especial tiempo de imposturas, inclusotiempo de canallas como escribió Lilian Hellman, reaparece lo que HannahArendt dio en llamar la banalidad del mal. El mal, una vez más, se muestracon ropajes aparentemente inocuos y rotundamente nocivos: bajo la formade la trivialidad, la tontería y la estupidez, que conceden excusas comoninguna otra cosa más lo hace para el comportamiento cruel, insolidario,desconsiderado, egoísta y malvado.

La deconstrucción de la tontería y la estupidez —personal y colectiva— esuna parte de la tarea iniciática del camino masónico. Para acometer esatarea, la masonería nos propone una panoplia completísima y muy variadade elementos propios de lo que yo suelo llamar «una metáfora operativa».Una metáfora operativa es una mentira provisional que aun siendo falsafunciona en la práctica y nos permite alcanzar una verdad, igualmenteprovisional por más que ulteriormente parezca también funcionar. Elsimbolismo masónico es una estructura completa, articulada y muysofisticada de metáforas operativas —él mismo una metametáfora— quepermiten proseguir por el camino de la iniciación, es decir, ir más allá de lasapariencias para tratar de descubrir posibles significados y verdadessubyacentes.

Es precisamente el Segundo Vigilante un especialista en tratar conmetáforas operativas. Del mismo modo que Baloo danza y canta con loselementos de la selva, el mentor del aprendiz despliega ante este no tantosignos llamados a devenir símbolos sino ciertas actitudes y maneras deestar. Como guía nativo deberá advertir de oportunidades y riesgos, indicarpor dónde se puede avanzar en el camino, identificar peligros que puedenser fatales. Cuando Baloo canta («el plátano, es fenomenal…») lo que hacees desplegar ante el aprendiz la actitud vigilante y perseverante que seproduce en la alegría de la esperanza, escenifica el placer de aprender ycomunica el entusiasmo que representa descubrir una vida de aprendizaje.Precisamente si la sociedad actual, en tanto que sociedad compleja yrápidamente cambiante, es el aprendizaje continuo la actitud personal yprofesional requerida a quienes desean ser vigilantes y perseverantes antecambios históricos descomunales. En su espacio y a su nivel, el SegundoVigilante es un experto en tratar con mediaciones y en hacer comprenderque los símbolos son, en primer lugar, mediaciones comunicacionales que adiferencia de otras, pueden conducir a la expansión de la conciencia.

También corren ríos de tinta cuyos torrentes arrastran multitud de cantosrodados de estupidez acerca de lo que es o pueda ser la expansión de laconciencia. La orden masónica sabe lo que eso es exactamente: es llegar aser consciente de las razones de los otros. El Segundo Vigilante en tanto queexperto en mediaciones debe ser capaz de introducir al aprendiz en esanueva vida en una tierra extraña que no está jalonada de signos y emblemashieráticos sino poblada de seres humanos. Ahí está Akela el lobo oVenerable Maestro, quien reiteradamente pone a Mowgli el aprendiz antesu situación, que es aprender a vivir y a convivir. Baloo el Segundo Vigilantees quien le proporciona de manera inmediata los recursos que se lo van apermitir.

Es en este punto donde a menudo reflexiono sobre la circunstanciahistórica en la que deben vivir los Segundos Vigilantes en el mundo de hoy:convertidos incluso a pesar suyo en expertos en mediaciones, eneducadores de adultos y en promotores del aprendizaje continuo comoforma de vida. Me pregunto también a menudo si realmente sonconscientes de ello. La sociedad actual, compleja, cambiante y caótica valoracada vez más los medios y oportunidades para el aprendizaje y el cambio. Sellama a los trabajadores a reinventarse cuando las formas de explotación delhombre por el hombre adquieren modos muy sofisticados de producirse, searroja al desempleo a ejércitos de obreros por no poder ser ya objeto deextracción de plusvalía y se erige en capataces de obra a quienes no sóloaceptan ser los ejecutores de la explotación sino a los que dominan losprocedimientos sociotécnicos que la hacen posible.

El Segundo Vigilante es un formador, pero no de esa laya. El SegundoVigilante es un educador en tanto que está llamado a ser un liberador, encumplimiento de su responsabilidad masónica. Y por ello tendrá que estarvigilante y ser perseverante en el descubrimiento de las formasverdaderamente educativas que surgen en su entorno social que puedanserle útiles para llevar a cabo su misión. Creo sinceramente y pido disculpaspor ello que mientras en la sociedad profana la formación está adquiriendomedios realmente impactantes de ser llevada a cabo, a veces laimprescindible formación en logia de nuestros aprendices transcurre porcaminos que compasivamente podríamos describir como un tanto toscos.¿Serían capaces nuestros Segundos Vigilantes, y no digamos ya los Primeros,de reinventarse –ahora sí—formándose ellos mismos en habilidades

educativas transformadoras que necesariamente deberán ser adquiridas enla sociedad profana para ser adaptadas al entorno masónico? Porque nopodemos seguir ignorando de umbral de la logia hacia dentro la excelenciaeducativa que se está dando en entornos especializados que debieranmerecer nuestra atención. Quizás no se trataría tanto de introducir metalesen el templo como de enviar fuera de él a los obreros para incorporarnuevas competencias.

IV. El secreto masónico desveladoEl Segundo Vigilante acompaña al aprendiz en el inicio de su camino. Y esecamino no es otro que ponerle en contacto con algo maravilloso que élintuye pero desconoce. Esa es ni más ni menos su tarea: mediante lapresentación de una actitud personal ejemplificadora, mediante la hábiloperación con mediaciones simbólicas, mediante la disposición de sucesivassituaciones iniciáticas, el Segundo Vigilante, del mismo modo que Babalídesbroza trocha para Morcillón y Baloo deshipnotiza a Mowgli de laseducción de Kaa, acompaña al aprendiz por el sendero de descubrimientode la maravilla a la cual quiso aspirar al solicitar la iniciación. El sendero de lajungla conduce a un lugar mágico y fervientemente deseado porque si no talsendero no tendría objeto y la vida en la selva carecería de sentido. Mowglino es animal sino humano, y por tanto no le basta con vivir y coexistir; todohumano está llamado a descubrir el sentido y a vivirlo plenamente,mediante la autoconstrucción de un sentido significativo para sí y sensibleen su experiencia.

Detrás del entramado del simbolismo masónico se encuentra unamaravilla, precisamente una maravilla tan maravillosa que todo el mundotropieza con ella. Tal maravilla es nada menos que el secreto de lamasonería, tan anhelado por unos como tergiversado por otros. Y esesecreto maravilloso no es una clave para descifrar un arcano, una fórmulapara conseguir un objetivo o un don para realizar los deseos. El secreto de lamasonería es el siguiente: el aprendizaje progresivo de una manera de mirarlas cosas, el mundo y sus gentes. El secreto masónico es el secreto de sabermirar y ver, y por tanto es ciertamente el secreto más oculto de todos. Elsecreto masónico es una mirada, una mirada en permanente construcción,

una mirada que no revela una Verdad con mayúsculas y que no puede seradquirida mediante artificio alguno ni por el desarrollo de ninguna habilidadespecial. Por eso tal secreto, como todo secreto digno de tal nombre, está ala vista de todos —como la carta escondida del cuento de Edgar Allan Poe—y no puede ser comprado, fabricado, reproducido ni adquirido sinodescubierto. Es decir, des-cubierto, hecho aparecer una vez ha sidolevantado el velo que lo cubría. La mirada masónica desvela la realidad —por lo menos pretende hacerlo— y desvela a quien la porta; le despoja de los velos que le impiden ser reconocido como humano por los otros humanos. Y ese secreto no es unívoco —es decir, que no habla con una solavoz— sino que adquiere formas y cualidades distintas para cada personaque lo descubre. No hay una Verdad imperativa a la que todos se debenadherir, existe una experiencia verdadera que todos pueden realizar.

No todo el mundo sabe ver. Nuestra estupidez nos hace ver solamente loque deseamos, del mismo modo que Carpanta veía pollos asados por todaspartes a causa de la gazuza crónica que padecía. Vemos lo que es o separece al objeto de nuestro deseo, tenemos en cuenta únicamente aquelloque nos puede beneficiar y consideramos las cosas del modo que mejor secorresponde con nuestra concepción de la realidad.

Por eso la iniciación masónica puede conducir, con tiempo y suerte, a unaexpansión de la conciencia, como hemos dicho. No mediante la inducción aestados que conlleven la modificación de la percepción y el proceso de loque sus puertas proporcionan a la mente sino a través de esa ampliación dela conciencia que significa tener en cuenta las razones de los otros, como nonos cansaremos de insistir. La tontería estúpida de la trivialidad siempre selas arregla para poner a uno mismo por delante de los demás. Siempre hayjustificación para que sea el interés propio el que prevalezca. Contar con lasrazones de los otros, respetar y comprender sus motivos, dar espacio a losintereses de los demás, eso es lo que queremos decir cuando hablamos detolerancia. Qué es democracia sino gobernar con el consentimiento de losgobernados basado en el reconocimiento mutuo. Aquí viene a cuento unbreve relato sapiencial zen: «Maestro, deseo la iluminación». «Pues deja dementirte a ti y de mentir a los demás. Eso es la iluminación».

Mentirá aquél que haya solicitado ser iniciado a la masonería y diga que noanhelaba la persecución de su secreto. El propio ritual nos dice que somosiniciados «a los misterios y privilegios de la masonería». Mentirá aquel que

no haya albergado en su corazón, en su mente y en sus manos el deseo deacceder, siquiera sea efímeramente, a ese misterium magnum que parecesernos prometido cuando nos damos cuenta de que la vida es, como decíaJohn Lennon, lo que nos sucede mientras andamos ocupados en otras cosas.Y mentirá quien declare no haber sido víctima de fenomenales fraudessustentados en esa noble aspiración si es que ha sido un buscadorperseverante.

Aquellos que se presentan en las puertas del templo con la intención de seriniciados en la masonería saben que el comienzo de su carrera masónicaconsiste en ser recibidos aprendices en la logia. El candidato a aprendizfrancmasón es una persona libre y de buenas costumbres, animada por lavoluntad al bien, que busca sinceramente el esclarecimiento de su caminode vida y desea encontrar sentido —nótese que digo sentido, no el sentido— al ser y al devenir. Podría haberse dedicado al estudio de la filosofía, elpensamiento, las humanidades y las artes y llevado a cabo investigaciones yreflexiones consecuentes con tal misión. Podría haber aspirado a desarrollaruna fe religiosa mediante la adhesión no a un credo o una iglesia sino —si setrata de alguien verdaderamente noble— a la regla áurea de hacer a losdemás lo que desea que con él se haga. Podría incluso haberse aproximadoa una tradición espiritual encarnada en una personalidad singular, ejemplovivo de una enseñanza trascendente, para emprender otro de los caminos posibles en la realización de las verdades superiores que consiste en la sujeción a la disciplina del aprendizaje personal. Y podría, como hace la mayoría, asumir y ostentar las proposiciones de alguna Gran Idea cuya puesta en práctica e incluso su mera defensa concede el avance por el camino del progreso (podría incluso emprender la no menos ingente tarea de la negación de una o varias de esas Grandes Ideas montado en esas alas icarianas del escepticismo que sana de unos males e inocula otros).

El candidato a la iniciación se dispone a agacharse en su paso entre la columna J y la columna B a sabiendas de que lo que le espera tras el umbral de la logia son otras personas iguales a él. Les supone esclarecidos quizás por algún reflejo de ese secreto que intuye y anhela pero les sabe iguales a él a causa de su juramento o promesa sobre la divisa de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Desea sumarse a ese grupo del cual ignora los rostros individuales pero en el que busca el calor colectivo. Ningún hombre es una isla pero las campanas están hechas para que el sonido que brota de

su doblar sea recibido por los seres humanos agrupados en colectividad. Quizás las campanas doblen por mí pero su sonido será escuchado inevitablemente por todos.

Porque la labor de edificación del Templo de la Humanidad no es una tareaque pueda o deba ser realizada individualmente. El recorrido del aprendizhasta que le sea concedido el aumento de salario tampoco es un transcursoindividual, por más que a menudo pueda sentirse solo. Uno no es masón porsí mismo: cuando se le pregunta por tal condición —«¿Sois masón?»—responde ritualmente: «Mis hermanos me reconocen como tal». La masonería no es colectivista ni comunitaria, propone el ideal de «un masónlibre en una logia libre». Esa libertad es la democracia. Y el fundamento de lademocracia no es, como a primera vista pudiera parecer, el sufragiouniversal, la representatividad delegada o el principio de igualdad. Lademocracia cuelga de un punto fundamental y solamente de uno: elreconocimiento mutuo. Y de ese reconocimiento mutuo dimana la iniciaciónpermanente en la que Baloo guía y a la que Akela apunta. Lo expresa bien ladivisa del Supremo Consejo Masónico de España: suum cuique ius, a cadacual su derecho.

La iniciación a la masonería es pues, o debiera ser, la iniciación a la esencia,el corazón y la razón de ser de la democracia.

V. La iniciación es iniciación a la tolerancia y a lademocraciaLa masonería moderna nació como un medio de superar las graves divisiones producidas por las guerras de religión, por el rechazo al diferente, por la ostentación del mayor pecado de todos que es el deseo de tener razón. Los fundadores de la llamada masonería especulativa no eran unos ingenuos sino personas que habían experimentado en sus propias carnes los males de la intolerancia. Esas guerras de religión no eran confrontaciones entre creencias sino oposiciones violentas de razones de estado, de primacías económicas y principescas, de imperios y gobiernos de las personas, las tierras y los bienes. Ocho millones de europeos perecieron en la Guerra de los Treinta Años. Las ideas religiosas contrapuestas en este combate no eran, como cree cierto materialismo vulgar, meras

superestructuras que actúan como excusas de intereses no declarados sino verdaderas cosmovisiones que justifican la negación del otro e incluso su eliminación, cívica, política o física. La masonería, y de ahí su grandeza, consiste en la desautorización radical de cualquier razón negadora del otro fruto de una u otra cosmovisión, de uno u otro interés por legítimo que pueda ser; el rechazo radical de la lógica del enfrentamiento, de la oposición inevitable y de la necesidad de subsistir negando al otro y con ello prevalecer. El clamor de la masonería es el mismo de Miguel de Unamuno ante Millán Astray y sus secuaces: «Venceréis pero no convenceréis».

Cuando el neófito supera las cuatro pruebas y es colocado en la cadena deunión con las manos entrelazadas con quienes desde entonces serán sushermanos en la logia y fuera de ella es introducido a un espacio defraternidad, cuyas emanaciones producen una reconfortante sensación decalidez acogedora. Esa fraternidad vivida en el interior del templo masónicoestá llamada a actuar como fermento, tanto en el interior como en elexterior de esa estancia, de la tolerancia como base y razón de lademocracia. Si el aspirante a la iniciación está provisto de un grado deinconsciencia superior al previsible, es posible que haya querido ingresar enla masonería en busca de un conocimiento del que disfrutar de manerapersonal. Si es así, corresponde a los aplomadores designados por elVenerable Maestro detectar a tiempo semejante motivación, digna pero quees la simiente de un recorrido futuro en masonería torcido en su desarrollo.Lo que el aprendiz recién iniciado descubre al dar sus primeros pasos enlogia es suficiente y sobrado para que se dé cuenta del verdadero alcance detal aspiración.

Nada puede sustituir la labor de profundización simbólica realizadadurante los trabajos en logia y la reflexión correspondiente fuera de ella. Sibien es cierto que se produce una «incubación» interiorizada y latente de loque se vive en el espacio simbólico masónico, lo más importante es que esavivencia se produce en el seno de un grupo. Ahí apunta una de las laboresmás delicadas del Segundo Vigilante, la introducción del aprendiz en laarmonía entre sus iguales. Por eso Baloo canta y baila, porque la canción y ladanza expresan la armonía del grupo que celebra la vida.

Es de este modo que la divisa de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad noes un mero lema o aspiración sino la declaración explícita de cómo funcionael método masónico. La persona es llamada a ocupar su lugar en las

columnas de trabajadores del taller masónico, en estricto plano de igualdadcon las demás y al mismo tiempo en el igualmente estricto respeto a suindividualidad. La fraternidad fruto de esa plena compatibilidad entre loindividual y lo colectivo resulta ser el caldo de cultivo de esa latenciasimbólica interior. No se da, o no prioritariamente, un esclarecimientopersonal mediante la confrontación íntima con el símbolo sino que seproduce una vivencia personal en el seno de un grupo de iguales ordenadosimbólicamente. Esa es una, si no la principal, de las características delproceso masónico de esclarecimiento y de lo iniciático en masonería.

Si uno se da cuenta de la sencilla naturalidad con que se produce ese camino descubrirá que ese secreto masónico maravilloso es tal secreto porque, como hemos dicho, al igual que todos los secretos que verdaderamente valen la pena está colocado a la vista de todos. Para poder ver ese secreto es necesaria una condición: aprender a mirar. Nos hallamos aquí ante un nudo gordiano: debemos aprender a mirar para poder ver pero no podremos reconocer el secreto que nos da acceso a la visión si antes no hemos aprendido el arte de la mirada desveladora. ¿Cómo salimos de este bucle? Al darnos cuenta de que se aprende a mirar empezando por aceptar la visión de los otros: yo te veo y tú me ves; tú existes para mí y yo sé que existo para ti. Por eso la puerta de entrada al secreto masónico es la logia como espacio grupal de reconocimiento mutuo, y por esa puerta deberá hacer pasar al aprendiz el Segundo Vigilante.

La razón de ser, tanto simbólica como civil, de la masonería, es latolerancia. La tolerancia no está asociada a la masonería por causa de laadhesión de la orden al imperativo democrático y pluralista. Libertad,Igualdad y Fraternidad, las tres ruedas que permiten el funcionamiento delmétodo masónico, producen el reconocimiento. La masonería rompe con lasdinámicas del enfrentamiento, la exclusión y el rechazo del otro y de susrazones en tanto que asume como imperativo axial el reconocimientomutuo.

El reconocimiento mutuo es la fuente de todo derecho; suum cuique ius.Reconocimiento es aceptación de la potestad del otro. No únicamente de suexistencia sino de su capacidad de obrar y de la legitimidad de la misma. Poreso somos masones libres en logias libres, tal como viene auspiciado por laGran Logia Simbólica Española: logia y obediencia son espacios quepropician el reconocimiento y la aceptación mutua y si no es así pierden su

razón de ser.Reconocimiento es tolerancia. La tan traída y llevada tolerancia y el sentido

a menudo reductivista o incluso deformado que se le da a este concepto nosdesvían de su verdadero significado. Tolerancia es el reconocimiento delotro, es contar con la existencia del otro, es comprender, si no aceptar, lasrazones del otro.

Conviene tener en cuenta que el reconocimiento mutuo se erige en uno delos hilos conductores de la ceremonia de iniciación a la masonería. Cuandoel neófito es puesto en medio de la cadena de unión, el postulante pasa aser alguien cuyo sentido se expresa mucho mejor en la terminologíamasónica inglesa: «entered apprentice», es decir, aprendiz registrado (y no«entrado», como malamente se suele traducir, víctimas de lo que lostraductores profesionales llaman un «falso amigo», es decir, una palabraque parece aludir a una cosa cuando significa otra). El iniciado, pues, lo es noúnicamente a un camino susceptible de ser recorrido y a un espacio propiciopara hacer una experiencia sino que la iniciación concierne a todos quienesparticipan en ella. El neófito es, etimológicamente, una «planta nueva» yuna planta sólo puede crecer convenientemente en su hábitat adecuado:entre otras plantas, en un ámbito ecológico determinado.

La iniciación masónica es así una iniciación a lo humano, a lo característicamente propio del género humano que es la capacidad de convivencia, de aprendizaje y de progreso en conjunto con otros seres humanos. El iniciado francmasón no es alguien dispuesto a elevarse por encima de la condición humana para tratar de acceder a una luz que se encontraría sobre los cuerpos, las conciencias y los azares de las vidas reales de seres humanos reales. Cuando el solicitante de la iniciación ingresa en el espacio iniciático lo hace no a un emporio celeste o a un espacio elevadosobre lo terrenal sino que entra nada más y nada menos que en un taller, unespacio laboral en el que se hallan reunidos unos obreros. Cierto es que eseespacio es considerado un templo, pero lo es en tanto que imagen alusiva ala gran tarea que esos obreros se proponen realizar, la construcción delTemplo de la Humanidad. No es un templo en el que se oficia un culto ni seadora una deidad sino un lugar sagrado que lo es porque así lo consideranquienes lo han construido. Y lo hacen porque la tarea a la que se consagranse realiza no a beneficio de una ganancia personal sino a un bien que superay trasciende lo personal y lo que les pueda beneficiar egoístamente. Eso es

lo que significa trabajar A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, que noes una deidad sino la alusión aceptable por todos a un bien que trasciende elprovecho personal o grupal.

El Segundo Vigilante es un oficiante de esta iniciación permanente, junto con el Primer Vigilante y el Venerable Maestro. Pero es además un agente propiciador de una cierta actitud y probablemente de un determinado estado de ánimo. Sus armas son su capacidad didáctica, su aptitud para operar con las mediaciones comunicativas y simbólicas y su habilidad para crear espacios de habitabilidad sociable a su alrededor. Vuelvo a preguntarme qué apoyos tienen nuestros Segundos Vigilantes para actualizar permanentemente su aptitud didáctica y pedagógica. Y me pregunto también si el conjunto de la logia es consciente del alcance de su responsabilidad y de su papel central en la iniciación permanente que exige el camino masónico. Vivimos tiempos en que la estupidez y trivialidad que siempre nos amenazan se presentan bajo la forma de la solemnidad fingida y falsa que hurta el cuerpo a la comunicación natural entre personas, bajo el ritualismo que supone desconocer la esencia y la razón del verdadero Rito y bajo la tentación de fiar a las estructuras organizativas lo que corresponde a las agrupaciones humanas cálidas y cordiales. Ojalá nuestros Segundos Vigilantes sepan cantar y danzar como Baloo para ayudar a nuestrosaprendices tanto a vivir en la selva como a salir de ella en busca de la luz.Cantad conmigo: el plátano es sensacional.

LA FRATERNIDAD Y EL OFICIOEL ORADOR

JAVIER OTAOLA

El Orador es uno de los oficiales que ocupa el Oriente, y que en equilibrio ycombinación con todos los demás Oficios del taller permite esa particulardinámica de grupo que es una Logia masónica: un trabajo permanente afavor de una consciencia esclarecida de nuestro ser personal y del ser delmundo en que existimos.

16

Los RRGG de la Gran Logia Simbólica Española definen así la función del Orador:

Guardián de la Constitución, de los Reglamentos Generales y de los Interiores de la Logia debeoponerse a todo debate o actos contrarios a los mismos. En este caso solicitará que se levante actade su oposición. Podrá en casos extremos solicitar la suspensión de los Trabajos. En este casodeberá cursar un informe a la Gran Comisión Permanente

En caso de oposición a la actuación del Orador, la Logia deberá esperar a la Tenida siguiente paratratar esta oposición que constará expresamente en el próximo Orden del Día y en la Convocatoriade la Tenida.

Solicita la palabra directamente al Venerable Maestro.Al hacerlo deberá indicar si desea intervenir en el debate como Hermano o como Orador ya que

en este caso ningún Hermano podrá hablar después sobre el tema debatido.Al término de los debates deberá dar sus conclusiones.Ninguna votación podrá efectuarse sin oír las conclusiones del Orador, conclusiones que en

ningún caso deberán estar dirigidas a influenciar el voto.El Orador efectúa el recuento de los votos y proclama los resultados.

Es el Orador quien da lectura a las Planchas recibidas de La Gran Logia Simbólica Española y queno se refieran a aspectos de Secretaría.

En las Tenidas de Iniciación y Exaltación deberá dirigirse a los Hermanos para explicarles elsentido de su Grado.

En las Tenidas de Iniciación, antes o después de su parlamento deberá, preceptivamente, darlectura íntegra de la Constitución de la Gran Logia Simbólica Española.

En las Tenidas Solemnes y Extraordinarias tomará la palabra informando a los Hermanos. LosTrabajos no podrán ser Cerrados sin oír las Conclusiones del Orador.

El Orador adjunto, o quien lo reemplace, tendrá las mismas funciones. Caso de entrar durante laTenida el titular, el Orador en funciones no dejará su lugar hasta que no se haya terminado eldebate en curso del que deberá dar sus conclusiones.

Funcional y también simbólicamente el papel definitorio del Orador es laguarda de la ley, de la Constitución de la Gran Logia, sus ReglamentosGenerales y los particulares de la Logia, nuestros usos y costumbres que nosdan seguridad y definen nuestras obligaciones y derechos.

La función del Orador es recordar el derecho y velar por su cumplimiento,es el aspecto exigente de la fraternidad, encarna el principio deresponsabilidad, hace par, por contraposición, con el hermano Hospitalarioque representa el aspecto acogedor del vínculo fraterno, el principiosolidaridad de la fraternidad.

La sociabilidad masónica es una sociabilidad entrañable y exigente a la vez,ambiciosa porque pretende unir lo disperso, crear un vínculo de fraternidada partir de nuestra común humanidad y no en base a ninguna de lasafinidades y particularidades que nos distinguen en el mundo profano; comotoda sociabilidad no puede eludir el conflicto, aunque a veces unentendimiento inmaduro de la fraternidad nos lleve a autoengañarnos sobrelas aristas cortantes de nuestras piedras siempre pendientes de desbastar.

Decía el gran jurista Von Ihering en su libro La Lucha por el Derecho: «Lafinalidad del derecho es la paz, el medio para ello es la lucha. En tanto que elderecho tenga que estar preparado contra el ataque por parte de lainjusticia —y esto durará mientras exista el mundo— no le será ahorrada lalucha».

Considero que quien piensa que a la existencia humana se le puedeahorrar la lucha, las más de las veces no logrará evitarla y además se veráenvuelto en ella en peores condiciones: no salvará su tranquilidad y leañadirá vergüenza.

Mi experiencia en el desempeño del Oficio de Orador me lleva a recordar

uno de los episodios de conflicto que vivió nuestra Logia, doloroso episodio, que rompió durante tres meses la paz y la concordia de nuestro taller, que se inició cuando varios hermanos del taller pidieron amparo al Orador frente a comportamientos abusivos y poco fraternales del entonces VM; un conflicto que se resolvió, creo yo de manera justa —entre la Escuadra y el Compás— que nos enseñó a ser hermanos y hermanas en medio del conflicto y salvó la Logia.

Es fácil vivir la fraternidad en la bonanza, pero donde se da la medida delos maestros y las maestras es cuando la fraternidad tiene que aplicarse enel conflicto, actuando de acuerdo a derecho, con justicia pero también conequidad. Esa experiencia creo que fue masónica y educativa para todosnosotros —muchos de los hermanos y hermanas lo manifestaron así— y nosenseñó de una manera no sólo teórica sino digamos existencial y práctica,que es precisamente en el conflicto cuando más necesario son el Compás yla Escuadra, que la fraternidad masónica es un poderoso afecto y que comotodos los afectos conlleva sus turbulencias y debe manejarse conSABIDURÍA, pero también con FUERZA y naturalmente con BELLEZA.

El método masónico se funda en un doble principio: solidaridad yresponsabilidad, típico de la fraternidad; el método masónico esesencialmente fraternalista. Descubre en los hermanos y hermanas reunidosel origen, la raíz misma de la experiencia política, y del conflicto como lorefiere el relato de Caín y Abel en la Biblia

17; los hermanos y hermanas ya

emancipados de la presencia autoritaria del Padre/Patrón y de laMadre/Posesiva deben aprender a vivir su vínculo como una tensiónequilibrada entre Sociedad e Individuo, entre cooperación y competencia,como relación a la vez de solidaridad y de responsabilidad, ¿no es ese elorigen mismo de la Civitas? ¿No se halla en esa fraternidad primigenia y ensus tensiones la idea misma de ciudadanía?

18 Sobre esta concepción se basa

la idea de erigir a la fraternidad como eje y fundamento de una reflexiónpolítica: Libertad, Igualdad, Fraternidad. El Patriarcalismo y elMatriarcalismo parten de una visión que anula al individuo por cuanto losomete totalmente, bien al poder del Estado/Padre o la prevalenciaromántica de la Comunidad de la sangre y de la tierra/Madre; también esesencialista el Egoísmo/Ego, que nos avoca al puro indiferentismo o peoraún a la guerra de todos contra todos. El fraternalismo resuelve ese falso

dilema: ni la esencia está del lado del individuo/mónada, ni la sociedad esuna mera agrupación de tales esencias/mónadas, ni tampoco la esencia estádel lado de la sociedad/Estado/Comunidad, ni el individuo es tan solo uncomponente de la misma determinado por su «pertenencia».

La logia, y el derecho que se dan a sí mismos los hermanos, reconoce quesomos individuos en relación, en una red de reconocimiento mutuo: larelación no es una categoría de «segundo nivel» frente a la esencia sino que,es una categoría fundante de la Logia —y a la postre de toda realidad social— y entonces podemos pensar que el individuo existe en tanto que es enrelación con los demás y con el cosmos, y que, por ende, también lasociedad existe en tanto que es articulación de esas relaciones. Relacionesque, como nos enseña el ritual del maestro no son necesarias ninaturalmente armónicas y que por eso exigen de la Ley que haga compatibles la solidaridad de todos con cada uno y la responsabilidad de cada uno con todos.

El orador vela por la ley instruyendo en su caso a la Cámara del Mediocomo Cámara de Justicia, conceptualiza sobre las cuestiones que se hantratado en Tenida cuando la palabra ha circulado entre columnas, es eloficial que formaliza la promesa de toma de posesión en su nombre y en elde los demás oficiales cuando estos juran sus cargos, y es el primer oficialque una vez concluida la recepción del Aprendiz recién iniciado toma lapalabra para darle la bienvenida e instruirle de manera general sobre elmétodo masónico en el que el neófito acaba de dar su primer paso. Sicumple su misión en fraternal coordinación con los otros oficios de la Logia,esta funciona en verdad como una experiencia esclarecedora ytransformadora de cada uno de nosotros.

REGISTRO Y MEMORIA DE LA LOGIAEl SECRETARIO

RUBÉN BAIDEZ LEGIDOS

En el oriente, siendo la cabeza de la columna del Norte, a la derecha delVenerable Maestro en algunos ritos, y en otros, sencillamente en el valle, enla misma columna, se erige la figura de un Hermano cuyas dos plumasentrelazadas como joya, nos delata rápidamente su función de registrador ymemoria de la Logia. Es una labor que, pasando en ocasiones desapercibida,es de una estima y valor incalculables, como de ello darán fe todos aquellosque en algún momento de su vida han tenido que recurrir a documentoshistóricos.

Cada una de las letras y palabras buriladas en esas planchas, llamadas en elámbito más profano «actas», harán pasar a los anales de la historia la vidapropia del taller, dotándolo de una línea cronológica, de una memoria yregistro de lo acontecido. Más aún, podrá ilustrar a sus sucesores en elfuturo del legado que deja la masonería de hoy, y por medio de la lectura delas planchas trazadas en cada secretaría se podrá revivir aquel trabajo queun día comenzó, como una obra que perdurará más allá de cada obrero quela comience. Un ejemplo magnífico de ello es el testimonio del Libro deActas de la Respetable Logia de Beneficencia de Josefina

19.

El término ‘Secretario’ proviene del latín medieval secretarius, palabra quederiva a su vez de la locución latina secretum; como fácilmente se puede

deducir de ello, este concepto tiene que ver con el secreto. Los secretariosen la Europa medieval eran funcionarios estatales que guardabaninformación confidencial. Eran considerados como ministros de estado. Elperfil que se requería por lo tanto para poder ocupar este rol era el de seruna persona en la cual se podía confiar, con la madurez suficiente para saberguardar con total discreción los temas y «secretos» concernientes al estado.Por ello, esta función no la podía realizar cualquiera, sino que demandaba aun hombre de una talla moral incuestionable, con una completa fidelidad,capaz de guardar confidencialidad y prudencia ante cuestionesconcernientes al gobierno.

Trasladando esto al rito masónico, vemos como en la masoneríaanglosajona el secretario es una persona muy versada en asuntos masónicosy, aunque no es un requisito imprescindible, suele ser un Pasado Maestro dela logia. Muchos de ellos suelen ser personas jubiladas que desempeñan eloficio durante muchos años, pues buena parte del éxito y del buenfuncionamiento de un taller radica en su labor. De hecho, en las logiasbritánicas lo habitual es que el Secretario esté exento de pagar capitacionescomo recompensa a su trabajo. Debido a la gran cantidad de trabajo queconlleva esta oficialía por la gestión de la correspondencia y por las tareasadministrativas, se le permite el nombramiento de un asistente o adjunto aesta oficialía como apoyo para permitirle cumplir mejor con sus tareas yevitar fallos en el cumplimiento del ejercicio del conjunto de sus funciones.Esto les puede ayudar a liberarse de cierta carga de trabajo gracias al apoyode otro Hermano, aunque la finalidad propia es la de garantizar una correctalínea sucesoria y de continuidad en la rotación de oficios, como suele serhabitual en las logias españolas.

Lo expuesto hasta aquí nos hace denotar la importancia tan vital que encualquier logia tiene el ocupar este sitial. El trabajo de Secretario es uno delos cargos más antiguos, como testimonian el manuscrito de la Casa Registrode Edimburgo y fechados alrededor de 1696, o las actas registradas desde1705 de la Gran Logia de York.

Entre las funciones del Secretario se encuentran las siguientes:

1) Registrar en las actas con imparcialidad y claridad todo lo ocurrido en latenida. El conjunto de actas archivadas es conocido como Libro deArquitectura.

2) Tener al día los registros de la logia. Tener actualizado el listado de losmiembros del taller dónde trabaja, con el registro de las fechas de Iniciación,Pase y Exaltación. Al igual que si disponen de nombre simbólico (comoocurre en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado).

3) Mandar con la debida antelación las convocatorias de las tenidas.4) Citar a los Hermanos cuando el Venerable Maestro lo estime oportuno.

5) Asegurar la debida comunicación entre la Gran Logia Provincial y el taller.6) Redactar todas las comunicaciones oficiales de la Logia, y extender los

certificados y demás documentos, previa autorización del VenerableMaestro.

7) Comunicar inmediatamente a la Gran Logia y a las logias de lajurisdicción, los nombres, edad, patria, ocupación, residencia y demás datosde todo candidato propuesto a la iniciación, afiliación o regularización. Delmismo modo, pasarles aviso si fueren rechazados.

8) Remitir mensualmente a la Gran Secretaría el cuadro general conindicación de los iniciados, pasados, exaltados, afiliados, regularizados,dimisionarios, fallecidos, suspendidos, expulsados, durante dicho periodo,con las respectivas fechas y circunstancias especiales de cada uno,adjuntando a la vez los correspondientes derechos que deberá de recabar elTesorero.

9) Cuidar y preservar el material propio de la Secretaría legado de otrosaños. Es decir, el archivo de la logia quedará bajo su responsabilidad, estáobligado a custodiar, todos los documentos del mismo y de igual modo encaso de que el Venerable Maestro así lo solicité facilitar cualquierdocumento que se requiera del mismo. Con lo cual deberá ser sumamentecuidadoso con el orden y la clasificación del mismo. Entre estos documentosse encontrará el Libro de Oro, en el cual se registrará la firma, dedicatoria,etc., de las distintas personalidades, dignidades y demás que pasen por la Logia, siento esto parte de la historia de la misma.

10) Notificar con la mayor brevedad posible al Venerable Maestro lacorrespondencia, y a su vez archivarla y conservarla del modo adecuado.

11) Es el responsable del sello propio del taller, como a su vez de certificary sellar todo documento que salga de la logia y legalizar la firma delvenerable Maestro.

12) Del mismo modo, entre sus funciones está la de ayudar a que las decisiones tomadas por su logia sean ejecutadas y llevadas a cabo con el mejor de los fines posibles para la misma.

13) Es el fiel guardador de los secretos del taller.

Su joya son dos plumas de ave cruzadas que simbolizan su trabajo paratrazar las planchas de arquitectura, de manera que, si con una se equivoca,con la otra debe corregir los errores. Así mismo simboliza tanto el trabajointerior como exterior que hace el Secretario, cuya labor no termina con lastenidas, pues cuando los obreros, al final de ellas, se retiran, allí mismocomienza el Secretario a poner en orden y preparar la correspondencia y lasactas para la siguiente tenida. Como un acta no es un trabajo académico en

el que se puedan verter nuevos conceptos y dar rienda suelta a laimaginación, el Secretario debe tener mucha habilidad y tacto para limitarsea hacer un extracto de la sesión, con un relato fiel y conciso, en términosque sinteticen con transparencia lo acontecido, para que no pueda dar lugara reclamaciones y rectificaciones.

La función de Secretario dentro de cualquier Respetable Logia es una laborlaboriosa que requiere de la mayor atención por parte del Hermanoencargado. Por esta razón en algunos ritos el Secretario es consideradocomo la quinta luz del taller. Esto tiene que ver con el catecismo propio delprimer grado, cuando se instruye al Aprendiz que tres la gobiernan, cinco lailuminan y siete la hacen «justa y perfecta». Los tres masones que lagobiernan son el Venerable y los dos Vigilantes. La Logia la iluminan esostres junto al oficio de Secretario y Orador y esos cinco oficiales más elExperto y el Guardatemplo, hacen de la logia un lugar justo y perfecto.

Jules Boucher estableció una relación entre los diez oficiales del ritoEscocés Antiguo Aceptado y el «árbol sefirótico». Según él, el secretariocorrespondería con Bináh (en hebreo בינה) [inteligencia], es la tercera sefirádel árbol de la vida de la cábala, se sitúa en lo alto de la columna izquierda.Biná es el proceso racional innato en la persona que trabaja para desarrollaruna idea plenamente. Biná se encuentra en constante equilibrio con Jojmá ocreatividad. Análogamente es el lado izquierdo del cerebro, donde funcionala razón, organizando el pensamiento en algo concreto. Otra interpretaciónes la de Oswald Wirth, quien establece analogías de índole planetaria yastrológica, y para quien el Secretario corresponde a la Luna, que refleja laluz y registra todo lo que de ella emana. Los «trazados» del Secretario sondesiguales en longitud y en densidad, según la naturaleza y el contenido delas reuniones. Son cada vez diferentes y retornan siempre a formas iniciales.Marcan el ritmo y recortan el tiempo. Se consultan fuera del marco de lasreuniones, figuran en archivos y en bibliotecas. Su propósito consiste endejar traza de los trabajos en el mundo profano y en virtud de elloconstituyen, al igual que la Luna, conocimiento indirecto y luz en lastinieblas.

A pesar de que el oficio de Secretario es de clara vocación administrativa,con una gran carga de trabajo, no siempre reconocida y valorada por loshermanos, esta oficialía implica también un papel creativo que requierecualidades de corazón, de imaginación, de sensibilidad, de tacto, etc. En

ciertas ocasiones su trabajo se ve como rutinario y repetitivo pero nodebemos de olvidar que es una labor indispensable. El Secretario, de formasigilosa y casi sin ser percibido, lleva gran parte de la responsabilidad de lalogia, trabajando estrechamente con el Venerable Maestro. Su trabajo es laespina dorsal del proyecto de cualquier taller, pues es el nexo del taller conlas instituciones masónicas bajo cuya jurisdicción opera la logia. Es una penaque a lo largo de la historia, por persecuciones u otros motivos, la laborrealizada por tantos Hermanos secretarios haya sido destruida, pues sutrabajo abarcaba más allá de los límites de su logia.

Un elemento fundamental que cambia la perspectiva desde la que trabajael Secretario español con respecto al Secretario británico es la publicidadrespecto a la condición de miembros. En España es normal ver convocatoriasdonde se omite el nombre de los miembros o se ocultan tras las iniciales y eltripunto. Sin embargo, en el Reino Unido es costumbre que, en el reverso dela convocatoria aparezcan los nombres completos de todos los miembrosjunto con su dirección y número de teléfono. Este hábito comenzó en 1799,y se sigue manteniendo hasta ahora. En dicho año se emitió el Acta deSociedades Ilegales, que prohibía en Gran Bretaña las asociaciones queexigiesen juramentos a sus miembros. En principio esto afectaba a laMasonería, pero tanto el Gran Maestro de los Antiguos, el Duque de Atholl,como el Gran Maestro de los Modernos, el Conde de Moira, se reunieroncon el Primer Ministro William Pitt, quien accedió a eximir de dicha ley amasones y cuáqueros (por pacifistas), pero exigió a cambio que se diesepublicidad trimestral acerca de quiénes eran miembros de las logias, demodo que finalmente se imprimió el nombre de los miembros en losreversos de las convocatorias. Quizá llegue un día en que los Secretariosespañoles pongan el nombre de los miembros en el reverso de lasconvocatorias y los Hermanos se sientan orgullosos de ellos. Pero encualquier caso los Secretarios deberán continuar llevando el pesoadministrativo de la logia y organizando su día a día para que la logia prosigacon su actividad cotidiana y siendo depositaria del tesoro de la Iniciación.

TESORERO,GARANTÍA SILENCIOSA DE IGUALDAD

JUAN MARTÍN MAS Después de mis veinticinco años de recorrido masónico, me ha llegado laoportunidad de explicar lo que realmente significa ser el Maestro Tesorerode la Logia, cosa que agradezco a esta importante publicación porque es unoficio poco conocido entre los miembros de las logias, e incluso esquivadopor la mayoría.

Yo, que siempre afirmo ante todos que soy el Maestro Tesorero de miLogia desde antes de que la Masonería fuese especulativa, quisiera con estaslíneas enseñar la cara «oculta» de la Tesorería de un taller, muy alejada delos fríos números que «exotéricamente» se acostumbran a mostrar en cadafinal de curso masónico. No lo duden, hay una parte «esotérica» muyinteresante que apenas se ve pero que sí se nota en la práctica.

Pero empecemos por lo fácil, por la cara externa del trabajo, a la que todos estamos acostumbrados a ver... y a eludir.

El oficio de Tesorero es en principio el menos simbólico de los queritualmente trabajan en una Logia. De hecho, una Logia puede trabajarritualmente sin Tesorero ya que éste no tiene lugar entre los siete oficialesindispensables para el funcionamiento de un taller. No obstante, la figura

del Tesorero se hace indispensable para la vida y supervivencia de la logia,según mi opinión y mi experiencia en el taller que me vio nacer.

En el sentido estrictamente profano, el Tesorero es el Maestro que seencarga de la administración de la Logia, de su salud financiera y de lasplanificaciones económicas de futuro. Debe conducir a buen término elcontrol presupuestario de su taller con «guante de seda pero con mano dehierro», ya que, en cierto modo, el futuro de la Logia recae en su gestión.

Será el responsable de cobrar puntualmente los derechos de iniciación deun profano, de los aumentos de salario, de las exaltaciones y de lasafiliaciones. Y, por supuesto, deberá cobrar con exactitud y periodicidad lascuotas de los miembros resolviendo de la mejor manera la morosidad quepueda plantearse en un momento determinado. También será el custodiode los bienes de la logia, de los objetos preciosos que posea y de otraspertenencias valiosas de cualquier índole.

Por todo ello, será a su vez el hermano que efectúe los pagos de lascapitaciones a su Obediencia para mantener en todo momento su logia aplomo. Además, atenderá cualquier otro tipo de pago que se deba hacer porla compra de material para la logia u otro tipo de adquisición necesaria.

Cada año, al finalizar el curso masónico o al comienzo del siguiente, elTesorero deberá rendir cuentas con todos sus hermanos de logiapresentando un balance económico minuciosamente detallado con todos ycada uno de los movimientos que se han efectuado en el Tesoro del taller,respaldando todo apunte contable con su correspondiente factura o reciboque justifique el gasto producido. La documentación que se desprenda detodo el exhaustivo análisis de los movimientos contables deberá quedardepositada en la Secretaría de la logia para su correspondiente archivo, nosin antes ser a su vez censada y analizada por el Arquitecto Revisor, que seráel hermano encargado de dar fe de la veracidad de las cuentas y transmitirsus conclusiones al Venerable Maestro de la logia.

El Tesorero también será quien presida la Comisión de Hacienda de la logia,aunque en la práctica, a falta de la existencia de la nombrada comisión (cosamuy frecuente), formará parte del Consejo de Familia en el que se encargaráde estudiar los aspectos económicos de las propuestas y los proyectos quesurjan en el Taller, confeccionando un presupuesto de ingresos y gastos conlas modificaciones que crea pertinentes para alcanzar la viabilidad deseada.

La joya del Tesorero se representa por dos llaves cruzadas (en algunas

logias solo es una) y se sienta, en la mayoría de los Ritos, a la izquierda delOrador, en la cabeza de la columna del Mediodía, al pie del Oriente en unamesa habitualmente triangular. A pesar de todo, los rituales antiguos ymodernos no son unánimes, presentando variaciones incluso dentro delmismo Rito en materia de ubicación del Tesorero y el Hospitalario. Porejemplo, en el Rito de Salomón se coloca al Tesorero en la columna deSeptentrión y lo asocia con Saturno, al cual la prudencia «mantiene en loslugares sombríos», según la fórmula del Ritual.

En ningún momento el Tesoro de la Logia deberá mezclarse con el Troncode la Viuda ya que sus objetivos son totalmente diferentes. El fin de esteúltimo será la ayuda mutua, la beneficencia y la solidaridad. El Tesoro debeser mucho más estricto y su cometido debe basarse principalmente en loscobros y pagos que se deban hacer para el buen funcionamiento de la logia.

Ocurre, más frecuentemente de lo que se piensa, que el Tronco de la Viudadisponga de más recursos de unidades de medalla profana que el mismoTesoro de la logia, el cual, por circunstancias de impagos u otros gastosimprevistos, se vea notablemente mermado en ciertas ocasiones. Deninguna manera el Tronco de la Viuda deberá socorrer al Tesoro para paliarsu precaria situación sino que deberá ayudar a los hermanos en dificultadespara que puedan cumplir sus obligaciones con el Tesoro del taller. De estemodo, como bien dice Daniel Beresniak, «se protege la armonía de lasfunciones».

Ya en el aspecto iniciático, el oficio de Tesorero es ingrato porque se vesometido en no pocas veces a situaciones comprometidas ante casos demorosidad de algún miembro de la logia. Es aquí cuando debe entrar eltrabajo de la Fraternidad y hacer gala en todo momento de una grandelicadeza y comprensión. Un buen Tesorero debe ser un buen negociadorde sentimientos, saber escuchar los problemas del otro, ponerse en su lugary tender una mano para encontrar juntos la mejor solución. Es aquí, en estetipo de situaciones que surgen habitualmente, cuando se entra en el aspectomás esotérico del oficio de Tesorero.

Las obligadas virtudes del Maestro Tesorero son conocidas por todos. Debedemostrar y representar ante sus hermanos la exactitud, el rigor, laconfianza, el sacrificio, la honradez y la pulcritud de su buen hacer. Pero sutrabajo va mucho más allá.

Siendo el complementario del Hospitalario, según afirman varios autores,

el Tesorero es la representación de la Igualdad y el Hospitalario de laFraternidad, lo que puede ser discutible según mi parecer. Muchas veces, elrigor que imparte el Tesorero queda minimizado por la caridad ycomprensión del Hospitalario, que se arroga el mérito de encontrarsoluciones satisfactorias a problemas visibles ante los demás. De hecho,hasta en el Ritual se pregunta el destino del Tronco de la Viuda.

Lo que no se ve ni se percibe es el trabajo bajo mallete que ejerce elTesorero cuando debe enfrentarse a problemas económicos de algúnmiembro del taller. En todas las ocasiones debe conocer la realidad delproblema verificando sus causas, por muy duras que éstas sean. Laflexibilidad, la empatía, la discreción y, sobre todo, la creatividad y laimaginación para encontrar soluciones a cada momento y a cada situación,son los ingredientes que debe combinar cuando los problemas de pagoaparecen entre columnas. Este esfuerzo que debe hacer el tesorero paraentender las razones que se le plantean no es reconocido en la mayoría delas ocasiones. De ahí que este oficio en logia sea tan gris la mayoría de lasveces y se desarrolle siempre en el camino sombrío del anonimato ydiscreción. En innumerables ocasiones es el Tesorero quien paga la deudadel hermano en problemas. No solamente en cuanto a unidades de medallaprofana (que ocurre cuando el Tronco de la Viuda ya está comprometidopara labores más importantes) sino en cuanto al esfuerzo que debe hacerpara consolar a quien necesita una mano amiga a la que asirse.

Este trabajo silencioso, lleno de Fraternidad, de esa Fraternidad que toma(¿prestada?) del Hospitalario, pero que es suya (muy suya) y que parte de sucorazón y de sus sentimientos, solamente es conocido por el VenerableMaestro de la Logia y por el Hospitalario. Entre los tres, cada uno en suoficio, se deberá siempre encontrar la mejor solución para el peor de losproblemas. Es por ello que la logia debe funcionar siempre con la armonía ycomplementariedad de todos y cada uno de los oficios, aunque algunos,como el del Tesorero, parezca menor... que no lo es.

EL HERMANO HOSPITALARIO,columna de la fraternidad

JUAN MARTÍN MAS

Antiguamente llamado «limosnero», el Hermano Hospitalario es elresponsable de todas las acciones de beneficencia y auxilio, recogiendo yadministrando todos los recursos destinados a esos fines y funciones,independientemente de la labor del oficial Tesorero. Y no solo eso, sino queademás es el encargado de velar por la situación de cada hermanoenalteciendo el ideal filantrópico del taller con su gestión personal. Es, ensuma, el corazón de la logia.

La existencia de su oficio consta ya desde la antigua masonería operativacuando ejercía el papel de socorro a los miembros de las guildas ocorporaciones de obreros.

Al igual que el Hermano Tesorero, el Hospitalario no se encuentra entre lossiete oficiales indispensables para que una logia sea justa y perfecta.

Se sienta en la Columna de Septentrión, algunas veces presidiéndola, perogeneralmente queda a la derecha del Secretario y detrás del HermanoExperto. Como oficial que es, acostumbra llevar un collar con una joya quees una bolsa con un corazón grabado en su centro.

Precisamente esa representación de la bolsa es lo que conocemos como«Tronco de la Viuda» o «Saco de Beneficencia o de Solidaridad». Lamasonería francesa adoptó el nombre de «Tronco» y así se usó a partir delsiglo XVIII, haciendo referencia y memoria al constructor del Templo deSalomón: Hiram Abif, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí.

En su momento, y a petición del Venerable Maestro, el Hospitalario harácircular el Tronco de la Viuda precedido del Hermano Experto que portará elSaco de Proposiciones, ambos guiados ritualmente por el Maestro deCeremonias. En el Tronco de la Viuda cada miembro de la logia hará unaaportación de cierta cantidad de «unidades de medalla profana» (que escomo se denomina masónicamente al dinero profano). Lo hará de formadiscreta y siempre en la medida de sus posibilidades y de su conciencia,

obviando en cada momento hacer ninguna clase de ostentación. Entregarásu óbolo con el puño cerrado al introducirlo en el saco, sin ningún gestoritual precedente como el intento de ponerse al Orden (ya que al Ordensolamente es posible ponerse en pie y con la mano abierta en escuadra) ysacando el puño cerrado de igual forma, como marca la tradición y el Rito, yaque antiguamente era habitual entregar o coger medallas profanas en elinterior del saco según la necesidad. Todo lo contrario ocurre con el Saco deProposiciones, en el cual se retira la mano abierta para así demostrar quecon este gesto no se ha extraído ningún documento previamentedepositado.

Una vez recogidos todos los óbolos de los hermanos y permaneciendoentre columnas, el Venerable Maestro pide a la Asamblea que se manifiestepara dar buen uso de lo recaudado o bien ceder al Hospitalario la potestadde ejercer su oficio según su sabiduría y su buen entender.

Este oficio le obliga a ser muy discreto y eficiente en su labor. Dado que lasunidades de medalla profana estarán dedicadas en exclusiva a fines deayuda, auxilio y beneficencia, el Hermano Hospitalario está obligado a llevar un estricto control y registro de las entradas y salidas de las medallas así como de las personas y las ayudas otorgadas. A este registro tan solo podrán tener acceso las Tres Luces y los hermanos censores de cuentaselegidos por el Taller. Además, el Hospitalario deberá estar en contactopermanente con el Maestro Tesorero para poder solventar de formadiscreta y efectiva cualquier incidencia de cobro u otro asunto económicoque pueda influir de alguna manera al Taller o a algún hermano.

No es nada fácil el trabajo del Hermano Hospitalario, que debe representarel principio y objeto de la fraternidad de la Orden, por lo que deberá serejemplo de dedicación, de implicación y de trabajo. Debe ser un hermanoespecial, comprometido y muy humano, capaz de percibir instintivamente lallamada de socorro de un hermano.

El Tronco de la Viuda, que debe manejar con destreza, ha de tener paratodos nosotros un triple sentido: el «sentido práctico», mediante el cual sesolventará una necesidad material de un hermano a través de la ayudasolidaria de los demás miembros de la logia; el «sentido psicológico», quenos inculcará el concepto de la solidaridad, de la caridad y de la fraternidadde una manera discreta e incluso secreta; y el «sentido espiritual», que nosenseñará el desapego de los bienes materiales y así hacernos entender que

debemos compartir las buenas y malas experiencias y los máximosconocimientos para alcanzar juntos el objetivo de construir nuestro templointerior para proyectarlo al exterior.

La relación entre el Hermano Hospitalario y los demás miembros de laLogia debe ser bidireccional, lo cual implica que es necesario que exista unafluida comunicación entre ambas partes. El Hospitalario no puede (y nodebe) hacer un seguimiento exhaustivo de cada hermano a fin de encontrarun motivo para su actuación. No debe ser un detective que trate por todoslos medios saber todo de todos. Eso no es ser un Hermano Hospitalario enrealidad. Sí es cierto que debe tener cierto instinto para poder detectar losproblemas de cualquier hermano y ser muchas veces el oído de la logia parapoder escuchar y reconfortar a alguno de sus miembros.

Pero en dirección contraria también tenemos que ser los hermanosquienes informemos al Hospitalario de los problemas y las alegrías, tantopropias como de otros, a fin de que pueda aportar su voluntad y su buenhacer. Somos nosotros quienes debemos ayudar al Hospitalario para queayude a su vez. Un hermano enfermo, un aniversario, un cumpleaños, unnacimiento, un fallecimiento, cualquier noticia relevante por buena o malaque sea debe ser comunicada al Hospitalario si queremos que cumpladebidamente con su oficio. Si no nos comunicamos entre todos y con él, noservirá de mucho su esfuerzo.

Hay muchas cosas que puede hacer un buen Hermano Hospitalario enLogia. Como he dicho al principio, es el corazón del Taller y desde él debefluir lo mejor de todos nosotros para poder ser cada día mejores y de paso,con nuestro ejemplo y esfuerzo, hacer mucho mejor la realidad que nosrodea.

MAESTRO DE CEREMONIAS,EL JINETE DEL DRAGÓN

GUILLERMO

DE MIGUEL AMIEVA

Afronto este artículo siendo consciente de que todo maestro, sin perjuiciode que ya haya desempeñado los demás oficios del taller, termina porubicarse en un oficio concreto, aquel que le identifica más, pero tambiénaquel que le ha sido dado no por nadie en concreto, ni siquiera por élmismo, sino por esa causalidad que todo lo explica y que no deja nada alazar. A pesar de la primera apariencia, el ritual te elige a ti, no eliges tú lafunción que te corresponde dentro de él. Tal cosa sería poco humilde. Desdela perspectiva de las logias españolas, con mucha menor membresía que lasde otros países del mundo —una logia en España no supera los veintemiembros—, los maestros del taller suelen rotar ocupando la prácticatotalidad de los oficios. Sin embargo, esta exigida rotación, que permite,entre otras cosas, que los hermanos conozcan plenamente elfuncionamiento de una logia y no se adocenen en un oficio concreto, estaruleta aparentemente azarosa desarrollada a lo largo de los años, digo que

termina por hacerte comprender cuál es tu oficio verdadero. El ritual teelige, ésta es la circunstancia. Te hace ver quién eres.

Cuando expreso que el ritual te hace ver quién eres, quiero decir algo muyprofundo. Quiero decir, y me explico, que te hace ver quién eres y quién yano eres, paradoja que paso a despejar. El maestro muere al mundo profanoy se integra en el rol que el ritual pide de él, se despersonaliza en el juegoritual, abandona sus materiales profanos. La verdadera iniciación te llevaprogresivamente a dejar de ser profano para ser el masón que se espera deti, pero, sin perjuicio de esta categoría genérica del ser masón —algo que tereconocen tus hermanos—, se da, además, algo más concreto: tuparticipación constante en el ritual perfila tu oficio. Eres un obrero del taller,pero eres un obrero con una función especializada. Del mismo modo que losmasones operativos especializaban su trabajo, siendo más indispensables enun puesto que en otro, los masones especulativos somos más necesarios enun puesto que en otro, y la elección de quién eres en logia, qué oficio teidentifica, no lo elige el venerable maestro. Puede hacerlo en un momentoconcreto del tiempo, durante una veneratura equis, pero el oficio que teidentifica te sigue identificando siempre y con independencia, por tanto, deque otros directores del taller te elijan para otros oficios. El ritual es el quete ubica, sabe de ti más que tú mismo. Por otra parte, los demás obreros deltaller también te identifican con una función especializada. Si eres uno delos que mejor ofician como Maestro de Ceremonias, siempre te echarán demenos en el oficio.

En el caso del bellísimo oficio de Maestro de Ceremonias, el ritual elige asus jinetes. De entre los hermanos del taller, algunos pertenecerán a estacategoría cuya misión consiste en cabalgar al gran dragón y dirigir esaprocesión ritual, aventura cósmica que socializa la búsqueda interior y lafraternidad universal. El seguimiento puro del ritual, finalmente, crea elegregor del grupo. Tal bella aventura exige montar en el dragón (ritual), nohay otro modo. Para montarlo y montarlo bien, el taller debe contar conjinetes especializados. Junto con algún que otro hermano, me observo comouno de esos jinetes con los que mi logia cuenta para la procesión ritual enque toda tenida consiste. No sé cuándo, pero el dragón me eligió a mí y creoque fue el día concreto de mi iniciación, en el que, no sé por qué, rechacéese bello oficio para mí. Los rechazos iniciales, sin embargo, suelen esconderuna extraña atracción.

Para tratar del oficio del Maestro de Ceremonias resulta indispensable, portanto, tener muy presente el ritual y considerarlo como un dragón que nosconduce hacia un estado de consciencia colectiva (egregor). La metáfora deldragón, recurso literario que improviso, exige pensar en el ritual como unente que protege lo iniciático de lo que no lo es. Realmente, si nos paramosa considerarlo rigurosamente, el ritual, más allá de su rigidez formal, cumpleuna función indispensable, cual es la de filtrar a los iniciados de los que no loson.

20 Esto se cumple siempre e inexorablemente, pero se agudiza cada vez

que practicamos el rito cargados con metales profanos. La masonería es unaexperiencia. No se aprende leyéndola, sino viviéndola, pero, paraexperimentarla, no hay otra manera que sumergirse en el ritual. Vivir el rito,por tanto, nos inicia y nos guisa en nuestra salsa. Somos masones en lamedida en que, en cada tenida, seguimos depurando la práctica del rito. Almismo tiempo, dejamos de ser masones cada vez que, siendo maestros oaprendices —esto deviene indiferente— nos comportamos como profanos.El ritual discrimina nuestra condición, pero el maestro de ceremonias seerige como el valedor principal de que esto no sea así.

Pasos perdidos es el espacio logial donde transitamos de lo profano a losagrado. En este espacio necesariamente anterior al templo, resulta que nosdecoramos, nos sentimos hermanos, dejamos los materiales a la puerta deltemplo, vamos espiritualizando nuestra condición, lentamenteabandonamos el mundo exterior y todo lo que este comporta. Si otros van alcine, nosotros, lo que son las cosas, nos metemos dentro de nuestra propiapelícula sumergiéndonos en un submundo recreado ritualmente. El maestrode ceremonias —llamado también director de ceremonias en el rito deemulación—, es el que antes de entrar en el templo ordena la procesión. Sies un buen maestro de ceremonias, se ocupará de comprobar la correctadecoración de los hermanos e intervendrá para que dicha corrección seextienda a la colocación del mandil, a la limpieza de los guantes, al respetoprotocolario del resto de la indumentaria, a la desconexión de los aparatosmóviles, y a partir de un momento determinado propiciará el paulatino encuentro de la logia con el silencio, así como formará ordenadamente la procesión, orden que, como es conocido, difiere en función del rito. En el rito de emulación, los hermanos, a salvo de los principales oficiales, no procesionan. Pero en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, la entrada en el

templo adviene en fraterno concurso logial siguiendo una fila indiaencabezada por el maestro de ceremonias, seguido este por el últimoaprendiz, y terminada por el venerable maestro, al que le preceden,jerárquicamente, los demás oficiales, compañeros y aprendices.

El advenimiento del silencio antes de entrar todos en el templo, requiere la concentración de la logia. Se pule esta uniformidad silenciosa del conjunto mediante la admonición del maestro de ceremonias, quien invoca el advenimiento de ese tiempo de silencio armónico. Se pretende la concentración del todo logial antes de atravesar esa garganta silente que, yadentro del templo, nos socializará en el rito. En mi logia —disculpe el lectorque quizás me refiera muchas veces a ella—, todos los maestros de

ceremonias tienen el buen oficio de mantener el silencio en la penumbra delos «pasos perdidos» durante un rato. El maestro ceremoniante se alza asícon un poder delegado consistente en conducirnos, y entonces, los demáshermanos, incluido el venerable maestro, nos confiamos a él. Todo estáescrito. Bien es verdad que, a partir de ese momento, todo aparecemoldeado, sometido a un cauce. Es el método ritual. Un método quenecesita un ritmo, una cadencia y un compás, el cual ha de ser improvisadopor un maestro, un maestro que, a su vez, porta un bastón, símbolo ésteúltimo del eje axial que une el zenit con el nadir.

El bastón del maestro de ceremonias es importante. El de mi logia tienehistoria, y léase que, como quiera que tenemos tiempo y que importa más elcamino que el fin, la voy a contar. Hubo un iniciado de nuestra logia, hoycaído en sueños, que nunca comprendió la sencillez de nuestro bastón, queél deseaba más pomposo. No es habitual en nuestra logia la presunción,pero sin perjuicio de procurar eludir la ostentación, he de decir que nuestrobastón tiene una determinada energía y un vínculo fraterno que hace supresencia en logia absolutamente insoslayable. Ello así, porque fue un regalode uno de los hermanos del taller. Nuestro sencillo bastón es el palo con elque nuestro hermano hizo el camino de Santiago. Por tanto, tiene unsignificado simbólico que relega la pompa y el boato, meras aparienciassociales, trascendiéndolas por el valor simbólico. Concentra de tal manera laenergía, que nada mejor, para marcar el ritmo ritual, que un simple palo queha viajado con un hermano del taller por el camino santo. Porque, si lopensamos bien, el maestro de ceremonias ordena una procesión cósmica enderredor del espaciotiempo sideral, sienta a los hermanos en losemplazamientos geométricos del universo correspondientes a su grado —alos aprendices en el septentrión; a los compañeros en el mediodía; a losmaestros indistintamente, según corresponda en función de su oficio. Elbastón implementa el ritmo, cuanto más solemne y despacioso mejor, acunaese devenir sagrado en que el levantamiento simbólico del templo consistecuando se inician los trabajos. Simboliza el eje vertical que une el Cielo conla Tierra, señala esa concreta dirección que nos indica que nuestro trabajoradica en la alquimia de la materia, en su transformación espiritual, finalidadsocializada en la logia a través del rito. Y el rito establece una pauta circular.El Maestro de Ceremonias circula por el templo siguiendo el recorrido de laluz, lo cual predica que la evolución de la materia al espíritu requiere de ese

particular método consistente en establecer el círculo como continente de lasabiduría.

Nuestro Maestro de Ceremonias se responsabiliza por tanto del espacio ydel tiempo. Su movimiento, responde a la necesidad de reconstruir eltemplo en cada tenida, pero también a la de introducirnos en un tiemporitual algo alejado del tiempo profano. La tenida comporta una desconexiónespaciotemporal lograda, precisamente, por el abandono del tiempo y delespacio profanos, pues no de otra manera alcanzaríamos a sumergirnos enel maravilloso submundo que la masonería comporta. El abandono delespacio y del tiempo profanos, dejación que incipientemente comienzadurante el tiempo transitorio que transcurre en «pasos perdidos», sematerializa definitivamente cuando nos adentramos ritualmente en eltemplo. Todos los iniciados conocemos perfectamente cómo, de pronto, nosubicamos en un papel sustancialmente diferente. Diríase que se opera ennosotros una transformación. Atravesar una puerta, cualquier puerta,comporta un paso de frontera. Unas veces se trata de llegarnos a un cuartodiferente de una casa, otras veces se separa la calle de un edificioinstitucional en el que entramos, otras veces se trata de un matrimonio queafrontamos, de un país diferente ante cuya aduana comparecemos, pero,otras veces, se trata de llegarse a otro mundo y, entonces, acontece algoparecido a un nacimiento. El submundo de la masonería deviene espaciosumergido en otro tiempo no terreno necesariamente vinculado con elCosmos, por un lado, pero también con la cadencia del interior humano. Enambos, tanto en el ordenamiento cósmico como en el devenir del interiordel alma, el reloj no corre del mismo modo a como lo percibimos correr enla vida profana. El tiempo convencional se relativiza, se supedita a lacadencia ritual. El buen oficio del maestro de ceremonias comporta conocerque el silencio y la música suelen ser los cauces más oportunos paraarmonizar la tenida.

Entre el Rito de Emulación y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado florecendiferencias que, valga la redundancia, los hacen diversos. La marchaprocesional inicial de emulación implora un toque más socializado, perosocializado en el sentido de más participativo en el júbilo, más integrado enla exteriorización de lo que ocurre, y, al tiempo, más expectante por partede la mayor parte de los hermanos, los cuales, aquí, participan, previamenteubicados en sus lugares, desde un estado pasivo. El director de ceremonias

no se sabe seguido, sino observado. El cortejo subraya, delimita, haceexplícito lo que se espera. El director de ceremonias porta consigo,figuradamente, una exclamación tácita que los hermanos aceptan acogiendoal cortejo de los principales oficiales de la logia. Estamos ante un rito azul decielo, aéreo, más ocupado probablemente del espíritu. Por su parte, el ritorojo, el llamado Escocés Antiguo y Aceptado, deviene fuego filosófico. Loshermanos de este rito, menos fieles a la memoria de la recitacióntradicional, son leales al pensamiento filosófico y participan de un rito quese construye conjuntamente formando una fila india de entrada ―véase ladiferencia, por ejemplo, con el de emulación, que entrecruza filas concolumnas y se hace cuadrangular― una fila, la escocista, que se adentraconformando una soledad mistérica, algo parecido a un caminar conjunto detoda la logia por la vastedad del universo, pero también un caminar que sehace al tiempo individual. La posición en fila india, que necesariamenteimplica considerar la ubicación entre un hermano que nos da la espalda yotro que nos protege la nuestra, permite andar conjuntamente pero dentrode nuestra mistérica soledad. Ya desde la entrada, ambos ritos,predominantes en el oficio de la masonería regular española, marcan sudiferencia. Si los hermanos de emulación son espectadores entregados auna fiesta, los hermanos escocistas, algo así como cartujos, socializan unabúsqueda que, desde el principio, les ubica en soledad. Soledad conjunta,pero soledad. Es esta soledad desenvuelta en el rito la que justifica y hacenecesaria, al mismo tiempo, la lectura de planchas en logia, ruptura delsilencio y participación unida en la reflexión. Esperado momento, no el másimportante ciertamente, en el que la soledad de los hermanos se diluye enla lectura de trabajos filosóficos que luego se comentan. Del silencio a lapalabra, el rito escocés nunca deja de representar la individualización de unviaje compartido. Mientras, los hermanos de emulación, por su parte,construyen un ritual recitado de memoria que exige la participaciónconjunta en lo que pudiéramos definir como un fraternal ensayo dramáticodonde unos y otros se escuchan atentamente. La literalidad que exige larecitación marca la pauta de un ritual menos psicodramático. Lainteriorización filosófica encaja menos porque la atención exigida no dejacampo para que los hermanos divaguen. Todos están atentos a laformalidad de lo dicho, a la adecuación entre lo recitado y lo que ha dedecirse, y por eso, la participación memorística exige atención a lo que

expresan los inmediatamente anteriores a los siguientes. El rito devienecántico, recital conjunto, armónica unidad de júbilo que impide lainteriorización. El escocista, sin embargo, refugiado en la lectura de los textos, liberado de la memoria, pensador entre líneas, tiene un espacio para sí y para el recorrido por los símbolos. Eso se le mete en sus adentros. Le impregna del juego filosófico, el cual socializará luego en las planchas.

El Maestro de Ceremonias, por tanto, no juega el mismo papel en uno yotro rito. Si en uno, en el de Emulación, deviene director, en el sentido de que dirige ―esto no sólo en el sentido puramente, y valga la redundancia, de mantener el sentido direccional, sino también en el de orquestar una participación donde su rol, a veces, como el del apuntador en el teatro, le exige refrescar la memoria de los hermanos cuyo recuerdo fiel del ritual quiebra―, el Maestro de Ceremonias del Rito Escocés Antiguo y Aceptado(también el del rito francés) conserva no solo el nombre de maestro, esto es,no es solo director u orquestador del conjunto, sino que goza también deuna autonomía de movimientos en logia y padece una soledad de la quecarece el director de ceremonias de emulación, acompañado este, como sesabe, de los diáconos (figura parecida a la del experto). La participación delmaestro de ceremonias escocista se desdibuja en los momentos departicipación de los demás oficiales. Abre y cierra los trabajos logiales escoltado débilmente por el experto, eso es verdad, y durante ese recorrido, todo el taller, en medio de la penumbra, observa su deambular por el Cosmos. Porta la luz del candil, único punto de luz deambulante enmedio de la noche cósmica, marca el compás, enciende las columnas,ilumina los estrados de los vigilantes y del oriente, procura dotarse demovimientos pausados y elegantes... Todo pivota en torno a él. Muy alcontrario, en el rito de emulación, el director de ceremonias no ilumina eluniverso ni lo expone a la contemplación de los hermanos. Lo hacen lospropios oficiales. El director de ceremonias simboliza una exclamacióntácita, pero, como toda exclamación, se une a los que la acogen. Exclamapor pura presencia, pero su exclamación, no pronunciada sino simbólica ―élmismo sería el signo exclamativo―, deviene significado y significante alpropio tiempo, da la pauta para que los otros toquen la partitura. Mejoraún, para que figuradamente canten, porque si el rito escocés sí es puropsicodrama, el rito de emulación alza el canto, y no solo cuando en conjuntose cantan las plegarias propias de la apertura y cierre de este rito, sino

cuando propicia ese dulce recitar en el que los hermanos, precisamente porla recitación, parecen rapsodas.

¿Qué es ser Maestro de Ceremonias del taller? ―me pregunto ahora―.¿Qué has de dejar atrás para serlo? ¿Cuándo, realmente, percibes que, enefecto, has conseguido que la logia se encarame al dragón y lo monterecorriendo en egregor el camino simbólico hacia la sabiduría? ¿Por qué,como en mi caso, llegas a identificarte más con este rol ritual? Los que nocreen en la verdadera magia del ritual, y entiéndase magia como elresultado de un verdadero efecto transportador a otras dimensiones másallá de lo cotidiano ―quiero decir como efecto anímico de interioridad y nocomo causa de un resultado de espectáculo―, los que no creen que latenida consiste en una alquimia cuyo trasunto nos despoja de todo lastre,iluminando lo más etéreo o espiritual de nosotros mismos, tal como sipudiéremos enfocar esa región abisal del alma con una linterna, laspreguntas precedentes que me he hecho les parecerán mera retórica. Yopodría preguntarme si verdaderamente son iniciados las personas que secuestionan esto ―es evidente que lo están, porque han sido iniciadosformalmente, pero es dudoso que lo sean materialmente―. En algúnmomento, no sé cuándo, ha debido de ocurrir que he sentido la necesidadde hacerme con las riendas del gran dragón, y eso ha debido de pasarcuando he percibido su fuerza y la anulación que para todo maestro deceremonias comporta llevar las riendas del ritual. Al galope de un caballo, eljinete y el animal son lo mismo, pero el predominio de la función motriz delcaballo provoca que el jinete sea más caballo que el caballo jinete. Sicabalgas no eres hombre. La silueta que nos muestra la estampa de unmaestro de ceremonias subido al dragón ritual no es más que el puro reflejodel dragón; quiero decir, sencillamente, que el dragón se hace visible através del movimiento del jinete. Nunca es al revés. Para ser maestro deceremonias debes haber interiorizado el ritual que te han mostrado otrosmaestros de ceremonias, y para ello has tenido que estar muy atento encada tenida del pasado. Montar un dragón que otro domina no es distinto amontar en el tiovivo, pero siempre llega ese momento en que, subido en elcaballito, sientes que ese caballito y tú, no los otros, estáis ya separados delresto. Entonces, ocurre que puedes cabalgar y llevar a otros.

El Maestro de Ceremonias se convierte en uno de los jinetes del dragóncuando percibe que la tradición iniciática vive dentro de él, que ésta es lo

más importante, y que se hace rediviva a través del ritual. Sucede que tehaces exigente, que, aunque deplores la perfección, te vicias en laperfectibilidad, te escoltan los ángeles del ritmo y la cadencia, y estos teincitan a que las cosas se hagan muy bien. No solamente bien, o no sólopasables, sino muy bien. A lo largo de estos veinte años de masonería, hetenido la oportunidad de ver cabalgar a unos cuantos maestros deceremonias y puedo decir que, con tan solo mirarles, distingo si son o no sonjinetes del dragón. La desenvoltura en logia del maestro de ceremonias nopuede en modo alguno mostrarse desgarbada, sin solemnidad, quieredecirse que no puede descontrolar el movimiento, perder la verticalidad,desenvolverse sin elegancia, pues el maestro de ceremonias debe adecuar laforma para absorber todo el contenido simbólico. Se cabalga de una maneradeterminada, aquella que representa un esfuerzo, no la que deriva en ladejadez, en la desgana, o, incluso, en el traspiés figurado que comportaolvidar pasajes del ritual, y no digamos ya inventar una suerte de masoneríapropia ―lo hacen algunos Maestros de Ceremonias―, invención que solopretende consagrar una formalidad urdida como una morcilla teatral. Elmovimiento es el todo si no es tuyo, si, como maestro de ceremonias, ya hascomprendido que el dragón fluye a tu través para los que te siguen, que eresuna puerta por donde el refrescante aire de la tradición se hace presente,que eres cauce que permite el paso de lo sagrado sin sacralizarte tú. Y esque el maestro de ceremonias se abstrae por completo de la quietud. Esmovimiento, se construye y se hace más denso, cada vez, a través del mismomovimiento. La sincronía entre él y el ritmo exigido, la armonización de lalogia en torno a un único palpitar, la desmemoria de la máscara profana, laconsciencia de participar en un devenir, corriente que se sigue fluyendo sinnadar en contra, la sabiduría de que todo consiste en que los miembros dela logia se ritualicen, que se confundan con el simbolismo siendo ellosmismos símbolos portadores de significados, que interioricen que cadamasón deja de ser profano y pasa a ser un elemento simbólico-ritual cuyocuerpo, su alma y su espíritu, se unen al egregor colectivo logial paraalcanzar otro estado (el que nos integra en la cadena de unión de losmasones pasados, presentes y futuros) que asimilen que, todo eso, enconjunto, comporta cabalgar en el dragón para ser él, para dejar de serprofanos, es lo que el maestro de ceremonias comprende antes de serlo y loque debe transmitir a los que con él cabalgan.

Entre el ritual y los demás hermanos de la logia, está el maestro deceremonias, conductor de los últimos hacia el mundo de los iniciados, pero,del mismo modo, y, al propio tiempo, reconductor de los hermanos hacia elmundo profano de donde provenían. El viaje lo es de ida y de vuelta,requiere un transporte (el ritual) y requiere de un conductor. La masoneríano es un viaje de una sola ida y una sola vuelta. Asistimos a un viaje demuchas idas y venidas, de constantes acercamientos y regresos. La iniciaciónconsiste precisamente en eso. No se trata de una residencia permanente ydefinitiva en logia, sino de un ir y volver. Porque la pretensión masónica, ensí misma, no es de integración del iniciado a la manera de un secuestro ―noes una secta, como vulgarmente dicen los ignorantes―, sino que nuestrapretensión parte de esa clase de querencia de posibilitar una formación queel propio iniciado se dota para sí mismo, la que forja librepensadoresportadores de una ética social, librepensadores que han de ser devueltos asu lugar de procedencia sin dogmatismos adquiridos, sin fanatismo, y sinintolerancia. Esto que afirmo predica, precisamente, el carácter noproselitista de la Orden. El juego no consiste en acaparar personas para finespropios o perversos, sino en la devolución generosa de hombres que, sifueron iniciados con vicios profanos, han de ser devueltos limpios de todamácula (no hay plancha de quite más bella que la que responde a la marchade un hermano que ya ha solidificado la integridad de un librepensador). Lalimpieza requiere toda una vida masónica, depuración constante sometida ala cadencia del ritual, nada más importante. El Maestro de Ceremonias oficiaese viaje de regreso. En el rito de Emulación, apenas diferenciado el directorde ceremonias del cortejo de entrada, se socializa un cierre que no lo es deltodo, toda vez que el ágape ritual de emulación marca una diferencia claracon respecto al Rito Escocés. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, por suparte, oficia un cierre semejante al mandala budista. Se da unadeconstrucción de lo construido, ello en el sentido de que el sentido delcortejo, valga redundar, es contrario al de entrada, se deshace lo hecho y,ésta vez, el Venerable Maestro sigue al Maestro de Ceremonias, mientras elúltimo aprendiz es relegado al puesto final de la fila. El regreso al mundoprofano principia por la sabiduría, simbolizada por el Venerable Maestro, yse última por la representación de la ignorancia que, aunque consciente y noquerida, pero sabida, representa el aprendiz. Tiene una lógica aplastante. Lacontraria circulación de entrada también la tiene. Si la entrada principia con

el aprendiz, simbolizando que la logia busca la luz desde la ignorancia, lasalida principia su procesión con el Venerable Maestro, ello para significarque, aunque en una parte alícuota, pero no despreciable, se porta mássabiduría que la que se tenía antes de la tenida. Finalmente, tododesemboca en el encuentro jubiloso de pasos perdidos. Los masonesescocistas exclaman su júbilo al finalizar de la tenida y entonces, se inaugurael ágape, no tan ritual, ciertamente, como el de Emulación. El Maestro deCeremonias tendrá un juego igualmente importante en este final.

En un microuniverso tan ritualizado como la masonería, el regreso a larealidad mundana no puede ser inmediato, pues, al igual que hacen losbuceadores cuando regresan a la superficie, se precisa un periodo estancode progresiva adaptación. Los masones regresamos a través de un método,proceso que exige un tránsito durante el que nos desproveemos de nuestrasregalías y demás elementos decorativos simbólicos, propios de cada grado; eigualmente, necesitamos experimentar un ensayo hondo de fraternidad,objetivo final de la institución, mediante el ágape, quiérese decir que lasalida deviene ordenada, precisada de un meticuloso despedirse, ello pararegresar al mundo profano con nuestros nobles metales masónicos. Si laalquimia se ha producido, ya no nos pesarán nuestras cargas profanas. Poreso, el ágape se ubica al final de la tenida. Los masones deben regresar almundo profano permitiéndose comprobar si su fraternidad alcanza paracomer juntos y compartir amorosamente el pan. Nuevamente, el Maestrode Ceremonias tiene un papel relevante. Si bien es cierto que la ritualidad relacionada con la comida, ha perdido importancia en la masonería especulativa moderna, no ha ocurrido lo mismo con la bebida, y con los brindis que le son anejos, así como con las intervenciones orales de los hermanos. El jinete del dragón, algo cansado después del viaje, debeintroducir ritualmente los brindis. La bebida relaja el ánimo, permite elacomodo del júbilo y es cauce, cuando se bebe con moderación, para laalegría, expresión esta última de la fraternidad. He de decir que, siguiendo elritual de brindis del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, he disfrutado mucholevantado mi copa. Si en nuestro primer brindis exaltamos al jefe del Estado,sea un rey o un presidente de república, y ello para dignificar la más altainstitución del Estado que nos acoge, brindis que se torna muy emotivoademás cuando la institución se renueva encarnándose en un nuevopresidente de república o en un nuevo monarca, como fue el caso de Felipe

VI, por ejemplo ―he de significar que tuve el honor de ser Maestro deCeremonias en el primer brindis oficiado en mi logia por el rey―, si en nuestro primer brindis, digo, brindamos por el jefe del Estado, y por todos los jefes de Estado que amparan y protegen a la masonería en el mundo, no es menos cierto que los siete brindis rituales, exaltando a su través a figuras contemporáneas y cargos de las grandes logias más representativas, también recuerdan a las Damas, como a los masones esparcidos por los aires, la tierra y el mar que se hayan en la desolación o padecen males. El brindis de emulación, despedida de las horas de trabajos en logia, alcanza una emotividad continuada, no interrumpida, deviene en sucesión jaculatoria, oración en prosa que exclamando el pesar por la separación que subsigue a las horas nocturnas, participa, igualmente, del júbilo por el seguro reencuentro. El inicio y el fin son lo mismo. El maestro de ceremonias abre los trabajos, pero también conduce ese ritual de despedida, necesitado del júbilo y de la representación simbólica de que el objetivo final de lafraternidad se ha vuelto a materializar.

HERMANO EXPERTO,EL guardián y conocedordel rito

JESÚS MARÍA

RUIZ DE ARCAUTE GÁNDARA Etimológicamente hablando, experto viene de ex-peritus, aquel que haaprendido por medio de la experiencia y es capaz de demostrar(exteriorizar) su pericia. No todos los que saben son capaces de hacer, comono todos los que hacen son capaces de enseñar a hacer. Por lo tanto, elexperto solo llega a serlo por medio de la acción, la puesta en práctica, loque nos lleva a considerar el viejo y conocido aserto; «celà que tu fais, tefait» (lo que tú haces, te hace).

Lejos de la demagogia con la que a menudo políticos y medios decomunicación señalan como expertos a redichos paniaguados que searrogan el dudoso derecho a aportar una opinión siempre acorde con elpesebre en el que hozan, el auténtico experto conoce el camino tras haberseextraviado, el trabajo por trabajar, la guerra por la lucha, el amor por amar yser amado, la vida por seguir vivo.

Cada experto tiene sus modos y maneras que provienen de una serie devivencias personales más o menos exitosas y que terminan por construir unareputación. Un experto no tiene que ser necesariamente sabio, aunque amenudo esté dotado con un talento natural para llegar a desarrollar bien su

cometido. Parafraseando a un querido hermano, puede tratarse de uncompetente inconsciente al que se dirigen los incompetentes conscientespara lograr objetivos concretos.

De hecho, un experto puede ser zafio, huraño, disoluto, superficial, oincluso abiertamente facineroso. Sin embargo, sus defectos pasan a segundoplano si con su pericia solventa una situación delicada en la que otros se venenvueltos sin saber qué hacer.

En francés se utiliza la expresión savoir fair para poner más en valor elsaber hacer que el saber mucho, en contraposición al anglosajón know-howque rentabiliza el saber cómo sin tener que demostrarlo. La perversión deesta última postura ha generado la titulitis, que vendría a explicar en parte la paradoja de que nuestra sociedad actual presuma de ser la más y mejor preparada mientras demuestra ser la menos capaz.

Expertos son el tuareg del desierto, el cazador bosquimano en su selva y el inuit entre sus hielos, cuyo oficio es sobrevivir a los envites de la madrastra naturaleza.

Es un experto el mugalari estraperlista que conoce y utiliza las sendasfronterizas para traficar y que por ellas llega a salvar la vida de los fugitivosde una tiranía. Y el soldado curtido, la sabia cortesana, el pastor solitario, elbuzo y el piloto… todo aquel que ha debido demostrar su pericia para seguirsiendo mientras el ser le cambia.

Es un experto el viejo alambiqueiro que fracciona de oído la destilaciónmientras se fuma un cigarro con la mirada perdida, y el mecánico naval quese enfrenta sereno a un motor rebelde en mitad de la galerna, aunque sólotenga a mano alambre y cinta aislante. Y el albañil de a pie que le enmiendala plana con retranca al arquitecto soberbio y visionario que ha olvidadoponerle puerta al baño.

Siempre he sentido admiración y profundo respeto hacia quienes dominanun arte o un oficio y pueden demostrarlo, aunque sea la única parteadmirable de su vida. Hacer queso o jabón, encuadernar un libro, tallar unamadreña o tejer una alfombra. Todo ello nos fascina a quienes tal vezpodemos llegar a entender los procesos y explicarlos, pero que, a la hora dehacer, los dedos se nos hacen huéspedes.

En la vida profana suele ser un experto quien prepara las cosas, las hacefuncionar y arregla lo que se estropea. El mecánico, el maquinista, elfontanero, el electricista, el albañil… el «paleta», como dicen los catalanes

haciendo simbología de la buena sin saberlo (?), nos sacan las castañas delfuego enfrentándonos al espejo de nuestras carencias; a la difícil sencillez delas artes y los oficios, la que nos hace libres y de buenas costumbres, y a lafacilidad complicada de nuestra existencia asistida y dependiente.

El Experto de una logia masónica es el «paleta» de la misma; la preparapara los Trabajos, está pendiente de la marcha de los mismos y, con la ayudadel Maestro de Ceremonias, procura solucionar los problemas imprevistosprocurando sobre todo conservar la armonía, porque es el guardián del Ritoy de su perfección, pero sabe que la armonía es imprescindible para llevar acabo los trabajos en la profundidad del tiempo sagrado.

Desde la preparación del templo hasta la salida del mismo al final de latenida, en las llamadas del trabajo al ocio y del ocio al trabajo, retejos,honores y ceremonias, todo queda bajo su responsabilidad.

No debe confundir lo urgente con lo importante. Ante cualquierimponderable, carencia u olvido debe tener la capacidad para sustituir loverdadero por lo verosímil manteniendo la armonía y conservando lanecesaria magia. Aprenderá así de la experiencia y preverá la contingenciaen lo sucesivo para conducir siempre el Rito con la mayor pulcritud.

Como toda herramienta puede convertirse en arma, la trulla del «paleta»se transforma en espada representando la potestas que se le confiere enfunción de la auctoritas que se le supone, pudiendo, debiendo incluso,sustituir a cualquiera de las tres luces de la Logia si resulta necesario, porqueen su calidad de conocedor y guardián del Rito es el responsable de llevar abuen término el tránsito de los hermanos por los caminos y vías que sontrazados por el Venerable Maestro en tiempo sagrado y devolverles con bienal mundo profano.

Y cuando el Hermano Experto se transmuta en Hermano Terrible paraconducir algo tan delicado e importante como es el ritual de la Iniciación,cuando cegados y asustados nos confiamos al único sostén de sus manosseveras pero fraternas, deberíamos poder llegar a pensar que, a pesar detodo, es a él a quien querríamos tener a nuestro lado en una pelea.

GUARDATEMPLO,TRADICIÓN E HISTORIAEL GUARDATEMPLO EXTERIOR(RETEJADOR)

Alberto Moreno Moreno Deben ser pocos los masones que no hayan escuchado, refiriéndose al oficiode Retejador en el Rito de Emulación, la explicación de que «el Retejador esun puesto ocupado por un Maestro Instalado, siendo lo habitual que elVenerable Maestro, una vez concluido su período de oficio, sea enviadofuera de la Logia con el fin de que, tras haber ocupado el cargo másimportante de la Logia, ocupe el más humilde». La idea es tan bucólica,amén de políticamente correcta, que cuesta creer que no sea cierta. Sinembargo, tal afirmación no tiene nada que ver con la realidad.

Tal y como reza el Ritual de Emulación, el Retejador armado con unaespada desenvainada, debe mantener alejados a todos los intrusos yprofanos y asegurarse de que los candidatos estén debidamente preparados.Donde en español decimos «intrusos», en inglés se dice cowans, que es untérmino que los escoceses empleaban para referirse a aquellos que

contaban con conocimientos prácticos de cantería pero se habían formado ytrabajaban al margen de las logias. En los comienzos de la Masonería elRetejador era el encargado de retejar a los visitantes, y así ha sido durantemucho tiempo. No obstante, como quedarse fuera de la logia siempre hasido percibido como un pequeño castigo, lo normal era que este oficiotuviese una pequeña contraprestación económica, siendo esta la razón porla que, todavía hoy, el Retejador, junto con el Secretario, son elegidos porbalotaje. La remuneración que se pagaba al Retejador en Londres en los1730 era de 1 chelín y seis peniques, pero en 1744 ya había subido a 2chelines y seis peniques (una Biblia en esa época costaba 3 chelines). Elhecho de que se le pagase implicaba que era percibido también como unservidor de la logia, y por ello debía montar y desmontar el templo, y trazaren el suelo los cuadros de grado. También era posible que se le asignasenotras tareas. Por ejemplo, la Logia Queen’s Arms, junto a las obras de lacatedral de San Pablo (la misma zona del Ganso y la Parrilla), estableció enese mismo año 1744 que se pagaría 1 chelín extra por tenida al Retejadorpara que se encargase de repartir las Convocatorias. En Navidad eracostumbre también darle una propina (el equivalente al sueldo de cuatrotenidas).

Algo que hoy nos sorprendería es que el cargo de Retejador,independientemente de sus beneficios económicos, era en sí una dignidad.No iba vestido como los demás Hermanos, sino que llevaba una vestimentasumamente llamativa. El Gran Retejador vestía en 1736 con un chaleco rojosobre una chaqueta azul oscuro bordeada de oro. Otro traje de Retejadorconservado por la Logia Eaton nº 533 es de sarga negra, bordeado de rojomientras el cuello, la capa y los manguitos están decorados con franela azul.Solían llevar pantalones amarillos y sombrero de tres picos. Con estallamativa regalía también aparecían en los desfiles.

Pero aparte del pequeño sueldo por ejercer la función de Retejador, habíaotra remuneración no escrita, que correspondía a una función más prosaica:dado que se encontraba a medio camino entre la logia y la barra deltabernero (las logias al principio se reunían habitualmente en tabernas), elRetejador era el encargado de rellenar las jarras de cerveza. Hoy en día nosresultaría inconcebible estar en tenida abierta con una jarra de cerveza en lamano. Pero la Gran Logia de Los Modernos no proscribió la cerveza delinterior de las logias hasta el último cuarto del siglo XVIII, y los Antiguos

probablemente no lo hicieron nunca hasta la Unión Masónica de 1813, dadoque la Marca todavía en 1810 permitía entrar jarras de cerveza en lastenidas.

Naturalmente, el hecho de servir la cerveza tenía una ventaja clara, y esque el Retejador redondeaba los precios al alza. Por todo ello este oficiosolía asignarse a algún Pasado Maestro que se encontrase en apuroseconómicos. El primer Gran Maestro de la Gran Logia de Londres yWestminster, Anthony Sayer, desempeñó posteriormente en su logia eloficio de Retejador cuando atravesó dificultades económicas. En ocasionesel Retejador podía ser nombrado directamente por el Venerable Maestro,pero por lo general, al ser un cargo con beneficio económico, era elegido porla logia, siendo esta la fórmula que ha perdurado.

Night, de William Hogarth

Esta es la razón de que en el celebérrimo grabado de William Hogarth

titulado Night, se identifique claramente al Venerable Maestro, que lleva laJoya correspondiente, el cual es conducido ebrio por el Retejador, al que sereconoce por llevar la espada y la llave (al otro lado de grabado se aprecian alos dos Diáconos, reconocibles por sus bastones y la mopa suelta que hay,con la cual borraban los trazados del grado dibujados en el suelo con pastacaliza).

Aunque lo habitual es que el Retejador permanezca fuera de la logia, enalgunas Grandes Logias y si el Venerable Maestro lo considera oportuno,puede darle permiso para que reteje desde dentro, participando así en losasuntos de la logia. No es este el caso ni de la Gran Logia Unida de Inglaterrani de la Gran Logia de España, donde debe permanecer fuera durante todala tenida. No obstante, en Inglaterra se emplean también Retejadores«profesionales» que se encargan de desempeñar este oficio para variaslogias, y a los que se les paga por sus servicios. Durante su estancia en elexterior responde con los golpes del grado a los Toques que a su vez da elGuardatemplo Interior para informarle del desarrollo de la Tenida.

Volviendo a las funciones rituales del Retejador, mantener alejados a todoslos intrusos y profanos y asegurarse de que los candidatos esténdebidamente preparados, desde la perspectiva del siglo XVIII tan importanteera una como otra. El Retejado de desconocidos para ver si cumplían con losrequisitos era obviamente necesario en una etapa de la Masonería donde noexistían los medios de comunicación actuales. El Retejado no solo consistíaen dar los Toques y Palabras del grado, sino que el visitante además debíapronunciar en la antesala de la logia el Juramento del Retejador, poniendosu mano sobre la Biblia y pronunciando las siguientes palabras:

Yo (nombre), por esto y sobre esto (el Retejador ponía su mano sobre la del Hermano y acontinuación sobre la Biblia) juro solemne y sinceramente que he sido regularmente iniciado,pasado y elevado al sublime grado de Maestro Masón en una logia de Maestros Masones legal yregularmente constituida; que no he sido suspendido ni irradiado, y que no conozco razón algunaporque la que no debiera trabajar masónicamente con mis Hermanos.

Sin embargo, no menos importante era el asegurarse de que los candidatosestén debidamente preparados, dada la concepción semimágica queentonces existía del ritual. Para los que trabajan ritos franceses como el RitoEscocés Antiguo y Aceptado o el Rito Francés puede resultar sorprendente laverdadera obsesión que el Rito de York y el Rito de Emulación muestran eneste aspecto. En el caso España, tanto en Emulación como en el Arco Real el

protocolo de entrada es idéntico: el candidato se arrodilla para profesar sufe en Dios, e inmediatamente es llevado a dar una vuelta por toda la logiapara que todos los Hermanos puedan comprobar que está debidamentepreparado conforme a lo que establece el ritual. Esta preocupación por lapreparación del candidato se debe a la misma razón por la que al principiose observaba la colocación del mobiliario de manera meticulosa o a ocultarlas palabras sagradas: por temor a desatar alguna fuerza equivocada. Lo quehoy obviamente nos resulta inverosímil, pero no en los orígenes de laMasonería.

La logia nunca puede quedar descubierta; por ello, si el Retejador debeentrar a la logia por cualquier razón, el Guardatemplo Interior debe salir asustituirle.

La palabra retejador, como las palabras inglesas tyler y thatcher, provienendel latín tegere. Las tegulae eran las tejas. No obstante, como tanto suelesuceder en lengua inglesa, hay una palabra francesa y otra anglosajona parael mismo concepto. Tyler proviene del francés tuileur, mientras que lapalabra anglosajona para los que techaban las casas era thatcher.

Por último, termino con un típico chiste inglés sobre el Retejador, con esehumor británico tan peculiar. En una taberna un paisano ve la puerta de unsalón donde pone «Logia Hiram Abiff, tenidas todos los miércoles a las 7pm». El paisano le dice a un amigo: «Estoy pensando en solicitar entrada en esa logia», a lo que su amigo le responde: «No creo que te dejen entrar, hay un tipo con una espada que lleva semanas llamando a la puerta y todavía no le han abierto…».

EL GUARDATEMPLO INTERIOREl Guardatemplo Interior es una figura que se estableció en las logias delReino Unido tras la Unión de 1813. Por ello, es una figura que no formaparte de la Masonería Antigua, donde el único Guardatemplo es elRetejador. De hecho, en Estados Unidos son escasas las logias que cuentancon un Guardatemplo Interior. Lo normal es que sea el Segundo Diácono,situado siempre a la derecha del Segundo Vigilante, quien vaya a la puertade la logia cuando el Retejador llama. Esta ausencia de GuardatemploInterior se aprecia también en el Arco Real británico y español, donde es el

Escriba Nehemías (situado en el sur, en el lugar del Segundo Vigilante y elSegundo Diácono) es el encargado de abrir la puerta desde dentro. Laprimera mención al Guardatemplo Interior en las Constituciones de la GranLogia Unida de Inglaterra data de 1815, y la referencia conocida más antiguaa su designación puede ser encontrada en las Actas de la Logia Burlington,ahora nº 96, fechadas el 14 de Diciembre de 1814.

Actualmente, en los ritos franceses, se le arma con una espada; pero enEmulación la única arma que tiene es el puñal cuya punta pone sobre elpecho del recipiendario. Tanto la espada como el puñal son añadidosposteriores: originalmente el «arma» que portaba era una paleta, la cual eratambién su joya. No obstante en 1819 se le impuso como joya las dosespadas cruzadas.

El Guardatemplo Interior surge al dividir las funciones del Segundo Diáconoen dos oficios distintos. Por ello, cuando el Guardatemplo Interior informade las llamadas a la puerta al Segundo Vigilante, no al Venerable Maestro. ElRitual de Emulación establece que sus funciones son admitir a los visitantes,recibir a los candidatos y obedecer las órdenes del Segundo Vigilante. En los albores de la Masonería, estas funciones correspondían al Segundo Diácono. Al él corresponde también la presentación de los visitantes distinguidos, para lo cual es costumbre que estos le entreguen una tarjeta con toda la información pertinente. No obstante, a nivel de Gran Logia hay un oficial creado con este motivo específico: el Gran Persevante.

El Guardatemplo Interior participa también de la particular obsesión delritual por garantizar que el candidato esté debidamente preparado. No lebasta con que el Retejador afirme que el neófito está debidamentepreparado, sino que él también debe asegurarse y «dar fe» ante elVenerable Maestro de que así es.

El Guardatemplo Interior y el Retejador se comunican entre sí por mediode los golpes en la puerta. Cuando el Venerable Maestro realiza con sumallete la batería del grado, la logia se convierte en una caja de resonancia,de manera que a continuación darán los golpes el Primer Vigilante, elSegundo Vigilante, y sobre la puerta de la logia el Guardatemplo Interior,tras lo cual se escucharán los golpes dados igualmente sobre la puerta por elRetejador. Cuando se encuentra un candidato a la Iniciación, el Retejador loanunciará por tres golpes muy espaciados, los famosos Tres GolpesDistintivos. Si quien se halla a la puerta es un candidato al Pase o Elevación,

la logia es consciente porque le ha sacado previamente, y el GuardatemploInterior, cuando el Venerable Maestro realice la batería tras subir el grado,no dará los golpes sobre la puerta, sino sobre su manga izquierda, para queel candidato, que ya sea Aprendiz o Compañero, se encuentra todavía en elgrado previo, no descubra la batería antes de tiempo. Si alguien quiereentrar una vez comenzada la tenida, el Retejador llamará con la batería delgrado, pero si el Guardatemplo Interior, por el momento ritual en que sehalle la tenida, entiende que tardará algo de tiempo en abrir la puerta, se lonotifica al Retejador con un único golpe.

Actualmente, entre los que trabajamos el Ritual de Emulación en España elGuardatemplo Interior es el primero de los oficios que se recorre en la«escalera de oficios», y que culminará un día con la Veneratura.

Los DIÁCONOS,portadores de mensajesEN LOGIA

ALBERTO MORENO MORENO

Las primeras referencias a los Diáconos en masonería datan del siglo XVI. Noobstante, para evitar confusiones, conviene decir que el Diácono queconocemos hoy en día en las logias de Emulación tiene poco que ver con losDiáconos históricos de la Masonería escocesa. Los Estatutos Schaw (1598)establecían que la logia debía elegir anualmente un Vigilante que estaría acargo de la logia. Sin embargo a partir de 1599 era el Diácono quien sesentaba como presidente, mientras que el Vigilante ejercía de tesorero. Estoera un uso normal en la masonería escocesa, de manera que cuando unalogia tenía Diácono y Vigilante, el Diácono presidía y el Vigilante llevaba lascuentas. En ocasiones, no obstante, el Diácono y el Vigilante era la mismapersona, como en el caso de la logia Mary’s Chapel, donde se le denominaba«Diácono de los Masones y Vigilante de la Logia». Estos mismos títulosaparecerán en las logias de Kilwinning (1643), Atcheson Haven (1700) yPeebles (1716). En todos los casos el Diácono era el oficial jefe. Obviamenteestamos hablando de logias operativas.

Sin embargo, con el paso progresivo a la masonería especulativacomenzaría a implantarse en la Masonería Antigua otro modelo de Diáconoque probablemente no era de origen escocés sino irlandés. La primerareferencia a un Diácono en el sentido actual del oficio aparece en las actasdel día 2 de febrero de 1727 de la Primera Logia de Irlanda nº 1, en Cork, alsur de Irlanda. No obstante es también llamativo que aparezca un Diáconode este corte en la Logia de Swalwell en 1733. Swallwell es un suburbio deNewcastle, al norte de Inglaterra, donde difícilmente podía haber influenciairlandesa. Además, la mención en las actas los confunde con los Expertos,pues reza Matthew Armstrong Senior Decon or Steward and Matthew LeeJunior Decon or Deputy Steward, es decir, considera al Primer Diácono como

Experto y al Segundo Diácono como Diputado Experto. Según las actas deesa misma logia en 1735 el oficio de Diácono habría desaparecido, puestoque Matthew Lee aparece ya únicamente como Experto.

En general, las logias antiguas tenían Diáconos y las logias modernas teníanExpertos. Naturalmente siempre hay excepciones, y había logias tanto deuna Obediencia como de otra que trabajaban con ambos. Si la logia eraantigua, los Diáconos tenían prelación sobre los Expertos. Si la logia eramoderna, la prelación la tenían los Expertos. En la Logia Royal Oak, deChester, está registrada la presencia de un Diácono de Maestro y un Diáconode Vigilante desde 1743 hasta 1758, año en que fueron sustituidos por elPrimer y Segundo Expertos. En Bristol están registrados por primera vez en1758, y en Halifax (York) en 1763. El Primer Diácono se sentaba en laesquina NE, y su función básica era llevar mensajes del Venerable Maestro alPrimer Vigilante. El Segundo Diácono se ubicaba donde actualmente se hallael Guardatemplo Interior. Antes de cerrar trabajos, el Venerable susurraba aloído del Primer Diácono la Palabra de Maestro Masón, quien la transmitía alPrimer Vigilante, el cual la susurraba al oído del Segundo Diácono para quela transmitiese al Segundo Vigilante.

Es llamativo el hecho de que los Diáconos fuesen objeto de unanegociación tan tensa durante la Unión Masónica de 1813, pues losModernos se oponían frontalmente a trabajar con Diáconos. Las Actas del13 de diciembre de 1809 se limitan a decir que en esa reunión entreAntiguos y Modernos «se decidió que los Diáconos no solo eran oficialesantiguos sino también útiles y necesarios». Esto en sí no tendría más interésde no ser porque cada una de estas reuniones comenzaba hacia las 6 de latarde y se prolongaba por espacio de varias horas. Lo normal era tratarvarios temas y llevar a cabo ensayos de ritual, todo lo cual era consignado enlas actas. Sin embargo ese 13 de diciembre sólo trataron, durante cuatrohoras, el tema de los Diáconos. Lamentablemente no podemos saber lo quehablaron. Como se acordó en los prolegómenos de las reuniones de la UniónMasónica de 1813, «solo se escribiría lo que pudiese ser escrito», de modoque nunca sabremos qué consideraciones iniciáticas esgrimieron losrepresentantes Antiguos y qué argumentarían durante esas horas losModernos para intentar rechazarlos. Muy probablemente, los Diáconos eranen su origen un oficio con una carga esotérica muy fuerte. No olvidemosque, aunque ahora la joya de los Diáconos sea la paloma con la rama de

laurel, en la Masonería antigua la joya era una efigie de Mercurio, tal y comosigue siendo actualmente en la Marca. En las Iniciaciones, Pases yElevaciones de los antiguos, eran los Vigilantes quienes guiaban al candidatodurante la ceremonia, pero pronto fueron los Diáconos los encargados dehacerlo. Incluso hubo un momento en que eran los Diáconos quieneslevantaban al candidato durante la ordalía del Tercer Grado. En unaMasonería bajo la hégira del Arco Real el rol de los Diáconos probablementeera contemplado como un oficio de carácter esotérico, y de ahí la reticenciade los Modernos a aceptarlos. Albert Mackey afirma que «la verdaderainsignia del oficio de Diácono, que siempre debe portar durante eldesempeño de sus funciones, es una vara azul rematada por una piña, enimitación del caduceo o vara de Mercurio, quien era el mensajero de losdioses, como lo es el Diácono de su oficial superior en la logia».

Un elemento que se transfirió de los Diáconos a los Vigilantes fueron laspequeñas columnas que los Vigilantes tienen en sus mesas. Cuando la Logiase encuentra en trabajos, la columna del Primer Vigilante se halla erecta,mientras la del Segundo Vigilante se encuentra abatida. Y a la inversa,cuando la Logia ha suspendido trabajos, la columna del Primer Vigilante sehalla horizontal, mientras la del Segundo Vigilante se encuentra vertical.Estas columnas las portaban originalmente los Diáconos. De hecho, en elRito de York las siguieron portando hasta el siglo XIX. En el Monitor deThomas Webb de 1797, así como en las Ilustraciones de 1804 de Oreston, enla instalación de los Diáconos todavía se les dice: «Entrego a vuestro cuidadoestas columnas como signos de vuestro oficio», aunque poco después,también en el Rito de York, se transfirieron las columnas a las mesas de losVigilantes, entregándose varas a los Diáconos.

No todo el contenido simbólico de los Diáconos proviene de Irlanda y delos Antiguos. Cuando, tras la Unión Masónica de 1813, se redactó el Ritualde Emulación, se introdujo una variación en el ritual inexistente hastaentonces. Hasta entonces, en el ritual de los Antiguos la fórmula empleadapara describir la función de los Diáconos era:

V.M. al S.V. — ¿Cuál es el lugar del S.D.?S.V. — A la derecha del P.V.V.M. — ¿Cuál es su deber?S.V. — Llevar todos los mensajes y comunicados del V.M. desde el P. al S.V., y velar por su riguroso

cumplimiento.

V.M. al P.V. — ¿Cuál es el lugar del P.D.?P.V. — A la derecha o cerca de la derecha del V.M.V.M. — ¿Cuál es su deber?P.V. — Llevar todos los mensajes y órdenes del V.M. al P.V. y esperar el regreso del S.D.

Sin embargo, en el caso del Primer Diácono la redacción se cambió a:

P.V. — Ser portador de todos los mensajes y órdenes del V.M. al P.V. y esperar el regreso del S.D.

En el texto inglés original, «llevar» se traduce por to carry, mientras que«ser el portador» se traduce por to bear. En inglés to carry es el verbo queemplearíamos para llevar un saco de patatas, mientras que to bear solo seemplea para cosas nobles, por ejemplo portar una bandera o un estandarte(Portaespada se dice Sword Bearer y Portaestandarte Banner Bearer). Esdecir: mientras que el Segundo Diácono es un recadero, el Primer Diáconoes un heraldo. Una vez más, esta diferenciación debemos contemplarladesde el punto de vista de la Masonería Antigua, para quienes los oficios dela Logia era un trasunto de los distintos cuerpos que revisten a la partedivina del hombre. Al establecer semejante diferencia entre los Diáconos loque estaban remarcando era que una cosa eran las sublimes emanacionesdel Centro, representado por el Venerable Maestro, y otra muy distinta lasburdas reverberaciones que se producen entre los cuerpos inferiores.

Por último, decir que todavía en el Rito York de Estados Unidos el SegundoDiácono lleva a cabo las funciones del Guardatemplo Interior, oficio que esdesconocido en la mayoría de las logias de Estados Unidos y Canadá. En laslogias de estos países, el Segundo Diácono, actuando bajo la batuta delSegundo Vigilante, admite a los Hermanos y es responsable de loscandidatos y visitantes. La palabra Diácono es de origen griego, y significa«sirviente». Entre los griegos el término era aplicado a aquellos que servían las mesas, tal como hacían los que hoy en día denominamos Expertos (Stewards).

MAESTRO DE LA MÚSICA O «ARQUITECTO DEARMONÍA»

JOSUÉ BONNÍN DE GÓNGORA

O sprich mir nicht von jener bunten Menge,Bei deren Anblick uns der Geist entflieh.Verhülle mir das wogende Gedränge,Das wider Willen uns zum Strudel zieht.Nein, führe mich zur stillen Himmelsenge,Wo nur dem Dichter reine Freude blüht;Wo Lieb und Freundshaft unsres Herzen SegenMit Götterhand erschaffen und erpflegen […] Schwinder, ihr dunkelnWölbungen droben!Reizender schaueFreundlich der blaueÄther herein!

¡Ay, no me hables de esa abigarrada turbacuya mera visión el ingenio me roba!Ocúltame esa marea humana,que, a nuestro pesar, en su remolino nos traga.No, condúceme a ese tranquilo rincón del cielodonde sólo pura dicha para el poeta florece,donde amor y amistad las bendiciones de

[nuestro corazóncon mano divina cultivan y crean [...]

Desapareced, oscurasbóvedas de la alturas.Que penetre más hermosoel bello azul amistosodel éter en este foso.¡Ay, no me hables de esa abigarrada turbacuya mera visión el ingenio me roba!Ocúltame esa marea humana,que, a nuestro pesar, en su remolino nos traga.No, condúceme a ese tranquilo rincón del cielodonde sólo pura dicha para el poeta florece,donde amor y amistad las bendiciones de

[nuestro corazóncon mano divina cultivan y crean [...] Desapareced, oscurasbóvedas de la alturas.Que penetre más hermosoel bello azul amistosodel éter en este foso.

Podría causar extrañeza el comenzar un escrito sobre el Oficio de Maestrode Armonía recitando los famosos versos del Fausto, de Goethe. Mas, estaextrañeza desaparece evaporada cual fantasma desvelado cuandointentamos comprender estos versos y hacerlos nuestros en el sentido másprofundo: en el de la inmersión simbólica.

Y esta inmersión simbólica implica varias vertientes. La primera de ellas es considerar la etimologíade la palabra «oficio» para describir realmente una conexión con la bóveda celeste. La palabra oficioprocede del latín officium y ésta de opificium compuesta a su vez de opus (obra)y facere (hacer) y el sufijo –io y designa las labores a las que se dedica unapersona.

Fig. 1 Imposibilidad de conexión entre finitud e Infinitud

La problemática nace de la compensación material cuando una anda entangencias con el Infinito. No existe una conexión, una columna que se alceentre los extremos de la finitud —que rebota contra sus paredes en supequeñez— y de la infinitud, que tocando lo Sagrado, alza sus miradas a laGran Bóveda Celeste. El conocimiento simbólico se infunde por la riqueza delos símbolos no de forma intelectiva: más que de un conocimiento diríaseque se trata de sabiduría: conocimiento y sabiduría son ambas cosasdiferentes, por cuanto la implicación del Espíritu en la segunda. Por tanto,no designaremos de forma correcta la palabra «oficio» ni en cuanto a oficiode logia lo que, correctamente, debería ser llamado «Arquitecto deArmonía».

La razón de la no existencia de una columna que se alzara entre laestrechez de la finitud y los horizontes de la Infinitud es clara: esta columnaestaría torcida desde sus cimientos y no podría construir sino un Universo entan precario equilibrio que, la columna más que sustentar y conectaracabaría «conectando» dos mundos de equilibrios contrarios y ambosacabarían en una confusa disolución con la columna ya abatida.

Podemos encontrar un ejemplo de tal imposible conexión —concepto que seabordará más adelante— en el Evangelio de San Mateo; Mt. 19, 24: «Os lorepito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un ricoentre en el Reino de los Cielos», decía Jesús a sus discípulos (Fig. 1).

Efectivamente, no puede existir una conexión entre el mundo material dela finitud y el Sagrado de la Infinitud de la bóveda Celeste.

Medítese bien el contenido de la figura 1: la imposibilidad física ymetafísica de que un camello entre por el ojo de una aguja es arengada poruna figura humana —la avaricia y la desmesura— que arrastra los camelloshacia la indigencia espiritual: las riquezas; todo ello en la penumbra dando laespalda hacia la Verdad: el Oriente pletórico de Luz que es ignorado.

Por tanto, la denominación más correcta para este «oficio» sería, como seha dicho el de «Arquitecto de Armonía».

Y hete aquí la otra importante y crucial vertiente: la Arquitectura.Esculpir el sonido con distintos tipos de herramientas. El Arquitecto de

Armonía ha de ser, pues, un Maestro de la Música. Y saber quéherramientas utilizar tanto en calidad de compositor o ejecutante según lasnecesidades líricas y anímicas de los Hermanos de la logia. Todo estediscurso nos ha servido para discernir cuál ha de ser la actitud del Músicoante el mundo: no debe hacer hincapié en la materialidad si no, su columnay sus esculturas nacerán abortos. Por tanto, ha de dirigir su mirada alInfinito, hacia la suprema Belleza que son el Bien y la Verdad hermanadas enperfecta Armonía.

Y hete aquí otra de las vertientes: la Arquitectura. La Música deviene dehacer escultura con el sonido. Si bien son conocidos los apotegmas «laarquitectura es música cristalizada» o «la arquitectura es músicacongelada», bien es cierto que la Música es arquitectura impregnada delirismo geométrico. Empero... ¿es necesario conocer la Quinta de las Artespara la Música? No como elemento consciente. Pero la obra musical justa yperfecta sí reclama de sí unos parámetros geométricos, trazados por elcompositor de forma inconsciente.

Y he aquí una de las herramientas fundamentales para la arquitecturamusical: la inspiración, quizá la vertiente, hálito vital de toda construcción«viva» musical. Otra lo es, evidentemente la técnica. Abordemos la primerade las herramientas.

La inspiraciónPrimera de las herramientas necesaria, pero no suficiente del Arquitecto de

Armonía. Sería muy difícil dar una definición «científica» de lo que es lainspiración; pero sí se puede hacer de manera «intuitiva»: es recoger delInfinito alguno de sus rayos para darle una corporeidad material que induzcaa la ensoñación que la engendró y de forma Universal.

Ilustraremos esto con algunos ejemplos. El primero de ellos es la sinfonían.º 6 «Pastoral» de Ludwig van Beethoven. En ella se puede observar cómola materia sonora, extraída en parte de canciones populares croatastrascienden la mera popularidad para convertirse en universales merced aun espíritu que se ha asomado y se ha infundido de Infinitud... ¿quién no seretrotrae a una plácida campiña al escuchar las notas de esta inigualablesinfonía?

El compositor de alguna manera supo recoger los rayos del Infinito yesparcirlos entre los mortales con seguro reconocimiento de los campos alescucharla... Música esculpida que tiene imagen. Evidentemente, en estotambién interviene otra de las fundamentales herramientas: elconocimiento y meditación profundas del Arte musical.

Con el uso —uno inconsciente— (la inspiración) y otro consciente (la técnica) que esculpe y talla la idea primigenia con el sutil cincel de la inteligencia musical hacen de esta obra inicialmente engendrada por temas populares una de las obras sinfónicas más grandes de todos los tiempos.

Otro ejemplo —paradigmático— es, sin duda, la Novena Sinfonía delmismo autor. Conocida —es tan universal— como sencillamente la Novena.

Centrémonos, por ejemplo, en el movimiento coral. El conocido tema delHimno a la alegría que inicialmente se iba a ser llamado An die Freiheit (A laLibertad) es un tema que sin el apoyo espiritual y la percepción clara ydistinta de la Infinitud en Beethoven apenas pasa de ser un tema infantil.Empero... ¿qué le hace, entonces, un tema universalmente reconocido y conla unánime significación para todos de la fraternidad de las Almas? Pues,indudablemente la infusión del Infinito en el talle de las simples notasmateriales: la inspiración.

Pero ésta, tan sólo en sí misma no es suficiente para la obra Universal. Esnecesaria la técnica, herramienta que abordamos en seguida.

No obstante, después de su Universal inspiración, el genio de Bonnreformó el tema final hasta ser el que todos conocemos unas 120 vecessegún sus cuadernos de apuntes. Podría preguntarse uno, con totalautoridad lírica si no cambiaría el devenir lírico inicial de la inspiración tantas

modificaciones: NO. El genio de Bonn sabía hasta donde y desde donde pulirpara que el tema inicial nacido de la inspiración mantuviera su constanteexpresiva, «sólo» hacía falta darle una forma definitiva (y en consecuencia«fondo») para que resultara con las mismas propiedades de su nacimiento yfuera infundido a todas las almas de forma inequívocamente reconociblecomo un Himno de la Humanidad.

La técnicaCincel desde la inteligencia imprescindible para el buen esculpir de la Ideaengendrada en la parte inconsciente de la obra, la inspiración.Siendo ambas que sean hermanas y de la mano para el buen fin de la obraUniversal, es necesario discernir sobre cuál debe ser primigenia y cuál esmás «necesaria», entendiéndose esto según el concepto de Leibnitz: «algono es necesario si su contraria es posible».

¿Es posible construir una obra musical Universal sin la inspiración?Radicalmente NO. Todo lo más que se podría escribir sin el hálito vital delInfinito es un cadáver o una obra de acústica. Pero no musical. El Arte de lossonidos es la Música, la acústica apenas llega a ser mera artesanía oprotoensayos subjetivos según la mente del «compositor» para perpetrarsus creaciones. No Arte. No Universalidad. Fétidos cadáveres.

Por tanto, la inspiración es el elemento apriórico que rige los destinos fe laobra artística.

Pero... y al contrario... ¿sería posible escribir una obra musical elevada aArte Universal tan sólo con la inspiración sin el cincel de la inteligenciamusical? No. Pero menos radicalmente que su contraria, ya que aquíinterviene el fenómeno de la «forma». Si en la inicial inspiración podemosencontrar una forma de carácter Universal... lo tendremos hecho a base dela herramienta de la inspiración... pero esto suele ocurrir en las obras depequeña forma y libre, porque entonces la inspiración se basta a sí misma.Para una obra de Gran forma, como una sinfonía o una Ópera son necesariaslas dos herramientas y manejadas con maestría para que la obra no decaigaen marasmos ni zonas de sombra emocional, lo que, sin duda, seríaapreciado por el oyente haciéndole viajar a zonas no sólo periféricas de laobra escuchada sino, incluso, a sus antípodas líricas.

Por tanto, en conclusión, el Arquitecto de Armonía ha de ser diestro en elinconsciente —que de él no depende— y en la materia sonora consciente —la técnica—.

Digamos que esto es lo que se requiere para ser un hombre Músico decuerpo y alma entero.

Según lo dicho... ¿es esto suficiente para ser un Arquitecto de Armonía enuna logia? Básicamente, de nuevo... NO. En este trance, además de serMúsico se necesita —por fuerza— experiencia masónica y un devenirmístico importante: es necesario, por fuerza y más allá de órdenesmasónicos ser Maestro.

Fig. 2 El Maestro de Arquitectura frente a su Columna

El Maestro frente a su columnaEs aquí donde cobra sentido el poema con el que se abría este escrito. ElMaestro ya en su columna ha de proceder de forma esotérica,reconociéndose a sí mismo para, por proyección, conocer el ánimo de losHermanos en una Tenida y reconducir el Alma de la logia hacia las regionescelestes o tratar de elevar cuanto se pueda su atmósfera mística.Obviamente, el Grado que debe tener el Arquitecto de Armonía es el deMaestro, ya que éste conoce el camino que han de seguir los Hermanos

Aprendices y Compañeros y asimismo, acompañar en la Maestría a sushomólogos en la logia. Todo ello en una especie de comunión lírica para elbuen devenir de la Tenida.

De ahí se sigue que el principal órgano de la logia para lograr tales efectosdesde la Columna de Armonía que sea el Arquitecto, Músico. Por tanto, de lamisma forma que se apartan los profanos para hacer de la logia un recintoconsagrado, el Arquitecto de Armonía ha de hacer «Visita Interiora» a suTemplo musical y apartarse de la masa humana para reconcentrarse en losdominios del Poeta, como cantaba Goethe en los versos de Fausto. Se«exige», igualmente, con toda la lógica lírica posible que desaparezcan las«oscuras bóvedas de las alturas» para que «penetre más hermoso el belloazul amistoso del éter»; es decir, la Luz de Oriente. Todo ello es lo que tieneque lograr el Arquitecto de Armonía mediante el poderoso lenguaje de laMúsica que, una vez más, ésta se infunde de forma directa en las almas sinningún «filtro» intelectual.

Fig. 3: La Geometría (G) de la Luz Para infundir, precisamente, esta Armonía y común-unión entre los

Hermanos es necesaria la conexión con el estado de ánimo de los Hermanosen cada momento de la Tenida.

Diríase que la conexión es un estado donde para cualquier par deHermanos que intuyen la Infinitud, ésta pueda también ser percibidaunívocamente por el resto de los Hermanos.

Y aquí, de nuevo, interviene la inspiración y... la técnica. La inspiraciónestaría sujeta a la elección más o menos afortunada de las obras musicales aexponer; por ello es siempre mejor la ejecución de obras en vivo, porque ahíno sólo interviene la obra musical en sí, sino la actitud del Maestro alejecutarla: sus manos, su voz, su lenguaje corporal y gestual... todo crucialen un concierto; como los que hemos celebrado tantos lo sabemos. Todo esperceptible y acaso percibido en la obra ejecutada en vivo, de suerte que, loque podría ser malinterpretado por una mera reproducción mecánica es«corregido» por el lenguaje gestual del intérprete, no dando lugar aequívocos y falta de «transmisión» y conexión con los oyentes.

La segunda herramienta, la técnica de logia, consiste en —tras decenas deconvivencias Masónicas— en conocer la geometría de la lírica de losHermanos para hacerla lo más objetivable posible: Música de recurrencia alOriente, al Ritual, a la Muerte y la Vida, esto es, lugares «comunes» paralograr una mayor conexión musical y, por tanto lírica de los Hermanos de lalogia.

La logia, como organismo vivo ha de ser susceptible de ser tratada deforma completamente orgánica independientemente de la Columna queocupen los Hermanos. De ésta forma, los Aprendices y Compañeros puedenacompañar fraternalmente a los Maestros en el Camino Iniciático e intuir oir percibiendo mediante sutiles músicas el Camino que les espera y, altiempo, los Maestros pueden regresar «emocionalmente» a sus anterioresgrados, pues nunca dejamos de ser Aprendices.

La Música, como la Muerte y el amor, iguala cualquier tipo posible degradación en cualquier circunstancia del ser Humano. Es ésta, en definitiva,la misión del Arquitecto de Armonía: enfrentar nuestra pequeñez al GranArquitecto del Universo y reconocer nuestra humildad.

OFICIOS MASÓNICOS Y GEOMETRÍAEN EL RITO DE MENFIS

JOSÉ MIGUEL JATO

Hablar de los oficios es hablar del templo entendiendo la metáfora que locomprende y anima, porque esta otra metáfora, la del oficio, para ser deutilidad debe estar sometida a las mismas leyes, analogías ycorrespondencias de la metáfora del templo. Si ambos asuntos se ponen ensu lugar, podemos realizar una aproximación interesante a eso quedenominamos Arte Real, y que nos lleva, en su fundamento profundo, alacceso de la verdadera naturaleza del hombre como entidad no individual.

La disposición, su ordenación simbólica, la de los masones en el Templotiene dos direcciones: una vertical que corresponde a la remontada por lostres primeros grados y se define y relaciona con el trabajo sobre la piedrabruta. Y otra dirección horizontal, la de la disposición y trabajo de los oficios.La ordenación vertical, nos refiere siempre a la posible evolución del masón.En un extremo de dicho eje, el inferior, se ubica el hombre natural, tal comonace en el mundo ordinario y en el medio social; en el otro, el superior, lapiedra cúbica cuya exaltación es la piedra apuntada y que nos permite saberhacia dónde se dirige nuestro camino, nuestro progreso, nuestra posibilidad.

Los grados azules corresponden a las tres fases de un trabajo objetivosobre la piedra. De ello hemos hablado en otros lugares

21 y no volveremos

aquí. Tienen su analogía en las tres partes del Templo y le definiremos, conGilbert Durand, como un «objeto arquetípico» que puede encontrarse entodas las culturas humanas. La etimología de la palabra temenos nos indicael acto de una separación: la raíz tem evoca un corte, una ruptura,

llevándonos a entender que su esencia, sea en el acto de edificación o dereconstrucción, nos conduce a comprender el espacio del templo como unespacio cortado, separado, robado a la naturaleza terrestre para ser denuevo ubicada en su naturaleza celestial, tenga esta palabra en principio lasignificación que se le quiera aplicar según la finalidad del rito practicado.Por lo tanto, templo es lo contrario de un lugar público, no es un ágora de«libre» circulación y «libre» expresión, en el sentido que ágora tiene, sinouna disposición siempre tripartita que conduce desde el lugar de inicio, eldel espacio profano, dejado atrás por el templo, olvidado podríamos decirpor aquellos que constituyen otro espacio que llega hasta el punto central,el Santo de los Santos. Esta disposición es universal, emanación de un nivelprofundamente arquetípico. El Temenos griego estaba formado por eladyton, la naos y la pronaos; entre los hebreo, por el debir, el hekal y elulam… y siempre y en todo caso, refiriéndonos un vestíbulo, para los fieles,un santo, para los sacerdotes, y un Santo de los Santos, exclusivamente parael Gran Sacerdote y solo una vez al año, el día de la Expiación.

Esta es la razón de que las órdenes tradicionales dividan el progreso de susmiembros también —y no lo olvidemos con la finalidad de que sólo sea uno,y exclusivamente una vez al año, el detentor del derecho de descubrir elcentro único meta última de la búsqueda— en tres grados: en la masoneríalos tres grados azules, en el martinismo los grados de Asociado, Iniciado yS.I., en la inglesa Hermetic Order of the Golden Dawn el grado de Neófito,los subgrados elementales y los Adepti. Todas ellas corresponden esta triadaal mismo sustrato arquetípico, y por lo tanto la misma metáfora losentiende. Es el camino que resume la vía entre lo múltiple de la asambleapública hasta el punto central uno del Gran Sacerdote durante un únicomomento anual

22.

Decíamos al principio, al referirnos a la vertical, que estaba ligado a lasignificación del hombre

23 en cuanto a su posible evolución. Pero la vertical

necesita, para no ser una línea unidimensional muerta, de una horizontal,incluso para que dicha verticalidad pueda ser evidenciada a sí misma, paraque sea consciente de lo que es, y pueda tener sentido de existencia. Sitodos los puntos de la vertical se miran entre sí, no verán más que el puntoanterior y el punto siguiente sin ninguna perspectiva que evidencie de supropiedad vertical. De la misma manera, la horizontal si solo es percibida

por los puntos que la componen, estos no contemplarán nunca la riqueza desu existencia extensiva. Solo desde la verticalidad hay panorama del espaciohorizontal; solo desde la horizontalidad hay perspectiva del ascenso hacia loalto.

LA GEOMETRÍA DE LOS OFICIOSLos Oficios corresponden a esta mencionada distribución horizontal; son laotra dirección de coordenada necesaria que permite la tridimensionalidad,diríamos también la consciencia, de la representación, —en el sentido devolver a presentar, representar el signo, el conjunto de signos rituales—porque esta ubicación en la horizontal son el sustento, añadamos, delconjunto de factores que permiten una vía tradicional como la masónica.

La palabra oficio, que tiene su origen en la latina officium, estabacompuesta de opus, obra, facere, hacer y el sufijo -io, acción; nos remite ensu sentido esencial a la raíz indoeuropea dhe-, «poner, colocar», o lo que eslo mismo: la acción, la pura realización

24. El oficio en la horizontal hace

posible, da realidad, a las profundas capas arquetípicas de la vertical. Porquela dirección vertical nos remitía, hablando de estos niveles arquetípicos, alos que corresponden a la posible evolución humana; la horizontal por suparte, la hace, la realiza, la práctica. En la Tradición occidental no pocasveces se denomina la ejercitación como el Trabajo en mayúsculas. Se hace,se representa, se realiza aquello que era potencia. Lo posible, entre otrosposibles, deviene acto, acto unidireccional, por decirlo de alguna manera,hacia una finalidad concreta.

La disposición horizontal de los oficios se realiza no de cualquier manera,no cuenta aquí la aritmética en la ubicación, donde el orden de los factoresno altera el producto, sino geométrica, en una profunda interrelación entretodos y cada uno, y la acción de la consciencia, individual o colectiva, del sersensorial humano. Porque la comprensión geométrica, la epistemología quedeviene del método geométrico, pone en funcionamiento otros resortes dela sensibilidad humana a los que no llega el método aritmético. Bachelarddecía que la mente del científico y la del poeta son diferentes; y podemosañadir que será la armonización de ambas la que es propia del terreno de lainiciación. O mejor maticemos: la iniciación es la chispa que permite el fuego

en el cual ambas pueden cocinarse armónicamente.Y las leyes a las que está sometida la geometría de la ubicación de los

oficios en el templo están determinadas por dos formas: el hexagrama y la cruz tau.

EL HEXAGRAMAEl hexagrama es el punto de unión entre el 3 y el 7. Ya hablamos en ElTriángulo de Fuego

25 acerca de las leyes que están detrás de estos números.

Su forma, la hexagramática, está compuesta por dos triángulos, ya que todacosa, todo uno, en este universo necesita de su dos simbólico para poderexpresarse en el mundo de la manifestación. Comencemos, por tantoanalizando ambos triángulos y la ubicación en la que se encuentran losoficiales de la logia.

Si tomamos el lugar de los oficiales en el rito menfita de Knum, o en el ritofrancés, o el escocés rectificado, o algunos otros ejemplos, nosencontraremos con una disposición particular: en el triángulo superior, talcomo podemos observar en la ilustración siguiente abajo indicada,encontramos al Venerable Maestro en su cúspide, y a los dos Vigilantes enlos extremos de su base. Es el triángulo del descenso de la luz, de la entraday circulación de las influencias del Oriente en la asamblea. Dicha influenciaes vehiculizada por los diálogos entre los tres oficiales principales y lasbaterías de mallete. No olvidemos que el mallete, el mazo, es de la mismafamilia significativa del rayo, que no es otra cosa que la luz emanada de lanada. La luz que mora en las tinieblas, como nos dice el evangelio de Juanpor el que abrimos las tenidas del primer grado. Dicha distribución sigue unaorientación dextrógira, solar, y dicha distribución asegura la orientación delos movimientos que deben producirse en el espacio sagrado. Este triángulocorresponde al triángulo de fuego, al del espíritu, opuesto al triánguloopuesto en cuya complementariedad forman ambos el hexagrama.

Así, y en segundo lugar, tenemos el triángulo inferior. En él se ubican los

oficiales responsables de la fijación. Si el triángulo superior en su circulaciónlumínica vivifica con su influencia, el inferior fija en el espacio aquello que hallegado de Oriente protegiéndolo de las influencias descendentes, nopermitiendo el contacto de lo profano que ya ha sido separado: en primerlugar el Guardatemplo interior lo hace en relación a las influencias profanas

externas, asegurándose desde dentro del espacio sagrado de que nadaexterno entre en el templo una vez que el espacio sagrado ha sido desgajadodel mundo. Es el primer miembro de la logia que escucha una llamada queno viene del espacio sagrado, si esta se produjese.

En segundo lugar el Secretario, dando fe de lo que en la asamblea se

produce, fija el tiempo sagrado: el pasado, tomando razón de lo acontecidoen la asamblea anterior; el presente, tomando nota de lo que aquí, en elahora, se produce; y el futuro, porque es notario de aquellasdeterminaciones que se tomarán en el porvenir.

El Orador, reconociendo y dando validez a lo que allí se realiza, si esconforme a la ley, fija el espacio sagrado: nada es dispuesto quecontravenga al rito, o lo que es lo mismo, todo aquello que se mueva en eltemplo será conforme a la ley. Así, Guardatemplo interior, Secretario yOrador, dan materia a la asamblea. No son de la naturaleza de la luz, comolos oficiales del triángulo superior, y de ahí que no lleven mallete adiferencia de sus tres hermanos de la complementariedad geométrica deltemplo.

Debemos tener en cuenta, desde este punto de vista, que la disposición delos oficiales anuncia el hexagrama como símbolo que está por venir, es elsímbolo esperado, el símbolo oculto que no es evidente hasta que no esdescubierta la tragedia de la muerte de Hiram. El hexagrama como joyaaparece en el Rito Escocés Rectificado, en el grado del Maestro Escocés. Enlas del Arco Real Inglés e Irlandés, de diferente forma, pero con el mismosímbolo como sustento, y también una vez ha sido revelada la tragedia delMaestro de Obra.

El sólido que representa a Metatrón, visto desde cualquiera de sus perspectivas angulares, pasa a serun haxagrama bidimensional.

La forma hexagramática la podemos ver en todas las culturas del globo.

Entre los hebreos es el sello de Salomón, como algunos lo conocen, que estáformado por dos triángulos que son dispuestos gracias a la existencia novisible de un centro pendular y que determina la armonización entre ambos.Este centro no es evidente, y sin embargo debe estar siempre, de locontrario ambos triángulos estarían desequilibrados. Ese centro es elséptimo punto, invisible y determinante que a la vez completa, por otraparte, el vínculo entre el 3 y el 7, entre la ley de creación y la ley deconservación.

La forma de hexagrama la podemos encontrar ya en la Edad de Bronce,ligada a la diosa Astarté y al planeta Venus, anunciante de la marcha o de laaparición del Sol. Su origen, en el próximo oriente, se rastrea en la diosaInanna sumeria, la Istar asiria y babilónica o la Astarot hebrea. No debemosolvidar que el nombre de Venerable, con el que se distingue al conductor dela logia, tiene su origen etimológico en su mención a Venus, y esa distinciónpermite que pueda ser el maestro más cercano al Oriente, y el único que apesar de estar en posesión de tal privilegio, no lo tiene delante de sí sino asu espalda. Su ubicación es absolutamente invertida en su orientación

cuando él mismo dispone cada miembro de la asamblea a encarar elOriente. Es ese conductor que, igual que el Moisés bíblico, poseyendo el artey la ciencia de conducir al pueblo hebreo hasta la tierra prometida, sinembargo carece del derecho a ingresar en ella. No verá nunca esa TierraPrometida, a la que sin embargo sí podrá acceder la asamblea, el pueblo deIsrael. Porque el Venerable es a la vez el máximo vínculo con la Luz y elrepresentante de la generación presente, para la que no está hecha el Reinode la Promesa. Al hombre natural le corresponde el trabajo de lareintegración, condenado a ganar el pan con el sudor de su frente, y sinembargo ni él ni su descendencia pasarán el Umbral. Es otra generación,porque es otro hombre el que tiene que entrar. El texto apócrifo delEvangelio de Judas es muy claro y explícito en este asunto y nos ayuda aentender de manera precisa este aspecto tan importante del hechoiniciático.

El pentagrama, signo del hombre-microscosmos, inscrito en el hexagrama-macrocosmos. En extremo oriente aparece también el hexagrama en múltiples lugares. En

la India, por ejemplo, se conoce como Surya Yantra, siendo el significado deSurya «La Luz Suprema» y el de Yantra «Instrumento», «Máquina». Por lotanto, podemos traducirlo como Instrumento de la Luz Suprema.

Es la forma visual, bidimensional, que adquiere el polígono de Metatrón yaparece, ya desde hace más de cinco mil años en la práctica totalidad de las

grandes corrientes de pensamiento sagrado: en el taoísmo, entre los mayas,en los misterios griegos o cartagineses.

En algunas tradiciones se afirma que el hexagrama es el signo delmacrocosmos así como el pentagrama lo es del microcosmos, y, de hechopuede el segundo inscribirse en el primero, porque lo contiene. Pero antesde continuar con el análisis de la figura, situemos e los oficiales esencialesque nos faltan: el Guardatemplo exterior, el Experto y el Maestro deCeremonias.

Los Oficiales de la TauTomaremos para el análisis, la ubicación y la resolución tal como es realizadaen el rito menfita, que a nuestro entender resuelve la analogía de maneramuy eficaz integrando toda la metáfora que aquí nos trae.

El Experto está colocado debajo y delante de la Luna, en la columna norte,y paralelo al Maestro de Ceremonias, bajo la influencia del Sol. En suextremo inferior, y formando una Tau inscrita en un rectángulo,encontramos al Guardatemplo Exterior.

Estos tres oficiales, estas tres ubicaciones, tienen también un puntoinvisible, que es donde ambas líneas se encuentran y es el lugar que ocupael espacio entre el altar de los juramentos y los cuadros de logia o la zonaeste de la Naos en el rito egipcio. El Experto se encarga de proteger elOriente cuando este es abandonado por el Venerable Maestro. ElGuardatemplo Exterior, por otra parte, protege, abierto y desprotegido en lazona pública de cualquier influencia profana. Ocupa, y esto es de unaimportancia radical, el único lugar que no está incluido —aparentemente—en el templo. Por su parte el Maestro de Ceremonias, es el único oficial quepuede conducir cualquier cambio de disposición de los oficiales y miembros.

En relación a la Tau, diremos que aparece en el mandil del maestro de logiacuando este es instalado, distinguiendo su veneratura de la de otrosmaestros. Su uso está asociado históricamente a la orden del cristianoegipcio San Antonio, relacionada con la cruz ansata de la civilización sagradadel Nilo. Fue elegida como emblema por San Francisco de Asís quienasociaba el signo a su propia firma. La encontramos citada en la bibliasiempre para distinguir a los salvos de los condenados, tanto en elApocalipsis, como en los otros episodios de la Biblia donde era necesarioestar marcado con dicho signo para ser justo y no sufrir así la penitenciadivina. La podemos ver en la religión mitraica, o entre los hindús…

He aquí la figura que incluye las tres ubicaciones citadas en la Tau Usada por la Orden del Temple y en la masonería, es la última letra del

alfabeto hebreo y, dispuesta en los senderos del Árbol de la Vida, se asocia aMalkuth, sefirot vinculada a la existencia material a la vez que puerta de

entrada en el ascenso de la reintegración: es el signo que nos señala elacceso al Umbral.

En la tau volvemos a encontrar el triángulo de nuevo —porque nada puedeexistir sin el triángulo—, que como hemos dicho en otro lugar

26 es la

percepción geométrica de la Ley de Creación, la Ley del Tres.Con el punto de cruce entre los dos segmentos, encontramos el número

cuatro. No olvidemos lo que nos decía Pascally de los números tres y cuatrocuando hablaba de la naturaleza cuátriple del ser humano en su camino dereintegración y queda reflejado en las cruces tau del maestro instalado,cuando la forma triangular es inscrita en el cuadrado y la relación de suslados y ángulos, los del triángulo, adopten la equidad. Porque sólo aquelmaestro reconocido como Venerable, o lo que es lo mismo, sacerdote deVenus, tiene el derecho a portar tal emblema. La Tau es la sal, si traemos ellenguaje alquímico, mientras que el triángulo superior es el mercurio y elinferior el azufre.

La Tau, como la sal alquímica, es el elemento que permite la transmutaciónde los tres, mercurio, azufre y sal, en una nueva sustancia, en la piedra quees capaz de conducir cualquier cosa creada hacia su última etapa evolutiva.Guarda el arcano, la llave de la Obra

27.

Los Oficiales trabajando…Una vez hemos ubicados los Oficiales en la geometría del templo,hablaremos algo acerca del trabajo, de la realización de sus oficios.Significaremos lo siguiente refiriéndonos a lo que es practicado en el rito deMenfis:

- Todas las técnicas respiratorias y de atención van dirigidas, en eseproceso particular de quema alquímica de los metales

28, a que la

geometría en la que están ubicados los miembros sea el sujetoprivilegiado del acto de conciencia de la asamblea. Ya desde la época deaprendiz, mediante la búsqueda del estado de acefalidad, todos y cada uno de los hermanos se esfuerzan en calmar la zona de su mente en la que los conceptos, las ideas, o la charla interior, tienen lugar, para que la conciencia al instante ocurra, eclosione.

- En ese estado, en esa situación, la repetición de los signos, sean estos

realizados con el cuerpo o con la voz, pueden trascender (y señalemosque es gracias a esta re-petición que podemos leer como un volver apedir) y transformarse en trabajo simbólico. El símbolo no es el signo. Eltrabajo simbólico no es el trabajo semiótico, buscando las leyes de laanalogía por las relaciones paradigmáticas del lenguaje. Es la repeticiónde los signos, y en un estado de silencio en el que el binomioconciencia-energía ocupa el lugar de lo mental, cuando es posible queel signo sea clave, llave con la cual poner en relación la concienciacolectiva de la asamblea con los contenidos simbólicos que subyacenmás allá de la conciencia individual o grupal.

- Vivificación del oficio interno. Esto es propio de algunos ritos como elde Menfis, en nuestro caso en la variante del rito de Knum. Sin entraren el detalle, diremos de manera general, que de lo que se trata es derealizar una acción interna a la vez que se participa activamente en elrito externo. Podemos decir que, a la vez que se ejecutan lasrepeticiones de los signos reflejados en los textos rituales, gestos ymovimientos, también se repiten la serie de signos internos

29 propios

del rito. De la misma manera que los oficios externos, se basan en unadivisión de las etapas del descenso de la luz y de la Creaciónpermanente, diríamos macrocósmica, en el interior de cada uno de losoficiales se procede también a la repetición de la serie de signosinternos, y que, igual que en los oficios externos, se dividen en sietetipos. Estos signos, estas acciones internas reproducen el mismoproceso pero en el nivel microcósmico e individual.

- Toda la conciencia de lo que se sucede, más que permanecer en elsignificado de los textos rituales o volcado hacia el interior delparticipante, sea oficial o no, se vuelca voluntariamente en el espacio yen la asamblea

30. Es la forma hexagramática la que se vivifica, la acción

que permite la eclosión en el espacio del templo de la aparición deltiempo sagrado.

- La repetición de los signos rituales se realiza con un finalidad única:separar lo profano de lo sagrado, reconocerlo una y otra vez: el reflejogeométrico lo tenemos en los dos extremos del hexagrama: el oriente yel occidente, la puerta hacia lo sagrado en el primer caso y las barrerasque separan de lo profano en el segundo. Recordemos aquí lo que

decíamos del significado de la palabra templo al principio del artículo.

Solo entonces, y realizándose de esta manera, el trabajo individual de cadaoficial, y la estancia de los participantes, en la ubicación geométrica quehemos descrito, puede producirse la eclosión del trabajo simbólico. Siemprees necesario que distingamos entre signo y símbolo, entre trabajo analógicoy simbólico. Cuando se realizan planchas y se leen en logia para serescuchadas, por ejemplo en el REAA o en el RER, no se produce un trabajosimbólico necesariamente, sino que se permanece en el estadio analógico,esto es: voluntariamente se procede al entendimiento intelectual de losconceptos, los movimientos, los mitos y mitemas, las metáforas, etc. quecomponen el conjunto de signos del rito. Y esto se realiza en el campo dellenguaje, su trascendencia es semiótica no simbólica. Para que se proceda aun trabajo simbólico, en sentido estricto, es necesario que el trabajo sobrelos signos —y en este caso basta con la repetición del conjunto de signosrituales en los términos que estamos describiendo con los oficios internos yexternos— provoque la eclosión de algo desconocido, no en términos delenguaje, sino en términos de experiencia. Diremos con Schwaller de Lubiczque el contacto con un símbolo siempre produce la emanación de una«cierta» energía. Además la propia etimología de símbolo, que es la deunión, nos da una idea del procedimiento: cuando hay esclarecimientointelectual, de lenguaje, se procede mediante la negación: conocemos enbase a conocer las diferencias. Por lo tanto, el estudio analógico en laslogias, el trabajo sobre las planchas, es un trabajo de diferenciación, dedistinción, necesariamente en las antípodas del trabajo simbólico.

Gracias al trabajo de los oficiales en este espacio, en esta geometría, se varealizando el descubrimiento del simbolismo de la construcción, propia de lamasonería especulativa: porque así es, el espacio sagrado es el resultado enespejo de lo que repetimos ritualmente, y este espejo, igual que los espejosfísicos, acaba reflejando y modificando la naturaleza del ser reflejado, ennuestro caso, de la asamblea reflejada influenciando y realizando por símismo el trabajo individual sobre la piedra bruta.

El espacio del templo, así y de esta manera, siente la emanación delespasmo iniciático, algo que no puede llegar nunca, ni de lejos, a ser volcadoal lenguaje. Estamos entonces en el umbral del misterio, no del sacramento.

Catálogo editorial 2017

AUTORES CONTEMPORÁNEOS [serie Roja]

El método masónicoAutor: José Luis CobosISBN (papel): 978-84-940950-4-7 / ISBN (digital): 978-84-940950-5-4 / DL: AS-03998-20121ª edición, 2013 - Págs.: 166 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Cómo no ser masónAutor: Abunnur Abdel BasitISBN (papel): 978-84-938704-7-8 / ISBN (digital): 978-84-938704-8-5 / DL: AS-01329-20131ª edición, 2013 - Págs.: 278 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/6,99 € (digital)

Filosofía (desmitificada) de la masoneríaAutor: Adolfo Alonso CarvajalISBN (papel): 978-84-941390-8-6 / ISBN (digital): 978-84-941390-9-3 / DL: AS-01331-20131ª edición, 2013 - Págs.: 470 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/6,99 € (digital)

FRANCMASONERÍA. Pensamiento, historia y estéticaAutor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-945046-6-2 / ISBN (digital): 978-84-945046-7-9 / DL: AS 00340-20161ª edición, 2016 - Págs.: 212 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Textos Fundamentales de la MasoneríaAutor: Ignacio Méndez-Trelles DíazISBN (papel): 978-84-936941-0-4 / ISBN (digital): 978-84-937078-7-3 / DL: SE-3079-20091ª edición, 2009 - Págs.: 388 - 210x140 mm - PVP: 17,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Nosotros, los masonesAutor: Amando HurtadoISBN (papel): 978-84-942888-9-0 / ISBN (digital): 978-84-943072-4-9 / DL: AS-02299-20141ª edición, 2014 - Págs.: 354 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Historia del Gran Priorato de las GaliasAutor: Jean-Marc Vivenza - Traductor: Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-943304-0-7 / ISBN (digital): 978-84-943304-1-4 / DL: AS 03543-20141ª edición, 2014 - Págs.: 248 - 210x140 mm - PVP: 15,99 € (papel)/5,99 € (digital)

El Misticismo de la MasoneríaAutor: Reuben Swinburne ClymerISBN (papel): 978-84-936941-1-1 / ISBN (digital): 978-84-937392-4-9 / DL: M-26314-20092ª edición, 2015 - Págs.: 184 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/2,99 € (digital)

La Masonería. Una perspectiva geopolíticaAutor: Alain de Keghel

ISBN (papel): 978-84-941827-0-9 / ISBN (digital): 978-84-937078-5-9 / DL: AS-01333-20131ª edición, 2013 - Págs.: 226 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Viaje masónico a bordo del NautilusAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-942692-5-7 / ISBN (digital): 978-84-942692-6-4 / DL: AS-00365-20141ª edición, 2014 - Págs.: 326 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)Masonería en 7 planos de cineAutor: Abraham Domínguez BellosoISBN (papel): 978-84-945749-1-7 / DL: AS 00353-20161ª edición, 2016 - Págs.: 82 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)

La Ilustración iniciada Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-945749-5-5 / ISBN (digital): 978-84-945749-6-2 / DL: AS 00357-20161ª edición, 2016 - Págs.: 166 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)Masonería. Ética racionalista e Ilustración Autor: Vicente Hernández GilISBN (papel): 978-84-945749-3-1 / ISBN (digital): 978-84-945749-4-8 / DL: AS 00357-20161ª edición, 2016 - Págs.: 236 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)La transición masónicaAutor: David Aliaga MuñozISBN (papel): 978-84-943587-9-1 / ISBN (digital): 978-84-943587-8-4 / DL: AS 00406-20151ª edición, 2015 - Págs.: 114 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Por qué masonesAutor: Guillermo A. Sánchez Prieto. Prólogo: Pedro Álvarez LázaroISBN (papel): 978-84-942692-2-6 / ISBN (digital): 78-84-942692-4-0 / DL: AS-00364-20141ª edición, 2014 - Págs.: 140 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Fragmentos de un discurso masónico Autor: Javier OtaolaISBN (papel): 978-84-937078-4-2 / ISBN (digital): 978-84-937078-5-9 / DL: SE-3039-20091ª edición, 2009 - Págs.: 222 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)

Masones, caballeros e IlluminatiAutor: Eduardo R. CallaeyISBN (papel): 978-84-943304-6-9 / ISBN (digital): 978-84-943304-7-6 / DL: AS 03548-20141ª edición, 2014 - Págs.: 180 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El desencanto. Elogio y refutación de la masonería Autor: Roberto García ÁlvarezISBN (papel): 978-84-943304-4-5 / ISBN (digital): 978-84-943304-5-2 / DL: AS 03547-20141ª edición, 2014 - Págs.: 272 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Conversaciones en el claustro Autores: Eduardo R. Callaey y Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-945046-4-8 / ISBN (digital): 978-84-945046-5-5 / DL: AS 00338-20161ª edición, 2016 - Págs.: 164 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Un vuelo mágico en buscad de la luz

Autor: Faustino Merchán GabaldónISBN (papel): 978-84-92984-86-2 / ISBN (digital): 978-84-92984-87-9 / DL: AS-02120-20121ª edición, 2012 - Págs.: 266 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)Rito Francés: historia, reflexiones y desarrolloCoordinador de la obra: Víctor GuerraISBN (papel): 978-84-92984-14-5 / ISBN (digital): 978-84-92984-15-2 / DL: M-25428-2010 1ª edición, 2010 - Págs.: 418 - 210x140 mm - PVP: 18,99 € (papel)/8,99 € (digital)

En Oro y AzurAutor: Joaquim VillaltaISBN (papel): 978-84-92984-24-4 / ISBN (digital): 978-84-92984-25-1 / DL: SE-6395-2010 1ª edición, 2010 - Págs.: 260 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)

Rito Moderno: una mirada desde el siglo XXI

Autor: Víctor GuerraISBN (papel): 978-84-943072-3-2 / ISBN (digital): 978-84-943072-4-9 / DL: AS-02301-2014 1ª edición, 2014 - Págs.: 336 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Escocismo MasónicoAutor: Iván Herrera MichelISBN (papel): 978-84-937078-7-3 / ISBN (digital): 978-84-937078-9-8 / DL: SE-3580-20091ª edición, 2009 - Págs.: 176 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)

Masonería cuestionadaAutor: Vicente Rocamora Morales ISBN (papel): 978-84-92984-03-9 / ISBN (digital): 978-84-92984-06-0 / DL: SE-598-2010 1ª edición, 2010 - Págs.: 166 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)La masonería en persona(s)Autores: Javier Otaola y Valentín DíazISBN (papel): 978-84-92984-00-8 / ISBN (digital): 978-84-937392-01-5 / DL: B-9693-2010 1ª edición, 2010 - Págs.: 400 - 210x140 mm - PVP: 20,99 € (papel)/10,99 € (digital)

En Columnas de igualdadAutor: Marina Esperanza López SepúlvedaISBN (papel): 978-84-942354-5-0 / ISBN (digital): 978-84-942354-6-7 / DL: AS 00359-2014 1ª edición, 2014 - Págs.: 154 - 210x140 mm- PVP: 11,99 € (papel)/3,99 € (digital)Respuesta masónica (edición revisada)Autor: Amando HurtadoISBN (papel): 978-84-92984-10-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-11-4 / DL: SE-2933-2010 1ª edición, 2010 - Págs.: 384 - 210x140 mm - PVP: 18,99 € (papel)/9,99 € (digital)

Historia oculta de la masonería I (Carne, piedra y fuego)Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-942354-0-5 / ISBN (digital): 978-84-942354-1-2 / DL: AS-00355-2014 1ª edición, 2014 - Págs.: 264 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Historia oculta de la masonería II (Tumbas, templos y palacios)Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-943304-2-1 / ISBN (digital): 978-84-943304-3-8 / DL: AS-03545-20141ª edición, 2014 - Págs.: 268 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Historia oculta de la masonería III (Teatros, calzadas y acueductos)

Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-944695-0-3 / ISBN (digital): 978-84-944695-1-0 / DL: AS 02971-20151ª edición, 2015 - Págs.: 328 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Historia oculta de la masonería IV (Monasterios, iglesias y castillos)Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-945356-8-0 / ISBN (digital): 978-84-945356-9-7 / DL: AS 00351-20161ª edición, 2016 - Págs.: 354 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Historia oculta de la masonería V (Talleres, universidades y ciudades)Autor: Nicola LococoISBN (papel): 978-84-946235-8-5 / ISBN (digital): 978-84-946235-9-2 / DL: AS 00370-20161ª edición, 2016 - Págs.: 332 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

La Masonería del Oriente de AsturiasAutor: Víctor GuerraISBN (papel): 978-84-937392-0-1 / ISBN (digital): 978-84-937392-3-2 / DL: SE-4247-2009 1ª edición, 2009 - Págs.: 416 - 210x140 mm - PVP: 18,99 € (papel)/8,99 € (digital)

La metáfora masónicaAutor: Javier OtaolaISBN (papel): 978-84-92984-16-9 / ISBN (digital): 978-84-943304-8-3 / DL: M-92984-2010 3ª edición, 2014 - Págs.: 232 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

7 Semblanzas masónicasAutor: Nicolás BrihuegaISBN (papel): 978-84-92984-29-9/ISBN (digital): 978-84-92984-30-5 / DL: SE-6870-2010 2ª edición, 2015 - Págs.: 138 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Masonería. Treinta y tres preguntas buscando respuestaAutor: Víctor Rodríguez-Gachs GarridoISBN (papel): 978-84-941390-0-0 / ISBN (digital): 978-84-941390-1-7/ DL: AS-01326-20131ª edición, 2013 - Págs.: 200 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Compás y la PlumaAutor: Ricardo Serna ISBN (papel): 978-84-92984-22-0 / ISBN (digital): 978-84-92984-23-7 / DL: SE-7642-2010 2ª edición, 2016 - Págs.: 226 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

La masonería en la construcción de sociedadesAutor: Diego González RodríguezISBN (papel): 978-84-92984-36-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-37-4 / DL: M-3913-2011 2ª edición, 2016 - Págs.: 228 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Rito Francés o Moderno: la masonería del Tercer MilenioAutor: Supremo Conselho do Rito Moderno de BrasilISBN (papel): 978-84-92984-51-0 / ISBN (digital): 978-84-92984-52-7 / DL: SE-4186-2011 1ª edición, 2011 - Págs.: 248 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)El Toque y la PalabraAutor: Iván Herrera MichelISBN (papel): 978-84-92984-62-6 / ISBN (digital): 978-84-937392-63-3 / DL: SE-7990-20111ª edición, 2011 - Págs.: 284 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/9,99 € (digital)

En la Columna NorteAutor: Juan Antonio Espeso GonzálezISBN (papel): 978-84-92984-41-1 / ISBN (digital): 978-84-937392-42-8 / DL: SE-1491-20121ª edición, 2012 - Págs.: 162 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/5,99 € (digital)Conversaciones con un masónAutor: Julio César Izquierdo PascuaISBN (papel): 978-84-942888-0-7 / ISBN (digital): 978-84-942888-1-4 / DL: AS-02295-20141ª edición, 2014 - Págs.: 222 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Déjame que te cuenteAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-944115-7-1 / ISBN (digital): 978-84-944115-8-8 / DL: AS 00414-20151ª edición, 2015 - Págs.: 120 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/3,99 € (digital)

El Gran Oriente de Francia en AsturiasAutor: Víctor GuerraISBN (papel): 978-84-944115-3-3 / ISBN (digital): 978-84-944115-4-0 / DL: AS 00410-20151ª edición, 2015 - Págs.: 160 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)Tradición y conscienciaAutor: Vicente Rocamora MoralesISBN (papel): 978-84-944115-5-7 / ISBN (digital): 978-84-944115-6-4 / DL: AS 00416-20151ª edición, 2015 - Págs.: 108 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)Cristianismo interiorAutor: Pavel Gómez del CastilloISBN (papel): 978-84-944486-6-9 / ISBN (digital): 978-84-938704-1-6 / DL: AS AS 02969-20151ª edición, 2015 - Págs.: 152 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Para una antropología masónica liberalAutor: José Luis Caramés LageISBN (papel): 978-84-944486-8-3 / ISBN (digital): 978-84-944486-9-0 / DL: AS 02970-20151ª edición, 2015 - Págs.: 182 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)Ser aprendiz, aprender a serAutor: Javier OtaolaISBN (papel): 978-84-945356-3-5 / ISBN (digital): 978-84-945356-4-2 / DL: AS 00359-20161ª edición, 2016 - Págs.: 148 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)De Templo Salomonis Liber y otros textos de masonería medievalAutor: Eduardo R. CallaeyISBN (papel): 978-84-946235-0-9 / ISBN (digital): 978-84-946235-1-6 / DL: AS 00364-20161ª edición, 2016 - Págs.: 146 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Lo oculto y lo visibleAutor: José Luis Caramés LageISBN (papel): 978-84-946235-4-7 / DL: AS 00367-20161ª edición, 2016 - Págs.: 214 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)

Masonería y hermenéuticaAutor: Andrés Ortiz-Osés y Javier OtaolaISBN (papel): 978-84-946719-2-0 / ISBN (digital): 978-84-946719-3-7 / DL: AS 00333-20171ª edición, 2017 - Págs.: 252 - 210x140 mm - PVP: 13,99 € (papel)/4,99 € (digital)

La menorá y el compásAutor: David AliagaISBN (papel): 978-84-946719-0-6 / ISBN (digital): 978-84-946719-1-3 / DL: AS 00321-20171ª edición, 2017 - Págs.: 166 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

TEXTOS HISTÓRICOS Y CLÁSICOS [serie Azul]

Análisis histórico del Ritual del Santo Arco RealAutor: Francis de Paula Castells - Traductor: Alberto Moreno Moreno ISBN (papel): 978-84-944486-2-1 / ISBN (digital): 978-84-944486-3-8 / DL: AS 02967-20151ª edición, 2015 - Págs.: 156 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Significado de la MasoneríaAutor: Walter Leslie Wilmshurst - Traductor: Alberto Moreno Moreno ISBN (papel): 978-84-92984-07-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-08-4 / DL: SE-1370-20101ª edición, 2010 - Págs.: 240 - 210x140 mm - PVP: 15,99 € (papel)/4,99 € (digital)La Iniciación MasónicaAutor: Walter Leslie Wilmshurst - Traductor: Alberto Moreno Moreno ISBN (papel): 978-84-92984-68-8 / ISBN (digital): 978-84-92984-69-5 / DL: SE-8525-20111ª edición, 2010 - Págs.: 256 - 210x140 mm - PVP: 15,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Santo Arco Real de Jerusalén Autor: Walter Leslie Wilmshurst - Traductor: Alberto Moreno Moreno ISBN (papel): 978-84-937392-1-8 / ISBN (digital): 978-84-937392-2-5 / DL: SE-4185-20091ª edición, 2009 - Págs.: 112 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)PársifalAutor: Walter Leslie Wilmshurst - Traductor: Alberto Moreno Moreno ISBN (papel): 978-84-941390-2-4/ ISBN (digital): 978-84-941390-3-1 / DL: AS-01328-20131ª edición, 2013 - Págs.: 78 - 210x140 mm - PVP: 7,99 € (papel)/2,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Grados de Aprendiz, Compañero yMaestro)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-937078-2-8 / ISBN (digital): 978-84-937078-3-5 / DL: SE-3032-20091ª edición, 2009 - Págs.: 170 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Logia de Perfección)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-937392-7-0 / ISBN (digital): 978-84-937392-6-3 / DL: SE-5441-20091ª edición, 2009 - Págs.: 212 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Capítulo Rosacruz)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-92984-17-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-19-0 / DL: SE-5658-20101ª edición, 2010 - Págs.: 170 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Príncipe del Tabernáculo)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-92984-33-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-34-3 / DL: M-1217-20111ª edición, 2010 - Págs.: 222 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Príncipe de Merced)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-92984-88-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-89-3 / DL: AS-02121-20121ª edición, 2012 - Págs.: 252 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Caballero del Sol)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-942692-1-9 / ISBN (digital): 978-84-942692-2-6 / AS 00363-20141ª edición, 2014 - Págs.: 322 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Moral y Dogma del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (Caballero Kadosh)Autor: Albert Pike - Traductor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-941390-6-2 / ISBN (digital): 978-84-941390-7-9 / AS-01330-20131ª edición, 2014 - Págs.: 120 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)La Francmasonería. Memoria inédita al Duque de BrunswickAutor: Joseph de Maîstre - Traductor: Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-941827-2-3 / ISBN (digital): 978-84-941827-3-0 / DL: AS-01337-20131ª edición, 2013 - Págs.: 132 - 210x140 mm - PVP: 7,99 € (papel)/2,99 € (digital)Los Conventos Fundacionales del Régimen Escocés RectificadoAutor: Jean-François Var - Traductor: Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-942888-7-6 / ISBN (digital): 978-84-942888-8-3 / DL: AS-02298-20141ª edición, 2014 - Págs.: 314 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Cuadernos de cultura - La masoneríaAutor: Pedro González-BlancoISBN (papel): 978-84-94095-00-9 / ISBN (digital): 978-84-94095-01-6 / DL: AS-03995-20121ª edición, 2012 - Págs.: 118 - 210x140 mm - PVP: 10,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Los orígenes del Ritual en la Iglesia y en la MasoneríaAutor: Helena Petrovna BlavatskyISBN (papel): 978-84-936941-7-3 / ISBN (digital): 978-84-937392-9-4 / DL: SE-3780-20093ª edición, 2016 - Págs.: 106 -210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/2,99 € (digital)

Constituciones de AndersonISBN (papel): 978-84-936941-6-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-26-8 / DL: M-23462-20091ª edición, 2008 - Págs.: 68 - 210x140 mm - PVP: 4,99 € (papel)/2,99 € (digital)

Estatutos de los Canteros de BoloniaISBN (papel): 978-84-936941-2-8 / ISBN (digital): 978-84-92984-04-6 / DL: SE-6358-20091ª edición, 2008 - Págs.: 70 - 210x140 mm - PVP: 4,99 € (papel)/0,99 € (digital)

Manuscrito RegiusISBN (papel): 978-84-936941-3-5 / ISBN (digital): 978-84-937565-0-5 / DL: SE-3861-20091ª edición, 2008 - Págs.: 68 - 210x140 mm - PVP: 4,99 € (papel)/0,99 € (digital)

Manuscrito CookeISBN (papel): 978-84-936941-4-2 / ISBN (digital): 978-84-937392-5-6 / DL: AS-1520-20091ª edición, 2008 - Págs.: 68 - 210x140 mm - PVP: 4,99 € (papel)/0,99 € (digital)

Manuscrito Dumfries Nº 4ISBN (papel): 978-84-936941-5-9 / ISBN (digital): 978-84-937392-6-3 / DL: SE-3863-20091ª edición, 2008 - Págs.: 72 - 210x140 mm - PVP: 4,99 € (papel)/0,99 € (digital)

LIBROS PRÁCTICOS [serie Verde]

Libro de estilo masónicoAutor: Ignacio Méndez-Trelles DíazISBN (papel): 978-84-92984-05-3 / ISBN (digital): 978-84-92984-09-1 / DL: M-26307-20101ª edición, 2010 - Págs.: 402 - 210x140 mm - PVP: 17,99 € (papel)/9,99 € (digital)

La Cocina MasónicaAutor: Pepe IglesiasISBN (papel): 978-84-937078-6-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-27-5 / DL: SE-3199-20091ª edición, 2009 - Págs.: 480 - 210x140 mm - PVP: 23,99 € (papel)/9,99 € (digital)

Diccionario masónico inglés-español/español-inglésAutor: Alberto Moreno MorenoISBN (papel): 978-84-943587-2-2 / DL: AS 00402-20151ª edición, 2015 - Págs.: 312 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)

Logia de Perfección. Los grados inefables del Rito Escocés Antiguo y AceptadoAutor: Josep-Lluís Domènech GómezISBN (papel): 978-84-945749-2-4/ / DL: AS 00363-20161ª edición, 2016 - Págs.: 256 - 240x160 mm - PVP: 16,99 € (papel)

A Mediodía en Punto Autor: Eduardo Romera MartínISBN (papel): 978-84-941390-4-8 / ISBN (digital): 978-84-941390-5-5 / DL: AS-01327-20131ª edición, 2013 - Págs.: 180 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Columna de la armoníaAutor: Honorio MarcialISBN (papel): 978-84-942692-7-1/ ISBN (digital): 978-84-942692-8-8 / DL: AS-02292-20141ª edición, 2015 - Págs.: 142 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Masonic Etiquette in the New MillenniumAutor: Eugene MatzotaISBN (papel): 978-84-944695-6-5 / ISBN (digital): 978-84-944695-7-2 / DL: AS 02974-20151ª edición, 2010 - Págs.: 124 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/9,99 € (digital)

Términos Simbólicos de la MasoneríaAutor: Albert Fargas - Traductora: Cristina CabreraISBN (papel): 978-84-937565-9-8 / ISBN (digital): 978-84-92984-02-2 / DL: SE-563-20101ª edición, 2010 - Págs.: 252 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/9,99 € (digital)

Los Ritos MasónicosAutor: Manuel Rodríguez CastillejosISBN (papel): 978-84-937565-3-6 / ISBN (digital): 978-84-937565-4-3 / DL: SE-6482-20091ª edición, 2009 - Págs.: 270 - 210x140 mm - PVP: 16,99 € (papel)/9,99 € (digital)

En torno al mandilAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-943587-3-9 / ISBN (digital): 978-84-943587-4-6 / DL: AS 00403-20151ª edición, 2015 - Págs.: 150 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Efemérides masónicas

Autor: Mario López RicoISBN (papel): 978-84-945046-2-4 / ISBN (digital): 978-84-945046-3-1 / DL: AS 00337-20161ª edición, 2016 - Págs.: 436 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)

La Simbólica MasónicaAutor: Adolf Colom MirallesISBN (papel): 978-84-92984-82-4 / ISBN (digital): 978-84-92984-83-1 / DL: AS-02114-20121ª edición, 2012 - Págs.: 248 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/8,99 € (digital)

Mi primer paso regular en EmulaciónAutor: Fernando LamarcaISBN (papel): 978-84-92984-12-1 / ISBN (digital): 978-84-92984-13-8 / DL: M-28021-20101ª edición, 2010 - Págs.: 154 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/9,99 € (digital)

Un análisis del ritual masónicoAutor: George Meredith Sanderson -Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-55-8 / ISBN (digital): 978-84-92984-56-5 / DL: SE-6340-20111ª edición, septiembre 2011 - Págs.: 142 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Las enseñanzas morales de la masoneríaAutor: JSM Ward -Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-60-2 / ISBN (digital): 978-84-92984-61-9 / DL: SE-7224-20111ª edición, septiembre 2011 - Págs.: 100 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Cuaderno de Instrucción Masónica I. Grado de Aprendiz (REAA)ISBN (papel): 978-84-92984-38-1 / ISBN (digital): 978-84-92984-39-8 / DL: M-8470-2011 1ª edición, 2009 - Págs.: 107 - 176x116 mm - PVP: 5,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Cuaderno de Instrucción Masónica II. Grado de Aprendiz (REAA)ISBN (papel): 978-84-92984-76-3 / ISBN (digital): 978-84-92984-77-0 / DL: AS-02113-2012 1ª edición, 2012 - Págs.: 118 - 176x116 mm - PVP: 5,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Catecismo Masónico de Instrucción. Grado de Aprendiz (Rito Emulación)ISBN (papel): 978-84-937565-5-0 / ISBN (digital): 978-84-937565-6-7 / DL: SE-6650-2009 1ª edición, 2009 - Págs.: 130 - 176x116 mm - PVP: 5,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Manual del Aprendiz Entrado (Ritual de Emulación)Autor: JSM Ward - Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-43-5 / ISBN (digital): 978-84-92984-44-2 / DL: SE-3715-20111ª edición, mayo 2011 - Págs.: 140 - 176x116 mm - PVP: 7,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Manual del Compañero (Ritual de Emulación)Autor: JSM Ward - Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-45-9 / ISBN (digital): 978-84-92984-46-6 / DL: SE-3731-20111ª edición, mayo 2011 - Págs.: 134 - 176x116 mm - PVP: 7,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Manual del Maestro Masón (Ritual de Emulación)Autor: JSM Ward - Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-47-3 / ISBN (digital): 978-84-92984-48-0 / DL: SE-3711-20111ª edición, mayo 2011 - Págs.: 172 - 176x116 mm - PVP: 7,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Manual de los Grados Superiores (Ritual de Emulación)Autor: JSM Ward - Traducción y presentación: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-49-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-50-3 / DL: SE-3730-2011

1ª edición, mayo 2011 - Págs.: 138 - 176x116 mm - PVP: 7,99 € (papel)/4,99 € (digital)El Venerable MaestroAutor: Josep-Lluís Domenech GómezISBN (papel): 978-84-944486-4-5 / ISBN (digital): 978-84-944486-5-2 / DL: AS 02968-20151ª edición, 2015 - Págs.: 124 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Las honras fúnebres masónicasAutor: Óscar Rivero FadriqueISBN (papel): 978-84-944695-4-1 / ISBN (digital): 978-84-944695-5-8 / DL: AS 02974-20151ª edición, 2015 - Págs.: 142 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Cuaderno de Trabajos. Clase simbólica del Rito Escocés RectificadoAutor: Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-946235-6-1 / DL: AS 00368-20161ª edición, 2016 - Págs.: 368 - 210x140 mm - PVP: 16,99 € (papel)

RITUALES [serie Blanca]

Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado - Primer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y AceptadoISBN (papel): 978-84-92984-18-3 / DL: M-26306-20101ª edición, 2009 -Págs.: 204 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado - Segundo GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y AceptadoISBN (papel): 978-84-92984-53-4 / DL: M-22139-20111ª edición, 2009 - Págs.: 172 -176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado - Tercer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Escocés Antiguo y AceptadoISBN (papel): 978-84-92984-54-1 / DL: M-22140-20111ª edición, 2009 - Págs.: 234 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual de Emulación - Primer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación DL: SE-4581-20091ª edición, 2009 - Págs.: 164 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual de Emulación - Segundo GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación DL: SE-4612-20091ª edición, 2009 - Págs.: 140 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual de Emulación - Tercer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Emulación DL: SE-4581-20091ª edición, 2009 - Págs.: 144 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual del Rito Francés - Primer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito Francés

ISBN (papel): 978-84-937565-7-4 / DL: SE-30-20101ª edición, 2010 - Págs.: 160 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual del Rito Francés - Segundo GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito FrancésISBN (papel): 978-84-92984-35-0 / DL: SE-757-20111ª edición, 2010 - Págs.: 160 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Ritual del Rito Francés – Tercer GradoRituales y Ceremonias Oficiales del Rito FrancésISBN (papel): 978-84-92984-70-1 / DL: SE-895-20121ª edición, 2010 - Págs.: 156 - 176x116 mm - PVP: 17,99 € (papel)

Trabajos de Banquete - Rito Francés ModernoISBN (papel): 978-84-937565-8-1 / DL: SE-32-20091ª edición, 2010 - Págs.: 100 - 176 x 116 mm - PVP: 11,99 € (papel)

Rituales de Triángulo del Rito de MenfisRito de Knum o Rito de la Santa PresenciaISBN (papel): 978-84-944695-8-9 / DL: AS 02976-20151ª edición, 2015 - Págs.: 70 - 176x116 mm - PVP: 11,99 € (papel)

Rituales de Ágape del Rito de MenfisRito de Knum o Rito de la Santa PresenciaISBN (papel): 978-84-945749-9-3 / DL: AS 00365-20161ª edición, 2016 - Págs.: 56 - 176x116 mm - PVP: 9,99 € (papel)

Ceremonia de Honras Fúnebres y Ceremonia del RecuerdoRitos y Ceremonias OficialesISBN (papel): 978-84-92984-67-1 / DL: SE-4975-20091ª edición, 2010 - Págs.: 72 - 176x116 mm - PVP: 11,99 € (papel)

Ritual de Tenidas BlancasRitos y Ceremonias OficialesISBN (papel): 978-84-92984-40-4 / DL: M-11806-20111ª edición, 2009 - PÁGS.: 104 - 176 X 116 MM - PVP: 11,99 € (papel)

BIOGRAFÍAS [serie Negra]

Mozart y la masonería, una relación en clave de solAutor: Ignacio Méndez-Trelles DíazISBN (papel): 978-84-946235-7-8 / DL: AS 00369-20161ª edición, 2017 - Págs.: 162 - 240x160 mm - PVP: 16,99 € (papel)

Cantinflas, el majo filantrópicoAutor: Ángel R. MedinaISBN (papel): 978-84-943072-0-1/ ISBN (digital): 978-84-943072-1-8 / DL: AS 02300-20141ª edición, 2014 - Págs.: 228 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Napoleón III: Emperador, revolucionario y masónAutor: Miguel Córdoba

ISBN (papel): 978-84-92984-57-2 / ISBN (digital): 978-84-92984-58-9 / DL: SE-6931-20111ª edición, 2011 - Págs.: 324 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/4,99 € (digital)

¿Quién fue Hiram Abif?Autor: JSM Ward - Traductor: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-943072-7-0 / ISBN (digital): 978-84-943072-8-7 / AS 03542-20141ª edición, 2014 - Págs.: 422 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Jean-Baptiste Willermoz, su obraAutor: Jean-François Var - Traductor: Ramón Martí BlancoISBN (papel): 978-84-941827-4-7 / ISBN (digital): 978-84-941827-5-4 / AS-01340-20131ª edición, 2013 - Págs.: 139 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

GUÍAS HISTÓRICAS [serie TURQUESA]

Guía histórica de la masonería en Asturias Autor: Yván PozueloISBN (papel): 978-84-944115-9-5 / DL: AS 00415-20151ª edición, 2015 - Págs.: 176 - 210x210 mm - PVP: 16,99 €

Guía histórica de la masonería en Madrid Autor: Nicolás BrihuegaISBN (papel): 978-84-944695-9-6 / DL: AS 02979-20151ª edición, 2016 - Págs.: 164 - 210x210 mm - PVP: 16,99 €

HISTORIADORES DE LA MASONERÍAAproximación a la masonería a través de sus lemas y divisasAutor: José A. Ferrer BenimeliISBN (papel): 978-84-945356-7-3 / DL: AS 00350-20161ª edición, 2016 - Págs.: 390 - 240x160 mm - PVP: 19,99 €

Palabras asesinasAutor: Juan José MoralesISBN (papel): 978-84-945749-8-6 / DL: AS 00362-20161ª edición, 2016 - Págs.: 610 - 240x160 mm - PVP: 19,99 €

Prensa franquista y masoneríaAutor: Javier F. GrandaISBN (papel): 978-84-946917-0-6 / DL: AS 00342-20171ª edición, 2017 - Págs.: 234 - 240x160 mm - PVP: 16,99 €

Masonas y republicanasAutor: Natividad Ortiz AlbearISBN (papel): 978-84-946917-1-3 / DL: AS 01230-20171ª edición, 2017 - Págs.: 234 - 240x160 mm - PVP: 16,99 €

MASONERÍA VISUAL [serie Sepia]

Una mirada a la LogiaTextos: Javier Otaola – Ilustraciones: Sebastián UtrerasISBN (papel): 978-84-92984-64-0 / DL: SE-595-20121ª ed., enero 2012 - Págs.: 180 - 230x200 mm - PVP: 24,99 € (papel, tapa dura))/9,99 € (digital)

LITERATURA [serie Amarilla]

La Iniciación de MowgliAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-941827-8-5 / ISBN (digital): 978-84-941827-9-2 / DL: AS-00351-20141ª edición, 2014 – Págs.: 200 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

HAIKUS. Piedra y cincelAutor: Eduardo Romera MartínISBN (papel): 978-84-941827-6-1 / ISBN (digital): 978-84-941827-7-8 / DL: AS-01341-20131ª edición, 2013 – Págs.: 172 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Sherlock Holmes y el caso del mandil francmasónAutor: Juan Antonio Espeso GonzálezISBN (papel): 978-84-944115-1-9 / ISBN (digital): 978-84-944115-2-6 / DL: AS 00408-20151ª edición, 2015 - Págs.: 168 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Y te llamé piedra cúbicaAutor: Manuel Marín Oconitrillo – Prólogo: Juan Manuel García RamosISBN (papel): 978-84-943587-7-7 / ISBN (digital): 978-84-944115-0-2 / DL: AS 00405-20151ª edición, 2015 - Págs.: 86 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Sombras de AcaciaAutor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-92984-62-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-63-3 / DL: SE-1337-20121ª edición, 2012 - Págs.: 178 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El hombre que pudo reinarAutor: Rudyard Kipling – Traductor: Juan Antonio Espeso GonzálezISBN (papel): 978-84-942354-9-8 / ISBN (digital): 978-84-942629-0-2 / DL: AS-00362-20141ª edición, 2014 – Págs.: 102 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

La corona doradaAutor: Ricardo SernaISBN (papel): 978-84-942354-3-6 / ISBN (digital): 978-84-942354-4-3 / DL: AS 00357-20141ª edición, 2014 - Págs.: 264 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Antología de poetas masonesAutores: Johann Wolfgang von Goethe, Rudyard Kipling, Rubén Darío y Oscar Wilde ISBN (papel): 978-84-936941-9-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-28-2 / DL: SE-3879-20093ª edición, 2015 - Págs.: 198 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Alquimia otoñalAutor: Guillermo BownISBN (papel): 978-84-92984-62-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-85-5 / DL: AS-02116-20121ª edición, 2012 - Págs.: 102 - 210x140 mm - PVP: 8,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El hombre que pudo reinarAutor: Rudyard Kipling. Prólogo y traducción: Juan Antonio Espeso GonzálezISBN (papel): 978-84-942354-9-8 / ISBN (digital): 978-84-942692-0-2 / DL: AS 00362-20141ª edición, 2014 - Págs.: 102 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Teatro en el Templo de SalomónAutor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-940950-2-3 / ISBN (digital): 978-84-940950-3-0/ DL: AS-03997-20121ª edición, 2012 - Págs.: 282 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)El enclave templarioAutor: Anselmo Vega JunqueraISBN (papel): 978-84-944201-4-6 / ISBN (digital): 978-84-944201-5-3/ DL: AS 00412-20151ª edición, 2015 - Págs.: 178 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

La vía doradaAutor: Manuel Arduino PavónISBN (papel): 978-84-92984-78-7 / ISBN (digital): 978-84-92984-79-4 / DL: AS-02117-20121ª edición, 2012 - Págs.: 126 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/5,99 € (digital)El Muro de PiedraAutor: Anselmo Vega JunqueraISBN (papel): 978-84-937078-0-4 / ISBN (digital): 978-84-937078-1-1 / DL: SE-2364-20091ª edición, 2009 - Págs.: 228 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/5,99 € (digital)Diarios. La palabra perdida (Italia)Autor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-92984-91-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-92-3 / DL: AS-03990-20121ª edición, 2012 - Págs.: 282 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Los masones de San BlasAutor: Anselmo Vega JunqueraISBN (papel): 978-84-937565-1-2 / ISBN (digital): 978-84-937565-2-9 / DL: SE-5562-20091ª edición, 2009 - Págs.: 192 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/5,99 € (digital)El secreto de AmparoAutor: Anselmo Vega JunqueraISBN (papel): 978-84-92984-31-2 / ISBN (digital): 978-84-92984-32-9 / DL: SE-6996-20091ª edición, 2009 - Págs.: 288 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Don Quijote IniciadoAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-945046-8-6 / ISBN (digital): 978-84-945046-9-3 / DL: AS 00342-20161ª edición, 2016 - Págs.: 121 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Pintar el crimen de los símbolosAutor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-941899-7-5 / ISBN (digital): 978-84-941899-8-2 / DL: AS-01339-20131ª edición, 2013 - Págs.: 130 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Arnulfo, aprendizAutor: Rafael López VillarISBN (papel): 978-84-945356-5-9 / ISBN (digital): 978-84-945356-6-6 / DL: AS 00348-20161ª edición, 2016 - Págs.: 108 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/3,99 € (digital)

El vuelo mágico del IniciadoAutor: Faustino Merchán GabaldónISBN (digital): 978-84-943587-1-51ª edición, 2015 - Págs.: 327 - 4,99 € (digital)

El plano de obraAutor: Guillermo de Miguel AmievaISBN (papel): 978-84-946719-4-4 / ISBN (digital): 978-84-946719-5-1 / DL: AS 00331-20171ª edición, 2017 – Págs.: 310 - 210x140 mm - PVP: 13,99 € (papel)/4,99 € (digital)

OTRAS PERSPECTIVAS [serie Púrpura]

Holos. Interpretación oculta y holística de símbolos sagrados y cotidianosAutor: Manuel Arduino PavónISBN (papel): 978-84-942354-7-4 / ISBN (digital): 978-84-942354-8-1 / DL: AS 00360-20141ª edición, 2014 - Págs.: 144 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Los canteros de las estrellasAutor: Víctor Rodríguez-Gachs GarridoISBN (papel): 978-84-942227-1-9 / ISBN (digital): 978-84-942227-2-6 / DL: AS-01343-20131ª edición, 2014 - Págs.: 184 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Los gigantes de piedraAutor: Víctor Rodríguez-Gachs GarridoISBN (papel): 978-84-944201-0-8 / ISBN (digital): 978-84-944201-1-5 / DL: AS 00411-20151ª edición, 2015 - Págs.: 316 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Una lámpara en la criptaAutor: Manuel Arduino PavónISBN (papel): 978-84-92984-98-5 / ISBN (digital): 978-84-92984-99-2 / DL: AS-03993-20121ª edición, 2012 - Págs.: 116 - 210x140 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Octavo MaestroAutores: José María Sánchez Alcón y Esteban Cortijo ParralejoISBN (papel): 978-84-942915-2-4 / ISBN (digital): 978-84-942915-3-1 / DL: AS 03541-20141ª edición, 2014 - Págs.: 296 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/5,99 € (digital)

Sabiduría oculta en el Camino de SantiagoAutor: Ilia GalánISBN (papel): 978-84-943730-3-9 / ISBN (digital): 978-84-943730-4-6 / DL: AS 00400-20151ª edición, 2015 - Págs.: 222 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Raíces paganas del cristianismoAutor: Nicolás Brihuega BarbaISBN (papel): 978-84-942915-5-5 / ISBN (digital): 978-84-942915-6-2 / DL: AS 03546-20141ª edición, 2014 - Págs.: 154 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Los Templarios en el Nuevo MundoAutor: Walter Huambachano IcazaISBN (papel): 978-84-92984-80-0 / ISBN (digital): 978-84-937392-81-7 / DL: AS-02118-20121ª edición, 2012 - Págs.: 68 - 210x140 mm - PVP: 6,99 € (papel)/2,99 € (digital)

El ProtectorAutor: Ricardo E. PoloISBN (papel): 978-84-92984-20-6 / ISBN (digital): 978-84-92984-21-3 / DL: SE-6112-20101ª edición, 2010 - Págs.: 360 - 210x140 mm - PVP: 12,99 € (papel)/3,99 € (digital)

OBRAS FACSIMILARES [serie Marrón]

La Francmasonería Española. Ensayo histórico-crítico de la Orden de los Francmasones enEspaña desde su origen hasta nuestros díasAutor: Nicolás Díaz y PérezEdición facsimilar de Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-942354-2-9 / DL: AS-00354-20141ª edición, 2014 - Págs.: 632 - 210x140 mm - PVP: 19,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Libro de Oro de la Respetable Logia de Beneficencia de JosefinaEstudio preliminar: Manuel Corral BacieroISBN (papel): 978-84-92984-95-4 / DL: AS-03991-20121ª edición, 2012 - Págs.: 202 - 210x140 mm - PVP: 17,99 € (papel)/4,99 € (digital)

OBRAS INSTITUCIONALES [serie Naranja]

Reflexiones masónicas sobre la educaciónAutor: Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para EspañaISBN (papel): 978-84-946917-3-7 / DL: AS 01229-20171ª edición, 2017 - Págs.: 216 - 240x160 mm - PVP: 14,99 € (papel)

Espiritualidad masónica en el Caballero RosacruzAutor: Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para EspañaISBN (papel): 978-84-945749-7-9 / DL: AS 00358-20161ª edición, 2016 - Págs.: 140 - 240x160 mm - PVP: 16,99 € (papel)

1717-2017: Trescientos años de francmasoneríaAutor: RL Renacimiento N.º 64 (Gran Logia Simbólica Española)ISBN (papel): 978-84-945749-0-0 / DL: AS 00352-20161ª edición, 2016 - Págs.: 292 - 240x160 mm - PVP: 17,99 € (papel)

ACTAS 2011 de la Respetable Logia de Estudios THEOREMAAutor: Logia de Estudios Theorema (Gran Logia Simbólica Española)ISBN (papel): 978-84-92984-59-6 / DL: SE-7109-20111ª edición, 2011 - Págs.: 94 - 210x140 mm - PVP: 6,99 € (papel)/3,99 € (digital)

CIMAS Libro de Aniversario 2002-2012Autor: C# I# M# A# S#DL: AS-02119-20121ª edición, 2012 - Págs.: 156 - 210x140 mm - PVP: 6,99 € (papel)/3,99 € (digital)

OBRAS COLECTIVAS [serie Gris]

Trabajos masónicos de referencia I. Aspectos generales de la masonería: 18 trabajos de ArquitecturaAutor: Varios

ISBN (papel): 978-84-92984-96-1 / ISBN (digital): 978-84-92984-97-8 / DL: AS-03994-20121ª edición, 2011 - Págs.: 200 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Trabajos masónicos de referencia II. De la era de Newton al filosofismo masónico actual: cuatrosiglos de Cadena de Unión.Autor: Varios. Coordinación: Adolfo Alonso CarvajalISBN (papel): 978-84-943072-5-6 / ISBN (digital): 978-84-943072-6-3-8 / DL: AS 03540-20141ª edición, 2014 - Págs.: 276 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

De egipciaca [serie TURQUESA]

Secreta Scala Artis. Las enseñanzas de Knum I Autor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-942888-5-2 / ISBN (digital): 978-84-942888-6-9 / DL: AS 02297-20141ª edición, 2014 - Págs.: 202 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Los Catecismos de Knum II. Las 10 Herramientas Santas Autor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-943304-9-0 / ISBN (digital): 978-84-943587-0-8 / DL: AS 03550-20141ª edición, 2014 - Págs.: 177 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El Triángulo de FuegoAutor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-944695-2-7 / ISBN (digital): 978-84-944695-3-4 / DL: AS 02972-20151ª edición, 2015 - Págs.: 140 - 210x140 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

Caballería, francmasonería y espiritualidadAutores: Michel Bédaton y Rémi Boyer. Traductor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-943587-5-3 / ISBN (digital): 978-84-943587-6-0 / DL: AS 00404-20151ª edición, 2015 - Págs.: 118 - 160x160 mm - PVP: 11,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El cuadrante del despertar. Una práctica incoheristaAutor: Rémi Boyer. Traductor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-942692-9-5 / ISBN (digital): 978-84-942888-2-1 / DL: AS-02294-20141ª edición, 2014 - Págs.: 116 - 160x160 mm - PVP: 9,99 € (papel)/4,99 € (digital)

El himnario de la DiosaAutor: Rémi Boyer. Traductor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-944486-0-7 / ISBN (digital): 978-84-944486-1-4 / DL: AS 02966-20151ª edición, 2015 - Págs.: 116 - 160x160 mm - PVP: 9,99 € (papel)/3,99 € (digital)

Práctica de las vías del despertar Autor: Alain Blandin. Traductor: José Miguel Jato AgüeraISBN (papel): 978-84-945356-1-1 / ISBN (digital): 978-84-945356-2-8 / DL: AS 00344-20161ª edición, 2016 - Págs.: 256 - 210x140 mm - PVP: 14,99 € (papel)/4,99 € (digital)

MARTINISMOCUADERNO MARTINISTA I. Carta a las Órdenes martinistas del siglo XXI

Autor: Rémi Boyer

ISBN (papel): 978-84-946719-6-8 / DL: AS 00335-20171ª edición, 2017 - Págs.: 80 - 110x180 mm - PVP: 9,99 € (papel)

CUADERNO MARTINISTA II. Introducción a la práctica martinistaAutor: José Miguel JatoISBN (papel): 978-84-946719-7-5 / DL: AS 00336-20171ª edición, 2017 - Págs.: 100 - 110x180 mm - PVP: 9,99 € (papel)

CUADERNO MARTINISTA III. De la simbología de la reintegración a la geometría del Cuerpo deGloriaAutor: Rémi BoyerISBN (papel): 978-84-946719-9-9 / DL: AS 00337-20171ª edición, 2017 - Págs.: 50 - 110x180 mm - PVP: 9,99 € (papel)

CUADERNO MARTINISTA IV. Máscara, capa y cordónAutor: José Miguel JatoISBN (papel): 978-84-946235-5-4 / DL: AS 00338-20171ª edición, 2017 - Págs.: 102 - 110x180 mm - PVP: 9,99 € (papel)

REVISTA CULTURA MASÓNICA[ISSN: 2171-1968 / DL: SE-6062-2009]

CULTURA MASÓNICANº 1Los documentosantimasónicosAño I - Noviembre2009Págs.: 86 - PVP: 7 €

CULTURAMASÓNICA Nº 2El Rito Francés en elmundoAño II – Enero 2010Págs.: 132 – PVP 7 €

CULTURA MASÓNICANº 3Masones y cristianosAño II – Abril 2010Págs.: 142 - PVP: 7 €

CULTURA MASÓNICANº 4Masonería yliteraturaAño II – Julio 2010Págs.: 130 - PVP: 7 €

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CULTURA MASÓNICANº 6Masonería y filosofíaAño III – Enero 2011Págs.: 126 - PVP: 7 €

CULTURA MASÓNICANº 7El Derecho Humano

CULTURAMASÓNICA Nº 8Masonería y

CULTURA MASÓNICANº 9El Rito Escocés Antiguo

Año III – Abril 2011Págs.: 84 - PVP: 7 €

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CULTURA MASÓNICANº 12La Francmasonería yla Constitución deCádizAño IV – Julio 2012Págs.: 138 - PVP: 7 €

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CULTURA MASÓNICANº 22Celebraciones yconmemoracionesmasónicasAño VII – julio 2015Págs.: 204 - PVP: 7 €

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CULTURA MASÓNICANº 24El futuro de lamasoneríaAño VIII – Enero 2016Págs.: 152 - PVP: 7 €

CULTURA MASÓNICANº 25Masonería e

CULTURAMASÓNICA Nº 26Supremo Consejo del

CULTURA MASÓNICANº 27Heterodoxia masónica

IlustraciónAño VIII – Abril 2016Págs.: 152 - PVP: 7 €

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CULTURA MASÓNICANº 28300 años, reflexionesAño IX – Enero 2017Págs.: 164 - PVP: 7 €

CULTURAMASÓNICA Nº 29Oficios de la logiaAño IX – Abril 2017Págs.: 166 - PVP: 7 €

Notas

[←1] MÉNDEZ-TRELLES DÍAZ, Ignacio. Textos fundamentales de la Masonería. «El Manuscrito

Regius». Ed. MASONICA.ES, 2008, p. 156.[←2] DOMÈNECH GÓMEZ, Josep-Lluís. El Venerable Maestro. Editorial MASONICA.ES, 2015. p. 66.

[←3] Ibídem, pp. 21.

[←4] Ibídem, pp. 27.

[←5] Ibídem, pp. 49.

[←6] BERESNIAK, Daniel. La symbolique du Venérable Maître. EDIMAF. París. 2012. p. 88.

[←7] BERESNIAK, Daniel. Oficios y oficiales de la logia. Hiria. Donostia. 2003.

[←8] Ver «Aspectos psicológicos de la praxis Masónica II» (V. Carrillo) en 1717-2017: Trescientos años de francmasonería (MASONICA.ES, 2016).

[←9] Trazado de una «plantilla» según la moderna aplicación simbólica e iniciática del trabajo geométrico y de tallado que realizara la relevante institución del Maestro de Obras en el Renacimiento del XII.

[←10] Sistema de categorías retomadas para este modelo: pensamiento-consciencia-inteligencia- voluntad-libre albedrío.

[←11] Por supuesto hay que recordar que en R.·.E.·.A.·.A.·. se abre primero en Primer Grado (donde se realiza esa acción de protección armada con la espada) para luego pasar a Segundo Grado, mientras en el otro sistema ritual se abre directamente en Grado de Compañero.

[←12] Guarda el número áureo en la razón entre la longitud de su diagonal y la longitud de su lado.

[←13] El concepto (como unidad cognitiva de significado) de Carga Simbólica es un desarrollo complejo (unión de varias epistemologías) que llevé a cabo durante mi formación en Psicoanálisis, unido al de Filtro Emocional. Es importante no confundir la definición con otras, tal vez usadas en materiales sobre Masonería, pero desprovistas de contenido científico. Ésta encierra, mediante una serie muy amplia de representaciones inconscientes, adopciones e implantaciones culturales, los códigos que permiten mapear los principales aspectos que comprenden la identidad de un individuo. A través de los subsistemas que la componen (Filtro Emocional, un conjunto de códigos y sistemas simbólicos) el sujeto crea un marco por medio del cual leer la realidad; creando una matización con unas particulares fluctuaciones de ánimo y cambios somáticos leves que lentamente forman modelos finales de conducta. La vida del sujeto está marcada por las relaciones que esa Carga Simbólica establece con el entorno, ésta empieza a estructurarse desde la propia aparición del Yo. Hay un tipo de nexo destacado por su importancia: la lucha porque se vea superficialmente revelada frente y en los otros individuos (recordemos que el Yo es también una imagen especular que parte del Otro). El ejercicio comunicativo en cualquier colectividad humana depende de que cada sujeto observe la Carga Simbólica del otro/a. Una entidad (humana en este caso) sólo se convierte en Sujeto de Derechos si los otros ven su Carga Simbólica y le confieren la legitimidad suficiente para, en primer lugar, iniciar una comunicación. Y en segundo lugar considerarlo un ente simbólico pensante y soberano equivalente. El entrenamiento necesario para el uso de las libertades (por ejemplo, en el silencio del Aprendiz) conlleva profundizar en ese reconocimiento de la Carga S del otro/a; que es el eje último de la coexistencia practicada dentro del aparato social. En la naturaleza de la Carga Simbólica individual y colectiva nos enfrentamos a la necesidad de que se le otorgue legitimidad, como medida real de existencia y conquista de derechos que a su vez implican dosis de humanidad.

[←14] Esta denominación aparece a esa altura del Ritual de Exaltación usado por la GLSE en 1983. Al año siguiente, 1984, pasó a llamarse Plancha de Arquitectura.

[←15] Pulsión: impulso psíquico —deseo libidinal— de la especie humana, tensión somática, demanda del ello, forma de relación con el objeto y de búsqueda de satisfacción. La pulsión carece de objeto predeterminado pues el deseo es múltiple. Es ontogénica a diferencia del instinto que es filogenético. Los destinos de la pulsión son: inversión (transformación en lo contrario, amor/odio), reversión (vuelta contra la propia persona, ej. masoquismo), represión (causa del síntoma; puede ser primaria: lo que nunca fue consciente pero estructura al sujeto, o secundaria: aquello que estuvo en la conciencia y luego fue excluido), sublimación (remplazar una actividad sexual por otra actividad no sexual, ej. consagración a la vida artística o religiosa). ROCAMORA Pedro. Conciencia y psiquismo. Análisis neurocientífico de la condición humana. Editorial Icaria. Madrid. 2016.

[←16] Hispania, LXIII/2, num. 214 (2003) Las logias masónicas. Una sociabilidad pluriformal, Luis P. MARTÍN., Université Biaise Pascal. Clermont-Ferrand II.

[←17] También aparece la fraternidad y sus conflictos en la relación de Jacob y Esaú, y por supuesto en la de José y sus hermanos.

[←18] La masonería, escuela de formación del ciudadano. 4ª ED. Pedro Álvarez Lázaro. Universidad Pontificia Comillas.

[←19] Editado de forma facsimilar por MASONICA.ES.

[←20] El celo que muchos masones tienen todavía con respecto a proteger el secreto formal de nuestros rituales —algo que, además de insistente, resulta una pérdida de tiempo si consideramos que todos nuestros ritos pueden ser conocidos con un golpe de teclado del ordenador—, es un celo que quizás proceda de la ignorancia de que el propio ritual está pensando para llevar a cabo esa protección. Parece algo mágico, y, salvando las distancias, de hecho, lo es.

[←21] Ver Cultura Masónica, n.º 18 dedicado a la Masonería Egipcia, José Miguel Jato, Logia de Investigación Gueb Nut. El Trabajo sobre la Piedra Bruta, página 71.

[←22] El año es un resumen analógico del todo y del siempre de todo lo existente.

[←23] Usada la palabra no en el sentido de varón, distinto de hembra, sino en el etimológico de humus, mejor entendida como humano genéricamente.

[←24] Si indagamos en la etimología de realizar, nos encontraremos con la misma hermeneútica que lo comentado para representación.

[←25] JATO, José Miguel. El Triángulo de Fuego, en esta misma editorial.

[←26] Ver El Triángulo de Fuego, en esta misma editorial.

[←27] Remitimos aquí al lector a la lectura catecismo del Compás, publicado en Los Catecismo de Knum publicado por esta misma editorial y relacionarlo además como el mito de Hiram.

[←28] Remitimos aquí al lector al capítulo II. La comprensión de los 7 niveles de la existencia de

los 7 metales o planetas | 47 de El Triángulo de Fuego.

[←29] Puede repasarse alguna literatura al respecto de lo que aquí estamos hablando: R. F. Sebottendorf, La práctica de la masonería turca, o de A. Powell, La Magia de la Francmasonería. En el caso del rito de Menfis, que en origen se cruza con las tradiciones de estos dos autores, se practica un corpus práctico y teórico particular que a día de hoy se mantiene para la formación y ejercitación de los hermanos.

[←30] Esta es una de las diferencias notables entre la práctica martinista y la práctica masónica menfita. Una tradición y la otra, en su complementariedad, funcionan de manera absolutamente inversa. Es natural que los masones menfitas sean también martinistas, ya que el conjunto de ambas filiaciones les da la posibilidad realizar un trabajo tradicional completo.